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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 825, de 09/06/2015
cve: DSCD-10-CO-825 PDF



CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2015 X LEGISLATURA Núm. 825

CULTURA

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JUAN MANUEL ALBENDEA PABÓN

Sesión núm. 34

celebrada el martes,

9 de junio de 2015



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor secretario de Estado de Cultura (Lassalle Ruiz):


- Para informar sobre el seguimiento del Plan estratégico general de la Secretaría de Estado de Cultura: Balance del Plan operativo anual 2014. A propuesta del Gobierno. (Número de expediente 212/002250) ... href='#(Página2)'>(Página2)


- Para que 'explique la sustitución de doña Susana de la Sierra Morón, directora general del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales)'. A petición del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente
212/001697) ... (Página2)


- Para que explique las razones por las que no se realizaron por parte del Gobierno las actuaciones conducentes a la comparecencia en esta Comisión durante el tiempo de su mandato de la ya dimitida directora general del Instituto de la
Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), doña Susana de la Sierra, a pesar de haberse solicitado por este grupo parlamentario en dos ocasiones, en noviembre de 2013 y, de nuevo, en marzo de 2014, con el objeto de conocer la situación del
nuevo modelo de financiación para el cine español comprometido por el ministerio. A petición del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 212/001704) ... (Página2)


- A fin de que informe sobre el cumplimiento de la Ley 21/2005, de 17 de noviembre, de restitución a la Generalidad de Catalunya de los documentos incautados con motivo de la Guerra Civil custodiados en el Archivo General de la Guerra Civil
Española y de creación del Centro Documental de la Memoria Histórica. A petición del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 212/002082) ... (Página2)



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- Para que explique el papel del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en el Patronato de la 'Fundación San Sebastián 2016' y la situación del proyecto de la Capitalidad cultural europea, haciendo referencia a su aportación financiera y
a los conflictos surgidos. A petición del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 212/002199) ... (Página2)


Se abre la sesión a las once y cinco minutos de la mañana.


El señor PRESIDENTE: Señorías, comenzamos la Comisión dando la bienvenida al señor secretario de Estado de Cultura, quien comparece para informar sobre el seguimiento del Plan estratégico general de la Secretaría de Estado de Cultura y
balance del Plan operativo anual 2014. Posteriormente contestará a las comparecencias que le han solicitado los distintos grupos parlamentarios. Sin más preámbulos, y agradeciéndole su comparecencia, tiene la palabra el señor secretario de Estado.


El señor SECRETARIO DE ESTADO DE CULTURA (Lassalle Ruiz): Señorías, quisiera que mis primeras palabras fueran de condolencia para el Grupo Socialista por el fallecimiento de Pedro Zerolo, persona a la que todos debemos reconocer la
capacidad que ha tenido como activista social a la hora de reclamar en justicia lo que muchas veces se le ha negado a una parte importante de la sociedad española. Le reitero al Grupo Socialista la pena que nos produce su pérdida a aquellos que
tuvimos la dicha y el honor de tratarlo. Nuestra más profunda condolencia.


Hoy comparezco ante esta Comisión por varios motivos. En primer lugar, para atender a las diversas peticiones de comparecencia que han ido agregándose por parte de sus señorías. En segundo lugar, porque creo que ha de ser en sede
parlamentaria, como ya he señalado otras veces, donde debe presentarse la evaluación sobre la marcha de los proyectos previstos en el Plan operativo anual 2014 como elemento esencial de la planificación estratégica que la Secretaría de Estado ha
elaborado para esta legislatura. Antes de entrar a valorar los resultados que nos proporciona este instrumento de control y seguimiento, quisiera comenzar respondiendo a las cuestiones que han propiciado sus peticiones de comparecencia. Empezaré
por responder a las dos presentadas por el Grupo Parlamentario Socialista, con el objeto de conocer la situación del nuevo modelo de financiación para el cine español comprometido por el ministerio.


Señorías, ustedes conocen tan bien como yo la complejidad del sector cinematográfico, cuya producción, distribución y exhibición de películas requiere de plazos muy dilatados en los que es necesario coordinar y financiar a numerosos gremios
profesionales y sectores productivos; un largo y difícil proceso que se ha visto en los últimos tiempos tremendamente afectado por la irrupción de las tecnologías digitales que multiplican las ventanas y facilitan la piratería. Una película es,
dejando de lado algunos videojuegos, el producto cultural más complejo y costoso de realizar. Por este motivo, desde la Secretaría de Estado de Cultura hemos trabajado siempre con el convencimiento de que es necesario ayudar y proteger este sector
productivo. Así lo hemos hecho desde el Instituto de Cinematografía y las Artes Audiovisuales en colaboración con los representantes de los diferentes sectores de la cadena de valor de la producción cinematográfica, con el desarrollo de un nuevo
modelo de ayudas más eficiente y adaptado a la realidad actual de la cinematografía en España. En este sentido, no puedo sino agradecer tanto a la actual directora del ICAA, Lorena González, como a su predecesora, Susana de la Sierra, el
imprescindible trabajo que han realizado para lograr el amplísimo consenso con el que cuenta esta modificación. Tampoco quiero dejar de referirme a los buenos datos del cine español en 2014 y felicitar al sector porque, a pesar de la coyuntura
económica y las deficiencias del modelo, ha sabido sobreponerse a las dificultades, demostrando en todo momento su talento, profesionalidad y arrojo; un sector que, confío, a partir de ahora vea satisfecha una de sus principales necesidades: la
mecánica operativa de las subvenciones dirigidas a los largometrajes industriales o, lo que es lo mismo, a las ayudas a la amortización. Hasta ahora, el 90 % de las ayudas del Fondo de protección de la cinematografía, que comprende la práctica
totalidad de ayudas al sector, suponían cerca del 90 % del total, mientras que el 10 % restante se destinaban a proteger el patrimonio fílmico o a subvencionar cortometrajes y documentales. Desde la secretaría de Estado que represento entendemos
que la producción cinematográfica debe ser contemplada desde sus dos vertientes: una, para películas industriales destinadas a un público amplio, al éxito comercial y cuyo proceso de producción es industrial, que congrega diferentes sectores
productivos en su proceso; otra, de películas minoritarias,



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artesanales o de alto interés cultural. Estas últimas no están destinadas al éxito comercial pero deben ser ayudadas por lo que suponen de investigación artística y de plataforma para el talento emergente. Con todo, el nuevo modelo
persigue normalizar las ayudas a la amortización y acercar su funcionamiento a la mayoría de las ayudas que se conceden desde las administraciones públicas, incluyendo el funcionamiento del resto de líneas enfocadas a la producción minoritaria. Por
tanto, se trata de convertir un modelo de ayudas automáticas concedidas y pagadas después del estreno de la película y vinculadas a su funcionamiento comercial en un modelo de ayudas concedidas antes del estreno de la película y basado en criterios
objetivos; o, lo que es lo mismo: pasar de un modelo de ayudas a posteriori a un modelo de ayudas a priori.


Como les comentaba, la necesidad y oportunidad de este cambio de funcionamiento ha sido manifestada por el propio sector cinematográfico, razón por la cual durante los últimos dos años se han mantenido numerosas reuniones con los diversos
agentes y asociaciones del sector, tanto en el seno de la comisión para el estudio y definición de un nuevo modelo de financiación de la cinematografía y el audiovisual como fuera de ella. El nuevo modelo que planteamos es producto de un amplio
consenso y de las propuestas vertidas por estos sectores y presenta numerosas ventajas con respecto al que estaba vigente. Digo esto porque hasta ahora, señorías, el productor podía solicitar una ayuda a la amortización de un largometraje de tipo
industrial siempre y cuando la película hubiera sido estrenada y hubieran pasado entre doce y dieciocho meses desde su exhibición. A partir de ahí, el porcentaje de la ayuda se calculaba con los datos de taquilla y de la inversión realizada.
Aunque dicho sistema tenía un objetivo muy claro: fomentar los largometrajes de gran impacto en taquilla, con el tiempo presentó numerosas disfuncionalidades. Por un lado, la imposibilidad de realizar una estimación presupuestaria a principios de
año, puesto que las ayudas estaban vinculadas a la taquilla aún no contabilizaba. Por el otro, las dificultades que suponía para el productor del largometraje que hasta pasados más de dos años desconocía la cuantía de la ayuda que le correspondía,
y ello porque era imposible prever la recaudación en taquilla y la disponibilidad presupuestaria futura en el momento de realizar el pago. El fracaso de este modelo tiene su origen en la ausencia de garantías y en la inseguridad que provocaba a los
inversores y productores, así como por su demostrada incapacidad, transcurridos unos años, de consolidar un tejido industrial vinculado a la producción cinematográfica.


Dicho esto, el modelo que hemos consensuado con el sector y cuya normativa reglamentaria estamos desarrollando entrará en vigor en enero del año próximo. Entre otras novedades, se establece la formación de una comisión evaluadora a la que
acudirán las diferentes empresas productoras con sus proyectos de largometraje y que en directa comparación con el resto de proyectos presentados decidirá la cuantía a subvencionar. Se alinea, por tanto, con la mayoría de las ayudas que se conceden
desde la Administración General del Estado en régimen de competencia competitiva que, como saben, ha sido impulsado como uno de los objetivos generales de nuestra gestión al frente de la secretaría de Estado de Cultura. Desde el primer momento
entendimos que la concurrencia competitiva responde mejor al interés general y resulta mucho más transparente que la asignación de subvenciones nominativas. Los criterios que se seguirán para evaluar los largometrajes serán lo más objetivos posible
y tendrá relación con la trayectoria del productor, el plan de comercialización y márquetin, el número de copias, la planificación del rodaje, la presencia de televisiones en la financiación o los acuerdos de distribución con los que cuente.
Asimismo, se valorarán aspectos fundamentales como la proyección internacional de la película, el fomento del rodaje en territorio español, la relevancia cultural o las coproducciones.


La previsión para la liberalización del pago de las ayudas será de un 25 % al aprobarse la ayuda, un 25 % al iniciarse el rodaje y el 50 % restante al realizarse la calificación, es decir, con el último trámite previo a la comercialización.
De esta forma, la ayuda llegará al productor en diferentes fases, pudiendo este contar con parte de los fondos al inicio de la producción. Ello supone una mayor seguridad para el desarrollo del proyecto, así como una disminución de los costes
financieros del largometraje al contar con parte de la financiación en el proceso de producción. Asimismo, el nuevo sistema prevé el rembolso de la ayuda del ICAA en aquellos casos en los que el largometraje financiado alcance un determinado
rendimiento económico, de manera que se puedan destinar estos fondos a otros proyectos cinematográficos que también lo necesiten. Como les he indicado, se trata del paso de un modelo de ayudas a posteriori a uno de ayudas a priori, lo que -como es
evidente- necesita de un periodo de adaptación y convivencia de ambos modelos. A medida que los nuevos proyectos se van presentado para su financiación a priori, los largometrajes estrenados en los pasados dos años deben ser financiados con las
ayudas a posteriori que han estado vigentes en el momento de inicio de estas producciones. La coexistencia de ambas líneas



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de ayuda culminará en 2018, año en que se cerrarán las amortizaciones residuales y se completará el primer ciclo de ayudas anticipadas, que en 2019 quedarán configuradas como el régimen ordinario de concesión de las subvenciones.


Por otro lado, las previsiones de dotación para el Fondo de protección de la cinematografía representan unos 40 millones de euros anuales, de los cuales 30 se destinarán a las nuevas ayudas, 5 a los proyectos de valor cultural y producciones
de nuevos realizadores y otros 5 a la distribución, participación en festivales o a la conservación del patrimonio fílmico, entre otras. Es cierto que en los últimos años el fondo se ha dotado con cantidades superiores, no obstante, debemos tener
en cuenta que no se ha ejecutado la totalidad de su reserva presupuestaria y que las necesidades de financiación deberían ajustarse con la disminución de los costes financieros.


Como complemento a este cambio de modelo y con el objetivo de facilitar la inversión privada en el cine, se han realizado reformas en lo que concierne a los incentivos fiscales que afectan a la producción cinematográfica. Si con las leyes
de presupuestos para los años 2012 y 2013 impulsamos la vigencia de la deducción por inversiones de producción cinematográfica hasta el 1 de enero de 2015, a finales de octubre de 2013 se terminó por establecer la vigencia indefinida -repito,
indefinida- de la deducción por inversiones en producciones cinematográficas y series audiovisuales. Nuestro propósito entonces era mantener los porcentajes de deducción del 18 % y 5 % y ampliar las bases de deducción incluyendo las copias y los
gastos de publicidad y promoción, que corrían a cargo del productor hasta la llegada del nuevo modelo. Señorías, hoy puedo decirles que no solo hemos conseguido eso sino que con la entrada en vigor de la reforma fiscal del presente año, la Ley del
Impuesto de Sociedades no solo mantiene sino que incrementa la deducción por actividades destinadas a la producción cinematográfica. En concreto, incrementa la deducción del 18 % al 20 % para el primer millón de euros y se mantiene en el 18 % para
el resto, y lo hace en ambos casos tanto para el productor como para el coproductor financiero, cuya deducción previa era del 5 %. Esta medida, que obviamente se enmarca en la disminución del tipo de gravamen de sociedades -que les recuerdo que ha
bajado del 30 % al 25 %- constituye -creo- un avance cualitativo de la deducción. En conclusión, puedo afirmarles que el nuevo modelo, fruto de un amplio consenso con el sector, supone uno de los cambios de mayor trascendencia a favor del sector
cinematográfico de nuestro país y, por tanto, del conjunto del sector cultural.


En segundo lugar, responderé a la solicitud del Grupo Socialista con el propósito de que informe sobre el cumplimiento de la Ley 21/2005, de 17 de noviembre, de restitución a la Generalitat de Catalunya de los documentos incautados con
motivo de la Guerra Civil y custodiados en el Archivo General de la Guerra Civil Española y de creación del Centro Documental de la Memoria Histórica. Permítanme que antes de iniciar mi respuesta aproveche la ocasión para recordarles que hoy
celebramos el Día Internacional de los Archivos, coincidiendo con la fecha de creación del Consejo Internacional de Archivos, conmemoración a la que se une el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Con el eslogan 'No sin archivos', este año
ponemos de relieve la importancia y necesidad de los archivos, de su correcta gestión como soporte de la transparencia y del buen gobierno así como la defensa de los derechos de los ciudadanos y, con ello, de la memoria individual y colectiva.


Dicho esto, paso ahora a responder a otra de las cuestiones que me planteaban. Como no podía ser de otra manera, durante toda la legislatura el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha ajustado su actuación al cumplimiento de la Ley
21/2005, de 17 de noviembre. Pese a ser una ley que en su día no contó con el voto favorable del Partido Popular, que contaba además con graves deficiencias técnicas, lagunas y carencias y que además ha sido objeto de diversos recursos judiciales,
su cumplimiento fue uno de nuestros compromisos al inicio de la legislatura. De una parte, y de acuerdo con el procedimiento contemplado por la propia ley, hemos cumplido en el complejo proceso de restitución de los documentos de la Generalitat de
Catalunya, si bien es cierto que los trabajos de identificación de la documentación no han sido automáticos ni sencillos, sino incluso más lentos de lo deseado. La retirada de la documentación no podía, bajo ningún concepto, hacerse sin garantizar
la coherencia del archivo estatal mediante el depósito de copias digitalizadas, autenticadas y completadas de todos los documentos originales que salían de él, tal y como dispone la ley. Así pues, el pasado 18 de junio de 2014 tuvo lugar la reunión
ordinaria del patronato del Centro Documental de la Memoria Histórica en la que se informó de la última restitución a Cataluña de 238 cajas, 350 libros, 10 carteles y 27 objetos. Una vez resuelto el trámite de audiencia del patronato del centro, el
envío a Cataluña solo podía realizarse una vez que la Generalitat realizara la redigitalización de documentos y solventara los errores y problemas técnicos de algunas de las imágenes. Finalmente, el 4 de diciembre de 2014 se restituyeron 238 cajas
de archivo con documentos



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de personas físicas y jurídicas particulares, además de 350 volúmenes, 10 carteles, 8 tarjetas postales, 10 panfletos, 2 álbumes de láminas, 3 mapas y 4 banderas. Paralelamente, desde el inicio del proceso se ha remitido al Arxiu Nacional
de Catalunya un total de 1.673 cajas de archivo, entre las que figuran 532 cajas de la Generalitat y 1.141 cajas de particulares. Asimismo y cumpliendo rigurosamente con la interpretación del Tribunal Constitucional de la Ley 21/2005, hay que tener
en cuenta que la documentación procedente de particulares, de personas físicas o jurídicas distintas de la Generalitat de Catalunya, solo puede tener como destino a sus legítimos titulares o a los sucesores de los mismos. Caso de no existir estos o
de no poder ser materializada la entrega por desconocerse su paradero, la documentación no podría salir o debería devolverse al archivo estatal.


Lo sustancial en todo este proceso es que ninguna persona con derecho a recuperar sus bienes pueda verse defraudada en su derecho, principalmente porque estamos manejando un importante patrimonio documental, un legado histórico integrado en
un archivo que las administraciones e instituciones públicas están obligadas a conservar como patrimonio de todos los españoles. Por otra parte y atendiendo a esa doble finalidad contemplada en la ley, el pasado mes de marzo de este año 2015
inauguramos en Salamanca las nuevas instalaciones del Centro Documental de la Memoria Histórica, un espacio destinado a actividades sociales y a la difusión cultural que cuenta con 4.000 metros cuadrados de superficie. Dicha rehabilitación ha
supuesto un esfuerzo notable durante la presente legislatura, que, pese al contexto de reducción presupuestaria, ha contado con una inversión constante que ha alcanzado los 10 millones de euros, a los que se sumarán futuros incrementos para su
finalización. Son actuaciones, en definitiva, que ponen de manifiesto una vez más el firme compromiso de este Gobierno no solo con nuestro patrimonio, sino también con el cumplimiento riguroso de la ley.


En último lugar, atenderé la solicitud de comparecencia del Grupo Parlamentario Socialista para que explique el papel del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en el patronato de la Fundación San Sebastián 2016 y la situación del
proyecto de la capitalidad cultural europea, haciendo referencia a su aportación financiera y a los conflictos surgidos.


Señorías, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte está seriamente comprometido con el proyecto de la capitalidad. Así lo expresó el ministro el pasado 26 de mayo en el Senado y así se lo reitero yo hoy de nuevo, después de haberlo
hecho la última vez en respuesta a su petición, también en sede parlamentaria, sobre la delicada situación y los problemas que afrontaba el proyecto. En esa ocasión expresé la preocupación que teníamos sobre las circunstancias que han afectado al
proyecto, en concreto, las relativas a la falta de profesionalidad del anterior equipo directivo, a los criterios de selección y a la falta de transparencia y lealtad institucional en el seno del patronato de la fundación. En definitiva, no puedo
ocultarles las dificultades que hemos tenido que afrontar en la gestión de este vehículo institucional. Hemos sido críticos, sí, pero siempre con ánimo constructivo, aportando soluciones, velando por el enfoque europeo del proyecto, por la
legalidad y por su estabilidad económica; es decir, cumpliendo con el papel que creo que corresponde al Estado. Abordamos la última etapa de la capitalidad con un compromiso absoluto, confiando en que la nueva composición del patronato reconducirá
los errores y dotará de estabilidad al proyecto. Desde este órgano colegiado de dirección, en el que además participan el ayuntamiento de la ciudad, la diputación foral y el Gobierno autonómico, al ministerio, que cuenta tan solo con un
representante, le corresponde velar, y así lo ha hecho, por el interés público, la legalidad de los procedimientos, la profesionalidad de la gestión de los recursos y la preservación del enfoque europeo que debe presidir un acontecimiento de entidad
como este. Estos principios programáticos son los que el comité de seguimiento de la Comisión Europea ha remarcado como fundamentales en sus diferentes informes, resultado de las reuniones y visitas de supervisión a los que el proyecto de
capitalidad ha sido sometido.


La aportación económica del ministerio a la capitalidad se ha concretado en una subvención nominativa de 1.200.000 euros en 2014 y de 1.500.000 euros en 2015, y es nuestra intención que la aportación final total llegue a los 4,5 millones de
euros. Nos hemos pronunciado de forma pública en este sentido. Además, en el año 2013, el ministerio colaboró con la exposición 1813. Asedio, incendio y reconstrucción de San Sebastián, tanto con préstamo de obras como con el pago de diferentes
servicios. Esta exposición constituye la primera parte de uno de los proyectos más emblemáticos de la capitalidad de San Sebastián, conocido como el Tratado de paz, un proyecto expositivo para el que el ministerio ha ofrecido su colaboración en un
intento de que no se desvíe aún más de los plazos previstos. Asimismo, la capitalidad de San Sebastián ha sido declarada de excepcional interés público en los Presupuestos Generales del Estado de 2014, medida por la que se pretende impulsar la
participación del sector privado gracias a sus



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importantes beneficios fiscales, que les recuerdo que son de un 90 %. Desgraciadamente y a pesar de estas medidas, tal y como expresan los informes del comité de seguimiento que antes citaba, aún no se ha conseguido ningún patrocinador
privado.


Atendidas, por tanto, las peticiones de comparecencia, paso a afrontar la segunda parte de mi intervención. Señorías, me van a permitir que lo haga con un primer análisis de tipo general relativo a la etapa final del plan estratégico a la
que nos enfrentamos. En este sentido, 2015 es el año en el que analizamos el grado de cumplimiento de los objetivos marcados al inicio y es también el año en el que nos corresponde afrontar un balance general de estos últimos cuatro años.
Precisamente por ello es por lo que sigo defendiendo la implementación y desarrollo de esta herramienta cuyo objetivo no es otro que trabajar a favor de un modelo más eficiente, más sostenible y más transparente de la gestión pública de la cultura.
Si la evaluación del presupuesto del gasto público en estos ejercicios ha sido capaz de soportar el impacto del recorte y de la crisis, en mi opinión ha sido precisamente gracias a la puesta en marcha por primera vez de esta planificación
estratégica. Por un lado, tuvimos que afrontar cambios a la baja; por el otro, un paulatino cambio de tendencia. Lo peor en términos presupuestarios pasó y por primera vez en esta legislatura comienza una reactivación del apoyo público a la
cultura, con un incremento en su balance, como quedó plasmado con un aumento en los Presupuestos Generales del Estado para la cultura en 2015 de un 4,3 % con respecto a los de 2014. En grandes cifras y con respecto a la evolución de la
planificación estratégica, ya puedo anunciarles que, de los 237 proyectos contemplados inicialmente, a día de hoy hemos sacado adelante un total de 210, lo que significa el 88,6 % del total planificado. El grado de desarrollo por objetivos desde
2012, de acuerdo con los datos suministrados por los informes anuales de seguimiento y evaluación, es el siguiente: el objetivo general 3 se sitúa en primer lugar con un desarrollo del 57,1 % de sus proyectos al cien por cien; le siguen en grado
de cumplimiento el objetivo general 2, con un 54,93 % al cien por cien; el objetivo general 1, con un 50,74 %; el objetivo general 5, con un 22,33, y finalmente el objetivo general 4, con un 15,63 % al cien por cien.


Yendo de lo general a lo específico, entre los contenidos, la reorientación de las subvenciones ha supuesto un cambio en el modelo de fomento de la cultura. Quisimos, porque lo encontramos necesario, apoyar a las entidades en cuyos órganos
de gobierno estábamos representados y reconducir el resto de las ayudas -antes nominativas y sujetas muchas veces a negociación parlamentaria de los presupuestos- a ayudas de concurrencia competitiva y, por tanto, sujetas a mecanismos de
transparencia, seguimiento y control público. Creo que el tiempo nos ha demostrado que fueron decisiones objetivamente acertadas, puesto que el tejido, a pesar de todo, no se ha visto mermado.


Por otro lado, debo referirme a la agenda normativa impulsada por la Secretaría de Estado de Cultura. A pesar de la crisis y de las dificultades de gestión que ha supuesto para esta secretaría de Estado el desarrollo de esta legislatura y
de la gestión asociada a la misma, hemos sido capaces de desarrollar varios proyectos legislativos. Primero, en el ámbito de la propiedad intelectual la reforma de la Ley de Propiedad Intelectual aprobada en 2014 aborda los temas más urgentes: el
refuerzo de la lucha contra la vulneración de los derechos de autor en Internet, la mejora de la transparencia, el control y la vigilancia de las entidades de gestión de derechos de propiedad intelectual por las administraciones públicas. Asimismo,
reconoce el derecho de las empresas editoras, periodistas y fotógrafos a ser compensados económicamente por la explotación de sus contenidos de los agregadores de noticias. Asimismo, y respecto a la piratería, las mejoras introducidas en el
procedimiento de la sección segunda de la Ley 21/2014 ya han comenzado a aplicarse a las solicitudes presentadas desde su entrada en vigor. En paralelo, e impulsado por el Ministerio de Justicia con nuestro apoyo y respaldo, se ha incluido en la
reforma del Código Penal un endurecimiento de las penas en aquellos casos que vulneren los derechos de propiedad intelectual. La nueva regulación de los delitos contra la propiedad intelectual se adapta a la nueva realidad en Internet y tipifica
facilitar en la prestación de servicios de la sociedad de la información el acceso o la localización de obras o prestaciones protegidas ofrecidas ilícitamente en Internet sin la autorización de los titulares o de sus cesionarios a través de webs de
enlaces con ánimo de obtener beneficio económico.


En segundo lugar, en el ámbito del mecenazgo hemos sacado adelante importantes medidas que implantan la cultura del mecenazgo. Tal vez pecamos de ambiciosos al enunciar un objetivo que se ceñía a una estricta modificación de la ley, pero
gran parte de lo que perseguíamos, la legislación fiscal, se ha logrado. La reforma fiscal no solo cumple el objetivo que se marcó el Gobierno de aumentar los incentivos fiscales para impulsar una mayor participación de la sociedad civil y
empresarial en las actividades vinculadas a la cultura, sino que regula por primera vez algo extraordinariamente importante: la figura del micromecenazgo. Además, las personas físicas podrán aplicar una deducción del 75 % en el IRPF respecto



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de los 150 primeros euros de donación que realicen para actividades culturales. La reforma fiscal estimula también la fidelización de las donaciones por parte de las personas físicas. En este caso, si en los dos periodos impositivos
inmediatos anteriores se hubiera realizado a favor de una misma entidad donativos, donaciones o aportaciones por importe igual o superior al del ejercicio anterior, el porcentaje de deducción que se deriva de los 150 euros sería del 35 % a partir de
2016 y del 32,5 % en 2015. Lo mismo sucede en el caso de las personas jurídicas cuyo porcentaje de deducción será del 40 % a partir del año 2016, un 37,5 % ya en este año 2015. Asimismo, las actividades prioritarias de mecenazgo señaladas
anualmente por la Ley General de Presupuestos se benefician de un incremento de cinco puntos adicionales sobre las deducciones anteriormente señaladas, como bien lo indica el artículo 22 de la Ley 49/2002, de 23 de diciembre, de régimen fiscal de
entidades sin fines lucrativos y de los incentivos fiscales del mecenazgo.


Reitero esto que muchas veces he señalado porque es importante que todos lo traslademos al sector y a los interesados porque el silencio decretado por algunos a la hora de manejar estos datos está haciendo un grave daño al propio sector, no
contribuyendo a que quienes pueden hacer las donaciones y conozcan la existencia de estas deducciones las utilicen y apoyen de esa manera al conjunto de la cultura de nuestro país. Por tanto, si bien no hemos conseguido lo que probablemente de
manera ambiciosa planteábamos al comienzo de la legislatura, se ha conseguido algo muy importante, que son incorporaciones de casi diez puntos y de un 75 % en el ámbito del micromecenazgo a actividades que fomentan este, y es de bien nacido ser
agradecido, y, por tanto, también manifestar nuestro interés de todos, porque todos defendemos la cultura, en reconocer que estas deducciones se han hecho para que quienes tienen capacidad de hacerlas lo hagan.


En cuanto a los incentivos fiscales al cine, la reforma fiscal incluye avances importantes. Por un lado, el incremento de la deducción del 20 % para el primer millón de inversión y del 18 % para el exceso, con un límite de la deducción de 3
millones de euros. Por el otro, la nueva configuración del incentivo elimina la diferencia de trato entre el productor y el coproductor financiero, anteriormente del 18 % y del 5 %, respectivamente, lo cual facilita una nueva deducción del 15 %
sobre los gastos realizados en España por grandes producciones extranjeras, siempre que exista un gasto mínimo de un millón de euros y el límite de la deducción se sitúe en 2,5 millones de euros por cada producción.


De la misma manera, las artes escénicas y musicales también se ven favorecidas por la reforma fiscal, que introduce, por primera vez, una deducción para este ámbito del 20 % de los gastos realizados en la producción y exhibición de
espectáculos. Insisto nuevamente en que todos hagamos el esfuerzo de publicitar estos avances y estos fomentos de la deducción de las actividades culturales porque, insisto, en el bien de todo el sector cultural, más allá de la crítica legítima que
se puede hacer a este Gobierno por no haber alcanzado las expectativas, se han hecho importantes avances y merece la pena defenderlos por parte de todos porque quienes gobiernen van a tener siempre esta oportunidad para poder ejercitar una política
de fomento fiscal a la actividad cultural y de mecenazgo que creo que merece la pena ser defendida e impulsada y publicitada por todos.


En tercer lugar, recientemente se ha aprobado la Ley reguladora de la Biblioteca Nacional de España. Las circunstancias de estos últimos años han llevado a que la institución sienta la necesidad de contar con una ley reguladora propia,
circunstancias como el incremento de los servicios presenciales y virtuales ofrecidos a los usuarios, el aumento de visitantes a las exposiciones y actos de tipo cultural que organiza la propia Biblioteca Nacional, el tratamiento exhaustivo y de
calidad de las colecciones obtenidas a través del depósito legal, el incremento de la compra, los legados y donaciones o la recolección y tratamiento de las colecciones digitales de dominio público. Así pues, el objetivo de esta ley es devolver a
la Biblioteca Nacional de España el lugar que le corresponde, que no es otro que el de las grandes instituciones culturales de referencia en nuestro país y una cuestión no menor como devolverle el rango de la dirección general a su titular.


En cuarto lugar, hace unas semanas se aprobó la tercera ley que aporta esta secretaría de Estado a la actividad del conjunto de la labor legislativa de este Gobierno durante estos años, que es la Ley para la salvaguardia del patrimonio
cultural inmaterial. Nuestro propósito era regular su protección y dotar a la Administración General del Estado de mecanismos para proteger las manifestaciones culturales que integran el patrimonio inmaterial común a varias comunidades autónomas.
Con la aprobación de esta ley, el Estado podrá declarar la nueva categoría jurídica de manifestación inmaterial de la cultura a aquellas expresiones que superen el ámbito territorial de una comunidad autónoma, y gestionar así el inventario nacional
de patrimonio cultural inmaterial. Ejemplos de patrimonio cultural inmaterial común a diversas regiones españolas son -se las reitero aquí- la trashumancia, el romancero español, la fiesta de los



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Mayos, el mantón de Manila o la producción tradicional del esparto, entre otras actividades, que estoy seguro de que muchas de sus señorías defenderán en sus respectivas circunscripciones electorales y aplaudirán como elemento de
vertebración cultural e identitario del conjunto de nuestro país, más allá de las diferencias de los propios grupos parlamentarios.


Por otro lado, si les decía que el Plan estratégico general y las reformas legislativas han servido para garantizar la gestión, el acceso y la transparencia de los servicios públicos de la cultura y el funcionamiento de las grandes
instituciones y los grandes servicios culturales, la oferta pública de empleo de este año marca un punto y aparte respecto de los años anteriores. El área de cultura del ministerio cuenta con un cuerpo de funcionarios especializados, a los que he
de agradecer la gestión que han sido capaces de desarrollar durante estos dificilísimos años de gestión de una crisis como la que hemos vivido. En gran medida, el mérito del balance que ofrecemos y ponemos sobre la mesa a través de la documentación
que se contiene en este plan estratégico es producto estrictamente del trabajo de los magníficos profesionales que forman parte de los distintos cuerpos de funcionarios especializados en el ámbito del Ministerio de Cultura. Tras un largo periodo de
sequía, doscientas veinticuatro nuevas plazas de personal funcionario y ciento una de personal laboral han sido adjudicadas a la Secretaría de Estado de Cultura y a organismos autónomos adscritos. La oferta que sale ha estado bien defendida y
justificada desde el inicio de nuestra legislatura y ha sido una prioridad que finalmente el Ministerio de Hacienda ha sabido recoger, dotando al ministerio de un incremento de personal que revierte en una mayor eficiencia en la gestión diaria de la
cultura. Con ello se produce la primera autorización de plazas de personal funcionario de nuevo ingreso en el ministerio desde hace seis años y la primera autorización de plazas de personal laboral de nuevo ingreso desde antes de la crisis en 2008.
Con ello, doy por finalizado este breve análisis, con el que he tratado de hacer un recorrido a grandes rasgos correspondiente al último plan estratégico que afrontamos.


Señorías, les señalaba al inicio de mi intervención que, junto a las solicitudes que habían planteado sus señorías, el objeto fundamental de mi comparecencia es presentarles la evaluación del Plan operativo de 2014, vinculado al Plan
estratégico de la secretaría. A grandes rasgos, el Plan operativo anual de 2014 cuenta con sesenta y nueve estrategias y ciento noventa y seis proyectos, de los cuales ochenta y cuatro, es decir, el 42,85 %, se han realizado de manera totalmente
satisfactoria, tanto en lo que se refiere a la ejecución de actividades en los plazos previstos como a la obtención de los resultados esperados. Sesenta y cuatro proyectos, es decir, el 32,65 %, lo han hecho por encima del 50 % previsto y treinta y
cuatro lo han hecho entre el 25 % y el 50 %, lo que significa que tan solo catorce proyectos de los ciento noventa y seis previstos no han podido llevarse a cabo por desviaciones de diversa índole, que más adelante les detallaré. Por objetivos
generales, el tercero es el que ha obtenido un mayor grado de desarrollo. En concreto, un 67 % de los proyectos incluidos en este objetivo han alcanzado un grado de cumplimiento del cien por cien. Le siguen el primer objetivo y el segundo, con un
cumplimiento del 45 % y el 37 %, respectivamente. El quinto objetivo ha alcanzado un 34 % de cumplimiento y el cuarto es el que menor grado de cumplimiento ha logrado, con un 8 %. En conclusión, los datos del balance general de cumplimiento del
POA para 2014 pueden considerarse positivos, pues en este año se han atendido un total de ciento ochenta y dos proyectos, frente a los ciento setenta y nueve de 2013 y ciento sesenta y dos de 2012. Disponen ustedes de un ejemplar de este informe,
por lo que me he tomado la libertad de seleccionar los proyectos más significativos de cada uno de los objetivos.


Evaluación 2014, ejemplos, por tanto, de proyectos por objetivos. Entre los proyectos más relevantes del objetivo primero, articular una política de Estado que garantice el derecho de acceso a la cultura que contribuya a vertebrar la
ciudadanía y favorecer la cohesión social, cabe destacar el plan de accesibilidad universal de los museos y la puesta en marcha del servicio de préstamo de libro electrónico para usuarios de bibliotecas públicas, cuyo fin es promover el acceso de
los ciudadanos a unos servicios bibliotecarios de calidad en el conjunto del Estado. Dieciséis comunidades y ciudades autónomas ya lo han implantado a través de una plataforma de gestión informática y una dotación de contenidos digitales de mil
ciento noventa títulos, entre los que se encuentran libros electrónicos y audiolibros. Por otro lado, se han terminado de redactar los planes nacionales y se han actualizado los marcos teóricos de los planes nacionales de catedrales, patrimonio
industrial, arquitectura defensiva, abadías, monasterios y conventos. Estos incorporan una metodología interdisciplinar e incluyen los aspectos de investigación, utilización, mantenimiento y conservación preventiva como apunte. En reunión del
Consejo de Patrimonio, celebrado en Plasencia los días 27 y 28 de marzo de 2014, se aprobaron los planes nacionales de patrimonio del siglo XX y de arquitectura tradicional.



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No quisiera dejar de compartir con ustedes que las visitas a los dieciséis museos gestionados directamente por el ministerio se han incrementado vertiginosamente en 2014. La asistencia de visitantes ha aumentado un 50 % respecto a 2013;
esto es, de 1.927.000 visitantes a 2.860.615 en 2014. Dicho incremento se explica por varios motivos. Por un lado, la reapertura en el mes de abril del Museo Arqueológico Nacional, que tras su profunda remodelación se ha situado a la altura de
otras grandes instituciones europeas. Por otro lado, los datos del Prado y el Reina Sofía no son menos importantes. El primero ha experimentado una recuperación significativa de visitantes durante 2014, de 180.000 adicionales. En el mismo año,
cerca de 2.700.000 personas disfrutaron de los distintos espacios del Reina Sofía para visitar la colección permanente, las exposiciones temporales, que fueron dieciséis, los ciclos audiovisuales, conferencias, seminarios y talleres. Aunque esta
cifra es más baja que la registrada en 2013, año en que se alcanzó el récord histórico de los museos españoles, con 3.100.000 visitas, debido en parte al éxito de la exposición Dalí, se trata de una cifra superior a la de 2012; me refiero
concretamente a 100.000 visitas adicionales en 2014, lo que pone en evidencia que se consolida la tendencia al alza en lo que a número de visitantes se refiere. Asimismo, la inauguración oficial en diciembre del nuevo Centro de Conservación y
Restauración, CCR, de la Filmoteca Española, constituye un hito singularísimo en la historia de la preservación de nuestro patrimonio cinematográfico. Se trata de un centro de referencia para la conservación, restauración e investigación en España
y en el extranjero, para el que se ha llevado a cabo el diseño del operativo de clasificación, catalogación y ordenación de los fondos custodiados y su traslado al centro. Por último, quisiera señalar el esfuerzo del Inaem para reactivar la
programación del teatro, danza y circo en los espacios escénicos de las entidades locales en la segunda edición del programa Platea. En concreto, en 2014 se han realizado mil trescientas representaciones en, aproximadamente, ciento setenta teatros
de toda España, con más de 250.000 espectadores.


En cuanto al objetivo segundo, que no es otro que reforzar desde la transparencia los instrumentos de comunicación y cooperación cultural entre administraciones y otras instituciones para promover un uso eficiente y racional de los recursos,
destacan la creación del Consejo de Cooperación Archivística, según lo dispuesto en el Real Decreto 1078/2011, de 18 de noviembre, para la cooperación que en materia de archivos se debe articular en todo el territorio nacional, y la redacción y
aprobación de los planes nacionales para los nuevos campos patrimoniales, entre ellos el paisaje cultural, el patrimonio del siglo XX, la arquitectura tradicional y el patrimonio inmaterial.


Asimismo, continuamos nuestra labor de apoyo a las Film Commissions como instrumento al servicio de la producción cinematográfica en nuestro país. En este apartado se ha alcanzado con éxito la creación de un incentivo fiscal específico para
atraer rodajes internacionales, solicitados hace tiempo por las empresas del sector y la Spain Film Commission. Dicho incentivo aparece contemplado en el artículo 32.6 de la nueva Ley del impuesto sobre sociedades, que establece una deducción del
15 % de los gastos ejecutados en territorio español a través de una productora española, siempre que tales gastos sean al menos de un millón de euros. Continúa igualmente la estrecha colaboración del ICAA y la Secretaría de Estado con la Spain Film
Commission, con el fin de crear un marco adecuado para el desarrollo del sector en nuestro país, impulsar la implantación institucional y una mayor visibilidad de las Film Offices españolas, además de promocionar España como plató de rodaje e
intensificar la cooperación interministerial.


El objetivo tercero, que es impulsar la cultura como elemento esencial de la proyección exterior de la marca España, es el que ha obtenido el mayor grado de cumplimiento, como les comentaba al inicio. Entre sus proyectos destaca el
desarrollo del Portal Europeo de Archivos en el marco del proyecto comunitario Apex, así como la puesta en marcha y desarrollo del Observatorio Iberoamericano de Museos en el marco del programa Ibermuseos. No menos importante es el Plan de difusión
de las convenciones sobre el Patrimonio Mundial, Patrimonio Cultural Inmaterial, Patrimonio Subacuático, a través de micrositios y mejora de los procedimientos de presentación de las candidaturas de la lista de Patrimonio Mundial y de Patrimonio
Cultural Inmaterial.


Contamos también con la participación del Inaem en el desarrollo de proyectos especiales y la mejora de las bases de las convocatorias del programa Iberescena. Este año se han concedido 893.641 euros en ayudas a proyectos iberoamericanos de
teatro y danza. Otro de los proyectos significativos en el marco de este objetivo es el destinado a la promoción del turismo cultural y de estudios. Dicha iniciativa concluyó en 2014 con el desarrollo de dos portales de promoción turística
idiomática: spainisculture.com y studyinspain.com.


Especial mención merece también la firma del convenio de coproducción con China, potencia cinematográfica de primer orden y de enorme importancia estratégica para la industria española. Para su



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formalización hemos contado con el apoyo y la presencia del presidente del Gobierno, conscientes de que la importancia que el fomento de las coproducciones internacionales, tanto para su vertiente cultural como económica, es evidente. Con
esto, suman ya cinco los convenios realizados durante la presente legislatura: con India, con Austria, con China y con Israel. Actualmente, se está negociando el convenio de coproducción cinematográfica con la Federación Rusa.


En cuanto al objetivo cuarto, que es el relativo a incentivar la participación y el protagonismo de la sociedad civil en el apoyo y fomento de la cultura, habida cuenta de la estrecha vinculación con el siguiente objetivo que se mantiene con
la futura ley de participación en actividades de interés general y mecenazgo, el objetivo logrado ha sido el de menor cumplimiento. Ello nos hace pensar que tal vez no fuimos del todo acertados al plantear el propio diseño del objetivo y limitar
sus proyectos a una ley concreta, la Ley de Mecenazgo. No obstante, el planteamiento de la reforma fiscal compensa con creces lo que hubiéramos podido imaginar al comienzo de esta legislatura, pues no pretendía cambiar el mecenazgo sino la cultura
del mecenazgo. En este sentido, podemos afirmar que se han adoptado medidas oportunas para poder llevarlas a cabo a partir de este año y en los sucesivos ejercicios. Si nos ajustamos al objetivo enunciado -les seré franco-, el resultado no es el
que hubiésemos deseado. Sin embargo, los beneficios fiscales aprobados durante el año 2014 han puesto de relieve también -insisto, merece la pena ponerlo en valor- el interés de este Gobierno en sacar adelante, pese a las dificultades
presupuestarias y fiscales, una mejora de la fiscalidad cultural de nuestro país, como ya les he explicado, por un lado, en el régimen de incentivos fiscales de las inversiones de empresas en producciones cinematográficas, series audiovisuales y
espectáculos en vivo de artes escénicas y musicales, y por otro, en el incremento sustancial de los incentivos fiscales al mecenazgo y a las donaciones realizadas por particulares y empresas.


Concluyo este apartado con los proyectos más destacados del objetivo quinto, relativos a la creación, innovación y producción de conocimiento e impulso de la cultura en Red, salvaguardando los derechos derivados de la propiedad intelectual.
Ejemplos de ello son la elaboración y ejecución de un programa de formación especializada en conservación y restauración de patrimonio, el incremento de los contenidos de las bibliotecas virtuales de la secretaría de Estado, o las convocatorias de
subvenciones en régimen de concurrencia competitiva para la acción y promoción cultural, entidades sin ánimo de lucro, así como para la inversión en capital de empresas, con el fin de incrementar la oferta legal de contenidos digitales culturales en
Internet.


No quisiera olvidar la realización de exposiciones y proyectos de artes visuales en museos, exposiciones que crean vínculos entre lo histórico y lo contemporáneo, como las que con motivo del centenario de El Greco se han programado, entre
las que destaca Entre el cielo y la tierra. Doce miradas al Greco cuatrocientos años después, en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid y en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Dentro de este objetivo contamos asimismo con el
nuevo marco jurídico de propiedad intelectual, uno de los principales proyectos normativos de esta legislatura.


En cuanto a la evaluación de las desviaciones, en todas ellas confluyen causas similares -me refiero en concreto a los veinticuatro proyectos que durante el ejercicio 2014 no han tenido el desarrollo totalmente satisfactorio que estaba
previsto, o a los catorce que no han podido arrancar- a las que se dieron en 2012 y 2013, y que ya señalamos en el informe de seguimiento. Fundamentalmente estas han sido producidas, bien porque el escenario presupuestario era muy ajustado; bien
por la insuficiencia en las dotaciones de recursos humanos, técnicos o materiales necesarios para la ejecución; bien por la priorización de otros proyectos más urgentes, o por otros factores relacionados con la propia gestión en la organización de
los proyectos; bien por motivos de origen interno, relativos a la gestión de la tramitación administrativa, o de origen externo inherentes a la naturaleza de algunos proyectos que no dependen únicamente de la secretaría de Estado.


Concluida la evaluación de 2014, permítanme que aproveche esta comparecencia para anunciarles que el Plan operativo anual de 2015 ya ha sido elaborado, teniendo en cuenta las lecciones aprendidas tras el análisis de las desviaciones de 2014
y de acuerdo con los proyectos reflejados en el Plan estratégico general 2012-2015. Me refiero a aquellos que se inician durante este ejercicio, a los que proceden del anterior, a los de carácter plurianual y, finalmente, a los que culminan durante
este año. En concreto, se contempla el desarrollo de ciento cuarenta y dos proyectos, entre los que se incluyen los siguientes. En el ámbito de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas destaca el
desarrollo de un plan para mejorar la función social de los museos. Este es el caso del Plan de Museos + Sociales en el marco del Foro de cultura inclusiva de la Secretaría de Estado de Cultura y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e
Igualdad presentado el pasado mes de



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marzo en el Museo Nacional del Romanticismo. El plan es fruto del trabajo y del diálogo con muchos participantes. Además de los veintidós museos estatales que actualmente lo integran, han colaborado distintas unidades y departamentos
ministeriales vinculados a las distintas líneas del plan, asociaciones profesionales de museos, organizaciones del tercer sector y del mundo empresarial. Con dicha iniciativa se persigue contribuir a un nuevo modelo de museo abierto y
participativo, que actúa a partir del conocimiento de las necesidades de la sociedad a la que sirve y en la que se quiere afianzar como actor imprescindible. Articulado alrededor de tres líneas estratégicas y nueve programas dirigidos a captar y
reforzar audiencias, persigue convertir la visita al museo en un hábito de ocio, mejorar la integración y acceso de ciudadanos con necesidades especiales, fomentar el diálogo intercultural y contribuir a la cohesión social mediante la atención a
colectivos de personas en situación de vulnerabilidad.


Paralelamente el plan pretende convertirse en marco de referencia para otras instituciones, tanto públicas como privadas, o lo que es lo mismo, incorporar en el futuro próximo otros museos, más allá de los vinculados a la propia Secretaría
de Estado de Cultura, que es su núcleo inicial. Por ello, no se presenta solo como un programa de actividades, sino también como una propuesta de actuación y un foro profesional desde el que compartir prácticas, métodos y conocimientos. Si bien
los museos son para todos, los estudios realizados por el Laboratorio permanente de público de museos han permitido conocer el perfil de los visitantes que acuden y de los que no acuden a visitarlos. En la práctica no todos los ciudadanos tienen
las mismas oportunidades de acceder de ellos, bien por falta de interés, bien por sentirse ajenos o poco representados, como por falta de información o barreras idiomáticas, entre otras causas.


Otra de las iniciativas que cabe destacar es la reapertura del Museo de Málaga. Quiero avanzarles que por nuestra parte estamos en disposición de poder abrir el museo antes de que finalice el año. No obstante, el Museo de Málaga es un
museo de titularidad estatal y de gestión transferida a la Junta de Andalucía, por lo que será necesario contar con la colaboración de esta Administración.


Asimismo el Plan operativo de 2015 contempla para esta dirección general otros proyectos tales como el desarrollo de un programa de formación a profesionales y sectores afectados en materia de expolio y tráfico ilícito, la colaboración y el
seguimiento del Plan nacional de patrimonio fotográfico, y la definición de un mapa de infraestructuras y operadores de las artes visuales. Al mismo tiempo y para completar este proyecto en 2015, además de actualizar la información de la oficina
virtual del artista, se publicará un directorio con fichas individualizadas e información sistematizada de todos los centros de artes institucionales independientes, incluyendo además espacios de coworking y redes, constituyéndose en una especie de
páginas amarillas del sector contemporáneo del arte español.


En el ámbito de las artes escénicas, en segundo lugar, destaca la renovación del Plan Platea, dotado en 2015 con 5 millones de euros para las 880 actuaciones en 150 entidades locales, programadas por todo el territorio nacional, incluyendo
archipiélagos y Ceuta y Melilla. Asimismo y con la colaboración de instituciones, empresas y centros educativos estamos trabajando en la mejora de la visibilidad del Inaem, en los premios Buero de Teatro Joven. Por último, se mantiene el apoyo a
los jóvenes creadores a través de los programas como el Laboratorio de investigación teatral Rivas Cherif, que abarca desde la creación dramática y la técnica actoral hasta aspectos técnicos de la maquinaria. En el ámbito del cine, además de la
negociación de nuevos convenios, protocolos y acuerdos en materia cinematográfica, en el marco del Consejo de Europa -para no repetirme- atenderemos lo que les anunciaba al inicio de mi intervención, que es lo relativo al desarrollo reglamentario de
la Ley del Cine, para que esta pueda entrar en vigor el 1 de enero del año próximo. Además, en el ámbito de las industrias culturales, en 2015 se celebrará la IV edición de la Mostra Espanha, cuyo objetivo es la presentación en Portugal de varias
actividades en los ámbitos de las artes escénicas y visuales, la cinematografía, la arquitectura, el patrimonio, la lengua y la literatura españolas, y todo con el propósito de favorecer un mejor conocimiento de la cultura española en Portugal y
fomentar los vínculos entre creadores y artistas españoles y portugueses. La creciente importancia de la Mostra Espanha se traduce en la designación por la Secretaría de Estado de Cultura de Portugal de un punto de contacto para la mostra y la
ampliación de las ciudades portuguesas implicadas en la celebración de las actividades españolas.


Voy terminando. El año 2014 ha sido el tercero en el que la Secretaría de Estado de Cultura ha adecuado su actividad al plan estratégico general para el periodo 2012-2015, y su plan operativo anual ha sido elaborado, como no podía ser de
otra manera, con la participación y colaboración de todos y cada uno de los responsables de los proyectos que lo componen. Transcurridos estos tres años, puedo afirmar que la planificación estratégica se ha consolidado como método de gestión en el
conjunto de la Secretaría



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de Estado de Cultura, y me refiero al conjunto porque precisamente ya han comenzado a adoptarlo otros organismos adscritos. Es el caso del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, que ha elaborado su Plan general de actuación 2014-2017
con la misma metodología y que ha desarrollado su primer plan operativo anual siguiendo los mismos principios: trabajo en equipo, definición de prioridades, respeto a la cohesión y la integración, corresponsabilidad en la generación de ideas y su
puesta en práctica. Es un ejercicio de madurez y responsabilidad para el que no pueden faltar la autocrítica, la transparencia interna y por supuesto la rendición de cuentas acerca de los resultados obtenidos ante los ciudadanos y las
instituciones. Por todo ello y como señala este informe, puede afirmarse que el balance general de cumplimiento de los ciento noventa y seis proyectos contemplados en el POA 2014 es positivo. Recordemos que de todos ellos, ochenta y cuatro
proyectos, es decir el 42,85 %, han alcanzado un nivel de cumplimiento del cien por cien y otros sesenta y cuatro han desarrollado el 50 %. Es decir, un 75,50 % del total de los proyectos se han realizado obteniendo un grado elevado de cumplimiento
respecto a las previsiones; el 25 % restante no ha podido desarrollarse adecuadamente o ni siquiera ha iniciado su ejecución, bien por causas de gestión interna o bien por razones externas sobrevenidas, tal y como se detalla específicamente en cada
programa en la documentación que tienen en su poder. Son desviaciones que, ya les he explicado, nos ayudan a seguir trabajando para superarlas al afrontar el último periodo del Plan estratégico 2014-2015, con el ánimo de intentar cumplir al máximo
las previsiones de actuación establecidas. Por supuesto estos tres años nos ofrecen ya una perspectiva aproximada del grado de cumplimiento de los objetivos generales marcados para la presente legislatura. Dicha perspectiva permitiría ir
comprobando si, con las estrategias y proyectos que estructuran cada uno de los objetivos generales señalados en el plan, se está consiguiendo obtener, transcurrido este periodo, resultados dignos de ser destacados. Así, y de acuerdo con los
fundamentos de esta metodología de planificación, pueden formularse las siguientes preguntas respecto a cada uno de los objetivos generales que estructuran el Plan general 2014-2015.


Si analizamos el grado de desarrollo de los proyectos que configuran cada objetivo general, durante los periodos 2012, 2013 y 2014, y de acuerdo con los datos suministrados, podemos llegar a las siguientes conclusiones. El conjunto de
proyectos que configura el objetivo general 3, relativo al impulso de la cultura como elemento esencial de proyección exterior de la marca España, es el que ha desarrollado un mayor grado de satisfacción. En grado de cumplimiento le sigue el
objetivo general 2, referido a la cooperación cultural entre administraciones públicas y otras instituciones. Le siguen el objetivo general 1 relacionado con la garantía de acceso a la cultura, y el objetivo 5, relativo a la creación y a la
propiedad intelectual. Muy a mi pesar, le repito, los proyectos que se han desarrollado de manera menos satisfactoria son los correspondientes al objetivo 4. Conviene señalar que con la ejecución del conjunto de los proyectos de este plan
estratégico no se agotan las actividades desarrolladas por los centros directivos que integran la secretaría sino que se añaden, se suman a la gestión habitual propia de su normal funcionamiento. En conclusión, el plan se ha desarrollado en su
conjunto de forma satisfactoria, sin perjuicio de desviaciones y dentro de los resultados esperados en algunos proyectos.


Asimismo y desde la perspectiva de tres años en el desarrollo del plan estratégico, se puede señalar que se ha conseguido buena parte de los resultados, todo ello en el contexto de una situación económica general de limitaciones
presupuestarias que lógicamente ha condicionado la puesta en marcha de una parte de la actividad. Será pues, con la ejecución de los proyectos que integran el Plan operativo 2015 como se completará el conjunto de estrategias y acciones previstas
para esta legislatura y se dará por finalizada la ejecución del plan estratégico para la presente Legislatura 2012-2015.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario de Estado por su amplia y concreta intervención.


Vamos a dar paso a los distintos grupos. Por el Grupo Parlamentario Socialista, van a compartir tiempo los señores Torres Mora y Elorza. Voy a ser flexible en el tiempo pero estoy seguro de que ustedes no van a abusar de la flexibilidad de
la Presidencia. En primer lugar, tiene la palabra el señor Torres Mora.


El señor TORRES MORA: Empezaré por agradecer al señor Lassalle, al secretario de Estado, su mención a mi compañero Pedro Zerolo, que fue -cuesta decir fue hoy- un gran hombre, que dio un gran combate para que tuviéramos una sociedad más
decente. Una sociedad decente, como dijo un día el presidente Zapatero en esta Cámara, es la que no humilla a sus miembros, a ninguno de sus miembros. Le agradezco la mención y me sumo al pequeño homenaje que podemos hacer desde aquí a alguien que
dio un combate tan importante y lo ganó.



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Empezaré, señor Lassalle, por darle la bienvenida. Sabe usted que en esta Comisión se le estima mucho y siempre es bienvenido, y no hay razón para que se prodigue tan poco. De hecho llevaba nueve meses sin aparecer por aquí. Ya andábamos
los miembros de la Comisión un poco melancólicos con sus prolongadas ausencias, preguntándonos qué le ocurrirá, con todo el amor al parlamentarismo que tenía cuando estaba en la oposición y lo poco que viene por aquí cuando está en el Gobierno.
Pero nada, pelillos a la mar. Bienvenido, nuestro secretario de Estado pródigo, al seno de su Comisión de Cultura. Además se me iba el pensamiento a una idea, como se va la lengua a la muela cariada; se me iba el pensamiento a la idea de que
probablemente esta sea su última comparecencia como secretario de Estado, porque a este ritmo dentro de nueve meses ya estaremos en otra legislatura. Así que no podía dejar de pensar -en cierta medida su intervención abunda sobre ello- en que, a
este paso, esta sería la única vez que podríamos hacer balance de lo que ha sido la gestión del Gobierno del Partido Popular en la cultura antes de que acabe la legislatura.


Ustedes la empezaron haciendo un grave diagnóstico de la situación de nuestra cultura. En el programa electoral de 2011 del Partido Popular decían ustedes textualmente -abro comillas-: El ámbito cultural español ha sido objeto en los
últimos años de una política subvencionadora e ineficiente. El aumento de la demanda de bienes culturales no se ha visto acompañado por una actuación pública que haya incentivado la iniciativa y la dinamización del sector. España carece hoy de una
estrategia eficaz de difusión y de consolidación de su industria cultural. Cierro comillas. En política el que se sitúa a tu derecha tiende a pensar que eres tonto y el que se sitúa a tu izquierda tiende a pensar que eres malo. Ustedes no tienen
a nadie a la derecha, con lo cual tienden a pensar que son muy capaces; sin duda lo son, pero la idea de que se podía hacer mucho más con menos, en la situación en la que estábamos, no funciona, por muy capaces que ustedes fueran. De los 1.100
millones de euros de 2011 a los 750 de 2015 hay muchos menos recursos, con lo cual la subvenciones ineficientes han desaparecido y las eficientes en gran medida. Desde el Gobierno no se ha acompañado al sector de la cultura en esta situación más
que para darle el pésame cuando cerraban un cine o una industria cultural; le acompañaban en el sentimiento. Cuando un Estado no tiene fuerza o no la dedica a apoyar a un sector en crisis, este lo pasa muy mal. Yo creo que es necesario que de vez
en cuando, sobre todo en momentos de crisis, haya unas políticas anticíclicas que ayuden a los sectores, que los acompañen en el tránsito de la crisis. Creo que no ha funcionado.


Tampoco ha funcionado el sector privado -me refiero al otro sector privado-. Usted ha dado una larga explicación de por qué no se ha hecho una ley del mecenazgo. Es razonable que la dé, porque ustedes pusieron en la ley del mecenazgo
muchas esperanzas, suyas y de todo el sector de la cultura. Recuerdo que en la única ocasión que ha comparecido en esta Comisión el señor Wert afirmó -abro comillas-: Con esta nueva ley devolveremos a la sociedad su protagonismo. Nuestro
propósito está encaminado a desarrollar un modelo de fomento de la participación público-privada en la cultura y, con ello, también de la financiación público-privada, un ejercicio compartido como el de otros países de nuestro entorno y orientado a
estimular de forma más eficiente el desarrollo libre y la sostenibilidad económica de nuestra cultura. Cierro comillas. Los ricos no hacen cola para sostener, con los impuestos que no pagan, el sector de la cultura. A los ricos del liberalismo
realmente existente les ocurre lo mismo que al partido del comunismo realmente existente, que uno los imagina de una manera y luego son de otra. Habría estado bien que de verdad hubiera un empeño de los ricos en financiar la cultura y ayudar al
Estado a financiarla, pero tengo la impresión de que si uno tiene mucho dinero no necesita que le bajen los impuestos para hacer mecenazgo. Si uno tiene dinero y voluntad hace mecenazgo.


Le hablaba del liberalismo realmente existente porque es el que conocemos. Lo que ocurre con la ideología es que tiende a veces a perjudicar mucho a la política. Aquí ha habido mucha ideología. Ha sido un error enorme del Gobierno no
sentar a la cultura en el Consejo de Ministros, viendo esto, como decía Hegel, al atardecer, cuando inicia el vuelo la lechuza de Minerva. Fue un error no sentar a la cultura en el Consejo de Ministros, especialmente en un Gobierno que no tenía
inicialmente un gran entusiasmo por la cultura y que no lo tiene tampoco al final. Habría que proteger a la cultura de un Gobierno así, pero la cultura no estaba sentada como un par con el resto de los ministerios, y eso la ha dejado durante toda
la legislatura a merced de la animadversión o de la temeraria indiferencia de algunos ministerios, y también le ha dejado a usted -aunque usted, señor Lassalle, por lealtad a su Gobierno, lo que le honra, lo niegue- a merced de una situación muy
complicada en la que la cultura necesitaba una mayor defensa. Usted nos habla de las medidas de fiscalidad que ha implantado y dice que nobleza obliga -hay que reconocer las medidas que se han tomado-, pero hay una medida fiscal de ayuda a la
cultura que sería



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fantástica, bajar el IVA cultural del 21 % al 5 %. Fíjese si sería una medida fiscal de apoyo a la cultura, tan sencilla, tan justa, tan eficiente, tan razonable. Luego hagan todas las desgravaciones que quieran, pero esa es una medida
fiscal necesaria para la cultura. La hemos pedido aquí, la han pedido algunas personas de su partido, la ha pedido toda la sociedad.


Como tengo poco tiempo, me voy a concentrar en un par de cosas. Señor Lassalle, cuando ustedes llegaron dijeron que había que hacer una reforma urgente de la Ley de Propiedad Intelectual para defender a los creadores, una reforma de
consenso. No fue urgente, no fue de consenso. El Partido Socialista vio cómo era aceptado por el Tribunal Constitucional un recurso porque no estábamos de acuerdo con algunos aspectos importantes de la ley. Señor Lassalle, ni fue urgente, ni fue
de consenso, ni está sirviendo de verdad para ayudar a los creadores. Le pongo dos ejemplos. La ley exigía ocho desarrollos reglamentarios que eran necesarios para que los creadores pudieran cobrar. Todavía no están porque hay gente en el
Gobierno que los tiene paralizados. Es malo que no esté la cultura sentada en el Consejo de Ministros para impulsar ese desarrollo en pie de igualdad, un sector que es el 4 % del PIB, que es el 2,8 % del empleo, o por lo menos lo era a inicios de
la legislatura. Ese ha sido un grave error que ha perjudicado mucho a la cultura de forma pasiva, amén del perjuicio activo que se le ha hecho. Ni siquiera estar juntas cultura y educación ha producido sinergias, por ejemplo, para favorecer al
bachillerato artístico.


Hay temas que siguen pendientes, aunque ustedes fueron muy rápidos en crearlos, como la compensación por copia privada, que ha generado mucho daño y que siguen sin resolver. Señor Lassalle, el modelo sigue siendo el mismo, pero sin
financiación. Al final no han cambiado ustedes el modelo de cultura, sigue siendo el mismo, pero sin financiación; en su batalla ayudaron a hacer algo que al final ha perjudicado a la cultura, y es que la deslegitimaron. En esta sociedad y en
esta democracia hay demasiadas cosas deslegitimadas y demasiado injustamente. La cultura ha sido un sector deslegitimado y creo que necesitamos relegitimarlo porque es legítimo, porque aporta mucho a una sociedad como la nuestra.


Voy a acabar diciendo que han sido los creadores, a los que tenemos que honrar, los que han mantenido nuestra cultura en mitad de la crisis. Ciertamente también hay que honrar a los funcionarios del ministerio, que han trabajado muy bien.
Usted puede presentar -de hecho, aquí lo tenemos- un montón de medidas que son el trabajo de los funcionarios, que reconozco que también ha tenido una buena dirección en numerosas ocasiones, lo cual no quita para que al final fuera demasiado grande
su crítica, demasiado grande su ambición, porque luego lo que se puede hacer es demasiado pequeño. Convendría moderar los discursos y que todos fuéramos un poco más sensatos a la hora de hacer política desde la oposición y también desde el
Gobierno.


El señor PRESIDENTE: También por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Elorza.


El señor ELORZA GONZÁLEZ: Gracias, señor secretario de Estado, por su comparecencia hoy aquí. En la línea de lo que ha significado el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, me gustaría añadir que han sido cuatro años malos para la
cultura en España. Han sido cuatro años muy malos, cuatro años en los que la C de crisis y la C de corrupción se han comido a la cultura y en los que el Gobierno no ha sabido desarrollar una política cultural, ni siquiera acorde con sus
compromisos, porque ha incumplido repetidamente casi todos ellos. Cultura parece que está reñida con diálogo, transparencia y contraste de ideas. Insistiendo en la idea de mi compañero Torres Mora, ha habido ausencias notables en esta Comisión de
Cultura para establecer ese diálogo, contrastar políticas y aportar ideas. Se produjo -usted lo sabe mejor que nadie- la dimisión, antes del verano del pasado año, de la directora general del ICAA. Repetidamente, habíamos solicitado, incluso con
un año de antelación, que ella se personase en esta Comisión para explicar cómo iban los trabajos de las cuatro mesas de la comisión mixta en relación con un nuevo modelo de financiación del cine. Esa comparecencia de la directora general no se
llegó a producir, ni tampoco su comparecencia ni la del ministro para explicar cuáles habían sido los motivos de esa dimisión. Parece que es lógico que la oposición solicite una explicación de cómo se puede producir, primero, una no comparecencia
alargada en el tiempo y, segundo, cómo se produce la dimisión y a qué razones obedeció. Efectivamente, razones tenía que haber, aunque no sé si eran la fuerte influencia del Ministerio de Hacienda en las políticas culturales o en los presupuestos
del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte u otras que se nos escapan. El caso es que eso fue así.


Hemos echado en falta la explicación de las políticas sobre financiación del cine hasta que el otro día, precisamente cuando se iniciaba una campaña electoral, el jueves de esa semana, nos encontramos con un Consejo de Ministros que aprobaba
un real decreto-ley, un cajón de sastre, con un conjunto de medidas



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que fueron explicadas luego en lectura rápida por el ministro de Hacienda en un Pleno reciente; se explicaba el contenido del real decreto-ley en cuanto a las medidas de aplicación a la financiación del cine. Esa fue la comparecencia más
importante, la del ministro de Hacienda, para explicar cómo había cambiado teóricamente el modelo de financiación del cine. A los socialistas nos parece excesivo hablar de que hay un cambio de modelo en la financiación del cine español. No, ha
habido un paso adelante, positivo, al cambiar la fórmula del pago diferido en las amortizaciones -no me voy a extender-; es evidente que eso es positivo por las consecuencias que usted ha explicado y por las que leyó en ese Pleno el señor ministro
de Hacienda. Hubiéramos querido hablar, contrastar y discutir en esta Comisión sobre un modelo integral de financiación del cine. En el camino se han ido quedando, a veces escondidas en el marco de otras normativas o de otros decretos, un conjunto
de medidas bien consensuadas, no solo con el sector sino con grupos de la oposición, y que le darían el carácter de un plan integral a ese modelo de financiación del cine. Usted nos ha hablado de algunas cosas, pero lo importante ha quedado
pendiente. Me refiero a: el IVA cultural, que es un elemento fundamental hoy por hoy para los productores y para los espectadores; el papel de las televisiones, la pública y también las privadas, como colaboradoras en la producción y financiación
del cine, en la programación del cine español, especialmente en sus cadenas. Las televisiones, si no recuerdo mal, eran uno de los contenidos de una mesa de trabajo de la comisión mixta entre ministerios y sectores de la industria cinematográfica;
no sabemos nada de ello. Podríamos discutir con amplitud de algunos criterios objetivables que echamos en falta y que esperemos que estén contemplados en la orden ministerial que, finalmente, regule esta cuestión de los criterios objetivos que
permitan financiar adecuadamente los proyectos cinematográficos. Se ha quedado corta la desgravación fiscal, los incentivos fiscales, a pesar de lo que usted ha explicado repetidamente. Nos parece que esos incentivos fiscales son a todas luces
insuficientes. También el mecenazgo y micromecenazgo con los marcos legislativos adecuados hubieran ayudado mucho más a lo que usted ha citado. Al parecer, trataba no sé si de imputar alguna responsabilidad, una falta de difusión de esas medidas,
a los grupos políticos, cuando ha sido el ministerio quien no ha sabido cumplir sus compromisos, como tampoco lo cumplió al no presentar estas medidas de financiación de la Ley del Cine cuando el ministro las había prometido para el 1 de enero de
2014. Ese fue el compromiso que el ministro adquirió pero que tampoco ha cumplido. Son razones sobradas que nos llevan a decir que no podemos hablar de un nuevo modelo de financiación para el cine español, sino que hay unas medidas, una serie de
pasos, algunos de ellos inconexos, y a todo eso hay que crearle un marco y proporcionarle un debate en profundidad. En eso el Grupo Parlamentario Socialista está dispuesto a ayudar a este Gobierno y al que venga a continuación.


En cuanto a otra de las cuestiones que se han planteado y que justificaba su comparecencia ante la polémica Capitalidad Europea de la Cultura en la ciudad de San Sebastián, de entrada queremos decir que no achacamos ninguna responsabilidad
al ministerio, a la Secretaría de Cultura, por los problemas, las polémicas y la mala gestión que se ha desarrollado nada más y nada menos que durante cuatro años, para impulsar un proyecto. Quede claro que no imputamos al ministerio ni a usted en
particular ninguna responsabilidad por lo que ha acontecido. Le vamos a hacer una serie de aportaciones constructivas de un papel más centrado en el control, la fiscalización, el ser garante de, que son papeles que ha podido tener el ministerio en
la fundación de la Capitalidad Europea de la Cultura de San Sebastián 2016. Nos gustaría que en estos tiempos nuevos se pasara a un papel impulsor para que el ministerio contribuya de una manera constructiva, implicándose en mayor medida en el
necesario desarrollo -tendrá que ser rápido porque quedan seis o siete meses como mucho- para que pueda ser un éxito y forme parte de la marca España esa manifestación cultural que es la Capitalidad Cultural Europea, que no tenemos en España todos
los años. Le pedimos que contribuya -seguro que lo harán- a recuperar el espíritu de ese proyecto que era el de cómo la cultura debe ser una herramienta para abordar los conflictos en una sociedad global y compleja como en la que vivimos, tanto en
España como en cualquier Estado europeo; cómo la cultura, ante problemas de confrontación de carácter lingüístico, religioso, de violencia, sociales derivados por la crisis económica que asola a buena parte de Europa, puede jugar una papel
importante en el fomento de una convivencia en libertad, asentada en valores de justicia social. Le pedimos que desarrollen y jueguen ese papel con el mayor entusiasmo. Sabemos que puede ser un poco difícil.


Le formulamos una serie de preguntas, partiendo de la base, señor secretario de Estado, de que las aportaciones que ha citado, que suman un total de 4,2 millones de euros, nos parecen insuficientes y podrían ir más allá, sobre todo por las
garantías que tiene ahora una fundación que ha cambiado de presencias y de peso político, por cuanto quien llevaba el peso -lamentablemente- de la organización, que era Bildu, ya no está en la alcaldía de San Sebastián ni preside la Diputación Foral
de Guipúzcoa, sino



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más bien lo contrario. Las preguntas serían las siguientes: ¿En qué proyectos culturales del programa San Sebastián 2016 está colaborando el ministerio en la actualidad? ¿Qué convenios y acuerdos se han firmado a día de hoy entre el
ministerio y la oficina San Sebastián 2016 para desarrollar conjuntamente proyectos, iniciativas, actividades culturales? ¿Se va a poner a disposición de la oficina de la capitalidad el Instituto Cervantes en distintas sedes europeas para que
puedan explicarse, lucir y trasladar determinadas actividades a otras ciudades europeas bien significativas en las que está presente el Instituto Cervantes? ¿Qué acciones y campañas de difusión, de promoción, de presentación de la capitalidad está
dispuesto a propiciar, a impulsar el Ministerio de Cultura para que se socialice el proyecto de la capitalidad cultural no solamente en la ciudadanía en el País Vasco, sino también en toda España, en muchas ciudades, y en parte de Europa, lo que o
se hace de la mano del ministerio o no se podrá hacer? Y, por último, ¿cuáles serían las principales aportaciones que tiene pensado realizar el ministerio a partir de ahora con ese cambio político evidente de escenario que no se puede negar, no se
puede dejar de referirse a ello? ¿Considera que este es el marco para adelantarlo, para cumplir los objetivos y el espíritu del proyecto que en su día fue aprobado por un jurado internacional? Esas son nuestras peticiones, que hacemos con la mejor
voluntad y buena fe, en la idea de que ustedes contribuyan en lo que queda de su mandato y en lo que queda de año para poder corregir los numerosos defectos que se han producido a lo largo de estos cuatro años en la preparación de la capitalidad
cultural.


Para terminar, me gustaría que el ministerio hubiera apoyado realmente, de una manera más efectiva y con recursos, a la Red española de ciudades por la interculturalidad; una red de ciudades importante para trabajar por la inclusión social,
la inclusión activa de la población inmigrante en España, para prevenir y evitar fenómenos que todavía no están muy presentes en España pero sí en otras ciudades europeas. Estamos ante una red de ciudades interculturales que emana sus consejos y su
promoción del Consejo de Europa y entendemos que ahí podría o debería haber jugado un papel importante su secretaría de Estado.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra la señora Oramas.


La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: En primer lugar, me uno al dolor y al homenaje a Pedro Zerolo. Soy amiga de él y de sus hermanas desde pequeña ya que vivíamos casi casa con casa en la misma calle de mi ciudad, La Laguna, así como de su
padre, Pedro González, pintor universal canario, quizá después de Óscar Domínguez el pintor más grande que ha dado la tierra canaria, vivo todavía. Quiero tocar el tema personal pero también señalar que fue un referente nacional en la defensa de
los derechos por la igualdad y por la tolerancia, con la falta que hace hoy en día en esta sociedad. Mi cariño a su padre, a sus hermanas, a todos los compañeros del Grupo Socialista y a todas las personas de bien de este país.


Quiero hablar de tres temas en concreto porque el secretario de Estado viene cada nueve meses y yo tengo que hablar de mi libro y de los temas de Canarias. Hay un tema positivo; tengo que agradecer la gestión del secretario de Estado en la
aprobación del Régimen Económico y Fiscal de Canarias, donde se aprobaron unas medidas importantísimas para reforzar ese sector de la industria del cine en Canarias, con unas ayudas fiscales que tuvieron el apoyo por parte de la secretaría de Estado
ante el difícil Ministerio de Hacienda; el apoyo a esa posición del Parlamento de Canarias de crear una industria del cine en Canarias que tiene unas posibilidades excepcionales. El año pasado, todavía sin esas ayudas fiscales, pudo ser sede de
cinco o seis producciones internacionales por las horas de sol que tiene Canarias, pero también por ser un continente en miniatura. Les cuento como anécdota a los diputados que se grabó una película sobre la guerra en Sarajevo con nieve y en
pinares; se rodó Exodus, en Fuerteventura, y también la versión nueva de Moby Dick -se hizo la de Gregory Peck en La Gomera hace cuarenta o cincuenta años y en el Teide se grabó con Raquel Welch Hace un millón de años, hace casi un millón de años-.
Tenemos paisajes, tenemos el clima y grandes profesionales del sector del cine, con industrias canarias que están trabajando a nivel internacional en el tema de animación, y el objetivo que tenemos en este momento no es que vengan producciones
internacionales de vez en cuando, sino que se pueda crear una industria estable con profesionales de la tierra y sobre todo como una nueva oportunidad de trabajo y de creación de economía en Canarias. En ese sentido, hemos apoyado el Decreto del
Cine que se aprobó la semana pasada porque nos parecía que el tema de financiación era muy importante en las medidas de enero y estas medidas del Régimen Económico y Fiscal de Canarias. Y ahora le pido una cosa; necesitamos -se lo dije el otro día
a don Cristóbal Montoro- el apoyo decidido del Gobierno de España en la difusión internacional, en los canales de los profesionales del cine, de esas ventajas añadidas del sistema fiscal



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canario y de las condiciones y medios con que cuenta Canarias para esa industria. Seguimos teniendo la segunda tasa de paro más alta de España y necesitamos diversificar la economía de Canarias. ¿Qué tarea queda? La difusión de esas
condiciones de Canarias en todos los ámbitos. En ese sentido, le pediría a usted, al ministro y al Gobierno de España, así como al ministro de Economía, que en los foros internacionales, fundamentalmente europeos y americanos, pueda estar en la
agenda de esas reuniones con sectores económicos el tema de Canarias como plató. El presidente canario ha estado recientemente en Los Ángeles con el embajador Costos y mantuvieron diversas reuniones con algunos productores en las que han pedido la
certificación de ese apoyo, de esa garantía por parte del Gobierno de España. Ese es el primer tema que le quería plantear.


El segundo asunto tiene que ver con un acuerdo, un pacto, que se firmó en Canarias en estas elecciones, donde estuvo incluido su partido, sobre un tema que sigue sin resolverse. Mañana, mi compañero Pedro Quevedo, de Nueva Canarias,
interpela al ministro de Hacienda sobre la salida de Canarias de las obras de los artistas canarios sin pagar impuestos, que puedan entrar en España y en la Comunidad Europea. Eso se aprobó en el Senado por unanimidad en el año 2014. Decía lo
siguiente: La Comisión de Cultura del Senado insta al Gobierno a estudiar las posibilidades, consecuencias y alternativas para considerar la producción artística canaria, ceutí y melillense como bienes culturales y no meramente como bienes
comerciales o de mercado, a los efectos de su libre circulación por el territorio del Estado con motivo de su exposición o su divulgación. ¿Por qué lo cito en este momento? Primero, porque hubo un acuerdo de todos los partidos en Canarias,
incluido el Partido Popular, hace un mes en esta materia, porque es muy difícil desde la ultraperiferia, desde la lejanía, que un artista pueda tener la oportunidad de exponer su obra en España o en Europa por muchísimas razones que usted entiende.
Segundo, hay un coste añadido, como es el tema del transporte, pero ya es el colmo que encima se tenga que pagar impuestos como si se estuviera trasladando un coche o un palé de harina. Es que no es eso; es solo un artista que quiere estar como
español y como europeo en igualdad de condiciones. Hay soluciones y hoy le planteo este asunto porque a mí me gustaría muchísimo que mañana,en la interpelación que va a hacer mi compañero ante el ministro de Hacienda, este -sabiendo cuál es su
posición, que conozco personalmente- pudiera tener el asesoramiento de la Secretaría de Estado y del Grupo Parlamentario Popular para la posible moción que se firme la próxima semana.


El último tema que le voy a plantear es el de la subvención al transporte, que tenía históricamente la Consejería de Cultura en Canarias, que está prevista dentro del Régimen Económico y Fiscal y que ustedes, por razones de ajuste, tuvieron
que eliminar, limitando profundamente la salida de artistas, compañías de teatro y músicos de Canarias a la península para estar en igualdad de condiciones que el resto del territorio español. No se trata de que si actúan en Cartagena o en Murcia
se les pague el traslado hasta allí, sino que estén en igualdad de condiciones que el resto de los españoles; o en Cádiz en barco o en Madrid y después que cada uno tire de guagua, de coche o de camión. Lo que no puede ser es que prácticamente sea
inviable que las compañías de teatro o los músicos puedan viajar y hacer giras fuera de Canarias. Tenemos que recuperar las cantidades que estaban previstas. Respecto del deporte, se buscó una solución vía ingresos a través de la Federación de
Fútbol en determinadas cantidades. También estuvieron bloqueados los chicos de los equipos de deporte base porque era imposible competir en las competiciones nacionales. Por tanto, hay que buscar una solución a esta situación. Me imagino que el
tema afecta también a Baleares, Ceuta y Melilla porque ya se ha planteado en otros debates. Creo que sería un gesto. No estoy planteando que se recupere el millón y medio para Canarias que teníamos antes de que llegara el Partido Popular, pero
creo que sí que hay que poner cantidades similares que puedan permitir una actividad económica ya que en la sociedad está asentada la convicción de que la cultura son puestos de trabajo, es actividad y todos los españoles somos iguales, vivamos
donde vivamos. El último planteamiento que le hago es el relativo a qué perspectivas tiene en este momento la Secretaría de Estado de Cultura respecto de las inversiones en la conservación del patrimonio histórico. También quisiera conocer el
criterio de actuación de las famosas cantidades de los ministerios, si va a haber un criterio objetivo nuevamente o si al final estaremos con las gestiones de un alcalde afín o de la presión en determinado momento para la rehabilitación y el
mantenimiento del patrimonio histórico. Hay que retomar este tema importantísimo dentro de esas líneas programáticas del Gobierno del Partido Popular, donde se habla de la rehabilitación como un elemento de dinamización del sector de la
construcción y que no sea solo en viviendas. El sector de la rehabilitación del patrimonio tiene un problema, y es que es muy especializado; se lo digo porque en una ciudad patrimonio de la humanidad como es La Laguna teníamos empresas muy
especializadas, con carpinteros que arreglaban los artesonados mudéjares, gente que



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trabaja la piedra, gente que trabaja la madera...¿Y qué ha pasado? Que muchas de esas empresas han desaparecido y tenemos que volver a montar no solo las grandes intervenciones sino el mantenimiento y la rehabilitación de un patrimonio en
el que España es referencia mundial. En ese sentido, quiero saber si en lo que resta de legislatura se van a impulsar actuaciones en materia de rehabilitación del patrimonio. En cuanto a la catedral, hay que valorar que después de tanto tiempo se
llegara a un acuerdo. Tengo que confesarle que, a día de hoy, no he podido comprobar, como en otras ocasiones durante su comparecencia, cómo están los términos del acuerdo y las transferencias que se tenían que hacer al obispado de Tenerife, pero
el acuerdo está firmado y espero que se esté cumpliendo. Se lo planteo porque no he podido actualizar la información sobre el grado de cumplimiento de los compromisos adquiridos hace un año, cuando usted tuvo su última comparecencia.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra el señor Agirretxea.


El señor AGIRRETXEA URRESTI: Señor secretario de Estado de Cultura, en nombre de mi grupo le doy la bienvenida y le agradezco su presencia.


En primer lugar, quiero transmitir, tanto en mi nombre como en el de mi grupo, mis condolencias al Grupo Socialista por el fallecimiento del señor Zerolo, un activista social y político que no diferenció nunca lo que es la actividad política
de la actividad en la defensa de los derechos civiles, que dignificó haciendo bandera de los mismos. Por tanto, nuestras condolencias a toda la familia socialista.


Agradezco la presencia del secretario de Estado de Cultura que, como se ha dicho hoy aquí, llevaba mucho tiempo sin comparecer, pero lo que ya es el colmo es que no comparezca el ministro, del que ya ni nos acordamos. El ministro no conoce
esta Comisión y, por lo que le queda, parece que no la va a conocer. Me parece que no es de recibo que no se haya dignado nunca a tener un mínimo gesto con esta Comisión. Ya sé que su principal negociado ha sido la educación, pero, aunque sin duda
alguna dignifique usted su labor, creo que la consideración hacia esta Comisión por parte del ministro debería haber sido mayor de la que ha sido.


Centrándonos en su intervención, me voy a referir específicamente al tema de la capitalidad cultural de Donostia 2016. Usted ha hecho una reflexión de lo que ha sido hasta ahora y estoy de acuerdo con muchas de las cuestiones que ha
mencionado, pero, respecto de algunas de sus apreciaciones y consideraciones, quizá pueda diferir un poco en cuanto al tono tremendista, si bien no son ex novo. En anteriores comparecencias usted también planteó -quizá con mayor preocupación
entonces y con más relajación ahora- tres cuestiones que ha repetido y que yo tenía anotadas. El concepto de falta de profesionalidad, falta de lealtad institucional y falta de transparencia como tres graves carencias que tenía no sé si el proyecto
o la gestión del mismo. Quiero pensar que, siendo verdad que ocurrieron cosas de esa índole, el lamento nunca ha valido para solucionar las cosas. En aquellos momentos no solo usted, sino también otras instituciones, padecieron o padecimos esas
carencias y lo que se propuso es arrimar el hombro y apechugar porque el proyecto lo merecía y no podía ser una suma de lamentos y quedarnos con los brazos cruzados. El proyecto necesitaba el apoyo de todos y, nos guste más o menos quién esté
gobernando en cada momento, un proyecto de esa índole no puede desarrollarse sobre la base de si el que está gobernando es apreciado, de mi color, más de mi color o me gusta más o menos, porque a otros tampoco nos gustaba cómo estaba configurado y
cómo se estaba llevando. Me gustaría plantearle cuatro cuestiones. En primer lugar, nuestro convencimiento -y ahora le hablo como Grupo del PNV en el Congreso y casi como representante de mi partido en esta Comisión- de que Donostia 2016 es un
proyecto fundamental para Donosti, para Gipuzkoa, para Euskadi, etcétera. Creemos en ello. En segundo lugar, nuestra posición objetiva de que un proyecto de esta índole -ya una realidad porque faltan menos de seis meses para el 1 de enero de
2016-, independientemente de quien esté gobernando, necesita del apoyo y la fuerza de todos los implicados, tanto de quien esté gobernando en el Ayuntamiento de Donosti, en la Diputación de Gipuzkoa, en el Gobierno vasco e incluso en el Gobierno de
Madrid. Creo que en este sentido hay que tener una concepción global, se pueda entender uno mejor o peor con los que están en un lado o en otro porque, mientras se ha ido gestando este proyecto, ha habido cambios en el Ayuntamiento de Donosti, en
la Diputación de Gipuzkoa e incluso en el Gobierno vasco y en el Gobierno central. Ha habido un baile de colores y de siglas, pero creo que el proyecto merecía la pena y había que apostar por él. En tercer lugar, el compromiso; el compromiso de
todas las partes actoras, sobre todo -cuando digo sobre todo es porque esto es una cosa intangible- el ámbito financiero. Creo que dentro de seis meses se abre el telón, pero para que se abra el telón la obra ha de estar perfectamente preparada,
ensayada y a punto de estrenar. Por tanto, en el tiempo que nos queda, le pido directamente al secretario de Estado



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de Cultura que, más que mantener las palabras dichas, haga una apuesta verdaderamente seria en el tema económico y que mantenga el compromiso adquirido; es más, que valore si realmente con ese compromiso financiero es suficiente o hay que
hacer una apuesta mayor porque el proyecto lo merece. Yo le pediría que, siendo verdad las quejas que usted ha planteado, hagamos una apuesta verdaderamente seria en la parte que a usted y a su ministerio les corresponde con un compromiso
financiero eficaz.


También podemos decir -no es como corolario porque quizá no es lo más importante- que a partir de este sábado puedo comprometerme a garantizarle un nuevo tiempo de lo que puede ser el proyecto Donostia 2016. Las elecciones han dado unos
resultados -usted lo ha dicho y el señor Elorza también- y algunos cambios que se van a producir casi a ciencia cierta, sobre todo en la Diputación de Gipuzkoa y en el Ayuntamiento de San Sebastián, creo que van a garantizar una seriedad que antes
no había y una confianza en el proyecto que, por motivos diversos, no se estaba dando. Como representante del Partido Nacionalista Vasco le puedo hablar del compromiso de garantizar la seriedad y la responsabilidad en el futuro de este proyecto,
que sea realidad Donostia 2016 en beneficio de todos. Quiero decirle que también ha habido críticas y usted sabe perfectamente que cuando se presentó en Bruselas las autoridades europeas estaban preocupadas por el poco compromiso que alguna parte
tenía en lo económico con este proyecto. Como le he dicho, me gustaría que sus palabras pudieran desterrar estas sospechas y que sus hechos pudieran garantizar verdaderamente que hay un compromiso económico fehaciente por parte del Gobierno del
Estado español con este proyecto. Para finalizar con este tema, como le decía, el proyecto lo merece, es ya una realidad y en esa realidad los cambios que se van a producir estoy convencido de que van a ser elementos de responsabilidad y garantía
que harán que Donostia 2016 sea un éxito total para todos.


Por último, dos cuestiones. En todo lo demás que usted ha desarrollado en su exposición, me gustaría hacer hincapié en el tema fiscal. Usted ha dado muchos datos y coincido con algún otro interviniente en el sentido de que hoy por la tarde
vamos a debatir una proposición de ley en el Pleno presentada por el Grupo de Convergència i Unió solicitando algo que llevamos pidiendo mucho tiempo. Lo que sucede es que no sé si esto se lo tengo que pedir a usted o al señor Montoro, pero creo
que la mejor medida fiscal, como se ha citado aquí, que puede beneficiar a la cultura -y usted lo sabe- es el descenso del IVA del 21 % al IVA superreducido, no por una cuestión de beneficiar solamente a los productores culturales -que también,
porque no hay que tener miedo en decir que hay que beneficiar a los que generan y crean cultura-, sino porque, al fin y al cabo, a quien estamos beneficiando es a la sociedad y al público, que es el que tiene que dar de comer, el que tiene que
alimentar -en el sentido literal y en el figurado- al producto cultural. Si las entradas están caras porque el IVA es muy caro, la gente no va y, si no va, perdemos cultura, perdemos actividad, etcétera. Además, tampoco se ha demostrado que el
aumento del IVA haya beneficiado a nada ni a nadie, ni a nivel recaudatorio ni a nivel de producción cultural. No sé si en el tiempo que queda va a ser posible, lo van a hacer o lo van a querer hacer, pero sepan que no es una cuestión de cuatro
políticos sino que el sector en sí -usted lo sabe perfectamente- está muy -perdóneme la expresión- encanallado con este tema, y con razón; con tanta razón que alguna candidata de su partido, en su campaña electoral -espero que no por un tema
electoral puro y duro sino porque así lo cree- ha anunciado que considera que esto es un dislate, que hay que bajar el IVA cultural y que, si en su mano estuviera, ella lo haría; igual es presidenta de una comunidad autónoma, ya veremos qué hace.
Por último, usted ha hablado también del tema de la devolución de material archivístico a la Generalitat. Mañana mismo le voy a hacer una pregunta a la vicepresidenta del Gobierno sobre cierto material que está incautado. Creo que hay que
diferenciar lo que es un material expuesto y guardado en instituciones del Estado de lo que es material incautado que ha quedado depositado en instituciones del Estado y que nosotros pedimos, por honor a las personas que tanto lucharon por
defenderlo, sea devuelto a sus legítimos propietarios.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Ruano.


El señor RUANO GÓMEZ: Señor secretario de Estado, señorías, en el Día internacional de los archivos quiero comenzar mi intervención felicitando a todos los hombres y mujeres que trabajan en ellos conservando, difundiendo y apoyando la
investigación de nuestro extraordinario patrimonio documental. Gracias a todos ellos por mantener viva la memoria tanto de nuestra cultura como de las personas que nos precedieron. Permítanme una felicitación especialmente afectuosa para nuestros
archiveros y archiveras del Congreso de los Diputados, que nos ayudan en nuestra labor de documentación histórica con toda la eficacia y amabilidad que, a buen seguro, conocen bien sus señorías. En otro orden de cosas,



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desde el Grupo Parlamentario Popular nos sumamos a las condolencias expresadas por el señor secretario de Estado de Cultura al Grupo Socialista.


Señor secretario de Estado, comparece usted en la Comisión de Cultura para dar cuenta de múltiples y variados temas, de los que me permito destacar uno: el cumplimiento de su compromiso de informar anualmente a esta Comisión de la evolución
del Plan estratégico general 2012-2015. Un compromiso de responsabilidad, transparencia y rendición de cuentas que, mediado ya 2015, corresponde hacer casi como si fuese el balance global de todo el periodo señalado. Por esta razón, desde el Grupo
Parlamentario Popular deseamos poner de manifiesto que la política cultural del Gobierno de España se ha llevado a cabo en un escenario de estabilidad presupuestaria y de cumplimiento del déficit público del que la Secretaría de Estado de Cultura ha
sido responsable y además capaz de garantizar el funcionamiento de las grandes instituciones y servicios culturales, así como el derecho constitucional de acceso a la cultura en condiciones de igualdad, contribuyendo simultáneamente a la cohesión
social y a la diversidad cultural de nuestro país. Hoy, cuatro años después de que el señor Lassalle asumiese la responsabilidad de la Secretaría de Estado de Cultura en unas condiciones de grave crisis económica, la economía española crece ya al
2,7 %, el mayor ritmo de los últimos años, y se han creado más de 500.000 puestos de trabajo. Se consolida por tanto la recuperación de la economía española, que encadena seis trimestres de crecimiento y con un perfil en clara aceleración. Por
todo ello, el presupuesto de la Secretaría de Estado de Cultura, aun dentro del marco de contención del gasto fijado por el Gobierno para 2015, se presupuestó en más de 749 millones de euros, es decir, un 4,3 % más que en 2014. La cultura,
señorías, ha sido una prioridad para este Gobierno y ha contado con el decidido apoyo del Grupo Parlamentario Popular.


Permítannos recordar que el Gobierno adoptó medidas al respecto nada más constituirse, creando, por un lado, la Comisión Delegada de Asuntos Culturales, y suprimiendo, por otro lado, el pago indiscriminado del llamado canon digital, dando
así cumplimiento a la Ley de Economía Sostenible que el Gobierno socialista aprobó y no cumplió. Y es que, a diferencia del anterior Gobierno, hoy podemos decir que el Partido Popular se presentó a las elecciones generales con un programa que a día
de hoy ha podido cumplir en más del 90 % de sus propuestas, y en el que además se han emprendido iniciativas que inciden en una gestión más eficaz de los recursos que han permitido alcanzar datos positivos como los siguientes. Primero, en empleo
cultural se ha pasado de 488.700 ocupados en la actividad cultural en 2011 -un 2,7 % del total del empleo de nuestro país- a los actuales 511.800 trabajadores, es decir, se ha llegado ya al 3 % del empleo de nuestro país dedicado al sector cultural
en 2014.


Segundo, respecto al cine español es importante destacar que 2014 ha sido el gran año del cine español, con un récord histórico de recaudación: 132 millones de euros, un 94 % más que en 2013, y una cuota de mercado del 25,37 %, es decir,
prácticamente el doble que la del año 2013. Es una cuota de mercado, la del 25,37 %, que no se alcanzaba desde hacía décadas, con unas cifras superiores a los 22.280.000 espectadores que eligieron en 2014 películas españolas, es decir, un 114 % más
que el año anterior. Además la primera y segunda películas con más espectadores han sido españolas, Ocho apellidos vascos y El niño.


En tercer lugar, respecto a la industria cultural editorial, hay que subrayar que se ha mantenido en un 4 % el IVA para el libro.


En cuarto lugar, en lo que se refiere a museos, las visitas a los museos, como el señor secretario de Estado ya ha comentado, se han incrementado en 2014 en un 50 %, y se ha pasado de 1.867.150 visitas en 2011 a 2.860.615 visitas en 2014.
El Museo Arqueológico Nacional ha recibido en los primeros nueve meses de su reapertura 768.836 visitantes. La conmemoración del cuarto centenario de la muerte de El Greco ha llevado el año pasado a Toledo a numerosos visitantes que han hecho que,
tanto el Museo del Greco como el Sefardí hayan batido todos sus récords. El primero ha registrado más de 288.000 visitantes, lo que supone un aumento con respecto a 2013 de un 33 %, y el Sefardí ha recibido el mayor número de visitas anuales en
toda su historia, más de 375.000, lo que significa un crecimiento del 20 %.


En quinto lugar, por lo que hace referencia al patrimonio, el llamado 1 % cultural se ha elevado hasta el 1,5 % cultural, firmándose en 2013 un nuevo acuerdo con el Ministerio de Fomento, por el que se han establecido nuevos requisitos y
criterios más objetivos a la hora de seleccionar las actuaciones a financiar a través del 1,5 % cultural.


En sexto lugar, en materia de relaciones internacionales, se ha apostado por una política que garantiza la presencia de España en festivales, ferias, instituciones y foros de prestigio que promuevan a nuestros artistas, a nuestros
escritores, y a nuestras industrias culturales, y que mantenga acciones significativas en materia de cooperación internacional, especialmente con Iberoamérica.



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En séptimo lugar, permítannos señalarles que en materia de conmemoraciones se han reconocido beneficios fiscales para el vigésimo aniversario de la reapertura del Teatro Real, para el cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes,
para el cuarto centenario de la publicación de la segunda parte de El Quijote, para el octavo centenario de la Universidad de Salamanca, entre otras conmemoraciones, en las que también se encuentra la de los ciento veinte años de la primera
exposición de Picasso que se acaba de clausurar con un éxito histórico en la ciudad de A Coruña.


En octavo lugar, por lo que a la lucha contra la llamada piratería se refiere, podemos decirles que la industria cultural se siente muy orgullosa del nivel de eficacia de la sección segunda de la Comisión de Propiedad Intelectual, que ha
resuelto un total de 411 solicitudes para el cierre de páginas web con contenidos ilegales de las 440 solicitudes presentadas, lo que representa un 93,4 % de solicitudes resueltas tras la puesta en marcha, el pasado 1 de enero, de la Ley de
Propiedad Intelectual. Se trata de un porcentaje que afecta a 235 webs, de las cuales 230 ya han retirado los contenidos ilícitos, y de ellas 31 incluso han cesado toda su actividad.


Finalizo ya esta intervención manifestándoles que, tanto la secretaría de Estado como el propio Grupo Parlamentario Popular, se han reunido con los distintos sectores culturales durante el proceso de tramitación de las diferentes leyes
desarrolladas en esta legislatura, y para ello sirva como ejemplo más reciente el Real Decreto-ley 6/2015, de 14 de mayo, por el que se modifica la Ley del Cine de 2007, y que ha nacido precisamente del consenso entre las administraciones implicadas
y los productores audiovisuales, recibiendo como sus señorías ya conocen por la prensa la felicitación de nuestra industria cultural cinematográfica.


Señor secretario de Estado, señorías, concluyo diciendo que en pocas legislaturas un Gobierno puede enarbolar con orgullo el lema de dicho y hecho. Pues bien, este Gobierno y la Secretaría de Estado de Cultura, que usted dirige, señor
Lassalle, pueden sentirse plenamente satisfechos de poder afirmarlo, y de serles justamente reconocido. Gracias, señor Lassalle, y gracias, señorías, por su atención y su consideración. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Vamos a interrumpir cinco minutos para que conteste el señor secretario de Estado. (Pausa).


Continuamos con la sesión, señorías.


Para contestar a las distintas intervenciones de los grupos tiene la palabra el señor secretario de Estado.


El señor SECRETARIO DE ESTADO DE CULTURA (Lassalle Ruiz): Gracias a todos los intervinientes por sus palabras, especialmente a mis compañeros del Grupo Parlamentario Popular, que siempre hacen una labor de defensa de la gestión de su
Gobierno dentro de los parámetros más que razonables de la cortesía y la defensa política parlamentaria.


Sé que en esta Comisión se me aprecia, porque he sido portavoz en la misma, y compartimos vínculos de emotividad y afecto reiterados a lo largo de los años. Por eso entiendo que el reproche que se me ha hecho de falta de comparecencia sea,
como en la poesía sufí, el deseo profundo que tiene el amador por el amado. Les recuerdo que he comparecido siete veces, dos por año, una por semestre. Estoy dentro que la cuota que me corresponde; ni he comparecido más ni he comparecido menos.
Me he ajustado al nivel de comparecencias que hasta el momento he venido desarrollando: una por semestre, dos por año. En total siete comparecencias, y antes de que termine la legislatura, a la vuelta del verano, espero hacer una comparecencia de
balance. Por tanto en el mes de septiembre probablemente solicite mi comparecencia a petición propia para hacer un balance de la legislatura, y ahí, señoría, tendrá usted oportunidad de hacer una crítica más razonada que la que ha planteado, de
manera quizá un poco acelerada, durante esta sesión. En cualquier caso como sé que se sostiene en el afecto, también en el afecto no voy a recordar las comparecencias de la ministra Sinde o del ministro César Antonio Molina en esta misma Comisión.
Por lo tanto vamos a dejarlo ahí. Ha habido siete comparecencias hasta el momento, y espero poder ajustarme a lo que ha venido siendo la media de este secretario de Estado. Usted sabe que soy un corredor de fondo y que me gusta cumplir los
objetivos. Compareceré antes de que termine la legislatura para poder hacer balance del conjunto. Entiendo que el reproche que se me ha hecho es el producto de una lectura profunda probablemente de la poesía sufí -a la que sé que es usted
aficionado-, o en su caso probablemente de que estamos en época de celebraciones místicas, y Santa Teresa ha ejercido una influencia muy grande en el imaginario del conjunto del país. Dicho esto les agradezco el especial cariño con el que han
echado de menos mi comparecencia.



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No sé si llevar a cabo un desarrollo asociado a lo que cada uno de ustedes ha planteado o ir por partes asociadas a la reflexión sobre el balance de la legislatura y a los temas que aquí se han planteado. Voy a empezar por el tema de la
capitalidad cultural que han mencionado, tanto el portavoz socialista como el portavoz del Grupo Parlamentario Vasco. Ustedes han reconocido que los problemas que se han dado en torno a la capitalidad cultural han nacido básicamente de
disfuncionalidades asociadas a la gestión del proyecto. Nadie ha cuestionado la idoneidad del proyecto, y nadie ha cuestionado la participación del Estado en ese proyecto. Sí lo hizo el equipo anterior, que evitó la petición de asistencia de la
Administración del Estado a la propia fundación, y durante unos meses no se produjo la presencia del Estado, porque no se le requería que se presentara. Eso sí, se requería que se hicieran aportaciones presupuestarias, e incluso se decía a cuánto
debían ascender esas aportaciones presupuestarias, pero ni se consultaba a la Administración del Estado sobre la idoneidad de esas aportaciones ni tampoco se invitaba al Estado a que formara parte de este proyecto. Además había recursos judiciales
planteados por las otras candidaturas.


Creo que hemos actuado con prudencia. A medida que el compromiso del proyecto adquiría más y más contenido y seriedad hemos ido correspondiendo a la lealtad institucional que percibíamos que se daba con relación al proyecto. Estoy seguro
de que con el nuevo alcalde que tendrá San Sebastián -si todo se desarrolla de acuerdo con lo previsto, será Eneko Goya- las cosas serán radicalmente distintas, y podremos felicitarnos por recuperar un marco de institucionalidad como el que
corresponde a un proyecto que tiene detrás la capitalidad cultural de Donostia en 2016. Por tanto estoy convencido de que en breve podremos mantener un nivel de interlocución y de trabajo compartido en términos de normalidad institucional, y nadie
sentirá que las cosas no están desarrollándose con la normalidad que es exigible en este caso. Con él y con el equipo que se incorpore a la fundación -que ya está desarrollando el actual director- se reforzarán la transparencia y el diálogo, y
estoy convencido de que se logrará la ejecución de los proyectos con los trámites y los plazos previstos. Insisto en que la contenciosidad que se ha dado -por ejemplo, con el recurso judicial por el incumplimiento de la legalidad vigente a la que
está obligado el Estado, al igual que el Gobierno vasco, tal y como planteó el propio Gobierno vasco, criticando la actuación de la fundación- y los problemas presupuestarios se resolverán. Lo que más me gustaría es que se incentivara el patrocinio
privado, porque una parte muy importante del sustento de la propia capitalidad está basado en ese patrocinio. Hay un fomento a la actividad de donaciones del 90 %, y hay razones más que suficientes para que territorios con una fuerte implantación
industrial y empresarial como Guipúzcoa, el resto del País Vasco y Navarra, donde muchas empresas vascas se conectan con el resto de España, que es su mercado natural, se impliquen -estoy totalmente convencido- en ese proyecto. Pero para eso hacía
falta la seriedad institucional, que hasta el momento no se percibía del otro lado de la Administración más directamente responsable del proyecto en la parte local y de la diputación. Eso en cuanto a las cuestiones que se me han planteado en
relación a la capitalidad cultural.


Respecto a las cuestiones que ha planteado la diputada Oramas, de Coalición Canaria, le diré que para paliar las dificultades de transporte, a las que ha hecho referencia, se han introducido una serie de modificaciones de puntuación en las
ayudas de las que se pueden beneficiar los actores, compañías, gente de la cultura que proviene de Canarias y que desarrolla su actividad en el resto de España. Aunque ha existido el problema presupuestario que usted ha señalado, se han introducido
mecanismos para facilitar y mejorar las puntuaciones para que, por la vía de la selección de los proyectos, se compensara a los canarios de origen que solicitaban esas ayudas. Se trata de compensar lo que se pierde presupuestariamente por la vía de
la puntuación y de los procesos de selección de los proyectos.


Respecto a los criterios que se han señalado en relación con la elección de los destinatarios del 1 % cultural, se han hecho varias cosas. En primer lugar, se ha establecido que la financiación de los proyectos se subordine, en primer
lugar, a que los bienes sobre los que se realizaron las actuaciones fueran bienes declarados de interés cultural o a que se haya incoado el correspondiente expediente para su declaración o a que se goce de un nivel de protección equivalente a la
normativa de aplicación o a estar incluidos dentro de un conjunto histórico y especialmente catalogados dentro del planeamiento urbanístico del ayuntamiento. En segundo lugar, los bienes destinatarios tienen que ser bienes de titularidad pública,
porque hasta el momento no se planteaban esos criterios, y deberán destintarse al menos por cincuenta años a un uso público de carácter sociocultural, turístico o de servicio público. Además, las actuaciones deben cumplir -esta ha sido también una
aportación importante- un compromiso de cofinanciación y una acreditación de la disponibilidad de crédito por parte de la entidad solicitante. Por tanto, hemos tratado de objetivar los criterios, teniendo en cuenta, además, no tanto el color
político del Gobierno de turno, sino sobre todo la urgencia de las solicitudes de atención de las peticiones que se hacen con cargo al 1 % cultural.



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Voy a las cuestiones más específicas que han planteado algunos de los portavoces. Quisiera decir al portavoz del Partido Nacionalista Vasco que, en lo relativo a la solicitud de la reintegración de los papeles del lehendakari Aguirre, estos
saldrán dentro de unos días. Ahora mismo se están haciendo una serie de correcciones técnicas para ajustarlos a las indicaciones que el Centro de la Memoria Histórica está planteando en cuanto a la conservación de esa documentación. En los
próximos días saldrán, y ya se ha informado al patronato del Centro de la Memoria Histórica. En cuanto a los proyectos en los que hay una subvención relaciona con la aportación presupuestaria del Estado a la capitalidad cultural para 2014, quisiera
decir que alcanza 1,2 millones de euros y que los destinatarios como proyectos son el Tratado de Paz, Mugalariak, Encuentro de capitales europeas, Hirikilabs, Teatro Fórum, GR 2016, Audio Labs, Arte Gira, Olatu Talka, Encuentro de estudiantes en el
festival de cine y Gigante de Alzo, Sueño de una noche de verano y Kalebegiac. En cuanto a 2015, la subvención nominativa va también para el Tratado de Paz, que se mantiene porque es un proyecto transversal y vehicular en el desarrollo de la
capitalidad, Entre Arenas, Europa Cantat, Sueño de una noche de verano, Festimar, Hirikilabs y las embajadas itinerantes. Kalebegiac se excluyó por motivos jurídicos, que esperamos contribuir a subsanar si se dan las condiciones para que la propia
fundación y su patronato corrijan el acuerdo que lesionaba la legalidad e impedía la concesión de la ayuda al proyecto.


Esas han sido las cuestiones más específicas que se me han planteado. Voy a las cuestiones más generales. Señor Torres Mora, el balance de la legislatura, como he dicho, lo haremos en la próxima comparecencia. En cualquier caso, por
ceñirnos casi de manera wittgensteiniana, como si tuviéramos el Tractatus sobre la mesa, a los significados que puedan basarse en hechos y no en meras especulaciones -apelo a un profesor universitario como usted para que el lenguaje que uno utilice
se ajuste más a los hechos objetivos que al territorio de lo ficcional-, me gustaría señalar que en el año 2013 nos encontramos con una situación que, en términos presupuestarios y financieros era la que era. Tuvimos que hacer, en nuestro programa
y en nuestro diseño de política cultural, ajustes acordes con esa situación presupuestaria y financiera. Cuando en diciembre de 2011 tomé posesión del cargo de secretario de Estado de Cultura no tenía el conocimiento que unos meses después tuve
sobre cuál era la situación presupuestaria y financiera del país ni, por supuesto, de cuáles eran los niveles de ejecución presupuestaria que los Gobiernos anteriores habían estado desarrollando en un ámbito de profunda ineficiencia en el
tratamiento de la política cultural, como era una política muy subvencionadora y localizada en subvenciones nominativas, que además no respondía a ningún planteamiento estratégico ni a ningún diseño de política cultural objetivable, porque eran
muchas veces producto de negociaciones parlamentarias, en las que, para conseguir los apoyos necesarios para sacar adelante determinados proyectos sin planteamiento estratégico, y ¡ojo!: sin capacidad para poder controlar el nivel de ejecución de
los proyectos y el desenlace de los mismos, se respondía más bien a impulsos políticos no programados. Para tener un preciso conocimiento de campo sobre la situación, puse en marcha algo que me parece fundamental cual ha sido la política de
planificación. Ustedes no han planteado nada respecto a esa planificación estratégica, que es algo absolutamente imprescindible para obrar y actuar en términos de transparencia y de control interno de hacia donde reflexionar críticamente sobre las
líneas de actuación y en el detalle de las disfuncionalidades que se aprecian en el trabajo político y no político que se desarrolla en el seno de un ministerio.


Ha sido un instrumento extraordinariamente útil, que probablemente ha permitido que, a pesar de los recortes presupuestarios, haya un entorno de seguridad jurídica mucho mayor, que ha reconocido el sector, y que antes no se daba: se ha
podido hacer un seguimiento de los proyectos, se ha podido tener un conocimiento de la ejecución y ha habido mecanismos de otorgamiento de las subvenciones en régimen de concurrencia que han sido objetivables y por tanto, sujetos a la legalidad de
los procedimientos administrativos al uso. Es un cambio cualitativo muy importante, y espero que continúe en el tiempo, porque supone introducir mecanismos de funcionamiento propios de un entorno de europeidad. Sé que usted no le ha dado ninguna
importancia y tendrá sus razones, no creo que sea por una reivindicación de la frase unamuniana de no ser europeos. Sé que usted es una persona profundamente europea y que cree abiertamente en mecanismos de funcionamiento más escandinavos que
norteafricanos. Es verdad que se ha producido un cambio cualitativo bastante importante. Sé que estas cosas muchas veces no se tienen en cuenta, pero es importante ponerlo sobre la mesa si creemos en esto que es la transparencia o en la
Administración abierta, etcétera, sobre todo, en relatos de autocrítica colectiva dentro de entornos de la Administración que se desarrollan a través de pautas de funcionamiento administrativo, en el que lo político y lo no político entran en debate
interno dentro del propio funcionamiento de la Administración. Esto es extraordinariamente positivo, me gustaría que el resto de las administraciones autonómicas y



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municipales lo incorporaran y también otros ministerios. Esto probablemente no tenga mucho interés para ustedes, pero internamente se ha modificado una parte muy importante de lo que es la cultura de la gestión de la política cultural, en
el peso que corresponde a la Administración del Estado, que -insisto- es un 20 % del conjunto del gasto cultural. Por tanto, el Estado no tiene toda la relevancia en política cultural que a mí y a otros nos gustaría que tuviese, pero es la que es.


Precisamente esta estrategia de planificación es lo que ha permitido que, habiéndose producido esa rebaja presupuestaria, hayamos -no sé si hecho más con menos- sido capaces en el ámbito de responsabilidad de la Administración del Estado de
salvaguardar el nivel de autonomía de todos los centros técnicos, sin que se produjera ninguna intromisión política, y lo que es más importante, manteniendo un nivel y una calidad de gestión de cada una de las unidades técnicas que está acreditado
por los números que dependen del Ministerio de Cultura. Se ha hecho -insisto- lo que se ha podido, y lo que se ha hecho se ha hecho bien. Además, se ha hecho de una manera razonable a la hora de salvaguardar un criterio de contención en el gasto,
habida cuenta de que la crisis -ahí difiero con lo que planteaba el señor Elorza- ha supuesto cuatro años malos para la cultura, pero también han sido cuatro años malos para todos. ¿De acuerdo? Para la industria del automóvil, para el sector
financiero y para el empleo, porque hemos vivido una crisis económica durísima. La cultura había sido mantenida dentro de criterios de subvención y ustedes han sido los principales promotores de una política de subvención. Por eso, cuando hablan
de la cultura y ponen un empeño tan especial en considerarla como suya, suya entonces es también la responsabilidad de que el modelo basado en la subvención incidiera como un efecto negativo mayor en el propio tejido cultural. Porque ustedes no han
contribuido a que la política fiscal o la política de participación privada en la gestión se incrementara y, de esa manera, se consiguiera establecer un equilibrio más ajustado a lo que son prácticas europeas de financiación de la cultura.


Eso me da pie a plantearle la reflexión que ha hecho sobre la política de mecenazgo. Usted solo ha hablado de medidas fiscales para hablar del mecenazgo; es curioso. Usted solo me ha hecho reproches sobre medidas fiscales. ¿No estábamos
hablando de Ley de Mecenazgo, entonces por qué me habla de medidas fiscales? No lo entiendo. Usted es sociólogo y defiende la lógica y, por tanto, no vamos a entrar en criterios aristotélicos ahora para reflexionar sobre este tema, pero usted no
me afea que haya una Ley de Mecenazgo. Una Ley de Mecenazgo se compondría de un artículo 1 que definiría qué es un mecenas; un artículo 2 que regularía la creación de un consejo de mecenazgo, y un artículo 3 -como en la ley francesa- que regularía
todo un dispositivo de medidas fiscales. Si alguien hubiera presentado solo los artículos 1 y 2 le hubieran corrido a gorrazos, porque no recogería las medidas fiscales. Mucha gente del mundo de la opinión pública reprochó al Gobierno que no se
incorporara la idea de medidas fiscales para hablar del mecenazgo, cuando el presidente del Gobierno hizo unas declaraciones en el Museo del Prado hablando del mecenazgo y dijo que tenía que ser algo altruista, y ahora resulta que cuando solo hay
medidas fiscales y se introduce un bloque potente de medidas fiscales, no hay mecenazgo. Haciendo eso -esa es la apelación a la responsabilidad que yo le planteaba-, hacemos un flaco favor a la cultura. ¿Por qué hay medidas fiscales y por qué hay
medidas de mecenazgo? Reconozcámoslo, ustedes no introdujeron ni una sola medida de mecenazgo en los ocho años en que gobernaron, con la mejor situación económica que había. ¿Cómo lo hicieron? Como creen en la política de la subvención, y por
tanto en la subvención nominativa y muchas veces negociada políticamente, resolvían muchas veces el problema de la cultura política a golpe de cheque. Eso sí, trataban muy bien a la cultura, pero ni una sola medida fiscal, señor Torres Mora. Sin
embargo, me dice que usted cree en la cultura y ese es el reproche que plantea a este Gobierno.


Ustedes no introdujeron ni una sola medida fiscal, pero aquí ha habido medidas fiscales: 10 puntos de subida de fidelización al impuesto sobre sociedades, 10 puntos de subida de fidelización en el impuesto sobre la renta de las personas
físicas. Son 10 puntos, ¿cuándo un Gobierno socialista ha introducido 10 puntos de medidas fiscales? Es verdad que hemos introducido la fidelización. Usted decía que los ricos no hacen cola para sustentar la cultura, pero ¿dónde está la política
de progreso de la izquierda? Hemos introducido la política de micromecenazgo, porque no solo tienen que ser los ricos quienes hagan cola para hacer mecenazgo. Este Gobierno hace posible que todos los ciudadanos puedan ser mecenas. Ya sé que a lo
mejor a ustedes no les interesa, quizás porque ustedes entienden que son los ricos los que tienen que hacer cola para sustentar la cultura, normalmente los ricos que son los que hacen coleccionismo. ¿Y el micromecenazgo?, ¿no cree que sea
importante introducir el micromecenazgo? Ya sé que estamos hablando de lo micro. Los microcréditos funcionaron maravillosamente bien en políticas de desarrollo en el tercer mundo y la política de cooperación ha girado en gran medida alrededor de
microcréditos, hasta



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que han dado un Premio Nobel a una persona que promovió los microcréditos. El micromecenazgo es un instrumento extraordinariamente útil; para cualquiera que haya estudiado y conocido la legislación europea los proyectos de micromecenazgo
están permitiendo que una institución como el Museo del Louvre esté salvando la crisis presupuestaria que tiene, entre otras cosas, porque no teniendo dinero para conseguir que se restaurase La victoria de Samotracia con una campaña de
micromecenazgo se ha conseguido. Por tanto, el micromecenazgo es muy importante. Hablen de micromecenazgo, digan a la gente que hay micromecenazgo, pero también diga, señor Torres Mora, que hay un 10 % de subida en el impuesto sobre sociedades
cuando hay fidelización. Dígalo. ¿Para qué? Para que esos ricos de los que usted habla aporten. Dígales que se les ha subido un 10 %. Ahora, si usted dice que no hay, jamás se va a producir esa aportación. Usted es responsable de sus palabras.
Antes hablaba de que uno es responsable de los programas, pero usted es responsable de sus palabras. Si no se impulsa el mecenazgo con importantes estímulos fiscales como existen, será responsabilidad de que no se esté diciendo públicamente. Esa
responsabilidad social es de todos los que tenemos capacidad para hablar públicamente, y hay algunos que no la cumplen, señor Torres Mora, y además la afean. Mal vamos por este camino. Si creemos que la cultura es una política de Estado,
reconozcamos ciertos méritos y no pasa nada.


Me hubiera gustado probablemente tener otros porcentajes, pero en este país si Cervantes volviera a escribir El Quijote en vez de colocar a la Iglesia, colocaría a Hacienda. Esto es así, con Hacienda hemos topado, amigo Sancho. A pesar de
todo, han sido 10 puntos, señor Torres Mora; eso sí, fidelizados. Esto significa que el fraude instrumental, que se ha utilizado en determinados mecanismos fundacionales para promocionar la cultura, se ve condicionado no a golpe de cheque con el
que alguien de los que hablaba usted de hacer cola quiere en un determinado momento proyectar, sino que se le obliga a fidelizar, a generar un tejido estable de mecenazgo. Es curioso que usted no haya visto esto. En vez de ser un golpe de
chequera, es una exigencia de fidelización. ¿Para qué? Para no estar con esa chequera, sino para estar dentro de mecanismos de fidelización del mecenazgo porque es muy importante, porque eso es política de progreso en materia cultural, señor
Torres Mora, de verdad. Lo creo y lo voy a creer dentro de cuatro años y dentro de ocho, y cuando pueda escribir sobre esto lo creeré y lo pondré negro sobre blanco, porque lo creo intelectualmente y por eso lo defiendo.


El problema de este país, como ha sucedido otras veces, es que o cuentas las cosas o te las cuentan, y usted ha decidido contarlas de otra manera. Me parece perfecto, pero es su responsabilidad. Diciendo que no hay incentivos fiscales
potentes se produce una disfuncionalidad en la comunicación pública que hace que la gente no ejercite el micromecenazgo, cuando se pueden hacer campañas extraordinarias de fomento de la cultura o que se incentive la política cultural a través de
esas grandes corporaciones, a las que hay que recordarles que tienen un 40 % de mejora en su tratamiento fiscal. Pues venga, si tienen tanto compromiso social corporativo, ya tienen un 40 %, pero eso sí, fidelizando la aportación. No sé si hay en
esto mucha ideología, creo que hay compromiso real con la defensa de la política cultural. Insisto, señor Torres Mora, y no lo mire como un reproche: menos leer titulares de prensa y más Boletín Oficial del Estado; menos titulares de prensa y más
Boletín Oficial del Estado, a la hora de hablar de un tema como el de los incentivos fiscales, porque, insisto, hay una razonable política de fomento fiscal de la cultura. Y lo que he dicho de sociedades, lo aplico al cine y a las artes escénicas.


Al poner en marcha el programa Platea se ha mejorado los números de manera muy importante en el ámbito de las compañías de teatro y de danza de este país. El Estado ha hecho algo que en teoría no le correspondía hacer, que era resolver -aun
dentro de sus debilidades presupuestarias- los problemas de financiación que los ayuntamientos y las comunidades exteriorizaban con su brutal caída presupuestaria, infinitamente mayor de la que hemos podido tener nosotros. Usted reprocha a este
Gobierno la reducción presupuestaria, pero no les reprocha nada a sus compañeros de la Junta de Andalucía o de los ayuntamientos y municipios que dependen del Partido Socialista, no lo hace. (El señor Torres Mora pronuncia palabras que no se
perciben). Los porcentajes son mucho menores pero, eso sí, ustedes, como consideran que la cultura forma parte de su discurso y además tienen una lógica apropiativa del mismo,... Esto es algo que en gente de la cultura nunca debería darse, la
cultura es de todos, no es de unos más que de otros.


Por tanto, perdone que le haya respondido así a esa afirmación que ha hecho de que este es un Gobierno sin entusiasmo por la cultura. Hemos introducido una nueva modificación del cine, hemos cubierto toda la aportación presupuestaria que el
cine ha necesitado durante estos tres dificilísimos años de crisis que ha vivido. ¡Ojo!: sin que el Estado tuviera capacidad para planear presupuestariamente lo que tenía que pagar. Estamos hablando de un momento de crisis y de crisis
presupuestaria. Hemos ido



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pagando como hemos podido, pero hemos pagado íntegramente toda la amortización que ha permitido al cine afrontar el periodo más difícil probablemente de su historia, precisamente por la lógica de la política subvencionadora a la que yo antes
hacía referencia. Porque ustedes, durante el tiempo que estuvieron al frente del Gobierno no hicieron nada por el cine en términos fiscales. Reprochan que estemos hablando tan solo de un 20 %, ¿y ustedes, qué porcentaje aplicaron al cine? De
nuevo la idea del cheque. No les interesaban los incentivos fiscales porque no decían ni mu, y en el Boletín Oficial del Estado no aparecía ni mu. Fíjese la inestabilidad que introducían en el modelo de financiación, que la ley de presupuestos
tenía que renovar año a año el presunto 18 % que se daba de incentivo fiscal en la Ley del Cine. En ese marco de inseguridad jurídica era imposible que se pudiera producir algún tipo de apoyo fiscal al cine.


Hemos cambiado radicalmente esa situación y además hemos cambiado el modelo de financiación. Por tanto, no diga que este Gobierno -dentro de las difíciles circunstancias por las que ha tenido que atravesar con el conjunto de la sociedad
española- no ha tratado de hacer lo que ha podido por la cultura, porque es bastante injusto.


Volviendo a la oportunidad wittgensteiniana de ceñirnos a una precisión en el significado, ustedes saben cuál es mi posición sobre el IVA. No la voy a repetir aquí porque ya lo he hecho muchas veces. No nos empeñemos en hablar de IVA
cultural, hablemos de IVA sobre espectáculos culturales, y le voy a decir por qué. Porque el 70 % de la actividad cultural de este país gira alrededor del libro, el 70 %, y esa actividad tiene un IVA superreducido del 4 %. Ahora le pregunto, ¿va a
subir del 4 al 7 % el IVA que se aplica a los libros? (El señor Torres Mora hace gestos negativos). Sí, han dicho que van a tener un IVA homologado para el conjunto de la actividad cultural. Mi pregunta es, ¿van a subírselo al libro? Está claro
que se lo quieren bajar a los espectáculos culturales, lo cual, insisto -conocen mi posición-, es muy razonable. Mi pregunta es, ¿usted se lo va a subir al libro? No vayamos a movernos otra vez en un terreno de demagogia que es muy fácil de
desplegar en términos electorales. Y ahora que están con el programa electoral, cuídenlo; no digan que van a establecer un tipo homologado de IVA para el conjunto de la actividad cultural, porque mi pregunta, insisto, es: ¿va a subir el IVA al
libro, que representa el 70 % de la cultura de este país? Mi pregunta es: tanto hablar del IVA cultural y de su subida, y ¿eso ha incidido negativamente en hacer creer a mucha gente que toda la cultura sufría el 21 %?


Hablemos con un poco de precisión, seamos un poco wittgensteinianos, vayamos un poco al Tractatus y tratemos de identificar correctamente los significados y el contenido del propio lenguaje, porque si no generamos una ambigüedad
terminológica que no produce nada más que -como se pone de manifiesto en su intervención- paradojas sistémicas en el planteamiento que están haciendo.


Por lo que se refiere a Ley de Propiedad Intelectual, según usted, no paga a los creadores. Mire, no paga la compensación en los términos que, de acuerdo con la legislación anterior, se pagaba a la reproducción analógica de la obra no
consentida por el autor, que en términos de negocio en estos momentos es muy pequeña. De hecho, esa mayor parte a lo que va es a pagar los gastos de administración de algunas de las entidades de gestión porque no va a los creadores, porque la
inmensa mayoría de los creadores, ¿sabe de dónde cobran ya? De las licencias que están regularizadas por la propia Ley de Propiedad Intelectual. Es decir, el moderno consumo de los productos culturales ya gira a través de los servicios en
Internet, y esos se regulan por las licencias que esta ley prevé, y a través de esas licencias y de la capacidad que tienen los creadores de negociar con las entidades que tienen la atribución por ellos de negociar con los operadores y con los
titulares de las plataformas de servicios, están obteniendo su remuneración. Luego, no diga que los creadores no cobran; no cobran en el ámbito de su aplicación analógica que, insisto, es muy residual porque ya las fotocopias, los DVD..., el
consumo hoy se canaliza básicamente y de manera creciente hacia el ámbito digital. Y en el ámbito digital hay un marco de seguridad jurídica en el que nos hemos anticipado a la propia Unión Europea con la Ley de Propiedad Intelectual. El otro día
el propio responsable de Filming decía que su negocio estaba subiendo de una manera extraordinaria o que la venta a música grabada había subido. Los datos ponen de manifiesto que el consumo digital crece. En ese marco la seguridad jurídica está
regulada por la Ley de Propiedad Intelectual y son las licencias. Ustedes no lo regulaban y lo reconducían todo a un modelo bastante atrasado en términos jurídicos, como era el modelo analógico, cuando ambas realidades no se compensaban.


Eso me da pie a hacer una última reflexión planteada sobre la piratería. Con esto, insisto, le estoy respondiendo a lo que planteaba de que es mucho más razonable moderar los discursos que deslizarlos por esa sombra de la democracia que es
muchas veces la demagogia, que forma parte de la práctica democrática pero que, en mi opinión, no se corresponde del todo con la realidad de los hechos. Yo estoy convencido de que dentro de un año el problema de la piratería en España será
infinitamente menor de lo



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que hasta el momento hemos estado viviendo. En los últimos cuatro meses -y todo el sector así lo va reconociendo- el cambio es radical. Hasta el propio director de la Academia de Cine lo decía el otro día en esta sede parlamentaria. Usted
podrá negarlo o no, me parece muy bien, forma parte del discurso político que en determinados momentos uno decide tener para encerrarse en una cierta coherencia lógica. Me parece muy razonable, pero de verdad, señor Torres Mora, el sector reconoce
que las cosas están cambiando, afortunadamente. Nosotros nos encontramos un problema, y le aseguro que lo que hemos tratado de hacer es resolverlo, con mucha incomprensión, con críticas. Se nos han afeado muchas cosas, probablemente muchas de
ellas justificadas, pero tenga la completa seguridad de que nosotros hemos tratado de resolver un problema, y creo que hemos encauzado las cosas para que se resuelvan, y se verá, y será bueno para todos y para toda la industria cultural.


En fin, no quiero extenderme más, tan solo he querido incidir en los aspectos que más me han llamado la atención de su intervención, habida cuenta de que, como yo comparecía para hablar de las cuestiones que tenían que ver con el
planteamiento estratégico de la Secretaría de Estado de Cultura y las preguntas particulares que me habían hecho algunos grupos sobre cuestiones muy específicas, me he ceñido a estas últimas y he introducido este discurso un poco más político, que
no era mi intención hacerlo pero que, insisto, responde tan solo -lo digo con toda la lealtad al mundo de la cultura- a la necesidad de no tratar de silenciar lo que a uno le podrá gustar más o menos pero es un hecho constatable: que hay medidas de
incentivo fiscal. Hablemos de ellas. Critiquémoslas porque a lo mejor no son los porcentajes queridos, critiquémoslas si realmente tienen disfuncionalidades técnicas, critiquémoslas si no se ajustan probablemente a las expectativas deseadas. Es
absolutamente razonable. Pero no digamos que no existen, señor Torres Mora y señor Elorza, porque entonces -ahí le ha traicionado el inconsciente; se ve que todavía hay conciencia proletaria en la izquierda- los ricos no harán cola para sostener
la cultura. Dígales que hay un 10 % en el impuesto sobre sociedades, y ya verá como muchos descubrirán la responsabilidad corporativa de las grandes empresas. Diez puntos. El IRPF no, porque eso nace de la conciencia cívica de cada ciudadano, y
afortunadamente en este país hay mucha gente que dedica dinero a la cultura a través de su impuesto sobre la renta.


Hablemos del micromecenazgo y ayudemos a las instituciones culturales que quieren dotarse de ese instrumento con una campaña de publicidad que haga ver a la opinión pública que tiene micromecenazgo, que el Museo del Prado puede hacer
micromecenazgo, que el Reina Sofía puede hacer micromecenazgo, que los museos estatales pueden hacer micromecenazgo, que hay un montón de iniciativas que se pueden desarrollar si la gente sabe que poniendo 150 euros se le va a desgravar un 75 %.
Perdone que me empeñe en esto, pero me parece muy importante. A lo mejor es que yo creo más en las clases medias, creo más en un modelo tocquevillano de cuerpos intermedios, y por eso me va más el micromecenazgo. Usted quizá el mecenazgo lo
entiende más en otra clave, pero, insisto, bienvenido sea, porque en estos tiempos que corren en los que una parte de la izquierda bascula hacia el populismo, por lo menos hay algunos que todavía exhiben una cierta lectura tradicional del
pensamiento de izquierda intelectual que todavía muchos respetamos. (El señor Torres Mora pide la palabra).


El señor PRESIDENTE: Señor Torres Mora.


El señor TORRES MORA: ¿Señor presidente, no hay ni siquiera un breve turno de réplica?


El señor PRESIDENTE: Como ha personalizado mucho en la contestación el señor secretario de Estado, tiene usted tres minutos para intervenir.


El señor TORRES MORA: Muchísimas gracias por su generosidad, señor presidente.


Señor Lasalle, verá a veces que la asimetría es brutal y tiene uno dificultad para administrar su tiempo y poder hablar de todas las cosas que hubiera querido, pero le diré algo: Primero, la Ley del Cine de 2007, socialista, planteaba unas
deducciones del 18 %. Por tanto, si hablamos de hechos, no seamos adanistas, porque ya hubo eso. Segundo, yo solo soy responsable de las palabras que pronuncio, no de las que usted imagina. Yo he dicho que si hay una medida fiscal que se puede
hacer de manera urgente es bajar el IVA, eso es lo que he dicho. Eso no significa que yo no diga que las otras medidas fiscales no existan. Lo que me hubiera gustado es lo que planteamos aquí: que ustedes hubieran hecho un libro blanco del
mecenazgo, que hubiéramos tenido la información y que hubiéramos podido legislar a partir de esa información. No tuvimos libro blanco del mecenazgo. ¿Qué consecuencias van a tener esas deducciones fiscales? ¿Qué cálculos se han hecho? ¿Los
conocemos? No, en esta Cámara no los conocemos, no



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sabemos cuánto dinero suponen. ¿Cómo va a cambiar o va a ayudar a cambiar un modelo del que usted abomina, la participación del Estado, en el funcionamiento de la cultura? No sabemos cuánto va a suponer. Estaría bien que se hubieran
presentado los cálculos para que pudiéramos legislar no a ojo de buen cubero, ni a partir de ideología, sino a partir de informes previos que no existen, que al menos no conocemos porque ustedes no los han presentado.


Señor Lasalle, de todas las denuncias, ¿cuántos expedientes se han iniciado en asuntos de piratería desde el 1 de enero hasta el 9 de junio? Aquí hay 237 medidas, algunas de las cuales son, por ejemplo, crear una cuenta en Twitter del
Observatorio de la Lectura y el Libro. Lo comprobé y, efectivamente, la han hecho; enhorabuena, pero tenía muy poco tiempo y tenía que administrarlo. En buena medida me he pasado largo tiempo escuchando, como dicen en mi tierra, un chorreón,
sobre unas cosas que yo no he dicho y sobre una posición que yo no he mantenido. Insisto, me gustaría saber cuánto van a suponer, según los cálculos de Hacienda, las medidas que han tomado y en cuánto ayuda eso a sostener la cultura del porcentaje
total. Por supuesto, yo no he hablado ni he dicho una sola palabra sobre el micromecenazgo ni sobre ninguna otra de las cosas que usted ha estado diciendo aquí. Yo he dicho sencillamente que en temas fiscales había una medida muy rápida, que
llevamos pidiendo toda la Cámara y todo el sector de la cultura un montón de tiempo: que se baje el IVA. No estoy hablando del programa de mi partido, estoy hablando de su acción de gobierno. Eso es lo que ocurre.


Para terminar, señor presidente, me gusta la poesía sufí, pero si usted recuerda a Denis de Rougemont hablando de la poesía de los trovadores y del amor, ya sabe que el único amor posible es el amor imposible y que cuando el amor se consuma,
se consume. Usted ha venido aquí y le aseguro que después de su intervención a uno le quedan menos ganas de que hubiera venido.


El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado, tiene la palabra.


El señor SECRETARIO DE ESTADO DE CULTURA (Lassalle Ruíz): Tendré que retomar más la poesía trovadoresca y recordar aquel libro de Rougemont, Amor y Occidente, tan maravilloso que, por otra parte, da valor a algo terrible como es la figura
de Tristán e Isolda, las figuras que acaban en un amor que se quiebra y que se rompe y que acaba en la imposibilidad física por la inmaterialidad que aporta la muerte. Prefiero la carnosidad de los amores a los que apela el misticismo sufí que no
probablemente el mundo de trovadores occitanos. En cualquier caso, es saludable que mantengamos este tipo de debates en la sede de la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados. Más tiempo tendríamos que dedicarle a estas cuestiones, señor
Torres Mora, que a otras.


Dicho todo eso, le diré que yo no abomino, siguiendo con su razonamiento, de la aportación pública a la cultura. Yo la he defendido. Defiendo una participación público-privada. Yo no quiero que desaparezca la aportación pública. La
aportación pública ha de ser robusta, tiene que ser eficiente en el manejo de sus recursos, requiere mecanismos de planificación estratégica y saber hacia dónde orienta los objetivos de su gasto. No se trata de gastar por gastar, porque le aseguro
que se pueden pintar cifras en el presupuesto que luego en su nivel de ejecución se quedan en un 40 %, y, eso sí, se vende al comienzo de la legislatura que el presupuesto se ha incrementado en un 20 %. Le aseguro que los niveles de ejecución que
ha tenido este presupuesto han sido absolutos, casi completos al cien por cien. Me hubiera gustado más tener todavía un margen para poder atender un montón de situaciones que muchas veces la propia eventualidad de la gestión genera. Aun así, junto
a esa aportación pública que tiene que darse, tiene que haber unos mecanismos de incentivo de la política fiscal. Yo me he dedicado a hablar de ello porque usted, y tengo aquí las citas literales y no se las voy a recordar para afeárselas, ha dicho
lo que ha dicho acerca de una especie de ideología neoliberal que ha pretendido sustituir la aportación pública por mecanismos fiscales de participación que, al final, no se han dado y yo he tratado de demostrarle en el terreno de los hechos que se
han dado.


La Ley del Cine, y lo he dicho también aquí, contemplaba el 18 %, señor Torres Mora, pero estaba obligada a que, año a año, la Ley de Presupuestos reconociera ese incentivo fiscal. Si no, no se aplicaba, se excepcionaba, que eso es lo que
ha venido pasando. Nosotros hemos modificado esa situación. Es indefinida. Pero es que, además, hemos modificado el artículo, lo hemos extendido a toda la cadena de valor de la producción, no solo al productor. Y además lo hemos subido a un 20
%, no a un 18 %. Ustedes han hecho lo que han hecho durante la legislatura pasada, han creído que todo se resolvía a golpe de presupuesto. Y no me digan que en el año 2010 no lo sabían. (El señor Torres Mora: ¿Ustedes lo han resuelto todo?). No
lo hemos resuelto todo, señor Torres Mora. Desgraciadamente no ha podido ser así, y creo que he tenido un contenido autocrítico en la propia exposición. Ya me hubiera gustado a mí



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(El señor Torres Mora: ¡Y a todos!) poder haber hecho muchas mas cosas de las que hemos hecho. Y ya me gustaría a mí no haberme visto gestionando una situación de crisis financiera y presupuestaria como la que hemos tenido, que no se la
deseo a nadie. A ningún Gobierno. Porque tener que estar eligiendo y seleccionando el control de daños como un mecanismo de funcionamiento de la política es algo que, en el fondo es muy técnico, pero que implica muy poca política en el sentido
positivo del término, porque a uno le queda el mal sabor de boca de no haber podido hacer política más centrada en la construcción de la ilusión que no en el control de los daños. Ese ha sido el papel que algunos hemos tenido que hacer. Y no voy a
atribuir responsabilidades de por qué ha sido así. Es lo que ha sido.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario de Estado.


Sin más, doy por concluido el debate.


Se levanta la sesión.


Eran las dos horas y cinco minutos de la tarde.