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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 289, de 25/05/2005
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2005 VIII Legislatura Núm. 289

ASUNTOS EXTERIORES

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSEP ANTONI DURAN I LLEIDA

Sesión núm. 17

celebrada el miércoles, 25 de mayo de 2005



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación (Moratinos Cu-yaubé) para tratar sobre planteamiento y preparación de la cumbre Iberoamericana de Salamanca y de la conferencia Euromediterránea de Barcelona. A
petición propia. (Número de expediente 214/000067.) ...
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Se abre la sesión a las diez y veinte minutos de la mañana.



El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados, abrimos la sesión de la Comisión de Asuntos Exteriores para trasladarles el acuerdo de la Mesa y portavoces de aplazar hasta las once esta Comisión, cuyo único punto del orden del día es la
comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores. El motivo es que el ministro se encuentra en estos momentos todavía en el Senado, debido a que el acontecimiento de esta mañana ha provocado que se haya alargado la comparecencia del Gobierno en la
Alta Cámara.
Consecuentemente, le vamos a pedir al ministro después que recupere el tiempo que hemos perdido y que la comparecencia tenga el mismo alcance y extensión que la que estaba prevista.



Se suspende la sesión hasta las once.



Se reanuda la sesión a las once y veinte minutos de la mañana.



El señor PRESIDENTE: En nombre del ministro les pido disculpas por el retraso de esta segunda convocatoria, condicionada por las intervenciones en el Senado, como él mismo explicará. Sin más, empezamos con el orden del día. Tiene la
palabra el señor ministro para sustanciar su comparecencia en esta Comisión a los efectos de lo previsto en el orden del día.



El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (Moratinos Cuyaubé): Como señalaba el presidente, mis disculpas por el retraso, pero se ha debido a que la sesión de control del Senado se ha prolongado más de lo previsto y no he
podido concluir hasta ahora para iniciar esta sesión de la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso y comparecer ante SS.SS. sobre dos cuestiones que considero esenciales para la política exterior española y para lo que va a ser el segundo
semestre de este año, con dos acontecimientos extremadamente relevantes para todos los españoles y para todos aquellos que comparten dos áreas de gran prioridad para la acción exterior de España, tanto la cumbre Iberoamericana de Salamanca como la
Conferencia Euromediterránea de Barcelona. De ahí que haya solicitado comparecer para poder informar a la Comisión de Asuntos Exteriores de cuál es el estado de la preparación de lo que consideramos dos importantes citas diplomáticas y políticas
sobre las que no solamente queremos hacer llegar a todos los grupos políticos las iniciativas y propuestas del Gobierno, sino también tratar de alcanzar el mayor grado de consenso y de apoyo a las iniciativas del Gobierno en relación con estas dos
cumbres, tanto la cumbre Iberoamericana de Salamanca como la Conferencia Euromediterránea de Barcelona.



Si SS.SS. me permiten empezaré mi intervención refiriéndome a la cumbre Iberoamericana de Salamanca. Como saben SS.SS., España albergará en Salamanca los días 14 y 15 de octubre la XV cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno.
Es la primera vez que un país de la Comunidad Iberoamericana de Naciones repite como sede del máximo cónclave de mandatarios iberoamericanos desde que éstos se reunieron por primera vez en la ciudad de Guadalajara (México) en el año 1991. La XV
cumbre puede suponer, o al menos ha sido intención del Gobierno, un punto de inflexión en el proceso de las conferencias iberoamericanas. Tras un período de reformulación que se ha extendido durante los últimos años, se pondrá en marcha en
Salamanca la nueva secretaría general iberoamericana como máximo organismo institucionalizado de las cumbres. Ello representa una gran oportunidad para impulsar la articulación del denominado y anhelado espacio iberoamericano.



La secretaría general iberoamericana se constituirá como órgano de apoyo institucional del sistema de cumbres y como institución coorganizadora de las mismas, articulará institucionalmente el entero sistema iberoamericano e impulsará y
dinamizará sus actividades durante los períodos correspondientes entre las distintas cumbres, garantizará ese seguimiento y por tanto la continuidad entre cumbre y cumbre, dando mayor intensidad y acción a todas las decisiones y resoluciones
adoptadas en las cumbres. En la reunión de ministros iberoamericanos de Relaciones Exteriores que tendrá lugar este mismo sábado en Guimaraes (Portugal) será designado entre las personalidades iberoamericanas el nuevo secretario general. Me
permitirán que no diga quién, aunque ya se conoce más o menos en el mundillo de los medios informativos, hasta que los cancilleres y ministros de Exteriores no lo formalicemos el próximo sábado en la reunión de Guimaraes. Directa y obviamente
relacionado con la puesta en marcha de la secretaría general es el estado de ratificación de su convenio constitutivo, firmado en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) con la creación de la XIII cumbre Iberoamericana, y han sido ultimadas las siete
ratificaciones mínimas previstas para su puesta en marcha, entre ellas la ratificación española.



Me permitirán ahora SS.SS. que analice los aspectos y elementos específicos previstos que queremos resaltar en la agenda de este curso iberoamericano. En primer lugar, queremos convocar un primer foro económico y cívico iberoamericano
Salamanca 2005. Este foro se celebrará dentro del contexto de la propia cumbre los días 12, 13 y 14, reuniendo a las más importantes instituciones, empresarios de nuestros países y representantes de la sociedad civil. En torno a diversos ejes
temáticos deberán pronunciarse, con indicaciones y compromisos concretos, sobre los grandes desafíos de la pobreza y el hambre en nuestra región. Sus recomendaciones y propuestas podrán ser elevadas para su consideración por los propios jefes de
Estado y de Gobierno durante la propia cumbre de Salamanca. Este foro, que no tiene carácter intergubernamental, pero que ha sido concebido como un instrumento útil para el fortalecimiento del proceso de cumbres iberoamericanas, pretende instalarse


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con vocación de permanencia y regularidad y sus próximas ediciones podrían convocarse sucesivamente con ocasión de las siguientes cumbres de mandatarios.



En segundo lugar, queremos proponer y que se pueda aprobar la denominada carta cultural iberoamericana, el planteamiento y la aprobación de unas bases para elaboración de un instrumento de carácter normativo que proteja y regule nuestras
industrias culturales, los derechos de propiedad intelectual, la distribución del libro, el patrimonio cultural iberoamericano, la promoción de nuestras lenguas y otros elementos relacionados con la cultura. Creo que la aprobación de esta carta
constituirá uno de los objetivos de la XV cumbre y será un paso fundamental en la articulación de un espacio común iberoamericano del conocimiento, la cultura, la educación y la investigación, y al mismo tiempo una medida concreta ejemplificadora
ante las iniciativas semejantes que de ámbito universal se están planteando en foros como la Unesco.



La tercera iniciativa o propuesta se relacionará con la denominada agenda y doctrina iberoamericana de desarrollo. La madurez alcanzada por el sistema iberoamericano de cooperación permite pensar en la elaboración de una agenda y una
doctrina iberoamericana de desarrollo que facilite la toma conjunta de decisiones ante temas y desafíos esenciales, como los representados y señalados por los objetivos del Milenio, la alianza contra el hambre y la pobreza, etcétera. En este
sentido, la revisión del criterio según el cual el mantenimiento de la ayuda a los países de renta media no computaría a los efectos del cumplimiento de los objetivos del Milenio y podría constituir una toma de posición común, conjunta,
iberoamericana.



Dentro de este apartado también vamos a tratar de aprobar la creación de un fondo humanitario iberoamericano para atender acciones específicas y concretas que faciliten y mejoren la vida y situación de marginación y de pobreza que viven
grandes sectores de la población iberoamericana. Es un fondo humanitario, propuesto por Venezuela, que tendremos que discutir en un próximo futuro a nivel de cancilleres y de jefes de Estado y de Gobierno.



El cuarto apartado se relaciona con el espacio iberoamericano de cooperación judicial. Siendo el compartido sistema jurídico iberoamericano una de las señas de identidad de la Comunidad Iberoamericana de Naciones y uno de los elementos más
importantes de su común acervo, se articularán para la materialización de esa dimensión proyectos e iniciativas concretas que podrán ser presentados y apoyados o aprobados en Salamanca. La red iberoamericana de cooperación judicial integra cortes
supremas, cortes constitucionales, jueces, fiscales, consejos de la judicatura o de Poder Judicial y ministerios de Justicia y ha comenzado a dar importantes frutos y esperamos que en Salamanca se empiece a crear ese espacio judicial iberoamericano.



En quinto lugar, queremos impulsar el espacio iberoamericano de educación superior. La construcción y consolidación de un espacio iberoamericano de educación superior ha sido recientemente impulsado en el primer encuentro internacional de
rectores y constituye, sin lugar a dudas, un desafío ineludible en el proceso de construcción de la comunidad iberoamericana.



En sexto lugar, desarrollaremos ya la iniciativa propuesta por el presidente del Gobierno en la última cumbre de canje de deuda por educación. La iniciativa, como señalaba, fue presentada en San José de Costa Rica y precisamente deseamos
que en Salamanca los aspectos concretos de esta iniciativa puedan ser desarrollados y aprobados por el conjunto de los participantes en la cumbre Iberoamericana de Salamanca.



Por último, me referiré al seminario iberoamericano de Sevilla, vinculado a la decimoquinta cumbre, en tanto que gran evento de carácter y ámbito iberoamericano organizado oficialmente, pero fuera del marco formal e intergubernamental de la
conferencia que tuvo lugar en Sevilla, los días 21 y 22 de abril, bajo el lema: Iberoamérica hacia un nuevo horizonte. Es un importante seminario que reunió a las más relevantes personalidades de nuestra región. Además, dentro de las iniciativas
y en contacto con las distintas fuerzas políticas también, a raíz de la presencia y participación de algunas de SS.SS. en la última cumbre de San José de Costa Rica, se abordó la necesidad de asociar y de involucrar aún más a los parlamentarios
iberoamericanos en toda la reflexión de acción para crear ese espacio iberoamericano. En ese sentido se ha previsto que puedan desarrollarse encuentros de parlamentarios iberoamericanos. Los representantes de las soberanías nacionales
iberoamericanas se reunirán también en el contexto de la cumbre en una iniciativa promovida y organizada por el Poder Legislativo, tanto por el Congreso de los Diputados como por el Senado, y podrán contar con todo el apoyo y sostén por parte de la
Administración central del Estado.



Además de ello, para preparar adecuadamente la cumbre Iberoamericana, se van a desarrollar en el curso de este año las correspondientes reuniones ministeriales sectoriales iberoamericanas: la de relaciones exteriores, que tendrá lugar el
próximo fin de semana, la de cultura, educación, seguridad social, presidencia, infancia y adolescencia, medio ambiente, economía, fomento, turismo, administraciones públicas, vivienda, salud, agricultura, ciencia y tecnología; es decir, todos los
sectores de la Administración tendrán ocasión de compartir con sus colegas iberoamericanos los proyectos e iniciativas que consideren oportunos para dar contenido y mayor profundidad a esa cooperación iberoamericana. En este terreno se ha
presentado la propuesta metodológica para declaraciones ministeriales sectoriales, elaborada por la Secretaría de Cooperación Iberoamericana, como una iniciativa también compartida por la Secretaría Pro Témpore, muy conveniente, tanto para
racionalizar el formato de esas declaraciones, como para homogeneizar las de los diferentes ámbitos ministeriales iberoamericanos. También, y en relación con la propia organización de la cumbre, están teniendo lugar las


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preceptivas reuniones de coordinadores nacionales y responsables de cooperación. Por último, no hay que olvidar el tejido civil iberoamericano. En el ámbito civil y no gubernamental otras iniciativas, como las de las distintas, numerosas y
variadas redes y entidades de la sociedad civil, periodistas, cámaras de comercio, fundaciones, academias diplomáticas coadyuvarán, sin lugar a dudas, al fortalecimiento de nuestro amplio y plural espacio iberoamericano.



Me van a permitir SS.SS. que brevemente les indique la agenda principal acordada, por el momento, para la próxima reunión de ministros iberoamericanos de Relaciones Exteriores del próximo sábado, 28 de mayo, en Guimaraes. En ella será
designado, como antes señalaba, el primer titular de la secretaría general iberoamericana. Todos han coincidido en que esta secretaría general debe recaer en una personalidad iberoamericana de alto relieve y perfil político y se tratará asimismo lo
relacionado con las candidaturas del secretario adjunto y secretario de cooperación. Se valorará también entre los ministros el logotipo de las cumbres iberoamericanas, que fue presentado en la primera reunión de coordinadores nacionales y
responsables de cooperación, que tuvo lugar en Madrid el pasado mes de abril, y se abordará asimismo lo relacionado con el presupuesto y las cuotas para el funcionamiento de la secretaría general iberoamericana.



En relación con la preparación de la decimoquinta cumbre, los servicios pertinentes están preparando los diferentes aspectos logísticos y organizativos de la citada cumbre. En el formato de la cumbre está prevista la realización de varias
reuniones de trabajo de carácter restringido, dedicadas a temas de la actualidad iberoamericana. Se abordará, en todo caso, la potencialidad de las cumbres iberoamericanas y del sistema iberoamericano para promoción y optimización del diálogo entre
la Unión Europea y América Latina. En cuanto al formato y la extensión de la declaración final de Salamanca, ésta será breve, centrada en temas de actualidad, resolutiva, y contendrá una reafirmación del acervo iberoamericano asumido en las
anteriores cumbres, pero sobre todo la Secretaría Pro Témpore, es decir, el Gobierno español ha optado por que en esta edición la cumbre se celebre sin tema central con el objeto de poder abordar de una manera más específica o, si es preciso, más
omnicomprensiva, los temas de la actualidad y de la agenda iberoamericana. Previamente a la conferencia de jefes de Estado y de Gobierno tendrán lugar, como viene siendo tradicional, la reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad
Iberoamericana de Naciones. En conclusión, el Gobierno ha identificado unos principios básicos de trabajo para vertebrar su actuación con Iberoamérica. En primer lugar, desplegar todos nuestros esfuerzos para contribuir a la estabilidad regional,
ayudando, si es oportuno y así se nos solicita, a resolver conflictos internos o regionales. En segundo lugar, querríamos contribuir a consolidar las instituciones democráticas para que los ciudadanos de los países iberoamericanos se sientan
representados y se identifiquen con los poderes legítimos de su país. El desarrollo pleno de la democracia, de la que se goza prácticamente en todo el continente iberoamericano, es la condición ineludible para evitar las tentaciones de la
demagogia, el populismo y el recurso a iniciativas autoritarias. En tercer lugar, el Gobierno está firmemente comprometido en la lucha contra el hambre y la pobreza en todo el mundo, y muy especialmente en América Latina. No es casual que la mitad
de nuestra ayuda oficial al desarrollo esté destinada a este continente y que el Gobierno se haya impuesto como un objetivo para esta legislatura incrementar sustancialmente el porcentaje y desarrollo de nuestro PIB y que se centre principalmente en
los países latinoamericanos. Por eso hemos abrazado con entusiasmo iniciativas contra el hambre y la pobreza, y en colaboración con los respectivos gobiernos desarrollaremos proyectos en todos los países y áreas que contribuyan a este fin.



Por último, el Gobierno quiere, como no puede ser de otro modo, defender los intereses de nuestros ciudadanos y nuestras empresas en América Latina. Con ello, no solamente estamos apoyando más inversiones y a los empresarios españoles, sino
que colaboramos a que la economía española sea un motor de la prosperidad en los países latinoamericanos. Somos uno de los mayores inversores en la zona y nuestro compromiso con estos países es duradero y estructural. Nuestro objetivo es claro,
transformemos la Comunidad Iberoamericana de Naciones en una comunidad de ciudadanos y por ello todas nuestras iniciativas buscarán que la ciudadanía iberoamericana se sienta interesada y beneficiada por nuestras decisiones y el Gobierno espera
contar con el consenso de todos los grupos políticos para ello.



Si me permite, señor presidente, pasaré brevemente a referirme a la Conferencia Euromediterránea de Barcelona. Como saben SS.SS., España otorga una gran importancia al proceso de Barcelona como instrumento fundamental para la estabilidad
política y la prosperidad económica en la región. El proceso de Barcelona se ha convertido en un referente de diálogo, estabilidad y desarrollo en la región mediterránea, siendo el único foro regional en el que han venido reuniéndose regularmente
los países árabes del Mediterráneo con Israel, Turquía y la Unión Europea, desarrollando una importante cooperación en todos los ámbitos.



Pese a todas las dificultades derivadas de la falta de avance en el proceso de paz de Oriente Próximo, el partenariado euromediterráneo de Barcelona se ha consolidado. No ha logrado, es verdad, todos sus objetivos, pero ha conseguido
resultados notables, como son los acuerdos de asociación, incardinados en lo que es ahora la nueva política de vecindad europea.



España y todos los socios europeos, como socios mediterráneos, desean marcar la conmemoración del X aniversario de la Declaración de Barcelona mediante la celebración de una conferencia extraordinaria de alto nivel.
De permitirlo las
circunstancias políticas de la


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región, en su momento adoptará el formato de una cumbre euromediterránea de jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará emblemáticamente en Barcelona en principio los días 27 y 28 de noviembre, bajo la Presidencia británica de la Unión.



Como saben SS.SS., el denominado proceso de Barcelona nace en la Conferencia Euromediterránea que se celebró a nivel de ministros de Asuntos Exteriores en Barcelona los días 27 y 28 de noviembre de 1995. Se trata de un ejemplo único de
regionalismo abierto entre la Unión Europea y los países de la ribera sur del Mediterráneo para crear, de común acuerdo, una zona de estabilidad política y de prosperidad económica. En estos momentos participan en él los 25 Estados miembros de la
Unión y todos los países del sur del Mediterráneo, incluyendo a la Autoridad Nacional Palestina, con la salvedad de Libia, que ha intervenido ocasionalmente y que cuenta no obstante con un estatus especial de observador permanente, al igual que
Mauritania.



En la conferencia ministerial de Asuntos Exteriores que se celebró en Valencia en el año 2002, durante la última Presidencia española de la Unión, se adoptó un nuevo plan de acción, que rige el proceso desde entonces. Del plan de acción de
Valencia se han concretado ya las siguientes medidas: la constitución de una asamblea parlamentaria euromediterránea, la creación de una fundación euromediterránea para el diálogo de las culturas, rebautizada como fundación Anna Lindh, con sede en
Alejandría, y que se inauguró oficialmente el pasado 20 de abril, y la formalización de una facilidad financiera euromediterránea, en el seno del Banco Europeo de Inversiones.



Señorías, el proceso de Barcelona fue una idea fundamentalmente española.
A pesar de sus innegables logros, el proceso euromediterráneo se ha visto afectado por graves problemas, que han hecho que languideciera durante cierto tiempo el
enquistamiento del conflicto de Oriente Medio, la lentitud de las reformas en muchos de los países del sur, el auge del terrorismo, los flujos migratorios descontrolados, la concentración de recursos de la Unión en la ampliación hacia el este de
Europa, etcétera.
Incluso han surgido iniciativas tanto externas -el Oriente Medio ampliado y norte de África, según la idea de los Estados Unidos- como internas -el partenariado estratégico con el Mediterráneo y Oriente Medio-, que podrían poner
en duda la utilidad del proceso y que recomiendan insuflarle en estos nuevos momentos un nuevo impulso.



A pesar de todo, el proceso sigue vivo y demuestra día a día su dinamismo, gracias entre otras razones al constante impulso de España, que precisamente en cada ocasión, con cada presidencia, insiste en la necesidad y urgencia de
redinamizarlo. Precisamente, la actual Presidencia luxemburguesa presentó el pasado 6 de enero un documento de prioridades en la región mediterránea, que es francamente favorable a los intereses españoles, en cuanto que reafirma claramente la
centralidad del proceso de Barcelona frente a otras estrategias y resalta la importancia de la celebración de su X aniversario.



La reunión ministerial, que se celebrará en Luxemburgo los días 30 y 31 de mayo, se dedica fundamentalmente a efectuar una evaluación del proceso y a buscar fórmulas y propuestas para su relanzamiento con motivo del X aniversario. Esta
reunión ministerial ha estado precedida de un foro civil, que se celebró en el mismo Luxemburgo los pasados 1 a 3 de abril, donde se consiguió crear una plataforma para la institucionalización del foro, presidida por el español José Moisés Martín.



Estrechamente relacionada con el proceso de Barcelona está la política europea de vecindad. España entiende que la política europea de vecindad no solo respeta el espíritu y el enfoque de Barcelona, sino que lo refuerza. Implicará la
creación de un nuevo instrumento financiero, denominado instrumento de vecindad europea y partenariado, que pretende unificar los actualmente existentes para el conjunto de los países a los que la propia política de vecindad se dirige o, por lo que
al espacio euromediterráneo se refiere, el instrumento MEDA. La negociación de este nuevo instrumento, con vistas a las próximas perspectivas financieras, será una de las claves para el futuro de Barcelona.



En relación con la conmemoración del X aniversario del proceso de Barcelona, considero oportuno señalar lo siguiente: el hecho de que este año 2005 se haya declarado como año del Mediterráneo por los participantes en el proceso es
importante precisamente para dar una mayor trascendencia y visibilidad a la conmemoración, en la que están plenamente implicadas las autoridades catalanas, que han prestado siempre su total apoyo y respaldo a todas las iniciativas que en torno a
este partenariado han venido realizándose, siendo digna de destacar la acción del Instituto Europeo del Mediterráneo, de Barcelona, el IEM.



En el seno del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación existe un grupo de trabajo, presidido por un embajador en misión especial para asuntos del Mediterráneo, para coordinar los trabajos que vayan realizándose para el
relanzamiento, puesta al día y potenciación del partenariado. Se mantiene una estrecha colaboración con la Presidencia actual luxemburguesa, la futura Presidencia británica, la Comisión y la Secretaría General del Consejo, así como con nuestros
socios del sur, para lograr no solo una óptima organización de los actos conmemorativos, sino para dotar al partenariado de un nuevo impulso compartido. También se mantienen estrechos contactos con los representantes de la sociedad civil, con el
fin de que ésta vaya ofreciendo sus consideraciones e iniciativas, con vistas a la reunión de noviembre. Es importante en este punto destacar, por un lado, la reciente y citada institucionalización de la plataforma civil euromediterránea y, por
otro, la convocatoria de un foro social euromediterráneo.



Nuestro compromiso político común debe tener como objetivo compartir, dentro del respeto mutuo, los valores y principios de la democracia, de los derechos humanos


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y la participación política, que ya fueron claramente definidos en la Declaración de Barcelona de 1995, ello compaginado con la idea del respeto, porque no se trata de imponer modelos, sino de compartir principios fundamentales. Es también
necesario destacar la voluntad de un claro compromiso con los nuevos principios de la agenda internacional, la lucha conjunta contra el terrorismo, contra la proliferación de armas de destrucción masiva y contra el crimen organizado.



¿De qué instrumentos estamos hablando o contamos? En primer lugar, la Declaración de Barcelona, que es nuestro texto político fundamental. En ella se abordan sectores y dimensiones específicas que es necesario revisar, revitalizar y
redinamizar con ocasión de la cumbre conmemorativa del X aniversario, pero será necesario establecer prioridades claras para los próximos cinco años: buen gobierno, reforma económica y educación.
Los recursos financieros no solo deberán continuar
y ser sustanciales, sino que también los métodos de gestión de la ayuda, que podrán estar inspirados en la gestión de los fondos regionales de la Unión Europea, deberán ser más eficaces para obtener los impactos requeridos. No podemos contentarnos
solo con los instrumentos financieros, también hay que promover el cambio libre, tanto de mercancías como de servicios, para que sea plenamente efectivo en la fecha acordada de 2010.



El fenómeno migratorio es una cuestión extremadamente sensible, pero es necesario abordarlo en positivo. Se trata de una oportunidad entre países con dinámicas demográficas opuestas y con importantes diferencias de ingresos, que debe ser
abordado en beneficio de todos, dentro del respeto a la dignidad de la persona y a la necesidad de controlar los flujos ilegales.



Finalmente, quiero mencionar que la nueva idea de alianza de civilizaciones, lanzada por el presidente del Gobierno en Naciones Unidas y que ha sido tan bien acogida en la reciente cumbre de la Liga Árabe en Argel, tiene su más clara
expresión regional en nuestro proceso de Barcelona. En definitiva, es una cita histórica, un desafío histórico y un compromiso histórico, que tanto europeos como socios del sur, como toda la clase política española, tendremos enfrente de aquí al
mes de noviembre de este año.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Mixto tiene la palabra la señora Lasagabaster.



La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Esta es una breve intervención de cortesía porque el decalaje horario y la acumulación de obligaciones no me van a permitir estar en esta Comisión. Le agradezco la información sobre las dos cuestiones
puntuales, pero no por ello menos importantes y, especialmente, en todo lo que se refiere a política de vecindad euromediterránea, ya que tiene un calado importantísimo, más allá de la colaboración y cooperación iberoamericana, que también lo tiene.
Estoy convencida de que en el debate que se va a suscitar van a entrar los elementos de contenido político, de lo que se puede tratar, entre comillas, de argumentos políticos y sobre los que en este momento no tengo tiempo suficiente para entrar,
pero sí los seguiré. En cualquier caso, quiero agradecerle su información y señalar que hoy es un día un poco difícil.



El señor PRESIDENTE: Como el señor Mardones en este momento no se encuentra en la sala, por el Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds, tiene la palabra el señor Llamazares.



El señor LLAMAZARES TRIGO: Quiero agradecer la comparecencia del señor ministro de Exteriores. Estamos ante dos citas fundamentales que tienen que ver con la nueva orientación de la política exterior del Gobierno, por tanto, dos citas que,
en nuestra opinión, deben aprovecharse para consolidar esa orientación política en relación con Iberoamérica y a la vinculación entre Europa y España y el Mediterráneo. En ese sentido, consideramos que ambas cumbres merecen el apoyo de nuestro
grupo parlamentario. Entre ambas, y no sé si también tiene que ver con la diferencia temporal, hemos detectado una mayor concreción respecto a la agenda de la cumbre de Salamanca y una mayor indefinición respecto a la cumbre euromediterránea.
También puede deberse a que en la primera tenemos un papel más directo, mientras que en la segunda también influye el trance en que se encuentra la Unión Europea, que no es un momento especialmente claro. En cualquier caso, con relación a la cumbre
de Salamanca, planteamos nuestra consideración de que la agenda es ambiciosa e incluso reconocemos que en la misma hay un contenido social importante.
Las últimas cumbres que han tenido lugar por parte de gobiernos iberoamericanos han sido
criticadas, por una parte, porque todas las promesas respecto a las políticas de apertura, a las políticas neoliberales se convirtieron en humo, se incumplieron los mandatos de apertura de mercados, de la competitividad y, finalmente, esos países
estaban viviendo trances muy difíciles.



Por otra parte, en conferencias anteriores también había una crítica a la falta de operatividad política de las propias conferencias. Deberíamos subsanar alguno de esos aspectos, alguna de esas deficiencias y, si bien la agenda, en nuestra
opinión, es muy ambiciosa y tiene un hondo contenido social, volviendo de alguna manera a vincular las conferencias iberoamericanas con la realidad social iberoamericana, son tantos los temas que probablemente abarquemos demasiado. Esa es la
opinión de mi grupo parlamentario. Sería muy importante definir las prioridades en torno a tres o cuatro temas que están ya en la agenda que nos ha presentado el señor ministro, pero que pueden confundirse en los próximos tiempos añadiendo nuevos
puntos -he redactado una decena de ellos-, con lo cual los objetivos de la cumbre -además del objetivo político relacionado con la secretaría, que creo que es fundamental- pueden dispersarse. En este


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sentido, habría un parte de la agenda, que es la que interesa al común de los gobiernos y Estados iberoamericanos, y otra parte de la agenda que es aquello que tiene que ver con la nueva política exterior para América Latina y que de alguna
manera el Gobierno español muestra en esa cumbre.
En mi opinión, ese aspecto es importante.



Con relación a la realidad actual de América Latina y ya que esta cumbre se realiza en España, en la agenda echo de menos, y no es por añadir nuevos puntos, cuestiones como la relación económica entre la Unión Europea y América Latina y el
papel de nuestras empresas en América Latina. En ese sentido, considero de la máxima importancia que para el momento en que tenga lugar la cumbre exista un código de conducta de las empresas españolas en el mundo. Ese es un buen mensaje para
América Latina, porque uno de los conflictos que se están produciendo hoy allí en materia económica empresarial tiene que ver con los códigos de conducta de las empresas; luego es importante. Por otra parte, no se desaprovecharía la cumbre si se
abordara en algún ámbito una cuestión tabú, pero que es una parte de la realidad y de la inestabilidad de América Latina, y que es la violencia política. En estos momentos este es un aspecto que afecta a determinados países, pero tiene que ver con
la realidad de Iberoamérica y, por tanto, habría que buscar el marco para abordar esa materia.



En definitiva, mi grupo parlamentario piensa que lo más importante en estos momentos de cambio político y también de dificultades económicas en Iberoamérica son las apuestas de las que ha hablado el señor ministro y sobre las que ha centrado
las primeras cuestiones del programa del Foro Económico y Cívico, de la agenda de desarrollo en relación con los objetivos del Milenio. Ahí es donde nosotros creemos que se produce el cambio con relación a las cumbres anteriores, en las que hubo
grandes promesas liberales que se convirtieron en grandes frustraciones para los países iberoamericanos. Ahora no solo debe haber grandes promesas, sino propuestas viables con relación a la deuda, a la lucha contra la pobreza, a las vinculaciones y
flujos económicos y culturales que supongan un avance en esa nueva política exterior del Gobierno para Iberoamérica.



Este es el sentido fundamental de nuestra aportación a esta primera reflexión que hace el Gobierno respecto a la cumbre. Y para finalizar, quiero plantear una última preocupación, y es que la agenda, que es eminentemente social y con un
hondo contenido vinculado a las preocupaciones de los iberoamericanos e iberoamericanas, no se distorsione por cuestiones políticas. No hablo de políticas en un sentido peyorativo, porque no tengo esa concepción de la política, sino que quiero
decir que las presencias o ausencias finalmente no empañen la conferencia iberoamericana; que eso no se convierta en la noticia de dicha conferencia, que no convirtamos una cuestión de política internacional en una política interna, degradando así
la importancia de esa conferencia. Por tanto, que haya una cierta generosidad por parte de quienes tenemos responsabilidades públicas para que esa conferencia se realice con el mayor nivel de acuerdo, si es posible, y con el menor nivel de
manipulación interna, si también es posible. Que eso sea así depende del Gobierno y también de todos los que estamos aquí, por lo que nosotros intentaremos aportar nuestro grano de arena.



Con relación a la reunión euromediterránea de Barcelona, ya que hemos visto una situación más indefinida respecto a esta cumbre que nos parece fundamental, como queda tiempo intentaremos ir aportando nuestras ideas.
En cualquier caso,
pensamos que un aspecto muy importante en estos momentos es el que tiene que ver con el codesarrollo. Si se habla en materia de renta de la fisura más importante que tiene en este momento la humanidad, que es el Mediterráneo, un elemento esencial
es el codesarrollo, por tanto, ahí debería haber una especial voluntad e implicación de la conferencia. Otra materia muy importante que no podemos eludir, porque está en la primera plana de la información y también por las sensaciones de los
ciudadanos, es todo lo que tiene que ver con la seguridad; seguridad entendida en el más amplio sentido, no únicamente en el de la lucha frente al terrorismo o en otras materias, sino seguridad en el amplio sentido de la palabra -ecológica,
económica, social-. Por otra parte, existe un debate, que seguramente continuaremos teniendo en el ámbito euromediterráneo, sobre la diversidad cultural y el diálogo entre civilizaciones como paso previo a la alianza de civilizaciones. En estos
momentos no es que tengamos un diálogo de civilizaciones, es que hay quien teoriza sobre la confrontación de civilizaciones y algunos están colaborando a ello. Por tanto, hemos de dar un paso en el diálogo de civilizaciones como paso previo a la
denominada alianza de civilizaciones.



Termino, señor ministro, agradeciendo su comparecencia, apoyando la dos cumbres, comprometiendo nuestra participación y saludando también que en ellas se contemple la participación de la sociedad civil. Este aspecto es fundamental en ambas
cumbres.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya tiene la palabra la señora Bonás.



La señora BONÁS PAHISA: Por parte de Esquerra Republicana quiero agradecer al señor ministro su comparecencia y comunicarle que nuestro grupo va a apoyar las dos cumbres, que consideramos muy importantes. Respecto a la cumbre atlántica,
España debe recuperar su responsabilidad hacia Iberoamérica. Nos congratulamos del cambio de ruta de la política exterior respecto a Iberoamérica, que hasta ahora ha sido como la expansión de las empresas -entre comillas- multinacionales españolas,
y que pasa a convertirse en un espacio de responsabilidad social respecto a Iberoamérica. Nos felicitamos por el punto seis de la cumbre y esperamos que en ella se hable de la importante inmigración de


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Suramérica, de canalizar las remesas para la cooperación de esos países y, naturalmente, de la pacificación de los conflictos abiertos, como es el de Colombia.



Respecto a la cumbre del Mediterráneo, puesto que Cataluña siempre ha tenido una vocación mediterránea, apoyaremos la conversión de este espacio geográfico, que es el Mediterráneo en un espacio de paz y de prosperidad. Teníamos dudas de si
va a interferir con las elecciones de la Autoridad Palestina, pero nos han comunicado que se han retrasado y van a pasar a noviembre. Naturalmente, el conflicto israelí-palestino es importante para pacificar esta zona, pero no lo es menos el
codesarrollo de los países de la ribera sur, de las emigraciones y de otros conflictos cercanos que también influyen como es el Sáhara. No tenemos detalles de si la cumbre va a tratar temas económicos, pero los temas políticos y los conflictos
deben estar siempre presentes. Daremos nuestro apoyo para lo que sea necesario.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) tiene la palabra el señor Xuclà.



El señor XUCLÀ I COSTA: Gracias, señor ministro, por su comparecencia y por la información proporcionada a esta Comisión de Asuntos Exteriores sobre los dos objetos de la misma. Respecto al grado de consenso posible en materia de política
exterior, los dos aspectos que nos convocan hoy en la Comisión de Asuntos Exteriores son un claro ejemplo de materias sobre las cuales son posibles consensos amplios. Se ha teorizado durante este último año sobre los posibles puntos de encuentro y
desencuentro y sobre los círculos concéntricos de consenso en política exterior. En un Estado democrático maduro puede haber y hay discrepancias en algunos aspectos, pero en estos dos podemos trabajar, tanto en uno como en otro, concretamente en la
cumbre Iberoamericana y en la Conferencia Euromediterránea, con un alto grado de coincidencia.



Respecto al primer aspecto, la cumbre Iberoamericana, señalaré algunos aspectos que no se le escapan al señor ministro. Es evidente que en un momento en que parte del eje de la política exterior se desplaza hacia el Pacífico, en un momento
en que se construyen nuevos vínculos importantes entre América y el Pacífico, la puerta de entrada y la forma de relacionarse Europa con el Pacífico también pasa por unas buenas relaciones con Iberoamérica. Usted sabe que Iberoamérica mira hacia el
Pacífico, que algunos países del Sureste asiático también miran, invierten y establecen fuertes lazos más económicos que políticos en este momento con Iberoamérica. Por ello creo que la agenda de este año de la cumbre Iberoamericana tiene como
novedad esta nueva realidad, aunque usted nos ha planteado una agenda abierta.



En Iberoamérica, el Gobierno español ha dado prioridad, y creo que con acierto, a un liderazgo regional y a una voluntad de establecer diálogo entre países, en una región importante que yo definiría integrada por Brasil, Colombia, Venezuela,
Bolivia y Ecuador. En este sentido, sería conveniente que el Gobierno hiciera un esfuerzo suplementario para poder trasladar a la opinión pública su posición y su política en materia exterior en esta región.



El diputado que les habla no ha hecho nada heroico sino algo muy habitual entre los miembros de esta Comisión, que es leerse íntegramente los discursos del presidente del Gobierno ante las asambleas legislativas de Venezuela y de Colombia.
Son dos discursos que expresan con total equilibrio los puntos claros y los puntos oscuros que se ciñen sobre este país. Quiero aprovechar la ocasión para expresar al señor ministro la necesidad de trasladar mejor ante la opinión pública española y
también ante otros actores y otras potencias el papel y las gestiones que se han venido realizando en esta área; por ejemplo, las gestiones que el Gobierno español ha realizado en la crisis reciente de Ecuador, con un papel importante, no sé si
suficientemente explicado. Quiero hacer dos referencias a dos puntos concretos. Es evidente que se llega a esta cumbre Iberoamericana con un Gobierno venezolano al que nadie en esta Comisión puede negar su condición de Gobierno legítimamente
elegido y democrático, pero también se llega a esta cumbre Iberoamericana con una calidad democrática en cuanto al desarrollo de la vida pública en Venezuela distinta de la de hace unos años. Hemos de expresar nuestra preocupación por algunas
iniciativas legislativas del Gobierno venezolano adoptadas recientemente.



El señor ministro ha hecho referencia también a la vocación de la consolidación de la democracia en el conjunto de la comunidad iberoamericana. No podemos hacer nada más que apoyar esta noble pretensión del Gobierno y animar al Gobierno a
continuar trabajando desde una posición de diálogo crítico, aunque constructivo, desde la óptica española, pero también desde la definición de una posición compartida con la Unión Europea, para profundizar en la línea de la consolidación de la
democracia y del respeto a los derechos cívicos, políticos y democráticos en el conjunto del ámbito de Iberoamérica.



Paso a hacer referencia a la conferencia Euromediterránea. Esta conferencia se celebra bajo la Presidencia de Gran Bretaña, simplemente como fruto de la rotación en la misma dentro de la Unión Europea. Gran Bretaña, como muy bien saben
SS.SS., no es un país mediterráneo y es lógico que el peso, que la insistencia, que la voluntad de que la agenda de la Conferencia Euromediterránea sea de primer nivel recaiga en los países propiamente de la Unión Europea, de la ribera mediterránea,
basándonos en la necesidad de cooperación, de colaboración y de influencia entre España, Francia, Italia, Grecia y los nuevos Estados miembros que recientemente se han incorporado. Lo que no hagamos nosotros para dar nivel a esta Conferencia
Euromediterránea no lo harán otros países más alejados geográficamente de nuestro espacio.



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Es importante el anuncio que ha realizado el señor ministro en el sentido de que estas fechas aún no definitivas del 27 y 28 de noviembre reunirán en Barcelona una cumbre de jefes de Estado y de Gobierno. Sus señorías y el señor ministro
saben que hace unos meses no estaba tan claro que se pudiera celebrar una reunión a este nivel, una reunión que se celebra, por cierto, después de un calendario de actividades importantes durante este año; quizá -en un punto de autocrítica que creo
que debemos realizar- podemos decir que en el ámbito de la colaboración euromediterránea se han desarrollado más actividades durante este último año que en algunos años de los que han transcurrido desde el año 1995 y que se ha reactivado el proceso
de Barcelona, pero en una etapa muy reciente.



El señor ministro ha hecho referencia a la colaboración y al papel del Instituto Europeo de la Mediterránea. En este sentido, es absolutamente legítimo que este portavoz haga referencia al papel que ha jugado el Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió) en la persecución, en su momento, de la celebración de la cumbre Euromediterránea en el año 1995. Quiero recordar que la situación del Gobierno español en dicho año, concretamente en su segunda mitad, era de una gran tensión
política; incluso el presidente del Gobierno tuvo que anunciar elecciones anticipadas, durante la segunda mitad del año 1995, para marzo de 1996, pero hubo una apuesta clara y decidida por parte de Convergència i Unió para que durante la
responsabilidad de la Presidencia española de la Unión Europea no se pudieran celebrar elecciones. En aquel momento fue cuando se celebró la Conferencia Euromediterránea. A SS.SS. no se les escapa que esto tuvo costes electorales también para
Convergència i Unió y fue un momento en el que se exhibió un sentido de responsabilidad importante por parte de este grupo parlamentario. Un sentido de responsabilidad y un trabajo activo en el ámbito de la política euromediterránea que también se
ha desarrollado durante estos 10 años básicamente a través de un instrumento, del Instituto Europeo de la Mediterránea, una iniciativa del Gobierno de Convergència i Unió que fue impulsada por distintas personas, pero muy singularmente también por
la persona que tiene el señor ministro a su lado y que nos preside, el señor Duran i Lleida, en su calidad en su momento de presidente del Instituto Europeo de la Mediterránea. Quiero hacer esta legítima reivindicación del papel de este grupo
parlamentario en el interés y en el impulso de la política euromediterránea.



Es evidente que la política euromediterránea hace 10 años se fijó tres grandes objetivos que, a título ya anunciado, eran profundizar en una política de seguridad común, profundizar en un espacio de libre comercio y profundizar en las
relaciones y en la construcción de una sociedad civil alrededor de la Mediterránea. Cuando afrontamos los 10 años y esta nueva cumbre Euromediterránea para el mes de noviembre de este año tenemos que hacer un análisis crítico y autocrítico sobre el
desigual cumplimiento de estos objetivos. Diez años después, cuando hablamos de seguridad tenemos que hablar de terrorismo, de armas de destrucción masiva y de aspectos que entonces no se habían planteado y seguramente podemos concluir con un
balance global de cooperación y colaboración de los servicios de inteligencia en el ámbito mediterráneo insuficiente con el paso de estos 10 años. Si hacemos también un repaso al espacio de libre comercio es evidente que es el momento de plantear
al señor ministro una pregunta muy clara y concreta: ¿El objetivo de que para el año 2010 haya un espacio de libre comercio en el ámbito euromediterráneo, a 5 años de este horizonte, se plantea como un objetivo viable y posible? Finalmente, en
cuanto a la construcción de una sociedad civil euromediterránea, como le decía hace un momento, señor ministro, considero que se ha hecho más en los últimos meses que en algunos años de este decenio y que la construcción ha sido desigual. Por
ejemplo, en el ámbito universitario la cooperación entre universidades de las dos riberas del Mediterráneo ha sido notablemente insuficiente. Si hablamos de una actualización de la agenda euromediterránea, evidentemente tendremos que hablar también
de los flujos migratorios que eran prácticamente incipientes en el año 1995 y que son altamente importantes en este momento. La mejor política de inmigración seguramente es la política que permite que cada persona viva libremente -si así lo decide
y si económicamente hay suficiente dinamismo económico- en el lugar donde ha nacido, cosa que actualmente no pasa en las dos riberas del Mediterráneo. Usted también ha hecho referencia al objetivo compartido de la democracia y de los derechos
humanos en el marco del respeto. Para esto es necesario algo previo a lo que usted ha anunciado como la alianza de civilizaciones, que es el propio diálogo entre culturas, en el que debe de profundizarse de forma importante. Quiero terminar con un
aspecto muy concreto. La construcción del espacio euromediterráneo significa la construcción de algunos ámbitos muy concretos. En el ámbito del espacio de libre comercio, como muy bien sabe el señor ministro, en este momento ya se han firmado los
planes de acción para desarrollar los acuerdos de vecindad europeo y de partenariado con Marruecos, con Túnez, con Jordania, con Palestina y con Israel. Esta es una buena noticia y es un buen indicador de la voluntad de algunos países de avanzar en
el ámbito económico, pero también en el ámbito de la convergencia en democracia y en derechos humanos. También hay otros países con los que aún queda pendiente una negociación para coadyuvar -la palabra no es condicionar, sino coadyuvar- a la
cooperación en el desarrollo económico. En este sentido se están produciendo unas importantes asimetrías entre los países que he apuntado hace un momento, que tienen buena predisposición a la construcción del espacio compartido con la Unión
Europea, y los otros países.



Para terminar quiero hacer simplemente una referencia expresa y muy justa al buen trabajo que está desarrollando el embajador en misión especial para la


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Conferencia Euromediterránea, don Juan Prat, en la preparación de la misma.



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra por el Grupo Parlamentario Popular su portavoz, el señor De Arístegui.



El señor DE ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: Señor ministro, gracias por su comparecencia en el día de hoy para hablarnos de dos citas fundamentales en la agenda política internacional y de la política exterior de España e Iberoamérica y de Europa en
su conjunto. Nosotros hemos seguido con enorme interés obviamente la preparación de la cumbre de Salamanca de la que nos sentimos corresponsables en gran medida y le queremos hacer algunas consideraciones y comentarios. En primer lugar, es
importante que definamos de forma muy clara la arquitectura institucional de las cumbres. Nos sentimos corresponsables y coautores de esa arquitectura, puesto que la idea de una secretaría general para las cumbres se desarrolló durante las dos
legislaturas del Gobierno del Partido Popular.
Es importante también que ese reforzamiento de la institucionalidad de las cumbres sea el punto de partida para la creación de un espacio iberoamericano indudablemente importante desde el punto de
vista político, pero que también tenga una irradiación hacia otros ámbitos como el económico o el social. Nos preocupa alguna cuestión fundamental como, por ejemplo, la definición de un presupuesto suficiente para esa nueva estructura institucional
y para esa secretaría general. Nos preocupa cuál va a ser la arquitectura de esa nueva estructura, cuántas secretarías adjuntas se van a crear, qué tipo de staff va a tener el secretario general y si habrá o no un funcionariado importante. Ya
sabemos que tampoco se trata aquí de crear una nueva organización internacional, sino simple y llanamente de dar continuidad a las cumbres y un apoyo suficiente a los jefes de Estado y de Gobierno que participan en las mismas. Tampoco sabemos cuál
va a ser el baremo con el que cada uno de los países va a participar en el presupuesto de la misma y nos parece que es una cuestión importante. También nos preocupa que si es una cumbre que no va a tener un tema central, se quede en una cumbre que
no vaya a tener tema para nada. El hecho de que sea una agenda abierta puede ser en principio positivo, pero también podemos quedarnos, como se dice vulgarmente, en agua de borrajas. Por tanto, señor ministro, le queremos decir que las cumbres
iberoamericanas y la próxima cumbre de Salamanca van a ser fundamentales para que se vea cuáles son los graves males que aquejan al continente en este momento. Después de la primavera de los años noventa, en la que se extendió la democracia por
todas las repúblicas y todos los países de Latinoamérica, se ha dado paso a una situación mucho más preocupante. En el horizonte de América Latina se abren unos tiempos convulsos e inestables, presididos por el populismo y por la deriva totalitaria
en algunos casos. Hemos visto a muchos presidentes caer y no acabar sus mandatos. Eso era una excepción hace apenas 10 años, pero hoy empieza a generalizarse como un virus peligrosamente contagioso. Por eso pensamos sinceramente, y se lo decimos
desde toda tranquilidad y calma, que su política exterior hacia esa parte del mundo está equivocada, señor ministro.



Para empezar, está equivocada, por ejemplo, en su aproximación a Cuba, que ha sido errónea. Hemos visto cómo, lamentablemente, hace apenas unos días, se han vuelto a producir incidentes protagonizados por algunos representantes políticos
importantes de Europa, que han sido expulsados por el régimen cubano cuando iban a participar en una conferencia de la disidencia en Cuba. Nosotros pensamos, simple y llanamente, que por cada gesto positivo, por cada mano tendida que su Gobierno ha
tratado de convencer a Europa que dé, nos hemos encontrado con los discursos más duros por parte del dictador Fidel Castro; nos hemos encontrado con las respuestas del álgebra política que usted nos ha tratado de vender tantas veces: 75 menos 14
más 21 es menos que antes, cuando todos sabemos que 82, que es el resultado de esta curiosa ecuación, es más que 75, que eran los presos que había antes. A todo esto, hemos visto cómo se han producido las detenciones preventivas de 400 jóvenes por
actividades predelictivas o cómo se califica a personas homosexuales de peligrosos elementos antisociales. Estamos hablando de un régimen que es un dinosaurio político en el siglo XXI. Dice usted bien que los objetivos de un Gobierno como el
nuestro deben ser el fortalecimiento institucional, el fortalecimiento de la democracia y la defensa, garantía y promoción de los derechos humanos. Dice usted también -y compartimos el diagnóstico- que la demagogia, el populismo y la inestabilidad
son los grandes males del continente. Si compartimos el diagnóstico, ¿cómo es posible que sus políticas sean tan distintas a las que nosotros propiciamos?


En cuanto a Venezuela, creemos que los gestos que han tenido han envalentonado al régimen y que cada vez que esos gestos se han producido, lamentablemente, el régimen se ha endurecido un poco más. El contexto de los inaceptables y
esperpénticos insultos del presidente Chávez al anterior presidente del Gobierno revela una realidad innegable: la buena fe del anterior Gobierno en intentar encauzar democráticamente el Gobierno de Chávez. Ahí se ve claramente que todo lo demás
fueron fabricaciones perfectamente falsas. La deriva totalitaria de Venezuela requiere, a nuestro juicio, como en el caso de Cuba, crítica y no respaldo, exigencia y no complacencia, denuncia y no aplauso. Nos preocupan la consolidación de los
círculos bolivarianos o de las milicias que se han creado, anunciadas por cierto después de la cumbre de Guyana; la compra de 100.000 fusiles kalashnikov para un ejército que tiene 30.000 efectivos o la ley mordaza, sobre la que intentamos
conseguir un acuerdo en la Comisión de Asuntos Exteriores no hace muchos días, logrando un acuerdo entre Convergència i Unió, Grupo Parlamentario Vasco, Coalición Canaria y


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el Grupo Popular que no fue respaldado por su grupo parlamentario. Estamos muy preocupados, señor ministro, por el negro horizonte que se cierne sobre América Latina. Esperemos que las cumbres sean un instrumento eficaz para eso y que
también lo sean los elementos técnicos a los que hemos hecho referencia -estructura, presupuesto, personal, staff- y, por supuesto, la discusión de los temas fundamentales. Esperamos que el diálogo que se establezca con las dictaduras y con los
regímenes en deriva totalitaria sea firme, crítico y exigente, no complaciente; que no se les cree un amplio margen de maniobra y que no se les haga el favor de que puedan marcar puntos ante su opinión pública con ciertos gestos políticos, que
serán necesariamente mal interpretados, como poco, por esos regímenes y gobiernos.



En cuanto a la cumbre Euromediterránea de Barcelona y su X aniversario, es un acontecimiento al que nosotros damos la máxima importancia, señor ministro. Me sumo a lo que dijo el señor Xuclà, portavoz de Convergència i Unió. Esos diez años
han cambiado mucho el Mediterráneo, a nuestro país, a Europa y, desde luego, las circunstancias en la región y tenemos que poner al día la política euromediterránea que nació en Barcelona hace diez años. Son indudables los problemas que usted ha
señalado en su intervención: el terrorismo, los flujos migratorios descontrolados, los problemas de desigualdad e incluso la cifra que daba acertadamente el señor Llamazares, sin que sirva de precedente mi coincidencia con él, el gran diferencial
de renta que separa las riberas norte y sur del Mediterráneo, que en efecto es el más grande del mundo, pues va desde 10 a 15 a uno. Hemos visto cómo en alguna otra parte del planeta ese diferencial se pudo reducir de 10 a uno a cuatro a uno, como
es el caso del que existía entre Estados Unidos y México, justamente por una política acertada de integración económica y de preocupación en el ámbito social. Durante mucho tiempo la política euromediterránea estuvo moribunda; desde 1995 hasta
2002, cuando la cumbre de Valencia señaló el cambio de una tendencia muy clara que hasta ese momento había sido de caída en barrena de la política euromediterránea. Además de los problemas que usted ha señalado acertadamente, hay uno más que hay
que tener muy presente, y es que en la parte de cooperación de la política euromediterránea ha habido varios problemas fundamentales. El dinero se identificaba en el año 1995 como el 70 por ciento de ese cien por cien que la Europa de los Doce -en
ese momento caminaba hacia quince, pero todavía eran doce- iba a prestar a los países que iban a llegar a ser miembros de la Unión Europea. Ese 70 por ciento, que eran 4.700 millones de euros -entonces se llamaban ecus-, no fue gastado, y no lo fue
porque fuimos incapaces de identificar las verdaderas necesidades de esos países e incapaces también de diseñar los proyectos de cooperación necesarios para ello, y después ha habido un seguimiento del gasto y un control del mismo también
insuficientes. Esa ha sido una necesidad absolutamente perentoria que tenemos que cubrir.



Señor ministro, nos preocupa mucho que incidentes como los que se han producido este fin de semana en Israel puedan volver a repetirse en otros ámbitos, por ejemplo en la celebración de esa cumbre en Barcelona. Los socios de su Gobierno,
que tienen una clara ideología, perfectamente legítima pero que nosotros no compartimos y buena parte de sus electores tampoco, han generado un incidente internacional más. ¿Qué ocurrirá si eso tiene lugar en Barcelona durante esa celebración? Los
problemas políticos graves que provoque un socio de Gobierno como el de ustedes no se pueden dejar al albur de la explicación de la floristería. Son problemas que ponen de manifiesto, a nuestro juicio de forma alarmante, las hipotecas y los lastres
que tiene su Gobierno, no solo en política interior, sino también en política exterior. No se puede hacer de una ofensa gratuita, de un esperpento político, un simple problema de floristería o, como diría alguien, una política exterior de juegos
florales.



España está desubicada, su política exterior respecto de América Latina está equivocada, está desviada y produce efectos claramente contraproducentes. Esa desviación puede costar caro no ya a nuestro país y a sus intereses, sino sobre todo
a un continente que espera guía, consejo y, desde luego, no imposición y paternalismo, pero sí un referente ético-político por parte de nuestro país. ¿Cuántas veces han dicho ustedes que se ha recuperado la dirección en uno y otro sentido? Los
ejes de la política exterior de España no se rompieron, señor ministro; algunos se intensificaron, pero no se cambió de rumbo fundamental. Ustedes, con el afán pendular que les ha caracterizado durante estos últimos trece meses, están tratando de
desaznarizar todo con tal fervor obsesivo que se están cargando incluso las bases esenciales de nuestra política exterior que se establecieron con el más amplio consenso a partir de 1977.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra don Rafael Estrella.



El señor ESTRELLA PEDROLA: Señor ministro, en lo que se refiere a la cumbre de Salamanca este es el momento en que España tiene que terminar dando un salto adelante sobre lo ya construido por gobiernos anteriores de muy distinto signo.
Asimismo, tenemos que plantearnos la importancia que reviste la creación de una secretaría permanente, a la que si finalmente la titularidad de la misma recae en la persona en la que todos estamos pensando, eso le va a dotar de una enorme
credibilidad, respetabilidad y fortaleza, sin embargo, más allá de eso tendremos que plantearnos objetivos concretos que sean evaluables y revisables. Señor ministro, esto me lleva a una primera reflexión: hace un para de semanas se presentaba un
informe en el que se contraponía lo bilateral frente a lo multilateral como eje central de la acción de España en América Latina. Pues bien, sin estar plenamente de acuerdo con esa visión de que en España debe primar lo bilateral en detrimento de
lo


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multilateral, creo que lo multilateral no adquiere su plena razón de ser y su plena intensidad si no va acompañado de un fortalecimiento de lo bilateral, es decir, sin la creación de una agenda bilateral, especialmente con aquellos países en
los que, debido a su propia entidad o a factores de carácter histórico, etcétera, existen elementos claros para crearla. En ese sentido, el ejercicio que se hizo en Ciudad Guayana podrá dar resultado o no porque esos ejercicios nunca se sabe qué
resultado van a tener. Por ejemplo, cuando se inició el proceso de Contadora muchos no daban un duro por él y no les faltaba razón porque era muy difícil aunar las voluntades y superar tensiones tan enormes como las que existían en aquella región,
pero valía la pena intentarlo. Se intentó y el proceso de Contadora dio resultado. Lo que ahora se ha hecho es probablemente el primer intento desde Contadora de hacer un esfuerzo que resuelva conflictos regionales de una envergadura en parte
equiparable. Vale la pena intentarlo y evidentemente tiene que estar sometido a un seguimiento y a una evaluación. El mero hecho de que dos países que, según todos los medios de comunicación, estaban al borde de la guerra acaben firmando un
acuerdo, con la mediación de España, para intercambiar observadores policiales, información, funcionarios judiciales, etcétera, es un resultado en principio bastante positivo.



El ministro ha hecho una referencia que me gustaría que nos aclarase sobre que el criterio de los países de renta media no cuente a los efectos de los objetivos del Milenio. Entiendo que se está refiriendo a uno de los grandes problemas que
tiene América Latina como es la desigualdad. Hay países de renta media que cumplen los objetivos del Milenio si tenemos en cuenta al conjunto del país, pero cuando uno comprueba estos datos de manera interna ve que las desigualdades son tremendas.
No en balde en América Latina se dan los mayores índices de desigualdad del planeta, fruto de un consenso de Washington que tenía objetivos que han resultado positivos pero que se olvidó de la redistribución de la riqueza. Esta cuestión habrá que
incorporarla también a las cumbres. El ministro ha hablado de la gobernabilidad, así como de la necesidad de incorporar las sociedades al proceso político y básicamente todos los grupos estamos de acuerdo en esos objetivos. El señor Llamazares
hablaba de un código de conducta. Tengo mucha prevención frente al establecimiento de códigos de conducta dictados por parte de los gobiernos; tengo toda la fe en la voluntad de los sectores sociales empresariales a la hora de establecer pautas de
conducta, es decir, elementos que identifiquen la actuación y con ese compromiso entre empresas, administraciones y organizaciones sociales podemos llegar al mismo objetivo. En cualquier caso, evidentemente hay un espacio donde al Ejecutivo le
corresponde establecer los elementos de un código de conducta, por ejemplo, en cuanto a las empresas que se vayan a beneficiar del FAD; ahí sí cabe establecer criterios de condicionalidad, del mismo modo que se establecen para los países que
reciben este tipo de fondos.



Se ha hecho referencia a los acontecimientos ocurridos en Cuba el pasado fin de semana y desde el Grupo Parlamentario Socialista quería hacer la siguiente valoración. Primero, se ha celebrado una reunión que hace dos semanas todos
-incluyéndome a mí mismo- estábamos convencidos de que no se iba a celebrar. Es muy significativo y tiene una relevancia que no podemos negar el hecho de que las autoridades cubanas hayan permitido que se celebre esta reunión. Esto cabe
interpretarlo como una de las consecuencias positivas, con la importancia que se quiera dar -probablemente poca- del esfuerzo que está impulsando España en cuanto a un cambio en el modelo de relación con Cuba, es decir, en la estrategia de impulso
al cambio pacífico en Cuba. Evidentemente, también hay que reconocer que esa reunión, llamada de la disidencia, no se puede considerar representativa del conjunto de las organizaciones y personas que otros califican como sectores independientes del
régimen cubano.
Cuando personalidades que gozan de toda nuestra credibilidad y respeto, credibilidad y respeto que incluso comparten con nosotros organizaciones internacionales partidistas, como Oswaldo Payá, Gladimiro Roca, Manuel Costa Murua o
Eloy Gutiérrez Menoyo se desvinculan abiertamente de esta actuación, como mínimo tenemos que respetar su valoración y entender que probablemente ese tipo de acción de búsqueda del enfrentamiento y descrédito de otros sectores de la disidencia en
absoluto contribuye a un cambio. Por eso saludo el hecho de que, por iniciativa de España, los embajadores de la Unión Europea en bloque recibieran en conjunto a los representantes de los grupos de oposición en Cuba; me parece algo muy importante.



Mi grupo ha hecho declaraciones lamentando y considerando inaceptable la expulsión de personas que habían ido a Cuba, cualquier que fuese su condición o representación política, pero quiero decir una cosa. La agenda política del Gobierno
español o de la Unión Europea con relación a Cuba no la puede marcar Fidel Castro; no podemos permitir que nos la marque el Gobierno cubano. Hay una agenda con unos objetivos que se definieron en el año 1997 y eso no lo puede marcar nadie.
Tampoco nos puede marcar nuestra agenda la Fundación Hispano Cubana, que, a la sazón, ha financiado los viajes de algunos políticos; a esta reunión en Cuba, entre ellos las dos ex senadoras del Partido Popular, a pesar de que ellas niegan que
fueran a asistir a la asamblea de la disidencia. Si esto es así, no sé por qué la Fundación Hispano Cubana les ha financiado ese viaje aparentemente de placer. Esto es algo que me suena a malversación de fondos, parte de los cuales tienen origen
público.



Paso a una cuestión a la que se ha hecho referencia. Nosotros no queremos hablar de Aznar. Si alguien tiene problemas con la sombra de Aznar, allá él. Nos parece inadecuado, inaceptable y torpe que un dirigente político de un gobierno se
entretenga en insultar, aunque el otro haya dicho lo que le haya dicho, al ex presidente del Gobierno de España llamándole fascista e imbécil. Asimismo,


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nos parece inadecuado que el señor Rajoy llame desequilibrado al señor Chávez. Nos parece que esa no es la manera de hacer política ni de establecer relaciones entre España y Venezuela. Lo sacamos fuera del debate y no queremos entrar en
ese terreno, pero sí sacamos una conclusión sobre lo que ha explicado el señor Chávez de cómo fue su conversación con Aznar. En dicha conversación el señor Aznar le planteó el rumbo a seguir: si tú te desvinculas de Castro, subirás al carro de la
historia. Entonces Chávez cuenta que cuando le pregunta a Aznar por Haití y otros países, este contesta que esos han perdido para siempre el carro de la historia. Pues bien, esa visión que cabría benignamente calificar de supremacía no la comparto
en absoluto, pero saco una conclusión que me preocupa más, y es que un Chávez populista, incluso ex golpista a lo Fujimori, sería aceptado en la comunidad internacional por muy populista que fuese, y un Chávez procastrista no puede ser bien aceptado
en la comunidad internacional. Ese doble rasero o esa doble moral no la compartimos en absoluto.



Finalmente, señor presidente, de manera más breve haré algún comentario sobre el Mediterráneo. La primera conclusión es que los principios y objetivos que se establecieron en 1995 en Barcelona siguen siendo plenamente válidos; ninguno de
ellos se ha demostrado inadecuado. En segundo lugar, los medios y las estrategias han fallado sustancialmente.
En la revisión del proceso de Barcelona se vio claramente que algunos de los instrumentos no eran los adecuados, que en las estructuras
de los países del sur del Mediterráneo no se habían generado los mecanismos necesarios para la cooperación ni en el sector empresarial ni en el de la sociedad civil. Por eso es importante que se siga dando ese impulso.



Le quería preguntar, señor ministro, sobre uno de los grandes problemas que hemos tenido. Ha habido una hipoteca permanente que todavía hoy pesa sobre el proceso euromediterráneo, que es el mantenimiento del conflicto israelí-palestino. Ha
habido intentos de encapsular ese conflicto y en parte se ha podido avanzar en sectores de cooperación financiera con los protocolos que se han firmado; también ha habido intentos de avanzar por lo menos en algunas áreas geográficas del
Mediterráneo, pero nos hemos encontrado con que los países del Magreb, por ejemplo, eran incapaces de entenderse y que la UMA, la Unión del Magreb Árabe, se quedó en lo declarativo y se mantuvo el cierre de fronteras. Sin embargo, parece que hay
signos de cambio y que han acordado reunirse nuevamente, por lo que me gustaría escuchar sus comentarios.



Parece muy importante que además de todo lo que se ha dicho por el ministro y por mis compañeros, que comparto plenamente, se refuerce la dimensión del proceso mediterráneo como parte de una política europea de vecindad. No es algo separado
de lo que es la política europea en sus relaciones externas, sino un todo integral tan relevante como la política que se pueda estar dirigiendo hacia los Balcanes, y es importante que la Unión Europea lo asuma plenamente así. Yo pediría que
nuestros colegas en el Parlamento Europeo hicieran el esfuerzo para fijar claramente esa dirección, esa imagen. Sin embargo, al mismo tiempo que se fortalece y se incorpora la dimensión de política de vecindad al Mediterráneo, hay que dotar de
visibilidad al proceso euromediterráneo. Le ha faltado una visibilidad que tiene que ver con la voluntad política y con una serie de elementos, entre ellos el que se ha mencionado sobre esa línea clara que va del diálogo de civilizaciones a la
propuesta realizada por el presidente del Gobierno de la alianza de civilizaciones. Se ha dicho hoy que el diálogo de civilizaciones es un paso previo, que está en el camino de la alianza de civilizaciones, y yo quiero reconocer el papel y la
misión que en su momento, aunque luego se torcieran las cosas, tuvo el anterior presidente del Gobierno, que hizo en 2002 una declaración sobre el diálogo de civilizaciones con el presidente del Gobierno de Irán, Jatami. Eso es muy importante y
tenemos que construir sobre esa base.
Estamos construyendo la alianza de civilizaciones y fijando objetivos concretos a partir de lo que otros han hecho antes que nosotros y tenemos que hacerlo plenamente nuestro. Voy a decir algo más y es que sin
ese horizonte de alianza de civilizaciones, si el diálogo se queda en un diálogo para coexistir y no para convivir, no habrá solución para el conflicto de Oriente Próximo, porque hablar de diálogo y de alianza de civilizaciones es hablar también de
una convivencia sin problemas no solo entre árabes y cristianos, sino entre árabes y judíos y entre judíos y cristianos. Queríamos terminar recordando la importancia que se le ha dado al Instituto Euromediterráneo de Barcelona. No es casual que
esta Comisión esté permanentemente vinculada a él; antes lo fue con quien hoy la preside y ahora quien preside el Iemed es la persona que ocupaba una alta responsabilidad en la Comisión de Cooperación al Desarrollo, don Ricart Pérez Casado.



Por último, con respecto al incidente que se ha producido y sobre el que se va a debatir en el Parlamento catalán, porque es donde debe debatirse el papel que hacen sus representantes en el exterior, en lo que se refiere a España y a la
actuación de la embajada, solo quiero decir una cosa: la persona que el Gobierno del Partido Popular designó como embajador en Israel merece todo el respeto del Grupo Parlamentario Socialista porque tiene una acreditada trayectoria profesional que
no deberíamos intentar debilitar ni manchar, y todos deberíamos ser muy prudentes. No ha sido ese en absoluto el sentido de la intervención del señor De Arístegui, pero quiero hacer una declaración de intenciones por mi parte. Me da la impresión
de que, y termino presidente, las órdenes que pudo dar el embajador no fueron ejecutadas con la actitud que debiera haberse dado por parte de otras personas, con lo cual no trato de descargar responsabilidades. Esto ha sido un incidente que se debe
olvidar sin mayores consecuencias, pero debe quedar claro, y tampoco ha habido ninguna acusación en ese sentido por parte del Grupo Popular, que no ha habido


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ningún componente político en las decisiones que se hayan podido adoptar desde la embajada española y, por tanto, ninguna actuación fuera de lugar.



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor ministro para dar respuesta a las diversas intervenciones.



El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (Moratinos Cuyaubé): Gracias a todos los portavoces por sus intervenciones.
Lógicamente voy a centrarme en la respuesta acerca de las dos citas importantes, de los dos encuentros en
Salamanca y Barcelona, y luego responderé a algunas de las inquietudes o interrogantes que SS.SS. han planteado. Creo que, incluido el Grupo Popular, podemos contar en las dos iniciativas con suficiente apoyo y consenso y considerar que son dos
citas históricas, en las que se juega el futuro no solo la relación de España y Europa con el continente iberoamericano, sino también con ese conjunto del sur del Mediterráneo. Todos somos conscientes de la responsabilidad política que el Gobierno,
el Parlamento y los grupos políticos debemos aportar para conseguir canalizar y consolidar dos espacios esenciales para la política exterior española, que es el espacio iberoamericano y el espacio euromediterráneo.



Contestando ya a algunas de las intervenciones, señalaré al señor Llamazares, aunque no se encuentra presente pero para que conste en el 'Diario de Sesiones' que tiene razón en cuanto a la menor concreción de lo que he expuesto en relación
con la Conferencia Euromediterránea y en cuanto a la mayor concreción de las propuestas hasta ahora debatidas para la cumbre Iberoamericana de Salamanca, pero no porque no haya propuestas, sino simplemente por prudencia diplomática, ya que será
después de la reunión ministerial que tendrá lugar la próxima semana en Luxemburgo cuando tengamos una agenda mucho mas articulada. Volveré posteriormente a subrayar lo que van a ser las propuestas de iniciativas defendidas por España y que ya
cuentan con un grado de consenso y de aprobación generalizado en el marco euromediterráneo. Es verdad que en el espacio iberoamericano hemos avanzado de manera más ambiciosa, y que hemos tenido ocasión, en ese foro informal celebrado en Sevilla en
el mes de abril, de perfilar y consensuar con nuestros socios iberoamericanos algunas de las iniciativas. Y aunque parezca que somos ambiciosos, con esa ambición lo que trasladamos es la complejidad y la necesidad de responsabilidad por parte del
Gobierno, atendiendo a lo que son las prioridades de esta relación iberoamericana. Por lo tanto, creemos que la agenda que he propuesto y de la que he informado a la Comisión esta mañana refleja en líneas principales los objetivos iberoamericanos,
y no solo los exclusivamente españoles. Uno muy claro es el político, y quisiera subrayar al representante del Partido Popular que no hay un tema general que traduzca el interés un tanto específico, como era acostumbrado en las anteriores cumbres,
precisamente porque llegamos en un momento en que hace falta hacer una apuesta política mayor, que se refiere a que las anteriores cumbres, quizás por no tener propuestas o iniciativas, se refugiaban en un tema un tanto monotemático, como educación
para progresar. Era importante la educación, se resolvían algunas cuestiones o algunas propuestas, pero luego no había continuidad, no había seguimiento, no había operatividad en las medidas. Por tanto, se refugiaban en un tema monotemático para
seguir caminando año tras año, pasando de la educación a la ciencia y la tecnología, sin una voluntad política ambiciosa para crear lo que el propio representante del Grupo Popular ha señalado, ese espacio iberoamericano, concepto que agradezco que
apoye porque es un concepto ambicioso el de crear esa ciudadanía iberoamericana necesaria para atender a los retos con los que nos enfrentamos.



Es verdad, como señalaba el señor Llamazares, que en mi exposición no daba una clara respuesta a lo que sí va a ser objeto de discusión y debate durante la cumbre Iberoamericana, que es el impulso a las relaciones entre la Unión Europea y
América Latina. Para tranquilizar al señor Llamazares y a todos aquellos que sé que tienen una clara vocación de reforzar los vínculos y lazos entre la Unión Europea y América Latina, le diré que no solamente acudirá a la cumbre Iberoamericana el
presidente de la Comisión, señor Durao Barroso, sino que la presencia de españoles en Europa facilitará que esté tanto el presidente del Parlamento como el alto representante de la Unión Europea y que, por tanto, la relación entre la Unión Europea y
América Latina, la movilización para facilitar los avances en las negociaciones entre la Comunidad Andina y la Unión Europea, entre la Unión Europea y Mercosur, entre la Unión Europea y Centroamérica, estará también en el debate político de esa
actualidad política que incluiremos en la agenda de trabajo de los jefes de Estado y de Gobierno.



Es cierto que todos desearíamos que la cumbre de Salamanca fuese un éxito, que todas las fuerzas políticas la apoyasen y se involucrasen para que así lo sea, que no se mirase el número o nivel de participación para juzgar el éxito o el
fracaso de la cumbre, aunque les puedo señalar a SS.SS. que en estos momentos las expectativas de participación son extremadamente optimistas y elevadas. No puedo garantizar, porque no se puede garantizar de aquí al mes de octubre, que todos los
jefes de Estado y de Gobierno puedan desplazarse a Salamanca, pero la voluntad política en estos momentos, por los contactos que hemos mantenido a nivel de jefe de Gobierno o de ministro de Asuntos Exteriores, es que todos quieren estar en
Salamanca, y yo estoy casi convencido de que todos los jefes de Estado y de Gobierno estarán en Salamanca si no es por razones de fuerza mayor o por alguna circunstancia extraordinaria que les impida acudir a la invitación de Su Majestad el Rey en
un momento tan importante para impulsar la cooperación iberoamericana.



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Siguiendo con los temas iberoamericanos y yendo a las interrogantes de otros grupos parlamentarios, he de señalar tanto al señor Llamazares como a la representante de Esquerra Republicana que queremos dar a la cumbre Iberoamericana y a ese
espacio iberoamericano una dimensión más social, precisamente para articular de manera más operativa y eficaz lo que es el proceso de transformación política y consolidación democrática en Iberoamérica. Por eso mismo se da preponderancia a las
cuestiones de pobreza, de marginación, de desigualdad, que no las he escuchado por parte del representante del Partido Popular. No he escuchado por qué hay esta sensación, estas tendencias y estas derivas populistas demagógicas en Iberoamérica;
pues sencilla y exclusivamente porque hay un enorme grado de pobreza y de marginación, porque esa denominada fiebre democratizadora que llegó a Iberoamérica en los años noventa, que supo integrar a ciertos partidos políticos, -entre comillas- esa
burguesía ilustrada en Iberoamérica, ahora debe atender a la vertebración global e íntegra de su ciudadanía, a todos los sectores que a lo largo de las últimas décadas han quedado marginados, que no han participado en la estructura política, social
y económica de sus países.



Iniciamos en el siglo XXI un nuevo reto político iberoamericano para poder entre todos canalizar democráticamente, con una participación social, económica y política a todos los integrantes de esas sociedades. Por eso tenemos que atender
los nuevos movimientos democratizadores en Iberoamérica y por eso en la cumbre Iberoamericana vamos a poner énfasis en el foro civil y económico, en los programas de cooperación al desarrollo, fondos humanitarios o conversión para deuda por
educación, para permitir que sociedades, grupos y poblaciones que no participaban de ese llamado El Dorado petrolífero puedan participar adecuadamente con un nivel de renta y de dignidad humana que desgraciadamente no han poseído hasta ahora. Ese
es uno de los objetivos fundamentales: democratización sí, consolidación democrática sí, pero también lucha contra la injusticia, la pobreza y la marginación. No se puede consolidar la democracia si no hay un programa social y económico bien
definido, y por ello lo vamos a incluir en la cumbre Iberoamericana.



He de señalar también al diputado de Convergència i Unió, señor Xuclà, que España va a seguir asumiendo su liderazgo regional, como ha hecho desde que aceptamos las responsabilidades de Gobierno, que el nivel de contactos políticos y de
visitas ha sido muy intenso por parte del presidente de Gobierno o del ministro de Asuntos Exteriores, y que si en cierta manera subraya que falta información, le diré que ya son muchas las ocasiones en que este titular tanto en el Senado como en
esta Comisión de Exteriores ha explicado las líneas principales de nuestra acción en Iberoamérica. ¿Se pueden mejorar, se pueden intensificar? Desde luego, es verdad que toda la acción en relación con la crisis de Ecuador, que yo creo que ha
salido relativamente bien pero ante la que seguimos vigilantes en concertación con los Estados Unidos y los principales actores y organismos regionales, nos ha permitido volver a subrayar la capacidad de actuación y de mediación de la diplomacia
española. En cualquier caso, consideramos que la cumbre Iberoamericana necesitará un apoyo esencial por todos. No se trata hoy en la Comisión de Asuntos Exteriores, aunque responderé para no eludir las interrogantes de algunos grupos políticos, de
algunos países o relaciones específicas como la relación de España con Venezuela o con Cuba, pero lo que animaba esta comparecencia era preparar globalmente de manera mucho más específica la cumbre Iberoamericana.



Refiriéndome tanto al portavoz de CiU como del Grupo Popular con relación a Cuba y Venezuela, el Gobierno considera que su política va dando resultados. Es una política de exigencia, es una política de compromiso, no es una política de
imposición, esa nunca es la política de este Gobierno. Los anteriores gobiernos tuvieron su modelo de acercarse a Iberoamérica. El nuestro es diferente, el nuestro es de corresponsabilidad, de compartir los retos conjuntamente y compartir en el
caso de Venezuela y de Cuba aquellos elementos que pueden ayudar a crear condiciones democráticas de defensa de derechos humanos más favorables para la ciudadanía cubana y la venezolana. Ya he intervenido esta mañana en el Senado para explicar que
el Gobierno será precisamente el que va a solicitar a las autoridades venezolanas que las próximas citas electorales en Venezuela se desarrollen con el mayor grado de transparencia, y con una participación de observación internacional de la Unión
Europea, para que podamos por tanto seguir consolidando todas las estructuras políticas y democráticas en Venezuela. Seguimos trabajando en concertación y diálogo con las autoridades venezolanas. Hemos tenido reuniones de trabajo a nivel
cuatrilateral en Venezuela, con la participación del jefe de Estado de Colombia y de Brasil, el presidente del Gobierno español y el presidente venezolano, y el sábado por la mañana habrá una reunión ministerial de seguimiento de los cancilleres
venezolano, colombiano, brasileño y yo mismo, para seguir la puesta en aplicación de los acuerdos o conclusiones cerradas en la ciudad de Puerto Ordaz con ocasión de esa cumbre cuatrilateral, donde hay compromisos específicos de cooperación
transfronteriza en materia de seguridad judicial y seguridad interna para facilitar el entendimiento y la colaboración entre Venezuela y Colombia. Por tanto, es un seguimiento, una exigencia y un compromiso. Son los elementos que nos llevan a
seguir desarrollando nuestras relaciones con Venezuela.



También quiero señalar, en relación con Cuba -y esta tarde en el Pleno del Congreso tendré ocasión de responder a una pregunta del Partido Popular de manera más específica-, que hay elementos positivos y negativos en las últimas actuaciones
de las autoridades cubanas. Los negativos, que ya hemos subrayado y explicado, son las expulsiones de personalidades políticas, de medios informativos. El Gobierno y este Ministerio de Asuntos Exteriores convocó a la Embajada de


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Cuba para expresar lo inaceptable de su comportamiento. Pero tampoco podemos negar la realidad, los hechos. Los hechos precisos que demuestran avances en la estructuración y organización de los movimientos disidentes en Cuba. Quisiera
preguntar -ya lo ha hecho el portavoz socialista-, cuando se pudo celebrar un congreso libremente en el que más de 350 organizaciones no gubernamentales de oposición delegaban en 150 opositores, pudiendo criticar duramente al régimen actual cubano,
con la presencia de algunos representantes internacionales, entre ellos, el de la Comisión Europea; Cuáles son esos avances que se pudieron demostrar en ese año y medio o dos años de medidas aplicadas o decididas por la Unión Europea en junio de
2003, hasta que se cambiaron en enero de 2005; dónde están esos avances; donde están esos hechos No voy a hacer números, no voy a sumar disidentes y liberaciones. Simplemente digo los que están en la calle, entre ellas Beatriz Roque. ¿Habría
podido celebrarse un congreso convocado por Beatriz Roque si hubiera estado en la cárcel? ¿Sí o no? ¿Quién facilitó, entre otros, la liberación de Beatriz Roque? La nueva política de la Unión Europea y este Gobierno. Por tanto, demos a cada uno
lo que le corresponde. Todos coincidimos en que todavía estamos en una situación insuficiente y en que la Unión Europea tiene que hacer esfuerzos, pero no se pueden ignorar datos, hechos y resultados porque están demostrados y comprobados de manera
fehaciente. Como decía, hoy no es el momento de entrar en las disquisiciones de las políticas concretas por países.



Me voy a referir a la conferencia euromediterránea y a las intervenciones de los distintos portavoces. Al señor Llamazares quiero decirle que vamos a ser mucho más concretos en las propuestas específicas. Habrá propuestas específicas en el
tríptico esencial de la Conferencia de Barcelona: reforma, seguridad, diálogo de culturas. Ese tríptico es el que va a alimentar principalmente la conferencia euromediteránea. Habrá reformas importantes a nivel político, económico y social que
deben asumir los propios países del área euromediterránea; reformas que llevarán hasta la posible creación de un observatorio de derechos humanos y, por tanto, a una serie de compromisos de modernización política de los países del sur del
Mediterráneo. En segundo lugar, atender a lo que todos los portavoces han señalado, los nuevos desafíos que no existían en el año 1995 y que sí existen en la actualidad, como son el terrorismo, las armas de destrucción masiva y la lucha contra el
crimen organizado. Son elementos nuevos que se incorporarán a la agenda de la conferencia euromediterránea de Barcelona. En tercer lugar, el tema económico y comercial. Habrá por parte del Banco Europeo de Inversiones propuestas específicas en
una nueva línea financiera que se denominará línea financiera de Barcelona, con recursos financieros para atender las necesidades y procesos de reforma política y económica importantes en esta zona. Por último, en la cuestión cultural, aparte de la
dinamización del Instituto de Anna Lindh, la idea española es crear ese denominado Erasmus euromediterráneo que podríamos denominar Ibn Jalbdum o cualquier nombre mítico aceptado por todas partes, para que universitarios euromediterráneos puedan
participar, crear o investigar en un espacio cultural y educativo común.
Son iniciativas específicas que trataremos de ir adelantando.



En relación con algunas cuestiones concretas el portavoz de CIU, señor Xuclá, señalaba que es importante avanzar en el libre comercio. La zona de libre comercio alcanzará en el año 2010 un suficiente grado de liberalización y de integración
regional. Existen esfuerzos entre los países del sur basados en los denominados acuerdos de Agadir y todo indica que la reforma económica es quizás la que más ha avanzado en esos países. Hoy día nos encontramos no solamente con el acuerdo de
asociación con la Unión Europea, sino que el marco jurídico para facilitar inversiones y garantizar los acuerdos recíprocos de inversiones va a crear un entramado jurídico, económico-financiero que permitirá un despegue económico de esta zona. Para
ello tenemos que seguir invirtiendo y garantizando los procesos de modernización económica de estos países.
La representante de Esquerra Republicana señalaba la preocupación por la posible coincidencia de las elecciones palestinas con la
celebración de la conferencia euromediterránea. Quisiera contestar a la pregunta del portavoz socialista, señor Estrella. Una de las razones del cauto optimismo del Gobierno para la celebración del décimo aniversario de Barcelona viene indicado
por la nueva atmósfera de reconciliación política y de esperanza de paz que se ha iniciado en Oriente Próximo.



Debo recordar a SS.SS. que si el calendario político con el que se ha comprometido el primer ministro de Israel se cumple, a mitad del mes de agosto se iniciará la retirada de las tropas israelíes y de Israel de Gaza. Por lo tanto, en
octubre y noviembre nos encontraremos con una situación nueva y esperanzadora. Por primera vez asistiremos a una retirada de Israel de los territorios palestinos y, por lo tanto, se dará un nuevo impulso a la paz y a la reconciliación en los
territorios. A pesar de que las elecciones palestinas se retrasan del mes de julio -no tengo información de que sean en noviembre, yo creo que serán mucho antes-, justo después de la retirada de las tropas de Israel de Gaza, tendremos el mejor
contexto político y, como en el caso del año 1995, el diálogo y la voluntad política de todas las partes favorecerá que la conferencia euromediterránea sea un gran éxito.



En ese sentido, quisiera responder a lo que ha sido siempre una excelente cooperación y coordinación con las autoridades catalanas. Lo fue en el año 1995 con Convergència i Unió, y así quedó plasmado en todas nuestras intervenciones y
reconocimientos con el Gobierno de CiU, y lo está siendo ahora con todas las autoridades catalanas para organizar adecuadamente la celebración de la conferencia euromediterránea. La población catalana, que se siente muy honrada y muy comprometida
con el proceso de Barcelona, ofrecerá con


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toda seguridad su hospitalidad y su espíritu dialogante para que la conferencia euromediterránea sea un gran éxito. De ahí que se vuelva a Barcelona, porque el espíritu de Barcelona fue el que dio encarnación a los valores y principios que
se establecieron en la Declaración euromediterránea de Barcelona. Todas las fuerzas políticas catalanas, ya sea el Gobierno tripartito, ya sean las fuerzas de oposición, deben asumir esta corresponsabilidad para hacer un gran éxito de la cumbre de
jefes de Estado, que estoy seguro que podrá tener lugar el mes de noviembre en la capital catalana.



No voy a entrar en la polémica de por qué no se avanzó más en el proceso de Barcelona. Creo que he sido bastante objetivo en mi exposición. El portavoz del Partido Popular creo que no se ha dado cuenta en su intervención al decir que desde
noviembre de 1995 -el Gobierno cambió en España en marzo de 1996- a 2002 no se hizo nada. Lo reconozco, no se hizo nada, pero estaba un gobierno del Partido Popular. En mi intervención señalé que el plan de acción de Valencia del año 2002 fue un
buen impulso para relanzar Barcelona, pero tenemos que esperar al año 2005 para relanzar el proceso de Barcelona. Con ello, ¿qué quiero decir? Que hace falta que todos los gobiernos, sean del color ideológico que sean, tienen que estar atentos y
movilizados, año tras año, para que ese impulso que se da de vez en cuando no se pierda y no languidezca en el futuro. Por eso es importante que empecemos a reflexionar juntos sobre cómo institucionalizar mejor el proceso de Barcelona, cómo no
dejar en manos de algunos euroburócratas bruselenses el proceso de Barcelona, cómo todas las fuerzas políticas españolas tienen que estar atentas y dispuestas a impulsar y desarrollar el proceso de Barcelona. Todos hemos reconocido, y yo el primero
como ministro, la importancia que tuvo el plan de acción de Valencia durante la Presidencia española, pero tenemos que reconocer que estamos en un momento nuevo que necesita el apoyo de todos para alcanzar retos importantes; retos importantes que
empiezan a dar sus resultados.
Por ejemplo, la inmigración o el terrorismo, temas prácticamente tabú en el pasado. Los socios del sur no querían abordarlos. Hoy día, gracias al diálogo euromediterráneo, encontramos voluntad de compartir esos
nuevos desafíos y crear juntos espacios de cooperación y de prosperidad. Es lo más importante que podemos llevar a cabo en los próximos años.



No voy a entrar en las citas que se han hecho sobre los últimos incidentes en Israel. Si se quiere que figuren en el 'Diario de Sesiones' algunas citas más impactantes, se pueden sacar de contexto unas declaraciones globales del ministro de
Asuntos Exteriores. Sé que lo de la floristería fue un buen impacto, pero no se leyó la continuación de mis declaraciones y de las acciones del ministerio. El ministerio ha actuado con conciencia de una serie de errores, de mala organización, y
por eso se ha abierto un expediente a un funcionario de la Embajada de España en Israel y se ha apercibido al embajador no porque no goce de la confianza, de su ministro que la goza plenamente, sino para que no se repitan actos de este tipo y se
esmere en la organización y en el control de las acciones de todo el funcionariado español en el exterior. Cuando se citan las declaraciones de un ministro hay que hacerlo en su totalidad; no citar parte de la frase, que es lo que hace el titular,
que lógicamente es lo que atrae más para tener algo más de éxito en una serie de propuestas o de intervenciones. Lo verdaderamente importante es la paz en Palestina, en Israel; lo verdaderamente importante es impulsar el proceso euromediterráneo.
Por lo tanto, me quedo más con los elementos de importancia que el representante del PP ha realizado que con la anécdota o con un incidente, que esperemos que no se vuelva a producir en el futuro y que todos hemos considerado poco afortunado.



El señor PRESIDENTE: Para un breve turno de réplica tiene la palabra el señor Xuclà, por Convergència i Unió.



El señor XUCLÀ I COSTA: Solo haré algunos apuntes muy concretos.



Seguramente no me he expresado bien, señor ministro. Yo no decía que a este Parlamento le falte información sobre la actividad del Gobierno respecto a algunos países de Iberoamérica. Apuntaba que son profundizadas en algunos ámbitos
iberoamericanos. Le intentaba trasladar que lo que falta es una interpretación nítida de la opinión pública de las gestiones que realiza el Gobierno español en estos países. La información a este Parlamento es suficiente.



Celebro el anuncio que ha hecho el señor ministro, que no quiero adjetivar, sobre la posibilidad de que en el año 2010 haya un espacio de libre comercio en el ámbito mediterráneo. Creo que vamos justitos de tiempo, pero celebraría que fuera
posible. Desde un punto de vista de aproximación intelectual y metiéndome donde nadie me ha llamado, coincido con el señor ministro en la importancia de la lucha contra la pobreza para conseguir las condiciones suficientes para que arraigue la
democracia, pero creo que el binomio populismo-pobreza no es exacto. En algunos países donde no hay pobreza ha arraigado el populismo y en otros donde hay pobreza no ha arraigado el populismo, incluso en Iberoamérica.
Dicho esto, compartimos su
planteamiento de fondo sobre la necesidad de que se den unas condiciones mínimas para el desarrollo y el asentamiento democrático.



Habrán observado que en mi primera intervención no he hecho ninguna referencia a aquello que se debe discutir en el Parlamento de Cataluña, que es la actividad de los representantes de la Generalitat. Me refiero a su visita reciente al
Próximo Oriente. Es allí donde se deberá debatir.
El Grupo Parlamentario de Convergència i Unió del Parlamento de Cataluña ha pedido explicaciones sobre una actuación que yo creo que es más que torpe. No entraré a hablar de flores ni de
floristerías, señor ministro, pero lo más preocupante es que la actuación del presidente de la Generalitat de Cataluña deja


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irritada a una de las dos partes en el conflicto. Este es el aspecto de fondo por el que el presidente de la Generalitat debería haber actuado con mucha más prudencia.



No he sido yo el que he hablado de Cuba -usted ha dicho que el portavoz de Convergència i Unió se ha referido a ello- ni quiero hacer una referencia muy larga ahora a este país. Solo quiero trasladar alguna información y agradecerle las
gestiones diplomáticas realizadas por el ministro, por el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores y por el embajador para que pudiera continuar mi estancia en Cuba. Coincido con su apreciación de que es inaceptable la expulsión - el
retorno, utilizando el lenguaje diplomático cubano exacto- de algunas personas. Debemos abrir una reflexión, que no se termina hoy, sobre dos elementos: sobre por qué se ha podido celebrar esta asamblea de opositores cubanos y por qué a la vez se
ha expulsado -creo que esta es la palabra adecuada no diplomática- a algunos parlamentarios europeos. Requiere tiempo estudiar todo esto y sopesar por qué esta reunión. No fue posible una reunión parecida en el año 1994, pero sí lo es ahora.



El señor Estrella decía que tenemos que valorar, y en su momento lo haremos, la trascendencia de esta reunión. Seguramente es poca en comparación con otros proyectos de mayor calado que ha habido en Cuba, como el proyecto Varela, la
iniciativa de Osvaldo Payá o el actual proyecto de diálogo nacional que se está desarrollando. La posición de este grupo parlamentario en el pasado y en el presente es que se tiene que mantener una posición de diálogo crítico. A veces el diálogo
crítico sirve para expresar que, al cien por cien, uno está en contra de la posición de quien vulnera los derechos humanos, los derechos de reunión, los derechos civiles y los derechos políticos. Evidentemente no podemos hacer una ecuación sobre
los presos liberados y los presos arrestados porque, entre otras cosas, el Gobierno español no tiene ninguna responsabilidad respecto a los nuevos presos. Lo importante es que no nos quedemos con lo de los 71 respecto de los 75; lo importante es
que no nos quedemos con algunas liberaciones relevantes; lo importante es que se avance para conseguir más liberaciones; lo importante es este aspecto y dar apoyo a las iniciativas internas de la isla en la evolución -creo que la palabra
transición no es apropiada para Cuba- hacia formas democráticas y hacia formas de respeto a los derechos humanos.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor De Arístegui.



El señor De ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: En primer lugar, para el Partido Popular y para mi grupo parlamentario la agenda sobre Cuba no la marcan ni Castro ni la Fundación Hispano-Cubana, la marca el Parlamento Europeo, que es el corazón de
Europa. Señorías, hay dos resoluciones muy claras y taxativas del Parlamento Europeo que condenan sin paliativos la política de aproximación y de laxitud del Gobierno de España hacia el régimen de Castro. Eso es un hecho. Dentro de poco toca la
revisión de esa política y nosotros invitamos al Gobierno a que la revise otra vez, para que vuelva a invitar a los disidentes cubanos a las embajadas europeas y que así lo haga el próximo día 12 de octubre, la primera, España. Si lo hace,
estaremos en ese consenso, y no solo con nosotros, sino que lo estarán con todas las fuerzas importantes de Europa y con el Parlamento Europeo; eso sí es importante, señor ministro y señor Estrella.



En cuanto a Isabel San Baldomero y a otra ex senadora, quiero manifestarle que no iban a esa asamblea, sino que iban a visitar a Mensajeros por la Paz y a la Cruz Roja y fueron expulsadas -no retornadas- exclusivamente por ser militantes del
Partido Popular. Esa persecución a los militantes del Partido Popular ya empieza a ser una costumbre, inveterada en el caso de Cuba, como podemos comprobar, por ser la tercera que se produce desde que se expulsó a mi compañero y amigo Jorge Moragas
y, por supuesto, la persecución a nuestros militantes lamentablemente no termina en el extranjero. Estoy de acuerdo en que hay falta de información respecto a la política de este Gobierno en materia iberoamericana. En cuanto al doble rasero de
Chávez, no lo acabo de entender. Si el presidente Aznar y su Gobierno querían intentar garantizar que el régimen de Chávez permaneciese dentro de la senda democrática y que no derivase al populismo castrista, al populismo estalinista o como ustedes
quieran llamarlo, ¿si eso lo hacen el señor Aznar y el Partido Popular está mal y si lo intentan ustedes siete años más tarde, cuando ya es evidente que es imposible que eso ocurra y que el señor Chávez no tiene esa voluntad, entonces está bien?
¿Si lo intentamos nosotros legítimamente en los años 1998 y 1999 no está bien hecho? Esas inaceptables declaraciones -y agradezco que se hayan calificado así por todas partes- hacia el ex presidente Aznar lo que revelan claramente es una voluntad
inequívoca del Gobierno anterior de apoyar la democracia en Venezuela. Esa es la verdad y cualquier otra cosa es una fabricación. ¿Por qué hay deriva totalitaria? No solo por la pobreza, en eso estoy de acuerdo con el señor Xuclà. Es verdad que
los sistemas políticos y los partidos políticos tradicionales fracasaron en la integración de una parte importante de las poblaciones. ¿Pero eso justifica que haya populismo? ¿El que la pobreza no se haya podido abordar de forma eficaz y que los
partidos políticos tradicionales hayan fracasado en sus intentos de llevar a la mayor, población posible la bonanza del crecimiento económico de la democracia significa que se justifica la existencia del populismo? Nosotros decimos que no. No se
puede justificar bajo ningún concepto porque el que el populismo es totalitario y el régimen de Chávez está en deriva totalitaria. Nosotros no podemos compartir nada con esos regímenes; no entendemos esa política de corresponsabilidad ni la
compartimos en absoluto, porque un régimen como el nuestro, que es un régimen


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democrático, no puede tener ningún punto en común con un régimen como el de Hugo Chávez o el de Fidel Castro.



Nosotros queremos participar como observadores en los procesos electorales próximos en Venezuela. Queremos ver que esas denuncias que se han llevado a cabo por personas de prestigio en Venezuela, como Tulio Álvarez, no se vuelven a
producir, en las elecciones municipales, en las legislativas y en las presidenciales. Aquí hay una cosa muy clara. La política de este Gobierno, del Gobierno socialista de España hacia Cuba y Venezuela ha fracasado rotundamente. Hay una editorial
de El País del domingo pasado que así lo dice. Hay muchos ámbitos, ideológicamente próximos al actual Gobierno e incluso medios de comunicación más próximos a este Gobierno que al anterior, que reconocen ese fracaso. Lo dicen también muchos
partidos políticos democráticos, socialdemócratas, cristianodemócratas o de centro del resto de Europa y los únicos que no lo ven son ustedes. Hay denuncias claras sobre este contenido de la política que propicia el Gobierno socialista de España y
que suscita unas enormes dudas entre responsables europeos como Louis Michel y Benita Ferrero-Waldner y, además, está afectando gravemente a la credibilidad de nuestro país en el ámbito de la política exterior, diga usted lo que diga, señor
ministro, porque esa es la verdad. Respecto a esa cita que hace usted de la liberación de Marta Beatriz Roque, he de decirle que es excarcelada, con esa licencia extrapenal de la que tantas veces abusa el régimen de Castro, antes del cambio de
política, de ese volantazo que ustedes propician.



Nosotros creeemos que todo esto genera dudas. Su política hacia Iberoamérica genera dudas en los sectores más laxos y tibios, enorme preocupación en otros sectores. Le voy a mostrar la reproducción de un artículo que ha aparecido en la
prensa estadounidense el lunes pasado.
Artículos como este aparecen en la prensa del mundo entero, en los que se habla y se subraya la deriva totalitaria de Chávez; lo dicen profesores de Harvard, que no son miembros del Partido Popular ni de la
internacional a la que pertenece nuestro partido. Hay muchos especialistas en materia iberoamericana que apoyan las tesis y análisis que hacen el Partido Popular, muchos partidos políticos y ONG en el mundo, menos su Gobierno. Sería bueno que le
dieran credibilidad a algunas cosas que se dicen fuera de nuestras fronteras. Ustedes van a acabar pudiendo con lo que nadie ha podido, ni siquiera Castro, en el consenso en materia de política de Europa hacia Cuba.



En cuanto a la cumbre euromediterránea de Barcelona, que nadie ponga en nuestra boca cosas que no hemos dicho. No ponemos en cuestión la elección de Barcelona, la aplaudimos sin reservas, pero lo que no queremos es que esperpentos políticos
de sus socios y compañeros -porque el PSC es compañero de ustedes, aunque cada vez tengan matices más profundos con el Partido Socialista Obrero Español- se vuelvan a producir. Hemos hablado de esperpento político. Es un disparate político lo que
se produjo. Y no es una cuestión de floristerías, de detalles o de petites histoires; es la realidad que pone de manifiesto sus hipotecas, sus lastres, sus condicionamientos, y eso está afectando también a la política exterior de España.



En cualquier caso, cuando usted dice que nosotros citamos parcialmente sus palabras, quiero decirle, señor ministro, que en el cortar y pegar y en las citas parciales maestros en España hay unos, y son ustedes.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, señor Estrella.



El señor ESTRELLA PEDROLA: No es hora de entrar en un debate profundo como sería necesario, pero para mí está claro que el Grupo Popular no está en posesión de la verdad. Cuando uno escucha decir a altos responsables de la mayoría
republicana en el Congreso de Estados Unidos que la política que está llevando a cabo el Gobierno de España les parece positiva y constructiva, y así se lo ha trasladado a la secretaria de Estado, Condoleeza Rice, el responsable en el Senado
norteamericano de los asuntos de América Latina, está claro que la posición del Partido Popular no la comparte todo el mundo, y mucho menos la mayoría que gobierna en Estados Unidos. Hay personas que entienden que lo que estamos haciendo, el
intento de crear un espacio de corresponsabilidad, afecta sustancialmente al futuro de la paz también en Colombia, y esto es importante. La paz en Colombia no se va a lograr creando nuevos espacios de confrontación con los vecinos de Colombia.
Creo que ha sido una actuación inteligente del Gobierno y de los países que se han implicado en ello, entre ellos el presidente Uribe, que ha dicho públicamente que está de acuerdo con esta actuación impulsada por el Gobierno español. No creo que
requiera más cuestiones.



Hay un doble rasero cuando lo que se le viene a decir al señor Chávez es: si te juntas con Castro me vas a tener enfrente y vamos a ir a la confrontación, y si no te juntaras con Castro daría igual que fueras populista o no porque entonces
puedes entrar en la modernidad. Era el mismo mensaje que se daba a Fujimori, con el que se tenían todas las contemplaciones y toda la tolerancia del mundo, con independencia de las críticas, muchas de ellas justificadas, que se puedan hacer al
modelo político en Venezuela, algunas de las cuales las comparto en bastante extensión.



Si leen SS.SS. lo que yo he dicho, en ningún momento he afirmado que las ex senadoras del Partido Popular-UPN hayan ido a Cuba para asistir a esta reunión; no lo he dicho yo. Hasta ahora teníamos una versión de estas dos ex senadoras y es
que estaban allí para descansar, que era un viaje privado; ahora se nos da otra versión y es que iban a visitar unos proyectos de Mensajeros por la Paz. (El señor Moragas Sánchez: Eso es privado.) Yo lo que sí he dicho y no se me ha contestado es
que ese viaje ha sido financiado... (El señor Moragas Sánchez:


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Es solidaridad.) Si es solidaridad, que lo digan ellas y que lo digan públicamente, y tendrán todo el respeto y la credibilidad de los ciudadanos si van a visitar proyectos de ONG. ¿Por qué tienen que ocultar que están en un viaje de
trabajo para alguna ONG y dicen que es un viaje de turismo? Ahora sabemos que ese viaje ha sido financiado por la Fundación Hispano Cubana, fundación creada en el año 1996 por impulso del presidente Aznar, siguiendo el modelo, el marco, la conexión
de la Fundación Cubanoamericana de Mas Canosa, conectada a su vez con organizaciones de dudoso respeto y de dudosas intenciones como Alpha 66, los paramilitares violentos o Hermanos al Rescate. Simplemente he dado un dato: que el viaje lo pagó esa
fundación. Yo no he dicho que fueran al congreso o no. Ahora hemos sabido que no iban de turismo sino a visitar proyectos de desarrollo, lo cual es mucho más loable y mucho más respetable.



El señor PRESIDENTE: Señor ministro, tiene usted la palabra.



El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES Y DE COOPERACIÓN (Moratinos Cuyaubé): Intervengo brevemente para responder a los portavoces.



Señor Xuclá, trataremos de dar más explicaciones a la opinión pública española de las múltiples gestiones y actuaciones de la diplomacia española en Iberoamérica en una situación muy compleja, como fue la gestión de la crisis entre Venezuela
y Colombia, que dio lugar a esa reunión cuatrilateral. A veces se olvida que había tensión, había rivalidad, había ausencia de cooperación en materia de seguridad entre Venezuela y Colombia y, gracias a la reunión cuatrilateral y a los esfuerzos
diplomáticos de Brasil y de España, ahora hay una mayor colaboración entre el Gobierno de Colombia, que ha agradecido de manera explícita los esfuerzos españoles, con Venezuela. Otros casos han sido el de Ecuador o como puede ser ahora mismo la
situación en Bolivia, que nos preocupa a todos de forma particular. A veces no se explica a la opinión pública española todas las gestiones por mantener un nivel de discreción y porque muchas veces es complicado ser capaz de informar de todas las
acciones que el ministerio y agentes políticos están haciendo para favorecer la estabilidad y la prosperidad en ese continente.



Mantengo mi optimismo sobre el 2010, creo que se podrá alcanzar, es un objetivo fuerte y todos tenemos que apostar por la modernidad política y económica de esa zona.



En relación con el dualismo pobreza-populismo, podemos hacer las interpretaciones que queramos. Nadie justifica el populismo, señor De Arístegui. El populismo no es justificable, pero, como bien ha señalado, hay que entenderlo y hay que
entender un caso concreto. Como sé que por parte del Partido Popular la obsesión es Cuba y Venezuela -parece que toda Iberoamérica se concentra única y exclusivamente en la acción en Cuba y Venezuela- voy a darle unos datos. Cuando llegó al poder
elegido democráticamente el presidente Chávez, más de un 70 por ciento de la población venezolana no alcanzaba el umbral de la pobreza; por tanto, algo tiene que ver la pobreza con las derivas populistas, desgraciadamente, siendo el país con
mayores recursos petrolíferos, gobernado por los denominados partidos democráticos, que deben también asumir una cuota de responsabilidad en todo este proceso político difícil que ha vivido Venezuela. Como bien señalaba el señor Xuclá, en la
intervención del presidente del Gobierno ante el Parlamento venezolano hizo una llamada a ese terremoto político que vivió Venezuela y a la necesidad de que todas las fuerzas políticas, la oposición, las autoridades venezolanas y el propio
presidente Chávez hagan un esfuerzo de reconciliación nacional para poder consolidar las estructuras democráticas. Por tanto, la pobreza es importante para entender y comprender los retos y desafíos que hoy día afectan al continente iberoamericano.



Respecto a Cuba y los comentarios del señor Xuclà, creo que el Gobierno no se aleja mucho de la posición de Convergència i Unió. Nosotros, cuando hay que criticar a Cuba, como ha sido el caso en la Comisión de Derechos Humanos de Ginebra,
que por cierto es la primera vez que hay una resolución que copatrocina de manera unánime la Unión Europea, lo hacemos. Por tanto, cuando tenemos que preocuparnos por la situación de los derechos humanos, el Gobierno lo hace, pero también queremos
mantener el diálogo, que nos sirve para poder atender y mejorar la situación en Cuba. Califiquémoslo como queramos, diálogo crítico o diálogo con las autoridades, pero lo que queremos es, en definitiva, avanzar de manera positiva y constructiva con
Cuba, con los ciudadanos cubanos y con las autoridades cubanas.



En relación con la intervención del señor De Arístegui, vuelvo a expresar mi satisfacción porque si no hay propuestas ni para la cumbre Iberoamericana ni para la cumbre Euromediterránea es que coincide plenamente con la agenda del Gobierno.
Por tanto, es una satisfacción que el Grupo Parlamentario Popular asuma y defienda las propuestas del Gobierno. La comparecencia era para hablar de las cumbres, no para hablar de Venezuela o de Cuba, porque sobre estos temas puedo responder ante el
Pleno del Congreso y del Senado para atender sus dudas o inquietudes. El Gobierno actúa con la misma celeridad y tiene la misma actitud con todos los representantes de los distintos partidos políticos españoles. El Gobierno sí desearía que cuando
se realice este tipo de viajes, que nadie ignora que sean fáciles y que pueden dar lugar a situaciones controvertidas o de tensión, se siguiese la práctica no de este Gobierno, sino del pasado, en que se solía informar al Gobierno o a la embajada de
la presencia o del desplazamiento de estos diputados, ex diputados o ex senadores; y en este último caso no fuimos informados. Tan pronto como el


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Gobierno fue informado de estos incidentes actuamos en consecuencia para evitar, en la medida de lo posible, la expulsión o el retorno de ciudadanos españoles que el Gobierno cubano deseaba expulsar de su país y que nosotros considerábamos
que era inaceptable. No creo que haya persecución a los miembros del PP, señor De Arístegui, porque el presidente de la Xunta de Galicia se da unos buenos abrazos con amigos y familiares del presidente Castro, ó con que hay buena relación con
algunos miembros y personalidades del Partido Popular. Por tanto, no hay persecución, sino que hay algunos actos o situaciones que requieren, primero, la condena por parte del Gobierno, pero también la colaboración de las fuerzas políticas cuando
se inicia este tipo de viajes.
Lógicamente todo el mundo es libre de viajar donde quiera, pero si quieren que intervengan las autoridades o la embajada, el Gobierno tiene que conocer esos desplazamientos. (El señor De Arístegui y San Román: ¡Esto
es un disparate!)


Por último, en cuanto a la Euromediterránea, vuelvo a insistir en que me hubiera gustado, porque sé que el portavoz del Grupo Parlamentario Popular ha tenido una larga trayectoria en este mundo, conoce bien esa zona del mundo y está
comprometido con la modernidad del mundo árabe y del mundo mediterráneo, que el Grupo Parlamentario Popular aportase ideas o sugerencias. (El señor Moragas Sánchez: ¡Lo haremos!) No he escuchado ni una sola sugerencia o aportación, ni una sola
preocupación (El señor De Arístegui y San Román: ¡No las ha escuchado!), simplemente un incidente que ha ocurrido hace unos días en Israel. Lo importante es lo euromediterráneo, es la modernidad entre Europa y el sur del Mediterráneo. Me quedo
con la percepción de que están de acuerdo con la propuesta y con la iniciativa del Gobierno y que no tienen ideas o propuestas nuevas que llevar a cabo para enriquecer el debate. (El señor De Arístegui y San Román: Tendrá que leer el 'Diario de
Sesiones'.) Lo que sí desearíamos es que esta cumbre tuviese, como ha sucedido siempre en el pasado, el mayor apoyo y el mayor consenso posible en política exterior en un área que es de vital importancia para los intereses españoles. Por tanto,
reconociendo y agradeciendo el apoyo que ha dado a todo lo que se refiere a la conferencia Euromediterránea y como de aquí al mes de noviembre tendremos tiempo en la Comisión de Asuntos Exteriores, le ofrezco toda la colaboración para que el Grupo
Parlamentario Popular nos pueda sugerir iniciativas e ideas para dar mayor contenido y profundidad a la cooperación euromediterránea.



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor ministro; gracias, señorías.



Se levanta la sesión.



Era la una y cuarenta y cinco minutos de la tarde.