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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 598, de 23/10/1995
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1995 V Legislatura Núm. 598
C O N S T I T U C I O N A L
PRESIDENTE: DON JOSE BARRIONUEVO PEÑA
Sesión núm. 17
celebrada el lunes, 23 de octubre de 1995



ORDEN DEL DIA:
Comparecencias:
--Del señor Presidente de la Agencia EFE (Sobrado Palomares), para
informar sobre el balance de las actividades desarrolladas por dicha
Agencia durante el año 1994, así como sobre la ejecución de su
presupuesto en dicho ejercicio. A solicitud del Grupo Popular. (Número de
expediente 212/001502). (Página 18189)
--Del señor Presidente del Instituto Nacional de Estadística (INE), y
Director de la Oficina del Censo Electoral (Quevedo Quevedo), para
informar acerca del actual estado de los trabajos de dicha oficina
referentes a la revisión del censo y censo especial de residentes
ausentes, conforme a la última modificación aprobada de la Ley Orgánica
5/1985, de 19 de junio, sobre el Régimen Electoral General. A solicitud
del Grupo Popular. (Número de expediente 212/001564). (Página 18201)
Ratificación de la Ponencia designada para informar el proyecto de Ley
Orgánica de publicidad electoral en emisoras de televisión local por
ondas terrestres. (Número de expediente 121/000088). (Página 18214)



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Aprobación, con competencia legislativa plena, a la vista del informe
elaborado por la Ponencia, del proyecto de Ley por la que se modifica la
Ley 23/1982, de 16 de junio, reguladora del Patrimonio Nacional. (Número
de expediente 121/000079). (Página 18214)
Emitir dictamen, a la vista del informe, elaborado por la Ponencia, sobre
el proyecto de Ley Orgánica de publicidad electoral, en emisoras de
televisión local por ondas terrestres. (Número de expediente 121/000088).

(Página 18215)
Debate y votación, en su caso, de la Proposición no de ley por la que se
insta al Gobierno a devolver con la mayor urgencia las cantidades
adeudadas a los electores que votaron por correo en las elecciones a los
Parlamentos europeo y andaluz de junio de 1994. Presentada por el Grupo
de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. (Número de expediente
161/000439). (Página 18216)



Se abre la sesión a las cuatro y treinta minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Buenas tardes, señoras y señores Diputados. Aunque
no me molesta, puedo darles mi palabra de honor de que es absolutamente
involuntaria por mi parte esta expectación, pero cumpliendo con el orden
del día señalado podemos dar comienzo a la sesión, salvo que, como es
previsible, alguno de los señores portavoces quiera hacer uso de la
palabra. (Pausa.)
Tiene la palabra el señor Cisneros, por el Grupo Parlamentario Popular.




El señor CISNEROS LABORDA: Por respeto a la propia Presidencia y a la
Comisión yo rogaría, señor Presidente, que el señor compareciente
abandonase la sala, por favor. (El señor Presidente de la Agencia Efe
abandona la sala.)



El señor PRESIDENTE: Al mismo tiempo, si ya han cumplido con su trabajo y
su deber, rogaría a los señores de los medios de comunicación que se
situaran en la parte de atrás de la sala, si hacen el favor y si lo
tienen a bien.

Tiene la palabra, señor Cisneros.




El señor CISNEROS LABORDA: Gracias, señor Presidente. Con la venia, voy a
plantear una cuestión previa con carácter de orden. Voy a dar lectura a
una comunicación del Grupo Parlamentario Popular.

Como se ha anticipado por los medios informativos y cabe comprobar en
este momento, uno o más grupos parlamentarios han resuelto dejar de
participar en los trabajos de esta Comisión. Nos encontramos, pues, ante
un hecho consumado que afecta a la funcionalidad misma de nuestro
trabajo. De hecho, no se le oculta, sin duda, al señor Presidente que en
los últimos meses el ritmo de la actividad de esta Comisión se ha
resentido de una cierta falta de impulso, consecuencia del tácito deseo
de los grupos de eludir una situación que a mí al menos, a título
particular, me resulta singularmente penosa, en espera de una iniciativa
suya o de su grupo que nos permitiera evitarla.

El Grupo Parlamentario Popular ha entendido que el respeto a la
institución parlamentaria y el cumplimiento cabal de las obligaciones
inherentes al mandato representativo de sus electores deben prevalecer
sobre la posibilidad, también legítima, de expresar una comprensible
incomodidad política. Por eso anunciamos nuestro propósito de continuar
participando en los trabajos de la Comisión y de cooperar lealmente en el
impulso de su tarea. Esa voluntad no es óbice del deber de transmitir a
S. S., señor Presidente, en nombre de mi grupo, una serena reflexión.

Omitirla representaría un ejercicio de hipocresía.

La inusual expectación que ha despertado esta convocatoria y a la que con
buen humor se refería el señor Presidente en sus palabras iniciales, y
que no parece que tenga mucho que ver con el contenido del orden del día,
da razón de su oportunidad. Esta reflexión alude a la vicisitud procesal
por la que atraviesa S. S. y que parece, en opinión de mi grupo,
desaconsejar, al menos circunstancialmente, el desempeño efectivo de esa
presidencia.

A S. S. le consta que su elección como Presidente, como la de los
restantes miembros de la Mesa, se produjo en virtud de un unánime acuerdo
que difícilmente podría verse hoy reproducido. No es necesario que
recuerde que ni siquiera se ha cumplimentado el acuerdo de la petición de
suplicatorio. Lo sabemos. Como también sabemos que su eventual
tramitación y otorgamiento no afectaría a su estatuto de Diputado en
plenitud de derechos y deberes. También sería superfluo invocar el valor
constitucional de la presunción de inocencia que sabemos le ampara con la
misma intensidad que a cualquier otro ciudadano. Pero no estamos hablando
de un ciudadano común, sino del Presidente de una comisión legislativa
permanente del Congreso y cabalmente de la Comisión Constitucional, que
al menos en el rango protocolario de la enumeración del Reglamento las
encabeza. No es una cuestión de legitimidad ni de derechos ni facultades
reglamentarias. Es cuestión de talante y sensibilidad para tomar en
consideración los sentimientos perceptibles de la opinión pública que no
puede por menos de experimentar al menos extrañeza al ver cómo prosigue
desempeñando la presidencia de la Comisión legislativa encargada de
desenvolver el elenco de derechos



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fundamentales y libertades públicas, albergado en la Constitución, un
diputado que atraviesa tan delicada situación personal y política.

Por todo ello, el Grupo Parlamentario Popular exhorta con el mayor
encarecimiento al señor Presidente a que considere, por la mejor
funcionalidad de la actividad de la Comisión, la resignación del
ejercicio de sus funciones de Presidente de la Comisión Constitucional en
tanto se sustancia el procedimiento penal en el que podría resultar
imputado.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Cisneros.

El señor López Garrido tiene la palabra.




El señor LOPEZ GARRIDO: Gracias, señor Presidente.

En nombre del Grupo Parlamentario de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, también voy a hacer una declaración en relación con la
situación, vamos a llamarle parlamentaria, en que a nuestro juicio se
encuentra el Presidente de esta Comisión Constitucional.

Todo el mundo sabe que el señor Barrionuevo, Presidente de esta Comisión
Constitucional, tiene sobre sí graves acusaciones en asuntos de extremada
importancia que han dado lugar no sólo a la creación de una comisión de
investigación en el Senado, sino a investigaciones judiciales muy
avanzadas y que han desembocado en este momento en la previsible petición
a esta Cámara de un suplicatorio en relación con el Presidente de esta
Comisión. Nosotros entendemos que esto hace tiempo que desencadena una
grave responsabilidad política, que no ha sido asumida, y que en estos
momentos incluso afecta a la responsabilidad al frente de esta Comisión
Constitucional. En su momento nosotros planteamos al señor Barrionuevo la
necesidad de asumir esta responsabilidad política como Diputado, y hoy se
la planteamos como Presidente de la Comisión Constitucional.

El Presidente de la Comisión Constitucional, a nuestro juicio, no puede
estar sometido a una sospecha o a una acusación que en estos momentos se
plantea en términos de una petición de suplicatorio. No nos parece que
sea una posición ética ni sobre todo --si se me permite-- estética, desde
el punto de vista de la importancia de esta Comisión en el Parlamento.

Una comisión que, recordemos, trata los temas más importantes que se
refieren a nuestro sistema político democrático, al núcleo de nuestro
sistema democrático. Creemos que en determinadas circunstancias no se
puede asumir ese papel. Por eso es por lo que nosotros consideramos que
el Presidente de la Comisión Constitucional, en esta situación de
investigación judicial, debería dimitir de la presidencia de la misma, lo
que le ahorraría al propio Presidente sufrimientos personales y políticos
y, desde luego, a los grupos les ahorraría pasar por esta situación que
tampoco es del agrado de ningún grupo, entendemos, frente a quien hasta
este momento y ahora sigue presidiendo la Comisión Constitucional.

Debemos recordar que la presidencia de una comisión no es sólo un cargo
de confianza que se tiene por haber tenido en su momento la confianza de
los ciudadanos, sino que se tiene por haber tenido la confianza de los
grupos. Y en este caso el Presidente de esta Comisión representa también
a los grupos al ejercer ese cargo. Nuestra democracia es esencialmente
representativa. Se basa en la confianza primero del pueblo respecto de
los elegidos, pero también en la confianza de los cargos parlamentarios
respecto de quienes eligen esos cargos parlamentarios. Nuestro grupo
parlamentario no tiene ya esa confianza en el Presidente de la Comisión
Constitucional, la confianza política mínimamente exigible para
considerar que debe presidirla, y por eso nosotros pedimos la dimisión
del señor Barrionuevo como Presidente de la Comisión Constitucional. El
empecinamiento en que no salga del propio Presidente esa decisión nos
afecta a todos los grupos. También afecta a los trabajos parlamentarios
de la Cámara, a los trabajos de esta Comisión, como esta misma tarde
afectará a los trabajos de esta Comisión en comparecencias que tienen
importancia y significación, que afectan, por ejemplo, a cientos de
trabajadores.

Por todas estas razones, nuestro grupo reitera la necesidad de que el
Presidente de la Comisión Constitucional dimita de ese cargo, algo que
vamos a reiterar siempre, en cada momento en que tengamos ocasión de
hacerlo, en esta Comisión Constitucional.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor López Garrido.

Señor Mohedano, tiene la palabra.




El señor MOHEDANO FUERTES: Gracias, señor Presidente.

Como es obvio, mi grupo no tenía ni tiene ningún comunicado que hacer en
relación al tema que han suscitado los señores portavoces del Grupo
Popular y de Izquierda Unida, pero sí querría exponer cuál es la posición
que nuestro grupo mantiene respecto a la solicitud que han hecho los dos
grupos preopinantes.

Estaba tomando nota de algunas de las cosas que se han dicho y viendo el
«Diario de Sesiones» recordaba que, cuando renunció a su escaño don
Virgilio Zapatero y dejó de ser Presidente de esta Comisión porque iba a
dedicarse a la vida universitaria, el 29 de septiembre de 1994, todos los
grupos parlamentarios votaron como Presidente de esta Comisión,
unánimemente, a don José Barrionuevo. Y no sólo le votamos unánimemente
sino que le dimos nuestro respaldo y expresamos nuestra unánime confianza
en él como presidente. Estos eventos están demasiado cerca para que los
tenga que recordar o tenga que recordar lo que cada uno dijo en aquel
momento y que está recogido en el «Diario de Sesiones».

Esta Comisión Constitucional, como muchas veces hemos coincidido en
decir, es una comisión de especial relevancia, a la que cabe presumir
además una especial solvencia, y para nuestro grupo --yo creo que también
para los otros grupos parlamentarios, por lo menos para una



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parte de ellos-- el actual Presidente ha arbitrado y presidido esta
Comisión propiciando el entendimiento y el diálogo, y con absoluta
solvencia. Además, no se ha producido descenso alguno del ritmo habitual
del trabajo parlamentario ni se han ralentizado los trabajos
parlamentarios, condicionados por una u otra situación, que por otra
parte no se había producido, respecto al propio Presidente. He asistido a
bastantes reuniones de los portavoces y la Mesa y nunca hemos pospuesto
ninguno de los trabajos parlamentarios que tiene esta Comisión porque
estuvieran condicionados por una situación especial del Presidente, que
por otra parte no podía ser porque no tenía ninguna situación especial.

Además, la trayectoria del señor Barrionuevo es bien conocida, como bien
conocida es su persona, y no sólo porque tenga una ejecutoria dilatada al
servicio público, sino porque también es una persona querida y apreciada
por los ciudadanos. Cuando invocamos a la opinión pública no podemos
desconocer que es una persona querida y apreciada y, además, estoy
diciendo en voz alta muchas cosas que SS. SS. saben y que reconocen en
privado.

¿Qué ha pasado desde el 29 de septiembre de 1994, cuando elegimos al
señor Barrionuevo presidente? Desde luego, que sobre los hechos que
sucedieron entre 1983 y 1987, en aquella época, hubo flujo informativo
suficiente para saber lo que habría ocurrido. Habían sido condenados
algunos funcionarios del Ministerio del Interior y todo el mundo sabía
que el señor Barrionuevo era el Ministro del Interior en aquella época.

Ahora, ¿qué es lo que hay nuevo? El anuncio de un suplicatorio; no graves
acusaciones, porque las graves acusaciones en un Estado de derecho no las
formula un procesado ni las formula, aunque sea, un supuesto arrepentido;
las formula el ministerio público, las formula un juez. El anuncio de un
suplicatorio, que es el requisito de procedibilidad todavía no sabemos si
para una simple declaración para proceder por una acusación posterior,
pero no tenemos ninguna constancia de que sea para esto último. No
conocemos ni siquiera el contenido de ese suplicatorio ni conocemos
tampoco cuál va a ser la reacción de la Cámara. No sabemos, en
definitiva, nada que nos conste. No hay acusación, ni graves acusaciones.

No conocemos el contenido de ese suplicatorio ni para qué ese
suplicatorio va a ser requisito de procedibilidad. Desde luego, nuestro
grupo, señorías, no va a contribuir nunca, ni en el caso de un Diputado
socialista ni en ningún otro caso, a precipitar mediante minijuicios,
antejuicios, juicios simultáneos o que den la impresión de que ya hay un
antejuicio de culpabilidad, que produce tanto encanallamiento en la vida
pública y en la vida civil en general, y un deterioro de las garantías
que debe tener cualquier proceso. Porque no olvidemos que esta dimisión
que está pidiendo, en el caso concreto de uno de los portavoces que han
intervenido, está muy vinculada a un procedimiento penal. Por tanto,
trasladar cualquier decisión en el ámbito político precipitadamente,
incluso antes de lo que hace un órgano jurisdiccional, tiene también
influencia en el campo penal.

Señor Presidente, todo esto lo digo para acabar con una conclusión. La
decisión que vaya usted a tomar, la va a tomar usted y es una decisión
libre. Pero mientras no se demuestre nada en contrario, o nada
sustancialmente diferente de lo que acabo de decir exponiendo cuál es
nuestra posición, el mandato claro y expreso del Grupo Socialista que
represento en este acto es renovarle a usted la confianza y el respaldo
que le dimos el 29 de septiembre de 1994.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Mohedano.

Parece obligado que yo también diga unas palabras sobre las
intervenciones que se han producido. Aunque es un tema adjetivo y no
sustancial, debo decir, señor Cisneros, que rechazo rotundamente sus
palabras. Me parece que usted no se ha ajustado a la verdad cuando ha
dicho que mi situación personal ha afectado de alguna manera a los
trabajos de esta Comisión. Usted sabe muy bien que absolutamente todas
las convocatorias, confección de órdenes del día, citaciones,
aplazamientos o no, se han producido por acuerdo unánime de la Mesa, en
la que están representadas varias fuerzas políticas --la suya, entre
otras--, y no es verdad que haya sido nunca una decisión o una motivación
personal mía. Siento que haya dicho usted eso, que no se corresponde con
la realidad.

Debo decir --se ha recordado-- que fui elegido por unanimidad de todos
los miembros de esta Comisión y de todas las fuerzas políticas. Y no sólo
eso sino que los portavoces --algunos de los que han tomado la palabra
hoy también-- se manifestaron en términos muy favorables, elogiosos hacia
mí. Términos favorables, afectuosos y, vuelvo a decir, hasta elogiosos
que continúo agradeciendo. Me parece que los señores portavoces fueron
muy amables en aquella ocasión. Debido a unas circunstancias que son
especiales --delicadas para mí, sin duda-- han decidido cambiar
--parece-- su actitud hacia mi persona. Lo lamento pero, por supuesto,
respeto su decisión. No comparto las razones que han expuesto el señor
representante del Grupo Popular y el señor representante del Grupo de
Izquierda Unida. Me parece que no son válidas. No obstante, no puedo
dejar de reconocer que cuando hay grupos --aunque las razones no estén
justificadas a mí modo de ver-- que en una Comisión toman la posición que
han tomado aquí el Grupo Popular y el Grupo de Izquierda Unida yo debo
tomar nota y debo considerar esa posición. Es lo que voy a hacer. Voy a
reflexionar sobre esa postura porque, esté o no justificada la posición
que han tomado --pienso que no lo está--, sí es cierto que debe haber un
grado de consenso de los grupos respecto a la composición de la Mesa y
particularmente del Presidente. Así lo entiendo yo.

Hay que señalar también, y se ha manifestado aquí por uno de los
portavoces, que las presidencias de comisiones y la composición de las
mesas de todas las comisiones reposa en un acuerdo parlamentario. Ese
acuerdo parlamentario atribuye a mi grupo parlamentario, al Grupo
Parlamentario Socialista, la presidencia de esta Comisión. Ese es el otro
factor que yo tengo que considerar. Consiguientemente, en los próximos
días trasladaré a la dirección de mi grupo parlamentario el
posicionamiento de los grupos



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que han hecho la manifestación que han realizado en este acto, trasladaré
mi propia reflexión a la dirección de mi grupo parlamentario sobre estas
circunstancias y mi postura personal, y naturalmente obraré en
consecuencia de la decisión que se tome. Es lo que puedo manifestarles en
este acto, y no más.




COMPARECENCIAS:



--DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA AGENCIA EFE (SOBRADO PALOMARES), PARA
INFORMAR SOBRE EL BALANCE DE LAS ACTIVIDADES DESARROLLADAS POR DICHA
AGENCIA DURANTE EL AÑO 1994, ASI COMO SOBRE LA EJECUCION DE SU
PRESUPUESTO EN DICHO EJERCICIO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
POPULAR. (Número de expediente 212/001502.)



El señor PRESIDENTE: Lamento que esta situación haya perturbado algo --no
sé si ha sido así-- el orden del día. Pienso que, si no hay inconveniente
por parte de los grupos parlamentarios y de los señores portavoces,
deberíamos cumplimentar en el día de hoy el orden del día existente. Si
es así, tras estas manifestaciones y agradeciéndole su atención
pasaríamos al primer punto del orden del día, que es la comparecencia del
Presidente de la Agencia EFE, solicitada por el Grupo Parlamentario
Popular. (Pausa.)
Señor Sobrado Palomares, su comparecencia, como he dicho, solicitada por
el Grupo Parlamentario Popular. Primero tiene usted la palabra, luego
intervendrá el grupo que ha solicitado su comparecencia, y posteriormente
los demás grupos que consideren oportuno intervenir.

Tiene la palabra.




El señor PRESIDENTE DE LA AGENCIA EFE (Sobrado Palomares): Señor
Presidente, señorías, solicita el Grupo Popular mi comparecencia ante
esta Comisión para informar sobre el balance de las actividades
desarrolladas por la Agencia EFE durante el año 1994, así como sobre la
ejecución de su presupuesto en dicho ejercicio.

Para analizar una agencia de prensa, en concreto la Agencia EFE, tenemos
que partir de un hecho concreto, conocido y reconocido. EFE es una
agencia sólidamente instalada en los mercados mundiales de la
información. Las agencias mundiales son la empresas más singulares dentro
del universo mediático. Esta singularidad resulta evidente con una
observación primaria. A lo largo de un año nacen y desaparecen centenares
de medios, tanto periódicos como revistas, emisoras de radio y de
televisión, mientras el paisaje de las agencias mundiales permanece con
ligeras variaciones. En los últimos treinta años sólo una agencia se
introdujo con fuerza en los mercados internacionales. Se llama EFE. Y
otra ha entrado en declive. Se llama UPI, United Press International.

Las agencias de prensa son los grandes mayoristas de la información. Sin
ellas, los medios tendrían serias dificultades para cubrir una
información mundial. La erupción de un volcán, la caída de un récord
deportivo, el golpe de estado que cambia el destino de un país y todos
los aconteceres noticiables que surgen de las realidades cotidianas
llegan por la radio, la televisión y la prensa, sin consideración de
distancias ni de tiempos. El ciudadano del siglo XX vive en directo la
actualidad del mundo. Sin embargo, nada de esto sería posible sin las
grandes agencias de prensa, que montan guardia permanente en todos los
puntos del planeta y facilitan las noticias a los medios de comunicación.

Hoy, como ayer, ningún diario, ninguna radio, ninguna televisión dispone
de los medios necesarios para estar presente en el mundo con los
centenares de periodistas y corresponsales que para ello son necesarios.

Sólo las grandes agencias, tan mal conocidas como desigualmente citadas
por los medios que reproducen sus despachos, garantizan esta cobertura. A
su cargo está la recogida, la elaboración y el transporte de las noticias
que cada día utiliza la prensa, la radio y la televisión. Veamos esta
realidad en un ejemplo práctico: Washington. En Washington, los grandes
periódicos tienen un corresponsal, la mayoría ninguno: la Agencia EFE
tiene una redacción con doce periodistas que viven y cuentan en directo
lo que acontece en la Casa Blanca, el Congreso, el Senado, los centros de
decisión económica, los escenarios deportivos o en los diferentes
barrios.

El valor estratégico de la agencias mundiales en el mercado de la
información es considerado clave por todos los analistas, tanto que, en
el seno de la Unesco, la Comisión McBride centró gran parte de sus
debates sobre el nuevo orden informativo mundial en el papel hegemónico y
totalizador de las agencias del norte. Podemos decir que, desde una
perspectiva informativa, el mundo se define en unas comunidades que
tienen capacidad para contar su historia al mundo y la historia del mundo
a su comunidad. La Agencia EFE asegura la autonomía informativa al mundo
hispanohablante. Con veintinueve años de presencia en América, se ha
consolidado como la primera agencia mundial en esa área, desplazando a
las norteamericanas Associated Press y United Press International, a la
inglesa Reuters y a la francesa France Presse que, naturalmente, siguen
allí luchando encarnizada y caballerosamente por el mercado. Al día de
hoy, EFE aparece como la gran agencia natural y rigurosa del mundo
iberoamericano y la única capaz de contar la historia del mundo en
español desde la mentalidad e intereses propios de la comunidad a la que
sirve. Dicho de otro modo, es la única en condiciones de elaborar,
transportar y difundir la información del mundo desde la evaluación o
consideración de los intereses españoles e iberoamericanos.

El 56 por ciento de las noticias de España que se publican en los
periódicos de Iberoamérica están firmadas por la Agencia EFE. No es
difícil deducir que la ausencia de EFE produciría un vacío y los vacíos
tienden a llenarse, los llenan otros. Hechos como la inauguración de la
Expo de Sevilla podrían reducirse, como hizo una gran agencia mundial,
vecina nuestra, y los redujo, a dos fotografías: una, la de unos policías
españoles golpeando a un grupo de indios junto al Guadalquivir; la otra,
unos globos elevándose



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al cielo sobre el Guadalquivir. Aquel día EFE repartió al mundo 18
fotografías, reproduciendo los diversos actos del acontecimiento.

Nuestra agencia también es la primera en el intercambio de noticias de
los países iberoamericanos entre sí. Desde esta perspectiva podríamos
afirmar que la distancia entre España e Iberoamérica, y de los países
iberoamericanos entre sí, sería mucho más grande sin EFE. Este papel de
EFE lo resaltan permanentemente en estudios y seminarios sobre cuestiones
de comunicación. La Universidad Central de Venezuela publicó el pasado
año 1994 un estudio en el que afirma la primacía de EFE y, entre sus
observaciones, puntualiza: Demuestra un claro interés y una gran eficacia
para cubrir los hechos de Latinoamérica y servirla como su agencia. El
espacio iberoamericano es un campo en el que se despliegan las más
encarnizadas luchas por cotas de mercado por parte de las diversas
agencias que llegan en lengua española, desde la china Xinhua a la
italiana Ansa, la DPA alemana, la rusa Iter Tass --antes sólo Tass-- y
las clásicas France Presse, Reuters y Associated Press. También a lo
largo de las últimas décadas se pusieron en marcha varios proyectos de
agencia con vocación iberoamericana. Recuerdo el Alasei, Latin Reuter,
Prensa Latina, Telam Internacional, Notimex y Asin (esta última desde
Venezuela, con el propósito de unir a las agencias nacionales de la
zona). Estos proyectos fracasaron y algunos de ellos dejándose mucho
dinero en el camino.

El éxito de EFE no es un imperativo categórico o algo natural como la ley
de la gravedad. Es el fruto del trabajo constante y riguroso que a lo
largo de casi treinta años realizaron los trabajadores de EFE. Es muy
difícil meterse en los mercados; resulta más fácil perderlos y, cuando se
pierden, recuperarlos es una tarea casi imposible. Cualquier error en la
gestión (como desatender el desarrollo tecnológico), fallos en la
información o que los medios americanos percibieran a la agencia como un
instrumento de confrontaciones políticas, debilitaría seriamente el
proyecto. El año pasado, 1994, los termómetros de las distintas
mediciones señalaban la implantación hegemónica en Iberoamérica y España
de la Agencia EFE, que se había convertido en una gran agencia
internacional que tenía capacidad para contar las noticias del mundo para
el espacio hispanohablante, pero tenía la carencia, el vacío y la
imposibilidad de contar la historia de España e Iberoamérica para el
mundo. Había un claro desafío estratégico que necesitaba de una decisión
estratégica. Para convertirnos en agencia mundial y saltar fuera de
nuestra propia sombra necesitábamos hablar otras lenguas y tener, al
menos, la posibilidad de echar a andar, aunque fuera a ritmo lento, hacia
todas las partes del mundo. Necesitábamos hablar otras lenguas, las
grandes lenguas. Decidimos hacer un servicio en inglés y otro en árabe.

El árabe lo establecimos en Granada y el inglés en el eje Manila-Madrid.

El servicio árabe nos permite llevar en esa lengua a doscientos millones
de consumidores las noticias de España y el mundo contadas desde una
sensibilidad hispanomediterránea. Fija un punto de partida para cimentar
relaciones más estrechas, compartidas en nuevos lazos de entendimiento
que acentúan la proximidad geográfica entre los países del norte de
Africa y España. La información contribuirá poco a poco a romper brotes
de intolerancia y extremismo que abogan por el distanciamiento. Penetrar
en el mercado árabe exige paciencia y constancia: el cambio y el camino
es largo, pero ya hemos dado los primeros pasos. Al día de hoy, el
servicio consta de un centenar de noticias diarias, y ya lo reciben y
utilizan los dos periódicos árabes de mayor circulación en el mundo que
son Asharq Al Aswat y Al Arab. Los dos se elaboran en Londres y se envían
por satélite para que se impriman en diversas capitales del mundo como El
Cairo, Ryad, Nueva York, Marsella, etcétera. La MBC, que es la gran
televisión del mundo árabe, así como ocho agencias de noticias de países
árabes como La MAP, Algerie Press Services, la agencia Mena de Egipto,
etcétera, están recibiendo ya el servicio de EFE y lo incluyen en sus
despachos. También aquí Radio Exterior de España se nutre de nuestros
servicios. Habrá avances y retrocesos, pero si no nos resignamos al
fracaso la presencia de EFE en el mundo de expresión árabe será una
realidad. Tardará tiempo, tardará años, porque la dificultad de meterse
en los mercados es grande. Y es la misma que se tiene para crear una
nueva agencia mundial. Fíjense si es difícil poner en marcha una agencia
en árabe que en todo el ancho mundo arabohablante no existe una sola
agencia originaria de esas geografías que cuente al mundo el acontecer
cotidiano de los países árabes. Es más, no existe ninguna agencia árabe
que intercomunique a todo el mundo árabe. Las agencias son de países o
como máximo de áreas, incluso las de áreas prácticamente no existen.

El servicio en inglés, que es una lengua instrumental de la comunicación
para Oriente, para el este y el norte de Europa y para el Africa
subsahariana, lo hemos establecido en Manila con el apoyo de un equipo
periodístico que controla y supervisa su trabajo desde Madrid. Hasta
ahora hemos suscrito un acuerdo con la agencia de noticias filipina PNA
--que tiene dos servicios: uno nacional y otro internacional--. El
servicio internacional de EFE en inglés es el que ha asumido la agencia
filipina como su propio servicio internacional. Prácticamente todos los
medios de comunicación filipinos --unos sesenta periódicos--, así como
emisoras de radio y televisión reciben diariamente nuestro servicio en
inglés. También los periódicos utilizan el tagalo como su idioma de
difusión. Prácticamente la mitad de los periódicos de Filipinas están
escritos en tagalo y la otra mitad en inglés. Antes de final de año
firmaremos acuerdos, que ya están totalmente terminados, con las agencias
ANP (holandesa), PAP (polaca), CTK (checa), Tanjug (yugoslava), ATS
(suiza) y otras, y con periódicos varios de los Estados Unidos y también
del este de Europa. También en Extremo Oriente, desde la India, con la
PTI está pactado ya un acuerdo con las últimas cláusulas. Estamos
haciendo un despliegue en todos los países. Yo creo que muy pronto
estaremos en China, a través de la Xinhua, y en Japón, a través de la Xan
Xinhung. Es un periódico que tiene una tirada de 14 millones diarios.

Para que tengamos una referencia, España tiene una tirada de 3.600.000
ejemplares diarios, todos los periódicos juntos,



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todas las cabeceras. Aquí una sola cabecera tira 14 millones de
ejemplares. Este periódico nos ha dicho que quiere a prueba ya este
servicio. Actualmente este servicio --que tuvo algunas dificultades al
comenzar, sobre todo por los periodistas que traducían al inglés, que
están felizmente superadas-- se acerca a las 170 noticias diarias, lo
cual es un servicio notable en el paisaje internacional de las agencias
mundiales.

Los dos retos permanentes son: superar día a día los contenidos
informativos, adaptándolos a la demanda de los clientes, y una metódica y
constante acción empresarial. Un resultado positivo en el futuro de
nuestra presencia en todas las geografías consagraría a EFE como una de
las grandes agencias mundiales. En un mundo dominado por las grandes
agencias anglosajonas (Associated Press, UPI, en declive, y Reuteur) y
por la francesa France Presse, la Agencia EFE introduce una matización
estratégica de extraordinaria relevancia, al ser la primera agencia
internacional de origen y expresión españoles, tanto por su impacto
informativo como por su capacidad tecnológica. Al menos podremos tener
voz entre otras voces para contar nuestra historia. No nos ocurrirá como
sucedió a finales del siglo pasado con la guerra de Cuba, que sólo los
Estados Unidos tuvieron la palabra para contarla o, mejor dicho, el señor
Hearst, el magnate de la prensa norteamericana. Cuando el siglo pasado
enfilaba su recta final, el señor Hearst llamó a un grupo de sus mejores
reporteros y les dijo: Id a cubrir la guerra de Cuba. Ellos se miraron
entre sí y respondieron: En Cuba no hay guerra. Y Hearst contestó: No os
preocupéis, la guerra la pongo yo. Los periódicos de Heartst, y sobre
todo su agencia, Internacional Services, contaron la guerra y la
independencia de Cuba y esa versión es la que figura en todos los
manuales de esa historia en el mundo --pueden comprobarlo--, excepto en
los españoles, puesto que figura así incluso en los manuales
iberoamericanos. Yo lo he comprobado en algunos países, no en todos.

Para que un medio de comunicación, especialmente una agencia mundial, se
mantenga y prospere es vital la tecnología. La elaboración y trasmisión
de toda la masa informativa depende tanto de la tecnología que podemos
afirmar que la virtualidad de la información es un determinismo
tecnológico. A lo largo de los últimos siete años, EFE ha invertido en
tecnología cerca de 6.000 millones de pesetas. Hoy posee un equipamiento
de primer orden que permite trasmitir textos a todo el mundo en
fracciones de segundo. También llegamos con voz --radio-- e imagen
--fotografía y televisión-- a muchas partes del planeta. Recibimos
información desde desiertos o ciudades en guerra, sin teléfono operativo,
a través del Imarsat.

El pasado año, apoyados en un acuerdo marco con Telefónica, pusimos en
marcha el plan integral de comunicaciones por satélite, que permite
intercomunicarnos con todas nuestras delegaciones a través de una red
autónoma propia. Por ejemplo, podemos llamar a Manila o a Buenos Aires
marcando tres números, como si se tratara del despacho de al lado. Las
trasmisiones con nuestras delegaciones son independientes, circulan fuera
de los circuitos de la telefonía convencional.

Otro de los grandes retos era convertir a EFE en una gran empresa
multimedia de servicios para que pudiera servir a la prensa escrita o a
la televisión y radio. En cuanto a radio, tenemos un departamento que
sirve directamente a 80 pequeñas emisoras de radio españolas. Al mismo
tiempo, le damos crónica a todas las grandes cadenas tanto de España como
de Iberoamérica, así como a todas las cadenas del sur de los Estados
Unidos. Son crónicas de nuestros corresponsales --lo habrán oído muchas
veces; unas, citados y otras no-- en vivo y en directo de acontecimientos
estelares que se producen en el mundo. En estos momentos --es uno de los
desafíos en Iberoamérica-- hay un proyecto que se llama SPL --Satélite de
Programación Latinoamericana--, que gestiona una empresa llamada Magic
Radio, que emite música y distintos tipos de emisiones las 24 horas al
día y, al día de hoy, ya tiene suscritas 60 emisoras en América y tratan
de llegar a las 300, y nosotros, la Agencia EFE, somos los que aportamos
a este proyecto 11 informativos diarios. Vamos a estar presentes
directamente en unas 200 ó 300 emisoras de televisión, según el análisis
de mercado que hace la empresa Magic Radio, a la cual nosotros servimos
información. Esto permitirá una presencia de EFE en América que podríamos
calificar casi de espectacular, puesto que tendríamos la capacidad de
llegar con voz a unos 50 millones de personas, según los esquemas de
audiencia del futuro.

En cuanto a televisión, en EFE hay un departamento importante de
televisión, que no voy a describir porque sería muy prolijo, pero sí diré
que en relación con el año 1994 EFE gestionó y coordinó la producción del
canal de televisión educativa iberoamericana, proyecto que nació por
decisión de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de
1992 y que está constituido por 300 instituciones asociadas. Se emite a
toda América y EFE es la que asegura la emisión. También podemos decir
que somos corresponsales directos -- con medios y corresponsales
propios-- para un importante canal de Televisión Española en siete puntos
del mundo: desde Méjico a Roma, pasando por Londres, Moscú, etcétera, y
también damos información a muchas emisoras de televisión, tanto
americanas como españolas. Hay una cadena española que recibe
prácticamente todas las imágenes de la Agencia EFE y a Telemadrid también
le aseguramos toda la infraestructura técnica de emisiones y la
continuidad.

No voy a hablar de la información nacional porque sería muy amplio, pero
sí diré que uno de los vertebradores informativos del Estado de las
autonomías es la Agencia EFE. Naturalmente que otros medios hacen unas
coberturas espléndidas, pero, por ejemplo, desde el punto de vista
informativo televisión sólo puede seleccionar unos cuantos asuntos y, en
cambio, la Agencia EFE es como la nube que genera la lluvia informativa.

Nosotros producimos en todas las autonomías españolas; en todas las
autonomías españolas tenemos un departamento de producción de noticias de
la autonomía con alrededor de las 60 ó 70 y en las autonomías que superan
los 3 ó 4 millones de habitantes nos acercamos a las cien o ciento y
pico, como ocurre con Andalucía, Cataluña o Galicia. Esto posibilita la
aparición de todo lo que es noticiable de manera cotidiana, que poco



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a poco va calando en todos los medios de comunicación y crea una
vertebración importante en el mundo informativo. Hay otros servicios,
como Efecom, que da información económica, o Euroefe, que da información
de la Unión Europea, teletextos, etcétera.

Para un análisis económico de la Agencia EFE debemos tener en cuenta lo
hasta aquí expuesto. La economía española en el ejercicio de 1994
experimentó, según bastantes termómetros, una ligera mejoría. Sin
embargo, esta mejoría no se dejó sentir en los clientes de la Agencia
EFE, que son los medios de comunicación. Este sector fue el último en
entrar en la crisis y probablemente sea uno de los últimos en salir, como
de hecho lo demuestra la evolución del ejercicio de 1995. En cualquier
caso, su salida de la crisis está condicionada a la inversión
publicitaria. La situación de los medios de comunicación durante el año
pasado se caracterizó por la continuidad del proceso de cierre de
empresas, ajustes de plantillas y por la inestabilidad de importantes
grupos periodísticos y de televisión, lo que ha tenido como respuesta una
gestión cada vez más austera y el establecimiento de medidas en los
grupos que tienden a aprovechar las economías de escala y a reducir la
demanda de los servicios. Todos estos factores afectaron especial y
negativamente a la demanda de los productos de la Agencia EFE, incidiendo
en todas las líneas que conforman nuestra oferta: programas de televisión
que estaban ya comprometidos no fueron realizados; mayor lentitud de la
esperada en la penetración de nuestros productos de televisión (vídeos) o
texto (Euroefe); disminución del número de abonados por las bajas y
desapariciones de medios de comunicación; además, al no crearse nuevos
medios, no aumentaron los servicios de abono.

El análisis de los resultados de 1994 refleja una gestión de austeridad
en la contención de los gastos y una política comercial que, aunque no
alcanza lo idealmente deseado y presupuestado debido a los factores
descritos, mantiene los niveles de ingresos en los mismos términos que en
el período anterior a pesar de la situación adversa. Por otra parte,
aunque hubo un incremento significativo del contrato de servicios con el
Estado, éste no alcanzó el importe solicitado ni cubre aún los costes en
los que la Agencia EFE incurre para dar cumplimiento de este contrato. El
resultado del ejercicio de 1994 recoge una pérdida de 949 millones de
pesetas sin considerar dos ajustes contables por valor aproximadamente de
250 millones realizados a instancias de nuestros auditores y cuyo
propósito lo puedo explicar aparte. Este resultado supone una mejora de
504 millones respecto a 1993. Los resultados económico y financiero
mejoran significativamente en 439 millones y en 145 millones
respectivamente. Los niveles de endeudamiento y las inversiones
realizadas lo fueron de acuerdo con lo presupuestado.

Hace unos meses, como recordarán algunos leyendo los periódicos y
siguiendo a los medios informativos, el jurado que concedió el premio
Príncipe de Asturias otorgó a la Agencia EFE el premio de comunicación y
humanidades que recogeremos el próximo día 27 en Oviedo. El jurado que
concedió el premio a EFE destacó cinco aspectos por los que EFE se había
hecho merecedora a esta distinción. El jurado destacó lo siguiente:
haberse consolidado como una de las grandes agencias internacionales de
noticias; articular la comunicación entre España, la comunidad
iberoamericana y el resto del mundo; introducir tecnología innovadora;
cuidar el uso correcto del idioma español; penetrar, como ha hecho
recientemente con su servicio en árabe, en muchos países, extendiendo en
ellos su voz y difundiendo nuestra cultura. Esta es una radiografía
rápida de lo que es y significa la Agencia EFE aquí y ahora.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Mato.




La señora MATO ADROVER: Señoras y señores Diputados, desgraciadamente,
por las características de los últimos tiempos de la vida política
española, con muchísimo retraso se produce esta comparecencia del
Presidente de la Agencia EFE, retraso que no es imputable a él sino al
funcionamiento y a la dinámica de esta propia Comisión. En este sentido,
sin perjuicio de que el compareciente no se ha referido al objeto de la
convocatoria sino a otras muchas cuestiones, solicito benevolencia porque
aunque la misma estaba solicitada para discutir sobre la gestión global y
presupuestaria --me refiero a la gestión presupuestaria de la agencia en
el año 1994-- a estas alturas cabría hacer un balance del año 1995, a
tres meses de finalizar este ejercicio, y también con la vista puesta en
los presupuestos de 1996 que se discuten en medio de una gran
incertidumbre política, sin que sepamos si los proyectos presupuestarios
del Gobierno van a prosperar o no. En cualquier caso, después de esta
radiografía rápida, según sus propias palabras, que ha hecho, a nuestro
modo de ver francamente optimista, la verdad es que sorprende, pero no
gratamente, que usted vea de manera tan optimista el futuro, el
funcionamiento y el balance presupuestario, que es de lo que hemos venido
a hablar hoy, de la Agencia EFE. Digo que sorprende que lo vea de manera
tan optimista puesto que en los presupuestos generales que nos han
presentado para el año 1996 hay una previsión de pérdidas en 1994 de
1.100 millones de pesetas, y en 1995 de 1.120 millones de pesetas;
sorprende que usted esté tan orgulloso de su gestión cuando en el año
1995, previsiblemente, porque como luego veremos sus previsiones no
suelen ser acertadas, se tendrán unas pérdidas de 1.120 millones de
pesetas.

Hablando de presupuestos, voy a enjuiciar el futuro de la empresa
empezando por las ventas. Si hablamos de ingresos, urge conocer cuál es
el punto de vista del Presidente de la Agencia EFE en lo que significan
los incrementos de ingresos en los últimos años y, muy especialmente, en
qué se basa para plantear un crecimiento espectacular de estos ingresos
para el próximo ejercicio. ¿Por qué cree usted que se va a producir este
incremento hasta 14.000 millones de pesetas, si en 1995 preveían, cuando
presentaron los presupuestos, 13.000 millones y, de momento, la previsión
que hacen para finales de año, que como digo ya veremos en qué queda, no
se ha cumplido y parece que no llegará a 12.000 millones de pesetas?
En los últimos años también han proliferado, como usted sabe, convenios
directos de la Agencia EFE con ayuntamiento,



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con diputaciones y con comunidades autónomas. Sería básico que
conociéramos cuál es el total que recibe la Agencia EFE del conjunto de
las administraciones públicas. Es importante conocer cuáles han sido las
cuantías en 1994 y en 1995 y cuáles prevé que serán en 1996, sobre todo
para conocer si la Agencia EFE depende cada vez más del erario público o
si está obteniendo cada vez más beneficios de servicios a empresas
privadas. Creo que usted me entiende perfectamente, pero se lo aclaro un
poco más, porque yo creo que al contrato de servicios con el Estado
--digo yo-- habría que sumarle los convenios que la agencia realiza con
otras administraciones, ya sean comunidades autónomas, ya sean
ayuntamientos, ya sean diputaciones.

Por otra parte, otra característica de la Agencia EFE es la de ir
incrementando su cifra de deudores. En el año 1994, 2.300 millones; en el
año 1995, 2.700 millones; la previsión para el año 1996, 3.060 millones.

Parece, señor Sobrado, que a EFE cada día le deben más los que reciben su
servicio, sin que hasta la fecha ustedes hayan descubierto la manera de
aminorar estas deudas. Pero no sólo es que a EFE le deban cada vez más,
sino que al mismo tiempo EFE cada vez debe más, cobra mal y paga mal,
para explicarlo de una manera muy sencilla. Lo cierto es que,
manteniéndose estable la cifra de acreedores a largo plazo, en los
presupuestos de 1996 se produce un incremento espectacular en los
acreedores a corto plazo, porque hay más de 800 millones de incremento
desde 1994 a 1996. Estoy refiriéndome a acreedores a corto plazo: un
incremento de 800 millones entre 1994 y 1996. Además, como le he dicho,
la Agencia EFE incrementó sus cifras de deudores, los que le deben a la
agencia, que en los dos últimos años le van a deber 700 millones de
pesetas más de lo que le debían en el año anterior, a 1994. Como usted
comprenderá, señor Sobrado, esto es incompatible con que se produzca el
incremento espectacular de ingresos que usted prevé en los presupuestos
para 1996.

Señor Presidente de la Agencia EFE, usted, además de incrementar con más
de 800 millones la cifra de acreedores a corto plazo (es incomprensible
que cada vez a usted le paguen menos), cada vez endeuda usted más la
agencia, y lo que constituye el colmo de una gestión austera, como usted
la calificaba, es que al parecer usted piensa seguir incrementando los
gastos de personal, de explotación y la partida de gastos externos.

Señorías, EFE cada año recibe más dinero público, a EFE cada año le deben
más sus clientes, y EFE cada año, a su vez, debe más imaginamos que a sus
proveedores, que también nos gustaría que nos lo aclarara. No parece que
en una primera instancia se pueda calificar su gestión de excesivamente
brillante.Pero es que además, como le decía, tampoco podemos compartir,
salvo que nos lo explique con todo detalle, la política de gastos de la
agencia. En 1990 no llegaba a los 5.000 millones en sus gastos de
personal. Pues según los datos que tenemos, que son datos presupuestarios
facilitados por la propia agencia, en cinco años se ha producido un
incremento de más de 3.500 millones en esos gastos, mil millones
solamente en los dos últimos años. Incomprensible en una gestión
económica seria y, como usted dice, austera. Lo mismo cabría decir de lo
que son gastos externos y de explotación, y aquí volvemos a nuestro
discurso de siempre. No cabe en la lógica económica que una empresa, año
tras año, incremente sus gastos de personal y a la vez incremente sus
gastos externos.

Señor Presidente, no siga usted por el camino de Radiotelevisión
Española, porque Radiotelevisión Española está consiguiendo lo imposible:
incrementar los gastos externos, los gastos de explotación por tanto, y
además incrementar los gastos de personal. Para serle más concreta, ¿cómo
es posible que en dos años se incrementen más de 200 millones los gastos
externos y mil millones de pesetas los gastos de personal? A mayor
suficiencia de personal se supondría que existiría una reducción de
gastos externos. Eso parece de sentido común. Su gestión en números,
salvo que tenga claves e incógnitas que no acabamos de comprender, no
tiene ninguna explicación, como tampoco parece tenerla el que diseñe que
para el año 1996, con la experiencia que tenemos de 1994 y 1995, EFE va a
terminar con sus pérdidas, salvo que usted esté pensando que se
multiplique el contrato de servicios con el Estado, cosa que parece que
no es así, en cuyo caso no parece creíble que vaya a finalizar el año
1996 sin ningún tipo de pérdidas.

Podríamos también dedicar un momento a hablar de las desviaciones
presupuestarias. ¿En qué medida el presupuesto que usted aprueba luego
responde a la realidad? Señor Presidente de EFE, usted se equivoca
siempre en lo que presupuesta y en lo que prevé en octubre que va a pasar
a finales de año. EFE, durante su etapa, ha perdido todo su crédito en lo
que significa prever los ingresos del siguiente ejercicio, y en prever en
el mes de octubre lo que va a suceder a finales de diciembre. En el año
1990 tenía más de 50 millones de beneficio. A partir de 1991 comenzaron
las pérdidas, y en 1992 superaban ya los mil millones de pesetas.

Supuestamente, quien ni siquiera sabe presupuestar pretende hacernos
creer que en 1996, con unas perspectivas electorales, va a terminar con
las pérdidas de la agencia.

Señoras y señores Diputados, nuestro Grupo entiende justificada la
existencia de una agencia pública de noticias por su proyección exterior,
por su proyección latinoamericana, y así se lo hemos hecho saber en
cantidad de ocasiones, siempre que ha tenido lugar su comparecencia en
esta Comisión. España, además, entre los retos del futuro, tiene el de
ser una potencia cultural y no puede aspirar a serlo si no cuenta con una
agencia pública de noticias. En este sentido, lo mismo que mi Grupo puede
cuestionar subvenciones públicas a medios de comunicación, nunca va a
cuestionar que el Estado invierta parte de sus recursos en una empresa de
estas características. Y digo el Estado porque, como indicaba antes, hay
que ver lo que dedica el Gobierno de la nación, las comunidades autónomas
y los ayuntamientos y diputaciones. Sin embargo, esta afirmación tan
contundente nunca va a ser, desde nuestra óptica, una tapadera para una
mala gestión. Nosotros aspiramos a una agencia pública de noticias, sobre
todo con vocación exterior, como le decía, gestionada con sentido común.

El papel de EFE en el contexto nacional --y perdone que le corrija porque
textualmente usted ha dicho que la información



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nacional vertebra el Estado de las autonomías y, como bien sabe, el
Estado de las autonomías no lo vertebra nada más que la Constitución-- no
está tan plenamente justificado, si bien hoy es necesario para ofrecer
servicios a medios de comunicación que verían inviable, sobre todo por el
nacimiento de numerosos medios, aunque también algunos desaparecen, su
proyecto si no contaran con esta fuente de información que es la Agencia
EFE. Por tanto, debe acoplarse al futuro de las comunicaciones en España,
y eso significa dar un enfoque de futuro pensando en los medios de
comunicación en los ámbitos comarcales y locales.

A este respecto nos gustaría que usted nos hablara de las actividades y
de la situación de Efeagro, Efecom, de la Fundación EFE; si están
actuando ya, aparte de los nuevos productos de los servicios árabes e
inglés a los que usted ha dedicado gran parte en su intervención. Nos
gustaría saber si ya los están enfocando de cara al futuro para afrontar
el reto que suponen las nuevas comunicaciones que van a existir en
España.

Nadie podrá acusar al Grupo Popular de haber politizado la Agencia EFE. Y
podríamos haberlo hecho, porque en ocasiones hemos echado de menos el
necesario pluralismo informativo en la información facilitada por la
Agencia EFE. Sin embargo, ha pesado más para nosotros el sentido de
Estado porque creemos que EFE debe ser un proyecto de Estado. Ahora bien,
hemos cuestionado --y seguiremos haciéndolo, lo repetimos ahora aquí-- en
su trabajo y en su composición lo que hasta ahora ha sido el consejo de
administración de la Agencia EFE, órgano absolutamente ineficaz en el
control de la agencia y de los contenidos de su gestión.

Señorías, voy a concluir esta intervención señalando los siguientes
aspectos. En primer lugar, hace falta mejorar con toda claridad la
gestión de clientes de la Agencia EFE. En segundo lugar, hace falta
detener el endeudamiento progresivo de la misma. En tercer lugar, es
preciso adecuar su gestión teniendo en cuenta las perspectivas de futuro.

En cuarto lugar, es necesario que no sigan incrementando, sobre todo
simultáneamente, los gastos de personal y los gastos externos de
explotación. También, y por último, es preciso que exista un consejo de
administración realmente operativo y modificar la gestión absolutamente
unipersonal que se está desarrollando en la agencia. Desde hace varios
años usted ha concentrado en su persona los cargos de presidente, de
director general, de gerente y los de gestión de la propia empresa y, por
tanto, creemos que, sin ningún control del consejo de administración,
todas las decisiones recaen unipersonalmente en su propia gestión.

Al Grupo Popular, esté en el Gobierno o en la oposición, le van a tener
siempre defendiendo una agencia pública de noticias, sobre todo una
agencia con vocación exterior. Pero ni la vocación exterior ni el que sea
pública pueden ser coartada de una mala gestión. En la herencia que deja
el socialismo en España está el que muchos gestores públicos, por el mero
hecho de serlo, hayan considerado que no deben rendir cuentas a nadie y
que su gestión sólo se convalida en unas elecciones generales. Se ganen o
se pierdan unas elecciones generales, los gestores públicos tienen, a
nuestro modo de ver, más responsabilidades que los privados, porque están
gestionando dinero de todos y porque al final lo que están haciendo es
dirigir el destino de nuestros impuestos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra don Jesús Díez.




El señor DIEZ FORNAS: Intervengo, en nombre del Grupo Parlamentario
Socialista, para fijar nuestra posición en esta comparecencia del
Presidente de la Agencia EFE. Y comienzo manifestando, como no podía ser
de otro modo, nuestro saludo y nuestro agradecimiento por su presencia e
intervención.

La posición de nuestro grupo tratará de centrarse a lo que en puridad
constituye el objeto de la comparecencia, esto es el balance de
actividades y de ejecución del presupuesto de 1994. Y lo haremos desde el
examen de si lo actuado se adecua y sirve correctamente a lo que
representa y se espera de la Agencia EFE. Obviamente, no vamos a
introducirnos en la gestión, ni mucho menos en la ejecución del
presupuesto de 1995 y 1996, puesto que ello será objeto de posteriores
comparecencias.

EFE es y debe ser algo más que una agencia informativa, que una agencia
de noticias, que un instrumento de recogida, de edición, de transporte o
de distribución de las noticias que utilizan los medios de comunicación,
prensa, radio o televisión. Hay algo que justifica su razón de ser y
singulariza la agencia. Su existencia encuentra su más profunda
justificación, hunde sus raíces, en la misma necesidad de un país de
hacer oír su voz y hacer valer sus opciones en los escenarios
internacionales, especialmente cuando en un conjunto de países emerge un
denominador común como es una misma lengua o una idéntica sensibilidad.

Por ello, señorías, se comprende que para un proyecto de agencia
internacional representativo y eficaz, como nosotros quisiéramos que
fuera la Agencia EFE, se precise, además de una buena planificación,
gestión o administración, la utilización de dos cauces básicos como son
la lengua y como es la tecnología. Simplemente un símbolo sobre cada una
de ellas. La lengua, el departamento de español, que procura no sólo la
utilización del español o castellano, sino también el enriquecimiento del
mismo. Y de tecnología, el plan integral de comunicación por satélite con
red autónoma propia.

Nuestro grupo parlamentario valora positivamente, señor Presidente de la
Agencia EFE, su manifestación en la medida en que se ajusta a la realidad
de que en un mundo informativo de claro predominio anglosajón, de las
agencias anglosajonas y de la francesa France Presse, la Agencia EFE
introduce una matización estratégica de singular relevancia al erigirse
como la primera agencia de origen y expresión españoles, tanto por su
volumen informativo como por su desarrollo tecnológico y por el número de
sus abonados.

Por consiguiente, expresamos nuestra satisfacción por la consolidación de
la Agencia EFE como la primera agencia informativa del mundo hispano tras
una evolución que se remonta a épocas recientes, a 1966, cuando se
procedió



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a la apertura por primera vez de una delegación en Hispanoamérica,
concretamente en Buenos Aires --ya un siglo antes habían inaugurado
delegaciones otras agencias como Reuters--, y cuya evolución se vio
favorecida por la consolidación democrática en nuestro país y por la
unidad de lengua y de cosmovisión que sustancia el mundo iberoamericano.

Ya en 1991 EFE alcanzó el primer puesto en el suministro de información
internacional a la comunidad iberoamericana, el 21,7 por cien del total,
y en 1992 se configuró como la única gran agencia de prensa originaria
del mundo iberoamericano y la única capaz, como dijo usted, señor
Presidente, de contar diariamente la historia del mundo en español desde
la mentalidad y los intereses propios de España, y no desde la lengua
inglesa y desde la visión anglosajona.

Si lo traducimos en cifras y porcentajes, podemos aseverar que EFE
distribuye más del 50 por cien de las noticias que en cada uno de los
países hispanohablantes se publican en los medios escritos. Y si
convenimos en que los procesos de información definen muchas actitudes en
relación con los otros países, es obvio que si EFE debilitara la
presencia de España en los medios de comunicación, se reduciría
notablemente esta presencia y, lo que es más importante, esta presencia
sería cualitativamente diferente. Es obvio lo que dijo el señor
Presidente de la Agencia EFE de que cuando alguien deja un espacio vacío
otros lo cubren. Y otros, ¿quiénes son? Las empresas, las grandes
agencias anglosajonas y de lengua inglesa, que, por consiguiente, imponen
no sólo una lengua ajena a la española sino también una visión
absolutamente distinta. Pero si EFE posibilita y favorece un espacio
informativo común, todavía más importante es su papel vertebrador e
integrador, desde cuya perspectiva puede aseverarse que posibilita un
espacio de conocimiento y vida compartida que acorta las distancias entre
España e Hispanoamérica.

La intervención del señor Presidente de EFE, tan prolija en datos y
explicaciones, tal y como tiene acostumbrada a esta Comisión, nos
confirma que la actividad de la Agencia EFE se encamina en la dirección
apuntada, en la dirección de la cobertura informativa, en especial en la
comunidad hispanohablante, en la difusión de nuestra cultura, en la
utilización y enriquecimiento de nuestra lengua, y me refiero a ese
departamento de español urgente al que antes hacía referencia, y de
vertebración informativa permanente en el estado español, cuyos objetivos
se apuntan ya en los propios estatutos de la Agencia EFE y se refuerzan
en el contrato de servicio con el Estado. La concesión a la Agencia EFE
del premio a la mejor difusión informativa de 1994 por la Asociación de
Corresponsales de la Prensa Iberoamericana supone un claro ejemplo de
reconocimiento de la labor realizada, y la concesión del Premio Príncipe
de Asturias de Comunicación y Humanidades, el llamado Nobel
iberoamericano de 1995, que se entregará próximamente, como dijo el
Presidente de la Agencia EFE, prestigia a la Agencia, pero también, y
sobre todo, produce gran satisfacción en todos los españoles.

EFE es, sin duda, una de las tres o cuatro grandes agencias
internacionales, circunscrita tradicionalmente al mercado
hispanohablante, pero, sin detrimento de esta vocación hispanohablante,
debe encaminarse hacia un objetivo que apuntó el Presidente de la Agencia
EFE como es la mundialización. En definitiva, buscar la comunicación con
el resto del mundo, por tanto, con las comunidades que no se expresan en
español, y hacerlo en español y en otras lenguas que no son el español
como puede ser el inglés o como puede ser el árabe. En definitiva,
convertirse en una agencia española que informa desde todo el mundo y que
vende sus noticias en español, en inglés, en árabe a todo el mundo.

Por ello, como estamos hablando, señor Presidente, de 1994, tendríamos
que convenir que justamente este año marca un hito en este objetivo de
mundialización con el servicio en árabe, que ha comenzado a funcionar en
período de prueba en Granada en el mes de septiembre, y también con las
pruebas del servicio en inglés, servicio que ya está implantándose hoy,
siendo destacable el acuerdo de la Junta de Andalucía, la Universidad de
Granada y la Agencia EFE, en un ejercicio de responsabilidad compartida y
de participación, que hace posible la puesta en marcha del servicio
internacional de EFE en árabe con destino a países, a medios de
comunicación o a instituciones que se expresan en esta lengua, y cuyo
servicio se difunde por vía satélite; servicio que, por cierto, fue
calificado por el Rey Don Juan Carlos, en su inauguración en la simbólica
Alhambra de Granada, como herramienta de paz y progreso y voz amiga en un
universo tan a menudo caracterizado por la insolidaridad.

Otros logros que saluda este grupo --y a los que ha hecho referencia,
quizá no exhaustivamente, el Presidente de EFE-- son el nuevo servicio de
Euroefe, de información especializada sobre las actividades de la Unión
Europea, o el Efecom América.

En lo que se refiere al modelo de agencia, nuestro grupo parlamentario ha
subrayado el carácter estatal con el soporte del contrato de servicios
del Estado y, por consiguiente, con un doble origen de los recursos; por
una parte, la venta de los productos a los clientes y las aportaciones
derivadas del propio contrato de servicios. Si pensamos, por ejemplo, que
en 1988 el contrato de servicios con el Estado aportaba el 60 por cien
del presupuesto de la agencia y el 40 por cien restante se lograba por la
venta de servicios a los clientes, y que la evolución se produce
justamente en sentido inverso, es decir, con un espectacular incremento
de la facturación, que en 1993 se sitúa en el 67,5 por cien, tendremos
que concluir que también se camina en la buena dirección. Y se camina en
la buena dirección porque en el ejercicio de 1994, que es justamente el
objeto de la gestión, los beneficios por ventas propias se elevan a 7.189
millones y constituyen el 62 por cien del total, y la aportación del
contrato de servicios, 4.482 millones, supone el 38 por cien. Las
pérdidas se estiman, como dijo el Presidente de la Agencia EFE, en 949
millones de pesetas, pero aquí también habría que hacer una matización.

Nosotros estamos de acuerdo con la portavoz del Grupo Popular cuando el
pasado año decía --y creo que lo ha reiterado en la actual intervención--
que la Agencia EFE era un proyecto de Estado. En este sentido, habría que
decir que si nosotros intentamos que se trate de una agencia competitiva



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y que camine de cara a esa mundialización que todos esperamos, no podemos
olvidar que en otros países extranjeros, como ocurre, por ejemplo, en
Francia, el Estado aporta a France Presse el 50 por cien de su
presupuesto. Con ello quiero decir que el examen de los beneficios
siempre es muy relativo, porque si en lugar del 38 por cien que aporta el
Estado a través del contrato de servicios la aportación fuera del 44 por
ciento, hoy podríamos decir que teníamos un ejercicio equilibrado, o
incluso podríamos asegurar que estaríamos en el terreno de las ganancias.

Por todo ello, señor Presidente, concluyo diciendo que nuestro grupo
parlamentario, teniendo en cuenta los logros que se han conseguido, sobre
todo en el ejercicio de 1994, como es la consolidación definitiva de EFE
como primera agencia informativa en el mundo hispano, como es la
incorporación de las más modernas tecnologías, la creación de Euroefe,
Efecom América, los servicios en árabe o en inglés, una administración
austera donde se obtiene un 62 por cien por ventas y sólo un 38 por cien
de aportación estatal, tenemos, insisto, que considerar que nos merece un
juicio favorable la gestión de actividad y de ejecución del presupuesto a
que ha hecho referencia el Presidente de la Agencia EFE.

Por todo ello, señor Presidente, nuestra posición queda fijada en los
términos expuestos y concluyo agradeciendo al señor Sobrado Palomares la
exhaustividad de la información que nos ha suministrado. Le felicito
--felicito a la Agencia EFE y quiero simbolizarlo en su nombre-- por el
Premio Príncipe de Asturias y a la vez le expreso el deseo del Grupo
Parlamentario Socialista de perseverar en la consolidación, en la
consecución de los objetivos que se propone la Agencia EFE y,
fundamentalmente, la mundialización que se ha trazado.




El señor PRESIDENTE: Señor Ríos, aunque se le ha pasado el turno, como me
había manifestado su deseo de intervenir, le concederé la palabra. Pero
usted, en correspondencia, ha de prometerme ser lacónico y breve.

Tiene la palabra el señor Ríos, en nombre de Izquierda Unida.




El señor RIOS MARTINEZ: La verdad es que el haber pedido la palabra
ahora, fuera del turno, ha sido por no estar presente con anterioridad,
por lo que pido disculpas.

Nuestras preguntas van dirigidas fundamentalmente al funcionamiento de la
agencia. Me imagino que a lo mejor algunas de ellas ya se han formulado
por parte de otros diputados, de otros grupos, e inclusive se pueden
haber precisado. En concreto pregunto sobre la adecuación o no a un
estatuto público de la Agencia EFE y el papel para dotarse de esa reforma
de estatuto de la agencia; si el funcionamiento de la agencia se ha hecho
a nivel gerencial, si existe un gerente con figura separada del Director
General o si se agrupan esas figuras en un funcionamiento conjunto; cuál
es el funcionamiento de las filiales, fundamentalmente los resultados que
hayan podido tener; si se han seccionado o separado de la empresa matriz
y si la Agencia EFE ha vendido acciones de alguna de ellas durante los
últimos ejercicios; si hay un funcionamiento de la Fundación EFE con una
naturaleza jurídica, cuál es la naturaleza jurídica de esa Fundación EFE;
cuál es el funcionamiento o la dirección ejecutiva de la Fundación EFE y
cómo funciona de manera estable; cuál es la perspectiva de futuro del
personal de la Agencia EFE, su participación cara al próximo futuro, cuál
es la negociación con el personal de la agencia y si existe o no una
separación de cuentas entre el departamento EFE-Televisión y una entidad
que se ha creado en una región, en concreto de la capital, de una cadena
autonómica.

En suma, son preguntas muy concretas dirigidas a conocer la actividad
autonómica de la agencia, qué departamentos pueden funcionar dentro de la
agencia, a saber si su funcionamiento como entidad eficaz puede ser útil
como una oferta pública hoy, con independencia de que haya otras
opiniones que consideren que debe ser una actividad privada. Nuestra
opinión es que una agencia pública como ésta puede ser útil y que además,
si funciona de manera rentable --entendiéndola como servicio público--,
puede desarrollar su trabajo cara al futuro llevando a cabo más
actividades, sean privadas o no, receptoras del producto final de la
agencia.




El señor PRESIDENTE: Para contestar, el señor Sobrado Palomares tiene la
palabra.




El señor PRESIDENTE DE LA AGENCIA EFE (Sobrado Palomares): Quiero
comenzar con una aclaración lingüística. La señora Mato dice que yo he
utilizado la expresión : «vertebra España», y que en España el Estado de
las autonomías lo vertebra la Constitución. Estoy completamente de
acuerdo, pero yo creo que he dicho, o si no debiera haberlo dicho, que
vertebra informativamente el Estado de las autonomías, y eso creo que es
correcto. Porque en la felicitación que recibí del señor García Márquez,
con motivo de la concesión del Premio Príncipe de Asturias, dice: La
Agencia EFE vertebra informativamente a todo el mundo hispanohablante. Y
también esos países tienen constituciones que los vertebran. Por lo
tanto, creo que lingüísticamente me he expresado bien. Lo digo porque uno
de nuestros desafíos es la defensa y el enriquecimiento del español, y
lamentaría mucho cometer una torpeza de esa naturaleza.

Usted se ha centrado bastante en la parte económica. Voy a hacer ahora
una reflexión y después le contestaré concretamente a todo. La Agencia
EFE es una agencia mundial, con una estructura mundial, ya que tenemos
cobertura en cien países del mundo. Es la cuarta agencia del mundo según
todos los analistas. Yo creo --no sé si me equivoco, ahí sí puedo
equivocarme-- que es la única empresa de origen español que ocupa la
cuarta posición del mundo en su actividad, una empresa de bandera.

Ahora vamos a ver lo que cuesta, porque cuando analizamos esto tenemos
que ver lo que cuesta. Todas las agencias mundiales se apoyan en los
medios de sus países. La estructura sobre la que se apoya toda la
economía de una empresa, que se llama Agencias de Prensa Mundiales, está
en los medios de comunicación de sus países, que son los que consumen esa
información, son los clientes naturales.




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España tiene 3.600.000 ejemplares de tirada diaria. Piense usted que
Francia tiene casi 10 millones de tirada diaria y Alemania tiene 25
millones, por no hablar de los Estados Unidos, que tienen 59 millones. Si
nosotros --imagíneselo-- estuviéramos en Francia o en Alemania vendiendo
nuestro producto, prácticamente cubriríamos nuestros costes, porque las
tarifas se formulan en función de las tiradas y de los ejemplares. Si
estuviéramos en Alemania los cubriríamos absolutamente, y si estuviéramos
en Estados Unidos tendríamos beneficios. Y resulta que las agencias de
este entorno, de estos países que cito, cuestan mucho más a sus Estados
que la Agencia EFE.

La Agencia EFE le costó al Estado español el año pasado, en 1994, que es
el que nos ocupa, 4.482 millones de pesetas. ¿Un producto es caro o
barato? El coste de un producto se mide por el valor del producto y lo
que hay que pensar es si el proyecto de EFE, que tuvo un coste el año
pasado de 4.482 millones más 1.000 millones de pérdidas, que son 5.000 y
pico millones, si ese coste merece la pena; si el producto, la Agencia
EFE, el proyecto EFE, que tiene esa rentabilidad, merece la pena para el
Estado español y para el mundo hispanoparlante.

Este es el planteamiento correcto del problema. No es un planteamiento de
un año más o un año menos. Porque yo le puedo decir que desde el año 1988
hasta el año 1993 el contrato de servicios del Estado no se movió, estuvo
congelado. ¿Por qué? Porque en el año 1990 de pronto un día me dicen que
lo que facturábamos a los distintos ministerios por los servicios que le
dábamos con los terminales no se cobraba, cuando siempre se habían
cobrado a lo largo de toda la historia de EFE. Dejamos de cobrarlos y eso
supone una congelación, en esos momentos, de unos 230 millones y en un
mercado creciente, que podría ser hoy de 400 ó 500 millones. Además, aquí
tengo un cuadro --después se lo daré-- que marca los datos desde el año
1986, desde que yo estoy en EFE.

Cuando yo llegué a EFE se vendía por importe de 1.834 millones de
pesetas, y lo que vendió en 1994 fueron 7.189 millones de pesetas. Como
ve se ha multiplicado no sé por cuánto, ya me despisté, pero como sabemos
multiplicar, multiplicamos y ya está. (Risas.) El contrato de servicios
con el Estado aquel año fue de 2.570 millones de pesetas. Quiere decir
que lo que daba el Estado era muchísimo más que lo que generaba EFE. En
cambio, desde entonces empezó a bajar y resulta que hasta el año 1993 nos
tuvieron congelados y cuando subieron fue en 1994. Por eso mantuvimos los
costes e incluso hicimos inversiones de 6.000 millones de pesetas en
tecnología.

Yo no estoy orgulloso de mi gestión. Creo que hay unos hechos que hablan,
y ya lo dije con motivo del Premio Príncipe de Asturias. Se trata del
trabajo de un equipo amplio de profesionales que también hemos tenido
muchos desaciertos, bastantes, pero uno de los objetivos principales era
estar en el mercado iberoamericano, y hemos conseguido en el año 1992 ser
los primeros, según diversos análisis de universidades sudamericanas, en
el número de noticias, y en 1993 en número de noticias y espacios, porque
sabe usted que se pueden tener diez noticias de una página y ocupar una
columna, o una sola cita en una página y ocupar cuatro columnas, si es un
periódico de cinco columnas.

Es evidente que nos hemos consolidado y esto es dificilísimo. Yo, que
estoy en contacto con los presidentes y las agencias internacionales, sé
que meterse en los mercados es imposible. ¿Por qué no hay una agencia
árabe? Porque no se pueden meter en los mercados mundiales; hubo
intentos. ¿Por qué no hay una agencia subsahariana, a pesar de los apoyos
de la Unesco en 1980? Porque hacer la agencia es fácil, es cuestión de
poner tecnología y periodistas, pero el problema es meterse en los
mercados. Incluso Alemania, que tiene 25 millones de tirada de sus
periódicos cada día, que tiene una agencia espléndida, DPA, sin embargo,
no logra abrirse paso en los mercados. Tiene un 5 por ciento del mercado
en Iberoamérica, frente al 32 por ciento que tenemos nosotros. Fíjese
usted en Italia, que tiene una gran agencia, pero en los análisis
comparativos no es comparable a EFE, y los datos que dieron el año pasado
en un conflicto que tuvieron era que recibía del Estado 6.000 millones de
pesetas, bastante más que EFE.

Este cuadro es revelador para que vea la congelación. Si nos hubieran
dado el 50 por ciento, no el 60 que era lo que daban antes
permanentemente, supongo que ustedes me felicitarían por tener unos
beneficios que se aproximarían a los 3.700 millones de pesetas, que
tendríamos en una cuenta bancaria de la Agencia EFE.

Como dispongo de los datos gráficamente, que también se los voy a
facilitar, la parte azul, que aquí empieza mucho antes, en 1978, es lo
que aporta el Estado, y la parte sepia o marrón es la que genera los
recursos de EFE. Mire usted, señor Presidente, ahí se ve claramente. Esto
está auditado por Arthur Andersen y Price Waterhouse. Esto es así, y si
un día descongelan el contrato de servicios a la Agencia EFE arrojaremos
unas pérdidas de cinco mil y pico o seis mil millones. Esta es una
agencia de proyección mundial que cada día sale en los periódicos de todo
América, y ahora en los periódicos árabes, porque aunque yo no sé leer
árabe, pero Asharq Al Aswat lo decía, está claro que salía EFE contando
cosas de la historia de España. Esto me parece que es importante.

En cuanto a lo que me dice sobre pagar bien o mal, todos los integrantes
de EFE y sobre todo los del Departamento financiero quisiéramos que
pagaran bien todos los clientes, pero el retraso es el reflejo de la
crisis del sector, que se refleja en los cobros por parte nuestra. No es
que nosotros tengamos desidia en los cobros, al revés, presionamos lo
máximo posible. Cuando yo llegué a la agencia el retraso en los cobros
era de 107 días; después lo bajamos a 63 días, y ahora ha vuelto a unos
ochenta y tantos días de media. Puedo precisar estas cifras, no son un
dogma de fe, pero sí una aproximación.

Nosotros luchamos por que paguen bien. Cuando me citan las cifras
globales en bruto, no es lo mismo cobrar 1.834 millones de pesetas que
7.161 millones. Tiene que haber un desfase en una cantidad mayor, aunque
se cobre mejor. Esto me parece bastante evidente.

Sobre la desviación en el presupuesto, el año pasado sí tuvimos una
notable desviación, porque el presupuesto en todas las sociedades
anónimas es un instrumento de gestión



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que sirve a la dirección para fijar los objetivos del ejercicio, para
vigilar su cumplimiento y tomar las decisiones oportunas que permitan, si
ello es posible, corregir las desviaciones. El presupuesto de la Agencia
EFE para 1994 incluía unos ambiciosos objetivos que pretendían incentivar
al conjunto de la empresa mediante la consecución de un resultado casi
equilibrado, a pesar de que el incremento del contrato de servicios con
el Estado no bastaba para cubrir el déficit entre el importe que se
recibe del contrato y los costes en los que se incurre para cumplirlo;
incluía a sabiendas elementos de cierta volatilidad, porque en estos
momentos hay muchos productos en los medios de comunicación, sobre todo
en la televisión, que son volátiles, son acuáticos, un poco líquidos
(Risas.); no se puede hacer un planteamiento correcto si balanceos
excesivos desde el punto de vista financiero.

Los ingresos relacionados con los mercados de televisión estaban más
vinculados con las decisiones de terceros que con la propia gestión de la
Agencia EFE, porque ya habíamos llegado a acuerdos con cadenas de
televisión que después suspendieron algunas de las producciones que
habían concertado con nosotros. Incluso algunas producciones que teníamos
en marcha se suspendieron por razones económicas. Los costes de la
agencia, incluyendo las correspondientes dotaciones para filiales y la
Fundación EFE, se desviaron positivamente en 112 millones. El resultado
extraordinario y financiero coincide con el presupuestado, y las pérdidas
del ejercicio, de acuerdo con la cuenta de resultados de la Agencia EFE,
ascendieron a 954 millones, más unos apuntes extraordinarios que podría
explicar aparte, aunque sería muy prolijo, de 125 millones. En EFE hay
unos premios de permanencia: a los 20 años se da una paga, a los 30 años
otra y a los 40 años otra. Entonces, el auditor nos dijo que había que
contabilizar todo aquel año; de quien llevara 12 años en EFE había que
reflejar la parte correspondiente, y el año pasado tuvimos que hacer ese
apunte contable que no se había hecho nunca, y esto supuso 125 millones.

La desviación de los ingresos fue de 988 millones de pesetas, lo que
supone un 7,8 por ciento. El desglose de la desviación por tipo de
producto es el siguiente. Televisión: 745 millones de pesetas, debido
fundamentalmente a 400 millones por programas comprometidos y que no se
realizaron y a 100 millones por la producción y venta de vídeos cuyo
mercado no respondió a las expectativas iniciales. Abonados: 58 millones
de pesetas, debido al cierre de medios de comunicación. Concretamente,
una emisora de radio cambió de actividad, lo que supuso 43 millones de
pesetas. Para publicidad en radio habíamos calculado 46 millones de
pesetas, pero la crisis de la inversión publicitaria, que tuvo efectos en
todos los medios de comunicación, se dejó sentir en 1994 y no llegamos a
la cantidad presupuestada de 46 millones. En este sentido, tengo que
decir que soy partidario de seguir los consejos de un norteamericano que
dice que los presupuestos hay que hacerlos siempre un 5 por ciento por
encima para estimular a que se cumplan. Siempre hay que poner unas metas
más altas en los instrumentos de trabajo que son los presupuestos. Creo
que con lo expuesto dispondrá usted de una radiografía aproximada de por
qué el año pasado, que fue un año malo en el sector de la comunicación,
nosotros no tuvimos esos ingresos, pero sí que controlamos perfectamente
los costos en general.

Dice S. S. que EFE paga mal y cobra mal. Sin embargo, tengo que decirle
que EFE paga bien. Que yo sepa, hoy no tenemos retrasos en los pagos en
general, y lo digo por nuestros clientes, que a veces cobran mejor que
nosotros. No sé de dónde ha sacado S. S. lo que ha citado para el próximo
año porque el presupuesto del próximo año no está hecho todavía, lo
hacemos a final de año. (La señora Mato Adrover muestra un documento.)
Posiblemente sea un PAIF. Nosotros no hemos presentado el presupuesto
oficialmente ni al consejo de administración. Los PAIF se presentan para
cinco años y son unos datos aproximados. Nosotros presentamos un PAIF a
cinco años, porque teníamos obligación de presentarlo, pero la verdad es
que, en este negocio, es muy difícil presentar datos a cinco años. El
presupuesto para 1996 todavía no se ha presentado, como en casi ninguna
sociedad anónima, pública o privada.

Hablaba usted de bastantes cosas. A algunas no puedo contestarle en este
momento, pero le mandaré toda la información. En cuanto a la valoración
de la Agencia EFE (no sé si estará usted de acuerdo o no porque no se
manifestó, aunque me reprochó que no habíamos hecho la crítica de la
información de EFE, pero la verdad es que fue muy cordial y creo yo que
no me atacó profundamente, no entendí bien), le puedo decir que el señor
Aznar, don José María, Presidente del Partido Popular, al que usted
pertenece, me escribió hace unos cuatro meses, con motivo de la concesión
del Premio Príncipe de Asturias, diciendo: Os felicito por concesión
Premio Príncipe de Asturias. Personalmente --y esto es lo importante, no
la felicitación-- he tenido ocasión de ver muchas veces el magnífico
trabajo que realizáis en Iberoamérica. Un abrazo. Y don Manuel Fraga
Iribarne, que algo tiene que ver también con el Partido Popular, aparte
de ser Presidente de mi Comunidad, me dice: Cordialísima enhorabuena por
Premio Príncipe de Asturias Comunicación, concedido a esa Agencia por su
importante labor informativa. También tengo otras felicitaciones de
miembros de su Partido, pero leeré la de Miguel Angel Rodríguez, al que
hace poco nombraron coordinador general de información o algo parecido.

Dice: Os felicitamos a todos por la concesión del Premio Príncipe de
Asturias --hasta aquí normal--, y en nuestros viajes --los de él y del
Presidente-- hemos podido comprobar personalmente el extraordinario
trabajo que realizáis. Por lo tanto, creo que hay una valoración que
procuramos que sea un estímulo para nosotros, como procuramos que lo sea
el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación, al que mi predecesor, y
un gran Presidente de EFE, Luis María Ansón, califica como uno de los
Nobel de Iberoamérica. En general, creo que he respondido a sus
preguntas.

Al señor Díaz Fornas --gallego, como yo, y gran Alcalde de Noya durante
ocho años-- quiero darle las gracias. Hay un escritor que dice: Los
políticos siempre consideran las alabanzas escasas. Creo que no es
verdad; eso es falso. A veces, los periodistas también creemos que las



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alabanzas son escasas. Le doy las gracias por su estímulo. Sus palabras
me alentarán a trasladar a EFE un espíritu de permanente desafío para
hacerlo cada día mejor y cumplir todos los objetivos que un proyecto de
Estado exige. En cuanto a lo que usted me plantea respecto al
funcionamiento, hay algo que se escapa a mi competencia, a pesar de que,
como S. S. señala, soy Presidente y Director General, responsable ante su
consejo de administración y concentro el poder, por ejemplo, del modelo
francés, de la Agencia France Presse, lo relativo al funcionamiento
corresponde a un proyecto de Estado. Sin embargo, si alguna vez me
pidieran una opinión, sí que haría una reflexión amplia y en bastantes
folios. Creo que es un proyecto de Estado, que lo debe hacer una empresa
estatal. Naturalmente, no voy a entrar en la dialéctica de si se puede
privatizar o no. Creo que tengo bastantes datos para una reflexión, pero
no soy el llamado, si no me llaman, para opinar sobre eso.

En relación con la Fundación EFE, tengo que decirle que se creó como un
instrumento para formar a estudiantes becarios en la Agencia EFE. ¿Por
qué? Porque antes de tener la Fundación, a los becarios los contrataba la
Asociación de la Prensa de Madrid y los pagaba con el dinero que nosotros
les dábamos, y muchas veces, al hablar con ellos, nos decían: Sí, yo soy
de la Asociación de la Prensa de Madrid. Después llevó a cabo alguna
actividad editorial, pero no demasiado. Realmente, es un área que no
tiene demasiada actividad.

En estos momentos tenemos una empresa que se llama Efeagro, con un 50 por
ciento del Banco de Crédito Agrícola --creo haber leído estos días que se
ha fundido con la Caja Postal o algo parecido--, que ya tiene ciento y
pico clientes y da información agroalimentaria, y yo creo que es un
sector en el que hay que estar. Prácticamente este año equilibramos, ¿por
qué? Porque nosotros cobramos alguno de los servicios instalados allí,
comunicaciones, etcétera. Y aunque tengamos una pérdida, por ejemplo, de
doce millones, que es lo que puede tener esta empresa este año, los
compensamos con los ingresos que tenemos por prestarle una serie de
servicios. Esto es Efeagro; es una empresa pequeña, con siete u ocho
personas, tiene un presupuesto de 80 millones y, sin embargo, lo que hay
que hacer es tener ese producto estratégicamente colocado, porque creo
que alguna vez ese sector tendrá una cultura de la información y ahí
estará la Agencia EFE para ofrecérsela.

Lo que falta en ciertas empresas españolas --es un análisis que no hago
yo, sino que lo han hecho otras personas-- es una cultura de la
información, manejar datos y saberlo hacer; los sectores agroalimentarios
saben manejar bien los datos que tienen y que ellos mismos buscan. Pero,
posiblemente, no están acostumbrados a manejar los datos de las
coordenadas generales del sector agroalimentario directamente en un
ordenador, aunque es un sector muy dinámico. Este sector representa,
aproximadamente, el 60 por ciento de los presupuestos de la Comunidad; el
área agroalimentaria es la parte de la Europa verde; ahí pensamos estar
bien situados.

También me preguntaba sobre Euroefe. Euroefe da noticias de la Comunidad,
hace planteamientos de futuro de la Comunidad, leyes que se van a
discutir en el Parlamento; una serie de informaciones convenientes para
las empresas que están afectadas por la legislación comunitaria. También
se da información sobre subvenciones, etcétera. En estos momentos gana
muy poco, pero debemos mantenerla. Posiblemente tendríamos que hacer una
inversión muy fuerte para dotarla de unas veinte personas y reunir mucha
información para comercializarla. En estos momentos de crisis, la Agencia
EFE tampoco puede invertir en esto, pero la tenemos actuando, funcionando
bien, dignamente; está creciendo y, además, la gente que tenemos, que son
unas siete u ocho personas, sirve, al mismo tiempo, para editar la
información que viene de la Comunidad Económica Europea, lo que
significará siempre un producto de valor añadido.

Por mi parte, no tengo más que decir.




El señor PRESIDENTE: Solicita la palabra la señora Mato. Le ruego que sea
breve, porque habrá observado que vamos con bastante retraso.




La señora MATO ADROVER: En primer lugar, quería mostrar mi asombro y mi
preocupación porque los presupuestos generales de la Agencia EFE para el
año 1996, que se han presentado en esta Cámara, sean desconocidos por el
Presidente de la misma. Se los haré llegar, para que usted los estudie y
hable con su Ministerio correspondiente, porque a usted le han hecho los
presupuestos que para el año 1996 se han presentado en la Cámara.

Me sorprende que usted haya dicho que los presupuestos siempre se hacen
un poco exagerados porque no son para cumplirlos. Estos presupuestos se
aprueban o se rechazan en esta Cámara por los grupos parlamentarios en
base a los datos que ustedes presentan. La verdad es que me gustaría --y
así lo solicitaré por escrito o mediante pregunta oral-- saber quién ha
elaborado estos presupuestos de la Agencia EFE que prevén para el año
1996 que no haya pérdidas, cosa sorprendente, como yo le hacía notar, y
que ahora comprendo, porque usted no ha hecho estos presupuestos. Pero sí
quería manifestar, para que quede constancia, la sorpresa del grupo
popular porque los presupuestos que se han presentado a esta Cámara para
su aprobación no hayan sido elaborados por el Presidente de la Agencia
EFE.

En segundo lugar --para finalizar--, voy a plantear, con toda brevedad,
dos temas más. En primer lugar, no quiero dejar de felicitar, como ha
hecho mi Presidente y otros compañeros de mi grupo parlamentario, a la
Agencia EFE, sobre todo, a los magníficos profesionales de la misma, por
la labor que han venido realizando durante este tiempo en Iberoamérica y
en otras partes del mundo, que ha merecido que se les otorgue el Premio
Príncipe de Asturias. Sin embargo, quiero decirle que su gestión no
merece ningún premio, ni el Príncipe de Asturias ni ningún otro. Su
gestión, simplemente, merece ser criticada en esta Cámara.

Yo le digo, señor Palomares, que nosotros no venimos aquí a atacar a
nadie, venimos a cumplir con nuestra obligación de control de su gestión.

Por tanto, nos gustaría que



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su gestión no fuera tan pésima como lo ha sido en estos últimos años,
para que no llegue a empañar el prestigio de la Agencia EFE, repito, por
su gestión, no por sus cometidos o por su actividad, que ha sido,
obviamente, como se ha reconocido al otorgarle el Premio Príncipe de
Asturias, espectacular y excepcional por parte de los profesionales de la
Agencia EFE.

En cuanto al tema de la mala gestión y de la cuestión
económico-presupuestaria (y me refiero a ejercicios anteriores, ya que sé
que usted no conoce el presupuesto del año 1996; pediremos una
comparecencia posterior cuando usted pueda darnos detalles al respecto),
quiero decirle que no me ha contestado a una cuestión. Si no tiene los
datos, me gustaría que nos los remitiera por escrito. Usted decía que la
Agencia EFE sólo se le facilita, por parte de contratos del Estado, un 30
o un 40 por ciento de su presupuesto. En el año 1995, según los datos
presupuestarios (pero ya no sé si son los suyos o de otra persona), 5.600
millones fueron los ingresos por el contrato de servicios, más 1.120
millones que ponen en los presupuestos de pérdidas, son 6.700 millones en
un presupuesto de 13.000 millones de pesetas, lo cual supone un 50 por
ciento del presupuesto de la Agencia EFE. Además, y es lo que le
preguntaba --y se lo reitero--, nos gustaría saber con qué otras
administraciones tienen convenios y a qué cuantía ascienden, con
comunidades autónomas, con diputaciones y con ayuntamientos, porque, como
usted sabe, eso también engrosa la cuantía de dinero público que da el
Estado a la Agencia EFE. Por tanto, me gustaría que cuando usted pudiera
nos facilitara la respuesta.

Por último, solamente me resta, decirle, señor Presidente de la Agencia
EFE, que la crisis afecta a todo el sector, no sólo a la empresa privada
del sector, por tanto, cuando hay una crisis económica normalmente los
empresarios, siempre que no sean gestores públicos (que parece que tienen
otra idea diferente, porque da la impresión de que como el dinero no es
suyo no les hace falta tener tanto cuidado con él), hacen los ajustes
necesarios para llegar a cumplir el presupuesto. En este caso, aunque la
crisis siga adelante creo que ustedes, precisamente porque el dinero es
de todos y no suyo, deberían tener mucho más cuidado por sacar los
presupuestos y cumplirlos, tal y como los presentan.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: Me gustaría decir telegráficamente cuatro cosas a
las que yo no he encontrado respuesta en su intervención.

Cuando hablaba del estatuto público preguntaba si vamos a abordar la
reforma de lo que pudiéramos llamar Estatuto de Radiotelevisión,
entendiendo que la Agencia EFE es un servicio público, si no debiéramos
abordar la reforma de un estatuto para que fuese controlado, seguido, por
una comisión con una presencia parlamentaria plural como la tiene, por
ejemplo, Radiotelevisión Española. Me refería a la fórmula de gestión
plural de la agencia como estructura pública.

En segundo lugar, le he preguntado a usted si existe o no una figura
separada entre el nivel gerencial y el nivel de dirección, o tiene un
funcionamiento conjunto; es decir, si ha desaparecido la figura del
gerente o no.

Le he preguntado si ha habido una venta o no de determinadas filiales que
se crearon en su momento. Usted me ha hablado de Efeagro. Yo le
preguntaba si, por ejemplo, se ha enajenado Efecom u otras filiales que
en su momento se pusieron en marcha.

En último lugar, le he preguntado por el funcionamiento, separado o no,
de un departamento, la EFE-TV, que ha tenido una cierta expansión en
relación con la gestión de una televisión autonómica; pero podía ser, en
este caso, con una o con otra; es decir, si hay un funcionamiento
separado, administrativo, organizativo, de ese servicio del resto de
entidades. Es decir, si hay una separación de lo más rentable, por
llamarlo de alguna manera, de lo menos rentable o de otras actuaciones
que puedan ser menos rentables, entendiendo que un servicio público como
éste debe tender a ser lo más autónomo posible, a autoabastecerse, pero
puede entenderse que haya una transferencia o una aportación del Estado
si lo considera vital, aunque en los servicios en los que sea
imprescindible.

Esas son las cuatro precisiones que le pido.

Le agradezco por anticipado lo que me responda.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Presidente de la Agencia
EFE.




El señor PRESIDENTE DE LA Agencia EFE (Sobrado Palomares): Señora Mato,
espero que su sorpresa no sea muy grande, y le contestaré adecuadamente,
aunque el PAIF, que sí conozco, se presenta con varios años de
antelación. Pero le contestaré con precisión mañana mismo.

Felicita usted a los trabajadores por el Premio Príncipe de Asturias.

Está muy bien separar a la dirección y al Presidente de los trabajadores
en las felicitaciones, porque los que lo hacen bien, efectivamente, son
los trabajadores, y las cosas malas, lógicamente, las hace el Presidente.

Esa separación es una observación. Yo pensé que todos éramos un conjunto,
que yo también era trabajador de EFE, después de bastantes años, y que
también algo me corresponderá del Príncipe de Asturias. En principio,
estoy por renunciar a recogerlo, porque soy el que lo voy a recoger y me
van a hacer la foto; se la robo un poco a la gente de la Agencia EFE,
pero pienso que se sienten representados por mí. Por eso, una parte del
Príncipe de Asturias, tras nueve años, un 0,25 por ciento, me puede
corresponder.

Nosotros tenemos contratos con algunas autonomías, tanto del PP como del
PSOE, pero son más bien contratos de servicios; o sea, que nosotros les
damos los servicios y ellos nos los pagan. No hacen lo que hacen los
ministerios, que les damos los servicios y no nos pagan; desde el año
1990 no pagan. La cifra no la puedo saber con exactitud, pero el deshielo
que nos hizo en el año 1990, no pagando, la Administración central (por
una decisión que naturalmente es correcta --yo tengo que aceptarla como
tal, aunque no me gusta--) no lo compensan, yo creo, los contratos que
tenemos con las administraciones autonómicas y



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ayuntamientos. Yo le voy a decir que todas las empresas de agencias
europeas tienen esos contratos con ayuntamientos, con la policía, con las
prefecturas. Incluso más: la agencia norteamericana Associated Press y
UPI, en sus buenos tiempos, tenían unos contratos muy suculentos con el
departamento de Estado para repartir a las embajadas... Porque cuando
decimos, a veces --lo he oído--, que los sajones, los norteamericanos...

No. Los norteamericanos, aparte de que tienen 59 millones de periódicos a
los que venderles, tienen unos contratos con el estado de Alabama, con el
ayuntamiento de Alabama, con el estado de Arizona, con el Departamento de
Estado, con Washington, con la alcaldía de Nueva York, mucho más
importantes, proporcionalmente, que los que nosotros tenemos. Déjenos
vender también a las autonomías y a los ayuntamientos, porque yo creo que
debemos vender.

Y perdone: dije mal la palabra atacar. No estoy acostumbrado a estas
lides parlamentarias y no lo sentí ni mucho menos así. Si lo dije, es un
error y, además, lo retiro.

Señor Ríos, usted se refería a los estatutos. Dice que si yo creo que el
Estatuto de Televisión... Yo ahí no debo creer nada. Yo soy un ejecutivo
de la agencia transitable.

Me preguntaba por el modelo de Televisión Española. Yo le haría una
reflexión. Con el valor que me da la experiencia, si reprodujéramos los
debates que a veces hay sobre Televisión Española, perderíamos el mercado
americano. Eso se lo aseguro, porque ahí hay muchos ojos avizor. No
estamos solos en ese mercado. Antes le di una retahíla de unos seis
proyectos en los últimos años, todos sudamericanos. Entre ellos, por
ejemplo, Latin Reuteurs, con varios periódicos de Sudamérica; el proyecto
Alasei, que nació en Miami, también con varios medios de comunicación; el
proyecto Asín que nació con todas las agencias nacionales de
Iberoamérica. Cualquier fallo por nuestra parte, si se empleara a la
Agencia EFE --que no la ha empleado nadie hasta ahora y además yo lo
agradezco como Presidente-- como un debate político, sería absolutamente
pernicioso. No sé qué modelo puede ser. Se pueden hacer muchos más
modelos, pero en estos momentos éste ha funcionado, por lo menos en el
mercado internacional. No sé si conviene cambiarlo o no.

Hay otro tema. Nosotros vendimos acciones de Efecom y recuperamos el
producto, y éste en estos momentos en España es un producto que podríamos
considerar también de valor añadido, porque en la sección de Economía, de
Nacional, tenemos 12 periodistas normalmente. Ahora tenemos 14, y aparte
hacen el Efecom; quiere decir que encaminan las noticias económicas al
área empresarial y producen algunas aparte. Ya tenemos, por ejemplo,
Infobolsa, que da a sus distintos clientes las noticias de Efecom. Y el
coste de Efecom en estos momentos es de dos personas, y estamos
facturando ahora 45 ó 50 millones de pesetas aproximadamente. Quiere
decir que es un producto de valor añadido que nosotros hemos recuperado.

En la empresa Efecom estaban Argentaria, la Caja de Ahorros de Madrid y
Telefónica. Esa empresa no iba bien, porque era de datos económicos
instantáneos. No acertamos posiblemente en la gestión; el mercado es muy
difícil ahí; sin embargo, es un desafío que posiblemente hay que mantener
algún día, porque en estos momentos, como sabe, la hegemonía de Reuters
es total.

Respecto al funcionamiento de RTVF. RTVF es un departamento de EFE que
presta servicios a muchas televisiones. A Televisión Madrid le presta una
estructura asistencial. Produce noticias tanto nacionales como
internacionales y las vendemos, como podemos, a distintas televisiones
españolas y americanas. Por tanto, forma parte del todo de EFE. No es
algo aparte, aunque, naturalmente, en la contabilidad global Televisión
está aparte como está nacional, internacional, Euroefe...




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Sobrado Palomares. Con esto
termina su comparecencia. Le damos las gracias por su amabilidad y por
sus explicaciones.




--DEL SEÑOR PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICA (INE), Y
DIRECTOR DE LA OFICINA DEL CENSO ELECTORAL (QUEVEDO QUEVEDO), PARA
INFORMAR ACERCA DEL ACTUAL ESTADO DE LOS TRABAJOS DE DICHA OFICINA
REFERENTES A LA REVISION DEL CENSO Y CENSO ESPECIAL DE RESIDENTES
AUSENTES, CONFORME A LA ULTIMA MODIFICACION APROBADA DE LA LEY ORGANICA
5/1985, DE 19 DE JUNIO, SOBRE EL REGIMEN ELECTORAL GENERAL. A SOLICITUD
DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de expediente 212/001564.)



El señor PRESIDENTE: Pasaríamos al siguiente punto del orden del día, con
considerable retraso sobre lo previsto, con la comparecencia del
Presidente del Instituto Nacional de Estadística y Director de la Oficina
del Censo Electoral, también a petición del Grupo Parlamentario Popular,
para informarnos acerca del actual estado de los trabajos de dicha
Oficina del Censo.

Por cierto, sobre la comparecencia del señor Palomares, confío que,
aunque sea en privado, el señor Cisneros me informará en algún momento
sobre cuál era la motivación, teniendo en cuenta el volumen de
periodistas que había en la sala, por la que parece que el único que le
producía alguna perturbación era el periodista señor Palomares. (Risas.)



El señor PRESIDENTE DE LA AGENCIA EFE (Sobrado Palomares). Es que es
amigo.




El señor CISNEROS LABORDA: Señor Presidente, con su venia. Puesto que no
ha sido en privado, sino en público, donde me pide esa explicación, no
tengo ningún inconveniente en facilitarla. Ha sido, si quiere, un exceso
de celo o de pulcritud en el escrúpulo reglamentario de que el
compareciente sólo se incorporase en la entrada en el punto del orden del
día en el que tenía que manifestarse. Si a eso se añaden circunstancias
personales de que no creo



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que ni para el señor Presidente, ni para el señor Palomares, ni para mí
resultaba grato el trámite, queda plenamente satisfecha su curiosidad.




El señor PRESIDENTE: Teniendo en cuenta el volumen de periodistas,
parecía un poco chocante que el único fuera el señor Palomares. (Risas.)



El señor CISNEROS LABORDA: No estaba en ese título, sino en el de
compareciente.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Presidente del Instituto Nacional de
Estadística.

Cuando quiera, tiene usted la palabra.




El señor PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICA (INE), DIRECTOR
DE LA OFICINA DEL CENSO ELECTORAL (Quevedo Quevedo): Señor Presidente,
señorías, en mi primera comparecencia ante esta Comisión Constitucional,
deseo expresar a SS. SS. mi complacencia por encontrarme aquí, para mí un
indicador del interés por las cuestiones del censo desde esta casa y,
además, porque así me permite informarles, en mi calidad de Director de
la Oficina del Censo Electoral, sobre los trabajos que se realizan para
la elaboración del censo electoral y especialmente en todo lo referente
al cumplimiento de la última modificación de la Ley de Régimen General
Electoral, promulgada en 1985, cuestiones a las que, según el acuerdo de
la Mesa de la Comisión, se me pidió que me limitara. La ley de 1985 está
modificada por la Ley Orgánica de 23 de marzo de este año y hay que
destacar la variación sustancial en la formación del censo electoral. Se
pasa de un censo electoral permanente, con revisiones anuales
referenciadas al día primero de enero de cada año, a un censo electoral
permanente, pero con actualización mensual.

Al publicarse dicha ley, la Oficina del Censo Electoral estaba
gestionando la revisión anual al 1 de enero de 1995, de acuerdo con la
normativa anterior y con la orden de desarrollo del 4 de agosto de 1994,
por la que se dictan las normas e instrucciones técnicas para realizar la
revisión del censo en esa fecha y, como consecuencia, elaborar las listas
electorales para las futuras convocatorias. Sin embargo, días después de
la publicación de esta ley, concretamente el 3 de abril, aparece el Real
Decreto que convocaba las elecciones locales y autonómicas a celebrar el
28 de mayo.

Esto nos lleva, para explicarles cuáles han sido las actuaciones de la
Oficina del Censo, a distinguir dos períodos: uno, desde la promulgación
de la ley modificadora --en marzo de este año-- hasta junio de este año
y, otro, a partir de junio de este año.

De acuerdo con la disposición transitoria de la ley de modificación, la
Junta Electoral Central, previa propuesta documentada de la Oficina del
Censo Electoral, dispone la incorporación al censo electoral vigente --en
esos momentos el cerrado al 1 de enero de 1994-- de las modificaciones
comunicadas por los ayuntamientos y consulados, para pasar a la revisión
el 1 de enero de 1995. Esta era una cuestión que desde el año 1989 el
director de la Oficina del Censo había planteado reiteradamente en la
Junta Electoral Central: las dificultades que estábamos teniendo en las
convocatorias de elecciones, sobre todo cuando las elecciones se
celebraban en la primavera, porque salíamos a esas elecciones con unos
censos electorales que tenían año y medio de antigüedad; es decir, que
disponíamos de unos dos millones o dos millones y medio de variaciones
habidas en el censo, de registros que había que cambiar, que, aunque,
como digo, las tenía la Oficina, la ley nos impedía incorporarlas al
censo para celebrar las elecciones, lo que daba lugar a las dificultades
que todos hemos vivido hasta los dos últimos años, que es cuando, a
través de la enmienda de la ley, en 1994, se logró que pudiéramos
incorporar esta información, información de la que siempre disponía la
Oficina en el momento de la convocatoria de elecciones en períodos de
primavera.

No sólo se incorporaron estas modificaciones, sino que, como ustedes
saben, en el período electoral hay un período de reclamaciones. Nosotros
incorporamos las reclamaciones, que este año han sido del orden de
48.000, y, además, elaboramos las certificaciones censales específicas,
que se expiden de acuerdo con las normas que ha establecido la Junta
Electoral Central, que este año han sido del orden de cinco mil. Con
estas normas se celebraron las elecciones el 28 de mayo de este año.

Pero, además, había otra operación nueva respecto a la situación
anterior: la elaboración del censo electoral de extranjeros residentes.

Ustedes saben que el artículo 176 de la LORE establece que gozan de
derecho de sufragio activo en las elecciones municipales los residentes
extranjeros en España cuyos respectivos países permitan el voto a los
españoles en dichas elecciones en los términos de un tratado o de un
acuerdo. En esos momentos, España tenía firmado un acuerdo con cuatro
países: Holanda, Dinamarca, Noruega y Suecia. Con este motivo, en febrero
de 1995 se publicó un Real Decreto disponiendo que se elaborara este
censo de extranjeros residentes de estos países, censo que se elaboró y
alcanzó un número de 2.359 electores, solamente, insisto, de estos cuatro
países. También estudiamos la posibilidad, e incluso se elaboró un Real
Decreto, de que pudieran votar, sólo en elecciones municipales, el resto
de los residentes procedentes de los estados miembros de la Unión
Europea, pero no llegó a tiempo, digamos, la promulgación de la directiva
de la Unión Europea. Además, fue criterio del Gobierno no incluir estos
posibles electores en las elecciones municipales del 28 de mayo de 1995.

Esa fue la razón por la cual no se elaboró ese censo.

¿Cuáles han sido la actuaciones de la Oficina a partir de junio de 1995?
Finalizado el período electoral, y pese a que la modificación de la ley
no establece qué tipo de actuaciones debía realizar la Oficina para pasar
de la situación anterior a la nueva, la Oficina del Censo Electoral
inició la revisión del censo electoral para tratar de actualizarlo de
acuerdo con la normativa de una actualización mensual. Para ello, la
Oficina disponía del censo que hemos utilizado el 28 de mayo, actualizado
al 1 de enero de 1995, y, naturalmente, con las reclamaciones de unos
pocos



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ciudadanos --ya he dicho que eran del orden de 48.000--; por tanto, nos
faltaba toda la información a partir de enero de 1995. En consecuencia,
las instrucciones que hemos dado a los ayuntamientos y a los consulados
en el mes de junio eran que nos enviaran todas la variaciones que se
habían producido en sus registros desde el 1 de enero de 1995 hasta el 30
de junio de 1995, en una primera fase. En el mes de julio recibimos esa
información y la Oficina del Censo actualizó el censo, de forma que el 1
de agosto disponíamos de toda la información hasta el 30 de junio. A
partir de entonces, todos los meses recibimos de los ayuntamientos y de
los consulados la información para actualizar mensualmente el censo
electoral, de forma que después del 1 de agosto lo actualizamos al
primero de septiembre y en estos momentos lo estamos actualizando al 1 de
octubre.

¿Qué ha ocurrido en este período? En primer lugar, teníamos que realizar
el sorteo de candidatos para el tribunal de jurados, para lo que hemos
utilizado el censo cerrado al 1 de agosto de 1995, de acuerdo ya con la
nueva normativa, con algunas limitaciones que luego indicaré. Además, en
el mes de septiembre se han convocado las elecciones al Parlamento de
Cataluña y ya se ha utilizado ese censo cerrado al 1 de agosto.

Las variaciones que nos remiten los ayuntamientos a las Delegaciones
provinciales de la Oficina del Censo, mensualmente, son las siguientes:
actas por omisión, cambios de residencia, cambios de domicilio, cambios
de datos personales, y lo que llamamos inclusiones indebidas, que, en
términos estadísticos, es una especie de cajón de sastre, pero que no
están en las situaciones anteriores.

Esta información coincide totalmente con la que ya remitían los
ayuntamientos en la situación anterior, únicamente que antes nos la
mandaban una vez al año y, ahora, nos la están mandando mensualmente, con
lo cual el esfuerzo de comprensión de la normativa por parte del
ayuntamiento ha sido nulo; únicamente, existe el esfuerzo de gestión de
enviar toda esta información mensualmente.

En relación con las defunciones remitidas por los Registros Civiles,
tampoco ha sido preciso hasta el momento introducir normativa alguna,
puesto que ya las Delegaciones provinciales en la situación anterior
estaban recibiendo mensualmente esta información. Hay problemas con las
defunciones, a los que luego haré referencia.

Con respecto al Registro de Penados y Rebeldes, igual que con el Registro
Civil: como recibíamos las informaciones mensualmente, no ha habido que
dar nuevas instrucciones. Esto con respecto al censo de españoles
residentes.

Respecto al censo electoral de residentes ausentes (CERA), con la ley
orgánica del 23 de marzo de 1995, se ha hecho una modificación
sustantiva, aparte de la actualización mensual, y es que hay que hacer
una inscripción de oficio para estos españoles que no viven en España y
que mantienen su residencia con esta modalidad. ¿Qué es lo que hemos
hecho? Yo tengo que decirles que, como antecedente, en las últimas
elecciones, concretamente a partir de las locales autonómicas de 1991, el
número de electores en este censo alcanzaba alrededor de los 200.000. En
las elecciones que acabamos de celebrar, hemos pasado a cerca de 460.000;
es decir, en apenas cuatro años hemos duplicado el número de electores de
este censo, gracias al gran esfuerzo que han hecho los consulados por
captar este tipo de electores. El número de electores del CERA, como
referencia, en estos momentos es superior al censo electoral de más de
treinta provincias españolas, lo cual indica ya su envergadura e
importancia; y también debo señalar que en algunos consulados, por
ejemplo, en el de París, alcanza del orden de los 55.000; el de Buenos
Aires, unos 35.000; del de Montevideo, 30.000, y el de Caracas, también
alrededor de treinta y un mil.

Una vez superado el proceso electoral de mayo pasado, y de acuerdo con la
Dirección General de Asuntos Consulares, enviamos unas instrucciones a
los consulados para montar ya el sistema de actualización mensual, y está
funcionando perfectamente, de tal forma que tengo que destacar que en
estos momentos ningún consulado de los ciento setenta, aproximadamente,
están dejando de enviar mensualmente la información; pero hay
limitaciones evidentes para tratar de cumplir el nuevo mandato de la
inscripción por oficio.

En estos momentos, el CERA, cerrado al primero de septiembre de 1995,
tiene 483.596 electores. Como ven, hay un esfuerzo permanente, alrededor
de un 10 por ciento, de mejora constante en este censo. Ustedes saben que
la formación del CERA en el sistema actual se apoya fundamentalmente en
el registro de matrículas que tiene montado tradicionalmente el
Ministerio de Asuntos Exteriores en nuestros consulados. Las actas en el
registro de matrículas producidas en estos últimos meses ya se han
adaptado al nuevo sistema, de acuerdo con la ley de marzo de este año.

Por tanto, a partir de 1995, no hay problema de ponernos al día de
acuerdo con la normativa legal, e incluso los consulados pequeños están
haciendo un esfuerzo por actualizar y recuperar la información de
aquellos registros de matrículas que estaban anticuados. Sin embargo,
mantenemos graves problemas para incorporar los registros de matrículas
antiguos, ello por dos razones fundamentales: en primer lugar, porque el
contenido del registro de matrículas no está actualizado, ya que son
registros que se han llevado de una forma manual, casi ninguno de ellos
están informatizados y, por tanto, adolecen de un gran número de
inscritos que ya, o no existen, o no están en esa demarcación, o el
domicilio ya no coincide con el que puedan tener en estos momentos. No
puedo dales orden de magnitud, se han hecho algunas indagaciones, o
pruebas, no digo muestreo porque no ha sido un muestreo en estrictos
términos estadísticos, ha sido a elección en algunos consulados típicos,
y en alguno de ellos se han observado inscripciones que ya no son
actuales, del orden del 30 al 40 por ciento en lo que tienen registrado.

Lamentablemente (ésta es otra de las lagunas de la estadística española,
concretamente porque estos registros no están actualizados), tampoco
tenemos órdenes de magnitud aceptables para saber el número de españoles
que estarían en esas condiciones, es decir, de ausentes con residencia en
el extranjero. Si sumáramos lo que hay en el orden de magnitud que han
dado en el Ministerio de Asuntos Exteriores,



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todos los inscritos en los registros de matrículas superan los dos
millones; pero, evidentemente, con este tanteo que se ha hecho de ver su
representatividad, quizás a grosso modo, dicho coloquialmente, puede ser
que tengamos un orden de magnitud, como mucho, de un millón y medio de
españoles en estas condiciones, los cuales, naturalmente, no se
incorporarían total e inmediatamente al censo por una inscripción de
oficio, porque esto trastocaría, y no sólo afectaría al CERA en sí mismo,
sino al censo de residentes españoles, porque se producirían
duplicidades, produciríamos bajas que a lo mejor no eran reales,
etcétera.

En esto hemos de actuar con una gran prudencia y lo que hemos hecho de
momento son recomendaciones para que en los grandes consulados empiecen a
hacer una primera depuración de estos registros, y aquí hay limitaciones
de recursos humanos y de recursos informáticos para tener al día estos
registros y hacer esta depuración. A pesar de eso, el Ministerio de
Asuntos Exteriores ya tiene unos planes, de acuerdo con nosotros, de, en
la medida que se vayan asignando recursos, ir depurando estos registros.

Conclusión respecto al CERA, para no alargarme más en este tema (en todo
caso, estoy a su disposición, y, luego, puedo contestar a las preguntas
concretas que ustedes me quieran hacer en relación con esta cuestión), la
Oficina del Censo, de acuerdo con la Dirección General de Asuntos
Consulares, ha establecido ya la remisión mensual con las inscripciones
que se vayan produciendo en el Registro, y, naturalmente, iremos
recuperando de forma paulatina las inscripciones anteriores.

Otro tema al cual me quiero referir, son las actuaciones presentes y
futuras a partir de ahora en relación con el Censo Electoral Español, que
es el censo electoral de residentes extranjeros (CERE). La LORE, en su
artículo 31.3 prevé la ampliación del Censo Electoral para las elecciones
al Parlamento Europeo, como conocen ustedes, y eso lo hemos utilizado en
las últimas elecciones, y, como es de todos conocido, yo no me voy a
extender, para no alargar más esta sesión, en esta cuestiones ya sabidas
por sus señorías.

Ya saben que también la Unión Europea publicó una directiva el 30 de
diciembre de 1993, para que los estados miembros tuviéramos una
normativa. Con motivo de ello, el Gobierno español aprobó el Real Decreto
para ponernos al día respecto a esta directiva y elaborar un censo que
permitiera a los residentes de los estados miembros en España votar si
ésa era su opción. La Oficina del Censo desarrolló todas las acciones
necesarias para la formación de este censo, que alcanzó a registrar en
esas últimas elecciones del orden de 25.000 electores. Concretamete
24.229. Actualmente, está pendiente la trasposición de otra directiva de
la Unión Europea para incorporarla al acervo jurídico español, pero ésta
ya se refiere a elecciones municipales que antes mencioné. Ya saben
ustedes que en estas últimas elecciones de mayo no pudieron votar porque
el Gobierno español no aprobó un Real Decreto para facilitar esta
incorporación.

En todo caso, ya tenemos este censo electoral base de extranjeros
residentes en España, que es el que hemos utilizado para el Parlamento. A
partir de este censo, la previsión que tenemos es que, aunque esto no
está decidido porque la propia directiva está pendiente de una
clarificación en los respectivos estados miembros --ha habido reuniones a
lo largo de este año, concretamente la última en el mes de julio--, vamos
a ver si podemos incorporar a este censo la inscripción también por
oficio. La opción española es hacer una inscripción por oficio, de forma
que tengamos el censo con un criterio único. Hay estados miembros que no
aceptan esta situación, o no pueden, y estamos aún discutiendo. En estos
momentos yo no puedo decirles cuál va a ser la opción final, si la
inscripción de oficio, o si nos acogemos a una norma general dentro de
todos los estados. Y también una actualización mensual. Pero esto sólo lo
vamos a poder hacer a partir de la renovación padronal de 1996, por
razones obvias, porque en estos momentos se está transformando la
normativa y la ley en relación con la población en España.

Hasta ahora esto es lo que hemos realizado y pensamos realizar
inmediatamente respecto a la aplicación de la ley. Pero hay más
cuestiones, y me veo obligado a dar mayor información a esta Comisión,
porque creo que es absolutamente necesaria para que ustedes puedan
valorar y adoptar de alguna manera decisiones en relación con el censo
electoral.

A lo largo de los años de vigencia de la Ley Orgánica del Régimen
Electoral de 1985, naturalmente se han ido generando nuevas necesidades
de información respecto al censo electoral. ¿Cuáles han sido y cómo se
han originado estas nuevas necesidades? La primera es obvia y ya la he
mencionado: las sucesivas actualizaciones que se han ido introduciendo en
la ley de 1985, como ley orgánica. Pero hay otro bloque de exigencia, que
son los acuerdos que, a lo largo de estos años, se han ido generando en
la Junta Electoral Central, puesto que, haciendo interpretaciones de la
ley y desarrollando algunos aspectos que no están incluidos en ella, ha
ido originando obligaciones a la Oficina del censo no contempladas en los
primeros tratamientos y planteamientos de la gestión del censo.

Hay otro bloque de necesidades que satisfacer, que también hemos ido
detectando a lo largo de la experiencia de estos años, y que tampoco
están previstos en el planteamiento original de la gestión del censo
electoral, tales como --digo nada más que dos para no cansarles-- las
peticiones judiciales, que a veces se retrotaen a varios años y entonces
la gestión no está preparada para tener una historia de los electores; y
otra, más importante desde el punto de vista electoral, es la
certificación de inscripción en el censo electoral con acreditación
nacional, y esto se plantea especialmente en las iniciativas legislativas
populares. Esto está creando problemas en la Oficina del Censo para poder
satisfacer estas necesidades.

A este bloque sobre nuevas necesidades de información del censo
electoral, se añade en estos momentos que se van a producir en los
próximos meses modificaciones, unas legislativas y otras normativas en
relación con la población. La formación de los distintos censos, que
constituyen en el censo electoral español único, está condicionada por
las fuentes administrativas que nutren la elaboración de este



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censo. Recuerdo los padrones municipales, los consulados, el Registro
Civil, el Registro de Penados y Rebeldes. Naturalmente, cualquier
modificación que afecta a esta fuente administrativa --no todas, pero sí
algunas-- está repercutiendo en la elaboración del censo electoral.

En estos momentos quiero hacer un recordatorio rápido para que vean
ustedes cuál es la situación que va a condicionar las próximas
instrucciones que nos vemos obligados a dar para adaptar la elaboración
del censo a la última modificación de la ley y a los acuerdos de la Junta
Electoral Central. En primer lugar, modificaciones que afectan al padrón
municipal. En relación con ello, ya no hablo sólo como director de la
Oficina del Censo, sino también como Presidente del Instituto Nacional de
Estadística, en la medida en que el padrón municipal, como ustedes saben,
tiene un doble carácter. Por un lado, es un registro administrativo, cuya
formación, mantenimiento, revisión y custodia corresponde a cada
ayuntamiento de nuestro país. Pero, por otro lado, como también es una
fuente de información estadística de la población española, la función
que le corresponde al Instituto Nacional de Estadística es la de
coordinar la formación de esos padrones para luego lograr la posible
integración y disponer de cifras de la población española con la
actualidad que sea necesaria.

La ley vigente establece que en los años terminados en cero debe hacerse
una operación estadística, que denominamos la renovación del padrón
municipal. En los años terminados en uno, como ustedes saben, es la
elaboración de los censos de población cada diez años. Y justo en los
años terminados en uno también se hace una renovación del padrón
simultánea con el censo de población. La última que hemos realizado ha
sido la operación de 1991 que, como saben y lo hemos vivido todos,
planteó problemas graves en el mantenimiento del censo electoral a partir
de 1991, y concretamente en 1992, que incluso se trasladó en parte a
1993, y el censo electoral se vio afectado por esta gran operación tanto
de población como de renovación padronal.

En estos momentos, con la experiencia del pasado --no queremos tropezar
en la misma piedra, eso pretendemos al menos--, la relación padronal del
próximo año se va realizar en el marco de una estrategia global, pensando
además en el horizonte del censo del año 2001, que se caracteriza por
tres aspectos que de forma resumida voy a indicarles. En primer lugar,
acomodar el contenido del padrón municipal a las exigencias presentes y
futuras de la localización y de las variaciones de los ciudadanos,
respetando el principio constitucional, sobre todo el derechoa ala
intimidad de estos ciudadanos. Ya saben que ha habido problemas con el
contenido del padrón municipal y a través de una ley presupuestaria se ha
tratado de solventarlos respecto al derecho a la intimidad. Este aspecto
va a quedar claro y transparente con una ley específica. Una segunda
característica va a ser que los padrones se convierten, a partir de la
aprobación de esta ley, en un registro abierto, que se actualice de forma
continua, precisamente mensual. Aquí ya, como ven, hemos pensado en una
integración, en una relación con el censo electoral. Por tanto,
aprovechando las nuevas tecnologías informáticas, ya en esta ley se va a
establecer que el padrón debe gestionarse de forma informática. Y,
tercera característica, coordinar los diferentes padrones municipales
para que, por un lado, se cumpla su primer objetivo, que sea un fiel
reflejo de la población municipal y, por otro, permita elaborar las
estadísticas demográficas --tema que nos importa sobre todo hoy día--, el
fichero del censo electoral, con la máxima fiabilidad y actualidad.

Dentro de esta estrategia, las líneas de acción que ya se han emprendido
son dos esencialmente: en primer lugar, modificación de la legislación
referente a la población. ¿Qué es lo que se ha hecho y se va a hacer en
estos meses? En primer término, modificar la Ley reguladora de Bases del
Régimen Local en todo lo que afecta a la población, especialmente al
padrón municipal. El Gobierno aprobó el proyecto de ley el 25 de
septiembre, se envió a las Cortes para que se tramitara por el
procedimiento de urgencia, y la previsión es que se pueda publicar en el
Boletín Oficial en los últimos días de diciembre. A continuación, hay que
modificar el reglamento de población y de demarcación territorial de las
entidades locales a través de un real decreto, que se ha elaborado
conjuntamente con el proyecto de ley, para que no hubiera la más mínima
discordancia. Es más, les puedo decir que el proceso que se ha seguido ha
sido el contrario al normal, y ustedes son experimentados en esto y yo
no. Primero hemos elaborado el reglamento y a continuación se ha
trasladado al proyecto de ley para que no hubiera ningún problema en el
desarrollo de la ley; es decir, que lo que va a aprobar la ley ya se sabe
que es posible realizarlo y de qué forma, y este Real Decreto está
consensuado entre los distintos departamentos, incluida la Federación de
Municipios y Provincias, la FEMP. La elaboración de este real decreto
está concluida y sólo queda plantearla a la Comisión de Secretarios de
Estado y Subsecretarios en cuanto la ley esté publicada en el Boletín
Oficial. La previsión es publicarlo en enero de 1996, lo más tarde.

La segunda línea de actuación consiste en actualizar la normativa de la
renovación padronal de 1996, que se ha traducido en tres acciones que ya
hemos realizado: primero, publicar un Real Decreto en febrero de este año
en el que ya se dispone la renovación de los padrones municipales con
referencia al 1 de marzo de 1996. Aviso, si hay elecciones en marzo, aquí
hay planteado un problema. Segunda acción: una orden ministerial que se
publicó en el BOE de abril de este año, en la que ya se dan instrucciones
a todos los ayuntamientos para realizar lo que llamamos los trabajos
previos para la renovación que vamos a hacer el próximo año, y en
septiembre también se ha publicado una orden ministerial en la que ya se
dan las instrucciones técnicas de cómo realizar la operación el próximo
año.

Con estos dos bloques, nuevas necesidades detectadas, la situación en la
que se encuentran la modificaciones de la ley y la normativas
administrativas, y lo que nos ordena la ley, casi es obvio que nosotros
tenemos que cambiar el sistema de gestión actual del censo electoral.

Voy a dedicar sólo unos minutos al tema de qué nuevos sistemas está
montando el Instituto Nacional de Estadística para responder a estos
retos, especialmente en su instrumentalización informática. El Instituto
Nacional de Estadística, de acuerdo con la experiencia adquirida desde la



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aprobación de la LORE en 1985, y teniendo en cuenta todos los
planteamientos que acabo de hacerles, se ha ido anticipando desde 1991 y
ha ido tomando una serie de medidas al objeto de que, cuando la ley
estuviera actualizada, pudiéramos estar en condiciones de poderla
cumplir, y ésta es la situación actual; es decir, la ley se ha podido
modificar en marzo de este año porque, previamente, durante cuatro años,
hemos estado preparándonos para que la ley pudiera dar la normativa que
en estos momentos nos obliga. ¿Cuáles han sido estas acciones? En primer
lugar, introducir en el primer plan de modernización de la Administración
pública, aprobado en el Consejo de Ministros de abril de 1992, un
proyecto denominado mejora de la gestión del censo electoral. Con esa
visión de cuatro o cinco años por delante empezamos a estudiar qué era lo
que debíamos hacer en estos años. Una segunda actuación ha consistido en
lo siguiente: que en el Real Decreto de reorganización del Instituto
Nacional de Estadística de mayo de 1993 se reorganizó la Oficina del
Censo Electoral, tanto a nivel de la Subdirección General en Madrid, como
en las 52 Delegaciones territoriales, de acuerdo con las necesidades que
preveíamos en los próximos años. Tercera actuación: averiguar qué nuevo
sistema necesitaba la Oficina para responder a estos retos, puesto que
ustedes saben que el diseño actual y el equipo informático que hasta
ahora tiene asignado el Instituto Nacional de Estadística, tanto para
elaborar la estadística española como para elaborar el censo electoral,
fue diseñado entre 1985 y 1987, una vez aprobada la ley. El actual
sistema tiene limitaciones, algunas de ellas importantes, que no permiten
satisfacer estas nuevas necesidades, por lo que nos planteamos estudiar
un plan de acción. El plan de acción consta de tres fases y se ha
desarrollado a lo largo de estos tres últimos años: la primera fase fue
la definición del modelo de gestión de la información del censo
electoral. La asistencia técnica para cubrir esta fase se contrató en
diciembre de 1992 y el estudio se finalizó en 1993. Una vez definido el
modelo de gestión a finales de 1993, se adjudicó la segunda fase, que
consiste en llevar a cabo una instalación piloto que nos permitiera
ensayar el desarrollo del nuevo sistema. Esto se ha realizado a lo largo
de 1994, de manera que en diciembre de ese año ya se adquirió el equipo
informático para el nuevo sistema de gestión del censo electoral, y el
Gobierno en su presupuesto nos permitió gastar alrededor de 1.200
millones de pesetas en el equipo informático. En este año estamos en la
tercera y última fase, consistente en la implantación del sistema. Puedo
decirles que actualmente ya están instalados los equipos informáticos en
los servicios centrales y en las 52 Delegaciones territoriales. En estos
meses se han estado impartiendo cursos de formación al personal para que
adquieran experiencia en el nuevo sistema, y en este último cuatrimestre
se están realizando ya las aplicaciones en términos de prueba, de tal
manera que en diciembre ya tengamos ensayadas en toda la organización de
la Oficina del Censo Electoral la aplicaciones informáticas del nuevo
sistema.

En este momento la situación es de incertidumbre para nosotros, sobre
todo por las previsiones electorales. Es decir, no podemos abandonar el
sistema antiguo y lanzarnos a hacer operativo el nuevo sistema, ya que no
tenemos la absoluta certeza de cuándo van a ser las próximas
convocatorias, pero nos estamos moviendo de acuerdo con lo que el
Gobierno en estos momentos tiene decidido.

Por tanto --y concluyo, señor Presidente--, sólo quiero señalar tres
últimas cuestiones para dejar claras estas tres últimas consideraciones.

En primer lugar, el censo electoral como así establece la ley, es único
y, como tal, la gestión del mismo va a estar integrada, de forma que esos
tres o cuatro componentes de los que he hablado (el censo de residentes
en España, el censo de los residentes en el extranjero y los distintos
censos de extranjeros residentes en España, sean de la Comunidad o no lo
sean), todos esos censos, estén totalmente integrados, porque si no
produciríamos duplicidades, no sería un censo único y no respetaríamos la
ley. Por tanto, la gestión será integrada, habrá operaciones de trasvase
de unos censos a otros y, finalmente, será un censo único.

La gestión del censo de residentes ausentes, o sea, en el extranjero,
continuará de momento centralizada. No nos atrevemos, en esta primera
fase, a descentralizar. La idea es, en la medida de lo posible y dada la
envergadura que va a tener este censo --un primer objetivo sería
acercarnos al millón de posibles inscritos--, que tengamos que
descentralizar en las 52 delegaciones territoriales, manteniendo
naturalmente también una base central, pero hoy por hoy seguimos
manteniendo la base central.

Respecto al censo de residentes extranjeros, bien sean de la Comunidad o
de los países con los cuales tenemos acuerdos, naturalmente, como antes
les dije, vamos a mantener el censo del Parlamento que hemos elaborado y
lo vamos a actualizar a partir de la renovación de 1996.

Por tanto, y esto quizá es lo importante, antes de acabar este año
--tenemos ya en borrador un proyecto, pero está pendiente de que se
termine de ver por dónde va finalmente la aprobación de la ley del padrón
y luego la reforma del reglamento del padrón-- nos comprometemos a pasar
al Gobierno un real decreto y una orden ministerial con la intención de
que se puedan publicar antes de que acabe este año, o a más tardar, en
enero de 1996, que es donde vamos a oficializar, si ustedes quieren, esas
instrucciones (que a lo largo de mi intervención he mencionado) que hemos
dado desde junio a los ayuntamientos y a los consulados --a los registros
no porque no era necesario-- para adaptarnos oficialmente a la nueva
organización del censo electoral, de acuerdo con la última modificación
de la ley.

La segunda cuestión que quiero resaltar es que, dadas las previsiones
electorales, vamos a mantener el actual sistema --en el argot informático
es el S 38, de IBM, obsoleto y anticuado, pero que es el que tenemos en
funcionamiento-- para las próximas elecciones y, en la medida de lo
posible, vamos a ir pasando, a partir de diciembre de este año, al nuevo
sistema, de forma que éste sea totalmente operativo a partir de la
celebración de las elecciones en marzo de 1996.

Hasta ahora me he limitado a expresarles hechos y acontecimientos que han
ocurrido en relación con el funcionamiento de la Oficina del Censo y los
condicionantes



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de todas estas consideraciones que he hecho en relación con los posibles
trabajos de la Oficina del Censo. Ahora, como tercer y última cuestión,
me atrevo a hacer una cierta valoración. Desde la responsabilidad que me
incumbe desde el puesto de Director de la Oficina del Censo, yo deseo
clarificar toda esta situación. Yo imagino que ustedes podrán decir que
con todas estas limitaciones, con todas estas cosas que está diciendo el
Director de la Oficina, el censo electoral que tenemos en estos momentos
y del que vamos a disponer en las próximas elecciones, en las catalanas
primero y después en las generales en el mes de marzo, ¿realmente sirve o
no sirve? ¿Tiene problemas importantes o no?
Yo tengo que decir que una evaluación estrictamente estadística de la
cobertura del actual censo electoral de residentes indica que está ya en
el límite de la capacidad demográfica de nuestro país. En las
publicaciones que hemos hecho verán ustedes, al final de la introducción
que, comparando los 32 millones de españoles que tenemos inscritos en el
censo, con alrededor de los 40 millones que somos --tienen que ser
mayores de 18 años--, el censo está ya en el límite. Yo incluso
expresaría un poco mis reservas sobre si no estamos ya un poco pasados,
pero esto lo dejo para después, si ustedes lo consideran interesante.

Por tanto, una valoración estadística es que estamos en un censo muy
completo respecto a la capacidad demográfica de la población española, y
si bien es verdad que el censo será defectuoso, al menos para nosotros,
aunque sólo falte un ciudadano con derecho al sufragio (y trabajamos para
que esto no ocurra), una valoración global en estos momentos nos permite
afirmar que, aun con las limitaciones que hemos mencionado y que estamos
tratando de superar, el censo electoral español es un buen censo y yo
creo que se ha demostrado fehacientemente desde hace dos años, desde que
se enmendó la ley, porque la gran limitación que teníamos realmente en
los censos de años anteriores era el no poderlos actualizar en las
elecciones, sobre todo en períodos de primavera, como antes les dije.

Señor Presidente, señorías, pido disculpas por lo largo de mi
intervención a estas horas y naturalmente quedo a su disposición para
informarles sobre cualquier tema que sea de su interés.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, por su amplia información.

¿Además del Grupo proponente, qué otros Grupos desean intervenir?
(Pausa.)
En primer lugar, por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Vera.




El señor VERA PRO: Quiero agradecer, en primer lugar, la presencia del
señor Quevedo y también que haya entrado en una materia que consideramos
de especial importancia.

En efecto, si bien en un principio su comparecencia era simplemente
informativa de los aspectos referidos al mantenimiento de un censo
continuo y permanentemente actualizado, la entrada en el Registro de esta
Cámara de un proyecto de ley, al que usted se ha referido en su
intervención, hace necesario ampliar el objeto de su comparecencia
--usted ya lo ha hecho en su exposición previa-- y entrar a valorar
algunos de esos aspectos de este proyecto de ley.

Sin embargo, antes de retomar esta cuestión, no le ocultaré que el Grupo
Popular tenía cierta preocupación por el estado de los trabajos, que en
gran medida le corresponden a la Oficina del Censo Electoral, en el nuevo
sistema censal que introdujimos en la reforma pasada de la Ley Electoral
del pasado mes de marzo, tanto en lo que se refiere a la actualización de
los datos censales como al grado de cumplimiento de los ayuntamientos,
que deben remitir mensualmente su información a la Oficina del Censo
Electoral y a la puesta en marcha también del censo de oficio de los
residentes ausentes, al que usted se ha referido.

Según sus explicaciones no parece que haya motivos de preocupación.

Parece que, según se deduce de sus palabras, tanto los ayuntamientos como
los Registros Civiles, el Registro de Penados y Rebeldes, así como los
consulados están cumpliendo. Con ello podemos tener la sensación de que,
si antes teníamos un censo con un desfase de 17 ó 18 meses, ahora estamos
con un desfase --si usted dice que está actualizado al 31 de agosto,
según me ha parecido que decía-- de un par de meses. Por tanto, nos
tranquiliza su información.

En relación a lo que indicaba en un principio, sí quiero manifestarle que
no es tranquilizador el hecho de que se haya presentado en la Cámara por
parte del Gobierno un proyecto de ley para modificar la Ley de Bases de
Régimen Local en lo referente al padrón municipal, un proyecto de ley al
que estoy seguro, según se ha desprendido de su exposición, que usted no
es ajeno. Y digo que no es tranquilizador, no porque le parezca mal al
Grupo Popular que se corrijan los defectos del padrón, sino porque se
vuelve a incurrir en el mismo error que ya creíamos superado y sobre el
que ya tuvimos ocasión de manifestarnos en el debate de la reforma de la
Ley Orgánica 5/85, de 19 de junio, sobre el Régimen Electoral General.

Una vez más, parece que se pretende vincular al censo electoral con una
revisión padronal prevista para 1996. Ello haría, como hemos podido
constatar en las anteriores revisiones padronales, que durante los años
posteriores dispusiéramos de un censo bastante caótico, y baste recordar
el censo que se derivó de la revisión padronal del año 1991 y que usted
mismo recordaba hace unos momentos.

Todos sabemos, y usted lo sabe igual que nosotros, que las deficiencias
del censo electoral han partido siempre o casi siempre de los errores de
las revisiones del padrón municipal. Usted manifestó ante la ponencia que
se ocupó del estudio de los problemas de la elaboración del censo que, en
la actualidad, la interrelación padrón municipal-censo electoral adolecía
de ciertas disfuncionalidades motivadas por deficiencias en la gestión
del padrón municipal. ¿Hay certeza de que estas deficiencias en la
gestión del padrón municipal han sido ya superadas? Yo creo sinceramente
que no podemos tener esa certeza, ni nosotros ni los profesionales que
trabajan en la Oficina del Censo Electoral. Créanme si les digo que no
busco culpables al hacer esta afirmación, sino simplemente que en la
elaboración



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del padrón municipal intervienen numerosos agentes, tanto internos como
externos, desde los encuestadores hasta los propios ciudadanos, y ello
hace que no se pueda garantizar la superación de todas las deficiencias
del padrón municipal que luego revierten al censo electoral.

El Grupo Socialista le preguntaba en aquella ponencia cuáles eran los
momentos críticos en la elaboración del censo, y usted distinguía en
aquella ocasión entre dos momentos: uno, en la gestión permanente y,
otro, en la gestión extraordinaria. Refiriéndose a la gestión permanente
señalaba como momentos críticos los incumplimientos de los plazos por
parte de las instituciones suministradoras de la información censal
básica y la deficiente calidad en la información suministrada. La
pregunta que yo le quiero formular es si se va a volver a incurrir en el
error de hacer depender el censo de la deficiente calidad de la
información suministrada por un nuevo padrón municipal. Pretender que una
nueva revisión quinquenal del padrón --en este caso sería la última,
según consta en el proyecto de ley-- tenga efectos sobre un censo que
durante cinco años ha ido depurando todos sus errores provenientes de la
anterior revisión, y que en sus propias manifestaciones y en nuestra
opinión es ahora aceptable, parece que es un contrasentido y que va
contra toda lógica y contra la opinión que en su momento expresamos
unánimemente todos los grupos de la Cámara.

En aquel entonces el Grupo Popular presentó una enmienda a la totalidad
del proyecto de ley del Gobierno de reforma de la Ley Electoral, por
cuanto su disposición transitoria segunda introducía que el sistema de
actualización permanente y continuo tomaría plena eficacia a partir de la
aprobación oficial de las cifras de población resultantes del padrón
municipal de habitantes correspondientes a 1996. Hasta el propio Grupo
Socialista se dio cuenta del error, que eso suponía un paso atrás.

Enmendó la plana al Gobierno, presentó una enmienda y todos los grupos
apoyamos aquella modificación. Esto lo recordará perfectamente el señor
Marcet, que era el ponente del Grupo Socialista en aquel debate. Parece,
por tanto, que se pretende incurrir una vez más en ese error, que todos
habíamos valorado como bastante negativo. Nos gustaría saber cuál es la
opinión de usted, como Director de la Oficina del Censo; si han variado
los planteamientos de la Oficina del Censo respecto a la información que
se facilitó por usted y sus delegados en los trabajos de la Ponencia.

Finalmente, le anuncio algo que me preocupa de una manera fundamental al
hilo de su exposición. Parece que después de estar más o menos de acuerdo
casi todos los grupos en que tenemos un censo aceptable, en el que hemos
limitado de una vez por todas aquellos desfases tan espectaculares que se
producían en el censo que teníamos que utilizar en cada convocatoria
electoral respecto a su período de vigencia, y resulta que ahora usted
nos habla de un nuevo sistema diferente al aprobado en la modificación de
la Ley Electoral de marzo y de que incluso todos los mecanismos de la
Oficina del Censo están preparados para adoptar y poner en marcha ese
sistema, el cual esta Cámara ni conoce ni ha aprobado, y que lógicamente
supondría una nueva reforma de la Ley Electoral. Digo que me ha
preocupado al hilo de su exposición, y no sé si responde lo que yo le
estoy preguntando a la realidad.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Izquierda Unida, el señor Ríos tiene
la palabra.




El señor RIOS MARTINEZ: Vaya por delante el agradecimiento a la
explicación que nos ha dado sobre la puesta en marcha más ordenada del
censo electoral, de su actualización estable y permanente --ha dicho-- a
nivel mensual. Se lo dice una persona que conoció y vivió los efectos del
censo en el año 1989 de manera más complicada a la que hoy se puede ver
esto que se ha reformado bastante y se ha fortalecido la eficacia del
censo.

En todo caso, hay una pregunta que me gustaría hacerle para saber al
final cómo ha quedado el tema de las duplicidades en el censo. Una
persona está inscrita en un municipio, cambia de domicilio y se va a otro
municipio, se inscribe pero no se da de baja en el anterior, y aparece en
dos sitios censada, puede aparecer porque se ha trasladado. Siempre hemos
discutido que si apareciesen las dos realidades físicas de la persona,
algo que está en todos los controles, el DNI, en el empadronamiento o la
ubicación territorial en una calle o en un municipio, tendríamos la
cuadratura del círculo, no se podría producir. ¿Se ha incorporado el DNI
como un elemento del censo? ¿Qué problema tiene para incorporarse, si no
se ha incorporado? Porque es una identificación que se pide cuando uno va
a votar, pero no está puesto el número del carné en el censo. No es una
información más junto con la calle y otros elementos de parentesco que
podamos tener unas personas, sobre todo cuando en determinadas zonas la
identificación es abierta, por así decirlo.

En segundo lugar, por lo que he detectado en su prolija información
tenemos un censo muy completo. Hablaba de unos 32 millones de ciudadanos
censados de 40 millones de habitantes; prácticamente está todo el mundo
que tiene 18 años. El problema está, desde mi punto de vista, en las
personas que teniendo derecho al voto no están aquí sino en el
extranjero. La cifra ya se distancia muchísimo. Usted ha hablado de un
salto cualitativo de 200 mil a 483 mil, si no he entendido mal, pero la
cifra que todavía queda es, según lo que yo le he entendido a usted, un
millón y medio o incluso dos. Le he visto afirmar con mucha rotundidad
que los ayuntamientos están pasando la actualización mensual, aunque
habría que ver si esa actualización mensual se asemeja a la realidad en
la modificación. También los consulados. Ha dicho que los 170 consulados
le dan la información. ¿Qué compromisos se pueden marcar para acercar
estos 483 mil a la realidad, para que hagamos un censo más real? Usted
hablaba de millón y medio en su intervención, si no he entendido mal. De
qué manera podemos evitar que haya españoles con derecho a voto que no
puedan ejercelo, porque estamos hablando de españoles que viviendo fuera
de nuestro país deben votar. ¿De qué manera van a trabajar ustedes para
poder lograrlo?
La tercera pregunta va dirigida al tema de la certificación de una
persona para comprometerse y respaldar con su firma una iniciativa
popular. Hace falta una certificación



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censal; se tienen que inscribir los promotores. ¿Lo tiene que hacer la
persona o lo hace el promotor? De qué manera podemos agilizar ese
trámite, manteniendo toda la garantía que deba tener de seguridad de que
esa persona tiene derechos contraídos en nuestro país, para no ser un
obstáculo administrativo que dificulte la voluntad de respaldar o
promover una iniciativa popular que muchas veces se hace eterna: se
tardan seis meses, se pasan los plazos, no se llega. Hay una limitación.

He entendido que usted mismo lo planteaba como una especie de limitación,
pero que se estaban tomando medidas para mejorarlo.

Termino, señor Presidente, con la última apreciación que ha hecho usted
al decir que van a oficializar una propuesta de decreto y, de orden
ministerial para adecuar estas tres frases a que usted se refería. Ya se
ha seleccionado el modelo de gestión, se está instalando la experiencia
piloto, y ya tienen una implantación del sistema. Usted ha dicho que ya
se han puesto en marcha las medidas reglamentarias para oficializar el
nuevo sistema del censo. Sin embargo, ha dicho: Si las elecciones se
hacen en marzo, nos va a pillar con un proceso a medio poner en marcha y
utilizaremos el viejo. Yo he entendido que vamos a utilizar el viejo
sistema para estas elecciones, suponiendo que sean en marzo. En concreto,
la pregunta es: Qué tiempo se necesitaría para poner en marcha el nuevo
sistema --que además tiene una garantía de mayor actualización que el
anterior, por lo que yo he podido deducir de su explicación--, y cuál
sería el compromiso que podría contraer para esa puesta en marcha, con
independencia de que mientras tanto usemos el que tenemos, más o menos
viejo, para los eventos que se puedan producir, que con toda seguridad
serán las elecciones catalanas, y para el otro crucemos los dedos porque
lo mismo puede ser en marzo que en febrero.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista tiene la palabra el señor
López Martín de la Vega.




El señor LOPEZ MARTIN DE LA VEGA: Voy a hacer uso de la palabra en nombre
del Grupo Socialista para, en primer lugar, agradecer la presencia de don
José Quevedo, Presidente del Instituto Nacional de Estadística y Director
de la Oficina del Censo, y agradecer sobre todo la exhaustiva información
que ha puesto a disposición de esta Comisión Constitucional sobre el
estado de los trabajos de dicha oficina referentes a la revisión de censo
electoral.

No se nos oculta a ningún miembro de esta Comisión la importancia
instrumental de estos trabajos para garantizar el derecho fundamental de
los ciudadanos y ciudadanas al voto en cualquier tipo de elección. De
modo que, por encima de cualquier otra consideración, lo que queremos
resaltar es la importancia de la Oficina del Censo, y mucho más cuando
conviene dejar constancia de que, aunque en cualquier elección se hayan
presentado casos puntuales de posibles anomalías a las que hay que dar
solución, estamos de acuerdo con don José Quevedo en considerar que, a
nivel global, el funcionamiento de la oficina puede considerarse cuando
menos correcto. El Grupo Socialista quiere animar al Instituto Nacional
de Estadística, a la Oficina del Censo, a que estas anomalías sean cada
vez más anecdóticas, considerando que una sola de ellas viene a suponer
en realidad, como ya lo señalaba el propio Director, la imposibilidad de
que un ciudadano o una ciudadana ejerza su voto. También queremos
resaltar --y lo hacemos con satisfacción-- que la tensión entre los
grupos políticos por los problemas en relación con el censo electoral se
ha rebajado de una manera notable, por cualquiera de las dos cuestiones
que sea, o porque todos hemos llegado a la conclusión --fácil, por otra
parte-- de que los resultados electorales son achacables a las fuerzas
políticas o porque realmente estemos ante un censo bastante completo,
cada vez más depurado y mejor. Por ello al principio de esta intervención
nos gustaría mostrar nuestra satisfacción.

Quiero advertir que no vamos a hacer referencia al proyecto de ley que
modifica la Ley de Bases de Régimen Local en lo que se refiere a la
elaboración del padrón municipal, primero, porque está en debate en sede
parlamentaria y, por tanto, sería anticipar un debate en el que
entraremos cuando los plazos habituales del Parlamento se vayan
cumpliendo; y segundo, porque estando de acuerdo con lo que exponía el
portavoz del Grupo Popular en relación a que hacer depender el censo
electoral del padrón supone una serie de dificultades que están siendo
estudiadas entre el Grupo Popular y el Grupo Socialista, nos parece que
no es el momento de entrar en valoraciones sobre este proyecto de ley. En
cualquier caso, invitaríamos al señor compareciente a que esta discusión
sobre el proyecto de ley se llevara a cabo en el momento oportuno.

En relación con el motivo concreto de la comparecencia, queremos hacer
referencia no sólo a la complejidad del proceso técnico preciso para
llevar a cabo la actualización mensual del censo electoral, sino también
a la cantidad de agentes que intervienen en el mismo. En este sentido
queríamos hacer un llamamiento a todos ellos: ayuntamientos, oficinas
consulares, Ministerio de Asuntos Exteriores, oficinas del censo,
registros civil y de penados y rebeldes, e incluso a los propios
electores, desde la evidencia de que ésta es una tarea que compete a
todos por igual, desde dos perspectivas: la exigencia que para todos
ellos representa el cumplimiento de la ley orgánica correspondiente y el
interés que debe tener para quienes intervienen en este proceso el
objetivo de garantizar y ejercer el derecho del voto.

Entrando en cuestiones concretas --un poco para la reflexión y otro poco
para que nos complete información en su próxima intervención, si es
posible--, por lo que respecta al censo electoral, nos gustaría saber qué
dificultades, si es que las tiene detectadas la Oficina del Censo,
encuentran los ayuntamientos a la hora de hacer esta modificación
mensual, habida cuenta de que estaban acostumbrados a una modificación
anual del censo. Nos gustaría conocer también el grado de cumplimiento de
la Orden del 6 de abril, por la que se daban instrucciones para la
realización de trabajos preliminares, y cuáles han sido las gestiones que
la Oficina del Censo ha realizado para eliminar estas dificultades e
incluso para exigir o para aconsejar, según sus competencias, el
cumplimiento de la legislación vigente por los ayuntamientos.

Por otra parte, y considerando la dificultad que efectivamente comporta
la actualización del registro de matrícula



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de españoles que residen en el extranjero, nos gustaría conocer cuál es
el estado de la actualización en general y a qué se debe esa
descompensación a la que aludía el Director de la Oficina. Nos parece
especialmente relevante aquí la responsabilidad de los agentes que
participan en este proceso. La necesidad de que estas variaciones sean
remitidas desde los consulados al Ministerio de Asuntos Exteriores, y
desde éste al Instituto Nacional de Estadística produce una complejidad
que pudiera prestarse a algún tipo de disfunciones. Desearíamos saber qué
medidas se toman para conseguir un proceso lo más ágil y exacto posible.

Al Grupo Socialista le preocupa especialmente la exactitud en el
conocimiento de los domicilios de estos electores ausentes, habida cuenta
de que es precisamente el conocimiento exacto de este domicilio el que
garantiza que reciban, en su momento, la documentación electoral para
poder ejercer su derecho al voto. En ese sentido de necesidad de
conseguir agilidad y exactitud en un proceso que es complejo, es
razonable pensar que en la actualidad hay posibilidades técnicas que
permitan lograr esos objetivos. La utilización de redes de comunicación
estandarizadas, como Internet u otras, para el intercambio de
información, conseguiría sin duda una mejora de todo tipo en estos
procesos. Le agradeceríamos que en su próxima intervención profundizara
en estos aspectos, así como en la posibilidad de establecer un sistema de
comunicación con las oficinas consulares, de modo que éstas pudieran
acceder a la base de datos del censo de residentes ausentes y conseguir
así que la actualización fuera más rápida y menos sujeta a error. Aunque
estamos seguros --y así queremos hacerlo constar-- que la Oficina del
Censo es extremadamente escrupulosa en el proceso que lleva a que los
datos que resultan de la actualización del registro de matrícula sean
depurados una vez conocidos, antes de su incorporación al censo de
residentes ausentes.

Voy a terminar, señor Presidente. El Grupo Socialista quiere animar al
Instituto Nacional de Estadística, a la Oficina del Censo, a través de su
Presidente y Director, a que profundice en todas estas cuestiones, de
manera que podamos estar seguros de que todos pueden ejercer el derecho
fundamental de expresar su voluntad a través de las urnas, de modo que
aquella expresión de abstención técnica pase a ser, en la medida de lo
posible, una expresión arcaica. No olvide, señor Presidente, que por
encima, o al lado, del legítimo control al que esta Comisión le somete
hoy está la exigencia concreta de los ciudadanos que no entienden que se
les pueda privar de un derecho porque un instrumento falle, pese a que
este instrumento sea muy complejo. En nombre del Grupo Socialista le
reitero nuestro reconocimiento, le instamos a seguir trabajando en el
camino emprendido y le deseamos toda clase de éxitos, en la seguridad de
que todos saldremos beneficiados.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Quevedo, Director de la
Oficina del Censo.




El señor PRESIDENTE DEL INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICA Y DIRECTOR DE
LA OFICINA DEL CENSO ELECTORAL (Quevedo Quevedo): Señor Presidente, antes
de contestar a cada una de las señorías que han intervenido, yo quisiera
insistir --creo que a lo largo de mi intervención ya se ha puesto de
manifiesto-- en que la elaboración del censo electoral es muy compleja,
que cuando se hace cualquier observación sobre si hay algunas
dificultades en relación con el censo electoral no se llega a comprender
que una cosa tan sencilla como hacer un listado de cuáles son los
ciudadanos que tienen derecho al sufragio sea tan complejo, y no digamos
cuando hacemos un censo de población. Han visto ustedes que el problema
no sólo es la determinación de quién debe estar y no está, sino cómo
asumir que esos ciudadanos estén inscritos en el censo. La oficina del
Censo y el sistema de gestión van en función de las fuentes que nutren al
censo. El censo sólo tiene un contacto con el ciudadano español: el día
de las elecciones. Tiene algunos contactos puntuales, pero a nivel global
sólo tiene ése, y es ahí cuando se ve si el censo es fiel reflejo de
quién debe estar o no inscrito en él. Esa es la situación en los dos
últimos años. Como responsable --y es algo que me atrevo a decir--, les
diría que ahora mismo tengo más preocupación por gente que está en el
censo y no debía estar que por los ciudadanos que debiendo estar en el
censo no están. Recuerden que les decía que estábamos en el límite de la
capacidad demográfica de nuestro país. Esto tiene que ver con algunas de
las preguntas que ustedes me han hecho. Voy a contestarles y haré
referencia otra vez a este enfoque global.

El representante del Partido Popular comentaba que estaba preocupado
--sobre todo antes de mi intervención-- por lo que realmente estaba
realizando la Oficina del Censo en relación con la última modificación de
la ley, pero decía que con las explicaciones que he dado esa preocupación
se ha reducido. También decía que le preocupaba, en otro sentido, la
reforma de la Ley de Bases de Régimen Local, en cuanto a la incidencia
que pudiera tener y que se volviera a las pasadas circunstancias de los
años 1991 y 1992. Voy a aclarar, en la medida de lo posible,estas
preocupaciones que manifestaba. Usted ha materializado sus preguntas en
tres cuestiones concretas. Ha creído entender de mi intervención que hay
un cumplimiento aceptable de todas las fuentes de información de las que
se nutre el censo. Le tengo que decir que eso no es absoluto. Está
habiendo incumplimientos, como los había en la revisión anual, en la
revisión mensual. Le puedo dar unos datos a 1 de septiembre de 1995, en
los que se observa que hay 3.200 ayuntamientos que no han enviado la
información del semestre hasta junio, o mes a mes, hasta septiembre. Esto
representa alrededor de ocho millones de inscritos, pero esto no es para
escandalizarse. Antes no quise dar estas cifras, pero ya que me las han
pedido las doy ahora. Por tanto, ahora mismo, con el censo cerrado a 1 de
septiembre, hay un porcentaje del orden de un 25 por ciento de inscritos
sobre los que los ayuntamientos no nos han enviado información para
actualizar el censo. Con respecto a los registros civiles, hay alrededor
de mil registros, que responden aproximadamente a un millón y medio de
inscritos en términos del censo electoral, de los que tampoco hemos
recibido la información que tenían que enviar. Esto



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representa alrededor de un 5 por ciento del censo. Pero esto no quiere
decir que sean problemas importantes o extrapolables (lo vamos a
comprobar) con respecto al censo que vamos a usar --ya está cerrado--
para las elecciones catalanas; el incumplimiento de los ayuntamientos y
de los registros civiles también está en estos órdenes de magnitud en
cuanto al censo para las elecciones al Parlamento catalán.

Nosotros tenemos, en relación a esta información, la contrainformación
del resto de los municipios que sí han cumplido con su obligación, de
forma que no debemos asombrarnos por este tipo de incumplimientos en el
tiempo, porque luego de un mes para otro se van acostumbrando a los
nuevos períodos. Con esto contesto a otra pregunta que me hacían: ¿En qué
medida se está cumpliendo mensualmente? Estamos en los primeros meses de
una nueva exigencia a nuestros ayuntamientos, registros y consulados en
cuanto a la cadencia de enviarnos la información. Yo les recuerdo que en
la revisión anual --cuando poníamos la fecha del 30 de enero o del 15 de
febrero, que era el plazo que tenían los ayuntamientos con referencia al
1 de enero-- eran normales estos órdenes de magnitud en un primer
momento, ya que los ayuntamientos no lo enviaban mensualmente. Luego, al
mes y medio, prácticamente se quedaba en un 1 o en un 2 por ciento de
incumplimiento, de forma que cuando cerrábamos el censo para las
elecciones que iban a tener lugar en mayo o en junio, prácticamente no
llegaba al 1 por ciento el número de ayuntamientos que no habían enviado
la información. Esta es la situación real con respecto al grado de
cumplimiento de los ayuntamientos, consulados y registros. Le he dicho
que los consulados están dando la información mensualmente sin ningún
grado de desfase y que el registro civil también tiene su desfase en este
orden de magnitud.

El proyecto de ley le preocupaba especialmente al representante del Grupo
Socialista, y me ha hecho una recomendación. Es un tema tan importante
que creo que es conveniente que diga algunas cosas aclaratorias respecto
a este proyecto, sobre todo para tranquilizar a SS. SS., porque quizá no
se ha comprendido o no hemos sido capaces de explicar bien en qué fase
está ahora mismo, que es en la fase de estudio. Decía S. S. que este
proyecto no es tranquilizador y que estaba muy preocupado por si
volvíamos a lo que ocurrió con la renovación del año 1991, que nos costó
dos años largos volver a recuperarla. Tengo que decirle, señoría, que
justo el proyecto de ley está pensado, entre otras cosas --éste no es el
objetivo fundamental--, para evitar precisamente esa situación histórica,
de tal forma que no sólo no ocurra en el censo electoral, sino que
tampoco ocurra en los padrones. A ver si lo puedo decir de forma más
rápida y en pocas palabras. Tal como está actualmente la ley, esto que
decíamos de cada cinco años tenía que haber una renovación del padrón y
cada diez del censo, ¿qué significaba? Que después de cinco años de ir
perfeccionando de alguna forma el padrón, hacer una renovación es coger
el padrón tirarlo a la papelera y empezar a elaborar uno nuevo. Eso es un
despilfarro económico para las corporaciones locales, molestias infinitas
otra vez para nuestros ciudadanos y, naturalmente, empezar con un padrón,
el nuevo, peor que el que acabamos de tirar, porque la operación es
totalmente nueva. La ley sale al paso de esta cuestión, y si lo hace en
términos del padrón no vamos a incurrir en que, además, ese proceso se
traslade al censo electoral. En el año 1991 se trató de evitar pero,
finalmente, el censo electoral se vio afectado por el número de bajas que
se produjeron, del orden de 600.000 aproximadamente, en el nuevo padrón
respecto al anterior. Al llegarnos esas bajas al censo electoral, aunque
hicimos el esfuerzo, como obliga la ley, de notificar antes de dar la
baja, solamente nos respondieron unos doscientos y pico mil ciudadanos;
el resto, bien porque no estaban ya en esa dirección, bien porque no se
molestaron en contestarnos, no lo hicieron. Entonces fue cuando se
produjo la baja en el censo electoral, porque de acuerdo con la ley no
teníamos información de que esos ciudadanos tuvieran una existencia real,
incluso de que siguieran en el domicilio en el que estaban. Ese fue el
problema en el año 1992. En cualquier circunstancia, cualquiera que sea
la reforma de la ley, y aunque no se reforme la ley, la Oficina del Censo
ya tiene previsto en esta operación que no nos vuelva a ocurrir.

Respecto a la renovación de 1996, insisto, cualquiera que sea la
circunstancia, incluso aunque no se modifique la ley, también tenemos que
hacer la renovación de 1996. La reforma de la ley no implica que no
hagamos la renovación. Al revés, en todo caso, la ley vigente nos obliga
a hacer la renovación. En cualquier circunstancia, incluso con la
renovación, hemos tomado las siguientes medidas: respecto a la
información que nos venga del ayuntamiento, con el nuevo padrón o con el
antiguo, altas, bajas y modificaciones, las altas y modificaciones las
vamos a contrastar con el censo electoral, que sigue siendo único y no
vinculado al padrón. Es un principio. Además, yo quiero insistir en este
tema porque éste ha sido un principio que siempre ha defendido la Junta
Electoral Central. En algunas cuestiones que yo le ha planteado siempre
me han salido al paso diciendo que, a pesar de que ocurra cualquier cosa
en el padrón, el censo electoral es independiente en sí mismo, y así lo
dice la ley. Esta es una preocupación estricta, y la Junta Electoral, con
una gran finura, ante algunas cuestiones que yo he planteado, siempre me
ha dicho esto. Por lo tanto, señorías, tranquilidad. El planteamiento es
no romper el censo electoral que tenemos, y vamos a ver en qué medida
vamos incorporando las mejoras que se nos hayan podido ocurrir en la
rectificación del padrón. Quiere decirse que nosotros vamos a establecer
inmediatamente un fichero de bajas. Este es el problema. Estamos más
preocupados por las bajas que por las posibles duplicidades, a las que
luego haré mención. Haremos un fichero de bajas según los datos que los
padrones nos envíen y que nosotros no hayamos detectado en el censo
electoral, aunque no vamos a dar bajas en el censo electoral de ninguna
forma. Es un principio que hemos mantenido en el nuevo diseño, de forma
que vamos a contrastar el fichero resultante de ese contraste
padrón-censo electoral con las bajas que nos vienen directamente del
padrón, y de ahí pondremos en marcha inmediatamente las actuaciones para
tratar las posibles bajas.




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Vamos a confirmar las bajas reales. ¿Cómo lo vamos a hacer? Vamos a hacer
una actuación directa con el ciudadano. Vamos a acudir directamente a ver
qué ha pasado con esas bajas y, como decimos en términos estadísticos, a
acudir al terreno, a comprobar in situ. No sabemos la magnitud del
trabajo. Es un problema de presupuestos que luego se nos va a plantear,
pero ésta es la decisión. Por lo tanto, señorías, tranquilidad absoluta.

No hay vinculación padrón-censo electoral. El censo electoral no va a
empeorar de ninguna forma.

Respecto a la tercera pregunta --nuevo sistema de gestión informática--,
yo creo que no me he explicado bien. No se trata de cambiar el sistema de
elaboración del censo electoral, sino de cambiar nuestros procesos
informáticos --insisto en la palabra informática-- con las nuevas
tecnologías que hoy nos permiten justamente aceptar el reto de superar
una serie de limitaciones que tiene el censo actual --y ahora me referiré
a algunas de ellas, como las duplicidades-- y que con el sistema
informático que tenemos en estos momentos no podemos solventar. Estamos
de alguna manera perfeccionando el censo a base de trabajos manuales y
muy puntuales, largos en el tiempo, costosos en personal y nunca
eficientes desde el punto de vista del objetivo de mejorar el censo
electoral en todas sus partes. Por lo tanto, no se trata de un nuevo
sistema de elaboración del censo, sino de un cambio para salvar algunas
de las limitaciones que tiene el sistema de gestión actual por la
obsolescencia de la informática de la cual disponemos.

Respecto a las preguntas que me ha formulado el representante de
izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya en relación a las duplicidades y
documento nacional de identidad, le diré que es tema para mí antiguo y
que explico constantemente. Acabo de decir que quizás yo como responsable
del censo ahora mismo estoy más preocupado por esas duplicidades, y
añadiría algo más: y defunciones.

Duplicidades. Este es uno de los problemas que queremos solucionar con la
nueva gestión informática. Ustedes saben que en estos momentos el sistema
informático lo tenemos montado para 52 delegaciones territoriales. El
censo se empieza a elaborar provincialmente. Después esa información se
lleva a la base central y se centraliza. Por ello, hay problemas de
relaciones informáticas. Es imposible con el actual sistema trabajar en
tiempo real sobre lo que ocurre en una provincia. Esta provincia,
incluso, no puede comprobar algo que no ocurre en su provincia, que tiene
que ver con la provincia de al lado, o en la base central, y ahí se
empiezan a producir duplicidades. Algo que se registra en una provincia
no se ha podido contrastar con otra provincia, en esa provincia se toma
la decisión, las demás lo ignoran y llegan a la base central. En la base
central sí hacemos el contraste, pero, cuidado, hasta que no tenemos toda
la información de las 52 provincias. Es un proceso larguísimo, de varios
meses, además, estamos con convocatorias electorales cada equis tiempo.

Por tanto, producen automáticamente una serie de duplicidades algunas de
las cuales informáticamente detectamos. No me voy a explayar en esto.

Saben ustedes que cualquier ciudadano es otro ciudadano en cuanto cambie
una letra, un número de la dirección, la calle, y no digamos en las
comunidades bilingües, es otro ciudadano desde el punto de vista
informático. Son problemas informáticos imposibles de detectar con el
sistema actual. Nosotros, de forma en parte informática y haciendo un
esfuerzo manual, detectamos en el conjunto del censo electoral 80.000 ó
90.000 duplicidades, que eliminamos todos los años.

Tenemos también otro problema, el de las defunciones. Este es el otro
problema, la falta de informatización del Registro Civil. Yo llevo muchos
años oyendo que se va a informatizar el Registro Civil, que estamos a
punto, pero la realidad es que no está informatizado. ¿Qué nos ocurre?
Que de las trescientas y pico mil defunciones que se producen en España,
en la Oficina del Censo no somos capaces de identificar alrededor de un
10 por ciento. Ya tienen ustedes alrededor de unos 30.000 difuntos cada
año que no podemos eliminar del censo electoral ni los ayuntamientos de
sus padrones por falta de identificación en el boletín, que viene
incompleto, ilegible o lo que sea. Ya hemos dado unas normas, hemos
sacado un boletín especial, se ha mejorado sensiblemente, vamos
disminuyéndolo, pero, naturalmente, mientras no esté informatizado, será
una limitación que ahí está. Y si ustedes hacen números, en cuestión de
tres o cuatro años, a razón de unos 25.000 ó 30.000, ya tienen 100.000
difuntos. Me decía en una comparecencia el portavoz del Grupo Popular, me
parece que el señor Trillo, que hasta los difuntos votan. No, los
difuntos no votan. Hay algunos difuntos en el censo, pero, naturalmente,
en la mesa, el día de las elecciones, ese difunto se tendría que
identificar para poder votar. Comento esto un poco a modo de explicación.

(El señor Ríos Martínez: No es así.) Es un problema que viene de antiguo.

(El señor Ríos Martínez: Se vota por correo.)
¿Qué está ocurriendo con el documento nacional de identidad? Ya saben
ustedes que en 1990 teníamos que haber incorporado el documento nacional
de identidad, de acuerdo con la Ley de 1985, pensando en aquella época
que en esos cinco años la Administración española tendría resuelto --y el
Presidente de la Comisión puede conocer este tema por sus antiguas
funciones de Ministro de Interior-- poner en línea el documento nacional
de identidad. Yo les puedo decir que en la base del censo electoral
nosotros hemos incorporado en más del 90 por ciento --es un tema que no
hemos descuidado-- el documento nacional de identidad, pero en las
listas, como ustedes también saben, no figura el documento nacional de
identidad. No me gustaría ser director de la Oficina si hubiera que
incorporar este número en las listas electorales por los problemas que
aún hay y no están resueltos, no sólo en cuanto a duplicidades, sino por
problemas importantes, más que cuantitativamente, desde el punto de vista
electoral, que no garantizan una correspondencia biunívoca entre el
nombre, apellido, dirección y residencia de un determinado individuo y el
número del documento nacional de identidad. Hay bastantes errores y falta
de correspondencia biunívoca. En este momento, con el Ministerio de
Interior y Justicia, podemos garantizar en un 30 o un 35 por ciento que
el documento nacional de identidad corresponde realmente a tal persona,
del resto no tenemos garantía. Ante esa situación, seguimos sin
incorporar el documento nacional de identidad



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en el censo electoral. Imagínense ustedes que, en una mesa, alguien
quiere votar y su documento no coincide con el que figura en el listado;
eso podría traer muchos problemas en unas elecciones. Por tanto, éste
también es un problema, digamos, heredado en la Oficina del Censo
Electoral, que no podemos solucionar en tanto en cuanto no se resuelva en
las fuentes administrativas. Nosotros estamos haciendo un esfuerzo;
incluso estamos pensando mandar en paralelo a la tarjera censal una
comunicación e incorporar ahí el documento nacional de identidad, para
que el ciudadano nos lo confirme, pero todos sabemos que los 32 millones
de posibles electores no nos van a contestar diciendo: Sí, señor; eso
está bien o mal. Por tanto, seguiremos sin poder resolver el problema por
métodos, digamos, directos.

En estos momentos, para la renovación del padrón de 1996, uno de los
datos que se ha incluido en el contenido del padrón, y es de contestación
obligatoria --así lo va a poner la ley--, es el documento nacional de
identidad, cosa que hasta ahora no era obligatoria y que también se ha
hecho buscando otro elemento de contraste.

Respecto a los transeúntes en el extranjero, no sé si no le he entendido
bien, porque, a continuación me ha hablado de la diferencia con el CERA.

Hay un problema, pero no es un problema de la Oficina del Censo, sino de
la propia ley, problema que la Junta Electoral tampoco ha podido resolver
y pasa constantemente al Gobierno para ver si es posible arbitrar alguna
solución. Se trata de los españoles que están en el censo electoral de
los residentes, que en el período electoral figuran como transeúntes en
el extranjero y se encuentran con que, si no han hecho uso del voto por
correo, están imposibilitados para votar. Por ese motivo hay constantes
protestas a la Junta Electoral Central, que constantemente traslada el
asunto al Gobierno, y así va pasando de unas elecciones a otras sin
poderse resolver.

En relación con el CERA, que actualmente tiene 483.000 inscritos,
planteaba cómo arribar a los 800.000, al millón o a 1.200.000, que parece
que sería una cifra más aproximada. He dicho que vamos a ir con mucha
prudencia, paso a paso y con grandes reservas en tanto en cuanto el
Ministerio de Asuntos Exteriores no dote a sus consulados, al menos a los
grandes, de personal adecuado y, sobre todo, de instrumental informático.

Fíjense que hay algunos consulados con más de 300.000 registros de
matrícula, de los cuales hay un 30 ó 40 por ciento que no es posible
garantizar si son reales hoy.

Usted me preguntaba cuáles eran los problemas desde el punto de vista del
censo electoral. Pues que me tienen que garantizar: primero, que el señor
está en esa demarcación, que vive, que sigue permaneciendo en la
demarcación de ese consulado y, segundo, cuál es su domicilio actual,
porque puede estar en la demarcación, pero haber cambiado de domicilio
dentro de la demarcación. Además, cuando se inscriben en el registro de
matrícula, para darle la residencia, en general, necesitan un año. Esto
plantea problemas en muchos países porque ahí incide no sólo la
legislación de nuestro país, sino también la legislación del país de
destino, pero nosotros ya hemos dado instrucciones a los consulados para
que en cuanto cualquier español diga que vive en su demarcación, el
domicilio y tenga 18 años, no necesite esperar al año de residencia, sino
que en cuanto pida la inscripción nosotros lo inscribamos automáticamente
en el censo electoral.

¿Previsiones con respecto a esta situación? Pues todo el esfuerzo que
estamos haciendo también va a incidir en la ley. Este es otro problema
heredado hace muchos años dentro de la Administración española. La ley
vigente, la que queremos ahora modificar, decía que los ayuntamientos
tenían que elaborar el padrón de los españoles residentes en el
extranjero. Creo que ésa fue una medida --y el tiempo lo ha demostrado--
voluntarista, pero que no era posible cumplir por nuestros ayuntamientos,
que no tenían los medios ni, sobre todo, la posibilidad real de elaborar
ese padrón. La ley sale al paso de esta situación, le quita esa
responsabilidad a las corporaciones locales y la asume la Administración
General del Estado, y en el decreto de desarrollo de la modificación de
la ley se la va a encomendar al Ministerio de Asuntos Exteriores, que es
el que tiene la base, los registros de matrícula, para elaborar ese
padrón. Con la elaboración de ese padrón, podremos asumir un incremento
sustancial del CERA. Unas funciones y otras van interrelacionadas.

Certificación. No es un problema de la Oficina. En estos momentos hay
limitaciones, pero la nueva gestión informática va a permitir agilizar
estos certificados. El problema que tenemos ahora es que llega la
certificación a una provincia y, si no está en esa provincia, ¿cómo esa
provincia saca la certificación y la acredita a nivel nacional? Tiene que
ir a la base nacional y la base nacional está condicionada por lo que
ocurre en las distintas provincias y, si no está actualizada, lleva un
tiempo; el plazo que se le da a la Oficina del Censo no permite hacer
esas certificaciones en tiempo oportuno, con la agilidad suficiente. Como
digo, el nuevo sistema de gestión informática va a solventar el problema
en tiempo real, se haga la inscripción en la provincia que sea, puesto
que automáticamente pasa a todo el sistema y a la base real, con lo cual
no va a haber problemas.

Respecto al real decreto y órdenes ministeriales, tengo que aclarar una
cosa: este real decreto y la orden ministerial que queremos sacar son
justamente para ordenar y normalizar las relaciones de la Oficina del
Censo con cada uno de los registros administrativos: con los padrones,
con el Registro Civil, con el Registro de Penados y con los consulados;
es decir, que haya una normativa que ya esté totalmente aceptada y sea
coherente con esta nueva situación y con la nueva legislación que se va a
producir de aquí a diciembre. Por tanto, es todo lo contrario: se trata
de una clarificación, de una transparencia, de hacer público lo que de
alguna forma estamos haciendo estos meses en plan de ensayo, de prueba;
luego, simplemente vamos a pasarlo al Boletín Oficial para conocimiento
de todos los ciudadanos.

¿Cuál sería el tiempo que necesita la Oficina del Censo con esta cadencia
de posibles elecciones? Como mínimo, tres meses. Como hemos dicho, ahora
ya no hay problemas de gestión ni problemas presupuestarios, tenemos el
sistema



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informático y los aparatos ya montados y el personal está formado y, como
todos los ensayos que se han hecho a lo largo del año han sido positivos,
creemos que en diciembre puede considerarse que las oficinas están
preparadas para pasar el nuevo sistema con toda garantía. Necesitamos
tres meses para montar toda la información que tenemos en el sistema
antiguo y trasladarla. Si quieren, se trata de puro mecanicismo, pero es
necesario que haya una garantía porque nos podemos encontrar con que nos
convoquen unas elecciones de golpe. Nos pueden convocar unas elecciones
hoy y yo tengo que tener el censo preparado de aquí a diciembre, o las
convocan en enero y tengo que tener el censo a 1 de enero para que se
celebren en marzo. No podemos en estos momentos jugar. ¿Garantía
absoluta? Mantengamos el censo y, mientras tanto, en enero empezamos ya a
pasar al nuevo sistema. ¿Que no hay elecciones en marzo? En marzo tenemos
el sistema operativo y, si son en abril o mayo, entonces funcionaremos
con el nuevo sistema, sin ningún problema. Esta es la situación.

Respecto a la intervención del Grupo Socialista, por no alargarme, me voy
a ceñir a las preguntas puntuales a que ha hecho referencia su señoría.

Dice que no he respetado su recomendación de no entrar en la ley de
reforma. Respecto al cumplimiento de los Registros, también he dicho cuál
es su situación.

¿Colaboración? Toda la que la oficina reciba. Puedo decir que en las
últimas elecciones yo me encontré, a finales de febrero, principios de
marzo, con que había un número importante de ayuntamientos que no habían
enviado la información. Acudí a la Junta Electoral Central, que es mi
jefe, no es el Gobierno, mi jefe es la Junta Electoral Central. En el
Gobierno yo sólo me relaciono con el Ministro de Economía, del que sí
dependo como Presidente del INE, como ustedes saben, pero sólo para
pedirle medios y dinero para la Oficina del Censo, nada más; todo lo
demás, mis informaciones, lo que hago o dejo de hacer, son bajo la
dirección total de la Junta Electoral. En aquellos momentos estaba
funcionando y trabajando la Ponencia para la reforma de la Ley, les pasé
el listado, y tengo que decir que todos los partidos colaboraron, y, en
cuestión de quince o veinte días, prácticamente cumplieron todos los
ayuntamientos. Cada uno acudió al alcalde que era de su partido, y la
verdad es que a mí me funcionó ese sistema en ese momento. Yo ahora les
puedo mandar la lista de todos los morosos, para que cada uno haga la
gestión de presionar al correspondiente ayuntamiento para que colabore en
tiempo oportuno.

Por lo tanto, ésta es la dificultad de cumplimiento mensual que tenemos
en estos momentos. Yo creo que de aquí a diciembre los ayuntamientos
morosos, casi todos ellos, al menos algunos importantes que están ahora
en una situación de cumplimiento, se van a poner al día y de aquí a fin
de año se producirán los incumplimientos normales en una gestión de censo
electoral.

Con respecto a las relaciones del CERA con el Registro de matrículas,
creo que ya he contestado a las preguntas anteriores. Las medidas son de
aplicar los medios a que la aprobación de la ley dé lugar. Yo les puedo
dar un orden de magnitud que me han solicitado en el Ministerio de
Asuntos Exteriores, que no es sólo para el CERA sino para toda la gestión
de los consulados, porque el CERA no es nada más que una operación
marginal, ya que ellos tienen un presupuesto del orden de unos 600
millones, y con 600 millones a lo mejor en dos o tres años, en dos o tres
presupuestos, podríamos resolverlo totalmente. Pero esto es un problema
de los políticos, de que empujen diciendo que esto es absolutamente
necesario y den los recursos al Ministerio.

Sobre la comunicación --y termino, señor Presidente--, a partir de la
renovación de 1996 vamos a implantar el sistema Sister y en el INE --y lo
digo no ya como Director de la Oficina sino como Presidente del INE--
asumimos que vamos a publicar el callejero nacional. Esto, que parece
algo tan simple y tan a ras de tierra, no saben ustedes las dificultades
terribles que entraña pero que compromete las operaciones de un censo de
población y no de un censo electoral, simplemente el que todos trabajemos
con un mismo callejero. No sé los problemas que tiene Correos, pero éste
es uno de los problemas de partida, el punto cero para tratar de ordenar
y que todos trabajemos. Entonces, a partir de un proyecto denominado
Sister vamos a tener un callejero nacional.

En los grandes municipios se está implantando el sistema EDI, y nosotros
ya estamos preparando instrucciones para aquellos ayuntamientos, y en su
día, consulados que se puedan acoplar a dicho sistema.

Muchas gracias, señor Presidente, y perdón, una vez más, por la extensión
de mi intervención.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Quevedo. Usted lo que ha hecho ha
sido contestar a las preguntas y a las solicitudes de información que le
han hecho. Agradecemos sus amplias explicaciones y su comparecencia, y la
damos por concluida en este punto.




--RATIFICACION DE LA PONENCIA DESIGNADA PARA INFORMAR EL PROYECTO DE LEY
ORGANICA DE PUBLICIDAD ELECTORAL EN EMISORAS DE TELEVISION LOCAL POR
ONDAS TERRESTRES. (Número de expediente 121/000088.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto 3 del orden del día, que es la
ratificación de la Ponencia del proyecto de Ley Orgánica de publicidad
electoral en emisoras de televisión local por ondas terrestres.

¿Algún grupo parlamentario desea intervenir? (Pausa.)
Queda ratificada la Ponencia.




--APROBACION CON COMPETENCIA LEGISLATIVA PLENA, A LA VISTA DEL INFORME
ELABORADO POR LA PONENCIA, DEL PROYECTO DE LEY POR LA QUE SE MODIFICA LA
LEY 23/1982, DE 16 DE JUNIO, REGULADORA DEL PATRIMONIO NACIONAL. (Número
de expediente 121/000079.)



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El señor PRESIDENTE: El punto 4 del orden del día se refiere al debate
con competencia legislativa plena, a la vista del informe elaborado por
la Ponencia, del proyecto de ley por el que se modifica la ley 26/1982,
de 16 de junio, reguladora del Patrimonio Nacional.

Enmiendas del Grupo Parlamentario Izquierda Unida. (Pausa.)
Se dan por defendidas.

Procedemos a su votación.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos en contra, 22.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas.

Como tenemos competencia legislativa plena, pasamos a votar el texto del
informe de la Ponencia sobre este proyecto de Ley.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos a favor, 28.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.




--EMITIR DICTAMEN, A LA VISTA DEL INFORME ELABORADO POR LA PONENCIA,
SOBRE EL PROYECTO DE LEY ORGANICA DE PUBLICIDAD ELECTORAL EN EMISORAS DE
TELEVISION LOCAL POR ONDAS TERRESTRES. (Número de expediente 121/000088.)



El señor PRESIDENTE: Punto 5 del orden del día, proyecto de Ley Orgánica
de publicidad electoral en emisoras de televisión local por ondas
terrestres.

A este proyecto de ley se han presentado enmiendas del Grupo
Parlamentario de Coalición Canaria, que se dan por defendidas.

Para la defensa de las enmiendas del Grupo Parlamentario Popular, tiene
la palabra el señor Vera.




El señor VERA PRO: El proyecto de Ley que ahora debatimos en esta
Comisión mantiene una posición política que al Grupo Popular, como ya
manifestamos en el Pleno, le es difícil aceptar. Por ello, defendimos
entonces una enmienda a la totalidad en el debate plenario y hoy
defendemos estas enmiendas parciales que tienen todas ellas la misma
justificación: la prohibición genérica de contratar espacios de
publicidad electoral debe afectar únicamente a los medios de comunicación
de titularidad pública. Con ello, el Grupo Popular hace, una vez más, una
apuesta por la libertad frente a una concepción restrictiva y estatalista
en materia televisiva.

Se nos ha acusado de ser incoherentes porque nuestro modelo de televisión
local es un modelo totalmente privado, y se nos ha dicho que si éste es
nuestro modelo por qué regular la publicidad electoral en unas emisoras
que en nuestro modelo no existen. La respuesta es obvia; primero, porque
no abogamos por un puro y simple sector privado, y, segundo, porque una
cosa son los modelos y otra es la realidad. Si la realidad no responde al
modelo, tendremos que adaptarnos a ella. Por tanto, que no se nos acuse
de incoherentes; antes al contrario, nuestra posición es mucho más
coherente que la que ha mantenido el Grupo Socialista. Baste recordar
que, con ocasión del debate para la modificación de la Ley Electoral de
1994, rechazó con sus votos una enmienda del Grupo de Convergencia i Unió
que pretendía prohibir la publicidad electoral en emisoras de televisión
privada, y ello, como digo, en el propio marco de la Ley Electoral.

También se nos ha dicho que siempre hemos pretendido la utilización de
las televisiones como instrumento de publicidad electoral --algo muy a la
americana-- y esto tampoco es así. En todo caso, lo que defendemos es
como instrumento de publicidad electoral para todos y no para el uso y
disfrute, o la pompa y boato del partido en el Gobierno, que todos los
días nos da ejemplo de cómo utilizar la televisión para usos partidistas.

Finalmente, también se nos ha dicho que la no prohibición de la
publicidad electoral en las televisiones locales de titularidad privada
supondría un incremento de los gastos electorales, limitados y reducidos
en la misma reforma de la Ley Electoral a la que antes me refería. Bien
sabe quien hizo esta afirmación --fueron dos los grupos parlamentarios--
que ese argumento lo hizo única y exclusivamente de cara a la galería y
sin ningún tipo de razón o fundamento.

Los gastos electorales están limitados por ley y son los que son para
cada convocatoria electoral. Lo que el Grupo Popular defiende es que los
partidos políticos, dentro de esos límites que están señalados en la ley,
tengan la libertad de realizar sus campañas conforme a su conveniencia,
si quieren contratando anuncios en prensa, si quieren yendo a anuncios
electorales en televisión local de titularidad privada, en cuñas de radio
o en anuncios electorales.

No esperamos ninguna rectificación del grupo mayoritario, pero no
obstante defendemos esta posición en interés de la sociedad civil, porque
pensamos que, junto a un sistema público que responda al interés general,
puede desarrollarse un sector privado en libertad.




El señor PRESIDENTE: Se habían presentado también enmiendas del Grupo de
Izquierda Unida, que tampoco está presente, por lo que se dan por
defendidas.

¿Turno en contra? (Pausa.) Tiene la palabra el señor Marcet.




El señor MARCET I MORERA: Con toda brevedad, porque lo que voy a hacer es
un segundo turno en contra de un segundo turno de réplica que ha hecho el
señor Vera a mi intervención en el Pleno en que se tramitó la enmienda de
totalidad, de texto alternativo, del Grupo Popular. Por tanto, no voy a
reiterar alguno de los argumentos que dimos en su momento.

El señor Vera, coherentemente con las posiciones de su grupo, ha
reiterado su oposición al proyecto de ley, tal como figura en el informe
de la Ponencia. Simplemente quiero hacer alguna aclaración. En primer
lugar, si el Grupo Socialista se opuso a que se incluyera en la Ley



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Electoral la prohibición de publicidad en las televisiones privadas fue
porque ya está regulado en otra ley. Lo que estamos haciendo ahora es
regular en concreto la publicidad en las televisiones locales. Nuestra
posición --y en esto estamos de acuerdo-- es que no debe poder
contratarse publicidad electoral tanto en televisiones privadas como
públicas, y que se puedan establecer por las televisiones locales que
tengan el carácter de públicas espacios electorales gratuitos para las
elecciones municipales.

Nosotros también somos coherentes con la sociedad civil española --no con
la sociedad civil americana, que parece que es con la que conectan los
componentes del Grupo Popular con sus enmiendas--, que creemos que tiene
ya suficiente cantidad de información publicitaria en las elecciones a
través de los métodos que hemos venido acordando entre todos y que están
previstos en la Ley Electoral y en los diversos instrumentos que conectan
con ella. Por tanto, nuestra oposición a las enmiendas defendidas por el
Partido Popular, como también a las mantenidas por los demás grupos.




El señor PRESIDENTE: Pasamos a la votación de los distintos grupos de
enmiendas. En primer lugar, las enmiendas de Coalición Canaria. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos en contra, 19;
abstenciones, nueve.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.




Pasamos a las enmiendas del Grupo Popular. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, nueve;
en contra, 19.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.




Enmiendas del Grupo de Izquierda Unida. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos en contra, 19;
abstenciones, nueve.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Vamos a pasar a votar el texto del dictamen.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 19; en
contra, nueve.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.




--DEBATE Y VOTACION, EN SU CASO, DE LA PROPOSICION NO DE LEY POR LA QUE
SE INSTA AL GOBIERNO A DEVOLVER CON LA MAYOR URGENCIA LAS CANTIDADES
ADEUDADAS A LOS ELECTORES QUE VOTARON POR CORREO EN LAS ELECCIONES A LOS
PARLAMENTOS EUROPEO Y ANDALUZ DE JUNIO DE 1994. PRESENTADA POR EL GRUPO
PARLAMENTARIO FEDERAL IZQUIERDA UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA. (Número
de expediente 161/000439.)



El señor PRESIDENTE: Punto 6.º del orden del día: Proposición no de ley
por la que se insta al Gobierno a devolver con la mayor urgencia las
cantidades adeudadas a los electores que votaron por correo en las
elecciones a los Parlamentos Europeo y Andaluz de junio de 1994.

La proposición no de ley es del Grupo Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, que ha manifestado su deseo de que se
diera por defendida. Según mis notas, hay enmiendas del Grupo Socialista.

Señor García Espinosa.




El señor GARCIA ESPINOSA: Efectivamente, hay una enmienda de supresión
presentada, pero no sé cómo defenderla sin argumentar contra la
pretensión del proponente, que no se encuentra en la sala. En cualquier
caso, si me permite, yo tenía conocimiento de que el proponente había
sugerido que, si no se encontraba presente en la sala, como no puede, por
otra obligación, se dejara para una posterior convocatoria de la
Comisión, a la que no hay inconveniente por mi parte.




El señor PRESIDENTE: ¿Alguna observación por parte del Grupo Popular?
(Pausa.) En ese caso la podemos dar por decaída.

¿Cuál es la posición del Grupo Parlamentario Popular?



El señor VERA PRO: Si entra dentro del marco reglamentario, nuestra
posición es que esta proposición no de ley pueda ser defendida por el
Grupo Federal de Izquierda Unida en otra sesión de esta Comisión.




El señor PRESIDENTE: ¿Cuál es la posición del Grupo Parlamentario
Socialista?



El señor GARCIA ESPINOSA: Señor Presidente, hemos presentado la enmienda
de supresión a una proposición que consideramos importante y, si no hay
inconveniente por parte de los miembros de la Comisión, procederíamos a
votarla en sus propios términos.




El señor PRESIDENTE: En ese caso, procede votar. (Pausa.) El señor Vera
tiene la palabra.




El señor VERA PRO: Señor Presidente, nos gustaría hacer una aclaración en
dos minutos por lo menos sobre el título con el que aparece recogida la
proposición en el orden del día.




El señor PRESIDENTE: Hágala.




El señor VERA PRO: Entendemos que esta proposición no de ley se refiere,
no a todos los electores que votaron por correo en aquellas elecciones,
las europeas y las andaluzas, sino solamente a los que votaron desde el
extranjero. Es preciso hacer esta aclaración, porque el enunciado



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de la proposición no de ley puede dar lugar a equívocos al hacer un
planteamiento genérico refiriéndose a todos los que votaron por correo.

Es obvio que la remisión del voto por correo no necesita franqueo, por lo
menos en lo que se refiere a los electores desde España, y así lo dispone
el artículo 73.3 de la Ley Electoral.

Por tanto, esta proposición no de ley debe referirse únicamente a
aquellos electores que ejercieron su derecho al voto desde el extranjero,
dado que allí se les exige el franqueo correspondiente en todo envío
postal. La reivindicación de la gratuidad del voto de los electores
inscritos en el CERA ya viene desde tiempo atrás y este grupo entiende
que se recogió en un real decreto de 1991, y lo que no se puede permitir
es que la Dirección General de Correos y Telégrafos tarde más de un año
en reembolsar a estos electores que emitieron su voto por correo. En
consecuencia, el Grupo Popular apoyará esta proposición no de ley del
Grupo de Izquierda Unida referida a los electores inscritos en el CERA.




El señor PRESIDENTE: Teniendo en cuenta la aclaración formulada por el
Señor Vera en nombre del Grupo Popular en el sentido de que su posición
se circunscribe a los electores que ejercieron esta facultad de voto
desde el extranjero, se da por defendida la proposición y convendría
proceder a su votación. Esto es lo que hemos decidido. (El señor García
Espinosa pide la palabra.)
El señor García Espinosa tiene la palabra.




El señor GARCIA ESPINOSA: Señor Presidente, no sé exactamente en qué
trámite estamos, porque nosotros hemos presentado una enmienda a una
proposición que no ha sido defendida y, en cualquier caso, si la decisión
de la Mesa es proceder a su votación, entiendo que debíamos votar la
enmienda de supresión en primer término para, posteriormente, votar el
contenido íntegro de la proposición. (El señor Cisneros Laborda pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: El señor Cisneros tiene la palabra. A ver si
aclaramos el entuerto.




El señor CISNEROS LABORDA: Señor Presidente, el Grupo Popular se somete
absolutamente a la interpretación reglamentaria que el Presidente
convenga con la Mesa. Parece que estaríamos en un supuesto de
decaimiento. Es cierto que ha habido esa petición expresa. A criterio del
Presidente queda el acogimiento o no de la puesta en votación, pero lo
que ciertamente no cabe es que se produzca un debate sobre una enmienda
sin la comparecencia del grupo proponente, a quien le correspondería
aceptarla o no.




El señor PRESIDENTE: Consecuentemente, se da por decaída la proposición
no de ley.

Con esto se termina el orden del día y se levanta la sesión. Muchas
gracias.




Eran las ocho y cincuenta minutos de la noche.