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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 162, de 22/02/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 162



SANIDAD Y CONSUMO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FELICIANO BLÁZQUEZ SÁNCHEZ



Sesión núm. 9



celebrada el jueves, 22 de febrero de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia de la señora ministra de Sanidad y Consumo (Villalobos
Talero) para informar sobre:



- El conjunto de medidas adoptadas para la reducción de listas de
espera de cirugía y pruebas diagnósticas. A petición propia. (Número
de expediente 214/000032) . . . (Página 4656)



- Actuaciones en salud pública de todo tipo realizadas por el
Gobierno frente a los casos de «legionella» producidos en diversos
puntos del país. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida. (Número de expediente 213/000244) . . . href='#(Página4672)'>(Página 4672)



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Se abre la sesión a las cuatro y treinta y cinco minutos de la tarde.





COMPARECENCIA DE LA SEÑORA MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (VILLALOBOS
TALERO) PARA INFORMAR SOBRE:



- EL CONJUNTO DE MEDIDAS ADOPTADAS PARA LA REDUCCIÓN DE LISTAS DE
ESPERA DE CIRUGÍA Y PRUEBAS DIAGNÓSTICAS. A PETICIÓN PROPIA. (Número
de expediente 214/000032)



El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señorías. Damos comienzo a la
sesión de la Comisión de Sanidad y Consumo con la comparecencia de la
señora ministra. En primer lugar, comparecencia, a petición propia,
para explicar el conjunto de medidas adoptadas para la reducción de
listas de espera de cirugía y pruebas diagnósticas.

Cuando quiera, tiene la palabra.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Villalobos Talero): Buenas
tardes a todos, diputadas y diputados. Señorías, efectivamente
comparezco ante ustedes para informar sobre las medidas adoptadas
para la reducción de listas de espera en cirugía, consultas y pruebas
diagnósticas.

Como recordarán SS. SS., en mi comparecencia ante esta Comisión el
pasado 13 de junio, para explicar las líneas generales de la política
del Ministerio de Sanidad y Consumo, dije que íbamos a impulsar las
transferencias de las competencias correspondientes a la gestión de
la asistencia sanitaria a aquellas comunidades autónomas, 10 en
concreto, que aún no las tenían. El proceso de negociación está en
marcha, a buen ritmo, y creo que va por muy buen camino, de tal
suerte que el próximo año -desde luego el siguiente es seguro-,
cuando venga a esta Comisión a informar sobre el balance de lo
ocurrido el año anterior en materia de listas de espera, habrá
determinadas zonas sobre las que ya no tendré que informar porque
habrán dejado de pertenecer a lo que llamamos territorio Insalud.

Como ya ocurre hoy en siete comunidades, corresponderá a los
respectivos parlamentos autonómicos la responsabilidad de controlar
la gestión de las distintas consejerías de sanidad en esta materia,
pero hoy todavía el 39 por ciento de la población reside en
comunidades autónomas que no tienen transferidas las competencias de
gestión sanitaria. Corresponde al Insalud la asistencia sanitaria y,
por tanto, a esta ministra informar a SS. SS. del desarrollo de las
actuaciones y proyectos referidos a las listas de espera.

Señorías, lo he dicho ya muchas veces, pero no me cansaré de
repetirlo: en España disponemos de un buen sistema sanitario público.


Eso es lo que yo pienso
y lo que opina una gran mayoría de los españoles, como demuestran
las sistemáticas investigaciones sociológicas que se realizan cada
año a través de los barómetros sanitarios del Centro de
Investigaciones Sociológicas, pero también sabemos, por esas mismas
investigaciones, que los aspectos más negativos en la valoración de
los españoles son los concernientes a las listas de espera.

Como SS. SS. recordarán, yo tuve una rápida noticia -digo rápida
porque fue inmediatamente después de asumir las competencias y
responsabilidades de este Ministerio- de la alarma social creada por
las demoras de intervenciones de cirugía cardiaca. Creo que tuvimos
una adecuada reacción al problema, un plan de choque de tres meses,
de cuyos resultados informé a SS. SS. en mi comparecencia del mes de
octubre. Si bien es cierto que hay patologías que, por su gravedad,
precisan una atención prioritaria, no es menos cierto que los
ciudadanos no pueden entender que, aunque su proceso no revista
gravedad, tengan que pasar meses sin que se les atienda. Nunca
debemos olvidar que, detrás de las frías cifras de las listas de
espera, ya sean éstas de cirugía, de consultas o pruebas
diagnósticas, hay personas; que detrás de cada número hay un hombre
o una mujer repleto de incertidumbres sobre su salud e incluso sobre su
propia vida. Para reducir las listas de espera, la mejor solución es
aumentar la productividad del sistema, manteniendo siempre los
estándares de calidad. En este sentido, les informo que el número de
intervenciones programadas en el territorio Insalud durante el pasado
año fue de 796.233, frente a las 751.564 de 1999, es decir, se
hicieron 44.669 intervenciones programadas más, lo que representa un
incremento del 5,94 por ciento. Si manejamos otras ratios, podemos
decir que hemos pasado de 4,01 intervenciones quirúrgicas por
quirófano programadas y día hábil en 1999, a 4,06 en el año 2000 o
también que, de las 50,34 intervenciones quirúrgicas programadas por
cada 1.000 habitantes en el año 1999, hemos pasado a 52,44 por mil
habitantes en el año 2000. También han aumentado las intervenciones
quirúrgicas urgentes en relación con las realizadas en 1999,
concretamente en 4.859 casos, lo que representa un incremento del
3,27 por ciento. Por tanto, es evidente que en materia de
intervenciones quirúrgicas la productividad del sistema ha crecido
respecto al año anterior en niveles muy notables.

Otro punto necesario a señalar en esta comparecencia es lo que se
refiere a consultas externas y pruebas diagnósticas. En ese sentido
debo señalar a SS.SS. que se han atendido un total de 21.827.658
pacientes en consultas externas, habiéndose realizado, respecto al
año 1999, 284.557 consultas más, lo que supone un incremento del 1,32
por ciento. Asimismo, en pruebas diagnósticas de resonancia magnética,
TAC, ecografías y mamografías se han realizado un total de 2.461.504;
sólo en ecografías se han realizado, a lo largo del año 2000,



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1.246.224. Ahora bien, a 31 de diciembre del año 2000, un total de
158.228 pacientes tenían una indicación de intervención quirúrgica
desde el día cero de indicación, es decir en lista de espera, y de
ellos 2.826 presentan una espera superior a seis meses, estando la
demora media situada en 67 días. Pero hay tres hospitales que
prácticamente absorben el número de enfermos en lista de espera de
más de seis meses, los 2.826 de los que le hablaba: El hospital Doce
de Octubre, con 1.023; el hospital Marqués de Valdecilla, con 774, y
el hospital Valle del Nalón, con 404, que alcanzan un total de 2.201
pacientes en lista de espera de más de seis meses, lo que representa
un porcentaje del 78 por ciento del total de pacientes que esperan
cirugía durante más de seis meses. Tanto el hospital Doce de Octubre,
de Madrid, el hospital Marqués de Valdecilla, de Santander, y el
hospital Valle del Nalón están sufriendo obras de suma importancia,
lo que ha impedido que hayan podido situarse en los niveles de
productividad del resto de los hospitales, si descontamos los
pacientes de estos hospitales, que han tenido y tienen quirófano en
obras, habiéndose finalizado el año con 625 pacientes de más de seis
meses en lista de espera quirúrgica, que era el objetivo que nos
habíamos marcado para final de año. Una vez finalizadas estas obras,
se podrá contar con unos hospitales que den perfecta respuesta a las
necesidades asistenciales de la población que atienden.

Un dato importante a destacar, y que dio lugar a una comparecencia
monográfica, como he dicho antes, es la cirugía cardiovascular. La
demora media en esta cirugía es de 30 días, y sólo 28 enfermos
esperan más de dos meses, frente a los 602 que teníamos antes del
inicio del plan de choque. Es decir, no sólo funcionó el plan de
choque, sino que está funcionando bien el plan de mantenimiento. Las
intervenciones quirúrgicas han sido realizadas en un 84,4 por ciento
en hospitales propios, en jornada ordinaria; el 3,4 por ciento en
hospitales autoconcertados propios, en jornada de tarde; el 5,02 por
ciento en hospitales de apoyo propios del Insalud y el 6,7 por ciento
en centros concertados.

Analicemos ahora las demoras en pruebas diagnósticas. A 31 de
diciembre, para este tipo de pruebas, la demora media se sitúa en 29
días para ecografías; 50, para mamografías; 20, para TAC, y 57, para
resonancia magnética. La demora máxima se sitúa en 70, 54, 66 y 62
días respectivamente. La demora media global de primeras consultas en
las distintas especialidades ha sido de 28 días, presentándose las
demoras mayores en las siguientes especialidades: alergia, 42 días;
dermatología, 31 días; neurología, 43 días; reumatología, 42 días;
oftalmología, 41 días; ginecología, 45 días, y cirugía maxilofacial,
48 días. Considero importante destacar el esfuerzo que se ha
realizado en la especialidad de oncología, ya que en la actualidad,
los pacientes que acuden a ella no tienen una demora mayor de una
semana en su atención. En radioterapia existe una demora media de 19
días.

Se ha realizado un gran esfuerzo por parte de todos los que han
participado en esta gestión, a ellos se debe la mejora en la
situación y a ellos hay que reconocérselo. Ahora bien, los
ciudadanos, señorías, siguen percibiendo que existen demoras, y a
esto debemos dar una respuesta eficaz. Para ello se ha diseñado lo
que a partir de este momento voy a denominar programa Avance del
Insalud. Este programa se ha configurado para que alcance tres
objetivos: avanzar en la capacidad de elección del paciente, avanzar
en la consecución de los objetivos de reducción de demoras y avanzar
en la modernización de nuestras estructuras de funcionamiento
hospitalario. Nuestro fin último es conseguir un modelo con libertad
de elección, en el que ciudadanos más y mejor informados encuentren
niveles elevados de calidad en todas las dimensiones sanitarias,
acceso más rápido a los servicios elegidos y trato personalizado. Con
este programa no sólo se pretende mejorar la calidad del servicio
prestado al ciudadano, sino que, insisto, se quiere aumentar la
libertad de elección de los ciudadanos para recibir asistencia
sanitaria.

De igual manera, el programa Avance establece una serie de objetivos
a cumplir en lo que se refiere a listas de espera quirúrgicas, que
son los recogidos en el contrato de gestión de atención especializada
para el 2001: que la demora media, a 31 de diciembre de 2001, se
sitúe en 55 días; que la demora máxima durante todo el ejercicio para
el conjunto de las intervenciones sea de seis meses, con la excepción
de las intervenciones de cirugía cardiaca, cuya demora máxima será
tan sólo de dos meses. En cuanto a consultas externas, serán los
siguientes: que a 31 de diciembre de 2001 los pacientes remitidos por
primera vez a consultas externas de atención especializada,
procedentes bien de atención primaria o bien de la propia atención
especializada, sean citados en el plazo máximo de 60 días, y que la
demora media para ser atendido sea inferior o igual a 15 días y, lo
más importante, que estos objetivos se mantengan en el tiempo.

Asimismo, que las citas para las revisiones a las que tenga que
someterse el paciente como consecuencia de estas primeras consultas
sean siempre en los plazos adecuados al proceso clínico. En lo
referente a exploraciones diagnósticas, nuestro objetivo es llegar a
que la demora media para mamografía, TAC y resonancia magnética no
supere los 18 días, y para ecografías, los 20 días. En pacientes con
sospecha de patología maligna se establece en este programa que la
demora máxima para TAC, resonancia magnética y ecografía no supere
nunca los 20 días, para los tres procesos neoplásicos malignos de
mayor prevalencia en cada área sanitaria. Asimismo, en base al
programa que se presenta, la demora máxima para mamografía con
sospecha de patología maligna será de 15 días durante todo el año
2001. Pretendemos reafirmar la capacidad de elección de los pacientes
para que elijan el hospital



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para ser intervenidos quirúrgicamente en los siguientes procesos, que
son los más frecuentes en las listas de espera quirúrgicas. Me estoy
refiriendo, señorías, a cataratas, hernia inguinal, osteoartrosis y
enfermedades afines, prótesis de cadera y rodilla, varices, hallus
valgus, artroscopias, hernias abdominales, colelitiasis, síndrome del
túnel carpiano, trastornos sinobiales y del tendón, hiperplasia
prostática, extracción de amígdalas y adenoides.

La lista de hospitales y servicios elegidos por los ciudadanos
incluirán centros propios del Insalud y centros concertados, aunque
se dará preferencia a los centros propios, lo cual implicará que los
hospitales de apoyo tendrán que incrementar considerablemente su
actividad. De igual manera, cuando en el hospital del facultativo que
haya indicado la intervención quirúrgica se prevea que la misma no va
a ser realizada en el plazo de 120 días, desde el momento en que el
facultativo realice la solicitud de inclusión en lista de espera y el
paciente lo acepte, se le ofertará la posibilidad de ser derivado a
otro centro, preferiblemente propio, o concertado en segundo lugar.

Como es lógico, en el centro de derivación tendrá que ser intervenido
necesariamente en este período de tiempo. En este supuesto concreto
se le ofertarán al paciente dos posibilidades distintas de elección,
al menos una necesariamente en una provincia limítrofe dentro del
territorio Insalud. Si el paciente no acepta, y a los cuatro meses de
su inclusión en lista de espera no ha sido todavía intervenido, y se
prevé que no vaya a serlo dentro del plazo máximo de seis meses desde
su inclusión en la lista de espera, se le volverá a ofertar la
posibilidad de derivación. El programa recoge que la inclusión en el
catálogo de centros elegibles de los hospitales propios del Insalud
se hará de acuerdo con los siguientes requisitos: el carácter de
elegible irá asociado al servicio o especialidad, no al conjunto del
hospital; deberá haber acuerdo mayoritario del personal facultativo
de ese servicio; para poder recibir pacientes de otros hospitales, el
servicio deberá ser capaz de garantizar que opera a sus pacientes
propios del área sanitaria con los recursos que ya tenga asignados
y en un plazo máximo de 120 días. Una vez que el paciente formaliza la
elección, el centro elegido deberá comprometerse a intervenirlo en un
plazo máximo de 70 días. Las derivaciones se realizarán a través de
las direcciones provinciales del Insalud, que se responsabilizarán
del cumplimiento de los plazos de intervención cuando un paciente sea
derivado. Asimismo, se responsabilizarán de que no exista selección
adversa por parte de los mismos.

Además, en este programa, a nivel de nuestros hospitales, se
establecen una serie de actuaciones para reducir las demoras que son
principalmente las siguientes: Seguimiento estricto de la guía de
gestión de listas de espera quirúrgicas elaboradas por un grupo de
expertos del Insalud; incremento de la actividad; reducción de la
estancia media preoperatoria y postoperatoria;
incremento de la cirugía mayor ambulatoria; gestión de la
estancia media en los procesos quirúrgicos para aumentar la
eficiencia donde sea posible; mejora de la gestión de la demanda y
disminución de la viabilidad de la práctica médica, analizando el
resultado de indicaciones y actualizando de acuerdo con este análisis
y la evidencia científica los protocolos de indicación quirúrgica de
los procesos más prevalentes en lista de espera quirúrgica,
manteniendo los niveles de seguimiento de los protocolos elaborados
en colaboración con las sociedades científicas que en este momento
están por encima del 90 por ciento; establecimiento de objetivos
mensuales de situación de listas de esperas quirúrgicas, calculados a
partir de la previsión de entradas mensuales, exigencias de un
cumplimiento superior al 90 por ciento de los objetivos mensuales, de
situación, en lista de espera quirúrgica de cada hospital. De igual
manera, se reordena la actividad fuera de la jornada ordinaria y se
seguirá operando por las tardes en la mayoría de nuestros hospitales.


Para conseguir los objetivos de reducción de demora de consultas
externas, hay previstas las siguientes actuaciones estructurales:
Aumentar un 2,5 por ciento la actividad de primeras consultas en el
global del sistema del Insalud; mantener y reducir cuando sea
clínicamente posible el índice de consultas sucesivas sobre las
primeras consultas; seguimiento estricto de la guía de gestión de
consultas externas, recientemente elaborado por un grupo de expertos
del Insalud; aumentar el grado de resolución ambulatoria, tanto en
atención primaria como de la propia atención especializada,
continuando con la protocolización de la derivación a consultas
externas, evaluando el grado de cumplimiento de dichos protocolos y
del porcentaje de altas en consultas; fijación de pactos, consumo,
demora, realistas y posibilistas, entre atención primaria y atención
especializada; el estrecho seguimiento de las mismas por ambas
gerencias y el seguimiento del mutuo cumplimiento de las mismas por
las direcciones provinciales del Insalud, y para facilitar esto se
seguirán protocolizando las derivaciones a consultas y se realizará
una evaluación continuada de la adecuación de las mismas. Se
incrementará el porcentaje de agendas de consultas informatizadas
para tener automatizada la cita y la captura de actividad. Además se
prevén actuaciones como en las listas de espera quirúrgicas, para
disminuir la variabilidad de la práctica clínica, tal como el
establecimiento de protocolos entre atención primaria y atención
especializada. Se establecerá un sistema de alarmas de los resultados
de explotaciones complementarias solicitadas en la primera consulta
por si fuera preciso adelantar la cita de la revisión.

El estudio preoperatorio de pacientes programados se realizará
ambulatoriamente y con el modelo de alta resolución. Los estudios
ecográficos tocoginecológicos se tenderán a realizar en la misma cita
de consulta enaquellos servicios de tocoginecología que incluyan este



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procedimiento en su cartera de servicios. Se dimensionarán las
agendas y se iniciarán actuaciones de gestión por procesos de manera
coordinada entre la atención primaria y la atención especializada, y
se continuará realizando la actividad de tardes de la misma manera
que la referida al señalar las actuaciones sobre la lista de espera
quirúrgica. También, señorías, habrá actuaciones para disminuir la
variabilidad de la práctica clínica, se redimensionarán las agendas
allí donde sea preciso y se elaborará en colaboración con la Sociedad
Española de Radiología una guía de diagnóstico por imagen, así como
la informatización de las agendas de los servicios de diagnóstico por
imagen. Se profundizará en todas las actividades recogidas en el Plan
integral de atención a la mujer, incidiendo de manera especial en las
exploraciones mamográficas dentro del grupo de edad recogido en el
Plan, para lo cual seguiremos realizando actuaciones conjuntas con la
Asociación Española contra el Cáncer y con las comunidades autónomas.


Será preciso recurrir, como ya se viene haciendo, a actividades
concertadas de acuerdo con los contratos marco publicados por el
Insalud.

Para finalizar, señorías, quiero incidir en lo mismo que ya he
señalado en esta Cámara con motivo de otras comparecencias. Debemos
dar debida respuesta a la fidelidad demostrada al sistema público de
salud por los ciudadanos. Nos enfrentamos a un tema complejo.

Aspiramos a mejoras continuadas y progresivas, aunque debemos
establecer prioridades en función de la gravedad de las patologías.

Será difícil llegar a unos niveles óptimos de satisfacción en esta
materia pero debemos de luchar porque sea óptimo el tiempo de
respuesta a cada patología en función de la gravedad.

Muchísimas gracias, señorías.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora ministra. ¿Grupos que
desean intervenir? (Pausa.)
Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora
Valentín.




La señora VALENTÍN NAVARRO: Gracias, señora ministra, por comparecer
en la Comisión de Sanidad a explicarnos la situación de las listas de
espera de cirugía, consultas externas y pruebas diagnósticas, tal
como quedó en la Comisión de Sanidad, que se celebró en el mes de
octubre del año 2000.

Antes de entrar en materia, me gustaría hacer una consideración
previa. Desde el mes de mayo del año pasado, el Grupo Socialista
viene pidiendo al Gobierno, al Ministerio de Sanidad, al Insalud,
datos de listas de espera de cirugía, de pruebas diagnósticas, de
consultas externas, por comunidades autónomas y por hospitales. Es
cierto que en el mes de julio, exactamente el día 14 de julio, nos
llegó la información pedida referida 31 de mayo del año 2000, pero a
partir de ese mes no hemos vuelto a tener información de su
Ministerio, del Gobierno de la nación con respecto a las personas
que están esperando para ser operadas, para que las vea un
especialista o para que les hagan una prueba diagnóstica, y no
solamente del número de personas sino, lo que más nos preocupa, de
los tiempos reales que esas personas tienen que esperar para
solucionar su problema de salud. Señora ministra, la contestación
para no mandarnos la información es la siguiente: Dada la complejidad
de la recogida de información y al no encontrarse actualmente
totalmente informatizada la gestión de las listas de espera, sería
prematuro adelantar datos fundamentalmente en la distribución de
pacientes por tramos de espera. Los datos referidos al 31 de mayo, sí
nos los enviaron, y no tenían el sistema totalmente informatizado ni
terminado. Usted nos acaba de exponer unos datos que con
independencia de la veracidad o no de los mismos usted los tiene, por
lo que me gustaría que nos explicara por qué el Ministerio de Sanidad
se niega a dar datos al Parlamento sobre personas que están en lista
de espera y tiempos que esperan para hacer cualquier prueba,
intervención quirúrgica o consulta externa.

En segundo lugar, me gustaría, señora ministra, reafirmar la postura
del Grupo Socialista, que creo que nadie puede tener dudas de ella,
de la bondad y del apoyo al sistema sanitario público derivado de la
Ley General de Sanidad. Compartimos, señora ministra, y me alegro
además que usted se reafirme en la misma posición: que tenemos uno de
los mejores sistemas sanitarios. Pero cuando hay alguna deficiencia,
cuando existe alguna cosa que funciona mal, sobre todo para los
ciudadanos, habrá que poner los medios precisos para corregirlos. Si
estamos hablando en estos momentos de listas de espera, señora
ministra, es precisamente porque nos preocupan aquellos ciudadanos
que están esperando excesivo tiempo para solucionar su problema de
salud y la permanencia prolongada en la lista de espera produce
efectos negativos para los ciudadanos, para los familiares e incluso
para el propio sistema sanitario. La ansiedad y el malestar que causa
a las personas que no conocen, ni tienen posibilidades en muchos
casos de conocer, cuándo pueden ser atendidos, tiene que evitarse,
pero las repercusiones que para el sistema sanitario público tienen
las demoras excesivas incrementan los costes, porque muchas veces los
tratamientos, cuando una persona lleva ya excesivo tiempo esperando,
son más complicados o las intervenciones son más complejas. En el
Grupo Socialista nos importa sobre todo que los tiempos de espera se
reduzcan sustancialmente, que el número de personas en listas de
espera sea el menor posible, pero sobre todo que los tiempos de
espera se reduzcan de manera sustancial.




Señora ministra, hay muchas interpretaciones con respecto a cuál es
el tiempo real que en este momento hombres y mujeres de este país
tienen que estar esperando para ser atendidos en el sistema sanitario
y cuál sería el tiempo aceptable para cada una de las patologías



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sin tener que sufrir esas demoras excesivas. En Inglaterra publicaban
un reciente trabajo sobre la demora media hasta la primera visita de
las pacientes que eran remitidas de forma urgente por sospecha de
cáncer de mama, y la cifraban en nueve días; en nuestro país un
reciente estudio realizado en ocho hospitales de Asturias ponía en
evidencia que un 25 por ciento de las mujeres con cáncer de mama
habían esperado más de seis meses para el diagnóstico. Esto es
absolutamente inaceptable si queremos que la prevención, en este caso
del cáncer de mama, sea una realidad. Con lo cual hay que dar
soluciones, señora ministra, y las tiene que dar usted, porque le
recuerdo que en el ámbito del Insalud usted es la responsable de la
asistencia sanitaria de las personas que todavía dependen del
Ministerio de Sanidad.

Antes de dar soluciones hay que conocer en qué situación real nos
encontramos; antes de dar soluciones tenemos que saber cuál es el
compromiso político del Gobierno de la nación con respecto a los
recursos que está dispuesto a poner sobre la mesa para invertir en
sanidad, hay que aprovechar de una manera más eficiente los recursos
para que los ciudadanos se sientan más protegidos, y ustedes, de
momento, ni dan información al Parlamento, ni dan información a las
comunidades autónomas, ni han explicado qué recursos piensan poner
sobre la mesa de forma adicional para poner en marcha estos servicios
de refuerzo. Señora ministra, la verdad es que me da la sensación de
que lo único que hace usted es venir a explicarnos la diferencia
entre el ser y el deber ser. Yo le voy a hablar del ser, porque usted
nos ha hablado del deber ser.

Cuando escucho lo que usted nos comenta, cuando recuerdo lo que el
anterior ministro de Sanidad permanentemente explicaba a bombo y
platillo sobre la reducción drástica de las listas de espera y veo
los datos reales de lo que está ocurriendo, lo único que se me ocurre
es que todos sus esfuerzos los dedican a inventar cómo maquillar las
listas de espera.

Al final de la legislatura pasada habían establecido ustedes el
objetivo -que, por cierto, vuelve a aparecer otra vez este año en los
Presupuestos Generales del Estado- de fijar el tiempo máximo para
intervenciones quirúrgicas en seis meses. Ese es un objetivo
institucional, lo establecieron también durante la legislatura pasada
y además exactamente con el mismo plazo, pero para lograr este
objetivo institucional pusieron ustedes en marcha el sistema de que
cuando una persona entre en lista de espera es porque otro ha salido
previamente, es decir, el mismo sistema que cuando entramos a un
parking y está completo, entra uno cuando sale otro; y además con las
recomendaciones de que los pacientes que fueran revisados en consulta
no fueran incluidos de forma inmediata en las listas de espera
quirúrgica, para que el cuadre a 31 de diciembre, desde el punto de
vista de la estadística, les resultara favorable. No contentos con
eso, y para enrevesar un poco más, introducen ustedes
otro indicador estadístico que me gustaría que nos explicara,
señora ministra; el tiempo de demora medio en comparación con el
tiempo de espera media. Sinceramente, señora ministra, le pido que
nos explique la diferencia que existe entre estos indicadores que
ustedes pusieron en marcha para establecer el cómputo de las listas
de espera.

Señora ministra, a partir del verano del año pasado, cuando le
estalló en las manos el tema de las listas de espera de cirugía
cardíaca, se constituyeron varios grupos de trabajo en el propio
Ministerio para establecer los sistemas de información, de listas de
espera, para homogeneizar los criterios, para estudiar qué cantidad
de dinero era necesario implementar en las comunidades autónomas para
poder hacer frente a uno de los mayores problemas del Sistema
Nacional de Salud y, a pesar de que estos grupos de trabajo están
trabajando y están haciendo propuestas, no sabemos todavía qué
medidas se han tomado desde el Ministerio con respecto a este tipo de
recomendaciones.




El señor PRESIDENTE: Señora Valentín, le ruego vaya concluyendo.




La señora VALENTÍN NAVARRO: Señor presidente, si después de estar
esperando cuatro meses para poder hablar en el Parlamento de listas
de espera nos limita tanto el tiempo...




El señor PRESIDENTE: Señora Valentín, yo no limito el tiempo. Usted
ha consumido exactamente el 50 por ciento más del tiempo que le
corresponde según el Reglamento de la Cámara. Este presidente no ha
hecho el Reglamento. Yo le he pedido a usted con buenas formas que
vaya concluyendo. Le ruego que vaya concluyendo.




La señora VALENTÍN NAVARRO: Voy a ir concluyendo, señor presidente.

Le voy a hablar de lo que es el ser y de lo que es la realidad de los
pacientes que están en listas de espera, en contraposición con el
cuento de la lechera que nos ha contado la señora ministra. Por
ejemplo, datos del día 15 de febrero del año 2001: alergología, área
de salud de Toledo, tiempo de espera mínima, un año; ginecología, no
se cita, porque está la agenda cerrada. También me gustaría que nos
explicara la señora ministra qué es eso de que está cerrada la
agenda. Prefiero la transparencia absoluta, que la gente sepa que
tiene que estar esperando un año o año y medio antes de que desde el
servicio público sanitario le digan a una persona que está cerrada la
agenda y que vuelva a llamar dentro de cuatro años. Con respecto a
las pruebas que usted comentaba, señora ministra, las ecografías,
once y doce meses de espera para hacerse una prueba de una ecografía,
datos del día 15 de febrero de 2001; y en Castilla-La Mancha, señora
ministra, en los últimosseis meses del año 2000 se ha incrementado en
un 40



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por ciento la lista de espera de más de tres meses. A mí me gustaría
que también nos explicara la señora ministra el porqué están
ocurriendo estas cosas y, sobre todo, qué medios se van a poner desde
el Ministerio de Sanidad para no seguir engañando a los ciudadanos;
para que las listas de espera sean absolutamente transparentes; para
que la señora ministra nos informe de forma detallada de cuántos
conciertos se han hecho con clínicas privadas para sacar adelante las
listas de espera; qué coste ha supuesto ese tipo de conciertos;
cuántos quirófanos se han abierto por la tarde en los hospitales del
Insalud; cuántas unidades de cirugía ambulatoria se han puesto en
marcha de un año a esta parte; y, sobre todo, cuando nos dé los datos
y las cifras a que usted hacía referencia, nos gustaría que fuera por
grupos de diagnóstico relacionados, porque no se puede meter en el
mismo saco una operación de cirugía que una de un juanete, hay mucha
diferencia, señora ministra, sobre todo no porque nos interesen, que
también nos interesan, sino porque los ciudadanos tienen que tener
absoluta transparencia de lo que está ocurriendo con las listas de
espera y qué medios se están poniendo en marcha para solucionar este
gravísimo problema que tiene nuestro Sistema Nacional de Salud.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida, tiene la palabra la señora Castro.




La señora CASTRO FONSECA: Bienvenida, ministra, y gracias por su
comparecencia.

Esto de las listas de espera es como un cuento que me contaba mi
madre de pequeña: ¿quieres que te cuente el cuento de las medias
azules? Sí. ¿De verdad quieres que te cuente el cuento de las medidas
azules? Así se pasaba mi mamá media hora entreteniéndome.

Sinceramente, creo que tenemos que ser más serios y más rigurosos
todos, porque éste es un problema grave que afecta al conjunto de los
españoles.

Las listas de espera del sistema sanitario público para recibir
atención sanitaria son múltiples y variadas, y como el Gobierno del
PP se pasa la vida diciendo que la oposición sólo hace demagogia y no
trabaja, hoy me he esforzado en ser muy rigurosa y voy a intentar
dejar claro que, efectivamente, hay fraude cuando se habla de listas
de espera, no sé si intencionado o por otras causas, pero lo hay.

Existen las listas de espera como manifestación normal, es decir,
estar en lista de espera para recibir asistencia sanitaria puede ser
algo positivo, ya que supone de hecho el reconocimiento de un
derecho, que es el derecho a recibir asistencia. Hay, pues, espera
para recibir asistencia sanitaria. En ciertas parcelas asistenciales
las listas de espera pueden ser normales y hasta deseables, desde un
punto de vista de racionalidad económica de lo que es el sistema
sanitario público. Son listas de espera, por tanto, que se producen
por problemas previsibles y no urgentes, que
precisan algún tipo de intervención sanitaria que se puede demorar un
tiempo razonable sin hacer sufrir al afectado ni reducir de forma
importante su libertad. Entrarían en este grupo exploraciones,
intervenciones sanitarias que se hacen para controlar un proceso
crónico o para corregir un problema de salud, cuyo tratamiento se
puede demorar semanas o incluso meses. Estarían aquí, por tanto, las
intervenciones por cataratas, hernias, juanetes, defectos estéticos,
etcétera, y ciertas exploraciones de control de un proceso que no
requiere acciones o intervenciones posteriores esenciales. Sin
embargo, hay otras listas de espera que son el reflejo o la expresión
de una insuficiencia. Señora ministra, cosa distinta son las listas
de espera para solucionar problemas inaplazables, tumorales,
problemas quirúrgicos con riesgo para el enfermo durante la demora,
métodos diagnósticos por presunción tumoral, etcétera. Estas listas
de espera suponen un riesgo para el enfermo y su demora, además,
produce intranquilidad y falta de confianza en el sistema sanitario
público, y hablando de confianza, como parece que cada vez que se
hacen unas críticas al Gobierno hay que dejar claro que estamos a
favor del sistema sanitario público, pues el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida también quiere dejarlo claro para que
conste en acta. Estas segundas son listas de espera inaceptables,
y no se pueden meter en el mismo saco que las listas de espera por
enfermedades programadas. Había también un cuarto tipo de listas de
espera, en las que entrarían aquellas especialidades y medidas
diagnósticas y terapéuticas que no responden tampoco a una necesidad
de detección urgente, pero que sin embargo es aconsejable prestar en
un tiempo determinado porque posponerlas supone aumentar el riesgo
del paciente. Aquí podríamos hablar de ciertos tipos de screenings,
muchas intervenciones quirúrgicas cuya demora suponen un deterioro
importante.

En los medios informativos, desgraciadamente, tal vez por un reflejo
de la deformación del Parlamento, se habla de listas de espera en
general, como una especie de cajón de sastre en el que entran los
cuatro tipos de problemas que yo he singularizado, utilizando una
nomenclatura común, situación que favorece el confusionismo
y permite, por un lado, a los representantes de la Administración
ocultar problemas de salud debidos a la insuficiencia de
infraestructuras y, por otro, que el tema sea utilizado por distintos
sectores de la población o políticos contra el Gobierno de turno,
creando intranquilidad y nuevamente desconfianza hacia el sistema.

Cuando el Ministerio que usted dirige y el Insalud hablan de listas
de espera en general, se refieren a la cirugía de procesos no
urgentes. Con ello, obviamente, están ocultando las otras listas de
espera, ésas que tienen procesos, desde el punto de vista de esta
diputada, inaplazables.

Otra de las listas de espera de la que habla la opinión pública es la
de cirugía vascular, señora ministra, que



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no ha sido cuantificada por la sociedad científica correspondiente,
pero sí se han puesto sobre la mesa algunos problemas derivados de
esta lista, como son la gran desigualdad de recursos para operar a
este tipo de enfermos en las distintas comunidades autónomas.

Pongamos por caso el País Vasco, donde hay 7 camas por 100.000
habitantes, frente a comunidades como el País ValenÁiá, donde
solamente disponemos de 1,1 camas por cada 100.000 habitantes.

Por último, hay listas de espera que ni siquiera salen en los medios
informativos, pero que contienen a gran cantidad de pacientes con
demoras importantes. Voy a hablar ligeramente de algunas de estas
listas de espera que son las invisibles, como el trabajo de las
mujeres: listas de espera para estudio y tratamiento de esterilidad,
con pacientes que esperan años, señora ministra, para conseguir ser
atendidos en la sanidad pública, por lo que un porcentaje mayoritario
de estos enfermos desesperados acaban recurriendo como único recurso
a la medicina privada. Listas de espera para el estudio de alergias,
que en los hospitales del Insalud se atienden con medios
insuficientes y con demora de años, señora ministra, y que también en
muchísimas ocasiones el propio Insalud termina derivando a centros
privados, no siempre con todas las garantías de calidad que deben ser
exigibles para ese tipo de derivaciones. Listas de espera para
realizar estudios diagnósticos para descartar cáncer de mama, cáncer
de cuello uterino. Listas de espera para realizar estudios
radiodiagnósticos, como RMN, tac helicoidal, etcétera. Listas de
espera para tratamiento de fracturas de cadera en mayores, en gran
parte motivadas por la carestía de las prótesis. Listas de espera
para acudir a ciertos especialistas en la primera visita, como
alergólogos, especialistas de otorrinolaringología, oftalmólogos,
endocrinólogos, etcétera.

La causa fundamental de las excesivas listas de espera es, como usted
bien sabe, la insuficiencia de recursos. Es decir, o bien menor
número de camas o de especialistas. España, señora ministra, volvemos
a repetirlo una vez más, es el país con menor número de camas de la
Unión Europea: 4 camas por mil habitantes según las últimas
estadísticas, frente a 9,6 por mil en Alemania, 8,7 por mil en
Francia, 6 por mil en Italia, 11,2 por mil en Holanda ó 4,6 por mil
en Gran Bretaña. Y eso se traduce necesariamente en un menor número
de enfermos ingresados por cien habitantes/año, lo que genera
necesariamente que las listas de espera se engrosen en estos países
en donde hay enfermedades y condiciones de salud similares. Como no
se puede demorar el ingreso de los enfermos que proceden de las
urgencias, una parte importante de las camas ocupadas en los
hospitales de la sanidad pública de este país lo están por enfermos
de urgencia. En muchos hospitales españoles el porcentaje de
intervenciones quirúrgicas urgentes sobre el total de intervenciones
es superior al 50 por ciento, lo cual es una clara manifestación,
señora ministra, de la insuficiencia de recursos. En la mayor parte
de los
hospitales españoles las camas se ocupan con frecuencia por encima
del cien por cien, y luego quedan camas en los pasillos, lo que hace
que muchos enfermos programados no puedan ingresar en el momento
deseable. Esto se lo explicaba yo a usted incluso en una conversación
privada que tuvimos. Además, este caso, cuatro camas por mil
habitantes, se refiere a camas totales, que contabilizan en 1998
166.276, según el catálogo de hospitales, pero las camas propias del
Insalud y del sistema de Seguridad Social son muchas menos, 54.949 en
1998, que sumadas a las demás camas públicas dan un total de 108.098
camas, lo que supone un índice de 2,7 camas por mil habitantes.

Existe además una irregular distribución de las mismas en las
comunidades autónomas. Así, hay comunidades autónomas con cuatro
camas públicas por mil habitantes, como Cantabria, y otras como
Cataluña con 2,1 camas públicas por mil habitantes, estando por
debajo de la media comunidades como Andalucía, Murcia, País Valenciá
y Cataluña. Además, tal como ha denunciado la propia Sociedad
Española de Cirugía Vascular, existe una irregular distribución de
camas para determinadas especialidades y de especialistas también
entre las distintas comunidades autónomas, tanto para cirugía
vascular como para otras muchas, lo que contribuye, obviamente, a
generar listas de espera y sin duda, señora ministra, hay que decir
alto y claro que la gestión descentralizada sin la contraprestación
de la participación de los usuarios en órganos de control de la
gestión está colaborando -además de una financiación que no garantiza
la solidaridad territorial- y mucho a aumentar la falta de equidad a
la hora de que los ciudadanos accedan a los recursos públicos.

Lo que se dice para camas, señora ministra, vale para todo, también
vale para instrumentos de alta tecnología, como los TAC helicoidales,
la resonancia magnética nuclear o las gammacámaras, las salas de
hemodinámica, las bombas de cobalto, aparatos de litotricia,
halógrafos digitales o aceleradores de partículas, existiendo en
todos ellos una gran variedad en su distribución dependiendo de qué
comunidad autónoma estemos hablando.

Por último, hay problemas de gestión ya que faltan camas de UCI o de
reanimación, lo que impide, obviamente, una mayor utilización de los
quirófanos; hay especialistas que rinden por debajo de lo normal para
engordar peonadas o para pasar enfermos a la consulta privada,
etcétera, y esto, señora ministra, con el consentimiento de gerentes
y directores médicos.

Creo que ha llegado el momento de que dejemos de hacer utilización de
las listas de espera -digo utilización política inadecuada o
incorrecta-, porque el Gobierno del Partido Popular, señora ministra,
está utilizando el tema de las listas de espera como elemento de
propaganda de buena gestión, anunciando periódicamente la reducción
de las listas sobre períodos precedentes. En el momento actual el
Partido Popular hace



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publicaciones periódicas gratuitas, Noticias Insalud concretamente,
que distribuye entre los enfermos, que anuncian reducciones
constantes de las listas de espera y que comparan reiteradamente con
el año 1996 -el año en que ustedes llegaron al Gobierno- para tratar
de contraponer una mejor gestión del PP a la del Gobierno anterior
que era el socialista. En tales publicaciones, señora ministra, se
habla sólo de listas de espera de cirugía programada, de listas de
espera de consulta de especialista y del rendimiento del programa de
cirugía mayor ambulatoria. El tratamiento general que dan ustedes al
tema de las listas de espera es el de siempre: maquillar el problema
existente omitiendo la variedad de listas de espera -que traté con
mayor o menor fortuna de explicar aquí- por problemas urgentes, no
citando las muertes de pacientes en lista de espera y utilizando
términos engañosos. Así, por ejemplo, el Insalud habla de demora
media para cada lista de espera...




El señor PRESIDENTE: Señora Castro, le ruego vaya concluyendo.




La señora CASTRO FONSECA: Señor presidente, voy a sintetizar lo más
posible y voy a tratar de acabar inmediatamente, pero este tema
particularmente creo que es importante que quede claro.

El Insalud habla siempre de demora media para cada lista de espera,
en vez de hablar de la media de días de espera para ser atendido en
cada lista. Para calcular la demora media el Insalud hace la media de
días de espera que llevan todos los enfermos de una lista el último
día de cada mes. Con esta técnica hace una media entre el enfermo que
se apuntó el día antes -es decir, que lleva un día nada más en lista
de espera- y el que se va a operar al día siguiente, que lleva varios
meses esperando, con lo cual reduce casi los días totales de espera a
la mitad aproximadamente, engañando de una manera clara a la opinión
pública.

Por tanto, señora ministra, para reducir las listas de espera el
Partido Popular sigue recurriendo, como siempre, a los conciertos con
clínicas privadas y a las peonadas, con programas especiales y
medidas puntuales que se ponen en marcha únicamente cuando surgen
escándalos, cuando hay alarma social o cuando se acercan las
elecciones, en lugar de tratar de hacer lo que hay que hacer, que es
adecuar los recursos propios a la demanda. Por eso, desde el Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida le queremos pedir que
escuche con atención algunas de las propuestas que hemos venido
haciendo sin éxito en la Cámara, pero que tenemos la valentía de
volver a plantear hoy aquí. Porque, mire usted, eso de que a la olla
de San Francisco lo mismo le da cuatro que cinco es mentira, tiene
que haber olla y tiene que haber algo que poner en ella, y para que
esto se resuelva tenemos que aumentar la dotación de camas de agudos
para conseguir que en cada hospital al menos
el 50 por ciento de las intervenciones sean programadas, que ya va
siendo hora.

Demandamos -y debe demandar usted también- el aumento de dotación de
camas de crónicos con el fin de que los enfermos con problemas
crónicos puedan ser hospitalizados y no se deriven de una manera
inexorable a sus domicilios. Es decir, un hospital para crónicos tal
vez en cada área sanitaria sería la propuesta que convendría
estudiar. Hay que exigir medidas para mejorar la gestión de los
centros, señora ministra. Hay que estudiar las especialidades en las
que existen más listas de espera y aumentar las infraestructuras de
estos servicios. Hay que utilizar por la tarde de todos los recursos
propios -y por la noche, si fuera preciso-, hablo de quirófanos, de
escáner, de RMN, y hay, naturalmente, que aumentar también los
recursos humanos, señora ministra, es decir, hay que dotar de
personal específico para la tarde y para la noche si fuera preciso.

Hay que estudiar también la capacidad de los servicios embudo como
las UCI, reanimación, etcétera, ajustándolos a las demandas
verdaderas de los servicios quirúrgicos. Hay que demandar información
pormenorizada de las listas de espera por servicios y patologías,
aparatos de alta tecnología, exigiendo términos claros que definan el
número -termino, señor presidente, le estoy viendo aunque soy miope-
(Risas.) de días que tendrá que esperar el enfermo desde que se
apunta hasta que se le atiende. Hay que exigir listas diferenciadas
para problemas urgentes o de urgencia relativa y listas de espera
para problemas programados y no urgentes exigiendo que el
especialista, al enviar al enfermo a una lista de espera, defina
claramente ya en la consulta el grado de espera que va a poder
soportar o que va a tener que soportar el paciente. Hay que crear
comisiones de seguimiento de las listas de espera en las cuales
exigimos que participen los sindicatos, los profesionales y los
usuarios. Hay que demandar la obligación de la Administración
sanitaria de informar periódicamente a los representantes
institucionales -Parlamento, parlamentos autonómicos, ayuntamientos,
Defensor del Pueblo, etcétera- de cuál es la situación que padecemos
en materia de listas de espera. Hay que poner en marcha los consejos
de salud que establece la Ley General de Sanidad en cada área
sanitaria para hacer el seguimiento de las listas de espera, y aunque
me quede sola defendiendo la Ley de Sanidad, que no he sido yo
precisamente la que la propuso en este Parlamento, lo voy a hacer
toda la vida. Hay una exigencia más de la Ley General de Sanidad, que
le vengo reiterando a usted en todas sus comparecencias: es preciso
y urgente que se ponga en marcha y se apruebe el plan integrado de
salud que establece la Ley General de Sanidad, en el que se
planifiquen de una vez las necesidades de infraestructuras a partir
de indicadores como el de las listas de espera, buscando soluciones
definitivas y no coyunturales. Por cierto, hay que exigir a los
profesionales dedicación exclusiva como forma



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de evitar el bajo rendimiento en determinados servicios, desde los
que se derivan enfermos al sector concertado y hacia peonadas.

Espero y deseo que haya entendido usted el espíritu constructivo de
mi intervención, por otra parte a mucha velocidad dada la premura que
hay por los tiempos parlamentarios, y desde luego, señora ministra,
espero y deseo que tome nota de las cuestiones que preocupan a la
oposición, porque no es de recibo que estemos haciendo comparecer a
la ministra constantemente para este problema y que salgamos de aquí
una y otra vez sin ninguna esperanza. Es decir, que creo que no se
puede seguir dándole vueltas al tema si no se aumentan los recursos,
tanto materiales como humanos, y esto, señora ministra, depende
fundamentalmente de usted y de su Gobierno y para eso cuenta usted
con el apoyo del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Convergència i
Unió, tiene la palabra el señor Martí.




El señor MARTÍ I GALBIS: Señora ministra, señorías, en primer lugar,
quiero agradecer a la señora ministra, en nombre del Grupo
Parlamentario Catalán, su presencia en esta Comisión y también la
información que nos ha facilitado en relación a las medidas que viene
adoptando el Ministerio estos últimos meses al objeto de reducir las
listas de espera de cirugía y pruebas diagnósticas.

Quiero empezar mi breve intervención -y digo breve porque seguro que
el presidente no me va a llamar la atención, o al menos espero que no
me haga ninguna seña- diciendo que aunque las listas de espera
representan un fenómeno inherente y consustancial, como todas SS.SS.

saben, a todos los sistemas sanitarios públicos que son de cobertura
universal, la verdad es que en ocasiones, y todavía hoy, la demora
para intervenciones y tratamientos de determinadas patologías
continúa excediendo el tiempo que podríamos considerar como asumible
o razonable. Es por ello que cualquier iniciativa que se lleve a cabo
para paliar esta situación, para minimizar los aspectos negativos de
estas esperas como las que ha relacionado la señora ministra,
creemos, desde nuestro grupo parlamentario, que deben ser aplaudidas
y apoyadas. Digo todas las medidas, porque aunque no se consigan los
objetivos que se han marcado seguro que algún beneficio van a
conllevar. En consecuencia, y al ser una problemática universal,
deberíamos intentar evitar entre todos en la medida de lo posible
hacer concesiones a planteamientos demagógicos u oportunistas porque
nos afecta a todos y a todas las administraciones sanitarias sean de
ámbito estatal, como el Insalud, o las comunidades autónomas que
tienen la sanidad transferida, por tanto cualquier administración del
color político que sea.

Señora ministra, las cifras que nos ha dado confirman el incremento
de la demanda asistencial que se produce año tras año tanto en
nuestro país como en los países de nuestro entorno, y más allá de las
mejoras de gestión que se deben implementar al objeto de reducir las
listas de espera se pone en evidencia la necesidad de incrementar los
recursos. A ello han hecho referencia los portavoces de otros grupos
parlamentarios, que se referían a la necesidad de incrementar
recursos materiales y humanos; pero como SS.SS. podrán imaginar yo
voy a centrar mi breve intervención en los recursos económicos.

En cualquier caso, señora ministra, lo cierto es que al margen de las
cuestiones técnicas, organizativas o de gestión que usted ha
planteado para paliar la problemática que nos ocupa, un aspecto
crucial es poner énfasis especial en los recursos económicos y
presupuestarios. Se deben destinar más recursos porque si no nos
estaremos engañando entre todos; nos engañaremos a nosotros mismos y
estaremos engañando a los profesionales sanitarios, a los gestores
del sistema y en definitiva estaremos engañando a los usuarios y
ciudadanos de nuestro país. Ya sé, señora ministra, señorías, que es
una canción recurrente, y lo acepto; pero es la realidad, es lo que
hay y por tanto nuestro deber no voy a decir que sea denunciarlo pero
sí pedir esos recursos, y el deber de los gobiernos, en este caso del
Gobierno del Estado y de su Ministerio, es poner ese dinero en el
sistema. Esto, señora ministra, en mi opinión y la de mi grupo
parlamentario no se ha hecho en la medida que lo exigen las
circunstancias o al menos no nos consta por la información de que
disponemos más allá de las cifras y datos que nos ha facilitado hasta
ahora en su comparecencia. Como todos saben, las comunidades
autónomas con la sanidad transferida han puesto en marcha en los
últimos meses diferentes planes y programas para la reducción de las
listas de espera. En concreto Cataluña, mi comunidad ha destinado en
el año 2000, como sabe la señora ministra, unos 3.000 millones de
pesetas del presupuesto de la Generalitat a un plan de choque contra
las listas de espera quirúrgicas, así como un plan especial para la
cirugía cardiaca. Este año el Gobierno de Cataluña va a seguir
realizando un importante esfuerzo, como el resto de gobiernos de las
comunidades autónomas con la sanidad transferida. Gracias a estas
medidas se han conseguido reducir al menos en parte los tiempos de
demora, y es compromiso del Gobierno de la Generalitat que en el
plazo de dos años se garantice que la espera máxima para las
intervenciones quirúrgicas de las patologías más prevalentes sea
inferior a seis meses.

Pero no he venido aquí para explicar lo bien o mal que lo hacemos en
unas comunidades autónomas y en otras. He puesto este ejemplo
concreto para hacer hincapié en un problema político de fondo que
tiene otros frentes, algunos de ellos alejados del ámbito sanitario,
otros no tanto. Pondré a continuación dos ejemplos



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puntuales: que los ciudadanos de una comunidad autónoma deban
financiar de su bolsillo, del presupuesto de su comunidad autónoma,
determinadas infraestructuras ferroviarias, o que las instituciones
de una comunidad autónoma deban financiar con sus propios recursos la
asistencia sanitaria y social de colectivos de inmigrantes en
situación irregular, son dos ejemplos que nos llevan a lo mismo, a
reconocer que faltan recursos en el sistema. Al final estamos
hablando de un trato económico y fiscal justo que atienda a las
necesidades reales de los ciudadanos sin discriminaciones de ningún
tipo.

Señora ministra, si no estoy mal informado deben iniciarse en breve
las conversaciones y negociaciones para definir el nuevo modelo de
financiación de la sanidad, que este año van a coincidir con el nuevo
sistema de financiación general de las comunidades autónomas. Este
tema no es el debate de hoy aunque supongo y espero que llegará a la
Cámara en su momento, pero no empezaremos con buen pie si ante una
problemática de la entidad y la trascendencia política, social y
económica de las listas de espera, el Gobierno del Estado, a través
de su Ministerio de Sanidad y Consumo, se limita a convocar
reuniones, a crear comisiones o programas de choque parciales entre
otras medidas de carácter organizativo o de gestión como las que
acaba de describir hace unos instantes pero sin abordar esta
problemática con los recursos económicos que hubieran sido necesarios
y que seguirán siéndolo en el futuro. No hablamos de hoy, no hablamos
del año 2001, hablamos del futuro, de los próximos años. Deseamos,
señora ministra, que aprovechemos la oportunidad que nos brinda este
marco de diálogo y negociación para que todos trabajemos a fin de
dotarnos de un sistema de financiación de la sanidad que sea
suficiente, garantice la sostenibilidad del sistema, nos acerque más
al producto interior bruto que destinan a la sanidad los países de
nuestro entorno a los que queremos parecernos o a los que debemos
tener como referencia y permita entre otras cuestiones incrementar
los recursos económicos destinados a la reducción de las listas de
espera. Usted, señora ministra, y sus antecesores en el cargo conocen
la sensibilidad de nuestro grupo parlamentario y nuestro compromiso
ante esta problemática desde siempre, también porque hemos tenido y
tenemos la ocasión de gestionar ese mismo problema en nuestra
comunidad autónoma. Somos conscientes de que no vamos a ser capaces
de dar solución definitiva a esta problemática ni entre todos, ni
siendo generosos, ni siendo muy imaginativos, porque como todo el
mundo coincidirá no existe la varita mágica, no existe la solución
definitiva que resuelva la problemática de las listas de espera. Pero
a mi modo de ver no podemos dar la sensación de que somos incapaces
de mejorar, al menos parcialmente, esta problemática de las listas de
espera quirúrgicas y diagnósticas, que por sí sola simboliza muy a
menudo para la opinión pública, como la señora ministra ha reconocido
en su intervención, las deficiencias del Sistema
Nacional de Salud en su conjunto, y ha aludido usted a encuestas
de opinión que son conocidas por todo el mundo. Le reitero pues,
señora ministra, nuestro apoyo, como he dicho a todas las medidas,
nuestro apoyo a cualquier medida que incida en la reducción de las
listas de espera que pueda adoptarse siempre que lleven aparejadas
los correspondientes recursos económicos. Le instamos, por tanto,
como siempre pasa en estos casos y en todos los gobiernos, sean del
signo que sean, a convencer a su compañero el señor ministro de
Hacienda -ya se lo dije una vez en una comparecencia anterior- y al
Gobierno en su conjunto de la estricta necesidad de poner más
presupuesto sobre la mesa para reducir las listas de espera, y digo
listas de espera tanto del territorio Insalud como de las comunidades
autónomas con la sanidad transferida.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Mingo.




El señor MINGO ZAPATERO: Buenas tardes a todos, señor presidente,
señorías.

Señora ministra, una vez más nuestra más querida bienvenida a esta
Comisión a la que acude a petición propia para hablar de listas de
espera quirúrgicas, diagnósticas y de consultas. Ningún grupo
parlamentario había pedido su comparecencia para hablar de este tema
y es la primera felicitación de las tres que le voy a hacer esta
tarde, señora ministra. La primera felicitación es por tener la
sensibilidad suficiente para venir al Parlamento a petición propia y
sin ninguna petición de otro grupo parlamentario, por tanto no ha
habido ningún tipo de espera, a hablar de un tema que afecta
profundamente a la sensibilidad de los ciudadanos, que demandan cada
vez más una mejor asistencia sanitaria, más rápida y con mayor
capacidad de elección.

El segundo aspecto en el que quiero felicitarle, señora ministra, es
que cuando viene a hablar de listas de espera lo hace con unos datos
y nadie duda de su veracidad y de su información. Viene usted a dar
datos reales y expone cuales son los mejores y los datos no tan
buenos en la relación de lo que ha sucedido a lo largo del año 2000.

Además, usted manifiesta las causas por las que hay más pacientes
esperando más de seis meses en relación a importantes obras de
reforma en tres centros hospitalarios e incide con muy buen criterio
en los mecanismos de actuación por los que el 83 por ciento de los
hospitales tienen una lista de espera de cero pacientes superior a
seis meses. Como habían demandado verbalmente los distintos grupos
políticos, usted no sólo ha hablado de listas de espera quirúrgicas
sino de pruebas diagnósticas y de consultas externas.

La tercera razón por la cual le voy a felicitar es por su ambicioso
plan. Perdónenme, señorías, pero creo que la mayor parte de ustedes,
por lo menos así lo interpreto yo, no han hecho ni una sola mención
en susintervenciones al ambiciosísimo plan que la señora



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ministra ha expuesto esta tarde. (La señora Valentín Navarro: Cuando
lo conozcamos.) Señora Valentín, lo he conocido al mismo tiempo que
usted, o sea hoy, esta tarde. Ese ambicioso plan de la señora
ministra dice que los objetivos para el año 2001 son 120 días de
espera máxima en cirugía, pero lo más importante es que cuando los
ciudadanos vayan al Sistema Nacional de Salud y exista la posibilidad
de que no puedan ser intervenidos quirúrgicamente en 120 días,
tendrán dos opciones: acudir a un centro de la Seguridad Social, del
Sistema Nacional de Salud, o si no fuera así a un centro concertado.

Pero además con garantías de prevención, en un hospital que haya
cumplido sus objetivos respecto a su cartera de servicios y a los
ciudadanos de su área que tienen que cumplir su misión y también con
garantías científicas -están en los libros de gestión, señora
Valentín-, con garantías en guía de servicios y con una articulación
adecuada de cuál es la lista de espera quirúrgica. Un gran reto en
relación con las consultas externas de los especialistas y con las
pruebas diagnósticas de 20 días para mamografía y tomografía axial
computerizada, y desde luego sin listas de espera en patología
oncológica, como ya ha manifestado en su intervención la señora
ministra. Creo sinceramente que los ciudadanos españoles tienen que
estar esperanzados respecto a este plan ambiciosísimo que la señora
ministra ha explicado hoy en el Congreso de los Diputados y que viene
a avanzar lo que el Partido Popular había dicho en su programa
electoral.

Señora ministra, muchísimas felicidades.




El señor PRESIDENTE: Cuando quiera, puede dar contestación la señora
ministra a las distintas intervenciones.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Villalobos Talero): Quiero
agradecer a todas las señoras y señores diputados las intervenciones
que han hecho en nombre de sus grupos. En ningún caso, señora Castro,
se me ocurriría -no tengo derecho a ello- interpretar su intervención
de forma diferente a como usted lo entiende. Le puedo garantizar que
escucho y leo con muchísima atención sus aportaciones, las comparta
o no; las sigo con muchísima atención, como las de todos los
componentes de esta Comisión. Así pues, me parece perfecto el puntos
de vista que usted pueda tener, aunque en algunos casos disienta
profundamente de ellos.

La defensa de nuestro sistema sanitario es un tema que compartimos
todos, por lo que ninguno de nosotros debería dedicar más tiempo a
defender algo que compartimos absolutamente todos. Sabemos que es un
sistema que tiene problemas, como todos los sistemas sanitarios, y
que necesita adecuarse permanentemente a los problemas que surgen y a
los que no se han podido resolver en el pasado. Aparecen nuevas
necesidades, nuevas demandas y hay que adecuar el sistema a
las exigencias del ciudadano, porque al final lo importante de todo
esto ni siquiera es el sistema, son los pacientes, los españoles. Es
decir, que el sistema esté al servicio de los de los pacientes para
resolver el problema de la sanidad que tienen los ciudadanos
españoles. Así pues, hay que prever las necesidades que nos vamos a
encontrar en un futuro próximo, como el envejecimiento de la
población, nuevas enfermedades emergentes, etcétera, y al mismo
tiempo dar cumplimiento a esa satisfacción necesaria que deben tener
los ciudadanos cuando requieren la asistencia sanitaria.

No creo que sea el momento de considerar a las listas de espera como
un indicador. Hubo un tiempo en este país en que se despreciaba ese
indicador; de hecho en torno a los años 1990-1991 hay respuestas
parlamentarias dadas al grupo que yo represento, que entonces estaba
en la oposición, en el sentido de que el Ministerio de Sanidad
entendía que no era un indicador válido para medir la calidad ni la
eficiencia. Por tanto, no se daban cifras de listas de espera. Se
puede compartir o no, pero era la realidad. Supongo que sus razones
científicas tendrían cuando en aquel momento decidieron no volver a
dar un dato más relacionado con las listas de espera a ningún
diputado que se lo pidiera, ni publicarlas. Entenderían que era una
forma de crear alarma social y de generar desconfianza en los
ciudadanos hacia el sistema y por eso decidieron no hacerlo, aunque
estoy convencida de que dentro las analizaban, entre otras cosas
porque el 90 por ciento de los funcionarios de entonces están hoy y
lo siguen haciendo. Las razones serían por fracasos políticos o por
decisiones técnicas, a lo cual creo que hoy en día no merece la pena
dedicarle tiempo. Bien es cierto que es la propia oposición la que
permanentemente pide datos sobre listas de espera, ese mismo partido
que antes creía que no era un buen indicador. Si hoy piensa que es un
buen indicador, perfecto, yo no tengo absolutamente nada que decir;
pero cuando se piden datos relacionados con las listas de espera yo
diría que hay que tener claro el concepto global de qué tipo de datos
se están pidiendo; no se puede solicitar al Insalud por hospital, por
mes o por patología una lista de espera cada 15 días, puesto que no
existen los indicadores de 15 días. Así que cuando se le dice al
diputado o diputada correspondiente que no existe ese indicador no se
le está engañando, es que no existe, no existe en el Insalud ni en
ningún otro ya transferido; por tanto, los ordenadores no están
adecuados al cálculo de los cortes de 15 días. Y si a la señora
Valentín no le gusta mi respuesta, qué le vamos a hacer, lo
comprendo. (La señora Valentín Navarro pronuncia palabras que no se
perciben.)
También se ha planteado que no se dan datos y resulta que yo estoy
harta de ver a consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas
gobernadas por el PSOE dando datos de sus comunidades autónomas no
transferidas. Luego datos hay; de hecho, la propia señora diputada ha
hecho uso de ellos. Si lo que ocurre es que



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quiere una mayor rapidez en las respuestas, señora Valentín, le
prometo que diré a los servicios técnicos que lo hagan con prontitud,
pero le responderemos con los datos que tenemos. Lo que no vamos a
hacer es inventar ni introducir parámetros diferentes de los que el
propio Insalud, y no solamente el Insalud sino todo el Sistema
Nacional de Salud entiende que son datos adecuados (aquí se ha
hablado de demora media, etcétera y lo comentaremos también), sobre
todo cuando son parámetros e indicadores que funcionan, insisto, en
comunidades transferidas, como por ejemplo el de la demora media, que
parece no es uno de los indicadores que más le gusten a la señora
Valentín. Puede interpretar que es malo o que está mal hecho, lo que
quiera, pero por lo menos tendrá que compartir conmigo que si hay una
serie, incluso desde su punto de vista, esto es que es un mal
indicador, tendrá que haber un seguimiento de lo que ha ocurrido en
el tiempo con esa demora media, le guste o no. Yo puedo entender
perfectamente que no le parezca un buen indicador, no tengo
absolutamente nada que decirle al respecto; si ella considera que no
es un buen indicador habrá otros indicadores que le parezcan más
clarificadores, sobre todo de la eficiencia y de la eficacia del
sistema. Por ejemplo, las comunidades autónomas transferidas, como
Andalucía, la utilizan permanentemente.

Ala hora de analizar las listas de espera hay comunidades autónomas
que parten de bases diferentes. Hay comunidades autónomas
transferidas que consideran que es lista de espera cuando transcurren
tres meses antes de ser operado, ya que creen que son operaciones
programadas y el paciente no está esperando a que le digan cuándo va
a ser operado. La operación está programada y para algunas
comunidades autónomas pueden transcurrir tres meses mientras que
otras consideran que dos meses es el plazo para las operaciones
programadas, por lo que no las consideran listas de espera y no las
facilitan como tal. Son decisiones técnicas de los servicios de salud
de las diferentes comunidades autónomas en las que no voy a entrar.

En lo que sí voy a entrar es en algo que la señora diputada del
Partido Socialista y la representante de Izquierda Unida, la señora
Castro, han manifestado acerca del grupo de expertos que en estos
momentos está trabajando en cirugía cardíaca. Hay algo que me
gustaría decir antes, que también han vuelto a repetir hoy, y es que
la gravedad o no de las patologías no la determina el Ministerio ni
el director general del Insalud ni ningún alto cargo de este
Ministerio; la gravedad de las patologías la deciden los médicos, que
son los que tienen que decirlo. Si un médico cuando recibe a un
paciente por primera vez entiende que su patología es grave no pasa a
la lista de espera. De hecho, le puedo decir que de las operaciones
que se han realizado por urgencia -y he dado los datos- salidas de la
lista de espera solamente representan -y no quiero equivocarme en el
dato- el 0,51 por ciento y le estoy hablando
de cerca de 800.000 operaciones hospitalarias al año, no
ambulatorias; por tanto la urgencia no tiene lista de espera.

Aquellos pacientes que han salido de lista de espera porque su
patología se ha convertido en urgente ha sido el 0,57 por ciento de
los pacientes que han sido operados en lista de espera. El médico
decide qué nivel de gravedad tiene la patología de un paciente. Ahí
están todos los protocolos; el 90 por ciento de las patologías más
habituales tienen ya protocolo, como la medicina basada en la
evidencia, que tantas veces hemos comentado en esta Comisión, y es un
mecanismo que funciona con bastante eficiencia en estos momentos.

La señora Valentín me planteaba demora media y espera media. La
demora media -como sabe la señora Valentín exactamente igual que yo-
es el tiempo que lleva esperando el paciente que está en lista de
espera y la espera media es el tiempo medio de los que han sido
operados, no de los que están esperando sino de los que han sido
operados. Son dos indicadores que demuestran eficiencia. En cualquier
caso, le quiero decir que la espera media, que parece ser que es el
índice que a usted más le preocupa, se ha mantenido durante el año
2000 en 91 días, es decir que los pacientes han sido intervenidos
quirúrgicamente en un tiempo medio de tres meses en todo el conjunto
de patologías de mayor o menor gravedad. A mí no me gusta hablar
mucho de mayor o menor gravedad, porque en la lista de espera la
mayoría de ellos están en patologías como cataratas, que se pueden
considerar de menos gravedad, yo no lo comparto con las señoras y
señores diputados, pero deben entender que desde el punto de vista de
la Administración es necesario también resolver estos problemas,
porque quien tiene un problema, aunque sea desde el punto de vista
médico menor, para ellos es mayor porque es lo que están padeciendo
en ese momento, y me estoy refiriendo por ejemplo a cataratas.

Insisto en que las patologías malignas las deciden los médicos, tanto
en cirugía cardiovascular como en cirugía oncológica; por tanto los
propios servicios de cirugía cardiovascular saben perfectamente, y
desde luego muchísimo mejor que yo, cuáles son las patologías que
deben ir a una velocidad mayor que otras que deben ir a una velocidad
media, pero como media son 2 meses. Insisto en que es el tiempo medio
de espera si la cirugía cardiovascular no lo ha dado como necesaria.

Efectivamente, todo este conjunto de medidas se está analizando en el
grupo de expertos. Este grupo de expertos son representantes de todas
las comunidades autónomas, transferidas y no transferidas, nombrados
por las consejerías de Sanidad de esas comunidades autónomas. Puedo
garantizar a todos ustedes que no sé el contenido final de ese
trabajo, entre otras cosas porque están trabajando técnicamente, en
segundo lugar, porque este grupo de técnicos tiene que terminar sus
trabajos, que por la información que me facilitan puedo decirles en
qué estadio está. Como ustedes saben ha habido varios grupos de
trabajo que se constituyeron



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el 20 de junio, este grupo ha celebrado hasta ahora 8 reuniones
plenarias, desde el principio, el 5 de julio que fue la primera
reunión, se crearon a su vez 5 subgrupos de trabajo que han ido
manteniendo sus reuniones periódicamente y que además están todos
conectados a través de e-mail. Hasta ahora han elaborado los
siguientes documentos: el sistema de información de lista de espera
quirúrgica, las recomendaciones generales para la gestión de
pacientes pendientes de intervención quirúrgica, la propuesta de
información a los ciudadanos sobre lista de espera quirúrgica, el
análisis de los factores que intervienen en la génesis de la lista de
espera y propuestas de mejora, protocolización de los procesos más
frecuentes en lista de espera quirúrgica, y por último situación
actual de la lista de espera en colaboración con los formularios para
la solicitud dada a las comunidades autónomas.

Debo decirles que estamos terminando de realizar los protocolos con
las sociedades científicas correspondientes y con el único tema que
estamos teniendo una leve dificultad es en el último punto, en el
análisis de la situación actual de lista de espera para la
homogeneización de dichas listas de espera. Hay alguna comunidad
autónoma que se muestra ligeramente reticente a situar la lista de
espera en el día cero. Como tampoco creo que esto sea lo más
importante de este trabajo sino lo menos importante, es decir poder
equilibrar al día de hoy cómo están las listas de espera en el
conjunto de comunidades autónomas transferidas y no transferidas,
y dada la importancia del resto de los documentos ya finalizados, creo
que el 24 de marzo lo vamos a llevar al Consejo Interterritorial del
Sistema Nacional de Salud, que como saben tenemos una reunión
ordinaria, para ser aprobados. Me van a permitir SS.SS. que hasta que
no lo apruebe el Consejo interterritorial no pueda hacerles llegar
los documentos, por un mínimo de lealtad a quien ha encargado esta
información. Si algún consejero tiene la información la tendrá a
través de sus representantes en los diferentes grupos de trabajo que
se han ido creando a lo largo de este tiempo. Ha sido un trabajo
magníficamente bien hecho, muy científico y muy bien elaborado, según
me dicen los técnicos. La presidenta de este grupo de expertos
informó en la última reunión ordinaria del Consejo interterritorial a
petición de diferentes comunidades autónomas que existe una magnífica
colaboración y una magnífica capacidad técnica y científica de los
expertos de las diferentes comunidades autónomas, y llegamos a la
conclusión de que en esta próxima reunión del 24 de marzo se aprobará
este documento, si así lo consideraran los señores consejeros del
conjunto de las comunidades autónomas, lógicamente se haría público y
vendríamos alParlamento a explicarlo de forma detallada. En el
momento que pase el necesario fielato del Consejo Interterritorial se
lo haré llegar inmediatamente a SS.SS.

Cuando se pone a defender uno el sistema público y nos acusamos, al
final no sé muy bien dónde está la
demagogia. Señora Castro, hay demagogia cuando se hace, cuando no se
hace no hay demagogia, así de simple. Yo no seré quien tache de
demagógicas todas sus intervenciones, lo que ocurre es que ha sido
usted apocalíptica. Perdóneme que se lo diga, apocalíptica. Para
usted todos los médicos del sistema público sanitario desvían
pacientes, todos los médicos son unos vagos, por tanto esa sensación
yo no creo que favorezca demasiado al sistema. Tampoco es cierto que
el Partido Popular vaya a favorecer los conciertos. Le voy a dar unos
datos. Las intervenciones programadas en jornada de día, en jornadas
ordinarias, han sido -como le dicho antes- el 84,38 por ciento y las
operaciones que se han realizado por la tarde en conciertos, porque
le preocupaba a la señora diputada que estuviéramos desviando
a conciertos, han sido -se lo quiero dar con absoluta certeza para no
cometer ningún desliz-, 32.047 a lo largo de todo el año 2000,
mientras que el dato de la pública han sido aproximadamente 800.000
operaciones. En hospitales de apoyo, que como usted sabe son personal
del Insalud que trabaja en hospitales, normalmente antiguos
hospitales de diputaciones, Cruz Roja, etcétera, estas operaciones
han sido 23.903. Por tanto, me da la sensación de que la conclusión a
la que debemos llegar todos es que el sistema ha funcionado
perfectamente.

A mí no me gusta referirme a lo que pasó antes de 1996; pero cuando
se dice aquí que mi antecesor en el cargo, el señor Romay, no ha
hecho nada, les diré que la evolución de demora media en lista de
espera, nos guste o no nos guste el parámetro pues tan bueno era
entonces como hoy, en abril de 1996 eran 192 días y en diciembre de
2000 son 67 días. Algo hemos avanzado, algo debió hacer el señor
Romay mientras fue ministro de Sanidad de este país. La evolución de
lista de espera quirúrgica de más de 6 meses en abril de 1996 eran
50.885, de los cuales una parte importante eran más de 2 años, y hoy
son 2.826. Algo se ha evolucionado y se ha incorporado más de un
millón de personas al sistema. No me hable más del señor Romay, no lo
pongan como la representación clarísima del fracaso absoluto porque
creo que es todo lo contrario y, mientras sigan hablando de esto,
tendré que sacar sus datos. Si quiere, sacamos más, pero no creo que
sea necesario ni tampoco tengo yo demasiado interés en datos de esta
naturaleza. Esto es realmente lo que ha ido ocurriendo.

Efectivamente, señora Castro, vamos a utilizar los quirófanos de
tarde. Ya le he dicho que la mayoría ya está funcionando. Operaciones
en jornada de tarde, 76 quirófanos funcionando en el año 2000, 75.340
operaciones de las cerca de 800.000 que se han realizado en el
sistema. Cada vez vamos siendo más eficientes, lógicamente utilizando
mejor el sistema. El programa que he presentado hoy aquí representa
precisamente esa utilización eficiente de lo que hoy tiene el sistema
público sanitario. De hecho, el programa Avance que he presentado
aquí significa un esfuerzo enorme de los técnicos



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del Insalud, de los expertos del Insalud, para resolver un problema
que a todos nos preocupa, diría que de forma igual, a todos los que
estamos en esta sala y compartimos nuestra preocupación por el
sistema sanitario y nuestra obligación de exigencia desde la
oposición por un lado y, por otro, de cubrir las necesidades de los
ciudadanos. De hecho, es consecuencia de parte de este plan lo que se
ha puesto en marcha en los últimos meses, tanto en la asistencia
primaria como fundamentalmente en la especializada.

Estoy convencida de que seremos capaces de ser más eficientes, de
aplicar una mejor calidad, de resolver los problemas de nuestro
sistema público, con una buena organización interna, con una mayor
participación en la toma de decisiones de los servicios, de los
médicos, de los directores médicos de los diferentes hospitales, con
mayor autonomía de gestión en esos hospitales, pero, insisto, donde
el gerente no se convierta en el dios pequeñito de ese hospital y
sustituya al dios grande del Insalud, sino que haya una perfecta
coordinación de intereses, de análisis y de propuestas de futuro
entre los diferentes jefes de servicio, el personal sanitario, el
personal facultativo en general y el personal administrativo técnico,
el gerente.

Se habla de presupuestos. Siempre hará falta más dinero. No conozco a
ningún Ministerio, no conozco ninguna Comisión, y he estado ya en
muchas, en la que no se pida más dinero. Lógicamente, aquí no podía
ser menos, pero con una sensibilidad especial pues estamos hablando
de una política social básica, que es la asistencia sanitaria, la
salud pública, la salud de los ciudadanos, la prevención. Nosotros
vamos a dedicar una partida importante de los presupuestos del
Insalud -el 90 por ciento ya estaba reflejado en los presupuestos
para el 2001- al programa Avance que presento aquí hoy. Lógicamente,
esto va a requerir apretarnos el cinturón en otras cuestiones que no
tienen que ver con la asistencia sanitaria directa los pacientes.

Insisto, hay que organizarse mejor, hay que utilizar mejor el capital
humano, científico, técnico, de ilusión, de capacidad, que tiene
nuestro sistema y creo que es posible hacerlo.

El año que viene se inicia un nuevo marco de financiación, tanto
sanitaria como general. Este año será el momento en que se deben
producir diferentes debates entre las comunidades autónomas y el
Gobierno. Debo decirles que será muy importante saber lo que piensan
los presidentes de comunidades autónomas, como representantes de la
voluntad popular de cada una de esas comunidades autónomas, sobre la
financiación finalista en el tema sanitario.

El área económica del Gobierno, donde se encuentra el Ministerio de
Sanidad pero que dirigen de forma directa el vicepresidente segundo
señor Rato y el ministro de Hacienda señor Montoro, negociará con las
comunidades autónomas y surgirá lo que espero que sea un buen
acuerdo, bueno para todos, sobre la financiación de nuestro sistema
público, sobre el mantenimiento
en el futuro del Sistema Nacional de Salud. Una vez que se
culminen las transferencias, se completará algo que a mí me parece
necesario y obligado, compartir la responsabilidad del conjunto de
los problemas de los españoles en la estructura que nos hemos dado a
nosotros mismos a través de las comunidades autónomas. Considero que
las comunidades autónomas son mayores de edad, tienen que asumir las
competencias, y lógicamente las responsabilidades que se derivan de
ellas, que es importante en el sistema sanitario. El día después,
tendremos todos la obligación de mantener el Sistema Nacional de
Salud y cumplir lo que marca la Constitución, una sanidad igual para
todos. En esa cuestión, el Ministerio de Sanidad y Consumo seguirá
trabajando de forma decidida.




El señor PRESIDENTE: Por un tiempo de dos minutos, tiene la palabra
la señora Valentín.




La señora VALENTÍN NAVARRO: Señora ministra, cuando el Grupo
Socialista pide datos de listas de espera y además los pide en los
mismos términos mes a mes y hay un mes que ustedes los mandan,
todavía no conozco las razones del Ministerio de Sanidad para que, a
partir del 31 de mayo de 2000, no nos haya enviado ni un solo dato de
listas de espera. Aquí tengo las listas de espera de consultas
externas; yo no he pedido datos de quince días, son ustedes quienes
los mandan. Papel del Insalud, pacientes esperando en consultas
externas al 31 de mayo, 559.172, porcentaje de cero a 15 días. Éstos
son sus criterios. Por tanto, no se escuden diciendo que no pueden
mandar algo que no tienen porque son datos que nos enviaron. No me
venga con milongas, señora ministra. Si no quieren enviarnos datos
para que no tengamos conocimiento de lo que está ocurriendo, dígalo
con absoluta claridad, pero no se escuden diciendo que estamos
pidiendo algo imposible porque nos han enviado lo pedido, con papel
del Insalud y referido al 31 de mayo de 2000. Nunca más volvimos a
conocer ningún dato de listas de espera, ni de cirugía ni de
consultas externas ni de pruebas diagnósticas.

Señora ministra, le vuelvo a reiterar que me explique por qué el
Grupo Socialista y el Parlamento no pueden conocer esos datos, no por
nosotros sino por los ciudadanos que están en su casa esperando. Amí
me gustaría que aquellas personas que todavía no pueden entrar en
lista de espera, porque desde el propio Insalud les dicen que la
agenda está cerrada, pudieran saber los tiempos máximos de espera,
cuánto tiempo tienen que estar esperando para ser atendidos. Hágalo,
se lo pido en nombre de aquellas personas que están esperando y
todavía no saben el tiempo que tienen que estar pendientes de entrar
en el sistema sanitario público, los tiempos máximos desde el
diagnóstico hasta que esa persona ha sido intervenida o se le ha
hecho la pruebadiagnóstica o se le ha pasado por la consulta externa.




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Tenemos absoluta confianza en el grupo de expertos que se pusieron en
marcha en verano del año 2000. Lo que le he comentado anteriormente
es que, a pesar de las propuestas realizadas por esos grupos de
expertos, todavía no hay ninguna propuesta concreta del Ministerio de
Sanidad, todavía no se ha pasado ninguna propuesta al Consejo
interterritorial del Sistema Nacional de Salud para que se ponga en
marcha alguna medida que efectivamente reduzca los tiempos que los
ciudadanos tienen que estar esperando.

No mire el reloj, que termino ya señora ministra.




El señor PRESIDENTE: Señora Valentín, le ruego concluya.




La señora VALENTÍN NAVARRO: Termino ahora mismo.

Las comunidades autónomas no disponen de datos, al 31 de diciembre,
de personas que están esperando en sus comunidades para ser operados.


Desgraciadamente, los datos que he comentado anteriormente no me los
ha podido aportar ningún Gobierno regional porque usted, como
ministra, tampoco se los ha enviado.

Por último, no conozco el programa Avance; no puedo opinar sobre él,
señor Mingo, porque no lo conozco, opinaré en el momento en que lo
conozca. Ahora, bien me llama poderosamente la atención que del total
del presupuesto, 18.245 millones, 9.500 vayan directamente para
conciertos, presupuesto del propio Ministerio respecto a este
documento. Me alegro de que venga usted aquí; tendría que venir más a
menudo, porque cada vez que viene suelta el huevo -dicho
coloquialmente-. Presenta usted un documento que espero que,
efectivamente, sea capaz de resolver los problemas que desde el punto
de vista de las esperas están padeciendo los ciudadanos en nuestro
país.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Castro.




La señora CASTRO FONSECA: Señora ministra, de verdad que no sé a qué
carta quedarme con ustedes. Dije al principio de mi intervención -y
lo reitero ahora- que ustedes nos acusan permanentemente, en el tema
de las vacas locas y en todo, de que sólo hacemos demagogia y no
trabajamos. Yo he hecho una intervención ponderada, mesurada,
prudente y respetuosa, y usted, en su respuesta, ha venido a
demostrar una vez más que es incapaz de establecer relaciones de
cordialidad y de respeto con los parlamentarios que nos sentamos
aquí.




El señor PRESIDENTE: Señora Castro.




La señora CASTRO FONSECA: Sí, señor presidente, déjeme terminar,
porque sé muy bien lo que digo.




El señor PRESIDENTE: No, señora Castro.




La señora CASTRO FONSECA: Me va a permitir, señor presidente, que
exprese libremente mi opinión, porque la ministra ha interpretado mi
intervención y tampoco tiene ningún derecho.

Usted dice, tal vez para arreglar algunos de esos problemas con los
sanitarios -que tiene muchos-, que yo he dicho aquí cosas que no he
dicho. Afortunadamente, aquí hay actas. Entre las muchas cosas que he
dicho, señora ministra, le he dicho a usted, que tiene la obligación
de saberlo y lo sabe igual que yo, que hay especialistas que rinden
por debajo de sus posibilidades para engordar peonadas; y lo vuelvo a
decir. No he dicho que todos los sanitarios; he dicho que hay
especialistas. Si esto es apocalíptico, perdóneme que le diga, señora
ministra, que lo apocalíptico es su gestión; ese es el Apocalipsis
total y absoluto. Me parece una falta de respeto absoluto a esta
diputada que me moleste en hacer una intervención rigurosa y
constructiva, y que usted me responda de este modo, que por otra
parte empieza a ser tan habitual que ya no sé que decir.

Respecto al portavoz, señor Mingo, tengo que decirle con todo respeto
que no he opinado sobre el plan Avance ni voy a opinar, porque es una
absoluta falta de respeto hacia este Parlamento que, una vez más, la
ministra informe a los medios de comunicación antes que a esta
Cámara. De manera que hoy me voy de aquí una vez más, señora
ministra, como he venido, con el cuento de las medias azules. Espero
que los españoles le pasen a usted factura por esto.




El señor PRESIDENTE: Señor Mingo.




El señor MINGO ZAPATERO: Quiero hacer dos afirmaciones. Una, la
señora ministra de Sanidad y Consumo ha expuesto al Parlamento cuál
es el plan ambicioso y apropiado para las listas de espera
quirúrgicas, diagnósticas y de consultas externas para el año 2001. A
nuestro grupo le parece que es un plan ambicioso, apropiado y que
debía ser compartido -creo- por todos los grupos parlamentarios a los
que les preocupen las listas de espera y la asistencia de todos los
ciudadanos españoles.

Dos, en cuanto a la afirmación de la señora Valentín -y no quiero
entrar en un debate porque no corresponde a mi turno de
intervención-, solamente quiero puntualizar que el 18 por ciento de
la cifra que da, que está en los presupuestos y que ha sido discutida
muchas veces, abarca no solamente los conciertos con las clínicas
privadas para reducir las listas de espera, sino que ella conoce
perfectamente bien, señor presidente, y toda la Cámara lo conoce, que
también es para las distintas fundaciones y para los distintos
hospitales que trabajan en un modelo de consorcio; entonces, que se
aplique adecuadamente.




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El señor PRESIDENTE: Cuando quiera puede contestar la señora
ministra.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Villalobos Talero): Señora
Castro, no sé el estilo de ministra que a usted le gustaría, pero
muñeca del pimpampum no voy a ser; lo siento. Yo a usted la respeto
absolutamente, cosa que usted no hace conmigo. Usted ha iniciado su
intervención diciendo que lo mío es un cuento; que hay que ser serios
y rigurosos - luego yo soy lo contrario-; que el Gobierno dice que
usted nada más que hace demagogia -jamás la he llamado a usted
demagoga, jamás-; y que usted, sin embargo, iba a ser muy seria.

Póngale apellido a esto, si quiere, yo no se lo voy a poner. Yo sí
entiendo la dialéctica democrática y la dialéctica parlamentaria, y
no me ofende lo que usted quiera decir de mí, en absoluto; a usted
parece ser que sí. Siento no ser una ministra que se pone de canto;
lo siento, señora Castro, no voy a cambiar de forma de ser porque a
usted no le guste. Yo la escucho a usted con muchísima atención y con
muchísimo respeto, señora Castro; con enorme respeto por usted y por
lo que usted representa, ahora y siempre, esté de acuerdo con usted o
no lo esté. Usted no solamente ha hablado de un dato concreto. Si
usted conoce algún especialista que hace algo que es ilegal, por
favor denúncielo en el Colegio Médico y en el Insalud; denúncielo al
delegado territorial o al delegado provincial del Insalud por mala
praxis; hágalo, pero no deje la acusación encima de la mesa. No dé
usted la sensación -que es lo único que he dicho- de que los médicos
ya se sabe lo que son. Si este trabajo es posible es gracias a ellos,
sinceramente. Y si a usted no le gusta lo que digo, qué le vamos a
hacer, lo siento muchísimo. A mí, sin embargo, muchas cosas de las
que usted dice sí me gustan.

Usted ha hablado de camas hospitalarias, usted ha hablado de listas
de espera de otra naturaleza, usted ha hablado de urgencias que no se
operan de urgencia. Le ruego que lea con detenimiento lo que ha
dicho. Léalo con detenimiento, señora Castro. No intento ofenderla.

El programa Avance que he presentado aquí no lo he presentado en los
medios de comunicación, y he tenido miles de oportunidades, esta
misma mañana o hace media hora; lo he presentado aquí, en sede
parlamentaria; aquí, donde estamos. No me he reunido con los
periodistas ni ayer ni esta mañana para explicarles el programa
Avance; aquí, en sede parlamentaria. Ahora bien, si ustedes me
permiten -sólo si me permiten, claro- puedo distribuirlo entre los
periodistas. Pero si ustedes me lo permiten, si no, tampoco lo haré,
tendré que citarlos después a la puerta, clandestinamente, para
dárselo. (La señora Valentín Navarro: ¡Si ya lo tienen!) No, no,
perdone, ha sido presentado aquí, en sede parlamentaria. De modo que,
por favor, digamos las cosas exactamente como son. Me gustaría que
ustedes me tuvieran el mismo respeto que yo les tengo a ustedes,
no les pido más; tampoco es algo que me quite el sueño. Desde
luego, yo no voy a sacar del contexto la frase -califíquenla como
quieran- que la señora Valentín acaba de pronunciar aquí sobre mí,
porque creo que lo ha dicho en el contexto de un debate
parlamentario, y ahí lo dejo. Desde luego, no es exactamente lo que
ella ha hecho conmigo, pero da igual, yo sí lo hago con ella.

Entiendo que ha sido en un acaloramiento, que debía hacerlo, y no le
doy ninguna importancia, absolutamente ninguna. Y no voy a hacer
ningún comentario sobre determinadas frases que se han pronunciado
hoy aquí.

La señora Valentín sigue insistiendo en que no le queremos dar
información. Por cierto, dentro de dos meses, como mucho tres, las
listas de espera del Insalud estarán en la página web del Insalud,
para que sean consultadas por todos los ciudadanos españoles. Es un
esfuerzo importante que vamos a hacer, porque es bueno que los
ciudadanos sepan dónde están -en el caso de que estén- en esas listas
de espera.

Por último, muchas gracias, señor Mingo, por sus dos intervenciones.

Aprovechando su manifestación sobre los presupuestos -me lo acaba de
recordar-, el incremento que se produce en el Insalud lógicamente
está en los capítulos 1 y 2, por tanto no es lo mismo que la parte
correspondiente a conciertos, no con hospitales privados, sino con
los hospitales de apoyo del propio Insalud. Es decir, personal del
Insalud, en antiguos hospitales o bien provinciales o bien de Cruz
Roja, etcétera, que no son precisamente hospitales privados. Pero sí
queremos utilizar los conciertos en aquellos casos en los que no
tengamos más remedio que utilizarlos. Y sí hay una cierta vigilancia
-y siento que la señora Castro se haya ido- sobre el tipo de
conciertos. Una de las cosas que ha dicho en su primera intervención
es que los conciertos no se controlan o se hacen con cualquier tipo
de hospital. Pues sí se controlan los conciertos, como no podía ser
menos. En cualquier caso, sí se controlan en los hospitales con los
que se concierta.

Cuando ustedes analicen más detalladamente este programa se darán
cuenta de que hay un uso completo del sistema propio, porque es
voluntad de este Gobierno, de este Ministerio de Sanidad, utilizar al
cien por cien la capacidad de los hospitales del Sistema Nacional de
Salud, del Insalud en nuestro caso.

Creemos que es fundamental y que tenemos los equipos, la capacidad de
organización, la adecuación a esos nuevos retos. Lo que pretendemos,
por último, con este programa es que el ciudadano tenga la capacidad
de tomar su propia decisión para buscar una solución, si en un tiempo
razonable no se ha operado en su hospital de origen y de referencia,
para ir a un hospital del Insalud en primer lugar y, en el caso de
que no fuese posible en hospitales del Insalud, que pueda acudir en
segundo lugar a un hospital concertado.

Creemos que es un buen proyecto. Está hecho conmucha ilusión, con
muchas horas de trabajo, y lo único



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que pretendemos con ello es cumplir lo que entendemos que es nuestra
obligación, que es la misma que todos los que estamos aquí
compartimos: resolver un problema humano, un problema de ciudadanos,
que están esperando no solamente en cirugía sino también en pruebas
diagnósticas, que significa angustia, y que tenemos la obligación de
resolverlo.

El plan es bueno, lo seguiremos hablando a lo largo de este año, y
estoy convencida de que tendrá el respaldo de SS. SS. cuando lo
analicen con mayor profundidad.




Muchísimas gracias por todas sus intervenciones.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora ministra. (El señor Mingo
Zapatero pide la palabra.)
Señor Mingo.




El señor MINGO ZAPATERO: Señor presidente, ¿podríamos hacer una pausa
de cinco minutos?



El señor PRESIDENTE: De acuerdo. (Pausa.)



- ACTUACIONES EN SALUD PÚBLICA Y DE TODO TIPO REALIZADAS POR EL
GOBIERNO FRENTE A LOS CASOS DE LEGIONELLA PRODUCIDOS EN DIVERSOS
PUNTOS DEL PAÍS. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE
IZQUIERDA UNIDA, (Número de expediente 213/000244)



El señor PRESIDENTE: Señorías, seguimos con el punto segundo del
orden del día, comparecencia de la ministra de Sanidad y Consumo para
que explique las actuaciones en salud pública y de todo tipo
realizadas por el Gobierno frente a los casos de legionella
producidos en diversos puntos del país. Esta comparecencia ha sido
solicitada por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida.

Tiene la palabra la señora ministra.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Villalobos Talero):
Efectivamente, esta comparecencia ha sido pedida por el Grupo
Parlamentario de Izquierda Unida y paso a contestarle.

Antes de entrar en las medidas, permítanme, señorías, que haga una
escueta alusión a lo que es la legionellosis. La legionellosis es una
enfermedad bacteriana de origen ambiental que habita en aguas
superficiales, como ríos, lagos y estanques, y que presenta dos
formas clínicas perfectamente diferenciadas: la infección pulmonar o
enfermedad del legionario, con fiebre alta, y la forma no neumónica,
conocida como fiebre de pontiac, con síntoma febril agudo y
autolimitado.

La neumonía tiene un período de incubación de dos a diez días,
afectando más a personas de edad comprendida entre los 40 y los 70
años, siendo de dos a tres veces más frecuente entre los varones que
entre
las hembras, y con más riesgo para determinadas personas, como son
aquéllas que padecen diabetes, enfermedades pulmonares crónicas,
fumadores, alcohólicos, etcétera.

Quisiera detenerme brevemente en las distintas fases de esta
enfermedad, como son: la infección, la diagnosis, transmisión, y
prevención y control. La infección por legionella está asociada a
varios tipos de instalaciones y de edificios y puede presentarse en
forma de brotes. Las instalaciones que más frecuentemente se
encuentran contaminadas con legionella y han sido identificadas como
fuentes de infección son: algunos sistemas de agua sanitaria,
caliente y fría, torre de refrigeración, y condensadores evaporativos
de algún tipo de edificios. Estas instalaciones en ocasiones
favorecen el estancamiento del agua y la acumulación de productos que
sirven de nutrientes para la bacteria, como lodos, materia orgánica,
materia de corrosión, amebas, formando una biocapa.

Respecto al diagnóstico de las infecciones humanas causadas por
legionella, éste puede realizarse por los siguientes métodos
microbiológicos: primero, cultivo de bacterias a partir de muestras
respiratorias y, segundo, serología mediante inmunoforescencia
directa; tercero, detección de antígenos específicos en orina;
cuarto, visualización del microorganismo en líquidos o tejidos
patológicos mediante inmunoforescencias directas.

El primero requiere muestras difíciles de extraer y dolorosas para el
enfermo, necesitando períodos de incubación más largos que las otras
bacterias, entre cinco y siete días. El segundo requiere la toma de
dos muestras de sangre del enfermo, una en el momento de la aparición
de la enfermedad, y la otra en el período convaleciente, con lo que
el diagnóstico es tardío. El tercero se ha desarrollado con una
técnica mediante análisis de orina que representa ventajas tales como
el ser inmediato, fácil y rápido. El cuarto, aporta un diagnóstico de
rapidez, pero presenta cierta dificultad en la interpretación de los
resultados obtenidos, y es muy importante destacar que un resultado
negativo no excluye la presencia de la enfermedad.

La transmisión de la bacteria. Ha de encontrarse con unas condiciones
favorables, como son: una temperatura cercana a los 37 grados
centígrados; la presencia de amebas que le sirvan de soporte; y
ambientes adecuados, como son materia orgánica, lodos y materiales de
corrosión. La entrada de la legionella en el organismo humano se
produce básicamente por inhalación de aerosoles que contengan un
número suficiente de bacterias, no teniendo evidencia de la
transmisión de persona a persona. En cualquier caso, para que se
produzca infección en el hombre se tienen que dar una serie de
requisitos: primero, que el microorganismo tenga una vía de entrada a
la instalación; segundo, que se multiplique en el agua hasta
constituir un número de microorganismos suficiente como para que sea
riesgo



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para las personas que sean susceptibles de contaminación. La
multiplicación de estos organismos está en función de la temperatura
del agua, de su estancamiento y de la presencia de otros
contaminantes, incluyendo la suciedad en el interior de las
instalaciones; tercero, que se disperse en el aire en forma de
aerosol, ya que el agua contaminada representa un riesgo solamente
cuando se dispersa en la atmósfera en forma de aerosol; cuarto, que
sea virulento para los hombres, pues no todas las especies de
microorganismos producen la enfermedad; y, quinto, que las personas
en principio susceptibles sean expuestas a aerosoles conteniendo la
cantidad suficiente de legionella.

Por último, para la prevención y control de legionella se debe
incidir en los aspectos siguientes: impedir las condiciones que
favorecen el crecimiento de la bacteria, como temperatura y suciedad,
así como controlar los vertidos de los aerosoles.

Señorías, una vez que he señalado las características principales de
esta enfermedad, debo referirme a la situación de esta patología en
España, así como al conjunto de actividades que el Ministerio de
Sanidad y Consumo ha venido y viene realizando en relación con la
misma. Como todos ustedes saben, en el año 1976 se produjo la
descripción de la enfermedad y poco tiempo después se puso de
manifiesto la presencia de brotes en España, sobre todo en relación
con viajeros. En nuestro país, la vigilancia epidemiológica de la
legionellosis se hace a través de la red nacional de vigilancia
epidemiológica. Mediante el Real Decreto 2210/1995, de 28 de
diciembre, se crea la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica y se
introduce la legionellosis como enfermedad de declaración obligatoria
a nivel estatal. A partir de ese momento, la vigilancia
epidemiológica se hace a través de esta red nacional, la Renave. El
Ministerio de Sanidad y Consumo, además de actividades de vigilancia,
viene realizando las actividades que le son propias en materia de
política de salud y planificación a través de sus órganos. Uno de
estos órganos es la Dirección General de Salud Pública y Consumo, a
la que le corresponde, por el Real Decreto 1450/2000, de 28 de julio,
las funciones relativas a la información epidemiológica, promoción de
la salud y frecuencia de las enfermedades, entre otras muchas. En
esta competencia estricta está encuadrado el estudio, prevención y
control de la legionellosis.

Sin embargo, conviene reconocer aquí que la salud pública es materia
que ha sido transferida a las diversas comunidades autónomas, siendo,
por tanto, responsabilidad de cada una de ellas el marco
médicosanitario para detección, tratamiento, control y cualquier otro
aspecto que incida en esta enfermedad. Por ello, el Ministerio de
Sanidad y Consumo, dentro de las responsabilidades que tiene en
función de las competencias actuales en materia de salud pública que,
como ustedes recuerdan, es la elaboración de legislación básica, la
coordinación de la política sanitaria y el
apoyo científico-técnico, buscando el funcionamiento armónico del
Sistema Nacional de Salud, para realizar esta tarea de coordinación
estableció el Consejo interterritorial de Sistema Nacional de Salud.

Como ustedes saben, esta función de coordinación viene funcionando
desde el primer momento a través de la Comisión de Salud Pública,
formada por los directores de salud de las distintas comunidades
autónomas. En este caso concreto, nada más detectarse los primeros
casos de legionellosis, el Ministerio de Sanidad y Consumo convocó,
con fecha 21 de noviembre del año 2000, una reunión extraordinaria de
la Comisión de Salud Pública del Consejo interterritorial con
carácter monográfico. Unos días después, el 29 de noviembre, se
reunieron las ponencias de vigilancia epidemiológica y sanidad
ambiental, al objeto de analizar y valorar su actuación, las medidas
adoptadas y aquéllas otras a adoptar en su caso. El principal acuerdo
al que se llegó fue que el Ministerio de Sanidad y Consumo elaboraría
una norma de ámbito estatal sobre prevención y control de la
legionellosis. En cumplimiento de este acuerdo y de las competencias
atribuidas a la elaboración de la legislación básica, el Ministerio
de Sanidad y Consumo ha confeccionado un proyecto de real decreto por
el que se establecen los criterios higiénico-sanitarios para la
prevención y control de la legionellosis en nuestro país. En este
proyecto se ha recogido la petición efectuada por los sectores
profesionales y científicos, responsables sanitarios y la sociedad en
general, que reclamaban una legislación de ámbito estatal que
armonizara los criterios de prevención y control de la legionellosis.


Hay que destacar la participación del Instituto de Salud Carlos III,
a través de los centros nacionales de epidemiología y microbiología,
que viene apoyando técnica y científicamente a las autoridades
sanitarias de las diferentes comunidades autónomas.

Como no podía ser de otra manera, al tratarse de un proyecto de norma
básica para todo el Estado, el real decreto al que me he referido
antes ha sido remitido a todas las comunidades autónomas para su
valoración. En paralelo, la ponencia de sanidad ambiental, que es un
órgano técnico de coordinación adscrito a la Comisión de Salud
Pública del Consejo interterritorial, en su reunión del pasado 12 de
diciembre, ha valorado positivamente este proyecto. Asimismo, en esta
reunión se fijó un plazo para que las comunidades autónomas enviaran
sus comentarios por escrito. Estos comentarios han sido valorados,
uno a uno, por el órgano competente para su posible inclusión en el
borrador definitivo del proyecto.

Con este real decreto, el Ministerio de Sanidad y Consumo, en
coordinación con las administraciones autonómicas y locales, podrá, a
la luz de los nuevos conocimientos científico-técnicos, actualizar
los preceptos destinados a mejorar la prevención y el control de la
legionellosis. Estamos convencidos, señorías, de que este real
decreto será una herramienta eficaz para



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prevenir la presencia de nuevos brotes de legionellosis. Asimismo se
incidirá en que la responsabilidad de la limpieza, mantenimiento y
desinfección recaerá en el titular de cada instalación, así como que
la vigilancia e inspección sanitaria será atribuida a la autoridad
autónoma o local, si así lo delegase la Consejería de Sanidad de la
respectiva comunidad autónoma. De igual manera, con la colaboración
de todas las comunidades, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha
publicado un libro titulado Recomendaciones para la prevención y
control de la legionellosis, en el que han participado expertos en
epidemiología, microbiología, ingeniería y sanidad ambiental. Dada la
magnífica acogida que ha tenido esta publicación, el Ministerio de
Sanidad y Consumo ha procedido a realizar una segunda edición, porque
la anterior se había agotado.

Como ha quedado reflejado en este momento, el Ministerio de Sanidad y
Consumo ha cumplido y viene cumpliendo con una de las labores
fundamentales que tiene encomendada en materia de salud pública, como
es el caso que nos ocupa, la de coordinación de la política
sanitaria. Para ello el principal elemento con el que podemos contar
para esta acción lo constituye el Consejo interterritorial, en cuyo
seno, como ya he señalado anteriormente, viene funcionando la
Comisión de Salud Pública, con bastantes buenos resultados. Esta
Comisión consiguió pactar una reforma de la red de vigilancia
epidemiológica que aprobó protocolos comunes de vigilancia en todas
las enfermedades de declaración obligatoria y que ha venido y viene
manteniendo unos niveles de alta eficiencia en la ejecución de la
normativa básica aplicable en el campo de la salud pública; una
Comisión de Salud Pública que el Ministerio considera como un
instrumento necesario para que cada autoridad sanitaria pueda
desempeñar con eficiencia sus propias competencias, porque entendemos
que la coordinación de las políticas de salud pública no es una
necesidad que deba concernir y preocupar exclusivamente al Ministerio
de Sanidad y Consumo, sino que, en buena lógica y razón, deberá ser y
es una estrategia y una exigencia de todas y cada una de las
autoridades sanitarias de las comunidades autónomas.




Muchísimas gracias, señorías, por su atención, y quedo a su
disposición para las preguntas concretas que me quieran hacer.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida, tiene la palabra la señora Castro.




La señora CASTRO FONSECA: Muchas gracias, señora ministra, por su
información. No tengo nada más que decir.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor González Serna.

El señor GONZÁLEZ SERNA: Buenas tardes, señora ministra.

Señora ministra, hace unos días, yo creo que menos de una semana, era
usted reprobada por nuestro grupo parlamentario en esta Cámara, y lo
era también por un caso -por lo menos la propuesta de reprobación- de
salud pública, el caso que es conocido en este país como el problema
de las vacas locas. Aunque no prosperó, claramente quedó patente la
opinión del grupo mayoritario de la oposición. Señora ministra, hace
menos de dos semanas un sindicato importante del mundo sanitario
hacía una encuesta entre profesionales cuantitativa y
cualitativamente importantes del Sistema Nacional de Salud, en la que
se venía a demostrar la absoluta desconfianza que tiene uno de los
colectivos más importantes de la sanidad de este país. Yo solamente
le voy a leer dos ítem de la referida encuesta, que ha sido hecha
pública y que la puede encontrar en cualquier medio de comunicación o
en la red.

Señora ministra, la pregunta es: como profesional sanitario ¿se
siente representado por el actual equipo del Ministerio de Sanidad,
encabezado por Celia Villalobos?



El señor PRESIDENTE: Señor González Serna, yo le rogaría que se
atenga usted al tema.




El señor GONZÁLEZ SERNA: Perfectamente, señor presidente. Estoy
tratando de argumentar y centrarme en el tema que nos ocupa, que es
el problema de cientos de personas de este país que han padecido la
enfermedad. Permítame, porque esto es parte de mi argumentación y no
creo que esta Cámara me prohiba expresarme.




El señor PRESIDENTE: No, pero, con todo respeto, le pido que se
atenga al tema de la comparecencia que ha sido solicitada por el
Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida, que es sobre la
legionella.




El señor GONZÁLEZ SERNA: Me centro en el tema. Le decía que contestan
sí el 6 por ciento, señora ministra, y el 94 por ciento contestan no.


Y solamente quiero hacer otro item a la pregunta que yo acababa de
leer.




El señor PRESIDENTE: Señor González.




El señor GONZÁLEZ SERNA: Señor presidente, le ruego que sea tan
amable de dejar que me exprese sobre el problema que nos trae hoy
aquí, que afecta a cientos de personas distribuidas en distintos
puntos geográficos de este país y que están todavía preocupados, muy
especialmente en Alcoy.

El otro item de la encuesta que yo quiero recordarle a la señora
ministra es: valore la gestión de la ministra de Sanidad: 1, muy
mala; 2, mala; 3, regular; 4, buena; 5, muy buena. Muy mala, el 50
por ciento; mala, el 35



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por ciento; regular, el 14 por ciento; buena, el 1 por ciento; muy
buena, cero. Esto es una muestra de la valoración que tiene la
sociedad de la ministra de Sanidad. Pero le voy a decir más, señora
ministra, ¿qué opinión cree usted que tienen los ciudadanos de Alcoy
de la ministra de Sanidad, del Ministerio de Sanidad, durante todo el
tiempo, más de un año, que han estado sufriendo un brote de
legionella, que a fecha de hoy dudamos que esté resuelto? Yo le voy a
dar mi opinión como ciudadano de Alicante, como amigo de la ciudad de
Alcoy. Los ciudadanos se han sentido desasistidos por parte de la
ministra de Sanidad. Todo esto no es por casualidad, todo esto que le
estoy comentando es porque en los últimos tiempos, cada vez que ha
hecho usted declaraciones relacionadas con problemas de salud pública
exclusivamente han tenido un denominador común, y es que las
competencias de salud pública están transferidas; al Ministerio no le
corresponde absolutamente nada. Y cuando no era eso, desaparecía de
la escena mediática para no opinar, porque el tema se había
complicado.

Señora ministra, en noviembre, en otoño, tenía usted este mapa de
distribución de la legionella en nuestro país, y se lo voy a leer:
Tarragona, un muerto; Alcoy, tres muertos y 125 casos; Logroño, un
muerto; Cáceres, dos muertos y un afectado; Barcelona, un muerto y 48
casos; Vigo, cuatro muertos y 29 afectados; Guadalajara, detectada
legionella en un centro psiquiátrico, un anciano de ese centro podría
estar afectado. Esto no me lo invento yo, es de un diario nacional,
en el mes noviembre. ¿Sabe señora ministra, qué respondió usted ante
esto? A unas preguntas que le hacía el parlamentario que le habla, le
contestaba lo que yo le decía antes, que no disponía de datos sobre
la legionella en este país. La pregunta se refería al número de
brotes, al número de casos de infección por legionella detectados en
el año 1999 en las ciudades de Alcoy y de Vigo. Y la respuesta era
que estaban transferidas las funciones y servicios del Instituto
Nacional de la Salud, mediante real decreto. No respondía; venía a
decir que no era competencia suya y, por tanto, no respondía. Pero no
es esta sola. No se las voy a leer porque sería una retahíla de
respuestas exactamente iguales, que vienen a decir que usted no tenía
ninguna voluntad política de afrontar su responsabilidad en este
tema.

Señora ministra, en noviembre el único acto que hace usted, que hace
su Ministerio en relación al problema de la legionella es reunir a la
directora general de Salud Pública con los responsables de salud
pública de las distintas comunidades autónomas, para acordar, para
consensuar una norma estatal sobre mantenimiento de instalaciones
para prevenir brotes de legionella. Es lo único que se hace después
de la presión mediática, después de la preocupación de los ciudadanos
de distintos puntos de este país, cuando nunca se habían dado
similtáneamente tantos casos ni a la vez se había distribuido tan
gráficamente en un país. Los brotes de
legionella eran más largos que nunca. Concretamente el de Alcoy,
desde el primer día que es ministra lo tenía encima de la mesa. La
distribución no se la voy a repetir porque nos podemos alargar. ¿Sabe
cuándo se vuelve a hablar en los medios de comunicación de esta norma
consensuada con los responsables de las comunidades autónomas? Se
vuelve a hablar el mismo día que se anuncia que usted vendría a esta
Comisión de Sanidad con motivo de la comparecencia que el Grupo de
Izquierda Unida le había pedido muchos meses atrás, justamente cuando
estaba en pleno auge la situación de la legionellosis en nuestro
país.

Señora ministra, hemos asistido este otoño a un caso único: por una
parte, como le decía, la duración del ciclo del brote; por otra
parte, el número de personas afectadas y, por otra e importante
también, la simultaneidad de los casos en los distintos puntos de la
geografía española. Ante esta situación, ha habido reacciones de
distintos tipos, y yo le voy a decir alguna. La sociedad española de
neumología y cirugía torácica, desde el primer día que se dan cuenta
de la situación, piden, sugieren que todas las autonomías establezcan
normas homogéneas o bien que el Ministerio consensúe una norma, con
el fin de que pueda haber en el conjunto del territorio nacional una
norma para la prevención de la legionellosis en nuestro país. ¿Sabe
también quién se preocupó, señora ministra? La Unión Europea se
interesó por el problema que estaba sucediendo en Alcoy. ¿Sabe cuál
es la primera apreciación que hizo la Comisión Europea? La falta de
información que tenían los ciudadanos que habían padecido los brotes,
muy especialmente los ciudadanos de Alcoy. También se preocupó por el
tema, especialmente el de Alcoy, la Fiscalía de la Audiencia
Nacional; se había interesado por si existen responsabilidades en las
administraciones públicas. Señora ministra, ¿sabe quién se preocupó
también por el tema? La Sindicatura de Agravios, el equivalente al
Defensor del Pueblo de la Comunidad Valenciana. Las competencias
estaban transferidas y no era tema suyo, dice la ministra de Sanidad
y Consumo. Fíjese lo que le acabo de decir. ¿Qué cree usted, señora
ministra, que después de lo dicho pueden percibir los ciudadanos que
han sufrido brotes de legionellosis en su territorio? Le voy a decir
lo que pienso: desconcierto, desamparo, despreocupación, desidia y
sobre todo inseguridad y alarma. Durante meses hemos visto cómo la
máxima autoridad del Estado -me refiero en temas sanitarios- ha
buscado la forma de evadirse y no afrontar el problema de salud
pública que estaban viviendo hombres y mujeres de este país. Hoy,
señora ministra, en Alcoy, los afectados por la legionella dicen que
hay más casos de los oficiales, que están convencidos de que son
muchos más de los 144 casos que aparecen y piensan que no son ocho
los fallecidos sino que son muchos más. Esto es a fecha 18 de febrero
de 2001. La preocupación todavía no ha desaparecido en la Comunidad
Valenciana; la



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preocupación todavía no ha desaparecido en Alcoy, señora ministra.

Creo que he dicho un montón de cosas que nos preocupan a todos los
ciudadanos. Lo que sí que le aseguro que no le voy a decir es aquello
que le decía un diputado al presidente del Gobierno. Yo nunca le se
voy a decir, se lo aseguro y, con toda seguridad, tampoco se lo dirá
mi grupo parlamentario: ¡Váyase, señora Villalobos! No se lo vamos a
decir, con toda seguridad. Pero sí queremos recordarle alguna cosa.

Quisiera recordarle que es usted la máxima autoridad en materia
sanitaria de este país, pase lo que pase, que dispone de
instrumentos. De acuerdo con la Ley General de Sanidad, usted dispone
del Instituto Carlos III, dispone de la alta Inspección del Estado en
materia sanitaria, de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica,
del Consejo interterritorial, de los órganos consultivos del Consejo
interterritorial. Por cierto, ayer tuve oportunidad de hablar con una
persona que, al parecer, debe pertenecer a este Consejo y me decía
que todavía en esta legislatura no se habían reunido los órganos
consultivos del Consejo interterritorial del Sistema Nacional de
Salud, pero lo que más me preocupó es que tenía la profunda
convicción de que no se iban a reunir. Dijo: con seguridad, no
veremos reunirse a esos órganos consultivos. Señora ministra, de
acuerdo con la Ley General de Sanidad, usted tiene que afrontar los
problemas de salud pública que tiene este país.

Permítame instarle a que ejerza como ministra del Reino de España, a
que ejerza como ministra de Sanidad, porque hay muchos ciudadanos que
están profundamente preocupados. Quiero recordarle una cosa: cuando
haya un brote de legionella, cuando haya un aumento de casos que se
prolonguen en el tiempo y que simultáneamente aparezcan en distintos
sitios del país, actúe inmediatamente, ponga inmediatamente todo el
dispositivo a funcionar.

Para terminar, quiero instarle a que convoque al Consejo
interterritorial del Sistema Nacional de Salud, a que lo convoque las
veces que haga falta, que no escatime. El Consejo interterritorial
-aunque usted se ría se lo voy a decir-, de acuerdo con la página web
del Ministerio, se ha reunido desde 1989, fecha en que se constituye,
hasta la fecha, 51 veces; eso supone una media de 4,6 reuniones
plenarias por año. Durante su mandato, que ya es de casi un año, se
ha reunido una sola vez el plenario, señora ministra. Por favor,
convoque el plenario del Consejo interterritorial, impulse la sanidad
y no escatime esfuerzos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Mingo.




El señor MINGO ZAPATERO: Quisiera hacer llegar a todos los diputados
que debíamos ser extraordinariamente cautos, una vez más, cuando
hablamos de salud pública y que sería conveniente que nos fijáramos
en cuáles son los dictámenes de los expertos y la realidad
científica a la hora de analizar cualquier problema de salud pública
del que se hable. Hoy la ministra comparece para hablar de la
legionella pneumonae, que es una enfermedad que algunas veces
evoluciona por brotes, otras veces es endémica y otras veces es
epidémica. En alguna intervención de algún grupo político se ha
insistido en el fenómeno epidémico del municipio de Alcoy, diciendo
que probablemente es el episodio más importante de la legionella en
la historia de España cuyo primer caso, como conocen SS.SS., fue
inscrito en 1973.

No es verdad que este sea el caso más importante. Quiero recordar a
SS.SS. que, en 1996, una población madrileña, Alcalá de Henares, tuvo
un episodio de legionella que afectó a bastantes más ciudadanos de
los que a lo largo de los últimos meses han sido afectados en el
municipio de Alcoy. En aquel momento, lo que es científica y
políticamente correcto es el abordaje del problema con las tres
administraciones públicas que entienden y tienen competencias en la
materia; de consumo, los ayuntamientos; de gestión, las comunidades
autónomas; y de autoridad sanitaria, el Ministerio. Las tres actuaron
como han actuado en el caso de Alcoy y como actúan en todas las
cuestiones de salud pública en el territorio español. Repito, la
acción conjunta de las tres administraciones hizo posible una
resolución -que en este caso de Alcoy quiero mencionar con
rotundidad- que ha sido analizada específicamente por las Cortes
valencianas, que ha sido estudiada en una comisión de investigación
creada ad hoc y que desgraciadamente algunos grupos políticos han
abandonado. En esa comisión hay una serie de conclusiones, que son
científicas y políticas. Me gustaría insistir en que la mayor parte
de los profesionales y de los expertos en la materia -y aconsejo a
SS.SS. que sigan este camino- insisten en que los políticos y los
profesionales debíamos tener más cuidado a la hora de cuidar a los
ciudadanos y no crear innecesariamente alarma que a nadie beneficia.


Cuando el Ministerio de Sanidad reúne sucesivas veces a los órganos
expertos de cohesión y de estudio, que es la Comisión de salud
pública, y acuerda con los representantes de las comunidades
autónomas cuál es la línea a seguir, lo único que está haciendo la
ministra es cumplir con la ley. Creo que debíamos dejar bien claro
que la ministra, y cualquier ministro, no puede saltarse la ley. Por
tanto, la obligación de la ministra no es otra que convocar y pautar
cuáles son los criterios mejores para vigilar la salud pública de
todos los españoles; en coordinación, en armonía y en acuerdo
completo, se marcan las pautas globales en un real decreto que la
ministra ha especificado en su comparecencia de hoy y no lo ha hecho
público todavía porque queda el último momento de aprobación
definitiva por los consejeros y por las comunidades autónomas.

Sigamos pueslos criterios técnicos. El Instituto de Salud Carlos III



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ha estado colaborando activamente, señoras y señores diputados, con
las distintas comunidades autónomas en acción de consejo, de
información y de estudio y en armonización de cuáles son las
distintas medidas preventivas.




Señorías, si estamos hablando de una enfermedad causada por un germen
gramnegativo, que es tributaria de un tratamiento relativamente fácil
con antibióticos y que produce una morbi-mortalidad escasa en
comparación con otras enfermedades respiratorias, debemos decírselo
tranquilamente a la población. Porque la gripe, la vulgar gripe,
produce mucha más morbi-mortalidad. Digamos que esta enfermedad es
extraordinariamente bien conocida en los últimos años, digamos que
aumentará el número de casos, porque cada vez es más fácilmente
diagnosticable en virtud de los últimos y recientes análisis de
orina, donde se define perfectamente la presencia de la enfermedad, y
que con tratamiento con eritromicina se curan la mayor parte de los
casos; que no es una enfermedad viral que no responde a la
antibióticoterapia. Esto es lo que tenemos que decir a los
ciudadanos. Y con las comunidades autónomas y con los ayuntamientos,
en base a los criterios científicos y a los criterios de prevención
que la ministra ha marcado en el real decreto, tendremos que fomentar
el cuidado de la prevención de esta enfermedad en sus brotes, en
relación con el mecanismo de contagio por inspiración de minúsculas
gotas de agua que pueden entrar en los pulmones.

Señorías, en ese esfuerzo estoy seguro que colaborarán todos ustedes.





El señor PRESIDENTE: Cuando quiera, la señora ministra puede
contestar.




La señora MINISTRA DE SANIDAD Y CONSUMO (Villalobos Talero): Señor
presidente, intervendré para ampliar lo que no es una decisión de
esta ministra sino de las Cortes Generales, de las Cortes
autonómicas, de la propia Constitución a la hora de diseñar la
estructura administrativa y competencial de este país, donde se
ubican todas las competencias de salud pública desde 1981 a 1985, que
es cuando se hacen las transferencias -excepto en Ceuta, que se hace
más tarde- de salud pública a las comunidades autónomas. Es un modelo
que hemos elegido todos los españoles y por lo tanto, desde mi punto
de vista, no tiene sentido ponerlo en discusión. Y estoy diciendo
algo que he planteado en otras intervenciones en este Parlamento en
cuestiones relacionadas con salud pública. Si lo que algún grupo
político entiende es que el Gobierno central debe recuperar
competencias en salud pública, que se diga claramente. Es una opción
y, una vez analizado ante situaciones de crisis de salud pública cómo
funcionan los mecanismos de control, etcétera, si se entiende que es
excesivo, hágase. Pero yo me muevo en el ámbito de
la realidad y por lo tanto de las competencias que cada cual tiene.

En el tema de la legionella la mayoría de las competencias son
municipales, ni siquiera son de las comunidades autónomas. Y algunos
ayuntamientos que se han visto afectados por este fenómeno han
elaborado ordenanzas en torno a esta cuestión; por ejemplo, Madrid,
Barcelona y algún otro ayuntamiento. Y algunas comunidades autónomas
donde en un momento determinado, se ha presentado un brote
determinado han tomado sus medidas. La Comunidad de Madrid, la
Comunidad de Cataluña o la Comunidad valenciana; han tenido problemas
y ante él han reaccionado de esta forma. Sin embargo, se analizó la
necesidad de un marco general. Nosotros, encantados. No siendo
necesario, porque si lo hubiera sido estoy convencida de que hace
muchos años, muchos, muchos, las distintas y distintos ministros de
Sanidad lo habrían hecho, en cumplimiento de sus responsabilidades.

Recuerdo e insisto en que la última transferencia se hace en 1985 y
desde entonces ha habido unos cuantos ministros de Sanidad. Si
ninguno lo hizo es porque efectivamente no era algo que tuviera que
hacer. Pero se pide por las comunidades autónomas una regulación
ordenada, nos parece adecuado y en ello estamos.

Las líneas generales de este real decreto van en la dirección de
definir claramente el ámbito competencial, la necesidad de que los
ayuntamientos controlen el registro de instalaciones, la inspección y
el control rutinario de las mismas que, como otras muchas,
corresponden a los ayuntamientos, y al mismo tiempo las comunidades
autónomas tienen que controlar cómo se realizan estas diferentes
inspecciones, insisto, cuya competencia exclusiva es de los
propietarios de los locales. Por lo tanto, lo que corresponde a la
Administración local o autonómica es controlar qué se hace, pero en
ningún caso pagar que se haga. Los responsables son, en el ámbito que
lo queramos plantear, los dueños, los propietarios de esos edificios.


En ningún caso, ni la Administración local ni la autonómica.

Yo creo que se va por el buen camino, lo digo con absoluta
sinceridad. Así lo manifiestan los directores generales
representantes de cada una de las comunidades autónomas en el Consejo
interterritorial, que son los que han propuesto este documento, y
que, insisto, en un plazo muy breve, se va a publicar en el Boletín
Oficial del Estado.

Creo que este, como cualquier otro problema de salud pública,
requiere la máxima atención por parte de todas las autoridades
sanitarias y pienso que, en el ámbito de las competencias de cada
cual, se han tomado medidas. Y estoy hablando de las diferentes
comunidades autónomas que se han encontrado con esta situación y con
este problema, problema que, como comprenderán SS.SS., a ninguno de
los responsables de salud pública de ningún ámbito, ni local, ni
autonómico ni nacional, es algo que nos agrade, sino todo lo



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contrario, que nos preocupa. Como nos preocupa a todos, incluidos,
como no podía ser menos, los representantes de la soberanía popular,
que son ustedes, y yo, que también soy diputada, los miembros de esta
Cámara, nos ocupamos y nos preocupamos y en esa línea seguiremos
trabajando.

Señora Castro, en el momento en que tengamos más información, se la
haremos llegar inmediatamente.

Muchísimas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora ministra.

Antes de levantar la sesión, quiero informar a la Comisión de la
propuesta realizada por los distintos grupos parlamentarios sobre la
composición de la ponencia encargada de informar el proyecto de ley
por el que se crea la agencia española de seguridad alimentaria.




Se trata de las señoras y señores diputados que cito a continuación.

Por el Grupo Parlamentario Popular, señor Castillo, señor Mingo,
señora Rodríguez López; por el Grupo Parlamentario Socialista, la
señora Pozuelo y la señora Rodríguez Díaz; por el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió), la señora Riera; por el Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida, la señora Castro; por el
Grupo Parlamentario
Vasco, la señora Uría; por el Grupo de Coalición Canaria, la señora
Julios; y por el Grupo Parlamentario Mixto, el señor Aymerich. ¿Se
aprueba la composición de la ponencia? (Asentimiento.)



Queda aprobada por asentimiento. Muchas gracias.

Quiero también decirles que los miembros de la Mesa y portavoces
tendrán en su despacho un dossier. Este dossier fue un acuerdo, ante
una petición que hizo la señora Castro en la reunión de Mesa y
portavoces, de que por parte del letrado y los órganos de la Comisión
y de la Dirección de Estudios se preparase un dossier sobre el
proyecto de creación de la agencia española de seguridad alimentaria.


Es un primer dossier y, a lo largo de los debates que puedan surgir
en la ponencia, una vez que tengamos todas las enmiendas que se
puedan presentar, se ampliará con otro dossier. Me gustaría que
conste en el «Diario de Sesiones» nuestro agradecimiento a la
Dirección de Estudios y a los órganos de la Comisión que han hecho un
trabajo creo que importante.




Sin más, se levanta la sesión.




Eran las siete y quince minutos de la tarde.