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Documentos Elecciones 2 de octubre de 1836
MARIANA PINEDA Las Cortes ordinarias de la legislatura de 1822 y 1823 cierran sus sesiones con el que sería el último discurso de Fernando VII ante ellas, pronunciado el 5 de agosto de 1823 dando así por finalizado el periodo del Trienio Liberal.
Empieza de nuevo en España una etapa absolutista, esta vez de diez años, conocida como Década Ominosa al ser la reacción aun más rigurosa que la del sexenio 1814-1820. Durante este periodo se persiguió a los defensores de la libertad, siendo muchos los que murieron por defender su ideal y muchos los que tuvieron que dirigirse al exilio. Serán las Cortes constituyentes de 1836-1837 las que recogen el sentir de los diputados de restituir la memoria de las víctimas sacrificadas por el despotismo desde el año 1823 a 1833 a través de la Comisión de Premios. La jura de la Constitución Española ante las Cortes por el Rey Amadeo de
Saboya. Detalle de la cartela en el que aparece el nombre de Mariana Pineda. La Comisión reconoce la imposibilidad de recordar los nombres de todas las víctimas de las persecuciones, bien para atender a las familias que habían quedado en el abandono o para distinguirles con su inscripción en el Salón de Sesiones. Mariana Pineda es una de las figuras más representativas de esta persecución. La inscripción de su nombre figuraba en una de las cartelas del Salón de Sesiones, hoy desaparecida, junto a Manzanares, Miyar, Torrijos y Espoz y Mina. Varias son las muestras de reconocimiento por parte de la Cámara durante estos casi 200 años. Además de dicha inscripción se concedieron pensiones y recompensas a sus familiares. Años más tarde se acuerda la adquisición del cuadro Mariana Pineda en capilla de J.A Vera Calvo, y ya en la II Republica la emisión de un sello con la efigie de la misma. El 30 de noviembre de 1836, el diputado Juan Escalante Ruiz Dávalos defiende una proposición a las Cortes para que recomienden a la comisión de Premios nacionales la memoria de Mariana Pineda victima sacrificada inhumanamente en Granada por la barbarie mas insensible y feroz. Tras un intenso debate, la Comisión especial de Premios y Recompensas Nacionales estudia diversas proposiciones y exposiciones sobre el modo de atender a la subsistencia de las familias y de honrar la memoria de las Victimas de la libertad sacrificada desde el año 1823 por el despotismo. El dictamen de la Comisión se discute los días 30 de noviembre de 1836, 29 y 30 de abril, 23 y 30 de junio, 5 y 19 de julio, 31 octubre y 2 y 3 de noviembre de 1837. Se aprueban los siguientes acuerdos: ayudas y pensiones para los familiares, inscripción de los nombres en el Salón de Sesiones y declaración de San Francisco el Grande como Panteón Nacional. Las Cortes constituyentes de 1854-1856 aprueban pensiones para los descendientes de Mariana Pineda. Por acuerdo de la Comisión de Gobierno Interior de 8 de julio de 1890 se decide la compra del cuadro Mariana Pineda en capilla, pintado por Juan Antonio Vera en 1862 y que había obtenido una mención honorífica en la Exposición Nacional de Bellas Artes. En estas sesiones anteriores de la Comisión de Gobierno Interior se había tratado la adquisición del mismo: 20/12/1863, 01/02/1864, 29/04/1866, 31/03/1864, 21/07/1871, 19/03/1873, 23/10/1873. El autor había ofrecido el lienzo el 20 de diciembre de 1863 pero la Comisión de Gobierno Interior no acepta su adquisición hasta el 8 de julio de 1890. La escena recoge el momento anterior al ajusticiamiento en garrote vil al que la heroína fue condenada. Su precio fue de 2.500 pesetas y ha sido restaurado en varias ocasiones, en 1907, 1910, 1986 y recientemente en enero de 1999. Actualmente ocupa un lugar preferente en la sala que le da nombre y donde se reúne la Junta de Portavoces de la Cámara, en la primera planta del Palacio del Congreso de los Diputados. Años mas tarde, durante la II República, la diputada Clara Campoamor y otros diputados presentan una proposición que dará lugar a la Ley de 22 de agosto de 1932 relativa a la emisión de sellos con la efigie de Mariana de Pineda. El sello fue grabado por Jose Luis Sánchez Toda (1901-1975), uno de los grabadores más notables de la Fabrica Nacional de Moneda y Timbre. Las impresiones de la ejecución de Mariana Pineda las recoge el viajero e hispanista inglés Richard Ford, testigo de este suceso, en su carta dirigida a su amigo Mr. Addington: Sello Mariana Pineda, 1932
"Se ha efectuado en estos días una horrenda ejecución, que habría producido una revolución en cualquier otra parte. Han dado muerte en garrote a una hermosa viuda, relacionada con las mejores familias, por el hecho tan sólo de haberla encontrado en posesión de una bandera constitucional, con un lema medio bordado. Se negó a hablar de sí y de sus cómplices. El asunto se envió a Madrid y volvió de nuevo, para horror y sorpresa de todos, con la orden de ejecución. ¡Una mujer ejecutada por tal delito en el año 1831! Decididamente, estas cosas se llevan en España de modo diferente." Información actualizada en 2017 |