"General, liberal. Al menos se ha portado, como tal, en el congreso en que fue diputado y presidente, y en las capitulaciones con Angulema en el Puerto de Santa María, donde, aunque nada sacó, sostuvo con honor y con brío la causa de la libertad... Si era amigo de Wellington, Wellington no era Wellesley, ni los amigos son, ni pueden ni deben ser en todas las cosas dos cuerpos y un alma. La política tiene reglas muy raras; no se casa con nadie, ni aún con Dios; lo más que hace con éste es disimular...". En "Retratos políticos de la revolución de España".

Otro marino ilustre sucede en la presidencia de las Cortes a Cayetano Valdés. Había participado en Trafalgar y por ello fue nombrado Capitán de fragata. Forma parte de la Junta de Bayona entre junio y julio de 1808 y firma dicha Acta, cuyo ejemplar se conserva en el Archivo del Congreso de los Diputados en la "Serie de Papeles reservados de Fernando VII".

Notorio afrancesado, no fue impedimento para presentarse al general Castaños y formar parte del Estado mayor de Wellington, junto al cual permaneció durante toda la Guerra de la Independencia. En 1814 llega a teniente general y al poco tiempo es encarcelado, pero de nuevo lo volvemos a encontrar junto a Wellington combatiendo en Waterloo. En 1815 recibe la Gran Cruz de la Orden del Baño y rechaza en 1822 la Encomienda de los Hornachos, según podemos leer en el Diario de sesiones: "Se dio cuenta de una exposición del Sr. Diputado Don Miguel Ricardo de Álava, que decía: «En atención a las urgentes necesidades en que se halla el Erario público, y deseando aliviarlas en cuanto esté de mi parte, cedo en beneficio del mismo la encomienda de los Hornachos, en la Orden Militar de Santiago, que el Rey me concedió en el año de 1815..." (Sesión de 13 de marzo de 1822). En 1815 fue nombrado embajador de La Haya hasta 1820.

Defensor del régimen liberal instaurado durante el Trienio Liberal, fue diputado por Álava en 1822. Elegido el 3 de diciembre de 1821, causa baja el 27 de septiembre de 1823. Es en estas Cortes cuando durante el mes de mayo de 1822 preside la Cámara. En calidad de diputado formó parte de numerosas comisiones, de las cuales destacamos la de Guerra, de Ultramar, del Tribunal de Cortes y del Código de procedimientos militares.

No destacó en sus intervenciones parlamentarias, a excepción de las labores propias en la dirección de los debates en calidad de presidente de la Cámara. Como ejemplo podemos citar su intervención en relación con la tramitación del código penal en la sesión de 10 de mayo de 1822. El 21 de junio de 1823 fue uno de los firmantes para la deposición temporal del Rey Fernando VII, pero al parecer supo moverse en todas las aguas y cuando constató que Wellington no intervendría para salvar el liberalismo de la invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis en 1823, se puso bajo la protección de los franceses y embarcó a Gibraltar y desde allí, como la mayoría de los liberales que buscaban el exilio, llegó a Inglaterra, donde formó parte de los círculos más elitistas, diplomáticos y militares, de la sociedad londinense.

En 1826 es condenado a garrote, en ausencia, y en 1828 se traslada a Francia, no regresando a España hasta 1833 en que pasa a formar parte del Estamento de Próceres del Reino en la Legislatura de 1834-1835. A partir de estos años adquiere responsabilidades de gobierno. Fue ministro de Marina, de Estado y presidente del Consejo de Ministros, todo ello en el año 1835. Su nombramiento como enviado extraordinario y ministro plenipotenciario a la Gran Bretaña el 31 de diciembre de 1834 cierra el expediente de Senador. Volvería a ser nombrado embajador en Inglaterra entre 1840 y 1841.

Según consta en el "Diccionario biográfico de los Parlamentarios de Vasconia", renuncia a la embajada en marzo de 1841 y vuelve a Vitoria en 1843 después de una ausencia de veintidós años. En la carta que envió al ministerio de la Guerra indicaba su intención de dirigirse a los baños de Barèges "que es el único remedio que me han señalado capaz de aliviar mis dolencias". Falleció allí el 14 de julio.

La biografía procede de la publicación "Los presidentes del Congreso de los Diputados, 1810-2010" (2010), coordinada por Sofía Gandarias Alonso de Celis y Mateo Maciá Gómez, y editada por el Departamento de Publicaciones del Congreso de los Diputados. Los textos fueron realizados por ambos coordinadores, con la colaboración de Esperanza Prieto Hernández.