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Documentos Elecciones 1 de febrero de 1841
"DEL CONVENTO DEL ESPÍRITU SANTO AL TEATRO DE ORIENTE" Desde aquella primera sesión de las cortes gaditanas en la Casa-Teatro de la Real Villa de la Isla de León (actual San Fernando) en Cádiz el 24 de septiembre de 1810, los diputados se reúnen en diferentes sedes prestadas de carácter tanto religioso como civil en las que siempre se buscaban las mejores condiciones de capacidad y acústica. Cuando a partir del Estatuto Real de 1834 se establece el sistema bicameral, el Estamento de Próceres encuentra la que será su sede definitiva en el Convento de María de Aragón, que posteriormente pasará a denominarse Senado donde se encuentra en la actualidad. El Estamento de Procuradores se instala en el Convento del Espíritu Santo de la carrera de San Jerónimo remodelado por el arquitecto Tiburcio Pérez Cuervo para uso civil. Pero a pesar de los intentos de reconstrucción del edificio, en este surgen problemas constantes debidos a la humedad y filtraciones de agua en sus cimientos. De esta época se conserva una litografía de Vicente Camarón y Meliá en la que S.M. la Reina Gobernadora Maria Cristina de Borbón acompañada de su hija Isabel II, presta juramento el 18 de julio de 1837. El aspecto del Salón recuerda el ábside del antiguo Convento. Grabado del interior del convento del Espíritu Santo, 1837
Todavía el 1 de septiembre de 1839 la Reina Gobernadora vuelve al Convento para inaugurar en sesión solemne la legislatura ante los señores diputados y senadores. Pero de nuevo se produce un traslado de las Cortes, a partir de la Constitución de 1837, en este caso del ya denominado Congreso de los Diputados en el verano de 1841. El antiguo edificio amenaza ruina y en las sesiones de la Comisión de Gobierno Interior de 5, 8, 9, 12 y 15 de junio de 1841 se discute la necesidad de buscar con urgencia, un lugar más seguro donde celebrar las sesiones. Es al presidente Agustín Argüelles al que le toca asumir este espinoso asunto. Para ello se nombra una comisión formada por los diputados Ignacio López Pinto y Agustín Fernández Gamboa junto con el arquitecto del Congreso Juan Pedro Arregui y Juan José Sánchez Pescador para que emitan un dictamen sobre el estado en ruinas del antiguo Convento y la necesidad de buscar una nueva ubicación con el menor gasto posible. Consultado al Gobierno de la Nación, en la sesión de la Comisión de Gobierno Interior de 8 de junio se decide que el Congreso celebre sus sesiones de forma provisional en el gran Salón de Baile y demás oficinas del Teatro de Oriente acordando "la inmediata traslación del edificio que el Gobierno ofrece mediante la facilidad, buena proporción y demás calidades que reúne tan a propósito para llenar el deseado fin". En enero de 1842 se acuerda que se autorice al Gobierno para que se construya un palacio de nueva planta para el Congreso. Siguiendo el refrán “De no hay mal que por bien no venga” esta situación de ruina hace patente la conveniencia de dotar a las Cortes de una sede propia, definitiva y apropiada a las funciones y rango de la institución como sucedía en otros parlamentos de nuestro entorno europeo. Las Cortes en el Teatro de Oriente Nueve años duraron las obras del nuevo Palacio por lo que durante las legislaturas desde 1841 hasta 1850 los diputados realizan sus trabajos en el “Salón de Baile” del Teatro de Oriente posteriormente llamado Teatro Real. Se puede decir que la construcción de ambos edificios atraviesa vidas paralelas. De esta manera aprovecharemos para conmemorar en el 2018 el Bicentenario de la colocación de la primera piedra del Teatro. Aunque las obras del nuevo Palacio del Congreso de los Diputados se realizan en menos años, ambos edificios se inauguran en 1850. En los fondos del Archivo de la Cámara se conserva un expediente en la Serie de Gobierno Interior sobre el estado ruinoso del Palacio del Congreso de los Diputados y su traslación al Teatro de Oriente. Dicho expediente y las correspondientes actas de la Comisión de Gobierno Interior nos arrojan datos sobre el rigor y las medidas que se adoptaron para adecuar el nuevo espacio con el menor gasto posible así como la realización de inventarios con los objetos que debían trasladarse y custodiarse hasta que el nuevo palacio se inaugure en 1850. El expediente se divide en dos partes: la primera relativa al estado del Convento del Espíritu Santo y la segunda el traslado al Teatro de Oriente. En relación al estado ruinoso del edificio, se presentan continuas reclamaciones por parte del arquitecto Narciso Pascual y Colomer que eleva a Antonio Llaguno, oficial mayor de la Secretaria y que a su vez remite al Gobierno y éste se lo hace llegar a la propia Regencia. Al parecer el Salón de Sesiones era el menos afectado por lo menos en relación a los arcos torales y la cúpula del antiguo convento, no así en cuanto a los muros que habían sufrido el incendio del año 1823. Las crujías más afectadas eran las de las calles del Sordo y Florín, ésta especialmente. Después de continuas reclamaciones e informes evacuados a la Comisión de Gobierno Interior, se propone su traslado al Teatro. Las reparaciones fueron constantes entre los meses de febrero a junio y en alguno de los informes se lamentan de este modo …a medida que se repara por un lado se presenta la necesidad de hacerlo por otra… Fachada este del Teatro de Oriente. Madrid Artístico. Obra pintoresca y Monumental. 1850
De los datos de la historia del Teatro de Oriente podemos deducir que en 1841 estaba acabada la fachada este del edificio que da a la actual plaza de la Ópera o plazuela de Isabel II. En la primera planta se encontraba el llamado “Salón de Baile” que ocupa todo el frente de norte a sur. Al parecer los espejos fueron cubiertos con telas como antiguamente se hizo en los altares del Oratorio de San Felipe Neri en Cádiz para ofrecer un carácter más severo. La presidencia al principio se colocó en el centro y luego fue trasladada al lado norte del salón. La fachada que se abre a esta plaza es mucho más sencilla que la que mira al Palacio Real. Está ordenada con una sucesión de vanos de medio punto en la planta de calle y cuadrangulares en la superior que mantienen el ritmo marcado por los vanos de las fachadas laterales. En esta parte del expediente se dan las órdenes del cómo se debe hacer el traslado, los inventarios que deben custodiarse en el Archivo tanto de los objetos trasladados como de los que se quedan en el edificio debidamente custodiados. Datos sobre este salón se describen en la bibliografía existente sobre la historia del Teatro Real. Joaquin Turina Gómez indica como en 1835 se termina la obra de esta parte del futuro Teatro. La decoración del mismo es prolija en ricas telas con las que se adornan los paramentos, arañas y candelabros para su iluminación. La adecuación para salón de Cortes fue sin duda transformar su aspecto en un espacio más serio, cubriendo espejos y eliminando algunos elementos del que se denominó Gran Salón de Oriente. El letrado de las Cortes Nicolás Pérez Serrano, hijo, como cariñosamente se le recuerda en la Cámara ya recogió muchos de estos pormenores en la monografía titulada En un lugar de las Cortes…, en la que al repasar las distintas sedes de la institución parlamentaria, dedica un capítulo a este periodo denominado 10º escenario: el Teatro de los Caños del Peral o de Oriente o Teatro Real en Madrid "Siendo la edificación mayor de la primera mitad del siglo XIX, el Teatro Real sirvió como Salón de Baile, cuartel de la Guardia Civil y espacio de reunión de los diputados. La gran cantidad de salas alrededor de la sala teatral así lo permitió, especialmente el salón circoagonal que mira a la Plaza de la Opera y que sirvió hasta hace bien poco para los conciertos de los alumnos del Conservatorio". Asimismo, es curiosa una extensa queja que formula el arquitecto Colomer al no ser designado para la adaptación del nuevo espacio y que al parecer interpreta como una crítica a su forma de proceder en las sucesivas reparaciones llevadas a cabo sin éxito del convento. Años más tarde, resultaría ganador del Concurso del nuevo Palacio. El traslado se efectúa el 22 de junio de 1841 y la legislatura finalizaría el 24 de agosto del mismo año. Durante las siguientes legislaturas se discutieron asuntos de gran importancia, entre ellos la organización de la Guardia Civil en 1844, la Constitución de 1845 o la nueva ley electoral el 18 de marzo de 1846, si bien es verdad que las Sesiones Solemnes se celebraron en el Senado. Es en esta etapa cuando al declararse la mayoría de edad a los 13 años, la Reina Isabel II jura la Constitución de 1837 el 10 de noviembre de 1843 en el Palacio del Senado. Tras este periodo en el Teatro de Oriente, la legislatura de 1850-1851 comienza con la sesión regia de apertura de las Cortes del Reino en el nuevo palacio de la carrera de San Jerónimo el 31 de octubre de 1850, festividad de San Quintín. Días más tarde, el 19 de noviembre se inauguraría el Teatro Real coincidiendo con la onomástica de la Reina Isabel II. Como homenaje al Bicentenario del Teatro Real se podría sugerir la colocación de una placa conmemorativa recordando las Sesiones de Cortes celebradas en dicho Teatro entre los años 1841-1850 Información actualizada en 2017 |