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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 508, de 01/03/2006
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2006 VIII Legislatura Núm. 508

INTERIOR

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª CARMEN HERMOSÍN BONO

Sesión núm. 29

celebrada el miércoles, 1 de marzo de 2006



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor secretario de Estado de Seguridad (Camacho Vizcaíno), para informar sobre:


-La circular enviada a los órganos policiales desde la Secretaría de Estado de Seguridad, prohibiendo facilitar datos sobre delincuencia. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso. (Número de expediente 213/000476.) ...
(Página 2)


-Las medidas que el Gobierno está tomando en la lucha contra bandas organizadas. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.
(Número de expediente 213/000477.) ... (Página 2)


-La criminalidad durante el año 2005 y de los planes para el año 2006. A solicitud del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso. (Número de expediente 212/001021.) ... (Página 2)


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-Las medidas adoptadas por la Subdelegación del Gobierno de Almería contra la actuación de unas personas de las Tres Villas que han impedido con acciones violentas la presentación de una moción de censura contra la alcaldesa socialista de
este municipio. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso (Número de expediente 213/000567.) ... (Página 34)


Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.



Comparecencia del señor secretario de Estado de Seguridad (Camacho Vizcaíno) para informar sobre:


-LA CIRCULAR ENVIADA A LOS ÓRGANOS POLICIALES DESDE LA SECRETARÍA DE ESTADO DE SEGURIDAD, PROHIBIENDO FACILITAR DATOS SOBRE DELINCUENCIA. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO. (Número de expediente 213/000476.)


-LAS MEDIDAS QUE EL GOBIERNO ESTÁ TOMANDO EN LA LUCHA CONTRA BANDAS ORGANIZADAS. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO.
(Número de expediente 213/000477.)


-LA CRIMINALIDAD DURANTE EL AÑO 2005 Y DE LOS PLANES PARA EL AÑO 2006. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA EN EL CONGRESO. (Número de expediente 212/001021.)


La señora PRESIDENTA: Vamos a iniciar la sesión de la Comisión de Interior. En primer lugar, quiero pedir disculpas al secretario de Estado, que lleva esperando a los demás diez minutos. Su puntualidad hace gala de su compromiso. Como
saben SS.SS. hay cuatros comparecencias en el orden del día que por la materia se van a sustanciar de manera acumulada.
Por lo tanto, daré la palabra en primer lugar al secretario de Estado para que exponga lo que crea oportuno y después según los
tiempos establecidos podrán intervenir los grupos parlamentarios que así lo deseen. Por lo tanto, sin más, tiene la palabra don Antonio Camacho, al que de todas maneras le doy la bienvenida a esta Comisión en la que de momento ya le hemos hecho
esperar unos minutos.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Señora presidenta, señoras y señores diputados, una vez más comparezco con gran satisfacción en esta Comisión, ante SS.SS., para atender varias peticiones de información
realizadas al Gobierno en este caso por los grupos parlamentarios Popular y Socialista; unas y otras peticiones hacen referencia a aspectos, a actuaciones y a resultados relacionados con la política de seguridad interior del Gobierno de la nación,
por tanto, y para una mejor sistematización de mi intervención, y evidentemente con permiso de la señora presidenta, las abordaré globalmente. En un momento posterior de mi comparecencia me referiré a las cuestiones específicas, a las que se alude
en una petición de información del Grupo Popular en relación con ciertos hechos protagonizados por algunas personas en la localidad de Tres Villas en Almería.



Señorías, recordarán perfectamente que en mi comparecencia ante esta Comisión el 15 de septiembre de 2004, hace ahora apenas dieciocho meses, les expliqué y desgrané ante ustedes los ejes estratégicos y las líneas de actuación sobre las que
pivota la política de seguridad interior de nuestro Gobierno, cuya responsabilidad corresponde sin duda al Ministerio del Interior, y cuya ejecución y desarrollo competen básicamente a mi Secretaría de Estado de Seguridad. A los solos efectos de
realizar una evaluación seria y rigurosa, como pretendo, de dichas políticas de seguridad de Gobierno y de la actuaciones y de los resultados alcanzados en cada uno de esos grandes objetivos y ejes, me permito, aunque sea telegráficamente,
recordarles aquí el enunciado de tres de esos ejes, por cuanto sobre su desarrollo versa hoy de una manera especial mi comparecencia.



El primero de los grandes objetivos estratégicos que citaba era la lucha contra el terrorismo, contra todo tipo de terrorismo, tal y como así lo expresó solemnemente en esta Cámara el presidente del Gobierno en su discurso de investidura.
El segundo de esos ejes era la modernización y el reforzamiento de los instrumentos operativos de la seguridad del Estado, como una condición necesaria e inaplazable para la eficacia de la política de seguridad en nuestro país. Y el tercer eje
venía constituido por la lucha contra la criminalidad, tanto en su vertiente de criminalidad tradicional como frente a las nuevas formas, que ya en aquel momento estaba claro que estaban presentes, de criminalidad organizada.
Señorías, sobre estos
tres grandes objetivos descansa uno de los más solemnes y estratégicos compromisos del Gobierno ante la sociedad española, que no es sino poner en marcha y con carácter inmediato una política global y eficaz de seguridad para todos, una política de
seguridad para que los ciudadanos estén y se sientan seguros,


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en calles y en hogares seguros, y una política para que ningún ciudadano, sea cual sea su situación social o económica o el territorio en el que viva, quede privado del derecho a estar y sentirse seguro, por lo tanto quede privado o excluido
del derecho a estar y sentirse libre.



Soy consciente de que a estas alturas del desarrollo de nuestra política de seguridad interior hay una pregunta que es obvia y que tiene que ver con el fondo de las informaciones que SS.SS. me demandan en esta comparecencia. Esta pregunta
evidentemente es si están hoy los españoles, el conjunto de la sociedad española, más seguros que hace año y medio. La respuesta, más allá de la lógica razonable e incluso deseable discrepancia que puede derivarse de las funciones de control
político de la acción del Gobierno que a SS.SS. y a esta Cámara corresponden, es, señorías, como verán, indiscutible: Sí, España es sin duda hoy un país más seguro que hace año y medio, y los españoles y cuantos viven en nuestros país o nos
visitan disfrutan de niveles de seguridad mejores que entonces, mucho mejores desde luego que hace tres años. Eso es así tanto en términos de indicadores objetivos de seguridad ciudadana como de disponibilidad de recursos y de capacidades
operativas y de inteligencia para hacer frente a las diferentes amenazas y a los diferentes riesgos que amenazan nuestra seguridad interior. Afirmar, como afirma el Gobierno, señorías, que es incuestionable que España y los españoles son y están
hoy más seguros se basa, como no podía ser de otra manera, en toda una serie de datos objetivos, de indicadores empíricos, a los que haré sucesivamente referencia en mi intervención, pero algunos de los cuales debo adelantar ya para apoyar la
rotundidad de mi anterior afirmación.



Así, en primer lugar, las poco más de 2.200.000 infracciones penales registradas por el sistema estadístico de seguridad del Ministerio del Interior, que incluye -deben de tenerlo presente- las infracciones registradas por las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado, por la Ertzantza y la proveniente del sistema estadístico de criminalidad de la Generalitat de Cataluña, que engloba allí datos de los Mossos y también ya de algunos cuerpos de Policía local de dicha comunidad hasta
ahora no comprendidos; como resultado, digo, de esa cifra global, España cerró el año 2005 con una tasa de criminalidad de 49,3 infracciones penales por cada mil habitantes, y esta cifra nos sitúa por un lado entre los países más seguros de la
Unión Europea, tanto en términos relativos (más de 20 puntos por debajo de la tasa media de la llamada en su día Unión Europea de la Quince, antes por lo tanto de la ampliación) como en comparación con otros países de referencia dentro de la Unión
Europea, como son Reino Unido, Alemania o Francia; nuestra tasa de criminalidad está muy por debajo de la estos países. Por otro lado -tal vez es hoy aquí lo más significativo- esta tasa de 49,3 infracciones nos sitúa por debajo de la tasa de 2003
y también de la de 2001 y significativamente algo más de 2 puntos por debajo del valor máximo que históricamente se ha logrado en tasa de criminalidad de 59,4 infracciones alcanzado a finales de 2002. En segundo lugar hemos de tener en cuenta que
España no es solo hoy un país más seguro, sino que además el Gobierno viene poniendo en marcha toda una serie de actuaciones estratégicas, acompañadas evidentemente del correspondiente soporte financiero, que están orientadas a que nuestro sistema
de seguridad interior cuente con más y mejores, más coordinadas y eficaces, capacidades operativas frente a todo tipo de amenazas.



Me remito en este momento de mi intervención a dos indicadores que expresan claramente ese esfuerzo en la mejora de esas capacidades y de ese potencial operativo de nuestros Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Por un lado, hemos
incrementando significativamente, como ya les indiqué con ocasión de mi anterior comparecencia en esta Comisión, las dotaciones presupuestarias destinadas a mejorar y garantizar la acción de nuestros cuerpos policiales, rompiendo con el grave
deterioro de los ratios de gasto en términos de producto interior bruto, que conocieron sus nivel más bajo en el año 2004, último ejercicio presupuestario elaborado por el anterior Gobierno. Por otro lado, en materia de efectivos policiales, hemos
puesto en marcha un verdadero plan de choque para invertir aquí otro de los serios deterioros a los que estaba sometido nuestro sistema de seguridad: la gravísima pérdida de efectivos en el Cuerpo Nacional de Policía y en la Guardia Civil, paralelo
al quebranto al que acabo de referirme en materia de gasto presupuestario, y que presentan -como no podía ser de otro modo- un recorrido paralelo al fuerte deterioro de los indicadores de seguridad en la anterior legislatura. Este plan de choque de
incremento de los efectivos policiales nos ha permitido alcanzar a finales de 2005 un total de 120.088 policías y guardias civiles, muy por encima de nivel más bajo del año 2002, en el que había 111.863 efectivos, y casi en los niveles del año 2000,
cuando había 120.776 efectivos. Señorías, sobre estas actuaciones estratégicas y sobre todo el conjunto de políticas y de planes operativos puestos en marcha descansa -como no podía ser de otra manera- la mejora de los indicadores que nos permiten
decir en este acto que España es hoy un país más seguro y que es además uno de los países de la Unión Europea con más capacidades movilizadas y, por ello, con un gran potencial para seguir mejorando sus indicadores en materia de seguridad.



Dicho lo anterior, soy consciente, señoras y señores diputados, de que tal vez parezca que nuestro Gobierno, y este secretario de Estado en particular, está situado en una acrítica y por ello peligrosa autosatisfacción; sin embargo, nada
más lejos de ello. Somos conscientes de que hay que hacer muchas cosas y de que tenemos que seguir mejorando otras muchas, y aún así, abordando unas y mejorando otras, sabemos muy bien que en materia de seguridad desgraciadamente nunca todas serán
suficientes. Reitero por ello que tenemos la firme voluntad de continuar haciendo todo lo que está en nuestra manos para afrontar sin retraso, con rigor, después de una labor de análisis, de discusión e intercambio de pareceres, todas cuantas
actuaciones contribuyan eficazmente a mejorar la seguridad de los españoles y la seguridad de sus instituciones. Desde esa convicción de que


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siempre tendremos por delante mucho trabajo para mejorar la seguridad de España, comprenderán no obstante, a la luz de los resultados alcanzados y que les desgranaré a continuación, que nos sintamos al menos moderadamente satisfechos, pero
satisfechos en todo caso por lo logrado hasta ahora; satisfacción que además deseamos sea compartida también con SS.SS., y que no tengo ninguna duda de que lo será. Dicho lo cual, no puedo ni debo ocultarles que, en contraste con esta contenida y
moderada satisfacción por los incuestionables buenos resultados alcanzados, es mayúscula nuestra sorpresa e incluso nuestra estupefacción al escuchar a un destacado dirigente político (no tanto por su condición de ser el actual máximo responsable
ejecutivo del Partido Popular en materia de seguridad como por su condición de inmediato antecesor en mis responsabilidades como secretario de Estado) afirmaciones tales como que el actual Gobierno ha destrozado la seguridad de España, o que este
mismo Gobierno ha paralizado las políticas de seguridad diseñadas para el arco mediterráneo por el Partido Popular. Siendo radicalmente falso, como lo es, lo uno y lo otro y siendo muy cierto lo contrario de tales afirmaciones, a saber, que la
seguridad sí se deterioró gravemente durante la última legislatura y de manera especial en el arco mediterráneo, pero que ha mejorado muy notablemente bajo nuestra responsabilidad, cabría pensar que estas manifestaciones de ese alto responsable del
principal partido de la oposición no obedecen más que a una estrategia (sin duda legítima, pero que mi ética pública me impide compartir) de introducir constantemente ruido comunicativo para desfigurar o desvirtuar los resultados de la políticas de
seguridad de este Gobierno y generar así -esto es lo grave- inquietud entre los ciudadanos. Si a tales manifestaciones, reitero, radicalmente falsas en su contenido (después si lo desean lo apoyaré con datos incuestionables), unimos otros mensajes
de ese mismo responsable del principal partido de la oposición, respaldando y promoviendo que los municipios acudan a las patrullas de seguridad privada por las calles, desgraciadamente solo nos queda pensar que alguien no ha variado su tradicional
estrategia en esta materia y parece desear que la seguridad pública vaya mal o al menos que parezca que va mal, con tal de que así se mejore la posición competitiva de los servicios de la seguridad privada en favor de intereses muy lícitos pero
meramente económicos de este sector, igualando con ellos el acceso de los ciudadanos al bien seguridad, cuya prestación por el Estado es en buena medida la razón básica y justificativa de la propia existencia del Estado.



Señorías, para alcanzar, como les dije, los niveles de seguridad que todos -en esto no tengo ninguna duda- deseamos para los españoles, estamos obligados a seguir trabajando de una manera ardua, y así lo hace el Gobierno de la nación en el
despliegue de políticas adecuadas y en la liberación de recursos suficientes para sostenerlas; este es y será nuestro compromiso. Unas veces habrá -como no- coincidencias y otras discrepancias con SS.SS., que no nos pasarán desapercibidas, y unas
y otras habrán que enriquecer el diseño y la evaluación de los planes que pongamos en marcha. Lo mismo que la mayoría de los ciudadanos nos piden, porque además les va mucho en ello, que afrontemos las cuestiones de su seguridad desde el rigor, la
cooperación y la lealtad, que también comprende la crítica, todos debemos esforzarnos en hacer un discurso político en esa cuestión que esté construido desde el rigor y no desde la demagogia ni desde el populismo, sobre todo porque ni lo uno ni lo
otro se asienta sobre la verdad de los hechos, y los niveles reales de seguridad no podrán percibirse correctamente por los ciudadanos si no es desde informaciones veraces.



Señora presidenta, señoras y señores diputados, todas las actuaciones estratégicas puestas en marcha por el Ministerio del Interior durante esta primera parte de la legislatura han estado dirigidas sin ningún tipo de dudas, en primer lugar,
a luchar más eficazmente contra el terrorismo; en segundo lugar, a mejorar nuestra eficacia contra la criminalidad organizada, especialmente contra el narcotráfico, el blanqueo de capitales y las redes que controlan los grandes flujos de
inmigración ilegal; y, en tercer lugar, a mejorar los niveles de nuestra seguridad cotidiana. A partir de ahora, y en relación con cada uno de ellos, me referiré en mi intervención a los principales indicadores y también a las más significativas
actuaciones que nos permitan dibujar esos contornos veraces de la situación de la seguridad pública en nuestro país, para...
(Rumores.)


La señora PRESIDENTA: Por favor, guarden silencio, porque hay un murmullo de fondo que es un poco molesto.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): ...
efectuar un balance sobre las mismas, como decía a SS.SS.



Por lo que se refiere a la lucha contra el terrorismo, me permitirán (especialmente ante una coyuntura en la que el principal partido de la oposición utiliza todas y cada una de las horas del día en cuestionar decisiones, incluso bajo graves
acusaciones que no deberían ser admisibles en la controversia política, porque, no lo duden, son acusaciones para gran regocijo de enemigos tan obvios de la libertad y de la democracia como son los terroristas, todos los terroristas, a los que este
Gobierno y todos los gobiernos deben combatir, detener y poner a disposición de la justicia y encarcelar) que recuerde aquí el alto compromiso que el presidente del Gobierno contrajo, primero, en su sesión de investidura y, después, en cuantas
ocasiones ha tenido la obligación de hablar del tema ante los ciudadanos. Ese compromiso era el de la lucha sin cuartel contra el terrorismo, contra todo terrorismo, empleando todos los recursos de los que pueda dotarse una sociedad democrática, y
lo elevaba a una de las prioridades políticas del Gobierno y por ello una de las prioridades operativas máxima de esta Secretaría de Estado de Seguridad. Esta prioridad operativa ha estado presidida siempre, y sin ningún tipo de variación a lo
largo de estos meses desde que hemos llegado al Gobierno hasta hoy mismo, por los


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mismos presupuestos estratégicos de la política antiterrorista desarrollada por el Gobierno del Partido Popular en la pasada legislatura, a saber: en primer lugar, un trabajo sistemático, metódico y constante de los servicios
antiterroristas del Estado previniendo atentados, desarticulando comandos, deteniendo a los miembros y dirigentes de los grupos terroristas e incautando y desmantelando su base logística; en segundo lugar, se ha basado en la eficacia de la
reforzada y permanente cooperación política, policial, judicial y de inteligencia en el ámbito internacional; en tercer lugar, en la eficacia de la actuación judicial; y en cuarto lugar, en la permanente búsqueda del consenso político,
lamentablemente menos sólido en el principal partido de la oposición ya desde el inicio de esta legislatura, lo que contrasta con la solidez de la anterior. Hablo de consenso político frente al terrorismo de ETA y a sus objetivos, materializado
específicamente a través de la estrategia integral contenida en el Acuerdo por las libertades y contra el terrorismo, y el consenso político también frente a otras formas de terrorismo, ya sea nacional o internacional.
Finalmente, esta política
antiterrorista también ha girado en torno a la atención efectiva, constante y en todos los órdenes (humanos, asistenciales y económicos) a las víctimas del terrorismo, porque, señorías, la fortaleza y la superioridad ética de nuestra resistencia
democrática frente al terrorismo, la fortaleza de nuestra acción política, judicial, policial y social frente a todo tipo de terrorismo descansa en ese compartido respeto profundo a las víctimas del terrorismo, a sus familias y a sus seres queridos.
En desarrollo de esta compartida e invariada estrategia frente al terrorismo, el Ministerio de Interior y este secretario de Estado no han dejado pasar un solo día para articular y poner en marcha un plan operativo contra el terrorismo, destinado a
hacer frente a las nuevas y a las viejas amenazas terroristas; un plan, como ya les dije aquí en su día, que no ha estado en ningún momento orientando a desmontar o atacar las acciones estratégicas llevadas a cabo por el anterior Gobierno, sino a
reforzar aquellos aspectos en los que se habían detectado carencias, a implementar actuaciones nuevas frente a situaciones nuevas y a apuntalar y robustecer los aspectos operativos y de recursos existentes hasta ahora.



Las novedades introducidas en nuestro plan han perseguido un objetivo operativo estratégico: facilitar y proporcionar una nueva escala de valor añadido a la actividad que hasta entonces venían desempeñando los excelentes profesionales y
servicios antiterroristas del Estado. La creación del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista es un claro exponente de esto último. Sólo se ha innovado o cambiado aquello que se ha demostrado que es capaz de proporcionar un valor añadido a
los servicios de inteligencia y a los servicios antiterroristas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Durante esta legislatura hemos continuado combatiendo desde la firmeza y desde la serenidad, pero aplicando en todo caso todos los
resortes que pone a nuestra disposición el Estado de derecho, el terrorismo nacional e internacional. De esa constancia y de esa firmeza hablan por sí solos los resultados alcanzados durante el periodo transcurrido de esta legislatura. Por lo que
se refiera a ETA, han sido detenidos 203 terroristas, de los cuales 171 lo han sido en territorio español y 86 en territorio francés, en cooperación con los servicios antiterroristas de este país. En cuanto al terrorismo de corte islamista radical
se han practicado un total de 230 detenciones en estos meses. De las restantes actuaciones antiterroristas 7 detenciones se practicaron a miembros del Grapo, 18 en relación con el independentismo radical y 6 en relación con el anarquismo u otras
formas terroristas. Estos son los resultados de una estrategia antiterrorista que, insisto, no ha variado como tal, sino que se ha complementado, y lo seguirá haciendo este año, con actuaciones de calado para hacer frente tanto a la nueva amenaza
del terrorismo de carácter internacional como al terrorismo tradicional que desgraciadamente supone ETA, o incluso, si bien en una medida nada comparable con la de esta organización, al proveniente de otros grupos, como es el caso de los Grapo. En
esta línea, nuestro plan de lucha contra en terrorismo viene poniendo en marcha toda una serie de actuaciones dirigidas a mejorar nuestra capacidades de inteligencia antiterrorista mediante, por ejemplo, la creación del Centro Nacional de
Coordinación Antiterrorista o brigadas especiales tanto en Policía como en Guardia Civil, como también incrementando de manera muy importante nuestra red policial exterior antiterrorista, designando especialistas con sede en países tales como Siria,
Libia, Argelia, Pakistán, Jordania, Indonesia, Filipinas, Serbia, Montenegro, Bosnia-Herzegovina, Croacia, Mauritania, Ghana -en este caso con responsabilidad de cobertura sobre Togo, Liberia y Costa de Marfil-, Hungría, Lituania, Liechtenstein,
Polonia, reforzando también nuestra presencia en Marruecos, y acabamos de destacar, por hacer referencia a una actuación muy próxima en el tiempo, un enlace en Arabia Saudí.



Hemos articulado por primera vez en España un plan operativo antiterrorista que prevé una modulación de las actuaciones en función del nivel de alerta o de amenaza que pudiera existir, pudiendo solicitar en algunas ocasiones, y de acuerdo
con este plan operativo antiterrorista, el apoyo de las Fuerzas Armadas. Además, hemos puesto también en marcha un plan de control de explosivos, en cuyo marco el pasado año se han efectuado 68.169 inspecciones e incoado casi mil expedientes por
infracciones. Está ya en marcha, también desde el año pasado, el plan de prevención y reacción frente a ataques NRBQ (nuclear, radiológico, biológico o químico) o amenazas de esta naturaleza. Hemos reforzado también nuestra cooperación
internacional antiterrorista, especialmente con los países que conforman la Unión Europea, los integrantes del G-6 y el Tratado de Prüm, así como con los Estados Unidos y los países del Magreb. Por lo que se refiriere a los recursos humanos
dedicados a luchar contra la amenaza terrorista durante el pasado año, como bien saben SS.SS., procedimos a la creación y posterior cobertura de 600 nuevos efectivos policiales antiterroristas en Guardia Civil y en Policía, y para este año acabamos
de aprobar al comienzo de febrero pasado en el Comité ejecutivo para el Mando


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Unificado la convocatoria y formación de otros 300 nuevos especialistas antiterroristas. En 2005 finalmente hemos convocado y cubierto 70 plazas de intérpretes traductores en los servicios antiterroristas. Por lo que se refiere a las
actuaciones que estamos emprendiendo durante el año 2006, hemos creado un equipo policial de apoyo ante grandes ataques terroristas, especialmente para ser puesto a disposición de cualquier Estado de la Unión Europea, y sobre el cual ya se han
interesado algunos países. Estamos elaborando un plan de protección de infraestructuras críticas que estará operativo durante este mismo cuatrimestre. Estamos implantando un sistema de información avanzada de datos de personas transportadas que
pretendan acceder a nuestro territorio a través de una frontera exterior. Tenemos ya muy avanzada la elaboración de un cuadro normativo para la retención de datos de tráfico de comunicaciones electrónicas y el control de datos de activación de las
tarjetas prepago.
Señorías, estos han sido, por un lado, los resultados de la lucha contra el terrorismo y estas son, por otro, las actuaciones puestas en marcha para potenciar y adecuar los servicios antiterroristas a las amenazas existentes. No
ha variado por ello la estrategia antiterrorista, no se ha desmotando ninguna acción, ningún plan operativo; se ha mantenido con rigor la estatregia y se han reforzado poderosamente además los planes y medios antiterroristas disponibles. Decir lo
contrario es faltar a la verdad, es meter ruido comunicativo y transmitir desgraciadamente a los terroristas, y además de forma imprudente, una falta de consenso y una falta de lealtad política que no evidencia nada más que una falta de beneficio
para la acción del Estado frente al terrorismo.



Pasando ya al segundo de los capítulos de mi intervención, el referido a la lucha contra el crimen organizado, y que constituye el objeto específico de una de las comparecencias solicitadas por el Grupo Parlamentario Popular, el diagnóstico
del Gobierno en materia de seguridad puso de relieve que la delincuencia organizada en sus distintas manifestaciones (narcotráfico, blanqueo de capitales o control de las redes de inmigración ilegal), constituye después del terrorismo la amenaza más
grave contra nuestra seguridad interior. Para responder a esta amenaza hemos elaborado una específica estrategia articulada en los siguientes ejes: por un lado, con la mejora de los sistema de información y de inteligencia en materia de
criminalidad organizada, ampliando el contenido de las informaciones del Sistema de Registro de Investigaciones (SRI) a toda la criminalidad organizada y no solamente al tráfico de drogas; con una potenciación de los servicios policiales dedicados
a combatir el tráfico ilícito de drogas y las actividades delictivas conexas, así como con la creación de unidades especializadas en delincuencia organizada y en tráfico de seres humanos; con la intensificación de la actuación sobre el tráfico de
drogas en todos los escalones de la distribución; y finalmente con la potenciación de las formas de colaboración y de cooperación policial, aduanera y policial tanto nacional como internacional.



Estas actuaciones a las que acabo de hacer referencia tienen una consideración especial, como no podía ser de otro modo, dentro de los planes estratégicos 2005-2006 del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, que han sido aprobados
por el Comité ejecutivo para el Mando Unificado. En cuanto a la creación de unidades especializadas, y según lo previsto en los respectivos planes estratégicos, la Dirección General de la Policía ha creado tres grupos de respuesta especial contra
el crimen organizado, tres de los llamados grecos, dos en la costa mediterránea y uno en Galicia; y la Guardia Civil por su parte ha constituido dos equipos contra el crimen organizado, los denominados ecos, uno en Alicante para actuar en la costa
levantina y murciana y otro en Málaga para actuar en la franja sur de la costa mediterránea. De manera particular la intensificación de la actuación sobre el tráfico de drogas en todos los escalones de la distribución se ha materializado en dos
planes que hemos puesto en marcha a comienzos del año 2006: por un lado, el plan operativo de respuesta policial al consumo y tráfico minorista de drogas en los centros educativos y sus entornos y, por otro, el plan operativo de respuesta policial
al consumo y tráfico minorista de drogas en zonas, lugares y locales de ocio y diversión. Ambos planes cuentan con la participación de los cuerpos autonómicos o locales de Policía allí donde las juntas de seguridad así lo han considerado; planes,
por cierto, cuya primera evaluación de resultados, que va a ser periódica y constante, va a efectuar el próximo viernes el Comité ejecutivo del Mando Unificado en su reunión semanal. Estas son o han sido las principales líneas de actuación frente a
esta amenaza.



Les voy a resumir ahora los principales resultados en materia de delincuencia organizada, pero deben ser tomados todavía con carácter provisional, puesto que en este momento la Comisaría General de Policía Judicial está trabajando en la
integración de los datos proporcionados por los dos cuerpos estatales (Policía y Guardia Civil), por la Ertzantza y por los Mossos d'esquadra y el Servicio de Vigilancia Aduanera. Durante el año 2005 se actúo contra un total de 480 grupos, de los
cuales ya han finalizado con resultado las investigaciones correspondientes a 280 de estos grupos. El tráfico de drogas sigue siendo la actividad principal de los grupos de delincuencia organizada que operan en nuestro país, bien con dedicación
exclusiva, bien en relación con otros delitos conexos; en este caso estaría el 60 por ciento de los grupos analizados. El 12 por ciento de los grupos tiene en la inmigración ilegal con fines de explotación sexual su actividad principal. El delito
de estafa en todas sus modalidades está presente además en el 17 por ciento de los grupos organizados y el 6,7 de los grupos investigados tiene entre sus actividades el tráfico ilícito de vehículos. A falta de consolidar todos los datos disponibles
de los diferentes cuerpos, les ofrezco los que corresponden al Cuerpo Nacional de Policía. Durante el año 2005 el CNP detuvo a 2.615 individuos como miembros de grupos organizados, por lo tanto un 32 por ciento más que el año anterior. Se han
intervenido 188 armas cortas, 44 armas


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largas y numerosas, numerosísimas armas blancas y munición; 1.025 vehículos, entre turismos, furgonetas, camiones, motocicletas; 25 embarcaciones; 5 avionetas y un helicóptero y más de 24 millones de euros en efectivo, aparte de más de 4
millones de euros falsificados, todo ello sin contar las joyas, el embargo de cuentas corrientes, de fincas rústicas, de locales y terrenos cuyos datos aún están integrando los cuerpos policiales.



Por lo que se refiere a la específica lucha contra el narcotráfico estos son algunos de los resultados correspondientes al año 2005: casi 800 grandes operaciones contra el tráfico de drogas, muchas en cooperación muy estrecha con los otros
servicios internacionales. Con ellas se ha conseguido detener a 2.000 personas con participación en tales acciones delictivas; incautar 46,6 toneladas de cocaína -segundo máximo histórico-, 646,7 toneladas de hachís. Estas elevadas cifras de
incautación de droga, de sustancia estupefaciente, se han apoyado en cinco prioritarias líneas de actuación: una fuerte actividad contra el transporte marítimo de droga, en el que nuestro cuerpos policiales han actuado estrechamente coordinados con
los Servicios de Vigilancia Aduanera y con la Armada; una mejor investigación y análisis del riesgo sobre contenedores o buques llegados a nuestros puertos; una intensificación de los controles aeroportuarios de equipajes; una lucha contra el
tráfico intermedio y, finalmente, una lucha también intensa, y que ha sido eficaz, contra la distribución minorista. En cuanto al resultado de las actuaciones específicas en materia de lucha contra las redes y flujos de inmigración ilegal, los
datos estadísticos del año 2005 muestran la notable eficacia de las actuaciones desplegadas por la unidades policiales, que se traducen en una clara e importante reducción de los flujos migratorios ilegales hacia España, lo que ha supuesto por un
lado romper la tendencia claramente alcista registrada en los años anteriores y por otro actuar como factor de carácter preventivo-disuasorio sobre las redes y los flujos que operan en este ámbito.



Estas conclusiones a las que acabo de llegar y que les he relatado se apoyan en tres factores esenciales: en primer lugar, en una significativa, muy significativa, reducción de la presión migratoria en la línea fronteriza con Francia como
resultado del fuerte dispositivo de control establecido por el Cuerpo Nacional de Policía en la zona, y que se ha traducido en una importante bajada en el número de las readmisiones que hemos solicitado al país galo durante el pasado año en relación
con el año anterior, un 37, 5 por ciento menos; en espectacular aumento, en segundo lugar, en el número de los retornos registrados en las fronteras exteriores de España, un 35,3 más, fruto de la mejora efectiva del control fronterizo, tanto en
aeropuertos, que registraron un incremento del 37,6 en esos retornos, como en puertos, que lo hicieron en un 35,3 por ciento. Hay, en todo caso, algunos ejemplos cuya claridad es muy significativa. Durante el año 2005, los retornos en Barajas se
incrementaron en un 40,2 por ciento y en un 28 por ciento en el aeropuerto de El Prat. En el puerto de Algeciras este incremento de los retornos fue de un 143 por ciento más sobre el año 2004. Y el tercer factor es un importante descenso
registrado en el número de inmigrantes llegados en pateras a las costas españolas, un 24,7 menos que en el 2004.
Así, de 15.675 hemos pasado solo en un año a 11.797, lo que representa la cifra más baja desde 1999. Esa disminución ha sido
especialmente significativa, por otro lado, en Canarias, con un 43,4 por ciento menos, siendo la correspondiente a la zona del Estrecho de un 3 por ciento menos. Respecto a las actuaciones que hemos desarrollado contra los flujos y el redes de
inmigración ilegal, y que tenemos además intención de continuar durante el presente año, quisiera resaltarles el incremento de la participación de funcionarios policiales españoles en operaciones conjuntas internacionales, como el paso fronterizo de
Nickesldorf, en Austria, y en los aeropuertos de París, de Amsterdam y de Lisboa; el mantenimiento conjuntamente con Francia e Italia de las operaciones del control del tren Milán-Barcelona; una intensificación de la colaboración con las policías
de los países de origen de los flujos ilegales de inmigrantes (Marruecos, Rumania, Bulgaria), así como con las de aquellos otros países europeos que comparten con España la condición de países receptores o de tránsito de inmigración irregular en
nuestra área geográfica (Portugal, Italia y Francia especialmente), y la desarticulación de redes que operan en el ámbito de la inmigración ilegal, de la explotación sexual o laboral, o en los fraudes y falsedades documentales, habiéndose
desarticulado un total de 333 redes a lo largo del año 2005 y practicado 1.469 detenciones. Especial mención debe hacerse a las 67 redes dedicadas a la inmigración irregular que han sido desarticuladas, un 34 por ciento más que en el año anterior,
practicándose 269 detenciones, en concreto un 63,03 más que en el año anterior.



Paso ya, señorías, a abordar el último de los grandes puntos sobre los que se ha solicitado mi comparecencia el relativo al comportamiento de la criminalidad en cifras generales durante el año 2005. A este respecto, y en relación con el
comportamiento de la criminalidad, como ya le dije al comienzo de mi intervención, tenemos motivos más que razonables para mostrarnos satisfechos del comportamiento de los grandes indicadores de evolución de la criminalidad durante el pasado año,
2005, y las proyecciones para el presente año, 2006, nos muestran que podemos mejorar aún más nuestros indicadores. Me voy a referir a alguno de ellos, tal como se contienen en este informe estudiado por el Comité ejecutivo para el Mando Unificado,
copia del cual, con el permiso obviamente de la señora presidenta, ruego que les sea entregado a SS.SS. por los servicios de la Cámara. Para no alargar demasiado esta comparecencia con datos detallados que ahora mismo van a tener en sus manos, les
resumo el comportamiento de los indicadores a los que hace referencia. Como ya dije, hemos cerrado el año 2005 con una tasa de criminalidad para el conjunto de España de 49,3 infracciones por cada mil habitantes. En el ámbito específico de
actuación del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil esa tasa


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de criminalidad es incluso inferior, de 48,4 infracciones penales por cada mil habitantes. Los datos de las diferentes comunidades autónomas, que tienen en ese momento en sus manos, nos muestran a once de ellas claramente por debajo de la
media española de criminalidad; otras tres comunidades, es el caso de Canarias, Andalucía y Cataluña, ofrecen valores ligeramente superiores a la tasa media; y solo cinco comunidades (Madrid, la Comunidad Valenciana, Ceuta, Baleares y Melilla)
presentan una tasa de criminalidad claramente superior a la media estatal y cercana o superior a la media de la Unión Europea. En comparación con la respectiva tasa de la legislatura anterior -debo resaltarlo-, los datos de 2005 representan
descensos muy significativos, entre 5 y 10 puntos, en las comunidades que en los últimos años han venido soportando una mayor presión en sus índices delincuenciales, tal es el caso de Canarias, Baleares, Madrid, Comunidad Valenciana, Cataluña, Ceuta
o Melilla. En todas estas comunidades nos encontramos con que los datos de 2005 suponen un descenso significativo y acusado de sus respectivas tasas de criminalidad.



Refiriéndome ahora de manera más específica a los indicadores que corresponden a la actividad del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, es necesario destacarles algunos extremos. En primer lugar, durante el año 2005, los cuerpos
de seguridad el Estado conocieron un total de 891.116 delitos, cifra que supone un significativo descenso del 1,6 por ciento sobre igual periodo del año 2004, en el que los datos además también habían sido positivos. Los delitos contra el
patrimonio, que representan casi el 36 por ciento de la criminalidad, descendieron también en 2005 de una manera especialmente significativa, un 3,6 por ciento. En este apartado solo los delitos contra la propiedad intelectual e industrial han
presentado un importante incremento del 19,6 por ciento, pero este aumento debe tomarse, como sin duda saben SS.SS., en realidad como un fuerte incremento de la actividad policial en la persecución de este tipo de actividades delictivas, en la que
lo determinante no es, a diferencia de lo que ocurre con otros tipos penales, la denuncia del particular, sino la labor policial fruto de las investigaciones abiertas por la propia Policía o por la propia Guardia Civil en su averiguación y control.
Por decirlo de una manera clara, si no hay actividad delictiva no hay delito contra la propiedad intelectual e industrial, y un incremento de la actividad delictiva permite que aflore esta realidad delictiva. Es una actividad policial que está
directamente relacionada con las actuaciones contempladas en el plan específico de lucha contra las infracciones en materia de propiedad intelectual o industrial que, como recodarán SS.SS., pusimos también en marcha el pasado año.



Como verán en la tabla resumen correspondiente que se les ha proporcionado, los delitos contra las personas han crecido un 3,9 por ciento, sobre todo por el incremento de las infracciones por lesiones; pero debo destacar aquí el importante
descenso de menos 3,6 por ciento que presentan las manifestaciones más graves de los delitos contra las personas, los delitos de homicidio cualesquiera que sea su forma. Esto supone que el número de homicidios cometidos en 2005 haya estado 10
puntos porcentuales por debajo del valor correspondiente al año 2003 y que la tasa de homicidio por mil habitantes sea de 3,34 frente a los 3,65 del año 2003, los 3,59 de 2002 y los 3,4 de 2000 y de 2001, en definitiva, es la tasa de homicidios por
mil habitantes más positiva de los últimos años. Los delitos contra la libertad e indemnidad sexuales crecen un 7,9 por ciento, destacando el incremento de los casos de pornografía de menores, en la que los delitos conocidos han sido 327 frente a
158 en 2004, y que es, como el caso de la actuación frente a los delitos contra la propiedad intelectual o industrial, un claro reflejo de la actividad policial contra este tipo de actos delictivos. Por lo que se refiere a las infracciones penales
más leves, lo que se denomina faltas, estas presentaron un moderado incremento del 6,2 por ciento. Es necesario tener en cuenta que en este comportamiento han tenido una no despreciable influencia en términos meramente estadísticos las recientes
modificaciones legislativas en la materia, que han empezado a tener reflejo en el sistema estadístico precisamente en 2005. Las faltas contra las personas crecieron un 10,8 por ciento, tanto por los incrementos habidos en los apartados de lesiones,
amenazas o injurias leves como por el nuevo registro estadístico de la faltas de incumplimiento de obligaciones familiares y de vejaciones leves, cuya nueva tipificación fue introducida por las reformas llevadas a cabo en la Ley Orgánica 15/2003 y
en la Ley 1/2004, de medidas de protección integral contra la violencia de género. Por último, las faltas contra el patrimonio crecieron un 5,6 por ciento.



Es para el ministerio especialmente satisfactorio el comportamiento de la llamada criminalidad juvenil. Durante el año 2005 presentó un descenso de menos 5,2 por ciento, lo que nos permite situar la tasa de criminalidad juvenil en 69,1
detenidos por casa 10.000 jóvenes menores de 18 años, muy lejos de los valores máximos alcanzados en los años 2000, que fue de 80,9 detenidos por cada diez mil jóvenes; 2001, que fue de 80,4; y 2002, que fue de 79,8. Les reitero que la cifra
correspondiente al año 2005 es de 69,1, diez puntos por debajo de las cifras a la que he hecho referencia correspondientes a los años 2000, 2001 y 2002. En este apartado, y sin duda a pesar de los buenos resultados a los que acabo de hacer
referencia, nos preocupa especialmente el fenómeno de la violencia asociada a las bandas juveniles organizadas. Para atajarlo acabamos de poner en marcha un plan específico cuya primera fase vamos a evaluar también en el Comité ejecutivo del Mando
Unificado este próximo viernes.



Todos estos indicadores, sin embargo, quedaría incompletos si no hiciese referencia a aquellos que expresan la actividad, el esfuerzo y la eficacia de los excelentes profesionales del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil en su
contribución a la lucha contra el crimen, y por lo tanto en su contribución a que España


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sea cada día un país más seguro para todos. Me referiré a dos de esos indicadores que van a poner de manifiesto a SS.SS. la intensidad, la eficacia y la eficiencia en la labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Por un lado
la tasa de detenidos por cada mil infracciones penales conocidas, que desde el año 2000 había ido descendiendo de forma preocupante y progresiva hasta situarse en solo 111 detenidos por cada mil infracciones penales en el año 2003, es hoy, solo dos
años más tarde, de 130 detenidos por cada mil infracciones penales conocidas, es decir, un 18,6 por ciento más de detenidos que en el año 2003, y un 4,6 por ciento más que en el año 2004. Por otro lado, y por lo que se refiere a la tasa de
infracciones penales esclarecidas, que en el año 2003 era de 27,6 infracciones, está hoy dos puntos por encima de esa cifra, 29,5 por ciento, es decir, está un 8,4 por ciento más que en el año 2003 y un 4,4 por ciento más que en el año 2004. En
definitiva, que cada vez los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado detienen a más delincuentes y esclarecen un mayor número de infracciones penales; por lo tanto, evidentemente, solo cabe concluir que son más eficaces, y por ello más
eficientes. A la vista de lo expuesto, me permitirán, señorías, que me reafirme en mi inicial conclusión: España es sin duda hoy un país más seguro, porque además cuenta con profesionales eficaces e involucrados en su trabajo, que disponen además
para ello de más y mejores medios, lo cual les permite desarrollar con un éxito indiscutible los planes operativos con los cuales se implementa la política de seguridad del Gobierno de la nación.



Antes de terminar debo referirme, siquiera sea brevemente, a una cuestión puntual que plantea el Grupo Parlamentario Popular y que ya ha sido expuesta en otras comparecencia ante esta Comisión de Interior. Me pide, y cito textualmente, que
explique la circular enviada a los órganos policiales desde la Secretaria de Estado de Seguridad, prohibiendo facilitar datos sobre delincuencia. Lo voy a hacer, y además lo voy a hacer con sumo gusto aunque deba empezar negando lo que se afirma
literalmente en esta petición. En absoluto este secretario de Estado, y es obvio que nadie que no sea este secretario de Estado puede hacerlo en la secretaría, ha prohibido que se facilite dato alguno sobre delincuencia. Lo único que ha hecho este
secretario de Estado, y ahora les explicaré las razones de orden técnico-estadístico por las que se hizo, lo único que ha hecho, reitero, el secretario de Estado es remitir una instrucción a los centros directivos de mí dependientes, es decir, las
direcciones generales del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil y a los delegados y subdelegados del Gobierno, para que cuando los servicios de prensa de unos y de otros difundan datos relacionados con la evolución de la criminalidad,
empleen, y cito en este caso textualmente el contenido de la instrucción, los datos estadísticos y los análisis de evolución de la criminalidad que, con la periodicidad que se establezcan, sean remitidos por la Secretaría de Estado de Seguridad.



Siendo lógico, como así ocurre en todos los países de nuestro entorno, que los datos de evolución de cualquier hecho de relevancia social no solo sean difundidos oportunamente a la opinión pública, sino que además cumplan con ciertos
requerimientos metodológicos sobre los que descansa su validez y su fiabilidad, convendrán entonces conmigo en que en un momento, como ha ocurrido durante el año 2005, en el que se han producido modificaciones legislativas importantes que empiezan a
tener su impacto estadístico por primera vez en los datos del año 2005, es necesario que por los servicios del sistema estadístico de seguridad del Ministerio de Interior se proceda desde rigurosos criterios técnico-estadísticos a homogeneizar los
datos de la nueva base estadística con los correspondientes al año anterior. De lo contrario estaríamos comparando registros estadísticos nuevos con otros que no contemplaban esa misma realidad, o al menos no contemplaban todas las tipificaciones
que son ahora consideradas por la nueva norma penal. Además, y como ya señalé anteriormente, a nuestro sistema estadístico están llegado ya datos procedentes del progresivo despliegue de los Mossos d'Esquadra en Cataluña, que incluyen registros de
determinados cuerpos de policía local no contemplados hasta ahora entre esos datos, y esos datos deben ser tenidos en cuenta también a la hora de construir los indicadores generales de la evolución de la criminalidad en nuestro país. Esta tarea
integradora desde principios técnicos y procedimientos metodológico rigurosos corresponderá o habrá de corresponder a un futuro al instituto o el centro de estudios de seguridad interior, cuya creación ya anunció en esta misma Cámara el ministro del
Interior, y para los cuales estamos tramitando internamente la correspondiente norma administrativa. En definitiva, que la Secretaría de Estado no prohibió en ningún momento la difusión de datos, sino que trató de conseguir que esos datos contaran
con el rigor, con la seriedad que merece la realidad que estábamos contemplando.



Señora presidenta, señorías, gracias de nuevo por su atención y estoy a su disposición a afectos de las preguntas que quieran formular.



La señora PRESIDENTA: Vamos a iniciar el turno de intervención de los grupos por aquellos que tienen iniciativas planteadas de comparecencia.
Por lo tanto iniciaremos con el turno de la portavoz del Grupo Popular, por un tiempo de veinte
minutos. Tiene la palabra la señora Sánchez-Camacho.



La señora SÁNCHEZ-CAMACHO PÉREZ: Supongo que en veinte minutos podremos sustanciar esta comparecencia. Son más de una las que solicita este grupo y además debido a la información cuantiosa que ha aportado el secretario de estado de
Seguridad, apelo a la benevolencia de la Mesa por si no excediéramos en ese caso del tiempo ocupado.



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La señora PRESIDENTA: Precisamente veinte minutos porque justamente es el doble de lo que se establece.



Las señora SÁNCHEZ-CAMACHO PÉREZ: No, no, porque como además del doble y de los diez minutos que establece el Reglamento, ha aportado muchísimas informaciones el secretario de Estado sobre comparecencias que no estaban solicitadas, y me
refiero en concreto a las relativas a la política antiterrorista contra la banda terrorista ETA, que no forma parte del orden de día, pediría que se ampliaría ese tiempo para mi grupo.



Señor secretario de Estado, muchísimas gracias por comparecer hoy aquí, la verdad es agradecemos que haya sido tan pronto esta visita, incluso nosotros esperábamos que se pudiera realizar más tarde. En otras ocasiones nos ha costado más que
el secretario de Estado de Seguridad y el propio ministro vinieran a esta Comisión, y en ese caso ha sido muy rápida su comparecencia. Hemos visto el porqué tenía usted una gran necesidad de aportar cuantísimos datos, incluso muchos que el orden
del día de esta Comisión no solicitaba, pero de todas maneras son de gran interés para este grupo parlamentario y para todos lo que estamos hoy aquí escuchando su comparecencia, a la cual me referiré en los minutos próximos. También lamento que su
estado de salud no sea el mejor, pero hemos visto que usted ha podido rendir y seguro que lo hará en las respuestas a este grupo parlamentario y a los demás.



La verdad es que son tantas las comparecencias que tenemos que no sabemos por dónde empezar. Yo comenzaría quizás por el final, por la alusión a una comparecencia que este grupo parlamentario no sustanció en otro momento pero, sin tener
formalmente solicitada la comparecencia, sí le preguntamos al hilo de otra comparecencia anterior de S.S., por esa instrucción. Permítame que le diga, señor secretario de Estado, que con todo el respeto que pueda tener a la interpretación que usted
pueda dar con relación a la instrucción a que nosotros hacíamos referencia, la verdad es que nos parecen muy pobres y muy poco sólidos los argumentos a los que usted hacía alusión. Los servicios de prensa de las delegaciones de Gobierno y
subdelegaciones de Gobierno en todo momento tienen que hacer referencia a la información que se envía de una manera formal desde el Ministerio del Interior y desde la Secretaría de Estado de Interior.
Entonces, que usted me diga que no se ha podido
y que esa instrucción responde a la homogeneización de esos criterios en virtud de la nueva legislación penal y en virtud de la nueva tipificación de determinadas infracciones, para que haya unos criterios homogéneos y rigurosos, es que
evidentemente esa información la aplica y la facilita la Secretaría de Estado de Seguridad, con lo cual no habría ningún tipo de problema en esa homogenización, porque son ustedes lo que puntualmente cada mes o cada tres meses podrían estar
aportando esa información a las delegaciones de Gobierno y a las subdelegaciones de Gobierno; y en cambio nos hemos encontrado, señor secretario de Estado, con que hasta que salió publicado en El País de fecha 24 del 11 del 2005, los ciudadanos
españoles no tuvieron conocimiento del estado de la delincuencia en este país, hasta esa fecha, hasta el 24 de noviembre, a no ser que usted nos pueda dar otra información al respecto. ¿Por qué se realizó eso? Porque es la instrucción que usted
mandó, que además el 8 de junio del 2005 mandó una primera que no tenía carácter de circular, sino que tenía carácter de recomendación que usted enviaba y que, en este caso, era el subdirector general operativo por órdenes de la Secretaría de Estado
de Seguridad, y después se formaliza en la instrucción de 2005, en la que se dice que debido a esa homogeneización no se facilite ningún dato sin la autorización de la Secretaría de Estado de Seguridad.



Nosotros interpretamos, y le vuelvo a repetir que su secretaría de Estado es la que hubiera aportado esos datos en cualquier momento, que usted podría haber aportado los balances semestrales, trimestrales, de forma territorial a cada una de
las comunidades autónomas, los habría facilitado su secretaría de Estado con sus criterios de homogeneización, y ustedes no lo hicieron; es más, no se dio ningún dato en ninguna delegación de Gobierno y en ninguna subdelegación de Gobierno, porque
todos los entes, y en este caso incluso las fuerzas policiales, la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en el argot propio utilizado por ellas mismas decían que había una gran preocupación en el Ministerio del Interior y en la secretaría de Estado por el
repunte de la criminalidad.
Recuerdo además el titular de este mismo periódico que apuntaba los primeros datos de un informe de la Secretaría de Estado de Seguridad en la que se decía que la delincuencia se incrementaba un 3,1 por ciento en los
primeros nueve meses del año. Es decir, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, en este caso la Policía Nacional y la Guardia Civil, nos trasladaban, y trasladaban además a sus fuerzas sindicales, que había una gran preocupación, que los datos en
materia de seguridad ciudadana no eran buenos y que por eso la Secretaría de Estado de Seguridad no permitía que se facilitaran datos con la normalidad y con la periodicidad con que se venía realizando en años anteriores. Con lo cual le vuelvo a
reiterar, señor secretario de Estado, que, como ustedes desde el principio ya estaban aplicando esa tipificación, ustedes mismos podrían haber ido aportado esta información de una forma normal, de una forma periódica, que hubiera permitido a los
ciudadanos, y en este caso al Grupo Parlamentario Popular y a las demás formaciones políticas, conocer qué es lo que estaba pasando con la evolución de la seguridad ciudadana.
Desde luego, su justificación no es satisfactoria para este grupo
parlamentario; entendemos que ustedes ahí tenían una gran preocupación sobre lo que estaba ocurriendo en relación con la seguridad ciudadana, que incluso además, y usted lo conoce muy bien, a no ser que nos lo pueda desmentir, hubo reuniones con
comisarios de las zonas en las que el repunte de la criminalidad era más agudizado y era


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más elevado, y en las cuales se les reiteraba y se les recordaba la instrucción para que no se facilitara a los ciudadanos españoles ni un dato en relación con la seguridad ciudadana.



Haré alusión enseguida a algunas de sus manifestaciones con respecto a las declaraciones que el representante de libertades públicas y justicia del Partido Popular hizo en Valencia. Al hilo de esas declaraciones, le puedo decir que nos
trasladaron las fuerzas políticas, y en este caso las fuerzas responsables institucionales, tanto de la comunidad como del propio Ayuntamiento de Valencia, que el delegado del Gobierno les había comunicado que no podía facilitar datos de seguridad
ciudadana en la comunidad, ni lo hizo en la Junta de Seguridad. Con lo cual, si usted eso no interpreta que es prohibición, díganos usted, a finales del año 2005 y a principios ya del 2006, por qué no se podían facilitar más datos específicos por
parte de los delegados y subdelegados del Gobierno, y en concreto le cito a la delegación de Valencia en declaraciones que realizó la propia alcaldesa de la ciudad de Valencia cuando no fueron aportados esos datos en la Junta de Seguridad aludiendo
a esta instrucción. Señor secretario de Estado, usted lo puede maquillar muy bien, lo puede explicar muy bien, y realmente tiene usted una cierta fluidez para hacerlo, pero le repito que este grupo no entiende la necesidad de esta instrucción,
porque, eran ustedes los competentes para facilitar esos datos. No entendemos la necesidad de esa instrucción y entendemos que era una instrucción que prohibía, conminaba a los representantes territoriales institucionales para que no aportaran
estos datos hasta que tuviera la secretaría de Estado la necesidad o el deseo de hacerlo, como así ha sido.



Con relación al resto de comparecencias, antes de entrar en las que había solicitad nuestro grupo parlamentario y en las relativas a la inseguridad ciudadana o al aumento de criminalidad o la valoración de la criminalidad y los planes del
2006, que era también la solicitada por el Grupo Socialista, además de hablar de bandas organizadas, permítame una referencia y una crítica a las aportaciones que usted ha hecho hoy aquí sobre política antiterrorista. Permítame, señor secretario de
Estado, decirle que lamento que haya usted utilizado el tono y la crítica contra el Partido Popular en un punto que, reitero, no estaba en el orden del día. Evidentemente S.S. puede aportar cuanta información quiera y desee, y le agradecemos el
hecho de que lo haya realizado, pero nos parece de una gran crudeza y además de una gran indignidad que usted haya hecho alegaciones, incluso afirmaciones, del nivel que las que ha hecho. Porque decir que el principal partido de la oposición, como
usted ha indicado, con las declaraciones y con las actuaciones que está haciendo puede dar más pábulo y más satisfacción a los terroristas no son declaraciones propias de un secretario de Estado de Seguridad, y en este caso de manera formal en el
Congreso de los Diputados.



Si usted quiere que hablemos de la política antiterrorista y del incumplimiento del Pacto por la Libertades, lo podemos hacer, aunque a mí no me gustaría tener que desgraciadamente estar haciéndolo y que estos dos grupos parlamentarios,
estos dos partidos políticos, se encuentren en la situación en que la que se encuentran ahora. Le quiero recordar que esta misma diputada y el diputado al que usted ha hecho alusión le solicitaron a usted y al propio ministro del Interior, la
convocatoria del Pacto antiterrorista en alusión a los informes de la propia Guardia Civil para la posible ilegalización del Partido Comunista de las Tierras Vascas, y le reiteramos la solicitud justificada que entendíamos que debía realizarse para
esa reunión en la que se debería tratar ese aspecto. No hubo respuesta ni hubo convocatoria por parte del Partido Socialista Obrero Español, a diferencia de lo que la vicepresidenta primera del Gobierno decía cuando estaba en la oposición: que
cuando ellos llegaran al Gobierno, siempre que el partido de la oposición lo solicitara, se reuniría el Pacto por la Libertades y contra el Terrorismo. Con lo cual, los desencuentros no han sido por culpar del Partido Popular, sino que nosotros
entendemos que ustedes rompieron ese pacto y que ustedes siguen realizando una política flexible, una política que lo que está haciendo es favorecer al entorno abertzale, favorecer al entorno de ETA, dar oxígeno a una banda terrorista que usted sabe
muy bien que, según sus propias fuentes, estaban en el peor de los momentos y en la peor de la situaciones. Y que usted me diga que además se aprueba un plan operativo de política antiterrorista no para atacar lo que hacía el Gobierno anterior, con
palabras textuales suyas -no para atacar lo que hacía el Gobierno anterior-, me parece lamentable, señor Camacho, porque entendemos que un Gobierno... Sí, me parece lamentable. Después usted ha dicho que era para apuntalar lo que se venía
haciendo. Evidentemente, pero es que la referencia es atacar la política antiterrorista de un Gobierno anterior que usted conoce muy bien que fue siempre firme y contundente y además remarcándolo muy bien, siempre en el marco del Estado de derecho.
Usted conoce muy bien las modificaciones legislativas, incluso algunas con las que no estuvieron de acuerdo algunos de los actuales representantes del Ministerio del Interior; me refiero a las modificaciones legislativas, al impulso judicial y al
impulso de cooperación internacional, que el otro día desde la propia Comisión estábamos realizando, y el éxito que eso supuso para dejar a la banda terrorista en la situación en la que se encuentra. Entonces, señor secretario de Estado, me parece
verdaderamente lamentable que usted haya utilizado y haya aprovechado esta comparecencia para aportar yo diría que más crispación ante una Comisión para la que no estaba solicitado ese aspecto, aunque le digo que con mucho gusto nosotros trataremos
ese tema, y ojalá no nos encontráramos en estas circunstancias. Nos gustaría que se tratara con muchísimo más rigor, que no se realizaran acusaciones de esas características, porque realmente ustedes están faltando a un partido que ha tenido
muchísimas víctimas, que ha tenido y tiene personas amenazadas y extorsionadas, y que no se


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merece afirmaciones como esas, ni mucho menos afirmaciones como las del secretario de organización del Partido Socialista, señor Blanco, diciendo que el Partido Popular no quiere la paz mientras gobierne el señor Zapatero. Nos parece
realmente lamentable. Nosotros en ningún momento hemos dejado de destacar la actuación que ha realizado el Ministerio del Interior en la desarticulación de comandos, en la colaboración con Francia y en la actuación y en la presión que se hace sobre
la banda terrorista ETA, que es lo que tiene que hacer, y es lo que desde el Partido Popular creíamos que se tenía que seguir haciendo: aplicar el Estado de derecho para derrotar a la banda terrorista ETA. Lo que sí cuestionamos y lo que sí
criticamos es la política de flexibilidad del presidente Zapatero en relación con ese posible proceso de negociación, ya que vemos día a día que la banda terrorista se burla del mismo, porque vemos que día a día sigue habiendo atentados, ayer mismo
había más atentados, más extorsiones e incluso víctimas.



Entrando ya en la cuestión, señor secretario de Estado, nosotros querríamos hacer referencia a dos aspectos fundamentales. Aquí vamos a hablar de dos cuestiones realmente importantes, una, la seguridad ciudadana, y la otra, que preocupaba
mucho a este grupo parlamentario, era las bandas organizadas y la implantación de dichas bandas en todo territorio español y el incremento de las mismas en el territorio español.



Con respecto a la seguridad ciudadana, señor secretario de Estado, la verdad es que no sé si utilizar las palabras del propio ex presidente del Partido Socialista Obrero Español, del señor González, diciendo que goza usted hoy de optimismo
más que moderado -más que moderado-, que realmente nuestro grupo no comparte, porque, señor secretario de Estado, la verdad es que usted hace referencia al número de infracciones porcentuales por mil habitantes, a la tasa con relación a la Unión
Europea y la tasa con relación a otros países de la Unión Europea y los 20 puntos de diferencia que nos sitúan en ellas.



Después hay otra cuestión que usted cita continuamente, que realmente está ahí y a la que usted va a seguir aludiendo permanentemente. Ustedes aluden en todo momento a la comparativa de los años 2000, 2001, 2002. El repunte de delincuencia
que se produjo en esas situaciones ya fue reconocido por el Gobierno, se realizó y se habilitó un plan de choque, que ustedes conocen muy bien y que han desmantelado en gran parte, con relación a las policías de proximidad y en otros aspectos,
aunque ustedes legítimamente hayan optado por otras estrategias operativas o por otras políticas operativas. Sin embargo, señor secretario de Estado, le recuerdo que están ustedes ya casi en dos años de legislatura del Partido Socialista Obrero
Español, y que a este grupo lo que le interesa saber es qué está haciendo el Partido Socialista Obrero Español y cómo está evolucionando la seguridad ciudadana, o en este caso la criminalidad, con respecto a los años anteriores. Usted ha dejado en
todo momento de hacer referencia al año 2004, usted todo el rato hacía alusión a los años 2000, 2001, 2002 y 2003. Conocemos los datos de esos años y se habilitó un plan de choque que usted conoce muy bien y que facilitó además una desaceleración
de la criminalidad desde el año 2002; pero usted no ha hecho referencia a que con el resultado total de las infracciones penales hay un aumento del 2,5 por ciento de la inseguridad ciudadana con respecto al año 2004. ¿Eso a usted le parece un dato
positivo? Porque, vamos, usted no lo ha mencionado, usted no lo ha mencionado. ¿Le parece a usted que el que aumenten es España el 2,5 por ciento las infracciones penales con relación al año 2004 significa y demuestra que España es un país cada
vez más seguro? Desde luego, más que en el 2004, no; y desde luego se demuestra que sus políticas estratégicas y operativas no están dando los resultados deseados, porque evidentemente se está produciendo ese aumento.



Señoría, que usted además nos quiera decir, porque parece sorprendente -ahora analizaremos el total de delitos y el total de infracciones- que en aquellos delitos en lo que se produce un repunte, como es el caso de la propiedad intelectual,
ustedes nos digan que es debido al mayor incremento de la actividad policial, entonces ¿qué tenemos que entender? ¿que en el resto cuando bajan es que no han trabajado tanto las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad? Porque parece que tienen
justificación para todo.
Es decir, cuando las faltas suben es porque ha habido modificación de la legislación, con lo cual, como se han tipificado nuevas infracciones, y nuevas faltas en este caso, ahí está, es debido a la legislación. Cuando los
delitos relativos a propiedad intelectual suben un 19 por ciento resulta que es porque la policía detiene más y porque realiza una mayor actividad policial. Entonces, explíquenos usted. ¿No será que se delinque más, que hay más manteros, que se
vende más CD, que hay más actividad y se cometen más delitos en materia de propiedad intelectual? Porque, señor secretario de Estado, parece que usted hoy venía con respuestas para todo, y con ese eslogan de que España hoy es más segura. Por mucho
que ustedes lo maquillen, por mucho que ustedes lo cambien, por lo que estamos viendo a lo largo del todo el territorio nacional y por lo que estamos recabando y oyendo de los ciudadanos españoles, le tengo que decir que está muy lejos de esa
autosatisfacción, de ese optimismo moderado o menos moderado que tiene su señoría. La verdad es que le recomendaría muy seriamente que ustedes trataran este tema con un mayor rigor, porque estos datos empíricos y objetivos de los que usted nos da
referencia y que hemos conocido casi a finales de este años, le vuelvo a repetir, no son buenos en relación con el año 2004. Son sus propios datos, y son sus propias políticas de seguridad, las que ha realizado el Ministerio del Interior del
Gobierno socialista del señor Zapatero.



Cuando analizamos los delitos, vamos a ir por partes, tanto de la zona de despliegue de la Guardia Civil como de Policía Nacional, vemos un dato extraordinariamente preocupante, por el que usted ha pasado casi de refilón,


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y es el incremento de los delitos contra la personas. En los delitos contra las personas se produce, con relación al año 2005 y al año 2004 -2004, 60.034; 2005, 62.395-, un incremento de casi un 4 por ciento, en sus propios datos.
Permítame que le que diga que, de verdad, viendo estos y viendo los que ustedes facilitaron los nueve primeros meses del año, hay algunas transformaciones absolutamente meteóricas y absolutamente maravillosas, porque parece ser que en los dos
últimos meses se han solucionado muchísimos de los problemas que ustedes tenían los tres primeros meses. Sí, sí, se lo diré. por ejemplo, con respecto a Melilla.
Si ve usted los datos que usted tiene en la zona de despliegue de la Guardia Civil y
en la de la Policía Nacional, parece ser que en octubre, noviembre y diciembre se solucionaron muchísimas cosas en ese determinado territorio, y después le daré los datos; y le pongo ese ejemplo, aunque le podría poner otros.



Las lesiones contra las personas aumentan un 10 por ciento; los malos tratos en el ámbito familiar, aunque usted los quiera achacar a la aplicación de esa nueva normativa, están siendo un desastre, siguen aumentando y siguen aumentando
muchísimo las denuncias por maltrato familiar. Usted tendrá una comparecencia, sobre la que no quiero explayarme, porque se celebrará ante la Comisión Mixta de Derecho de la Mujer, en la que nos informará sobre cuáles son la medidas que el
Ministerio del Interior está tomando, que creemos claramente insuficientes, porque ahí están los datos, sobre malos tratos en el ámbito familiar y que son los que ustedes mismos están aportando.



Contra la libertad sexual, agresión sexual, un incremento de 5,3 con relación al año 2004; abuso sexual, un 9 por ciento; y el resto de los delitos contra la libertad sexual, un 11 por ciento. ¿Usted quiere decir a los ciudadanos
españoles que España es más segura cuando se están incrementando un 11 por ciento los delitos contra la libertad sexual con relación al año 2004? ¡Hombre!, no desmerezca usted los propios datos que usted tiene. No haga usted solo hincapié en
aquello que usted interpreta desde ese moderado optimismo, porque los datos son realmente graves y son preocupantes, y no se vaya usted, como le reitero, a los años 2000, 2001 ó 2002, váyase usted a su propio años de gobierno que es el año 2004 y
vean ustedes cómo en vez de mejorar con ustedes están empeorando.



Nos vamos a las faltas. Las faltas contra las personas verdaderamente suponen un incremento importantísimo, de más de un 10 por ciento. ¿Usted me quiere decir, señor secretario de Estado, que esta cantidad de lesiones, amenazas, injurias,
todas estas faltas se están cometiendo y se deben a esa tipificación nueva a que usted hacía alusión? Es decir, ¿les va usted a decir a los españoles que hay más hurtos, que se producen más lesiones, más injurias debido a que el Ministerio del
Interior está homogenizando e incluyendo la tipificación de la normativa anterior y que por eso se produce un 10 por ciento de incremento? Pues este grupo parlamentario le dice muy claramente que no, señor secretario de Estado, que se está
produciendo ese incremento y se está produciendo un incremento grave, un incremento de casi 68.492 faltas más con relación al año 2004, que se está produciendo un incremento porcentual de las faltas del 6,2 por ciento. Después nos podemos ir a la
faltas contra el patrimonio, sobre las que usted también ha pasado casi de refilón. Contra el patrimonio se incrementan esas faltas en 5,6 por ciento: hurtos, daños, etcétera. ¿Usted qué les dice a los ciudadanos españoles que sufren esos hurtos
a diario, que sufren esa pequeña delincuencia, esa criminalidad que se produce minuto a minuto? ¿Les dice que se debe a esa nueva modificación de la legislación o realmente esos datos que, reitero, creo que están muy maquillados por el propio
Ministerio del Interior, no son los que realmente demuestran la realidad diaria y cotidiana de ese incremento de la inseguridad ciudadana? Ahí, con sus propios datos, figura un incremento sustancial de casi un 6 por ciento en las lesiones.



Además, señorías, están apareciendo nuevas tipologías de delitos y está creciendo la inseguridad ciudadana, y usted lo sabe muy bien. Usted sabe muy bien que en Andalucía, tanto Andalucía oriental como Andalucía occidental como Valencia,
muchas comunidades autónomas, incluida Madrid, en la que se comete el mayor número de infracciones, sigue incrementándose en este año 2005 el número de infracciones penales con relación al 2004. ¿Por qué usted no ha hecho referencia a eso? ¿Por
qué se sigue delinquiendo y sigue habiendo mayor criminalidad en Madrid, en Andalucía, en Valencia, y usted no ha hecho referencia a esas zonas? ¿Ese optimismo moderado dónde ha quedado cuando aumenta el número de infracciones penales totales en la
Comunidad de Madrid y en el resto de comunidades?


Cuando hablamos con los ciudadanos y nos explican realmente la situación de desasosiego, la creciente inseguridad ciudadana y la creciente percepción subjetiva de la mayor inseguridad ciudadana que hay en este país, los ciudadanos nos
trasladan que este Gobierno, y en este caso el Ministerio del Interior, no está haciendo absolutamente nada, y que se sienten absolutamente desamparados. Luego hablaremos de esas soluciones a las que usted hacía referencia en relación con las
patrullas vecinales o con otras; por ejemplo ha habido conatos, a los que usted no ha hecho referencia, en municipios como Olessa de Montserrat, donde los propios vecinos tuvieron que articular medidas y patrullas vecinales para poner freno a este
incremento de delincuencia porque no contaron con medios por parte del Gobierno, y por parte en este caso del Ministerio del Interior o de la Generalitat. No fue únicamente en Valencia y en la Comunidad Valenciana, en la zona de Levante, donde los
vecinos quisieron articular esas medidas, sino que está ocurriendo en gran parte del territorio nacional, sin que ustedes hagan referencia a eso ni les preocupe. La verdad, señor secretario de Estado, es que ese optimismo moderado en el que usted
se sitúa, o más que moderado,


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no va a aportar muchos beneficios al Ministerio del Interior, sino antes al contrario.



Ahora se está generando una actividad delincuencial que preocupa a muchísimos ciudadanos a la que usted no ha hecho referencia: los robos en viviendas estando incluso los propietarios dentro, robos con extremada violencia, robos con fuerza,
con la utilización ya no de armas blancas sino con la utilización de armas de fuego. Una nueva tipología, como por ejemplo son los secuestros exprés, que están sufriendo y han sufrido ciudadanos de este país en Cataluña y en otras zonas de España.
Nuevas actividades delincuenciales cada vez más violentas, cada vez más crueles, que están conmocionando y preocupando a la sociedad española, a la que usted se dirige, con ese eslogan de España es cada vez en un país más seguro. La verdad es que
cuando abrimos los informativos de cualquier cadena de televisión no se traslada a los ciudadanos esa satisfacción a la que usted hacía referencia. Con eso voy a hacer alusión a las bandas organizadas, señor secretario de Estado. Quizás aquí sí
que ha dado una información mayor, y admito que con más rigor, en cuanto a las detenciones y en cuanto a las actuaciones que se han realizado contra esas bandas, pero la verdad es que un tema extremadamente preocupante para nuestro grupo
parlamentario y supongo que para el resto de los grupos y para todos los ciudadanos españoles.



Lo cierto es que tenemos cada vez más bandas organizadas en este país, bandas organizadas evidentemente interesadas en materias que usted ha citado de forma exhaustiva: tráfico de armas, tráfico de drogas, tráfico de ciudadanos o de seres
humanos, tráfico de vehículos, asaltos a viviendas, blanqueo de capitales, falsificación de documento. Nosotros estamos muy preocupados, y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad tampoco nos ocultan esa preocupación, por el incremento y la evolución de
esa modalidades delictivas que yo nombraba. Muchas de ellas hacen referencia a bandas del Este, muchas de ellas hacen referencia incluso a bandas chinas, a bandas asiáticas, bandas suramericanas, bandas centroamericanas, que están teniendo en el
territorio español cada vez una mayor implantación y cada vez un mayor margen de actuación.



La verdad es que nosotros somos pesimistas, señor secretario de Estado, con respecto a eso, porque cada vez más España está siendo un efecto llamada para bandas organizadas. Estamos viendo ya, sí, sí, estamos viendo ya, señor secretario de
Estado, que no se están realizando ajustes de cuentas por sicarios venidos de otros países, sino que ya estamos viendo que esas bandas están asentadas en nuestro país; que cada vez se comunican más entre ellas y la sede operativa que tengan en el
determinado país; que incluso, en el argot de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, se hace alusión a que en España se trabaja bien. Hay casos clarísimos como el de Canals o como el que está afectando a la zona levantina o a Andalucía, en los que se
ve la implantación en nuestro país de esas bandas organizadas. Realmente es una realidad inquietante, señor secretario de Estado, y les digo que nos preocupa extremamente, porque ya no es solo la implantación en zonas urbanas, sino que también está
produciendo en zonas rurales. Le vuelvo a repetir que la Costa del Sol, en la costa de Levante e incluso en zonas rurales de Galicia, está ocurriendo esa implantación, y además con una gran capacidad de movimiento, porque estamos viendo que hay
bandas operativas que en un solo día se mueven 400 kilómetros para perpetrar una serie de golpes muy precisos. Ese es el ejemplo que creemos sucedió en el caso de Canals, en el que bandas que estaban implantadas en un determinado territorio
realizaron actuaciones en otra zona como fue la costa de Levante. Además incluso de la conexión entre esas diferentes bandas, entre grupos búlgaros y marroquíes, por ejemplo, los primeros se ocupan de robar los vehículos y los marroquíes los
utilizan para el tráfico de hachís, etcétera. Y estas bandas...



La señora PRESIDENTA: Señora Sánchez-Camacho, ha consumido su tiempo de sobra, le ruego que vaya usted finalizando.



La señora SÁNCHEZ-CAMACHO PÉREZ: Acabo en un segundo, muchísimas gracias señora presidenta. Le quería hacer ya solo referencia, señor secretario de Estado, a que estas bandas están siendo las responsables de esos robos con extrema
violencia en muchas viviendas, en muchos municipios y áreas metropolitanas de grandes ciudades, como pueden Barcelona, Madrid o la costa de Levante. Señor secretario de Estado, aparte de la unidades Greco, sobre las que nosotros ya les cuestionamos
la operatividad de algunas, especialmente porque estaban teniendo unos costes salariares adicionales y por la dependencia, en este caso funcional y orgánica de la unidad central, ya le hicimos esas críticas al ministro del Interior, querríamos saber
qué otras medidas están tomando ustedes con relación a la implantación de esas bandas y a la extrema gravedad de su actuación, que cada vez está siendo superior en nuestro país.



Para finalizar, señor secretario de Estado, y esperamos que haya turno de la réplica, diré que por mucho que se maquillen los datos, y realmente lamento tener que decirle eso, vuelva usted a mirar los datos por ejemplo de Melilla, donde
ahora se produce un descenso según los datos de la Policía y de la Guardia Civil, de casi el 10 por ciento de las infracciones penales cometidas en esa comunidad, mientras que en el informe de la secretaría de Estado que ustedes facilitaron a El
País, decían que era una de las comunidades donde se producía mayor incremento.
Le vuelvo a reiterar, esos datos no se corresponden con la realidad. Se percibe que se está dando una mayor inseguridad ciudadana día a día en nuestro país, y eso
ocurre, señor secretario de Estado, porque ustedes no han querido informar, porque ustedes estaban preocupados por ese incremento de la inseguridad ciudadana y porque ustedes saben que los datos no son buenos.



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Le recomiendo una cosa, vaya mirando, señor secretario de Estado, los datos de su propia gestión de Gobierno en el año 2004, porque si decir que se incrementan en total la infracciones penales un 2,5 por ciento es decir que España está
siendo un país seguro, realmente su interpretación de los datos es muy especial y muy característica.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra por el Grupo Parlamentario Socialista el señor Martínez Sanjuán.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Buenos días, señor Camacho. Mi grupo parlamentario está encantado de haberle escuchado, sobre todo por esa proliferación de datos, que era para lo que había solicitado mi grupo parlamentario su comparecencia,
para hablar precisamente de la evolución de la criminalidad y la delincuencia en el año 2005; pero sobre todo ya lo que más nos interesa, y de lo que hablaremos al final, son los planes que tiene concretamente su secretaría de Estado para mejorar
la seguridad ciudadana de todos los españoles en el año 2006 y los planes específicos para mejorarla.



Para mi grupo parlamentario, se lo he dicho cada vez que usted ha venido a comparecer y creo que coincidimos, la seguridad para nosotros es un valor y un derecho social básico que se constituye como un elemento esencial e imprescindible para
la calidad de vida, para el bienestar de los ciudadanos y para el progreso económico y social de todos los países. Sin seguridad, efectivamente, las sociedades no progresan, y la verdad es que el mundo nos da testigos y cuenta de cómo países con
alto grado de inseguridad, concretamente como Irak, desde luego hacen todo menos avanzar, y tantas otras sociedades. Por eso creemos que las demandas de seguridad frente a los riesgos conocidos de los ciudadanos y frente a los nuevos riesgos que
tiene la sociedad es necesario abordarlas por cualquier Gobierno que se precie, como el suyo, de responder y hacer una política al servicio de la ciudadanía.



Es verdad que otros nuevos delitos, lo decía la portavoz de Grupo Popular y quizá es en lo único que puedo coincidir con ella, se han hecho presentes en la sociedad española y en la sociedad internacional, los procedentes además de
sociedades altamente tecnificadas, como son los riesgos derivados de fraudes telemáticos, delitos informáticos, invasión de la privacidad, delitos de pederastia vía Internet, etcétera, en los que demás creo que su secretaría de Estado, y
concretamente la Guardia Civil, está adquiriendo y consiguiendo grandes logros y grandes éxitos con el desmantelamiento de una red de pederastia la semana pasada desde la Unidad Operativa de Guardia Civil de Delitos Informáticos, desde Sevilla, con
control judicial, dando una eficaz respuesta a un crimen y a un tipo de delito que a mi grupo parlamentario y a mí nos resulta especialmente irreconocible en una sociedad democrática y civilizada: la lucha contra la pederastia a través de Internet.



En su primera comparecencia, señor Camacho, al describir los ejes estratégicos de una política de seguridad del Gobierno, ponía el acento, además de en la permanente lucha contra todo tipo de terrorismo, en los datos que ha dado sobre la
eficacia con que la que del Gobierno y las fuerzas de seguridad del Estado están combatiendo el terrorismo y están ayudando a la víctimas desde la solidaridad. Huye así del manoseo estadístico y político en que el Partido Popular ha introducido a
la sociedad española en esta política de corto alcance que intenta conseguir réditos electorales con un tema que nunca debería haber sido -y en esto coincido plenamente con su declaración y con su intervención-, nunca debería haber sido motivo de
confrontación electoral. En política contra el terrorismo, tanto el nacional como el yihadista internacional que nos golpeó hace aproximadamente dos años, está consiguiendo unos excelente resultados. Es verdad que la política del Gobierno, la
política de la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior, se caracteriza por la eficacia en la acción policial, por la solidaridad con las víctimas y por una política sensata, seria de apuesta por la paz.
Otros, efectivamente,
están instalados en la exageración, en la mentira, en la confrontación dialéctica, y efectivamente da la sensación de que todos los pasos que el Gobierno da en el desmantelamiento de células y de grupos terroristas de cualquier tipo, a algunos les
aleja precisamente de una política seria y responsable de cooperación con el Gobierno en la defensa de la paz y de la seguridad ciudadana.



Decía que el segundo eje de su política de seguridad se refería a la modernización y al reforzamiento de los instrumentos operativos de la seguridad del Estado en la lucha contra la criminalidad, tanto en su vertiente de criminalidad
tradicional como frente a los nuevos hechos delictivos. Dichos ejes tuvieron su concreción en planes estratégicos de Policía y Guardia Civil que conocimos aquí, primero con sus comparecencia y luego con la de los directores de Policía y Guardia
Civil, con un objetivo y una orientación clara, que era mejorar real y objetivamente los niveles de eficacia en las distintas áreas de actividad policial, mejorando los ratios de eficacia en el empleo de los recursos disponibles y mejorando también
la coordinación operativas, no solo de los dos cuerpos policiales dependiente de la secretaría de Estado, sino la mejora de la cooperación con otras policías españolas y con instrumentos de política internacional, que son absolutamente necesarios en
la lucha contra el crimen organizado y contra las bandas delictivas que se mueven por esta Europa sin fronteras y por este mundo casi sin fronteras.



En aquellos planes es verdad que una pieza básica era ir corrigiendo el significativo déficit de recursos y medios humanos y físicos que los distintos cuerpos tenían históricamente en las diferentes áreas de la seguridad del Estado y en el
área de la seguridad ciudadana


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gracias a políticas irresponsables que no apostaron en los últimos años por la seguridad pública y por las políticas públicas, como reconocía incluso en una comparecencia el señor Rajoy cuando entonces fue ministro del Interior, porque el
señor Rajoy efectivamente fue ministro del Interior de este país. Parece que se le han olvidado algunas cosas, pero fue ministro del Interior en los años dos mil. Es verdad que los déficit de recursos se empiezan a cubrir en los dos últimos
ejercicios, desde que llegó el Gobierno socialista y desde que usted está en la Secretaria de Estado de Seguridad. Efectivamente, el gasto público de seguridad, que en el año 2003 era el 0,49 por ciento del PIB, supondrá en el año 2006 el 0,58
gracias a un incremento importante del programa precisamente de la seguridad ciudadana en el año 2006, para mejorar la seguridad ciudadana.
Las plantillas, gracias a la oferta de empleo, más de 19.000 efectivos en los dos últimos años, 2005 y 2006,
similar o igual a todo el periodo que se ofertó en el tiempo de 1996 al 2001, en época del Partido Popular, se empiezan a recuperar poco a poco, y efectivamente en este último año se incrementan las plantillas de la comisarías sobre todo donde más
fenómenos delictivos históricamente ha habido y sigue habiendo en el territorio español, como son Madrid, Levante, Andalucía, Baleares y Canarias, cuyos efectivos, más de 2.000 de la promoción 20-A, que ha salido de la Escuela de formación de Ávila
después de las prácticas, se han distribuido precisamente entre la zonas donde más nivel delincuencial históricamente ha habido en España. De la misma manera se están distribuyendo los elementos que en prácticas han salido de la escuela de Ávila en
el territorio español. De tal forma que más de 1.000 efectivos del Cuerpo de Policía, señor Camacho, y eso sí es hacer una política eficaz en materia de seguridad, se han distribuido concretamente en las comisarías del entorno de Madrid y de la
Comunidad Autónoma de Madrid.
Más de 450 se han distribuido entre las comisarías del Levante español. Y así sucesivamente. La distribución que se está haciendo, al final le preguntaré cuál es la política que piensa seguir a lo largo del 2006, va
dirigida fundamentalmente a atacar los niveles delincuenciales allí donde históricamente se han producido más, de la misma manera que es donde se han introducido, donde se aplicado tanto los Greco como las unidades contra el crimen organizado de
Guardia Civil.



Esta estrategia con una nueva eficaz policía de proximidad en contacto con las policías locales, permite, señor Camacho, que usted presente unos aceptables resultados sobre la delincuencia en el pasado 2000, que en poco se parecen a la
triste y dramática evolución de los datos sobre criminalidad y delincuencia entre los años 1999 a 2003, con tasas de incremento superiores a los dos dígitos. Todos los años prácticamente la delincuencia, un año sobre otro, superaba el 11 por
ciento, y a algunos ahora un crecimiento, debido fundamentalmente a las faltas, superior al 2 por ciento de un año sobre otros, les parece que es estar en el fin del mundo. Así que hay que tener un poco de memoria histórica y de responsabilidad a
la hora de enjuiciar determinadas políticas. La verdad que no estamos, efectivamente, para enjuiciar labores de gobiernos anteriores, así les fue, estamos para enjuiciar la labor del Gobierno actual, y a ella me referiré fundamentalmente.



A uno le parece sorprendente que a la hora de exhibir la comparación en la que el Partido Popular está empeñado en estos periodos de celebraciones y de fastos previos a sus convenciones, publicando los datos históricos de la gestión del
Gobierno de Partido Popular a través de la Fundación FAES, los datos sobre la evolución de seguridad ciudadana y justicia publicados por la Fundación FAES del Gobierno del Partido Popular dé tan poco como para página y media, y concretamente tres
resultados de toda la gestión del Partido Popular referidos a: Oferta de empleo público tanto en Policía como en Guardia Civil, decía: Pasó de 2.800 a 6.700. Bueno, pues este año, es de 9.500 plazas. La eficacia policial sobre infracciones
penales esclarecidas había pasado de 25,7 al 26,8 por ciento. Pues, señor Camacho, estamos en el 30 por ciento. Los extranjeros, sobre el total de población reclusa en España habían pasado al 25 por ciento; efectivamente, estamos ahora en el 30
por ciento, con una delincuencia que tiene que ver mucho con el crimen organizado, con bandas organizadas, tráfico de personas, proxenetas, etcétera, que venía históricamente en los últimos años. Insisto, esa gran y eficaz política de seguridad de
Seguridad del Partido Popular se reduce, en el informe de 47 páginas de la Fundación FAES, a un cuadrito insignificante, porque poco tenían que explicar.



Así que centrándonos en el año 2005, señor Camacho, que es su responsabilidad, se denunciaron en territorio de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad el Estado 1.950.000 delitos de todo tipo, muy similar concretamente a los 1.976.000 que se habían
denunciado en España en 2001.
Eso sí, con tres millones de españoles menos, porque es que el año 2001 había tres millones de españoles menos que los que hay en la actualidad, y concretamente había seis millones de población flotante menos que en la
actualidad, debido a que curiosamente este año 2005 hemos tenido el mayor registro de turistas en la historia de España. A esos turistas, señor Camacho, también les atracan, también les roban el bolso, también en las calles de Valencia o de
Benidorm, donde la responsabilidad es de otras administraciones, les quitan los cacos la cámara de fotos o incluso la tarjeta de crédito. Todo eso efectivamente, señor Camacho, computa en la estadísticas de la Policía española. Luego,
efectivamente, yo no seré como el señor Rajoy, que le echaba la culpa al empedrado y a la falta de medios y que éramos más españoles que el año 1996, para justificar el aumento de las cantidades brutas en materia de delincuencia.



Usted, señor Camacho, nos ha presentado, yo creo que además, y lo digo sinceramente, sin trampa ni cartón ni maquillajes, los datos de la evolución de la delincuencia en el año 2005, y yo me quedo fundamentalmente


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con una serie de datos que son los que a mi grupo parlamentario le parecen interesantes. Moderada tasa de criminalidad, 49,3 sobre mil, 20 puntos por debajo de la media. Tasa de criminalidad por debajo de la más alta alcanzada en el año
2002. Las infracciones más graves, como los delitos, caen 1,6 sobre 2004, de la misma manera que caen un 3,2 los delitos sobre la propiedad. Los homicidios -esos que en el mes de enero tanto alarmaban efectivamente a la señora Sánchez-Camacho y
quiso hacer estadísticas de cuatros días, de cuatro días, diciendo: en cuatro días, o en una semana, llevamos no sé cuántos homicidios, dando la sensación que cada uno quiere parcelar la historia y el tiempo a beneficio de inventario-, los
homicidios han disminuido un 10 por ciento. Todavía, señor Camacho, tuvimos 1.233 homicidios el año pasado, y es una barbaridad, sigue siendo una barbaridad. Hay tres homicidios al día en España. Un país como este no se puede permitir el lujo o
la desgracia de tener este nivel tan alto; pero, insisto, inferior a 2004, inferior a 2003, inferior a 2002 e inferior a 2001.



Es verdad que algunos datos, concretamente algunas faltas, se han incrementado, y usted daba una explicación que mi grupo parlamentario comparte, la señora Camacho está claro que no. Desde luego está clara una cosa, si la policía actúa
sobre el top manta o sobre las falsificaciones, se computan como faltas, como delitos según la cuantía, pero es a instancias de la policía. No hay ningún ciudadano, en términos generales, que vaya denunciando: Oiga usted, está un señor de Senegal
o de China vendiendo discos de Bustamante a la salida del metro. No, generalmente los compran, lo cual puede ser una irresponsabilidad. Es la propia eficacia policial la que incrementa muchas veces los niveles de delincuencia, de la misma manera
que, por ejemplo, los delitos sobre los problemas sexuales y la violencia de género, como consecuencia de la actitud responsable de una ley que animaba precisamente a vigilar, a denunciar, etcétera, incrementan los niveles delincuenciales. No me
ponga esa cara, porque antes los sopapos en el territorio de la víctima también ocurrían, el problema está en que no se denunciaban por miedo y por eso se están incrementando en los últimos años. De la misma manera, que, por ejemplo, se lo decía
anteriormente, computa la eficacia policial en materia contra los delitos telemáticos o contra la pederastia a través de Internet, y es absolutamente necesaria la desarticulación de redes de todo este tipo, porque antes posiblemente el nivel de
eficacia, de tecnología o de preocupación de los responsables políticos no era tal.



Hay un dato muy esperanzador desde nuestro punto de vista, la delincuencia infantil y juvenil ha caído en el año 2005 con relación al 2002 más de un 5 por ciento, de la misma manera que se han desarticulado redes importantes de delincuencia
juvenil, tanto de carácter latino como de carácter neonazi, a través de operaciones importantes, como las que se conocieron como Espada, Panzer, Latino u otras, de la misma manera que se ha detenido a más de 3.900 personas de bandas organizadas,
desmantelando 290 grupos. Ahora se dice que hay grupos organizados, que hay bandas organizadas, pero es que en el año 2001, repasando comparecencias de ministros del Interior, decían que en España solamente había 19 bandas operando, porque para ser
banda había que ser... bueno, una cuadrilla como la que entra en el Bernabéu. Eso era una banda para el Partido Popular. Claro es que ahora realmente es cuando día a día se puede ver la eficacia policial desmantelando grupos organizados que
actúan sobre la seguridad ciudadana.



La lucha contra la droga ha sido eficaz yo creo que también este año, 768 grandes operaciones contra el narcotráfico y sus redes, incautándose cifras históricas de cocaína y de hachís, lo cual nos demuestra claramente un aumento de la
eficacia policial. La tasa de infracciones penales se situó en 30 sobre 100 conocidas, un 8 por ciento más que en el año 2003, y la tasa de detenciones también fue mejor. Sin embargo, es verdad, señor secretario de Estado, que en España tenemos
zonas históricamente de amplio grado delincuencial por sus especiales características urbanísticas, turísticas, de todo tipo, donde precisamente la responsabilidad urbanística o la responsabilidad de otro tipo corresponde a partidos que no son el
Partido Socialista. Es verdad que algunos van por esas comunidades autónomas, como el señor Astarloa, encendiendo fuegos, no sé con qué objetivo, si favorecer que la seguridad privada ocupe las calles de determinados municipios donde debiera haber
posiblemente no sólo más Policía y Guardia Civil dependiente de la Secretaria de Estado de Seguridad, sino también más policía local dependiente de los alcaldes, que prefieren hacer otro tipo de políticas en materia de seguridad, o no, pero yo le
quisiera preguntar, señor Camacho, si efectivamente los datos que posee la secretaría de Estado justifican esta alarma en comunidades autónomas como la valenciana o la andaluza o la balear. Sin embargo, efectivamente tenemos...



La señora PRESIDENTA: Vaya terminando, señor Martínez Sanjuán.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Voy terminando, señora presidenta.
Efectivamente tenemos otras zonas del país, la mayor parte, País Vasco, Aragón, Castilla, Cantabria, Rioja, Galicia, Extremadura, Asturias, con tasas delincuenciales bajísimas,
inferiores a 36 infracciones por mil, cuando la media europea está en 70, inferior a la mitad de la media europea. Claro, no se puede estar trasladando la sensación de la inseguridad absoluta.



Termino ya, señora presidenta, diciéndole, señor Camacho, que es verdad que recientemente ha habido un incremento de la sensación de inseguridad en la sociedad española. Es verdad que por supuesto no alcanzamos los niveles de preocupación
que tenían los españoles cuando gobernaba el Partido Popular, porque hay unas series estadísticas importantísimas para cualquier persona que le preocupe la calidad de vida de los ciudadanos


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y la seguridad, como es el barómetro de Centro de Investigaciones Sociológicas, que a lo largo de todos los meses del año, desde hace muchos años, ha venido poniendo la temperatura sobre la preocupaciones de los españoles en relación con la
inseguridad ciudadana. En el año 2002 era un problema importante la inseguridad ciudadana para 19 de cada 100 españoles; que subió al 27 por ciento en el 2003 gobernando el Partido Popular; que se empezó a reducir al 25 por ciento en el año 2004
en la transición entre los dos gobiernos; que en el año 2005 cayó al 17 por ciento, al 17 por ciento desde el 27 que tuvo de punta en el año 2003 la preocupación ciudadana sobre la seguridad; que a lo largo de la media de los doce últimos meses
del año 2005 se ha ido manteniendo a estos niveles y que coyunturalmente, espero que sea coyunturalmente, señor Camacho, ha rebrotado o repuntado en el mes de enero del año 2006. Efectivamente esto tendrá que ver mucho con actitudes reales, con
actitudes mediáticas, con actitudes políticas, con actitudes de todo tipo que tratan de trasladar a los ciudadanos de este país una sensación de miedo, una sensación de aumento de la violencia, cuando los resultados que S.S. nos ha presentado son
unos buenos datos para lo que es una sociedad.



Señor Camacho, quisiera por último preguntarle cuáles son los planes que tiene el Gobierno en materia de seguridad para el año 2006 para reducir la sensación de inseguridad que parece que empieza a brotar en la sociedad española en los meses
de noviembre, diciembre y enero. ¿Con qué criterios, señor Camacho, se van a producir las nuevas asignaciones de efectivos tanto en Policía como en Guardia Civil a lo largo de 2006 para reformar la seguridad de determinadas zonas de país? ¿Si
efectivamente comparte o no comparte S.S. la brillante teoría del señor Astarloa, eficaz secretario de Estado de Seguridad en la época del Partido Popular y combativo contra todas las políticas de seguridad del Gobierno socialista, de que la
solución para mejorar la seguridad en las calles de los pueblos y de muchas ciudades españolas, en vez de contratar y mejorar la seguridad local a través de nuevos policías, es contratar empresas de seguridad que patrullen por las calles de este
país? Y por último, qué piensa respecto a mejorar la cooperación policial, según se incluía en los planes estratégicos, con las policías locales para mejorar la seguridad de nuestro país.



Mi grupo parlamentario le anima a seguir en esa política eficaz de lucha contra la delincuencia y le ofrece, como lo ha hecho siempre en todas las comparecencias, nuestra colaboración para mejorar lo que sea necesario mejorar para conseguir
una mejor seguridad para todos los españoles.



La señora PRESIDENTA: ¿Grupos que quieren intervenir? Por el grupo de CiU tiene la palabra al señor Guinart.



El señor GUINART SOLÁ: Señor Camacho, en primer lugar, quiero agradecerle en nombre de mi grupo su presencia, sobre todo en su estado de salud un tanto precario, pero que poco a poco va superando, por lo cual le agrademos doblemente el
esfuerzo de haber venido y habernos explicado y comentado todo un conjunto de informaciones más allá, como se decía, de la estrictamente pedidas en las comparecencias, pero que lógicamente también valoramos positivamente, porque siempre es
interesante conocer datos, ideas, propuestas, proyectos y evoluciones en el ámbito de la seguridad.



En segundo lugar quiero comentar que es lógico que en el caso de nuestro grupo, que está radicado básicamente en Cataluña, según qué cuestiones de la seguridad del Estado pues nos quedan un poco lejos o tenemos poca información, ya que poco
a poco se van completando el despliegue de mossos d'Esquadra. Casi todo el territorio y una población muy importante está afectada ya por su actuación, los cuerpos de Seguridad del Estado tienen cada vez menor actuación en Cataluña, con lo cual
nuestra justificación para intervenir en según qué temas es menor. Necesariamente debemos, pues, centrarnos en cuestiones de coordinación con los mossos d'Esquadra y con la policías locales, y en ese sentido nos interesaría conocer, como el señor
Martínez Sanjuán apuntaba al final, cuáles son sus proyectos, sus previsiones en cuanto a mejorar o intensificar la coordinación y sobre todo la cooperación con las policías locales y con los mossos d'Esquadra, más cuando en el caso de Cataluña se
está moviendo las cosas en algún aspecto, como por ejemplo el nuevo proyecto de ley de Policía de Cataluña, que prevé la posibilidad de que los mossos d'Esquadra puedan hacerse cargo de las policías locales en los municipios donde los ayuntamientos
respectivos lo soliciten, lo cual no deja de ser una novedad bastante importante en este ámbito.



Queríamos preguntarle cuáles son sus valoraciones y previsiones sobre las bandas organizadas, pero no tanto en la línea de lo que usted apuntaba en su explicación, porque nos ha parecido que lo centraba más en tres ámbitos delictivos, como
es el narcotráfico, como es el blanqueo de capitales o el tema de las redes de inmigración ilegal. Nos gustaría conocer si en un ámbito, también bajo este concepto de bandas organizadas o bandas criminales, como son aquellas bandas violentas que
irrumpen en domicilios, en organizaciones más o menos aisladas, o que irrumpen también en fábricas o en almacenes con medios sofisticados, algunos de ellos procedentes de países del Este, albano-kosovares en algunos casos, por ejemplo, en Navarra, o
que preocupan a los joyeros en Barcelona, o que están organizados como carteristas en el País Valenciá, si en relación a este concepto de banda organizada tiene la secretaría general alguna previsión, algún proyecto o algún plan específico para
combatir ese tipo de delincuencia que va más allá, como decía, del narcotráfico, del blanqueo de capitales o de la inmigración ilegal. Nos gustaría conocer en este ámbito cuáles son sus previsiones, si es que este es un


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tema específico de actuación o por el contrario se incardina en el resto de actuaciones genéricas de los Cuerpos de Seguridad del Estado.



La señora PRESIDENTA: Antes de continuar, vamos a suspender brevemente por unos minutos la sesión. (Pausa.)


Continuamos con la intervención del secretario de Estado para responder a las cuestiones que han planteado los grupos.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Ante todo, y con carácter general, quiero agradecer el tono constructivo de todas las intervenciones, que demuestra el interés, que en ningún momento creo que he discutido en mi
comparecencia, de todas SS. SS. en garantizar que la seguridad de los ciudadanos españoles sea una seguridad cada día mejor y que ellos, además, sean conscientes de esa mejora de la seguridad.



Voy a tratar de responder de una manera separada a cada de los representantes de los distintos grupos parlamentarios que han intervenido. En relación a la intervención de la representando del Grupo Parlamentario Popular, en primer lugar
quiero de alguna manera poner de manifiesto mi estupefacción cuando ha manifestado que la política antiterrorista no era objeto de esta comparencia, porque si acudimos al orden día podemos comprobar que tenía dos peticiones muy claras: para que se
expliquen por el Gobierno las medidas que están tomando en la lucha contra bandas organizadas y para que se informe sobre la criminalidad durante el año 2005. Evidentemente, la intervención en este ámbito de la representante del Grupo Parlamentario
Popular señalando que la política antiterrorista no es objeto de estas dos comparecencias no puede ser calificado más que como un desliz, y evidentemente no responde a lo que la representante del Grupo Parlamentario Popular piensa, porque no tengo
ninguna duda de que la representante del Grupo Parlamentario Popular piensa que ETA es una banda organizada, y además una banda organizada criminal. Por lo tanto cualquier análisis, cualquier estudio acerca de la bandas organizadas y acerca de la
criminalidad en el año 2005 debe contener necesariamente una referencia a la actividad desarrollada por el aparato de seguridad del Estado contra esa banda organizada y contra los actos criminales cometidos a largo de 2005. Y no existe ningún tipo
de duda tampoco acerca de que los demás elementos que se mueven en el mundo del terrorismo, ya sea el terrorismo internacional, ya sea el terrorismo nacional, son bandas organizadas y son bandas criminales. Como no tengo ninguna duda de que la
representante del Partido Popular y el Partido Popular piensan eso, es por lo que entiendo que se ha producido un desliz a la hora de afirmar que este tema no constituía objeto de la comparecencia, porque tampoco tengo ninguna duda de que tanto la
representante del Partido Popular como el resto de SS.SS., piensan que este tema es un tema esencial dentro de la criminalidad y de la situación de las bandas organizadas en nuestro país.



Sentado ese matiz, y partiendo de la base de que estamos de acuerdo en esencia con el planteamiento que yo he hecho, hemos de analizar en primer lugar la cuestión o la intervención que ha hecho la parlamentaria del Grupo Popular en relación
al tema de la instrucción, que ya ha sido objeto de distintas respuestas por mi parte en esta Comisión. Creo que en política se ha de ser evidentemente incisivo, férreo en el control al Gobierno, pero lo que no se debe ser es contradictorio.
Evidentemente no me ha gustado la referencia que ha hecho S.S. a que el Gobierno, la secretaría de Estado, ha maquillado los datos de la estadística. No los ha maquillado ni los va a maquillar nunca, porque tanto el ministro como el secretario de
Estado de Seguridad son en ese punto especialmente rigurosos. Esa instrucción es el resultado de un especial rigor en la puesta en conocimiento de la sociedad de los datos en materia de criminalidad. Pero no se puede caer en la incoherencia de
decir que el Gobierno ha maquillado los datos y que además estos datos son negativos, salvo que se piense que el Gobierno maquilla los datos y lo hace tan mal que además presenta datos negativos. No tiene ningún sentido. Si fuera cierta la primera
aseveración, que, reitero, es falsa, nunca se ha maquillado ningún dato y nunca se va a maquillar en la Secretaría de Estado de Seguridad ningún dato cuando afecta a cuestiones tan sensibles para la seguridad de los ciudadanos, si se hubieran
maquillado los datos debería llegar a la conclusión inmediatamente quien afirme que se han maquillado que esos datos son positivos, y eso sí es cierto: los datos son positivos. Le voy a adelantar algo, el problema es que los datos son positivos y
ustedes hacen valoraciones negativas y las publicitan ante los ciudadanos, y eso plantea un problema, porque la inseguridad subjetiva, la inseguridad que vive cada uno de los ciudadanos día a día se nutre no solo de los datos objetivos, sino de los
mensajes que lanzan no solo los gobernante sino aquellos que tiene por obligación constitucional controlar políticamente a los gobernantes, y como demostraré en esta intervención, sus mensajes no tienen nada que ver con la realidad, no tienen que
ver con el ámbito de la Comunidad Valenciana, y se lo voy a demostrar punto por punto. A pesar de ello, ustedes siguen manteniendo una política de comunicación partiendo de la base de que la seguridad no es la que reflejan los datos objetivos, sino
la que ustedes han construido como mensaje político y electoral, y por lo tanto están creando ruido comunicativo que lo único que produce es un desconcierto en los ciudadanos. En todo caso, y en relación a la instrucción, yo en mi comparecencia no
he manifestado que esa instrucción tuviera por objeto simplemente un mayor rigor en los datos derivado de una nueva tipificación. He hablado de muchas más cosas. Se puede acudir al texto de mi comparecencia, y se las voy a recordar. También he
hablado, aparte de la nueva tipificación, de la creación de nuevas figuras delictivas, de la integración de datos de los cuerpos autónomos y también


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de la integración de datos de las policías locales, que hasta este momento no estaban integradas. Y siento tener que volver a repetir lo que se contiene en la instrucción, porque la imagen que está dando S.S. en su intervención se
compadece muy mal con el contenido de la instrucción. Que después de explicar la creación de un futuro centro o instituto de seguridad, y después de explicar los problemas que se plantean en la apreciación estadística adecuada en materia de
seguridad en la práctica, en su parte dispositiva simplemente señalaba, y voy a reiterar leyendo textualmente su contenido, que 'con tal finalidad el Comité Ejecutivo para el Mando Unificado ha decidido que por los distintos servicios de prensa de
los diferentes centros directivos, así como de la delegaciones y subdelegaciones del Gobierno, solo se difundirán los datos estadísticos y los análisis de evolución de la criminalidad que, con la periodicidad que se establezca, sean remitos por la
Secretaría de Estado de Seguridad'. Ahí no se contiene una prohibición, se establece que los únicos datos oficiales son los datos que proporciona la secretaría de Estado, que son los únicos que se elaboran con los programas estadísticos adecuados a
afectos de poner de manifiesto la realidad delincuencial de nuestro país. En ese sentido, a lo largo del año 2005 se remitieron a las distintas delegaciones del Gobierno al menos en dos ocasiones datos de delincuencia correspondientes a los
periodos en los que iba avanzando el año, y que estos datos estuvieron a disposición de la distintas delegaciones del Gobierno. Por lo tanto, no ha habido política de oscuridad por parte del Ministerio del Interior, sino rigor en la presentación
pública de los datos. No ha habido, por otro lado, ningún tipo de prohibición, sino rigor en los datos que debían ser difundidos y, sobre todo, no ha habido ningún maquillaje de los datos. Los datos son los que la realidad pone de manifiesto, y
esos son los datos respecto a los cuales he hecho yo mi intervención en el día de hoy y los datos que ha comentado su señoría. Esos datos son la realidad. Evidentemente, cada uno de los grupos políticos puede interpretarlos como quiera, pero no
puede negar que responden a la realidad, salvo que tenga elementos de juicio suficientes para imputar al Gobierno una actitud tan grave como sería maquillar la realidad en su presentación pública a los ciudadanos.
Evidentemente S.S. hacía
referencia a la existencia de reuniones a nivel policial y a nivel de la Guardia Civil, y van a seguir existiendo continuamente, porque el Comité Ejecutivo del Mando Unificado analiza semanalmente la realidad delincuencial de este país. Yo no sé lo
que harían anteriores gobiernos, pero lo que tienen que tener claro SS.SS. es que estamos encima de la realidad delincuencial de este país semana tras semana, y en el supuesto que sea necesaria la celebración de esas reuniones, a las que no asiste
el secretario de Estado en la medida en que son reuniones puramente operativas, los cuerpos van a seguir convocando esa reuniones, y los cuerpos responden, como he dicho, de una manera eficaz y con pleno rendimiento. Estamos contemplando la
realidad día a día y vamos a hacer todo los cambios que los ciudadanos quieren que hagamos para que su seguridad sea cada día una seguridad mayor.
Evidentemente, esas reuniones, como las del Comité Ejecutivo del Mando Unificado, son absolutamente
necesarias para contemplar la realidad y para realizar las modificaciones oportunas en tiempo real, porque evidentemente las modificaciones producidas tras cuatro o cinco años de quiebra en la seguridad no son modificaciones que produzcan efectos ni
son las modificaciones que buscan los ciudadanos de los poderes públicos responsables.



Por lo que se refiere a la Comunidad Valenciana, la ha citado a lo largo de su intervención y ha tratado de transmitir que los alcaldes y la ciudadanía de la Comunidad Valenciana ponen de manifiesto la existencia de una brecha profunda en la
seguridad de este territorio, un territorio respecto al cual hemos tenido una especial preocupación a lo largo de estos 18 meses de gobierno de la seguridad de este país, y se pone de manifiesto en la propia cobertura de catálogos. Si acudimos a
2001, miembros del Cuerpo Nacional de Policía en la Comunidad Valenciana había 3.296; en este momento, 2006, hay 4.018. De la misma manera, y por no cansar a SS.SS., también se ha producido un incremento en el ámbito de la Guardia Civil. Pues
bien, esa especial preocupación a través del crecimiento de los efectivos policiales, a través de la creación de unidades especializadas, a las que luego haré referencia, en delincuencia organizada, ha producido efectos como el siguiente: mientras
que en 2002 las infracciones penales en la Comunidad Valenciana fueron 323.595, en 2005, tras tres años, tras un incremento importante de población, esas infracciones penales han disminuido y son 316.307, 7.000 menos, tras tres años y tras un
incremento importante de la población. Eso ha permitido que la tasa de criminalidad de la Comunidad Valenciana se reduzca en torno a los 10 puntos. Por lo tanto, la realidad objetiva de la Comunidad Valenciana, que ustedes como oposición están
obligados a valorar pero también a poner en conocimiento de los ciudadanos, es una realidad delincuencial mucho más positiva. Lo que quería poner de manifiesto a lo largo de mi intervención es que cuando en la oposición falta el rigor en el
análisis de la realidad, se va a trasmitir mensajes a los ciudadanos que pueden afectar a su situación de inseguridad subjetiva, porque su situación de seguridad objetiva está acreditado que está mucho mejor que lo estaba hace tres años, y que eso
es una actitud contraproducente o al menos imprudente en alguien que pretender ser alternativa de Gobierno. Y lo que les pedía era rigor a la hora de valorar la realidad, porque se puede valora de una manera u otra, pero partiendo de la realidad.
Si alguien dice que existen en la actualidad más delitos en la Comunidad Valencia que el año pasado, o el anterior, o hace tres años, está falseando la realidad, y evidentemente nadie puede lanzar mensajes electorales falseando la realidad.



Ha hecho una referencia específica a la intervención que del secretario de Estado en relación a la política


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antiterrorista. Creo que ya he dicho que en una comparecencia del secretario de Estado de Seguridad en relación a bandas organizadas y en relación a la criminalidad durante el año 2005 está más que justificado que se haga una referencia a
la política antiterrorista, y esa es la referencia que yo he querido hacer en un momento en el que además creo que públicamente se está exigiendo, y se ha leído en los medios de comunicación de hoy mismo, un cierto nivel de consenso entre las dos
principales fuerzas políticas de este país, el partido que gobierna y el partido que tiene alternativa de gobernar, que está en la oposición y que es la primera fuerza de la oposición.



Me habla de crudeza en el mensaje, yo creo que el mensaje no es ni mucho menos lo crudo que a veces resultan los mensajes que se lanzan a la ciudadanía por parte de principal partido de la oposición. Porque S.S. ha reconocido en esta
Comisión que la política antiterroristas del Ministerio del Interior es la correcta, que se siguen desarticulando comandos, que se está intensificando la lucha por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y que, en definitiva, lo único que
hemos hecho es articular aquellos cambios que creíamos necesarios en relación a una política que también fue adecuada por parte del Partido Popular a lo largo de los últimos gobiernos de la nación. Pues bien, si la política antiterrorista del
Ministerio del Interior es la correcta, ustedes no pueden lazar a la ciudadanía mensajes como que este Gobierno está desintegrando la política antiterrorista, no pueden decírselo a los ciudadanos, porque algunos terminarán creyéndoles que se ha
bajado la guardia contra el terrorismo, que en la actuación no existe tensión en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque están generando algo tan peligroso en la ciudadanía como es la desconfianza ante las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado, y porque además están fomentado que los que integran esas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puedan creer realmente que la política antiterrorista de este Gobierno no ha sido la política antiterrorista de todos los
gobiernos democráticos: máxima tensión, máximo rigor, máxima dureza contra las bandas organizadas criminales, que en definitiva son los terroristas. Por eso apelo a su responsabilidad, porque el Gobierno es responsable, el Gobierno mantiene la
misma política antiterroristas, esta es la política antiterrorista que está diseñando y ejecutando el Ministerio del Interior.



Por lo que se refiere al resto de los ámbitos, en su momento se trajo al Congreso de los Diputados y fue votada mayoritariamente por los grupos parlamentarios una resolución de lo que pudiera ocurrir en el futuro. El Gobierno, a través de
sus máximos representantes, dice continuamente que no existe ningún tipo de negociación. Si la política antiterrorista, y usted lo ha reconocido, del Gobierno en el Ministerio de Interior es la adecuada, si lo que se trajo al Congreso de los
Diputados fue votado mayoritariamente por la Cámara que representa la soberanía nacional y si por el Gobierno se niega de forma reiterada que exista negociación, dígame cuál es el problema, porque lo que ustedes están lanzando a la opinión pública
afecta a la política que desarrollamos desde el Ministerio del Interior, genera en la ciudadanía una visión equivocada de lo que estamos haciendo y, sobre todo, puede generar en todos aquellos que integran las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado una visión equivocada y nos obliga a estar insistiendo continuamente ante los mismos en cuál es la política correcta, qué es la que ha desarrollado este Gobierno en los 18 meses y qué fue la que desarrollaron los gobiernos democráticos
anteriores con el pleno apoyo de la oposición.



También ha hecho una referencia al cumplimiento del Pacto por las libertades. No voy a entrar en polémica sobre ese tema, que corresponde a otros dilucidar, pero sí les voy a recordar el punto primero del Pacto por las libertades y contra
el terrorismo: Al Gobierno corresponde dirigir la lucha antiterrorista; manifestamos nuestra voluntad de excluir de la legítima confrontación política o electoral entre nuestros dos partidos las políticas para acabar contra el terrorismo. Dicho
lo cual, yo creo que todos los presentes y todos a los que llegue el contenido de esta intervención podrán valorar quién es el que ha roto el Pacto Antiterrorista. En todo caso yo creo que el tema ya está agotado, S.S. ha reconocido que la
política antiterrorista de este Gobierno es una política adecuada, es la que ha mantenido de forma continuada el Gobierno democrático de este país en los últimos 30 años, y con eso me doy por satisfecho.



Por lo que se refiere a las bandas organizadas, la representante del Partido Popular manifiesta que no comparte el moderado optimismo de la secretaría de Estado. Yo mi moderado optimismo lo he basado en índices que no voy a retirar, en
datos objetivos que ya he mencionado. Su falta de optimismo no me muestra en qué se basa, cuáles son esos datos negativos, porque, créame, cuando el secretario de Estado de Seguridad se reúne con sus colegas europeos, con sus colegas americanos,
todo me pone de manifiesto el alto nivel que en este momento tiene este país en la lucha contra las bandas organizadas, ya sean de delincuencia tradicional, ya sean bandas organizadas terroristas. Créame, y creo que eso nos ha de satisfacer a
todos, en este momentos somos un ejemplo para toda Europa y para el todo el ámbito delincuencial o político en que la delincuencia es similar a este país, y no me satisface mucho que el principal partido de la oposición no esté de acuerdo con esta
realidad.



Me hace referencia a lo largo de su intervención a que solamente he citado datos de los años 2001 y 2002 y no he citado datos de los años 2003 y 2004. Bien, este es el momento en el que puede proceder a citarlos.
Porque es cierto que este
informe, el informe que yo tengo que presentar ante esta Comisión, hace referencia a 2005, pero también es cierto que la realidad delincuencial vive de alguna manera una progresión histórica, y en todo caso en 2005 tenemos que hacer frente a todo lo
que se


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ha hecho a lo largo de los años anteriores. Le voy a recordar un dato, usted hacía mención a lo largo de su intervención a que se ha producido un crecimiento en infracciones criminales, que incluye delitos y faltas, entre 2004 y 2005 de un
dos y pico por ciento. Bien, eso supone, y los datos los tiene usted en el dossier, un crecimiento de la tasa de criminalidad, es decir, del número de infracciones por mil habitantes, del 0,4 en un año, teniendo en cuenta que el año pasado
disminuyó. Y usted misma ha hecho referencia a la existencia de una crisis grave en la seguridad de nuestro país al inicio de los años 2000. Bien, esa grave crisis está reflejada en este cuadro que pone de manifiesto el crecimiento de esa tasa de
criminalidad, que ha crecido en todo un año un 0,4, corresponde a los periodos en los que el ministro del Interior era el señor Rajoy, que tenía la máxima responsabilidad en su Gobierno, junto con el señor Acebes. El crecimiento a veces mensual de
la tasa de criminalidad era superior al 0,4. En solo unos 15 meses se elevó en 5 puntos la tasa de criminalidad. Usted ha hablado de la existencia de un plan de choque por parte del anterior Gobierno que produjo sus efectos, de alguna manera
imputando a que ese plan de choque es el que ha permitido que las cifras de criminalidad sean las adecuadas. Pues bien, no sé en qué se reflejó el plan de choque. Si vamos a la inversión que ustedes hicieron en materia de seguridad en tanto por
ciento del producto interior bruto, observará cómo desde el año 1996 se redujo del 0,63 al 0,62. Cuando aparece esa crisis estábamos en un 0,56; en 2001 fue de 0,53; en 2002 fue de un 0,51, cada vez se redujo más el dinero que ustedes dedicaban a
la seguridad. Solo creció un poco en 2003 con un 0,52, y llegó a bajar a sus cotas más bajas en 2004, presupuestos elaborados por el último Gobierno popular, a un 0,49. Por lo tanto, el plan de choque al menos debió basarse simplemente en
literatura, porque ustedes no invirtieron más dinero en seguridad, cada año que pasaba invertían menos dinero en seguridad, a pesar de que las tasas de criminalidad crecían en 15 meses 5 puntos. Le recuerdo que el año pasado crecieron un 0,4 por
ciento. Pues bien, es a partir del momento en que este Gobierno comienza a elaborar presupuestos cuando la tasa de participación de la seguridad en el producto interior bruto crece 0,6 en el primer año (hasta un 0,55) y 0,3 en el segundo año, lo
cual supone muchos millones de euros. Por lo tanto, solo hasta 2005, solo hasta los primeros presupuestos elaborados por este Gobierno la participación de los gastos del Estado en materia de seguridad en el producto interior bruto crece, y
anteriormente asistimos a un descenso continuado, cada vez se invertía menos dinero en seguridad, y evidentemente el resultado está claro y usted misma ha hablado de grave crisis. Pero si vamos a la evolución de efectivos policiales, y nadie
discutirá que la seguridad de este país se debe a la eficaz labor de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, si vamos al número de efectivos asistimos a la misma evolución. En 1997 había 120.000 efectivos que van bajando: en el año 2000,
120.000; en el año 2001, 115.000; en el año 2002, 111.000; y solo en el año 2003 crece en 1.000 efectivos. Es a partir de que este Gobierno comienza a tomarse en serio la seguridad cuando el primer años suben a 115.000 y el segundo a 120.000,
porque el Gobierno está cumpliendo su programa electoral, y su programa electoral habla de la creación de 36.000 nuevos efectivos en esta legislatura, y ya llevamos traspasada casi la mitad de la legislatura y hemos cumplido matemáticamente nuestro
compromiso con los ciudadanos, hemos incrementado en forma efectiva los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, y por lo tanto los resultados son positivos.



Los planes de choque que son pura literatura, que no van acompañados de dinero, que no van acompañados de nuevos efectivos, no producen efectos, y eso también se notó, y vamos a hacer referencia también a los movimientos que se han producido
a lo largo de los últimos años.
Homicidios conocidos, por ejemplo, que es uno de los factores que más influye en la inseguridad ciudadana y que más sensación de alarma crea.
En 2000 hubo 1.247; crecieron en 2001, 1.268; crecieron en 2002, 1.351;
crecieron en 2003, 1.366; y solo cuando empieza a gobernar el actual Gobierno disminuyen un 6,4 en 2004 y un 3,6 en 2005, de tal forma que se ha producido una disminución aproximada de un 10 por ciento en dos años en el número de homicidios
conocidos. En la tasa de homicidios por mil habitantes nos encontramos lo mismo, en definitiva esa tasa lo que contempla es el número de homicidios que se cometen atendiendo a la población efectiva de esta país. Y acudimos al mismo crecimiento,
partimos en 1996 de 2,49 homicidios por mil habitantes y vamos subiendo continuamente hasta que en el año 2003 son 3,65, por lo tanto un crecimiento de uno y pico por mil habitantes, y solo es cuando este Gobierno toma las riendas de la seguridad
cuando disminuyen en 2004 a 3,53 y en 2005 a 3,34. Pero lo mismo ocurre con la tasas de robos por mil habitantes o en relación a las infracciones esclarecidas, en donde los crecimientos efectivos se producen en 2004 y en 2005, o con los detenidos
por mil infracciones penales. Evidentemente como consecuencia de la inexistencia de cuerpos policiales, los detenidos continuamente se iban reduciendo, desde 126 por mil infracciones penales en 2000 a 111 en 2003, y el crecimiento está claro. Por
lo tanto, si la realidad es esta, ustedes puede criticar, ustedes pueden valorarla como consideren necesaria, pero si pretenden mantener un cierto rigor en relación a la seguridad del país no pueden transmitir, no deben trasmitir a los ciudadanos
que la situación de criminalidad en general no es la adecuada, no pueden decir que se está destrozando la seguridad de este país, porque en todos los parámetros, y puedo estar horas contándole parámetros, los resultados de ese Gobierno han sido
resultados efectivos.



Usted habla de la existencia de determinados delitos que le preocupan especialmente y hace referencia a los delitos de robo, ya sea en su variedad de robo con fuerza en las cosas, ya sea en su variedad de robo en el seno de


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domicilios con la presencia de personas, es decir, de robos con violencia e intimidación. En relación a los mismos probablemente usted no se haya leído los datos que le he dado, porque los delitos de robo, tanto los delitos de robo con
fuerzas en las cosas como los delitos de robo con violencia disminuyen entre 2005 y 2004, es una disminución inferior al uno por ciento, pero disminuyen, y los ciudadanos creo que deben estar contentos ante una situación en la que disminuyen los
robos, todos los robos, todos los delitos de robo, cuando han estado años asistiendo a un incremento continuo, progresivo y constante de los delitos contra la propiedad. Por lo tanto, si los delitos o la infracciones contra la propiedad en 2001
eran 579.231 y ahora son 476.000, han disminuido en 100.000, esto es lo que tienen que transmitir a los cuidadanos, y no hablar en mensajes genéricos de que se está destruyendo la seguridad, porque en la seguridad, ya sea en relación a la
criminalidad tradicional, ya sea en relación a la criminalidad terrorista, los mensaje son importantes, son cuestiones esenciales, son cuestione básicas, de ahí el espíritu del Pacto Antiterrorista, y deben asumir que en esas cuestiones ustedes
deben trasmitir la realidad, como en todas las demás, pero en esta de una manera especialmente importante. Por lo tanto, con todos los datos que le he vuelto a proporcionar, con todos los datos que le he proporcionado inicialmente, creo que solo
debemos llegar a la conclusión a la que había llegado el compareciente, y es que España es hoy un país seguro, lo es más que el año pasado y lo es mucho más que el país de hace tres años.



Me hace una referencia específica a los delitos contra la propiedad intelectual. Sé perfectamente, porque conozco su alto nivel de inteligencia, que ha entendido perfectamente lo que he querido decir. Si la policía se queda en la
comisaría, los delitos contra la propiedad intelectual no aparecen porque los particulares no denuncian delitos contra la propiedad intelectual, por lo tanto no podríamos contabilizar, no podríamos determinar la existencia de esos delitos de
propiedad intelectual. Este Gobierno presento en la primera parte del año anterior un plan específico de lucha contra la criminalidad, porque a este Gobierno no le da miedo que crezcan los delitos contra la propiedad intelectual e industrial si eso
es fruto de una mayor actividad policial.
En definitiva, estamos haciendo aflorar a la realidad delitos en que si no interviene la policía no se computarían nunca porque los particulares, reitero, no los denuncian, y por lo tanto el crecimiento,
cualquiera que sea la valoración que usted quiera hacer, ese crecimiento es positivo y pone de manifiesto una actitud más intensa por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el control de esta materia. En este sentido, las principales
organizaciones de propiedad intelectual e industrial nos están felicitando, por lo tanto no sean ustedes contradictorios, no les pedimos que nos feliciten, pero tampoco les pedimos que interpreten de forma inadecuada la realidad. En definitiva,
delitos contra las personas, ya le he mencionado que la disminución que se ha producido en el ámbito de los delitos de homicidio, cualquiera que sea su tipo, homicidio, asesinato, etcétera, es importante, un 10 por ciento en dos años, con lo cual
hemos conseguido, este Gobierno ha conseguido que más de 100 personas no mueran en este país como consecuencia de este tipo de delincuencia. Es cierto que si contemplamos los delitos contra la personas en su globalidad hemos asistido al incremento
a que usted ha hecho referencia, pero hay que tener en cuenta que a este Gobierno no le asustan las estadísticas y por lo tanto ha construido un plan de lucha contra los delitos de la propiedad intelectual e industrial, aunque eso suponga generar
actividades delictivas que no aparecerían en las estadísticas si los cuerpos y fuerzas no trabajan, y que ha generado, y además fue la primera ley aprobada por este Gobierno, una legislación específica en violencia de género tipificando de una
manera mucho más intensa, creando nuevas figuras delictivas y fomentando en la medida de lo posible que esa realidad delincuencial que afecta a una parte importante de la mujeres de este país acceda a las comisarías. Eso tiene mucho que ver con ese
incremento y usted debería aceptarlo.



También ha hecho una referencia a los delitos contra la libertad sexual.
Puedo recordarle todas y cada una de la operaciones que ha desarrollado la Policía y la Guardia Civil a lo largo del último año en materia de pornografía infantil, en
materia de atentados a la libertad sexual de los menores. Supongo que todas ellas las conoce, hace poco hemos asistido a la última. No nos va a temblar el pulso a la hora de ordenar y de instar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a que
continúen en esa labor de protección de la infancia de este país, aunque eso haga subir de forma leve o moderada los delitos contra la libertad sexual, porque nos importa más que esa infancia y esa juventud crezca de una manera adecuada, en un
ámbito adecuado y sin ningún tipo de presión, que las estadísticas en materia de delitos contra la libertad sexual crezcan de la forma moderada en la que han crecido, y parte importante de este crecimiento es consecuencia de esa actuación por parte
de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el ámbito de la pornografía infantil y de esa execrable coacción que amenazada al futuro de la juventud de este país.



Ha hablado de la faltas, y evidentemente no soy el que le va a contar la influencia que tienen en la seguridad o inseguridad de un país las infracciones penales menores, S.S. lo conoce perfectamente. Sabe perfectamente que a la hora de
hablar de infracciones criminales introducimos en un mismo ámbito estadístico un delito de violación y una falta de insultos de una vecina a otra, y sabe perfectamente que ese incremento del 2,5 al que ha hecho referencia se debe exclusivamente a
las faltas, porque los delitos han disminuido, aquellos que afectan más gravemente a la seguridad de los ciudadanos han disminuido, y han disminuido en ámbitos tales como homicidios, delitos de robo con intimidación, delitos de robo con violencia,
sustracciones de coches...
Es verdad


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que han crecido las faltas, y eso hace que la tasa de criminalidad haya crecido un 0,4 en un año. Le recuerdo lo que crecía en su momento, más de un 0,5 cada mes. Pues bien, si las faltas tienen la importancia que tienen, usted no puede
establecer el peso de su discurso en el crecimiento de las faltas, ni puede negar que este país sea más seguro, cuando además se le ha explicado a lo largo de mi comparecencia que ese crecimiento en las faltas tiene que ver con la reformas
legislativas que se han producido. En segundo lugar, tenga en cuenta cómo utilizo los términos, con un mayor rigor en la contabilización que el que se tenía anteriormente, y además con la existencia de determinadas conductas en el ámbito de la
denuncia, en donde a la hora de la pérdida, por ejemplo, de un carnet de identidad se dice que ha sido sustraído porque tiene consecuencias en el proceso de renovación de ese carnet de identidad. Por lo tanto, se producen toda una serie de factores
que provocan el crecimiento de las faltas. En todo caso admito el crecimiento de las faltas, pero lo que no me puede hacer es que, ante un índice de disminución de delitos en general, en especial en los delitos contra el patrimonio, en los robos
con violencia, intimidación, con fuerza, en las sustracciones de vehículos, en los homicidios y los asesinatos, no me reconozca que España es un país seguro.



Me menciona que no he hecho una referencia específica a las comunidades autónomas. Sí he hecho una referencia específica a la Comunidad Valenciana en la medida en que ha surgido en el debate y le he proporcionado los datos que se le han
trasladado a lo largo de mi comparecencia, los datos relativos a otras comunidades autónomas. Dada la hora en la que estamos, creo que introducir un debate específico en torno a cada una de las comunidades autónomas impediría el resto de las
actividades importantes que SS.SS. tienen después de mi comparecencia, pero estoy dispuesto, si así lo considera, a alargarla lo que haga falta y discutir la situación de la criminalidad en todas la comunidades autónoma, y al final llegaríamos a
misma conclusión. Porque si España es un país más seguro es porque cada una de la comunidades autónomas que contempla nuestra realidad nacional es más segura y, en definitiva, lo que he hecho es un juicio sobre todo y en él he incluido a todas las
comunidades autónomas, con una referencia especial a aquellas comunidades autónomas que han reducido en dos años su tasa de criminalidad de una manera importantísima, y ese es el caso de la Comunidad Valenciana, o también de Baleares, en donde este
año se ha recibido una felicitación de las asociaciones de hoteleros por los buenos resultados que se han desarrollado a lo largo del año pasado en las Islas Baleares. Es evidente que tanto la Comunidad Valenciana como Baleares tienen altos índices
de criminalidad y por eso estamos trabajando, pero lo que hay que tener en cuenta es la evolución que se ha producido y la reducción importantísima y muy significativa que se ha producido. Y esos son los mensajes políticos que hay que lanzar a la
ciudadanía, porque le reitero, y es el hilo conductor de esta respuesta, que la seguridad de los ciudadanos se construye con nuestro esfuerzo y con sus responsabilidad y rigor a la hora de valorar los resultados del esfuerzo de las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad del Estado.



Por lo que se refiera a la delincuencia organizada, podría, porque lo tengo aquí encima, recodarle todas y cada una de la operaciones que se han desarrollado. Ya le he dicho los movimientos estratégicos y tácticos que se han hecho para
garantizar que los resultados en materia de delincuencia organizada sean los más favorables. Ya le he contado que estos han sido muy favorables. Agradezco su preocupación, porque creo que es importante que todos estemos preocupados por la
delincuencia organizada, pero cuando las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han desarrollado operaciones en la Costa del Sol que han sido primera portada en todos los periódicos de este mundo, a un lado y al otro de la Unión Europea e incluso
en Estados Unidos, mantener en esta comparecencia de una manera un tanto imprudente que la lucha contra la delincuencia organizada no es la adecuada creo que es poco creíble, y creo que no es lo que pretende S.S. cuando lanza mensajes. Tenemos un
reconocimiento internacional de la importancia de nuestra lucha contra la delincuencia organizada, estamos a la cabeza del mundo en la lucha contra el tráfico de sustancia estupefaciente, todos los países del mundo quieren tener enlaces de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, porque estamos a la cabeza de aprehensiones en el ámbito marítimo. Hemos lanzado el año pasado enlaces en Estados Unidos, trabajamos conjuntamente con Francia, con Gran Bretaña, con Alemania. Reconozca la
realidad: estamos en un muy buen momento en la lucha contra la delincuencia organizada, sobre todo porque analizamos la realidad de nuestro país, observamos que crecen nuevos fenómenos delincuenciales en el ámbito de la delincuencia organizada, por
ejemplo, las bandas latinas. Analizamos cuáles ha sido las respuestas, por ejemplo, en Hispanoamérica, y esto es algo que hicimos ya año y medio, y los resultados en materia de bandas latinas son resultados favorables en aquellos lugares en donde
se ha planteado esa grave problemática delincuencial; estoy hablando de las grandes urbes, estoy hablando por lo tanto de Madrid y de Barcelona. Y, por favor, no saquemos un efecto llamada, porque últimamente todas las políticas del principal
partido de la oposición tienen este nombre y todas hace referencia a la existencia de un efecto llamada. Evidentemente, los fenómenos delincuenciales no son propios de este país, son propios del mundo en el que vivimos y en todos se ponen de
manifiesto. El problema es la distancia entre aquellos países que luchan de una forma seria, que analizan su realidad y establecen sistemas para hacer frente a los problemas, y aquellos que no lo hacen, no lo hacen a tiempo o lo hacen tras tres o
cuatro años después de que haya aparecido el problema. Por lo tanto, yo creo que en resumen el representante del Partido Popular debiera estar de acuerdo con el compareciente


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en que España es hoy un país más seguro, y que la suma de los territorios que componen nuestra nación son hoy más seguros. Estamos dispuestos a trabajar conjuntamente con el Partido Popular y con todas la fuerzas de la oposición para que
España siga siendo cada ves un país más seguro, porque no tengo ninguna duda, en eso no tengo ninguna duda, es lo que pretenden todos los grupos parlamentarios que están representados en esta Cámara.



Por lo que se refiere a la intervención del representante del Partido Socialista, es obvio que este Gobierno trabaja sobre la base de que la seguridad constituye un derecho básico y además en gran medida constituye un presupuesto
absolutamente necesario para el ejercido del resto de los derechos fundamentales, de tal forma que un país que no es seguro, que no se siente seguro, difícilmente va a poder ejecutar, ejercitar el resto de los derechos que están reconocidos en
nuestro texto constitucional; y por esto mismo este Gobierno ha tenido una especial preocupación en el ámbito de la seguridad. Por eso este Gobierno, y así lo señaló el presidente del Gobierno en su discurso de investidura, ha considerado como uno
los elementos prioritarios de su política la seguridad de los españoles, y creo que la moderada satisfacción que ha reflejado el secretario de Estado en esta comparecencia se pone de manifiesto porque el Gobierno ha cumplido con lo que en definitiva
fue el objetivo marcado por el presidente en su discurso de investidura. En estos menos de dos años de gobierno hemos conseguido un buen resultado en materia de seguridad ciudadana, una disminución de los índices delincuenciales, un aumento de
nuestras capacidades tanto desde el punto de vista de personal como de instrumentos operativos, en definitiva, hemos conseguido llegar a la conclusión a que llegaba incluso inicialmente el secretario de Estado, y es que este país sea hoy un país más
seguro. Además, a pesar de que los índices en determinados ámbitos delincuenciales son francamente positivos, y los son en la delincuencia juvenil, este Gobierno tiene la suficiente sensibilidad para articular planes específicos para seguir
intensificando la lucha contra la criminalidad juvenil, porque para este Gobierno es esencial que la juventud se eduque en el ámbito más adecuado, fuera de las presiones que supone el ámbito criminal, fuera, en definitiva, de las coacciones, de las
amenazas y del marco inadecuado que supone que la juventud tenga que crecer en ámbitos excesivamente criminalizados, porque este Gobierno no solo piensa en el presente, piensa en el futuro, y por ello la infancia, la juventud, son la principal
apuesta de este Gobierno en estos ámbitos. De tal forma que el representante del Partido Socialista ha hecho una referencia especial a la lucha contra la pederastia. Ya he citado expresamente en mi intervención, en respuesta a la portavoz del
Grupo Parlamentario Popular, que los resultados han sido francamente positivos, que se han establecido nuevos instrumentos operativos para hacer frente a este problema y que esperamos que en el futuro los resultados sean incluso más positivos y eso
nos permita atacar los niveles delincuenciales, que se han reducido pero que, sin duda, con los planes operativos que se han puesto en marcha a inicios del año 2006 en el ámbito, por ejemplo, del tráfico de sustancias estupefacientes o en el ámbito
de la violencia juvenil, nos permitirá que el año que viene, cuando comparezca en esta Comisión, pueda decir que España sigue siendo incluso un país más seguro de lo que lo es en la actualidad.



Me preguntaba el representante del Grupo Socialista cuáles son nuestros planes de seguridad en 2006, y he de decirle lo mismo que le he dicho al representante del Partido Popular, aquí coincido en el mensaje, que ya he citado o he esbozado
la cita de la mayor parte a lo largo de mi intervención, y que entrar en el detalle de todas y cada una de la propuestas y de la iniciativas adoptadas desde el Ministerio del Interior alargaría esta comparecencia en extremos que no creo que la
Presidencia esté dispuesta a admitir. Pero me comprometo a comparecer, con esa rapidez que ha reconocido la representante del Partido Popular, en esta Comisión en el momento en que lo consideren necesario para debatir y trabajar sobre todas las
iniciativas con respecto a las cuales estamos trabajando y trabajamos todas la semanas.



Se me preguntaba también por la reasignación o asignación de los efectivos a lo largo del año 2006. Pues se va a hacer con los mismos criterios serios y rigurosos que nos han llevado al crecimiento que he citado en la Comunidad Valenciana.
Nosotros analizamos la realidad delincuencial, vemos dónde están los problemas, y a esos lugares, a esos territorios es donde remitimos la mayor parte de los efectivos policiales. Es el caso de la Comunidad Valenciana, es el caso de las grandes
capitales. Por cierto, el Gobierno regional, por ejemplo en Madrid, nos pide que mandemos 3.000 efectivos y todavía no es consciente de que han sido remitidos; o elevan la cifra o deben dar por cumplido el requerimiento que se nos hace, porque en
las últimas promociones yo creo que ya se ha sobrepasado incluso esa cifra.



Por lo que se refiere a la seguridad privada, evidentemente nos preocupa el mensaje que se lanza desde algunos responsables especialmente cualificados en materia de seguridad del principal partido de la oposición. La seguridad privada
asistió a lo largo de los últimos diez años a un crecimiento exponencial increíble, al mismo tiempo que disminuía, ya he hecho referencia especial en mi intervención, la seguridad pública, de tal forma que los efectivos policiales decrecían,
decrecían y decrecían mientras que la seguridad privada aumentaba, aumentaba y aumentaba. Y eso es lo que nos preocupa, que el discurso en algún momento se vuelva a centrar en esa posibilidad, porque los únicos que pueden garantizar a los
ciudadanos una seguridad igual, cualesquiera que sean los territorios en los que vivan, cualquiera que su capacidad económica, cualquiera que sea su ingreso, es la seguridad pública. La seguridad privada cumple una labor importante, puede servir de
integradora de la seguridad pública, pero no debe sustituir nunca a la seguridad pública, y es temerario y es imprudente que


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alguien manifieste públicamente, con la cualificación que tiene quien lo ha manifestado, que apoya la creación de cuerpos de seguridad privados en determinados ámbitos, porque eso, en definitiva, supone no creer en el Estado y no creer en la
importancia que tiene el Estado como elemento que permite que cualquier ciudadano, cualquiera que sea su capacidad económica, pueda acceder a un bien tan básico, tan esencial como es la seguridad. Evidentemente nos preocupa y supongo que será
objeto de un error, de un desliz o de un mal día, que malos días tenemos todos, y yo hoy no estoy en uno de mis mejores. Por lo tanto, entiendo perfectamente que puedan existir errores, pero lo que no vamos a admitir es un discurso político en el
que de alguna manera se pretenda la sustitución de la seguridad pública, la única que es igualitaria y que posibilita un nivel de seguridad homogéneo en todos los ciudadanos, por la seguridad privada.
Y reiteramos que nos parecen especialmente
peligrosos determinados mensajes que se han lanzado últimamente y que entiendo, y debo entender, que no responden a la política del principal partido de la oposición.



Sobre cooperación institucional, el mensaje de este Gobierno ha sido especialmente claro: la seguridad no la construye solo el Estado, el Estado tiene una competencia importantísima en materia de seguridad y sin duda tendrá toda la
responsabilidad en los resultados que se produzcan, incluso aun cuando estos sean malos, pero la seguridad de este país se construye no solo desde el Estado, sino desde las comunidades autónomas, desde los cuerpos autonómicos, y se construye también
desde las policías locales, que tienen una especial importancia y una especial cercanía a la realidad sociológica de la ciudadanía en los ayuntamientos, pequeños o grandes, a lo largo de nuestro país. Vamos a seguir trabajando en la misma línea,
vamos a seguir trabajando intentando integrar los esfuerzos de la Administración estatal, de la Administración autonómica y de la Administración local en materia de seguridad, y permitiendo que los cuerpos autonómicos y los cuerpos locales -esa es
una política que hemos desarrollado aproximadamente en los dos últimos años- puedan acceder a todos aquellos instrumentos operativos, a todas aquellas bases de datos, a todas aquellas informaciones que les permitan garantizar a los ciudadanos, a sus
ciudadanos, a nuestros ciudadanos, un mayor índice de seguridad. Queda así de alguna manera respondida su pregunta en torno a cuál es nuestra política con relación a los cuerpos autonómicos y en especial a los Mossos d'Esquadra y a las policías
locales. Esa es la filosofía. En la práctica hemos trabajado en permitir, por ejemplo, que los Mossos d'Esquadra puedan asistir, integrar y compartir la información de nuestras bases de datos, o que tengan informaciones en el ámbito de la lucha
contra el terrorismo, que en muchas ocasiones son esenciales para luchar de una manera integral y por lo tanto más eficaz contre el terrorismo. Pero también recientemente, por ejemplo, hemos integrado a un Mosso d'Esquadra en una delegación que
viajaba a Europol en relación con actividades que en parte había sido desarrolladas por los Mossos d'Esquadra. Colaboramos operativamente y se han desarrollado operaciones en ámbitos sensibles, como puede ser por ejemplo el del terrorismo
islamista; ha habido colaboración entre Policía, Guardia Civil y Mossos d'Esquadra. Eso es lo que pretendemos con todos aquellos que tienen algo que decir en el ámbito de la seguridad; pretendemos que exista la máxima colaboración, que exista la
máxima integración, la máxima colaboración operativa, de tal forma que podamos permitirnos decir a los ciudadanos que cada día se encuentran en un país más seguro y que nosotros nos ponemos de acuerdo para conseguir que esa seguridad sea cada vez
efectiva.



Iniciativas en materia de bandas organizadas. Las iniciativas que he mencionado en mi intervención hacen referencia a todos los tipos de delincuencia organizada, no solamente a las que he mencionado yo como más importantes, que son el
tráfico de sustancias estupefacientes o las redes de inmigración ilegal, sino a las que ha mencionado S.S. en su intervención. Cuando hablamos de mejorar la información a través de sistemas de registros hablamos de una iniciativa que pretende
ayudar en ese ámbito. Y ayuda. Cuando hablamos de la creación de grupos especiales, ya sea en el ámbito del Cuerpo Nacional de Policía, ya sea en el ámbito de la Guardia civil, esos grupos también ayudan a la lucha contra este tipo de
delincuencia, por ejemplo, en la Comunidad Valenciana. Estamos analizando, y continuaremos haciéndolo, la realidad delincuencial de cada uno de los territorios para establecer en cada uno la solución que consideremos más adecuada. Podemos
equivocarnos, todos podemos equivocarnos, pero los resultados que hemos desgranado a lo largo de esta comparecencia ponen de manifiesto la conclusión inicial que prometo no reiterar más y es que estamos en un país seguro y que España,
afortunadamente, y creo que todos debemos felicitarnos por ello, es cada día un país más seguro.



La señora PRESIDENTA: En este momento en que ha terminado el secretario de Estado su réplica, yo creo que amplia y contestando a todas las preguntas que han hecho los grupos parlamentarios que han intervenido, voy a dar un breve turno.
Ahora sí que seré un poco más rígida con los tiempos, porque todos tenemos otros compromisos y de alguna manera nos comprometimos a respetar los tiempos. Les agradecería que fueran breves. Tiene la palabra la señora Sánchez-Camacho.



La señora SÁNCHEZ-CAMACHO PÉREZ: Señora presidenta, intentaremos ser breves, pero por la multitud de alusiones a las que se han hecho, incluso en una comparecencia que no creíamos que era con respecto al Gobierno del Partido Popular y que
parece que se ha acabado convirtiendo en una comparecencia sobre la política que ha realizado el Partido Popular en legislaturas anteriores, creemos que sí merecemos un cierto


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tiempo para al menos contrarrestar o confrontar algunas de la afirmaciones del secretario de Estado.



Muchas gracias, secretario de Estado, por su segunda intervención. La verdad es que creo que le ha debido molestar la intervención de este grupo parlamentario por la acritud, por su crítica sobre todo con respecto a la gestión de los
gobiernos anteriores del Partido Popular y por la necesidad que ha tenido de demostrar una mejora con respecto a periodos anteriores; así ha dedicado tantísimo tiempo a analizar lo que ocurrió en legislaturas anteriores. Yo no sé si se dan cuenta
de que están gobernando ustedes hace dos años y que realmente el pasado es el pasado. Si quieren ustedes recordar el pasado, lo podemos recordar y podemos recodar cómo el Partido Popular encontró en el año 1996 las políticas de seguridad del
Estado, incluso podemos recordar cómo encontramos la Guardia Civil, cómo encontramos la Policía Nacional y cómo encontramos los fondos del Estado; no había ni para pagar las pensiones del sistema público de este país. De eso se olvidan ustedes.
Después de realizar una política de contención y de estabilidad presupuestaria muy dura y muy rígida en muchos ministerios, entre ellos el Ministerio del Interior, es cuando ustedes, después de esas mejoras económicas, han podido obtener y han
podido empezar a disfrutar de los fondos públicos que nosotros no encontramos en el año 1996. Nos encontramos una Guardia Civil no con menos efectivos, sino absolutamente mermada en su moral y en su capacidad, después de los actos al margen del
Estado de derecho que habían realizado los gobiernos socialistas. Si ustedes quieren hacer comparaciones, las haremos y las haremos además en los dos periodos de legislaturas, las del Partido Popular y las del Partido Socialista Obrero Español, en
la que cabe recodar que ustedes hubo años en lo que ni siquiera sacaron convocatoria de efectivos de ninguno de los dos cuerpos.
Viene a dar ejemplos ahora, después del esfuerzo, del trabajo y del rigor con los que ha estado trabajando el Partido
Popular para que podamos llegar a situaciones como las actuales. Verdaderamente desmerece mucho que el señor secretario de Estado, en el 2006, venga a recordar cosas como esas.



Empiezo por la instrucción a la que usted ha hecho referencia. Los datos que ha aportado no nos merecen la confianza que hubiéramos deseado, puesto que hemos visto durante todo este año que no ha habido ninguna intención de aportar
claridad, antes al contrario. Usted ha leído una parte de la instrucción, le voy a leer otra que ustedes enviaron el 8 de junio de 2005. Dice así: Por ello se recuerda que en los distintos órganos policiales no se podrán facilitar datos
estadísticos sin la autorización de la Secretaría de Estado de Seguridad. No se podrán facilitar. Si eso usted no lo entiende como prohibir, no dar datos, explíquenos qué significa: no se podrán facilitar datos. Porque parece ser que usted lee
en positivo y no en negativo; son sus propias palabras y están escritas aquí, en la instrucción del 8 de junio, no en la que después ha citado; en la del 8 de junio, insisto. Y le reitero que, si era para homogenizar todos esos datos, ustedes los
podían haber facilitado a lo largo de todo el año. Me dice usted que es para integrar los datos de policías autonómicas, la Policía autonómica catalana o la Policía autonómica navarra. La verdad es que no sé qué tienen que ver, por ejemplo, los
datos que se podían facilitar a la delegación de Andalucía con el hecho de que se integraran los datos de Cataluña.
Ustedes los podían haber facilitado y hubieran podido salir publicitados en los medios de comunicación. Que estemos dos años para
crear ese centro y para homogenizar y que usted, en el año 2006, después de que llevan dos años de gestión de Gobierno, nos diga que ahora es cuando se han homogenizado los datos y se han facilitado, le vuelvo a reiterar que es engañar a los
ciudadanos, que es engañar al Partido Popular. Y sus propias palabras están ahí: no se podrán facilitar datos, lo cual significa una prohibición.



Agradezco sus recomendaciones sobre lo que tiene que decir este grupo parlamentario, pero la verdad es que representamos a 10.000.000 de personas, somos un partido de Gobierno, hemos sido un partido de Gobierno y volveremos a ser un partido
de Gobierno, y, aunque le agradezco esas recomendaciones, sabemos muy bien lo que tenemos que decir en Seguridad.
Yo le agradezco que usted nos dé hoy aquí mensajes sobre lo que tiene que decir o no tiene que decir mi grupo parlamentario o mi
partido, pero usted comparece para aportar datos y no para decirnos, al principal partido de la oposición, lo que tenemos que decir.



Con respecto al desliz al que usted hacía referencia, yo solicité esta comparecencia sobre bandas organizadas y ciertamente el objetivo de este grupo parlamentario, que es el que solicitó esta comparecencia, no era hablar de la banda
terrorista ETA, puesto que la especialidad y sobre todo la dureza y la lacra del terrorismo de ETA durante más de cuarenta años en este país le ha dado tristemente una peculiaridad y una especialidad que nosotros mencionamos siempre que hacemos
alusión a la banda terrorista. Este grupo no se refería a ETA, siendo una banda organizada, que evidentemente lo es, pero reitero que, por su especialidad y por la lacra que ha supuesto durante cuarenta años en este país, nosotros, cuando nos
referimos a la banda terrorista ETA lo hacemos de forma específica y más tristemente ahora, muy lamentablemente por la situación en la que nos encontramos debido a la gestión del Gobierno socialista.



Señor secretario de Estado, no manipule usted las palabras de los demás, no las manipule; aunque le he dicho que usted es de verbo fácil y con una gran fluidez, no manipule lo que se ha dicho. Yo no he dicho en ningún momento que la
política antiterrorista de este Gobierno sea la adecuada, es más, al contrario, he dicho que el Ministerio del Interior sigue haciendo lo que tenía que hacer en el marco del derecho. Sería una dejación absoluta de la funciones de gobierno no
detener a los criminales, no detener en este caso a los miembros de la bandas terroristas y no desarticularlas. Eso es lo que


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nosotros entendemos que se tenía que seguir haciendo. Además, la política antiterrorista, que es con la que no estamos de acuerdo, es la que realiza el Gobierno del presidente Zapatero, es en la que no sigue el marco del Estado de derecho y
en la que se están haciendo actuaciones de posibles negociaciones con la banda terrorista, sin saber a qué precio y qué precio político está pagando o está ofreciendo el Gobierno, puesto que el Partido Popular no tiene esa información. Usted ha
leído el punto primero del Pacto por las libertades y contra el terrorismo. No sé si conocen ustedes los barómetros de la cadena SER, los barómetros incluso de El País, y de La Vanguardia, en los que aluden a que la crispación de este país es culpa
del Gobierno cuando se pregunta a los ciudadanos.
Usted puede leer ese punto y hacer su interpretación personal, que yo respeto y que mi grupo respeta, pero sin duda lo que dicen los ciudadanos es lo que se ve en las encuestas, además no afines a
este grupo parlamentario, y es que la crispación la genera este Gobierno. Y esta crispación viene en gran parte por esa política antiterrorista errónea, equivocada y además rompiendo el Pacto por la libertades y contra el terrorismo a iniciativa
del Grupo Parlamentario Socialista o del Gobierno en este caso; esa es nuestra interpretación.



Por lo que se refiere a la política penitenciaria, a actos como los que le he citado, desde la posible ilegalización del Partido Comunista de la Tierras Vascas hasta el cese de determinados personas, como del señor Fungairiño, hasta querer
aplicar la ley para permitir que los etarras tengan derecho a reunirse, en esa interpretación restrictiva de la ley que decía el presidente Zapatero, son esos los gestos y las actuaciones que creemos que constituyen una política errónea en la
política antiterrorista del Gobierno socialista, equivocada, que da oxígeno al entorno abertzale, que realmente son los que están haciendo que miles de ciudadanos salgan a las calles, no manipulados por el Partido Popular, porque parece que, cuando
ustedes acudían a la manifestaciones, los ciudadanos eran libres, todo el mundo tenía derecho a ir por las calles y había que escuchar lo que se decía en las calles, eso es lo que decía el señor Zapatero. Ahora que va el Partido Popular, parece ser
que los ciudadanos no saben lo que libremente están defendiendo en las calles.
Pues ahora es cuando les decimos que escuchen lo que se dice en las calles de este país y que escuchen lo que les dicen los ciudadanos, que esa política antiterrorista
es equivocada.



Me dice usted que reuniones policiales se siguen haciendo. Hombre, faltaría más. ¡Faltaría más que no se siguieran haciendo reuniones policiales con los responsables tanto de la Policía Nacional como de la Guardia Civil! Ese es su deber y
es de lo que no tendrían ustedes que estar haciendo dejación. Pero le vuelvo a reiterar que en esas reuniones ustedes han trasladado y se ha trasladado a los responsables de esas reuniones la preocupación, la honda preocupación, por el incremento
de la inseguridad ciudadana en este país. Por eso no se facilitaban datos en este país hasta el final.



Se refiere usted al ejemplo de Valencia y me alude diciendo que nos atengamos al rigor de los datos. Me da usted datos diciendo que en el año 2002 se produjeron 323.595 infracciones penales, delitos y faltas, y en el 2005 se produjeron
316.307, siete mil menos, son sus palabras textuales, señor secretario de Estado. Con los datos que usted ha facilitada, en el año 2005 se produjeron en la Comunidad Valenciana 183.015 y el año anterior, 178.694, en el año 2004, 183.000 en el año
2005. Se ha producido un incremento. (El señor secretario de Estado pronuncia palabras que no se perciben.) Sí, sí, lo tiene usted aquí, en los datos que ustedes han facilitado. 3.321 más. Y en el informe de la Dirección General de la Policía
Nacional se dice que en la Comunidad Valenciana se produce un incremento del 2,24 por ciento. Usted ha dicho que aquí se le demuestre lo contrario y que se le demuestre con rigor que en la Comunidad Valenciana no se han incrementado esas
infracciones penales. Son los documentos que tiene este grupo parlamentario y que son de la Dirección General de la Policía Nacional. Usted nos dirá si esos son datos con rigor o no.



Bandas organizadas. Señor secretario de Estado, yo no sé si es que usted no ha querido escuchar lo que hemos dicho. Le hemos dicho que ahí sí que veíamos muchísimo mayor rigor del ministerio en el incremento de las detenciones producidas;
ha sido palabras textuales de esta parlamentaria.
Cuando usted hace referencia a operaciones internacionales, yo le quiero recordar también que esas operaciones internacionales que usted conoce que se han producido en la costa levantina ya estaban
iniciadas desde hace mucho tiempo, por anteriores gobiernos; ustedes las han seguido desarrollando y han producido efectos positivos para todos. Pero me parece que la interpretación que ha hecho este grupo parlamentario no ha sido a la que usted
ha respondido.



Habla usted de incrementos; se refiere a los años 2001, 2002, 2003.
También lo ha hecho el representante del Partido Socialista Obrero Español, al cual parece que le gusta más leer los libros de FAES que pasearse por las calles y ver lo
que dicen los ciudadanos, que son los que trasladan esa percepción de mayor inseguridad. Nosotros tenemos los datos facilitados por ustedes. Comunidad de Madrid, incrementos del 1,52 con respecto al año 2004; Valencia, 2,42; Andalucía
occidental, 5,48; Andalucía oriental, 7,48; Jefatura Superior de Aragón, 6,51; Jefatura Superior de Castilla y León, incrementos con respecto al 2004 del 12,32.
¿Les decimos, señor Martínez Sanjuán a los ciudadanos de estas comunidades que, como
estamos por debajo de la media europea, esto funciona maravillosamente y este país es muy seguro? En Castilla y León, por ejemplo, se produce un incremento de las infracciones totales, delitos y faltas, del 12,32, con los datos facilitados por
ustedes. La verdad es que, cuando uno va a Albacete, se hacen ruedas de prensa y se habla con la gente y con los sectores provinciales de Albacete, nos trasladan la gran preocupación y las medidas que han tenido que tomar


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los ciudadanos, comprando incluso utensilios de seguridad privada y reformando sus medios personales, porque no tienen cómo defenderse ante el incremento de esa inseguridad. Y que usted diga, señor secretario de Estado, que es el Partido
Popular el que está trasladando esa sensación y esa preocupación con respecto al incremento de la inseguridad ciudadana, me hace pensar que debe ser que determinamos el contenido de los informativos de toda las cadenas nacionales, porque cuando uno
escucha las cadenas nacionales escucha en todo momento lo que está ocurriendo.



También quiero referirme al señor Martínez Sanjuán cuando dice que esta diputada alertó de la excesiva preocupación que había con respecto a los homicidios. En la prensa se decía: Día 28 de enero: 27 homicidios en solo 12 días. Esos son
los hechos, señor secretario de Estado, estos son los hechos. Según ustedes, parece ser que es el Partido Popular el que genera...



La señora PRESIDENTA: Perdón, señora diputada, la ruego que vaya concluyendo; porque habíamos hablado de un turno breve.



La señora SÁNCHEZ-CAMACHO PÉREZ: Lo sé, señora presidenta, pero, aunque todos tenemos cosas que hacer, el tema tiene la suficiente enjundia e importancia, para que le dediquemos un minuto más. Voy a dedicar ese tiempo a las acusaciones que
ustedes han hecho al señor Astarloa y a la tergiversación que usted ha hecho, diciendo que se quiere sustituir la seguridad pública por la seguridad privada. En ningún momento, en ninguna declaración, se ha afirmado tal cosa, señor secretario de
Estado, en ninguna momento; es más, este grupo parlamentario y este partido han dicho siempre que la responsabilidad de la seguridad es de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, es responsabilidad pública, y usted lo sabe muy bien, incluso
cuando pueden trasladarse asunciones a la Policía local, que este grupo parlamentario cree que no deben llevarse a cabo, puesto que, como digo, deben llevarse a cabo por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Lo que se dijo es que, ante la
dejación del delegado del Gobierno de la Comunidad de Valencia, que reiteradamente había dicho desde enero que se iban a enviar efectivos, los alcaldes de quince municipios de la costa de Levante mostraron su preocupación y, en una reunión de la
Junta de Seguridad, solicitaron al delegado del Gobierno que les enviara más efectivos. Ante ese no envío de efectivos policiales, se dijo que se tomarían medidas para poder colaborar y no crear esas patrullas vecinales, colaborar con las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado en la detección que los vecinos pudieran hacer de posibles acciones ilícitas o posibles acciones penales. No confundan ustedes las palabras de los ciudadanos, no quieran confundir lo que el Partido Popular dice, y lo
ha dicho muy claro, que es que la responsabilidad, el control, la vigilancia y sobre todo conseguir el descenso de la inseguridad de esta país, es responsabilidad pública.



Señor secretario de Estado, por mucho que ustedes quieran mirar, ha hecho usted una afirmación: que hay que mirar lo positivo, ha dicho usted que este grupo miraba lo positivo como negativo. La verdad es que esos porcentajes de incremento
en comunidades autónomas, la diferencia del año 2004-2005, ese 2,5 por ciento de incremento de las infracciones totales cometidas en este país, no es un dato positivo, se mire por donde se mire. Si usted quiere añadir datos, el Partido Popular no,
mira los datos que usted ha dado y es que la inseguridad ciudadana en este país sigue creciendo, sigue creciendo con respecto a su propia gestión del año 2004.
No busquen excusas y no culpen al Partido Popular de las propias frustraciones y
fracasos que ustedes tienen en su gestión.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra, también por un breve turno de dúplica, el señor Martínez Sanjuán.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Este grupo parlamentario tiene cosas mucho más importantes que leer que los informes de la FAES, si no fuera porque el Partido Popular está empeñado estos días, a bombo y platillo, además con el patrimonio
mediático del señor Aznar, que vuelve, vuelve como el turrón El Almendro por Navidad. El señor Aznar vuelve todos los meses.
Además, es que se ha empeñado en justificar y en comparar la política del Gobierno con la política del Partido Popular. Y
es que, cuando viene el Partido Popular aquí a pedir explicaciones, se olvida de sus propia gestión, señora Camacho. Se olvida, pero los demás no nos olvidamos de la gestión del Partido Popular. Porque es que el Partido Popular está haciendo en la
oposición exactamente lo mismo que hizo en el Gobierno.
Aseguran que la dirección nacional del Partido Popular avala la iniciativa del propio señor Astarloa; o sea, no es el señor Astarloa, es el Partido Popular, es el señor Rajoy, que fue
ministro del Interior, es el señor Acebes, que fue ministro del Interior, es el señor Aznar, que es el superministro del Interior de todos los gobiernos del Partido Popular.
Le parece estupenda la propuesta de los alcaldes del Partido Popular de
contratar seguridad privada para patrullar y luchar contra la inseguridad ciudadana por las calles. Su responsabilidad, señor secretario de Estado, es, si les faltan plantillas, porque han crecido los territorios, porque ha crecido su población,
porque han crecidos sus urbanizaciones, es mejorar, aumentar, lo mismo que se contratan otra serie de cosas, Policía local. No. Les parece más apropiado seguir haciendo esta política de mejora de las contrataciones con el sector privado, que fue
lo que hizo exactamente el Partido Popular cuando estaba en el Gobierno. Porque ahora, hablando con demagogia, además, como hablan de las cifras, esas cifras de las que no se acuerdan, las de su propia gestión, piden responsabilidades al Gobierno y
a usted para que el déficit histórico de plantilla que había en la Comunidad Valenciana se cubra de la noche a la mañana, de


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un plumazo. Señor Camacho, ocho años de gestión para un Gobierno le parecían insuficientes, por eso quiere seguir a toda costa gobernando este país. Y para eso utiliza demagogia, mentiras, etcétera. Lo hicieron tan mal en ocho años que
quieren seguir.



En el año 2001, de una plantilla que debiera tener el Cuerpo Nacional de Policía en la Comunidad Valenciana de 5.124 policías, tenía solo 3.296; le faltaban al Partido Popular 2.000 policías para cubrir el propio catálogo necesario. Es
verdad que lo aumentó ligeramente en el año 2002, pero es que en el año 2003 redujo la plantilla respecto al año 2002.
Ahora piden al Gobierno actual que en un año o en año y medio de gestión cumpla el catálogo de medios. En tres años, 2003-2006,
la plantilla ha crecido en 700 personas en el Cuerpo Nacional de Policía. Con relación al último año, 2002, ha crecido en 600. Luego el esfuerzo que está haciendo este Gobierno por mejorar la tasa de cobertura de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad
del Estado, que estaban hechas unos zorros, con déficit de plantillas en torno a un 20 por ciento, es considerable. La irresponsabilidad del Partido Popular le lleva a decir estas cosas.
Quieren que se forme un policía como lo hacía el Partido
Popular, con la varita mágica, en 24 horas. No, hacen falta dos años para que estén patrullando, para que estén desarrollando su trabajo. Esta es la política que está haciendo el Gobierno con eficacia y con responsabilidad.



El Partido Popular se olvida de la cosas y habla de la ineficaz política del Gobierno socialista en materia antiterrorista. Nos dice que no hablamos con los ciudadanos; no se han enterado de las encuestas. El problema de ETA. La
preocupación de los ciudadanos de este país con relación a lo que es ETA, de acuerdo con todos los barómetros hechos por el Centro de Investigaciones Sociológicas, el mismo que les hacía las encuestas a ustedes, ha desaparecido de los problemas de
los ciudadanos de este país; es del 20 por ciento, mientras que cuando gobernaban ustedes era del sesenta y tantos por ciento. ¿Eso con qué tiene que ver? ¿Tiene que ver con una política eficaz o con una política ineficaz en materia policial,
política, parlamentaria, etcétera, con relación al problema del terrorismo? Lo que pasa es que ustedes quieren que vuelva a ser otra vez el problema fundamental desde el punto de vista de preocupaciones ciudadanas. Pues no lo va a ser, no lo va a
ser, señora Camacho, no va a ser así, señora Camacho. Porque este Gobierno, al que ustedes acusan todos los días de ineficacia, de irresponsabilidad, de romper el pacto, está haciendo toda la política en contra. ¿No se dan cuenta ustedes de que
votación tras votación en este Parlamento, en este Congreso de los Diputados, donde está la soberanía popular, se quedan absolutamente solos en todo? Por eso los cuidadanos nos dicen, encuesta tras encuesta, que el problema del terrorismo y el
problema de ETA no es un problema fundamental para su vida cotidiana, porque saben que no lo es. Lo saben. Ustedes manipulan las encuestas, como manipulan su ideología, manipulan sus acusaciones y manipulan sus análisis de la realidad.



Quiero decirla, señora Camacho, y es una cuestión que a mi grupo parlamentario le preocupa y le anima a que, a pesar del clima político, a pesar de las barbaridades de gestión que muchos gobiernos autonómicos, incluso del Partido Popular, y
municipales, hacen con relación a ser frente común de oposición al Gobierno socialista: en todo busquen la colaboración. Búsquenla. Porque el problema del terrorismo, usted lo decía y lo han dicho todos los partidos democráticos, es un problema
de cooperación y de colaboración, pero el problema de seguridad ciudadana también lo es, porque es que algunos piensan que el problema de la seguridad ciudadana es única y exclusivamente responsabilidad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado, que usted tiene la responsabilidad de dirigir, dicen. Como si no fuera con ellos, como si no fuera con los alcaldes la responsabilidad de la gestión de las policías locales o de la policía autonómica. Por cierto, los ciudadanos, esos
ciudadanos que opinan, piensan que la capacitación, la preparación y la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Policía y Guardia Civil, son superiores a la de otros cuerpos policiales, tanto autonómicos como locales. Luego no
estará haciéndolo tan mal el Gobierno cuando los ciudadanos tienen y ven en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado una eficacia superior a la de otras fuerzas y cuerpos de seguridad.



Se producen asimismo paradojas, que deben explicar algo de lo que piensan los ciudadanos respecto a la realidad de lo que pasa en el entorno ciudadano y en el ámbito político. La comunidad autónoma con más tasa delincuencial de las
comunidades autónomas españolas es Baleares, que me parece que tiene el 73 por ciento aproximadamente en el 2005, en los datos que nos ha dado usted; sin embargo, los ciudadanos de Baleares no tienen la sensación de que la inseguridad ciudadana sea
uno de los grandes problemas de este país. ¿Por qué? ¿Y sin embargo por qué en otras comunidades autónomas, por ejemplo, Comunidad Valenciana o Comunidad de Madrid, la percepción de los ciudadanos en el último barómetro nacional aparece la
inseguridad ciudadana como uno de los problemas estatales y del ámbito de su comunidad autónoma? ¿O es que esas comunidades autónomas o esos gobiernos autonómicos o municipales no tienen nada que explicar o nada que decir? ¿O es que, por el
contrario, están haciendo una política, desde el punto de vista de confrontación contra el Gobierno de España, para trasladar a sus ciudadanos responsabilidades propias, para que sean otras administraciones, en este caso el Gobierno central, el que
sufra esa imagen política? Pero es que los ciudadanos también valoran a sus gobiernos respectivos con relación al problema de seguridad ciudadana, y los ciudadanos de Valencia y de Madrid son lo que peor valoran a su comunidad autónoma como
responsables políticos en materia de seguridad ciudadana. Es que no es el problema de la seguridad el problema del Estado, señora Camacho. (La señora Sánchez-Camacho Pérez pronuncia palabras


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que no se perciben.) Pregúnteselo a los ciudadanos, señora Camacho.



La señora PRESIDENTA: Por favor, no entren en debate, porque cada uno ha tenido oportunidad de expresarse en su turno.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No sé por qué la señora Aguirre estaba tan preocupada, a no ser que sea una cuestión de tipo estético, con la creación de la policías autonómica de Madrid o con la creación de la Bescam. No sé por qué debe ser
solamente un problema de responsabilidad del Estado. Es un problema colectivo, y mejorar la seguridad depende del Gobierno central, de las policías locales y de los gobiernos autonómicos.
Esto lo saben los ciudadanos. Y yo la animo, señora
Camacho, a que, a pesar del clima, a pesar de la que está cayendo gracias a la irresponsabilidad del Partido Popular, busque lugares de encuentro con los responsables políticos en el ámbito local. Por eso la preguntaba antes sobre la mejoras de
cooperación y de colaboración de la fuerzas del Estado con la policías locales, como artífices y como activadores y colaboradores de una política integral en materia de seguridad ciudadana.
La seguridad ciudadana no es un problema del Estado, es un
problema de la sociedad, es un problema de todos los que tienen responsabilidades políticas y de todos los estamentos políticos de este país, y esto no significa echar balones fuera, porque la responsabilidad es una responsabilidad colectiva, lo que
pasa es que algunos, a la hora de pedir responsabilidades, se olvidan de la propias y se las exigen a los demás.



Le señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra el señor Olabarría. Dispone de unos minutos.



El señor OLABARRÍA MUÑOZ: No, unos minutos no, van a ser unos segundos, señora presidenta. Le voy a decir honestamente que casi me alegro de haber llegado tarde y poder oír las postrimerías o parte postrera de este debate, pues lo anterior
se presume jugoso a juzgar por esta final.



Señora Sánchez-Camacho, tenga cuidado, porque hay determinados lapsus línguae particularmente peligrosos. Ha hecho una afirmación muy preocupante, y es que se está oxigenando al entorno abertzale. La noción o la locución abertzale hace
referencia a las personas incardinadas bajo una determinada ideología que, que yo sepa, todavía no ha sido declarada ilegal. Yo soy abertzale. Es una locución, es una palabra vasca cuya traducción al castellano es patriota. El entorno abertzale
es una opción política, o está constituida por distintas opciones políticas, legales en su generalidad. O sea que cuide las expresiones, por favor. Le voy a reconocer su vocación democrática inequívoca, y no creo que usted esté pensando en lo que
pueda dimanar de una interpretación literal de lo que ha dicho, particularmente peligrosa.



Dicho esto, señor Camacho, le iba a agradecer la información, pero no lo voy a hacer por decoro, porque no he tenido la suerte de oírla. Solo le haré dos comentarios. Parece que se está invocando de nuevo el Pacto antiterrorista, el
eufemísticamente llamado Pacto por las libertades y contra el terrorismo, y algunos tenemos la impresión que este pacto está enterrado desde el mes de mayo del año pasado. No sé si sigue vigente.
Podemos hacer una reflexión sobre esta cuestión.
No vemos que tenga más virtualidad que la puramente formal. En este momento no acoge ningún tipo de política gubernamental ni sirve de instrumento para consensuar políticas en materia de seguridad ciudadana entre los grupos parlamentarios, sobre
todo porque la mayoría ya hemos configurado una especie de espontáneo consenso que está al margen de los requerimientos de este pacto, que tiene déficits democráticos importantes no sólo en su preámbulo sino en su propia fundamentación filosófica.
No sé qué es este pacto, pero solo le recuerdo una de la recomendaciones de la Comisión de investigación del 11-M, en la que se pedía la configuración de un pacto diferente, en la que estén todos los grupos con representación parlamentaria, y cuya
fundamentación filosófica fuera democrática, es decir, lo contrario de este, el actualmente vigente.



Por último, en materia de coordinación, todavía no hemos llegado a unas ratios de coordinación suficiente con las policías autonómicas de carácter integral. Oigo quejas de los responsables políticos del Gobierno vasco, de los responsables
políticos del Gobierno catalán. Hay una reivindicación secularmente pendiente y es la de poder acceder en tiempo real a la información que proporcionan organismos internacionales como Eeurojust y Europol. Habría que resolver esta cuestión, porque
son policías integrales y, por lo tanto, poseen legitimidad jurídica y legitimidad política para poder tener en tiempo real esos datos. Es una de la recomendaciones aprobadas en la Comisión de investigación del 11-M, pero me da la impresión de que
todavía hay mucho trecho por recorrer.
Creo en su espíritu de consenso y pienso que es un problema soluble, así es que espero que se acometan las acciones materiales para que se corrija esta descoordinación -entre comillas- si todavía existe, entre
determinadas fuerzas o policías autonómicas. Por cierto, esa descoordinación también está provocada por la actuación de ciertos jueces centrales de Instrucción de la Audiencia Nacional, que utilizan sistemáticamente en Euskadi a la Guardia Civil o
a la Policía Nacional para casi todas las acciones, salvo para aquellas que poseen una particular dimensión simbólica, como el cierre de partidos políticos o de periódicos, etcétera. Esa es una perversión que no corresponde al ámbito
jurisdiccional, pero también me gustaría que se corrigiera, porque también la Ertzantza tiene competencias plenas para actuar como policía judicial a efectos de las resoluciones judiciales o de las diligencias que dimanen de los procesos sumariales
de la Audiencia Nacional.



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Esto es lo que le quería comentar, señor secretario de Estado. Me da la impresión de que sería bueno que la coordinación con las policías autonómicas mejorase. Nos estamos encontrando con fenomenologías criminales nuevas. Evidentemente si
el problema de ETA está perdiendo entidad en términos porcentuales en la preocupación sobre seguridad ciudadana es por alguna razón; sin embargo, está creciendo, y de forma preocupante y exponencial, la preocupación ciudadana sobre otro tipo de
fenomenologías criminales de nuevo cuño y de nueva morfología. La colaboración de todos es indispensable, pero también lo es la colaboración de los gobiernos autonómicos y de sus policías integrales, o también de aquellos que tienen policías
integrales. Sólo le pido que haga todo lo que pueda para que esta coordinación cuente con los elementos necesarios de engrase, de lubricación para que todos resultemos eficientes en la lucha contra estos fenómenos criminales, los antiguos y los de
nuevo cuño.



La señora PRESIDENTA: Para cerrar este debate, tiene la palabra el secretario de Estado.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Voy a intervenir muy brevemente para respetar la duración de esta última intervención.



Por lo que se refiere a la nueva intervención de la representante del Grupo Parlamentario Popular, si el secretario de Estado ha sacado esos datos comparativos en su intervención ha sido por la mención expresa de la representante de ese
grupo de que solo mencionaba unos años y no otros, y por su referencia a que se produjo una crisis en la seguridad y el anterior partido que se encontraba en el Gobierno la solucionó con un plan de choque, y que, en definitiva, los resultados que
nosotros estábamos obteniendo eran consecuencia de ese plan de choque. He explicado hasta la extenuación que no existió tal plan de choque, ni desde el punto de vista presupuestario ni desde el punto de vista de los efectivos, que hubo literatura
-todos podemos hacer literatura-, y que, en todo caso, no hubo resultados durante ese periodo, y que, por lo tanto, lo que ha de reconocerse es que los esfuerzos de este Gobierno han producido resultados para los ciudadanos, y que -lo vuelvo a
repetir, y siento hacerlo- España es hoy un país más seguro. Por lo tanto, si hemos hecho referencia a esos datos es porque S.S. ha mencionado expresamente el pasado, y, además, por otra razón, y es que estamos analizando la realidad de la
seguridad de un país, y esa realidad solo se puede analizar comparándola con un periodo previo, y, evidentemente, en la medida en que S.S. ha hecho referencia a la existencia de una crisis, de un plan de choque y a que nuestros resultados eran
fruto de ese plan de choque, considero que estoy perfectamente legitimado para poner de manifiesto que eso no es así, que ese plan de choque solo existió en la literatura, que los resultados tampoco existieron, y que son las medidas adoptadas por
este Gobierno las que han producido los resultados positivos que este Gobierno quiere para sus ciudadanos. De cualquier forma, siento profundamente que haya considerado que en mi intervención desde la acritud, porque, S.S. sabe que poco tengo que
ver con ella. Lo único que ocurre es que, a veces, las personas que me oyen hablar confunden la seriedad de mi discurso con la acritud. Considero que determinados asuntos como la seguridad y el terrorismo -que además son de mi competencia- son,
por desgracia, especialmente serios, y cuando me pongo a hablar seriamente sobre ellos a lo mejor parece que hablo con acritud, pero ni mucho menos, no es esa una característica imputable a mi carácter.



Al principio de mi intervención, manifestaba que entendía como un desliz la referencia de S.S. a que determinadas partes de mi intervención no eran objeto de la comparecencia. Ya le he explicado por qué razón sí lo son. No encuentro la
vinculación que pueda existir entre mi comparecencia y la política de las pensiones, pero estoy dispuesto, incluso a título particular, en la medida en que ha citado la política sobre pensiones de este Gobierno, a que me explique las relaciones que
pueda haber con la Secretaría de Estado de Seguridad.



Por lo que se refiere a la instrucción, puedo repetir todos los argumentos que he dado, puedo decirle cuáles son los motivos, puedo ponerle de manifiesto cuáles son los argumentos. En todo caso, ya tiene la instrucción, y esta es tan clara
que no tiene ningún sentido que intervenga otra vez en relación con ella. No existe organismo público ni privado serio en este país ni en ningún país del mundo que pretenda ser calificado como un país serio en el que los datos que deben ser
presentados a los ciudadanos no se presenten por la persona que tiene la responsabilidad de enfrentarse a ellos. De eso es de lo que se trata. Es decir, yo no tengo por qué responder de los datos que pueden ser presentados en un determinado ámbito
y que no han sido tratados con el rigor que caracteriza la labor de la secretaría de Estado, de la misma manera que el CIS, por ejemplo, emite los resultados de sus encuestas a través del órgano central y no de las delegaciones de cada uno de los
sitios, y en el caso de que estas emitan algunas informaciones serán las que les ha proporcionado el órgano central. Lo que se pretende, en definitiva, es aportar un valor añadido a la Secretaria de Estado de Seguridad en relación con los datos:
la seriedad y el rigor de los datos presentados. Creo que debían aplaudir eso en vez de convertirlo en objeto de crítica a la labor de la Secretaría de Estado y a la del ministerio, y en ningún caso deben, pueden o tienen razones para hablar de
maquillaje, de engaño o de falta de rigor en ese ámbito.



No pretendía en mi intervención dar ninguna clase al Grupo Parlamentario Popular. Soy demócrata, creo efectivamente, como cree cada día un mayor número de ciudadanos, que el partido en el Gobierno y el partido en la oposición deberían
alcanzar un consenso en determinados temas, el consenso que han mantenido históricamente a lo largo de toda nuestra democracia y que en


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este momento no existe. No pretendía dar clases; pretendía lanzar puentes, ponerle de manifiesto la necesidad de transmitir a los ciudadanos ideas claras en ámbitos tan sensibles como el del terrorismo; en definitiva, y a pesar de que lo
ha negado, transmita también usted, en sus mensajes, en la medida en que cuenta con un número importante de votantes y con un número importante de ciudadanos algunos de los cuales demuestran estar un poco confusos en este momento respecto a la
política de este Gobierno, que la política del Ministerio del Interior de lucha contra el terrorismo no se ha modificado un ápice; transmítales lo que usted ha dicho en este acto que seguimos desmantelando comandos, que seguimos deteniendo etarras,
y, por lo tanto, que con frases como que se ha desintegrado la política antiterrorista de este Estado, ustedes no quieren hacer referencia a que la política de actuación del Gobierno -no del Ministerio del Interior, sino del Gobierno a través del
Ministerio del Interior- sigue siendo la que ha sido a lo largo de estos años. Y, por favor, eviten que se puedan producir confusiones, que se puedan generar ideas equivocadas. Yo también vivo en la realidad y también me relaciono con votantes de
su partido, y estos entienden a veces que la política antiterrorista del Ministerio del Interior ha cambiado. Díganlo alto y claro, y discutan lo que tengan que discutir, las valoraciones o las no valoraciones, pero no hablen genéricamente de que
se ha desintegrado la política antiterrorista de este Gobierno, que no es más que la que han mantenido todos los gobiernos democráticos en la lucha contra un factor que afecta gravemente a la ciudadanía.



Ha intentado introducir una polémica en torno a los datos de la Comunidad Valenciana. Le repito lo mismo: las infracciones en el año 2002 fueron 323.595; en 2005 fueron 316.307. Está utilizando unos datos que todavía no sé a qué hacen
referencia. Los que he utilizado en mi comparecencia son los que le he proporcionado previamente. Si me utiliza datos parciales, si me utiliza datos de un cuerpo policial y no de otro, probablemente esté consiguiendo lo que tratamos de evitar con
la instrucción, y es que no haya rigor en la exposición de los datos en materia de seguridad. Pongámonos de acuerdo con los datos, que son los que proporciona la Secretaría de Estado de Seguridad, que es la que proporciona ese valor añadido de
rigor, y no me proporcione datos de un cuerpo policial y no cite al otro, porque las realidades delincuenciales se construyen con la aportación del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil, y la suma tiene que ser la que ponga de manifiesto
la realidad, y la realidad es lo que yo le he demostrado cuando he hecho referencia a los datos relativos a la Comunidad Valenciana.



Siempre hemos mantenido, y creo que eso nos lo debe reconocer, que hemos articulado nuestra política en materia de seguridad sobre las que se habían elaborado anteriormente por el partido que estuvo en el Gobierno.
Hemos reconocido los
éxitos que creemos que deben serles reconocidos, y hemos dicho también que estaríamos dispuestos, y de hecho lo hemos estado, a modificar todos aquellos aspectos de la política que considerábamos inadecuados. Lo hemos hecho, y hemos conseguido
buenos resultados, pero no hemos lanzado nunca el mensaje de tabla rasa o de que todo lo que se había hecho por los responsables del Ministerio del Interior no era adecuado. Evidentemente hubo actuaciones adecuadas y hubo actuaciones inadecuadas, y
hemos intentado corregir lo que, por legitimidad política, este Gobierno está autorizado y, además, obligado a modificar.



Cita los 27 homicidios que se producen en pocos días. Pues ahí están los mensajes que calan en la ciudadanía, porque ya le he dicho que en los dos últimos años han descendido los homicidios un 10 por ciento, lo que supone que más de un
centenar de personas están en este momento vivas como consecuencia de la labor y del trabajo de los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que han conseguido reducir algo que estaba en un crecimiento muy preocupante. Si ustedes lanzan el
mensaje de que el mundo se hunde analizando determinados periodos o determinado fenómenos, si no tienen la seriedad de ver más allá de ciertos periodos y lanzan la idea de que cada vez hay más asesinatos o más homicidios, no responden a la realidad
y crean en la ciudadanía una especial preocupación, y eso no es una labor que deba ser del Gobierno, pero tampoco de la oposición. Las cifras son las que he manifestado en mi exposición: en dos años hemos asistido a una reducción del 10 por ciento
en ese tipo de delitos, y vamos a trabajar conjuntamente para que el año que viene, cuando comparezca aquí, podamos decir al alimón que la reducción ha sido todavía más intensa.



Por lo que se refiere a las declaraciones de responsables del Partido Popular, como es evidente leo la prensa, y le voy a citar dos medios respecto a lo cuales creo que no tendrán ustedes ninguna duda. En ABC se dice: Génova apoya a los
alcaldes que recurrirán a la seguridad privada por falta de policías. Supongo que ustedes les explicaron por qué tenían esa falta de policías. El segundo es Las Provincias Digital: El Partido Popular nacional respalda que los alcaldes saquen
vigilancia privada a la calle. Creo a S.S., porque no puedo dudar de nadie, y espero que a partir de mañana mande una carta a Las Provincias Digital y a ABC para que se retracten de algo que han publicado en sus medios y que no responde a la
realidad, y partir de ese momento no tendré ninguna duda acerca de que el Partido Popular esté iniciando una política muy complicada en cuanto a fomentar la seguridad privada en contra de la seguridad pública.



Por lo que se refiere a la intervención del responsable del Grupo Parlamentario Popular, mi intervención, si ha tenido un hilo conector, ha sido la distinción entre seguridad objetiva y seguridad subjetiva.
Nosotros hacemos mucho por la
seguridad objetiva, podemos hacer mucho por la seguridad subjetiva, pero esa seguridad subjetiva también depende de los mensajes, de las ideas que lancen aquellos que han sido elegidos por los ciudadanos. Por


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eso hemos pedido un especial rigor, una especial seriedad a la hora de lanzar mensajes que pueden preocupar gravemente a la ciudadanía sin que existan razones objetivas para que se produzcan esos mensajes, todo lo contrario. Está bien, no
reconozcan los éxitos de este Gobierno, pero al menos no lancen mensajes que no responden a la realidad objetiva.



Otra de las ideas que se han puesto de manifiesto en mi intervención y sobre la política de este ministerio en los últimos tiempos es que nosotros entendemos la seguridad desde un punto de vista integral, que la seguridad se construye con la
administración autonómica, con los cuerpos integrales de policía, que se construye con los policías locales. No podemos asumir que la policía autonómica y que la policía local no tengan responsabilidades en esta materia, como a veces se infiere del
discurso de algunos de los intervinientes, especialmente del Grupo Parlamentario Popular, porque cuando los mossos detienen a gente están ejercitando competencias en materia de seguridad; cuando la policía local detiene a gente, está ejercitando
competencias en materia de seguridad; y lo que tratamos es de hacer trabajar para que todos los cuerpos puedan...
(Rumores.-La señora Vicepresidenta, Rivero Alcover, ocupa la presidencia.)


La señora VICEPRESIDENTA (Rivero Alcover): Por favor, ruego un poco de silencio durante la intervención del señor secretario de Estado. (La señora Presidenta ocupa la Presidencia.)


El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Termino ya.
Estamos trabajando, y nuestra filosofía es que es necesario integrar, que es necesario trabajar de forma coordinada, y lo estamos haciendo, y es evidente -estoy de
acuerdo con el representante del Partido Nacionalista Vasco- que en este momento existe un déficit de coordinación, pero nuestra coordinación es mucho mejor que la había hace dos años, sin dudarlo. Pueden preguntar a cualquier responsable político
o policial de los cuerpos autonómicos y no podrá decirle otra cosa sino que en este momento este Gobierno está sensibilizado con el aporte importantísimo, con el valor añadido que suponen los cuerpos de policía autonómica, y está trabajando para que
se integren en nuestras bases de datos para que podamos trabajar de forma coordinada, y estamos integrándolos en delegaciones que salen a Europa y que salen a Europol a la hora de tratar la realidad nacional. Porque otra forma de entender el
problema es una forma excesivamente corta, y evidentemente no producirá los resultados que todos pretendemos que se produzcan. Por lo tanto, coordinación en este ámbito y plena integración dentro de nuestro modelo de seguridad de las policías
autonómicas y de las policías locales.



Si se ha hecho alguna referencia al Pacto Antiterrorista, y con esto cierro mi intervención, es sobre la base de algo en lo que creo que todos estamos de acuerdo, y es que, en relación al fenómeno terrorista, es necesario el más amplio
consenso político y que todos luchemos por lo que nos están pidiendo los ciudadanos. Todos debemos tender puentes, pero no como los mensajes que se lanzan, no como ideas que se trata de imponer.
Se trata de tender puentes con el fin de presentar a
nuestros ciudadanos -y no estoy hablando de los ciudadanos de unos ni los ciudadanos de otros, sino a todos nuestros ciudadanos- lo que pretenden ver, que es a todos los partidos del arco parlamentario, a los partidos democráticos, en la misma
línea, en la misma clave y trabajando conjuntamente en un fenómeno que preocupa a los ciudadanos. De ahí las referencias a la necesidad de llegar a acuerdos, a la necesidad de ese consenso básico en cuestiones esenciales. Que nadie entienda esto
como que se trata de imponer ideas, se trata solo de tender puentes, y en este momento todos debemos tender el mayor número posible de ellos porque cada vez es más necesario el consenso en determinados ámbitos.



-LAS MEDIDAS ADOPTADAS POR LA SUBDELEGACIÓN DEL GOBIERNO DE ALMERÍA CONTRA LA ACTUACIÓN DE UNAS PERSONAS DE LAS TRES VILLAS QUE HAN IMPEDIDO CON ACCIONES VIOLENTAS LA PRESENTACIÓN DE UNA MOCIÓN DE CENSURA CONTRA LA ALCALDESA SOCIALISTA DE
ESTE MUNICIPIO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO. (Número de expediente 213/000567.)


La señora PRESIDENTA: Nos queda pendiente del orden del día una solicitud de comparecencia, la 567, que incluso el grupo peticionario había sugerido que se podía tramitar como pregunta, pero no estamos autorizados a cambiar el orden del
día. Por lo tanto, con la brevedad que estimen oportuno, damos comienzo a la tramitación de esta comparecencia sobre medidas adoptadas por la Subdelegación del Gobierno de Almería contra la actuación de unas personas de Las Tres Villas que han
impedido con acciones violentas la presentación de una moción de censura contra la alcaldesa socialista de este municipio, solicitada por el Grupo Parlamentario Popular. Tiene de nuevo la palabra el Secretario de Estado.
La vamos a sustanciar
igualmente como comparecencia.



El señor HERNANDO FRAILE: Una cuestión de orden, señora presidenta. Como autor de la iniciativa, se me informó de que la comparecencia había sido transformada en pregunta oral. Como usted sabe, el procedimiento es distinto. Quiero saber
previamente si al final la Mesa ha acordado que se va a sustanciar como pregunta oral.



La señora PRESIDENTA: Es lo que trato de explicarle a S.S. Se comentó verbalmente en la reunión de


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Mesas y portavoces que podía tramitarse como pregunta, pero formalmente no se ha presentado, y en el orden del día consta como comparecencia. Por lo tanto, lo vamos a sustanciar como comparecencia para que no haya ningún cambio en el orden
del día. Tiene, pues, la palabra, en primer lugar, el secretario de Estado por el tiempo que estime oportuno y luego responderá el grupo preguntante u otros grupos si quieren intervenir. ¿Estamos de acuerdo?


El señor HERNANDO FRAILE: Señora presidenta, entiendo que estamos ante un procedimiento diferente. Yo me había sometido al acuerdo de Mesa. Si ahora la señora presidenta me dice que ha decidido cambiar el citado acuerdo y volver a
transformar esa pregunta en una comparecencia por el hecho de que no se haya presentado un escrito del Partido Popular, quiero saberlo.



La señora PRESIDENTA: Creo que se lo he explicado con toda naturalidad.



El señor HENANDO FRAILE: Pero la misma naturalidad...



La señora PRESIDENTA: Perdón, señor Hernando. Hubo una propuesta verbal del grupo proponente de esta iniciativa en la Mesa diciendo que podría tramitarse como pregunta. No ha sido presentado ese cambio en el orden día, ni se ha podido
introducir como pregunta puesto que nadie lo ha planteado formalmente. Tal como figura en el orden del día es una comparecencia. Es absurdo debatir más tiempo sobre esta cuestión. Este es el orden del día porque nadie ha planeado formalmente un
cambio, aunque es verdad que lo hemos comentado. Si todos los grupos están de acuerdo, forzamos el Reglamento y lo cambiamos, pero lo que aparece en el orden del día es una comparecencia.



La señora SÁNCHEZ-CAMACHO PÉREZ: Señora presidenta, en la reunión de Mesa y portavoces que se realizó se dijo que en el caso de que se tuviera que modificar de comparecencia a pregunta, se tendría que hacer mediante un escrito formal. Pero
como añadimos, también en Mesa y portavoces, que si había acuerdo informal de todos los grupos en sustanciarlo como pregunta no hacía falta ese escrito, este grupo parlamentario no lo envió. Señora presidenta, de lo contrario este grupo habría
presentado al minuto un escrito reconvirtiéndolo en pregunta. Entiendo ahora que figure en el orden del día como comparecencia y que haya determinados problemas legales en su interpretación, pero quiero dejar constancia de que se acordó en esa
reunión de Mesa y portavoces, de manera informal, que no había necesidad de enviar ese escrito, puesto que se podía hablar con los portavoces y podíamos reconvertirlo en pregunta.



La señora PRESIDENTA: Pero también es verdad que todos los portavoces no habían acudido a la reunión. Para no forzar el Reglamento, esto es así.
No todos los grupos asistieron a la Mesa y tampoco podemos presuponer la voluntar de cada
cual, aunque probablemente este debate es ocioso porque todos estén de acuerdo. Señor Martínez Sanjuán.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señora presidenta, con ánimo de colaboración, se puede formular y no hay ningún problema reglamentario en que siga manteniendo la característica normal de comparecencia y que intervenga en primer lugar el señor
Hernando. No hay ningún problema de carácter formal. Yo he presidido en anteriores épocas Comisiones en las que el primero que intervenía era el que había solicitado la comparecencia. El secretario de Estado no va a tener ningún problema en
contestar.



La señora PRESIDENTA: Nos da igual a todos la formula, lo mejor es iniciar el citado punto del orden del día.



Si empieza el señor Hernando con su iniciativa como pregunta, esto se ha convertido en una pregunta. ¿Estamos de acuerdo?


El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No necesariamente, señora presidenta. Significa que sigue siendo una comparecencia que cambia el planteamiento, pero un grupo parlamentario que pueda solicitar la palabra para fijar una mínima posición, puede
hacerlo. La diferencia es esa. El orden de los factores no altera el producto.



La señora PRESIDENTA: Es un poco ocioso este debate: o es una pregunta o es una comparecencia. No podemos hacer del Reglamento algo que al final no sepamos para qué sirve. En el orden del día aparece como comparecencia. Si los grupos
presentes en este momento están de acuerdo en que se convierta en pregunta, lo haríamos. Si no, se tramita como comparecencia, pero lo que no podemos es hacer media pregunta y media comparecencia.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Mi grupo parlamentario no tiene ningún problema ni quiere llevar la contraria a la presidenta.



La señora PRESIDENTA: Señor Hernando le doy la palabra para que formule esta cuestión como pregunta.



El señor HERNANDO FRAILE: Señor secretario de Estado, le quiero agradecer su presencia aquí y la prontitud para sustanciar esta iniciativa que formulamos como pregunta. Comos usted conocerá ya, porque supongo que habrá sido informado, las
Tres Villas es un pequeño municipio de Almería con sietes concejales, municipio en el que en el año 2003 se produjeron unos resultado electorales, el Partido Popular no obtuvo mayoría absoluta por tan solo dos votos, hubo dos formaciones políticas
que establecieron unos pactos de


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gobierno, el Partido Socialista y el GIAL, intercambiándose cada dos años la alcaldía. Parece ser -no lo sé porque no estaba en el pacto como miembro de otra formación política- que la situación se torció y el GIAL decidió romper con el
pacto firmado y presentar una moción de censura el 28 de enero con el Partido Popular. Eran cinco concejales, frente a la alcaldesa del Partido Socialista, que tenía dos concejales. Se presentaba ese 28 de enero públicamente esa moción de censura
y desde entonces se iniciaron movilizaciones vecinales con todo tipo de amenazas dirigidas a intentar -y de hecho, conseguir- agredir y amedrentar a los distintos concejales, especialmente a los del GIAL. Una manifestación encabezada por el
consorte de la alcaldesa se dirigió a casa de unos de los concejales, el señor Magaña, y acabó rompiendo cristales, rajando las ruedas de los vehículos del concejal y produciéndole heridas y cortes en la cara. Se producían amenazas también contra
el segundo concejal de esa formación política al día siguiente al presentarse 80 personas frente a su casa y mediante amenazas, pidiéndole que retiraran la moción de censura. Evidentemente no llevaban camisas pardas, se cubrían solamente con
bufandas, pero las actitudes eran similares. Los concejales se vieron obligados a abandonar el pueblo y el Partido Socialista de Almería emitía un comunicado, en primer lugar, condenando la violencia, cosa que agradecemos y nos parece bien. En
segundo lugar, aseguraban que sus militantes no participaban en estos actos ni tenían nada que ver, cosa que no han conseguido demostrar de ninguna forma. En tercer lugar, decía que su partido es el único que cumplía los compromisos en las Tres
Villas y que lamentar que el edil del GIAL decidiera firmar una moción de censura contra la alcaldesa. A continuación el secretario de organización y senador de esa formación política, el Partido Socialista, llamaba a la cordura -lo cual nos parece
muy bien- de los partidos políticos y fundamentalmente al GIAL. Supongo que la llamada a la cordura consistía en aceptar las demandas y las amenazas de los manifestantes. Lo hacía para que no se llevara a cabo la moción de censura, fíjese usted,
señor secretario de Estado. Para echar más leña al fuego, esa misma persona decía que proyectos tan interesantes como un parque eólico pueden truncarse por el afán de poder y la falta de razón de algunos. Amenazar con que un proyecto no va a
desarrollarse en un pueblo por el hecho de presentar una moción de censura cuando se está amenazando a unos concejales, demuestra una deformación moral y una indecencia política.
Señor secretario de Estado, no se trata de cualquier amenaza porque
se editaron unos panfletos que se distribuyeron por todo el municipio en los que se decía: Se buscan concejales del GIAL. Ayuntamiento de las Tres Villas, preferiblemente muertos. Recompensa: 0,01 euros.



El centro de operaciones de este tipo de actividades y desde donde partían las manifestaciones normalmente era, según algunos testigos, de ahí nuestra preocupación, el propio Ayuntamiento de las Tres Villas. Después de la presentación de
estos panfletos, el martes 31, el subdelegado del Gobierno manifestaba que ya sabían y tenían localizado el ordenador y la impresora desde donde se habían realizado esos panfletos. Desde entonces no hemos sabido nada más sobre este asunto. El
lunes 30 el secretario de organización del Partido Socialista, pasado el fin de semana de todos estos hechos, acusaba al presidente del GIAL y decía: El y su partido son los culpables de lo que ha sucedido. No eran culpables los agresores, era
culpable el GIAL por haber presentado una moción de censura con el Partido Popular, lo cual es muy preocupante, porque rememora lo que ha sucedido durante muchos años en otras partes del país más al norte. El martes los propios concejales del GIAL
anunciaban finalmente la retirada de la moción de censura y manifestaban que era por miedo. Al final los matones se habían salido con la suya. Me parece una tremenda vergüenza que la propia alcaldesa del Partido Socialista ese mismo martes, tras
conocer la retirada de la moción de censura, expresara su satisfacción por que la cordura se ha impuesto y nuestro municipio recobra la normalidad democrática. Parece que lo anormalmente democrático es presentar una moción de censura contra una
alcaldesa del Partido Socialista. En Almería, en mi circunscripción, se han presentado mociones de censura contra alcaldes del PP. En algún caso, recuerdo el municipio de Níjar, también con una persona que pertenecía a esa misma formación, el
GIAL, con el cual el Partido Popular tenía un acuerdo, y una señora, una tránsfuga, decidió firmar una moción de censura con el Partido Socialista. Aquello se hizo con total normalidad, no hubo manifestaciones, amenazas o agresiones. Esto
demuestra claramente la diferencia entre unos y otros. Por último, señor secretario de Estado, el mismo martes por la tarde, después de la retirada de la moción de censura, los dirigentes del PSOE, con el secretario general a la cabeza, el señor
Martín Soler, acudían por la tarde a apoyar la excelente gestión de la alcaldesa y consideraban, según informaciones periodísticas, que la moción ha sido retirada no por miedo, sino por vergüenza. Muy bien. Estos son los hechos que han sucedido,
unos hechos que se remataban el día 4, cuando el presidente del Partido Popular, al salir a la calle, veía cómo su vehículo también había sido agredido de la misma forma en que lo habían sido en días pasados los vehículos de los miembros del GIAL,
sus ruedas eran rajadas. Ese parece que era el final de fiesta de algunos señores en ese municipio.



Ante esto nuestra pregunta es la siguiente: ¿Qué ha estado haciendo la subdelegación de Gobierno para proteger la seguridad de los ciudadanos, qué es lo que ha estado haciendo para detener a los culpables, qué es lo que ha estado haciendo
para restablecer la paz y la libertades en el municipio de las Tres Villas? Yo sé que es un municipio muy pequeño y que quizás usted, que es un secretario de Estado muy importante, entienda que esto no era motivo para que viniera aquí el ministro a
darnos unas explicaciones. Yo creo que sí debía haber comparecido el ministro, porque le considero responsable de mantener la seguridad, la paz y la libertades en


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el conjunto del Estado, pero ya que está usted aquí yo le agradecería que me contestara qué es lo que ha estado haciendo la subdelegación de Gobierno no solo para proteger a esos ciudadanos, sino para que los ciudadanos que estaban
practicando actividades de delincuentes, que iban a las casas, que rompían los cristales, que acuchillaban las ruedas de los coches y que amenazaban a autoridades públicas, no lo pudieran hacer.
Quiero saber qué es lo que ha hecho la subdelegación
de Gobierno para poner en manos de los jueces a los responsables de estos hechos. De dónde ha partido la elaboración de estos panfletos, que al parecer ha sido del propio ayuntamiento, qué responsabilidades estiman ustedes que tienen los que tienen
en deber de custodia de los bienes materiales del ayuntamiento, que no son otros que el secretario o la propia alcaldesa.
Estas son las cuestiones por las que le quería preguntar y para las que espero una oportuna respuesta.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el secretario de Estado.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Señora presidenta, señoras y señores diputados, no será este secretario de Estado el que valore cuándo debe o no debe asistir a una comparecencia.
Para eso están SS.SS., y yo
respeto la decisión que adoptaron en su momento de que compareciera un secretario de Estado de Seguridad, que no es ni más ni menos importante que cualquier otro secretario de Estado, para relatarles cuál fue la actuación de la cuerpos policiales,
teniendo en cuenta que el secretario de Estado de Seguridad nunca valorará si esto tiene o no tiene sentido, y en todo caso aceptará que la decisión de S.S.
es acertada porque proviene de un diputado del Parlamento nacional.



He de comenzar mi intervención diciendo que la información que usted tiene es en parte errónea. Ha comenzado señalando que, con fecha 28 de enero, fue presentada ante el registro del Ayuntamiento de las Tres Villas una moción de censura.
Yo tengo entre mi documentación una copia de esa moción de censura y fue presentada el día 27 de enero. Es esa fecha se presentó ante el registro de la Ayuntamiento de las Tres Villas que, como bien sabe usted, agrupa a tres localidades próximas de
la provincia de Almería -Doña María, Escullar y Ocaña-, una moción de censura contra la alcaldesa del municipio. Esa moción, como usted mismo ha señalado, contaba con la firma de tres concejales del Partido Popular y una del GIAL. El mismo día 27,
día en que se presenta la moción de censura, un grupo formado por cuarenta o cincuenta personas, al parecer vecinos de las Tres Villas, se concentraron ante los domicilios de dos concejales del GIAL con objeto de convencerles también -al parecer- de
que retiraran la moción de censura. Alguna de estas personas que formaban parte de este grupo al que he hecho referencia consiguieron entrevistarse, sobre las 20:30 horas, del 27 de enero, en la localidad de Escullar, con el segundo de los
concejales del GIAL y se trasladaron posteriormente a la localidad de Doña María, domicilio particular del primero de los concejales del GIAL, con el que al parecer no llegaron a entrevistarse. La subdelegación del Gobierno en Almería conocía ese
mismo día 27 de enero la noticia de la presentación de la moción y de las concentraciones de esas personas, y ordenó a la Guardia Civil que estableciera un servicio de vigilancia para la protección de la personas y de los bienes de esos concejales,
que presuntamente podrían estar amenazados. Personada la Guardia Civil en el lugar de los hechos, de acuerdo con mis informaciones, en un tiempo de cinco minutos desde el momento en que reciben la orden, según nos informa la comandancia, los
concentrados ya se habían trasladados al ayuntamiento de la localidad, distante unos cien metros del domicilio del primer concejal del GIAL al que hemos hecho referencia. En el ayuntamiento estuvieron reunidos con la alcaldesa hasta la 23:15 horas
de ese mismo día 27 de enero al que hacíamos referencia. Al parecer, durante la reunión mantenida por los vecinos con la alcaldesa se habría acordado la celebración de diversas manifestaciones desde el día siguiente, 28 de enero, hasta el 11 de
febrero, día anterior al previsto para celebrar el pleno en donde debía debatirse la moción de censura. A las 23:35 hora de ese mismo día 27, tuvo entrada en la Subdelegación de Gobierno de Almería la comunicación presentada por la Asociación de
Vecinos Cuatros Puntas de Escullar y la Asociación de la Tercer Edad de Las Tres Villas para la celebración de esas manifestaciones a las que he hecho referencia. La Guardia Civil informó igualmente ese mismo día de la aparición en el municipio de
pasquines con el texto: Se buscan concejales del GIAL.
Ayuntamiento de las Tres Villas. Preferiblemente muertos. Recompensa: 0,01 euro. El día 28, el día siguiente a la presentación de la moción de censura, sobre la 21:30 horas, el primer
concejal del GIAL y firmante de la moción, con quien no llegó a entrevistarse ninguno de los miembros del grupo al que hemos hecho referencia anteriormente, se puso en contacto telefónico con la Guardia Civil a través de una llamada efectuada al
092, manifestando que había varias personas en el exterior de su casa pretendiendo que saliera a darles explicaciones sobre la moción presentada. Personados inmediatamente dos efectivos de la Guardia Civil en el domicilio del concejal para
auxiliarle, este les manifestó que eran cuatro los individuos que estaban hasta momentos antes en el exterior de la vivienda, identificado a tres de ellos; al parecer, el cuarto habría roto el cristal de la ventana que golpeaba para llamar su
atención, causándole una pequeña herida en la cara al concejal. Otros vecinos, que también se encontraban en las inmediaciones del domicilio del concejal se habrían trasladado ya al ayuntamiento del municipio que, como hemos señalado antes, no está
muy lejano al domicilio del concejal del GIAL. La Guardia Civil comprobó también que habían sido pinchadas varias ruedas de dos vehículos propiedad del concejal y que los propios


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agentes de la Guardia Civil procedieron al traslado de este y de su familia al cuartel de Abla para que pudiera presentar la correspondiente denuncia. Una vez denunciados los hechos, el concejal se trasladó con su familia a la ciudad de
Almería. Según informa también la subdelegación del Gobierno, como consecuencia de la denuncia se instruyeron diligencias por daños que se encuentran a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Almería. Igualmente, el suboficial del
puesto de la Guardia Civil de Ciñana informó a la alcaldesa de la posible irregularidad de las concentraciones que se habían producido durante los últimos días en el municipio, y de que se daría cuenta de las mismas a la Subdelegación del Gobierno
en Almería a través de la correspondiente denuncia. En efecto, la propia Guardia Civil procedió con fecha 31 de enero, cuatro días después de la presentación de la moción de censura, a cursar denuncia frente a las tres personas que se encontraban
en el domicilio del primer concejal del GIAL que habían sido identificadas, y frente la alcaldesa del municipio por entender que los hechos descritos, es decir, las concentraciones de los días 27 y 28 de enero y el intento de concentración del día
siguiente, podrían suponer una infracción grave de las previstas en el artículo 23.c) de la Ley 1/1992, de Protección de la Seguridad Ciudadana, que tipifica, como bien sabe S.S., celebrar reuniones o manifestaciones en lugares de tránsito público,
incumpliendo lo preceptuado en la Ley Orgánica 9/1983, reguladora del Derecho de Reunión. La Subdelegación del Gobierno de Almería ha recabado ya informe complementario a la Guardia Civil para la tramitación del correspondiente expediente
sancionador. Con posterioridad a estos hechos, y según informe remitido por la Subdelegación del Gobierno en Almería, el primer concejal del GIAL decidió retirar la moción de censura el día 31 de enero. La Asociación de Vecinos de Escullar y la
Asociación de la Tercera Edad de las Tres Villas solicitaron ese mismo día 31 de enero manifestarse en la capital de la provincia en defensa de la buena imagen de su localidad el día 3 de febrero, manifestación que fue desconvocada ese mismo día
junto con la restantes que habían sido convocada a partir del 28 de enero. La alcaldesa de las Tres Villas solicitó finalmente a la subdelegación del Gobierno la presencia de la Guardia Civil durante un pleno extraordinario que habría de celebrarse
en el pasado 8 de febrero debido a los últimos incidentes acaecidos en el municipio. Con esa misma fecha la subdelegación del Gobierno cursó las órdenes oportunas para la prestación del servicio.



Señoría, esos son los hechos suficientemente detallados. Esto es todo lo que puedo decirle sobre la base de los informes de la propias subdelegación del Gobierno y de la Guardia Civil. He de manifestarle, como colofón a esta intervención,
en base a la pregunta que ha formulado, que la Guardia Civil, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, han de acreditar la culpabilidad de las personas; en nuestro sistema de derecho, no es necesario que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del
Estado acrediten la inocencia de nadie; se presume, como bien sabe S.S.
Todas estas actividades estaban dirigidas a acreditar la presunta responsabilidad de los intervinientes en estos graves y execrables hechos, que evidentemente preocupan al
secretario de Estado.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Hernando para un turno breve turno.



El señor HERNANDO FRAILE: Quiero agradecer su amabilidad y sus explicaciones. Es una repetición de los hechos similar a la que yo he realizado. Secretario de Estado, no es muy normal que se puedan realizar día tras día manifestaciones e
idas hacia las casas de los concejales con total impunidad. No es normal que la Guardia Civil no haya efectuado ninguna detención todavía, treinta días después. Hemos visto cómo en Madrid a otras personas se las detenía por el hecho de ser
militantes del PP y encontrarse cerca de unos hechos también lamentables de agresiones contra una autoridad del Estado. No son ministros, son dos concejales, y a mí esto me llena de vergüenza. Lo que esto permite es que germina la semilla de la
violencia entre los ciudadanos, y que al final la violencia tiene premio. El premio ha sido, señor secretario de Estado, que hoy una alcaldesa de su partido sigue siendo alcaldesa, que una moción de censura firmada por cuatro concejales y apoyada
por cinco no se ha podido debatir por miedo; que las agresiones han continuado, como decía antes, no solo durante esos tres infaustos días, sino que el sábado siguiente al presidente del PP se le volvían a rajar las ruedas y los concejales del GIAL
tuvieron que abandonar el pueblo escoltados. No son ellos -fíjese usted- los que tendrían que abandonar el pueblo escoltados, sino que los agresores tendrían que haber abandonado el municipio detenidos. Eso es lo que sucede cuando funciona el
Estado de derecho, eso es lo que sucede cuando desde la subdelegación de Gobierno se dan instrucciones claras para poder evitar esto. Si no, señor secretario de Estado, lo que funciona es el aquelarre y lo que al final sucede es que hoy ustedes -y
también nosotros- tienen que comparecer ante los ciudadanos con vergüenza por lo que ha acontecido no solo durante esos días, sino por la consecuencias que ha tenido respecto a una moción de censura que se tenía que haber debatido con todas las
garantías si hubieran sido capaces de evitar el miedo de estos concejales y si hubieran conseguido lo propio de un Estado de derecho: que quienes tengan miedo no sean los concejales ni la fuerzas de seguridad del Estado, sino los que cometen los
delitos o se manifiestan organizadamente desde un ayuntamiento para llevar a cabo estas manifestaciones. A mí me gustaría que hoy usted hubiera dicho que ya que el señor subdelegado de Gobierno sabe de dónde han salido los panfletos y se hubiera
detenido al autor de los mismos. Eso no me lo ha dicho hoy y lamentablemente no me lo puede decir. Lo que están haciendo es dejar pasar el tiempo para que se olvide este suceso. Señor Camacho, será muy pequeño el municipio,


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pero le garantizo que no se va a olvidar. Esto es una vergüenza para cualquier demócrata, creo que también lo es para usted y lo que le pido es que, aunque sea tarde, actúe, y que de una ver por todas se detenga a los causantes de estos
hechos.



La señora PRESIDENTA: Para cerrar el turno de este tramite tiene la palabra finalmente el secretario general.



El señor SECRETARIO DE ESTADO DE SEGURIDAD (Camacho Vizcaíno): Al compareciente le ha causado una cierta sorpresa el contenido de la pregunta porque, tras hacer una exposición detallada de los hechos, con algunos errores cronológicos, el
compareciente no ha observado la existencia de la mínima crítica a la actuación de la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad el Estado en Almería ni a la subdelegación del Gobierno, que en definitiva es aquello que constituye la responsabilidad de este
compareciente. En la segunda de las intervenciones sí se intenta vislumbrar la existencia de alguna crítica, pero no se concreta en actuación alguna. Es obvio que no me voy a meter en una cuestión política que no tenga que ver con la actuación de
los Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Le he explicado de una manera detalladísima cuál fue la actuación de la Guardia Civil que estaba presente y la rapidez con la que actuaron. He hablado de cinco minutos y he puesto de manifiesto la
existencia de procedimientos penales y administrativos abiertos como consecuencia de la presunta (que hasta que no esté acreditada siempre será presunta, deberíamos acostumbrarnos todos a utilizar este término más de lo que lo usamos)
responsabilidad de aquellos que pudieron intervenir. En la medida en que no se ha concretado en una crítica a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a su actuación en relación con los desagradables sucesos producidos en las Tres Villas, lo
más que puedo hacer es reiterarle cuál fue la actuación de esos cuerpos. Ambos estamos convencidos de que fue la correcta cuando en dos intervenciones no ha podido concretar la existencia de la menor disfunción o incompetencia por parte de la
Guardia Civil. En la medida en que estamos de acuerdo, doy por terminada la contestación a esta pregunta.



La señora PRESIDENTA: Agradeciéndole de nuevo su comparecencia hoy, tan extensa como casi siempre, en esta Comisión, levantamos la sesión habiéndose agotado el orden del día.



Eran las dos de la tarde.