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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 19, de 21/11/2000
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DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES GENERALES



COMISIONES MIXTAS



Año 2000 VII Legislatura Núm. 19



PARA EL ESTUDIO DEL PROBLEMA DE LAS DROGAS



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JUAN MORANO MASA



Sesión núm. 5



celebrada el martes, 21 de noviembre de 2000, en el Palacio del
Congreso de los Diputados



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor Delegado del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas (Robles Orozco) para informar sobre:



- Sus declaraciones sobre el alijo del Privilege. A solicitud del
Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente del Congreso
212/000092 y número de expediente del Senado 713/000032) ... (Página 3509
)




- La operación Ostra, en relación con el buque Privilege, efectuada
por el Cuerpo Nacional de Policía. Apetición propia. (Número de
expediente del Congreso 212/000093 y número de expediente del Senado
713/000033) ... (Página 350)



Página 350




Preguntas:



- Del señor Ripa González (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
resultados obtenidos en la actuación que la Guardia Civil llevó a
cabo en Miranda de Arga (Navarra) la noche del día 21 de mayo de
2000. (Número de expediente del Congreso 181/000217 y número de
expediente del Senado 683/000014) ... (Página 364)



- De la señora Romero López (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
acuerdos de la Asamblea del Gafi, en relación a la opacidad de las
sociedades instrumentales de Gibraltar. (Número de expediente del
Congreso 181/000225 y número de expediente del Senado 683/000015)
... (Página 367)



- De la señora García Pérez (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
opinión que le merece al Delegado del Plan Nacional contra la Droga
la medida de los parches antidroga a menores implantada por la
Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid. (Número de expediente
del Congreso 181/000242 y número de expediente del Senado 683/000018)
... (Página 370)



Se abre la sesión a las diez y diez minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL
SOBRE DROGAS (ROBLES OROZCO) PARA INFORMAR SOBRE:



- SUS DECLARACIONES SOBRE EL ALIJO DEL PRIVILEGE. A SOLICITUD DEL
GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente Congreso 212/
000092 y número de expediente Senado 713/000032).




- LA OPERACIÓN OSTRA, EN RELACIÓN CON EL BUQUE PRIVILEGE, EFECTUADA
POR EL CUERPO NACIONAL DE POLICÍA, A PETICIÓN PROPIA. (Número de
expediente Congreso 212/000093 y número expediente Senado 713/000033.




El señor PRESIDENTE: Buenos días. Se inicia la sesión de la Comisión
Mixta para el estudio del problema de las drogas.




Hay una comparecencia y dos peticiones, que yo creo que se unifican
porque se refieren al mismo tema. Son: una, urgente, del delegado del
Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas para que informe sobre
sus declaraciones en relación con el alijo del Privilege; y otra, del
delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas para
informar acerca de la operación Ostra, sobre el buque Privilege,
efectuada por el Cuerpo Nacional de Policía.




Damos la bienvenida a don Gonzalo Robles, delegado del Gobierno para
el Plan Nacional sobre Drogas,
bienvenido a la Comisión, y, habida cuenta de que el primer punto del
orden del día ha sido retirado, empezamos con los puntos que acabo de
mencionar, unidos los dos.




Señor delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, tiene
usted la palabra.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Buenos días, señorías. Efectivamente, comparezco
ante la Comisión Mixta para explicarles a ustedes lo que ha sido el
desarrollo de la operación Ostra, que tiene una estrecha relación,
como saben ustedes, con la operación Orinoco, que se desarrolló en el
mes de agosto por las policías, por los servicios de diferentes
países, tanto europeos como americanos. La operación Ostra se enmarca
dentro de la operación Orinoco, un dispositivo internacional contra
una de las mayores redes de introducción de cocaína en los últimos
años y contra la que actuaban conjuntamente las principales policías,
que son: de Venezuela, de Estados Unidos, del Reino Unido, de Italia,
Grecia, Francia, Holanda, Colombia, Panamá y España. Como ven
ustedes, es una operación con amplia participación internacional.

Esta organización disponía nada menos que de cuatro buques nodriza,
que eran el Castor, el Pearl 2, el Suerte 1 y el Privilege, con sus
correspondientes, lógicamente, espacios ocultos y estructura para
poder hacer el transporte de la droga.

El primer éxito de esta operación internacional, la primera parte de
la operación internacional, se produce el 2 de junio de 1999, cuando
agentes de los Estados Unidos interceptan el Castor en aguas del
Caribe transportando 4.596 kilos de cocaína. En diciembre del mismo
año, de 1999, la policía holandesa interviene en el puerto de
Amsterdam el buque Pearl 2, con 2.000 kilos de cocaína. Las
investigaciones policiales internacionales



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siguen su curso hasta conseguir llegar a la cúpula de la organización
el 20 de agosto del presente año 2000, fecha en la que se explota la
fase principal del dispositivo y en la que se detiene en Venezuela a
los dirigentes de la red, que son conocidos como el clan de los
mellizos. En esta tercera fase, además de las detenciones de estas
personas, se decomisan en la desembocadura del río Orinoco 10.500
kilos de cocaína y se intercepta también, por agentes de los Estados
Unidos y en el mar Caribe, el Suerte 1, que es conducido a Miami.

Ante las fuertes sospechas de que portaba cocaína, este buque fue
sometido en los Estados Unidos a un lento y minucioso registro tanto
de su carga como de su estructura, tareas que se prolongaron durante
cerca de meses, y aunque se localizó un compartimento secreto o
caleta destinado al transporte de la droga, en ese momento el barco,
del Suerte 1 estamos hablando, estaba vacío.

El Cuerpo Nacional de Policía tuvo oportuno conocimiento de la
operación Orinoco y de los sucesivos servicios que iba generando a
través de sus contactos internacionales con las policías implicadas.

La información obtenida como consecuencia de estas actuaciones
permitieron conocer que el último buque de la organización, el
Privilege, había salido el día 16 de agosto desde Venezuela en
dirección a Europa supuestamente cargado con un importante cargamento
de cocaína. La droga estaría escondida en una zona oculta de su
estructura y el destino final del buque era un puerto italiano,
aunque la droga podría o no llegar a puerto o ser transportada con
anterioridad a algún tipo de buque menor o incluso lanzaderas.

Durante las últimas fechas del mes de agosto, el Cuerpo Nacional de
Policía recibió una comunicación urgente procedente de tres servicios
policiales extranjeros distintos que coincidían en afirmar que el
Privilege se encontraba a unas 400 millas al suroeste de las islas
Canarias. En esta misma línea, y más concretamente los servicios
policiales italianos, informan que las autoridades judiciales de su
país solicitaban el registro del barco y la consiguiente intervención
de la cocaína que existiese a bordo. Confirmando estas informaciones,
también se tuvo conocimiento, a través de la policía de Venezuela, de
que las autoridades judiciales de este país habían autorizado un
procedimiento de entrega vigilada de drogas sobre el Privilege.

Ala vista de los datos expuestos, la policía española solicita la
correspondiente autorización de interceptación del buque al Juzgado
central de Instrucción número 5, que entendía de la investigación, y
a la vez insta a la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas para que actualice y ponga en marcha los mecanismos de
coordinación previstos en estos casos. En las mañanas de los días 29
y 30 de agosto, en sendas reuniones de coordinación celebradas en la
Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, se
concreta el procedimiento de intervención adecuado a las
circunstancias y a los medios necesarios para llevarlo a cabo. En
dichas reuniones participan representantes del Ministerio de Defensa,
del Cuerpo Nacional de Policía y de Vigilancia Aduanera. A las
catorce cuarenta y cinco del día 31 de agosto, siguiendo el plan
previsto, se intercepta el buque Privilege a unas 200 millas al oeste
de Canarias en una limpia intervención carente de incidentes dignos
de mención. Como es suficientemente conocido, los agentes policiales
españoles accedieron al buque desde un helicóptero y desde una zodiac
y fue trasladado a puerto por una tripulación de Vigilancia Aduanera,
todo ello con el apoyo técnico de los medios del Ministerio de
Defensa.

Durante la madrugada del día 2 de septiembre, y tras haber navegado a
baja velocidad, por una avería en el Privilege, llegó al arsenal
militar de Las Palmas, donde a las once horas dio comienzo el
registro. El registro fue realizado bajo la dirección de la oportuna
comisión judicial y dando cumplimiento a las normas procesales
establecidas al efecto. Las dimensiones del buque, la complejidad de
la carga, los trámites procesales, dilatan un registro, que ya se
preveía largo, durante veinte días, con el siguiente resultado: se
halla un compartimento oculto que no figuraba en los planos, de 18,5
por 8 y por 1,40, que, si bien en esta ocasión estaba vacío, todo
apunta que estaba destinado a los fines clandestinos, lo que
corroboró las confesiones de dos de los detenidos en la operación
Orinoco, si bien no se encontró la droga a bordo. La carga estaba
compuesta por dos tipos de mercancías: 4.265 toneladas de bobinas de
acero y láminas de zinc remitidas desde Venezuela a dos empresas
italianas perfectamente legales y que ya habían sido recogidas por
las citadas empresas destinatarias; 4.796 bidones de asfalto
procedente de Venezuela y con destino a un puerto albanés, Durres,
correspondientes a una transacción ficticia que podría estar
destinada a dar apariencia regular a la llegada del barco a Albania.

Dichos bidones eran susceptibles de transportar la droga, por lo que
fueron abiertos y sometidos a un registro con grandes dificultades
técnicas.

Total irregularidad en la documentación y certificación del buque, de
manera que no existe posibilidad de determinar su actual nacionalidad
ni sus actuales propietarios, por lo que a todos los efectos puede
considerarse como un barco clandestino. A día de hoy, ninguna persona
física, jurídica, ha solicitado la entrega del buque. Falsedad en la
documentación personal del capitán, contramaestre y jefe de máquinas,
lo que apoya la hipótesis sobre su actividad ilegal. La valoración
global de la operación Ostra, al margen del hallazgo de droga, merece
una valoración positiva de las actuaciones de las Fuerzas y Cuerpos
de Seguridad del Estado que puede resumirse en los siguientes
extremos: ha puesto de manifiesto la eficaz respuesta española a una
solicitud de colaboración internacional contra uno de los buques más
perseguidos en los traslados y grandes



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movimientos de droga desde América del sur hacia Europea.

Hay que constatar en este punto que la colaboración se solicita a la
policía española y no a otros países por el prestigio alcanzado por
nuestros cuerpos de seguridad a la hora del abordaje de estos barcos.

Se detiene y se pone a disposición judicial a seis de los miembros de
la tripulación del buque presuntamente implicados en actividades
ilícitas de tráfico de drogas a escala internacional, que quedan en
libertad con cargos, debiendo presentarse periódicamente ante la
autoridad judicial. Se incauta el Privilege como un valioso medio de
transporte utilizado para la introducción de grandes cantidades de
cocaína en Estados Unidos y en Europea. Actualmente este buque se
encuentra sometido a control judicial y su destino está pendiente de
la preceptiva resolución al respecto, pero parece previsible que,
dada su vinculación a actividades ilegales relacionadas con el
tráfico de estupefacientes, pase a integrar el fondo procedente de
bienes decomisados por tráfico de drogas. Se abren nuevas líneas de
investigación, algunas de las cuales se han plasmado ya en solicitud
policial de varias comisiones rogatorias internacionales.

La intervención policial española en este asunto ha sido totalmente
correcta por cuanto la operación Ostra ha constituido una eficaz
respuesta española a un requerimiento internacional urgente de
cooperación policial en la lucha contra el narcotráfico, en la que ha
quedado constatada una planificación, coordinación y ejecución
perfectas. Existía información suficiente, contrastada y procedente
de fuentes solventes que indicaban que el buque Privilege
transportaba una importante cantidad de cocaína con destino a
Europea. La actuación policial española fue requerida
reglamentariamente en el marco de la cooperación por las autoridades
italianas.

La decisión operativa de proceder al apresamiento del buque objetivo
antes de que llegase al destino previsto se fundamentó en las
siguientes razones: la información disponible, obtenida en el marco
de la colaboración policial internacional, ponía de manifiesto sin
ningún género de dudas que el Privilege era utilizado para el
transporte de cocaína por parte de la organización ilegal afincada en
Venezuela y desarticulada en la operación Orinoco. La información
procedente de tres servicios policiales extranjeros distintos,
recibida el 28 de agosto, que coincidían en afirmar que el Privilege
se encontraba cerca de las islas Canarias y transportaba importante
cantidad de cocaína. Al tratarse de un barco nodriza, existía la
peligrosa posibilidad de que en cualquier momento y tanto de día como
de noche pudiera efectuar el transbordo de la cocaína a otro u otros
barcos, tanto pesqueros como incluso planeadoras o lanzaderas de alta
velocidad, dada su proximidad a las islas Canarias, en un breve
espacio de tiempo. El objetivo específico de la operación Ostra
consistía en localizar interceptar y trasladar a puerto el buque
Privilege, lo
cual fue llevado a cabo con precisión y eficacia en el marco de la
actuación conjunta y coordinada de los medios pertinentes de los
distintos departamentos de la Administración.

En síntesis, y a modo de conclusión final, la operación Ostra es una
más de las habituales actuaciones policiales españolas enmarcadas en
el ámbito de la cooperación internacional en la lucha contra el
tráfico ilícito de drogas. En su contexto, la delegación del Gobierno
coordinó la actuación de medios orgánicamente heterogéneos, que
desarrolló con eficacia y alcanzó el objetivo marcado, por lo que
debe ser valorada positivamente, al margen de las circunstancias
relativas al tratamiento informativo, como a continuación explicaré.

La Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas ha
seguido en los últimos años una política informativa muy similar, con
la finalidad de alcanzar tres objetivos básicos: De alguna manera
mostrar a las organizaciones que España lucha y va a seguir luchando
en este ámbito como uno de los países occidentales más activos en
este frente, lo que se ha traducido en que determinadas rutas
consideradas tradicionales estén siendo cuestionadas por
organizaciones delictivas. Se han incrementado detenciones e
incautaciones en otras rutas que hasta ahora no se consideraban
tradicionales. Transmitir a los países de nuestro entorno que cuentan
con un aliado eficaz, lo que se está traduciendo en un aumento de las
colaboraciones internacionales. Y, por último, también trasladar a la
opinión pública que se trabaja activamente en este campo, cosa que es
también importante para trasladar la confianza al conjunto de la
sociedad.

Dentro de las posibles opciones que se ofrecen para alcanzar estos
objetivos, se ha venido optando porque sean los propios órganos
directivos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado los
encargados de informar a la opinión pública de sus logros, y sólo
excepcionalmente y en casos muy puntuales, en algunas de las
operaciones coordinadas por la delegación del Gobierno, la iniciativa
informativa ha sido asumida por la delegación del Gobierno. En los
últimos cuatro años, desde el año 1997 al año 2000, la Dirección
General de la Policía ha informado a la opinión pública sobre
servicios destacados con nota o rueda de prensa en 89 ocasiones,
mientras que la Dirección General de la Guardia Civil lo ha hecho en
80 ocasiones. En este mismo período de tiempo, la Delegación del
Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas ha participado en seis
ruedas de prensa sobre control de oferta, es decir, en el 3,42 por
ciento de los casos: dos, para informar sobre dispositivos
internacionales en los que ha participado España, la operación
Pirineos y la operación Snow; tres, para explicar operaciones de
relevante carácter significativo, como la operación Concierto, Carlo
y Temple, y, por último, en la operación Ostra. En estas escasas
ocasiones siempre ha sido en rueda de prensa, celebrada tras consulta
con los cuerpos afectados



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y contando con la presencia en la mesa de los principales
responsables policiales. Estos datos no permiten, por lo tanto,
pensar que ha habido en ningún caso un deseo de protagonismo en esta
operación.

Una de las cuestiones que nos trae aquí es explicar las declaraciones
realizadas en relación con el buque Privilege, intervenido durante la
explotación de la operación Ostra. El buque Privilege fue
interceptado a las catorce cuarenta y cinco horas del viernes 31 de
agosto de 2000, a unas 200 millas al oeste de Canarias, por agentes
de los GEO del Cuerpo Nacional de Policía, con el apoyo técnico del
Ministerio de Defensa y de Vigilancia Aduanera. Si bien este tipo de
informaciones suele trascender rápidamente durante toda la tarde del
mismo día 31 y hasta la tarde del viernes día 1 de septiembre se
consigue mantener la confidencialidad del operativo. Transcurren más
de treinta horas durante las que no se transmite ninguna información
a los medios de comunicación, lo que demuestra la intención de
mantener la más absoluta discreción hasta el punto y hasta el momento
en que sea posible hacerlo.

La travesía hasta el puerto, como todos ustedes saben, no puede
aprovecharse para el registro del barco, porque ésta es una actividad
sometida a control judicial y sólo puede realizarse una vez en el
puerto y bajo la presencia del secretario judicial, con lo cual se
mantiene la incertidumbre sobre la presencia de la droga hasta el
momento de empezar el registro. No obstante, en la tarde-noche del
viernes día 1 trasciende la noticia. Las primeras informaciones
públicas llegan a través de una emisora local canaria. A partir de
aquí se producen determinadas filtraciones y empieza a especularse
con las cantidades que supuestamente lleva el buque apresado. En este
momento se valora, junto con los responsables policiales, la
necesidad de informar y la forma de hacerlo.

Se opta por ofrecer una rueda de prensa el sábado día 2, a las doce
de la mañana, en la sede de la Delegación del Gobierno para el Plan
Nacional sobre Drogas, en compañía, ante todo, de los responsables
policiales que dirigieron el dispositivo, en orden a las siguientes
cuestiones: en primer lugar, no existía ya ningún riesgo para el
resultado global de la operación. En la tarde del viernes 1 de
septiembre aparecieron filtraciones sobre la existencia del
apresamiento y comienzan a realizarse especulaciones inexactas. En la
madrugada del sábado 2, el buque iba a entrar en el arsenal de Las
Palmas y era imposible ocultar la presencia de un buque de más de 120
metros de eslora. El buque iba a ser sometido a un profundo registro,
que, dadas sus características, como luego se ha comprobado, se
preveía largo y no se consideró conveniente mantener una situación
sin facilitar información al respecto. Y sobre todo que no podía
hurtarse por más tiempo a la opinión pública una operación de este
calado que ponía de manifiesto la colaboración de la policía española
en uno de los dispositivos
internacionales más importantes realizado en los últimos años.

La convocatoria de la rueda de prensa se realiza a las veintidós
horas del viernes día 1, sin que en ningún momento se hable ni de
cantidades, ni de detenidos, ni de lugar de apresamiento, sino
simplemente de un barco sospechoso que podía conducir droga y que se
conducía al arsenal de Las Palmas. Desde la intervención, a las
catorce cuarenta y cinco horas del día 31, hasta la rueda de prensa,
a las doce horas del día 2, como he dicho, transcurren ese número de
horas sin que se haya facilitado ningún tipo de información, salvo
los datos genéricos que se ponen en la propia convocatoria de la
rueda de prensa. Sin embargo, en la mañana del sábado día 2 de
septiembre y por tanto, horas antes de que la delegación facilitará
información oficial en la rueda de prensa, la mayoría de los
periódicos de la mañana y emisoras de radio se hacen eco de las
informaciones no oficiales, aportando detalles del operativo, nombre
del buque, dando por efectuada una incautación de 10 toneladas de
cocaína en uno de los mayores golpes contra el narcotráfico,
entrecomillado.

Ante esta realidad existían dos posibilidades: primero, anular la
rueda de prensa para evitar el riesgo de generar más expectativas de
las que ya existían; segundo, mantener la convocatoria para ofrecer
la versión oficial sobre el operativo, intentando hacer luz sobre
diversas cuestiones que aparecían distorsionadas y otras que se
ofrecían como definitivas cuando en la práctica aún permanecían
abiertas las investigaciones. Se optó por esta segunda posibilidad en
pro de una mayor transparencia informativa, situando los
acontecimientos en el justo nivel de información de que en aquel
momento disponíamos. Que la rueda de prensa no logró sus objetivos lo
demuestra el hecho de que la percepción de la noticia por la opinión
pública, tanto el día siguiente como en fechas sucesivas, no estuvo
en sintonía con el mensaje que intentamos transmitir.

En dicha rueda de prensa se afirmó claramente que la posible
existencia de droga en el barco se apoyaba en hipótesis policiales
que, de confirmarse, indicaban un importante alijo, en torno a las
cinco toneladas, pero que no dejaban de ser hipótesis basadas en la
investigación que no podían confirmarse hasta la finalización del
registro, que se preveía largo. Ante una segunda pregunta sobre la
cuestión de las cantidades incautadas, se volvió a insistir en que
las previsiones policiales apuntaban a un importante alijo, pero que
siempre podían haber ocurrido incidentes en el recorrido del buque u
otras circunstancias que hubieran motivado que se desprendieran de la
droga o no la hubieran cargado, por lo que, para confirmar cualquier
extremo sobre este punto, habría que esperar a finalizar el registro.

Una tercera pregunta incide sobre la cuestión, concretamente
preguntando si cabría la posibilidad de que no hubiera droga, a lo
que este delegado respondió afirmativamentesolicitando tiempo para la
espera de la



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finalización del registro. Estas reservas motivaron que en las
ediciones de los distintos medios de comunicación del día siguiente
toda la prensa empleara en sus titulares el modo verbal condicional
al referirse a las cantidades. Incluso algún medio indica claramente,
entre comillas; Robles reconoció ayer la posibilidad de no hallar un
solo gramo de cocaína en el buque.

Por lo tanto, cabe concluir que, a pesar del indudable éxito policial
alcanzado, la política de comunicación de esta operación ha resultado
claramente insuficiente. Este delegado reconoce que las objeciones,
precisiones y explicaciones expuestas en la rueda de prensa dirigidas
a redimensionar las enormes expectativas generadas por la operación
Ostra se mostraron incapaces de neutralizar las informaciones previas
y, por lo tanto, de lograr el objetivo de comunicación que nos
habíamos propuesto. Es evidente que los datos y valoraciones
aportados no resultaron proporcionales al impacto informativo que
supusieron las cantidades de drogas que hipotéticamente iban a ser
aprehendidas.

Es evidente que los datos y valoraciones aportados no resultaron
proporcionales al impacto informativo que supusieron las cantidades
de drogas que hipotéticamente iban a ser aprehendidas.

Este delegado, por todo ello, también reconoce que, a pesar de los
esfuerzos realizados, no sólo en esta ocasión sino durante los
últimos cuatro años, tendríamos que haber aplicado un mayor impulso
en la comunicación, una acción informativa más intensa que hubiera
sido capaz de contrarrestar las enormes expectativas producidas y
hubiera contribuido a centrar la percepción de la operación en lo que
verdaderamente era importante, esto es, la participación española en
el definitivo desmantelamiento de una de las redes de transporte
e introducción de cocaína más importante existente en la actualidad,
como era el clan de los mellizos. Por el contrario, prevaleció la
tendencia a vincular el éxito de una operación policial en materia de
control de drogas exclusivamente con la aparición de la droga, porque
como SS. SS. saben muy bien, desde la Delegación del Gobierno para el
Plan Nacional sobre Drogas siempre se ha defendido que la importancia
de las operaciones contra el tráfico de drogas no viene dada por el
hecho de la cantidad decomisada, lo que no deja de ser sin lugar a
dudas un elemento de trascendencia para cuantificar la evolución del
control de la oferta, sino por la desarticulación de los entramados
logísticos de la red, principalmente los financieros, y si es posible
también la cúpula dirigente.

Los datos ofrecidos anteriormente demuestran la importancia de la
operación, el legítimo orgullo de la policía española en haber
participado en el desmantelamiento de esta organización y la
necesidad de ofrecer a la opinión pública esta significativa
información en el ámbito del control de la oferta.

Desafortunadamente, la importancia de la red y las habituales
cantidades que venía manejando, unido a los factores antes citados,
crearon unas expectativas que no se correspondían con la realidad.

Incautaciones de grandes cantidades se vienen realizando
periódicamente, como durante las primeras fases de la operación
Orinoco, en el caso de los buques «Castor» y «Pearl 2» incautados,
pero no impidió que la organización siguiera trabajando.

La importancia de la operación Ostra y lo que se intentó poner de
manifiesto en la rueda de prensa viene dado precisamente por la
participación española, por el desmantelamiento de la organización y
por haber acabado con una de las organizaciones más importantes en
uno de los temas más tradicionales que venían investigando las
policías internacionales, como era la aparición de grandes buques
nodriza en el Atlántico, que hacían el trasvase a otro tipo de
planeadoras, a otro tipo de buques, y que venían operando durante
largos años.

Esto es, señorías, lo que puedo transmitirles de la operación Ostra y
de la operación Orinoco.




El señor PRESIDENTE: Intervención de los grupos. En primer lugar, el
grupo solicitante, que es el Grupo Parlamentario Socialista, y a
continuación de menor a mayor.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la Diputada
doña Carmen Romero.




La señora ROMERO LÓPEZ: Señor delegado, usted ha perdido hoy unas
cuantas oportunidades; algunas se las vamos a ir desmenuzando. Quizá
la más importante debió tenerla ya hace tiempo, hace tres meses,
cuando se produjo este suceso, pero hoy queremos decirle que usted ha
equivocado hoy esta comparecencia, porque gran parte de las
explicaciones que usted ha dado, salvo las justificatorias del final
de su actuación, gran parte de todas estas explicaciones las hemos
recibido por la prensa, por los medios de comunicación. No hemos sido
convocados previamente para valorar el alcance, así que tres meses
después no le vamos a agradecer que esté aquí para informar de los
hechos que ya conocíamos por los medios de comunicación. El
Parlamento no es para ustedes el centro de la vida política y no es
la primera vez que esta Comisión es la última en tener explicaciones.

Tres meses después tendríamos que decir para qué; hubiera sido útil
para conocer las razones de esta operación fallida, pero no han sido
esas las que ha expuesto.

Señor Robles, en ningún momento hemos cuestionado la actuación de las
Fuerzas de Seguridad. Por lo tanto, no hemos pedido su comparecencia
para que nos hable ni de la operación Ostra ni del comportamiento de
las Fuerzas de Seguridad, sino para que nos hable de sus
declaraciones. Nunca se cuestiona la actuación de las Fuerzas de
Seguridad, la responsabilidad siempre es política, y al menos
deberíamos tener los políticos la elegancia a la que alude esa famosa
cita de aquel general que decía: Las victorias son siempre de la
tropa; las derrotas son siempre de los generales. Hemos tenido



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que conocer por los medios de comunicación que el propio equipo de
investigación que estaba trabajando en este tema achacaba la
responsabilidad, no a su propio trabajo, sino a quienes estaban al
frente de la dirección política de este suceso y que habían provocado
esas espectativas falsas. Por lo tanto, no saque a colación lo que
son las Fuerzas de Seguridad y lo que es su actuación en este o en
cualquier otro caso, porque en operaciones de esta naturaleza a veces
se cosechan éxitos y a veces no se cosechan éxitos. El problema no ha
estado en ningún momento ahí. ¡Hombre! nos hubiera gustado que
nuestro país hubiera tenido éxito; otros países, en esta misma
operación, y usted lo sabe, sí los han tenido.

Cuando nos ha enumerado hoy cuáles han sido los objetivos de aquellas
declaraciones y no de la operación en sí, en concreto de aquellas
declaraciones, cuando usted dice que el objetivo era mostrar que
somos un aliado eficaz, que la opinión pública consiguiera saber paso
a paso lo que estaba sucediendo, que en la mayoría de los casos no es
el delegado el que da una rueda de prensa sino que son las Fuerzas de
Seguridad, tendríamos que decirle, señor Robles, que usted ha
escogido la operación fallida. Porque usted se ha puesto al frente de
una rueda de prensa en la que la espectacularidad ha sido
prácticamente la nota con la que usted la ha impregnado y los
millones de españoles que en ese momento la veían han esperado que
esa operación fuera un éxito. Usted ha escogido justo la operación
que era la operación fallida. Y este tema, señor Robles, no es más
que uno de los muchos que revelan lo que es su actuación política, en
general la actuación de su Gobierno, pero ahora es usted el
responsable, el que está aquí ante nosotros y el que tiene que
responder. Primero ponen ustedes la publicidad, la rentabilidad
electoral, la propaganda, etcétera, y después ponen ustedes la
eficacia. Ése es el problema. Uno escucha las palabras de quienes
están al frente de las Fuerzas de Seguridad, concretamente hoy al
leer las declaraciones del señor Cotino, y se echa uno a temblar. Si
no fuera trágico este suceso, porque en realidad lo que nos traemos
entre manos es nada más y nada menos que la lucha contra el
narcotráfico, tendríamos que decir que era cómico, porque todos los
españoles lo han visto como si eso fuera una película de «Los hombre
de Harrelson»; desde los helicópteros hasta la narracción día a día
de todo el suceso.

La parafernalia de este suceso no ha tenido parangón. Solamente se
iguala a usted el director de la Agencia Antidroga de Madrid, que
también es maestro en radiar los sucesos diarios de la narcosala
cuando se puso en marcha. Son ustedes maestros en narrar lo que
ustedes quieren que suceda. Pero las razones de estos fallos las
hubiéramos querido saber; hubiera sido más útil que todas las
justificaciones que nos ha dado. A lo mejor el problema no habría
existido si sencillamente usted se hubiera callado; hoy no hubiera
tenido que comparecer y hoy no existiría este problema. Tres
meses más tarde viene aquí para justificarse y para no dar
explicaciones de en realidad qué es lo que debería haber hecho.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Señoría, a mí lo que me interesa son varias cosas.

En primer lugar, responder a una petición de comparecencia. Por lo
tanto, no es que yo venga a justificarme; es que respondo a una
petición de comparecencia del Parlamento y vengo a explicar lo que ha
sucedido. En segundo lugar, a mí, personalmente, me interesa también
explicarme y explicar lo que hace habitualmente un equipo de personas
que viene trabajando con la mayor de las profesionalidades y a las
que, en última instancia, como es evidente -ya lo explicaré-, creo
que hay que juzgar por el conjunto de sus actuaciones. No sé si una
gota hace o no hace demasiado. Ahora explicaré que esta gota no ha
sido tan fallida como usted manifiesta. En todo caso me parece que
ahí está la labor, no de los políticos, sino de los profesionales de
los Cuerpos de Seguridad, puesta en algunos momentos por algunas
declaraciones en tela de juicio.

Yo no soy el que hice la pregunta; fue usted, señoría, la que hizo
una pregunta en el Pleno cuyos argumentos, francamente, no fueron muy
afortunados. Y ahora dice usted que no pone en tela de juicio lo que
hacen los Cuerpos de Seguridad, pero usted lo que hizo fue cuestionar
el pasado, el presente y el futuro de la lucha contra la droga en
España. Yeso lo hacen los profesionales. Los políticos ponemos la
voluntad, ponemos los recursos, los medios, las direcciones, pero
todos los días hay profesionales haciendo muchas cosas en este país.

Y parece ser que la única que no lo quiera ver es usted, señoría,
porque hace muy pocos días, hace quince días, hemos tenido por aquí
al responsable máximo de las Naciones Unidas, con quien ustedes han
tenido la oportunidad de estar charlando, y precisamente no tiene él
la misma impresión que usted tiene. La impresión que tiene el señor
Arlacchi, y otros muchos organismos internacionales, es que España es
un ejemplo. España es un ejemplo en su modelo, en sus resultados y en
su eficacia. Lo ha dicho públicamente y está publicado en el informe.

Eso es lo que me importa dejar claro, que España es un ejemplo en
este momento, que los resultados españoles son un ejemplo y que
tenemos un trabajo hecho serio y riguroso de muchos profesionales.

Es una pena que desde el día que usted intervino a ahora no haya
tenido nuevos argumentos para profundizar en esa dirección. Usted
puso hasta incluso nombres concretos; en tono jocoso se reía usted de
esa situación. Pues hoy tenemos la suerte de que alguno de los que
usted se reía está ya en prisión, detenido, y va a ser extraditado a
España. Yo siempre le he dicho que



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nadie tiene la varita mágica, y menos en estos temas, donde hay que
confiar mucho en la profesionalidad de los Cuerpos de Seguridad. Las
cuestiones no se hacen de la noche a la mañana; hay líneas de trabajo
que llevan mucho tiempo, pero, como transmití desde el primer momento
a la opinión pública, hay cosas que se hacen, se hacen en silencio y
se hacen con profesionalidad. Ycuando se produjo aquel incidente del
que estamos hablando, yo les advertí que había una búsqueda activa,
búsqueda que ha terminado siendo un éxito, señorías. Además, les
puedo pasar una lista, aunque no creo que sea el momento, de los
nombres más conocidos, que más alarma social han generado en este
país, de los famosos clanes de la droga en este país y le puedo
garantizar que en este momento el 90 por ciento, el 90 por ciento,
está en prisión, señoría; todos en prisión, cumpliendo condena. Creo
que es un trabajo histórico que se ha hecho en nuestro país por los
Cuerpos de Seguridad, los Cuerpos de Seguridad, y no puede ser
desacreditado de ninguna de las maneras. Eso es los que yo también he
querido hoy dejar claro.

No solamente, insisto, lo ve el señor Arlacchi, es que España en este
momento ha ganado, por ejemplo, un concurso de la Unión Europea para
desarrollar planes nacionales de drogas en países del este. España va
a montar un plan nacional de drogas por ejemplo de Hungría, de
Rumania, de Eslovaquia, y lo hemos hecho en concurso con países tan
sólidos como Alemania, Reino Unido, Francia. Si se ha escogido el
modelo español, por alguna razón será y por la solvencia con la que
nos hemos presentado. España, en este momento, también está
desarrollando todos los planes nacionales centro americanos y del
Caribe. Digo yo que por alguna razón será que se haya escogido
nuestro modelo y nuestra eficacia en cómo hacemos las cosas.

Sí me interesa mucho que no se coja este tema para intentar
desacreditar una cuestión, señoría, de la que podemos presumir todos
los españoles. Porque no ha empezado esto hace cuatro años, ya lo
recordó usted el otro día; esto lleva haciéndose ya mucho tiempo y es
un modelo que ha estado por encima incluyo de los cambios de los
partidos políticos. Me interesa personalmente que quede ese tema
claro, como me interesa que quede claro, señoría -y para eso estamos
los políticos, para asumir lo que tengamos que asumir-, que yo
también personalmente he actuado con profesionalidad. No estoy al
frente de la Delegación hace quince días, llevo cuatro años; y
llevaba diez años de parlamentario en esta Cámara conociendo de los
temas de drogas. Y le aseguro a usted, señoría, que no me he tirado
a la piscina, como no se ha tirado el juez, como no se han tirado los
Cuerpos de Seguridad. Lo que sucede es que las cosas hay veces que
salen mejor y hay veces que salen peor y hay cosas que uno controla
hasta un límite. Y la comunicación es una cosa en la que,
evidentemente, llegamos hasta donde llegamos, señoría. Y creo haberle
relatado a usted, si es usted constructiva lo
sabrá entender así, una serie de sucesos y de hechos que condujeron a
que la política informativa no fuera la adecuada. Pero mi obligación
en todo caso, como responsable político, es asumir eso también, lo
haya hecho quien lo haya hecho y haya tenido consecuencias para mí,
independientemente de otras cosas, porque lo importante es lo que
esos profesionales hacen en el día a día y no el suceso concreto que
haya podido ocasionar, como digo, una lectura equivocada.

Y ahora al grano de la cuestión. Señoría, lo que sí puedo decirle es
que la operación no sólo no ha sido un fallo sino que ha sido un
éxito. Porque en ningún momento estaba planteada la operación como un
decomiso de droga, sino como la interceptación de una estructura muy
importante, de la que en esta Cámara hemos hablado cuando han venido
algunos responsables políticos, de buques nodriza, cuatro buques
nodriza, que han hecho siempre los traslados importantes de cocaína
hacia Europa y a los que se buscaba siempre con persistencia para su
desmantelamiento. Han caído los cuatro. De los cuatro buques, dos
tenían en ese momento cocaína y los otros dos, no. Uno de ellos en
este momento está detenido en el puerto de Miami, ha sido sometido a
una exhautiva revisión y no ha tenido tampoco droga, lo que no
implica que el buque no sea parte de la estructura de la organización
y lo que no implica que en este momento estén detenidos todos los
integrantes de la organización. Por cierto, que los integrantes de la
organización detenidos en Miami desde el primer momento, en
declaraciones que ahora ya sí podemos decir oficialmente,
transmitieron la información de que ellos habían trabajado en el
«Privilege», dónde estaba la caleta, que efectivamente apareció donde
ellos mismos habían testificado. Todo esto corrobora una vez más que
el «Privilege» estaba, como está, implicado en esta trama de
narcotráfico.

Por lo tanto, insisto, señoría, en que, sí es importante aprovechar
esta ocasión para rendir de alguna manera una vez más nuestro
homenaje a quien todos los días hace un esfuerzo importante, para
decir que la tendencia en nuestro país es una tendencia creciente en
la eficacia policial, y cuando digo policial incluyo obviamente a la
Guardia Civil y al Servicio de Vigilancia Aduanera. Los datos
estadísticos, no sólo de los decomisos sino de las operaciones, son
evidentes, están sobre la mesa. Precisamente desde su intervención se
ha producido no solamente la detención y traslado a España del señor
Oubiña, sino importantísimas operaciones en blanqueo de capitales, en
el desmantelamiento de uno de los capos más importantes, como sabe
usted, señoría, del hachís, etcétera. Si me dice usted que está todo
hecho, no, señoría. La lucha contra el delito, contra la
delincuencia, es una labor permanente, constante, donde hay altos y
bajos, donde hay mejores o peores líneas de información y donde lo
que hay que hacer es transmitir enorme confianza.




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La tendencia es positiva, la tendencia es buena, y eso es lo que
tenemos en estos momentos. A mí me hubiera gustado que las cosas
hubieran sido de otra forma, me hubiera gustado poder ir a una rueda
de prensa donde trasladar exclusivamente los contenidos de esa
información, no venir lastrado por otro tipo de noticias; me hubiera
gustado centrar las cosas, y como he hecho siempre en esas seis, no
otras, seis ruedas de prensa en las que he intervenido sobre oferta,
explicar que lo importante no es la droga, como he explicado a lo
largo de cuatro años, que lo importante es la organización, que lo
importante es el blanqueo de capitales. Lo he hecho durante cuatro
años. Se conoce que no lo he hecho con el suficiente éxito, a pesar
de que durante cuatro años me he pasado explicando siempre a la
opinión pública que lo importante en ese momento no eran las
cantidades, sino que lo importante era si detrás había o no había
estructura, si detrás había o no había relevantes detenciones, es
evidente que no lo he debido conseguir y es evidente que el esfuerzo
que se hizo en la rueda de prensa no fue suficiente. Por lo tanto,
insisto, el primero en lamentarlo soy yo, a mí me hubiera gustado que
la política informativa hubiera sido de otra forma, me hubiera
gustado que la opinión pública se diera cuenta de que, lejos de ser
un fallo, fue un éxito esta operación, pero lo que uno desea y los
resultados es muy distinto.

En todo caso, ese desgaste lo he asumido y lo sigo asumiendo y lo que
no quiero es que trascienda ese desgaste a quien no hace más que
todos los días esforzarse y trabajar para que las cosas funcionen
bien, que son los Cuerpos de Seguridad. Dejando las cosas en estos
términos, yo creo que los políticos, efectivamente, como dice usted,
señoría, estamos para eso y así lo hacemos.

El señor PRESIDENTE: Señora Romero.




La señora ROMERO LÓPEZ: Señor Robles, el problema es que usted sigue
confundiendo deliberadamente el objetivo de esta comparecencia.

Porque el problema ha tenido dos facetas. La operación en sí nadie la
ha cuestionado, y aquí no estamos para hablar de hacer un homenaje a
las Fuerzas de Seguridad. No estamos para hablar de las operaciones.

El único objetivo de esta comparecencia era que usted respondiera de
sus declaraciones y usted, torticeramente, saca la respuesta mía en
el Parlamento, cuando la respuesta mía en el Parlamento no tenía nada
que ver con las operaciones. Son sus declaraciones las que pusieron
en cuestión operaciones del pasado, del presente y del futuro, pero
no la actuación de las Fuerzas de Seguridad. Fueron sus declaraciones
las que motivaron ese descrédito en ese momento, no las actuaciones
de las Fuerzas de Seguridad.

No confundamos los temas, señor Robles, usted no ha venido cuando
estaba citado para hablar del «Privilege». Habrá tenido, por
supuesto, sus razones. Normalmente
suele ser una gentileza por parte de quien tiene que venir
dar las explicaciones de los compromisos adquiridos que tiene. Hemos
tenido que ir a Internet para saber que la Delegación del Gobierno
para el Plan Nacional sobre Drogas en la fecha en la que usted tenía
que comparecer aquí para hablar del «Privilege» tenía no sé qué
jornadas en la isla de Aruba. No sé si usted estaba en aquella isla o
en qué isla estaba y no sé si usted, para hablar de paraísos fiscales
o para hablar de lucha contra el narcotráfico, estaba cumpliendo con
su obligación en lugar de venir aquí, al Parlamento, a explicarnos
por qué no asumió cuando tuvo que asumir lo que ocurrió. No ha
venido, ésta es la segunda vez. Y ahora vuelve a venir para confundir
los términos de la comparecencia. Que estaba aquí solamente para
explicar el error de su política informativa, y no fue usted quien la
asumió, tuvo que ser su ministro del Interior. Entonces perdió la
oportunidad; ahora ya lo que nos diga no tiene ningún crédito.




El señor PRESIDENTE: Señor Robles.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Muy brevemente, presidente, En primer lugar quiero
decirles que yo he acudido en cuanto el Parlamento fijó la fecha.

Solamente, en conversación con la Mesa, de las dos posibles fechas,
yo elegí ésta, porque, como usted dice, no en la isla de Aruba sino
en la isla de Trinidad, había una reunión importante de la Comisión
de Drogas de la OEA, en la que España tenía unos programas
importantes que hacer. Y ustedes fueron muy amables al fijar esta
fecha, pero yo hubiera anulado encantado esa reunión si la Comisión
hubiera insistido. En todo caso, estamos hablando de una diferencia
de diez días, señorías; no estamos hablando de más. La reunión de la
isla de Trinidad fue hace diez días y no creo que eso tenga un valor
significativo importante. Por tanto, yo he comparecido, y quiero
dejarlo claro, cuando el Parlamento, cuando la Comisión ha fijado la
fecha. Yo solicité comparecer y ustedes son los que fijan la fecha de
la comparecencia. El hecho de que el ministro haya comparecido antes
es porque, como usted bien sabe, existe un trámite parlamentario que
solamente pueden cumplir los ministros, que son las preguntas orales
en el Pleno. En aquel momento de oportunidad se hizo una pregunta al
ministro y el ministro compareció. Como es obvio, es el responsable
de todo el departamento. Y sí en esa pregunta, insisto, usted hizo, a
mi juicio, una acción exagerada, y todo lo que es exagerado carece de
credibilidad, porque criticar el pasado, el presente y el futuro de
las actuaciones policiales me parece, insisto, una exageración muy
puntual.

Yo creo que los datos demuestran lo contrario: el pasado y el
presente -no sé el futuro porque no tengola capacidad de adivinar-
están cuajados de éxitos



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policiales en estos terrenos. Yo no he ocultado ni una sola de las
cuestiones que hoy aquí nos traían. He explicado detenidamente todos
los pormenores de la operación y también he hablado de la cuestión
que a usted le preocupa. He asumido dos tomas de decisiones
importantes, o tres, mejor dicho: la decisión en un momento
determinado de convocar una rueda de prensa para informar a la
opinión pública cuando un barco estaba entrando ya en el arsenal de
Las Palmas, cuando había una política informativa o una política
policial terminada. He asumido que, cuando hay unas determinadas
informaciones en la prensa se decide, a pesar de eso, seguir adelante
con la rueda de prensa. Se podía haber optado por no haberla hecho.

Por lo tanto, hay una nueva decisión, que es, ante una evidencia
informativa, seguir adelante o no; decidimos seguir. Y he asumido
que, yendo a esa rueda de prensa, no debieron ser lo suficientemente
contundentes mis afirmaciones para que pudiéramos centrar exactamente
los contenidos de la información.

Por lo tanto, he asumido la decisión, de acuerdo con los Cuerpos de
Seguridad, de hacer la rueda de prensa; he asumido que, ante
determinadas apariciones, decidí no obstante seguir adelante con la
rueda de prensa; y he asumido que los contenidos de la rueda de
prensa no fueron lo suficientemente claros y categóricos, a pesar de
que se puede leer la transcripción literal de lo que yo dije. Tengo
mucho interés en que se vea la transcripción literal de lo que yo
dije y tienen acceso a esa literalidad todos los medios de
comunicación; ustedes también. Y supongo que alguna obligación tiene
usted de ser objetiva y no moverse en las impresiones, sino leerse
las cosas. Si se lee usted la transcripción literal de lo que yo
dije, usted tendrá que concluir conmigo que yo siempre puse claro que
una hipótesis muy posible era que no hubiera droga. Porque lo
sabíamos, señoría, y, por lo tanto, hasta que no terminara el
registro no podíamos confirmar una cosa ni la otra. Veníamos
lastrados por algunas filtraciones y eso fue lo que condicionó. Usted
tiene, señoría, la obligación de ser rigurosa y de conocer toda la
verdad y usted tiene la obligación de conocer lo que salió, lo que no
salió y lo que cada uno de nosotros dijimos.

Yo he asumido esos tres casos concretos y eso es lo que ha sucedido
con la política informativa. Donde usted tiene razón y tiene razón el
sentido común es en que no se consiguió efectivamente el objetivo de
centrar la trascendencia de la operación policial.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Nacionalista Vasco, tiene la
palabra la Diputada señora Uría.




La señora URÍA ETXEBARRÍA: Muchas gracias al señor delegado por las
explicaciones dadas de la operación que es motivo de esta
comparecencia e incluso de los orígenes de la misma, remontándose a
junio de 1999 y a la operación Orinoco como primera parte de ésta que
hoy nos trae. Su explicación en relación con la colaboración con
otras policías también nos ha parecido enormemente interesante y el
desarrollo concreto de lo que pudo haber sido un éxito pero que
finalmente no lo fue.

Lo que queda en definitiva y a lo que se circunscribía el contenido
de esta comparecencia era a hablar del anuncio que se hizo en rueda
de prensa respecto de la operación, que, desde la percepción del
grupo al que yo represento, tuvo algo de ridículo y de patético. Se
dijo en varios medios de comunicación, en frase que tampoco considero
yo original, lo de vender la piel del oso antes de cazarlo. Anunciado
el éxito, fuimos asistiendo -éxito, por cierto, que a todos nos
parecía magnífico, porque en la lucha contra el narcotráfico creo que
existe consenso en todas las formaciones políticas en que debe
intensificarse- día a día a la necesidad de poner en libertad a los
tripulantes, puesto que no parecía que se encontraba nada y los
plazos de las leyes procesales se iban cumpliendo inexorablemente, y
a las declaraciones suyas dando por perdida la posibilidad de
encontrar la droga, aunque luego nos diga que es con el hallazgo de
un habitáculo, «ad hoc», que puede ser todo lo indiciario que se
quiera pero que realmente no corrige lo que fue una operación que no
terminó bien. Reconózcalo, la operación no terminó bien.

La sensación que queda es que se podría hablar de exceso o de bisoñez
informativa, pero, teniendo en cuenta que usted pertenece al
Ministerio del Interior, habrá que hablar más bien del afán
propagandístico. Me refiero a la política informativa, repito, quiero
ser en esto muy insistente, porque no me refiero al intento o lo que
pudo ser la operación, ni mucho menos a la actuación policial que en
modo alguno critico pero que realmente se evidenció como no
suficiente. Lo que nos queda es que las redes de la droga se mueven
por el mundo de tal forma que desbordan las actuaciones policiales.

Si uno hace caso a lo que son noticia en los medios de comunicación,
medios de comunicación serios, parece que Interior sólo dedica un 1,6
de sus agentes a investigar el floreciente negocio de la
narcodistribución y que finalmente a quien se detiene normalmente es
al camello, pero no auténticamente al narco.

Se ha referido usted a la presencia en esta Cámara la semana pasada
del representante máximo de Naciones Unidas en cuanto a la
delincuencia organizada. A preguntas de esta Diputada en el desayuno
de trabajo que compartimos, me contestó cuáles podían ser los
elementos que desde su punto de vista cosechaban un mayor éxito para
luchar contra la delincuencia organizada, cualquiera que ésta fuese,
y habló de la transparencia en el levantamiento del secreto bancario,
el control de los capitales; habló de suscitar la adhesión de la
ciudadanía en relación con las operaciones de narcotráfico, con eso
creo que cuentan; y, en tercer lugar, habló de intensificar lo que
pueda ser la protección de los testigos que ayuden a desvelar estas
operaciones, testigos que indudablemente en este caso existieron,
puesto que



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en el asunto del «Privilege» algún chivatazo debió haber, porque
suele ser el origen de casi todas estas operaciones en el orden
internacional.

Dos de estos factores, el levantamiento del secreto bancario para
determinadas situaciones y la protección de los testigos, están
insuficientemente normados en nuestro sistema. La Ley de protección
de testigos, de la que fue instigador el grupo al que yo pertenezco,
se ha evidenciado con el paso del tiempo absolutamente insuficiente,
no ha tenido nunca los reglamentos a los que ella misma llama, y ya
en la legislatura pasada una y otra vez insistí en que debiera
revisarse el contenido de esta ley. De otras cuestiones ya nos traen
ustedes leyes de choque que no siempre tienen el consenso necesario.

En esta materia, en las reformas penales o procesales para facilitar
la persecución contra el narcotráfico, tendrían ustedes la
colaboración, creo, de todos los grupos.

Concluyo únicamente manifestándoles que utilicen su peso
internacional, ése del que constantemente nos hablan, para
intensificar el igual actuar policial en todos los países. Son
importantes los baremos de comportamiento, no sólo la estrecha
colaboración sino el igual actuar policial, para igualar también los
ordenamientos procesales y penales, de tal forma que no existan
lugares exentos o lugares más o menos chollo que permitan que las
operaciones finalmente se malogren y que en todos los sitios exista
parecida normativa penal en cuanto a la posibilidad del blanqueo de
los capitales, la existencia de levantamiento del secreto bancario en
determinadas situaciones, la posibilidad de facilitar los registros
en caso de narcotráfico y, le repito, la idea de la protección de
testigos.

Pero, finalmente, lo más importante es evitar el triunfalismo
ridículo, triunfalismo que, me permitirá que lo diga, es un poco
general en el gobierno al que usted pertenece, pero singularmente
excesivo en Interior, y del que hasta ahora usted había escapado con
bien. Le instaría a que vuelva a sus antiguas maneras, vuelva por sus
fueros de discreción, de actuación eficaz; intente o promueva el
cambio de las normas en el sentido que le he dicho y, sobre todo,
estrene, insisto, el actuar con celo y el publicitarse sólo después
de la eficacia.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Señoría, empezando por esta última parte, sabe que
ya hemos anunciado en el comienzo de esta legislatura que es voluntad
del Gobierno traer de nuevo una serie de medidas legislativas en el
orden de mejorar nuestro entramado legal en la lucha contra el
narcotráfico. Lo hicimos en la última legislatura también con temas
importantes, como era el agente encubierto, las entregas controladas,
en los que dispusimos, evidentemente, de un amplio consenso
parlamentario, y tengo
que agradecer a todas sus señorías el que hubiera un espíritu de
acuerdo en lo fundamental. En los próximos paquetes legislativos que
traerá el Gobierno a esta Cámara, en los que hay que mejorar algunos
aspectos o incorporar algunas figuras, espero y deseo que así pueda
ser también. Le agradezco mucho ese deseo de cooperar para mejorar
nuestro entramado legislativo; así lo haremos.

Le garantizo, señoría, que yo no tengo ningún interés de
publicitarme. Lo más importante cuando uno entra en este tipo de
debates es refugiarse en los números, que suelen ser los más
objetivos, y yo no he dado por casualidad este número; de 169 ruedas
de prensa que ha habido en la anterior legislatura sobre control de
oferta, el delegado del Gobierno ha realizado seis; por lo tanto, el
porcentaje es lo suficientemente explicativo de que he intervenido
cuando estrictamente era necesario. También es verdad que hay veces
en las que hay que trasladar a la opinión pública elementos de
coordinación internacional, y por la trascendencia de determinadas
cuestiones es necesario hacerlo. De 169, seis en cuatro años no es un
porcentaje alto. Ciertamente tenemos algunas responsabilidades, la
Delegación interviene en algún tipo de operaciones muy concretas,
como fue ésta, la operación Ostra, por lo que estaba justificado que
interviniéramos. No era una operación que hubiera realizado el Cuerpo
Nacional de Policía, sino que era una operación que había realizado
el Cuerpo Nacional de Policía en colaboración con otros elementos,
con otros centros directivos, y había elementos de cooperación
internacional que era necesario resaltar. Yo quiero insistir mucho,
porque inconscientemente todos estamos haciéndolo, en que todos
reconocemos que la operación no ha sido un fallo, que lo que ha sido
un fallo es la comunicación, pero volvemos a introducir la idea del
fallo. La operación en sí no ha sido fallida, tengo sinceramente que
corregirla; la operación no ha sido fallida, la operación ha sido lo
que estaba previsto que fuera: la interceptación de un barco que está
imputado en tráfico de drogas, que está ahora bajo la autoridad
judicial y que va a ser con toda probabilidad imputado a la ley del
fondo, por lo tanto al fondo de decomiso, que están detenidos los
principales tripulantes. Se dijo también que la mayoría de los
tripulantes se han puesto a disposición. Mire usted, el que tiene
alguna experiencia en este tema sabe que el 90 por ciento de la
tripulación no tiene ni idea de lo que llevan; el maquinista, el que
echa el carbón, para entendermos, en las máquinas del barco no sabe
evidentemente lo que hay dentro, pero los imputados, los seis
importantes están imputados. Tenían, por supuesto, una documentación
falsa, portaban documentación que no era la legal, están imputados en
otras operaciones de narcotráfico, tienen antecedentes penales, han
sido imputados en otros países en declaraciones por los detenidos de
la organización. Por lo tanto, el barco está incautado, está
imputado, la tripulación también, la organización



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ha caído, y eso es lo importante, y eso era lo previsto. Yo he
intentado poner algunos días un ejemplo de otro tema: si por
cooperación internacional, por Interpol, mañana se le pide a la
Policía española que detenga a un conocido atracador de bancos de un
país, ella lo tiene que detener si está cooperando adecuadamente y si
lo está haciendo a través de las vías de Interpol, independientemente
de que cuando se entre en la casa de ese señor tenga en su poder el
botín del banco o no lo tenga. Si uno va en ese momento a detener a
ese señor, lo tiene que detener por el delito que ha cometido, aunque
no tenga en su poder en este momento los efectos del robo o de lo que
haya hecho, y ese fue exactamente el caso. Nosotros teníamos que
detener el barco, teníamos que incautar el barco, independientemente
de que apareciera o no apareciera la droga, porque había un
requerimiento internacional, había evidencias suficientes y porque,
como se ha demostrado, esta era la estructura de la organización que
se estaba buscando hace mucho tiempo. Hubiera sido ideal que hubiera
sido posible cogerlo, pero ese mismo día en la rueda de prensa,
señorías, yo expliqué hasta la saciedad que el barco estaba navegando
cuando cayó la organización. El día equis del mes de agosto toda la
prensa internacional, no fue por otros canales, dio a conocer la
operación que había hecho la DEA con diferentes Policías del mundo, y
supo todo el mundo por emisoras de radio que esa organización había
caído. Mire usted, apliquemos el sentido común. Si yo estoy
trabajando para una organización y me entero por todos los medios de
que toda organización ha sido desmantelada, ¿cuál cree usted que es
la hipótesis más razonable de trabajo? ¿Va a esperar usted a que le
cojan con las manos en la masa o va a hacer usted todo lo posible
para que no le cojan? Por tanto, esa hipótesis la conocíamos desde el
primer momento. Había una probabilidad altísima de que no estuviera
la droga dentro del barco, lo que no implica que no estuviera
imputado el barco y toda la tripulación y toda la organización. Eso
se explicó así de claro, señoría, y lo puede usted leer. Y acabo de
distribuir la literalidad de lo que yo dije en la rueda de prensa que
se hizo. Lo que he dicho desde el principio es que los resultados no
fueron los deseados en la política de comunicación, pero no lo estoy
diciendo hoy, lo dije el primer día; por eso, he distinguido lo que
son declaraciones oficiales de lo que no son declaraciones oficiales.

Yo, señoría, me responsabilizo de las declaraciones oficiales, no de
las declaraciones no oficiales. Lo que se ha dicho oficialmente es
exactamente lo que yo estoy manifestando; lo otro, señoría, lo tengo
que asumir, porque para eso estoy aquí, pero evidentemente, insisto,
les pido un esfuerzo de objetividad para saber y entender entre todos
dónde ha estado el problema de la política de comunicación.

El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Convergència i
Unió, tiene la palabra doña Zoila Riera.




La señora RIERA I BEN: Señor Robles, mi grupo no asiste a esta
comparecencia con un discurso prefijado. Yo he tomado nota de lo que
usted ha tenido la amabilidad de contarnos; por lo tanto, voy a
intentar ceñirme en mi comentario a las propias explicaciones que
usted ha dado ahora en esta Comisión. De entrada que quede muy claro
que circunscribo mi crítica, entre comillas, a este tema. No sería
justo, ni mucho menos es lo que pretendemos, que se extendiese esto a
la política en general de lucha contra la droga ni en lo que
corresponde a su responsabilidad, ni mucho menos, a la que pertenece
a las Fuerzas de Seguridad. Nosotros pensamos que este Gobierno tiene
una política en este sentido, como han tenido los anteriores, de
intentar hacer lo mejor que sabe una lucha que tiene muchísima
importancia para combatir el narcotráfico, que lo hace a veces con
más éxito y otras con menos, pero que por encima de todo es evidente
que España está aliada con todos los países que en este momento nos
hemos impuesto una gran lucha contra una lacra terrible para la
sociedad que mueve mucho dinero.

Lo que pasa, señor Robles, es que (y me sorprende, se lo digo con
toda sinceridad), siendo usted ya un profesional -usted mismo ha
recordado aquí que ya no es un novato, que lleva casi cinco años en
esta responsabilidad- en este caso las cosas se hicieron casi
exactamente al revés de lo que se pretendía, o que se explicasen
exactamente al revés para conseguir el fin que se pretendía. Usted
mismo ha explicado aquí (y yo lo comparto porque me parece muy
razonable) que en la lucha contra el narcotráfico no es solamente
importante, que también, decomisar droga, sino que tan importante
como el decomiso de la droga es luchar, interceptar las
infraestructuras que utilizan los narcotraficantes.

Si ustedes sabían (y creo exactamente lo que usted ha dicho) que este
buque, el «Privilege», formaba parte con otros cuatro buques -estaba
demostrado-, que eran una importante infraestructura para los
narcotraficantes, ¡faltaría más!, entendemos perfectamente que se
detonase esta operación, entendemos perfectamente que se hubiese
incautado el barco y además nos felicitamos y les felicitamos a
ustedes por la manera en que se hizo la operación. Hasta aquí todo
esto se calificaría con un diez, por decirlo de alguna manera.

Además, usted ha dicho en esta comparecencia, si he tomado bien nota,
que hasta el día de hoy aún no se sabe ni quién es el propietario del
barco ni de qué país es. Es evidente que un barco de estas
características que va por ahí navegando sin ningún tipo de
documentación es ilegal total; no creo que haya nadie que dude de
eso. Por lo tanto, señor Robles, deseo felicitarles por esta
operación; es una operación bien hecha, pero la política informativa
fue muy mala, y usted también lo admite.




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Porque aquí hay dos cuestiones: o ustedes explicaron muy mal o los
que toman nota y transmiten a la opinión pública lo que ustedes dicen
lo hicieron muy mal; una de dos, pero las dos cosas a la vez, no. Si
ustedes hubiesen dicho ese día lo mismo que hoy aquí, lo mismo, que
lo ha hecho muy bien, y usted hubiese explicado que de entrada el
objetivo era interceptar el barco (porque tenían información, por la
operación que usted ha dicho que formaba parte de la operación
Orinoco, de que ese barco era una importante infraestructura para
transportar droga y que, por lo tanto, el objetivo primero, era
interceptar el barco, controlar la tripulación, controlar el barco,
la documentación, etcétera) y lo habían conseguido, probablemente
toda la opinión española, y los medios de comunicación así lo
hubieran reflejado, hubieran dicho: gran éxito en el Estado español
de la lucha contra el narcotráfico. Pero se vendió otra cosa, se
vendieron toneladas y toneladas de cocaína decomisada; y sabe usted
que todos, todos, nosotros los primeros, los políticos también, a
veces compramos lo que nos venden, y la venta fue mala. Como nosotros
y ustedes queremos que realmente la opinión pública esté convencida
de que se lucha bien contra el narcotráfico, de que a nosotros y a
ustedes nos preocupan estas cosas -un medio de comunicación de ayer
aún decía: las drogas mueven en España casi 1,3 billones de pesetas
anuales según la ONU-, todos queremos tener la convicción de que,
dentro de lo posible y siendo conscientes de las dificultades que
entraña esta lucha, el Estado español hace todo lo posible para
seguir en una senda que tiene que ser imparable y hay que poner todos
los medios para ofrecer todas las pegas posibles para que esta gente
siga haciendo de un negocio, que atenta contra la vida y la dignidad
de las personas, su «modus vivendi». Si esto se hubiese vendido bien,
insisto, señor Robles, nos estaríamos felicitando de la operación
efectuada; en cambio, nos hemos pasado casi dos meses en que los
medios de comunicación, la prensa, la radio, han estado hablando de
esta operación como un fracaso. Esta es la realidad y esto
desincentiva, desilusiona a la gente y muchas veces la opinión
pública incluso puede tener una opinión equivocada de que en general
se hacen las cosas mal cuando, con toda sinceridad, yo opino que la
tónica general es que se hacen bastante bien, pero aquí no se
consiguió el objetivo. Como usted ya ha reconocido que esto no se
hizo bien, yo tampoco quiero incidir en lo que usted admite que no
fue acertado. Simplemente, señor Robles, le pediría (y además con
toda cordialidad) que de una experiencia, que todos valoramos como
negativa en cuanto a comunicación, saquemos unas conclusiones. En
este tipo de cosas todos nos equivocamos, y usted no está exento,
aunque ya no sea novato. Yo puedo entender que esta vez las cosas se
hayan hecho mal, que usted admita el error; lo que ya no entendería,
y pienso que sería políticamente muy incorrecto, es que no supiésemos
aprender del error y
tuviésemos tentaciones de volver a hacer políticas triunfalistas,
declaraciones triunfalistas, sobre temas que son muy serios, muy
graves y que requieren, pienso yo, de una pedagogía, de una
concienciación a la opinión pública que tienen que ir más paralelas a
una política muy rigurosa de información y a una política
sinceramente honesta, didáctica, pedagógica, que no a vender cosas
que quizá tampoco eran el objetivo.

Insisto, hoy usted ha dado una explicación coherente, completa y
hasta a mí me parece que convincente. Lástima que no hubiese acertado
con este mismo tono el día que hizo las declaraciones.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Muchas gracias, señoría, en primer lugar, por el
tono de su intervención. Prácticamente usted lo ha dicho todo, y yo
suscribo mucho de lo que usted ha dicho. Si he de decirle que
efectivamente, primero, la obligación de todos es aprender
permanentemente, yo también aprenderé lógicamente de las conclusiones
de esta operación, aunque no exactamente en la dirección que usted
apunta. Yo aceptaría sus palabras de que ha habido un afán de
protagonismo, pero créame que no lo ha habido; lo que evidentemente
ha habido son unos resultados no deseados en la política informativa.

Yo vuelvo a poner el ejemplo, que es quizá el que más nos avala: de
169 ruedas de prensa, el delegado del Gobierno ha hecho seis, por lo
tanto, créame que hubiera habido oportunidades a lo largo de cuatro
años para haber aparecido y haber tenido más importancia. Por lo
tanto, no ha habido afán de protagonismo, señoría. Lo que sí ha
habido obviamente es un calibrar mal las cosas. Cuando yo bajé a esa
rueda de prensa quizá tenía que haber sido (quizá no, con seguridad
probablemente) más categórico en algunas afirmaciones para ser más
claro o para intentar centrar algunas cosas que ya se habían
convertido en verdad absoluta. Aesas alturas, cuando uno utiliza
evidentemente un tono equilibrado para no molestar a nadie, no
consigue el objetivo de la comunicación que es mucho más fuerte y
dinámico. Los medios de comunicación (los periódicos, las agencias)
no han tenido ninguna responsabilidad. Nosotros hemos tenido una
política equivocada o no hemos sido capaces de acertar en el tono,
pero no son los medios de comunicación los que en este caso lo han
hecho. Sería absurdo además pensar que se han equivocado todos
simultáneamente. Por lo tanto, no puede ser así; no es lo correcto,
no se han equivocado los medios de comunicación, simplemente yo he
tratado, insisto, de relatarles la secuencia de los hechos para que
ustedes pudieran entender en dónde estuvo el problema y, a la hora de
tomar decisiones, que alguien acierta más o menos. Yo no soy
infalible, nadie es infalible, y en un momento determinado se toma la
decisión



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de que haya una rueda de prensa, después se toma la de que siga la
rueda de prensa, se va a ella y se utiliza un determinado tono, que
creíamos suficiente para explicarlo. Yo les ruego (es ya una cuestión
de favor personal) que al leerse la transcripción se den cuenta de
que ya se trataba de explicar en esa rueda de prensa cuál era
objetivo de la operación y de poner las cosas en sus justos términos.

Quizá el tono que se empleó no fue lo suficientemente claro y
contundente para que convenciéramos a los medios de comunicación de
lo que realmente estaba en juego; esa parte es mi responsabilidad; el
haber decidido, el haber bajado, el no haber utilizado otro tono, lo
que ha podido traslucirse en una idea equivocada. Quiero que al final
quede en esta Comisión y para la opinión pública que la operación ha
sido lo que estaba previsto que fuera, que se han conseguido los
objetivos; la aparición o no de la droga hubiera sido, en todo caso,
simplemente la guinda, en una dirección u otra, de esta situación,
pero que no tiene nada que ver con este tema.

En todo caso, señorías, primero, dejando claro que ésta es una
operación que ha salido como estaba prevista exactamente desde el
punto de vista policial, reconocemos que la impresión que ha podido
tener la opinión pública es desgraciadamente la contraria. Desde esa
operación hasta hoy, señorías, ha habido en nuestro país un gran
número de hechos fundamentales en la lucha contra la droga, que
ayudan a centrar las cosas, no solamente por la detención o no de
personas muy relevantes y muy significativas, que tiene su
trascendencia, sino por la importancia de algunas operaciones. Vuelvo
a decir que lo importante es que ha caído la estructura. Fíjense lo
que ha supuesto la detención de Cetinkaya, el principal
narcotraficante turco en el tema de la heroína, lo que ha supuesto el
desmantelamiento del clan fundamentalmente del tema del hachís. Todo
eso son datos importantísimos de la lucha contra el narcotráfico, y
esto no puede eclipsar otras cuestiones, porque además de que no sólo
no ha sido un fracaso, sino que ha sido, insisto, lo que estaba
previsto, hay otras muchísimas cosas que afortunadamente demuestran
que la tendencia es positiva, y eso es lo que hay que hacer. Ahora
bien, infalibles no somos nadie, todo es mejorable, y evidentemente,
insisto, aquí hay cosas que se podían haber hecho de otra forma,
porque lo importante, efectivamente, es al final lo que lo es, y lo
otro son cosas que tenemos que asumir los que estamos en la vida
pública. Yo lo asumo, y lamento que la conclusión final que pueda
sacar la opinión pública sea ésa, pero lo importante en términos
reales es que las cosas han ido de otra manera.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el Diputado don Jesús Pérez Corgos.




El señor PÉREZ CORGOS: Señor Delegado del Gobierno para el Plan
Nacional sobre Drogas, muchísimas
gracias por su presencia y por las explicaciones que nos ha dado
hoy.




Hemos oído hablar en esta comparecencia por otros grupos de operación
fallida, de triunfalismo ridículo y de calificativos de este estilo.

La operación Orinoco, de la que hoy estamos recibiendo información,
tal y como ha dicho el ministro, es una actuación brillante de la
Policía española, que actúa en coordinación y colaboración con otras
policías del mundo y que precisamente fue reclamada su intervención
por la Policía italiana como consecuencia del prestigio y de la
probada y ganada fama de eficacia que las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado tienen en esta materia. Efectivamente, se
trataba de una operación delicada, que venía coordinada
y realizándose desde hacía tiempo; se había procedido a la detención y
apresamiento de otros tres barcos, uno de los cuales, el «Suerte I»,
detenido en Miami, como usted muy bien nos ha recordado, tampoco
tenía nada en su caleta y dentro de su carga no se encontró ningún
gramo de droga. Sentado, por lo tanto, que no se ha tratado de una
operación fallida, sino de una operación brillante, paso a analizar
lo que ha sido la rueda de prensa de la que trae motivo esta
comparecencia.

Declaraciones triunfalistas he oído. Los parlamentarios no nos
podemos ver arrastrados por la prensa a la hora de hacer nuestras
valoraciones y nuestros discursos. Por lo tanto, he recabado esa
trascripción literal de la rueda de prensa y he sacado una serie de
palabras que usted ha dicho, de frases que empleó en esa rueda de
prensa. He visto que usted habla de supuesta carga ilegal de cocaína;
que afirma que las especulaciones que se han hecho sobre la cantidad
no dejan de ser especulaciones en base a información policial. No veo
todavía triunfalismo. Dice usted también: Si se confirma la
información, pero hay que esperar lógicamente, hay que esperar a la
confirmación del registro. Continúa diciendo: Puede suceder que
definitivamente no existiera la carga, que hubiera habido algún
incidente en el recorrido; pero hay que esperar a los resultados del
registro. Continúa diciendo: No interpreten (les dice usted a los
periodistas) que no queremos dar más datos sobre las cantidades,
simplemente que el registro está en marcha y por lo tanto conviene
esperar a confirmarlo. Uno de los profesionales que acude a esta
rueda de prensa le pregunta: Por lo que nos ha dicho, ¿puede incluso
no haber nada? A lo que usted contesta: Habrá que esperar a verlo. Yo
no veo aquí ningún tipo de triunfalismo en su intervención,
sinceramente no lo veo y parte del objetivo que se buscaba en esa
rueda de prensa sí se consiguió.

Usted convoca la rueda de prensa a las diez de la noche del viernes
para el sábado siguiente. Cuando usted llega a esa rueda de prensa,
acompañado de mandos policiales, por cierto, entre los que se
encontraba el comisario general de la Policía Judicial del Cuerpo
Nacional de Policía, el señor Espigares Mira, al que



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aprovecho aquí para felicitarle porque ha sido propuesto por los
delegados policiales de todos los países del mundo como director
general de Interpol; digo que cuando usted llega a esa rueda de
prensa se desayuna ya con la noticia en los periódicos, unas noticias
que hacen referencia al apresamiento del barco «Privilege» y en las
que se contienen especulaciones sobre cantidades de droga aprehendida
y que no citan la fuente con nombre y apellido, simplemente citan
fuentes de la investigación policial. Usted, cuando en esta rueda de
prensa matiza y habla de la posibilidad de que no exista droga, de
que hay que esperar al registro, lógicamente está pensando en lo que
ha sucedido en Miami con el «Suerte I»; puede suceder lo mismo.

Sabemos que en el recorrido este barco, que se encontraba en aguas
internacionales, cuyo apresamiento había sido ordenado por el Juzgado
Central de Instrucción número 5, podía haber vaciado su caleta, podía
si acaso haber transbordado esa carga, aunque parece poco probable.

Usted intenta evitar ese triunfalismo, y eso es lo que hoy tendremos
que reconocer todos, deberemos leer detenidamente esa transcripción
literal de la rueda de prensa para ver que el triunfalismo no es
buscado nunca por el Gobierno del Partido Popular. El triunfalismo,
si es que lo hay, y es difícil afirmarlo en la lucha antiterrorista,
nos lo vienen a contar otros, y nos lo ha venido a contar el señor
Arlacchi hace poco tiempo. Nos ha dicho la semana pasada que en
España se está trabajando y se ha trabajado mucho y bien; que hemos
reducido el consumo de heroína en un 50 por 100, que constituye el
mejor dato de toda Europa; que el ejemplo de España y el Reino Unido
en la reducción del consumo de drogas de diseño está ejerciendo una
influencia importante en nuestras decisiones, en las decisiones de
Naciones Unidas; que el éxito se ha conseguido gracias a la cantidad
y calidad de los recursos que España ha invertido en la lucha contra
el problema de la droga y que el Plan Nacional sobre Drogas es un
magnífico ejemplo para toda Europa que muchos países deberían seguir.

Yo no encuentro los problemas que otros grupos han encontrado ni en
la operación ni en la rueda de prensa. Creo, y repito, que la
operación policial ha sido un éxito, un éxito no sólo de España, un
éxito internacional, y que hay que estar satisfechos de lo que hemos
conseguido: Por lo menos no ha entrado esa droga en España que podía
transportar ese barco.

Continuando con esta labor estamos en el buen camino, y estamos en el
buen camino también cuando evitamos las declaraciones triunfalistas
que se han tratado de evitar.




El señor PRESIDENTE: Señor Robles.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Muchas gracias, señoría, por su intervención.

Efectivamente, como usted ha dicho, no hubo ese
intento; ahora bien, yo tengo que ser sincero y decir que no siempre
uno consigue los objetivos que quiere. Yo he tratado, insisto una vez
más, de explicar las condiciones y las circunstancias que se dieron,
usted ha relatado algunas y ha dicho cosas que yo no he podido decir,
pero el resultado o la lectura que los medios pudieron hacer, y
lógicamente a través de ellos la opinión pública, no consiguieron
rebajar la expectativa que se había generado, quizá porque cada uno
tenemos el tono que tenemos y cada uno hablamos normalmente de la
forma que hablamos. Es decir, yo no suelo ser mucho más categórico en
mis afirmaciones y no suelo emplear tampoco expresiones demasiado
cerradas; quizá ese tono en que me expresé, esa forma de expresarme
en la rueda de prensa no ayudó demasiado a ser más claro a la hora de
rebajar las expectativas (más que rebajar las expectativas, que eran
efectivamente expectativas, podían haber aparecido cinco, seis,
siete, diez o ninguna, es decir, había diferentes líneas informativas
y había diferentes opiniones y diferentes valoraciones de los
diferentes servicios secretos que opinaban) o de dar la información.

El hecho de que apareciera la droga no era el objetivo de la
operación, la operación era coger el barco, yo traté de explicarlo,
pero evidentemente no con el éxito que después se ha visto.

Lo que tenía que trascender de esta operación es lo que ha sido; el
barco, la estructura, la organización. Había otras circunstancias que
nos arrojaron a tener que explicar si había o no había droga, y en
las que nosotros fuimos a remolque, y el tono (está escrito y se
puede ver), pretendía un objetivo que desgraciadamente, insisto, no
se consiguió. Por lo tanto, no podemos culpar a nadie, porque es así;
no puede ser que todos se hayan equivocado al mismo tiempo, no puede
ser que todos los medios se hayan equivocado en esta dirección,
tenemos que entonar el «mea culpa» de que tendremos que cambiar
nuestra forma de ser y explicar las cosas con más energía para que
pueda entenderse mejor el objetivo. Pero este es un tema que vale
para el futuro también. Yo he estado cuatro años al frente de la
Delegación tratando de explicar cada vez que he presentado una
operación, fuera la que fuera, con el resultado que fuera, que no
podemos seguir en la, a mi juicio, equivocación de valorar los éxitos
en la lucha contra la droga sólo por la cantidad de kilos que
cogemos. Esto es un error mayúsculo, porque uno puede encontrarse,
y los hemos tenido en nuestro país, alijos espectaculares, de
cantidades espectaculares, en los que detrás prácticamente no había
ningún tipo de operación policial y que, por decirlo gráficamente y
para que ustedes lo entiendan, literalmente casi nos los
encontrábamos en la playa. El valor de esa operación es, a mi juicio,
escasísimo, pero desgraciadamente se traduce en términos de opinión
pública como si fuera el gran éxito. Mire usted, yo prefiero coger a
toda una organización (sus cabecillas, sus entramados financieros,
sus grupos) y coger menos cantidad. Ojalá pueda coger también



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todas las partidas que mete, pero prefiero coger la organización (la
estructura, el entramado financiero) que miles y miles de kilos de
droga. Además, también existe una segunda perversión, señoría, la de
que en algunos sitios nos hacen una lectura un poco rara. Si cogemos
mucha, nosotros somos los más responsables del tema, poco menos que
estamos invadidos. Es decir, si somos eficaces, si somos
comprometidos, si obtenemos resultados, ¿es que tenemos más consumo o
es que somos la plataforma? Yo nunca he creído en eso, señoría, y me
parece un absurdo. Si un año España coge 18 toneladas y el año
siguiente coge seis, aunque tenga más operaciones, ¿ha caído el
consumo? ¿O es que somos más o menos eficaces? Mire usted, si
seguimos utilizando los kilos como patrón para valorar la eficacia,
estaremos equivocados.

Todas las veces que yo he presentado los datos, todas las veces que
yo he presentado los datos anuales, he mostrado el número de
operaciones, que eso sí que es relevante; se trata de saber si el
número de operaciones es más alto o menos alto, si es creciente o no
es creciente; he presentado el perfil de las operaciones, diciendo
qué organizaciones han caído detrás. Por eso, traía hoy en la
documentación todos y cada uno de los grupos, con sus nombres, que
han sido desmantelados en nuestro país. Créanme que son ya decenas de
grupos que están detenidos en este momento en prisión; por lo tanto,
nos podemos sentir menos impunes. Hace algunos días leía en algún
sitio la sensación de que, a pesar de todos estos éxitos, parecía que
el narcotráfico seguía siendo poderoso. Claro que el narcotráfico
puede tener poder, todos los delincuentes, los delitos, otros muchos
tipos de delitos; pero lo que nos deberíamos de preguntar es si hoy
en nuestro país tenemos la misma sensación de impunidad que en algún
momento se pudo llegar a tener respecto por ejemplo al narcotráfico,
si esas alarmas sociales que se generaron en algunas zonas de nuestro
país con inversiones abiertamente escandalosas, con presencia de
famosos y conocidos personajes en sociedades, en clubes deportivos,
en tantas cuestiones, si eso hoy se da en nuestro país. ¿Existe esa
sensación de impunidad en España? Yo creo que no; hoy la sociedad en
general ha reaccionado no solamente porque estos nombres y personajes
están todos procesados, detenidos y cumpliendo condena, sino porque
esa sensación de impunidad no se da. Hoy la sociedad tiene la
impresión de que podemos ser más eficaces o menos, en un momento
determinado podrá aparecer un grupo u otro nuevo, pero la sociedad
tiene recursos específicos porque ha hecho un entramado legal, porque
tiene una fiscalía especial, porque tiene jueces especializados,
porque tiene unidades especializadas en la lucha contra la droga,
porque hay inversiones importantes, porque hay una mejora de la
cooperación internacional, porque hay una red de enlace con españoles
y extranjeros trabajando conjuntamente y porque antes o después el
que la hace la paga. Hemos tenido un ejemplo gráfico y visual
precisamente estos días, cuando se ponía en tela de juicio si
conseguiríamos o no conseguiríamos detener a determinado personaje,
hoy está sometido a la respuesta judicial española. Por lo tanto, ese
es el tema; lo importante es lo que estamos describiendo, lo demás
francamente me parece una anécdota de la que probablemente los más
perjudicados somos los directamente responsables del tema. En todo
caso, no es bueno que la opinión pública haya podido tener una
sensación de esta operación que no era la correcta.




El señor PRESIDENTE: Vamos a interrumpir la sesión durante cinco
minutos. (Pausa.)



PREGUNTAS:



- DEL SEÑOR RIPA GONZÁLEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA, SOBRE
RESULTADOS OBTENIDOS EN LA ACTUACIÓN QUE LA GUARDIA CIVIL LLEVÓ A
CABO EN MIRANDA DE ARGA (NAVARRA) LA NOCHE DEL DÍA 21 DE MAYO DE
2000. (Número de expediente del Congreso 181/000217) (Número de
expediente del Senado 683/000014.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, continuamos la sesión y vamos a
proceder a las preguntas.

En primer lugar, pregunta que formula el Diputado del Grupo
Socialista don Vicente Ripa González, que tiene la palabra.




El señor RIPA GONZÁLEZ: Menos mal, menos mal que en una de sus
últimas intervenciones anteriormente ha dicho que nadie era
infalible, excepto el Papa cuando habla «ex cathedra», porque estaba
yo un tanto acomplejado esta mañana aquí sabiendo que yo ni llevo
ocho años en el Congreso ni evidentemente llevo cinco años de
Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, y aunque
soy un Diputado, eso sí, con cincuenta y cinco años y algunas
cosillas más. Pero este no es el motivo. Señor delegado, me gustaría
antes de empezar que hagamos la composición de lugar para comprender
los hechos, explicarnos la pregunta y analizar la respuesta de lo que
ocurrió aquella noche en un pueblo de Navarra a la una y media de la
madrugada, un pueblo de mil habitantes. El 80 por ciento de la
población dormía plácidamente, creo yo, unas 200 personas nos
encontrábamos todavía de pie, la mayoría de ellas en pequeñas
sociedades después de una cena y jugando a las cartas, y unos pocos
en tres pequeños bares, dos de ellos con disco-bar donde los jóvenes
se juntan para bailar y tomar algunas copas. De repente irrumpen en
la plaza cuatro «jeeps» de la Guardia Civil, nueve números. El
silencio, he dicho, era absoluto. Entran en un disco-bar. La
camarera, una chica del pueblo, los confunde con disfraces de alguna
despedida de soltero. (Risas.) Le dicen que encienda la luz y ella se
sigue riendo porque realmente no entiende aquello; es algo
inconcebible cómo aparece en Miranda de



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Arga semejante destacamento, con sus armas, evidentemente. Los que
estaban allí en la barra también quedaron sorprendidos. Los guardias
civiles, evidentemente, insisten, porque aquello es un poco
valleinclanesco, digo yo, tragicómico. Al final tienen que obligar
incluso a ponerse de rodillas a aquellos jóvenes que estaban allí
porque no se lo creen. (Risas.) De este disco-bar pasan a otro, junto
a él, y hacen prácticamente la misma operación.

Mi pregunta es: ¿Qué resultados obtuvo la Guardia Civil en la
actuación que llevó a cabo en Miranda de Arga la noche del 21 de mayo
de 2000?



El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Señoría, veo que hay unas fuertes dotes literarias
en los contenidos de esta Comisión y que tiene usted una buena dosis
narrativa, casi ha convertido esto en una novela. (Risas.) Yo creo
que las cosas fueron bastante más sencillas en la medida en que es la
aplicación estricta de la ley y, por lo tanto, lo que hace la Guardia
Civil es la aplicación estricta de la ley; no ha hecho más que eso.

Tiene usted que saber, y supongo que lo sabe, que se había presentado
una denuncia en el cuartel de la Guardia Civil y que, por eso, lo que
hace la Guardia Civil es acudir a inspeccionar y a establecer una
serie de dispositivos que son los habituales, los normales cuando
existen indicios racionales de que en un lugar se puede estar
consumiendo, traficando, puede haber una situación. Se monta un
dispositivo específico en ese momento precisamente para evitar
incidentes. El hecho, señoría, de que una de las infracciones que se
tuvo que levantar fue precisamente por el artículo 23.h), es decir,
por provocar reacciones en el público que alteran la seguridad
ciudadana, demuestra que el dispositivo estuvo bien pensado. Si ese
dispositivo no hubiera sido así, probablemente esas alteraciones del
orden público hubieran terminado a lo mejor de otra forma, no en una
sanción. Por lo tanto, no podemos terminar la novela sin contar que
probablemente alguien intentó soliviantar a los chicos, personas,
ciudadanos que allí estaban, y predisponerlos contra la Guardia
Civil; si no hubieran tenido el dispositivo adecuado, no sabemos, no
podemos hacer futurología, qué hubiera sucedido. Por lo tanto, las
conclusiones del servicio, que es un servicio normalizado, para hacer
el cumplimiento de lo que es la Ley de seguridad ciudadana, se
concretó en tres infracciones del artículo 25.1, por consumo (había
dos personas consumiendo cocaína y otra consumiendo hachís), y una
infracción del artículo 23.h), por alteración del orden público. Esos
fueron los resultados. Se hizo un dispositivo, como digo,
proporcionado a lo que en ese momento se preveía encontrar y se hizo
como consecuencia de una denuncia que se pone en el cuartel de la
Guardia Civil
porque en determinadas zonas, o «pubs» había indicios de que no sólo
se podía estar consumiendo, sino que se podía estar traficando.

Insisto una vez más en que lo que hace la Guardia Civil es cumplir
con la ley, aplicar la Ley de seguridad ciudadana, que es un
instrumento que en este momento está al servicio de lo que son las
políticas disuasivas, o preventivas, o de control que en este momento
se están poniendo en práctica. En todo caso, si su señoría lo que
cuestiona es esa normativa, lo que habría que pensar es modificarla
en esta sede parlamentaria, pero no es precisamente la Guardia Civil
la responsable de que eso sea así, sino que ellos tienen la
obligación de cumplir lógicamente con la ley.

Eso es lo que sucedió, señoría, y lo que yo le puedo relatar.




El señor PRESIDENTE: Señor Ripa.




El señor RIPA GONZÁLEZ: Está claro que nosotros no estamos,
personalmente yo no estoy en contra de la actuación de la Guardia
Civil. Está claro también que se están produciendo este tipo de
actuaciones con mucha frecuencia en pueblos similares en los que,
evidentemente, todo el mundo que vive en ellos nos conocemos,
e incluso aquí el cuartel de la Guardia Civil está en el propio pueblo.

Precisamente por eso fue un error el que parte o la mayor parte de
los números que intervinieron en esa actuación fueran guardias
civiles del propio pueblo. Y digo esto porque es fundamental, y es
una de las consecuencias que sucedieron a esta actuación, que la
relación que hay entre los guardias civiles de un pueblo y su
población sea cordial, porque así su actividad la pueden desenvolver,
desempeñar, muchísimo mejor. A partir de esta actuación, tengo que
confesarle que la relación entre los guardias civiles y la población
se ha deteriorado bastante. Incluso sabe usted que hay un acuerdo de
pleno del Ayuntamiento en considerar desafortunada la actuación de la
Guardia Civil, y por lo tanto ahí voy yo.

Cuando usted dice que hubo una actitud de soliviantar, tengo que
indicarle que sencillamente era un muchacho que había estado viendo
al Osasuna y que iba, dicho entre usted y yo, bastante cargadito; por
lo tanto, no aceptaba fácilmente en ese estado cualquier mandato ni
de la Guardia Civil ni de nadie que allí estuviera. O sea, más que
soliviantar se trataba sencilla y llanamente de una persona que no
estaba en aquel momento en sus justos cabales. Por tanto,
evidentemente, la actuación de la Guardia Civil debe existir, pero me
parece que para este viaje no hacían falta tales alforjas, y
probablemente si el cuartel de la Guardia Civil radica en el pueblo y
los guardias civiles conocen a la gente del pueblo perfectamente,
saben o deberían saber, en una buena planificación, información y
evaluación, quién es el que realmente lleva la droga al pueblo,
porque está claro que la llevan desde fuera; deberían saberlo, y no
debería haberse producido esa actuación. Le digo más, en ese



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pueblo hay una tasca donde se reúnen unos cuantos jóvenes y donde
todo el mundo sospecha, sospechamos, porque yo soy de ese pueblo, que
ahí existe cierto consumo de droga, pero da la casualidad que ese día
la tasca se había cerrado a las diez de la noche; tasca que
normalmente está funcionando hasta las cinco, seis o siete de la
mañana, porque yo sufro las consecuencias musicales en mi casa, pero
esa noche a las diez se había cerrado la tasca. Claro, ¿qué es lo que
se rumorea por el pueblo? Chivatazos. A lo mejor no es verdad, pero
se rumorea que aquellos jóvenes conocían perfectamente que se iba a
producir aquella actuación. No sé si lo conocían o no, a lo mejor no,
pero da esa casualidad.

Hay que planificar, organizar, ejecutar y, por supuesto, evaluar si
estas actuaciones de la Guardia Civil en estos pueblos son lo
eficaces que podrían ser, porque a lo mejor no serían necesarias,
puesto que simplemente son alardes, más que actuaciones positivas, y
habría que intentar cambiar o actuar de otra forma. Por tanto,
termino, como he empezado: para este viaje, señor Robles, no hacían
falta tales alforjas.




El señor PRESIDENTE: Señor Robles.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Señoría, lo primero que hay que hacer es ponernos de
acuerdo en que en la lucha contra la droga hay diferentes formas de
abordaje y que cada instrumento tiene su finalidad. Y lo que no se le
puede pedir a un instrumento son los objetivos para los que no está
previsto. La Ley de Seguridad Ciudadana no está prevista para ese
tipo de investigación sutil a la que en algún caso hace referencia la
moción del ayuntamiento o que usted insinúa, que es una línea
distinta, es más bien la lucha contra las redes del tráfico de redes.

La Ley de Seguridad Ciudadana está en el orden fundamental de la
disuasión y la prevención. Cuando en el año 1995 el anterior Gobierno
introdujo esta ley, se contemplaban sanciones de carácter
administrativo al consumo en público. Lo que se pretendía era
establecer un balance entre no penalizar el consumo y enviar el
mensaje a la opinión pública de que hay determinadas conductas que no
consideramos que sean las más apropiadas, porque evidentemente no son
las más constructivas, se trata de ese consumo público. Desde el año
1995, desde que entra en vigor la ley, se vienen aplicando las
sanciones administrativas al consumo, y son los Cuerpos de Seguridad
quienes elevan las sanciones, que son evidentemente discutidas y
discutibles, pero que suponen en ese momento una cantidad importante
y que tienen un valor añadido sobre el que tendremos en algún momento
que hablar. Lo cierto es que actualmente muchas familias se enteran
de la situación de sus hijos precisamente porque les llega una
sanción administrativa. Hay reacciones muy diversas, no se lo puedo
ocultar: desde el padre que toma nota, que procura dialogar con su
hijo, entender el problema, buscar
si tiene una adicción importante o si simplemente es un hecho
ocasional, que profundiza en el tema y busca soluciones. Pero hay
otras alternativas: si hay un consumo muy estable, se le ofrece el
posible cumplimiento de la sanción, mejor dicho, la remisión de la
sanción a través de un programa terapéutico. Hay ya un número muy
importante de chicos y chicas que están siguiendo tratamientos por
esa vía, y los datos de los que disponemos son que el resultado de
estos tratamientos es similar al que pueden tener cuando hay
motivación personal para ir al tratamiento; por lo tanto, no es una
vía a desdeñar. Y hay la tercera vía de gente que se lo toma mal,
como si estuviéramos ofendiéndoles, como si les estuviéramos
diciendo: mire usted, no se meta en mi vida que yo hago con mi hijo
lo que quiera. Les molesta que se les comunique el problema.

Como les decía, es opinable. Ahí está, se sigue aplicando, y la
Guardia Civil, como la Policía y todos los Cuerpos de Seguridad lo
que hacen es cumplir con esa ley que está resultando útil para seguir
lanzando ese mensaje especialmente a colectivos de jóvenes que están
en esta dirección, puede resultar también útil para las familias, y
en última instancia para unas personas que en estos momentos están
siguiendo el tratamiento en centros de desintoxicación.

Con esto contesto a por qué y para qué se aplica esa medida, no para
luchar contra el tráfico de drogas, pues para eso están el Código
Penal y otra serie de instrumentos, es más bien una lucha indirecta
de carácter preventivo, y cuando hay una denuncia lo que tiene que
hacerse es acudir.

De su explicación entiendo que a S. S. le hubiera parecido bien que a
esa tasca que usted menciona se le hubiera hecho una inspección. Por
esa misma impresión que usted tiene y por algo más, porque se
presentó una denuncia, es por lo que sobre otros «pubs», discotecas o
lugares de diversión del pueblo, se llevó a cabo esa acción,
exactamente por la misma línea argumental a la que usted ha hecho
referencia con la tasca: porque había evidencias, sospechas, de que
en aquellos lugares se podía estar consumiendo y quizá también
traficando. Por eso se cuenta con ese dispositivo que hace ese papel.

De lo que se trata es que haya un excelente clima entre los vecinos y
las Fuerzas de Seguridad del Estado, pero eso no puede significar una
dejación de la responsabilidad que tienen las Fuerzas de Seguridad,
que es cumplir la ley y hacer que se garanticen todos los preceptos
que en ella están contenidos.

Para ese grupo de personas jóvenes que están consumiendo, como para
otras muchas personas, el mensaje se ha lanzado: no hay impunidad, no
debe haberla, debe cumplirse la ley. Estamos diciendo que si en un
sitio se está consumiendo es que probablemente detrás hay algo de
tráfico. Todo esto tiene un mundo de interrelación sobre el que
tenemos que trabajar, pero la finalidad de este caso era básicamente
dirigirse a losconsumidores, responder a una denuncia y, desde



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luego, en ningún caso producir alteración alguna, sino más bien al
contrario, evitar que se produjera.

Esa es la finalidad, insisto, y cada objetivo tiene sus vías
distintas. La Ley de seguridad no es para luchar contra el tráfico de
drogas sino que es básicamente una medida de carácter preventivo y
disuasorio en los temas de consumo. Las otras vías que usted apunta,
con las que yo estoy plenamente de acuerdo, las labores más de
información, tienen otros tratamientos en los que también se trabaja,
como usted sabe, muchas veces con enorme dificultad, porque no
estamos hablando nunca de grandes tráficos a esos niveles, estamos
hablando de cosas pequeñas y eso tiene una dificultad añadida.




- DE LA SEÑORA ROMERO LÓPEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE ACUERDOS DE LA ASAMBLEA DEL GAFI CON RELACIÓN A LA OPACIDAD DE
LAS SOCIEDADES INSTRUMENTALES DE GIBRALTAR. (Número de expediente
181/000225.)



El señor PRESIDENTE: Siguiente pregunta que formula la Diputada del
Grupo Socialista, doña Carmen Romero.




La señora ROMERO LÓPEZ: Señor Robles, como usted conoce, el objetivo
de la OCDE en estos últimos tiempos es evitar la competencia desleal
en esta economía globalizada que vivimos y perseguir las
irregularidades en los paraísos fiscales. La convicción de quienes
están al frente de este organismo internacional es que donde se halla
el dinero negro también se refugia el dinero sucio, por lo que la
ayuda en la persecución del dinero negro conlleva la lucha contra
estas redes de dinero sucio.

Diversos medios de comunicación han publicado la lista de países no
cooperadores, así como la lista de países poco cooperadores. Los
paraísos fiscales que radican en España, especialmente Gibraltar,
está en la lista de los países por cooperadores. Gibraltar ha salido
en las recomendaciones del GAFI, como conoce S. S., por las
actuaciones y redes que allí se han detectado. El uso de este paraíso
fiscal como refugio del dinero negro y a veces también del dinero
sucio es conocido, como también son conocidas las sociedades pantalla
que su grupo se encargó de resaltar cuando el Partido Popular estaba
en la oposición. Las mafias que se refugian hoy en la Costa del Sol
son de todos conocidas, no son solamente rusas, las hay también
italianas y, últimamente, magrebíes.

Existe una unidad de investigación para esa zona, que
incomprensiblemente no incluye a la provincia de Cádiz, como tampoco
ahora con la Policía 2000, cuando Gibraltar es la punta entre esas
dos provincias.

Yo quisiera preguntarle cuáles han sido los resultados de esta
asamblea, perteneciéndole a España en estos meses la presidencia del
GAFI, conociendo el funcionamiento de este Grupo de Acción Financiera
y que en el orden del día no estaba previsto analizar la situación de
los paraísos fiscales poco cooperadores, quisiéramos saber si la
actuación de España ha sido algo más que la de moderar los debates en
los que se ha tratado del dinero sucio, de sociedades pantalla y
paraísos fiscales.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Señoría, efectivamente España preside el GAFI en
este momento. Éste es un ejemplo más de algo de lo que estamos
hablando a lo largo de esta mañana: se ha elegido al Estado español
para presidir uno de los organismos internacionales más importantes
en este momento en la lucha contra el blanqueo de capitales después
de haber pasado la segunda evaluación del cumplimiento de las 40
recomendaciones. España fue evaluada el año pasado, pasamos con
sobresaliente esa evaluación. El hecho de poder presidir en estos
momentos un organismo de esa naturaleza, avala que hay credibilidad
en el diseño de los que el Gobierno español hace en su mecanismo de
prevención y de represión del tráfico de drogas, y especialmente de
blanqueo de capitales. Pongo por delante ese tema, no solamente para
seguir en la línea argumental de lo que vengo diciendo esta mañana,
sino para ver nuestro compromiso activo en todos los foros en donde
se puede aportar algo en esta dirección. España está presidiendo el
GAFI para impulsar una línea de trabajo.

Los organismos internacionales, como sabe S. S., tienen estructuras
de trabajo que no cambian en un vaivén de seis meses o un año. En
honor a la verdad no podemos decir que todo lo que va a hacer la
presidencia española corresponde a nuestro impulso. Hay ya
lógicamente, como es bueno para estos organismos, unas líneas de
trabajo establecidas, pero cada presidencia introduce una serie de
temas importantes. Nosotros hemos hecho un especial hincapié en lo
que se han llamado las listas negras, de los países no cooperantes, y
ha sido bajo la presidencia española, y precisamente por ella, cuando
se ha reactivado este tema, se han hecho públicas por primera vez
estas listas, hecho que ha supuesto un aldabonazo importantísimo en
muchos países que en estos momentos están en proceso de negociación
con estas estructuras. Nosotros somos muy conscientes de la
importancia que tiene que vayan limitándose estos espacios de
tolerancia o de no cooperación, como se ha definido en el GAFI, para
ser eficaces en la lucha contra el blanqueo de capitales.

Como usted ha preguntado, Gibraltar es una de esas jurisdicciones que
están siendo revisadas por el GAFI,



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porque España pone permanentemente sobre la mesa del GAFI la cuestión
de Gibraltar. Es nuestro país quien una y otra vez frena cualquier
iniciativa no coherente de levantar de alguna manera la muleta -dicho
en términos muy coloquiales- sobre Gibraltar y pone sobre la mesa
todas las deficiencias, dificultades y no cooperación de este
territorio, que, por otra parte, es un territorio peculiar en cuanto
que goza de una gran autonomía de autogobierno respecto al Reino
Unido pero que está lógicamente bajo la soberanía del Reino Unido.

Bajo esa dificultad y dualidad de esa gran autonomía y al mismo
tiempo dependencia en cuanto a la soberanía internacional del Reino
Unido, en esa lista trabajamos.

Gibraltar, como tal, no está en la lista negra de los países no
cooperantes, pero sí que está en la lista de la OCDE. S. S. sabe que
la lista del GAFI y la lista de la OCDE son distintas; no está en la
lista de no cooperantes del GAFI pero sí está en la de los 34 países
de la OCDE que, a nuestro juicio, tienen prácticas fiscales dañinas.

Lo que ha hecho precisamente el GAFI -en esto tiene usted que
entender nuestro peso y nuestro impulso- es crear una lista paralela
de otros países, un total de 15 países, de los que han llamado la
lista gris (parece una broma pero no lo es, se le ha llamado la lista
informal gris), países o territorios que habiendo desarrollado, en
términos formales, una legislación sobre el blanqueo de capitales,
tienen importantísimas lagunas. Aunque podrían formalmente cumplir
los protocolos tradicionales del GAFI, es decir las 40
recomendaciones, existen otra serie de indicadores, informaciones
y evidencias que hacen que, aunque cumplieran esas cuestiones
formalmente, en términos prácticos efectivamente pudieran estar casi
al mismo nivel de los países no cooperantes.

Gibraltar sí que está en esa lista gris, informal, de países con
fuertes deficiencias en su sistema de prevención y represión del
blanqueo de capitales. En esa lista informal gris se ha hecho de
alguna manera una revisión de la situación de Gibraltar y hasta el
momento, en la última reunión y de forma privada, se ha requerido a
Gibraltar para que ponga sobre la mesa información y que corrija
determinadas cuestiones que se le han planteado, y se han
comprometido a que en la próxima reunión se le solicitará formalmente
-no ya privada sino formalmente- que presente -claro está, a través
del Reino Unido, que es quien tienen su soberanía, porque España no
reconoce la soberanía propia de Gibraltar- los avances que se han
producido en las deficiencias encontradas. Por lo tanto, se ha creado
una lista nueva de los países donde hay claras muestras de no
cooperación, aunque formalmente pudieran hacerlo; se ha requerido una
serie de hechos; se ha puesto sobre la mesa un informe confidencial,
que no ha circulado, sobre las deficiencias que tiene y se le ha
requerido a Gibraltar para que en la próxima reunión presente, como
he dicho a través del Reino Unido, los avances o la situación en la
que en este momento está su sistema
financiero. Ésa es la situación con respecto a Gibraltar y el GAFI,
señoría.




El señor PRESIDENTE: Señora Romero.




La señora ROMERO LÓPEZ: Señor Robles, nos hubiera gustado que en esta
comparecencia S. S. hubiera respondido a esta pregunta mostrando un
reconocimiento al diseño del Gobierno anterior en materia de droga,
porque, como S.S. sabe bien, si nuestro país tiene un prestigio
internacional no ha sido gracias a la legislación introducida por
este Gobierno sino a la del Gobierno anterior. Hemos echado de menos
ese reconocimiento, aunque es algo habitual en su grupo. Así como
reconocemos que hay una parte de esta materia sobre drogas que se
incluyó su Gobierno porque quedó pendiente del Gobierno anterior,
usted sabe que todos los documentos internacionales que hablan de
drogas se basan en la política que ya lleva mucho tiempo puesta en
marcha en España, diseñada por esta Comisión, a través de la ponencia
que fue prácticamente el germen de esa actuación conjunta.

Quiero destacar algunas inexactitudes, porque esas listas no se han
hecho públicas ahora, cuando la presidencia española está al frente
del GAFI, se hicieron públicas antes. La OCDE sacó a la luz las
listas de los países no cooperadores y de los países poco
cooperadores y tuvimos ocasión de verlas en los medios de
comunicación. Es posible que después fueran matizadas por el GAFI,
pero estaban ya previamente en los medios de comunicación. Si no me
equivoco, la presidencia española es del 1 de julio y esas listas ya
las había publicado la OCDE. Si nuestro país ha sacado el tema de
Gibraltar, desde luego no ha aparecido en los medios de comunicación.

Este Parlamento echa de menos, siempre que ha habido una reunión
internacional, que, al menos, como observador sus grupos
parlamentarios sean invitados para tener conocimiento de las
importantes cuestiones que se puedan debatir. En este caso se ha
debatido algo que es muy importante para esta Comisión, como es el
blanqueo de capitales. Si nuestro país ha puesto sobre la mesa el
tema de Gibraltar -cosa que desconocemos- si usted lo dice
probablemente haya sido así, en cuanto a eficacia, deja mucho de
desear la posición de España.

Existía ya, por lo tanto, esa lista gris. Es curioso que usted diga
aquí que se ha comprometido a que a este paraíso fiscal, Gibraltar,
se le solicite que presente los avances en las deficiencias
encontradas y, al mismo tiempo, que hable de que hay países como
Gibraltar en los que ya existe la legislación pero que no tienen
mecanismos eficaces para esa lucha contra el blanqueo de capitales.

Es una pena que no se lo hubiera dicho antes a su ministro de
Exteriores, al subdelegado de Cádiz, o a las diputadas y diputados
del Partido Popular, porque cuántas intervenciones han tenido
exigiendo el cumplimiento de las directivas. Si es cierto que lo



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han introducido en la legislación ¿por qué han utilizado ese tema
sabiendo que era falso? Yo tengo respuestas parlamentarias diciendo
que Gibraltar ha incorporado esas directivas a su legislación.

Si ustedes lo sabían, porque me lo han contestado así, ¿cómo es
posible que su ministro de Exteriores, su subdelegado del Gobierno,
sus diputados, hayan exigido que esta legislación se incorpore?
Estamos acostumbrados al uso puramente electoral del tema. Cuando el
famoso conflicto de la pesca en Gibraltar, el Presidente del Gobierno
actual tuvo unas declaraciones poco afortunadas hablando del nido del
narcotráfico.

Ahora, en esta ocasión, tenían la oportunidad de que España de verdad
hubiera lanzado el tema, no electoralmente sino yendo a la raíz;
ahora tenían la posibilidad porque en las declaraciones de los
organismos internacionales y en todos los documentos, cuando se habla
de Gibraltar, se habla que la dificultad está en que en las
sociedades pantallas se usan intermediarios y, por lo tanto, no
existe transparencia en la identificación de los clientes.

Es ese el objetivo fundamental, han dejado ustedes pasar la asamblea
de Madrid y ese tema no está sobre la mesa. Hablan ustedes de un
informe confidencial a través del Reino Unido, pero en esa asamblea
no han destacado que el objetivo fundamental es la transparencia en
la identificación de los clientes. Sólo recurren a Gibraltar cuando
hay conflictos y no, de verdad, para solucionar los problemas de
blanqueo de capitales que surgen cuando no existe esa transparencia
en la identificación de los clientes. ¿A qué vienen las declaraciones
que han hecho sus diputados, el subdelegado del Gobierno, su
ministro, etcétera, etcétera?
Si España es miembro del GAFI, ¿para qué preside la asamblea, es un
trámite burocrático? ¿qué aportamos? Ni siquiera una declaración
sobre la situación de Gibraltar ¿Qué hipotecas tenemos con el Reino
Unido para no llegar de verdad al fondo de la cuestión? ¿Por qué
hemos perdido libertad para no llegar al fondo de la cuestión y no
exigir la identificación de los clientes, que es lo que están
demandado todos los organismos internacionales? ¿Por qué no actúa con
más eficacia la Agencia Tributaria en lo que se refiere a los
españoles? Porque gran parte de esas sociedades, como S. S. conoce,
pertenecen a españoles.

Si no podemos valorar en qué consiste ese informe confidencial, si
estas preguntas no son respondidas, tendremos que afirmar que han
vuelto a dejar pasar esta oportunidad sin tener en cuenta la política
que han hecho desde hace ya muchos años manteniendo que las
sociedades pantalla son el gran obstáculo. Nosotros hoy afirmamos que
cuando han tenido la oportunidad, no han tenido la voluntad de
hacerlo. Si dijeron que iban a actuar contra esas 60.000 sociedades,
¿ahora qué están haciendo? Si cada vez que hay un conflicto, el
ministro, el subdelegado, los diputados del PP, y hasta el propio
Presidente, mencionan a Gibraltar y a las sociedades pantallas y
ahora que tenían que haber actuado no lo hacen, ¿qué podemos esperar
de ustedes? Sólo armas electorales, pero no eficacia en la
persecución del blanqueo de capitales; sólo armas para ser usadas en
los conflictos, por cierto, demasiado abundantes y no queridos, pero
no voluntad para enfrentar lo que significan los circuitos
financieros, que, como usted acaba de repetir en la anterior
pregunta, son de verdad la lucha más eficaz que podemos hacer hoy
contra el narcotráfico.




El señor PRESIDENTE: Señor Robles.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Señoría, vamos a ver si trato de explicarle lo que
estamos haciendo en este terreno. No todo lo que hace el Gobierno
español es a través de los organismos internacionales, que se han
hecho cosas, sino que también se hacen en las relaciones bilaterales,
S. S. no puede olvidarse de un acuerdo importante que ha habido con
el Reino Unido en materia operativa, que supone un gran avance en lo
que es el trabajo diario de los cuerpos de seguridad precisamente en
la investigación de esas sociedades y en la agilización de las
comisiones rogatorias. Es un acuerdo de los ministros del Interior,
que ha sido ratificado, del que ha tenido conocimiento la opinión
pública.

Es un hecho operativo y real, de avance concreto en el trabajo contra
esas 60.000 sociedades de las que usted habla y otras muchas
operaciones, pues antes llegaban las pistas y los indicios hasta
Gibraltar y allí se perdían. Lo ha conocido la opinión pública y
supongo que S. S. también.

En el ámbito de los organismos internacionales, concretamente en el
GAFI, ¿quién cree usted que es el Gobierno que pone permanentemente
sobre la mesa la situación de Gibraltar?
Si aplica el sentido común pensará, con acierto, que es precisamente
el Gobierno español, no creerá S. S. que son otros gobiernos. Es este
Gobierno, nuestro país, el que ahora, y seguramente antes, suscita
este tema de forma recurrente, machacona y constante para escalar en
eficacia. Si se habla de Gibraltar; si hay un compromiso de presión
en este momento a Gibraltar; si hay un compromiso para que en la
próxima reunión, de forma oficial no ya privada, tenga que
presentarlo, comprenderá usted que nosotros hemos estado en esa
presión, aplicando la lógica y el sentido común; somos nosotros
quienes estamos interesados y padecemos, de forma prioritaria y en
primer lugar los efectos de Gibraltar sobre determinadas zonas de
nuestro país.

Debo aclarar que S. S. ha deslizado el término «país», cuando
Gibraltar no es un país; es un territorio bajo soberanía del Reino
Unido. Eso evidentemente tiene sus connotaciones en el ámbito
internacional. No es un país. España se niega, entre otras cosas, a
ese



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reconocimiento que en otros organismos internacionales está
introduciéndose. Lógicamente, lo que sí se produce es un diálogo con
el Reino Unido, que es quien tiene la soberanía sobre Gibraltar, para
introducir determinadas cuestiones.

El hecho de que exista esa lista gris, hace posible que se pueda
precisamente distinguir entre la formalidad y la realidad. Hay países
o territorios que pueden haber introducido formalmente determinadas
legislaciones, pero la práctica demuestra que no están dentro del
grupo de los países cooperantes. Esa es precisamente la situación
¿Por qué se ha llegado a la situación en la que Gibraltar ha ido
adaptando su legislación introduciendo cambios legislativos?
Precisamente por la presión internacional en la que, una vez más
tengo que decirlo, España ha jugado un papel fundamental. ¿Cree usted
que Gibraltar hubiera adaptado las directivas comunitarias si España,
de forma permanente y recurrente, no hubiera insistido en el tema?
¿Cree usted que Gibraltar hubiera hecho cambios en algunos aspectos
si España no hubiera insistido?
Otra cuestión es si eso es suficiente. Mi opinión es que no lo es, es
por ello por lo que, seguimos trabajando en esa dirección.

No es un solo punto, al que S. S. ha hecho referencia, el problema de
Gibraltar. Habla S.S. de las sociedades offshore, pero yo le puedo
citar de ese informe, que no es público, hasta siete lagunas, siete
temas importantes identificados que se le han entregado a Gibraltar y
que éste tiene forzosamente que justificar y explicar y corregir; no
una sino siete lagunas que en estos momentos tiene Gibraltar no sólo
en su legislación sino en su sistema de prevención y de represión del
blanqueo de capitales; siete puntos que están identificados en un
informe y de los que tendrá que responder en la próxima reunión.

Hay un trabajo detrás del tema y estamos presionando permanentemente.

El Gobierno español no cree que los meros cambios introducidos en esa
legislación ni las directivas sean suficientes. Ahora bien, es un
buen mecanismo de presión. Usted recordará que hubo unos años en los
que era una evidencia que todo el mundo podía ver la presencia de las
famosas planeadoras, lanchas rápidas en el puerto de Gibraltar. No es
que nos lo estuviéramos inventando, señoría, es que usted, que es
diputada de Cádiz y que habrá ido por allí muchas veces, sabe que lo
que estábamos diciendo entonces era verdad, que entraban y salían con
absoluta impunidad del puerto. ¿Y cuándo desaparecieron las lanchas
de Gibraltar, señoría? Cuando hubo presión, cuando hubo una fortísima
presión del Gobierno de entonces, del Parlamento, de los organismos
internacionales para que efectivamente eso desapareciera de allí.

Hay que combinar todos los instrumentos que tenemos a nuestro
servicio: la presión internacional, la presencia de los foros
internacionales, los cambios en la legislación, ese nuevo informe que
está sobre la mesa,
los acuerdos bilaterales con el Reino Unido, que han avanzado en
algunos aspectos; todo para conseguir que Gibraltar se incorpore a la
lista de los países cooperantes y deje esa opacidad que perjudica a
los esfuerzos que está haciendo el Gobierno español, y otros países
también, en la lucha contra el blanqueo de capitales. Ese es el
objetivo y eso es lo que se persigue. Evidentemente, las cosas van a
los ritmos que pueden ir. Insisto una vez más, hay problemas en los
que uno no tiene nunca la varita mágica para poderlos resolver; si
tiene la firme voluntad de seguir trabajando en esa dirección, y es
lo que en este momento estamos haciendo también respecto a Gibraltar.




- DE LA SEÑORA GARCÍA PÉREZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE OPINIÓN QUE LE MERECE AL DELEGADO DEL PLAN NACIONAL CONTRA LA
DROGA LA MEDIDA DE LOS PARCHES ANTIDROGA A MENORES IMPLANTADA POR LA
AGENCIA ANTIDROGA DE LA COMUNIDAD DE MADRID. (Número de expediente
181/000242.)



El señor PRESIDENTE: La última pregunta la formula doña Iratxe García
Pérez, por el Grupo Parlamentario Socialista.




La señora GARCÍA PÉREZ: Señor Robles, el Grupo Socialista tiene
conocimiento de la puesta en marcha por la Comunidad de Madrid de una
medida que consiste en unos parches para detectar el consumo de
drogas por parte de los menores. Esta medida nos genera muchas dudas,
sobre todo en cuanto al objetivo real que se persigue y cuál puede
ser la efectividad en función del objetivo que se plantee. Por eso
nos gustaría conocer cuál es su opinión sobre la puesta en marcha de
estos parches.




El señor PRESIDENTE: Señor Robles.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Como saben SS. SS., los parches para la detección
continua de drogas de abuso representan un método analítico con una
gran capacidad diagnóstica, muy cómodos para el usuario. Consisten en
una lámina traslúcida que se adhiere a la piel como un apósito
quirúrgico. Debajo hay una almohadilla que absorbe el sudor. Esta
almohadilla se envía al laboratorio, que analiza el biofluido y que
permite una determinación no sólo cualitativa, si se han consumido o
no se han consumido drogas, sino también la sustancia concreta que se
ha consumido, es decir detecta si es cocaína, si es heroína, si es
cannabis o si son benzodiacepinas. Actualmente se están utilizando en
diversos tipos de servicios de atención a personas con
drogodependencias. Los dos usos más frecuentes



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que tienen en este momento son, en primer lugar, en los presos en
vigilancia penitenciaria que se encuentran de permiso. Del resultado
de la evaluación realizada con los parches se extraen diferentes
consecuencias que pueden tener una gran importancia en la situación
penitenciaria, puesto que puede incidir en los futuros permisos de
las personas o en la progresión en su grado de libertad. También
tiene indudables ventajas para los centros de tratamiento
ambulatorio, ya que permite monitorizar al paciente durante
veinticuatro horas sobre veinticuatro horas, no tiene que acudir
permanentemente, por lo tanto, a realizarse analíticas y puede
producir un beneficioso efecto de autocontrol. Lógicamente,
cualquiera de estos usos, como otros que pueden plantearse, deben
hacerse con carácter voluntario y pleno conocimiento del usuario y
deben adecuarse siempre a las características del sujeto y responder
a las necesidades de intervención que en cada caso se planteen.

En cuanto a la opinión que S. S. me demanda sobre la propuesta de la
Agencia Antidroga de Madrid, como usted bien sabe, la Agencia
Antidroga de la Comunidad de Madrid es el órgano responsable de
diseñar y ejecutar las actuaciones en materia de prevención de los
drogodependientes, así como la asistencia y reinserción social de las
personas afectadas en su ámbito territorial, todo ello de acuerdo con
las competencias que le tiene concedidas la Constitución Española y
el Estatuto de Autonomía de la Comunidad, es decir, las
transferencias realizadas por la Administración central. Lógicamente,
por todo lo anteriormente dicho, la Agencia ha considerado oportuno,
dentro de una variedad de programas y de recursos de muy distinta
índole que funcionan en esta comunidad, regular el uso de dichos
parches como una medida de prevención del uso de drogas. El Delegado
del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas entiende que se
trata, por tanto, de una medida que entra dentro de las competencias
de la Agencia de la Comunidad de Madrid y que no es competencia
nuestra pronunciarnos sobre la misma, al igual que tampoco lo hace
con respecto a otras actividades que se realizan a través de otros
planes autonómicos.

En cualquier caso, las declaraciones realizadas por el Director
Gerente de la Agencia pueden decir lo siguiente: se trata de
introducir un instrumento de carácter complementario que podrá ser
utilizado sí o no por las familias de forma absolutamente voluntaria,
que no se trata por lo tanto de sustituir el diálogo fundamental
entre padres e hijos, que es la parte clave de cualquier política
preventiva; que como se exponía anteriormente, el uso de este
instrumento debe tener siempre carácter voluntario, y por lo tanto no
impositivo ni coactivo, y de hecho se tendrá en cuenta siempre la
opinión de ambas partes en la familia. La propia Agencia ha
establecido un mecanismo de asesoramiento familiar y prescripción
terapéutica en el que intervendrán trabajadores sociales y
psicólogos, que van a establecer un sistema de valoración.

Finalmente, el Director de la Agencia
Antidroga ha planteado, como no podía ser de otro modo, que se
trata de una experiencia que será sometida a una constante evaluación
y que ofrecerá unos resultados en su momento. Por lo tanto, como se
trata de una experiencia, lógicamente habrá que esperar a los
resultados para poder hacer una evaluación.




El señor PRESIDENTE: Señora Iratxe.




La señora GARCÍA PÉREZ: Gracias, señor Robles, pero siento decirle
que me ha decepcionado profundamente su respuesta.

Conocemos cuáles son las competencias que corresponden a cada cual,
pero también estamos aquí para debatir y para poder coordinar qué
actuaciones en materia de droga se pueden poner en marcha, y una de
las cuestiones esenciales para nosotros es la coordinación de todas
las medidas. Por supuesto que esta competencia es de la Comunidad de
Madrid, pero por supuesto que en esta Comisión para el estudio de la
problemática de la droga, también estamos para definir los objetivos
y los planteamientos de la puesta en marcha de distintas medidas que
se desarrollen a otros niveles competenciales.

Le decía que nos generaba muchas dudas cuál es el objetivo primordial
de esta medida, puesto que estamos hablando de prevención, y en todos
los órganos donde se han estado debatiendo estos temas la prevención
del consumo de drogas se basa sobre todo en las habilidades sociales,
en la comunicación, en la confianza del joven dentro de su núcleo
familiar, por eso la duda de la puesta en marcha de esta medida
cuando puede generar sobre todo una situación de desconfianza de los
padres con respecto a estos jóvenes. Además, de acuerdo que es una
medida experimental y de acuerdo que se está poniendo en marcha en
estos momentos, pero se ha ido reciclando por las constantes
protestas que han existido por parte de distintos sectores sociales
afectados, como pueden ser consejos de juventud, como pueden ser
organizaciones de familiares, etcétera. Esta medida se ha ido
modificando, se ha ido cambiando, y nos gustaría también poder
evaluar si se corresponde el coste económico de esta medida con la
efectividad de su puesta en marcha. Nos gustaría conocer cuál ha sido
la demanda de estos padres y si eso justifica el coste presupuestario
de la medida.

Por último, al igual que usted no ha querido respondernos a esta
pregunta, en la anterior comparecencia de la Ministra de Sanidad ante
esta Comisión tampoco quiso respondernos. Y vuelvo a incidir en que
entendemos el nivel competencial en el que nos estamos moviendo, pero
si ésta es una Comisión donde tenemos que valorar, donde tenemos que
debatir y donde tenemos que estudiar toda la problemática referida a
la droga, también tendremos que abrir cauces para poder conocer
cuáles son las medidas que se pueden llevar a cabo enrelación con
este tema y así coordinar y poder también



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recomendar cuáles son las actuaciones más efectivas y las que
realmente pueden tener una respuesta a la problemática que estamos en
estos momentos debatiendo.




El señor PRESIDENTE: Señor Robles.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Robles Orozco): Señoría, estoy plenamente de acuerdo en que ésta es
una Comisión de estudio y que debe conocer todos los informes y
valorarlos, pero precisamente es ahí donde radica la cuestión, y a mí
lo que me gustaría es que tuviéramos entre todos el buen juicio de
mantener criterios de carácter científico. Es decir, si uno pone en
marcha un proyecto de investigación, lo riguroso y lo serio es
esperar a que el proyecto finalice y haya un proyecto de evaluación,
porque lo que no me parece serio (y estamos asistiendo en nuestro
país últimamente a determinadas situaciones en esta dirección) es que
cuando uno pone en marcha un proyecto inmediatamente se le exijan ya
los resultados. Nos ha pasado con este tema, nos está pasando con la
conocida coloquialmente como narcosala, y sucedió en su momento con
el famoso proyecto de investigación de heroína, que todavía no se ha
puesto en marcha y todo el mundo cree que ya ha finalizado y ya
tenemos resultados. ¿Por qué? Porque el equipo de investigación,
desde el mismo día que pensó en él, ya anunció que iba a ser un
éxito. Entonces, si estamos hablando de investigación, lo riguroso es
diseñar un proyecto, aplicar el proyecto y hacer una evaluación, y
cuando tengamos la evaluación, traigámosla a esta Comisión y a otros
muchos foros para que se puedan sacar las conclusiones adecuadas.

Pero si usted está reconociendo que es un proyecto de investigación
para saber realmente los resultados, demos tiempo a que finalice el
proyecto, que el Gerente de la Comunidad de Madrid nos presente sus
resultados y entonces podremos evaluarlos. ¿Cómo le voy a decir yo en
este momento, por ejemplo, cuál es la demanda si el proyecto está
abierto? ¿Cómo le voy a decir yo cuál es el coste/beneficio si no lo
sé, si está aplicándose el programa? Cuando termine el programa
podremos establecer qué demanda ha habido, qué coste ha supuesto y
cuáles son los beneficios. Eso habrá que verlo al final. Es decir,
cuando uno empieza a aplicar el programa no tiene ni idea de esas
cosas, tiene una idea porque surge un demanda, y tengo que
recordarle, señoría, que es precisamente como surgió
este proyecto. No es que no quiera contestarle porque sea competencia
de la Comunidad de Madrid, sino porque son ellos los que tienen la
información; surge a demanda de un grupo de padres. Uno puede pensar
que están acertados o equivocados, pero el origen es que un grupo de
padres se dirigen a la Agencia de la Comunidad de Madrid demandando
algún tipo de mecanismo que les ayude al diagnóstico, a la disuasión
o a la prevención. En ese momento surge este instrumento que es un
parche nuevo que está en el mercado y se estudia la posibilidad de
ver si es útil en ese sistema. Uno puede tener muchas opiniones, yo
también las tengo al respecto, pero, insisto, si hay una decisión
tomada de aplicar un proyecto de investigación, demos tiempo para que
se aplique, se comprueben los resultados, se evalúe y lleguemos a las
conclusiones que tengamos que llegar, y por cierto, insisto, pido
esto mismo para cualquiera de los proyectos de investigación que se
pongan en marcha. No es bueno que determinadas personas, por muy
interesadas que puedan estar en el tema, lancen aventuradamente ya
los resultados de las cosas, ni a favor ni en contra. Eso no es
científico, eso no es riguroso y así no vamos a avanzar realmente en
el conocimiento de lo que resulta útil o no para los toxicómanos y
sus familias.

Por lo tanto, insisto, ésta es una cuestión que lógicamente, como
usted dice, se va reciclando -no sé si la palabra es la adecuada-, se
va perfilando, mejorando en la medida que existen opiniones, y debe
ser así. Yo no sólo no le veo ningún aspecto negativo, es que creo
que es lo correcto, es decir, escuchar a las partes, ver las
diferentes sensibilidades, corregir los errores que se hayan podido
producir y con todo eso diseñar adecuadamente un programa. Ahora que
está aplicándose démosle tiempo, comprometamos al Director de la
Agencia de Madrid a que nos presente sus resultados y, cuando nos
presente sus resultados, podremos decidir si es lo más adecuado o no
lo es.




El señor PRESIDENTE: Finalizado el orden del día, damos las gracias
al señor Delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas por
su comparecencia.




Se levanta la sesión.




Eran las doce y cuarenta y cinco minutos del mediodía.