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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 524, de 21/05/2018
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2018 XII LEGISLATURA Núm. 524

INTERIOR

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. RAFAEL MERINO LÓPEZ

Sesión núm. 29

celebrada el lunes,

21 de mayo de 2018



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor comisario europeo responsable de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis (Stylianides), para tratar asuntos relativos a su competencia. Por acuerdo de la Comisión de Interior. (Número de expediente 219/001242)... href='#(Página2)'>(Página2)



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Se abre la sesión a la una de la mañana.


El señor PRESIDENTE: Señorías, vamos a dar comienzo a la Comisión. En primer lugar, damos la bienvenida a mister Christos Stylianides, comisario europeo de Ayuda Humanitaria y Gestión de Crisis. El formato de la Comisión va a ser una
intervención del señor comisario, luego los grupos parlamentarios podrán hacer uso de la palabra por un tiempo de quince minutos y cerrará otra vez el señor comisario con una breve intervención. Va a haber traducción simultánea. Tienen que
conectar el auricular, el canal 1 es para la traducción en castellano y el canal 2 para la traducción en inglés. Sin más, le damos de nuevo la bienvenida al Congreso de los Diputados al señor comisario y le agradecemos su interés en mantener esta
reunión de trabajo con los miembros de la Comisión de Interior. Tiene la palabra.


El señor COMISARIO EUROPEO RESPONSABLE DE AYUDA HUMANITARIA Y GESTIÓN DE CRISIS (Stylianides) 1. (Realiza su intervención en inglés): Muchas gracias, señor presidente. Estimados colegas. En primer lugar, lamento que mi español no sea muy
bueno, sobre todo teniendo en cuenta esta Comisión en la que estamos tan importante de asuntos de Interior. Como decía, es un placer para mí poder estar hoy aquí con ustedes en Madrid, con este tiempo tan fantástico del que estamos disfrutando.


También quiero agradecerles el haberme brindado la oportunidad de dirigirme a esta Comisión de Interior y poder presentarles nuestra nueva propuesta adoptada por el Colegio de Comisarios, por el Programa rescEU, que es mi propuesta orientada
a reforzar el sistema europeo de protección civil. Es un privilegio para mí estar hoy aquí entre ustedes. En tanto que exparlamentario valoro en gran manera la contribución de los parlamentos nacionales. Creo firmemente que los parlamentos
nacionales son los pilares del diálogo democrático y de la participación. A partir de mi experiencia en tanto que diputado y miembro del Parlamento europeo, soy plenamente consciente de la importancia de mantener un diálogo activo con los
parlamentos nacionales. Desde luego, sé que esto hará de nuestra Unión Europea una unión más unida, más fuerte y más democrática. De hecho es una expresión empleada por el presidente Juncker sobre el papel de los parlamentos nacionales, expresión
con la que estoy totalmente de acuerdo. Solo a través de los parlamentarios podremos reducir la brecha que existe entre nuestras instituciones y nuestros ciudadanos europeos. Es para mí una obligación moral estar hoy aquí para debatir con ustedes
todos estos temas europeos y especialmente aquellos que están relacionados con mi cartera de responsabilidades: Mecanismo de protección civil y Programa rescEU.


Estimados colegas, este es un momento óptimo para realizar esta presentación y ello se debe a que las negociaciones con el Parlamento Europeo y con los Estados miembros están alcanzando un momento clave. Estamos trabajando intensamente para
poder finalizar el proceso legislativo en curso. Su Parlamento conoce bien este proceso legislativo y probablemente sabrán que este proceso de las instituciones europeas es más burocrático y no tenemos que seguir todas las legislaciones,
reglamentos y disposiciones, con el fin de adoptar este tipo de legislación y ver luego cómo se aplican teniendo en cuenta que se acercan las elecciones para el Parlamento Europeo. Hay que hacerlo antes y, por ello, este es un momento esencial.
Durante los últimos meses he estado viajando por toda Europa con este fin: presentar rescEU y escuchar lo que opinan al respecto nuestros Estados miembros y los miembros de los Parlamentos, así como las instancias gubernamentales. Por eso estoy
hoy aquí. Porque creo que solo mediante el diálogo y el intercambio de opiniones lograremos mejorar esta propuesta y hacer que sea más sólida y más eficaz. No tengo el complejo del escritor, es decir, que si no pongo mi propuesta en la mesa no voy
a decir que no haya nada que cambiar, en absoluto. Creo totalmente que el compromiso no es una palabra negativa. Tenemos que trabajar juntos para entre todos mejorar esta propuesta y que sea más sólida y más eficaz.


España ha sido un actor europeo constructivo, una fuerza positiva en un momento en el que el proyecto europeo se está viendo cuestionado por fuerzas de rechazo y por fuerzas populistas. Esto es especialmente cierto cuando nos remitimos al
ámbito de la protección civil. España es el segundo Estado miembro por lo que respecta a capacidades ofrecidas al conjunto compartido de recursos de emergencia diez. España ha mostrado una enorme solidaridad cuando ha sido necesario, ha ayudado a
otros países mediante el mecanismo de protección civil europeo en catorce ocasiones en los últimos años, tanto dentro como fuera de Europa, incluso ha llegado tan lejos como Chile, hace dos años. Concretamente quisiera elogiar el apoyo clave que
España ha ofrecido a Portugal, sobre todo durante la última temporada de incendios forestales. España estuvo ahí cuando sus vecinos los necesitaban más y mostró lo que yo


1 Este Diario de Sesiones refleja una interpretación al castellano no autenticada de intervenciones realizadas en inglés.



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definiría como solidaridad tangible sobre el terreno, algo sumamente importante. Su última contribución fue la participación con tres expertos en una misión de asesoría para apoyar a las autoridades portuguesas para que puedan mejorar su
gestión de los incendios forestales. Muchísimas gracias por todo esto. Tal y como decía, España sigue siendo uno de los Estados participantes más fuertes de nuestro mecanismo de protección civil europeo común.


Estimados colegas, desde su creación en 2014 este mecanismo que acabo de mencionar se ha activado en 99 ocasiones por parte de países que solicitaban asistencia dentro de Europa y en todo el mundo. Solo el año pasado el mecanismo se activó
en 32 ocasiones. Estoy orgulloso de lo que hemos logrado mediante este sistema en tanto que comisario responsable de este sistema. Pero el sistema actual ya ha alcanzado sus límites. Ahora nos toca adaptarnos a nuestra realidad actual en proceso
de transformación. El cambio climático hace necesario que tengamos que reforzar nuestras capacidades para poder responder a los desastres naturales.


Permítanme aprovechar esta oportunidad para afirmar algunos temas sobre el cambio climático. El cambio climático es una realidad. Está aquí. Está ocurriendo ahora. Estimados colegas, el cambio climático no es una noticia falsa.
Personalmente estoy en desacuerdo con la Administración de Trump en este asunto, con independencia de las pruebas y las cifras científicas constatadas sobre el impacto del cambio climático en nuestra vida cotidiana.


Los desastres naturales se están intensificando, cada vez son más violentos, más frecuentes y esta es la dura realidad a la que nos enfrentamos; algo que se está convirtiendo en nuestra nueva normalidad. Es algo que afecta a todos los
rincones de Europa, del sur al norte, del oeste al este. Tenemos que ser realistas y pragmáticos. Y necesitamos ser lo suficientemente inteligentes para poder formular una respuesta colectiva a esta nueva realidad. Tenemos que reforzar la
solidaridad en Europa, porque los desastres naturales y las emergencias están aumentando. Ello en beneficio de todos nuestros ciudadanos europeos, para los españoles, para los griegos, para los franceses, para los alemanes, para los finlandeses,
para todos. El año pasado resultó especialmente dramático para muchos países, sobre todo los del sudeste de Europa: incendios forestales catastróficos en Portugal, en Croacia, también aquí en España -en Galicia, como recordarán-, en Francia, en
Italia, en Grecia, pero también en Georgia, Montenegro, Albania y Túnez... Recordemos el huracán Ofelia y diversas inundaciones en el Reino Unido, Irlanda; tormentas que se cobraron víctimas en Alemania, Polonia, República Checa y Albania,
etcétera. En definitiva, ha sido un año doloroso en el que más de cien personas perdieron la vida. Lamentablemente España perdió cuatro nacionales y cientos de hectáreas fueron pasto del fuego el año pasado. Un área tan grande como la región
entera de Galicia. Esto ya lo sabíamos, pero nos lo recuerdan una y otra vez. Ningún país es inmune a los desastres naturales. Las pérdidas en vidas humanas y los daños económicos son enormes. Algunos creen que el sur de Europa está más expuesto
a esos fenómenos extremos o a los desastres naturales. Esto es cierto solo parcialmente, porque la realidad es que ninguna región está libre de este riesgo en la Unión Europea, y en el plano mundial ningún país puede afrontar estos fenómenos de
forma individual. Incluso Estados Unidos. Nos dimos cuenta cuando nos encontramos con los incendios forestales de California y con las inundaciones de Texas. En ese momento mis colegas aquí presentes, del servicio para el que trabajo, les
enviamos mapas detallados mediante nuestro excelente sistema de satélite Copérnico, que realiza mapas por satélite. En este ámbito específico la Unión Europea puede ofrecer instrumentos más sofisticados que los Estados Unidos. Tenemos que estar
mejor preparados para responder a estos fenómenos y evitarlos, mejor preparados para proteger. Es lo que esperan de nosotros nuestros ciudadanos europeos. De todas las instituciones europeas, pero también de las instituciones nacionales, porque
todos vamos remando en la misma barca, tenemos las mismas responsabilidades. Por ello, la Comisión Europea ha propuesto el rescUE para poder responder a esta nueva realidad.


Permítanme ahora que les explique en qué consiste y en qué no consiste rescUE, porque, tal y como saben, en cualquier proceso legislativo siempre hay ciertos no entendimientos. Quiero dejar algunos aspectos claros para que no haya
malentendidos. Por supuesto también quiero hablar con ustedes de algo incluso más importante, de cómo un país como España puede beneficiarse de este nuevo instrumento. Porque su obligación es informar a sus nacionales de los beneficios de este
sistema.


En primer lugar y lo más importante, rescUE supone una evolución a partir del sistema actual, no es una revolución. Prefiero la evolución, prefiero ser moderado sobre todo en los tiempos que corren. Hemos realizado esta propuesta, me
refiero al cambio climático y a por qué nos enfrentamos a múltiples crisis en diversos países y en varios de nuestros Estados miembros de forma simultánea. Nuestros Estados



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miembros no pueden ofrecer asistencia en momentos críticos, los unos a los otros, porque tienen que lidiar con sus propias emergencias.


Ahora quisiera hablar de forma franca con ustedes de mi muy dolorosa experiencia, en octubre pasado, cuando Portugal y Galicia tuvieron que enfrentarse a estos incendios forestales extraordinarios y devastadores. Entonces llamé a todos los
ministros de Europa, especialmente a los de aquellos países que tienen que lidiar con frecuencia con incendios forestales: Francia, Italia, Croacia y también algunos del norte. Todos ellos querían enviar asistencia para dar apoyo a Portugal, pero
debido a condiciones climáticas similares que estaban experimentando en sus países no podían hacerlo. En ese momento nos dimos cuenta de que tras dos días y medio solo les pudo asistir un avión italiano, cuando ya se habían producido varias
víctimas. En el primer día solo un avión marroquí con baja capacidad y otro avión de Rusia pudieron ofrecer asistencia. Fue una pena, porque como ciudadano, no como comisario, resulta difícil entender que no podamos ofrecer esta solidaridad a
nuestros ciudadanos en estos momentos tan críticos para salvar vidas. Así que el caso de Portugal es, desde luego, un ejemplo trágico y sumamente doloroso de los hechos que les estoy presentando hoy aquí. Para paliar estas carencias, lo que
hacemos es proponer reforzar nuestra capacidad colectiva para poder responder a los desastres, reforzar nuestra capacidad de estar preparados y la prevención.


El Programa RescEU tiene dos pilares de la misma importancia que dependen el uno del otro. Además, hay un vínculo muy fuerte entre la solidaridad y la responsabilidad. Creo firmemente en ello, porque la solidaridad conlleva
responsabilidad. El primer pilar es una respuesta reforzada. RescEU establecería un número limitado de capacidades operativas claramente definidas para poder dar respuesta en el nivel comunitario. Y cuando digo nivel europeo no quiero decir que
estos activos vayan a estar centralizados. Algunos Estados miembros no han entendido bien esto: no queremos desplegar equipo en Bruselas, porque eso es una locura, necesitamos que este equipo esté cerca de las zonas de mayor riesgo en toda Europa.
No queremos que se centralice el sistema, al contrario, lo que deseamos es que sea un sistema descentralizado en los Estados miembros y que esté lo más cerca posible de las zonas de mayor riesgo. En casos extraordinarios, lo que necesitamos
garantizar es que cuando nuestros Estados miembros no puedan ofrecer ninguna asistencia, tal como ocurrió en el caso de Portugal, exista una red de seguridad, ya que ello podría dar apoyo al Estado miembro que lo necesite para garantizar una mejor
protección de nuestros ciudadanos. RescEU es exactamente eso, una red de seguridad para casos extraordinarios.


Mediante RescEU estamos reforzando el sistema que tenemos en la actualidad, estamos ofreciendo más financiación comunitaria a las operaciones cuando los activos del centro de reservas compartidas se están utilizando. España tiene mucha
experiencia, sobre todo en lo que respecta a las actividades operativas. Al mismo tiempo, hay otro motivo importante por el que estamos proponiendo RescEU, y es porque tiene sentido desde un punto de vista financiero, ya que fomenta economías de
escala, y lo hace compartiendo el esfuerzo para ofrecer activos muy costosos para abordar carencias de capacidad críticas. Así que RescEU responde a la visión fundamental del proyecto europeo en el sentido de economía de escala. Aquí quiero ser
franco, RescEU no va a sustituir a las capacidades nacionales y regionales para responder a los desastres, sino que es complementario, y una vez más, estamos hablando de circunstancias excepcionales. Por tanto, la responsabilidad principal para
afrontar los desastres naturales sigue siendo de nuestros Estados miembros.


El segundo pilar de esta propuesta que les estamos presentando hoy es una cultura de capacidad de estar preparados y de prevención. Con RescEU no se trata solo de ofrecer una respuesta, sino de prevención y de estar preparados. Todos
sabemos que la forma más rentable, menos costosa de abordar los desastres es evitar que ocurran. Obviamente, en mi ámbito profesional, en el ámbito médico, en todas partes, prevenir es mejor que curar. Sin embargo, nuestra experiencia reciente
viene a demostrar que las medidas existentes en algunos de nuestros Estados miembros no son suficientes, y aquí vamos a ser honestos. La prevención y la capacidad para estar preparados han de ser una prioridad, especialmente para aquellos Estados
miembros que han de enfrentarse de forma frecuente a desastres naturales. Hoy en día, a veces no sabemos cómo planifican y ponen en marcha los Estados miembros la prevención y la preparación. Todos los Estados miembros, por tanto, han de
desarrollar una planificación coherente de evaluación y gestión de riesgos. A tal fin, la Comisión Europea ofrecerá su apoyo mediante RescEU, sin que haya que preocuparse por la subsidiariedad o cualquier otro malentendido que pueda haber surgido.
No corresponde a la Comisión imponer a nuestros Estados miembros cómo van a llevar a cabo sus políticas en materia de prevención. Cada Estado miembro es responsable de este aspecto y, obviamente, saben mejor que nosotros lo que tienen que hacer y
respetamos sus competencias nacionales. Tal y como



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hemos podido constatar en numerosas ocasiones, los que responde primero son el elemento clave a la hora de afrontar los desastres naturales. Por tanto, las autoridades nacionales, regionales o locales saben mejor que cualquier otra
instancia cuáles son sus necesidades sobre el terreno. No tenemos ninguna intención de imponer nada a los Estados miembros, porque las autoridades nacionales saben mejor que nadie cuáles son sus necesidades en el plano nacional. Nuestros Estados
miembros cuentan con suficiente conocimiento, lo que necesitamos es reforzar nuestros puntos fuertes individuales para poder actuar de forma más eficaz a nivel colectivo.


En el Parlamento austríaco me plantearon una pregunta: ¿Por qué cree usted, comisario, que esta propuesta no va a resultar tan costosa como podría ocurrir en Estados Unidos o en China, que son países más grandes? Esta propuesta sigue
siendo de bajo coste porque nuestros Estados miembros, nuestras autoridades nacionales, cuentan con unos conocimientos excelentes y con muchísimos instrumentos en el plano nacional, tienen buenas capacidades nacionales. Lo que necesitamos ahora,
por tanto, es poder afrontar casos extraordinarios, tales como los que ocurrieron en Portugal en octubre del año pasado. Por eso, si nos comparamos con Estados Unidos, por lo que respecta al RescEU nosotros necesitamos más o menos 200 millones por
año, mientras que ellos necesitan 7000 o 8000 millones en el nivel federal.


Si me lo permiten, voy a hablar brevemente de la cultura de la prevención. RescEU también tiene que ver con fomentar una cultura de la prevención. Por ese motivo, la creación de una red de conocimientos europea en materia de protección
civil es parte de nuestra propuesta RescEU para poder ofrecer oportunidades, para intercambiar conocimientos y capacidades y poder realizar más ejercicios conjuntos. Al mismo tiempo, también vamos a reforzar las sinergias entre la reducción del
riesgo de desastres y otras políticas comunitarias clave, tales como la política de cohesión, la agrícola, la de sanidad, la de investigación e innovación y la de adaptación al cambio climático. Un mecanismo de protección civil reforzado con un
mayor presupuesto ha de ir en línea con una mayor responsabilidad en el plano nacional.


Tal como decía anteriormente, creo firmemente que la solidaridad conlleva responsabilidad. En este sentido, y quiero ser absolutamente franco, para que RescEU pueda funcionar los Estados miembros deben desarrollar sus propias capacidades de
prevención y preparación, tienen que reforzar estas capacidades. Aquí estamos nosotros para fomentar y apoyar estos aspectos con los fondos de la Comisión Europea. He de decir que España es uno de los Estados miembros más capaces en protección
civil, sin lugar a dudas, y se lo agradezco. De hecho, a veces es un ejemplo y necesitamos sus conocimientos, necesitamos exportar sus conocimientos al resto de Estados miembros. Pero para ello es preciso tener una red y, obviamente, tiene que
crearse a nivel europeo.


También tenemos que garantizar que los fondos estructurales se emplean de forma más efectiva para poder abordar la prevención y la adaptación al cambio climático, es decir, podemos utilizar mejor los fondos europeos para poder fomentar esta
cultura de la prevención y ver sobre el terreno cómo se construyen esta prevención y esta capacidad para estar preparados ante estas circunstancias. Mis colegas del Colegio de Comisarios están trabajando en este sentido, estamos realizando esta
propuesta de forma unánime. Estando en Madrid, como estamos, quiero agradecer a mi colega y estimado amigo, Miguel Arias Cañete, responsable de Cambio Climático, su sólido apoyo. Desde luego, los dos estamos más que comprometidos con este
esfuerzo.


Quisiera hablar brevemente de España, y ya concluyo. España es un país que, sin lugar a dudas, se va a beneficiar de rescEU, y no en el plano teórico, sino de forma concreta. En primer lugar, va a haber más protección para sus ciudadanos.
Con la reserva de activos de rescEU, España va a poder contar con una capa adicional de protección, con una red de seguridad en caso de que por circunstancias extraordinarias su sistema nacional se vea sobrepasado. Lamentablemente, la realidad ya
nos ha mostrado esta necesidad. En segundo lugar, esta propuesta es sólida y viable desde un punto de vista económico. Con este nuevo sistema, cuando España ofrezca asistencia a través del mecanismo va a poder cubrir una parte importante de los
costes, porque nosotros podemos financiar un mayor porcentaje de cualquier actividad operativa mediante los mecanismos nacionales. Por lo que respecta a los incendios forestales, los costes son muy altos -lo saben ustedes muy bien-, y su
contribución y su apoyo a Portugal el año pasado han sido un ejemplo; por tanto, rescEU les ayudará a paliar esta carga. Cuando muestren su solidaridad tangible, los fondos europeos van a ayudarles a paliar esta carga de sus costes operativos. Al
mismo tiempo, esta propuesta fomenta las economías de escala al compartir el esfuerzo para desarrollar activos costosos para poder abordar carencias de capacidad críticas. Si estamos haciendo estos ahorros en otros ámbitos, por qué no hacerlos
también en el de la protección civil.



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En la actualidad, nos estamos enfrentando a una nueva erupción de ébola en la República Democrática del Congo. Me dijo el director general que la situación está bajo control, pero ya saben ustedes que con el ébola no podemos ser
complacientes, tenemos que mantenernos en alerta. A partir de mi experiencia de hace tres años en África occidental, porque fui el coordinador del ébola para Europa, me di cuenta de que necesitamos una respuesta colectiva, a través del Cuerpo
Médico Europeo del Medevac. Sin ella, es imposible que nuestros Estados miembros, incluso los más potentes, como Francia, Alemania o España, puedan abordar un problema de esta índole. Ahora, cuando nos enfrentamos a esta nueva erupción del ébola,
tenemos que estar juntos.


Estos son mis comentarios finales. Estimados colegas, los últimos desastres han venido a demostrar que la solidaridad europea es esencial, pero la solidaridad conlleva responsabilidad. Las carencias en la prevención y en la preparación
muestran que es necesaria una mayor responsabilidad en el plano nacional. Mediante rescEU estamos respondiendo a la petición de nuestros ciudadanos de una mayor solidaridad, con la máxima eficiencia y la mínima burocracia, pero no en la teoría,
sino en la práctica. Esta iniciativa es un mensaje claro en el sentido de que Europa puede ofrecer resultados concretos, es una demostración de solidaridad tangible, porque tenemos que mostrar a nuestros ciudadanos que Europa no es solo palabras,
documentos o burocracia, sino que es algo muy concreto y tangible. El apoyo de España resulta esencial para que tengamos éxito, para que rescEU pueda ser una realidad. Juntos podemos lograrlo. El apoyo de España es especialmente crucial, porque
todos los Estados miembros saben muy bien cuáles son sus capacidades y España sabe que tiene una enorme capacidad. Por tanto, si España apoya esta iniciativa es un valor añadido para la solidaridad de la Unión Europea en su conjunto.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor comisario.


Le agradecemos las explicaciones que nos ha dado y la capacidad de síntesis que ha demostrado para explicarnos el Programa rescEU y exponernos todas las reflexiones que ha hecho en su intervención.


A continuación, intervendrán los grupos parlamentarios por un tiempo de cinco minutos.


En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra el señor Salvador.


El señor SALVADOR GARCÍA: Gracias, señor presidente.


Señor comisario europeo, le damos la bienvenida y le agradecemos no solo su exposición, sino también la dedicación que está prestando a un tema tan importante para el conjunto de la Unión Europea, en el que es fundamental prevenir para no
tener que curar, como decimos en nuestro país.


A España le corresponde parte de ese compromiso y de esa responsabilidad. Es verdad que España, como usted ha dicho, es un país solidario globalmente, lo es también en el capítulo de emergencias, por ejemplo, somos líderes en donación de
órganos, y la sociedad española demanda que la solidaridad también se extienda a sus Gobiernos. Hay una predisposición social en el conjunto de la ciudadanía a favorecer que todo esto sea una realidad. También hemos visto a lo largo del tiempo
-por poner un ejemplo complementario de lo que usted ha dicho- que un terremoto en Japón o en Haití no provoca los mismos efectos aunque sea de la misma intensidad. Por tanto, Ciudadanos comparte su discurso de que no solo cuenta la prevención,
sino que hay que estar preparados para que si sucede una catástrofe las medidas de respuesta sean lo más certeras posible con el fin de minimizar los efectos y, sobre todo, para prevenir, es decir, que hay que trabajar en el diseño de las
construcciones, etcétera, en todo lo que tiene que ver con la prevención tanto de incendios como de inundaciones, etcétera. A menudo, muchos de estos desastres que se producen y los efectos que terminan provocando a nivel social tienen que ver con
que nosotros hemos tapado cañadas, con que no hemos hecho los cortafuegos necesarios, con que no hemos hecho edificios con mayor capacidad de aguante en zonas donde hay un riesgo sísmico, etcétera. Hay una parte muy importante que tiene que ver con
esa cultura que usted decía que el Programa rescEU intenta exportar.


Compartimos plenamente la actualidad de lo que nos ha planteado. Entendemos que hay que tomar ese camino, porque pensamos que si somos la Unión Europea y queremos construir esa nación de naciones tenemos que descentralizar esa capacidad de
actuación. Eso hay que hacerlo con personas especializadas, formadas y manteniendo una buena distribución territorial para tener una capacidad de reacción adecuada en todo el marco de la Unión Europea. También nos satisface comprobar que otros
Estados se han sumado a este programa por entender que es un tema común, empezando por la propia Turquía, en cuyo territorio hemos visto efectos devastadores, que tan importante es por la solidaridad inversa.



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Simplemente quisiera hacerle unas preguntas. En primer lugar, ¿cree que los Estados europeos son conscientes de lo que afecta el cambio climático y de la necesidad de dar una buena respuesta a las catástrofes? Lo digo porque una cosa es
que triunfe el discurso sobre el cambio climático y otra es que después a través de los Estados se traduzca en medias concretas para tratar de paliarlo e incluso poder estar preparados y dar respuesta a los efectos que va a provocar, porque este
cambio ya se está produciendo, es tangible y real. Aunque sea una anécdota absolutamente menor con respecto a lo que estamos comentando, en este mes de mayo estamos viviendo en España gran cantidad de tormentas seguidas de buen tiempo, de nuevo
tormentas y buen tiempo, y así de forma continuada, algo que no tiene ningún tipo de lógica si no se explica por el cambio climático. ¿Cree usted que el nivel de compromiso de los Estados europeos, el Parlamento Europeo y la Comisión es el adecuado
en este sentido? Muchas veces entendemos desde la Unión Europea que una determinada política es necesaria para el conjunto de la Unión, pero usted ha dicho antes que no se trata de obligar a los Estados a tomar determinadas medidas, que ellos
tienen que ser responsables de su adopción. Le pregunto por eso: ¿Están siendo en la práctica los Estados suficientemente responsables a la hora de adoptar las medidas necesarias para contribuir a este sistema común, independientemente de las
particularidades que correspondan a cada uno? ¿Cree que los Gobiernos están adoptando esas medidas necesarias para prevenir y evitar los efectos en sus propios Estados? No me refiero solo a la contribución común. Por poner un ejemplo y sin entrar
en si se está preparado o no, si se produce una catástrofe sucede en un determinado país, de modo que la primera respuesta es la de ese país. Usted mismo ha dicho que si se desbordan las propias capacidades es cuando entonces se hace necesario
tener ayuda complementaria, para intentar que no sea un problema. Por eso, no solo quiero preguntarle acerca de si existe ese nivel de compromiso de los Estados para ese sistema común o si se van dando pasos en concreto, sino sobre esta prevención
de los propios Estados. Y también si nos pudiera dar algunas pinceladas no necesariamente políticamente correctas, sino simplemente sobre lo que usted piense acerca de cómo estamos actuando en España frente a lo que en este momento viene
sucediendo, porque, con su experiencia, usted también es un altavoz muy importante.


Le expresamos nuestro apoyo en el camino que usted está avanzando. En la medida en que nuestro grupo también pueda ayudar o influir, intentaremos que el Gobierno vaya en esa dirección. Desde luego, entendemos que no hay otro camino si
realmente queremos construir una Unión Europea que dé respuesta a todos los ciudadanos, que preste la seguridad y las garantías que son necesarias.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.


Pido a los portavoces que hagan el discurso con tranquilidad, para que las traductoras puedan llevar a cabo su labor.


Tiene la palabra el portavoz del Grupo de Unidos Podemos, el señor Expósito.


El señor EXPÓSITO PRIETO: Muchas gracias, señor presidente. Buenos días a todos y todas. Y muchas gracias, por supuesto, señor comisario por su comparecencia.


Evidentemente, es interesante la cuestión que usted nos viene a plantear, pero también queríamos transmitirle una serie de consideraciones generales en torno al marco, la situación actual, el contexto político e institucional que rodea a la
propuesta que usted nos plantea y también, en términos generales, a las atribuciones que usted tiene como comisario, porque a nadie se le escapa que la función que usted cumple actualmente en la Unión Europea en la gestión de las crisis y de ayuda
humanitaria por parte de Europa son cuestiones que se sitúan en el corazón mismo de algunos de los retos más acuciantes con los que nos encontramos hoy día. Las crisis globales, que están provocando enormes oleadas migratorias en todo el planeta,
tienen, por ejemplo, dos de sus efectos más visibles en la tensión permanente que se vive en la frontera en el mar Mediterráneo y en la llamada crisis de refugiados que venimos experimentando en Europa en los últimos años. Estos retos comprenden
una serie de dimensiones que literalmente resultan no solamente vitales para el futuro de la Unión Europea, sino también para el futuro del conjunto de la humanidad, y esas dimensiones están relacionadas entre sí de manera no siempre armoniosa: la
seguridad de la ciudadanía, el respeto a los derechos humanos, la garantía de una globalización que resulte beneficiosa para el conjunto de los países y no aumente las desigualdades globales sino que, por el contrario, reduzca las desigualdades
progresivamente y, en definitiva, la construcción de un mundo sostenible donde los pueblos se relacionen entre sí de acuerdo con principios de justicia global. Es precisamente de la fricción entre algunas de estas dimensiones de donde surgen en
muchas ocasiones



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las crisis globales que estamos viviendo en las últimas décadas, y los organismos internacionales que van construyendo progresivamente una arquitectura institucional internacional y global desde el final de la Segunda Guerra Mundial son
también un espacio de disputa entre diferentes puntos de vista sobre cómo se ponen en relación estas dimensiones que acabo de mencionar. En definitiva, el vértigo con el que el mundo se mueve en las últimas décadas motiva que los pactos
internacionales que buscan resolver esas tensiones entre seguridad y derechos humanos, circulación de las personas y estabilidad social, globalización y mantenimiento de las fronteras de los espacios nación hayan de verse renovados casi
permanentemente. Sin embargo, se supone que en la construcción de esa arquitectura institucional global y, muy en concreto, en la de la Unión Europea existe el deseo de conseguir una sociedad global cada vez más integrada y, como decía antes,
basada en los principios de justicia global y respeto a los derechos humanos. Dado que la intervención ha de ser necesariamente breve, queremos centrarla en el hecho de que incontables organizaciones de la sociedad civil española e internacional
opinan -y es una opinión que comparte el grupo político al que hoy represento- que la manera en que la Unión Europea en muchas ocasiones viene gestionando, por ejemplo, la relación entre las crisis humanitarias, la cooperación internacional y las
políticas migratorias y de seguridad no suele ser acorde con las aspiraciones que acabo de mencionar relativas a construir una sociedad global, cada vez más integrada, basada en principios de justicia global y respeto a los derechos. En este
sentido, le transmitimos algunas preguntas.


Señor comisario, usted se encontró en Madrid con el ministro de Interior, el señor Zoido, en el mes de marzo del año pasado y también en las últimas horas se ha entrevistado con él. Entre esas dos visitas usted ha tenido la oportunidad de
preguntar al ministro del Interior de España por qué nuestro Gobierno ha incumplido los compromisos de acogida y reubicación de refugiados que contrajo con Europa. De hecho, usted sabe que el ministro ha sido reprobado por este Parlamento por este
motivo, por el incumplimiento de los cupos de acogida y reubicación de refugiados. Al igual que muchas organizaciones de la sociedad civil internacional y española, nosotros tenemos mucha confianza, por ejemplo, en los principios que están
recogidos en la Agenda para el Desarrollo Sostenible hasta el año 2030, promulgada por las Naciones Unidas, que seguro que usted conoce. En esa agenda se acordó internacionalmente facilitar la migración y la movilidad de las personas -cito- de
manera segura, regular y responsable mediante la aplicación de políticas migratorias planificadas y bien gestionadas, al tiempo que propone respetar plenamente los derechos humanos, dispensando un trato humanitario a los migrantes, sea cual sea su
estatus, así como también a las personas refugiadas y desplazadas.


En este sentido, le trasladamos otra pregunta. ¿Opina usted que la manera en que la Unión Europea une su política de cooperación internacional, las ayudas oficiales al desarrollo a un principio restrictivo de la gestión de fronteras es
acorde con los principios que estamos describiendo? Son políticas restrictivas para los flujos migratorios que, como usted seguramente sabe, conllevan el rechazo en caliente en las fronteras, como sucede en la frontera sur del Estado español, el
internamiento de las personas migrantes y muchas veces también la construcción de un relato político e institucional sobre los flujos migratorios basado en inducir el miedo entre la ciudadanía frente al fenómeno de la inmigración o de los
refugiados. ¿Está usted conforme, por ejemplo, con el acuerdo entre la Unión Europea y Turquía, que externaliza la política europea sobre la crisis de refugiados precisamente hacia un país que no parece cumplir con los estándares internacionales de
respeto a los derechos humanos? ¿No le parece a usted que este tratamiento de los flujos migratorios y de refugiados contraviene algunos de los principios fundamentales de algunos hechos de la propia Unión Europea? ¿Le resulta entonces acorde con
los principios de la Agenda 2030 ligar la cooperación al desarrollo con externalizar los flujos migratorios? ¿Le parece que condicionar la cooperación basada en el retorno, la readmisión y la capacidad de los Estados extracomunitarios de prevenir
migraciones es coherente con los fines originales de la cooperación al desarrollo establecidos en los tratados de la Unión?


Ha mencionado usted al inicio de su intervención los peligros para la seguridad global que representa el avance de los populismos, una palabra muy genérica que se utiliza en el lenguaje institucional de la Unión Europea como una especie de
imagen en negativo de lo que se supone que la Unión Europea y sus instituciones quieren proyectar. Nosotros queremos transmitirle una última duda: ¿No considera usted que son precisamente muchas de las políticas de la Unión Europea y de los países
que la integran las propias responsables de las seguridades y de las crisis económicas, políticas, también de salud, las crisis globales, que en algunos casos regresan como un bumerán al territorio europeo? ¿No hay una contradicción flagrante en el
seno de las políticas que actualmente están implementando las instituciones de la Unión Europea?



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Y una última petición, para acabar. Ha mencionado usted la realidad y la gravedad del cambio climático. Nosotros le rogamos que nos ayude a convencer al presidente del Gobierno español de que el cambio climático existe y que afrontarlo
resulta muchísimo más que urgente, dado que el presidente Rajoy lo ha negado en el pasado, en ocasiones de manera un tanto humorística.


Agradecemos su comparecencia y le doy las gracias, señor presidente, por su paciencia y generosidad con el tiempo.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.


Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Campo.


El señor CAMPO ARTESEROS: Gracias, señor presidente.


En primer lugar, quiero darle la bienvenida también en nombre del Grupo Socialista y agradecerle su presencia. Para nosotros es un honor poder compartir reflexiones e ideas, incluso hacerle alguna pregunta.


Empezaré felicitándole por la iniciativa de mejorar los mecanismos de Protección Civil de la Unión Europea y hacerlo de forma integral, como plantea usted a través del Programa rescEU, que consideramos un buen punto de partida. A lo largo
de mi intervención, que intentaré que sea muy breve, haré algunas preguntas propuestas que pueden servir para el Programa rescEU. Desgraciadamente, el Ministerio del Interior no nos había hecho llegar ninguna propuesta al respecto ni iniciativa
alguna. No pasa nada, lo vamos trabajando sobre el terreno.


En primer lugar, quiero preguntarle por la estrategia del Marco de Sendai, una iniciativa que ya tenían ustedes en marcha. ¿Cuál es la evaluación que hace usted, también acerca del grado de cumplimiento? ¿Participan realmente todos los
Estados miembros? Con respecto a la coordinación y los medios, en la legislación española se atribuye esa competencia al Ministerio del Interior, pero también nombra a las comunidades autónomas. Dice que el Ministerio del Interior es el que debe
garantizar esa coherencia en la participación en los mecanismos de protección de la Unión Europea y además establece como punto de contacto el Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias de Protección Civil. Mi pregunta es: ¿Todos
los Estados miembros tienen tan claras estas funciones relativas a tener un punto de contacto? Si los hay, como sucede en el caso español, ¿realmente funcionan cuando se les pide actuar, más allá de lo que usted acaba de comentar acerca de que,
efectivamente, nos falta tener un número de efectivos permanente, que permita contar con ellos, de modo que cuando ustedes les llamen, este centro español pueda utilizar dichos efectivos permanentes? Nosotros compartimos su idea y creemos que es
buena. Por tanto, ¿funcionan los puntos de contacto? ¿Funciona el punto de contacto en el caso español? No sé como es en Chipre, pero, si conoce España, tenemos diecisiete comunidades autónomas y miles de ayuntamientos y protección civil es una
competencia compartida en algunos aspectos con comunidades autónomas y ayuntamientos. Supongo que, como en otras materias, esto siempre se hace a través de los Estados miembros, pero -a modo de sugerencia-, igual que en materias donde hay
competencias compartidas, como puede ser agricultura, participan determinados representantes de comunidades autónomas en organismos europeos que debaten, definen y acuerda, igual que en el Comité de las Regiones, estaría bien que se contara con
ello, y no sé si usted lo ha hecho.


Sobre prevención, que, como usted ha planteado, nosotros también consideramos que lo más importante es la formación, nuestra legislación establece que se debe desarrollar actividad formativa que prevea el Mecanismo Europeo de Protección
Civil. Esta es la teoría y la ley. ¿Realmente existe una formación homologada en toda la Unión Europea sobre protección civil? ¿Hay protocolos estándar para que cuando miembros de Protección Civil, Unidad Militar de Emergencias, Bomberos de
Orense actúen en Portugal sepan cómo hacerlo y tengan unos parámetros homogéneos? ¿Existen o no? Si no los hay, creemos que es una buena idea para el Programa rescEU, y, por tanto, una homologación en este aspecto. Y también creemos -y usted lo
ha señalado- que hay que intensificar simulacros compartidos. Es decir, nosotros compartimos su punto de vista. Supongamos Alicante -de donde soy-, zona sísmica prioritaria, donde estarán preparados todos los edificios, etcétera, pero faltan
planes de emergencia ante terremotos. Imaginemos que necesitamos que actúen varios efectivos de toda la Unión Europea allí. Lo mejor para prepararlo es hacer un simulacro en el que actúen varios efectivos de toda Europa en una acción conjunta.
Puede suceder que no sea necesario actuar al inicio pero, si la catástrofe y sus efectos se prolongan en el tiempo, se requieren relevos, y llega un momento -eso suele pasar en los incendios, donde el problema no está en el primer día ni en el
segundo- en que no son capaces de descansar, los



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efectivos materiales no son capaces de reponerse y volver a actuar sobre el terreno. Entonces es cuando, si antes hacían falta efectivos de fuera, se vuelven imprescindibles. Insisto, hacen falta simulacros.


Sabe usted que existe la Unidad Militar de Emergencias porque estuvo en la base de Torrejón. Creo que es un buen ejemplo a trasladar a otros países para que, además de que la ciudadanía participe a través de Protección Civil, tengamos un
sistema eficaz, eficiente y profesional como ella. ¿Existe esta unidad militar en el resto de Europa? ¿Ha planteado que una vez que existiera en algunos Estados miembros fuera usted, como comisario, quien pudiera coordinar acciones al respecto?


En materia de prevención, para nosotros es importante el cambio climático y, como decía, también que usted considere asuntos como los planes preventivos de cada territorio que se deben ejecutar y complementar, como pueden ser los relativos a
riesgos de inundaciones, igual que sucede en España. Usted habla de cambio climático, pero añadiría seguridad y defensa, y le pongo un ejemplo. La vicepresidenta y Alta Representante en materia de Seguridad y Defensa creo que tiene que trabajar
con usted plenamente y, por ejemplo, si no se tiene la Unidad Militar de Emergencias, al menos que usted conozca determinados aspectos sobre guerras, movimientos, crisis humanitarias que puedan suceder, para que no esperemos una semana, es decir,
que usted, como comisario, pueda disponer de determinada información para prever efectivos que puedan actuar sobre el terreno, de modo que la gente no se quede en el lodo, sin tiendas, etcétera, porque eso pasa ahora en verano en Chipre, en España o
en su zona y no pasa nada porque el tiempo es bueno, pero si ocurre en enero o febrero la gente se muere de frío. Y no puede ser que nadie montara un campamento militar para atender a los migrantes, cuando dos días antes se sabía que se iba a
producir una crisis. Es importante la prevención.


Voy terminando -perdona, presidente, que abuse de tu confianza-. ¿Hay que asociar todo a la ayuda humanitaria, de lo que usted también es responsable? Creemos que ha hecho una buena labor en asuntos como el del ébola y le felicitamos por
el trabajo que tuvo nada más llegar. Ahora estamos más preparados, pero es necesaria la implicación en la acción conjunta de Protección Civil, igual que el esfuerzo por asociarlo a materias como educación, de modo que crisis humanitaria y
desarrollo tengan una actuación conjunta, lo que deseo que se pueda conseguir a través del rescEU, y, si ustedes van a aumentar los fondos en ayuda humanitaria en un 40 %, ojalá todos los países, como España, también lo hicieran.


Acabo simplemente agradeciéndole su intervención y manifestando que tendrá como aliado al Grupo Parlamentario Socialista aquí y, por lo que sé, también en el Parlamento Europeo en esta tarea que usted ha marcado como objetivo.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Martín-Toledano.


El señor MARTÍN-TOLEDANO SUÁREZ: Muchas gracias, señor presidente.


Bienvenido, señor comisario. Para el Grupo Parlamentario Popular es muy satisfactorio conocer de primera mano el proyecto RescEU y, también, ver cómo las políticas del sistema europeo de protección civil que se crearon en 2014 han sido
positivas y, al mismo tiempo, se pretenden corregir los defectos que se han podido apreciar con la aplicación de esa normativa en crisis tan importantes, como los incendios de Portugal. Para nosotros es, además, una gran satisfacción que desde la
Unión Europea se reconozca el gran sistema que tiene nuestro país en materia de protección civil. En España, como en muchos países, a veces tenemos la tentación de no reconocer nuestras virtudes y autocastigarnos excesivamente; cierto es que de la
crítica puede surgir también una mejora de los modelos. Asimismo, como partido europeísta, para nosotros es muy satisfactorio que las políticas de la Unión Europea sean apreciadas directamente por los ciudadanos como efectivas, ejecutivas y que
solucionan problemas concretos, ya que las crisis que puedan surgir por un incendio, una inundación o un terremoto son cosas concretas que los ciudadanos pueden ver. Por eso no solo hay que actuar conforme a este nuevo Programa rescEU, sino darlo a
conocer porque es importante que el populismo no destruya los valores de la Unión Europea.


Por otro lado, quería comentarle que dentro del sistema y de los posibles problemas que pueda tener, sería interesante analizar y programar una normativa común. No sé cómo tienen previsto desarrollarla, si por un reglamento o por
directivas, pero tiene que haber un sistema unitario país por país; es decir, unos requisitos mínimos en cada uno de los Estados miembros, porque lo que no puede ser es que España u otro país tengan grandes medios y haya otros países que, ante la
existencia de rescEU, se duerman y no hagan sus deberes esperando a que la Unión Europea, a través de otros Estados que sí están preparados



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y rescEU, solucionen sus problemas. Debe haber una cierta obligatoriedad de tener unos servicios o sistemas mínimos para proteger a la ciudadanía ante estas catástrofes. Por ejemplo, para nosotros sería muy interesante establecer sistemas
de aviso temprano cuando haya una catástrofe entre países limítrofes. El caso de Portugal es un ejemplo claro, se tardó mucho en avisar a España de esos incendios y se propagaron a Galicia a través de la frontera. Como decía, es importante
garantizar esos medios y una inversión mínima por parte de los Estados en función de los distintos parámetros, población, etcétera; tiene que haber unos sistemas, ya que será necesario coordinar voluntarios de protección civil, bomberos del Estado,
bomberos de las comunidades autónomas o Estados federados, de los ayuntamientos, es decir, distintos medios. Por lo tanto, el sistema estatal debe tener una cierta cohesión con el sistema europeo para que sea fácil aplicar ese mecanismo de ayuda
entre Estados que, además, usted ha definido muy bien como de solidaridad responsable. Debe haber solidaridad, pero tiene que ser responsable. España es un ejemplo de solidaridad, no hemos recibido compensaciones por ayudar a otros Estados; por
esa falta de retribución de los gastos generados no se va a dejar de prestar ayuda, pero si existe el sistema creo que sería lo adecuado.


Por último, en las políticas europeas en materia de migración y refugiados, por ejemplo, a través de la Comisión LIBE en el Parlamento Europeo a la que asisto regularmente, se está realizando un gran trabajo para coordinar visiones muy
diferentes dentro de los Estados de la Unión Europea. Me preocupa que visiones no muy moderadas, de populismos de un extremo ideológico o de otro, puedan llevar a que no se puedan producir modificaciones y avances con nuevos reglamentos, que es
como se está trabajando, en esas políticas migratorias para garantizar el tránsito seguro y legal de emigrantes y refugiados. Por tanto, le pido que se haga un esfuerzo en la política europea en materia de migración y refugiados a través de los
acuerdos que se están alcanzando vía ONU, que son muy interesantes y muy necesarios para tener una política común.


Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Martín-Toledano.


Para concluir el debate, tiene la palabra el señor comisario.


El señor COMISARIO EUROPEO RESPONSABLE DE AYUDA HUMANITARIA Y GESTIÓN DE CRISIS (Stylianides): En primer lugar, en general, muchas gracias por sus propuestas y comentarios. Desde luego han hecho unos deberes excelentes porque han planteado
muchísimas propuestas y preguntas muy importantes. Y ahora voy a intentar responder y estar a la altura de sus comentarios en el limitado tiempo del que dispongo, porque creo que han planteado muchísimas cosas. Comenzaré respondiendo al portavoz
de Ciudadanos. ¿Es correcto? (El señor Salvador García: Perfecto.) Sí, Ciudadanos, estoy totalmente de acuerdo con usted sobre todo por lo que respecta a los ejemplos que planteaba en relación a las capacidades europeas para mostrar solidaridad,
ver las cosas desde un enfoque familiar y poder ofrecer soluciones comunes porque, de hecho, esta es la única manera para mejorar y reforzar nuestra respuesta colectiva, pero también para reforzar nuestra eficiencia y eficacia colectiva. También
estoy totalmente de acuerdo con usted cuando hablaba de la descentralización. No necesitamos centralizar ninguna de nuestras actividades, más bien al contrario; lo que tenemos que hacer es demostrar a nuestros ciudadanos que para nosotros, en
tanto que instituciones europeas, las instituciones nacionales siguen siendo muy importantes para estar más cerca de los ciudadanos de a pie. No es solo una forma más eficaz de poner en marcha nuestras políticas, sino que también tiene que ver con
nuestro deber democrático de estar cerca de nuestros ciudadanos. Quisiera informarles de que en nuestro sistema actual y también por lo que respecta a rescEU, tenemos más Estados participantes que Estados miembros. Turquía, Serbia, Montenegro,
Noruega y la Antigua República Yugoslava de Macedonia son Estados participantes de nuestro sistema actual. En muchas ocasiones estos países ofrecen mucho para poder abordar los desastres nacionales, incluso en el interior de Europa. Yo creo
firmemente que la protección civil es un excelente instrumento para superar las fronteras; por eso la Unión Europea mediante este mecanismo puede ofrecer nuestro marco moral de solidaridad.


Por otro lado, me ha planteado la cuestión de si nuestros Estados miembros pueden cumplir sus compromisos y sus necesidades en este ámbito tan crítico, sobre todo por lo que respecta a las consecuencias del cambio climático. También me ha
preguntado si estos compromisos son suficientes o adecuados teniendo en cuenta el impacto del cambio climático. En este sentido, he de decir que, independientemente de nuestras debilidades, porque como saben en la vida política siempre hay margen
de mejora, la Unión Europea en su conjunto, todos nuestros Estados miembros, en lo que se



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refiere al cambio climático -obviamente a través de los Acuerdos de París y el Marco de Sendai- somos pioneros. Nuestro objetivo es aumentar nuestras capacidades, ser más eficaces en nuestros compromisos dentro del Marco de Sendai, los
Acuerdos de París y otros acuerdos internacionales, pero de forma moderada y sin entrar en complacencias, podemos decir que somos pioneros. El tema más importante para nosotros ahora mismo es convencer a otros países para que acepten y entiendan
que el tiempo es clave a la hora de abordar el cambio climático y necesitamos una respuesta global. Desafortunadamente, la respuesta de la Unión Europea no es suficiente para abordar las repercusiones del cambio climático, por ello hablaba de mis
desavenencias con la Administración Trump en este sentido. Tenemos que seguir haciendo esfuerzos para convencerles de que, efectivamente, necesitamos una respuesta global para abordar el cambio climático porque, aunque en la Unión Europea en tanto
que europeos y en nuestros propios países hagamos todos los esfuerzos, estos no son suficientes, es así de sencillo. También me ha planteado una cuestión sobre las capacidades de España y, tal y como afirmaba con anterioridad, dentro del marco de
la Unión Europea y de los Estados miembros, España es uno de los países más capaces por lo que respecta a la protección civil. Obviamente, todos tenemos que estar mejor preparados porque el próximo desastre natural está a la vuelta de la esquina y
no podemos predecir o saber cuál va a ser su impacto, cuál va a ser el impacto de este nuevo fenómeno que se produzca por el cambio climático. Ese es nuestro problema, por eso necesitamos rescEU en tanto que respuesta colectiva, pero tal y como
afirmaba con anterioridad, rescEU se va a centrar únicamente en este nivel; es decir, solo cuando nuestros Estados miembros y sus capacidades nacionales se vean superadas; véase, en circunstancias muy extraordinarias.


Al representante de Podemos le diré que está claro que nosotros, como instituciones europeas, tenemos un deber moral en el sentido de ofrecer asistencia humanitaria y al desarrollo a todas las personas, independientemente de su etnia,
religión o diversidad. Por este motivo la Unión Europea es el mayor donante de ayuda humanitaria y de desarrollo en el mundo. Y especialmente por lo que respecta a mi ámbito, al ámbito humanitario, nuestros ciudadanos ofrecen solo dos euros al año
con el fin de hacer de nuestra Unión Europea el donante internacional más importante, dos euros al año. Estoy de acuerdo con usted en el sentido de que, lamentablemente, las necesidades en el plano humanitario se incrementan día a día, y por ello
en la Comisión Europea hemos propuesto un 30 % de incremento del ámbito humanitario para el nuevo Marco Financiero Plurianual. Por tanto, somos conscientes de las necesidades sobre el terreno, pero para ser sincero, nuestra contribución no es
suficiente. Esto me ofrece la oportunidad de ir más allá de lo que usted planteaba, está claro que en algunas ocasiones nuestro papel en tanto que actor humanitario y de desarrollo resulta difícil que pueda responder a la magnitud de las
necesidades sobre el terreno. Quisiera utilizar el ejemplo del sur de Sudán para explicarlo. Yo visité esta zona y es una vergüenza porque, lamentablemente, dos líderes -una crisis provocada por el hombre- continuaron con el conflicto haciendo
caso omiso del impacto que estaba teniendo sobre su pueblo. Y allí la Unión Europea sigue ofreciendo ayuda humanitaria, sigue ofreciendo mucha financiación a través de las fuerzas de mantenimiento de la paz y de los países que rodean Sudán.
Lamentablemente, hay otros países -no quiero dar nombres específicos- que de forma corrupta continúan creando un terreno abonado para que se sigan produciendo estas situaciones tan inaceptables en el país. Así que, admito nuestras debilidades,
admito que tenemos que hacer más, sobre todo en África; ya que va a ser un tremendo desafío para todos nosotros, debido también a la explosión demográfica, pero la Unión Europea sigue siendo el mejor modelo a la hora de ofrecer ayuda humanitaria y
ayuda al desarrollo mediante nuestro marco moral y nuestros principios humanitarios; véase, neutralidad, imparcialidad, independencia y humanidad. Desgraciadamente, muchos otros utilizan o aprovechan la ayuda humanitaria o la ayuda al desarrollo
para poder seguir manteniendo su influencia en algunos países y esta es una realidad dura a la que nos tenemos que enfrentar, y es que así es.


En este punto quisiera mencionar una iniciativa específica de la Comisión Europea de nuestros Estados miembros, con el fin de convencer a la Administración Trump para que siga manteniendo sus contribuciones a la ayuda al desarrollo mediante
el sistema de Naciones Unidas, porque si no, va a resultar imposible que nosotros podamos continuar dando respuesta a todas estas necesidades sobre el terreno sin ese apoyo y contribución de Estados Unidos, es que no se puede.


También hemos tenido iniciativas para persuadir a algunos países del Golfo -países muy ricos- para que incrementen su apoyo e incluso a otros países de Oriente Medio como Siria o Irak, así como a Jordania y Líbano. Además, estos países
están acogiendo a una gran masa de refugiados. He realizado numerosas visitas a muchas capitales de esta zona del mundo y sinceramente hemos visto que sí, que



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han aumentado su contribución, pero, creo que podrían hacer más, que podrían ir más lejos. Así que mi conclusión sería la siguiente. Sí, hay muchas debilidades pero nosotros, en tanto que somos europeos, somos los donantes mayores por lo
que respecta a ayuda humanitaria y de desarrollo. Hemos creado numerosos fondos nuevos para África y Oriente Medio, para poder reducir la brecha existente entre las necesidades y la contribución que se realiza, pero solos no podemos encontrar las
formas y abordar o responder a todas estas necesidades sobre el terreno. Además, todos nuestros procedimientos de asunción de responsabilidades y de transparencia siguen siendo un modelo para todos los demás que están también ofreciendo ayuda
humanitaria y ayuda al desarrollo. Esta es mi opinión personal, tras una amplia experiencia sobre el terreno. Sin entrar en ninguna complacencia he de decirles que estoy orgulloso como ciudadano europeo, porque la Unión Europea puede ofrecer esta
asistencia a personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad. En muchas ocasiones he podido constatar la reacción positiva de las personas, de los niños africanos, sobre el terreno.


El último punto que quería suscitar al respecto como soy comisario para Ayuda Humanitaria, y tras darme cuenta sobre el terreno de cuál es la brecha que existe en emergencias de educación ya que es el sector menos financiado, es que he
decidido incrementar nuestro presupuesto de estos últimos tres años ocho veces. Sinceramente, es muy importante que veamos que podemos ayudar a más niños mediante este nuevo fondo para que puedan contar con una educación, para que puedan tener
protección, para que puedan evitar problemas futuros. Aquí hay un objetivo global que es de un 3 %, pero es que la Unión Europea está ofreciendo un 8 % de nuestro presupuesto. Así que una vez más somos pioneros en este ámbito tan crítico de la
educación.


En cuanto al grado de cumplimiento de nuestros Estados miembros, de conformidad con sus compromisos en relación con el Marco de Sendai, tal y como decía en mis primeras respuestas a mi colega de Ciudadanos, independientemente de nuestras
carencias, de nuestras debilidades e incluso por lo que respecta al Marco Sendai, como vimos en la Conferencia de Cancún de México el año pasado, de acuerdo con el ranking global los miembros de la Unión Europea siguen siendo los más comprometidos,
sobre todo por lo que respecta a la aplicación del Marco Sendai.


Suscitaba un punto sumamente interesante respecto a que los primeros que responden son las autoridades locales. Obviamente la estructura del Estado español comporta numerosos Gobiernos regionales o Gobiernos autónomos. Nuestra intención,
mediante el Programa rescEU, es utilizar o aprovechar la experiencia y los conocimientos de las autoridades locales, ya que son las instancias que ofrecen la primera respuesta. Tal y como decía en mi intervención, sin las autoridades locales, sin
estas personas o instancias que dan la primera respuesta, no podríamos abordar los desastres naturales sobre el terreno, porque todos ellos -aquí tenemos a mis colegas del Mecanismo de Protección Civil, que lo conocen todo mucho mejor que nosotros-
conocen su territorio y las capacidades sobre el terreno en sus localidades, en sus ciudades. Por tanto, nos centramos en ellos. Para nosotros es el instrumento de mayor relevancia, sobre todo con el fin de llegar al primer punto de los desastres
naturales. Efectivamente, cuando se producen incendios o terremotos el tiempo es crucial, el tiempo es el elemento más crucial cuando se trata de nuestra reacción ante estos fenómenos. Por tanto, nos tenemos que centrar en las autoridades locales
y tenemos que apoyar estos recursos y sus capacidades autónomas. Para nosotros es muy importante este asunto. Asimismo, para nosotros es muy importante cooperar con las autoridades nacionales en Madrid, si necesitamos continuar con nuestra
cooperación con los Gobiernos regionales. Tiene usted toda la razón, cuando se trata de desastres naturales por encima de todo está la coordinación; la coordinación es la varita mágica, es la palabra mágica.


Suscitaba también un tema sobre el ébola. Quisiera decir algunas breves palabras sobre las lecciones que hemos aprendido en el brote previo en África occidental. En aquel momento vimos que la Organización Mundial de la Salud era
absolutamente insuficiente para abordar un problema de esta magnitud en aquel momento. Me designaron coordinador del ébola durante seis meses al comienzo de mi mandato, en noviembre de 2014. Nos dimos cuenta que en la Unión Europea en su conjunto
teníamos carencias y debilidades importantes, por lo que respectaba a nuestras capacidades para desplegar equipos médicos, laboratorio médicos, epidemiólogos y por supuesto procedimientos de evacuación o Medevac. Por ello, gracias a la colaboración
entre nuestros Estados miembros, el Gobierno alemán y Laurent Fabius, entre otros, así como el Gobierno español, con toda esta colaboración creamos el Cuerpo Médico de la Unión Europea. Ahora en este nuevo brote al que estamos asistiendo no hay
dudas de que nos sentimos mucho mejor preparados para abordar este nuevo brote. Por tanto, tenemos que seguir estando alerta para seguir adaptándonos a cualquier nueva circunstancia que pueda surgir. Desde luego fue una lección



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excelente la que aprendimos y ello nos llevó a establecer este nuevo cuerpo médico y, por tanto, es un nuevo instrumento que va a formar parte de rescEU.


Estimado colega del Partido Popular, pues sí, obviamente hay que elogiar el sistema de protección civil español. Esta evaluación no solo es mía, sino que este reconocimiento es común a los mecanismos de protección civil europeos. Ustedes
pueden sentirse orgullosos. Estoy de acuerdo con usted -por ello insisto en este punto-: la solidaridad conlleva responsabilidad. Como comisario no puedo afirmar que como tenemos ya rescEU a nivel comunitario, podemos dejar de lado las
capacidades nacionales. No puedo decir eso como comisario, al contrario, la responsabilidad es importante. Por eso, insistimos en la armonización, insistimos en verificar a nivel nacional que se produzca un auténtico incremento de los recursos y
capacidades nacionales. Por este motivo el pilar más importante de esta propuesta no es otro que la prevención y la preparación. Por tanto, para nosotros la responsabilidad es una especie de prerrequisito para la solidaridad. Por eso mediante
rescEU podemos ofrecer incentivos financieros para todos los Estados miembros, para que ellos a su vez puedan incrementar sus recursos nacionales, pero obviamente con un procedimiento muy estricto y con una clara asunción de responsabilidades.


Hablaba también de un sistema de alerta temprana. Sin lugar a dudas tenemos que contar con este sistema de alerta temprana en todos nuestros ámbitos de la Unión Europea de nuestros Estados miembros, en toda Europa. Quisiera invitarles a
que la próxima vez que visiten Bruselas visiten nuestro excelente Centro de Emergencias para que puedan conocerlo. Me gustaría también poder informarles de las capacidades de este centro tan excelente, ya que a través de este centro de Bruselas
podemos ofrecer una óptima plataforma o red para intercambiar opiniones, intercambiar conocimiento y experiencias, con el fin de mejorar nuestras propias capacidades y también nuestra respuesta colectiva, pero también a título individual en
cualquiera de nuestros Estados miembros.


Muchas gracias. Ha sido un auténtico placer para mí poder compartir esta reunión con ustedes hoy, poder intercambiar opiniones con ustedes. Creo que es positivo incrementar nuestra cooperación y reforzar nuestros contactos. Estamos en el
mismo barco, y no solo como políticos, sino también como ciudadanos europeos. Tenemos que ver juntos cómo podemos abordar estos nuevos fenómenos que son resultantes del cambio climático. Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor comisario. Quiero agradecerle enormemente -creo que hablo en nombre de todos los miembros de la Comisión- su presencia aquí. Ha sido francamente ilustrativa su intervención. Agradezco a los
portavoces todas las aportaciones y opiniones que han dado porque a todos nos han servido para ilustrarnos en esta materia. Asimismo, aceptamos la invitación que nos cursa para visitar el Centro de Emergencia, porque creo que será muy interesante
que lo podamos ver sobre el terreno y mantener una reunión de trabajo con usted y con su equipo.


Agradecemos a los servicios de la Cámara toda la colaboración que nos han prestado para llevar a cabo esta sesión. Le reitero nuestro agradecimiento porque ha sido un honor tenerle aquí y por haber podido aprender con usted sobre esta
problemática.


Dando por finalizada la comparecencia, se levanta la sesión.


Eran las dos y cuarenta minutos de la tarde.