Publications

DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 27, de 04/07/2012
PDF



CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES GENERALES


COMISIONES MIXTAS


Año 2012 X Legislatura Núm. 27

DE RELACIONES CON EL DEFENSOR DEL PUEBLO

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. MIGUEL ÁNGEL CORTÉS MARTÍN

Sesión núm. 2 (extraordinaria)

celebrada el miércoles,

4 de julio de 2012



ORDEN DEL DÍA:


Examen y votación de la propuesta de candidatura a Defensor del Pueblo. Grupos parlamentarios Popular en el Congreso y Socialista. (Número de expediente del Congreso 262/000001 y número de expediente del Senado 728/000001) ... href='#(Página2)'>(Página2)



Página 2





Se abre la sesión a las cuatro y veinticinco minutos de la tarde.


El señor PRESIDENTE: Señorías, damos comienzo a la sesión de la Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo.


La Mesa de la Comisión y los portavoces han acordado, en reunión que ha concluido hace pocos minutos, la celebración de esta sesión extraordinaria para el examen de la candidatura única a Defensor del Pueblo de doña Soledad Becerril
Bustamante, presentada el 21 de junio de 2012 por los grupos parlamentarios Popular y Socialista. Esta Comisión pretende examinar la candidatura así como, en su caso, elevarla a los plenos del Congreso de los Diputados y del Senado para que
procedan a la elección del Defensor del Pueblo en los términos previstos en el artículo 2 de la ley orgánica.


Entiendo que estamos en condiciones de constituir la Comisión. Si les parece, invitamos a la candidata a que pase para presentar su candidatura (Pausa).


En virtud de la candidatura a Defensor del Pueblo que se ha recibido de los grupos parlamentarios Popular y Socialista a favor de doña Soledad Becerril Bustamante, la Comisión le da la bienvenida. Estamos en condiciones de escuchar su
exposición. Sabe que no tiene límite de tiempo. Con posterioridad, los grupos parlamentarios representados en esta Comisión intervendrán en un único turno, de menor a mayor, y la señora candidata tendrá la ocasión de cerrar el debate con una nueva
intervención para responder a las cuestiones u observaciones que hayan sido planteadas por los grupos parlamentarios.


Doña Soledad Becerril Bustamente, tiene la palabra.


La señora CANDIDATA (Becerril Bustamante): Señor presidente. Señoras vicepresidentas y secretarias, señores secretarios de la Mesa, señorías, comparezco, como ha indicando el señor Presidente, ante esta Comisión Mixta de Relaciones con el
Defensor del Pueblo como consecuencia parlamentaria del escrito presentado por los grupos Popular y Socialista, en los que se me propone como candidata a Defensora del Pueblo, de acuerdo con lo que establece, naturalmente, el Reglamento de las
cámaras, la propia Constitución y la Ley Orgánica del Defensor del Pueblo, de 6 de abril de 1981. Para mí, señorías, es una satisfacción volver a esta casa y estar ante ustedes, es un honor comparecer ante esta Comisión -en otras ocasiones he
estado del otro lado, pero no había estado aquí en estas condiciones- para darles cuenta de mi actividad pública, de lo que modestamente he hecho, y también de algunos aspectos de mi actividad privada que puedan tener interés, a lo largo de unos
cuantos años. También comparezco para decirles algo -porque no quería que fueran solo referencias de carácter personal, me parecía que era muy poca cosa, muy pobre-, sobre inquietudes, compromisos, mis lealtades y los problemas más graves que veo
en relación con esta institución del Defensor del Pueblo. Quiero expresarles desde el inicio mi respeto y fidelidad a las cámaras legislativas, a las leyes y a las resoluciones que emanan de esta casa y del Senado como cámaras representantes de la
soberanía popular.


Mis inicios en la política española datan ya de mucho tiempo atrás. Después de concluir una licenciatura en Filología Moderna en la Universidad Complutense de Madrid -la verdad es que terminé bastante joven-, tuve la oportunidad de
colaborar en varias editoriales españolas. Más tarde entré en la Universidad de Columbia, en Estados Unidos, para realizar un interesante curso sobre ciencia política. Regresé a España y participé, a principios de los setenta, en la fundación de
una revista para Andalucía de carácter político y social que se llamó La Ilustración Regional. Fui profesora en la Universidad Hispalense, en Sevilla, pero la verdad es que las inquietudes políticas para alcanzar una democracia, que era la única
salida a una dictadura, me desviaron hacia otro campo y allí comenzaron, en aquellos años, mis primeras actividades políticas. Participé en la fundación del Partido Demócrata Andaluz y en la Federación de Partidos Demócratas y Liberales, que
presidió Joaquín Garrigues Walker. Esos tiempos -no quiero exagerar, ni mucho menos- no eran fáciles, pues la defensa de las libertades y el pensamiento liberal no eran muy bien recibidos, desde luego, no en Andalucía. El Partido Demócrata y
Liberal formó parte de la Coalición de Unión de Centro Democrático, bajo la dirección de don Adolfo Suárez. Concurrí a las primeras elecciones generales, en el año 1977, por Sevilla, acompañando a personas verdaderamente ilustres en el campo de la
docencia, de la ciencia y de la política, como don Manuel Clavero Arévalo, don Jaime García Añoveros y don Antonio Fontán, que fueron ministros en tiempos de Adolfo Suárez, y el último, el señor Fontán, también presidente del Senado. Como puede
apreciarse, Sevilla ha sido la ciudad en la que yo inicié mi actividad política, a la que yo me debo y en la que encontré, antes de la Transición y durante la misma, la comprensión y el apoyo de personas que tenían ideas políticas distintas, pero
éramos coincidentes en la defensa de una Constitución de consenso y de un Estado social y democrático de derecho.


He sido diputada, como muchas de sus señorías saben, en seis legislaturas y en una he sido senadora, siempre por Sevilla. He desempeñado las funciones de vicepresidenta de esta Cámara, siendo la presidenta la señora Rudi, y de secretaria de
la Mesa. Éramos secretarios de la Mesa del Congreso don José Bono y yo, entre otras personas, cuando irrumpió violentamente el teniente coronel Tejero amenazando a todo el hemiciclo y poniendo en riesgo -que es lo más grave- la democracia. Las
fotos en las que se nos ve con cara de asombro a los que estábamos en la Mesa delatan el espanto de aquella situación. En 1981 el presidente del Gobierno, don Leopoldo Calvo Sotelo, me encomendó la cartera de Cultura -aquí hay varias personas que
colaboraron conmigo en aquellos tiempos en el ministerio- de un Gobierno que estaba en minoría. Ya saben ustedes lo que se padece todas las semanas en estas cámaras con un Gobierno en minoría. Había que defender una nueva Ley



Página 3





de Patrimonio Histórico Artístico, porque la que teníamos, aunque era magnífica, era del año 1936 y desmontar la cadena de medios de comunicación social del Estado, cosa que a la gente muy joven le suena como a algo incomprensible, pero es
que el Estado franquista tenía una amplísima cadena de medios de comunicación en la que trabajaban miles y miles de personas. Era una gran red de comunicación que había que desmontar, tarea que correspondía al ministerio que yo encabezaba, al
Ministerio de Cultura. Fueron unos momentos verdaderamente difíciles. Esto significó una parte del desmontaje de toda la arquitectura del antiguo régimen y, como expresó muy bien -no voy a decirlo con las mismas palabras, porque sería imposible-
el presidente Suárez, había que hacerlo sin que la casa se cayera. Una de aquellas cosas que hubo que hacer, repito, fue desmontar la cadena de medios de comunicación social del Estado. Defendimos el primer proyecto de ley de ayudas al cine
español y proseguimos una ya recién iniciada descentralización política que había que hacer en materia de cultura, según el mandato de la Constitución que acabábamos de aprobar.


Aquel Gobierno de 1981-1982 consiguió -eso sí lo tengo bien guardado en la cabeza- que los países participantes en la OTAN dieran el plácet para que España ingresara en aquella organización de defensa de occidente, aunque es verdad que la
formalización se realizaría tiempo después. Ese mismo Gobierno continuó las negociaciones para que España fuera aceptada, tras largos años, en la entonces Comunidad Económica Europea; además -eso también lo recuerdo bien-, recurrió la sentencia
militar, tras el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, para lograr otra más dura, ejemplarizante y dictada por una jurisdicción civil.


Fui elegida alcaldesa de Sevilla en el año 1995 y renuncié a mi acta de diputada para dedicarme íntegramente a la ciudad; me entregué a ella con verdadero afán y vocación y encontré, desde luego, el apoyo necesario por parte de los
funcionarios de ese ayuntamiento. Durante mi última legislatura en esta casa como diputada, 2008-2011, me he ocupado de asuntos de la Unión Europea, en una Comisión mixta que trabajó intensamente -veo también aquí a algún senador que participó
activamente en esa Comisión-, que produjo innumerables documentos sobre las relaciones entre España y la Unión Europea, sobre aspectos económicos, agrícolas, educativos y otros muchos, y que llevó a efecto un trabajo parlamentario interesante,
manteniéndose unas magníficas relaciones políticas y personales en el seno de la misma. Trabajamos en pequeños grupos, en ponencias, con representación de todos los grupos parlamentarios, y la verdad es que creo que el resultado del buen
entendimiento entre unos y otros ha sido bastante satisfactorio. En esta Comisión se logró algo que a mí me parece que es interesante: que el Parlamento controlara la acción del Gobierno en la Unión Europea. Supongo que al actual Gobierno no le
hará mucha gracia que yo, que entonces era la portavoz, insistiera tanto como insistí en aquella labor de control. No creo que me lo perdone si se enteran. Pero, en fin, la vida es así.


Mi vida pública, señorías, mis antecedentes políticos y mi formación no son equiparables a los de otras personas que han sido anteriormente defensores y defensoras del Pueblo. Las figuras de don Joaquín Ruiz Jiménez, don Álvaro Gil Robles,
doña Margarita Retuerto, don Fernando Álvarez de Miranda, don Enrique Múgica y doña María Luisa Cava de Llano han tenido muchísimos más méritos que yo, y así lo han demostrado. Soy consciente de esta situación, de que mis méritos son menores
comparados con los suyos, y por eso, si sus señorías me eligen, tendré que esforzarme mucho para hacer el papel encomendado a una institución encargada de velar por los derechos y las libertades de todos los españoles y supervisar las acciones o las
omisiones de las distintas administraciones. Desde luego, lo que sí les puedo decir es que no me faltan ganas, no me falta ánimo y afán por ser una digna, una muy trabajadora y austera, para mí y para la institución -no puedo olvidar que sus
presupuestos se derivan de las aportaciones del contribuyente-, Defensora del Pueblo y ser también independiente, resistente a presiones o a indicaciones y con una verdadera vocación de servicio público. El buen criterio que también se espera, y se
le supone, de una Defensora es una cuestión que ustedes analizarán con el paso del tiempo. Al buen criterio le pasa como a la valentía, que se puede suponer, pero hay que demostrarlo.


Serían muy pobres estas explicaciones e informaciones ante esta Comisión si yo no les dijera unas primeras palabras acerca de cómo creo que se debe trabajar en la institución del Defensor o Defensora del Pueblo. Con mucho gusto, como es mi
obligación -yo lo haría encantada-, comparecería ante ustedes transcurrido, señor Presidente, el espacio de tiempo que ustedes consideren oportuno, para describirles, primero, el estado de la cuestión; es decir, los problemas más acuciantes, las
quejas más importantes, las demandas, las reivindicaciones, etcétera, que hay en este momento en la institución. Creo que eso nos podría dar a todos una radiografía interesante de lo que piensan, de lo que sienten, de lo que demandan y a lo que
aspiran los españoles en este momento. Pero ya, desde este primer momento puedo decirles cómo creo que hay que trabajar. Pienso que hay que hacerlo defendiendo y protegiendo el ciudadano ante las administraciones. Digo ante las administraciones
porque no me gusta nada el adverbio frente. En esta institución no debe haber frentes, a mi juicio, no debería haber dialéctica de enfrentamiento, debería haber exigencia de cumplimiento por parte de las administraciones hacia los ciudadanos de las
quejas y demandas; debería haber solicitud de modificaciones de aspectos legislativos o normativos que puedan hacer daño a personas físicas o jurídicas, a grupos, a colectivos, a asociaciones; debe haber sugerencias y recomendaciones ante
situaciones que vulneren derechos o libertades; debe haber solicitudes de respeto y de no injerencia en competencias



Página 4





de otras administraciones, organismos y corporaciones.


El Estado democrático, social y de derecho, como saben muy bien sus señorías, es una garantía de los derechos fundamentales y también de la defensa de las libertades. Pero el Estado no puede ocuparlo todo, no puede invadir el terreno de la
libertad del individuo, no puede impedir al ciudadano el ejercicio de su libertad, no debe invadir todo el espacio disponible de manera que la acción del individuo se vea mermada o reducida día a día. Las administraciones, el conjunto del Estado,
no tienen que organizar nuestras vidas o hacerlas cada día más difíciles, limitarlas o llenarlas de dificultades a base de normas, disposiciones, requisitos. La burocracia, el afán por el control acaban ahogando toda clase de iniciativas,
desanimando a los ciudadanos que ven imposible su afán, su deseo o culminar su proyecto o su plan, y también reducen las responsabilidades individuales. Entre las constituciones europeas, la nuestra es una Constitución de garantías, pero también en
ella se atribuyen responsabilidades, aunque no solo a los poderes públicos sino a personas, y cuanto mayores sean, a mi juicio, las responsabilidades de las personas mayor será el sentimiento de sociabilidad, de solidaridad, de mutuo respeto, de
atención a todo aquello que es de todos, a lo que se obtiene gracias al esfuerzo del prójimo, gracias al esfuerzo del que contribuye, gracias al esfuerzo del contribuyente. El Estado, las leyes, las normas, los reglamentos que se derivan de las
mismas no pueden reducir o recortar nuestras libertades y tenemos que estar enormemente vigilantes. ¿A qué libertades me refiero? A las libertades con letra pequeña, a las libertades con minúscula, a las de todos los días, a esas que, por grupos
de presión, por grupos de poder, siempre, en todas las democracias, están en riesgo. Las personas no deben perder su iniciativa, porque entonces pierden también su libertad y, además, la sociedad se hace más pobre.


La institución del Defensor del Pueblo debe colaborar con todas las administraciones, con el Gobierno, con las comunidades autónomas, con los municipios, con todos los entes, y tiene que mantener buenas relaciones con los defensores de
aquellas comunidades que cuenten con esta institución. Si por diversas razones hay comunidades autónomas que no consideran necesario, posible o conveniente disponer de una institución de Defensor, deben saber que la Defensora del Pueblo de España
es su Defensora. En la institución encontrarán el apoyo, la ayuda, la colaboración o la exigencia que demandan para defender los derechos comprendidos en el Título I de la Constitución. En toda esta labor, los adjuntos a la Defensora serán sus más
estrechos colaboradores y apoyos. Es posible que próximamente uno de estos colaboradores sea el anterior diputado don Francisco Fernández Marugán. Tengo el mejor concepto de él y estoy segura de que colaboraremos muy estrechamente.


Quiero concluir esta intervención -ya me queda poco-, que no puede ser muy larga ni un compendio de actuaciones -más adelante lo será, puesto que todavía no soy más que una candidata-, mencionando, de manera resumida, tres cuestiones graves
que a mí me preocupan como ciudadana, como exdiputada y como posible Defensora. La primera, es la protección y reconocimiento a las víctimas del terrorismo y a sus familias, pues sabemos muy bien en esta casa que su sufrimiento ha sido ilimitado.
En mis años de alcaldesa fui objeto de un atentado con un coche bomba que no llegó a explotar por un fallo en el detonador, pero a los dos días mi segundo teniente de alcalde, Alberto Jiménez Becerril -con quien compartía, entre otras cosas,
apellido, aunque no éramos familiares-, y su mujer, la abogada Ascensión García Ortiz, fueron víctimas de un atentado de ETA. Murieron en la calle, a la puerta de su casa, con unas rosas que ella llevaba en la mano para que la niña mayor de siete
años pudiera llevarlas al día siguiente al colegio para celebrar el Día de la Paz. He visto pues, muy, muy de cerca el inmenso daño, como seguramente lo han visto sus señorías -estoy segura de que varios de ustedes también han visto muy de cerca-,
el inmenso dolor causado a tres niños de muy corta edad -es absolutamente imposible explicar a esas criaturas a las ocho de la mañana que sus padres no les pueden llevar al colegio-; he visto el dolor tan enorme de toda la familia, como el de
tantas otras familias que conocemos, y que ustedes, repito, habrán visto también de cerca. Lo que queda de aquellos hechos criminales es imposible de describir, porque el dolor es patrimonio del alma y el alma... Todas las víctimas del terrorismo
encontrarán la comprensión y amparo de esta su posible Defensora. La segunda cuestión es la violencia hacia las mujeres en España y fuera de España. Intentaré luchar contra ella atendiendo de manera muy singular aquellos casos y situaciones que
puedan llegar a la institución. Las mujeres maltratadas, amenazadas o asustadas por el miedo me tendrán a su lado. Antes de finalizar, señorías, quiero hablarles de una tercera cuestión, que es que en las actuales circunstancias económicas, en
estos tan duros momentos para millones de personas, la protección social y económica debida, y recogida nuestra Constitución, debe ser objeto de una atención y de un seguimiento muy especial por parte de la institución del Defensor del Pueblo.


Señor Presidente, señorías, doy las gracias a todos los grupos parlamentarios, así como a las personas que nos acompañan,por estar aquí a estas alturas del mes, concluyendo ya casi o en vías de conclusión de sus trabajos, y a estas horas de
la tarde. Les agradezco su atención. Quedo a su disposición para contestar a las preguntas o cuestiones que estimen convenientes. En especial, quiero dar las gracias al Grupo Parlamentario Socialista y al Grupo Parlamentario Popular. Les quiero
agradecer la propuesta que han hecho ante esta Comisión presentándome como candidata. Espero no defraudarles y que no se arrepientan en un futuro; y si se arrepintieran, les pediría un poco de paciencia, que también llegará el momento de mi adiós
y de encontrar un Colombey les Deux Églises donde recogerme o donde retirarme.



Página 5





Gracias, señor presidente; muchas gracias, señorías, por su atención. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora candidata.


Para consumir un turno de fijación de posiciones, tiene la palabra, en representación del Grupo Mixto, el señor Yanguas.


El señor YANGUAS FERNÁNDEZ: Intervengo, como ha dicho, en nombre del Grupo Mixto en el Senado. Concretamente soy senador por Unión del Pueblo Navarro.


Señora Becerril, quiero agradecerle sinceramente sus palabras, tanto desde el punto de vista de su extendido currículum como de sus objetivos al frente de esta institución. Sobre todo y ante todo, quería suscribir las palabras que acaba de
decir en relación con la defensa de las víctimas del terrorismo; en UPN las suscribimos y las compartimos, porque estamos en contra de esta lacra terrorista. Debo decir aquí que me han emocionado esas palabras porque en Navarra sabemos muy bien lo
que es sufrir atentados terroristas y en UPN desgraciadamente hemos tenido personas asesinadas por ETA.


Le adelanto que Unión del Pueblo Navarro va a apoyar esta propuesta del Grupo Popular y del Grupo Socialista, y digo por qué, aparte de lo ya dicho. En primer lugar, porque apoyamos la figura del Defensor del Pueblo; de hecho, UPN fue el
que creó la figura del Defensor del Pueblo de Navarra, es verdad que apoyados por el Partido Socialista de Navarra y otros grupos políticos. En segundo lugar, creo que es importante destacar que es una propuesta consensuada por los dos grandes
partidos, que no es una cuestión baladí. Esperemos que vengan más propuestas consensuadas como esta, porque creo que ahora mismo hacen falta en esta España que nos ha tocado vivir. En tercer lugar, quiero decirle que entendemos que el currículum
que nos propone es perfecto para desarrollar esta labor. Doña Soledad Becerril, usted encarna una visión de la transición española, con un perfil moderado, con gran experiencia en la Administración y en la gestión -también se lo tengo que decir-,
siendo la primera mujer ministra después de la II República, y sin duda podrá desarrollar un gran trabajo -ya se lo adelanto- en esta institución.


Solo me queda, desde UPN, desearle suerte y acierto. Apoyaremos, como he dicho, su candidatura.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Entesa pel Progrés de Catalunya, tiene la palabra el señor Boya.


El señor BOYA ALÓS: Me sumo, también de forma breve, a las palabras que ya se han pronunciado. Quiero agradecer, en primer lugar, el compromiso que ha manifestado la señora Becerril respecto a su nueva responsabilidad, porque posiblemente
recaerá en su persona, ya que, a nuestro entender, reúne las condiciones adecuadas y tiene el perfil que puede corresponder a lo que necesitamos en este momento para encarnar la figura del Defensor del Pueblo. También quiero manifestar nuestra
satisfacción por los acuerdos alcanzados entre los dos grupos mayoritarios, con el avance que esto significa para la normalidad de nuestras instituciones.


Quiero referirme, también de forma breve, a los comentarios que ha hecho la señora Becerril respecto de los retos. Estoy básicamente de acuerdo con lo que ha planteado, aunque quizá subrayaría alguno de los ámbitos a los que se ha referido.
En el pasado informe tuvimos oportunidad de mantener un debate respecto al importante aumento en el volumen de trabajo del anterior Defensor del Pueblo, prácticamente un 56% más de quejas respecto a anteriores ejercicios; por tanto, es obvio que la
crisis afectará de forma notable a sus responsabilidades. En este sentido, creo que es importante tomar conciencia de la situación social que estamos viviendo y saber que hay colectivos que son más vulnerables. Usted se ha referido a las mujeres,
pero es verdad que sabemos que en estos momentos la crisis está haciendo estragos en la infancia, como demuestran las encuestas, en las que se señala que uno de cada cuatro niños en este país es pobre, así como en otros colectivos como el de las
personas dependientes o los discapacitados. En definitiva, hay que fijarse unos objetivos de vigilancia para que no se vulneren los derechos constitucionales de nuestros conciudadanos. Estamos absolutamente dispuestos a colaborar y a trabajar codo
con codo para ser, de alguna forma, los ojos y la voz de su institución.


Por último, quiero hacer mención de la necesidad imperiosa -usted lo ha dicho-, que no se puede obviar más, de establecer ámbitos de colaboración con los defensores del Pueblo de las comunidades autónomas, en el caso de Cataluña, con el
Síndic de Greuges. Nos parece que no tiene sentido que, en este momento en el que se requiere la máxima eficiencia y al mismo tiempo la máxima optimización de recursos, todavía no existan convenios de colaboración, en nuestro caso con la
Sindicatura de Greuges, con otros defensores del Pueblo, de manera que se pueda actuar desde esta institución de forma federal. Esta es una petición explícita.


Termino mi intervención agradeciéndole sus palabras y, sobre todo, su actitud.


El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, en nombre del Grupo Parlamentario de Unión Progreso y Democracia, la señora Lozano.


La señora LOZANO DOMINGO: Señora Becerril, le doy la bienvenida a esta Comisión y a esta Cámara. Siento por usted un profundo respeto personal, profesional y político. Al contrario de lo que usted ha señalado con indudable modestia, sí
que creo que reúne los méritos para ocupar el cargo de Defensora del Pueblo. Sin embargo, nos parece que el procedimiento por el que se ha negociado y se va a producir su nombramiento es una farsa. Lo digo para no andar con rodeos. Es una farsa



Página 6





en la que usted va a participar, en esa negociación de las instituciones que han llevado a cabo -me refiero también al Tribunal Constitucional y al Tribunal de Cuentas- el Partido Popular y el Partido Socialista. Es un procedimiento
absolutamente viciado, que consagra la patrimonialización de las instituciones por parte de los dos grandes partidos. Es un procedimiento que facilita precisamente eso que usted ha señalado, ese peligro de que los tentáculos del Estado lleguen a
todas partes e invadan esferas que no deben invadir. Nos parece que, cuando ya no es ni tan siquiera el Estado, en esa concepción más global y más amplia, sino que son solamente dos partidos quienes hacen esa patrimonialización de las
instituciones, estas sufren un deterioro muy grave y este es uno de los grandes problemas que tiene nuestra democracia en este momento y una de las grandes cosas inmediatas que requieren solución y el trabajo de todos nosotros y entre otros de
instituciones como la que usted va a representar. En contra de lo que ha dicho algún portavoz, pero también se ha dicho mucho estos días, no nos parece que esto normalice en absoluto las instituciones. Al contrario, que instituciones tan
fundamentales como el Tribunal Constitucional o el Tribunal de Cuentas o la Defensora del Pueblo estén ocupadas por el bipartidismo, lejos de normalizar, anormaliza más aún la situación y agrava ese deterioro democrático.


No es casual que ha hablado usted -y le alabo la iniciativa- de comparecer aquí en el plazo de unos meses para darnos una radiografía de cuáles son las quejas de los ciudadanos, de por dónde van sus preocupaciones y nos será muy útil a todos
los parlamentarios, pero esa misma radiografía la ofrecen, de otra forma distinta y complementaria, encuestas como la que ha publicado Metroscopia hace tan solo unos días, en la que respecto a la confianza de los españoles en las instituciones los
partidos políticos figuran en último lugar. Esto es algo de lo que deberíamos estar ocupándonos y preocupándonos mucho todos los que estamos representados, tanto en el Congreso como en el Senado. Para Unión Progreso y Democracia es una
preocupación de primer orden, porque creemos que los partidos son el instrumento fundamental de participación democrática de los ciudadanos, que a través de los partidos es como se instrumenta esa participación y en muchas ocasiones -una de ellas
son los nombramientos como los de estas instituciones- lo que se facilita no es esa participación ciudadana, sino justamente lo contrario, se tapona la posibilidad de que haya una mayor implicación de los ciudadanos, una mayor implicación de
personas ajenas a los partidos, de personas verdaderamente independientes que no tienen ninguna militancia ni ninguna adscripción partidista, no digo política, sino partidista. Nos parece que ha sido una ocasión perdida para haber renovado las
instituciones verdaderamente poniendo a su frente a personas que no tuvieran un currículum partidista.


Desgraciadamente, la realidad nos va dando la razón en numerosas ocasiones. En España ha habido recientemente un clamor de la opinión pública y de la ciudadanía por investigar parlamentariamente, por ejemplo, a los responsables de Bankia.
No ha sido posible esa investigación política y un partido como el mío ha tenido que llevarlo a la Audiencia Nacional, que es donde no alcanzan los tentáculos del Partido Popular y del Partido Socialista,...


El señor PRESIDENTE: Señora Lozano, estamos en un trámite de comparecencia de la candidata a Defensor del Pueblo para que la Comisión evalúe la idoneidad de la misma.


La señora LOZANO DOMINGO: Lo sé.


El señor PRESIDENTE: Le rogaría que se ciñera a la cuestión.


La señora LOZANO DOMINGO: Me estoy ciñendo a la cuestión, porque estoy expresando nuestra opinión sobre este nombramiento y sobre el deterioro democrático que desde nuestro punto de vista significa. Le rogaría que me permitiera seguir con
mi argumentación.


El señor PRESIDENTE: Lo que ocurre, señora diputada, es que si en la concatenación de relaciones se va demasiado lejos probablemente donde llega tiene poco que ver con la cuestión y esta Presidencia considera que lo que estaba diciendo
últimamente su señoría estaba muy lejos del objeto de la sesión que estamos celebrando.


La señora LOZANO DOMINGO: No.


El señor PRESIDENTE: Le ruego se ciña a la cuestión que es la comparecencia de la candidata a Defensor del Pueblo y la valoración por parte de la Comisión de su idoneidad para ocupar este puesto.


La señora LOZANO DOMINGO: Sí. Estaba justo llegando al punto en el que se va a ver con claridad la relación de todas las cosas que estoy explicando. En la Audiencia Nacional, que es donde no llegan los tentáculos del Partido Popular y del
Partido Socialista, es donde se abre una esperanza de hacer justicia, cuyo deseo han expresado muchos ciudadanos. Del mismo modo que ahí donde no llegan el PP y el PSOE se abre esa esperanza, desde nuestro punto de vista allí donde sí llegan esos
tentáculos del bipartidismo no existe esa esperanza.


Hablaba de la encuesta de Metroscopia, señora Becerril, en la que también aparece la institución que va a ocupar...


El señor PRESIDENTE: Señora Lozano, además de la cuestión, está excediéndose en estos momentos del tiempo que se había fijado en la reunión de la Mesa y portavoces para todos los grupos parlamentarios de cinco minutos. Lleva excedido el
tiempo. Le reitero, este es el tiempo y le vuelvo a llamar a la cuestión que nos ocupa en esta sesión.



Página 7





La señora LOZANO DOMINGO: Ya estoy terminando, señor presidente. Le ruego que tenga también en cuenta el tiempo de sus intervenciones que se ha restado de la mía.


En esa encuesta de Metroscopia, la institución del Defensor del Pueblo es una de las que todavía aparece como bien valorada por los ciudadanos. Espero que podamos hablar más delante de su trabajo respecto de las tres prioridades que usted
ha señalado, las que comparto absolutamente. Usted ha señalado que va a ser la Defensora del Pueblo de todos los españoles y que están de más los defensores autonómicos. Por último, si bien es verdad que el procedimiento es pésimo, la única
esperanza que nos queda frente a procedimientos pésimos es el valor individual y el valor de la responsabilidad personal. La única esperanza que nos queda es que usted, como ha dicho, sea resistente a las presiones y pueda actuar con verdadera
independencia. En este momento para nosotros tiene presunción de dependencia del bipartidismo y no de independencia, pero nos encantaría que demostrara lo contrario. Ha terminado usted su intervención diciendo que espera que no se arrepientan de
haberla nombrado. Espero que se lleguen a sentir realmente molestos, porque esa será la prueba de su independencia. Muchas gracias por su paciencia, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de La Izquierda Plural tiene la palabra la señora García Álvarez.


La señora GARCÍA ÁLVAREZ: Bienvenida a esta Comisión, señora Becerril. Muchas gracias por la intervención que ha tenido, se lo agradece este grupo. Lo primero que quiero que sepa es que vamos a abstenernos, no tanto por otras cuestiones
que se han mencionado antes, pero sí porque nos gustaría que a la hora de buscar un consenso, el consenso fuera más amplio. No dudamos para nada en absoluto de su capacidad para afrontar esta difícil tarea que tiene usted ante sí. Es una tarea
difícil, porque la situación es difícil, es complicada y los españoles y las españolas están cada vez demandando más que haya instituciones que las escuchen y que las orienten. Desde este Congreso no tenemos tanta capacidad como seguramente podrá
usted tener para escuchar y atender esas peticiones que le vayan a hacer y para, además, instar a las administraciones públicas, entre ellas a esta institución, en el buen funcionamiento de cara a la mejor calidad de vida de los españoles y las
españolas.


Con esto voy a terminar. Cuando usted ha mencionado como uno de sus objetivos prioritarios el tema de la violencia contra las mujeres, he de decirle, para que usted conozca nuestra opinión, que la violencia de las mujeres además de la
violencia conocida mayoritariamente, que es la que se ejerce en el ámbito familiar o fuera de él, es decir, un hombre contra una mujer, también existe otro tipo de violencia que es aquella que va encaminando a las mujeres a retroceder cada día más
en sus derechos y libertades, esas pequeñas libertades que usted comentaba en su intervención, y que la trasladan a un ámbito del que en un momento decidió salir y ahora por circunstancias ajenas a su voluntad se ve obligada a volver a acudir, que
es al ámbito del trabajo familiar, para suplir lo que las administraciones del Estado están dejando de cumplir. Estoy convencida, señora Becerril, se lo digo desde ahora, que usted va a trabajar profundamente también en esa pequeña pérdida de
libertades y en esos pequeños actos de violencia, no violencia machista, pero sí violencia contra las mujeres. Finalmente, espero y deseo que ningún grupo de esta Cámara pueda sentirse defraudado por la labor que usted vaya a ejercer. En todo
caso, que las administraciones tengamos las orejas y todos nuestros sentidos alerta porque usted nos diga: hasta aquí han llegado ustedes; a partir de aquí ustedes tienen que modificar esos criterios y esas políticas.


El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) tiene la palabra el señor Guillaumes i Ràfols.


El señor GUILLAUMES I RÀFOLS: No sin cierto recelo participamos hoy en la elección de la Defensora del Pueblo. Desde el Grupo Catalán tenemos triste memoria de que otros que han ejercido esta función, no solo no han ejercido el necesario
elemento de moderación que se le supone a esta institución, sino que se han convertido en una herramienta más en la lucha partidista y muy en concreto en la lucha territorial dentro del Estado español. Desde este punto de vista, se puede decir que
empezó la institución del Defensor del Pueblo hace dos defensores, pero ha creado escuela. En declaraciones de ayer, un fiscal general se permite opinar sobre las competencias autonómicas, ya no judiciales, sino de enseñanza y de sanidad. No
sabemos si pronto el Tribunal de Cuentas va a discutir cómo se tienen que organizar los dispositivos de los Mossos d'Esquadra. Entendemos que esto no es normal. No sé si a ustedes les parece normal, en el Grupo Catalán no nos lo parece en
absoluto. Queremos volver a las raíces de algunos de los defensores que también ha citado la candidata, que han sido un orgullo para el Estado en general e incluso por su proyección internacional. No quiero citar a ninguno, pero dos de los nombres
que ha dicho han sido eso sin duda. Nos gustaría volver a recuperar ese espíritu, pero no sin cierto recelo nosotros participamos hoy en esta elección. Como decimos en catalán y no necesita traducción: gat escaldat de l'aigua freda fuig. Hoy
venimos con esta mentalidad a esta Comisión. Si se me permite, hoy es cuatro de julio, sería bueno que se recuperara el espíritu de lo que fue la revolución americana y que todo el sistema de equilibrios y balances, que tan bien saben escenificar
en su Constitución los Estados Unidos de América, de nuevo se recuperara en el Estado español y muy concretamente en la institución de la Defensora del Pueblo.



Página 8





Las críticas que he ejercido hasta ahora no se aplican a la candidata. Al contrario, nos parece que tiene una trayectoria más que destacable. Nos genera especial simpatía sus orígenes, además del discurso que ha hecho ahora, y sus
convicciones liberales. Estamos en esta línea y esto no afecta a la candidata. Nos parece muy respetable. Lamentablemente por todo lo que he dicho al principio, no podremos ejercer un voto afirmativo, sino que nos abstendremos. Lo único que
lamentamos es que sea la candidata la que tenga que sufrir, entre comillas, el hecho de estas desconfianzas bien fundamentadas que nuestro grupo ha sufrido en relación con esta institución en las dos últimas legislaturas. Por lo que se refiere a la
candidata, todo nuestro afán de colaboración y cuente usted para lo que considere que pueda aportar el Grupo Catalán tanto como si hubiera sido un voto afirmativo. Repito, nuestra abstención no se dirige a la candidata, sino al pasado reciente de
la institución.


El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra su portavoz la señora Monteserín.


La señora MONTESERÍN RODRÍGUEZ: Señorías, nos reunimos hoy por segunda vez en esta legislatura en la Comisión Mixta Congreso-Senado de relaciones con el Defensor del Pueblo para analizar la idoneidad en una comparecencia previa a la
elección de la candidatura propuesta también por mi grupo, por el Grupo Socialista, para proponer Defensora del Pueblo a la persona de doña Soledad Becerril Bustamante. Estamos en una sesión de la Comisión que tiene una cierta solemnidad y que se
ajusta al procedimiento legal y a las normas democráticamente establecidas, aunque por ello no inmutables y, por tanto, sujetas a cambios y a evoluciones o a retrocesos. No podemos olvidarnos que estamos cumpliendo el artículo 54 de la
Constitución, eligiendo al Alto Comisionado de las Cortes Generales para defender los derechos comprendidos en el título I de nuestra Constitución, a cuyo efecto podrá supervisar la actividad de la Administración, dando cuenta a las Cortes
Generales. Una gran responsabilidad, señora Becerril.


Lo primero que quiero destacar de la señora Becerril es que tiene una larga y dilatada trayectoria, desde las Cortes Constituyentes, en la vida pública y política de este país. Lo quiero señalar por dos motivos: para reivindicar la
política, los políticos, y las trayectorias. No como personas asentadas en el poder, sino como personas que llegan a puestos relevantes desde procesos personales de vocación pública, de servicio a la ciudadanía y de acumulación de experiencia, que
puede conducir a una mayor eficacia, pero sobre todo a un mayor compromiso con las responsabilidades que se van asumiendo en la vida. La señora Becerril fue diputada, ministra, concejala, alcaldesa y senadora. Muchas y diferentes han sido las
representaciones públicas que ha ostentado y todas ellas han de influir, sin duda -y ella nos lo ha expresado bien esta tarde-, para que en esta nueva responsabilidad desarrolle la capacidad de ponerse en lugar del ciudadano o ciudadana que acudirá
a la Defensoría del Pueblo y lo hará seguramente con total independencia, como requiere el cargo que va a asumir y como ella nos ha dicho esta tarde.


Además la señora Becerril ha sido pionera. Primero ha sido de las pocas que formó parte del grupo de 21 mujeres de la Legislatura Constituyente y como tal ha asistido a debates apasionantes para que nuestra Constitución, en los artículos 9
y 14, garantice la igualdad también entre hombres y mujeres. Ha sido testigo después en siguientes legislaturas del desarrollo legislativo de muchos de los mandatos constitucionales y ha sido también la primera ministra después de la República, en
el año 1981. Con ello abrió una rendija en la que poco a poco las mujeres hemos ido ocupando los espacios de poder que nos habían sido robados a lo largo de la historia y hoy vuelve usted a ser, treinta y un años después, la primera mujer que será
elegida Defensora del Pueblo. Quiero recordar que tanto Margarita Retuerto como María Luisa Cava habían sido Defensoras del Pueblo en funciones. En su biografía se pueden contemplar los avances de las mujeres en estos años de democracia, en
aquella maravillosa frase de Rosa de Luxemburgo: cuando una mujer avanza, avanzamos todas. Conoce usted la Administración local, la más próxima al ciudadano y la que más y mejor percibe las demandas directas de la ciudadanía y conoce y ha
trabajado activamente en el Estatuto de Autonomía de Andalucía, su región. Conoce también esta casa y el Senado. En ambas cámaras ha vivido, ha sido testigo y protagonista en diferentes ámbitos, todo ello junto con su trayectoria democrática hace
que sea idónea, a nuestro modo de ver, del Grupo Parlamentario Socialista, para el cargo al que la presentamos. Sin duda, tan dilatada experiencia ha de hacer que esta institución asuma la importancia que tiene en estos momentos. Sus experiencias
vitales, que nos ha narrado esta tarde, con el terrorismo o con la violencia contra las mujeres y esa mención a defender las libertades pequeñas, las que tienen que ver con problemas de la vida cotidiana, son partes de su discurso que nos convencen.
Como usted también ha dicho, son tiempos difíciles para el país y para muchos ciudadanos y ciudadanas que están recurriendo a la Defensoría del Pueblo para que no se vulneren sus derechos. Los retos a los que se enfrenta son de enorme relevancia.
Por eso decía que es una enorme responsabilidad y requiere una gran independencia. Las circunstancias de encontrarnos en una etapa de crisis económica, con decisiones gubernamentales que se encaminan en la dirección de recortar y disminuir el
Estado del bienestar o algunos de los derechos que hemos conseguido a lo largo de estos años de democracia marcarán su agenda de trabajo. La nueva etapa de la Defensoría del Pueblo deberá hacer frente a situaciones de injusticia generadas por
decisiones que tienen que ver con muchos de esos avances. Recortar derechos de trabajadores, facilitar despidos, romper con el modelo de negociación colectiva o nuestro Sistema



Página 9





Nacional de Salud, el más valorado por los ciudadanos, corre en estos momentos un riesgo, no solo por la reducción del presupuesto, sino también por las medidas que cuestionan directamente la universalidad del sistema. El sistema educativo
es otra preocupación de muchos ciudadanos que ven riesgos para mantener la igualdad de oportunidades que dificultarán el acceso a los estudios superiores de las clases trabajadoras. La crisis y las medidas adoptadas también ponen en cuestión
sistemas, como el sistema para la autonomía y atención a la dependencia. Personas mayores y con dificultades físicas o mentales y sus familiares, especialmente las mujeres cuidadoras, recurrirán a su institución.


Señora Becerril, no es el momento de trasladarle todas las preocupaciones que tenemos, pero es necesario en un acto como este, dadas las circunstancias, reconocer y mencionar algunas de ellas, como usted también ha hecho. Todo lo que tiene
que ver con la protección de la infancia, máxime cuando algunos de sus valedores como defensores del Menor en algunas comunidades autónomas están desapareciendo, creemos que tiene que tener un papel destacado en su organigrama y en su agenda. Las
nuevas tecnologías hacen que las personas estén más desprotegidas en todo lo que tiene que ver con los derechos a la intimidad y al honor. Esto, junto con las injusticias que se desprenden en actuaciones de sectores financieros, como estamos
viendo, que actúan al calor de la codicia, generando productos indecentes y engañando a los consumidores, serán sin duda temas más novedosos que estén presentes en esta Cámara, en los tribunales, pero también llegarán a su despacho. Llegarán porque
afectan a ciudadanos concretos, a organizaciones que casi con seguridad recurrirán a la institución, porque la consideran suya, afortunadamente, y porque es el instrumento dotado por la Constitución para defender sus derechos, así que usted
terminará informando en muchos de esos casos. Se necesita experiencia, ecuanimidad, sentido de la justicia e independencia. Eso precisamente es lo que esperamos el Grupo Parlamentario Socialista de su mandato.


Por último, tiene usted otra misión anual, un informe derivado de la Ley Orgánica 1/2009, por la que el Defensor del Pueblo es la institución encargada de ejercer las funciones del mecanismo nacional de prevención de la tortura, previsto en
el protocolo facultativo de la Convención contra la tortura, hecho en Nueva York el 18 de diciembre de 2002, y que en su artículo 23 establece que los Estados parte en el presente protocolo se comprometen a publicar y difundir los informes anuales
de los mecanismos anuales de prevención y del que ya se dio cuenta del referido al 2010 a esta Comisión, pero no hemos tenido tiempo de tratarlo. Señora Becerril, sea bienvenida, le espera mucho trabajo y, desde esta Comisión, el Grupo Socialista
le desea mucho acierto, todo el ánimo y el coraje para trabajar con fuerza, la misma fuerza que emana de ser representantes públicos de una ciudadanía cada vez más exigente y que cada vez tiene más razones para exigir. Muchas gracias y le agradezco
mucho su discurso. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo Parlamentario Popular, al igual que el Grupo Socialista, grupo proponente de la candidatura, tiene la palabra la señora Torme.


La señora TORME PARDO: Señoras y señores senadores y diputados, en primer lugar, quiero dar la bienvenida a doña Soledad Becerril a esta Comisión Mixta del Defensor del Pueblo y agradecer su comparecencia. También quiero destacar que, en
lo que se refiere a su idoneidad para este cargo ha habido un gran consenso, si no unanimidad por parte de los distintos grupos parlamentarios. Todos han destacado como su trayectoria, su perfil y su talante proporcionan las características
esenciales para poder desempeñar de una forma extraordinaria esta alta institución. El Defensor del Pueblo, como Alto Comisionado de las Cortes Generales que es para la defensa de los derechos fundamentales, es una institución esencial en nuestro
sistema constitucional. Desde el Grupo Parlamentario Popular tenemos en la más alta consideración a esta institución y a la labor que realiza de control de las administraciones públicas y de defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos,
puesto que consideramos, como usted ha dicho en su intervención, que esos derechos fundamentales recogidos en el título I de nuestra Constitución son el núcleo esencial de la democracia. Por ello, me han gustado especialmente todas las referencias
que ha hecho de su vocación política y de su trayectoria en defensa de derechos y libertades de todos los españoles ya en la época previa a la aprobación de nuestra Constitución. Además asumiendo muchas dificultades, como ha señalado, en su época
de ministra cuando tuvo que desmantelar lo que ha llamado una arquitectura correspondiente al régimen anterior, pero también más allá, poniendo en riesgo su vida, porque defender derechos y libertades cuando se es víctima de un intento de atentado,
cuando se tiene tan cerca, en la mano derecha, en el teniente alcalde y su mujer, eso demuestra coraje y valentía para seguir al frente, manteniendo una vocación política que, en lugar de invalidar una propuesta para un cargo tan importante como es
este en nuestra democracia, hace todo lo contrario. Cuando uno tiene vocación y trayectoria de servicio público a los ciudadanos, cuando demuestra sensibilidad, cuando demuestra independencia y valor, eso le acredita para ocupar esa alta
institución. Me sumo a la portavoz socialista en reivindicar la actividad política y la vocación política de defensa de los derechos y las libertades, aun incurriendo en importantes riesgos. Esta importante labor que tiene encomendada -y también
lo decía la candidata-, si lo es en todo momento, es aún más relevante en un momento como este de crisis económica. Por ello, también quiero destacar que me ha gustado especialmente que dentro de esas tres cuestiones que usted decía que consideraba



Página 10





prioritarias en la labor del Defensor del Pueblo en los próximos meses o años incluyera esta: la de atender a los ciudadanos que sufren duramente las consecuencias de la crisis económica.


Quiero resaltar y celebrar esta sesión de la Comisión Mixta porque aborda la propuesta de nombramiento de doña Soledad Becerril como Defensora del Pueblo y es de gran importancia que habiendo transcurridos pocos meses de esta legislatura
alcancemos un acuerdo. Un acuerdo que es legítimo, sometido a un procedimiento que en todo caso se ajusta a la legalidad constitucional, a la Ley del Defensor del Pueblo y a los reglamentos o a las instrucciones de las mesas de las dos cámaras, que
regulan el funcionamiento de esta Comisión. Quiero destacar que pronto, al inicio de la legislatura, abordaremos esto de una forma definitiva para que podamos votar y proceder a los nombramientos al frente de esta institución, poniendo fin a la
situación de interinidad habida durante estos dos años. También quiero destacar aquí que durante estos dos años la institución ha estado bien representada con una gran labor que han hecho los que eran portavoces adjuntos al Defensor del Pueblo,
doña María Luisa Cava de Llano, que asumió la función con interinidad como Defensora del Pueblo, y también don Manuel Aguilar.


Quiero destacar este acuerdo entre los grupos mayoritarios en las Cortes Generales a la hora de proponer tanto a la Defensora del Pueblo como al adjunto primero. En general, ha sido valorado positivamente, porque todos queremos que no haya
una situación de interinidad y que haya un consenso al que se puedan sumar la mayoría de los grupos parlamentarios. Además, he tenido ocasión de ser testigo en esta Cámara, en el Congreso de los Diputados, del buen hacer de los dos, del señor
Fernández Marugán y de doña Soledad Becerril. Son dos personas de extraordinaria profesionalidad, independencia y sensibilidad, cualidades muy importantes para trabajar y defender a los ciudadanos dentro de la institución del Defensor del Pueblo.
Confío en que hoy, cuando abordamos la propuesta de nombramiento de doña Soledad Becerril al frente de la Defensoría del Pueblo, alcancemos un gran acuerdo. Celebro que en lo que se refiere a su idoneidad no haya la más mínima crítica. El
procedimiento, como decía, es el legalmente establecido y a él nos sometemos.


Como portavoz del Grupo Parlamentario Popular, quiero destacar la trayectoria profesional y personal que tiene la candidata y que, a mi juicio, acredita más que de sobra su idoneidad para el cargo. No solo es una gran profesional y una
trabajadora incansable, sino que además en muchas ocasiones -yo lo visto en esta Cámara- ha dado pruebas tanto del rigor con que defiende sus criterios y sus planteamientos como de su independencia, cualidad que los distintos portavoces también han
reivindicado. No tenemos ninguna duda de que usted va a actuar en defensa de los ciudadanos con una gran independencia.


Por otra parte, su experiencia en el conocimiento de las instituciones es muy amplia y es esencial para la labor que va a desempeñar. Ha sido pionera -lo han dicho aquí- en muchas ocasiones. Fue la primera ministra de nuestra democracia,
pero yo quiero hablar aquí de su experiencia y su conocimiento del funcionamiento del Ejecutivo y de todas las administraciones públicas, a las que usted se ha comprometido a controlar en el caso de que salga elegida y nombrada. Me ha gustado,
porque ha dicho defender a los ciudadanos ante las administraciones y no frente. Eso demuestra ese talante de diálogo, ese talante constructivo y de no hacer frentismo. Va a defender, no dudo que con contundencia y con independencia, pero ante.
Es un término que me parece muy adecuado. Tiene también un gran conocimiento del Parlamento y ha comenzado su comparecencia hablando del honor que era para usted comparecer en esta casa en la que ha estado tantos años. Conocer bien cómo funciona
el Parlamento es esencial cuando del Defensor del Pueblo es precisamente el Alto Comisionado de las Cortes Generales. Usted conoce muy bien cómo funcionan ambas cámaras, ya que ha tenido en ellas importantes funciones.


Por todo ello, teniendo en cuenta su perfil, su trayectoria vital, su experiencia profesional, su preparación y capacidad de trabajo y su cercanía y sensibilidad con los problemas de los ciudadanos, para mí es un honor poder defender hoy la
propuesta de su nombramiento al frente de esta alta institución. Tiene todo nuestro apoyo. Confío -y por las intervenciones que hemos escuchado aquí creo que va a ser posible- en que cuente con el apoyo de todos los grupos parlamentarios. Creo
que es una institución que tiene mucho prestigio, que es muy valorada por los ciudadanos. Con la labor que hagamos aquí, con el apoyo de esta Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo podremos conseguir entre todos ayudarla en ese
trabajo, en esa alta misión que tiene encomendada, y que todos los ciudadanos españoles, con independencia de dónde vivan, con independencia de que presenten quejas de una forma aislada, en la soledad del individuo, o a través de asociaciones que
representan intereses, sean amparados y se sientan defendidos por esa institución que usted representa.


Para concluir, quisiera que me hiciera dos pequeñas aclaraciones. Decía ahora que esta institución es de las más valoradas por los ciudadanos. Sin embargo, creo que sigue habiendo un alto grado de desconocimiento sobre su funcionamiento y
sobre los cauces para acceder a ella y presentar reclamaciones y quejas. Me gustaría que nos dijera si va a impulsar algunas medidas pedagógicas al respecto, para facilitar la información y el acceso de los ciudadanos a esta alta institución.


En segundo lugar, fuentes bien informadas me han dicho que ya había avisado a sus familiares de que en el caso de que todo este procedimiento legal llegase a su término, fuese ratificado su nombramiento por los plenos de ambas cámaras y
fuera nombrada como Defensora del Pueblo, no contaran con usted en julio ni en agosto,



Página 11





para vacaciones, porque se viene aquí, a Madrid, a trabajar. Ha señalado que si la elegíamos, desde luego se iba esforzar mucho e iba a trabajar con muchísimos ánimos. Me reconforta saber que ha dicho a todos sus familiares y amigos que no
cuenten con usted para nada, porque se va a dedicar a trabajar desde ya, cuando culmine todo este procedimiento, por el Defensor del Pueblo. (Aplausos.-La señora Lozano Domingo pide la palabra).


El señor PRESIDENTE: Señora Lozano.


La señora LOZANO DOMINGO: Señor presidente, quiero que conste en el 'Diario de Sesiones' mi agradecimiento por la amabilidad que ha tenido de recordarme que el reloj estaba en rojo en cuanto se ha puesto, frente a los diez minutos que les
ha dado tanto a la portavoz del Grupo Popular como a la del Grupo Socialista. Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Señora Lozano, me permito informarle, no recordarle, porque no estaba presente en la reunión de Mesa y portavoces a la que estaba convocado su grupo, que en dicha reunión se acordó que en el desarrollo de esta sesión
los dos grupos proponentes, que según los precedentes parlamentarios tienen derecho a dos turnos, uno para presentar la candidatura que han propuesto y otro para intervenir con todos los grupos parlamentarios, tuviesen una única intervención. He
llamado al tiempo a su señoría cuando llevaba seis minutos y medio. La señora Monteserín ha concluido su intervención cuando llevaba siete minutos y veinte segundos y la señora Torme cuando llevaba ocho minutos y diez segundos. Se lo digo
simplemente a los efectos de que conste en el 'Diario de Sesiones' esta información, que está documentada y registrada en el reloj que tienen los servicios de la Cámara.


Señora candidata, tiene la palabra para responder a las intervenciones de los grupos parlamentarios.


La señora CANDIDATA (Becerril Bustamante): Comentaré algunas de las cuestiones que ustedes me han expuesto. Les agradeceré también sus palabras de aliento, de ánimo y de comprensión. Vuelvo a repetirles que cuando esta Mesa y esta
Comisión lo estimen conveniente, yo volveré para ahondar en algunos de los problemas que me han sido indicados a lo largo de sus intervenciones.


Ya sabía yo, ya lo sabemos aquí, en estas casas, en el Congreso y en el Senado, que hay muchas personas que conocen el dolor que produce el terrorismo, que lo han compartido, desgraciadamente, con cientos de familias y que hay una
sensibilidad especial, tanto en el Congreso como en el Senado, hacia estos asuntos. Tiene que ser así. La vida destrozada de 900 personas y de sus familias es una losa que pesa sobre todos los españoles y sobre todos los que ejercemos un cargo
público. En esa lucha tenemos que proseguir, proseguir juntos y esperar, como esperamos, que lleguemos lo antes posible a ese fin, que parece que puede no estar lejano. Agradezco la mención que ha hecho a este terrible asunto el señor Yanguas,
senador de Unión del Pueblo Navarro. Le agradezco también sus palabras hacia mi trayectoria, que no voy a repetir naturalmente, y la suerte que me desea. Me hace falta suerte, como casi todo en la vida; nos hace falta suerte, nos hace falta ánimo
y nos hacen falta apoyos. Esta Comisión y estas casas pueden ser un apoyo, porque de ellas emana, como han dicho en varias ocasiones, el Alto Comisionado o la Alta Comisionada para la defensa del pueblo español. Por tanto, en las comparecencias
aquí espero contar con sus opiniones, con sus apreciaciones, con sus críticas, por supuesto, y con sus desacuerdos, porque tiene que haberlos, estoy segura. Le agradezco su intervención.


El senador de Entesa pel Progrés de Catalunya, don Francisco Boya, ha comentado un asunto importante, entre otros -no me detengo en todos-, que es la colaboración con el Síndic de Greuges, en este caso, y con los defensores de otras
comunidades autónomas, en general. Estoy dispuestísima a hacerlo y no me meto en lo que deciden las asambleas y los ejecutivos de las comunidades con respecto a esta figura, que en algunos casos está recogida en los estatutos y en otros no. No me
meto en ello. Sí quiero dejar claro, no ante usted, señor senador, sino en general, que yo me consideraré, si ha lugar, la Defensora de todos, la Defensora de los catalanes. Yo quiero ser la Defensora de los catalanes, porque soy la Defensora de
los españoles, también de aquellas comunidades donde haya bilingüismo, aunque yo no sea bilingüe. Yo voy a ser la Defensora de los catalanes y, desde luego, colaboraré con su Síndic y con otros defensores. Me gustaría contar con su comprensión.
Vamos a ver si lo hacemos lo mejor posible en estos tiempos difíciles y optimizamos recursos, como usted dice. Sí, vamos a optimiza recursos, pero yo no puedo hacer dejación de las funciones. No hay nada más afeable a un político que dejar de lado
sus funciones, refugiarse en las más fáciles y evitar las más difíciles, y a veces las más difíciles son de relaciones con otras instituciones. Hay que ir a ellas y hay que llegar a los acuerdos necesarios y pertinentes, pero no rehuir las
dificultades y, en este caso, las colaboraciones.


Señora Lozano, comprendo que a usted no le guste el procedimiento. Hay muchas personas a las que no nos gustan muchas cosas en la vida y en la vida pública. Lo respeto profundamente. No le gusta este procedimiento. No sé si existe un
procedimiento ideal, lo dudo. Viendo cómo se elige en otros países, creo que procedimientos ideales, ideales, lo que se dice ideales a la hora de los acuerdos no suele haber, pero, en fin, respeto su opinión. Desde luego, no es una farsa. Busque
usted alguna obra de Valle-Inclán y verá como ahí están muy bien representadas las características de una farsa. Esto es un acuerdo decente, digno, parlamentario y transparente, no es una farsa. (Aplausos).



Página 12





Agradezco a la señora García Álvarez, diputada de La Izquierda Plural, sus sugerencias. Comprendo su abstención. Tiene usted razón cuando habla de la violencia, entre otras cosas que ha expuesto. Tiene razón en que la violencia no solo es
física, sino que puede haber muchos casos de violencia ambiental, en virtud de la cual la mujer se retrae, se retrae de hacer, se retrae de decir, se retrae de criticar y de expresar, porque piensa: No vaya a ser que me pueda suceder... Es verdad.
Podremos hablar de eso y dar cuenta aquí, ante esta Comisión, de cuáles son esos casos, cuántos son y cómo se pueden abordar. Le agradezco sus sugerencias y sus recomendaciones.


El diputado del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), don Feliu-Joan Guillaumes, ha expresado los recelos que tiene en relación con las dificultades de comprensión con otros defensores. Vamos a tratar de hacerlo de la mejor
manera y con las mejores relaciones posibles. Ya sabe que yo me quiero sentir la Defensora de todos. Le agradezco las consideraciones que ha tenido hacia mi trayectoria y mis actividades y espero que tenga nuevamente confianza en esta institución.
En las instituciones siempre hay unas personas que nos gustan más y otras que nos gustan menos, pero la confianza es general, la confianza trasciende a las personas que durante unos años ocupan un cargo, un ministerio o una consejería. Lo
importante es que la labor al final, al cabo de unos cuantos años, sea suficiente y sea valorada de tal manera que la institución sea respetada.


A la representante del Grupo Socialista, la señora Monteserín -por cierto, tiene un apellido muy parecido, pero no igual que el que fue alcalde después que yo de la ciudad de Sevilla-, le agradezco que haya avanzado su posición favorable
para que yo pueda ser Defensora del Pueblo. Le agradezco también las palabras que ha dicho sobre la idoneidad de mi persona. Tiene usted razón en la enorme responsabilidad que voy a tener. Soy perfectamente consciente. No lo desconozco. Ha
enunciado algunas de las cuestiones más importantes: la independencia, como factor fundamental en el actuar de la institución; los problemas educativos; los problemas de la infancia y los problemas del menor. En algunas comunidades ya no hay
Defensor del Menor. La sociedad tiene muchos instrumentos públicos y de colaboración privada para proteger, para defender a la infancia y al menor, pero qué duda cabe que habrá que hacerlo desde esta institución. Ha mencionado algo de lo que yo no
he hablado -ha sido no sé si un despiste o un error mío, lo reconozco-, que es el protocolo de los mecanismos para la lucha contra la tortura. Tiene usted toda la razón. Este protocolo es relativamente reciente. Tendremos que estar muy vigilantes
a la evolución de este problema enorme, mundial, en los dos hemisferios y hacer una revisión de cómo está la situación y de aquellas denuncias que hay y que pueda haber sobre casos, si los hubiera, en España, que espero y deseo que no los haya. En
principio, no lo creo, pero esto no es una cuestión de creencias, sino de constatación. Habrá que constatarlo y estar pendiente de ello. Le agradezco su posición y que me dé este plácet, este aprobado para que pueda ser Defensora del Pueblo.


Doña Ana Torme, diputada del Grupo Popular y su portavoz, ha reivindicado, como lo ha hecho también la diputada del Grupo Socialista, la actividad política. Es verdad que, de acuerdo con los centros sociológicos, no alcanzamos unos niveles
de aceptación suficientes ni una alta valoración, pero tenemos que mejorarlos. Lo que no podemos hacer, como en otros asuntos, es dar marcha atrás y decir: Esto es así, qué le vamos a hacer. ¿Nos tapamos? Pues no, porque este es el mejor sistema
que tenemos. Tendremos que corregirlo y corregirlo todos los días, como hacemos en las democracias, pero no tenemos otro sistema. Tendremos que luchar por dignificarlo, por ser mejores, por ser más responsables y por transmitir mejor lo que
hacemos y lo que dejamos de hacer y por qué lo dejamos de hacer. La institución tiene que hacerlo. Estoy de acuerdo, señora Torme, en que es una institución no muy conocida y, por tanto, es difícil que pueda ser muy apreciada, porque lo que no se
conoce, en general, no se aprecia; una cosa va detrás de otra. Tomo en consideración sus sugerencias. Espero contar con el apoyo del señor Marugán y de la otra persona que en su momento sea nombrada adjunto o adjunta. Trabajaremos en varias
direcciones y una de ellas será el mayor conocimiento y respeto, para hacernos valer, que al final es lo que tenemos que hacer los políticos; no solo tenemos que darnos a conocer, sino hacernos valer, porque si nos damos a conocer y somos un
desastre no vale la pena. Tenemos que hacernos valer y hacer valer la institución en la que provisionalmente estamos. Le agradezco todas las consideraciones que ha hecho hacia mi persona, que no voy a repetir ni muchísimo menos. Se olvida de
algunas flaquezas y debilidades, seguro, pero es que ya una, con tantos años, tiene de todo.


Gracias. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora candidata. (La señora Lozano Domingo pide la palabra).


Señora Lozano.


La señora LOZANO DOMINGO: Quería solicitarle un turno de réplica de dos minutos para contestar a algunas de las cosas que ha dicho la señora Becerril. (Rumores).


El señor PRESIDENTE: Señora diputada, en la reunión de Mesa y portavoces se acordó que iba a haber una única intervención de todos los grupos con la especificidad que le dije antes de que dos grupos parlamentarios, uno con 185 diputados y
otro con 110, renunciaban a los dos turnos que les corresponderían según los precedentes parlamentarios. No puede haber por tanto un turno de réplica, porque no es este el momento. Lo único para lo que se nos convoca es para considerar si la
candidata reúne o no las condiciones de idoneidad para ser votada y propuesta a los plenos de las cámaras.



Página 13





En estos términos, señora candidata, le agradecemos su comparecencia y sus palabras.


Suspendemos la sesión por unos segundos y, posteriormente, procedemos a la votación. (Pausa).


Se reanuda la sesión.


Antes de proceder a la votación, ruego comuniquen a la Mesa si hay alguna sustitución. Alguna ha sido ya comunicada, como la de la señora Martínez por la señora Rodríguez-Salmones.


El señor MERINO LÓPEZ: Sustituyo a doña Rosa Romero.


El señor PRESIDENTE: ¿Alguna sustitución más?


El señor CAMACHO SÁNCHEZ: Sustituyo a Domingo Fuentes Curbelo.


El señor PRESIDENTE: Entiendo que la señora Lozano sustituye al señor Martínez Gorriarán.


La señora LOZANO DOMINGO: Sí.


El señor PRESIDENTE: ¿Alguna sustitución más?


El señor PERAL GUERRA: Sustituyo a Miguel Pérez de Juan.


El señor SERRANO CORONADO: Sustituyo a José Ignacio Llorens.


El señor PRESIDENTE: ¿Señora Narbona?


La señora NARBONA RUIZ: Sustituyo al señor Viera.


El señor PRESIDENTE: ¿Señora Batet?


La señora BATET LAMAÑA: Sustituyo al señor Zarrías.


La señora JIMÉNEZ GARCÍA-HERRERA: Sustituyo a don Miguel Ángel Heredia.


La señora BLANCO TERÁN: Sustituyo al señor Zaragoza.


La señora LÓPEZ GONZÁLEZ: Sustituyo a la diputada Teófila Martínez.


El señor PRESIDENTE: No. La señora Martínez está sustituida por la señora Rodríguez-Salmones.


La señora LÓPEZ GONZÁLEZ: Entonces sustituyo a la diputada Dolors Montserrat.


El señor PRESIDENTE: Vamos a proceder a la votación. La Comisión debe pronunciarse sobre la candidatura presentada por los grupos parlamentarios Popular y Socialista de la señora Becerril Bustamante para el puesto de Defensora del Pueblo.


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 38; en contra, 1; abstenciones, 3.


El señor PRESIDENTE: Queda concedido el apoyo a la candidatura de la señora Becerril Bustamante. La Presidencia comunicará el resultado de la votación a las presidencias del Congreso y del Senado para que eleven esta propuesta a los plenos
de ambas cámaras.


Se levanta la sesión.


Eran las seis de la tarde.