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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 290, de 18/09/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 290



MEDIO AMBIENTE



PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.a MARÍA BERNARDA BARRIOS CURBELO



Sesión núm. 19



celebrada el martes, 18 de septiembre de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor Ministro de Medio Ambiente (Matas i Palou)
para informar sobre:



- El proceso de licitación y adjudicación de la campaña publicitaria
de la estrategia española de desarrollo sostenible, evaluada en siete
mil millones de pesetas. A solicitud del Grupo Parlamentario
Socialista. (Número de expediente 213/000465.) . . . href='#(Página8762)'>(Página 8762)



- La campaña de sensibilización social, el procedimiento de
adjudicación y los objetivos que persigue en relación con la
elaboración de la estrategia española de desarrollo sostenible.

A petición propia. (Número de expediente 214/000067.) . . .

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- El desarrollo de la VI Conferencia de Naciones Unidas sobre el
cambio climático celebrada en Bonn del 18 al 23 de julio de 2001. A
petición propia. (Número de expediente 214/000068.) . . . href='#(Página8773)'>(Página 8773)



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Se abre la sesión a las once de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR MINISTRO DE MEDIO AMBIENTE (MATAS I PALOU)
PARA INFORMAR SOBRE:



- EL PROCESO DE LICITACIÓN Y ADJUDICACIÓN DE LA CAMPAÑA PUBLICITARIA
DE LA ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE DESARROLLO SOSTENIBLE, EVALUADA EN SIETE
MIL MILLONES DE PESETAS.

A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente
213/000465.)



- LA CAMPAÑA DE SENSIBILIZACIÓN SOCIAL, EL PROCEDIMIENTO DE
ADJUDICACIÓN Y LOS OBJETIVOS QUE PERSIGUE EN RELACIÓN CON LA
ELABORACIÓN DE LA ESTRATEGIA ESPAÑOLA DE DESARROLLO SOSTENIBLE. A
PETICIÓN PROPIA. (Número de expediente 214/000067.)



La señora PRESIDENTA: Buenos días a todos.

Bienvenido de nuevo, señor ministro de Medio Ambiente, a la Comisión
de Medio Ambiente al comienzo de este período de sesiones. Hoy
celebramos esta Comisión con la comparecencia del ministro de Medio
Ambiente, a petición propia, urgente, para informar sobre el proceso
de licitación y adjudicación de la campaña publicitaria de la
estrategia española de desarrollo sostenible evaluada en siete mil
millones de pesetas, y también a petición del Grupo Socialista. El
ministro de Medio Ambiente ha solicitado también a petición propia su
comparecencia -en ese sentido se aprobó que se llevara a cabo en la
última reunión de Mesa y Portavoces- para informar sobre el
desarrollo de la VI Conferencia de Naciones Unidas sobre cambio
climático celebrada en Bonn del 18 al 23 de julio de 2001.

Si los diferentes portavoces están de acuerdo, esta presidencia
propone celebrar, en primer lugar, el contenido de la primera
comparecencia, con las diferentes intervenciones, solicitada tanto
por el propio ministro como por el Grupo Socialista y,
posteriormente, el ministro de Medio Ambiente nos hablará de la VI
conferencia, también con las intervenciones de los diferentes
portavoces de los grupos.

Tiene la palabra el señor ministro.




El señor MINISTRO DE MEDIO AMBIENTE (Matas i Palou): Señora
presidenta, señorías, quiero expresarles en el curso de esta
comparecencia mi especial interés en que todos ustedes conozcan la
finalidad de la campaña de sensibilización que hemos adoptado en
relación con la estrategia de desarrollo sostenible y la necesidad de
darla a conocer a todos los españoles para contar con su
participación y apoyo. Asimismo deseo informarles sobre el
procedimiento de adjudicación
y la etapa en la que nos encontramos, a fin de plasmar la
voluntad de transparencia que conduce mis decisiones.




Objetivos de la campaña. Quiero comenzar recordando que en nuestro
país experimentamos un notable retraso en relación con la
planificación de la política de desarrollo sostenible y su
despliegue, habiéndose actualizado esta necesidad por los compromisos
internacionales que hemos suscrito, nuestra participación en la
elaboración de una estrategia comunitaria y la inminente presidencia
de la Unión Europea. En efecto, señorías, la estrategia de desarrollo
sostenible es un compromiso con nosotros mismos y con nuestros
sucesores. Al fin y al cabo de lo que se trata es de mejorar nuestras
condiciones de vida, de hacer los cambios necesarios para asegurarnos
una economía robusta y en crecimiento, una mayor prosperidad que
alcance a todos y que el crecimiento económico no se hace a costa de
una mayor contaminación y un uso irracional de los recursos
naturales. Se trata, en definitiva, de buscar una mayor prosperidad
con un deterioro ambiental menor, de ser más eficientes en el uso de
nuestros recursos, de conservar nuestra naturaleza y de disponer de
más servicios en un entorno seguro y vivo.

El objetivo de la actuación de sensibilización social que el
Ministerio de Medio Ambiente ha iniciado es el diseño y creación de
una campaña de comunicación de ámbito nacional sobre la estrategia de
desarrollo sostenible en relación con el medio ambiente. Este
objetivo se enmarca en la finalidad de fomentar una conciencia
ciudadana favorable a dicho desarrollo y todo lo que ello implica:
Uso racional del agua, minimización y selección de residuos,
racionalidad en el uso energético, fomento de las energías renovables
y promoción de la sensibilización medioambiental. La campaña y su
objeto son paralelos a la elaboración de la estrategia de desarrollo
sostenible, instrumento clave para avanzar en la política ambiental
de acuerdo con el modelo que impulsa la política comunitaria en la
materia, orientado a la consideración del factor ambiental en todas
las políticas de la Unión Europea, principio de integración
consolidado en el artículo 6 del Tratado de Amsterdam.

La justificación y finalidad de la campaña es fomentar la conciencia
de la sociedad con el desarrollo sostenible y el medio ambiente, de
acuerdo con unos criterios de la estrategia española en la materia.

La EDS no sólo es un compromiso del Gobierno, sino también de la
sociedad para con sus generaciones futuras. Se trata de mejorar las
condiciones de vida de la sociedad, de hacer los cambios necesarios
para asegurar un crecimiento sostenible y una economía más sólida,
una mayor prosperidad que alcance a todos y que el crecimiento
económico no se haga a costa de una mayor contaminación o del uso
irracional de los recursos naturales. La estrategia se perfila como
un instrumento para avanzar hacia el desarrollo sostenible, entendido
estecomo un proceso que atienda a las necesidades del presente,



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sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras. La
estrategia debe ser integradora, en ella tienen cabida diversas
políticas que integran el medio ambiente en los objetivos y
actuaciones sectoriales. La estrategia debe ser compromiso de todos
los españoles, un compromiso con el progreso, el medio ambiente y el
desarrollo social. La estrategia española diseñará objetivos a partir
de los cuales cada ministerio, cada comunidad autónoma, ayuntamiento
o empresa, puede desarrollar su propio programa de medidas para
contribuir al desarrollo sostenible. En resumen, de acuerdo con todo
lo anterior, los principios de la EDS y de la propia campaña de
comunicación son los siguientes: El crecimiento económico y el
empleo, el bienestar social, la protección del medio ambiente y el
uso prudente de los recursos naturales.

Transparencia informativa. En segundo lugar, en ejercicio de la
transparencia que debe caracterizar las decisiones del Gobierno,
permítanme, señorías, resumir los principales criterios que se han
adoptado y que dirigen esta campaña de sensibilización. Cabe destacar
la significativa valoración que se otorga a la creatividad o creación
técnica, sin establecer la prioridad en la oferta económica. En
efecto, este criterio valora la adecuación de las proposiciones
presentadas por los licitadores a la estrategia descrita en el pliego
de prescripciones técnicas, así como la sencillez y comprensión de
los mensajes, la notoriedad de las piezas y trabajos en su conjunto y
su capacidad para generar empatía.

En relación con la puntuación, de acuerdo con lo previsto en el
artículo 86.2 de la Ley de Contratos, en el pliego de cláusulas
administrativas particulares, se han establecido dos fases para el
análisis de los criterios, valorándose en la primera fase el
mencionado criterio de creatividad o creación técnica, y todas
aquellas propuestas que no alcancen el 80 por ciento de la puntuación
máxima quedarán fuera de la licitación. En este proceso hemos
solicitado la colaboración de expertos externos pertenecientes al
ámbito académico.

En la segunda fase se valorará la calidad ambiental, la planificación
de la difusión de la EDS en medios de comunicación, la oferta
económica y otras mejoras que puedan ofrecer los licitadores sobre
las prestaciones exigidas. La licitación se produce por procedimiento
abierto y concurso, habiéndose publicado en el Boletín Oficial del
Estado y en el Diario Oficial de la Comunidad Europea.

Quiero finalizar esta intervención informándoles que aún están
pendientes de valorar los criterios de oferta económica, calidad
ambiental y la planificación de la difusión de los medios de
comunicación, no habiéndose producido aún el final de la
adjudicación.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Morlán.

El señor MORLÁN GRACIA: Muchas gracias, señor ministro, por su
presencia, aunque no por su información, porque indudablemente a uno
le preocupa que ustedes salieran hace unos meses planteando una
campaña publicitaria de 7.000 millones de pesetas, cuando la
situación en la que se encuentra actualmente el expediente de
contratación es de parálisis o de paralización, porque no saben cómo
decidirlo.

Cuando en 1999 el Consejo Europeo de Helsinki invitó a la Comisión
Europea a elaborar una propuesta de estrategia a largo plazo que
integre políticas de desarrollo sostenible desde los puntos de vista
económico, ecológico y social, y que se presentó en el Consejo
Europeo de Gotenburgo en el presente año, nosotros pensábamos que
ustedes tenían ya respuestas a unas diez preguntas que se plantearon
a todos los países y que me imagino que usted conocerá. Para saber
cuáles son los pasos que se están dando en la definición de la
estrategia española para el desarrollo sostenible, nos gustaría saber
si tienen ustedes esos datos y si tienen esas respuestas, porque eso
nos daría la pauta de su estrategia a partir de ese momento. ¿Por qué
digo esto? Porque así como en un documento del ministerio del 4 de
junio se define que hay varios países de la Unión Europea que ya
tienen marcados los objetivos y los instrumentos de la estrategia de
desarrollo sostenible y había una referencia en ese documento muy
explícita al Reino Unido, Bélgica, Irlanda, Alemania, etcétera, el
Gobierno español no había diseñado ningún documento, ningún objetivo
ni ningún paso relacionados con esta campaña de desarrollo sostenible
en España. La verdad es que no he encontrado nada que me diera a
conocer por qué razón se ponía en marcha una campaña publicitaria que
llevara a los ciudadanos la comunicación y el conocimiento sobre lo
que tenían que ser las políticas ambientales en los próximos años.

Cuando uno analiza que esta campaña está en marcha o que se quiere
poner en marcha, en principio le tengo que decir que a mí me parece
muy bien que haya una campaña encaminada a promover la concienciación
ciudadana; una campaña para que en el día a día el ciudadano entienda
que cualquier acto que realice puede tener unas repercusiones
ambientales y que es bueno que estos condicionantes se tengan en
cuenta a la hora de desarrollar cualquier labor o cualquier
actividad. Pero nos hemos encontrado con que frente a esa campaña no
había nada. Cuando ustedes presentan esta campaña en La Moncloa, con
el señor Aznar a la cabeza, y de cuya presentación se ausentan los
grupos ecologistas en protesta por cómo se está llevando a cabo el
acto, nosotros pensamos que había algo más que el panfleto que nos
dan, muy bien elaborado, con mucha fotografía y con mucho colorido
pero con muy poca literatura. Sin embargo, observamos que no hay nada
detrás porque los primeros pasos que dan ustedes para llevar a cabo
la estrategia española de desarrollo sostenible se plantean en una
serie de reuniones, con constitución de los grupos



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de trabajo: el 10 de julio, el grupo de cohesión y progreso social;
el 10 de julio, el grupo de economía y sostenibilidad; el 9 de julio,
recursos naturales y medio ambiente; el 9 de julio, medio ambiente y
políticas sectoriales, y el 10 de julio, cooperación institucional.

Es decir, cuando ustedes lanzan esta campaña de 7.000 millones de
pesetas, no han puesto en marcha los contenidos de los elementos
importantes que había que difundir a los ciudadanos a través de esa
campaña.

También nos encontramos, cuando sale publicada la campaña en el BOE
el 15 de marzo, por una resolución del 4 de marzo del subdirector
correspondiente, que dos meses después de aprobados los presupuestos
en el capítulo de su ministerio no hay ninguna cantidad consignada
encaminada a la existencia de esta campaña. Nos parece que esta
campaña no deja de ser una especie de mascarada. ¿Por qué? Porque
aunque los objetivos sean loables, lo que no es loable es la forma en
que se ha configurado esta campaña ni el contenido de los documentos
de la campaña, que no existen, y la forma en que se está tramitando
la adjudicación. Ustedes hablan de 7.000 millones de pesetas, y son
1.980 millones de pesetas, para no llegar a los 2.000 millones y no
tener más complicación administración, de acuerdo con la Ley de
Contratos, y después dicen que en los próximos años se irán gastando
los 5.000 ó 4.960 millones restantes, según creo recordar. Es una
campaña que tiene un contrato de 1.980 millones de pesetas y una
perspectiva de inversión o de gasto de 5.000 millones de pesetas en
los próximos años para todas las actividades de publicidad,
propaganda, impresión y televisión, es decir, para extenderla por los
medios de comunicación. Vemos que no hay una previsión en diciembre
del año 2000; no hay una previsión de los contenidos de la campaña
hasta después de que ésta se convoca, y después, a la hora de ver
cuál es el desarrollo del sistema de contratación, nos encontramos
con que si tenían ustedes que tener finalizada la campaña en un
momento determinado, se producen dos prórrogas porque parece ser que
existen bastantes dificultades para definir cuál es la empresa
adjudicataria de la campaña.

Nos sorprenden mucho varios aspectos, señor ministro, en las
cláusulas del contrato que se va a suscribir. Sorprende que ustedes
plantean la subcontratación, es decir, ustedes adjudican la campaña y
la empresa adjudicataria subcontratará los servicios o las
actividades con otras empresas. Sorprende, señor ministro, que su
jefe de gabinete sea en aquellos momentos el que va a estar al frente
del diseño de esta campaña porque es el que va a estar en la mesa de
contratación. Me gustaría saber quién está en esa mesa de
contratación, cómo se ha configurado la mesa de contratación y si ha
habido algún problema respecto a los pasos que se están dando en la
definición de la campaña, porque parece ser que hay algunos problemas
internos que dificultan que esta campaña se lleve a cabo. A nosotros
nos gustaría que en esta comparecencia nos aclarara estos puntos que,
sin lugar a dudas, tienen mucho que ver con lo que debiera ser una
campaña. El problema es que ustedes han lanzado 7.000 millones de
pesetas para una campaña publicitaria que no tiene ningún contenido
en estos momentos y que uno de los puntos a tocar, según su pliego de
cláusulas administrativas, es que tiene que hacer una especie de
consulta a todos los ciudadanos para llevar a cabo una detección de
los problemas de desarrollo sostenible que plantean los ciudadanos y
a través de ello configurar la estructura o el esqueleto de la
campaña. Ésa no es una buena técnica para llevar a cabo el diseño de
la campaña, y lo que tenían que haber hecho era, en primer lugar,
disponer de un cuerpo, que a lo mejor se lo da el grupo de trabajo
que pusieron en marcha en el mes de julio, y, en segundo lugar, no
ser tan ambiciosos en la campaña, porque lo peor que puede suceder es
que en esta campaña se venda mucho marketing y poco contenido y al
final se produzca una frustración en la ciudadanía. Si ustedes están
gastando mucho dinero y prevén que se van a gastar esos recursos en
una concienciación ciudadana, pero luego esa concienciación no se
produce porque la realidad del día a día es la que no está en
sintonía con el contenido de la campaña, podemos encontrarnos con que
se genera una frustración bastante importante en la ciudadanía.

También le gustaría saber a mi grupo, señor ministro, de dónde
proceden los 7.000 millones de pesetas, o los 1.980 millones
iniciales más los 5.000 millones siguientes, porque no sabemos de
dónde va a sacar el ministerio 7.000 millones de pesetas en los
próximos tres o cuatro años para llevar a cabo la campaña. Buen
gestor tiene que hacer una planificación pero también unas
previsiones de financiación, y ustedes han olvidado la planificación
y han ido a poner encima de la mesa una idea que es bonita y que es
muy europea, que es el desarrollo sostenible, pero a la hora de la
verdad, cuando uno analiza lo que están ustedes haciendo, que me
imagino que algún día lo trataremos en esta Cámara, respecto a lo que
tiene que ser el desarrollo sostenible en España, nos encontramos con
que el conjunto de medidas a adoptar no figura en ningún sitio. Yo no
sé, señor ministro, qué es lo que quieren ustedes hacer en desarrollo
sostenible. Me podrá poner sobre la mesa las grandes ideas, como ha
hecho usted ahora, al definir los objetivos de la campaña, pero
detrás de esos objetivos yo no adivino nada especial; no adivino nada
que no podamos compartir todos, pero cuando hay que desarrollarlo,
resulta que las medidas no existen. Si usted analiza lo que está
haciendo el ministerio en todo este proceso, se dará cuenta de que el
desarrollo sostenible es algo más que bonitas palabras; es algo más,
que tiene que ver con el funcionamiento de una sociedad y con el día
a día de sus ciudadanos y con la conciencia ambiental que tienen que
tener sus ciudadanos en virtud de pautas distintas de comportamiento
con una nueva cultura que en estos momentos ustedes, por mucho que
digan que la están haciendo, no están propiciando



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con los hechos. El riesgo que corremos es que con esa campaña que
ustedes plantean se genere la frustración a la que he hecho
referencia con anterioridad.




Me gustaría que nos aclarara estos aspectos que tienen que ver con el
contenido de la campaña, con el desarrollo y con la adjudicación de
la misma. ¿Qué sucede con esa preadjudicación? En los medios de
comunicación se dijo hace un mes o mes y medio que se había producido
una preadjudicación a cuatro empresas de las 16 presentadas. Nos
gustaría saber con qué criterios se ha llegado a esa preadjudicación,
qué tipo de empresas son y quienes son los socios. Cuando ustedes
ponen encima de la mesa semejante volumen de dinero y cuando existe
una falta de definición de los objetivos y de los contenidos a mí la
luz roja se me enciende, señor ministro, y pienso no en los objetivos
de la campaña, sino en para qué quieren ustedes esa campaña. Mucho me
temo que no sea para que los ciudadanos se convenzan de que el
desarrollo sostenible es una nueva cultura que hay que instaurar en
este país, sino para que ustedes consigan otro tipo de objetivos de
carácter político o de carácter electoral que nada tiene que ver con
lo que tiene que ser un cambio de cultura en España en materia
ambiental.

Nos gustaría saber la respuesta que ha dado el Gobierno con relación
al Consejo Europeo de Medio Ambiente de 1999, porque me imagino que
habrán dado una respuesta. Nos gustaría conocer algunos datos de
mayor calado sobre el contenido de la propia campaña y por qué razón
pone el carro antes que los bueyes, puesto que lanzan la campaña
antes de poner en marcha un grupo de trabajo sobre la estrategia
española de desarrollo sostenible. Querríamos saber con qué criterios
se ha llevado a cabo esa evaluación de la campaña y de dónde proceden
los recursos para hacer frente a la misma, es decir, los 1.980
millones iniciales más los 5.000 millones restantes en los próximos
tres o cuatro años. Nos gustaría conocer por qué razón plantean el
régimen de subcontratación, que está permitido, no se lo discuto,
señor ministro, pero ya lo están dando como si fuera un hecho
incuestionable por el cual una de las empresas de publicidad o de
comunicación a la que se adjudique esta campaña tiene que acudir a la
subcontratación, puesto que parece que no va a ser suficiente su
apoyo para sacar adelante la campaña. Espero, señor ministro, que lo
que suceda, suceda de tal manera que haya auténtica garantía de que
la empresa a la que se le adjudique no sea el testaferro de otro tipo
de intereses que no nos gustaría que se produjeran.

Por último, señor ministro, me gustaría que nos dijera por qué razón
no se ha adjudicado esta campaña hasta estos momentos, qué es lo que
está sucediendo en el propio ministerio con el desarrollo de la misma
y en qué medida las comunidades autónomas y los ayuntamientos, así
como otros colectivos interesados en este tema van a participar en el
desarrollo de esta campaña.

Una campaña hecha desde el Gobierno central, sin contar con las
administraciones territoriales, sin contar con los grupos interesados
o afectados o con los que les guste participar en el desarrollo de
esta iniciativa sería una estrategia que no conduciría a nada. Es un
campo tan amplio y tan abierto el que configura la estrategia de
desarrollo sostenible que sería muy complicado que únicamente a
través de unos grupos de trabajo, que por supuesto tienen que
existir, se marginaran aquellas instituciones que al fin y a la
postre tienen que poner en marcha muchas de las medidas que se
incluyan en la campaña. Y la campaña será buena en tanto en cuanto
tenga como objetivo, que lo puede tener, cambiar la concienciación
ciudadana hacia lo que tiene que ser su forma de vida normal, pero
también tiene que suponer que todas las administraciones se sientan
implicadas en un trabajo que supone un cambio de cultura en el
funcionamiento de una sociedad.




La señora PRESIDENTA: ¿Grupos que desean intervenir? (Pausa.) Por el
Grupo Parlamentario Convergència i Unió, tiene la palabra el señor
Martí i Galbis.




El señor MARTÍ I GALBIS: Una vez más quiero dar la bienvenida al
ministro de Medio Ambiente a esta Comisión en nombre del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), así como también en
nombre propio en relación con la explicación que nos ha dado y que
nos va a seguir dando en las posteriores intervenciones sobre la
campaña de difusión de la estrategia española de desarrollo
sostenible.

Quisiera empezar mi intervención diciendo que aunque mi grupo
parlamentario no presentó en su momento la correspondiente solicitud
de comparecencia para hablar de este tema con el señor ministro, sí
que quisiera recordar, a efectos de expresar nuestro interés en lo
que respecta a la estrategia de desarrollo sostenible, que el pasado
27 de junio presentamos en el registro de esta Cámara una solicitud
de comparecencia del señor ministro para informar sobre la estrategia
en sí, sobre los contenidos y los objetivos y no tanto en función de
los instrumentos que se utilicen para llevar a cabo la misma. Creemos
que en esta comparecencia se tiene que informar sobre el tema que nos
ocupa, que es la campaña, y no tanto sobre lo que serían los
objetivos que persigue la estrategia española. Digo esto porque
nuestra solicitud de comparecencia vino un poco al hilo de la
presentación que tuvo lugar en el Palacio de la Moncloa a finales de
junio, a la que se refería anteriormente el portavoz del Grupo
Socialista, donde los portavoces de esta Comisión tuvimos ocasión de
responder a la invitación amable que nos hizo el ministerio.

Sin entrar a fondo en los grandes objetivos que persigue la
estrategia, mi grupo parlamentario quería hacer tres planteamientos
puntuales, que a continuación transmito al señor ministro. En primer
lugar, quisiera



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manifestar el apoyo de mi grupo parlamentario, al igual que hacía
anteriormente el portavoz del Grupo Socialista, a la iniciativa en
sí. Nosotros creemos que una iniciativa que persigue difundir y
sensibilizar a la población en relación con una estrategia como ésta
tiene que recibir nuestro apoyo. Es una de las prioridades de futuro
de la Unión Europea, tal y como ha quedado acreditado en el Consejo
Europeo de Göteborg el pasado mes de junio, en el que se señalaron
cuatro áreas preferentes de actuación: cambio climático, transportes,
salud pública y recursos naturales.

En segundo lugar, quisiera decir que este portavoz tuvo conocimiento
de esta iniciativa del Ministerio de Medio Ambiente a través de los
medios de comunicación, más allá de la oportuna publicación de la
convocatoria en el Boletín Oficial del Estado, y tengo que reconocer
que la primera impresión de mi grupo fue la de sorpresa por la
importante cuantía de las cifras. Los recursos anunciados, esos casi
7.000 millones de pesetas, suponen una cifra importantísima.

Independientemente de la futura adjudicación de la campaña, podríamos
calificar esa cifra de un tanto exagerada, no por el hecho de los
objetivos que persigue y de los instrumentos que va a utilizar, sino
sobre todo porque estamos entrando, como todas SS.SS. han adivinado,
en una etapa en la que el contexto presupuestario y las perspectivas
económicas presentes y futuras entrarán en unas ciertas dificultades.


Estas cifras, a priori, parecen un poco exageradas. Mi grupo
parlamentario no querría entrar en estos momentos en cuestiones
técnicas del proceso de adjudicación o de las cuestiones relacionadas
con los medios que se van a utilizar para llevar a cabo la campaña,
pero creemos que la percepción de la ciudadanía en relación con las
campañas que llevan a cabo las administraciones públicas, todas, ya
sean ministerios o administraciones autonómicas o locales, no es del
todo positiva. Tenemos que ajustar entre todos los presupuestos
públicos a la hora de explicitar no sólo los logros, sino también los
objetivos que persiguen lícitamente todas las administraciones
públicas.

En tercer lugar, más allá de esta reserva, digamos cuantitativa, por
lo que se refiere al plano material de la campaña, quisiera hacer un
breve comentario respecto a un aspecto sobre el que mi grupo
parlamentario siempre se ha interesado en relación con las campañas
de difusión llevadas a cabo en todo el territorio estatal. A ello se
refería también al final de su intervención el portavoz del Grupo
Socialista; se refería a esa necesaria participación de las entidades
ecologistas interesadas, de las administraciones territoriales,
especialmente de las comunidades autónoma. Muchas de ellas, por no
decir la totalidad, ya están impulsando desde hace cierto tiempo
programas o actuaciones en este campo con la difusión de la
importancia de la estrategia del desarrollo sostenible. En este
ámbito, por lo que se refiere a la participación de las comunidades
autónomas, creemos que la colaboración institucional y la
distribución
competencial en materia de medio ambiente debería propiciar que las
comunidades autónomas aporten sus puntos de vista al objeto de que
los contenidos de la campaña del ministerio sean lo más consensuados
posibles. Asimismo, pensamos que una campaña de estas
características, destinada a la población en general, debería no sólo
garantizar su difusión por los principales medios de comunicación del
Estado, sino que también debería contar con aquellos medios que
tienen una amplia difusión a nivel local o comarcal.

Quisiera comentar un tercer aspecto que está relacionado con la
cuestión lingüística, ya que me consta que usted es especialmente
sensible con respecto a ello. Se trata de la utilización en las
campañas de las lenguas propias y cooficiales en las comunidades
autónomas que las tengan. Todas las campañas, sobre todo las que
tienen una magnitud como ésta, deberían realizarse también en esos
territorios en las lenguas propias de los mismos. Quisiera recordar
que hace relativamente poco tiempo, concretamente en el anterior
período de sesiones, el 7 de noviembre, esta Cámara aprobó por
unanimidad una proposición no de ley en la Comisión de Justicia e
Interior, la cual instaba al Gobierno a utilizar -leo textualmente-
todas las lenguas oficiales del Estado en la difusión de las campañas
institucionales, publicitarias o de explicación a los ciudadanos de
los objetivos y los logros de la Administración general del Estado y
del Gobierno. Simplemente quería hacer este recordatorio para que el
ministerio sea sensible no solamente a la petición de este grupo,
sino también a la posición común expresada por esta Cámara a través
de la Comisión de Justicia e Interior el pasado mes de noviembre.

Señor ministro, en esta primera comparecencia suya se están abordando
cuestiones relativas a la campaña. Confío que en una próxima
comparecencia se puedan abordar más profundamente y podamos discutir
entre todos esos objetivos que deben enmarcar dicha campaña y que
deben consensuarse lo máximo posible. Nuestro grupo sólo ha
pretendido hoy poner sobre la mesa tres puntos: el apoyo genérico a
la campaña, nuestras reservas a esa cantidad de recursos importantes
que se van a destinar a la misma y esta petición explícita,
compartida también por otros grupos parlamentarios, en relación con
la participación de las comunidades autónomas y otras corporaciones
locales, así como otros agentes económicos y sociales. Termino
diciendo que si el señor ministro hace unos minutos se refería a que
uno de los grandes objetivos de esa campaña debe ser el uso prudente
de los recursos naturales, es muy importante que esta sensibilización
vaya destinada a todos los ciudadanos. También sería muy importante
que, aprovechando la magnitud de la campaña, no solamente se
sensibilizara a los ciudadanos y a los colectivos interesados, sino
también a determinados agentes. Ahora mismo me comentaba mi compañero
Ramón Companys, persona especialmente sensible a estas



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cuestiones, que podíamos aprovechar la ocasión para intentar
sensibilizar a las confederaciones hidrográficas para que en la
fijación del nivel de los caudales mínimos de los ríos se preserven
los recursos naturales y todas las zonas colindantes con ellos, que
son naturaleza, y, por tanto, recursos naturales, a los cuales el
señor ministro se ha referido anteriormente.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Popular, tiene la palabra la
señora De Lara.




La señora DE LARA CARBÓ: Quisiera agradecer, en nombre del Grupo
Popular, la comparecencia del señor ministro de Medio Ambiente para
informarnos, a petición propia, del famoso contrato para la campaña
de sensibilización sobre el desarrollo sostenible, contrato que
algunos grupos de la oposición ya se han encargado de criticar sin
conocerlo, dando cifras que hoy se ha visto aquí que no se
corresponden con la realidad. Algunas declaraciones de prensa han
hablado de un contrato valorado en 7.000 millones de pesetas; sin
embargo, se ha visto claramente que el precio del contrato, como ha
dicho el señor Morlán hoy aquí y el señor ministro, es de 1.980
millones. Luego nos alegra especialmente esta comparecencia, ya que
las cifras se sitúan en la realidad.

Nuestro grupo parlamentario cree en la importancia de la estrategia
del desarrollo sostenible y piensa que la campaña que está preparando
el ministerio, el contrato que todavía no se ha adjudicado, es
especialmente importante para la sensibilización de la sociedad. Se
ha dicho aquí por algún grupo parlamentario que los objetivos de la
campaña no están claros. Por el contrario, el señor ministro ha
indicado que dichos objetivos son fomentar una conciencia entre la
ciudadanía favorable al desarrollo sostenible y todo lo que ello
implica, como el uso racional del agua, minimización y selección de
los residuos, racionalidad en el uso de la energía, fomentar las
energías renovables y promocionar la sensibilización medioambiental.

Así pues, los objetivos están muy claros; son los objetivos del
ministerio y los que se proponen con la campaña que se va a efectuar.


En resumen, son los objetivos de la estrategia del desarrollo
sostenible, estrategia que no debe ser solamente un compromiso del
Gobierno, sino de toda la sociedad y difícilmente la sociedad se
puede comprometer con algo si no lo conoce previamente. Nuestro grupo
parlamentario cree firmemente que en todos los temas
medioambientales, singularmente en la estrategia del desarrollo
sostenible, nada es posible sin la colaboración de la sociedad. No se
puede pretender un uso racional del agua si la sociedad, si cada uno
de los ciudadanos, no coopera, así como tampoco un uso eficiente
energético ni minimizar los residuos. Es fundamental la colaboración
de todos y cada uno de los ciudadanos y por eso nuestro grupo
parlamentario apoya esta campaña que se va a hacer y este contrato.

Nosotros no sabemos en qué se van a utilizar exactamente los 5.000
millones de pesetas de los que se han hablado aquí relacionados con
la difusión de la campaña, pero, como al señor ministro ya se lo han
indicado, esperemos que el mismo nos informe de todo ello.

El objetivo global del contrato va paralelo a la creación de la
estrategia del desarrollo sostenible. Por consiguiente, no pensamos
que primero tenga que ser una cosa y luego la otra, sino que tenemos
entendido, por lo que ha explicado el señor ministro, que los dos
elementos van a ir paralelos, congratulándonos saber que ya se han
formado los grupos de trabajo y que los mismos han iniciado las
labores para ir creando poco a poco la estrategia del desarrollo
sostenible, que culminará el próximo semestre del año 2002.

Quisiera plantear al señor ministro alguna pregunta al hilo de lo que
aquí se ha dicho. Un portavoz ha manifestado que existen dificultades
para definir la empresa adjudicataria y yo quisiera preguntarle si
eso es cierto, si existen dificultades especiales para ello. Otro
portavoz ha dicho que teme que se adjudique a una empresa que sea el
tapado o testaferro de algo que no desea. Pues bien, en primer lugar
quisiera que el portavoz que ha manifestado esto nos aclarase a qué
se refiere y, en segundo lugar, si el señor ministro cree que ese
temor tiene algún fundamento. Y para saber si lo tiene nada más que
su respuesta y la aclaración del propio señor Morlán.




La señora PRESIDENTA: Para responder a las diferentes cuestiones que
se han planteado por los señores comisionados, tiene la palabra el
señor ministro de Medio Ambiente.




El señor MINISTRO DE MEDIO AMBIENTE (Matas i Palou): Señorías, no les
voy a engañar. La primera tentación que he tenido ha sido la de
entrar en la batalla política, que es la que parece que estrictamente
subyace en la intervención de algunos miembros de esta Comisión,
pero, después de pensarlo mejor, creo que deberíamos intentar poner
algo de sentido común en un tema como el que nos ocupa y ser capaces
de conseguir entre todos de la mejor forma posible el cumplimiento de
los objetivos que estoy seguro compartimos de forma mayoritaria todos
los miembros de esta Comisión, a los que debe ir destinada una
campaña de estas características.

En primer lugar, entiendo que estas cuestiones a veces pueden tener
una repercusión mediática. Cuando nos detenemos a pensar un poquito,
debemos huir de esta tentación y debemos ser capaces de clarificar
las cosas. A veces se habla un tanto alegremente. Además hay que
comprender. Ojalá nos pudiéramos gastar 7.000 millones de pesetas en
una campaña de sensibilización ciudadana. Y ojalá nos los pudiéramos
gastar este año. Estoy seguro de que nos pondríamos de acuerdo,
porque somos gente sensibilizada con el medio ambiente.




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Yo he estado en esta Comisión y muchas de SS.SS., de todos los
partidos políticos, me han dicho que compartían conmigo la necesidad
de poder alcanzar una adecuada concienciación y sensibilización
ciudadana con respecto a los problemas medioambientales. Por tanto,
insisto, ojalá nos pudiéramos gastar 7.000 millones de pesetas.

Desgraciadamente, este concurso y este contrato es de 1.980 millones
de pesetas, como ha dicho el señor Morlán. No es de 7.000. Yo puedo
salir y decir a los medios de comunicación que un diputado gana 40
millones de pesetas. No es mentira que un diputado gane 40 millones
de pesetas; lo que pasa es que igual lo ganará en cuatro años. El
titular sería que un diputado gana 40 millones de pesetas o que un
ministro gana 40 millones de pesetas, si ustedes quieran. No es así.

En un año no los ganamos, ni ustedes ni nosotros. El Ministerio de
Medio Ambiente no está haciendo un contrato de 7.000 millones de
pesetas y no está haciendo una campaña publicitaria de 7.000 millones
de pesetas. Pero porque no puede. Si pudiera, lo haría. No tengo duda
y además estoy seguro de que ustedes estarían de acuerdo conmigo.

Absolutamente seguro.

Vamos a dejar aparte estas cosas, que son poco serias, y vamos a
hablar en serio. Se trata de una intención. El contrato es de 1.980
millones de pesetas, está cargado en el programa 511.F y figuraba
como tal en los Presupuestos Generales del Estado, en la Dirección
y Servicios generales de Medio Ambiente, artículo 640, denominación
Servicios generales. Es un gasto plurianual que en el año 2001 va a
acometer 980 millones de pesetas, 570 millones en el año 2002 y 430
millones en el 2003. La licitación incluye un plan de investigación
sobre la población española, una estrategia global de comunicación,
una propuesta creativa, seguimiento, gestión y coordinación de todas
las acciones, un plan de medios y la producción de todas las piezas
de comunicación. La voluntad es que en el futuro nos podamos seguir
gastando esta cantidad cada año. Ojalá podamos gastarla. Y más,
porque la campaña tiene unos objetivos concretos. Tiene como objetivo
abordar el desarrollo sostenible dentro de las siguientes áreas
temáticas. Minimización de residuos y selección de residuos
domésticos, reutilización, etcétera. Esto es muy importante y ustedes
lo comparten con nosotros. ¿Será o no será importante que nosotros
mentalicemos a los ciudadanos de que tienen que seleccionar sus
residuos para poder facilitar su reutilización? ¿Será importante que
el ciudadano sepa qué tipo de cubos de residuos hay, dónde se tiene
que poner cada residuo y qué tenemos que hacer con estos residuos?
¿Será importante mentalizar a un ciudadano de qué se hace con el
cristal, si es mejor el cristal, si es mejor el plástico y qué
debemos hacer con una cosa o con otra? ¿Será importante para el medio
ambiente que hagamos eso o no será importante, señorías? Conservación
de recursos naturales. Eficiencia energética. ¿Será importante que
mentalicemos de la importancia que tiene ahorrar energía a todos los
ciudadanos
españoles? Transportes. Fomentar el transporte público.

Consumo racional del agua.

Esta campaña, señorías, está en parte obligada por el Plan
Hidrológico Nacional que ustedes aprobaron. Obliga a hacerlo. Un
señor diputado me dice que no, pero en algunas comunidades autónomas
suyas, sí. Le ruego me disculpe. Hay un precepto específico del Plan
Hidrológico Nacional que establece la obligación de hacer estas
campañas de publicidad y de sensibilización de los ciudadanos con lo
que tiene que ser la gestión de la demanda y el consumo racional del
agua. Es una obligación de la ley. Por tanto, el Ministerio tiene que
llevarlo adelante. Realizar estas campañas de gestión de la demanda
es una obligación que establece el Plan Hidrológico Nacional y es
cierto que algunas se han realizado por algunas comunidades autónomas
e incluso por algunos ayuntamientos. Ya se han realizado. Es
importante hacer una campaña nacional para que los ciudadanos se
mentalicen de que el agua es un bien escaso, de que debemos ahorrar
agua y de que debemos utilizar el agua de una forma racional. Yo
recuerdo una campaña publicitaria de una comunidad autónoma donde
prácticamente se prohibía a la gente tomar baños y se fomentaba el
uso de la ducha; era una campaña de la Generalitat de Catalunya
concretamente, con pasquines diciendo a la gente más o menos: No se
bañe, dúchese. Puede tener mucha importancia algo tan ridículo como
pueda parecer esto, fomentar determinados ámbitos. En esta campaña se
pide que se corrijan hábitos cotidianos que inciden negativamente en
el medio ambiente y que se transmitan los beneficios positivos que
determinadas conductas individuales tienen para la sociedad con
relación al medio ambiente. Pues bien, yo no me puedo creer que no
estemos de acuerdo en esto, estoy seguro de que lo estamos y de que
todos los grupos parlamentarios tienen que estar de acuerdo en esto.

¿Que el procedimiento sea mejorable? Puede ser. Yo intento darles
conocimiento de todo lo que pasa. Naturalmente, podemos equivocarnos
y hay cosas que pueden ser mejorables. Lo que exijo es respeto y no
me parece que ningún diputado de esta Comisión tenga intención de
nada al contrario. Por tanto, exijo que no se deje, ni siquiera de
forma velada, ninguna presunción que por supuesto no corresponde a la
realidad y estoy seguro de que tampoco es intención de nadie. En
cualquier caso, deberíamos sacar de esta comparecencia no sólo la
posibilidad de mejorar este tipo de campañas, sino la posibilidad de
mejorar el procedimiento con la intervención directa de SS.SS. en
este proceso, si es que ha lugar.

Este expediente no tiene ningún tipo de parálisis, en absoluto, ni
tiene en estos momentos ningún tipo de complicación. Está siguiendo
su tramitación administrativa. Las cosas que se han ido pidiendo
desde la mesa de contratación van alargando el proceso, pero va
a concluir normalmente y espero que sin problema,naturalmente
cumpliendo todos los trámites administrativos.




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Antes de que apareciera ninguna información pública sobre este
expediente la propia mesa de contratación introdujo determinadas
demandas que alargaban el proceso. Antes, repito. Concretamente, se
exigió la valoración y la intervención por técnicos, por científicos
externos -absolutamente externos- al Ministerio de Medio Ambiente y
procedentes del ámbito docente académico, nombrados por las
autoridades competentes y de forma absolutamente externa e
independiente de la Administración pública. Quiero resaltar que esto
está documentado y si alguien quiere conocerlo, estamos a su
disposición. La intervención y la valoración adicional para dotar al
proceso de transparencia, para garantizar esa independencia y sobre
todo la objetividad en la decisión. Esa decisión se toma antes de que
aparezca cualquier información pública al respecto, precisamente
porque estamos hablando de un proyecto que es importante y nosotros
queremos garantizar que se hace desde la legalidad, desde la
transparencia y para poder conseguir una buena adjudicación, que
pueda cumplir los objetivos que perseguimos. Quiero insistir en esto.


Dentro de este proceso -que es lo que lo ha alargado un poco, también
es verdad- ha intervenido una serie de expertos independientes,
procedentes del ámbito académico, para que pudieran garantizar estas
valoraciones y también un mejor conocimiento de las ofertas
presentadas. Tal como fijaba el pliego de prescripciones, se
establecía un mínimo de puntuación dentro de las primeras
valoraciones; suponía una selección, por lo que quedaron cuatro
empresas. Por las primeras puntuaciones de la mesa, hubo ya una serie
de empresas que no superaban ese mínimo exigido y por eso quedan
estas cuatro empresas. No tengo ni idea, ni me importa ni me
interesa, quién son, ni quiénes son su padre y su madre. Y se
resolverá, como no puede ser de otra manera, de una forma
absolutamente técnica quienes son estos señores y si han hecho el
trabajo bien o no. La subcontratación también responde a una petición
estrictamente técnica. No es una subcontratación que se saque de la
manga, es una subcontratación que obedece a las circunstancias
explícitas de este pliego de prescripciones y sobre todo a lo que se
pide. La mesa de contratación la forman los mismos que la
conformaban. Si hay un cambio de jefe de gabinete, el nuevo jefe de
gabinete es el que ocupa el lugar del anterior. Ypunto. Todo continúa
absolutamente igual.

No es contradictorio el hecho de que hayamos puesto en marcha este
contrato con que también se esté elaborando la estrategia de
desarrollo sostenible. Además, creo que hay un cierto equívoco -quizá
provocado por nosotros mismos, pero lo hay- respecto de la estrategia
de desarrollo sostenible que yo quiero aclarar hoy, porque me parece
que es importante. ¿La estrategia de desarrollo sostenible puede
llevar retraso en España? Sí, señorías, y soy el primero que lo
reconozco. La estrategia de desarrollo sostenible quizá tendría que
haber sido algo que se hubiera tenido que acometer con
anterioridad. Yo lo he reconocido desde el primer momento. ¿Será
bueno o será malo que este Gobierno y este presidente hayan tomado la
decisión de acometer esto? Han sido este presidente y este Gobierno
los que han decidido acometer la voluntad de que España pueda
elaborar su propia estrategia de desarrollo sostenible para poder
aprobarla. El proceso es similar al que se produce en Europa y yo,
con todo respeto, creo que alguna afirmación que se ha hecho aquí hoy
responde a un desconocimiento de cuál ha sido el proceso habitual en
este tipo de estrategias en otros países y en Europa. Es el mismo. Se
hace un proceso de elaboración que concluye con unas medidas.

Naturalmente, lo que se ha establecido en estos momentos es el
proceso de elaboración y el compromiso de elaborar esta estrategia de
desarrollo sostenible. Éste ha sido el compromiso y éste es el
proceso que se ha iniciado (Rumores.).




La señora PRESIDENTA: Disculpe, señor ministro.

Se repiten murmullos en la sala que incapacitan la posibilidad de
seguir la explicación. Les agradecería silencio.

Continúe, señor ministro.




El señor MINISTRO DE MEDIO AMBIENTE (Matas i Palou): Gracias, señora
presidenta.

El proceso que hemos establecido y presentado desde el Gobierno se
basa en la voluntad de establecer un mecanismo y de presentarle, para
poder conseguir elaborar una estrategia que no sólo responda a un
proyecto de gobierno sino que responda a un proyecto de una sociedad.


Esto es lo que hemos presentado, esto es lo que estamos haciendo, y
éste es el compromiso que España ha establecido, tener elaborada esta
estrategia y poder presentarla dentro de la presidencia de la Unión
Europea, primero en lo que será la cuarta pata medio ambiental de la
presidencia, que va a introducir el Gobierno español por primera vez,
dentro del proceso de Cardiff y, por otra parte, su aportación, junto
con la estrategia de desarrollo sostenible europea, a la cumbre de
Johanesburgo, Río + 10. Éste es el compromiso. Se están estableciendo
los primeros documentos, y se ha trabajado durante todo el verano, en
esas comisiones a las que el señor Morlán ha hecho referencia,
comisiones que, efectivamente, después tienen que pasar por los
mecanismos de operación transversal dentro del Gobierno, después por
la participación pública de la propia sociedad, de los agentes
económicos, de los agentes sociales y naturalmente también dentro del
proceso de consulta, comunidades autónomas, corporaciones locales,
etcétera, para poder después, definitivamente, presentar y aprobar el
proyecto de estrategia. ¿Por qué no es incompatible la elaboración de
esta campaña? Esta es una campaña de elaboración y planificación de
lo que son sus contenidos, que coincide con el proceso de elaboración
de la estrategia. Después se va a proceder a la difusión de la
campaña y del proyecto,



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pero sobre todo a esas medidas de concienciación medioambiental.

Dichas medidas de concienciación medioambiental, a las que apunta
este pliego, corresponden a cualquier desarrollo sostenible y, sin
ninguna duda, a lo que es la postura -estoy convencido- de la mayoría
de los miembros de esta comisión. En el Plan Hidrológico Nacional ya
no se establece la necesidad de mentalizar con respecto al uso
racional del agua. En el Plan de Residuos Sólidos Urbanos ya no se
establece la obligación de elaborar esas medidas de concienciación
social con respecto a la selección de los residuos y al fomento de su
reutilización. No son procedimientos incompatibles, bajo ningún
concepto; al revés, coinciden en el tiempo y creo que es correcto el
procedimiento. En cualquier caso querría invitarles a participar en
este proceso. Yo supongo que ustedes no pueden hacer la adjudicación
de esta campaña, pero yo quiero, si ustedes lo tienen a bien, que los
miembros de la Comisión que quieran puedan tener conocimiento en
primera línea de todas las decisiones y evaluaciones que se toman en
la Mesa, que conozcan los proyectos de cerca y quizás, quién sabe,
ayudarnos a decidir de la mejor forma posible.

Yo quiero ofrecer a esta Comisión transparencia y, sobre todo,
voluntad de no confrontación. Sinceramente, me parece absurdo
intentar sacar rédito político de esta cuestión. Además, no existe
ningún rédito político. Es algo que me parece que va contra nuestros
intereses. ¿Por qué? Porque hemos de coincidir. Estoy convencido de
que hemos de pretender lo mismo. ¿Tendremos que concienciar a los
ciudadanos de que no gasten agua? Señorías, estoy seguro de que
ustedes, si pudieran, votarían en los presupuestos del año que viene
que hiciéramos entre todos una campaña que valga, no 7.000, 10.000
millones de pesetas, para conseguir que los ciudadanos utilicen el
agua correctamente o para que los ciudadanos, por ejemplo, tengan
cuidado con la negligencia que a veces se produce en los bosques
españoles que provoca después riesgo de incendio y acaba con nuestro
patrimonio natural. Estoy seguro de que coincidimos en esto.

Absolutamente seguro. ¿Cuál es el problema? ¿Qué estamos elaborando
los contenidos de la campaña de forma paralela, con un proceso de
desarrollo de la estrategia de desarrollo sostenible? Sinceramente,
me parece que no es incompatible. En cualquier caso no será nada
irremediable. Desde mi punto de vista, lo positivo y lo bueno es que
se está haciendo una estrategia de desarrollo sostenible, en la que
naturalmente va a participar la sociedad española, como no puede ser
de otra manera, y esto, además de ser positivo, en este momento se va
a reforzar con una campaña de comunicación para poder ayudar a la
sensibilización ciudadana en un aspecto tan importante como es la
concienciación medioambiental. Todos coincidimos y ustedes coinciden
conmigo, porque así me lo expresaron en mi primera intervención en
esta Comisión, en que uno de los grandes handicaps que
arrastramos en la sociedad española es la falta de esa
concienciación. Por tanto, vamos a tratarlo conjuntamente y, además,
yo quiero ofrecerles, señorías, toda la colaboración en este sentido
para poder sacar esto adelante.




Ayuntamientos y comunidades autónomas. Van a participar en el
proceso. ¿Consultarles la campaña? Estoy encantado, pero no sé qué
tengo que consultarles. El Ayuntamiento de Barcelona, cuando hace su
campaña, no me consulta a mí, desde luego. A lo mejor estaría bien
que me consultara o que nos consultara al Ministerio. No he visto que
el Ayuntamiento de Barcelona ni ninguna institución nos hayan
consultado sus campañas. Se puede enseñar. Yo no tengo inconveniente
en enseñarla y en recibir todas las opiniones que podamos al
respecto. Ahora bien, tenemos que saber de lo que estamos hablando.

Es una campaña de concienciación. [El señor vicepresidente (Ruiz
López) ocupa la presidencia.] El tema de las lenguas se puede
estudiar. Quiero recordar a S.S. que, al menos desde que tengo la
responsabilidad en este Ministerio, todas las inauguraciones y todas
las presentaciones de los proyectos que hacemos en las comunidades
autónomas se hacen con mailings bilingües, utilizando la lengua
propia, incluso a veces con mailings separados, uno en la lengua
propia y otro en castellano. Lógicamente usted comprenderá por qué.

Lo hacemos en Galicia, en Cataluña, y en muchos lugares de España.

Usted comprenderá que yo comparta con usted esa sensibilidad.

Muchas gracias. (El señor Morlán Gracia pide la palabra.)



El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Muchas gracias, señor ministro.


Señor Morlán, ya sabe que el Reglamento no permite una nueva
intervención. En todo caso, si tiene algo que decir, le pido que lo
haga con la mayor brevedad posible, porque se reabriría un turno de
todos los portavoces y ya sabe que queda pendiente otra
comparecencia.




El señor MORLÁN GRACIA: Gracias, señor presidente.




Me gustaría aclarar dos o tres cosas, entre otras motivos porque me
las ha planteado la señora De Lara, para que no desviemos ahora la
atención y pensemos que esto no es lo que se cuestiona.

En primer lugar, desde el primer momento, desde el día que se
presenta en la Moncloa la campaña, se habla de 7.000 millones de
pesetas. El contrato efectivamente está en 1.980 millones de pesetas,
pero en el pliego de prescripciones técnicas, cuando se hace
referencia al sobre número 2, se dice que el gasto estimado del
Ministerio de Medio Ambiente para la difusión de los distintos medios
de las campañas de comunicación de la estrategia es: año 2001, 1.000
millones de pesetas;



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año 2002, 1.980 millones de pesetas y, año 2003, 1.980 millones de
pesetas. No estamos hablando de una campaña que hemos rebajado de
7.000 a 2.000 millones. Estamos hablando de una campaña cuyo contrato
inicial son 1.980 millones de pesetas y cuya difusión a través de los
medios de comunicación son casi 5.000 millones. Los 7.000 millones de
pesetas a que se hacía referencia.

En segundo lugar, si yo he estado hablando de cómo se ha diseñado la
campaña es porque entiendo, señor ministro, que cuando una campaña se
plantea sin saber qué es lo que se va a hacer -y ustedes inician la
campaña antes de empezar los estudios de la estrategia de desarrollo
sostenible-, nos podemos encontrar con que se genera frustración. Voy
a poner un ejemplo, aunque usted me lo pueda criticar. Si usted está
hablando en una campaña de contenedores y no hay donde depositar los
vertidos específicos de esos contenedores es muy complicado que el
ciudadano se conciencie, si no sabe que eso ha de ser así. Por eso
estoy diciendo que, cuando ustedes lanzan una campaña, la tienen que
lanzar en función de que está el esqueleto de la campaña armado, que
están los contenidos de la campaña definidos y dicen, a una empresa
de comunicación o a quien sea, que es necesario que esto que hemos
hecho sea lo que se tiene que difundir y lo que se tiene que
comunicar a la sociedad.

Respecto a los objetivos no hay ninguna dificultad. Yo entiendo que
tiene que producirse una concienciación española, porque el
desarrollo sostenible va a ser uno de los elementos de cambio
cultural de la sociedad europea y de la sociedad española. Y no me
quiera decir si estamos o no de acuerdo. Lo que estoy diciendo es que
la forma en que ustedes han afrontado la comunicación a la ciudadanía
española de la estrategia de desarrollo sostenible no es la adecuada,
no es la correcta. Yque ustedes han puesto en marcha un mecanismo
administrativo para difundir lo que tiene que ser la estrategia de
desarrollo sostenible que no tiene nada que ver con lo que la lógica
de la comunicación plantea. Primero, saber qué es lo que se quiere
vender, entre comillas, y segundo, venderlo. Y ustedes han empezado
al revés, ustedes hablan de vender lo que todavía no está ni
dibujado.

Usted ha reconocido que había retraso. Por supuesto que sí. Ya he
empezado mi intervención diciendo que en 1999, en Helsinki, le
dijeron que hiciera una propuesta y que ustedes tenían que contestar
a 10 preguntas y no sé si las han contestado y cómo las han
contestado. Esas 10 preguntas hacían referencia, si usted las ha
leído señor ministro, a qué pautas debieran seguir en todos los
países las actuaciones encaminadas a dibujar, a definir la campaña de
estrategia de desarrollo sostenible y a ver de qué manera se podía
llevar a la ciudadanía de cada país que esa concienciación se
producía. Señor ministro, los pasos que se han dado son malos y la
lucecilla roja que a mí y a mi grupo se nos ha encendido, y
contesto a lo que planteba la señora De Lara, es que las experiencias
últimas no dan para justificar una credibilidad absoluta en lo que
está haciendo el Gobierno en estas materias. Me estoy refiriendo a
casos públicos que todos conocemos en los que la actuación de la
Administración no ha sido lo más adecuado ni lo más correcto posible.


No tengo incoveniente en entrar en una batalla política, señor
ministro, se lo aseguro, pero tampoco quiero que se haga de esto una
batalla política y que se piense que intentamos por todos los medios
debilitar al Gobierno y cosas por el estílo. No. Lo que queremos es
claridad y transparencia. Y usted ha hablado de ello también. Yo le
voy a pedir hoy que me mande todo el expediente administrativo,
quiénes son las empresas que concurrieron y las preadjudicatarias.

Quiero conocer, y mi grupo también, todos los datos de esta campaña.

Porque si no, usted no podrá presumir de la transparencia que dice
que existe y yo desde luego tendré que dar alas a la imaginación para
pensar lo que a lo mejor no es cierto, pero que en estos momentos me
ofrece muchas dudas.

Por último, cuando hablo de consultar a los ayuntamientos y a las
comunidades autónomas, señor ministro, no me estoy refiriendo a la
campaña sino a los contenidos de la campaña. Lo que se tiene que
ofrecer a la ciudadanía, lo que se tiene que comunicar a la
ciudadanía por supuesto que va a incidir en aspectos de carácter
municipal y de carácter autonómico y, si ustedes hubieran tenido
hecho el contenido de la estrategia antes de hacer la campaña, eso no
sucedería en estos momentos.




El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Señora De Lara, por parte del
Grupo Parlamentario Popular.




La señora DE LARA CARBÓ: Quiero agradecer las declaraciones que ha
hecho el señor ministro de Medio Ambiente, que ha dejado muy claro
que el contrato siempre ha sido de 1.980 millones de pesetas, por más
que el señor Morlán quiera indicarnos que hubo una confusión al
principio. Siempre se habló de un contrato de 1.980 millones de
pesetas y fueron algunos representantes del Partido Socialista
quienes en la prensa, cuyos recortes tengo, hablan de un contrato de
7.000 millones de pesetas. Creo que ellos quisieron tender
voluntariamente a la confusión de todos los ciudadanos. (Rumores.)
Nosotros estamos de acuerdo con la seriedad de la exposición del
ministro y también vemos que ha disipado las dudas de algún portavoz,
ya que ha aclarado las partidas presupuestarias que soportan este
gasto.

La importancia de los objetivos de la campaña todos los que estamos
aquí presentes hemos visto que es evidente, por más que alguien haya
intentado ahora decir que no conocemos cuáles son. Los ha dicho el
señor ministro al principio de su intervención y los ha repetido.

Perdonen ustedes pero voy a leérselos de nuevo:



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Fomentar entre los ciudadanos una conciencia favorable al desarrollo
sostenible. Es todo lo que ello implica, uso racional del agua,
minimización de residuos, selección de residuos, etcétera. No voy a
cansarles a ustedes volviendo a repetir lo que ya se ha dicho varias
veces.

Quería indicar también muy brevemente, sobre esta campaña de
sensibilización a la que ha aludido el ministro, que se refiere al
Plan Hidrológico Nacional, que, en el proceso de enmiendas, en un
artículo referido a las campañas de sensibilización, se aprobó una
enmienda del Grupo Socialista que fomentaba estas campañas de
sensibilización del uso racional del agua. Por consiguiente, vamos a
ser serios y no hagamos demagogia de todo aquello que no requiere
ninguna. Otra aclaración. Ha hablado el ministro de que en la
Generalidad de Cataluña ha habido una campaña sobre el uso eficiente
del agua. Querría decir solamente a los miembros de esta Comisión que
también en la Comunidad de Madrid ha habido una campaña importante
sobre uso eficiente y ahorro de agua.

Vemos que ha aclarado el ministro que no existen dificultades para
definir la empresa adjudicataria, como decía el señor Morlán, vemos
que es un proceso transparente, cosa que temía el señor Morlán que no
ocurriera, y estamos de acuerdo en que la calidad técnica y la
creatividad sean esenciales en la adjudicación del contrato. El
compromiso del Gobierno para elaborar esta estrategia de desarrollo
sostenible es un compromiso muy importante y a todos los que creemos
en la importancia del medio ambiente nos parece que supone un hecho
transcendente para España.

Ya, finalmente, quiero decir al señor Morlán, ante su insistencia en
sus dudas en la adjudicación de empresas a testaferros a los que ha
aludido, que estas dudas tal vez se le plantean recordando los
tiempos en que lo ordenaba el Partido Socialista.




El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Señor ministro.




El señor MINISTRO DE MEDIO AMBIENTE (Matas i Palou): Señorías, me dan
la razón. (Rumores.) Sólo hay un compromiso, 1980 millones de
pesetas. Todo lo demás son voluntades y de futuro y no en un año.

Quiero insistir en el ejemplo: Usted gana 30 millones de pesetas.

(Rumores.) Claro que usted no gana 30 millones de pesetas. El
compromiso, la voluntad que establece este concurso es que en
ejercicios futuros seguiremos destinando la misma cantidad. ¿Por qué
nos paramos en el 2004? Vamos a seguir al 2010 y vamos a decir que el
Ministerio de Medio Ambiente se gastará 14.000 millones de pesetas
(Rumores.) No, perdone. ¡Ojalá me los pudiera gastar! ¿Por qué
tenemos que demonizar el gasto en publicidad en medio ambiente, si
ustedes están de acuerdo? Ustedes han aprobado la enmienda, ¿por qué
lo vamos a demonizar? El problema es que aquí se habla de la voluntad
de
gastarse en campañas de comunicación y sensibilización estos 7.000
millones de pesetas en cuatro años. Son 2.000 cada año. Entonces, no
son 7.000; son 2.000 cada año. Es igual, no tiene importancia.

(Rumores.)



El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Perdón, señor ministro.

Señorías, les ruego guarden silencio para que podamos escuchar las
palabras del señor ministro.




El señor MINISTRO DE MEDIO AMBIENTE (Matas i Palou): La importancia,
insisto, está en que destinemos el dinero de los presupuestos que
podamos a esas campañas de sensibilización en las que estamos todos
de acuerdo. Si usted no está de acuerdo en que en los próximos cuatro
años destinemos 7.000 u 8.000 millones de pesetas a publicidad, me lo
dice. Usted me acaba de decir que está de acuerdo. Entonces estamos
de acuerdo en que hay que gastarse en esos cuatro años ese dinero. En
lo que quizás podamos disentir es en qué tipo de campaña tenemos que
hacer, pero estamos de acuerdo en que tenemos que gastarnos ese
dinero en sensibilización, en concienciación ciudadana. No discutimos
la mayor.

La segunda cuestión es que yo creo que se está confundiendo lo que es
la política real, la política de gestión diaria con la política de
planificación, que implica la elaboración de una estrategia de
desarrollo sostenible. Es cierto que hay retraso, pero por culpa de
todos. Tampoco vamos a entrar ahí. Es igual ¿Cuál ha sido el
condicionamiento básico de este retraso? Que España ha estado
trabajando en la elaboración de una estrategia de desarrollo
sostenible dentro del seno de la Unión Europea. Claro, esa estrategia
de desarrollo sostenible ha condicionado las demás y, en este caso,
ha condicionado la española. España y el presidente consiguieron en
Göteborg avanzar este proceso de una forma sustancial y, a partir de
aquí, es cuando se abre un horizonte limpio para poder establecer la
estrategia española. Por supuesto, una condiciona a la otra sin
ninguna duda. El problema es y sigue siendo que la campaña política
sea una campaña que haga el Ministerio de Medio Ambiente. Y eso es lo
que parece que duele. No tiene que doler, no pasa nada. Claro que es
el Ministerio de Medio Ambiente el que tiene que llevar el
protagonismo de una campaña de estas características.

En lo de las experiencias políticas, permítame, señor Morlán, que le
pida una vez más seriedad y respeto con los ciudadanos y sobre todo
respeto con los trabajadores y funcionarios que están haciendo
correctamente su labor. No se tiene que poner en tela de juicio. Ha
quedado suficientemente claro. Con respecto al expediente
administrativo, yo no me conformo -soy yo el que no me conformo, que
quede claro- con que usted me pida el expediente administrativo. No.

Yo le pido a usted que venga, no sólo a ver el expediente. Usted se
va a reunir con todos los que usted quiera y que han



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sido los responsables de la mesa, usted y quien quiera de la
Comisión, por supuesto, y van a repasar punto por punto todo el
proceso de adjudicación, todo el proceso, desde el primer día hasta
ahora. Usted conocerá todas las campañas que se han presentado, en
qué medida. Todo. Yo le pido que haga ese esfuerzo, aunque tenga que
perder una mañana, dos mañanas, un día, que usted haga ese esfuerzo y
se incorpore. Porque además me interesa conocer su opinión,
naturalmente. La opinión de usted y la de todos los demás. Por tanto,
yo le pido que, si usted puede perder dos días, en lugar de pedir
sólo el expediente, venga al Ministerio, usted asistirá a una reunión
que le prepararemos al efecto, a dos, a tres, las que hagan falta,
para que pueda conocer con detalle, personalmente, todo el
expediente, desde el principio hasta el final.

Muchas gracias.




- EL DESARROLLO DE LA VI CONFERENCIA DE NACIONES UNIDAS SOBRE CAMBIO
CLIMÁTICO CELEBRADA EN BONN DEL 18 AL 23 DE JULIO DE 2001. A PETICIÓN
PROPIA. (Número de expediente 214/000068.)



El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): El siguiente punto del orden
del día es la comparecencia, a petición propia, del ministro de Medio
Ambiente para informar sobre el desarrollo de la Conferencia de
Naciones Unidas sobre Cambio Climático celebrada en Bonn del 18 al 23
de julio de 2001.

Tiene la palabra el señor Ministro de Medio Ambiente.




El señor MINISTRO DE MEDIO AMBIENTE (Matas i Palou): Señorías, he
solicitado esta comparecencia con el ánimo de poder mantener
puntualmente informada a esta Comisión sobre las distintas fases del
proceso de negociación internacional en curso en el seno de la
Conferencia de las partes del Convenio de Naciones Unidas sobre
cambio climático.

Quiero comenzar señalando que, a diferencia de comparecencias
anteriores sobre este mismo asunto, en esta ocasión no vengo a
informarles de resultados negativos, ni de negociaciones frustradas.

Por el contrario, las conclusiones alcanzadas en las últimas
negociaciones pueden calificarse de muy satisfactorias, tanto desde
el punto de vista de la negociación política internacional, como
desde la perspectiva de la lucha frente al cambio climático. También
quisiera comenzar subrayando, por la relevancia que a mi juicio
tiene, la notable contribución de la Unión Europea al éxito
conseguido y, en particular, al destacado papel desempeñado por
España en una de sus primeras intervenciones como miembro de la
troika comunitaria, junto con la Comisión y la presidencia belga.

Dicho esto, me van a permitir que, antes de entrar en los pormenores
de los resultados de la negociación de Bonn, efectúe una breve
recapitulación de los antecedentes, a fin de ubicar en su debido
contexto esta última fase de la negociación.

Como todas SS.SS. conocen, para concretar los principios y objetivos
recogidos en el Convenio-marco de Naciones Unidas sobre cambio
climático, los países signatarios nos dotamos en 1997 del denominado
Protocolo de Kioto en el cual se especifican compromisos concretos y
se articulan medidas para cumplirlos. No obstante, para que dicho
protocolo pueda ser ratificado y entrar en vigor, es preciso
disponer, además, de unos criterios y directrices que garanticen una
aplicación uniforme del mismo por parte de todos los países o, lo que
es lo mismo, unas reglas de aplicación comunes. A tal efecto, desde
1998 los países que suscribimos el convenio hemos venido negociando
en muy diversos foros las mencionadas reglas, con los resultados poco
alentadores que SS.SS. conocen sobradamente. Concretamente la
penúltima ronda de negociaciones iniciada en la VI Conferencia de las
partes del convenio en La Haya, en noviembre del año 2000, se saldó
con un rotundo fracaso que sólo fue, en parte, compensado por el
firme compromiso de los países de proseguir la negociación sin demora
alguna. Este compromiso se plasmó en la decisión de no dar por
concluida la VI Conferencia, sino de impulsar negociaciones
informales a lo largo del primer semestre del 2001 y reanudar la
conferencia en julio en la ciudad de Bonn. Evidentemente la intención
de esta decisión era mantener el impulso político y forzar una
conclusión.

No obstante, a pesar de que este plan de actuación se puso en marcha
inmediatamente después de La Haya, el anuncio efectuado por la nueva
administración de Estados Unidos, en Marzo de 2001, de rechazo
frontal del protocolo, motivó una brusca alteración del proceso,
situando la negociación en un plano radicalmente distinto. Así, las
negociaciones sobre las reglas de aplicación pasaron a un segundo
plano, ya que lo que se había puesto en entredicho era la propia
validez del protocolo y con ello no sólo peligraba todo el proceso
desde 1997, sino que el enfoque mismo de la lucha contra el cambio
climático estaba en juego.

Frente a los que defendíamos un enfoque de cooperación multilateral
plasmado en el protocolo, la posición de Estados Unidos se basaba en
considerar más eficientes las acciones de carácter unilateral, no
sometidas a las obligaciones del protocolo, en el entendimiento de
que éstas eran innecesarias e injustas. Ante esta nueva situación, la
Unión Europea planteó una estrategia diplomática y técnica para
lograr dos objetivos: de una parte, intentar evitar la proliferación
de las posiciones de Estados Unidos y, de otra parte, mantener vivo
el proceso de la negociación de las reglas de aplicación del
protocolo en los términos en que se había acordado en La Haya, con la
intención de poder



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alcanzar algún tipo de acuerdo en junio en la Cop6. (bis) de Bonn. Si
bien la estrategia de la Unión Europea rindió en gran medida sus
frutos, no es menos cierto que en los meses previos a Bonn, la
oposición de Estados Unidos condicionó notablemente la negociación de
las reglas de aplicación, obligando a los partidarios del protocolo a
flexibilizar sus posiciones, en aras a lograr un acuerdo que
posibilitase alcanzar el objetivo prioritario, que no era otro que
mantener vivo el protocolo.

Para que el Protocolo de Kioto fuese viable, la Unión Europea era
plenamente consciente de que necesitaba lograr un acuerdo en Bonn que
tuviese el suficiente respaldo como para permitir la ratificación y
entrada en vigor del protocolo. En este sentido, teniendo en cuenta
la negativa de Estados Unidos, como las exigentes condiciones de
entrada en vigor de este protocolo era indispensable que el acuerdo
fuese respaldado, no sólo por el G-77, que son los países en vías de
desarrollo más China, sino también por Japón y Rusia, países ambos
que, como ustedes saben, forman parte del mismo grupo de negociación
que Estados Unidos, por tanto fuertemente condicionados por la
posición americana, si bien en menor medida que otros países del
mismo grupo como Australia, Canadá y Nueva Zelanda, también
componentes del Grupo paraguas.

En ese contexto y, por qué no decirlo, con escaso optimismo, se
reanudó el 16 de julio en Bonn el segundo tramo de la VI Conferencia
de las partes. La negociación se centró en los mismos puntos clave
que habían quedado sin resolver en La Haya, es decir, financiación de
ayuda a los países menos desarrollados, sumideros, mecanismos y
cumplimiento. Pero, a diferencia de La Haya y por empeño tanto de la
Unión Europea, como del G-77, se decidió abordar la negociación
política de esos cuatro temas dentro de un mismo paquete, de manera
que la aprobación de cualquiera de los capítulos quedaría
condicionada a la aprobación del paquete en su conjunto. Sin duda,
este planteamiento, junto con la firme voluntad de las partes de
llegar a un acuerdo, unido al progresivo aislamiento de la posición
de Estados Unidos, posibilitó que se llegase a un acuerdo político
global con las únicas abstenciones de Estados Unidos y de Australia,
que mantuvieron hasta el final su posición contraria al protocolo.

Como he señalado antes, para alcanzar el acuerdo fue condición
indispensable el que todas las partes flexibilizasen notablemente sus
posiciones de partida, pero paralelamente también es preciso subrayar
que las reglas acordadas contienen los criterios y directrices
mínimamente necesarios, tanto para posibilitar la ratificación del
protocolo y su entrada en vigor, como para desarrollar y poner en
marcha todas las medidas que el protocolo contempla para luchar
frente al cambio climático. Sin ánimo de entrar en una exposición
pormenorizada y excesivamente técnica de los aspectos negociados,
considero, sin embargo, importante destacar
algunos elementos que tienen que ilustrar de una forma importante el
acuerdo alcanzado.

Respecto al capítulo relativo a la ayuda financiera, cuestión de
vital importancia para el G-77, se logró superar los tres principales
escollos: el tipo de agencia financiera, la disponibilidad de nuevos
fondos y el tipo de actividades cubiertas, tres importantes problemas
que quedaron sin resolver en La Haya. Mientras el G-77 cedió,
aceptando el GEF como el instrumento financiero que tiene que
vehicular este tipo de ayudas, los países desarrollados aceptaron
crear fondos adicionales a los existentes, así como ampliar el tipo
de actividades objeto de financiación para atender necesidades
relativas a la prevención y adaptación al cambio climático y a la
transferencia de tecnologías. También aceptaron crear un nuevo fondo
específico para ayuda a los países menos desarrollados. Por último,
el G-77 tuvo que ceder en su expectativa de lograr un acuerdo
respecto al monto concreto de los fondos, así como a su inmediata
disponibilidad. (La señora presidenta ocupa la Presidencia.)
En lo concerniente al capítulo sobre los tres mecanismos de
flexibilidad, implementación conjunta, desarrollo limpio y comercio
de emisiones, las discrepancias entre la Unión Europea y el Grupo
paraguas fueron resueltas a través de fórmulas pragmáticas. Así, en
cuanto al principio de suplementariedad se refiere, es cierto que no
se fija un techo cuantitativo a la reducción de emisiones, vía
mecanismos, pero se acota la posibilidad subrayando el carácter
prioritario de la acción doméstica. En cuanto a eligibilidad de
proyectos, en este caso de energía nuclear, el texto pactado insta a
los países a abstenerse en la inclusión de los mismos, tanto en el
mecanismo de implementación conjunta como en el mecanismo de
desarrollo limpio. Saben ustedes que era una exigencia de la mayoría
de los países de la Unión Europea. Igualmente no se amplió la
exacción o el levy del mecanismo de desarrollo limpio a otros
mecanismos, tal y como pretendía el G-77 (recuerden que eso ponía en
peligro el mecanismo burbuja), pero en cambio se aceptó fijar un tope
o fondo de reserva al monto de derechos de emisión que cada país
desarrollado pueda vender a fin de evitar duplicidades, sobreventas.

En materia de sumideros, es preciso reconocer que las concesiones que
se tuvieron que hacer desde la Unión Europea fueron particularmente
relevantes. No obstante, también hay que señalar que dichas
concesiones están condicionadas por el cumplimiento de unos
requisitos previos y que, por lo tanto, no suponen en absoluto ningún
cheque en blanco que pueda desvirtuar el contenido del protocolo.

Así, hubo que ceder ante el Grupo paraguas en cuanto al porcentaje de
reducción de emisiones que pueden ser contabilizadas a través de
sumideros y la inclusión de proyectos de sumideros en los mecanismos.


Lo que se otorga a los países es la posibilidad de contabilizar
sumideros hasta un margen



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bastante alto de su compromiso de reducción, pero para hacer uso de
este margen los países deben justificar el cumplimiento de un amplio
número de requisitos técnicos, que la Unión Europea logró reforzar
notablemente y que sin duda en la práctica dificultarán, cuando no
impedirán, llegar a los topes aceptados.

Por último, en lo concerniente al cumplimiento, capítulo este que
planteó las mayores dificultades y al final fue el punto más
problemático, también se logró un acuerdo ciertamente pragmático.

Como saben SS.SS. el problema fundamental respecto al cumplimiento
radicaba en el hecho de que, mientras la mayoría de los países
defendíamos un régimen de cumplimiento riguroso con capacidad
sancionadora y vinculante, en suma un régimen eficaz, sobre todo con
capacidad disuasoria, los países del Grupo paraguas se oponían
frontalmente a aceptar un sistema sancionador vinculante. En este
caso, la oposición no solo era de Estados Unidos, sino que el resto
de los miembros del grupo -y en particular Japón- no podían aceptar
un precedente de esta naturaleza en un acuerdo ambiental
multilateral, y ello condicionaba no solo la aceptación de todo el
paquete, sino, sobre todo, la posibilidad de la ratificación futura
del protocolo. En esencia, el acuerdo alcanzado contiene dos partes.

De un lado, se prevén distintas sanciones, según el tipo y grado de
incumplimiento, constituyéndose el correspondiente comité de
cumplimiento y, de otro, si bien no se afirma taxativamente que el
régimen será vinculante, tampoco se excluye la posibilidad de que
pueda llegar a serlo en el futuro.

Como fue ampliamente reconocido en Bonn, merece ser destacado que el
régimen de cumplimiento acordado para el protocolo de Kioto es, hoy
por hoy, el más avanzado en el contexto de los acuerdos
multilaterales en medio ambiente; nunca se había alcanzado un acuerdo
tan importante, es decir, unas medidas disuasorias tan importantes en
materia de medio ambiente en ninguna relación multilateral.

Como habrán podido apreciar SS.SS., el acuerdo alcanzado en Bonn no
ha dejado plenamente satisfecho a ninguna de las partes, incluso en
algunos aspectos puede considerarse como un acuerdo con posibilidades
de ampliación, pero lo cierto es que, dado el marco de la negociación
y el punto de partida que he intentado resumir, creo que podemos
afirmar, sin ninguna duda, que ha sido un acuerdo muy satisfactorio,
y yo lo fundamentaría en dos motivos básicos. De una parte, desde la
perspectiva de la cooperación política internacional para resolver
problemas globales; el enfoque multilateral, que se había puesto en
entredicho, cuando no negado, ha resultado hoy fortalecido en Bonn y
a la par creo que la Unión Europea ha demostrado una capacidad de
liderazgo importante en el plano internacional. De otra parte y en lo
que a la lucha frente al cambio climático se refiere, entiendo que el
acuerdo alcanzado es satisfactorio en tanto que cumple lo que España
consideraba
como el umbral mínimo indispensable para salvar el contenido del
protocolo y concretar su aplicación inmediatamente, por lo tanto
proceder a su ratificación. En primer lugar, el acuerdo permite que
el protocolo efectivamente sea ratificable, por lo tanto abre la
puerta a esta entrada en vigor. Así, nos habremos dotado, como
deseábamos, de un marco jurídico internacional en el que los países
comparten derechos y obligaciones para combatir un problema global
bajo el principio de responsabilidades comunes y diferenciadas. En
segundo lugar, el hecho de disponer de unas reglas de aplicación
comunes, no solo incentivará la mayor participación de los sectores y
agentes sociales en la lucha frente al cambio climático, sino que,
además, otorgará a los mercados la confianza y seguridad requerida y,
paralelamente, minimizará los posibles problemas de competencia que
puedan surgir en estos países. En tercer lugar, el acuerdo alcanzado
no tiene un carácter excluyente. Al tratarse de un acuerdo con una
amplia base de consenso, con cabida para muy diversos intereses y
sensibilidades, deja la puerta abierta para que puedan sumarse al
mismo los países que hasta la fecha se han opuesto al protocolo. Esta
característica del acuerdo es fundamental, ya que el protocolo será
tanto más eficiente, al tratarse de un problema global, cuanto mayor
sea el número de países dispuestos a aplicarlo.

En suma, me reitero en señalar que el avance registrado en Bonn ha
supuesto un punto de inflexión en el proceso de cooperación
internacional para luchar frente al cambio climático, permitiendo
consolidar un instrumento tan relevante como el Protocolo de Kioto.

No obstante lo anterior, no quisiera concluir mi intervención sin
mencionar que, si bien en Bonn hemos dado un paso importante, aún
queda un notable trabajo por realizar a fin de cerrar esta fase del
proceso. Tal y como he reiterado, el acuerdo alcanzado ha sido un
acuerdo político, y así ha quedado registrado en las actas de la
conferencia, pero para que dicho acuerdo pueda ser formalmente
adoptado por la conferencia de las partes es preciso traducir su
contenido a los correspondientes textos jurídicos que conforman las
decisiones legales.

Esta tarea, que en principio pudiera parecer menor en cuanto se trata
de un ejercicio de carácter jurídico técnico, está resultando ser,
por el contrario, notablemente compleja. Aunque este trabajo se
inició en Bonn inmediatamente después de la adopción del acuerdo
político, lo cierto es que, a la hora de traducir los acuerdos
políticos en términos jurídicos, surgieron multitud de discrepancias
entre las partes al quererse aprovechar este trabajo para acomodar,
en la medida de lo posible, los textos a los intereses respectivos de
cada país. Por ello, el avance registrado en Bonn en este aspecto fue
escaso, quedando el grueso de la tarea pendiente para la VII
Conferencia de las partes, que tendrá lugar en Marrakech el próximo
mes de noviembre; una conferencia que debe servir para concluir
formalmente elacuerdo de ratificación del Protocolo de Kioto.




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Por mi parte, confío plenamente en que la voluntad y el acuerdo
político expresados en Bonn por la comunidad internacional sigan
impulsando el proceso y permitan que seamos capaces de superar en
Marrakech los obstáculos pendientes, que son de carácter técnico,
naturalmente, a fin de que se inicien en el presente año los procesos
de ratificación del Protocolo de Kioto y este pueda entrar en vigor
en el año 2002, tal y como nos habíamos propuesto en el seno de la
Unión Europea.

No quiero acabar esta intervención sin resaltar dos aspectos que me
parecen importantes. Por un lado, es cierto que la postura de Estados
Unidos fue contraria al protocolo, sobre todo durante los meses
anteriores a la Conferencia de Bonn, y esta es la posición que ha
expresado su presidente y su Gobierno de una forma reiterada, pero
también quiero reconocer que Estados Unidos no impidió que el acuerdo
político se pudiera alcanzar en Bonn; yo creo que esa fue la postura
que posibilitó que sobre todo los países del Grupo paraguas pudieran
alcanzar este acuerdo. Por lo tanto, hay que seguir insistiendo en el
futuro en la necesidad de que todos los países se puedan incorporar a
este protocolo, y por supuesto los países que han quedado fuera de
este acuerdo político. Por otro lado, quería resaltar la oportunidad
de la creación en España de la Oficina Española del Cambio Climático,
que posibilitó que un gran equipo de expertos, académicos,
profesionales y funcionarios, pudiera constituir la misión española
en la Conferencia de Bonn. El trabajo que hicieron fue
extraordinario; todo el mérito de lo que pudo hacer España fue de
todas estas personas que constituyeron el equipo técnico -insisto en
que a mí, como ministro, me llenó de orgullo- y creo que colaboramos
de una forma importante al éxito de esta conferencia.

Muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: ¿Qué grupos parlamentarios desean intervenir en
relación con esta comparecencia? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el señor Martí i Galbis.




El señor MARTÍ I GALBIS: De nuevo quiero agradecer al señor ministro
la información que ha facilitado a los miembros de esta Comisión en
esta segunda comparecencia de la sesión de esta mañana. Antes de
referirme a algunas cuestiones puntuales contenidas en la información
que ha dado el señor ministro, quería hacer constar la satisfacción
del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) por el hecho de
que la solicitud del ministro de comparecer ante esta Comisión se
registrase -es una cuestión formal, pero me gustaría subrayarlo- el
mismo día en que concluía la Conferencia de Bonn. Creo que, en este
caso, el Gobierno y el señor ministro han demostrado agilidad
política, en todo caso, una consideración con esta
Cámara digna de ser subrayada, por lo que quisiera que quedase
constancia de ello. Si la comparecencia ha tenido lugar dos meses
después de la celebración de la Conferencia, se ha debido simplemente
a factores de calendario de sesiones de esta Cámara. Dicho esto,
quisiera hacer unas breves consideraciones en relación con el tema
que nos ocupa y quisiera recordar, haciendo también memoria sobre lo
que ha recordado el señor ministro, dos o tres antecedentes cercanos
que yo creo que nos pueden ayudar a aclarar la posición política o
los compromisos políticos adquiridos por cada uno de los grupos
parlamentarios en esta Comisión ante un asunto de tanta trascendencia
como el que estamos tratando en estos momentos.

En primer lugar, quería recordar que el mismo señor ministro
manifestó en su anterior comparecencia, hará ahora unos diez meses,
para explicar el posicionamiento del Gobierno español en la cumbre
del cambio climático de La Haya, el compromiso doble del Gobierno
español de asumir la integridad del protocolo como algo irrenunciable
y de intentar lograr un acuerdo que permitiese la ratificación del
protocolo. En sus palabras textuales quedaba pendiente la fijación de
las reglas del juego, y hoy también se ha referido a esos
antecedentes no tan positivos, o bastante negativos, respecto al
fracaso de la anterior cumbre de La Haya. También nos decía el señor
ministro en la última fase de su intervención, en la que nos
anunciaba la creación de la Oficina Española del Cambio Climático,
que esta oficina es la principal responsable del éxito o del buen
trabajo realizado por la delegación española, y yo estoy de acuerdo
con su valoración. Podemos hablar también, no sé si ahora o después,
de la importancia que damos nosotros a la Oficina del Cambio
Climático, y quiero hacer constar que el grupo parlamentario al que
represento, una vez publicado el decreto de creación de dicha
oficina, pidió información sobre la orden ministerial que debía
regular la composición y la estructura de esa oficina, que es el
brazo armado -permítanme la expresión- o, en todo caso, el
instrumento más importante para llevar a cabo la estrategia de
nuestro país. Quería recordar que el 27 de julio, hace muy pocas
fechas, la respuesta a esta pregunta nos decía que el Ministerio de
Administraciones Públicas estudiaba el proyecto de orden que había
elaborado el Ministerio de Medio Ambiente. No tengo más noticias
sobre la postura del Ministerio de Administraciones Públicas en
relación con el proyecto de orden que había elaborado el Ministro de
Medio Ambiente, por lo que quiero aprovechar para preguntar al señor
ministro si tiene información más reciente sobre cómo, cuándo y de
qué manera se va a dar a la luz pública la orden reguladora de este
importante instrumento ejecutivo del Gobierno.

También quiero recordar un antecedente cercano, la interpelación y la
moción subsiguiente que presentó ante esta Cámara el Grupo
Parlamentario Socialista, en relación con las cuales el señor
ministro insistía en la



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falta de definición de los llamados mecanismos de flexibilidad, a los
que también se ha hecho referencia y a los que yo no me voy a referir
porque son de todos conocidos, y que nos trasladaba al mes de junio,
por lo tanto muy recientemente. Otro antecedente se produjo en el
pasado debate sobre el estado de la Nación, a finales de junio,
cuando esta Cámara aprobó, creo recordar que a instancias de mi grupo
parlamentario, una resolución que instaba al Gobierno a adoptar los
acuerdos de la reunión del Consejo Europeo de Göteborg en relación
con el cumplimiento de los objetivos contenidos en el Protocolo de
Kioto, así como la aprobación, en el primer semestre del año 2002, de
la estrategia española del desarrollo sostenible, en colaboración con
las comunidades autónomas.

Dicho esto, y ante el reto que estamos todos de acuerdo que supone el
inicio de los trámites para la ratificación del protocolo, con la
vista puesta en su entrada en vigor durante el primer semestre de
2002, coincidiendo con el importante semestre de la presidencia
comunitaria de España, mi grupo parlamentario cree que lo acordado en
Bonn in extremis, como nos recordaba el ministro, aún obliga más al
Gobierno español precisamente en el horizonte de su presencia
europea. Después del acuerdo a que llegaron más de 180 países en la
Cumbre de Bonn, después de su ratificación por parte de unos 40
países y después del compromiso del Gobierno español es el momento de
poner toda la carne en el asador, si me permiten la expresión, para
elaborar esa estrategia de cambio climático y proceder a la
ratificación del protocolo en los procesos establecidos en el primer
semestre del próximo año.

No querría referirme a cuestiones técnicas, a las que de manera
incipiente se ha referido el señor ministro, en relación con las
discusiones que tuvieron lugar en la VI Conferencia de Bonn. pero
creo que es importante que hagamos un esfuerzo para interiorizar a
nivel del Estado español cuáles son las consecuencias de esos
acuerdos a que se llegó, in extremis, repito, en esa cumbre. Lo hago
desde la reiteración del reconocimiento del buen trabajo realizado en
esa cumbre por toda la delegación española, con el ministro al
frente. A partir de la aprobación de los contenidos de esta cumbre
por parte del núcleo duro, los países del Grupo paraguas y Japón,
tenemos por delante una tarea importantísima. Yo querría reiterar la
importancia del trabajo realizado tanto por el ministerio como por la
oficina española, puesto que tenemos por delante el reto de superar
esas cifras, yo diría que aún negativas, en función de las fuentes a
que se recurra; no voy a referirme a todas las fuentes que existen en
estos momentos a disposición de los diputados o de la opinión
pública, pero es cierto que algunas fuentes dicen que estamos
incrementando la cuota de emisiones por encima de lo que teóricamente
correspondería. En todo caso, es importante que el Gobierno haga
plenamente operativos todos los mecanismos e instrumentos de
contabilización de las emisiones
y también que estemos atentos no solamente a los datos
propios, datos oficiales que va dando el ministerio, sino también a
los datos que de forma trimestral, no de forma anual como hasta
ahora, van a facilitar los responsables de la Agencia Europea de
Medio Ambiente.




En este horizonte de futuro refrendo del protocolo por parte del
Congreso de los Diputados, quisiera instar al ministro, aunque él
mismo ha asumido como propias estas obligaciones o estos retos, a
poner en marcha de manera efectiva esa oficina, que considero
importantísima, con todos los medios disponibles para hacer efectivo
su trabajo. En segundo lugar, que se planifique desde el máximo
consenso, ese proceso de elaboración de la estrategia española contra
el cambio climático por parte de dicha oficina y del Ministerio de
Medio Ambiente, con la máxima participación de todas las
administraciones públicas, agentes sociales y económicos, expertos,
ONG y, por qué no, de los grupos parlamentarios, a los que el señor
ministro ha invitado anteriormente a participar cuando trató temas
relativos a la anterior comparecencia.

Termino mi intervención diciéndole, señor ministro, que puede contar
con la colaboración de este grupo parlamentario, así como con la
colaboración de mi comunidad autónoma y de su gobierno que, como
usted sabe perfectamente, están trabajando en esta línea. Finalmente,
aunque usted lo ha comentado antes, querría decirle que sería bueno
que, en el marco de la cumbre de Barcelona, que se celebrará el
próximo mes de marzo, en el marco de esa importante presidencia
española de la Unión Europea, se incorporase al máximo esa vertiente
medioambiental a la que usted se refería en el proceso de
convergencia social y económica de la Unión Europea, porque yo creo
que es básico que esa cuarta pata, a la que usted se refería
anteriormente, se integrara de manera clara y contundente en ese
compromiso político del Gobierno español.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario EAJ-PNV, tiene la
palabra el señor Otxoa de Eribe, con la petición de disculpas porque
esta Presidencia en el momento en que S.S. levantó la mano no se
percató de su petición de palabra.




El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: No se preocupe, señora presidenta,
está usted disculpada.

Señor ministro, voy a ser muy breve. Simplemente quiero agradecerle
su presencia ante esta comisión y las explicaciones que nos ha dado
sobre lo conseguido por usted y su equipo, ese equipo incipiente de
la Oficina de Cambio Climático, en la cumbre de Bonn. Entendemos que
es un acuerdo de mínimos pero muy interesante, y así como otras veces
hemos sido absolutamente críticos con su gestión, y probablemente lo
seremos también en cuestiones de futuro, quiero felicitarle
y felicitarnos por ese logro obtenido, pidiéndole



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que siga impulsando esa línea de trabajo en un futuro próximo para
conseguir llevar a la realidad, tanto en la legislación como en las
actuaciones futuras de su Gobierno, los objetivos que en esa cumbre
de Bonn se han señalado para el Estado español, para lo cual contará
con nuestra colaboración. Esperemos que usted solicite esa
colaboración a las entidades y a las administraciones periféricas
porque creemos que esto es un objetivo de todos y para todos, para
nuestro bien futuro. y por la necesidad de que esta sociedad, en la
cual vivimos tome conciencia de la problemática a la cual está sujeto
el medio ambiente. Simplemente eso, ofrecerle nuestra colaboración de
futuro, agradecerle su gestión y felicitarnos, insisto, por lo
conseguido in exremis, algo que parecía casi imposible, en esa cumbre
de Bonn.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Socialista tiene la
palabra el señor Morlán.




El señor MORLÁN GRACIA: Muchas gracias, señor ministro, por su
explicación sobre el desarrollo de la cumbre de Bonn, cuya previsión
era de un rotundo fracaso de la misma. El hecho de que se hayan
mantenido los compromisos de Kioto es fundamental; no voy a aplicar
la palabra muy satisfactorio pero sí que es cierto que estamos
satisfechos del desarrollo y de los resultados de la cumbre porque
entendemos que ha conseguido la virtualidad de mantener unos
compromisos aunque los objetivos se hayan rebajado en función de las
previsiones iniciales, pero es indudable que es bueno haber
conseguido ese acuerdo y es bueno que la cumbre de Bonn haya
permitido que el compromiso de Kioto pueda ser ratificado por todos
los Estados miembros. Aunque la no presencia de Estados Unidos es
importante, es positivo el hecho de haber mantenido la posesión de no
ratificarlo pero mantenerse expectante y ver cómo se va llevando a
cabo.

Señor ministro, yo veo que cuando usted va a Europa se eleva mucho.

Usted se eleva y yo actúo como un diputado de este país que quiere
saber qué es lo que pasa con lo nuestro. Cuando analizamos y vemos lo
que pasa con lo nuestro, indudablemente las cosas varían; frente a la
satisfacción de un éxito como es el mantener vivo el compromiso de
Kioto, está la preocupación por que las medidas que pueden ir
llevándose a cabo para el desarrollo de ese compromiso no están bien
dirigidas en este país.

Aquí hemos tenido dos debates con usted (su comparecencia de hace un
año aproximadamente y una interpelación sobre cambio climático) en
los que planteábamos que esa ratificación se llevara a cabo a la
mayor brevedad posible. Marcábamos una fecha y usted nos dijo que las
reglas del juego no estaban claras todavía y que por tanto no se
podía producir la ratificación. Nosotros hemos insistido siempre en
un aspecto fundamental que se ha planteado en la Unión Europea,
que los mecanismos de flexibilidad, el comercio de emisión o los
proyectos de colaboración, que parece que son las pegas importantes
que han puesto encima de la mesa como excusas para no ratificarlo,
eran de tal calado que, según su criterio, no podía ratificarse el
compromiso de Kioto. Nuestro criterio es que sí era bueno y positivo
que se ratificara porque entendíamos que eran medidas complementarias
que tendrían que llevarse a cabo, pero que los Estados miembros
tenían la obligación de poner en práctica políticas encaminadas a la
lucha contra el cambio climático, y ustedes eso no lo han aceptado.

A nosotros nos gustaría saber, señor ministro, su previsión de
ratificación del compromiso de Kioto en España. ¿Va a tener lugar en
el primer semestre de la presidencia española? A partir del 1 de
enero van a ostentar ustedes la presidencia de la Unión Europea y
tengo que decir que en la conferencia de prensa que dio el Gobierno
para hablar de los temas prioritarios que se iban a tratar en dicha
presidencia no se hizo ninguna mención especial a todas las políticas
ambientales. Si me equivoco, retiraré mis palabras, aunque los medios
de comunicación estuvieron presentes en aquella conferencia. Pues
bien, señor ministro, usted tiene una obligación importante durante
este primer semestre: impulsar políticas ambientales en el conjunto
de la Unión, así como aquellos procedimientos para llevar a cabo una
eficaz lucha contra el cambio climático. Esto es así, señor ministro,
así que imagino que usted ya tendrá pensado o estará pensando las
actuaciones que se van a tener que llevar a cabo durante la
presidencia española encaminadas al diseño de políticas ambientales
y más concretamente a la lucha contra el cambio climático. Si no lo
hace motu proprio, nosotros desde luego vamos a pedir que usted
comparezca antes del 1 de enero, si puede ser, para analizar en esta
Comisión las perspectivas existentes para el período de la
presidencia española y cuáles van a ser los objetivos. Entiendo que
es un tema que tiene suficiente calado. Si tenemos en cuenta el
desarrollo sostenible y una de las políticas a llevar a cabo es la de
la lucha contra el cambio climático, creo que tenemos derecho a saber
qué es lo que va a pasar durante el primer semestre del año 2002 y en
qué medida esas políticas ambientales, concretamente las relacionadas
con el cambio climático, van a estar presentes en la presidencia
española y van a ser objeto de dinamización por su parte. Por eso me
gustaría saber si usted piensa comparecer, ya que, si no, nosotros lo
vamos a solicitar. No tenemos ningún inconveniente; tan sólo queremos
que se hable en esta Cámara de la presidencia española.

En cuanto a los temas que afectan a nuestro país en función del
desarrollo de los compromisos de Kioto, nos gustaría saber, aunque lo
explique dentro de un tiempo, si usted tiene ya unas ideas prefijadas
de en qué va a consistir el desarrollo de la cumbre española y cómo
van a afectar esas medidas a esta lucha. Cuando



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llegué ayer a Madrid me sorprendí al enterarme de que ahora el Grupo
Popular se ha puesto a trabajar muy en serio y nos ha planteado tres
iniciativas que tienen mucho que ver con los temas que estamos aquí
tratando. Por ejemplo, hay una proposición no de ley relativa al
cambio climático para su debate en Pleno, la cual se presentó el día
13 de septiembre, planteándose en ella que en el plazo máximo de un
año dicha estrategia debe estar elaborada. Pues bien, aquí yo ya
empiezo a tener algunas dudas que espero que usted me pueda aclarar.

Hace unos meses, en junio, se nos rechazó que en el plazo de seis
meses tuvieran ustedes definida la estrategia de lucha contra el
cambio climático. Nosotros entendíamos que era bueno que,
coincidiendo con la presidencia española, se ratificara el compromiso
de Kioto, puesto que, por así decirlo, ya teníamos hechos los deberes
y ustedes nos dan ahora el plazo de un año, es decir, se va a definir
la estrategia española de lucha contra el cambio climático en el
plazo de un año cuando ustedes quieren ratificar Kioto en este primer
semestre. Me imagino que me van a decir que es compatible, que a lo
mejor lo es, no lo discuto, pero a mí me suena un poco raro y supongo
que ustedes comprenderán que yo pueda tener esa duda y que la ponga
encima de la mesa. Puestos a ratificar algo, deberíamos ratificar
algo que ya sabemos, como es el compromiso de Kioto, que ha formado
parte de un debate que ha habido aquí en España sobre cómo hay que
luchar contra el cambio climático.

Otra cosa que me llama la atención, señor ministro, es que usted en
sus comparecencias siempre nos dice que los mecanismos de
flexibilización tiene que estar muy claros y que se han aclarado en
Bonn. ¿Eso quiere decir que cuando ratifiquemos el compromiso de
Kioto, en el primer semestre del año 2002, estarán fuera de toda duda
todos los mecanismos de flexibilización que hay que establecer y todo
lo relacionado con el comercio de emisiones y con los proyectos de
colaboración con otros países? Es decir, ¿estará ya todo
perfectamente definido? Sinceramente, señor ministro, a mí me parece
muy complicado. Vamos a llegar a la ratificación de los acuerdos de
Kioto casi en las mismas condiciones en que estamos ahora. Me da la
impresión de que el desarrollo de todo este tipo de problemas que se
plantean es a largo plazo, con bastantes dificultades, puesto que hay
que compaginar muchas circunstancias que no se pueden decidir antes
de que finalice este año.

Dentro de la burbuja europea, señor ministro, por particularizar
algunos de los temas que definen lo que ha de ser una política de
lucha contra el cambio climático, nosotros teníamos la posibilidad de
incrementar nuestras emisiones de gases efecto invernadero en un 15
por ciento. Pues bien, en este momento, según los datos que tenemos,
algunos de los cuales proceden del propio ministerio, resulta que
esas emisiones han superado ampliamente esas previsiones y casi las
doblamos.

Me gustaría saber si usted tiene datos sobre cuál es el volumen
actual de emisiones de los diferentes gases que provoca el efecto
invernadero y que nos los facilitara, puesto que así podríamos ver en
qué sectores de actividad hay que influir de manera más destacada
para hacer frente a esa lucha. Otros países, señor ministro, ya se lo
he dicho otras veces, han desarrollado iniciativas para disminuir los
porcentajes de emisión y a nosotros nos gustaría saber qué está
haciendo España, porque países como Austria, Dinamarca, Finlandia,
Países Bajos, Noruega y Suecia han adoptado medidas fiscales, como la
introducción de un impuesto sobre la energía o el carbono. Usted va a
asumir la presidencia española en políticas ambientales y me imagino
que esos países, como es lógico, plantearán que se continúe con esa
política, ya que entienden que se debe extender al conjunto de la
Unión Europea. A mí me gustaría saber si el Gobierno español está
decidido a que la ecotasa se plantee y qué medidas de carácter fiscal
va a poner encima de la mesa para que España, al igual que los países
que ya han puesto en práctica estas medidas, se sitúe al mismo nivel
y podamos llevar a cabo unas actividades bien orquestadas para que no
se produzcan disfunciones entre unos datos y otros. Según todos los
estudios, señor ministro, uno de los sectores que más afecta a las
emisiones de CO2 es el del transporte. ¿Piensan ustedes adoptar algún
tipo de medidas? ¿Tienen ya estudiado qué tipo de medidas hay que
llevar a cabo para que esas emisiones se vayan reduciendo?
Usted ha hecho referencia también a la energía nuclear como una de
las conclusiones más llamativas de Bonn: que no se utilizaría la
energía nuclear como un elemento de generación de energía limpia que
permitiera contribuir a la reducción de las emisiones. ¿Eso va a
suceder también en España o es un tema que afecta a otros países que
particularmente están en contra de ella y nosotros vamos a seguir
fomentando la energía nuclear como una energía limpia? Si usted va a
tener que hacer frente a este problema en el primer semestre, sería
bueno que nos dijera qué piensan hacer en España con el tema de la
energía nuclear, si van a fomentarla, si van a mantener la moratoria
o si pretenden, como nosotros, un cierre paulatino de las centrales
nucleares, dos ahora y otras en un plazo más largo, como está
sucediendo en Alemania. En cuanto al Plan de fomento de energías
renovables, que ustedes están diciendo que funciona de maravilla, ¿
cree usted que está siendo todo lo práctico y eficaz que debiera ser?
¿Cree usted que el sector de las energías renovables es un sector que
se siente cómodo con este plan porque tiene todas las garantías y
todos los apoyos financieros y fiscales para llevar a cabo su
desarrollo? ¿En qué medidas esas previsiones de llevar a cabo ese 12
por ciento de producción de energías renovables en España se pueden
cumplir en los plazos que ustedes tienen previstos?
Con relación al tema de los residuos, que, por cierto, hay otra
proposición no de ley que hace referencia



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al II Plan nacional de residuos industriales para su debate en Pleno,
me sorprende que no se sepa qué va a pasar con los residuos
peligrosos, porque dejan ustedes morir el Plan de residuos peligrosos
y no sabemos si lo van a continuar o si se va a poner en marcha el
Plan de recuperación de suelos contaminados. Nos gustaría saber si
disponen ya de datos fiables sobre el volumen de residuos en España,
porque en sus comparecencias y en las de la secretaria general de
Medio Ambiente en algún momento se ha planteado que no había una
cifra clara de cuál era ese volumen de residuos y por eso sería bueno
disponer de esos datos para llevar a cabo una política más eficaz.

Ustedes han aprobado tres planes: el Plan de vehículos fuera de uso,
el Plan de modernización y construcción y el Plan de lodos de
depuradoras, pero, ¿piensan hacer algo con la eliminación de los PCB
y los aparatos que los contengan? Hay una serie de actuaciones en
materia de gestión de residuos y de vertederos que nosotros no
sabemos en estos momentos cómo se encuentra.

Le voy a poner otro ejemplo. Del programa nacional de eliminación de
residuos, que pretende eliminar el vertido incontrolado a final del
año 2006 con el objetivo intermedio de que a final del año 2001 sólo
el 5 por ciento de los residuos urbanos se depositen de forma
incontrolada, no disponemos de ningún dato. Nos faltan muy pocos
meses para el final del 2001 y nos gustaría saber en qué medida este
5 por ciento se está cumpliendo. ¿Piensa usted que la financiación de
las medidas que estamos comentando está perfectamente garantizada? El
otro día le formulé una pregunta en el Pleno sobre fondos europeos y
la verdad es que no me satisfizo mucho su contestación. El mecanismo
de fondos europeos es bastante complejo en el que intervienen muchas
administraciones y existe un órgano gestor que es el Ministerio de
Medio Ambiente y el Ministerio de Hacienda. Nos gustaría saber en qué
medida todas estas previsiones que existen de luchar contra el cambio
climático ustedes las contemplan como fiables para que se puedan
llevar a cabo esas actuaciones. Asimismo, ustedes han planteado la
trasposición al derecho español de la Directiva de IPPC y parece que
hay algún borrador ya bastante definitivo, pero no acaba de ser
aprobado por el Gobierno para su tramitación como proyecto de ley.

Sabemos que es una directiva compleja, bastante difícil y que su
puesta en práctica va a suscitar tensiones en muchos sectores, pero
son aspectos que deben ser dilucidados cuanto antes con la finalidad
de que exista una adecuada política complementaria a la que ustedes
están planteando, porque me imagino que, cuando ustedes llegan a
Bonn, dirán que en España todo va bien y nosotros -lo siento mucho-
no podemos compartir esa afirmación. En Europa ustedes defienden unos
intereses, han conseguido que Kioto no muera, sino que siga viviendo
y por mucho tiempo, a pesar de que se hayan rebajado los objetivos
iniciales,
pero es un éxito que se pueda mantener el compromiso de Kioto.

Por último, señor ministro, le voy a reiterar una pregunta que tiene
que ver con un comentario que le hice en la anterior intervención que
tuvo en esta Cámara relacionada con la Oficina Española de Cambio
Climático. Yo le pedí datos y le dije que había hecho una pregunta
sobre ese tema, pero me contestó: Le pido disculpas por no haber
podido mandarle esa información relacionada con la Oficina del clima.


En cualquier caso, intentaré acelerar al máximo el envío de la
información. El portavoz de Convergència i Unió ha tenido más suerte
que yo, porque ha obtenido parte de la misma y yo no he tenido
ninguna. Espero, señor ministro, que de los temas que se le plantean
aquí y de las preguntas que le hacemos, o bien aquí o bien a través
de los servicios en el propio Ministerio se nos facilite respuesta,
porque, si no, en nada contribuye a que haya una adecuada
transparencia en la gestión del Ministerio de Medio Ambiente que
usted con sus palabras defiende a todas luces, pero que a la hora de
la práctica no tiene la veracidad que usted plantea.

Con independencia de que le reconozca el éxito de la cumbre de Bonn,
considero que el traslado de los trabajos de esa cumbre a lo que ha
de ser la política del día a día, la política que ve el diputado de
base como yo y como muchos compañeros de esta Cámara, no es la más
correcta y la más adecuada y nos gustaría que todo esto fuera
corregido. Si a usted le preocupa el cambio climático, a nosotros
también nos preocupa luchar contra él y nos gustaría hacerlo de
manera más eficaz.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra De Lara.




La señora DE LARA CARBÓ: Quiero agradecer al ministro de Medio
Ambiente su comparecencia a petición propia ante la Comisión de Medio
Ambiente. Comparecencia, como ha dicho el portavoz de Convergència
i Unió, solicitada el mismo día en que terminaba la cumbre de Bonn, lo
cual demuestra, evidentemente, el interés del ministro por trasladar
a esta Comisión todos los acuerdos que allí se tomaron.

La contribución de la Unión Europea en la cumbre de Bonn, y
concretamente la contribución del grupo español, ha sido muy
importante. Por consiguiente, queremos felicitar al ministro de Medio
Ambiente y que traslade esta felicitación a todos los miembros que
acudieron a Bonn y que contribuyeron a que esta cumbre, que se
presentaba como un estrepitoso fracaso, al final podamos considerarla
como un éxito.

No voy a analizar aquí las palabras del ministro, porque ya se ha
hecho por parte de los grupos. En Bonn se ha alcanzado un acuerdo
político, que en un momento determinado era impensable que se pudiera
alcanzar, y este ha sido el gran éxito, que en este acuerdo político



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se hayan sentado las bases que permiten que el protocolo de Kioto sea
ratificable, que se disponga de unas reglas de aplicación comunes y
que el acuerdo no sea excluyente. Estos tres puntos son muy
importantes. No obstante, no debemos olvidar que el acuerdo alcanzado
en Bonn ha sido solamente político y ahora es preciso trasladar este
acuerdo político a unos textos legales que permitan la ratificación
del protocolo de Kioto. Lamentamos profundamente que el Grupo
Parlamentario Socialista no tenga la generosidad de admitir en una
comparecencia como esta el éxito español, que ha sido indudable, y el
éxito de la Unión Europea y, sin embargo, nos haga aquí un repaso
rápido, parcial y sesgado de la política ambiental del Ministerio de
Medio Ambiente para decir que la política es mala. La labor que está
ejerciendo el Ministerio de Medio Ambiente es muy importante, está
haciendo muchísimas cosas que eran impensables en España hace cinco
años y, por consiguiente, no estamos de acuerdo con la intervención
del señor Morlán. Apoyamos la enorme labor que está haciendo la
Oficina de Cambio Climático y esperamos que al centralizar todas las
acciones que tienen lugar en los distintos ministerios se pueda
elaborar esta estrategia española sobre cambio climático.

Querría indicar que la ratificación del protocolo de Kioto, que están
solicitando muchos grupos parlamentarios, sobre todo el Grupo
Socialista y el Grupo de Izquierda Unida, que hoy no está en esta
reunión, será ratificado por la Unión Europea en su conjunto y que
para ratificarlo es preciso disponer de unas reglas de aplicación
comunes que hoy todavía no poseemos. Como hemos dicho y han dicho
otros portavoces, en Bonn se ha alcanzado un acuerdo político y ahora
hace falta trasladarlo a los textos jurídicos. Hasta que no se haya
plasmado en textos jurídicos no es posible ratificar el protocolo de
Kioto, porque seguiremos sin disponer de unas reglas de aplicación
comunes.

Al hilo de lo que se ha dicho aquí -no pensaba hacer referencia a
ello-, quiero destacar las políticas que está efectuando el
Ministerio de Medio Ambiente para intentar disminuir las emisiones de
los gases que producen el efecto invernadero. Está claro que tenemos
una Ley de residuos, que ha aprobado esta Cámara, pero que la ha
traído un gobierno del Partido Popular, y con su aplicación se van a
disminuir muchas de las emisiones que producen el efecto invernadero.


Se están aplicando medidas de ahorro energético, medidas de
eficiencia energética, se está potenciando el uso del transporte
público en todos los sectores, se están controlando los combustibles
de manera que sean menos contaminantes, se está procediendo a la
reforestación, a un plan de energías renovables, se están
construyendo centrales de ciclo combinado, se están clausurando
vertederos. Todo esto es hacer política de medio ambiente y no
reconocerlo va en menosprecio del partido que no quiere verlo.

Confiamos en que todas estas políticas que está llevando el
ministerio den sus frutos y supongan
una disminución de todos estos gases que producen el efecto
invernadero. Confiamos también en las actuaciones que con toda
seguridad impulsará su ministerio durante el semestre en que España
ostente la presidencia europea.

Finalmente, querría hacer una aclaración al señor Morlán. No es que
el Grupo Parlamentario Popular se haya puesto a trabajar, sino que
todos los diputados que componen la Comisión de Medio Ambiente, que
es a la que nos estamos refiriendo, no han dejado de trabajar desde
que se constituyó el segundo gobierno de José María Aznar.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor ministro de Medio
Ambiente para responder a las intervenciones de los diferentes grupos
parlamentarios.




El señor MINISTRO DE MEDIO AMBIENTE (Matas i Palou): Quiero agradecer
a todos los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios el
tenor de sus palabras y de sus intervenciones. Si me lo permite,
quiero contestar brevemente algunas de las cuestiones que se han
planteado. Quiero resaltar que, antes de que nos reuniéramos en Bonn,
convocamos con carácter urgente una conferencia sectorial de Medio
Ambiente en la que participaron los representantes de las diferentes
autonomías para poder recabar cuál era su planteamiento inicial con
respecto a lo que tenía que ser la conferencia.

Respecto de la información que se me ha pedido de forma reiterada,
también quiero resaltar el hecho de que la orden ministerial de
estructura de la Oficina Española de Cambio Climático fue aprobada en
Consejo de Ministros el 18 de julio de 2001, por lo que ya es una
orden publicada, que está a su disposición y, en definitiva, es la
orden que ha estructurado la organización administrativa de esta
oficina española.

Como muy bien ha dicho la portavoz del Grupo Parlamentario Popular,
estoy encantado de hablar aquí de lo que ustedes quieran. Había
pedido la comparecencia para hablar de cambio climático, pero no
tengo inconveniente alguno en hablar de todo lo demás. Vamos a ello.

Empezaremos hablando de lo que ha sido este acuerdo de Bonn. Coincido
con la mayoría de SS.SS. en que ha sido un acuerdo positivo, que ha
conseguido mantener vivo el protocolo de Kioto y, sobre todo,
posibilitar la ratificación del mismo por la mayoría de los países
que lo firmaron.

No es que nos elevemos cuando vamos a Europa, pero es que estamos
hablando de Europa y, por tanto, algún día habrá que hablar de
Europa. Lo de Europa va bien y a usted le sabe mal ¡Qué le vamos a
hacer! Esto ha salido bien y creo que todos nos tenemos que alegrar,
tampoco pasa nada.

Hablando de la ratificación del protocolo, quierovolver a intentar
explicarlo, porque no estamos de



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acuerdo, pero yo creo que no nos ponemos de acuerdo porque no
hablamos el mismo lenguaje. Con alguna rara excepción, el acuerdo de
los países de la Unión Europea era el de ratificar el protocolo de
Kioto conjuntamente. Creo que fue un error -al menos una pérdida en
la posición negociadora, y así lo dije- en La Haya el que la Unión
Europea asistiera a este tipo de reuniones y de conferencias con una
carta ya destapada: la voluntad de ratificar el protocolo del año
2002 y lo fue de toda la Unión Europea, no sólo de España. El
problema es que esta posición de la Unión Europea estaba condicionada
al resultado de las negociaciones y de la propia conferencia.

La política de gestos la respeto, pero tiene muy pocos resultados.

Que España, por libre, ratificara el protocolo antes de haber
alcanzado estos acuerdos habría sido un gesto, pero un gesto vacío de
contenido. Quizá hubiéramos estado -con respeto se lo digo- engañando
un poco a la opinión pública, porque no servía de nada, no
conseguíamos nada. ¿Por qué? Europa no estaba en disposición de
ratificar este protocolo porque no se habían alcanzado los acuerdos
que concretaban la aplicación del mismo. Yo siempre intento poner
algún ejemplo, pero no se me ocurre muy bien. Si se le dice a una
empresa: usted tiene que ganar 100.000 pesetas este año, ella
establece el objetivo de ganar esas 100.00 pesetas, pero resulta que
usted no le ha dado los mecanismos de contabilidad para poder
contabilizar los ingresos y los gastos que le conduzcan al beneficio.


La empresa puede decir: voy a ganar 100.000 pesetas, y soy la mejor
porque voy a ganarlas, pero no puede concretar su compromiso, en
firme, hasta que no sepa cómo va usted a contabilizar los ingresos y
los gastos que le van a llevar a que pueda dar el resultado de haber
ganado 100.000 pesetas. Éste es el mejor ejemplo que se me ocurre. Sí
sabíamos el objetivo final, pero lo que no sabíamos era con qué
mecanismos se tenía que llegar a este objetivo; es decir, cómo
contabilizar los mecanismos para llegar a este objetivo. Por tanto,
el protocolo de Kioto necesita de un acuerdo en sus medidas de
aplicación y de concreción, para que pueda tener un resultado real y
pueda ser ratificado. Esta opinión, que es verdad que no comparte el
Partido Socialista Obrero Español, sí la comparte la mayor parte de
los países de la Unión Europea, que no han querido ratificar este
protocolo hasta que estuvieran concretadas esas normas de actuación.

¿Cuál es la importancia del acuerdo de Bonn? Que por primera vez,
señorías, hay un acuerdo político sobre esas medidas -esa era la
clave-, con lo cual, si hay un acuerdo político, se abre la
posibilidad de ratificar el protocolo de Kioto por todos los países
que quieran. Porque sabemos de qué hemos de morir, hablando en plata;
ahora sí lo sabemos; ahora sí que hay una penalización al país que
ratifique el protocolo y no lo cumpla; ahora sí que hay unas normas
para cumplir ese protocolo, en base, insisto, a un acuerdo político
incipiente.

Por tanto la voluntad del Gobierno español y la voluntad de
la mayoría de los países de la Unión Europea es la de ratificar el
protocolo a lo largo del año 2002. Y nuestra voluntad es que éste sea
un proceso conjunto de todos esos países de la Unión Europea. ¿Por
qué no se puede empezar la ratificación inmediatamente? Lo he
intentado explicar. Hay acuerdo político, pero todavía falta superar
el desarrollo técnico de ese acuerdo político, que no se pudo
alcanzar en Bonn y que se tiene que concluir en Marrakech, en el mes
de noviembre de este año. Hasta que no hayamos acabado el trabajo
técnico de Marrakech, los países de la Unión Europea no van a poder
iniciar ese proceso de ratificación, pero es su voluntad ratificarlo
e insisto en que aquí lo importante y lo difícil es el acuerdo
político, aunque luego los técnicos tendrán que trabajar mucho,
porque son temas muy complicados y tendrán que emplearse a fondo.

Pero los técnicos lo único que tienen que hacer es dar forma al
acuerdo político, con todo respeto para esos técnicos y para esos
profesionales. El acuerdo es político y esa es la importancia de lo
que sucede en Bonn. Por tanto ratificación a lo largo del año 2002,
hemos conseguido un acuerdo político para definir los mecanismos,
concretar el protocolo, en definitiva, y en Marrakech se tiene que
concretar, a nivel técnico, la viabilidad de ese acuerdo.

Esa es la respuesta a la pregunta de la proposición que ha planteado
el Grupo Parlamentario Popular. La proposición que presentó el
Partido Socialista lo fue en un momento que no era el oportuno, y no
sólo en España sino en todos los países de la Unión Europea, porque
no se podía trabajar con conocimiento de causa sin que existiera el
acuerdo en los mecanismos. Usted les dice a los contables de esa
empresa a la que hacía referencia: pónganse a contabilizar. Y los
contables le dicen: sí, pero es que no sabemos cómo tenemos que
contabilizar. Y usted les dice: es que yo quiero que contabilicen.
Y los contables le van a decir: es que no sé como contabilizarlo, y
aprovecho la ocasión para explicar otra de sus propuestas. Usted dice
que España ha superado el 15 por ciento en términos absolutos, no en
el Protocolo de Kioto, al igual que la mayoría de los países de la
Unión Europea que, en términos absolutos, también superan sus niveles
de emisión, y algunos bastante más que España, en términos relativos,
pero no en términos reales de Protocolo de Kioto. Ni usted ni yo
todavía sabemos si España cumple hoy o no cumple el Protocolo de
Kioto. Porque ahora hemos definido las reglas. Ahora hay que
contabilizar todas esas reglas. Las medidas que se adopten a partir
de ahora, que se sumen a las que ya se han realizado hasta ahora, son
medidas que tendrán que estar en concordancia con esas reglas del
juego que hemos definido. Le pondré un ejemplo. ¿Cómo contaba hasta
hoy el tratamiento de las masas forestales para contabilizarlo en
niveles de emisión de Co2? No se sabía. Ahora se sabe. Y ahorahay que
definir técnicamente cómo influye que usted y



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yo ayudemos a plantar un arbolito más. Eso es muy decisivo. Y cómo
influye en que podamos tener un tratamiento de las masas forestales
sostenible o insostenible, o incluso de la agricultura, si usted me
apura. Esas son las reglas. O cómo influye la exportación que España
pueda realizar de mecanismos de desarrollo limpio.

Ahora contesto a otra pregunta. Me ha hecho una pregunta y yo no la
he entendido o es que la interpretación no es la que usted piensa.

Aquí, en el Protocolo de Kioto, nadie ha prohibido el uso de la
energía nuclear. ¿Cree usted que Francia, sus compañeros de Francia,
van a prohibir el uso de la energía nuclear? Naturalmente que no. El
acuerdo era prohibir que la energía nuclear se incluyera dentro de la
lista positiva de los CDM. Este era el acuerdo. El acuerdo final ha
sido recomendar que no se incluyan dentro de los CDM. Ese es el
acuerdo. No la política interna del país. Usted hace una pregunta que
me parece muy importante y muy apropiada. Me dice: ministro, usted
habla todo el tiempo de los mecanismos de flexibilidad. ¿Ya están
claros o no están claros? A mí me parece muy oportuna esta pregunta.

Pues sí, ahora sí. Vamos a esperar a Marrakech, pero lo que está
claro es que a día 1 de enero ya tienen que estar definitivamente
claros. Cuando nosotros procedamos a la ratificación, esos mecanismos
tienen que estar perfectamente claros. Comprendo su inquietud a este
respecto, porque en esto tiene usted toda la razón. Vamos a ver si de
una vez por todas tenemos las cosas claras, sabemos a qué nos hemos
de atener y sabemos de qué se trata cuando hablamos de Protocolo de
Kioto y cuando hablamos de la lucha contra el cambio climático.

Quiero insistir en que no son una excusa los mecanismos de
flexibilidad, sino que son una evidencia.

Permítame desde el respeto que también le puntualice una afirmación
que usted ha hecho, con la que no estoy en absoluto de acuerdo. La
presidencia española de la Unión Europea del semestre que viene por
primera vez ha establecido prioridades medioambientales. Y el
presidente del Gobierno, incluso en el debate del estado de la
Nación, así lo hizo por primera vez. Y yo estoy muy orgulloso de
ello. Por primera vez va a ser el Gobierno español el que en
Barcelona introduzca la pata medioambiental en el proceso de Cardiff.


Esto es fundamental. El propio presidente del Gobierno ha establecido
en sus objetivos de la presidencia no sólo la aprobación de la
estrategia de desarrollo sostenible española sino su incorporación a
la europea, como aportación fundamental de la Unión Europea dentro de
la preparación de la cumbre de Johannesburgo, Río + 10. No es justo
decir lo contrario. ¿Qué hace España? Quiero insistir, porque mi
respuesta a esta afirmación siempre ha sido la misma. España, desde
el año 1996, y antes de ese año, hizo cosas para luchar contra el
cambio climático. Yo siempre he puesto el ejemplo del acuerdo que se
hizo en el año 1995, con los fabricantes de automóviles, a 10 años,
para reducir los niveles de emisión
de contaminación de los fabricantes. Es un buen acuerdo y fue una
medida en el sentido correcto y apropiada. También lo son otras
medidas que se han tomado desde el año 1996: el Plan de residuos, con
su compromiso de eliminar la metalización en el 2010 es un factor y
una aportación evidente. Y el Plan de energías renovables es una
apuesta básica para conseguir esos niveles de reducción de la
contaminación, debido básicamente a que el sector de la energía y el
sector de transportes evidentemente van a condicionar el grueso de la
estrategia de lucha frente el cambio climático.

El sector de las energías renovables. España está actuando
correctamente, se están cumpliendo los índices. Hoy España ya es el
segundo país productor en Europa de energía eólica, gracias a un
régimen fiscal y público que favorece este tipo de producción de
energía eléctrica. Le puedo garantizar que el objetivo del 12 por
ciento es un objetivo que este Gobierno va a conseguir y le puedo
garantizar que, dentro de esta estrategia, dentro de la oficina y
también dentro de la política del Gobierno en general, estamos
luchando seriamente para poder efectivamente conseguir este 12 por
ciento en el año 2010, que es un requisito fundamental. En el sector
de transportes, exactamente igual. A mí no me duelen prendas
repetirlo. Habrá medidas muy importantes para luchar contra el cambio
climático en el sector de transportes, pero no se me ocurre ninguna
tan efectiva ni tan importante como la apuesta que está haciendo este
Gobierno por la construcción de una red ferroviaria de alta velocidad
en toda España. Yo le he encargado a la Oficina Española del Cambio
Climático que cuando pueda nos haga un estudio de qué va a suponer el
Ave Madrid-Barcelona. Pero es una apuesta fundamental, aunque
desgraciadamente no todos los grupos políticos estamos de acuerdo. No
lo digo por ustedes, pero sí que me parece fundamental.

La IPTC. El proyecto se ha consensuado con las comunidades autónomas,
se ha aprobado en conferencia sectorial y en estos momentos única y
exclusivamente esta pendiente del dictamen del Consejo de Estado.

Inmediatamente que el Consejo de Estado nos dé el dictamen, la
aprobaremos y la remitiremos a estas Cámaras. Con los PCB, se está
pendiente de la directiva europea, que, usted lo sabe muy bien,
estamos negociando. Toda la política, como usted muy bien reconoce,
de desarrollo del Plan de residuos se está desarrollando. Nuestro
compromiso es sacar adelante todos los planes especiales; hemos
sacado estos tres. Estamos trabajando de una forma importante y en el
camino correcto. Naturalmente que todas estas medidas van a
contemplar la financiación adecuada. Y quiero llamar su atención con
respecto a un hecho, que cuando hablamos de cambio climático es
fundamental. La Oficina Española del Cambio Climático es una oficina
con estructura administrativa propia, que depende del Ministerio de
Medio Ambiente, encardinada dentro del Ministerio de Medio Ambiente.

Todo esto es muy



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importante, pero su labor casi más importante va a ser la de ser
capaz de coordinar y de incentivar las medidas que desde los
distintos sectores de ámbito no público se emprendan en este sentido.


Las medidas públicas son importantes, pero cuando hablamos en este
caso de Protocolo de Kioto, de su aplicación, y cuando hablamos de
medidas de lucha contra esa contaminación es vital la actuación del
sector privado, fundamental. De acuerdo en que incentivada desde el
sector público, pero los acuerdos con la iniciativa privada y con los
agentes afectados son sin ninguna duda esenciales.

Agradezco una vez más sus palabras y su preocupación por esta
materia. El gran reto que tenemos ahora es poder ratificar cuanto
antes este protocolo, que entre en vigor de una vez, que sea un
compromiso de todos los países, que todos sepamos a qué nos tenemos
que atener, que trabajemos todos para que la mayoría de los países,
sobre todo aquellos que hoy no se han incorporado a estos acuerdos,
puedan ir sumándose a ellos.

Este debería ser un objetivo compartido por todos ustedes y por
nosotros, para que todos trabajemos en esta línea.




La señora PRESIDENTA: Si les parece bien a los señores comisionados,
damos por finiquitada la Comisión de Medio Ambiente con este debate
en el segundo tiempo de la comparecencia del señor ministro respecto
a la problemática y a la exposición de la 6.ª Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, un tema que tanto preocupa
a todos y que es tan apasionante.

Muchas gracias por su presencia y por su exposición, señor ministro.

Muchas gracias a los señores comisionados y les deseamos una buena
tarde.

Se levanta la sesión.




Eran las trece y cuarenta y cinco minutos de la tarde.