Estudió Derecho y Filosofía y Letras en las universidades de Valladolid y Alcalá de Henares. Intelectualmente es una persona muy activa, con amplios conocimientos de lenguas modernas, de árabe y muy aficionado a la Historia y a la Arqueología, todo ello aprendido de manera autodidacta. Miembro de la Academia de Jurisprudencia y de la de Ciencias Morales y Políticas, fue notario mayor del Reino y perteneció al Consejo Real.

Hizo una carrera profesional administrativa como oficial en la administración de Justicia a partir de 1839; y en diciembre de 1846 entró en la Secretaría del Ministerio de Justicia poniéndose al frente del negociado de asuntos eclesiásticos y colaborando activamente en el Concordato de 1851. En 1864 es nombrado ministro de Gracia y Justicia, cargo que ya había ejercido de manera interina en 1857. Ideológicamente estuvo integrado en el círculo del partido liberal moderado.

Resultó elegido diputado por Burgos en las elecciones del 3 de septiembre de 1844. Nuevamente lo fue en las elecciones del 6 de diciembre de 1846, aunque el 27 de noviembre de 1847 renunciará a su cargo. Otra vez elegido diputado, siempre por Burgos, en las Cortes de 1850, 1851, 1857, 1863, 1864, 1867, 1869 y 1876.

El 8 de marzo de 1865 es elegido presidente por 150 votos de un total de 251. El diputado Antonio Ríos Rosas recibió 93 votos, 1 Martín Belda, 4 en blanco y 3 inútiles. Sustituye a Martín Belda que había sido presidente de forma interina.

En su discurso de alocución pronunció las siguientes palabras: "Honrosa y grave carga, muy superior a mis merecimientos, habéis puesto sobre mis débiles hombros. La deuda de gratitud es mayor por lo mismo, y de lo más íntimo de mi corazón os lo tributo, señores Diputados. Recuerdo con encogimiento los nombres de los varones ilustres que me han precedido en este elevado sitial para honra suya y gloria del país en que nacieron y volviendo los ojos a mi existencia política modesta, acepto la distinción solo como obra vuestra, respeto la significación que hayáis querido darla... Para cumplir hasta donde alcancen mis escasas fuerzas los difíciles deberes que me impone, he menester señores diputados pido con encarecimiento, y confío obedecer, la benévola cooperación de todos... Ofrezco, en cambio por iguales términos á todas las fracciones del Congreso, á todos los Sres. Diputados, imparcialidad completa y bien intencionada, la exacta observancia de nuestro Reglamento, y á falta de otras dotes, el mas vivo y sincero deseo del acierto. (Bien, muy bien)" (Sesión de 8 de marzo de 1865).

La revolución de septiembre le alejó de la vida pública y con la Restauración fue nombrado Presidente del Tribunal de Cuentas. Fue también secretario del Ateneo de Madrid, así como miembro de la Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Durante la Legislatura 1876-1877 intervino de manera activa en la vida parlamentaria. Destaca en los discursos en los que pedía la unidad católica para los pueblos de la provincia de Burgos, de la cual era diputado; y de manera notable en la tramitación de la Constitución y en el debate sobre las garantías constitucionales, así como en la exención de responsabilidades a los Ayuntamientos para que en el plazo de dos meses reingresen al erario el importe de los sellos.

Al debate constitucional pertenecen las palabras siguientes: "Los hombres impulsados por sus pasiones, aun sin darse cuenta de ello, van más allá de lo que quisieran. Estoy seguro que mañana los que tengan tan sin razón me han interrumpido, pensándolo friamente, estarán pesarosos de sus impaciencias. Tienen pues que agradecer, como yo, al señor Presidente que haya vuelto por los fueros de la Cámara. He dicho que estoy fatigado, y además en los estrechos límites de una rectificación no puedo contestar a todo lo que ha dicho con su elocuente palabra el señor Presidente del Consejo de Ministros [cf. Cánovas del Castillo]; necesito solamente decir algo; así, pues, dejando a un lado lo menos importante, diré que he visto con pena que el Sr. Presidente del Consejo de Ministros, no manteniendo lo que ha afirmado en otras ocasiones respecto de que los moderados podían y debían estar al lado del Ministerio, no solo con sus antecedentes y con sus doctrinas, sino también con su nombre y su bandera, sostenga hoy el parecer contrario; esto es, el de que los hombres del partido moderado se den por muertos como tales..." (Sesión de 3 de mayo de 1876).

Fue autor de "Examen filosófico de los actos de Alfonso X considerado como legislador" y "Estado de la legislación en tiempos de Alfonso XI". Igualmente colaboró en el tercer tomo de la "Enciclopedia de Derecho y Administración" de Arrazola y en la "Biografía Contemporánea Universal", que él mismo dirigía.

Por Real Decreto de 29 de marzo de 1869, en virtud de los artículos 14 y 15 de la Constitución, es designado senador vitalicio en la Legislatura 1866-1867, aunque no juró; y senador por derecho propio en la Legislatura de 1878-1879, jurando entonces el 6 de junio de 1879.

Falleció en Madrid el 8 de noviembre de 1883, siendo presidente del Tribunal de Cuentas.

La biografía procede de la publicación "Los presidentes del Congreso de los Diputados, 1810-2010" (2010), coordinada por Sofía Gandarias Alonso de Celis y Mateo Maciá Gómez, y editada por el Departamento de Publicaciones del Congreso de los Diputados. Los textos fueron realizados por ambos coordinadores, con la colaboración de Esperanza Prieto Hernández.