La historia de este liberal asturiano que ocupó durante un mes la presidencia de la Cámara, es la de aquellos que la historia recordará por vivir a caballo entre el reinado de Carlos IV y la década moderada, pero siempre con una gran lucidez mental y actividad política e intelectual.

De alguna manera, sus biógrafos recientes dividen su vida en unos primeros años de "sombras y luces", pero que reconocen no conocer más allá de lo que él cuenta de sí mismo y de las limitadas referencias contenidas en documentos oficiales, notariales, eclesiales, etc.

Su primera etapa se sitúa entre el poder de la Corte de Carlos IV, las relaciones complejas con Godoy y su adhesión intelectual a las ideas revolucionarias. Sus viajes entre su casa natal de Pola de Somiedo, la Universidad de Oviedo y la Corte de Madrid marcaron los primeros años de su vida. Es conocida su condición de mayorazgo en el seno de una familia del occidente asturiano. A los veinte años estudia derecho y filosofía en la Universidad de Oviedo.

En 1808 forma parte de la Junta del Principado de Asturias en su lucha contra los franceses. En 1809, viaja a Sevilla y Cádiz e intenta influir en las inmediatas Cortes, aunque no formará parte de las mismas. En esa época escribe su "Constitución para la Nación Española, presentada a S.M. la Junta Suprema Gubernativa de España e Indias en 1 de noviembre de 1809", en la que ya se vislumbra la importancia de la política en su relación con la economía: "... cuando formemos una Constitución que destruya las leyes injustas... tengamos terrenos bien cultivados que mantengan sólo a los que los trabajan...". Y de este modo acaba afirmando que la política y la economía no son dos ciencias distintas. Es autor también de "Introducción para la Historia de la Revolución de España y Examen imparcial de las disensiones de la América con la España, de los medios de su recíproco interés y de la utilidad de los aliados de la España".

Después de ocupar la intendencia de Sevilla debe huir a Inglaterra perseguido por Fernando VII. Allí escribe en 1818 un manifiesto contra el absolutismo. Tras el pronunciamiento de Riego vuelve a España y es elegido por primera vez diputado por Oviedo.

Sus poderes se aprueban el 1 de julio de 1820. En esta etapa del Trienio liberal colabora en tareas de hacienda y redacta, junto a otros diputados, el Código penal de 1822.

Pertenece en esta época a los exaltados. Destaca entre sus discursos el que pronunció sobre aranceles: "... yo soy tan amante de la libertad, que jamás me arredro con ninguno de los resultados que de ella se puedan seguir, porque estoy cierto de que producirá muchos bienes y muy pocos o ningunos males. Los aranceles apenas deben contener más que bases..." (Sesión de 16 de septiembre de 1820).

En 1823, es nombrado ministro de Estado para los meses de febrero y marzo, debiendo coexistir el gobierno dimisionario con el designado. Más tarde, a través de Gibraltar, comienza su segundo exilio en Inglaterra, donde continúa sus estudios de economía. Es en Londres donde ve la luz su obra fundamental "Curso de economía política" publicada en 1828 y reeditada en castellano y en francés en París. En esta obra intenta integrar una sociedad liberada de la pobreza con una sociedad políticamente virtuosa. A través de la redistribución de la tierra intentaba hacerla más igualitaria. Propagaba igualmente una política tributaria destinada a gravar la renta. Las distintas ediciones de esta importante obra defienden una economía liberal. Hasta mediados de siglo se convertirá en el manual más usado en la Universidad.

Regresa de Londres en 1834 tras el Real decreto de amnistía de 7 de febrero y resulta elegido para el Estamento de Procuradores. Es en esta etapa cuando funda el partido monárquico constitucional y es elegido diputado en las filas del moderantismo. Diputado hasta las elecciones de 1843 por Oviedo, en la legislatura de 1840 se le nombra Presidente de la Cámara desde el día 19 de febrero hasta el 17 de marzo de 1840 de forma interina. El día 18 se nombra a Istúriz de forma definitiva.

En esta etapa interviene en la discusión sobre derechos políticos: "... yo creo que los abusos de la libertad de imprenta no causan los males que se nos anuncian..." (Sesión de 5 de septiembre de 1834).

Heredero directo de la tradición intelectual ilustrada, es una de las mentes más lúcidas de la primera mitad del siglo XIX español. En 1845 es nombrado senador vitalicio y en el Archivo del propio Senado figura cómo Alejandro Mon, también asturiano y entonces ministro de Hacienda, le consiguió una pensión digna para que pudiera seguir trabajando hasta su fallecimiento, acaecido en el Palacio de Miraflores de Noreña el 16 de diciembre de 1853.

La biografía procede de la publicación "Los presidentes del Congreso de los Diputados, 1810-2010" (2010), coordinada por Sofía Gandarias Alonso de Celis y Mateo Maciá Gómez, y editada por el Departamento de Publicaciones del Congreso de los Diputados. Los textos fueron realizados por ambos coordinadores, con la colaboración de Esperanza Prieto Hernández.