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Diputados
Manuel Seijas Lozano
Nacido el 27/12/1800 en Almuñécar (Granada).
Fallecido el 10/12/1868 en Madrid.
Personal docente. Profesión jurídica.
Presidente
Realizó los estudios de Filosofía y Derecho en la Universidad de su tierra natal, Granada. Con 27 años es fiscal interino en el Juzgado de la Alhambra; a partir de ahí, se desarrolla su carrera jurídica. En 1837 es Magistrado en la Audiencia de Granada, pasa en 1843 a la de Madrid y sigue ascendiendo como hombre de leyes hasta que en 1857 es nombrado fiscal del Tribunal Supremo. Obtuvo la Cátedra de Filosofía del Derecho al tiempo que fue nombrado académico por la de Jurisprudencia, por la de Historia y por la de Ciencias Morales y Políticas. Fue fundador y socio de honor de la de Ciencias Naturales.
Su carrera jurídica no impide que durante determinados periodos pase a ocupar responsabilidades de Gobierno. Así, en 1847 está al frente del Ministerio de la Gobernación; un año más tarde lo estará en el Ministerio de Comercio, Industria y Obras Públicas, fundando la escuela de Ingenieros; y dos años más tarde como ministro de Hacienda. En 1856, es nombrado ministro de Gracia y Justicia y en 1864 ministro de Ultramar.
Destacó como parlamentario en representación de Granada en las Cortes de 1837, 1844, 1850, 1851, 1853 y 1857; en 1846, 1850, 1857 y 1863 lo fue por Orense; en 1850 por Salamanca y en 1857 por Pontevedra.
Es en la Legislatura de 1848-1849 cuando resulta elegido presidente interino de la Cámara, desde el 16 al 19 de diciembre de 1848. En su elección, que tuvo lugar el 16 de diciembre, obtuvo 100 votos de un total de 162, habiendo obtenido el señor Ríos Rosas 33 votos, el señor San Miguel 28 votos y 1 el señor Cortina.
El presidente Manuel de Seijas ocupa la silla de la Presidencia y declara constituido interinamente el Congreso. La presidencia definitiva del Congreso durante esta legislatura de 1838-1849 la ocupará Luis Mayans Enríquez de Navarra.
Su discurso de alocución no es solamente, como era usual, un discurso de agradecimiento a la Cámara, sino que traslada su preocupación por la protección de las minorías siempre que lo permita el Reglamento:
"Señores, la honra que el Congreso acaba de dispensarme es superior, no solo a mis escasos merecimientos, sino a mis esperanzas y ambiciones. Conmovido todavía por tan señalada distinción, no encuentro palabras con que expresar mi reconocimiento. Confío en que conociendo el Congreso mis sentimientos interpretará benignamente mi silencio... Debo hacer una manifestacion al Congreso. El Presidente es y debe ser la personificacion de la mayoria. Por lo tanto, mi voto, en los pocos dias que debo ocupar este puesto, no será mio, sino de la mayoria. El Presidente es el Reglamento vivo del Congreso, y estando instituidos los Reglamentos para proteger á las minorias, yo declaro que seré el tutor de esta en cuanto lo permitan las conveniencias parlamentarias. Yo espero, señores, que la mayoría no abusará de la proteccion que debo dispensarle, ni llevará sus exigencias más allá del límite debido. A una y á otra y á todos los señores Diputados ruego que conserven el renombre adquirido por nuestro Parlamento, cuya cordura y decoro le distinguen entre todos" (Sesión de 16 de diciembre de 1848).
Un año más tarde vuelve a intervenir, esta vez como diputado, en un debate de gran transcendencia en relación con la dotación de Culto y Clero:
"... No se trata señores de un simple proyecto de dotación del culto y el clero; ese proyecto envuelve una cuestión compleja que abraza todas las cuestiones que puedan afectar a los partidos políticos. En esta ley vamos a resolver; primero la situación ulterior y el influjo que pueda tener el principio religioso en nuestra sociedad, y bajo este aspecto, señores, la cuestión es eminentemente social; nosotros vamos a resolver en ese proyecto las relaciones de la sociedad con la Iglesia, y en este concepto ese proyecto, señores, es esencialmente político... Después de un discurso largo prosigue para finalizar: ... No, no lo aceptará, ni nosotros los que nos sentamos en este lado de la Cámara le haremos pasar por la amargura de darle para su sustento un pan de lágrimas que mojaría con las suyas diariamente al recordar su procedencia..." (Sesión de 1 de marzo de 1849).
Como es el caso de muchos diputados, su vida parlamentaria finaliza en el Senado, Cámara de la que también será presidente.
Es elegido senador vitalicio por Real Decreto de 8 de noviembre de 1863, deja su plaza como fiscal del Tribunal Supremo. Es nombrado Presidente de la Cámara Alta por Real Decreto de 1 de mayo de 1868, reemplazando al marqués de Miraflores y tomando posesión el 3 de mayo.
En la obra publicada recientemente sobre "Los Ministros de Hacienda" se hace de él una semblanza elogiosa. Es caracterizado como hombre polifacético, miembro de muchas academias. Sus dictámenes como fiscal del Tribunal Supremo fueron recopilados en 1864 en la obra titulada "Teoría de las instituciones judiciarias".
Estaba en posesión de la Orden del Toisón de Oro y fue caballero de la Orden de Carlos III.
Falleció en Madrid el 10 de diciembre de 1868.
La biografía procede de la publicación "Los presidentes del Congreso de los Diputados, 1810-2010" (2010), coordinada por Sofía Gandarias Alonso de Celis y Mateo Maciá Gómez, y editada por el Departamento de Publicaciones del Congreso de los Diputados. Los textos fueron realizados por ambos coordinadores, con la colaboración de Esperanza Prieto Hernández.
Periodos de presidencia
Elecciones del 06 de Diciembre de 1846
Legislatura 1848-1849
16/12/1848 al 19/12/1848 (Interino)
Fue nombrado Presidente por 100 votos, de un total de 162; 33 obtuvo Antonio de los Ríos Rosas; 28 Evaristo San Miguel y 1 Manuel Cortina.
Elección DS 2 de 16 de diciembre de 1848, p. 7-8.
Discurso de alocución DS 2 de 16 de diciembre de 1848, p. 8.