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DS. Senado, Comisiones, núm. 247, de 22/11/1995
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Año 1995 V Legislatura
Comisiones. Núm. 247



CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
SENADO



COMISION DE ASUNTOS EXTERIORES
PRESIDENCIA DE DON JOSE LUIS LOPEZ HENARES
Sesión Informativa
celebrada el miércoles, 22 de noviembre de 1995



ORDEN DEL DIA:
--Comparecencia del Secretario de Estado para la Cooperación
Internacional y para Iberoamérica, Excmo. Sr. don José Luis Dicenta
Ballester, para informar sobre el grado de ejecución de las conclusiones
y recomendaciones contenidas en el Informe aprobado por el Senado sobre
la política española de cooperación para el desarrollo, así como sobre
el grado de ejecución del Plan Anual de Cooperación Internacional (PACI),
del año 1995. (Número de expedientes 713/000432 y 713/000419.)
--Examen y aprobación, en su caso, de los Convenios números 158 a 174,
ambos inclusive:
Modificación de Reserva Tercera, apartado d), al Convenio Europeo número
70 sobre la validez internacional de las sentencias penales, hecho en La
Haya el 28-5-70. (Número de expediente 610/000158.)
Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones entre el
Reino de España y la República del Perú, firmado «ad referéndum» en
Madrid, el 17-11-94. (Número de expediente 610/000159.)
Convenio Constitutivo de la Oficina Europea de Radiocomunicaciones (ERO).

(Número de expediente 610/000160.)
Acuerdo entre España y Malasia para la promoción y protección recíproca
de inversiones firmado en Kuala Lumpur el 4-4-95. (Número de expediente
610/000161.)
Acuerdo sobre el Estatuto de las Misiones y Representantes de Terceros
Estados ante la Organización del Tratado del Atlántico Norte, hecho en
Bruselas el día 27-7-94. (Número de expediente 610/000162.)



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Acuerdo entre el Reino de España y la República Argelina Democrática y
Popular para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, firmado
«ad referéndum» en Madrid el día 23-12-94. (Número de expediente
610/000163.)
Declaración de aceptación por España de la extensión a Aruba por parte
de los Países Bajos del Convenio sobre reconocimiento y ejecución de
decisiones en materia de obligaciones alimenticias con respecto a menores
(número IX de la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional
Privado), hecho en La Haya el 15-4-58. (Número de expediente 610/000164.)
Acuerdo entre el Reino de España y la República de Lituania para la
promoción y protección recíproca de inversiones, firmado «ad referéndum»
en Vilnius el 6-7-94. (Número de expediente 610/000165.)
Convenio entre el Reino de España y la República de Portugal para la
construcción de un puente internacional sobre el río Miño entre las
localidades de Arbo (España) y Melgaço (Portugal), firmado en Madrid el
12-6-95. (Número de expediente 610/000166.)
Convenio entre España y Bélgica tendente a evitar la doble imposición y
prevenir la evasión y el fraude fiscal en materia de impuestos sobre la
renta y sobre el patrimonio, firmado en Bruselas el 14-6-95. (Número de
expediente 610/000167.)
Convenio sobre la Ayuda Alimentaria, 1995, hecho en Londres el 13-3-95.

(Número de expediente 610/000168.)
Convención de las Naciones Unidas de lucha contra la desertificación en
los países afectados por la sequía grave o desertificación, en particular
en Africa, abierta a la firma en París el 17-6-94. (Número de expediente
610/000169.)
Acuerdo de Seguridad de la Unión Europea Occidental, hecho en Bruselas
el 28-3-95. (Número de expediente 610/000170.)
Acuerdo para la promoción y protección recíproca de inversiones entre el
Reino de España y la República de El Salvador, firmado «ad referéndum»
en San Salvador el 14-2-95. (Número de expediente 610/000171.)
Acuerdo para la protección y promoción recíproca de inversiones entre el
Reino de España y la República Dominicana, hecho en Santo Domingo de
Guzmán el 16-3-95. (Número de expediente 610/000172.)
Acuerdo sobre transporte internacional por carretera entre el Gobierno
del Reino de España y el Gobierno de Ucrania, hecho en Kiev el 16-6-95.

(Número de expediente 610/000173.)
Memorándum de entendimiento entre varios Estados Miembros de la Agencia
Espacial Europea y la Agencia Espacial Europea relativo a la ejecución
del proyecto MERCURE, hecho en Madrid el 25-11-94. (Número de expediente
610/000174.)
--Declaración institucional con motivo del 50 aniversario de la creación
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). (Número de expediente
630/000017.)
--Acuerdo de la Comisión de Asuntos Exteriores de proceder a la
felicitación a S. M. el Rey en el 20 aniversario de su proclamación, así
como también por la labor realizada por la Corona para la pacificación
y libre convivencia de los españoles dentro de nuestro sistema
constitucional y democrático. (Número de expediente 542/000068.)



Se abre la sesión a las once horas y treinta y cinco minutos.




El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías. Vamos a dar comienzo a la
sesión.




Antes de entrar en el orden del día, quisiera someter a su consideración
el que se lleve a cabo una pequeña modificación. Además de los cuatro
puntos del orden día --incluyendo el último, de ruegos y preguntas--,
propongo que se añada uno nuevo, cual es dar conocimiento a la Comisión
--si se considera oportuno que haya el correspondiente debate y
aprobación por la Comisión-- de un proyecto elaborado por la Mesa y
Portavoces, de declaración institucional con motivo del 50 Aniversario
de las Naciones Unidas. Lógicamente, sería transmitido al Presidente de
la Cámara y a los portavoces de los grupos. Pero, a pesar de que ya ha
sido aprobado por la unanimidad de la Mesa y Portavoces, desearía que la
Comisión tuviera noticia de ello, y si los portavoces lo consideran
oportuno, pasaríamos, como he dicho, a debatirlo como punto cuarto.

¿Hay alguna objeción? (Pausa.) Por tanto, queda aprobado el orden del día
en ese sentido.

Ruego al señor Letrado que compruebe la asistencia de los señores
Senadores.




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Por el señor Letrado se procede a la comprobación de las señoras y
señores Senadores presentes y representados.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

En primer lugar, como primer punto del orden del día figura la lectura
y aprobación del acta de la sesión anterior. Como es habitual, los
portavoces tienen noticia del texto. Por tanto, si les parece bien,
podemos obviar su lectura. ¿Hay alguna objeción? (Pausa.) Queda aprobada.




--COMPARECENCIA DEL SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION
INTERNACIONAL Y PARA IBEROAMERICA PARA INFORMAR SOBRE EL GRADO DE
EJECUCION DE LAS CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES CONTENIDAS EN EL INFORME
APROBADO POR EL SENADO SOBRE LA POLITICA ESPAÑOLA DE COOPERACION PARA EL
DESARROLLO, ASI COMO SOBRE EL GRADO DE EJECUCION DEL PLAN ANUAL DE
COOPERACION INTERNACIONAL (PACI) DEL AÑO 1995. (713/000432 Y 713/000419.)



El señor PRESIDENTE: En segundo lugar, el punto central de la reunión de
hoy es la comparecencia del Secretario de Estado para la Cooperación
Internacional y para Iberoamérica, a fin de informar sobre el grado de
ejecución de las conclusiones y recomendaciones contenidas en el informe
que elaboró la Ponencia de esta Comisión y que, una vez aprobado por
ésta, fue también aprobado por el Pleno de la Cámara, así como sobre el
cumplimiento y la información sobre la ejecución del Plan Anual de
Cooperación.

En nombre de la Comisión, quiero dar la bienvenida al Secretario de
Estado de Cooperación que, una vez más, comparte tareas parlamentarias
con nosotros. Asimismo, quiero agradecerle su presencia y reiterar que
hemos solicitado su comparecencia porque, como bien sabe, esta Comisión
ha seguido desde siempre --y ya se hace un eje de sus trabajos-- la
cooperación internacional con especial cuidado. Hace ya varios años
elaboramos un informe, que fue fundamental, y últimamente hemos hecho
este segundo, que es una de las razones por las que hemos solicitado su
comparecencia.

Por tanto, señor Secretario de Estado, vuelvo a reiterarle nuestro
agradecimiento por su presencia, y le cedo la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Dicenta Ballester): Muchas gracias, señor Presidente.

Buenos días, señorías. Muchas gracias por permitirme comparecer para
hacer referencia a dos temas a los que la Secretaría de Estado de
Cooperación Internacional concede una gran importancia. En primer lugar,
para informar sobre el grado de ejecución de las conclusiones y
recomendaciones contenidas en el informe que se aprobó por el Senado
sobre política española de cooperación al desarrollo y, en segundo lugar,
sobre el grado de ejecución del PACI 1995.

Permítanme que empiece por exponer las actuaciones de la Secretaría de
Estado en los temas solicitados como recomendaciones del Senado.

Procuraré seguirlos por el mismo orden en que figuran en el documento.

La Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y para
Iberoamérica ha mantenido la actitud, desde que se creó, de perseguir el
objetivo de contar cuanto antes con una ley de cooperación internacional,
una ley que estuviera en consonancia con los tiempos que vive la
cooperación --tiempos en los que, como saben, no faltan las
incertidumbres y los interrogantes, y a veces la confusión--, y en la que
también se abordaran los problemas y se regularan las situaciones nuevas
creadas por el gran cambio, tanto cualitativo como cuantitativo, que se
ha experimentado por la cooperación internacional española en los últimos
años.

De acuerdo con estos propósitos, la Secretaría de Estado para la
Cooperación Internacional y para Iberoamérica --en adelante Secipi-- ha
promovido y ha impulsado la elaboración de una ley de cooperación
internacional. Lograr un anteproyecto de ley de cooperación internacional
exigió --puedo asegurárselo a sus señorías-- un trabajo arduo puesto que
partíamos de componentes de nuestra cooperación en buena medida obsoletos
que requerían un esfuerzo de actualización y, al mismo tiempo, era
necesario incorporar al nuevo texto los elementos nuevos que comporta una
concepción moderna de la cooperación. Por otra parte, como ocurre en
cualquier sociedad democrática, es lógico que existan aspectos de la
cooperación internacional sobre los que formulan visiones dispares los
diversos agentes de la cooperación, diferencias que es necesario
compaginar, compatibilizar.

Aunque todos los agentes de la cooperación --la Administración, las ONG,
los agentes sociales, las autoridades autonómicas, los entes locales,
etcétera, todos los agentes-- pudiéramos coincidir en el objetivo final
de la cooperación y en la imperiosa necesidad de conseguir que la
cooperación sea eficaz y sea eficiente, esta coincidencia, sin embargo,
no produciría, no produce de hecho, una visión unitaria sobre otros
aspectos de la cooperación sobre los que los agentes de la cooperación
defienden valoraciones plurales y análisis distintos que se traducen en
opciones y prioridades diferentes.

Es creciente el grado de implicación de la sociedad española en los
problemas de la cooperación, lo cual conlleva a que sea también cada día
mayor el grado de participación de esa sociedad en la formulación,
gestión y control de la cooperación española. Esta participación a través
de los diferentes agentes de la cooperación es la mejor garantía de que
como país estemos haciendo una cooperación democrática y participativa,
buscando de entre la pluralidad de visiones el denominador común para
sobre él edificar un gran consenso en los temas de cooperación. La
contrapartida, aparentemente negativa, es que no disponemos aún de la tan
deseada ley de cooperación internacional. Contamos, sí, con un
Anteproyecto de ley de cooperación



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internacional que goza del informe favorable del Consejo de Cooperación
al Desarrollo, en el que se han recogido las diferentes posturas que
defienden los distintos grupos que participan en ese Consejo, es decir,
además de los representantes de la Administración, los representantes de
las ONG, los agentes sociales, sindicatos y patronal, y el grupo de
expertos. Pero es todavía necesario conseguir un mayor consenso sobre dos
puntos cruciales: el primero, cuál debe ser el grado de participación de
la sociedad civil en la formulación, la gestión y el control de la
política de cooperación; y el segundo, cuál debe ser el papel de la ayuda
financiera frente a la ayuda concesionaria en las áreas de la cooperación
y el desarrollo.

El Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE, como sus señorías saben,
acepta que la ayuda financiera que cumpla con los llamados requisitos de
Helsinki sea considerada como ayuda al desarrollo y, por consiguiente,
que produzca retornos para el país. Sin embargo, y pese a que esto es
así, esta doctrina no es unánimemente compartida por todos los agentes
de la cooperación y es controvertida, incluso, en el propio seno del
Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE.

Como acabo de señalar a sus señorías, creo que el retraso que haya podido
sufrir la marcha del Anteproyecto de ley de cooperación internacional
puede verse compensado por las aportaciones, ciertamente positivas, que
con su informe añade el Consejo de Cooperación al Desarrollo al debate
que tendrá que producirse cuando el proyecto de ley sea presentado en
estas Cámaras.

Participo, igualmente, de la apreciación hecha por sus señorías en cuanto
a la necesidad de asegurar una coordinación suficiente --tema clave--
entre la Comisión Interministerial de Cooperación Internacional, la CICI,
y la Comisión Interministerial de Ayuda al Desarrollo, y en que resulta
imprescindible la participación de los órganos competentes del Ministerio
de Asuntos Exteriores en el proceso de selección de proyectos
susceptibles de concesión de créditos FAD como único medio --como
advierte el propio documento del Senado-- para garantizar la conveniente
aplicación de los criterios propios de la ayuda al desarrollo y asegurar
que son debidamente tenidos en cuenta en el proceso. La unidad de acción
en la política de cooperación para el desarrollo queda garantizada a
través de la participación del Secretario de Estado para la Cooperación
Internacional y para Iberoamérica, a iniciativa suya, en las reuniones
del Comité de Dirección de la Agencia Española de Cooperación
Internacional, donde se determinan las líneas orientativas de la política
de ese organismo autónomo, se examinan y se aprueban los diversos
programas, así como las solicitudes de ayuda a la convocatoria abierta
y permanente. Aquella unidad queda también asegurada mediante las
reuniones periódicas que el Director General del ICI mantiene con el
Secretario de Estado, así como mediante las instrucciones que por
mediación del ICI la Secipi transmite a las distintas oficinas técnicas
de cooperación en Iberoamérica. Estas acopian constantemente datos sobre
el terreno relativos a la situación socioeconómica del país en que se
ubican, así como sobre el nivel de ejecución de los distintos programas
de cooperación ejecutados al amparo de los convenios de cooperación
científico-técnica y de las actas de Comisión Mixta; con dichos datos se
elabora una nota-país que se actualiza permanentemente y que permite
suministrar toda la información precisa sobre la situación del país en
el que se coopera, asegurando la eficacia en la puesta en marcha de los
programas de ayuda.

En lo que se refiere a los países árabes, durante los años 1994 y 1995
se ha realizado un esfuerzo en lo que a creación y dotación de oficinas
se refiere --y me refiero a oficinas técnicas de cooperación-- con objeto
de ir adecuando los medios materiales y humanos a las verdaderas
necesidades de la cooperación en esos países. De esta forma, si bien
hasta el año 1994 únicamente existían oficinas técnicas de cooperación
en dos países árabes, Marruecos y Túnez, en los últimos dos años --a
pesar de las limitaciones presupuestarias-- se han abierto OTC en
Jerusalén, para atender a la cooperación hispano-palestina, en Mauritania
y se ha dotado convenientemente de personal, incluido el nombramiento de
un jefe de oficina, a la OTC de Túnez.

Debido a la importancia de las OTC como instrumento de coordinación e
impulsión de la cooperación, parece muy conveniente continuar abriendo
algunas oficinas en ciertos países árabes con los que España tiene una
especial relación y donde, por consiguiente, la cooperación tenderá a ir
en aumento en los años venideros. Me estoy refiriendo en particular a
países como Jordania, Egipto o Argelia.

Por lo que se refiere a la relación de las OTC en países árabes con los
embajadores respectivos y con el resto de las dependencias de la
embajada, lejos de haberse producido ningún tipo de problema, ha habido
hasta la fecha en todo momento una total subordinación al jefe de misión,
una unidad en la dirección y una colaboración correctísima con las
restantes oficinas de nuestras embajadas.

Por lo que respecta al Africa austral y a Asia, durante 1995 se ha dotado
de coordinador a la OTC de Namibia --vacante desde el año 1991 y que no
se cubría por falta de presupuesto--, siguen en pleno funcionamiento las
OTC de Angola, Mozambique y Filipinas, aunque con limitaciones en su
dotación e infraestructura debido a la falta de recursos económicos para
inversiones, estando todas ellas integradas en las embajadas y
funcionando en perfecta coordinación con el resto de los servicios.

En estas regiones los coordinadores llevan a cabo una verdadera labor de
coordinación de todos los instrumentos de la ayuda oficial al desarrollo
español, es decir, la ayuda a proyectos, cooperación humanitaria, ayuda
a equipamiento, ayuda alimentaria, becas, lectorados, cooperación
cultural, etcétera, así como una labor de coordinación intensa con sus
homólogos de la comunidad de donantes.

Una de las recomendaciones de sus señorías señala que debería crearse un
consejo de cooperación al desarrollo. En relación con este tema, quisiera
recordarles que el pasado 19 de mayo, por Real-Decreto 795/1995, se creó
ese Consejo, dándose así cumplimiento a la Disposición Adicional
vigesimonovena de la Ley 42/1994, de Medidas fiscales, administrativas
y de orden social por la que precisamente se recomendaba al Gobierno la
creación del Consejo de Cooperación al Desarrollo.




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En julio de este año tuvo lugar la reunión constitutiva del Consejo. En
ella se nombró una comisión «ad hoc» a la que se encargó la elaboración
de un reglamento de régimen interno, que se aprobó en una segunda reunión
plenaria del Consejo el 8 de septiembre, y en esa misma sesión se
constituyeron también dos comisiones permanentes, una para el seguimiento
del PACI y otra para el seguimiento de los anteproyectos legislativos.

Las dos Comisiones han mantenido ya varias sesiones de trabajo. La
Comisión de Seguimiento Legislativo fue la que elaboró dos proyectos de
dictámenes sobre los anteproyectos de ley de cooperación internacional
y la de creación de un fondo de ayuda económica exterior, informes que
fueron aprobados en una tercera sesión plenaria del Consejo de
Cooperación al Desarrollo el día 26 de septiembre.

Por su parte, la Comisión de Seguimiento de los PACI ha mantenido dos
reuniones de trabajo, y precisamente esta tarde mantendrá una tercera
reunión con vistas a elaborar un documento sobre filosofía y objetivos
de los PACI que se someterá a la deliberación y aprobación del Consejo.

Uno de los objetivos que persigue el Consejo, recientemente creado, es
ir elaborando su propia doctrina sobre temas de cooperación, algo que es
muy propio de cualquier órgano consultivo. Por consiguiente, el Consejo
de Cooperación al Desarrollo, en el medio año que lleva de vida desde su
constitución, ha mantenido tres sesiones plenarias y varias reuniones de
sus dos Comisiones permanentes, estando previstos convocar otra plenaria
antes de terminar este año. Se puede afirmar que la actividad desplegada
por el Consejo de Cooperación al Desarrollo ha sido una actividad
destacable.

En este orden de ideas, yo no quiero dejar de mencionar aquí que, con el
patrocinio del Consejo de Cooperación al Desarrollo y organizado por la
Secretaría de Estado, tuvo lugar el Palma de Mallorca los pasados días
3 y 4 de este mes un encuentro de representantes de los Consejos de
Desarrollo e instituciones consultivas de los países de la Unión Europea.

Son unos encuentros que vienen teniendo lugar en los países de la Unión
Europea que ostentan la Presidencia. Esta costumbre se inició en el año
1991, y los encuentros se consagran al estudio monográfico de temas que
tengan actualidad en el campo de la cooperación europea. Asimismo, tienen
también el objetivo básico de vincular entre sí a los Consejos e
instituciones consultivas europeas e incrementar el intercambio de
información entre ellos en temas de cooperación.

La reunión de Palma, concretamente, se consagró al estudio del papel de
la cooperación descentralizada en el marco de la cooperación europea. Ese
encuentro permitió a los miembros del Consejo de Cooperación al
desarrollo español entrar en contacto con expertos y responsables, por
primera vez, de otros consejos consultivos de cooperación europeos y
familiarizarse con la problemática de estas instituciones europeas.

Por último, a pesar de ser la primera vez que tiene lugar en España este
tipo de encuentros, debo decir que la participación de los representantes
de los Consejos europeos superó la que se había producido en previos
encuentros.

En torno al porcentaje de la ayuda oficial española al desarrrollo
respecto al PNB, vale confirmar una vez más el propósito del Gobierno de
ir incrementando esa «ratio» en línea con la aspiración de situar a
España en el grupo de países de la OCDE líderes, no tanto en el monto,
cuanto en la proporción de la cantidad dedicada a la ayuda al desarrollo
respecto al producto nacional bruto. Creo oportuno recordar que en estos
momentos sólo un pequeño y selecto grupo de países --los Escandinavos,
más Holanda-- llegan a superar el popular 0,7 por ciento.

Dentro del Comité de Ayuda al Desarrollo, hay otro grupo de países que
a finales del pasado año 1994 --si bien hay que decir que, naturalmente,
aún no tenemos a nuestra disposición las cifras del CAD relativas al año
1995-- situaban el porcentaje de su AOD/PNB muy por encima del 0,35, como
Francia o Canadá; en torno a esa proporción, como Luxemburgo, Suiza,
Italia o Portugal y todos los demás estados miembros del CAD se
encontraban por debajo del 0,35, en una proporción que varía entre el
0,34 de Alemania y el 0,15 de los Estados Unidos.

Pues bien, España va a situarse por primera vez, en la breve historia de
país donante del CAD, por encima de la media de su conjunto, media que
este año ha bajado y que actualmente está establecida en el 0,29 por
ciento. El balance final del Comité referido a 1994 --estoy
adelantándoles a sus señorías unas cifras que no se han publicado aún
oficialmente-- asigna a España una proporción del 0,28 por ciento. Al
final de 1995, incluso en el caso de que no fueran ejecutados muchos de
los créditos ampliables previstos para este ejercicio, seguramente ya
estaríamos por encima de aquella proporción, y si se hace uso de todos
los créditos ampliables previstos, como esperamos --dentro del límite que
se nos ha permitido--, la AOD española, como he señalado, se situaría a
finales de este año entre un 0,33 y un 0,35, ocupando así probablemente
la décima posición mundial entre los países donantes, incluso en términos
porcentuales en cuanto al cociente AOD/PNB. Resulta evidente la mejora
en la posición relativa de nuestro país en el contexto de la OCDE
alcanzada este año y ello, procede reiterarlo, en circunstancias
presupuestarias francamente desfavorables.

Cabe expresar, coincidiendo con la Ponencia, el deseo y la intención de
que el esfuerzo realizado en los últimos años para incrementar
notablemente el porcentaje del PIB que se destina a AOD, Ayuda Oficial
al Desarrollo, tenga continuidad y que España ocupe lugar cada vez más
señalado entre los principales países.

El objetivo marcado es bien conocido: alcanzar el 0,7 por ciento del
producto interno bruto en el año 2000. Es un objetivo irrenunciable que
se encuentra en un horizonte ya no lejano. A él llegaremos cuando las
posibilidades económicas nos lo permitan y siempre contando con proyectos
que carezcan de ambigüedad, que sean factibles y eficaces, porque en
ningún caso debe hacerse del 0,7 un porcentaje mágico, sino una cifra con
un contenido real que sea inobjetable.

Una vez más debo coincidir con la opinión de la Cámara en cuanto a la
observación de que el aumento del volumen de la AOD española debería
orientarse especialmente



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al crecimiento de la ayuda bilateral no ligada, para tratar de equilibrar
la hasta ahora descompensada distribución del gasto en favor de la
cooperación multilateral, que en buena parte está condicionado por
nuestros compromisos financieros internacionales.

Han sido también muy tenidas en cuenta las recomendaciones del Comité de
Ayuda al Desarrollo, el CAD, incluidas en las conclusiones del examen de
la ayuda española que, como sus señorías recuerdan, se efectuó en la
primavera del pasado año 1994. A este efecto se ha previsto, de cara al
año próximo, una disminución de prácticamente el 25 por ciento de los
desembolsos netos de los créditos FAD, que pasarían a 61.000 millones en
1996 frente a los 80.000 previstos en este año. El componente FAD dentro
de la AOD española, que en 1993 llegó a representar casi el 80 por ciento
de la Ayuda Oficial al Desarrollo bilateral y un 57,24 por ciento de la
ayuda oficial al desarrollo total, hoy ya ha caído más de nueve puntos
porcentuales en 1994, hasta representar el 70,93 por ciento de la AOD
bilateral y el 46,18 por ciento del total. Se comprueba, pues, que tiende
a consolidarse esta tendencia a la baja del componente básico de la ayuda
ligada en la AOD española y así podrá verificarse cuando se formule en
su momento el seguimiento del PACI de 1995.

Mientras que las previsiones de aportaciones a la Unión Europea y a
organismos financieros internacionales contempladas en el PACI de 1995
se reducen a un 0,35 por ciento en el caso de aportaciones a la Unión
Europea y un 3,40 por ciento, respectivamente, en el caso de organismos
financieros internacionales, la cooperación bilateral no reembolsable
destinada a Iberoamérica asciende a 16.535 millones de pesetas, es decir,
un 26,41 por ciento del total de la cooperación bilateral no
reembolsable. Es, pues, considerable el esfuerzo hecho por incrementar
esa ayuda, al tiempo que, paulatinamente, disminuye la importancia
relativa de la cooperación multilateral.

Asimismo, se ha cumplimentado la recomendación que solicitaba que se
hiciera un esfuerzo para aumentar el volumen de AOD con destino,
fundamentalmente, a la ayuda bilateral no reembolsable, sobre todo, con
la firma, desde finales de 1994, de 22 comisiones mixtas --es el
instrumento básico, el instrumento eje de nuestra cooperación bilateral--
para planificar nuestra cooperación sobre bases consensuadas y
actualizadas para los próximos años, estando prevista la celebración
próxima de otras cinco comisiones mixtas. De esta forma, se habrán
negociado comisiones mixtas con todos los países de Iberoamérica --con
la única excepción de Panamá--, con Túnez, Argelia, Mauritania y
Marruecos y, en este último caso, en los aspectos cultural y educativo,
habida cuenta del especial momento negociador en que se han desarrollado
en los últimos tiempos nuestras relaciones con Marruecos.

Finalmente, también hemos suscrito comisiones mixtas con China,
Mozambique y la autoridad nacional palestina. Y, a este respecto, quiero
añadir que la semana próxima, precisamente, viajaré a Panamá para firmar
el acta de la comisión mixta, porque, como acabo de señalar a sus
señorías, es el único país de Iberoamérica con el que aún no habíamos
suscrito el acta de la comisión mixta.

Por tanto, el trabajo que en pro de la cooperación bilateral se ha venido
haciendo es notorio, como lo es también que, al establecer así, de manera
consensuada, los sectores prioritarios, se logran la necesaria coherencia
y eficacia en nuestra labor, al dirigirlas hacia proyectos y programas
viables y efectivos, como nos recordaba, precisamente, la Ponencia.

En este sentido, dentro de los cuatro sectores prioritarios en torno a
los cuales giran las actas de las comisiones mixtas, es decir,
modernización institucional, refuerzo de las capacidades para satisfacer
necesidades sociales básicas, formación de recursos humanos,
modernización de sectores productivos e infraestructuras y cooperación
cultural, hay ejemplos concretos múltiples que prueban nuestra constante
preocupación por la eficacia en la específica aplicación de recursos y
el rechazo de los proyectos ambiguos o demasiado vagos o generales.

Compartimos, asimismo, el objetivo expresado por los ponentes de
equilibrar la hasta ahora descompensada distribución del gasto,
reforzando la ayuda bilateral, pues es ésta la que ha de reflejar,
principalmente, la sensibilidad específica de nuestra ayuda y sus
orientaciones. Además de las comisiones mixtas antes citadas, quisiera
mencionar como dato elocuente en este aspecto que la ayuda alimentaria,
que va encaminada siempre a países concretos, aunque en ocasiones cuenta
con el apoyo del programa mundial de alimentos, se ha multiplicado por
tres en 1995 respecto al año 1994, pasando de 800 a 2.380 millones de
pesetas, habiendo siendo trece los países beneficiados por estos
programas de ayuda alimentaria.

La recomendación del Senado en cuanto a la necesidad de ejercer una
debida vigilancia para asegurar que el crecimiento de la ayuda se oriente
a objetivos presididos por criterios de eficacia, efectividad y
viabilidad es también tenida constantemente en cuenta por esta Secretaría
de Estado, tanto en la fase de identificación y ejecución de los
programas de cooperación directa u otros que gestione la Agencia,
aplicándose siempre un criterio de oportunidad política y, en su caso,
de prioridad humanitaria, como en los directamente dependientes de la
Secretaría de Estado y, muy en particular, el programa de subvenciones
a ONG españolas de ayuda al desarrollo, sobre el que --al menos,
brevemente-- habré de detenerme más adelante.

En cuanto a la necesidad de seleccionar programas, proyectos y acciones
de cooperación que aseguren el impacto y la eficacia de la ayuda en un
proceso de análisis riguroso de todos y cada uno de los factores sobre
cuya base deban adoptarse opciones concretas, puedo asegurar a sus
señorías que éste es un criterio tenido constantemente en cuenta por
parte de esta Secretaría de Estado y de sus órganos de gestión
dependientes, siempre en el marco de los lineamientos del CAD y de las
directrices de las Cámaras, tanto del Congreso de los Diputados en su
resolución de 26 de noviembre de 1992, como del Senado, atendiendo a las
recomendaciones objeto de esta comparecencia.

Son, igualmente, tenidas en cuenta las capacidades de absorción y de
utilización puestas a disposición de los países receptores. De igual
modo, se procuran evitar las disfunciones a las que, comprobadamente,
suele llevar una



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acción dispersa y, por tanto, se tiende, crecientemente, a la
concentración de medios, a través del programa «País», al que me refería
al principio, y de la aplicación de recursos en focos priorizados.

Las prelaciones territoriales reflejadas en el documento de referencia
coinciden con las atendidas por esta Secretaría de Estado. Por supuesto,
Iberoamérica sigue y seguirá siendo el área tradicional a la que se
destinan importantes aportaciones en la acción global de la cooperación
española, tanto a través de los programas más o menos consolidados y de
otros emergentes que se gestionan a través de la Agencia, como en el
programa que se gestionan a través de la Agencia, como en el programa de
subvenciones a ONG, directamente dependiente de la Secretaría de Estado.

La fusión de los antiguos Instituto de Cooperación para el Desarrollo e
Instituto de Cooperación para el Mundo Arabe en el actual ICMA se ha
traducido también en una mayor eficacia en la concentración de las
decisiones y en un crecimiento objetivo de los recursos financieros
allegados para la ejecución y el seguimiento de los programas
dependientes de ese Instituto. Tratamos, igualmente, de procurar una
distribución territorial más armónica y equilibrada de los fondos
disponibles para la financiación del programa de subvenciones a ONG y,
en este sentido, la atención prioritaria a países ribereños del
Mediterráneo y la creciente ayuda canalizada hacia los países lusófonos
del Africa subsahariana son una muestra evidente de ese designio de
conseguir un mejor equilibrio de los recursos disponibles.

La ayuda oficial al desarrollo bilateral no reembolsable dirigida a
Iberoamérica supone un 35,1 por ciento del total de la ADO bilateral no
reembolsable, un 26,41 por ciento del total de cooperación bilateral no
reembolsable, según se veía en el punto anterior. En ambos casos,
Iberoamérica representa la segunda área geográfica en importancia,
después de la partida «varios», por lo que podemos concluir que, desde
el punto de vista de la concentración geográfica, Iberoamérica se
mantiene como área señaladamente prioritaria.

En lo que al mundo árabe se refiere, la cooperación española se concentra
de forma muy especial en aquellos países que tienen más importancia para
nuestra política exterior, o sea, los países del área del Magreb, y, en
segundo término, en las demás naciones árabes mediterráneas.

Conviene, asimismo, señalar que las dificultades de naturaleza política
existentes, tanto en Argelia, como en Libia, han hecho que durante este
año la cooperación que hemos llevado a cabo con estos países se haya
visto notablemente mermada. Por el contrario, la especialísima
importancia que ha otorgado España al proceso de paz en Oriente Medio ha
motivado que durante los dos últimos años se haya hecho un esfuerzo muy
notable en lo que a colaboración y cooperación con los palestinos se
refiere.

En relación con la concentración sectorial, los programas y proyectos
financiados por la Agencia inciden en las áreas de la asistencia técnica,
cultural y científica, así como la educación y el apoyo a las reformas
institucionales, profesionalidad de la función pública, modernización de
la administración de justicia, fortalecimiento del sistema financiero y
apoyo a la reforma de los sistemas tributarios. Si las reformas
institucionales no se consolidan, hemos llegado a la conclusión de que
las ayudas que se concentran en otros sectores de la vida económica o
social del país acaban perdiendo efectividad.

Desde el punto de vista sectorial, nuestra cooperación en el mundo árabe
se ha dirigido esencialmente a aquellos ámbitos sociales y económicos que
tienen más relevancia para el desarrollo integral de estas naciones. En
este sentido, los ámbitos de la salud pública, educación y formación
profesional y los programas de ordenación integral de determinadas
regiones han sido los más beneficiados.

Por lo que respecta a Africa austral y a Asia se viene procediendo desde
hace años, conforme a las recomendaciones del CAD, realizándose una
cooperación que es identificada conjuntamente con los Gobiernos
receptores mediante la celebración de comisiones mixtas de cooperación
trianuales en todos nuestros países de mayor concentración que son
Angola, Mozambique, Filipinas y China, a los que se unirá Namibia el
próximo año, tras la reciente firma del acuerdo de cooperación técnica
la pasada primavera.

Los sectores de concentración de nuestra cooperación obedecen a las
prioridades de su desarrollo, es decir, formación de recursos humanos,
fortalecimiento institucional, salud y especialmente atención a
refugiados o desplazados en el Africa austral.

En lo que se refiere a la recomendación de concentración geográfica en
Guinea Ecuatorial, dentro de la subregión occidental central y oriental
del Africa subsahariana, se ha cumplido durante los últimos años
rigurosamente, manteniéndose sin menoscabo el esfuerzo de cooperación
primaria, asistencial, educativa, cultural e institucional que
caracteriza nuestra labor básica desde hace años en ese país
hispanoafricano, aunque encauzando dicha cooperación en el marco de
ejecución descentralizada con la correspondiente reducción de ejecución
directa que reclama una cooperación más eficaz, más competente y mejor
adaptada a las necesidades del país.

La concentración sectorial es también uno de los principios sectores de
la administración de los recursos de la cooperación española en Guinea
Ecuatorial y en el resto de los países de la subregión de Africa
occidental, central y oriental.

En Guinea Ecuatorial la cooperación se concentra efectivamente en los
sectores de educación y salud y en la lucha contra la marginación. Se
promueve, asimismo, activamente reformas institucionales, por ejemplo,
con nuestra activa colaboración en los diferentes procesos electorales
que han venido teniendo lugar.

En el resto de los países de la citada subregión se presta especial
atención a los sectores que más directamente afectan al desarrollo
humano, teniéndose prioritariamente en cuenta elementos tales como el
impacto medioambiental y de género.

Toda esta labor de concentración sectorial se realiza gracias a la labor
de las oficinas técnicas de cooperación en coordinación con el resto de
la comunidad de donantes con el fin de evitar duplicaciones y
solapamientos.




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En cuanto a Mozambique, Angola y Filipinas, países mencionados en las
recomendaciones, puedo informar a sus señorías que el primer país
receptor de fondos es Mozambique, el segundo Angola y el tercero
Filipinas, cumpliéndose así fielmente las recomendaciones hechas por este
Senado.

Durante los últimos años se ha prestado también una especial atención a
la cooperación hispanoárabe para captar fondos privados que sumándose a
los fondos de origen público puedan completar y aumentar la cooperación
española al desarrollo de los países árabes. De esta forma se han
organizado campañas para tratar de incentivar a las ONG españolas a
realizar proyectos de desarrollo en estos países. Los resultados, aunque
aún no se ha alcanzado el nivel que desearíamos, han sido satisfactorios
por cuanto que cada vez son más cuantiosas las acciones llevadas a cabo
por ONG españolas en el conjunto de estas naciones.

En la gestión de la cooperación bilateral con Africa austral y Asia en
numerosos proyectos de carácter económico empresarial flujos privados
coofinancian proyectos empresariales con un doble componente de AOD y
comercial, particularmente en China y Angola donde existe un mayor número
de empresas españolas instaladas y operativas.

Desde el punto de vista de la concentración geográfica, nuestras
prioridades están claramente definidas, Iberoamérica, área del
mediterráneo, Guinea Ecuatorial, Mozambique, Angola y Filipinas, y el
elevado número de comisiones mixtas constituidas dentro de esas
prioridades geográficas y culturales prueba elocuentemente que hacia
ellas se dirige nuestro esfuerzo. Las magnitudes monetarias prueban
también lo mismo, así como evidencian una atención también prioritaria
y reciente a los territorios ocupados palestinos.

En cuanto a la concentración sectorial, las comisiones mixtas han
establecido de manera consensuada como objetivo prioritario con el fin
de alcanzar la mayor coherencia y afectividad en nuestra actuación el
formar, mejorar y modernizar las instituciones y capacidades propias del
país receptor para satisfacer sus necesidades sociales básicas, los
recursos humanos y el ámbito cultural.

La formación de profesionales al servicio de la administración pública,
la prestación y gestión de servicios públicos, el establecimiento de
sistemas de protección social, la descentralización política y
administrativa, la integración regional y subregional, el catastro, las
instituciones de justicia y electorales, los bancos de previsión social,
la competencia y la calidad han recibido en Iberoamérica toda la atención
de nuestra más reciente cooperación.

La coordinación de nuestras OTC con el resto de donantes y en particular
con los países miembros de la Unión Europea es, como dije antes,
correcta. En Mozambique, país elegido por la Unión Europea como
experiencia piloto de coordinación de la cooperación europea, se viene
trabajando desde enero de 1995 con reuniones mensuales de coordinación
de los donantes y se están consiguiendo mejores cotas de eficacia, como
lo demuestra el elevado nivel de coofinanciaciones producido este año
particularmente en Mozambique con la Unión Europea, el Banco Mundial y
el PNUD.

La gran deuda externa que tienen gran parte de los países árabes
constituye, no obstante, un pesado lastre para su desarrollo económico.

En este sentido la condonación total o parcial de esta deuda parece que
debería convertirse en un instrumento prioritario de la cooperación con
estos países, bien mediante la condonación pura y simple, o bien --lo
cual quizá pueda ser más interesante-- reconvirtiendo esta deuda para
financiar proyectos de desarrollo.

Esta política que, por otra parte ya es práctica habitual de muchos
países desarrollados, ha sido iniciada por España con algunos países
árabes y parece la vía más indicada para resolver la espinosa cuestión
de la deuda con algunos países.

Por lo demás, en muchos casos la negociación de la deuda no es sino un
ejercicio de realismos, toda vez que ciertos países difícilmente van a
poder hacer frente a sus cuantiosísimos compromisos financieros.

En lo que se refiere a la coordinación con organismos multilaterales son
tres los tipos de organismos con los que la Dirección General del ICI se
coordina en la ejecución de sus actuaciones: primero, la Unión Europea
con presencia del ICI en las regiones sectoriales de expertos, comité de
países en vías de desarrollo América Latina y apoyo a la Secretaría de
Estado en la preparación de los consejos de cooperación. En segundo
lugar, organismos internacionales financieros y no financieros de
cooperación internacional al desarrollo. Aquí las relaciones se canalizan
a través del gabinete técnico de la agencia, que es el órgano encargado
de preparar los memoranda de entendimiento con los distintos organismos
internacionales, y también los respectivos planes operativos.

Quiero destacar los acuerdos suscritos con el BID --Banco Iberoamericano
para el Desarrollo-- para la puesta en marcha de un programa de apoyo a
las cajas de ahorro en América Latina y con el Programa de las Naciones
Unidas para el Desarrollo --con el PNUD--, para la constitución de un
fondo fiduciario de 11 millones de dólares para programas de
gobernabilidad en Centroamérica; ambos complementan los esfuerzos de la
cooperación bilateral en dos sectores que la propia ponencia del Senado
reconoce como prioritarios, es decir, la reforma institucional y el
desarrollo económico sostenido.

En tercer lugar, la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de
Gobierno, la última celebrada en Bariloche, ha hecho hincapié en la
importancia de la educación como factor de desarrollo de una sociedad.

Se han aprobado un convenio de cooperación iberoamericano y un manual
operativo que regulan la cooperación en el marco de las Cumbres, se han
apoyado los programas ya existentes, televisión educativa, fondo
indígena, Cideu, programas de alfabetización, Cyted y Mutis, y se ha
aprobado la puesta en marcha de todo un elenco de nuevos programas que
inciden en los ámbitos de la cooperación científica, técnica, cultural
y educativa.

En otras áreas geográficas la reinserción de combatientes, el Registro
Civil, la policía, la seguridad de los aeropuertos, el presupuesto o el
Archivo Histórico dan testimonio de las prioridades establecidas, y en
todas las áreas becas, la formación profesional, el apoyo a la enseñanza
y



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a la pequeña y mediana empresa, el equipamiento, la agricultura, el
tratamiento de residuos, las vías de comunicación y, naturalmente, la
lengua y la cultura española muestran el cumplimiento de unas directrices
establecidas y, en conjunto y sin ser exhaustivo, coincidentes con las
recomendaciones de la ponencia, manifestadas en su informe de noviembre
de 1994 y con su preocupación por los más necesitados y por la capacidad
de absorción y de aprovechamiento de los países receptores.

La recomendación de la Ponencia relacionada con la cooperación integral
de coordinar los flujos públicos y privados y coordinación con otros
donantes y con otros organismos multilaterales queda también plasmada en
numerosos proyectos, de los que cito como ejemplos el programa de
rehabilitación de Angola, en colaboración con el Banco Mundial y las ONG,
para fortalecer infraestructuras básicas de agua potable, salud,
nutrición y educación o los destinados a reactivar la producción de cacao
en Guinea Ecuatorial o a elaborar el registro civil y el documento
nacional de identidad en Mozambique, en colaboración con la Unión Europea
y el Banco Mundial en ambos casos.

La coordinación con otros donantes también se ha puesto de manifiesto en
la contribución para equilibrar el presupuesto nacional palestino.

Quisiera recordar que por parte española colaboran, en contacto directo
con la Agencia, entidades e instituciones como el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, la UNED, la FERE, la Guardia Civil y otras
muchas, en nuestro deseo por tender a la cooperación integral en todo
momento e impulsar la participación de la sociedad en su conjunto.

La voluntad de cooperar con organismos multilaterales la ponen de relieve
las ayudas de emergencia enviadas a muy diversos países con graves
problemas junto con la Cruz Roja, Unicef, Acnur, el Alto Comisionado de
las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y varias ONG especializadas
en situaciones de estas características.

La imprescindible coordinación con la cooperación oficial descentralizada
ha sido, y seguirá siendo, un eje prioritario en la acción de esta
Secretaría de Estado, y al respecto quisiera recordar que, sin incluir
las cantidades todavía no disponibles que destinan a cooperación al
desarrollo, computables como AOD, otros entes locales incluidos en la
Federación Española de Municipios y Provincias, el monto global de AOD
aportado por las 17 Comunidades Autónomas puede exceder este año de los
13.000 millones de pesetas, multiplicándose así por más de cuatro la
cantidad de que se dispuso el año pasado. Precisamente ayer se celebró
en la sede de la Agencia, bajo mi Presidencia, la Cuarta Jornada de
Concertación Administración central-Administraciones autonómicas para la
cooperación descentralizada, dándose de esta forma continuidad a los
encuentros celebrados en 1992 y en abril y noviembre de 1994.

La presencia y participación de representaciones de la casi totalidad de
las Comunidades Autónomas son prueba evidente del creciente interés que
los gobiernos autónomos prestan a la cooperación, reflejo a su vez del
incremento de la sensibilización y concienciación de la sociedad civil
española en su conjunto hacia la necesidad de ayuda a los países más
desfavorecidos.

Esta Secretaría de Estado está plenamente convencida de la urgencia de
desarrollar un marco estable de mayor y mejor colaboración con las
Comunidades Autónomas y entidades locales. Y para conseguir este
propósito, la Agencia ha firmado este año convenios marcos de cooperación
con cuatro Comunidades Autónomas, Rioja, Aragón, Murcia y Extremadura,
y está prevista la firma durante el año 1995 de convenios similares con
la Comunidad de Castilla-La Mancha y de un protocolo con Andalucía,
prosiguiéndose así el desarrollo de un marco jurídico estable de
colaboración que esperamos y deseamos que se siga ampliando.

En estos convenios marco se establece un canal de colaboración entre la
Agencia y la entidad responsable de la cooperación al desarrollo de cada
Comunidad Autónoma, que será seguido en el futuro de planes operativos
que recojan los proyectos de cooperación conjuntos entre la Agencia y la
correspondiente Comunidad Autónoma. Este mismo objetivo se perseguirá con
la constitución y puesta en marcha, en su momento, de la Comisión
Interterritorial de Cooperación para el Desarrollo --algo está previsto
en la futura ley de cooperación--, que se constituirá en foro permanente
de concertación y debate de principios directrices y políticas de
cooperación que atañen a los distintos niveles de las Administraciones
públicas.

La cooperación descentralizada constituye también una parte sustancial
de la cooperación hispano-árabe, ya que hay muchas Comunidades Autónomas,
especialmente las mediterráneas y algunos municipios, que tienen una
notable e importante proyección hacia el mundo árabe. Consciente de esta
realidad, la Dirección General de Cooperación con el Mundo Arabe,
Mediterráneo y Países en Desarrollo ha impulsado la cooperación de estas
Comunidades Autónomas hacia los países árabes, y en este sentido quiero
destacar los logros obtenidos con las Comunidades Autónomas andaluza y
catalana, así como con ciertos municipios, como Barcelona y Madrid.

La cooperación descentralizada en Africa Austral y Asia no ha tenido
demasiadas posibilidades de aplicación, debido al escaso nivel de
actividades de las Comunidades Autónomas en aquellas regiones en el
ámbito de la ayuda oficial al desarrollo. No obstante, algunas
Comunidades Autónomas acuden regularmente a las reuniones preparatorias
de las comisiones mixtas, como ha sido el caso recientemente de Angola,
Mozambique y China.

Quisiera ahora detenerme con algún detalle en el análisis de la gestión
del programa de subvenciones de esta Secretaría de Estado a las ONG. Como
sus señorías saben, este rubro, aunque tiene una relativa significación
porcentual y estadística en el conjunto de la AOD española, ha
experimentado también un espectacular aumento este año, en una proporción
no alcanzada ni por aproximación por ninguno de los componentes de la
ayuda española al desarrollo, puesto que se han multiplicado por más de
10 los recursos presupuestarios disponibles para la financiación de la
convocatoria ordinaria, 755 millones en 1994, 8.000 millones en 1995,
manteniéndose también una ligera tendencia



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al alza en la cantidad con que se financia la convocatoria extraordinaria
con cargo al 20 por ciento de lo recaudado con el 0,5 por ciento de las
aportaciones de los contribuyentes en sus declaraciones del IRPF a otros
fines de interés social: 2.431 millones de pesetas en 1994, 2.673
millones en 1995.

Este incremento de la asignación destinada a la financiación de proyectos
ejecutados por ONG, en un momento de fuerte contracción presupuestaria,
impuesta por la necesidad de reducir el déficit público y de lograr la
aproximación a los criterios de convergencia del Tratado de Maastricht,
y en un momento también en que prácticamente todos los países donantes,
incluyendo los punteros del CAD, están reduciendo sus volúmenes de ayuda
al desarrollo, refleja una clara voluntad del Gobierno por diversificar
el número de actores sociales implicados en la cooperación, dando una
mayor entrada a las organizaciones no gubernamentales, y traduce asimismo
una creciente tendencia social que demanda una mayor participación de la
sociedad civil en la formulación de los principios que deben regir esa
ayuda y en la gestión y control del correspondiente gasto.

La normativa que establece los requisitos que han de reunir las ONG para
acceder a las subvenciones públicas de la Secretaría de Estado y las
condiciones mínimas que deben incorporar los proyectos presentados para
obtener las ayudas del Estado están claramente establecidos en las bases
generales de 13 de abril de 1993 y órdenes ministeriales de convocatoria
que para cada una de las mismas publica el «Boletín Oficial del Estado»
a principios de año.

La Comisión de Subvenciones que juzga el reparto de los fondos
disponibles entre las organizaciones que presentan proyectos se atiene
escrupulosamente a los principios de objetividad, publicidad y libre
concurrencia y considera con todo rigor los criterios de elegibilidad de
las ONG y las condiciones de sujeción de los proyectos a las prioridades
y requisitos establecidos.

Todas las recomendaciones formuladas al respecto en esta Cámara han sido
tenidas en cuenta y cumplidas en su totalidad, excepto la creación de un
registro público en la Secretaría de Estado; registro público que aún no
funciona formalmente, aunque en la práctica, con la misma funcionalidad,
es suplido por un fichero en el que se recogen las condiciones de
elegibilidad de las ONG, experiencia demostrada en su trayectoria general
y experiencia concreta en cuanto al cumplimiento de obligaciones
anteriormente contraídas con la Secretaría de Estado en caso de haberse
beneficiado con anterioridad de subvenciones de esta Secretaría de
Estado.

Por lo que se refiere a la formación de cooperantes en el área
iberoamericana, quiero reseñar la firma de un convenio con la Escuela
Diplomática para impartir un curso anual de cooperación; la organización
de sendos cursos de cooperación iberoamericana en Barcelona y en
Santander, en el marco de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo;
el apoyo, a través del INI, al Curso de maestría en cooperación,
impartido por el Centro de Estudios sobre América Latina, Cedeal; y el
todavía proyecto de crear un centro de estudios sobre gobernabilidad en
Iberoamérica, en la sede de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo,
en Santander. Para estudiar la viabilidad de dicho centro, que se
integraría en una futura red iberoamericana de centros de gobernabilidad,
la V Cumbre Iberoamericana de Bariloche aprobó la celebración, en 1996,
de un Iberencuentro de expertos sectoriales.

Con el propósito de ir acercando a los jóvenes españoles a los programas
de cooperación, dotándolos al mismo tiempo de un algo grado de
profesionalidad, se han puesto en marcha los programas de realización de
la prestación social sustitutoria en programas de cooperación, y también
el programa de jóvenes cooperantes.

El primero prevé la incorporación de objetores de conciencia en las
unidades de cooperación en el exterior, previa realización de un curso
de cooperación de un mes en el Centro de Formación de Molina, en Málaga.

El primer reemplazo se incorpora el 27 de noviembre próximo. A su vez,
el Programa de jóvenes cooperantes está destinado a profesionales
jóvenes, que estén en el paro, para que se incorporen a algún proyecto
de cooperación en Iberoamérica durante un plazo de seis meses.

De todo lo anteriormente expuesto se deduce, por tanto, que en los
últimos años se está llevando a cabo un esfuerzo por interesar a las
nuevas generaciones por las labores de cooperación al desarrollo y por
dotarlas de la formación adecuada para afrontar los retos que el
desarrollo presenta.

Como conclusión de esta primera parte, puedo asegurar a sus señorías que
la ejecución de la cooperación española está plenamente inspirada y
guiada por el espíritu que presiden las recomendaciones de esta Cámara,
a las que la Secretaría de Estado para la Cooperación Internacional y
para Iberoamérica trata en todo momento de dar puntual cumplimiento.

Quisiera ahora responder a la segunda parte de la comparecencia, que es
el grado de ejecución del Plan Anual de Cooperación Internacional, el
PACI, del año 1995.

El PACI 95, que aprobó el Consejo de Ministros el 26 de mayo de este año,
recoge de forma sistematizada todas las acciones y proyectos de
cooperación internacional que tienen previsto llevar a cabo las distintas
entidades públicas españolas, así como los recursos necesarios para su
ejecución en el ejercicio 1995.

En la elaboración del PACI se han tenido en cuenta las líneas generales
de la política de cooperación española para 1995 aprobadas por la
Comisión Interministerial de Cooperación Internacional, reunida el 25 de
febrero de 1994, y de la que les resumo --sus señorías la conocen
perfectamente-- los siguientes puntos.

Por una parte, concentración en el desarrollo humano. En segundo lugar,
concentración y especialización geográfica y sectorial. En tercer lugar,
cooperación integral, o sea, coordinación de los flujos públicos y
privados, con el objetivo de integrar al sector privado en nuestra
cooperación. En cuarto lugar, distinción del tipo de cooperación en
función del nivel de desarrollo de los países receptores. En quinto
lugar, coordinación con otros donantes y con otros organismos
multilaterales. En sexto lugar, consideración del impacto medioambiental
y de género, temas de población y de desarrollo social para el logro de
un desarrollo



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sostenido y sostenible. En séptimo lugar, integración de los programas
de condonación de la deuda en la cooperación al desarrollo al que me
refería antes.

Como es sabido, del conjunto de actividades de cooperación contenidas en
el PACI sólo se consideran ayuda oficial al desarrollo las que responden
a los criterios establecidos por el CAD de la OCDE, y que les recuerdo
sinóptica y brevemente que son las siguientes.

En primer lugar, los fondos para la cooperación deben provenir del sector
público, ya en forma de donaciones o como préstamos o créditos blandos.

En segundo lugar, el elemento de liberalidad de los créditos blandos es
de, al menos, un 25 por ciento. En tercer lugar, tiene por objetivo
esencial la mejora del desarrollo económico y el nivel de vida de los
países en vías de desarrollo y, por último, el país beneficiario debe
figurar incluido en la lista de los países en vías de desarrollo
elaborada por el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE.

De esta forma, de los 277.668 millones de pesetas de gastos previstos
para cooperación internacional y reflejados en el PACI 1995, tienen la
consideración de ayuda oficial al desarrollo únicamente 190.741 millones
de pesetas.

La cooperación internacional para el desarrollo se analiza en sus dos
grandes vertientes: cooperación bilateral y cooperación multilateral. La
cooperación bilateral comprende todas las relaciones que se establecen
directamente entre país donante y beneficiario de la ayuda, así como las
que se realizan con organismos internacionales siempre que concurra la
circunstancia de que el país donante pueda decidir el programa concreto
al que el organismo internacional debe destinar los fondos o pueda
decidir cuál es el país receptor de los mismos.

Los gastos de ayuda oficial al desarrollo en cooperación bilateral
previstos para 1995 se estiman en 126.071 millones de pesetas, es decir,
el 66,1 por ciento del total de la ayuda oficial al desarrollo. Los tres
componentes básicos de estos 126.000 millones son los siguientes.

Primero, créditos FAD, cuyos desembolsos netos para 1995 pueden alcanzar
los 80.000 millones de pesetas, que es lo que está presupuestado. En
segundo lugar, programas-proyectos de asistencia técnica, cultural y
científica, ayuda alimentaria, ayuda de emergencia, subvenciones a ONG
en las que se ha previsto un gasto total de 32.676 millones de pesetas.

En tercer lugar, la cooperación oficial descentralizada que llevan a cabo
las Comunidades Autónomas y entidades locales, que este año se estima en
13.395 millones de pesetas.

La cooperación multilateral comprende, como saben sus señorías, las
cuotas y contribuciones a los organismos internacionales. Las previsiones
de gastos de ayuda oficial al desarrollo en este gran apartado se elevan
a 64.669 millones de pesetas, una cifra que representa el 33,9 por ciento
del total de la AOD estimada para el año 1995.

¿A través de qué instrumentos desarrolla España su cooperación
multilateral? En primer lugar, a través de la política comunitaria de
Cooperación al Desarrollo, y ésta, a su vez, se articula a través de dos
componentes básicos: el Fondo Europeo de Desarrollo, el FED, y el
capítulo VII del Presupuesto comunitario ordinario, que está destinado
a financiar programas de cooperación con países en vías de desarrollo.

La contribución española a este componente se estima en 48.108 millones
de pesetas.

En segundo lugar, por la vía de las organizaciones internacionales no
financieras: bancos regionales de desarrollo, asociaciones
internacionales de desarrollo --la AID--, etcétera. Aquí, las
aportaciones se estiman en 10.278 millones de pesetas.

En tercer lugar, los organismos internacionales no financieros, como el
programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la organización de
las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Fondo de
las Naciones Unidas para la Infancia, etcétera, y la previsión de
contribuciones a estos organismos no financieros asciende a 6.282
millones de pesetas.

¿Cómo se ha ejecutado el PACI 1995? Como habitualmente se ha procedido
hasta ahora, los datos que se contienen en el PACI-previsiones 1995 van
a ser contrastados en el PACI-seguimiento, correspondiente a este
ejercicio 1995, que va a ser publicado en el año 1996, una vez que la
Oficina de Planificación y Evaluación de la Secretaría de Estado pueda
verificar el total de los programas de cooperación realizados por el
Estado y, en la medida en que sea posible y en función de la información
aportada, también los programas de cooperación realizados por la
cooperación oficial descentralizada: Comunidades Autónomas,
Ayuntamientos, etcétera.

El avance que la ejecución del PACI-95 proporciona tiene, por tanto, un
carácter provisional y parcial. Provisional, porque el ejercicio
económico aún no ha concluido y, por tanto, las previsiones contenidas
en el PACI-95 no han sido ejecutadas en su totalidad. Y parcial, puesto
que este avance no contempla la totalidad de los departamentos y
entidades que figuran en las previsiones del PACI-95, sino únicamente
aquellas que han suministrado a la OPE, la Oficina de Planificación y
Evaluación, datos provisionales sobre la ejecución de sus respectivos
presupuestos de cooperación.

Para la elaboración de este avance que presento a sus señorías, referido
al 31 de octubre del año en curso, se han tenido en cuenta, por tanto,
aquellos componentes de la ayuda oficial al desarrollo que se estiman más
significativos y a cuyos datos provisionales ha tenido acceso la OPE, la
Oficina de Planificación y Evaluación; es decir, las aportaciones a la
Unión Europea, las contribuciones a los organismos internacionales
financieros, los créditos FAD, los programas-proyectos de la Agencia y
el programa de subvenciones a las ONG que gestiona la Secretaría de
Estado. Hay que dejar fuera las contribuciones a las organizaciones
internacionales no financieras, los programas-proyectos que no gestiona
la Agencia, la cooperación oficial descentralizada y, naturalmente, toda
la cooperación internacional que no tenga el carácter de ayuda oficial
al desarrollo.

En cualquier caso, conviene tener en cuenta lo siguiente. En primer
lugar, a diferencia de las pequeñas desviaciones observadas entre
PACI-previsiones y PACI-seguimiento, las previsiones y seguimientos
correspondientes a los PACI-93 y PACI-94 --hubo unas desviaciones en 1993
del 5,76 por ciento y en 1994, del 3,64 por ciento--,



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la desviación entre las previsiones del PACI-95 y los resultados que
eventualmente arroje el PACI-seguimiento podrían ser superiores, ya que
para este ejercicio presupuestario se han establecido créditos ampliables
no incluidos, lógicamente, por las entidades afectadas --que son la
Agencia y la Secretaría de Estado-- al realizar las previsiones para el
PACI-95. Esto significa que el gasto efectivamente realizado va a ser
notablemente superior al previsto en la medida del grado de ejecución de
créditos ampliables, lo cual, naturalmente, al no tratarse de una
previsión de gasto consolidada, no se pudo tener en cuenta en la
previsión del PACI-95.

Este mayor nivel de gasto quedará, en su caso, debidamente reflejado en
el seguimiento del PACI-95 que se efectúe en el primer semestre del año
próximo, y el crecimiento de la AOD española tendrá, entre otras
virtualidades, la de elevar el cociente AOD-PNB de nuestro país
posiblemente hasta el 0,35 por ciento, mejorando con ello nuestra
posición relativa entre los países donantes del CAD y acercándonos al
designio del Gobierno de elevar esa ratio al 0,50 por ciento y cumpliendo
con los deseos de hacer crecer esa proporción, inequívocamente expresados
por grandes sectores de la sociedad española.

En segundo lugar, no hay que olvidar la práctica ampliamente extendida
en la Administración pública de retrasar hasta el último trimestre del
año natural la ejecución completa de sus respectivos presupuestos, lo
cual hace que los datos provisionales que aquí se reflejan podrían sufrir
importantes variaciones como consecuencia de la utilización de los
créditos en el período de tiempo que resta hasta finalizar el año.

Con estas matizaciones previas, puedo aportar a sus señorías el siguiente
avance sobre la ejecución del PACI-95, dividiéndolo por sectores. En la
cooperación multilateral, y en cuanto a aportaciones a la Unión Europea,
en los diez primeros meses de 1995 la contribución de España al FED, el
Fondo Europeo de Desarrollo, ha sido de 15.862 millones de pesetas,
cantidad que goza íntegramente de la consideración de AOD.

En cuanto al presupuesto comunitario de desarrollo, la aportación de
nuestro país ha ascendido a 32.811 millones, de los que se considera AOD
el montante de 21.373 millones. En definitiva, los recursos que España
ha aportado en el período enero-octubre de 1995 a la Unión Europea por
aquellos dos conceptos que pueden ser calificados como AOD suman
--repito, hasta finales de octubre de 1995-- un total de 37.236 millones
de pesetas.

A organismos internacionales financieros, los desembolsos realizados
hasta ahora a favor de los fondos de bancos regionales de desarrollo
ascienden a 3.328 millones de pesetas. En cuanto a la Asociación
Internacional de Desarrollo, la AID, y la Corporación Financiera
Internacional, el CIF, se han abonado ya las cuotas previstas, es decir,
5.943 millones de pesetas. Por tanto, los dos importes citados hacen que
la suma con carácter AOD de lo aportado a los organismos internacionales
financieros ascienda a 9.272 millones de pesetas. Esto, en cuanto a la
cooperación multilateral.

En la cooperación bilateral, y con respecto a los créditos FAD, se nos
ha comunicado por el Instituto de Crédito Oficial que, insisto, hasta el
31 de octubre de 1995 se han efectuado pagos a exportadores por valor de
36.839 millones de pesetas y se han realizado cobros de prestatarios por
valor de 18.656 millones de pesetas, de manera que la diferencia entre
pagos y cobros, que es la que arroja la cifra de desembolsos netos, por
este concepto asciende a 18.183 millones de pesetas, lo que supone el
22,7 por ciento de los 80.000 millones inicialmente previstos, cantidad
que posiblemente no se alcance en su totalidad.

Sigo refiriéndome a la cooperación bilateral. El segundo concepto son los
programas y proyectos de la Agencia Española de Cooperación
Internacional. Sobre una previsión inicial contenida en el PACI-95 de
22.168 millones de pesetas, los créditos dispuestos por la Agencia hasta
el 13 de noviembre han ascendido a 13.529 millones de pesetas, lo que
implica un porcentaje de ejecución de las previsiones iniciales del 61
por ciento. No obstante, hay que tener en cuenta que la previsión inicial
contenida en la Ley de Presupuestos para 1995 a favor de la Agencia
ascendió a 19.061 millones de pesetas, y que utilizando la autorización
recogida en la Ley de Presupuestos para 1995 se han formalizado y han
sido aprobados hasta la fecha expedientes de ampliación de créditos por
un importe de 9.409 millones de pesetas. Por tanto, el total de crédito
disponible a 13 de noviembre asciende a 28.470 millones de pesetas,
englobando todos los programas gestionados por la Agencia, incluida la
ayuda humanitaria, tanto la alimentaria como la de emergencia.

El tercer capítulo de esta cooperación bilateral lo integran los
programas de subvenciones a ONG. En la aplicación presupuestaria de la
Ley de Presupuestos para 1995 correspondiente a la convocatoria ordinaria
del programa de subvenciones a ONG se dotó un crédito inicial de 792
millones de pesetas y un crédito ampliable por un importe de 7.208
millones de pesetas, lo cual totalizaba 8.000 millones de pesetas.

Mediante resolución de la Secretaría de Estado, de fecha 1 de agosto de
1995, se resolvió la convocatoria ordinaria del programa de subvenciones
a ONG y se concedieron 7.500 millones de pesetas. En la actualidad, los
expedientes se encuentran en fase de firma de convenios y de preparación
de documentos contables para someterlos a la fiscalización de la
Intervención delegada del Ministerio de Asuntos Exteriores. Asimismo, se
está tramitando la concesión de subvenciones por el montante remanente
de 500 millones, que no serían librados hasta el próximo ejercicio
presupuestario, para llegar a la cantidad de 8.000 millones con que ha
sido dotado este programa según la disposición adicional vigésima de la
vigente Ley presupuestaria. En lo referente a la segunda convocatoria,
la convocatoria del IRPF, existe un crédito por valor de 2.573 millones
de pesetas. La totalidad del gasto previsto para este concepto va a ser
ejecutada a principios del próximo mes de diciembre, una vez que la
Comisión encargada de evaluar los proyectos presentados eleve la
propuesta correspondiente y se publique en el BOE la resolución de la
Secretaría de Estado. Esto se va a hacer en el curso de esta misma
semana.




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En conclusión, yo quisiera agradecer a sus señorías el reconocimiento
contenido en la resolución del Senado en cuanto al esfuerzo de
coordinación que ha supuesto la recogida de datos vertidos en el PACI
sobre el gasto de la AOD española.

Sigo siendo plenamente consciente de las debilidades que aún tiene el
PACI, tanto como instrumento de planificación como en términos de
repertorio contable que refleje de una manera exhaustiva la totalidad de
las acciones de cooperación computables como AOD ejecutadas por las
diversas Administraciones Públicas. De todas formas, creo que el PACI,
y en especial el PACI-seguimiento, sigue constituyendo hoy el único
elemento capaz de proporcionarnos una idea global de las actividades y
recursos considerados como ayuda oficial al desarrollo que cada año
realiza el sector público español. Este logro, aunque siga siendo,
repito, insuficiente, no es de menospreciar porque no resulta fácil
obtener una visión completa, aunque no sea exhaustiva, de una cooperación
tan descentralizada y tan escasamente coordinada como es la nuestra.

Aunque solamente fuera como mero elemento o instrumento de contabilidad,
el PACI ha venido siendo una valiosa fuente de información estadística,
la suministrada al CAD y a otros organismos internacionales, que se ha
basado en los datos de los PACI-seguimiento.

Cumplida ya una fase del PACI que podríamos llamar de rodaje, pensamos
que ha llegado el momento de ser más ambiciosos y de hacer del PACI un
verdadero instrumento de planificación de toda la cooperación pública
española. La recomendación del Senado en este sentido es plenamente
asumida por esta Secretaría de Estado, consciente, sin embargo, de las
dificultades prácticas que la consecución de este propósito entraña.

Entre otras varias que podrían aducirse aquí, la razón básica de esta
dificultad radica en que la norma que rige el calendario de las distintas
fases del proceso de elaboración de PACI obliga a presentar sus
previsiones en el primer semestre del año inmediatamente anterior a aquel
al que se contraen sus estimaciones, obligación, por otra parte,
reiteradamente incumplida en estos últimos años por la demora en
suministrar información requerida en que vienen incurriendo algunos
organismos públicos que deben facilitar la información pertinente. Y esto
no es fruto ni del azar, ni del capricho, ni tampoco está claro que
refleje una situación requerida de un cambio en la normativa; si se
solicita con esta anticipación el suministro de los datos a los
organismos implicados es precisamente por el carácter de instrumento de
planificación que deseamos que tenga el PACI.

Ocurre, sin embargo, que la publicación del PACI-previsiones con
posterioridad a la aprobación de la ley de presupuestos generales del
Estado del año correspondiente puede malograr una buena parte de los
programas, proyectos o acciones de cooperación previstos por los órganos
consultados en el caso de que se vean reducidos los niveles
presupuestarios necesarios para la financiación de la totalidad de
aquellas actividades de cooperación que se habían programado. Nadie más
interesado, por supuesto. que esta Secretaría de Estado en asegurar el
cumplimiento de la totalidad de las acciones de cooperación previstas en
el PACI, pero eso es algo que, en definitiva, depende más que de la
voluntad de su titular, de las decisiones del Gobierno y de las
decisiones, concretamente, del Ministerio de Economía y Hacienda.

En cuanto a la recomendación de esta Cámara de elaborar un
PACI-seguimiento mucho más detallado en la distribución por países y
proyectos y en su desglose cuantitativo, es ésta también una idea
compartida por esta Secretaría de Estado y estamos ya trabajando en esa
dirección. Como es sabido, actualmente la CICI, la Comisión
Interministerial de Cooperación Internacional, es el órgano responsable
de aprobar el seguimiento del PACI, pero, sin perjuicio de la necesidad
de reforzar las competencias de la Comisión, probablemente convenga que
en el futuro sea el propio Consejo de Ministros la instancia encargada
de aprobar el PACI-seguimiento, como ya lo es la aprobación del PACI-
previsiones. En definitiva, el seguimiento del PACI es mucho más
importante como referencia a la realidad de la cooperación que el plan
de previsiones, que, como ya se ha dicho, no deja de ser un instrumento
de planificación y como tal afectado parcialmente por una carga
voluntarista, por lo que algunas de sus determinaciones resultan siempre
a la postre incumplidas.

Nada más, señorías. Nada más, Presidente, y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado, por esta
amplia y detallada información, lo cual pone de manifiesto la utilidad
y conveniencia de esta comparecencia.

Pasamos ahora, como es habitual, al turno de portavoces. ¿Qué portavoces
desean hacer uso de la palabra? (Pausa.)
En primer lugar, por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria del
Senado, tiene la palabra el Senador Galindo Santana.




El señor GALINDO SANTANA: Muchas gracias, señor Presidente, señoras y
señores Senadores.

Señor Secretario de Estado para la Cooperación, sinceramente, está claro
que usted tiene que comparecer en esta Comisión con mucha más frecuencia,
porque el amplio informe que usted nos ha leído aquí esta mañana deja
patente la gran importancia que tiene para esta Comisión el buen
funcionamiento de la cooperación internacional desarrollada por nuestro
país.

Antes de entrar en algunas interrogantes concretas, quiero expresarle lo
siguiente. Yo me imagino que para usted no habrá sido una molestia
elaborar este profundo informe, pero sí hay que reconocer que habrá
tenido que realizar un gran trabajo para desarrollar un informe de estas
características y de esta amplitud. Y permítame decirle que tal y como
usted nos ha explicado el compromiso de nuestro país con la cooperación
internacional, nos dignifica con respecto a otros países por ser un
trabajo serio, honesto, profundo y, además hasta muchas veces laborioso,
porque es digno de mencionar que hayamos llegado a las tasas de
cooperación internacional a que hemos llegado sabiéndose las dificultades
que nuestro país tiene. Por ello, en nombre



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de Coalición Canaria, expreso nuestra más sincera felicitación a todo el
equipo que usted dirige como Secretario de Estado por ese trabajo tan
profundo.

No obstante, en la exposición usted ha revelado una serie de dudas que
nosotros seguimos teniendo. En lo que se refiere a la cooperación,
obsérvese que nuestro país sigue tendiendo la mano, además de una forma
muy directa y profunda, a Iberoamérica, pero me ha tranquilizado en parte
lo que ha dicho usted, señor Secretario de Estado, acerca de abrir la
mano también hacia los países del Magreb, hacia los países de Africa y
también hacia los países asiáticos, aunque en Asia sólo nos habla de
Filipinas, porque, señoría, yo creo que la indigencia está más al sur.

Los países iberoamericanos están empezando a salir de sus crisis gracias
también a ese grano de arena que nosotros les hemos aportado
conjuntamente con otros países, por lo que ahora tienen más posibilidades
y más capacidad para salir de la crisis profunda en la cual están
inmersos gran parte de ellos. Por lo tanto, mi preocupación al respecto
es ver qué posibilidad hay de que empecemos a cambiar el giro de la
cooperación con los países asiáticos, con los países africanos,
fundamentalmente con los del área del Magreb, pero también con los del
Atlántico norte, puesto que la mayoría de los pasajeros de las pateras
y, por tanto, la mayor parte de los inmigrantes, están viniendo de esa
área y no de Marruecos o Mauritania.

Nos ha dado usted una información que a mí me ha sorprendido
tremendamente sobre la ayuda a las ONG, que si no me equivoco pasa de 700
millones a 8.000 millones. Esa es una actitud valiente, es una actitud
de responsabilidad y a la vez de honestidad, que implica no tener miedo
a las organizaciones no gubernamentales.

No obstante, quiero introducir un elemento importante. El carácter
reivindicativo y las exigencias de las organizaciones no gubernamentales
para con nuestro país, España, en cuanto a aportar ese 0,7 por ciento del
producto interior bruto casi se convierte en una agonía en el sentido de
que sólo nos presionan a nosotros. Estas organizaciones deben empezar a
encontrar elementos de coordinación de carácter internacional para
presionar a esos otros países que no son capaces de aportar ese 0,7 de
su producto interior bruto como ayuda a la cooperación.

Yo, en nombre de nuestro Grupo, debo felicitarle --sin que se me caigan
los anillos--, con toda la sinceridad del mundo, por su profundo informe.

Quiero concluir, señor Secretario de Estado, solicitando a la Presidencia
la posibilidad de que ese exhaustivo, riguroso, profundo y científico
informe que usted nos ha expuesto aquí esta mañana pueda llegar al
Presidente y trasladarse a los diversos portavoces de esta Comisión.

Muchas gracias, señor Presidente; muchas gracias, señor Secretario
General. Enhorabuena.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

Senador Galindo, este informe se verá reflejado en el «Diario de
Sesiones». Por lo tanto, tendrá su señoría cumplida posibilidad de leer
el mismo y conocer al detalle la declaración que ha formulado el
Secretario de Estado.




El señor GALINDO SANTANA: Pienso que habrá hecho una síntesis de ese gran
informe y tendrá muchos datos que por limitación de tiempo, no habrá
podido exponer. Pero sé que consta en los «Diarios de Sesiones».

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: En ese caso, si hubiera algún informe complementario
o conjunto de datos que pueda complementar el detallado informe que nos
ha hecho, rogaría al señor Secretario de Estado nos lo hiciera llegar a
la Comisión y, con mucho gusto, lo repartiremos a los portavoces y
miembros de la misma.

Señores portavoces de la Comisión, unas veces seguimos un sistema y otras
veces otro. A veces contestan los comparecientes de forma individual a
cada uno de los portavoces y otras veces se hace al final. Yo, si lo
tienen a bien --lo someto ahora a la consideración de sus señorías, para
seguir uno u otro criterio-- para que el Secretario de Estado, puesto que
ha sido un informe tan amplio, pueda dosificar las contestaciones y dar
tiempo a que los otros miembros de la Comisión puedan, en ese segundo
turno, hacer las preguntas pertinentes, seguiría dando un turno de
palabra a los señores portavoces sin perjuicio de que, posteriormente,
conteste a cada uno de ellos.

¿Están de acuerdo sus señorías? (El señor Ramírez Pery pide la palabra.)
Tiene la palabra su señoría.




El señor RAMIREZ PERY: Señor Presidente, quisiera platear una pequeña
cuestión de orden. Me permito recordar a la Presidencia, con todos los
respetos, que quien ha propuesto esta comparecencia es el Grupo Popular.




El señor PRESIDENTE: No se me ha ocultado esa idea. Quiero hacer constar
que, efectivamente, lo sugirió el Grupo Parlamentario Popular, pero esa
petición no había llegado el día en que se reunió la Mesa y, aunque la
sugerencia, efectivamente, partía del Grupo Popular, es cierto que el
resto de los portavoces se sumaron unánimemente a ésta y el acuerdo fue
de la propia Mesa --insisto-- por unánime decisión de los portavoces. Esa
es la historia, y la petición llegó más tarde, como su señoría sabe.

Para evitar suspicacias, no he hecho alusión, como es tradicional, a
quien había formulado la petición, porque formalmente la había hecho la
Mesa, como consecuencia de esa sugerencia verbal del representante del
Grupo Parlamentario Popular.

Aclarado este punto, tiene la palabra el Senador Companys i Sanfeliú, del
Grupo Parlamentario de Convergència i Unió.




El señor COMPANYS I SANFELIU: Muchas gracias, señor Presidente.

En primer lugar, deseo agradecer al Secretario General para la
Cooperación, señor Dicenta, su presencia en esta Comisión de Asuntos
Exteriores, así como el informe que nos ha presentado, que ha sido
interesante y habrá que leérselo con más tranquilidad, porque ha dado tal
cantidad de datos que es difícil retenerlos todos en la memoria en este
momento.




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Yo he estado hojeando el informe que ha publicado el Senado sobre las
conclusiones de la Ponencia, y en mi intervención en el momento de la
aprobación de las conclusiones hablaba de dos temas: por una parte, de
la potenciación de algún organismo con autoridad real capaz de coordinar
la política de cooperación del Ejecutivo y, por otra, de la puesta en
marcha de una política de cooperación transparente y eficaz. Mi discurso,
básicamente, iba en esa línea.

Una vez leídas las recomendaciones, éstas van en esa línea. Mis dos
preguntas serían muy simples. Usted ha hablado de la Ley de cooperación
internacional, por lo tanto, no voy a preguntar por ello porque ya lo ha
explicado usted, pero quisiera saber qué se ha hecho hasta este momento
en cumplimiento de la Recomendación número b), que dice: «Con objeto de
conseguir una mayor eficacia político-administrativa deberá reforzarse
el papel de la Secretaría de Estado de Cooperación para Iberoamérica como
órgano gubernamental más adecuado para planificar, dirigir y coordinar
la política de cooperación para el desarrollo.»
Por lo tanto, la pregunta sería qué se ha hecho en la línea de la
potenciación de su Secretaría General como elemento importante de la
coordinación de los diferentes Ministerios, de las diferentes políticas
que hacen en el mundo de la cooperación.

En segundo lugar, también en la línea de la mayor transparencia posible,
me gustaría saber qué se ha hecho en la línea de la creación del Consejo
General de Cooperación para el Desarrollo, con carácter consultivo, en
el que estarían integrados representantes del Gobierno, Comunidades
autónomas, entidades locales, la coordinadora de las ONG, las
organizaciones empresariales, sindicatos, universidades, etcétera.

Muchas gracias, señor Presidente; muchas gracias, señor Secretario
General.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Companys.

Tiene la palabra la Senadora doña Elena Flores, del Grupo Parlamentario
Socialista.




La señora FLORES VALENCIA: Muchas gracias, señor Presidente.

Quisiera también unir la voz de mi Grupo a la de los anteriores
portavoces que han agradecido la presencia del Secretario de Estado para
la Cooperación Internacional y para Iberoamérica en esta Comisión así
como su exhaustiva y pormenorizada exposición, pues creo que nos ha dado
una amplísima visión de la situación de la cooperación actual, lo que me
parece importantísimo, y, además, ha ido punto por punto sobre todas
conclusiones y recomendaciones que aprobamos en el Informe de la Ponencia
el año pasado en el Senado.

Siguiendo las manifestaciones que ha realizado el Secretario de Estado,
me voy a detener en una que creo que es importante, la primera. Se ha
referido --y reiteradamente se ha hecho mención a ello, no solamente en
esta comparecencia, sino en otras suyas y del propio Ministro de
Exteriores-- al objetivo prioritario del Gobierno sobre la Ley de
Cooperación. Creo que ha hecho unas reflexiones muy interesantes sobre
todo lo que se ha avanzado en estos años en cuanto a adecuar
instrumentos, mecanismos obsoletos, actualizar elementos, irlos
acompasando, no solamente con el rodaje interno, sino también con una
normativa internacional, la normativa muy fundamentalmente del CAD, el
Comité de Ayuda al Desarrollo, y, por supuesto, también con una
importante sensibilización de la opinión pública de agentes de la
cooperación. Esos tres elementos: la llamada sociedad civil, los
instrumentos internos y la normativa internacional, hacían que se
necesitara un período de tiempo de reflexión y de sosiego para elaborar
esa ley de cooperación.

Siguiendo un poco sus palabras, el Secretario de Estado ha dicho: La
contrapartida de tener esa cooperación participativa y ese consenso ha
sido que no tenemos ley de cooperación. Yo quiero sumarme a su
preocupación --que sé que compartimos-- por el hecho de que no exista ese
mecanismo porque nos consta --le consta a mi Grupo y creo que a todos los
grupos de la Cámara-- la voluntad, el tesón y el trabajo arduo que se ha
llevado a cabo en el Ministerio y en el propio Gobierno para elaborar un
anteproyecto de ley de cooperación que contenga esos elementos para
armonizar todo lo que ha sido el trabajo y el rodaje de estos años.

También querríamos manifestar que en algunos de los puntos de las
recomendaciones contenidas en el informe --aunque el grado de
cumplimiento es insisto muy alto, como ya ha expresado el Secretario de
Estado--, quedarían algunos flecos sueltos, porque sería la propia Ley
de Cooperación la que incluiría esos elementos en su articulado.

Por tanto, creo que es importante tener en cuenta este factor y, sobre
todo, hacer hincapié en que una Ley tanto tiempo esperada y pedida, si
no se adecuaba a un consenso y a una participación de todos los agentes
sociales, podría haber nacido sin buen pie. Así pues, ésta es una
política de Estado sobre la que hemos coincidido en todos los informes
y ponencia que hemos elaborado, tanto desde el Congreso de los Diputados,
como desde el Senado, y que requiere ese amplio consenso. De esta forma,
esa contrapartida a la que hacía alusión el señor Secretario de Estado
creo que puede quedar paliada en el sentido de haber recabado el apoyo
y el consenso de todos los agentes sociales.

Creo que es importante recalcar --y voy a ser muy breve-- que,
efectivamente, muchos de los puntos contenidos en esas recomendaciones,
que han sido objeto ya de exposición por parte del señor Secretario de
Estado, han tenido un alto grado de cumplimiento. Desde mi punto de
vista, es importante resaltar la creación del Consejo de la Cooperación,
con la participación de todos los agentes sociales implicados, aunque hay
que destacar el carácter de rodaje que todavía tiene dicho Consejo.

Existen consejos de cooperación en otros países europeos --o ni siquiera
existen--, pero no con las mismas características o competencias, por lo
que en nuestro país también tendremos que ir observando cómo va
funcionando, qué rodaje y qué experiencia va teniendo, para adecuar los
mecanismos que



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puedan articularse. La reciente experiencia a la que hacía mención el
señor Secretario de Estado de esa reunión de consejos de cooperación
habrá dado una visión amplia de cuál es el funcionamiento que tienen en
otros países y, por tanto, ayudará a adecuar --insisto-- esa experiencia
tan reciente y tan nueva en nuestro país con la de otros países.

Quisiera solamente hacer ya una pequeña mención --aparte de los elementos
tan positivos que ya han sido subrayados por otros portavoces, como el
relativo al aumento de las subvenciones a las ONG, que ha supuesto un
espectacular crecimiento, como muy bien ha señalado el señor Secretario
de Estado-- al tema de la cooperación y coordinación en lo que se llama
la cooperación descentralizada. Este era uno de los puntos en los que el
propio Secretario de Estado cuando vino a comparecer con motivo de la
Ponencia veía una especie de laguna que todavía no estaba suficientemente
corregida. Creo que se han adoptado ya los mecanismos y las vías para ir
avanzando en esa cooperación mediante los convenios de cooperación
establecidos entre la Agencia de cooperación española y distintas
Comunidades Autónomas, con posibilidad de ampliarse.

Finalmente, quería hacer referencia a algo que también ha señalado y que
todavía no se ha puesto en marcha: el registro de las organizaciones no
gubernamentales en la Secretaría de Estado, aunque bien es verdad que
existe ya un fichero que establece de alguna manera quién es quién de
cada organización, los proyectos y los programas.

Mi Grupo es un decidido defensor de la cooperación a través de las
organizaciones no gubernamentales. Hemos dicho y queda reflejado en la
Ponencia que llegan a puntos y sectores donde la ayuda oficial y el
Gobierno no pueden llegar. Por tanto, quiero dejar constancia de este
hecho, si bien es verdad que observo --no sé si será una apreciación
subjetiva-- que existe una enorme proliferación de organizaciones no
gubernamentales. No es que estemos por cortar esa proliferación, sino por
regular su funcionamiento. Afortunadamente, los recursos --lo ha señalado
muy acertadamente el señor Secretario de Estado-- van en aumento.

Esperemos que puedan seguir aumentando en los próximos años, puesto que
todavía son relativamente pocos y nunca es suficiente lo que se dedica
a la cooperación al desarrollo, pero, sin duda, el hecho de dispersarlos
o no concentrarlos en determinadas actuaciones podría conducir a
microproyectos y actuaciones que no tendrían el fruto que, a nuestro
juicio, sería el deseado. Sin duda, existen ya requisitos que establecen
la necesidad de un período de funcionamiento, evaluación de los
programas, etcétera, pero no sé si, quizás, sería conveniente establecer
con mayor rigor algún control que impidiera, como digo, esa
proliferación, si bien a las que ya llevan tiempo funcionando con
eficacia, lógicamente, pudieran seguir destinándose los recursos
requeridos.

Nada más, de momento. Si hubiese tiempo, a lo mejor pudiéramos completar
más la información. Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senadora Flores.

Por el Grupo Popular, tiene la palabra don César Huidobro, que hoy actúa
de portavoz.




El señor HUIDOBRO DIEZ: Gracias, señor Presidente, y gracias, señor
Secretario de Estado, por comparecer hoy ante esta Cámara, una
comparecencia que consideramos exigible y muy de agradecer. Exigible
porque si ha habido una institución, si ha habido una Cámara que se ha
preocupado de manera especial por los problemas de la ayuda al desarrollo
ha sido el Senado. Está bien claro y queda bien patente con los dos
informes completos y exhaustivos sobre esta materia publicados en los
años 1992 y 1995, el último de los cuales sirve de base o de guía para
esta comparecencia y que el señor Secretario de Estado ha seguido de
forma detallada, lo que ha supuesto para el Senado y para esta Comisión
una información completa y exhaustiva.

Respecto a este seguimiento y al cumplimiento de los objetivos y
recomendaciones que se contenían en dicho informe, nuestro Grupo
considera que tiene poco que criticar; más bien tiene mucho que aplaudir,
porque durante toda la exposición el señor Secretario de Estado ha estado
haciendo referencia a cómo este informe ha servido, si no de guía, porque
el Ministerio y la Secretaría de Estado tienen sus propios criterios, sí,
al menos, de punto de comparación para llevar a cabo muchas de las
actuaciones que en esta materia se han realizado durante este año.

Esto nos congratula y nos exige seguir teniendo más información sobre
esta materia para en el futuro seguir trabajando en la línea en que el
Senado y esta Comisión lo vienen haciendo desde hace muchos años. Por eso
digo que difícilmente podíamos decir nada en contra de lo que se ha
expuesto, sino todo lo contrario, aunque sí querría hacer algunas
consideraciones sobre puntos concretos del informe que el Secretario de
Estado, de forma tan exhaustiva, tan completa y diría que tan amable, ha
realizado esta mañana.

El primero de ellos es el relativo a la Ley de Cooperación Internacional.

El señor Secretario de Estado ha dicho que es un anteproyecto que está
muy trabajado, que, prácticamente, está consensuado, pero que tiene dos
puntos importantes sobre los que es necesario llegar a un consenso, sobre
todo, en la participación de la sociedad civil en la forma y en los
proyectos a llevar a cabo y el papel de las ayudas financieras y
concesionarias, cómo se llevarán a cabo y qué es lo preferente.

A este respecto, le diría, señor Secretario de Estado, que sería bueno
que no se demorara más la entrega de este proyecto de Ley. Ni siquiera
el anuncio de unas próximas elecciones, la disolución de las Cámaras, o
la inexistencia de unos presupuestos aprobados para 1996, deberían
impedir que el Ministerio y la Secretaría de Estado ultimaran este
proyecto de Ley y lo remitieran cuanto antes, puesto que la presentación
de este proyecto de Ley es algo exigible y necesario para que las ayudas
tengan toda la eficacia y la eficiencia para cumplir con los objetivos
que las ayudas oficiales al desarrollo tienen que desempeñar en la
cooperación con los países subdesarrollados.

En relación con la coordinación entre las diferentes comisiones
--comisión interministerial de cooperación internacional



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y comisión interministerial de ayuda al desarrollo--, se ha hecho
referencia a algo que nos parece de especial importancia: las notas-país,
que dan lugar a un conocimiento más exacto de todos aquellos países de
destino y las posibilidades de desarrollar los proyectos y programas que
para esos países se están realizando, bien directamente por la
Administración, o bien por las organizaciones no gubernamentales. Le
anunciamos que desde nuestro Grupo se pedirá en alguna ocasión
información sobre estas notas --supongo que no habrá ningún
inconveniente-- para hacer un estudio detallado de algunos de los
programas y proyectos que están en marcha.

Nos alegramos de que el Consejo de Cooperación, aunque con un pequeño
retraso, se haya puesto en marcha y, especialmente, de que uno de sus
objetivos sea fijar la filosofía y objetivos de los planes anuales de
cooperación internacional, porque, como bien se ha puesto de manifiesto
en esta comparecencia, los PACI vienen a recoger ese resumen de proyectos
y de recursos para llevar a cabo la cooperación al desarrollo. Nos parece
que éste es un objetivo en el que se debe insistir, para que así deje de
ser una colección o una suma de proyectos de cada uno de los Ministerios
y pase a convertirse en un verdadero orientador de las ayudas que todos
los Ministerios tienen que llevar a cabo con arreglo a esa filosofía y
a esos objetivos, fijados por un Consejo, que es donde participa toda la
sociedad española para la determinación de los mismos.

En cuanto a la elevación del porcentaje de participación de ayuda al
desarrollo en relación con el producto nacional o interior bruto sólo
quiero hacer una consideración. El proyecto de presupuesto que presentó
el Gobierno a la Cámara y que no fue aprobado tenía una orientación
distinta. Había una disminución respecto a las subvenciones y ayudas para
este año 1996. Si hasta ahora ha venido ascendiendo el presupuesto hasta
una cifra que nos coloca por encima de la media de los países de la Unión
Europea, no nos gustaría que en el futuro fuéramos disminuyendo, ya que
eso es lo que parece derivarse de ese proyecto de presupuestos para 1996.

En relación con esta misma materia, nos gustaría que estas ayudas
vinieran previstas en el presupuesto. Si bien en este año 1995, debido
a las circunstancias especiales de las manifestaciones y de los
movimientos ciudadanos que ha habido era admisible y necesario que se
hiciera a través de créditos ampliables, lo lógico y la buena técnica
sería que estas entidades vinieran previstas en el presupuesto desde el
primer momento y que los créditos ampliables fueran los menos posibles.

En cuanto a los créditos FAD, la línea de dar mayor importancia a la
contribución bilateral sobre la multilateral exigía algo que venía
previsto en las recomendaciones y eran unas normas reguladoras de esta
materia. No ha hecho referencia a ellas. Supongo que ha sido un olvido.

Me gustaría que me aclarara si efectivamente existe o están trabajando
en ellas.

Hay un tema que a nuestro Grupo le preocupa de manera especial y es la
vigilancia para que los proyectos incidan en la consecución de los
objetivos previstos en la ayuda al desarrollo. Hay algo sobre lo que
conviene llamar la atención: todo buen proyecto, todo buen programa y
toda ayuda no serviría para nada si su ejecución no se ajustara a los
objetivos previstos. En esa ejecución pienso que la Oficina de
Planificación y Evaluación tiene una importante labor que realizar, no
solamente en la elaboración de los PACI, sino también en el seguimiento
de los proyectos en todos aquellos países donde se están llevando a cabo.

Si esos proyectos, después de haber sido aprobados, subvencionados y
ajustados a los objetivos previstos, no se ejecutan con arreglo a esos
objetivos, habremos perdido el tiempo. Yo le animaría a algo que supongo
que a usted le agradaría mucho, y es a que fortalezca la estructura de
la Oficina de Planificación y Evaluación y que la dote de todos los
medios necesarios, porque creo que es un instrumento, junto con los otros
de los que estamos hablando, muy importante para que la ayuda al
desarrollo sea eficaz y eficiente.

En cuanto a la condonación de la deuda, también queríamos hacerle una
pequeña referencia. La elección de la condonación de la deuda mediante
la atribución o adjudicación a proyectos del desarrollo en ese mismo país
nos parece una buena línea, pero con el seguimiento de estos programas,
porque si no sería una condonación de la deuda pura y simple, recibiendo
un nombre distinto.

La coordinación con las Comunidades Autónomas y con los Entes Locales
creo que es una labor importante que tiene que hacer la Secretaría de
Estado, especialmente en la ayuda que estas Comunidades Autónomas
necesitan para el seguimiento de los programas en los terceros países
donde se están llevando a cabo, ya que si la filosofía y objetivos se
fijan por el Consejo de Cooperación, a los que se van a ajustar, casi con
toda seguridad, las Comunidades Autónomas y los Entes Locales, éste es
el problema que les queda por resolver, sobre todo a algunas
corporaciones locales que no tienen medios suficientes, sobre todo
personales, para el seguimiento de los programas.

Respecto a las ONG, se ha dicho aquí que sería bueno que ese fichero se
convirtiera en un verdadero registro. Creo que no es necesario un
esfuerzo excesivo para hacer una norma que regule estos ficheros. Todos
sabemos que las situaciones de hecho son buenas para un momento
transitorio, pero que la regulación normativa de ese fichero iba a dar
seguridad no solamente a los ONG, sino también a la Administración,
cuando existan ONG que no están cualificadas y que no tienen capacidad
suficiente para llevar a cabo o para gestionar un proyecto. Va a ser de
una gran ayuda para el Ministerio de Asuntos Exteriores y creo que no es
muy grande el esfuerzo que hay que hacer para que se pueda llevar a cabo.

Cumplidos los objetivos fundamentales en esta materia, hay algo en lo que
se ha hecho referencia y yo no sé si es que se ha escogido ya otro
sistema. Se han previsto una serie de cursos para la formación de los
cooperantes que a mí me parecen necesarios y que me parece muy bien que
se vayan haciendo. Lo que no sé es si, efectivamente, se ha prescindido
ya de la creación de la escuela de cooperantes. Puede que tampoco sea mal
sistema aprovechar todos los medios que ya existen en la Administración
en otro campo, en otras administraciones, como puede ser el Instituto de



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Administraciones Públicas o cualquier otro medio que la Administración
tiene para llevar a cabo esta formación, pero nos gustaría saber si esto
es una prueba para ver cómo se desarrolla o es un abandono definitivo de
la Escuela Oficial de Cooperantes.

Por lo que se refiere a los PACI de 1995, yo sigo insistiendo en que me
gustaría que en el futuro en los presupuestos que se presenten no
figuraron como créditos previsibles y luego ampliables, sino como
créditos definitivos. También me gustaría --como ya se ha pedido--
disponer del PACI y de las previsiones de 1995 por dos razones: una para
hacer el seguimiento de lo que se ha llevado a cabo y, otra, porque esta
Cámara, este Grupo y estoy seguro que todos los demás grupos, tienen
intención de seguir trabajando en una materia tan importante como es la
de la ayuda al desarrollo.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.

El señor Secretario de Estado tiene la palabra para responder a las
preguntas.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Dicenta Ballester): Muchas gracias, señor Presidente.

Antes de empezar a contestar, quiero agradecerles a todos los portavoces
las amables palabras que han tenido respecto al informe que les he
presentado y, por supuesto, les voy a hacer circular el PACI 1995 para
completar la información.

Voy a tratar de responder por orden a los comentarios y preguntas que me
han sido formuladas. El Senador Galindo Santana ha hecho referencia a la
importante actividad de cooperación que desplegamos en Iberoamérica.

Efectivamente nosotros hacemos en Iberoamérica más cooperación que en
ninguna otra parte del mundo. Hacemos cooperación en el Magreb, hacemos
cooperación en Africa, hacemos también cooperación en Asia, lo que pasa
es que en Asia como no tenemos infraestructura de OTC --Oficinas técnicas
de cooperación-- lo tenemos que hacer por una doble vía, por una parte,
a través de proyectos que nos presentan las ONG españolas que quieren
trabajar en países asiáticos y, por otra, por la vía indirecta que supone
nuestra contribución a los organismos internacionales que hacen
cooperación en Asia. Nosotros damos una parte del dinero que la Unión
Europea se gasta en acciones de cooperación en Asia; un porcentaje de
esas acciones es contribución española; y, luego, están las ONG.

En primer lugar, creo que para que la cooperación internacional tenga
eficiencia y eficacia hay que ser humildes, modestos y definir cuál es
el marco en donde nuestra cooperación puede ser más eficaz y más
eficiente. Dado los medios de que disponemos, yo creo que incluso aunque
los medios fueran prácticamente limitados, no se puede estar, y sobre
todo de la misma forma, en todas partes. Hay que elegir, hay que
seleccionar, hay que priorizar, al igual que unos sectores, unas
determinadas áreas geográficas. Creo que el área geográfica
Iberoamericana está muy bien elegida, entre otras cosas, porque soy un
convencido de que en Iberoamérica se dan las condiciones necesarias para
que España practique una cooperación que puede ser absolutamente
ejemplar, que puede ser paradigmática, porque las condiciones que reúnen
los países y las que reunimos nosotros como país donante de cooperación,
juntas, ensambladas en los países iberoamericanos, deberían dar como
resultado una cooperación casi perfecta. Anteayer decía en el Senado y
quiero repetir aquí ahora que le resultará muy difícil a un sueco o a un
holandés hacer cooperación en Etiopía o en el Sudán por razones de
historia, de cultura, de lengua, pero hacen lo que pueden en los países
donde están presentes. Para nosotros hacer cooperación en Iberoamérica
es casi lo natural, y no veo por qué deberíamos renunciar a un espacio
que tiene, además, una dimensión y una proyección de política exterior
fundamental para nosotros como proyecto de futuro que no tienen otras
áreas.

Por tanto, yo creo que es muy lógico concentrar la cooperación en
Iberoamérica y en el área del Magreb, que es una zona que nos interesa
de una manera muy especial, y de ahí nuestro interés en los territorios
ocupados. Pero yo diría que hay que mantener la prioridad en Iberoamérica
y que el gran proyecto de política exterior de cara al futuro, lo repito
cada vez que puedo, debería ser para nosotros Iberoamérica y la
construcción de ese espacio iberoamericano. En otros sitios, repito,
estamos de la manera que podemos. En el único país de Asia donde tenemos
una oficina técnica de cooperación es en Filipinas. Por razones
históricas, culturales, etcétera, tenemos más de cooperación y se hace
de una manera más seria, con mayor seguimiento. En los demás sitios,
contamos con los proyectos que las ONG puedan llevar a cabo.

Ha habido un salto importante en cuanto a las cantidades de que se ha
dispuesto este año para las ONG, pero yo quiero aclararle a su señoría
que no ha sido un salto de 700 a 8.000. Hay dos convocatorias: en la
convocatoria ordinaria ha habido un salto gigantesco, de 779 a
prácticamente 8.000, y más pequeño en la convocatoria extraordinaria, que
es el porcentaje del IRPF.

Hablando de las ONG, y respondiendo a preguntas hechas por otros
portavoces, aprovecho para decir que yo también soy un defensor de las
ONG, yo también creo en la bondad de las ONG, en que las ONG pueden
llegar, y de hecho llegan, a sectores a los que sería casi imposible
llegar por otra vía y a realizar programas que serían difíciles de
acometer por entes del Estado. Coincidiendo con los portavoces del Grupo
Parlamentario Socialista y del Grupo Parlamentario Popular, yo diría que
hay que tener el ojo muy abierto, porque ha habido una proliferación de
ONG en los últimos meses. No digo que no auguren nada bueno, pero sí que
hay que observarlo con atención y estar seguros de la calidad, de la
vocación, de la consistencia de cada una de estas ONG, que nacen cada día
con mayor facilidad y con mayor frecuencia, para que no nos vayamos a
engañar y no creamos que todo lo que sale a la luz como ONG tiene una
enorme vocación de solidaridad y de proyección de cooperación
internacional y, además, tiene los elementos, la formación y la
preparación requerida para



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hacer unas buenas acciones en cuanto a cooperación, porque esto podría
suponer en lugar de un avance, un retroceso, incluso un descrédito, de
nuestra cooperación.

Por tanto, pienso que el tema es importante, que hay que apoyar a las ONG
y que éstas son un agente fundamental de la cooperación internacional hoy
en día. Pero atención con la excesiva proliferación y con la calidad, la
preparación y los recursos de que puede disponer cada una de las ONG
nuevas.

En cuanto a la distribución del informe, ustedes van a tener el acta de
la sesión y yo lo ampliaré con la distribución del PACI-1995, que ya está
editado y que lo haré llegar, a través de la Presidencia, a sus señorías.

El portavoz del Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència
i Unió, el señor Companys y Sanfeliú, ha planteado dos temas que a mí
personalmente me han preocupado mucho, y que es natural que me preocupen
y que me interesen egoístamente, que son la potenciación del organismo
que coordine la cooperación internacional y el reforzamiento del papel
de la Secretaría de Estado. También ha hablado del Consejo de Cooperación
al Desarrollo. En cuanto a los dos primeros puntos, yo estoy convencido
de que cuanto más se potencia la Secretaría de Estado, como órgano único
de coordinación de todos los agentes de cooperación internacional, más
sana, más trasparente y más eficaz va a ser nuestra cooperación
internacional. Cuantas más vías de escape, cuanto más retorcidos y
complicados sean los vericuetos por los que se hace la cooperación y más
se pueda huir de ese centro que monopolice la coordinación de la
cooperación, más posibilidades de errores, de solapamientos y de
cooperación, que, al final, será menos buena.

No se les oculta a sus señorías que eso no es tan fácil, que implica un
debate, que implica llegar, lo he dicho al principio de mi intervención,
a unas conclusiones consensuadas y, a pesar de que en el objetivo último
el consenso parece fácil, porque todos queremos lo mismo, para llegar a
él, aparecen dificultades y algunas veces muy importantes, lo que
dificulta su consecución. Pero sí que pienso, lo he defendido y lo
seguiré defendiendo mientras esté en este puesto, que la coordinación es
fundamental y que sólo se obtiene cuando una sola institución del Estado
coordina a todos los agentes de la cooperación. De otra forma es
complicadísimo y nos arriesgamos a una menor trasparencia, a una menor
eficacia y a una menor eficiencia en la cooperación.

Yo creo que el consejo de Cooperación al Desarrollo es un instrumento muy
bueno para ayudarnos a la cooperación; es un instrumento de reflexión,
de crítica, de análisis --ya tiene dos comisiones permanentes: una, de
seguimiento legislativo, y otra, del PACI--, es un instrumento que ha
hecho una labor importante en los pocos meses de vida que tiene como dedo
alertador, un poco como el «Pepito Grillo» de la cooperación, porque dice
por dónde no se debe circular porque no es lo correcto y muchas veces
apunta en la dirección correcta.

Lo que podría ser peligroso es que el Consejo de Cooperación al
Desarrollo, constituido de una forma diferente, pudiera convertirse en
una traba, en un obstáculo que dificultara la agilidad necesaria que
tiene que tener la cooperación internacional. Antes de crear el Consejo
de Cooperación en España, hemos observado los precedentes, hemos
estudiado cada uno de los consejos de cooperación que existen en el seno
de la Unión Europea y fuera de la Unión Europea y hemos visto que
consejos de cooperación como el que crearon en Italia dio lugar a una
maraña tan absurda en el terreno de la cooperación, que, al final, se
convirtió en un elemento de parálisis, que dificultaba la agilidad de la
cooperación, hasta el punto de que a las autoridades italianas les hizo
tomar la decisión, después de haberlo creado, de hacerlo desaparecer unos
años más tarde, porque se convirtió en un elemento que complicaba la
cooperación.

Tal como ha nacido el nuestro, con las funciones, la integración y los
componentes que tiene, estoy convencido de que es un sanísimo elemento
para discutir todos los temas que tengan relación con la cooperación,
para debatirlos serenamente, para constituir comisiones «ad hoc» que
analicen temas monográficos, para reflexionar, plantear y sugerir
iniciativas. Más allá de eso, yo creo que es cuando podría convertirse
en un elemento complicado en la cooperación. Ojalá funcione bien en los
términos en que está concebido. Pienso que son unos términos correctos,
lógicos y que es un instrumento que debe funcionar sobre la base de la
buena fe recíproca. Aquí estamos todos --Administración, sindicatos,
sector empresarial, expertos, etcétera-- en el mismo barco y navegando
hacia el mismo objetivo: el de conseguir hacer que esta cooperación
internacional española, que es un fenómeno reciente y novedoso, sea cada
vez mejor, cada vez más trasparente y más eficaz. Y como estamos en el
mismo objetivo, yo creo que el Consejo puede cumplir perfectamente con
esa función.

La portavoz del Grupo Parlamentario Socialista hablaba de la ley de
cooperación, que es otra de mis asignaturas pendientes, y lo es sin
demasiada causa. Nosotros hemos trabajado seriamente en el anteproyecto
de Ley durante dos años; hemos estudiado muy seriamente todas las leyes
de cooperación que existen en otros países, en este caso de la Unión
Europea, para conseguir una mayor armonización y una mayor coherencia;
hemos presentado un proyecto que creemos que es aceptable y, por
supuesto, que se vería enriquecido con el debate parlamentario, con el
debate en el Consejo de Cooperación al Desarrollo, etcétera.

El anteproyecto «per se» es aceptable y nos encontramos en un «impasse».

El portavoz del Grupo Parlamentario Popular se refería a la conveniencia
de romper ese «impasse» y hacerlo cuanto antes para que no se demore más
la presentación de este proyecto. Es un «impasse» que en cierto modo está
justificado por las razones que les señalaba aquí. Todavía hay criterios
no definidos y uno muy importante es cuál es el papel que tienen que
tener los créditos financieros y cuál es el papel de los créditos
concesionarios en la cooperación internacional.

Al mismo tiempo que nosotros preparábamos el anteproyecto de ley de
cooperación se estaba preparando un anteproyecto de ley de ayuda a la
exportación que va a sustituir a la ley que regula los créditos FAD.

Hasta que no



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haya un ensamblaje correcto y una sintonía adecuada entre esos dos
anteproyectos podríamos estar tratando de mejorar en el debate
parlamentario el anteproyecto de ley de cooperación y, al mismo tiempo,
encontrarnos, cuando el debate hubiera concluido, con que tendríamos que
reiniciarlo en función de lo que hubiera ocurrido con esa ley de ayuda
a la exportación.

De manera que me anima mucho que sus señorías sean partidarios de que
este anteproyecto siga adelante. A mí me gustaría que siguiera adelante,
y ojalá que salvemos las dificultades que existen y que cuanto antes
pueda verse beneficiado con las consideraciones que sus señorías hagan
en ambas Cámaras para que tengamos cuanto antes una ley de cooperación
que es, por otra parte, una necesidad muy sentida por todos y cada uno
de los agentes de la cooperación, no solamente por la sociedad civil, no
solamente por las ONG, sino, repito, por todos y cada uno de los agentes
de la cooperación. Las Administraciones autonómicas, los entes locales,
la Administración central, todos estamos deseando tener cuanto antes una
ley que regule los distintos aspectos de la cooperación internacional,
incluido el estatuto y los derechos del cooperante.

Sin ningún problema, por supuesto, suministraremos la nota a «El País»
como me solicitaba el portavoz del Grupo Parlamentario Popular.

Nosotros hemos comparado el Consejo de Cooperación con otras
experiencias, y la nuestra es la generalizada. La que no es generalizada,
la que casi no existe --no conocemos ninguna en este momento--, es el
Consejo de Cooperación con poderes decisorios. El único que existió en
su momento fue el italiano, que ha desaparecido. Todos los demás, los que
han asistido a la reunión de Palma de Mallorca, que han sido siete,
tienen carácter consultivo. De manera que ha sido muy útil,
efectivamente, el encuentro de Palma para hablar de este y otros muchos
temas y, sobre todo, para ir conociendo cómo se mueven los Consejos de
Cooperación, en qué medida influyen en la legislación sobre cooperación
y en qué medida están presentes en la vida de la cooperación
internacional de sus respectivos países.

En cuanto a la coordinación de la cooperación descentralizada, ayer
tuvimos una reunión, como dije antes, en la Agencia, y los propios
agentes de la cooperación descentralizada, que están haciendo un esfuerzo
excelente llegando a la cifra de 13.000 millones en 1995, son los
primeros que quieren tener un contacto constante con la Administración
central para que haya una coordinación. Y esa coordinación debe existir
de forma que por los acuerdos marco, que se están firmando cada día más
y hay cada vez más Comunidades Autónomas que los tienen, se beneficien
en su acción de cooperación internacional de los servicios que el Estado
central tiene en el exterior. Es decir, que la oficina técnica de
cooperación de Managua debe ser capaz de asistir a la Comunidad vasca en
los proyectos de cooperación que ésta tenga en Nicaragua. Esa es una
ventaja que nos hará a todos, y al propio responsable de esa oficina,
estar al corriente de los proyectos de cooperación que hay en el país,
no solamente desde el punto de vista de la Administración central, y
permitirá a las Comunidades Autónomas disponer de un instrumento que les
resultaría muy caro montar y que tienen ya a su disposición. Otro
instrumento importante debería ser el que está previsto en el
anteproyecto de ley de cooperación, que es la creación de un Consejo
Interterritorial, igual que hemos creado el Consejo de Cooperación al
Desarrollo, donde los entes autonómicos y locales no están representados;
y no lo están porque pensábamos que sería casi inmediata --y esperemos
que lo sea-- la creación de un Consejo Interterritorial, donde sí van a
estar representados los organismos autónomos y locales y donde van a
tener la posibilidad de tratar con regularidad de todos los temas de
cooperación con los representantes de la Administración central.

Sigue habiendo una asignatura pendiente con el registro de las ONG.

Estamos en ello, vamos a hacer un registro de ONG porque lo sentimos como
una necesidad, especialmente ahora que hay proliferación de ONG, por lo
que actualmente es mucho más necesario que hace dos años. Estamos en ello
y en cualquier momento podremos anunciar que hemos dado fin a esta tarea
del registro. Pero lo cierto es que vamos a una marcha que no es la
deseable, por algo que se ha mencionado aquí: porque la OPE, la Oficina
de Planificación y Evaluación, tiene hoy el mismo personal que tenía hace
dos años, y como hace dos años tenía que repartir 2.700 millones de
pesetas entre 80 ONG y hoy tiene que repartir 10.000 millones de pesetas
entre 290 ONG y ese mismo personal es el que tiene que preparar el
registro de las ONG, el que tiene que hacer el seguimiento y evaluación
de cada uno de los proyectos, se ve absolutamente desbordado. Quizá por
eso no haya habido más remedio que dejar postergado el tema del registro,
porque lo que no se puede dejar, en cambio, es la decisión de qué ONG se
benefician, en función de los mejores proyectos presentados, de las
subvenciones y tampoco, por supuesto, el seguimiento y la evaluación de
los proyectos que llevan a cabo cada una de las ONG.

En cuanto al Consejo de Cooperación, señalaba el portavoz del Grupo
Parlamentario Popular la conveniencia de fijar la filosofía de la
cooperación. Ese es el objetivo que nosotros quisiéramos que tuviera en
mente cada uno de los componentes del Consejo de Cooperación, para que
entre todos consiguiéramos tener una filosofía clara de lo que es la
cooperación al desarrollo y de lo que queremos hacer con ella. Porque hoy
en día nos encontramos con instancias internacionales que llevan
muchísimos más años que nosotros dedicándose a la cooperación
internacional y en las que todavía las filosofías, los objetivos y los
principios no son claros, sino que son objeto constante de debate, de
polémica y de contradicciones. Si nosotros consiguiéramos sacar del
Consejo de Cooperación al Desarrollo, al menos los grandes principios que
deberían inspirar nuestra cooperación internacional, creo que habríamos
dado ya, de entrada, un enorme empujón a la cooperación y, por supuesto,
un contenido esencial a este Consejo.

Es también nuestro deseo que no disminuya la «ratio». Hasta ahora no ha
disminuido nunca. Nosotros partimos prácticamente de bajo cero, y en muy
pocos años se ha ido aumentando la «ratio», incluso en un año como 1995,
en el que países como Estados Unidos y otros de la Unión Europea con más
nivel económico que España la han reducido.




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De ahí que la medida del CAD haya pasado del 0,33 en 1994 al 0,29 en
1995, y España, llevando el paso cambiado, pasa del 0,28 al 0,34 o al
0,35. Hasta ahora ha sido así siempre: todos los años ha habido un
aumento en la «ratio». Lo deseable sería que ese aumento fuera cada vez
más rápido para que pudiéramos llevar --y ésa es la aspiración del
Gobierno--, en el año 2000, al 0,7 por ciento, haciendo --insisto mucho
yo en esto siempre que puedo-- toda la apología y sobre todo la pedagogía
que podamos de que el 0,7 no es la panacea, para que cuando lleguemos al
0,7 no se decepcionen nuestros jóvenes que se dedican a la cooperación
y que tienen vocación auténtica de solidaridad y de entrega a los países
menos desarrollados, porque muchas veces creen --lo sé porque he hablado
con ellos--que llegar al 0,7 supondría prácticamente solucionar los
problemas del Tercer Mundo. No es así, y creo que al mismo tiempo que
estamos diciendo que queremos llegar al 0,7, y, si es posible, en el año
2000, tenemos que hacer un esfuerzo pedagógico para que la gente no crea
que llegar al año 2000 es solucionar los problemas de los países en vías
de desarrollo.

Las normas reguladoras del FAD están siendo sometidas a reconsideración
en este anteproyecto de ley al que me refería, que ha sido visto por el
Consejo de Cooperación al Desarrollo y donde se recoge la nueva
normativa, no demasiado distinta de la anterior, respecto a lo que ahora
se llamarán créditos de ayuda a la exportación, entre otras cosas, para
evitar esa confusión que surgía del propio nombre del crédito, ya que el
nombre de Fondo de Ayuda al Desarrollo alejaba un poco los créditos FAD
de su verdadera función, que era la ayuda a la exportación española, en
condiciones concesionarias que, por tanto, pueden ser incluidas en las
ayudas oficiales al desarrollo.

Su señoría también se ha referido al fortalecimiento de la estructura de
la OPE, la Oficina de Planificación y Evaluación. Ojalá consigamos más
personal y podamos dedicar también más tiempo a otros temas que tenemos
pendientes en la OPE. Dedicamos, por supuesto, todo el tiempo que podemos
al tema de seguimiento y auditorías de los proyectos subvencionados por
la OPE, que consideramos fundamental.

Respecto al registro, me remito a lo que ya dije antes. Por último,
hablaré de los cursos de formación de cooperantes. Nosotros creemos que
es una buena idea. A esa idea apunta, precisamente, este proyecto, porque
todavía no es más que un proyecto, de creación de un centro de formación,
de un centro de gobernabilidad en la Universidad Menéndez Pelayo, y de
otros centros en Iberoamérica básicamente.

En Bariloche se ha apuntado una idea que yo siempre he creído que sería
buena y que ahora empieza a compartir mucha gente como idea posible, que
deberíamos llevar a la práctica con la mayor rapidez; es la idea de crear
un centro de cooperación iberoamericano, en donde se formaran los que van
a hacer cooperación en el espacio iberoamericano. Eso es relativamente
posible porque aunamos las fuerzas de 21 países, unos con más medios que
otros, que son perfectamente capaces de crear un buen centro de
cooperantes o de cooperación iberoamericana. De esta manera estaríamos
cerrando un poco el ciclo de esa cooperación que yo decía antes que puede
ser paradigmática, que es la cooperación iberoamericana.

Tenemos ya un convenio de cooperación iberoamericano, tenemos un manual
de cooperación iberoamericano y si conseguimos tener una escuela de
formación de cooperantes iberoamericanos creo que habríamos dado un paso
hacia adelante de mucha consideración. Por último, le diré a su señoría
que con mucho gusto le distribuiré el PACI del año 1995.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Secretario de Estado.

Voy a dar la oportunidad a los miembros de la Comisión de hacer alguna
pregunta sobre alguna cuestión muy puntual.

Tiene la palabra el Senador Castro Rabadán, del Grupo Parlamentario
Socialista.




El señor CASTRO RABADAN: Muchas gracias, señor Presidente.

Voy a ser muy concreto porque la hora es ya muy avanzada y el informe del
señor Secretario de Estado ha sido exhaustivo y muy bueno.

Le he entendido que hay problemas con la ley de cooperación, que está
paralizada por diferentes circunstancias. No obstante, en ella se prevé
una Comisión interterritorial que favorezca la cooperación de todas las
administraciones que descentralizadamente están haciendo cooperación. ¿Se
prevé por parte de la Secretaría de Estado reunir esa Comisión, al margen
de que no esté la ley en marcha, para valorar y conseguir una mayor
vinculación en la coordinación descentralizada con las distintas
Comunidades, ayuntamientos y entidades locales? ¿Se va a adelantar a la
ley en estos temas?
Por otra parte, quería preguntarle si la propuesta del PACI de 1996 se
está haciendo o está en marcha y, si es así, ha sido ya informada por el
Consejo de Cooperación al Desarrollo, que debe ser el paso previo al
Consejo de Ministros. Quería saber en qué situación se encuentra.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el Senador Liso
Marín.




El señor LISO MARIN: Muchas gracias, señor Presidente.

El informe que nos ha presentado el señor Secretario de Estado ha sido
amplísimo, muy detallado y ha disipado muchas de las dudas, por no decir
la totalidad, que posteriormente, a raíz de las intervenciones de los
distintos portavoces, se han suscitado. Con las respuestas del señor
Secretario de Estado, la sesión de esta mañana en la Comisión de
Exteriores sobre desarrollo, cooperación y ayuda a ese mismo desarrollo
ha quedado bastante clarificada. No obstante, yo quiero pedirles
disculpas porque mi incorporación a la Comisión fue un poco tardía debido
al tráfico y



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no he tenido la oportunidad de escuchar algunas cuestiones. Cosas
imprevistas siempre suceden y una de ellas me ocurrió a mí esta mañana.

Lo que sí escuché --lo digo con prudencia pues no sé si este dato es
realmente correcto-- es que este año el porcentaje del PIB sobre la ayuda
oficial al desarrollo sería del 0,23 o del 0,25. Esto me ha sorprendido
porque en los propios Presupuestos Generales se contemplaba la cifra del
0,35, incluso hubo enmiendas --en una de las recomendaciones del informe
viene precisamente así-- en la Ponencia y en la Comisión de los propios
Presupuestos que lo ampliaban hasta el 0,50. No lo sé, pero la cifra
oficial que figuraba como consignación era del 0,35. Repito que al no
haber escuchado el conjunto de su intervención este dato podría ser
erróneo. Le ruego me lo aclare para mi propia tranquilidad. Si realmente
fuera el 0,25, yo me remontaría al año 1992, en el que la cifra que se
contemplaba del PIB era el 0,27, lo cual quiere decir que no solamente
no ampliamos, sino que podríamos ir reduciendo, cosa que nadie desea.

Estamos seguros, además, de que el espíritu generalizado es el de que
haya una mejor y mayor disposición de fondos. Por eso, le ruego que me
haga esta aclaración.

No escuché tampoco si los servicios que nuestras Fuerzas Armadas, bajo
los auspicios de la ONU, están llevando a cabo, no solamente en Bosnia,
sino en Iberoamérica, son computados o no como esas ayudas oficiales al
desarrollo (AOD). Eso tampoco lo escuché. Por el contrario sí escuché que
la condonación de la deuda se iba a poder equilibrar, precisamente, con
las ayudas que se llevaran a algunos otros países. Esta es una fórmula
que parece que ha encajado y que tendría una aceptación generalizada por
ser comprensible. Eso sí con todas las fiscalizaciones, con todos los
controles para evitar cualquier tipo de granujería.

Todos los portavoces han coincidido --yo también me quiero sumar a esa
tesis-- en que las ONG hacen una labor extraordinaria que, a veces, sería
prácticamente imposible de hacer por la vía pública, pero usted mismo nos
ha reconocido que ha habido un «boom» en cuanto al desarrollo de estas
organizaciones. No es que quiera buscar un sinónimo, que no lo es, pero
cuando hay subvención suele aparecer la corrupción. Con esto quiero decir
que, en concordancia con su propio criterio y con el del conjunto de los
portavoces, el control tiene que ser exhaustivo para que esas
organizaciones y las nuevas que accedan sean de verdad acreedoras de esas
ayudas y de esos trabajos.

Por último, con la venia de la Presidencia, no me resisto, porque estamos
hablando en una sesión monográfica de cooperación y ayuda al desarrollo,
a hacerle una pregunta concreta que tiene una relación íntima con la
cooperación y, además, con una de las zonas prioritarias, como es
Iberoamérica, que usted ha dicho que para nosotros debe ser como una
concentración geográfica. Yo participo absolutamente de su opinión. Para
España, desde luego, Iberoamérica es geográficamente nuestro punto de
referencia y nuestra columna.

Mi pregunta, si el señor Secretario de Estado está en disposición de
responder, concretamente es: ¿Qué ocurre con el IRELA, con el Instituto
de Relaciones Iberoamericanas? Tenemos un problema que se está
denunciando. Corremos el riesgo, el gran riesgo, de que por desidia, por
abandono u otras circunstancias, que quiero que el señor Secretario de
Estado me precise, el Instituto ubicado en España pueda trasladarse a
otro país miembro de la Unión Europea, como es Alemania, que, como quiero
recordar, además, que fue, precisamente, el país promotor de este
Instituto allá por los primeros años de la década del ochenta. No
obstante, el ex ministro, señor Morán, tuvo una actuación importante y
logró que ese Instituto estuviera aquí, en España.

El hecho de que el Instituto estuviera en España y de que corriéramos el
riesgo de que se pudiera trasladar de aquí, sería para nosotros un golpe
tremendo porque iría absolutamente en contra de nuestro espíritu, porque
España es el puente lógico, natural, de relación entre Iberoamérica y el
conjunto de la Unión Europea. Al respecto sí me gustaría conocer su
opinión, si en este momento se puede manifestar.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Liso Marín.

El señor Secretario de Estado tiene la palabra para contestar a ambas
preguntas.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA COOPERACION INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMERICA (Dicenta Ballester): Muchas gracias, señor Presidente.

Les diré que la reunión de la Comisión Interterritorial «antes de» no es
posible. Precisamente, las reuniones que estamos teniendo con los
representantes del sector cooperación de cada uno de los entes autónomos,
de las Comunidades Autónomas, tienen como objetivo el de suplir la no
existencia de una Comisión Interterritorial. No existe todavía, no se ha
creado todavía. Lo mismo que haría esa Comisión, aunque con unas
funciones sin definir, lo estamos haciendo ahora a base de reunir dos o
tres veces al año a todos los responsables de cooperación de las
Comunidades Autónomas, teniendo sesiones de un día entero para debatir
puntos de interés común.

Lo que haremos en 1996 será el PACI-seguimiento de 1995 cuando contemos
ya con todos los datos que hoy, como manifesté en la exposición, todavía
no tenemos, y entonces podremos decir en qué medidas ha habido
divergencia entre lo que dice y lo que de verdad ha ocurrido --PACI-95--,
y se preparará el PACI-96 con los datos que se tienen en el primer
semestre. Todavía no se han aprobado los presupuestos, ni todo de lo que
se ha hablado en la exposición, etcétera.

En cuanto a lo que me ha preguntado su señoría, le diré que nosotros
vamos a llegar en este año al 0,35, que es lo que estaba comprometido,
lo que podíamos hacer, y las grandes cifras --si quieren se las repito
muy rápidamente-- para tener ese 0,35 son 64.669 millones de pesetas en
AOD multilateral, 126.071 millones de pesetas en ayuda bilateral. La
multilateral y la bilateral suman 190.741 millones de pesetas, esto es
AOD, y luego, por la vía de los créditos ampliables, otros 48.000
millones de pesetas, con



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lo que el total de la AOD de 1995 va a ser 238.741 millones de pesetas.

Eso es el 0,35 del producto interior bruto.

No computa la presencia de miembros de nuestras Fuerzas Armadas en
ninguno de los programas de pacificación de las Naciones Unidas. Ese es
uno de los constantes debates que se tienen en el seno del CAD, porque
hay algunos países como es, por ejemplo, el caso de Holanda y el nuestro,
que sostenemos que se debería incluir, que debería computar, porque es
muy difícil hacer cooperación, y mucho más desarrollarse, si no hay paz
y, por consiguiente, la contribución a la paz por la vía del envío de
Cascos Azules o por la vía de elementos de las Fuerzas de Orden Público,
de las Fuerzas Armadas, debería computar. Somos una minoría, pero somos
algunos los países que en el seno del CAD defendemos que debería
computar. Nuestra ayuda subiría considerablemente nuestro ratio si se
computara pero, desgraciadamente, no se hace.

En cuanto al control de las ONG, ya hemos hablado de esa cuestión, pero
yo me alegro de que su señoría haya mencionado el tema del Irela, porque
es una cuestión que ha salido hace pocos días en un diario de aquí de
Madrid con mucha extensión, dedicándole un par de páginas y un editorial
con multitud de inexactitudes y, como contesté por carta y ésta se me
recortó de forma tan notable que prácticamente es como si no hubiera
contestado, yo agradezco que me permita replicar aquí en el Senado y
explicar la situación del Irela.

El Irela es un instituto de relaciones con Latinoamérica que es producto
de la Unión Europea. En los años 1974/1975 se decide por la Comisión y
el Parlamento que se cree un instituto para las relaciones con
Latinoamérica. Ese instituto se crea y se decide también al mismo tiempo
que la sede esté en Madrid. El Gobierno de Madrid le ofreció dos
distintos edificios y ninguno de los dos fueron aceptados porque el Irela
consideró que no eran lo suficientemente amplios. Se trasladaron a un
edificio en alquiler que han venido teniendo todo este tiempo sufragado
por la Comisión y el Parlamento. Han llegado a una situación en la que,
como la Comisión y el Parlamento dicen que no pueden seguir pagando esto,
ha surgido inmediatamente una oferta por parte alemana diciendo: Nosotros
no tenemos ningún problema en trasladarles a ustedes a Bonn, en
ofrecerles un edificio de 1.800 metros, en pagarles el traslado de sus
muebles y de sus enseres y en darles estatuto diplomático. Esta
iniciativa, que surgió hace tres o cuatro meses, se detuvo
inmediatamente. Yo, personalmente, me reuní con el embajador de Alemania
en Madrid, y le dije que nosotros pensábamos que el Irela tenía aquí su
sede y que deseábamos que siguiera teniéndola aquí. Me sugirió la fórmula
alternativa de tener una subsede en Bonn. Se le dijo, y entendió bien,
que no tenía por qué haber subsedes, que hay una sede que está en Madrid
y que seguirá estando en Madrid, y que nos comprometíamos a buscar un
edificio que supliera las necesidades que tiene el Irela, que tuviera un
tamaño similar al que tienen hoy y que, por consiguiente, no planteara
problemas. Se buscó un edificio, y en menos de dos meses dispusimos del
edificio que hoy va a ser del Irela, que es en el que estuvo la Sociedad
V Centenario, en la esquina entre las calles Segre y Serrano, edificio
que tiene más de 1.800 metros cuadrados, es decir que va a tener más de
lo que tenían hasta ahora, que no puede tener una mejor ubicación, y el
problema está solucionado. Esa es la situación del Irela, y ése ha sido
el proceso.

Muchas gracias, Presidente.




El señor PRESIDENTE: Nos congratula mucho, Secretario de Estado, esta
última y rotunda afirmación y que esté resuelto este asunto.

Creo que hemos llegado al final de esta amplísima comparecencia del
Secretario de Estado. Una vez más, en nombre de todos los grupos y de la
Comisión, quiero dar las gracias y añadir que, como se ha indicado varias
veces, que haya esta frecuente comunicación entre la Secretaría de Estado
y la Comisión de Asuntos Exteriores. Nosotros vamos a continuar,
Secretario de Estado, con otros puntos del orden del día. Si el
Secretario de Estado desea permanecer, nos parecerá bien.

Gracias otra vez por su presencia. (Pausa.)
Señoras y señores Senadores, vamos a continuar con el orden del día. Creo
que podemos despachar lo que queda en poco tiempo. Agradezco la presencia
de los que permanecen en la sala.




EXAMEN Y APROBACION, EN SU CASO, DE LOS CONVENIOS NUMEROS 158 A 174,
AMBOS INCLUSIVE.




El señor PRESIDENTE: El tercer punto es el examen y aprobación, en su
caso, de los convenios números 158 a 174, ambos inclusive.

Voy a dar lectura a los mismos por si hay alguna observación que hacer.




--MODIFICACION DE RESERVA TERCERA, APARTADO D), AL CONVENIO EUROPEO
NUMERO 70, SOBRE LA VALIDEZ INTERNACIONAL DE LAS SENTENCIAS PENALES,
HECHO EN LA HAYA EL 28 DE MAYO DE 1970. (610/000158.)



El señor PRESIDENTE: Modificación de reserva tercera, apartado d), al
Convenio Europeo número 70, sobre la validez internacional de las
sentencias penales, hecho en La Haya el 28 de mayo de 1970. ¿Se aprueba?
(Pausa.) Queda aprobado.




--ACUERDO PARA LA PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES ENTRE
EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DEL PERU, FIRMADO «AD REFERENDUM» EN
MADRID EL 17 DE NOVIEMBRE DE 1994. (610/000159.)



El señor PRESIDENTE: Acuerdo para la promoción y protección recíproca de
inversiones entre el Reino de España



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y la República del Perú, firmado «Ad referendum» en Madrid el 17 de
noviembre de 1994. ¿Se aprueba? (Pausa.) Queda aprobado.




--CONVENIO CONSTITUTIVO DE LA OFICINA EUROPEA DE RADIOCOMUNICACIONES
(ERO). (610/000160.)



El señor PRESIDENTE: Convenio constitutivo de la Oficina Europea de
Radiocomunicaciones (ERO). ¿Se aprueba? (Pausa.) Queda aprobado.




--ACUERDO ENTRE ESPAÑA Y MALASIA PARA LA PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA
DE INVERSIONES, FIRMADO EN KUALA LUMPUR EL 4 DE ABRIL DE 1995.

(610/000161.)



El señor PRESIDENTE: Acuerdo entre España y Malasia para la promoción y
protección recíproca de inversiones, firmado en Kuala Lumpur el 4 de
abril de 1995. ¿Se aprueba? (Pausa.) Queda aprobado.




--ACUERDO SOBRE EL ESTATUTO DE LAS MISIONES Y REPRESENTANTES DE TERCEROS
ESTADOS ANTE LA ORGANIZACION DEL TRATADO DEL ATLANTICO NORTE, HECHO EN
BRUSELAS EL DIA 27 DE JULIO DE 1994. (610/000162.)



El señor PRESIDENTE: Acuerdo sobre el Estatuto de las misiones y
representantes de terceros Estados ante la Organización del Tratado del
Atlántico Norte, hecho en Bruselas el día 27 de julio de 1994. ¿Se
aprueba? (Pausa.) Queda aprobado.




--ACUERDO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA ARGELINA DEMOCRATICA
Y POPULAR PARA LA PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES,
FIRMADO «AD REFERENDUM» EN MADRID EL DIA 23 DE DICIEMBRE DE 1994.

(610/000163.)



El señor PRESIDENTE: Acuerdo entre el Reino de España y la República
Argelina Democrática y Popular para la promoción y protección recíproca
de inversiones, firmado «Ad referendum» en Madrid el día 23 de diciembre
de 1994. ¿Se aprueba? (Pausa.) Queda aprobado.




--DECLARACION DE ACEPTACION POR ESPAÑA DE LA EXTENSION A ARUBA, POR PARTE
DE LOS PAISES BAJOS, DEL CONVENIO SOBRE RECONOCIMIENTO Y EJECUCION DE
DECISIONES EN MATERIA DE OBLIGACIONES ALIMENTICIAS CON RESPECTO A
MENORES. (NUMERO IX DE LA CONFERENCIA DE LA HAYA DE DERECHO INTERNACIONAL
PRIVADO), HECHO EN LA HAYA EL 15 DE ABRIL DE 1958. (610/000164.)



El señor PRESIDENTE: Declaración de aceptación por España de la extensión
a Aruba, por parte de los Países Bajos, del Convenio sobre reconocimiento
y ejecución de decisiones en materia de obligaciones alimenticias con
respecto a menores (número IX de la Conferencia de La Haya de Derecho
Internacional Privado), hecho en La Haya el 15 de abril de 1958. ¿Se
aprueba? (Pausa.) Queda aprobada.




--ACUERDO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE LITUANIA PARA LA
PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES, FIRMADO «AD REFERENDUM»
EN VILNIUS EL 6 DE JULIO DE 1994. (610/000165.)



El señor PRESIDENTE: Acuerdo entre el Reino de España y la República de
Lituania para la promoción y protección recíproca de inversiones, firmado
«ad referendum» en Vilnius el 6 de julio de 1994. ¿Se aprueba? (Pausa.)
Queda aprobada.




--CONVENIO ENTRE EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE PORTUGAL PARA LA
CONSTRUCCION DE UN PUENTE INTERNACIONAL SOBRE EL RIO MIÑO, ENTRE LAS
LOCALIDADES DE ARBO (ESPAÑA) Y MELGAÇO (PORTUGAL), FIRMADO EN MADRID EL
12 DE JUNIO DE 1995. (610/000166.)



El señor PRESIDENTE: Convenio entre el Reino de España y la República de
Portugal para la construcción de un puente internacional sobre el río
Miño, entre las localidades de Arbo (España) y Melgaço (Portugal),
firmado en Madrid el 12 de junio de 1995. ¿Se aprueba? (Pausa.) Queda
aprobado.




--CONVENIO ENTRE ESPAÑA Y BELGICA TENDENTE A EVITAR LA DOBLE IMPOSICION
Y PREVENIR LA EVASION Y EL FRAUDE FISCAL EN MATERIA DE IMPUESTOS SOBRE
LA RENTA Y SOBRE EL PATRIMONIO, FIRMADO EN BRUSELAS EL 14 DE JUNIO DE
1995. (610/000167.)



El señor PRESIDENTE: Convenio entre España y Bélgica tendente a evitar
la doble imposición y prevenir la evasión y el fraude fiscal en materia
de Impuestos sobre la Renta y sobre el Patrimonio, firmado en Bruselas
el 14 de julio de 1995.

¿Se aprueba? (Pausa.)
Queda aprobado.




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--CONVENIO SOBRE LA AYUDA ALIMENTARIA, 1995, HECHO EN LONDRES EL 13 DE
MARZO DE 1995. (610/000168.)



El señor PRESIDENTE: Convenio sobre la Ayuda Alimentaria, 1995, hecho en
Londres el 13 de marzo de 1995.

¿Se aprueba? (Pausa.) Queda aprobado.




--CONVENCION DE LAS NACIONES UNIDAS DE LUCHA CONTRA LA DESERTIFICACION
EN LOS PAISES AFECTADOS POR LA SEQUIA GRAVE O DESERTIFICACION, EN
PARTICULAR EN AFRICA, ABIERTA A LA FIRMA EN PARIS EL 17 DE JUNIO DE 1994.

(610/000169.)



El señor PRESIDENTE: Convención de las Naciones Unidas de lucha contra
la desertificación en los países afectados por la sequía grave o
desertificación, en particular en Africa, abierta a la firma en París el
17 de junio de 1994.

¿Se aprueba? (Pausa.)
Queda aprobado.




--ACUERDO DE SEGURIDAD DE LA UNION EUROPEA OCCIDENTAL, HECHO EN BRUSELAS
EL 28 DE MARZO DE 1995. (610/000170.)



El señor PRESIDENTE: Acuerdo de Seguridad de la Unión Europea Occidental,
hecho en Bruselas el 28 de marzo de 1995.

¿Se aprueba? (Pausa.)
Queda aprobado.




--ACUERDO PARA LA PROMOCION Y PROTECCION RECIPROCA DE INVERSIONES ENTRE
EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DE EL SALVADOR, FIRMADO «AD REFERENDUM»
EN SAN SALVADOR EL 14 DE FEBRERO DE 1995. (610/000171.)



El señor PRESIDENTE: Acuerdo para la promoción y protección recíproca de
inversiones entre el Reino de españa y la República de El Salvador,
firmado «ad referendum» en San Salvador el 14 de febrero de 1995.

¿Se aprueba? (Pausa.)
Queda aprobado.




--ACUERDO PARA LA PROTECCION Y PROMOCION RECIPROCA DE INVERSIONES ENTRE
EL REINO DE ESPAÑA Y LA REPUBLICA DOMINICANA, HECHO EN SANTO DOMINGO DE
GUZMAN EL 16 DE MARZO DE 1995. (610/000172.)



El señor PRESIDENTE: Acuerdo para la protección y promoción recíproca de
inversiones entre el Reino de españa y la República Dominicana, hecho en
Santo Domingo de Guzmán el 16 de marzo de 1995.

¿Se aprueba? (Pausa.)
Queda aprobado.




--ACUERDO SOBRE TRANSPORTE INTERNACIONAL POR CARRETERA ENTRE EL GOBIERNO
DEL REINO DE ESPAÑA Y EL GOBIERNO DE UCRANIA, HECHO EN KIEV EL 16 DE
JUNIO DE 1995. (610/000173.)



El señor PRESIDENTE: Acuerdo sobre transporte internacional por carretera
entre el Gobierno del Reino de España y el Gobierno de Ucrania, hecho en
Kiev el 16 de junio de 1995.

¿Se aprueba? (Pausa.) Queda aprobado.




--MEMORANDUM DE ENTENDIMIENTO ENTRE VARIOS ESTADOS MIEMBROS DE LA AGENCIA
ESPACIAL EUROPEA Y LA AGENCIA ESPACIAL EUROPEA RELATIVO A LA EJECUCION
DEL PROYECTO MERCURE, HECHO EN MADRID EL 25 DE NOVIEMBRE DE 1994.

(610/000174.)



El señor PRESIDENTE: Memorándum de entendimiento entre varios Estados
miembros de la Agencia Espacial Europea y la Agencia Espacial Europea
relativo a la ejecución del proyecto Mercure, hecho en Madrid el 25 de
noviembre de 1994.

¿Se aprueba? (Pausa.) Queda aprobado.

Hemos concluido, por tanto, el punto tercero del orden del día.




--PROPUESTA DE DECLARACION INSTITUCIONAL EN RELACION CON EL 50
ANIVERSARIO DE LA CREACION DE LA ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS
(ONU). (630/000017.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto cuarto del orden del día que es,
como ya habíamos anunciado, la propuesta a esta Comisión del texto
elaborado especialmente por los portavoces que fueron designados para
ello y por los miembros de la Mesa, con el fin de que el mismo se
presente ante la Presidencia de la Cámara y tenga lugar, en uno de los
Plenos que aún han de celebrarse en este período de sesiones, una
declaración institucional en relación con el L aniversario de la creación
de las Naciones Unidas.

¿Lo aprueba la Comisión? (Pausa.)
Se dará traslado de ello a la Presidencia, así como a los portavoces
generales de los grupos parlamentarios.




--ACUERDO DE LA COMISION DE ASUNTOS EXTERIORES DE PROCEDER A LA
FELICITACION A S. M. EL REY EN EL 20 ANIVERSARIO DE SU PROCLAMACION. ASI
COMO TAMBIEN POR LA



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LABOR REALIZADA POR LA CORONA PARA LA PACIFICACION Y LIBRE CONVIVENCIA
DE LOS ESPAÑOLES DENTRO DE NUESTRO SISTEMA CONSTITUCIONAL Y DEMOCRATICO.

(542/000068.)



El señor PRESIDENTE: Antes de pasar a ruegos y preguntas, quiero someter
a la consideración de la Comisión que en el día de hoy se celebra,
venturosamente, el XX aniversario de la coronación y proclamación como
Rey de España de Su Majestad don Juan Carlos I.

Si la Comisión lo considera oportuno, independientemente de que también
sus señorías puedan enviar mensajes a título personal a la Casa de Su
Majestad el Rey, si así lo desean, esta Comisión podría felicitar a Su
Majestad el Rey en este 20 aniversario de su proclamación, así como
también por la labor realizada por la Corona para la pacificación y libre
convivencia de los españoles dentro de nuestro sistema constitucional y
democrático.

¿Están de acuerdo? (Pausa.)
Se acuerda por unanimidad.

En tal sentido, haré llegar a la Casa de Su Majestad el Rey esta
felicitación.




--RUEGOS Y PREGUNTAS.




El señor PRESIDENTE: Entramos en el último punto, ruegos y preguntas.

¿Desea intervenir algún señor Senador? (Pausa.)
Tiene la palabra el señor Galindo.




El señor GALINDO SANTANA: Señor Presidente, quisiera hacer una propuesta
sometiéndola a la consideración de los señores Senadores.

Creo que toda la negociación mantenida entre Rabat y la Unión Europea
referente al tema pesquero y agrícola, y especialmente en relación con
Canarias, no ha sido publicada en toda su extensión. Quisiera solicitar,
si ello fuera posible, que el señor Ministro de Asuntos Exteriores
compareciera ante esta Comisión para que, con mayor rigor y conocimiento
de causa, nos explicara esos acuerdos que han tenido lugar entre Rabat
y la Unión Europea.




El señor PRESIDENTE: Sobre esta propuesta que hace el Senador Galindo
debe adoptarse una decisión por parte de la Mesa y de la Junta de
Portavoces, pero dadas las ausencias que hay en esta Comisión en la
mañana de hoy no creo que sea éste el momento oportuno para proponer este
tema, por lo que creo, Senador Galindo, que lo mejor sería que su señoría
presentara por escrito esa propuesta. La Mesa y la Junta de Portavoces
se reuniría rápidamente para ello.




El señor GALINDO SANTANA: Señor Presidente, presentaré la propuesta por
escrito.

Por otra parte, creo que sería más oportuno, como me apuntaba la Portavoz
del Grupo Socialista, que compareciera ante la Comisión el Ministro de
Agricultura ya que el tema está más relacionado con sus competencias.




El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias por su comprensión, Senador
Galindo. Con mucho gusto tramitaremos la propuesta que nos formule por
escrito.

Si no hay más asuntos que tratar, levantaremos la sesión no sin antes
agradecerles su presencia y colaboración.

Se levanta la sesión.




Eran las catorce horas y quince minutos.