Ruta de navegació

Publicacions

DS. Congreso de los Diputados, Comisiones de Investigación, núm. 11, de 26/10/2001
PDF





CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES DE INVESTIGACIÓN



Año 2001 VII Legislatura Núm. 11



SOBRE GESCARTERA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. LUIS MARDONES SEVILLA



Sesión núm. 21



celebrada el viernes, 26 de octubre de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Celebración de las siguientes comparecencias:



- Del señor gobernador del Banco de España y ex consejero de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (Caruana Lacorte). (Número
de expediente 212/000820.). . . . (Página 1064)



- Del señor secretario de Estado de Economía, de la Energía y de la
Pequeña y Mediana Empresa (Folgado Blanco). (Número de expediente
212/000821.) . . . (Página 1089)



Página 1064




Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




CELEBRACIÓN DE LAS SIGUIENTES COMPARECENCIAS:



- DE DON JAIME CARUANA LACORTE, GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA Y EX
CONSEJERO DE LA COMISIÓN NACIONAL DEL MERCADO DE VALORES. (Número de
expediente 212/000820.)



El señor PRESIDENTE: Ruego a los servicios de la Cámara acompañen a
comparecer ante esta comisión a don Jaime Caruana Lacorte. (Pausa.)
Señorías, señoras y señores comisionados, reanudamos la sesión de la
Comisión de investigación sobre Gescartera, con la comparecencia ante
la misma de don Jaime Caruana Lacorte, en su condición de gobernador
del Banco de España y también como ex consejero de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores, que de acuerdo con las normas
aprobadas por esta comisión en su última sesión de trabajo comenzará
con la intervención del compareciente por el tiempo que desee, para
después pasar al turno secuencial de todos los señores comisionados,
a los que responderá posteriormente.

Tiene la palabra el señor Caruana Lacorte para informar y documentar
a esta comisión.




El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA: Señor presidente, señorías,
quisiera empezar la comparecencia poniendo de manifiesto mi total
disponibilidad y deseo de colaborar de la mejor forma posible con
esta Comisión. Me gustaría hacer unas primeras reflexiones iniciales
y luego ponerme a su disposición para contestar a aquellas preguntas
que deseen formularme.

Lo sucedido en el caso de Gescartera plantea importantes cuestiones
sobre el funcionamiento de los mecanismos de control del sistema
financiero, tanto privados como públicos, sistemas de control que
existen en los mercados financieros y que son importantes para su
funcionamiento. Es necesario por tanto un análisis, una reflexión
detallada sobre estos mecanismos. La defensa de la estabilidad del
sistema financiero, de la solvencia de las entidades, de la
integridad de los mercados, así como la protección del inversor, se
basan en diversos resortes de carácter privado y de carácter público,
y todos ellos partiendo de un principio básico, que aunque pueda
parecer obvio creo que conviene recordar. Los responsables de las
entidades financieras, como los responsables de cualquier entidad, de
cualquier empresa, son sus administradores y sus directivos. En
consecuencia, cuando se producen hechos como los que han acontecido
en este caso, en el caso Gescartera, es en ellos donde hay que buscar
la causa y es en ellos donde hay que buscar la principal
responsabilidad. A partir de
este principio básico los sistemas financieros contemporáneos se han
ido dotando de una serie de condicionantes, de una serie de
mecanismos mediante los cuales se trata de minimizar la probabilidad
de que este tipo de situaciones llegue a producirse. No se trata de
poder evitar que en algún caso se pueda producir, sino de tratar de
que esa probabilidad sea lo más baja posible.

Comenzando por los mecanismos de carácter privado, el primero que
habría que mencionar es el buen gobierno y gestión de las sociedades,
que a partir de la obligación que tenemos todos los ciudadanos de
cumplir las leyes establece responsabilidades específicas sobre la
actividad de las sociedades, que son de control en el caso de los
accionistas y de decisión y vigilancia en el caso de los
administradores. No parece razonable ser accionista significativo de
una entidad y sentarse en su consejo de administración sin asumir
estas responsabilidades.




El segundo condicionante de tipo privado es la necesaria atención y
vigilancia que deben ejercer los inversores cuando se acercan a los
mercados financieros. Es un punto relevante que luego quiero matizar
con el papel que en relación a este punto tiene la supervisión
prudencial, y luego volveré sobre este tema. La labor de los
auditores externos es vital para que los ahorradores puedan sustentar
sus decisiones basándose en información pública de suficiente
calidad. Es muy importante que exista la transparencia suficiente que
garantice la existencia de suficiente información y que la calidad de
la información sea también suficiente.

Toda actividad mercantil con una entidad financiera supone un cierto
riesgo, riesgo que resulta inherente al propio tráfico mercantil y
que precisa atención y vigilancia por parte del inversor, que debe
recabar una información precisa y una información detallada y
colaborar con la autoridad supervisora en caso necesario. Sin caer en
generalizaciones, parece claro que no practica la debida diligencia
quien acude a una entidad que ofrece rentabilidades en contra de toda
la lógica del mercado. En este apartado merecen especial mención los
inversores institucionales, que con más razón deben mantener un alto
nivel de exigencia con lo que son los servicios, con lo que es la
información que reciben y la entidad que los suministra.

Existen con todo limitaciones difícilmente superables a la capacidad
de los inversores, y especialmente de los individuales para conocer
la realidad de los intermediarios con los que trabajan. Esta es una
de las razones principales por las que existen otros mecanismos de
carácter público, como es el de la supervisión de entidades
financieras, del que quiero ahora pasar a ocuparme. Este es el
principal argumento que ha habido siempre en la información
asimétrica que puede tener el inversor, que hace necesario que exista
una supervisión prudencial en los mercados financieros.

El hecho de que los resortes privados de defensa de la estabilidad y
de los intereses de los inversores puedan



Página 1065




no funcionar adecuadamente, de ninguna manera releva a la supervisión
de sus importantes funciones en materia de prevención de los riesgos
sistémicos y prudenciales y por tanto de lo que es la protección del
inversor. Puesto que el caso de Gescartera se ha producido, creo que
es conveniente proceder a un riguroso examen de las lecciones que
este caso pueda proporcionar para mejorar los aspectos supervisores
de nuestros mercados, y ello conscientes de que no existe y no puede
existir ningún sistema de supervisión capaz de practicar un
seguimiento tan estrecho de las entidades que pueda garantizar que se
van a descubrir y por tanto desbaratar todas las irregularidades que
puedan llegar a plantearse.

Me gustaría entrar ahora a hacer unas reflexiones en lo que se
refiere a los aspectos supervisores en el caso español. Como
consecuencia del caso Gescartera se ha manifestado cierta
preocupación sobre la bondad o las características del modelo
supervisor que tiene establecido nuestro país, España, modelo que
está basado en la especialización de los supervisores. Me gustaría
apuntar brevemente mi opinión sobre este tema, que considero
importante. No quiero entrar a fondo en un debate que es un largo
debate y que requeriría mucho tiempo; el tema de si es conveniente el
supervisor único o varios supervisores, es un largo debate, insisto.

No creo que ninguno de los modelos, ninguna de las soluciones que han
utilizado diversos países, haya demostrado de manera fehaciente y
clara, haya demostrado contundentemente que existe un modelo mejor,
pero sí me gustaría hacer algunas reflexiones.

El modelo general de supervisión de nuestro sistema financiero está
basado en tres supervisores especializados y coordinados: el Banco de
España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la Dirección
General de Seguros. Esta especialización no es arbitraria, lejos de
ello obedece a nuestra estructura financiera y a los todavía
profundos rasgos diferenciadores de los tres contratos básicos de
nuestro sistema financiero: el de crédito y depósito, el de valores y
el de aseguramiento, rasgos que siguen marcando la operativa de las
empresas del ramo y el funcionamiento de los correspondientes
mercados, y que por tanto dan lugar a objetivos, lógicas y
procedimientos de supervisión claramente diferenciados.

Creo importante resaltar algunos elementos básicos que diferencian la
operativa de las entidades de crédito de las empresas de servicios de
inversión, y por tanto sus correspondientes supervisiones. Como su
nombre indica, las entidades de crédito otorgan financiación mediante
créditos cuya calidad no está sustentada necesariamente por
información pública sobre la solvencia de los financiados, sino que
se basa en información privada que las entidades tienen que captar y
elaborar mediante unas técnicas y con unos costes que no suelen estar
al alcance del ahorrador último. Al no disponer de dicha información,
este ahorrador no está dispuesto a
financiar a los prestatarios últimos, pero sí a las entidades de
crédito mediante depósitos, ya que confía en su calidad. Esta
confianza, fundamental en el sistema financiero, se basa en tres
pilares básicos: primero, que las entidades de crédito, por su
tamaño, pueden diversificar sus riesgos y contar con departamentos
especializados en el análisis, concesión, seguimiento y cobro de los
créditos; segundo, que las entidades de crédito están supervisadas; y
tercero, en la existencia de los fondos de garantía de depósitos. En
definitiva, el ahorrador asume sus riesgos no con los prestatarios
últimos sino con las entidades de crédito, ya que son éstas las que
deben devolverle el principal de sus depósitos y pagarle los
intereses pactados. De ahí deriva que la inspección de estas
entidades se centre en su solvencia. Creo que este es un tema
importante, la supervisión de las entidades de crédito tienen un
aspecto central cuyo objetivo es facilitar y mejorar los aspectos de
confianza y la actuación supervisora se basa en disponer de
información e imponer unos límites a los riesgos de insolvencia y de
liquidez y estos son los aspectos fundamentales que están recogidos
en lo que es la Ley de disciplina e intervención.

La situación es distinta para el ahorrador que decide acudir a los
mercados de valores, allí la financiación se concede mediante dichos
valores cuyos emisores están legalmente obligados a hacer pública una
información reglamentada cuya calidad verifican los auditores
externos. A partir de esta información pública, que ya está
incorporada en los precios cuando estos se forman correctamente en
mercados eficientes, el ahorrador asume el riesgo con el emisor de
los valores comprados y no con la empresa de servicios de inversión,
que como su nombre indica no recibe su inversión sino que únicamente
le presta determinados servicios. De ello se deriva, en el caso de
los mercados de valores, que la supervisión sea diferente a la
supervisión que realiza el Banco de España, ya que se realiza ante
las entidades de crédito, tiene rasgos diferenciales y debe velar,
primero, por la correcta formación de los precios que exige vigilar
que se disponga de suficiente información pública, vigilar las
prácticas de mercado, las posibles manipulaciones de precio, el
posible uso de información privilegiada, ésta es la primera área de
supervisión que tiene que hacer una Comisión Nacional del Mercado de
Valores; y en segundo lugar, vigilar la actuación de todo lo que se
refiere a los servicios de inversión requiere adicionalmente una
mayor atención a lo que podríamos llamar la prevención de malas
prácticas de las cuales la peor es la apropiación indebida del dinero
o de los valores propiedad de los clientes. Esta diferencia de
énfasis es necesaria para mejorar la efectividad de la supervisión de
unos y otros organismos y aboga claramente, en mi opinión, a favor de
un supervisor especializado.

La ley asigna determinadas funciones de supervisión a cada organismo
supervisor, al Banco de España y a la



Página 1066




Comisión Nacional del Mercado de Valores, y es fundamental que en el
desempeño de sus funciones los supervisores actúen con plena
autonomía, con el fin de garantizar que dentro de su mandato legal
específico cada uno de ellos actúe en función de las características
y necesidades de su propio sector. Es en este marco de respeto a la
autonomía de los supervisores en el que hay que situar la existencia,
funciones y responsabilidades de los consejeros natos, tanto en el
Banco de España como en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Finalmente, salvaguardando la especialización y la autonomía citadas
deben seguir funcionando los actuales cauces de coordinación entre
supervisores destinados a evitar que eventuales problemas surgidos y
detectados en un sector puedan llegar a afectar a los restantes. Debo
decir que España tiene una buena normativa en términos de
coordinación al definir, a la hora de vigilar el tema de los recursos
propios, un supervisor coordinador a efectos de grupos complejos.

Resumiendo, estoy convencido de que las presentes condiciones de
nuestro sistema financiero, el modelo supervisor especializado, es el
más apropiado para nuestro caso. También es ventajoso para el sistema
que la supervisión bancaria esté en manos de los bancos centrales, y
finalmente considero que cualquier fusión total o parcial de las
actuales supervisiones no sólo empeoraría la calidad de las tareas de
supervisión sino que además se correría el peligro de crear un
organismo difícil de gestionar y con innecesarios conflictos de
intereses en su seno.

Reconociendo la importancia de lo sucedido en el caso Gescartera, no
me parece apropiado ni justo que lo sucedido en un caso concreto
pueda y deba extrapolarse a la categoría de valoración general de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores. Los años que lleva
funcionando desde su creación por la Ley del Mercado de Valores en
1988, han sido los años del despegue y la consolidación de nuestros
mercados de valores. Un mercado, un segmento de nuestro sistema
financiero tradicionalmente infradesarrollado que ha llegado a
alcanzar una importancia y una repercusión social sin precedentes y
que sin duda se incrementará en el futuro.

Permítanme algunos datos que considero significativos. Entre finales
de 1988, año en que se publica la Ley del Mercado de Valores, y
finales del año pasado, la importancia relativa de la capitalización
de nuestras bolsas ha crecido notablemente, mientras que el producto
interior bruto se multiplicaba en ese período de tiempo por 2,5, la
capitalización bursátil se ha multiplicado por 9,3, al tiempo que la
contratación bursátil lo hacía por 23, alcanzándose cifras de 82
billones de pesetas en el año 2000. Más llamativos si cabe son los
datos relativos a los valores de renta fija. Mientras que en el mismo
período y en relación al producto interior bruto el saldo vivo de
circulación se multiplicaba únicamente
por 1,4, el volumen de contratación se multiplicaba por 18.

Lógicamente detrás de este crecimiento espectacular está la plena
consolidación del entonces incipiente mercado de deuda pública
anotada. Estos cambios han ido acompañados de profundas
modificaciones en el comportamiento financiero de todos los agentes
sociales, incluso tomando como indicador el sector normalmente
considerado como menos sofisticado, el de las familias, estos cambios
se ponen claramente de manifiesto. En 1988 la riqueza financiera de
las familias se mantenía fundamentalmente depositada en los bancos,
ya que los valores representaban tan sólo el 23,7 por ciento de dicha
riqueza. En el año 2000, este porcentaje se había más que duplicado y
alcanzaba la cifra en valores absolutos de 92 billones de pesetas.

Las familias mantienen hoy invertida en valores casi la mitad de su
riqueza financiera. Estos cambios han originado profundas
modificaciones en la cultura financiera de toda la sociedad,
volviendo de nuevo a las familias esta mayor cultura financiera queda
de manifiesto teniendo en cuenta que en 1988 sus tenencias de renta
variable, los valores que podríamos calificar de más difíciles de
gestionar, eran 2,8 veces superiores a lo que eran los de renta fija,
mientras que el año pasado esta cifra era de unas 24 veces. Detrás de
esta evolución está sin duda el incremento notable de la inversión
colectiva. Durante estos años nuestros mercados valores no sólo han
tenido el crecimiento cuantitativo que acabo de exponer, al mismo
tiempo y siguiendo el mismo nivel que los principales mercados del
mundo han experimentado profundos cambios cualitativos en la
sofisticación de nuestros mercados en los productos que se están
negociando en ellos, en procesos nuevos como puede ser el de
titulización derivados, etcétera. Todos estos cambios hubiesen sido
imposibles sin la confianza que la seguridad de nuestros mercados ha
sabido influir en los inversores nacionales e internacionales gracias
a la acción concertada por un lado de toda la industria de valores y
por otro lado la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Creo
sinceramente que la Comisión Nacional del Mercado de Valores ha sido
un elemento clave en este positivo desarrollo de nuestro sistema
financiero.

Pese a todos estos logros el caso de Gescartera ha existido y por
ello continuando de lo general a lo particular es preciso analizarlo
con la profundidad que sea necesaria para garantizar que podemos
extraer sus enseñanzas de cara, como decía antes, a continuar con el
perfeccionamiento de nuestros procedimientos de supervisión. El
primer paso para ello es tener en cuenta que se trata de un caso
importante, aunque Gescartera no es relevante en tamaño en términos
relativos, estamos hablando las cifras que se están barajando de
18.000 millones frente a 192 billones de riqueza financiera de las
familias o frente a las cifras de capitalización que he mencionado
antes. Tampoco se puede decirque Gescartera haya puesto en peligro la
estabilidad



Página 1067




del sistema, es un caso importante porque lo es cualquier caso en el
que los ahorradores pierdan su inversión por cualquier motivo ajeno a
la lógica y al buen funcionamiento de los mercados. A partir de esta
importancia creo que el caso de Gescartera puede y debe tener
consecuencias en la práctica supervisora. La Comisión Nacional del
Mercado de Valores tiene capacidad y competencia para analizar el
caso formulando el correspondiente diagnóstico y adoptando las
medidas correctoras que en su caso sean necesarias para minimizar la
probabilidad de que esta situaciones puedan volver a producirse. En
este punto al hablar de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y
de Gescartera creo que es importante puntualizar la cronología de mi
conocimiento directo de estos hechos, dado que entiendo que esta
comparecencia abarca dos facetas la de ser gobernador del Banco de
España y la de haber sido director general del Tesoro y Política
Financiera y por ello, consejero nato de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores.

Mi conocimiento directo de los hechos se sitúa cronológicamente en
los tres últimos meses de mi mandato como consejero nato de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, período que concluye el 25
de junio de 1999, fecha en la que se publica mi cese como director
general del Tesoro y Política Financiera. Hasta esa fecha, la primera
vez que Gescartera se menciona en un consejo de la Comisión Nacional
del Mercado de Valores al que yo asisto es el 6 de abril de 1999,
cuando por unanimidad se decide abrir el expediente por su
obstrucción a la labor inspectora. El tema de Gescartera vuelve al
consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores en su reunión
extraordinaria de 16 de abril de 1999, a la que no puedo asistir por
estar en un viaje oficial fuera de España como consecuencia de mis
obligaciones como director general del Tesoro y Política Financiera.

No soy capaz de concretar la fecha del consejo posterior, hay algún
consejo posterior a este de 16 de abril, en el que fuera del orden
del día y sin que quede recogida en el acta creo recordar se nos
informa de cómo marcha la situación de Gescartera. No recuerdo
exactamente el contenido de la información pero sí su sentido
tranquilizador que queda confirmado cuando en la reunión de 10 de
junio, última a la que asisto, se nos informa de la buena marcha de
la auditoría de Gescartera y de la promoción de una SICAV en
Luxemburgo, datos que luego resultaron equivocados. Posteriormente,
siendo ya gobernador del Banco de España, vuelvo a tener contacto con
el asunto Gescartera cuando tras la intervención iniciamos unas
actuaciones que quiero pasar a detallar.

Las actuaciones del Banco de España en este tema han seguido
básicamente dos direcciones. La primera ha sido la colaboración con
el juzgado en el suministro de peritos y la segunda han sido las
actuaciones en base a sus competencias de supervisión que se han
concretado en un informe. En primer lugar, por lo que se refiere
a la solicitud de peritos, se recibieron en el Banco de España dos
escritos diferentes solicitando peritos el día 23 de julio, y
posteriormente el día 12 de septiembre, se recibieron oficios del
juzgado solicitando un número de diez peritos. Inmediatamente a la
primera fecha se proporcionaron dos peritos y posteriormente, después
de la segunda solicitud, se suministraron tres expertos, tres peritos
adicionales; en total, el Banco de España ha proporcionado a este
caso un total de cinco peritos.

El segundo tema es la actividad que ha realizado el Banco de España
en relación a sus competencias supervisoras. Desde la intervención de
Gescartera el pasado 14 de junio, en los contactos habituales de la
supervisión del Banco de España con las entidades de crédito se
comenzó a recabar información de carácter preliminar, que permitiese
conocer en qué medida estas entidades podrían verse afectadas por el
caso Gescartera. Posteriormente se recibieron dos solicitudes para
realizar un informe, una solicitud del vicepresidente Rato que
solicita un informe sobre las relaciones entre las entidades de
crédito relevantes con Gescartera, y posteriormente una solicitud
similar del Congreso de los Diputados en la que ya se hacen unas
preguntas específicas. Dada la similitud de las solicitudes, se
decidió hacer un único informe para cumplimentar ambas peticiones.

Para este trabajo se intensificaron las actuaciones ante las
entidades de crédito con el ánimo de enviar a la mayor brevedad
posible el informe que fue remitido, como ustedes saben, el pasado
día 8 de octubre.

Los trabajos que hemos efectuado y que son objeto del informe
remitido en su día han consistido en lo siguiente. En primer lugar,
un análisis de la información obrante en el Banco de España
procedente de las declaraciones obligatorias formuladas por las
entidades de crédito y por otras personas físicas o jurídicas
obligadas, concretamente las informaciones que se reciben en la
central de información de riesgos, las declaraciones sobre cobros,
pagos y transferencias exteriores y las declaraciones sobre apertura
de cuentas en el extranjero. En segundo lugar, se procedió a
identificar a las entidades de crédito que de acuerdo con la
información disponible han podido realizar un volumen importante de
operaciones, una relación con el colectivo de seguimiento de
Gescartera, y solicitar a dichas entidades una información de cuál ha
sido su relación con Gescartera.

El informe se centra en seis entidades de crédito. La información
contenida en este informe ha sido obtenida por parte del Banco de
España en el desempeño de sus funciones de supervisión, por lo que de
acuerdo con la normativa vigente tiene carácter reservado. Dado este
carácter reservado que marca la ley, consideré mi obligación en su
momento solicitar el tratamiento correspondiente, lo que hice por
escrito al Congreso. En este sentido, rogaría que si hay alguna
pregunta sobre estos temas se realizase respetando este carácter
reservado.




Página 1068




Estos son los puntos que yo quería tratar en mi intervención inicial
y quedo a su entera disposición para contestar a sus preguntas.

Perdonen, quería comentar que antes he hablado del consejo de 10 de
junio y fue el consejo del 17 de junio en el que se dio esta
información tranquilizadora.




El señor PRESIDENTE: ¿Ha terminado, señor Caruana?



El señor CARUANA LACORTE: Sí.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

A continuación, abrimos la secuencia de preguntas e intervenciones de
los señores portavoces.

Esta presidencia ha señalado un primer turno de 30 minutos, lo
advierte a los señores comisionados, y habrá una segunda vuelta de
preguntas. En la conversación que antes de empezar esta sesión he
tenido con el señor Caruana, el gobernador del Banco de España me
advirtió que alguna de las posibles respuestas que tenga que dar a
preguntas de los señores comisionados pueden estar amparadas por
reserva legal de secreto; en ese caso lo advertirá esta presidencia,
lo señalará el señor compareciente y esas preguntas que requieran
respuesta condicionada por ley de reserva pasarán a una sesión
secreta de esta Comisión al final de las respuestas de las preguntas
anteriores.

Sin más dilación, por el Grupo Parlamentario Socialista el señor
Cuevas tiene la palabra.




El señor CUEVAS DELGADO: Gracias, señor presidente.




Buenos días, señor Caruana. Ya sabe usted, aunque la verdad es que
nadie lo pensaría, que estamos en una Comisión de investigación del
Congreso. Y digo que nadie lo pensaría porque seguramente a usted le
es familiar esto que se llama formato, un formato en el que usted
seguramente habrá tenido ocasión de comparecer en otras comisiones
ordinarias del Congreso. Pues bien, a pesar de eso es una Comisión de
investigación. Aunque hayamos cambiado el formato y el Grupo Popular
haya puesto un manto de impunidad sobre usted y otros comparecientes
que van a venir aquí, tiene usted que saber, y mi obligación es
recordárselo ya que no se ha hecho desde la presidencia, que estamos
formalmente en una Comisión de investigación, por tanto tiene usted
el deber de decir la verdad y si no tendrá que atenerse a las
consecuencias penales que de ello se deriven. Vamos a mirar no sólo
las respuestas que nos dé a nuestras preguntas, sino incluso esta
primera parte que usted ha leído. Es obvio que estamos en una
situación muy desigual. Esto es como las antiguas películas de cine
negro en la que se veía al boxeador que querían promocionar, al
contrario le ataban la mano a la espalda, y si tenía la mala suerte
de darle un golpe el árbitro rápidamente lo sujetaba. Usted no va a
contestar ni siquiera globalmente a mi intervención, va a contestar
a todos los grupos. Si hay algo molesto seguramente
será secreto, pero esto es lo que hay. Esto es la transparencia, la
profundización en la democracia, las ganas de saber la verdad y el
caiga quien caiga. De momento, se ha caído aquí un procedimiento
normal de preguntas y respuestas, no de interrogatorio como se ha
venido a llamar, los interrogatorios como usted sabe son otra cosa, o
por lo menos eran otra cosa, esto eran preguntas y respuestas. Por
tanto le ruego atención, porque como usted seguramente me contestará
dentro de dos horas, cuando acabe toda la ronda, no se le olvide
porque será penoso volver a ocupar otro turno para reiterarle las
mismas preguntas. A ver si nos podemos entender.

Aquí tenemos una gran dificultad porque el informe que usted envió a
esta Comisión, el informe famoso del Banco de España que tanto
califican como secreto -no sé por qué lo califican así, porque no
dice absolutamente nada-; no sé el concepto de secreto que ustedes
tienen, me imagino que será cuando aparecen nombres de personas,
cuando puede haber daño a terceros. Estamos investigando algo en que
de momento daño no hay, digo que no hay más del que hay. Quiero decir
que el dinero no aparece; ustedes no saben dónde está ni lo
encuentran ni lo buscan y mandan un informe en el que solamente
reflejan que más de 3.000 ó 4.000 millones no se han manejado. Fíjese
hasta que punto tiene importancia el saber y fiscalizar la actuación
del Banco de España, que la Fiscalía Anticorrupción ya ha solicitado
que no solamente la CNMV sino el Banco de España sean investigados.

Aquí surge la primera pregunta. Usted ha sido miembro de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores, no solamente en la época de
Gescartera sino también en una época anterior cuando el famoso caso
AVA, porque aquí también llueve sobre mojado. La primera pregunta que
le voy a hacer es la siguiente. En el caso AVA que está incurso
también en un procedimiento judicial, cuando usted era consejero de
la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en enero de 1977 (El
señor Martínez Sanjuán: De 1997.), o sea diez meses después... He dicho
1977 pero he querido decir 1997. Diez meses después de que se
iniciara la investigación sobre el caso AVA, ya había informes, había
conocimientos, se habían celebrado consejos, en la Comisión Nacional
del Mercado de Valores se estaba investigando a esta sociedad. Usted
recuerda que, según mis noticias, son 15.000 millones o así lo que
desapareció o se evaporó. El señor Rato el otro día en una cadena de
televisión, en la 2, dijo que eran 40.000 millones. Seguramente será
verdad, serán 40.000 millones. Lo cierto, es la primera pregunta que
le hago, es que usted en esta época era consejero del Comisión
Nacional del Mercado de Valores y usted tenía que tener conocimiento
de que a la Agencia de valores AVA se le estaba investigando por la
Comisión Nacional del Mercado de Valores porque había un informe de
supervisión ¿Conocía, diez meses después, o sea el 15 de octubre de
1997, que estas investigaciones se estaban llevando a cabo? No sé que
me va a contestar.




Página 1069




Si me dijera sí o no, yo le haría otra pregunta, pero no puedo
hacérsela. Entonces, voy a intentar imaginar que usted dice que sí;
si contesta no es lo mismo porque la cuestión relevante (El señor
Alcaraz Masats: Tu mismo te contestas.-Risas.) es que el día 15
estaba usted participando en unas jornadas como director general del
Tesoro, no como miembro de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores, que organizaba precisamente la Agencia AVA, una sociedad que
tenía ya indicios graves de que la cosa no andaba muy bien, un poco
parecido a lo de Gescartera, usted estaba en unas jornadas que
patrocinaba la Agencia AVA, por cierto, estaba también don Blas
Calzada y don Juan Iranzo, muy amigo del señor Montoro. Se conoce que
aquí el círculo es reducido. Ayer en la comparecencia de doña Gloria
Hernández decíamos que el círculo no solamente era reducido, sino que
además se saltaba con bastante proximidad y celeridad desde la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, al Ministerio de Hacienda,
al Banco de España. Es un círculo. Primero se venía de las empresas
que operan en el mercado, porque usted anteriormente a todos esos
cargos estuvo en una sociedad que se llama Renta-4. No sé, y espero
que lo conteste luego, si tenía en esta sociedad alguna participación
accionarial, si solamente fue director de una de las sociedades que
englobaba Renta-4 y por tanto aquí hay varias preguntas y varias
respuestas. Le ruego clarifique esta situación. Si usted es
accionista, si no lo es. Si lo es, cómo conserva las acciones, en qué
régimen. Si no lo es, me parece muy bien. Clarifique un poco esta
situación porque alrededor de la Bolsa, de las empresas que operan en
Bolsa y alrededor de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, del
Ministerio de Economía y del Banco de España, en todo lo que se
refiere a la administración del Partido Popular, hay una
permeabilidad bastante sensible, incluso llega a todo ese proceso de
modernización del sector público empresarial español; es un
eufemismo, como usted comprenderá, o sea lo que se llaman las
privatizaciones, donde ha sido muy importante el porcentaje de
consejeros independientes -entre comillas- que provenían de la bolsa
y del círculo más cercano al Partido Popular y a las fundaciones de
estudio del Partido Popular. Estos consejeros independientes, entre
comillas porque de independientes tenían el nombre, lo primero que
hicieron cuando se privatizó la sociedad es refrendar a los
presidentes que había puesto el Gobierno del Partido Popular.

Esa es la situación. Le digo esto y me refiero a esta circunstancia,
porque como ya vamos llegando a conclusiones, no podemos estar toda
la vida dando vueltas al consejo del 16 de abril. Eso está
meridianamente claro. A ese Consejo, usted, en mi opinión, aparte de
que tuviera otras obligaciones no fue porque ya sabía que era un
consejo conflictivo y había que tomar una decisión que no se podía
tomar ese día. Prefirió no ir, con independencia de que tuviera otras
ocupaciones.

Volviendo a lo anterior, quiero decirle que eso está ya
suficientemente claro y demostrado, como ayer volvimos a remachar. El
consejo en que al final se decide la intervención de Gescartera no
difiere en gran cosa del del 16 ni en su convocatoria ni en la falta
de un...; es inferior en medios al consejo del 16 porque se convoca el
mismo día, porque tampoco hay ningún informe porque nadie propone
nada y porque, además, tampoco nadie sabe decir dónde está el dinero.

Es verdad que tampoco lo preguntó nadie. En el consejo del 16, aunque
usted no estuvo, lo preguntó insistentemente el señor Martín. Decía
que esto ya no es lo relevante. Lo relevante es que en la Comisión
Nacional del Mercado de Valores -usted ha hecho referencia al
principio- habrá que modificar los controles y la legislación porque
considera que no han funcionado -o creo haberle entendido así-, lo
importante es si esto ha funcionado así en una pequeña empresa de
gestión de Bolsa, si ustedes los miembros del consejo se han
comportado de esta forma tan poco profesional, tan sujeta a
directrices políticas, y no solamente políticas sino también a
directrices o a amiguismos inconfesables dentro de lo que era su
función, si han tenido la forma de actuar que ni siquiera han
reflejado en el acta las opiniones de cada uno, si no salían los
informes, si todo esto era así para una pequeña empresa de Bolsa,
aunque tuviera otras ramificaciones y su importancia por quién la
apoyaba, pero qué habrán hecho ustedes, cómo se habrá desarrollado el
asunto importantísimo de las privatizaciones en este país donde ha
habido varias OPA, donde ha habido alzas injustificables de acciones,
donde ha habido aparcamiento de acciones. Por cierto, Gescartera ha
funcionado así durante un tiempo y tampoco lo ha investigado la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, que al parecer tenía tanto
interés en investigar la información privilegiada y el correcto
funcionamiento de los mercados en el estricto cumplimiento de las
normas que no permiten a las compañías tener autocartera por encima
de determinados límites. Por lo poco que sabemos de lo que ha hecho
Gescartera creo que esto ha sido una norma bastante extendida, y el
Banco de España -usted ha estado en ambos sitios- creo que tiene una
doble responsabilidad, porque es cierto que usted no está en el
consejo del día 16 pero estuvo en el del 6 de abril, luego ya sabía
cuál era la situación de esta entidad. En ese momento usted debía
haber informado a sus superiores sobre lo que estaba pasando porque
no era solamente una sociedad gestora de cartera que estaba
funcionando por cuenta propia y en consecuencia estaba actuando
correctamente, sino que efectivamente podía haber habido -y así lo
ponía de manifiesto el informe del señor Vives- situaciones
delictivas en relación con que se estuvieran comprando acciones
determinadas, se estuvieran sobrepasando determinados límites y se
estuviera camuflando, asignando a cada persona de las ficticias que
tenían en los listados, acciones para que no se detectaran esas



Página 1070




concentraciones de acciones. Usted lo sabe perfectamente, incluso el
señor Camacho ha dicho que había perdido mucho dinero en las
operaciones de Radiotrónica y Sniace; en Sniace se llegó a comprar
más del 40 por ciento de las acciones y se camuflaron de esta forma.

Esta es la tercera pregunta: ¿En ese momento usted no informó
personalmente a sus superiores de estas circunstancias, además de lo
que le he dicho que se podía estar evadiendo dinero a través de
determinados bancos que tienen sede en este país y también en
paraísos fiscales? ¿No hizo ninguna averiguación sobre este tema? ¿No
se preocupó sobre esta situación? En definitiva, ¿no hicieron nada o
hicieron algo? Me gustaría que contestara a esta pregunta cuando me
toque.

Es más, ese mismo día 16, aunque usted no estuviera en el consejo, el
señor Armesto ha declarado aquí que comunicó a los consejeros por qué
se convocaba ese consejo, la importancia que tenía y que la situación
era tan grave que él iba a proponer la intervención. Luego usted
tenía que saber, ya sabía que el asunto era grave. Es decir en 1999
usted ya sabía cuál era la situación de Gescartera. Es cierto que se
fue muy poco tiempo después, que es otra de las constantes que nos
encontramos en Gescartera: a medida que se van acercando a
situaciones complicadas las personas incursas en estos procedimientos
van abandonando con facilidad pasmosa Gescartera, incluso el señor
Martínez Pardo lo decía aquí, que él llevaba años intentando salir de
la CNMV y no lo consiguió hasta que no tropezó con un informe que
tuvo que hacer, que el último paso él ya no quiso darlo y entonces,
qué casualidad, encontró un magnífico, un maravilloso, un estupendo
trabajo que llevaba años buscando, ese día lo encontró y entonces el
señor Martínez Pardo fue eximido de la responsabilidad de inscribir
Gescartera en el registro y se lo dieron a otra persona que llegó
allí, también estaba encantado y también se lo ha agradecido
eternamente a quien le había procurado ese magnífico trabajo.

Consejeros de la CNMV que apoyan a Gescartera que son ascendidos y
elevados a otros rangos; consejeros que tienen la intención de
intervenir Gescartera porque creen que la situación no puede ir más
lejos que no siguen de consejeros y personas que trabajaban en la
CNMV que apoyan y se pliegan a estos informes, porque no es que
estemos aquí dudando de si había una rendija por donde creérselos, es
que era imposible creérselos, señor Caruana, es que la simple lectura
de esos informes es un insulto a la inteligencia, es un insulto que
personas que están cobrando y son representantes de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores como consejeros y en representación
de la Dirección General del Tesoro como usted, se crean un informe en
el que les dicen que hay 4.000 millones de pesetas justificando
dinero de clientes en una sociedad gestora de carteras. Simplemente
con haber pensado que ese dinero tenía que estar a nombre de los
clientes en cuentas de orden era suficiente,
ni siquiera tienen que saber si el dinero estaba o no.

Evidentemente, preguntando además si tenían constancia de que el
dinero se había cobrado y estaba en esa cuenta era suficiente
también. Tampoco lo comprobó nadie. No eran talones que estuvieran en
algún sitio, el señor que hizo los talones estuvo aquí recientemente
y justificó cuál era el timo; pero era un timo tan burdo que no se lo
creen... vamos, esos talones no pasan en la sucursal de ningún banco
(El señor Martínez-Pujalte López: En La Caixa.) y sin embargo el
secretario general... Digo en un banco normal, no en un banco que esté
obviamente en connivencia con los estafadores. Pues no pasa en
ninguno, pero se le pasó al director general del Tesoro y ahora es
gobernador del Banco de España. ¿Tremendo, verdad? Tremendo. (El
señor Martínez-Pujalte López pronuncia palabras que no se perciben.)
Señor presidente, si el señor Pujalte lo tiene a bien dado que tengo
poco tiempo y ya que tengo la mano atada, ¿qué tengo que hacer si
encima tengo que hablar escuchándolo a él? Es difícil, ¿no?



El señor PRESIDENTE: Señor Martínez-Pujalte.




El señor CUEVAS DELGADO: Muchas gracias, señor presidente. ¿Ve? Ya se
nos ha ido el hilo. Estábamos diciendo cómo es posible que a ustedes
les colaran ese timo si hoy además es el gobernador del Banco de
España. ¿Es increíble, verdad? Bueno, pues esto es la transparencia,
esto es el buen funcionamiento de la administración del Partido
Popular.

La legislación en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, aunque
evidentemente haya que mirarla y ver en qué se puede mejorar, y yo
creo que hay cosas que se pueden mejorar, no ha sido la causante de
este problema de Gescartera, señor Caruana; si siquiera de los que no
conocemos, ni siquiera del caso AVA, que todavía está en los
tribunales. La causante ha sido la forma en la que ustedes han
interpretado cuál era su función, el relajamiento de las normas, el
compadreo interno que tenían y la connivencia con actuaciones que hoy
están en los juzgados. Ustedes no quieren dar cuenta aquí, no quieren
dar aquí un informe preciso de dónde está el dinero ni de qué pasos
han dado para eso; ustedes no quieren hacerlo, seguramente tendrán
que hacerlo en los tribunales; seguramente tendrán que hacerlo en los
tribunales como muy bien refleja la fiscalía. Es su opción. Nosotros
hemos investigado en esta Comisión -yo creo que con dificultades pero
satisfactoriamente- todo lo que ha sido porque está documentada la
relación y el trabajo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Pero ni en la Agencia Tributaria, donde ayer volvimos a tener
conocimiento de nuevos expedientes que se paralizan y nuevos
expedientes ocultados a este Parlamento; de actas que se levantan por
una cuantía y que no son comunicados donde corresponden, eso unido a
la opacidad de la investigacióndel Banco de España nos lleva a la
conclusión de



Página 1071




que aquí todavía hay algo importante, quizás como dice el señor
Montoro hay indicios de que ha habido dinero negro, o como dice el
señor Arenas que Gescartera ha sido una lavadora de dinero negro. Por
cierto, no podemos saber quién le facilita esa información al señor
Arenas, espero que no sea usted porque hasta ahora todo el mundo que
llega lo niega, pero es verdad, el señor Arenas, que me parece que no
mentirá porque, claro, es el secretario general del partido que apoya
al Gobierno, y sería tremendo que estuviera todo el día en la prensa
mintiendo, ¿no? Todo el día va diciendo eso: Gescartera es una
lavadora de dinero negro. Alguien se lo dirá. (El señor Martínez-
Pujalte López pronuncia palabras que no se perciben.) Espero que
tampoco sea el señor Pujalte porque entonces no es que mienta,
simplemente estará cometiendo una temeridad.

Salieron en la prensa los apoyos o no apoyos -o no apoyos, no voy a
relatárselos- que Gescartera tenía en el consejo de la Comisión
Nacional del Mercado de Valores. Le hago la cuarta pregunta: El día
6, que fue cuando se decidió abrir un expediente a Gescartera pero
donde ya estaban expuestos con claridad todos los indicios y las
condiciones en que esta sociedad estaba porque se venía
inspeccionando desde hacía bastante tiempo, ese día 6 que estuvo
usted en ese consejo (no estuvo en el del 16 pero sí estuvo en el
posterior, en el que se aprobó el acta del consejo anterior, del día
16), ¿no puso ninguna objeción a ese acta o sí? Esa es la cuarta
pregunta.




En relación con la otra cuestión que es el papel del Banco de España,
yo quiero que con bastante claridad me responda cuando proceda a las
siguientes preguntas concretas: ¿Existe algún banco en nuestro país
que por algún motivo no pueda ser controlado o inspeccionado por el
Banco de España? ¿S puede dar esa situación en algún caso? Si se da,
le pediría, por favor, que me dijera cuáles, sin son bancos del
ámbito de la Unión Europea, de ámbito de fuera. En todo caso, ¿ha
investigado el Banco de España los créditos que ha concedido el HSBC,
tengo por aquí el nombre completo? (El señor Martínez Sanjuán: Del de
Rato.) Sí, el banco que le ha concedido el crédito al señor Rato,
ministro de Economía, y al señor Camacho, el responsable de
Gescartera, ese banco. (El señor Martínez-Pujalte López: Y al señor
Cuevas.) No, a mí no, y le ruego que no haga ninguna broma más sobre
esa circunstancia.




El señor PRESIDENTE: Señorías, por favor, no hagan diálogo entre
ustedes, diríjanse al compareciente. Adelante, señor Cuevas. Señor
Martínez-Pujalte, por favor.




El señor CUEVAS DELGADO: En estas circunstancias comprenderá que es
una acusación gravísima. (El señor Martínez-Pujalte López: ¿Tener un
crédito?) Es casi mayor que acusar al señor Yáñez. Ya ve que las
dificultades son crecientes, señor Caruana, pero
haga usted el esfuerzo. No sé si íbamos por la cuarta o la quinta
pregunta, me parece que es la quinta, o la sexta, ya no lo sé, porque
el señor Pujalte no deja que le hagamos preguntas.

Querríamos saber si hay algún informe del que tenga usted
conocimiento o que se haya hecho del Banco de España en relación con
el crédito concedido al señor Rato por el banco que le he dicho
anteriormente, informe, auditoría, o algún documento por el que el
Banco de España tenga conocimiento de las situaciones en las que se
ha concertado ese crédito.

Otra pregunta que quiero que me conteste: ¿Cómo han investigado
ustedes, qué han hecho para conocer las cuentas opacas que el banco
del que estamos hablando reconoce que había a través de Gescartera?
Me parece que eran 24 cuentas, no sé si hay alguna más.

Otra pregunta que quiero que me conteste: ¿Han investigado ustedes si
hay dinero negro en la actuación o en lo que Gescartera haya podido
hacer durante todo ese tiempo?
Por último, el Banco de España no sé si en determinadas
circunstancias, fundamentalmente tendría que ser en la Comisión
Nacional del Mercado de Valores -antes le he hecho referencia a
algunas operaciones realizadas por Gescartera en relación con algunas
empresas, como Radiotórnica, Sniace-, cuando se detecta una situación
de este tipo que puede afectar, porque supone un aparcamiento
indebido e ilegal de acciones y supone burlar determinados controles,
cuando la Comisión Nacional del Mercado de Valores detecta estas
situaciones, cuando se producen OPAS, adquisiciones, fusiones en las
que estas circunstancias tienen que ver, ¿el Banco de España se
interesa o no por estas situaciones? Si es así, le pediría que me
dijera si ha investigado que esto se esté produciendo en otras
sociedades que operan en el mercado de valores.

Voy a terminar ya, no sé si el señor Caruana nos va a dar una
información adicional en relación con el informe del Banco de España
calificado como secreto, o si considera, que para contestar a alguna
de las preguntas que yo le he hecho la Comisión debe tener otro
carácter. Si no es así, por mi parte no tengo más preguntas que
hacer, solamente decirle que como estamos en el período final, porque
usted sabe que ya a esta Comisión se le ha dado carpetazo, estamos en
el último tramo, no vamos a poder establecer una línea de trabajo en
relación con la actuación del Banco de España, ni de la Agencia
Tributaria, ni tampoco con el operativo de entrada de recogida de
dinero por Gescartera en sus diferentes ámbitos y sociedades que
trabajaban con ella, que es también importante para saber el destino
o el cauce del dinero negro, y también para saber qué operativo
tenían, si es que esto ocurría, para sacar el dinero fuera de nuestro
país. Esto es algo que debe interesar también al Banco de España,
porque en conexión con otros servicios del Estado se evitaría
seguramente que las redes de tráfico y de evasión de dinero siguieran



Página 1072




operando. Con independencia -digo- de que no vamos a poder ya seguir
en esta Comisión investigando eso y, por tanto, es una Comisión que
queda constreñida al pequeño ámbito de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores y a algunos comparecientes de Gescartera que, por
otra parte, no han hecho aquí ninguna declaración porque estaban
imputados en el sumario abierto, yo no voy a hacerle más preguntas.

Sólo decirle que bajo el punto de vista del que le habla, que hemos
estado aquí tiempo intentando saber qué ha pasado en esta sociedad,
me parece decepcionante el papel que han tenido como consejeros en la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, no solamente en este caso
Gescartera sino también en lo que fue el caso AVA. Con el caso AVA
tenían que haber aprendido y haber sido más diligentes. No lo fueron,
se volvió a repetir, casi casi tiene las mismas características uno y
otro, aunque difieren algunos procedimientos, pero lo cierto es que
entre unas cosas y otras ustedes se han lavado las manos y aquí han
desaparecido, que se sepa, 18.000 millones de pesetas, que se
calculan que son 2.000 personas las que hay detrás de estas
inversiones.

Tampoco vale lo que he creído entenderle al principio de que ya se
sabe que estas sociedades que están dando mucha rentabilidad no son
muy creíbles. Es cierto que el que invierte ya sabe el riesgo que
corre, pero le recuerdo que usted estaba en unas jornadas
promocionando justamente una sociedad llamada AVA que también operaba
con alto riesgo, y de hecho creo que lo que originó la quiebra de AVA
fue la operativa tal como la tenía y dónde invertía el dinero de los
clientes.

Por mi parte en este primer turno nada más, esperemos que usted
conteste a estas preguntas.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Cuevas, en nombre de la
presidencia y de los portavoces por la cortesía de que se haya ceñido
al tiempo, ha intervenido media hora.

A continuación, tiene la palabra el comisionado portavoz del grupo
Catalán (Convergència i Unió), el diputado don Jordi Jané.




El señor JANÉ I GUASCH: Señorías, señor Caruana, buenos días, Nuestro
grupo le agradece su comparecencia y también su intervención inicial,
que he seguido con atención.

En esa información inicial que nos ha aportado ha hecho un
planteamiento que puede ser de utilidad para esta Comisión. Me voy a
releer esa intervención inicial de quien es el Gobernador del Banco
de España y quien merece, como autoridad en este ámbito, un
seguimiento de aquello que dice y sobre lo que se pronuncia, que
además, más allá de ser un planteamiento improvisado, era una
reflexión inicial profunda. Repito, que se lo agradezco, porque me ha
abierto nuevas preguntas que después le voy a dirigir.

Señor gobernador, usted nos ha hablado del modelo supervisor español
y no he sabido entender que usted lo criticara, sino que más bien
encontraba que era un modelo adecuado y que cumplía unas
expectativas, un modelo basado en lo que usted mismo llama un modelo
de especialización, en relación con el cual el Banco de España se
dirige a la supervisión de lo que podían ser entidades de crédito y
depósito -por tanto, ahora tiene una labor especial en el ámbito de
Gescartera y después hablaremos de ello- y por otro lado está la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, que también supervisa, pero
no los bancos ni las entidades de crédito y depósito, sino lo que son
las agencias de valores, las gestoras de carteras que actúan en el
mercado de valores. A pesar de esa especialización, bien es cierto
que también la normativa ha querido que sea una especialización
cruzada. ¿En qué sentido? En el sentido de que, cuando usted era
director general del Tesoro, era miembro nato del consejo y de la
comisión y el subgobernador del Banco de España también es miembro
nato de la comisión. Por tanto, de alguna manera el legislador,
cuando establece el modelo especializado, pero un modelo de
supervisión, lo hace pensando en que existan vasos comunicantes.

Cuando el subgobernador del Banco de España asiste al consejo, de
alguna forma está siendo un vaso comunicante entre el Banco de España
y la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Cuando usted era
director general del Tesoro y Política Financiera -ayer compareció la
actual directora-, en el fondo también era un vaso comunicante entre
el Ministerio de Economía y la comisión. Tiene funcionalmente una
independencia, pero repito que existe ese vaso comunicante. Pues
bien, con este planteamiento, señor gobernador, voy a formularle
algunas preguntas, unas referidas a su condición de ex consejero de
la comisión y otras a su actual condición de gobernador del Banco de
España. En el segundo bloque intentaré no entrar en aquellos aspectos
que pudieran ser objeto de la investigación secreta, a cuyo informe
estos diputados hemos tenido acceso. Prefiero reservarlos para un
segundo turno, en la sesión a puerta cerrada, respetando esa
necesidad legal de secreto en ese ámbito. (El señor vicepresidente,
Romay Beccaría, ocupa la presidencia.)
Empecemos, pues, por su etapa como consejero de la comisión. Quiero
preguntarle si, cuando usted era miembro del consejo de la comisión
percibió que había una gestora, Gescartera, que podía tener
irregularidades, en el sentido de que en varios consejos se trató el
tema de Gescartera y en uno muy específico, al que usted no asistió,
se habló de casi una inminente intervención, algo que luego no fue
así, sino que se tomaron unas medidas alternativas. Gescartera había
sido objeto de diversos consejos y me gustaría que usted, como
miembro del consejo, aunque no fuera su área -usted no asistía allí
desde el punto de vista de tener que llevar la supervisión, como el
señor Barberán, sino que usted



Página 1073




era un miembro nato-, nos comentara la percepción que tenía de
Gescartera en su paso por el consejo de la CNMV, cuál era su opinión
y si la percepción que tuvo de Gescartera le incitó en algún momento
a la necesidad u oportunidad de informar a sus superiores, al
secretario de Estado o al propio ministro de Economía sobre su
percepción de que algo iba mal. Repito, si en algún momento de su
paso como director general del Tesoro, miembro nato de la comisión,
lo que usted vio en la comisión le provocó la necesidad de comentar
al secretario de Estado o al propio Ministerio de Economía aspectos
sobre Gescartera, máxime cuando en Gescartera estaban los apellidos
Giménez-Reyna, los cuales salieron en diversos consejos. Esta
circunstancia quizá podía haberle originado un especial celo a la
hora de comunicar si había algún tipo de irregularidad. Esta es la
primera pregunta que le hago.

Por su paso por la comisión -usted entra después en el Banco de
España-, sabía que Gescartera había sido conflictiva. ¿En algún
momento usted como gobernador del Banco de España imprime algún tipo
de investigación específica a los bancos o entidades financieras que
actuaban con Gescartera, atendiendo a que usted, por su paso por la
comisión, sabía que Gescartera era una gestora -después una agencia
de valores- que había tenido problemas de ocultación de datos,
etcétera? Cuando usted es gobernador, ¿su recuerdo de su paso por el
consejo de la comisión, su recuerdo de haber tratado en ese consejo a
Gescartera le provoca después la necesidad de imprimir alguna
vigilancia específica a las entidades bancarias de crédito que
actuaban con Gescartera? Esta es la segunda pregunta.




Centrándonos en su actual cargo, el de gobernador del Banco de
España, quiero agradecerle una reflexión que ha hecho. Incluso he
anotado la frase, puesto que me parece un buen dato. Usted ha
afirmado que existe la información asimétrica del inversor. Eso es
muy cierto. Quien invierte su dinero juega siempre en desventaja,
tiene una asimetría. Me ha gustado muchísimo esta frase: la
información asimétrica del inversor. Eso quiere decir claramente que
el inversor está en desventaja. Cuando decimos información asimétrica
es que en el otro lado la información es más abundante, no guarda el
equilibrio, no estamos en una situación de simetría. La agencia de
valores y la gestora de valores tienen más información que el
inversor; la entidad de crédito, el banco tiene más información que
el inversor y al final éste está en desventaja. ¿Y qué mecanismo
tenemos para cubrir esa desventaja? El Banco de España y la comisión.

Los órganos públicos de supervisión, los órganos de control están
para ayudar a que esa asimetría no lo sea tanto. La función de los
órganos de control es ayudar al ciudadano, es controlar a las
entidades de crédito y a los bancos y, en el caso de la CNMV, es
controlar a las agencias de valores. ¿Pero a favor de quién el
control? Siempre a favor del ciudadano, que
está -lo ha dicho usted- en una situación de información asimétrica.

Me ha gustado muchísimo esa frase, ya que explica muy bien cuál es la
función de los órganos de control. En aras a garantizar esa necesaria
información, ese déficit de información que tiene el inversor,
quisiera que nos dijera después si cree que se está haciendo bien, si
a su juicio los órganos de control, en este caso la comisión -como el
ámbito es especializado, al final la principal responsabilidad no es
del Banco de España, sino de la comisión, porque estamos hablando de
una gestora que actuaba en el mercado de valores-, actuaron bien. Esa
función de cubrir la asimetría que tiene todo inversor, ¿la realizó
bien la comisión? ¿Podía haber actuado de forma distinta con la
información que tenía? Esta es una valoración que le pido al
gobernador del Banco de España y también en su condición de antiguo
consejero de la comisión.

En el momento actual, tras el conocimiento de lo que ha sido una
estafa privada, una estafa monumental de una agencia, Gescartera, que
ha conseguido burlar todos los controles, ante esa situación, el
Banco de España debe actuar forzosamente -y eso es ámbito del informe
secreto-, sobre las entidades de depósito que han intervenido con
Gescartera, debe analizarlas y estudiarlas, pero debe también
intentar de alguna forma encontrar dónde ha ido el dinero que allí se
había invertido, dónde ha ido a parar el dinero que figuraba en
entidades de crédito y en bancos y cajas de ahorro. Ese dinero estaba
allí y ya no está, y es también función del Banco de España ayudar a
encontrarlo. Me gustaría que nos explicara bien qué se está haciendo.

Por ejemplo, en el informe que nos ha remitido a esta comisión, un
informe muy escueto, pero que es público y que los propios medios de
comunicación han tenido acceso a él, se explica que desde su servicio
ejecutivo se ha mandado ya a un conjunto de países la petición de
información para poder descifrar si en esos países hay alguna cuenta
abierta a nombre de Gescartera, del señor Camacho, etcétera. Hay
algún país, señor Caruana, que en la respuesta que les aporta, parece
como si se quejara de España en el sentido de que cuando se le hace
el requerimiento no se informa muy bien sobre qué se les está
pidiendo y, como quieren garantizar el secreto bancario,
Liechtenstein, Reino Unido, Finlandia, claramente cuando quieren
responder al requerimiento del Banco de España les piden: Dígame
exactamente qué objeto de investigación es, dígame si lo que me pide
está bajo investigación judicial, dígame ante qué juzgado o dígame
las personas concretas, la fecha de su nacimiento, si le consta.

Señor Caruana, estoy convencido de que en el ánimo de dichos países
estará eludir esa información y, por tanto, en la respuesta prefieren
plantearles preguntas más que aportar datos, pero me gustaría que en
el futuro, y también le pido criterio sobre ello, cuando el Banco de
España realice al exterior una petición de información, el país que
lo reciba ha de tener muy claro por qué motivos se realiza y que esa



Página 1074




petición sea lo más extensa posible, con todos los datos que les
podamos aportar, para evitar que por esa menor información el país
que debe responder pueda ampararse diciendo: Es que no me habla muy
bien de la fecha de nacimiento de la persona de la cual tengo que
facilitar la información o qué proceso es o si hay una investigación
parlamentaria. En aras a la mayor eficacia de ese servicio, que no
dudo de la misma, al leer la respuesta de estos países se me plantea
la duda de si les hemos dirigido bien el requerimiento.

Por último, señor Caruana, me gustaría que nos explicara el momento
actual de sus investigaciones, en la parte en que pueda explicarnos
en sesión abierta, que es mucha, porque la sesión secreta será en lo
que respecta a entidades de crédito y de banca específicas, pero
globalmente usted nos puede aportar unas primeras conclusiones. Le
pido, como gobernador del Banco de España que es, que nos dé el
estado actual de la investigación que el Banco de España realiza y
las conclusiones iniciales a las que en este momento han llegado. Le
pido que nos explique exactamente en qué países creemos que puede
estar el dinero, qué actuaciones estamos haciendo para obtener una
mayor colaboración de esos países, qué dificultades legales está
encontrando el Banco de España para investigar en otros países, todos
estos detalles son importantes. A esta comisión han venido muchísimos
comparecientes, hemos obtenido mucha información, pero, al final,
nadie nos puede aportar ninguna pista que dé una esperanza al
ciudadano. Nosotros estamos en una comisión parlamentaria, en una
Cámara de representación política, en la que hay las lógicas
discrepancias políticas entre los distintos grupos parlamentarios y a
veces entre los grupos discutimos sobre aspectos formales que al
ciudadano le interesan poco. Todos los ciudadanos con los que hablo
de Gescartera te hacen la misma pregunta: Pero, ¿sabéis ya dónde está
el dinero? ¿Sabéis ya cuánto dinero había? Esto es lo que más
interesa al ciudadano. Para resolver eso el Banco de España tiene una
misión esencial, por tanto, yo le pido que en la medida que pueda en
sesión abierta, porque interesa al ciudadano, e interesa a los
medios, nos diga cómo está la investigación, las dificultades que
tiene esa investigación, qué se ha avanzado y qué no se ha avanzado y
lo que no se ha avanzado por qué motivos y qué dificultades
encuentran. Si no nos puede decir en sesión abierta el detalle de
entidades bancarias concretas, quizá nos podrá decir si hay entidades
bancarias que no colaboraron lo que deberían colaborar en este ámbito
y si desde el Banco de España se está de alguna forma instruyendo
algún tipo de posible sanción o de posible denuncia.

Señor gobernador, le pido que intente aportar a esta comisión la
máxima información posible, le animo a que como gobernador del Banco
de España sea muy riguroso en ese control, le animo a que cuando todo
esto acabe, cuando haya terminado también el proceso
penal, al final podamos por lo menos decir que, si el organismo de
control, que fue la comisión, quizá no pudo, no quiso o no realizó el
control con la exigencia que debía haberlo hecho, el control que
realiza el Banco de España sobre el ámbito del crédito del depósito
sí ha sido riguroso al cien por cien, porque el ciudadano en este
momento no espera otra cosa. Espera de los organismos públicos una
mayor confianza, espera -como decía usted y con eso termino- que sean
capaces ustedes de suplir esa asimetría. Existe una asimetría, pero
de que exista menos, que tenga más información y más confianza
depende de quien tiene la responsabilidad de supervisión y control y
en buena parte en España esa responsabilidad es del Banco de España
y de su gobernador.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida, señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Bienvenido a esta Comisión de investigación,
señor Caruana. Una comisión de investigación que, como usted sabe,
tenía hasta este momento otro tipo de formato mucho más adecuado a lo
que es una investigación, mucho más adecuado de cara a demostrarle a
la gente, al pueblo en general, que este Parlamento trabaja con
métodos modernos que acercan un poder del Estado, en este caso uno de
los principales, a la gente, es decir, refuerzan la democracia.
A partir de esta comparecencia de hoy, distanciamos al poder
democrático de nuevo de la gente y damos el símbolo de que hay un
poder, que no explica, que no quiere explicar, que se blinda y que
además viene hoy aquí, usted como gobernador del Banco de España y,
más tarde, el señor Folgado como miembro del Gobierno, y no nos dicen
dónde están los 18.000 millones; es decir, un poder que es también
impotente, un regulador hablando en términos generales impotente ante
una situación de emergencia, y no sólo impotente, sino que no se
quiere someter, no quiere asumir -digámoslo de otra manera- lo que es
un formato usual en las comisiones de investigación. Es la separación
entre unos y otros. Ahora hay una separación entre una especie de
poder fáctico más o menos y el resto de los diputados que estamos hoy
aquí realmente indefensos, como se va a ver a lo largo de este
debate, porque no es un debate en el que podamos investigar. Estamos
en una comisión de investigación y en todo caso en la segunda parte
de la comparecencia más que en la primera será donde quizá podamos
debatir de política, pero no podemos investigar, por tanto, se nos ha
quitado a los sujetos el objeto fundamental de esta investigación. Yo
creo que usted lo comprende perfectamente, aunque no lo comparta,
pero así están las cosas. Fíjese en el símbolo de esta reunión: usted
comparece ahora, dentro de poco tiempo el señor Folgado, que es ya
miembro del Gobierno por la última reordenación del área del



Página 1075




Gobierno, y no nos vienen a aclarar lo fundamental, que es dónde
están los 18.000 millones de pesetas. Nadie lo aclara, y no sólo no
lo aclara nadie, sino que nadie hace ni siquiera una hipótesis, nadie
se atreve a hacer una hipótesis. La primera pregunta que le hago es
esta: ¿Qué hipótesis hace usted, ya que ustedes controlan una serie
de bancos? No controlan al Hong Kong Shanghai; dennos una explicación
de por dónde ha salido el dinero, dónde puede estar, por dónde puede
regresar el dinero. Si hoy el gobernador del Banco de España y el
Gobierno no nos dicen esto, la gente dirá: ¿Para qué queremos este
poder? No sé si me explico. Eso es lo que la gente nos dice en la
calle: Pero ¿habéis encontrado el dinero, dónde está el dinero?
Lleváis dos meses trabajando y nadie sabe, ni siquiera en una somera
hipótesis, por dónde puede haber salido el dinero. ¿Usted cree que
esto es regular? Efectivamente, en un momento determinado el señor
Aznar dice: Menos Gobierno, bandera alta del neoliberalismo, del
superneoliberalismo; menos gobierno, menos poder, menos control,
¡vivan los mercados! A partir de ese grito, señor Caruana, aparecen
los símbolos radicales de esta exposición del mercado libre: el señor
Camacho, como regulado, y el señor Ramallo, como regulador. Esos son
los símbolos que con más fuerza, y fuerza subrayada, están quedando
ante la opinión pública: un regulado que captura al regulador y un
regulador que ni sabe, ni quiere ni puede y que en momentos muy
determinados para la gente, para el sentir popular, está cayendo
constantemente en el área de supuestos cohechos, supuestas
prevaricaciones, supuestos amiguismos, supuestos entreguismos. Esa es
la situación que tenemos en un momento determinado. Levantar un
prestigio cuesta mucho, el prestigio del regulador, y derrumbar ese
prestigio cuesta muy poco tiempo. En este momento hay que levantar
ese prestigio, y no se levanta cambiando el formato de una comisión,
no se levanta dejando de dar explicaciones, no se levanta dando
tibias explicaciones; se levanta descubriendo los 18.000 millones y
-naturalmente lo digo en un sentido general porque ahí no podemos ni
debemos intervenir- que la justicia actúe de manera clara caiga quien
caiga y dando alternativas muy serias a esta situación. Yo ya no digo
aquí el caiga quien caiga que desde el principio enarboló el señor
Aznar porque no es verdad; la única que ha caído ha sido la Comisión
de investigación por este momento y su capacidad para investigar.

Nos encontramos, en definitiva, señor Caruana, con una inmensa estafa
y, según ha dicho el señor Arenas, una gran lavadora de dinero negro,
palabras textuales del señor Arenas, a la sazón secretario general
del Partido Popular. El señor Montoro ha dicho -aunque lo que ha
dicho el señor Montoro es más matizado, pero que lo diga un ministro
tiene la misma importancia que
lo que ha dicho el señor Arenas- que hay indicios serios de que se
lavaba dinero negro, lo que quiere decir que hay una referencia
informativa en la Agencia Tributaria, o donde sea, de la que toma
información el señor Montoro y posiblemente el señor Arenas para
decir lo que han dicho. Pues bien, el asunto de la estafa ha llegado
aquí y estamos investigando y aportando lo que podamos, aunque es un
asunto fundamentalmente de los tribunales, pero el tema del dinero
negro no va a llegar aquí, señor Caruana, no nos vamos a enterar
absolutamente de nada. Los titulares se han dado: Gescartera es una
lavadora de dinero negro. Pero a esta Comisión no llega ni un solo
indicio; es más, se nos ha dicho que ya veremos cuándo se hace el
informe, pero que desde luego las conclusiones de esta Comisión de
investigación no van a obtener ningún dato para criticar y dar
alternativas a esa situación de gran lavadora de dinero negro. Le
digo esto porque el poder, tal como se está estableciendo, no nos
parece adecuado. Al mismo tiempo, a nuestro juicio -ya veremos cómo
lo calificamos a partir de las comparecencias del lunes-, hay una
gran responsabilidad política en esta situación, por acción o por
negligencia, por pasividad o por cooperación necesaria. Incluso
recordando la simple estilística de cómo utilizó el Partido Popular
durante su estancia en la oposición -hay que cogerlo de ahí para que
no nos llamen oportunistas- lo que es la responsabilidad política,
nos encontramos ante un caso clarísimo de responsabilidad política,
con pruebas circunstanciales y algunas documentales. Esta es la
situación que tenemos en este momento, y en todo caso lo que sí
sabemos, yendo a los dos hitos fundamentales a la hora de hablar de
pruebas circunstanciales -vamos a eliminar en todo caso el lenguaje
jurídico a partir de ahora-, a partir de hechos que están
documentados como es el consejo de abril de 1999 y el último consejo,
donde se produce la intervención de junio de 2001, tenemos los hechos
que demuestran que ha pasado algo muy grave, y es que el Gobierno o
los nombrados por el Gobierno llegan 13.500 millones tarde. Pudiendo
intervenir el 16 de abril de 1999, con un desbalance de 4.500
millones, intervienen el 14 de junio de 2001, con un desbalance
-vamos a tener en cuenta las reclamaciones- de aproximadamente 18.000
millones. Este es el problema de la responsabilidad política de
fondo, teniendo en cuenta los datos concretos que abonan que nosotros
podamos intervenir de esta manera y no de otra. Se pudo intervenir y
no se intervino. Estas son las preguntas que yo le voy a hacer en
principio sobre la marcha, pero no tendría que hacer muchas preguntas
sino más bien una intervención que usted contradijera, matizara
o avalara a lo largo de su intervención. El 16 de abril de 1999 se nos
dice que no había seguridad, que no había garantías, que todo era
informal, que se había convocado mal, que nadie demostró el
desbalance y que, en todo caso, nadie pidió la intervención. Usted no
estuvo en la reunión de este consejo que se convocó



Página 1076




con carácter de urgencia. Sin embargo, usted es responsable también
de la decisión de este consejo, estuviera o no, y usted, como
director general del Tesoro en aquellos momentos era también
responsable de dar la información correspondiente al señor secretario
de Estado y desde luego también, a mi juicio, al ministro de
Economía. Yo le pido que nos aclare cuál fue su situación y por qué
no asistió a la reunión cuando el señor Fernández-Armesto le dijo que
era una situación muy grave y cómo se actuó a partir de ese momento.

Esa reunión se convoca por teléfono de un día para otro a partir de
una reunión entre el señor Barberán, Fernández- Armesto y también el
señor Vives. En la reunión, que se celebra al día siguiente, desde el
principio están las copias del informe del señor Vives sobre la mesa,
se discute durante dos horas y media, no se acuerda la intervención y
en todo caso acuerdan hacer un acta en la que aparezca la unanimidad
con respecto a otras medidas. La unanimidad es un valor en sí misma
en la CNMV, por descontado, un valor para la estabilidad del mercado
de valores, y siempre tenían que reflejar esa unanimidad, y no la
división, que sin duda ya existía y que don Miguel Martín nos
confirmó aquí, porque efectivamente nos dijo -y consta- que cuando él
llega allí y le plantean la intervención -no lo dijo él así, aunque
tenemos noticias de que creo que se lo dijo el señor Vives, no me
haga usted mucho caso-, le echó una bronca diciéndole: ¡Pero cómo no
viene esto ya consensuado! Es decir, ustedes, los consejeros externos
pedían esa unidad, que se estaba rompiendo a ojos vista. En todo
caso, no se interviene, y yo le quiero preguntar su posición,
asistiera o no, por qué no asistió, que comunicaciones estableció y
qué trabajo desarrolló a partir de esa reunión de abril de 1999.

Usted nos dice que en junio de ese mismo año llegan noticias
tranquilizadoras, que es la famosa SICAV de Luxemburgo, que nunca se
constituyó. ¿Por qué cuando llega la noticia de la SICAV se considera
tranquilizadora y cuando se descubre que nunca se ha constituido no
son noticias intranquilizadoras? ¿Por qué no se produce la noticia
intranquilizadora? Vino hace unos días aquí el señor Rodríguez Gil, y
en un momento de su nerviosa y deslavazada intervención dijo: A mí me
dio el señor Camacho tres talones por una cantidad de 3.900 millones
de pesetas, y yo le di a él, aunque yo no tenía fondos, otros tres
talones de 3.900 millones de pesetas, y me dijo que esto era para
constituir una SICAV. El señor Rodríguez Gil empezó a estudiar lo que
era una SICAV, pero con esos tres talones de 3.900 millones de
pesetas se tranquilizaba a la CNMV, señor Caruana, fíjese usted cómo
actúa en estos momentos el regulador capturado; con 3.900 millones de
pesetas de un señor, Rodríguez Gil, que no ha visto ese dinero ni en
pintura, como dice la gente por la calle, y con esos talones se logra
engañar durante un período largo a la CNMV, fundamentalmente a través
de los depósitos en La Caixa, y es La Caixa, el 14 de junio de 2001,
junto al Banco de Atlanta
y otra entidad -qué casualidad, los tres a la vez- la que dice que
son certificados falsos, y se interviene en minutos. Le reitero la
pregunta: ¿Por qué es tranquilizadora la noticia de que se va a
constituir una SICAV y nunca se produce la noticia intranquilizadora
de que esa SICAV no se constituye y de que el señor Rodríguez Gil es
el soporte de la nueva esperanza? No lo entendemos. No entendemos la
falta de seriedad del regulador en este caso, la falta de control;
aunque fuese un regulado muy obsequioso, no lo entendemos, no lo
podemos entender.

Luego aparece el tema de la sanción y la propuesta de transformación
del señor Martínez Pardo, un poco después del tema de la SICAV, en
julio, creo que fue. La sanción pasa de muy grave a grave y en el
mismo momento, aunque iba en el orden del día seis o siete puntos por
detrás, se aprueba la propuesta de transformación con unas
condiciones que iban en la propuesta del señor Martínez Pardo, no
sólo el tema del 25 por ciento de la ONCE, y también el 10 por
ciento, por descontado, en la nueva agencia de valores, sino que el
señor Camacho se iba a quedar en minoría, no iba a tener cargo de
gestión e incluso técnicos de la ONCE iban a pasar a Gescartera. Esos
son los acuerdos reales, y esa propuesta del señor Martínez Pardo se
aprueba y pasa al ministerio el 5 de agosto, señor Caruana, y el 1 de
septiembre ya está la orden ministerial, en pleno verano, en plena
canícula, en pleno mes de agosto. Sale una orden ministerial que va a
pasar a los anales de la historia por su inseguridad y -perdóneme la
expresión-, por el compadreo; una orden ministerial, que usted
conocerá perfectamente, donde en uno de los párrafos confusos se dice
que hay que tener en cuenta todos los requisitos, pero después,
cuando redacta los requisitos concretos, y fundamentalmente el último
párrafo, dice que sobre todo hay que tener en cuenta la participación
del 10 por ciento de la ONCE en la nueva agencia.

Eso vuelve, ya no está el señor Martínez Pardo, está el señor
Basallote en el puesto correspondiente, y el señor Basallote,
teniendo en cuenta lo que había sido la aportación del señor Martínez
Pardo, le escribe la carta al señor Camacho diciéndole: el 25 por
ciento y el 10 por ciento. Antes de la respuesta, a los cinco o seis
días, ya deciden que ha cumplido los requisitos, y en esos requisitos
no va el 25 por ciento de la participación de la ONCE. Anteriormente
a eso el señor Camacho había escrito una carta al señor Martínez
Pardo diciendo que efectivamente primero era el 10 por ciento y más
adelante se vería lo del 25 por ciento, antes de esta aprobación,
y el señor Martínez Pardo llama al señor Camacho y le dice: o me pones
todos los requisitos de verdad o no llevo esto al consejo -al que me
estoy refiriendo-. El señor Camacho escribe otra carta diciendo que
efectivamente son los dos requisitos, el 25 por ciento y el 10 por
ciento, y en su propuesta el señor Martínez Pardo recoge que al mismo
tiempo -ayer lo estuvointerpretando aquí- tienen que tenerse en
cuenta el



Página 1077




requisito del 10 por ciento y el del 25 por ciento. El señor Martínez
Pardo reconoció que era una redacción confusa y que el último punto
de la orden ministerial no explicaba la situación real, y añadió más,
dijo: pero si yo hubiera seguido en mi puesto, a pesar de esta
redacción de la orden ministerial, yo hubiese exigido lo del 25 por
ciento, yo no me hubiese dejado confundir -aquí no sé si utilizó este
término o uno muy parecido-. Por tanto, el sentido real de esa orden
ministerial, que se redacta bajo la responsabilidad -ya no era usted
director general del Tesoro- de la directora doña Gloria Hernández,
es de auténtica antología. Le ruego que me dé su opinión al respecto,
porque sigue la idea de que, a partir del 16 de abril de 1999, se
rompe el intento de intervención de Gescartera y se empieza a ayudar
a Gescartera. Cambia el señor Vives por el señor Botella, sigue
siendo el que lleva los asuntos jurídicos de supervisión el señor
Pérez Renovales y, a partir de ahí, todo son buenas noticias para
Gescartera, incluida la orden ministerial y todo lo que pasa a partir
de ese momento.

El 14 de junio, señor Caruana -fíjese usted cómo se interviene
Gescartera, nos lo contaba ayer doña Gloria Hernández y se nos ponían
los pelos de punta-, reciben una llamada telefónica -por lo menos
ella, dijo- que les dice: venid todos urgentemente porque hay que
tomar una medida que yo creo que va a ser la intervención de
Gescartera. Ese mismo día, el 14 de junio, ni un día antes ni un día
después, coinciden varias entidades financieras en decir que los
certificados eran falsos, qué casualidad, todos coinciden ese mismo
día. Llegan los consejeros a las siete y media de la tarde, empieza
la reunión, no hay informe de supervisión, no hay orden del día, no
hay debate, se tarda una hora y algo, y se decide la intervención.

Las críticas que se habían hecho al formato del 16 de abril de 1999
se superan de manera profunda con una inseguridad, según se decía,
porque tenía que estar por debajo de lo que había que hacer, que era
la intervención. Por tanto, es una intervención que se hace porque
había que hacerla, pero llega 13.500 millones tarde.

Esa es la situación, señor Caruana, y por si faltaba algo, por si
faltaba una guinda, el 20 de julio de 2001, aproximadamente, se
cambia el artículo 82.1 -creo recordar- del decreto que regulaba la
actuación de las auditorías, que venía funcionando desde once años
antes, desde 1990. En ese decreto de 1990, creo recordar que el 1363
o algo así -no me tome el número exacto-, se decía que las auditorías
no tenían por qué investigar el patrimonio de los clientes -usted lo
conoce perfectamente. Pues bien, ese 20 de julio de 2001, también con
estivalidad y alevosía, el Gobierno se pone las pilas, dice que está
trasponiendo una directiva, que es cierto, pero se pone las pilas en
este momento derogando el artículo correspondiente de estas
auditorías, porque el único argumento de peso que se había dado como
la noticia positiva era la SICAV y después una auditoría de Deloitte
& Touche que no tenía salvedades,
que era limpia, eran las dos grandes noticias positivas. Cuando
se descubre que esto no es así y que Deloitte & Touche de cara a los
tribunales -porque van a ir a por ellos, sin duda, van a echarles el
muerto de esta situación- tendrá que ampararse en el artículo
correspondiente del decreto de 1990, le quitan ese soporte, pero se
lo quitan tarde, el 20 de julio del año 2001, cuando ya ha pasado
todo el trasiego del que estamos hablando.

Esa es un poco la radiografía de lo que ha pasado, señor Caruana. Le
queremos preguntar, porque hay que controlar al regulador, no vale lo
de menos gobierno y menos control, viva el mercado, porque al final
nos encontramos con que viva el mercado y viva el regulador
independiente son los señores Camacho y Ramallo. No podemos llegar a
eso. Usted dirá: ¡qué exageración! No estoy exagerando, ¡ojalá
estuviera exagerando! Es la caricatura de la situación tal y como
está llegando al sufrido pueblo, ese sufrido pueblo que parecía haber
encontrado en el capitalismo popular una de las soluciones a su falta
de protagonismo económico en este país; capitalismo popular que
incluso llega a ocho millones de personas que, a partir de ahora,
empezarán a dudar naturalmente de las excelencias de este liberalismo
económico que afecta a las familias no pudientes porque si éstas
siguen por el camino de la inversión en variables van a encontrar con
que sobre sus espaldas se va a reconvertir de nuevo el mercado a
favor de los pudientes.

Las medidas que usted ha aportado aquí son una intención pero no son
concretas, reales y en profundidad; no son medidas concretas, reales
y en profundidad para un asunto enorme. En este país se intenta ser
los primeros de la clase y la liberalización está llegando a tal
nivel que no sólo llega al mercado, están privatizando también, señor
Caruana, todo lo que tiene que ver con los intereses generales; es la
liberalización de los intereses generales. Este es el problema de
fondo, no sólo que se confunde el interés público con el privado, que
también, sino la liberalización, la privatización, la transformación
a peor de lo que es el área de los intereses generales. Desde ese
punto de vista, nosotros pensamos que tanto con respecto a la CNMV
como con respecto a lo que son las seguridades de todo tipo, con
respecto al funcionamiento del Banco de España, que tiene que ser el
segundo pivote junto a la CNMV de estos controles, como con respecto
al régimen fiscal de la ONCE, y de la Iglesia, hay que ir a medidas
mucho más serias, incluso con respecto a lo que debe ser a partir de
ahora el funcionamiento de estas comisiones de investigación.

Le ruego que me dé su opinión sobre esta secuencia de hechos y de
documentos. Nosotros pensamos que se deriva clarísimamente una
responsabilidad política cierta, que el funcionamiento de la CNMV ha
sido espeluznante, aberrante, y que el funcionamiento tambiénde los
responsables del Gobierno ha sido, como



Página 1078




mínimo, de una extrema pasividad; en el caso de don Enrique Giménez-
Reyna de una absoluta pasividad; de una absoluta ceguera. Por tanto,
señor Caruana, pongámonos todos las pilas porque los prestigios se
construyen muy despacio pero caen como está cayendo el prestigio del
regulador en este país.

Muchas gracias.




El señor CARUANA LACORTE: Señor presidente, ¿podría pedir dos minutos
de receso?



El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Sí. (Pausa.)
En representación del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), tiene la
palabra el señor Azpiazu.




El señor AZPIAZU URIARTE: Gracias, señor presidente.




Buenos días, señor Caruana. Voy a ser realmente breve porque creo que
las cuestiones relevantes ya se le han planteado.

En primer lugar, al igual que se ha hecho anteriormente, quisiera
mostrar la queja de mi grupo en relación al formato con el que usted
comparece hoy. A lo mejor no es un tema suyo, quizás usted hubiera
preferido hacerlo de manera en vivo y en directo, pregunta y
respuesta, pero esta protección que el Grupo Popular les ha querido
dar -no sé si les ha hecho un favor o no-, como ha dicho
anteriormente el señor Alcaraz, de cara a la opinión pública es
bastante difícil explicar que no quieran someterse los miembros del
Gobierno, y usted también, a un procedimiento como el que han seguido
todos los demás comparecientes en esta Comisión de investigación. No
sé si es su voluntad, pero es igual, es algo a lo que el Grupo
Popular nos ha obligado.

Digo que no voy a hablar mucho porque suscribo al cien por cien el
análisis y la interpretación de los hechos que ha hecho el señor
Alcaraz, con lo cual, volver a repetir los acontecimientos, los
hechos, los comparecientes y los datos que él ha suministrado sería
innecesario, pero, repito, estoy totalmente de acuerdo con su
intervención. Simplemente quería comentar una serie de cuestiones.

Seguramente como resultado de la Comisión de investigación se
concluya la necesidad de cambiar el funcionamiento, la regulación de
la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Sinceramente tengo que
reconocer que no conozco muy bien cuál es la reglamentación y el
funcionamiento del mercado de valores, pero tengo la impresión de que
no en la reglamentación y el funcionamiento de esta Comisión están
los fallos, creo que los fallos en este caso, en el caso de
Gescartera, han estado en las personas. Otras personas en esta
Comisión hubieran podido actuar de manera diferente y no se hubiera
llegado a donde se ha llegado en el tema de Gescartera. El asunto de
Gescartera no es, como parece que queda cada vez más claro, tan sólo
de Antonio Camacho, es un asunto de Antonio Camacho;
es un asunto que ha requerido el apoyo, ayuda, connivencia, como
queramos llamarle, y yo no estoy utilizando en este momento
estrictamente las palabras de algunos miembros del Gobierno, al menos
del señor Giménez-Reyna; veremos también en esta Comisión si en el
Gobierno ha habido otras responsabilidades más allá del señor
Giménez-Reyna, el apoyo y la connivencia de al menos algunos
elementos importantes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores.

Parece que la actuación de la señora Valiente, del señor Roldán o del
señor Ramallo está bastante en entredicho, ellos, como consejeros,
amén de otras personas como Antonio Alonso Ureba o el señor Pérez
Renovales, que también parece que estaban en esa parte de la barrera
desde la que han podido estar facilitando la gestión de Gescartera.

El resultado final ha sido que unos inversores se han visto afectados
de manera importante. Parece que se han perdido 18.000 millones de
pesetas. Tengo la impresión, y es algo a lo que usted me podría
responder también, que no son 18.000 sino que pueden ser, me da
igual, 50.000, 80.000, 100.000. Sé que hay un volumen de dinero negro
muy importante que se desconoce. Es una de las cosas penosas de esta
Comisión, que después de tantas horas de intervención, de trabajo, no
sabemos dónde puede estar el dinero. Si está o no está, si está en el
extranjero, si está en un cajón, si se va a poder recuperar o no. En
ese sentido, su actuación y la del Banco de España pueden ser
importantes.

Otra duda que nos va a quedar después de tantas intervenciones es
quién sugirió que la ONCE fuera el socio de Gescartera para que se le
curaran todos los males. Igual es una obsesión casi personal, es
decir, hay una serie de cuestiones muy importantes que desconocemos
profundamente en esta Comisión. Conocemos otro montón de cuestiones
circunstanciales, actuaciones personales, relaciones personales,
etcétera, pero hay unas cuestiones clave que desconocemos y usted
como gobernador del Banco de España nos puede aclarar, si no ahora,
sí en el futuro con las actuaciones y la potencialidad de análisis y
de investigación que tiene el propio Banco de España.

Usted era consejero el famoso 16 de abril de 1999. No pudo ir a la
reunión, pero supongo que usted era consciente del famoso informe de
supervisión del señor Vives, en el que se ponían de manifiesto,
irregularidades importantes que luego desgraciadamente han crecido.

Entre otras irregularidades se ponían de manifiesto, demoras,
falsificaciones, es decir, toda una actuación de Gescartera bastante
irregular, poco respetuosa con las exigencias de la Comisión Nacional
del Mercado de Valores, y aquí lo que me pregunto es: ¿cree que es
habitual tener un comportamiento tan poco respetuoso con el órgano
regulador, cuando lo que se está haciendo es solicitar un ascenso de
nivel de sociedad gestora de cartera a agencia de valores? Parece que
esta es una situación un tanto anómala. El exceso de consideraciónque
pudo tener la CNMV en su momento con esta



Página 1079




sociedad es algo bastante incomprensible. Una cosa que me ha
sorprendido es que muchos de los comparecientes aquí han destacado el
encanto del señor Camacho que parecía como una serpiente, les dejaba
encantados y todo el mundo pensaba que Camacho era una magnífica
persona, que era un magnífico profesional. Les convencía. Si tenemos
en cuenta los hechos y comportamientos del señor Camacho, tampoco es
que sean excesivamente envidiables, pero a mucha gente les convencía.

Algunos comparecientes han dicho que ellos pensaban que el señor
Camacho tenía la seguridad o tranquilidad que le daba no sé si la
CNMV, el Gobierno o quién, que actuaba de manera prepotente y que
actuaba de manera un tanto poco comprensible respecto al órgano
regulador y que eso tan sólo podía ser debido a que él tenía un
respaldo importante. Esto quizá es una opinión subjetiva. Usted puede
tener su opinión y, si quiere, nos la comenta. También se le ha
comentado lo que dijo el subgobernador del Banco de España, el señor
Martín, que aun siendo un consejero que no estaba trabajando en la
CNMV, sino que era externo, él veía que en la comisión había bloques,
que había bandos, gente que estaba a favor y gente que estaba en
contra. Creo que fue el señor Armesto o el señor Barberán (ahora me
acabo de confundir; es igual, creo que fue el señor Armesto) el que
dijo que el señor Martín les había echado una reprimenda al inicio de
la reunión por no haber llegado a una unanimidad, a un acuerdo
previamente y haber suscitado esa discusión o ese desencuentro en
tres bloques en la propia comisión. Una cosa sorprendente también es
que no habiendo leído el informe Vives anteriormente porque parece
que se dispuso de él esa mañana, la mañana del 16 de abril, la
comisión ventilara en dos horas y media la reunión, cuando en un
asunto de tanta envergadura y de tanta importancia lo que hubiera
procedido es, al no haber dispuesto del informe anteriormente, haber
dedicado un par de horas a analizarlo y, a partir de ahí, discutir en
profundidad la situación de Gescartera y la asunción de medidas por
parte del consejo. No se hizo así y al final ha llegado la
intervención de una manera rápida y no con más información. No estuve
ayer noche en la comparecencia de la señora directora general del
Tesoro pero, por lo que ha comentado, parece ser que no había
informe. Es algo en lo que el señor Alonso Ureba, como secretario del
consejo, insistía mucho. Es decir, no ha habido informe, no ha habido
orden del día como para justificar la no intervención o las
actuaciones de la CNMV. No hubo nada y se saltaron todos los
procedimientos, cosa que me parece bien. No soy excesivamente
reglamentista. Hay que ir al fondo de las cuestiones y hay que
olvidarse de las formas cuando el fondo es más importante que las
formas.

Creo que se le ha preguntado también lo siguiente. El señor Martín
nos dijo que había informado en su día al gobernador del Banco de
España de lo que estaba pasando por allí. Me gustaría saber qué
actuación tuvo
usted con relación a su ministro o con relación a su secretario de
Estado porque usted era entonces director general del Tesoro y
Política Financiera ¿Cuál fue su actuación? ¿Veía también que en la
CNMV había un clima no adecuado para su funcionamiento? Porque lo
malo no es que existan o no bloques, sino que la existencia de
bloques impida que funcione razonablemente o no una organización de
estas características.

No voy a seguir mucho más. Me gustaría, creo que se lo he comentado,
saber cuáles son las actuaciones a partir de ahora del Banco de
España, porque el pasado lo conocemos. Me imagino que en esta
Comisión llegaremos a un acuerdo sobre los hechos y las
responsabilidades, pero a partir de ahora ¿en qué puede colaborar el
Banco de España para localizar el dinero, tranquilizar a los
inversores o delimitar las responsabilidades económicas del señor
Camacho o de otras personas de la sociedad en el asunto Gescartera?
Me va a tener que perdonar, señor Caruana, me tengo que ir. Leeré y
preguntaré por sus respuestas.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaria): Por el Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra el señor Souvirón.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Buenos días, señor Caruana. Voy a empezar
lamentando las declaraciones de impotencia con las que ha arrancado
su intervención el señor portavoz del Grupo Socialista. Me remito,
como mi grupo parlamentario, a los antecedentes que obran en el
«Diario de Sesiones» de esta casa, donde en las comisiones de
investigación de otras épocas las comparecencias de los miembros del
Gobierno y de las altas instituciones del Estado se hacían
exactamente como hoy estamos haciendo esta, pero no sólo se hacía
eso, sino que eran -y me vuelvo a remitir al «Diario de Sesiones»-
bastante más encorsetadas que ha sido y está siendo esta Comisión de
investigación. Por tanto, me parece que es el momento también de
felicitar a la presidencia por la flexibilidad de todos estos
debates, que ha permitido que se pudiera preguntar sin límite de
tiempo e incluso que se haya llegado a patentar un nuevo método
indagatorio como es el método Colombo, futuro instrumento
parlamentario.

Desde el punto de vista humano, comprendo la actitud del portavoz del
Grupo Socialista, porque después de más de 50 comparecencias, después
de tanta documentación como hemos recibido y como estamos estudiando,
parece ser que el señor portavoz se encuentra en aquella situación en
la que se encontraba mi paisano Pablo Ruiz Picasso cuando decía: ni
busco lo que encuentro ni encuentro lo que busco. Desde luego, para
que la melancolía que causan los esfuerzos inútiles no se produzca lo
mejor es no partir de prejuicios y cuando se comienza una comisión de
investigación no aferrarse a la idea de que o se llega a las
conclusiones que políticamente a cada cual le interesan o lo que
conviene



Página 1080




es un buen pataleo. El Grupo Popular no está en esa actitud, quiere
llegar a conclusiones, quiere llegar a conclusiones fundadas en
documentos y en las declaraciones contrastadas de los comparecientes
que han ido pasando por aquí, y no basarnos en ningún momento en
elucubraciones mentales, como hacen otros grupos parlamentarios.

Nosotros, por ejemplo, jamás vamos a decir que porque el señor Chaves
apareció en una lista de invitados y por tanto amigos cercanos al
señor Camacho, si esas listas se hacen así, era el dueño o quien daba
las órdenes en Gescartera. Por todo ello, agradecemos y valoramos la
comparecencia del señor gobernador del Banco de España, porque
apreciamos sus conocimientos, su experiencia y desde luego su
información, y va a ser muy útil para que podamos formular las
conclusiones en los términos en los que ya he dicho que queremos
hacerlas. Ya ha quedado claro que el gobernador fue consejero de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores; también que era un
consejero nato y externo y que en consecuencia era tan consejero como
los demás, pero su primera responsabilidad era precisamente atender
la Dirección General del Tesoro y Política Financiera, y en función
de ello estaba en aquel consejo. Así se deduce claramente de la razón
lógica y de los testimonios del señor Martín y de doña Gloria
Hernández, que ya han pasado por aquí y lo han dejado claro. También
está claro que no estuvo en el famoso consejo del 16 de abril, y ahí
parece incluso que la doctrina es pacífica, nadie duda que estuviera
o no estuviera porque intentara quitarse de enmedio, sino que todos
los comparecientes han dicho que ya avisó de que no podía estar.

Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores que, por otra
parte, parece haber perdido importancia después de haber estado
debatiendo mucho tiempo en esta Comisión sobre él cuando don Miguel
Martín dijo precisamente en esta Comisión que el célebre asunto de la
intervención razonablemente ni se puso sobre la mesa ni podía
llevarse a efecto, entre otras razones, porque si no estaba el señor
director general del Tesoro y de Política Financiera difícilmente se
podía llevar a cabo una intervención de este tipo cuando la primera
obligación era comunicársela al propio señor director general. Por
tanto, en cuanto a su posición de consejero de la Comisión Nacional
del Mercado de Valores se le han hecho ya algunas preguntas
y nosotros no le vamos a hacer ninguna nueva porque nos parece que está
todo suficientemente claro. (El señor presidente ocupa la
presidencia.)
Como gobernador del Banco de España ya sabemos que va a informar
sobre el estado actual de la investigación. Es decir, sabemos que se
lo ha pedido el señor Jané y esperamos por tanto que pueda responder
a ello. En ese asunto sí me va a permitir que me ponga en la estricta
posición de los ciudadanos en general y de los inversores en
particular, que si tuvieran enfrente al gobernador del Banco de
España lo que le preguntarían sin ninguna duda es si el Banco de
España puede hacer
algo para que sepamos dónde está el dinero y, si la respuesta es
afirmativa, qué se está haciendo en ese sentido. Ya comprenderá,
señor gobernador, que al Grupo Parlamentario Popular este asunto no
le ha gustado nada, no le ha gustado nada de nada el tema Gescartera
y por eso estamos convencidos de que además de llegar a las
conclusiones que proceden, es decir ver si hay responsabilidad
política, saber dónde está el dinero, creemos que nuestra primera
responsabilidad es intentar que esto no vuelva a pasar. En el
Parlamento alguna responsabilidad podemos tener en el futuro si de
esta Comisión no salen determinadas medidas que lo eviten en el
futuro. Por tanto, desde su experiencia, le haría una pregunta muy
directa: qué cree usted que ha fallado en este asunto y qué hay que
hacer para que cosas como estas no vuelvan a pasar. Tomamos nota de
una distinción muy clara que ha hecho usted entre lo que es relevante
y lo que es importante. El asunto Gescartera sin ninguna duda es
importante, y prueba de ello es la importancia que le estamos dando
en esta Comisión y en el Parlamento. Desde el punto de vista
financiero, no ha puesto en peligro nuestro sistema financiero, que
es otro asunto que al Grupo Parlamentario Popular no se le olvida,
porque independientemente del gobierno de turno, sea el que sea y del
color que sea, el sistema financiero en España, en cuanto que es la
savia por la que circula gran parte de la estructura económica del
país, sin ninguna duda debe estar preservado de todo eso y en el
Grupo Parlamentario Popular lo tenemos muy claro. Por tanto, dándole
de nuevo las gracias, le repito que nuestras preguntas serían esas
dos: si el Banco de España puede hacer algo y qué está haciendo para
saber dónde está el dinero y qué podemos y qué debemos hacer para que
esto no pase más.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra para contestar a todas las
intervenciones y preguntas que han realizado los señores portavoces
parlamentarios el señor Caruana, gobernador del Banco de España.




El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA Y EX CONSEJERO DE LA COMISIÓN
NACIONAL DEL MERCADO DE VALORES (Caruana Lacorte): Muchas gracias,
voy a tratar de contestar a todas las preguntas que me han formulado.

En primer lugar, ha habido unas preguntas relativas al tema de AVA y
a mi conocimiento del mismo. La verdad es que las fechas en el caso
de AVA no las recuerdo pero afortunadamente con la segunda pregunta
sí he podido clarificar la cuestión que se me estaba planteando, si
en un momento en el que se realizan unas jornadas en las que uno de
los organizadores es AVA yo conocía alguna irregularidad de AVA. Yo
puedo decir que en ese momento no conocía ningún tipo de
irregularidad que se pudiese estar produciendo por parte de esa
agencia de valores y que mi participación en esas jornadas fue
simplemente una invitación a



Página 1081




dar una conferencia, unas jornadas que me parece que organizaban tres
o cuatro instituciones, entre ellas estaba la Bolsa de Madrid y que
se celebraban en la Bolsa de Madrid. Esa fue mi única participación,
yo di una conferencia y desde luego ahí no estaba en ningún caso
avalando nada referente a ninguna agencia o a ninguna otra
institución. Simplemente di una conferencia como director general del
Tesoro como he dado muchísimas conferencias, de hecho he tratado de
dar las máximas tratando de ser transparente en las actividades de la
Dirección General del Tesoro.

La segunda pregunta ha ido dirigida a mi relación con Renta 4, se ha
hecho una pregunta muy directa, si yo tenía y tengo participación
accionarial. Me gustaría contestar clarísimamente: yo tuve
participación accionarial hasta que dejé el grupo en 1996. En el
momento en el que yo me incorporo a la Dirección General del Tesoro
ceso, dejo de tener cualquier participación o vinculación económica
con el grupo de Renta 4. No tengo ninguna participación accionarial
en el grupo de Renta 4 y me parecería absolutamente incompatible
tanto en mi función como director general del Tesoro como por
supuesto en la de gobernador del Banco de España tener una
participación en un miembro de un mercado financiero.

También se ha mencionado en algunas preguntas (y voy a seguir el
orden según mis anotaciones y probablemente estaré contestando a la
vez a otras preguntas posteriores) mi no asistencia en la fecha del
16 al consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, si eso
indica más importancia o menos importancia de esa comisión. Yo no
asistí porque ese día había un Ecofin informal en Dresde. Ese día,
desde primeras horas de la mañana estaba viajando a una reunión a la
que yo tenía que asistir de Ecofin informal que, como ustedes saben,
se planifica con mucha antelación y que duraba dos días, ese día y el
siguiente, viernes y sábado. Esa fue la razón por la que, cumpliendo
con mis funciones, no pude asistir.

Se me ha preguntado sobre modificaciones de controles y de
legislación. Como luego hay unas preguntas más concretas, lo dejaré
para más adelante. Luego, abordaré si yo informé o no informé a las
autoridades del ministerio sobre lo que estaba sucediendo en
Gescartera. Esta es una pregunta que me ha sido formulada en varias
ocasiones. Primero me gustaría contar lo que sucedió. Efectivamente,
yo no informé de lo que estaba sucediendo en Gescartera, no informé
ni al secretario de Estado ni informé al ministro de Economía. Me
gustaría recordar que mi período de contacto con el tema de
Gescartera son esos tres meses desde el 6 de abril, donde tomo
conocimiento del caso Gescartera, hasta que dejo la Dirección del
Tesoro y, consecuentemente, la Comisión Nacional del Mercado de
Valores. En ese momento lo que se está haciendo es incoar un
expediente. Yo creo que los organismos supervisores tienen que
realizar sus funciones de una
manera independiente, y en base a eso normalmente nunca he comentado
con el ministerio, con el ministro o con el secretario de Estado
expedientes que estuviesen en marcha. Esa es la práctica habitual que
yo considero que es la que mejor garantiza que un organismo que tiene
delegadas unas funciones y que es el competente en tomar unas
decisiones y en resolver unos determinados temas lo haga de la manera
más autónoma posible. En ese sentido confieso que no se me ocurrió
que yo tuviese que estar informando de los expedientes, ni de éste ni
de otros.

En segundo lugar, habría otra idea adicional, y es que yo, como
miembro nato de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, era
miembro de un consejo de la comisión, de un órgano colegiado en el
cual cada uno de los miembros tenemos la misma responsabilidad, un
órgano cuya representación externa no corresponde a ninguno de los
miembros sino sólo al presidente. ¿Eso qué quiere decir? Que si en
algún momento la Comisión Nacional del Mercado de Valores considera
que lo que se está tratando es algo de una importancia notable que
requiera que el ministerio, el ministro o el secretario de Estado,
deba tener un conocimiento especial, es al que tiene esa
representación del órgano colegiado al que le compete, de hecho le
competería al presidente del consejo el haber transmitido esta
información al ministro o al secretario de Estado. Si quiere le pongo
el ejemplo a la inversa. Ahora, como gobernador del Banco de España,
yo creo que si tengo que transmitir algo importante al Gobierno, al
ministro, preferiría ser yo el que lo hiciera y que no fuese la
consejera nata, la directora general del Tesoro que está allí
presente. Si es un tema de relevancia preferiría ser yo personalmente
el que lo transmitiera, lo cual no quiere decir que no exista un
papel, y me gustaría referirme a este papel de coordinación que
existe, que debe existir y que lo facilita el hecho de tener sentado
a unos consejeros natos que a su vez participan de otras
instituciones. Lo que estaba tratando de reflejar es que no existe
una obligación de comunicación.

Creo que si en algún momento el director del Tesoro considera que
tiene que transmitir algo por su relativa importancia lo puede hacer,
no hay nada que se lo impida. En ese sentido insisto en que lo que en
aquel momento estaba sucediendo -ahora es fácil verlo con la
perspectiva de lo que ha sucedido- es que se estaba abriendo un
expediente a una entidad de tamaño relativamente pequeño, en la que
sí que es verdad que desde la primera reunión del 6 de abril se
apreciaban unos síntomas de que había temas que había que estudiar
muy detenidamente. Esa es la sensación que yo tenía entonces, y en
aquel momento no consideré que esa fuera una información que tuviera
que ser transmitida ni al ministro ni al secretario de Estado. En
cualquier caso, la contestación a la pregunta concreta es: no informé
de esta situación.




Página 1082




Se me ha preguntado sobre la llamada telefónica del señor Armesto. Yo
he tratado de recordarla todo lo que he podido pero sinceramente no
la recuerdo. Es muy posible que se realizase, lo más normal es que
esa llamada se realizase. Era un consejo extraordinario y lo lógico
es que el señor Armesto me llamase. Yo no logro acordarme de la
conversación. Yo pienso que me acordaría si me hubiese dicho: oye,
que hacemos un consejo especial para intervenir. Es una pura
suposición, no me acuerdo. Tampoco recuerdo que después de salir de
la comisión, al día siguiente o el lunes, me dijese: oye, que te dije
que era para intervenir y no hemos intervenido. Tampoco recuerdo
conversaciones de este estilo. Con sinceridad, yo recuerdo todo este
proceso de primera reunión, consejo en el que no estoy, y siguiente
reunión de una manera bastante coherente y compatible con lo que se
lee en las actas. Para mí las actas no supusieron ninguna cosa
extraordinaria. Lo que yo percibía era perfectamente coherente con lo
que yo leí en el acta del día 16 y, por tanto, no me planteó ninguna
duda ni ninguna inquietud especial.

Se me ha preguntado por el consejo de la fecha siguiente en el que se
aprueba el acta y si yo objeté o no la misma. En un consejo los actos
se aprueban una sola vez y se aprueban en el consejo en el que se
celebran, ahí es donde se toman las decisiones. Al día siguiente no
hay ninguna ratificación de actos, aprobar el acta no supone
ratificar o hacer algo por el estilo, lo único que supone es que
aquellos señores que estuvieron presentes en la discusión anterior
dicen si lo que se refleja en este papel es lo que realmente pasó en
una reunión en la que ellos han estado. Por tanto, alguien que no ha
estado en la reunión no puede decir nada de lo que pasó en ella y yo
desde luego no hice ninguna observación ni observé que nadie tuviese
el más mínimo problema con el acta. Insisto en que yo no recuerdo en
absoluto ningún tipo de discrepancia que se pudiese manifestar con
respecto al acta ni ningún comentario en el acta siguiente.

Hay varios comentarios que he ido anotando, como por ejemplo que la
ley no es la causante, es la forma en que se interpreta, y hasta qué
punto se ha actuado correctamente. Como eso ha sido objeto de otras
preguntas las voy a ir acumulando, si les parece, y las contestaré
cuando vayan surgiendo preguntas más concretas.

Hay una pregunta concreta que no me gustaría dejar pasar referente a
si no informé. Ya he dicho que no. Y si tampoco lo hice de que se
estaba detectando algún problema de dinero negro en aquella ocasión.

Yo no informé de nada y en ese momento yo no recuerdo que en la
Comisión Nacional del Mercado de Valores a nivel del consejo
estuviésemos discutiendo nada referente a temas de dinero negro en
relación a Gescartera. Todo esto son cosas que hemos podido saber
posteriormente. No recuerdo esto objeto de ninguna discusión en la
que yo estuviese presente.




Papel del Banco de España, si puede existir banco que no pueda ser
inspeccionado. Todos los bancos y sucursales de banco con
establecimiento en este país son inspeccionados por el Banco de
España, si bien las sucursales de banca extranjera que tienen
presencia en España tienen una situación especial en el sentido de
que se aplica el principio del supervisor del país de origen y, por
tanto, para todo lo que son los recursos propios se le aplica el
principio de que el supervisor es el del país de origen, pero la
sucursal puede ser inspeccionada por parte del Banco de España en dos
áreas que dice específicamente la ley: el área de la liquidez, todo
lo relacionado con temas de liquidez, cumplimiento de coeficientes y
gestión de liquidez; y también todo lo relacionado con lo que se
llama normas de interés general. Quizá sea bueno clarificar qué son
normas de interés general, que son todos los elementos que
abarcarían, por ejemplo, normas de transparencia de operaciones y de
protección a la clientela, las sucursales siguen teniendo una
obligación de remitir unas ciertas informaciones sobre sus balances
al Banco de España; normativa de central de información de riesgos;
prevención de blanqueo; normativa sobre transacciones con el
exterior. Hay toda una serie de normativas que siguen teniendo que
cumplir las sucursales que están operando en España, normativas que
básicamente vienen a decir que tienen que operar en España con el
régimen español, pero a la hora de investigar todo lo que se refiere
a solvencia, eso es algo que al pertenecer a un grupo cuya matriz
está en otro país, según las reglas que nos hemos dado a nivel
europeo, corresponde al país supervisor en origen. Es decir, es
diferente, pero todas las instituciones están sometidas a la
supervisión del Banco de España.

A continuación se me han hecho varias preguntas concretas sobre el
Hong Kong and Shanghai Bank. Me gustaría que se hiciera un apartado
en algún momento para contestar apropiadamente a las mismas, ya que
considero que se trata de información reservada.




El señor PRESIDENTE: En ese caso, señor Caruana, cuando usted termine
de contestar al resto de las preguntas que no tengan reserva
cautelar, procederemos a declarar secreta la sesión y podrá entrar
entonces en ese bloque de cuestiones que necesiten amparo de reserva.




El señor GOBERNADOR DEL BANCO DE ESPAÑA Y EX CONSEJERO DE LA COMISIÓN
NACIONAL DEL MERCADO DE VALORES (Caruana Lacorte): Se me ha hecho una
pregunta sobre el papel que tiene el Banco de España en cuanto a
tratar de evitar que se burlen determinados controles en los
mercados. No estoy seguro de haber entendido la pregunta. Desde
luego, el control de los mercados, su transparencia y su
funcionamiento es competencia de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores, y el



Página 1083




Banco de España, en la medida en que puede colaborar con esas
competencias, lo hace y, en la medida en que sea una entidad de
crédito la que pueda estar implicada bien en las actuaciones o bien
como emisor, también colabora con esas entidades, pero sin lugar a
dudas esta es una función específica de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores y no del Banco de España. En ese sentido, lo que
el Banco de España hace es colaborar con el otro supervisor.

Paso ahora a las preguntas relativas al modelo supervisor y a mi
visión en aquel momento, cuando yo era miembro del consejo, sobre la
situación de Gescartera. Recuerdo que el primer consejo fue el del
día 6 de abril, en el cual se transmite poca información detallada y
percibo la preocupación de que en Gescartera puede haber un problema
y también que todavía existe suficiente confusión y que no se sabe
exactamente cuál es la situación real de lo que está pasando en
Gescartera. En ese sentido, es muy clara la sensación de dificultades
en la labor investigadora y por eso se abre un expediente. Es lo que
decide en ese momento el consejo, abrir un expediente -creo que es la
manera apropiada de reaccionar- sobre las posibles obstrucciones que
estuviese haciendo en ese momento Gescartera. Un expediente sobre
esta materia es un expediente serio y grave; no es una cosa pequeña,
sino que estamos hablando de un expediente que puede llevar al cierre
de una entidad. Por lo tanto, no estamos hablando de que se toma una
pequeña medida, sino que se está tomando una medida muy importante
que suele conllevar el hecho de que, si existe algún tipo de
dificultad en las investigaciones, normalmente las mismas pasan a ser
mucho más ágiles. En algún momento me han preguntado si es normal que
existan estas obstrucciones. Yo no lo creo. No sólo no es normal,
sino que no es admisible. Son obstrucciones con las que los
inspectores pueden tenerse que enfrentar en algún caso, pero
indudablemente hay que reaccionar como creo que reaccionó en aquel
momento la Comisión Nacional del Mercado de Valores, haciendo el
correspondiente expediente por obstrucción a la labor inspectora.

Insisto en que mi primera impresión es que puede existir algún
problema y que todavía el mismo no se ha podido percibir con nitidez.

Después está la célebre sesión del día 16, a la que yo no asistí, por
lo que lo único que puedo juzgar es lo que se dice en el acta, lo
cual, ya lo he dicho, me parece que es muy coherente tanto con lo que
yo percibo en la reunión anterior como con la sensación de lo que yo
recuerdo, ya que debo reconocer que es difícil acordarse de este tema
después del tiempo que ha transcurrido. Lo que yo recuerdo es la
sensación de que todavía era necesario investigar. En pocas palabras,
una intervención requiere indicios fundados y yo creo que empezaba a
haber indicios, lo que pasa es que todavía no estaban fundamentados.

Esa es la impresión que yo tenía. Lo que había que hacer era seguir
investigando, que es una de las principales labores del supervisor.

El
supervisor tiene que conseguir indicios, pero sobre todo tiene que
poderlos fundamentar para llegar a conclusiones. Esa es la sensación
que recuerdo. E inmediatamente después -en mi intervención previa no
recuerdo en qué momento se produce, aunque parece ser que en algunas
otras intervenciones se ha hablado de que es la sesión siguiente,
pero yo no lo recuerdo bien- empieza a haber noticias de que
comienzan a contestar los requerimientos cuando antes tenían
dificultades, es decir, una serie de noticias que tienen un corte más
tranquilizador y eso se confirma algo más intensamente en la reunión
del 17 de junio, en la que se nos trata de manera tranquilizadora.

Antes me preguntaban por qué era tranquilizador. Era tranquilizador
porque se presentó al consejo como algo así y se hizo porque parecía
que la auditoría iba bien y porque parecía que uno de los problemas,
que era este célebre posible descuadre, podría estar explicado por el
hecho de que se estuviese creando una SICAV en el extranjero. Luego
ha resultado ser falso, pero eso se averigua después y en el momento
en que esto sucede -aprovecho para contestar a una pregunta que se me
ha hecho al final- yo ya no soy miembro de la comisión, por lo que me
falta toda la información de detalle. Ya no soy observador directo de
la situación y no la conozco directamente. Insisto en que dejé la
Comisión Nacional del Mercado de Valores al cesar como director
general del Tesoro en junio, y estos hechos surgen después. Por
tanto, contestando a la pregunta, no trasladé todavía ninguna
preocupación, ya que en los momentos en que la preocupación era más
aguda, que quizás fue entre la primera y la segunda reunión, la
situación era aún borrosa y difícil de trasladar y sobre todo
estábamos hablando de un expediente y los expedientes los tiene que
resolver quien los tiene que resolver. Posteriormente, fue llegando
una sensación de mayor tranquilidad.

En cuanto a la pregunta de si como gobernador imprimo algún tipo de
investigación específica después, cuando dejo la Comisión Nacional
del Mercado de Valores y la Dirección General del Tesoro entro en el
Banco de España en calidad de director general de Supervisión y en
aquel momento no hay ninguna actividad de inspección por parte del
Banco de España relacionada con el tema de Gescartera. El Banco de
España tiene un trabajo importante: supervisar las entidades de
crédito. Estamos hablando de más de 200 billones de pesetas que hay
que supervisar. Eso es lo que supervisa el Banco de España, la
solvencia de esos 200 billones es lo que el Banco de España trata de
hacer todos los días y creo que es el mejor trabajo que puede
contribuir a la protección del inversor, el hecho de que esta
función, que es la que nos asigna la norma, la realicemos con
intensidad. En aquel momento no había ninguna información abierta
específica relativa a Gescartera.

En cuanto a lo de la información asimétrica a favor del ciudadano, es
cierto que ésta existe. Eso no impide que el ciudadano tenga que
estar atento, teniendo



Página 1084




muchas más obligaciones -lo he dicho antes- el inversor
institucional. Si actuó bien la comisión en todo el proceso es algo
que tiene que estudiar la Comisión. Está claro que hubo fallos.

Parece ser que alguien fue engañado en un momento determinado y eso
es algo que se ve y además al final ha sucedido lo que ha sucedido.

En estos momentos habría que decir que se han producido situaciones
que necesitan ser mejoradas.

Hay una pregunta que me han hecho en varias ocasiones y que puedo
tratar de responder ahora, y es qué puede hacer el Banco de España en
un caso como este en cuanto a tratar de localizar o encontrar el
dinero. Primero, habría que decir que el Banco de España no es el
organismo supervisor de Gescartera. El Banco de España es el
organismo supervisor de las entidades de crédito y no en este caso de
Gescartera y, segundo, que la principal función que debe hacer el
Banco de España en este tipo de situaciones es -entre comillas-
cumplir con su papel y prestar la máxima colaboración a aquellos que
tienen la responsabilidad real de tratar de localizar esta situación.

No creo que tengamos que entrar en competencia con una investigación
judicial, sino que, por el contrario, tenemos que prestar la máxima
colaboración dentro de nuestras competencias y proporcionar los
medios. Hemos proporcionado medios, pero sin sustituir lo que tienen
que ser las pesquisas judiciales, que son las que en el fondo
tendrían que poder resolver el tema de encontrar el dinero. Nosotros
en todo lo que hemos podido hemos ayudado a encontrar el dinero y
hemos realizado este primer informe, que tiene sus limitaciones,
porque se ha hecho en un tiempo bastante reducido, pero que ha
tratado básicamente de dar un mapa de cuáles eran las relaciones de
Gescartera y espero que ese mapa pueda ser de ayuda para que las
investigaciones puedan proseguir, a ser posible, siguiendo unas
determinadas pistas que puedan ser efectivas, no tratando de utilizar
el ámbito de la supervisión para encontrarlo. Hay que ir por unas
pesquisas concretas judiciales, ahí es donde se puede tener la máxima
efectividad y este es el papel que el Banco de España debe realizar.

Me gustaría aclarar una cosa, porque en una pregunta que se ha
realizado había unas referencias muy importantes a la actividad que
ha venido realizando el servicio ejecutivo y a las demandas de
información que ha hecho el servicio ejecutivo con respecto a otros
países. El servicio ejecutivo no depende del Banco de España, es el
servicio ejecutivo de una comisión de blanqueo de capitales, pero en
el sentido de sus funciones, de su actuación, no depende del Banco de
España. El Banco de España le presta los medios, pero no depende
orgánicamente a efectos de su competencia y su funcionamiento de
nosotros, sino que depende de la comisión de blanqueo de capitales.

Por tanto, en lo que es la actuación del servicio ejecutivo el Banco
de España tiene poco que decir, es el propio servicio ejecutivo
o es la comisión, que preside el señor Folgado, la que podría aclarar
alguna de estas situaciones.

Momento actual de las investigaciones. Nosotros hemos terminado este
informe y en el marco de nuestras competencias seguimos en contacto
con las entidades de crédito para clarificar todavía algunos aspectos
de su relación con Gescartera. Es un tema que está abierto todavía,
pero -insisto- en lo que se refiere a la investigación judicial, lo
único que nosotros estamos haciendo es prestar la colaboración que
nos pidan. En el Banco de España tienen a su disposición todos los
registros para que nosotros podamos colaborar y nos tienen a su
disposición, pero creemos que eso tiene que estar coordinado y
dirigido por las autoridades competentes.




Me preguntan cómo ha salido el dinero o de dónde ha salido el dinero.

Sinceramente, es una pregunta que no sé contestar en estos momentos.

Espero que las investigaciones que están realizando puedan ayudar a
contestar este tipo de preguntas, pero, desde luego, se pueden
plantear muchas hipótesis de cómo operaciones de este estilo puede
dar lugar a que sea muy difícil encontrar los rastros del dinero que
haya podido salir.

Se me ha preguntado también sobre la unanimidad y los consejeros
externos en el caso de la actuación de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores. Yo, cuando he actuado en la Comisión Nacional del
Mercado de Valores, he tratado siempre de defender lo que me parecía
más oportuno en cada momento. Cuando yo he asistido a los consejos en
la Comisión Nacional del Mercado de Valores no tengo la sensación de
haber estado en una situación en la que hubiese bandos, en la que
hubiese posiciones diferentes. Yo no estuve en la reunión del día 16,
pero he estado en otros consejos. En esos consejos yo no describiría
la situación como una situación en la que hubiese bandos, sí me
atrevería a decir que había en algunos momentos situaciones de
descoordinación, y la descoordinación se manifestaba -esa es mi
opinión- en que temas que podrían haber sido debatidos internamente
dentro de la comisión, los consejeros externos nos encontrábamos que
eran debatidos en el consejo por parte de los miembros internos de la
comisión, cuando perfectamente podrían haber llegado a una situación
de mayor consenso previamente. Eso en algunos momentos es positivo,
porque tienes más riqueza de argumentación, pero en otros daba la
impresión de que existía una cierta descoordinación que era necesario
de alguna manera ir suavizando poco a poco. Insisto en que yo no lo
calificaría de nada más que de eso, de una cierta descoordinación.

Se me han hecho muchas preguntas sobre todo el proceso, después de la
noticia tranquilizadora de la SICAV. Yo no creo que pueda aportar una
valoración más cualificada que aquellos que han estado una vez que yo
me fui del consejo. De todo lo que pasó en relación con Gescartera
hasta la actuación del Banco de España, es decir, todo lo que pasó
hasta que el Banco



Página 1085




de España ha hecho algo desde junio, creo que no me corresponde
opinar, porque no creo tener una información adicional que pueda
aportar algo. Por tanto, preferiría no entrar en ese tipo de
valoración.

Se me ha preguntado también por el informe que acompañó a las
decisiones del día 16, el llamado en algunas ocasiones informe Vives.

Es un informe que describe una situación en la que se perciben las
dificultades que está teniendo la inspección. La inspección está
viendo que ahí hay algo y la inspección en esos momentos todavía no
puede llegar a conclusiones y el informe lo que refleja es que
todavía no ha podido sacar unas conclusiones concretas de cuál es la
situación y, por ello, utiliza todavía terminología muy amplia, muy
general, como descuadre, etcétera. Lo que se deduce del informe es
que es preciso continuar con la investigación y en ese sentido me
pareció perfectamente coherente con la decisión tomada en ese consejo
del día 16.

Se me ha preguntado también qué puede hacer el Banco de España.

Primero, el Banco de España tiene que cumplir con las funciones que
tiene encomendadas y, segundo, colaborar al máximo con todas las
autoridades que tienen competencia en el seguimiento de lo sucedido
en Gescartera. Sobre qué ha fallado y qué se puede hacer para que no
vuelva a fallar, que es una pregunta que se ha formulado en varias
ocasiones, tampoco me atrevería yo a decir que tengo una diagnosis,
esto lo tiene que estudiar -lo decía en mi intervención- la propia
Comisión Nacional del Mercado de Valores. Me gustaría decir que no
creo que todo sea un tema normativo, es decir, probablemente haya que
retocar algún tipo de normas, pero también es necesario retocar
procedimientos internos dentro de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores en cuanto a temas de supervisión. Me parece que en algún
momento determinado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores
hay un error puntual, algún inspector es engañado por algunos
certificados o por alguna situación. A partir de ahí, mi preocupación
es quizá cómo los procedimientos no filtran ese error de manera que
pueda quedarse en error, sino que al final ese error acaba llevando a
decisiones equivocadas. Yo creo que hace falta mejorar claramente los
procedimientos con los que ha venido funcionando en este sentido la
Comisión Nacional del Mercado de Valores.

No sé si he contestado a todas las preguntas, desde luego lo he
intentado. Si me he dejado alguna, estaré encantado de hacerlo
posteriormente y aquellas que están sujetas al secreto las puedo
contestar en una sesión más reservada.




El señor PRESIDENTE: Esta presidencia va a hacer trámite de Comisión
cerrada para que pueda el señor Caruana informar a los señores
comisionados de las preguntas que tienen reserva. Una vez
contestadas, volveremos a hacer sesión abierta y se continuará con
un segundo turno de preguntas de los señores comisionados y la
contestación del señor Caruana.

Por favor, que los servicios de la Cámara permitan el desalojo de la
Comisión y se interrumpan las transmisiones del circuito cerrado de
televisión y quede solamente la grabación reservada a la Comisión.

(Pausa.)



Se reanuda la sesión con carácter público.




El señor PRESIDENTE: Señorías, señores comisionados, tomen asiento.

Que los servicios de la Cámara permitan el acceso a los medios de
comunicación y al personal que se incorpora a los trabajos para
reanudar la sesión a puerta abierta, una vez terminada la fase de
puerta cerrada por el carácter reservado de la materia a la que ha
contestado el compareciente.

Abrimos un segundo turno sobre las cuestiones ordinarias que no
tienen carácter secreto, que esta presidencia establece en la mitad
del tiempo del primero, rogando la máxima concreción a los señores
comisionados.




En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra su comisionado, el señor Cuevas.




El señor CUEVAS DELGADO: Señor Caruana, una información previa. Las
jornadas a las que yo me refería creo que no están organizadas por la
Bolsa, puesto que eran unas jornadas del Instituto de Estudios
Económicos y de AVA. Se trataba de la constatación de la fecha, si
usted lo conocía o no. Me ha contestado que no, de acuerdo.

En cuanto a la pregunta que le formulé relacionada con la llamada que
le hizo el señor Armesto para convocarle a aquel consejo, usted dice
que no recuerda bien si le llamó. El señor Armesto dijo aquí que le
llamó dos veces, que lo tenía anotado en la agenda. El aspecto
relevante es que, si le llamó dos veces y él dice que el consejo era
para intervenir, si no ha habido ningún caso en el que se convocase
un consejo con esa urgencia -el otro que se convoca con la misma
urgencia o más es el último en el que se decide intervenir
Gescartera, ya en fechas más recientes-, está claro, pues, que aquel
consejo era para intervenir, que tenía carácter urgente y usted dice
que no lo recuerda. (Rumores.) ¿Podríamos esperar un poco, señor
presidente? Yo preferiría esperar, porque es difícil entenderse.




El señor PRESIDENTE: Ruego silencio para que el orador que está
haciendo uso de la palabra pueda expresarse con coherencia.

Adelante.




El señor CUEVAS DELGADO: Al hilo de la información que nos ha dado y
de una pregunta que usted mismo se hacía -es verdad que se la habían
hecho antes-, cual es la de qué hay que hacer para que no



Página 1086




vuelva a pasar... Ha pasado ya, el primer caso fue el de AVA y luego ha
venido Gescartera. Es un asunto que en estos momentos no le compete a
usted, pero el Gobierno tendrá que tomar alguna medida en el sentido
de seleccionar mejor a las personas que designa para estos
organismos.

Para terminar, en la parte en la que se ha desarrollado la sesión
secreta, además de las cuestiones que tienen ese carácter, ha habido
otras que no lo tienen y que, a mi juicio, reflejan una situación
determinada que se puede concretar en dos cosas. Una pregunta que yo
le había hecho sobre las 33 cuentas cifradas que aparecían en un
informe, usted nos ha dicho que en el HSBC existen 138 cuentas -no
creo que esto tenga carácter secreto, sino simplemente es un dato
estadístico- cuyo titular es un banco suizo que también ...




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Señor presidente, perdone señor Cuevas,
pero estamos hablando de datos que ya hemos comentado que...




El señor PRESIDENTE: Señor Souvirón, deje que esta presidencia dirija
el debate.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Por eso se lo digo.




El señor PRESIDENTE: El señor Cuevas tiene un turno de diez minutos,
en el que puede expresar todo lo que quiera, y el señor Caruana le
responderá. Si el tema es de reserva, se lleva otra vez a la sesión
de puertas cerrada y si es abierto, ya lo indicará el señor Caruana.




El señor CUEVAS DELGADO: Francamente, no sé cómo se puede considerar
que esto es una información reservada. No estamos hablando de
personas, no estamos hablando de nombres ni de apellidos, sino de un
dato estadístico. En el informe que dio el señor Folgado, que me
imagino que no sería secreto, nos dijo que había 33 cuentas cifradas
y el señor Caruana nos dice que son 138. ¿Por qué va a ser secreto
las 138 cuentas y las 33 cuentas no? Me parece algo insólito.




El señor PRESIDENTE: Señorías, quien tiene que guardar la obligación
legal de materia reservada es el compareciente, el señor Caruana, que
es el que dirá si puede o no contestar a una determinada pregunta,
porque es quien conoce perfectamente la legislación que ampara cada
una de las materias. Si es reservada, él lo dirá.




El señor CUEVAS DELGADO: Señor presidente...




El señor PRESIDENTE: El señor Caruana es quien le puede indicar a la
presidencia que esa cuestión es reservada y volveremos a hacer sesión
reservada.

Continúe con el uso de la palabra, señor Cuevas.




El señor CUEVAS DELGADO: Este diputado tiene muy claro cuáles son sus
competencias y atribuciones
y si se excede de las mismas, para eso están los tribunales. El señor
Caruana tiene su opinión, el Gobierno también y es el que dictamina
que una información sea reservada o no. Una vez que obtengo la
información, tengo plena conciencia y derecho a decir si esto es
reservado o no; sino ahí están los tribunales, para que el Grupo
Parlamentario Popular o el señor Caruana me demanden a los
tribunales.

Si me permiten, continúo con mi intervención. Esta situación que se
ha calificado como difícil de atacar en sí misma -y no profundizo más
en el contenido de las cuentas- prefigura una situación en la que el
Banco de España, y consiguientemente el Gobierno, está consintiendo
un paraíso fiscal en el centro de Madrid, desde el punto de vista de
este diputado. Nos parece que es una situación muy grave, gravísima,
y que arroja luz sobre lo que realmente está pasando aquí. Antes
decía que no era solamente un tema de Gescartera, sino que, al hilo
de esa información, se descubre que hay un banco extranjero que opera
en nuestro país al que se le permite -porque se dice que es muy
difícil de atacar y no se soluciona esa situación- que siga operando
con esas cuentas, que tienen un volumen cercano a 12.000 millones de
pesetas. Si a esto unimos que la CNMV ha consentido a Gescartera
durante mucho tiempo, una actuación en relación con las transacciones
en valores que tienen también una vía de salida hacia el exterior y
que el señor Caruana, el Gobernador del Banco de España, es una
persona de confianza del señor Rato puesto que antes ha sido nombrado
para puestos de responsabilidad en el propio Ministerio de Economía,
estamos hablando de que en estos momentos no hay garantías en nuestro
país de que el Banco de España sea un organismo independiente, pues
depende del Ministerio de Economía. Y no solamente depende del
Ministerio de Economía, sino que está autorizando y está consintiendo
una situación de paraíso fiscal dentro de nuestro país, con el
agravante de que el propio ministro de Economía mantiene una cuenta
en este mismo paraíso fiscal, perdón, un crédito en este mismo banco
que es el origen y la sede del paraíso fiscal, lo cual me parece que
riza el rizo de lo permisible.

El Grupo Socialista va a estudiar serenamente y profundamente esta
situación porque excede de lo que está pasando en el caso Gescartera,
pero nos parece el acontecimiento más grave que hemos descubierto en
esta Comisión de investigación. Descubrir, al final, que no es
solamente que haya créditos en un banco que opera con trato de favor
a una agencia, a una sociedad gestora de cartera, que se la consiente
que esté funcionando ilegalmente en nuestro país en el sistema de
valores durante dos años, sino que además ese mismo banco concede un
crédito al señor ministro de Economía y el Banco de España, y el
Ministerio de Economía consienten que este banco funcione como un
paraíso fiscal dentro de nuestro país.




Página 1087




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Alcaraz. Dispone de un
máximo de diez minutos en este segundo turno.




El señor ALCARAZ MASATS: Sí, pero no los voy a agotar, señor
presidente.

Hay una aseveración que ha hecho el portavoz del Grupo Popular, señor
Caruana, a la que usted no ha contestado. (Risas.), pero haría que
usted fuera el culpable de la no intervención el 16 de abril de 1999.

Ha dicho el señor portavoz -usted lo recuerda perfectamente- que
precisamente al no asistir usted impidió la intervención en 1999,
porque alguien dijo que no estando usted no era lógico intervenir.

Creo que se ha dicho así exactamente. Si no es así, el «Diario de
Sesiones», que es leal, lo tendrá en cuenta. Yo al menos lo he
entendido así y ya sabe que yo no tergiverso palabras. Yo creo que el
señor Caruana también lo ha entendido así, que al faltar el señor
Caruana alguien dijo: ¿Cómo vamos a intervenir si falta el director
general del Tesoro? Es algo serio que hay que aclarar.

Usted dice que no informó al secretario de Estado ni al ministro. No
informó, ¿qué quiere decir, nunca o al día siguiente? En algún
momento tuvo que informar o se tendrían que preguntar el secretario
de Estado de Economía o el ministro de Economía, a menos que tuvieran
otro cauce de información que no fuese el oficial. Parece, señor
Caruana, que usted le dejó el testigo a doña Gloria Hernández sin
informarle de nada. No le informó de cómo iban las cosas, no le
informó de las situaciones críticas que afectaban en algunos casos a
Gescartera, etcétera.

Usted ha dicho, en sesión pública, que las sucursales extranjeras,
por ejemplo, la del Hong Kong Shanghai Bank, están en una situación
especial respecto a la supervisión, pero nosotros queremos hacerle
ver que en ciertos créditos, teniendo en cuenta que estos bancos, el
Hong Kong Shanghai Bank, tienen que tener una serie de controles del
regulador español -usted lo ha dicho y yo no lo voy a repetir-, el
señor ministro de Economía no está en las mejores condiciones de ser
neutral, habiendo recibido un crédito de este banco, para poder
aplicar la parte que le corresponde al Banco de España. Sería
interesante que el Banco de España se preocupara de ver si este
crédito es normal o no, porque afecta a la máxima autoridad española
a la hora de ver las condiciones administrativas y la regulación
específica que tiene que hacer España respecto al Hong Kong Shanghai
Bank.

Señor Caruana, para terminar quiero decirle que usted va a ser feliz,
porque tiene poca memoria. Los pueblos que no tienen memoria son los
que son felices, decía Albert Camus. Tiene usted una desmemoria
selectiva, porque dice usted: Yo no recuerdo que me llamara, pero si
me hubiera llamado diciendo esto, lo hubiera recordado. Pido que esa
aseveración que ha hecho no conste en la consciencia de los oyentes,
porque
es una cosa hipotética que conduce a la melancolía. (Risas.)
Para finalizar, señor Caruana, quiero decirle -usted me entenderá,
porque voy a utilizar el lenguaje popular- que hemos pasado del
modelo Colombo al diálogo de besugos; no estoy insultándole. Recuerda
lo del tebeo: Aparecían dos personas, y uno decía: Buenas tardes; y
el otro contestaba: Buenos días. Ese es el método en el que estamos
en estos momentos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra su comisionado, señor Souvirón.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Le pediría al señor Alcaraz que no me
aplicara a mí el método Colombo. Me remito al «Diario de Sesiones» y
a lo que he dicho, que lo he puesto en boca de don Miguel Martín. Me
remito al «Diario de Sesiones» de esta Comisión, número 15, del 10 de
octubre, página 455, que leo textualmente, para que se vea que una
cosa no tiene que ver con otra y que ha sido fruto de la aplicación
estricta del método Colombo. Decía don Miguel Martín, en esta
Comisión: «...por más que lo pienso, no hay una propuesta de
intervención. Yo diría que no hay una propuesta formal de
intervención. Formal quiere decir ni por escrito ni es una propuesta
oral formal sobre este punto. Y voy a intentar explicar por qué.

Puedo estar equivocado, pero les voy a explicar a ustedes por qué. La
primera razón es que el señor Caruana no está presente, y el director
general del Tesoro, en un tema de intervención, tiene un papel
fundamental, por dos razones: primero, porque dice la Ley de
disciplina, que es la del Banco de España y me la conozco muy bien,
que del acuerdo de intervención hay que dar cuenta inmediata al
Ministerio de Hacienda, es decir a la Dirección del Tesoro, y en
segundo lugar, que ese acuerdo es inmediatamente recurrible ante el
Ministerio de Hacienda en un plazo perentorio. Por lo tanto, yo creo
que no tendría sentido debatir este tema sin la presencia del
director general del Tesoro. El director general del Tesoro no estaba
esa mañana, pero podía estar perfectamente el sábado, y para un tema
de estos incluso mejor el sábado.» Eso es lo que dije y lo que digo.

El método Colombo hace aguas al final.

Por lo que se refiere a la intervención del señor gobernador del
Banco de España, tomo nota de sus contestaciones. El Grupo
Parlamentario Popular valora positivamente que el Banco de España
colabore con la autoridad judicial, con la investigación judicial,
que al final es la que nos tendrá que dar luz sobre estos temas,
igual que valora positivamente que la Agencia Estatal de la
Administración Tributaria o la propia Policía Nacional hayan puesto
todos los medios necesarios para que esa investigación progrese como
tiene que progresar y lleguemos a las conclusiones que todos
esperamos.(El señor Alcaraz Masats pide la palabra.)



Página 1088




El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Quiero hacer una matización, porque eso no
es lo que ha dicho antes el señor portavoz.




El señor PRESIDENTE: Es una aclaración entre ustedes, pero no
respecto al señor Caruana.




El señor ALCARAZ MASATS: De acuerdo con lo que ha leído, la ausencia
del señor Caruana era fundamental para no intervenir.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Señor presidente, me remito al «Diario de
Sesiones» de esa sesión, en el que dice claramente lo que yo he
dicho.




El señor PRESIDENTE: Señor Caruana, en su turno de intervención que
cierra esta comparecencia, si hay alguna parte que -debido a la
intervención del señor Cuevas- desee hacer públicamente ante esta
Comisión, a puerta abierta, lo puede hacer; si desea que sea a puerta
cerrada, para dar información complementaria, esta presidencia
recogerá su petición y hará esa segunda parte a puerta cerrada. Por
lo demás, por lo que se ha dicho aquí a puerta abierta, tiene usted
el derecho de dejar clara su información.

Adelante, señor Caruana.




El señor CARUANA LACORTE: En cuanto al tema menor de las jornadas, es
posible que fuesen organizadas por el Instituto de Estudios
Económicos, pero tuvieron lugar en la Bolsa de Madrid.

El segundo asunto era mi conversación con el señor Fernández-Armesto.

Yo no recuerdo que me dijese que era para intervenir, y lo que he
hecho ha sido tratar de hacer la hipótesis -y ya hay muchas hipótesis
en estas sesiones- de que si hubiese sido para eso, hubiese hecho
todo lo posible por tratar de retrasar la sesión o cambiar los
planes. No recuerdo haberlo hecho y recuerdo que viajé al ECOFIN
informal; es lo único que puedo decir. No lo recuerdo, lo he dicho
anteriormente, y no puedo matizar más.

En relación con la sesión que hemos tenido a puerta cerrada, el
carácter reservado de los datos viene dado por lo que dice la norma,
que es a lo que yo me atengo. Lo que dice la norma es que los datos,
documentos e informaciones que obran en poder del Banco de España, en
virtud de cuantas funciones le encomiendan las leyes, tendrán
carácter reservado y no podrán ser divulgados a ninguna persona o
autoridad. Luego se establecen las excepciones, como por ejemplo esta
Comisión, en cuyo caso existe la posibilidad de informar en sesión
secreta. Por lo tanto, los datos que yo he proporcionado a puerta
cerrada se habían obtenido en función de nuestras competencias y por
lo tanto tienen carácter reservado, por lo que pediría que se
mantuviese este carácter reservado. Esta es mi opinión sobre los
datos. Como
he contestado a las preguntas de carácter reservado previamente, no
creo que tenga que hacer ninguna aclaración, excepto la de que
discrepo profundamente -y lo he explicado anteriormente- de la
interpretación del señor Cuevas sobre posibles paraísos fiscales en
el centro de Madrid. Eso es erróneo, profundamente erróneo, y es malo
que se diga así porque no hace ningún bien y es algo equivocado. Es
una diagnosis equivocada, y como lo he explicado a puerta cerrada, no
me voy a extender en este tema.




El señor PRESIDENTE: Señor Caruana, está usted en su derecho; así lo
ha interpretado la presidencia, y por eso ha pedido que su
explicación fuera a puerta abierta. Si cualquier comisionado deseara
una información complementaria sobre materias reservadas, se tratará
a puerta cerrada.

Puede continuar, señor Caruana.




El señor CARUANA LACORTE: Muchas gracias.

En cuanto a si por no asistir yo al consejo, se impidió la
intervención, se ha leído qué es lo que pasó allí, era más bien un
argumento para decir que difícilmente se podía haber pensado en que
la sesión era para intervenir si yo no estaba presente, pero
obviamente el que yo no estuviera presente en un consejo no impide
tomar una decisión y se podía haber convocado inmediatamente. Es
verdad que no el sábado, como parecía que pensaba el subgobernador,
porque ese día seguía todavía de viaje, pero se podría haber
convocado el lunes, el martes, el miércoles, el jueves o el viernes.

La decisión de intervenir no caducaba y podía haberse tomado en
cualquier momento a partir de mi presencia.

Me han preguntado si nunca he informado. Ya he dicho anteriormente
que no había informado. Al decir nunca, parece que se trata de mucho
tiempo, pero nunca he informado en los dos meses y medio en los que
yo tuve este contacto. Conozco este tema el 6 de abril y ceso a
finales de junio, por lo que estamos hablando de dos meses y medio.

En esos dos meses y medio no he informado nunca sobre el tema de
Gescartera y he mencionado anteriormente las razones por las que eso
fue así. Se ha mencionado la idea de que el director del Tesoro es el
cauce oficial. He querido insistir anteriormente, pero no sé si lo he
dejado claro, en que no es ese el cauce oficial. El cauce oficial es
el representante de un órgano colegiado, que es su presidente. Ese es
el cauce oficial para cualquier comunicación.

Respecto a si he informado a mi sucesora, hay que tener en cuenta que
en la Dirección General del Tesoro constan todos los antecedentes que
pueden ser consultados por el sucesor. Estas cosas no necesitan una
transmisión oral, sino que tienen su documentación, que queda en el
puesto y que es por tanto accesible a la persona que llega al cargo.

Respecto a otros créditos del Hong Kong Shanghai Bank, hemos hablado
de este tema en la sesión a puerta



Página 1089




cerrada y ha quedado perfectamente aclarado en la sesión anterior,
por lo que en esta sesión no tengo nada que añadir.




El señor PRESIDENTE: Antes de continuar la sesión con el siguiente
compareciente, esta presidencia agradece al señor gobernador del
Banco de España, don Jaime Caruana, su comparecencia ante la Comisión
y su colaboración con la misma.




- DE DON JOSÉ FOLGADO BLANCO, SECRETARIO DE ESTADO DE ECONOMÍA, DE LA
ENERGÍA Y DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA. (Número de expediente 212/
000821.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, reanudamos la sesión de la Comisión de
investigación sobre Gescartera con la comparecencia de don José
Folgado Blanco, secretario de Estado de Economía, de la Energía y de
la Pequeña y Mediana Empresa.

Tiene la palabra el señor Folgado Blanco para exponer la información
correspondiente.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ECONOMÍA, DE LA ENERGÍA Y DE LA
PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA (Folgado Blanco): Señor presidente,
señorías, comparezco ante esta Comisión parlamentaria de
investigación para informar sobre mi actuación como secretario de
Estado de Economía, de la Energía y de la Pequeña y Mediana Empresa
en lo que ha venido denominándose caso Gescartera.

Antes de entrar en consideraciones más profundas, quisiera hacer una
breve reflexión para abordar determinados aspectos que debieran
quedar lo más claro posible desde el principio de mi intervención.

Debo resaltar, de entrada, que mi única relación -insisto, mi única
relación- con el grupo Gescartera se circunscribe a la firma de la
orden ministerial de su transformación en agencia de valores el día 1
de septiembre del pasado año. Firmé dicha orden en virtud de la
correspondiente delegación de facultades del ministro de Economía. En
cualquier caso, volveré sobre el asunto más adelante para que puedan
comprobar de nuevo la total transparencia y legalidad del mencionado
proceso. Por otra parte, existe un aspecto que, en mi opinión,
seguramente es el más importante de todos. El asunto que hoy nos
convoca es un desafortunado episodio que considero totalmente aislado
y que no puede ni debe estigmatizar el conjunto del sistema
financiero español, uno de los más modernos y eficientes de Europa.

De hecho, durante mi intervención ahondaré sobre este aspecto. Sin
más, paso a realizar una serie de consideraciones que constituyen mi
intervención previa a las preguntas que SS.SS. tengan a bien
formular.

Quisiera comenzar abordando el único asunto que, como comentaba a SS.

SS., me afecta como responsable de la Secretaría de Estado de
Economía en lo que a Gescartera se refiere, es decir, la firma de la
orden
ministerial de transformación de Gescartera Dinero, sociedad gestora
de carteras, en agencia de valores. Pero antes déjenme poner de
manifiesto que mi actitud como secretario de Estado no ha sido otra
que la de respeto hacia las competencias marcadas por la ley y, por
supuesto, de confianza en la profesionalidad y la responsabilidad
tanto de los organismos independientes adscritos al ministerio, como
es la CNMV, como de los distintos centros directivos de la secretaría
de Estado. Queda totalmente al margen de mi ánimo el mantenimiento de
una actitud fiscalizadora y de intrusismo en el normal funcionamiento
de las instituciones independientes, tal como marca la ley y bien
conocen SS.SS. Quisiera recordar a SS.SS. que la normativa reguladora
de la CNMV configura este organismo como independiente en el
ejercicio de sus funciones. Esta independencia fue precisamente uno
de los objetivos perseguidos por la Ley del mercado de valores de
1988, que creó la citada Comisión. Hay que insistir en que esta
independencia existe aun cuando la CNMV esté adscrita al Ministerio
de Economía a través de la subsecretaría. Se trata de una adscripción
de carácter meramente orgánico puesto que, desde el punto de vista
funcional, la CNMV tiene absoluta autonomía para el ejercicio de sus
competencias. No está de más tener presente que las competencias
propias de la CNMV son múltiples e incluyen, entre otras, la de velar
por la transparencia de los diversos mercados, la correcta formación
de los precios en los mismos, la protección de los inversores
promoviendo las informaciones que sean de interés para éstos, la de
controlar el desarrollo de los mercados primarios, la de admisión a
negociación de valores en los mercados secundarios oficiales así como
su suspensión y exclusión, la de velar por el cumplimiento de las
normas de conducta por cuantos intervienen en el mercado de valores,
la de asesorar al Gobierno y al Ministerio de Economía y Hacienda en
las materias relacionadas con los mercados de valores y el control
del cumplimiento de cuantas obligaciones y requisitos se exigen en la
ley, incluyendo el ejercicio de la potestad sancionadora.




Teniendo esto bien claro, quisiera matizar algunos aspectos
relacionados con la propuesta de transformación que remite la CNMV al
ministro, no sin antes informarles de que aproximadamente firmo al
año unos cien expedientes de este tipo, es decir, de autorización,
modificaciones de estatutos, transformaciones, etcétera, relacionados
con bancos, cooperativas de crédito, establecimientos financieros de
crédito, fondos y gestoras del capital riesgo y, por supuesto, de
empresas de servicios de inversión: sociedades, agencias de valores
y gestoras de carteras.

En el expediente de Gescartera que aquí nos ocupa recibí, como en
todos, la documentación por parte del órgano competente, la CNMV, por
conducto de la Dirección General de Tesoro y Política Financiera, tal
y como estipula la legislación vigente. La orden del



Página 1090




Ministerio de Economía asumía en todos sus términos la propuesta de
la CNMV, añadiendo un requisito de cara a la escritura de
transformación de la nueva sociedad, cual es la entrada de la ONCE en
el 10 por ciento del capital de dicha sociedad. Desconozco las
actuaciones concretas que la CNMV llevó a cabo en aplicación de la
mencionada orden ministerial. No obstante, recuerdo a SS.SS. que
ciertamente es competencia de dicha institución comprobar que se
cumplen los requisitos de la autorización y realizar la inscripción
en el registro correspondiente.

Quisiera poner de manifiesto que la transformación en agencia de
valores supuso para la citada entidad, tal como recoge la orden
ministerial, la asunción de muy pocas funciones adicionales a las que
ya tenía como sociedad gestora de carteras. En este sentido, el
propio manual de procedimientos presentado por los interesados, por
Gescartera, implicaba renuncia a una de las funciones principales que
pueden realizar las agencias de valores y que no pueden llevar a cabo
las sociedades gestoras de carteras, la función de depósito. Esta
función es una de las que más riesgos conlleva para los clientes
cuando la agencia de valores es insolvente. Por el contrario, la
separación de gestor y depositario constituye una garantía añadida
para los inversores. Según el manual de procedimientos y el propio
programa de actividades aportados por el grupo Gescartera, esta
garantía iba a existir en el presente caso. La orden ministerial que
firmé el 1 de septiembre de 2000 autorizó la conversión de Gescartera
Dinero en agencia de valores, pero sin permitirle realizar
operaciones de depósito ni otras propias de las agencias de valores,
ya que además no estaban incluidas en el programa de actividades
presentado por los propios interesados. Además de la exclusión de la
actividad de depósito, señorías, insisto en el hecho de que la orden
ministerial no autorizaba a llevar a cabo otras actividades típicas
de las agencias de valores, como son la ejecución de órdenes por
cuenta de terceros y la mediación por cuenta directa o indirecta del
emisor en la colocación de las emisiones y ofertas públicas de venta.

Asimismo tampoco autorizaba para llevar a cabo actuaciones accesorias
de suma importancia, como son el depósito y administración de valores
e instrumentos financieros, cuestión a la que acabamos de hacer
referencia, y la realización de transacciones en divisas vinculadas a
los servicios de inversión.

Señorías, si enfocamos este asunto desde el punto de vista contrario,
la autorización de transformación en agencia de valores, concedida
por orden de 1 de septiembre de 2000, tan sólo autorizaba a Gestora
Dinero a asumir dos funciones adicionales en materia de servicios de
inversión respecto de las que ya podía ejercer cuando era tan sólo
sociedad gestora de cartera: uno, la recepción y transmisión de
órdenes por cuenta de terceros, pero sin posibilidad de ejecución de
las mismas, como hemos visto, y dos, los servicios relacionados
con las operaciones de aseguramiento. Estos nuevos servicios
autorizados no suponían en absoluto, en términos generales y con la
perspectiva de los clientes, un mayor riesgo, sin embargo, implicaban
que Gescartera Dinero quedaba sujeta a todos los mecanismos de
control propios de las agencias de valores que son mucho más
estrictos que los que corresponden a las sociedades gestoras de
carteras, como se ha puesto de manifiesto con claridad meridiana en
esta misma Comisión de investigación.

Voy a ser algo exhaustivo en este punto porque para conocer el
alcance de la orden ministerial que firmé en lo referente a este
caso, es preciso conocer lo que buscaba el supervisor al remitir el
expediente al Ministerio de Economía. Como les digo a SS.SS., el
régimen de supervisión de las agencias de valores es mucho más
exigente que el previsto para las sociedades gestoras de cartera.

Este régimen se articula en dos ejes: exigencias específicas en
materia de recursos propios, con la finalidad de garantizar la
solvencia de estas entidades, y obligaciones de información al
supervisor con una frecuencia y contenido muy superiores a las
previstas para las sociedades gestoras de cartera.

En primer lugar, las agencias de valores, así como los subgrupos
consolidables, deben de mantener en todo momento un volumen de
recursos propios proporcionados a su actividad y gastos de estructura
y a los riesgos asumidos. Estas exigencias se justifican en la
necesidad de preservar la solvencia de nuestros intermediarios
financieros y, en definitiva, garantizar la credibilidad de nuestro
sistema financiero. Las sociedades gestoras de carteras, por su
parte, no están, sin embargo, sometidas a este régimen.

En segundo lugar, no sólo es preciso garantizar la solvencia de las
agencias de valores sino también su liquidez, de forma que estas
entidades puedan hacer frente a sus obligaciones dinerarias
eficientemente. De ahí que se les exija el mantenimiento de un
coeficiente de liquidez, estableciéndose a tal fin la obligación de
mantener un determinado volumen de inversiones en activos de bajo
riesgo y elevada liquidez. Las sociedades gestoras de carteras quedan
de nuevo excluidas de estas exigencias.

En tercer lugar, en materia de auditoría, las cuentas anuales y el
informe de gestión de las agencias de valores deben de ser revisadas
por auditores de cuentas, habiéndose establecido ciertas exigencias
adicionales. Precisamente, en atención a las características
especiales de la actividad de las agencias y de las sociedades de
valores y de los riesgos a que se ven sometidas, se exige un informe
complementario al de auditoría de cuentas. El informe complementario
detalla, entre otros aspectos, la información relativa a los riesgos
asumidos por la entidad auditada. El cumplimiento de la normativa
legal, las debilidades detectadas en el sistema de control interno de
la entidad, la revisión de los estados financieros intermedios y
otras informaciones



Página 1091




relativas al alcance de los procedimientos de auditoría aplicados.

En cuarto lugar, en cuanto a los deberes de información al
supervisor, como dije anteriormente, las agencias de valores deben
remitir mensualmente a la CNMV los estados financieros estadísticos
reservados, balance y cuentas de pérdidas y ganancias reservados,
estado de informaciones complementarias e inventario de la cartera.

Con carácter trimestral, habrán de remitir a la CNMV los estados
financieros, balance y cuentas de pérdidas y ganancias. Por último,
anualmente las agencias de valores deben enviar a la CNMV un informe
normalizado sobre la aplicación del beneficio del ejercicio. Las
sociedades gestoras de carteras, por su parte, sólo tienen que
presentar con carácter semestral el balance y cuenta de resultados
reservados, el inventario de la cartera, el estado de gestión de las
carteras e información auxiliar sobre transacciones intergrupo,
distribución y relación de accionistas y directivos, números de
empleados, etcétera y sólo anualmente han de presentar ante la CNMV
información sobre la aplicación del beneficio del ejercicio.

En quinto lugar, las agencias de valores cuentan con reglas
específicas en materia de consolidación de cuentas, habiéndose
diseñado un sistema propio de normas contables y modelos de estados
financieros y cuentas anuales para grupos y subgrupos consolidables
de agencias de valores. La entidad obligada debe remitir al
supervisor los estados financieros, así como información sobre la
estructura del grupo o subgrupo consolidable de que se trate con
carácter trimestral. También deberá remitir cada año a la CNMV las
cuentas anuales, el informe de gestión consolidado y el informe de
auditoría. Este régimen es exclusivo de las agencias y sociedades de
valores, ya que las sociedades gestoras de carteras no pueden
integrarse en grupos consolidables. Las normas especiales sobre
consolidación descritas ahora se complementan con exigencias
específicas de recursos propios para grupos consolidables. Por
último, las agencias de valores cuentan con un régimen contable
propio, a diferencia de lo que sucede con las sociedades gestoras de
carteras, que se someten al régimen común establecido por el plan
general de contabilidad.




Puede concluirse, por tanto, que el régimen de supervisión
y disciplina de las agencias de valores es considerablemente más
exigente que el previsto para las sociedades gestoras de cartera,
tanto en lo que se refiere a contenido y plazos de remisión de
información al supervisor, como a la observancia de normas
prudenciales que garanticen la solvencia y liquidez de las entidades;
de hecho, algún técnico de la CNMV, el señor Martínez Pardo, ha
puesto de relieve que, desde el punto de vista del supervisor, era
mejor controlar una agencia de valores que una sociedad gestora de
carteras. Quisiera reseñar que la orden de transformación en agencia
de valores al someter a este estricto control y
supervisión a Gescartera coadyuvó a la intervención administrativa de
las sociedades del grupo Gescartera y a la iniciación de las
actuaciones judiciales pertinentes. Por todos estos motivos,
considero que la orden ministerial de 1 de septiembre de 2000 tuvo
una tramitación impecable.

Para ir concluyendo mi intervención, en lo que a la transformación de
la sociedad de gestión de cartera en agencia de valores se refiere,
quisiera poner de manifiesto que las actuaciones posteriores a la
autorización de la transformación de Gescartera Dinero en agencia de
valores quedaban fuera de la competencia del Ministerio de Economía.

Así pues, tanto la inscripción en el Registro Mercantil, que depende
de los propios interesados, como la inscripción en el registro
correspondiente de la CNMV, cuya competencia corresponde en exclusiva
a este organismo supervisor, eran actividades sobre las cuales el
Ministerio de Economía y sus direcciones generales, particularmente
la del tesoro y política financiera, no tenían ninguna competencia.

Adicionalmente, no correspondía al Ministerio de Economía verificar
que se cumplían las condiciones establecidas en la orden de 1 de
septiembre de 2000 para la transformación en agencia de valores a los
efectos de la inscripción de la agencia de valores. No obstante, debo
señalar que en el ámbito de mi secretaría de Estado sí han tenido
lugar algunas actuaciones adicionales posteriores a la autorización
de transformación. Me estoy refiriendo a las actuaciones llevadas a
cabo por la Dirección General de Seguros en el ámbito de la
revocación de las autorizaciones por ella concedidas a sociedades del
grupo Gescartera. Todas estas revocaciones siguieron de forma
escrupulosa el procedimiento y los requisitos legalmente previstos al
efecto. Me permito hacer un inciso para señalar que, en el ámbito de
esta dirección general, también cumplieron todos los requisitos,
tanto materiales como procedimentales establecidos por la normativa
vigente, en materia de planes y fondos de pensiones, las
autorizaciones concedidas a sociedades del grupo Gescartera.

Señorías, ahora voy a centrarme unos momentos, como les avanzaba al
comienzo de mi intervención, en poner de manifiesto la
profesionalidad, la eficiencia y el grado de desarrollo del sistema
financiero español, uno de los más solventes de Europa y del mundo.

Ello resulta especialmente apropiado en una Comisión parlamentaria
particular que investiga el problema de una empresa de servicios de
inversión. Es mi obligación, como secretario de Estado de Economía,
Energía y de la Pequeña y Mediana Empresa poner este hecho de
manifiesto. No podemos aceptar que el comportamiento fraudulento de
una empresa ponga en entredicho o manche de alguna forma la
reputación del conjunto de nuestro sistema financiero. Por ello, en
lo que considero sin duda la parte más importante de mi intervención
hoy en esta sala, quisiera poner de relieve algunos datos y hechos
relacionados con el sistema financiero de



Página 1092




nuestro país que servirán para relativizar el caso que hoy nos
convoca.

Quiero comentar a SS.SS. que la lógica preocupación por el caso
Gescartera no debe hacer que se pierda la perspectiva global de la
evolución reciente de la situación actual del sistema financiero
español. En efecto, en su conjunto, el sistema financiero español
funciona de manera adecuada y solvente, tanto en su vertiente de
ofrecer a los ahorradores españoles alternativas de inversión
diversificadas y seguras, como en la de transmitir dicho ahorro de
manera fluida y suficiente a los demandantes de financiación. No
reconocer esta realidad sería equivocar el diagnóstico y, por ello,
me detendré en este punto. Si hubiera que caracterizar en unos
cuantos rasgos básicos el sistema financiero español, apuntaría los
siguientes: en primer lugar, debe destacarse el espectacular
crecimiento del sistema financiero español en los últimos años tanto
en lo que se refiere al de los mercados que lo componen como a los
instrumentos negociados y al número y calidad de los propios
intermediarios financieros. En segundo lugar, hay que reseñar la
eficiencia de los mercados financieros como transmisores de
financiación y como ofertantes de productos financieros a los
ahorradores finales que permiten a éstos elegir la combinación de
rentabilidad/riesgo más adecuada a sus características. En tercer
lugar, es patente la creciente internacionalización del sistema
financiero español y el atractivo también creciente que ejerce sobre
los ahorradores e inversores extranjeros. Por último, debe decirse
que, en su conjunto, las entidades e instituciones que conforman el
sistema financiero español muestran un elevado grado de solvencia.

Me detendré muy brevemente en dos aspectos que son de especial
relevancia por su relación con el asunto que hoy nos convoca, como
son la evolución reciente en el ámbito de la inversión
profesionalizada y la relativización de la dimensión del tema de
Gescartera. En cuanto a la inversión profesionalizada, podemos hablar
del importante grado de desarrollo de las entidades de valores que
agrupan a las sociedades y agencias de valores. El desarrollo de
nuestro sistema financiero y el incremento de la competencia en la
actividad de mediación y gestión de valores han hecho que, en un
primer momento, el número de las sociedades y agencias de valores se
redujera, desde las 132 que había registradas, por ejemplo, a finales
de 1991 hasta las 105 de finales del pasado ejercicio. Por otra
parte, mientras que tras el ajuste inicial el número de sociedades y
agencias de valores se ha mantenido bastante estable durante los
últimos ejercicios, el importe de las carteras gestionadas por las
mismas ha crecido de forma muy significativa. De acuerdo con datos de
la CNMV, mientras que en diciembre de 1999 el importe de las carteras
directamente gestionadas por sociedades y agencias de valores
ascendía a alrededor de 3.662 millones de euros -609.000 millones de
pesetas-,
dicho importe era de 5.123 millones de euros en junio de 2001
-852.000 millones de pesetas-, lo que supone un incremento de
alrededor del 40 por ciento. En cuanto a la interpretación de estos
datos, hay que tener en cuenta que los facilitados por la CNMV se
refieren al valor efectivo de las carteras por lo que, estrictamente
hablando, en dicho crecimiento se incluyen las variaciones en los
precios de mercado de los activos gestionados, de modo que, en
diciembre de 2000, el importe de las carteras gestionadas era de
5.435 millones de euros y, tres meses más tarde, en marzo de 2001,
dicho importe había descendido hasta 4.734 millones de euros. El
incremento en la competencia en la actividad de gestión, y sobre todo
de mediación, puede verse en el hecho de que el volumen intermediado
por sociedades y agencias de valores en renta variable en las bolsas
nacionales, ha pasado desde los 77.000 millones de euros, en 1993,
hasta 850.000 millones de euros en el año 2000, lo que supone que se
ha multiplicado por más de once veces. Sin embargo, el corretaje
promedio ha descendido, en el mismo período, desde 1,89 por mil de
1993, hasta el 0,79 por mil, del pasado ejercicio, lo que supone una
reducción del 60 por ciento. Para poder apreciar la dimensión
relativa del asunto Gescartera, los 18.000 millones de pesetas
supondrían apenas un 2 por ciento del valor del importe a julio del
2001 gestionado por sociedades y agencias de valores. Ampliando el
ámbito de la comparación al total del ahorro gestionado por las
instituciones financieras durante 2000, esos 18.000 millones
supondrían alrededor de un 0,015 por ciento, sobre el total de los
121 billones de pesetas del citado volumen de ahorro gestionado.

Por otro lado, es de justicia resaltar que el extraordinario
crecimiento del sistema financiero español, la eficiencia de sus
mercados y la internacionalización de sus actividades se han
desarrollado en un marco de elevada solvencia de las entidades y con
la existencia de un marco regulador y supervisor en conjunto adecuado
y homogéneo con el existente en la Unión Europea. En el ámbito de las
entidades de crédito, las entidades españolas superan en solvencia a
la media de la UE, entre 1 y 2 puntos porcentuales, como ponen de
manifiesto las ratios de capital según la normativa del Banco
Internacional de Pagos. Relacionado con este aspecto de la solvencia
de las entidades de crédito, cabe destacar que en términos
consolidados las entidades españolas han venido manteniendo niveles
de rentabilidad superiores a la media, comparada con el activo de los
países de la Unión Europea, lo que, unido al sistema de provisiones
diseñado por el Banco de España, ha permitido que las entidades
españolas se encuentren en una favorable posición relativa respecto a
otras de nuestro entorno. Para los fondos de inversión la regulación
establece los límites de inversión de este tipo de instituciones, así
como los coeficientes de liquidez de las mismas, lo que garantiza el
adecuado funcionamiento del mercado de fondos de inversión españoles



Página 1093




controlado por la CNMV. Incluso en situaciones límite como la vivida
tras los atentados de Estados Unidos, cuando permaneció cerrada
durante varios días la Bolsa de Nueva York, los fondos de inversión
se han comportado con normalidad, permitiendo, según la normativa
española, un importante grado de liquidez.

Para ir concluyendo, me interesa destacar que la normativa española
reguladora y supervisora de los mercados de valores y, en particular,
de las empresas de servicios de inversión sociedad o agencia de
valores y sociedad gestora de carteras, es el reflejo de la normativa
comunitaria y las prácticas internacionales consensuadas por las
asociaciones internacionales de supervisores. Así los requisitos
legales para constituir en España una empresa de servicios de
inversión, sociedad o agencia de valores o sociedad gestora de
carteras, son los mismos que en el resto de los países de la Unión
Europea. Las directivas comunitarias establecen unos requisitos
mínimos para operar en Europa, pero algunos países establecen mayores
exigencias, como ocurre en España con el capital inicial, lo que
supone un plus de protección para los inversores. En el ámbito de la
solvencia, exigencias de capital para cubrir los riesgos de manera
continua, los requisitos son también comunes a los de los países
europeos, pues están estandarizados en función de la operativa que
realiza cada una de estas entidades, por cuenta propia, ajena,
etcétera. Sin embargo, en algunos aspectos la normativa española es
también más estricta que la comunitaria, por ejemplo, las entidades
españolas que presten servicios de gestión de carteras deben mantener
unos recursos propios proporcionales al patrimonio que gestionan,
requisito que no existe en las directivas europeas.

Finalmente, hay que recordar que la CNMV cuenta con los mismos
instrumentos legales de supervisión que el Banco de España. Estos
instrumentos son igualmente homologables a los de cualquier
supervisor europeo. En conclusión, señorías, espero que esta
intervención que ahora concluyo haya servido para informarles de mi
actuación en la Secretaría de Estado de Economía, Energía y pymes, al
tiempo que creo que ha quedado claro en esta Comisión mi interés en
resaltar el importante papel que desempeña el sistema financiero,
absolutamente al margen del incidente de una empresa concreta.

Muchas gracias. Quedo a su disposición.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Folgado Blanco, secretario
de Estado de Economía.

Vamos a comenzar las intervenciones de los señores portavoces de los
grupos para que formulen al compareciente preguntas que estimen
convenientes y que el señor compareciente pueda, al final de la
última intervención de los portavoces, empezar a contestarlas.

Tiene la palabra, en primer lugar por el Grupo Socialista, su
comisionado el diputado señor López Aguilar, por un tiempo máximo de
30 minutos.

El señor LÓPEZ AGUILAR: Muchísimas gracias, señor Folgado, señor
secretario de Estado, por su presencia ante esta Comisión de
investigación. Se lo agradecemos muy encarecidamente y le
agradeceremos también que a pesar de las apariencias no pierda de
vista que es una Comisión de investigación, y digo de las apariencias
porque estas apariencias no son casuales. Usted acaba de arrancar su
intervención ante esta Comisión de investigación como si esta fuese
una Comisión de Economía, en la que usted comparece para informar a
esta Cámara del estado del mercado financiero, del estado del mercado
de valores y de la evolución que usted ha juzgado en términos muy
positivos y muy favorables, a la vista de los datos espectaculares
que en términos cuantitativos fundamentan esa apreciación del mercado
de valores y del mercado financiero, pero permítame que le recuerde
que usted no está aquí para eso, usted no ha venido aquí como
secretario de Estado para informar de la buena salud del mercado
financiero, para informar de que eso es a su vez indicador de que la
economía española ha marcado una curva ascendente y ha tenido un
curso positivo en los últimos años, una bonanza de la que
naturalmente todos los ciudadanos tenemos razones para congratularnos
aunque podamos hacer apreciaciones políticas acerca de cuánto
rendimiento positivo se ha desaprovechado y cuántas oportunidades se
han perdido para hacer las cosas muchísimo mejor de lo que se han
hecho. Usted no está aquí para eso, usted está aquí para ayudar a una
Comisión de investigación a esclarecer responsabilidades políticas
respecto al caso Gescartera. Usted está aquí para eso, y las
apariencias pueden desdibujarlo. Usted ha consumido un largo turno en
la mayor parte de su tiempo para hablarnos de cosas que no tienen que
ver con el caso Gescartera, pero que, permítame que se lo diga, tengo
la impresión de que pueden producir un efecto contrario al que usted
pretendía. Esas apreciaciones con las que usted ha abundado pueden
tener un efecto contraproducente, porque si usted pretende decir que
la economía española ha ido bien, que el mercado financiero español
ha florecido en los últimos años, que tiene prestigio internacional,
que está bien fundado, tanto desde el punto de vista institucional,
desde el punto de vista legal como desde el punto de vista
estrictamente económico, nosotros convendremos con usted en que eso
no hace sino subrayar el escándalo del caso Gescartera; eso no hace
sino subrayar la singularidad execrable que supone el caso Gescartera
y no hace sino subrayar que si el caso Gescartera ha sido posible
denota todavía mucho más que sólo es explicable en función
precisamente de lo que da fundamento al trabajo de esta Comisión de
investigación, responsabilidades políticas. Si el caso Gescartera ha
sido posible en medio de un mercado de valores y un mercado
financiero cuyas instituciones y ordenación legal merecen aprecio,
doble razón para esclarecer responsabilidades políticas, porque a
estas alturas de la



Página 1094




Comisión, mes y medio después de haber arrancado sus trabajos, son ya
muchos los testimonios que se han ido deponiendo, muchas las
apariencias que han quedado contrastadas como hechos, muchas las
presunciones que han quedado verificadas, y a estas alturas ya
resultan irrefutables, como para que usted las ignore en una
intervención que usted ha leído, que traía preparada por escrito; su
gabinete se la habrá preparado con esmero de modo que pueda dar la
impresión de que usted viene aquí a informar de algo distinto para lo
que ha sido llamado. Por el contrario, toda esa situación, todo ese
encuadre subraya que Gescartera no resulta explicable de acuerdo con
los parámetros que usted ha descrito. Hay que encontrar otras claves
y usted está aquí para ayudarnos a encontrar esas otras claves, no
tanto dándonos una ilustración general sobre el mercado de valores y
su cuadro institucional cuanto respondiendo a preguntas específicas,
y hacerlo en su calidad de responsable político.

Usted es secretario de Estado de Economía, Energía y Pyme, y en esa
calidad usted firmó una resolución, una orden ministerial por
delegación del ministro de Economía y vicepresidente de Asuntos
Económicos del Gobierno, por la que se procedía a transformar una
sociedad gestora de cartera en una agencia de valores, que tiene, por
las razones legales que usted ha explicado, una importancia enorme
para conducir a Gescartera al desastre final. Usted hizo eso en su
calidad de responsable político, de titular de un alto cargo, de
titular de un órgano de la Administración general del Estado, de la
estructura del Gobierno, de responsabilidad política y titular de un
cargo que está en una cadena de mando que es el área económica del
Gobierno cuyo responsable como vicepresidente es don Rodrigo Rato,
del que usted tiene conocimiento de muchos años, colaboración de
muchos años, confianza y seguramente, permítame que se lo diga o lo
presuma, amistad y lealtad personal perfectamente fundada. Usted
proviene del cuadro de profesionales cualificados que sirvieron a la
Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) que se
incorporan al área económica del Gobierno de la mano de don Rodrigo
Rato. Ya tiene un conocimiento extenso, prolongado, de mucho
recorrido con don Rodrigo Rato y disfruta de su confianza cuando se
incorpora como alto cargo al Gobierno de la nación a partir de 1996.

Su continuidad como alto cargo en la estructura del área económica
del Gobierno no hace sino confirmar esa relación de confianza
y lealtad personal perfectamente fundada y que el propio Rodrigo Rato
ha tenido recientemente ocasión de expresar gráficamente cuando
reconoció en una entrevista que aunque no le besa, se lleva muy bien
con usted. Perfecto, hay una relación de confianza en la que cabe
presumir conocimiento de los expedientes de quese trata, de los
asuntos que son competencia del Ministerio de Economía, de los temas
que se llevan y que hacen presumir que esa firma por delegación no es
pura y sencillamente la ejecución de un procedimiento
administrativo sino la conclusión del seguimiento -en términos de
confianza política- de un asunto que ha resultado tener relevancia
política. Usted está al frente de esa secretaría de Estado, lo que le
sitúa en una posición de privilegio para observar lo que sucede en un
organismo regulador del mercado de valores que aunque tiene categoría
como administración independiente, depende enteramente en su
nombramiento -y por tanto en sus designios políticos, en su
orientación política y estratégica- del área económica del Gobierno,
porque, evidentemente, todos sus cargos directivos, todos sus altos
cargos son nombrados con criterios de confianza por el responsable
del área económica del Gobierno. Es efectivamente el caso de doña
Pilar Valiente, a la que usted no puede no conocer, con la que usted
no puede no tener contacto, con la que usted no puede evitar tener
información directa de lo que sucede en la Comisión Nacional del
Mercado de Valores y cómo están allí las cosas. Por tanto es
perfectamente inferible esa relación de confianza en un organismo que
se incardina, aunque con categoría de administración independiente,
en la estructura del Ministerio de Economía.




Lo mismo, naturalmente, con don Enrique GiménezReyna. Está en otro
departamento del área económica del Gobierno, está en otro órgano, es
otro alto cargo, pero usted tiene contacto frecuente con él. Don
Enrique Giménez-Reyna también tenía contacto con el ministro Rato de
mucho tiempo atrás, de muy antiguo; pero con usted comparte muchas
reuniones en la comisión de secretarios de Estado y de
subsecretarios, muchas reuniones ha tenido que compartir con don
Enrique Giménez-Reyna, además reuniones durante un periodo crítico.

Esas reuniones se producen semanalmente y evidentemente hay líneas de
conexión entre quienes comparten responsabilidades en un mismo ámbito
objetivo, que dan muchas ocasiones a conversaciones sobre asuntos
relevantes y Gescartera no ha dejado de ser relevante desde finales
de la primavera y desde luego a todo lo largo del verano. Por tanto
es perfectamente presumible que usted conociera de la existencia
y problemática de Gescartera con anterioridad a la propuesta de la CNMV
de transformación en agencia de valores, y se lo pregunto
directamente, quiero que nos informe sobre eso. Usted tenía que
conocer de los problemas de Gescartera, de las incidencias internas
de la CNMV porque existen esas líneas de contacto y es obligado que
sea así en relaciones de responsabilidad política. Tenía que conocer
la vinculación con Gescartera de su compañero en la comisión de
subsecretarios, don Enrique Giménez-Reyna, en el momento de
tramitarse el expediente de transformación. Es hermano de la
presidenta, es hermano de doña Pilar Giménez- Reyna, tiene una
conexión personal directísima y evidentemente esa conexión personal
se traduce objetivamente en muchas gestiones que han quedado probadas
irrefutablemente. Esas gestiones tuvieron lugar,



Página 1095




esos intereses se manifestaron en gestiones y en actuaciones a favor
de Gescartera que hicieron presumir, a todo ese volumen de
inversores, a todo ese volumen de ciudadanos incautados en la red de
Gescartera, que Gescartera gozaba de la protección del Gobierno, que
Gescartera gozaba de respaldo gubernamental, respaldo del poder
político, que era un cálculo seguro, que aunque sus gestores
aparentes, aunque sus directivos aparentes fuesen personas en cuya
conversación uno no podía tener ninguna confianza porque no parecían
estar muy puestos, ni muy impuestos, ni muy solventes sobre los
asuntos de que se trataba, estaban muy bien conectados y por tanto
Gescartera era una inversión segura, tenía toda la apariencia de
estar protegida por el área económica del Gobierno, estar bien
conectada con el área económica del Gobierno y usted no podía
ignorarlo. Yo quiero que usted refresque aquí en la Comisión su
memoria y nos dé cuenta del conocimiento que tuvo con anterioridad a
que usted tuviera que entender del expediente administrativo con su
firma por delegación y bajo responsabilidad por tanto del ministro
Rodrigo Rato.

De la misma forma imagino que teniendo en cuenta la estructura
departamental del Ministerio de Economía, la comunicación más fluida
del Ministerio de Economía con la Comisión Nacional del Mercado de
Valores, la más constante y ordinaria, tendría que pasar también por
su conducto, de manera que usted tendría muchas ocasiones para seguir
las incidencias orgánicas de la CNMV, los enfrentamientos que hubo
dentro de la CNMV, que aquí han quedado también probados y
constatados, esa olla conspirativa, ese clima de nido de grillos que
se respiraba en la Comisión Nacional del Mercado de Valores y, por
supuesto, los condicionantes de lo que fue la salida de Juan
Fernández-Armesto, que no fue renovado en el cargo, pudiendo haberlo
sido para un segundo mandato, y es sustituido por alguien que
claramente le tenía puesta la proa dentro de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores, con la que Juan Fernández-Armesto tenía
enfrentamientos cada vez menos soterrados, cada vez menos sordos,
cada vez menos larvados, cada vez más expresos y ruidosos. Quiero que
usted nos explique el conocimiento que tuvo de esos enfrentamientos
internos dentro de la CNMV y el modo en que se resolvió en favor
naturalmente de Pilar Valiente, que sabemos que era persona de
confianza y cercanía al vicepresidente del Gobierno don Rodrigo Rato.

Evidentemente su participación principal, y a eso queremos dedicarle
la atención que se merece, está en el expediente de transformación en
agencia de valores. Usted es el secretario de Estado de Economía,
Energía y Pyme, firma por delegación la orden ministerial el 1 de
septiembre del año 2000, cuando la CNMV eleva la propuesta de
transformación y el expediente anexo que han sido aprobados por el
consejo el 13 de julio. Quiero que diga usted ante esta Comisión,
ateniéndose al deber de verdad, no lo olvide, esta no es una
comparecencia según el artículo 202 del Reglamento del Congreso de
los Diputados, es de conformidad con el 52, que establece el régimen
jurídico de las comparecencias ante comisiones de investigación y,
por tanto, tiene usted el deber jurídico de colaborar con la Comisión
y de atenimiento a la verdad bajo responsabilidad penal. ¿Tuvo usted
conocimiento de que en esa misma reunión del consejo de la CNMV del
13 de julio de 2000 se había impuesto a Gescartera una sanción grave
por irregularidades detectadas en el funcionamiento y puede
explicarnos la desatención que se produce, en el momento en que usted
tramita el expediente de transformación, de un dato tan relevante? En
la declaración de honorabilidad, además, que figura en ese
expediente, relativa al señor Camacho, y hay que recordar una vez más
que jurídicamente todos los actores, todos los accionistas de la
sociedad de cuya transformación se trata deben estar calificados de
honorabilidad, no figura el dato también muy relevante de que el
propio señor Camacho está sometido a un expediente sancionador.

Queremos que nos dé una explicación solvente y plausible que explique
ante la opinión pública esa circunstancia, si usted la tomó en
cuenta, si le dio igual o si recibió instrucciones para ignorarla. Al
mismo tiempo queremos que nos explique, y no en términos leguleyos
-estamos hablando de responsabilidades políticas que se adquieren por
acción, omisión o diligencia en el desempeño de los cargos-, qué tipo
de actuación interna desarrolla su secretaría de Estado y el
Ministerio de Economía en la decisión que incorpora esa resolución de
transformación, esa orden ministerial. En primer lugar, no podemos
creernos que sea un acto debido, como los actos del Rey. No hay una
obligación constitucional y responsable de hacer determinadas
actuaciones, sino que hay una incorporación de voluntad, hay una
incorporación de valor añadido en la resolución bajo responsabilidad
política de la transformación. Por tanto quiero que usted nos informe
de los informes internos de los que usted dispone además del que
emite la propia CNMV, los organismos que los emitieron, la aportación
de los servicios jurídicos del Ministerio de Economía y, por
supuesto, su propio gabinete, un órgano de asesoramiento y confianza
política, un órgano bien nutrido, bien dotado, con asesores
competentes bien retribuidos, de confianza política, porque la
opinión pública no puede creerse que se limitaran a dar por buenas,
sin mayores ni ulteriores indagaciones ni comprobación alguna, las
propuestas de la CNMV. Eso no resulta creíble ni resultaría tolerable
en términos de responsabilidad política, porque entonces ¿para qué
tendría el ministerio la competencia, para qué el ministro la
responsabilidad de firmar la orden ministerial, para qué usted la
responsabilidad delegada de firmar por delegación una orden
ministerial? Si ese expediente hubiera sido tramitado sin mayores
indagaciones, dando por buena toda la información que se leaporta en
la tramitación previa, habría habido una dejación



Página 1096




importante de funciones in vigilando. Quiero además que usted
recuerde que la propuesta de sanción que llega al consejo de la CNMV
era por falta muy grave, lo recordamos todos, esto ha quedado probado
aquí en el curso de las comparecencias.

Naturalmente su texto escrito le ha permitido hacer una exposición
aparentemente abstracta respecto de lo que aquí ha tenido lugar y
evidentemente el formato de comparecencia que el Partido Popular ha
impuesto conculcando -lo subrayaremos en cuantas ocasiones haga
falta- la interpretación constitucionalmente adecuada de los
artículos 76 de la Constitución y 52 del Reglamento, que remite
directamente sin confusión ninguna a la Ley orgánica de
comparecencias en comisiones de investigación que desarrolla el
artículo 76 de la Constitución, que no es esto, que no prevé esta
comparecencia sino la que prevé la ley orgánica, que no prevé una
comparecencia del 202 del Reglamento del Congreso de los Diputados,
sino la que prevé la ley orgánica, y lo dice el artículo 52 del
Reglamento, que es el que regula las comisiones de investigación; a
pesar de que el Partido Popular ha impuesto ese formato del que usted
se beneficia para traer un texto escrito en abstracto, del que puede
hacer caso omiso o del que puede pretender o fingir que no se ha
enterado de lo que aquí se ha dicho, de la cantidad de cosas que aquí
han resultado probadas o refutadas en función de los contrastes de
veracidad de los distintos testimonios que hemos ido conociendo,
hemos sabido que el consejo había propuesto una falta muy grave. La
Ley del Mercado de Valores reconoce potestad sancionadora para faltas
muy graves al Ministerio de Economía y sólo reconoce esa potestad a
la propia comisión para las graves y las leves, es decir, para las
que no son muy graves.

El cambio de calificación que se operó en ese expediente de
transformación permitió a la CNMV imponer internamente una sanción
que no es muy grave sin comunicarlo al ministerio. La imposición de
una sanción no ya muy grave sino grave o incluso leve podría haber
impedido el cumplimiento del requisito de honorabilidad de los socios
y accionistas que está establecido en la Ley reguladora del Mercado
de Valores. Hay muchas razones para que cualquiera que se haya tomado
la molestia de seguir esta Comisión, participando de la inquietud
ciudadana y sobre todo de la preocupación de quienes han perdido sus
ahorros en estas fechorías acumuladas por Gescartera con grave
negligencia, connivencia o complicidad de los organismos públicos que
debieron haberlo evitado, vea que esta puede ser la razón por la que
no se incorpora al expediente que se tramita ante el Ministerio el
conocimiento de esa sanción, por la que se hurta al ministerio el
conocimiento de la misma. Evidentemente, el reconocimiento expreso de
esa sanción hubiese lesionado la honorabilidad de todos los socios
accionistas y le hubiese impedido a usted legalmente firmar esa orden
ministerial. Además, en el expediente enviado por la CNMV con
propuesta
de transformación consta un amplio y documentado informe, bien
elaborado, del director general de fomento de la CNMV, el señor
Martínez Pardo. Antes de firmar la resolución que convirtió
Gescartera Dinero en agencia de valores tuvo que tener conocimiento
detenido de ese informe, señor Folgado, ya que usted era el
secretario de Estado y firmaba la orden ministerial con su
responsabilidad política.

En el informe, puntos 2, 18 y 26, se habla de la modalidad de
participación de la Fundación ONCE en la estructura accionarial de
Gescartera. En el punto relativo a la idoneidad de los accionistas se
dice que la Fundación ONCE debería participar con un 25 por ciento en
Gescartera Holding y con un 10 por ciento en Gescartera Dinero, doble
participación expresa, por tanto elevación condicionada a la orden
ministerial, elevación condicionada al Ministerio de Economía,
elevación condicionada, no estamos hablando de un acto cuya
responsabilidad asume la CNMV y el Ministerio de Economía lo firma
como si fuera el Rey con el refrendo de la CNMV, no; bajo
responsabilidad del Ministerio de Economía, por tanto bajo su
responsabilidad delegada del ministro. La elevación es condicionada
al cumplimiento de esos requisitos, que están expresos en el informe
definitivo de la CNMV: doble participación de la Fundación ONCE, que
es la que permite al señor Martínez Pardo apreciar la suficiencia
para la transformación.

En el informe -así queda reflejado expresamente- sólo se hacen
apreciaciones de idoneidad respecto de los nuevos accionistas -es
decir, la ONCE-, los que entrarían supuestamente en el grupo
Gescartera en un futuro cercano, pero que todavía no habían entrado.

Según porfían los representantes de la ONCE, nunca llegaron a entrar,
nunca se perfeccionó esa operación jurídica, virtual. Habrá que
esclarecer judicialmente cuáles son las responsabilidades de los
directivos de la ONCE que crearon la falsa impresión o crearon la
impresión o la apariencia creíble de que la ONCE estaba dispuesta a
tomar esa participación accionarial. Lo que está claro es que esa fue
una valoración parcial de los accionistas, que no cumplía el
requisito de la Ley del Mercado de Valores, que obliga a que esa
valoración de idoneidad afecte a todos, no a parte de los
accionistas, no a los accionistas que van a entrar hipotéticamente si
se cumplen los requisitos y así lo certifica bajo su responsabilidad
política el Ministerio de Economía. No se certificaba la idoneidad de
todos los accionistas, sino sólo de los hipotéticos, futuribles,
nunca consumados, nunca perfeccionados nuevos accionistas, es decir,
la ONCE. Por tanto quiero que usted diga concretamente si conocía ese
extremo del informe. ¿Usted, su director de gabinete, alguno de sus
asesores, reparó en la irregularidad? ¿Por qué se pasó por alto? ¿Por
qué se dio por bueno el informe? De manera que, una de dos, o la CNMV
engaña al ministerio o ambos participan de un procedimiento adminis
trativo



Página 1097




truculento, engañoso, que va a redundar en engaño de la ONCE, en
engaño de los accionistas, en engaño de los inversores, en engaño, en
definitiva, de los ahorradores que confiaron su dinero a Gescartera.

En el punto 26 de ese informe del señor Martínez Pardo, que es el que
se toma como fundamento de la orden ministerial, se insiste en que la
participación de la Fundación ONCE, con un 10 por ciento en
Gescartera Dinero y con un 25 por ciento en Gescartera Holding, es lo
que condiciona la solvencia de la estructura empresarial de
Gescartera como agencia de valores. La orden ministerial reduce los
requisitos de solvencia -y así lo ha hecho usted, ignorando debates
que han tenido lugar incluso ayer mismo por la tarde y por la noche
hasta altas horas con la directora general del Tesoro en el curso de
una comparecencia- a la participación de la Fundación ONCE en
Gescartera Dinero en un 10 por ciento, pero el informe suscrito por
el señor Martínez Pardo, condicionado, incluye la doble
participación. Es el cumplimiento de los dos requisitos
simultáneamente, no de uno; no son requisitos alternativos, sino
complementarios, simultáneos. ¿Por qué considera el ministerio
suficiente la entrada hipotética, que nunca llega a perfeccionarse,
en el capital de la Fundación ONCE con un 10 por ciento de Gescartera
Dinero y no contempla la parte de la propuesta que plantea la
vinculación de esa solvencia de la empresa a la participación de la
Fundación ONCE en Gescartera Holding con un 25 por ciento de capital?
Es inútil, señor Folgado, que intente de nuevo marear la perdiz y
confundir a la Comisión con la alegación de que en realidad la
transformación dependía sólo de la inversión de la ONCE en Gescartera
Dinero y no en Gescartera Holding, porque el informe, se ha visto
aquí muchas veces ya a estas alturas, era muy claro en este extremo y
así lo sostuvo con claridad el propio señor Martínez Pardo en su
comparecencia ante esta Comisión. Cuando usted emitió la resolución
no consideró como secretario de Estado que el señor Martínez Pardo
estaba vinculando esa solvencia de la sociedad Gescartera a una
participación simultánea: Holding, 25 por ciento y Dinero, 10 por
ciento, de manera que explíquenos qué conversaciones mantuvo usted
con la CNMV y con la ONCE; tan dependiente en tantos aspectos
importantes de las resoluciones, de las decisiones, de los decretos,
de las órdenes ministeriales que se adoptan en el área económica del
Gobierno, qué contactos tuvo usted con la CNMV para asegurarse del
cumplimiento de esos requisitos que estaban condicionando la
solvencia y la viabilidad de la estructura empresarial de Gescartera,
porque aquí hay una importante responsabilidad. La opinión pública
tiene derecho a detectar, como hace el Grupo Socialista,
irregularidades en la tramitación, pese a que usted ha defendido ese
informe con una versión sesgada que no se corresponde con lo que a
estas alturas ha quedado contrastado en esta Comisión, en la
tramitación y en la posterior
resolución que transforma Gescartera en agencia de valores. Usted
debe saberlo, porque usted tenía la obligación política no solamente
de haber verificado entonces de manera meridianamente clara en todos
sus extremos el cumplimiento de las condiciones que habían sido
planteadas por la CNMV para el perfeccionamiento del procedimiento
administrativo con la firma de su orden ministerial, sino también las
comparecencias y los testimonios que hasta el momento han venido
teniendo lugar en esta Comisión para comprobar que el propio señor
Martínez Pardo, que era el responsable de fomento que elevó ese
informe condicionador de la transformación, declaró que en ningún
habría inscrito a la agencia sin haber comprobado que se desembolsaba
simultánea y complementariamente el 25 por ciento en Gescartera
Holding y el 10 por ciento en Gescartera Dinero por parte de la
Fundación ONCE. Es decir, que la Fundación ONCE realmente pasaba a
formar parte de la estructura empresarial. Usted ha debido comprobar
ambas cosas, en primer lugar, en aquel momento, en septiembre del año
2000 aquello y ahora, antes de comparecer en esta Comisión, que este
testimonio ha sido dado por bueno por la misma. De la misma forma,
una vez que estalla el caso Gescartera, el Ministerio de Economía
tiene que abrir una investigación interna. El Banco de España remite
un informe, informe que suscribe el señor Caruana y del que también
hemos tenido conocimiento, en el que se da cuenta de cada una de las
entidades que trabajaron con Gescartera, los movimientos que habían
realizado, las actuaciones y las operaciones bancarias desarrolladas.

Pues bien, en dicho informe se detectan irregularidades en los
depósitos de Gescartera, muy notables a partir de los años 1996, 1997
y 1998. ¿Qué información tiene el Ministerio de Economía de esas
irregularidades? ¿Es posible que el Ministerio de Economía no se
entere y participe en esta conspiración de incompetencia, de
ocultación, de negligencia, en la que los más altos órganos del
Estado, los órganos reguladores y las personas más competentes se
dejan engañar por una legión de aficionados, falsos licenciados en
derecho y estafadores amateur hasta que llegan a convertirse en
estafadores profesionales? ¿Es posible que el Ministerio de Economía
no tenga ningún antecedente de todo esto, cuando llega la propuesta
de transformación? ¿Cuál es el procedimiento habitual de relación
entre el Ministerio de Economía y el Banco de España? El gobernador
del Banco de España es de designación gubernamental, claro que sí.

Cuando se detectan irregularidades contables en depósitos de esta
clase, ¿cuál es el tipo de relación que se establece? ¿Cómo no se
reacciona? Queremos que expresamente explique eso, señor Folgado.




El señor PRESIDENTE: Señor López Aguilar, le ruego que concluya.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Voy concluyendo.




Página 1098




Nos constan otras comunicaciones que han llegado al ministerio en
relación con Gescartera. Por ejemplo, la Comisión de Prevención del
Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias, que es un organismo
que usted preside de oficio, emite al menos dos informes en relación
con Gescartera, el 25 de agosto del año 2000 y el 3 de enero de 2001.

¿Cuál es el resultado de estos informes? ¿A qué conclusiones llegan?
¿Aportan nuevos datos o mejor información respecto de la que venía
procedente de la CNMV en relación con Gescartera? ¿Se utilizaron
estos informes a la hora de dar el visto bueno, que queda reflejado
en su orden ministerial, con su firma y su responsabilidad, del
expediente de transformación? Estamos hablando de investigaciones a
empresas claramente vinculadas con Gescartera, como Aníbal Sardón y
la empresa AGP, que es la empresa que lleva clientes especiales a
Gescartera. ¿Cómo es posible que el Ministerio de Economía y el de
Hacienda y, por tanto, el área económica del Gobierno, no conecte la
información que tenía de las empresas AGP y Gescartera y la relación
entre ellas? Esto es increíble, no solamente para la Comisión, no
solamente para la opinión pública, sino, desde luego, de manera
escandalosa -como quedó de manifiesto por el testimonio del
representante letrado de los afectados- para los estafados.




Permítame que concluya en esta primera intervención, señor Folgado,
señalándole que es una resolución confusa, de dudoso atenimiento a la
legalidad, que no certificaba los requisitos de solvencia planteados
por la CNMV, que no adveró los requisitos de honorabilidad de todos
los socios, tal como exige la Ley del Mercado de Valores, que
transformó a Gescartera en agencia de valores con su firma, dando
cobertura desde el ministerio a la increíble trama de esta empresa
que acaba con una estafa multimillonaria, perjudicando a ciudadanos
accionistas, a la credibilidad de la CNMV y de los organismos
supervisores, a su ministerio y a toda el área económica del
Gobierno. No ha custodiado los intereses públicos, ha incurrido en
gravísima responsabilidad política y, como conclusión, si usted da
por buena esa secuencia que nos ha descrito de progresión positiva de
la configuración de nuestro mercado de valores y, con carácter
general, del mercado financiero español, no hace sino subrayar
triplemente el carácter increíblemente escandaloso del trato de favor
y de la confabulación de connivencias, negligencias culposas
o culpables y complicidades, que son la única explicación plausible de
cómo fue posible Camacho y Gescartera.




El señor PRESIDENTE: A continuación tiene la palabra por el Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) su comisionado y
portavoz, señor Jané i Guasch.




El señor JANÉ I GUASCH: Señor Folgado, buenas tardes. Desde mi grupo
parlamentario le agradecemos su comparecencia en esta Comisión de
investigación, aunque hoy con un formato distinto. Por tanto
entendemos que el turno de respuesta es distinto al de otras
comparecencias que usted ha tenido ante la Comisión de Presupuestos o
ante la Comisión de Economía, en las que a veces puede no entrar en
aspectos concretos. Una Comisión de investigación, tenga el formato
que tenga, exige al final la máxima claridad en lo que sean las
respuestas que se den a los distintos grupos. En este sentido, señor
Folgado, quiero agradecer un aspecto de su comparecencia, porque en
estos momentos, en que Gescartera ha dañado tanto la credibilidad de
nuestro sistema financiero, hace falta también publicitar un mensaje
de confianza en el funcionamiento global. Dar a la ciudadanía ese
mensaje de que el sistema financiero español es eficiente, está
creciendo y está consolidado es importante porque el caso Gescartera,
después se verá por responsabilidad de quién, ha dañado y mucho esa
credibilidad. Por tanto hay que aprovechar cualquier ocasión que
tengamos para ayudar a afianzar, tanto desde un punto de vista
interno como exterior, la credibilidad que existe, y que yo comparto
con usted, en la fortaleza de nuestro sistema financiero, que ha
quedado en entredicho por una mancha que no nos merecíamos. No nos
merecíamos que sucediera un caso como el de Gescartera. Por tanto,
considero adecuada esa intervención suya dando ese mensaje y como
grupo parlamentario y desde Convergència i Unió también quiero dar
ese mensaje a la sociedad desde aquí, señor presidente, un mensaje de
que Gescartera ha sido un aspecto concreto, pero no debemos dar la
imagen de que hay muchos casos más como éste, porque eso no
reflejaría lo que es nuestro sistema financiero. Comparto con usted
ese diagnóstico, quiero que conste así en el «Diario de Sesiones»,
porque hace falta dar ese mensaje a la sociedad, a los inversores y a
las propias agencias de valores que están actuando en su mayoría con
una gran fortaleza. Usted mismo ha dicho que ha descendido el número
de agencias, pero en cambio el volumen de dinero que gestionan es
mucho mayor. Eso es un síntoma de fortaleza; menos, pero más
potentes, menos, pero más rigurosas en su funcionamiento. Demos
también a la sociedad este mensaje, porque nos hace falta.

El portavoz del Grupo Socialista ha abordado con mucha extensión y
concreción aspectos que yo mismo también le quería plantear
relativos, señor Folgado, a una orden que firma usted. De esa orden
que firma usted, la famosa orden ministerial, en la que se autoriza
la transformación de Gescartera en agencia de valores, quería
destacar algunos aspectos. En primer lugar, usted nos decía: yo firmo
muchos expedientes como este en un año, firmo cien expedientes al año
ha dicho más o menos -constará en el «Diario de Sesiones»-. Que esto
no sea nunca un argumento para bajar la guardia.




Página 1099




A ese valor cuantitativo no le ha dado después ninguna conclusión,
pero de su lectura y de la forma en que lo ha dicho alguien podría
decir: bueno, total, yo firmo cien. Como si quiere firmar mil, como
si quiere firmar uno cada día. La guardia no la podemos bajar en
ningún caso, sean cien, sean doscientos, sean mil o sean cuatro. En
principio elevar a agencia de valores una gestora de carteras es un
acto que debe conllevar siempre todo el rigor y todo el control
necesario, sean cien o sean cuatro.

En segundo lugar, me ha parecido deducir de su intervención, señor
Folgado, que relataba una serie de aspectos en el caso concreto de
Gescartera cuando se eleva a agencia de valores, que al final no
realizaría la función de depósito o, al hilo de lo que dijo también
en esta Comisión el señor Martínez Pardo, un poco diciendo:
Gescartera, siendo agencia de valores, desde un punto de vista de la
supervisión, aún se es más riguroso en su control, como si eso
sirviera para justificar que tampoco es tan grave haberla elevado a
agencia de valores. Yo no comparto este diagnóstico y creo que usted
tampoco, pero le doy la oportunidad para que después en el turno de
respuesta lo especifique, porque es cierto que el supervisor tiene
mayores elementos de control; incluso la propia necesidad de un
control temporal más reducido provoca que realmente el organismo
supervisor esté más encima de una agencia de valores que de una
gestora de carteras, pero también es cierto, y quiero que nos lo
confirme, que para el cliente, para el inversor, la delegación de
confianza que da cuando actúa con una agencia de valores es mucho
mayor que ante una gestora de carteras. La libertad que tiene la
agencia de valores para actuar sin comunicación expresa del cliente
es mayor que la que tiene una gestora de carteras. Por tanto no
relativicemos en este caso. Creo que no era esta su intención, pero
podía dar lugar a esa lectura: no administraba, no tenía la función
de depósito, siendo agencia de valores el control es más riguroso,
como queriendo decir: tampoco pasa nada. Sí que pasa. Es un trámite
riguroso y tasado. Es un trámite en el que, de acuerdo con la ley, su
ministerio, a través de la Dirección General del Tesoro, tiene una
capacidad de resolución muy tasada. No puede apartarse mucho de lo
que le proponga la comisión. La impresión que yo he sacado leyendo
los decretos y la normativa que le afecta a usted como secretario de
Estado, que afectó a la directora general del Tesoro, que afecta al
Ministerio de Economía en su plenitud -también al propio ministro-,
es que se trata de un proceso, señor Folgado, que les viene muy
tasado, en el que ustedes no tienen una amplia capacidad de
discreción sobre qué hacer con esa propuesta que les viene dada con
unos requisitos, pero por lo menos entiendo -y el portavoz del Grupo
Socialista, señor López Aguilar, también incidía en ello- que hay que
ser muy rigurosos con los requisitos marcados en la propuesta. Me
gustaría saber su versión exacta de esa orden ministerial que usted
firma el 1 de septiembre. En esa orden se recoge la propuesta de la
comisión, que les proponía a ustedes claramente que autorizaran esa
transformación. El proponente decía: Proponer al Ministerio de
Economía y Hacienda la autorización de la transformación de
Gescartera Dinero en agencia de valores. Esa propuesta venía con una
serie de condicionantes y esos condicionantes los recoge usted en su
orden. En su orden ministerial autorizan, pero dicen: Este
ministerio, a propuesta de la comisión, ha resuelto autorizar. Por
tanto, ¿qué han hecho ustedes? Autorizar. Cuando uno recibe una
propuesta puede hacer dos cosas: autorizar o desestimar. Ustedes, en
buena lógica con lo que es una propuesta muy tasada, deciden lo que
en teoría es normal en cada caso, que es autorizar, porque entienden
que se han cumplido los requisitos. ¿Qué autorizan? Autorizan la
transformación de la sociedad gestora de cartera a la que se refiere
la solicitud en agencia de valores, pero dicen: bajo el supuesto del
estricto cumplimiento de las declaraciones sobre los requisitos
exigidos contenidos en la misma. Podrían haber parado aquí. Este es
el error que encuentro en su orden ministerial. Realmente, esa
coletilla les permite justificar que también estaban exigiendo que la
ONCE tuviera el 25 por ciento de Gescartera Holding, porque va
implícito, porque era uno de los requisitos -después entraremos en
ello-, como lo era también el 10 por ciento en Gescartera Agencia de
Valores. En cambio ustedes, en esa orden, de alguna forma provocan un
equívoco, porque dan la cláusula genérica, pero después especifican:
Primero: denominación social, Gescartera Dinero Agencia de Valores,
S.A. -podrían haberlo dicho, porque ya iba en la propuesta, ya iba en
los requisitos-; segundo: el capital social -también iba-; tercero:
el domicilio social es en Madrid -también iba-; las actividades
permitidas... Y al final, dice: Esta autorización de transformación
queda condicionada a que en el momento del otorgamiento de la
escritura de transformación se perfeccione la entrada en el capital
de la sociedad con un 10 por ciento del mismo de la Fundación ONCE.

No dicen nada, y lo podían haber dicho, de que también queda
condicionada a que paralelamente, simultáneamente, Gescartera Holding
tenga en su capital el 25 por ciento por parte de la Fundación ONCE,
porque también era un requisito. Quisiera que nos explicara bien,
señor Folgado, por qué se expresan unos requisitos y no se expresan
otros. Los otros -nos dijo ayer la directora general del Tesoro- sí
que están explicitados; están explicitados cuando se dice que debe
hacerse bajo el supuesto del estricto cumplimiento de las
declaraciones sobre los requisitos exigidos contenidos en la misma, y
por tanto, venían esos. Usted puede decir: yo especifico los de la
agencia de valores y no los de Gescartera Holding, porque son dos
procesos en paralelo, pero eso lleva a equívoco, como se demostró
aquí en la declaración del señor Martínez Pardo. Fíjese, señor
Folgado, el señor Martínez Pardo,



Página 1100




director general de la Comisión, nos dice que él no hubiera inscrito,
porque entendía que simultáneamente debía procederse. Eso no era
responsabilidad de su secretaría de Estado, porque era
responsabilidad de la CNMV. Una vez que usted decide esto, también
tengo los oficios en los que usted comunica que ese trámite ya se ha
cumplido, pero, después de ello no se deriva la inscripción registral
instantánea. Es la CNMV la quetiene que comprobar todo, también esa
coletilla genérica. ¿Que, por tanto, la CNMV no actuó bien? De
acuerdo. Usted nos ha dicho que la orden ministerial es impecable
pero yo creo que también podía haberse hecho de una forma más clara y
haber hecho alguna alusión a que en paralelo, simultáneamente, a la
vez, como requisito también se incluía que la Fundación ONCE
desembolsara el 25 por ciento del capital de Gescartera Holding. Tan
es así, señor Folgado, que al final se inscribe la agencia de
valores, actúa como tal, pasan los meses, y la comisión parece
haberse olvidado de que en paralelo había otro proceso que debía
exigirse, que era que Gescartera Holding tuviera una transformación
con un 25 por ciento de la Fundación ONCE. Por tanto, la comisión no
actuó bien. Ustedes especifican en la orden lo que a la agencia de
valores respecta, que era el proceso que ustedes conocían, porque
ustedes no intervienen en lo de Gescartera Holding, sino que
intervienen en la transformación de agencia de valores, y de ahí que
citen los preceptos, pero no hubiese pasado nada si, en lugar de
haber hecho la cláusula genérica, se hubiese citado expresamente lo
referente a Gescartera Holding. Creo que esa situación llevó a un
equívoco, sobre lo que ha hecho varias preguntas el señor López
Aguilar que yo no quiero repetir. Yo entiendo la orden en cuanto se
hace para elevar a Gescartera a agencia de valores, pero, repito, la
literalidad de la misma ha provocado equívocos, porque al final se
registra en todos los registros posibles, no únicamente en el
mercantil sino también en el de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores, a Gescartera como agencia de valores sin que en paralelo se
hubiese realizado esa otra transformación de Gescartera Holding,
porque nadie en la comisión lo exige. Quizá si en la orden se hubiese
especificado también esto, ya se hubieran dado pistas específicas de
lo que podía ser un requisito, que lo era, de acuerdo con la
propuesta de resolución que se les presentó.

En este primer bloque yo coincido, primero, en la necesidad de la
confianza en el mercado financiero, confianza plena en que se está
actuando bien en dicho mercado y que Gescartera ha sido una gran
mancha que ha desacreditado a todo el sector, que no se lo merece. El
segundo aspecto se refiere a los equívocos a los que podía llevar su
orden ministerial, que nos gustaría a mi grupo que nos aclarara. En
tercer lugar, no se le escape, señor Folgado, que el caso Gescartera
se ha impregnado más de un control político por el hecho de que la
presidenta de Gescartera fuera doña Pilar GiménezReyna,
hermana de un secretario de Estado del Ministerio de Hacienda.

Ese es un hecho que ha acompañado a esta Comisión desde su génesis.

Quizá sin ese hecho ni tan siquiera se hubiese creado una comisión de
investigación parlamentaria y sólo hubiera habido un proceso penal,
pero ese es un hecho, señor Folgado, que nos acompaña en esta
Comisión.

Yo quería pedirle que nos cuente si el señor Giménez- Reyna, como
secretario de Estado, en algún momento intercedió ante el señor
Folgado, también secretario de Estado, de otro ministerio pero del
mismo equipo económico, en el caso Gescartera; si en algún momento le
comentó algún aspecto; si le mostró alguna preocupación; y si no sólo
el señor Giménez-Reyna, sino también algún otro alto cargo del
Gobierno, ministros incluso, se han interesado ante usted sobre el
caso Gescartera o sobre ese proceso en que Gescartera es elevada a
agencia de valores. Es importante que conozcamos estos aspectos y en
el marco de una comisión de investigación y con lo que ello conlleva
de exigencia de veracidad por parte de todos, yo le pido, señor
Folgado, que también nos aclare este punto, que para esta Comisión es
muy importante. (El señor vicepresidente, Romay Beccaría, ocupa la
presidencia.)
No depende de usted, pero creo que usted preside, como secretario de
Estado, la Comisión de Prevención del Blanqueo de Capitales e
Infracciones Monetarias. Me gustaría que ahondara en cuáles son sus
funciones en esa comisión, cuál es el conocimiento que tiene usted
del trabajo de la misma en relación a Gescartera, que nos aporte su
visión, qué se está haciendo desde dicha comisión para descifrar lo
que ha pasado con Gescartera, para conocer lo que ha pasado. Yo ya
sé, porque hemos recibido un informe que esta Comisión conoce, que ya
se han dirigido a diversos países solicitando información. A esa
solicitud, que era obvio que se tenía que hacer, porque aquí interesa
muchísimo conocer cuál ha sido la evolución del dinero y dónde ha ido
a parar, señor Folgado, hay algunos países que en su respuesta no
aportan ninguna información amparándose en que la solicitud no
concreta la naturaleza de la investigación que se está llevando a
cabo en España o cuáles son los sujetos implicados, la fecha en que
nacieron, etcétera. Como usted preside esta comisión, le pido,
primero, que nos aclare cómo se hacen estos requerimientos, si es que
hoy lo sabe, y, si no, que para el futuro se haga un formulario tan
extenso cuando se remita esta petición de información que ningún país
pueda eludir la respuesta amparándose en que no se especifica qué
tipo de información llevamos a cabo, no se especifica si estamos ante
un delito o no, no se especifica el sujeto afectado o su fecha de
nacimiento, que no puedan ampararse en esas excusas formales para no
dar al Reino de España la información que se les requiere formalmente
a través de esa comisión. Eso es necesario porque, leyendo las
respuestas de esos países,creo que se han aprovechado de una petición
no



Página 1101




muy precisa para poder decir que no daban esa información.




Señor Folgado, mi grupo lamenta el daño que el caso Gescartera ha
producido globalmente a las inversiones en el mercado de valores,
lamenta la desconfianza y espera que de su comparecencia hoy, de las
respuestas que dé hoy a esta Comisión podamos ver una mayor confianza
y nos pueda dar un mensaje de luz ante todas las preguntas. Repito
que aunque el formato sea distinto, es una Comisión de investigación,
no de Economía sino de investigación sobre un caso que preocupa a los
ciudadanos como es Gescartera.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida, tiene la palabra el señor Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Con la venia, señor presidente, y bienvenido
a esta Comisión de investigación, señor Folgado, que usted sabe que
hasta este momento tenía otro formato, un formato que ha creado
expectativas, que ha generado cierta ilusión, cierto contacto entre
este Congreso y la calle, pero, claro, precisamente lo que no se
quiere es transparencia. Se quiere opacidad y se quiere terminar en
un aterrizaje forzoso que en nada responde a aquella expectativa que
creó el señor Aznar cuando dijo caiga quien caiga. Desde luego la
única que ha caído por el momento es la Comisión de investigación en
este aterrizaje forzoso.

Señor Folgado, a usted le han hecho un guión que se le tenían que
haber hecho a Heidi, si viniera al Parlamento a exponer una posición
política. Llevamos aquí dos meses investigando, hemos profundizado en
todas las líneas, en todos los errores, los matices, las
responsabilidades o no, y usted viene con un guión que parece la
solapa de un pequeño libro, porque desde luego no profundiza en
ningún aspecto. Simplemente usted intenta dar una imagen de
estabilidad, de seguridad, pero en estos momentos yo creo que ya es
muy difícil darla. Los prestigios de un regulador son muy difíciles
de conseguir y se amasan a lo largo de los años, a lo largo del
concepto de responsabilidad, del concepto de independencia absoluta,
de no mezclar nunca los intereses públicos con lo privado, y se
pueden derruir en pocas semanas como ha pasado en esta ocasión. El
prestigio de la CNMV no puede estar más bajo, está por los suelos y
necesita de una nueva forma de funcionar pasando, a nuestro juicio,
por la elección parlamentaria de su presidente y por la
comparecencia, no como se aprobó al final en la reforma que se hizo
en 1998, sino a tumba abierta cada seis meses, con un documento
previo y que, por tanto, podamos controlar esa situación desde el
Poder Legislativo.

Señor Folgado, la situación es dura, por cuanto a estos diputados y
diputadas, cuando tienen contacto con la gente de la calle -yo suelo
ir andando por las calles de Sevilla- siempre se les hace la misma
pregunta:
¿han aparecido ya los 18.000 millones? Esta es la pregunta de
la calle: ¿dónde están los 18.000 millones? ¿Quién se los ha llevado?
Y ellos esperan que cuando hoy aquí comparece el Gobierno en su
persona o comparece con ese nombre cuasi militar el gobernador del
Banco de España, sea un gobernador que gobierne y un Gobierno que
responda a los problemas de este país, y vienen ustedes hoy aquí y
nos dicen que no saben dónde están los 18.000 millones y el lunes el
señor Rato a lo mejor ni se refiere a los 18.000 millones. ¿No me
entiende usted cuál es el problema que tenemos como Congreso de los
Diputados, como el poder político democrático? Que nos estamos
convirtiendo en una especie de Estado dentro del Estado, en una
secta, en un metalenguaje que no habla de la realidad, sino que habla
de otro lenguaje, y usted nos ha dado una explicación que realmente
es -no sé qué calificativo ponerle, porque estoy hoy bastante
benigno- (Risas.) inaceptable. Ustedes están dando una impresión
total de impotencia y de negligencia. No voy a pasar de ahí por el
momento y ya veremos cómo calificamos el grupo parlamentario y la
dirección de Izquierda Unida los hechos que se han producido. Parece
claro que hay una megaestafa, que se empieza a detectar en abril de
1999. En abril de 1999 se detecta un supuesto desbalance de 4.500
millones y no se interviene. Lo que parece claro es que, al no
intervenir, esa estafa aumenta hasta los 18.000 millones, teniendo en
cuenta las reclamaciones que se han producido. Por tanto ahí hay una
gran responsabilidad de quien pudo intervenir y no intervino. Hay una
gran responsabilidad económica y política, en el sentido fuerte de la
palabra, no estoy hablando de partidismo sino de responsabilidad
política, responsabilidad pública y hay una responsabilidad a la hora
de actuar con independencia y prontitud. Al mismo tiempo, si yo tomo
la palabra del secretario general del Partido Popular, hay una
inmensa lavadora de dinero negro. El señor Montoro lo ha dicho más
suavemente, pero son palabras de un ministro que, por tanto, hay que
tomar también con el volumen que tienen a nivel de la luz pública. Él
ha dicho: hay indicios de dinero negro en Gescartera. Es una
responsabilidad que a usted le afecta directísimamente, pero esta
Comisión de investigación va a terminar - ayer nos lo aclaraba el
señor Gallud- sin que conozcamos esta vía de investigación; en
absoluto la vamos a conocer y no hay forma humana de entrar en las
investigaciones que se están haciendo, cuyos resultados todos serán
posteriores a la terminación, al cierre de esta Comisión de
investigación. Eso está claro.

Por otra parte, nos encontramos algo que se puede poner bajo el
rótulo de ese grito de Aznar de: menos gobierno, menos control, más
libertad de mercado, más determinación real desde los mercados y
menos desde el Gobierno. Claro, llevado esto al extremo, como ha
ocurrido en este caso, nos encontramos con que elhéroe del menos
gobierno por parte de los regulados es



Página 1102




el señor Camacho y por parte de los reguladores es el señor Ramallo,
llevando las cosas hasta el extremo de menos gobierno, menos control,
todo libertad; libertad que no es tal, sino que es la falta de
control de un sistema democrático que, como han dicho los clásicos,
se basa en la desconfianza, en la posibilidad de control y no en el
menos gobierno, menos control. Nos encontramos, por tanto, en esa
situación donde el regulado obsequioso capta al regulador y la CNMV
tiene un funcionamiento deleznable, aberrante, un funcionamiento,
como se ha ido demostrando en esta Comisión, que como mínimo parte de
una división estructural de posiciones en temas fundamentales. Eso es
aberrante para el sistema financiero, porque desde el principio
parece que se politiza desde fuera. Los nombramientos y las
propuestas que va haciendo el señor Rato -doña Pilar Valiente, don
Luis Ramallo, el señor Pérez Renovales- se van alineando en una
posición distinta a la que están teniendo en momentos esenciales
-hablo por ejemplo del 16 de abril de 1999- el señor FernándezArmesto
y el señor Barberán. Por tanto, hay una politización en el mal
sentido, en el sentido partidista, o en todo caso, una estrategia
para derribar a los señores Armesto y Barberán, para cerrar el cauce
de la investigación del señor Vives, una estrategia partidista de
enorme peligro como, en definitiva, se ha demostrado.

A partir de ahí, ocurre una serie de hechos que nos dan a ver que el
funcionamiento realmente es posesivo, señor Folgado. Yo se los voy a
relatar intentando ser lo más riguroso posible a la hora de
caracterizarlo, muchos de ellos con soporte documental y otros con
soporte testifical, o en todo caso, como se dice en el lenguaje
judicial, sin duda como pruebas circunstanciales, indicios
racionales, de que han ocurrido cosas muy determinadas y muy
concretas. Lo fundamental es que una agencia, en aquel momento
sociedad de gestión de cartera, tenía que haberse intervenido y no se
intervino. No sólo no se intervino sino que a partir de ahí cambia la
estrategia de posible intervención a una estrategia de protección,
una estrategia de intentar salvar Gescartera, de intentar salvarla a
toda costa teniendo en cuenta las cosas que se han dado, y no sabemos
por qué. No sabemos si ha influido el que estuviera ahí doña Pilar
Giménez-Reyna; no sabemos si ha influido que estuvieran ahí
inversores tan importantes como la Iglesia, la Armada, la Policía, la
Guardia Civil y la SEPI; no sabemos si eso influye o si había otra
operativa, en este caso respecto al dinero B, y esa operativa
implicaba a una serie de gentes que no es conveniente que se
conocieran.

En todo caso, el 16 de abril de 1999, no se interviene Gescartera.

Incluso se nos ha dicho hoy aquí, en la comparecencia de don Miguel
Martín, que una de las cuestiones fundamentales para no intervenir,
-se utiliza el término fundamental-, es la no asistencia del señor
Caruana como consejero externo, representando a la Dirección General
del Tesoro, ni siquiera asiste. Sí,
tenía un viaje, ya lo sabemos, pero no asiste a esa reunión y parece
que ese es un tema fundamental. Conoce usted cómo se ha desarrollado
aquí el debate y lo de menos es si alguien propone o no la
intervención, nosotros pensamos que sí se propone, pero lo
fundamental es que se tenía que haber intervenido, que la propuesta
la puede hacer cualquiera, no sólo el señor Vives sino cualquiera, y
al no intervenir todos son responsables de esa situación. Todos son
responsables, porque además la responsabilidad está colegiada de una
manera definida y muy clara en la CNMV, excepto la representación
pública, que corresponde al presidente.

No se interviene el 16 de abril de 1999. Pasan unos pocos meses y el
17 de junio de 1999, se producen noticias tranquilizadoras, señor
Folgado. La noticia tranquilizadora es que se iba a constituir una
SICAV en Luxemburgo que iba a ser avalada por el HSBC. Esa era la
noticia tranquilizadora, pero nosotros le hemos preguntado
inútilmente al señor Caruana por qué esa noticia es tranquilizadora y
tranquiliza, y por qué ni siquiera adopta el sentido de una noticia
el que nunca se constituya la SICAV. ¿Por qué no llega esa noticia de
la no constitución de la SICAV, como noticia intranquilizadora al
seno de la CNMV? No sé si me explico. Si una cosa había
tranquilizado, ¿por qué la contraria no intranquiliza?
Le voy a dar unos datos concretísimos para que vea usted la falta de
seriedad del regulador. Aquí ha venido un señor, que se sentó en el
sillón de la esquina, que nos dijo que el señor Camacho le había
pedido tres talones por un importe de 3.800 millones de pesetas a
cambio de tres talones que le iba a dar el señor Camacho por 3.800
millones. Este señor tranquilamente nos dijo: Yo no tengo esos
fondos. Pero el señor Camacho le dice: Toma estos talones míos -3.800
ó 3.900 millones de pesetas- que vamos a constituir una SICAV. Este
hombre enseguida empezó a estudiar lo que era una SICAV. Él era el
encargado de constituir la SICAV, y le sonaba a hebreo. Bueno, aquí a
todos nos sonaba a hebreo. En uno de los diarios de sesiones, en el
interrogatorio que le hicimos al señor Botella, en lugar de SICAV,
pone Trinkans. Léalo usted en el «Diario de Sesiones», pone Trinkans.

En todo caso, no se constituye la primera SICAV que se anuncia y lo
que hace el señor Camacho con los talones es exhibirlos, incluso
registrarlos en un banco y con esos talones sin fondos de un pobre
hombre -voy a cambiar los términos, un hombre pobre- se sigue
tranquilizando a la CNMV. ¿Ve usted cómo funcionan las chapuzas para
proteger a Gescartera? Ese es uno de los casos.

En julio del año 2000, quiero recordar, se produce el consejo; en uno
de los primeros puntos del orden del día, no sé si en el primero o en
el segundo, viene el tema de la sanción y en el séptimo u octavo
punto viene el tema de la presunta transformación de Gescartera. Se
pasa la sanción de muy grave a grave -otra noticia tranquilizadora- y
al mismo tiempo se aprueba la



Página 1103




transformación. Pero, en la propuesta que hace el señor Martínez
Pardo figura lo que le acaba de decir el señor Jané; tanto es así que
anteriormente el señor Camacho le ha escrito una carta al señor
Martínez Pardo diciendo: Bueno, estamos dispuestos, como hemos
acordado, para la transformación, en la participación del 10 por
ciento de la ONCE. El señor Martínez Pardo lo llama y dice: O tú
pones todos los requisitos o yo no llevo esto al consejo. Y hay una
segunda carta del señor Camacho donde ya mete el otro 25 por ciento
de participación en Gescartera Holding; por tanto, está muy clara la
posición del señor Martínez Pardo, que aquí mantuvo. Esto es en julio
de 2000.

Llega el día 5 ó 6 de febrero al Ministerio de Economía la petición
de aprobación a través de una orden ministerial. Y fíjese usted, en
pleno mes de agosto, desde el 6 de agosto hasta el 1 de septiembre en
que se firma por usted la orden ministerial, se aprueba la
transformación de Gescartera en agencia de valores; qué velocidad,
qué velocidad. Ahora me dirá usted: Es que también se aprobaron otras
tres. La coartada para poder aprobar la transformación de Gescartera
en plena canícula, señor Folgado.

Pues bien, ahora se trata de inscribir. Cuando llega la orden
ministerial a la CNMV el señor Basallote dice: Inmediatamente escribo
al señor Camacho para que certifique el 10 y el 25 por ciento. Le
escribe, y consta la carta en la Comisión de investigación. A los
pocos días, sin respuesta del señor Camacho, tienen una entrevista,
creo que en la sede de Gescartera, y el señor Basallote se olvida del
requisito del 25 por ciento. Naturalmente, a partir de ahí, se
interpreta de verdad lo que quiere decir el espíritu de la orden
ministerial de 1 de septiembre de 2000, que es solamente el 10 por
ciento, aparte de que había otras condiciones, como que el señor
Camacho se iba a quedar en minoría o como una serie de cargos
técnicos que iban a pasar de la ONCE a Gescartera. Todo eso se
olvida. La redacción de esta orden ministerial va a ser motivo de
estudio en todas las facultades de derecho de este país, se lo
aseguro. En el primer párrafo dice todos los requisitos -de manera
bastante oculta-, después, pone una serie de medidas estándar que se
le piden a cualquier sociedad de cartera que intente transformarse y
al final dice: Fundamentalmente el tema del 10 por ciento. Le dicen
al señor Basallote: ¿Pero tú no ves lo que dice la orden? Es sólo el
10 por ciento. El señor Basallote recuerda que lo que dice la
propuesta del señor Martínez Pardo aprobada en el Consejo es que al
mismo tiempo se aportará por parte de la ONCE la participación del 25
por ciento en Gescartera Holding. ¿Ve usted? Otra chapuza más. El
señor Martínez Pardo dijo que, a pesar de esa redacción confusa, se
intenta arreglar la cosa pero al final, dice, la orden ministerial
estropea la interpretación. Él no se habría dejado confundir y no
hubiese aprobado el registro de Gescartera como agencia de valores.

Lo dice aquí, y consta; no son palabras textuales pero sí muy
aproximadas las que yo estoy diciendo en este momento. A los
poquísimos meses, señor Folgado, la intervención; otra chapuza más,
pero bienvenida la chapuza por fin. Se había criticado, señor
Folgado, la forma, el formato, la falta de garantías de la
convocatoria del 16 de abril de 1999; la había hecho por teléfono el
señor Fernández- Armesto de un día para otro, dando ya el orden del
día -que después aparezca o no es lo de menos, pero parece que todo
el mundo dice que había orden del día-, hay un informe de supervisión
que pone el señor Vives sobre la mesa al principio de la reunión;
dura la reunión dos horas y media y deciden por unanimidad, puesto
que no hay unanimidad en el tema de la intervención, ir a otro tipo
de acta; no se interviene. Se han criticado además aquí las
condiciones de velocidad, de falta de formalidad, de falta de
juridicidad del asunto. Pues bien, el 14 de junio del año 2001 sucede
una condensación de casualidades rapidísimas que no tienen
explicación racional. El día antes se ha producido la llamada del
señor Blesa a Moncloa y, después, la llamada de Caja Madrid al señor
Botella -que aquí lo reconoció- sobre el tema del sello que se
intentaba falsificar de la Caja de Madrid. Al día siguiente, las
entidades que tenían certificados falsos llamaron todas diciendo:
oye, que hemos descubierto que son falsos; el 14 de junio; llamaron
todas, lo dijo aquí anoche la señora Hernández. Llamaron: la Caixa,
el banco de Atlanta, incluso; en fin, consta lo que dijo aquí, negro
sobre blanco, en el «Diario de Sesiones». Inmediatamente la señora
Valiente llama convocando para ese mismo día, el día 14 de junio.

Llama y dice: creo que esto es muy grave, pienso que habrá que
intervenir. Todo el mundo acude a las siete y media de la tarde; la
reunión se termina a las nueve. Ahí no hay orden del día ni
convocatoria con 48 horas ni hay informe de supervisión, no hay nada
excepto llamadas telefónicas diciendo que hay certificados falsos;
pero se interviene. Está bien la intervención, simplemente decimos
que había incluso más condiciones el 16 de abril de 1999, por lo
menos condiciones formales. Se interviene, el problema es que la CNMV
llega 13.500 millones tarde; llega tarde y con una acumulación de la
estafa clarísima, lo que después ha redundado en un desprestigio
absoluto de la imagen del regulador en este país. Habrá que tomar
medidas no cosméticas, no superficiales; habrá que ir muy al fondo de
la cuestión y a ver si ahí hay seriedad de verdad cuando intentemos
regular al regulador y cuando intentemos ver una serie de cuestiones
que afectan a las inversiones especulativas o al régimen fiscal de la
ONCE y de la Iglesia y al propio funcionamiento de las comisiones de
investigación.

Señor Folgado, esto es lo que ocurre. Ustedes vienen aquí ahora,
termino, con una teoría realmente -permítanme que lo repita- bastante
inocente y que no se tiene de pie a estas alturas. La expresó la
señora Hernández anoche y usted ahora: que todo lo que se ha hecho ha
sido un castigo a Gescartera para poder intervenirla.




Página 1104




Fundamentalmente la transformación, el ascenso de sociedad gestora de
carteras a agencia de valores, es un castigo, y nos lo dicen
tranquilamente, cuando nada de esto se puede mantener seriamente, a
mi juicio. Si quiere le digo la última chapuza de su ministerio, del
ministerio en el cual usted funciona como secretario de Estado. En
agosto de 2001, teniendo en cuenta que van ustedes a cargar gran
parte de la responsabilidad a Deloitte & Touche, teniendo en cuenta
que la única noticia tranquilizadora, junto a la SICAV, era que había
una auditoría limpia, una auditoría sin salvedades, ustedes cambian
las condiciones en que se tiene que hacer la auditoría metido en el
grueso volumen de la trasposición de una directiva, a través del
decreto 867/2001, de 20 de julio. En el decreto de once años antes,
creo que es el 1393, se decía en uno de sus artículos, creo recordar
que el 82, que no había que comprobar el patrimonio de los clientes,
la estructura patrimonial. Ahí es donde se apoya el representante de
Deloitte & Touche que estuvo aquí y en lo que se va a apoyar para
todas las incoaciones y procedimientos jurídicos que se lleven a cabo
a partir de ahí. Ustedes creen que pueden salvar esa situación y, al
final, de esta trasposición en forma de decreto que aparece en el
Boletín Oficial del Estado el 7 de agosto, que tiene 17 páginas a un
espacio, meten una coletilla a la disposición transitoria única que
dice: Quedan derogados, entre otras cosas, el título IV del Real
Decreto 1393, de 1990, de 2 de noviembre, por el que se aprueban el
reglamento de la ley...Ustedes derogan ese artículo donde se decía que
las auditorías no tenían por qué comprobar el patrimonio de los
clientes. Es la última chapuza. Se me puede decir, bueno era la
trasposición de una directiva de la Unión Europea, pero ustedes se
ponen las pilas ese verano, porque la directiva creo que era de 1993.

He de reconocer que ese verano tuvieron las pilas puestas durante el
mes de agosto. Y derogan ese artículo en el seno del título IV, del
decreto 1393, desde el año 1990. Nos encontramos ya en la Comisión de
investigación. Por tanto, señor Caruana...




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Señor Folgado.




El señor ALCARAZ MASATS: Perdón, señor Folgado. Pensamos que por
acción u omisión, por negligencia o por cooperación necesaria, hay
una cierta responsabilidad política que no voy ahora a caracterizar,
pero estamos plenamente convencidos de que existe.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Por el Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra el señor Souvirón.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Buenas tardes, señor Folgado.

Parece que es inevitable empezar hoy cualquier intervención
intentando reponer el punto sobre la i que
el Grupo Socialista hace caer al suelo cada vez que interviene, no sé
si por ese afán de confundir y de intentar liar las cosas a ver si
suena la flauta o, simplemente, como expresión de la propia
confusión. Sin embargo, lo cierto es que aquí ha habido una
referencia a dos informes del servicio de blanqueo de dinero, que
actuaron a requerimiento del servicio inglés. El Gobierno y el
servicio actuaron con absoluta diligencia porque eran dos
requerimientos relativos a don Aníbal Sardón en dos hechos y dos
transacciones muy concretas con respecto a las cuales se informó lo
que había que informar, porque en ese momento -ahí está la fecha y
ahí están los documentos- no se podía establecer relación ninguna
entre el señor Sardón y Gescartera porque no hay ninguna relación
societaria. Por tanto, tampoco en este caso, como tantas veces está
pasando a lo largo de esta Comisión, que se tiende a confundir lo que
se sabía con lo que no se sabía y con lo que se supo después hay que
sacar conclusiones absolutamente equivocadas. Que conste que el
servicio español de blanqueo de dinero actuó con absoluta diligencia
y que la confusión del Partido Socialista quede de nuevo ahí.

Señor Folgado, la verdad es que si no fuera por su relevancia
pública, en esta Comisión, en la que llevamos tanto tiempo trabajando
y tan intensamente, lo conoceríamos simplemente por su firma, porque
aquí han salido muchos nombres, han aparecido nombres que ya
conocíamos desde el principio, otros que con el transcurso de las
comparecencias han ido apareciendo y el suyo no ha aparecido en
ninguna ocasión. Además, los sucesivos directores del Tesoro que
fueron miembros del consejo de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores ya nos han dicho que nunca consideraron que había que contar
nada por la confusión interna y porque no había nada concluyente para
hacerlo llegar al secretario de Estado de Economía. Si no fuera por
lo que antes le manifesté, lo conoceríamos por la firma de la orden
ministerial por la que se produce la transformación de la sociedad
gestora de cartera en agencia de valores y de la que usted sin duda
hablará porque ha sido interrogado por numerosos comisionados, sobre
todo, después de la disección que ha hecho el señor Jané de la citada
orden; seguro que le da motivos para ello.

A pesar de que el asunto Gescartera es un accidente, importante
accidente, en el camino, a pesar de eso, queremos hacer una
manifestación clara, que creemos en la independencia de los órganos
reguladores, en la independencia de la labor de supervisión de los
órganos a los que esa supervisión les está encomendada y que seguimos
pensando, como este Gobierno ha hecho siempre por otra parte, que es
mejor que la supervisión se haga desde órganos reguladores
independientes que desde el despacho del correspondiente ministro.

Eso es lo que aquí se ha hecho siempre porque entre otras cosas la
ley lo dice, y antes también se hacía quizás porque la ley lo dice.




Página 1105




Con respecto a esta independencia, que nos parece necesaria, que
habrá que darle los retoques oportunos pero que nos parece necesario
mantener a pesar de lo que ha ocurrido en Gescartera, nosotros sí
queríamos hacerle alguna pregunta. Por ejemplo, si ha dado en alguna
ocasión alguna orden a alguno de los órganos reguladores para que
actuaran en un sentido determinado; si en alguna ocasión ha recibido
alguna consulta por parte de quienes tenían que actuar en nombre de
estos órganos reguladores, para ver cómo tenían que actuar en cada
momento. Al final, la gran pregunta, la pregunta que siempre está en
el ambiente pero que probablemente ahora también sea el momento
oportuno para hacerla: ¿Cómo se puede, después de lo que hemos visto,
vigilar al vigilante, respetando su independencia según su punto de
vista?
Ya digo que estamos empeñados en que este incidente no se convierta
en categoría. Nosotros seguimos pensando que el sistema financiero
español funciona muy bien, que los ciudadanos, que los inversores
deben tener la suficiente garantía de que esto es así y desde luego
no será el Grupo Parlamentario Popular el que entre en una crítica
infundada sobre su funcionamiento para que en un mundo como en el que
vivimos, en el que las inversiones transnacionales se producen cada
vez con mayor facilidad, podamos perjudicar a nuestro propio mercado
financiero en beneficio de otros mercados de cualquier otro país de
Europa.

Por tanto, en esta línea también, le preguntaría, como secretario de
Estado de Economía que es, si cree que nuestro mercado financiero es
suficientemente seguro en este momento, si considera que la evolución
de la captación en el ahorro extranjero ha sido suficientemente
adecuada en los últimos años y si eso es una garantía de la solvencia
que nuestro sistema tiene frente a terceros; en definitiva, que nos
pudiera decir cómo podemos hacer que ese sistema financiero esté por
encima de toda sospecha en cada momento.

Por último, quiero decirle que no se asombre de nada de lo que haya
podido oír aquí esta tarde. Los comisionados estamos acostumbrados a
que las elucubraciones, las composiciones teóricas, estén al cabo del
día en esta Comisión, pero simple y llanamente lo están porque hasta
este momento, si tenemos en cuenta las comparecencias que se han
realizado, más de 50, y los documentos que tenemos, verdaderamente no
hay motivos importantes como para que pueda justificarse alguna de
las pretensiones políticas de algunos de los grupos que siguen
confundiendo sus propios deseos con la realidad.




El señor VICEPRESIDENTE (Romay Beccaría): Para contestar a los grupos
parlamentarios, tiene la palabra el señor Folgado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ECONOMÍA, DE LA ENERGÍA Y DE LA
PEQUEÑA Y
MEDIANA EMPRESA (Folgado Blanco): Con mucho gusto paso a responder a
las distintas cuestiones que se me han planteado en relación con mi
intervención y por supuesto en relación con el tema que nos ocupa que
es el caso Gescartera.

Quería empezar diciendo que por supuesto este es un caso desgraciado,
por supuesto tenemos que rechazar profundamente que haya personas que
estén dispuestas a robar o a delinquir o que estén dispuestas a
defraudar la confianza de otras personas, naturalmente, todos tenemos
que estar muy interesados en que estas situaciones no se produzcan.

Lo que he querido decir en mi intervención, y quiero ahora resaltar
aquí, son al menos dos aspectos fundamentales. Primero, que estamos
en un país y en un sistema financiero no sólo homologable con el de
los países más solventes del mundo sino que en estos momentos, tal
como lo manifiestan los inversores de todo el mundo (las primas de
riesgo/país, cómo están evolucionando los capitales), está
considerado como uno de los países más solventes, sólidos y
respetables del mundo desde el punto de vista del funcionamiento del
sistema financiero. Si olvidamos esto, olvidamos el contexto en el
que se mueven circunstancias particulares. Cuando en un país ocurre
un hecho concreto anómalo -me da igual un hecho terrorista o
cualquier otro incidente-, de ninguna manera eso puede servir para
una descalificación de carácter general. Yo pienso que no está en el
ánimo de nadie, pero sí interesaba a este secretario de Estado -por
supuesto que no está en el ánimo de ninguno de los intervinientes o
por lo menos yo así lo he interpretado- poner de manifiesto como
secretario de Estado de Economía que estamos hablando de cómo está
funcionando el modelo económico español y en particular el sistema
financiero español y cómo lo reflejan los movimientos de capital y
las primas de riesgo/país, como lo reflejan las inversiones y como lo
refleja en general el funcionamiento del sistema en España.

Esto me lleva también a otra de las cuestiones que se han planteado
aquí y que en particular planteaba el señor Alcaraz. Prefiero ir
respondiendo por bloques de temas a todas las cuestiones, y esto
viene muy a cuento sobre el tema que decía haciendo referencia a
expresiones del presidente del Gobierno que sí, muy bien, mucho
mercado, mucho mercado, menos Estado, mucha libertad y claro, luego
nos pasan estas cosas. (Un señor diputado pronuncia palabras que no
se perciben.) Quiero resaltar o puntualizar algo muy importante a
este respecto. Por supuesto que estamos en un modelo en el cual
creemos en las iniciativas creadoras de los individuos y creemos que
el progreso que está habiendo en España se está cimentando sobre la
base de ese solvente sistema financiero que tenemos y sobre la base
de 2.400.000 pequeñas y medianas empresas que crean empleo. En un
contexto de libertad, el sector público juega su papel, muy
importante, pero aparte del papel importante que juega el sector



Página 1106




público, desde el punto de vista de protección social,
infraestructuras y demás, juega un papel -que viene muy a cuento en
relación con esto- en el sentido de fijar unos órganos
independientes, solventes (queremos que sean cada vez más solventes),
que tengan la labor de regulación, de fiscalización, la labor de
supervisión. En el ámbito del que estábamos hablando de más mercado,
pues sí, señoría, más mercado, pero al mismo tiempo tienen muchas
competencias la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, la
Comisión Nacional de la Energía, la Comisión Nacional del Mercado de
Valores y también el Tribunal de Defensa de la Competencia. A medida
que se da más protagonismo en el sistema productivo a las iniciativas
de las personas y al mercado, es lógico que haya que reforzar -y en
ello estamos, claro- todos estos órganos, agencias o como se les
quiera llamar, comisiones, tribunales en el caso del Tribunal de
Defensa de la Competencia, que tienen que velar precisamente por que
haya juego limpio, por que funcionen bien todas estas cosas.

El señor López Aguilar hacía referencia amplia a mi amistad, a mi
lealtad personal con el señor Rato, porque ya son muchos años. En
efecto, quiero decirle que para mí ha sido una auténtica fortuna
poder colaborar y poder ser miembro del equipo con el señor Rato, lo
fui en la pasada legislatura como secretario de Estado de
Presupuestos y Gastos, y ahora como secretario de Estado de Economía,
Energía y Pymes -ha sido, de verdad, una grandísima suerte y yo lo
agradezco infinito-, y estamos trabajando en equipo para que este
modelo económico dé oportunidades de empleo a todos los españoles.

Supongo que esa cuestión de la relación de amistad y lealtad personal
iba encaminada a que, naturalmente, si hay esa fluidez en la
relación, se entiende que yo con el señor Rato tendría que haber
hablado de este tema de Gescartera. Comenté en mi intervención que
casi cada segundo día laborable firmo unas disposiciones de este
tenor -y con esto respondo al señor Jané-, en absoluto esto quiere
decir que en la firma de todas estas transformaciones o disposiciones
que afectan al ámbito financiero, que me vienen del Banco de España o
de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, no se les preste la
atención adecuada. ¡Faltaría más! Lo que sí quiero decir es que forma
parte de la actividad ordinaria que realiza este secretario de
Estado. Con el ministro y vicepresidente del Gobierno naturalmente
que hablamos de muchas cuestiones generales de la economía española,
pero no de cada una de las firmas, de cada una de las delegaciones
que tengo de firma para cada una de estas disposiciones, y en este
caso de la transformación de una gestora de carteras en una agencia
de valores. De este tema en concreto no hablamos. Insisto, no estamos
hablando de cada uno de los expedientes que se firman cada día, sino
de lo que entendemos que debe ser lo importante para el buen
funcionamiento de la economía española, porque a la hora de
instrumentar un expediente de estos que se traduce luego, como en
este caso, en una orden ministerial, se entiende, en primer lugar,
que hay unas competencias que marca la ley a las distintas
instituciones y, en segundo lugar, que está tipificado muy claramente
qué es lo que uno tiene que asumir como responsabilidad. Naturalmente
que eso hay que llevarlo de manera absolutamente legal, y entiendo
que se ha hecho con absoluta transparencia y legalidad en este caso.

Llega el expediente, ustedes conocen perfectamente el procedimiento,
el escrito del presidente de la CNMV a la Dirección General del
Tesoro. La Dirección General del Tesoro instrumenta esta propuesta de
orden para la firma de este secretario de Estado. Tanto el contenido
como el tiempo responden totalmente a parámetros de normalidad y de
legalidad. Lo que hace la Dirección General del Tesoro -y como ya lo
explicó, me remito a lo que ya ha expuesto la directora general del
Tesoro- es recoger, como no podía ser de otra manera, que hay que
aplicarlo en los términos que viene, con toda la documentación que le
acompaña. Por tanto, no queda excluido ninguno de los conceptos que
forman el contenido del expediente, los condicionantes y demás.

Además, todo eso, finalmente, para que pueda tener operatividad, será
inscrito en la propia Comisión Nacional del Mercado de Valores, la
cual, obviamente, no va a dejar que se inscriba -que es cuando tiene
virtualidad como agencia de valores- si no se cumplen todos los
requisitos que la propia comisión en el expediente había puesto de
manifiesto. En la orden aparecen las condiciones estándar y además un
requisito adicional del 10 por ciento que afecta directamente a la
agencia de valores, que en absoluto excluye los demás condicionados
que haya en el contenido del expediente, como queda perfectamente de
manifiesto en la orden. Este requisito lo que hace es añadir algo de
manera explícita sobre lo que normalmente es estándar, pero no
excluye para nada los otros condicionantes, para que quedase muy
claro que la ONCE había entrado a participar en el capital con el 10
por ciento. (El señor presidente ocupa la presidencia.)
Quiero decir a S.S., señor López Aguilar, que en relación con
terceras personas quiero que quede bien claro que no hablé nunca con
Pilar Valiente sobre este tema, no hablé nunca con el señor Giménez-
Reyna sobre este tema. Claro que íbamos todas las semanas a la
comisión de secretarios de Estado y subsecretarios para preparar los
consejos de ministros y durante las dos horas aproximadamente que
puede durar esa comisión se tocan decenas de temas, de puntos del
orden del día en relación con todos los expedientes que van al
Consejo de Ministros. Quiero decirle muy claramente que sobre el tema
Gescartera en ningún momento tuve contacto con el señor Giménez-
Reyna. Le aseguro que eso es así. Con Pilar Valiente lo mismo.

Sinceramente este tema no había sido objeto de tratamiento -pienso
que lo habrán dicho ellos mismos- específico. Como



Página 1107




tampoco lo fue con la directora general del Tesoro. Creo que ella
misma ha dicho que no me comunicó ningún aspecto en particular. Yo no
estaba informado de que en una comisión determinada, por unanimidad,
se aprobó que se establecía una penalización de faltas graves al
mismo tiempo que se proponía la transformación. Yo no estaba
informado, tampoco tenía por qué estarlo. De manera que, repito, lo
desconocía. Lo que sí quiero decir es que las relaciones con la
directora general del Tesoro están basadas en la profesionalidad en
todos los temas que habitualmente se tratan, y son muchos, en los que
tiene responsabilidad la Dirección General del Tesoro; pero este tema
en particular no fue objeto de tratamiento específico.

La Secretaría de Estado, en el proceso de tramitación de la orden, no
ha hecho otra cosa que cumplir con la legalidad vigente, donde están
perfectamente tasadas -aquí se ha reconocido y se ha dicho- cuáles
son las responsabilidades que tiene cada institución; está estipulado
cuáles son las responsabilidades de la CNMV, lo que tiene que hacer
la Dirección General del Tesoro y lo que tiene que hacer este
secretario de Estado con firma delegada sobre la misma. Lo que no
tiene que hacer la Secretaría de Estado, porque no es su obligación,
es encargarse de ver cada uno de los documentos, es decir, realizar
funciones que son propias de la CNMV. La Dirección General del Tesoro
tiene que transmitirle el expediente y habrá comprobado,
naturalmente, que estaba toda la documentación que tenía que
acompañar a la solicitud, a la propuesta que hace el presidente de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores y que se la remite a la
directora general del Tesoro.

Quiero que quede bien claro -quiero ponerlo de manifiesto- que en
ningún momento ninguna de las personas que están en el órgano
regulador, ha realizado ningún tipo de consulta a este secretario de
Estado sobre cómo tenía que proceder. Desde luego, en ningún momento
se ha producido. Quiero dejar también constancia muy clara de que en
ningún momento este secretario de Estado se ha dirigido al órgano
regulador, la CNMV, o a ninguno de sus miembros para decir, indicar
o comentarle cuál tenía que ser su comportamiento o sus aportaciones.

La directora general del Tesoro, el miembro nato de la CNMV, en
virtud de sus conocimientos y su responsabilidad, interviene allí y,
si había, como era el caso, decisiones que se tomaban por unanimidad,
en muchos casos ni al secretario de Estado le transmitía mayor
información. Yo, por supuesto, en ningún momento me inmiscuí ni
recibí peticiones de ningún tipo en este sentido, no transmití ningún
tipo de insinuación, para nada, con ninguna de las personas que
tenían responsabilidades en la Comisión Nacional del Mercado de
Valores y tampoco con la directora general del Tesoro.

Se me pregunta qué se puede hacer para que nuestro sistema financiero
sea lo más seguro posible y no se
produzcan situaciones como ésta, y cómo se podría lograr que el
órgano regulador, el órgano vigilante, que es independiente, sea más
eficaz. Yo pienso que esta Comisión, a la luz de las múltiples
comparecencias que ha habido aquí y a la luz del análisis detenido
que se ha hecho de todo este proceso, sacará sus conclusiones y sus
propuestas, que nosotros debemos recibir, analizar y, en su caso,
plasmar en las disposiciones y decisiones correspondientes, en orden
a mejorar nuestros instrumentos de control y de supervisión;
entendemos que eso es lo constructivo. A la luz de experiencias
absolutamente desgraciadas que se producen, tenemos que poner todos
los medios para enriquecer los órganos supervisores y reguladores, y
minimizar al máximo situaciones como la que se ha producido. Qué duda
cabe que hubo un gran engaño a muchas personas y está claro que hay
que poner todos los medios para que esto no se pueda producir,
sabiendo que prácticamente es imposible lograr que no se produzca
nunca ninguna circunstancia de este tenor, incluso en los países más
solventes. Desde luego, lo que sí está claro es que hay que poner
todos los medios para que no se produzca. Nosotros estamos trabajando
para que en el próximo futuro se introduzcan las medidas
correspondientes para seguir perfeccionando el sistema financiero
español y todos los mecanismos de supervisión y de control.




En cuanto a la Comisión para la prevención del blanqueo de capitales,
en efecto, yo la presido; el servicio ejecutivo está en el Banco de
España y entendemos que está funcionando con eficiencia. Está claro
que con la información disponible que tenía, respondió lo que tenía
que responder en relación con la solicitud de información que le
formularon desde instituciones en otros países. Voy a tomar nota de
una propuesta que aquí se hacía, porque desconozco exactamente en qué
términos se formulan las preguntas al exterior, en orden a recabar la
información correspondiente sobre sujetos o entidades que, en la
medida en que no esté estandarizado y tipificado internacionalmente
sino que se pueda mejorar en los procesos de formulación de esas
cuestiones, permita obtener la información más detallada de todas
aquellas personas o entidades, en definitiva, de todos aquellos
sujetos de investigación, porque precisamente buscamos que se
esclarezca la verdad. Está claro que todos tenemos que poner el
máximo interés -quiero suponer que se está poniendo desde todas las
instituciones- para que aparezca el dinero que no ha aparecido en
relación con Gescartera, para que aparezcan los responsables y para
que todos los que tengan responsabilidad paguen -lo deseamos todos-
por la irregularidad que hayan cometido. Todos queremos que
resplandezca la verdad y aprender de la experiencia. Desde esta
Secretaría de Estado queremos que todas las propuestas que vengan de
esta Comisión de investigación sean muy fructíferas para ser luego
incorporadas al ordenamiento y a las decisiones que permitan



Página 1108




corregir cualesquiera imperfecciones o limitaciones que lleven a
situaciones como la del caso Gescartera.

No sé si me ha quedado alguna cosa por contestar.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Folgado.

Hay un segundo turno; si algo ha quedado por contestar, los señores
comisionados se lo reiterarán y usted lo podrá contestar
adecuadamente, señor secretario de Estado.

Por tanto tiene la palabra, por un espacio de tiempo que le ruego que
sea más breve que el anterior, el portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista, señor López Aguilar.




El señor LÓPEZ AGUILAR: Gracias, señor Folgado, por sus explicaciones
y por las reflexiones que nos ha ofrecido en esta Comisión. Déjeme
que le diga que el Grupo Socialista comparte seguramente con muchos
de los que están siguiendo esta comparecencia por los medios de
comunicación que han venido retransmitiendo las sesiones de trabajo y
seguramente con muchos de los periodistas que en este momento están
presentes en el desenvolvimiento de esta sesión, la frustración y la
decepción de ver cómo pierde viveza el diálogo necesario para poder
aclarar las cuestiones que preocupan a la opinión pública y que están
detrás del asunto Gescartera cuando el formato es el que quiere el
Grupo Popular, cuando el debate es sustituido por una sucesión de
monólogos constreñidos en el tiempo, administrados con cuentagotas y
que permiten, evidentemente, en cada turno eludir y evadir muchas de
las interrogaciones, de las interpelaciones, de las preguntas
expresas que han quedado puestas de manifiesto y que constan en el
«Diario de Sesiones».

Consta, por tanto, ante la opinión pública que nos sigue que hay
muchas preguntas que quedan sin respuesta pero, aún aceptando eso,
permítame que le oponga la reflexión del Grupo Socialista sobre esa
divagación que usted ha hecho sobre lo lamentable que resulta que
este escándalo haya sido posible y lo mucho que nos debe invitar a
todos a evitar que pueda reproducirse en el futuro y a introducir
incluso todas las reformas legales e institucionales que puedan ser
oportunas para evitar que se produzca en el futuro. Lo primero que le
quiero decir es que el hecho de que usted enfatice tan enérgicamente
la salud y la credibilidad de nuestra economía y de nuestro mercado
financiero, de nuestro mercado de valores, no hace sino subrayar el
contraste penoso y execrable de ese cuadro general con el
comportamiento de los poderes públicos y del área económica del
Gobierno en el caso Gescartera. Es posible que nuestro mercado
financiero sea un mercado saludable y prestigioso; es posible que
tenga una espléndida imagen en el exterior; es posible que sea la
envidia de británicos, alemanes, franceses y norteamericanos,
pero el caso Gescartera, desde luego, si ha sido seguido en
cualquiera de esas esferas o de esos foros económicos extranjeros
tiene que ayudarles a corregir muchísimo esa buena impresión, porque
es un caso penoso, patético, de un conjunto de malandrines sin
ninguna formación a los que resulta fácil identificar como tales en
una conversación. Prueba de ello es que en la primera declaración que
le toma la jueza Teresa Palacios al señor Camacho, en la primera
declaración, con una sola llamada a declarar, le basta para enviarlo
directamente a Soto del Real, porque se da cuenta de inmediato de que
le está exhibiendo documentos falsos, argumentos inasibles, que no
tiene ni idea de lo que está hablando y que está engañando de manera
manifiesta, de manera dolosa; se da cuenta enseguida, en una
declaración; ¿dónde está el dinero? Está en Delaware, está en Estados
Unidos; ¿dónde está el papel? Aquí está. El papel es falso, es
evidente, es un documento falso, inventado, se da cuenta enseguida.

Eso podía haberlo visto la Administración mucho antes y, de hecho,
mucha gente lo vio, pero esa gente estaba subordinada a otra gente
que respondía a designios políticos, a otra gente que respondía de
cargos políticos de designación de confianza de miembros del Gobierno
del Partido Popular. Mira por dónde todas esas personas que habían
tenido la oportunidad de darse cuenta de que estaban hablando con
malandrines que estaban estafando miles de millones, que avisaron y
advirtieron, que previnieron, que aconsejaron intervenir, quedaron
frustradas porque las personas que tenían mando en plaza metieron los
papeles en un cajón y acabaron tomando decisiones equivocadas.

Esa es la explicación política que nos conduce a la reflexión sobre
la responsabilidad. Yo comparto con usted el que un caso como este
invita a una ejercicio de responsabilidad política y tenemos que ser
todos parte de él, introducir todas las reformas institucionales y
legales para que esto no vuelva a ser posible. Pero déjeme que vaya
más lejos. La responsabilidad política es una relación esencial en
democracia, no es, como a menudo se presenta sesgadamente en un
debate simplificador, exclusivamente la demanda de dimisiones
fulminantes o de ceses. La responsabilidad política es responder de
la confianza que uno ha recibido: si uno es elegido, ante los
electores; si uno es designado, como usted, por un ministro, ante el
ministro que lo designó; si uno es miembro del Gobierno, ante el
Parlamento que legitima la acción del Gobierno, porque el Gobierno en
democracia parlamentaria disfruta de la legitimación que le dan la
investidura y la confianza del Parlamento. Es su responsabilidad
política dar explicaciones plausibles, no ocultar información, no
blindarse cambiando el formato de la comparecencia, no ignorar
preguntas que quedan reflejadas en el «Diario de Sesiones» y no
contestarlas, no resistirse a venir a esta Comisión de investigación
dando instrucciones algrupo parlamentario para hacerlo lo más tarde
posible



Página 1109




y venir, después de todo el tiempo transcurrido, con un discurso
redactado por asesores de gabinete que podían haberlo hecho hace dos
y tres meses, porque usted ha ignorado lo mucho que ya se ha ido
sabiendo en el curso de los trabajos de esta Comisión de
investigación. Ha ignorado el testimonio de Martínez Pardo que dijo:
yo no lo habría hecho; ha ignorado el mismo testimonio de anoche de
la directora general del Tesoro; ha ignorado muchas cosas que han
quedado puestas de manifiesto en esta Comisión de investigación,
porque, efectivamente, usted viene aquí ha certificar la legalidad de
su orden ministerial, ignorando que muchos testimonios ya han dicho
que la orden ministerial no debió haber sido adoptada a la vista del
informe condicionador que venía de la Comisión Nacional del Mercado
de Valores después de todo.

Un ejercicio de responsabilidad política incluye también dar
explicaciones plausibles que la gente pueda entender y creer. Yo creo
que sigue siendo claro para la opinión pública que nos sigue, que es
asombroso que la Administración tributaria recibiera informes que
dijeran: cuidado con Gescartera; informes archivados. Que la Comisión
Nacional del Mercado de Valores tuviese noticia de que había cosas
que iban mal y las ponían en un cajón. Que había un director de
supervisión que decía: me puentean, no me lo explico. Se demuestra
que había puenteo, se explica y da igual. En el área económica del
Gobierno, una serie de personas tenían relaciones de amistad y de
confianza y, entre esas personas ocupaba un cargo absolutamente
relevante en la explicación de todo esto un secretario de Estado de
Hacienda, responsable de la legalidad tributaria, cuya hermana
cobraba en dinero negro, en una agencia que - como ha demostrado el
Banco de España- manejaba dinero negro y lo desviaba hacia cuentas en
el exterior. Ese fracaso colectivo, inmenso, no es explicable sólo y
exclusivamente concatenando comportamientos de leguleyo: participé en
este procedimiento pero no me enteré ni de lo que había hecho el
eslabón anterior de la cadena ni de lo que iba a hacer el eslabón
posterior; no me enteré, simplemente, mi participación fue impecable.

No, esa cadena de despropósitos sólo es explicable si hay un designio
detrás, que era efectivamente el designio de hacer lo posible por
ayudar a Gescartera, de proporcionarle asistencia en carretera,
aunque se abismase, aunque se despeñase, como finalmente sucedió. Que
en el caso de que hubiese una Comisión de investigación, pudiese
irradiar la menor luz posible y que en el caso de que esa luz fuese
el coste inevitable a pagar por este ejercicio de depuración
colectiva de responsabilidades políticas en que estamos embarcados,
tuviese el menor tiempo posible, no le llegase toda la documentación,
las comparecencias no pudiesen prepararse con suficiente tiempo y se
diese carpetazo cuanto antes; ese es, evidentemente, el designio del
grupo mayoritario, que explica el momento en que usted ha
comparecido, el formato en que lo ha hecho y
que muestra la insuficiencia de la explicación que ese grupo
mayoritario nos ofrece ante la gravedad de estos hechos. De manera
que crea que los socialistas compartimos con usted la preocupación
por el deterioro que esto ha producido en la imagen de nuestros
mercados y la voluntad de hacer lo que haga falta para que esa
credibilidad y buena imagen queden restablecidas en la medida de lo
posible. Compartimos con usted nuestra disponibilidad de trabajar en
esa dirección y la defensa, con carácter general, del prestigio y la
credibilidad imprescindible para que esos mercados puedan funcionar
correctamente, pero no compartimos con usted la explicación
imposible. Esa no la compartimos con usted. No compartimos con usted
la traducción de responsabilidad política que de todo eso debe
deducirse. Quizá no pase exactamente por su firma delegada en la
orden ministerial, pero pasa desde luego por el área económica del
Gobierno cuya credibilidad ha quedado definitivamente contaminada y
deteriorada por el modo en que ha manejado el asunto Gescartera.




El señor PRESIDENTE: No estando presente el portavoz del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra, por el
Grupo Federal de Izquierda Unida, su portavoz. Adelante, señor
Alcaraz.




El señor ALCARAZ MASATS: Con la venia, señor presidente.

Señor Folgado, a estas alturas, teniendo en cuenta los indicios que
derivan de la posición del Gobierno, nosotros tenemos poca confianza
en que se rectifique. Por ejemplo, se ha nombrado nuevo presidente de
la Comisión Nacional del Mercado de Valores, se ha nombrado deprisa y
corriendo. Nosotros dijimos aquí en rueda de prensa que, por favor,
no se corriera tanto o si se quería correr y nombrarle ese viernes
-como así se hizo-, se hicieran contactos parlamentarios para
intentar consensuar, para sondear la opinión del resto de los grupos.

No se hizo así y se nombró al señor Calzada deprisa y corriendo, sin
consultar a nadie, en un momento en que yo creo que el señor Rato no
tenía la suficiente autoridad política para hacerlo, pero esta es una
opinión. Pero no es una opinión exagerada, si se hubiese esperado una
semana o, en todo caso, como quedaban tres o cuatro días, se hubiese
consultado al resto de los grupos, a lo mejor podíamos haber llegado
a un consenso o, al menos, a un acuerdo mayoritario. Pero no se hizo
así, lo que demuestra que no hay una voluntad clara de dar una
alternativa a la situación. Del mismo modo se está segando la
posibilidad de que esta Comisión termine bien. Da la impresión de que
ustedes han pensado: como tenemos mayoría absoluta y no hay coste
político, vamos a hacerlo así. O, en todo caso, han podido pensar:
pagamos más coste político si esto se prolonga un poco que si
ordenamos el aterrizaje inmediato, y vamos a ello. Esto demuestra, a
mi juicio, que no hay sensibilidad con respecto a lo que está
pasando.




Página 1110




Ustedes creen que es un coste político que después superan en dos
telediarios y medio, creo que lo piensan firmemente, incluso por las
cosas que han adelantado. Por ejemplo, el otro día el señor Ruiz
Gallud hacía una cita de autoridad, citaba a Cantinflas; decía que va
Cantinflas con un amigo al cine y el amigo se adelante a la taquilla
para pagar, y le dice Cantinflas: no te me adelantes, y da un paso
atrás y dice: tampoco te me atrases. (Risas.) Ustedes se han
adelantado a la hora de anunciar las medidas que van a adoptar con
respecto a la CNMV, medidas cosméticas, superficiales, o con respecto
a limitar la posibilidad de invertir especulativamente por la ONCE o
por la Iglesia. Y se han adelantado en eso, incluso antes de que la
Comisión termine sus trabajos, y se han atrasado en el contenido real
que hay que adoptar. Yo creo que no han valorado ustedes la gravedad
de la situación y eso lo vamos a ver dentro de unos días. Le adelanto
lo que vamos a hacer. Para el día 7 nos convocarán a uña de caballo
-se lo voy a comunicar incluso al presidente para que se entere-
(Risas.) a la Comisión para que analicemos las conclusiones y, a
partir de ahí, empezaremos a redactar los votos particulares, y
posiblemente el mismo día 15, señor presidente, tengamos que llevarlo
al Pleno de la Cámara. La cosas no se pueden hacer así; no se debe
transformar todo en una apariencia, en una forma vacía.

Termino -y perdóneme por la broma, señor presidente-, señor Folgado,
pensando que no hay intención seria de recuperar con medidas fuertes
el prestigio del regulador y el prestigio del político que tiene la
responsabilidad de gobernar, de dirigir. Lo que dijo el señor Aznar
no tenía ese sentido ideológico que usted le da; no dijo menos Estado
-esa es una ideología que efectivamente responde al neoliberalismo-,
dijo menos Gobierno. El problema es que tenemos que tomar medidas
para que el Gobierno sea tal, gobierne de verdad y regule de verdad.

Ese es el problema de fondo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Souvirón.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Ya ve usted, asistimos al responso de los
grupos de la oposición con respecto a la Comisión parlamentaria y lo
hacen desde el lamento de la impotencia. Ya empezó el señor Cuevas en
la anterior comparecencia y ahora no ha quedado atrás en su
expresividad en el mismo sentido el señor López Aguilar. Pero es que,
para mi sorpresa, el propio señor Alcaraz, quien daba más muestras de
vitalidad en esta Comisión hasta este momento, también la quiere
enterrar. Y yo lo comprendo porque, hasta el momento, poco se ha
podido conseguir. Por tanto ahí queda lo dicho y lo que ellos han
dicho.

Quiero precisar algunas cosas. Primero, que este Grupo parlamentario
no ha recibido ninguna instrucción de usted, como usted bien sabe,
para comparecer
en este momento. Y, lo que es más, que en ninguna de las comisiones
que hemos tenido de trabajos preparatorios, ningún grupo
parlamentario, y desde luego no el Grupo Socialista, ha pedido que
usted compareciera antes. Por tanto, parece que hasta ahora no
teníamos noticias de que les pareciera mal el momento de su
comparecencia.

Los debates pierden viveza cuando los argumentos no se sostienen por
sí mismos. Ese es el problema. Yo me he resistido mucho a emplear la
palabra formato, que no sé si es la que corresponde. La verdad es
que, como se ha utilizado tanto, se me ha pegado un poco. No es el
formato, es que no hay argumentos de peso para mantener esta historia
y comprendo que eso moleste a quienes hasta hace un minuto estaban
diciendo que ya nos íbamos a enterar todos de lo que aquí estaba
pasando. Pues miren ustedes, ha pasado lo que ha pasado y ya sabemos
lo que ha pasado y no hay más.

Es cierto que la juez Teresa Palacios, al primer vistazo, se dio
cuenta de quién era el señor Camacho. (El señor López Aguilar: No.)
Pero se dio cuenta porque la Comisión Nacional del Mercado de Valores
se había dado cuenta antes y le puso los papeles en la mesa, señor
López Aguilar. Porque, claro, con los papeles en la mesa es como uno
puede acelerar el paso a la hora de llegar a donde quiere llegar y la
juez Teresa Palacios no es que tenga una mirada especialmente
penetrante, me parece a mí -no la conozco-, pero evidentemente ayuda
mucho tener sobre la mesa los papeles que le mandó la Comisión
Nacional del Mercado de Valores.

Estas son las circunstancias, señor Folgado, y no hay más. Ya hemos
hablado de la orden que usted firmó, que es por lo que usted ha
venido aquí hoy. Podríamos decir, solamente por comentar una cita que
no sea de quien habla, que don Ramiro Martínez Pardo compareció aquí
y dijo que la orden ministerial mantenía que lo que decía el informe
es congruente con lo que dijo dicho orden, porque se hace referencia
en la memoria a requisitos que les parece que son congruentes. En
cuanto a la orden ministerial, que era el tema del que estábamos
hablando, si no fuera porque ya parece que interesa menos porque no
hay nada que oponer y lo que interesa son los temas adyacentes, pues
decir eso. De lo demás, que quede dicho lo dicho.




El señor PRESIDENTE: Señor Folgado, tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE ECONOMÍA, DE LA ENERGÍA Y DE LA
PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA (Folgado Blanco): Ha habido, creo, un
importante juicio de intención que, naturalmente, no puedo admitir y
quiero negarlo con rotundidad. Se ha hablado de que aquí ha habido
algún designio de ayudar a Gescartera. Es decir, que toda una serie
de elementos llevarían a eso. Quiero negarlo rotundamente. Justo todo
lo contrario. Cuando nos



Página 1111




hemos percatado de la situación, sabe muy bien que ha habido
dimisiones, se ha creado una comisión de investigación por donde han
pasado muchas personas para tratar de esclarecer todos estos hechos.

La Comisión Nacional del Mercado de Valores, en el momento en que
comprobó que eran algunos certificados eran falsos y cuando, por
unanimidad, decidió la intervención, inmediatamente puso en manos de
la Audiencia Nacional la documentación correspondiente. Tratamos por
todos los medios de que se esclarezca la verdad, porque es lo que
queremos todos. Queremos que funcione eficientemente este modelo en
el cual hay unos organismos que esperamos que, a lo largo de los
años, vayan madurando en solvencia y en buen funcionamiento. Desde
luego, en términos generales están funcionando eficientemente, en
particular la Comisión Nacional del Mercado de Valores, desde el año
1988, con independencia de que haya que tratar de solventar estas
situaciones concretas. Precisamente para eso está esta
Comisión, que esperamos que haga propuestas que nos ayudarán mucho a
aplicar las medidas correspondientes del tipo que sean,
administrativo, institucional, legal, para que se vaya perfeccionando
el sistema financiero y no se produzcan hechos como el de Gescartera.

Nuestra intención no es, en absoluto, ayudar a Gescartera y está
claro que la orden ministerial iba justo en la dirección opuesta:
tratar de evitar que se produzcan situaciones fraudulentas,
situaciones anómalas.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Folgado. Le agradecemos su
cooperación esta Comisión.

No habiendo más asuntos a demandar por los señores portavoces, se les
advierte que la próxima convocatoria es para el próximo lunes, a las
diez y media.

Se levanta la sesión.




Eran las cuatro y cuarenta minutos de la tarde.