28 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
José María Gutiérrez de Terán, diputado suplente por el Virreinato de Nueva España, guardia de corps retirado y teniente del regimiento de Toluca, solicita que, ante la llegada de los diputados propietarios de Ultramar, se vayan retirando los suplentes. Las Cortes acuerdan que hasta que no lleguen todos no se adopte ninguna medida. En el debate intervienen Joaquín Díaz Caneja, Vicente Traver, Jaime Creus y José Miguel Guridi Alcocer.
José Miguel Guridi Alcocer, diputado por Tlaxcala, suplente por el virreinato de Nueva España, hace un recuento de los diputados de Ultramar, que resulta de este modo: 29 corresponden a la América meridional, 15 al reino de México, 5 a las provincias internas, 5 a Guatemala, 2 a la Isla de Cuba, 1 a Santo Domingo y otro a Puerto Rico. Apenas han venido 15, de modo que para el cupo faltan todavía 14. De este modo, declara que no se debe adoptar tal proposición.
Se lee el dictamen de la comisión de Justicia sobre la representación de José Rivadeneira y Tejada, coronel de caballería de las milicias de Huanta, en el reino del Perú, en la que se queja de que el Consejo de Regencia se haya conformado con la consulta del Consejo de Guerra contra lo expuesto por los fiscales sobre el informe contra él remitido por José Fernando Abascal y Sousa, marqués de la Concordia, virrey del Río de la Plata.
Las Cortes se dan por enteradas de otro oficio del ministerio de Hacienda en el que recuenta el permiso concedido por el Consejo de Regencia para la extracción de 28.300 pesos fuertes del dinero que ha conducido a Veracruz el navío británico el Baluarte, como pago por el servicio prestado.
Puente de Zuazo. San Fernando. Fondo doceañista.
Consorcio bicentenario 1812.
Continúa la discusión sobre la Memoria presentada por el ministerio de Hacienda en sesiones anteriores. Se lee el informe emitido por la comisión de Hacienda sobre la Plata de iglesias y de particulares. La comisión propone los siguientes puntos: que los que hayan entregado su cuota de plata labrada, presenten la restante, en el término de quince días; que los que no la hayan entregado, la presenten toda en el mismo término, y se les entregará sellada, después de rebajar la cuota, la restante; que si no se presenta en este término, será confiscada toda, y el infractor multado; que se exceptúa la de adornos propios de mujeres y la existente en casa de plateros, pero cuando estos vendan alguna pieza de oro o plata, pagará el comprador bajo ciertas formalidades la sexta parte y se le sellará.
En el debate intervienen los diputados García Herreros, Aner, Quintana, Polo, Creus, Llera, Golfín, Valiente, Morales Gallego y Argüelles.
Se leen por separado y se van votando todos los artículos del informe de la comisión hasta llegar al pago de la sexta parte del valor de las alhajas de oro y plata compradas por los plateros, que se devuelve a la comisión para que dicte de nuevo.
Joaquín Lorenzo Villanueva cierra el debate declarando que nada hay más conforme que echar mano de las riquezas de las iglesias en defensa de la Religión y de la Patria, como hizo San Agustín, que vendió los cálices para mantener a los pobres.
La sesión secreta de este día se celebra por la noche, entre las ocho y las diez y media. Se presenta el ministro de la Guerra enviado por el Consejo de Regencia para explicar a las Cortes las razones que han influido en la pérdida de tantas batallas. El Congreso le concede que hable desde la tribuna. Los diputados aprueban que esta memoria se lea en la sesión pública del día siguiente, pero omitiendo el nombre de los pueblos donde se propone dejar depósitos de tropa para que el enemigo no se entere.
Se lee una representación que, desde Valencia de Alcántara, dirige al Congreso la Junta Superior de Extremadura dando cuenta de la derrota que había padecido el ejército de Mendizábal en los campos de Santa Engracia y se vuelve a pedir que se socorra la plaza de Badajoz. Se plantea de nuevo insistir ante el embajador británico para que pida a lord Wellington tropas que colaboren en el sitio de esta plaza.
Se levanta la sesión, dejando el debate de la cesión de los presidios menores para otra sesión.
Episodios nacionales. Cádiz. Benito Pérez Galdós. Edición ilustrada por Enrique y Arturo Mélida. Madrid, 1882-1885:
En una mañana del mes de febrero de 1810 tuve que salir de la Isla, donde estaba de guarnición, para ir a Cádiz, obedeciendo a un aviso tan discreto como breve que cierta dama tuvo la bondad de enviarme. El día era hermoso, claro y alegre cual de Andalucía, y recorrí con otros compañeros que hacia el mismo punto si no con igual objeto caminaban, el largo istmo que sirve para que el continente no tenga la desdicha de estar separado de Cádiz; examinamos al paso las obras admirables de Torregorda, la Cortadura y Puntales, charlamos con los frailes y personas graves que trabajan en la fortificaciones; disputamos sobre si se percibían claramente o no las posiciones de los franceses al otro lado de la bahía; echamos unas cañas en el figón de Poenco, junta a la Puerta de Tierra, y finalmente, nos separamos en la plaza de San Juan de Dios para marchar cada cual a su destino. Repito que era febrero, y aunque no puedo precisar el día, sí afirmo que corrían los principios de dicho mes, pues aún estaba calentita la famosa respuesta: “la ciudad de Cádiz, fiel a los principios que ha jurado, no reconoce otro rey que al señor D. Fernando VII”.
Invasión, Guerra y Revolución: La España gaditana 1808-1814.
En el capítulo La dirección y el control de la guerra en la dinámica parlamentaria de la obra Rey, cortes y fuerza armada en los orígenes de la España liberal, 1808-1823, de Roberto L. Blanco Valdés, se analizan con todo detalle estas primeras sesiones de las Cortes en lo que respecta al tema militar:
Las primeras propuestas relativas a materias militares presentadas a las Cortes no encontraron un gran eco en el seno de las mismas. Esto ocurrió con la de Mejía en el sentido de que se elaborara un reglamento de guerrilla. Lo mismo sucedió con la de Llamas que era teniente general del ejército y uno de los diputados mas señalados en todos los temas militares, quien en la pasada sesión del 15 de diciembre propuso que hasta tener dinero, hombres y armas… no se tratase de otra cosa en las Cortes. …Téngase en cuenta que en estas primeras Cortes se sientan un grupo numeroso de militares. La cifra aproximada es de 47. (Véase el estudio de Busquets Los militares en el legislativo español, publicado en Revista de las Cortes Generales, núm.5, 1985.)
Sin embargo los continuos reveses que las tropas españolas estaban experimentando en el campo de batalla actuaron como un auténtico acicate. El 10 de febrero se envía al Consejo de Regencia un mensaje en forma de decreto para interesarse por estas cuestiones.
Como consecuencia de este decreto de las Cortes, el ministro de la Guerra presenta en la sesión secreta de este día una memoria sobre la situación militar, que será discutida en próximas sesiones.
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27 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Empieza la sesión con la aprobación del dictamen de la comisión de Poderes sobre los de los diputados recién llegados de América septentrional: Andrés de Jáuregui de Aróstegui, por Cuba; José Cayetano Foncerrada y Ulibarri, por Valladolid de Michoacán; José Simeón de Uría y Berrueco, por Guadalajara; Joaquín Maniau y Torquemada, por Veracruz; José Ignacio Beye Cisneros Prado, por la ciudad de México; José Miguel Gordoa y Barrios por Zacatecas; José Eduardo de Cárdenas y Romero, por Tabasco y Juan José Ignacio Guereña y Garayo, por Durango.
Se da cuenta por el ministerio de Gracia y Justicia del aviso de Veremundo Arias de Teixeiro Rodríguez de Novoa, obispo de Pamplona, que había sido elegido diputado propietario por Orense del reino de Galicia por el procedimiento para las provincias libres de los franceses el 15 de mayo de 1810, en el que comunica que no se puede incorporar por motivos de salud. No llega a tomar posesión en la legislatura 1810-1813, pero si en la ordinaria de 1813-1814 por Navarra.
Se manda pasar a la comisión nombrada para formar el proyecto de ley de manifestación de Habeas corpus el papel presentado por José María Catalán sobre el establecimiento de un tribunal extraordinario de agravios, a semejanza del que había en la Corona de Aragón, llamado de greuges.
Presta juramento en esta misma sesión el diputado por Cuba, Andrés de Jáuregui de Aróstegui.
Vista de Cádiz. Catedral. Fondo doceañista. Consorcio bicentenario 1812.
El resto de la sesión se ocupa en debatir la Memoria presentada por el ministro interino de Hacienda el pasado día 6 de febrero y que se había publicado en el Diario de Cortes de ese mismo día. Se reparte el texto impreso de la Memoria y se comienza con la lectura del dictamen de la comisión de Hacienda en orden a la aprobación del presupuesto, cuya suma asciende a 1.200 millones que necesita la Nación para los gastos del año. Se pasa luego a examinar las rentas públicas y nuevos arbitrios propuestos. Acabada la lectura del dictamen, intervienen un gran número de diputados:
Francisco Gutiérrez de la Huerta opina que el presupuesto de los 1.200 millones se funda sobre pocos datos y acaso inciertos y vagos, que a su parecer es un presupuesto muy elevado y que antes de tratar los arbitrios se debía determinar bien el estado de gastos.
Manuel Luxán y otros diputados se oponen, y piden que se discuta enseguida sobre los arbitrios, suponiendo que los gastos deben ser enormes y variables dadas las circunstancias.
Juan Polo y Catalina considera que estaba ordenado que el sobrante de todas las tesorerías públicas, después de satisfechas sus obligaciones, entrase en la tesorería general y que era bien conocido cuánto había contribuido la renta de correos.
José de Castelló solicita que se indague en qué se invierten esas tesorerías privilegiadas, pues la renta de correos sufre pensiones escandalosas.
Se acuerda que se discuta arbitrio por arbitrio y se comienza por el de represalias. La comisión, de acuerdo con el ministro, opina que en cada provincia se nombre una comisión de represalias, compuesta del intendente, un togado, un hacendado y un comerciante, con facultad de tribunal, cuyas decisiones se puedan apelar ante la Junta suprema.
José Zorraquín se expresa de este modo: …me parece que no hay necesidad de hacer una novedad en este ramo con el pretexto de corregir algunos abusos y desórdenes, los cuales son de las personas y no del plan.
Evaristo Pérez de Castro es de la opinión de que las Cortes no deben descender a detalles y que es el Consejo de Regencia quien debe hacerlo.
Pedro Aparici no ve la necesidad de innovar cosa alguna en el plan.
Jaime Creus apoya el criterio de la comisión.
José Luis Morales Gallego es del mismo parecer, ya que el ministro de Hacienda es el que conoce mejor todas las circunstancias, y hace la observación siguiente: …Cuando se formó la instrucción del año 1793 estaba la nación en otro estado de tranquilidad. La primera ley es la de la necesidad…
Mariano Mendiola, aunque forma parte de la comisión de Hacienda, no está de acuerdo en que el dictamen de la comisión se aplique en América, por darse allí otras circunstancias.
Felipe Aner vuelve a defender a la comisión y no ve el peligro de que al formarse dichas juntas en las provincias se exima de alistamiento a cinco personas en cada una: …Se trata de un intendente: ¿y los intendentes se deben por ventura aplicar a las armas?
Manuel Villafañe es de la opinión de que no se altere el reglamento antiguo fijado por la Junta Central.
José Pablo Valiente dice: …se supone que debe haber mucha severidad en este ramo de represalias, y que por lo mismo ha sido preciso arbitrar un nuevo medio.
Juan Polo defiende la postura de la comisión pues, a su juicio, los intendentes, que se ocupan de la recaudación, no tienen la información necesaria, y por ello se propone una junta en cada provincia.
Miguel Alfonso Villagómez se muestra partidario de que no se suprima el Tribunal Supremo de Represalias.
Agustín Argüelles argumenta que en la discusión se han mezclado términos económicos y judiciarios y se ha producido alguna confusión. Su parecer es que la comisión de Hacienda vuelva a examinar este asunto y reconoce no tener formada una opinión.
Ramón López Pelegrín opina que el Tribunal de represalias existente en Cádiz, es imposible que pueda descender a asuntos que ocurran en provincias y por esto propone a V.M. el ministro que haya una comisión en ellas para que entren en las tesorerías con rapidez los grandes caudales que haya en este ramo.
Al final de la discusión, se resuelve devolver el dictamen a la comisión de Hacienda para que proponga un nuevo texto que recoja las sugerencias aportadas a lo largo de las intervenciones.
Terminado el debate, entra a jurar José Eduardo Cárdenas y Romero, diputado por Tabasco, otro de los diputados de Ultramar cuyos poderes se habían aprobado al comenzar la sesión.
Se sustituye a Juan Polo y Catalina por Baltasar Esteller como miembro de la comisión de Hacienda.
La sesión secreta se reúne por la mañana y por la noche. En la sesión de la mañana se da cuenta de la representación del general Fernando Gómez Butrón, hecha por el Consejo de Regencia, sobre la acción del 19 de febrero en Badajoz, en la que concluye pidiendo que se le forme consejo de guerra. También de una carta del conde de Penne Villemur dirigida a Francisco María Riesco, diputado por la Junta Superior de Extremadura. Se acuerda dejar estos asuntos para la sesión de la noche.
En la sesión secreta de la noche se leen los partes de guerra, fuerzas sutiles y obras de fortificación. Se vuelve a discutir sobre el parte de Guerra enviado por el general Mendizábal. Después de un breve debate se adopta el acuerdo siguiente: Que se suspendiese por ahora el tomar resolución alguna sobre este asunto, hasta que se reciban los partes de oficio que debe remitir el general en jefe.
Se vuelve a discutir sobre la libre extracción de plata de Lima, y aun cuando los diputados se manifiestan en desacuerdo, pues no pagar los derechos de la plata extraída es un desfalco del Tesoro Nacional, se acepta de forma excepcional. A petición de Jaime Creus se añade que ese dinero tomado en Lima se desembarque en el puerto de Cádiz. Se previene a la Regencia de que en lo sucesivo no envíe buques extranjeros a los puertos de América sin previa consulta a las Cortes.
Según nos cuenta Villanueva en Mi Viaje a las Cortes, el diputado Evaristo Pérez de Castro propone que al ingeniero Antonio Prat, que ha realizado la obra de acondicionamiento del salón de Cortes, se le nombre superintendente del edificio, sin sueldo, en atención a que debe continuar disponiendo las obras necesarias.
Informa también que ha desembarcado la tropa de la segunda expedición en la desembocadura del río Barbate y en Bolonia, y que se prepara otra expedición de 3.000 hombres para dirigirse a Rota.
Villanueva termina su crónica de la sesión secreta de este día con estas palabras: El Señor nos bendiga en todo. Amén.
Antonio Prat, Inspector-Arquitecto de las Cortes.
Nuevamente se encargan a este ingeniero las obras de habilitación de la segunda sede de las Cortes. En reconocimiento a su colaboración recibe el cargo de Inspector Arquitecto el 3 de abril de 1811. Se mantiene en este puesto hasta la disolución de las Cortes en mayo de 1814, cuando se marcha a Lorca a ejercer de comisario de Caminos. En las obras del Oratorio fue elogiado por la prensa de la época. Una descripción minuciosa de la transformación del Oratorio en salón de Cortes puede consultarse en Los Salones de Cortes entre 1810 y 1814, de Marta Ruiz Jiménez; El Oratorio de San Felipe Neri, de Santiago Casanova y En un lugar de las Cortes, de Nicolás Pérez Serrano.
Véanse El Conciso, núm. 31, de 2 de marzo de 1811, y el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811, para la sesión de este día.
Al final del Semanario Patriótico aparece este Anuncio: correspondencia secreta de la familia real de España con el emperador Napoleón y príncipe Murat desde los movimientos de Aranjuez en marzo de 1808 hasta los sucesos de Bayona, traducida literalmente del francés e italiano… La traducción es cual conviene literal sin dejar por esto de ser el lenguaje puro y castizo. Véndese en la librería de Pajares, calle Ancha.
Militares de la Guerra de la Independencia, citados en esta sesión: Francisco Gómez Mendizábal, Fernando Gómez Butrón y Luis Penne-Villemeur, conde de Penne-Villemeur. Véase Diccionario biográfico de España 1808-1833.
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26 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
El presidente informa al comenzar la sesión de que se han habilitado seis estancias en el Oratorio de San Felipe Neri, para que puedan reunirse las comisiones.
Felicitan a las Cortes distintas instituciones, algunas mediante su presencia y otras mediante oficios enviados a través de la Regencia: Consulado de Cádiz, Consulado de la Habana, Real Audiencia de Canarias, Gobernador de Mahón y el intendente de Castilla la Vieja.
Se lee un parte del jefe del Estado mayor en el que se informa de que los enemigos han cargado contra una división del general Mendizábal, cerca de Badajoz, y que este se ha replegado hacia Elvás.
Se lee un informe de la comisión del Periódico de las Cortes sobre una exposición de Manuel María de Vila en la que solicita la concesión de la libre introducción de letras y otros artículos pertenecientes al fomento de las imprentas, al estar ocupados Madrid y Barcelona; con este motivo se informa de que los padres Carmelitas descalzos habían trasladado de Barcelona a Mallorca una excelente fundición que podía utilizarse. Se ordena la publicación en la Gaceta del Gobierno para conocimiento de los impresores de la Península y América.
A propuesta del ministro de Hacienda se manda que la obra pía de Valencia Huérfanas a maridar se aplique con preferencia a las que se casen con militares inhabilitados de guerra. Véase el Decreto XXXIX. Que en la distribución de dotes destinadas a las huérfanas sean preferidas las que contraen matrimonio con militares heridos en el campo del honor. Firmado por Joaquín Noguera, Barón de Antella, presidente, Vicente Tomás Traver y Juan Polo y Catalina, secretarios, dado en Cádiz el 26 de febrero de 1811. Es el primer Decreto que se firma una vez instaladas las Cortes en Cádiz.
Vista de Cádiz desde el puerto. Fondo doceañista.
Consorcio bicentenario 1812.
Se lee otra exposición del ministerio de Hacienda relativa al estado de la Tesorería general. Se acuerda que se inserte en el Diario de Cortes, donde se reproduce el texto firmado por José Canga Argüelles en la Real Isla de León el 25 de febrero de 1811.
Antonio Jiménez Lorite, subprefecto por el gobierno intruso, es el autor del memorial leído por el secretario de las Cortes en el que se queja de que la Real Audiencia de Sevilla no había seguido los trámites de la ley en la causa de infidencia que le está formando. Intervienen en torno a este asunto varios diputados.
Evaristo Pérez de Castro no es partidario de que las Cortes reciban causas de reos que están pendientes en los tribunales de justicia.
Juan Nicasio Gallego afirma que lo que se pide es la explicación de una ley dudosa; pero, a su juicio, no debe ser el reo el que lo pida sino el tribunal que lo juzgue.
José Martínez recuerda que esta situación ya se ha visto por las Cortes y que entonces estas decidieron que se suspendiese la causa hasta que los enemigos evacuasen el territorio.
Manuel Villafañe es de la opinión de que debe desecharse la petición.
José Aznárez se expresa de este modo: …este recurso es inoportuno. Se trata de un delito de alta traición.
Felipe Aner alude a un hijo militar que tiene el solicitante y pide clemencia: La historia nos presenta muchos casos en que por respeto a un sugeto se ha perdonado a otro. Por consiguiente si fuese compatible con la justicia pido que la pena que se haya de imponer a este interesado que se nos presenta como reo, se conmute en una que no irrogue infamia trascendental.
Luis Rodríguez del Monte no esta de acuerdo con la teoría de Aner, ya que la infamia recae sobre los delitos y no sobre los hijos de los delincuentes.
Ramón Utgés se une a Rodríguez del Monte y exige que la Audiencia de Sevilla proceda como corresponde.
Francisco Gutiérrez de la Huerta no lo ve tan claro, es un caso nuevo y el recurso es legal si el que lo hace se queja de que se han quebrantado las leyes: La Audiencia de Sevilla tiene toda la plenitud para ejercer sus funciones; pero el poder judiciario está subrogado a la soberanía.
Ramón Giraldo es más explícito y se pronuncia de este modo: No diré si corresponde a V.M. dar curso a las instancias de los particulares; solo diré que admitiendo estos recursos, y tratando de calificar las operaciones de los tribunales, y suspender el curso de la justicia, jamás se castigará a los infidentes…
Agustín Argüelles se muestra disconforme y teme que, si se admite que las Cortes discutan sobre los recursos, éstas se conviertan en un tribunal de apelación de toda la Península.
Vicente Morales Duárez es partidario de que dada la gravedad del asunto se pidan los antecedentes y se estudie por una comisión para que la sentencia que salga sea más ajustada a derecho.
José Pablo Valiente se muestra partidario de que se estudie por las Cortes, ya que a su juicio la Audiencia de Sevilla se ha podido ver coaccionada en este caso.
Domingo Dueñas, por el contrario, defiende que la Audiencia de Sevilla obrará de acuerdo con las leyes: También se dice que el tribunal se compone de hombres, y que pueden engañarse. Y nosotros, ¿que somos?. Acaso por haber sido electos Diputados, ¿hemos sido elevados a la clase de ángeles?. Luego este no es motivo para desconfiar de la Audiencia.
Ramón López Pelegrín indica que es el Consejo de Regencia quien tiene la autoridad y la fuerza armada para hacer ejecutar las leyes.
Andrés Esteban, después de horas de debate, se lamenta de que las Cortes se detengan en un asunto de un individuo y no discutan de los temas urgentes de guerra y hacienda pendientes.
Domingo García Quintana defiende que el recurso siga su cauce normal.
José Mejía defiende al imputado, ya que parece estar condenado a muerte: Este acude a V.M. diciendo que las pruebas de sus cargos están en provincias ocupadas por los enemigos, y que la Audiencia no halla conforme que se aguarden estos trámites prescritos por la ley.
Octaviano Obregón se expresa de este modo: …Quisiera preguntar a la Audiencia de Sevilla si en la balanza de la justicia pesan más los bordados que otros trapos. El conde de Cartoajal estaba nombrado por el Gobierno intruso, y se pasea, porque su delito no era tan claro como la luz del día. Veo que se trata de sentenciar a un infeliz sin hacer las pruebas, y el conde de Cartoajal, no solo vive sino a su fiscal se trató de enviarle a Mallorca.
El marqués de Villafranca opina que no se admitan recursos sin documentar.
Juan Nicasio Gallego se queja de que se ha perdido toda la mañana en un recurso que no se debe discutir en las Cortes.
Vicente Traver sale en defensa del interesado y justifica el tiempo empleado en debatir el asunto.
Manuel García Herreros defiende que el reo acuda a las Cortes: …cuando se trata de un hombre que viene en el único caso que corresponde, esto es, cuando hay infracción de leyes.
Mariano Mendiola se muestra tajante: …Condenar un hombre inocente es un homicidio, y para suponer que la Audiencia de Sevilla ha obrado contra las leyes, es necesario creer que un tribunal superior que es parte de la soberanía, quiere cometer un homicidio.
Manuel Luxán se muestra partidario de que el recurso sea juzgado por la Audiencia.
Y por último interviene José Zorraquín para decir: …no estamos en el caso de hablar de pena capital cuando aun no está juzgado el reo y considera una injuria para la Audiencia de Sevilla, considerar que ha procedido por temor.
Concluido este discurso y declarado que estaba suficientemente discutido, fija el presidente la proposición siguiente: Se pedirá informe a la Audiencia de Sevilla por medio del Consejo de Regencia, que debe verificarlo dentro de tres días, sobre si se han guardado los trámites legítimos del juicio con remisión del resultado del proceso.
Esta proposición no se aprueba por lo que José Zorraquín propone otra alternativa en los siguientes términos: Que se remita a la Audiencia de Sevilla la representación de D. Antonio Jiménez Lorite, por medio del Consejo de Regencia, con expresión de que habiéndose enterado de ella las Cortes, desean se administre justicia rigurosamente con arreglo a las leyes.
Aprobada esta primera parte, se procede a la lectura de la segunda: Y que si realmente se hubiera faltado a ellas, según expresa el interesado, se reponga el agravio, manifestando al Congreso lo cierto de la reclamación. No se aprueba esta segunda parte y se levanta la sesión pública.
La sesión secreta de este día es muy corta. Tras la lectura del acta de la sesión anterior, de los partes de guerra, fuerzas sutiles y obras de fortificación de Cádiz y la Isla, el presidente informa de que en la sesión secreta de la mañana siguiente se tratará sobre el permiso que tiene solicitado el ministro británico de extraer caudales de Lima con libertad de derechos en el navío el Baluarte.
Véanse El Conciso, núm. 30, de 28 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811. En este último, al referirse al asunto de la causa de Antonio Jiménez Lorite, se expresa de esta manera: dos horas duró la discusión de este asunto particular del cual no podemos menos de decir, aunque sea con el riesgo de parecer molestos por censuradores, que ni debió darse cuenta, ni ocupar al Congreso un momento.
Antonio Jiménez Lorite: ?- Cádiz, 23 diciembre 1811.
El protagonista de la sesión de hoy, a pesar de la súplica que realizó a las Cortes en la sesión del 26 de febrero, muere ajusticiado a garrote vil. Aceptó el empleo de subprefecto del Condado de Niebla, hostigado y llevado por la necesidad a colaborar con el enemigo, ya que era vinatero de profesión. Cogido por los patriotas, en esta sesión solicita que no se le aplique la ley de Partida referente a los traidores.
Alguien que firma El amante de la humanidad, trata de defenderlo en el Diario Mercantil de Cádiz de 17 de noviembre de 1811, basándose en que lo que se juzga delito no lo es y en que no se puede matar a nadie sin suficientes pruebas. Véase Diccionario biográfico de España. 1808-1833. De los orígenes del liberalismo a la reacción absoluta.
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25 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Después de leídas las actas del día anterior se da cuenta de un oficio del Consejo de Regencia en el que participa a las Cortes su satisfacción por las últimas operaciones realizadas por el general Francisco Ballesteros, y que había tenido a bien nombrarlo teniente general.
El ministro interino de Gracia y Justicia comunica una consulta del Consejo de Indias en relación con el presbítero Manuel Palacios, al que no se le había incluido en el indulto de 15 de octubre. Se comunica por el mismo ministerio que la fábrica de tabacos de la Habana y todos sus empleados han prestado juramento a las Cortes.
Se lee otro oficio del ayuntamiento de la ciudad de Puerto Rico, que comunica los actos celebrados para festejar la instalación de las Cortes.
Se presenta una diputación de la Junta de Cádiz, que es recibida en la parte interior de la barra, y cuyo presidente cumplimenta desde la tribuna a las Cortes con palabras elogiosas que son contestadas por el nuevo presidente, barón de Antella: …No dudo que los muchos testimonios de amor y fidelidad que ha dado al Congreso, irán siempre en aumento…
El doctor Alfonso de María presenta una solicitud para que se le ayude en la impresión de una obra titulada: Narración médica acerca de la epidemia de Andalucía desde el año de 1800 al 1810 con indagaciones sobre la fiebre amarilla. Se produce un breve debate entre algunos diputados sobre la oportunidad y competencia de la publicación.
Oratorio de San Felipe Neri en 1912.
Fondo doceañista. Consorcio bicentenario 1812.
Se lee también una proclama de la Junta de Extremadura que manifiesta las medidas que se han tomado para proveer de víveres a Badajoz.
La Junta de gobierno y armamento de la Serranía de Ronda presenta una exposición sobre los servicios realizados y la necesidad urgente de medios, víveres, armas y dinero para socorrer a sus soldados. En relación con este asunto intervienen brevemente Caneja, Villanueva, Gallego, Traver, Esteban, Aner, Quintana y González. Coinciden todos ellos en la necesidad de que se les preste la ayuda debida y se remite la petición al Consejo de Regencia para que se les atienda. Bien conozco que los apuros son muy grandes y que hay mucha miseria y que como dice el adagio “en la casa que no hay harina todo es mohina”…para mí el que mata mas franceses es el que debe ser mas atendido, exclama un diputado.
José María Puente, corregidor de Salamanca, presenta a las Cortes unos ejemplares del papel titulado: Asilo de la Nación Española. Manuel Luxán pide que se envíe a la comisión de Examen de obras y otros diputados son de la opinión de que se trata de un papel subversivo.
Vuelve a discutirse en las Cortes el asunto de Francisco Javier Castaños y se lee un manifiesto en el que explica las dificultades habidas para su traslado a Portugal y para tomar desde allí el mando del Ejército de la Izquierda, como se le había encomendado.
El resto de la sesión trata sobre los deseos de Domingo García Quintana de aplacar con rogativas públicas y penitencias la cólera del cielo irritado contra nosotros. Propone que al día siguiente desde las cuatro a las seis de la tarde se haga una rogativa pública con asistencia del Congreso, la Regencia y las autoridades. Intervienen Villafañe, López, Garoz, Mejía, Villanueva y Creus.
Algunos diputados apoyan esta idea para manifestar su catolicismo, otros como Evaristo Pérez de Castro indica que las Cortes se deben ocupar de sus asuntos. La propuesta de Domingo García Quintana es desechada, pero se aprueba la de Joaquín Lorenzo Villanueva por la que se convoca al rezo de una rogativa en la catedral, a la que pueden asistir los diputados a título particular.
Ante la queja del presidente de que algunas comisiones no se habían reunido aún, los diputados se quejan de falta de aposento para ello, por lo que el presidente queda encargado de buscar un lugar dentro del propio recinto para que se reúnan las comisiones de las Cortes.
En la sesión secreta se lee el acta de la última sesión secreta que, como se recuerda, se había celebrado el pasado 19 de febrero, todavía en la Isla de León. En la colección impresa de las actas secretas, por error, figura el día de la sesión como 15 de febrero en lugar de 25 de febrero.
Se leen los partes de Guerra de los días 20, 21, 22, 23 y 24, y los de Marina de los días 19, 20, 21, 22 y 23.
Se da cuenta del estado de Tesorería en la semana anterior y se manda a la comisión de Hacienda.
Francisco Fernández Golfín dice que todavía no ha encontrado alojamiento en Cádiz, a lo que se suman algunos diputados. Se acuerda realizar una lista para subsanarlo.
La comisión de Hacienda presenta un informe sobre la solicitud de Charles Elphinestone Fleming, capitán inglés del Baluarte, para poder extraer de Lima, libre de derechos, todas las cantidades que pueda recoger de los particulares mediante libramientos sobre Inglaterra. Hablan los diputados Aguirre, Creus y Polo, pero se pospone la resolución para otra sesión.
Véanse El Conciso, núm.29, de 26 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811, para las crónicas de esta sesión en las que se explica la pretendida finalidad de las rogativas que algunos diputados pedían, y la verdadera intención, que era que las Cortes precediesen al Consejo de Regencia en la procesión, marcando de este modo su primacía. Se vuelve a hacer una crítica al arreglo de las provincias y al hecho de que cada diputado venga defendiendo sólo su territorio: el Congreso sería una federación monstruosa.
En los dos periódicos se informa del extranjero, con noticias llegadas de Londres y de París, y de los movimientos realizados por Napoleón.
Sede de las Cortes en la Real Isla de León.
Sobre la situación en que había quedado el teatro de la Isla se puede consultar el siguiente expediente que obra en el Archivo del Congreso y que se incorpora a esta crónica: Expediente promovido por los dueños de la casa coliseo de la Isla de León, habilitada para celebrar las sesiones de las Cortes, sobre el cumplimiento de la contrata y pago del tablado.
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24 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Durante los días 21, 22 y 23 de febrero de 1811 no se celebran sesiones debido al traslado de las Cortes desde la Real Isla de León a Cádiz.
A las 10 de la mañana del domingo 24 de febrero tiene lugar la primera sesión en el Oratorio iglesia de San Felipe Neri, especialmente habilitado como segunda sede de las Cortes. En la prensa de la época se recoge la transformación de este recinto: La disposición, nobleza y elegancia del salón hacen el elogio del Sr. Prat, autor y director de esta obra, y llamaron la atención de todos los espectadores que desconocían la antigua Iglesia, la cual, quedando intacta ha sido tan bellamente transformada. Véase El Conciso Extraordinario, núm. 28, de 25 de febrero de 1811.
El todavía presidente de las Cortes, diputado por Nueva España, Antonio Joaquín Pérez Martínez es el encargado de pronunciar el discurso de bienvenida a este nuevo lugar:
Señor, viene muy de atrás la queja de que las Cortes jamás hicieron en el mundo una cosa de provecho; y sea lo que fuere de la justicia y verdad que haya tenido el abate Millot para aventurar esta máxima, a mi me parece que será limitada a las Cortes que convocaban aquellos Soberanos desgraciados… El abate Claude-Francois-Xavier Millot, citado por el presidente, es un hombre de iglesia francés autor de numerosas obras, entre ellas Elementos de historia universal antigua y moderna, a la que aquí se alude. Obra en nueve volúmenes, fue traducida al español y publicada en Madrid, 1790-1795.
El presidente sigue su discurso comparando aquellas con estas Cortes generales y extraordinarias reunidas por la voluntad nacional en una roca erizada de baterías a cuya inmediación se hallaba el enemigo. Reconoce que han pasado solo 150 días desde su instalación, que no son suficientes para curar tantos males que aquejan a la Nación y, a continuación, relata someramente los logros alcanzados en estos cinco meses: se han elegido las personas mas idóneas para que ocupen la Regencia, se ha procurado aliviar las cargas económicas del Erario, aumentar los ejércitos, y proveerlos de víveres y armas.
Al final de su discurso hace un gran elogio de la ciudad de Cádiz que recibe a estas Cortes:
Oratorio iglesia de San Felipe Neri. Nueva sede de las Cortes.
¡Cádiz patria dichosa de mis mayores! Este pueblo afortunado no me dejará mentir si en su nombre aseguro a V.M. que como haya de nuestra parte todo el tesón del verdadero patriotismo…tendremos más soldados que hagan la guerra, tendremos dinero para continuarla, tendremos la dicha de ver entre nosotros al verdadero Rey que deseamos; y postrados a los pies de su Trono, seremos felices, y nuestra felicidad será envidiada.
A continuación se lee el acta del día 20, correspondiente a la última sesión celebrada en la Real Isla de León y se presentan a jurar y tomar posesión los diputados llegados del Reino de Mallorca: Bernardo Nadal Crespí, obispo de Palma, y Guillermo Moragues, por la Junta de Palma de Mallorca.
Se procede a los nombramientos de presidente, vicepresidente y secretario, como era pertinente cada día 24 del mes.
Vicente Noguera Climent, barón de Antella, es elegido presidente por 88 votos, en competencia con Diego Muñoz Torrero que obtiene 58.
El barón de Antella pronuncia a continuación su discurso de alocución:
Habiendo V.M. oído el elocuente discurso que acaba de pronunciar mi digno antecesor en esta silla, debo yo enmudecer y sellar mis labios, mucho más cuando la experiencia a pesar de que V.M. ha querido nombrarme, ha acreditado la insuficiencia de mis talentos y la cortedad de mis luces. Sin embargo, confío que V.M. tendrá la bondad de disimularme, pues que así lo ha querido y a mí no me quedará otro arbitrio que la aplicación constante y el esmero para desempeñar el cargo con que V.M. ha querido honrarme.
Mariano Mendiola Velarde, diputado por Querétaro, del virreinato de Nueva España, es elegido vicepresidente de las Cortes por 107 votos.
Juan Polo Catalina, diputado por el reino de Aragón, es elegido secretario de las Cortes por 98 votos, en sustitución de José Aznárez.
La elección del vicepresidente y del secretario se realiza sin competir con ningún otro diputado.
Se recibe a una diputación del Ayuntamiento de Cádiz que se presenta para felicitar a las Cortes, como ya lo había hecho en la Isla de León. El nuevo presidente, barón de Antella, agradece esta visita.
Se lee un parte del general Francisco Ballesteros desde Fregenal de la Sierra, Badajoz, en el que se comunica que se ha sorprendido y derrotado al enemigo que se encontraba en este pueblo, habiendo cogido 200 caballos y 100 prisioneros y que, de este modo, se cierra el paso entre Sevilla y Badajoz al mariscal Nicolas-Jean de Dieu Soult, duque de Dalmacia. Las Cortes acuerdan que a través de la Regencia se felicite al general. Véase Historia del levantamiento, guerra y revolución de España, de José María Queipo de Llano.
Antonio Capmany presenta la proposición siguiente: Que se diga al consejo de Regencia por qué motivo se ha detenido la conducción de la pólvora destinada para la plaza de Tarragona, facilitada por el Gobierno inglés, y cargada en un transporte de aquella Nación, que al cabo de treinta o cuarenta días está todavía en la bahía, a pesar de haber prometido escoltarla para aquella plaza, y haber salido el navío América a Alicante, que debía haberlo escoltado, y así se prometió; y que en el caso de que aquella plaza tuviese que rendirse al enemigo por falta de este artículo, quieren las Cortes sea responsable con su cabeza el que tenga la culpa de esta demora imperdonable.
Se produce un pequeño debate entre los diputados Llamas, Argüelles, Álvarez de Toledo, Llano, Espiga y Creus. Todos ellos coinciden en que la Regencia habrá tenido sus motivos para retrasar el viaje y que, por otro lado, el frente enemigo se encuentra distante de la plaza de Tarragona. Votada la proposición resulta desechada por unanimidad.
Evaristo Pérez de Castro presenta otra proposición: Que se diga al Consejo de Regencia ser la voluntad de las Cortes que disponga en toda la brevedad posible que las tropas o alistados de unas provincias se transfieran a otras, procurando que esta dislocación se haga a puntos los más opuestos con el importante fin de asegurar la mejor disciplina en las tropas. Queda admitida para su discusión.
La sesión finaliza con la petición por parte de José de Castello de que se pida a los diputados sus datos, domicilio, profesión, etc., para elaborar una lista impresa que sirviese entre otras cosas para el nombramiento de comisiones. Se llega a decir que se viese que el congreso nacional no se componía de zapateros… Intervienen brevemente Francisco Fernández Golfín y Juan Nicasio Gallego para defender que todos los diputados eran ciudadanos españoles, circunstancia que equivale a ser la más recomendable.
Este primer día en el Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz las Cortes no celebran sesión secreta.
Oratorio de San Felipe Neri, Cádiz, nueva sede de las Cortes.
Es un edificio construido en 1689 con casa para residencia de los religiosos. En el retablo del altar mayor hay una Concepción de Murillo que a la hora de habilitar el templo se cubre con cortinas de damasco, igual que los demás altares. Delante del cancel de la puerta se ha puesto un dosel y bajo el dosel el retrato de Fernando VII y el sillón real vuelto hacia el retrato…La planta de la iglesia es también ovalada como la del teatro de la isla y con tres órdenes de asientos, divididos en cuatro sectores para facilitar la entrada. En el lado opuesto al dosel está la barra, adornada con dos leones de bronce. La mesa donde se sientan el presidente y los secretarios ocupa lugar análogo al que tenía en el teatro de la Isla; junto a ella hay otra mesa más pequeña para los taquígrafos. Sigue una descripción más extensa del local del nuevo parlamento en Luz y taquígrafos. Un siglo de Parlamento en España, de Enrique Tapia Ozcariz. Véanse además: En un lugar de las Cortes de Nicolás Pérez Serrano; El Cádiz de las Cortes, de Ramón Solís; El Oratorio de San Felipe Neri. Palacio de las Cortes en 1812, de Santiago Casanova y Patrón y Los salones de Cortes entre 1810 y 1814, de Marta Ruiz Jiménez.
Vicente Noguera Climent, barón de Antella y marqués de Cáceres. 1759-1836.
Es el primer presidente elegido en el Oratorio de San Felipe Neri, de Cádiz, en la primera sesión del 24 de febrero. Su mandato se extiende hasta el 23 de marzo de 1811. Había sido elegido diputado propietario por la Junta Superior de Observación y Defensa de Valencia el 29 de enero de 1810. Se aprueban sus poderes el 24 de septiembre y jura el mismo día. Estudia leyes en Valencia. Su domicilio en Cádiz es centro de reunión de los liberales valencianos hasta que se enemista con ellos por su ideología tradicional que hace que, restablecido el absolutismo por Fernando VII, intervenga en la depuración de empleos públicos. Es barón de Antella por matrimonio y marqués de Cáceres desde 1813.
Véanse El Conciso Extraordinario, núm.28, de 25 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811.
Al final del primero aparece el siguiente AVISO. Con El Conciso de mañana 26 saldrá un Apéndice en que se insertará la traducción de la ley del “habeas corpus” desconocida de muchos, y muy digna de que nadie la ignore, sobre todo cuando más de una vez se ha hecho mención de ella en el Congreso nacional, y de su establecimiento pende la inapreciable ventaja, del que vive en un país libre: la seguridad personal.
En el Semanario Patriótico citado en alusión a que se haga una lista de diputados, donde se alude con desprecio a la profesión de zapatero, se dice en nota: Un zapatero de viejo puede ser un honrado español y no merece que se le cite como exemplo de desprecio y de vergüenza. La Constitución sancionará los derechos del ciudadano… diga lo que quiera el afrancesado gazetero de Sevilla.
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20 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Empieza la sesión con el nombramiento de los diputados Manuel Mexía, Antonio Oliveros y Jaime Creus para la comisión de Sanidad Pública.
Se presenta una exposición de Vicente José Castro Labandeira sobre entrega de alhajas de plata a los habitantes de la Real Isla de León.
Se restablece el Consejo de Hacienda.
Se lee un recurso de varios oficiales de marina en el que se quejan de que no se han verificado los ascensos de los empleados en las fuerzas sutiles. La Cortes acuerdan reenviarlo al Consejo de Regencia.
Francisco Santalla y Quindós, diputado por la Junta Superior de Observación y Defensa de León, pide que se facilite a su provincia una partida de fusiles, y Ramón Giraldo de Arquellada, diputado por La Mancha, propone que se recuerde al Consejo de Regencia que evacue el informe solicitado sobre la Junta de su provincia.
"Planta de un teatro" ideada por Benito Bails en su obra
Elementos de Matemáticas.Trazado de planta elíptica propia de
un espacio racionalista y funcional que se siguió años
más tarde en las obras de adecuación del Teatro Cómico
de la Isla de León para salón de Cortes
Joaquín Lorenzo Villanueva presenta por escrito una proposición para adornar el edificio que ha sido sede de las Cortes con una inscripción:
En el caso de que los dueños de este edificio lo cedan generosamente a la Patria, o convengan en ser recompensados por otro medio, sea en adelante una de las fincas de la Nación. Adórnese su fachada sencillamente, colocándose en ella esta inscripción:
ESPAÑA LIBRE: 24 DE SEPTIEMBRE DE 1810.
Encárguese por ahora su custodia al departamento de Marina con el objeto de que en él se celebren los exámenes y distribución de Premios…
Intervienen en torno a esta proposición los diputados Manuel Mejía y Felipe Aner, ambos para apoyar la proposición. Manuel Mejía dice que se debe considerar si el propietario del antiguo teatro quiere venderlo y si el gobierno tiene dinero para comprarlo en este momento. Felipe Aner es de la opinión de que se deben buscar los medios, pues este edificio debe quedar como una finca de la Nación. Se admite a discusión la proposición.
Se reitera la solicitud de Manuel Gilman sobre la indemnización de 34.500 pesos que tenía en vales Reales y había perdido en Barcelona. Previo dictamen de la comisión de Hacienda, se remite al Consejo de Regencia.
Se da cuenta de varios juramentos a las Cortes de distintas instituciones civiles y religiosas de México, Antequera de Oaxaca y Veracruz y se informa que ha sido elegido José Joaquín Ortiz, alcalde del crimen de la Audiencia de Barcelona, como diputado por la ciudad de Panamá.
Se pide que se concedan honores de pintor de Cámara a Juan Ceruti, autor del retrato de Fernando VII colocado en el salón de las Cortes.
La comisión de Guerra comunica que el duque del Infantado, coronel de las Reales Guardias españolas, solicita que las causas de los individuos de su ejército no sean juzgadas por el consejo permanente sino por un tribunal particular. La misma comisión acuerda reconocer el mérito de la memoria presentada por Francisco Javier Cavanes sobre reorganización de los ejércitos.
La comisión de Arreglo de provincias, estudiada la solicitud de la Junta de Valencia, acuerda que no se tome ninguna medida especial y que se espere a la misma resolución para todas las provincias.
Manuel Mejía reitera la proposición sobre el relevo de los virreyes, capitanes generales, gobernadores y demás empleados de América que, debiendo ser temporales, continuaban indefinidamente una vez cumplido el mandato. Se produce un pequeño debate entre Mejía, Valiente y Gutiérrez de la Huerta sobre si deben aplicarse las leyes de Indias o debe dejarse la remoción al gobierno. Se aprueba una nueva proposición redactada por Francisco Gutiérrez de la Huerta en los términos siguientes:
Enteradas las Cortes generales y extraordinarias de la facilidad con que los Gobiernos anteriores han dispensado la observancia de las leyes de Indias, que fijan la duración de los empleos en aquellos dominios y la residencia de los empleados, han venido en acordar que se observen dichas leyes puntual y religiosamente, y que con respecto a aquellos empleados que habiendo cumplido su término hayan sido prorrogados en sus destinos, proceda inmediatamente el Consejo de regencia a relevarlos, exceptuando solo aquellos que por especiales motivos convenga mantenerlos, lo cual deberá consultar antes a las Cortes, y esperar su resolución.
Se aprueba la proposición, que da lugar al Decreto XXXVIII. Sobre que se observen las leyes que prescriben la duración y residencia de los empleados en Indias. Firmado por Antonio Joaquín Pérez, presidente, José Aznárez y Vicente Tomás Traver, secretarios, en la Real Isla de León, el 20 de febrero de 1811. Este decreto es el último dado en la Real Isla de León antes del traslado de las Cortes a Cádiz.
El presidente, Antonio Joaquín Pérez, anuncia que, según lo decretado sobre la traslación de las Cortes a Cádiz, la sesión inmediata se celebrará a las diez de la mañana del día 24 de febrero de 1811 en la iglesia del Oratorio de San Felipe Neri.
Este día no se celebra sesión secreta.
Véanse El Conciso, núm. 27, de 24 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811, para la crónica de la sesión.
Decretos de las Cortes aprobados en la Real Isla de León:
Desde el 24 de septiembre de 1810 hasta el 20 de febrero de 1811 se firman treinta y ocho decretos, cuyo texto manuscrito se ha incorporado a la crónica de la sesión correspondiente.
Presidentes de las Cortes elegidos en la Real Isla de León:
Ramón Lázaro de Dou: 24 septiembre a 23 octubre de 1810.
Luis Rodríguez del Monte: 24 octubre a 23 noviembre de 1810.
José Morales Gallego: 24 noviembre a 23 diciembre de 1810.
Alonso Cañedo Vigil: 24 diciembre de 1810 a 23 enero de 1811.
Antonio Joaquín Pérez: 24 enero a 23 febrero de 1811.
Las Cortes de la Isla de León:
Se celebraron 147 sesiones públicas, recogidas en los Diarios de Cortes, que ocupan 569 páginas, del 24 de septiembre de 1810 al 20 de febrero de 1811. Los diputados se reunieron todos los días, ya fuera en sesión pública o secreta, y la mayoría de los días en ambas, inclusive sábados y domingos, excepto el 27 de octubre, ya que la sesión secreta del día 26 se prolongó hasta las cuatro de la tarde del mismo 27. En cada una de las crónicas puede consultarse el Diario de Cortes completo y las Actas de las sesiones secretas, manuscritas e impresas. Véanse: Las Cortes Generales y Extraordinarias de la Isla de León, de Juan Torrejón Chaves y Las Cortes de la Isla de León, de José María García de León.
Traslado de las Cortes de la Real Isla de León a Cádiz:
Ya desde los primeros días de su instalación en la Isla de León, habían pensado las Cortes trasladarse a la ciudad de Cádiz, como punto más cómodo para alojamiento de los diputados, de mas recursos y mas resguardado de un ataque o una sorpresa. En Historia política y parlamentaria de España, de Juan Rico y Amat.
El 20 de febrero de 1811 se suspenden las sesiones en el teatro cómico, que han durado cinco meses. Se reanudarán el 24 de febrero en San Felipe Neri. A no ser por la fiebre amarilla, el traslado se hubiera hecho antes. En Luz y taquígrafos, un siglo de parlamento en España, de Enrique de Tapia Ozcariz.
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19 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
La sesión de este día, víspera del traslado de las Cortes desde la Real Isla de León a Cádiz, se dedica a varios asuntos de índole menor.
El diputado Octaviano Obregón informa a las Cortes de que en el día de ayer ha llegado a Cádiz el navío inglés el Implacable, con algunos caudales y 10 diputados de la América septentrional.
Se da cuenta de dos representaciones de la Audiencia y del Consulado de México, en las cuales se solicita que no sea removido de su puesto el virrey Francisco Javier Venegas por sus eficaces gestiones en el control de los movimientos de insurrección del país.
Se da noticia del juramento y fidelidad prestado a las Cortes por parte del Ayuntamiento de Veracruz y las autoridades civiles y eclesiásticas de la isla de Cuba.
Presta juramento José de Salas Boxadors, por la isla de Mallorca, del que habían sido aprobados sus poderes en la sesión del 17 de febrero.
La secretaría de Gracia y Justicia envía el expediente del marqués del Palacio sobre el incidente ocurrido en la sesión de juramento como regente, para que sea estudiado por la comisión de Justicia.
La comisión de Guerra reproduce su anterior propuesta en el sentido de que nadie pueda resultar eximido del servicio a la Patria por donativos pecuniarios.
Por un oficio de la Regencia, se informa a las Cortes de que el Ayuntamiento de Santa Marta se ha visto en la necesidad de rebajar los derechos que se cobraban a los géneros importados y exportados, y se propone igualarlos con los del Ayuntamiento de Cartagena.
Se da conocimiento de una representación del portugués Juan de Almeyda sobre sus operaciones militares en la insurrección de Galicia. Se pide a la Regencia que averigüe quiénes fueron los patriotas que intervinieron en la reconquista de Vigo y que se socorra al interesado en cuanto sea posible.
Se presentan ocho proposiciones de varios diputados sobre medidas de mejora y reforma de la legislación criminal. Las Cortes acuerdan su impresión para una posterior discusión.
Se aprueban sin apenas debate los capítulos siete y ocho del informe de la comisión de Guerra sobre el Reglamento para las fábricas de fusiles.
Teatro de las Cortes. San Fernando. I Centenario de las Cortes de Cádiz.
1912. Fondo doceañista. Consorcio bicentenario 1812.
El diputado Manuel Ros formula la proposición siguiente: Deseando el Consejo de Regencia adquirir los fusiles necesarios, concluyó un contrato principiado por la Junta Central, por el cual se obliga el gobierno a pagar a don Buenaventura Marcó, del comercio de Vigo, 14 duros por cada fusil de los que fabrique en la fábrica de Pontevedra, y a reintegrarle de cuanto pierda en ella, si la invaden los enemigos, y con otras condiciones que en Galicia se reputaban muy perjudiciales al Estado. En vista de lo expuesto se pregunta si se pedirá al Consejo de Regencia noticia del estado de esta fábrica, con la contrata y el expediente que haya precedido a su otorgamiento.
En relación con este asunto, las Cortes aprueban el Decreto XXXVII. Sobre el establecimiento de nuevas fábricas de fusiles. Firmado por Antonio Joaquín Pérez, presidente. José Aznárez y Vicente Tomás Traver, secretarios en la Real Isla de León el 19 de febrero de 1811.
Se reparte entre los diputados la Memoria presentada al Consejo de Regencia por el ministro interino de Hacienda sobre arbitrios extraordinarios. Las Cortes acuerdan que antes sea estudiada dicha memoria por la comisión de Hacienda.
La sesión secreta se celebra por la mañana a continuación de la pública. Se inicia con la comunicación de los partes acostumbrados.
El barón de Antella presenta un voto por escrito en el que se opone a la venta de los presidios menores bajo ningún concepto. Francisco Javier Borrull presenta otro voto por escrito en el mismo sentido, es decir, se manifiesta contrario a la enajenación de los presidios. Andrés Estevan se une al sentir de los dos diputados anteriores. Tras un breve debate se vuelve a dejar para otra sesión la venta de los presidios menores a Marruecos a cambio del suministro de víveres para el ejército.
Esta sesión secreta del día 19 es la última que se celebra en la Isla de León. Las Cortes no vuelven a celebrar sesión secreta hasta el día 24 de febrero, ya en la nueva sede de las Cortes en el Oratorio de San Felipe Neri, Cádiz.
Véanse El Conciso, núm. 27, de 24 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811, para la crónica de esta sesión.
Francisco Javier Venegas de Saavedra y Arenzana, marqués de la Reunión de Nueva España. 1754-1838.
Es otro de los militares ilustres de la Guerra de la Independencia. Es nombrado virrey de Nueva España en 1810. Retrasa su viaje para rebatir el ataque a su persona por su conducta en la batalla de Uclés. Por ello, no llega a Veracruz hasta julio de 1810. Es autor de varias proclamas.
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18 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Comienza la sesión con el nombramiento de diputados para formar distintas comisiones que se enumeran al final de la crónica.
El general Francisco Javier Mendizábal envía un oficio sobre el estado del ejército en Badajoz en el que relata algunas acciones brillantes realizadas por Julián Sánchez “El Charro”. En El Conciso núm.26, de 22 de febrero de 1811, se detallan los pormenores de la batalla: …y avisa el resultado de varios choques de guerrillas, una de las quales se batió con el enemigo en el mismo sitio de la batalla de Tamames, por espacio de tres horas, se apoderó de 300 carros de galleta, mató 20 hombres y cogió quatro prisioneros. De nuestra parte hubo 3 hombres muertos y un caballo…
Se acuerda comunicar a la Regencia que las Cortes han oído con la mayor satisfacción los servicios de Julián Sánchez “El Charro” y sus partidas.
El tema fundamental que ocupa casi toda la sesión es la lectura del informe de la comisión de Justicia sobre la visita general de cárceles hecha por el Consejo Real, y las observaciones de éste para activar las causas y evitar que los presos padezcan largo tiempo en prisión sin ser juzgados, como sucede en algunos casos. El informe que ocupa dos páginas del Diario de Cortes va detallando la causa de cada uno de los presos y el estado lastimoso en que se encuentran las prisiones, ya que no reúnen las condiciones necesarias de salubridad.
Por otro lado, se informa de que la mayor parte de las prisiones escandalosas las había ordenado el Sr. Ruano, ayudante del gobernador, y se solicita que se le abra una causa.
Intervienen en este debate los diputados Argüelles, González, Terrero, Luxán, Giraldo, Aznárez, Ric, Mejía, Aner, barón de Antella, Pelegrín y Villafañe.
Agustín Argüelles propone que se imprima la lista de los presos y sus causas para evitar estas arbitrariedades.
Monumento sobre la tumba de Julián Sánchez “El Charro”
en la plaza de Herrasti de Ciudad Rodrigo.
Vicente Terrero reclama que se pidan responsabilidades al gobernador y a su ayudante, Sr. Ruano: Señor, me parece que convendría tomar conocimiento si el gobernador de la plaza era sabedor de lo que se imputa a ese monstruo, a ese Napoleón español, a ese Ruano.
Domingo Dueñas pide que se castigue a quien ha usurpado la autoridad del poder judiciario tan escandalosamente.
Manuel Luxán dice que todos estos remedios son parciales y que el modo de cortar el mal de raíz es el establecimiento del habeas corpus.
Ramón Giraldo es de la opinión de que de momento es suficiente con el cumplimiento de las leyes existentes y se remonta a las Partidas, que ya contemplaban una serie de normas para la conducción de los presos: …a saber: en custodia de los delincuentes, y no en tormentos y penas.
José Aznárez se muestra más benevolente y considera que todos estos abusos han sido efecto de la revolución y del desorden en que se ha visto la Nación…, pero que se deben seguir realizando las visitas a las cárceles.
Pedro Ric dice: …que no haya en lo sucesivo cárceles privadas y que a todo preso se le tome declaración dentro de las 24 horas de la detención y que no se admita a ninguno sin orden del juez.
Manuel Mexía se congratula de que los diputados estén de acuerdo en este arduo asunto, que todos son iguales delante de la ley, y propone que se forme una comisión para arreglar interinamente el modo de enjuiciar.
Todos los diputados se muestran unánimes en denunciar la situación de las cárceles y en defender los derechos de los presos, así como en recomendar varias medidas para un mejor funcionamiento de la administración de la justicia.
Se aprueba el dictamen de la comisión por unanimidad. La crónica de este día en El Conciso, anteriormente aludido, finaliza con estas palabras: Este día inmortalizará al Congreso.
En relación con este asunto, las Cortes dictan el decreto siguiente: Decreto XXXV. Se restituye a las Audiencias el conocimiento de las causas que les competen: se restablecen las visitas de cárceles. Firmado por Antonio Joaquín Pérez, presidente. José Aznárez y Vicente Tomás Traver, secretarios, en la Real Isla de León el 18 de febrero de 1811.
En la sesión secreta de este día se comienza dando cuenta del voto por escrito del diputado Pedro González Llamas relativo a que se admita la renuncia del Presidente del Consejo de Regencia, Joaquín Blake.
Continúa la discusión sobre la venta de los presidios menores del norte de África para garantizar el suministro de víveres al ejército por parte de Marruecos. Después de un intercambio de pareceres entre varios diputados, se acuerda dejar la resolución para otra sesión.
Juan de Grijalva, aposentador de palacio, presenta un oficio por el que comunica a las cortes que ya está resuelto el tema del alojamiento de los diputados en Cádiz. Antonio Joaquín Pérez, en su calidad de presidente, señala que la última sesión en el teatro de la Isla de León se celebre el día 20 de febrero y la primera sesión en el Oratorio de San Felipe Neri en Cádiz el 24 de febrero de este año de 1811. Por este motivo se extiende el decreto siguiente: Decreto XXXVI. Traslación de las Cortes desde la Real Isla de León a la ciudad de Cádiz. Firmado por Antonio Joaquín Pérez, presidente. José Aznárez y Vicente Tomás Traver, secretarios, en la Real Isla de León el 18 de febrero de 1811.
Diputados nombrados para las comisiones siguientes:
Comisión de Guerra:
Férnandez, Golfín, Llano, Velasco, Garoz y Álvarez de Toledo.
Comisión de Poderes:
Ros, Giraldo, Calatrava, Aparici y Feliú.
Comisión de Hacienda;
En lugar de Morales Duárez, López Lisperguer. Para el proyecto del reglamento sobre el ramo de correos presentado por Manuel Gómez del Campo: Power, Herrera, Alonso y López, Escudero y Martínez Tejada.
Comisión para el examen de los empleos y pensiones dados por el anterior Consejo de Regencia desde el 30 de abril último: Rojas, Zuazo, Gordillo, barón de Antella y Luxán.
Comisión para la supresión de prebendas eclesiásticas: Cañedo, Rovira, Roa, Cea y Dueñas.
Comisión para el examen del diario de las operaciones de los exregentes durante su Gobierno: Llamas, Cano Manuel, Melgarejo, García Herreros, Esteban y López del Pan.
En El Conciso núm.26, de 22 de febrero de 1811, al final del periódico aparece la siguiente NOTA: El día 20 han terminado las sesiones de las Cortes en la Isla de león, y está señalado el 24 para celebrar la primera en Cádiz. Con tan plausible motivo, el producto del Conciso de dicho día 24, sin deducción de gastos, será para la inmortal partida del Empecinado…
Véase además el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811, para la crónica de este día.
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17 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Se aprueban los poderes de José Salas y Boxadors, diputado por las islas de Mallorca, Ibiza y Formentera, de Bernardo Nadal y Crespi, Obispo de Mallorca, por la ciudad de Palma, que sustituye a Antonio Evinent por motivos de salud, y de Guillermo Moragues Rullán, diputado por la Junta Suprema de Mallorca.
Se estudia el dictamen de la comisión de Comercio y Marina sobre si la maestría de caudales que se traigan de América puede concederse a los comandantes de los buques o se debe mirar como un privilegio concedido al consulado de Cádiz.
Continúa la discusión sobre la clasificación para el alistamiento de los soldados para el ejército. Intervienen en el debate:
Domingo García Quintana distingue dos clases: primera, que todo mozo soltero entre 20 y 40 años entre en el servicio sin más distinción; segunda, que los casados sigan el orden en función el número de hijos que tengan.
San Fernando. Centenario de las Cortes de Cádiz. 1812-1912.
Fondo doceañista. Consorcio bicentenario 1812.
Vicente Pascual defiende el sistema establecido por la Junta Central.
Pedro José Gordillo apoya la tesis anterior y que no se debe entrar en la situación particular de cada individuo.
Francisco Fernández Golfín defiende a la comisión y dice que el sistema establecido por la Junta Central no es malo, pero que se puede perfeccionar para evitar fraudes y que el tener dinero no sea un eximente para ser reclutado por el ejército.
Ramón Giraldo de Arquellada reconoce que es indecoroso perder el tiempo mientras que sitios como Badajoz están esperando la ayuda urgente: Lo que interesa es la velocidad en el reemplazo del ejército y prontitud en las providencias.
Francisco de Borja Álvarez de Toledo y Osorio, marqués de Villafranca, reclama que las Cortes decidan si el dinero puede ser un eximente para no acudir al servicio de las armas.
Joaquín Lorenzo Villanueva es de la opinión de que se aclare si pasar de una clase a otra es un privilegio; a su juicio no lo es.
Mariano Blas Garoz afirma: …este no es un reglamento formal. La comisión de Guerra hizo una especie de prospecto para ampliarle después,… y se muestra partidario de esta opción.
Sigue la discusión sobre varias dificultades que ofrece la nueva clasificación de alistamiento. El Congreso resuelve que se observe el reglamento dado por la Junta Central y se encarga a la comisión que estudie nuevas propuestas.
La sesión secreta empieza con la lectura del acta del día anterior. Francisco Javier Borrull y Domingo García Quintana presentan su voto por escrito para que conste en las actas del día anterior, en el sentido de que se admita la renuncia de Joaquín Blake a la presidencia del Consejo de Regencia.
Se vuelve a discutir sobre la venta de los presidios menores del norte de África a cambio de víveres para el ejército. Se produce un intenso debate, pero no se llega a ningún acuerdo.
Véanse El Conciso, núm.25, de 20 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811, para la sesión de este día.
Diputados por el Reino de Mallorca para las Cortes generales y extraordinarias de 1810:
Mariano Balansat Briones, no tomó posesión.
Antonio Llaneras Amengual
Guillermo Moragues Rullán
Bernardo Nadal Crespi, obispo de Mallorca
José Ribas Ribas
José Sales Boxadors
Sebastián Socias Gomila, no tomó posesión.
Véase: Diccionario biográfico de parlamentarios españoles. Cortes de Cádiz, 1810-1814.
De los cinco diputados que tomaron posesión solo Bernardo Nadal y Crespi, obispo de Mallorca, llega a presidir las Cortes, desde el 24 de septiembre al 23 de octubre de 1811. Nacido en Soler, Mallorca, el 5 de abril de 1745, fallece en Palma de Mallorca el 12 de diciembre de 1818. Los biógrafos José Belda y Rafael Labra lo califican como persona culta, discreta, tolerante y grandemente identificada con el movimiento doceañista. Véase: Los presidentes del Congreso de los Diputados 1810-2010.
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16 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Se da cuenta del dictamen del Consejo de Regencia por el que se nombra a José de Uceta como grabador en la casa de Moneda de Lima, con el sueldo de 1.000 pesos anuales.
Los diputados de Extremadura reclaman ayuda para su provincia ante el ataque de los enemigos. Francisco Fernández Golfín presenta la proposición siguiente: Las Cortes desean que la responsabilidad que la ordenanza general impone a todos los militares en las respectivas circunstancias en que puedan hallarse, se haga irresistiblemente efectiva, sin que ninguna clase, aunque sea la superior de la milicia, esté exenta de ella, si no toma todas las medidas correspondientes para asegurar el feliz éxito de las operaciones. Se aprueba la proposición y se acuerda que se indique a la Regencia que se ha tomado en consideración a la petición formulada por los diputados extremeños.
A continuación Francisco Javier Borrull, diputado por Valencia, reivindica para ese Reino medios económicos para subsistir en la situación de guerra. Formula la proposición siguiente: Que en consecuencia de haberse establecido a principios del año pasado casa de Moneda en Valencia, y mandado en el mismo que se enviara a ella la plata labrada (no necesaria para el culto) de las iglesias del obispado de Orihuela que se había conducido a la plaza de Alicante, y prohibió el gobernador que se sacase, se sirva V.M. mandar a dicho gobernador que envíe a la casa de la Moneda de Valencia la plata labrada recogida por razón de este tributo de los vecinos de su gobernación, y que según manifestó en esos días a S.M. el Sr. Diputado Pascual, se conserva en aquella plaza, y ahora es cuando conviene acuñarla, por ser tanta la falta de numerario y muchas las necesidades de aquel reino.
Manuel Villafañe apoya la proposición, que queda admitida para su discusión.
Solicitud de renuncia de Joaquín Blake como
presidente del Consejo de Regencia. 15 de febrero de 1811.
Archivo del Congreso de los Diputados
El presidente propone que se prosiga la discusión sobre la queja de la Audiencia de Sevilla contra Lorenzo Calvo de Rozas, y se lee una representación de éste impugnando la decisión del tribunal. En relación con este asunto se aprueba la proposición siguiente, presentada por Mariano Mendiola: La Audiencia de Sevilla, arreglándose a la ley que corrige el abuso de la libertad de imprenta, proceda en lo demás con arreglo a derecho.
La secretaría de Guerra informa de que se ha realizado la visita a los presos militares. Las Cortes ordenan que dicha visita se verifique igualmente en la Isla y en La Carraca a la mayor brevedad posible.
Se lee un parte del general Gabriel de Mendizábal Iraeta, con fecha de 7 de febrero desde Badajoz, en que informa el movimiento y acción brillante de su ejército. Las Cortes comunican al Consejo de Regencia su satisfacción por el comportamiento del general.
La sesión secreta. comienza con la comunicación de los distintos partes. Se da cuenta de una representación del alcalde mayor de Villanueva del Fresno en la que manifiesta su patriotismo, a pesar de haber sido invadida dicha villa por los franceses. Se acuerda: Que pase dicho memorial al Consejo de Regencia, para que a nombre de las Cortes, le manifieste lo gratos que le son sus sentimientos de fidelidad y constancia.
Joaquín Blake y Joyes, presidente del Consejo de Regencia, hace una exposición muy extensa sobre la situación de la guerra y el estado del ejército y concluye pidiendo la renuncia a su cargo. Después de un debate importante ante la gravedad del asunto, las Cortes acuerdan que no se admita la renuncia del presidente y declaran lo siguiente: 1º. Que ninguno de los Sres. Diputados que hayan asistido a la discusión de un negocio, pueda salir del salón del Congreso por no votar. 2º. Que ningún Sr. Diputado pudiese renunciar su voto en la resolución de si se había de admitir o no al Sr. Blake la renuncia que hace de su cargo de Regente. 3º. Que dichas resoluciones formen regla general para todas las votaciones que se ofrezcan en las Cortes.
Se vota que no se admite la renuncia del Regente.
Véanse El Conciso, núm. 25, de 20 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811.
Joaquín Lorenzo Villanueva en Mi Viaje a las Cortes, al narrar la sesión secreta de este día, nos informa de distintos aspectos que ocurrieron en torno a la renuncia del regente Blake. Algunos diputados lo atribuyen a cierto malestar por haber pedido las Cortes el estado de la situación por la que atraviesa el país. El regente empieza por reconocer el estado deplorable en el que se encontraba España cuando empieza la guerra. Reconoce que no se han elegido a las personas adecuadas para los diferentes mandos y por ello propone, en primer lugar, su propia renuncia al cargo de regente. Informa de que se ha dado muerte a 300.000 enemigos, pero que no ve el final de la guerra hasta que Napoleón no muera. La solicitud de la renuncia origina un acalorado debate e incluso algunos diputados abandonan las Cortes para no votar. Se vuelve a plantear la obligación o no de votar si no se considera que esta suficientemente discutido un asunto. El presidente hace entrar al salón de sesiones a los diputados que habían salido y, realizada la votación, no se acepta la renuncia del presidente de la Regencia, Joaquín Blake.
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15 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Francisco Gómez Fernández, diputado por Sevilla, presenta una moción para que se atiendan las desgracias y calamidades que ha sufrido el pueblo de Castillejos y pide que se reserven para su iglesia las alhajas de plata que de la misma existen en Cádiz.
Se lee una memoria del secretario de Hacienda sobre el estado actual de las provisiones de víveres existentes.
Se anuncia el nombramiento de Antonio Larrazábal y Arrivillaga como diputado por la ciudad de Guatemala. Había sido elegido el 24 de julio de 1810 en el ayuntamiento de Santiago de los Caballeros de Guatemala, pero que no se incorpora a las Cortes hasta el 5 de septiembre de 1811.
Se da cuenta del juramento de fidelidad y reconocimiento a las Cortes del cabildo de la catedral de Puerto Rico. Ramón Power interviene como diputado por esta isla para manifestar una queja sobre la situación de su circunscripción: Todavía, Señor, hay provincias en que el ciudadano español no es verdaderamente libre: V.M. tiene en la siempre benemérita isla de Puerto Rico 200.000 de sus mas reales súbditos, para cuyo exterminio basta únicamente haber tenido la desgracia de concitarse el odio o el desagrado del jefe que los manda.
En Puerto Rico existe en vigor una orden de 4 de septiembre de 1810, dada por la antigua Regencia, por la que se daban plenas facultades al gobernador para remover los empleos de forma indiscriminada.
En torno a este asunto intervienen los diputados Quintana, Garoz, Mejía, Guridi y Alcocer, Giraldo, Suazo, Pascual, Aner, Villanueva, Gordillo, Luxán, Mendiola, González, Huerta, Leyva, Morales Gallego y Borrull.
Domingo García Quintana apoya la denuncia de Power y se lamenta de que a un solo hombre se le den poderes ilimitados: Esto es querer más bien subyugar a la Isla, que libertarla.
Mariano Blas Garoz indica que uno de los artículos del Reglamento del Consejo de Regencia establece que no se puede remover a ningún empleado si no existe causa justa. Se muestra contrario a la permanencia de la orden citada.
José Mejia contradice a Garoz, ya que el Reglamento de Regencia se refiere a empleos civiles y en este caso se trata de un gobernador militar. Es de la opinión de que debe ser removido, pues todo gobernador o capitán general que esté mucho tiempo en un cargo tiende a abusar de la autoridad.
José Miguel Guridi y Alcocer se muestra contrario a esta orden que abusa del poder. Ramón Giraldo se muestra igualmente en contra y pide que se pregunte a la Regencia si ha extendido esta orden a otras provincias, para que de instrucciones de que se retire.
Antonio Zuazo pide que se anule la orden y la califica de tiránica. Vicente Pascual se une al criterio general.
Felipe Aner la considera injusta y violenta, pero de alguna manera disculpa su existencia para los países donde ha habido insurrecciones.
Joaquín Lorenzo de Villanueva distingue entre dar facultades amplias para premiar o castigar a un virrey o a un gobernador de América. En el segundo caso no cabe que a nadie puedan darse nunca facultades amplias para castigar a su arbitrio.
Pedro José Gordillo solicita que se pregunte al Consejo de Regencia si se ha dado esta orden a otros territorios.
Manuel Luxán exige que se revoque la orden de inmediato.
Mariano Mendiola es de la opinión de que los virreyes no deben tener poderes ilimitados ni para premiar ni para castigar.
El diputado González se lamenta de que todavía exista el despotismo, heredado según él de Godoy, y que este se haya extendido hasta América. Solicita que se deroguen este tipo de órdenes.
Francisco Gutiérrez de la Huerta hace un análisis más detenido y divide la orden en cuatro puntos: primero, autorizar al gobernador de Puerto Rico para que pueda remover a todos los empleados que no crea convenientes en él; segundo, para que se pueda confinar a cualquiera persona sospechosa de infidencia; tercero, para que no de entrada en Puerto Rico a ninguna persona procedente de Caracas sin estar asegurado de su fidelidad; cuarto, para que por todos los medios posibles conserve la tranquilidad en aquella isla. Por todo ello es del parecer de que se remitan a la comisión de Justicia los antecedentes, para ver si se ha excedido en el cumplimiento de la norma.
Joaquín Fernández de Leyva vuelve a insistir como sus anteriores compañeros en que no se debe discutir mas sobre esta orden y que nunca se deben dar facultades ilimitadas a los gobernantes.
José Luis Morales Gallego llega a dudar de la autenticidad de la Orden e incluso de la firma del ministro.
Por último, Francisco Javier Borrull interviene para recomendar a las Cortes que se tomen medidas rápidas ante el reconocimiento que ha hecho la Isla de Puerto Rico de la instalación de las Cortes, y termina diciendo: no veo que pueda haber dificultad en que desde luego se revoque esa orden y que no se den mas facultades que las concedidas en dichas leyes.
Se vota la proposición presentada por Ramón Power, que queda aprobada en todas sus partes.
En relación a este asunto las Cortes dictan el Decreto XXXIV: Revocación de la orden con que el Gobernador y Capitán General de la isla de Puerto Rico había sido ampliamente autorizado para remover, confinar y proceder contra cualquier persona. Firmado por Antonio Joaquín Pérez, presidente, José Aznárez y Vicente Tomás Traver, secretarios, en la Real Isla de León, el 15 de febrero de 1811.
José Mejía presenta la proposición siguiente: Los virreyes, capitanes generales y gobernadores de América serán removidos inmediatamente que hayan cumplido el ordinario término de su destino.
Se envía a la comisión de Guerra el proyecto remitido por el Consejo de Regencia para la formación de un Tribunal de Honor en los ejércitos. Se levanta la sesión.
La sesión secreta se celebra en dos jornadas, la de la mañana entre la una y las dos y por la tarde entre las ocho y las once menos cuarto. Se da cuenta de un oficio presentado por la Regencia sobre la denuncia relativa a la dirección general de provisiones, y se informa del estado de provisiones para el ejército, que se considera escaso. Se remite a la comisión de Salud Pública un informe de Andrés Vila, consultor de medicina de este ejército, sobre el estado calamitoso en que se encuentran los hospitales militares.
En la sesión de la noche se continúa con la derogación de la ley sálica y declaración a la sucesión a la Corona de España a favor de la señora Infanta Doña Carlota, Princesa de Brasil. Intervienen varios diputados, pero se deja para otro día la resolución.
Los diputados de Extremadura insisten en que se comunique a la Regencia que se manden auxilios al ejército de Badajoz.
Véanse El Conciso, núm. 25, de 20 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico, núm. XLVIII, de 7 de marzo de 1811.
Antonio Larrazábal y Arrivillaga. Antigua, Guatemala 1769-Guatemala, 1853.
Diputado por la capitanía general de Guatemala, aunque su elección había sido el 24 de julio de 1810, no se incorpora hasta el 5 de septiembre. En esta sesión se anuncia su nombramiento. Es un ejemplo de aquellos diputados de Ultramar que realizaron un largo viaje para incorporarse a las Cortes generales y extraordinarias. Sale rumbo a Europa el 24 de octubre de 1810, pasa por Chiapas, México, donde observa el modo de cultivo de la grana o cochinilla que estaba bastante desarrollado. Llega a Oaxaca el 4 de diciembre de 1810 y ese mes sale rumbo a Jalapa (Veracruz), donde permanece hasta marzo de 1811. Luego sale para Portsmouth en una fragata inglesa. Permanece un mes y medio en Londres a la espera del navío San Jerónimo de Asia que le conduce al puerto de Cádiz, donde llega el 17 de agosto de 1811.
Será presidente de las Cortes desde el 24 de octubre al 23 de noviembre de 1811. Véase Diccionario biográfico de parlamentarios españoles. Cortes de Cádiz. 1810-1814.
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14 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Se informa de nuevo sobre el pleito entre Francisco Ferraz y Cornel y el diputado González a causa de unas palabras injuriosas que se habían proferido entre ambos.
Se lee la representación de los ex regentes del Reino sobre las operaciones realizadas durante su gobierno, al mismo tiempo que informan no poder haber realizado el viaje a sus destinos por falta de buques. Este asunto es tratado en extenso en el Semanario Patriótico, núm. XLVII, de 28 de febrero de 1811.
Se trata otra vez del asunto de los alistamientos de soldados para el ejército. En esta ocasión se discuten dos aspectos: el problema de la talla que deben tener los soldados y si deben reclutarse a solteros y casados, dada la situación de emergencia en la que se encuentra el país. Intervienen en el debate:
Manuel García Herreros aconseja que los soldados de baja talla puedan realizar servicios de asistentes de los oficiales.
Francisco Fernández Golfín se opone a que ningún soldado sirva de asistente a otro: El soldado solo debe servir a la Patria.
A Manuel García Herreros no le parece un obstáculo, pues todo trabajo es digno en el servicio de la guerra.
Felipe Aner inicia su intervención con esta cita: Los romanos hacían una clasificación de soldados chicos y grandes, sirviéndose de los primeros con tantas ventajas como de los segundos. Insiste en que pueden ser robustos para disparar un fusil y solicita que se forme un cuerpo de Cazadores que se puedan llevar a la grupa.
Francisco Gómez Fernández se manifiesta contrario a la existencia de los asistentes por los abusos que se cometen hacia ellos, empleándolos en tareas domésticas cual si fueran criados.
Manuel Luxán recapitula las exigencias de la comisión, que son: rebajar la talla, puesto que entre ellos hay soldados útiles y robustos aunque no den la talla reglamentaria, y que los solteros salgan primero que otras clases. Por ello apoya el dictamen de la comisión.
José Mejía defiende la tesis de la comisión. En primer lugar, sobre la capacidad de los soldados de baja talla para la lucha, cita el ejemplo de los voltigeurs franceses, que deciden las acciones con sus movimientos rápidos y es de la opinión, citando a Cervantes, de que el valor no está en la altura de los individuos: … que es un dolor que un héroe caiga muerto a manos de un cobarde, que acaso asustado volvió la cara al disparar el arma de fuego… En cuanto al ser soltero o casado, pide que se copie el modelo del enemigo francés, que todo casado después de la edad de la conscripción debe tenerse por soltero.
Manuel Luxán insiste: ¿y aunque no tenga más que vara y media?
Vicente Traver dice: si es chico será tambor. El que tenga la edad que sea soldado y no nos atengamos a la talla.
Queda aprobado el dictamen de la comisión de Guerra.
Se remite al Consejo de Regencia el dictamen de la comisión de Hacienda sobre el proyecto del marqués de Sales para consolidar el crédito del papel moneda.
Se discute en relación con el plan de Hacienda la necesidad de crear establecimientos para los soldados heridos en la guerra. Intervienen en este debate los diputados siguientes:
Francisco Javier Borrull informa que en Valencia se ha empezado a construir un edificio ex profeso desde el 14 de octubre.
Felipe Aner recomienda que, mientras se realicen estos establecimientos, los soldados sigan percibiendo sus sueldos. Y Evaristo Pérez de Castro que mientras que se edifiquen estos establecimientos se debe buscar algún medio supletorio que remedie el estado en que viven tantos mutilados y víctimas de la guerra. Sugiere que se instale a los enfermos en los monasterios de Galicia, Valencia y otras provincias y aun mejor en las islas. De este modo tendrán pan y cama sin ser gravosos para el Erario.
Francisco Fernández Golfín apoya la sugerencia de Pérez de Castro y resalta la propuesta de Villanueva de que se ayude en lo posible con fondos y rentas de los diputados. El Congreso acuerda que pase este proyecto a la comisión de Premios, recomendando el preferente despacho por su importancia.
El último asunto de la sesión pública es una representación de la Audiencia de Sevilla en la que expone el ultraje que ha recibido de Lorenzo Calvo de Rozas en su papel intitulado El Patriotismo perseguido a traición por la arbitrariedad y el egoísmo o censura del fiscal de la Real Audiencia de Sevilla en el expediente de D. Lorenzo Calbo de Rozas, Representante de Aragón en la suprema Junta Central, publicado en Cádiz por la Imprenta de Manuel Santiago de Quintana en 1810. Se suscita un debate sobre si se debe aplicar el reglamento de libertad de imprenta o formar en las Cortes una comisión especial. Más adelante se publicó la Impugnación al manifiesto de don Lorenzo Calvo de Rozas con el título de “Aviso a los representantes de la nación española”, en la que aclaran varios acontecimientos del primer Sitio de Zaragoza. Cádiz, Imprenta de Figueroa, 1813.
En la sesión secreta, que se celebra por la noche entre las ocho y las diez y media, se leen los partes de guerra, fuerzas sutiles y obras de fortificación.
Se informa de los estados del caudal que ha entrado y se ha distribuido en la caja de la Tesorería General.
Se establece por el ministerio de la Guerra el Séptimo Ejército, que comprende las provincias del norte: Navarra, Álava, Guipúzcoa y Santander. A su mando se destina al general Mendizábal, citado en la sesión anterior por el sitio de Badajoz.
Se lee un oficio del ministerio de Estado en el que da parte de la ocupación de la Florida Occidental por el gobierno de los Estados Unidos.
Se manda pasar a la comisión de Premios la representación del duque del Infantado y la carta que acompaña del gobernador de Ciudad Rodrigo, Andrés Pérez de Herrasti y Pulgar Biedma, prisionero en Francia, por la que pide se les auxilie en agradecimiento a la defensa de dicha plaza.
El ministerio de Estado propone la venta de los presidios menores del Peñón, Melilla y Alhucemas al reino de Marruecos para asegurar la porción de granos y víveres para mantener al ejército. Este espinoso tema se deja para otra sesión y se pide a los diputados que guarden secreto.
Se incluye en esta crónica el Decreto de las Cortes de 13 de marzo de 1814 sobre soldados inutilizados en campaña. Firmado por Vicente Ruiz Albillos, presidente, Manuel María de Aldecoa y Blas de Ostolaza, secretarios, en Madrid a 13 de marzo de 1814. El decreto ilustra sobre el asunto discutido este día, la creación de establecimientos hospitalarios para los soldados inutilizados en la guerra.
José Mejía Lequerica, diputado suplente por el Virreinato de Santa Fe, es uno de los diputados de más talento de estas primeras Cortes. En la intervención en defensa del valor como principal cualidad para el alistamiento de los soldados se inspira en el pasaje siguiente de Vida y hechos del ingenioso cavallero don Quixote de la Mancha, compuesta por Miguel de Cervantes Saavedra… En Madrid por Antonio Sanz y a su costa…,1735: Capítulo 38: Que trata del curioso discurso que hizo don Quijote de las armas y las letras: …¡Bien hayan aquellos benditos siglos que carecieron de la espantable furia de aquestos endemoniados instrumentos de la artillería¡ a cuyo inventor tengo para mí que en el infierno se le está dando el premio de su diabólica invención, con la cual dio causa que un infame y cobarde brazo quite la vida a un valeroso caballero, y que, sin saber cómo o por dónde, en la mitad del coraje y brío que enciende y anima a los valientes pechos, llega una desmandada bala, disparada de quien quizá huyó y se espantó del resplandor que hizo el fuego al disparar de la maldita máquina, y corta y acaba en un instante los pensamientos y vida de quien la merecía gozar luengos siglos…
Andrés Pérez de Herrasti y Pulgar Biedma. Granada 1750-Barcelona 1818.
Militar de dilatada carrera de la Guerra de la Independencia, mariscal de campo en 1809, presidente de la Junta de Armamento y Defensa de Ciudad Rodrigo y de Castilla la Vieja, fue llevado a Bayona por los franceses. Escribe Relación histórica y circunstanciada de los sucesos del sitio de la plaza de ciudad Rodrigo en el año de 1810. El 30 de junio de 1811 las Cortes le declaran benemérito de la patria.
Véanse El Conciso núm. 24, de 18 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico núm. XLVII, de 28 de febrero.
Joaquín Lorenzo Villanueva en Mi Viaje a las Cortes es bastante más explícito sobre los asuntos tratados en la sesión secreta. Traslada el malestar y discusión de los diputados por el hecho de que los Estados Unidos se hayan quedado con los territorios de la Florida Occidental aprovechando la situación de guerra que se vive en España. El presidente insiste en que los diputados deben guardar secreto en el asunto de la venta de los presidios menores. Por último, informa que ha llegado a la Isla la división del general Francisco Copons y Navia, conde de Tarifa. Véase la biografía de este militar malagueño en Diccionario biográfico de España 1808-1833, de Alberto Gil Novales. Villanueva acaba con esta frase: Todo este día se han observado aparatos de nuevo ataque nuestro al campo enemigo.
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13 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Se leen los partes de guerra enviados por el general Gabriel de Álvarez de Mendizábal e Iraeta relativos al sitio de Badajoz. El 7 de febrero había mandado un parte al ministro de la Guerra explicando los pormenores de la lucha, el estado de las tropas cansadas bajo la lluvia en torno a Campomayor, que califica de muy brillante a pesar de los 500 heridos, entre ellos 40 oficiales.
Se aprueba el dictamen de la comisión de Hacienda relativo al establecimiento de una Sala provincial de justicia de Hacienda, mientras que el Consejo de Regencia propone también la nueva planta y atribuciones que deba tener el Consejo Supremo de Hacienda.
Se discute otro dictamen de la comisión de Hacienda sobre ciertas rebajas en los sueldos de algunos empleados. Se produce un vivo debate que da como resultado las proposiciones siguientes:
Rebajar un tercio de sus haberes a los empleados que disfruten jubilación con todo su sueldo, dejando en el estado en que se hallan a los que la han obtenido con solos los dos tercios de su sueldo. La comisión opina que los apuros de la Nación lo exigen y queda aprobada.
Rebajar un tercio de sus haberes a todos los que habiendo estado en ejercicio activo de sus destinos, se encuentren sin ellos. La comisión es de la opinión de que es justo y de que esta providencia sea extensiva a todos los ramos, y queda aprobada.
Salvador José Muro y Salazar, marqués
de Someruelos. 1755-1813.
Que se deje solo la mitad de su sueldo a los que hubiesen obtenido algún destino sin haber podido ejercerlo. La comisión lo considera adecuado con alguna excepción y, después de un largo debate, Juan Polo divide la proposición en dos partes; primera, los que hayan obtenido algún destino sin haber estado antes empleados, y no le puedan desempeñar por ser en país ocupado por los enemigos. Se acuerda que no gocen de ningún sueldo. Segunda, los que antes obtenían destinos y hayan sido promovidos a otros en cuya posesión no hayan podido entrar, gozaran íntegramente los dos tercios de su sueldo anterior, caso de no poder volver a sus antiguos destinos por estar ya provistos o por otra razón. Se acuerda aprobarlo.
El diputado Manuel Ros hace dos proposiciones que quedan admitidas para su discusión:
Se obligará a los que estén sirviendo sus empleos por sustitutos a que pase inmediatamente a servirlos.
Se les impondrá la pena de sufrir que pase al Erario público la parte que dejaban al sustituto, mientras que duren las calamidades en castigo del fraude que hasta ahora han cometido.
Intervienen en el debate sobre los sueldos Guridi y Alcocer, Gallego, Creus y Argüelles. José Miguel Guridi y Alcocer, como diputado americano, solicita que se comuniquen solo las proposiciones aprobadas para no desanimar a aquellos pueblos que se encuentran tan lejos de la metrópoli.
Juan Nicasio Gallego no cree que se deba ocultar estas resoluciones, pues al ser públicas pueden conocerlas por el Diario de Cortes.
Jaime Creus afirma que se les puede comunicar las proposiciones acordadas y no hay por qué enviarles información de lo que no se ha resuelto y se ha dejado para el trámite constitucional.
Agustín Argüelles recuerda a los diputados que la proposición que presentaron los señores americanos no tuvo todo el efecto que se habían propuesto, pero si tuvo el principal que es el derecho de igualdad en la representación nacional.
En cuanto a que el asunto de los empleos se deje para la Constitución, es del parecer de que esta materia es uno de los grandes resortes de la política, y termina afirmando: …Todos los Gobiernos tienen y tendrán siempre conocida tendencia a aumentar el número de sus amigos por medio de los empleos. Todos somos hombres, todos tenemos nuestras pasiones… Se levanta la sesión, quedando pendiente la resolución para otro día.
La sesión secreta comienza con la lectura de la sesión del día anterior. Francisco Fernández Golfín presenta su voto por escrito, para que se incorpore al acta, en el que se opone a la traslación del Congreso a Cádiz. Lo apoyan los diputados Escudero, Martínez, Freire y Herrera.
Los diputados de la isla de Cuba recuerdan a las Cortes la solicitud sobre el cambio de Salvador José de Muro y Salazar, marqués de Someruelos, como gobernador de la Habana.
La Regencia comunica las órdenes dadas al consulado de Cádiz para que completen el empréstito acordado.
Se da cuenta de la exposición de Manuel Albuernes sobre la causa formada con motivo de la orden expedida por la anterior Regencia sobre el comercio libre de América. Se manda pasar a la comisión de Justicia y a la de Comercio de las Américas con Inglaterra.
Se presentan dos representaciones de los ex regentes sobre las operaciones realizadas durante su gobierno.
Se vuelve a informar del conflicto existente entre Francisco Ferraz y Cornel, coronel de los Reales ejércitos y el diputado González, en relación con las injurias proferidas por éste contra su tío Antonio Cornel.
Decreto XXXII: Reformas de algunos sueldos y Decreto XXXIII: Formación de una sala provisional de Justicia de Hacienda. Firmados por Antonio Joaquín Perez, presidente, y José Aznárez y Vicente Tomás Traver, secretarios, en la Real Isla de León el 13 de febrero de 1811.
Véanse El Conciso núm.23, de 16 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico núm. XLVII, de 28 de febrero de 1811, para las crónicas del día.
Gabriel de Álvarez de Mendizábal e Iraeta. 1764-1833.
El general Mendizábal es otro de los militares que se destaca en la Guerra de la Independencia. En esta sesión se informa a través del ministerio de la Guerra del sitio de Badajoz. Ver en Historia General de España: desde los tiempos más remotos hasta nuestros días , de Modesto Lafuente, el capítulo dedicado a la guerra en Badajoz y a la retirada de Portugal: …nuestros contratiempos comenzaron el 11 de febrero, los franceses se apoderan del Fuerte de Pardaleras que guarnecían 400 hombres… Luego organiza en Santander el Séptimo Ejército de operaciones que comprendía las provincias de La Rioja, Burgos, Navarra, Santander, Vizcaya, Guipúzcoa y Álava, intentando tomar Bilbao en 1812.
Salvador José Muro y Salazar, marqués de Someruelos. 1755-1813.
Teniente general y capitán general de Cuba y de las provincias de las dos Floridas entre 1799 y 1812. En 1808 proclama a Fernando VII en La Habana y califica a España de libertadora del mundo. En 1813 vuelve a España, donde muere al poco tiempo.
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12 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Se recibe un oficio de las felicitaciones y juramentos prestados a las Cortes Generales y Extraordinarias por su instalación el 24 de septiembre de 1810 por Puerto Rico, enviado al secretario de Estado y del departamento de Gracia y Justicia el 11 de diciembre de 1810 y, a su vez, remitido a los secretarios de las Cortes por José Antonio de Larrumbide.
Continúa la discusión sobre la provisión de varias prebendas y empleos vacantes. El informe de la comisión del ramo presenta una serie de dudas sobre ciertos extremos. Se procede a la votación de dicho informe, dividido en siete apartados que se van votando separadamente.
Se pide al Consejo de Regencia que informe sobre todos los particulares que indica en su representación la Secretaría de Cámara y Real Estampilla.
Se da cuenta de una memoria presentada por Francisco Javier de Cabanes, ayudante del general Alejandro Coupigni, que remite desde Lisboa titulada: Observaciones sobre el estado actual de nuestros ejércitos y modo de organizarlos y aumentarlos. Se envía a la comisión de Guerra y a la de Hacienda.
La secretaría de Gracia y Justicia informa sobre el estado de la causa de fray Juan José Roldán. Este religioso había sido trasladado por la Chancillería de Granada a Filipinas para un periodo de diez años por haber sido autor de un motín en Granada y cómplice en la muerte del corregidor de Vélez Málaga. Las Cortes quedan enteradas de la justicia con que se ha procedido contra este religioso por su conducta criminal.
El asunto de este día es la continuación del debate sobre la clasificación para el alistamiento y el reglamento de reemplazo. Intervienen en la discusión Pérez de Castro, Utgés, Llamas, Creus, Golfín, Esteban, Mejía, Villafañe, Borrull y Gómez Fernández.
Evaristo Pérez de Castro apoya la tesis de Argüelles sobre la conveniencia de separar a los soldados de su provincia y que la Regencia transporte a las tropas de unas provincias a otras.
Ramón de Utgés no es partidario de una movilización masiva y hace ciertas matizaciones al dictamen de la comisión: no se debe abandonar la agricultura y el comercio: pues que vale mas tener 400.000 hombres en campaña, mal vestidos y armados, o tener 150.000 equipados con todo lo necesario.
Pedro González Llamas es partidario de mantener la orden dada por la Junta Central, ya que está en funcionamiento.
Voluntarios distinguidos de Cádiz. Fondo
doceañista. Consorcio bicentenario 1812.
Jaime Creus se pregunta si es más conveniente dejar el reglamento que estableció la Junta Central o adoptar lo que propone la comisión. La clasificación debe matizarse, pues hay solteros que mantienen a su familia y hay padres ancianos, que no deben correr la misma suerte que otros. Sobre los casados y los viudos también hay sus diferencias, por tanto no es partidario de hacer una clasificación tan general.
Francisco Fernández Golfín se lamenta de que no se haya dejado a la comisión explicar todas las matizaciones contempladas en la propuesta.
Andrés Esteban apoya la tesis de Utgés, pues es de la opinión de que son necesarios hombres que se dediquen a la agricultura, a las artes, al comercio para vestir y sostener al ejército y de que nada serviría que todos se volviesen soldados, si no estuviesen mantenidos, vestidos y armados como corresponde.
José Mejía es partidario del dictamen de la comisión y de que se reclute el mayor número de hombres ante una situación extraordinaria, con la única excepción de los labradores. Justifica uno a uno cada oficio, el fabricante, el comerciante, el magistrado, el estudiante, y los argumentos de cada uno de ellos, pero en esta situación la prioridad es alistarse en el ejército: Afuera exenciones; imitemos al enemigo: a excepción de la perfidia, todo se debe aprender de él.
Manuel Villafañe apoya el plan de la comisión en general y, en cuanto a la exención del servicio por dinero, pide que quede a discreción de las juntas de cada provincia.
Francisco Javier Borrull es partidario de dejar el reglamento establecido por la Junta Central y las clasificaciones. El reglamento no excluye a nadie, ni a ricos ni a pobres: La nobleza y los pudientes vayan a campaña; esto anima a las demás clases; y se necesita dinero, que se les pida… Los que no tienen caudal, ofrecen a sus hijos para oponerse al tirano.
Francisco Gómez Fernández defiende el reglamento de la Junta Central, y solamente hace alguna observación para un mayor equilibrio entre los mozos solteros que vivan en cada pueblo. No se muestra partidario de liberar a los que tengan medios y ofrezcan dinero a cambio: Eso de que el rico cumple con dar cien doblones quedando con su hijo en su casa, mientras el padre infeliz se queda sin el suyo, quiere decir que contribuye con muchísimos menos que el pobre. Se levanta la sesión sin tomar ninguna resolución.
La sesión secreta de este día se celebra entre la una y las dos y media. De nuevo Joaquín Lorenzo Villanueva en su obra Mi Viaje a las Cortes es más explícito que el acta de la sesión correspondiente. Se trata del traslado de las Cortes a Cádiz. En primer lugar se pregunta que día es el más favorable, pues algunos diputados siguen mostrándose reticentes hasta que no se verifique el alistamiento. Otros sugieren que se haga una entrada solemne en procesión rezando letanías. Otros que lo haga el presidente y los secretarios. Otros opinan que esto es más propio del Consejo de Regencia, y que las Cortes son todos los diputados. Al final se acuerda que se trasladen de forma particular y que la fecha sea fijada por el presidente.
Algunos diputados muestran recelos al haber oído que existen ciertos movimientos populares en contra. En el Oratorio de San Felipe Neri había aparecido un pasquín que decía: este será el sepulcro de las Cortes.
El presidente formula dos preguntas a los diputados: sobre si la entrada fuese pública o privada y si se precisa algún traje especial. Se acuerda que la entrada sea pública y que no se haga novedad en cuanto a la indumentaria.
Véanse El Conciso, núm.23, de 16 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico núm. XLVII, de 28 de febrero de 1811, para las crónicas de esta sesión.
Francisco Javier de Cabanes. Solsona, Lérida, 1781-Madrid 1834.
Es otro de los militares de la Guerra de la Independencia. Cadete en las guardias valonas en 1797 y alférez en 1801, toma parte en la expedición a Mahón y en la guerra de Portugal. Traduce del francés Memoria sobre las evoluciones de la Infantería, de Leopoldo Vacca, y escribe Plan de un Estado mayor General. Defiende a Blake en un opúsculo titulado Conducta militar del general Blake en la actual guerra, expuesta con imparcialidad. Es también autor de numerosos textos sobre organización de los ejércitos. Al final de su vida, se interesa por el problema de los transportes y las comunicaciones, y es autor de una Guía general de correos, postas y caminos del reino de España y de una Memoria que tiene por objeto manifestar la posibilidad y facilidad de hacer navegable el rió Tajo desde Aranjuez hasta el Atlántico…
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11 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Se leen las actas de la sesión del día anterior y algunos acuerdos de la sesión secreta. Se aprueba el Decreto XXXIV: Que además de las contribuciones ordinarias y extraordinarias se exija otra que deberá llamarse extraordinarísima, de 120 millones de reales, que había propuesto Felipe Aner. Firmado por Antonio Joaquín Pérez, presidente, José Aznárez y Vicente Tomás Traver, secretarios, en la Real Isla de León, el 11 de febrero de 1811.
José Ribas Ribas diputado por Ibiza y Formentera, del reino de Mallorca, presenta una larga exposición sobre las necesidades que se padecen en estas islas. Se acuerda el reenvío a la comisión de Hacienda.
Se aprueban los poderes de Agustín Argüelles como diputado propietario por el principado de Asturias. Se discute la aprobación de poderes de José María Queipo de Llano y Ruiz de Sarabia, conde de Toreno, por no tener la edad reglamentaria, ya que había nacido en Oviedo el 26 de noviembre de 1786. Se produce un debate en el que se posicionan a favor Mejía, Caneja y Cañedo y en contra Aner y José Martínez entre otros. Se decide reenviar de nuevo el expediente a la comisión de Poderes.
En la sesión del 16 de marzo de 1811 se verá un segundo dictamen sobre los poderes del conde de Toreno y se solventa el problema de la minoría de edad en atención a haber obtenido del anterior Consejo de Regencia la habilitación correspondiente, no sólo para la administración de sus bienes sino también para todos los efectos civiles.
La comisión de Hacienda presenta su dictamen sobre el sueldo de los secretarios interinos de Gracia y Justicia, y de Hacienda de España e Indias, que debe ascender a 80.000 reales. Intervienen en el debate Aguirre, La Serna, Aner, Dueñas y Mejía. Pedro Antonio Aguirre considera que es poco dinero y que los ministros deben contar con medios de representación. Francisco La Serna es de la opinión de que deben cobrar igual los secretarios en propiedad que los interinos. Felipe Aner, como miembro de la comisión, no está de acuerdo en que se considere igual a los propietarios y a los interinos en cuanto al salario. Domingo Dueñas considera que se debe dejar a su arbitrio y que cada uno cobre lo que estime necesario y de este modo se puede valorar su patriotismo. José Mejía pide que se apruebe el dictamen de la comisión que asignaba 120.000 para los propietarios y 80.000 para los interinos, aunque le resulta doloroso hablar de estas cantidades en la situación precaria que vive el país.
Se procede a la votación y queda aprobado el dictamen de la comisión, aunque se suscitan algunas dudas sobre la legitimidad de este acto. El diputado Manuel Luxán pide que se repita la votación y se realice en dos partes. Muñoz Torrero también lo solicita, pero no se repite la votación.
José María Queipo de Llano y Ruiz de Sarabia,
VII conde de Toreno. 1786-1843.
Fondo doceañista. Consorcio bicentenario 1812.
De nuevo se plantea el debate sobre el alistamiento general para el servicio militar, que ocupa el resto de la sesión. En esta ocasión se plantea según la proposición de Agustín Argüelles reducir las seis clases que había fijado la Junta Central a cuatro: primera, solteros y viudos sin hijos; segunda, viudos con hijos; tercera, casados sin hijos; y cuarta, casados con hijos. Intervienen Aner, Golfín, Llamas y Argüelles.
Felipe Aner se muestra en desacuerdo con la clasificación que hace la Junta Central y la comisión de Guerra. Pone como ejemplo el modelo seguido en Cataluña: …El contribuyente es el que mantiene al soldado y no puede haber soldados sin la sustancia de estos contribuyentes… la gran ciencia del legislador consiste en nivelar estos dos servicios, personal y pecuniario. Pido pues que a lo menos en Cataluña subsistan estas exenciones por dinero, tan necesarias allí para resistir a sus enemigos…
Francisco Fernández Golfin interviene como miembro de la comisión y se opone a la tesis de Aner, ya que defiende que no debe haber exenciones y deben ser llamados de todas las clases: …Con exenciones, nuestros ejércitos siempre serán cortos: sin ellas podemos tomar la ofensiva y libertar la Patria…
Pedro González Llamas tampoco es partidario de la nueva clasificación que propone la comisión de Guerra y es de la opinión de seguir el reglamento que estaba establecido por la Regencia.
Agustín Argüelles, interviene en último lugar en defensa de la proposición que el mismo había presentado. Empieza por decir que no se ha entendido el espíritu de la misma, ya que ésta pretende que todo español pueda ser declarado soldado de la patria. La organización establecida por la Junta Central debe ser renovada para evitar fraudes y fijar reglas que los evite. El sistema adoptado en tiempos de Carlos III no puede hacer frente a la guerra actual. Se deben buscar nuevas medidas para conseguir aumentar la dotación del ejército, allí donde se necesite. Concluido este discurso se levanta la sesión sin resolverse nada.
En la sesión secreta se leen los partes de guerra, estado de las fuerzas sutiles y obras de fortificación. Se presenta una moción sobre atrasos de pagos a la marina, lo que provoca deserciones entre sus miembros, que ya se va notando en la tripulación de los buques. Se resuelve que se recomiende al Consejo de Regencia el socorro de los atrasos y urgencias de la marina con igual proporción al ejército, según los fondos que tenga el Erario.
Se lee una comunicación del aposentador de Palacio, Juan Miguel de Grijalva, en la que manifiesta el estado en que se hallan las obras de San Felipe Neri en Cádiz y que dentro de pocos días estarían terminadas. El presidente informa que mañana traerá una serie de medidas que deben tenerse en cuenta para el traslado de las Cortes desde la Real Isla de Léon a Cádiz.
José María Queipo de Llano y Ruiz de Sarabia, VII conde de Toreno, vizconde de Matarrosa. Oviedo 1786-París 1843
Nace el 26 de noviembre de 1786 en Oviedo, en la casa palacio de Malleza. Dado que no tenía la edad mínima requerida para ser elegido, la toma de posesión se dilata hasta el 16 de marzo de 1811 y jura el 18. Forma parte de las comisiones de Guerra, Honor, Poderes, Traslación de Cortes, entre otras. Destaca su intervención sobre la abolición de los señoríos en la sesión de 7 de junio de 1811. Cuando Fernando VII restaura el absolutismo en 1814, emigra a Inglaterra. Durante el sexenio vive entre Londres y París. Vuelve como diputado en 1820, 1834, 1837 y 1840. Es presidente de las Cortes durante el Trienio Liberal, del 9 de septiembre al 8 de octubre de 1820. En el impreso Verdades y genuinas semblanzas de los padres de la patria, para la legislatura 1820-21 , se le retrata así: Entiende de todo/No sólo de hacienda/Política mucha/No poco de guerra/Bastante de industria/Y de todas las ciencias/ Sí a empréstitos hace/Es por nuestras deudas.
Véase El Conciso núm. 22, de 14 de febrero de 1811, sesión del 11, en el que se hace un resumen de los asuntos tratados: plan de empréstito forzoso de 120 millones de reales, discusión de los poderes del conde de Toreno por no tener la edad reglamentaria de 25 años, sueldo de los ministros interinos, dictamen de la comisión de Guerra sobre reglamento de reemplazo. En este último asunto destaca la intervención de Argüelles. El periódico pone en su boca esta expresión: que no se desechase el pensamiento de la comisión, pues toda España debe en el día ser un dilatado campamento; y que la misma comisión propusiese los medios de eximir del servicio personal por el pecuniario. Y el Semanario Patriótico núm. XLVII, de 28 de febrero de 1811, que, finalizado el editorial sobre América que había ocupados varios números, comienza a ocuparse de la Organización Militar.
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10 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Se abre la sesión con la lectura del acta del día anterior, al cabo de la cual toma la palabra el diputado Simón López para presentar su voto a la exposición que había realizado en la sesión anterior relativa a la venta y requisición de las alhajas de plata de las iglesias, concretamente de la iglesia de la villa de Cuevas de Vera, en Almería.
Interviene Joaquín Lorenzo Villanueva, mostrándose partidario de tomar los efectos de oro y plata de las iglesias siempre y cuando no sean los utilizados y necesarios para oficiar el culto. No es partidario, por el contrario, de la entrega de todas las alhajas, caso en el que se encuentra la iglesia de la villa de Cuevas de Vera: Si á un ciudadano se le sacase toda su plata, al tiempo que á otro no se le mandase dar sino la mitad, podría éste quejarse justamente. En el mismo caso se halla esta parroquia, y siempre será justa su reclamación, á no ser que por una nueva orden se mandasen entregar todas las alhajas sin excepción alguna.
El debate no da fruto y algunos diputados manifiestan que no es un asunto que deba centrar la atención de las Cortes y que debe derivarse a los tribunales de justicia. Pero, más adelante, en esta misma sesión, el diputado Francisco Gómez Fernández propone que se devuelva a la Iglesia de Castillejos la plata y las alhajas para que pueda celebrar el culto.
Francisco López Ballesteros, 1770-1832.
Biblioteca Nacional.
Se procede por parte del presidente al nombramiento de los integrantes de la comisión de Comercio y Marina, que queda integrada por los diputados siguientes: Luis Rodríguez del Monte; Alonso María de Torres y Guerra, marqués de San Miguel de Grox; Ramón Power Giralt; Andrés de Llano Nájera y José Alonso López y Nobal.
Prosigue la sesión con la intervención del diputado Francisco Fernández Golfín para solicitar que las Cortes honren la labor del general Francisco López Ballesteros nombrándolo benemérito de la patria: y así como se publican las acciones criminales de algunos militares, también es debido que se hagan patentes las heroicas y gloriosas de otros que trabajan por libertar la Patria y las virtudes de un verdadero patriota cual es el general Ballesteros. Lo que motiva esta propuesta es la acción militar sucedida en el pueblo de Castillejos, donde el general Ballesteros, al frente del quinto ejército, se enfrentó a los franceses: con la escasa fuerza de menos de 3.000 hombres derrotó á los enemigos que le atacaron en número de 7.000 con siete piezas de artillería, á pesar de carecer él de esta última arma.
Todos los diputados que intervienen en el debate se vanaglorian de haber conocido en algún momento al general Ballesteros; así, el diputado Juan Nicasio Gallego rememora la jornada del 2 de mayo de 1808 en Madrid con estas palabras: no puedo ocultar á V.M. que este general estuvo conmigo el día 2 de Mayo en Madrid; fuimos juntos á palacio; y cuando los primeros tiros, nos hallábamos en medio de la calle Mayor, donde estuvimos en riesgo de ser muertos por la caballería francesa. Entonces me dijo: Tenia resuelto ir á Aragón á ver á mis gentes; pero ya no voy á Aragón; ya no voy á ver á mis gentes: me voy á Asturias á preparar la venganza de este ultraje que se hace á la Nación española.”
En la misma línea se expresan más diputados. El reconocimiento implica además una donación económica de 10.000 reales hecha por el diputado Andrés Morales de los Ríos para socorrer a su ejército.
Para otros diputados como Joaquín Díaz Caneja y Luis Velasco no sólo hay que declarar benemérito de la patria al general Ballesteros sino que otros generales como Mendizábal y todo el llamado Ejército de la Izquierda son merecedores de dicha consideración.
Para el diputado Felipe Aner el ejército de Cataluña no puede quedar al margen de recibir los elogios y agradecimiento de las Cortes, de igual manera que el general Ballesteros: Señor el declarar á un ejército benemérito de la Patria, es vulnerar el honor de los demás ejércitos; y así, mi dictamen es que declarando beneméritos de la Patria al general Ballesteros y á su división, se declare igualmente al ejército de Cataluña y á todos los demás de España... Interrumpiéronle algunos diciendo que al general Ballesteros no se le declaraba benemérito de la Patria precisamente por buen militar sino por buen patriota. A lo cual contestó: En Cataluña todos son patriotas.
Agotado el debate, se produce la votación favorable a la declaración de beneméritos de la Patria al general Ballesteros y a su ejército. El diputado Luis Rodríguez del Monte recomienda ser cauto en la concesión de estos premios: porque la experiencia nos ha hecho ver que luego que una gracia se hace común, pierde todo su valor. El tesoro del honor debe ser dispensado con suma economía.
Para Juan Nicasio Gallego no hay que limitar estas consideraciones a sólo la oficialidad del ejército, por ello propone que la comisión de Premios elabore una lista de los supuestos merecedores: pido que la comisión de Premios, en vista de los documentos que se le presenten, forme una lista en la cual no se haga distinción alguna, inscribiendo en ella lo mismo al tambor que al general, pues solo debe ser un premio para los que por sus méritos sobresalientes se hayan hecho acreedores á esta gracia.
Manuel de Villafañe propuso colocar los nombres de los declarados beneméritos de la patria en letras de oro en el salón de las Cortes; le respondió José Luis Morales Gallego que era más conveniente inscribir el nombre de los premiados en un libro para no llenar el salón de pinturas.
Antes de levantar la sesión pública se remitió al Consejo de Regencia un expediente sobre los enfrentamientos surgidos entre la Junta de Cádiz y la subdelegación de rentas con motivo de la introducción de cal.
La sesión secreta se abre con la lectura del acta del día anterior y de los partes de guerra, fuerzas sutiles y obras de fortificación de Cádiz y la Isla. El resto de la sesión se dedica a la lectura de diversos oficios: el primero de ellos es una contestación del secretario de Guerra, de orden del Consejo de Regencia, relativa a dar auxilio y socorro a la Serranía de Ronda, luego que lo permitan las apuradas circunstancias del día, en que se carece absolutamente de caudales, y no es posible subvenir tan pronto á estas necesidades… Así, se aprobaron dos proposiciones del diputado Felipe Aner: la primera de ellas, expresada en los términos siguientes: Que se diga al Consejo de Regencia, que siendo tantas y tan perentorias las urgencias del Estado, y necesidades de los ejércitos, proceda sin pérdida de momento, y por los medios mas ejecutivos, á la realización del préstamo pedido á Cádiz… La segunda proposición, también aprobada, establecía que: …se exija de todas las provincias de la Península é islas adyacentes enteramente libres ó en parte, la cantidad de 120 millones de reales, por una contribución extraordinaria repartida de pronto á todas las clases, y sin calidad de reintegro. Otro oficio daba noticia de la rendición de la plaza de Olivenza y de la proclama del general Mendizábal.
Un oficio llegado a través del ministerio de Estado informa de los sucesos que estaban acaeciendo en el virreinato de Buenos Aires y de la conducta de la Corte del Brasil; pero se resuelve tratar el asunto en otra sesión secreta.
Finaliza la sesión secreta con la proposición de Domingo García Quintana relativa a que en un plazo de dos días los diputados propongan a las Cortes las medidas ó medios que juzguen más á propósito para dar energía á los ejércitos y administración pública, cuidando de economizar discursos que no sean muy ceñidos al intento y terminantes al fin propuesto, y el de poder elegir de entre todos el medio que se crea más conveniente. Resulta aprobada.
Véanse El Conciso núm.22, de 14 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico núm. XLVI, de 21 de febrero de 1811.
Francisco López Ballesteros. Brea, Zaragoza, 1770 - París, 1832.
Es otro de los militares destacables de la Guerra de la Independencia. Alberto Gil Novales, en Diccionario biográfico de España 1808-1833, le dedica una extensa biografía. En esta sesión se solicita su declaración como benemérito de la patria. El Conciso de 10 de febrero glosa la batalla de Castillejos. En 1811 es teniente general, ministro en 1815. En 1820 exhorta al rey a firmar la Constitución de 1812. En 1813 lucha contra los franceses del duque de Angulema en Navarra y Aragón pero capitula el 21 agosto de 1823 y se entrega a Fernando VII. Ballesteros huye a Cádiz y desde allí obtiene pasaporte para Francia, con una pensión de 12.000 francos anuales. Muere en París el 29 de junio de 1832.
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9 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Empieza la sesión con la aprobación de una minuta de decreto sobre reunión de caudales nacionales en una sola caja a disposición de la Tesorería general.
Presta juramento Pedro Aparici y Ortiz, diputado por el reino de Valencia.
La secretaría de Guerra comunica que se ha nombrado brigadier de los Reales Ejércitos a José María de Santocildes, en reconocimiento a la defensa que hizo de Astorga.
Se envían a la comisión de Arreglo de provincias las representaciones de la Audiencia de Valencia sobre distintos problemas que afectan a la región.
A la comisión de Comercio y Marina se remite una exposición del Consejo de Regencia sobre abolición del privilegio del apoderado del consulado de Cádiz en Veracruz. En relación con este asunto interviene el diputado por Cádiz Pedro Antonio Aguirre para defender al Consulado y su propuesta de que el virrey pueda nombrar a personas de su confianza para la maestría de caudales.
Sigue el debate de las proposiciones de los diputados americanos que dará lugar al Decreto XXXI. En que se declaran algunos de los derechos de los americanos, firmado por Antonio Joaquín Pérez, presidente. José Aznárez y Vicente Tomás Traver, diputados secretarios, en la Real Isla de León, el 9 de febrero de 1811.
La segunda se aprueba en estos términos:
Los naturales y habitantes de América pueden sembrar y cultivar cuanto la naturaleza y el arte les proporcione en aquellos climas, y del mismo modo promover la industria, manufactura y las artes en toda su extensión.
Se continúa con la lectura de la tercera proposición que dice:
Se alza y suprime todo estanco en las Américas; pero indemnizándose al Erario público de la utilidad líquida que percibe en los ramos estancados por los derechos equivalentes que se reconozcan sobre cada uno de ellos.
José María Santocildes y de Llanos.
Barcelona 1771-1846. Fondo doceañista.
Consorcio bicentenario 1812.
Intervienen en la discusión de la tercera varios diputados. Jaime Creus opina que es complicado delimitar este asunto, pues exige conocimiento muy en concreto de los géneros estancados en America; por tanto aconseja dejarlo para cuando se redacte la Constitución. Ramón Lázaro de Dou se suma a la opinión de Creus y pone el ejemplo del estanco del tabaco establecido en España dese 1759. Juan Clímaco Quintano afirma: para deshacer una equivocación diré solamente que cuando se trató del arreglo de provincias, dije que en 1797 produjo en España la renta líquida del tabaco 120 millones de reales; en 1802, bajó a 82, y en 1807 pasó de 116. Agustín Argüelles aconseja que se deje para tiempo más oportuno, porque es de la opinión de que los diputados americanos no pueden estar preparados para informar sobre este asunto: Generalmente hablando, todo estanco es perjudicial: este ya es un canon de economía política; pero puede ser útil en algún ramo particular. Manuel García Herreros manifiesta: Los estancos son recursos miserables, hijos de la ignorancia del gobierno. Solicita a los americanos que estudien la necesidad de los mismos. El presidente Antonio Joaquín Pérez es de la opinión de que se estudie cada caso en particular. José Espiga reconoce que la necesidad es la que ha obligado al gobierno a tomar estas medidas de estancar, pero cree que ha de ser una comisión de Rentas creada a tal efecto la que lo estudie. Se reserva esta tercera proposición para tratar de ella cuando se forme la Constitución.
Sobre la cuarta proposición, que trata sobre la explotación de las minas de azogue, no hay discusión pues ya había sido sancionada por un decreto.
La quinta proposición se aprueba por aclamación y su texto es el siguiente: Los americanos así españoles como indios, y los hijos de ambas clases, tienen igual opción que los españoles europeos para todos los empleos y destinos así en la corte como en cualquiera lugar de la Monarquía, sean de la carrera eclesiástica, política y militar.
Se leen las proposiciones sexta y séptima cuyo contenido es el siguiente:
Sexta proposición: Consultando particularmente la protección natural de cada reino, se declara que la mitad de sus empleos ha de proveerse necesariamente en sus patricios, nacidos dentro de su territorio.
Séptima proposición: Para mas seguro logro de lo sancionado, habrá en las capitales de los virreinatos y capitanías generales de América una junta consultiva de propuestas para la provisión de cada vacante respectiva en su distrito al turno americano, a cuya terna deberán ceñirse precisamente todas las autoridades a quienes incumba la provisión en la parte que a cada uno toque. Dicha Junta se compondrá de los vocales siguientes del gremio patricio. El oidor más antiguo, el regidor más antiguo, y el síndico personero del ayuntamiento, el rector de la Universidad, el decano del colegio de abogados, el militar de mas graduación, y el empleado de Real hacienda mas condecorado.
Después de una breve intervención sobre si estaban admitidas a discusión, intervienen de nuevo varios diputados. José Martinez cree que es inútil esta discusión previa a la tramitación de la Constitución. Antonio Joaquín Pérez argumenta que desde el 24 de septiembre de 1810 se están fijando las bases para la nueva Constitución. Ramón Giraldo vuelve a insistir en que ahora es el momento de echar a los enemigos y dejar el debate de los fueros y privilegios de las provincias para el debate constitucional. Domingo García Quintana apoya la idea de que la Constitución debe ser una obra sistemática y no se debe legislar previamente. Manuel García Herreros insiste como el resto de sus compañeros en que todas las proposiciones de América, para cuya resolución se deban tener presentes las mismas bases que para Europa, es preciso dejarlas para la Constitución. Agustín Argüelles, que es el último en intervenir en torno a la séptima proposición, es de la opinión de que debe ser objeto de un reglamento y que no se deben precipitar y que se debe posponer para el debate constitucional.
Al final de este debate, se decide que estas dos proposiciones, la sexta y la séptima, pasen a la comisión de Constitución.
La octava proposición es desechada por unanimidad. Estaba concebida en estos términos: Reputándose de la mayor importancia para el cultivo de las ciencias y para el progreso de las misiones que introducen y propagan la fe entre los indios infieles, la restitución de los jesuitas, se concede por las cortes para los reinos de América.
Finalizado el debate de las proposiciones de los americanos, interviene Agustín Argüelles para reclamar de nuevo que se vigile el funcionamiento del correo y pone como ejemplo el Principado de Asturias y otras provincias que están incomunicadas con el gobierno y con las Cortes.
Los diputados Vicente Pascual y Vicente Traver denuncian que la plata recogida de las iglesias no llega a su destino para remediar los males de la guerra.
Por último, se lee una exposición sobre el heroico militar inglés Juan Downey que había sido nombrado coronel comandante de la legión de Extremadura. Los diputados Valcárcel de Dato, Golfín, Vera, Castelló, Pérez de Castro y Argüelles coinciden en que se le reconozcan sus méritos.
La sesión secreta empieza con la lectura de los partes de guerra y de fortificaciones. Se informa de diversas plazas que están en peligro por la guerra, como Olivenza, Badajoz y el reino de Galicia.
Agustín Argüelles presenta la proposición siguiente. Deseosas las Cortes de enterarse a fondo de las causas que pueden haber influido en la continuas y desastrosas pérdidas que ha experimentado la Nación en la de plazas y derrota de los ejércitos, y de los medios de corregirlas, quieren que el Consejo de Regencia informe a S.M. sin perdida de tiempo de lo que convenga, bien sea por medio de sus individuos o por el de la exposición verbal y por escrito de los Secretarios del Despacho, como lo ha practicado últimamente el de Hacienda. Votada la proposición, resulta aprobada.
José María Francisco Silvestre de Santocildes y de Llanos. Barcelona 1771-1847.
Coronel del regimiento de Santiago, gobernador de Astorga. En 1811 llega a Cádiz y las Cortes proponen a la Regencia su ascenso a brigadier como premio por la defensa de Astorga, acontecimiento que se recoge en la sesión de hoy: En la sesión del 2 de febrero el diputado Rodríguez del Monte le define de esta manera: que se hallaba en la Isla de León un militar distinguidísimo, un hombre que nada pretende, porque los hombres de su temple nada pretenden; pero yo propongo a las cortes que se diga al consejo Real que S.M. vería con gusto que se recompense, como se debe, el gobernador que tan heroicamente defendió la ciudad de Astorga.
Mas tarde asciende a mariscal de campo por su actuación en tierras de Galicia y Asturias. Es autor de Resumen histórico de los ataques, sitio y rendición de Astorga, publicado en Madrid en 1815. Forma parte en 1817 de una junta de generales para calificar a todos los jefes de infantería. Es miembro del consejo de guerra que condena a Lacy en 1817. Se le conceden las cruces de San Hermenegildo y San Fernando y es nombrado capitán general de Castilla la Vieja, en Valladolid. En 1835 es nombrado secretario de la capitanía general de Barcelona.
Juan Downey. Condado de Stirling, Escocia 1777-Sevilla 1826.
Este militar inglés figura en el ejército español a partir de 1810. Crea la legión extremeña y es nombrado coronel. Asciende a brigadier en 1812. Pierde un ojo en la toma de Sevilla. Hecho prisionero, es canjeado por orden de Wellington. En el Redactor General de 19 de julio de 1813 publica su respuesta a los madrileños residentes en Cádiz que le han felicitado. Escribe numerosas obras y es condecorado con varias cruces. Véase bibliografía mas extensa en Diccionario biográfico de España 1808-1833, de Alberto Gil Novales, 2010.
Véase El Conciso núm. 21, de 12 de febrero de 1811, donde se relata que se lee un parte de los oficiales reales de Cartagena de Indias en el que consta que se remiten por dicha Junta 190 pesos fuertes a bordo de la goleta Fénix para la Real Hacienda.
Este día se publica también este soneto sobre un retrato de Bonaparte: Aficionado. ¿Quien es ese ridículo muñeco/Que sobre un aguiluz se gallardea/Y contra el airecillo forcejea/Porque destapa su poder enteco?/ Bravatas?, si… que grave esta, que hueco /Con el manto real que le rodea/¿ Farsante?, no? No acierto con tu idea, /Sino es un maniquí de chuchumeco.
Pintor. Ese que ves con tabacoso manto/Mirando a lo traidor, en la nequicia/Todo engolfado de talón a frente/ Es de rancia el verdugo, y es su llanto/El hijo de la púdica Leticia/Napoleón por im omni potente.
Las proposiciones de los americanos se insertan en El Conciso núm. 22, de 14 de febrero de 1811.
Véase el Semanario Patriótico núm. XLVI, de 21 de febrero de 1811, la sesión de este día. El editorial de este número concluye el Discurso histórico político de América.
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8 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones sesión secreta
Comienza la sesión con el nombramiento de los diputados de la comisión de Premios. Resultan designados Gregorio Laguna, Francisco Fernández Golfín, Evaristo Pérez de Castro, Alfonso Núñez de Haro y José Valcárcel Dato.
Se solicitan a la secretaría de Guerra los expedientes de los méritos de los defensores de Astorga, Gerona y Ciudad Rodrigo.
Se da cuenta de una representación del regente y oidores de la Audiencia de Sevilla en la que solicitan el aumento de sueldo, o que se les pague algo de lo devengado. Se inicia un debate sobre la oportunidad de que exista una Audiencia en Sevilla dada la situación de precariedad en la que se encuentra el país. El dictamen de la comisión de Hacienda sobre este asunto se verá el día 2 de abril.
Intervienen los diputados Valiente y Dueñas. José Pablo Valiente cuestiona la existencia de la Audiencia. Domingo Dueñas rebate estos tres puntos: que la Audiencia se extinga, que los despachos pasen al Consejo de Regencia y que los ministros pasen a Mallorca o a Canarias. El Congreso resuelve que este asunto sobre la supresión del Tribunal de Sevilla se reserve para otro día.
Comienza la discusión de la proposición de Diego Muñoz Torrero sobre la creación del Tribunal de Cortes.
Intervienen Muñoz Torrero, Aner, Borrull, Mejía, Dou, Oliveros, Luxán, Valiente y Mendiola.
Diego Muñoz Torrero defiende la inviolabilidad de los diputados y que estos deben ser juzgados por un Tribunal formado por las mismas Cortes.
Felipe Aner es de la misma opinión y pone el ejemplo de los Pares en Inglaterra, que son juzgados por ellos mismos; si los militares son juzgados por tribunales militares, los diputados deben ser juzgados por las mismas Cortes.
Francisco Javier Borrull defiende que exista un Tribunal de Cortes y alude también al ejemplo de Inglaterra. Las Cortes desde su instalación han procurado asegurar la libertad e independencia de los diputados.
José Mejía, aunque reconoce que los diputados también pueden cometer faltas, defiende que estas deben ser juzgadas por un tribunal formado por diputados. Sugiere que se tengan en consideración los siguientes aspectos: que el número que debe formar el tribunal no debe ser inferior a siete individuos; que deberán proceder de distintas profesiones y provincias y, especialmente, recomienda que su mandato no sea perpetuo.
Ramon Lázaro de Dou aconseja que sean doce y que puedan ser recusados.
Antonio Oliveros es de la opinión de los diputados que le han precedido y dice: Hágase el tribunal de diputados de V.M., y sean amovibles para mayor satisfacción de todos.
Real Fuerte de la Concepción. Aldea del Obispo (Salamanca)
Manuel Luxán solicita que se forme una comisión ad hoc, cuando haya causa para ello, y no permanente, y que el número de diputados sea impar para evitar empates.
José Pablo Valiente apoya el nombramiento de una comisión ad hoc y defiende con energía que el tribunal no debe ser permanente, a lo sumo cuatro meses.
Cierra el debate Mariano Mendiola, que al parecer es el único que presenta alguna objeción. Se pregunta el diputado por la duración de las Cortes, que se desconoce, y por ello no ve necesario que se forme un tribunal especial ni una comisión ya que: …Un magistrado que solo es por tiempo determinado, no puede ser enjuiciado durante su comisión. Interin que un virrey es virrey no se le puede castigar, ni nada se hace hasta que cesa. Mas: el diputado no puede ser premiado durante su diputación; ¿cómo pues puede ser castigado?... Su dictamen es por tanto contrario a la creación de un tribunal de Cortes o de comisiones especiales.
Finalmente, se da por suficientemente discutido el asunto y se resuelve que los individuos que han de conocer las causas de los diputados pertenezcan a las Cortes y que se nombre una comisión para elaborar un reglamento sobre la creación de dicho Tribunal y el modo de sustanciar y determinar dichas causas.
Varios diputados exponen las necesidades de sus territorios, en concreto de la Serranía de Ronda y de la provincia de Asturias.
Sobre la proposición presentada el día anterior sobre el fomento de la Marina, se decide que se estudie por una futura comisión de Comercio y Marina.
Una vez más se discute sobre el alistamiento para el ejército. En esta ocasión, el diputado Francisco Fernández Golfín en nombre de la comisión de Guerra da lectura a una exposición sobre el mismo, pero se deja el asunto para discutirlo en otra sesión.
En la sesión secreta se trata del alistamiento. Antonio Oliveros presenta tres proposiciones dirigidas a facilitar medios para continuar la guerra y evitar la escasez de víveres que amenaza las provincias:
Que la comisión de hacienda u otra se informe del estado en que se halla la negociación de empréstito con Inglaterra.
Que se trate con el Consejo de Regencia, oyendo a los Ministros de Estado y Hacienda, de cuanto sea necesario para que se realice y se proponga a las Cortes.
Que en vista del resultado se examine si convendrá que pasen dos diputados de las cortes a Londres, a hacer presente al Gobierno y Nación inglesa la necesidad de que se auxilie a la España con socorros cuantiosos para sostener la causa que defienden las dos Naciones unidas.
Se produce un pequeño debate y quedan admitidas para ser discutidas en otra ocasión.
La comisión encargada de proponer el modo de anunciar al público la prestación del juramento del obispo de Orense presenta su informe, que se envía a la Regencia para su impresión y publicación.
Antonio Joaquín Pérez, en su calidad de presidente, señala para la sesión secreta del día siguiente el tratar del modo con que se había de verificar la traslación de las Cortes al Oratorio de San Felipe Neri de Cádiz.
Véanse El Conciso núm. 21, de 12 de febrero de 1811, y el Semanario Patriótico núm. XLV, de 14 de febrero de 1811. En relación con el asunto principal de la sesión que es la creación del Tribunal de Cortes, el periódico empieza con estas palabras: Una ocurrencia desagradable, de que ex profeso no hemos querido hablar, habrá dado probablemente motivo a la discusión de hoy. Tratose de la formación de un tribunal para juzgar a cualquier diputado que fuese acusado.
De las estrechas relaciones existentes con Inglaterra, da muestra el que en las Noticias, sección final del Semanario, se de noticia de la notable mejoría de la salud del rey y de que se disponen a salir de los puertos ingleses ocho navíos de línea y dos fragatas con tropas para Lisboa.
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7 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Presta juramento el diputado por el reino de Valencia Baltasar Esteller Ferrán, pero no adquiere sus poderes hasta el 16 de febrero. Esteller había sido acusado de infidente por el capitán general de Valencia al considerarlo persona sospechosa por no haber huido de su casa cuando los franceses ocuparon la ciudad. La denuncia da lugar a un expediente que la comisión de Poderes resuelve declarándolo inocente.
Se concede a Antonio Basoco la gracia de título de Castilla con la denominación de conde de Basoco.
Se lee la memoria presentada por José Alonso López y Nobal, diputado por Galicia, sobre Marina. Propone también este diputado que los frutos coloniales almacenados en Cádiz se remitan a las provincias y que se establezca en El Ferrol un cuño de moneda de cobre. Se reservan estos expedientes para una nueva comisión de Marina y Comercio que se constituirá más tarde.
Ramón Power presenta a las Cortes una súplica acerca de la provisión del arcedianato vacante en la iglesia catedral de Puerto Rico, que se manda pasar a la comisión Eclesiástica, donde se hallan los antecedentes.
Se continúa la discusión sobre igualdad de representación de América y España: Intervienen los diputados La Serna, Mendiola y Morales Duárez.
Francisco de La Serna se muestra en desacuerdo con la proposición, dice conocer aquel hemisferio y que: aunque todos son hijos de Adán, no todos son iguales… y pido a V.M. que en la representación tengan igual parte los negros, mulatos, cuarterones, quinterones, sexterones y saltoatrás…
Pedro José Gordillo intenta ser imparcial y enumera los peligros que pueden derivarse de la no aprobación de la proposición, las insurrecciones que empiezan a cundir en estos territorios y, por otro lado, que la distancia en la que se encuentra América dificulta la incorporación de los diputados. Recomienda por tanto que se deje la definición de una representación más equitativa para futuras Cortes.
Mariano Mendiola, diputado por Querétaro del Virreinato de Nueva España, distingue entre varios tipos de inconvenientes: civiles, políticos y de comparación: Destruidos estos quedan al mismo tiempo robustecidos los argumentos que forman el concepto de deberse conceder a las Américas la misma idéntica representación de que goza la envidiada España.
Vicente Morales Duárez, del Virreinato del Perú, es el que pronuncia una intervención más extensa y quizás pueda considerarse como uno de los discursos más significativos que se pronunciaron en estas primeras sesiones en defensa de la representación americana: Su principal objeto es hacer notar que los dos grandes medios o sistemas con que se combate la proposición actual son abiertamente contradictorios entre sí con sus principios y sus pruebas.
Hace un estudio detallado de la situación de los indios, de los negros y de las castas y desmiente muchos mitos, como el de que era imposible el censo de los indios. Alude a varios historiadores de los siglos XVI a XVIII y a grandes obras para comprender mejor la realidad de los territorios de América. Incluso defiende que el número excesivo de diputados no sería problema y pone el ejemplo de Alejandro Magno cuando conquistada Persia, arrastra 30.000 persianos a su metrópoli.
Concluido el debate, la proposición se da por suficientemente discutida y se procede a la votación nominal. Se divide en dos partes. Resulta aprobada la primera relativa al derecho de igualdad de representación, por 123 votos contra 4 y rechazada la segunda, reducida a que se realizase la declaración de este derecho en las Cortes actuales, por 69 votos contra 61.
La sesión secreta empieza con la lectura de la sesión del día anterior, de los partes de guerra, de las fuerzas sutiles y obras de fortificación de Cádiz y de la Isla.
José de Castelló, diputado por Valencia, expone que desde el 17 de septiembre tiene concedida la gracia de la cruz pensionada de la Real Orden española de Carlos III; solicita la dispensa de las pruebas por ahora y que, en pago de los 4.000 reales de vellón que debía depositar en la tesorería de la Orden, se admitan los primeros que le pertenezcan cobrar por la referida pensión.
De nuevo preocupa a los diputados el alistamiento en Cádiz. José Luis Morales Gallego presenta la proposición siguiente: Que se diga al Consejo de Regencia, que sin perjuicio de destinar a los voluntarios de Cádiz a donde y como lo estime por conveniente según las obligaciones en que se constituyeron, comuniquen orden al general Villalba para que tomando instrucción del gobernador y demás personas que tenga por conveniente, saque de dicho cuerpo los desertores dispersos de otros pueblos, y los demás que se hubiesen incorporado en él desde el 2 de noviembre último; dando cuenta de haberse evacuado la diligencia, para que en vista de su resultado determine el Congreso lo que tenga por conveniente.
Se aprueba la proposición y se levanta la sesión.
Debate sobre la representación americana: El problema de la representación de los diputados vuelve a las Cortes mediante una segunda proposición, que al final se aprueba parcialmente ya que se deja su resolución definitiva para la tramitación de la Constitución. Véase la bibliografía citada en algunos casos por los propios diputados americanos en esta sesión:
Visiones y revisiones de la independencia americana: III Coloquio Internacional de Historia de América, edición a cargo de Izaskun Álvarez Cuartero y Julio Sánchez Gómez.
Historia general de las conquistas del Nuevo Reyno de Granada, de Lucas Fernández Piedrahita.
Historia general del Perú, escrita por el ynca Garcilaso de la Vega.
Historia de la conquista y población de la provincia de Venezuela, de José Oviedo y Baños.
Historia de la independencia americana: la emancipación del Perú según la correspondencia del general Heres con el libertador: 1821-1830, de Daniel Florencio O`Leary.
Historiadores de indias, de M. Serrano y Sanz.
La monarquía indiana y el estado de derecho, de José Manuel Pérez Prendes y Muñoz de Arracó.
Política indiana: sacada en lengua castellana de los dos tomos del derecho, i govieno municipal de las Indias Occidentales, que mas copiosamente escribió en la latina el dotor don Iuan Solórzano y Pereira.
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6 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Se aprueban los poderes de Pedro Aparici y Ortiz, diputado suplente de Valencia, que sustituye a José Caro Sureda, cuya elección había sido anulada. Prestan juramento los empleados de la Real Hacienda de Mallorca y Menorca.
Se reprueban los poderes presentados por Mateo López, diputado por Cuenca que había sustituido a Antonio García Gómez. La elección es anulada al no tener constancia las Cortes de la renuncia de García Gómez.
Se lee un oficio del duque del Infantado, coronel de Reales Guardias españolas, que incluye la relación de las causas criminales de algunos soldados de aquel cuerpo. El diputado Andrés Llano propone que se dé el mismo tratamiento a los diferentes cuerpos. Se remite esta decisión al Consejo de Regencia.
El tema principal de la sesión es la información presentada por el secretario interino de Hacienda de España, que lo hace personalmente desde la tribuna. El discurso empieza con unas consideraciones de carácter general y luego se estructura en diferentes capítulos: Señor, las continuas reclamaciones de los ejércitos y armada que defienden nuestra libertad en solicitud de auxilios, y la dificultad de proporcionarlos por falta de fondos en el Erario, nacida del trastorno que sufren las cobranzas llaman imperiosamente la atención de V.M. en este día, aniversario memorable de la defensa de Cádiz y de la Isla… La historia si nos enseña cuán difícil es el sostener una guerra de años sin arruinar al Estado, también nos demuestra que los pueblos encuentran recursos para mantenerla cuando defienden su libertad, y cuando se deciden a sepultarse bajo las ruinas de la patria, antes que sufrir la esclavitud extranjera…
Luis Daoiz y Torres, 1767-1808.
A continuación procede a leer la Memoria que había sido impresa para general conocimiento y va reflexionando sobre algunos capítulos: necesidad de 1.200 millones para los gastos del año presente; arbitrios extraordinarios adoptados por los gobiernos anteriores; contribución extraordinaria de Guerra, represalias francesas, plata de las iglesias y de particulares, contribuciones de coches, rentas de obras pías, bienes de partidarios de los franceses y de los que viven en país ocupado por el enemigo; nuevo recurso de economía en todas las clases, acerca de la saca de lanas, acerca de una nueva contribución extraordinaria de guerra; recursos propuestos por el intendente Carlos Beramendi sobre renta viajera.
Al finalizar la exposición se decide esperar a que la Memoria esté impresa para poder discutirla.
Se concluye la discusión del proyecto de decreto sobre la proposición de Ramón López Pelegrín sobre las fábricas de fusiles, que se había presentado en la sesión del 27 de enero. Se lee el artículo que impone pena de muerte al que descubra al enemigo el lugar y enseres de la fábrica.
A continuación, se somete a discusión el artículo siguiente: Le procurará surtir con preferencia a las fábricas de fusiles del dinero que necesitan, y las Cortes autorizan al Consejo de regencia y a los cuerpos que las dirijan y hayan establecido para tomar de cualquiera persona o corporación las cantidades que necesiten; en inteligencia de que estas deudas serán religiosamente pagadas con igual preferencia. Intervienen Quintana, Pelegrín, Creus, Salas, Argüelles, Golfín, Huerta, Ostolaza, Mejía, Llano y Esteban.
El secretario lee el artículo que se discute, que se aprueba con la omisión de: y a los cuerpos que las dirijan y hayan establecido.
La sesión secreta comienza con la lectura de la sesión de la noche del día anterior y con la lectura de los partes de guerra, fuerzas sutiles y obras de fortificación de Cádiz y la Isla. Se informa de los víveres existentes en los almacenes de Hacienda de Gibraltar. Se manda pasar a la comisión de Hacienda la condonación de bienes de un eclesiástico.
Por aclamación se le concede, dada su avanzada edad, a Martín Daoiz Quesada, padre de Luis Daoiz y Torres, héroe de la guerra de la independencia, el traslado a Sevilla y la asignación económica de 24.448 reales, producto de los bienes que poseía en Cádiz y en el Campo de San Roque.
Los representantes de Navarra, Vizcaya, Guipúzcoa y Álava protestan porque el Consejo de Regencia no ha incluido estos territorios en ninguno de los seis ejércitos y piden que se les incluya en uno de ellos o que se les designe un séptimo ejército. Se acuerda comunicar al Consejo de Regencia esta solicitud.
Se comunica la puesta en funcionamiento del servicio de correos con las provincias de Levante, y se insta al Consejo de Regencia a que ponga todos los medios necesarios para la liberación de los diputados de Valencia que faltan por llegar a las Cortes y que han sido hechos prisioneros por el enemigo en la Alhambra de Granada.
Nombramiento de nuevos diputados para las comisiones siguientes:
Comisión para la Inspección del Diario de Cortes: José de Castelló, Joaquín Lorenzo Villanueva y Felipe Aner.
Comisión creada en virtud de las proposiciones de los diputados Espiga y Argüelles (organización de Comisiones): José Pablo Valiente, Diego Muñoz Torrero y Mariano Mendiola.
Diputados propietarios por el reino de Valencia pendientes de incorporarse a las Cortes:
Salvador González, presbítero; José Lledó, canónigo lectoral de la catedral de Orihuela; José Brú, cura párroco de la villa de Almoradí; y Francisco Cerdá, diputado por el ayuntamiento de Peñíscola.
Luis Daoiz y Torres. Sevilla 1767-Madrid 1808
Los capitanes Luis Daoiz y Pedro Velarde, oficiales de Artillería del cuartel de Monteleón, pasan a la historia por haberse sumado al levantamiento del 2 de de mayo de 1808. Luis Daoiz era hijo de Martín Daoiz Quesada, a quien se autoriza a desplazarse a Sevilla.
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5 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Se lee un oficio de la Secretaría de Hacienda en el que se propone la reunión de todos los caudales del Erario en una sola caja. Tras una breve intervención de Francisco Gutiérrez de la Huerta, las Cortes aprueban esta resolución que da origen al Decreto XXX: Sobre reunir todos los caudales de la nación en la Tesorería mayor, y en las de ejército en provincias. Firmado por Antonio Joaquín Pérez, presidente. José Aznárez y Vicente Tomás Traver, diputados secretarios, en la Real Isla de León, el 5 de febrero de 1811.
La Junta superior de gobierno de la provincia de Murcia se queja de los males sufridos en el ejército de su zona y pide auxilios especiales. Agustín Argüelles solicita que se traslade esta queja a la Regencia para que se tomen medidas rápidas y eficaces.
José Espiga había presentado en la sesión del 9 de diciembre de 1810 la proposición siguiente: Habiendo sido convocadas las Cortes generales y extraordinarias, no sólo para formar una Constitución, sino también para reformar nuestra legislación, y conteniendo estas diversas partes que exigen diferentes comisiones, pido que se nombre una comisión para reformar la legislación civil, otra para la criminal, otra para el sistema de Hacienda, otra para el comercio, otra para un plan de educación o instrucción pública.
El propio proponente da una explicación extensa del contenido de cada una de estas comisiones. A continuación, Agustín Argüelles presenta otra proposición de características similares pero que se reduce a que se nombre una comisión que fije el método de organizar las comisiones que debe tener el Congreso y buscar la fórmula de poder incluir en ellas a expertos en las materias correspondientes de fuera de la Cámara.
Ramón Utges apoya la creación de estas comisiones, pero Argüelles interviene de nuevo para decir que lo que hay que decidir es si estas deben estar formadas sólo por diputados o deben participar personas ilustradas de fuera de las Cortes. Algunos diputados apoyan esta idea, otros consideran que reformar toda la legislación y todos los códigos es imposible, pues se tardaría mucho tiempo. Hay otros diputados que señalan la dificultad de homologar las leyes para provincias tan diferentes. Intervienen en este debate Dou, Aner, Luxán, Valiente, Pelegrín, Huerta, Cañedo y de nuevo Espiga que cierra el debate. Las proposiciones de los diputados José Espiga y Agustín Argüelles se vuelven a leer y ambas quedan aprobadas.
La sesión secreta se celebra en sesiones de mañana y noche. Manuel Ros y Medrano, diputado por Galicia y eclesiástico, es el que propone la fórmula para anunciar al público el juramento del obispo de Orense.
Se da cuenta de un oficio de la Regencia sobre los apuros del Erario y se decide que informe el ministro en sesión pública. La Regencia traslada a las Cortes su informe desfavorable en cuanto a la subsistencia de las juntas provinciales, criterio que entra en contradicción con el rechazo a la proposición del diputado Manuel Rodrigo de la sesión anterior.
La sesión secreta de la noche se celebra entre las ocho y las once. Continúa el debate con la petición de la Regencia en relación con la supresión de las juntas provinciales. Felipe Aner habla en defensa de la de Cataluña y Francisco Javier Borrull de la de Valencia, alegando sus servicios y patriotismo. Los diputados Pelegrín, Creus y otros se muestran a favor; no obstante, Agustín Argüelles y Evaristo Pérez de Castro piden que se exija a la Regencia un plan de la relación que debe haber entre el Gobierno y estas juntas, en el caso de que no se supriman.
Antonio Joaquín Pérez, en su calidad de presidente, expone a las Cortes que el general Francisco Javier Castaños le había visitado en su casa para preguntarle si debía jurar ante las Cortes al haber sido nombrado general del Ejercito de la Izquierda. Se acuerda que no es necesario que repita el juramento.
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4 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Varios vecinos de Cádiz exponían los perjuicios que se les exigirían al obligarles a desocupar sus habitaciones para los PP. de San Felipe Neri: el congreso, no obstante la resolución de antes de ayer, determinó que dichos PP. no eran incompatibles con el establecimiento de las sesiones del congreso en su iglesia, pues aun les quedaba una capilla, y bastante habitación para siete individuos. Así empieza la crónica del 4 de febrero en el Semanario Patriótico núm. XLV, de 14 de febrero de 1811.
La sesión comienza con el juramento de los nuevos diputados: Ramón Giraldo por La Mancha y Vicente Pascual por Teruel.
Se presentan varias proposiciones para ser admitidas a discusión:
José Alonso y López Nobal presenta la suya en estos términos: Señor hace cuatro meses que estamos reunidos, y aun no se declaró si esta reunión es un cuerpo constituido o constituyente, sin embargo de que los pueblos nos enviaron para constituir y no para permanecer; y en esta inteligencia hemos concurrido a este punto, para volvernos muy luego a servir personalmente en nuestras provincias. Aceleremos, Señor, la Constitución, no defiramos este preciso trabajo hasta más allá de los términos de la prudencia y de su importancia. Los pueblos necesitan saber cuál ha de ser el orden de su felicidad social después de redimidos de la esclavitud que los oprime; quieren saber de antemano si la Constitución ha de obligar a nuestros Reyes a ser virtuosos, para que no se renueven las escenas de los Álvaros de Lunas, de los Godoyes, de los marqueses Caballeros y otros que tanto han atropellado con escarnio los derechos de los pueblos… Por lo tanto propongo a V.M., para ganar tiempo en un negocio tan importante, que se formen tantas comisiones cuantos son los títulos diversos que ha de comprender la Constitución, sin olvidarse de la ventaja que ofrece la precisión de que los comisionados respectivos de cada uno de estos encargos separados no pase de tres individuos… Sea la primera de estas comisiones, Señor, la determinación de los Diputados a Cortes por la Península y las Américas, con lo cual se satisfarán de una vez las justas reclamaciones de los americanos…
Vista de Cádiz desde el puerto. Fondo doceañista. Consorcio bicentenario 1818.
Pedro González Llamas, diputado por Murcia, presenta otra que también es admitida y se remite a la comisión de Guerra, y cuyo contenido era pedir ayuda ante la situación de emergencia por la que atraviesa la Nación: …se convidará a los militares y no militares a que propongan al gobierno planes que eviten ambos extremos, sin perjuicio de que la comisión de Guerra se ocupe de ello.
Domingo García Quintana, diputado por Galicia, presenta dos proposiciones, la primera sobre las minas de azogue y la segunda para que hubiese en las Cortes dos libros de votos, uno para las sesiones públicas y otro para las secretas. En torno a la primera intervienen los diputados de Ultramar, Guridi Alcocer y Mendiola, que se muestran disconformes pues para evitar fraudes ya esta lo previsto en la Reales Ordenanzas. En relación a la segunda proposición, la consideran innecesaria.
Como tema principal de la sesión se continúa el debate de la proposición de Manuel Rodrigo sobre supresión de las Juntas Provinciales de Armamento y Defensa. Intervienen José Martínez, Andrés Esteban, Manuel Luxán, el barón de Antella, Juan Nicasio Gallego, Joaquín Lorenzo Villanueva y Alfonso Rovira. El debate resulta reiterativo, se vuelve a considerar si conviene o no quitar las juntas y en caso de permanecer que funciones se les debe encomendar. No se aprueba la proposición que solicitaba la creación de una comisión para el estudio del asunto. Joaquín Lorenzo Villanueva se queja de que hayan empleado tantos discursos en este debate. El diputado por Murcia Alfonso Rovira hace un breve elogio de las juntas, ya que el precisamente presidió la de Murcia y es de la opinión de que no deben suprimirse.
En este día se manda pasar a la comisión de Arreglo de las provincias las reflexiones firmadas por Un ciudadano español. Sobre esta memoria, la comisión para el Arreglo de provincias emitirá su dictamen en la sesión del 14 de marzo.
Al final de la sesión, algunos diputados presentan proposiciones para que se estudien por la comisión de Premios los méritos de varios militares que se destacan en la guerra. Piden para los generales fallecidos en combate, además de solemnes honras fúnebres, que se le erija un monumento para acreditar sus servicios a la patria.
En la sesión secreta tiene lugar el juramento del Obispo de Orense, según la fórmula prescrita. Las Cortes autorizan al obispo a regresar a su diócesis. Se nombra una comisión para estudiar la fórmula de dar a conocer este hecho, pues algunos diputados no están de acuerdo en que se archive la causa.
Se trata del nombramiento del tribunal para sustanciar y determinar la causa entre el diputado González y Francisco Ferraz y Cornel. Se propone que se acuerde en sesión pública.
Se finaliza el debate de la proposición de Manuel Rodrigo sobre creación de una comisión para el estudio de las juntas provinciales. Los diputados se plantean suprimirlas, conservarlas con nuevas atribuciones o dejarlas para cuando se debata el texto constitucional. Se acuerda no constituir la comisión.
Véase además El Conciso, núm. 19, de 8 de febrero de 1811, para la crónica de esta sesión. En relación con el alojamiento de los diputados aparecen las siguientes anotaciones a pie de página: Las Cortes no pueden causar menos molestias a los pueblos. En la Isla ocupan el Teatro, y en Cádiz solamente la Iglesia de San Felipe, cuyos oficios pueden celebrarse en otra. Nunca se ha necesitado mas para el culto y ejercicios espirituales. Santa palabra. S.M. ha tenido la justa consideración que debieron tener los que han dado lugar a que se ocupe su atención con este mensaje: y luego querrán que cada minuto que está reunido el Congreso, salga un decreto que salve la España… A propósito de las habitaciones…
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3 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Comienza la sesión con asuntos de menor importancia de los que se trata al final de la crónica.
El asunto de este día es la continuación del debate en torno a la proposición sobre las Juntas Provinciales, presentada por Manuel Rodrigo y cuyo texto dice así: …pido que se nombre una comisión en que se examine el reglamento formado por la Junta Central para las provinciales y que la misma comisión informe a la mayor brevedad si convendrá al mejor servicio de la Nación la supresión de estas corporaciones o en caso de que deban subsistir por ahora, la autoridad que deban ejercer: objetos en que deben entender, modo de comunicarse con el gobierno: número de diputados que deben componerse: amovilidad y forma de elección de los mismos.
Intervienen Espiga, Borrull, López, Utgés, Aner, Argüelles, Creus, Guridi y Alcocer y Pelegrín. La sesión finaliza sin resolver nada sobre este asunto.
Destaca la opinión de José Espiga, que todavía se pregunta, previamente a la decisión de crear una comisión, si la Cámara considera que las juntas han de extinguirse o subsistir, y en este caso con mayores facultades.
Francisco Javier Borrull es del parecer de que no se debe aprobar esta proposición por los fundamentos mismos que en ella se expresan, pues los miembros del Consejo de Regencia son distintos de los anteriores y ahora todos están interesados en la salvación de la Patria.
Felipe Aner prescinde de la opinión del Consejo de Regencia y reclama que las Cortes se definan sobre si las juntas provinciales deben subsistir o no.
Jaime Creus es de la opinión de que no es necesaria la creación de esta comisión, pues ya existe la de Arreglo de provincias, que tiene competencias similares.
José Miguel Guridi Alcocer, como diputado por Tlaxcala, manifiesta que su opinión es imparcial, pues nunca ha participado en ninguna junta. Considera peligroso que se extingan por ahora, aunque es consciente de que algunos tendrán sus razones para pedirlo, y es partidario de que se determinen nuevas reglas de funcionamiento.
Agustín Argüelles interrumpe el debate para contestar a los diputados que le han precedido en el uso de la palabra; reconoce que aunque él no ha formado parte de ninguna de ellas, si las ha visto funcionar durante seis meses en Asturias, y es partidario de que, si se acuerda que subsistan, deben ser controladas para que no estén expuestas a arbitrariedades.
Ramón Utgés se lamenta de la pérdida de tiempo en este tipo de debates, máxime cuando de su circunscripción y por tanto de la Junta de Cataluña no se ha recibido ninguna queja.
Ramón López Pelegrín es el último en intervenir en la sesión de este día. En su opinión los diputados no han entrado a debatir el verdadero problema que se plantea, que es el enfrentamiento de las autoridades y la corrupción de las costumbres. En estas circunstancias considera conveniente que se forme otra comisión distinta de la de Arreglo de las provincias que pueda realizar su trabajo con mayor objetividad.
Se levanta la sesión y se deja para otro día la resolución.
Asuntos menores tratados este día:
Se informa de varios dictámenes de la comisión de Hacienda sobre la solicitud de algunos acreedores del Tesoro Público, que piden que se les admitan sus créditos como parte del pago de las sumas que deben por otros conceptos; se manda pasar al Consejo de Regencia la exposición del obispo de Orihuela sobre descuento de sueldos a los empleados civiles y militares.
En relación a los suministros al ejército, se firma el Decreto XXIX: Que los suministros hechos por pueblos y particulares para la subsistencia de las tropas se admitan en pago de las contribuciones ordinarias y extraordinarias, en el modo y forma que se expresa . Firmado por Antonio Joaquín Pérez, presidente y José Aznarez y Vicente Tomás Traver, secretarios, en la Real Isla de León el 3 de febrero de 1811.
Se concede a José Caro Sureda, electo por el reino de Valencia, que no había sido admitido por no haber nacido en aquel reino, el testimonio solicitado a las Cortes sobre la causa de su exclusión como diputado. El debate sobre la elección de este diputado se ha visto en varias sesiones. Su elección había sido anulada y fue sustituido por Pedro Aparici y Ortiz.
Las Cortes aprueban el dictamen de la comisión de Poderes de Miguel González Lastiri, por la ciudad de Mérida (Yucatán), virreinato de Nueva España, y de Vicente Pascual y Esteban, por el reino de Aragón, que juran en la sesión del 4 de febrero de 1811.
El Consejo de Regencia consulta a las Cortes sobre el sueldo de los señores que lo componen y se resuelve que se abonen 200.000 reales que les están señalados desde el día en que tomaron posesión, y que a los señores marqués del Castelar y José María Puig y Samper, suplentes, se les abone bajo el mismo concepto lo correspondiente al tiempo que sirvieron en aquel destino.
La sesión secreta se ocupa de asuntos comunes: el estado de las fortificaciones, los partes de guerra, etc. Se presentan varias reclamaciones de particulares que se sienten maltratados por la justicia o injuriados. En el caso de la representación del coronel Francisco Ferraz, las Cortes acuerdan nombrar un tribunal especial.
El aposentador de Palacio informa que a mediados del mes de febrero podrá estar lista la obra del Oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz, para el traslado de las Cortes.
Por último, se da cuenta de la petición de Margarita Jordá, mujer del teniente general barón de Sant Marc, en la que solicita el canje con el general francés barón Remy-Joseph-Isidore Exselsmans.
El Asunto de la sesión: Debate sobre si las juntas provinciales eran o no útiles; si debían o no subsistir y bajo que condiciones. Véanse el Semanario Patriótico, núm. XLV, de 14 de febrero de 1811, y El Conciso, núm. 18, de 6 de febrero de 1811. Al final de este número se publican dos curiosos artículos. Uno titulado Ridículo, Run, Run: Que anda entre algunas gentes que, sin embargo de gastar casaca y aun peluca, pertenecen por sus quatro costados al vulgo y muy vulgo, y otro Todos hombres de bien y mi capa no parece. En ellos se critica la falta de libertad de imprenta y la deficiente administración de la justicia. Al final del ejemplar figura una lista del Estado de la marina inglesa: Barfleur, Hannibal, Dreadnought, Cesar, Impeteux, Tonnat…, con sus respectivos número de cañones y el almirante o capitán a su mando.
Nuevos diputados:
Miguel Mariano González Lastiri. Al parecer nace en Campeche, en el oeste de la península de Yucatán. Estudia en la Real y Pontificia Universidad de México en donde obtiene el grado de doctor en leyes. Este presbítero es elegido diputado por Yucatán, Nueva España, el 15 de junio de 1810, por cuatro votos de los siete electores; los otros aspirantes fueron Ignacio Zepeda y fray Bernardo Arnaldo. Se le entregan sus poderes el 31 de agosto y se aprueban en la sesión de hoy. Su contribución a las Cortes es escasa debido a problemas de salud. Véase: La participación americana en las Cortes de Cádiz 1810-1814 y Los representantes del clero americano en las Cortes de Cádiz, 1810-1814, ambos de María Teresa Berruezo de León; y Colección de Documentos para la Historia de la guerra de la Independencia de México de 1808 a 1821: www.pim.unam.mx/catalogo.html.
Vicente Pascual y Esteban nace en Mora de Rubielos (Teruel) en 1768 y fallece en Teruel alrededor de 1815. Doctor en derecho canónico en 1791, en 1796 es canónigo doctoral de la colegiata de Mora de Rubielos. Forma parte del cabildo de la catedral de Teruel, que en agosto de 1808 avala con su firma el rechazo al Acta de Bayona. Elegido diputado el 2 de octubre de 1810 por la ciudad de Teruel, acto celebrado en el Ayuntamiento de esta ciudad, obtiene los votos de los doce electores. En la sesión del 11 de diciembre de 1810 se había leído un memorial suyo desde Alicante en el que solicitaba se le facilitase un barco para su traslado a la Isla de León. En la sesión de hoy se aprueban sus poderes. Su actividad es intensa. Como hombre de iglesia, hay quien le considera del ala realista pero con algunas ideas liberales, gran defensor de Aragón y de los derechos de los eclesiásticos. Es elegido presidente de las Cortes de Cádiz desde el 24 de febrero al 23 de marzo de 1812. Durante su presidencia, toma juramento a los diputados al aprobarse la Constitución de 1812. Véase: Guía del Estado eclesiástico seglar y regular de España en particular y de toda la iglesia católica en general, para el año de… Madrid: Imprenta Real, 1798 y Vicente Pascual Esteban, la riqueza de una contradicción, de J.A. Rubio Abella. Turia, núm. 8, 1987.
En relación con el alojamiento de los diputados, los secretarios de las Cortes facilitan una lista de los señores diputados al aposentador de Palacio, dando razón de sus familias para su traslado a Cádiz.
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2 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
La primera parte de la sesión se dedica por parte de algunos diputados a señalar a militares que se han distinguido en la guerra, para que se les otorguen los premios correspondientes. Luis Rodríguez del Monte propone al gobernador de Astorga, Sr. Santocildes, que se ha fugado del enemigo y acaba de llegar a Cádiz. Domingo García Quintana pide que se atienda con la mayor brevedad la solicitud del Sr. Céspedes, canónigo y vocal de la Junta de Ciudad Rodrigo, único miembro de ella que se ha fugado del enemigo y se encuentra en la Isla de León en la mayor indigencia. Agustín Argüelles declara que son muy laudables todos estos elogios, pero que para ello existe una comisión de Premios encargada de formar una pauta para graduar los diversos rasgos de heroísmo y premiar con conocimiento de causa. A pesar de ello, se aprueba la proposición de Luis Rodríguez del Monte y se comunica a la Regencia.
Se aprueban los poderes de Ramón Giraldo y Arquellada, oidor de la Real Audiencia de Valencia, diputado propietario por La Mancha, elegido el 16 de agosto de 1810 pero que no presenta sus poderes hasta esta sesión.
Se discute la proposición presentada por Antonio Oliveros en la sesión del 20 de enero sobre el nombramiento de una comisión que proponga el modo de llevar a efecto la venta de Propios y Baldíos, teniendo presentes las providencias tomadas por la Junta de Badajoz y la anterior Regencia. Oliveros pide que se permita la venta de cierta parte de propios y baldíos para cubrir los gastos de la guerra. Unos diputados quieren que se consulte al Consejo Real, otros que se pase a la comisión de Arreglo de provincias. El informe de esta comisión se había desechado y las provincias continúan en desorden.
Intervienen en el debate: Oliveros, Vera, Riesco, García Quintana, Manuel Martínez, Argüelles, Fernández Golfín, Aner, Garoz, Gutiérrez de la Huerta, Laguna y Villanueva.
Real Teatro de las Cortes. San Fernando.
Fondo doceañista. Consorcio bicentenario 1812.
Antonio Oliveros afirma que son enormes los gastos de la guerra y que son necesarios la venta de una parte de los baldíos y propios del Reino. Alfonso Vera, pide que se saquen a pública subasta como es lo justo. Miguel Riesco reconoce que la Junta de Extremadura ha obrado en este caso para fomentar la ganadería y la agricultura y aconseja que se forme una comisión de pleitos y que se apruebe la proposición. Domingo García Quintana, juzga esta iniciativa de gran importancia por la repercusión que tiene para el comercio y la agricultura.
Manuel Martínez propone que se forme una comisión de Agricultura, Industria y Artes. Agustín Argüelles se muestra en desacuerdo, ya que según él, medidas particulares nunca remedian los males generales, y suele suceder lo contrario los agravan a veces. Por otro lado se plantea el mal funcionamiento de las comisiones, ya que no tienen ni espacio ni tiempo para reunirse. Francisco Fernández Golfín se reserva su opinión para cuando esté creada la comisión, pero cree que se deben reservar algunos terrenos para darlos como agradecimiento a los beneméritos de la patria. Felipe Aner se muestra más escéptico ya que hace tiempo que hay expedientes iniciados sobre venta de baldíos y de propios, pero es necesario que se comunique al Consejo de Castilla para que se realice de forma coordinada. Mariano Blas Garoz hace una excepción para el tratamiento de la provincia de Extremadura en este sentido. Francisco Gutiérrez de la Huerta participa de forma extensa, ya que considera este asunto de suma gravedad y necesita de un estudio previo para que se haga equitativo para todas las zonas de España, aunque comprende la urgencia de recaudar medios para el ejército y recomienda igualmente que se acuda al Consejo de Castilla.
Gregorio Laguna se muestra de acuerdo con Gutiérrez de la Huerta, pero hace una excepción con la provincia de Extremadura ya que dice que hay leguas y leguas de desierto. Esto a nadie sirve, podría venderse algo y distribuirse entre quienes se cultivase. Joaquín Lorenzo Villanueva es el último diputado en intervenir en relación con este asunto. A su juicio se debe diferenciar entre lo que se ha hecho en la provincia de Extremadura y el plan general de la venta de propios y baldíos que debe ser verificada por el Consejo de Castilla. Finalmente, queda aprobada por votación la comisión que propone el diputado Antonio Oliveros.
Francisco Fernández Golfín pide a las Cortes que se reclame a la Regencia el expediente que se había solicitado sobre los consejos de guerra permanentes en los ejércitos. Apoya esta proposición Blas Ostolaza y se acuerda que se comunique al Consejo de Guerra a la mayor brevedad.
Manuel Rodrigo presenta la proposición siguiente: …pido que se nombre una comisión en que se examine el reglamento formado por la Junta Central para las provinciales y que la misma comisión informe a la mayor brevedad si convendrá al mejor servicio de la Nación la supresión de estas corporaciones, o en caso de que deban subsistir por ahora, la autoridad que deban ejercer…
Se solicita por parte de algunos diputados que se lea la exposición del Consejo de Regencia en la que se propone la supresión de las juntas provinciales. Intervienen Traver, Argüelles, Morales Gallego y Aner. Dice la prensa de la época: ... Acalorase la discusión… Viendo el presidente agitados los ánimos, levantó la sesión, a la una y tres quartos, convocándola para tratar el mismo asunto mañana.
No se celebra sesión secreta.
Ramón Giraldo de Arquellada nace en Villanueva de los Infantes (Ciudad Real) el 28 de abril de 1767 y fallece en Madrid el 29 de marzo de 1849. Elegido diputado por la provincia de La Mancha el 16 de agosto de 1810 por doce votos de otros tantos electores en las Reales Fábricas de Latón de San Juan de Riopar, cuando parte de la provincia estaba en manos de los franceses. Es presidente de las Cortes de Cádiz entre el 24 de agosto y el 23 de septiembre de 1811. Repite en la presidencia en 1820, en 1822 e interino en 1843. Es senador vitalicio desde 1845.
Los manchegos parece que tenemos la gran habilidad de ver sin ojos y con ellos estar a oscuras; cosa muy rara, esto lo heredamos de Dulcinea…y hay pocos Giraldos en España… Así se alude a él en la obra Verdades y genuinas semblanzas de los padres de la patria para la legislatura de 1820 y 21, de D.A.F.G., Madrid, Espinosa, 1821.
Diputados por La Mancha en las Cortes de 1810:
Mariano Blas Garoz y Peñalver, elegido el 25 de septiembre, jura el 10 de octubre de 1810; Ramón Giraldo y Arquellada, elegido el 16 de agosto de 1810, jura el 2 de febrero de 1811; Juan de Lera y Lezcano, obispo de Barbastro y de Segovia, elegido el 16 de agosto, jura el 25 de octubre de 1810; y Fernando Melgarejo de los Cameros, elegido el 16 de octubre, jura el 26 de octubre de 1810 Manuel González Salcedo no toma posesión y la elección de Juan Bautista de Erro y Espinoz fue anulada. Véase para datos electorales de los diputados, el Archivo Histórico de Diputados 1810-1977, en la página web del Congreso de los Diputados: www.congreso.es.
Los dos temas principales de esta sesión son la creación de una comisión que proponga la forma de llevar a efecto la venta de Propios y Baldíos y la supresión de las Juntas Provinciales. Véanse: El Semanario Patriótico núm. XLV, de 14 de febrero de 1811, y El Conciso núm. 18, de 6 de febrero de 1811, para la sesión de este día.
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1 de febrero de 1811
Diario de Sesiones
Diario de Sesiones Sesión Secreta
Comienza la sesión con la lectura de una serie de representaciones sobre diversos asuntos: felicitación de la Junta de Gobierno de la Serranía de Ronda por la instalación de las Cortes; estado de insurrección de la sierra meridional de Ronda; problema ocasionado por el periódico La Triple Alianza; y comunicación del fallecimiento del marqués de la Romana, general en jefe del quinto ejército, ocurrido en Cartaxó el 23 de enero. En relación con este último asunto, intervienen los diputados Vicente Traver, José Mejía y Manuel Villafañe. Se aprueba por aclamación la propuesta de Traver en el sentido de que se nombre una comisión que designe el monumento que deba erigirse en su memoria.
Se aprueban las tres proposiciones presentadas por Octaviano Obregón en la sesión anterior relativas a fomentar las minas de azogue en América.
El barón de Antella vuelve a denunciar el problema de la correspondencia, en concreto en las provincias de Levante. Este diputado solicita que se envíen fusiles a Valencia para reforzar su ejército. Las Cortes acuerdan dar una Orden sobre el modo de activar la conducción de la correspondencia pública en las provincias de Levante; y acerca del envío de fusiles al ejército de Valencia.
Como tema principal de la sesión se discute la proposición presentada por los americanos. Manuel Ros, diputado por Galicia, presenta por escrito, otra proposición sobre este asunto que inicia de este modo: Siendo las Américas con sus islas y las Filipinas una de las partes integrantes de la Monarquía española, y compitiéndoles una perfecta igualdad de derechos, se declara que a todos sus naturales, indios, criollos, europeos y mistos, compete el derecho de representación en las Cortes nacionales ordinarias y extraordinarias, y que para cuando se forme la Constitución deberá arreglarse el número y circunstancias de los diputados que correspondan a dichos países ultramarinos, sobre las mismas bases e igualdad de principios que se adopten para las posesiones de Europa…
Interviene en primer lugar el barón de Antella, que trae su opinión por escrito para no repetir las ideas expuestas en anteriores ocasiones. Su escrito se divide en tres apartados: primero, la igualdad de los españoles e indios debe regularse en la futura Constitución; segundo, que se permita aumentar el número de diputados en estas Cortes extraordinarias; y tercero, que la declaración de la representación nacional de las castas de pardos, se fijará cual convenga en la Constitución.
Mausoleo del Marqués de la Romana.
Catedral de Palma de Mallorca.
Ramón López Pelegrín, diputado por la Junta Superior y de Observación y Defensa del Señorío de Molina de Aragón, hace una mención previa al asunto de los diputados de Molina de Aragón, y no está de acuerdo en que para admitir los diputados del Señorío de Molina se haya alterado el sistema electoral. En relación con el asunto americano es partidario de que se regule cuando se trate en el marco del debate constitucional.
José María Gutiérrez de Terán hace una gran defensa de la proposición, ya que España necesita en todo tiempo y más en las actuales circunstancias de los auxilios de América.
Manuel Luxán considera que el derecho de representación debe ser para las futuras Cortes, pues para las actuales es imposible. Francisco Gómez Fernández daba por discutida la proposición y no entiende como se está debatiendo de nuevo, aunque vuelve a reafirmarse en la idea de que las pretensiones de los diputados americanos están llenas de inconvenientes.
Jaime Creus propone otro texto alternativo y lee una nueva proposición: …deseando estrechar los vínculos de fraternidad entre ambas Españas, y enterarse mas y mas de los atropellamientos y males que hayan sufrido los dignos habitantes de Ultramar para remediarlos, declaran que admitirán en su seno, durante su permanencia cuantos quieran deputar las provincias de América y Asia, siempre que no exceda su número, junto con el de los diputados nombrados por los cabildos, del de uno por cada 50.000 almas de las clases antes expresadas; deseando en este caso que se nombren algunos de la clase de indios…
José Mejía Lequerica comienza su intervención diciendo: Señor, se ha dicho, y con razón que esta materia se ha tratado con bastante acaloramiento; esto ha provenido de que nos interesamos en ella demasiado… y prosigue defendiendo el espíritu que mueve a los americanos a los que pide se les considere como hermanos que quieren venir a España a ayudar en la lucha contra el invasor. Al finalizar esta intervención muchos diputados solicitan que se proceda a la votación. Intervienen, por último, José Martínez y Ramón Lázaro de Dou. José Martínez para decir que, después de valorar las ventajas e inconvenientes, su parecer es que los resultados de la revolución incipiente de los territorios de Ultramar se puede agravar por la desigualdad de la representación y termina su discurso con estas palabras premonitorias: Estas son las razones de política y prudencia, pruebas nada dudosas o equivocas de la hermandad que debe reinar en ambos hemisferios. Si por desgracia las conmociones tomasen cuerpo de modo que impidiese la ejecución de lo decretado, al menos V.M. no le quedaría el escrúpulo de que no había hecho todo lo posible para aquietarlas.
Ramón Lázaro de Dou indica que se voten todas las proposiciones de forma conjunta para que de este modo no parezca que no se ha aceptado ninguna de ellas. Dado lo avanzada de la hora quedan sin votarse las proposiciones. Se levanta la sesión.
La sesión secreta empieza con la lectura de la sesión de la noche anterior, de los partes de guerra y con el estado de las obras de fortificación.
Se propone conceder título de Castilla a Antonio de Basoco, vecino de Méjico, por recomendación del virrey de Nueva España, en reconocimiento a los servicios prestados.
Francisco González Peinado, diputado por Jaén, presenta una petición a las Cortes para que el coronel Francisco Ferraz se disculpe de los ataques proferidos contra su persona.
Vuelve a discutirse sobre el alistamiento en Cádiz, pero al no llegar a un acuerdo, se deja para otra sesión.
Pedro Caro y Sureda, III marqués de la Romana, nace en Palma de Mallorca en 1761 y fallece en Portugal el 23 de enero de 1811. Este ilustre mallorquín es conocido por su famosa expedición a Dinamarca en 1808. Defiende a España en la guerra de la Independencia. En la sesión secreta del 31 de enero se da cuenta de su fallecimiento y se reproduce una necrológica publicada en El Español. Sus restos mortales están en un Mausoleo de la catedral de Palma de Mallorca. En él figura un medallón que dice: Al General Marqués de la Romana, la Patria reconocida. Así lo decretaron las Cortes Generales y Extraordinarias. En Cádiz a 8 de marzo de 1811.
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