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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 256, de 30/05/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 256



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NOTA INFORMATIVA: En la edición impresa de este Diario, sus páginas
aparecieron, por error, numeradas desde la 4097 a la 4132. Tal error
ha sido corregido en la presente edición electrónica.

(Vease 'DS. Congreso de los Diputados' Comisiones, núm. 285)
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SANIDAD Y CONSUMO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FELICIANO BLÁZQUEZ SÁNCHEZ



Sesión núm. 13



celebrada el miércoles, 30 de mayo de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor secretario general de gestión y Cooperación
Sanitaria (Moreno Palanques) para informar sobre:



- La trascendencia e implicaciones para el Sistema Nacional de Salud
de los avances en la investigación sobre el genoma humano. A petición
del Gobierno. (Número de expediente 212/000375.) . . . (Página 7698)



- La repercusión que, según el Ministerio de Sanidad y Consumo,
ocasiona en el Sistema Nacional de Salud la reciente sentencia del
Tribunal de Luxemburgo sobre la jornada laboral, así como las medidas
que tiene previsto adoptar. A solicitud del Grupo Parlamentario de
Coalición Canaria. (Número de expediente 212/000392.) . . .

(Página 7709)



Página 7698




Preguntas:



- Del señor Arola Blanquet (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
medidas previstas por el Ministerio de Sanidad y Consumo para
resaltar el papel de las comisiones de docencia dentro del ámbito de
la formación especializada. (Número de expediente 181/000511.) . . .

(Página 7719)



- Del mismo señor diputado, sobre introducción de nuevas formas de
gestión en la organización de centros y hospitales. (Número de
expediente 181/000512.) . . . (Página 7721)



- Del mismo señor diputado, sobre medidas para hacer efectivo el
acuerdo del Consejo Interterritorial de Salud en lo referente a
promover e instrumentar la colaboración entre las administraciones
sanitarias para conseguir la máxima rentabilidad de los recursos
públicos. (Número de expediente 181/000513.) . . . (Página 7723)



- Del mismo señor diputado, sobre medidas previstas en el año 2001
para lograr un sistema de servicios de salud cohesionado y solidario.

(Número de expediente 181/000514.) . . . (Página 7725)



- Del mismo señor diputado, sobre tipo de colaboración establecida
por el Misterio de Sanidad y Consumo con el Ministerio de Educación,
Cultura y Deporte, así como con las autoridades competentes de las
comunidades autónomas, para superar los desajustes entre la formación
de pre y posgraduados, según expresión de la ministra de Sanidad y
Consumo. (Número de expediente 181/000515.) . . . (Página 7728)



- Del mismo señor diputado, sobre medidas para perfeccionar el
proceso de evaluación de la formación especializada. (Número de
expediente 181/000541.) . . . (Página 7729)



Se abre la sesión a las diez y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN
SANITARIA (MORENO PALANQUES) PARA INFORMAR SOBRE:



- LA TRASCENDENCIA E IMPLICACIONES PARA EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD
DE LOS AVANCES EN LA INVESTIGACIÓN SOBRE EL GENOMA HUMANO. A PETICIÓN
DEL GOBIERNO. (Número de expediente 212/000375.)



El señor PRESIDENTE: Se abre la sesión de la Comisión de Sanidad y
Consumo con el orden del día que todas SS.SS. conocen.

Damos la bienvenida al señor secretario general de Gestión y
Cooperación Sanitaria, don Rubén Moreno, y le deseamos una grata
estancia a lo largo de la mañana, porque toda la sesión va a pivotar
en torno a él (dos comparecencias y seis preguntas), con lo cual yo
ya empiezo solicitando tanto al compareciente como a los miembros de
la Comisión que intervengan que procuren atenerse al tiempo en aras a
la brevedad.

Sin más preámbulo, si está preparado el señor secretario general de
Gestión y Cooperación Sanitaria, don Rubén Moreno, le damos la
palabra.

El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Señorías, constituye para mí un honor comparecer
de nuevo ante esta Comisión de Sanidad y Consumo, en esta ocasión
para exponer a SS.SS. las implicaciones que, para el ámbito de
competencias propio del Ministerio de Sanidad y Consumo, se derivan
de un tema de tan candente actualidad como es el desciframiento del
genoma humano.

La genómica y la proteómica van a tener implicaciones de primera
magnitud en las ciencias biomédicas en el siglo XXI. El
desciframiento del genoma humano ha sido un hito importante dentro de
una revolución que avanza con rapidez y promete grandes oportunidades
para beneficio de la humanidad. Prevemos que durante los próximos 25
años se realizarán importantes avances en la investigación biomédica
que contribuirán de modo significativo a la predicción, a la
prevención, al diagnóstico y al tratamiento y erradicación de la
enfermedad. Después del desciframiento del proyecto del genoma humano
vamos a ver algunos aspectos que hasta ahora son no ya inusuales,
simplemente no los conocemos en la práctica clínica, como es la
determinación de la susceptibilidad genética. Empezamos ya a definir
los genes, a conocer los genes que subyacen en la predisposición
hereditaria a desarrollar algunas enfermedades. Por ejemplo, en
cáncer de mama, o de ovario, conocemos ya en algunas familias, en
algunos pacientes, el ligamiento que existe entre la probabili-



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dad de padecer esa enfermedad y determinadas mutaciones como el gen
BRCA-1 o BRCA-2. En cáncer de colon sabemos que ya hay procesos,
dentro de las distintas variedades que hay, ligados a algunos genes
de reparación de ADN, como es el MLH-1 y el MSH-2; o en cáncer
medular de tiroides, o feocromocitoma, ligados a un gen como es el
RED en la neoplasia endocrina múltiple tipo 2A. Nos enfrentamos a una
situación en donde vamos a poder identificar a los portadores de
mutaciones en lo que se llama la línea germinal, es decir, en los
genes que recibimos de nuestros propios padres, para identificar un
riesgo superior en parte de la población, cosa que hasta ahora no
podemos realizar.

Esto tiene importantes consecuencias, incluso desde el punto de vista
del apoyo psicológico a los pacientes. El que a una chiquita de 5
años, o a una mujer de 15 años se le pueda decir que durante toda su
vida tiene un riesgo del 80 o el 85 por ciento de padecer cáncer de
mama significa algo a lo que hasta ahora no nos hemos enfrentado, y
es el apoyo psicológico ante la toma de determinadas decisiones,
porque en algún caso se plantea hasta la doble mastectomía en una
persona que no tiene enfermedad, que puede desarrollar un cáncer de
mama y que, sin embargo, tiene que enfrentarse a la eliminación de
ambas mamas en determinadas situaciones; o, en el caso de la
susceptibilidad de cáncer de ovario, de una quimioterapia
profiláctica durante el resto de su vida, no exenta de problemas
tóxicos, o incluso a la doble ooforectomía, es decir, a la
eliminación de los ovarios.

Empezamos a ver también el control de la interacción entre el
individuo y el entorno como origen de enfermedad. Sabemos que hay
productos carcinógenos, sabemos que hay productos neurotóxicos,
sabemos que hay productos que lesionan el endotelio vascular, la
parte interna de las arterias, y empezamos a conocer algunos genes
que influyen en la detoxificación de estos productos, y esto
convendrán ustedes con nosotros que es de una gran importancia
sanitaria y social. Una persona con determinado fallo en genes que le
permite enfrentarse a determinados carcinógenos o neurotóxicos es una
persona que probablemente estará definida como no apta para
determinado tipo de trabajo, y en ese caso, ¿qué se plantea?,
¿eliminar del entorno donde trabaja esa persona el producto tóxico,
el producto carcinógeno que, por cierto, no afecta a personas que
tienen genes que le defienden de esa situación? Es decir, ¿cambiamos
el entorno laboral, o permitimos sólo a algunas personas que vayan a
esos entornos laborales peligrosos para alguien que no tiene esos
genes de defensa? Es más, ¿se plantea uno como sociedad el
seleccionar a determinados individuos para que puedan trabajar en
esos entornos que pueden ser peligrosos para otros con esos problemas
genéticos? Estamos hablando de cuestiones no sólo sanitarias sino de
importancia social.

En los próximos cinco o diez años probablemente vamos a ir viendo un
concepto de sanidad mucho más centrado en la prevención primaria y en
la introducción probablemente de programas de clasificación y
seguimiento de procesos y pacientes. Vamos a empezar a hacer ya el
diagnóstico (ya se ha empezado a hacer en algunos casos) ultraprecoz
de determinadas patologías, como el esófago de Barrett; aquí hay
algunos médicos que saben perfectamente qué es ese tipo de problema.

Lo que probablemente no sabemos todavía es qué mutaciones en algunos
genes, como el P53, pueden ser el preludio de un cáncer de esófago en
ese tipo de patología. O en el cáncer de cuello uterino determinados
serotipos en determinadas displasias que hoy podemos determinar son
el preludio del cáncer de cérvix en la mujer y, por lo tanto, podemos
prevenir eso. O en cáncer de pulmón, determinadas alteraciones como
en el gen FHIT.

Podemos seguir la enfermedad también mediante la detección de lo que
denominamos enfermedad mínima residual, que es la respuesta molecular
al proceso neoplásico. Es decir, podremos empezar a determinar ya
cuándo, en un proceso neoplásico que ha sido tratado en el hospital,
el individuo empieza a tener una respuesta mínima, mínima pero que
podemos empezar a detectar y, por lo tanto, podemos empezar a tratar
antes de que ese paciente desarrolle de nuevo ese tumor en una fase
en la que la quimioterapia ya no sea posible, lo que denominamos
rescate terapéutico.

Y, hablando de quimioterapia, como todos ustedes saben, no es lo
mismo aplicar la quimioterapia a un tumor que responde que a otro que
no responde, siendo el mismo tumor. Eso tiene importancia no sólo
desde el punto de vista de la gestión sanitaria sino desde el punto
de vista personal para ese mismo paciente, es lo que denominamos la
quimio y radiosensibilidad de la neoplasia, que nos va a permitir un
abordaje terapéutico individualizado.

Hay un nuevo proceso que estamos desarrollando en el Centro Nacional
de Investigaciones Oncológicas, de los que ustedes seguro que han
oído hablar, que son los biochips y los sistemas de nanoscaning en
biología molecular. Hasta ahora era muy difícil trasladar esto a la
práctica clínica porque se requería un conocimiento muy profundo de
la biología molecular, una tecnología muy sofisticada, muy cara y muy
difícil de manejar. Con estos procedimientos de biochips y sistemas
de nanoscaning los procedimientos se hacen muy simples, fácilmente
exportables y, con un mínimo conocimiento de biología molecular, nos
permiten, junto con sistemas bioinformáticos, establecer diagnósticos
genéticos elaboradísimos. Hay ya biochips que permiten predecir el
riesgo de cáncer de mama, biochips que permiten determinar y predecir
el riesgo de cáncer de colon o la capacidad para responder en régimen
de quimioterapia.

Incluso para la industria farmacéutica va a suponer un importante
avance. Hasta ahora, la medicación dirigida



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fundamentalmente a cáncer y sida exigía, desde su diseño hasta la
comercialización, 10 ó 12 años de desarrollo y hasta 500 millones de
dólares. Hoy, con la utilización de biochips, ese cribado de dianas
de fármacos permitirá reducir ese coste 10.000 veces, lo cual debe
tener una repercusión importante posteriormente en el coste de los
medicamentos.

Vamos a empezar, y ya se está haciendo de hecho, con el diseño
inteligente de nuevos fármacos. Es una concepción totalmente distinta
a la que tenemos hoy de la farmacología, es lo que denominamos la
farmacogenómica. Vamos a poder hacer diseño, y ya se está haciendo
también, como digo, de estrategias terapéuticas frente a dianas
moleculares. Es decir, en lugar de enfrentarnos ante determinadas
enfermedades con un medicamento que sabemos que tiene un efecto a
base de hacer pruebas en laboratorios, vamos a identificar la diana
específica frente a la cual actuar, bloquearla inhibirla o bien
estimularla cuando lo necesitemos.

En cualquier caso, y por resumirles lo que les he dicho hasta ahora,
la secuenciación del genoma humano no sólo va a permitir acelerar la
investigación y obtener aplicaciones prácticas a corto plazo en lo
que se denominan enfermedades monogénicas (aquellas originadas por la
alteración de un solo gen), sino que empezamos a conocer los genes ya
implicados en un gran número de enfermedades comunes y las
interacciones y dependencias entre esos genes. Hemos dicho que va a
ver tests genéticos predictivos para varias decenas de enfermedades
que indicarán la susceptibilidad de cada individuo a padecer una
enfermedad y le permitirán reducir factores de riesgo o tener un
tratamiento preventivo, y, finalmente, que las prácticas de
farmacogenómica para predecir la respuesta a los medicamentos serán
de uso común. Se diseñarán, se están diseñando ya, drogas genéticas
para una serie de enfermedades importantes como la diabetes, la
hipertensión, enfermedades mentales, entre otras, y en el caso del
cáncer, como hemos dicho, podemos caracterizar genéticamente cada
tumor y diseñar un tratamiento específico adecuado a su patrón de
expresión génica y mutaciones.




De todas formas, aunque estas predicciones son favorables, la
investigación está aún en pleno desarrollo. El genoma humano ha sido
secuenciado, pero la siguiente frontera es interpretar cuál es la
función de los genes y caracterizar las complejas relaciones que
existen entre ellos, éste es el nuevo campo de la genómica funcional.

Además, estas tecnologías generan una enorme cantidad de datos cuyo
manejo requiere el desarrollo de una disciplina, que en nuestro país
todavía es incipiente, como la bioinformática.

En resumen, nos hallamos a las puertas de una revolución genética y
biológica que indudablemente cambiará la práctica clínica en el
futuro. Los nuevos desarrollos tendrán un gran impacto, como he
dicho, no sólo sanitario sino social y económico, y entendemos
que nuestro país no puede quedar al margen de esa oportunidad.

En definitiva, el futuro que empieza yo creo que es altamente
esperanzador, y por esa razón el Gobierno, que entiende que nuestro
país debe tener un papel importante en el desarrollo de toda esta
tecnología, intenta dimensionar la magnitud de los cambios que se
avecinan, entender sus bases científicas y tecnológicas y comprender
que tenemos que facilitar el desarrollo de la investigación en este
campo.

Todos estos planteamientos teóricos están siendo trasladados a la
práctica de las políticas de investigación. Yo quiero recordarles
aquí que el Gobierno, la Administración General del Estado, está
dedicando, a través del Ministerio de Ciencia y Tecnología y de
Sanidad y Consumo, 65.000 millones anuales a investigación biomédica
y biotecnológica. El Instituto de Salud Carlos III, como organismo
público de apoyo científico-técnico del Ministerio de Sanidad y
Consumo y de los distintos servicios de salud de las comunidades
autónomas, anualmente efectúa convocatorias para el fomento de la
investigación gestionadas a través del Fondo de Investigación
Sanitaria. Se trata de convocatorias abiertas en régimen de
concurrencia competitiva que tienen como objetivo fomentar la
investigación científica en disciplinas biomédicas en coordinación
con los objetivos y criterios establecidos en el Plan Nacional de I+
D+I 2000-2003. Estas convocatorias persiguen promover, en el ámbito
de las ciencias de la salud, la investigación básica, la
investigación clínica, la clínica experimental y de salud pública en
las instituciones del Sistema Nacional de Salud, en las universidades
y en los organismos públicos de investigación.

La investigación genética ha sido una de las áreas más potenciadas
por el Fondo de Investigación Sanitaria. En este sector la inversión
en proyectos de investigación en los últimos cinco años ha sido de
2.250 millones de pesetas. En la actualidad, en el Sistema Nacional
de Salud existe un total de 24 grupos investigadores con proyectos
financiados en este área por el FIS. La investigación en este campo
ha sido también potenciada a través de los recursos humanos,
financiados por el citado Fondo de Investigación Sanitaria, a través
de la convocatoria de contratos de investigadores, cuyo objetivo es
incorporar al Sistema Nacional de Salud a investigadores con
excelente formación para impulsar la capacidad investigadora de los
mismos, así como para dotar del necesario componente
multidisciplinario a las unidades y grupos de investigación de los
centros sanitarios. Durante los últimos tres años se han incorporado
127 investigadores, de los cuales un 50 por ciento, aproximadamente,
son del área de biología molecular y genética.

Por otra parte, son también importantes las convocatorias de ayudas
correspondientes al año 2001 del Instituto de Salud Carlos III para
el programa de recursos



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humanos y difusión de la investigación biomédica, que se contempla en
sus diferentes modalidades, la genómica y la proteómica, como áreas
prioritarias de actuación. Durante este año 2001 les quiero recordar
que el Instituto de Salud Carlos III va a destinar 5.462 millones
a los programas de formación y proyectos de investigación en los que
como áreas prioritarias de actuación está la investigación genómica y
proteómica.

Como ya expuso ante esta Cámara el pasado mes de marzo la ministra de
Sanidad y Consumo, el objetivo del Gobierno es destinar 26.000
millones de pesetas en el trienio 2001-2003 de ejecución del Plan
Nacional de I+D a la investigación del genoma humano entre los
Ministerios de Ciencia y Tecnología y de Sanidad y Consumo. Esta
aportación pública, por lo que al Ministerio de Sanidad y Consumo se
refiere, se instrumentará mediante las actuaciones que éste lleve a
cabo a través del Fondo de Investigación Sanitaria, tanto a través de
convocatorias abiertas como de acciones especiales. A la finalidad de
impulsar la investigación genómica y proteómica corresponde
igualmente el proyecto del Gobierno de constituir una fundación
pública como fórmula jurídica idónea para lograr aunar los esfuerzos
de investigación que se están haciendo en tales áreas de diferentes
ámbitos públicos. Ello permitirá además la colaboración del sector
privado a través de las pertinentes acciones de mecenazgo.

En el plano técnico, con la constitución de dicha fundación este mes
que viene, se trata de aglutinar, impulsar y potenciar de forma
armónica y coordinada todos los grupos de investigación en genómica y
proteómica existentes en nuestro país a fin de fortalecer la
investigación que llevan a cabo. Con esto se pretende evitar las
disfunciones que tradicionalmente se han venido derivando de la
diversificación de esfuerzos y recursos que se producen en la
actividad investigadora. Con estas medidas de impulso a la
investigación el Gobierno pretende incorporar a nuestro país al
esfuerzo internacional que se está haciendo en este campo y al que
España no puede renunciar.

Yo, señor presidente (con esto acabo), señorías, lo que les pido y lo
que he intentado durante este mañana en esta comparecencia es
hacerles ver la importancia que tiene este proyecto en el que este
país puede o no participar; si no participa, nos vamos a beneficiar
igualmente, pero yo entiendo que, formando parte del grupo de países
más desarrollados, debemos colaborar, y así está decidido el Gobierno
a hacerlo, a través de esos procedimientos.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que desean intervenir?



Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor
Fidalgo.

El señor FIDALGO FRANCISCO: Muchas gracias, señor secretario, por su
comparecencia, aunque quizá debería haberse producido antes.

Nos encontramos en este momento en un clima social donde la
expectación en torno a la genética se ha desbordado posiblemente más
allá de lo razonable o de lo que científicamente es posible. La
situación no es nueva en la historia, y esta historia de la ciencia
es la sucesión de entusiasmos alrededor de invenciones
pretendidamente definitivas y que, por fortuna, siempre son superadas
por otras nuevas con la misma rapidez que éstas quedarían también
obsoletas. Digo esto no para infravalorar la trascendencia del campo
científico al que nos estamos refiriendo, sino para situarlo en su
justo contexto, alejado de la tentación propagandística en la que
puede caer el Gobierno por mor de la rabiosa actualidad y el interés
mediático.

La propia ciencia dice que hay que relativizar las cosas, y esta es
una buena oportunidad. Quiero decir que hay otras líneas de
investigación que se vienen realizando con mucho éxito y que no
convendría despreciar si nos ofuscamos por la refulgencia de la
disciplina de moda. Dados los antecedentes de ciertas limitaciones
o las limitaciones del Gobierno para mantener y mejorar la estructura
de investigación, esta es una cuestión que nos preocupa, y aún más
esas limitaciones para aplicar la investigación a cuestiones
concretas.

Cuando digo esto me refiero a que hay toda una serie de análisis
genéticos aplicables a los enfermos y no disponibles para todos ellos
ya hoy en día, salvo que los centros sanitarios paguen los gastos de
estos análisis, cosa que no hacen actualmente. Por tanto, antes de
plantear nuevas vías, o al plantear nuevas vías, el PSOE cree que
debe garantizarse la aplicabilidad de los conocimientos adquiridos
para todos los que lo necesiten.

También les hemos urgido ya varias veces, y usted ha hecho referencia
al FIS, a que respeten los calendarios de las convocatorias y que los
establezcan pensando en los investigadores y en el personal del
Sistema Nacional de Salud.

Le recuerdo, y usted lo ha citado, que los proyectos del FIS 2001 no
están aún resueltos y que las becas 2001 no están aún convocadas.

Todas estas ayudas deberían tener efecto a partir del 1 de enero de
2001 y estamos a finales de mayo; además, amenazan con que el cierre
del ejercicio, por mor del euro, se va a adelantar. Me temo que los
investigadores no tendrán tiempo ni de empezar sus investigaciones,
perdiendo, por tanto, un año nuestra comunidad científico-sanitaria.

Por otra parte, parece ser que el estudio del genoma es el culmen de
la recomendación del dios Apolo de 'conócete a ti mismo', y en este
hecho histórico tan trascendental nuestro país no puede quedarse
atrás. Pongamos entonces por delante nuestro apoyo más rotundo a este
proyecto. Queremos, sin embargo, apuntar ante usted, señor
secretario, algunas consideraciones que nos gustaría que se tuviesen
en cuenta y que



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son cuestiones previas y relativas a lo que estamos hablando y que
condicionan probablemente todas las líneas de investigación y todos
los proyectos.

Primero, y como paso previo, debían resolverse estas cuestiones: Por
ejemplo, ¿qué va a ocurrir finalmente con los más de 30.000 embriones
congelados que existen en nuestro país? ¿Van a ser definitivamente
destruidos o podrán donarse para investigación? ¿Por qué no se
convoca desde febrero del año 2000 la Comisión nacional de
reproducción asistida, como entidad clave para la opinión experta en
un tema de tanta implicación ética y científica? ¿Por qué no se
publica el segundo informe de la comisión de expertos? ¿Se va a
modificar la Ley de reproducción asistida del año 1988? ¿Qué medidas
ha tomado el Gobierno para proteger los datos genéticos en un tema
tan sensible como este? ¿Se tienen previstos los mecanismos
pertinentes para que todo el esfuerzo a desarrollar redunde en
beneficio de las personas, es decir, la aplicabilidad de lo que se
vaya a investigar, o de lo que se esté investigando? ¿Se ha pensado
en la formación de los profesionales para proporcionar en los
centros, por ejemplo, el consejo genético?
En segundo lugar, nos preocupa la situación de España con respecto al
consorcio europeo para la obtención de datos del genoma, ¿Pueden
acceder a ellos nuestros investigadores? Una vez que finalice la
secuenciación del genoma se abre la posibilidad de las aplicaciones:
¿cómo se va a abordar la cuestión de las patentes; qué medidas se
tomarán para evitar la colisión de intereses entre el derecho de las
compañías a beneficiarse de los logros de las investigaciones y la
protección de una información que es patrimonio de la humanidad?
Una vez resueltas por lo menos estas cuestiones previas desearíamos
que se afrontase el tema con el rigor necesario, y debe ser el
Gobierno el que, velando por el interés común, determine las líneas
concretas de investigación prioritarias para su aplicación práctica
al sistema. Nos preocupa en este sentido el anuncio que acaba de
formular de la fundación para la investigación. Sabe usted que de
alguna manera debemos establecer en este término algunas
precauciones. En este sentido creemos que debería darse prioridad a
las siguientes líneas de investigación: primero, desarrollo de tests
genéticos para enfermedades como, por ejemplo, la fibroquis quística
o hemocromatosis, que están ahí y puede hacerse; terapias génicas de
sustitución de genes ausentes o defectuosos; terapias personalizadas
y selección de fármacos a la medida de cada paciente; el diagnóstico
de predisposiciones a enfermedades; y ya a más largo plazo, rayando
un poco con la ciencia ficción, los biochips. En cuanto a la
metodología, otra cuestión de principio: nos gustaría que la
metodología se basara en la colaboración y no en la competencia.

Se abre, pues, una puerta a la ciencia muy atractiva y de
posibilidades insospechadas, pero con implicaciones peligrosas para
la humanidad. Decía el mito bíblico: El día que comáis del árbol de
la ciencia se abrirán
vuestros ojos y os haréis como dioses. Ahora más que nunca, y por eso
mismo, convendría recordar que seguimos siendo simplemente humanos.




El señor PRESIDENTE: Señor Fidalgo, quería aclararle que ha hecho
usted un comentario sobre la comparecencia del señor secretario
general de Gestión y Cooperación Sanitaria. Ha venido el día que se
lo ha pedido la Comisión, no el día que él lo solicitó, porque fue el
15 de febrero exactamente cuando él solicitó la comparecencia ante
esta Comisión. Ha venido hoy, que es cuando le hemos citado, a
petición de Mesa y portavoces.




Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra la
señora Julios Reyes.




La señora JULIOS REYES: Por supuesto, yo también quiero agradecer la
presencia del señor secretario en esta Comisión y la exposición que
nos acaba de realizar.




Yo coincido en resaltar la necesidad de apoyar la incorporación
decidida de España en todo el proyecto en su conjunto de estudio del
genoma humano. Es importante, usted lo ha expresado, no quedarnos
fuera de este tren porque formamos parte también de los países
desarrollados, por así decir, pero creo que la importancia de que
estemos ahí nos debe condicionar otra serie de aspectos relacionados
con estar en la investigación puntera, porque todos sabemos que
evidentemente esto traerá como consecuencia el desarrollo a nivel
industrial de las aplicaciones de muchos de los conocimientos que
aquí se impliquen, desarrollo a nivel de pruebas diagnósticas,
terapéuticas, etcétera, y ¿por qué no decirlo? también es bueno que
esté España con las posibilidades y potencialidades que eso puede
implicar a nivel de desarrollo económico de nuestra propia capacidad
en los sectores industriales.

Pero me voy a centrar en algo que a mí me parece que es muy
importante, y es que, queriendo estar en la cresta de la ola, señor
secretario, yo entiendo que también implica el que estemos haciendo
un esfuerzo por planificar adecuadamente la mejor forma de que el
sistema pueda ir asimilando todos los posibles nuevos descubrimientos
y sus aplicaciones. Yo creo que eso es importante y va a tener, como
ya se ha dicho, una tremenda dimensión en su impacto a nivel social,
a nivel ético, porque todo esto implica también una discusión a ese
nivel, fundamentalmente, no ya en sí por la propia investigación, que
la tiene, sino por su aplicación, y creo que hay que preparar al
sistema para poder asimilar en condiciones de asegurar al ciudadano
su correcta aplicación, no sólo a la luz de los conocimientos
científicos que puedan haber en el momento, sino incluso a la luz de
preservar ciertos aspectos de derechos desde el punto de vista más
ético.

En ese sentido, el impacto a nivel ya no sólo clínico, sino del
concepto de muchas de las actividades que se



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realizan en nuestro sistema, en primaria y en especializada, de la
priorización, cambian. Estamos hablando de que, por ejemplo, ante
algunas de las enfermedades que se han comentado (cáncer de mama,
etcétera), aunque hagamos prevención, fundamentalmente, hacemos por
supuesto prevención a nivel primario, a nivel educativo de factores
de riesgo en función de hábitos de vida, etcétera, pero hoy por hoy
está volcada la actividad preventiva en una prevención secundaria, es
decir, intentar hacer un diagnóstico lo más precoz posible y luego el
tratamiento consiguiente. Esto implica un cambio de chip en los
profesionales, en el ciudadano, en el sistema y en la organización, y
yo creo que eso es importante que lo empecemos a profundizar desde
ya, porque esto implica, como usted muy bien ha dicho, que se
elaborarán desarrollos en cuanto a tests genéticos en donde la
capacidad de predecir el riesgo de una persona a padecer una
enfermedad no es como ahora, en el sentido de decir: Usted fuma, pues
ya sabe que le puede pasar. Digamos que es más matemática, o más
científica, con pruebas con un nivel de sensibilidad y especificidad
mucho mayores que nos van a hacer llevar, al que nos toque, la cruz
durante toda la vida. Eso quiere decir que el sistema va a tener que
dar formas de salida a esa capacidad tan alta de predicción que va a
tener. Si ahora, cuando se hace un programa de diagnóstico precoz de
cáncer de mama, hay que preparar todo el dispositivo, porque sabes
que te van a aparecer casos nuevos que luego los vas a tener que
tratar y que no se te metan en la cola de la lista de espera, cuánto
más cuando se producen avances importantes a este nivel, que además
es lógico que, conforme se divulguen, y nuestra población también va
aumentando su nivel cultural, lo demanden.

Yo creo que es importante que se vaya discutiendo en los foros
adecuados, por supuesto aparte de en sede parlamentaria, a nivel
profesional, dentro de la actividad del desarrollo del Ministerio en
este sentido, porque creo que hay que liderar estos aspectos. También
es importante que tengamos en cuenta que hay que mejorar la capacidad
del sistema para prepararse ante la evaluación científica de las
nuevas tecnologías. Ahora mismo pongo algunos ejemplos. Ciertamente
existen, no me acuerdo exactamente del nombre, en el seno del
Ministerio comisiones que están intentando hacer evaluaciones
científicas de determinadas tecnologías. ¿Qué ocurre? Que cuando se
produce la evaluación científica de ciertas tecnologías para valorar
si por criterios científicos de eficacia, eficiencia, etcétera, se
incorporan o no al catálogo de prestaciones, al tomar la decisión de
evaluarlo con ensayos clínicos eso ya está incorporado más o menos en
hospitales, en una cantidad mayor o menor, pero vayamos a decirles a
los hospitales que están haciendo esta alta tecnología que paren un
momento porque vamos a hacer un ensayo clínico. Creo que,
evidentemente, eso implica muchas repercusiones en las relaciones con
los profesionales
que quieren estar también en la cresta de la ola en lo que es la
asistencia, en lo que es la actividad, y eso implica que hay que
intentar tomar las riendas antes de que se desboquen las nuevas
tecnologías sin capacidad por parte del sistema de hacerlo en las
mejores condiciones posibles de cara al ciudadano. Por último, señor
presidente, en relación a que las implicaciones económicas que esto
puede suponer para el sistema van a ser importantes, hay que
estudiarlas paralelamente a que se vayan produciendo los desarrollos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Burgos.




El señor BURGOS GALLEGO: Muchas gracias, señor secretario general por
su presencia aquí, presencia a petición propia, y teniendo en cuenta
que algunos expertos evalúan que serán aproximadamente necesarios
casi unos cien años para proceder a la secuenciación completa y al
desarrollo de todas las posibilidades derivadas del genoma humano, yo
creo que estamos a tiempo, con su comparecencia hoy aquí, de
enfrentarnos seriamente a los retos que nuestro sistema tiene por
delante.

El proyecto genoma hunamo es sin duda el intento científico más
importante de la biología moderna, nos presenta el manual de
construcción de nuestro ser biológico y aporta el conjunto de
instrucciones, agrupadas en unidades de información llamadas genes,
que forman los cromosomas, situados en el núcleo de todas las células
de nuestro organismo, del total de más de cien trillones de células
que forman un organismo adulto. Es nuestro patrimonio genético,
probablemente nuestra más intransferible propiedad, nuestra propia
esencia, y aunque hoy no nos trae aquí el debate sobre su vertiente
ética, no cabe duda de que la mera idea de su profanación, de su
manipulación o de su utilización desviada plantea indudables
incertidumbres y dilemas de los que esta Comisión tendrá que ocuparse
en el futuro durante muchos años, porque sin duda es uno de los
elementos de debate y de preocupación ciudadana y social más
relevante para las próximas décadas.

Compartimos, aún hoy, lo ya expuesto, yo creo que con visión de
futuro, en la llamada Declaración de Valencia sobre el proyecto de
genoma humano del año 1988, y que usted ha compartido de alguna
manera en su exposición, en el sentido de que el conocimiento que
surja de la cartografía y de la secuenciación del genoma humano va a
beneficiar ampliamente la salud y el bienestar de la humanidad, pero
eso hace necesaria una exigencia de responsabilidad para que la
información genética sea utilizada solamente para aumentar la
dignidad humana y además hace necesario alentar un enorme debate
público a todos los niveles sobre las implicaciones éticas, sociales
y legales del uso de la información genética, un debate del que esta
Comisión no ha de estar ausente pero que sin duda tiene otras ver
tientes



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que comprometen también a otros sectores de nuestra sociedad y de
nuestra administración.

Hoy, por tanto, anticipamos de alguna manera un principio de debate
sobre lo que debe ser el papel de nuestro Sistema Nacional de Salud y
de cómo puede éste disponer de los servicios y de los productos que
permitan una mayor esperanza de vida para nuestros ciudadanos y un
futuro mejor.

Usted ha hecho referencia, sin duda, a que estos avances médicos que
vamos a contemplar en los próximos años, al menos desde el punto de
vista de la perspectiva actual, parecen extraordinariamente
relevantes, pero a pesar de la importancia innegable científica y
social que supone el conocimiento de la secuenciación del genoma
humano, yo creo que no debemos tampoco esperar ninguna consecuencia
inmediata, y en ese sentido mi grupo comparte también la opinión de
muchos expertos. Es verdad que en menos de cinco años vamos a entrar
progresivamente en un mejor empleo de los medicamentos basados en
determinantes genéticas, que en el próximo decenio probablemente la
mayoría de las enfermedades hereditarias podrán detectarse
adecuadamente, que dentro de más de esos diez años vamos a ser
capaces de analizar la susceptibilidad a sufrir aproximadamente una
decena de las enfermedades más comunes, incluidas algunas
enfermedades mentales de enorme trascendencia, y que podremos
intervenir para reducir el riesgo de padecerlas, que será posible ese
tratamiento farmacológico para varias enfermedades hereditarias,
y que sin duda la genética médica constituirá una práctica enormemente
extendida; como será posible también realizar el diagnóstico
preimplantacional, la detección de los defectos genéticos a nivel
embrionario; o que en veinte años entienden los expertos que
dispondremos de medicamentos basados en el conocimiento de los genes
para un número considerable de enfermedades comunes como pueden ser
la diabetes, la hipertensión, las enfermedades psiquiátricas, el
asma, etcétera.

Pero este impacto tardará en producirse en el aspecto práctico que
cualquier Sistema Nacional de Salud como el nuestro ha de ser capaz
de prever y, por tanto, es importante que ese debate y ese trabajo de
la administración se produzca sin presiones excesivas, se produzca
desde el punto de vista de una planificación razonable, sensata,
adecuada, que haga posible equilibrar el conocimiento progresivo
desde el punto de vista científico con la incorporación, también
razonada y razonable, de esos avances en el propio sistema sanitario.

Digo esto porque parece que a usted hoy se le piden ya actuaciones
concretas en función del desarrollo de esas expectativas, como si ya
pudiéramos disponer de forma generalizada en el sistema de este tipo
de procedimientos. Sin duda las consecuencias para nuestro sistema
son todavía impredecibles, sin duda podemos anticipar algunos de los
desafíos con los que tendremos que enfrentarnos, pero mi grupo lo que
quiere es depositar
en la gestión del Ministerio, de su Secretaría, la confianza para
que, de esa manera sosegada y razonable, seamos capaces de
enfrentarnos adecuadamente a estos desafíos. Desafíos que tendrán que
ver, sin duda, con la financiación, es decir, cómo asumir por un
sistema como el nuestro fármacos que serán individualizados, que
serán fruto del trabajo de compañías que pagarán cifras astronómicas
por los datos de secuenciación que hagan posible nuevas generaciones
de fármacos, y que planteará si será el genoma accesible para el que
quiera y necesite acceder a él, y ahí los poderes públicos tendrán
que tomar decisiones relevantes que plantean desafíos a la equidad y
a la accesibilidad del sistema; es decir, cómo garantizar que
cualquier ciudadano pueda acceder a esos tratamientos que se anuncian
ya específicos, que se anuncian a la carta de alguna manera; cómo
afronta el sistema el desplazamiento ineludible que esto genera hacia
el trabajo en prevención. Es decir, tantos años reclamando todos, en
esta Cámara y en otros ámbitos, la medicina preventiva, bien, pues
esta es la hora de la medicina preventiva, cómo hacer frente a esos
diagnósticos que sin duda será la aplicación inicial y fundamental de
la genética.

Usted lo ha recalcado aquí: ¿está uno enfermo realmente y, por tanto,
puede demandar del sistema atención cuando presenta tan sólo la
predisposición genética pero no la manifestación concreta de la
enfermedad? Habrá que modificar también las pautas, como habrá que
modificar la distribución y la organización de los recursos del
sistema, que sin duda trabajará más en las enfermedades poligénicas,
entre las que están la mayoría de los procesos asociados al
envejecimiento, y esto generará la necesidad de atender a nuevos
servicios, a nuevas prestaciones, a nuevas demandas. Como habrá que
enfrentarse a los desafíos de los derechos de los usuarios, de sus
deberes. Cuando uno conozca ya la predisposición genética no será
razonable, o no será tolerable desde el punto de vista social, que
esa persona no se enfrente también a sus responsabilidades a la hora
de modificar sus estilos, sus hábitos de vida o sus disposiciones a
determinados tipos de consumos. Desafíos a la solidaridad, a la
ética; es decir, toda una enorme expectativa que todavía está por
concretar y en la cual sin duda, y usted hacía referencia en la parte
segunda de su intervención, hará falta un enorme esfuerzo de
investigación, y el Grupo Parlamentario Popular entiende que debe
contar con el apoyo unánime de esta Comisión y de todo el Parlamento
para que España esté a la cabeza de ese esfuerzo. Ya que no supimos
o no fuimos capaces de estar suficientemente representados en la
primera fase de esta investigación, sí tenemos ahora la ocasión
histórica, como en tantas otras cuestiones, de subirnos al tren en la
locomotora y no en los furgones de cola, y tendremos que participar.

Usted ha dado datos sobre esos 65.000 millones de pesetas que el
Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Ministerio de Sanidad están
aportando, que yo no sé si



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son suficientes o no, porque creo que en esto es más el esfuerzo
coordinado de toda la sociedad, de toda la iniciativa privada, de la
iniciativa social, de las universidades, del propio sistema
sanitario, del propio sistema de ciencia y tecnología de un país, que
son los que deben afrontar de forma coordinada y colaboradora estos
enormes retos.

Desde luego mi grupo quiere simplemente trasladarle, por no entrar en
consideraciones más concretas, nuestra firme voluntad de respaldo a
cuantas actuaciones desarrolle este Ministerio, el Gobierno en su
conjunto, en esta materia, y sí me gustaría abordar la importancia,
la relevancia que tiene la constitución de esa fundación para la
investigación del genoma humano, para la cual este Gobierno ha
anunciado compromisos económicos muy importantes para los próximos
años, al menos entre el año 2001 y el 2003, que sin duda tendrán
continuidad en el futuro, y que desde nuestro punto de vista
constituye también un elemento de referencia ineludible a la hora de
plantear de forma coordinada, de forma adecuada y de forma razonable
todo este planteamiento. Y todo ello, al final, debe también
trasladarse al ciudadano, debe ser posible que éste participe
activamente no sólo en la información que se vaya conociendo de este
desarrollo, sino también que sea capaz de superar las seguras
inseguridades que va a generar este proceso, esa visión terrorífica
del hombre transparente del que se conocen y se manejan hasta sus
últimos detalles a que va dar lugar este proceso.

Y si el inicio del camino ha abierto, utilizando la fábula clásica,
la caja de Pandora, sabe usted que hay dos versiones de esa fábula:
aquella que habla de que era la caja que guardaba todos los males y
que al abrirse se expandieron por el mundo, o aquella que habla de
que era el ánfora con todos los bienes que, al abrirse, se fueron a
lo cielos, menos uno, que era la esperanza, que se quedó en el fondo.

Yo creo que esta segunda opción es la que más se ajusta a las
expectativas del sistema, es la que más se ajusta a nuestras
posibilidades y es la que más se ajusta a nuestros deseos.




El señor PRESIDENTE: Por último, tiene la palabra la señora Castro,
por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida.




La señora CASTRO FONSECA: Disculpen, es que he tenido que expulsar de
la sala a una prima carnal nuestra que creo que sólo está a 30.000
genes de distancia de nosotros, que era una mosca, que se había
puesto en la cabeza de la señora Riera. (Risas.) Dicho esto, gracias,
señor Moreno, por su comparecencia en esta Comisión.

Yo la verdad es que he tenido emociones encontradas esta mañana,
primero, porque está poético el señor portavoz del Partido Popular,
siempre es agradable ponerle poesía a estas cuestiones, y, segundo,
porque realmente estas historias siempre producen emociones
encontradas, hay una especie de vértigo que supongo que todas las
generaciones tendrán que afrontar cuando se tienen que poner a hablar
de avances científico-técnicos. De este vértigo es de lo que yo
quiero hablar.

Lo primero que quiero decir es que a mí me gustaría que el Gobierno
del Partido Popular se tomara esto como lo que es, es decir, que no
hagamos ciencia-ficción, ni filosofía, ni literatura, sino que se lo
tome como lo que es, una línea de investigación que abre muchas
expectativas, que es una línea de investigación más y que no puede
ser el barco estrella o el buque insignia cuando realmente al
ciudadano de a pie, como decía el señor portavoz del Partido Popular,
le interesa mucho el genoma pero sobre todo le interesa que no le
duelan los huesos, que le resuelvan los problemas que tiene en la
actualidad, esa es la verdad. No me gustaría que hubiera una especie
de deslumbramiento, que asistamos a una política de investigación de
escaparate de cara a Europa y que abandonemos (que de alguna manera
yo creo que tenemos bastante abandonada) la investigación en nuestro
país también en este ámbito como en otros.

Preocupaciones al hilo de esas emociones encontradas que produce el
que podemos llegar a saber tanto de nosotros mismos: a mí lo primero
que me sugiere esto es cuál va a ser la utilización que se puede
hacer de estos avances científico-técnicos y, por tanto, protección
de datos: patentes privadas no, porque estamos hablando de un tema
sobre el cual yo me pongo a pensar y Julio Verne pensó mucho antes
que nosotros y acertó casi en todo, y resulta que con este tipo de
expectativas, si realmente la comunidad científica no está
equivocada, casi usted no va a tener que comparecer, porque sólo con
que le miremos a los ojos vamos a saber lo que piensa. Obviamente,
esto nos pone frente a retos de marcos jurídicos y éticos muy
potentes que impidan que estos avances científico-técnicos puedan ser
utilizados perversamente para seguir socavando la dignidad humana, en
lugar de ponerlos al servicio de los seres humanos para que podamos
vivir sin enfermedad, porque a lo mejor el paraíso está en la Tierra,
y a nosotros no nos toca vivirlo pero a nuestros nietos sí. Yo no sé
si está el infierno, creo que sí, pero yo aspiro a que esté el
paraíso. Si esto viene a contribuir a que el paraíso esté aquí,
bienvenido, pero yo creo que tenemos que centrar nuestros esfuerzos,
más allá de que no hay que perder, por supuesto, la oportunidad
histórica de participar en la investigación sobre el genoma humano,
y además no tendríamos ninguna disculpa, un país que no está
precisamente en el vagón de cola de Europa tiene la obligación de
estar ahí. Pero también tenemos la obligación de estar ahí sin que
esto nos parezca un scalextric de los que les regalamos a nuestros
niños para jugar nosotros; esta es una cosa muy seria y ésas son las
preocupaciones que creo que básicamente tenemos que poner encima de
la mesa desde el punto de vista de la oposición.




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Protección de datos absolutamente garantizada. Patentes privadas
nunca, nunca. Yo no quiero recordar aquí episodios históricos
trágicos porque los hay a lo largo de toda la historia, algunos
recientes, como la II Guerra Mundial, pero ese es un tema clave. Yo
quiero saber si el Gobierno del Partido Popular va a permitir
patentes privadas y qué van a hacer ustedes respecto al marco
jurídico para proteger precisamente la dignidad de las personas
respecto a los avances científico-técnicos.

Y, por supuesto, tiene que haber un código ético que transversalice,
absolutamente todas las áreas de funcionamiento, que impida que
tengamos ese vértigo, particularmente las mujeres, que tenemos un
plus añadido de vértigo, con los avances científico-técnicos.

Yo, la verdad, sobre el genoma humano sé poco; sé poco pero sé lo
suficiente como para tener criterio político y ocuparme de lo que yo
creo que es realmente más importante, que es lo político, porque, sin
dejar de ser importante lo científico, nuestra principal labor aquí,
en este Parlamento, es establecer los criterios políticos que
permitan los avances científico-técnicos sin que los ciudadanos nos
tengamos que poner nerviosos por no saber qué va a pasar en el futuro
con la utilización de esos conocimientos.

También quiero pedirle, señor Moreno, que, a la hora de priorizar el
presupuesto en materia de investigación, sean ustedes realistas y no
olviden que hay también muchos españoles y muchas españolas y muchos
ciudadanos europeos y del mundo esperando cosas que ya están en el
mercado y que no tenemos aquí, por ejemplo, ese maravilloso
medicamento que recientemente nos contaban que en Estados Unidos se
ha comercializado y que la Agencia Americana del Medicamento, que,
como ustedes saben, es una agencia muy rigurosa, ha autorizado con
mucha rapidez. Es una quimioterapia selectiva que solamente ataca a
las células malignas y no a las buenas, que es por lo que se mueren
(no voy a decir el porcentaje, dígalo usted, que sabe más de esto) la
mayor parte de los pacientes que reciben tratamientos de
quimioterapia; no se mueren de la enfermedad, que generalmente la
tienen superada, sino de efectos secundarios de las propias
medicaciones. Que sepamos encontrar el equilibrio... (Rumores.) Sí,
sí, hay un porcentaje muy elevado, ya sé que los médicos en esto
tienen muchas cosas que decir, pero los pacientes que hemos pasado
por 22 años de cáncer sabemos también mucho de cáncer porque
estudiamos y nos preocupamos de saber qué se mueve en los congresos,
y es verdad que hay un porcentaje escandaloso de casos que se mueren
de los efectos secundarios de la medicación. Los protocolos de
actuación naturalmente han mejorado notablemente, y evidentemente las
mujeres de mi generación tomábamos la píldora anticonceptiva para
vacas, Anovial 21, un chorro de hormonas que no sé ni cómo estamos
vivas, y ahora las mujeres tienen la oportunidad de tomar píldoras
fisiológicas. Evidentemente, con la medicación del cáncer por fortuna
pasa lo
mismo; por eso yo no he dicho cifras, para que las diga el señor
Moreno, que seguro tiene más información al respecto que yo.

Y me he perdido. Con esto de polemizar con la Mesa, me he perdido. En
definitiva, lo que quería decir es que no vayamos a ponernos
nerviosos y los cuatro duros que dedicamos a investigación los
vayamos a dedicar exclusivamente al tema del genoma. Que
establezcamos prioridades en función de la demanda y de las
necesidades que tiene la población española.

Nada más, muchísimas gracias, y ¡ojalá! que el genoma sirva para que
los seres humanos vivamos no más años sino con más salud; también
para que seamos cada vez más decentes, para que no pueda ser posible
nunca que no tengamos ni un gramo de privacidad y que podamos incluso
adivinarnos el pensamiento.




El señor PRESIDENTE: Cuando quiera, puede dar contestación el señor
secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Yo, francamente, les agradezco la acogida que han
hecho de las palabras que he intentado transmitirles en esta
comparecencia, y se lo agradezco porque lo habitual es venir a esta
Cámara, al Congreso, a hablar de grandes problemas. Está en la labor
de esta Cámara pedir al Gobierno y a los representantes del mismo que
vengan a explicar el último problema que se ha producido, eso es
normal. No es normal que se venga a exponer un escenario en el que ya
estamos inmersos, queramos o no, y que va a tener grandes
repercusiones a lo largo de los próximos años. Y no muchos años, esto
no es cuestión de 20 años. Como ha dicho el señor Burgos, esta
Comisión va a empezar a debatir de estos problemas mucho antes de lo
que nosotros creemos, pero mucho antes. Para aspectos que todo
ustedes han tocado, aspectos éticos, aspectos sociales, aspectos
legales, cuando comenzó el proyecto Genoma humano hace
aproximadamente once años, en el año 1990, la previsión era de 3.000
millones de dólares; el 3 por ciento de eso no se dedicó a la
investigación en laboratorio, se dedicó precisamente a contemplar
estos aspectos. Ya hace diez años.

Se ha hablado de cuestiones que han hecho un diagnóstico clarísimo de
la situación. El Sistema Nacional de Salud y todos los sistemas
europeos tienen que ir adaptándose a esta nueva situación. Porque
esto, afortunadamente, no es de un día para otro, como se ha dicho,
pero tampoco es que empecemos hoy; ya empezó hace años. El primer
producto recombinante se introdujo en el mercado en el año 1981. Esto
que ahora inyectan a los ciclistas para ver si se han dopado o no,
que es la eritropoyetina, es un producto recombinante del año 1981
nada menos. Vamos integrándonos en este proceso.




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Pero el sistema, efectivamente -usted, señor Fidalgo, lo ha dicho,
todos ustedes lo han dicho-, tiene que ser accesible a todos. Y para
ello tenemos que hacer un gran esfuerzo y trasladar lo que hoy es
práctica de unos laboratorios muy especializados a lo que es el
entorno clínico. Y si no estamos demasiado preparados en ese sentido
es porque todavía la industria está comercializando este tipo de
productos, me refiero para diagnóstico, para procedimientos manuales.

El 95 por ciento de la tecnología que utilizamos para este tipo de
determinaciones es todavía manual, y eso hace muy difícil
incorporarlo a la práctica clínica rutinaria. Pero se está haciendo
un gran esfuerzo. Los biochips son uno de ellos.

Van a cambiar muchas cosas. Yo les voy a decir uno de los primeros
casos que tuve cuando vine de Estados Unidos, para que se hagan idea
de dónde estamos ya. Un paciente con cáncer de colon, con historia de
cáncer de colon, con dos hijas y un niño de 16 años. Se estudia al
paciente, se determina que tiene una mutación responsable del cáncer
de colon. Al padre, por supuesto, se le opera, etcétera. Se hace el
mismo estudio a las hijas, no tienen esa mutación. Se hace el estudio
al chico de 16 años, tiene la mutación. Se le hace una colonoscopia,
una exploración intestinal, se determina que hay allí un pólipo en
fase de transformación maligna y se elimina. Dos consecuencias. La
primera, ese niño no va a morir de cáncer de colon. Podría haberlo
hecho. Con 16 años, es muy difícil que ustedes determinen que alguien
tiene esa predisposición, si no hacen un estudio genético, un estudio
molecular. La segunda, cada tres años a ese chico se le somete a
exploración, y por lo tanto, va a vivir el resto de su vida libre de
enfermedad. O sea, no sólo no se muere, sino que sabe qué pautas va a
seguir. Las chicas, en concreto, no tienen por qué someterse a
exploración cada tres años, cosa que, de no saberlo, tendrían que
haber hecho. Algo bueno para ellas, algo bueno para el Sistema
Nacional de Salud, que no tiene que utilizar tiempo en esto.

Prioridades. Señor Fidalgo, yo le agradezco esas prioridades que
usted ha establecido. Los tests genéticos ya se están haciendo en
nuestros hospitales, eso es cierto; el consejo genético se está
haciendo en nuestros hospitales. Y usted ha colocado los biochips en
último lugar. Yo creo que esto va a facilitar que se vaya
incorporando esta tecnología. El Centro Nacional de Investigaciones
Oncológicas está trabajando a marchas forzadas para generalizar esto
en este país para determinados aspectos del cáncer. Y la terapia
génica. Yo tuve la fortuna de participar en el primer experimento que
se hizo a nivel mundial sobre terapia génica con niñas, estas niñas
burbuja, niñas con síndrome de inmunodeficiencia congénita.

Francamente, han pasado once años y la verdad es que no ha habido
grandes resultados. Se están haciendo experimentos, experimentos
piloto, pero yo dudo que esto tenga una gran repercusión a corto
plazo. Entiendo que, dentro de las prioridades de investigación,
esta tiene que estar contemplada, aunque, a mi modo de ver, no
sería de lo primero.

El acceso a los datos. Todos los países, incluyendo España, tienen
acceso a esos datos que hay mundialmente, porque existen bases de
datos que son públicas, afortunadamente, con el esfuerzo de todas las
instituciones públicas y privadas, que incluyen estos datos en las
bases públicas, excepto una, excepto una que ustedes saben
perfectamente a tenor de los medios de comunicación, que es una
compañía americana que ha invertido una cantidad de recursos
económicos privados y que espera a cambio una participación para
poder acceder a ese tipo de información. No voy a entrar en el debate
de si es justo o no, si es ético o no hacer esto. Yo entiendo que una
empresa que haya dedicado dinero a esto quiera tener algún tipo de
retorno en ese tipo de aspectos. Afortunadamente, la mayor parte de
la información está en los medios públicos y accedemos a ella
a través de los sistemas de bioinformática que vamos a desarrollar aún
más a través de este proyecto Genoma humano.

La fundación. De verdad, señor Fidalgo, no le preocupe, de verdad no
le preocupe, porque lo que tratamos de hacer es incorporar recursos
privados precisamente a la investigación pública. Lo que queremos es
que, si hay grandes empresas, y en este país las hay muy grandes, con
capacidad para dar dinero privado a esfuerzos públicos, se analice.

Como al Gobierno no se lo van a dar, hay que buscar la fórmula
adecuada. Yo creo que la fórmula de la fundación es una fórmula
adecuada, pero, si hubiera alguna otra, entendemos que también podría
ser útil. Por ejemplo, el Ministerio de Ciencia y Tecnología está
desarrollando lo que denomina el programa Profit, que son fondos de
inversión para desarrollo y para investigación. Pensamos que hay que
seguir trabajando en esa línea y en esta materia lo vamos a hacer. Y
me parece además muy acertado que ponga el acento en lo que es la
colaboración y no en la competencia. Aunque es verdad que, en
investigación, la competencia es lo normal y es lo natural. Y les
puedo asegurar que esa competencia en algunas ocasiones es muy cruel.

La competencia, cuando alguien está intentando desarrollar algo sobre
lo que va a tener derechos, supone que no hay cuartel a la hora de
intentar trabajar, lo cual permite que se vaya mucho más rápido. Es
una de las bases. Eso no quiere decir que nosotros no podamos
establecer en este país una fórmula, estamos inténtandolo, para que
exista una colaboración de todos los grupos españoles y trabajemos
conjuntamente como proyecto único. Pero para esto hay que conseguir
la voluntad de los distintos grupos.

En materia de embriones, no me sustraigo a la pregunta que usted me
ha hecho. Efectivamente, hay unos embriones, no sólo en este país, en
este país y en todos los de nuestro entorno, embriones que están
congelados, sobrantes de los procedimientos de fecundación invitro. Y
estamos inmersos en un entorno europeo en el



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que se está trabajando enormemente para decidir qué destino damos a
eso. España no va a tomar ninguna posición especial en el sentido de
que, si todo el entorno europeo va en una dirección, España vaya a ir
en la contraria. En absoluto, haremos lo que hagan todos los países.

Sólo hay una excepción, que, como saben ustedes, es el Reino Unido;
el resto lleva una línea de trabajo igual y en cuanto tengamos las
conclusiones de los grupos europeos, nosotros, obviamente, iremos en
la misma línea.

Los calendarios de las convocatorias 2001. Si no ha salido ya en el
BOE la última convocatoria de becas, donde se prioriza precisamente
genómica y proteómica, como les he dicho, saldrá en la próxima
semana, porque está ya remitida. Estoy de acuerdo en que hay que
intentar -estamos en ello para el año que viene- empezar a sacar las
convocatorias en enero, para dar tiempo. No porque los investigadores
no tengan acceso en tiempo, porque el sistema se ha ido digamos
desplazando y se han ido adaptando los sistemas, pero yo entiendo, y
estoy de acuerdo con usted, que esto hay que hacerlo a principios de
año y así es como está planeado.




Señora Reyes, en cuanto a la evaluación científica de las nuevas
tecnologías, efectivamente, usted lo ha descrito. Aquí evaluamos
tecnologías en ocasiones que los propios hospitales ya están
utilizando, pero es que antes ni tan siquiera se evaluaban las
tecnologías. Es verdad que éste es un sistema tan fantástico, el
español, que, según se van publicando los avances en la revistas
científicas, los vamos incorporando, sin hacer ninguna evaluación en
muchos casos. Y en algunos casos son útiles y en otros casos, no. Yo
entiendo que, para dar rigor al sistema y para obtener las mayores
ventajas de los recursos que destinamos, que son muchos, aunque
siempre pueden ser más, evidentemente, hay que hacer una evaluación
de esas tecnologías. Eso precisamente, y creo que esta mañana
tendremos la oportunidad de hablar de ello en las preguntas
parlamentarias, al menos en parte, está contemplado en ese papel que
tiene el Ministerio no solamente de establecer y de acreditar centros
y servicios. A la hora de acreditar servicios, evidentemente tiene
que hacer una evaluación de esos servicios y de lo que se va a
prestar en esos servicios. Y todos debemos ir cambiando el chip, como
usted dice, los profesionales, los ciudadanos y las instituciones, en
ese esfuerzo de adaptación a esta nueva situación.

Yo, francamente, pensaba que esta mañana me iban a pedir incluso más
dinero para el proyecto Genoma humano. Me alegro de que sean muy
comprensivos y de que lo que hemos dicho más o menos encaja. Hay que
respetar otras áreas, es verdad, pero también es verdad que hay que
establecer prioridades. Todos ustedes lo han dicho. Y yo puedo tener
una cierta deformación profesional, pero ésta es un área de
suficiente importancia para dedicar un esfuerzo especial. Por eso se
va
a priorizar, tanto por parte del Ministerio de Ciencia y Tecnología
como del Ministerio de Sanidad.

Yo, señora Castro, creo que he sido bastante transparente. Yo confío
en que llegue ese día en que me dé una vuelta por aquí, les mire a
todos ustedes a los ojos y vean lo que ya no tendré que decir en la
comparecencia. Creo que no vamos a llegar hasta ese punto,
francamente, no vamos a llegar, pero estoy de acuerdo con usted en
que la protección de datos es un elemento clave; desde el primer día
se está estableciendo. Hay algunos países en los que ya se ha exigido
la recopilación de datos genéticos para personas con delitos
sexuales, porque además muchas veces son reincidentes y por lo tanto
se ha establecido esa base de datos. En este país todavía no se ha
planteado pero sin duda generará también su debate ético, sin ninguna
duda.

Las patentes privadas. Yo le voy a decir mi experiencia personal. Yo
he trabajado varios años en Estados Unidos en este tema y
precisamente yo me opuse a las patentes que, en este tema del genoma
humano, mi laboratorio propugnó como parte del Gobierno de Estados
Unidos, que era a quien pertenecía este laboratorio. Y no se hicieron
las patentes en ese momento, al menos en ese Estado. Pero en los
debates que hay internacionales, porque este tema que usted trae no
es una cuestión que se le haya ocurrido esta mañana, es un tema muy
importante, en los debates hay una coincidencia general, que si, a
partir de determinado nivel de conocimiento, no hay una protección de
derechos, puede que nunca lleguemos a ver como ciudadanos un producto
derivado de eso, algún tipo de protección para quien desarrolla un
producto. A partir de determinado nivel, no cualquier cosa. No es que
uno conozca la secuencia de un gen y diga: Este es mío, he puesto la
bandera, y a partir de ahora, todo lo que de aquí se derive es mío.

No, efectivamente. Pero cuando uno llega a conocer un producto, para
qué sirve, qué es lo que hace, si mejora determinado tipo de
tratamiento, evidentemente, para desarrollar eso que, como he dicho,
puede durar diez, doce años, y 100.000 millones de pesetas hasta que
pasa todas las agencias de evaluación y se pone en el mercado, para
costear eso, es necesario que haya algún tipo de protección durante
algún tiempo. Podemos discutir si serán 14 ó 20 años, pero durante
algún tiempo.

En tema de patentes, España está metida también en el entorno
europeo, tenemos un acuerdo común, funcionamos como Europa en ese
sentido y haremos lo que la Unión Europea está planteando hacer en
este tema. Por cierto, en algunas ocasiones se ha negado a patentar
todo lo derivado del genoma humano, investigación genómica, y en
otras ocasiones ha dicho que determinadas cuestiones se pueden
patentar. Evidentemente, no se pueden patentar animales, ni se pueden
patentar seres humanos, etcétera, pero sí hay aspectos derivados de
esto que se pueden patentar. Cualquier modificación que haya, entre
todos, entre los 15 países, mientras no haya ampliación, lo
decidiremos.




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La incorporación de nuevos medicamentos y el caso de la FDA. España,
afortunadamente, es uno de los países que tiene capacidad para
incorporar toda la nueva medicación que se desarrolla a nivel mundial
y si no lo incorpora antes es porque está todavía en fase clínica 1,
2, 3 ó 4, o la que sea. Pasados los niveles de aceptación de la FDA,
en general se difunden, no ya en Estados Unidos sino a todo el mundo,
y por lo tanto España lo incorpora, situación, y aprovecho para
remarcarlo, que no tienen todos los países del mundo. Hay países que
el derecho a la salud no lo pueden garantizar porque no tienen
recursos. Y ése ha sido uno de los debates fundamentales en la última
asamblea, en la 54.ª asamblea de la Organización Mundial de la Salud,
donde se ha puesto sobre la mesa que hay países del Tercer Mundo que
no tienen recursos y la gente se muere porque no los tiene. Hay que
hacer un esfuerzo entre todos, cueste lo que cueste. Y en este
momento, el próximo mes, la ministra de Sanidad irá a Nueva York,
precisamente a la Asamblea de las Naciones Unidas, para hablar sobre
este tema. Hay que crear un fondo, hay que colaborar entre todos,
para que estos países tengan acceso. No es el problema español, no lo
es, ni para el tratamiento hematológico, como usted decía, ni para
cualquier otro tratamiento. Afortunadamente, la incorporación de
medicación en España se hace de forma prácticamente automática,
porque también está en los laboratorios hacer ese tipo de
incorporación.

En líneas generales, he intentado contestar a todos ustedes y
tendremos oportunidad en cualquier caso de seguir hablando de estos
aspectos.




- LA REPERCUSIÓN QUE, SEGÚN EL MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO,
OCASIONA EN EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD LA RECIENTE SENTENCIA DEL
TRIBUNAL DE LUXEMBURGO SOBRE LA JORNADA LABORAL, ASÍ COMO LAS MEDIDAS
QUE TIENE PREVISTO ADOPTAR. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO DE
COALICIÓN CANARIA. (Número de expediente 212/000392.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al segundo punto del orden del día, que
es comparecencia del secretario general de Gestión y Cooperación
Sanitaria, para informar sobre la repercusión que, según el
Ministerio de Sanidad y Consumo, ocasiona en el Sistema Nacional de
Salud la reciente sentencia del Tribunal de Luxemburgo sobre la
jornada laboral, así como las medidas que tiene previsto adoptar.

Esta comparecencia ha sido solicitada por el Grupo Parlamentario de
Coalición Canaria.

Cuando quiera, puede iniciar su intervención el señor secretario
general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palenque): Comparezco a continuación para informar a esta
Comisión, a petición del Grupo Parlamentario de Coalición Canaria,
sobre la repercusión que, según el Ministerio de Sanidad y Consumo,
ocasiona en el Sistema Nacional de Salud la reciente sentencia del
Tribunal de Luxemburgo sobre la jornada laboral, así como las medidas
que tiene previsto adoptar. Y para ello me van a permitir que en mi
intervención haga primero una breve explicación a SS.SS. sobre el
contenido de la Directiva 93/104, del Consejo de la Unión Europea,
sobre ordenación del tiempo de trabajo, así como de su trasposición
en España, para a continuación analizar el contenido y alcance de la
sentencia del Tribunal de Luxemburgo, y finalmente informarles de las
medidas adoptadas por el Ministerio de Sanidad y Consumo, medidas
todas ellas adoptadas en el seno del Consejo Interterritorial del
Sistema Nacional de Salud.

Como SS.SS. saben, el 23 de noviembre de 1993 se aprueba la Directiva
93/104, del Consejo de la Unión Europea, sobre ordenación del tiempo
de trabajo. Dicha directiva se produce dentro del marco global de la
política social de la Comunidad Europea y tiene como objetivo elevar
el nivel de protección, la seguridad y la salud de los trabajadores.

Consecuentemente con ello, es de aplicación general a todos los
sectores económicos, aunque establece ciertas excepciones, entre
ellas la de los médicos en período de formación, los denominados MIR,
en nuestro país.

Los aspectos más relevantes de dicha directiva que conviene destacar
para poder analizar la repercusiones de las sentencias resultan del
análisis de la definición de los cuatro términos siguientes: En
primer lugar, el tiempo de trabajo. La directiva define el tiempo de
trabajo como período durante el que el trabajador permanece en el
trabajo a disposición del empresario y en ejercicio de su actividad,
siempre -y lo remarco- de conformidad con las legislaciones y/o
prácticas nacionales. Sus artículos 6 y 16 establecen que el tiempo
de trabajo tiene un límite de 48 horas, incluidas las
extraordinarias, por cada período de 7 días, computadas en un período
de referencia que no puede exceder de 4 meses. Punto número dos,
respecto al período de descanso. Es, según la directiva, todo el
período que no sea tiempo de trabajo. Según los artículos 3, 5 y 16,
han de existir 11 horas consecutivas de descanso en cada período de
24 horas. Asimismo, ha de haber 24 horas consecutivas de descanso en
cada período de 7 días, más las 11 horas diarias, en un período de
referencia que no exceda de 14 días. Por razones técnicas, objetivas
o de organización, puede establecerse un mínimo de 24 horas.

El tercer punto es el período y trabajadores nocturnos. La directiva
establece que los Estados deben determinar como período nocturno un
período de 7 horas al menos, que puede incluir en todo caso el que
medie



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entre las 24 y las 5 horas. Señala además que es trabajador nocturno
el que realiza normalmente 3 horas de su tiempo de trabajo habitual
dentro del período nocturno. Asimismo, prevé que podrá ser
considerado trabajador nocturno el que pueda desarrollar parte de su
jornada anual en período nocturno, conforme, como siempre ocurre con
las directivas del Consejo, a lo que prevean las normas nacionales.

Los artículos 8 y 16 establecen para el trabajador nocturno un máximo
de 8 horas como media por cada período de 24 horas, computado en un
período de referencia a determinar por las normas nacionales. Y
finalmente, los trabajadores a turnos. La directiva considera
trabajador a turnos aquél que necesariamente desarrolle su trabajo en
distintas horas a lo largo de un período dado de días o de semanas.

Respecto a estos trabajadores, el artículo 12 establece que han de
disfrutar de un nivel de protección adecuado a la naturaleza de sus
funciones, nivel que será equivalente al menos al de los demás
trabajadores.

Es importante destacar para el caso que nos ocupa que la directiva
posibilita un régimen de excepciones para el personal de los
servicios sanitarios, régimen de excepciones que habrá de
establecerse por normas internas, o bien convenios o pactos
colectivos, y que ha de prever períodos equivalentes de descanso
compensatorio. Estas excepciones alcanzan a la jornada semanal, que
puede ser computada en un período de referencia de hasta 12 meses, y
al descanso diario, al descanso semanal y a la jornada nocturna. La
directiva en este caso no precisa el alcance de las excepciones de
estas tres últimas materias. Finalmente, la directiva prevé un
sistema genérico de excepción, previo consentimiento del trabajador,
que alcanza exclusivamente al límite de la jornada máxima semanal.

Respecto a la trasposición de la directiva 93/104, en España, como es
conocido por SS.SS., las directivas del Consejo de la Unión Europea
obligan a los Estados miembros en cuanto a los objetivos que han de
conseguirse. Así, con carácter general, las directivas no son
directamente aplicables y precisan de trasposición mediante normas
internas de los Estados antes del plazo que las propias directivas
fijan. La fecha límite de trasposición de esta directiva, de la 93/
104, fue el 23 de noviembre de 1996. España, como SS.SS. conocen, no
tuvo necesidad de efectuar una trasposición expresa de la directiva,
dado que, con carácter general, ya existían reconocidas, y con
carácter normativo, condiciones más favorables para los trabajadores
españoles en el Estatuto de los Trabajadores que las fijadas por la
propia directiva comunitaria.

Igualmente, en el ámbito sanitario no era necesario tampoco una
trasposición específica, dado que la definición del tiempo de trabajo
que realiza la directiva hace referencia expresa a la legislación
interna. En este sentido, el Real decreto-ley 3/1987, sobre
retribuciones del personal estatutario del Insalud, define el
complemento de atención continuada como el destinado a retribuir los
servicios prestados para asegurar el funcionamiento permanente de los
servicios sanitarios, incluso fuera de la jornada establecida. El
Tribunal Supremo, por su parte, en sentencia de 11 de mayo de 1982,
definió las guardias médicas como una jornada complementaria que no
forma parte de la jornada ordinaria y no está limitada por la jornada
máxima legal, año 1982.

El contenido de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo. Una vez
explicado el contenido y alcance de la directiva, voy a pasar a
exponerles el contenido de la propia sentencia del Tribunal de
Luxemburgo. En el año 1998, el sindicato de médicos de atención
primaria interpuso demanda de conflicto colectivo ante la Sala de lo
Social del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autómoma
Valenciana, alegando el incumplimiento de la referida Directiva 93/
104. El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma
Valenciana plantea, como está previsto en el derecho comunitario, la
correspondiente cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de
las Comunidades Europeas.

En el procedimiento, además de las partes, el Simap, en este caso, el
sindicato, y la Comunidad Autónoma Valenciana, presentan
observaciones España, el Reino Unido, Finlandia y la propia Comisión
Europea, todas ellas favorables a considerar como tiempo de trabajo
el definido por las legislaciones o las prácticas nacionales. Y el
Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, mediante sentencia
del 3 de octubre del año 2000, declara los siguientes extremos: En
primer lugar, es tiempo de trabajo, y, en su caso, horas
extraordinarias, tanto las guardias de presencia física como los
períodos efectivos de prestación de servicios de las guardias
localizadas. Segundo, los médicos no son trabajadores nocturnos, por
directa aplicación de la directiva. El Tribunal de Justicia indica
que corresponde al tribunal nacional considerar si, en ausencia de
norma específica aplicable al personal estatutario, puede utilizar
normas de derecho laboral para decidir sobre esta cuestión. El
Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma Valenciana así
lo hace, y en su sentencia del 2 de noviembre de 2000 declara que los
médicos no son trabajadores nocturnos por no haber sido acreditado
que realizan un tercio de su jornada anual (porcentaje fijado por el
Estatuto de los Trabajadores) en período nocturno. Los médicos son
trabajadores a turnos. El Tribunal también determina que, en ausencia
de trasposición de la directiva en España, se otorga a efecto directo
su artículo 17 y se señala que los médicos tienen derecho a que el
período de referencia para el cálculo de la jornada semanal no exceda
de 12 meses. La conformidad prevista en el artículo 18 es de carácter
personal y no puede ser sustituida por convenios colectivos.

Alcance de la sentencia del Tribunal de Luxemburgo. Yo creo que aquí
está lo básico. La primera consideración que hay que hacer sobre el
alcance de la sentencia, la del Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas del 3 de octubre de 2000, es que ésta se produce



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dentro del procedimiento judicial concreto y por tanto sólo tiene
efecto inmediato y directo en ese procedimiento, efecto que ya se ha
producido a través de la sentencia del 2 de noviembre de 2000 del
Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma Valenciana.

Pero lo cierto es que claramente la directiva, la interpretación
judicial, establece una jornada máxima semanal de 48 horas,
incluyendo las eventuales horas de atención continuada o guardias de
presencia física que pudiese realizar cualquier profesional
facultativo en el Sistema Nacional de Salud. Lo anterior puede
conllevar repercusiones en la estructura organizativa de los
servicios asistenciales y en la organización de los tiempos de
trabajo de los profesionales sanitarios, tanto de los equipos de
atención primaria como de asistencia hospitalaria.

No obstante, y en la medida en que la sentencia del Tribunal de
Justicia de las Comunidades Europeas supone una determinada
interpretación de la Directiva 93/104, distinta de la que venía
realizándose por los Estados miembros, y no olvidemos que por la
propia Comisión Europea, resulta obvio que los efectos de la nueva
interpretación se generalizarán. Así ha sido entendido por diversas
instituciones: el Ministerio, las comunidades autónomas, la Comisión
Europea y las organizaciones sindicales. Ya desde que fue planteada
la cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de las
Comunidades Europeas, el Ministerio, el Insalud, y los servicios de
salud de las distintas comunidades con la asistencia sanitaria ya
transferida realizaron un seguimiento puntual y riguroso del
procedimiento judicial europeo, y del valenciano, obviamente. Así,
entre los años 1998 y 2000, la Comisión de gestión de recursos
humanos del Consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud
tuvo conocimiento del planteamiento de la cuestión prejudicial, de
las observaciones realizadas por las partes (por España, por el Reino
Unido, por Finlandia y por la Comisión Europea) y de las conclusiones
del abogado general ante el Tribunal Europeo. Asimismo, se realizaron
por parte del Insalud los primeros estudios sobre las repercusiones
que podría producir una eventual sentencia que estimara las
pretensiones de los recurrentes.

Una vez producida la sentencia, se han realizado ya dos reuniones de
dicha Comisión de gestión de recursos humanos los días 13 de
diciembre de 2000 y 5 de marzo de 2001, reuniones en las que se
adoptaron criterios para el estudio de la situación planteada y para
la adopción de las medidas coordinadas que detallaré enseguida. Ahora
mismo, mientras celebramos esta misma sesión, a las 10, se encuentra
reunida en el Ministerio por tercera vez la Comisión de gestión de
recursos humanos y previsiblemente en la reunión de hoy se podrán ya
consensuar medidas específicas en relación con la cuestión planteada.

Quiero significar también que la segunda de las reuniones antes
citadas, la del día 5 de marzo, la Comisión
de gestión de recursos humanos adoptó una importante decisión,
ampliando su composición e incorporación a la misma ya de forma
definitiva de las 10 comunidades autónomas en las que está en curso
el proceso de transferencia del Insalud. Esto en cuanto a Ministerio
y comunidades autónomas. Por parte de la Comisión Europea, también la
propia Comisión entiende que los efectos de la sentencia transcienden
el ámbito concreto del procedimiento en que se produce y ya ha
solicitado información a los Estados miembros sobre la situación
existente, normas y convenios colectivos reguladores de la jornada de
trabajo, no sólo, por cierto, en el ámbito sanitario, sino también en
aquellos otros en los que es habitual el sistema de guardias. Los
sectores de aviación civil y transporte por carretera, son algunos de
los ejemplos que la propia Comisión ha señalado. Ya se ha facilitado
a la Comisión información sobre los trabajos que está desarrollando
nuestra comisión, la Comisión española de gestión de recursos
humanos, y en breve se aportarán las normas y convenios que regulan
la jornada en los distintos servicios de salud y se informará de las
conclusiones y acuerdos que se produzcan en el Consejo
interterritorial del Sistema Nacional de Salud.

La Comisión Europea, consciente de que la sentencia tendrá una
influencia importante en la estructura y organización de diferentes
sectores de actividades, no sólo en el ámbito sanitario, organizó el
pasado 11 de mayo una reunión de expertos de los Estados miembros,
a fin de discutir y profundizar sobre las implicaciones de la sentencia
precisamente de este sindicato español. En esta reunión, los
representantes de los Estados miembros dieron cuenta de las
implicaciones que la sentencia puede producir en diversos sectores
económicos y de servicios, ya que su alcance excede al ámbito
sanitario, como he dicho. La Comisión Europea aún no ha efectuado
propuestas concretas de actuación en este ámbito, no siendo por ello
previsible que la Comisión inicie acciones, tales como cartas de
emplazamiento o dictámenes motivados, a corto o medio plazo, en
relación con el cumplimiento de esta Directiva 93/104 por los Estados
miembros. Y finalmente, las organizaciones sindicales ya se han
dirigido al Ministerio y a las comunidades autónomas solicitando no
sólo información sino también participación en el proceso de adecuar
la ordenación del tiempo de trabajo en nuestras instituciones
sanitarias a las previsiones de la Directiva 93/104, según su
interpretación por el Tribunal de Justicia de las Comunidades.

Como ya he informado, la Comisión de gestión y recursos humanos del
Consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud ha celebrado
tres reuniones con posterioridad a la sentencia del Tribunal de
Luxemburgo. La última se está celebrando en estos mismos momentos. En
la primera, el 13 de diciembre de 2000, la comisión estaba compuesta
por representantes del Ministerio de Sanidad y Consumo, del Insalud y
de las comunidades autónomas con la gestión de la asistencia



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sanitaria transferida. En la reunión se analizaron diversos temas
suscitados por la sentencia y se acordó que tanto el Insalud como los
servicios autonómicos de salud elaborarían un informe sobre las
repercusiones de la sentencia en sus correspondientes ámbitos y, de
ser posible, se avanzaría en criterios de actuación para la
resolución de los problemas planteados.

La práctica totalidad de los informes coinciden en apuntar dos
cuestiones fundamentales: En primer lugar, la limitación de la
jornada a 48 horas semanales. Los efectos de esta previsión son muy
dispares en función no sólo de los distintos servicios de salud, sino
también de la modalidad asistencial, primaria y especializada, del
tipo de centro sanitario (por un lado, los grandes hospitales, y por
otro, los hospitales comarcales, por ejemplo) y de la plantilla
concreta de cada servicio. Aunque no es posible generalizar para todo
el Sistema Nacional de Salud, puede afirmarse que no se trata de una
cuestión excesivamente problemática y que los problemas detectados
afectan fundamentalmente a casos concretos y precisos -por ejemplo,
servicios hospitalarios con una plantilla inferior a 7 u 8
facultativos, donde la organización obviamente puede ser más
problemática- que han de ser solucionados de forma asimismo concreta
mediante medidas (contratación de refuerzos, establecimiento de
guardias localizadas, etcétera.) adoptadas, lógicamente, a nivel de
cada centro sanitario.

La segunda conclusión de esa primera reunión fue lo que afecta al
descanso diario y semanal. Aunque éste no es un tema analizado por la
sentencia del Tribunal de Justicia, el Insalud y los servicios de
salud coinciden en considerar que es uno de los aspectos que mayor
relevancia pueden tener en la situación planteada. Y esto es así
porque las previsiones -11 horas de descanso diario o 24 de descanso
semanal- pueden determinar libranzas para las guardias que alteren el
normal desarrollo de la jornada ordinaria en las instituciones y
centros sanitarios, como ustedes saben. Asimismo, puede afectar a la
jornada normalmente ininterrumpida que realiza el personal de
refuerzo, sobre todo en la atención primaria.

Los informes emitidos por el Insalud y los servicios de salud también
señalaron otras cuestiones que pueden tener interés. Primero, se
indican como cuestiones a tomar en consideración la referencia que la
sentencia efectúa sobre la consideración de las guardias como horas
extraordinarias, la declaración de que los médicos son trabajadores a
turnos y la indefinición sobre su carácter de trabajadores nocturnos.

Se considera que la problemática derivada de estas cuestiones se basa
fundamentalmente en la no equivalencia de los términos que utiliza el
derecho comunitario, por un lado, y los comúnmente usados en nuestro
Sistema Nacional de Salud. Si el derecho comunitario utiliza tales
expresiones, son exclusivamente a limitar los tiempos de trabajo o a
asegurar un nivel de protección adecuado. Así es
como lo entiende el derecho comunitario. En el Sistema Nacional de
Salud, la utilización de tales términos puede llegar a tener otras
repercusiones: el valor de la hora extraordinaria, por ejemplo,
frente al concepto retributivo de atención continuada; la
consideración de los médicos como trabajadores a turnos y
complementos por nocturnidad del personal de enfermería, lo que se
une a una disminución de la jornada anual, por ejemplo, etcétera.

Segundo, se señala que la voluntariedad prevista en el artículo 18 de
la directiva, al caracterizarse como personal, sin que pueda ser
sustituida por convenios o acuerdos colectivos, no es un sistema
adecuado para resolver las situaciones planteadas, dado que supondría
dejar en manos de la decisión de unos cuantos profesionales en cada
momento la organización del sistema asistencial.

En la segunda de las reuniones de la comisión, celebrada el día 5 de
marzo de 2001, su composición se amplió con carácter definitivo con
representantes, como ya he dicho, de las diez comunidades autónomas
que aún no tienen la gestión de la asistencia sanitaria transferida.

A partir de dicha reunión, por tanto, de la Comisión de gestión de
recursos humanos, están presentes todas las comunidades autónomas, el
Insalud y el Ministerio de Sanidad y Consumo, lo que posibilitará la
adopción de acuerdos y el establecimiento de criterios de
coordinación y actuación homogénea que serán aplicados en todo el
Sistema Nacional de Salud. En esta reunión la comisión adoptó el
acuerdo de avanzar en determinadas líneas de trabajo, con el fin de
consensuar en breve plazo las medidas a adoptar que se detallan en
este último apartado del informe.

De conformidad con lo expresado en la última reunión de la Comisión
de gestión de recursos humanos, se han adoptado las siguientes líneas
de trabajo: Las situaciones concretas en las que actualmente se
estuvieran produciendo incumplimientos puntuales de las previsiones
de la directiva se están resolviendo en el ámbito de cada servicio de
salud y a nivel del centro o unidad afectado, mediante medidas de
carácter puntual adaptadas a las circunstancias existentes. El
análisis de la conveniencia de abordar una reforma sustancial del
modelo organizativo de la asistencia sanitaria. En esta línea se
apunta la posibilidad de establecer con carácter ordinario dos turnos
de trabajo que garanticen el funcionamiento habitual de los servicios
desde las 8 hasta las 21 horas. Se trataría de un proceso complejo
basado en las plazas vacantes a convocar o en la aceptación
voluntaria de los facultativos. Algunos servicios autonómicos de
salud de hecho ya vienen trabajando en este modelo desde hace algunos
años, por lo que la situación no es homogénea en el Sistema Nacional
de Salud, lo que hace difícil el establecimiento de procedimientos
coordinados para la realización de acciones comunes en este ámbito.

No obstante, se va a recabar por parte del Ministerio información a
todos los servicios de salud sobre la situación concreta de este
proceso, a



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fin de proponer los criterios mínimos comunes que permitan diseñar
una planificación general válida para todo el sistema.

Tercer punto es la clarificación de los términos utilizados por el
derecho comunitario mediante la adopción de acuerdos del Consejo
Interterritorial del Sistema Nacional de Salud o la tramitación del
proyecto de norma que en su caso proceda. Se trataría de delimitar
los conceptos de horas extraordinarias y su relación con la atención
continuada, del alcance de la consideración de los médicos como
trabajadores a turnos y de precisar claramente los supuestos en los
que pueden ser considerados trabajadores nocturnos, así como
establecer los períodos de referencia para el cálculo de la jornada
máxima semanal, del descanso diario y semanal y del trabajo nocturno,
en su caso. Desde el Ministerio de Sanidad y Consumo se elaboró un
cuestionario sobre estos temas, que ya ha sido remitido para su
cumplimentación al Insalud y a los servicios de salud, y de los
resultados del mismo saldrán las primeras medidas de consenso en la
reunión que se está celebrando en estos momentos en el Ministerio.

El estudio de las necesidades de los profesionales del Sistema
Nacional de Salud. Esta Directiva 93/104, a la que hacemos
referencia, ha sido recientemente modificada por la Directiva 2000/
43, que incluye a los médicos en formación MIR dentro de su ámbito de
aplicación; lo que antes estaba excluido ahora se incluye también, si
bien con un período transitorio de cinco años, que comenzará el 1 de
agosto del año 2004. En esta línea se analizarán las medidas a
adoptar para la aplicación de la directiva a los MIR, clarificando su
relación laboral con las instituciones sanitarias, y se realizará un
estudio sobre las necesidades de especialistas en nuestro sistema
sanitario, a la vista de las modificaciones organizativas que derivan
de la Directiva 93/104.

Para concluir ya mi comparencia, quiero trasladar a SS.SS. una última
reflexión. Creo que las actuaciones emprendidas por el Ministerio de
Sanidad y Consumo, desde el momento en que se planteó la cuestión
prejudicial por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad
Autónoma Valenciana, constituyen un ejemplo del papel que el
Ministerio debe desempeñar en la coordinación de nuestro Sistema
Nacional de Salud con el objetivo de lograr el consenso en todas
aquellas medidas necesarias para avanzar en la mejora y modernización
de nuestros servicios sanitarios.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario general.

Por el grupo parlamentario que ha solicitado la comparecencia, Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra la señora Julios
Reyes.

La señora JULIOS REYES: Agradezco al señor secretario general la
exposición que nos ha realizado ante esta petición de comparecencia
de mi grupo.

Yo venía documentada para exponer la transcendencia de la citada
sentencia. Entiendo que en sus propias palabras ha expuesto algunos
de los aspectos que yo iba a plantear. Por lo tanto, esa parte la
intentaré resumir. La solicitud de comparecencia de nuestro grupo, de
Coalición Canaria, sobre este tema es porque, a nuestro entender y a
pesar de que pueden haber pasado siete meses, me parece, desde la
sentencia (que es de octubre de 2000) a la actualidad, lo cierto es
que es urgente para la cohesión del Sistema Nacional de Salud. En mi
exposición voy a intentar explicar el porqué queremos dar o
entendemos que debe dársele este sentido de urgencia, para que, como
decía, pueda seguir funcionando el Sistema Nacional de Salud y sobre
todo siga cohesionado como tal.

Entendemos que ha de reaccionarse. Usted ya ha expresado las
actuaciones del Ministerio. Yo también tenía conocimiento de que
ahora mismo la comisión se está reuniendo a este respecto, pero
quiero resaltar la importancia de que no lleguemos, permítame la
expresión, a una situación de parálisis por el análisis. Porque
estamos hablando de procedimientos judiciales que van más allá de las
planificaciones que se puedan estar haciendo en los servicios
autonómicos y van más allá de los planteamientos que puedan tener en
un momento dado determinadas organizaciones sindicales. Son
decisiones que se toman, a nivel de los tribunales europeos o de los
nuestros, en España.

Su señoría lo ha expresado y ha dicho que esta sentencia resuelve
cuestiones prejudiciales sobre cómo se han interpretado unas
directivas de la Comunidad Europea anteriores: una del año 1989, que
hace referencia a la aplicación de medidas para promover la mejora de
la seguridad y la salud en el trabajo de los trabajadores; y otra,
como ha dicho, del año 1993, con relación a la ordenación del tiempo
de trabajo. Recientemente, ésta ha sido modificada por una nueva
directiva en el año 2000, de forma que los que antes estaban
excluidos, que eran los profesionales que estaban sometidos al
sistema MIR, ahora también quedan incluidos a los conceptos que,
sobre la actividad de su trabajo en relación con la Administración,
recogen las directrices anteriores. Es importante reforzar otra vez
el primer aspecto, que es el del tiempo, porque se trata de una
sentencia que efectivamente interpreta de forma diferente a cómo se
han venido interpretando, no sólo por España sino en el contexto
europeo, algunos de los aspectos de las directrices. Lo cierto es que
las directrices datan del año 1989 y del año 1993 y esto puede tener
transcendencia, incluso seguir evolucionando las formas, en cuanto a
reconocimiento de derechos anteriores y con el impacto económico que
eso conlleva.

Nosotros entendemos, yo creo que también lo ha expresado así usted,
que, aunque la sentencia contiene



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aspectos de difícil interpretación, materias de excepciones,
etcétera, hay otras cosas que son dichas con bastante contundencia, o
por lo menos escritas en la sentencia con bastante contundencia, y
que afectan tanto a la atención primaria como a la especializada.

Porque, aunque la sentencia se circunscribe a interpretar una
directiva europea en relación con las horas de trabajo de los médicos
de los equipos de atención primaria, no hay que olvidar que la
directiva, ya de por sí, y no lo pone en duda la sentencia sino que
lo refuerza, abarca a todos los sectores de actividad. En el caso del
Sistema Nacional de Salud, a los niveles tanto de atención primaria
como de especializada.

Yo voy a intentar reforzar aquellas cosas que entendemos que van a
ocasionar una mayor repercusión para el Sistema Nacional de Salud y
que, desde mi punto de vista, y conociendo los propios informes
elaborados por el Insalud y por los servicios autonómicos, también
ellos lo resaltan. Hay cosas en las que hay dudas pero hay otras
donde hasta se han hecho las valoraciones económicas de lo que puede
implicar, por supuesto dependiendo de cómo y de los recursos y de las
organizaciones de cada centro y de cada servicio autonómico de salud.

Lo primero es que está claro ya que los servicios de atención
primaria entran dentro del ámbito de la propia directiva de Europa.

Lo segundo es el concepto de tiempo de trabajo, y leo textualmente,
porque es que, por mucho que estudien los servicios jurídicos,
difícilmente cabe otra interpretación. Dice: El tiempo de trabajo
dedicado a la atención continuada prestado por los médicos de los
equipos de atención primaria en régimen de presencia física en el
centro sanitario debe considerarse tiempo de trabajo en su totalidad
y, en su caso, horas extraordinarias en el sentido de la propia
directiva, la 93/104. Esto significa que vamos a tener que dejar de
valorar el precio de la hora de atención continuada para pasarlo a
valorar al precio de la hora ordinaria de trabajo. Y esto ni más ni
menos que significa casi triplicar el valor del precio de la hora de
guardia, para entendernos.

Otro aspecto, la reducción de la jornada ordinaria de trabajo. Dice
la sentencia que los Estados deben adoptar medidas para limitar la
duración semanal del tiempo de trabajo, de forma que no se excedan
las 48 horas, incluidas las horas extraordinarias. Y lo digo yo, no
lo dice la sentencia pero se entiende que incluidas las horas de la
guardia de atención continuada. Y además dice que esto ha de hacerse
por parte de los Estados miembros con disposiciones legales
reglamentarias o convenios colectivos o acuerdos con los
interlocutores sociales. A esto ha de añadirse la consideración de
que el personal que realiza la atención continuada sea considerado en
principio trabajador a turno. Dejando aparte lo que no está claro en
cuanto a trabajo nocturno, lo que sí está claro es que dice que es
trabajador a turno. Y esto supone aplicación de una jornada laboral
más
reducida. Según nuestra legislación, el cómputo de horas globales
cuando la jornada es clasificada como jornada a turno es diferente,
es menor, que cuando no lo es. Además de las consecuencias que tiene
a efectos retributivos el trabajo realizado a turnos.

El período mínimo de descanso del día, del período de 24 horas, ha de
ser de 11 horas consecutivas. Consecuencia: no puede haber períodos
diarios de trabajo que superen las 13 horas. ¿Qué hacemos con las
guardias, que duran más de 13 horas? Según esto, no podrían exceder
de ese número de horas ni tan siquiera las guardias, las horas de
atención continuada, porque forman parte de la jornada laboral. Las
consecuencias que se pueden producir ya las ha mencionado usted, en
relación con que ya es una reivindicación la libranza al día
siguiente de la guardia, en este caso en los equipos de atención
primaria.

El período mínimo de descanso a la semana es de 36 horas. Esto se
traduce en que implicará cambios en el número de guardias que se
pueden realizar. Y aquí sí quiero hacer un paréntesis. En principio,
no parece que haya grandes problemas en cuanto al concepto del número
total de horas del trabajo ordinario. Voy concluyendo. Decía sólo
servicios hospitalarios, por ejemplo, pequeños. Póngase en la
situación de mi comunidad autónoma, en donde hay hospitales pequeños
y hay servicios pequeños, y póngase en la situación en donde ya, ya,
faltan especialistas para poder cubrirlos en las condiciones normales
de la legislación actual. Cuánto más cuando se aplique esta
legislación en España, y por lo tanto en Canarias. Y cuando hablo de
que faltan especialistas estoy hablando de anestesistas, estoy
hablando de neurocirujanos, estoy hablando de radiólogos, elementos
clave para que funcione un hospital y la prestación. Y estoy
hablando, en Canarias, de falta de especialistas en medicina familiar
y comunitaria. Aparte del tema de la voluntariedad en el trabajo, que
no se acepta que sea el propio convenio colectivo el que acredite la
voluntariedad, sino que tiene que ser expresada de forma manifiesta.

Como conclusión, y termino, señor presidente, puede que haya
diferencias en las interpretaciones en algunos conceptos, en algunos
apartados de la sentencia y de la directiva, pero las dudas
interpretativas no nos van a salvar de que la tengamos que cumplir en
muchos de sus aspectos. Puede que sigamos nosotros inmersos en el
necesario trabajo de estudio de planificación de ver lo que eso
implica, pero, por favor, que no lleguemos, permítame la frase, a la
parálisis por el análisis, que no lleguemos, porque esto no nos va a
evitar que los tribunales europeos nos obliguen a su cumplimiento.
Y ya no sólo los europeos, sino los propios tribunales españoles. Se
están judicializando todos estos problemas día a día, y no voy a
relatarlos porque no me va a dejar el señor presidente, pero ya
empieza a haber fallos por los propios tribunales españoles sobre
esto, unos en un sentido y otros, en otro, con lo cual el



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panorama a nivel del Estado se puede ir complicando enormemente.

Es responsabilidad de todos, pero fundamentalmente reclamo la
responsabilidad del Ministerio, en este caso del Gobierno del Estado,
enfrentarnos a cómo cumplimos esta directiva. Y, por supuesto, a la
espera de las conclusiones del grupo de trabajo, hay aspectos en los
que vamos a tener que trasponer esa legislación a nivel europeo, de
forma que tengamos un marco normativo, producto de la trasposición de
la normativa europea, que unifique, por lo menos a niveles jurídicos,
los aspectos que se contienen en dichas directivas. Es una
responsabilidad hoy por hoy del Gobierno del Estado, no sólo ante
Europa sino ante el Sistema Nacional de Salud y ante las comunidades
autónomas. Nosotras no podemos trasponer la legislación europea,
estamos a expensas de lo que interprete el órgano jurídico
correspondiente donde se han llevado los múltiples conflictos que ya
están surgiendo.

Entiendo que hay dos caminos ante esto: uno, responder con
responsabilidad, con celeridad, con planificación, con planificación
de recursos humanos que van a hacer falta, con negociación,
Ministerio con comunidades autónomas, como se está haciendo, con
negociación con los agentes sociales. Tenemos que entrar en este
contexto a hablar del estatuto marco, es fundamental. Y tenemos que
hablar de las repercusiones económicas que esto va a significar para
el sistema y para todo. Porque en estas condiciones muy bien que
estén las comunidades no transferidas en el trabajo. Evidentemente,
se les transfiere un problema gordo a las comunidades. Las que
estamos transferidas, ya los tenemos y las que van a ser
transferidas, los tendrán. El conflicto en mi comunidad autónoma está
planteado, y no a nivel de consulta, por parte de las organizaciones
sindicales. Está a nivel de reivindicación, de paro, de huelga,
etcétera, y somos vasos comunicantes los servicios autonómicos de
Salud y el Insalud, porque, lógicamente, vivimos en el mismo país.

Con eso quiero decir que es un tema urgente, porque de no entrar en
ese camino, permítame la expresión, entramos en el camino de sálvese
cada uno como pueda. Y eso, desde mi punto de vista, pone en peligro
hoy la cohesión del Sistema Nacional de Salud, nos introduce en la
senda de un conflicto permanente con el personal. Hoy por hoy, son
muchos los aspectos de política de personal, de recursos humanos, que
son legislación base del Estado, todo lo que se refiere al estatuto
marco y no digo más. Pero lo cierto es que al final lo que sí vamos
a tener en común todas las comunidades autónomas, incluyendo el
Insalud, en cuanto se refiere a política de recursos humanos, es que
se van a judicializar las relaciones con nuestro personal.

Señorías, he intentado expresar la urgencia de que se llegue a un
consenso sobre este tema, que se realicen los avances legislativos
necesarios para que no sean las interpretaciones de los diversos
tribunales o procesos
jurídicos los que nos lleven a ir estando por detrás de los
acontecimientos y que evitemos un constante conflicto con los
profesionales del Sistema Nacional de Salud, que, por muchas nuevas
tecnologías, por mucho desarrollo del genoma, son la pieza más
valiosa que tiene hoy por hoy el Sistema Nacional de Salud para
funcionar de acuerdo con las expectativas y necesidades del
ciudadano.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Blanco.




El señor BLANCO GARCÍA: Bienvenido, señor secretario general de
Gestión. Éste es un tema realmente importante por los efectos que
tiene, porque la sentencia tiene una interpretación jurídica del
tiempo de trabajo, del de descanso, del ocio, que a mi juicio es
bienvenida. Hay que darle la bienvenida, y hablo en nombre también de
mi grupo, del Grupo Socialista. Bienvenida porque la Europa que
estamos construyendo no es sólo la Europa del euro, es también la
Europa de los trabajadores, es la Europa del ocio y también del
trabajo y de la regulación del tiempo de trabajo. Y como está en
debate permanente la reducción de la jornada de trabajo, de los
tiempos de ocio, si con ello se genera empleo o no, y hay distintas
experiencias y criterios, yo creo que esta sentencia, no es que
clarifique estos aspectos, pero sí que por lo menos sienta las bases
de lo que queremos que sea en Europa la jornada laboral y la salud de
los trabajadores con respecto a esa jornada laboral o la incidencia
de esa jornada laboral en la salud y en la seguridad de los
trabajadores. Por lo tanto, es una sentencia de un calado tremendo en
la organización del trabajo en toda Europa.

Yo no quiero referirme a la sentencia en sí misma, en los distintos
apartados, ni a las directivas, sino que voy a hablar sobre los
efectos, a mi juicio, que en España debe producir. Y no voy a hacer
ninguna crítica a la gestión o a cómo se está gestionando esta
sentencia a nivel del Ministerio, porque realmente es complicado.
Y le habla quien ha hecho más guardias en el sistema. Muchos que somos
médicos hemos tenido que hacerlas. Llevo a mis espaldas muchas
guardias de presencia física y sé lo que es esto.

Lo primero sobre lo que, a juicio del Grupo Socialista, hay que
llamar la atención, señor Moreno, es que en España se necesita una
trasposición de esta directiva y, por lo tanto, un proyecto de ley
que regule esto. ¿Por qué? Porque el Estatuto de los Trabajadores no
es suficiente, y en esto estará de acuerdo conmigo, porque la propia
sentencia y la directiva dicen que los acuerdos alcanzados por los
sindicatos o por asociaciones de trabajadores no son vinculantes a
niveles individuales, y aplíquese el cuento a las reuniones y a las
decisiones que vayan tomando con respecto a la organización y los
recursos humanos en esta comisión. Me parece muy



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bien que se adopten medidas inmediatas, cuanto antes mejor, pero está
claro que cualquier individuo puede recurrir a los tribunales, según
esta misma sentencia, y se le debe amparar. Por lo tanto, no es
suficiente tomar acuerdos, que son necesarios, pero no son
suficientes los acuerdos de las comunidades autónomas con los
sindicatos, por el propio contenido de la misma sentencia, y bueno
sería que regulásemos todo esto en un proyecto de ley, con un decreto
ley, en fin, como lo consideren oportuno, pero que estas Cámaras
puedan sentar las bases de la trasposición de esta directiva al
territorio nacional porque tiene muchos perfiles de organización,
como usted mismo ha dicho, el Sistema Nacional de Salud, tanto lo
transferido como lo no transferido, muchos perfiles que habría que
trabajar y que habría que plasmar en un proyecto de ley y en una ley,
desde las horas extraordinarias a qué se denomina por trabajo
a turnos, cómo se considera, etcétera, todo esto que tanto usted como
la señora Julios han expresado claramente. Por lo tanto, la primera
consideración es que en las Cámaras deberíamos trabajar en un
proyecto de ley que regulase a nivel nacional la situación; la misma
sentencia dice que hay una falta de normas nacionales que adapten en
el derecho interno esta directiva. La petición de mi grupo de un
proyecto de ley de regulación interna de la jornada laboral está muy
justificada, y no solamente en el sector sanitario, porque, como bien
se ha dicho, esto afecta a lo sanitario, a lo no sanitario, a lo
público y a lo privado; por lo tanto, estamos en un terreno de nadie
y la parte que se pueda regular en las comisiones de derechos humanos
que están ustedes realizando y que hoy se ha convocado y están
trabajando debe regularse; pero esto no abarca la globalidad del
problema, la globalidad del problema se llama jornada laboral y los
distintos conceptos que de ella se derivan de turnos, nocturnidad,
trabajador a turnos, horas extraordinarias, etcétera.

En segundo lugar, tiene unos efectos que también se han señalado
aquí. Y como usted antes decía que no se le había pedido dinero para
el genoma, aquí van a tener que poner dinero, porque está claro que
los profesionales de la salud están percibiendo un salario más o
menos justo, no entro ahora mismo en esa valoración, pero están
percibiendo un salario en el que se computan las horas de guardia de
presencia física, o de no presencia física pero de localización. Por
lo tanto, ese salario no es realmente el salario básico que tienen,
no es realmente un salario adaptado a lo que en otras organizaciones,
en otras ramas de producción, tienen otros trabajadores. Tanto desde
el Gobierno, que ya en la legislatura pasada se hacía la reflexión de
mejorar o revisar los salarios de los profesionales de la salud, como
desde la oposición, hay que revisar este problema, pues de lo
contrario nos vamos a encontrar con que, a la hora de regular la
jornada de trabajo y a la hora de acortar esa jornada laboral que la
sentencia exige, se van a encontrar los trabajadores con una percepción
económica menor, puesto que su salario lo reciben en función
también de las horas que hacen de guardia de presencia física, sean
enfermeras, auxiliares, médicos, etcétera. Por lo tanto, con mucha
tranquilidad pero sin demasiada espera, deben de evaluar cuánto va a
costar esto como gasto corriente del Sistema Nacional de Salud.

En tercer lugar, y derivado de esto -y la señora Julios ha hablado de
ello-, está el problema de las transferencias, de las ya hechas y de
las que vengan en el futuro, porque no es cuestión de llamar la
atención para que se reclamen derechos adquiridos, pero está claro
que las transferencias realizadas a las comunidades autónomas que
tienen el sistema propio de salud transferido, se ha hecho con una
financiación determinada, con unos gastos corrientes, con unos gastos
de personal determinados, que ahora se van a ver incrementados por la
aplicación de esta sentencia. Y naturalmente, como estamos en puertas
de negociar una nueva financiación para un nuevo quinquenio de la
financiación sanitaria, además de la financiación autonómica, creo
que es un buen momento para revisar esa financiación y adaptar las
transferencias ya hechas a las comunidades como para lo que se está
preparando en las distintas comunidades que empiezan a trabajar en
comisiones mixtas, o de estudios, o como lo quieran llamar, a las
transferencias futuras.

Esta sentencia tiene una trascendencia tremenda en lo que es la
jornada laboral y la situación laboral en España. Bienvenida sea la
sentencia porque esta Europa nuestra la tenemos que construir entre
todos, pero no solamente una Europa comercial, una Europa económica,
una Europa monetaria, sino una Europa social que está más flaca,
digamos, en esa pata de la construcción del conjunto de los países
europeos; por eso doy la bienvenida a esta sentencia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Burgos.




El señor BURGOS GALLEGO: El Grupo Parlamentario Popular ha sido
consciente desde el primer momento de la problemática generada en
todo el Sistema Nacional de Salud por el reconocimiento por el
Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas del derecho del
colectivo representado por el Sindicato de Médicos de Asistencia
Pública, Simap, los médicos de atención primaria de Valencia, a
disfrutar de la ordenación del tiempo de trabajo que fijaba la
Directiva 104/93, la jornada máxima de trabajo semanal de 48 horas,
incluidas las guardias de presencia física y localizada.




La primera reflexión que se le plantea a nuestro grupo es que este es
un escenario al que vamos a tener que irnos acostumbrando
paulatinamente. Es decir, la regulación por parte de las Comunidades
Europeas deaspectos que van a incidir decisivamente en los ámbitos



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laborales y en otros muchos de nuestros Sistema Nacional de Salud,
lejos de ser una anécdota, o un problema aparente, como se puede
plantear en este caso, entendemos que va a empezar a convertirse en
una constante, y desde luego queremos que vaya por delante nuestro
más absoluto respeto, incluso nuestra felicitación, por el ejercicio
del derecho que asiste a cualquier individuo o colectivo a defender
sus posiciones, sus intereses, en los tribunales. Esta es una prueba
del buen sentido democrático que tenemos que compartir todos. Con
independencia de que a la Administración le genere un problema en un
determinado momento, creo que es importante que los profesionales
también puedan ver satisfechas sus reivindicaciones en estos ámbitos,
y hemos sido conscientes desde el Grupo Popular, como así lo han
puesto de manifiesto otros grupos, de las repercusiones evidentes de
esta sentencia y de la previsible generalización de sus efectos, como
así se ha producido de hecho en toda una cascada de sentencias a las
que estamos asistiendo en los últimos tiempos en numerosos juzgados
de lo social de varias comunidades autónomas, tribunales superiores
de justicia, que no solamente abundan en el reconocimiento a los
facultativos de atención especializada, inicialmente no objeto de
esta sentencia, sino que en algunas de estas sentencias se va más
allá, y se va más allá hablando de la aplicabilidad del descanso
mínimo semanal ininterrumpido de 35 horas, o incluso, como en el caso
de algunos juzgados de lo social en Madrid, del pago dinerario del
descanso no disfrutado. Es decir, al final este asunto va a acabar en
el Tribunal Supremo, que será el que tendrá que poner un cierto orden
y de alguna manera encauzar, al menos desde el punto de vista
jurídico, todos estos procesos en marcha. Yo no sé si es positivo o
no que se produzca una judicialización generalizada, en todo caso es
un reconocimiento que debemos hacer en esta Cámara de que eso ya se
está produciendo. Eso ha de animarnos todavía más en esa rapidez a la
resolución de este problema, que no es un problema nuevo. Como ya se
ha puesto de manifiesto aquí, este es un problema que incluso se
debatió y se reconoció en el ámbito del Insalud en atención
especializada, a raíz del acuerdo alcanzado en 1992 entre la
Administración y los sindicatos, que hacía referencia a 36 horas de
descanso. Fue precisamente su inextensibilidad al resto del Sistema
Nacional de Salud, a algunos servicios autonómicos de salud, y en
especial a la atención primaria, lo que ahora ha dado lugar a este
conflicto. Inexplicablemente no se articuló entonces una medida de
carácter general, y yo creo que hay que reconocer que, en nombre de
las necesidades del servicio, se ha usado y se ha abusado en alguna
medida de esta falta de regulación y de articulación común del
sistema sobre una cuestión que al final los tribunales europeos nos
han puesto con toda contundencia encima de la mesa.

Mi grupo entiende que la Administración ha respondido, en el ámbito
de su gestión particular, el que afecta al consejo interterritorial,
adecuadamente a este nuevo escenario, a esta nueva situación, y que
las reuniones que ya se han producido, incluida la que se pueda estar
produciendo en este mismo momento, han ido en la buena dirección, y
yo creo que debemos sentirnos todos satisfechos de que eso haya sido
así, primero, porque ese es el foro adecuado, y más aún con
participación ya de todas las comunidades autónomas, y segundo
porque, siendo un asunto complejo, entendemos que las propias
comunidades autónomas con transferencias, el sistema en su conjunto,
está dando una muestra de madurez y de sensatez a la hora incluso de
haber depositado en el Ministerio la responsabilidad de hacer
propuestas que puedan ser compartidas por todos los actores del
sistema. Todo indica, y así nos mostramos esperanzados, que se
llegará a un acuerdo común y satisfactorio. El asunto es complejo, ya
se ha dicho aquí que tendrá importantísima influencia e impacto en
los servicios de salud, en su estructura y en su organización, no
sólo en la salud. La célebre sentencia Simap, conocida así en todo el
entorno europeo, afecta a muchos sectores. No sólo los problemas van
a generarse en España, imagínense ustedes por ejemplo en Bélgica,
donde los médicos cobran por acto médico realizado y no van a estar
dispuestos, evidentemente, a hacer menos de los que hacen ahora y,
por lo tanto, ver mermadas sus retribuciones. No va a afectar a todas
las comunidades por igual ni va a afectar, como ya se ha puesto de
manifiesto aquí, a todos los centros por igual.

Por lo tanto, entendemos que hay que encarar las importantes
repercusiones que se van a producir, y yo por eso quería destacar una
parte de su intervención que no ha sido objeto de especial
tratamiento por parte del resto de los grupos y que, sin embargo, a
nuestro grupo le parece la más significativa. Es verdad que hay
medidas ya en marcha, además de esas medidas planteadas, medidas
puntuales, que compartimos -aceptación voluntaria por parte de los
facultativos conversión de guardias de presencia física en
localizadas personal de refuerzo allá donde sea necesario, sobre todo
en centros pequeños recursos económicos adicionales-, y entendemos
que lo importante de su intervención hoy aquí, señor secretario
general, es la posibilidad de abrir una reforma sustancial del modelo
organizativo de la asistencia sanitaria.

No es factible que la actual organización de los servicios se asiente
sobre la voluntariedad de las guardias y, por lo tanto, a mi grupo le
suena bien la música de que hagamos entre todos de la necesidad
virtud y busquemos un espíritu y unos criterios comunes de una
reforma mucho más en profundidad que delimitaría conceptos
importantes, como el cálculo de la jornada semanal máxima, como el
descanso diario y semanal, como las horas extraordinarias, su
relación con el actual sistema retributivo de atención continuada...

En



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definitiva, una reforma de mucho más amplio calado que podría
derivarse a simple vista de la aplicación de los efectos de la
sentencia y que incluiría, como ya usted ha puesto de manifiesto, ese
estudio sobre las necesidades del número y de la clase de
especialistas que necesitará el Sistema Nacional de Salud en los
próximos años, adecuando además de esa manera la oferta MIR a esa
demanda. Este es un aspecto que a esta Cámara, a esta Comisión le ha
preocupado en otras ocasiones. Creemos que es un buen momento para
encarar esta problemática, y además mi grupo entiende que si esto se
consiguiera, y haría falta sin duda un esfuerzo de coordinación y
financiero muy notable, habríamos dado un paso adelante y habríamos
sentado además un importante precedente respecto a una mejora
generalizada de nuestro sistema basada en la cooperación y en el
coliderazgo sanitario del Ministerio y de las comunidades autónomas.

Quiero transmitirle que mi grupo le va a apoyar en esta labor,
reconocemos que necesitará de la buena disposición hasta hoy
manifestada, al menos sobre el papel, de todos, y le animamos además
a que se abra el diálogo con los profesionales, que hasta ahora no
han tenido a lo mejor el papel fundamental que va a ser
imprescindible a la hora de la aplicación concreta de estas
políticas.

Una última reflexión, que compartimos, respecto a su intervención.

Esta situación constituye un ejemplo de por dónde puede encaminarse
la dinámica de los servicios sanitarios en el futuro. Cada vez más
disposiciones europeas en estas materias harán imprescindible una
decidida actitud de cooperación en el sistema entre todos sus actores
fundamentales, y para evitar distorsiones internas y para encarar
mejor y más rápidamente un proceso que, sin duda, nos guste o no, se
acabará produciendo, una armonización de políticas por la vía de las
disposiciones comunitarias, haríamos bien en anticiparnos y en ser
capaces de generar desde dentro de nuestro propio sistema una cultura
del acuerdo, del compromiso y de la cooperación que va a resultar
absolutamente fundamental. Las administraciones públicas competentes
en esta materia pueden trabajar de forma interrelacionada, con
criterios comunes, con criterios coherentes, con pautas armónicas y
consensuadas. Así entendemos que se está manifestando en este proceso
concreto, y desde luego este es un paso en esa dirección que a mi
grupo al menos le interesa recalcar aquí que, más allá de los
quebraderos de cabeza propios de tener que resolver un problema
rápido y bien, ha de hacernos extraer consecuencias entendemos que
diáfanas sobre metodologías y actitudes de futuro en nuestro Sistema
Nacional de Salud.




El señor PRESIDENTE: Cuando quiera puede contestar señor Moreno.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno
Palanques): Señora Julios, le quiero agradecer que haya traído este
tema -que todos ustedes han señalado como enormemente importante para
el Sistema Nacional de Salud- a esta Comisión para darme la
oportunidad en comparecencia de compartir lo que en gran medida
ustedes ya conocen, de lo que representa un problema, un problema que
además la Administración en este caso, como en todos los casos,
entiendo yo, no lo vive en el sentido de un problema más a resolver.

Las administraciones sanitarias, Insalud y comunidades autónomas,
están precisamente para responder y resolver los problemas que se
generan, tanto sean éstos o cualquier otro. Si no preocuparse, que
también, fundamentalmente se ocupan de estas cuestiones, y en ese
interés están, como he dicho, no sólo el Ministerio, que no tiene
labores de gestión, sino el Insalud, que tiene labores de gestión
hasta que se transfiera la asistencia sanitaria, la capacidad de
gestión de la asistencia sanitaria, y todas las comunidades autónomas
que tienen esa responsabilidad y, por supuesto, las organizaciones
sindicales, como he dicho.

Como usted ha dicho, no es cuestión, ni en esto ni yo creo que en
ninguna situación, del sálvese quien pueda. Creo que eso sería una
mala política, no en este tema, que es muy importante, en cualquier
tema, y esa forma de comportamiento que a veces adquirimos desde las
discrepancias ideológicas en los grupos que apoyan a los distintos
gobiernos autonómicos, o al Gobierno de la Administración general del
Estado, hay que cambiarla. Uno puede discrepar y manifestar esas
discrepancias, pero como todos ustedes han dicho, cuando hay que
resolver problemas, y dado que las competencias las tenemos entre
todos, tenemos que ir todos juntos a resolverlos, es la única forma.

Es decir, no haríamos bien en que en la Comunidad Valenciana, porque
ha tenido el problema inicialmente, se resolviera de una forma, y en
Canarias de otra, en el País Vasco de otra, etcétera. Por tanto, se
ha hecho un enorme esfuerzo durante todo este tiempo desde que se
promulgó la directiva en el año 1993. Todos los gobiernos desde el
año 1993 han entendido que no había que hacer la trasposición; si
ahora entendemos que hay que hacer algún tipo de normativa que
signifique hacer la trasposición propiamente o adaptar esa nueva
situación a lo que la directiva, más que la directiva, la propia
sentencia determina, obviamente habrá que hacerlo y habrá que
consensuarlo entre todos.

Me van a dejar que haga una puntualización sobre el tema de las
transferencias. Usted, señor Blanco, lo ha dicho, y lo ha dicho muy
bien: cualquier cosa que haya que corregir en las comunidades
autónomas hay que hacerlo a través de un modelo de financiación. Lo
digo porque en esto a veces hay planteamientos que probablemente no
compartimos, y a lo mejor el equivocado soy yo, pero en las
transferencias no es el momento para corregir cuestiones históricas.

Es decir, las transferencias es un paso de una capacidad de gestión
que



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tiene encomendada el Insalud a una comunidad autónoma, que además
tiene gente enormemente capaz para hacerlo, así lo entendemos y por
eso se hacen las transferencias para acercarlas al ciudadano.

Evidentemente cualquier corrección habrá que hacerla con un buen
modelo de financiación, en eso estamos todos de acuerdo y en eso
estamos trabajando, y yo confío que a lo largo de este año las
negociaciones en el modelo de financiación satisfagan a todas las
comunidades autónomas para poder afrontar el servicio público que
representa el Sistema Nacional de Salud y otros servicios que prestan
junto con el sistema sanitario.

Y no puedo estar más de acuerdo con usted cuando expresa, porque lo
he dicho hasta la saciedad, que hemos avanzado muchísimo en la Europa
económica y muy poco en la Europa social. En ambas hay que analizar
las conclusiones. Estamos con el euro en plena ebullición,
y efectivamente, en la Europa social quizá la gente pretende acaparar
para sus propios países las normativas que tienen, y entre ellas la
cuestión del trabajo y otras muchas, y tenemos que ir
acostumbrándonos, como ha dicho el señor Burgos, a que cada vez más
vamos a ver consecuencias de este tipo, y habrá que ir adaptándose a
ellas. Y del mismo modo que cuando ustedes me preguntan por los
embriones yo les digo que no podemos ir solos en esto sino que
estamos inmersos en un entorno europeo, también les digo que cuando
en un entorno europeo se ha generado una directiva como ésta y hay
que adaptarse a ella, evidentemente hay que trabajar para aplicarla
con todas sus consecuencias.

Un tema muy importante, que podría no comentar yo en esta Cámara, es
la cuestión del descanso y de la cultura del ocio. Este descanso
semanal y este descanso diario se hace para que el trabajador tenga
mayor protegido ese derecho que tiene también al descanso y a la
cultura del ocio. Mal haríamos que ese tiempo que se genera con esta
nueva directiva se dedicara a trabajar mucho más en cualquier otro
sitio porque, aunque es verdad que cada uno en su tiempo libre puede
hacer lo que quiera, salir de una jornada de trabajo para meterse en
otra, francamente no sería, a mi modo de ver, lo más adecuado. En
cuanto a poner dinero, si efectivamente vamos a desarrollar la
cultura del ocio, para desarrollar esa cultura del ocio obviamente
tiene que tener recursos, y si va a trabajar un tiempo, 8 horas, las
que sean, evidentemente tiene que tener una retribución adecuada al
trabajo que desarrolla para poder hacerlo, y ese dinero no es que
venga de la Administración general del Estado, del Ministerio de
Sanidad, viene de todos nosotros; ahora veremos los impuestos dentro
de nada y todo el mundo pagamos nuestra parte; por lo tanto,
nosotros, como país, vamos a decidir qué dinero nos damos para el
sistema sanitario, y obviamente para el resto de sistemas.

Le agradezco, señor Burgos, porque, por mucho que lo repitamos,
probablemente habrá que seguir haciéndolo,
la coincidencia en que hay que seguir desarrollando esa cultura
del acuerdo y del compromiso con criterios comunes, y eso no es
debilidad del Gobierno ni debilidad de las administraciones, eso es
responsabilidad. Llegar a un acuerdo con el Partido Socialista, con
Coalición Canaria, con el PNV, con CiU, con quien sea, y con
Izquierda Unida, que no está la representante en estos momentos, es
una muestra de responsabilidad, y en muchas ocasiones aunque no
podamos llegar, hay que intentarlo. Lo que este Ministerio ha
pretendido, desde que se promulgó la sentencia, ha sido intentar
poner en conjunto las necesidades y la responsabilidad de cada una de
las administraciones sanitarias, incluyendo el Insalud, para llegar a
un acuerdo común. Yo creo que estamos en el buen camino y lo único
que deseo es que desde ese acuerdo podamos llegar a una solución
adecuada.

El consejero de Sanidad del Gobierno de Canarias ya el día 15 de
diciembre hizo una propuesta sobre las actuaciones a realizar con
motivo de la sentencia, y proponía en ese momento un estudio por
parte del consejo interterritorial de las repercusiones de toda
índole, como muy bien se ha explicitado aquí, que iba a tener. Es lo
que precisamente la comisión está estudiando y es precisamente a lo
que entiendo yo que podremos dar respuesta de forma inmediata para
que al margen del gobierno que apoye a cada uno de los gobiernos
regionales o autonómicos, como Administración, hablemos y dialoguemos
con las organizaciones sindicales para dar una respuesta a todos los
trabajadores; esa es la idea fundamental.

Nada más; era básicamente lo que quería decir, y agradecer las
palabras de todas sus señorías.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Moreno, por su
intervención.




PREGUNTAS:



- DEL SEÑOR AROLA BLANQUET (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA) SOBRE
MEDIDAS PREVISTAS POR EL MINISTERIO DE SANIDAD Y CONSUMO PARA
RESALTAR EL PAPEL DE LAS COMISIONES DE DOCENCIAS DENTRO DEL ÁMBITO DE
LA FORMACIÓN ESPECIALIZADA. (Número de expediente 181/000511.)



El señor PRESIDENTE: Seguimos con el orden del día. Contestación a
preguntas, preguntas todas realizadas por el señor Arola Blanquet. En
primer lugar, medidas previstas por el Ministerio de Sanidad y
Consumo para resaltar el papel de las comisiones de docencias dentro
del ámbito de la formación especializada.

Para desarrollar la pregunta, tiene la palabra el señorArola.




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El señor AROLA BLANQUET: Señor presidente, sin que se entienda como
descortesía, prefiero desarrollar las respuestas. Por lo tanto, la
pregunta es, en sus propios términos, la que usted ha tenido la
amabilidad de leer por mí y a sus propias palabras me remito.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Arola. Cuando quiera puede
contestar, en los términos que refleja la pregunta, el señor
secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Las comisiones de docencia en el ámbito
hospitalario y las comisiones asesoras en el de especialidades con
períodos de formación extrahospitalarios están reguladas,
respectivamente, como usted sabe, en el artículo 12.1 del Real
Decreto 127 del año 1984, por el que se regula la formación médica
especializada en la obtención del título de médico especialista, y en
la disposición adicional sexta de la Orden de 22 de junio de 1995,
por la que se regulan las comisiones de docencia y los sistemas de
evaluación de médicos y farmacéuticos especialistas.

Estas comisiones son, en cada una de las instituciones sanitarias
acreditadas para la docencia, un órgano nuclear en la configuración
del sistema español de formación sanitaria especializada. Las
funciones asignadas a estas comisiones son, entre otras, la
organización y gestión de las actividades correspondientes a la
formación para especialistas que se lleven a cabo en el
correspondiente centro y el control del cumplimiento de los objetivos
que conforman sus programas de formación; la supervisión de la
aplicación práctica de la formación y de su integración con la
actividad asistencial ordinaria y de urgencia del centro; el programa
anual de las actividades de formación especializada del centro y el
establecimiento de los planes individuales para cada especialista en
formación; y finalmente, la solicitud de realización de auditorias
docentes cuando las circunstancias así lo demanden.

En determinados casos no existe una adecuada correspondencia entre la
importancia de estas funciones y la repercusión real que tienen la
actividades de las comisiones de docencia en las instituciones
sanitarias acreditadas para la formación de especialistas.

Precisamente por ello, a través del Consejo interterritorial del
Sistema Nacional de Salud se ha considerado oportuno fomentar ante
las comunidades autónomas una política que potencie el papel de
dichas comisiones de docencia, propiciando, por un lado, la
implicación efectiva de sus presidentes en los órganos directivos de
las instituciones sanitarias acreditadas para la formación de
especialistas, y por otro, propiciando una política retributiva que
permita, a través del complemento de productividad variable,
reconocer las situaciones específicas de dedicación a la docencia que
en cada caso resulten aconsejables. Dado que ambas medidas
están estrechamente relacionadas con las competencias organizativas y
de gestión de personal que corresponden a cada comunidad autónoma, a
propuesta del Ministerio de Sanidad y Consumo esta cuestión se ha
planteado en la Comisión de formación y ordenación de las profesiones
sanitarias del consejo interterritorial por las distintas comunidades
autónomas. Así, en la reunión celebrada el pasado 14 de marzo, se
acordó realizar con carácter previo un estudio sobre la situación de
las comisiones de docencia y de los tutores en las comunidades
autónomas. El Ministerio de Sanidad y Consumo está creando foros de
discusión y sentando las bases para que los servicios públicos de
salud de las comunidades autónomas reconozcan y potencien el papel
institucional de las comisiones de docencia en las instituciones
sanitarias, coordinando, en la medida de lo posible, criterios de
actuación comunes entre todos ellos.




El señor PRESIDENTE: Señor Arola.




El señor AROLA BLANQUET: Muchísimas gracias, señor secretario
general, y por supuesto también le doy la bienvenida en nombre del
grupo.

Las comunidades autónomas corresponsables de gestión, el Insalud
responsable de gestión. Le ampliaré la pregunta; obviamente. También,
¿qué hace el Insalud? Como usted ha dicho, también yo creo que en
muchas ocasiones hay una disfunción, dada la importancia de las
comisiones de docencia, entre lo que realizan y lo que podrían
realizar -tengo aquí en algunas notas que le puedo aportar- porque de
lo que se trata fundamentalmente con estas preguntas es de
reflexionar sobre elementos muy importantes en el Sistema Nacional de
Salud. Dice, por ejemplo, que es un foro de representación, pero no
es un claustro de profesores. Estará usted de acuerdo conmigo. Por
ejemplo, no hay personal administrativo adscrito habitualmente a las
comisiones de docencia. Yo creo que se encuentran a faltar elementos
de coordinación de los formadores que deberían de tener, en nuestra
opinión, las comisiones de docencia. No diré que hay un agravio
comparativo, pero hay una gran diferencia por ejemplo con el
coordinador de formación continuada, que usted sabe que sí que tiene
una retribución específica y sabe además que ahí sí que hay una
presupuesto habitualmente también específico. Aquí no hay un
presupuesto establecido, ni siquiera hay una propuesta conjunta de
las comisiones de docencia, por ejemplo, de aquellos elementos que
pueden ser transversales a la formación de los especialistas. Estoy
pensando por ejemplo en metodología de investigación o estoy pensando
en cómo se sistematiza el acceso y conocimiento a la medicina basada
en la evidencia, que son elementos además ya que hoy están fuera de
discusión.

Y finalmente, ¿por qué esta pregunta? Porque la señora ministra dijo
que lo iba a hacer, no con las



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comunidades autónomas, no con el Sistema Nacional de Salud, sino que
dice la señora ministra que hay que resaltar el papel que en la
formación especializada deben jugar las comisiones de docencia y los
tutores; de los tutores hablaremos otro día en profundidad.

Si yo me quedo con sus verbos, al final me quedo con los de fomentar,
crear órganos y estudiar. Bueno, a un año vista, permítame que le
diga que se han tomado pocas medidas para potenciar el papel de las
comisiones de docencia en la formación especializada, nada más, lo
cual no quiere decir que no quedemos a la espera de que se tomen.




El señor PRESIDENTE: ¿Quiere hacer alguna aclaración el señor
secretario general?



El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Sí, muy breve. Como yo mismo le he reconocido, a
veces no hay una estrecha correlación entre las funciones que tienen
que llevarse a cabo efectivamente ad diem, serían mucho más útiles
esas comisiones de docencia con lo que realmente ocurre, no en todos
los centros pero obviamente en algunos centros.

El compromiso se concreta en el hecho de que haya sido motivo para
que, dentro de la Comisión de formación y ordenación de las
profesiones sanitarias en el Consejo interterritorial, se haya
iniciado el estudio de cuál es la situación -usted ha remarcado la
palabra estudio-, un año después o no. En cualquier caso, quiero
decir que esto no ha nacido el otro día. Desde que la situación de la
formación de especialistas vía MIR se inició hasta hoy han pasado ya
muchos años, claro está, y efectivamente no sólo no renunciamos sino
que hemos iniciado ya ese trabajo que necesariamente tiene que estar
de acuerdo con el resto de comunidades autónomas, porque, como usted
sabe tan bien como yo, ese proceso de formación se cursa en los
distintos hospitales de nuestro sistema y, por lo tanto, estas
comisiones de docencia pertenecen a distintos hospitales, con
administraciones sanitarias distintas, y lógicamente lo normal, en
éste como en tanto otros temas que ya hemos comentado esta mañana,
será que haya una posición conjunta y de acuerdo entre todas las
comunidades. Eso no es un problema, creo que eso es una ventaja,
porque así determinadas comisiones de docencia muy activas en muchos
centros pueden poner en común su actividad con aquellos otros que
quizás no están desarrollándolo como debieran, y por lo tanto, si hay
directrices comunes entre las comunidades autónomas con la gestión
transferida y el Insalud mientras disponga de esa capacidad, es obvio
que será mucho más coherente como Sistema Nacional de Salud, que es
lo que constituye el servicio sanitario de este país.

- DEL SEÑOR AROLA BLANQUET (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), SOBRE
INTRODUCCIÓN DE NUEVAS FORMAS DE GESTIÓN EN LA ORGANIZACIÓN DE
CENTROS Y HOSPITALES. (Número de expediente 181/000512.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la segunda pregunta, introducción de
nuevas formas de gestión en la organización de centros y hospitales.

Señor secretario general de Gestión y Cooperación Sanitaria, puede
contestar la pregunta en los términos expresos de la misma.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Como SS:SS. conocen, la dotación a los centros
sanitarios de personalidad jurídica propia, delegando en ellos las
atribuciones necesarias para tener autonomía de gestión, es un modelo
imperante en los países de nuestro entorno.

En España, la personalidad jurídica de los centros sanitarios estaba
ya reconocida mediante normas específicas y con rango de ley en las
comunidades autónomas con competencias transferidas, e igualmente el
acuerdo parlamentario para la consolidación y modernización del
Sistema Nacional de Salud, de 18 de diciembre de 1997, incluyó entre
sus conclusiones la necesidad de impulsar la autonomía de gestión de
los centros. (La señora Vicepresidenta, FernándezCapel Baños, ocupa
la Presidencia.) Por ello, una de las primeras medidas adoptadas por
el Gobierno del Partido Popular en la pasada legislatura fue la
promulgación, con el apoyo de todos los partidos políticos que
ostentaban responsabilidades en la gestión sanitaria -PP, PSOE, PNV y
CiU-, de la Ley 15/1997, sobre habilitación de nuevas formas de
gestión en el Sistema Nacional de Salud, que ampara la gestión de los
centros sanitarios mediante cualesquiera entidades de naturaleza o
titularidad pública admitidas en derecho e igualmente, a través de la
Ley 50/1998, en su artículo 111, se prevé la posibilidad de crear las
fundaciones públicas sanitarias con objeto de preservar el régimen
estatutario del personal en los centros ya existentes. Este modelo se
completó con la aprobación del Real Decreto 29/2000, de 14 de enero,
sobre nuevas formas de gestión del Insalud, que supone el desarrollo
integral de estas formas en el ámbito del Insalud mediante un único
reglamento que contempla los entes previstos en la Ley 15/1997,
fundaciones, de la Ley 30/1994, consorcios y sociedades estatales, y
las ya mencionadas fundaciones públicas sanitarias, incorporadas a la
misma a través de la mencionada Ley 50/1998. Con este real decreto el
Gobierno reguló y ordenó en el ámbito del Insalud las formas de
gestión previstas en el ámbito sanitario configurando de esta manera
un marco normativo transparente. En la actualidad existen en el



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ámbito del Insalud tres fundaciones bajo la fórmula que prevé el Real
Decreto 29/2000, de fundaciones constituidas al amparo de la Ley 30/
1994, que son: la Fundación hospital de Alcorcón de Madrid, la
Fundación hospital Manacor en Mallorca y la Fundación hospital de
Calahorra, en La Rioja, que se abrió en diciembre del pasado año.

Quiero centrarme en esta segunda parte de mi intervención en la
introducción de las nuevas formas de gestión en los centros y
hospitales del Insalud sin que se haga necesario dotar a los mismos
de una personalidad jurídica propia; me estoy refiriendo a la gestión
clínica y en concreto a los institutos clínicos. La gestión clínica
se entiende desde el Insalud como una forma de gestionar las unidades
asistenciales, basada fundamentalmente en la participación activa y
responsable de los profesionales en la consecución de los objetivos.

La gestión clínica pretende incrementar la eficiencia del sistema
sanitario mejorando la utilización de los recursos diagnósticos y
terapéuticos y dotando a los profesionales de la responsabilidad
necesaria para que puedan tomar las decisiones que mayor beneficio
aporten a los pacientes. Por lo tanto, con el modelo de gestión
clínica se pretende impulsar una forma de organización que oriente la
actividad y el proceso asistencial y la atención integral del
paciente, e implicar a los profesionales en la gestión de los
recursos de la unidad o servicio al que pertenecen. En estos momentos
el Insalud tiene constituidos seis institutos clínicos en
funcionamiento: cuatro en el área cardiovascular, uno en oncología
y otro en patología digestiva, y se están valorando ocho nuevos
proyectos que se encuentran en diferentes fases en el área de las
neurociencias y aparato locomotor. Por último, les indico que están
previstas también once unidades de distintas especialidades,
fundamentalmente orientadas hacia el diagnóstico.

Para concluir, he de recordar a SS.SS. que el Gobierno ha asumido el
compromiso de culminar y cerrar el mapa de las transferencias
sanitarias durante la presente legislatura y que nos encontramos
actualmente desarrollando el proceso negociador en el seno de las
diez ponencias técnicas constituidas. El Gobierno del Partido Popular
está, por lo tanto, propiciando la culminación de la
descentralización sanitaria con el traspaso de la gestión de la
asistencia sanitaria a las comunidades autónomas, lo que en
definitiva no hace sino acercar la sanidad a los ciudadanos, y ha
dotado al Sistema Nacional de Salud de los instrumentos jurídicos que
permitan a aquellas otorgar a sus centros una mayor autonomía de
gestión que revertirá también directamente en una mejor atención a
los ciudadanos.




La señora VICEPRESIDENTA (Fernández-Capel Baños): Señor Arola.




El señor AROLA BLANQUET: Gracias nuevamente por la respuesta, aunque
su parte final desde
luego a mí me acaba de sorprender absolutamente. Si cuando oímos y
después leímos la comparecencia de la señora ministra, celebrada el
martes 13 de junio de 2000, de la que está tomada literalmente la
pregunta, la respuesta es: vamos a producir el proceso
transferencial, desde luego yo no acierto la respuesta; es aquello de
que, ahora que ya me sabía todas las respuestas, me han cambiado
todas las preguntas. Bien no le he cambiado las preguntas pero usted
me está cambiando las respuestas. Es decir, en su primera me ha leído
una orden, que evidentemente conocemos, ahora unas leyes, etcétera, y
elementos que ya venían, dijéramos que se estaban produciendo. La
sorpresa es cuando uno oye y después lee que dice: No, en cuanto a la
organización de centros y hospitales, vamos a impulsar la
introducción de nuevas formas de gestión. Pues es que nuevas no es
continuar las antiguas, en mi opinión, puede que sea una cuestión
meramente semántica, pero desde luego eso no lo entiendo yo por
novedad, ni lo entiende mi grupo. De ahí la pregunta que le hacíamos:
cuáles eran las nuevas formas de gestión que podían afectar a los
hospitales, y desde luego que ahora tienen más sentido cuando decimos
que estamos en un proceso de transferencias. Si entiendo bien su
respuesta es: Vamos o van a trabajar con el horizonte legal
reglamentario que ya existía, impulsando lo ya existente. Bueno, pues
yo creo que alguien se debería repensar los discursos.




La señora VICEPRESIDENTA (Fernández-Capel Baños): Señor secretario
general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Evidentemente, las nuevas formas de gestión sólo
pueden referirse a la Ley 15/1997. Por lo tanto, cuando la ministra,
o este secretario general que les habla, se refiere en la
introducción al impulso de las nuevas formas de gestión, alude a
aquellas reconocidas por la legislación que desarrollaron el Gobierno
y todos ustedes en la anterior legislatura. Al mismo tiempo me creo
en la responsabilidad de recordar que el proceso de transferencias no
es algo de lo que hablemos, como en alguna otra legislatura se ha
hecho, como algo deseable, algo que, de conformidad con el acuerdo de
la subcomisión parlamentaria, y ya han pasado cuatro años, sería
deseable culminar, etcétera, sino que es un compromiso que está en
marcha, que tiene unos plazos y que al final de este año
previsiblemente el Consejo de Ministros debe aprobar los reales
decretos de transferencias.




Le agradezco su pregunta, reitero que entre las nuevas formas de
gestión no todas ellas están dirigidas a dotar de nueva personalidad
jurídica a los centros, que en cualquier caso los centros tendrán
mucho que decir respecto a esa nueva forma de gestión, sino también a
formas de organización interna y de gestión, como son



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las unidades clínicas y como son los institutos clínicos que están
desarrollándose, que se desarrollaron sin duda durante la legislatura
anterior y que seguimos desarrollando nosotros. Eso era básicamente
lo que le quería comentar.




- DEL SEÑOR AROLA BLANQUET (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), SOBRE
MEDIDAS PARA HACER EFECTIVO EL ACUERDO DEL CONSEJO INTERTERRITORIAL
DE SALUD EN LO REFERENTE A PROMOVER E INSTRUMENTAR LA COLABORACIÓN
ENTRE LAS ADMINISTRACIONES SANITARIAS PARA CONSEGUIR LA MÁXIMA
RENTABILIDAD DE LOS RECURSOS PÚBLICOS (Número de expediente 181/
000513.)



La señora VICEPRESIDENTA (Fernández-Capel Baños): Punto quinto del
orden del día, pregunta que formula el diputado Arola Blanquet. Tiene
la palabra el señor Blanquet.




El señor AROLA BLANQUET: La leeré: ¿Qué medidas ha adoptado el
Ministerio de Sanidad y Consumo para hacer efectivo el acuerdo del
Consejo interterritorial de Salud en lo referente a promover e
instrumentar la colaboración entre las administraciones sanitarias
para conseguir la máxima rentabilidad de los recursos públicos?



La señora VICEPRESIDENTA (Fernández-Capel Baños): Señor secretario
general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN (Moreno
Palanques): Efectivamente, la pregunta hace referencia literalmente a
la primera parte del acuerdo sobre listas de espera que se alcanzó en
el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud el
6 de junio del pasado año, una primera parte que hace precisamente
alusión a conseguir la máxima rentabilidad, analizando la
organización de la actividad quirúrgica en todos los hospitales del
Sistema Nacional de Salud, de todo el Sistema Nacional de Salud no
sólo del Insalud, y adoptando, en su caso, las acciones necesarias
para incrementar la actividad a través de, entre otras medidas, el
fomento de la cirugía mayor ambulatoria, la mejora de los
rendimientos en jornada de mañana y la apertura de quirófanos por la
tarde, etcétera.

También hace referencia a una segunda parte que es fundamental. Tengo
aquí algo redactado para podérselo decir a usted en particular y a
SS.SS. en general, no voy a entrar en ello porque ha quedado
públicamente ya explicitado en las distintas reuniones del Consejo
interterritorial, y finalmente, en el próximo, que se celebrará
previsiblemente el 30 de junio, al que se llevarán las conclusiones,
a las que todas las comunidades
autónomas van a tener que dar su apoyo si así lo entienden, respecto
al trabajo desarrollado técnicamente en los grupos de trabajo, grupos
de trabajo que, por cierto, se han reunido ya en doce sesiones
plenarias, al margen de los grupos de trabajo dependientes de esas
reuniones plenarias.

Con relación a lo que ha hecho el Insalud, que no el resto de
comunidades autónomas, que seguro que han desarrollado la parte que
les corresponde de ese acuerdo, en esa materia concreta que usted
preguntaba, realmente extiendo yo la contestación a la cirugía mayor
ambulatoria y le digo que se ha incrementado en este primer trimestre
respecto al anterior en un 7,54 por ciento, en un promedio de
quirófanos funcionantes en turno de tarde en un 8,9 por ciento y en
horas de quirófano utilizadas en turno de mañana en un 12,21 por
ciento. Pero al margen de estas circunstancias, fundamentalmente
quisiera remarcar aquí el enorme esfuerzo que han hecho todas las
comunidades autónomas, sin excepción, para llegar a criterios comunes
sobre listas de espera, a criterios comunes para abordar, desde un
mejor funcionamiento de nuestros centros, esas listas de espera en
todo el Sistema Nacional de Salud, en todo el sistema, y eso incluye
Comunidad Valenciana, Andalucía, País Vasco, Cataluña..., no se los
recuerdo, no solamente el Insalud, en todo el Estado. ¿Por qué es
esto lo importante? Cada una de las comunidades puede desarrollar
unos planes u otros para intentar acortar la demora media que, por
cierto, se ha acortado muchísimo en los últimos años, y ese es el
esfuerzo de todo el sistema. Entiendo que todos los gobiernos
intentan hacer lo mejor posible su trabajo y al final es todo el
sistema, con los profesionales, el que consigue unos esfuerzos y unos
datos en materia de demoras, etcétera, que no es nada más que el
resultado del servicio que se está dando a los ciudadanos, pero es
evidente que, el principal problema que tienen algunas comunidades
a la hora de mandar datos a nivel central, no es ya el de compararlos,
sino simplemente el de ver si en algunas comunidades se están
haciendo algunas cosas mejor que en otras, mucho más efectivas, para
que así podamos ilustrarnos todos y aplicarlo en otras comunidades.

Hay cosas que Andalucía seguro que estará haciendo mejor que otras,
hay cosas que la Comunidad Valenciana estará haciendo mejor que
otras, hay cosas que el País Vasco o Cataluña estarán haciéndolo, o
que el Insalud estará haciéndolo, y es desde esos criterios uniformes
como podemos abordar soluciones que están dando unas comunidades y
quizás otras no.

Ese es un esfuerzo enorme que todos tenemos que reconocer y confío en
que en este próximo Consejo interterritorial quede patente y
manifiesto cuáles son esas circunstancias que rodean las listas de
espera en todas las comunidades para optar a las mejores soluciones.




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La señora VICEPRESIDENTA (Fernández-Capel Baños): Señor Arola, tiene
la palabra para su turno de réplica.




El señor AROLA BLANQUET: Parece que hay algunas cosas en el contenido
de las réplicas que van haciendo escuela: un grupo parlamentario
pregunta por la responsabilidad del Ministerio y de los órganos de él
dependientes, y le contestan: a) siempre con el Consejo
interterritorial de Salud; b) con lo que están haciendo las
comunidades autónomas. Luego ya el tono difiere, pero ese es el
contenido fundamental cuando se le pregunta al Ministerio o al
Insalud qué es lo que está haciendo, porque se nos anuncia en el
mismo discurso, en la misma comparecencia y en la misma fecha,
también literalmente, la pregunta que le he leído, y entonces usted
me viene a contestar, entiendo yo, con aquello de que el proceso en
teoría era cerrado y que al Ministerio le correspondía poner en
funcionamiento. (El señor presidente ocupa la Presidencia.) En su
respuesta, en mi opinión, no da usted por cerrado el proceso, y por
lo tanto, aunque no lo ha dicho, esconde ahí o le sirve esto como
elemento argumental para no contestar a la pregunta de qué medidas ha
tomado. Lo he dicho antes, alguien se tiene que repensar los
discursos, obviamente es la ministra, pero también alguien tiene que
poner en funcionamiento los discursos de la ministra, y ahí ya
empieza a intervenir usted y todo el resto de los equipos
ministeriales o del Insalud con mayor trascendencia.

No voy a entrar ahora en una guerra de listas de espera, me remito a
las últimas publicaciones en los medios de publicación, me remito
simplemente a ellas. Primero, le agradezco que usted dé datos, como
los acaba de dar, hay otros que se tarda mucho más en conseguirlos,
pero le hago una pregunta: ¿el programa Avance famoso enunciado por
la ministra, tiene algo que ver con estas medidas?
He dicho que no quiero entrar en una pelea por las listas de espera,
y por lo tanto no entro en ello, pero, ¿no le parece, y se lo pido en
nombre de mi grupo, que debería instaurarse la costumbre de
comparecer ante esta Comisión por la autoridad sanitaria
correspondiente del Gobierno de la nación para dar cuenta del grado
de cumplimiento de los acuerdos que se toman en el seno del Consejo
interterritorial de Salud? Empieza a dar la sensación de que hay dos
comisiones de Sanidad en el ámbito de la responsabilidad del
Ministerio: una, que es el Consejo interterritorial, que va
creciendo; y otro que es el del papel de la Comisión de Sanidad, que,
permítame decir, va decreciendo, decreciendo no por la voluntad de
ninguno de sus miembros, señor presidente, sino por el papel
progresivo que va tomando el Consejo interterritorial, pero que a lo
largo al menos de este año, o hasta la finalización del proceso de
transferencias, está afectando de forma importante al sistema, a los
niveles y a la responsabilidad de gestión que tiene
todavía el Ministerio de Sanidad. Las comunidades autónomas que
tienen la gestión transferida no pueden ser la cortina de humo o el
elemento que se utilice permanentemente, con independencia del tono,
para no contestar sobre qué se está haciendo en concreto en los temas
que son actualmente responsabilidad del Ministerio, y algunos que van
a seguir siéndolo; ya hablaremos de coordinación después del modelo
postransferencia.




El señor PRESIDENTE: Puede contestar el señor Moreno.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Muy brevemente le contestaré que el programa
Avance se puso en funcionamiento el 1 de abril y forma parte, con
otras medidas, de la necesidad del Insalud de desarrollar nuevas
estrategias precisamente para controlar esas listas de espera. Le leo
literalmente el acuerdo sobre listas de espera del Consejo
interterritorial: Promover e instrumentar la colaboración entre las
administraciones sanitarias para conseguir la máxima rentabilidad
social de los recursos públicos, analizando la organización de la
actividad quirúrgica en todos los hospitales del Sistema Nacional de
Salud y adoptando, en su caso, las acciones necesarias para
incrementar la actividad a través de, entre otras medidas, el fomento
de la cirugía mayor ambulatoria, la mejora de los rendimientos en
forma de mañana y la apertura de quirófanos por la tarde.

Señor Arola, le he comentado qué es lo que se ha hecho en cirugía
mayor ambulatoria. Evidentemente, se ha estudiado cuál es la
actividad, como reza el acuerdo, en la parte que corresponde al
Insalud, que no al Ministerio, porque el Ministerio es de todos, como
sabe usted, de todas las comunidades autónomas, de recursos públicos,
de actividad quirúrgica, y se ha potenciado la cirugía mayor
ambulatoria, que ha crecido en ese 7,54 por ciento; se ha aumentado
la actividad en turno de tarde de quirófanos funcionantes, que ha
aumentado un 8,9 por ciento, casi un 9 por ciento, y el rendimiento
de las horas de quirófano utilizadas en turno de mañana se ha
aumentado en un 12,21 por ciento. Eso es sólo parte del acuerdo, y el
Insalud ha hecho su trabajo, sus deberes. El resto de comunidades los
está haciendo y entiendo que en el próximo Consejo nos traerán la
información que tengan a ese respecto.

Francamente, me siento muy orgulloso de que usted me diga que el
Consejo interterritorial está adoptando un protagonismo importante,
porque la sensación que teníamos todos es que no servía para nada.

Entonces, me alegro mucho de que usted me diga que tiene una parte
importante en lo que es la gestión del Sistema Nacional de Salud, y
le digo más, lo vamos a reforzar más y van ustedes a oír hablar más
todavía del Consejo interterritorial. También estoy de acuerdo con
usted en



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una cosa, que aquí hay que venir con los acuerdos que toma este
Consejo, tienen ustedes derecho y deben pedirlo, y a poner sobre la
mesa aquellos cumplimientos de los acuerdos que allí tomemos. Eso va
a formar parte precisamente de alguna otra pregunta que usted ha
hecho, y yo se lo agradezco, sobre ese papel.

En cuanto a que la Comisión de Sanidad tenga un papel menor, no
estamos de acuerdo, a mí me gustaría venir y compartir más tiempo con
ustedes, pero en cualquier caso les voy a pedir una cosa. Esta
Comisión va a ser fundamental para que, cuando hablemos de la nueva
normativa que haya que poner en marcha para coordinar y cooperar en
todo el Sistema Nacional de Salud, tengamos el apoyo de estos grupos,
y ya se lo digo ahora antes de contestar a otra pregunta: le voy a
pedir el apoyo de su grupo -porque ustedes un día gobernarán este
país de nuevo y van a encontrarse con los mismos problemas que
podemos tener en este momento, y que pueden tener otros países
europeos que han optado por la descentralización- para lograr un
Sistema Nacional de Salud coordinado, único, y no 17 sistemas o
servicios de salud, que es probablemente a lo que estará abocado este
país si no ponemos en funcionamiento esas medidas. Para eso
necesitamos su apoyo, el de Izquierda Unida, el de CiU, el del PNV y
el de todos los grupos que están representados en esta Comisión.

Recojo el guante y en cuanto comencemos las negociaciones entiendo
que vamos a disponer, como usted ya ha manifestado, de su apoyo para
ese Sistema Nacional de Salud coordinado, coherente y único para
todos los ciudadanos españoles que al final pagan con sus impuestos,
independientemente de donde vivan, los servicios sanitarios que se
les presten.




- DEL SEÑOR AROLA BLANQUET (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), SOBRE
MEDIDAS PREVISTAS EN EL AÑO 2001 PARA LOGRAR UN SISTEMA DE SERVICIOS
DE SALUD COHESIONADO Y SOLIDARIO. (Número de expediente 181/000514.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la siguiente pregunta, medidas
previstas en el año 2001 para lograr un sistema de servicios de salud
cohesionado y solidario, también es a propuesta del señor Arola
Blanquet. Cuando quiera puede dar contestación el señor secretario
general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN (Moreno
Palanques): Señor presidente, señorías, muchísimas gracias, y
muchísimas gracias, señor Arola, precisamente por esta pregunta.

El 20 de diciembre de 2000 tuve el honor de comparecer ante esta
Cámara para explicar a SS.SS. lo que constituían los objetivos que
tenía planteados la Secretaría General de Gestión y Cooperación
Sanitaria, y entonces ya anuncié a SS.SS. la intención del Ministerio
de Sanidad y Consumo de afrontar la transferencia en la gestión
de la asistencia sanitaria de la Seguridad Social a las 10
comunidades autónomas del artículo 143 de la Constitución Española
que aún no lo habían recibido. Les adelantaba entonces que el
Ministerio de Sanidad y Consumo había constituido en el mes de
septiembre un grupo de trabajo, que me honraba en presidir, para
abordar los estudios y trabajos preparatorios de las transferencias,
y que habíamos iniciado los pertinentes contactos con el Ministerio
de Administraciones Públicas para abordar el proceso transferencial a
esas comunidades autónomas. Todo ello tras haber puesto de manifiesto
el Gobierno de forma inequívoca en diversos foros, y fundamentalmente
ante esta propia Cámara, su voluntad de completar la
descentralización de la gestión de la asistencia sanitaria de la
Seguridad Social, dando cumplimiento con ello a lo previsto en la Ley
General de Sanidad. Pues bien, el anuncio de las transferencias se
hizo oficial el pasado 25 de enero, en un acto conjunto entre los dos
ministerios citados, y en la actualidad, como bien conocen SS.SS., el
proceso transferencial está ya en marcha. Hemos diseñado un proceso
homogéneo y simultáneo en el tiempo para la negociación de las 10
transferencias, a fin de evitar las disfunciones y problemas que se
produjeron en otros procesos transferenciales, de todos conocidos,
negociaciones para las cuales está previsto un calendario que se está
cumpliendo de forma escrupulosa. Pero este proceso transferencial se
sustenta en un pilar que resulta determinante para garantizar el
mantenimiento del sistema sanitario como tal sistema, preservando su
cohesión y coherencia una vez culminado el proceso. Este pilar no es
otro que el refuerzo y establecimiento de las bases precisas para
garantizar el mantenimiento de los principios de cohesión y
solidaridad que han de estar presentes en el Sistema Nacional de
Salud.

Mi comparecencia de hoy ante SS.SS. me brinda la oportunidad de
informarles de la línea de trabajo y de las actuaciones que desde el
Ministerio de Sanidad y Consumo estamos llevando a cabo para el
cumplimiento de este objetivo. La perspectiva de culminar el proceso
de descentralización en la materia que nos ocupa, a mi modo de ver,
aunque hay quien dice que no utilice estos términos, representa un
momento histórico, un momento histórico y además singular para el
Sistema Nacional de Salud, porque nunca van a volver a producirse
unas transferencias de esta magnitud, nunca, y nunca conjuntamente.

Para eso se han constituido grupos de trabajo que van a abordar, en
primer lugar, una evaluación y un diagnóstico de los instrumentos y
mecanismos que actúan como catalizadores de la cohesión y solidaridad
del sistema, teniendo en cuenta sobre todo los aspectos que
convertirán la futura situación del ejercicio de las competencias
estatales en una situación sustancialmente diferente a la que ahora
se produce, en la medida en que la Administración general del Estado
va a carecer del referente constante que supone la gestión



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de los servicios en buena parte del territorio nacional, en otras
palabras el Insalud.

Como presupuesto inicial partimos de la consideración de que es
preciso profundizar en las propias competencias estatales, cosa que
no a todo el mundo le va a gustar, desde luego, para posteriormente,
tal y como también les anuncié en mi comparecencia ante esta Cámara
el 20 de diciembre pasado, proceder a una tarea de impulso,
reforzamiento o revisión, allí donde proceda, de los mecanismos y
procedimientos de coordinación, cooperación y participación en el
Sistema Nacional de Salud a fin de garantizar su funcionamiento
cohesionado y solidario. Estas actuaciones van dirigidas, en primer
lugar, a analizar el modo en que se ejercitan las competencias
estatales de establecimiento de la legislación básica, la
coordinación general sanitaria y la alta inspección. A través de las
bases, el Estado tiene competencia para dictar una normativa
uniforme, unos principios o criterios básicos mínimos y comunes de
vigencia para toda la nación, a partir de los cuales las comunidades
autónomas puedan dictar la legislación de desarrollo que consideren
pertinente para el ejercicio de una política propia. El legislador
estatal posee un amplio margen de discrecionalidad para definir en
cada caso concreto lo que es básico, de modo que se preserve el
margen de actuación que estatutariamente tienen reconocidas las
comunidades autónomas. Existen diferentes ámbitos de actuación, que
consideramos prioritarios para el cumplimiento de tal objetivo, sobre
los cuales habrá de incidir la legislación básica. A título de
ejemplo, puedo citar a SS.SS. el catálogo de datos básicos para
conocer y evaluar el funcionamiento del Sistema Nacional de Salud, lo
que denominaríamos el cuadro de mando del Sistema Nacional de Salud;
el catálogo de prestaciones y condiciones para su obtención; el
establecimiento de los criterios para evaluación de nuevas
tecnologías y procedimientos sanitarios; la carta de derechos y
deberes de los pacientes; las condiciones de acceso a los servicios
sanitarios; el establecimiento de requisitos mínimos de calidad y
seguridad para la aprobación y homologación tanto de centros como de
servicios sanitarios; el catálogo y registro de centros, servicios y
establecimientos sanitarios, o el establecimiento de servicios de
referencia supracomunitarios con criterios de derivación entre los
distintos centros sanitarios.

En cuanto al segundo punto, la coordinación general sanitaria, es
otra competencia estatal, a la que desde luego no renuncia el
Ministerio, sobre la que está realizando un ejercicio de reflexión.

Hay que deslindar el contenido de esta competencia de coordinación
con el principio de cooperación, consustancial al funcionamiento del
Estado autonómico, y esta competencia de coordinación ampararía la
regulación y organización de organismos coordinadores, como la
Agencia de Seguridad Alimentaria; la Organización Nacional de
Trasplantes; el establecimiento de planes como métodos
y procedimiento para coordinar actuaciones, como el Plan nacional
de sida; o medidas que complementen la normativa básica reforzando su
cumplimiento, como es todo lo referente a la materia de investigación
científica y técnica en el Sistema Nacional de Salud.

Hay determinadas actuaciones que pueden considerarse intermedias
entre coordinación y cooperación, o al menos presentar contornos
imprecisos. Estamos abordando, creo yo que con criterios pragmáticos,
la definición de uno y otro ámbito a fin de dimensionar adecuadamente
el papel del Estado en cada una de estas vertientes. En este sentido,
las técnicas de planificación y programación conjunta pueden
considerarse bajo esta doble dimensión, como procedimientos de
coordinación o como procedimientos de cooperación. El propio consejo
interterritorial, al que hemos aludido tanto esta mañana, que SS.SS.

bien conocen, puede tener esa doble consideración: en parte se trata
de un organismo coordinador, y en parte a través del mismo se
desarrolla una gran actividad de cooperación.

Y en esa línea de determinar de forma nítida cuándo nos encontramos
en una o en otra área estamos trabajando en este momento. Pero
concretándonos en el área de la coordinación, las técnicas de
planificación y programación conjunta a la que he hecho referencia;
los programas integrales en materia sociosanitaria de salud mental,
de salud laboral, de salud bucodental, Alzheimer y otras demencias;
de criterios para la evaluación de la calidad científico-técnica y
percibida de los servicios en materia de farmacia, de atención
primaria, de atención especializada, de recursos humanos en lo que
son aspectos formativos; en los acuerdos de acreditación de la
formación continuada; en el propio programa de formación del Sistema
Nacional de Salud, del Carlos III; y en aspectos laborales como
convocatorias conjuntas del Sistema Nacional de Salud. En cuanto a
órganos: en comisiones bilaterales, que no están bien desarrolladas,
de hecho no están desarrolladas en absoluto, en materia sanitaria
entre el Ministerio de Sanidad y Consumo y las propias comunidades
autónomas cuando los acuerdos y los asuntos afecten única y
exclusivamente a una comunidad; y el propio consejo interterritorial,
que realmente estamos planteándonos, aunque no hay nada decidido
sobre ello, la posible modificación de su composición, la revisión de
su funcionamiento, la revisión o establecimiento de nuevas funciones,
la regulación de sus comisiones permanentes, el régimen y efectos de
acuerdos, a lo que usted, señor Arola, efectivamente hacía
referencia. No solamente hay que tomar acuerdos, es que luego hay que
cumplirlos, y hay que ver qué grado de cumplimiento se hace, y para
eso pueden ser útiles también los convenios de conferencia sectorial,
los convenios y conciertos; la planificación estratégica y gestión
integrada de esos convenios y conciertos y la detección de áreas de
interés, como la financiación priorizada o la evaluación.




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Por último, la alta inspección. La alta inspección es una competencia
estatal que nos permite hoy mismo, a través de una actividad de tipo
informativo, la comprobación y evaluación del cumplimiento en el
Sistema Nacional de Salud de los principios constitucionales de
solidaridad, autonomía y unidad, y los consagrados en la Ley General
de Sanidad de equidad y de participación ciudadana en la
planificación y gestión de los servicios sanitarios. Se está
analizando en estos momentos la idoneidad de contar con un
dispositivo orgánico que haga posible el ejercicio de la alta
inspección, y de mecanismos para el contraste de la información
analizada y la resolución de posibles disfunciones. No es que veamos
la alta inspección como un mecanismo directo de control, sino que,
cuando se produce algún incumplimiento de la legislación estatal,
obviamente tenemos que recurrir a los procedimientos
constitucionalmente previstos, pero se está estudiando la posibilidad
de establecer juntas de cooperación sectorial que realicen funciones
de arbitraje y regulación de procedimientos de requerimiento y
conflicto.

Finalmente, para la consecución de todos estos objetivos hay muchas
cosas que son importantes, pero hay dos, a mi modo de ver, que son
básicas para obtener ese Sistema Nacional de Salud cohesionado y
solidario. Resultan esenciales dos instrumentos: uno, disponer de un
sistema estatal de información sanitaria que actúe como soporte
fundamental para el conocimiento de la realidad de todo el sistema,
en el cual ya estamos trabajando; y un fondo interterritorial de
cooperación sanitaria destinado a incentivar programas específicos de
actuación conjunta.

En esto, señoría -al margen de la labor de control que hacen todos
ustedes cuando venimos los comparecientes a hablar de lo que hace el
Gobierno en sus distintos departamentos, se lo he dicho antes, señor
Arola, y se lo repito ahora, y lo repito a todos los miembros de esta
Comisión-, va a ser muy importante, una vez esté articulado como
proyecto, como propuesta, obtener el apoyo de todos los grupos
parlamentarios precisamente para desarrollar esta labor, que es en lo
que va a basar y lo único que va a tener como justificación la
existencia de un Ministerio de Sanidad en el futuro. Desarrollar esta
labor es muy importante para conseguir ese sistema de salud, al que
todos hacemos referencia, cohesionado, equitativo, solidario, que
entre todos hemos conseguido. Nos ha costado mucho llegar hasta aquí;
todos los gobiernos desde su creación han hecho un esfuerzo
importante en esta materia, y por lo tanto, cualquier gobierno -en
este caso del Partido Popular, que espero que siga muchísimos años, y
haré todo lo posible para que así sea- debe seguir protegiendo, siga
protegiendo este sistema del que todos los españoles nos hemos
dotado.




El señor PRESIDENTE: Señor Arola, tiene la palabra.

El señor AROLA BLANQUET: Con algunas afirmaciones, cuando se hacen
dos y tan contradictorias como las suyas, a uno le viene a la cabeza
aquello de cuán largo me lo fiáis. Usted nos promete o asegura que
vamos a gobernar este país, y ahora después nos da una ducha fría
diciendo: Pero bueno, espérense, espérense un buen rato.

Constatado esto, y a fórmula de inicio de mi respuesta, para que vea
el tono de ella, yo creo que ha dado usted una respuesta muy
importante para el futuro del modelo sanitario español, tan
importante que me atrevería a decir que en el tiempo de 10 minutos me
sería imposible comentar pormenorizadamente todos y cada uno de los
puntos que usted ha expuesto.

Mi grupo le sugiere que pidan ustedes una comparecencia para explicar
en profundidad lo que están ustedes haciendo. Usted sabe
perfectamente que la información y la transparencia de lo que se hace
es el mejor elemento con el que uno puede recabar para sí el apoyo
y con el que, en este caso los otros grupos, o los grupos que estamos
en la oposición, podemos prestarlo. Le dije a la ministra de Sanidad
en una comparecencia que entendemos que este foro es no sólo de
control, de pelea y de debate político, sino también de consejo,
favor y ayuda, es decir, de reflexión conjunta sobre los problemas
que se nos avecinan en el sistema sanitario.

No queremos 17 -usted le ha llamado sistemas, en mi grupo lo solemos
llamar subsistemas- subsistemas aislados que cada uno tiene sus
problemas o sus características y que no hay elementos de
coordinación; queremos que siga existiendo una autoridad sanitaria.

Su expresión es: competencias estatales; y no nos sentará mal, y no
porque corra por nuestras venas mucha sangre jacobina, que diría
Machado, no, sino porque tiene que haber una autoridad estatal que
tiene que hacer y representar un papel importante dentro del Sistema
Nacional de Salud del que nos hemos dotado y financiado todos los
españoles.

Usted me hablaba del papel del consejo interterritorial, que hemos
hablado varias veces, y me agradecía el comentario, pues pensaba que
había gente que se podía pensar que no servía para nada. Le prometo
que no, porque por eso se puso en la ley y por eso, los que tuvimos
la oportunidad de ser los constituyentes del Consejo interterritorial
de Salud en función de la historia y dónde estaba cada uno en su
momento, sabíamos que iba a llegar a tener este papel, y que este
papel tendría que llegar a través obviamente del proceso
transferencial al que usted en estos momentos, aunque le aconsejan
que no, llama histórico, pero es evidente que para el Sistema
Nacional de Salud es un momento nosotros también creemos que
histórico, para el sistema y para las comunidades autónomas, que ven
por fin alcanzar sus techos competenciales. Las ideas que usted ha
expuesto, y por lo que yo he podido leer estos días atrás en la
prensa, tienen que ser objeto de una profundización, de una mayor
explicación, un mayor conocimiento



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previo. Usted sabe que a veces, cuando se empiezan a escribir normas,
se empiezan a encontrar problemas, pero si se discuten ideas
previamente posiblemente después se puedan evitar los problemas.

Por lo tanto yo -y con esto acabo porque con el señor presidente
tenemos un cierto pacto de brevedad en esta intervención, y por eso
le decía también al principio que no me consideraba capaz en estos
momentos de hacer un pormenorizado comentario de su exposición- le
reitero que pidan ustedes una comparecencia para explicar aquí en
esta Comisión en profundidad lo que usted ha tenido que enunciar muy
brevemente en el tiempo de 10 minutos aproximadamente. Le vamos a
ofrecer cortesía parlamentaria, no vamos a salir corriendo al
registro para pedir su comparecencia, vamos a esperar el tiempo
prudente para que ustedes la pidan, y podamos discutirlo. También le
pedimos no sé si correspondencia, pero que cuando ustedes vayan a
realizarla haya un proceso previo de información de aquellos temas
que ustedes quieran abordar. Mi grupo cree que así es como podemos ir
dibujando conjuntamente el futuro postransferencial y asegurando la
presencia de un Ministerio de Sanidad, de unas competencias estatales
que aseguren el funcionamiento coordinado y cohesionado del sistema
que forman los sistemas regionales o autonómicos de salud.

En todo caso, le agradezco el contenido y el tono de su respuesta.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Señor Moreno.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Muchas gracias por su intervención.

Efectivamente, yo lo único que le pido, y además la disposición que
ha mostrado en cuanto a la comparecencia, es un poco de tiempo, muy
poco, precisamente para que sea mucho más eficaz esa discusión y ese
conocimiento de la situación que pretendemos plantear. Creo que este
es el foro adecuado para, establecidas esas bases con el conocimiento
de todos ustedes, poder venir aquí y exponerlo con más detalle. Le
agradezco mucho ese ofrecimiento y el tono cordial de su
intervención.




- DEL SEÑOR AROLA BLANQUET (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), SOBRE
TIPO DE COLABORACIÓN ESTABLECIDA POR EL MINISTERIO DE SANIDAD Y
CONSUMO CON EL MINISTERIO DE EDUCACIÓN, CULTURA Y DEPORTE, ASÍ COMO
CON LAS AUTORIDADES COMPETENTES DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS, PARA
SUPERAR LOS DESAJUSTES ENTRE LA FORMACIÓN DE PRE Y POSGRADUADOS,
SEGÚN EXPRESIÓN DE LA MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO. (Número de
expediente 181/000515.)
El señor PRESIDENTE: Pasamos a la siguiente pregunta. Tipo de
colaboración establecida por el Ministerio de Sanidad y Consumo con
el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, así como con las
autoridades competentes de las comunidades autónomas, para superar
los desajustes entre la formación de pre y posgraduados, según la
expresión de la ministra de Sanidad y Consumo.

Cuando quiera puede dar contestación el señor secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Para contestar a esta pregunta creo que, en
primer lugar, hay que hacer una serie de consideraciones generales
muy brevemente.

En primer lugar, para lograr el necesario equilibrio entre el número
de alumnos que se licencian anualmente en las facultades de medicina
y el número de plazas que se ofertan anualmente para la formación
especializada, hay que considerar, primero, que las universidades,
según lo establecido en la correspondiente Ley orgánica de reforma
universitaria, tienen plena competencia para determinar el número de
alumnos que ingresan en cada facultad. En segundo lugar, que las
comunidades autónomas tienen también plenas competencias para
autorizar, mediante la correspondiente ley de su asamblea
legislativa, la creación y estructura de las universidades. Que para
mantener la calidad de la formación de especialistas es
imprescindible mantener un sistema de acreditación de los centros y
unidades docentes en base a criterios previamente establecidos y
refrendados por el Consejo Nacional de Especialidades Médicas. Que la
formación de futuros especialistas no puede incidir negativamente,
como estamos todo el mundo de acuerdo, en el desarrollo de las
actividades asistenciales que se realizan en los centros acreditados.

Y, finalmente, que el sistema de formación de especialistas tiene que
tener en cuenta las necesidades de estos profesionales en el Sistema
Nacional de Salud. Yo diría que esto establece el marco general en el
que nos movemos en esta cuestión.

Con el objetivo de avanzar en la superación de estos desajustes, en
cuanto a iniciativas desarrolladas entre la formación pre y
posgraduada, se han tomado las siguientes iniciativas: Con la
finalidad de promover un descenso progresivo en el número de
estudiantes que ingresan en las facultades de medicina, así como
limitar en la medida de lo posible el número de facultades que
imparten estos estudios, la Subsecretaría del Ministerio de Sanidad y
Consumo y el presidente del Consejo Nacional de Especialidades
Médicas han trasladado esta problemática al grupo de ciencias de la
salud del Consejo de Universidades (ha habido reuniones con
estudiantes, ha habido reuniones conjuntas con el propio Ministerio
de Sanidad y Consumo y el de Cultura), Consejo que está presidido por
la ministra de Educación,



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Cultura y Deporte y forman parte de él los rectores de las
universidades públicas y los responsables de enseñanza universitaria
de las comunidades autónomas con competencia en esta materia de
enseñanza superior. Como resultado de todo ello en el próximo pleno
del Consejo de Universidades, que creo que se produce en estas dos
próximas semanas, se propondrá que a lo largo del próximo trienio que
se reduzca progresivamente el número de estudiantes que ingresan en
las facultades de medicina con el objetivo de que en el curso
académico 2004-2005 este número sea inferior a 4.000 estudiantes. En
el curso académico 2000-2001 han ingresado concretamente 4.383
alumnos nuevos.

Por otro lado, con la finalidad de incrementar el número de plazas
que se ofertan en la formación en el sistema MIR, se han
intensificado los trabajos que en este sentido se desarrollan con las
comunidades autónomas y las comisiones nacionales de cada
especialidad. Concretamente, en la convocatoria 2000-2001 se han
ofertado 5.135 plazas, lo que supone la mayor oferta realizada para
formación especializada en toda la historia del sistema MIR. Con
relación a la convocatoria anterior, la de 1999-2000, esto supone un
incremento del 8 por ciento en el número de plazas convocadas.

Estamos tratando, tanto en conversaciones con el Ministerio de
Educación, como con la conferencia de rectores, como con la mayor
oferta de plazas, evitar el desajuste que se produce entre la salida
de nuevos licenciados y las posibilidades de formación.




El señor PRESIDENTE: ¿Quería alguna aclaración?



El señor AROLA BLANQUET: No, quería información simplemente, señor
presidente; me conformo con la información que he recibido en estos
momentos.




- DEL SEÑOR AROLA BLANQUET (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), SOBRE
MEDIDAS PARA PERFECCIONAR EL PROCESO DE EVALUACIÓN DE LA FORMACIÓN
ESPECIALIZADA (Número de expediente 181/000541.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la última pregunta: Medidas para
perfeccionar el proceso de evaluación de la formación especializada,
también a petición el señor Arola Blanquet.

Tiene la palabra el señor secretario general.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COOPERACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): El proceso de evaluación de la formación
sanitaria especializada implica la realización de actividades a muy
distintos niveles. El concepto de evaluación no es un concepto
aislado, singular, de una parte de ese proceso de formación; incluye
muchos niveles y creo que conviene dejarlo bien claro en esta mañana.

Por un lado,
la evaluación de las unidades que imparten la formación. Dicha
evaluación se efectúa en dos fases: En primer lugar, mediante la
acreditación de las unidades docentes por parte del Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte, previo informe favorable del Ministerio
de Sanidad y Consumo, en el que se constata que cumple los requisitos
de acreditación previamente elaborados por el Consejo Nacional de
Especialidades Médicas y la comisión nacional de la especialidad
correspondiente. De esta forma se garantiza que todas las unidades
reúnan las condiciones necesarias para que los residentes reciban una
formación homogénea y de calidad, con independencia de la unidad
docente en la que se imparta. La realización de esta evaluación
requiere una actividad constante tanto en las comisiones nacionales
de cada especialidad, que analizan cada una de las solicitudes de
acreditación y de los expedientes de desacreditación, como del comité
de acreditación del Consejo Nacional de Especialidades Médicas y de
los ministerios de Sanidad y Consumo y de Educación, Cultura y
Deporte, al que finalmente corresponde dictar la resolución
definitiva de acreditación o desacreditación de plazas de formación.

En segundo lugar, mediante auditorías destinadas a evaluar el
cumplimiento de los requisitos de acreditación por las distintas
unidades docentes, y estas auditorías se realizan tanto con carácter
programado como a demanda de los distintos agentes implicados en el
proceso formativo, sean ellos gerentes de instituciones sanitarias,
administraciones públicas, residentes, etcétera. A estos efectos
existe en el Ministerio de Sanidad y Consumo una unidad
monográficamente dedicada a la planificación anual de la ejecución de
estas auditorías, así como a su seguimiento y al análisis y
tramitación de los informes resultantes de las mismas, a fin de que
se adopten las medidas correctoras que en cada caso resulten
convenientes.

El segundo nivel de la evaluación es el de los contenidos de la
formación. Dicha evaluación se dirige a determinar la pertinencia y
la suficiencia de los objetivos, tanto cualitativos como
cuantitativos, que se recogen en los programas de formación de cada
una de las especialidades. Estos programas son aprobados por el
Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Los programas formativos
han sido objeto de diversas actualizaciones recientemente para
adecuar sus objetivos a los avances técnicos y a la evolución de los
conocimientos científicos producidos en relación con cada
especialidad. En este sentido, la última modificación general, de
estos programas se ha producido en 1996, si bien son constantes en la
actualización las actividades tanto del comité de estudios como de la
comisión permanente del Consejo Nacional de Especialidades Médicas, a
fin de detectar las oportunidades de mejorar los programas formativos
actualmente vigentes con vistas a las modificaciones futuras.




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El tercer punto de evaluación quizá es el más visible -no el más
importante pero el más visible- y es la evaluación de los aspirantes
a plaza en formación sanitaria especializada, que se efectúa, como
todos ustedes conocen perfectamente, mediante una prueba selectiva
anual de carácter nacional cuyas características ya fueron las
generales establecidas en el año 1984 que regulaba la formación
médica especializada y la obtención del título de médico
especialista, así como el Real Decreto 931/1995, relativo a la
formación especializada en medicina familiar y comunitaria de los
licenciados en medicina a partir del 1 de enero de 1995, sujetándose
las pruebas selectivas a las normas que estableció la Orden de 27 de
junio de 1989. Dicha prueba respeta los principios de publicidad,
igualdad, capacidad y mérito, y selecciona a los aspirantes que
podrán acceder a las plazas de residentes ofertadas en cada
convocatoria según la puntuación obtenida por cada uno de ellos. La
realización de estas tareas requiere una actividad constante en la
Administración sanitaria, debido a su carácter anual pero sobre todo
a la complejidad de estos procesos selectivos que se realizan
simultáneamente en todas las comunidades autónomas con la
participación de un elevado número de aspirantes y en los que
anualmente se van introduciendo las mejoras derivadas de la normativa
vigente en cada momento y de la incorporación fundamentalmente de las
nuevas tecnologías de la información en las distintas fases del
procedimiento.

En lo que se refiere a la evaluación del proceso formativo de cada
residente, el sistema formativo de residencia consiste en aprender
trabajando mediante un procedimiento diferenciado de práctica
profesional programada y supervisada para alcanzar de forma
progresiva los conocimientos y la responsabilidad profesional
necesarios para ejercer la especialidad de modo eficiente. Y esto se
traduce, por un lado, en la evaluación continua de la formación de
cada residente, que se supervisa por los tutores y que se integra en
la evaluación anual realizada por los comités de evaluación a los que
se refiere tanto el Real Decreto 127/1984 como la disposición novena
de la orden del Ministerio de Presidencia de junio de 1995. Dichos
comités utilizan las calificaciones de suficiente, destacado o
excelente, o simplemente no apto cuando la evaluación es negativa,
siendo necesario haber sido evaluado positivamente al final de cada
año para pasar al siguiente año de formación. Las calificaciones que
los comités de evaluación otorgan a cada residente, o aquellas
calificaciones que se otorgan a cada residente se hacen constar en
las correspondientes actas y se remiten anualmente al Ministerio de
Sanidad y Consumo para su incorporación al Registro nacional de
especialistas en formación. Actualmente el Ministerio de Sanidad y
Consumo está impulsando decididamente la evaluación final del período
de residencia, que se encuentra prevista en el apartado
undécimo de la Orden ministerial del 22 de junio de 1995, a la que
he hecho referencia anteriormente.

El pasado año se realizó por primera vez la valoración final de los
residentes de la especialidad de medicina familiar y comunitaria que
habían concluido su período formativo en 1999. La prueba fue de
carácter voluntario para la calificación de excelente y se adoptó el
formato conocido como de evaluación clínica, objetiva y estructurada
de carácter eminentemente práctico, destinado a evaluar más las
habilidades y aptitudes adquiridas durante la formación que los
conocimientos teóricos.

Esta experiencia ha sido valorada positivamente por expertos
externos, concretamente se pensó en los expertos de la Universidad de
Laval, en Canadá, por ser la que tenía una mayor y más contrastada
experiencia en evaluación de competencia profesional con pacientes
simulados, así como el Consejo Nacional de Especialidades Médicas,
que ha solicitado que este año se realicen pruebas similares para la
evaluación final de las promociones de otras especialidades para
progresivamente alcanzar a la totalidad de los residentes que
finalicen su formación.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Arola.




El señor AROLA BLANQUET: De verdad, no me gusta que cuando (pero esta
es una opinión personal) uno pregunta sobre qué medidas concretas se
han tomado para perfeccionar un determinado sistema se me cuente el
sistema, porque se supone que uno ya lo conoce, se supone que tiene
la obligación, de conocerlo, y esta es una táctica que usted ha
repetido, reconocerá conmigo, a lo largo de muchas de sus respuestas;
nos ha leído órdenes de 1984, de 1985, leyes, acuerdos de comisiones,
de subcomisiones, algunas de esas subcomisiones con no tanto acuerdo
como ha podido parecer en su intervención.

Como ya vamos subiendo la cuesta, señor presidente, yo voy a hacer
una serie muy breve de afirmaciones. Yo creo que, a veces, se lo
decía antes, se necesita más transparencia. Las auditorías docentes,
por ejemplo. Este diputado que le habla tuvo muy poca suerte con una
pregunta que por escrito hizo respecto a ellas. No pedí el amparo a
la Presidencia, obviamente, pero ya le voy anunciando que le voy a
repetir la misma pregunta y que espero que esta vez quien la responda
pueda dedicarle mayor tiempo a contestar, porque ahí hay unos
elementos muy importantes que nos pueden permitir, sobre todo cuando
hablamos después de sistemas de calidad, de centros y servicios,
etcétera, conocer un poco en profundidad qué puede estar pasando con
todo lo que se pregunta, con todo lo que puede salir de una auditoría
docente.

No voy a hablar de la prueba MIR y de la evaluaciónde los aspirantes,
pero en la evaluación del residente,



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en lo que yo conozco, encuentro a faltar una armonización (esa es una
palabra que a veces suena muy mal pronunciada según y cómo),
homogeneización mayor, coincidencia de criterios a la hora de
proceder a la evaluación, y un mayor rigor, tal vez. Volveríamos a
las comisiones de docencia; yo no sé si volveríamos a los tutores,
algún día lo diremos; hay que formar también a los tutores en las
técnicas de evaluación, porque, si no, esto está quedando muy al
albur de su propia voluntad.

Creo que va a aparecer, si no ha aparecido recientemente ya, en
Medicina Clínica un trabajo que precisamente va a hablar de los
sistemas de evaluación que se están realizando en nuestro país, un
trabajo cuyo origen creo que es Andalucía, a lo que no le doy mayor
valor, y que además ha sido objeto, como usted sabe perfectamente, de
comunicaciones a lo largo de los últimos años sobre todos estos
procesos de evaluación. Mi grupo piensa que hay que ir a una
generalización de la evaluación final, al conjunto de las
especialidades que se están realizando. Esto no es de hoy para mañana
tampoco, yo creo que antes tenemos que conocer la realidad, y hay
otros procesos, no sólo este que usted ha citado, con la posible
introducción de nuevas técnicas de enseñanza, etcétera. Yo leía no
hace mucho, me parece que era ayer, que habrá que ir a una especie de
reexamen de los propios profesionales, a una reactualización de su
título, como casi podría parecer.

En resumen, yo creo que hay que seguir impulsando estas medidas de
mejora del sistema de evaluación y que tiene que haber mayores
elementos de coordinación, si no, se pueden estar produciendo
disfunciones y agravios a la hora de recibir los profesionales en
formación la nota final que algún día tendrá importancia en su
curriculum académico, y yo creo que ese es uno de los elementos de
preocupación que están en el horizonte en el tema que hoy abordamos.

Y por mi parte, hoy ya nada más, señor presidente, se lo prometo.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias por su generosidad, señor Arola.

Cuando quiera puede comentar alguna cosa el señor secretario general,
con brevedad.




El señor SECRETARIO GENERAL DE GESTIÓN Y COORDINACIÓN SANITARIA
(Moreno Palanques): Muy brevemente, y con brevedad, como dice el
señor presidente. Efectivamente, la petición que usted
hace, señor Arola, de generalización de la evaluación final, la
última parte de ese proceso de evaluación, que aunque sea tedioso yo
creo que conviene recordar cada vez que uno viene a comparecer ante
esta Comisión, el proyecto iniciado el año pasado de evaluación de
médicos de familia y la petición hecha por el Consejo de
especialidades precisamente para extender esa evaluación van en este
sentido. Por tanto sería deseable introducir como un elemento más de
garantía esa evaluación final. Y, efectivamente, usted lo ha citado
de pasada también, ¿por qué no mantener una evaluación continua entre
los profesionales, no ya de los que han acabado, sino de aquellos que
se mantienen en el Sistema Nacional de Salud. Si a lo que todos
aspiramos es a tener un sistema de mayor calidad, eso no solamente
supone nuevas tecnologías, nuevos procedimientos debidamente
acreditados, sino también que nuestros profesionales tengan la
oportunidad de formarse y al mismo tiempo de evaluarse, como hacen
muchos otros países, con carácter general, y que incluso eso tenga
también su repercusión en cuanto a mayor prestigio y en cuanto a
mayor reconocimiento y ¿por qué no?, mayor retribución por el
esfuerzo que ellos realizan en aras a tener un mejor sistema
sanitario. Es un esfuerzo en el que todos estamos comprometidos,
insisto, y como usted ha dicho, no es de un día para otro, pero creo
que vamos avanzando en esa línea. Cualquier actitud o medida que
tomemos para mejorar la calidad de nuestros centros pasa sin ninguna
duda por mejorar también la acreditación de esos procesos de
formación en los que hay que hacer un esfuerzo por parte de todas las
administraciones sanitarias que tienen encomendado el papel de formar
a nuestros residentes.




El señor PRESIDENTE: Agradecemos al señor secretario general de
Gestión y Cooperación su presencia en la Comisión y, finalizado el
orden del día, se levante la sesión.




Era la una y cuarenta minutos de la tarde.




Nota.-El presente 'Diario de Sesiones', de la Comisión de Sanidad y
Consumo, del miércoles, 30 de mayo de 2001, no guarda la relación
cronológica habitual, con el fin de no retrasar la publicación de los
'Diarios de Sesiones' ya elaborados.