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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 196, de 27/03/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 196



MEDIO AMBIENTE



PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.a MARÍA BERNARDA BARRIOS CURBELO



Sesión núm. 11



celebrada el martes, 27 de marzo de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Celebración de comparecencias de personalidades al objeto de informar
sobre el proyecto de ley del Plan Hidrológico Nacional. (Número de
expediente 121/000031.)



- Del señor secretario general de Ecologistas en Acción (Martín
Barajas). (Número de expediente 219/000167.) . . . href='#(Página5726)'>(Página 5726)



- De la señora directora de la Agencia Catalana del Agua (Lacambra
Puig). (Número de expediente 212/000430.) . . . href='#(Página5735)'>(Página 5735)



- Del señor presidente del Directorio del Consorcio BRL, organismo
gestor de la explotación de la concesión del agua del río Ródano
(Jean Pierre Brunel). (Número de expediente 219/000169.) . . .

(Página 5741)



Página 5726




- Del señor catedrático de Ecología de la Universidad de Barcelona y
vocal del Consejo Nacional del Agua (Prat Fornell). (Número de
expediente 219/000170.) . . . (Página 5748)



- Del señor presidente de Coagret y profesor de Análisis Económico de
la Universidad de Zaragoza (Arrojo Agudo). (Número de expediente 219/
000171.) . . . (Página 5755)



- De la señora representante del área de Medio Ambiente de UGT
(Hernando Martín). (Número de expediente 219/000172.) . . .

(Página 5766)



- Del señor catedrático de Mecánica de fluidos de la Universidad
Politécnica de Valencia (Cabrera Marcet). (Número de expediente 219/
000173.) . . . (Página 5771)



- Del señor secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores y
Ganaderos, UPA (Moraleda Quílez). (Número de expediente 219/000174.)
. . . (Página 5780)



- Del señor secretario de Medio Ambiente y salud laboral de
Comisiones Obreras (Nieto Sainz). (Número de expediente 219/000175.)
. . . (Página 5787)



Se abre la sesión a las diez y diez minutos de la mañana.




CELEBRACIÓN DE COMPARECENCIAS DE PERSONALIDADES AL OBJETO DE INFORMAR
SOBRE EL PROYECTO DE LEY DEL PLAN HIDROLÓGICO NACIONAL. (Número de
expediente 121/000031.)



- DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (MARTÍN
BARAJAS). (Número de expediente 219/000167.)



El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Buenos días, señorías.

Damos comienzo a esta sesión de la Comisión de Medio Ambiente para la
celebración de comparecencias al objeto de informar sobre el plan
hidrológico nacional.

Damos la bienvenida a nuestro primer compareciente, que es don
Santiago Martín Barajas, secretario general de ecologistas en acción,
quien intervendrá en primer lugar. Posteriormente los grupos tendrán
oportunidad de solicitar información sobre aquellas cuestiones que
consideren oportunas y, finalmente, el compareciente intervendrá en
un nuevo turno para contestar a las cuestiones que ustedes le
planteen.

Sin más preámbulos, comenzamos la comparecencia. Para ello, tiene la
palabra don Santiago Martín Barajas, secretario general de
ecologistas en acción.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (Martín
Barajas): Buenos días, señorías.

Voy a intentar ceñirme al tiempo que se me ha asignado y,
posteriormente, responderé a todas aquellas preguntas que ustedes me
quieran formular.

Desde principios del siglo XX, la política hidráulica que ha
predominado en nuestro país ha sido una política basada en las ideas
regeneracionistas de principios de siglo, fundamentada en un
incremento de la oferta de agua mediante la construcción de grandes
obras hidráulicas, pensando que el regadío iba a ser el elemento
regenerador del campo español y que esa iba ser la manera de evitar
las hambrunas. El problema es que esa política hidráulica, que en sus
inicios estuvo justificada, apenas ha evolucionado en cien años y se
ha quedado obsoleta. Cada día ha sido más ineficaz y la prueba la
tenemos, por ejemplo, en los embalses. Los primeros embalses que
existieron fueron los más eficaces desde el punto de vista
hidrológico; luego, se han ido haciendo otros, que son mucho menos
eficaces. Un dato del Ministerio de Medio Ambiente -los datos que voy
a utilizar son de la Administración hidráulica, porque existe un
cierto monopolio en cuanto a la información hidrológica- es que en
1967 la capacidad de los embalses existentes era de 27.000
hectómetros cúbicos y eso regulaba un volumen de 37.000 hectómetros
cúbicos; en el año 1995, la capacidad de los embalses se había
incrementado hasta los 52.000 hectómetros cúbicos -prácticamente se
había duplicado- y el volumen de agua regulada tan solo había subido
a 42.000 hectómetros cúbicos, es decir, 5.000 hectómetros cúbicos más
con el doble de capacidad. Ahí se ve que esa política hidráulica
seguida a lo largo de todo el siglo XX ha ido perdiendo eficiencia,
tanto en sus fines como desde el punto de vista técnico. Además, la
construcción de embalses ha supuesto unos daños ambientales y
sociales.




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En España hay 1.150 grandes embalses, lo que supone que existen 1.150
valles menos -todo lo que queda dentro del vaso desaparece para
siempre- y bajo las aguas de los embalses hay más de 500 pueblos. Si
tenemos en cuenta que en España hay 8.000 municipios, se comprende
que eso supone un importante impacto social.

En el año 1993 el Gobierno socialista presenta un plan hidrológico
nacional que, basándose en la misma política hidráulica seguida en
los últimos cien años, propone la construcción de más de 200 embalses
nuevos y la realización de bastantes trasvases, 12 ó 13.

Afortunadamente, ese plan no salió adelante, entre otras cosas por la
fuerte contestación social, contestación que no hubo durante la
dictadura, cuando se construyeron tantos embalses, por las razones
que todos conocemos. La contestación social aparcó, por tanto, ese
plan hidrológico basado en las ideas regeneracionistas de principios
de siglo.

El año pasado, el Partido Popular presentó un nuevo plan hidrológico,
en el que los trasvases se reducen a uno grande, se reduce el número
de embalses y a un elemento como la eficiencia en la utilización del
agua, a lo que hace 10 años no se le daba importancia, ahora se
destina la mayor partida presupuestaria. ¿Qué es lo que ocurre? Que
este nuevo Plan hidrológico nacional, aunque tiene todavía retazos de
las ideas regeneracionistas porque introduce gran cantidad de
embalses inútiles y de gran impacto medioambiental (el propio
trasvase también forma parte de ello), ha cambiado de rumbo; un
cambio de rumbo hacia unas ideas economicistas.




Lo que intenta este Plan hidrológico nacional es sacar el mayor
rendimiento económico posible al agua ya que se considera al agua
como un bien económico para producir dinero. A nuestro entender, ese
es el planteamiento fundamental de este Plan hidrológico nacional. Es
un plan profundamente economicista, con algunos retazos
regeneracionistas del siglo XX. ¿Qué es lo que esto trae consigo?
Según este plan, hay que llevar el agua a las zonas de más renta, en
este caso la costa mediterránea por el regadío y el turismo.

¿Consecuencias ambientales del modelo que este plan ayuda a
consolidar? Tenemos unos daños ambientales que normalmente se dice
que se producirán en las cuencas donantes -cosa que es cierta- pero
nosotros creemos que los daños ambientales más grandes se van
a producir sobre todo en las cuencas receptoras, por varias razones.

Existe una agricultura intensiva basada en la utilización de gran
cantidad de pesticidas y de abonos, con una esquilmación del suelo
puesto que al utilizar aguas con alto contenido salino lo que sucede
es que se estropea el suelo en pocos años, ese suelo se abandona y
luego se van a roturar otras áreas para poner regadíos en otras
zonas. Esto está acabando con las últimas masas de vegetación natural
que existen en la costa mediterránea, está acabando con los suelos,
se
está produciendo una tremenda contaminación difusa en el subsuelo que
es casi imposible eliminar... Es decir, está produciendo daños
medioambientales irreversibles en la zona.

Por otra parte, desde un punto de vista social, este modelo ha
conseguido que nuestro país haya dado un paso atrás de varias décadas
en lo que se refiere a los derechos de los trabajadores. En la zona
de Murcia, Almería y Alicante los trabajadores ilegales que trabajan
en el campo lo hacen en régimen que podríamos denominar de
semiesclavitud, y con el ejemplo que voy a poner lo van a entender
rápidamente. He dicho en régimen de semiesclavitud, no de esclavitud,
porque no se les encadena. Hace poco salió en televisión una
información que decía que a estos inmigrantes ilegales se les paga 10
pesetas por recoger un kilo de bróculi. Cada vez que uno se agacha
para recoger brócoli se cogen unos 300 gramos de este producto, más o
menos, es decir, hay que agacharse tres veces para recoger un kilo.

Cuando cualquiera de ustedes sale a la calle y ve un duro en el suelo
probablemente no lo coge y pasa de largo. Yo eso también lo hacía
pero ahora, cuando lo veo, lo cojo porque digo: medio kilo de
brócoli. Esto nos está demostrando que es un sistema de auténtica
semiesclavitud. Hacía años que en España no había gente que vivía tan
mal. Y cuando se dice que son unos pocos empresarios desalmados,
luego sale en televisión que como ahora los agricultores tienen miedo
de contratar a inmigrantes ilegales se va a perder la mitad de la
cosecha de brócoli de este año. Conclusión: si se va a perder la
mitad de la cosecha de brócoli quiere decir que la mitad de los
trabajadores eran ilegales: es claramente una cuestión de números, de
matemáticas. Ese es el modelo que intenta consolidar este Plan
hidrológico nacional presentado por el Gobierno.

Entrando en las cuestiones técnicas, hemos analizado con mucho
detalle la documentación técnica del plan y hemos encontrado que está
basado en unas hipótesis de futuro y con que alguna de ellas no se
cumpla, todo el plan se viene abajo: técnicamente hablando es un plan
cogido con alfileres. Por ejemplo, el plan se basa en que en la costa
mediterránea hay unos déficit de agua, se cubren esos déficit y aquí
paz y después gloria, ahí acaba el tema. Se dice expresamente que no
se va a incrementar el regadío en la costa mediterránea. Eso es lo
que se dice, pero es falso. El regadío en la costa mediterránea se
está incrementando en las zonas donde se van a recibir los trasvases.


¿Por qué? Porque el mero anuncio dispara el crecimiento de las
demandas. Hay una prueba, la única que tenemos en España, el trasvase
Tajo-Segura actualmente el déficit de agua en la cuenca del Segura es
mayor que antes de hacerse el citado trasvase. Es decir, están
creciendo las demandas y me remito a las pruebas que da la propia
Administración pública. Nosotros tenemos algunas, pero llegamos hasta
donde llegamos. Se pidió a la comisión permanente del Consejo
Nacional del Agua que hiciera



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un informe sobre los regadíos ilegales que Ecologistas en Acción
habían denunciado. Se hizo un informe muy político que venía a decir
que eran verdad todos los regadíos ilegales que habíamos denunciado
pero que no había más, que habíamos encontrado todos, lo cual nos
llenó de orgullo. Pero luego fuimos a hablar con el Servicio de
Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil y les pedimos los
datos de transformaciones de monte -es decir, zonas de bosque o
matorral- a regadíos, que es ilegal. El Seprona, en el año 2000 la
Comunidad Autónoma de Murcia puso 72 denuncias por roturaciones de
monte a regadío, sin incluir tierras de secano que pasan a regadío
porque eso no se considera una infracción desde el punto de vista
medioambiental, lo que sí es una infracción ambiental es roturar
monte y pasarlo a regadío. Como digo, el Servicio de Protección de la
Naturaleza de la Guardia Civil puso esas 72 denuncias en Murcia, 8 en
la provincia de Alicante y 51 en Almería; pero durante los meses de
enero y febrero de 2001, es decir bien reciente, el Seprona ha puesto
17 denuncias sólo en la Comunidad Autónoma de Murcia: el anuncio del
trasvase ya está disparando el crecimiento de las demandas en la
costa mediterránea.

Por otro lado, una buena parte del trasvase se plantea para el
abastecimiento urbano. Si echamos las cuentas del agua que se destina
a dicho abastecimiento, lo que consumen las viviendas, nos
encontramos con que parece que está prevista la construcción de más
de un millón de viviendas en toda la costa mediterránea; más que
previsto, es que se están construyendo. Les sugiero que se den un
paseo para que vean la cantidad de grúas que hay por toda la costa
mediterránea. Probablemente haya ya más grúas que árboles.

Otro fallo bastante importante que encontramos en el Plan hidrológico
nacional presentado por el Gobierno es que no se tiene en cuenta la
cuestión del cambio climático, cambio climático que se está
produciendo. Si leemos la documentación técnica relativa al Plan
hidrológico nacional, vemos que hay un apartado que dice que se han
producido reducciones en el caudal del Ebro, justificándolas en base
a que ha habido un incremento de las demandas en su cuenca. No hace
falta ser muy listo para darse cuenta de que, si hay un incremento de
las demandas, el caudal del río disminuye y, si uno hace los
cálculos, ve que, aparte de esas reducciones que se han producido por
el regadío, allí falta agua. Es decir, ha habido una reducción neta
de los recursos hídricos en el Ebro independientemente del incremento
de las demandas que se han producido como consecuencia de los
regadíos. Eso es evidente. El propio Cedex dice que el incremento de
un grado de temperatura más una reducción del 5 por ciento de las
precipitaciones da lugar a una reducción del 20 por ciento de los
recursos hídricos disponibles. Pues bien, si en un período de tiempo
entre 40 y 50 años no es detectable una reducción del 5 por ciento en
las precipitaciones, se puede considerar una variación normal. Ahora,
los
datos demuestran que se está produciendo una reducción neta del agua
de los ríos en nuestro país. Nosotros hemos dicho que, si no hay
excedentes en el Ebro, no se va a poder trasvasar agua, pero el
problema mayor no va a estar ahí, sino en las cuencas receptoras. El
otro día un señor diputado dijo que había que elaborar un plan
hidrológico para preparar al país en relación con el cambio climático
que se avecina y la verdad es que la salida del señor ministro no nos
gustó, puesto que pareció decir que, si se producía el cambio
climático, lo de menos sería el trasvase, ya que tendríamos que salir
todos corriendo. Y no es así. Hay que preparar al país para que pueda
afrontar el mencionado cambio climático, el cual supone una reducción
del 35 por ciento de los recursos hídricos disponibles en la zona de
Murcia y en la cuenca del Guadalquivir, por lo que es importante que
se actúe en ese sentido.

La alternativa que se propone desde Ecologistas en Acción es la
siguiente. Hay zonas en las que se puede incrementar la eficiencia de
la utilización del agua, así como mejorar la redistribución de los
recursos, esto es, reutilizar las aguas residuales. Con ello se puede
conseguir cubrir ese supuesto déficit, palabra que nosotros no
admitimos, ya que creemos que es completamente artificial. En Madrid
no asumimos que tenemos déficit de playas -eso está claro- ni
excedentes de sierra, por lo que resulta absurdo decir lo mismo en
relación con el agua. Nosotros consideramos que hay zonas, como las
cuencas internas de Cataluña o la cuenca del Júcar, en las que se
puede incrementar la eficiencia de la utilización del agua,
redistribuir los recursos hídricos y cubrir ese presunto déficit del
que habla el Ministerio de Medio Ambiente. Ahora bien, existen otras
regiones, como la cuenca del Segura, en relación con las cuales la
gente perteneciente a Ecologistas en Acción de Murcia -por cierto,
bastantes de ellos trabajan en la universidad- dicen que incrementar
allí la eficiencia de la utilización del agua puede llegar a ser
contraproducente. ¿Por qué? Porque las pocas zonas en las que el agua
se ve, áreas naturales, son precisamente lugares en los que la
eficiencia en la utilización del agua es menor. ¿Cuál es el problema?
No es que en Murcia falte agua, sino que en la cuenca del Segura
sobran regadíos, por lo que habrá que empezar a abandonar decenas de
miles de hectáreas de regadíos en la cuenca del Segura. Es absurdo
llevar agua a la cuenca del Segura. Imagínense ustedes una mina en la
que se extrae el mineral y éste se agota. Lo que se hace es cerrarla
e intentar colocar en otras tareas a los trabajadores. En la cuenca
del Segura había unas minas de agua, entre comillas, que eran los
acuíferos, esas minas se han agotado irremediablemente, porque se ha
producido intrusión salina, por lo que es tan absurdo llevar el agua
allí como lo sería meter mineral en una mina para que luego los
mineros siguieran sacando mineral de ella. En este sentido, este Plan
hidrológico nacional no es más que una huida hacia adelante, porque
el déficit



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cada vez va a ser mayor. Los recursos disponibles estarán en el Ebro,
en el Ródano y no sé si en Groenlandia algún día. Entendemos que es
un sistema absolutamente insostenible.

Por último, y con esto acabo, nuestra alternativa, más que la
alternativa ecologista creemos que es la del sentido común, y es
incrementar la eficiencia en la utilización del agua todo lo que se
pueda, no sólo en la costa mediterránea, sino en el interior, puesto
que, aunque haya agua, conviene que se utilice eficazmente porque de
esa manera los ríos llevan más agua, lo que ambientalmente es más
positivo, y desembocan en el mar, cosa que entendemos que también es
bastante razonable, respetando el medio ambiente y diseñar el modelo
de desarrollo socioeconómico de las diferentes cuencas y regiones en
función de los recursos hídricos disponibles en la zona. (La señora
presidenta ocupa la Presidencia.) Ya digo que entendemos que responde
más que a tesis ecologistas a lo que es el sentido común.

Perdonen por haberme extendido tal vez demasiado y quedo a su
disposición para todo lo que quieran preguntar.




La señora PRESIDENTA: El señor Ruiz López, portavoz de Izquierda
Unida, que ha solicitado la comparecencia, tiene la palabra.




El señor RUIZ LÓPEZ (don Antero): Agradezco la presencia de don
Santiago Martín Barajas, secretario general de Ecologistas en Acción,
y pido disculpas por la ausencia de la portavoz habitual en esta
Comisión, la compañera Presentación Urán, que problemas de agenda de
la Mesa del Congreso impiden que esté aquí. Yo voy a tratar de cubrir
su ausencia.

En esta comparecencia, que había sido pedida por Izquierda Unida,
igual que por otros grupos, voy a plantearle al compareciente las
inquietudes que Izquierda Unida tiene con respecto al plan
hidrológico.

Los criterios con los que Izquierda Unida ha afrontado el análisis y
debate del plan hidrológico se basan en la vertebración sostenible
del territorio y en una gestión integral de la demanda. Desde ese
punto de vista, hemos enfatizado en la necesidad de un plan de
regadíos que establezca de forma precisa, rigurosa y fundamentada las
necesidades reales de la demanda agrícola. Hemos señalado que una
política de trasvases alienta una política de regadíos, de más tierra
de cultivo, más allá de la demanda existente. El trasvase TajoSegura
ha incrementado el déficit que pretendía cubrir, puesto que la media
de agua trasvasada anualmente de 300 hectómetros cúbicos, hasta 1999,
cuando estaba previsto alcanzar mil hectómetros cúbicos no sólo no ha
acabado con el déficit, sino que lo ha visto incrementar, ya que el
espejismo de disponer de más cantidad del recurso dispara las
expectativas alentando la puesta en regadío de más tierras de
cultivo. Esta experiencia
es relevante a efectos de los regadíos previstos en la cuenca
mediterránea. La impresión que produce el plan hidrológico previsto
es que el coste del agua será prohibitivo para los sectores básicos
como el agua de boca y el regadío derivado del asentamiento rural a
favor del ocio. El turismo...




La señora PRESIDENTA: Señor Ruiz López, disculpe. La dinámica en la
que habíamos quedado esta Presidencia y esta Mesa con los portavoces
de los diferentes grupos era no tener esa intervención previa, sino
preguntar directamente en relación con la exposición. Todos los
grupos van a disponer sólo de cinco minutos para preguntar, lo digo a
los efectos oportunos.




El señor RUIZ LÓPEZ (don Antero): Hubiera sido interesante conocer
ese dato de los cinco minutos al principio, con lo que disparo
directamente. Estaba intentando situar los motivos y los aspectos
fundamentales de nuestro criterio, pero sabiendo que tenemos cinco
minutos iré directamente al grano.

Desearíamos conocer la opinión de su organización sobre el diseño de
una demanda de regadío intensivo que puede pagar altos precios con
evidentes efectos sobre el modelo agrícola territorial y de rentas.

En segundo término, debemos preguntarnos sobre la cultura del agua
que debe amparar un modelo sostenible de desarrollo. Entendemos que
el agua es un recurso agotable y que debe centrarse en la gestión de
la demanda, el ahorro y la reutilización. En este sentido, sería
relevante conocer los datos y criterios con los que opera su
organización, aunque algunas cosas se han dicho ya. Le proponemos una
reflexión sobre inversiones en modernización, en regadío,
abastecimiento de poblaciones, alternativas a las que se plantean en
el Plan hidrológico nacional.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (Martín
Barajas): Si no le importa, ¿puede ir más despacio?



El señor RUIZ LÓPEZ (don Antero): Nuestro criterio es que el plan
hidrológico ha de estar ligado a los planes de la cuenca, al plan
nacional de regadíos junto a una fuerte democratización en el control
de la gestión del agua, que actualmente no aportan las
confederaciones ni los sindicatos de regantes al no representar los
intereses de los sindicatos agrarios a la explotación familiar ni al
mundo rural.

Por otra parte, el plan presentado ha favorecido el conflicto entre
los usos tradicionales del agua y los nuevos y emergentes negocios
del agua, por lo que se hace imprescindible no sólo plasmar un amplio
consenso. ¿En qué medida puede su organización contribuir a este
consenso, y con qué criterio, sobre democratización y equilibrio
entre los usos del agua? Creemos que la única solución solvente al
problema del agua esfrenar y reducir la demanda. En las cuencas más
relevantes



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esta política requiere aumento en la eficacia de regadíos, mejorando
la distribución y produciendo cambios tecnológicos en riegos. ¿Puede,
además de señalar su opinión sobre esta cuestión, indicar qué
propuesta inversora proponen realizar en este campo?
Para terminar, le voy a formular tres preguntas muy directas. ¿Piensa
que el modelo de agricultura intensiva en la costa mediterránea
fomenta la desigualdad social? ¿Cree que el trasvase favorece que se
siga produciendo esa desigualdad?



El señor SECRETARIO GENERAL DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (Martín
Barajas): Haga el favor de ir más lento, porque quiero anotarlo todo
para poder contestar a todo. ¿Me puede repetir la pregunta?



El señor RUIZ LÓPEZ (don Antero): La primera pregunta es: ¿Piensa que
el modelo de agricultura intensiva en la costa mediterránea fomenta
la desigualdad social? Segunda pregunta: ¿Piensa que las
administraciones serán capaces o tienen interés en frenar la apuesta
de nuevas tierras de regadío en la costa mediterránea? Tercera y
última pregunta: ¿Considera que el Plan hidrológico nacional puede
entenderse dentro de lo que se define como desarrollo sostenible?



La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor
Saura, recordándole la necesidad de hacer la pregunta de forma
directa. Además, el señor Martín Barajas solicita de los
intervinientes que al elaborar la pregunta lo hagan lo
suficientemente despacio y claro como para tomar notas.




El señor SAURA LAPORTA: Gracias por el recordatorio, señora
presidenta.

Haré tres preguntas muy concretas. La primera, a la que quisiera que
se me respondiera sí o no, si es posible, es si el señor Martín
Barajas cree que este plan se inscribe en las pautas de desarrollo
sostenible. Todo el mundo nos llenamos la boca diciendo que hace
falta una nueva cultura y una nueva política del agua, y me gustaría
saber cuál es la opinión del señor Martín Barajas, en nombre de
Ecologistas en Acción, en ese sentido. Si pudiera, además de
responderme sí o no, me gustaría que concretara un poquito más la
afirmación que ha hecho de que el plan hidrológico fundamentalmente
daña a las cuencas receptoras, así como a la incidencia del cambio
climático.

La segunda pregunta sería si cree el señor Martín Barajas que el plan
hidrológico choca con el espíritu y la letra de la directiva de aguas
y si vulnera dos directivas que ya están en vigor, la de aves y la de
hábitat, en relación a los espacios naturales.

La tercera y última pregunta sería que, entendido que el señor Martín
Barajas cuestionaba el plan hidrológico, en la medida en que se
situaba en una oferta ilimitada de agua para conseguir del agua el
máximo rendimiento económico -es lo que he entendido-, a su
juicio, aparte de esta filosofía, ¿qué aspectos más concretos echa en
falta en este plan?
Nada más, señora presidenta.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Vasco, PNV, tiene la palabra el
señor Otxoa de Eribe.




El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: Creo que la exposición ha sido
bastante amplia y ha contestado a algunas de nuestras dudas al
respecto. Además, el Grupo Mixto ha hecho dos preguntas en las cuales
estamos interesados, pero remarcaría una de ellas. ¿Cree que en el
aspecto socioeconómico el actual sistema, incluso implementado con
más agua, es sostenible en futuros casi inmediatos? Y ¿cuál es la
alternativa socioeconómica que, a juicio de la organización que
representa, puede darse en estas zonas actuales de regadío intensivo?
Nada más.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Morlán.




El señor MORLÁN GRACIA: Muchas gracias, señor Martín Barajas, por su
presencia en esta Comisión.




En primer lugar, al igual que a los compañeros que me han precedido
en el uso de la palabra, algunas de cuyas preguntas doy por
formuladas, me gustaría que nos dijera si considera oportuno y
conveniente que exista una evaluación estratégica ambiental del
conjunto del plan, antes de que se inicie su ejecución.

En segundo lugar, también me gustaría que hiciera referencia al
precio del agua, porque, como usted dice en su voto particular, este
plan sólo hace referencia al trasvase, pero yo creo que el precio del
agua es un elemento que hay que contemplar en el conjunto de la
gestión del agua.

En tercer lugar, ¿el conjunto del plan respeta las directivas
europeas, ya no sólo la directiva marco en política de aguas sino la
directiva de hábitat o la de aves?
En cuarto lugar, la directiva marco en política de agua habla de
unidades de cuenca, y habla de una estructura y de un contenido de
las cuencas más amplio del que actualmente viene configurado en
nuestro marco normativo. Sería bueno conocer cuál es la opinión de su
grupo, Ecologistas en Acción, en relación a si respeta la directiva
en esa materia y a qué condicionantes pueden establecerse a la hora
de que haya trasvases entre cuencas.

En estos momentos existen, como bien conoce, las confederaciones, las
sociedades de agua, las asociaciones de regantes. ¿Entiende que la
administración hidráulica española puede llevar a cabo una política
ambiental que permita la defensa de la gestión integral del agua?
Usted conoce este texto porque, según dice, en su voto particular ha
hecho algunas aportaciones relacionadas



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con aspectos ambientales del proyecto de ley, y hace referencia a dos
artículos, concretamente el 28, protección del medio público
hidráulico, y el 35, que hace referencia al seguimiento,
actualización, revisión y publicidad.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (Martín
Barajas): No.




El señor MORLÁN GRACIA: Pues entonces es que ha cambiado el orden de
los artículos. ¿Encuentra que la redacción que se ha dado a los
artículos del proyecto de ley que hacen referencia a aspectos
ambientales sigue las pautas que ustedes han marcado en el Consejo
Nacional del Agua? ¿Estos artículos son meramente declarativos o
tienen algún tipo de compromiso más serio que implique que la
administración hidráulica va a tener que seguir unas pautas
ambientales?



La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Popular, tiene la palabra la
señora De Lara.




La señora DE LARA CARBÓ: Señor Martín Barajas, bienvenido a esta
Comisión.

Le voy a hacer cinco preguntas concretas. En primer lugar, quería
saber su opinión sobre si ha habido diálogo entre el Ministerio y los
sectores implicados y si en el pleno del Consejo Nacional del Agua se
han incorporado alegaciones que se hayan presentado durante este
período.

Segunda pregunta: ¿Considera que el billón que se contempla en el
plan de inversiones para modernización de infraestructuras y los
500.000 millones para saneamiento, depuración y reutilización son
medidas cuyo objetivo es la eficiencia en la utilización del agua?
Tercera pregunta: ¿Considera que la cuenca del Segura tiene un
déficit estructural? Si es así, ¿cree que la solución a este déficit
es eliminar regadíos?
Cuarta pregunta: ¿Se puede deducir de su intervención, ya que usted
no lo ha mencionado, y se ha extendido bastante, que en la cuenca del
Ebro no existe afección alguna? Última pregunta: ¿Cuál considera que
es el efecto ambiental de la desalación, concretamente de la
desalación como alternativa al trasvase? Efectos sobre el cambio
climático que tanto nos preocupa a todos.




La señora PRESIDENTA: Debido a que se consumió mucho tiempo en la
primera parte de la intervención, ruego al señor Martín Barajas que
responda muy directamente a las preguntas para no retrasarnos
demasiado.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (Martín
Barajas): Señora presidenta, también quiero recordarle que hemos
empezado veinte minutos después de la hora prevista. Como usted
no estaba, quiero que lo sepa. Lo digo por si había una hora, pues en
ese caso caducaría a las once y veinte.




La señora PRESIDENTA: Disculpe, señor Martín Barajas, pero cuando
llegué y vi que estaba acabando, pensé que había empezado puntual.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (Martín
Barajas): Voy a intentar responder a todas las cuestiones que se han
formulado.




En primer lugar, se ha hecho una desde todos los sectores, si
entendemos que este plan está dentro de lo que es el desarrollo
sostenible. Según el informe Brutland, desarrollo sostenible es aquel
que satisface las necesidades de la generación presente sin
comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer
sus propias necesidades. El Plan hidrológico nacional presentado por
el Gobierno no está ni muchísimo menos dentro de lo que es el
desarrollo sostenible. Para entendernos -el informe Brutland es la
definición oficial-, desarrollo sostenible es aquel que se sostiene
solo. Lo que plantea el Plan hidrológico nacional presentado por el
Gobierno no es desarrollo sostenible, sino desarrollo sostenido, es
decir, sostenido desde fuera. En ese sentido les puedo decir que para
nada entra en lo que sería el desarrollo sostenible, y además el
problema es que nosotros entendemos que cada vez va a ser más
insostenible. ¿Por qué? Porque entendemos que es una huida hacia
delante. Hay unos presuntos déficit en la cuenca mediterránea, se
pretenden cubrir con el trasvase del Ebro y el problema que hay es
que esos déficit se siguen incrementando día tras día en la costa
mediterránea, según los datos oficiales de la propia Guardia Civil,
que he aportado antes. Ese crecimiento de las demandas se sigue
produciendo, con lo cual, por un lado, tenemos un cambio climático
que reduce los recursos hídricos disponibles y, por otro lado, un
crecimiento de la demanda en la costa mediterránea. Eso es
insostenible, tarde o temprano choca.

Por otra parte, se habla de que no se incremente el regadío en la
costa mediterránea con cargo a aguas del trasvase, pero en el
documento del Gobierno no se pone freno al crecimiento del
abastecimiento urbano en la costa mediterránea, y crecimiento urbano
significan apartamentos en la costa -me refería al bosque de grúas
que vemos rodeando toda la costa-.

También se me ha preguntado si las administraciones quieren frenar el
crecimiento del regadío en la costa mediterránea. Depende de qué
administraciones. Por ejemplo, nosotros estamos convencidos de que la
Comunidad Autónoma de Murcia no quiere frenar el crecimiento de las
demandas, y la prueba la tenemos en declaraciones en el periódico La
Verdad, de Murcia, con fecha de septiembre, donde el consejero de
agricultura de Murcia decía que vería con buenos ojos una ley de
punto final para el regadío ilegal. Cuando



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desde una consejería de agricultura se dice que se ve con buenos ojos
una ley de punto final para el regadío ilegal, lo que está claro es
que está diciendo: a correr, que este es el momento. En ese sentido,
nosotros creemos que no sólo no se está intentando frenar el
crecimiento del regadío, sino que en muchos casos se está
incrementando.

Hay otra prueba, que yo creo que es bastante evidente, que demuestra
la intención que hay de frenar el crecimiento del regadío. En
Almería, desde 1984 está prohibido el incremento del regadío, según
una norma: prohibición de incrementar la superficie regada o abrir
nuevos pozos. Pues en 1995 había -datos oficiales de la Consejería de
Agricultura de la Junta de Andalucía- en Almería 60.456 hectáreas de
regadío y en 1999 había 74.509, es decir, se habían incrementado
14.000 hectáreas de regadío en cinco años, a pesar de ser ilegal. Es
cometer una ilegalidad pero no es que uno se lleve una cartera y no
le vean. El regadío se ve, está todos los días, de día y de noche. Es
una ilegalidad manifiesta. Esto demuestra que no ha habido mucha
intención de frenar el crecimiento del regadío en la costa
mediterránea.

Daños en las cuencas receptoras. Creemos que el trasvase es un regalo
envenenado. ¿Por qué? Porque se está fomentando un modelo
completamente insostenible; llegará un momento en que va a colapsar y
habrá mucha gente que se quede en la calle. Por otro lado, es
importante decir que, con la política agraria comunitaria y con la
marcha de los mercados mundiales, a lo mejor esa agricultura tan
rentable de la zona de Murcia, Almería, Alicante, deja de serlo en
pocos años, entre otras cosas, por la entrada masiva de productos
hortofructícolas de otros lugares del Mediterráneo, por ejemplo, de
Marruecos. Eso ha ocurrido con el tomate.

Los agricultores de la costa mediterránea están siendo sustituidos
por grandes empresas, que detrás lo que tienen son los bancos. Hay
una industria agrícola, por decirlo de alguna manera, no el
agricultor, que muchas veces sale en la tele, y que ve que está muy
seco el campo. Esas grandes empresas agrícolas que tanto quieren a la
costa mediterránea son precisamente las que están poniendo en regadío
las tierras en Marruecos, por lo que a lo mejor luego dejan tirada a
la costa mediterránea. No son tan buenos como ellos dicen, que
quieren crear puestos de trabajo, porque son ellos los que están
haciendo la propia competencia a los productos que se obtienen en la
costa mediterránea de nuestro país. Este modelo favorece claramente
la desigualdad social. Es evidente. Yo he estado como invitado en la
Permanente del Consejo Nacional del Agua, con voz y sin voto, y una
de las cosas que siento es no haberme dado cuenta antes de ello.

Pediría por favor a las señoras y señores diputados que incluyan unas
enmiendas en el Plan hidrológico nacional relativas al tema social,
en el sentido de que, cuando a un agricultor se le pone una multa
porque
tiene trabajadores ilegales, recurre la multa, no la paga o la paga
y, como le da igual, sigue adelante. ¿Cuál es el problema? El
problema no está ahí. Nosotros pedimos que incorporen unas enmiendas
dirigidas a que todos los concesionarios de agua, tanto en la costa
mediterránea como en el interior, demuestren anualmente que tienen
los trabajadores en regla, dados de alta en la Seguridad Social y con
los salarios mínimos, y además que se corresponda el número de
trabajadores con la superficie del cultivo y lo que cultiva; no se dé
el caso de que uno, con 50 hectáreas por ejemplo de tomates, tenga
tres trabajadores porque dice que son muy rápidos. No, eso no es,
porque luego contrata ilegalmente a otros. Esta sería una medida
bastante útil, demostrar que tienen los trabajadores en regla.

Además, en el caso de infringir esa norma, aparte de las cuestiones
legales que puedan suscitarse por los trabajadores, que se les retire
automáticamente la concesión del agua de manera definitiva. Eso es
realmente lo que le da miedo al agricultor infractor que coge
trabajadores ilegales, que le quiten la concesión del agua, porque se
acabó el negocio. Las multas se recurren, se pierden, pasan los
plazos, se cambia el nombre de la empresa y así no hay multa, se la
colocan a una empresa que ya no existe, sabemos que hay triquiñuelas
legales para hacerlo, pero de lo que no cabe duda, y se lo puedo
garantizar, es de que si, en el momento en que se detecta eso, se
retira la concesión de agua, incluso con carácter definitivo, al
regante que no tiene los trabajadores en regla, va a ser enormemente
eficaz. Lo hemos consultado y, desde el punto de vista legal, se
puede hacer perfectamente. Tenemos el caso, por ejemplo, de la
circulación; están las multas por infringir los límites de velocidad,
por conducir bebido, por saltarse los stop, pero ¿por qué también
está la retirada del carné? Porque las multas se recurren, pero a
mucha gente le afecta mucho más la retirada del carné. ¿Por qué se
ponen, por ejemplo, sanciones a funcionarios pero también se les
inhabilita para ejercer el cargo público? Porque eso duele, eso
escuece. Aquí pasaría lo mismo. Consideramos que si el Parlamento
incluyera la retirada de la concesión cuando se incumpla la normativa
respecto a los trabajadores -y que pueda haber inspecciones y
descubrirse-, harían un gran servicio a la sociedad, que toda la
sociedad se lo agradecería, salvo los infractores. Además,
combatiríamos una injusticia social brutal que hay ahora mismo en
estas áreas. Desde Ecologistas en Acción pedimos que por lo menos en
este punto haya consenso de todas las formaciones políticas, para que
no se abuse de esa manera de la gente que viene a buscar trabajo,
como se está haciendo en la actualidad.

Ya he comentado lo relativo a daños en cuencas receptoras. Directivas
comunitarias. Creemos que el Plan hidrológico nacional, sobre todo
con ese programa de inversiones, choca frontalmente con la directiva
europea de aves, la de hábitat y también incumple la



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directiva marco de aguas. ¿Por qué la directiva de hábitat?
Sencillamente, porque hay varias áreas de la Red Natura 2000 que se
van a quedar directamente debajo de los embalses y, por tanto, el
impacto es importante, desaparecen del mapa, como si las
desintegraran. Según el artículo 6 de la directiva de hábitat, habría
que haber hecho una evaluación ambiental sobre la incidencia de este
plan en la Red Natura 2000. Esto no se ha hecho y pensamos que se
tenía que haber hecho antes de traerlo al Congreso de los Diputados.

Alternativa al regadío intensivo. Primero, la política agraria
comunitaria está favoreciendo hacer menos intensivo el regadío, por
el tema de excedentes y, por otra parte, haya regadíos -insisto- en
cuencas, como antes se ha dicho, donde va a haber que abandonarlos,
hacer una reconversión y a los trabajadores que estén empleados en
ellas buscarles otro trabajo. Así de simple. Tarde o temprano va a
haber que hacerlo. Y repito que son esas grandes empresas, que tanto
quieren a la costa mediterránea, las que están a su vez fomentando
los regadíos al otro lado del Estrecho y si aquí pagan 10 pesetas por
el kilo de brócoli recogido, allí no sé si lo llegarán a pagar. Esas
mismas empresas se están yendo a esas áreas y van a dejar tiradas
muchas áreas de la costa mediterránea, para que nos entendamos.

Probablemente, ahora que estamos a tiempo, tendríamos que prepararnos
para esa nueva situación.

El Grupo Socialista ha formulado una pregunta sobre la evaluación
estratégica ambiental del Plan hidrológico nacional. Por supuesto que
se tenía que haber hecho una evaluación y la hemos reclamado. ¿Por
qué? En primer lugar, porque es conveniente y, en segundo lugar,
porque hay una directiva comunitaria que lo va a exigir. Ayer, la
señora comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallström, nos dijo que
iba a solicitar esa evaluación estratégica al Gobierno español. En lo
que se refiere al precio del agua, nosotros consideramos que el agua
debe tener un precio, pero no como un elemento recaudador de
impuestos más, que para eso el Ministerio de Economía tiene bastante
imaginación y hay ya bastantes impuestos, sino como un elemento
racionalizador del consumo. Si se paga una peseta por el metro cúbico
de agua y uno tiene una rotura en la conducción, prefiere seguir
teniendo la rotura y que ese agua se pierda, en lugar de solucionar
el problema. Si lo que se pierde ahí es dinero, ya arreglará las
pérdidas en redes de distribución. Eso es evidente. Pero también hay
que tener cuidado, porque el agua tampoco puede ir al mejor postor.

El mejor postor son los campos de golf, para que nos entendamos, y no
puede ir el agua a los campos de golf o al crecimiento urbanístico
para turismo. Y, tal y como se plantea el Plan hidrológico nacional,
puede ir por ahí. Nosotros estamos convencidos de que, después de
aprobar el Plan hidrológico nacional, el Gobierno va a modificar la
Ley de Aguas y va a liberalizar mucho más el mercado del agua, para
que el agua vaya a donde económicamente es más rentable,
a los usos que económicamente son más rentables. Dicho esto,
sí creemos que el agua tiene que tener un precio, pero un precio
encaminado a fomentar el ahorro y penalizar el derroche, lo que se
conoce como el sistema de bloques; el primero, más barato y luego ir
subiendo en precios.

Ya he dicho anteriormente que no se respetan las directivas europeas,
por lo menos a nuestro entender. La unidad de cuenca que marca la
directiva tampoco la respeta, porque me parece que el trasvase pasa
por tres o cuatro cuencas. En cuanto a si actualmente la
administración hidráulica tiene sensibilidad ambiental, nosotros
pensamos que no. Además, es muy curioso, porque yo recuerdo el
discurso del señor Borrell, recuerdo el discurso de la señora Tocino
y el del señor Matas y todos compartíamos y compartimos muchos
elementos de sus respectivos discursos. Pero una cosa es lo que
decían los señores ministros y otra cosa es la que hacían los
funcionarios hidráulicos, las confederaciones hidrográficas. Se
actuaba de forma muy distinta, iban con las obras de toda la vida. Te
venían a decir que los funcionarios estaban allí cuatro años, pero
que ellos estaban toda la vida: estuvo mi padre, estarán mis hijos,
etcétera. Le puedo decir que probablemente las confederaciones
hidrográficas son de los organismos de este país con menos
sensibilidad ambiental. Estamos convencidos de que en el Ministerio
de Defensa, en el de Interior, Economía o Agricultura hay más
sensibilidad ambiental que en las confederaciones hidrográficas. Una
prueba de ello es que, durante toda la vida, el órgano de gestión del
agua en el Ministerio de Fomento, de Obras Públicas o de Medio
Ambiente no se ha llamado Dirección general del Agua, Dirección
general de la Gestión del Agua, se ha llamado Dirección general de
Obras Hidráulicas. Eso expresa un poco la sensibilidad ambiental de
la Administración hidráulica de siempre.

Artículos ambientales que se han incluido en el plan a propuesta
nuestra. Hay algunos que tienen poco efecto, pero hay otros que son
muy positivos. Concretamente, el del dominio público hidráulico -han
cambiado la numeración; el de publicidad no es nuestro- es un
artículo que se ha incorporado prácticamente con nuestra redacción y
va dirigido a eliminar las construcciones en los cauces. Si se aplica
ese artículo -y si no se pondrán las denuncias correspondientes-, se
evitará que vuelvan a producirse tragedias como las de Biescas
y Badajoz. Hay otro artículo, el 31 -ahora no sé cuál será-, relativo a
la tipología de encauzamientos: eliminación del hormigón en el
encauzamiento en el medio rural y sustitución por incremento del
cauce de máxima avenida y revegetación con arbolado. Se trata de una
cuestión ambiental. También se han incorporado otras propuestas que
hemos hecho y que es mejor que estén, aunque tienen bastante de
brindis al sol. Sin embargo, queríamos anular el artículo 13, el
relativo a los trasvases, pero eso no ha sido admitido. Sí es cierto
que se han eliminado de la lista 13 embalses -en principio



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eran 14, pero se arrepintieron y volvieron a incluir uno- que tenían
un grave impacto medioambiental.

Contesto ahora a las preguntas hechas por la representante del Grupo
Popular. Me pregunta si ha habido diálogo entre el Ministerio de
Medio Ambiente y nosotros. Diálogo ha habido, pero puede haber mucho
diálogo durante años y no hacernos el caso que nos gustaría; en
nuestro voto particular decimos que hay una serie de propuestas que
no se han incorporado. El problema es que el plan sigue pivotando
sobre un trasvase, sobre una política hidráulica que va completamente
en contra del desarrollo sostenible. Ése fue el motivo de que
votáramos que no, el motivo de que convocáramos la manifestación en
Madrid y de que sigamos convocando las que podamos, aunque, a la
velocidad que están tramitando esto, no nos queda mucho tiempo. De
todos modos, es cierto que se han incluido algunas de nuestras
alegaciones, y algunas de importancia: la del dominio público
hidráulico, la de la eficiencia en los abastecimientos y la de la
tipología constructiva de los encauzamientos, además de los embalses
que se han suprimido, que son valles que no se van a destruir. Aun
así, quedan 100 embalses, de los cuales 30 tienen un brutal impacto
ambiental y social y vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos
para que no se construyan, para que en el siglo XXI no se sigan
inundando pueblos en nuestro país ni áreas de excepcional valor
natural, protegidas por las directivas comunitarias. Esperamos que
prosperen las denuncias que hemos interpuesto contra esos grandes
embalses.

Me pregunta si la cuenca del Segura tiene déficit estructural y si la
solución es la eliminación de los regadíos. El déficit estructural,
tal y como lo definen, consiste en que, tomando todas las medidas
posibles, falta agua. Nosotros no admitimos el concepto de déficit;
nosotros no consideramos que en Murcia falte agua, sino que sobran
regadíos. La opción en la cuenca del Segura -mejor hablar de la
cuenca del Segura que hablar de Murcia- es abandonar una parte de los
regadíos existentes. Eso puede poner los pelos de punta a mucha
gente, pero tarde o temprano se va a hacer, porque no quedará más
remedio. El trasvase no va a solucionar este problema. Por tanto, la
respuesta es que sí, que la solución es eliminar una parte de los
regadíos, aquella que corresponde a ese déficit estructural que
establece el Ministerio.

Por último, en lo que se refiere a la desalación, Ecologistas en
Acción rechazamos completamente la desalación, salvo para
abastecimiento urbano en islas y siempre y cuando se esté llevando
una gestión racional del agua en ese abastecimiento urbano; no para
la creación de nuevas urbanizaciones. ¿Por qué? Porque la desalación
lo que hace es que incrementa sustancialmente las emisiones de CO2.

Según los datos actuales, si se utiliza carbón, gas o fuel, las
emisiones de CO2, de SO2, de óxido de nitrógeno, etcétera, varían.

Las que menos producen son a partir de gas. El problema es
que, con tantas centrales de ciclo combinado de gas que se están
instalando en España, no hay gas para todos, así de claro. Por tanto,
bastante agua se desalaría con fuel o carbón. Desde el punto de vista
medioambiental, producir tomates a base de quemar carbón es una
auténtica barbaridad. Hay que tener en cuenta que para desalar un
metro cúbico de agua se generan 5,5 kilogramos de CO2. Para que se
hagan una idea, 5,5 kilogramos de CO2 para un metro cúbico de agua,
que es lo que bebe un naranjo, es más o menos el CO2 que hay en todo
este edificio. Si España ya ha superado las emisiones de CO2 que,
según el protocolo de Kioto, tenía previstas hasta el año 2010
y encima nos ponemos a desalar agua de mar de manera masiva, las
emisiones de CO2 se van a disparar. Vamos a contribuir al cambio
climático que va a hacer que haya menos agua en los ríos. Como ven,
es un círculo vicioso bastante peligroso.

Nosotros creemos que la solución está en el desarrollo sostenible,
del que por cierto tanto hablan las Naciones Unidas y el presidente
del Gobierno. El desarrollo sostenible, en el tema del agua, es usar
el recurso con la mayor eficiencia posible, respetando el medio
ambiente, y adaptar el desarrollo socioeconómico de las diferentes
regiones y cuencas a las disponibilidades hídricas que existen en
cada área.

Si hay alguna pregunta que no he contestado, si le parece bien a la
señora presidenta, pueden volver a planteármela. (La señora De Lara
Carbó pide la palabra.)



La señora PRESIDENTA: Señora De Lara, el tiempo lo tenemos muy
ajustado. Un minuto.




La señora DE LARA CARBÓ: Muy brevemente, señora presidenta, porque
hay dos preguntas que no me ha contestado. Una de ellas era si
consideraba que el billón de pesetas que se contempla para
modernización de infraestructuras y el medio billón para saneamiento,
depuración y reutilización son medidas cuyo objetivo es el uso
eficiente del agua. La segunda es si se deduce de su intervención que
en la cuenca del Ebro no hay afección alguna.




El señor SECRETARIO GENERAL DE ECOLOGISTAS EN ACCIÓN (Martín
Barajas): En primer lugar, nos parece bien el billón de pesetas que
se incluye para la modernización, que es una palabra que no nos gusta
porque no es modernización de regadíos, es reducir pérdidas en redes
de distribución. No es que este Gobierno sea más moderno, sino que lo
que pretende es reducir pérdidas en redes de distribución. Nosotros
preferimos llamarlo de esta manera. Nos parece positivo que se
invierta esa cantidad, pero creemos que es insuficiente y que habría
que incrementar esa partida. El medio billón que se invierte en
depuración de aguas sí le puedo decir que es insuficiente, por



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una razón, porque, al ritmo que vamos, no cumplimos la directiva
comunitaria que dice que para el año 2005 tienen que estar depuradas
todas las aguas residuales de municipios de más de 2.000 habitantes.

Bien es cierto que no sólo por culpa del Gobierno central sino
también por culpa de los esfuerzos inversores de algunas comunidades
autónomas, que son prácticamente nulos, también hay que decirlo. De
todas formas, en el plan se pretende atajar la contaminación
producida por los residuos urbanos pero prácticamente no se hace nada
contra la contaminación producida por la agricultura intensiva, la
contaminación difusa producida tanto por fitosanitarios como por
abonos, que es una contaminación bastante más irreversible.

Lógicamente, que se invierta en depuración nos parece bien. Lo que
nos preocupa es el medio billón que se invierte en construcción de
embalses y el billón o 700.000 millones del trasvase, que también
figuran en el plan.

Afección sobre la cuenca del Ebro. Nosotros consideramos que este
Plan hidrológico nacional tiene una afección muy importante sobre la
cuenca del Ebro. En lo que se refiere al trasvase, me remito a los
estudios del profesor Narcis Prat, que intervendrá esta misma mañana
y que es la persona que más sabe en España del tema. Nosotros
asumimos lo que él les diga, pero no hay que olvidar que el Plan
hidrológico nacional contempla un número muy importante de grandes
embalses en la cuenca del Ebro, que van a inundar pueblos y valles de
gran valor ambiental. En conjunto, el Plan hidrológico nacional sí va
a tener impacto sobre la cuenca del Ebro. ¿El trasvase,
concretamente? He leído los documentos del señor Prat, podría
repetírselos, pero prefiero que hable él, entre otras cosas porque es
el autor y seguro que lo hace bastante mejor que yo, dado que tiene
muchos más conocimientos al respecto.




La señora PRESIDENTA: Cerramos la intervención de don Santiago Martín
Barajas, secretario general de Ecologistas en Acción, y le
agradecemos su presencia en esta Comisión.

Vamos a descansar dos minutos, antes de comenzar la siguiente
comparecencia. (Pausa.)



- DE LA SEÑORA DIRECTORA DE LA AGENCIA CATALANA DEL AGUA (LACAMBRA
PUIG). (Número de expediente 212/000430.)



La señora PRESIDENTA: Señoras y señores comisionados, continuamos con
las comparecencias relativas al Plan hidrológico nacional.

A continuación, va a intervenir doña Marta Lacambra Puig, directora
de la Agencia Catalana del Agua, a quien damos las gracias por su
presencia. Según se ha acordado, la intervención de cada experto
durará alrededor de 15 minutos y las de los grupos parlamentarios
serán de cinco minutos cada una para terminar con la
intervención nuevamente del compareciente para responder a las
preguntas que se le hayan formulado.

Así pues, muchas gracias de nuevo por su presencia, señora Lacambra.

Tiene usted la palabra.




La señora DIRECTORA DE LA AGENCIA CATALANA DEL AGUA (Lacambra Puig):
En primer lugar, quisiera explicar de forma objetiva un punto que me
parece esencial para comprender por qué desde el Gobierno de la
Generalitat de Cataluña el planteamiento que se ha hecho ha sido de
protección de las dos facetas: una, la cuenca receptora y otra, la
cuenca cedente. Hay una cuestión objetiva que se debe recordar y es
que en Cataluña existen ya en este momento dos trasvases, uno que se
hace de forma regular desde los años sesenta desde el Ter, desde las
comarcas de Girona, hasta Barcelona, de 8 metros cúbicos por segundo,
y otro que desde los años ochenta lleva agua desde el delta del Ebro
hasta lo que sería el campo de Tarragona. Una segunda cuestión
objetiva es que Cataluña es una comunidad autónoma a la que se le ha
aplicado una imposición ecológica desde hace 20 años: primero, el
canon de saneamiento y hoy el canon del agua. Tal como les comentaba
al principio de mi exposición, Cataluña es la única comunidad
autónoma que en este plan hidrológico tiene la doble condición, ya
que por un lado es cuenca cedente y por otro es cuenca receptora.

Otra cuestión objetiva es que, si en Cataluña no hubiera llovido
durante la primera quincena de diciembre, el Gobierno hubiera tenido
que aprobar por tercer año consecutivo un decreto de gestión de los
recursos hídricos ante una situación de sequía. Recordemos que, con
motivo del Día Mundial del Agua, el Estado español es el único Estado
que aparece en la web de la BBC comprometido con la garantía de
suministro de agua a la población y esto es un dato objetivo, puesto
que no está en situación de garantía, ni en calidad ni en cantidad,
el agua para más de 4,5 millones de habitantes. Vuelvo a repetir que
la propia web de la BBC lo destaca con motivo del Día Mundial del
Agua como flash point, como punto caliente por la falta de garantía
del agua.

La quinta cuestión -también es un dato objetivo- es que la gran meta
de la planificación hídrica de Cataluña fue objeto de consenso con
los tres partidos mayoritarios en el Parlamento de Cataluña: el
Partido Popular, el Partido Socialistes Ciutadans pel Canvi y
Convergència i Unió. En el mes de junio suscribieron un acuerdo por
el cual se declaraba que existía un déficit de 350 hectómetros
cúbicos, acuerdo que fue ratificado como resolución consensuada en el
debate de política general del pasado otoño. En él se decidía que, de
estos 350 hectómetros cúbicos, 125 se debían obtener o bien a través
de recursos no convencionales, desalinización y reutilización, o bien
a través de la interconectabilidad de las redes en alta, o bien a
través de campañas de sensibilización, pero en todo caso, de esos



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350 hectómetros declarados como déficit, seguiría pendiente una
transferencia de 225 hectómetros cúbicos.

De acuerdo con este acuerdo político, valga la redundancia, se han
acometido las tres acciones. Desalinización. Se ha iniciado el
trámite para la primera desalinizadora en la cuenca de La Tordera y
se ha firmado el convenio para la segunda en Tarragona, con lo cual
se obtendrían 40 hectómetros cúbicos. Respecto a la reutilización, se
ha encargado el proyecto para la reutilización de los caudales de la
depuradora del Bajo Llobregat, con lo cual volveríamos a estar en un
proceso de caudales netos, ya que no desembalsar del pantano de La
Baells el equivalente a los caudales ecológicos supondría un ahorro
de 45 hectómetros cúbicos, y está prevista una gran red de
interconectabilidad de redes en alta entre el Consorcio de Aguas de
Tarragona y Aiguas de Llobregat que sólo usando el agua de invierno
pone a disposición 30 hectómetros cúbicos más.

Pero, como les he comentado, seguimos con una situación de partida, y
es que siguen faltando 225 hectómetros cúbicos. ¿Por qué he hecho
esta reseña? Para especificar que si alguien está convencido de que
es imprescindible aprobar un plan hidrológico nacional somos
nosotros, pero creemos que el plan hidrológico que ha presentado el
Gobierno tiene problemas. Por eso, en las alegaciones que se
presentaron el 30 de noviembre se dibujaba un plan hidrológico
alternativo que nos parecía más viable. ¿Por qué?
El plan hidrológico plantea que son necesarios 1.050 hectómetros
cúbicos. Es la propia documentación que acompaña al Plan hidrológico
nacional la que cuantifica que el coste de llevar esta agua mediante
un trasvase a Almería es de 95 pesetas metro cúbico. A 95 pesetas
metro cúbico es indiferente la opción desalinización de la opción
trasvase. En cambio, en este caso, estaríamos hablando de una
detracción de 100 hectómetros cúbicos menos.

Segundo punto. Insistimos en que de la propia documentación técnica
del Plan hidrológico nacional existen dos alternativas estudiadas,
como mínimo planteadas. Por un lado, el Ródano, del cual nosotros
creemos e insistimos en que pueden llegar tranquilamente 350
hectómetros cúbicos, aparte de la preocupación de que pudiera afectar
al sector agrario, que es exactamente la suma de los 225 que
necesitarían las cuencas internas de Cataluña y los 125 que en este
momento está usando el Consorcio de Aguas de Tarragona. Por lo tanto,
el Ródano se podría dedicar exclusivamente a agua de boca. ¿No gusta
esta alternativa? El plan hidrológico contempla otra, y es usar los
caudales del Duero.

Si se trasvasaran del Duero al Tajo (no estoy diciendo utilizar el
Tajo-Segura, estoy diciendo exclusivamente pasar los caudales de la
cabecera del Duero al Tajo), la disponibilidad del acueducto Tajo-
Segura en este momento, técnica no utilizada, es de 350 hectómetros
cúbicos. Por lo tanto, cualquiera de las dos alternativas es viable.

Cien de Almería por desalinización, 350
ya sea desde el Duero, utilizando el conducto TajoSegura, ya sea
desde el Ródano, exclusivamente para agua de boca.

También hemos planteado que existe la posibilidad de analizar un
modelo agronómico para estudiar cuáles podrían ser las revisiones de
las concesiones de las comunidades de regantes. Esto no es una
novedad. Parece que lo haya planteado el Gobierno de la Generalitat
como una novedad. La mitad de la detracción del plan hidrológico que
planteaban en el año 1993 se basaba en la negociación de las
concesiones existentes con los regantes. Por lo tanto, en lugar de
1.200, estamos hablando de 400 disponibles si se habla de aguas de
invierno y si se sustituye el modelo agronómico de las actuales
concesiones de los regantes. Pero hay un punto que como comunidad
receptora y como comunidad cedente nos preocupa extraordinariamente,
y son los caudales a detraer del río que prevé el Plan hidrológico
nacional.

En la propia documentación que acompaña al Plan hidrológico nacional
pueden ustedes comprobar que de los 1.050 hectómetros cúbicos/año hay
un 16 por ciento de fallos, si se contemplan los 55 últimos años, un
25 por ciento de fallos en los últimos 20 años y un 50 por ciento de
fallos en los últimos 10 años. Hay una situación en la que el fallo
es cero y es con una aportación de 200 hectómetros cúbicos. Por ello
el Gobierno de la Generalitat planteó que la detracción máxima del
río fuera de 200 hectómetros cúbicos. Se da otra circunstancia -antes
se ha hecho referencia al cambio climático-, y es que en el momento
en que previsiblemente las cuencas receptoras puedan estar más
carentes de garantía seguramente será cuando haya menos aportación de
caudales en la parte baja del Ebro. Por tanto, se darían
simultáneamente los dos procesos: situación de requerimiento máximo
en la cuenca receptora e imposibilidad de ceder en la cuenca cedente.


Vuelvo a repasar los grandes números: 100 de desalinización; 350, ya
sea Ródano ya sea Duero-Tajo-Segura, 400 comunidades regantes y 200
del Ebro. Esto da 1.050 y es viable.

Hay una situación que nos preocupa extraordinariamente como
responsables y como autoridad ambiental del delta del Ebro. Existen
tres características objetivas que todos ustedes han de conocer. La
primera es la característica ambiental del delta del Ebro.

Evidentemente, es un delta -es una obviedad-, es un sistema frágil,
es una zona húmeda, está protegido por la convención Ramsar, está
protegido por la directiva Hábitat, está dentro de los espacios
incluidos en Natura 2000 y, además, tiene la categoría de parque
natural. La segunda situación objetiva que nos preocupa es que los
embalses de Mequinenza y Ribarroja tienen ya en este momento un
impacto total en el delta del Ebro. Limita la aportación de limos,
está tan saturado de sedimentos que los desembalses producidos no
evitan que avance la cuña salina y, además, es obvio que cuando habla
mos



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de cómo regular los caudales ecológicos tendremos que plantear cómo
se pueden hacer desembalses puntuales, si la disponibilidad del
embalse es mayor que la presente. La tercera situación objetiva es
que todo el modelo socioeconómico, todo el entorno sociológico de la
gente del delta está basado en el agua. Por esa razón y ante esta
situación tan compleja requerimos que en la propia ley se prevea la
redacción, la evaluación y el seguimiento de un plan integral de
protección del delta del Ebro. Una vez redactado y aprobado este plan
integral de protección del delta del Ebro, tendríamos la tranquilidad
científica y sociológica de que la detracción tiene un entorno de
protección del delta y, además, habría que fijar unos indicadores
para establecer la limitación en términos relativos. Repito que, si
del plan se dedujera que el impacto en el delta es excesivo,
limitación absoluta; si se viera que es posible, estaríamos de
acuerdo, pero se han de establecer unos indicadores para que, ante
cualquier alerta ya sea por salinización, por falta de sedimentos o
por intrusión de la cuña salina, pusieran en alerta el sistema. En
todo caso, seguimos insistiendo en que con la falta de garantías, con
la posibilidad de que se simultaneen los dos problemas en cuencas
cedentes y en cuencas receptoras y ante la estructura tan frágil de
un ecosistema deltaico, es imprescindible que se estudie en
profundidad el pacto posible para traer el agua desde el Ródano. Hay
instrumentos y hay precedentes: precedente, el pacto de la Albufeira;
antecedentes, todos los pactos interestatales, ya sea para la
conexión de gas o eléctrica. Por tanto, el futuro pasará por que la
conexión entre Estados europeos pase por el agua.




La señora PRESIDENTA: La intervención de esta experta, de esta
especialista, ha sido propuesta por el Grupo de Convergència i Unió.

Tiene la palabra por este grupo el señor Sedó.




El señor SEDÓ I MARSAL: Quiero agradecer a doña Marta Lacambra su
intervención, breve y escueta pero muy concreta, que es lo que
creemos que verdaderamente interesa para el conocimiento de los
temas.

Quisiera que entrase un poco más en la parte relativa a los nuevos
consumos que podríamos definir en el tema del plan hidrológico.

Consumos que consisten en dejar marcados los 3.150 hectómetros
cúbicos del caudal ecológico, con el nuevo consumo que se produce en
Aragón, que de este hablamos muy poco, teniendo en cuenta que en todo
el plan hidrológico no sólo se producirá un nuevo consumo de 1.050
hectómetros en el trasvase de la zona extrema del Ebro, en la zona de
Tortosa o del delta, sino que también hay 3.400 hectómetros cúbicos
de nuevo consumo dentro de la zona de Aragón.

Si observamos por decenas de años esta suma de 7.600 hectómetros,
vemos que la de los noventa es muy desfavorable para todo este tema.

¿Qué opinión podemos
sacar para el futuro en este aspecto? En todo caso justifica la
rebaja que nosotros pretendemos de que del agua del Ebro sólo sean
200 los hectómetros cúbicos, pero ¿qué posibilidades futuras podemos
tener, repito?
Nada más, quisiera que los demás grupos fijen su posición.




La señora PRESIDENTA: Dado que el Grupo de Convergència i Unió tiene
dos intervinientes, dentro de los cinco minutos, tiene la palabra el
señor Martí i Galbis.




El señor MARTÍ I GALBIS: En primer lugar, quiero dar la bienvenida a
doña Marta Lacambra, así como felicitarla, desde nuestro grupo
parlamentario, y creo que desde todos, por su intervención, muy
clara, muy concisa y muy objetiva, tal como ha señalado en su
intervención.

Haré una segunda pregunta, también muy concreta, como la de mi
compañero Salvador Sedó. A lo largo de su exposición, se ha referido
al plan alternativo del Gobierno de la Generalitat en cada uno de sus
principales aspectos, principalmente en el de la rebaja de los 200
hectómetros cúbicos al año, que usted ha justificado.

Sin embargo, aunque de alguna manera ya lo ha dicho, querría que
usted subrayara y nos especificara, si es posible, las
características de este plan alternativo, por lo que se refiere a dar
satisfacción íntegra, completa, a todas y cada una de las necesidades
presentes y futuras de las cuencas receptoras. Por tanto, querría que
especificara esa realidad, esos objetivos que tienen las cuencas
receptoras; y no podemos olvidar que hay una gran preocupación no
sólo en la cuenca catalana que es, a la vez, receptora y cedente,
sino en el resto de las cuencas cedentes de lo que es el Mediterráneo
español. En ese sentido, quisiera un poco más de concreción al
respecto, no para dar tranquilidad pero sí para expresar nuestra gran
preocupación por lo que se refiere a las necesidades objetivas,
presentes y futuras, de las cuencas receptoras.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor
Saura.




El señor SAURA LAPORTA: Voy a hacer tres preguntas muy concretas. La
primera es respecto al contexto de lo que nos dice doña Marta
Lacambra de que hay un déficit hídrico en Cataluña de las cuencas
internas. Evidentemente, hay tres partidos mayoritarios que lo han
suscrito, pero hay otros partidos que no lo han hecho. De todas
maneras, creo que es discutible el intento de decir que ese es el
objetivo y repetirnos que fundamentalmente se trata a través de la
página web de la BBC. No podemos dar por bueno un diagnóstico
simplemente porque aparezca en la página web de la BBC. La pregunta
en relación al déficit hídrico sería lasiguiente. ¿Cómo explica usted
que las previsiones del



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plan hidrológico de Cataluña, de las cuencas internas, han sido
absolutamente desacreditadas por la realidad?
Difícilmente se puede encontrar un ejercicio de planificación
y previsión en relación a los déficits hídricos que haya salido tan mal
como el del plan hidrológico de las cuencas internas. ¿Por qué?
Porque las previsiones de población y de consumo han fallado
absolutamente. En esa área se preveía un incremento de población de
cinco millones de personas. Jordi Pujol lanzó aquel mensaje de que
Cataluña tendría 7,5 millones de población. Esto no ha sido así y, en
función de los 7,5 millones sobre los que habló un día el señor
Pujol, se hizo la planificación del agua. En segundo lugar, los
consumos de agua, tanto doméstico como industrial, en la región
primera, no se han incrementado durante los últimos veinte años. ¿De
qué planificación hablamos? Mi pregunta concreta es qué piensa en
relación al descrédito en que han quedado las previsiones del plan
hidrológico, fundamentalmente en relación a la evolución de la
población y del consumo y cómo hace ese diagnóstico.

La segunda pregunta, más concreta, sería la siguiente. Hay expertos
científicos que han hecho informes, publicados en revistas de la
administración catalana, como don Jesús Carrera, que dicen
clarísimamente que con una gestión integral no hace falta ningún
trasvase. No es una posición antitrasvasista sino que se dice que el
trasvase puede ser bueno, pero es muy caro y tiene problemas y que,
además, no haría falta con una gestión integral. En relación a los
temas de ahorro, de aguas depuradas, de pérdidas en la red, ¿qué se
plantea desde Cataluña? Las informaciones que tengo es que, desde
1984 hasta ahora, las pérdidas de la red han aumentado. ¿Es verdad?
¿Qué se hace para que las pérdidas de la red no aumenten?
La tercera y última pregunta sería qué opinión da usted sobre el
hecho de que destacados expertos y científicos mantengan posiciones
distintas en relación al déficit hídrico de las cuencas internas. Su
planteamiento inicial es que no se puede discutir que hay déficit
hídrico, que es objetivo. Yo no tengo tiempo aquí, pero tengo 50.000
datos e informes que discuten absolutamente todo eso que dice. Como
no podemos discutir esto, mi pregunta concreta es: ¿Por qué cree
usted que hay expertos y científicos que mantienen posiciones
distintas en relación al déficit hídrico de las cuencas internas?



La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Quirós.




El señor QUIRÓS PULGAR: Mi grupo agradece la comparecencia de doña
Marta Lacambra y pretende visualizar desde Cataluña el problema del
agua respecto al Plan hidrológico nacional. Después haré directamente
las preguntas, dado que tenemos poco tiempo y son bastantes las que
quisiéramos que respondiera.

Me gustaría conocer su opinión sobre las actuaciones del Plan
hidrológico nacional en las cuencas internas de Cataluña. Respecto a
las inversiones, me gustaría saber si considera que son ejecutables y
si hay un nivel de priorización, que en ningún momento viene
reflejado en el Plan hidrológico nacional. Ha puesto de manifiesto su
opinión sobre el trasvase del Ródano y algún tipo de acuerdo
existente sobre el mismo, pero nos gustaría conocerlo más en detalle.


¿Qué opina de la desalación? ¿Cuál es el precio del agua desalada?
Quisiera saber si tienen algún estudio sobre la energía necesaria
para desalar un metro cúbico de agua, teniendo en cuenta que un coste
asequible es de 55 pesetas el metro cúbico de agua desalada. ¿Qué
medidas de ahorro se han tomado en Barcelona para la gestión del
agua? ¿Están recogidas, según usted, la directiva marco del agua y la
directiva europea de aves y hábitat en el plan hidrológico del
Gobierno?
Me gustaría resaltar una cosa que no ha mencionado usted, el Plan
integral de protección del Ebro. Nuestro grupo parte de que hace
falta una evaluación estratégica del Plan hidrológico nacional,
porque sobre el papel lo aguanta todo, pero la realidad, si se puede
o no llevar a cabo, es diferente. Partimos de un plan hidrológico que
hipotéticamente puede tener una contradicción con la evaluación de
impacto ambiental y con su futuro desarrollo. Quisiéramos conocer esa
situación y, ya que ha hecho mención al plan integral de protección
del Ebro, nos gustaría saber los planteamientos que creen ustedes que
debe recoger.

Querríamos saber, asimismo, si tienen estudios de desalinización del
delta del Ebro, de la evolución que ha tenido y sus efectos
socioeconómicos sobre una agricultura que podemos considerar asentada
durante mucho tiempo.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra la señora De Lara.




La señora DE LARA CARBÓ: Quiero agradecer su presencia en esta
Comisión a doña Marta Lacambra y voy a hacerle cinco preguntas
concretas.

Primero, nos ha informado usted de que existen trasvases en Cataluña,
y querría su opinión sobre si estos trasvases han fomentado el
desarrollo sostenible. En segundo lugar, ¿qué opinión le merece a
usted el dato que maneja el Ministerio en el Libro Blanco del agua,
que se manejaba ya en la etapa anterior socialista, de que el Ebro es
excedentario y que anualmente 5.500 hectómetros cúbicos vierten al
mar? En tercer lugar, sabiendo que el objetivo del Plan hidrológico
nacional es reordenar los recursos hídricos en todas las cuencas
españolas, ¿no cree que el trasvase del Ródano que usted nos ha
planteado tendría cabida dentro de un convenio internacional aparte
del plan hidrológico, ya que el Ródano no es un río español? En
cuarto lugar, ¿qué opinión le merece a usted la reserva que hace el
Plan



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hidrológico nacional de 3.150 hectómetros cúbicos año para caudal
ecológico del río Ebro? Finalmente, ¿cuál es la opinión que le merece
el plan de protección del delta del Ebro?



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora Lacambra para
contestar a las preguntas que desde los diferentes grupos se han
realizado.




La señora DIRECTORA DE LA AGENCIA CATALANA DEL AGUA (Lacambra Puig):
Respecto a la pregunta del diputado señor Sedó, hay una situación
objetiva. El propio plan hidrológico contempla que para nuevos
consumos son necesarios 3.400 hectómetros cúbicos; para caudal
ecológico, 3.150, y si se prevé un trasvase de 1.050 estamos hablando
de 7.600 hectómetros cúbicos. Datos facilitados por la Confederación
Hidrográfica del Ebro respecto a la estación de aforos de Tortosa:
año 1985, crisis, con 6.922, porque requeriríamos 7.600; año 1986,
crisis, 6.995 respecto a 7.600; año 1987, excepcional, 18.000; año
1988, 4.700; año 1989, 4.200; año 1990, 9.400; año 1991, 6.000; año
1992, 10.000; año 1993, 8.700; año 1994, 7.800; año 1995, 10.200; año
1996, 13.100; año 1997, 10.200; año 1998, 6.300, y año 1999, 7.000.

Catorce años, siete por debajo de la cantidad prevista. Por tanto,
hay una situación que pone en cautela, es decir, si se cumple todo lo
que está previsto en el plan hidrológico, con las aportaciones
medidas en la estación de aforos de Tortosa, la garantía es sólo del
50 por ciento en series -tampoco quiero ser manipuladora- de quince
años.

En cuanto a la pregunta del diputado señor Martí, el plan hidrológico
prevé que las cuencas receptoras son las cuencas internas de
Cataluña, la cuenca del Júcar, la cuenca del Segura y la cuenca de
Almería. (El señor vicepresidente, Ruiz López, ocupa la Presidencia.)
Para la cuenca interna de Cataluña prevé 190 hectómetros cúbicos;
para la del Júcar, 350; para la del Segura, 420 y para la de Almería,
90, lo que suma 1.050. El plan alternativo que se deduce de las
alegaciones del Gobierno son: 100 de desalinización, 350 ya sea del
Ródano ya sea del Duero, 400 del estudio de las concesiones presentes
y 200 del Ebro; en total 1.050. Por tanto, se daría satisfacción a
todas las cuencas receptoras previstas en el Plan hidrológico.

Respecto a la intervención del diputado señor Saura hay una situación
evidente. El plan hidrológico de las cuencas internas de Cataluña no
ha sido un acierto (y es una lástima), porque es de los pocos planes
aprobado por unanimidad de todos los grupos parlamentarios en el
Parlamento de Cataluña; sin embargo, se aumentó la demanda y la
pirámide de población. También es cierto que en aquel momento nadie
podía prever que en lugar de ser mínimamente creciente sería
extremadamente decreciente o estacionaria. En todo caso en el déficit
hídrico, sobre el que comentaba si era o no un dato objetivo, hay una
cuestión que nunca se había considerado,
y es la situación precaria de los acuíferos. La mitad de
las cuencas internas de Cataluña está suministrada desde acuíferos,
en este momento en proceso de régimen de sobreexplotación, ya sea el
acuífero de La Tordera, el de Carme-Capellades o el de
MontsenyGuilleries. Por tanto, todo lo que es la segunda y la tercera
corona de la región metropolitana tienen garantizado en este momento
el suministro a partir de unos acuíferos en clara situación de estrés
hídrico. En segundo lugar me hablaba sobre si realmente se estaban
acometiendo políticas de ahorro, políticas de aguas depuradas
utilizadas como fuente alternativa y medidas para contrarrestar las
pérdidas. Respecto a este último punto de las pérdidas, habitualmente
se habla de que han aumentado. Hay una diferencia. En este momento lo
que hay es un dato objetivo, y es que ha aflorado la diferencia entre
lo suministrado y lo facturado. Habitualmente aparece como pérdida
todo caudal no facturado, se incorporaba como pérdida todo lo que era
aportación a entidades públicas, regadío de calles o regadío de
jardines. Con respecto a las pérdidas exclusivamente nos hemos de
limitar a un porcentaje del 7 por ciento en la red urbana, pero en
todo caso es uno de los objetivos en el que vamos a hacer hincapié
con las compañías suministradoras para lograr un pacto, del que en
los próximos días haremos publicidad. Con respecto al agua depurada
usted conoce los datos tan bien como yo. Hay un tema esencial, y es
que el agua depurada necesita dos elementos: una oferta y una
demanda. La oferta en Cataluña en este momento existe, ya que hay 300
depuradoras, pero el tipo de usos a los que puede ir destinada esta
agua han de ser claramente aquellos que sustituyan al agua de
calidad, potencialmente dedicada a agua de boca. Por tanto, y usted
lo conoce muy bien, estamos negociando con los regantes del Muga, con
los del Ter y con los del Llobregat para que usen agua procedente de
depuradora en vez de agua concedida, que tiene la calidad de agua de
boca.

Con respecto a las campañas de ahorro quería darle un dato. Hay una
situación en la que tal vez todos deberíamos hacer un compromiso, ya
que puede comprometer a todo el Estado español. Efectivamente se ha
producido un ahorro significativo en los consumos en la ciudad de
Barcelona y en los consumos industriales, pero han aumentado los de
los entornos urbanos, donde se ha cambiado construcción vertical por
horizontal. Por lo tanto, hay una situación que en este momento la
tenemos contenida; se trata de que el ahorro producido en las grandes
conurbaciones ayude en el mayor consumo en las conurbaciones
perimetrales. Respecto al déficit hídrico quiero decirle algo que a
veces no tenemos ocasión de explicar suficientemente bien. Nosotros
no queremos paliar el déficit hídrico para consumir más, sino para
tener garantía. Lo que está en este momento en cuestión en las
cuencas internas de Cataluña y en las otras cuencas -lo que se
compromete esel agua de boca- es la garantía.




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Señor Quirós, efectivamente en las cuencas internas de Cataluña se ha
de priorizar todo aquello que tenga que ver con los tres elementos de
interconexión, reutilización y desalinización. Hay suficiente
documentación, hay estudios acerca del Ródano. Una asociación de
interés económico ha estado proporcionando los datos jurídicos,
técnicos y sociológicos alrededor de esta opción, que están a
disposición del Ministerio. La opción de salinización la vemos clara
exclusivamente para suministros puntuales en los que existe una red
de abastecimiento y en los que no hay demasiadas alternativas. Por lo
tanto, todo el déficit de la cuenca mediterránea no se puede paliar
con instalaciones de desalinización. Uno de los costes en los que
realmente hemos estado trabajando, que es la desalinizadora de La
Tordera, nos pone en situación de 95 pesetas metro cúbico -por eso lo
decía cuando hacía la comparación con Almería- si la instalación para
la distribución ya existe. Por lo tanto, la única cosa que hay es el
punto de toma de agua.

En lo relativo a las directivas ambientales, hay una situación que la
hemos repetido y está como enmienda propuesta por nosotros. Es
imprescindible lo que antes se llamaba evaluación de impacto
ambiental y ahora se denomina evaluación estratégica. Por lo tanto,
es imprescindible que antes de acometer la actuación esta haya pasado
por un trámite. Es más, nosotros decíamos que debería haber la global
y la parcial de cada una de las actuaciones.

Por lo que hace referencia a las preguntas de la señora de Lara hay
dos situaciones diferentes respecto a los trasvases. (La señora
presidenta ocupa la Presidencia.) En el caso del Ter hay una
conciencia por parte de todos los catalanes de que este trasvase en
verano compromete sus caudales ecológicos y, por lo tanto, es
excesivo el seguir manteniendolo en época de verano. En el caso del
Ebro no ha tenido impacto ambiental; es diferente cuando se habla
sobre si el revestimiento de los canales ha sido lo suficientemente
reversible. El Ródano debería estar contemplado dentro de un convenio
internacional. En todo caso, lo que nosotros planteamos es que esté
en el orden del día de la próxima conferencia franco-hispana y que
los dos estados se comprometan a decir en qué condiciones sería
posible. Veo que acaba de llegar el señor Brunel y, por lo tanto, lo
podrá explicar. Los 3.150 hectómetros cúbicos que se prevén en el
Plan hidrológico nacional son claramente insuficientes, ya que
transformados en metros cúbicos por segundo son 100 metros cúbicos,
que es más de lo que en este momento está pasando, pero es mínimo
para intentar acometer problemas concretos como la regresión, la
salinización o la falta de aportación de sedimentos.




La señora PRESIDENTA: ¿Quiere algún grupo intervenir? Señor Quirós,
del Grupo Socialista.




El señor QUIRÓS PULGAR: A lo mejor no ha entendido mi planteamiento
sobre el plan integral de protección del delta del Ebro. Le
preguntaba qué tipo de plan integral consideran idóneo para esta zona
y si existe algún estudio de desalinización del delta del Ebro, cómo
ha evolucionado la salinización concretamente en esta zona y sus
efectos socioeconómicos sobre una agricultura que lleva asentada
mucho tiempo.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Mixto, el señor Saura.




El señor SAURA LAPORTA: Yo quería hacer un par de preguntas también.

La primera. La señora Lacambra ha dicho que en Barcelona se había
producido una disminución del consumo importante que, en cambio,
aumentaba en el área. Yo tengo unos datos y me gustaría saber si
coincidimos en ellos o no, con el fin de que constara. Es cierto que
en Barcelona ciudad el consumo se ha reducido en un 16 por ciento y
la población en un 9 por ciento entre los años 1991 y 1997. Los datos
que yo tengo muestran que la región primera ha habido una disminución
de población del 2,3 y del 5,9 en el consumo de agua. Yo quería saber
si estos datos son los mismos de los que usted dispone. Segunda
pregunta. Cuando le he solicitado datos concretos sobre medidas de
gestión integral, me ha dicho que están haciendo cosas, pero me
gustaría que nos diera algunos datos concretos sobre esta cuestión.

Nos gustaría saber qué previsiones hacen ustedes en la región primera
del ahorro o la depuración de aguas o las pérdidas en los próximos
diez años, no lo que están haciendo o lo que van a hacer (ya sé que
hacen cosas). Si tiene datos concretos para poder afrontar el debate
con mayor precisión, deseraría que los aportara.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora Lacambra para
responder a las últimas preguntas formuladas y con ello cerraremos su
comparecencia.




La señora DIRECTORA DE LA AGENCIA CATALANA DEL AGUA (Lacambra Puig):
Disculpe, señor Quirós, efectivamente el plan integral del Ebro que
nosotros hemos diseñado debería tener en cuenta los cuatro aspectos
que consideramos neurálgicos: primero, la situación socioecológica de
un entorno poblacional basado en el cultivo del arroz, por lo tanto,
a partir del agua, y cómo afectaría esta detracción al entorno
agrario y al cultivo del arroz; segundo, cómo afecta a la acuicultura
y a todo lo que la rodea, desde la pesca del mejillón a la
introducción de las especies que en este momento aportaban una nueva
renta a aquellas tierras; tercero, los impactos directos a fauna,
flora y ecosistema, zonas húmedas y lagunas; y cuarto, hay que ver si
para la regresión del delta, la intrusión salina -los males que en
este momento ya están detectados-, etcétera hay medidas paliativas o
no acrecentadoras.




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Respecto a la evolución de la salinización, es inversamente
proporcional a los caudales y al tipo de lluvias que se han
producido. Por lo tanto, cuando hay lluvias -como comentaba el
ministro el otro día- en cabecera de río, que acaban desembocando al
mar, la cuña salina vuelve a ponerse en el límite de la isla de
Gracia, si no vuelve a subir hasta Tortosa. Por lo tanto la cuña
salina está avanzando.

Respecto a la pregunta que me formulaba el señor Saura, he de decirle
que a grandes trazos sí que coinciden; lo que ocurre es que usted se
para en el año 1997 y hay una situación que cambia -de hecho estamos
preocupados porque inflexiona-, porque el ahorro que se estaba
produciendo en la región primera no está siendo tal, sino que está
tendiendo a recuperar los niveles anteriores. Hay una situación que
se planteó en la Comisión de recursos hídricos, que consiste en ir
haciendo las coronas de los diferentes consumos. De hecho hay una
medida que efectivamente la hemos aplicado consistente en gravar los
consumos por encima de 36 metros cúbicos trimestre. Esto sí que ha
tenido un impacto. El hecho de tributar y de que la tarifa penalice
los consumos suntuarios ha sido una medida que esperamos evaluar. En
los años 2000-2001 la mayoría de los consumos suministrados por Aguas
de Barcelona, según el 96,8 de las facturas, asciende a alrededor de
36 metros cúbicos/trimestre, lo cual es un dato significativo. Hay
una cuestión que sí que nos la hemos planteado y es reducir las
pérdidas, pasando de un 7 a un 5 por ciento; aumentar el uso de la
reutilización hasta un 22 por ciento y fomentar el ahorro en todo el
entorno de la conurbación en un 5 por ciento.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, doña Marta Lacambra Puig.

Esperamos verla de nuevo por la Comisión de Medio Ambiente.




- DEL PRESIDENTE DEL DIRECTORIO DEL CONSORCIO BRL, ORGANISMO GESTOR
DE LA EXPLOTACIÓN DE LA CONCESIÓN DEL AGUA DEL RÍO RÓDANO (M. JEAN
PIERRE BRUNEL). (Número de expediente 219/000169.)



La señora PRESIDENTA: Pasamos a la siguiente comparecencia. Tenemos
ahora con nosotros a don Jean Pierre Brunel, presidente del
Directorio del Consorcio gestor de la explotación de la concesión de
agua del río Ródano, a quien damos la bienvenida y las gracias por su
presencia aquí. El grupo proponente es Convergència i Unió.

Tiene la palabra el señor Brunel.




El señor PRESIDENTE DEL DIRECTORIO DEL CONSORCIO BRL (M. Jean Pierre
Brunel) (Traducción simultánea del francés): Señora presidenta,
señoras y señores diputados, mis primeras palabras serán para
agradecerles haber autorizado y organizado
esta comparecencia. Es un gran honor para mí encontrarme aquí, con
ustedes. Interpreto que mi presencia aquí se debe al interés
suscitado en ustedes por proyectos anticipadores, así como en
relación con este proyecto de trasvase de agua del Ródano que les voy
a presentar. Les he dado una documentación para que puedan conocer
algunos elementos importantes de este proyecto. Habrán podido
encontrar en ella determinados elementos que nos permiten conocernos
mejor, así como un mapa importante, porque sitúa el trayecto del
proyecto y determinados elementos característicos. También tienen
ustedes un folleto en el que aparecen algunas indicaciones relativas
a la compañía que yo presido. Al mismo tiempo disponen de un CD-ROM
que pueden utilizar para disponer de más elementos relativos a esta
documentación. Por último, también tienen un documento al que me voy
a referir para presentar en 20 minutos -los que me ha concedido la
señora presidenta- algunos elementos esenciales de este proyecto.

Si están ustedes de acuerdo, les propongo que lo repasemos
conjuntamente. En él se plantean tres puntos. En primer lugar, hay
elementos referidos a la sociedad BRL, que con la Generalitat de
Cataluña y la Agencia Catalana del Agua son los promotores de este
proyecto. Algunos puntos de la presentación general del proyecto se
refieren al agua del Ródano. Insistiré sobre tres o cuatro puntos que
me parecen útiles para el debate de esta Comisión y para la toma de
decisiones.

En cuanto a BRL, se dice que es una compañía nacional de ordenación,
con una mayoría de capital público. Se indica también en esta ficha
que es concesionaria del Estado para un derecho de extracción del
agua del Ródano hasta el año 2031, que se puede prolongar hasta el
año 2036. Este derecho de toma de agua del Ródano es de 75 metros
cúbicos por segundo. Como comentario complementario con relación a
esta ficha les puedo decir que ello se debe al carácter público de la
compañía, que se creó con un objetivo, que consiste en asegurar la
ordenación de la región del Langedoc- Rosellón. Tiene como accionista
mayoritario a las corporaciones públicas y, por consiguiente, se
plantea este problema del agua, que es objeto de diversas propuestas
que a veces se ven marcadas por el aspecto público y común del agua y
por otros más comerciales. Nosotros tenemos una actuación que intenta
favorecer un enfoque del agua pensando que se trata de un bien común
que hay que compartir. Es un enfoque distinto de lo que podrían ser
los planteamientos de otros interlocutores, que más bien piensan en
el aspecto comercial y tienen como objetivo la venta del agua.

Nosotros no pensamos en la venta del agua sino en su ordenación. Este
es el planteamiento del agua que tenemos. En las páginas siguientes
aparece la composición del capital de BRL, donde se aprecia que
también contamos con una tercera parte de accionistas privados.




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A continuación haré alusión a algunos elementos que se refieren al
Ródano, que es el tema fundamental. Ustedes se preocupan por la
calidad del agua. Lo que nosotros decimos es que la distancia no es
excesiva (estamos a 300 kilómetros de los Pirineos, que parece mucho
pero que es poco a escala europea) y el agua es de buena calidad,
abundante, con un caudal regular y con un río poco utilizado. Con
relación a estos puntos la documentación recoge determinada
información que les permitirá comprobar que lo que digo es cierto.

Por ejemplo, en cuanto a la calidad del agua en la página 4 tienen
unos cuadros. Por supuesto, voy a citar el que nos resulta más
favorable. En cuanto a cloruros aparece lo que se refiere al
Llobregat, al Ter, al Ebro y al Ródano. Hemos hecho algunas
comparaciones, lo que hacemos raras veces, pero como se hablaba de
calidad era preciso comparar. Como podrán comprobar ustedes en cuanto
a cloruros, nitratos o sulfatos, el agua del Ródano es un agua de
excelente calidad. Ese es el primer punto. En cuanto a los caudales
del Ródano, vean ustedes que a diario son de 1.800 metros cúbicos por
segundo. Lo que es importante es que el caudal mínimo, el que se
registra una vez cada 100 años, es un caudal de 400 a 500 metros
cúbicos por segundo. En otras palabras, tenemos aquí un río europeo
que tiene características de caudal totalmente notables. En la tasa
de explotación del agua del Ródano tenemos una situación en la que se
extrae poco más de 300 millones de metros cúbicos por año sobre un
volumen global que se vierte al Mediterráneo, del orden de 50-55
millones de metros cúbicos por año, lo que en Francia denominamos el
espesor, 0,5 por ciento del volumen total que podría extraerse para
suministrarlo a España.

He intentado situar el origen del proyecto -figura en la página 6- y
podemos ver que nació en España. Podríamos pensar que es un proyecto
francés, pero de hecho nació en 1967 -excusen mi pronunciación- en
Santo Domingo de la Calzada, donde ingenieros franceses y españoles
se reunieron y pensaron que los Pirineos (que eran la fuente, la
cuenca tradicional de abastecimiento para España, en la Europa
actual, con el clima que tenemos) debían ponerse en relación en un
mapa europeo más amplio que incluyera los Alpes. A partir de ahí
salió ese proyecto en el año 1967. Hubo luego un periodo de olvido, y
la Generalitat de Cataluña pensó que sería útil reanudar los
estudios. Tenemos una fecha importante, 1995. En dicho año, gracias
al acuerdo con la Generalitat de Cataluña, creamos un grupo de
interés europeo con talleres, y después de esa fecha, con la Agencia
Catalana del Agua, que es nuestro interlocutor desde entonces, a lo
largo de los años fuimos profundizado en estos trabajos. Quería
subrayar de esta página sobre el origen del proyecto que tenemos
estudios de colaboración en los que se ha ido profundizado a lo largo
de seis años; son estudios ampliamente conocidos por parte de las
autoridades ministeriales de Madrid. Hemos mantenido numerosos
contactos, en particular con el Ministerio de Medio Ambiente, acerca
de este proyecto.

Aspectos técnicos del proyecto. Tienen ustedes el mapa de referencia.


Hemos pensado en la transferencia de un volumen de 300 millones de
metros cúbicos por año más o menos, pero partimos de una hipotésis de
300.000 metros cúbicos que significa un caudal del orden de 10 metros
cúbicos por segundo en una distancia de 320 kilómetros y con una
canalización subterránea. Lo que subrayaré son dos puntos. En primer
lugar, no es un trabajo que plantee problemas técnicos. Sus
ingenieros y los nuestros, las empresas españolas, francesas y otras
lo harán perfectamente si se decide acometerlo. No se trata de un
problema técnico ni tampoco social. Hemos estudiado un proyecto que
evita toda expropiación. Estamos en una situación en la que
utilizamos un conducto bajo tierra que exige una primera fase para
realizar las obras, lo que llamamos en Francia una servidumbre
temporal de ocupación, y a continuación el terreno se vuelven a dejar
tal cual, no hay expropiación ni demolición de construcciones, sean
las que sean.

A continuación vienen unas páginas donde aparecen los elementos
técnicos: el perfil transversal, longitudinal. Sé que algunos de
ustedes son ingenieros y pueden examinarlo desde un punto de vista
más técnico mejor que el mío. Mencionaré a continuación algo que es
importante, el precio, el coste de esta operación. Tienen ustedes en
la página 9 un documento muy importante. Señalaré que las soluciones
son muy numerosas, según se parta de proyectos completamente
privados, con financiación totalmente privada, sin un franco de
dinero público. Naturalmente, se recurre al empréstito. Si adoptamos
esta solución se incrementa el precio y, por oposición, tenemos
soluciones totalmente públicas, precios que pueden ser diferentes.

Nosotros hemos elegido por ahora quedarnos en el coste de realización
de las obras y hemos escogido dos hipótesis para poder comparar las
diversas soluciones. Ese es el trabajo que tienen que hacer ustedes,
comparar varias soluciones; hemos decidido que se lleve a cabo
tomando como referencia los mismos elementos. La solución que
estudiamos al principio es la de 300 hectómetros cúbicos por año. El
coste total de las obras es de 150.000 millones de pesetas, pero se
trata de un trasvase de 300 millones de metros cúbicos. A partir del
momento en que dispusimos de los elementos del Plan hidrológico
nacional, estudiamos la hipótesis de 190 millones de metros cúbicos.

Con relación a dicha hipótesis, el coste total que hemos determinado
ha sido de 90.000 millones de pesetas. Para terminar con este aspecto
quisiera subrayar que se tiene que entender como un coste en el que
está todo incluido. Se trata de costes directamente relacionados con
la realización, es decir, obras de zanja, canalizaciones, fuentes de
bombeo, etcétera. Pero también hay otros costes indirectos o
complementarios que pueden existir en las hipótesis que ustedes
escojan.




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Con respecto a este proyecto, hay que decir dos cosas. En primer
lugar, se ha estudiado con el fin de que de las empresas que lo han
elaborado lo puedan llevar a cabo al precio indicado prácticamente.

No se trata de un estudio relativamente lejano, sino que es el precio
con el que se podrían comprometer las empresas para llevarlo a cabo.

Y en segundo lugar, se trata de un precio que corresponde al conjunto
de los gastos. No hay que hacer obras de drenaje ni presas ni obras
complementarias. Los costes del proyecto son los que acabo de
indicar.

Puede que algunos puntos les parezcan a SS.SS. importantes en este
trabajo de profundización que hacen como comisionados con respecto a
esta ley. En cuanto a los aspectos que se refieren al medio ambiente
y que son muy importantes, voy a hacer dos observaciones previas. La
primera es que no podemos hablar de proyecto importante o menos
importante. En Francia -y supongo que ocurre lo mismo en España- no
se puede hablar de estos proyectos sin afirmar a continuación que
tienen un impacto sobre el medio ambiente. Sería un error decir que
no tenemos nada que ver con el medio ambiente, puesto que cualquier
proyecto debe hacer referencia al mismo. La segunda observación es
que este proyecto, que ha sido estudiado durante cinco años, como les
he dicho, ha permitido profundizar en los aspectos medioambientales,
es decir, que hoy en día nos encontramos ante una situación en la que
sabemos cuáles son las preguntas que se pueden plantear con respecto
al medio ambiente. Eso aparece en el Plan hidrológico nacional. Lo
que se desprende del Plan Hidrológico Nacional es que tenemos siete
lugares protegidos por su legislación que pueden verse afectados por
el proyecto. Al margen de estos siete sitios, lo que dice el Plan
hidrológico nacional es que únicamente cuatro se ven realmente
afectados, lugares que no voy a mencionar. Lo que dice el Plan
hidrológico nacional es que no hay un problema real, en cuanto al
medio ambiente se refiere, para encontrar soluciones a estas
cuestiones. Lo dice también para los demás proyectos. En primer
lugar, tenemos el conocimiento de las cuestiones medioambientales; en
segundo lugar, el punto de vista del Plan hidrológico nacional, que
ha hecho un estudio en profundidad; en tercer lugar, hemos añadido
unos estudios realizados por comités científicos independientes en
Francia y en España. Estos comités científicos tenían un presupuesto
para iniciar estudios y dar su parecer. Tal y como queda señalado,
estos comités científicos indicaron, sobre todo por parte francesa,
que había una falta de impacto en el río Ródano, igual que en su
entorno.

He hecho un discurso sobre el medio ambiente un poco defensivo,
porque es cierto que la cuestión se plantea desde una perspectiva que
nos llama la atención. Lo que tenemos que tener in mente es que este
proyecto, igual que otros, tiene aspectos positivos en cuanto al
medio ambiente. El primer elemento es que
se suprimen las extracciones en las capas freáticas, que pueden ser
problemáticas a largo plazo, cuando pensamos en desarrollos
sostenidos importantes, lo cual permite restablecer un caudal
ecológico en algunos de sus ríos. A continuación tenemos lo relativo
al precio del agua. Tienen SS.SS. la documentación a su disposición.

No obstante, quisiera hacer dos o tres observaciones. La primera es
que tenemos costes completos, que se han hecho sobre dos hipótesis.

La hipótesis con 300 millones de metros cúbicos y la hipótesis con
180 millones de metros cúbicos. Con la de 300 millones de metros
cúbicos nos da el precio de 58 pesetas por metro cúbico y de 59
pesetas para 180 millones de metros cúbicos.

Para no superar el tiempo, quisiera añadir que esto no se puede
percibir de inmediato, pero tenemos que ver que estos precios se han
hecho sobre la base de la gratuidad del agua. No se hace pagar el
agua en este proyecto. Tenemos diversos precios, remuneración de
servicios, el precio de la energía, amortización financiera, pero no
tenemos un precio de venta del agua a una tarifa que se tendría que
determinar. Esto es lo que me parece importante: 58 pesetas metro
cúbico, precio total, y el agua gratuita.

Otro punto relevante es el que se refiere al calendario. La duración
prevista es de siete años a partir de hoy. Hay tres fases esenciales:
la fase política, la fase administrativa y la fase técnica. La más
larga es la fase política, pues la administrativa y la técnica se
pueden desarrollar en plazos de tiempo más breve. Hemos pensado en
una duración que fuera realista, que hemos previsto una etapa
bastante larga en la que los gobiernos español y francés pudieran
ponerse de acuerdo sobre el proyecto, si el Gobierno español lo
solicita y, a continuación, tendremos las etapas previstas por la ley
francesa, es decir, lo que llamamos el debate público y la
realización técnica. Estos tiempos pueden parecer largos o cortos,
pero son realistas. Se basan en dos de elementos: primero, en el
hecho de que hay un consenso político en Francia, puesto que este
dossier no da lugar a un debate político en Francia y, segundo, en
que los inversores privados están en los plazos habituales de estos
proyectos. Hemos recorrido cinco años, más otros siete, son 12 años.

Estos proyectos se desarrollan entre diez y quince años. Para alguien
que invierte en el mundo, un banquero o un inversor, nos encontramos
en los plazos previstos, pero son puntos importantes porque el
consenso político nos evita perdernos en plazos que no podemos
dominar y que harían difícil la realización de este proyecto. Los
inversores están al corriente, eso deja la puerta abierta a
financiaciones que puedan ser privadas o dinero público y privado
para llegar a un coste del agua aceptable por parte de los
consumidores.

En cuanto a la acogida política de este proyecto, podemos distinguir
el nivel nacional y el nivel regional. A nivel nacional, en Francia
tenemos un consenso. El presidente de la República está de acuerdo,
el primer



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ministro dijo que estaba a favor si había una demanda española para
empezar inmediatamente los procedimientos previstos en Francia, es
decir, el debate público en el cual hay acuerdo. No hay debate
político ni dificultades a nivel nacional. A nivel regional, tenemos
también el acuerdo del conjunto de los interlocutores tanto de la
oposición como de la mayoría, con un punto de reticencia marcado en
los Pirineos orientales, que no es exactamente de oposición sino, más
bien, de una actitud de negociación.

Espero no haber superado el tiempo. Termino afirmando que es un
proyecto abierto. Nuestro punto de vista es el de compartir el agua
en Europa porque es un proyecto de interés europeo, es un proyecto
abierto porque hay muchas cosas por determinar, como las indicaciones
que se refieren al precio y demás. Pero si lo piensan ustedes y si es
el parecer del Gobierno, todo puede ser objeto de debate con el
Gobierno francés.

Gracias, señora presidenta, señoras y señores diputados.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Brunel, por su
documentada intervención. Hoy nos ha recordado aquí que Santo Domingo
de la Calzada no sólo es cuna el castellano, sino también de estudios
para aprovechamiento de agua. Este experto ha sido propuesto por el
grupo de Convergència i Unió, por lo que tiene la palabra el señor
Sedó.




El señor SEDÓ I MARSAL: En primer lugar, quiero dar la bienvenida y
agradecer su información al señor Brunel. Mi intervención se centrará
básicamente en los plazos. Me gustaría saber si es factible que
durante este año el Gobierno francés hiciera las consultas
pertinentes al Consejo Económico y Social francés, del cual el señor
Brunel es miembro. Como tiene que intervenir de una forma preceptiva
en todos los proyectos transfronterizos, sería interesante saber si
podríamos considerar el plazo de siete años que ha mencionado en su
intervención, por cuanto la información que tenemos desde el Estado
español es que el plazo sería de 15. Sería importante que dejase
claro este tema, así como cuándo se iniciaría el cómputo porque de la
traducción deduzco que los siete años empiezan a contar a partir de
este momento. Con ello nos daríamos por satisfechos. Quisiera
agradecer nuevamente su asistencia a esta Comisión y la información
tan detallada que nos ha dado.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la
palabra el señor Saura.




El señor SAURA LAPORTA: Voy a formularle cuatro preguntas muy
concretas. La primera se refiere a que -si no recuerdo mal- hace un
par de años se produjeron unas declaraciones de un miembro del
Gobierno francés en la que decía que no habría este trasvase. Querría
saber si hay alguna información actual sobre la
opinión del Gobierno francés. La segunda es si existe alguna
legislación específica para esa zona que determine los límites del
material radiactivo permitido, en la medida en que aguas arriba del
Ródano hay diversas centrales nucleares. Supongo que es difícil que
nos conteste, pero en el caso de que fuera así, quisiéramos que nos
hiciera llegar esa legislación para saber cuál es el inventario de
material radiactivo permitido y también cuál es la evolución del que
se ha localizado.

La tercera es si conoce algunos estudios, en concreto uno que parece
que ha hecho el Ministerio de Medio Ambiente, encargándoselo a una
empresa constructora francesa, en el que el coste del agua difiere de
lo que se ha dicho aquí y se sitúa entre 80 y 100 pesetas. Repito,
quisiéramos saber si conoce esos estudios y qué opinión le merecen.

La cuarta se refiere a que, a pesar de que cuando hablaba de impacto
medioambiental ha dicho que tenía una posición defensiva, a mí me ha
parecido que no era así, que tenía una posición claramente optimista,
porque, según usted, no pasa nada. Le quería preguntar, con relación
a los impactos ambientales del Ebro y del Ródano -porque ha habido
alguna asociación que me ha pedido que se lo transmitiera-, era si
usted cree que el impacto del Ródano es inferior al impacto
medioambiental del posible trasvase del Ebro.

Nada más.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Vasco, PNV, tiene la
palabra el señor Otxoa de Eribe.




El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: Sólo queremos incidir en dos
cuestiones que ha tocado ya el portavoz del Grupo Mixto. La primera
es si efectivamente el precio del agua que aparece en este estudio es
correcto y si se refiere a agua bruta o a agua depurada en destino.

La segunda si esa comparación del impacto medioambiental, a su
juicio, sería una mejor solución medioambiental que la otra propuesta
de trasvase desde el Ebro, y si la conducción enterrada que aparece
en el estudio es totalmente enterrada o hay zonas en que no lo es.

Solamente eso.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Morlán.




El señor MORLÁN GRACIA: Quiero darle las gracias al señor Brunel por
su presencia en esta Comisión.

Nos gustaría que nos especificara el nivel de conversaciones que
existe entre ustedes y el Gobierno de España, porque en la
documentación que nos ha presentado nos dice que hay un apoyo de las
autoridades de la República Francesa y que ha habido algún contacto
con el Gobierno español. Nos gustaría saber qué aceptación tienen las
propuestas de este trasvase en el Gobierno de España.




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En segundo lugar, se plantea aquí que el trasvase llegaría hasta
Barcelona. La verdad es que en España el trasvase del Ródano ha
tenido muchas dimensiones en cuanto al volumen transferible, porque
incluso se hablaba de 1.000 hectómetros cúbicos y de llegar más abajo
de Barcelona. Nos gustaría saber cuáles son sus previsiones respecto
a que ese trasvase finalice en Barcelona o vaya más hacia el sur.

En tercer lugar, al igual que los dos intervinientes anteriores, me
gustaría saber si estos aspectos ambientales que usted plasma en su
documentación están motivados porque se ha hecho una evaluación
previa de este trasvase, algún estudio informativo que sugiera que
existe en Francia un avance encaminado a entender que este trasvase
está estudiado en sus repercusiones ambientales y que tiene una
aceptación mayor que la del Ebro.

En cuarto lugar, en el capítulo de financiación, página 15, nos
gustaría que explicara qué tipo de financiación va a haber. Si en
estos estudios lo tienen bastante avanzado -por lo que veo es un
proyecto que lo tienen muy perfilado-, desearíamos conocer qué
financiación se va a producir y en qué medida la Unión Europea va a
participar en el desarrollo de este proyecto, si al final se lleva a
cabo.

Por último, está el tema de los plazos. Ustedes hablan aquí de que
tiene que haber una decisión del Gobierno español de pedirle al
Gobierno francés que se lleve a cabo este trasvase. Cómo es lógico,
esta decisión va a abrir un debate público en Francia, y a pesar de
que exista un asentimiento de las autoridades nacionales francesas
respecto a este posible trasvase, es cierto que socialmente puede
tener repercusiones. Nos gustaría conocer en qué medida tienen
evaluadas esas repercusiones, si existen grupos o regiones del sur de
Francia que no lo acepten, y si conocen, y cómo las evalúan, las
repercusiones que existen en España sobre la posición de los partidos
políticos y de grupos ecologistas o sociales respecto a su incidencia
en el tramo español.

Nada más.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Jiménez.




El señor JIMÉNEZ SUÁREZ: En primer lugar, me gustaría dar las gracias
al compareciente de una forma significativa porque el que se
establezcan estos diálogos sobre el agua entre países siempre es
positivo.

Quiséramos formularle seis preguntas muy concretas. La primera es de
hidrología comparada: qué porcentaje de regulación tiene el Ródano y
si conoce el porcentaje de regulación de Francia.

En segundo lugar, S.S. conoce el debate mundial que existe sobre el
cambio climático. ¿Ha tenido en cuenta esa incertidumbre para el
futuro de la aportación
del Ródano o no se tiene en cuenta ahora mismo en Francia?
Tercera pregunta. Desde la afirmación de que existen caminos del
agua, que nos parece también positivo, en el trayecto desde el Ródano
hasta los Pirineos, existe la posibilidad en el futuro de que este
camino del agua sirva para abastecer alguna demanda dentro del
territorio francés. ¿Esto repercutiría en un menor coste del agua en
Barcelona?
La cuarta pregunta es sobre las garantías de caudal y calidad. Como
usted sabe, abastecer necesidades de agua de una determinada forma
crea una dependencia. Desde el punto de vista del interés y la
garantía, sería bueno que profundizara en la garantía de calidad y de
caudal.

Voy a unir la quinta pregunta con la sexta. Como sabe S.S., los
precios que se manejan en algunos documentos dentro del Plan
hidrológico son ligeramente diferentes a los que usted recoge en su
documento. Entiendo que hay muchas maneras de hallar el coste, y la
amortización depende del interés de financiación del dinero, pero hay
un tema que lo puede aclarar. La contestación es obvia, pero voy a
intentar ponerla en entredicho. Supongo que, a los mismos precios que
usted pone el agua a la cota 150 en Barcelona, no se atreverá
a ponerla desalada. Usted representa a una empresa que oferta el agua a
la cota 150 en Cataluña a un determinado precio; supongo que no la
ofertará desalada a ese precio, es decir, no intentará obtener una
concesión para desalar agua y ponerla a esa cota y a ese precio.




La señora PRESIDENTA: Esta presidencia escucha a los grupos una serie
de preguntas, me imagino que algunas de ellas bastante complejas.

Quiero decirle al señor Brunel que, si no puede responder
perfectamente a todas ellas, no habría ningún problema en recibir
alguna documentación añadida por escrito.

Tiene la palabra el señor Brunel para contestar a las diferentes
preguntas.




El señor PRESIDENTE DEL DIRECTORIO DEL CONSORCIO BRL, ORGANISMO
GESTOR DE LA EXPLOTACIÓN DE LA CONCESIÓN DEL AGUA DEL RÍO RÓDANO
(Jean Pierre Brunel) (Traducción simultánea del francés): Respecto a
la posibilidad de suministrar documentos complementarios, por lo
menos hay una cuestión sobre la que deberé recurrir a la posibilidad
que S.S. me ofrece.

Me propongo responder a cada uno de los oradores reuniendo a veces
algunas preguntas cuando dos oradores las hayan formulado iguales. La
pregunta del señor Sedó ha versado sobre los plazos y el señor Morlán
también ha evocado la misma cuestión. Sobre este punto, aportaré una
respuesta a los dos oradores. Cuando les dimos el cuadro que figura
en la documentación, en el dossier, partíamos de la idea de que si el
Gobierno español estaba de acuerdo haría la petición al



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Gobierno francés durante el primer semestre de 2001. Que yo sepa, hay
prevista a finales del primer semestre una reunión gubernamental. Si
en ese momento han avanzado en su trabajo y el Gobierno español lo
desea, estimo que se podría efectuar esta demanda. A partir de esta
situación desarrollamos nuestro calendario.

Insiste usted, señor Sedó, en el período 2001/2002. En el calendario
que yo he propuesto, resulta necesario que los gobiernos español y
francés dialoguen. Nosotros también planteamos esta cuestión con
determinados funcionarios y miembros del Gobierno español y estimemos
que muchas cuestiones tienen que ser examinadas entre los dos
gobiernos. En cuanto al calendario presentado, que no es más que una
hipótesis, supondría que la demanda se presentaría a finales del
primer semestre de 2001; entre el segundo semestre de 2001 y el
primer semestre de 2002 se llevarían a cabo los contactos entre los
gobiernos español y francés y, a continuación, en el segundo semestre
de 2002, iniciaríamos lo que reclama la legislación francesa, es
decir, el debate público, y luego volveré a este punto. Esto por lo
que se refiere a los plazos.

Si se retrasa porque la petición del Gobierno español aparece más
tarde, entonces tendremos unos plazos que se prolongarán, aunque
quizás podamos acortar el período de contactos entre ambos gobiernos.


Yo he previsto un año, pero no les oculto que ello se debe a que
vamos a empezar un período de elecciones en el año 2002. Estimo que
el Gobierno francés tendrá entonces otras preocupaciones, por lo que
he preferido ser prudente. Es necesario dialogar y eso se puede hacer
en un año. Si la petición se produjera más tarde, a lo mejor los
contactos se podrían reducir de un año a seis meses. Supongo que he
contestado a su pregunta sobre los plazos, señor Morlán. Nos ha
hablado del debate público. Es un procedimiento creado por la ley
Barnier, que lleva el nombre del comisario europeo, ley que prevé que
todas las grandes infraestructuras sean sometidas a un debate público
con la intervención de todas las fuerzas económicas y sociales del
país. Este debate público se organizará, según nuestro calendario, en
el segundo semestre de 2002, si el proyecto sigue adelante.

En cuanto a la evaluación de los resultados de este debate público
hoy, hay desacuerdos. Contamos con la unanimidad de la mayoría
socialista en el Gobierno actual y de la oposición, que están de
acuerdo políticamente para apoyar este proyecto; tenemos una fuerza
importante, los agricultores, que están de acuerdo, salvo, como he
dicho, los de los Pirineos orientales, y hay un movimiento político,
los ecologistas, que tiene ciertas reservas. Hubo otra pregunta al
respecto. La valoración que yo puedo hacer es que este debate, que se
ha producido con muchos contactos y que durará unos cuatro meses,
podemos materializarlo en buenas condiciones en el proyecto que les
proponemos hoy, con el acuerdo de los políticos. Disponemos de los
elementos necesarios para negociar el proyecto y convencer
a aquellos que sean consultados en la región. Esto por lo que se
refiere a la evaluación que yo puedo hacer con respecto a este
debate. En cuanto a la situación española, señor Morlán, permítame
decirle que no soy la persona más competente para contestar.

El señor Saura ha hecho cuatro preguntas sobre declaraciones que
habrían hecho hace dos años miembros del Gobierno francés. Que yo
sepa, estas declaraciones no eran negativas, sino que expresaban la
opinión manifestada por varios parlamentarios. No tenemos posición
alguna y esperamos a que el Gobierno español formule una petición.

En cuanto a las informaciones actuales, puedo indicar lo siguiente.

Estuve en el gabinete del presidente de la República, vi a uno de los
encargados de emisión hace dos meses y me confirmó la posición
favorable del presidente de la República. Hace una semana estuve en
el gabinete del primer ministro Lionel Jospin y se me confirmó lo que
les indiqué anteriormente sobre la actitud del primer ministro con
relación a este proyecto. Estas son las informaciones actuales que
les puedo dar. A nivel regional, tuvimos una reunión con sus colegas
parlamentarios en el Languedoc-Roussillon hace tres o cuatro meses y
durante esa reunión llegamos a un acuerdo para apoyar este proyecto
con la señora Christine Lazerges, vicepresidenta de la Asamblea
Nacional, que empezó a hacer gestiones para testimoniar el interés
que los parlamentarios de la región tenían con respecto a este
proyecto.

En cuanto a las centrales nucleares, les daré una documentación
complementaria. En este ámbito tenemos niveles de radiactividad del
agua y de los demás alimentos fijados de forma estricta, por lo que
tenemos que respetarlos y cumplirlos, y esto se hace a diario, puesto
que el agua del Ródano se bebe desde hace siglos por parte de
millones de personas en nuestra región.

En primer lugar, nosotros, como compañía BRL, y teniendo en cuenta la
ley, abastecemos a varias ciudades y mantenemos contactos en tiempo
real con respecto al nivel de radiactividad del agua del Ródano.

En segundo lugar, nuestro dispositivo se ha previsto para que
nosotros mismos dejemos de extraer agua del Ródano en cuanto hay una
señal de alarma. La contaminación no necesariamente es nuclear,
tenemos un dispositivo de cierre total de la entrada de agua del
Ródano en nuestros conductos desde el momento en que haya que dar la
alerta. Tenemos sistemas de detección inmediata en las centrales
nucleares que están en el curso del Ródano, lo podríamos prever en
cuestión de minutos y las pararíamos para nosotros y en beneficio de
España.

Quiero hacer algunas apreciaciones sobre el nivel autorizado de
radiactividad y voy a contestar a todas las preguntas... (En este
punto, el señor Brunel pronuncia algunas palabras que no han podido
serrecogidas por fallos habidos en el sistema de grabació



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de la traducción simultánea, ajenos a la Redacción del «Diario de
Sesiones») Estudios sobre el medio ambiente solicitados por el
Gobierno. Hubo estudios realizados por un organismo público; este
organismo público retomó nuestros estudios. Cita una cifra, que
existe, pero se refiere a la financiación. Antes habló usted de
financiación, dijo que es una financiación totalmente privada. Si es
una financiación que requiere empréstitos a tipos de interés
elevados, podemos llegar a unos precios bastante elevados, citados en
la prensa, y que corresponden a una hipótesis precisa. Con relación a
los precios, les puedo decir que la hipótesis más favorable es de 41
pesetas/ metro cúbico y la hipótesis de financiación totalmente
privada por este organismo es de 100 pesetas/ metro cúbico. Es una
hipótesis; seguramente son los estudios a los que se refiere usted.

En cuanto al impacto sobre el medio ambiente, no puedo hacer
comparaciones entre el Ródano y el Ebro; creo que es más bien de su
incumbencia hacerlo.

Contesto a la misma pregunta formulada por varios miembros, el señor
Otxoa, el señor Morlán y otros. Nosotros desde el principio hemos
sido muy sensibles a la cuestión medioambiental. Sabíamos que este
proyecto no podría ir adelante si había dificultades medioambientales
y nos pusimos en contacto con el organismo público competente -es
decir, la Agencia francesa del agua- en cuanto al Ródano mediterráneo
y pedimos que se nos indicaran los problemas posibles de extracción
en el delta del Ródano y al comité científico que se llevaran a cabo
estudios sobre los seis temas. En cuanto al proyecto sobre el Ródano
se refiere, puedo decirles que desde el punto medioambiental no tiene
ningún impacto negativo ni sobre el Ródano ni sobre la región en
Francia. Se trata más bien de aspectos positivos. Es válido para
Francia y también para España. He dicho que permitimos que la ley se
aplique, pero reduciendo progresivamente las extracciones en las
capas freáticas, que también son excesivas, y restableciendo el
caudal ecológico en algunos ríos de la costa.

En cuanto a otros temas mencionados como las conversaciones
mantenidas con el Gobierno español, tuvimos contactos con los
colaboradores del señor Matas, con el secretario de Estado del Agua,
también con el señor Piñero y a otros niveles con el señor Cabezas,
también con el gabinete del primer ministro, con dos de sus asesores,
hace dos o tres semanas, para suministrar la información que les he
dado hoy, sobre este dossier del agua y del trasvase franco-español
que nos planteamos.

Otra pregunta importante es: ¿Hasta Barcelona o más allá? Es cierto
que el Ródano tiene unos recursos importantes. En 1.000 hectómetros
cúbicos, efectivamente es factible. Nuestra primera hipótesis eran
500 metros cúbicos de trasvase. En cuanto a estas cuestiones, tenemos
un proyecto que nos parece viable económica, política y socialmente.

Por eso hablamos de
un trasvase de agua del Ródano hasta Cataluña destinado al uso de
agua potable, pero es nuestro proyecto, tal como nos lo hemos
planteado. A pesar de todo, hay dos cuestiones: una de ellas es la
cuestión de la economía. Si queremos ir más allá tendríamos que tener
en cuenta también el coste. El agua del Ródano transportada puede que
no tenga el mismo interés económico que en nuestro proyecto. También
hay que pensar en la aceptabilidad política en Francia. Cité
anteriormente el consenso existente con relación a este proyecto,
pero, naturalmente, tenemos que saber que hay reservas por parte de
los agricultores, que pueden pensarque se favorece la competencia
para una parte de nuestra producción. Pero yo no soy político, dirijo
unaempresa concesionaria.

Se han mencionado los contactos entre Francia y España anteriormente.


Son contactos que, a mi parecer, tienen que permitir apreciar por
ambas partes lo que es viable y lo que es deseable. Esto es lo que
puedo contestarles con relación a esta pregunta importante.

Respecto a la financiación mencionada por el señor Morlán, hemos
hecho hipótesis que cubren toda la gama, todo el abanico. Adoptamos
una hipótesis que consistía en una financiación privada en Francia
hasta Perthus, con inversiones totalmente privadas y públicas en
España a partir de Perthus, con fondos españoles o fondos europeos.

Posteriormente modificamos estas hipótesis e hicimos una hipótesis de
financiación totalmente privada, en la que puede haber una parte de
financiación pública que se aplique al conjunto del proyecto. El
coste total es de 150.000 millones de pesetas, que se puede variar y
ello puede ser un elemento de debate. Nosotros únicamente hemos
construido hipótesis, luego hay que tomar decisiones políticas, pero
eso es un asunto del Gobierno. Estudiamos este abanico de
posibilidades. Integramos una financiación europea. Yo mismo he
hablado con el comisario europeo, M. Michel Barnier, en la zona de
influencia, que es quien se ocupa de este tema. Su posición es que,
con los fondos de cohesión, España, si lo solicita, podría presentar
este proyecto para conseguir una financiación europea. Esto es lo que
se me ha dicho de una manera totalmente informal y provisional, bajo
la reserva de un estudio por parte de sus servicios, pero sería una
financiación que parece viable para España vía Unión Europea. Francia
no tiene una financiación posible por parte de la Unión Europea sobre
esta cuestión.

En cuanto al Partido Popular y la ideología comparada, tendría que
enviarle la documentación porque en este momento no dispongo de los
elementos necesarios para darle una respuesta.

Respecto al cambio climatológico -tema importante-, es verdad que
hemos hecho algunas cosas de cierta importancia. En nuestro país nos
vemos en la obligación de asegurarnos que no vamos a dar agua que
luego lamentaríamos haber cedido. Por lo tanto, nuestro comité
científico ha estudiado este asunto y la conclusión fue



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que si el calentamiento de nuestro planeta es un hecho -y no muy
lejos de nuestro país-, sin embargo para los Alpes no hay incidencias
-en 50 ó 100 años-, no hay ninguna dificultad y, por lo tanto, el
calentamiento solo debe tomarse en consideración.

Respecto al interés que tiene para Francia este proyecto, es verdad
que hay interés, puesto que supone la garantía del recurso hídrico
que se aporta a algunas ciudades, como Narbonne o Perpignan. Esta
cuestión se ha tenido en cuenta en lo relativo a la determinación del
coste de la obra. Partimos de que el coste del agua era nulo,
gratuito; España no tiene que pagar el agua. En segundo lugar,
tampoco hay que pagar la inversión que se ha realizado en una zona
que va desde el Ródano hasta Montpellier. Tenemos una primera
inversión, que ya funciona y no es necesario pagar la amortización en
este proyecto. Es cierto que hay una utilización posible, desde el
punto de vista de ayuda y garantía, sobre la región del Languedoc-
Rousillon. Estos elementos deben discutirse; se ha intentado hacer un
proyecto, bastante equitativo.

Concluiré diciendo que el acueducto tiene como objetivo responder de
una manera óptima a las necesidades previstas, es decir, se prevé una
canalización de 2,40 metros que corresponden a la optimización, según
los ingenieros, de aquello que hace falta para responder a la demanda
de España. Por lo tanto, si hay una utilización por parte de Francia,
se puede decir que no cuesta una sola peseta a España. Esto es lo que
puedo contestar.




Para concluir, me he referido al tema de la financiación. Hay
diversas soluciones que varían según las fuentes de financiación.

Hay una cuestión que no he comprendido bien respecto al precio de 150
para Barcelona, no entiendo bien de dónde puede salir esta cantidad.

Nosotros hemos fijado los precios considerando, de un lado, la parte
francesa y, de otro, la española, y lo que puedo decir es que el
precio del agua en el grifo en Barcelona ha sido calculado
considerando que hay diferentes fuentes de abastecimiento. Es decir,
el agua del Ródano vendría a añadirse al agua que existe actualmente
proveniente del río Llobregat, del río Ter o de otros trasvases; un
precio mixto es el resultado que tenemos en estos momentos.

Le pido perdón, señora presidenta, porque me he extendido quizá
demasiado, pero quería responder a las preguntas.

Muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Brunel, por su presencia
hoy aquí y por su intervención. Le despedimos dando paso a la última
comparecencia de la mañana. Intervendrá el señor Prat Fornell
y tendremos previamente dos minutos de descanso. (Pausa.)
- DEL SEÑOR CATEDRÁTICO DE ECOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA
Y VOCAL DEL CONSEJO NACIONAL DEL AGUA (PRAT FORNELL). (Número de
expediente 219/000170.)



La señora PRESIDENTA: Señoras y señores comisionados, reanudamos la
sesión con la última comparecencia.




Tenemos con nosotros a don Narcis Prat Fornell -a quien damos la
bienvenida-, catedrático de Ecología de la Universidad de Barcelona y
vocal del Consejo Nacional del Agua, que desarrollará su intervención
ayudado de medios técnicos. Recordándole que la intervención tiene
que rondar el cuarto de hora o veinte minutos, tiene la palabra el
señor Prat Fornell, a quien reiteramos el agradecimiento de la
Comisión por su presencia hoy aquí.




El señor CATEDRÁTICO DE ECOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA Y
VOCAL DEL CONSEJO NACIONAL DEL AGUA (Prat Fornell): Señora
presidenta, señorías, mi intervención se basará principalmente en las
afecciones del Plan hidrológico nacional al bajo Ebro y a su delta.

Además de vocal del Consejo Nacional del Agua soy limnólogo, profesor
de Ecología en la Universidad de Barcelona y llevamos unos cuantos
años estudiando estos temas. Tienen ustedes un documento que explica
un poco los detalles, y aunque en el mismo sólo figura mi nombre,
detrás está el trabajo de mucha gente.

Respecto de los aspectos ambientales del Plan hidrológico nacional,
el documento que se presentó al Consejo Nacional del Agua -era la
primera vez que se presentaba un documento de este tipo- era muy
incompleto. Por ejemplo, olvida que en temas de calidad de agua
dentro de tres años habrá que empezar a cumplir la directiva marco;
este documento de análisis ambiental pasa totalmente por encima. Hay
un análisis de calidad del agua de tipo físico-químico, utilizando la
normativa actual más o menos vigente, y ese análisis, que para el año
1970 estaba muy bien, hoy resulta absolutamente anticuado. Aunque hay
muchos datos de indicadores biológicos de las aguas de los ríos,
embalses y lagos españoles, todo eso está olvidado en este análisis
ambiental. Sé, como presidente que fui de la Asociación Española de
Limnología, donde precisamente nos dedicamos a esto, que desde hace
más de 20 años hay una enorme cantidad de datos sobre los indicadores
biológicos en España y, sin embargo, se han obviado. Desde ese punto
de vista, se puede calificar este documento de nulo, la verdad es que
está muy mal.

En cuanto al bajo Ebro, se considera una parte mínima de los
múltiples estudios que se han realizado. Se estudia bastante bien el
tema de la cuña salina, utilizando precisamente los datos de las
tesis que yo he dirigido. Sin embargo, el tema del delta propiamente
dicho y



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su riqueza se olvida, ni siquiera está contemplado en este análisis
ambiental. Por lo tanto, como profesor universitario, le damos a este
estudio ambiental un suspenso enorme. Está totalmente injustificado
que con este estudio ambiental se diga que al delta del Ebro no le
pasará nada por quitarle mil hectómetros cúbicos. Este estudio
ambiental no lo justifica de ninguna manera. (El señor Prat Fornell
muestra a los miembros de la Comisión una proyección.) La zona de
estudio es esta que les muestro. Es interesante saberlo porque las
características ecológicas del bajo Ebro y las características del
agua vienen fijadas por estos dos grandes embalses, Mequinenza y
Riba-roja, que son los que realmente regulan el río. Estos embalses
permiten que el agua sea un elemento clave en la ecología de este
espacio. En la imagen de arriba tienen la zona de Xerta, de donde se
derivan las aguas hacia los canales de la derecha y de la izquierda.

Parte del agua -lo he señalado con una flecha pequeñita- sigue
pasando por el río, y en verano solamente llegan a ser entre 20 y 30
metros cúbicos por segundo, a pesar de que el plan de cuenca dice que
deben ser 100 metros cúbicos por segundo. A continuación, en la parte
inferior izquierda pueden ver el delta, donde una gran parte de esta
agua sirve para los arrozales y los sistemas naturales. Abajo, a la
derecha, pueden ver las bahías, donde están las zonas marisqueras.

Insistiré en algo que es muy importante: el agua dulce que, a través
del delta, llega a las bahías es lo que hace que la producción de las
mismas sea muy elevada. Es decir, si no hay agua dulce que entra de
la zona del delta a las bahías se acabó la marisquería.




El modelo de gestión actual del bajo Ebro, cómo se gestiona el agua,
viene dado por estas concesiones -siempre hay que dejar por lo menos
45 metros cúbicos para los regantes- y por las concesiones
hidroeléctricas: el río tiene que bajar de Riba-roja por lo menos
hasta Ascó con 70-80 metros cúbicos por segundo o de lo contrario no
se refrigeraría la central nuclear. Además, la central de Flix tiene
una concesión de 70 metros cúbicos que si no se cumple daría lugar a
contraprestaciones monetarias; por lo tanto, tiene que bajar siempre
este caudal, que es lo mínimo que baja en verano. Si a los 70-80
metros cúbicos por segundo se les quitan 45 para los regantes quedan
muy pocos para el final del delta. Evidentemente, hay un cierto
control de las inundaciones y, con respecto a la comunidad, no hay
ningún modelo. Se han construido unas cuantas depuradoras, pero, en
relación con la parte más importante, la contaminación difusa, nadie
sabe ni contesta nada sobre su control. Los efectos del modelo de
gestión actual son la insostenibilidad física del delta por la
retención de sedimentos, un aumento de la duración de la cuña salina
y los efectos colaterales de falta de oxígeno en el fondo que ello
implica, efectos sobre la flora y la fauna, contaminación procedente
de los agroquímicos como también, aunque ahora menos, de la
electroquímica de Flix, y una disminución de la producción pesquera.

De todo ello hablaremos.

Una de las cosas que olvida el plan hidrológico -no es que lo olvide,
sino que dice que no es de su incumbencia- es el problema de la
sostenibilidad física del delta. El delta del Ebro se está hundiendo
simplemente por el hecho de que el 95 por ciento de los sedimentos se
han quedado en los embalses, por ejemplo en el de Ribarroja. El delta
es una zona muy llana y lo podemos ver en un mapa altimétrico. Las
zonas en blanco están situadas a 25 cm sobre el nivel del mar. Se
hicieron cálculos con un estudio de investigación que se realizó hace
cuatro años en el delta; teníamos unas parcelas, poníamos talco en el
suelo, volvíamos al cabo de un año, al cabo de dos, y, si el talco no
estaba, significaba que se estaba erosionando. Se ponen unos testigos
y se ve lo que crece y lo que no. En la zona de Buda, por ejemplo,
hay un salicornial que no crece, sino que se está erosionando. Eso
también se ha medido con una serie de sistemas, siendo la pérdida
máxima 5 milímetros al año entre el hundimiento del terreno y el
crecimiento del nivel del mar. Por lo tanto, en 50 años, una tercera
parte del delta estará por debajo del nivel del mar. Y esto, que nos
quedemos por lo menos sin una tercera parte del delta, lo obvia el
plan hidrológico.

Con respecto a la cuña salina, tenemos tres representaciones de la
misma. El fondo del río está por debajo del nivel del mar. Esto se
explica muy fácilmente cuando viene una riada; el río erosiona el
fondo, traslada el material al mar y lo llena de agua dulce. En
condiciones de caudal elevado, unos 400 metros cúbicos por segundo
aproximadamente, se llena todo de agua dulce, penetrando el agua
salina solamente en la zona de la entrada, por cuestiones de cambio
de nivel. Existen diferentes niveles del fondo, aunque la escala
vertical está exagerada. Hay un punto, en el kilómetro 18, que es
Deltebre, en el que el caudal circulante del río contiene 125 metros
cúbicos por segundo, dependiendo del nivel del mar, puesto que el
nivel del mar también fluctúa; llena totalmente el río y penetra la
cuña salina solamente hasta una zona intermedia, que es donde se
forma la cuña salina. El agua salada penetra por el fondo, y el agua
dulce circula por encima. Cuando el caudal baja de 100 metros cúbicos
por segundo, este umbral es pasado por el agua salina, que sube hasta
el siguiente umbral, unos 60 ó 70 metros cúbicos por segundo, un poco
más arriba de Amposta, cerca de donde hay una fosa, con unas
urgencias de agua dulce en el fondo. ¿Qué ocurre con la cuña salina?
Esta cuña era una bendición a principios de siglo, ya que permitía
a las especies marinas subir por el río y permitía pescar a los
pescadores. En estos momentos es una maldición, porque, cuando la
misma se forma, por la cantidad de algas que lleva el río, las algas
que lleva el río en suspensión se van hacia el fondo. La cuña salina
tiene una zona más salada, más densa, no se mezcla con la partede
arriba, queda aislada, y las algas, que son materia



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orgánica, se van pudriendo y consumen el oxígeno, con lo cual nos
quedamos sin él al cabo de más o menos un mes de formarse la cuña
salina. Al no haber oxígeno, no hay peces, no hay seres vivos. Esto
supone además la presencia de sulfídrico, dado que las aguas del Ebro
tienen mucho sulfato. El sulfídrico es algo que huele a huevos
podridos. Si uno tiene, por ejemplo, el áncora de su barco oxidada,
la echa al fondo del río durante un par de horas y cuando la saca a
la superficie sale sin herrumbre, debido a la acción del sulfídrico,
que ataca los óxidos. Esto es lo que pasa ahora y por lo que decimos
que la cuña salina es una maldición, más que una bendición. ¿Por qué
hay tantas algas en el río? Por una cuestión muy sencilla, porque el
agua del río es de color verde intenso. Los paisanos del delta dicen
que antes de los embalses el agua tenía dos colores: en invierno,
turbio, por el fango que llevaba, y en verano, transparente por la
claridad. Ahora siempre es de color verde. ¿De dónde salen estas
algas? Las algas son plantas y, como saben, necesitan abonos para
vivir, básicamente nitrógeno y fósforo, que proporcionan los campos
de cultivo existentes en la zona del Ebro. Estas zonas de cultivo son
las que proporcionan en gran cantidad estos nutrientes desde los años
sesenta/setenta hasta ahora, en que se han ido incrementando las
concentraciones de nitrógeno y de fósforo, debido a estos aportes
difusos, básicamente, aunque también puntuales. Zaragoza y Lleida
también tienen una parte de culpa de todo esto. Estamos a unos
niveles relativos de nitrógeno y de fósforo relativamente pequeños
comparado con otros ríos, aunque elevados para producir este efecto.

Para los que hemos estudiado el delta, es evidente que presenta
muchos problemas de sostenibilidad futura por cantidad y calidad de
agua y sería deseable que el plan hidrológico se preocupara de este
extremo. ¿Cuáles son las propuestas del plan hidrológico? ¿Garantizan
esta calidad en el bajo Ebro? El plan hidrológico lo único que dice
es que garantiza los 100 metros cúbicos por segundo, que hay unos
sobrantes llamados jurídicos, no sé por qué, de 5.000 hectómetros
cúbicos al año y que se calculan unos consumos por nuevos regadíos en
la cuenca de hasta 4.000 hectómetros cúbicos al año. El consumo por
nuevos regadíos supone que, además de consumir agua, van a aumentar
los sulfatos, los cloruros, los nitratos y los fosfatos. Los
problemas de contaminación del río se agravarán al haber más campos
de cultivo. Esto es así porque las zonas que se van a cultivar y
muchas de las que se cultivan en Aragón no se pueden regar solamente
con el agua que necesitan las plantas. Se tienen que regar en exceso,
porque si no se salinizaría el suelo. Por tanto, seguirán llegando
toneladas y toneladas al delta. Esto significa, por ejemplo, que en
Zaragoza la conductividad del río puede ser, en verano, casi 5.000
microsiemenes, cuando la conductividad del agua de un río a partir de
1.000 se considera no potabilizable. En el
futuro, podemos llegar a los 6.000 ó 7.000 delante de Zaragoza, casi
podemos montar una piscifactoría.

Es lo que propone el plan hidrológico, lo que yo llamo el
encefalograma plano. Siempre la misma cantidad de agua y nada más.

Deberíamos buscar una alternativa, lo que nosotros llamamos un caudal
para un modelo sostenible. ¿Qué capítulos debería tener este caudal?
Agua para mantener a raya la cuña salina, agua para mantener los
caudales mínimos de invierno, para que la cuña salina no esté 12
meses, sino menos, agua para las actividades económicas y ecológicas
del delta y de sus bahías, el arroz, el cultivo de moluscos; agua y
sedimentos para el delta y para la producción pesquera y agua para
controlar los efectos de la contaminación derivados de la existencia
de la cuña salina.

El caudal mínimo de la cuña salina -y en esto estamos todos de
acuerdo- garantiza que la cuña salina llega hasta Deltebre, no
garantiza que no haya cuña salina, sino que si tuviéramos este caudal
mínimo, tendríamos cuña salina todo el año hasta Deltebre. Por tanto,
tendríamos falta de oxigeno en el fondo del río 12 meses al año. Con
los sobrantes jurídicos, el plan hidrológico nos dice que no pasará
12 meses, sino 9 meses. Tiene que haber un caudal para los usos que
hay actualmente, para el arrozal, también hemos considerado el
minitrasvase a Tarragona y las medidas agroambientales, porque ahora
se inundan los campos de arroz para especies migradoras en otoño. El
caudal que gestiona la comunidad de regantes son 824 hectómetros
cúbicos al año, no 1.500. Cuando nos dicen que van a quitar concesión
a los regantes, que les quitaran 500, es mentira. De estos 1.300 de
los regantes, los 500 que teóricamente son suyos pasan por el río; es
decir, se sacará agua del río si se elige esta opción. Por tanto,
aquí tenemos este caudal que tiene que pasar por el río. Después es
necesario un caudal mínimo de invierno que mantenga los fondos en
constante remoción y asegure su oxigenación y que circunscriba la
cuña salina a la zona final del río. Necesitamos un mínimo de tiempo
en el que la zona final del río esté sin cuña salina.

Por otra parte, estos caudales elevados permiten la remoción de los
sedimentos y la persistencia de una especie protegida por la Unión
Europea, que es la marigritífera auricularia. En cuanto nosotros
dejemos de tener estos caudales elevados, probablemente esta especie
desaparezca. Por tanto, necesitamos tres meses de caudales para
mantener esta cuña salina a raya en la parte final. Después tenemos
el caudal para las avenidas. Cuando estos días sale tanto en la
prensa que el agua del Ebro se pierde en el mar, para los que
trabajamos en ríos, siempre nos deja un regusto muy malo, en el
sentido de que los ríos siempre han llegado al mar. Además, las
avenidas tienen dos propósitos, en el caso del Ebro. Se deberían
utilizar las avenidas para transportar el sedimento que ahora está en
los embalses hasta el delta. Se ha hecho un cálculo aproximado. Se
necesitan más o menos unos 5 millones de toneladas de



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sedimentos cada año, que es muy poquito con respecto a todo lo que
hay en los embalses, para ir distribuyéndolos, por una parte, sobre
el delta a través de los canales y, por otra, aportándolos al final
del río para que se distribuyan y evitar la regresión del delta. Con
la densidad que se podría obtener con una tubería que fuera de la
cola del embalse hasta la presa, que sería en momentos de caudal
bajo, se debería ir sacando este fango y acumulándolo delante de los
embalses y cuando viniera una avenida se transportaría directamente
por esta avenida. Necesitamos por lo menos 1.000 metros cúbicos por
segundo para transportar este material y, por tanto, estas avenidas
serían favorecedoras de la sostenibilidad del delta.

Al mismo tiempo, estas avenidas provocan mecanismos de afloramiento,
en la zona de mar cerca del delta, que aumentan la productividad del
mismo. El profesor Margalef, en los años sesenta, señaló que más o
menos un 25 por ciento de la producción pesquera frente al delta
dependía de las crecidas del Ebro. Sin estas crecidas, baja la
producción pesquera. Como se supone que también queremos que se
mantengan los pescadores en el delta, habrá que generar estas
avenidas para la producción pesquera. Tal como está ahora, tenemos 9
meses, durante los cuales sigue bajando un caudal mínimo del río; por
tanto, necesitamos que la cuña salina de vez en cuando sea eliminada
hacia el mar, mediante pequeñas avenidas controladas para evitar los
problemas de la anoxia. Esto se podría conseguir soltando durante 20
días caudales de 400 metros cúbicos por segundo. Así tendríamos lo
que sería el hidrograma ideal para mantener la funcionalidad
ecológica y las actividades económicas actuales del delta. Si se
quiere un delta como el que tenemos ahora, si se quiere un río como
el que tenemos ahora o mejor, necesitamos 11.600 hectómetros cúbicos
al año. Lo tienen ustedes en el papel que les han distribuido.

Comparamos los dos modelos, el modelo Plan hidrológico encefalograma
plano y el modelo que nosotros pensamos que se debería seguir con
estos diferentes capítulos. Si, con esto, alguien cree todavía que el
agua de Ebro se echa al mar, se tira al mar y se pierde en el mar, no
sé qué argumentos le vamos a dar para intentar convencerle.

Esto es lo que ha bajado por el Ebro, en Tortosa, en los últimos 20
años. Si observan la raya de los 12.000, verán que sólo en cinco
ocasiones se ha pasado de este caudal. ¿Qué quiere decir esto? Que
durante 16 años por el Ebro ha bajado menos agua de la que debería
bajar para mantener el sistema como está, por lo que nos estamos
metiendo en un riesgo muy importante de degradación. Evidentemente el
plan hidrológico le da la puntilla, con todas las obras que plantea.

Además, esto tiene otra puntilla, las incertidumbres de futuro
derivadas del cambio climático. El propio plan hidrológico nos dice
que actualmente, por la señal hidrológica que hay en el río, por el
agua que sale por Tortosa, si estuviéramos en régimen natural,
deberían salir unos
18.000 hectómetros cúbicos al año; pero, en el promedio de los
últimos 60 años, han salido 12.000, y en el promedio de los últimos
20 años salen solamente 8.000. ¿Por qué sale menos agua? Sale menos,
según el plan hidrológico, porque hay muchos campos de cultivo que se
comen el agua, que evapotranspiran el agua, y dice que no hay señal
de cambio climático. Algunos hidrólogos piensan lo contrario. Aquí
les señalo los caudales, a lo largo de los últimos años, de cuatro
estaciones del Pirineo. Estamos hablando de estaciones donde no se
han hecho regadíos, estaciones donde los usos del suelo, aguas
arriba, prácticamente no han cambiado, es decir que la cantidad de
agua que se ha evapotranspirado por la vegetación más o menos es la
misma y, sin embargo, claramente baja menos agua por el río, lo que
sólo puede ser debido a que llueve menos. Por tanto, aquí hay una
señal inequívoca del cambio climático, que además seguirá.

Hay otra señal que también es inequívoca. En la margen derecha del
Ebro, los ríos mediterráneos, no es que lleven menos agua, es que
algunos no llevan ni agua. ¿Y cómo es que no llevan agua? Aparte de
esta señal de cambio climático, hay otra cosa, que es el cambio de
uso del territorio. En la mayor parte de estos lugares se han
abandonado los campos, no hay cultivos, se ha desarrollado una
vegetación de árboles, y los árboles consumen mucha más agua que los
matorrales, las hierbas o los campos. Por tanto, una parte del
consumo de agua, aproximadamente un 0,1 o un 0,2 por ciento anual, se
puede atribuir a este crecimiento de la vegetación, que evidentemente
no es infinito, llegará un momento en el que, cuando todo esto lleno
de árboles, ya no gastará más, pero también habría que considerarlo y
el plan hidrológico no lo ha considerado. De esta forma, el plan
hidrológico, en este aspecto hidrológico, que es el que se ha
estudiado más y del que hay unos modelos, creemos que también está
equivocado. En los aspectos ambientales, repito, un cero, un suspenso
total, y en los aspectos hidrológicos, muchas incógnitas que creemos
que no están despejadas con el estudio que se ha hecho.

Esto es todo. Muchas gracias por su atención.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Prat.

Por el grupo proponente, el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Morlán.




El señor MORLÁN GRACIA: Muchas gracias, señor Prat, por habernos
expuesto de manera tan detallada y pormenorizada cuál es la situación
del delta del Ebro y cuál puede ser en función de la aplicación de
este proyecto de ley.

Me gustaría que nos contestara una serie de preguntas que tienen que
ver, en principio, con el plan integral del delta, que usted sabe que
corresponde a una actuación que parece que se va a llevar a cabo.

Imagino que usted conocerá con algún detalle su contenido o lo que



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se plantea desde la Generalitat de Cataluña, para saber en qué medida
ese plan integral repercute en la solución del delta y en el
mantenimiento de los ecosistemas del delta. En segundo lugar, ha
hecho referencia muy escuetamente a la directiva marco en política de
aguas. Me gustaría saber en qué medida está contemplada la directiva
marco en el conjunto del plan y si el plan abre alguna puerta a la
incorporación de esta directiva marco sin acudir a un nuevo plan
hidrológico nacional en función de que, en el momento en que se
trasponga, tendríamos que adecuar nuestras normas a la directiva
marco. En tercer lugar, el precio del agua. En el voto particular que
usted ha remitido al Consejo Nacional del Agua, hace referencia al
precio, pero se contempla solamente el del trasvase. Querría conocer
su opinión respecto a los diferentes precios que existen, en cuanto
a la repercusión económica del plan, y ver lo que no está incluido en
el plan y tiene que ver con el precio del agua. Antes, ha estado el
presidente de la Asociación de Aguas del Ródano. Me gustaría saber
qué opinión le merece a usted el trasvase del Ródano y en qué medida
puede satisfacer los déficit que existen en Cataluña.

Al igual que ha expuesto antes la directora de la Agencia del Agua de
Cataluña, usted ha mencionado que hay un periodo de años, quince, en
el que no hay caudal suficiente para hacer frente a las necesidades
del delta y a todo tipo de usos que tiene contemplado el Ebro. Lo que
he observado es que las diferencias entre la Agencia del Agua y usted
son que ellos evalúan que existe una necesidad menor de aportación de
agua porque entienden que los hectómetros cúbicos que ustedes
plantean son excesivos. Siguiendo su explicación y de acuerdo con
esas previsiones que usted hace, usted está más próximo a la realidad
que la Agencia del Agua de Cataluña, pero me gustaría saber cómo
evalúa esa posición del Gobierno de Cataluña en este tratamiento de
los quince o dieciséis años a los que ha hecho referencia.

Ha manifestado que la calidad del agua en el plan hidrológico
nacional es sólo química. Amplíenos la explicación y díganos qué
otros conceptos tienen que ser contemplados en un plan hidrológico
nacional. Y me gustaría que nos contestara si este Plan hidrológico
nacional tiene que estar sometido a una evaluación estratégica
ambiental y en qué medida cumple o incumple las directivas europeas
aprobadas en este momento y la futura que se traspondrá al derecho
interno, que es la directiva marco en política de aguas.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor
Saura.




El señor SAURA LAPORTA: Simplemente quiero felicitar al señor Prat
por su exposición. Renuncio a hacer cualquier pregunta, porque me
parece que ha quedado muy claro.

La señora PRESIDENTA: Por el Grupo del PNV, tiene la palabra el señor
Otxoa.




El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: Señora presidenta, deseo agradecer
expresamente a don Narcis Prat su exposición y el informe que nos ha
entregado, que creo que es absolutamente clarificador. No me merece
la pena hacer ninguna pregunta a la vista de lo expuesto.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo de Convergència i Unió, tiene la
palabra el señor Sedó.




El señor SEDÓ I MARSAL: En primer lugar, cómo no, quiero agradecer al
señor Prat su asistencia, su información y el informe escrito, por el
cual podremos entrar en detalles.

Tendría que hacerle dos preguntas muy concretas y pedirle una
aclaración. En la tabla cuatro habla de las necesidades hídricas y la
suma llega a 11.600 hectómetros cúbicos. A mí me da la impresión de
que podría haber algún solape entre los tres primeros conceptos, que
alguna parte de las cantidades estuviese sumada dos veces, por
decirlo de alguna manera. Con que usted me diga sí o no o que es por
tal condición, me basta.

Parece que el plan hidrológico, según qué intervinientes, sea una
redacción de la Generalitat de Cataluña. Así se dice haciendo
comentarios a las aportaciones que esta mañana se han dado aquí. Y me
gustaría que quedara claro que es una aportación, una redacción del
Gobierno del Partido Popular, con el cual nosotros no estamos de
acuerdo. Intentaremos llegar a un consenso y a unos acuerdos, pero no
es nuestro plan.

Siempre se han comentado problemas que se crean en el delta del Ebro,
de los cuales le voy a hacer una pregunta después, pero también
quisiera que profundizase un poco en un comentario que se ha hecho
respecto a las consecuencias de los 3.400 hectómetros cúbicos de agua
que van a salir del sistema del Ebro en Aragón para riegos. Usted ha
indicado problemas de salinización en el Ebro, en la zona de
Ribarroyo o Mequinenza, y quisiera que me aclarase cuál es esa
influencia, porque puede ser digna de tener en cuenta y hasta ahora
prácticamente no se ha comentado nunca. En alguno de sus artículos en
El Periódico, en Cataluña, artículos muy interesantes, habla de tomar
medidas para conseguir aporte de sedimentos y de una manera que se ve
factible; habla de nuevos aportes. ¿Nos podría explicar un poco más?
Ha dicho algo de llevar sedimentos en momentos en que están los
pantanos bajos, desde la cola a cabecera. ¿Cómo se puede llevar esto
hasta el delta?



La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Ortiz.




El señor ORTIZ PÉREZ: Como no podía ser de otra manera, doy las
gracias al señor Prat por su magnífica



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exposición, aunque en muchos de sus aspectos no coincidimos, como es
lógico. En todo caso, la comunidad científica ha mostrado
discrepancias entre ellos y es lógico que en un plan tan complejo
haya verdaderas discrepancias, sobre todo razonadas y explicadas como
usted lo ha hecho, pero permítame que, después de su intervención, me
hayan quedado algunas dudas que quisiera que usted me aclarara.

Sabe usted perfectamente que en el Pleno del Congreso de la semana
pasada se debatieron las enmiendas de totalidad y, en su
intervención, el señor ministro de Medio Ambiente asumió el
compromiso público de elaborar un plan integral para la protección
del delta del Ebro. Sería muy prematuro hacer una valoración en este
momento de cómo va a quedar ese plan integral y estoy convencido,
señor Prat, de que muchas de sus ideas y de sus aportaciones van a
ser tenidas en cuenta y estudiadas por el Gobierno en ese plan
integral de protección del delta del Ebro, pero me quedan, como decía
antes, algunas dudas.

Usted decía que se van a destinar 4.000 hectómetros cúbicos al año,
dentro del proyecto de Plan hidrológico nacional, para los regadíos
de la zona de los regantes del delta del Ebro. Yo quisiera saber si
usted está de acuerdo con este planteamiento o no. Sabe usted que el
Plan hidrológico contempla un caudal mínimo ecológico fijado en 100
metros cúbicos por segundo. Yo quisiera que usted me aclarara si lo
considera idóneo, necesario y suficiente para el mantenimiento de los
ecosistemas. Y, dentro de la exposición que usted ha hecho para
preservar las tierras y los regadíos del Ebro, querría saber si
considera positivo el anuncio del ministro de presentar un plan de
modernización de regadíos, porque creemos que es necesario hacer una
regulación perfecta de todos los regadíos, no sólo en el delta, en
Aragón, sino en toda España. En todo caso, señor Prat, esperando
algunas aclaraciones sobre las cuestiones que le hemos planteado, le
reitero mi agradecimiento por su clara y detallada exposición.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Prat Fornell, para
responder a las diferentes cuestiones.




El señor CATEDRÁTICO DE ECOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD DE BARCELONA Y
VOCAL DEL CONSEJO NACIONAL DEL AGUA (Prat Fornell): Voy a intentar
responder por orden.

Respecto al plan integral del delta, sobre el que se me ha preguntado
varias veces, tengo que decir que lo que pone en el anteproyecto de
ley con relación al mismo está copiado letra por letra de un primer
borrador que yo envié al Ministerio. Lo que pasa es que este primer
borrador tenía al final un párrafo que decía: Con este Plan
hidrológico nacional y con esta transferencia de 1.000 hectómetros
cúbicos es imposible hacer este borrador; por tanto, lo primero que
hay que hacer es el plan, vemos si sobran 1.000 hectómetros cúbicos y
luego decidimos el trasvase, no al revés. Me parece muy interesante
que se haga un plan, que este plan incluya todos los aspectos que
nosotros hemos considerado, pero debería ser al revés, es decir,
hacemos el plan, lo estudiamos bien y luego vemos si realmente sobra
o no agua. Esto es lo que puedo decir sobre este plan, sea de quien
sea y venga de donde venga.

En este plan había una cosa que yo considero alucinante, y es que
alguien ha propuesto construir en la desembocadura del Ebro una
barrera para impedir la entrada a la cuña salina. Esto sería una
locura ambiental, ya que poner una barrera para intentar que no entre
el agua salina significaría que el agua dulce que llega, aunque fuera
a los cien metros cúbicos por segundo, formaría una especie de laguna
en la parte final del delta, y con estos nutrientes, con esta agua y
con estas algas, sería una especie de caldo de cultivo. Además, en
verano, por diferencia de temperaturas, se formaría igualmente una
capa superior y otra inferior; la capa inferior se quedaría
totalmente anóxica, con el riesgo de que, si hubiera unos vientos de
levante fuertes, puede mezclarse, con lo cual, este olor a sulfídrico
que ahora se queda en el fondo saldría a la atmósfera, algo que
gustaría mucho oler a los habitantes del delta. Además, con esta
especie de embalse en la desembocadura del Ebro, existiría el riesgo
de que al final aparecieran las cienofidias tóxicas que no han
aparecido hasta ahora. Por tanto, si alguien está pensando que
construir una barrera de cemento debajo de la desembocadura del delta
mejora los temas de la cuña salina, creo que es al contrario, va a
ser otra bomba letal para las aguas del delta. Esto con respecto al
plan integral del delta.

Con respecto a la directiva marco, creo que puede enlazarse con las
preguntas sobre la calidad del agua física y biológica. La calidad
del agua que se ha medido en el Plan hidrológico nacional ha sido
tomando las diferentes directivas, calidad de agua de bebida, calidad
de agua para la vida piscícola, calidad de agua de baño. Por ejemplo,
en Tortosa hay un promedio de un 20 ó un 30 por ciento de los días
del año donde el agua no es potabilizable teóricamente, porque tiene
una cantidad de cloruros y sulfatos superior a la permitida, y esto
evidentemente empeorará en el futuro. El mismo plan nos dice que,
gracias al Segre, que diluye un poco, esto no es peor, porque la
mayor parte de los sulfatos y de los cloruros provienen de la cuenca
del Ebro y del Cinca, y en cambio la del Ebro es un poco mejor. De
manera que cuando a alguien se le ha ocurrido quitar agua del Noguera
Pallaresa para llevarlo directamente a Barcelona sería mucho peor
para el Ebro, porque se concentrarían mucho más las sales. (El señor
vicepresidente, Ruiz López, ocupa la Presidencia.) Esto es lo que
pone el propio río; incluso cuando habla de calidad para peces, hay
un 30 ó 40 por ciento de las veces donde el agua del Ebro en algunos
puntos de la parte baja no reúne la calidad para los peces por la
presencia de nitritos o de amonio. En este estudio incluso se



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habla de que la calidad ahora ya es mala. Pues imaginemos en el
futuro, con más sulfatos, con más cloruros, con más nitrógeno, con
más fósforo. Por lo tanto, no entiendo cómo se puede decir que este
plan no afecta a la calidad del agua. Pero no se ha medido la calidad
del agua con lo que dice la directiva marco.

La directiva marco del agua de la Unión Europea es una directiva de
calidad y se establece porque algunos países como Holanda o Alemania,
que han construido todas sus depuradoras, que han intentado vencer el
problema de la producción difusa -y no han podido- han visto que, a
pesar de todo esto, la calidad biológica de sus aguas no mejora. En
Holanda están haciendo el plan salmón, cuentan uno por uno los
salmones que suben por el Rin -hay tan pocos que se pueden contar- y
esto no acaba de funcionar. ¿Por qué no funciona el plan salmón? Por
las características biológicas del ecosistema. Por eso la directiva
marco nos introduce en la definición del estado ecológico. El estado
ecológico es el mantenimiento de la funcionalidad de los ecosistemas
acuáticos. Hay que mantener los ecosistemas acuáticos funcionales y
con respecto a un estado de referencia. Estado de referencia quiere
decir que hay un buen estado ecológico de referencia y a él hay que
ir.

Evidentemente, el Ebro no está en el buen estado ecológico de
referencia por muchas cuestiones. Yo les puedo decir que las algas
del Ebro se conocen perfectamente, los invertebrados del Ebro se
conocen perfectamente. La misma Generalitat está poniendo dinero en
el estudio de la margaritífera auricularia para intentar que la
canalización del río no acabe con esta especie. Tenemos la presencia
de la palometa, que es un pequeño insecto, que a los holandeses les
desapareció del Rin en el año 1920 y ahora, después de muchos
esfuerzos, han conseguido recuperar. En Holanda, en la zona de
Maastricht hacen cada año, en septiembre, la fiesta de la palometa,
la fiesta del insecto, recuperando el río. En el Ebro todavía lo
consideran una peste porque en septiembre se llenan las plazas y las
calles de este insecto. El día que perdamos este insecto podemos
decir que el Ebro se ha ido al carajo, con perdón de la expresión.

Conocemos muy bien los peces del Ebro, conocemos los macrofitos,
conocemos los bosques de ribera. ¿Dónde está esto en el plan
hidrológico? No está. Si no está es porque se han olvidado, porque
conocerlo lo conocemos. Hay más de 20 tesis doctorales sobre el delta
del Ebro. ¿Han consultado a alguien que haya hecho una tesis sobre el
delta del Ebro? Porque me parece lo lógico. Ni lo saben. Entonces,
¿cómo podemos decir que este es un estudio ambiental? Para nosotros
es sorprendente. Esto enlaza mucho con lo que usted ha dicho antes de
que hay discrepancias entre la comunidad científica. Me gustaría
verlas, porque informes de científicos, que conozca, hay muy pocos o
ninguno. Yo no conozco ninguno a favor del Plan hidrológico nacional,
solamente los técnicos del Cedex que
vendrán pasado mañana a explicárselo, que son los que han hecho el
plan. Si uno hace el plan y luego no se lo cree, estaría muy mal. Por
lo demás, no conozco muchas voces científicas que estén a favor de
este plan, y desde luego, le puedo decir que a todos los que hemos
trabajado en el delta les pueden preguntar lo que les parece y le
dirán su opinión. Ya he dicho antes que este estudio está hecho por
mucha gente que ha trabajado en el delta y en él han sintetizado su
trabajo.

Respecto a los nuevos regadíos de Aragón, pienso que el impacto de
estos 3.400 hectómetros de agua será incluso peor que el propio
trasvase. (La señora presidenta ocupa la Presidencia.) Por lo tanto,
si se quiere tener un río Ebro en condiciones y se quiere tener un
delta en condiciones, no se deberían hacer estos nuevos regadíos, de
ninguna manera. Otra cosa es que los regadíos se quieran hacer para
otra cosa, pero estos regadíos desde el punto de vista ambiental,
nada. Ustedes pueden decir lo que quieran, pero desde el punto de
vista ambiental incluso algunos de los que hay se tendrían que
quitar. Ustedes hagan lo que quieran, pero desde el punto de vista
ambiental esto está claro.

Los 3.400 hectómetros cúbicos que desaparecen del río tendrán unos
efectos ambientales muy importantes. Respecto a los sedimentos,
quiero decirles que desde hace tres o cuatro años existe un informe
que hizo un geólogo, Antoni Canisio, que está en el delta del Ebro y
lo hizo para el Instituto Geológico de Cataluña. En él se explican
exactamente los sedimentos que hay y cómo se podrían quitar o no. Por
tanto, existe la posibilidad de hacerlo, aunque técnicamente tiene
problemas. Es algo complicado, no es fácil, pero se puede hacer.

Incluso los que hicieron este preinforme y lo comentaron con
ingenieros concluyeron que se puede hacer. Probablemente es
incompatible con el canal de navegación del río, que cada vez que hay
una avenida resulta medio colmatado, pero se puede hacer. Por tanto,
es algo factible.

En cuanto a si en los 11.600 hectómetros cúbicos hay solapamiento o
no, ya están descontados. Es decir, cuando nosotros hablamos de 1.000
metros cúbicos de avenidas, los 400 de avenidas de invierno y los 150
de la cuña salina ya se descuentan cuando se hacen las cuentas, por
tanto, no hay solapamiento.

Sobre si considero que el Ebro con 100 metros cúbicos por segundo es
suficiente como caudal mínimo, creo que ya he respondido a esta
pregunta. Es absolutamente insuficiente. Estos 100 metros cúbicos por
segundo de caudal mínimo en el Ebro están en el plan de cuenca,
basándose en los estudios de cuando Carlos Ibáñez hacía la tesis.

Menos mal, porque antes del plan de cuenca no había nada. Pero,
repito, estos 100 metros cúbicos por segundo, muchos meses al año, en
verano, no bajan. Por lo tanto, se está incumpliendo el plan
hidrológico de cuenca.

En lo relativo a los planes de cuenca tengo que decir lo mismo. Los
actuales planes de cuenca y el Plan



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hidrológico nacional van en la dirección contraria de la directiva
marco, son absolutamente incompatibles. Nos vamos a encontrar en una
situación muy interesante, y es que mientras estamos adaptando la
directiva marco, en los próximos tres años, y mientras empezamos a
cumplir la directiva marco, a lo mejor estamos haciendo las obras del
plan hidrológico que estarán destruyendo los ríos que intentamos
caracterizar con la directiva marco. Será muy interesante y vamos a
ver lo que pasa con todo esto. El día que se apruebe la directiva
marco todos los planes de cuenca tienen que tirarse a la basura y
volverse a realizar. Esto se lo digo a ustedes, como se lo dije a los
miembros del Consejo Nacional del Agua.

La modernización de regadíos, evidentemente, es bienvenida y a esto
nadie tiene que oponerse. Si se consume menos agua, perfecto. Pero
creo que hay ciertas regiones, por ejemplo, Murcia, donde ya no se
pueden hacer más regadíos. Se tienen que quitar regadíos. Yo estuve
el otro día en una reunión en Sevilla y nos contaban que en
Andalucía, en la cuenca del Guadalquivir, la cantidad de hectáreas de
regadíos que existe ahora ya es la prevista en el plan de cuenca para
el año 2010 y una cuarta parte son ilegales. Yo me pregunto, ¿cómo
nos podemos tomar en serio lo que dice el plan hidrológico respecto a
que los regadíos de Levante no se van a desarrollar porque eso es lo
que dice el plan? ¿Qué garantías tenemos de que esto no sea así? No
soy especialista en estos temas, pero en este aspecto nos quedamos un
poco sorprendidos.

Respecto a si el Plan hidrológico nacional debería ser sometido a
elaboración estratégica ambiental, creo que la directiva a la que
compete esta cuestión lo hace a partir de finales de este año, es
decir, que por obligación no lo está; ahora bien, probablemente sería
interesante que se sometiera, aunque tengo que decir también que los
profesores de ecología y los ecólogos en general estamos muy
desencantados con el tema de los impactos ambientales. No es una
herramienta útil para la protección del medio, sino más bien una
excusa para aprobar proyectos que ya lo están de antemano.

En cuanto al Ródano, tengo que decir que los aspectos ambientales han
sido muy bien estudiados. La comisión que se creó por parte de
Francia cuenta con grandes expertos -conozco a varios personalmente-
y concluyó que los efectos ambientales derivados de sacar el agua del
Ródano son muy pequeños, solamente queda algo dudoso el tema de la
radiactividad. Existen informes que dicen que hay radiactividad en
los sedimentos, pero también hay informes de las propias sociedades
de agua francesas que dicen lo contrario. Hay que tener en cuenta que
muchas personas beben de esta agua y, por tanto, hay una cierta
vigilancia. Por tanto, este es un problema de riesgo. ¿Aceptamos el
riesgo de que, por una pequeña radiactividad, dentro de 25 años pueda
haber una proporción de cáncer más grande en un sitio o en otro? Esta
es una pregunta que queda en el aire,
aunque, desde el punto de vista ambiental, los expertos franceses no
detectaron nada. Les puedo decir que fue un estudio bien hecho, con
profesionales reconocidos, con gente que trabaja en el tema del
Ródano y que lo conoce bien.

Respecto al precio del agua, no les puedo decir nada; no soy
especialista en el precio del agua. A mí no me digan que por las
afecciones ambientales se pagarán cinco pesetas por metro cúbico al
delta del Ebro porque no sé cómo se puede valorar esto; no sé si van
a desaparecer lagunas o van a desaparecer especies de aves. Eso no sé
qué vale, para mí no tiene precio. Las afecciones ambientales, las
afeccioness al medio natural no se deberían hacer, independientemente
de que se puedan pagar a un precio u otro.

No sé si me he dejado alguna pregunta.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Prat, por su intervención
y por las respuestas.

Se suspende la sesión, recordando que esta tarde comenzamos de nuevo
a las cuatro de la tarde.




Eran las dos y veinte minutos de la tarde.




Se reanuda la sesión a las cuatro y cinco minutos de la tarde.




- DEL SEÑOR PRESIDENTE DE COAGRET Y PROFESOR DE ANÁLISIS ECONÓMICO DE
LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA (ARROJO AGUDO). (Número de expediente 219/
000171.)



La señora PRESIDENTA: Buenas tardes, señoras y señores comisionados.

Continuamos con las comparecencias de expertos en relación con el
proyecto de ley del Plan hidrológico nacional. En la tarde de hoy
comparece, en primer lugar, don Pedro Arrojo Agudo, presidente de
Coagret -el señor Arrojo me ha hecho notar que sobra una E en el
comienzo del nombre de la asociación- y profesor de análisis
económico de la Universidad de Zaragoza. Podemos recordar los
tiempos. Los expertos y especialistas intervendrán un cuarto de hora
y posteriormente intervendrán los grupos cinco minutos para formular
las preguntas, cerrando finalmente el experto con la contestación
a las mismas.

Señor Arrojo Agudo, le agradecemos su presencia, le damos la
bienvenida en la Comisión de Medio Ambiente y esperamos su
intervención.




El señor PRESIDENTE DE COAGRET Y PROFESOR DE ANÁLISIS ECONÓMICO DE LA
UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA (Arrojo Agudo): Gracias a todos por recibirme
y concederme el honor de poder dirigirme a ustedes.




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En el corto plazo de tiempo de que dispongo, les voy a presentar un
resumen de lo que ha sido recientemente el dictamen que me solicitó
el propio Ministerio de Medio Ambiente, junto a otro centenar de
profesores, la mayoría profesores universitarios, sobre este proyecto
del Plan hidrológico nacional, dictámenes que luego, como ustedes
saben -al menos así ha salido reflejado en medios de prensa-,
desgraciadamente, por ahora no hemos conseguido que sean conocidos
públicamente, con lo cual paso directamente a pedirles que ustedes
los demanden, porque pueden disponer ustedes de 83 informes,
dictámenes, que yo sepa, por los que hemos sido pagados con dinero
público y que merecen ser conocidos por todos ustedes,
independientemente de que en esos dictámenes aparezcan críticas
positivas o negativas al texto. En mi caso, he centrado mi trabajo
fundamentalmente, como no podía ser de otra forma, en los aspectos
económicos y a ellos me voy a referir, dado el escaso tiempo de que
dispongo.

Debo decir que el documento de análisis económico, que por primera
vez -y lo digo en un tono laudatorio- la Administración hace sobre
este tipo de proyectos hidráulicos -son muy pocos precedentes los que
existen-, se inicia con una exposición rigurosa de los conceptos y
metodologías que deben aplicarse a este tipo de análisis: la
pertinencia del análisis económico, dejando al margen subvenciones e
impuestos, frente al análisis financiero, al tratarse de proyectos
desarrollados por el Estado y no por la iniciativa privada; la
necesidad de valorar bienes en juego desde sus valores llamados de
oportunidad y no desde valores de mercado o imputados
administrativamente; en fin, toda una serie de aspectos metodológicos
por los que, cuando empecé a leer el documento, me congratulé, porque
era riguroso y por primera vez se empezaba a hacer una análisis al
menos con una metodología explicada previamente, que yo califico de
metodología básica bien planteada. Sin embargo, desgraciadamente,
según se va avanzando en la lectura del documento económico, esas
bases metodológicas se ven conculcadas; en algunos casos contienen
análisis muy breves, pero en otros son claramente transgredidas. En
ese sentido, según fui avanzando en mi estudio fui desilusionándome,
quedando al final, desgraciadamente, defraudado e indignado, porque
en un momento determinado se producía una deformación de los
conceptos y de las metodologías, como les voy a explicar muy
brevemente, en el poco tiempo que tengo. He resumido esto en varios
puntos que ustedes tienen en un documento que les he entregado,
aparte de otro par de documentos que me parece pueden ser
interesantes para ustedes.

Sobre la regulación de caudales y sus costes, como se reconoce
formalmente en el Plan, para poder trasvasar 1.000 hectómetros
cúbicos con garantía, es preciso una capacidad de almacenamiento de
otros 1.000 hectómetros cúbicos suplementarios aproximadamente. Sin
embargo, el plan sugiere la posibilidad de usar el
actual embalse de Mequinenza, dando prioridad a tales funciones de
regulación de los trasvases frente a sus actuales funciones
hidroeléctricas. Hasta ahí, nada que objetar. Sin embargo, ello
supondría no sólo expropiar los derechos de concesiones de turbinado,
sino los propios derechos de propiedad que sobre la presa tiene la
empresa Enher. En la práctica el Gobierno ha priorizado la
construcción de un importante conjunto de embalses en el Pirineo y en
estas condiciones, desde mi punto de vista, la opción formal por
Mequinenza resulta difícil de justificar. En todo caso, el Plan
hidrológico nacional, que en un principio prevé la necesidad lógica
de considerar los costes de expropiación pertinentes que hubiera que
hacer en Mequinenza (a los que sugiero que habría que sumar la
indemnización por valores lúdicos y estéticos sacrificados al pasar
este enorme embalse de ser de lámina fija a ser de lámina variable),
establece que tales costes deberían ser, en principio,
contabilizados. Pues bien, cuando se constatan las valoraciones
económicas de las cuentas de costes de los trasvases del Ebro desde
el Bajo Ebro, tales costes se sitúan en cero pesetas. A ese respecto,
lo único que tengo que decir es que un caso similar, aunque diez
veces inferior en cantidad, lo tenemos en el proyecto de trasvase
Júcar-Vinalopó en el que se prevé usar la presa de Cortes, de poco
más de 100 hectómetros cúbicos de capacidad, desde una expectativa de
indemnización publicada a toda página por el Diario Levante, de 1.000
millones de pesetas al año. No lo entiendo. Hay una inconsistencia
grave en valorar las expropiaciones expectantes si es que Mequinenza
fuera realmente la opción de cero pesetas.

En cuanto al segundo punto, costes de mala calidad de las aguas
trasvasables, en la memoria económica se reconoce también, y eso es
correcto, la necesidad de contabilizar los costes de depuración que
impusieran la mala calidad en origen de las aguas a trasvasar en el
caso que fuere. Está hablando en términos generales de los posibles
trasvases en todo el Estado. En el caso de las aguas trasvasables
desde la cabecera del Segre, por ejemplo, sería razonable asumir
costes nulos en ese capítulo o sea en aguas de alta calidad. Sin
embargo, en el caso del Bajo Ebro el Plan hidrológico de la cuenca
del Ebro, ya no son datos míos, las reconoce como de calidad mala.

Aquí hay un texto del Plan hidrológico de la cuenca del Ebro, que les
reproduzco literalmente. Por otro lado, el nivel de salinidad
acumulado en esa zona de la cuenca es más que notable. Todo ello
exigiría tratamiento y depuración, especialmente en los caudales
destinados a usos urbanos. Sin embargo, tales costes que pueden
llegar a ser muy relevantes, desde mi punto de vista, no aparecen
contabilizados en el estudio coste-beneficio. De nuevo, costes,
puntos suspensivos, cero pesetas.

Respecto al tercer capítulo, de los costes energéticos, hacer hoy un
análisis coste-beneficio a 50 años, fundamentando los costes
energéticos sobre los precios



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de coyuntura de un mercado recién nacido de apenas año y medio de
experiencia, todavía lejos de condiciones de libre mercado, tal y
como reconoce la memoria del plan, en mi opinión resulta sumamente
endeble, difícil de aceptar. Es de notar, por otro lado, que en el
análisis económico del Ministerio, cuando de costes de consumo se
trata, se contabilizan desde los precios a los llamados usuarios
cualificados, a 5 pesetas por kilovatio/ hora. Hay que decir que en
esos mercados nacientes, inmaduros, el trato que reciben esos
usuarios cualificados es privilegiado muy por debajo del valor de
oportunidad que un libre mercado consolidado debería ofrecer. Eso
queda fuera de toda discusión económica. Por otro lado, a la hora de
contabilizar los ingresos derivados de potenciales turbinados, a lo
largo del trasvase, el análisis toma 11,2 pesetas kilovatio, es
decir, más del doble, incorporando subvenciones y precios
garantizados por el Estado para determinados tipos de producción
hidroeléctrica. Ello supone, en definitiva, una cosa muy sencilla,
saltar del análisis económico, de lo que se conoce en términos
técnicos como análisis económico, al análisis financiero,
transgrediendo el rigor de los fundamentos metodológicos que han sido
explicitados al principio del documento, en donde explícitamente se
dice que esto no se debe hacer de ninguna manera. Se dice
explícitamente. Es probable que la mano de otro técnico haya
redactado esa parte del documento, pero ahí hay una falta de
coherencia y de rigor muy notable.

Obviamente, desde el pertinente rigor del análisis económico es
preciso asumir un único valor de oportunidad para la electricidad,
tanto si es en la partida de costes como si es en la partida de
beneficios, en el que lógicamente deben estar descontados impuestos y
subvenciones, pero esto es de anual básico.

Por último -esto es importante-, desde un horizonte de cincuenta años
como se hace el análisis económico, que incluye el agotamiento del
petróleo desde cualquier expectativa de prospectiva, es poco serio
eludir la consideración de escenarios que contemplen drásticos
crecimientos de los costes energéticos, porque considerar en un
análisis último de sensibilidad un eventual incremento de costes de
la energía en un 30 por ciento y considerarlo como si fuera un evento
extremo e improbable, ciertamente resulta casi ridículo. No es así,
es decir, hay que entrar en una expectativa de costes de la energía,
más cuando estamos a cinco décadas que puede perfectamente duplicar
costes de la energía.

Otro punto, la necesidad de un análisis modular, es muy importante.

La presentación del proyecto como un solo bloque promediando las
estimaciones de costes en lugar de presentar un proyecto modular,
desglosando los costes de cada tramo, impide hacer lo que
generalmente llamamos en economía un análisis marginal o por bloques,
impide hacer un análisis dimensional del proyecto que permitiría
detectar cuándo los costes marginales
superan los beneficios marginales -lo que se dice en el
lenguaje popular que las cintas cuesten más que el manto-, pudiendo
explicitarse en tal caso alternativas más baratas en los tramos con
mayores costes, es decir, hacer ese análisis modular es elemental es
de racionalidad económica básica, pero se elude a través de hablar de
costes medios.

Por otro lado este enfoque oscurece el cálculo de costes asignables
realmente a los usuarios en cada tramo. Sin duda aquí reside la clave
política, desde mi punto de vista al menos, con todos los respetos,
por las que el estudio elude esta cuestión presentando cifras medias.


De hecho, basta desglosar por tramos los propios cálculos del
Ministerio que, insisto, están sesgados a la baja de manera muy
clara, tomando en consideración simplemente las distancias y los
caudales demandados por cada zona para constatar que para Murcia o
Almería esas 53 pesetas de media se transformarían en más de 100
pesetas metro cúbico, cifra que sería muy superior a 150 pesetas,
desde mi punto de vista. Esto ya son estimaciones mías que están en
el dictamen cuantificadas; pero, cogiendo los datos del Ministerio,
sería superior a 100 pesetas metro cúbico, cuando hoy los costes de
desalación de aguas de mar por ósmosis inversa, incluso los de
desalación de aguas de mar, que sería la alternativa más cara de las
opciones alternativas, se sitúa entre 70 y 90 pesetas metro cuadrado.


A menudo, bajo el argumento de la solidaridad, se promedia la
asunción de costes, con lo cual, lejos de cubrirse objetivo ético
alguno, lo que se hace es eludir el análisis marginal o cuando menos
modular que permite detectar cuándo los costes son mayores que los
beneficios marginales. Se elude en definitiva dimensionar
adecuadamente los proyectos. Lógicamente repartir costes retarda el
corte de la recta media con la curva de beneficios marginales,
favoreciendo proyectos de mayores dimensiones como aparentemente
viables, cuando en realidad se transgrede la racionalidad del
análisis marginal a base de cargar costes sobre quien no los genera,
disminuyendo en global el excedente social generado.

Otro punto importante, costes de compensación. A los costes de estas
infraestructuras y gastos de gestión habría que añadir los costes de
compensación, tal y como reconoce el propio documento del Ministerio.


Sin embargo, el cálculo de esos costes es absolutamente arbitrario y
además así lo dice el estudio del Ministerio, sin que se fundamente
en estudio ni referencia documental alguna, y eso sí me parece grave.


En los últimos años, el Gobierno viene hablando de pretendidas
compensaciones por grandes presas u obras hidráulicas de forma
arbitraria y confusa. En el caso del Pirineo, los llamados planes de
restitución territorial, en ningún momento considerados en el Plan
hidrológico nacional, suponen sobre el papel la promesa de decenas de
miles de millones que, aun encareciendo seriamente los proyectos,
están -hay que decirlo- todavía lejos de compensar,



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siquiera en sus repercusiones económicas, los impactos ambientales y
sociales a medio y largo plazo, medidos desde las metodologías de
valoración de intangibles que se usan de manera habitual con
profusión desde la economía medioambientalista, y ahí les cito
algunos de mis trabajos en tesis doctorales.

En el caso general de Aragón, según avanzan los días -yo escribí esto
hace tiempo-, las inversiones prometidas en compensaciones -entre
comillas- por los trasvases, suben a cantidades que se sitúan ya en
el billón y medio de pesetas. En lo que se refiere a estas
inversiones debería clarificarse, primero, si son rentables
y razonables en sí mismas, en cuyo caso no deberían ser caracterizadas
como compensaciones, sino simplemente realizarse en cualquier caso, o
si realmente, por contra, son propiamente compensaciones por daños
causados por estos proyectos, en cuyo caso deberían sumarse al
capítulo de costes asignables a los mismos, cosa que no se hace. Caso
de que tales inversiones induzcan costes -lo que se llama costes de
oportunidad- al forzarse sobre escenarios no óptimos, tales costes
deberían considerarse en el análisis coste-beneficio; cuestión que,
de nuevo, tampoco se aborda.

El Plan Hidrológico Nacional deja al margen estas compensaciones
territoriales -entre comillas- de los párrafos anteriores y teoriza
de forma específica el carácter de los costes como costes de
compensación. Esto es importante porque, al darle una terminología
técnica, eso tiene un significado en economía, lo que quiere decir
que tiene abundante literatura. Los valores de existencia
sacrificados que dice el plan, tienen abundante literatura
particularmente en Estados Unidos. Como mínimo habría que hacer
referencia, si no un estudio específico, al orden de magnitud que
comporta la literatura científica sobre estos temas. Les avanzo: en
la literatura científica ad hoc el orden de magnitud de estos costes
se sitúa en el 50 por ciento y más de los presupuestos de los grandes
proyectos hidráulicos. En este caso, las 5 pesetas por metro cúbico
suponen un 10 por ciento de la media.

Por último quiero hace una referencia porque creo que es un pequeño
escándalo, y permítanme decirlo así. La única justificación que se
hace en el documento de esas 5 pesetas toma como referente que en el
caso del trasvase Tajo-Segura se estipuló en su tiempo 4 pesetas
metro cúbico, pero fíjense que estamos hablando de tiempos de Franco,
y no lo digo por la dictadura, lo digo porque eran tiempos donde el
medio ambiente no existía. En aquellos tiempos se impacta a 4
pesetas/ metro cúbico. En estos momentos ¿tiene sentido poner 5
pesetas así, por capricho? Creo que es poco riguroso y requeriríamos
un análisis más serio.

Hay una cuestión muy importante y es que se confunde y se cambia el
término beneficio por valor añadido neto. Eso es muy grave. Suelo
decir en mis conferencias que, por menos, suspendo a mis alumnos en
primero de carrera. Me explico rápidamente. En el análisis
coste-beneficio, medir beneficios por valores añadidos netos,
en el caso de la agricultura equivale, en rigor, a considerar como
beneficios los costes salariales de la agricultura; es decir,
considerar los salarios como beneficios netos en lugar de como costes
productivos. En este sentido me remito, y les doy las referencias
documentales correspondientes, a que hay que tomar el concepto
beneficio que tiene estipulado en la contabilidad agraria oficial la
Unión Europea, sin más, para no entrar en discusiones.

Otro punto fundamental, el valor de oportunidad y los caudales
urbanos. Este es uno de los apartados en los que el estudio del
Ministerio, y no lo entiendan como un insulto, inflando a toda costa
las expectativas de beneficios, transgrede de forma rotunda las más
elementales normas del rigor económico. A la hora de valorar los
caudales previstos para usos urbanos y tras insistir correctamente en
la necesidad de realizar esta valoración, a través de lo que se llama
el valor de oportunidad, definido como el coste de la opción
alternativa más barata, se presenta como tal opción la desalación de
aguas de mar por 135 pesetas/metro cúbico. Analizando por partes la
cuestión, hay que señalar, ante todo, que el coste de la desalación
por ósmosis inversa de aguas de mar se mueve -he buscado datos en el
Cedex- entre 70 y 90 pesetas/metro cúbico. El análisis del
Ministerio, en su afán por recrecer el valor estimado de los caudales
urbanos incorpora, por ejemplo, costes de transporte y distribución
desde la planta de desalación, pero, ¡atención!, este capítulo de
distribución no está incorporado en los costes de los trasvases. Eso
puede suponer 20 pesetas/metro cúbico más tranquilamente. No está
incorporado. Luego si no se incorpora en costes, no se puede
incorporar en beneficios. Pero el error clave está en seleccionar la
desalación o desalinización como opción alternativa más barata,
cuando los recursos disponibles más baratos son, sin duda, los
dedicados al regadío en las inmediaciones de cualquier ciudad. Esto
no lo digo yo sino que los propios redactores del estudio,
conscientes del error que están introduciendo, parecen buscar una
disculpa cuando, tras afirmar que, en efecto, los usos agrarios
ofrecerían la alternativa más económica, argumentan que -y lo pueden
ustedes leer en el texto-, al no haberse implantado aún los mercados
que la reforma de la ley de Aguas prevé, no se dispone de precios de
mercado que evalúen el valor de oportunidad de tales usos agrarios.

De nuevo en el enredo por justificar esto, el Ministerioincurre en
serios fallos. En estos momentos, fíjense bien, y ustedes lo saben
perfectamente, buena parte de las aguas en las zonas receptoras de
los trasvases son subterráneas, generalmente privadas y por ello
disponibles en el mercado de aguas, mercados legales aun sin la
reforma de la Ley de Aguas que se aprobó aquí en este Parlamento, lo
que nos permite estimar con bastante fiabilidad su valor de
oportunidad mediante losprecios vigentes en esos mercados. Tales
precios se



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mueven entre 20 y 30 pesetas en Murcia, mientras, tal y como reconoce
el propio informe en un apartado 20 páginas antes, la capacidad de
pago generada en media por el regadío en las zonas receptoras del
litoral, se sitúa entre 15 y 20 pesetas. Pues bien, yo he tomado 25
pesetas en mis estimaciones, que es una estimación muy alta, y la
simple rectificación de beneficios que supone pasar de 135 pesetas a
25 implica globalmente tener que descontar, fíjense bien, un billón
de pesetas del balance global, con lo cual sólo rectificando este
aspecto se pasa de 700.000 millones positivos a 300.000 millones de
pérdidas.

Octavo punto, escenarios de futuro realistas para la producción y los
mercados agrarios en los productos mediterráneos. Se echan a faltar.

Presuponer que en los próximos cincuenta años, fíjense bien, se van a
mantener a raya las exportaciones de cítricos y productos
mediterráneos del Magreb o de Turquía es simplemente ignorar la
imparable realidad de liberalización de mercados que impera en la
Unión Europea. Por otro lado, las actuales condiciones laborales
sobre la base de una mano de obra bajo condiciones precarias,
abusando de la inmigración ilegal, son insostenibles. Todo ello exige
la consideración de escenarios realistas de futuro en los que los
beneficios se verán seriamente recortados.

Noveno, sesgos en los costes presupuestados. Esto también es grave.

Los presupuestos se basan en estimaciones hechas sobre costes de
obras caracterizadas como similares -vamos a ponerlo entre comillas-
desde parámetros físicos tan genéricos como longitud y altura de una
presa. Ello, como es bien conocido en medios técnicos, aboca a
resultados fiables en infraestructuras poco dependientes de las
características concretas del terreno, como por ejemplo puede ser una
estación de bombeo. Eso ya es mucho menos fiable en el caso de
infraestructuras grandes, como grandes canales, y netamente infiable
en el caso de grandes presas o de grandes túneles. La probabilidad de
que esta infiabilidad sesgue a la baja las valoraciones
presupuestadas frente a lo que acabarían siendo costes reales, es
tanto mayor cuanto más complejo es el proyecto, lo que, en este caso,
supone una expectativa de importantes desviaciones presupuestarias.

Este enfoque es frecuente desgraciadamente en las estimaciones
presupuestarias de la Administración de todo signo, hay que decir,
provocando desviaciones en la práctica en la ejecución de obras
complejas que suelen rebasar muy a menudo el 50 por ciento e incluso
hasta el 100 por ciento de los costes presupuestados.

En lo que se refiere al período de amortización de infraestructuras,
se supone cincuenta años de amortización para todas las
infraestructuras, y eso es un gravísimo error, porque eso es
aceptable para grandes presas o para grandes canales, pero en
absoluto, por ejemplo, para estaciones de bombeo y otras
infraestructuras menores que suponen entre el 25 y el 30 por ciento
de
las inversiones. Cualquier gabinete de ingeniería sabe que este tipo
de infraestructuras no debe tener en ningún caso períodos de
amortización superiores a 15/25 años. Sólo rectificar eso sube entre
un 10 y un 15 por ciento los presupuestos previstos.

Les hago una referencia a los costes del trasvase del Ródano, y si
alguien tiene interés se los explico, pero son costes oficiales que
dicen mucho de cómo hacer unos presupuestos más realistas.

Respecto al penúltimo punto, he de señalar que se elude una cosa muy
importante. Se elude, fíjense bien qué contradicción tan grave,
simular y analizar las dinámicas de mercado que recientemente han
sido aprobadas en este Parlamento. Eso no se entiende. Resulta
sorprendente, digo, que en la memoria del plan en ningún momento se
plantee siquiera una simulación de los mercados de derechos
concesionales que la propia reforma de la Ley de Aguas del Gobierno
legalizó hace poco. La simulación de tales mercados permitiría,
cuando menos, valorar la reordenación y redistribución de concesiones
que generarían esos mercados; en concreto, lo que cabe esperar es que
se tendería a cubrir los usos más eficientes sobre la base de
transferencias voluntarias desde los usos menos rentables dentro de
las propias cuencas. Tal reordenación, como elemento previo a la
consideración de los trasvases, fíjense bien -y esto lo entiende
cualquier aunque no sea economista-, dejaría como insatisfechos usos
cuya capacidad de pago sería mucho menor; esa capacidad de pago menor
sería la que, en rigor, debería contrastarse con los costes de tales
trasvases, dejando todavía más en evidencia su inviabilidad. Esta,
desde mi punto de vista, es la razón por la que no interesa hablar de
mercados ahora ni interesa simular mercados en el debate de este Plan
hidrológico nacional.

Los mercados -y esto pienso que no es mal pensar, pero es una
sospecha, vamos a decir, no infundada, que me preocupa, probablemente
se hablará de ellos- actuarían sobre la base de esa nueva oferta de
recursos trasvasables bajo fuerte subvención, pero no antes. Esta es
una de las claves de lo que sería, si es así, un negocio inmoral, que
puede proyectarse en un futuro combinando esa política de trasvases
bajo susbvención con mercados de aguas públicas.

Desde el enfoque del Mimam, el cambio climático se hace desde una
expectativa optimista. Por pura metodología prospectiva en materia de
cambio climático, el problema no consiste en discutir cuál es el
escenario de futuro más plausible, más probable. Primero, porque es
muy difícil hacer esa consideración y, segundo, porque
metodológicamente es un error. Cuando hay grandes impactos
irreversibles en juego -la consideración del riesgo como un valor se
hace cuando esos impactos son irreversibles y graves, y el caso del
cambio climático incluye estas dos caracterizaciones, y se hace dando
un alto valor de oportunidad a la prudencia. La pregunta relevante no
es cuál es el escenario plausible



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más probable, sino cuál es el abanico de plausibilidad. Pues bien,
dentro de ese abanico de plausibilidad, para ser realistas hay que
ser pesimistas, y eso lo dice la metodología prospectiva. Hay que
coger un rango de pesimismo. Y una vez hecho eso, lo que ocurre son
cosas que no le gustan al Ministerio. Incluso con su rango
relativamente optimista -y fíjense bien que esto es muy grave-, los
pretendidos excedentes que esta mañana ha criticado el señor Narcis
Prats, aun suponiendo que fueran correctos, los excedentes
practicados desde la antigua cultura del agua se evaporan en 20 años
según la hipótesis del Ministerio. Solución: para el cambio climático
se da un escenario con un horizonte de 20 años, en vez de seguir
trabajando a 50 años. Eso no es sólo una irresponsabilidad que ignora
los impactos previsibles de ese cambio climático, eso es ignorar los
costes añadidos unitarios que habría que cargar en el análisis coste-
beneficio, en la medida en que las expectativas de posibles
trasvasaes van a ser menos de mil hectómetros cúbicos como mínimo a
partir de un momento, y eso encarece todavía mucho más el análisis.

En suma, y con esto acabo mis conclusiones, el análisis presentado
por el Ministerio (aun presentando la virtud de ser la primera vez, y
hay que decirlo con todas las letras, que se hace un esfuerzo por
hacer un análisis económico de estas cosas) adolece de graves
errores, algunos de los cuales no pueden justificarse -lo digo con
franqueza- al haberse introducido desde una intención, que yo
entiendo que no es aceptable, de sesgar el resultado. Todo ello
supone, en muchos aspectos, y no lo entiendan como un insulto sino
como una acusación, una prevaricación técnica de las personas que han
hecho este informe. Y lo mantengo no como un insulto, sino como una
acusación con datos, referentes y pruebas. La simple rectificación de
los principales errores señalados conduce a un balance claramente
negativo, con un valor actualizado neto que según mis cálculos se
situaría en menos 400.000 millones de pérdidas. La asunción de
escenarios más realistas, tanto en lo referente a los costes de la
energía como a las perspectivas de mercado para los productos
agrarios mediterráneos y para las perspectivas de cambio climático,
desembocaría en balances todavía mucho más negativos.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Arrojo, por su magnífica
intervenciónl.

Tiene la palabra el señor Morlán.




El señor MORLÁN GRACIA: Muchas gracias, señor Arrojo, por su
detallado análisis coste-beneficio de los trasvases, pero me gustaría
elevar un poco más y no parar en ese aspecto concreto del coste-
beneficio, porque las condiciones que nos ha dado, y que estudiaremos
con mucho detenimiento, nos permitirán tener un análisis más correcto
de lo que supone este plan.

En el proyecto que plantea el Gobierno se hacen una serie de
formulaciones encaminadas a lo que llaman coordinación de los planes
de cuenca como unos elementos de articulación de una gestión del agua
en la que los planes de cuenca tengan una presencia importante. Lo
que sucede es que se deriva hacia un momento posterior qué tipo de
condiciones técnicas hacen falta para que esa coordinación se
produzca. Entonces, cuando se habla de coordinación de planes de
cuenca, o cuando se define qué tipo de coordinación va a existir, me
gustaría saber en qué medida esta coordinación tiene que producirse
en estos momentos o ha de esperarse a la directiva marco en políticas
de aguas, porque la estructura de las cuencas varía sustancialmente,
tanto en cuanto a la estructura actual como en la ampliación que
puede producirse a otras cuencas que pueden configurar un territorio
más amplio de gestión del agua. En este caso concreto me gustaría
conocer su opinión sobre cómo están actualmente las confederaciones
hidrográficas y si entiende usted que tienen que ser unos organismos
de cuenca en los que haya una mayor y más equilibrada representación
de la administración hidráulica, de la Administración central, de las
comunidades autónomas y agentes sociales y económicos que en estos
momentos tienen mucha incidencia a la hora de definir la política del
agua.

También me gustaría que nos ampliara la referencia que ha hecho al
régimen concesional. En el propio proyecto la financiación de la
construcción del trasvase, puede ser llevada a cabo por
administraciones públicas y también por sociedades en las que el
capital privado va a tener una mayor incidencia. Nos gustaría saber
qué opina sobre esta forma de gestión de la transferencia que diseña
el plan y en qué medida esa cesión de derechos que recoge la Ley de
Aguas, y que nosotros llamamos mercado del agua, va a tener su
consolidación, su ratificación, a través de este Plan hidrológico
nacional.

Por último, hay otros aspectos de este proyecto de ley que hacen
referencia a cuestiones medioambientales que tienen que ver con la
puesta en práctica y ejecución de directivas que ya están aprobadas y
otras que están aprobadas pero pendientes de trasposición. Me
gustaría conocer su opinión sobre la incidencia que van a tener en el
desarrollo de este proyecto.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra el señor
Labordeta.




El señor LABORDETA SUBÍAS: Señor Arrojo, a pesar de que usted ha
hecho un análisis del coste beneficio, mi pregunta va a ser muy
concreta. Como normalmente se dice que por qué los aragoneses estámos
siempre en contra del trasvase y del Plan hidrológico nacional cuando
el agua se va a tomar exactamente en Xerta y a nosotros no nos va a
afectar, me gustaría preguntarle qué impacto negativo produce el Plan
hidrológico nacional a la Comunidad aragonesa para que la



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Comunidad aragonesa esté tan en contra del trasvase. La pregunta
sería exactamente ésa.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), tiene la palabra el señor Sedó.




El señor SEDÓ I MARSAL: Muy brevemente, porque el señor Labordeta le
ha hecho la pregunta que yo quisiera haber formulado. Concretamente
me gustaría conocer el desarrollo del proyecto en lo que se refiere
al movimiento de los 3.400 hectómetros cúbicos/año que van a quedar,
según consta en el pacto del agua de Aragón, qué influencia pueden
tener en el desarrollo de Aragón. Sería interesante su valoración,
desde el punto de vista económico, de todo este plan.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Acín Boned.




El señor ACÍN BONED: Don Pedro Arrojo, señorías, estoy francamente
impresionado. Ha terminado la mañana, y nos han demostrado con sus
explicaciones que no tenemos agua en el Ebro ni para mantener el
delta. Se ha llegado incluso a decir que no se deberían poner en
marcha nuevos regadíos en Aragón y que quizá habría que quitar
algunos de los que existen. Por su parte, usted nos acaba de decir,
señor Arrojo, que es prácticamente imposible realizar ningún tipo de
trasvase desde un punto de vista económico; y usted es un
especialista.

Yo también soy aragonés, por si acaso alguno aquí no lo sabía. Además
de eso, le consta a usted, señor Arrojo, que en 1992 fui el consejero
de Ordenación del Territorio de un Gobierno PAR-PP que, con el
Partido Socialista en la oposición en Aragón e instalado en el
Gobierno central, llegó a un pacto del agua en Aragón, aprobado por
todas las fuerzas políticas -PP, PSOE, PAR e Izquierda Unida; la
Chunta Aragonesista no tenía representación parlamentaria entonces-,
por el que nos pusimos de acuerdo, después de muchísimos años, en
hacer una serie de obras de regulación en Aragón y, además, en
contemplar 850 hectómetros cúbicos como reserva estratégica. Esto
significaba -y de ello se dice poco ahora- que, si se ejecutaban las
obras en tiempo y forma -algunas de ellas aún están por ejecutar,
pero otras están adjudicadas, como usted sabe-, la Comunidad Autónoma
de Aragón apoyaría el Plan hidrológico nacional. En la línea del
señor Labordeta y en la del señor representante de Convergència i
Unió, tengo curiosidad por saber si usted, que conoce bien Aragón, es
partidario de poner en marcha nuevos regadíos en la comunidad.

Quiero preguntarle si es partidario de que en la ciudad de Zaragoza
se beba agua del Pirineo. No estamos hablando de trasvases, de
momento; pero es para que usted despeje mis dudas. Quizá me pueda
decir -porque lleva tiempo en la guerra del agua, como
yo- qué cree usted que quieren decir los que dicen que Aragón tiene
sed; yo creo que sé lo que dicen, pero me gustaría oír su versión. Me
gustaría que me dijera qué alternativa tiene usted para regar Los
Monegros y la Hoya de Huesca, si no es construyendo Biscarrués. Por
último, me gustaría que me dijera si cree que en Aragón faltará agua
si se produce el trasvase. Por otra parte, el proyecto de ley dice
que se producirán trasvases siempre y cuando haya excedentes -cosa
que no se suele recordar; el ministro lo dijo el pasado 13 de marzo-.


Según los técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, parece ser que
se producen unos excedentes de 5.000 hectómetros cúbicos y que una
quinta parte de ellos, una vez satisfechas las necesidades pactadas
por las fuerzas políticas en Aragón, irían a otras zonas.

Voy a hacer una reflexión en voz alta; créame, no es ningún insulto.

Ha dicho varias cosas y usted es siempre coherente con su postura;
respeta las posturas de los demás, como yo respeto la suya. Pues
bien, no puedo imaginarme cómo hay tanta disparidad de criterios; da
la impresión de que los técnicos en cuyos criterios se apoya el Plan
hidrológico nacional son tontos y usted, y mucho más, son muy listos;
no hay forma de que coincidan. Creo que, como en todo, hay un punto
medio.




La señora PRESIDENTA: Para responden a las diferentes preguntas,
tiene la palabra el señor Arrojo.




El señor PRESIDENTE DE COAGRET Y PROFESOR DE ANÁLISIS ECONÓMICO DE LA
UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA (Arrojo Agudo): Iré respondiendo a las
preguntas en el orden en que se me han formulado.

Mi opinión sobre los planes de cuenca es similar a la del profesor
Narcis Prat, por lo poco que he podido oírle. Lo primero que habría
que hacer con la directiva marco aprobada es releer los planes de
cuenca; sería un ejercicio de responsabilidad política colectiva en
este país. Mi opinión, fundada en argumentos que ahora no le voy a
detallar por no alargar la sesión -pero ustedes los conocen a nada
que sepan de cuestiones de agua-, es que la relectura implicaría
cambios en profundidad de los planes de cuenca. Pero no me voy a ir
ni a eso. Les recomiendo a ustedes, a todos, a la oposición y al
Gobierno, que relean el documento que el anterior Gobierno adjuntó en
la aprobación de los planes de cuenca, documento que fue motivo de un
consenso interno difícil dentro del Gobierno entre el Ministerio
encabezado por la señora Loyola de Palacio y el de la señora Tocino,
que tuvieron sus discrepancias públicas, lo cual, por otro lado, no
me parece mal, quiero decir que es lo normal en democracia. Reléanse
este documento adjunto. Era impresionante. Se llega a decir -con
frases que siento ahora no poder reproducir exactamente, pero el
contenido era de este tenor- que



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estos planes han quedado ya obsoletos, sin directiva marco, que están
realizados desde criterios de valoración y de planificación
completamente diferentes, que requerirían de fuertes y profundas
reformas. Y tras decir todo esto, añadirían: pero, en cualquier caso,
es menos malo aprobarlos que demorar. Valoración política que se
puede o no compartir -yo en particular no-, pero lo decían. Y se
decía también: ya será el plan hidrológico el que lo haga. Ahora
resulta que el plan hidrológico hace una huida hacia delante y dice
que los planes de cuenca están bien: 100 metros cúbicos por segundo
en el delta; caudales ecológicos, el 10 por ciento de la media. Se
olvida completamente de las referencias ya aprobadas como ley en el
marco de la Unión Europea, de la planificación que exige la directiva
marco, aunque se vaya a trasponer en los próximos años. En ese
sentido, mi opinión es que lo que se debería hacer (que es justamente
retomar los planes de cuenca, no digo yo tirarlos a la basura, sino
retomarlos y releerlos con atención antes de saltar, de hacer esta
huida hacia adelante de los grandes trasvases) no se ha querido hacer
y se está en una dinámica de hechos consumados, en una dinámica de
huir hacia adelante, según esa tercera frase que dijo el señor Cañete
en un momento determinado -que fue la que menos se ha comentado
porque no había exabrupto pero que era la más grave- de que esto o se
hace ahora o no se hará nunca. Es una especie de huida hacia delante,
yo creo que los planes de cuenca que nos dejamos por atrás son una
cuestión pendiente y huimos hacia delante.

Confederaciones hidrográficas. Hay de todo, como en la
Administración, hay cosas buenas y cosas menos buenas, excelentes
profesionales y otros no tan buenos, pero eso también pasa entre los
profesores universitarios, pasa en todos lados. El problema no es
ése. El problema es (y ya desde que hubo Gobierno socialista se
planteó y ustedes no fueron capaces de hacerlo, el Partido Popular
tampoco ha sido capaz y, lo que es más grave a estas alturas, ni lo
está intentando) que la Ley de Aguas que el Partido Socialista puso
en marcha decía que uno de sus objetivos fundamentales era renovar en
profundidad las instituciones de gestión de aguas. Esto es muy
fuerte, significa interdisciplinar la gestión de aguas en las
confederaciones y democratizar, abrir puertas y ventanas, y que sea
usual tener debates en las confederaciones,ruedas de prensa,
encuentros, centros de documentación de aguas por Internet. Yo tengo
hoy más información, siendo miembro del Consejo de la cuenca del
Ebro, de cualquier cuenca fluvial de Estados Unidos a través de
Internet que del Ebro. Este reto no ha se cumplido. ¿Sabe cuánto
tiempo hace que no se reúne el mío hasta hace unos días? Dos años. Y
ese es el ritmo en que se reúnen los consejos de cuenca. No hay
ninguna voluntad de hacerlos funcionar como foros de encuentro
social, de debate, para nada. Hay una visión presidencialista de
control, de ir desde arriba e imponer las cosas en consensos
previamente cantados. En ese
sentido yo estoy de acuerdo. Está por hacer eso desde hace años,
ustedes desde el PP, ustedes desde el PSOE, si vuelven a gobernar.

Régimen concesional. Muy grave. También la Ley de Aguas decía una
cosa que nadie se ha atrevido a hacer en este país, ni el PSOE en su
tiempo ni el PP ahora: revisión del régimen concesional,
actualización del régimen concesional. Yo me atrevo a decir que un 60
por ciento de los problemas de agua que hay en este país se
resolverían actualizando derechos concesionales, que en muchos casos
son de 30, de 40, de 50 años, bajo perspectivas de valoración
completamente diferentes a las actuales, pero eso significa ponerle
un cascabel a un gato que araña. Nadie lo quiere hacer. Y lo más
grave es que en lugar de hacer eso de partida, se proponen los
mercados de agua. Pero eso ya se lo dije a ustedes la vez anterior
que me convocaron aquí. Yo les dije: abren ustedes la caja de pandora
haciendo una liberalización de mercados de aguas concesionales de la
forma en que se hace en esa reforma de la ley. Pero ahora me
escandalizo al cuadrado, porque si algo tenía de bueno esa reforma
era hacer funcionar los mercados a priori de la subvención, no a
posteriori, que es lo que se está proponiendo con este plan. Y yo
tuve ocasión nada más presentar este proyecto de hablar con el
secretario de Estado de Aguas en su despacho. Él me preguntó: ¿a
cuánto calcula usted que van a llegar los caudales a Almería? Yo le
dije: mis estimaciones son que a no menos de 150 pesetas/metro cúbico
en términos reales. Y él me dijo: Hombre, igual exagera usted un
poco, quizá no es tanto. Yo le dije: A cambio, una pregunta para
usted, ¿a cuánto va a cobrar el agua en Almería? Me dijo: En Almería
y Murcia a más de 30 pesetas no puedo porque a ese precio ya está en
los mercados. Respuesta absolutamente coherente. Usted va mañana a
Murcia y ofrece aguas del trasvase o de Solares a 40 pesetas metro
cúbico y la gente dice: no, gracias, que ya me inundan a 31 pesetas;
a 31 pesetas lleno la piscina y riego todo lo que haga falta regar.

Su contestación fue coherente. Pero entonces, la siguiente pregunta
es: Perdone, desde las 30 o las 20 pesetas a que usted cobrará esas
aguas en origen trasvasadas, financiadas masivamente con dinero
público, hasta las 70 ó 90 pesetas de desalación de agua marina que
pueden perfectamente pagar el tinglado, el negocio urbano- turístico
mediterráneo, ese abanico de 60 pesetas ¿qué es? Un abanico de
posibilidad de especulación de mercados de agua. Eso me parece
inmoral, pura y sencillamente. Y desde el punto de vista económico,
todas las virtudes del mercado, del libre mercado, que llevan
a estabilizar las demandas, a hacer redistribuciones eficientes de los
usos de aguas, se sabotean desde esta estrategia y los mercados pasan
a ser agentes de especulación y de crecimiento en espiral de las
demandas hídricas. Este es el gran problema.

Desde el Grupo Mixto se ha hablado de impactos en Aragón. En parte se
puede contestar también a alguna



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pregunta que se me ha hecho posteriormente desde el Grupo Popular. De
entrada, el que se saque el agua de Xerta o no es totalmente
secundario. Primero, porque toda regulación -y eso lo dice el plan,
no lo digo yo- requiere, en un río como el Ebro, una tremenda
capacidad de regulación. Desde mi punto de vista esa regulación va a
caer íntegramente sobre Aragón, fundamentalmente a través de los
grandes embalses del Pirineo; pero aunque fuera sobre Mequinenza,
cuidado, porque transformar Mequinenza de un embalse de lámina fija
a un embalse de lámina variable no es un impacto pequeño. Pienso que
para quienes entendemos un poco del tema de aguas no es creíble que
se vaya a expropiar Mequinenza a razón de miles de millones de
pesetas al año cuando se pretende hacer una batería de embalses en el
Pirineo. Aquí entro en todo caso a valorar el asunto, no lo digo yo,
lo dice el plan de regadíos del Gobierno socialista, el plan de
regadíos propuesto por el Gobierno Popular a través del Ministerio de
doña Loyola de Palacio, en el que se establecen unas previsiones de
nuevos regadíos en el valle del Ebro. Yo les digo más allá de mis
convicciones que hablar de 450.000 nuevas hectáreas de regadío en el
valle del Ebro, como hace el plan de cuenca, sería hacer 450.000
hectáreas de multas europeas, porque en estos momentos la inmensa
mayoría de ese tipo de regadíos -y lo llevo diciendo mucho tiempo- es
de productos que están bajo cupo de producción en la Unión Europea,
cupos que están ya saturados. En ese sentido, el crecimiento del
regadío en el valle del Ebro tiene que ser muy moderado, hay que ser
realistas y no seguir haciendo la demagogia que se está haciendo en
Aragón con el tema del regadío. La prioridad, tal como establecen los
planes de regadío, tanto del PSOE como del PP -que en ese sentido han
sido mucho más responsables, ambos dos, que los planes de cuenca y
los planes hidrológicos-, es la modernización del regadío que ya
tenemos. Ahí contesto en parte a lo que usted dice. Mire usted, una
alternativa a Biscarrués muy sencilla: priorice la modernización de
50.000 hectáreas en Monegros; de las ciento y pico mil que habría que
modernizar en la margen izquierda del Ebro, 50.000 modernizadas le
ahorran a usted 150 hectómetros cúbicos, con datos de la DGA, en la
que usted ha estado. Esos 150 hectómetros cúbicos serían bastante más
que lo que da Biscarrués. Ahí tiene usted el embalse que falta por
hacer en Aragón y en muchas zonas de este país: el embalse de la
modernización del regadío, como prioridad de verdad, no como
prioridad de boquilla. ¿Qué otros impactos tiene Aragón? El otro
impacto es muy sencillo. Qué más da que te quiten el agua, que pongan
la tajadera y se lleven por un canal el agua desde Yesa o que se la
lleven desde Xerta? Eso lo dice todo el mundo, en los regadíos y en
lo que no son los no regadíos de Aragón. El agua que se compromete en
el trasvase tiene que dejarse pasar, me da igual desde donde la
cojan, si desde la puerta del Pilar, desde
Logroño o desde Xerta. Es agua que queda comprometida aguas abajo.

Eso, con el trasvase y con cualquier otro uso, pero en particular con
el trasvase. En ese sentido, a los representantes de los regantes de
Aragón -porque yo distingo entre los dirigentes de los regantes y la
inmensa mayoría de la clase profesional agraria que hay en esos
regadíos-, con los que yo tengo muchas discrepancias, y a muchos
regantes, les duele pensar que se les hipotecan unos caudales que van
a quedar comprometidos, independientemente de que el canal de
derivación salga desde Cherta o desde Zaragoza.

Por último, les comentaré un tema. A mí, que vivo en Aragón, me
duelen también -porque soy una persona que va más allá de que haya
nacido en Aragón, en Cataluña o en Madrid- los impactos sobre el
conjunto del valle del Ebro, y las otras grandes víctimas, junto a
las gentes del Pirineo, a las que se amenaza con inundar sus casas,
sus valles y sus pueblos, son las gentes del delta del Ebro, que no
serán aragoneses, son catalanes, pero son ciudadanos del mundo y, por
cierto, bailan la jota. Es una cuestión respecto a la que en Aragón
somos sensibles.

Hay una cuestión que no quiero olvidar y es que en parte quedan
hipotecadas las expectativas de regadío, pero hay un tema más grave.

En años de sequía, los usos que se va a dar a los trasvases no va a
ser un 55 por ciento a regadío y un 45 por ciento a urbano-turístico.


¿Por qué? Porque esa proporción es el punto de partida, no el destino
finalista. Si usted es un inversor agrario que recibe hectómetros o
metros cúbicos de trasvase, usted recibe ese derecho y lo puede
dedicar a hacer naranjas o a venderlo a Terra Mítica si le pagan
bien, y no le quepa duda de que le pagarán bien, con lo cual, el
destino finalista de los trasvases va a ser masivamente el desarrollo
especulativo urbano-turístico. Fíjese bien en esto, el desarrollo
urbano-turísitico, aunque sea un negocio urbanístico, una industria,
va a tener prioridad, a la hora de la escasez, al regadío, y eso es
por ley básica, independientemente de lo que diga el Gobierno ahora
de palabra. Es una ley básica, si hay otros cuatros años de escasez y
Terra Mítica pide agua, tendrá prioridad Terra Mítica sobre los
regadíos de Monegros, de Tortosa o de cualquier sitio, y esa es otra
hipoteca que este plan va a dejar también a los regantes de la cuenca
del Ebro.

Con respecto a la intervención del portavoz de CiU, que me hablaba
del pacto del agua, yo no estoy de acuerdo en cómo se suscribió el
pacto del agua, y en ese sentido no represento ni al PSOE ni a nadie,
me represento a mí mismo. Pienso que el pacto del agua se produjo en
un momento determinado de alarma social y política en Aragón en donde
las urgencias no dejaron ver las cosas importantes, pero hoy se
empiezan a ver; hoy se empiezan a ver gracias a que el Partido
Popular en este caso ha lanzado de una manera poco prudente una
dinámica de trasvases donde ha dejado en carne



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viva los trasfondos del pacto del agua. Detrás del pacto del agua lo
que hay es un compromiso concretísimo de grandes presas, que se
supone que podrían ser para grandes regadíos. En ningún momento se
cuantifican ni se presupuestan ni se comprometen fechas de regadíos;
se cuantifican, se presuponen, se presupuestan y se concretan fechas
de las grandes presas, pero el uso que se dará a esas grandes presas
lo tiene que decidir Madrid con la Constitución en la mano. Y lo que
está diciendo hoy el Partido Popular, en una política de hechos
consumados, es que esas grandes presas que se prometieron a través
del pacto del agua van a ser en la práctica los grandes depósitos de
regulación de los grandes trasvases. Sobre esta cuestión pesa una
grave sospecha fundada en el conjunto de Aragón que hará, espero que
no a largo plazo, revisar y releer inteligentemente, con los datos
que hoy tenemos, no los que había hace siete u ocho años, ese pacto
del agua. Creo que ya he contestado a las preguntas del Partido
Popular.

En cuanto a si estoy de acuerdo con nuevos regadíos, le digo: con
mesura; es decir, la prioridad máxima no es el nuevo regadío, la
prioridad máxima es la modernización, pues hay muchas familias
agricultoras esperando la ayuda colectiva, la ayuda del Estado, para
poder modernizar y competir. Y eso es lo prioritario; si tenemos un
duro, hay que dedicarlo a eso, y si tenemos dos, también, y si
tenemos muchos millones de duros, también. Hasta que no acabemos ese
reto, esa es la prioridad máxima porque de ahí van a surgir ahorros
de caudales, tal y como le he explicado incluso de una manera
cuantificada en el ejemplo concreto que usted me ha pedido de
Biscarrués. Puede haber recursos suficientes para extender nuevas
manchas de regadío en cantidades que satisfarían -y me atrevo a
decírselo así de claro- con creces las expectativas realistas que hoy
tienen los propios regantes. Por ahí va la realidad y la modernidad
de una nueva cultura del agua. Particularmente quiero decirles que,
en las filas del Partido Popular, debo saludar que personas como
Loyola de Palacio fuera capaz de decirlo y de explicitarlo
públicamente diciendo lo mismo que yo estoy diciendo, poniéndolo en
los papeles y diciéndolo en público, incluso en Monegros, lo cual
supuso grandes titulares en El Heraldo de Aragón de ¡Traición,
traición! El Ministerio de Agricultura, el Partido Popular nos
traiciona. Pues no nos traicionaba, tenían ustedes razón. Lo que pasa
es que poner ese cascabel al gato es difícil y nadie quiere
atreverse.

Las alternativas están en lo que le he dicho. En cuanto a la
disparidad de criterios en la comunidad científica, en la comunidad
científica siempre habrá disparidad de criterios, y bienvenidos sean.


El día que haya unanimidad en la comunidad científica yo me asustaré
muchísimo. Ahora, lo que sí le puedo decir es lo mismo que le ha
dicho el señor Narcis Prat esta mañana. Yo presido el Congreso
ibérico sobre planificación y gestión de aguas, con el apoyo de 70
universidades de
España y Portugal. Nos hemos reunido ya en dos ocasiones para debatir
estos temas entre 450 y 500 expertos en la materia. En la
documentación que he traído a la Comisión les he dejado una carta
firmada por 250 expertos en materia hidráulica, de las más diversas
cuestiones, en la universidad y en el Centro Superior de
Investigaciones Científicas. Le puedo asegurar que hay un amplísimo
nivel de consenso en que el Partido Popular se está equivocando en el
enfoque de este Plan hidrológico nacional, igual que se equivocó el
Partido Socialista en 1993. La diferencia es que equivocarse hoy,
siete años más tarde y con la directiva marco ya aprobada, es un
error muchísimo más grave. Yo saludo las rectificaciones que se están
produciendo desde el Partido Socialista, y recuerdo una cosa, que
rectificar no es de débiles, es de sabios. En ese sentido, le aseguro
que existe esa disparidad de criterios, pero es mínima. Hay un nivel
de consenso generalizado. De los cinco expertos que ustedes mismos,
desde el Gobierno del Partido Popular, designaron para el Consejo
Nacional del Agua, cuatro emitieron voto negativo y uno se abstuvo, y
los cinco presentaron voto particular explicando que nos estábamos
equivocando. Y entre los 83 informes que ustedes tienen en los
despachos del Ministerio de Medio Ambiente, por los que nos han
pagado 200.000 pesetas a cada uno de nosotros, a mí ya me consta
-porque tengo 50 de ellos- que la mayoría, como mínimo, son muy
críticos. Y ustedes dicen que no los publican porque no tienen
nuestro permiso. ¿Cómo que no tienen permiso? ¿Desde cuándo se
necesita permiso para publicar un documento científico que ha sido
pagado por el Estado? Yo no lo acepto, en nombre de la comunidad
científica. El otro día me lo dijo en público el secretario de Estado
y le contesté así: Con todos mis respetos, señor secretario de
Estado, no le acepto, y esta vez sí en nombre de la comunidad
científica, que usted diga que la mayoría de los científicos no
queremos publicar nuestros resultados científicos, porque yo en mi
currículum no puedo poner ese documento mientras no esté publicado.

Es de protocolo generalizado en la comunidad científica publicar
nuestros trabajos. Yo les hago un ruego -no una exigencia- para que
desde el Parlamento sean ustedes los que fuercen al Gobierno a
publicarlos. Y yo ofrezco la editorial Nueva Cultura del Agua para
publicarlo, yo pongo el dinero. Dennos, simplemente, el permiso para
publicar los informes favorables y los negativos, y que eso sea
motivo de discusión pública en toda la sociedad.




El señor ACÍN BONED: Señora presidenta, si se me permite, querría
hacer alguna pequeña aclaración sobre lo que ha dicho el señor Arrojo
en su respuesta.




La señora PRESIDENTA: Brevemente, señor Acín.




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El señor ACÍN BONED: Señora presidenta, perdóneme, y también el
compareciente, porque se habla mucho de Aragón, recientemente
muchísimo más, y lo que aquí se vierte ahora mismo puede quedar
solamente en una posición unilateral, y creo que contrastarlo no es
malo.

Señor Arrojo, usted ha dicho -está a tiempo de rectificar, creo yo-
que el pacto del agua en Aragón, en el año 1992, se suscribió porque
había alarma social y política. Me gustaría que me razonara eso
porque precisamente en el año 1992 había un Gobierno con 34 escaños
sobre 67 y los cuatro partidos políticos -y sin ningún anuncio en
aquel momento de trasvases, con un gobierno socialista en Madrid-, el
Partido Popular, el Partido Aragonés, el Partido Socialista e
Izquierda Unida -67 miembros componentes de las Cortes de Aragón-
dijeron sí. Para ser exacto y riguroso, excepto Izquierda Unida, que
hizo alguna pequeña matización al total recrecimiento de Yesa. Me
gustaría que fuera usted justo. Una cosa es que no esté de acuerdo,
aunque fíjese que 67 representantes democráticos del pueblo aragonés
estaban de acuerdo y usted no. Y todavía hoy -perdóneme que se lo
diga- todos esos representantes del pueblo aragonés, excepto Chunta
Aragonesista, que ahora se ha incorporado, a pesar de las
manifestaciones antitrasvase no ponen en tela de juicio las obras de
regulación del pacto del agua; todavía hoy. Digo esto porque si no se
dice, si no se contrasta, prácticamente es lo que queda.

Y si no me equivoco, y espero que me corrija la ley, que no me va a
corregir, la ley presentada en este Congreso de los Diputados dice
que los embalses que se construyan de nuevo en la Comunidad Autónoma
de Aragón son para uso exclusivo de dicha comunidad. Pero usted dice
que sirven de almacén o de almacenaje para trasvasar. Es su palabra
contra la mía, pero en estos momentos la mía está avalada por un
proyecto de ley que está en esta Cámara.

Nada más.




La señora PRESIDENTA: El señor compareciente quiere comentar lo
expuesto por el señor Acín.




El señor PRESIDENTE DE ECOAGRET Y PROFESOR DE ANÁLISIS ECONÓMICO DE
LA UNIVERSIDAD DE ZARAGOZA (Arrojo Agudo): Su aclaración de que fue
votado por la Cámara en ningún momento la he puesto en cuestión. A mí
me merece todos los respetos, pero es cierto -usted lo dice y creo
que eso dice algo en mi favor en estos momentos- que ya entonces,
junto a otras personas, manifesté que ahí había gato encerrado y que
era una trampa para elefantes en la que estaban cayendo los
parlamentarios aragoneses. Y hoy no sólo lo repetimos y lo mantenemos
sino que ya tenemos la comprensión de la inmensa mayoría de
parlamentarios, que hoy comprenden que es verdad que eso hay que
releerlo.




En todo caso, lo que vengo a decirle es que las cosas en la vida se
ven con el tiempo y que hoy no sólo Izquierda Unida ya no apoya,
aparte de Chunta Aragonesista, el pacto del agua sino que Comisiones
Obreras tampoco apoya ya el pacto del agua y que, por ejemplo, la
Federación de asociaciones vecinales de Zaragoza no apoya el pacto
del agua. Es decir, empieza a haber un movimiento social muy amplio
en ese sentido. Aparte de que también existe la montaña en Aragón,
que de siempre se ha sentido marginada y machacada por el pacto del
agua. Toda esa falta de consenso social, hoy incrementada por un
notable aumento de incomodación y desasosiego en la clase política,
lleva a una cuestión que estoy oyendo de manera generalizada, salvo
en el PP: a la necesidad de releer inteligentemente el pacto del
agua. No de tirarlo a la basura, pero sí de releerlo de una manera
inteligente y con los datos actuales, no con lo que pasó hace siete
años. No podemos seguir viviendo del pasado. Hay que vivir con los
datos del presente y con las perspectivas de futuro que ustedes están
haciendo aflorar con la política de trasvases.

Respecto al uso exclusivo en el tema de los embalses del Pirineo, le
doy simplemente una opinión, pero una opinión que creo fundada. He
dicho que existen graves contradicciones en el plan que ustedes
tienen, por mucho que sea una ley. Ser una ley no le libra de tener
contradicciones. Por ejemplo, ustedes no han contabilizado los costes
de expropiación de Mequinenza, ¿por qué? No me han contestado ni me
han preguntado por el tema. Y he hecho esta pregunta públicamente a
en el Ministerio y no han contestado a mis alegaciones, ni nadie lo
ha hecho.

Lo que es absurdo es construir una batería de grandes embalses en el
Pirineo que pueden valer, entre indemnizaciones y demás, 200.000
millones de pesetas para convertir medio millón de hectáreas en
regadío en el valle del Ebro, que todo el mundo sabe que no se van
a hacer. Y si se hacen los embalses y no se hacen los regadíos, porque
en Europa no caben más regadíos, ¿para qué van a servir? ¿Vamos a
gastarnos miles de millones en expropiar Mequinenza, para tener una
batería de embalses de adorno?
Yo no sólo soy profesor universitario, soy persona, aunque para eso
no hace falta ser profesor universitario. Hay tremendas
contradicciones en el tema de la regulación, tal y como han planteado
ustedes el proyecto de ley. Y esas contradicciones son las que yo
interpreto, desde una clave razonable, diciendo: Miren ustedes,
detrás de esto hay gato encerrado y, aunque simplemente es una
opinión, tiempo al tiempo.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Arrojo, por su presencia.


Deberíamos pasar a la próxima compareciente, pero no ha podido acudir
por encontrarse de viaje.




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Quisiéramos hablar con los diferentes representantes de los grupos
por un problema de interpretación que ha surgido.

Nos damos unos minutos de descanso. (Pausa.)



- DE LA SEÑORA REPRESENTANTE DEL ÁREA DE MEDIO AMBIENTE DE UGT.

(HERNANDO MARTÍN). (Número de expediente 219/000172.)



La señora PRESIDENTA: Señoras y señores comisionados, nos encontramos
ante la segunda compareciente de la tarde. Recordarán ustedes que,
según el orden oficial, era doña Dolor, Hernández Navarro, secretaria
ejecutiva confederal de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT pero,
debido a problemas de viaje, interviene, en nombre también del área
de Medio Ambiente de UGT, doña Natividad Hernando Martín, a quien
damos la bienvenida, agradeciéndole su presencia.




Tiene 15 minutos para intervenir con relación al proyecto de ley del
Plan hidrológico nacional.




La señora REPRESENTANTE DEL ÁREA DE MEDIO AMBIENTE DE UGT (Hernando
Martín): Buenas tardes, señoras y señores.

Brevemente voy a tratar de poner de manifiesto lo que es la
valoración que desde la Unión General de Trabajadores hemos hecho
sobre el proyecto de ley del Plan hidrológico nacional que presentó
el Gobierno. Como la mayor parte de la sociedad, saludamos
favorablemente en principio la intención del Gobierno de abordar un
proyecto de tal envergadura, pero de tanta importancia y tan urgente
necesidad como es el Plan Hidrológico Nacional, por razones obvias
que, si ya ha habido intervenciones antes que la mía, ya se habrán
expuesto. La importancia del agua como recurso básico en el consumo
humano, como bien social que es input en muchas actividades
productivas y también en actividades recreativas, y su función
medioambiental por excelencia del agua, como elemento para
mantenimiento y desarrollo de cualquier ecosistema, son funciones de
especial importancia, junto con las peculiares características
hidrológicas y socioeconómicas del conjunto del territorio nacional,
déficit hídrico, desigual distribución del recurso y elevada
concentración de la demanda en zonas de mayor escasez del recurso y
son, entre unas y otras, razones suficientes, como decía al
principio, que urgen la necesidad de elaborar y aprobar una
planificación hidrológica nacional.

A continuación voy a comentar brevemente la valoración que hemos
hecho del proyecto y las características que entendemos debe tener
una planificación hidrológica nacional. En cuanto a la elaboración
del proyecto presentado por el Gobierno, en la Unión General de
Trabajadores entendemos que el Plan hidrológico
nacional propuesto no responde a los objetivos de una
planificación hidrológica nacional, por las siguientes cuestiones que
paso a mencionar: Carece de un enfoque integrador, al no contemplar
las necesidades del conjunto del territorio nacional. En este
sentido, no arbitra una distribución nacional de los recursos a medio
y largo plazo, y carece por tanto de una visión estratégica en la
gestión del recurso. Esta falta de enfoque global y armonizador,
centrando prácticamente el plan hidrológico en una sola de todas las
posibles opciones que se pueden arbitrar para la gestión del ciclo
integral del agua por un único y exclusivo trasvase de una obra de
regulación, aleja justamente el imprescindible clima de consenso y
solidaridad social y territorial para lograr que el Plan hidrológico
nacional sea una herramienta que permita una gestión racional
y socialmente justa del agua.

Otro aspecto es que no es una planificación sostenible. Los análisis
de los expertos señalan que la acción combinada del fenómeno de
cambio climático y los niveles de regulación que propone el plan
llevan a que las hoy consideradas como cuencas excedentes sean
deficitarias a mediados del presente siglo. El aumento de la
temperatura y el incremento del consumo, si no se incide más en
medidas de ahorro y de gestión de la demanda, tendrán como efecto una
reducción del caudal de los ríos, que según las estimaciones de
algunos expertos estarán en torno a un 17 por ciento hacia mediados
de siglo; el propio texto del Plan hidrológico nacional estima un
descenso entre el 5 y el 6 por ciento para el año 2030. Entonces no
se garantiza ni a medio ni a largo plazo la cantidad del recurso, ni
tampoco la calidad puesto que los expertos señalan también que a esas
épocas habrá un deterioro importante, un deterioro ecológico
irreversible en el caudal de los ríos. Esto nos hace pensar que la
falta de sostenibilidad invalida la bondad del proyecto tanto para
donantes como para receptores, ya que se pueden generar expectativas
que ni a medio ni a largo plazo se puedan satisfacer.

Otro aspecto, el impacto ambiental. El trasvase del Ebro -también ha
sido señalado por numerosos expertos- tiene un elevado impacto sobre
todo en el delta: Efecto de regresión, debido al menor aporte salino,
efecto de salinización del delta y de los acuíferos debido a la
intrusión salina; en la reducción de pesquerías y marisquerías, y los
dos últimos efectos con un importante impacto en actividades
socioeconómicas como la agricultura, los arrozales y los cítricos y
todo lo que tiene que ver con pesquerías y maricultura; por tanto,
con unos efectos sobre el empleo importantes. Además del impacto
sobre el delta, que es el más notable y el más espectacular, hay
otros impactos que irán ligados a las obras civiles de presas,
estaciones de bombeo, conducciones y otras instalaciones necesarias
para el transporte del agua, que serán definidas y evaluadas cuandose
haya hecho el trazado definitivo. Cuando menos es



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sorprendente, aunque los recovecos de la legislación comunitaria lo
permitan, que siendo como es la vocación del Plan hidrológico
nacional la de una coordinación del conjunto de los planes de cuenca
y que debe dar solución a aquellos problemas que excedan en las
planificaciones de cuenca, es sorprendente, repito, que no exista una
evaluación de impacto ambiental global referida al conjunto del Plan
hidrológico nacional.

Otro aspecto que nos parece también negativo es la falta de un plan
nacional de regadíos, algo que en el anterior proyecto de plan
hidrológico con el Gobierno socialista, desde el propio Gobierno que
hoy presenta este proyecto se señaló que era absolutamente necesario
y, de hecho, fue una de las pegas principales que se le pusieron.

Entendemos que hoy, lo mismo que entonces, sigue siendo necesario que
una planificación hidrológica nacional vaya acompañada por una
evaluación real de las necesidades de la demanda, y el sector que
mayor incidencia tiene en este sentido es, sin duda, el sector
agrícola. Por tanto, en este sentido falta una planificación nacional
de regadíos acompañando al plan. También es incoherente con la
directiva marco de aguas, entre otros aspectos por la falta de una
evaluación de impacto ambiental global, aunque es verdad que hasta el
año 2004 parece ser que la directiva permite que se vaya troceando
esa evaluación de impacto. Entendemos que tampoco garantiza la
calidad de las aguas -el propio texto del plan reconocía que había
varios parámetros de calidad que se incumplían- y tampoco aborda la
recuperación de los costes de acuerdo a la orientación que establece
la directiva, que es una recuperación de costes totales.

El Plan hidrológico nacional no incluye un estudio económico
detallado y riguroso sobre los costes y financiación del plan.

Supongo que en este aspecto el anterior interviniente habrá dado
cumplido detalle ya que es un experto en el asunto. Las desviaciones
entre presupuestos y costes reales en cualquier obra de
infraestructuras se suelen estimar en orden del 50 por ciento. En el
caso del presupuesto que se establece para el trasvase, que es de
600.000 millones a un período de amortización de 50 años, es fácil
pensar que, al final, resulte ser un billón más costes financieros.

Por tanto, el precio del metro cúbico de agua no sería de extrañar
que superara las 120 pesetas/metro cúbico, lo cual se sitúa bastante
por encima de las 53 pesetas por metro/cúbico que estima la memoria
del Plan hidrológico nacional. Entendemos que es difícil pensar que
se va a ir a una recuperación de costes como prevé la directiva. Por
estas características que he mencionado, su falta de carácter
integrador, su insostenibilidad, el elevado impacto ambiental, la
falta de un plan nacional de regadíos y la incoherencia con la
directiva marco de aguas, que entendemos que son aspectos fundamentales,
nos hacen calificar como no aceptable este Plan Hidrológico
Nacional.

Características para una planificación hidrológica nacional
sostenible. Entendemos que un Plan hidrológico nacional debe ser una
herramienta de gestión integral del ciclo del agua que, entre otros
aspectos, promueva un modelo de desarrollo territorial sostenible
para el conjunto del Estado y que su aprobación sea fruto del debate
y el consenso entre los distintos territorios y grupos sociales. En
este sentido es necesario ampliar la participación social en la
política de gestión del agua, incluyendo en los órganos de
planificación y gestión de este recurso a territorios y sectores
afectados; incluyendo también entre otros órganos consultivos, como
es el Consejo Nacional del Agua, a las organizaciones sindicales que
todavía estamos ausentes de ese foro. Debe garantizar también la
tutela y el control de la gestión del agua por parte de la
Administración pública. En este sentido, y ya desde el primer debate
que venimos desarrollando en nuestra organización desde el año 1997,
hemos reclamado la necesidad de reforzar los medios humanos, técnicos
y económicos de las confederaciones hidrográficas para que puedan
acometer las funciones que les corresponden en su ámbito de
actuación, que creemos que se debilitan enormemente a partir de las
actuaciones de las sociedades estatales del agua.

Uno de los aspectos fundamentales que tienen que acometer las
confederaciones hidrográficas, y que la propia Comisión Europea ha
recomendado, es un mayor ejercicio en el control de seguridad de las
presas, que en esta materia España tiene que dedicar importantes y
necesarios esfuerzos.

Es necesario también que una planificación hidrológica nacional
promueva la utilización racional del recurso basado en criterios de
ahorro y eficiencia. En este sentido es fundamental acometer la
reducción de pérdidas en las infraestructuras de abastecimiento de
regadíos, la aplicación de técnicas de riego más eficientes y dedicar
inversiones suficientes para un plan de modernización de regadíos.

Aunque las partidas presupuestarias indican una partida importante
dedicada a mejora de infraestructuras en general, por la falta de
detalle de cómo está presupuestado ese tipo de obras, en las que
parece ser que hay incluidas obras que ya están en ejecución o
aprobadas, es difícil saber si la dedicación presupuestaria se
corresponde a las necesidades reales en este sentido.

Las tecnologías de desalación y explotación de aguas subterráneas
controlando los efectos ambientales adversos que producen, ya sea el
control de salmueras o la sobreexplotación de acuíferos, entendemos
que son opciones de diversificación del abastecimiento en aquellas
zonas deficitarias en agua fluvial que podrían contribuir a reducir
la necesidad de grandes infraestructuras hidráulicas y, por tanto,
los importantesimpactos ambientales que conlleva. Entendemos, como



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hemos dicho antes, la necesidad de coordinar con un plan nacional de
regadíos, donde se recojan demandas actuales y demandas futuras del
sector agrario, de acuerdo con las transformaciones que vayan a
producirse como consecuencia de la reforma de la política agraria
común. Con estos datos es más lógico que se fundamente más
adecuadamente una planificación hidrológica nacional.

Entendemos también la necesidad del respeto a los criterios de
gestión que establece la directiva marco, sobre todo en ámbitos de
calidad y de cantidad de la llamada calidad ecológica de las aguas,
en el sentido que hemos dicho al principio de la exposición, de las
tres funciones básicas que tienen el agua, y es fundamental que se
acompañe de una evaluación global de su impacto ambiental, lo que
sería una evaluación estratégica. También, según documentan los
expertos, la falta de esta evaluación estratégica conlleva una falta
de consideración de efectos de riesgos ambientales a medio y largo
plazo. Por otro lado cabe recordar que la nueva directiva de
evaluación de impacto ambiental, la 97/11, de 3 de marzo, exige una
evaluación integral de planes y programas. Por tanto, un vivo caso de
estos sería la planificación hidrológica nacional.

En lo que concierne a la política de recuperación de costes,
entendemos que debe de hacerse de manera progresiva, contemplando
criterios de cohesión social, de acuerdo con la función básica del
agua en cuanto a agua de consumo humano, que integre también
criterios de eficiencia y rentabilidad económica y social en términos
de empleo cuando se usa como recurso que genera valor añadido de
productos y servicios de sectores en competencia. Y en los sectores
que tienen un desarrollo económico más precario, como es el caso de
las explotaciones agrarias de carácter familiar, entendemos que la
política de costes debe, siempre en la filosofía de ir hacia una
recuperación de costes totales, aplicarse modulando las medidas para
evitar un desequilibrio catastrófico en las economías de estas
explotaciones que, por otra parte, tienen una gran importancia como
fijación de población al territorio y la conservación de medio
natural.

Para finalizar, la conclusión es bien clara: entendemos que un Plan
hidrológico nacional debe responder a una nueva cultura del agua
basada en criterios de ahorro, gestión de la demanda y calidad
ambiental, en un marco de equilibrio social y territorial, y contar
con el más alto consenso de las comunidades autónomas, algo muy
distinto del proceso que está siguiendo el modelo del Plan
hidrológico nacional propuesto por el Gobierno y que ha recibido una
amplia respuesta social de rechazo por parte del conjunto de la
sociedad, como se puso de manifiesto el pasado día 11 de marzo en la
manifestación de Madrid.

Nada más y muchas gracias.

La señora PRESIDENTA: Muchas gracias señora Hernando por su
intervención. Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra
el señor Quirós.




El señor QUIRÓS PULGAR: Quiero agradecer su presencia a doña
Natividad Hernando, que nos ha transladado lo que entiende una
organización sindical que es el Plan hidrológico nacional y la
repercusión que va a tener en este país, en muchos de cuyos
planteamientos coincidimos.

Quisiera hacerle una serie de preguntas sobre algunos aspectos de su
intervención, la objeto de profundizar en la opinión sobre el plan
hidrológico por parte de la UGT. ¿Cree que el precio del agua, tal
como han dicho diferentes científicos y también lo hemos podido
constatar en la anterior comparecencia, puede ser de 120 ó 150
pesetas el metro cúbico? ¿A quiénes les va a llegar esa agua, a los
agricultores o a otros sectores a los que afecta el trasvase? Más que
de un Plan hidrológico podríamos estar hablando de un plan
hidráulico; el anexo de inversiones de obras así lo demuestra, ya que
carece del contenido relativo a la gestión del agua y va mas a la
inversión de la obra. Quisiéramos conocer su opinión sobre dicho
anexo. En cuanto a la directiva comunitaria del agua y al resto de
directivas de aves y de hábitats, nos gustaría saber cómo le afecta.

En el caso hipotético de que el agua trasvasada fuera a los
agricultores, nos gustaría saber cómo va a repercutir en los precios
agrícolas y también en el futuro de la política agraria comunitaria
en relación con los diversos sectores y en qué medida el Plan
hidrológico nacional favorece una consolidación del mercado del agua.


¿Piensa que con dicho plan se van a resolver a corto plazo los
problemas que tienen las cuencas hídricas que se ven favorecidas por
los trasvases? ¿Considera que existen bastantes alternativas que se
puedan contraponer al Plan hidrológico nacional presentado por el
Gobierno?



La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Revuelta.




El señor REVUELTA MÉNDEZ: En primer lugar, quiero agradecer a doña
Natividad Hernando su comparecencia ante esta Comisión, así como las
aportaciones que ha realizado durante la misma, que, a buen seguro y
con las lógicas discrepancias de criterios, van a ser tenidas en
cuenta tanto por mi grupo como por el resto de los grupos, para la
redacción y tramitación definitiva del Plan hidrológico nacional por
parte de esta Cámara. No obstante, quiero realizarle cuatro
preguntas. Usted ha comenzado reconociendo que es una urgente
necesidad la presentación de un Plan hidrológico nacional que
garantice que todos los ciudadanos puedan disfrutar de un bien común
como es el agua con criterios de solidaridad. Si cree que es una
prioridad absoluta, ¿cuál puede ser el motivo de que determinados



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colectivos se movilicen ahora de forma tan radical y no lo hicieran
cuando el Partido Socialista retiró su proyecto de plan hidrológico
en la época en que gobernaba, ni lo hayan hecho durante décadas para
exigir que se pusiese sobre la mesa el debate de un plan? En segundo
lugar, se ha referido usted en diversas ocasiones al consenso y al
diálogo. Desearía saber si considera que en el Consejo Nacional del
Agua no están suficientemente representadas todas las partes
implicadas y si, fruto de los debates previos, organizaciones como
a la que usted que representa no han tenido ocasión de expresar
adecuadamente su opinión y de que se recojan sus diversas
aportaciones. En tercer lugar, también nos ha hablado usted, entre
los motivos de su oposición al plan, del impacto ambiental. En su
opinión, para la obtención de 500 hectómetros cúbicos, ¿qué tendría
mayor impacto ambiental, utilizar un trasvase o un proceso masivo de
desalinización? Por último me gustaría conocer si la opinión que
usted ha defendido como propia de la Unión General de Trabajadores es
compartida en los mismos términos por las federaciones de este
sindicato por ejemplo de levante o del sur de Andalucía.




La señora PRESIDENTA: Para responder a las preguntas de los grupos
parlamentarios Socialista y Popular, tiene la palabra la señora
Hernando.




La señora REPRESENTANTE DEL ÁREA DE MEDIO AMBIENTE DE UGT (Hernando
Martín): En cuanto a quién va a llegar el agua, es una pregunta de
bastante calado. Quiero dejar como premisa, y no sé si en parte puedo
matizar más la opinión de la Unión General de Trabajadores, que como
en casi todos los aspectos mediaombientales, mantenemos siempre que
la solución correcta a los problemas participa de una combinación
ponderada y adecuada de todo el conjunto de posibilidades u opciones
que hay. Eso sería lo correcto. Entendemos que para los políticos que
tienen que administrar y diseñar cómo se aplican esas soluciones
cuatro años de mandato de las legislaturas a veces es demasiado poco
tiempo y eso incide muchísimo sobre todo en las políticas de medio
ambiente, que son políticas estratégicas a medio y largo plazo.

Entonces, en cuanto a quién va a llegar el agua cabría pensar que con
las reformas que habrá de la PAC habría excedentes que se pueden
liberar en las zonas donde está centrado fundamentalmente el
trasvase, en el eje Aragónlevante; son muchos los hectómetros cúbicos
cubriría ese trasvase. También se puede pensar que a lo mejor, en esa
liberalización de excedentes que podría haber en el ámbito agrícola,
puede haber intereses especiales en llevarlos fundamentalmente a una
sobreexplotación del sector turístico, con lo que eso conlleva de
desequilibrio territorial, desde el punto de vista socioeconómico,
entre unas regiones y otras. Entonces, realmente el agua que se va a
trasvasar nadie sabe que vaya llegar a
la agricultura y a un precio que los agricultores puedan pagar.

Posiblemente no, no lo sé, pero evidentemente cabe la posibilidad de
que ese agua en gran parte vaya a inyectar los recursos de una
industria turística que va a estar sobresaturada y que va a
contribuir, además de a un desequilibrio territorial entre regiones,
a un impacto ambiental importante en la explotación de esa propia
industria turística. (El señor vicepresidente, Ruiz López, don Juan
Carlos, ocupa la Presidencia.).

En cuanto a las necesidades de inversiones, si expertos en estos
temas reconocen que no es fácil saber el detalle de las mismas,
evidentemente tampoco lo es para nosotros. Lo he dicho al principio,
la cuestión está en que probablemente esas inversiones camuflan
muchas obras que ya están en ejecución o que ya están aprobadas. Es
difícil saber que esas inversiones realmente son las necesarias y que
se corresponden con los títulos y las partidas que ahí van.

En cuanto al impacto sobre directivas de hábitats, tuve ocasión de
escuchar al comisario europeo cuando estuvo aquí y se reunió con
diferentes organizaciones sociales. A la luz de lo que se le
comentaba entendía -y así lo ha defendido también en el Parlamento-
el impacto ambiental que tiene el Plan hidrológico nacional, pero él
decía -y quiero destacar esto- que evidentemente la información que
manejan los comisarios es fundamentalmente la que les remiten los
gobiernos y llamaba la atención acerca de la escasa disponibilidad
por parte de dichos comisarios de información de expertos
independientes. Hemos visto lo que nos ha pasado aquí, y el anterior
interviniente lo ha puesto de manifiesto, y es que el Gobierno ha
solicitado información de diversos expertos para conocer
perfectamente todos los tipos de impacto, la interpretación
económica, etcétera, y es lamentable que esos informes no hayan sido
trasladados a la opinión pública. Es claro que los trasvases
supondrán un impacto importante. El plan trata de decir que, de todas
las posibilidades, la construcción de presas y pantanos es lo que
menos impacto tendrá. De todos modos, creo haber leído en la prensa
de estos últimos días el reconocimiento de que determinadas obras de
infraestructura van a tener que ser modificadas para que pasen la
evaluación de impacto ambiental, que consideramos en absoluto
deseable que vaya a ser compartimentada, proyecto a proyecto. Es
decir, el Gobierno ha reconocido que hay proyectos que tendrá que
modificar, lo que pone de manifiesto un impacto ambiental importante.


A pesar de que no está hecho todavía el trazado definitivo de las
obras, hay que hacer modificaciones; luego hay un impacto importante
y claro.

La Unión de Pequeños Agricultores es una organización con autonomía
dentro de la Unión General de Trabajadores y sus valoraciones indican
claramente que la construcción y gestión de infraestructuras por
parte de las sociedades estatales del agua va a contribuir sin duda a
encarecer notablemente el precio del agua. Eso



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lo sufrirá el agricultor y supondrá una clara pérdida de
competitividad de la agricultura española, especialmente para las
pequeñas explotaciones. Hay que tener en cuenta además que en nuestro
país llueve menos y que el precio de partida del agua como recurso
productivo es más elevado. No cabe esperar que el Plan hidrológico
nacional facilite siquiera el precio de las 53 pesetas, sino que será
mucho mayor, pues las obras van a ser construidas por entidades
estatales para las que prima la rentabilidad económica sobre los
intereses socioeconómicos y los principios de cohesión social y
territorial. Creemos que el Plan hidrológico nacional está más al
servicio de la privatización de un recurso público y de un bien
social que de la consideración de los principios de cohesión social y
territorial y en ese sentido contribuye al mercadeo del agua.

¿Alternativas? Ya las he señalado al principio de mi exposición. En
la Unión General de Trabajadores creemos que las soluciones
medioambientales pasan por una combinación ponderada de toda la gama
de soluciones que hay, en la medida justa. He tenido buen cuidado en
decir que en las zonas de escasez, la desalación y la explotación de
aguas subterráneas, controlando el impacto ambiental que se derive de
ello, pueden contribuir a reducir la construcción de grandes
infraestructuras hidráulicas. No quiero decir que esto sea la
panacea: si desalamos todos o si lo hacemos de cualquier manera, sin
control, el impacto en el litoral será importantísimo. Ahora bien,
insisto en que un diseño que incorpore de manera adecuada todas las
opciones posibles seguro que reduce la necesidad de esas grandes
infraestructuras hidráulicas.

Contesto ahora al diputado del Partido Popular. En cuanto a la
radicalidad de las protestas, el Plan hidrológico nacional era una
demanda cuando gobernaban los socialistas y lo es ahora que gobierna
el Partido Popular; es una demanda desde siempre por las
características especiales que he comentado al principio de déficit
hídrico y desigual distribución de recursos; llueve menos, el agua
está desigualmente repartida y la demanda se concentra justamente
donde hay más escasez. Cabría pensar que, a lo mejor, el Plan
hidrológico nacional debería formar parte de un plan genérico en el
que se incluyera un conjunto de infraestructuras, y no sólo las
hidrológicas, de tal modo que hubiera un desarrollo equilibrado y una
vertebración del conjunto del territorio. En el debate del Plan
hidrológico nacional se ha manifestado por diferentes expertos. A lo
mejor hay determinadas zonas donde hay necesidades de comunicación
que habría que desarrollar. Entonces, insisto, sería enfocar el plan
hidrológico como un plan general de infraestructuras de comunicación.


Eso a lo mejor ayudaría a lograr desarrollo más equilibrado en el
territorio. ¿Radicalidad en las protestas? No. Yo escuché muchísimas
y participamos en la época del plan Borrell e igualmente sucede
ahora. ¿Mayor radicalidad? Yo
creo que cuando en ciertas cuestiones la mayoría de la sociedad no
siente que es consultada ni escuchada, se manifiesta con virulencia.

Realmente no consideramos que los sindicatos estemos lo
suficientemente representados. En lo que concierne al ámbito de medio
ambiente, entendemos que desde que se inician las legislaturas
correspondientes al Gobierno del Partido Popular ha habido claramente
un retroceso en la manera de conducir el diálogo social en esta
materia con las organizaciones sociales en general y, en particular,
también con las sindicales.

No somos miembros del Consejo Nacional del Agua y no es lógico que se
nos llame, como ha ocurrido, en el último momento como convidados de
piedra. Nuestra representatividad social la avala el conjunto de
trabajadores que desde los diferentes sectores productivos y de
servicios forman parte de nuestras organizaciones sindicales. Creemos
que nuestra representación es suficientemente relevante e importante,
ni más ni menos que otras organizaciones sociales, como para ser
relegados a una invitación rápida de convidado de piedra. En ese
sentido -y lo lamentamos profundamente- la única organización donde
teníamos representación con voz y voto era en el Consejo Asesor de
Medio Ambiente, que se paralizó completamente, y por citar otro
órgano, aunque no viene a cuento, en el Consejo Nacional de Bosques,
en el cual, según decreto que salió hace poco, tenemos un
representante sindical. Hay un gran número de trabajadores en tareas
forestales y un representante sindical es claramente un agravio
comparativo respecto a la participación que tienen las
administraciones y otras organizaciones sociales.

En cuanto a la participación sindical en política medioambiental -y
aprovecho para decirlo- estamos francamente en agravio comparativo, y
la Unión General de Trabajadores hemos reivindicado aprovechando el
foro del congreso nacional de medio Ambiente además la necesidad de
incorporar la participación sindical en las políticas
medioambientales desde el ámbito institucional y de las relaciones
laborales. Hemos pedido incluso una legislación ad hoc - lo mismo que
existe en el marco de prevención de riesgos laborales- para regular
la participación sindical en materia de medio ambiente, línea en la
que países como Dinamarca estén trabajando. Digo esto por ampliar lo
que es la limitada participación sindical en las políticas
medioambientales.

En cuanto al impacto ambiental, no he hecho los cálculos y tampoco
soy experta en aguas, pero creo que todo lo que he venido comentando
desde el principio al contestar a cómo creemos la Unión General de
Trabajadores que deben abordarse las soluciones hidrológicas le puede
dar respuesta. No vamos a entrar en el debate de si trasvases sí,
trasvases, no; la Unión General de Trabajadores lo ha dicho desde el
principio. No nos parece aceptable este plan hidrológico tal como
está planteado, pero un plan hidrológico donde se contemplen



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adecuadamente las medidas que hay, con una valoración -y por eso
insistimos tanto en una valoración global de impacto ambiental del
conjunto de las obras- no compartimentada, será bienvenido. ¿Lo
compartimos todos? Le voy a comentar lo siguiente. En el mes de
octubre nosotros iniciamos el debate de la valoración del Plan
hidrológico nacional. Hemos hecho tres debates internos a nivel de lo
que nosotros tenemos constituido como un consejo confederal de medio
ambiente, donde participan todas las estructuras federales y
territoriales de la organización. Ha habido, como es claramente
imaginable, posiciones encontradas en la valoración, pero sí le puedo
garantizar que el documento que he expuesto es la síntesis de uno más
amplio de valoración y de opinión de la Unión General de Trabajadores
sobre el Plan hidrológico nacional. Este documento fue sometido a
votación en el comité confederal de UGT, que es el máximo órgano
entre congresos, en el que vuelven a participar los máximos
dirigentes sindicales de todas las estructuras territoriales y
federales. Pues bien, si son 160 ó 170 miembros, excepto cinco
abstenciones, todos los demás fueron votos favorables a la postura de
la organización. Evidentemente, hasta llegar a consensuar la
redacción hubo confrontaciones de opinión y discrepancias, pero al
final sí le puedo decir que la Unión General de Trabajadores, en el
comité confederal que se celebró en octubre del año 2000, aprobó una
resolución, todavía más sintética, en la que se recoge todo lo que
les he expresado en la comparecencia. Es la primera vez que en un
tema de medio ambiente la organización se ha tenido que pronunciar a
tan alto nivel y con un debate tan profundo.




El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Don Juan Carlos: ¿Algún
portavoz quiere intervenir? (Pausa.)
Dándole de nuevo las gracias por su exposición, interrumpimos la
sesión un par de minutos hasta que entre el nuevo compareciente.

(Pausa.)



- DEL SEÑOR CATEDRÁTICO DE MECÁNICA DE FLUIDOS DE LA UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA DE VALENCIA (CABRERA MARCET). (Número de expediente 219/
000173.)



El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López, don Juan Carlos): Comparecencia
de don Enrique Cabrera Marcet, catedrático de mecánica de fluidos de
la Universidad Politécnica de Valencia, a quien agradecemos su
comparecencia esta tarde para ilustrar a la Comisión de Medio
Ambiente.

Tiene la palabra.




El señor CATEDRÁTICO DE MECÁNICA DE FLUIDOS DE LA UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA DE VALENCIA (Cabrera Marcet): Ante todo, quiero dar las
gracias a la Comisión de Medio Ambiente
por permitirme exponer una serie de ideas elaboradas a lo largo de
25 o 30 años que llevo en el mundo del agua. Veo que la hora es mala
y como vamos a pasar por aquí 29 comparecientes, intentaré ser lo más
ameno posible. Espero que no se duerma nadie, porque yo soy profesor
y cuando doy clase a estas horas de la tarde los alumnos tienen mal
trance, por lo que intentaré que no sea así.

Yo soy ingeniero industrial, después hice físicas, por tanto, tengo
formación tecnológica. ¿Qué quiere decir esto? ¿Cómo se me despertó
esta especie de inquietud por la política del agua? Nosotros, desde
hace 20 años, venimos dando cursos de formación a ingenieros
municipales, a ingenieros agrónomos, y en no pocas ocasiones me
decían: Enrique, todo lo que explicas está muy bien, pero después voy
a mi ayuntamiento y mi alcalde dice que está más por poner farolas
que por enterrar tubos que nadie ve. Éste fue, digamos, el despertar
de mi vocación política (es decir mi vocación para la política del
agua), porque entiendo que la técnica y la política en este caso van
demasiado unidas; para mi gusto demasiado. Ésta es mi vocación, éste
es mi origen, un origen tecnológico, un origen forjado en dar cursos
(yo creo que habré impartido cursos a no menos de 3.000 ingenieros
municipales), y las vivencias que yo tengo son las del técnico que
está día a día trabajando con esos tubos, enfrentándose a los cortes
de agua y sufriendo estos problemas. En estos cursos, yo les
transmito tecnologías, digamos, punteras, pero me dicen que tienen
muchas dificultades para implementarlas.




Mi comparecencia es absolutamente tecnológica. Me gustaría transmitir
este mensaje, sé que es difícil y ya de entrada les puedo decir que
si yo fuera político posiblemente hubiera hecho un plan similar a
éste o al de 1993; pero por fortuna (yo creo que por fortuna para mí,
porque ésa es mi vocación, no por nada más), soy profesor
universitario y desde la universidad debo decir otras cosas, pero
verán que las digo sin ninguna acritud y sin ningún ánimo de
polemizar -Dios me libre de ello-, sino simplemente para trasladar
unas experiencias que posiblemente a ustedes no les lleguen y que a
mí me llegan en ese forjarme día a día con todos estos profesionales.


Dicho esto, que yo creo que es importante para empezar, voy a citar
una conclusión de la cumbre de ministros de Medio Ambiente de la OCDE
(es decir, una organización escasamente sospechosa de no estar por el
progreso y el desarrollo económico), celebrada en Malmö en la
primavera de 2000, en la que se señalaba que en lo relativo al medio
ambiente hay una discrepancia alarmante entre los compromisos y la
acción. ¿Qué quiere decir esto? Esto quiere decir que los compromisos
medioambientales se incorporan rápidamente al discurso político, pero
implementar en la práctica ese discurso es mucho más complicado.

Después analizaremosel porqué. Una de las cosas que me gusta hacer



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es ponerme en la piel del interlocutor para saber en qué condiciones
está actuando, y digo que el Plan hidrológico nacional, el PHN es un
claro ejemplo de esa discrepancia entre los compromisos y la acción.

¿En qué sentido? A mí lo que más me gusta del Plan hidrológico
nacional es la exposición de motivos, es perfecta, cuatro motivos que
vamos a ver ahora y que voy a citar. Pero después uno lee el
articulado y dice: ¡Puñeta! Estos motivos no tienen una continuidad
en el articulado. Y eso no es un problema sólo de España. Yo viajo
mucho por el mundo en mi labor de profesor y es un problema de
siempre. En estos momentos, no es que en España seamos mejores ni
peores, sino que esto es problemático por cómo está montada la
democracia moderna que funciona así. Por tanto ningún alarmismo,
ningún mensaje duro porque de hecho lo reconoce la cumbre de
ministros de Medio Ambiente de la OCDE. No es que lo diga no sé
quién, lo dicen estos señores políticos, ellos lo reconocen.

Los objetivos del PHN son cuatro, a mi parecer perfectos. El primero,
alcanzar el buen estado de las masas de agua. ¿Quién se va a oponer a
eso? Nosotros, en la Comunidad Valenciana, tenemos un problema gordo,
el Segura, y yo les digo una cosa. El agua que se usa se ensucia
(igual que la camisa, cuando yo la uso se ensucia y me la tiene que
lavar mi mujer), y si yo la vierto es agua sucia. Si yo ahorro dejo
de ensuciar. Primera reflexión: El ahorro no es sólo un problema de
cantidad sino de calidad. Si no, ¿por qué ahorra Suiza, por qué
ahorra Alemania si no tienen agricultura y gastan la mitad de la
mitad? Ahorran porque cuando el agua se usa se ensucia. Señores, si
queremos ríos limpios, cuanto menos gastemos menos ensuciaremos.

Primera reflexión.

Segundo objetivo, atender las demandas a través del aprovechamiento
racional, sostenible, equilibrado y equitativo. Sobre esto voy a
incidir después, pero ¿qué voy a decir yo del aprovechamiento
racional si dirijo un master que se llama master en gestión y uso
eficiente del agua? En principio (y se lo digo con cierta tristeza),
con poco apoyo por parte de la Administración, y es un master en
gestión y uso eficiente del agua. Por tanto, el discurso queda muy
bien, pero aplicarlo, como les decía y me dicen los ingenieros
municipales, es mucho más complicado.

El tercer punto es armonizar el desarrollo regional, y aquí tengo mis
dudas, cuando el legislador escribe esto, si lo dice porque quiere
relacionar la solidaridad que tantas veces se repite de la España
seca y la España húmeda, pero puedo dar otra interpretación, que
seguro que el legislador no le dio: armonizar el desarrollo regional
supone que esa región sea sostenible en el tiempo, y que gaste
exactamente lo que los recursos le permiten. No sé qué intención se
le dio, creo que la primera, la de transferencias entre cuencas, pero
a mí me gusta la segunda.

Finalmente, habla de proteger la calidad y economizar usos. ¿Qué
vamos a decir? Ahí tienen resumido esto, que para mí es un discurso
políticamente correcto, de 10, pero sin continuidad en el articulado,
porque yo me he leído el Plan y afortunadamente (lo digo porque creo
que en parte también influyó el diagnóstico que me encargó el
Ministerio de Medio Ambiente) sólo encuentro tres artículos que hacen
alusión a estos temas de ahorro, que en definitiva suponen menos
contaminación; el artículo 10 que está reformado, y los artículos 31
y 32 que son nuevos.

No me gustaría extenderme más de 20 o 25 minutos, porque es lo que
ponía en la normativa y ya les he dicho que no quiero alargarme,
porque ustedes tienen un panorama de 29 exposiciones, aguantándonos
el rollo a cada uno de los que venimos por aquí. Y aunque me gusta
mucho el tema del agua un poco de lástima sí me dan, por lo que no
quiero agravar esa especie de vía crucis. Yo no sé qué estación soy
pero hasta la 29 les quedan unas cuantas.

Dicho esto, vamos a analizar el porqué de estas cuestiones. ¿Qué es
sostenibilidad y uso racional? Algo que vemos en la declaración de
intenciones. Para mí el problema del agua -y para cualquier estudioso
del tema- es como un presupuesto. Unos ingresos y unos gastos; unos
recursos, , unos usos, y tengo que cuadrarlo. Lo puedo cuadrar, como
cualquier economía, haciendo una mejor gestión del uso o intentando
aumentar los ingresos. De lo único que yo me quejo del PHN, porque lo
demás ya lo irán viendo en mi exposición, es de que siempre se
enfatiza en aumentar los recursos. Es como si hubiera un presupuesto
desequilibrado del Estado y la única solución que se ocurriera fuera
aumentar los impuestos y en ningún momento se pensara en racionalizar
el gasto; creo que cualquier ministro de economía hace ambas cosas.

En esta etapa de ajuste económico incluso hemos visto que se ha
utilizado más la cuestión de ajuste que aumentar los impuestos. Es
decir, estos cuatro o cinco últimos años se va en el sentido que yo
alabo para el agua, y que para el agua en absoluto se halla.

Primera reflexión, aumento de la oferta, reutilizar. Hay aquí una
frase que yo he querido subrayar, reutilizar no es ahorrar. Ahorrar
es gastar menos. ¿Qué es uso eficiente del agua? Para un determinado
uso, sin perder calidad, gastar la menor cantidad de agua posible.

Reutilizar es, sin recurrir a nuevos recursos, utilizar nuevamente la
que ya existe. Por tanto, una reutilización, desde un punto de vista
estrictamente riguroso, jamás puede presentarse como un ahorro,
porque no lo es y ustedes lo entenderán. ¿Aumento de la oferta?
Aumentar los impuestos, aumentar el presupuesto, reutilizar,
trasvasar, desalar, en definitiva nueva obra hidráulica ¿Gestión de
la demanda? Controlar el uso. Control del uso mediante indicadores de
gestión. En el agua nadie habla de indicadores de gestión, que en el
tema económico son bases. Aquí cuando se publica el aumento del



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PIB de los meses de marzo o abril, enseguida, si se pasan una décima
todo el mundo pregunta ¿qué pasa? Si es negativa todos dando saltos,
si es positiva ¿qué pasa, qué desastre? Indicadores de gestión, y el
agua los tiene. ¿Cuánto consumimos por habitante y día? ¿Cuántos
metros cúbicos por hectómetro y hectárea utiliza este riego para
poder sacar tantos kilos de naranjas, ya que soy valenciano? Por
tanto, control de los usos mediante indicadores de gestión.

Política de precios. Esto para mí es vital. Esto lo veremos después,
pero para mí es vital y como voy a volver sobre ellos después no
incido ahora en ello, y finalmente está la educación. Tenemos una
cultura de la que estoy muy orgulloso como valenciano, el Tribunal de
las aguas, fundado -no sé si lo saben ustedes- por Abderramán III, en
el siglo IX. Es un tribunal de los árabes y creo que es una herencia
maravillosa, pero esa cultura servía en los siglos IX, X, XII, y
ahora, como hemos llegado al siglo XXI, hay que educar de nuevo la
cultura de usos. Tenemos una Administración promotora de obra, es
decir si ustedes piensan en la Administración hídrica española, están
especialmente preparados para hacer nuevas obras y en los
ayuntamientos no hay ninguna preparación para gestionar los usos. Es
como el ejército de Pancho Villa, aunque en Méjico dicen que ese
ejército estaba muy organizado. Las consejerías de Agricultura, dan
subvenciones, pero nadie controla cuándo se le da el agua.

En la actual situación de escasez no controlar a un señor que tiene
una concesión para ver qué hace con esa agua, es muy grave y no lo
hace nadie. Cuando se hace la perforación en los pozos, nadie
controla y después hablaré del caso de Israel. Por tanto, nuestra
Administración es una Administración promotora de obra, frente a una
Administración gestora ¿Qué quiero decir con eso? Que tiene que haber
un equilibrio. Yo no me estoy cargando la parte de la izquierda. Por
tradición la parte de la izquierda, de cero a 100, está en 90 y por
tradición la parte de la derecha, de cero a cien, está en el tres, el
cuatro o el cinco. Es un desarrollo brutal de una parte por tradición
y porque tocaba hacerlo. Nadie tiene la culpa de esto; es la historia
que tenemos. Lo que pasa es que llegado un momento tenemos que
reconsiderar introducir un punto de inflexión y los ministros de
Medio Ambiente en Malmö ya lanzan un mensaje, que además viene
reiterado en todas partes. Quiero desdramatizar, de esto no tiene la
culpa nadie.

Respecto a la historia, los países sin tradición de riego y con mayor
desarrollo industrial lo han tenido más fácil, Suiza, Alemania,
Holanda, Reino Unido - después hablaré del Reino Unido también-,
Japón ¿Por qué? Porque no hay agricultura. No tienen esa tradición
del uso del agua como tenemos los valencianos. El problema que tiene
Alemania es la contaminación industrial porque es un país industrial.


No es un país de servicios y cobra el agua, la de boca a 400 pesetas
el
metro cúbico, y a 400 ó 500 la de depurar; en total, el recibo del
agua es 900 pesetas el metro cúbico, cuando aquí el precio medio está
en 80-30 y, cuando voy a Alemania, la relación de precios es igual.

El hotel aquí me cuesta casi como allí, y además Alemania tiene agua,
y nunca mejor dicho, por un tubo. Por ejemplo, Zurich, está al lado
del lago y cuando voy a Zurich veo mucha agua y aquí nos quejamos de
que no tenemos agua y resulta que no la pagamos ¿Por qué lo han hecho
los alemanes y los suizos? Porque no quieren contaminar porque igual
que la camisa, el agua se ensucia, y después, la tienen que depurar.

Sin embargo, lo han tenido más fácil porque no había que romper con
una inercia. Ellos no tienen un Tribunal de las aguas. El agua
sobraba y quien tenía que regar no tenía problema ni se liaba
a tortas con el del huerto vecino. Esta cultura está ahí y estoy muy
orgulloso. Nuestros antepasados acertaron y nosotros tenemos la
obligación de hacerlo.

Otros países con tradición como la nuestra, por ejemplo, California
en Estados Unidos, ya han pasado del dicho al hecho. El dicho es la
declaración de intenciones y el hecho, después hablaremos, son hechos
concretos, artículos concretos, pero mojándose no declaraciones de
intenciones. El director de investigación del Bureau of Reclamations,
en una de las revistas más prestigiosas del mundo del agua, el
Journal Hydraulics Engineering, hacía una reflexión hace no más de
dos o tres años y decía en inglés : hemos pasado del water
development al water management, de lo que es el desarrollo
hidráulico a la gestión hídrica. El Bureau of Reclamations es el
equivalente a nuestra Dirección General de Obras Hidráulicas, es
decir que no lo decía un ecologista, lo decía el director de
investigación del departamento de recursos hídricos del Gobierno de
Estados Unidos que afecta a 30 ó 40 estados. No es un mensaje
estratosférico, es el mensaje un técnico.

Creo que estoy en la quinta o sexta transparencia y considero que voy
bien de tiempo porque me he programado no más de 25 o 30 minutos en
mi intervención. ¿Qué es sostenibilidad y uso racional? El primer
objetivo es verdad. Un país más preocupado en promover, es un país en
vías de desarrollo. Un país desarrollado se preocupa más de mantener.


Por tanto, España en política del agua está mucho más cerca de ser un
país que se está desarrollando, y después hablamos si quieren de lo
que es el mantenimiento, porque es mi tema. En principio, si miran lo
que es el articulado del Plan hidrológico es fundamentalmente
promoción de obras. No hay nada de gestión en cosas concretas, y es
mi única observación.

Les decía que antes había hablado un poco de lo que pasó en
Inglaterra. No les voy a hablar de la sequía que hubo en España entre
el año 1995-1999 porque ustedes la conocen perfectamente. En el Reino
Unido tuvieron una sequía de risa al lado de la nuestra. En el verano
de 1995 no se llegó a cortar el agua, y montaron una comisión de
control de rendimientos que todavía está operativa



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y han conseguido que los rendimientos mejoren y tiren, lo que llaman
Office of water services, que es un mecanismo de control de cómo
funcionan los abastecimientos.




Del informe de la EPA me he traído cuatro o cinco documentos. Aquí
hay un documento de la EPA, la Enviromental Protection Agency, que es
la Agencia de Medio Ambiente de Estados Unidos, y pone: primer
informe al Congreso de los Diputados de Estados Unidos. Es un informe
sobre abastecimientos relativo a mantenimiento, renovación de
tuberías, etcétera, de 138.000 millones de dólares, bastante más que
nuestro PHN, claro, Estados Unidos es mucho más grande. Estos
documentos los voy a dejar aquí por si alguien tiene interés en
consultarlos.

Finalmente, como saben, a un menor nivel es muy fácil promover
depuradoras pero muy pocas se mantienen. Por tanto, ante el Plan
hidrológico, ¿qué siento? Me deja frío, porque yo creo que es una
ocasión de oro, y todavía estamos a tiempo de marcar ese punto de
inflexión. Yo no tengo nada contra las obras, lo que sí creo es que
si ahí estamos al 90, entre 0 y 100, y en el otro estamos de 0 a 5, y
el déficit donde está es en la parte en la que el Plan hidrológico
apenas incide, por no decir casi nada -después hablaremos-; entonces,
no parece una apuesta de futuro.

Sobre los artículos 30 y 32, que son los que hablan de mejorar el
rendimiento en las redes y de reutilizar, les daría el siguiente
ejemplo: ¿Ustedes se imaginan un ministro de Economía y Hacienda que
dijera a los españoles, no les voy a controlar las nóminas que
cobráis con mi ordenador en el Ministerio, pero vosotros sois
ciudadanos muy responsables y vais a contribuir con la parte que os
toca a Hacienda? ¿Qué pasaría? Esto es lo que dice el Plan
hidrológico a efectos del ahorro de agua. La Administración procurará
no sé qué, pero en concreto nada. Imagínense lo que pasaría en la
recaudación de Hacienda si ese fuera el tema. Por tanto, es una
ocasión de oro para empezar a marcar este punto de inflexión poco a
poco, porque grandes virajes no se pueden hacer, y para eso hay que
hacer un modelo de gestión.

La única objeción que tengo al trasvase es cuánto costaría ahorrar
1.050 hectómetros cúbicos con gestión de la demanda, cambiando
tuberías, reformando regadíos. A lo mejor costaba igual o menos
dinero y no habría tanta tensión, tanta disputa. No se ha explorado
esa posibilidad. Es la única objeción que yo tengo. ¿Por qué nos
paramos a gestionar la demanda cuando yo les puedo demostrar con
hechos que aquí la demanda no se gestiona? Yo estoy en contacto con
los que la gestionan, y me dicen las dificultades que tienen.

Brevemente, cinco factores que hacen atractiva la gestión de la
oferta, es decir promover obras frente al mantenimiento. Voy a ir muy
rápido porque el tiempo vuela. La cultura que tenemos, para mí es lo
más fundamental es decir tenemos una cultura de la que estamos
muy honrados, yo el primero, que está ahí, pero esta cultura no
sirve. Entonces, lo de la España seca frente a la España húmeda, es
un discurso que me hiere un poco los oídos. Si después quieren
hablamos de ese menester.

El catastrofismo. Yo les quiero contar una anécdota aquí
graciosísima. Hace un par de años, estaba dando un curso de mejora en
rendimiento de redes hidáulicas, y lo daba a varios ingenieros,
habían treinta o cuarenta, y entre ellos dos ingenieros de
ayuntamientos de la provincia de Jaén. El año pasado ya tuvieron
cortes en la provincia de Jaén, no voy a decirlos los pueblos todos
porque se dice el pecado pero no el pecador. En unos de los pueblos
se habían quedado sin agua y hacían cortes y decían, dicho sea paso,
que se corta el agua porque las redes se salen como un calcetín,
porque técnicamente es nefasto y sanitariamente peor. Si las redes
fueran estancas no habría que cortar el agua, no se debe cortar el
agua. Me comentaba que el alcalde del pueblo vecino, el cortaba el
agua, le decía al otro, que era del mismo partido: oye, tío, corta el
agua, que a mí el personal se me amotina, y me dicen que tú tienes
agua. Esto es una especie de sensación catastrofista ante la sequía.

No, señores, tenemos mecanismos técnicos, pero para eso hace falta
gestión, y esa gestión aquí es inexistente.

Yo hice un libro que tiene una historia especial ligada a este
Congreso, sobre la problemática de abastecimientos urbanos y
necesidad de su modernización, y fue como consecuencia del encargo de
un parlamentario, no es del caso comentarlo, y cuando llovió en el
año 1995 esto cayó en el olvido. Señores, si vuelve a haber otra
sequía, volveremos a las mismas, y a mí me da vergüenza porque me
dedico a este menester.

Por tanto, política de precios. La estructura de la Administración.

El ejemplo de Israel. La estructura de la Administración es como
hemos dicho inversora y con competencias atomizadas, y no es una
Administración controladora de recursos. También pongo un ejemplo.
A mí me gustaba más darle a mis hijos -aunque ya son mayores- un
juguete y darles dos besitos, que pegarles un cachete y decirles
poneros a hacer los deberes. Ahí está la diferencia entre la
Administración inversora, que da caramelos es decir obras, frente al
cachete, al decir que se salen las tuberías como un colador; pero a
veces a los hijos hay que reñirles y educarles. Tercer tema,
brillantez de las actuaciones. No se puede discutir que es mucho más
brillante hacer una desaladora que cambiar tubos. Cuarto, los plazos
de gestión de la demanda frente a la gestión de la oferta. Esto es
una apuesta de futuro, frente a lo otro que son resultados
inmediatos. Si yo fuera político, y lo he dicho nada más empezar, me
preocuparía en ganar las elecciones dentro de dos o tres años. Es el
problema que tiene esto. El último tema, como ustedes lo saben no lo
voy a comentar. ¿Por qué, si tenemos una Directiva europea ya
aprobada, no se ha incluido la recuperación de costes en el



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Plan hidrológico nacional? Ahí tengo algunos precios. En
abastecimientos aplicar costes reales es una cuestión de cultura.

Cualquier chaval en un fin de semana se gasta más dinero de lo que
cuesta reciclar el agua. Si el agua es escasa, puñeta, controlémosla;
se dice que es escasa, pero de boquilla. en el riego, evidentemente
hay temas de medio ambiente, temas sociales. Para un agricultor hay
precios competitivos, por lo menos indicadores de gestión; es decir
yo te doy el agua y te la doy gratis. Perfecto. No tengo nada que
objetar a eso, pero quiero ver el buen uso que haces del agua. Lo que
no puedes es gastar el agua para hacer cardos borriqueros que después
no sirven para nada. Hay que ver si esa agua cumple el fin social que
le están encargando, aunque pagues pesetas cero. Esos son indicadores
de gestión; ahí tienen los precios.

Esta gráfica de política de precios para mí es fundamental. Antes he
dicho que eso de que la Administración se preocupará en mejorar los
rendimientos es un brindis al sol; es como el control de Hacienda. Mi
Universidad cada año dice este fulano ha cobrado tanto dinero. Si yo
digo que he cobrado menos el señor de Hacienda me llamará, y yo diré
lo que he cobrado hasta mi última peseta, primero por ciudadanía, y
segundo por si acaso. En principio esto es lo que ocurre aquí. El
rendimiento de las redes tiene un punto óptimo y depende del coste
del agua. En los costes de producción, hay costos fijos y variables.

En los costos fijos tendríamos el personal y en los costos variables
la energía, reactivos de depuración, etcétera. En el gráfico de la
izquierda están las pesetas y aquí el agua que se fuga; y si se fuga
mucha, pierdo dinero. Después tengo aquí otra gráfica que son los
costes de mantenimiento. Yo me gasto mucho dinero en cambiar tubos y
en buscar las fugas y pierdo muy poco agua, si no me gasto un duro se
sale la tubería como un colador. La tubería del señor que no se gasta
un duro tiende a salirse. Yo dí un curso en La Habana y allí el agua
se daba como el riego, una vez a la semana, allí no se cambia un tubo
desde 1960. Esta gráfica se ha extrapolado hacia aquí. Si ahora se
suman los dos costos al final tenemos una curva de costos totales. Y
¿qué pasa? Pues, que esa curva tiene un óptimo. Si subimos el precio
del agua el óptimo tira a la izquierda; si bajamos el precio del agua
las fugas tiran a la derecha. Eso lo sabe el responsable de cualquier
abastecimiento. Por tanto, si no se articula una política de precios,
hablar del rendimiento de las redes es hablar del sexo de los
ángeles.

En mi opinión, la apuesta de futuro pasa por el cambio. La sequía de
1991-1995 no ha sido suficiente. ¿Habrá que esperar otra para que nos
preocupemos por las redes? El Plan hidrológico es una ocasión de oro.


Aquí tienen otro libro que se llama Gestión de sequias en
abastecimientos urbanos, libro que hicimos con ocasión de la sequía.

¿Qué influencia va a tener la directiva europea del agua? La política
de precios es fundamental. Otra
declaración de intenciones del Plan hidrológico nacional es procurar
reutilizar por parte de las industrias. Les he traído un report de lo
que es la reutilización en la zona de California. Se puede demostrar
que un industrial se gasta 10, 12, 20 millones en reutilizar y en
depurar y lo amortiza en un año. En este libro hay diez casos de
industrias conserveras, de plantas de acerías, etcétera en las que,
si el precio es gratis al industrial le va a pasar como en la gráfica
del abastecimiento. Este libro ya es antiguo y está hecho por el
Departament of Water Resources, es decir por el mismo ministerio
conjuntamente con la consultoría. Para mí el precio es fundamental.

¿Por qué no incorpora la Directiva europea que ya está publicada el
Plan hidrológico nacional? Para mí hablar de ahorro de agua y de
reutilización es hablar por hablar, y les he puesto el caso de
Hacienda, si no se hace una política de precios y si no hay una
Administración que lo supervise. Creo que las dificultades están
claras. Políticamente esto que estoy diciendo tiene difícil venta.

Creo que el futuro está ahí y estoy absolutamente convencido, no
porque lo diga yo sino porque veo cómo se mueven y hablan. A mi
entender haría falta algún pacto en donde todo el mundo con un modelo
dijéramos: vamos realmente a modernizar esto. Es muy difícil decirle
a un señor: te vamos a subir el agua. Pero es que no hay más remedio,
y mi apuesta evidentemente es por la gestión de la demanda y por
equiparar y poner al mismo nivel; lo que está hecho bien hecho está,
desarrollemos lo que está por hacer.

El PHN no concreta estos hechos, y yo estoy a su disposición. Creo
que he hablado 25 minutos, me lo había ensayado dos o tres veces,
porque ocasiones de estas a uno se le presentan una vez o dos en la
vida.

Aquí les he traído dos revistas, una es Ingeniería del agua que
publicamos en una fundación que tenemos nosotros, que se llama
Fundación para el fomento de la ingeniería del agua; una de ellas se
refiere al Plan hidrológico nacional con seis o siete contribuciones,
yo soy uno de los editores de la revista y por tanto no hay ningún
artículo mío, y hay también una editorial referida al Plan
hidrológico nacional hecha por expertos. Más o menos están en la
línea que les he dicho.




El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Comunico a los portavoces que
como me imagino que les interesa la documentación se la haremos
llegar a los grupos para que puedan contar con ella, aparte de con su
brillante y amena exposición, que todos los diputados le agradecemos.


Como usted verá nadie se ha dormido porque los diputados estamos muy
acostumbrados a seguir trabajando en esta línea y sobre todo con
temas tan importantes como el que nos ocupa esta tarde.

Tiene la palabra el señor Morlán, para hablar en nombre del Grupo
Socialista.




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El señor MORLÁN GRACIA: Muchísimas gracias, señor Cabrera, por su
exposición.

La verdad es que con ustedes los profesores de universidad da gusto,
porque por lo menos nos dan sus posiciones y sus versiones con
técnicas más modernas que las nuestras. Mientras ustedes van con el
ordenador nosotros vamos todavía con el lapicero. Espero que esto se
corrija en los próximos tiempos para que nos podamos poner a su
altura.

La exposición que ha hecho también debiera movernos a nivel de
sociedad para que nos adecuáramos a las realidades actuales que van
surgiendo conforme va pasando el tiempo y existe una mayor
preocupación por la gestión de nuestros recursos. Yo no le iba a
hacer ninguna pregunta, pero dado que usted ha planteado el tema del
ahorro como un problema de calidad y no de cantidad, me gustaría que
profundizara un poco más en ese aspecto y nos dijera en qué medida en
la Comunidad Valenciana, de la que usted procede, y en la Comunidad
murciana, es decir cuenca del Júcar y del Segura, esos mecanismos de
ahorro pueden llevar a compensar o a evitar que ese trasvase se pueda
producir de manera inmediata. Nosotros entendemos que hay una serie
de déficit hídricos que están en varias partes de España, pero
indudablemente la situación más grave es en la cuenca del Segura y
nos gustaría mucho que, en base a esos criterios que ha expuesto
técnicamente, nos manifestara de qué manera se pueden corregir esos
déficit hídricos y evitarlos en la medida de lo posible.




El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Por el Grupo parlamentario
vasco tiene la palabra el señor Otxoa.




El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: En primer lugar, dar las gracias al
señor Cabrera por su exposición, y quisiera hacerle una pregunta que
quizá se salga un poco de su dedicación técnica y vaya más hacia lo
personal.

Usted, que es valenciano, y nos ha hablado de la cultura del agua en
Valencia, del Tribunal de las aguas, ¿cómo ve el futuro de esa
agricultura que le rodea, de esos naranjales y almendros de aquí a
veinte años? Este tiempo es el que previsiblemente, si el Plan
hidrológico que nos ocupa se lleva a efecto tardará en ejecutarse y
que el agua llegue a su destino en la zona. ¿Cree usted que entonces
las necesidades computadas actualmente en la fase agrícola van a ser
las mismas que ahora? Y, si no lo son, ¿a qué se va a dedicar esa
cantidad de agua?



El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Por parte del Grupo
Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Esteve.




El señor ESTEVE FERRER: Bienvenido, señor Cabrera. Desde el Grupo
Parlamentario Popular le agradecemos la capacidad de síntesis en la
exposición. Hace un planteamiento que a este parlamentario le sorprende
porque algunas de las preguntas que formula a esta Comisión,
nuestro grupo esperaba que las respondiera usted. Parece como si el
Plan hidrológico nacional fuera un debate sobre si trasvase sí o
trasvase no, pero nosotros entendemos que hay un déficit hídrico en
este país de unos 2.100 hectómetros cúbicos y que ese déficit hay que
suplirlo. Usted nos pregunta cuánto costaría ahorrar 1.050
hectómetros cúbicos con gestión de la demanda; y eso se lo pregunto
yo en primer lugar: ¿cuánto costaría ahorrarlo? En segundo lugar, ¿es
posible? En tercer lugar, ¿cuánto tiempo tendrían que esperar las que
hoy consideramos cuencas estructuralmente deficitarias para poderlas
suplir con el ahorro que usted dice que se puede conseguir con una
buena gestión, cosa que yo también comparto? Han estado mucho tiempo
sin un Plan hidrológico nacional, que es necesario y hay que ver la
forma de suplirlas. Nos gustaría que dijera en términos concretos
cuánto se puede ahorrar en educación de gestión, en lo que es un uso
racional del agua, en dos ó tres años; cuánto se podría ahorrar con
estos indicadores de gestión en los regadíos o en el cambio de
tuberías en las ciudades. Otra pregunta es cómo cree usted que un
Plan hidrológico nacional al que le reclama hechos concretos puede
regular la coordinación de las distintas administraciones públicas y
la distribución de competencias. Nos hablaba del ejemplo del Israel,
pero la realidad española es la que es. Hay unas competencias de las
corporaciones locales en el abastecimiento de la ciudad, otras de
gestión en las comunidades autónomas y una de coordinación a nivel
nacional. ¿Qué le parece a usted que el Plan hidrológico nacional
establezca una inversión de un billón de pesetas para la mejora de
regadíos, y por tanto para fomentar el ahorro en los regadíos, o que
se prevea medio billón de pesetas para lo que usted dice que se
debería hacer , que es en el abastecimiento de las ciudades? ¿Qué le
parecen estas inversiones? Por último establece unos precios. Dice
que en Alemania es de 400 pesetas metro cúbico, en Suiza también y en
España 80 pesetas metro cúbico. Me imagino que ha sacado usted la
media. La realidad es que en las capitales de provincia de las que
van a ser cuencas receptoras, o por lo menos las cuencas que tienen
déficit, los precios van desde 211 pesetas en Barcelona -aunque los
datos no están actualizados- a 97 pesetas en Castellón, pasando por
las 114 de Valencia. ¿Subir esos precios va a incentivar en gran
medida el ahorro?



El señor VICEPRESIDENTE (Ruíz López): Tiene la palabra el señor
Cabrera.




El señor CATEDRÁTICO DE MECÁNICA DE FLUIDOS DE LA UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA DE VALENCIA(Cabrera Marcet): Es un buen examen. Voy a ver
si me defiendo. ¿Debo contestar enel orden en que me han formulado
las preguntas?



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El señor VICEPRESIDENTE (Ruíz López): Como quiera.




El señor CATEDRÁTICO DE MECÁNICA DE FLUIDOS DE LA UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA DE VALENCIA (Cabrera Marcet): Si no tienen inconveniente,
contestaré en el mismo orden en que me han sido formuladas. El señor
Morlán me ha preguntado sobre la calidad-cantidad, tema sobre el que
quiero insistir muchísimo. Se asocian las fugas de agua sólo cuando
hay sequía. Hay una cosa clara: si gastamos más, contaminamos más. Al
mismo tiempo, una tubería que fuga es lo que llaman los sajones
intrusión patógena y es una cuestión técnica. La tubería entra en
depresión y la misma agua que ha salido por la fuga, si entra en
depresión a tubería, lo cual pasa si cortas el agua, se vuelve a
meter dentro, con lo cual está completamente contaminada. De hecho,
nadie puede beber cuando se corta el agua. Es como cuando vas a un
restaurante y te sacan el agua precintada. Una tubería que se salga
es como si en un restaurante sirven el agua sin precinto. Hay una
cuestión sanitaria y hay una cuestión de calidad, y es que cuanto
menos gastemos tendremos más ahorro. En Estados Unidos hay un
programa según el cual quieren subir todos los abastecimientos a un
rendimiento como mínimo del 90 por ciento e insisten en el tema. Es
más una cuestión de calidad de agua que de cantidad.

He tomado unas notas, pero agradecería al señor Morlán que me
explicara un poco más la pregunta en la que hablaba de Murcia y
Valencia, porque se me ha olvidado. Perdóneme.




El señor MORLÁN GRACIA: Le planteaba que dado que usted procede de
Valencia y que, por tanto, tiene que conocer perfectamente los
sistemas hídricos que existen en la Comunidad Valenciana y en la
cuenca del Segura, que afecta a la Comunidad murciana, las dos más
afectadas por el trasvase a que hace referencia el proyecto de ley,
qué medidas alternativas de ahorro puede haber y cómo se pueden
plantear para evitar que exista ese trasvase o si se puede demorar
para más adelante el trasvase en función de que se puedan llevar a
cabo esas medidas y pueda haber alguna solución previa.




El señor CATEDRÁTICO DE MECÁNICA DE FLUIDOS DE LA UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA DE VALENCIA (Cabrera Marcet): Yo le quiero aclarar una
cuestión. En España no hay datos de consumos; no los tiene nadie. El
Libro Blanco del agua habla de que en las redes se pierde un 30 por
ciento. ¿Usted sabe cómo sale ese dato? La Asociación Española de
Abastecimientos y Saneamientos manda una encuesta a todos los
municipios y estos la rellenan. Es como si a mi Hacienda me dijera:
Usted rellénelo y devuélvamelo. Algunos ingenieros municipales me
dicen: Me ha dicho el alcalde que salí guapo en la foto. Ponen unos
números, esos números van a los municipios, allí se hace la
estadística y es lo que presentan. Ese es el rigor con el que están
establecidos los ahorros en este país. Es decir, no hay nadie que se
haya preocupado jamás -se lo digo de verdad- en ver cuáles son los
rendimientos reales de las redes. En Inglaterra hay una agencia que
los controla. Además, empalmando un poco con la pregunta que hacía el
parlamentario del Partido Popular, le diré que a los gestores de los
abastecimientos no les interesa ahorrar el agua. Me lo han dicho
gerentes. ¿Por qué? Dicen que si hace una campaña de ahorro facturan
menos. ¿Sabe cómo lo arreglan en los países desarrollados? Usted
tiene mejor rendimiento, usted puede cobrar más el agua, porque usted
se mueve en un agua de calidad. En tanto en cuanto no haya unas
políticas de precios esto no se arreglará. Llevo 25 años con estos
temas y podría decir más, pero no hay tiempo para extenderme.

Me pregunta cuánto podemos ahorrar en abastecimiento. La gente
declara un 30 por ciento, pero seguro que será más, porque si a mí me
dice Hacienda que rellene mi declaración y no me controlan, seguro
que voy a decir lo que gano para abajo y no lo que gano para arriba.

Ese es un valor máximo. Respecto al riego, no hay ni una asociación
siquiera que haga esa encuesta. La AEAS todavía existe, y el mismo
Libro Blanco del agua reconoce los abastecimientos de la AEAS y los
da como si fuera a misa, pero yo le digo que esos datos no sirven
para nada porque son elaborados por cada señor a su aire y nadie los
contrasta. Cuando Hacienda me quiere contrastar me dice: papeles, la
nómina, los gastos, etcétera. Y si no lo demuestro me pegan un palo
de aquí te espero. Aquí papeles no hay. Me pregunta cuánto se puede
ahorrar. Pues no lo sabe nadie, se supone. Primero habría que
inventariar todos los riegos, que no están inventariados y hay muchos
que son ilegales. Habría que empezar haciendo un plano catastral y
creando una oficina en los abastecimientos. Lo que sí sé es que se
gasta muy mal el agua. Yo soy de un pueblo de primera división,
Villarreal, y allí todavía regamos como los árabes y empalmando con
la pregunta del señor del PNV le diré que los naranjos se los están
comiendo los azulejos. Hay una empresa allí, que no voy a decir el
nombre pero es la más grande, que dice que lo que interesa no es
cultivar naranjos sino el nombre de la empresa dicho en términos
naranjeros porque el huerto vale veinte veces más. No voy a decir el
nombre de la empresa, porque no es el caso, aunque a lo mejor si
saben un poco de azulejos se la imaginarán. Me pregunta que cuánto se
puede ahorrar y yo le digo que eso es lo que debería hacerse. Hay que
empezar a ver dónde estamos. ¿Hay alguna inquietud? Yo creo que
empieza a haberla. En abastecimientos como mínimo hay un 30 ó un 40
por ciento. En riegos habría que empezar inventariándose los campos.

Si quiere algún detalle más se lo puedo dar, pero no me gustaría
pasarme de la hora.




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En cuanto a la pregunta del representante del PNV, sobre qué pasara
con el futuro de la agricultura de aquí a veinte años, por fortuna en
Valencia tenemos naranjas que todavía no tienen subvención de la
Unión Europea y es un producto bastante competitivo. Lo que sí le
puedo asegurar es que en mi pueblo las industrias se están comiendo
los huertos de naranjos y que los agricultores quieren vender porque
el futuro es bastante desalentador. En la agricultura el agua pesa
mucho. Le voy a contar una anécdota que conozco de primera mano por
un ingeniero municipal del País Vasco -un buen amigo-, concretamente
de Guipúzcoa; no voy a decir tampoco de qué ciudad se trata. La
anécdota explica la diferencia entre medir y contar el agua. Mi amigo
me decía que había un hospital en las afueras de su ciudad con un
pozo para uso propio -allí el agua es abundante- y que después
vertían el agua en el arroyo más cercano. Un buen día llegó la red de
alcantarillado, que no la de agua potable, y le dijeron: Enchufa
aquí. Claro, dijo, hay una depuradora para toda la ciudad, pues vamos
a enganchar ahí. ¿Cuánto hay que pagar? Hombre, en función de lo que
tire, que es como se paga el drenaje. ¿Y cómo lo medimos? Lo más
fácil, aunque no sea agua depurada, pongamos un contador en el pozo
que capta el agua. Pusieron el contador y la primera factura subió a
cuatro millones de pesetas en un trimestre; y eso fue sólo el importe
de la depuración. Llamaron al ingeniero municipal y le dijeron: ¿Qué
pasa aquí? Hombre, habéis gastado tantos metros cúbicos, a tantas
pesetas, tanto. Empezaron a revisar la instalación del hospital
rápidamente (no pagaban el agua, sólo el drenaje) y al cabo de un par
de recibos pagaban quinientas o seiscientas mil pesetas. Maravillas
del contador y del precio.

Me ha preguntado el señor Esteve cuánto costaría ahorrar. No lo sé.

Sé lo que me cuentan y lo que veo. Desde la universidad hacemos
estudios, estamos muy en contacto con la Administración y tenemos
excelentes relaciones con ella, por lo que queremos transmitirles la
inquietud que intento transmitirles a ustedes. Simplemente le diré
que España tiene unos 80.000 kilómetros de tuberías en redes de
abastecimientos, más o menos. Esos kilómetros pueden costar, por
término medio, unas 15.000 pesetas por metro líneal. Renovar todas
las tuberías cuesta 1,2 billones de pesetas, en orden de magnitud. Si
tenemos en cuenta que el consumo de abastecimiento supone unos 4.000-
5.000 hectómetros cúbicos por año y que las pérdidas son de un 30 por
ciento, suponiendo que pudiéramos recuperar el 20 ó el 25 por ciento,
estaríamos hablando de una recuperación de unos 1.000 hectómetros
cúbicos con un billón 200.000 millones, orden de magnitud. Pero
tampoco hay este dato. La Administración no se preocupa de estos
menesteres y los datos no existen. Lo que sí le puedo decir es que el
consumo per cápita de Holanda está en unos 100 litros por habitante y
día, mientras que aquí -que tampoco hay datos, porque
pasa lo mismo que con la encuesta de la AEAS- podemos cifrarlo en
torno a 200. Lo único que quiero yo es tratar de sensibilizar a SS.

SS. para que surja la inquietud. No estoy en contra de la promoción
de obras, simplemente creo que lo otro debe estar presente también.

Hemos hablado de educación ambiental. Para mi es básica. El agua, si
es escasa, hay que pagarla, no porque no sea un bien público, sino
porque conducirla, depurarla, medirla y cambiar las tuberías vale un
dinero. En Alemania, como en cualquier país desarrollado, la vida
media de las tuberías es de 50 años. Las tuberías de los
abastecimientos empiezan a ser viejas; la mayoría de ellos son de
principios de siglo. Dentro de poco necesitarán un cambio y la gente
no está por la labor de renovar algunos que no tienen control de la
Administración. Hay que educar al ciudadano por cuanto el agua es
escasa, hay que conducirla y cuesta dinero.

Me ha hablado usted de Israel. Uno tiene que saberlo todo: Israel es
el país que mejor gestión del agua tiene entre los de tradición
agrícola. En mi pueblo, de vez en cuando, hay excursiones de
agricultores a Israel para ver cómo hacen el riego por goteo. Yo
siempre les digo: Además de ver cómo riegan, deberíais preguntar cómo
administran y cómo controlan. Ellos se ríen. La administración de
Israel no se puede comparar con la de España, primero por el tipo de
régimen político y, segundo, porque el Estado de Israel es de 1948 ó
1950.

Estamos hablando de un Estado joven y el nuestro, afortunadamente -yo
estoy muy orgulloso-, es muy viejo. Quien manda es el ministro de
Agricultura porque es el máximo gestor del agua, hay un comisario del
agua y todos los departamentos están bajo una misma pirámide, los que
controlan el uso y los que controlan el recurso; como en el
Ministerio de Economía y Hacienda, el que opera el gasto es el mismo
que recoge el ingreso y cuadra el balance. ¿Quién tiene aquí la culpa
de esto? Nadie. Ya he dicho al principio que la Administración hemos
ido creándola se ha ido haciendo vieja y ahora es muy difícil
cambiar. ¿Qué cómo se mete en el Plan hidrológico nacional? Yo no lo
sé, yo soy profesor de universidad. Lo que sí quiero decirle es que
hay que engarzar bien la Administración, y que quien controle el
gasto y el recurso esté bajo el mismo paragüas. ¿Cómo se hace eso? El
Libro Blanco del agua reconocía que tenía que haber un cambio en la
Administración. El Plan hidrológico yo entiendo que no, aunque sí
creo que se puede poner la política de precios, pero el tema de la
Administración para mí es básico. No puede estar la responsabilidad
tan esparcida porque -usted lo sabe- cuando se da una orden a cuatro
o a cinco, al final no lo hace nadie y encima no tiene con quién
cabrearse. (Risas.) Es así como está.

Me parece extraordinario que haya esos millones de pesetas para los
regadíos, pero yo insisto en que eso continúa siendo obra. ¿Cómo voy
a estar en contra de que se modernice? Me parece maravilloso, estoy
muy



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orgulloso y sé que el conseller García Antón, que es un excelente
gestor, está poniendo la carne en el asador y dejándose la piel, pero
yo siempre le digo lo mismo: ¿Y la gestión, José Ramón? Esto ya
vendrá, me dice, y yo también lo espero, pero si de verdad queremos
hacer una apuesta de futuro hay que hacer algo en la gestión. No
podemos intentar recaudar más sin controlar la gestión. ¿Cómo se hace
eso? Yo puedo hacer un diagnóstico pero no soy quién. Si quiere
hablamos después con más tiempo y le doy ideas, que seguramente
estarán equivocadas; le digo qué pasa en Israel y cómo está en
Estados Unidos. Eso sí me lo sé.

Finalmente hemos hablado de los precios. Los precios que figuran en
Alemania corresponden al agua potable. El otro día estuve en Múnich
visitando a un colega y me llevé una sorpresa. Yo soy amante, como lo
soy del ahorro, de los contadores. ¿Saben lo que vi en la habitación
de mi hotel? Increíble, yo no me lo creía. En mi habitación vi dos
contadores, uno para el agua caliente y otro para el agua fría, y
dije: Puñetas, ¿dos contadores en la habitación?, esto parece el
servicio de inteligencia en el tema del agua. Le dije a mis
compañeros: Debe ser que han visto mi afición por el agua y me han
enchufado dos contadores para ver las costumbres que tengo. Fuimos a
las otras habitaciones y tambien había dos contadores. Claro, pensé,
así es muy fácil hacer auditorías. No le preocupaba al señor lo que
pagaba en el recibo, sino lo que gastaba cada habitación. Fue
sorprendente. Le puedo dar la dirección del hotel y lo puede
comprobar, no le miento; un hotel de 12.000 pesetas, de
universitario, no un hotel de cinco estrellas Yo me quedé
estupefacto, se lo digo de verdad. Esa es un poco la filosofía. ¿Por
qué? Porque el agua en Múnich vale 400 pesetas pero depurarla 500
pesetas. En Valencia vale 114 pesetas. El precio del metro cúbico es
37 pesetas y después hay un gasto fijo. El agua potable suele salir
por unas 70 pesetas a las que hay que añadir las 40 pesetas de
tratamiento de depuración. O sea, estamos hablando de 110-120
pesetas, lo que es el ciclo integral del agua. En Alemania las 400
pesetas es sólo el precio del agua del grifo; habría que añadir otras
400 ó 500 pesetas para depurar. Allí cambian los tubos, allí el señor
del hotel pone dos contadores en mi habitación. Yo pensaba: A ver si
yo hago demasiadas veces pis y tiro demasiadas veces de la cadena.

Por supuesto que el inodoro tenía dos botones, uno para orinar y el
otro para otras cosas. ¿Qué quiere que yo le diga? La gente allí paga
el agua y se ha dado cuenta. ¿Hay algo de esto en España? En España
el agua es barata. Yo si fuera alemán y supiera esto diría: Estos
quieren el trasvase y gastan lo que gastan?
Me parece muy bien el plan hidrológico pero articulemos medidas.

Además le digo una cosa: si no se articulan esas medidas, nos
chuparemos los 1.050 metros cúbicos y todo lo demás, y dentro de
siete u ocho años estaremos peor porque habremos quitado el fuelle
que queda. No es una visión catastrofista, es lo que veo por
ahí. A lo mejor yo soy muy pasional con el rollo del ahorro. Lo he
dicho con toda sinceridad y sin ninguna acritud.

Quedan diez minutos por si quieren algo más. Ha sido un placer, les
agradezco mucho que me hayan dado esta oportunidad y quedo a su
disposición para lo que quieran.




El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): ¿Algún portavoz quiere
intervenir?
Señor Esteve.




El señor ESTEVE FERRER: Para tranquilidad del compareciente, creo que
esta Comisión está suficientemente sensibilizada, no en vano el 28 de
febrero aprobamos una proposición no de ley encaminada a la
realización de estudios sobre abastecimiento y uso de agua en las
diez ciudades con mayor población. Repito que fue aprobada en esta
Comisión. Esto es lo que venía a decirle antes: el problema que
tenemos es que aunque nos gustaría otro tipo de Administración esta
es la que hay, es una administración autonómica, y precisamente se
aprobó una enmienda que decía que había que tener más en cuenta a las
comunidades autónomas y a las corporaciones locales para hacer estas
cosas. Estamos sensibilizados, pero tenemos que hacerlo dentro del
ámbito competencial que hay.

Desde el Grupo Popular le reiteramos las gracias por su exposición.




El señor VICEPRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Cabrera.




El señor CATEDRÁTICO DE MECÁNICA DE FLUIDOS DE LA UNIVERSIDAD
POLITÉCNICA DE VALENCIA (Cabrera Marcet): No sabe lo que me alegra.

Cuando la señora Thatcher privatizó el agua en el año 1988 creó la
Office of Water Services, que simplemente controla los precios y los
rendimientos y les deja subir. A mí me han dicho muchos gestores:
Estoy hasta el pirri de esta campañita de la sequía porque estoy
dejando de ingresar. Habría que articular mecanismos de ahorro. Es
como lo del perro flaco que todo se le vuelven pulgas y sólo nos
acordamos de Santa Bárbara cuando llueve. Esa es una apuesta de
futuro. No sé cómo articularlo pero realmente es una cuestión de
Estado. Podríamos hablar de gestión pública y gestión privada.

Normalmente los países del norte de Europa tienen gestión pública y
los del sur tienen gestión privada, pero este es otro menester. Como
los daneses tienen gestión pública han creado una fundación para el
control de abastecimientos y le dan un soporte técnico. ¿Qué pasa?
Que los municipios que quedan en manos de gestión pública no pueden
competir con las grandes empresas. El Estado creó esa oficina técnica
para dar soporte técnico a todos los municipios. Yo no sé cómo
articularlo, pero posiblemente si explicáramos a los ayuntamientos
que con esa comisión a lo



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mejor se les da también soporte tecnológico y se les dice que sirve
para algo más, que es para ayudarles y no para fiscalizarles, para
que cuando haya sequía no tengan que cortar el agua, etcétera, a lo
mejor ese discurso se hace en positivo y no sólo en negativo y tiene
mejor recepción. Cuando quiera estaré encantado de darle ideas, que
me sobran; a lo mejor no son acertadas pero me sobran.




El señor VICEPRESIDENTE (Ruiz López): Muchas gracias, señor Cabrera,
por el enriquecimiento que ha aportado con sus opiniones y sobre todo
por la amenidad con la que ha intervenido en esta Comisión.

Continuamos dentro de dos minutos con el siguiente compareciente.

(Pausa.)



La señora PRESIDENTA: Señoras y señores comisionados, debido a que el
siguiente interviniente no ha llegado en el tiempo que hemos dado
para que se celebrara su comparecencia, suspendemos la sesión hasta
la hora del último compareciente, que es a las ocho de la tarde. Nos
damos unos minutos de descanso.




El señor QUIRÓS PULGAR: ¿No podemos dar unos minutos más de margen?
Lo digo porque si, por cualquier motivo, está en un atasco, está feo
que no se los concedamos quienes no tenemos problema alguno en
permanecer aquí.




La señora PRESIDENTA: De acuerdo. (Pausa.)



- DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL DE LA UNIÓN DE PEQUEÑOS AGRICULTORES
Y GANADEROS UPA (MORALEDA QUÍLEZ). (Número de expediente 219/000174.)



La señora PRESIDENTA: Señoras y señores comisionados, a pesar de que
habíamos suspendido la celebración de las comparecencias, está aquí
con nosotros, don Fernando Moraleda Quilez, secretario general de la
Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, UPA. Como la mayor parte
de los miembros de la Comisión nos encontrábamos todavía aquí, si les
parece vamos a dar comienzo a su comparecencia, aunque sea más corta,
ya que el próximo compareciente tendrá que intervenir a las ocho de
la tarde. El señor Moraleda ha manifestado que se compromete a
reducir el tiempo un poco y a aportar aparte la información que se
precise.

Queremos dar al señor Moraleda, las gracias y la bienvenida a la
Comisión de Medio Ambiente y esperamos su intervención.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA UNIÓN DE PEQUEÑOS AGRICULTORES Y
GANADEROS, UPA. (Moraleda Quilez): Antes de nada, he de disculparme
por la dificultad para aparcar
el coche, pero es una disculpa que siempre se da en Madrid.

Doy las gracias a la Comisión, y, en particular al Grupo
Parlamentario Socialista, que ha tomado la iniciativa de convocarnos
para comparecer y darles nuestra opinión. He traído para su
conocimiento la información por escrito acerca de la posición que
tenemos con relación al objeto de la comparecencia, el proyecto de
ley del Plan hidrológico nacional.

En principio, queremos señalarles que, en tanto en cuanto
participantes del Consejo Nacional del Agua, emitimos en la última
reunión donde se hace definitivo el informe sobre el proyecto del
Plan hidrológico nacional un voto particular oponiéndonos al
contenido del citado proyecto. La posición que ha venido manteniendo
nuestra organización reconoce que entre el borrador que en su momento
analizó la Comisión permanente del Consejo de 5 de septiembre de
2000, y el que finalmente se presenta hay aspectos positivos como la
ampliación de las garantías de las cuencas cedentes que permitían su
desarrollo futuro, el incremento de la participación en la gestión y
decisiones en materia de planificación con la inclusión de las
diversas administraciones y usuarios implicados, la inclusión de
programas de actuación para paliar déficit hídricos en determinados
ámbitos territoriales a través de trasvases y la concreción, por
último, de determinadas consideraciones de carácter medioambiental.

Sin embargo, la posición final de la Unión de Pequeños Agricultores y
Ganaderos ha sido contraria a los contenidos del proyecto del Plan
hidrológico nacional, puesto que en el mismo no se contienen ni se
recogen las principales demandas que en su momento hicimos llegar al
Gobierno y, por tanto, no se solventan las preocupaciones más
importantes que afectan a las explotaciones familiares agrarias
españolas de las cuales nosotros somos principalmente representantes.


Los argumentos de esta oposición, en el orden que nos preocupan, se
sitúan en primer lugar en la ausencia de una valoración global en el
precio del agua trasvasada. Existe una gran incertidumbre en el
precio que tendrán que pagar los agricultores receptores del agua
trasvasada, ya que ocasionará más efecto real en dicho importe el
funcionamiento del mercado que los estudios de costes previstos en el
proyecto de ley y en la memoria que acompaña al Plan hidrológico
nacional. El coste medio imputado al agua trasvasada cifrada en unas
52 pesetas metro cúbico no está desde nuestro punto de vista
suficientemente avalado, ya que no se han tenido en cuenta
determinados factores cruciales que van a condicionar dicho valor y
que provocarán sin duda un incremento, una superación amplia de esta
cifra que contiene el Plan hidrológico nacional.

Entre los factores mencionados, destaca la importante repercusión que
va a tener en dicho precio la aplicación de la Ley de Aguas con
relación a la compraventa de contratos de cesión de derechos de uso
del agua. Es



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más, en la propia memoria del Plan hidrológico nacional se cita la
conveniencia de acudir a dicho sistema de mercado en aquellos casos
en los que el encarecimiento del agua trasvasada pueda hacer inviable
su uso, traspasando recursos hídricos de los sectores menos solventes
a los más solventes. Por tanto, el Plan hidrológico nacional en su
texto actual serviría de instrumento o de herramienta para aplicar en
términos reales la reciente modificación de la Ley de Aguas, en
cuanto al mercado de concesión de derechos.

Dado que la Unión de Pequeños Agricultores se opuso en su momento a
esa concreta modificación de la ley, en tanto en cuanto creemos que
supone una privatización de un bien de dominio público que no puede
enajenarse porque conllevará a un lucro privado a través de una
especulación como se puede producir en cualquier situación de
competencia en el mercado de oferta y demanda, no podemos aceptar que
el proyecto ignore este efecto de mercado, los estudios de coste
previstos, por cuanto está aconsejando en definitiva la utilización
de este mecanismo. En este sentido vemos elocuentes los comentarios
que recoge el Libro Blanco del agua en relación a los derechos. Entre
ellos merece la pena citar dos afirmaciones que entran dentro de
nuestra preocupación. La primera de ellas, y cito textualmente:
Parece conveniente que, sin perjuicio de las posibles mejoras y
modificaciones puntuales que puedan acometerse, las grandes reformas
estructurales se dejen para el futuro, avanzando mientras tanto en el
objetivo de conseguir una más correcta, equitativa y rigurosa
aplicación del sistema actualmente vigente. La otra es: El mercado
presenta fallos que no permiten considerar su uso indiscriminado y
extendido como la solución a los problemas que se involucran en la
gestión de los recursos naturales. No está asegurado que genere
situaciones eficientes, ni socialmente óptimas, máxime si el uso de
esta vía se concibe en contraposición a la intervención de la
Administración pública en la ordenación de los recursos hídricos.

También en relación al precio, que es el elemento fundamental en la
estructura económica de cualquier explotación agraria, el segundo
factor que, desde nuestro punto de vista, también incidirá en un
aumento de las previsiones de la memoria del Plan hidrológico
nacional es la aplicación concreta a la Directiva 2000/60 del
Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre del 2000, por la
que se establece un marco comunitario de actuación en el ámbito de
las políticas de aguas; en concreto, su artículo 9, en lo que se
refiere a la recuperación de los costes de los servicios relacionados
con el agua. Este aspecto no se menciona en el proyecto del Plan
hidrológico nacional y las posibles excepciones que puedan permitir
justificar a los Estados miembros los efectos sociales
medioambientales y económicos de la recuperación de estos costes,
junto a las condiciones geográficas y climáticas de las regiones
afectadas. Ese sería el segundo factor de encarecimiento
del precio. También hemos visto que puede afectar, en el mismo
sentido de encarecimiento del precio de este recurso, la modificación
normativa vigente ya en estos momentos sobre la ejecución y
explotación de las infraestructuras de cada transferencia; que esto
sea a cargo de entidades societarias a nosotros nos parece una gran
probabilidad de que haya un incremento de costes de los agricultores
por este cambio normativo.

En definitiva, pensamos que estos tres factores, la posibilidad de
compraventa de derechos, la aplicación de la directiva, sin
excepciones, y finalmente los instrumentos de gestión societaria son
los que pueden inducir a un incremento notable de los precios en la
utilización de este recurso. Estos incrementos de precio para
nosotros, en tanto en cuanto representamos a una organización de
pequeñas y medianas explotaciones, tienen sin duda, una relevancia
extraordinaria. Todos los estudios apuntan, tanto los de la propia
Confederación de Regantes, como los de numerosos expertos, a la
inelasticidad que tiene el comportamiento de las pequeñas y medianas
explotaciones en las subidas de precios en el consumo de agua.

Además, este incremento puede repercutir de una manera muy directa en
la viabilidad y rentabilidad de la agricultura familiar española, en
tanto en cuanto supone más del 80 por ciento del conjunto de la
actividad productiva en España, pero podría provocar también un
desvío de cultivos según la estructura de coste final que tengan que
soportar los agricultores españoles. Nosotros pensamos que se puede
producir un efecto de sustitución de los cultivos exigentes en este
recurso, como pueden ser actualmente e algodón, tabaco, remolacha,
maíz, y cultivos hortícolas por otros con menores necesidades
hídricas, como trigo, cebada o girasol, o incluso la desaparición del
regadío pasando a cultivarse en secano. Esto conllevaría problemas
añadidos de pérdida de empleo rural y de infrautilización de las
infraestructuras existentes de regadío. La sustitución de cultivos
exigentes en agua de riego por otros menos exigentes en la
utilización de recursos hídricos, o la propia disminución de la
superficie de regadío, puede provocar problemas colaterales en la
aplicación de la política agraria común. Hay que recordar que la
disminución de la superficie de regadío destinada a cultivos como
algodón, maíz, remolacha y cultivos hortícolas no produciría ningún
resultado positivo desde la óptica del control de la oferta agrícola,
ya que lo único que sucedería es que simplemente no se utilizaría
todo el cupo de producción que tenemos como consecuencia de la
aplicación de la política agraria común en remolacha, ni se
utilizaría todo el cupo de producción que tenemos, por ejemplo, en
tabaco; tampoco se alcanzaría la cantidad máxima garantizada que
tenemos en el cultivo del algodón. En el caso de los cultivos
hortícolas tampoco su disminución o desaparición aportaría nada en
relación al funcionamiento de los mecanismos de control de la oferta,
puesto que setrata de cultivos que en su inmensa mayoría, es por



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ustedes conocido, no están sometidos por la política agraria común a
restricciones productivas. En cambio, el aumento de la superficie de
cereales y oleaginosas sí tendría efectos muy perniciosos, ya que se
superarían las superficies de base, regionales en el caso del secano
o nacionales en el caso del regadío, desencadenándose importantes
penalizaciones que acabarían provocando sensibles pérdidas de renta
agraria.

En definitiva, un incremento elevado de precios del agua implicaría,
en resumen, tres consecuencias graves desde nuestro punto de vista:
en primer lugar, económicas, con una fuerte reducción del margen
bruto del agricultor, afectando de manera particular y específica a
la renta agraria y a la competitividad de las explotaciones
familiares; en segundo lugar, agronómicas, porque podría conllevar a
la desaparición o reducción de un cultivo y un traspase de unos
cultivos hacia otros; y, en tercer lugar, sociales, puesto que hay
cultivos altamente demandantes de agua que por tener un carácter
intensivo tienen una enorme repercusión en su transformación
industrial y, por tanto, llevan aparejadas pérdidas de empleos
asalariados. Por todas las variables mencionadas, y dada la
importancia que para nosotros tiene el precio de este recurso, la
ausencia de estas consideraciones en el Plan hidrológico nacional nos
ha parecido el primer factor de nuestra negativa sobre el mismo.

El segundo, y no menos importante, es la desconexión del Plan
hidrológico nacional con un plan nacional de regadíos. En este
sentido queremos recordar que fue esta sede, el Congreso de los
Diputados, el 22 de marzo de 1994, la que exigió que se incorporaran
nuevos estudios, en particular un plan agrario de regadíos, con el
fin de fundamentar adecuadamente las oportunas propuestas de cara al
Plan hidrológico nacional. No le faltaba sensatez a aquella
resolución, creo recordar que aprobada por unanimidad, porque, si
bien es cierto que nuestros regadíos suponen 3,2 millones de
hectáreas, y que del conjunto de la superficie agraria útil tan sólo
es el 16 por ciento, bien es verdad también que esa superficie
agraria útil genera el 62 por ciento de la producción final agraria
española. Poca superficie en términos comparativos, pero una
superficie que tiene una importancia determinante sobre el conjunto
de la producción final agraria de nuestro país. Nosotros conocemos
y sabemos, y en esto los expertos también nos dan la razón, que hay una
relación directa y permanente entre zonas de regadío y estabilidad
demográfica. Por tanto, una crisis del regadío español como
consecuencia del efecto precio y la ausencia de una planificación
previa sobre el conjunto de los recursos destinados al regadío en
España, puede poner en tela de juicio la estabilidad demográfica en
nuestro país, por lo menos en algunas zonas de interior tal como es
entendida en estos momentos. No se tiene el principal instrumento de
gestión agraria, que es el plan nacional de regadíos, como referente
para la elaboración del Plan hidrológico nacional. Esa interrelación
es exigible porque sin la
misma no es posible analizar adecuadamente cuál puede ser la demanda
futura de agua, teniendo en cuenta la situación en el entorno de la
política agraria común en que nos encontramos, la liberalización de
mercados y por tanto las negociaciones de la Organización Mundial del
Comercio, o las propias estrategias nacionales y autonómicas, que
tienen un elevado grado de transferencias en política agraria y que
deben descansar siempre en un plan prioritario que reflleje el modelo
de agricultura que queremos a medio y largo plazo.

En tercer término, el Plan hidrológico nacional es incompleto. Desde
nuestro punto de vista, no tiene un enfoque integrador suficiente
porque no incluye necesidades del conjunto del territorio en materia
de agua y, por tanto, no arbitra tampoco una distribución racional de
los recursos hídricos.

Por último, desearíamos que el Plan hidrológico nacional fuera un
plan de consenso. Y consenso quiere decir que un plan de este tipo
necesita la unanimidad. Al ser considerado como una política de
Estado, necesita del conjunto de las opiniones y del conjunto de la
representación de las organizaciones que en este caso defendemos un
modelo de agricultura y un modelo de ganadería. Esto es lo último que
pedimos, más como intención y como deseo, que en la tramitación
parlamentaria del Plan hidrológico nacional nuestras consideraciones
sean atendidas, se tomen en consideración y sea un plan hidrológico
al que la UPA, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos que
nosotros representamos, pueda dar su visto bueno. Espero haber sido
lo más breve que exige mi tardanza.




La señora PRESIDENTA: Efectivamente, ha cumplido con el compromiso de
reducir su intervención. Para hacerle las preguntas correspondientes,
tiene la palabra el representante del Grupo Parlamentario Socialista
, señor Quirós.




El señor QUIRÓS PULGAR: Le agradezco al señor Moraleda su presencia
en esta Comisión. Más vale llegar tarde que no llegar, y en ese
sentido la espera ha sido fructífera porque hemos podido conocer su
punto de vista sobre los efectos del Plan hidrológico nacional y cómo
lo ve la Unión de Pequeños Agricultores.

Ha avanzado usted el precio de 52 pesetas por metro cúbico. Los
comparecientes anteriores han subido el listón hasta 150 pesetas el
metro cúbico. Quisiera saber cómo puede repercutir el precio del agua
en el desarrollo agrícola de las zonas receptoras, sobre todo para
los pequeños y medianos agricultores a los que representa. Aunque
todos estamos de acuerdo en que un billón de pesetas en modernización
de regadíos es una gran inversión, ¿podrían llegar a paliar las
necesidades de modernización de regadíos que existen en este país? Un
ejemplo muy sencillo. Conozco la cuenca de la que soy diputado y de
ella sólo se han recogido 20.000 hectáreas,



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quedando fuera 13.000 hectáreas de regadío de interés nacional que en
general son agricultura de carácter social de una hectárea de
extensión; quedan fuera de este Plan hidrológico nacional porque no
han sido incluidas en su área de riego. Le pongo el ejemplo de mi
provincia, pero creo que es extensible al resto de España.

Quisiéramos conocer si este plan hidrológico va a resolver los
problemas de las cuencas hídricas receptoras a corto plazo, si no hay
otras medidas que se puedan poner en marcha para que la problemática
que tienen estas cuencas deficitarias se pueda resolver a corto plazo
y vislumbrar un futuro con otros planteamientos, así como si hay
alternativas a las planteadas por el Gobierno en este mismo sentido.

Por otro lado, me gustaría conocer su opinión sobre los bancos
públicos del agua, en contraposición al mercado entre concesionarios
que se establece con la modificación de la Ley de Aguas. También
quisiera saber qué opina de la revisión de las concesiones y cómo
está afectando el hecho de que existan sociedades agrícolas en
contraposición quizás, a los pequeños y medianos agricultores en lo
que a la competencia del agua se refiere. Es decir, las sociedades
agrícolas son inversores que ven menos riesgo en invertir en
agricultura que en la Bolsa, y están invirtiendo en agricultura pero
no tienen ninguna vinculación con la agricultura. Es como quien
invierte capital en Bolsa. Por tanto, me gustaría saber cómo puede
estar afectando el tema teniendo en cuenta la imperiosa necesidad que
usted antes ha planteado de fijar la población, porque en definitiva
los que invierten ahí no son los que luego habitan en esa zona. ¿Cómo
está afectando a las pequeñas explotaciones que sí están vinculadas a
su área de trabajo?



La señora PRESIDENTA: Por el PNV, tiene la palabra el señor Otxoa.




El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: En primer lugar, quiero agradecer la
presencia del representante de esta organización de pequeños
agricultores.

Me alegra sobremanera que haya aludido en primer lugar a la falta del
plan de regadíos. Éste es el meollo de la cuestión, porque es muy
difícil discutir de un plan hidrológico sin tener en cuenta el 80 por
ciento del consumo, dando una cifra fija, que para nosotros es hueca
y discutible. Creemos que lo prioritario es discutir esto. La falta
de regadíos está cuestionando la estabilidad demográfica del país.

Hay amplias zonas del Estado que están abandonadas porque se entiende
que su climatología no es apta para el sistema de regadíos. Pero
viendo las cifras que se barajan en inversión para volver a llevar el
agua a los lugares donde la existente se ha agotado y seguir con una
agricultura intensiva, entendemos que debieran estudiarse otras
alternativas. Esto es, en un lugar tenemos clima, tenemos suelo y no
tenemos agua. En otros lugares quizás falle el clima, el suelo puede
ser mejor, menos sobreexplotado, y hay
agua. Entonces, dado el índice de inversiones que se prevén, que son
de unos parámetros que se escapan a nuestro manejo diario, le
preguntaría qué opina de que no se haya barajado la posibilidad de
que las inversiones que se prevén en el trasvase del agua se hagan en
unos estudios energéticos de calentamiento. Esto es, ¿ por qué no se
pueden establecer unos cultivos bajo plástico en las zonas en que
está el agua, en las zonas en que existe un exceso poblacional o
población que no tiene dedicación? ¿Por qué no se pueden hacer
inversiones de este tipo en energía fotovoltaica o eólica que pueden
compensar las carencias térmicas de las zonas? ¿Por qué nos empeñamos
en trasladar toda la producción agrícola a una zona del Estado donde
el agua ya está agotada? ¿Por qué no hay estudios alternativos para
conseguir un mayor equilibrio territorial?
Al mismo tiempo, no se tienen en cuenta para nada las posibles
consecuencias de la ampliación comunitaria o el establecimiento de
tratados preferenciales con otros países que pueden ser productores
competitivos en agricultura. Me gustaría que me dijera si es lógico
desde su punto de vista que el cultivo de cítricos esté localizado en
la zona del país en que está, habiendo posibles competidores en el
área mediterránea, por ejemplo, con un consumo de agua desmesurado a
nuestro juicio para la época en que vivimos. ¿Entiende usted que se
va a mantener en el futuro? Y si es así, ¿por qué no se planifica en
función de ese futuro, del posible uso del 80 por ciento de agua, en
vez de partir de cifras fijas? ¿Qué opinión le merece esto?
No sé si me he explicado suficientemente porque el tema es muy
amplio. Entiendo que los agricultores del interior del Estado podrían
tener ayudas que compensen su déficit. Si vamos a suministrar agua
donde no la hay con dinero público, de la misma forma se podrían
establecer otros parámetros de temperatura que podrían tener
compensación en otros lugares del Estado que tienen agua. Como
representante de los pequeños productores, ¿qué le parece esto en su
conjunto? ¿En qué desamparo quedan, comparativamente, otras zonas del
Estado con potencialidad de producción y de asentamiento poblacional
ante el trasvase de las aguas que conlleva trasvase de dinero público
y movimientos demográficos no demasiados aconsejables, a nuestro
entender? Si al final estamos hablando de producciones que pueden
verse cuestionadas por la ampliación del mercado común y por la
definición de cupos de producción, ¿qué ocurrirá en el futuro con
eso?
No hay ningún estudio, que nosotros sepamos, sobre qué puede ocurrir
cuando esas zonas tengan agua de aportación para el regadío que, al
final, mucho nos tememos que pueda trasvasarse al consumo humano de
la sobreexplotación turística o residencial.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Catalán
(Convergència i Unió), tiene la palabra el señor Companys.




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El señor COMPANYS SANFELIU: En primer lugar, quiero dar la más
cordial bienvenida a esta Comisión al señor Moraleda.

Si nos ponemos a hablar de la política del agua ligada a la
agricultura y a la Unión Europea, necesitaríamos mucho más tiempo que
la media hora que tenemos. En todo caso, quiero hacer unas cuantas
reflexiones. De su intervención, yo me he quedado con la unanimidad
en la aprobación del Plan hidrológico nacional; creo que esa es la
base. Los planes hidrológicos nacionales son política de Estado. Si
hay política de Estado, esa es una de las partes más importantes. Me
cuesta entender que en cuestiones tan principales no haya acuerdo,
sobre todo entre las dos fuerzas más importantes del Estado español.

Debería ser posible llegar a la unanimidad. Hay experiencias al
respecto. Hemos visto otros planes hidrológicos que se intentaron
poner en marcha con mayorías absolutas y luego no vieron la luz. Un
plan hidrológico necesita un horizonte de 12 ó 15 años, como mínimo,
y en 12 ó 15 años cambian mucho las cosas; sólo las cosas que se
hacen por unanimidad perduran. Si no, habrá alternancia, se perderán
las mayorías absolutas y se pondrán en duda algunos de los postulados
que tenemos encima de la mesa. Creo que sería muy importante dar paso
al diálogo. Todas las fuerzas políticas queremos lo mejor, y hay un
camino marcado para eso. La confrontación política tendría que hacer
un paréntesis y en temas de Estado deveríamos intentar acercarnos y
tener una posición común. Este es un error seguramente atribuible
a todas las fuerzas políticas y algún día alguien nos puede pedir
responsabilidades al respecto. Por lo tanto, me parece un error que
el Plan hidrológico nacional en un momento fuese del señor Borrell,
me parece un error que en este momento el Plan hidrológico nacional
sea del Partido Popular y, efectivamente, creo que por aquí no vamos
a ninguna parte, sobre todo en un tema tan importante.

Me gustaría hacer una reflexión en voz alta. Efectivamente, estamos
viendo que se está produciendo de forma imperante un incremento de la
demanda y, por tanto, un incremento del gasto, y paralelamente yo no
observo que haya una política de educación del ahorro del agua. Es
cierto que hemos tenido un plan de regadíos que está absolutamente
desligado del plan hidrológico, pero ni siquiera el plan de regadíos
está ligado con el ahorro del agua. En estos momentos sería mucho más
interesante que el plan nacional hubiese dedicado un capítulo más
importante al ahorro del agua, sobre todo en lo que se refiere al
tema agrario y también al tema industrial -las pérdidas en alta en
las ciudades son importantísimas-. En esa línea se podría caminar.

Algunas de las cuencas que serán receptoras tienen más del 60 por
ciento de la superficie agraria con regadíos a manta, o sea, que
utilizan las mismas técnicas que los romanos, y son cuencas que no
tienen suficiente agua. Por tanto, quizá el debate en este momento
sobre el
tema agrario -y hoy tenemos a un representante del sector agrario-
habría de ceñirse a la potenciación de la cultura del ahorro.

Actualmente hay técnicas que producen un ahorro importantísimo en
riego por goteo o en riego por aspersión. De hecho, la Ley de Aguas
es muy clara en el tema de financiación. La financiación de esos
grandes planes, de esos 4 billones de pesetas, de los que se habla
con mucha tranquilidad, tendrá que pagarla el usuario. Desde luego,
la agricultura no es capaz de pagar esos costes. Aquí hemos hablado
desde cincuenta y pico pesetas el metro cúbico hasta ciento y pico
pesetas. No hay agricultura extensiva que pueda pagar esos costes, no
se pueden pagar. Quizá algún tipo de agricultura muy intensiva,
situada en zonas muy precoces y con invernaderos, pueda hacerles
frente, pero, en general, no. Por lo tanto, tendremos encima de la
mesa un problema muy importante dentro de muy poco tiempo al
respecto. Quizá, en vez de pensar en inversiones tan multimillonarias
en hormigón, habría que pensar en hacer un esfuerzo importante en la
modernización de los regadíos, que podría producir un excedente de
agua en las propias cuencas hidrográficas que harían innecesarios
trasvases tan importantes. Esto, más que una pregunta, es un
pensamiento que tengo en estos momentos y quizás sería bueno que nos
dijera lo que piensa al respecto. Desde luego, no sé qué agricultura
podrá aguantar a 60, 70, 80 pesetas el metro cúbico.




Por otra parte, efectivamente, nosotros necesitamos que el territorio
tenga agricultores, que esté funcionando y que además sea capaz de
competir. Estamos hablando básicamente de agricultura mediterránea,
que casi no tiene ningún tipo de subvención. Por tanto, el tema es
complejo. ¿Cree el señor Moraleda que sería más importante, en vez de
hablar tanto de inversiones en hormigón, poner en marcha un plan de
ahorro integral con la modernización de regadíos?



La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
Sánchez Ramos.




El señor SÁNCHEZ RAMOS: Mi grupo da la bienvenida al señor Moraleda,
secretario general de la UPA.

Enlazando con la pregunta del anterior interviniente, usted, entre
otras muchas razones para rechazar el plan hidrológico, dice que
debía haber habido unanimidad y entonces se hubiera podido aprobar.

En nuestra opinión tendría lógica desde el punto de vista político,
desde el punto de vista técnico, desde el punto de vista teórico,
pero precisamente la única unanimidad que ha habido en el Plan
hidrológico nacional ha sido la de las comunidades de regantes;
todas, absolutamente todas las comunidades de regantes han dicho sí
al Plan hidrológico nacional. Desde nuestro punto de vista, parece un
poco extraño precisamente para una organización agraria, porque para
ella debería ser suficiente este consenso entre los regantes. Ustedes
tienen asociados en Aragón,



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en Levante, en Murcia, en Castilla-La Mancha, en Extremadura, en
Andalucía, los tienen en toda España. He citado estas comunidades
porque en los medios de comunicación se ha puesto de manifiesto de
forma notoria su posición. Ustedes tienen asociados, familiares, en
todas las comunidades autónomas. ¿Cómo dilucidan internamente ese
posicionamiento, cuando me imagino que habrá asociados suyos en una
serie de comunidades que están pidiendo ese plan hidrológico, que
están pidiendo esa agua, que están pidiendo esa mejora de regadíos?
Siempre se ha dicho que hay cuencas que tienen un déficit
estructural, una de ellas, por ejemplo, la del Segura. Se preguntaba
esta mañana si la solución para eliminar ese déficit era eliminar los
regadíos. Decían que sí. Es más, uno de los comparecientes dijo
textualmente: En la cuenca del Segura no falta agua, sobran regadíos.


Me gustaría saber su opinión al respecto.

Usted ha hablado también de la Directiva 60/2000 y dice que el
artículo 9 de este plan hidrológico la contraviene. He estado leyendo
el artículo 9, que trata de la recuperación de los costes de los
servicios relacionados con el agua, y no llego a entender -por eso le
ruego que me lo vuelva a explicar, no he captado la explicación que
ha dado en la primera exposición- en qué la contraviene, porque se
trata de recuperar los costes de los servicios relacionados con el
agua, en particular de conformidad con el principio de que quien
contamina paga -yo creía que era un axioma ya aceptado por todo el
mundo- y que obliga a todos los Estados miembros, a más tardar en el
año 2010, a que la política de precios de agua proporcione incentivos
adecuados para que los usuarios utilicen de forma eficiente los
recursos hídricos; es decir, que con esos costes sean temerosos del
mal uso del agua, que también ha sido motivo de exposición por
distintos comparecientes esta mañana. No entiendo muy bien si eso es
suficiente para poder afirmar que este plan hidrológico contraviene
la directiva europea.

Usted ha hablado también de la privatización del agua. Me ha
recordado esa reivindicación socialista de los aguatenientes, ahora
aparece también el banco de agua. Me gustaría que me aclarara un poco
más su temor a estas compraventas de derechos. También ha comentado
lo de la incertidumbre del precio y hablaba de 52 pesetas el metro
cúbico. Mire usted, creo que estará de acuerdo conmigo en que esto
podrá ser muy barato para algunos cultivos y muy caro para otros. No
entiendo por qué esto pueda ser prohibitivo, cuando además el agua
desalada, que la proponen todos, es mucho más cara; no creo que sea
para decir no al plan hidrológico. Usted está explicando que dice no
por una serie de argumentos económicos, agronómicos y sociales; usted
dice que se van a poner cultivos que no son los más adecuados, que
vamos a estar trabajando para cupos subvencionados, que no va a ser
una agricultura productiva normal. Parece que usted entiende que sus
asociados y los demás agricultores y regantes van a elegir los
criterios más equivocados, los cultivos que no van a ser rentables,
etcétera. No creo que haya que presuponer tal cosa, entre otras
razones porque no hay por qué cambiar cultivos, no se van a ampliar
regadíos, no se van a ampliar hectáreas, no vamos al autocultivo,
aquí vamos a garantizar lo que hay, a modernizar, a poner unas
técnicas de regadío que sean rentables y a que no haya un dispendio
de agua como el que estamos viendo que existe.

Nada más, porque como queda poco tiempo y tengo mucho interés en
escuchar su contestación a esas preguntas, creo que es suficiente.




La señora PRESIDENTA: Para responder a todas las preguntas, tiene la
palabra don Fernando Moraleda.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA UNIÓN DE PEQUEÑOS AGRICULTORES Y
GANADEROS (UPA). (Moraleda Quilez): Muchísimas gracias.

Ahora siento mucho más haber llegado tarde, porque me parece que en
sus preguntas está el fondo de la cuestión y voy a intentar
aclararlas con todo tipo de detalles. Empezaré por la última
intervención, la del diputado señor Sánchez Ramos.

Primero, esta posición de la UPA, de la Unión de Pequeños
Agricultores y Ganaderos, ¿es la misma en Murcia que en Aragón? La
respuesta es sí. Le voy a decir por qué (por citar las dos
comunidades autónomas que en términos sociales han podido tener más
elementos de confrontación), porque nosotros no ponemos en tela de
juicio el Plan hidrológico nacional, ponemos en tela de juicio y
criticamos este Plan hidrológico nacional, y lo hacemos en función de
los costes que intervienen en la actividad económica de los
representados por parte de nuestra organización. Los costes que
intervienen en la actividad productiva, en el caso concreto del agua,
suponen la viabilidad o no de esa explotación, dependiendo no sólo
del tipo de cultivo, sino de las prácticas de las tecnologías de
riego, de los costes de distribución y de bombeo y de la propia
situación hidrológica de cada año. Por ser todos estos factores los
que condicionan al final la rentabilidad de las explotaciones es por
lo que nosotros hemos incidido en la importancia de la estructura
económica de una pequeña explotación agraria, ya que, si me permiten
la expresión, no somos una agrupación de agricultores bajitos de
estatura, sino pequeños en cuanto a los niveles de renta agraria
percibida que, como ustedes saben, pueden ser distintos. Ahí es donde
interviene un elemento que nos parece que puede perjudicar
selectivamente las explotaciones familiares de pequeña y mediana
dimensión si no se toma en consideración uno de los factores del Plan
hidrológico nacional que más influye en la estructura de renta, que
es el precio.




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No voy a deslegitimar las posiciones de ninguna organización de
regantes, porque son legítimas, pero los estudios de precio y los
datos que les voy a dar a continuación son de la Confederación
Nacional de Regantes de España, que dice lo siguiente: que los costes
medios -y viene en el Libro Blanco del agua- de los regadíos
tradicionales con grandes transformaciones están entre 1 y 3 pesetas/
metro cúbico; que los riegos superficiales más tecnificados o con
mayor escasez están entre 5 y 10 pesetas/metro cúbico; que los riegos
con aguas subterráneas están entre 5 y 15 pesetas/metro cúbico; que
las aguas trasvasadas están entre 20 y 25 pesetas/metro cúbico, y que
los regadíos altamente productivos y con mayor escasez de suministro
están entre 25 y 65 pesetas/ metro cúbico. El mismo estudio,
estableciendo posibles incrementos de precio en función de la demanda
existente, tan sólo sitúa en dos zonas muy concretas del suroeste
español las que admiten demandas que puedan superar las 70 pesetas/
metro cúbico sobre un volumen total de 100 hectómetros cúbicos/año.

¿Qué significa esto? Lo único que significa es que no nos preocupa
sólo llevar el agua ahí donde es necesaria sino, sobre todo, quién
puede utilizar ese recurso finalmente, porque el agua como tal, ese
bien demanial, no lo es tanto por ser lo que es, sino por el uso que
se le dé. Y el uso viene dado por el precio, y es el precio el que
puede actuar como elemento desincentivador o como elemento protector
de las rentas correspondientes de las explotaciones, dependiendo de
su tipo de cultivo, de su zona, de su clima, de su suelo, de su
actividad económica y de su localización. ¿Por qué pensamos que se
produce una privatización? Por una razón, porque el mercado siempre
tiene la misma lógica. No entendemos que tenga una lógica en la
competitividad relacionada con el sector de cereales y deje de tener
esa misma lógica en el sector del agua. ¿Cuál es esa lógica? La del
mayor beneficio privado, que no pongo en tela de juicio, digo que esa
es la lógica, y con la cesión libre de contratos entre privados esa
lógica adquiere toda su dimensión. Esto quiere decir que, dentro de
esa lógica, se puede producir el que haya agricultores que, por su
dimensión, su localización en el territorio tenga mucha importancia,
pero esa no es la lógica del mercado, es la lógica de la política, es
la lógica de la regulación, a través del Estado o a través de la
defensa del interés general, la que puede intervenir. No creo que
haya nadie en ninguna actividad societaria, sociedades de agua, que
en sus análisis de costes y balances anuales tenga en cuenta el
asentamiento de la población en el medio rural. Si ustedes lo ven en
una sociedad, díganmelo porque, para mí, ese elemento es un
intangible en una sociedad que pretende obtener beneficios económicos
por encima de prioridades sociales o de prioridades económicas. Nos
preocupa, y nos preocupa mucho, porque sabemos que cualquier
modificación en el precio, por pequeña que sea -y le he dado datos de
referencia sobre los precios
actuales-, puede introducir elementos de no competencia muy serios
entre explotaciones del mismo sector, y de ese sector respecto de la
competencia con países europeos. Por ejemplo, la remolacha. Cualquier
pequeña oscilación, no grande, pequeña, en el precio del agua en
regadío para remolacha, provocará una situación de no competencia con
respecto a Francia. ¿Por qué no se analiza eso antes del plan
hidrológico nacional, a través del plan nacional de regadíos, que
tiene que ir -y recuerdo la frase que se dijo en su momento- unido a
un plan de ordenación de cultivos? Porque hablar de regadíos sin
hablar de cultivos no deja de ser un elemento estrictamente teórico
y, desde mipunto de vista, vacío de eficacia y de contenido real.

Fíjense la paradoja en la que estamos. El plan hidrológico se está
discutiendo en sede parlamentaria y después de Semana Santa vamos a
iniciar, con el Ministerio de Agricultura, una reflexión que dará
lugar a un libro blanco sobre el futuro de la agricultura en España.

Eso es lo que yo pongo de manifiesto respecto a las distintas
velocidades en relación con temas que tienen que estar estrechamente
vinculados. Llegado el caso, tenemos que hablar antes del futuro de
la agricultura y después de un recurso que determina ese futuro.

Le aclaro inmediatamente lo de la directiva. No se refiere a
problemas relativos a contaminación, se refiere a lo que dice el
artículo 9, que es la repercusión en costes, para tratar de optimizar
ese recurso. Lo que yo digo es que si la directiva analiza el
abaratamiento del recurso sólo bajo la premisa de coste, introducirá
un factor adicional de incremento de precios si, por otra parte, el
Estado, como prevé también la propia directiva, no establece las
excepcionalidades, y al día de hoy las desconocemos. Esto se añade a
que también aquí hay una prioridad. ¿Cómo podemos ahorrar agua? ¿A
través de un proceso de modernización de regadíos, como algún
diputado ha dicho, o incrementando los costes en precio del uso del
agua? Mi opinión es que hay que ir hacia la racionalización y
modernización de los sistemas actualmente existentes, particularmente
de su red secundaria. Como pretendamos ahorrar a través del precio,
ahorraremos no en función de una racionalidad del recurso agua, sino
eliminando demanda porque haya explotaciones que dejen de utilizar el
agua o cambien a otros cultivos, simplemente porque no lo puedan
soportar y entren en pérdidas. Cualquier agricultor o cualquier
ganadero, como cualquier empresario, lógicamente, lo que no quiere
hacer es perder todos los años, si ve que sus costes están por encima
de sus ganancias.

En cuanto a la situación en la cuenca del Segura, yo no estoy
capacitado para hacer afirmaciones tan gruesas como: sobran regadíos
y no falta agua. Me parece que este es un tema complejo, realmente
complicado y no me atrevo a hacer afirmaciones tan contundentes.

Coincido plenamente con el diputado Companys sobre el problema del
ahorro del agua. Nosotros, como



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organización agraria, no vamos a dejar de reclamar inversiones en la
modernización de nuestra red secundaria de regadíos; nos parece que
es vital. Ahora bien, lo que deberíamos estudiar es si eso sería
suficiente para atender demandas de agua en determinadas zonas de
interior, es decir, si no nos encontraremos con una deslocalización
entre el agua ahorrada y las necesidades de agua en zonas, si no
existe algún elemento para poder atender esas demandas de interior.

Nos parece que se producirá una deslocalización y que no sólo será
necesario el procedimiento de ahorro de agua para poder atender las
demandas futuras.

La unanimidad la comparto. Voy a responder al señor Otxoa, del PNV, y
termino con las consideraciones hacia el señor Quirós, del Grupo
Parlamentario Socialista.

Nos cuesta mucho trabajo ver las posibilidades de que sólo con
modificaciones del coste energético se pueda atender la demanda de
nuestro litoral. Nos parece que es más complejo y que hay que atender
esa demanda desde otros puntos de vista, pero por eso es por lo que
es imprescindible un plan de ordenación de cultivos. Los agricultores
y ganaderos españoles necesitan saber qué perspectivas pueden tener
para poder afrontar con un mínimo de seguridad sus inversiones. Y
para eso es imprescindible establecer escenarios y estructuras de
costes sobre esos distintos cultivos, vinculados al territorio. Desde
nuestro punto de vista, la agricultura no tiene sentido como
actividad económica si no está vinculada al territorio. Nosotros no
creemos en la agricultura que se hace en el campo desde Madrid,
aunque exista la paradoja de que la mayor zona agraria de España, por
transferencias del Feoga-Garantía, sea la Gran Vía o la calle de
Serrano, de Madrid. Pero ese es otro tema y espero que la Comisión de
Agricultura, en algún momento, trate de ver por qué ocurre esa
paradoja, que no es porque la Gran Vía sea una vía pecuaria, como
ustedes saben. Por tanto, tiene que ser un plan de ordenación de
cultivos vinculado al territorio, que es lo que hace que para
nosotros la actividad agraria tenga sentido y el desarrollo rural no
quede en palabras teóricas.

El precio. ¿Por qué hemos hablado de 52 pesetas y no de 150 pesetas
el metro cúbico? Porque, dentro de nuestras posibilidades, queremos
hacer un análisis riguroso, señor Quirós. Es la cifra que da la
memoria del Plan hidrológico nacional. Pero esa cifra, desde nuestro
punto de vista, no es creíble. Es más, por mucho que hemos pedido que
se nos diga cuál es la fórmula mágica aplicada para obtener las 52
pesetas por metro cúbico, no la conocemos. Segundo, ¿cuál es el
procedimiento, también mágico, para mantenerla invariable en el
tiempo para todo tipo de regantes independientemente de los cultivos?
Esa es una pregunta que creo que tampoco ha tenido respuesta, pero
que tiene una respuesta muy compleja. No sé cómo se hace que el metro
cúbico en España cueste 52 pesetas, sea cual
sea la zona, sea cual sea el cultivo, no lo sé. Creo que esa es una
cifra que pretende otra cosa, y no entro en ese análisis, me parece
que tiene más sentido que ustedes entren en ello, pero lo que sí les
digo es que las 52 pesetas -suponiendo que esto sea aceptable, que
tenemos dudas- se nos suben inmediatamente, por los tres factores que
he citado: la directiva en cuanto a costes, no en cuanto a
contaminación, la libre cesión de contratos, porque aparece el
mercado y la lógica del mercado tiene sus consecuencias y,
finalmente, por la lógica privada de las sociedades de gestión, que
introducirán un factor de crecimiento de costes en el precio.

Por tanto, ¿cuál es el precio final? Será seguramente una horquilla.

Nosotros sabemos que hay zonas en las que hay una alta posibilidad de
pago del agua, pero esas zonas, aunque constituyen una parte de la
agricultura, no comprenden toda la agricultura ni toda la ganadería
española.

Estamos de acuerdo con los bancos públicos del agua. Los hemos
reclamado en multitud de ocasiones. Y estamos de acuerdo en la
gestión pública de este recurso, aunque sabemos que esto es complejo
y necesita, antes que nada, de la participación de las organizaciones
representativas; nunca la tuvimos a las confederaciones y creo que
hubiera sido positivo haberlas tenido.

Quiero terminar con la consideración de don Ramón Companys. Deseamos
la unanimidad. Estamos dispuestos a colaborar con ustedes con las
cifras que tenemos para tratar de evitar que lo que es necesario para
España, que es un Plan hidrológico nacional, no termine por
convertirse en una reestructuración agraria cuando ese no es su
objetivo ni principal ni primero. Cuando se produzca, si se produce,
y la duda se puede mantener si tenemos razón, y cuando se compruebe
que tenemos razón, los efectos ya se habrán producido y el Gobierno
tendrá menos posibilidades de poder atemperar esas situaciones.




La señora PRESIDENTA: Haremos llegar a los señores diputados la
información que nos ha dejado.

Muchas gracias, señor Moraleda Quilez.




- DEL SEÑOR SECRETARIO DE MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL DE
COMISIONES OBRERAS (NIETO SAINZ). (Número de expediente 219/000175.)



La señora PRESIDENTA: Pasamos a la última comparecencia del día de
hoy, la de don Joaquín Nieto Sainz, que ya se encuentra entre
nosotros, que es secretario de Medio Ambiente y Salud Laboral de
Comisiones Obreras.

Bienvenido don Joaquín Nieto Sainz a la Comisión de Medio Ambiente.

Estas comparecencias se están celebrando con relación al proyecto de
ley del Plan



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hidrológico nacional. Le agradecemos su presencia y esperamos que su
exposición sea de unos 15 minutos. Posteriormente, los representantes
de los diferentes grupos parlamentarios le harán las preguntas que
consideren oportuno con relación a su intervención. Después el señor
compareciente responderá.

Le doy la palabra, señor Nieto.




El señor SECRETARIO DE MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL DE COMISIONES
OBRERAS (Nieto Sainz): Quiero agradecer a esta Comisión de Medio
Ambiente del Congreso de los Diputados que haya querido oír la
opinión de Comisiones Obreras. Este agradecimiento es doblemente
sentido porque Comisiones Obreras, a pesar de ser la entidad social
más relevante, más importante en afiliación y representación de
nuestro país, está marginada de todos los foros donde se discuten,
siquiera a nivel consultivo, las cuestiones referidas al agua, a las
políticas hidrológicas. Es una injusticia manifiesta y, sobre todo,
es una expresión de una situación anterior que debería superarse. El
plan hidrológico sería una buena oportunidad para superar estas
situaciones y, desgraciadamente, no lo va a ser. Teníamos esperanzas
puestas en el Plan hidrológico nacional. Pensamos que no sólo es
necesario, es imprescindible para nuestro país contar con un Plan
hidrológico nacional que oriente las políticas hidrológicas durante
todo el siglo. Desgraciadamente, este plan hidrológico significa una
oportunidad perdida porque no acomete las obligaciones que debería.

En primer lugar, es casi una suma de los distintos planes de cuenca,
por lo que para hacer una suma de los planes de cuenca y las obras
previstas en los mismos no hacía falta un plan hidrológico, un plan
hidrológico justamente lo que tenía que hacer es racionalizar, dar
coherencia, modificando en lo que fuera necesario los distintos
planes de cuenca. En segundo lugar, porque este plan no se pone al
día respecto a los requerimientos que las modernas políticas
hidrológicas están planteando. Y me imagino que ya se habrá comentado
por otros comparecientes que no atiende a los requerimientos de la
directiva comunitaria. La Directiva comunitaria se elaboró y aprobó
posteriormente a los planes de cuenca y el plan, al hacer una suma de
lo que han sido los distintos planes de cuenca, lógicamente no podía
tener en consideración los diferentes requerimientos de la directiva,
particularmente los de la recuperación de la calidad de las aguas y
la recuperación del Estado ecológico, recuperación que exigirá planes
rigurosos y que exigirá modificaciones rigurosas respecto a la
gestión hidrológica tradicional.

Creemos necesario que cada uno de los planes de cuenca revisara su
plan teniendo en cuenta los requerimientos de la directiva y que
posteriormente se hubiera podido complementar en el Plan hidrológico
nacional. Además, el plan se hace sin tener en consideración otra
cuestión básica, que son las proyecciones que deberían
estar incluidas en el plan nacional de regadíos. Creo que fue por
mandato de esta Cámara que se dijo que deberían ir simultáneamente el
plan nacional de regadíos y el plan hidrológico, pero no por un
capricho sino por la necesaria coherencia entre ambos, y nos
encontramos con que ya tenemos el plan hidrológico muy avanzado y sin
embargo el plan nacional de regadíos, a pesar de tener un borrador
muy anterior al plan hidrológico no está tan avanzado. (El señor
vicepresidente, Ruiz López, don Juan Carlos, ocupa la Presidencia.)
¿Cuál es la razón? El plan nacional de regadíos plantea un
crecimiento de unas 250.000 hectáreas, 230.000 en el primer borrador
y creo que habrá una ampliación de 20 ó 30.000 más en los borradores
que ahora se están manejando, y sin embargo el plan hidrológico al
hacer la suma de las peticiones de cada uno de los planes de cuenca
supera 1.200.000 hectáreas de ampliación de regadío, es decir, hay un
sobredimensionamiento en el plan hidrológico respecto a lo que las
necesidades de regadío están planteando en nuestro país. Por lo
tanto, habría sido imprescindible no que ahora con prisas se vaya a
hacer un plan nacional de regadíos para cumplir el requerimiento que
había sino que se hubiera hecho un Plan hidrológico nacional
coherente con aquellos objetivos de regadío.

Finalmente el plan lo que supone es un catálogo de obras que en
muchos casos son buenas voluntades porque su realización dependerá de
la financiación o no de dichas obras y sobre todo una justificación
legal a la obra más controvertida que es el trasvase intercuenca
entre el Ebro y las cuencas del levante peninsular. Pensamos que al
final un plan hidrológico que debería haber partido de una
comprensión global de los problemas hidrológicos y haber modernizado
la gestión hidrológica en nuestro país se convierte en un plan que es
el trámite legal necesario para poder hacer un trasvase intercuencas.


Sin embargo, necesitábamos un plan hidrológico. ¿Por qué? Nuestro
país es un país muy especial, con unos recursos hídricos bastante
irregulares tanto en el tiempo como en el espacio. Es un país con una
antigua tradición de gestión hidrológica. Por ejemplo, hay
requerimientos, en la directiva comunitaria, como la necesidad de
tener órganos de gestión por cuenca, que nosotros ya los tenemos
desde hace mucho tiempo, y es un país también con un gran nivel de
regulación hidrológica. Es uno de los países del mundo con mayor
regulación, con mayores obras hidráulicas y mayores embalses. Tenemos
cerca de un millar de grandes embalses, 500 valles inundados haciendo
estos embalses y un nivel de regulación bastante elevado. Esto era
así por las características propias y las necesidades de regulación
hidrológica que necesitábamos para acometer esa situación especial de
nuestro país. Ahora bien, esta regulación cada vez mayor, que
implicaba una política de oferta y de infraestructura necesaria,
imprescindible, ha llegado un momento en que en vez de ser una
solución se ha convertido en un problema;



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ha llegado un momento en que, en vez de responder a los problemas de
demanda existentes, lo único que hacía esta política de oferta era ir
ampliando cada vez más la demanda. Nuestro país es también uno de los
mayores consumidores de agua del mundo y la demanda de consumo de
agua, en vez de estabilizarse, sigue creciendo, demostrándose que ha
llegado un momento en que esta política tradicional, que ha sido tan
útil tiempo atrás, ya no es tan útil en estos momentos. Así lo han
entendido otros países; por ejemplo, California y otros muchos han
hecho modernas políticas hidrológicas que es cambiar las políticas de
oferta por políticas de gestión de la demanda y esto parecía que lo
iba a hacer el plan hidrológico, tanto el primer proyecto, que se
presentó hace dos legislaturas en el que se empezó a hablar de esas
modernas políticas de gestión hidrológica, como cuando se ha empezado
a hablar de este plan, pero eso no han sido más que palabras. En los
hechos, en vez de modernizar la política hidrológica, lo que se sigue
planteando es la misma política de siempre: un montón de obras
hidráulicas donde las únicas discusiones serias que se dejan para el
futuro son cómo se van a financiar y una macro obra que es la del
trasvase del Ebro al levante peninsular. ¿Es posible seguir haciendo
lo mismo? ¿Va a resolver los problemas hidrológicos que tenemos
seguir haciendo lo mismo? Estas son las dos preguntas clave. Es
difícil seguir haciendo lo mismo porque los mejores vasos ya están
llenos. Donde había un vaso bueno, está lleno. Cuando hablaba de 500
valles inundados es que todos están ya llenos. Los vasos que no se
han llenado son, o porque sus afecciones ambientales o sociales son
muy fuertes, o por problemas de estructura geológica que, por cierto,
alguno de los nuevos embalses tiene problemas serios de seguridad en
el futuro; Itoiz, Santa Liestra y otros embalses están planteados con
problemas serios de seguridad. Nosotros mismos tenemos presentadas
dos quejas en el Defensor del Pueblo porque estamos preocupados por
los problemas de seguridad de las presas españolas, las construidas y
también alguna de las nuevas que se quieren plantear, como es el caso
de Santa Liestra y el de Itoiz. ¿Se pueden seguir haciendo más y más
obras hidráulicas? No, las posibilidades ya están reducidas. Además,
se ha demostrado que esto no resuelve los problemas de demanda.

Hicimos ya un trasvase, no voy a discutir si era necesario o no, pero
parecía conveniente, entre el Tajo y el Segura. Este trasvase entre
el Tajo y el Segura no ha disminuido la demanda. No ha resuelto los
problemas de demanda existentes, sino que los ha incrementado. No sé
si ustedes conocen que el hecho mismo del anuncio de que el plan
hidrológico iba a contemplar un trasvase hizo que de forma inmediata,
desde entonces, se estén roturando ilegalmente terrenos de secano en
Murcia para convertirlos en terrenos aptos para el regadío, a pesar
de que se ha dicho que el plan no se hace para nuevos regadíos, sino
para mantener y sostener los
existentes. Esto no es algo que me invento yo. Sólo hay que ir a ver
las constantes denuncias en el Servicio de protección de la
naturaleza en la Guardia Civil, comunicando estas roturaciones
ilegales que existen, que no pueden tener otro objetivo que
prepararse para el regadío de mañana. Con este pequeño ejemplo lo que
quería decir es que estamos incrementando una demanda que luego va a
ser más difícil de satisfacer. ¿El plan hidrológico va a resolver los
problemas reales que existen en el levante peninsular? Pensamos que
no; uno es que va a haber este incremento de la demanda, pero otro es
también que no hay gobierno, ni Congreso de los Diputados que decida
el agua disponible. Los cálculos que se han hecho sobre las
disponibilidades hídricas en el bajo Ebro son absolutamente
sobredimensionados, se han cogido series de cerca de medio siglo en
vez de coger las series de los últimos 20 años, y esto no ha sido por
casualidad, cuando se han cogido series mucho más largas era sabiendo
que si se analizaban los últimos 20 años la disponibilidad iba a ser
mucho menor, y la discusión, por tanto, sobre la disponibilidad para
hacer el trasvase se iba a encrespar bastante más. Eso puede ser un
truco del debate o lo que queramos, pero el agua disponible seguirá
siendo la misma, se diga lo que se diga, y nos encontramos con
dificultades enormes por esa reducción de cerca del 20 por ciento que
ha habido en las últimas dos décadas y todo parece indicar que la
reducción será todavía mayor, sobre todo teniendo en cuenta que no se
han contemplado las hipótesis del cambio climático. Hubo un estudio
de hipótesis del cambio climático referido al plan hidrológico que
presentó en su día el ministro, señor Borrell, hecho por el propio
Ministerio, hecho por técnicos del Cedex, que explicaba las
dificultades que tendría la propuesta de trasvase que se incluía
entonces justamente por razones de cambio climático. Ahora, cuando la
evidencia de cambio climático es mucho más clara -en enero se publicó
el tercer informe del IPCC del panel intergubernamental de cambio
climático, que daba ya como evidencia algo que quizá en 1993 todavía
eran discusiones, y que empezaba a vislumbrar algunas áreas
geográficas en Europa en concreto, y en la Europa meridional
planteaba claramente la reducción de recursos hídricos-, parece
incomprensible que en el estudio del plan hidrológico no se hayan
contemplado las hipótesis del cambio climático que afectan a las
disponibilidades existentes.

Recuerdo una reunión del Consejo Nacional del Agua, a la que asistí
como invitado, porque no somos miembros del mismo -luego lo
recuperaré-, donde cuando se presentó el plan hidrológico era curioso
que se decía que no se contemplaba la hipótesis de cambio climático,
como tampoco los objetivos de ahorro, porque se pensaba que los
objetivos de ahorro y las reducciones de disponibilidad de cambio
climático se equilibraban. Con estas palabras parecía que se daba
satisfacción a algo que ha costado muchas decenas de



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miles de millones de pesetas en estudios como es el plan hidrológico,
que tiene estudios hechos de muy atrás, no sólo centrales sino de
cada una de las cuencas a la hora de elaborar sus propios planes.

Por todo lo anterior, creemos que se pierde una oportunidad de ir a
políticas modernas de gestión, y que las propuestas que hay encima de
la mesa no van a resolvernos los problemas. Apruebe lo que apruebe
este Congreso de los Diputados, si lo que aprueba es el plan
hidrológico existente, todo se tendrá que volver a rediscutir en el
futuro: las obras, porque lo que aprueba el Congreso de los Diputados
no son asignaciones presupuestarias a las obras, se tendrán que
discutir en el futuro; los regadíos reales, habrá que aprobar el plan
nacional de regadíos y tendrá que verse en el futuro cuáles son los
regadíos reales teniendo en cuenta las políticas agrícolas
comunitarias y españolas al respecto, se tendrán que discutir en el
futuro; las políticas sobre calidad de aguas y recuperación del
estado ecológico de las aguas, teniendo en cuenta lo que plantea la
directiva comunitaria se tendrán que discutir y planificar en el
futuro; y las propias disponibilidades del trasvase se tendrán que
discutir y planificar en el futuro. Eso de que habrá 1.000
hectómetros disponibles para poder llevar al levante no está nada
claro ni nada demostrado técnicamente. Por eso no es de extrañar que
los cinco expertos nombrados por distintas instancias ministeriales
en el Consejo Nacional del Agua unánimemente hicieran un documento
diciendo que reprobaban el plan, hodrológico consideraban que había
que rehacerlo, porque técnicamente no era aceptable como se había
elaborado.

Otra consideración es la económica. Es difícil hacer una valoración
del conjunto del plan porque, como decía, es un catálogo de obras con
intenciones donde no está claro cuál va a ser la financiación.

Nosotros nos hemos limitado a hacer un estudio sobre los costes del
trasvase. No voy a hablar de precios, porque tendrán que decidirse en
función de los parámetros que se consideren oportunos en cada
momento. Pensamos que el coste medio metro cúbico trasvasado de 52
pesetas atribuido en la propuesta del Plan hidrológico nacional ha
estado calculado muy a la baja. A pesar de que esos costes pueden
plantear ya problemas a algunos sectores agrarios, han sido
considerados a la baja, porque ha habido muchos costes que
deliberadamente no han sido tenidos en cuenta. Es imposible decir que
el precio del metro cúbico del agua en Xerta, que es el punto de
salida, es cero. No hace falta ser economista ni un experto en
gestión hidrológica para comprender que tener la disponibilidad para
trasvasar en Xerta 1.000 hectómetros cúbicos de agua requiere de unas
actuaciones y, de unas infraestructuras antes que hay que
contabilizar. Eso es lo primero que se ha evitado contabilizar. Se
dice: se podría no contabilizar los embalses nuevos que hay que
hacer, sino contabilizar uno existente como, por ejemplo, Mequinenza,
pero Mequinenza tiene una explotación:
equis. Habrá que expropiarlo y habrá que pagar algo. En su día
costó algo. Esa explotación de Mequinenza, al dejar de hacerse, habrá
que contabilizarla. Así podríamos ir planteando muchos otros costes.

Por ejemplo, las cinco pesetas de costes ambientales no sé de dónde
salen. Ha sido una decisión absolutamente arbitraria. (La señora
presidenta ocupa la Presidencia.) Si nos vamos a estudios sobre
costes existentes, nos inclinamos por que el precio sería bastante
más elevado de las 25 pesetas; en todo caso no bajaría de las 25
pesetas. Consideramos que es una cifra que habría que considerar.

También están los costes sociales. ¿Por qué se plantean dos pesetas
en costes sociales y, sin embargo, en actuaciones contempladas y
desechadas en el plan hidrológico en otras cuencas se plantea que los
costes sociales son 20 pesetas? En realidad, las cuentas bien echadas
eran las de las 20 pesetas. Ahí se ponen dos porque políticamente
interesa poner dos. Nosotros tenemos estudios hechos, que pondremos a
disposición de la Comisión, en los que según nuestros cálculos el
coste medio sería de 101,86 pesetas. Independientemente de que el
coste medio no fueran 101,86 pesetas sino 52 - me gustaría tener un
debate estricto coste-beneficio y luego entraré en por qué es
necesario hacer un estudio riguroso sobre ello-, lo que tampoco se
puede hacer a la hora de calcular costes es calcular costes medios,
porque no cuesta lo mismo llevar el agua a Castellón que llevarla a
Almería. Incluso en el caso de las 52 pesetas, lo que cuesta el agua
en Murcia ronda las 86 pesetas. Según un estudio del Consejo
Económico y Social murciano, la producción bruta por metro cúbico en
el regadío murciano es de 153 pesetas. Si el coste del agua, con los
cálculos del Ministerio, son ochenta y tantas pesetas, desde el punto
de vista de coste-beneficio no se soporta. Se podría decir que se
hace un gran esfuerzo nacional para pagar ese dinero. ¿A quién? Al
propietario agrícola. No es el dinero al conjunto de la sociedad
murciana. Aun así eso sería imposible teniendo en cuenta la directiva
comunitaria, que plantea con bastante claridad la recuperación
integral de costes. Les sugiero que hagan un estudio lo más riguroso
posible, que reestudien todo lo que puedan el análisis de costes,
porque creo que técnicamente es lo que menos se aguanta del plan
hidrológico.

Finalmente, otras modificaciones que nos gustaría que hubieran
existido son las que se refieren a abrir los órganos de gestión a los
nuevos agentes. El Consejo Nacional del Agua es una estructura
absolutamente obsoleta y nada representativa, porque ahí hay un
predominio absoluto de una parte que debe tener representación, cómo
no, los regantes, pero incluso éstos no son exactamente todos los
regantes. Si nos fijamos en la estructura interna, el predominio de
los grandes regantes sobre los intereses de los pequeños regantes es
claro. Por eso nos podemos encontrar con contradicciones de que los
grandes regantes aprueban el Planhidrológico nacional y, sin embargo,
representantes de



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los pequeños regantes lo reprueban. Es necesario que la estructura
del Consejo cambie y que se abra a las nuevas realidades, no sólo a
las organizaciones ambientales que están sino también a otros
usuarios, como son las asociaciones de vecinos, los consumidores o
las organizaciones sindicales, y lo mismo en los órganos de gestión
de las confederaciones hidrológicas. Quizá así habría sido más fácil
un consenso; consenso que no ha existido y por el que nosotros
apostamos. Estaríamos dispuestos a trabajar en favor de ese consenso,
hiciera falta lo que hiciera falta, dejando planteamientos previos
nuestros si fuera necesario. ¿Por qué decimos que no existe consenso?
Porque el problema no es sólo entre regiones o no es sólo político.

Si ustedes observan cuál ha sido desde el punto de vista de las
organizaciones sociales, se encontrarán con que sólo las
organizaciones sociales empresariales han apoyado el plan
hidrológico: la CEOE, los regantes y Asaja, que es una organización
agraria integrada en la Confederación Española de Organizaciones
Empresariales. Sin embargo, el resto de organizaciones, sean las
organizaciones sindicales, sean las organizaciones sindicales
agrarias UPA o COAG, las de consumidores, las de vecinos o, por
supuesto, las organizaciones ambientales, tenemos planteamientos muy
críticos con este plan y nos gustaría que fuera reformado para poder
tener un plan hidrológico de todos. Eso es lo que nosotros
preferiríamos y de esta manera nos encontraríamos con una gestión del
agua mucho más responsable e interesante desde el punto de vista del
empleo, que es lo que más le preocupa a nuestra organización.

Pensamos que la mejora de las redes de distribución, por ejemplo,
genera muchos más empleos que la realización de las obras hidráulicas
tradicionales. Si desde el punto de vista económico no va a ser muy
sostenible la operación que se hace con el trasvase, finalmente lo
vamos a pagar en términos de empleo. Hacer algo bastante más sensato
y mejor orientado sería más interesante en términos de empleo.

Pensamos que es posible hacer algo alternativo y es necesario apostar
por ello. Existen nuevas técnicas, no sólo la desalación, que
también, sino las nuevas técnicas de ahorro, de mejora de la red de
distribución, en las que se pierde el 40 por ciento del recurso, que
nos permitirían ir a una orientación diferente.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias por su interesante intervención,
señor Nieto Sainz.

Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Quirós.




El señor QUIRÓS PULGAR: Quiero agradecer a don Joaquín Nieto su
comparecencia y su visión del Plan hidrológico nacional, que es una
visión de la sociedad, porque llevamos todo el día escuchando a
representantes de los distintos colectivos a lo largo de anteriores
comparecencias, que es una visión muy distinta
a la que muchas veces se puede tener desde el punto de vista
político y desde el propio Congreso y sobre todo desde el propio
Consejo Nacional del Agua, que, como usted ha dicho, no responde a
las necesidades de nuestra sociedad, porque no están incluidos todos
los agentes sociales que hoy existen.

Estamos de acuerdo con muchos de los planteamientos que ha
manifestado. Al final de la tarde, después de oír a todos los
comparecientes, le queda a uno la impresión de que parece que se ha
empezado la casa por el tejado, en el argot de la construcción, no
con el Plan hidrológico nacional. Todos los comparecientes han
coincidido en el mismo tema; es decir, primero vamos a organizar las
cuencas con criterios de ahorro hídrico y de mejora y eficiencia y
vamos a ver cuáles son las demandas necesarias. Se ha hecho un Plan
hidrológico nacional sin saber ni el agua ni las necesidades que
tenemos. Se han dado aquí cifras de las posibles demandas, pero lo
que urge es la revisión de las concesiones. De ahí mi primera
pregunta. ¿Considera fundamental que se revisen las concesiones para
saber más o menos en qué situación de partida estamos? Lo normal es
que se hubiese hecho esto primero y se hubiese planificado después.

También nos gustaría conocer su opinión sobre los bancos públicos del
agua, en contraposición con el mercado del agua que se quiere
institucionalizar y que está recogido en la modificación de la Ley de
Aguas, y sobre todo, si cree usted que con este plan hidrológico se
van a resolver a corto plazo los problemas que tienen las cuencas
hídricas. Estamos hablando de obras de infraestructura cuyo riesgo
menor es que sufran un retraso en su construcción y el mayor, que
alguna se quede en el camino al no superar el estudio de impacto
ambiental. Falta una evaluación estratégica del plan,
independientemente de las actuaciones posteriores que haya que
realizar en el plan de inversión.

Le queremos preguntar qué opina sobre el anexo de inversiones. El
libro blanco decía que había que huir de un plan de obras y cuando
uno mira el plan de inversiones y ve el articulado se da cuenta de
que lo que recoge el plan hidrológico, entre el trasvase y el plan de
inversiones posterior, es un plan de obras más que de la gestión del
agua en este país. Usted ha apostado por otras alternativas distintas
de las planteadas por el Gobierno. ¿Cómo afectan al Plan hidrológico
nacional las distintas directivas comunitarias de hábitat y aves y la
directiva marco del agua?
Después de todas las comparecencias de la mañana y la tarde, nos
gustaría hacer el resumen de los planteamientos y de las
coincidencias de la mayoría de la representación de la sociedad
española en cuanto al Plan hidrológico nacional.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo ParlamentarioMixto, tiene la
palabra el señor Saura.




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El señor SAURA LAPORTA: Como coincido globalmente con la exposición
que ha hecho el señor Nieto en nombre de Comisiones Obreras, quiero
preguntarle tres cosas muy concretas sobre las que ha pasado muy por
encima en su exposición. La primera es cuál es hoy la posición de
Comisiones Obreras sobre el pacto del agua de Aragón. En segundo
lugar, a pesar de que ha dicho usted que no quería hablar de precios
porque son decisión política, me gustaría conocer la opinión de
Comisiones Obreras sobre los precios como elemento importante de una
política hidráulica sostenible. En tercer lugar, esta mañana hemos
visto que, según la opinión de algunos comparecientes, que es también
la mía, el trasvase puede tener efectos negativos a medio o largo
plazo sobre las cuencas receptoras también en cuestiones sociales.

Algún compareciente apuntaba incluso la necesidad de que en el Plan
hidrológico nacional se ligara la política hidráulica con la
sobreexplotación de mano de obra que se produce en algunas de estas
zonas. Queremos conocer la opinión del sindicato de Comisiones
Obreras y si hay alguna propuesta concreta que pudiéramos introducir
en el plazo de enmiendas en el Plan hidrológico nacional.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor
Martín Soledad.




El señor MARTÍN SOLEDAD: En primer lugar quiero dar la bienvenida al
señor Nieto a esta Comisión de Medio Ambiente.

Quiero formularle tres interrogantes en relación con la exposición y
con la documentación que he podido coger de la mesa. En el punto
tercero de la valoración general que hace la Secretaría de Medio
Ambiente de Comisiones Obreras con relación al Plan hidrológico
nacional dice que éste no se adecua a la política de la Unión Europea
plasmada en la directiva por la que se establece un marco comunitario
de actuación en el ámbito de la política de aguas. Toda vez que, con
fecha 13 de marzo y en respuesta a una pregunta por parte de una
eurodiputada, la Comisión Europea responde que el Plan hidrológico
nacional presentado por el Gobierno español cumple con las
disposiciones de la directiva marco del agua, querría preguntarle en
concreto ¿qué parte del articulado de la directiva marco incumpliría
el Plan hidrológico nacional. Por otro lado, otro de los puntos del
documento cuestiona el desarrollo económico y social de la cuenca del
Ebro una vez realizadas las inversiones correspondientes al pacto del
agua. ¿Podría explicar qué incidencias sobre el empleo en Aragón
tendría el crecimiento de los cultivos agrícolas en la cuenca del
Ebro? Como tercer punto -y me parece que es un tema que a lo largo de
las intervenciones del día de hoy no ha quedado suficientemente
recogido-, y considerando que el déficit hidrológico en la vertiente
mediterránea está cifrado en 2.100 hectómetros cúbicos, que las
políticas de mejora de la gestión, de reutilización
y de ahorro suponen prácticamente la mitad de esta cantidad en
concreto, 1.050, y que se destinan vía trasvase otros 1.050
hectómetros cúbicos, ¿considera suficiente el ahorro y la mejora de
la gestión que el plan hidrológico representa?



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Nieto Sainz para
responder a las diferentes cuestiones que se le han planteado los
grupos parlamentarios.




El señor SECRETARIO DE MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL DE COMISIONES
OBRERAS (Nieto Sainz): Voy a empezar por el final. Creo que las tres
preguntas que me ha formulado el diputado Martín Soledad son bastante
pertinentes, las tres están en el núcleo del debate, y me gustaría en
primer lugar contestar a la referida a la directiva comunitaria.

Cuando decimos que el plan hidrológico no está en sintonía con la
misma es una verdad tan absoluta como que alguien pueda decir que el
plan hidrológico no contraviene dicha directiva. ¿Por qué? Porque la
directiva comunitaria lo que está planteando son unas obligaciones
y unos plazos para realizarlas y, obviamente, a día de hoy, es la
directiva 60/2000 si no me equivoco, primeros meses del año 2001,
viendo el plan hidrológico y las obligaciones que a estas fechas está
estableciendo, no puede decir que la contravengan. Mi preocupación no
es esa. Nuestra preocupación es ver cuál debe ser la política
hidrológica en el futuro y qué es lo que la marca: distintos
requerimientos. Uno de ellos es la directiva comunitaria en la que se
plantean objetivos a 20 años. ¿Los planes de cuenca y el plan
hidrológico están orientados en función de cumplir los requerimientos
que está planteando la directiva comunitaria de aquí a 20 años? No,
no los contempla. Cuando en su momento haya que trasponer la
directiva, cuando haya que ir cumpliendo los plazos, ya se dirá
entonces que el plan hodrológico del Reino de España no la está
cumpliendo, pero ahora lo que estamos haciendo es planificar y juzgar
en función de una planificación de lo que va a pasar en los próximos
10, 20 ó 30 años. Lo que sí se puede decir con certeza es que la
planificación hidrológica recogida en el plan no es coherente con las
obligaciones que el día de mañana vamos a tener de la mano de la
directiva comunitaria. No será problema de los actuales miembros de
esta Cámara en esta legislatura, pero será problema de los
gobernantes que habrá en las siguientes si el plan hidrológico ha
sido coherente o no. ¿Por qué la directiva comunitaria se plantea
objetivos tan a largo plazo? ¿Por capricho? No. Es una directiva que,
a nuestro juicio, ha estado bastante bien hecha; hemos participado
muy activamente en su elaboración, porque tengo que decir que
correspondió a una persona de mi organización sindical hacer el
dictamen del Comité Económico y Social de la Unión Europea y mi
Secretaría ha estado dando todo el apoyo, dictamenque se ha aprobado
por unanimidad y es un



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comité bastante amplio y con bastante representación, como ustedes
saben. Cuando se plantea esa planificación es porque no es fácil
conseguir los objetivos de lograr la recuperación de la calidad de
las aguas o la recuperación del estado ambiental. Tienen que ser
objetivos progresivos y ninguno de estos existe en los planes de
cuenca. En todo caso, la carga de la prueba la ponemos nosotros
cuando decimos: demuéstrennos ustedes cómo con este plan hidrológico
van a conseguir los objetivos de la directiva. Lo único que nos
pueden demostrar es que alguien ha dicho que con el plan hidrológico
y la directiva en la mano hoy no se puede decir que el plan
hidrológico esté vulnerando jurídicamente una directiva; de acuerdo,
pero la pregunta es otra. ¿Vamos a conseguir los objetivos de la
directiva con este plan hidrológico? La respuesta sería no. Sería
necesario modificar profundamente los planes de cuenca y por tanto el
plan hidrológico para alcanzar los objetivos de la directiva. Este es
el sentido racional de la discusión; yo prescindo del sentido y de la
discusión política que pueda haber, pero el sentido racional de la
discusión es éste y desde luego difícilmente se puede demostrar con
los planes de cuenca. ¿En qué plan de cuenca se plantea si en 20 años
vamos a conseguir la recuperación de la calidad de las aguas de esta
cuenca, de esta manera, de esta otra, con estos objetivos? Enséñeme
uno. No me van a poder enseñar ninguno, porque no se hicieron con ese
pensamiento, no se hicieron teniendo en cuenta que iba a existir una
directiva de esas características. Y el plan hidrológico, por
supuesto, tampoco, o enséñennos en qué páginas, en qué capítulos se
está planteando el cumplimiento de los objetivos de la directiva.

Creo que la carga de la prueba está justamente en el plan
hidrológico, que es el que tendrá que responder a los objetivos de la
directiva y no a si jurídicamente a fecha de hoy se incumplen. Me he
extendido un poco más en esta cuestión porque nunca he salido
satisfecho de todos los debates públicos que he oído al respecto y
creo que el sentido más racional es este que planteo.

Hay otra pregunta relacionada con el pacto del agua. En realidad aquí
lo que se está proponiendo no es un trasvase del Ebro a levante; lo
que se está proponiendo es un trasvase del Pirineo a levante. Esta es
la realidad. ¿Por qué quiero decir esto? Porque en Aragón ha habido
un debate muy interesante y creo que para algo ha servido a la
sociedad española toda esta discusión del plan hidrológico y algo
avanzaremos en el futuro. Los de Aragón han dicho: con esto de la
solidaridad, a la gente que estamos con pueblos abandonados, que
tenemos dificultades para mantener nuestros pueblos y fijar
población, que entregamos casas a los inmigrantes y les damos dinero
para que vengan, uno de los recursos que tenemos nos lo quitan para
llevarlo a sitios donde están llegando los inmigrantes y los están
rechazando de malas maneras, metiéndolos en aviones y mandando a sus
países a los que quieren acogerse, a los otros ni se
sabe cómo; esto de la solidaridad no es de los pobres con los ricos.

Inmediatamente ha surgido el debate en Aragón. En Aragón durante
décadas, y ya digo que era necesaria esa planificación hidrológica,
se han tenido que abandonar muchos pueblos, la gente ha tenido que
dejar sus casas, sus cementerios, porque se inundaban para poder
tener una regulación hidrológica. Ha llegado un momento en que esos
pueblos empezaban a levantar cabeza con determinadas actividades
relacionadas con el medio ambiente, con el turismo de montaña, con el
agua, y ahora se sigue insistiendo en lo mismo, en los que quedan con
alguna posibilidad. En Aragón se han preguntado, las zonas más
deprimidas y con dificultades, que ahora levantan cabeza ¿van a tener
que sacrificarse solidariamente con las zonas del medio Aragón, que
son las que mejor están? A partir de esto ha surgido la pregunta de
si no será que el pacto del agua estaba también elaborado con un
pensamiento antiguo y hay que modernizarlo.

Yo les puedo decir que cuando fui a Aragón con mis compañeros a
discutir sobre el plan hidrológico les dije: no tendréis ninguna
credibilidad si no os ponéis a discutir qué pasa con el pacto del
agua; no podéis plantear las 600.000 hectáreas de regadío en Aragón y
que se regulen hidrológicamente 600.000 hectáreas cuando la
ampliación de hectáreas de regadío para toda España va a ser de
238.000, según el Plan nacional de regadíos; debéis volver a pensar
todo lo que hay, y con esto también voy a responder a una pregunta
del señor Quirós. Sobre el catálogo de obras. ¿Qué es lo que ha
sucedido? Los planes hidrológicos se hacían diciendo: vamos a pedir
el máximo posible, que ya nos lo recortarán. Se decía: ¿cuántas obras
son el máximo posible? Se hizo un consenso muy fácil para pedir el
máximo de obras, con la idea de que se hagan o no, si están en el
catálogo, algún día podremos. Para lograr el consenso, falso
consenso, a nivel nacional, lo que se ha hecho es sumar todos los
catálogos de obra que había en todos los planes de cuenca. Lo siento,
pero yo no entiendo que la planificación deba ser así. Esta
organización piensa que la planificación debe ser algo más serio que
peticiones hechas de obras por cada uno de los planes de cuenca. Ese
problema existía en Aragón y por eso nosotros hemos planteado una
revisión, hemos ido al presidente de la Comunidad Autónoma de Aragón,
don Marcelino Iglesias, y le hemos dicho: Comisiones Obreras quiere
revisar el pacto del agua, como firmante del mismo; usted no va a
tener credibilidad alguna si no plantea coherencia entre lo que está
demandando a nivel nacional y lo que está haciendo en su propia
comunidad. Creemos que va a haber un proceso interesante de relectura
y que van a volver a pensar sobre esas obras en Aragón.

En Cataluña también ha habido un debate interesante, con diferentes
plataformas. Lógicamente, si un sacrificado del trasvase es el alto
Pirineo, el otro es justamente el bajo Ebro, la zona del delta, por
debajo del



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Xerta. La zona del medio Aragón es, dentro de las afectadas
negativamente por el trasvase, la menos afectada; sin embargo, la
zona del bajo Ebro está muy afectada y por eso ha habido un debate,
que tiene su legitimidad, porque se justifica el trasvase en función
de razones económicas y sociales -luego diré unas palabras sobre
ellas-, pero en el delta también hay actividades económicas
relacionadas con la pesca, con la agricultura, con el turismo, que se
pueden ver afectadas. Hay una cuña salina de 70 kilómetros ya. ¿Hasta
dónde irá la cuña salina? No quiero aventurarme, pero me gustaría que
hubiera un poco más de seriedad a la hora de pensar que con unas
obras se puede resolver ese problema; los ecosistemas,
particularmente los hidrológicos, son más complejos que simplemente
pensar que así se va a resolver. Cuando desde el Ministerio se dice
que va a haber trasvase y van a mejorar la situación del delta, hace
falta un poco de seriedad. Uno puede decir que vamos a sacrificar el
delta porque es necesario hacerlo en función del equilibrio nacional,
por mil razones, pero no se puede decir que se va a hacer una cosa y
realizar la contraria. Las playas también están afectadas. Hay un
problema no sólo de aporte líquido sino sólido. Sería necesario,
nosotros lo hemos pedido, un plan de aportes sólidos,
independientemente de lo que se haga con el trasvase, para poder
resolver problemas del delta; sin embargo, los aportes sólidos
dependen del caudal con el que lleguen, como también los problemas de
contaminación tienen mucho que ver con el caudal. por eso las
transferencias hidrológicas, tanto intracuencas como intercuencas,
son siempre complicadas, mucho más las segundas que las primeras; por
tanto, deben estar muy justificadas.

Otra pregunta que me han hecho es la referida a los bancos de agua y
a todos los temas sobre la gestión. La modernización también debe
llegar a la gestión. Tenemos una gestión que no era especialmente
anticuada, porque éramos un país con necesidades importantes de
gestión, pero se ha quedado anticuada y se necesitaría modernizarla.

No somos partidarios de dejar las cosas como están. Ahora bien, una
modernización de la gestión hay que hacerlo pensándola bien y con el
acuerdo de todos. La reforma de la Ley de Aguas, si mal no recuerdo,
incluso se hizo metiendo una parte en la Ley de acompañamiento, sin
consultas y sin poder discutir en serio. Si al hacer el plan
hidrológico no hay consenso, por lo menos, vayamos a buscar un
consenso amplísimo en cómo orientar la gestión del agua. Nos parece
que las ideas que hay no van por buen camino, no creemos que vayan a
ser muy eficaces y, como siempre, van a favorecer a unos en perjuicio
de otros. Esto hay que pensárselo bien.

El empleo en Murcia. Se han hecho cálculos que nos han llegado a
nosotros para defender el trasvase, diciendo que los empleos que se
ganarían en Murcia con el trasvase serían entre 9.000 y 14.000, en
los directos y luego habría que añadir los indirectos. Es
una cifra interesante, que hay que relacionarla con otras dos: los
empleos que se van a perder por las actuaciones existentes,
particularmente en el bajo Ebro, y los costes. Según nuestros
cálculos, a Murcia tendrían que ir entre 40.000 y 45.000 millones de
pesetas al año para poder llevar esos 400 hectómetros cúbicos.

Supongamos que sólo una parte, 30.000 ó treinta y tantos mil millones
son para mantener esos regadíos; francamente, las cuentas salen un
poquito complicadas. Con 30.000 millones de pesetas utilizados de
otra manera, la generación de empleo podría ser bastante más
interesante; siempre hay que ver el coste de oportunidad de lo que se
quiere hacer. Pero es que además ese dinero no va a ir a la sociedad
murciana, va a ir al propietario agrícola. Lo que le llegaría por
empleo sería una media de tres millones y pico, casi cuatro millones
de pesetas, para contratar a un trabajador inmigrante de malas
maneras, como se están contratando, en buena parte ilegales, pues a
pesar de la Inspección de trabajo y a pesar de las denuncias
sindicales que tenemos, hoy se sigue haciendo. Sería un modelo
agrícola que se basa en un agua subvencionada de esa manera: yo le
doy tres millones de pesetas a un propietario agrícola diciendo que
es para favorecer el empleo, de esos tres millones, le da un
1.000.000 ó 1.200.000 pesetas a un inmigrante, se queda ya
directamente con el agua y además los beneficios, o sea con agua
subvencionada, con empleo inmigrante que hoy es inmigrante y se puede
explotar de malas maneras, pero tarde o temprano esos inmigrantes se
afiliarán a los sindicatos; tarde o temprano, se regularizarán las
cosas y, tarde o temprano, se aplicarán los convenios. No sé si vamos
a tardar tres años o vamos a tardar seis o siete, pero los convenios
se acabarán aplicando para los inmigrantes -de eso nos encargaremos
nosotros- y ya no se les podrá pagar 1.200.000 pesetas, habrá que
pagarles dignamente y habrá que pagar los seguros sociales. En esas
condiciones y con las incertidumbres existentes de política agraria
(y estamos hablando de planificación para 10, 15 ó 20 años), no
pensamos que las cuentas están saliendo tan ciertas.

Hay que pensar en la gestión. Por tanto, eso de hacer obras para
luego regalar el agua a determinadas concesiones de determinados
propietarios, que son los que se van a beneficiar de inversiones
públicas de todos, hay que pensárselo muy mucho. Estamos abiertos a
bancos públicos de agua y estamos abiertos a reformas en la gestión,
incluidas algunas reformas que incorporen mecanismos de mercado, que
vayan a ser eficaces y que no vayan a ser demasiado injustos, por
decirlo de alguna manera; pero todo esto requeriría una elaboración
lenta y consensuada. Nos gustaría que como complemento del plan
hidrológico saliera el mandato para que esta política de
modernización de la gestión se pudiera hacer de manera consensuada,
teniendo en cuenta los intereses que nos estamos jugando, porque el
plan hidrológico no va a resolver este asunto.




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Efectivamente, falta una evaluación estratégica del plan, y algunas
de las obras hidráulicas que se proponen pueden tener problemas con
las directivas de habitat y de aves. En diversas conversaciones que
he tenido con miembros de la Comisión Europea, como integrante del
Foro consultivo de Medio Ambiente de la Comisión Europea, hablando
del plan hidrológico me han manifestado las dificultades que ellos
ven para que pudiera haber subvenciones de la Unión Europea en la
cantidad que se espera, justamente por los problemas y las
incertidumbres que plantea respecto a estas directivas. Por eso, una
de las recomendaciones que hemos hecho es que se revisen aquellos
embalses que se van a hacer en zonas de especial interés ambiental.

No decimos que se revisen todos, pero hay media docena de embalses
que están en zonas especialmente sensibles, tanto desde el punto de
vista ambiental como desde el punto de vista social, y nos gustaría
que se revisaran. Eso también facilitaría que desde la Unión Europea
pudieran venir los fondos que tanto necesitamos para hacer todas las
obras necesarias.

No sé si me he alargado demasiado y quizá haya quedado alguna
pregunta en el aire; si no es así, lo dejaríamos aquí.

Creo que he hablado ya de las relaciones del empleo. En cuanto a la
evaluación estratégica del plan es otro de las demandas que hicimos
en las alegaciones. Creo que todo el mundo la pide y que se
corresponde con las modernas tendencias de que en estos planes
generales no se aborden las evaluaciones y estudios de impacto
ambiental sólo teniendo en cuenta cada obra o cada acción en
particular, sino teniéndolas en cuenta en su conjunto, y el plan
hidrológico pensamos que era una de ellas, por lo que requeriría una
evaluación estratégica desde el punto de vista ambiental, del
conjunto del plan. Eso nos parece que sería algo necesario y que
además sería posible hacerlo.

En conclusión, lo que nos gustaría es que se volviera a recuperar la
vía del consenso, pero somos escépticos. Si esta comparecencia
hubiera sido hace un mes o un par de meses habría dedicado la mitad
del tiempo a explicar la importancia que tenía para nuestro país que
esto saliera por consenso, así como los mecanismos posibles para
lograr ese consenso. A estas alturas lo veo complicado. Después del
trámite del otro día en el Congreso de los Diputados y de la forma en
cómo pasó, no por el hecho de que las alternativas se rechazaran y se
aprobara el plan, lo que estaba dentro del guión previsible, sino por
el ambiente que está habiendo en el debate político, en cuya sede ya
está el plan hidrológico, pienso que es difícil volver al consenso; o
hay un cambio de orientación en términos políticos, que sería muy
deseable y que nosotros aplaudiríamos en el sentido de decir vamos a
ir al consenso, o nos vamos a encontrar con un plan que en todos sus
aspectos fundamentales va a haber que rehacerlo en el futuro, y será
tarea que ustedes no van a completar, será tarea de los diputados
de las próximas legislaturas, que tendrán que completar una tarea que
si sale tal como está va a quedar absolutamente incompleta. (El señor
Martín Soledad pide la palabra.)



La señora PRESIDENTA: Señor Martín Soledad, muy brevemente debido a
la hora y a las prolongadas intervenciones.




El señor MARTÍN SOLEDAD: Únicamente quiero recordar al señor Nieto
que el proyecto de ley del plan hidrológico, en su artículo 9.º y
para disipar un poco las dudas en relación al cumplimiento de la
directriz marco europea sobre el objetivo del buen estado ecológico
de las aguas, contempla que para alcanzar el objetivo de un buen
estado ecológico de las aguas y prevenir el deterioro adicional de
las mismas, se aplicarán de forma general en todos los ríos,
acuíferos o masas de agua y zonas sensibles los objetivos de calidad
y los límites de emisión para sustancias concretas fijados en cada
caso en la normativa que resulte de aplicación; eso dice la directiva
marco. En los planes hidrológicos de cuenca podrán fijarse, de
conformidad con dicha normativa, excepciones a este principio
general, así como normas más restrictivas para las zonas designadas
como de protección especial. Esto en relación al tema de la directiva
marco.

En relación al tema del delta del Ebro, que lógicamente también
supone un problema de preocupación del Grupo Parlamentario Popular,
tengo que decirle que ya el ministro de Medio Ambiente anunció en su
comparecencia del pasado jueves la aceptación de una enmienda
recabando un estudio integral sobre el delta del Ebro.

Nada más y muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Tiene usted unos minutos, señor Nieto, con
relación a la intervención del señor Martín Soledad.




El señor SECRETARIO DE MEDIO AMBIENTE Y SALUD LABORAL DE COMISIONES
OBRERAS (Nieto Sainz): Eso es lo que dice, pero es dejar las cosas
pendientes, porque -y ahora lo relaciono con el delta- usted puede
tomar una decisión y puede explicar una intención. Mientras la
decisión que toma sea una decisión precisa y la intención una
intención de futuro que contraviene la decisión tomada, va a ser
imposible que pueda cumplir la intención. En el caso del delta, es
clarísimo. No sé que estudios harán, pero según mis pobres
conocimientos sobre el estado del delta que no me fallan por el
estado del mismo (ya había sido motivo de actividades, de
preocupaciones anteriormente a la elaboración de este plan y a toda
la polémica que ha habido con este plan), pensar que se puede
recuperar la situación del delta detrayendo 1.000 hectómetros cúbicos
anuales del río, teniendo en cuenta la reducción del 20 por ciento en
los caudales en las



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últimas décadas, y habida cuenta que cada siete años según la
Confederación Hidrográfica del Ebro no se va a poder hacer trasvase,
me parece un contrasentido. Sirve en este juego de la política, pero
viendo las cosas más seriamente y no sólo para ver cómo paso del
apuro en un momento dado, no es posible recuperar el delta. La
previsión del delta es de una mayor degradación y esto es algo
bastante elemental si se quitan esos 1.000 hectómetros cúbicos. Dudo
que se vayan a retirar.

Aquí se aprueba un plan hidrológico, el Gobierno lógicamente, tendrá
que aprobar el correspondiente trasvase de año en año. Esto es obvio.


Dudo que se vayan a trasvasar 1.000 hectómetros. Ya hubo otras
previsiones en el trasvase Tajo-Segura. Es verdad que las cosas se
pueden hacer mejor que en aquel momento, pero no se cumplieron las
previsiones. Es bueno decir esto del Tajo-Segura porque decir que ya
hay una solidaridad importante de áreas del interior de la península
hacia Levante como el trasvase Tajo-Segura, que plantea problemas a
los agricultores y a los usuarios de la cuenca del Tajo y que se
asumen, me parece muy bien;
sin embargo, teniendo en cuenta esto, dudo que se vaya a trasvasar
1.000 hectómetros cúbicos.

Si atendemos algunas de las hipótesis, las menos desfavorables de
cambio climático, nos podemos encontrar con 500 hectómetros, lo cual
disparará los costes; no los doblará, pero hacer una misma
infraestructura para conseguir llevar menos agua, va a incrementar el
coste. Habrá años que ni eso, al menos cada seis o siete años, ya que
según los ciclos existentes no se va a poder hacer. Indicar en esas
condiciones que ya ha dicho el ministro que va a hacer un estudio
sobre el delta del Ebro no nos parece algo serio.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, por su intervención señor Nieto
Sáinz. Muchas gracias, a los diputados y diputadas asistentes a esta
sesión y a los servicios de la Cámara.

Mañana abriremos con la primera comparecencia a las diez de la
mañana. Buenas noches.

Se levanta la sesión.




Eran las nueve y quince minutos de la noche.