Realizó estudios de Humanidades para, al final, terminar ingresando en los Guardias de Corps. El estallido de la jornada del dos de mayo de 1808 le sorprendió en Madrid; pronto se puso al servicio del ejército del general Cuesta, en Valladolid. Un año más tarde, se encuentra ascendido a capitán de caballería y servirá a las órdenes de Ballesteros y de Alburquerque. En 1812 es destinado al 6º ejército del Estado Mayor; un año más tarde, lo sería al 4º ejército; en 1815 está integrado al Estado Mayor del ejército de la Izquierda.

En 1820 era ya teniente coronel. Durante el Trienio Liberal se fue perfilando su protagonismo político: además de secretario del Museo de Ciencias Naturales, en 1821, fue oficial de la Secretaría de Gobernación de Ultramar entre 1821 y 1823. Perteneció a la sociedad secreta de "El Anillo". Al restaurarse el absolutismo fernandino, en 1823, opta como tantos otros por el exilio a Portugal, Inglaterra y Lieja. Regresa a España en 1834 y se adscribe a las filas del liberalismo progresista; un año más tarde ya es ministro del Interior, entre septiembre de 1835 y mayo de 1836. En 1840 fue director de la Biblioteca Nacional e intendente del Real Patrimonio. En calidad de tal escribió "Memoria que acerca del estado de la Real Casa y patrimonio, y su administración en los últimos cinco meses de 1841, presenta al Excmo. Sr. Tutor de S.M. D. Agustín Argüelles el Intendente general en Comisión de la misma", Madrid 1842. En 1847 ingresó en la Academia de la Historia con un discurso sobre "Reconocimiento del Archivo de Balmaseda".

Procurador y diputado en 1834 y 1836, por Vizcaya; y en las elecciones de 1854, por Burgos. Senador electivo en la Legislatura de 1837-1838 y 1841 por la provincia de Madrid; y senador vitalicio por Real Decreto de 6 de octubre de 1849.

Siendo presidente de las Cortes Constituyentes en el mes de mayo de 1837, en la sesión del día 22 se procedió a la aprobación del proyecto de Constitución de 1837. Su elección como presidente se había realizado mediante un segundo escrutinio en el que obtuvo 81 votos de un total de 160; mientras que los señores Domenech y Fuente Herrero obtuvieron 63 y 16 votos, respectivamente.

De su discurso de alocución destacamos el siguiente párrafo: "Muy mancebo todavía, me acuerdo con placer que debí á los de mi pueblo el simple honor de ser elegido mayordomo de la fábrica de la iglesia... Más tarde debí á los mismos el honor de elegirme su alcalde,... En estos últimos tiempos, mis buenos comprovincianos, por medio de elecciones, ya directas ya indirectas, así para Procurador á Córtes como para Diputado, me han distinguido y favorecido sin duda mucho más de lo que á mi corto mérito y natural cariño se debia... faltábame, sin embargo, la más superior, cual era la de ser elegido por los elegidos de la Nación nada menos que para presidirlos; y al verme señores, en este caso, confieso y declaro con sinceridad que mi confusión es extraordinaria..." (Sesión de 1 de mayo de 1837).

En las Cortes Constituyentes 1836-1837 interviene muy activamente en el debate constitucional: "... no es sin duda porque no haya leído lo que se ha escrito de política en estos tiempos por Bentham, Benjamin Constant, Montesquieu y demás publicistas, sino porque todos me han fastidiado en razón á que ninguno resolvía las cuestiones políticas con referencia á las circunstancias y necesidades de España; y como á ésta he dirigido siempre mis vigilias, y en las doctrinas de aquellos autores no he hallado conformidad alguna con los hábitos, tradiciones y costumbres del pueblo español, no he podido acomodarme á sus doctrinas" (Sesión de 9 de abril de 1837).

Falleció en Madrid el 14 de marzo de 1859, según consta en su expediente del Senado mediante una comunicación de Ramón Gil de la Cuadra.

La biografía procede de la publicación "Los presidentes del Congreso de los Diputados, 1810-2010" (2010), coordinada por Sofía Gandarias Alonso de Celis y Mateo Maciá Gómez, y editada por el Departamento de Publicaciones del Congreso de los Diputados. Los textos fueron realizados por ambos coordinadores, con la colaboración de Esperanza Prieto Hernández.