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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 178, de 24/03/2011
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES GENERALES


COMISIONES MIXTAS


Año 2011 IX Legislatura Núm. 178

NO PERMANENTE PARA EL ESTUDIO DEL CAMBIO CLIMÁTICO

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSÉ SEGURA CLAVELL

Sesión núm. 40

celebrada el jueves, 24 de marzo de 2011

en el Palacio del Congreso de los Diputados



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencias:


- Del señor director general de la Asociación Española de Cogeneración, Acogen (Rodríguez Morales), para explicar su contribución al sector energético español y su relación con los efectos sobre el cambio climático. A petición del Grupo
Parlamentario Socialista. (Número de expediente del Congreso 219/000721 y número de expediente del Senado 715/000441.) ... (Página 2)


- Del señor presidente de la Asociación Española de Gas, Sedigas (Peris Mingot), para explicar su contribución al sector energético español y su relación con los efectos sobre el cambio climático. A petición del Grupo Parlamentario
Socialista. (Número de expediente del Congreso 219/000722 y número de expediente del Senado 715/000442.) ... (Página 10)


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Se abre la sesión a las nueve y treinta minutos de la mañana.



COMPARECENCIAS:


- DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE COGENERACIÓN, ACOGEN (RODRÍGUEZ MORALES), PARA EXPLICAR SU CONTRIBUCIÓN AL SECTOR ENERGÉTICO ESPAÑOL Y SU RELACIÓN CON LOS EFECTOS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO. A PETICIÓN DEL GRUPO
PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente del Congreso 219/000721 y número de expediente del Senado 715/000441.)


El señor PRESIDENTE: Vamos a dar comienzo a la sesión de esta Comisión.



Como podrán ver ustedes en el orden del día, tenemos la comparecencia, por un lado, del presidente de la Asociación Española de Gas y, por otro lado, del presidente de la Asociación Española de Cogeneración. Se ha producido una
modificación, que se ha visto en la sesión de Mesa y portavoces, de tal manera que comparece en primer lugar don José Javier Rodríguez Morales, director general de la Asociación Española de Cogeneración. Es decir, en representación de la Asociación
Española de Cogeneración no viene su presidente, como estaba previsto, sino el director general, don José Javier Rodríguez Morales, al que le reitero la bienvenida y le indico que tiene una disponibilidad de tiempo del orden de media hora para
explicar la contribución al sector energético español de la asociación y las reflexiones y consideraciones que estime oportuno, que se verán a continuación reflejadas con planteamientos que le harán los portavoces de los distintos grupos
parlamentarios. Tiene la palabra.



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE COGENERACIÓN, ACOGEN (Rodríguez Morales): Agradezco a la Comisión la invitación que nos hace a Acogen, la Asociación Española de Cogeneración. Vamos a ver lo que es la contribución de
la cogeneración al sector energético español y la función que tiene la cogeneración como herramienta clave en la lucha contra el cambio climático. En Acogen, la Asociación Española de Cogeneración, somos del orden de 144 miembros, con 5.000
megavatios de potencia instalada. Vienen a ser como 120 grandes grupos empresariales de todo tipo: empresas alimentarias, químicas, papeleras -luego lo veremos con más detalle- y cuatro patronales que tienen presencia en el sector de la
cogeneración: el sector del papel, Aspapel; el sector de la cerámica, Ascer; el sector del ladrillo, Hispalyt; y el sector químico, Feique.
También aglutinamos a empresas de servicios de suministros de gas, de equipos, etcétera.



¿Qué es la cogeneración en España? (Muestra una serie de diapositivas.) Ahí tenemos un mapa de lo que es la cogeneración. La cogeneración son unas 1.000 instalaciones distribuidas por toda la Península y que producen el 11 por ciento de la
electricidad que se genera en España. Son instalaciones de diferentes tamaños. Hay instalaciones muy pequeñas de 1 megavatio e instalaciones algo mayores, de hasta 50 megavatios. El tamaño medio de una instalación en España es del orden de 7
megavatios. Vemos que la distribución está presente en toda la Península, pero sobre todo en aquellas zonas donde hay más industria, porque la cogeneración en España tiene de momento un carácter predominantemente industrial. Cuando hablamos de
cogeneración es importante que entendamos el concepto de qué es la generación distribuida, porque la cogeneración, junto con las renovables, es el componente clave de lo que es la generación distribuida. Específicamente, la cogeneración es la
generación cerca o en el propio punto de consumo. Ahí vemos un mapa de lo que era Dinamarca en los años setenta, cuando tenían una generación de electricidad basada en equis centrales, en unas pocas centrales grandes puestas en lugares de su
territorio, y un mapa de lo que es hoy Dinamarca, con miles de instalaciones y con un modelo de red extendida y de generación descentralizada. En ese modelo se integran todo tipo de renovables, de generaciones con residuos y también muchísimas
plantas de cogeneración, de pequeña generación. Vemos abajo el mapa de Cataluña, donde se aprecia la misma filosofía. Los puntos negros son centrales de generación convencional y cada uno de los puntos verdes representa una cogeneración.
Vemos
que todos esos puntos están cerca o en los propios puntos de consumo, porque las cogeneraciones se ponen donde hay un consumidor de calor, donde hay una fábrica. Si miráramos con un poquito más detalle podríamos ver en Cataluña desde la papelera de
Stora Enso en Barcelona, o la fábrica de automóviles de SEAT, la presencia del polo químico de Tarragona, cerámicas, etcétera. Cada punto verde viene a ser 200 plantas, lo que es concepto de generación distribuida. No hay que transportar la
energía, se genera donde se necesita. En sí misma la generación distribuida es una infraestructura, porque no requiere hacer el resto de infraestructuras.



Si hacemos un resumen de qué es la cogeneración, lo decíamos antes, viene a ser un 11 por ciento de la electricidad en España, 1.000 instalaciones.
En relación con el cambio climático, lo vamos a ver en la documentación que hemos aportado:
aportamos esta presentación y un estudio que finalizamos el año pasado del Boston Consulting Group que valora los beneficios asociados al desarrollo de la cogeneración en España en términos de ahorro energético y hace una evaluación de qué suponen
esos ahorros en términos de emisiones de CO2 y en términos de ahorro en infraestructuras de red. La conclusión de ese estudio es que en el año 2009 la cogeneración ahorró al país el 3,2 por ciento de las emisiones nacionales de CO2, del orden de 13
millones de toneladas.



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Luego veremos la razón. La cogeneración utiliza el 20 por ciento del consumo de gas natural en España. Esta es una cifra importante, porque es más de vez y media todo el consumo doméstico. Pensemos que todas estas instalaciones, que en un
90 por ciento están en las industrias, consumen alrededor del 40 por ciento del gas que se consume en la industria en España, que es el 20 por ciento de todo el consumo nacional. La cogeneración, aunque utiliza otros combustibles, como la biomasa,
se ha desarrollado principalmente en España en un 90 por ciento con gas.
También hay muchísima cogeneración con biomasa; de hecho, de la generación con biomasa el 30 por ciento utiliza la cogeneración. La cogeneración es una tecnología que
significa generar a la vez electricidad y calor. Cuando evaluamos qué beneficios aporta al país vemos que, según la valoración que se hizo el año pasado, con unos precios determinados de la energía, la cogeneración ahorraba al país alrededor de
1.000-1.200 millones de euros al año. Es una herramienta clave también -y lo veremos- para la competitividad de la industria, porque sectores con capacidad para cogenerar representan el 40 por ciento del PIB industrial, si consideramos
exconstrucción, claro. Esto tiene un marco regulado a nivel de la Unión Europea que está fomentando enormemente su desarrollo. Cuando pensamos en eficiencia energética, la palanca de mayor potencia, lo que debemos de pensar en primer lugar es en
cogeneración, y si pensamos además en competitividad de la industria, pues esa es la fórmula que tenemos en España.



Veíamos antes que esas 1.000 instalaciones son 6.000 megavatios, que contribuyen a la generación de energía, el 11 por ciento de la electricidad, que es el 7 por ciento del consumo de la energía final de España. ¿En qué sectores están? Ahí
vemos la distribución, en torno al 20 por ciento en la industria alimentaria, otro 20 por ciento en la industria papelera, más o menos lo mismo en la industria química, hay una pequeña parte en el sector residencial y de servicios. Este es un
sector en expansión. En este caso, la cogeneración está en hoteles, en balnearios, centros municipales, hospitales. También hay cogeneración en el sector cerámico, en el sector del ladrillo, en el de refino de petróleo y en casi todas las ramas
industriales: textil, automóvil, conserva. Hay cogeneración en la práctica totalidad de la industria.



La cogeneración es una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático, no lo decimos nosotros, lo dice la Agencia Internacional de la Energía. Países del norte de Europa utilizan más la cogeneración para hacer la calefacción
urbana, los sistemas de district heating que centralizan redes de calor y frío y de los que en España ya vamos teniendo experiencias en Zaragoza y Barcelona. También la Comisión Europea considera que es prioritario el desarrollo de la cogeneración
y la EPA, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos; es una herramienta de lucha. De hecho, cuando la Agencia Internacional de la Energía establece -lo vemos a la derecha- cómo se debe estabilizar la concentración de CO2 en los
escenarios de 550 y de 450 partes por millón, vemos que más de la mitad de la reducción debería lograrse con eficiencia energética. Dicho de otra manera, aunque apoyemos la nuclear o las renovables, la eficiencia energética no es una opción, es una
condición necesaria, porque con ella se debe cubrir un 54 por ciento de esa reducción; y dentro de la eficiencia energética la cogeneración es, repito, la herramienta que mayor palanca aporta.



La cogeneración en la política del triple 20 es una pieza fundamental, contribuye a los tres objetivos de la política energética: la seguridad de abastecimiento, generación distribuida cerca y en los puntos de consumo, competitividad, tiene
sentido económico per se porque es una herramienta de ahorro, y medio ambiente porque reduce enormemente las emisiones. ¿Por qué reduce las emisiones? Porque cogenerar es generar -ya lo hemos dicho antes- electricidad y calor, es la térmica más
eficiente.
Cuando generamos una térmica convencional se aprovecha la mitad o un tercio del combustible, el resto es calor que se disipa a la atmósfera.
Un cogenerador lo que hace es coger todo ese calor y utilizarlo en su fábrica, utilizarlo en su
proceso, utilizarlo en su hotel para la calefacción, utilizarlo en el hospital para hacer aire acondicionado, etcétera. Así, vemos que en España en el año 2009, cogiendo el mix de las térmicas, con el que se sustituye la cogeneración, si la
cogeneración no produce lo hará una mezcla del parque térmico, pues la cogeneración ahorró, según el informe evaluado por el Boston Consulting Group, 13 millones de toneladas de CO2, lo que supone el 3 por ciento de las emisiones. También se
produce un proceso interesante cuando la cogeneración se va desarrollando, y es que la cogeneración va sustituyendo a calderas que existían, y normalmente es el momento en el que la gente hace el cambio de fuel o de gasoil a gas natural. Entonces,
tiene ese efecto también de ir reemplazando combustibles por un combustible que emite menos, como es el caso del gas natural. Si alcanzáramos -lo veremos luego- el potencial de cogeneración que hay en España, solo la mitad del que hay definido,
lograríamos que la cogeneración en sí misma redujera no un 3 y pico por ciento que reduce ahora, sino un 5 por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero.
Es decir, si comparamos lo que es el futuro, en los próximos años de producir con la
mejor tecnología que hay, que es el ciclo combinado de gas o con la cogeneración, la cogeneración seguirá ahorrando otros 7 millones de toneladas. Esto del CO2 y de los ahorros energéticos, y todos lo conocemos en el contexto actual, es importante.
El estudio evalúa con una metodología contrastada y extrapolable a cualquier país qué ahorros produce la cogeneración en España y lo hace en dos años, en 2008 y 2009, que son diferentes desde el punto de vista de precios energéticos. El ahorro y la
eficiencia cuánto más sube el precio de la energía son más importantes, más valen económicamente, más se ahorra. Eso mismo le sucede también al CO2 con las expectativas de precios que hay. Cuando nosotros hicimos este estudio, se evaluó


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que la cogeneración había ahorrado al país del orden de unos 1.000 millones de euros al año y que se iba a ahorrar cerca de 1.400 millones en el año 2015. Ese escenario ya lo tenemos, porque ya tenemos superados los precios de la energía y
del CO2 que se preveían incluso en el año 2015. Ahí tenemos el escenario de evaluación de precios de la Agencia Internacional de la Energía, donde se aprecia que en el año 2015 se preveía el brent a 87 dólares. Ya lo hemos superado, estamos
rondando los cien o ciento y pico.



España debe avanzar en sus retos energéticos y nosotros creemos que hay tres retos clásicos. Uno es la reducción de emisiones, también objeto de estudio de esta Comisión; otro, la mejora de la eficiencia energética.
Observamos que estamos
en la buena senda, sin embargo la Unión Europea tiene una mayor disminución de la intensidad energética, y esto viene a ser competitividad, y el tercero, es la reducción de la dependencia energética. España es muy dependiente, de los países con
mayor dependencia energética de la Unión Europea. Estos tres objetivos de reducción de emisiones, de mejora de la eficiencia y de reducción de dependencia energética, no serían posibles si no tenemos en cuenta un cuarto objetivo, que es que hay que
aportar la competitividad. Las cosas que se hacen deben de tener sentido económico. La cogeneración lo tiene porque es una herramienta de competitividad y de generación de empleo. De hecho, como comentábamos antes, los sectores en España con
potencial para cogenerar emplean más de 1,4 millones de empleos en sectores industriales. De estos sectores, que son los que hemos visto principalmente, depende el 40 por ciento del PIB industrial. En este gráfico vemos, con distintos colores, qué
riesgos tienen esos sectores de deslocalización -de acuerdo con una metodología europea, el tema del carbón y demás- y cómo está desarrollada la cogeneración en esos sectores frente al potencial que tienen. Veríamos que el sector terciario no es
muy susceptible de deslocalizarse e incluso, por ejemplo, el sector alimentario, que no pueden irse a fabricar a China. Sin embargo, esto está reflejado en términos de coste energético que tiene cada sector por valor añadido bruto. Vemos que el
potencial del terciario está prácticamente sin desarrollar y que en la mayor parte de los sectores en España queda todavía más de la mitad del potencial de cogeneración.
También observamos que en el sector alimentario el potencial de cogeneración
ronda los niveles del 70 u 80 por ciento, así como el sector papelero; ya menos el sector textil, la química. Además, hay una serie de sectores cuya competitividad la tienen apalancada o la herramienta que utilizan de eficiencia energética y
competitividad para tener precios energéticos competitivos es la cogeneración. Hay sectores como la química o el refino que tienen un alto riesgo de deslocalización, porque les pesa mucho la energía en el valor del producto.



Cuando hablamos de empleo, y de empleo directo, no de empleo de industria, lo que hace el informe es analizar la cogeneración desde el punto de vista del sistema energético. Es decir, los beneficios indirectos también se analizan, pero
nosotros nos centramos ahora en el empleo directo. La cogeneración es una tecnología intensiva en la generación de empleo directo, de hecho por cada megavatio que se instala podemos ver en el cuadro el empleo que se genera: 0,2 personas en el caso
de la eólica; 0,4 en el caso de la fotovoltaica; 0,9 para la cogeneración, que solo es superada en las tecnologías de régimen especial por la biomasa, una tecnología muy intensiva en mano de obra; de hecho, también decíamos antes que el 30 por
ciento de la biomasa en nuestro país se produce mediante cogeneración.



El estudio repasa cada uno de los beneficios que aporta la cogeneración al país y así se llama: Valoración de los beneficios aportados por la cogeneración a España. El tema de la competitividad ya lo hemos visto; el mantenimiento del
empleo, 1,4 millones de empleos; una herramienta de inversión, de innovación y de generación de empleo. Es un sector donde hay muchísimos desarrollos tecnológicos, donde se están produciendo evoluciones pese a que es ya un sector maduro. Ahorra
energía, ahorra emisiones, reduce la dependencia energética, no genera déficit al sistema eléctrico; esto es importante, porque la cogeneración aporta más beneficios al propio sistema eléctrico que los costes que genera. Además, está el concepto
de generación distribuida y su interdependencia con la seguridad de suministro y el ahorro en red, lo que es tener la generación en miles de puntos y no concentrada en unos pocos. Si esto es así, ¿por qué la cogeneración no se ha desarrollo más en
España? Pues vemos que España desarrolló muy bien la cogeneración hasta principios de los años dos mil, donde de repente se produce un estancamiento prácticamente total y llevamos siete u ocho años de absoluta asintonía, en la misma potencia:
instalaciones que se instalan, instalaciones que se cierran. Vemos que el crecimiento -a la derecha de la cogeneración- se ha producido en menor cuantía en España que su referente en la Unión Europea.



Por otro lado, no es un tema de planificación. Cuando miramos los objetivos de cogeneración que están planificados para el año 2012, podemos ver que ahora mismo hay un 33 por ciento de objetivos para instalar cogeneración pendiente de
completarse. Cuando miramos el panorama de las energías en régimen especial, vemos que hay tecnologías que han superado tres veces la potencia que se planificó y que hay otra serie de tecnologías, principalmente la cogeneración, los residuos y la
biomasa, en las que todavía no se ha alcanzado el objetivo de planificación que se previó para 2012. Cabe preguntarse por qué en estos años en los que hemos tenido este desarrollo económico tan importante en el país no hemos sido capaces de
impulsar la eficiencia energética cuando sí se ha producido un impulso importante, también necesario, a las energías renovables. De esto es de lo que hablábamos: qué potencia hay instalada, qué objetivo está previsto en el año 2012 y qué objetivo
se prevé para el año 2020 en España. A nivel de planificación


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el objetivo es que la cogeneración crezca del orden de 500 megavatios todos los años para más o menos en el año 2020 estar cerca de duplicar su producción. También podemos ver a la derecha el potencial de cogeneración que hay, dónde estamos
ahora mismo y qué potencial hay en la industria, en el sector comercial y residencial y en el sector de tratamiento de residuos. Pensemos que hay cogeneraciones que se ponen en instalaciones de depuración de vertidos, en instalaciones de
tratamiento de purines, en instalaciones de tratamiento de alperujos del olivar. Y en el sector residencial, pensemos en lo que hablábamos antes, sobre todo en el sector no tanto residencial por la climatología de España, sino en el sector
servicios. Pero principalmente cuando pensemos en cogeneración debemos de pensar en el estado actual de desarrollo de la técnica, que es una herramienta para la industria. Si algún día hubiera desarrollos para idealizar que es una cogeneración, el
límite tecnológico sería que en nuestra casa en vez de tener ese calentador de gas tuviéramos otra máquina que fuera una cogeneración y que cuando abriéramos la ducha esa máquina produjera al mismo tiempo el agua caliente y la electricidad; eso es
cogenerar.



El entorno europeo de la política energética en el que estamos y los principales centros tecnológicos de otros países de estudios energéticos y ambientales coinciden en que tenemos que priorizar la eficiencia energética, y en este capítulo
la cogeneración es la técnica más eficiente; de hecho, vemos que en la estrategia europea de competitividad, de sostenibilidad, de seguridad de suministros a 2020, la eficiencia energética va a ser la forma económicamente más eficaz de conseguir
los ahorros de energías y de emisiones que pretendemos. Y en esa eficiencia energética, ahora que está tan de moda, lo primero que debemos pensar es que la cogeneración es la principal herramienta. Vemos que la política energética debe estar
equilibrada en la seguridad de suministro, la competitividad y el desarrollo sostenible. De hecho, la pirámide de prioridades en los últimos años se ha invertido. Vemos una pirámide del Concito y del ECN, del centro holandés de tecnología y del
danés, en la cual en lo alto se pone como prioridad la eficiencia energética, también por su mayor sentido económico y su mayor desarrollo como tecnología de mercado, en el segundo lugar vendrían las energías renovables y el tercero en la base de la
pirámide sería el cambio de hábitos. Así, en el Plan de eficiencia energética que está publicando la Comisión Europea a la cogeneración se le concede prioridad de despacho para que produzca su electricidad y también de acceso a las redes.



La cogeneración -como decíamos antes- es una tecnología madura, sin embargo la cogeneración necesita políticas de apoyo y de eliminación de barreras para poder desarrollar su potencial. Esto es así. ¿Por qué la cogeneración no se
desarrolla espontáneamente? Pues muy sencillo, porque los mercados no lanzan señales de eficiencia, los mercados energéticos no tienen incorporadas señales de eficiencia en su funcionamiento. Por eso, la cogeneración requiere de regulación.
Viendo este gráfico de la Agencia Internacional de la Energía podemos extrapolar que en la curva de desarrollo tecnológico hay que ir aplicando diferentes política a cada una de las tecnologías en función de cuál es su estado de desarrollo
económico, si representan grandes costes ponerles una serie de tarifas, si van mejorando los costes usar otra serie de herramientas, certificados y demás. En la cogeneración -como vemos aquí arriba- junto con la eficiencia energética las políticas
que se recomiendan es que hay que acelerar su instalación. ¿Y eso cómo se hace? Identificando las barreras que hay en el mercado al desarrollo de la cogeneración. Esa identificación de barreras es con lo que concluye el estudio que les aportamos
del Boston Consulting Group y que básicamente viene a decir que hay barreras económicas. Evidentemente, la cogeneración tiene una rentabilidad del orden del 7 por ciento, es en lo que se calculó su retribución, una rentabilidad justa pero escasa.
La señal que se envía de la eficiencia no es suficiente para hacer más cogeneraciones, también porque las que eran más rentables se han hecho y ahora hay que seguir haciendo la otra parte del potencial. También hay una limitación al tamaño. En
España hablábamos de que el tamaño medio es pequeño, es de 7 megavatios, pero sí habría lugar a que en tres o cuatro sitios, en polos industriales determinados -en Tarragona, en Cantabria, en Huelva y alguno en Galicia- se pusieran grandes
cogeneraciones, una instalación que suministrara a muchísimas empresas dentro de un polígono. Pues eso no está previsto, no se incentiva, no está contemplado en nuestra regulación. En cuanto a las barreras de financiación, todas las del mundo,
máxime en el momento actual. Pensemos que la cogeneración tiene una característica, y es que no es un negocio financiero, tienes el mismo riesgo que la persona a la que le prestas ese servicio. Si pongo una cogeneración en una fábrica de leche y
la fábrica de leche deja de producir, la cogeneración ya no vale para nada. Tiene el riesgo y la ventaja de estar ligado a esa actividad industrial, que normalmente suele invertir más cosas dentro de su negocio -recursos propios- que desarrollar
estas rentabilidades de momento tan bajas a la eficiencia.
Por eso también es necesario que, aparte de que una gran parte de la propiedad es de las propias industrias, entren empresas de servicios energéticos que operen estas cogeneraciones, y
también porque empieza a ser un negocio bastante complejo desde el punto de vista de la gestión que hay que hacer de los mercados.



Barreras económicas, barreras de financiación y barreras administrativas.
A veces tarda uno dos años, tres, para tramitar todos los permisos que necesita una cogeneración -el último listado que tenía iba por 70 ó 90 permisos, una cosa así-
y eso, para dar servicio a un negocio que ya existe y que se encuentra en un sitio del que no se va a mover, es un poco absurdo. De hecho, cuando se ha creado el registro de preasignación, que trata de evitar ese crecimiento exorbitado de
determinadas tecnologías, también nos han metido dentro, y nuestro


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problema no es que nos vayamos a sobrepasar, sino que no se está incentivando para llegar a los objetivos.



Por último, hay herramientas de incertidumbre; es una incertidumbre importante todo el marco regulatorio del CO2, las herramientas impositivas. Realmente no se ha sido eficaz desde el punto de vista de las políticas de cambio climático y
del comercio de emisiones todavía, de impulsar la eficiencia energética y dar a la cogeneración un tratamiento que la fomente. Básicamente a la cogeneración se le dará derechos por el calor útil, igual que a cualquier industria que no la tenga, y
se le dará cero derechos por la asignación de electricidad, con el pensamiento de que el mercado lo internalizará y se lo retribuirá. Eso está generando incertidumbre porque de momento se ha creado un coste seguro, y no se han generado herramientas
para prever ese ingreso, lo cual iría contra su rentabilidad.



Con esto quedo a disposición de sus preguntas.



El señor PRESIDENTE: Daremos la palabra en primer lugar a doña María Nuria Buenaventura Puig, portavoz del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds.



La señora BUENAVENTURA PUIG: En primer lugar, muchísimas gracias por su explicación y bienvenido a esta Comisión Mixta de Cambio Climático.



Quiero hacerle fundamentalmente una pregunta. La cogeneración es un avance con respecto a lo que teníamos, sobre todo si lo comparamos con las térmicas del carbón, un avance a nivel de eficiencia, de menos CO2, y también es importante el
tema de la generación distribuida, pero seguramente tiene muchos problemas para cumplir luego con la disminución de un 20 por ciento de CO2 si apostásemos muchísimo por la cogeneración.
Como digo, puede ser un avance y en una época transitoria
puede ayudar a ir avanzando en temas energéticos en comparación con lo que tenemos actualmente. Lo que quería preguntarle -ha explicado usted las barreras que frenan el desarrollo en España- es si sabe cómo están planteando en otros países el tema
para apostar por las plantas de cogeneración y en concreto la cuestión de la biomasa. Conozco Catalunya y allí al final ha sido imposible instalar ninguna planta de cogeneración con biomasa forestal porque los números no le salen a nadie. Ha
habido intentos y se han hecho muchísimos estudios. Sí funciona la biomasa forestal para temas de calor, pero para generación eléctrica, por muchos empresarios que han venido a hacer estudios, finalmente no se ha construido hasta ahora ninguna.
También pasa con las plantas de gas en general en España, que había muchos permisos solicitados y ahora se han retirado los avales porque tampoco salen. Por eso quisiera saber qué se está haciendo en otros países para apostar por este tipo de
instalaciones.



El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra el senador Valín.



El señor VALÍN ALONSO: Ante todo, muchas gracias al director general de Acogen por la exposición sobre una materia, la de la cogeneración, que tiene un calado importante en todo lo que afecta al cambio climático, pero fundamentalmente yo
diría que en lo que afecta a la eficiencia de la gestión de la energía en nuestro país, y creo que en todo el mundo. Pongo especial énfasis en eso porque lo ha hecho también el ponente y además porque es de sentido común. Es evidente que un país
es tanto o más eficaz cuanto más eficiente es en el uso de la energía y quizá nuestro país, a la vista de los datos, ha sido más eficaz en desarrollar nuevas fuentes de energía, lo que podríamos llamar las renovables convencionales de los últimos
tiempos, que en desarrollar mecanismos para incentivar la cogeneración y, por tanto, la eficiencia en el uso de la energía. Desde ese punto de vista, el gráfico que nos ha expuesto es claro y también es importante ver lo que ha sucedido a partir
del año 2002 y hasta las fechas actuales. Se le podría sacar la punta política a esto en el sentido de que este problema se ha producido fundamentalmente en los últimos años de este Gobierno socialista, pero no voy a entrar en esta materia porque
entiendo que también se produjo en parte en los últimos años del Gobierno popular.



Voy a entrar en la cuestión. Usted ha señalado algunos aspectos. Da la sensación de que en conjunto, especialmente en los últimos años -quizá porque en estos últimos siete, ocho o nueve años no se han adoptado decisiones finas de
reorientación de las políticas energéticas, que entiendo que hay que irlas configurando no de una manera definitiva para toda la vida, sino cada equis tiempo las oportunas-, parece como que hubiesen sido mucho más incentivadas proporcionalmente otro
tipo de inversiones energéticas -llamémoslas, entre comillas, renovables- que inversiones en la eficiencia energética, a pesar de que se ha hablado mucho y se ha lanzado claramente en casi todos los parlamentos sobre esta materia el mensaje sobre la
eficiencia. Usted ha dado una serie de razones y yo le preguntaría por algunas otras: ¿tenemos infraestructuras suficientes, por ejemplo gasoductos, para hacer llegar a los distintos puntos de posible desarrollo este tipo de energía? Otra
cuestión es que, por lo que parece, la inversión en cogeneración es intensiva en capital y especialmente intensiva en capital quizá la actividad que podría dar lugar al uso de la cogeneración, por ejemplo, calentamiento o frío residencial combinado
con la cogeneración. Si es verdad que es intensiva en capital, ¿disponemos en general en el mercado financiero español y en la Administración española de los apoyos financieros necesarios para desarrollar este tipo de energía?


Por último, alguna cuestión más. En primer lugar, la calefacción o los usos residenciales de la cogeneración en España se han desarrollado poco; tenemos una climatología, especialmente de Guadarrama para abajo, que lo hace muy difícil,
pero sí tenemos algunas zonas, como la meseta norte o la cornisa cantábrica, donde probablemente tendría sentido y el desarrollo es muy limitado,


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¿cree que sería necesario algún tipo de estímulo especial en este sentido? En segundo lugar, existen algunas cogeneraciones vinculadas al gasóleo, ¿qué futuro y qué posibilidades le ve a esa cuestión? ¿Ve como posibilidad algún tipo de
estímulo al cambio de la fuente de suministro gasóleo a fuente de suministro gas? Por fin, una cuestión muy clara.
¿Existe un diferencial muy claro de las primas entre determinadas renovables y la prima especial que tiene la cogeneración? ¿Cree
que sería necesario modificar de alguna manera esa pauta?


El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista don Fernando Moraleda.



El señor MORALEDA QUÍLEZ: Bienvenido, señor Rodríguez.



El interés de la Comisión en el momento en el que nos encontramos es de disponer de los mayores elementos de juicio con objeto de establecer ya dentro de poco tiempo una serie de recomendaciones en relación con el objeto que mueve esta
Comisión. Como su nombre indica, nuestro objetivo fundamental es analizar los subsectores energéticos desde el punto de vista de la contribución a mitigar los efectos del cambio climático; esa fundamentalmente. Hay, como usted ya conoce, otras
comisiones en sede parlamentaria que han estudiado y elaborado informes respecto del modelo energético español y, en particular, la Subcomisión de Industria, que ha aprobado recientemente, con una amplia mayoría, un estudio recomendando un mix
energético para España en el horizonte de 2025-2030. Esto es lo primero que quería preguntarle: desde su punto de vista y siempre planteándolo dentro del objeto de la Comisión en la que hoy estamos de Cambio Climático, ¿cuál cree que sería la
aportación de la cogeneración a ese escenario de mix energético que ha planteado la Subcomisión de Industria del Parlamento?


Independientemente de las características de aportación energética -yo preferiría que fuera más un especialista el que le diera algunos elementos de juicio tanto sobre costes como sobre las dificultades que ustedes encuentran en estos
momentos, al igual que otras empresas, para la obtención de la financiación o de la estrecha vinculación entre actividad industrial o actividad de cogeneración-, me interesa sobre todo su opinión acerca de dos cuestiones: en primer lugar, sobre sus
problemas acerca de los permisos o la concesión en relación con las comunidades autónomas y la Administración General del Estado. Me gustaría que nos pudiera trasladar alguna recomendación, con el conocimiento que usted tenga, sobre el
funcionamiento del conjunto de las administraciones públicas respecto de su subsector. En segundo lugar, conoce que es interés del Gobierno traer al Parlamento próximamente una ley de eficiencia energética. ¿A usted le parece que este es el
momento adecuado para plantear alguna de las cuestiones que ha traído hoy aquí? Desde ese punto de vista, me gustaría conocer cuál es su opinión. Quiero expresarle que en el Grupo Parlamentario Socialista estamos, como hemos reflejado en la
citación para su comparecencia, totalmente abiertos a las consideraciones que usted y su asociación estimen convenientes. Vamos a llamar a todos los subsectores energéticos; para nosotros ustedes desempeñan una labor muy importante, en absoluto
despreciable, pero, claro, somos también conscientes de que se tiene que mover respecto de un mix energético y que esa no es una decisión que vaya a resolver un proyecto de ley con una decisión de corto plazo; necesita probablemente un compromiso
de Estado que vaya más allá de cualquier consideración política. En primer lugar, por el tamaño de las inversiones del conjunto de los subsectores; en segundo lugar, por la estabilidad regulatoria, que seguramente es el elemento fundamental para
la inversión privada y, en tercer lugar, como un mecanismo de seguridad y abastecimiento energético para nuestro país que tiene niveles de dependencia muy significativos, como usted y otros ya comparecientes han manifestado en sus intervenciones.
Por tanto, agradeciéndole de nuevo su presencia, esperamos que finalmente podamos establecer una serie de recomendaciones que puedan servir para el conjunto de los actores privados y, por supuesto, para la sociedad española.



El señor PRESIDENTE: A continuación, para cerrar, si no hubiese posterior réplica, tiene la palabra el señor Rodríguez Morales para contestar a los planteamientos que se le acaban de formular.



El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE COGENERACIÓN, ACOGEN (Rodríguez Morales): Trataremos de contestar en orden.



En relación con la primera intervención, los problemas en la reducción o qué aporta la cogeneración en ese 21 por ciento de reducción de emisiones de CO2 que se prevé en el sector residencial y terciario para 2011, estamos buscando ese
objetivo en España y lo comentábamos un poco antes.
La cogeneración es la tecnología térmica más eficiente. Pensemos que lo que no produzca la cogeneración lo va a hacer otra tecnología y hemos evaluado, comparándolo con la técnica más avanzada
que tenemos en este país, que es el ciclo combinado de gas natural, además tenemos unos ciclos muy modernos y muy eficientes, que en ese escenario la cogeneración su incremento ahorraría hasta el año 2015, incluso más cerca, pasar del 3,5 por ciento
del ahorro que genera ahora a nivel de las emisiones nacionales al 5 por ciento, es decir, 7 millones de toneladas de ahorro más.



Sabemos que la cogeneración es la única tecnología que certifica su eficiencia y está regulada a nivel europeo. Cuando yo pongo una cogeneración de alta eficiencia es porque tengo unos cálculos, y año a año me viene una empresa que me
verifica y que me establece que yo he funcionado y he sido más eficiente que la mejor tecnología que hay disponible convencional para producir ese


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calor y esa electricidad de manera separada. De hecho, no sería cogeneración de alta eficiencia, que son las que la Unión Europea promueve, si no ahorrara más de un 10 por ciento de energía primaria.
Pensemos que por definición, no hay
ningún género de discusión, una cogeneración en nuestro régimen regulado ahorra energía y, como mínimo, va a ahorrar un 10 por ciento de la energía. Si esa cogeneración no existe, se generará la electricidad en otro sitio lejos que habrá que
transportar, unas pérdidas con otras tecnologías, y habrá que generar ese calor con una caldera o con una máquina de frío. Por tanto, la cogeneración es importante y pensemos nuevamente que sí que aporta no ya en el contexto energético, sino
específicamente en el de ahorro de emisiones. De hecho, cuando cambiamos, por ejemplo, de fuel a gas natural, hay una reducción per se por combustible cerca del 38 por ciento de las emisiones, solo por cambio de combustible. Vemos que el
desarrollo de las redes de gas natural en este país ha venido muy asociado al desarrollo de la cogeneración. ¿Por qué? Porque una red se puede expandir cuando hay, de repente, una masa importante de clientes que permita amortizarlo. De hecho,
sería imposible explicar el desarrollo de las redes en este país sin la cogeneración. La cogeneración construye red, no si hay red, que tenemos bastante mallada la red, sino también es al revés, ya que, si ponemos una serie de cogeneraciones, la
red de gas llegará, contestando a la otra pregunta.



El tema de la biomasa es especialmente complejo. Otros países como Alemania e Inglaterra, en relación con la generación con biomasa, tienen modelos de ir a grandes centrales de potencias enormes de 50 megavatios e incluso superiores. Aquí
se ha hecho muchísimo esfuerzo en ir a potencias inferiores. De hecho, en Cataluña hay algún ejemplo muy reciente del año pasado de centrales de 2 y 5 megavatios. La biomasa es compleja. Hay elementos de competencia dentro de ese recurso por la
biomasa; pensemos que hay toda una serie de industrias que explotan la biomasa y es su materia prima. En ese sentido, cualquier cosa que se haga también les distorsiona, por ejemplo, a los sectores del tablero, de la pasta o del mueble. Sí tiene
mucho sentido y se están desarrollando bien los proyectos de las aplicaciones térmicas para la biomasa y de la creación de pellets y biocombustibles, no tanto la generación pura y dura a base de biomasa, si no se combina con otra serie de temas.
Por ejemplo, si tienes un centro de producción de tableros tienes ya gran parte de la logística, de la inversión, etcétera, y entonces hay mucha industria que está ligada al monte que sí tiene gran potencial para desarrollar en sí misma más biomasa.
Por eso en cogeneración tenemos un 30 por ciento de la biomasa del país. Entiendo que es complejo. Y si además se diera lo que se previó en nuestra regulación, un 10 por ciento de ecocombustión en las centrales del carbón -que no se ha llevado a
cabo-, no habría en este país recursos para atender eso. Actualmente nosotros en un 85 por ciento somos gas natural y la biomasa sería objeto de un epígrafe muy especial.
De hecho, tiene una consideración especial en el Plan de energías
renovables. Lo único es que volvemos a lo mismo, que es la gran apuesta por la generación de empleo y tampoco está saliendo, ni se incentiva ni se cumplen los objetivos.



Respecto a la segunda pregunta, cuáles son las causas por las que en los últimos años no se ha desarrollado y qué lecturas tiene, la lectura que tenemos que tener es que los mercados, los sistemas económicos, el que tenemos ahora mismo, la
estructuración de costes por actividades en un pool centralizado y un reconocimiento de actividad de transporte, no es un modelo económico que reconozca la generación distribuida; es así. No vale lo mismo un tomate en Almería, que en Mercamadrid,
que puesto en mi casa. La cogeneración te pone el tomate en la puerta de tu casa. Así, la situación que tendríamos en el país es como si ese tomate se supone que vale en un mercado 30 euros y cuando llega a tu casa vale 140. Como nosotros
recibimos del orden de 80 u 85 euros por megavatio, dicen: oiga, está usted subvencionado. Cómo que estoy subvencionado, si a mí en mi casa el tomate me vale 140 euros. ¿Cuándo se ha desarrollado la cogeneración? En los noventa y fue porque se
ligó el precio de su retribución no al precio del mercado en generación, sino al precio final de suministro. Se preguntó: ¿Qué vale el precio final de suministro? Y se dijo: pues le vamos a dar un 80 por ciento de ese precio final. ¿Por qué?
Porque la cogeneración tiene la parte de la generación y aporta que el producto ya ha sido transportado y distribuido parcialmente, luego le damos un 80 por ciento del precio final. Con ese enfoque sí se consiguió que se desarrollara la
cogeneración, porque era competitiva, abarataba el precio final de suministro. Cuando se producen una serie de liberalizaciones en las que no se gestiona adecuadamente las señales de precios en los mercados de bases de generación, la estructuración
de si ese mercado responde o no a los costes de los combustibles, etcétera, ocurre una situación como la de ahora, unida sobre todo a que el inversor invierte donde más rentabilidad tiene. Si tienes un sitio con una rentabilidad de un 7 por ciento
y otro con un 20, vas a invertir en el del 20 por ciento, y los recursos económicos son limitados. Como también decíamos, es un tema de que la cogeneración requiere una regulación específica. La eficiencia es más compleja que desarrollar otras
tecnologías de generación en renovables. Eso requiere una regulación.



En cuanto a los apoyos financieros, los hay para el sector residencial y también para el sector terciario. Debemos pensar más que en el sector residencial -también se ha dicho que por las condiciones climáticas es muy variable y complejo;
otros países tienen mucha cogeneración ahí, pero España tiene otras condiciones-, en el sector servicios: hay cogeneraciones en universidades, en grandes centros administrativos -se está poniendo ahora una en el Ministerio de Industria-, hay
cogeneraciones cuando se acometen reformas enteras de barrios, cogeneraciones en hoteles, lavanderías. En consecuencia,


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pensemos más en ese sector servicios y no tanto en el residencial. Hoy en día es muy complicado buscar la financiación, máxime cuando el negocio principal al que se le presta servicio, al que se le vende, al que se le da esa energía térmica
tiene una incertidumbre o una percepción de riesgo enorme. Contra eso a lo mejor se prefiere invertir en un negocio que sea inversión y directamente ingreso. La cogeneración es un negocio de inversión y margen, o sea, de flujo de caja. ¿Por qué?
Porque yo ingreso por la venta de electricidad y calor, pero el 85 por ciento del coste es combustible. Por cada millón de euros que se invierte se van a mover al año probablemente cerca de 700 u 800.000 euros en productos. Aquí lo es todo; no es
tanto el ingreso sino la relación entre el ingreso y el coste. Lo bueno que hemos hecho en los últimos años es ligar esa evolución del Brent y de los combustibles con nuestra retribución para salvaguardar ese margen. Eso se ha conseguido, porque
antes la retribución tarifaria se movía sin esa señal correcta de precio energético. El cogenerador es un negocio de margen, de puro margen, de mucha cantidad y margen.



Hablábamos del mix del análisis de los subsectores que aprobó la comisión de estrategia energética para los próximos veinticinco años y que es, con pequeñas variaciones, el mismo mix que se estuvo barajando en las propuestas de acuerdos de
Estado en materia de energía. No aparece explícitamente la cogeneración, pero está. De hecho, en el documento inicial y en la propia documentación del pacto de Estado, la cogeneración aparecía separadamente. Luego en ese documento de la
cogeneración pasó a englobarse dentro del capítulo de gas natural. Este capítulo no aparece desglosado en sus dos componentes, en el de ciclos y en el de cogeneración. Sí está a nivel de planificación energética, a nivel del ministerio y sería
interesante que se hiciera visible ese objetivo de cogeneración.



El objetivo de planificación es interesante, como decíamos antes. Ese propio escenario contempla ya un crecimiento de la cogeneración, en términos de suministro para cubrir el 16 ó 17 por ciento de la demanda de electricidad en España, para
crecer del orden de un 50 por ciento. Es interesante, se podría haber apostado más; nosotros pedíamos un 20 por ciento de la demanda para el año 2020, pero es un objetivo importante.
Vistas las experiencias no creo que sea tan importante el
objetivo numérico en sí, más a largo plazo, sino hacerlo visible en primer lugar y luego irlo siguiendo. Porque si vamos a la experiencia que hemos tenido en estos años -si para 2012 tengo un objetivo económico de 9.100 megavatios y voy por 6.000
megavatios- es evidente que hemos podido durante todos estos años revisar y tratar de cumplir los objetivos, porque para eso entiendo yo que se planifica energéticamente. Creo que la cogeneración está bien contemplada a nivel de planificación; hay
que hacerla visible, pero sobre todo hay que vigilar y tomar medidas para que se cumplan los objetivos.



Problemas de permisos. Hay ahora un decreto, en elaboración desde el año pasado, que creo que va a ser importante para la interconexión de instalaciones de cogeneración y renovables en baja tensión, que básicamente va a facilitar todos los
trámites administrativos. Aquí uno de los principales escollos suele ser conectarte con la red. Para poner una cogeneración de un megavatio son los mismos permisos que para poner un ciclo combinado de 800 megavatios. Es complejo. Este decreto es
para instalaciones hasta un megavatio de cogeneración, son instalaciones muy pequeñas. Nosotros pedimos que se consideraran instalaciones de hasta 10 megavatios, porque si se acomete la simplificación administrativa lo que es bueno para el pequeño
también es bueno para el un poco menos pequeño.
No son instalaciones que pongan en compromiso o en riesgo la red por sus niveles. Ahí, por ejemplo, sí se va a simplificar enormemente el trámite administrativo. Básicamente va a ser: usted
conéctese y en dos o tres semanas avisa y le contestan; y si no le contestan, conéctese que no hay ningún problema. Porque si yo tengo contratada una potencia para consumir luz se supone que la misma potencia podría salir hacia fuera. Esto es de
cajón. El momento actual a nivel regulatorio es muy importante para la cogeneración. Se ha hecho referencia a la ley de eficiencia energética y energías renovables. Sí, es el momento adecuado, de hecho la propia ley -los borradores que se han
conocido- tiene un capítulo completo dedicado a la cogeneración. Es importante porque no tenemos una ley de eficiencia energética y de energías renovables, que nos dará un marco para diez, quince o veinte años. Tenemos que estar muy atentos. Esta
semana precisamente veíamos con el ministerio cómo iban los trabajos y no se tiene, vistos los plazos de tres meses, la intención de comentar esta propuesta con las asociaciones patronales antes de que se haga, con lo cual yo creo que va a ser
todavía más importante la labor que se realice en el Parlamento para intentar mejorarla.



Compromiso de Estado. Pues sí, al final en la cogeneración, veíamos que la planificación es correcta y también el impulso desde la Unión Europea.
Todos los elementos confluyen y básicamente es un proceso de eliminación de barreras, es un
proceso de seguimiento de la política energética para cumplir unos objetivos que se establecen, entendiendo que es complicado.
Nosotros nos movemos ahora mismo en dos mercados complejos. Uno, el sector industrial y la importante crisis que hemos
vivido el año pasado, más bien el anterior porque el año pasado se han recuperado bastante sectores. Es una recuperación que se sustenta no tanto en el consumo propio sino también en la exportación y donde tener precios energéticos competitivos es
clave para poder exportar. Y dos, un sector energético que tiene enormes problemas estructurales. Si definiéramos objetivos, tenemos un tema del déficit, de entender ese déficit, porque hay cosas que no se entienden muy bien: nosotros no hemos
crecido en los últimos ocho años, seguimos produciendo lo mismo. El coste atribuido a la cogeneración


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en el año 2005 era de 350 millones de euros y ahora supera los 1.000 millones de euros, y seguimos produciendo lo mismo. Quizás deberíamos centrarnos más en los objetivos. En la medida en la que no se solucionen estructuralmente: uno, el
problema del déficit; y dos, los temas de inseguridad jurídica, de dotar de seguridad jurídica a las inversiones, no conseguiremos lo que facilita la cogeneración, y que debería ser el tercer objetivo del sistema, que es lograr un sistema
energético eficiente y, sobre todo, competitivo.



No sé si me he pasado alguna de las preguntas, pero estoy a su disposición.



El señor PRESIDENTE: ¿Quiere alguno de los portavoces intervenir? (Pausa.)


Muchas gracias, señor Rodríguez Morales, por su aportación, por la documentación que nos ha traído que, como es tradicional, le agradeceríamos que nos la deje también en soporte informático.
Enhorabuena por su intervención y saludos al
presidente de la asociación de parte de todos los miembros de la Comisión.



El señor DIRECTOR GENERAL DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE COGENERACIÓN, ACOGEN (Rodríguez Morales): Muchas gracias.



El señor PRESIDENTE: Suspendemos la sesión un minuto porque acaba de llegar el siguiente compareciente.



Muchas gracias. (Pausa.)


- DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE GAS, SEDIGAS (PERIS MINGOT), PARA EXPLICAR SU CONTRIBUCIÓN AL SECTOR ENERGÉTICO ESPAÑOL Y SU RELACIÓN CON LOS EFECTOS SOBRE EL CAMBIO CLIMÁTICO. A PETICIÓN DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA. (Número de expediente del Congreso 219/000722 y número de expediente del Senado 715/000442.)


El señor PRESIDENTE: Vamos a continuar la sesión de la Comisión con la comparecencia de don Antonio Peris Mingot, presidente de la Asociación Española de Gas, Sedigas, con el objeto de explicar y dar su criterio sobre la contribución al
sector energético español y su relación con los efectos sobre el cambio climático. Es una comparecencia solicitada por el Grupo Parlamentario Socialista. En consecuencia, tiene ya la palabra el señor Peris Mingot.



El señor PRESIDENTE DE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE GAS, SEDIGAS (Peris Mingot): La contribución del sector gasista español al cambio climático empieza en nuestra participación en la matriz energética. El sector gasista es un sector que
está plenamente liberalizado desde el año 2008.
El proceso, como verán en esta gráfica (Muestra una serie de diapositivas.), empezó en el año 2000 y en el año 2008 ya finalizó todo el proceso de liberalización del gas en España, lo cual quiere
decir que estamos cumpliendo estrictamente con lo que requiere la segunda Directiva europea de separación de actividades entre actividades reguladas y actividades de comercialización.



El consumo de gas en España es principalmente un consumo industrial. El 48 por ciento es para la industria, el 35 por ciento es para centrales eléctricas y del orden del 13 o el 15 por ciento para consumo doméstico.
Así se configura la
demanda de gas en España donde el sector más importante es el industrial. El sector gasista español tiene una fortaleza importante en cuanto a seguridad de suministro. Es el sistema con mayor diversificación de fuentes de aprovisionamiento que hay
en Europa. Nos aprovisionamos ya de catorce países distintos, si bien los principales proveedores son Argelia, Nigeria, Catar, Trinidad y Tobago, Egipto y Noruega. Hay que destacar que la crisis de Egipto no ha representado ningún tipo de problema
en la logística de aprovisionamiento de España, no tuvimos ningún problema con ningún barco. Por lo tanto, es un sistema flexible y sólido que se fundamenta en seis plantas de gasificación -una de ellas, Mugardos, está en fase de construcción- y
seis interconexiones: dos con Francia, dos con Portugal y dos con Argelia. Por otra parte, la ley española exige una limitación en cuanto a la participación de un proveedor sobre el total del conjunto de importaciones y lo fija en el 50 por
ciento. Esto quiere decir que ningún proveedor de gas puede tener más del 50 por ciento del conjunto y ningún comercializador puede tener más del 50 por ciento de un proveedor, lo cual le da un equilibrio y una seguridad en el suministro muy
importante y muy sólida. En el año 2008 representamos unos 6.300 millones de euros de valor agregado entre las actividades habituales del sector, más la aportación que la generación eléctrica con ciclos combinados, por ser un sistema de generación
exclusivamente basado en el gas, aporta a la economía. En la última década hemos invertido 10.800 millones de euros en la expansión del sistema, tanto en redes de transporte, regasificación, distribución y almacenamiento subterráneo. Es un
esfuerzo inversor que, si bien en el último año tuvo un decrecimiento por la madurez del sistema gasista español, está por encima de los 1.000 millones de inversión al año en infraestructuras de este tipo, generando de forma directa e indirecta más
de 90.000 empleos que están trabajando de manera recurrente en esta industria. Sedigas, en síntesis, es una asociación fundada en 1970 y que representa a toda la cadena del gas, comercializadores, transportistas, distribuidores, fabricantes e
ingenierías. Tenemos ya 170 miembros y representamos a toda la industria.



Entrando ya en la incidencia del gas en el cumplimiento del paquete verde y en la gestión del cambio climático, el primer punto relevante es destacar el papel que hemos tenido en desplazamiento de combustibles más contaminantes. Desde 1973,
más o menos cuatro años después de que llegara en primer barco de GNL a


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España, hasta el año 2010 el incremento del papel del gas en la matriz energética es relevante. Hoy representamos un 17 por ciento. Esto ha servido, de alguna forma, para desplazar combustibles que tienen una componente de emisión mucho
más alta que el gas natural. Por otra parte, la base de este esquema nos tiene que permitir cumplir con el compromiso del triple 20 que ha adquirido España con Europa. Para el gas es fundamental disponer de un objetivo de mix energético a largo
plazo porque todas son inversiones a largo plazo, que tienen que tener un marco claro para tomar la decisión de inversión y que esta esté disponible cuando se necesite. En este sentido, nos parece importante destacar el documento de la subcomisión
de Energía del Congreso sobre el análisis de la estrategia energética para los próximos 25 años, en el que se establece como un mix razonable el 20,8 por ciento de participación de las renovables en la matriz energética; se reconoce el papel de los
ciclos combinados como posibilitadores de conseguir este objetivo, y se reconoce el papel del gas como gestor del sistema y la necesidad de tener interconexiones gasistas que nos permitan recibir gas de Europa y también convertir a España en un eje
de paso del gas del norte de África y del gas licuado de todo el mundo hacia el centro de Europa.



Cuando se habla de renovables entendemos que hay que tener en cuenta un aspecto esencial, que es que las renovables tienen una condición de difícil previsibilidad y alta variabilidad, y que para que puedan cubrir la demanda cuando esta se
produce es necesario que tengan un respaldo.
Esto hace que en España tengamos que prácticamente doblar la potencia cada vez que se instala una generación con renovable, ya que hay que poner un respaldo con generación convencional para que la
demanda pueda ser cubierta cuando no esté disponible. En este sentido, tecnológicamente hablando, el sistema disponible hoy con capacidad de respuesta y más eficiente son los ciclos combinados. En nuestra opinión, a la hora de establecer criterios
de participación de las renovables es un aspecto importante tener en cuenta el impacto económico que representa la necesidad de tener un respaldo permanente para que cuando la renovable no esté disponible se pueda cubrir la demanda del conjunto de
consumidores.



¿Cómo contribuye el gas natural en el objetivo del paquete verde? Como respaldo y facilitador de la implantación de renovables, contribuimos a llegar al 77-84 por ciento. También contribuimos en un incremento de eficiencia energética,
puesto que los equipos a gas son altamente eficientes tanto en el sector residencial como industrial. Por otra parte, permitimos que las renovables, básicamente la eólica y la fotovoltaica, puedan estar en el proceso de generación eléctrica, puesto
que los ciclos combinados son su respaldo básico. El gas natural tiene la característica de que es el combustible fósil menos contaminante, es el que emite menos CO2, menos NOx y menos SOx de todos los combustibles tradicionales y, por lo tanto,
tiene una característica de limpieza inherente, si bien es un combustible que tiene una dosis de emisión de elementos contaminantes. Un punto básico del gas es que en su proceso de combustión no se emiten partículas. Es nuestra opinión, cuando se
habla de cambio climático quizás se obvia un aspecto, que es la importancia que tiene la calidad del aire que respiramos cada día, sobre todo en las grandes ciudades. El gas, como una energía base en todas las necesidades energéticas de una gran
ciudad, contribuye a que el aire que se respira sea mucho más limpio puesto que no emite ningún tipo de partícula sólida.
El gas se vehicula a través de redes enterradas, no hay que llevarlo mediante camiones a ningún lado. Por tanto, su proceso
de transporte en las ciudades tampoco emite partículas sólidas. Desde el punto de vista de emisiones, se reducen en seis veces las emisiones de NOx, reducimos entre cinco y ocho veces las emisiones de hidrocarburos no asociados al metano y
reducimos cuatro veces las emisiones de monóxido de carbono comparado con combustibles tradicionales, ya sea gasóleo, ya sea carbón. Hay un reto que es la utilización del gas natural en todo el transporte, en cuanto a vehículos, puesto que
contribuiríamos tanto con gas natural como con GLP a una reducción sensible de las emisiones que hoy en día tienen los motores de combustión con gasolina o gasoil.



Desde el punto de vista de la emisión de CO2, todo lo que es el proceso de transformación es el generador fundamental de las emisiones de CO2. En ese sentido, el gas hoy es la principal fuente de generación eléctrica.
Actualmente estamos
muy equilibrados con la eólica y la combinación de las emisiones por kilovatio generado y, de alguna forma, el binomio gas-renovables es el que emite menos por unidad de energía producida. Por eso decimos que el gas natural es el soporte básico y
el gran facilitador de la implantación de las renovables, puesto que la combinación es la que nos permite tener el menor nivel de emisiones posible por unidad de energía generada. ¿Qué es lo que pasa y por qué insistimos tanto en este papel del gas
vía ciclos combinados como facilitador de las renovables? Esta es una gráfica de un perfil típico de un mes -fue el mes de octubre del año pasado-, en la cual pueden ver que la línea verde es la producción diaria mediante energía eólica y la línea
azul es la producción diaria mediante ciclos combinados. Se observa cómo cuando hay un pico eólico, hay un valle de ciclos combinados y viceversa; cuando no hay viento tienen que salir los ciclos combinados. ¿Por qué? Por su rendimiento -es el
sistema de generación convencional con un rendimiento más elevado, el 54 por ciento-, somos los que emitimos menos CO2 y menos NOx, pero también somos los que tenemos más flexibilidad. Un ciclo combinado tiene la característica técnica de que puede
arrancar y parar -no está diseñado para esto- a mucha mayor velocidad que las centrales de carbón o cualquier otro sistema de generación convencional. Por esto, de alguna forma -y así lo está operando Red Eléctrica- la gestión del sistema y el
equilibrio que se ha conseguido en España es la combinación entre ciclos combinados y


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eólica para que la demanda diaria pueda ser cubierta con plenas garantías y sin ningún tipo de afectación en cuanto a interrupciones de suministro o limitaciones de suministro por el lado de los consumidores.



El siguiente capítulo, del que quizá no se habla mucho y del que últimamente creo que con buen criterio cada vez se está hablando más, es el del ahorro energético, la eficiencia. La mejor forma de utilizar la energía es utilizar el mínimo
de energía posible; en este sentido, la Unión Europea, en sus planes y en su proyección, está vislumbrando que la gran reducción de consumo, es decir los grandes vectores de eficiencia estarán en el sector residencial, en el sector del transporte y
en el sector de la industria. Ahí es donde entendemos que hay que hacer énfasis, donde el gas tiene un espacio y donde están los retos para llegar realmente a esa reducción del 20 por ciento del consumo que quizá es la más difícil de conseguir,
puesto que tiene que abordar el lado del consumidor que es el que está más disperso pues estamos hablando de millones de consumidores que tienen que tomar decisiones para mejorar la eficiencia en su consumo.



En el sector residencial/comercial las calderas de gas convencionales tienen un rendimiento de casi el 95 por ciento y si hablamos de calderas de condensación supera el cien por cien por el proceso de recuperación de calor que hay dentro de
un sistema de condensación. El gas también puede participar en todo el proceso de generación distribuida; mediante microgeneración se puede instalar en los edificios sean estos de carácter público o grandes bloques. El gas contribuye, y es el
elemento complementario en todo el proceso de generación eléctrica, con la solar/térmica para mantener la temperatura que necesita todo el proceso de generación solar/térmica con las sales y todos los elementos que son necesarios para que funcione.
Y desde el punto de vista de utilización de bombas de calor, las bombas de calor a gas tienen hoy el mismo rendimiento que tiene una bomba de calor eléctrica. Por tanto, estamos hablando de que desde el lado del consumo se pueden hacer y se están
haciendo acciones para que, mediante la utilización del gas en lugar de otros combustibles, podamos tener un menor consumo y una mayor eficiencia energética por el lado del consumidor.



En el sector industrial -no me voy a extender porque ha comparecido el presidente de Acogen hace un momento y ya ha hablado de la cogeneración-, la instalación de la cogeneración en España ha sido uno de los elementos de mejora tanto de
competitividad como de eficiencia en todo el proceso productivo, puesto que se ha conseguido recuperar calor y generar electricidad en el lado del consumo. Elementos o proyectos que hoy están en curso -y que en algunos países europeos están más
avanzados- son, por ejemplo, la utilización del biogás. En España ya está a punto de entrar en funcionamiento la primera planta en Madrid, en Valdemingómez, que introducirá biogás en el sistema de transporte. Esto nos tiene que permitir ir
incrementando la utilización de gases no convencionales en el ciclo de distribución de gas. El mensaje que quisiera dar para no extenderme en este tema que ya ha sido suficientemente tratado es que el combustible más eficiente para la cogeneración
es el gas. En este momento en España hay instalaciones que ya tienen más de 15 años que utilizan fuel o gasoil y lo razonable es que se conviertan a instalaciones de cogeneración con gas natural, mucho más eficientes y menos contaminantes, y seguir
con el proceso de aportación de la cogeneración en el proceso industrial.



Entrando ya en las conclusiones, por un lado, repito, entendemos que el gas es el facilitador del desarrollo de las renovables. Hoy en día es la tecnología que está disponible. Tenemos más de 60 años de reservas con gas convencional, sin
introducir las reservas de lo que se llama gas no convencional, el shale gas. Esta es una energía idónea para sustituir combustibles más contaminantes. Hay ciudades de España, en las cuales ya hay gas, que aún utilizan carbón para calefacción;
hay ciudades en las cuales se sigue utilizando gasóleo para calefacción y en las que el gas ya está disponible. Por tanto, hacer ese cambio, junto con una política de utilización del gas natural o el GLP para transporte, ya sea transporte público o
transporte de mercancías, en zonas urbanas e interurbanas, puede ayudar y fomentar la reducción de emisiones. La evolución tecnológica de los aparatos a gas, tanto los aparatos de uso doméstico como los industriales, ha dado un salto importante
estos últimos años ganando en eficiencia y reduciendo emisiones. Estamos, y hay que trabajar conjuntamente con otros sectores, por el desarrollo de la captura del CO2 y su almacenamiento, que es un reto y una tecnología disponible pero que aún no
está suficientemente desarrollada para una utilización masiva, y tenemos el reto de ir introduciendo en España el desarrollo del biogás en las redes actuales de gas. En resumen, estamos hablando de un combustible que es limpio en cuanto que sus
emisiones de CO2, NOx y SOx son menores que las de sus competidores; no emite partículas; no deja residuos sólidos y por lo tanto mejora la calidad del aire en las ciudades; es asequible, nuestros costes de producción son sensiblemente menores
que los equivalentes en carbón, nuclear o eólica, si se tiene en cuenta el coste de inversión más el coste del combustible, no necesitamos subsidios; es un combustible fiable, ya que en España tenemos una diversidad de suministro muy alta y por lo
tanto una altísima seguridad de suministro; eficiente, porque los ciclos combinados son mucho más eficientes que cualquier otro sistema tradicional, en cuanto a funcionamiento y también en cuanto a ahorro en el consumo de agua y utilización de
suelo para este tipo de instalaciones, y en nuestro proceso el plazo de construcción es el más corto posible; y por otro lado, seguro desde el punto de vista de que es abundante, hay gas suficiente en toda la tierra, se descubren nuevas reservas y
tenemos un elemento que va a cambiar sensiblemente la disponibilidad de gas, que es el desarrollo del gas no convencional.



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El gas no convencional ha tenido un desarrollo importantísimo en Estados Unidos, de forma que han parado completamente todo su plan de desarrollo de terminales de GNL porque no los necesitan; están empezando a llegar a acuerdos de
exportación de su gas no convencional hacia otros países. En Europa hay un país, Polonia, que está analizando la posibilidad de que tenga reservas importantes de gas no convencional, que no están contados en esos sesenta años a los que me refería.



En resumen, entendemos que el gas natural, siendo un combustible fósil y por lo tanto un combustible que emite a la atmósfera, es el menos contaminante de todos los combustibles fósiles y por lo tanto el que junto con la eficiencia de su
utilización nos puede permitir conseguir los retos que nos hemos planteado.



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Peris Mingot.



A continuación tendrá la palabra, en primer lugar, la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, la señora Xamena.



La señora XAMENA TERRASA: Quería hacerle una pregunta que creo que en el día de hoy es obligada -usted ha pasado por este tema un poco de largo-, y es sobre la seguridad de suministro, la vulnerabilidad que podemos tener en estos momentos
en España en cuanto a suministro de gas. Creo recordar haber leído estos días en un artículo que así como en diesel y en productos petrolíferos tenemos una reserva de unos noventa días aproximadamente, en gas la reserva que se estima en España es
de unos veinte días, mientras que en Inglaterra, en Francia y en otros países europeos esta reserva está entre noventa y cien días. Hace un par de años, en 2009, cuando hubo el gran enfrentamiento de la famosa guerra del gas entre Rusia y Ucrania
aquí se comentó que España no se vería afectada porque dependía prácticamente del norte de Europa y de Oriente Próximo.
Hoy en día la situación de Libia, Nigeria y Egipto es, como mínimo, preocupante. Y el resto del gas licuado puede venir sobre
todo por el Canal de Suez. ¿Cómo está esta situación y qué medidas cree que deberíamos adoptar, aunque sea más a largo plazo, para poder evitar esta dependencia geopolítica directa e inmediata en estos momentos? Creo que era una pregunta obligada
en esta Cámara.



Otro tema que me gustaría comentar basándome en su exposición es que el gas natural es el hidrocarburo con menor impacto y tal vez el que produce más energía por unidad tratada, pero los detractores del gas natural apuntan que esto es una
verdad a medias. Es verdad en el momento del último eslabón de la cadena, cuando entramos en las empresas de ciclo combinado, el último uso de este gas, pero realmente tiene bastantes problemas y consumos elevados, sobre todo en relación con la
regasificación y los tratamientos previos para poder ser utilizado en el punto adecuado, en las industrias o en los productores energéticos adecuados. Respecto al balance global que ha hecho en su exposición, si no contamos los derivados del
metano, ¿no cree que debería conocerlo la sociedad? Deberíamos hablar también de los contras, porque se dice que si el gas natural fuera negro o tuviera olor tal vez produciría un rechazo social importante. Informar a la gente de la problemática
que puede suponer una fuga de metano ¿no sería también una buena estrategia que deberíamos plantear a los ciudadanos para que fueran conscientes de este tema? Son importantísimos en la utilización del gas los temas de cogeneración, pues tenemos
todos muy claro que sin la cogeneración el desarrollo de energías renovables no sería viable en España. Así como las energías renovables están sufriendo en estos momentos una evolución técnica muy acelerada que ha cambiado en estos últimos años y
que seguramente avanzará, en cuanto a la utilización del gas, ¿qué trabajos, por decirlo de alguna manera, de I+D+i podríamos tener presentes, si existen, y cómo se avanzaría en este campo?


Un tema que me ha sorprendido muy gratamente -lo ha expuesto usted- es que están trabajando muy en serio en la utilización de las redes de distribución para todo tipo de productos gasísticos. Entre ellos, me ha sorprendido la distribución
de hidrógeno. ¿Qué finalidad tendría en estos momentos el tema del hidrógeno dentro de la red gasística? ¿Sería para un tipo de empresa concreto o podemos hacernos ilusiones sobre nuevos productos energéticos en un futuro?


Asimismo me ha sorprendido, aunque este es un tema casi personal, que en Baleares -soy de Mallorca y es pregunta obligada- por primera vez estamos conectados a la red gasística española y esperamos que en un futuro muy próximo a la red
gasística europea. Creo que se pretende avanzar en estas interconexiones con Europa. ¿Qué podría decir yo a los ciudadanos y a mis vecinos respecto a qué supondrá para Baleares esta interconexión? Sé que se ha mejorado bastante la producción
eléctrica, pero los grandes productores eléctricos siguen en estos momentos en Baleares con los mismos productos que antes. ¿Cree que hay futuro en ello? ¿Podemos hablar de ello en Baleares ya, o aún es pronto? Y por último -se lo he dicho
anteriormente-, ¿cómo ve esta famosa interconexión europea? Parece que la interconexión con Portugal -hay que recordar a nuestros vecinos portugueses- es más fiable, funciona mucho mejor, pero la interconexión hacia Europa, hacia Francia, aún tiene
bastantes pegas. ¿Cómo ve la situación de este tema?


El señor PRESIDENTE: A continuación, don Fernando Moraleda, portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra.



El señor MORALEDA QUÍLEZ: Bienvenido, señor Peris, a esta Comisión. Como le decía al colega de cogeneración anteriormente, esta es una comisión de estudio que tiene previsto elaborar un informe en el que se contemplarán


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recomendaciones a la vista de los conocimientos que la propia Comisión ha ido adquiriendo a través de los comparecientes. Estamos en el último tramo, en el que escuchamos a los distintos sectores que ya en España tienen una influencia sobre
las emisiones producidas de gases de efecto invernadero. Hemos tenido en el pasado oportunidad de conocer la situación internacional, el ámbito de negociaciones políticas multilaterales, los aspectos científicos que dan cobertura al conocimiento
del cambio climático y de sus efectos, pero estamos, como le digo, en el punto de conocimiento de los distintos subsectores. Por la presentación que en su momento hizo el presidente de Red Eléctrica pudimos conocer que, según su criterio -parece
que es un criterio contrastado pero me gustaría escuchar también su opinión-, el 80 por ciento del cumplimiento en el paquete verde, en el triple 20 particular del Estado español, derivará de la evolución que tenga el sector eléctrico en España. De
manera que si esto fuera así es evidente que su subsector tiene una importancia relevante, sobre todo en el conocido papel que usted ha puesto de manifiesto reiteradamente en su comparecencia de dar respaldo a la implantación de las renovables. Es
muy elocuente el dato de octubre que nos ha dado sobre cómo actúan los ciclos combinados como interruptores para dar respuesta a la dificultad de no acumulación de energía de las renovables y, por tanto, a la imposible gestión de la oferta por parte
de las renovables. Me gustaría saber qué previsión tienen en este sentido, y aunque algo ha comentado ya mi colega del Grupo Parlamentario Popular, me interesaría más el enfoque sobre la interconexión eléctrica con Francia. En esa interconexión,
el efecto de respaldo al hueco eléctrico que tenemos va a desempeñar, sin la menor duda, un papel muy relevante. ¿Cómo va a modificarse, por tanto, porque se modificará de alguna manera, con la interconexión en funcionamiento el papel de respaldo
que actualmente tienen los ciclos combinados? Me gustaría conocer sus previsiones en ese sentido. Hemos podido escuchar que la interconexión es, en definitiva, una de las vías más rápidas solamente para sustituir el problema de isla energética que
realmente somos, porque tenemos un nivel de interconexión muy bajo comparados con los países del centro de Europa, y me gustaría conocer su opinión sobre de qué forma va a desempeñar el papel que ahora desempeñan de manera muy eficaz los ciclos
combinados.



El segundo elemento que quería plantearle, por la influencia que ustedes tienen, las industrias, de evolucionar hacia la eficiencia, es que hemos podido también conocer en esta Comisión -ya le digo, nuestra especialidad no es tanto
energética, usted ha hecho mención a la subcomisión de energía, que es su función y su papel más relevante- que la estructura de costes energéticos de la industria española supone en términos reales un coste unitario superior a los costes laborales,
lo que hace necesaria una intervención para mejorar esos costes hacia una mayor eficiencia energética. Creo que esto es conocido por una parte importante de los sectores que están especializados y conocen este tema, que comparan en particular
costes energéticos, industriales, con Italia, donde hay unos costes superiores en el sector industrial, teniendo en promedio horas de luz similares, y desde luego hay unos costes energéticos muy superiores en el caso de Reino Unido, en este caso sí
es verdad que con un número menor de horas de sol. Me gustaría conocer su opinión sobre esto, porque el Grupo Socialista está recibiendo información en estos momentos de los distintos subsectores de la industria española y hay algunos que son más
eficientes que otros. Me gustaría conocer su experiencia, que está muy vinculada a esa industria, y me gustaría saber cuáles creen que deberían ser los pasos para mejorar la eficiencia en la industria española. El caso del transporte quizás es más
conocido y los avances que se puedan producir tanto por la vía del gas como por la vía del coche eléctrico o híbridos enchufables podrían traer consecuencias importantes, pero me interesa en particular su opinión sobre el sector industrial.



Por último, quisiera decirle que tenemos en el suministro de gas a nuestro país una situación más robusta. En ese sentido quiero felicitarle por haber contribuido a tener una diversidad mayor a lo largo de los últimos años en el suministro,
lo cual va estrechamente vinculado a no depender excesivamente de un único suministrador, mucho más si analizamos las zonas geográficas y la inestabilidad geopolítica que se está produciendo en ellas. En este sentido, creo que ese es un dato
alentador, positivo para el futuro del país. Dada la estructura de precios en particular del petróleo en estos momentos y que no vamos a volver al precio de 30 dólares/barril Brent de hace años, sino que estará más en el entorno de 100 dólares en
un futuro inmediato, independientemente de la crisis política, hay que tener en cuenta la demanda energética de los países que denominamos emergentes -me cuesta ya trabajo llamarles así, quizás utilizamos esa definición de manera equivocada-, en
particular la demanda energética, según la Agencia Internacional de la Energía, con un alto demandante de energía como es China, y la necesidad que van a tener estos países también por las previsiones de que no se va a modificar de aquí a 2030
sustancialmente la demanda de hidrocarburos y se va a ver incrementada la demanda de gas -es una de las consideraciones de la Agencia Internacional de la Energía-. Me gustaría conocer su opinión acerca de esto, que es ya un elemento más
internacional, si comparte este análisis de la Agencia Internacional de la Energía y si los precios en este caso del petróleo juegan un factor determinante para la evolución posterior del gas.



Agradeciéndole de nuevo su comparecencia, he de decirle que el Grupo Parlamentario Socialista está a su disposición para que le pueda hacer llegar las consideraciones, aparte de las de su comparecencia, que estime oportunas cuando lleguemos
al punto de las recomendaciones de la Comisión.



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El señor PRESIDENTE: Para contestar a todos los requerimientos que se le han formulado, tiene la palabra don Antonio Peris Mingot.



El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE GAS, Sedigas (Peris Mingot): La primera pregunta que me ha hecho la señora Xamena se refiere a la situación de seguridad del suministro en España y los riesgos que pueda haber inherentes a la
realidad geopolítica de nuestros proveedores.
Como he dicho, España tiene una condición diferencial respecto a Europa que hace que, más allá de que estamos muy lejos de Rusia -la situación de Rusia es difícilmente extrapolable a España-, tengamos
un sistema de conexión basado en GNL y en tubo. Cuando se está conectado vía tubo la vinculación se hace permanentemente con un único proveedor. Ese proveedor puede tomar una decisión como la que tomó Rusia, que fue restringir la oferta de gas a
Ucrania manteniendo teóricamente la de Europa, y lo que pasó fue que, como Ucrania toma el gas antes que Europa, esa restricción vía presiones hizo que a Europa no llegara la presión que hacía falta porque Ucrania no redujo su consumo. Fue una
situación física del gas que llevó a unas consecuencias bastante desagradables y en algunos países de Centro Europa incluso se quedaron sin gas.



España está conectada por tubo hacia Argelia con uno desde hace ya bastantes años y está previsto que entre otro en funcionamiento este mes de abril, el Medgaz, pero también estamos con los terminales de regasificación que nos permiten traer
gas de todo el mundo. Es cierto que los países más cercanos, porque al final es un equilibrio de precios, son los que tienen un mayor peso relativo que los que son más lejanos. Pero la flexibilidad que nos dan los barcos permite que inclusive se
pueda llegar a buscar rutas alternativas en el caso hipotético de un problema en el Canal de Suez, que tampoco se ha dado. Se barajó esa hipótesis, pero en realidad después de la crisis de Egipto, como he dicho antes, nosotros no tuvimos ningún
problema en cuanto a provisión de gas. Es más, la planta regasificadora de Egipto produjo más gas que antes porque el consumo interno egipcio se redujo y, por tanto, había más disponibilidad de gas para regasificar, y el Canal de Suez no tuvo
ningún problema.
Incluso en ese caso hay una ruta alternativa que es más larga, que cambia logísticas de poner más barcos, pero que permite que el gas, en lugar de venir por el camino más corto, que es el Canal de Suez, dé la vuelta por Sudáfrica y
suba por el Atlántico hacia los puntos de consumo. Se estuvo analizando porque cuando existe un riesgo la industria busca las alternativas, y había un esquema de solución ante el caso hipotético de que un productor como Egipto, que tiene un peso
importante, pero hay otros mucho más importantes, tuviera ese problema. Es decir, la diversidad de fuentes y la capacidad de provisionarnos por terminal de GNL da a España una fortaleza enorme en comparación con otros países que están suministrados
exclusivamente por tubo y que quizá tienen un beneficio económico en ese sentido por su cercanía al gran productor, pero que tienen una vinculación grande y única con ese proveedor.



Desde el punto de vista ya de la cadena del gas, es cierto que hablamos de la generación última o el impacto último, y de la mayor parte de los números que se hacen, porque hablar de la cadena, de lo que sería la huella medioambiental o la
huella de todo un producto es bastante difícil, hay que evaluarlo y el gas ha ido evolucionando de forma que lo que antiguamente se hacía, que en los venteos se quemaba gas, como se quemaba petróleo, en el momento en que el gas ha tenido un valor
económico, que antes no lo tenía, ya no se hace y no se ventea. Por tanto, este elemento antes sí era un problema, pero hoy la mayor parte del gas se utiliza ya sea poniéndolo en los tubos para las conexiones por gasoducto o bien en el proceso de
licuefacción, y los barcos metaneros funcionan con motores a gas, es decir, aprovechan inclusive el propio gas que se evapora en el proceso de transporte para alimentar, por un lado, los elementos que mantienen la temperatura del barco para que el
gas no se regasifique y, por otro lado, los motores del barco funcionan con gas natural en lugar de funcionar con diesel y, por lo que estamos optimizando el proceso global e integral de reducción de las emisiones en lo posible.



En cuanto a las fugas, nuestra industria convive de alguna forma con esa situación. Hay dos tipos de fugas. Una es la que se produce en la utilización diaria, sobre la que hacemos recomendaciones y el gas lo odorizamos precisamente para
que se huela y sea un elemento de seguridad, de lo que se informa a los clientes para que cuando se note el olor se llame a las compañías. Ese sería un elemento más de seguridad y de operación diaria. Por otro lado, las grandes instalaciones, los
grandes terminales de metano han demostrado que tanto los metaneros como los terminales de regasificación son tremendamente seguros. No ha habido ningún incidente en la historia asociado ni a un metanero ni a un terminal de regasificación. Todos
ellos se construyen con medidas de alta seguridad, hay planes de actuación en coordinación, en el caso de España, con Protección Civil y los bomberos de las ciudades en las que tenemos un terminal de regasificación; los terminales en España son
autocontenidos, que quiere decir que hay un recipiente donde está el gas licuado y por fuera hay un recipiente de hormigón en el que en caso de fallo del interior el gas queda confinado y por tanto no hay salida a la atmósfera; los terminales están
diseñados para que el impacto de un avión -porque algunos están cercanos a aeropuertos- no afecte a la seguridad estructural del edificio; además se toman medidas de prevención con el fin de que para los posibles e hipotéticos accidentes que
pudieran producirse hay unas medidas previas en cuanto a diseño, en cuanto a resistencia de los elementos, o de operación en cuanto a los planes de actuación.



Respecto a hacia dónde debería ir el I+D+i en materia de gas, en esta materia se está trabajando, por un lado,


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en la combinación de gas con renovables, no tanto el concepto operativo de ciclos combinados y eólicas, sino en la integración en uso final de gas con renovables. Ha avanzado mucho la bomba de calor a gas para hacerla altamente eficiente y
comparable a la eléctrica. Se está en una fase de utilización casi industrial, lo que sería la microgeneración, como un elemento de generación distribuida, y de alguna forma quizá los retos estarían en la mejora del proceso de combustión para
conseguir más eficiencia -ese es un proceso permanente de trabajo- y además la parte más asociada a la utilización del gas en el transporte, sobre la que hay experiencias en muchos países del mundo, pero la introducción en el transporte pesado, que
puede ser el eje sobre el que se vertebre el desarrollo del uso del gas vehicular -gas natural y GLP en España-, requiere entrar en un tipo de motores que son los diesel, es decir, hay que sustituir el parque diesel en lugar de sustituir el parque
de gasolina, que es más fácil porque ahí no hay que hacer nada, el motor es perfectamente transformable. El último capítulo para mí sería todo lo que va a asociado a la gestión eficiente del sistema energético, es decir, no solo lo que sería el I+D
en materia de aparatos, sino también el desarrollo asociado a la gestión eficiente, desde el punto de vista de software, de elementos de control, de elementos de automatismos, que hagan que el consumo por unidad de energía producida sea el menor
posible. Por tanto, iría básicamente dirigido a la mejora de la eficiencia en el uso del gas como combustible. En cuanto a otros gases que se está pensando utilizar, básicamente estamos en lo que se llama el biometano. En su día se habló del
hidrógeno, incluso hubo proyectos, pero en este momento el hidrógeno está un poco abandonado en cuanto a la posibilidad de utilizarlo en redes de distribución. Se está trabajando más en el ámbito del biometano. Está en proceso la elaboración de
una normativa -en este momento está en consulta pública- que defina las calidades de gas aceptables para poner en el sistema español a fin de que estos productores de biometano sepan con qué calidad han de producir para que esta sea compatible con
el uso y con el resto del gas. Es ahí donde vemos que puede haber un desarrollo más a corto plazo. En cuando a otro tipo de gases, estamos hablando de conceptos que aún están en fase de investigación primaria y que no han avanzado mucho.



En cuanto a Baleares, podíamos hablar del concepto de insularidad. España tiene dos grandes zonas insulares, Baleares y Canarias. Es cierto que Baleares ya está conectada al sistema gasista español. En principio, ese proyecto tenía que
llevar a una sustitución de las plantas de generación eléctrica de fuel que hay en las islas por ciclos combinados. No sé cuan avanzado está eso, honestamente, porque lo está haciendo una empresa y no tengo información de cuan avanzado está el
proyecto, pero sí es verdad que a Baleares le ha dado la posibilidad de estar conectada de forma continua al sistema gasista, lo cual permitirá plantearse un objetivo ambicioso de sustitución de otros combustibles más contaminantes y menos
eficientes por gas natural, ya sea en la generación eléctrica, ya sea en los usos domésticos e industriales. Quizá habría que hablar también de la otra gran zona insular, Canarias. La forma de llevar gas natural a Canarias es a través de un
terminal de regasificación. No hay posibilidad de interconectarla físicamente. La información que tengo hasta el momento es que ese proyecto no está avanzando, no hay ninguna empresa -que a mí me conste- que esté impulsando un terminal de
regasificación en Canarias.
¿Cómo pueden ayudar las interconexiones? Cuando se está interconectado al sistema español se beneficia de todas las interconexiones. Desde el momento en que Baleares está interconectada con la Península se beneficia de
las interconexiones que pueda haber en el futuro entre España y Argelia y España y Europa porque ya forma parte del sistema integrado.
¿Cómo están las interconexiones con Europa? Dimos un paso muy importante entre finales de 2009 y mediados de
2010. En cuanto a las interconexiones con Europa, tanto en gases como en electricidad, a España le ha llevado muchos años -por no hablar de decenios- conseguir que sea una realidad ampliar las que tenemos. Tenemos dos, una en Irún y la otra, la
más importante, en la zona de Larrau. Las dos, con la Open Season que se consiguió llevar a cabo, han permitido una ampliación sustancial de la importación, pero lo más importante es que nos ha permitido exportar.
Cuando estén finalizadas entre
2013 y 2015 España va a poder estar en el orden del 7,5 bcm de exportación. España consume 38 bcm y eso quiere decir que podremos exportar aproximadamente el equivalente a un 20 por ciento de nuestro consumo interno. Ese es un paso importante,
porque la infraestructura y el esfuerzo que ha hecho España en estas infraestructuras, y que nos dan esta solidez, permitirán hacer una utilización no solamente de consumo interno sino también de exportación de gas y convertirnos en un punto clave
de la entrada de gas en el sur y el centro de Europa. Queda pendiente la denominada Midcat, que sería la conexión por el lado del Mediterráneo. En la Open Season no se consiguió que hubiera suficientes interesados, en este momento sigue dentro de
los planes de la Unión Europea en cuanto a disponibilidad de interconexiones, sigue por un esfuerzo que han hecho tanto el Gobierno como la industria española para que se mantuviera dentro de los compromisos de la Unión Europea -y también nuestros
representantes en el Parlamento Europeo han trabajado de forma importante para que esto fuera así-, y es una interconexión que va a requerir un análisis complementario al puramente comercial. Las Open Season son concursos comerciales, es decir, si
no hay suficiente interés comercial no se hacen. Lo que ahora se está planteando en Europa es que si hay interconexiones que tienen una función de seguridad de suministro no pueden gestionarse exclusivamente desde una óptica comercial. Habrá que
ver dónde está el piso de interés comercial que permita que Europa, viendo la común interconexión estratégica, aporte fondos para que ese déficit permita que se


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lleve a cabo o no esa interconexión. Y ahí es donde está en este momento el debate sobre cómo se gestiona esta toma de decisiones en infraestructuras que abordan empresas privadas que no van a tomar otra decisión que no sea puramente de
economía empresarial, pero que tienen la función de asegurar el suministro a nivel del esquema energético europeo.



Señor Moraleda, respecto al cumplimiento del objetivo 2020 y el papel que tendrá el sistema eléctrico, es evidente que la variable de ajuste para llegar al triple 20 es el sistema eléctrico. ¿Por qué? Porque es el que puede incidir de una
forma más rápida: hay menos instalaciones y hay menos actores. Incidir sobre el transporte es incidir sobre todo el sistema de consumo y, si bien se está avanzando en el uso de biocombustibles y en la mezcla entre combustible tradicional y
biocombustibles, la variable es de alguna forma la introducción de renovables y la gestión de esas renovables de forma eficiente en el sistema eléctrico. Por tanto, evidentemente el reto que tiene el sector energético es hacer que el sistema
eléctrico funcione de forma correcta con un peso importante de las renovables. Ese ha sido el eje básico del debate que ha habido alrededor de la energía estos últimos meses porque llevarlo hacia ese lado comporta también asumir que hemos de hacer
más inversiones. Si hay que llevar a cabo una inversión basada en renovables, para darle firmeza hay que hacer inversiones de respaldo y esas al final van al precio final de la energía. Cualquier inversión que se haga para garantizar el suministro
al consumidor forma parte de la base de costes que luego tendrán que ser repercutidos. Por tanto, un elemento a tener muy en cuenta cuando se toman este tipo de decisiones es cómo va a afectar finalmente a la eficiencia y a la competitividad del
país tomar una decisión de un tipo u otro en función del peso de unas energías que tienen esa componente, que necesitan otra energía para que realmente se dé la garantía.



La interconexión con Francia es verdad que nos va a cambiar algo. La cuestión es que Francia produce con nucleares, por tanto ellos tienen una producción eléctrica de base. Nosotros les servimos porque nuestras exportaciones sirven para
cubrir su variabilidad, cosa que ellos no pueden hacer con sus plantas nucleares. La interconexión va a permitir tener mayor capacidad de exportación de los excedentes que podemos tener de nuestra producción en renovables. Ahora bien, teniendo en
cuenta que el lado francés produce de base, es difícil que ellos puedan estar cubriendo la variabilidad de nuestras renovables. Por tanto, desde el lado de la demanda seguiremos teniendo necesidad de tener una capacidad propia, de ajustar nuestra
producción propia a nuestra demanda interna.
Es decir, que la interconexión quizás tendrá más bien el papel de poder sacar esos excedentes y que puedan funcionar más horas las renovables -que cuando entran en producción máxima si la demanda no es
suficiente hay que cortarlas y si hubiera una interconexión podrían funcionar más- y no tanto la reducción del hueco térmico, pero habrá que analizarlo, viendo realmente esa interconexión qué capacidad tiene y cómo funciona.



Desde el punto de vista de los costes de la energía preguntan cómo mejorar la eficiencia en la industria y cómo ser más competitivos. En cierto modo una parte ya la he contestado. Hemos de ser muy prudentes en las inversiones que hacemos
para generación en el sistema global porque, al final, esas inversiones repercuten en el precio final. Por otro lado, entiendo que hemos de ser muy insistentes en que el usuario final haga un esfuerzo de mejora en la eficiencia del uso de la
energía, tiene que gestionar su energía de una forma mucho más eficiente, y ahí siempre hay un equilibrio porque gestionar la energía de forma más eficiente por el lado del usuario quiere decir hacer inversiones para mejorar la eficiencia y esas
inversiones las hará si la relación coste inversión/ahorro que hago me permite ser más competitivo y no me genera un sobrecoste que me quita competitividad. Esas son decisiones típicas de un cliente industrial. De alguna forma, en el coste de la
energía en España, al menos del lado eléctrico -el gas está un poco más claro porque, al ser un sistema que no tiene ningún tipo de subsidio, los costes son más transparentes-, todos sabemos que hay una componente de subsidios, primas y otros
elementos que inciden en el precio final, con lo cual para ver la competitividad debemos hacer una reflexión sobre todo lo que está de alguna forma puesto dentro del coste de energía, básicamente energía eléctrica, en nuestra factura.



En cuanto a la seguridad del suministro, usted mismo ha dicho que España tiene una gran robustez. Esto es fruto del esfuerzo y de la visión que hubo en un momento determinado de apostar por el GNL y ponerle una capacidad de diversificación
importante. ¿Dónde están los retos para hacerlo más robusto e ir a ese incremento de los veinte días? El esfuerzo se está haciendo para disponer de almacenamientos subterráneos.
Geológicamente España no es un país bueno para explorar cosas por
debajo; es decir, tenemos un problema geológico. Si no tenemos petróleo ni gas es porque no hay las estructuras geológicas que lo permitan, y eso es un problema a la hora de hacer el desarrollo de almacenamientos subterráneos porque no tienes
estas infraestructuras, que otros países sí tienen y cuando el pozo de gas queda depletado, es decir ya no produce más, le cambian el uso y pasa a ser un almacenamiento subterráneo. En su día ha tenido gas y ahora se le inyecta gas y se utiliza
para almacenamiento. A nosotros nos ha costado desarrollar el asunto de los almacenamientos pero en este momento ya están en marcha dos más, Yela, que está en la zona de Guadalajara, y Castor, que está en la costa entre Amposta y Castellón. Se
está en un proceso de ampliación del de Gaviota, que está en Bilbao, y también están en desarrollo los proyectos de Marismas, más algún proyecto de desarrollo de cavidades salinas Pero estos tres primeros que he dicho tienen que estar en
funcionamiento en los próximos tres años y nos permitirán llegar a tener un 8 o 10 por ciento de la demanda del país en almacenamientos


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subterráneos, con lo cual nos incrementará esa autonomía, que hoy tenemos en veinte días porque en las infraestructuras españolas no nos cabe más gas. Quisiéramos que nos cupiera pero no nos cabe más gas.



Finalmente, en cuanto a los precios del petróleo, coincido en la visión de que van a seguir siendo altos. La demanda mundial lleva a que hoy en día no se prevea volver a precios de 20 o 30 dólares el barril. Empieza a haber un desacople
entre el precio del gas y el precio del petróleo. En Estados Unidos se ha desacoplado completamente con el gas no convencional. En cuanto al gas y el futuro, coincidimos con la visión que tiene la AIE de la evolución de la demanda mundial. La
gran incógnita va a ser si finalmente el gas se va a desacoplar o no de la evolución del precio del petróleo, puesto que con el papel de las reservas no convencionales se está independizando más en relación con las reservas de petróleo, que es con
lo que hemos estado relacionados históricamente.
Probablemente acabemos con que en algunas zonas se desacople y en otras no. Esto es una incógnita que tenemos en la industria, ver hacia dónde va a ir esa relación del precio del gas con respecto al
precio del petróleo, porque hasta ahora, con un cierto decalage y con fórmulas distintas, pero el precio del gas ha venido siguiendo el precio del petróleo.



El señor PRESIDENTE: ¿Quieren formular alguna observación? (Denegaciones.)


Señor Peris Mingot, muchas gracias por su comparecencia. Le aseguro que ha sido muy densa y muy interesante para los trabajos que desarrolla esta Comisión. Se recogerá, como ha podido usted comprobar, en el 'Diario de Sesiones', que se le
hará llegar en su momento. También le rogamos que el soporte informático quede a disposición de la Comisión. Espero que tenga usted oportunidad a lo largo del día de hoy de poder desarrollar las restantes actividades que tiene marcadas en su
horario, tal como me indicó hace un momento.



Se levanta la sesión.



Eran las once y cuarenta minutos de la mañana.