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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 5, de 27/09/2023
cve: DSCD-15-PL-5 PDF



CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE


Año 2023 XV LEGISLATURA Núm. 5

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª FRANCINA ARMENGOL SOCIAS

Sesión plenaria núm. 5

celebrada el miércoles,

27 de septiembre de 2023



ORDEN DEL DÍA:


Debate sobre la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno. 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie D, número 7, de 8 de septiembre de 2023. (Continuación). (Número de expediente 080/000001) ... href='#(Página2)'>(Página2)



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SUMARIO


Se reanuda la sesión a las nueve de la mañana.


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Debate sobre la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno. (Continuación) ... (Página2)


La Presidencia informa de que cuando finalicen las intervenciones se procederá a la votación, que será por llamamiento, y anuncia que la votación no se realizará antes de las doce horas.


Intervienen la señora Aizpurua Arzallus, del Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, y el señor Esteban Bravo, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV).


Contesta el señor Núñez Feijóo, candidato a la Presidencia del Gobierno.


Vuelven a hacer uso de la palabra la señora Aizpurua Arzallus y el señor Esteban Bravo, y el señor Núñez Feijóo.


Intervienen el señor Rego Candamil, la señora Valido García y el señor Catalán Higueras, del Grupo Parlamentario Mixto.


Contesta el señor Núñez Feijóo, candidato a la Presidencia del Gobierno.


Vuelven a hacer uso de la palabra el señor Rego Candamil, la señora Valido García y el señor Catalán Higueras, y el señor Núñez Feijóo.


Interviene la señora Gamarra Ruiz-Clavijo, del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.


Cierra el debate el señor Núñez Feijóo, candidato a la Presidencia del Gobierno.


Concluido el debate de investidura, la Presidencia informa sobre el desarrollo de la votación para el otorgamiento de confianza al candidato propuesto para la Presidencia del Gobierno.


Realizada la votación, la Presidencia informa de que el resultado ha sido el siguiente: votos emitidos, 350; a favor, 172; en contra, 178; abstenciones, 0.


Al no haber alcanzado la mayoría absoluta exigida en esta primera votación y de conformidad con lo que prevé el artículo 99 de la Constitución, se convoca el Pleno de la Cámara para el próximo día 29 de septiembre, a las 12:15 horas, para
proceder a la segunda votación de la propuesta, que en ningún caso será antes de las 13:22 horas.


Se levanta la sesión a la una y veinticinco minutos de la tarde.


Se reanuda la sesión a las nueve de la mañana.


DEBATE SOBRE LA INVESTIDURA DEL CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO. (CONTINUACIÓN). (Número de expediente 080/000001).


La señora PRESIDENTA: Buenos días a todos y a todas sus señorías. Se reanuda la sesión.


Continuamos con los turnos de intervención de los grupos parlamentarios. Finalizadas las intervenciones, se procederá a la votación, que, como saben, será pública por llamamiento de acuerdo con los artículos 85 y 86 del Reglamento. De
conformidad con el artículo 171.5 del Reglamento, les anuncio que la votación no se producirá antes de las doce horas.


Por el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, tiene la palabra la señora Aizpurua por un tiempo de treinta minutos.



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La señora AIZPURUA ARZALLUS: Egun on. Eskerrik asko, presidenta anderea. Feijóo jauna, Euskal Herria Bilduk gure ezezko borobila emango dio zure inbestidurari. Konplexurik gabe, zure alderdiari eta ordezkatzen duzun bloke atzerakoiari
emango diogu ezetza.


Buenos días. Gracias, señora presidenta.


Señor Feijóo, hoy Euskal Herria Bildu le dará un no rotundo a su investidura. Sin complejos, daremos un no a su partido y al proyecto del bloque reaccionario que usted lidera.


Y se lo voy a decir en castellano, para que quede muy claro, para que no tenga duda, porque ya veo que no utiliza el pinganillo y tengo dudas de que vaya a seguir bien ese karaoke, como lo llamó ayer, que en realidad es el servicio de
traducción, detrás del que están personas, para que podamos expresarnos aquí en nuestra lengua (aplausos) y que lo que hace es denotar una falta de respeto hacia nuestra lengua y sus hablantes. Así que, sin pinganillo, sin karaokes, señor Feijóo,
hoy Euskal Herria Bildu le va a dar un no rotundo a su investidura. Sin complejos, daremos un no rotundo a su partido y al proyecto del bloque reaccionario que usted lidera. Y no cabe sorpresa alguna en torno a nuestra posición, simplemente porque
somos coherentes con uno de nuestros principios. Si de nosotras depende, no habrá gobiernos reaccionarios ni en Euskal Herria ni en ningún otro lugar.


Emandako hitza beteko dugu eta euskal herritarren gehiengoaren nahiari ahotsa jarriko diogu hemen. Izan ere, bozkatu dutena bozkatu dutela, euskal gizarteak ozen hitz egin zuen uztailaren 23ko hauteskundeetan Espainiako eskuina geldiaraztea
babestu zuen gobernua iritsi ez dadin. Gaur mandatu honi jarraipena emango diogu eta hitza beteko dugu zu zeu presidente ez izateko. Zure proiektuak, Feijóo jauna, PP eta Voxen proiektuak, gure nazioaren existentzia ukatzen du. Ez ditu
errespetatzen gure hizkuntza, euskara, gure kultura, gure sentimenduak, ezta gure balioak ere. Zuen proiektuak matxismoa ukatu eta feminismoa erasotzen du, pluraltasuna eta aniztasuna ukatzen du, eskubide laboralak, pobrezia eta prekarietatea
ukatzen dute. Azken finean, gure nazioetako gehiengoak eskuratu nahi duten etorkizun politiko eta soziala ukatzen duzue. Horregatik, zu zeu eta zure alderdia sekula, sekula, ez dira izango aukera bat euskal herritarrentzat. Horregatik,
bazterrekoa den gutxiengo bat besterik ez duzue ordezkatzen gure herrian, Euskal Herria, Feijoo jauna, antifaxista delako.


Seremos así fieles a nuestra palabra y daremos traslado a la voz y a la decisión que la mayoría de los y las ciudadanas de nuestro pueblo, independientemente de la sigla a la que hayan votado, han expresado masivamente: parar a las derechas
españolas y evitar que gobiernen en el Estado. Hoy daremos cumplimiento a ese mandato e impediremos que usted sea presidente.


Su proyecto, señor Feijóo, el de las derechas españolas del Partido Popular y VOX, niega la existencia de nuestra nación, no respeta nuestra lengua, el euskara, ni nuestra cultura, nuestros sentimientos ni valores, niega el machismo y ataca
el feminismo, niega la pluralidad y la diversidad, niega los derechos laborales y sociales, la pobreza y la precariedad. Usted, en definitiva, niega el futuro político y social que la mayoría de nuestro país y los otros pueblos del Estado quieren
alcanzar. Por eso, usted y su partido ni son ni serán una opción para los vascos y vascas. Por eso, usted y su partido rozan la marginalidad política en nuestro país. Porque Euskal Herria, señor Feijóo, es profundamente antifascista.


Algunos quisieran hacernos creer que el problema es su alianza con la ultraderecha, que el obstáculo para que usted pueda gobernar es su alianza con VOX, pero aquí no existe un VOX malo y un PP bueno, porque ustedes en lo fundamental
comparten el mismo proyecto reaccionario y autoritario. Por tanto, nuestro rechazo es a usted, no a usted en persona, sino a usted como líder de un bloque que pretende desarrollar una agenda social y política inspirada en un afán autoritario que
tiene como único objetivo salvaguardar el régimen del 78 en todas sus expresiones; régimen que usted ha llamado Transición y que ha definido, además, como lo mejor que hemos hecho. Tiene sentido que usted lo diga, porque aquella falsa Transición
supuso mantener todos y cada uno de los pilares que sustentaban el régimen franquista, de ahí que usted la celebre. Aquella falsa Transición supuso negar el derecho a ser, existir y decidir sobre nuestro pueblo y el resto de naciones del Estado, de
ahí que usted lo celebre. La supuesta Transición supuso regalar el poder absoluto a las élites y las oligarquías para imponer un modelo social y económico contra los trabajadores, de ahí efectivamente que usted la celebre. Una Transición hecha, en
definitiva, a medida de los objetivos nacionales y privilegios sociales de las derechas, un régimen con el que nosotros queremos romper y que ustedes defienden denodadamente. Y lo defienden porque, a decir verdad, el Partido Popular no ha cambiado
apenas desde entonces. El Partido Popular sigue siendo el mismo que



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con el franquista Fraga, y con el Fraga reconvertido a demócrata también; el mismo Partido Popular con Aznar, con Rajoy, con Casado y con usted, señor Feijóo, y sí, seguirá siendo el mismo Partido Popular también con Ayuso; el Partido
Popular del atado y bien atado. Lo que ha cambiado no son ustedes, no; lo que ha cambiado es que nuestra ciudadanía, la vasca, ya no tolera ni su proyecto ni ningún tipo de alianza con el bloque que usted representa.


Feijóo jauna, ultraeskuinaren aurkako jarrera, jarrera honek dauzkan siglez harago, ia aho batezkoa da euskal herritarren artean. Horregatik, gaur egun ezinezkoa da hamarkadetan zehar 78ko erregimenaren gobernuak sostengatu dituzten
aliantzak errepikatzea. Nostalgiarekin gogoratzen dituzuen garai horiek amaitu dira. Euskal Herriko eta Kataluniako alderdi kontserbadoreak Espainiako eskuinen makulu ziren garai horiek amaitu dira. Zuek zein PSOEko ahots zaharkitu batzuek
onartzen ez duten errealitate politiko hau bat dator ezkerreko euskal subiranistok urteetan zehar defendatu dugun jarrera politikoarekin. Arrazoi horregatik determinanteak garen toki guztietan bloke atzerakoia erakundeetatik kanpo mantenduko dugu,
udaletatik hasi eta Nafarroako zein Espainiako estatuko gobernuetara. EH Bilduren eskua dago oposizioan jarraituko duzuen erabakitzeko gaitasuna dugun erakunde guztietan salbuespenik gabe, inolako salbuespenik gabe. Zuekin ere hala egingo dugu
euskal herritarrekin hartutako mandatua eta konpromisoak betez. Gustatuko litzaiguke, egia da, euskal alderdi guztiek ere konpromiso irmo hori hartu izan balute gure herrian ere, baina zoritxarrez, zuk zeuk atzo gogoratu zenuen bezala, oraindik
badaude gobernuan mantentzea beste ezeren gainean lehenesten duten euskal indarrak.


Señor Feijóo, hoy entre la ciudadanía vasca el rechazo a las ultraderechas españolas, tengan las siglas que tengan, es un consenso social cuasi unánime. Por eso, hoy es imposible para ustedes reeditar las alianzas que durante décadas
sostuvieron los sucesivos gobiernos emanados del régimen del 78. Aquella época que ustedes recuerdan con nostalgia política en la que los nacionalismos conservadores vascos y catalanes eran muleta de la derecha española han terminado. Esta nueva
realidad política que tanto ustedes como algunas voces antiguas del PSOE no acaban de asimilar conecta perfectamente con la posición política que desde la izquierda soberanista vasca llevamos sosteniendo durante largos años. Esa es la razón por la
que en todos aquellos lugares donde nuestra concurrencia sea determinante mantendremos al bloque de la reacción fuera de todo ámbito de poder institucional, desde los ayuntamientos al Gobierno de Navarra y también el Gobierno de este Estado. Si de
Euskal Herria Bildu depende, ustedes continuarán en la oposición en todas las instituciones en las que tengamos capacidad de decidir, sin ninguna excepción. Así lo haremos también con usted, cumpliendo el mandato popular y el compromiso que
adquirimos con la ciudadanía vasca y que esta ha recompensado con sus votos y apoyo. Nos gustaría que este firme compromiso que adoptamos aquí hubiera sido adoptado también por todos los partidos vascos allí, pero, como usted ha recordado, aún hay
quienes priorizan alcanzar gobiernos a toda costa.


Señorías, para Euskal Herria Bildu estas últimas elecciones han dejado al menos tres constataciones claras: la primera, seremos vascos y catalanes, serán Euskal Herria y Cataluña fundamentalmente quienes hoy impidamos que el bloque de la
derecha llegue al Gobierno del Estado; la segunda, no existe Gobierno de progreso posible en este Estado sin la concurrencia de las izquierdas soberanistas vasca y catalana, y tercera, nuestros pueblos reclaman que sus aspiraciones mayoritarias en
términos nacionales y sociales sean escuchadas, atendidas y respetadas por este Estado y su Gobierno. Estos tres pilares representan una nueva realidad que debe permitir abrir un nuevo ciclo político en este Estado que encare de manera democrática
y justa los dos nudos que en el 78 quedaron atados y bien atados: el conflicto territorial con las naciones sin Estado y la supeditación de los grandes poderes económicos frente a los trabajadores. Hablamos de una transición real, profunda y
comprometida que pueda realmente asimilar a este Estado a una democracia avanzada del siglo XXI. Para ello será necesario levantar las hipotecas que aún se mantienen contra nuestros pueblos y las mayorías sociales y trabajadoras.


Este es el camino pendiente que esperamos podamos empezar a transitar lo antes posible, y digo lo antes posible porque primero deberemos superar el trámite al que el Partido Popular nos ha sometido durante los dos últimos meses, una especie
de ópera bufa para intentar ocultar lo inocultable, que hoy le investiremos a usted, señor Feijóo, como líder de la oposición. Todos sabemos, señor Feijóo, que toda esta escenificación, la de las llamadas, la de los wasaps, la de las reuniones que
no se producen, la de las declaraciones que se cambian en horas o la de los actos flojitos, la verdad, contra la investidura de un candidato que no es usted, son solo eso, una escenificación para intentar ocultar su soledad, su incapacidad y su
fracaso. Curiosa estrategia la suya realmente.



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Guztiok dakigu eszena hartze honek, antzezpen honek, zure bakardadea, zure porrota eta zure gaitasun falta ezkutatzen duela. Iraina, oldarkortasuna eta lokatza, beste eskaintzarik ez duzue, Feijóo jauna. Proposamenekin baino gezurrekin eta
irainekin politika egitea erabaki duzue. Independentiston aurkako konfrontazioa da zuen estrategia bakarra gobernu berriaren osaketa oztopatzeko, baina, egia esanda, estatutuko nazioak eta hauen gehiengo sozialak izan dira zuen proiektu
erreakzionarioa aukerarik gabe utzi dutenak. Horregatik, gaur ezkerreko eta ez hain ezkerreko talde subiranistek arduraz jokatuko dugu, ultraeskuina gobernutik urruntzeko. Baina, aldi berean, espero dugu inbestidura aurrera ateratzeko asmoa duenak
momentu historiko honen garrantzia ulertzea. Jakin ezazue, agenda plurinazionala eta soziala aintzat hartu ezean, ez dela posible izango ultraeskuinaren agenda erreakzionarioa gelditzea; soilik atzeratzea lortuko litzateke, bakarrik, eta hori
kasurik onenean. Eskuin muturrek ordezkatzen duten proiektu birzentralizatzaile eta autoritarioari aurre egiteko, hitzak baino, ekintzak beharko ditugu. Egiturazko aldaketa demokratikoak eta egungo eredua eraldatuko duten politika sozial
aurrerakoiak beharko ditugu, soilik horrela lortuko baitugu eskubide eta askatasunen kontrako mehatxuekin amaitzea.


Todos sabemos que esta escenificación, este teatro, esconde su soledad, su derrota y su falta de capacidad. Lo apostaron todo al insulto, la agresividad verbal y el barro, la apostaron todo a hacer política desde el insulto, la mentira y la
ausencia total de propuestas, lo apostaron todo a confrontar con nosotros, los independentistas de izquierda, para tratar de erosionar las opciones de continuidad del Gobierno, pero la verdad es que han sido las mayorías populares de los pueblos y
naciones del Estado y los independentistas quienes han erosionado y dejado sin opciones a su proyecto, el reaccionario. Eso supondrá que las fuerzas plurinacionales de izquierdas y no tan de izquierdas ejerceremos hoy la responsabilidad de alejar a
las ultraderechas del Gobierno, pero al mismo tiempo esperamos que quien aspire a la investidura entienda la importancia de este momento histórico. Deberá entender que sin abordar la agenda plurinacional y social no es posible realmente detener en
términos estratégicos la agenda de la reacción, sino solo retrasarla, y eso en el mejor de los casos, porque para hacer frente al proyecto negacionista, recentralizador y autoritario que representa la ultraderecha harán falta más que palabras, harán
falta hechos de calado, cambios democráticos estructurales y políticas sociales transformadoras. Solo así acabaremos con la amenaza que para los derechos y libertades suponen las derechas.


Señor Feijóo, lleva usted dos meses haciéndonos perder un tiempo muy valioso. Mientras usted juega a ser un presidente imaginario, la gente está esperando que tomemos medidas para contener el alza de los alimentos, medidas para atajar la
precariedad laboral... (rumores).


La señora PRESIDENTA: Ruego silencio, por favor.


La señora AIZPURUA ARZALLUS: ... para atajar la precariedad laboral, para controlar el aumento descontrolado de las hipotecas y hacer cumplir el tope a los alquileres, o que tomemos medidas contra los estragos que está causando ya la
emergencia climática. La ciudadanía lo que espera es que mejoremos los salarios y las pensiones. La ciudadanía espera de nosotros y nosotras que trabajemos para mejorar su calidad de vida y que aportemos certidumbre y bienestar social, y usted,
con todo esto, con esta suerte de vodevil, lo está impidiendo. Elección tras elección, nuestro proyecto, el proyecto de Euskal Herria Bildu, crece, va creciendo, porque, a diferencia de usted, tenemos palabra y ofrecemos confianza (rumores), porque
conectamos con los anhelos de la gente y porque somos útiles para la ciudadanía de nuestra nación. Fuimos muy claras durante la campaña, queremos y ofrecemos a la ciudadanía vasca la defensa de sus derechos sociales y nacionales, queremos seguir
mejorando la vida de vascos y vascas y queremos abrir nuevos caminos democráticos basados en el respeto a la palabra y la decisión de nuestro pueblo, tal y como el derecho internacional reconoce al conjunto de naciones del mundo.


La anterior legislatura fue la legislatura de los avances sociales. Mientras las derechas gritaban y pataleaban, nosotras conseguíamos avances importantes, avances sociales que contaron siempre con el voto en contra de las derechas, aunque
ahora no se atrevan a admitirlo; avances parciales, sí, pero que consiguieron mostrar los primeros signos de lo que deberían ser unas condiciones de vida dignas y justas para todos y todas, avances que quisimos ofrecer a vascos y vascas y también a
los trabajadores de este Estado y sus pueblos desde una perspectiva de solidaridad de clase. Decía ayer usted, señor Feijóo, que Bildu no puede decidir por todos los españoles. Pues mire, señor Feijóo, resulta que, gracias a las decisiones de
Euskal Herria Bildu, todos los vascos, todas las vascas y todos los españoles, como usted dice, vieron sus salarios y pensiones aumentadas; gracias a las decisiones de Euskal Herria Bildu, se



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aplicó un escudo social que ha aportado protección y tranquilidad a la mayoría social; gracias a Euskal Herria Bildu, se pueden controlar los alquileres y favorecer el acceso a la vivienda; gracias también a Euskal Herria Bildu, se
aplicarán los impuestos a la banca, las eléctricas y las grandes fortunas, que usted ahora -no lo sé- parece compartir. En fin, que la lista de los avances sociales logrados es larguísima, y sí, además de los vascos y vascas que apoyaron y
recompensaron en las urnas nuestro trabajo, son muchos los trabajadores y trabajadoras españolas que nos han hecho llegar su apoyo y agradecimiento por estos logros. Por tanto, sí, las decisiones de Euskal Herria Bildu, a diferencia de las suyas,
han mejorado también la vida de los españoles. Así ha sido.


Eta, bai, lan mardula egin genuen guzti hori lortzeko eta Gobernuaren proposamen eta neurri guztiak anbizio handiagokoak bilakatzeko. Asko borrokatu genuen ezinezkoak ziruditen lorpenak erdiesteko. Eta hori guztia ezkerreko indar
subiranisten adostasunari esker lortu egin zen. Bai, badakigu ez zela nahikoa izan. Horregatik, gehiago egiteko eta ausartagoak izateko ordua dela uste dugu. Legegintzaldi hau aurrerapenarena izan beharko litzateke. Hizki larriz. Aurrerapen
sozial eta nazionalak etorkizun justu eta demokratikoa bermatzeko herritar guztiei, orain delako momentua aspalditik deuseztatuak izan diren eztabaidak parez pare irekitzeko. Horrexegatik, erantzukizunez eta anbizioz arituko gara, beti gure herria
eta gure herritarrak buruan edukita, beti aurrean ditugun erronkei erantzuteko borondate irmoarekin.


Y sí, trabajamos mucho para conseguir todo ello e ir más allá en todas y cada una de las propuestas y medidas del Gobierno, peleamos mucho para lograr cuestiones que parecían imposibles y fuimos capaces de hacer todo ello desde el trabajo y
el acuerdo con las fuerzas de izquierda y soberanistas. Sabemos que no es suficiente. Por eso es hora de hacer aún más y de ser más valientes. Esta legislatura deberá ser la de los avances con mayúscula, avances sociales y nacionales, como los
pilares indivisibles para asegurar un presente y futuro justo y democrático a toda la ciudadanía. Es el momento de abrir de par en par los grandes debates pendientes que aún se niegan a abordar. Por eso, actuaremos con responsabilidad y ambición,
siempre pensando en nuestro pueblo y su ciudadanía, siempre con la voluntad de poder ofrecer respuestas a las exigencias y retos que tenemos por delante.


Dimos nuestra palabra de que mantendríamos abierta la ventana de oportunidad para lograr esos nuevos avances que la ciudadanía exige y reclama. Por ello, no daremos ninguna oportunidad a la derecha. Por eso, no seremos obstáculo para la
conformación de una mayoría plurinacional que pueda permitir la conformación de un Gobierno en clave progresista. Pero, repito, esa mayoría plurinacional debe abordar necesariamente una agenda política de carácter plurinacional y profundamente
social, porque por encima de los intereses partidistas y de los juegos políticos no vamos a poner en riesgo los derechos y libertades que como pueblo y como clase nos estamos jugando. Por eso, esperamos que todos estemos a la altura del momento
histórico que se nos presenta, que todos actuemos con la suficiente altura de miras para no desperdiciar esta oportunidad. Poco ruido y mucho trabajo, esta es nuestra fórmula para cumplir con la palabra dada a nuestro pueblo.


Voy terminando. Señor Feijóo, dijo usted en campaña que de ser presidente derogaría todas las leyes aprobadas por Euskal Herria Bildu. Bien, hoy siento decirle que será usted el que no pueda cumplir su palabra o su promesa. Es más, espero
que esté preparado, porque si tras esta semana continúa aquí representando a su partido va a tener que ver muchas más leyes, muchos más logros y muchos más avances que llevarán el sello de Euskal Herria Bildu también.


Bai, oraindik asko duzue ikusteko, eskuineko jaun-andereak, arrazoia emango dizuedalako. Ez gara konformatzen, burujabetza gehiago nahi dugu, eskubide sozial gehiago, justizia ekonomiko gehiago, babes sozial gehiago, babes laboral gehiago,
feminismo gehiago eta askatasun gehiago nahi dugu, azken finean zuek gorroto duzuen zerbait nahi dugulako guk: demokrazia gehiago. Eta argi izan ezazue, oztopoak oztopo, atsedenik gabe, horren alde lan egingo dugula. Aste honetan oposizioko buru
gisa inbestituko dugu Feijóo jauna, eta aro berri bat irekiko dugu, Sánchez jauna, babesak lortu ahal izateko zure inbestidurarako. Jakin badakizu hori lortzeko Euskal Herriko zein Kataluniako herritarron eskaerak aintzat hartuak izan beharko
direla. Ondo baino hobeto dakizu horretarako modu eraikitzailean erantzun beharko zaiela gure herrien aldarrikapen sozial eta nazionalei. Ez ahaztu, Euskal Herriko, Kataluniako eta Galiziako ezker subiranistarik gabe eskuin muturra gaur
gobernatzen egongo litzateke. Ez ezazue ahaztu.


Sí, señorías de la derecha, les queda mucho por ver, porque en algo les voy a dar la razón. No nos conformamos, queremos más soberanía, más derechos sociales, más justicia económica, más protección



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laboral, más feminismo y más libertades. En definitiva, queremos algo que ustedes detestan: queremos más democracia, y les aseguro que, muy a su pesar, trabajaremos todo lo que haga falta para conseguirlo.


Esta semana investiremos al señor Feijóo como líder de la oposición y abriremos la fase para que, en su caso, usted, señor Sánchez, logre los apoyos suficientes para su investidura. Sabe que para ello deberá escuchar y atender las demandas
de vascos y catalanes; sabe que para ello deberá dar respuestas constructivas a las reclamaciones nacionales y sociales de nuestros pueblos y de sus mayorías sociales y trabajadoras, porque sin las izquierdas soberanistas vasca, catalana y gallega,
sencillamente, este Estado estaría hoy gobernado por la extrema derecha, no lo olviden.


Antes de acabar, me gustaría hacer llegar una invitación a todas las fuerzas que hipotéticamente podemos permitir un nuevo Gobierno de progreso. Necesitaremos todos y todas de mucha valentía y mucha responsabilidad histórica; necesitaremos
de buenas dosis de prudencia, de política con mayúscula y, por supuesto, de grandes dosis de ambición.


Gure nazioen eta langile klaseen gainean ezarritako hipoteka altxatzeko ordua da. Hauxe da proposatzera gatozen konpromiso historikoa.


Las hipotecas que aún pesan sobre nuestras naciones y las mayorías populares y trabajadoras del conjunto de este Estado deben ser levantadas. Este es el compromiso histórico que venimos a plantear.


Un compromiso histórico para levantar las hipotecas que aún pesan sobre nuestras naciones y la mayoría trabajadora.


Euskal Herria Bildu prest dago eta espero dugu denok prest egotea horretarako. Eskerrik asko guztioi.


Euskal Herria Bildu está dispuesta. Esperamos que todos lo estemos.


Gracias a todos y a todas. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Eskerrik asko, señora Aizpurua.


Señor candidato. (Denegación). Daríamos la palabra, entonces, al Grupo Parlamentario Vasco (PNV), al señor Esteban Bravo, por un tiempo de treinta minutos. (Rumores).


Ruego silencio.


Señor Esteban, cuando quiera.


El señor ESTEBAN BRAVO: Egun on. 'Sois lo mismo', dio PPko diputatu batek. Ez, ez gara, zorionez.


Mahaiburu andrea, diputatu jaun-andreok, hautagai jauna, egun on. Sei hilabete luzea daroaguna, ezer gutxirako balio izan duena. Taldeburuekiko batzarrak arinegi deitu zituen Erregeak. Eta lehendakarigaiaren proposamena hautaketa
arrakastatsu baterako gehiengoa egon barik jakinarazi zuen. Halaxe da, eta uztailaren 23tik hona zenbakiak ez dira batere aldatu. Eta tarteka zentsura mozio batean gaudela dirudi, inbestidura saio batean baino. Denbora honetan Eusko Alderdi
Jeltzaleak zure izendapenaren inguruan hartuko lukeen erabakiaz mota guztietako esamesak egon dira hedabide guztietan, gehienak interesatuak. Neurri batean ulertzen dut. Lau boto baino ez ditu behar Núñez Feijóo jaunak inbestidura aurrera
ateratzeko, lau boto besterik ez. Eta Eusko Alderdi Jeltzaleko taldekideak bost gara. Beraz, PPren gobernua eratzea bideratu genezake, edo zapuztu. Egia da. Baina egia da ere hasieratik hauteskunde kanpainan zehar, eta hauteskunde egunaren
biharamunean ere bai, garden-gardenak izan ginela. Gure irizpidea argia izan da beti. Gure arrazoiak ere. Gure erabakia ere bai. Gauza bat azpimarratu gura nuke lehen-lehenik. Trantsizioa delakotik hamahiru inbestiduretan hiru aldiz bakarrik
eman dugu gure baiezkoa. Hirutan bakarrik. Beraz, ezohikoa da, eta ez da egia ere eserleku gehiago lortu dituenaren alde beti bozkatu dugunik.


Voxi buruz gure iritzia garbi adierazi dugu. Hauteskundeak baino askoz lehenago. Voxek ordezkatzen duen pentsamoldearen aurkako gure jarrera behin eta berriro errepikatu dugu, demokratak ez direlako; euren hizkera, totalitarioa;
frankismoaren aldezpena, harrokeriaz gainera, autonomia elkargoak desagerrarazteko nahia, gure alderdia eta beste batzuk legetik kanpo uzteko grina. Hala eta guztiz ere, Bildu kanpainan zehar Eusko Alderdi Jeltzaleak PP eta Voxekin akordioa eginda
geneukala etengabe zabaltzen aritu zen. Behin eta berriro. Bideoen bitartez, adierazpen guztietan, mitinetan Bilduk gezurra zioen. Urte luzez hainbat aldiz egin duten legez. Bildurentzat gezurra tresna politiko gisa erabiltzea zilegi da. Eusko
Alderdi Jeltzalearentzat ez. Ez gara gauza bera, ez. Ez gara gauza bera. Euren jokaerak ez dira gureak. Guk gure herriari egia esan eta esango deutsagu beti. Atzo Feijóo jaunak berak adierazi



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zuen tribuna honetan bertan. Ez da akordiorik egon. Feijóo jauna, argi eta garbi esan genuen hauteskunde kanpainaren aurretik eta ondoren. Zure izendapenerako edo edozein izendapenetarako hautagai batek Vox beharko balu, ez du gure botoa
edukiko. Eta, beraz, ez da egia botoak edukita haiei, botoei, uko egin deutsezunik. Gure botoak gehitzeko, lehenago hogeita hamahiru kendu behar zeunkez. Eta berdin-berdin Junts-en kasuan.


Buenos días.


Señora presidenta, señorías, señor candidato, buenos días.


Llevamos seis largos meses que han servido para poco. El rey convocó a los grupos y anunció al candidato sin que tuviera los apoyos suficientes, y no ha habido ningún cambio; parece que estamos en una moción de censura en lugar de en una
investidura. En todo este tiempo ha habido muchas comunicaciones sobre lo que haría el Partido Nacionalista Vasco respecto de su investidura. El señor Núñez Feijóo no necesita más que cuatro votos para llevar a cabo la investidura, solo cuatro
votos, y los miembros del Partido Nacionalista Vasco somos cinco. Por tanto, conformar el Gobierno del PP podría ser posible, es cierto, pero es cierto también que, desde el principio, durante la campaña electoral y al día siguiente de las
elecciones fuimos transparentes y meridianamente claros. Nuestros criterios han sido siempre claros y también nuestras razones y nuestra decisión.


Me gustaría destacar desde el principio una cuestión: desde la Transición, en las trece investiduras que ha habido solo hemos votado a favor tres veces, por tanto, es algo excepcional. Y tampoco es cierto que siempre hayamos votado a favor
de quien haya obtenido más votos.


Nuestra opinión respecto a VOX ha sido siempre clara, mucho antes de las elecciones. Tenemos muy claro cuál es nuestra posición ante el criterio que representa VOX, su apoyo al franquismo, con toda la soberbia, además, y su deseo de
deshacer el Estado de las autonomías. Estamos en contra de eso y, sin embargo, Bildu dijo reiteradamente durante la campaña que habíamos alcanzado un acuerdo con PP y VOX. Mediante videos, en todas las declaraciones y en los mítines Bildu mintió,
tal y como ha hecho durante muchísimos años. Para Bildu la mentira es una herramienta política, para ellos es legítimo usar la mentira como herramienta política, y para el Partido Nacionalista Vasco, no; nosotros, nuestro grupo, siempre diremos la
verdad a nuestro pueblo.


Ayer el propio señor Feijóo declaró en esta misma tribuna que no ha habido acuerdo. Señor Feijóo, dijimos claramente antes de la campaña electoral -y después, también- que para su investidura o para la investidura de cualquier otro
candidato, si se requirieran los votos de VOX no podrían contar con nosotros. Entonces, no es cierto que, contando con los votos suficientes, ustedes hayan rechazado la Presidencia. Para añadir nuestros votos, primero tendrían que restar treinta y
tres votos, y lo mismo en el caso de Junts.


He leído y he escuchado que el PNV ha tratado con desprecio a Núñez Feijóo, al contrario, creo que le hemos tratado con respeto, corrección y honradez, diciéndole desde el principio cuál era la situación y no haciéndole perder el tiempo con
especulaciones. Creo que también lo hemos hecho con educación, reuniéndonos y atendiendo llamadas cada vez que hemos sido requeridos para ello, aun a sabiendas de que esas conversaciones no iban a fructificar. Porque el Partido Nacionalista Vasco
entiende la política como diálogo, y una de nuestras fortalezas es, precisamente, nuestra capacidad de diálogo. Pero el Partido Popular no puede pretender hacer creer ni al PNV ni a la opinión pública que VOX no está en la ecuación de la
investidura. Hay una ballena en la piscina. Para empezar, los treinta y tres votos favorables de VOX son imprescindibles para que usted logre la Presidencia. Pero es que, además, esos treinta y tres votos seguirían siendo imprescindibles durante
toda la legislatura para sacar adelante leyes y presupuestos. Por mucho que digan que no hay ballena, esta tiene un tamaño imposible de esconder.


La ciudadanía vasca no entendería que facilitásemos la alternativa PP-VOX desdiciéndonos de nuestra palabra y, además, sería una legislatura imposible de gestionar legislativamente. Ello ya es suficiente para decantar nuestro voto, como le
explicamos, y el PNV cumple su palabra. Porque, señor Núñez, por mucho que diga, usted no ha renunciado a una mayoría que tenía, porque nunca la ha tenido. Nosotros hemos sido claros: desde el principio ya le dijimos que no podía contar con
nuestros votos. Nos ha dicho que ha hablado con Junts y que les ha dicho -a los de Junts- que no. ¿Ya sabe VOX lo que han hablado? Insisto, si es con nosotros o con Junts, debe empezar a contar descontando treinta y tres.


Pero es que, además, su discurso, señor candidato, está resultando preocupante. Lo es, por ejemplo, la convocatoria que lanzó para concentrarse, para manifestarse contra una posible amnistía sobre los hechos del procés. Su discurso ante la
realidad nacional vasca y catalana sigue siendo la vía judicial y la confrontación



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social, y en el horizonte no se atisba voluntad alguna de abordar esa cuestión desde la política. Muy al contrario: anuncia un nuevo delito de deslealtad constitucional y endurecer el delito de malversación. ¡Más leña! Si en cualquier
momento sería grave, lo es aún más ahora, cuando quizá podría abrirse -quizá-, con buena voluntad de todas las partes, una ventana para abordar la cuestión.


La terca realidad es que hay una nación vasca consciente de sí misma que quiere seguir existiendo. Si usted y la inmensísima mayoría de la Cámara no hubiera utilizado el sistema de traducción, no habrían entendido nada de lo que he dicho al
principio de mi intervención. Sí, los vascos tenemos un idioma propio y ese idioma no proviene del latín; ni siquiera es indoeuropeo ni está emparentado con ningún otro idioma. Es la lengua más antigua de Europa. Somos una nación, ¡ya lo creo
que lo somos! Y nuestro idioma, hablado a ambos lados del Pirineo, es una prueba irrefutable. Como lo son nuestros derechos históricos -mencionados, por cierto, en la disposición adicional primera de la Constitución- y que se fundamentaron siempre
en una relación bilateral.


Señor Feijóo, hay que hablar, hay que acordar; hay que -como dijo usted, hablando de Cataluña, antes de retractarse- buscar un encaje para Euskadi y Cataluña en el Estado -y este debe ser pactado- que nos permita afrontar las próximas
décadas, tanto al Gobierno central como a Euskadi y a Cataluña, de manera cómoda. Hay que dibujar un horizonte de estabilidad.


Habló usted en su mitin del domingo de la España de la convivencia, exactamente lo contrario que decían los eslóganes transmitidos en su convocatoria. Viendo la concentración y los mensajes, la idea que nos vino a la cabeza es: dan ganas
de irse de aquí ya. Porque esto es muy típico de los españoles, esto de: ¡Que les castiguen! ¡Que purguen! ¡Que lo paguen! ¡Que sufran! Sí, esto es muy español, y ayer usted en su discurso dijo querer gobernar sin provocar rupturas sociales. Lo
dijo así, literalmente: querer gobernar sin provocar rupturas sociales. Y, al mismo tiempo, lo único que propone, en el mismo discurso, es el endurecimiento del Código Penal y más tribunales. ¡Puigdemont a prisión!, coreaban. Él y supongo que
también los miles de cargos públicos encausados por intentar poner una urna. Palo y nunca zanahoria. Semejante convocatoria, la del pasado domingo, en mi opinión, no es propia de un estadista. Porque un estadista piensa en el conjunto de todo el
pueblo, aunque no esté de acuerdo con parte de él, y busca reconciliar y curar heridas, no ahondar en ellas para beneficiarse electoralmente de ese ruido y de ese enfrentamiento. No. Un estadista lo que hace es afrontar los problemas políticos
desde la política.


Dijo usted literalmente: se pretende que los políticos no sean iguales ante la ley. Por cierto, ayer también creo que dijo que no hay nadie por encima de la ley. ¡Hombre!, uno sí hay, el rey, que es inviolable, y tal y como se interpreta
ahora la Constitución, sí está por encima de la ley. Eso habrá que cambiarlo algún día si de verdad creemos en la igualdad que tanto se predica. Pero dijo usted que se pretende que los políticos no sean iguales ante la ley y que esto es una
cacicada incalificable en un Estado de derecho. Son tan desiguales que usted se niega a cambiar el Consejo General del Poder Judicial porque se sienten mayoría para controlar políticamente desde allí, como antes hicieron con el Tribunal
Constitucional. Ya lo dijo Fernández Díaz: esto te lo afina la Fiscalía; o el señor Cosidó: controlaremos la Sala Segunda desde atrás, y también su nuevo amigo, Alfonso Guerra, el del cepillado del Estatut. Repiten desde su bancada, incluido
usted, que el PSOE ya no es un partido de Estado. No seré yo quien vaya a sacar la cara por el PSOE (risas.-Varias señoras y señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso: ¡No, qué va!-Rumores), con el que tengo muchas
discrepancias y que va y viene, porque, efectivamente, así es... (continúan los rumores). Déjenme hablar, señoras y caballeros, déjenme hablar. Porque, efectivamente, así es, tal y como muestra la hemeroteca y él ha reconocido públicamente. El
señor Sánchez fue el impulsor del 155, un gran impulsor del 155. Pero, oiga, ¿acaso es de un partido de Estado lanzar arengas contra la mitad de la población de tu país? ¿No dijo usted ayer que no creía en los buenos y malos españoles? ¿Es ser un
partido de Estado cimentar este -el Estado-en la imposición del modelo establecido a las minorías que recurrentemente son mayorías en su comunidad autónoma y que piden un cambio de modelo? ¿Es ser un partido de Estado utilizar las instituciones
europeas para hacer política interna? Me parece que, sin tener ninguna afición para ello, otros hemos demostrado más sentido de Estado que ustedes, tanto en Europa como en los momentos de crisis. Si, como dice la señora Gamarra -sinceramente, a mí
me pareció curioso cuando lo planteó así-, aquí lo que hay que elegir es entre Feijóo o amnistía, pues, oiga, planteadas así las cosas, amnistía. (Risas y aplausos). Así que no, señor Feijoo, con estos mimbres -con estos mimbres-, no.


No son menos preocupantes otros mensajes como que su partido pretenda derogar la denominada Ley de Memoria Democrática, que usted volvió a recordar ayer afirmando que la memoria democrática comienza en 1978. ¿Siguen ustedes con la intención
de derogar esa ley? Nosotros no queremos que se



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derogue. O su postura contraria al uso de lenguas oficiales como el euskera no solo en Cortes, sino utilizando su influencia ante terceros países para cerrar las puertas a su empleo en Europa y menospreciando su uso aquí, calificando los
trabajos de traducción de karaoke.


Algunos pretenden resumir el posible apoyo del PNV a esta investidura a una cuestión de interés crematístico, de influencia, a una oferta de dinero, o a hacer que lo parezca. Eso vienen repitiendo unos y otros que es lo que mueve al PNV.
Eso es no conocernos. Me decía usted ayer que si acaso nos había votado la gente para hacer la política económica de SUMAR. Por supuesto que no, señor Núñez, por supuesto que no, como tampoco nos han votado para hacer la política económica del PP.
¿O acaso piensa usted que la política industrial y económica del PNV es la misma que la del PP? Menos mal que la política industrial la hemos hecho durante décadas desde Euskadi y no desde el Estado, con gobiernos de uno u otro signo, y menos mal
que en bastantes ocasiones hemos podido influir sobre la legislación estatal, porque en esto desde luego que se nos escucha.


Estatu itun batzuk proposatzen dituzu. Ez naiz estatu itunen oso aldekoa, batez ere estatuko partidu nagusien aitzakia izaten delako Euskadirenak diren eskumenetan sartzeko eta murrizteko. Hola izan da gehienetan. Lurralde itun bat egin
nahi duzula saltzen duzu, eta honek, zuk proposatzen duzunak, honek naziotasun gaiaz zer proposatzen du?, zer dakar? Bueno, senatua aldatu benetako lurralde ganbera izan daiten, eta autonomien arteko multilateralismoa erabaki bateratuak hartzeko.
Ba, ez, jauna. Hori ez da inolako irtenbidea. Senatuak ez du ezer konponduko. Itxura hutsa. Eta ez dugu nahi konferentzia sektorial gehiago. Aldebikotasuna eskatzen dugu. Aldebikotasuna eskatzen dugu! Eta, horrez gain, zer? Zigor kodean
delitu gehiago sartu? Egurra eta epaitegiak besterik ez duzu proposatzen? Hori ez da irtenbide politikoa eskaintzea.


Feijóo jauna, ez duzu inoiz eduki gehiengoa izendatua izateko, Vox behar duzulako. Lehenengo egunetik esan geuntsun. Eta zuen adierazpen eta proposamenek azken egunetan gure erabakia berrindartu dute. Beraz, argi eta garbi esango dugu,
bai gaur eta baita ostiralean ere. Gure ezetza hartuko duzu.


Usted propone una serie de pactos de Estado, pactos de Estado, y yo no soy muy favorable a los pactos de Estado porque suelen ser un pretexto de los principales partidos del Estado para inmiscuirse en las competencias de Euskadi y para
reducirlas, para socavarlas. Es lo que ha pasado la mayoría de las veces. Usted habla de un pacto territorial. Y esto que usted propone, ¿qué es lo que propone concretamente en lo relativo a las nacionalidades? Usted habla de modificar el
Senado, de transformarlo para que realmente sea una Cámara de representación territorial y para adoptar decisiones compartidas con multilateralismo entre diferentes autonomías. ¿No? No, señor. El Senado no va a resolver nada, esa no es la
solución. Es mera apariencia, y no queremos más conferencias sectoriales. Lo que pedimos es bilateralidad. Y, más allá, ¿qué más? Habla usted de Código Penal, de incorporar más delitos. Más leña y tribunales. No propone usted nada más. Eso no
es ofrecer soluciones políticas.


Señor Feijóo, usted no ha tenido nunca la mayoría requerida para ser designado porque necesita a VOX, y se lo dijimos desde el primer día, y sus manifestaciones y sus afirmaciones en estos últimos días no han hecho más que reforzar nuestra
decisión y, por tanto, le digo bien a las claras que tanto hoy como el viernes va a recibir usted nuestro voto en contra.


Dice usted que no nos fiemos de Sánchez, que nos va a engañar. Mire usted, de Sánchez nos fiamos poco, igual que de usted. Porque, ¿por qué tendríamos que hacerlo? Nuestra experiencia -también la mía, en lo personal-, en lo que respecta a
las relaciones parlamentarias en Madrid, es -parafraseando a Pla- que lo que más se parece a un Gobierno español de izquierdas es un Gobierno español de derechas. Y, por cierto, ayer me dio como ejemplo de generosidad el voto del Partido Popular en
la elección de la Diputación Foral de Guipúzcoa a cambio de nada. Está bien que lo señale así: a cambio de nada, como dijo usted. Está bien que lo señale porque Bildu, en otra más de sus mentiras, se cansó de repetir -y sigue diciéndolo- que
habíamos pactado y habíamos pactado también, entre otras cosas, esta investidura. Efectivamente, señor Núñez, a cambio de nada, pero no por generosidad, sino porque no le quedaba más remedio, a riesgo de que su discurso durante toda la campaña
quedara en evidencia. Porque les convenía a ustedes; porque les convenía a ustedes. (Risas.-Una señora diputada: ¡Venga, venga!-Rumores).


Lo expuesto es más que suficiente para votar no, pero me gustaría añadir un mensaje que considero importante: nuestra política, nuestra dinámica económica y social es cada vez más europea. Europa forma cada vez más parte de nuestras vidas,
pero Europa no puede ser algo neutro. Son valores y principios democráticos. Estamos asistiendo a un crecimiento inusitado de los autoritarismos a nivel



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mundial. Europa está preocupada por la evolución política de algunos países. El Estado español no es precisamente de los más pequeños y su importancia es evidente. No sería bueno que se convirtiera en otro país más donde se normaliza la
ultraderecha, una ultraderecha de discurso antieuropeo, convirtiéndola en parte de la alianza de Gobierno. La señal que enviaron ustedes con la constitución de gobiernos autonómicos no fue la adecuada, pero un gobierno español que dependiera de VOX
sería una señal nefasta para Europa y, desde luego, tendría consecuencias prácticas en la política europea hacia España. Desde Euskadi, el Partido Nacionalista Vasco eso lo tiene claro.


Yo sé también, señor Feijóo, que usted está pensando que podría ocurrir estos días lo del chiste anécdota, ya sabe, aquel del pueblo al que va una compañía de teatro y un paisano está empeñado en formar parte de la función y, claro, al
final, para librarse de él, el director le dice: oye, mira, vale, vale, pero va a ser una cosa fácil: cuando te llamemos al estrado lo único que tienes que decir es: ¡Viva Carlos V! El hombre repite machaconamente la frase horas y horas, y en el
momento que le llaman sale del público y suelta: ¡viva Quirlos Canto! (Risas). Usted espera que hoy o el viernes alguno suelte un Quirlos Canto. Yo ya he visto tantas cosas en este hemiciclo que no descarto nada. Uno sabe cómo entra, pero casi
nunca cómo sale. Lo que le puedo asegurar es que los cinco votos del PNV están muy pensados y muy ensayados, y van a ser no a su investidura.


Las prisas son malas consejeras. A veces me da la sensación de que a usted le ha entrado prisa, quizá porque esperaba más escaños -eso le daban las encuestas- y no está seguro de qué pasará tras esta pantalla si fracasa. Casualmente, el
viernes que viene -si es que no acaba esto hoy- será el día de la segunda votación en su intento de investidura y se cumplirán, ese mismo día, 2513 años de la Batalla de Maratón, ya sabe, aquella a la que el hemeródromo Filípides llevó las nuevas de
victoria: Nenike´kamen. La política es como un maratón: hay que mantener un ritmo medido. Por mucho que tus aficionados y algunos malintencionados de tu banquillo te digan que corras, a veces hay que ceder terreno, porque uno no tiene las
fuerzas suficientes, pero las recuperará posteriormente. A veces se hacen grupos e incluso se dan relevos. Todos los corredores saben que su victoria depende de cómo interpreten la carrera de los demás. En ocasiones, ciertamente, hay que
esprintar en corto, claro que sí, pero he visto muchos tomarse la carrera como un esprint continuado, como si estuvieran corriendo 100 metros de distancia y no hubiera un mañana. Esos -y son bastantes, ya he conocido a unos cuantos- han
desaparecido a los pocos años. Un maratón se corre con la vista larga.


El PNV toma decisiones. A lo largo de nuestra historia algunas se han tomado en circunstancias muy difíciles. Y las toma con mirada larga, pensando en el presente, pero, sobre todo, en el futuro, cumpliendo con lo que se ha comprometido
con su pueblo, siempre atento a lo que este demande, sin perjudicar a nadie. Nuestro único norte: la supervivencia del pueblo vasco y su libertad. Corremos una maratón y, con perspectiva clara, le decimos, hoy y el viernes, no a su investidura.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Eskerrik asko, señor Esteban.


Señor candidato, ¿usará la palabra ahora? (Asentimiento). Tiene la palabra el señor Núñez Feijóo. (Aplausos).


El señor NÚÑEZ FEIJÓO (candidato a la Presidencia del Gobierno): Muchas gracias, señora presidenta.


Señorías, para mí, todo lo que diga Bildu que no venga precedido por una disculpa real a todas las víctimas de ETA y por una colaboración con la justicia para esclarecer los más de 350 asesinatos de ETA, no tiene ningún valor. (Prolongados
aplausos). Por eso, no se crea usted, señora Aizpurua, que me ofende. En absoluto. Me preocuparía mucho que nos votase. Los votos de Bildu se los dejo al señor Sánchez (aplausos), yo no los quiero.


Venir aquí en nombre y representación de Sortu-Bildu a hablar de reaccionario, cuando ustedes tienen la patente europea de ser una formación política reaccionaria, es una de las cosas que uno aprende en el Congreso de los Diputados. No,
señorías, como ustedes no hay nadie en España. No, no. No mezclen ustedes el soberanismo de Bildu con ningún soberanismo catalán o gallego. No, no hay nadie como ustedes en ningún Parlamento de ninguna comunidad autónoma de España. Ninguno.
(Aplausos). No, ustedes no son ni Junts ni Esquerra ni el Bloque Nacionalista Galego. Ustedes son otra cosa. Yo entiendo que se rían, se han reído de España durante tanto tiempo -y lo siguen haciendo- que les da igual. Pero, fíjese, yo me quedo
muy tranquilo porque les puedo decir lo que pienso desde hace mucho tiempo y no pude decírselo hasta ahora.



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Sobre los maratones del señor Aitor Esteban, algo de eso sé. Ahora bien, que tenga cuidado el señor Aitor Esteban con los maratones, porque ustedes le están empezando a ganar al PNV. (Aplausos). La patente europea de un partido
reaccionario la tienen ustedes, señores de Bildu, y ahora resulta que le llaman otra vez el régimen del 78. ¿Y yo vengo a salvaguardar el régimen del 78? Sí, la democracia del 78, la que les permite a ustedes estar aquí a pesar de todo lo que han
hecho. (Varias señoras y señores diputados: ¡Muy bien!). Fíjese qué grandeza la democracia del 78 que hace que personas como ustedes pueden estar aquí. (Varias señoras y señores diputados: ¡Muy bien!-Aplausos).


Es verdad, señoría, que usted ha hablado mucho del Partido Popular y veo que nos conoce bien. La verdad es que han tenido ustedes mucho tiempo en el punto de mira a muchos compañeros del Partido Popular. (Aplausos). Lo que también hemos
aprendido hoy es que los españoles tenemos que estar agradecidos a Bildu, sobre todo, los huérfanos, las viudas, los viudos, los hermanos que se quedaron sin hermanos; tenemos que estar agradecidísimos a Bildu. (Rumores.-Aplausos de las señoras y
los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, puestos en pie). Muchas gracias.


Amenaza usted con que muchas leyes en la próxima legislatura estarán con el sello de Bildu. Buena amenaza. ¿Y esas leyes también van a estar con el sello de Junts y con el sello del PNV? Porque si no, no habrá leyes. Por tanto, si las
próximas leyes que Bildu va a regalar al conjunto de los españoles van a tener también el sello de Junts y el sello del PNV, ciertamente, señorías, no sabemos qué va a ocurrir en la próxima legislatura. Fíjese que hablo de Junts y del Partido
Nacionalista Vasco y no hablo del Partido Socialista, porque es evidente que ustedes gobiernan con el Partido Socialista y, por tanto, eso ya no le extraña a nadie. Pero la verdad es que yo no entiendo cómo el PNV y Bildu -después de escuchar al
señor Aitor Esteban diciendo que son una herramienta de la mentira, y es verdad, señor Aitor Esteban, son una herramienta de la mentira- han decidido competir por ser los primeros en entregarse al señor Sánchez -ustedes y Bildu, sí-, por competir a
ver quién se acerca más, quién es el socio más fiel y fijar su posición, claramente ya, en la investidura. Los votos de no del PNV son los de Bildu. ¿Y qué diferencia hay? Pero insisto en que ustedes son partidos distintos, sin duda, y quiero
dejarlo claro desde el principio. Yo respeto al PNV, a Bildu no. (Aplausos). El PNV, durante largas temporadas, ha sido un partido institucional con el que hemos tenido ocasión de compartir foros, reflexiones de provecho, políticas útiles para el
conjunto de los ciudadanos -no solo vascos, sino del conjunto de España-, y creo que hay discrepancias, evidentemente, que nos separan, pero, en materias de gestión y en materia de solucionar problemas reales de la gente, hemos coincidido. Además,
ustedes han coincidido en la gobernabilidad de España con el Partido Socialista y con el Partido Popular. Me he enterado hoy de que somos lo mismo. Bueno, pues, si ustedes creen que somos lo mismo... ¿Le va bien a Euskadi con el partido de
Sánchez? ¿Sí? ¿Le va bien, tienen ustedes grandes datos económicos? ¿Sí? Bueno, una cosa es lo que se dice en público y otra en privado. A veces ocurre. (Risas). De Bildu, ciertamente, podría decir muchas cosas, pero si tuviese que resumir mi
opinión en una sola frase diría que Bildu es el único partido en España al que habría que hacerle un cordón sanitario. (Aplausos).


Es evidente que dentro de las estrategias del Partido Socialista está blanquear a Bildu, y hemos de reconocer que lo está consiguiendo. Señor Aitor Esteban, usted dice que nosotros le hemos otorgado la Diputación Foral de Guipúzcoa a cambio
de nada, y es verdad. Es verdad. Bueno, ahora, encima, si quiere, le debo un favor. (Risas). No. (El señor Esteban Bravo: Lo que usted quiera. Ustedes han tomado la decisión). ¡Ah, bueno, le da igual! Qué ventaja tiene eso de que usted hable
con un partido de Estado, ¿verdad? Gracias a eso tiene usted la Diputación Foral de Guipúzcoa, porque somos un partido de Estado. Pero, fíjese, ¿y yo por qué no puedo ser progresista, igual que ustedes o igual que Bildu, y dejar que gobierne el
que gana? ¿No le parece a usted que yo también tengo derecho a ser progresista igual que ustedes? (Aplausos.-El señor Esteban Bravo: Hágalo). Y, entonces, gobernaría Bildu en la Diputación Foral de Guipúzcoa (el señor Esteban Bravo: ¿Y?) y
gobernaría Bildu en la capital de Euskadi. ¿Le parece bien eso? (El señor Esteban Bravo: ¡Usted sabrá!). La verdad es que los votantes del PNV cada día aprenden algo más, señoría. (Risas y aplausos). Pero, bueno, este es el nuevo PNV. Y mire
que ustedes son un partido con historia, pero se van adaptando en función de lo que les interesa. Pero eso tiene un problema; tiene un problema y ustedes lo están percibiendo bien, tiene un problema. ¡Allá usted! Pero, fíjese, no quiero desviar
la atención; yo sé que el PNV y Bildu son partidos distintos. Fíjese, yo creo que es evidente que en España hay partidos independentistas gracias al régimen del 78 y es un hecho que existen estos partidos como una expresión de la forma de entender
la política de ciudadanos en distintos territorios de España. Creo que la izquierda abertzale es un espacio político que existe y que, por tanto, tiene derecho



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a participar del debate público y de expresar sus reivindicaciones, y yo tengo el derecho a decidirles lo que pienso, de la misma forma que ustedes nos dicen a nosotros lo que piensan. Ahora bien, ustedes participan porque la ley se lo
permite; deberían de cumplirla. Ustedes participan porque el sistema democrático y las instituciones de todos los españoles les dan cobijo, y ustedes deberían de respetarlas. Si no las respetan, entonces, volvemos a tener una situación de
desequilibrio. Creo, también, que el futuro se escribe desde la reconciliación, desde la igualdad y desde la concordia; pero no hay reconciliación si una parte aspira a que se le perdone sin pedir perdón. No es posible. Y no hay igualdad cuando
se cree que una parte de la ciudadanía es menos que otra, simplemente, porque la mayoría pensamos distinto a ustedes. Y no hay concordia cuando se promueve o se participa directamente en la humillación de las víctimas. No es posible la concordia,
señoría. (Aplausos).


Yo estoy convencido de que Bildu podría ser un partido distinto de lo que es; podría ser un partido o una coalición de izquierda soberanista con la que un partido de Estado podría hablar. El problema de ustedes es que siguen siendo lo que
quieren ser. Hace un par de días, tres días, en el Parlamento de Euskadi, se negaron a condenar los homenajes a los miembros de ETA y se han quedado ustedes solos. Cito al señor Josu Ternera, uno de sus jefes: Los muertos eran para que el
Gobierno tuviese elementos de análisis. ¿Y viene usted aquí a hablar de reaccionario? ¡Ustedes siguen llevando a condenados por delitos de sangre en las listas y nos vienen a dar lecciones de democracia al Congreso de los Diputados! (Aplausos).
En fin, hay que tener mucho cuajo y muy poca memoria democrática para pactar con quien no condena el asesinato de tus compañeros de partido, señores del Partido Socialista Obrero Español. (Prolongados aplausos).


Muchas gracias. Yo no sé si van a intentar usar el truco fácil de sacar un recorte de periódico de hace años de algún compañero del Partido Popular diciendo que también había que hablar con Bildu o que se puede pactar la tasa de basuras con
ustedes en los ayuntamientos, pero lo único que demuestran esos recortes y esas declaraciones es que siempre ha habido voluntad de reconciliación y concordia por parte de las víctimas, pero no por los verdugos. (Una señora diputada: ¡Muy
bien!-Aplausos).


Aclarado pues que Bildu y el PNV son partidos diferentes, de los que tengo una opinión diametralmente opuesta, les lanzo una pregunta: ¿Cuál es el proyecto compartido para Euskadi que los lleva a los dos a querer ser puntales de una
eventual mayoría del señor Sánchez? ¿Qué es lo que les une? ¿Comparten ustedes proyecto económico? ¿Van ustedes de la mano en la política fiscal, señor Aitor Esteban? ¿Van a decir a los trabajadores vascos, a la industria vasca que su modelo de
relaciones laborales y de energía es el mismo que el del señor Sánchez? ¿Comparten ustedes, por cierto, ideario en materia de vivienda? Bildu hace las leyes en materia de vivienda que ustedes tienen que aplicar en Euskadi, y menos mal que son
partidos independentistas. Después ustedes las recurren, eso sí. Pero, claro, su consejera en materia de vivienda, que es del Partido Socialista, ¿qué hace? Pues coherencia pura. (El señor Esteban Bravo: Es hombre, no mujer. Consejero).
Hombre. Perdón, me faltaba ese dato fundamental. Sobre la coherencia política, déjeme usted salir ganador. (Risas). ¿O es que los hombres son menos coherentes que las mujeres? (Aplausos). No parece que ustedes compartan el modelo de vivienda
de Bildu y del Partido Socialista, pero ¿comparten ustedes el proyecto en materia de infraestructuras? Me detengo, si les parece, un minuto en la Y vasca.


Hasta donde yo sé, la izquierda abertzale se ha manifestado históricamente en contra de la conexión del AVE de Euskadi con el resto de España y, por su parte, el PNV está solicitando la aceleración de ese proyecto, que los señores del PSOE,
como la mayoría de los proyectos, lo tienen hibernado. (Rumores). Sí, sí. Están haciendo proyectos constructivos. Fíjense ustedes: primero hacen declaraciones de impacto ambiental ridículas, que no se las pasa el Ministerio de Medio Ambiente, y
van ganando años; después, cuando se dan cuenta de que la declaración de impacto ambiental está mal planteada, empiezan otro proyecto de declaración de impacto ambiental, y cuando solucionan la declaración de impacto ambiental, se acabó la
legislatura. Este es el resumen del tren de alta velocidad del señor Sánchez de estos cinco años. (Aplausos). Nosotros les decimos a los vascos que apostamos por la Y vasca y que, si ustedes no nos hubiesen echado del Gobierno, probablemente la
estarían disfrutando. Bueno, esa es una de las cosas que ustedes podrán, sin ninguna duda, explicar en Euskadi. Entonces, cuando los dos partidos apoyen a Sánchez y Sánchez tome sus decisiones en materia de política económica, política energética,
política industrial, política de vivienda y de infraestructuras, ¿qué van a hacer ustedes? ¿Competir por ver a quién han hecho más caso, si a Bildu o a ustedes, o decir a su gente: Sánchez nos ha engañado; no sabemos cómo ha podido suceder,
porque es la primera vez que nos pasa (risas); quizás es que no nos ha mentido, simplemente ha cambiado de opinión. (Risas.-Aplausos).



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Señorías, les reitero que yo siento respeto, desde la discrepancia, por el PNV y también empatía por algunos de sus cuadros, por sus votantes y por su base social, entre otras cosas porque buena parte de su base social es la nuestra.
(Risas). No se rían ustedes. Ya veremos en las siguientes elecciones vascas cómo quedamos. (Aplausos). Pero sé que hay un votante conservador del PNV al que provoca desazón ver cómo el PNV vota lo mismo que Bildu, apoyando a Sánchez; y sé que
hay un votante del PNV moderado al que le cuesta entender que su partido forme parte de la coalición con Bildu, con Esquerra, con el Partido Comunista de España; y sé que hay un votante del PNV que sigue apoyando que ustedes tengan capacidad de
influencia directa en la política del Estado, porque eso es bueno para una parte del Estado, que es el País Vasco. Hay muchos votantes del PNV que están convencidos de que la mejor fórmula en este momento es un gobierno en solitario del Partido
Popular, que veinte partidos, entre los cuales ustedes son un satélite más en esa galaxia, porque para Euskadi será peor y ustedes lo saben.


Yo dudo mucho que ustedes acepten ya que van a apoyar en bloque todo lo que traigan el PSOE, SUMAR, Esquerra y Bildu. Si lo van a hacer, aprovechen el segundo turno para decirlo. ¿Ustedes van a apoyar esto, la propuesta de SUMAR, de Bildu
y de Esquerra? ¿Esta es la propuesta que tiene el PNV para Euskadi? Por supuesto que ustedes están legitimados para tomar sus decisiones, faltaría más; están legitimados para tomar las decisiones tácticas que crean convenientes -hay elecciones
autonómicas en Euskadi y en Galicia en los próximos meses-, y están incluso en su derecho de tomar decisiones que incomoden a parte de su base social y sean muy difíciles de explicar a su electorado. Hay que reconocer que dejan ustedes un hueco
para explicarlo. Ya sé que van a decir que hay que tomar una decisión y elegir entre Bildu y el PNV -este es el eslogan de la campaña de las elecciones vascas-, pero hay algunos que recordaremos que el PNV y Bildu votan lo mismo en el Congreso.
(Aplausos). La buena noticia, a mi modo de ver, ante las próximas elecciones vascas y las próximas generales, cuando sucedan, es que en estos meses quedará claro que si los vascos quieren un gobierno en España que defienda los intereses de la
industria vasca, tienen uno: el Partido Popular. (Aplausos). Y si los vascos quieren un Gobierno en España que defienda la Y vasca y la conexión en alta velocidad, tienen uno: el Partido Popular. Y si los vascos quieren confiar en un partido
que apueste por el rigor, por la gestión de las cosas públicas, por la moderación y por la eficiencia de los servicios públicos, también tienen un partido, que es el Partido Popular del País Vasco.


Como a los vascos les gusta hablar claro, yo he venido a intentar hablar claro. Yo me confieso sorprendido por algunos de los roles que ha decidido tomar el PNV en estas últimas semanas. El que más me sorprende es el capote hacia Junts.
¿Ustedes creen que Junts no se vale por sí mismo? Pero si quien va a ser presidente del Gobierno de España no lo van a decidir ustedes, lo va a decidir Junts. ¿Ustedes creen que Junts los necesita? Están ustedes muy equivocados. En todo caso,
ustedes necesitarán a Junts.


Yo he leído más declaraciones de algunos líderes del PNV hablando de la amnistía que de Euskadi, y hemos escuchado a más dirigentes nacionalistas apoyar las reivindicaciones de Junts que las reivindicaciones de Euskadi. Y en su reunión en
Bruselas con Puigdemont -que es lo mismo que hizo la vicepresidenta del Gobierno-, no sé cuántos votos han conseguido ustedes en Euskadi, pero me da la sensación de que no muchos, porque esos votos ya los tiene Bildu, y creciendo. (Aplausos).


Señor Aitor Esteban, con cordialidad, me dice usted que por qué me presento y que el rey se ha precipitado. ¿Qué quiere que hagamos? (El señor Esteban Bravo: Yo no he dicho eso). Bueno, pues no ha dicho eso, ha dicho algo parecido, lo he
apuntado aquí: El rey ha designado al candidato sin tener apoyos necesarios. Eso es lo que ha dicho. Y la pregunta es: ¿Ustedes qué creen que debemos hacer? Si hay un candidato que después del periodo de consultas con las fuerzas políticas
acredita 172 apoyos y hay otro candidato que acredita 152, ¿qué debemos hacer? ¿No hacer nada? ¿Esperar a que alguien que tiene 152 tenga más de 172 para que el candidato sea el que usted quiere? (Aplausos).


Usted me ha hablado de la ballena en la piscina o algo así, aproximadamente, ha hablado de VOX. ¿Usted cree que Coalición Canaria no es un partido honorable y que el sí a la investidura por parte de Coalición Canaria es incorrecto? ¿Usted
cree que UPN -que gana en Navarra, por cierto- es un partido que no puede en ningún caso apoyar a este candidato? No, porque está VOX en el medio. ¿Quiere decir que usted no va a apoyar a un candidato que tiene a Bildu en el medio? (Aplausos).
¿No? ¿No lo va a apoyar? Después de mi intervención comprenderá que soy de fiar. Yo no voy a blanquear a Bildu, y el problema que tiene en este momento el Partido Nacionalista Vasco es Bildu, y creo que es el problema que tenemos la mayoría de
los ciudadanos, aunque no vivamos en el País Vasco, pero allá ustedes. Es decir, ustedes no están de acuerdo con que el Partido Popular gobierne en solitario y ustedes están de



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acuerdo con que el señor Sánchez gobierne con quince partidos, incluido el Partido Comunista de España -ayer veíamos a su secretario general-, Podemos -al que no dejaron hablar (risas)- y un conjunto de partidos que ayer intenté recitar,
porque son muchos, la verdad. Me sorprende que no hayan dejado hablar a Podemos, pero es que ya con el sanchismo uno no se sorprende de nada. ¿Qué sería el señor Sánchez sin Podemos? No hubiera sido presidente del Gobierno jamás. (Aplausos).


Habla usted de los derechos históricos y habla usted de encajar. Oiga, qué bien están encajados los derechos históricos de los vascos en la Constitución, qué bien están. Qué buen sistema de financiación tienen ustedes encajado en la
Constitución. El problema es que ustedes estaban de acuerdo con la Constitución y ahora no lo están. Por tanto, los que estamos de acuerdo con la Constitución no hemos cambiado; han cambiado ustedes. Han cambiado ustedes, no hemos cambiado
nosotros. (Aplausos). Es curioso que entre amnistía y Feijóo usted quiera la amnistía y a la vez diga que el rey tiene que estar sometido a la ley. El rey tiene que estar sometido a la ley, pero un expresidente de la Generalitat, no.
(Aplausos.-Risas).


Dice que el euskera es una lengua europea, diga lo que diga el Parlamento Europeo. Yo ya le digo que, si el euskera no ha entrado en el Parlamento Europeo, pregúntele usted al ministro de Asuntos Exteriores, porque realmente el que quería
que entrase era el catalán. Yo, qué quiere que le diga... (Aplausos.-Risas). ¿Qué quiere que le diga?


Finalizo con el símil del maratón. Yo sé que los vascos, con carácter general, hacen mucho deporte. Tengo bastantes amigos vascos que siempre están haciendo deporte. La verdad es que yo no tenía previsto participar en el maratón de la
política nacional, ahí estoy de acuerdo con usted, no lo tenía previsto, pero, oiga, en esta primera carrera en la que he participado no he quedado tan mal, he quedado el primero. (Aplausos.-Risas). Tenga usted cuidado -se lo digo con cordialidad,
señor Aitor Esteban-, porque en el maratón de la política vasca puede haber un partido que no sea el PNV que quede el primero.


Nada más y muchas gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Feijóo.


Por el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, tiene la palabra la señora Aizpurua, por un tiempo de diez minutos.


La señora AIZPURUA ARZALLUS: Señor Feijóo, para importarle tan poco Euskal Herria Bildu, ha hablado mucho, yo diría que casi en exceso, de nosotros. En fin, ha dicho muchas cosas. No voy a entrar a todas, pero le responderé a algunas.


Sí me ha llamado la atención que nos haya preguntado cuál es el motivo que nos hace sostener al Gobierno de Sánchez. Se lo voy a decir. Si no le ha quedado claro que en este hemiciclo todo lo que no sea la derecha y la ultraderecha, todo
el resto, está en contra del posicionamiento que usted ha traído aquí hoy en su hipotética investidura, ya me dirá usted. Si no entiende cómo, representando usted a la derecha y a la ultraderecha, todo el resto preferimos estar en el lado
correcto... (Rumores). En el lado de los derechos humanos (rumores), en el lado de las libertades, en ese lado estamos. (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora AIZPURUA ARZALLUS: Señor Feijóo, si no lo entiende, usted no está preparado. (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Señores diputados, ruego silencio, por favor. (Rumores).


Señora Aizpurua, un momento.


Ruego silencio.


La señora AIZPURUA ARZALLUS: La pregunta ha sido algo más concreta: Cuál era el motivo -creo que ha sido- que nos haga apoyar al Gobierno de Sánchez. Se lo voy a reducir y se lo voy a dejar en tres cuestiones: es el antifascismo, es la
defensa de la clase trabajadora y es la supervivencia de nuestra nación también. Esos tres ejes son los que nos hacen apoyarle.


No sé si querrá entender todo lo que he dicho en mi intervención. Quizá haya algunas cuestiones por las que deba empezar ya a preocuparse, porque en lo que usted me ha dicho empezamos a tener coincidencias, y esto igual debería llevarle a
usted a preocuparse un poquito. Coincidimos totalmente en algo que ha dicho, que es que Euskal Herria Bildu está creciendo; está creciendo y va a seguir creciendo además, porque tenemos el apoyo de la ciudadanía, y, sin embargo, su presencia es
cada vez más



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insignificante. Su presencia en Euskal Herria es insignificante, y usted lo sabe. Por algo será, por algo confiará la ciudadanía vasca en Euskal Herria Bildu.


Lastima da, Feijóo jauna, baieztatzea zure interbentzioarekin denbora berdinetan ainguratuta jarraitzen duzula, betiko planteamenduetan, duela berrogei urteko planteamenduetan, betiko ezintasunean, ikusi nahi ez duzuelako euskal jendarteak
aurrerapauso eman dituela maila guztietan, politikoki, sozialki eta, baita ere, urrats eta pausu handiak eman ditu elkarbizitzaren bidean eta elkarbizitzaren eremuan.


Es una pena, señor Feijóo, afirmar con su intervención..., es una lástima ver que sigue usted anclado en lo mismo, en los mismos planteamientos que hace cuarenta años. Esa impotencia habitual porque no quieren ustedes ver que la sociedad
vasca ha dado pasos hacia adelante a todos los niveles, desde el punto de vista político, social, y ha dado también pasos muy importantes en el sentido de la convivencia, en el camino de la convivencia.


Lamentablemente, usted ha vuelto a demostrar que ni usted ni nadie en su partido es capaz de entender nuestro país. Creo que no son capaces de entender ni interpretar lo que la sociedad vasca quiere y necesita. Señor Feijóo, usted solo
habla del pasado, porque es eso, pasado. Y solo habla del pasado porque no tiene nada que ofrecer al futuro, no lo tiene; no lo tiene para la ciudadanía vasca y nuestro pueblo, y hoy ha vuelto a demostrarlo.


Intentaría, señor Feijóo, explicarle que la democracia debería basarse en el respeto a los derechos de las personas y los pueblos (risas), pero usted no concibe así la democracia. Intentaría explicarle también que Estados como Dinamarca,
como Reino Unido e incluso Francia contemplan la acción de que las sociedades de las naciones que en sus Estados se integran puedan decidir su futuro mediante la palabra y las urnas, pero ustedes, al parecer, tampoco creen en la palabra. Intentaría
explicarle, señor Feijóo, que un Estado decente debe ser aquel que cuida de su gente y asegura vidas dignas para todos y todas (rumores), pero usted no debe creer en la dignidad. Intentaría explicarle que la paz, la convivencia y la reconciliación
constituyen un proceso muy difícil, tremendamente difícil; un proceso difícil que necesita de mucha empatía, de mucha valentía y de poco rencor y odio, pero usted no cree en la convivencia ni en la reconciliación. Intentaría explicarle, señor
Feijóo, que la libertad es reconocer y respetar los sentimientos y aspiraciones de todas las personas, pero usted, me temo, no cree en la libertad. Y como no creen en todo ello, como simplemente creen que la ciudadanía vasca está enferma por cómo
vota, por cómo piensa, por cómo siente y por cómo quiere construir su presente y su futuro; como ustedes ni entienden ni respetan a nuestro pueblo y a su ciudadanía, nunca nunca nunca contarán con su apoyo y tampoco contarán con el nuestro.


Eskerrik asko. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Eskerrik asko, señora Aizpurua.


Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Vasco, PNV, el señor Aitor Esteban, por un tiempo de diez minutos.


El señor ESTEBAN BRAVO: Pensaba contestarle desde el escaño, porque, la verdad, con nosotros no hay excusa: somos un grupo parlamentario perfectamente constituido, con todos los derechos. Con lo cual, lo que usted les dijo ayer a los
catalanes no era cierto. Mintió. No era porque no tuvieran las condiciones suficientes para ser grupo parlamentario. Usted, por mucho que diga, piensa lo mismo que varias de las personas que me han increpado desde los escaños de su partido: que
Bildu y PNV son los mismos. Por eso ha hecho aquí esa contestación. Usted no merecería ni réplica, pero, bueno, le diré dos cositas y ya está. (Risas.-Rumores).


Aquí estamos... (Continúan los rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


El señor ESTEBAN BRAVO: Señor Feijóo, aquí estamos en su investidura. Usted se ha dedicado, con la mayoría de los parlamentarios con los que ha mantenido un debate, a hacerles preguntas. No, no, es que las preguntas son para usted y las
respuestas son suyas. (Risas). Y, sinceramente, si ayer acusaba a un parlamentario de parecer que estaba en el Club de la Comedia -y es verdad que la parte final adquirió unos tintes...-, lo de hoy ha sido un poquito parecido también por su parte.


A mí me enternece que le preocupe tanto el Partido Nacionalista Vasco. Es enternecedor, ¿no?, pero también es un poco contradictorio, porque, oiga, si tan bien le va a ir con los errores que está cometiendo y



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va a cometer el PNV, ¿para qué nos está pidiendo los votos? ¿No? Si tan bien les va a ir a ustedes, pues mejor que no le votemos. Me enternece que se preocupe por nuestro partido, pero yo creo que debería preocuparse también por la
situación del suyo y por los resultados de su partido en Euskadi. Pero más allá de todo eso, yo no sé lo que va a pasar en unas próximas elecciones, sean de nuevo unas generales en enero -porque podrían serlo- o sean unas autonómicas vascas. No
tengo ni idea, el pueblo vasco lo decidirá. No sé lo que va a pasar, pero lo que sí siento es que el otro día, a la misma hora que usted estaba concentrando a su gente en Madrid, nosotros estábamos en Foronda. Estábamos juntos, fuertes y
convencidos de lo que hacemos. Y, sin embargo, yo, en Madrid, lo que oí fueron unos cuantos gritos en favor de alguien, y no era precisamente su nombre el que coreaban. (Protestas).


Yo no sé si habrá investidura, no lo sé. No sé si habrá investidura - desde luego parece que la suya no (rumores)-, pero tampoco sé si, primero, el rey va a proponer al señor Sánchez y, luego, si va a haber una investidura que valga. Pero
ya nos defenderemos, no se preocupe. Porque todo esto es complicado. Fíjese si es complicado que en el Parlamento vasco el Partido Popular y Bildu han votado en el mismo sentido el 50 % de los proyectos de ley. Lo mismo han votado. Y aquí
también unas cuantas votaciones; en casi dos de cada cinco han votado ustedes conjuntamente con Bildu y con Esquerra.


Mire, la racanería, el cómo hay que trabajar todas las cosas para que los acuerdos se cumplan, en mi experiencia -y mi experiencia es bastante larga; no sé si seré el más veterano en este hemiciclo, quizás sí ininterrumpidamente, y he
tratado con gobiernos de diferentes colores-, es la misma a la hora de tener que ir logrando que se cumplan los acuerdos. Y no me hable usted del tren de alta velocidad y del PP, etcétera, porque yo ya sé en primera persona, no por lo que me han
contado, cómo han sido las cosas.


Usted no podría gobernar. Dice que sería preferible un gobierno del PP en minoría, pero usted no tiene los votos; iba a ser una mayoría negativa continua en este Parlamento. Por lo tanto, puede estar usted muy orgulloso de haber ganado,
como dice usted. Muy bien, habrá ganado, pero no ha llegado. No ha llegado, no ha llegado, y seguramente se quedó con un palmo de narices con el resultado final. Por lo tanto, ha fracasado si el objetivo era llegar a la Presidencia del Gobierno.
Pero, evidentemente, seguiremos -porque esto, como bien ha dicho usted y como he dicho yo, es un maratón- hablando. Hoy usted ha hecho más amigos.


Nada más. Muchas gracias. (Risas.-Rumores).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Esteban. (Rumores).


Silencio, por favor.


Tiene la palabra el señor Núñez Feijóo.


El señor NÚÑEZ FEIJÓO (candidato a la Presidencia del Gobierno): Muchas gracias, señora presidenta.


La verdad es que mi objetivo era decir lo que pienso. Yo no sé si esto conlleva tener más amigos o menos, pero por lo menos conlleva la posibilidad de entenderse, ¿no? Yo digo lo que pienso, usted dice lo que piensa y ya está.


Me dice usted que no tengo los votos suficientes para formar Gobierno y que este Gobierno sería muy inestable. Entonces, ¿es más inestable tener 137 escaños que 121? ¿El Gobierno del PP con 137 escaños es más inestable que el Gobierno de
Sánchez con 121? Hombre, señor Aitor Esteban, es evidente que esto no se lo cree nadie. Pero, bueno, siempre se aprende, ¿no? Por cierto, como aquí nadie felicita a nadie, permítanme ustedes que yo felicite a los únicos dos grupos parlamentarios
que han ganado escaños: uno es Bildu, que ha ganado uno más, y otro es el PP, que ha ganado cuarenta y ocho. El resto han perdido. (Aplausos.-Rumores.-La señora ministra de Hacienda y Función Pública en funciones, Montero Cuadrado: ¡No! ¡No!).
Perdón, vuelvo a reiniciar. Quiero felicitar a Bildu, que ha conseguido un escaño más, al Partido Socialista, que ha conseguido un escaño más (varios señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista: ¡Ah! ¡Ah!), y al Partido Popular, que ha
conseguido cuarenta y ocho. (Aplausos). Deberían ustedes ir acostumbrándose a la sorna gallega. (Risas). Que el PSOE me pida a mí que le recuerde que han sacado un escaño más es sorprendente, señorías. ¡Sorprendente! (Aplausos). Recuerdo que
el señor Sánchez me preguntó en el único debate que quiso tener conmigo que si tenía sentido del humor, y le dije: señor Sánchez, para debatir con usted hay que tener mucho sentido del humor. (Risas). Por tanto, yo no lo voy a perder. Hay tantos
gallegos en el País Vasco que ya nos deberían de conocer.


Pero, en fin, veo que llevan ustedes mal no tener la Diputación Foral de Guipúzcoa y el Ayuntamiento de Vitoria, señora de Bildu. Ustedes se han molestado. Las cosas que nos han dicho, además de reaccionarios,



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viniendo de ustedes son todo un halago, pero ha dicho usted que no respetamos los derechos humanos. Una persona condenada por apología del terrorismo le dice a un grupo parlamentario mayoritario en la Cámara que no respeta los derechos
humanos, y se va usted tranquilamente, y después dice que no entendemos al pueblo vasco. ¿Usted sabe cuánta gente ha tenido que salir del pueblo vasco por acciones que ustedes siguen homenajeando? ¿Usted sabe las miles y miles de personas que han
tenido que salir -un éxodo masivo, el más importante en nuestra democracia- porque ustedes les echaron? ¿No entendemos al pueblo vasco? Mire, señoría, deberían tener ustedes un poco de respeto.


Tres ejes por los que no votan al PP: fascismo, clase trabajadora y nación vasca. Fascismo. ¿Ustedes hablan de fascismo? ¿Por qué no se miran a sí mismos? (Aplausos.-Una señora diputada del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso:
¡Muy bien!). Ustedes hablan de la clase trabajadora. ¿Cuántos trabajadores se cargaron? Y usted habla de la nación vasca. Ahí, es verdad, yo hablo de la nacionalidad histórica, pero del resto, de fascismo y de trabajadores, no le acepto ni una
sola clase, señoría. (Aplausos).


Ha dicho usted que el Partido Popular y Bildu coinciden en una cosa, que es que Bildu está subiendo, y después el señor Aitor Esteban se molesta conmigo -lo ha dicho usted-, pero, claro, es que, lamentablemente, es verdad, y un demócrata
tiene que aceptarlo. Ustedes están subiendo, sí, y ¿por qué? La razón la veremos en su sí a la investidura del señor Sánchez, en su caso. Qué bien les va, hay que reconocerlo. Ya lo ha dicho Otegi: realmente el cambio político en España se ha
producido desde que tenemos que apoyar al Gobierno de España los que nos queremos ir de España. La verdad -hay que reconocerlo- es que las cosas que dice Otegi yo las escucho con mucha atención, porque nos cuenta la verdad de sus relaciones con el
Partido Socialista; el Partido Socialista no, pero el señor Otegi sí. Y eso, como comprenderán ustedes, es muy lamentable, pero es como nos enteramos de las cosas que ustedes acuerdan y hacen.


Dicen ustedes que llevamos anclados en los últimos cuarenta años, y es verdad: llevamos anclados en la libertad, en la vida y en los derechos humanos desde hace cuarenta años. (Aplausos.-Una señora diputada del Grupo Parlamentario Popular
en el Congreso: ¡Muy Bien!).


Señor Aitor Esteban, es cierto -lo reconozco- que yo no tenía pensado contestar hoy, pero al final las cosas que he oído no podía dejarlas sin contestar. Por tanto, esa ha sido la razón de esta contestación conjunta. Yo no discuto que su
grupo esté perfectamente constituido, que quede claro. Y he intentado expresar -sabe usted que es verdad, porque estoy absolutamente convencido de ello y porque lo siento- que ustedes no tienen nada que ver con Bildu, al menos hasta la fecha, y
guardo esa esperanza. Pero yo he lamentado ver cómo ustedes últimamente caminan muy aproximados, y eso me entristece, porque es malo para la libertad en Euskadi y es malo para la libertad en el conjunto de España. Sigo pensando que un gobierno del
Partido Popular sería mejor para Euskadi que un gobierno de Sánchez, y estoy convencido de que mucha gente que ha votado al PNV también lo cree, salvo que ustedes digan que no. Pero, aunque digan que no, no van ustedes a cambiar la opinión de mucha
gente que ha votado el PNV. El Euzkadi Buru Batzar podrá decir lo que considere oportuno, pero los votantes tienen criterio propio. Estoy convencido de que con ese gobierno usted nunca me diría que he usado al PNV como un clínex. Estoy convencido
de que usted eso no me lo diría y, en cambio, se lo dice al señor Sánchez. ¿Quieren seguir siendo ustedes un clínex en los próximos años? (Aplausos). Yo siempre me voy a dirigir al Partido Nacionalista Vasco con el mismo respeto con el que me
dirijo a todos, pero comprenderá usted que, cuando discrepo -a los vascos les gusta hablar claro, y tengo una referencia en casa?-, hable claro.


Mire, me ha dicho Bildu que va a votar que no, y el Partido Nacionalista Vasco también. Bueno, hay algo en lo que se coincide. Pero quiero hacer una diferencia entre el Partido Nacionalista Vasco y Bildu. Yo llevaré con honor cada no que
reciba, sin duda, para eso me presento, para tener síes y noes, pero llevo con especial honor los noes de los que no creen en la igualdad entre españoles, de los que quieren que en nuestro país haya ciudadanos de primera y de segunda, de los que no
creen que España es una democracia completa y de los que su proyecto político es la erosión de nuestras instituciones y la ruptura de nuestro país. (Aplausos). Por eso, es un orgullo saber que ustedes no me van a votar, y se lo digo con
cordialidad y porque lo siento. Si ustedes me votasen, tendría que saber cuál es su precio, porque si se lo pregunto al Partido Socialista no me lo va a decir. Es un inmenso orgullo saber que el señor Otegi solo puede ordenar sobre mí el no a la
investidura. (Aplausos).


Finalizo ya volviéndome a referir al Partido Nacionalista Vasco, con el máximo respeto, porque creo que hay que tenerse respeto entre partidos políticos, al menos entre los partidos políticos que gobernamos instituciones. A mí solo me queda
hacerles una reflexión, no es ni siquiera una profecía, porque cualquiera que haya podido analizar la política española en los últimos años puede llegar a la misma conclusión. El



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proceso de blanqueamiento progresivo de Bildu tiene una serie de objetivos. Uno de los principales es sustituirles a ustedes como referentes en el País Vasco. No tengan ninguna duda de ello. Si no, ¿a qué viene? Y ustedes son muy útiles,
muy responsables y muy integrantes de esta mayoría que se llama progresista en tanto en cuanto son decisivos para que los socialistas gobiernen al mismo tiempo en España y en Euskadi, igual que Junts pasó de ser el Le Pen de la política española y
la ultraderecha xenófoba -esto era lo que decía el señor Sánchez de ustedes- a ser ahora puntal progresista del sanchismo. ¡Fíjense en la diferencia! (Risas.-Aplausos). Solamente es una cuestión de tiempo. En mi opinión, a ustedes les puede pasar
lo contrario: cuando sea necesario para la maquinaria socialista, quizás le empiecen a recordar a ustedes eso de que son ustedes muy conservadores, incluso reaccionarios, porque eso de Dios y leyes viejas es impropio del progresismo del Partido
Socialista. Ahora bien, ustedes sabrán. Como es natural, yo le tengo tanto respeto al Partido Nacionalista Vasco que jamás lo utilizaría como un clínex.


Nada más y muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Núñez Feijóo.


A continuación, vamos a comenzar con las intervenciones de las formaciones integradas en el Grupo Parlamentario Mixto. En primer lugar, tiene la palabra el señor Rego Candamil, por un tiempo de diez minutos.


El señor REGO CANDAMIL: Grazas, señora presidenta.


Señor Feixoo, o BNG vai votar en contra da súa investidura como presidente do Goberno español. Isto supoño que non o colle nin a vostede nin a ninguén por sorpresa. Por tanto aquí hoxe o importante non é o que, senón o porqué. Tentarei
entón explicar con rigor as nosas razóns, que son moitas.


Non sei se vostede se sentirá especialmente cómodo coa reivindicación da súa galeguidade. Digo porque, con certeza, non agradará excesivamente no núcleo duro da dereita máis rancia españolista dos cenáculos madrileños que mesmo teñen
acusado a vostede nalgunha ocasión nada menos que de nacionalista galego. Porque é evidente que calquera manifestación de galeguidade choca con esa idea de 'España una' que moitos aínda alimentan. As mesmas persoas que se callar aínda non
perdoaron a vostede que nun descoido no ano 2014 dixese que a Galiza é unha nación sen Estado, que o é, claro que o é. Mais vostede saberá que o Partido Popular de Galiza apelou o BNG a votar por vostede alegando o positivo que sería para o noso
país contar cun presidente galego do Goberno español. Verá. O problema é que xa temos a experiencia dun presidente galego. E sabe cal é o principal mérito dese presidente con relación a Galiza? Dígollo eu: baixar o investimento do noso país de
máis de 2000 millóns de euros en que estaban nos orzamentos do ano 2010 a menos de 1000 millóns, exactamente 936, nos últimos orzamentos do PP, os do ano 2018. Baixar á metade o investimento na Galiza, un país con que o Estado ten unha débeda
histórica por un déficit sistemático en investimentos, en infraestruturas, equipamentos e servizos. Para iso serviu ter durante sete anos un presidente nacido na Galiza. Para alén, claro, de todas as políticas antisociais e de recortes que aplicou
o señor Rajoy e que contribuíron a alargar as desigualdades sociais: a minoría privilexiada acabou sendo aínda máis rica, en canto sacrificaban as maiorías sociais. Ou visto desde a perspectiva galega, políticas que ampararon os intereses da
oligarquía española en canto se condenaba as clases populares galegas ao empobrecemento e á precariedade.


Lembramos como se rescatou a banca con diñeiro público, como se conxelaron os salarios dos empregados e empregadas públicas e as pensións, ao tempo que se incentivaba o recorte de salarios no ámbito privado e os plans de pensións privados
para maior lucro da gran banca e das aseguradoras.


Recordamos como foron roubados os dereitos aos traballadores e traballadoras coa reforma laboral do ano 2012, que infelizmente non foi derrogada polo actual Goberno do PSOE-Sumar precisamente nos aspectos máis lesivos e regresivos.


Relembramos tamén como, para afrontar o descontento e as protestas sociais e políticas, promoveu unha involución democrática en forma de lei mordaza que tampouco foi derrogada aínda polo actual Goberno do PSOE-Sumar. E sabemos como iso
impactou máis nas clases populares dun país como a Galiza que ten das pensións e dos salarios máis baixos e que, en xeral, ten os indicadores socioeconómicos e de benestar máis baixos do Estado español. Ou sexa, señor Feixoo, que ser galego, sendo
da dereita rancia do Partido Popular, non só non é garantía de nada para Galiza, senón máis ben certeza de políticas antigalegas. Non teño dúbidas de que, se vostede fose elixido, que non o será, non vacilarían en aplicar medidas contrarias aos
intereses do noso país como, dito sexa de paso, non vacilaron nunca



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os deputados e deputadas do PP en votar en contra dos intereses de Galiza sempre que o seu partido gobernou en Madrid.


Segunda razón: nós coñecemos ben as súas políticas porque as padecemos durante 13 anos. Sabemos perfectamente cal é o legado de Feixoo na Galiza. Vostede deixou un país en 2022 peor do que encontrou en 2009: máis empobrecido, máis
envellecido, máis precarizado. Vostede deixa detrás de si unha sangría demográfica que é letal para o futuro do noso país: 105 000 habitantes menos entre 2009 e 2022. 375 000 persoas que emigraron por falta de oportunidades laborais e vida digna
no propio país. E todo isto sabe por que? Pois por unhas políticas económicas nefastas que provocaron o fechamento de numerosas empresas, explotacións agrarias e gandeiras, e o despezamento de barcos. Durante o seu Goberno desapareceron a metade
das empresas innovadoras e caeu o investimento en I+D+i a 0,97 % inferior a 1,04 % de 2008, máis baixo que a media estatal e unha enorme diferenza da europea que se sitúa en 2,2 %. En resumo, a Galiza perdeu máis de 40 000 empregos durante os seus
Gobernos sen que a vostede parecese preocupalo. En consecuencia, non avanzamos na converxencia nin co Estado nin coa Unión Europea, ao contrario. E si, a pesar de que aínda onte o negase, a débeda pública na Galiza foi triplicada por vostede nese
período. De 3954 millóns de euros en 2008 a 11 314 en 2022.


Mais o seu legado tamén nos deixa peores servizos públicos. Nin unha soa residencia pública para persoas de idade construída nos seus trece anos de Goberno. Se callar porque prefire que as empresas amigas do Partido Popular fagan negocio
coa vellez. Por exemplo, Domus Vi, involucrada en mala praxe durante a pandemia e que vostede se negou a investigar. Olle, xa ten algo máis en común coa señora Ayuso.


En Educación fechou 138 centros de ensino público, 1 de cada 10, e recortou 4,5 % do profesorado na pública en canto no ensino privado, o que nutriu xenerosamente con diñeiro público, se incrementou un 5,5 %. Até este mesmo ano
subvencionaron vostedes escolas que segregan por sexo.


Recortou na sanidade pública para engordar o negocio na sanidade privada. E temos o caso paradigmático do Hospital Álvaro Cunqueiro. O desvío sistemático de pacientes á privada, incluídas todas, todas as interrupcións voluntarias do
embarazo. (?) tamén responsábel por políticas contrarias ao noso idioma e que, lonxe de avanzar na normalización, perdeu falantes de forma acelerada nos últimos 15 anos, especialmente entre a xente nova, como consecuencia de medidas contra a nosa
lingua como o mal chamado 'decreto de plurilingüismo' que prohibe, prohibe, insisto, impartir materias como matemática, física e química ou tecnoloxía en lingua galega.


E aínda en relación co autogoberno, o seu papel foi nefasto. Non estou a falar do dereito da autodeterminación, que podería, porque é un dereito democrático básico. Non estou a falar tampouco de que a Galiza sexa case a única que non
modificase o seu estatuto. Non, estou a falar de que nin sequera utilizou toda a capacidade prevista nela. O balanzo da súa xestión nesta materia é fácil. Cero transferencias en 13 anos, cero competencias reclamadas por vostede nese período. E
aínda dirá que é autonomista. Pois olle, eu que non o son, en nome do BNG, que tampouco o é, porque defendemos a soberanía da Galiza, reclámolle aquí a vostede e ao señor Rueda, que onte estivo de palmeiro na tribuna de convidados, en vez de estar,
como era a súa obriga, no Parlamento de Galiza, que teñan un mínimo de vergoña e muden de actitude, aínda que sei que, se non o fixeren, tampouco pasa nada porque felizmente, en breve, será o BNG quen teña a responsabilidade de gobernar a Galiza.


Mais é que, se estas dúas razóns non fosen suficientes, coñecemos ben a traxectoria do Partido Popular. O PP opúxose e oponse a calquera avance social e de dereitos: opúxose á lei do divorcio, á do aborto, á do matrimonio igualitario ou,
máis recente, á lei de liberdade sexual, á de saúde sexual e reprodutiva, á da eutanasia, á de benestar animal, e claro, á que estableceu tributos para as eléctricas, as enerxéticas, a banca ou as grandes fortunas, porque aí ai, señor Feixoo, cando
se fala de cousas serias, vostedes nunca se enganan de bando; son o partido da oligarquía en defender os intereses dos ricos, sempre actúan coa máxima coherencia. Hai que recoñecérllelo. O seu discurso de onte, populista e hipócrita, parece
contraditorio con esa traxectoria mais, neses casos, nós sempre cremos máis os feitos que as promesas, e os feitos do Partido Popular falan por si sos.


Falaba vostede de reforzar a atención primaria cando na Galiza deteriorou a sanidade pública, especialmente a atención primaria, a quen negou os 200 millóns que o BNG reclamaba para mellorala.


Fala de fiscalidade xusta cando o PP na Galiza acaba de certificar un pelotazo fiscal aos 7000 máis ricos, aos que regala 34 millóns de euros. Fala de independencia das institucións, cando converteu vostede a Radio e Televisión de Galicia
nun aparello de propaganda do Partido Popular.



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Fala, por exemplo, de subir pensións e salario mínimo, mais cando gobernaron conxelaron as pensións ou limitáronas a 0,25 e criticaron todas as súas subas, para o BNG insuficientes, as subidas tamén do salario mínimo interprofesional. Por
tanto, non ten credibilidade, ningunha credibilidade.


Mais o peor é que onte certificou vostede que sería un presidente que discriminase sen problema a Galiza. Vostede mencionou reivindicacións de todas as comunidades autónomas unha a unha, que asumen como compromisos, excepto da Galiza. É
indignante e vergoñento. Esa é a actitude do Partido Popular co noso país. Nada de comprometer máis investimento, mellores infraestruturas, de mellorar o ferrocarril, implantar as cercanías, nada de atender a crise industrial e a transición
xusta...


Gracias, señora presidenta.


Señor Feijóo, el BNG no va a apoyar su investidura como presidente del Gobierno español. Esto supongo que no le coge ni a usted ni a nadie por sorpresa, así que hoy lo importante no es el qué, sino el porqué. Voy a intentar explicar con
rigor nuestras razones, que son muchas.


No sé si usted se sentirá especialmente cómodo con la reivindicación de su galleguidad. Lo digo porque con seguridad esto no va a agradar mucho al núcleo duro de la derecha más rancia españolista de los cenáculos madrileños, que incluso le
han acusado en alguna ocasión nada menos que de nacionalista gallego, porque es evidente que cualquier manifestación de galleguidad choca con esa idea de la España una que muchos todavía alimentan, las mismas personas que quizás todavía no le han
perdonado que en un descuido en el año 2014 dijera que Galicia es una nación sin Estado, que lo es, claro que lo es. Pero usted sabrá que el Partido Popular de Galicia apeló al BNG a votar por usted alegando lo positivo que sería para nuestro país
contar con un presidente gallego del Gobierno español. Verá, el problema es que ya tenemos la experiencia de un presidente gallego, ¿y sabe cuál es su principal mérito respecto a Galicia? Se lo digo: bajar las inversiones en nuestro país de más
de los 2000 millones a la mitad las inversiones en Galicia, un país con el que el Estado tiene una deuda histórica, con un déficit sistemático en inversiones, infraestructuras, equipamientos y servicios. Para eso sirvió tener durante siete años un
presidente nacido en Galicia, además de todas las políticas antisociales y de recortes que aplicó el señor Rajoy y que contribuyeron a ensanchar las desigualdades sociales -la minoría privilegiada acabó siendo más rica, mientras sacrificaban a las
mayorías sociales- o, visto desde la perspectiva gallega, políticas que ampararon a los intereses de la oligarquía española, mientras se condenaba a las clases populares gallegas al empobrecimiento y la precariedad. Recordamos cómo se rescató a la
banca con dinero público, se congelaron los salarios de los empleados públicos y las pensiones, a la vez que se incentivaba el recorte de salarios y de las pensiones, para gran lucro de la banca y las aseguradoras. Recordamos cómo se les robaron
derechos a los trabajadores con la reforma laboral del año 2012, que, por desgracia, no fue derogada por el actual Gobierno de PSOE-Sumar, precisamente esos aspectos más lesivos y represivos. Recordamos también cómo para hacer frente al descontento
y las protestas promovió una involución en forma de ley mordaza, que tampoco ha sido derogada por el actual Gobierno PSOE-Sumar. Esto impactó más en las clases populares de Galicia, cuyas pensiones y salarios están entre las más bajas del Estado
español, así como sus indicadores socioeconómicos y de bienestar.


Así que, siendo de la derecha rancia del Partido Popular, señor Feijóo, esto no es una garantía para Galicia, esto es una certeza de políticas antigallegas. Si usted fuera elegido, que no lo será, no vacilaría en aplicar medidas contrarias
a los intereses de nuestro país, como, dicho sea de paso, no vacilaron nunca los diputados y las diputadas del PP en votar en contra de los intereses de Galicia siempre que gobernó su partido en Madrid.


Segunda razón. Conocemos bien sus políticas, porque las sufrimos durante trece años. Sabemos perfectamente cuál es el legado de Feijóo en Galicia. En 2022 dejó un país peor de lo que lo encontró en 2009, más empobrecido, envejecido y
precarizad. Dejó tras de sí una sangría demográfica, que es letal para el futuro de nuestro país: 105 000 habitantes menos entre 2009 y 2022; 375 000 personas emigraron por falta de oportunidades laborales y una vida digna en su propio país. ¿Y
todo esto sabe por qué? Por unas políticas económicas nefastas que provocaron el cierre de muchas empresas, explotaciones agrarias y ganaderas y el desguace de barcos. Durante su Gobierno desaparecieron la mitad de las empresas innovadoras y cayó
la inversión en I+D+i al 0,97 %, inferior al 1,04 de 2008, más bajo que la media estatal, una enorme diferencia con la europea, que se sitúa en el 2,2 %. En resumen, Galicia perdió más de cuarenta mil empleos durante su Gobierno, sin que a usted
pareciera preocuparle. En consecuencia, no avanzamos en convergencia ni con el Estado ni con la Unión Europea, todo lo contrario. Y sí, a pesar de



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que ayer lo negara, la deuda pública en Galicia se triplicó en ese periodo: de 3954 millones de euros en 2008 a 11 300 en 2022.


Pero en su legado también están los servicios públicos: ni una sola residencia pública para personas mayores construida en sus trece años de Gobierno. Puede que prefiera que las empresas del Partido Popular hagan negocio. Por ejemplo,
DomusVi fue involucrada en malas praxis durante la pandemia. Usted se negó a investigar. Ahora ya tiene algo más en común con la señora Ayuso.


Educación. Cerró 138 centros de enseñanza pública -uno de cada diez- y recortó un 4,5 % el profesorado público, nutriendo en un 5 % los empleos de profesorado en la privada; incluso este año subvencionaron escuelas que segregan por sexo.
Y recortó en la sanidad pública para engordar el negocio en la sanidad privada. Tenemos el caso paradigmático del Hospital Álvaro Cunqueiro o la desviación de pacientes a la privada, incluidas todas las interrupciones voluntarias del embarazo.
También es responsable de políticas contrarias a nuestro idioma. En vez de normalizar, se perdieron hablantes en los últimos quince años de forma acelerada, sobre todo entre los jóvenes, como consecuencia de medidas contra nuestra lengua, como el
mal llamado decreto de plurilingüismo que prohíbe, insisto, impartir materias como matemáticas, tecnología o informática en lengua gallega.


Y con respecto al autogobierno su papel ha sido nefasto, y no hablo del derecho a la autodeterminación, porque es un derecho democrático básico; tampoco hablo de que Galicia sea la única prácticamente que no ha modificado su estatuto, hablo
más bien de que no utilizó toda la capacidad prevista en él. El balance de su gestión en esa materia es fácil: cero transferencias en trece años y cero competencias reclamadas por usted en ese período. Y todavía dirá que es autonomista, pero yo,
que no lo soy, y en nombre del BNG, que tampoco lo es, porque defendemos la soberanía de Galicia, le reclamo aquí a usted y al señor Rueda -ayer estuvo de palmero en la tribuna de invitados en vez de estar en el Parlamento de Galicia, como era su
obligación- que tengan un mínimo de vergüenza y que cambien de actitud, aunque sé que si no lo hicieran tampoco pasa nada, porque, por suerte, en breve, será el BNG quien tenga la responsabilidad de gobernar en Galicia.


Pero si estas dos razones no fueran suficientes -conocemos bien la trayectoria del Partido Popular-, el PP se ha opuesto y se opone a cualquier avance social y de derechos: a la ley del divorcio, del aborto, del matrimonio igualitario o,
más recientemente, a la ley de libertad sexual, salud sexual y reproductiva, eutanasia, bienestar animal y también a la que estableció tributos para las energéticas, las eléctricas o la banca y las grandes fortunas. Porque ahí, sí, señor Feijóo,
cuando se habla de cosas serias, ustedes nunca se equivocan de bando. Son el partido de la oligarquía y para defender los intereses de los ricos siempre actúan con la máxima coherencia, hay que reconocérselo. Su discurso de ayer, populista e
hipócrita, parece contradictorio con esa trayectoria, pero en esos casos nosotros siempre creemos más en los hechos que en las promesas, y los hechos del Partido Popular hablan por sí solos.


Usted hablaba de reforzar la atención primaria cuando deterioró la sanidad pública, sobre todo la atención primaria, a la que le negó los 200 millones que el BNG reclamaba para mejorarla. Habla de fiscalidad justa, cuando en Galicia acaba
de certificarse un pelotazo fiscal a los siete mil más ricos, a los que regala 34 millones de euros. Habla de la independencia de las instituciones, cuando convirtió la radiotelevisión de Galicia en un aparato de propaganda popular. Habla, por
ejemplo, de subir pensiones y el salario mínimo, pero cuando gobernaron congelaron las pensiones, limitándolas al 0,25 % y evitaron todas las subidas, también insuficientes, del salario mínimo interprofesional.


Por tanto, no tiene credibilidad, ninguna credibilidad. Pero lo peor es que ayer certificó usted que sería un país que describe una guía perfectamente de Galicia. Mencionó reivindicaciones de todas las comunidades autónomas, una a una, que
asume como compromisos, excepto para Galicia. Es indignante y vergonzoso. Esa es la actitud del Partido Popular con nuestro país. Nada de comprometer más inversiones o infraestructuras, de mejorar del ferrocarril o de implantar las cercanías.
Nada.


La señora PRESIDENTA: Señor Rego, tiene que ir terminando.


El señor REGO CANDAMIL: Finalizo, señora presidenta, nas Pontes ou en Cerceda. Nada de rexenerar as nosas rías, nada de transferencia e gratuidade da AP-9 ou de creación dos xulgados de violencia de xénero no noso país. Para a Galiza,
nada de nada. Claro que, se non o fixo vostede cando era presidente do Goberno galego, tampouco o vai facer agora. Máis unha vez, aquí ten que ser o BNG quen fale das necesidades dos galegos e galegas porque, se non, ninguén o fai.


Vostede veu aquí a desenvolver unha escenificación, fundamentalmente para consumo interno, para tentar sobrevivir como líder do Partido Popular e que esta investidura non sexa o seu funeral político. Que



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teña sorte. Mais nós niso non imos colaborar. Esta investidura xa fracasou e, por tanto, esa escenificación non vai contar co voto do Bloque Nacional Galego.


Moito obrigado.


Finalizo, señora presidenta.


En As Pontes o en A Cerceda nada de regenerar nuestras rías, nada de transferencia de la gratuidad de la AP-9 o de crear juzgados de violencia de género en nuestro país, para Galicia. Nada de nada. Pero si no lo hizo cuando era presidente
del Gobierno gallego tampoco lo va a hacer ahora. Una vez más tendrá que ser el BNG quien hable de las necesidades de los gallegos y las gallegas, porque si no nadie lo hace.


Usted ha venido aquí a hacer una escenificación fundamentalmente para consumo interno, para intentar sobrevivir como líder del Partido Popular y que esta investidura no sea su funeral político. Que tenga suerte, pero nosotros en eso no
vamos a colaborar. Esta investidura ya ha fracasado y, por tanto, para esa escenificación no va a contar con el voto del Bloque Nacionalista Gallego.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Rego.


Por un tiempo de diez minutos, tiene la palabra la señora Valido García.


La señora VALIDO GARCÍA: Presidenta, señorías, a ver si tengo suerte y el señor Sánchez vuelve antes de que termine mi intervención, porque tenemos cosas que decirle.


¿Conocen ustedes al canario Benito Pérez Galdós? Deberían. ¿Les suenan los Episodios Nacionales? ¿Les suenan Miau, Doña Perfecta o Fortunata y Jacinta? Les estoy hablando del, probablemente, mejor novelista realista del siglo XIX y de un
gran cronista político. Él escribió una anécdota ocurrida aquí, en este mismo Congreso. Se debatía la Constitución de 1876, de efímera vida. Los congresistas discutían todo el tiempo, y cuando le preguntaron a don Antonio Cánovas del Castillo qué
proponía para recoger en la Constitución como definición de lo que era ser ciudadano español él respondió, harto de tanta pelea: pongan ustedes que son españoles los que no pueden ser otra cosa.


Ha pasado un siglo y medio y aquí seguimos con el mismo debate. Seguimos hablando de las mismas cosas, y la vida aquí sigue igual. En aquel momento se pretendía la concordia y el consenso, pero hoy tengo la sensación de que aquí buscamos
más la discordia que el acuerdo. Pero cuando digo que la vida sigue igual aquí dentro, también digo que solo aquí adentro, porque fuera las cosas han cambiado mucho. La ciudadanía no entiende de qué estamos hablando desde el 23 de julio, cuál es
ese debate tan alejado de sus necesidades, de sus problemas de cada día, y encima, señorías, es muy probable -existe la posibilidad- que les tengamos que pedir que vayan a votar de nuevo. No sé con qué cara, no sé con qué excusa, no sé de qué
manera les vamos a solicitar que cumplan con su deber democrático, con ese deber al que nosotros hemos fallado.


Acabo de llegar a esta Cámara, sí, señorías, y pueden llamarme ingenua o pueden llamarme ilusa. Pensé que nuestros debates, nuestros más importantes y relevantes debates serían sobre cómo arreglar los problemas de la gente, pero de eso aquí
se ha hablado poco. En cambio, creo que en esta investidura hemos batido algunos récords en insultos y ruido. No tiro la toalla. Les pido que empecemos pronto a tratar sobre lo que la gente necesita y dejemos de hablar de lo que necesitan
nuestras organizaciones políticas para no perder representación o poder. Miren, nuestros partidos, sin esa gente que está en la calle y que nos está pidiendo a gritos que nos ocupemos de ella, van a desaparecer. Ya hemos tenido ejemplos y los
vamos a seguir teniendo.


Se equivocan quienes creen que he venido aquí a hacer presidente a uno o a otro. Por cierto, lamento que una vez más no tengamos una mujer candidata. Miren, yo me debo a quienes me votaron en Canarias y estoy aquí para que se escuchen las
demandas y los problemas de mi tierra, para que se escuche a la ciudadanía, para que se la escuche con su acento, con su vocabulario, con el que utiliza mi gente en mi tierra, en las ocho islas. Pero también estoy aquí por los problemas de tantos
canarios emigrados en Cuba, Venezuela, Uruguay o Argentina, en cualquier sitio del mundo o por toda Europa, donde haya un canario viviendo o trabajando. Estoy aquí para que gobierne quien gobierne cumpla con nuestro Estatuto Autonomía y nuestro
Régimen Económico y Fiscal y cumpla como cumplen, como se sensibilizan, como se preocupan, como negocian con otras nacionalidades, porque, miren, los canarios no pedimos más atención y respeto que otros, pero estamos cansados de tener menos. Yo soy
una sola diputada, pero, si la legislatura empieza a andar, tendré oportunidad de intervenir muy a menudo y puede que mi voto sea



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necesario y les aseguro que los asuntos canarios no serán menos importantes que los que hemos oído aquí durante un día y medio.


Los derechos de Canarias tienen siglos de historia, responden a singularidades, a problemas muy específicos que muchos aquí todavía no entienden porque todavía aquí hay quien piensa que hablamos de privilegios. El Estado tiene que dar
respuesta a cuestiones tan graves como nuestra seria crisis energética. Hay gravísimos problemas migratorios. También debe dar respuesta frente a la sed de nuestro campo y de nuestra gente en muchas islas, donde ni siquiera se puede garantizar el
abastecimiento de agua potable para la población. Señorías, estamos cansados de los abusos de las compañías aéreas, que se aprovechan para subir las tarifas sin que nadie las controle, las vigile, las expediente y las sancione. Estamos cansados de
oír promesas y de recordar las fotos en La Palma, con La Palma, por La Palma: La Palma necesita un compromiso, como mínimo, a diez años para poder reconstruirse.


Se nos ha criticado porque apoyamos una investidura que se considera fallida, y yo no salgo de mi asombro, señorías, porque aquí ha habido otras investiduras fallidas: la del señor Sánchez en 2016. Mi compañera Ana Oramas en aquel momento
le apoyó; le felicitó y le votó. ¿Por qué lo que antes era bueno ahora es tan malo? ¿Qué pasa, que aquí depende de quién hace las cosas para que estas sean correctas o vergonzantes? Y no solo no ha habido investiduras fallidas, también hubo
mociones de censura abocadas al fracaso antes de empezar.


He subido a la tribuna con un voto en la mano; cierto, con el sí al señor Feijóo por su compromiso con todas las demandas que pusimos sobre la mesa, con lo que llamamos la agenda canaria, multitud de asuntos que en este momento demandan
toda la atención y no pueden seguir esperando mucho tiempo a que esta legislatura empiece a andar. Por eso decía lo del señor Sánchez, porque creo que el Gobierno en funciones tiene muchas responsabilidades en los asuntos de los que estoy hablando
y voy a hablar. Pero les digo una cosa: que nadie busque en nuestro voto cuestiones ideológicas, no las hay. Pactar o consensuar con alguien no significa asumir su ideología. ¿O debo entender que el Partido Popular o el Partido Socialista han
asumido la ideología de sus socios, sus valores, sus principios, sus objetivos? ¿Debo entender eso? Claro, a nosotros nos hablan de que nos hemos entregado a la derecha por apoyar el señor Feijóo. ¿A quiénes se entregan los demás? ¿Solo nosotros
nos entregamos? ¿Somos trescientos cincuenta diputados y el problema es el voto de la diputada canaria? ¿De verdad? ¿De verdad que ustedes van a escurrir la responsabilidad de esta manera?


¡La derecha! ¡Qué poca memoria, señorías! Coalición Canaria ha votado con ustedes la ley de memoria histórica, la ley trans, la ley del aborto, la reforma laboral, la subida del salario mínimo, la subida de las pensiones o la ley de
eutanasia y hace escasos días hemos apoyado la utilización de las lenguas cooficiales en esta Cámara. Respecto a si creemos que esta debe responder -y por supuestísimo que lo creemos- a la diversidad del Estado español, hemos firmado y estamos
convencidos del Pacto contra la Violencia de Género y creemos que hay que reforzar todas las medidas necesarias en esa lucha. Y, por supuesto, seguiremos apoyando todas las medidas que supongan avances sociales y derechos de la ciudadanía.


Lo que nos mueve al apoyo en esta investidura es muy fácil de entender. Canarias se compromete con quien se compromete con Canarias. Es lo que pedimos al Partido Popular y es justo lo que pedimos al Partido Socialista; justo lo mismo, la
agenda canaria, es el mismo documento para ambos. La diferencia estuvo en la respuesta, en los tiempos y, por supuesto, en las formas. Aquí, en este Congreso, hay partidos que se han posicionado claramente en contra de las autonomías y del
autogobierno y otros que están por la autodeterminación y la independencia, posiciones radicalmente opuestas de nuestro modelo de Estado. La situación es muy difícil, señorías, y es complejísimo que lleguemos a un acuerdo, pero, si seguimos así,
sin entendernos, enredados en los extremos, fanáticos de nuestras ideologías, les aseguro que ni unos ni otros van a tener algún futuro.


Coalición Canaria es un partido nacionalista y estamos muy seguros del recorrido pendiente, en el marco de la Constitución, de nuestro autogobierno. Es lo que reclamamos y exigimos cuando pedimos el cumplimiento de las leyes que nos
protegen, que nos blindan ante tantísimas fragilidades. Y somos profundamente europeos porque Europa siempre entendió muy bien lo que significa vivir en una región ultraperiférica. Pero creemos que ahora lo que toca es estar al servicio de tantos
mayores con pensiones que les impiden vivir con dignidad, al lado de los jóvenes que no encuentran trabajo digno ni vivienda, de los autónomos y emprendedores que crean empleo y pagan nóminas aunque ellos este mes de nuevo no cobren, de los
trabajadores pobres, de la primera generación que vivirá peor que sus padres, de las víctimas de violencia de género. Tenemos tantos problemas sociales, económicos y de supervivencia fiscal que deberíamos aplazar algunos debates.



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En Canarias la situación migratoria vuelve a ser muy grave. Por cierto, no está el señor Sánchez, a quien quería preguntar, porque hasta en dos ocasiones en sus entrevistas preelectorales habló de cómo había descendido la llegada en la ruta
del Mediterráneo y dijo 'la nuestra'. En Canarias nos preguntamos de quién es la ruta del Atlántico, la más mortífera. ¿De quién es la ruta del Atlántico? ¿Forma parte de alguna escisión o encargo a alguien a través de algún acuerdo que siguen
sin explicarnos? ¿De quién es la ruta del Atlántico? Señorías, nos toca transformar la vida de las personas que malviven, ese tiene que ser nuestro objetivo y nuestra prioridad. Desde luego, las discusiones sobre el modelo de Estado son
importantes, no lo voy a negar. Nosotros también queremos que se reconozca nuestra ultraperificidad.


La señora PRESIDENTA: Señora Valido, vaya terminando.


La señora VALIDO GARCÍA: Pero, aunque podemos y debemos hablar de ello, no podemos hablar solo de ello. Ustedes, si quieren, sigan jugando a etiquetar al mundo en derechas o izquierdas, pero no cuenten con nosotros, no estamos en ningún
bloque. Hemos apoyado, hemos trabajado y hemos gobernado con unos y con otros. Para resolver los problemas de la gente, siempre vamos a estar.


Gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Valido.


Para terminar estas intervenciones, tiene la palabra el señor Catalán Higueras también por un tiempo de diez minutos.


El señor CATALÁN HIGUERAS: Muchas gracias, señora presidenta. Señorías, muy buenos días. Señor candidato, muy buenos días.


Desde Unión del Pueblo Navarro consideramos que no pueden gobernar España aquellos que quieren acabar con este país. El Gobierno de una nación no puede estar sometido al chantaje permanente de aquellos que quieren destruir el país. Desde
nuestro punto de vista, no se puede negociar ni pactar con formaciones políticas que siguen sin condenar los atentados de ETA, que tienen entre sus dirigentes a terroristas con delitos de sangre y que incluso son capaces de llevarlos en sus listas
electorales, como hicieron, por cierto, con Josu Ternera, cuando cometieron la desfachatez y la desvergüenza de incluirlo como su representante en la Comisión de Derechos Humanos en el Parlamento Vasco. Pues bien, señorías, que quede claro: el
señor Josu Ternera es un asesino miserable y cínico. (Aplausos). Y tampoco consideramos desde Unión del Pueblo Navarro que se pueda negociar ni pactar con prófugos de la justicia ni que se pueda recurrir a indultos, amnistías, consultas o
referéndums de autodeterminación totalmente ilegales y que son una humillación para el sistema democrático español y también una traición para la Constitución española. Si alguien tiene esa intención, desde nuestro punto de vista es mucho mejor dar
una vez más la palabra y el voto a los ciudadanos en unas nuevas elecciones generales, porque, señorías, no todo vale por mantenerse en el poder, no todo vale. Desde Unión del Pueblo Navarro lo dijimos muy claro en la campaña electoral, lo hemos
dicho también ante la audiencia de su majestad el rey: nuestro voto será hacia el candidato del Partido Popular, el señor Núñez Feijóo. (Aplausos). Y lo haremos, señorías, por convicción y reconociendo que, ante la situación de incertidumbre
política y económica que padece nuestro país, es lo mejor para Navarra y también para España. Si algo ha evidenciado a lo largo de su historia Unión del Pueblo Navarro es que hemos sabido poner los intereses de Navarra por delante de los intereses
partidistas y personales, poner los intereses de España también por delante de los intereses partidistas y personales.


Nosotros defendemos la Navarra foral y española, defendemos que Navarra es una comunidad con régimen, autonomía e instituciones propias, indivisible, integrada en la nación española y solidaria con todos sus pueblos. Navarra constituye una
comunidad histórica como la que más, y nunca menos que las demás. Por eso, nosotros tenemos muy claro y apostamos por la derogación de la disposición transitoria cuarta de la Constitución española, esa espada de Damocles sobre la cabeza de los
navarros a la hora de posibilitar la incorporación en la comunidad autónoma vasca. Navarra no ha sido nunca transitoria. Siempre, a lo largo de la historia, ha sido una comunidad permanente. Nosotros defendemos el Régimen Foral de Navarra. Somos
foralistas y defendemos también el instrumento de solidaridad con el resto de españoles, como es el convenio económico. No es ningún privilegio, señorías, es la forma en la que Navarra se incorporó a España, es la manera de defender la identidad
del viejo Reino de Navarra. Cuestionar el Convenio Económico de Navarra es cuestionar la españolidad de Navarra.



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Pero, miren, señorías, por defender lo que hoy estoy defendiendo en nombre de Unión del Pueblo Navarro en esta tribuna, hasta hace no muchos años en este país se presionaba, se amenazaba, se asesinaba. Fueron cientos y cientos las personas
-hombres, mujeres y niños indefensos- que fueron asesinadas por la banda terrorista ETA; entre ellos, dos concejales de Unión del Pueblo Navarro, José Javier Múgica y Tomás Caballero. Por eso, señor Núñez Feijóo, debe quedar muy claro -y yo le
agradezco que lo haya dicho en su intervención- que hay que acabar con el blanqueamiento de los herederos políticos de ETA. (Aplausos). Hay que acabar con tanta humillación. El relato de la barbarie terrorista, señorías, no lo pueden escribir los
verdugos, lo tienen que escribir las víctimas y los demócratas de este país.


Nosotros, señorías, lamentamos que el Gobierno que hemos venido padeciendo haya actuado de manera completamente diferente: ha blanqueado a los herederos políticos de ETA única y exclusivamente para conseguir sus votos en Navarra y en Madrid
para gobernar. Bastaría recordar las declaraciones de algunos socialistas, insignes socialistas, aunque ustedes ahora los traten como traidores, como pueden ser el señor González o el señor Guerra, aunque también podríamos referirnos a secretarios
generales actuales del Partido Socialista, por ejemplo, en Castilla-La Mancha o Aragón, incluso al exsecretario general del Partido Socialista de Euskadi, el señor Redondo Terreros, a quien, con las diferencias ideológicas que nos separan, siempre
hemos considerado una persona honesta y coherente. (Aplausos). Bastaría recordar cómo en este país el Gobierno ha incumplido todas sus promesas y sus compromisos en esta materia. Lo que era blanco ahora es negro y las líneas rojas que nunca se
iban a atravesar se han superado hasta límites insospechados. Yo recuerdo una, la más famosa, la más célebre -lamento que no esté el presidente hoy en su escaño-, que, además, la manifestó en una televisión navarra, en Navarra Televisión.
¿Recuerdan ustedes aquello de: no pactaré con Bildu; si quiere, se lo recuerdo cinco o veinte veces: no pactaré con Bildu?'


La realidad, lamentablemente, ha sido muy diferente. Pero es que, además, si algo ha caracterizado a este Gobierno ha sido la imposición y el sectarismo. Ha despreciado a todo el que no pensaba como él; lo ha marginado, incluso en los
momentos de dificultad tanto política y económica como sanitaria. El Partido Socialista se ha encontrado muy cómodo pactando con la extrema izquierda, con los herederos políticos de ETA, también con los secesionistas; y los demás, nada. En otros
países democráticos del mundo, de manera especial de la Unión Europea, hay acuerdos entre formaciones políticas democráticas, formaciones políticas que son líderes tanto en sus Länder, en sus comunidades autónomas, como también a nivel nacional.
¿Por qué en España no? ¿Por qué no la ha buscado el Partido Socialista ni en Navarra ni en España? Todo lo contrario, en Navarra ha despreciado reiteradamente las ofertas de diálogo y de acuerdo con la principal formación política de la comunidad,
como es Unión del Pueblo Navarro.


Señorías, nuestro país vive una situación política complicada, la incertidumbre económica es real. ¿Qué va a pasar en este país, señora ministra, señora vicepresidenta, cuando dejen de llegar los fondos europeos y nos pidan
responsabilidades por su gestión? La deuda, las hipotecas, la subida de los productos de primera necesidad, de los carburantes, de las hipotecas parece que no tienen fin. La inquietud es una realidad en trabajadores, en la clase media, en las
familias, en las empresas pequeñas y medianas. Los autónomos, los agricultores, los ganaderos se sienten castigados por este Gobierno; el desempleo juvenil y femenino, disparado y los pactos de Estado, inexistentes. Nosotros nos sumamos a la
oferta que hizo ayer el señor candidato. Apostamos decididamente por esos pactos a los que usted hizo referencia. Desde Unión del Pueblo Navarro siempre hemos defendido el consenso y la necesidad de hacerlo a través de sus marcos de convivencia,
que nos han permitido progresar y avanzar como nunca se ha conocido ni en Navarra ni en España a través de la Constitución española y el amejoramiento del fuero, y todo ello, señorías, con una premisa fundamental: el respeto y la lealtad, respeto y
lealtad que tienen que exigirse sobremanera en la relación entre las comunidades autónomas y el Gobierno de España. Si no hay respeto y lealtad, el fracaso está asegurado.


Por otro lado, señorías, nosotros también dijimos en campaña electoral que íbamos a apoyar al candidato, al señor Núñez Feijóo, y que iba a ser un apoyo exigente, sobre todo a la hora de reivindicar aquellas cuestiones que inquietan, que
preocupan y que van a ser el fundamento del progreso y el futuro de nuestra comunidad, como es el tema de las infraestructuras. Usted lo señalaba ayer en su intervención, el canal de Navarra. El Gobierno tiene que dejar de engañar a la sociedad
navarra, tiene que establecer plazos y financiación determinada. Y lo mismo podríamos decir del corredor navarro de alta velocidad, de la autovía a Madrid. No podemos quedarnos aisladas comunidades autónomas como Navarra y La Rioja o la provincia
de Zaragoza. Queremos también cambios normativos en la ley de educación, garantizar el derecho de los padres a elegir la educación que queremos para nuestros hijos. También que se acabe con



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la ocupación ilegal. Queremos establecer un plan nacional de prevención del suicidio: cada día se quitan la vida en España once personas; ayer once, hoy once y mañana otras once, hasta cuatro mil al final del año. Y nos preocupa la
situación de Volkswagen, señor candidato. El Gobierno de España está mirando más hacia las plantas de Martorell y Landaben, y eso es preocupante, porque hay cientos y cientos de puestos de trabajo en riesgo.


Señor presidente, señora presidenta, señor candidato, desde nuestro punto de vista, España necesita un cambio, un cambio para ilusionar, para devolver la esperanza a este país. Unión del Pueblo Navarro va a estar ahí, señor Núñez Feijóo,
defendiendo, como no puede ser de otra manera, la identidad de Navarra, y también, cómo no, siendo el dique de contención del secesionismo en Navarra y, sobre todo, echando una mano en lo que podamos a su Gobierno para sacar este país adelante.


Muchísimas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Catalán.


Señor candidato a la Presidencia del Gobierno, tiene la palabra cuando quiera.


El señor NÚÑEZ FEIJÓO (candidato a la Presidencia del Gobierno): Muchas gracias, señora presidenta. Muchas gracias, señores portavoces.


Señora y señores portavoces, me gustaría comenzar este turno expresando, sin duda, mi agradecimiento por el apoyo directo de dos de los tres intervinientes que conforman el Grupo Mixto. Muchísimas gracias a la señora Valido por la actitud
constructiva y dialogante de Coalición Canaria y por su intervención. Muchas gracias al señor Catalán por haber cumplido la palabra de la Unión del Pueblo Navarro que dieron ustedes en campaña y que volvieron a reiterar hace semanas. Y gracias
también al señor Rego, ¿por qué no decirlo?, por hacer el discurso que todo el mundo esperaba del Bloque Nacionalista Galego. (El señor vicepresidente, Rodríguez Gómez de Celis, ocupa la Presidencia). Yo reitero mi agradecimiento por la lealtad,
la claridad y la franqueza con la que me he relacionado con Coalición Canaria y por que el Partido Popular y su partido hayamos construido una agenda canaria, que hemos pactado, acordado, publicado, transparentado y, en consecuencia, que conocen las
señorías que tengan interés en saber cuál es la realidad canaria. Hemos asumido como propias las reivindicaciones de los vecinos de La Palma -el Gobierno sigue diciendo que todo va bien: vayan ustedes a esa isla y comprobarán cómo va-, promoviendo
desde Canarias una nueva política de coordinación en materia forestal de prevención y extinción, porque es evidente que hay grandes dificultades logísticas cada vez que se inicia un gran incendio en las islas Canarias para poder satisfacer en tiempo
correcto la extinción del mismo por el alejamiento de los recursos aéreos, y ofreciendo también líneas de apoyo estratégico para las islas.


La segunda reflexión que me gustaría trasladarles es relativa a la importancia de los acuerdos, y es que a los acuerdos se puede llegar con transparencia, porque nadie sabe exactamente cuál es el acuerdo, si es que lo hay, salvo escuchando
las palabras del señor Rufián o de la señora Nogueras. Nadie sabe en este hemiciclo qué es lo que va a pasar en nuestro país en el caso de que esta investidura fracase, nadie lo sabe. En consecuencia, parece razonable, dado que estamos en una
democracia, que no se oculten los acuerdos. El Gobierno no quiere ni hablar de ello. El Gobierno en funciones y la transparencia son incompatibles. Coalición Canaria y el Partido Popular han llegado a un acuerdo público transparente y que no
tiene más objetivo que defender los intereses de Canarias porque encajan en los intereses del conjunto de la nación, un acuerdo del que estamos orgullosos las dos partes y por eso lo hemos enseñado y por eso ustedes lo conocen. Además, es un
acuerdo en el que se habla de los asuntos de España, no solamente de los temas de la comunidad autónoma. Pero esto, que en cualquier otro momento de la historia de nuestro país sería lo normal, en la España de hoy es una rareza, porque o nos
enteramos por el independentismo de lo que se está comentando en nuestro país hilvanando, concretando, redactando o, realmente, no sabemos absolutamente nada. Ojalá que el Partido Socialista hubiese explicado antes de las elecciones los acuerdos a
los que parece ser que está dispuesto a llegar; claro que en este caso no tendrían un escaño más.


En el documento que hemos firmado con Coalición Canaria -digo firmado- hay medidas para aumentar la competitividad de Canarias, hay un compromiso con el impulso del empleo -especialmente entre los menores de treinta y cinco años, porque
tienen un paro juvenil superior a la media, que ya es difícil-, hay una búsqueda de un trato más justo en la condición de región ultraperiférica, hay un compromiso con la reconstrucción y la inversión en la ayuda necesaria en la isla de La Palma y
hay iniciativas en materia de transporte de agua, de atención a la inmigración, de lo cual el Gobierno no habla; simplemente, el problema es del Gobierno canario, y el tema de la inmigración en Canarias no forma parte de la agenda del



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Gobierno. Y en este documento también se demuestra que Canarias apuesta, insisto, por las reformas y los grandes pactos de Estado, por ejemplo, avanzar en la gratuidad de las escuelas infantiles, mejorar la educación en todos sus niveles,
especialmente una formación profesional de calidad. Y también garantizar la viabilidad de las pensiones; al presidente del Gobierno canario, como representante ordinario del Estado, también le interesan las pensiones de todos. Insisto, señorías,
hay una agenda canaria conocida, pública, transparente que nosotros nos hemos comprometido a cumplir. Y esa agenda canaria nos compromete, primero, como socios en el Gobierno de Canarias y, segundo, como grupo mayoritario de las Cortes, y
trabajaremos en la oposición que nos toque para avanzar en los objetivos comunes.


Yo también estoy de acuerdo con la señora Valido en que es bueno que haya una presidenta del Gobierno de España. Seguro que antes que tarde la habrá. Incluso, también sería bueno que hubiese una presidenta de la Comunidad Autónoma de
Canarias. Pero creo que en este momento no procede, el presidente Clavijo es muy buen presidente.


Lo cierto y verdad es que agradezco también de una forma muy explícita el apoyo del señor Catalán. Se lo agradezco porque su discurso, como el de la señora Valido, ha sido lo suficientemente claro y explícito para ser apoyado por los grupos
mayoritarios de la Cámara. A nadie se le escapa que las diferencias entre nuestras formaciones políticas, UPN y PP, han existido, pero entiendo que ambas mantienen un principio común, que es el que el señor Catalán, mejor que yo, ha expresado esta
mañana. La honestidad y la altura de miras necesarias para el pueblo navarro y el conjunto del pueblo de España están muy por encima de alguna diferencia puntual y ha dicho en varias ocasiones en esta investidura que es mucho más lo que nos une que
lo que nos separa, y yo estoy convencido de que es así. El problema es que hay gente cuyo objetivo fundamental es incidir en lo que nos separa simplemente para obtener el Gobierno, y eso es lo contrario de la política.


Es importante saber que los constitucionalistas nos podemos encontrar siempre; al menos, los constitucionalistas navarros y el Grupo Parlamentario Popular y otros grupos de la Cámara. Habrá un Gobierno en España que respete a Navarra,
señor Catalán, se lo aseguro, antes que después, ahora o pronto. Pero vamos a respetar los símbolos, las instituciones, su autonomía y su foralidad. Y habrá un Gobierno en España para que en Navarra no decidan todos los que creen que Navarra es un
anexo de otra comunidad autónoma. Y habrá un Gobierno en España que asegure que Navarra deje de ser utilizada como moneda de cambio a la que se le puede arrebatar cualquier cosa. ¿Para qué, citando al señor Otegi? Para pactar presupuestos por
presos. Para eso no se puede utilizar Navarra ni nada, pero el señor Otegi sigue informándonos, realmente, de los acuerdos de Gobierno que mantiene su formación política con el Partido Socialista. Pactar presos por presupuestos, ha quedado lo
suficientemente claro, retumba en esta Cámara y consta en el Diario de Sesiones. Ustedes pueden seguir pactando presos por presupuestos -los de arriba, sí, los de aquí-, pero no entiendo por qué hay que retirar a la Guardia Civil de Tráfico de
Navarra. (Aplausos). La Guardia Civil de Tráfico se puede quedar en todas las comunidades autónomas. Se puede discutir si dependen de forma adscrita o no a una comunidad, pero retirar la Guardia Civil de Tráfico no tiene ningún sentido. O en
parapetar cualquier humillación que se le ocurra al independentismo, para eso se utiliza Navarra. En fin, habrá un Gobierno que llegue a serlo con pactos transparentes, no como el que llegó a la comunidad autónoma, con una presidenta que perdió las
elecciones, y había que pactar después de votar las generales, claro. Hay que esperar a votar las generales y después se pacta y se obtiene el voto de Bildu. Yo creo que Navarra se merece algo mejor. Navarra merece respeto por parte del Gobierno
central, merece ser tratada como una comunidad, como lo que es, y no como un anexo, y merece que las decisiones sobre su presente y su futuro se tomen pensando en Navarra. Y, efectivamente, a pesar de lo que la gente se cree, en Navarra hay zonas
que tienen dificultades de agua y no tiene sentido llevar cinco años paralizando el canal de Navarra, como tampoco tiene sentido que Navarra quede aislada desde el punto de vista de vías de alta capacidad, ya sean carreteras o ferrocarriles. Y en
esto estaremos siempre al lado de Navarra y por eso Navarra puede confiar en el Partido Popular, porque es nuestro compromiso.


Señor Rego, no sé por dónde empezar. He de reconocer que, cuando usted hablaba, los apuntes que iba tomando los tomaba en gallego. Debe ser que llevamos mucho tiempo en el Parlamento gallego; al menos yo; usted, menos. Pero yo empezaré
reconociendo el mérito innegable que tiene el Bloque Nacionalista Galego. Son ustedes el único nacionalismo irrelevante para el Partido Socialista. (Aplausos). En cuanto usted empezó a hablar el presidente, la mayoría del Gobierno y la mayoría
del Grupo Socialista se levantaron. A mí no me gusta, porque, comprenderá, cuando habla un gallego en la Cámara deberían quedarse, como cuando habla cualquier persona de otra circunscripción, pero parece ser que no.



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Se pasaron toda la legislatura anterior presumiendo de lo mucho que contaba un diputado. Nos contaron que el acuerdo alcanzado entre el PSOE y el BNG para que el señor Sánchez fuera presidente iba a cambiar para siempre Galicia. No sabe
cuánto he disfrutado yo ese acuerdo como presidente de la Xunta. No paraban de llegar inversiones, infraestructuras, proyectos... (Risas). Señoría, dijo usted que, del grandísimo trabajo que iba a hacer en el Congreso de los Diputados, en la
próxima legislatura -es decir, en esta- el BNG tendría grupo parlamentario propio. Pues no sé si se refiere usted a los diputados de UPN o a la diputada de Coalición Canaria, pero el BNG no tiene grupo parlamentario propio.


Yo sé que el BNG se pregunta por qué Sánchez no les hace caso como a sus compañeros y ustedes hacen mérito. Ustedes van de la mano a las europeas con Bildu y van a las manifestaciones, siempre que pueden, de Esquerra Republicana. Han sido
ustedes más anti-Putin y más anti-OTAN que Podemos. Sí quieren, incluso, un cupo vasco. Eso sí, no hay un solo economista en Galicia que considere que el cupo vasco es un buen negocio para Galicia, salvo el BNG. Le explico yo por qué Sánchez no
les hace caso, porque en Galicia los conocen bien y los gallegos no creemos en el Bloque Nacionalista Galego. Por eso no les hace caso, aunque tengo que reconocer que ustedes ya han conseguido que el Partido Socialista sea un partido testimonial en
la Cámara gallega. Cada uno, lo suyo. (Aplausos). Fíjense cómo estará el Partido Socialista en Galicia que no tienen candidato a las elecciones de la Xunta. Yo espero que al presidente de la Xunta de Galicia no se le ocurra convocar, porque
menudo lío van a tener ustedes. Mandan a los candidatos aquí, a Madrid, y ahora tienen overbooking, pero no tienen a nadie en Galicia. (Risas.-Aplausos).


El señor Besteiro está sonriendo desde su escaño. Hay más, señor Besteiro. (Risas.-Aplausos). No está usted solo, ¿eh? Usted tiene un récord, delegado del Gobierno durante semanas. Es usted un gran diputado, que asumió la
responsabilidad de ser delegado del Gobierno en Galicia -que para usted era el máximo honor- y duró unas semanas. Eso es lo que usted respeta a Galicia, señoría. (Aplausos). Perdón por la digresión (rumores), pero es que los señores del Bloque y
del PSOE gobiernan en todas las instituciones en Galicia juntos, por eso es muy difícil discernir.


Señor Rego, ustedes llevan veinticinco años diciendo lo mismo todos los días. Ustedes están encantados dejándose engañar por Sánchez. Yo estaba en la oposición en Galicia y había aquí un diputado, al que yo siempre respeté, don Francisco
Rodríguez, que había conseguido, con Zapatero, que el AVE llegase a Ferrol. Fíjense ustedes, esto era el año 2004 o 2005. Estamos casi en el año 2024 y resulta que estoy hablando como candidato a la Presidencia del Gobierno y no se ha puesto una
traviesa en el AVE entre Ferrol y A Coruña. (Aplausos).


Yo lo siento, señor Rego, pero ustedes, que dicen que defienden los intereses de Galicia, siempre defienden los intereses del PSOE y, a veces, son incompatibles. Eso sí, ustedes son siempre duros con el Partido Popular de Galicia y siempre
mansos con el Partido Socialista. Una cosa que sí le puedo reconocer es el valor. Hay que tener valor para explicarle al expresidente de la Xunta cuál es la situación de las necesidades de Galicia, como si yo fuese un extranjero. Hay que tener
valor para dar explicaciones de gestión cuando usted de gestión mucha experiencia no tiene. Hay que tener valor, con menos del 10 % del voto, para venir aquí a dar lecciones al Partido Popular de Galicia que ha obtenido el 43 % de los votos en las
elecciones generales. (Aplausos).


Y sobre el uso de las lenguas en el Congreso, yo entiendo que usted es un diputado serio, pero eso de hacer un montaje de vídeo poniendo a los diputados y diputadas de VOX saliendo del hemiciclo, como si eso hubiese ocurrido cuando usted
empezó a hablar en gallego, ¿cree usted que se puede hacer, engañando a la Cámara y a los gallegos con un vídeo montaje al respecto? (Aplausos). Mire, los gallegos tenemos la suerte de que la lengua para nosotros no es un problema, salvo para los
nacionalistas. Si me siento orgulloso es de la cordialidad lingüística de Galicia, no hay ningún problema en Galicia. Ustedes, si pueden, vayan por Galicia con frecuencia y verán que no hay un solo gallego que tenga ningún problema con ustedes si
no le hablan en gallego, ni uno. ¿Y por qué? Porque nos han enseñado que la lengua es un instrumento para entenderse, no un instrumento para molestarse, y que la lengua es una riqueza cultural y es una de las señas de identidad más claras de un
pueblo; y que en Galicia tenemos dos lenguas, la lengua común, la lengua que hablamos todos, y la lengua gallega que, por cierto, nos conecta con el mundo de la lusofonía, en el que participan más de 250 millones de ciudadanos en el mundo. Por
tanto, ya sé que la política lingüística que he planteado no le gusta al BNG, pero lo importante es que le guste a los gallegos, y a eso es a lo que me he dedicado.


Si el señor Besteiro hubiese llegado cuatro meses antes a esta Cámara, hubiese defendido con la misma contundencia que no se podía hablar gallego en el Congreso de los Diputados. (Aplausos). Sin



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despeinarse. Usted lo sabe igual que yo porque, hasta que Junts y Esquerra lo han decidido, aquí no se utilizaban las lenguas de las comunidades autónomas. ¿Saben por qué? Pues porque aquí utilizamos la lengua para entendernos, y resulta
que todos sabemos una y resulta que la mayoría no saben las otras. Y parece razonable que, cuando hay una lengua que nos permite comunicarnos, la podamos utilizar con la tranquilidad con la que hablamos, insisto, cuando salimos del hemiciclo.


En fin, no entiendo realmente, señor Rego, por qué la tiene usted tomada con un tal Feijóo. La verdad es que yo no lo entiendo. Soy candidato a la Presidencia del Gobierno y resulta que el único diputado del Bloque Nacionalista Galego se
ha negado a hablar con el candidato. ¿Usted cree que representa a Galicia así? ¿Usted cree que los votantes del BNG han preferido que usted no hablase conmigo ni se sentase conmigo para hablar de Galicia? (Aplausos). ¿Usted realmente cree que
así cumple sus obligaciones como diputado en el Congreso? (Aplausos). Usted dice que con Feijóo no hay nada que hablar; en todo caso, hablar de él para insultarle. Yo le sugiero que en la próxima asamblea nacional del BNG lo incluyan en sus
estatutos, porque llevan ustedes veinte años insultándome así que creo que ya merezco ser parte de sus estatutos.


Nada más y muchas gracias. (Prolongados aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Por el Grupo Parlamentario Mixto, en turno de réplica, tiene la palabra el señor Rego Candamil.


El señor REGO CANDAMIL: Grazas, señor presidente.


Señor Núñez, eu teño 3 minutos para responderlle, pero repare que vostede ten tempo ilimitado. Se vostede onte non falou dos problemas de Galiza foi simplemente porque non quixo, porque non lle interesan, porque non lle preocupan. Esa é a
realidade.


Vostede mencionou dúas veces o apoio á industria vasca. Paréceme moi ben. Non se preocupou de mencionar o apoio á industria galega, á crise industrial xa cronificada durante décadas, en que vostede ademais foi presidente do Goberno galego,
sen que tampouco vostede se despeitease nin o máis mínimo para botar unha man para que non pechasen empresas e se perdesen miles de postos de traballo no sector industrial do noso país.


Fala vostede do AVE A Coruña-Ferrol. Home, que eu saiba, gobernaron vostedes nese período durante 7 anos. Ten alí a ministra de Fomento, a señora Pastor. Debería pedirlle explicacións a ela de por que non se colocou unha travesa e non ao
señor Francisco Rodríguez. Pídalle explicacións á señora Pastor de por que vostedes discriminaron o noso país nas infraestruturas e o continúan facendo.


Di vostede que a xente está contenta coa súa política lingüística. Pois non sei. Verá: eu lembro que o 17 de maio do ano 2010 Queremos Galegos xuntou na praza do Obradoiro de Santiago de Compostela 100 000 persoas protestando contra a
política lingüística do Partido Popular. 100 000 persoas nunha poboación de 2,7 millóns. Repare: vostedes presumiron de que 40 ou 60 000, éme igual, na plaza Felipe II era un éxito. Terían que xuntar vostedes 1 000 000 de persoas para igualar o
éxito de Queremos Galego protestando contra a discriminación do seu Goberno á nosa lingua no noso propio país.


E di vostede que o BNG é irrelevante. Xa sei que, claro, que cando hai unha cousa, que hai unha percepción social contraria, vostedes teñen que forzarse; non paran de dicir iso: que o BNG é irrelevante, pero eu lémbrolle unha cousa: para
alén pois de que están en marcha os traballos de rexeneración da ría do Burgo, de que está aí a conexión ferroviaria co porto exterior da Coruña, de que están traballando na electrificación e modernización da liña Ourense-Lugo, que estaban nese
acordo de investidura, o BNG conseguiu unha rebaixa histórica das peaxes da AP-9 do 50 %. Exactamente, a xente agora paga a metade que antes do acordo co BNG. Que conseguiron vostedes? Que conseguiron? Eu lembro que vostede, como presidente da
Xunta, no ano 2019 pediu unha rebaixa de 25 %. Nós conseguimos os 50 %. Que conseguiron os 10 deputados do Partido Popular na anterior lexislatura? Resúmollo eu: cero, absolutamente nada para o noso país. Iso si: entre o mérito do Partido
Popular está que teñamos que seguir pagando a AP-9 entre o 17 de agosto deste ano 2023 e o ano 2048, se non o remediamos, grazas a unha prórroga do Goberno do señor Aznar. Os galegos e galegas van ter que agradecerlle a vostede que sigamos pagando
a AP-9, e as empresas galegas do Eixo Atlántico, castigadas especialmente por esas peaxes, tamén llo van agradecer ao Partido Popular. Por tanto, deixe vostede de facer demagoxia. Eu xa sei, e permítame uns minutos nada máis, señor presidente...



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Gracias, señor presidente.


Señor Núñez, tengo tres minutos para responderle, pero fíjese en que usted tiene tiempo ilimitado. Si usted ayer no hablaba de los problemas de Galicia fue simplemente porque no quiso, porque no le interesan, porque no le preocupan. Esa es
la realidad. Usted mencionó dos veces el apoyo a la industria vasca, me parece muy bien, y no se preocupó de mencionar el apoyo a la industria gallega, a la crisis industrial ya cronificada durante décadas. Usted, además, fue presidente del
Gobierno gallego, sin que tampoco se despeinasen lo más mínimo para echar una mano para que no cerrasen empresas y se perdiesen miles de puestos de trabajo en el sector industrial de nuestro país.


Habla usted del AVE Coruña-Ferrol. Que yo sepa, ustedes gobernaron en ese período, durante siete años. Tiene ahí a la ministra de Fomento, la señora Pastor. Debería pedirle explicaciones a ella de por qué no se colocó una sola traviesa y
no al señor Francisco Rodríguez. Pídale explicaciones a la señora Pastor de por qué ustedes discriminaron a nuestro país en las infraestructuras y lo continúan haciendo.


Dice usted que la gente está contenta con su política lingüística. No lo sé, pero yo recuerdo que el 17 de mayo del año 2010 Queremos Galego! juntó en la plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela a cien mil personas protestando contra
la política lingüística del Partido Popular; cien mil personas en una población de 2,7 millones. Fíjense, ustedes presumían de que cuarenta o sesenta mil -me da igual- en la plaza Felipe II era un éxito. Tendrían que juntar ustedes a un millón de
personas para igualar el éxito de Queremos Galego! protestando contra la discriminación de su Gobierno a nuestra lengua en nuestro propio país.


Dice usted que el BNG es irrelevante. Claro, ya sé que cuando hay una percepción social contraria ustedes se tienen que esforzar para decir esto, que el BNG es irrelevante, pero le recuerdo una cosa. Más allá de que hoy estén en marcha los
trabajos de regeneración de la ría de O Burgo, la comisión ferroviaria con el puerto exterior de A Coruña, se está trabajando en la electrificación y renovación de la línea Ourense-Lugo -que estaban en ese acuerdo de investidura-, además de eso el
BNG consiguió una rebaja histórica de los peajes de la AP-9 muy elevada, de un 60 %, exactamente lo mismo que hemos conseguido ahora con el BNG. ¿Qué han conseguido ustedes? Yo recuerdo que usted, como presidente de la Xunta, en el año 2019 pedía
una rebaja del 25 %. Nosotros hemos conseguido el 50 %. ¿Qué han conseguido ustedes, diputados del Partido Popular, en la anterior legislatura? Se lo resumo yo: cero, absolutamente nada para nuestro país. Eso sí, el mérito del Partido Popular
está en que sigamos teniendo que pagar la AP-9 entre el 17 de agosto de este año 2023 y el año 2048, si no lo remediamos, gracias a una prórroga del Gobierno del señor Aznar. Los gallegos y gallegas van a tener que agradecerle a usted que sigamos
pagando la AP-9. Y las empresas gallegas del eje atlántico, castigadas especialmente por esos peajes, también se lo van a agradecer al Partido Popular. Por lo tanto, deje usted de hacer demagogia.


Yo ya sé -si me permite un minuto nada más, señor presidente-...


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Tiene que terminar.


El señor REGO CANDAMIL: Acabo.


... que o seu deporte favorito é botarlle a culpa aos demais da súa incapacidade, da súa mala xestión. Probablemente os demais non o saiban pero, se meten 'Feijóo culpa' na caixa de busca de Google, saen máis dun millón de resultados:
Feijóo culpa os cidadáns, culpa os galegos, Feijóo culpa a industria, Feijóo culpa o Goberno, Feijóo culpa o profesorado, culpa os sanitarios, culpa até a Vox, por certo, culpou Feijóo do seu fracaso, titular de hai 15 días. Feijóo culpa a Vox do
seu fracaso. Por certo, xa no ano 2019 culpara a Vox de que o BNG retornase a este Congreso, pero non se preocupe. Non presuma tanto de maiorías, que nas próximas eleccións galegas falaremos. O BNG é hoxe a segunda forza política do Parlamento
galego, e subindo, e eu teño a certeza de que nas próximas eleccións Ana Pontón estará á fronte da Xunta de Galicia. Por fin teremos un Goberno digno, un Goberno merecente, de nome de Goberno do noso país, de Goberno da nosa nación.


Moito obrigado.


... que su deporte favorito es echarle la culpa a los demás de su incapacidad y su mala gestión. Probablemente los demás no lo sepan, pero si meten 'Feijóo culpa' en la caja de búsqueda de Google salen más de medio millón de resultados:
Feijóo culpa a los ciudadanos, culpa a los gallegos, Feijóo culpa a la industria, Feijóo culpa al Gobierno, Feijóo culpa al profesorado, culpa a los sanitarios... Culpa hasta a VOX, por cierto. Hasta a VOX culpó Feijóo por su fracaso real de hace
quince días. Feijóo culpa a VOX de su fracaso. Por cierto, en 2019 ya culpaba también a VOX de que el BNG regresase a este Congreso.



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Pero no se preocupe del tema de las mayorías, que en las próximas elecciones gallegas hablaremos. El BNG hoy es la segunda fuerza política del Parlamento gallego, subiendo, y tengo la certeza de que en las próximas elecciones Ana Pontón
estará al frente de la Xunta de Galicia. (El señor De Olano Vela: Ya, ya...). Por fin tendremos un Gobierno digno, un Gobierno que merezca el nombre de Gobierno de nuestro país, de nuestra nación.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Gracias.


Tiene la palabra la señora Valido García.


La señora VALIDO GARCÍA: Señorías, señor Feijóo, cuando los nacionalistas canarios tomamos posesión en nuestras instituciones en Canarias juramos la Constitución y no lo hacemos por imperativo legal, lo hacemos por convencimiento de que es
el marco de convivencia, que puede ser mejorable, que puede ser revisable y sobre el que tenemos cosas que decir, pero que respetamos y aceptamos. Pero, a la vez de jurar la Constitución, juramos la defensa del Estatuto de Autonomía de Canarias,
ese estatuto de autonomía que figura en la agenda canaria y que estamos convencidos de que los 137 diputados y diputadas del Partido Popular van a defender en cada Comisión y en cada Pleno a los que traigamos los asuntos que exige Canarias. Porque
nos da igual si no prospera esta investidura, a partir de que se inicie la legislatura entendemos que el compromiso del Partido Popular está en vigor y que lo firmado continúa encima de la mesa, por lo que esperamos el apoyo y los votos de las
señorías del Partido Popular.


No puedo acabar sin advertir que los hechos tienen la mala costumbre de tener consecuencias, y las catástrofes vividas en Libia o en Marruecos o la difícil situación del Sahel, de la que nos ha advertido la ministra Robles, van a tener, sin
duda alguna, incidencia en el repunte migratorio, y la ruta canaria, una ruta peligrosísima, va a seguir cobrándose vidas. Desde luego, nosotros esperamos que estos grupos y estos territorios que hablan de solidaridad y de derechos humanos también
los pongan sobre la mesa para ayudar a que esos miles de personas que llegan a Canarias puedan llegar a Europa y no se colapsen nuestros centros porque no se deriven al territorio peninsular. Podemos hablar de menores y de cómo están los centros de
menores y de los menores que siguen llegando. Solidaridad y derechos humanos para todos, también para los que llegan a Canarias. No los dejen allí, por favor. (Aplausos). La presidenta de la Comisión Europea ha acudido hace muy poco a Lampedusa
y la hemos oído anunciar tantas cosas que desde Canarias venimos pidiendo. Envidia sana, señorías, envidia sana. No sé qué tiene que pasar, cuántos muertos, cuánto sufrimiento, cuántas imágenes de hacinamiento tienen que producirse para que Europa
ponga el foco en Canarias, y eso que ahora tenemos la Presidencia europea. Pero no estamos en la agenda. La crisis migratoria de canarias no está en la agenda. (La señora presidenta ocupa la Presidencia).


Acabo, señorías. Al sur del sur está Canarias, al sur del sur hay un territorio que es una joya para el Estado español y que les pide y exige el mismo respeto y la misma atención que les dedica.


Gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Valido.


Tiene ahora la palabra el señor Catalán, también por un tiempo de tres minutos.


El señor CATALÁN HIGUERAS: Gracias, señora presidenta.


Señor candidato, evidentemente, son muchas más las cosas que nos unen que las que nos separan; lo único es que nosotros, Unión del Pueblo Navarro, siempre hemos pedido que se nos trate con el mismo respeto y la misma lealtad con los que
nosotros solemos hacer política. Por otro lado, es evidente que hay una cuestión fundamental que une al Partido Popular y a Unión del Pueblo Navarro -a diferencia de otras formaciones políticas, que antes decían una cosa y ahora hacen la contraria-
y es que nosotros no pactaremos con los herederos políticos de ETA en ningún caso para llegar al Gobierno, ni tampoco -y espero que no sea ningún pago- para ninguna moción de censura, por ejemplo, en Pamplona.


Por eso, después de escuchar algunas intervenciones, recordaba unas palabras del año 1998 en el funeral de Tomás Caballero en la catedral de Pamplona, en el que se dijo muy claramente: No se puede matar. Pero se añadió: Ni se puede apoyar
a los que matan, ni apoyar a los que apoyan a los que matan. Y, por lo tanto, no cabe otra cosa que la condena sin paliativos, rotunda y firme de este atentado -en este caso concreto de Tomás Caballero-, pero de todos los atentados y todos los
asesinatos de ETA. Por eso, nos llama poderosamente la atención que el Partido Socialista haya cambiado de discurso. ¿Realmente le merece



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la pena al Partido Socialista cambiar su postura y negociar y pactar con aquellos que siguen sin condenar los atentados de ETA? ¿Realmente merece la pena, por mantenerse en el poder, negociar y pactar con prófugos de la justicia que huyen
de España metidos en un maletero para no asumir sus responsabilidades penales? ¿Realmente merece la pena traicionar su palabra, su compromiso?


Pues bien, ante esta situación, uno también recuerda las palabras que la madre de un asesinado por ETA, Joseba Pagazaurtundúa, le dirigía nada más y nada menos que al secretario general, en su día, del Partido Socialista de Euskadi: Ya no
me quedan dudas de que cerrarás más veces los ojos y dirás y harás muchas más cosas que me helarán la sangre, llamando a las cosas por los nombres que no son. A tus pasos los llamarán valientes. ¡Qué solos se han quedado nuestros muertos, Patxi!
¡Qué solos estamos los que no hemos cerrado los ojos!


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Catalán.


Tiene ahora la palabra el señor Núñez Feijóo.


El señor NÚÑEZ FEIJÓO (candidato a la Presidencia del Gobierno): Gracias, presidenta.


Todos los diputados hablan con la misma legitimidad, sin duda, en el Congreso y con la misma voluntad de defender los intereses de los ciudadanos y, por lo tanto, de las circunscripciones por las que han sido elegidos. Y cuando escucho a
los representantes del Grupo Mixto, escucho al representante de UPN, que fue la fuerza mayoritaria en las elecciones autonómicas navarras hace unos meses, y creo que esa legitimidad le ampara porque da para muchos votos. Coalición Canaria igual,
fue la segunda fuerza política de Canarias; está gobernando en Canarias y cuenta con un conjunto de diputados que acreditan su importancia. Le puedo asegurar, señor Rego, que no ocurre lo mismo en su caso, porque el Partido Popular de Galicia
tiene veintitrés diputados y usted tiene uno. Por tanto, esa legitimidad para hablar en primera persona de Galicia, como si los demás no tuviesen legitimidad para hacerlo, es un poco excesiva, por no entrar en otras consideraciones. Pero no se
preocupe, señor Rego, que para defender a Galicia y los gallegos ya saben los gallegos con quién pueden contar: trece diputados y catorce senadores elegidos por el Partido Popular de Galicia y algún gallego elegido en la circunscripción de Madrid
tienen el compromiso con el conjunto de los gallegos que, a usted, probablemente, le gustaría tener. (Aplausos).


Vuelvo a agradecer a la señora Valido y al señor Catalán sus compromisos. ¿Para qué? Pues para que haya un cambio de Gobierno en España. Hay otras señorías a las que les gusta el que hay. Y, además, de que les gusta, el 'que pueda haber
uno peor' también les gusta, porque lo importante es que ustedes mantengan sus expectativas en sus territorios. Pero esto va de otra cosa, esto no va de unas elecciones autonómicas, esto va de unas elecciones generales. Dice que yo no me sé los
temas de Galicia y que padezco amnesia. Señor Rego, ¿qué quiere, que le relate todos y cada uno de ellos? ¿De verdad que vamos a hacer ahora un debate del estado de la Autonomía de Galicia en el Congreso de los Diputados? Comprenderá usted que no
parece razonable. Pero es que lo dije ayer, todos los que hace un año y medio estaban pendientes, siguen pendientes, como cuando llegas al aeropuerto y pone retrasado o anulado. Yo creo que la mayoría de ellos están anulados y el resto, en el
mejor de los casos, están retrasados.


Claro, usted me habla de los temas industriales, ¿pero es que usted no recuerda bien cómo dejaron los socialistas -a los que usted apoya- la industria electrointensiva en Galicia? Cerrada. También lo hicieron en Asturias, Avilés, A Coruña
y A Mariña Lucense; cerradas. ¿Y lo van a abrir con las cubas apagadas? Allá ustedes y sus socios. Yo dije desde el primer instante que no me lo creía. La legislatura finalizó, no se abrió. ¿Se va a abrir en esta? La ministra responsable,
simplemente, sonríe. Pero ustedes son sus socios. Y cuando intentaban cerrar los astilleros gallegos allí no estaban ustedes, ¿eh? Nos fuimos el lehendakari, el presidente de Asturias -al que después cesaron en el Partido Socialista- y yo. Allí
no estaba el Bloque, el Bloque seguía con el PSOE. Estuvieron a punto de cerrar todos los astilleros en España, todos. Y nos unimos, fíjese, un lehendakari del PNV, un presidente socialista del Principado de Asturias y un presidente del Partido
Popular en Galicia. ¿Y dónde estaban ustedes? Votando con el PSOE. ¿Y qué es lo que hicieron ustedes votando con el PSOE? Cerrar Ence. Cerrar la papelera más importante y única en Galicia, cuando Galicia tiene el 42 % de la masa forestal de
España. ¿Y qué han hecho ustedes? Cerrarla. Fíjese hasta dónde llegan que cuando Sánchez llegó al Gobierno se le mandó a la Abogacía del Estado que no defendiese la concesión que dio el Gobierno del presidente Rajoy. Nunca he visto que un
ministerio dé instrucciones a la Abogacía del Estado de que no defienda al Estado. Y al final, los que nos opusimos a ese cierre, absolutamente sectario e ideológico, conseguimos que el Tribunal



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Supremo diese la razón a los trabajadores, diese la razón a la Xunta de Galicia y le quitase la razón al Bloque Nacionalista Galego y al Partido Socialista. (Aplausos).


¿De qué industria me habla usted? Hemos perdido 90 000 empleos en la industria con el Partido Socialista. 90 000. Y como no toca hablar de la industria, porque el Partido Socialista no ha querido hablar de nada... Pues ustedes saben
perfectamente que tenemos menos pedidos en industria (la señora vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital en funciones, Calviño Santamaría, hace gestos negativos), que hemos perdido peso de la industria en el
producto interior bruto de España y que hemos perdido más de 90 000 empleos en los últimos años. La señora vicepresidenta dice que no. Ni aunque usted vuelva a cambiar al director del INE puede cambiar usted esos datos. (Aplausos). Ya está bien
de cuestionar los datos del Gobierno cuando los utiliza el candidato, ya está bien. Ya está bien, porque no se puede hablar en serio con un Gobierno que publica unos datos y después dice que son falsos. Esto no es posible. Lo vuelvo a reiterar:
90 000 empleos perdidos en la industria. El ministerio de Industria está callado. Debería usted dejar al departamento sectorial que hable sobre los datos de la industria en España, porque, si no, no nos vamos a entender, señora Calviño.


No sé qué ha dicho usted de Google. Yo no sé si algún diputado o diputada de mi grupo me ha tomado el pelo o no, pero lo voy a compartir con usted. Dice que ha entrado en Google y ha puesto 'BNG culpa a Feijóo' y hay 150 000 entradas en
0,3 segundos. Hombre, ha dicho que yo siempre culpo a los demás, ¡pero si no he recibido más que loas del Bloque Nacionalista Galego desde que llegué a Galicia en el año 2003! (Risas). Me decían que yo llegaba a Galicia para volverme a Madrid. Se
han venido todos a Madrid y, fíjese, yo soy el último en llegar. (Aplausos.-Risas). Hay alguna diputada a la que le ha molestado que lo recuerde. (Rumores).


Señor Rego, creo -y se lo digo honradamente- que se ha equivocado no queriendo hablar con un candidato a la Presidencia del Gobierno al que sabe usted que le ocupa y le preocupa Galicia mientras tenga un halo de vida. Creo que esa soberbia
no debe ser contagiosa aquí, en algunos grupos parlamentarios en la capital de España, por mucho que usted les siga apoyando incondicionalmente. Me gustaría -insisto-, para finalizar, reiterar que, a pesar de las discrepancias, es evidente que aquí
cada uno viene a decir lo que considera oportuno. Me parece que, de la misma forma que yo no le discuto que usted defienda a Galicia, creo que no es legítimo que usted cuestione mi defensa de Galicia, igual que mi defensa de Navarra o mi defensa de
Canarias.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Feijóo.


Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra la señora Gamarra por un tiempo de treinta minutos. (Aplausos).


La señora GAMARA RUIZ-CLAVIJO: Presidenta, señorías, en nombre de los 137 diputados del partido que ganó las elecciones el pasado 23 de julio, traslado a esta Cámara que votaremos sí al candidato propuesto por su majestad el rey para la
investidura. Votaremos sí a Alberto Núñez Feijóo (aplausos), y les daré las razones.


Votaremos sí porque en nuestra democracia quien gana las elecciones siempre ha merecido gobernar (rumores), y Alberto Núñez Feijóo y el Partido Popular han ganado las elecciones. Sí, señores del Partido Socialista, aunque ustedes, con su
líder al frente, no hayan felicitado al vencedor -ya sabemos a estas alturas que ni la educación ni la cortesía han sido nunca las principales virtudes de Pedro Sánchez (aplausos); desde ayer también sabemos que la valentía tampoco-, Pedro Sánchez
perdió las elecciones y el candidato del Partido Popular ganó. Alberto Núñez Feijóo tuvo 16 escaños más y 300 000 votos más de los que consiguió el Partido Socialista.


Votaremos sí a Alberto Núñez Feijóo porque con su valentía en presentarse, sea cual sea el resultado, los españoles sabrán que hay una alternativa a la cobardía de quien no se atreve ni tan siquiera a debatir. (Aplausos). El señor Sánchez
con su silencio ha conseguido que ese silencio le delate, porque no se atreve a dar la cara en esta Cámara y reconocer que lo que está haciendo y lo que está dispuesto a hacer es vender España a costa de lo que sea con tal de conseguir un único y
exclusivo interés personal. (Aplausos).


Señorías, votaremos sí porque Alberto Núñez Feijóo ha presentado un programa de gobierno de reformas, que es lo que necesita nuestro país; ayer se vio claramente en la exposición inicial. Ha presentado un programa de gobierno que responde
al interés general de los españoles. Ha presentado un programa de gobierno centrado en los retos que España tiene por delante y que se concretan en seis grandes pactos



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de Estado. Ha concretado un programa de gobierno que propone unir y no dividir, construir y no destruir, convivir y no imponer. Ha presentado una propuesta que convierte la lucha contra el desempleo en su principal objetivo en política
económica, porque, señorías, es inaceptable que sigamos liderando los datos de paro de la Unión Europea y que la única medida que hayan sido ustedes capaces de poner en marcha haya sido la del maquillaje de las estadísticas, como, si cambiando el
nombre de las situaciones, se pudiera cambiar la realidad de los españoles. Además, el presidente de mi partido ha presentado un plan de gobierno que baja los impuestos a las rentas medias. Y es necesario pasar página de una forma de gobernar en
materia fiscal en la que nunca cuadran los ingresos y los gastos. Eso sí, lo que siempre ocurre con ustedes es que gastan mucho más de lo que recaudan y eso hace que los españoles nos endeudemos 8 millones de euros cada hora. ¡Cada hora, señorías!
Y también lo que ocurre es que esas previsiones de ingresos que hacen llegan incluso a ser un 60 % inferiores en la realidad luego, como pudimos ver la semana pasada en sus propias ruedas de prensa.


En definitiva, esta política fiscal de la Juanola, como la definió la que es en estos momentos ministra de Hacienda en funciones, consiste en subir los impuestos a una parte de España mientras en otras comunidades ustedes mismos los
bloquean. Es lo que ha pasado, por ejemplo, con los impuestos de las grandes fortunas en el País Vasco. O los bajan, como ha ocurrido también con su voto en el IRPF que en el País Vasco sí han deflactado. ¿Es esa su solidaridad? ¿O es que acaso
su solidaridad está en almoneda en función de qué es lo que le interesa al señor Sánchez? Miren, se limitan las capacidades de las autonomías en materia fiscal, porque en el fondo ustedes tienen una política regresiva en materia autonómica, y en
cinco años han sido incapaces, incapaces, de presentar una reforma de la financiación. En esto también hay dos formas de gobernar: la del Partido Popular, que defendemos que lo que es de todos lo decidimos entre todos, y la del Partido Socialista,
es decir, la de Pedro Sánchez, que es hacer trampas en el sudoku y que unas autonomías ganen y otras pierdan en función de su caprichosa voluntad o, mejor dicho, de sus necesidades parlamentarias, y así no avanza un país. (Aplausos).


Señorías, Alberto Núñez Feijóo ha presentado un programa de gobierno para luchar contra la inflación, para contener los precios de la energía y también para paliar la subida de las hipotecas, demostrando que estamos preocupados de los
problemas que tiene la gente; un programa pensado en los más desfavorecidos, porque hoy hay más desigualdad en España que hace cinco años; un programa para que los mayores vean que su Gobierno sí puede cumplir con la dependencia y que los jóvenes
no tienen por qué padecer la precariedad a la que ustedes les han condenado y que hacen que el futuro de los jóvenes sea más difícil en España que en nuestros países vecinos.


Señorías, votaremos sí a un Gobierno que cumpla sus compromisos de inversión frente a la estafa permanente del Gobierno de Sánchez, siempre avalada generosamente por todos sus socios. Hablamos de rodalies y cercanías, de la Y griega vasca,
del tren de Extremadura, del AVE del Mediterráneo, del corredor cantábrico-mediterráneo o de esos vagones que no caben entre los túneles entre Asturias y Cantabria. Es decir, frente a sus compromisos que nunca se ejecutan, frente a esas
infraestructuras que nunca se llevan a cabo, lo que se necesita es un gobierno serio y riguroso que cumpla, y esto es lo que propone y plantea el candidato a esta investidura. Lo que plantea es que lo que se incluya en los presupuestos debe
aparecer en el territorio y que no quede única y exclusivamente en la propaganda del día del anuncio. Pero realmente detrás de los anuncios lo que se esconde es su incapacidad para la gestión, y buena prueba de ello es también lo que ha sucedido
con los fondos Next Generation. También para gestionar mejor los fondos europeos es necesario otro Gobierno, yo diría que imprescindible, no necesario. Señores socialistas, ¿ven ustedes cómo el señor Sánchez sí se había comprometido a poner peajes
en las autovías? Todo eso que ustedes negaron durante toda la campaña electoral hoy sabemos que era cierto (aplausos), que lo habían firmado, que se habían comprometido. De nuevo, la mentira, señores socialistas.


Señorías, votaremos sí a un Gobierno que promueva el diálogo social y no a quienes han hecho del insulto y la amenaza su principal modo de hacer política, porque el diálogo con los agentes sociales no puede depender de los caprichos de una
ministra, por muy vicepresidenta que sea; un diálogo también con todas las autonomías, con todas, para que las prioridades del Gobierno dependan de las necesidades de los ciudadanos y no del chantaje de una minoría obsesionada con incrementar sus
privilegios.


Votaremos sí a un Gobierno con una política exterior ambiciosa y fiable, señores socialistas, una política sin bandazos ni improvisaciones, una política exterior que no desaproveche una oportunidad histórica, como está ocurriendo en estos
momentos con la Presidencia europea. Eso sí, han aprovechado para abrir en Europa el tema de las lenguas, vulnerando la ley del Gobierno -pero, bueno, lo de vulnerar



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leyes para ustedes es algo muy habitual-, y además lo hacen asumiendo compromisos económicos que ustedes saben que no pueden asumir. En política exterior es necesario contar con una política de vecindad con Marruecos, coherente con nuestras
posiciones históricas, que recupere la relación con Argelia -díganselo a los empresarios a los que les afecta- y que se comprometa con el apoyo a Ucrania de acuerdo con nuestro peso internacional. Para ello el Gobierno debe hablar con una sola voz,
y ese es el Gobierno que hoy se presenta aquí, y no que una mitad tome parte de una cumbre de la OTAN y la otra se manifieste enfrente, o que en lugar de tener una política influyente en América Latina permanezca en silencio ante los insultos de
dictadores caudillistas que hacen populismo a costa de nuestro legado histórico.


Señorías, votaremos sí a un Gobierno comprometido con la violencia de género, porque los agresores sexuales merecen más años de prisión y no rebajas en sus condenas. (Aplausos). El último Gobierno ha establecido tres referentes a su
feminismo: el primero ha sido Irene Montero; el segundo, Luis Rubiales, y el tercero, Tito Berni. (Aplausos). A los tres los han protegido, los han amparado y, sí, los han respaldado. Ese es el feminismo que ustedes han practicado durante los
cinco últimos años. Mientras, las mujeres asesinadas por violencia machista han seguido incrementándose, pero, mientras se incrementaban, lo que han conseguido y siguen consiguiendo sus agresores son excarcelaciones y rebajas penales gracias a la
ley del solo sí es sí, que ya la pueden llamar ustedes la ley de La Manada, y hasta ahora son 1200 rebajas penales y 121 excarcelaciones, pero no serán las últimas. Mientras todo esto ocurre, los números y las estadísticas están ahí y son mujeres,
cuarenta y nueve mujeres han sido ya asesinadas en nuestro país en lo que va de año y las políticas de lucha contra la violencia de género han pasado a un segundo plano.


Señorías, votaremos sí a luchar contra el cambio climático y no a incrementar las compras de gas ruso. Votaremos sí a revalorizar las pensiones y a hacer sostenible la Seguridad Social y también a afrontar los desafíos del cambio
tecnológico, protegiendo a nuestros niños y a nuestros jóvenes. Votaremos sí a un Gobierno que diga siempre la verdad y que a la mentira no la denomine cambio de opinión. (Aplausos). Queremos un presidente de fiar, un presidente con palabra, y
ese es Alberto Núñez Feijóo, porque el ausente señor Sánchez dice que decir y prometer una cosa en campaña y luego decir y hacer otra es cambiar de opinión, pero en román paladino es única y exclusivamente mentir. El señor Sánchez se presentó en el
año 2019 diciendo que traería a Puigdemont para que rindiera cuentas ante la justicia, y ahora lo que hace es enviar a una de sus vicepresidentas a Waterloo a rendir pleitesía a un fugado de la justicia en el maletero de un coche. Lo que decía en
aquellos momentos, que entiendo que no quiera estar aquí para escucharlo, era: el Estado de derecho ni puede ni debe tolerar la secesión. O bien: Puigdemont y Junqueras son los principales responsables del desgarro y la fractura de la sociedad
catalana. También llegó a decir que era partidario de la defensa del Estado de derecho sin reparos. Y: hay que acabar con los indultos políticos. Pero, señorías, su hemeroteca no es un catálogo de cambios de opinión, sino que es la ristra de
engaños a los españoles, a todos, a quienes les votaron y a quienes no les votaron. (El señor presidente del Gobierno en funciones, Sánchez Pérez-Castejón, entra en el hemiciclo y ocupa su escaño). Me alegro de que escuche esto, señor Sánchez,
pero escuchen bien, señores del Partido Socialista, estas no son las mentiras de Pedro Sánchez, estas son las mentiras de todos ustedes, porque ustedes se presentaron con un programa a las elecciones hace dos meses. (Aplausos).


Ahora hemos escuchado al señor Sánchez decir que está en contra de la judicialización del procés y que eso es lo que le dijo al señor Rajoy. Pero si esto es así, ¿por qué dijo posteriormente, señor Sánchez, en una declaración solemne -eso
sí, un mes antes de las elecciones de noviembre de 2019-, que usted era partidario del íntegro cumplimiento de las sentencias? Eso sí, para meses después indultarles en contra del criterio del tribunal sentenciador y mientras los condenados
reiteraban que lo volverían a hacer.


Según ustedes, ¿qué tenía que haber hecho el Estado, mirar hacia otro lado, como hacen con el incumplimiento de las sentencias sobre el 25 % del horario en castellano en las escuelas de Cataluña? Es más, han llegado a rebajar las penas de
la malversación y a eliminar la sedición, y no lo han hecho ustedes porque pensasen que era bueno -y no llevándolo en el programa electoral-, ustedes lo han hecho porque saben que era el pago para seguir teniendo el poder, era el pago al chantaje al
que ustedes libre y voluntariamente han decidido estar sometidos. Porque a usted, señor Sánchez, los independentistas le tienen cogida la medida y, como bien sabe usted, no le quieren por su valía, le quieren por su debilidad, y en estos momentos
es usted más débil todavía. (Aplausos).



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Señorías, España merece un Gobierno que no mienta, un Gobierno que diga la verdad, un Gobierno que no oculte los pactos con Bildu en Navarra para evitar los costes electorales o que en campaña niegue la amnistía y que apenas veinticuatro
horas después hable de coherencia e incluso lo denomine reconciliación. Hay incluso numerosos miembros de su partido, actuales e históricos, que les han dicho a ustedes que no están legitimados para que la amnistía sea el precio político a una
investidura. Yo les vuelvo a repetir una pregunta, señores del Partido Socialista. Si era buena la amnistía, ¿por qué no la han llevado ustedes en su programa electoral? Si era coherente y es coherente la amnistía, ¿por qué no lo han dicho
ustedes abiertamente a los españoles? ¿Por qué no se lo ha dicho usted abiertamente a los españoles, señor Sánchez? (Aplausos). ¿Por qué permanece usted callado?


Ustedes lo que han descubierto ha sido la necesidad de la amnistía cuando vieron que el peaje para impedir que Alberto Núñez Feijóo sea presidente del Gobierno de España es ese, y yo le digo que el precio de una amnistía no puede ser poner
entre paréntesis el Estado de derecho, porque eso es lo que supone una amnistía. Ustedes no tienen legitimidad para poner el Estado de derecho como precio de alquiler a cuatro años más en La Moncloa, porque el Estado de derecho nunca puede ser
moneda de cambio ni nunca puede estar en venta. Por cierto, ¿nos van a pasar al resto de los grupos políticos los papeles sobre la amnistía que ya están pasando a Junts y a Esquerra? ¿O es que la opinión pública española no tiene derecho a saber
qué es lo que ustedes están negociando?


Y nos queda todavía el penúltimo capítulo, que será el referéndum de autodeterminación. Ahora los miembros del Grupo Socialista seguro que está diciendo: eso es imposible, eso es un brindis al sol de los independentistas; o incluso dirán
que esto es una exageración del Partido Popular, que nos lo hemos inventado, pero pronto lo veremos. Decían ustedes lo mismo de los indultos y de la amnistía, como dijeron lo mismo de la mesa bilateral, de desdibujar el castellano en el Congreso,
de los indultos, de ir a negociar presupuestos a la cárcel de Lledoners o de ir a negociar investiduras a Waterloo; como de eliminar la malversación y la sedición, de no tipificar el referéndum ilegal, de rebajar la presión en la Unión Europea, de
buscar enjuagues en Estrasburgo, de querer cambiar la posición de la Abogacía del Estado en el juicio del 1 de octubre (aplausos), de cuestionar la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut o de convertir a Junts en un partido
progresista. Por todo esto y mucho más, ya han pasado ustedes, así que, dígannos, ¿cuánto les tienen que presionar los independentistas para que también acepten ustedes el referéndum sobre la unidad de España?


Por eso, votaremos sí a Alberto Núñez Feijóo, porque con el Estado de derecho no se negocia. El Estado de derecho se fortalece, y es precisamente lo que representa el programa de gobierno que ayer se presentó en esta Cámara. Se fortalece,
por ejemplo, apostando por la regeneración de las instituciones. Los organismos europeos, año tras año, en sus informes sobre el Estado de derecho nos recuerdan que debemos cambiar la ley del Poder Judicial para que el Consejo sea independiente y
sea elegido en su mayoría por jueces, justo lo que establecieron en 1978 los constituyentes, es decir, que no haya tampoco puertas giratorias entre el escaño y la Fiscalía General del Estado: puro sentido común. Como es de sentido común que las
reformas legislativas no pueden entrar en vigor antes de que se aprueben en el Congreso y que sean publicadas, y esto sucedió aquí la pasada semana. Tampoco puede ser gobernar por decreto, vetar las iniciativas de la oposición, bloquear las
reformas legislativas, hacer chapuzas en el trámite parlamentario y abusar del procedimiento de urgencia para eliminar controles e informes; no puede ser. Lo que necesitamos es un gobierno que crea y respete la democracia parlamentaria y que
revierta la degradación institucional que ha promovido el actual.


Señorías, también votaremos sí porque Alberto Núñez Feijóo ha ofrecido diálogo con todos, concordia entre todos y moderación en la vida pública. (Aplausos). Es hora de acabar con la política de frentes y rencores y es hora de abrir una
nueva etapa guiada por el entendimiento y el consenso. Creo que el Partido Popular y el Partido Socialista, con otros grupos de esta Cámara, podemos hacer cosas importantes juntos, porque tenemos una mayoría sólida para hacerlo. Solo nos separa
una cosa: Pedro Sánchez y su patológica obsesión contra el Partido Popular. Desde 2015, la vida política española está en una situación de permanente inestabilidad, pero el problema no han sido los nuevos partidos por radicales y populistas que
hayan podido ser algunas de sus medidas, que lo son. El problema ha sido que el líder de uno de los dos partidos que fundamentan nuestra democracia, una de las columnas vertebrales del sistema, se ha negado obsesivamente a dialogar, a pactar y
acordar con el otro partido. Por eso, los diputados del Partido Popular votaremos sí a un Gobierno que se reconoce en el pacto que forjó la Constitución de 1978, no en quienes siguen instalados en el inmoral Pacto del Tinell, porque, señores del
Grupo Socialista, seguir vinculados a un pacto que impone un cordón sanitario a más de once millones de españoles es directamente



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mezquino. ¿Cuándo van a pedir perdón por haberlo firmado? Y, lo que es más importante, ¿cuándo van a rectificar y a acabar con él? (Aplausos).


Señorías, en este Parlamento no hay una mayoría progresista, en este Parlamento lo que hay es una minoría secesionista, una minoría secesionista que trata de provocar una mutación constitucional y que ha arrastrado al Partido Socialista, de
la mano de Pedro Sánchez, en esa dirección. Si hay una mayoría para cambiar España de un modelo autonómico a uno plurinacional, eso supondría que ustedes están secuestrando la voluntad de la nación, porque España es un Estado autonómico, no es ni
un Estado federal ni confederal ni plurinacional, es autonómico. Eso es lo que se votó en el año 1978, y si quieren cambiar el modelo de Estado, traigan una reforma de acuerdo con lo previsto en la Constitución, pero no cambien nuestro modelo de
Estado a través de los atajos, como, por ejemplo, el Reglamento del Congreso. Si quieren debatir sobre el modelo territorial, hagámoslo y exprimamos las posibilidades que da el actual marco, por ejemplo, con la propuesta que ayer hacía Alberto
Núñez Feijóo de la reforma del Senado; eso es lo que propone el programa de regeneración institucional. Por eso, dejen de deslizar nuestra democracia por la peligrosa senda de los populismos y liberales, dejen de atarse a quienes ni quieren la
unidad de España ni creen en el proyecto europeo ni piensan en el futuro. Recuperen la senda de la socialdemocracia moderna, como la alemana, que fue capaz de pactar con quien ganó las elecciones y eso no acabó con el partido socialdemócrata
alemán, todo lo contrario, lo que le permitió es que hoy esté gobernando.


Señorías, también votaremos sí a un Gobierno que respete a los presidentes del Gobierno que nos precedieron y que nunca les llame golpistas, instigadores de atentados o que lleguen a decir que cuando opinan sube la cal viva; esto es lo que
hacen ustedes o lo que asienten con su silencio cómplice cuando lo dicen sus socios. Es la segunda vez que sus socios les sacan a relucir la cal viva, y todo esto se hace ante el silencio humillante del Partido Socialista. (Aplausos).


Votaremos sí a poner en marcha una política educativa que promueva la calidad y la libertad de elección de las familias, y no que ante cifras de más de un 25 % de abandono escolar no haga absolutamente nada. Sus malas políticas educativas,
¿a qué conducen? Pues conducen a los mismos malos resultados. Votaremos sí para que ningún menor sea perseguido por usar el castellano en un colegio, ningún comercio multado ni ningún universitario agredido. (Aplausos). Sí a cumplir y a hacer
cumplir las sentencias sobre el uso del castellano en la educación, porque, señorías, las lenguas son para comunicarse y entenderse, no para enfrentarse y dividirse. La pluralidad lingüística es una riqueza que hay que proteger en todas las
comunidades autónomas donde tienen una lengua cooficial, y ustedes no lo hacen.


Señorías, los primeros textos escritos en euskera y en castellano se encuentran en el mismo lugar, en La Rioja. ¿Por qué el nacionalismo se empeña permanentemente en separar y dividir lo que nació unido? Esa obsesión por acabar con lo
común y lo que es de todos, a quienes empequeñece, no tengan ninguna duda, es a ustedes. Ya basta de relatos mágicos y de agravios inventados. El euskera, el catalán, el gallego o el valenciano han pervivido durante siglos porque la unidad
española siempre, siempre, ha sido respetuosa con la pluralidad. (Aplausos). Es más, nuestra primera Constitución, la de 1812, se hizo en nombre de los españoles de ambos hemisferios. Ya basta de hacer de la lengua un instrumento para alejarnos
en lugar de para acercarnos. Nuestra riqueza lingüística está para promoverla, no para impulsar construcciones políticas de rancia ideología.


Señorías, votaremos sí a que las víctimas del terrorismo, sí, sean el referente moral de nuestra democracia (aplausos), unas víctimas que merecen memoria, dignidad y justicia, y no que a sus asesinos se les blanquee, se les estén otorgando
beneficios penitenciarios o se les haga interlocutores preferentes de un Gobierno. Sus hombres de paz presumen de asesinatos por festivales de cine, mientras ustedes están mendigando sus votos. Y miren, a lo largo de cuarenta y cinco años nuestra
democracia ha tenido numerosos enemigos y siempre los hemos combatido todos los constitucionalistas juntos. Por defender el Estado de derecho y la democracia, este país ha pagado un durísimo tributo de sangre. La banda terrorista ETA asesinó a
cerca de mil compatriotas, muchos de ellos miembros de nuestros partidos, por eso salimos juntos en innumerables ocasiones detrás de la misma pancarta, mientras enfrente teníamos a quienes hoy militan en Bildu insultándonos y tratando de
humillarnos, pero nunca lo consiguieron. Para subvertir la Constitución en un debate de investidura como el que hoy estamos viviendo, este Congreso fue asaltado y sus diputados fueron secuestrados, y, a pesar de lo que dicen sus socios, los
miembros de su partido fueron tan víctimas como los del resto de los partidos. Y, unos días más tarde, salimos juntos a la calle tras la misma pancarta, en una histórica manifestación que tuvo lugar en Madrid. Para romper nuestra unidad nacional,
en el año 2017, la casta independentista aplastó primero los derechos de la minoría parlamentaria y, después, trató de organizar un golpe al Estado. Para garantizar el autogobierno y la vigencia de la Constitución, tal y



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como el señor Sánchez declaró en 2017, en aquellos días votamos el artículo 155, lo aplicamos y compartimos también una histórica manifestación un 8 de octubre en Barcelona. Los gobiernos que sufrieron aquellos ataques no fueron
responsables de sus agresiones, fueron los defensores del Estado de derecho. Y, quienes vulneraron las leyes, o han pagado o deben pagar por sus delitos.


Señorías del Partido Socialista, ¿saben lo que ha cambiado desde entonces hasta hoy? Que, hoy, los enemigos de nuestra democracia han encontrado un atajo; un atajo para conseguir sus objetivos: que Alberto Núñez Feijóo no logre la
investidura y, en su lugar, la consiga un tal Pedro Sánchez. Por eso, el Partido Popular va a votar sí a Alberto Núñez Feijóo. Y también vamos a votar sí porque deseamos una España de ciudadanos libres e iguales; libres también de chantajes por
parte de raquíticas minorías independentistas que pretenden secuestrar la voluntad de los españoles; raquíticas minorías también en Cataluña, sí, porque ahí el Partido Popular ha tenido mejor resultado que Esquerra Republicana y que Junts.
(Aplausos). También votaremos sí para que los españoles sepan que los diputados socialistas que voten no tuvieron la oportunidad de cumplir su responsabilidad de representar a los millones de socialistas que no les votaron para gobernar con los
independentistas a cambio de una amnistía. ¿Una amnistía a quiénes? A delincuentes que, o bien fueron condenados y tienen sentencias firmes, o están huidos de la justicia. Porque no les votaron para conceder a secesionistas la posibilidad de
secuestrar la voluntad popular.


Señorías, queremos ser ciudadanos libres e iguales, ciudadanos iguales en derechos y obligaciones, porque todos los españoles debemos de ser iguales, independientemente de la comunidad autónoma en la que hayamos nacido o residamos, o
independientemente de la generación a la que pertenezcamos. Iguales en derechos, en obligaciones y en recursos, y uno de ellos, sin duda alguna, es el agua. Por eso es tan importante defender un pacto nacional por el agua, como se ha sometido
también en este debate de investidura. (Varias señoras y señores diputados: ¡Muy bien!).


Los recursos económicos a disposición de los gobiernos autonómicos no pueden depender de la capacidad que tengan de presionar a Pedro Sánchez. Lo que es de todos se debe decidir entre todos, y no porque supuestas deudas históricas o
condonaciones unilaterales provoquen nuevos agravios y desigualdades. (Aplausos). Esto sí que serán agravios, señorías.


Por tanto, votaremos sí por la igualdad de los españoles, tanto por su lugar de residencia, como les decía, que por la igualdad entre las generaciones. Votaremos sí por democracia y por dignidad. Sí, señores del Grupo Socialista, la
alternativa es indigna. Es indigna porque pasa por humillarse ante quienes quieren dividir a los españoles. Pasa por rendir el Estado de derecho ante quienes dieron un golpe al Estado. Pasa por romper y entregar nada más y nada menos que la
igualdad entre todos los españoles. ¿Se podrán ustedes seguir llamando socialistas después de hacerlo?


Por eso, no hay alternativa digna al Gobierno de Alberto Núñez Feijóo, un gobierno con un presidente de palabra y de principios. Por eso, el Partido Popular mantiene la mano tendida a todos los que quieren una España mejor; una España de
ciudadanos libres e iguales; una España unida y plural; una España en la que se defienda la concordia, el acuerdo y el pacto entre diferentes; una España en la que cabemos todos, con nuestras lenguas, con nuestros acentos y con nuestra historia.


Señorías, esta es la España que representa Alberto Núñez Feijóo y a la que el Grupo Parlamentario Popular tiene el honor de decir sí.


Muchas gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Gamarra.


Si quiere, tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (Asentimiento).


El señor NÚÑEZ FEIJÓO (candidato a la Presidencia del Gobierno): Señora presidenta, señorías, intervengo de manera muy breve para cerrar el debate, y quisiera cerrarlo dando las gracias, en primer lugar, a la presidenta de la Cámara, por su
tarea en la conducción del mismo; en segundo lugar, a los portavoces participantes y a sus señorías; en tercer lugar, por supuesto, a todo el personal de la Cámara que lo ha hecho posible; a los medios de comunicación, que nos han conectado con
el resto de los ciudadanos españoles; una vez más, gracias a los integrantes del Grupo Parlamentario VOX, señor Abascal; también al diputado de UPN, señor Catalán, y a la señora Valido, de Coalición Canaria, muchas gracias por su apoyo, por el
voto favorable anunciado y por demostrar que se puede llegar a acuerdos entre distintos sin tener que renunciar a los principios ni a los programas electorales de los partidos que representamos. (Aplausos). Seguiremos siendo partidos distintos,
pero hoy se demuestra que en



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España hay un proyecto alternativo que construye sobre lo que nos une, en lugar de cimentar sobre lo que nos separa.


Me permitirán -espero que sí, señorías-, un agradecimiento especial al grupo mayoritario de la Cámara. Gracias a la portavoz del referido grupo y gracias a todos y cada uno de los diputados y a las diputadas que lo conforman. Ninguno de
los miembros de este grupo tendrá que votar ni en contra de sus principios, ni en contra de la palabra dada, ni en contra del programa electoral, ni contra lo que defendimos hace dos meses. Este grupo, no. (Aplausos). Nosotros vamos a votar de
acuerdo con nuestros principios, con lo que hemos defendido hace dos meses y con el programa electoral.


Tenemos mucho trabajo por delante, eso es verdad. Nuestro país nos ha concedido un inmenso honor, el ser ganadores de las elecciones generales y, en consecuencia, tener más representación que el resto de los grupos y, además, estar
gobernando en la mayor parte de las administraciones públicas de España. Es una responsabilidad que siempre hemos de afrontar con la máxima humildad y con el mayor de los compromisos. Y es un encargo; un encargo que nos enorgullece y nos exige a
partes iguales, más si cabe finalmente ser o no presidente del Gobierno. Lo que no nos pueden quitar es haber ganado las elecciones limpiamente el 23 de julio. Eso no nos lo quitarán jamás. (Aplausos).


Señorías, estamos aquí para que no se borre el resultado electoral. Estamos aquí para que no se arrincone ni se anule ni se silencie a más de 8 000 000 millones de votantes que, sumados a los grupos que nos apoyarán, son más de 11 100 000
votantes. Es decir, la mayoría de los españoles, que no son independentistas.


Quiero agradecer también a los portavoces de todos los grupos y quiero poner en valor el respeto de casi todos (rumores), el respeto a este candidato, a pesar de las discrepancias; el respeto a esta Cámara democrática, que está muy por
encima de cualquiera de los portavoces y de las señorías que aquí estamos, y, en definitiva, el respeto a los ciudadanos, porque esto es lo único que nos coloca aquí, no hay otra cosa. Quiero también señalar que, pese a que, evidentemente, ustedes
y nosotros no estamos de acuerdo, han sido todos claros en sus posiciones. Todos han dicho lo que han considerado oportuno, y yo se lo agradezco, porque me he enterado con claridad de todo lo que ustedes piensan del grupo mayoritario y de mí. Me
voy, pues, con muchas lecciones aprendidas. Y han dado la cara por su partido, defendiendo sus posiciones -en mi opinión, algunas de ellas incoherentes, pero defendiendo sus posiciones-, y me han permitido que yo dé la cara por el mío, defendiendo
también nuestras posiciones y nuestro proyecto, que se resume en la igualdad de todos los españoles. Pero digo casi todos porque uno no lo ha hecho; ha preferido escapar para no decir la verdad, la verdad sobre sus negociaciones, sobre las
exigencias a las que está sometido, sobre su posición en la amnistía, en el independentismo y en la financiación ideológica de todo ello. Quien calla, otorga, señor Sánchez (aplausos); quien calla, otorga, y veremos la intensidad de su silencio,
la intensidad de lo que otorga y lo que le exigen. Lo que no podremos saber nunca es si lo que usted les va a dar será suficiente o no, pero eso no lo decidirá usted. No ha querido salir a la tribuna. En mi opinión, el señor Sánchez no ha querido
salir a la tribuna porque no podría defender ayer lo que defendió hace dos meses delante de todos los españoles. (Aplausos).


Señorías, mi propuesta sigue vigente. Lo seguirá para que no se consume lo que es un error tan grave como es el daño a nuestra historia democrática. Y, si sigue adelante, seguirá también vigente para corregir los efectos negativos.
Seguirá vigente para ustedes, pero, sobre todo, seguirá a disposición de los españoles, porque solo a ellos me debo, a nadie más, y no a un conjunto de españoles sobre otros, sino a la inmensa mayoría de ellos.


Termino ya. Este debate ha valido la pena, nos hemos retratado todos, con nuestras palabras y nuestros silencios. (Aplausos). Ha valido la pena, porque nos hemos retratado todos y porque existe -ha quedado demostrado- una alternativa en
España al modelo de chantajes y de concesiones a aquellos que no creen en nuestro país; porque ha demostrado que hay más de once millones de españoles representados en la sede de la soberanía nacional que dicen que otra política es posible, y
porque se ha evidenciado que muchos más de ellos acudieron a las urnas con una información que se les ha hurtado. Estoy convencido de que si supiesen lo que sabemos todos ahora esta investidura sería distinta. Pase lo que pase, en todo caso, en
esta legislatura, los españoles pueden estar convencidos de que tienen en los grupos mayoritarios de las Cortes un equipo a su disposición para defender una España de ciudadanos libres e iguales, le pese a quien le pese; para preservar el Estado de
derecho, nuestros principios constitucionales y sentirnos orgullosos de la Transición española; para seguir prometiendo cumplir y hacer cumplir la Constitución y el resto del ordenamiento jurídico; para impulsar leyes y medidas que sirvan a los
intereses y a las preocupaciones reales, y para trabajar por ellos sin más compromiso que acertar. No



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tenemos compromisos con nadie, con los intereses generales, y no tenemos ningún otro objetivo que el de acertar.


De esta sesión puedo salir como presidente o no. Lo veremos. Pero sí les aseguro cómo voy a salir: yo les aseguro que saldré con mis principios y con los de once millones de votantes. (Aplausos). Les aseguro que saldré con mi palabra y
con la palabra de once millones de votantes. Les aseguro que saldré con mi integridad política y personal intacta. Igualdad, libertad y dignidad.


Nada más y muchas gracias. (Varias señoras y señores diputados: ¡Bravo, bravo!-Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Feijóo.


Señorías, les anuncio que haremos un receso de cinco minutos y luego votaremos de forma inmediata.


Muchísimas gracias. (Pausa).


Señorías, les ruego que ocupen sus escaños.


Una vez concluido el debate, vamos a pasar a la votación para el otorgamiento de la confianza al candidato propuesto por su majestad el Rey. Conforme establece el Reglamento de la Cámara en su artículo 85.2, la votación será pública por
llamamiento. Sus señorías responderán sí, no o abstención desde su escaño cuando sean llamados por los señores secretarios, que leerán los nombres desde la tribuna de oradores. Ruego, por favor, que contesten al llamamiento con voz clara y
audible, aunque los señores secretarios que les llamen repetirán el sentido de la votación para evitar dificultades. El llamamiento se hace por orden alfabético, pero comenzando por el primer apellido del señor diputado cuyo nombre ha sido sacado a
suerte y que, en este caso, ha sido señora diputada, doña Adriana Maldonado López. El Gobierno en funciones y la Mesa votarán al final.


Se va a iniciar la votación. Ruego al señor secretario primero que dé comienzo al llamamiento.


Por los secretarios de la Mesa se procede al llamamiento de las señoras y los señores diputados, que van manifestando el sentido de su voto.


Señoras y señores diputados que dijeron 'sí':


Marcos Ortega, Milagros


Marí Bosó, José Vicente


Mariscal Zabala, Manuel


Martín Blanco, Nacho


Martín García, Pedro Samuel


Martínez Gómez, Antonio


Martínez Labella, Ana


Mejías Sánchez, Carina


Melgarejo Moreno, Joaquín


Méndez Monasterio, Lourdes


Merino Martínez, Javier


Mesquida Mayans, Joan


Moneo Díez, María Sandra


Montesinos de Miguel, Macarena


Moraleja Gómez, Tristana María


Moro Almaraz, María Jesús


Muñoz Abrines, Pedro


Muñoz de la Iglesia, Ester


Nacarino-Brabo Jiménez, Aurora


Navarro López, Pedro


Noriega Gómez, Javier


Núñez Feijóo, Alberto


Núñez González, Noelia


Olano Vela, Jaime Eduardo de


Ortega Smith-Molina, Francisco Javier


Palencia Rubio, Héctor



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Paniagua Núñez, Miguel Ángel


Parra Aparicio, Julia


Parra Gallego, Agustín


Pascual Rocamora, Sandra


Pastor Julián, Ana María


Pedreño Molina, Juan Luis


Pérez Coronado, Pablo


Pérez López, Álvaro


Pérez Osma, Daniel


Pérez Recuerda, Isabel Gema


Prieto Serrano, María Isabel


Puy Fraga, Pedro


Quintana Carballo, Rosa


Quintanilla Navarro, Miguel Ángel


Ramajo Prada, Óscar


Ramírez del Río, José


Ramírez Martín, María Lourdes


Requena Ruiz, Juan Diego


Reynal Reillo, Esperanza


Rivera de la Cruz, Marta María


Robles López, Joaquín


Rodríguez Almeida, Andrés Alberto


Rodríguez Calleja, Patricia


Rodríguez de Millán Parro, María José


Rodríguez Serra, Santi


Rojas García, Carlos


Rojas Manrique, Juan Antonio


Román Jasanada, Antonio


Romaní Cantera, José Ignacio


Romero Vilches, María de los Reyes


Rueda Perelló, Patricia


Ruiz Solás, María de la Cabeza


Sáez Alonso-Muñumer, Pablo


Sánchez García, José María


Sánchez Ojeda, Carlos Alberto


Sánchez Pérez, César


Sánchez Sierra, María del Mar


Sánchez Torregrosa, Maribel


Sastre Uyá, Miguel Ángel


Sayas López, Sergio


Sémper Pascual, Borja


Tarno Blanco, Ricardo


Tellado Filgueira, Miguel


Teniente Sánchez, Cristina


Tomás Olivares, Violante


Toscano de Balbín, Carla


Valido García, Cristina


Varela Pazos, Marta


Vázquez Blanco, Ana Belén


Vázquez Jiménez, María del Mar


Vázquez Vega, Pablo


Velasco Morillo, Elvira


Velasco Retamosa, José Manuel


Verano Domínguez, Bella


Abades Martínez, Cristina



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Abascal Conde, Santiago


Acedo Reyes, Sofía


Agüera Gago, Cristina


Aizcorbe Torra, Juan José


Alcaraz Martos, Francisco José


Alfonso Silvestre, Alma


Alía Aguado, María Pilar


Alós López, Ana Isabel


Álvarez de Toledo Peralta-Ramos, Cayetana


Álvarez Fanjul, Beatriz


Antona Gómez, Asier


Aragonés Mendiguchía, Carlos


Argüelles García, Silverio


Armario González, Blanca


Asarta Cuevas, Alberto


Beamonte Mesa, Luis María


Belda Pérez-Pedrero, Enrique


Belmonte Gómez, Rafael Benigno


Bendodo Benasayag, Elías


Borrego Cortés, Isabel María


Bravo Baena, Juan


Cabezón Casas, Tomás


Campos Asensi, Jorge


Cantalapiedra Álvarez, María de las Mercedes


Carazo Hermoso, Eduardo


Carballedo Berlanga, María Eugenia


Catalán Higueras, Alberto


Cavacasillas Rodríguez, Antonio


Celaya Brey, Javier


Chamorro Delmo, Ricardo


Clavell López, Óscar


Clemente Muñoz, Raquel


Cobo Vega, Manuel


Conde Bajén, Agustín


Conde López, Francisco José


Cortés Carballo, Mario


Cruz-Guzmán García, María Soledad


Cuesta Rodríguez, María del Socorro


De Andrés Guerra, Javier


De las Cuevas Cortés, Félix


De los Santos González, Jaime Miguel


De Luna Tobarra, Llanos


De Meer Méndez, Rocío


De Rosa Torner, Fernando


Del Moral Leal, María Luisa


Del Valle Rodríguez, Emilio Jesús


Delgado Arce, Celso Luis


Delgado-Taramona Hernández, Jimena


Fabra Part, Alberto


Fernández González, María Mercedes


Fernández Hernández, Pedro


Fernández Ríos, Tomás


Figaredo Álvarez-Sala, José María


Flores Juberías, Carlos


Floriano Corrales, Carlos Javier



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Folch Blanc, Javier José


Franco González, Silvia


Fúnez de Gregorio, Carmen


Gallardo Barrena, Pedro Ignacio


Gamarra Ruiz-Clavijo, Concepción


García Adanero, Carlos


García Félix, Manuel


García Gomis, David


Garre Murcia, Cristóbal


Garrido Valenzuela, Irene


Gil Lázaro, Ignacio


Gil Santiago, Carlos


González Bella, María del Mar


González Pons, Esteban


González-Robatto Perote, Jacobo


Guardiola Salmerón, Mirian


Hernández Quero, Carlos


Hernando Fraile, Rafael Antonio


Herrero Bono, José Alberto


Hispán Iglesias de Ussel, Pablo


Hoces Íñiguez, Ignacio


Hoyo Juliá, Belén


Huguet Tous, Pedro Luis


Ibáñez Hernando, Ángel


Jiménez Linuesa, Beatriz


Lima García, Laura María


Llamazares Domingo, Esther


López Maraver, Ángel


Lorente Anaya, Macarena


Macías Gata, Alfonso Carlos


Madrid Olmo, Bartolomé


Señoras y señores diputados que dijeron 'no':


Maldonado López, Adriana


Marqués Atés, Amador


Martín Martínez, Andreu


Martín Rodríguez, Margarita


Martín Urriza, Carlos


Martínez Barbero, Verónica


Martínez Hierro, Lander


Martínez Ramírez, Carmen


Martínez Salmerón, Joaquín


Martínez Seijo, María Luz


Matos Castro, Sergio Carlos


Matute García de Jalón, Oskar


Mellado Sierra, Valle


Mercadal Baquero, Pepe


Micó Micó, Àgueda


Mínguez García, Montse


Morales Álvarez, Álvaro


Narbona Ruiz, Cristina


Nasarre Oliva, Begoña


Nogueras i Camero, Míriam


Peña Camarero, Esther


Perea i Conillas, María Mercè



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Pérez Ortiz, Isabel María


Pin Ferrando, Gala


Plaza García, Inés


Poblador Pacheco, María Araceli


Pose Mesura, Modesto


Pozueta Fernández, Isabel


Puente Santiago, Óscar


Pueyo Sanz, Jorge


Pujol Bonell, Eduard


Rallo Lombarte, Artemi


Ramírez Carner, Arnau


Ramírez Moreno, María de las Nieves


Ramos Esteban, César Joaquín


Redondo Cárdenas, Gonzalo


Regades Fernández, David


Rego Candamil, Néstor


Rey de las Heras, Luis Alfonso


Rivera Arias, Engracia


Rives Arcayna, Caridad


Rodríguez Salas, José Antonio


Rojo Blas, Alberto


Romero Pozo, Rafaela


Ros Martínez, Susana


Rufián Romero, Gabriel


Ruiz Boix, Juan Carlos


Ruiz de Pinedo Undiano, Iñaki


Sáez Cruz, Emilio


Sagastizabal Unzetabarrenetxea, Idoia


Sahuquillo García, Luis Carlos


Salazar Rodríguez, Francisco José


Salvador i Duch, Jordi


Sánchez Díaz, María Carmen


Sánchez Serna, Javier


Sancho Íñiguez, Herminio Rufino 1


Santana Aguilera, Ada


Santana Perera, Noemí


Santiago Romero, Enrique Fernando


Santos Maraver, Agustín


Sanz Martínez, Luisa


Sarrià Morell, Vicent Manuel


Senderos Oraá, Daniel


Serrada Pariente, David


Serrano Martínez, Juan Francisco


Sierra Caballero, Francisco


Simancas Simancas, Rafael


Soler Mur, Alejandro


Sumelzo Jordán, Susana


Taboadela Álvarez, Obdulia


Tolón Jaime, Milagros


Trenzano Rubio, Marta


Valero Morales, Juan Antonio


Vallugera Balañà, Pilar


1 Realizado por la señora secretaria segunda el llamamiento del señor Sancho Íñiguez, del Grupo Parlamentario Socialista, este dijo 'sí', si bien seguidamente se corrigió y dijo 'no', advirtiendo que se había pronunciado mal su apellido. La
señora secretaria segunda decidió repetir el llamamiento, contestando el señor diputado 'no' y computándose como tal el voto.



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Vaquero Montero, Maribel


Velarde Gómez, Martina


Verdejo Vicente, Ferran


Verstrynge Revuelta, Lilith


Vidal Matas, Vicenç


Vidal Sáez, Aina


Zaragoza Alonso, José


Ábalos Meco, José Luis


Aceves Galindo, José Luis


Adrio Taracido, María


Agirretxea Urresti, Joseba Andoni


Aizpurua Arzallus, Mertxe


Alfonso Cendón, Javier


Alonso Cantorné, Fèlix


Álvarez González, Alicia


Álvaro Vidal, Francesc-Marc


Andala Ubbi, Teslem


Andrés Añón, Carmen


Aranda Vargas, Francisco


Argota Castro, Trinidad Carmen


Arribas Maroto, Manuel


Azorín Salar, Lázaro


Badia Casas, Eloi


Bassa Coll, Montserrat


Blanquer Alcaraz, Patricia


Boada Danés, Júlia


Calvo Gómez, Pilar


Calvo Poyato, Carmen


Casares Hontañón, Pedro


Castilla Álvarez, María Carmen


Cercas Mena, Blanca


Cerdán León, Santos


Cervera Pinart, Josep Maria


Cobo Carmona, Ana


Cobo Pérez, Noelia


Cofiño Fernández, Rafael


Conesa Coma, Ignasi


Corujo Berriel, María Dolores


Crespín Rubio, Rafaela


Cruset Domènech, Josep Maria


Cruz Santana, Gabriel


Díaz Marín, Raúl


Diouf Dioh, Luc Andre


Errejón Galván, Íñigo


Esteban Bravo, Aitor


Fagúndez Campo, Antidio


Faneca López, María Luisa


Fernández Benéitez, Andrea


Fullaondo la Cruz, Marije


García Bernal, Begoña


García Gurrutxaga, María Luisa


García López, Maribel


García Morís, Roberto


Garrido Jiménez, Elisa


Gavin i Valls, Isidre



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Gómez Besteiro, José Ramón


González Fernández, Mercedes


González Gracia, Juan Antonio


González López, Nahuel


Granollers Cunillera, Inés


Guerra López, Sonia


Guijarro Ceballos, María


Guijarro García, Txema


Guinart Moreno, Lídia


Gutiérrez Prieto, Sergio


Hernando Vera, Antonio


Herrera García, Milena


Ibáñez Mezquita, Alberto


Iniesta Egido, Isabel


Iñarritu García, Jon


Jerez Antequera, Juan Carlos


Jordà i Roura, Teresa


Lamuà Estañol, Marc


Lastra Fernández, Adriana


Legarda Uriarte, Mikel


Llorens Carbonell, Teresa


Lois González, Marta


López Águeda, Óscar


López Álvarez, Patxi


López Cano, Ignacio


Lucas Ayala, Francisco


Madrenas i Mir, Marta


Señoras y señores diputados que votaron 'sí' telemáticamente:


Fernández Herranz, Sandra


Miembros del Gobierno en funciones que dijeron 'no':


Sánchez Pérez-Castejón, Pedro


Díaz Pérez, Yolanda


Ribera Rodríguez, Teresa


Albares Bueno, José Manuel


Robles Fernández, Margarita


Montero Cuadrado, María Jesús


Grande-Marlaska Gómez, Fernando


Sánchez Jiménez, Raquel


Alegría Continente, María Pilar


Gómez Hernández, Héctor


Planas Puchades, Luis


Bolaños García, Félix


Rodríguez García, Isabel


Iceta i Llorens, Miquel


Miñones Conde, José


Belarra Urteaga, Ione


Morant Ripoll, Diana


Miembros de la Mesa que dijeron 'sí':


Navarro Lacoba, Carmen


Mariscal Anaya, Guillermo



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González Vázquez, Marta


Bermúdez de Castro Fernández, José Antonio


Miembros de la Mesa que dijeron 'no':


Leal Fernández, Isaura


Pisarello Prados, Gerardo


Gil de Reboleño Lastortres, Esther


Rodríguez Gómez de Celis, Alfonso


Armengol Socias, Francina


La señora PRESIDENTA: ¿Hay algún señor o señora diputada que no haya sido nombrado para votar? (Pausa).


Entiendo que no. En consecuencia, se procederá a realizar el escrutinio de los votos emitidos. (Pausa).


Efectuado el recuento, dijo


La señora PRESIDENTA: Señores diputados y diputadas, el resultado de la votación ha sido el siguiente: votos emitidos, 350; votos a favor del candidato, 172; votos en contra del candidato, 178; abstenciones, cero.


Señorías, no habiendo alcanzado el candidato propuesto la mayoría absoluta, procede someter la misma propuesta a nueva votación cuarenta y ocho horas después de la anterior, conforme a lo dispuesto en el artículo 99.3 de la Constitución.
Por tanto, el Pleno de la Cámara puede reunirse con posibilidad jurídica de decidir a partir de las 13:22 horas del próximo viernes 29 de septiembre. En consecuencia, esta Presidencia convoca el Pleno de la Cámara para el viernes 29 de septiembre
a las 12:15 horas, con la previsión anticipada de que, fuere cual fuere el desarrollo del debate, no se iniciará la votación en ningún caso antes de las 13:22 horas de este día.


Muchísimas gracias a todos ustedes y gracias a los invitados. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, puestos en pie).


Se levanta la sesión.


Era la una y veinticinco minutos de la tarde.


En el caso de las intervenciones realizadas en las lenguas españolas distintas del castellano que son también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos, el Diario de Sesiones refleja la interpretación al
castellano y la transcripción de la intervención en dichas lenguas, facilitadas por los servicios de interpretación y transcripción.