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II República Española 1931-1939

 
Elecciones 28 de junio de 1931
Elecciones 19 de noviembre de 1933
Elecciones 16 de febrero de 1936

Tras la dimisión de Primo de Rivera el 28 de enero de 1930, los sucesivos gobiernos de Berenguer y Aznar no consiguen restablecer un orden constitucional capaz de asegurar la pervivencia de la monarquía.

Las aspiraciones de democratización y modernización del país habían ido cobrando fuerza no sólo en sectores intelectuales y políticos sino también en los movimientos de masas. En este marco reivindicativo, la República se concibe como la forma de Estado más idónea para llevarlas a cabo.

Llegada del Gobierno Provisional, para la apertura de las Cortes Constituyentes, 14 de julio 1931

Los hechos se suceden con rapidez. El 27 de agosto se firma el Pacto de San Sebastián

entre monárquicos desencantados, como Alcalá Zamora, republicanos y nacionalistas, y también algunos representantes de los socialistas. El 30 de diciembre tiene lugar la sublevación de Jaca encabezada por los militares Galán y García Hernández que, pese a su fracaso, serían considerados como los primeros héroes de la República.

El 12 de abril de 1931, como primer paso del programa electoral del almirante Aznar, se celebran las elecciones municipales, que se interpretan como un auténtico plebiscito entre monarquía y república. La victoria de los republicanos en la mayor parte de las capitales de provincia y, sobre todo, en Madrid, Barcelona y Valencia, se considera un triunfo indiscutible y en el plazo de cuarenta y ocho horas la bandera tricolor se iza en todas las fachadas de los ayuntamientos: “España se acostó monárquica y se levantó republicana”, diría el almirante Aznar. Así, dos días después de celebrarse los comicios, se proclama la República y el rey Alfonso XIII sale de España.

Inmediatamente, se forma un Gobierno Provisional presidido por Niceto Alcalá Zamora, del partido de Derecha Liberal Republicana, que permanece hasta diciembre de 1931. La misma noche del 14 de abril, el Gobierno decreta una amnistía para los delitos políticos, sociales y de imprenta, pero el decreto más importante de este Gobierno provisional es el que fija su propio estatuto jurídico, estableciendo para su actuación un marco mínimo de garantías, como la libertad de cultos y creencias y  el respeto a los derechos y libertades de los ciudadanos.

Cortes constituyentes, 1931-1933

Las elecciones a estas Cortes se rigen por la Ley electoral de 1907,  con algunos de sus artículos modificados por decreto de 8 de mayo de 1931. En dicho decreto se sustituyen los distritos electorales por circunscripciones provinciales con el fin de evitar prácticas caciquiles y añadir mayor proporcionalidad entre el número de electores y de elegibles, se incorpora a las mujeres y al clero a la calidad de elegibles y se reduce la edad exigida para ejercer el derecho a voto de los 25 a los 23 años.

Los resultados electorales dan una aplastante victoria a la conjunción republicano-socialista, integrada por un buen número de destacados  intelectuales: Unamuno, Marañón, Sánchez Román, Madariaga, Ortega y Gasset... (Miguel de Unamuno junto a los diputados de la circunscripción de Salamanca y credencial de José Ortega y Gasset por la de León,  en las elecciones de 28 de junio de  1931)

El 14 de julio de 1931 tiene lugar la apertura de las Cortes Constituyentes, en dicha sesión después del discurso del presidente del gobierno provisional de la República, Niceto Alcalá Zamora se procede a elegir la mesa interina de las mismas, donde saldrá elegido Julián Besteiro como presidente  La sesión finaliza con el discurso del presidente que es acogido con grandes aplausos y muestras unánimes de asentimiento.

Se constituye una comisión parlamentaria, presidida por Luis Jiménez de Asúa, para  emitir dictamen sobre el texto constitucional. Enseguida afloran los puntos más conflictivos del debate: la cuestión religiosa (que provoca la dimisión de Alcalá Zamora como presidente del Consejo y su sustitución por Azaña), la relativa a la propiedad y la autonómica, así como el voto femenino, que da lugar a encendidos debates entre Victoria Kent y Clara Campoamor. (Diputadas por Madrid en las elecciones de 28 de junio de 1931) (Busto de Clara Campoamor, en metacrilato, vidrio y acero  por Marina Núñez, obra incorporada a la colección artística del Congreso de los Diputados con motivo del setenta y cinco aniversario del sufragio femenino en España, 2006)

Finalmente, la Constitución española de 1931 es aprobada el 9 de diciembre. Alcalá Zamora es nombrado Presidente de la República en la sesión solemne del día 15.

Se aprueban una serie de leyes que suponen importantes reformas sociales e institucionales, algunas de ellas antes de la Constitución, como la Ley de Defensa de la República, de 20 de octubre, o la que establece las atribuciones de la Comisión de Responsabilidades, de 27 de agosto.  La Ley de la Reforma Agraria tropieza pronto con las dificultades que entraña su aplicación. Gran relevancia tienen también las leyes de secularización de cementerios, matrimonio civil y divorcio, así como la de Asociaciones profesionales o la de Ordenación bancaria.

La Comisión Constitucional se encarga de los dos estatutos de autonomía que se tramitan en esta legislatura: el Estatuto de Cataluña y el del País Vasco. La Ley Orgánica de 14 de junio de 1933 regula el Tribunal de Garantías Constitucionales (parte1) y (parte 2), establecido en el artículo 122 de la Constitución.

Cortes, 1933-1935

En las elecciones celebradas el 19 de noviembre resultan vencedoras las fuerzas de la derecha, integradas en la C.E.D.A (Confederación española de derechas autónomas).

La labor rectificadora de este nuevo Gobierno y de estas nuevas Cortes respecto de la obra reformista del bienio anterior se pone enseguida de manifiesto, primero con decretos como el de abolición del de intensificación de cultivos o el de modificación de los jurados mixtos. Las Cortes aprueban la Ley Electoral, la de Amnistía, Arrendamientos y Reforma agraria.

Entre los hechos más relevantes de esta legislatura están los sucesos de octubre de 1934, con la proclamación del Estado Federado Catalán y la Revolución de Asturias.

Las normas de funcionamiento de la Cámara son las establecidas en el Reglamento Provisional de 1931, hasta que el 29 de noviembre de 1934 se aprueba un nuevo Reglamento del Congreso de los Diputados.

Cortes 1936-1939

Las elecciones celebradas el 16 de febrero de 1936 dan la victoria a las fuerzas agrupadas en el Frente Popular, que obtienen 257 diputados. Antes de culminar el proceso electoral, pues aún debía celebrarse una segunda vuelta, y antes, por tanto, de constituirse las Cortes, Portela Valladares, encargado de gestionar las elecciones, abandona su cargo, creando así un vacío de poder que fuerza la inmediata formación de un Gobierno cuya presidencia asume Manuel Azaña.

La situación cada vez más tensa que se vive en el campo y en las ciudades se refleja en las discusiones de las Cortes, centradas sobre todo en el orden público. El teniente Castillo es asesinado por grupos armados de la derecha el día 12 de julio, y al día siguiente Calvo Sotelo por grupos armados de la izquierda. Finalmente, la sublevación militar estalla en Marruecos los días 17 y 18 de julio de 1936, extendiéndose a la península. Su fracaso da lugar a la Guerra Civil, que se prolonga hasta marzo de 1939.

El 1 de octubre de 1936 se suspenden las sesiones parlamentarias. Una parte de las Cortes se traslada a Valencia, iniciándose así una itinerancia (Valencia, Barcelona, San Cugat del Vallés, Sabadell y Figueras) que culmina con la celebración en París, ya en marzo de 1939, de las últimas reuniones de la Diputación Permanente, órgano que trata de asumir sus funciones constitucionales y delibera sobre la dimisión de Azaña como presidente de la República, el golpe del coronel Casado y la comparecencia de Negrín, último presidente del Consejo de Ministros, en la sesión celebrada los días 31 de marzo y 1 de abril de 1939.