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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 256, de 22/03/2023
cve: DSCD-14-PL-256 PDF



CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE


Año 2023 XIV LEGISLATURA Núm. 256

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MERITXELL BATET LAMAÑA

Sesión plenaria núm. 247

celebrada el miércoles,

22 de marzo de 2023



ORDEN DEL DÍA:


Moción de censura. (Continuación):


- Moción de censura al Gobierno presidido por don Pedro Sánchez Pérez-Castejón que incluye como candidato a la Presidencia del Gobierno a don Ramón Tamames Gómez. 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie D, número 588, de 10 de marzo de
2023. (Número de expediente 082/000002) ... (Página2)



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SUMARIO


Se reanuda la sesión a las nueve de la mañana.


Moción de censura. (Continuación) ... (Página2)


Moción de censura al Gobierno presidido por don Pedro Sánchez Pérez-Castejón que incluye como candidato a la Presidencia del Gobierno a don Ramón Tamames Gómez ... (Página2)


La Presidencia, de conformidad con el artículo 177.4 del Reglamento, anuncia que la votación no tendrá lugar antes de las 11 horas.


Intervienen la señora Gamarra Ruiz-Clavijo, del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, y el señor López Álvarez, del Grupo Parlamentario Socialista.


Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Tamames Gómez.


Replican los señores Guitarte Gimeno, Mazón Ramos y Sayas López, la señora Oramas González-Moro y el señor Botran Pahissa, del Grupo Parlamentario Mixto; y el señor Esteban Bravo, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV).


Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Tamames Gómez.


Continúan con el turno de réplica la señora Arrimadas García, del Grupo Parlamentario Ciudadanos; y los señores Rufián Romero, del Grupo Parlamentario Republicano; Espinosa de los Monteros de Simón, del Grupo Parlamentario VOX, y López
Álvarez, del Grupo Parlamentario Socialista.


Hacen uso de la palabra los señores Abascal Conde, del Grupo Parlamentario VOX, y López Álvarez, del Grupo Parlamentario Socialista.


Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Tamames Gómez.


Hace uso de la palabra el señor presidente del Gobierno (Sánchez Pérez-Castejón).


Contesta el señor candidato propuesto en la moción de censura, Tamames Gómez.


Sometida a votación la moción de censura al Gobierno presidido por don Pedro Sánchez Pérez-Castejón, que incluye como candidato a la Presidencia del Gobierno a don Ramón Tamames Gómez, se rechaza por 53 votos a favor, 201 en contra y 91
abstenciones.


Se levanta la sesión a las doce y treinta minutos del mediodía.


Se reanuda la sesión a las nueve de la mañana.


La señora PRESIDENTA: Muy buenos días. Se reanuda la sesión.


Señorías, de conformidad con el artículo 177.4 del Reglamento, les anuncio que la votación no tendrá lugar antes de las 11 horas.


Continuamos con los turnos de intervención de los grupos parlamentarios.


Por el Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, tiene la palabra la señora Gamarra Ruiz-Clavijo. (Aplausos).


La señora GAMARRA RUIZ-CLAVIJO: Muchas gracias, presidenta. Muy buenos días, señorías.


Deseo comenzar dando la bienvenida al profesor Tamames, a esta que fue su casa, en la segunda sesión de esta moción de censura.



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Señorías, esta Cámara ha vivido con esta cuatro mociones de censura en los últimos seis años, más que en todos los años anteriores de la democracia; un mecanismo excepcional para revertir el rumbo de una nación que se ha convertido en una
suerte de herramienta para la promoción personal o la fabricación de relatos adulterados, y no estamos de acuerdo. El Partido Popular acude a este debate reiterando la que ha sido su posición en esta Cámara. Somos un partido sin ataduras, sin
compromisos ajenos a nuestro ideario; un partido con criterios propios, que solo se guía por el interés general de los ciudadanos. En consonancia con este principio, combatimos las políticas de un Gobierno dividido, presidido por alguien sin
autoridad para destituir y formado por ministros sin dignidad para dimitir. (Aplausos).


En la medida en que este Ejecutivo es abiertamente hostil a la mayoría moderada de los españoles, tiene en nosotros su más firme adversario. No nos guía ningún apriorismo. Lo que hemos hecho a la hora de afrontar esta moción de censura ha
sido preguntarnos qué espera de nosotros esa mayoría moderada del pueblo español que desea un cambio. ¿Quiere que se le brinde a este Gobierno agónico un alivio momentáneo o, por el contrario, quiere una alternativa moderada a este Gobierno? Si se
trata de relatar el largo rosario de agresiones al sentido común y la sensatez que este Gobierno perpetra, debo recordar que el Partido Popular lo hace todos los días dentro y fuera de esta Cámara; en este caso, la moción ha sido simplemente
ociosa. Si se trata de un acto de propaganda electoral de un partido concreto, tampoco es este el lugar ni el momento ni la forma. En ninguna de las dos hipótesis cabe el respaldo del Partido Popular. Seguimos nuestro propio camino: el más
amplio, el que mejor puede agrupar a los españoles que desean acabar con esta pesadilla, para pasar de un Gobierno que resiste a otro que gobierna. (Aplausos).


Estamos ante un inexplicable regalo al Gobierno porque, con la previsible derrota de la moción, podrá exhibir una unidad que no tiene. En realidad, hay una moción de censura permanente, habitual, yo diría que cotidiana, que es la que los
propios ministros del Gobierno se lanzan entre sí; España contempla atónita todos los días censuras de unos ministros a otros, que van mucho más allá de lo gestual, más allá de la tregua que se han dado en estas cuarenta y ocho horas. Y este mismo
año habrá otra moción de censura, que no será votada en esta Cámara, sino por todos los españoles, y será en las urnas. Por eso lo que hoy ocurre aquí es extemporáneo e inútil. Por eso el Partido Popular seguirá su propio camino, lo cual no es
óbice para mostrar nuestro respeto por la persona del candidato propuesto.


Profesor Tamames, representó usted una España en la que nosotros también creemos: la España de la reconciliación, la España de la Transición, la España en la que existía una izquierda alejada del independentismo y opuesta a las terminales
políticas del terrorismo, la España de un partido comunista que participó en el consenso constitucional. Esa España, de la que usted formó parte, nos inspira en esta encrucijada política española; una encrucijada que reclama opciones consistentes,
con líderes consistentes y proyectos consistentes, y este es nuestro camino. El Partido Popular reúne estos requisitos, y por eso discrepa del cuándo, del cómo y del quién está tras esta moción de censura. (Aplausos).


Señorías, la moción de censura -regulada en el artículo 113 de la Constitución, como se ha recordado en reiteradas ocasiones a lo largo de todo este debate- tiene como objetivo el conformar una mayoría parlamentaria alternativa a la que
invistió al presidente del Gobierno; promueve cambios cuando los votos suman, y es imposible que esta moción de censura prospere. ¿Por qué? Porque depende de los votos de Podemos, Esquerra y Bildu; votos con los que nunca se podría construir un
proyecto sólido, estable y homologable con otras democracias europeas, y lo sabemos. Y mucho menos sirve para poner las bases del futuro de esta nación, de españoles libres e iguales, que es España.


Cuidar la democracia y las instituciones implica utilizar las figuras parlamentarias para lo que fueron creadas, y no era necesario llegar hasta este punto. Podemos encontrar algunos elementos coincidentes en el relato de la realidad que ha
hecho el señor Tamames. Pero no es nuestro relato ni nuestro candidato ni tampoco es es nuestro proyecto. Por respeto a su persona, a su figura y su legado, con nuestra abstención le agradecemos su esfuerzo por venir a la que fue su casa, que
ayudó a abrir al pueblo durante la Transición, pero no podemos ir más allá. España está esperando una alternativa, pero no es usted, señor Tamames. A lo que sí nos comprometemos es a hacerla posible en cuanto haya oportunidad en las urnas. Nos
comprometemos a que España no se resigne. No vamos a votar a favor de esta moción por respeto a los españoles y no vamos a votar en contra de esta moción por respeto a usted, señor Tamames. (Aplausos).


Esto es el Parlamento, la sede de la soberanía nacional. Aquí no ha lugar para la política frívola, de la que estamos embriagados en las últimas legislaturas, y mucho menos con un candidato cuyo programa de Gobierno no se identifica con el
programa del partido que le propone, que comparece con el objetivo de convocar unas elecciones, aunque no lo ha dicho, que necesariamente serán en unos meses, y cuyas



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posiciones ideológicas apenas concuerdan con las de quienes firmaron la moción. ¿Qué programa se aplicaría, el del candidato o el del partido? Estas dudas son compartidas también por un amplísimo conjunto de la ciudadanía española,
especialmente por los propios votantes de VOX. ¿Cuál es el modelo territorial? ¿Y el de las políticas sociales? ¿Y la estrategia demográfica? Una moción de censura no es una lección magistral en una universidad ni una intervención en un plató de
televisión, aunque en el pasado hubiera quien lo pretendiera. Ahí pudimos vivir aquella moción de censura de Pablo Iglesias, a quien, por cierto, le ha salido una alumna aventajada como Yolanda Díaz, que ayer fue proclamada la marca blanca de Pedro
Sánchez al frente de Podemos. (Aplausos).


Hoy no estamos ante una censura a Sánchez, sino ante el regalo de una victoria parlamentaria a Sánchez cuando su derrota social es imparable. Le han regalado una cortina de humo -lo que más le gusta a Sánchez- para tapar durante unos días
sus escándalos, y eso que nunca un presidente del Gobierno de España mereció tanto ser censurado. Pero su censura llegará pronto en las urnas, porque se ha ganado el reproche de la sociedad desde que pactó con quien dijo que nunca lo haría y
configuró una mayoría con quien había garantizado que nunca buscaría sus votos. El engaño permanente a los españoles no puede ser la guía de conducta, y eso es lo que ha hecho el señor Sánchez desde que irrumpió en la política nacional en el año
2014.


Pero para pasar página al sanchismo es necesario reiterar que en democracia no se pueden confundir los deseos con las realidades y que la ansiedad nunca debe sustituir el trabajo parlamentario perseverante. Son las urnas las que dirán no a
Sánchez y a todo lo que el sanchismo supone. La pregunta que ya se hacen los miembros de su grupo, señor Sánchez, no es cuántas instituciones perderán en mayo o cuántos diputados serán en diciembre, sino qué quedará del Partido Socialista después
del sanchismo. (Aplausos).


Eso es lo que tienen en las cabezas, eso es lo que les preocupa y de eso es de lo que se debate ya dentro del Partido Socialista. Usted se merece la censura, porque no se puede llegar al Gobierno como el adalid contra la corrupción en una
injusta moción contra un presidente honesto como Mariano Rajoy (rumores) y terminar enfangado en casos como el de Tito Berni, con dos presidentes de su partido condenados por los ERE o investigados por chivatazos. (Aplausos.-Rumores). Y todavía es
incapaz de pedir perdón. Cuando la corrupción ha llegado al seno del Grupo Parlamentario Socialista, lo que han hecho ha sido taparla. (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


La señora GAMARRA CLAVIJO: Por cierto, ayer estuvo merodeando por el Congreso aquel al que llaman el Mediador. Según hemos visto en los medios, ¿se reunió con alguien? ¿Es verdad lo que dijo, que se paseaba por esta Cámara con grandes
sumas de dinero? (Rumores). Señorías, ¿no creen ustedes, los que ayer hablaban de dignificar las instituciones, que es hora de que se lleve a cabo una comisión de investigación dentro de esta Cámara para conocer qué es lo que ha ocurrido en el
seno del Grupo Parlamentario Socialista? ¿No es el momento? (Aplausos).


Las últimas semanas son un síntoma inequívoco de que usted está llegando al final de su lamentable aventura. Hasta nos han llegado a presentar como éxito que se haya producido un acuerdo dentro del Consejo de Ministros. ¿Qué hace usted
ante una situación que le convierte en semipresidente? Nada, porque ha elegido ser rehén de sus socios y aliados, a los que tiene que implorar. Su extrema debilidad se traduce en la debilidad del Estado frente a sus enemigos. Y el Estado, señor
Sánchez, no es suyo, no le pertenece, no es algo que usted pueda trocear para entregarlo a quienes quieren destruirlo. A cambio de una ilusoria estabilidad, usted ha aceptado debilitar al Estado. Lo ha desprotegido con la derogación del delito de
sedición, lo ha desprotegido favoreciendo a los corruptos, lo ha desprotegido permitiendo que sus socios saboteen abiertamente cuestiones básicas de nuestras políticas, como la política exterior y de defensa; lo ha desprotegido con políticas
económicas que atienden más a sus equilibrios internos que a los intereses de España, lo ha desprotegido con la ley del solo sí es sí, que ha dejado a centenares de agresores en las calles por no llevar la contraria a sus socios. No tiene usted
derecho a hacer esto con nuestro Estado. (Aplausos).


Tanto se ha mimetizado con sus aliados que a usted también le encaja la amenaza de los independentistas: 'y lo volveríamos a hacer'. Ellos volverían a desafiar a la democracia española a pesar de sus cuantiosas cesiones y usted volvería a
repetir sus coaliciones y sus alianzas si las urnas se lo permitieran. Todos los ministros que asombran a la sociedad española con sus despropósitos volverían a ser ministros. Independentistas y secuaces políticos del terrorismo volverían a ser
sus aliados preferentes. Le exigirían más y más por su rescate, y usted se lo daría. Seguiría siendo un presidente intervenido. Pero los españoles se lo vamos a impedir en las urnas. (Aplausos).



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En no pocas ocasiones, señor Sánchez, usted se ha lamentado de que no ha tenido suerte con el tiempo que le ha tocado presidir, que el COVID o la guerra de Ucrania han malogrado su prometedora Presidencia, que no ha tenido usted viento a
favor. Ya sabe, señor Sánchez, que no hay viento favorable para quien no sabe adónde va, y esa precisamente ha sido una de las grandes carencias de su Presidencia, la falta de criterio basado en el interés general de los españoles, y no en su
conveniencia personal. Por eso ha confundido la coalición que Rubalcaba bautizó como Frankenstein con un fin en sí mismo. La palabra de un histórico de su partido lo que dice es que se ha mezclado con el terror, la secesión y el populismo radical
y que incluso no ha dudado en apuntarse a deslegitimar lo que sus socios llaman el régimen del 78, en un despropósito sin precedentes, porque los socialistas han sido uno de los dos pilares sobre los que se sostiene este éxito colectivo.


No solo han asumido esa enmienda a la totalidad a cuatro décadas de vida en democracia; además han añadido un sinfín de escaramuzas, peleas, batallas y desautorizaciones en el seno de un Gobierno que solo comparte la voluntad de mantener
sus prebendas y privilegios ministeriales. El resto les ha dividido y les ha enfrentado en uno de los ejecutivos más caóticos, cainitas e inestables de la Unión Europea. (Aplausos). Gobiernos de coalición en Europa han existido a decenas, pero
como el suyo le garantizo que ninguno. Por esa razón, lo que demandan los españoles es que, con urgencia, llegue un Gobierno sólido, unido y con un programa claro, todo lo que usted no está en disposición de ofrecer y sí el presidente de mi
partido, Alberto Núñez Feijóo. (Aplausos).


Ha sido usted quien durante la pandemia, en lugar de respetar los derechos constitucionales, optó por vulnerarlos; en lugar de unir a la nación, prefirió dividirnos; en lugar de apoyar a las autonomías, optó por esconderse tras ellas, al
mismo tiempo que las maniataba; eso sí, lo llamó cogobernanza. Una vez pasada la pandemia no ha hecho nada, absolutamente nada por fortalecer nuestro sistema sanitario.


Igual de equivocada ha sido su política económica. Primero sus improvisaciones y luego sus errores provocaron que España sufriera la mayor caída de rentas de la OCDE durante los peores meses del COVID, un 11,3 %. Somos, señorías, el único
país europeo que no ha recuperado los niveles de antes de la pandemia. ¡Y dice el señor Sánchez que lideramos el crecimiento! ¿Cómo vamos a ser competitivos si somos el país de la OCDE que más ha incrementado la presión fiscal y a día de hoy
continúa haciéndolo, sin límites? Autónomos, empresarios y trabajadores soportan una mayor carga impositiva y mientras sus sueldos han perdido capacidad adquisitiva. Estos han caído al nivel de 1996, es decir, del siglo pasado. Las familias
soportan desde hace meses subidas mensuales del IPC de los alimentos, que han alcanzado más de un 15 % de subidas, y ustedes hacen oídos sordos a las propuestas del Partido Popular; eso sí, los ministros afirman que su cesta de la compra es más
barata.


El día a día es una carrera de obstáculos, con una Administración a la que han conducido a la parálisis, con una Seguridad Social absolutamente colapsada, porque, al final, su mal Gobierno termina en una mala Administración. Las citas de la
Seguridad Social se venden -y los van a llamar jóvenes emprendedores-, el cobro de una pensión de viudedad se vuelve imposible, el reconocimiento de una prestación de dependencia se retrasa sine die y el ingreso mínimo vital no se tramita para
cientos de miles de familias. El escudo social, ese que nos garantizó a todos los españoles durante la pandemia, se cae a pedazos por la pésima gestión administrativa, y no ha dejado de crecer la desigualdad, es decir, el número de españoles en
riesgo de pobreza.


Esa apoteosis de la mala gestión es lo que ha sucedido con los fondos europeos. Nunca Europa ha sido tan generosa con nosotros, y su respuesta ha sido una caótica organización de un dinero que no llega ni a las familias ni a los
empresarios. Y cuando proyectos estrella, como los PERTE del vehículo eléctrico y conectado, colapsan por la incapacidad de gestión de su responsable, lo que hacen es ponerles al frente de otro de los grandes éxitos de su Gobierno, como los trenes
que no caben por los túneles. A este fenómeno solo le queda ya por coordinar el resto de los proyectos estrellas de su mandato, es decir, el AVE a Extremadura, que nunca llega; las cercanías a Madrid y Barcelona, que siempre están averiadas, o las
inexistentes infraestructuras hidráulicas. Eso sí, al mismo tiempo, en lugar de dar confianza a inversores y empresarios, que crean el empleo, lo que hacen ustedes es insultarles, amenazarles y debilitar la seguridad jurídica. (Un señor diputado:
¡Pobrecitos!). Miren, a los empresarios se les ha llamado capitalistas, despiadados e indecentes; a los agricultores, esclavistas; a los jueces, fachas; y a los hombres españoles, violadores. Nunca un Gobierno había atacado con esta saña a la
sociedad civil, a la gente corriente, señor Sánchez. (Rumores). Eso sí, a sus amigos los han puesto al frente de Correos e Indra, que están socavando el valor y el prestigio de estas compañías. A todos estos ni tocarlos. Esa es su idea del buen
gobierno. (Aplausos).



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Señor Sánchez, jamás, jamás la instituciones han sufrido tanta degradación. No le ha quedado ni una sola institución por asaltar, politizar o manipular, empezando por este Congreso, al que ha maniatado y despreciado porque le resultaba
incómodo y también porque otros le han dejado. Las chapuzas legislativas se han convertido en moneda corriente; el decreto, en la fórmula habitual, y el procedimiento de urgencia, en el atajo para evitar el debate en profundidad. Es decir, usted
ha conseguido máximos poderes con mínimos controles: la mayor degradación institucional que puede ocurrir en una democracia. (Aplausos).


Lo ha hecho también con la Fiscalía, con esa ya famosa frase: ¿Pero de quién depende? Pues eso, señor Sánchez. Lo hizo con el CNI, cesando a su responsable por el delito de defender al Estado. ¡Cómo se le pudo ocurrir! Y así ha sucedido
con todos los organismos de regulación, desde la CNMV a la CNMC. Lo ha hecho con Radiotelevisión Española, un chiringuito de productoras socialistas. Ha maniatado al Consejo General del Poder Judicial, después de tratar de asaltarlo en dos
ocasiones. (Rumores). Y ha terminado enviando a un ministro y a una asesora al Tribunal Constitucional. Ha acabado con el prestigio del CIS, e incluso el INE ha sido víctima de sus tropelías. ¿Para qué? Para forzar que los datos de la realidad
se adapten a su propaganda; por no hablar de las cifras de paro, con el escandaloso maquillaje de fijos discontinuos que un mes tras otro lleva a cabo la señora Díaz.


Por eso, la regeneración institucional va a ser una de las prioridades del futuro gobierno del Partido Popular, para hacer de la nuestra una democracia ejemplar, porque solo desde el convencimiento de que acordando con generosidad y sentido
de Estado los aspectos nucleares de nuestras instituciones podremos fortalecer nuestra democracia, sin trágalas ni repartos de cromos, sino buscando los mejores profesionales desde el rigor y la independencia.


Porque usted ha pretendido gobernar sin más límites que su propia voluntad caprichosa, su cálculo político o el de sus socios. Por eso, cuando organismos como el Tribunal Constitucional se pronunciaron en contra de sus proyectos, no dudaron
en provocar conflictos institucionales sin precedentes. Cuando el Código Penal se interpuso a su voluntad, entonces se cambió; eso sí, por la vía de urgencia y al margen de cualquier rigor jurídico. Y cuando había sentencias que a usted no le
gustaban, entonces el Gobierno utilizó el indulto, contra el criterio propio del tribunal sentenciador y sin ningún propósito de rectificación por aquellos que habían sido condenados. 'Lo volveremos a hacer', le dijeron, y usted se sometió y les
indultó. Y el problema es que usted prometió en campaña traer a Puigdemont para juzgarle, y luego lo que hemos visto y hemos sabido es que usted lo que hizo fue enviar mediadores para que volviese e indultarles, como al resto.


Aunque la nación es mucho más fuerte que todos los estropicios institucionales que usted haya podido perpetrar, las cicatrices que está dejando su forma de gobernar son profundas y al Partido Popular nos tocará coserlas. Señor Sánchez,
preside usted el único Gobierno de toda Europa occidental que a los violadores y a los pederastas, en lugar de agravarles sus condenas, se las ha rebajado. La ley del solo sí es sí ha sido el monumento al sectarismo ideológico, la ignorancia
jurídica y el atropello de todo sentido de protección a las mujeres y las víctimas más vulnerables, que son los niños. (Aplausos). Su feminismo se ha demostrado falso, porque no reaccionó hasta que no vio que las más de ochocientas reducciones de
condena y las setenta excarcelaciones afectaban a sus intereses electorales. Hasta entonces, usted no reaccionó. Porque la humillación a las víctimas no le ha importado. Por eso nunca han tenido ni tan siquiera una palabra ni de perdón ni de
consuelo por su parte; tampoco, por cierto, hacia mi grupo parlamentario, con el que podría haber mostrado usted un mínimo de reconocimiento por habérselo advertido, pero también por haberle prestado nuestros votos para rectificar lo que incluso la
mitad de su Gobierno se negaba a realizar. Y ahora vuelve usted a repetir el mismo error con la ley trans y vuelve a reaccionar de la misma manera, con prepotencia y soberbia. ¿No cree usted que a lo mejor alguna vez en el Partido Popular tiene
razón? Los hechos nos avalan. (Aplausos).


Como se puede ver, son innumerables las causas por las que merece la censura el presidente Sánchez. Pero, al no existir una mayoría alternativa a la suya, esta iniciativa no solo está condenada al fracaso, sino que va a generar el efecto
contrario. La jornada de ayer fue, en el mejor de los casos, un teatro, en el que se visibilizó que los discursos de censurantes y censurados son aparentemente opuestos, pero sus objetivos son los mismos. En el peor de los supuestos, ha sido un
mitin pagado con el dinero de todos los españoles, una utilización de las instituciones de una manera impropia, con la aspiración de sacar un rédito partidista, exactamente lo mismo que hace el sanchismo constantemente, lo mismo que cuando cada
rueda de prensa del Consejo de Ministros se convierte en un mitin contra Feijóo, lo mismo que cuando cada sesión de control al Gobierno se convierte en una sesión de control a Feijóo, lo mismo que cuando cada uno de los ministros convierte sus
intervenciones en declaraciones contra Feijóo. Eso hace



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que haya ya ministras de las que ya no se recuerda cuáles son sus competencias. Así se explica cuál es la situación de la educación y de las administraciones públicas en nuestro país, porque su única competencia es atacar a Feijóo.
(Aplausos).


La actitud de todos los grupos, muy especialmente la del proponente y la de Sánchez, es reveladora. Y, si me lo permiten, creo que unos y otros han venido aquí a tomar el pelo a los españoles. Han tenido más palabras, más críticas y más
reproches para el Partido Popular y el presidente Feijóo que para su adversario político. Y digo que es reveladora porque, cuando en una censura se nombra más al líder de la alternativa que al presidente del Gobierno, cuando en cada mitin se habla
más de Feijóo que de sus partidos, cuando en cada intervención se pretende juzgar lo que hace, lo que no hace, lo que hará o lo que no hará Feijóo, todo ello lo que revela es que ya ven más Alberto Núñez Feijóo como presidente del Gobierno que a
Pedro Sánchez. Y hacen bien, porque está ya muy cerca. (Aplausos).


Señorías, nuestra abstención es congruente. El Partido Popular solo está condicionado por los españoles que han depositado en nosotros su confianza y también por los españoles a los que les espera sumar el proyecto del cambio. Y entendemos
que ese amplio espectro social no puede en ningún momento respaldar sus políticas descabelladas ni tampoco sumarse a una moción extemporánea, a pocos meses de unas elecciones, y, además, hacerlo con un candidato inadecuado y un planteamiento vago.
Suponemos que el presidente del Gobierno entenderá nuestro razonamiento, porque fue el de su propio partido en aquella moción de junio del 2017. Decidió abstenerse en una moción de censura presentada por el entonces líder de Podemos; bueno,
entonces, ahora o tal vez ya no, porque ayer parece que se entronizó a Yolanda Díaz.


Esta no es nuestra moción, este no es nuestro Gobierno. Cualquier actitud que no fuera la abstención estaría vulnerando los principios del Partido Popular y, además, abonaría esa política de bloques que nosotros rechazamos en la teoría y
también en la práctica. No vamos a participar en una iniciativa derrotada de antemano, cuando lo que esperamos en breve son unas elecciones para que se pronuncie la ciudadanía española.


Señor Tamames, yo le doy las gracias por sus aportaciones. Pese a las diferencias, tiene nuestro respeto, tiene mi respeto -y usted lo sabe-, así como mi afecto personal. Gracias también por su tiempo porque, como muy bien dijo ayer, el
tiempo es sagrado. A todos los demás diputados les digo que, sinceramente, creo que nada de esto debería haber ocurrido. Los españoles no merecen un espectáculo como este de parte de quienes somos sus representantes públicos. Lo que hemos visto
estos días produce una mezcla de tristeza, contrariedad y desazón. En primer lugar, porque -señor Tamames, ha sido una decisión suya, efectivamente- su currículum, su trayectoria y su papel en la historia democrática de nuestro país no merece ni
que se le haya pretendido utilizar de este modo, ni que otros le hayan despreciado, gritado y vilipendiado durante el día de ayer.


En segundo lugar, produce lástima el lugar en el que han dejado a esta Cámara. Aquí no se viene a hacer una performance, aquí no se viene a hacer mítines que aburrirían a Fidel Castro, señor Sánchez, y aquí no se viene a dar recados a Pablo
Iglesias, señora Díaz. A este hemiciclo no hemos venido a defendernos a nosotros mismos, sino que venimos a defender a los españoles. (Aplausos). Deberían haberlo entendido a tiempo, pero estamos a tiempo por lo menos de empezar a hacerlo ahora.
En todo caso -y ya termino-, este debería ser el triste epílogo de una etapa política que España está camino de superar. Este espectáculo, que no es propio ni de niños, tiene que acabarse. España necesita que se vuelva a una política seria,
sensata y ejercida por adultos para una sociedad adulta. Lo único positivo es que ese momento está llegando.


Señor Sánchez, usted sabe perfectamente que se merece esta moción de censura, y que serán los españoles los que se la hagan este año con las elecciones. Ahórrenos estos meses agónicos y no prolongue la vida de un Gobierno en descomposición,
a pesar de esta tregua de cuarenta y ocho horas que ustedes se han dado. Por una vez, haga algo noble por su país y convoque. Váyase con dignidad, porque usted sabe perfectamente que su tiempo se ha acabado. Salgamos de la España de Pedro Sánchez
y oigamos a la España real en las urnas.


Muchas gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Gamarra.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor López Álvarez.


El señor LÓPEZ ÁLVAREZ: Buenos días, presidenta, presidente.


Señor Tamames, aunque usted no lo sepa, la historia de su aventura y de su atrevimiento terminó ayer por la mañana cuando la realidad y el Gobierno, con la intervención de su presidente y de la vicepresidenta



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segunda, le pasaron por encima como una apisonadora. (Aplausos.-Rumores). No se pongan nerviosos, no se pongan nerviosos. En ese momento, ya quedó claro lo que usted venía a defender, a la derecha y a la extrema derecha, que eran el
pasado, un pasado al que muy pocos quieren volver, y que el Gobierno progresista era el futuro, por lo que significaba, por lo que defendía, por lo que proponía, por lo que hacía, incluso por su alegría frente al pesimismo de la nada más absoluta
que representan ustedes. Ustedes, la derecha y la extrema derecha, eran la oscuridad, y el Gobierno era la esperanza. (Aplausos).


La verdad es que, siendo esto así, me podría ahorrar esta intervención y limitarme a darle las gracias, señor Tamames. Y le podría dar las gracias porque esta moción de censura ha permitido visualizar y dejar claras unas cuantas cosas, pues
su moción ha resultado ser un perfecto tres en uno, usted ha presentado tres mociones en una. Una es la moción formal, la que se presenta contra el Gobierno, y que ha servido para demostrar la fortaleza y el enorme recorrido de futuro que tiene
este Gobierno. (Aplausos). Ha servido para evidenciar que, frente a la nada que representa la derecha, hay un proyecto progresista que conecta con la mayoría social de nuestro país; un Gobierno que tiene la mejor hoja de servicios en defensa de
la gente, de esa gente que fue abandonada por el Gobierno de la derecha en la anterior crisis financiera; un Gobierno que está transformando España; un Gobierno que con la transición ecológica, con la revolución digital y con la apuesta por
proyectos industriales, por primera vez en la historia en territorios donde nunca hubo industria, va a permitir fijar la población en esos territorios. Eso sí que es hacer una gran apuesta por España, eso sí que es creer, de verdad, en este país.
Es un Gobierno a la altura de lo que necesitan los españoles y las españolas, frente a -como les digo- la nada más absoluta.


Así que, gracias, señor Tamames, por hacer ver a toda España que el Gobierno presidido por Pedro Sánchez, el Gobierno progresista, es el Gobierno de la gente, y que necesitamos que dure mucho tiempo, como sin duda lo hará (aplausos), porque
los ciudadanos y las ciudadanas han visto que detrás de la supuesta alternativa no hay absolutamente nada, por mucho que la señora Gamarra acabe decir que tienen un programa claro. Es tan claro que está en blanco, no conocemos ni una sola medida.
(Aplausos).


La segunda moción de censura ha sido la moción bumerán, la que VOX, con ayuda del señor Tamames, se ha puesto a sí mismo: no sabían ni dónde meterse con su intervención, señor Tamames, y con las intervenciones de todos los demás grupos,
porque le estaban dando por todas partes, en el fondo y en la forma. Y no era de extrañar, porque no había por dónde coger esta moción de censura. Ayer VOX quedó retratado como lo que es, es decir, la extrema derecha, que lo único que propone a la
ciudadanía española es un viaje al pasado; una marcha atrás en derechos y libertades; la negación del cambio climático; la negación de la violencia machista y del proyecto europeo; el populismo que nunca propone soluciones porque siempre busca
culpables para convertirlos en enemigos: los inmigrantes, las personas LGTBI, las mujeres, los progres..., demostrando que sus discursos de odio lo único que hacen es esconder el miedo que tienen ustedes al diferente. (Aplausos). Así que,
gracias, señor Tamames, por esta nueva oportunidad para desenmascarar a los odiadores profesionales, que son los que le han empujado a usted aquí.


Y la tercera moción de censura es la moción real, la que VOX presentaba contra el PP. De hecho, lo siento por usted, señor Tamames, pero el grueso de la intervención del señor Abascal de ayer no fue para usted, fue para el Partido Popular.
Lo suyo fue toda una declaración de amor: olvidemos todo, me arrepiento de lo que te dije, vayamos juntos, te quiero mucho. (Risas). No sé si era el abrazo del oso pero, por si alguien no se había enterado todavía, VOX ha dejado manifiestamente
claro que ustedes, derecha y extrema derecha, están juntos para lo bueno y para lo malo, que son lo mismo, que defienden lo mismo, y que su futuro es el mismo. (Aplausos).


De hecho, esta es la segunda moción de censura que presenta VOX en esta legislatura. Veamos las diferencias. En la primera, el candidato era el señor Abascal. Lógico, es el presidente de quien presentaba la moción. El líder del Partido
Popular era el señor Casado, que, con un contundente discurso frente a la extrema derecha, lideró su grupo votando en contra de la moción y que, evidentemente, fue derrotada. En esta segunda, el candidato es el señor Tamames, pero, como ya hemos
visto, es simplemente el señuelo. Es una especie de trampantojo de quién se esconde detrás, que son nuevamente VOX y el señor Abascal, que nos vienen a demostrar en la práctica eso que tanto les gusta decir de la derechita cobarde, la que se
esconde detrás de alguien al que empujan. Y el líder del Partido Popular ahora es el señor Feijóo, que ni siquiera aparece por aquí, no le parece importante lo que está en juego. Un Feijóo que avala un discurso como el que acaba de hacer su
portavoz, la señora Gamarra, absolutamente faltón con el Gobierno, con la izquierda. (Rumores). Sí, es que no les ha faltado ninguno de los calificativos. (Protestas).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.



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El señor LÓPEZ ÁLVAREZ: Incluso ha llegado a hablar de cómo tapamos la corrupción. (Rumores). ¿Hablamos de la alcaldesa de Marbella, a quien le han aflorado 12 millones de euros en los paraísos fiscales, con la que su presidente se hace
fotos, prometiéndole que va a seguir siendo su candidata? ¿Hablamos del presidente del Consell d'Eivissa, implicado, con el que su presidente come habitualmente? ¿Hablamos de su ministro del Interior, al que el fiscal pide quince años? ¿Hablamos
de cómo irse de vacaciones con un narcotraficante? ¿Hablamos de qué es tapar la corrupción? (Prolongados aplausos.-Rumores). ¡Ya! No les gusta, ¿eh? Pues esa es la realidad, un discurso faltón con el Gobierno y absolutamente contemporizador con
la extrema derecha.


No han aprovechado la oportunidad para decir: no somos lo mismo, no defendemos lo mismo, no proponemos lo mismo, no vamos a ir juntos. ¡Qué va! Y un Feijóo que lleva a su grupo parlamentario a votar no en contra, sino a la abstención.
Supongo que demostrando así que su eterno viaje al centro, en el que llevan décadas, pasa primero por ir al extremo más derecho de la política con los más reaccionarios de este país. Esa es la gran diferencia, la que pone de manifiesto que el señor
Feijóo, desde que llegó con toda su aura de moderado, lo único que ha hecho ha sido llevar al Partido Popular cada vez más hacia la extrema derecha. Y ahí están los hechos: solo ha hecho un pacto -o solo le han dejado hacer un pacto- con VOX, en
Castilla y León, ninguno más. Cada vez que ha tenido una posición propia -el acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial, considerar el aborto como un derecho de las mujeres, no parecerle mal la subida del salario mínimo-, como a los
que les marcan el paso, los que mandan de verdad en el Partido Popular, estas cosas no le gustaban nada, él ha cambiado de posición en cinco minutos y no se le ha movido ni una ceja. Eso es demostrar lo que es un liderazgo solvente. (Aplausos).


Además, hoy, en lugar de votar en contra, se van a abstener en esta moción, aunque, oyendo la intervención de la señora Gamarra, no sé cómo no votan a favor. Y ya nos ha dicho, además, que van a dejar libertad a sus barones para pactar con
VOX, certificando lo que ya sabíamos todos: que su futuro está ligado. Es decir, podrían hacer otra cosa, podrían no esconderse, podrían votar en contra, pero no lo harán, porque el futuro de Feijóo está en manos de VOX, depende de VOX, está
ligado a VOX y ya no engañan a nadie, por mucho que, a pesar de todas estas evidencias, él diga que sigue buscando el centro.


De hecho, hace cuatro días, presentando su remozada fundación, Feijóo reivindicaba el centro y decía: 'Al margen de las confrontaciones sectarias [...]. El centro es saber concentrarse en lo que importa a todos, tratando de conciliar
distintos puntos de vista'. Nada que objetar. Palabras amables que, como él mismo dice, pueden sonar conciliadoras, pero que, desgraciadamente, son palabras vacías, porque los hechos y las palabras van por el camino diametralmente opuesto. Porque
ese mismo día, o alrededor de ese día, la señora Ayuso, una de las que les marcan el paso, decía: 'La izquierda está acabada [...]. Matadlos.'. Y su portavoz del Senado, el señor Maroto, hacía un llamamiento a los ciudadanos y a las ciudadanas
diciéndoles que no hay un socialista bueno, y sus colegas de Navarra ponían carteles en los que nos señalaban con el dedo acusándonos de traidores. (Un señor diputado pronuncia palabras que no se perciben). Sigan vociferando. (Rumores.-Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


El señor LÓPEZ ÁLVAREZ: Ya nos han amenazado muchas veces, ya han colgado carteles así muchas veces, firmados por otros. (Aplausos). ¿Y qué quieren que les diga? Aquí estamos los socialistas, defendiendo lo mismo, lo mismo de siempre.
Pero, claro, si esta es su moderación, si este es su viaje al centro, si esta es su forma de entender la conciliación, la concordia, la convivencia, si esta es su forma de entender la política, ahora me explico todo lo demás. Ahora me explico por
qué no quieren llegar a acuerdos con nosotros, en nada. (Rumores.-Un señor diputado: Lehendakari).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


El señor LÓPEZ ÁLVAREZ: Eso ya lo contesté el otro día, no sean repetitivos. (Protestas.-Risas).


La señora PRESIDENTA: Les pido silencio, por favor.


El señor LÓPEZ ÁLVAREZ: Preséntenme a un solo miembro del Partido Popular que hoy tenga la altura de miras y el sentido de Estado que tuvo el Partido Popular del País Vasco cuando yo fui lehendakari. ¡Uno solo! Y entonces hablaremos. (Una
señora diputada: ¡Muy bien!-Aplausos).


Explicaba por qué no quieren llegar a ningún acuerdo con nosotros: porque para ustedes no somos el adversario político con el que competir y con el que, incluso, si es bueno para España, poder entenderse.



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No, ustedes nos consideran el enemigo a batir y lo certifican claramente sus expresiones. Ahora me explico también por qué su falta de sentido de Estado, por qué solo cumplen de la Constitución lo que les conviene, por qué esa escasa
cultura democrática en demasiadas ocasiones, por qué juegan permanentemente a la antipolítica y a la tierra quemada con insultos, con descalificaciones permanentes, con la bronca que tanto les gusta, como lo están demostrando ahora. Me explico por
qué votan en contra de todo lo que ayuda a la gente, porque les importa un pimiento, porque a ustedes solo les importa el poder. (Protestas). ¿Para qué? Para tener el poder. Simplemente. Porque programa no tienen ninguno. Y para conseguirlo
les da igual cruzar todas las líneas rojas, les da igual. Pero la gran diferencia entre ustedes y nosotros es que, por mucho que discrepemos, por mucho que estemos en las antípodas del pensamiento político, por mucho que no quieran entenderse con
nosotros, ustedes nunca serán nuestros enemigos. (Aplausos). Nunca, porque ya sabemos lo que eso significa, porque ya sabemos adónde podría llevarnos tamaña barbaridad, porque ya sabemos dónde conducen las políticas del enfrentamiento y porque,
desgraciadamente, bastantes enemigos hemos tenido ya a lo largo de nuestra historia como para querer repetirla. Esta es la diferencia entre ustedes y nosotros.


Por cierto, hablando de historia y de historias. Señor Tamames, cómo ha cambiado el cuento, ¿eh? Usted hace 47 años escribió Historia de Elio, una novela protagonizada por un catedrático de Economía, al que acudían las masas para llevarle
en volandas al palacio presidencial y, de paso, desbarataba una conjura de la extrema derecha. Bueno, pues ahora le trae en volandas la extrema derecha para desbaratar al Gobierno progresista, que ocupa legítimamente el palacio presidencial.


Usted ha estado en cuatro mociones de censura: en 1980, en la del Partido Socialista contra el Gobierno de UCD -era diputado del Partido Comunista-; en 1987, en la de Alianza Popular contra el Gobierno socialista -era diputado de Izquierda
Unida-; en 1989, en la del Ayuntamiento de Madrid contra el alcalde socialista Juan Barranco -era concejal del CDS-; y ahora, en 2023, contra un Gobierno progresista, y usted es el candidato de VOX. Cómo ha cambiado el cuento, o no tanto, porque
usted también participó en eso que luego se llamó el Sindicato del Crimen, ese contubernio que tenía como objetivo cargarse al Gobierno de Felipe González costase lo que costase, sin importarles que para ello tuvieran que traspasar todas las líneas
rojas de la decencia, de la ética e incluso de la legalidad, como llegó a reconocer Luis María Anson. Luego algún antecedente de querer cargarse un Gobierno progresista ya tiene usted y, por tanto, tan inocente como quiere parecer, no es. Señor
Tamames, le agradezco que no se haya deslizado por esa pendiente ni ayer ni hoy y también su tono, que haya sido tranquilo y no crispado, algo que en demasiadas ocasiones echamos de menos en esta Cámara. (Rumores). Pero me va a permitir que le
diga que su papel de estos días me resulta difícil de entender, porque usted se ha prestado a una representación en la que quien de verdad está manejando los hilos es VOX, la extrema derecha de nuestro país, con todo lo que representa y con todo lo
que significa. Por eso, señor Tamames, siento decirle que aunque usted no lo quiera -y es posible que no lo quiera- está poniendo su nombre y su trayectoria al servicio de VOX, de la extrema derecha. (Aplausos). Usted está endulzando el veneno,
está suavizando lo insoportable; insoportable incluso para usted, porque el triunfo de VOX significaría volver al tiempo en el que a usted le encarcelaron por defender sus ideas. (Rumores). Y es que VOX, a pesar de usted, señor Tamames, es una
enmienda a la totalidad a estos más de cuarenta años de democracia y una enmienda a la totalidad a la Transición que usted tanto dice defender. (Aplausos).


Yo también, al igual que mi partido, formo parte de los defensores de la Transición, con todo su significado. Y siento decirle que, después de lo que hemos visto, usted ya no la representa. Ya se lo han dicho, en su discurso de ayer no
hizo más que un análisis y una descripción de lo que en su lenguaje considera los problemas de la patria, pero para gobernar, para presentarse aquí solicitando el apoyo para ser presidente hace falta mucho más. No basta con ser breve, alárguese,
use más tiempo, pero diga algo, presente una propuesta, traiga un programa, presente un programa de gobierno alternativo y operativo, no solo un antiprograma construido sobre la crítica a la acción del Gobierno. Es que usted quiere ser presidente,
pues para eso hay que dedicarle más tiempo, más argumentos y no preocuparse tanto por el tiempo que utilizan los demás para defender sus argumentos. (Aplausos).


Así que yo, que tengo el tiempo tasado, no voy a responder a todas las cuestiones que usted planteaba ayer por la mañana, porque tanto el presidente como la vicepresidenta segunda ya lo hicieron con profusión, con datos y con argumentos más
que suficientes como para desmontar las falacias que sustentan la moción, y para demostrar que hay dos modelos diametralmente opuestos: el que representa el Gobierno progresista y el que representan la derecha y la ultraderecha en este país.



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Sin embargo, quiero insistir en algunas cuestiones que me parecen especialmente graves. A usted, al igual que a VOX y al Partido Popular, le parece nefasta la Ley de Memoria Democrática porque dice que falsea la historia y reabre herida.
Usted dice: Dejen la historia a los historiadores, y los suyos le aplauden a rabiar. Pero le aplauden porque de paso dijo que la Guerra Civil empezó en 1934. Y lo dijo con la clara intención de dejar caer que era lógico provocar el alzamiento y,
por tanto, justificar que levantarse en armas contra el Gobierno legítimo de la República tenía razón de ser y estaba justificado (aplausos), e inmediatamente después dijo que en la Guerra Civil no hubo ni buenos ni malos. ¿Y lo próximo que será?
¿Que en la Dictadura tampoco hubo ni buenos ni malos? ¿Que el dictador que encarceló, desterró y asesinó a miles de españoles era bueno? ¿Esa es su memoria democrática? La historia la escribirán los historiadores, pero en ninguna historia, en
ningún relato el dictador Franco puede dejar de ser el dictador que sometió a este pueblo. (Aplausos). En ninguna historia, el dictador merecerá estar en un lugar público para ser honrado. Y este Gobierno lo hizo, sacó al dictador de Cuelgamuros
para hacer justicia y para orgullo de los demócratas de este país. Esa es la historia de verdad. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie). Lo que usted dijo ayer es
impresentable. Si esa es su pedagogía, no me extraña que luego aparezcan alumnos aventajados que lleguen a decir, como la señora Ayuso, que si te llaman fascista estás en el lado bueno de la historia, o como el alcalde de Madrid, que decía:
seremos fascistas, pero sabemos gestionar. Esto es una banalización insoportable, absolutamente intolerable del sufrimiento que recorrió toda Europa en uno de los episodios más negros de nuestra historia. No se puede venir aquí a decir cualquier
cosa. Cuando hablen de abrir heridas, a ver si se enteran de una vez: cada español, cada española que tenga un familiar enterrado en una cuneta, en un descampado (un señor diputado: ¡Paracuellos!) o en una fosa común al lado de lo que fue un
paredón y no pueda honrar como se merece a ese familiar, tiene una herida abierta, y se cuentan por miles; miles de heridas abiertas en este país. (Aplausos). No nos vengan con cuentos, como alguno que he escuchado aquí gritar. (Un señor
diputado: ¡Paracuellos!-Rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


El señor LÓPEZ ÁLVAREZ: A los muertos y a las víctimas del bando nacional la Dictadura les recuperó y les homenajeó desde el minuto uno. No nos vengan con cuentos. (Rumores). Que el Estado, aunque sea tan tarde, tenga la responsabilidad
y la obligación de investigar, localizar, exhumar y entregar esos restos a sus familiares para que los puedan honrar es una política de país, es una política que cierra heridas y es un triunfo de la democracia y de los demócratas, de los de antes y
de los de ahora. (Aplausos).


No tengo mucho más tiempo, pero iba a hablar de más cosas. Por ejemplo, de la política exterior, que tampoco le gusta. Igual le gustaba más la de los Gobiernos anteriores, que no tuvieron voz en Europa, que estaban siempre en el rincón y
que para una vez que uno tuvo voz la utilizó para meternos en una guerra ilegal e ilegítima. (Aplausos). Sin embargo, nosotros estamos muy orgullosos del presidente y de este Gobierno, que no solo tiene voz sino que lidera las políticas en Europa.
Un presidente que propuso la compra centralizada de las mascarillas, y así se hizo en Europa. Un presidente que propuso un nuevo plan Marshall, y de ahí nacieron los fondos europeos. Un presidente que negoció y consiguió la solución ibérica que
hoy quieren copiar en toda Europa. Un presidente que lidera con su Gobierno al país que más va a crecer de toda Europa. Un presidente que nos ha devuelto el orgullo a los españoles porque pintamos en Europa, no como con ustedes. (Risas). Ríanse,
pero estábamos en el rincón más oscuro de Europa. (Aplausos).


Como decía, iba a hablar de muchas cosas, sobre todo de valores, porque defendemos cosas radicalmente distintas, por ejemplo, en la libertad. Ustedes gritan muy a menudo esto de libertad, pero no es la misma que defendemos nosotros, la suya
es la libertad de los más fuertes. Ustedes, como decía Isaiah Berlin, defienden la libertad de los lobos para comerse a las ovejas, y la libertad que defendemos los socialistas es la que permite que cada persona tenga las mismas oportunidades para
poder decidir sobre su propia vida. Y para eso se necesitan satisfacer ciertas necesidades materiales, porque nadie es libre si es esclavo de la necesidad. Por eso, podemos decir con enorme orgullo que este es el Gobierno que más ha trabajado por
proteger a la gente, por garantizar unas condiciones materiales dignas y, por lo tanto, también por la libertad de la ciudadanía española. Porque subir el salario mínimo, hacer una reforma laboral, subir las pensiones, el ingreso mínimo vital,
subir en 3500 millones la atención a la dependencia, los 2550 millones para becas, el transporte de cercanías gratuito, el bono térmico, el bono para el alquiler o el bono para la cultura también sirven para garantizar la libertad de los ciudadanos
y ciudadanas. Todas estas son medidas que también garantizan la igualdad de oportunidades, y de todas ellas han estado en



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contra ustedes y ustedes. (Señala a los escaños de los grupos parlamentarios Popular en el Congreso y VOX, respectivamente). Porque su libertad, señorías de VOX, significa ilegalizar partidos, perseguir ideas, acabar con la diferencia y
con los diferentes, excluir a los más débiles y expulsar a los distintos extendiendo discursos de odio. Es lo que hacen habitualmente. Ya sé que ayer dijo el señor Abascal que no odian a las mujeres en general. Ya, ustedes no odian a las mujeres,
lo que odian es la libertad de las mujeres. ¡Lo que odian es a las mujeres libres y, por eso, han votado en contra de todas y cada una de las medidas que han permitido que las mujeres sean libres para decidir sobre su vida y sobre su cuerpo!
(Prolongados aplausos). ¡Pero si hasta los propios periodistas les han tenido que llamar la atención por su intervención de ayer! Porque tampoco les gusta la libertad de expresión, tampoco les gustan los periodistas que no tienen ustedes a sueldo.
Ustedes prefieren a esos trolls que tienen en las redes y que les ayudan a difundir la basura permanentemente. (Rumores). Podría hablar de muchas cosas, pero el resumen lo hizo ayer el presidente del Gobierno. Su único objetivo, el único objetivo
que comparten derecha y ultraderecha es parar la acción del Gobierno e impedir las políticas que están ayudando a la gente y transformando el país, porque no las soportan.


En el resumen también hay que decir que hoy el PP se va a abstener porque su futuro depende de VOX. Pero, claro, señor Feijóo y señorías del PP, VOX no es cualquier cosa. VOX es la negación de la violencia machista a pesar de que 1192
mujeres asesinadas por ser mujeres se lo estén gritando a la cara. ¡Es violencia machista! Y ustedes, señorías del PP, se van a abstener. VOX es el que busca impedir los avances en materia de igualdad entre hombres y mujeres sencillamente porque
no creen en la igualdad, como demostró su foto de los doce hombres sin piedad con la que presentaron esta moción. Ellos piensan que la mujer tiene que tener solo un papel subordinado y que no son quiénes para decidir sobre su cuerpo y sus vidas. Y
ustedes, señorías del PP, se van a abstener. VOX es la negación del cambio climático porque, según ellos, la evidencia científica es el sometimiento a los dogmas climáticos, a la Agenda 2030 y a los objetivos de desarrollo sostenible que se han
inventado el calentamiento global y los gases de efecto invernadero. Y ustedes se van a abstener. VOX representa el recorte de derechos y de libertades personales y colectivas porque solo les gusta la libertad condicionada por ellos mismos. Y
ustedes se van a abstener. VOX quiere acabar con la España de las autonomías porque su modelo es uno, grande y libre. Y ustedes se van a abstener. VOX es la enmienda a la totalidad a nuestros más de cuarenta años de democracia. Y ustedes se van
a abstener. VOX son los que añoran la etapa más negra de nuestra historia. Y ustedes se van a abstener. VOX es la Europa de Orbán, de Meloni y de Le Pen. ¡Y ustedes se van a abstener! (Aplausos). Señorías del PP, ante cuestiones tan
importantes, ante retrocesos tan terribles, no se puede mirar hacia otro lado. La abstención legitima el modelo de VOX, el modelo de la extrema derecha, el modelo que quiere volver a la España en blanco y negro del nodo. (Rumores). En cuestiones
fundamentales no hay nada peor que aparentar ser neutrales porque, como decía Desmond Tutu, si eres neutral en situaciones de injusticia, has elegido el lado del opresor. ¡Y ustedes lo han hecho! ¡Ustedes han elegido ese lado! (Aplausos).


Pero, claro, ustedes, unos y otros (señala a los escaños de los grupos parlamentarios Popular en el Congreso y VOX, respectivamente), juntos como siempre estuvieron, son la misma derecha de siempre. (Rumores y protestas). Son la misma
derecha de siempre, la que atacó de manera inmisericorde a Felipe González, la que acusó a José Luis Rodríguez Zapatero de traicionar a los muertos, la que ahora brama contra Pedro Sánchez. Ustedes son los del no al divorcio, pero se divorcian
(rumores); los del no al aborto, pero abortan; los del no al matrimonio homosexual, pero se casan; los del no a las ayudas sociales, pero se aprovechan de todas ellas. (Rumores). ¡Ustedes son la derecha que les niega todo a los de abajo, pero
aplauden el festín de los arriba! (Prolongados aplausos).


La señora PRESIDENTA: Señor López, tiene usted que terminar, por favor.


El señor LÓPEZ ÁLVAREZ: Simplemente quiero decirles que, frente a ustedes, aquí está la izquierda orgullosa de serlo y orgullosa de este Gobierno. (Aplausos). ¡Orgullosa del Gobierno de la gente, del Gobierno que ayuda a los ciudadanos y
a las ciudadanas, del Gobierno que no abandona a nadie en este país! ¡Orgullosa de ser lo que somos! (Prolongados aplausos de las señoras y señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie.-Aplausos de los miembros del Gobierno,
con la mayoría puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor López. (Rumores).


Silencio, por favor.


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno.



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El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Tamames Gómez): Señora presidenta, señoras y señores diputados, entramos en la fase final de esta moción de censura en una sesión en la que yo pensaba que íbamos a tener más puntos de
coincidencia que de controversia elevada a situación mitinera, porque esto no es una sesión parlamentaria, es su mitin preparatorio de las elecciones del 28 de mayo. (Aplausos). Lo que acabamos de ver es realmente una exacerbación de las
capacidades de poder criticar, pero dirigiéndose a lo peor de cada cosa, atacando principios fundamentales de la convivencia y, además, creando una situación de amigoenemigo para acabar con las dos Españas otra vez, no las de Goya -simplemente
peores-, sino incluso las de 1936. (Aplausos). Buscan ustedes la separación, la división, y eso no es correcto. Eso no es correcto.


Un Parlamento está para hablar de cosas importantes. Se me critica que no tengo un programa, pero ¿qué me han dicho ustedes, por ejemplo, del tema de Marruecos? No se concedieron ni siquiera las aduanas de Ceuta y Melilla. No sabemos por
qué el rey de Marruecos se marchó un día antes para no recibir a los españoles. No se nos ha dicho nada. Una llamada telefónica se puede hacer desde Madrid, donde hay comunicación igual que desde Rabat. Además, no tenemos resuelto el misterio que
hizo cambiar al presidente del Gobierno de su idea del referéndum auspiciado por Naciones Unidas en el Sáhara por una entrega como se hizo en 1975, como si aquello fuera un cortijo, en este caso, del Partido Socialista. Creo que eso no es correcto,
y bien que siento tener que manifestarme así. (Varias señoras y señores diputados: ¡Oooh!-Rumores).


La señora PRESIDENTA: Silencio, por favor.


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Tamames Gómez): No era mi intención, pero se ha creado una situación que ha convertido esto en un mitin de lo más espurio.


Se dice que no tengo programa de gobierno y que no tengo una presentación del tema. Hablaba de Europa, una cosa tan sencilla. Decía el presidente: ¿Por qué no se ocupa usted más de Europa? En relación con el tema europeo, precisamente
estando en la cárcel de Carabanchel llevaron a unos jóvenes que estaban estudiando el pool verde, la agroquímica, la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, y les acusaban de tener textos completamente contrarios al régimen. Y yo le dije al juez:
Si esto es normal, esto es la integración europea, lo que pasa es que ustedes no se han enterado. Me parece que ustedes tampoco se han enterado. (Rumores.-Aplausos). Insisto, yo no querría hablar en estos términos, porque un cabeza de moción de
censura no tiene por qué entrar en las luchas intestinas de un parlamento que, por lo demás, son normales. ¿Que se pueden elevar de tono? Indudablemente, pero lo cierto es que yo no me esperaba un mitin como este en la patria de la soberanía
nacional. No me lo esperaba. (Aplausos). Con el orador anterior se ha producido una situación preocupante, casi patológica. Yo estaba pensando que, si llevara la Cafinitrina que se llevaba antes, se la habría ofrecido para evitarle un infarto,
porque estaba camino del infarto. (Rumores). Me parece que por razones de sanidad, señora presidenta, usted debería advertir a algún diputado que debe hablar de otra manera. (Rumores). No es manera de recibir a nadie, y menos a un candidato.
(Aplausos y rumores). ¿Qué quiere que le diga de Europa? Lo que me preocupa en estos momentos de Europa y de este Congreso de los Diputados es que por aquí no ha pasado la concesión de la exportación de armas a Ucrania. ¿Quién la ha aceptado por
aquí? ¿Quién ha tenido que votar un tratado, un convenio o un contrato de entrega de armas, incluyendo los Leopard, etcétera? Nadie. No ha venido a este Congreso, es un problema secundario. Sinceramente, ¿ustedes piensan que eso es correcto?
(Rumores).


Lo mismo podríamos decir en el caso de Iberoamérica, aunque no me ha preguntado. Pasado mañana supongo que el presidente estará en Santo Domingo. ¿Qué se ha hecho de la Conferencia Iberoamericana? Un desastre, un desastre porque los
sucesivos gobiernos -y aquí incluyo también a los anteriores- no han sabido desarrollar una política iberoamericana de comunidad. Estamos en una reunión cada vez menos atendida, cada vez menos frecuentada. Lamentablemente, el propósito de crear
una comunidad iberoamericana de naciones de 1992 es hoy prácticamente un fin de serie.


También podría decir que ahora ustedes utilizan a las mujeres como si fueran una moneda de cambio. Ustedes son los más protectores, los mejores, los más listos, los más buenos... ¡Pero, hombre de Dios! Para mujeres tenemos ahí una (señala
la estatua de Isabel la Católica situada a la derecha de la Presidencia), que es Isabel la Católica y que ya en el siglo XVI tenía más poder que el propio rey. (Aplausos). Esto también demuestra un desconocimiento de la historia. Además, tenemos
hoy más violaciones que antes de toda esta oleada feminista que ha habido. (Risas y rumores.-El señor



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presidente del Gobierno, Sánchez Pérez-Castejón, hace signos negativos). Lo sabe usted, señor presidente, no mueva la cabeza negativamente. (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Señorías, les pido, por favor, que guarden silencio.


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Tamames Gómez): Tenemos una situación preocupante y, además, tienen todos el síndrome de la Moncloa; no solamente el presidente del Gobierno, sino que me parece que se ha contagiado como un
virus al resto del Gobierno. Tienen ustedes el síndrome de la Moncloa porque piensan que lo están haciendo muy bien. Dense un paseo; por cierto, el presidente se da un paseo de vez en cuando y digamos que no es precisamente acogido con
satisfacción y entusiasmo. (Risas). Tiene que poner al rey primero y hacerle esperar para que el tumulto no se convierta en un desastre para su prestigio. (Rumores). Tienen un síndrome de la Moncloa muy serio. Ustedes piensan que lo están
haciendo muy bien y no es el caso; por lo menos podrían tener unos medidores, unos sondeos para ver la situación, para ver qué está ocurriendo.


La verdad es que yo venía hoy con la idea de encontrar algunos puntos de consenso, de resucitar algo del consenso anterior buscando soluciones a los verdaderos problemas. He repasado las intervenciones de ayer, como la de la señora Oramas
de Coalición Canaria. He examinado la intervención de la CUP, y me ha parecido que tiene puntos de interés (risas), como todas, pero especialmente en relación con las cuestiones de Cataluña. (Rumores).


La señora PRESIDENTA: Señorías, les pido, por favor, respeto y silencio.


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Tamames Gómez): He examinado también la intervención de la señora Aizpurua de Bildu y, naturalmente, no puedo coincidir con ella por razones obvias de separatismo. No puedo coincidir
tampoco con el representante del PNV, que está aquí a mi lado. No puedo coincidir con él. Los vascos piensan que están todavía oprimidos. Pero ¿qué cosa es esa? Si tienen un estatuto prácticamente con la transferencia de las últimas cuestiones
penitenciarias, tienen una concertación fiscal y se benefician de un cupo mínimo por el convenio que tienen con el resto de España. ¿De qué se quejan? ¿De que no tienen quizás posibilidades de política exterior? Ustedes quieren el fondo único de
la Seguridad Social. El día en que se transfiera el fondo único de la Seguridad Social estaremos vencidos totalmente en cuanto a los poderes del verdadero Estado, porque uno de ellos es precisamente la previsión social.


He tenido también que estudiar los planteamientos de Foro Asturias o de Tomás Guitarte de Teruel Existe que, con todas sus inconveniencias, es una postura defendible, porque hoy Teruel tiene posibilidades que no tenía anteriormente. Hay que
felicitarles por haberse unido para ese propósito de la España vaciada.


José María Mazón del Partido Regionalista de Cantabria también ha hecho aportaciones interesantes. También en el caso del BNG. Yo tuve relación con el fundador del BNG, catedrático de Estructura Económica de España en tiempos.
Coincidíamos en muchas cosas, pero hoy el separatismo en Galicia no tiene sentido.


Al señor Baldoví de Compromís le escuché con mucha atención. También le gusta hablar alto (risas), y no por hablar alto se tiene más razón, porque a veces se llega al grito. El grito estaba bien para la independencia de Cuba, el Grito de
Yara y tantos gritos de independencia, pero esta no es una casa para dar gritos. Esta es una casa para hablar, es un parlamento. (Aplausos).


Ustedes dirán: ¿Y cómo este señor que viene de candidato de una moción de censura se permite hablarnos así? En parte, por confianza, porque he estado en estos escaños también siete años y, además, en un momento en que teníamos que probar
que la democracia española funcionaba. Y los Pactos de la Moncloa que hicimos inmediatamente sirvieron para demostrar que la democracia, cuando quiere funcionar, funciona mucho mejor que en las situaciones patentadas y a veces admiradas de las
grandes obras públicas de las dictaduras. ¿No pueden aceptar una reconvención y una crítica de un viejo compañero de Parlamento? Naturalmente que sí. Si he tenido que salirme un poco de la norma que me había planteado es porque me he encontrado
con una situación en la que el deseo de erradicar o de suprimir al candidato era mucho mayor que la lucha dialéctica y que el estuche de cortesía que debemos tener en una convivencia pública. (Aplausos).


Tengo también que decir que la intervención de Carlos García Adanero, con sus nuevas posiciones sobre Navarra, ha sido interesante y conflictiva, ya lo sé. (Rumores). En el caso de las de Ferran Bel



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del PDeCAT, el nuevo partido político catalán, pueden ser controvertibles y yo no participo de ellas, evidentemente.


En cuanto a Íñigo Errejón, tuve una cierta amistad con su padre hace tiempo. Le escuché con mucha atención y pensaba que el señor Errejón había entrado en una fase de mayor racionalidad. (Risas y rumores). Tiempo tiene porque es muy
joven, indudablemente.


También podría decir que Míriam Nogueras no me convenció con los temas de Junts per Catalunya. No está en la línea del futuro. Cataluña, como decía Pau Gasol, es un pedazo de España; esa es la mejor definición. (Aplausos). Y,
naturalmente, tiene un futuro, pero tiene un futuro que no es el de Waterloo. Waterloo fue una derrota para Napoleón y va a ser una derrota para quien habita ese palacio bruselense periurbano. Va a ser una derrota.


También hemos estudiado con atención -y perdonen porque decir 'estudiado' es un poco catedraticio, majestuoso o como se quiera decir- la exposición que hizo Inés Arrimadas. Inés hizo una exposición interesante. Yo conocí personalmente -fue
uno de mis invitados en casa para hablar de cuestiones políticas- a Albert Rivera. Creo que el de Ciudadanos fue un intento importante que se malogró. Vamos a ver si realmente se mantiene o no se mantiene en las elecciones. Lo vamos a seguir con
mucho interés.


Gabriel Rufián más que nada me hizo la crítica de los diputados de VOX. Yo no puedo intervenir para explicar los problemas que puedan tener los diputados de VOX. Cuando se busca en la vida de todas las personas se encuentran cosas que no
se suponían. Muchas veces esas cosas se pueden remediar. Es un proceso de selección y de mejora a lo largo de la vida que no se puede negar a nadie y que hay que ayudar a resolver.


Esta mañana ya tuvimos a Cuca Gamarra. Yo le agradezco sus palabras personales de afecto. Encuentro que no apoyar esta moción de censura es un error, porque implicaría poner en marcha el apoyo al propósito de elecciones generales
inmediatas para resolver problemas urgentes que no tienen otra solución.


Y en cuanto a Patxi López, quiero saludarle. Hace tiempo que vivimos en el mismo planeta y en el mismo país y tenemos concomitancias parlamentarias, pero, verdaderamente, don Patxi, yo veo que se excita usted demasiado. (Risas). Desde mis
años, muchos más que los de usted, le recomiendo mayor tranquilidad. Está usted hablando con su amigo o camarada o socio o adversario Ramón Tamames, pero no me ponga usted en el brete de tener que invitarle a una cápsula de Cafinitrina para evitar,
como dije antes, el infarto.


En definitiva, señora presidenta, he dado un repaso a todos los intervinientes de ayer y hoy, y creo que es un repaso que llega a la conclusión de que esta moción de censura puede haber sido cualquier cosa menos ociosa. No hemos perdido el
tiempo. Ha sido un repaso de la política nacional en muchos aspectos, aunque hayan quedado vacíos tan importantes como les he señalado antes. Es además un impulso al interés político. Ustedes pensarán que no se acuerda uno de lo bueno y de lo
malo del pasado. La moción de censura de Felipe González contra Suárez fue impresionante. Fue la primera vez que la gente sintió que la política estaba en todas partes y el debate que hubo fue señalado y además virtuosamente educativo, porque en
muchos colegios se hicieron sesiones especiales sobre la moción. La gente decía: ¿Has estado en la moción? ¿Qué pasó en la moción al final? Fue impresionante. Esto es bueno y veo que la reacción mediática y de las redes sociales en este caso no
es menor que en aquella ocasión. Hay una viveza y un interés por la política que debemos estimular, no con discursos inacabables, leyendo folios y folios llegados por el correo electrónico, sino sencillamente discutiendo sobre los verdaderos temas.


Yo, sinceramente, creo que el franquismo debería ser el último reducto de los políticos de hoy. Es historia. Lo lamentable es que se pregunte en la calle a un niño de doce años: ¿Qué me dices de Franco? Y él diga: No viene en mi libro o
no he llegado. Esto es frecuente. Hay una ignorancia de la historia de España y, a veces, esa ignorancia está basada en preferencias del Boletín Oficial del Estado. No se puede hacer historia desde el Boletín Oficial del Estado, hay que hacerla
desde la verdadera historia. (Aplausos). Mis últimas conversaciones con Hugh Thomas, el autor de La guerra civil española o de La conquista de México, por ejemplo, fueron en Panamá con ocasión de la celebración de Núñez de Balboa en 2013. En
aquella ocasión estuvimos hablando de muchas cosas, entre ellas, que los hispanistas de Inglaterra, que son afortunadamente grandes, múltiples y sobre todo muy valiosos, iban a plantear un congreso para la devolución de Gibraltar. Es una colonia
que los hispanistas no podemos tolerar, me dijo el propio Hugh Thomas y, por eso, lo planteé en esta moción. Tenemos, por lo tanto, una situación en la que hemos de defender nuestras posiciones.



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¿Franquistas o antifranquistas? Yo diría que el medidor está en el 99 %. A moro muerto, gran lanzada, porque, como decía Felipe González, tanto antifranquismo actualmente, tanto antifranquismo, pero ¿qué hacían en la época de Franco?
Vegetar, vivir lo mejor posible con las leyes del movimiento. (Aplausos). Ahora ser antifranquista no tiene ningún mérito; es a moro muerto, gran lanzada. Se puede decir que estamos en una situación de volver a las rutinas del año 1936.


Fascistas. ¿Por qué tanta mención de la palabra fascista? Pueden llamarnos neoconservadores, pueden llamarnos elitistas. (Protestas). ¿Pero qué es eso? ¿Qué es el régimen fascista? ¿Polonia? ¿Hungría? Vamos a ver en qué termina todo
eso. ¿La propia España? Lo que se ha hecho con el Código Penal no es precisamente de adoradores de la democracia y de la seguridad jurídica. (Aplausos).


Iría terminando, señora presidenta, porque ya sabe usted que me gusta ser breve y voy a intentar serlo. Pero no querría despedirme en este momento -quedando pendiente de nuevas intervenciones- de la idea de que tenemos unas Cortes
democráticas que son el resultado de nosotros mismos. Eso nos remonta al año 1977, a aquella sesión del año 1977 que abrió el rey de España Juan Carlos I estando presentes Adolfo Suárez, el propio Felipe González, Santiago Carrillo y otros miembros
de lo que fue el ulterior consenso para los Pactos de la Moncloa y la Constitución. Aquel fue un momento extraordinario. Naturalmente, abrió estas Cortes también el descendiente de Juan Carlos, Felipe VI, y nos congratulamos de ello y de la
continuidad de una monarquía parlamentaria que está funcionando. España es un país muy difícil de gobernar, no porque tenga cuatrocientos cincuenta quesos, como decía de Gaulle de Francia, sino porque tiene diecisiete autonomías más dos ciudades
-digamos- federadas. Es un país difícil de gobernar, es verdad, y hay que preguntarse: ¿sin monarquía parlamentaria sería factible mantener una España democrática? Yo creo que la respuesta es la duda.


No me voy a prolongar mucho más, como he dicho, pero sí quiero decir que este debate sobre los artículos 113 y 114 de la Constitución y sobre lo que es precisamente la moción de censura, no ha sido ocioso. Agradezco a VOX que me haya
propuesto como candidato, porque la verdad es que para mí esta sesión será imborrable en lo poco que ya tenga de actividad en esta vida y será una ocasión única.


Quiero decirles a todos los diputados que, a pesar de los dimes y diretes que he mencionado antes, les agradezco mucho la ocasión de haber estado juntos durante dos días hablando de cuestiones importantes mezcladas, naturalmente, con la
lucha política que se está celebrando en estos momentos en España.


Muchas gracias a Iván Espinosa de los Monteros por su defensa de ayer y a Santiago por su planteamiento inicial. Muchas gracias a todos ustedes por haber soportado también las palabras de este candidato. Muchas gracias a todo el personal
de la Cámara y a las taquígrafas y a los taquígrafos.


Muchos saludos a todos. Gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor candidato.


Abrimos ahora un turno de réplica para aquellos grupos parlamentarios que deseen utilizarlo. Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra, en primer lugar, el señor Guitarte Gimeno. (Rumores). ¡Señorías, les pido silencio por favor!


El señor GUITARTE GIMENO: Gracias, señora presidenta.


Buenos días, señorías. Señor Tamames, le agradezco las palabras que acaba de pronunciar sobre las reivindicaciones de la España vaciada. Las políticas de Estado deben abordar la cuestión de los territorios de sacrificio que conlleva el
modelo que seguimos, un modelo desarrollista, para corregir el problema de la despoblación de los territorios y la carencia de servicios en la España vaciada que, como bien se ha visto, son los primeros que se olvidan, como ha sucedido en las
exposiciones que se han hecho estos días.


Teruel Existe y la España vaciada defendemos el derecho de muchas personas que reivindican habitar un territorio. Tenemos el derecho a vivir en nuestros pueblos y nuestras comarcas y la obligación de no dejarlas morir. Habrá que adaptar,
entonces, el modelo de servicios del Estado al medio rural. Tendremos que buscar la fórmula, la manera y la estrategia de una auténtica vertebración del país y acabar con las brechas existentes y para eso trabajamos nosotros. Ustedes, aunque
pretenden apropiarse del mundo rural porque creen que les puede dar votos, ni lo entienden ni han hecho aportaciones a lo largo de la legislatura en este sentido.


No nos creemos esta moción de censura. Se puede criticar, y nosotros lo hemos hecho más de una vez, a este Gobierno y se puede estar en rotundo desacuerdo con él, nosotros lo hemos hecho muchas veces, pero apoyar esta moción de censura no
es la forma más apropiada de demostrarlo. (Rumores).



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La señora PRESIDENTA: ¡Silencio, por favor!


El señor GUITARTE GIMENO: En unos meses los ciudadanos volverán a hablar en las urnas y ellos serán los que con sus votos darán o quitarán razones.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Guitarte.


Tiene la palabra el señor Mazón Ramos.


El señor MAZÓN RAMOS: Muchas gracias, señora presidenta.


Buenos días. Muchas gracias, señor Tamames, por sus palabras. En esta última intervención quiero insistir en dos conceptos que cité ayer y que se pueden resumir en uno solo, que es que deberíamos preocuparnos de lo que de verdad preocupa a
la gente. El primero es eliminar la crispación, volver a la concordia y a la mesura y suprimir la bronca política; todo eso les sobra a los ciudadanos. El segundo son los problemas reales de la gente como la factura de la luz, el precio de la
cesta de la compra, la falta de viviendas asequibles, la falta de trabajo y, en nuestro caso particular, en Cantabria, la falta de infraestructuras, la situación de la industria, de los ganaderos y del sector primario, los trenes de cercanía, los
servicios básicos sanitarios en el campo y en las ciudades y el declive de la ciudad de Santander.


Para defender todo esto está el Partido Regionalista de Cantabria y esta es la apuesta más segura allí.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Mazón.


Tiene la palabra el señor Sayas López.


El señor SAYAS LÓPEZ: Gracias, presidenta.


Reconozco que ayer seguí con una tremenda indignación las palabras del señor Sánchez, pero es que las del señor López hoy han subido completamente el diapasón. Hace falta tener poca vergüenza para venir a esta Cámara a dar lecciones sobre
ética política, sobre pactos democráticos y sobre blanqueamiento (aplausos), y que lo hagan un Gobierno y un partido que ha llegado al Gobierno con una mentira colectiva y con un engaño masivo y que se ha mantenido en él abrazado a golpistas y a
batasunos. Hoy el señor López ha dicho nada menos que pactar con depende quién les legitima, aparenta neutralidad y significa elegir al opresor. Oiga, ¡que están pactando ustedes con Bildu! ¡Que Bildu tiene entre su dirección a etarras condenados
que van a las puertas de la cárcel a aplaudir a etarras que salen por querer pegarnos un tiro en la nuca al señor López, a mí y a otra mucha gente solo por el hecho de ser españoles! ¿De verdad que esto no les parece una infamia? Si no tienen
memoria para recordar lo que les contaron a los españoles, al menos, cuando suban a esta tribuna, tengan la vergüenza de no atreverse a decir algunas cosas. Porque lo que les dijeron a los españoles era que pactar con Podemos les quitaba el sueño,
y hoy todos los españoles les ven dormir a pierna suelta; lo que les dijeron a los españoles era que iban a poner a los golpistas delante de la justicia y no que les iban a abrir la puerta de la cárcel para que salieran rápido, y lo que les dijeron
a los españoles es que con Bildu no y hoy están en la dirección del Estado.


Claro que hay muchos motivos para esta moción de censura, lo que no hay es votos, y por eso ustedes sonríen, pero su sonrisa se helará porque donde sí hay votos es en la calle. Ahí es donde muchos españoles llenarán las urnas de la
indignación contra sus mentiras, pero también de la ilusión de un proyecto mejor para España. Cuando los españoles tengan la oportunidad de ir a las urnas, su proyecto habrá llegado al final. (Aplausos.-Una señora diputada: ¡Muy bien!).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Sayas.


Por el mismo grupo parlamentario, tiene la palabra la señora Oramas González-Moro.


La señora ORAMAS GONZÁLEZ-MORO: Gracias, señora presidenta.


Señor Tamames, mis respetos, como ayer. Usted venía de protagonista de una moción de censura, pero se habrá dado cuenta de que el señor Abascal, el señor Sánchez y la señora Díaz le han dejado de actor secundario. Lo que me pareció más
interesante de lo que usted dijo en su réplica de ayer fue cuando habló de Fidel Castro y el Aló presidente de cuatro horas del presidente Sánchez y la señora Díaz, pero también el señor Abascal, y hoy lo ha sido el llamamiento al diálogo y a que no
seamos enemigos políticos, sino contrincantes políticos.



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Lo que quiero decir es que nosotros no vamos a apoyar una moción de censura impulsada por un partido que tiene las ideas totalmente contrarias a las de usted, que no cree en el Estado de las autonomías y que cree que para que los ciudadanos
que viven y trabajan en este país tengan derechos hay que preguntarles en qué país nacieron, en qué dios creen y a quién aman. Eso, en el siglo XXI, en la España y en el país que yo quiero para mis hijos y nietos, no puede ser. Todos tenemos
derecho a amar a quien queramos y a nacer donde Dios nos ponga. Porque cuando uno emigra es muy duro lo que deja detrás y este país, que ha sido emigrante y de acogida, tiene que ser otro. La ciudadanía y los derechos de las mujeres, de los niños
y de todos son universales. Además, el Estado de las autonomías es de las cosas más maravillosas que se construyó en este país. Antes un funcionario siniestro en un ministerio era el que decidía dónde se abría un colegio y los políticos canarios
traían desde Canarias una caja de puros al funcionario -no al político- para conseguir un centro de salud o un colegio.


Con todos mis respetos al profesor de Económicas, que estudié con diecisiete años, y al compañero de Económicas de mi padre -que ya murió, pero que fue su compañero- en la Complutense, le diré que le han utilizado. Esto no era un candidato,
sino el proyecto de un partido político que, desde luego, no es el que necesita este país.


Muchas gracias, señor Tamames. Gracias, señora presidenta.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Oramas.


Finalmente, por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el señor Botran Pahissa.


El señor BOTRAN PAHISSA: Gracias.


Creo que todos tenemos ganas de que esto termine, especialmente el señor Abascal, quien, según he podido observar, durante el discurso del candidato no sabía muy bien dónde meterse y no paraba de moverse porque le quemaba la silla. En su
exposición ha confirmado lo que hemos visto en días anteriores, que no coincide en todos los puntos con el partido que le propone, con VOX, pero coincide, eso sí, en lo que llama esencial, que es la unidad de España, la monarquía, no pactar con
separatistas, la lengua castellana -especialmente su situación en Cataluña- y Gibraltar español. Ese es el programa que le une con VOX. Eso sí, luego los nacionalistas somos los otros.


Señor Tamames, usted viene del antifranquismo, pero culmina su trayectoria dándole la vuelta a la frase de CalvoSotelo -y ya se lo dijeron ayer- de antes facha que rota. Por este españolismo, y por algo de vanidad también, ha aceptado la
propuesta del partido VOX, pagando un precio bastante vergonzante, que incluye expresiones revisionistas sobre el golpe de Estado de 1936 que avergonzarían a sus antiguos camaradas que sufrieron y lucharon en la guerra contra Franco, entre los
cuales -quiero decirlo- estuvo mi abuelo, que fue militante del Partido Comunista y que defendió Madrid contra un golpe de Estado en 1936 que nada tenía que ver con 1934. En su viaje hacia el españolismo más explícito se ha derechizado, como
pudimos comprobar ayer en su referencia a las pequeñas y medianas empresas, unas ideas que no estaban en su libro archirreeditado o en sus referencias a los trabajadores migrantes. Es una lección interesante. Si la defensa de los intereses de los
poderosos confluye con la unidad de España, la defensa de los intereses populares confluye con la soberanía de los pueblos. Como dijo Castelao, para que un día sea roja antes tendrá que estar rota.


Termino señor Tamames. Usted tiene una versión edulcorada de la Transición como un pacto entre distintos cuando en realidad fue un antifranquismo que tuvo que hacer renuncias y unos franquistas que no renunciaron a nada, que no fueron
juzgados y que tampoco lo serán con la última Ley de Memoria Democrática. Nosotros mantenemos viva la memoria de un punto de ese programa antifascista y antifranquista de la Asamblea de Cataluña: reivindicación de la autonomía como primer paso
hacia la autodeterminación y el acceso del pueblo al poder político y económico.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Botran.


Por el Grupo Parlamentario Vasco EAJ-PNV, tiene la palabra el señor Esteban Bravo.


El señor ESTEBAN BRAVO: No iba a intervenir porque, entre otras cosas, el hemiciclo está medio vacío ya, pero me veo obligado a puntualizar algunas cosas.


El señor Tamames ha hablado de que le escandalizaba cómo aquí se podía romper el principio fundamental de la convivencia y crear una dicotomía entre amigos y enemigos, pero eso es no ver la viga en el ojo propio porque usted mismo en su
discurso ha creado esa línea entre amigos y enemigos. Los



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nacionalistas vascos, catalanes y gallegos son el enemigo, hay que aportarles, siempre son concesiones y están por encima de la ley. Y fíjese no se trata de estar por encima de la ley, sino de todo lo contrario, lo que pedimos -no solo
nosotros- es que se cumpla, porque, si hacemos caso al Tribunal Constitucional, usted conocerá perfectamente que está vinculado el principio de lealtad con el cumplimiento de la ley, con el cumplimiento de los estatutos. A nosotros se nos exige
lealtad, pero el Estado, las instituciones, ustedes, y lo que usted propugna también, siguen exigiendo que no se cumpla ni siquiera lo que está en la ley. Usted mismo ha hablado ahora del régimen económico de la Seguridad Social. ¡Eso está en el
estatuto en la disposición transitoria quinta! ¡Eso está aprobado por estas Cortes! ¡Está votado además por el pueblo! ¡Eso es ley! ¡Es el principio de lealtad! Lo dice el Tribunal Constitucional. ¿A nosotros qué lealtad se nos exige cuando el
Estado no la cumple? Quien ha creado amigos y enemigos es usted en su discurso.


Por último, usted ha preguntado por qué tanto hablar de dictaduras, etcétera. Creo que no se está dando cuenta de cuál es la realidad a nivel internacional. Por cierto, aquí de Ucrania se ha hablado mucho -incluso ha habido una votación
sobre los tanques a través de mociones del Partido Popular y ha salido adelante- y se ha discutido mucho, pero, claro, que usted no se dé cuenta de la trascendencia también en cuanto al conflicto entre dictadura y democracia, de lo que supone la
guerra de Ucrania y del papel de Europa, me parece muy preocupante. Claro que hay que hablar de democracia y claro que hay que hablar de dictadura.


Nada más y muchas gracias. (El señor candidato a la Presidencia del Gobierno, Tamames Gómez, pide la palabra).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Esteban.


Señor candidato, tiene usted la palabra.


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Tamames Gómez): No hago esta excepción por ninguna razón jurídica ni jurisdiccional, etcétera, la hago, simplemente, para contestar a mi vecino en el escaño -el representante del PNV- y para
decirle que siempre que veo la tele le he escuchado con interés y que el tema vasco siempre me interesó mucho. Pío Baroja es uno de mis maestros. Ya sé que no es el preferido del PNV, pero es un gran escritor. Le conocí personalmente, le
frecuenté, etcétera.


En el año 1976, la segunda vez que estuve en Carabanchel, teníamos varias comunas, reunión de provisiones de los presos, y una de ellas era la de ETA y otra la de la Platajunta, en la que estaba yo. Los señores de la parte de ETA me
llamaron un día, estuvimos hablando y me preguntaron: ¿Podrías dar una conferencia sobre la economía española? Dije que sí, la di y al final de la conferencia me preguntaron: ¿Y sobre las instituciones de la independencia del País Vasco? Y dije
yo: No soy partidario, que os las expliquen otras personas. Y no las expliqué, naturalmente. Les dije: Estáis en el mejor de los mundos posibles, vais a recuperar plenamente los principios forales, las cláusulas mejoradas en un estatuto y tenéis
un futuro brillante; lo mejor que podríais hacer es poneros a trabajar. La cosa no fue así ni mucho menos, todo el mundo lo sabe, y es una desgracia que no fuera así. Sigo manteniendo la misma tesis: ¿por qué el nacionalismo separatista todavía?
Y digo separatista porque lo que quieren algunos es separarse, aunque afortunadamente creo que solo el 38 % de los vascos quieren la independencia, ya que casi el 70 % no están por ella, afortunadamente. Han entrado otra vez en la vía autonomista.
Como representante del PNV, le recomendaría que siguiera esa línea de la autonomía. (Risas). Es una observación, precisamente, de un economista y además que tiene interés en la lengua vasca -yo les pedí a los de ETA que hablaran de la lengua vasca
y luego perdí el contacto con ellos, naturalmente-, pero creo que en esta sesión no es malo decir que si el País Vasco entra definitivamente en la vía del autonomismo será un triunfo de España entera.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor candidato.


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Arrimadas García.


La señora ARRIMADAS GARCÍA: Gracias, señora presidenta.


En estas semanas, muchos padres están echando la inscripción para el colegio de sus hijos y están un poco nerviosos por ver si sus hijos entrarán en el colegio que quieren, aunque es verdad que, como los datos de natalidad son nefastos desde
hace ya unos cuantos años, parece que este año va a haber más posibilidades. En estas semanas, los que hacen los deberes pronto empiezan a preparar la declaración



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de la renta con la esperanza de ver si se les devuelve algo; los autónomos están ya preparando la liquidación de impuestos de abril; muchas familias empiezan a pagar la subida de las hipotecas; muchas familias están sufriendo porque sus
hijos empiezan a salir por la noche y tienen miedo de que les pase algo; otras tienen a sus hijos en la universidad y realmente no saben si cuando acaben van a tener trabajo, van a tener que pagarles dos o tres másteres o, directamente, se van a
tener que ir a trabajar al extranjero; muchas familias están preocupadas porque sus padres tienen problemas de salud y no tienen la prueba diagnóstica hasta dentro de tres meses, y muchas familias con hijos en la guardería -tienen que buscarse la
vida para compaginar el horario de su trabajo, pues salen de trabajar a las seis y media o siete, con el horario de la guardería, que acaba normalmente a las tres o tres y media- acaban tirando de los abuelos, que es la real conciliación en este
país.


Esta es la realidad de familias absolutamente olvidadas por la política, familias que no reciben ningún tipo de ayudas y que, cuando escuchan en la televisión hablar de ingresos mínimos vitales, de bonos sociales o de becas comedor, saben
que a ellos no les va a tocar absolutamente nada que no sea pagar, pagar y pagar. Me pregunto si esos españoles -algunos, si acaso, estarán siguiendo la sesión de estos días- se podrán sentir representados, se podrán sentir más esperanzados de que
sus problemas se puedan solucionar o se han sentido protagonistas de esta moción de censura. Lo digo porque hay un riesgo enorme de que triunfe la antipolítica en nuestro país. Si cada vez alejamos más la realidad de lo que pasa en los parlamentos
y la realidad de lo que hacen los gobiernos de la realidad de las familias, corremos un riesgo enorme de que en este país triunfe la antipolítica. Por desgracia, los protagonistas de esta moción de censura no han sido esos padres y madres
españoles, esas familias de nuestro país, sino el señor Tamames por motivos obvios. Comparto completamente la reflexión que usted ha hecho, señor Tamames, de que esta es una casa muy seria, que el Parlamento es algo muy serio, que lo que pasa en el
Parlamento es importante y que las mociones de censura tienen que ser una cosa muy seria, porque, si no lo son, podemos caer en el riesgo de que no parezcan serios los atropellos del Gobierno al que se pretende censurar. Por eso comparto con usted
esa reflexión y creo que las mociones de censura tienen que ser una cosa muy seria.


Ayer el protagonista, por supuesto, fue el señor Pedro Sánchez -hoy ya no está- y no se le veía muy afectado. Creo que al señor Pedro Sánchez no le afectan los malos datos económicos de España ni los atropellos que su Gobierno ha cometido
ni cómo ha mentido a los españoles ni cómo ha hecho todo lo contrario de aquello por lo que le votaron ni lo mal que ejerce el poder, al señor Sánchez solo le afecta cuando intuye que puede perder ese poder. Su falta de escrúpulos es impermeable a
los discursos de la oposición.


Pero también tuvimos una protagonista, la señora Yolanda Díaz, a quien le faltó desplegar aquí un cartel de 'Yolanda, presidenta'. Fue su inicio de campaña electoral. El señor Sánchez estaba un poco contrariado y se le notaba incómodo
porque, por una parte, eso de compartir el protagonismo el señor Sánchez no lo lleva muy bien, pero, por otra parte, el señor Sánchez quiere mantener el poder y, por tanto, necesita que la alternativa de Yolanda Díaz sume lo suficiente como para
reeditar el Gobierno Frankenstein.


Hubo un protagonista invisible en la jornada de ayer y de hoy, que es el señor Feijóo. El señor Feijóo no solo no presentó una moción de censura, sino que no vino a una moción de censura, cuando, supuestamente, él es un líder de la
oposición. Creo que nunca un Gobierno tan malo y tan dañino ha tenido un líder de la oposición tan incompareciente. ¡Pretende que le caiga el Gobierno como fruta madura! Y yo le digo al señor Feijóo que Sánchez es demasiado peligroso como para
darle por muerto. Solo digo eso.


Por supuesto, ayer tuvimos a los protagonistas nacionalistas. El señor Rufián estaba aquí comodísimo y se reclinaba. Le vamos a tener que poner unas alas a la tribuna para que se pueda ir reclinando cómodamente. ¡Estaban ustedes
encantados! ¡Si es que se les ve muy felices! El Gobierno de Sánchez ha sido un rejuvenecedor para los señores nacionalistas. Al señor Rufián no le saca de Madrid nadie. Creo que le han obligado a presentarse en Santa Coloma, pero usted es el
madrileño más feliz de toda la capital. Ni de broma quiere usted la independencia y que le saquen de aquí y se tenga que ir al Parlamento de Cataluña. (Aplausos).


Y, por supuesto, los que siempre ganan: la banca de la democracia española, que son los señores del PNV. La democracia española es ese juego en el que puede perder cualquiera, pero siempre gana el PNV.


Al señor Patxi López -no voy a poder llegar a sus decibelios, tendría que traer un megáfono- le quiero preguntar por qué grita tanto defendiendo el señor Felipe González cuando han sido ustedes los



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que han aprobado una ley de memoria histórica que dice que el primer Gobierno de Felipe González fue un Gobierno de la dictadura franquista. ¿Por qué grita usted tanto, señor Patxi López, si ha puesto votado a favor de la ley de memoria
histórica que mete a Felipe González en la dictadura franquista? Ustedes han cambiado a sus referentes, Felipe González o Alfonso Guerra, por Aizpurua y por Otegi. Eso es lo que le pasa y por eso tiene usted que gritar tanto, señor Patxi López,
para acallar su conciencia; por eso grita usted tanto.


Por supuesto que tenemos el peor Gobierno de la historia, pero a los españoles hay que enseñarles que hay una alternativa posible. Lo del PP y el PSOE no es alternativa real, sino turnismo y España no necesita turnismo, sino reformismo.
Con el PP o con el PSOE se va a mantener la ley electoral que da sobrerrepresentación a los nacionalistas; con el PP o con el PSOE no se va a tocar el cupo vasco y vamos a tener una discriminación y una desigualdad territorial insoportable para un
país serio; con el PP o con el PSOE no se va a tocar el sistema educativo, más allá de sus peleas de si se pone más religión o una educación para la ciudadanía, porque nunca lo han hecho, no han reformado el sistema educativo español, porque no les
interesa y porque sus socios nacionalistas no les dejan, y con el PP o con el PSOE no se van a atrever a meter mano a la Administración pública para que haya menos enchufados y más servidores públicos y no se van a atrever a centralizar competencias
para que no tengamos unas diferencias sangrantes en sanidad, que hay diferencias de más de un año en el acceso a pruebas diagnósticas y a tratamientos contra el cáncer en función de en qué comunidad autónoma vivas; no se van a atrever. ¿Va a hacer
todos estos cambios el señor Feijóo, que no se atreve a venir a una moción de censura contra el presidente del Gobierno? ¿De verdad ustedes se creen que somos tontos? ¿De verdad que el señor Feijóo va a cambiar el problema de las pensiones y va a
reformar con valentía, como están haciendo otros líderes europeos, una estafa que va a dejar desamparada a toda una generación de jóvenes? ¿De verdad que el señor Feijóo va a hacer todos los cambios que necesita España? España necesita sacar a
Sánchez cuanto antes del Gobierno, pero se merece mucho más que solo sacar a Sánchez, que solo aspirar a eso y que rebajar ese nivel de exigencia por nuestro país, España se merece algo más que estar instalados en el conformismo de que, como es muy
malo y como estamos hasta las narices del señor Sánchez, lo que sea, que venga un señor que no viene al Parlamento, que le da igual y que piensa que Galicia es una nación sin Estado. ¿De verdad que nos vamos a conformar con eso?


Les digo una cosa, señorías: esta moción de censura no sirve para cambiar un Gobierno, pero sí tenemos una oportunidad real de cambiar nuestro país y para eso nos tenemos que atrever a hacer las cosas que no hemos hecho antes. Y los
españoles nos tenemos que atrever a que nos gobiernen partidos y personas que no son las de siempre, porque si no lo fundamental de este país no va a cambiar.


Miren, hay más seriedad en cualquier hogar español en el que ahora mismo están haciendo malabares para conciliar, en el que están cuadrando las cuentas, en el que están intentando ahorrar para pagar a sus hijos la universidad, en cualquier
hogar de estos hay más seriedad que lo que se hace normalmente en el Congreso de los Diputados. Y no solo tenemos el riesgo de que venga otra vez Rajoy a hacer lo que no hizo Rajoy; tenemos el riesgo de que venga una ola de antipolítica que nos
lleve a una situación nefasta en nuestro país.


Insisto, tenemos una oportunidad real de cambiar España, pero nos tenemos que atrever a cambiar a quienes nos gobiernan. Nosotros no vamos a renunciar a esta oportunidad y les garantizo que mi grupo parlamentario y mi partido tampoco.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Arrimadas.


Por el Grupo Parlamentario Republicano, tiene la palabra el señor Rufián Romero.


El señor RUFIÁN ROMERO: Señora Arrimadas, es usted una gran parlamentaria. Creo que tiene muchísimo más talento del que demuestra. Sinceramente, bajo mi punto de vista, es una pena que siempre hable de lo mismo, porque, como habla siempre
de lo mismo, cuando habla sabemos cómo suenan siete u ocho personas aplaudiendo en esta Cámara, cuando ustedes han tenido una oportunidad de oro en este país para ocupar un espacio que yo creo que este país tiene. Así que me da pena cuando la
escucho porque me parece una pérdida de talento, y es que siempre habla de lo mismo y creo que está desperdiciando un proyecto político que podría tener un encaje.


Señor Tamames, yo esto lo quiero hacer breve. Le hablo desde aquí -le hubiera hablado desde el escaño- porque no le quería dar la espalda. Esta idea que sus compañeros y compañeras de VOX tuvieron -seguramente tomándose algo en un bar, con
un vino en un barril- ha resultado ser una mala



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idea. Creo que todos y todas ya lo sabemos, y estoy convencido de que usted, en el fondo, también. También estoy convencido de que al votante de VOX le da igual lo que aquí haya pasado. Al votante de VOX -permítame que se lo diga- le da
igual el grado de vergüenza ajena que en algún momento hemos pasado todos y todas con esto, pero sí es cierto que quizá haya gente, mucha gente de frontera entre ustedes y el PP. Es decir, aquí seguramente se escribirán análisis en torno a quién ha
ganado, quién ha hablado mejor. Quien ha ganado es esta gente, y el ejemplo es Andalucía. VOX se pasó de frenada en Andalucía tres pueblos, con una de las peores campañas electorales que yo he visto en mi vida, la de Macarena Olona. Seguramente,
con otro tipo de campaña, VOX hubiera obtenido un gran resultado. ¿Beneficiario de todo esto? El Partido Popular. Es lo que ha pasado hoy aquí. A su votante le da igual, a su votante le gusta todo esto, me refiero al 'chumba chumba'. Pero hay
un votante de frontera que están perdiendo. Me quedo con que antes se decía aquello de 'más incómodo que en un baño público sin pestillo' y ahora se dirá 'más incómodo que Espinosa y Abascal en una moción de censura de Tamames'. Me quedo con eso.


En Roma hubo uno de los mejores senadores, creo yo, un senador muy sabio, un gran orador: Catón el Viejo. Le llamaban así. Catón el Viejo era un gran orador, de los mejores de la historia de Roma, tan bueno que ha pasado a la historia.
Ya en el tramo final de su vida se obsesionó; se obsesionó con Cartago, hasta el punto que, cada vez que hablaba, fuera del tema que fuera, decía aquello de Carthago delenda est, Cartago debe ser destruida. Decía que tenía miedo de que la
brillantez, de que la riqueza de Cartago pudiera tumbar a Roma. A mí me da la sensación de que, aun a día de hoy, hay mucho sabio que sigue camuflando el miedo y la envidia, incluso, a lo diferente, a lo brillante, a lo que puede superar su tiempo,
bajo un falso patriotismo, bajo un patriotismo frágil.


Yo, evidentemente, soy mucho menos sabio que usted. Usted es mucho más leído que yo. Probablemente, ni en dos vidas leeré tanto como usted. Pero sí que le pido que reflexione en torno a esto, porque muchas veces la sabiduría no está
reñida -y no hablo de usted- con cierta miseria moral.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Rufián.


Por el Grupo Parlamentario VOX, tiene la palabra el señor Espinosa de los Monteros.


El señor ESPINOSA DE LOS MONTEROS DE SIMÓN: Señorías, llegamos al final de la moción de censura, un trance parlamentario extraordinario del que creo que podemos salir satisfechos, orgullosos y esperanzados. Satisfechos, porque han sido
muchos los embustes, ataques y las deformaciones vertidas sobre la oportunidad de los debates, sobre la idoneidad de un candidato independiente y sobre la utilidad de presentar una iniciativa con pocas opciones de ser aprobada, es verdad, como las
6000 iniciativas que hemos presentado en lo que va de legislatura. Y podemos estar orgullosos, porque hemos hecho lo que prometimos a los españoles que íbamos a hacer. Y esperanzados, porque vemos que las ideas que defiende VOX las comparten cada
vez más españoles. Algunos puede que hayan estado confusos en los días previos a esta moción, porque la realidad que veían con sus propios ojos no se correspondía con la que leían en algunos medios. Hoy, vuelven a leer algunos periódicos y se
confirma que tenían los artículos escritos antes de que sucediera nada en esta Cámara, pero ya no les engañan, porque la moción ha logrado sus objetivos. Sinceramente, creo que los debates de ayer y de hoy permitieron traer a esta Cámara, sin
límite de tiempo, el retrato más fiel y pormenorizado de un gobierno que no puede seguir ni un minuto más en Moncloa. Pedro Sánchez ha quedado retratado. Ni toda la propaganda del mundo puede esconder los innumerables motivos para censurar a este
Gobierno.


El profesor Tamames sí es doctor, y hemos escuchado de sus labios un diagnóstico independiente, serio y riguroso de lo que considera que son los problemas de España. Creo que todavía no somos del todo conscientes de la importancia histórica
de su intervención de ayer, porque es bastante infrecuente escuchar a personas que provienen de la izquierda hacer diagnósticos críticos. Es verdad que Alfonso Guerra ha hecho muchos, ha sido muy claro, por ejemplo, al denunciar el mal uso del
artículo 14 de la Constitución. Es verdad que Miguel Sebastián dijo, en relación con la política de renovables: se nos fue la olla. Es cierto que una de las cosas que honra al fallecido Pedro Solbes fue que reconoció los errores cometidos y hace
unos días Jordi Sevilla le decía a Pedro Sánchez que hay demasiada gente que se está quedando atrás en España. Pero estos se quedan en aspectos muy concretos. Con el diagnóstico del profesor Tamames ha quedado claro que podemos coincidir en el
grueso del diagnóstico desde posiciones distintas. Y esto es lo interesante: gente que piensa diferente puede llegar a conclusiones muy parecidas. Think different, piensa diferente, esa es la famosa cita de Steve Jobs que habría de dar lugar a
una



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campaña, no de publicidad, sino de toda una identidad corporativa de la compañía Apple. Think different, piensa diferente. Afortunadamente para todos nosotros, Steve Jobs no coincidió en el espacio y en el tiempo con este Gobierno, porque
no habría prosperado. Quizá ni hubiera nacido, pues fue fruto de un embarazo no deseado de una chica joven. Pero no fue abortado, tuvo la oportunidad de nacer y fue dado en adopción, una trayectoria inicial cada vez más infrecuente en la España de
Sánchez y de Podemos, donde la prioridad es que las niñas de dieciséis años puedan abortar sin el consentimiento de sus padres, aunque sí necesiten consentimiento para venir, por ejemplo, de visita, a este Congreso. Jobs pensó diferente y empezó su
empresa en un garaje. Hoy, ese garaje está preservado en Estados Unidos como un edificio histórico, pero en la España de Sánchez y de Yolanda Díaz hubiera sido clausurado por incumplir tres mil normativas de salubridad, seguridad, salud o derechos
sociales. (Aplausos). Jobs pudo empezar porque no estaban ni Yolanda Díaz ni Sumar ni Unidas Podemos-En Marea-En Comú Podem. No había Podemos y, por eso, pudo. Y convenció a unos cuantos más, a algunos ingenieros y a otros inversores, y
pudieron, porque no estaban las ministras Díaz, Belarra y Montero para señalarles a gritos que eran todos hombres. Así que crecieron, y lo hicieron gracias a un contexto de libertad, en un mercado donde se valoraba a los que emprendían y
arriesgaban y se mostraba laxitud con los que fracasaban. Y encontraron muchos ingenieros gracias a una universidad politécnica de primera categoría, donde se enseñaban asignaturas propias de esas carreras técnicas y no se perdía un minuto en
adoctrinamiento ideológico, impensable en la España de hoy. Y sus productos y los de todos sus competidores encontraron una enorme demanda en un cliente altamente tecnológico y con gran presupuesto: el departamento de Defensa. Jamás habría podido
hacerlo en la España de Sánchez, que pretendía cerrar el Ministerio de Defensa, fruto de su trasnochado antimilitarismo. Y, así, podríamos continuar infinitamente, recordando con tristeza cómo los que piensan diferente nunca hubieran prosperado en
la España de Sánchez, Podemos, Bildu y ERC. (Aplausos). Afortunadamente, no fue así. Jobs nació, creció y prosperó en otro contexto, y hoy, sus señorías del PSOE, Podemos o Bildu -en realidad todos, menos los diputados de VOX, que renunciaron-
disfrutan del último modelo de los teléfonos móviles de la compañía de ese machista opresor capitalista. ¡Felicidades! (Aplausos).


A pesar de todo, en España hay mucha gente que piensa diferente, como el profesor Tamames y toda una generación que yo creo que ya no reconoce esa Transición que hicieron al ver lo que sucede en esta Cámara. ¡Pensar que se hicieron tantos
sacrificios, y todo para acabar en Patxi López! ¿De verdad, señor López, usted cree que sus gritos representan la moderación y que los extremistas somos nosotros? (Risas y aplausos).


Gracias, en cualquier caso, a la mejor generación, por la España que nos dejaron, incluso a la izquierda, donde también, por cierto, se pensaba diferente, muy diferente de cómo piensa la llamada izquierda de hoy. Quiero citar aquí también a
mucha gente que piensa diferente, como los jóvenes, que piensan muy diferente de algunos de sus mayores, quizá porque se informan directamente por las redes de lo que VOX realmente dice y no se dejen influir por los intermediarios de la información.
Quizá por eso VOX es la primera fuerza entre los jóvenes, que poco a poco van convenciendo a sus padres y sus abuelos, porque saben que la rebeldía está aquí. (Risas). No me voy a olvidar de los gais, lesbianas y personas de toda orientación
sexual que piensan diferente (varias señoras y señores diputados: ¡oooh!), los que no se dejan colectivizar y mucho menos manipular por esta izquierda totalitaria, que no les permite pensar por sí mismos o tener su propio criterio. (Aplausos).
Muchos, como Isaac, Carlitos o Madam, ya se han sacudido las cadenas de esta izquierda totalitaria y no toleran que se les imponga la única forma de pensar. Y, por supuesto, las que cada vez piensan de manera más diferente, las mujeres; mujeres
que no están dispuestas a que se les imponga la representación necesariamente de otras mujeres que dicen cosas horribles. En estos días hemos visto a una miembro del Gobierno de Pedro Sánchez lamentar que no abortara la madre de Santiago Abascal.
Nosotros, en cambio, desde la distancia ideológica, nos alegramos de que no les abortaran a ninguno de ustedes. (Varias señoras y señores diputados: ¡Muy bien!-Aplausos).


No me imagino a ninguna de las mujeres de VOX de cualquier ámbito diciendo nada de eso, porque son mejores. Las mujeres de VOX son la mejor muestra de ello, como Mireia Borrás, con su compromiso por dar voz a la ciencia e innovación. O
Patricia de las Heras, que nos ve ahora desde su casa -hoy está de baja-, porque ha conseguido compatibilizar tres embarazos en esta legislatura con su importante trabajo en defensa de las infraestructuras. O Rocío de Meer, cuya sensibilidad en
temas sociales y capacidad de explicar lo más difícil está al alcance de muy pocos. Gracias a Cristina Esteban, por su conocimiento y criterio para abordar todos los temas de vivienda, tan importantes en nuestro país. Gracias



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a la doctora Mercedes Jara, de reconocido prestigio en medicina de emergencias y con un enorme conocimiento en temas sanitarios. A Teresa López, la candidata más votada en Ceuta, sin miedo a nada ni a nadie, como tantas otras víctimas del
terrorismo. A Lourdes Méndez Monasterio, que defiende la vida desde hace años, a veces a costa de su carrera política, hoy felizmente restablecida con el Grupo Parlamentario VOX. A Magdalena Nevado, cuya visión y compromiso para hacer entender que
España va primero y que no vamos a aceptar las agendas globalistas es absolutamente esencial. A Reyes Romero, una de las primeras en llegar aquí, gracias por tu capacidad de hacer equipos, de liderar desde el principio, de haber aguantado la
travesía del desierto y por ser hoy una de las más destacadas diputadas de esta Cámara. Gracias a Patricia Rueda, por su capacidad de empatizar y hacer equipos y por convertirse, sin duda, en la mejor embajadora de la industria y del turismo.
Gracias a Carla Toscano, la más valiente para defender a las mujeres en esta Cámara de manera tan difícil; a las mujeres y a los hombres. A Georgina Trías, cuyo tacto y firmeza son imprescindibles en defensa de la mejor educación. A María Ruiz,
nuestra secretaria de organización, capaz de compatibilizarlo con su escaño y su concejalía, sin perder nunca la sonrisa y el mejor de los tonos. Y a nuestra Inés Cañizares, portavoz adjunta, grande, administradora, auditora, gestora y nuestro
orgullo en Toledo. Es gente que piensa diferente, señorías, y cada vez somos más. (Aplausos). Nos gustaría que fuéramos aún más, pero hay esperanza, señorías.


Concluyo, señora presidenta. El camino es largo y queda mucho por hacer, pero no os defraudaremos. España tiene, por fin, un auténtico movimiento patriótico dispuesto a dar la batalla cultural, a defender lo que somos y a dar voz a los que
piensan diferente.


Gracias a todos. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Espinosa de los Monteros.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor López Álvarez.


El señor LÓPEZ ÁLVAREZ: Gracias presidenta.


Subo a la tribuna fundamentalmente por cortesía hacia el señor Tamames. (Rumores). Además -no se pongan nerviosos-, bajaré el volumen para que no se tenga que preocupar por mi salud, porque es verdad que a veces me dejo llevar por la
pasión.


Señor Tamames, usted lo sabe perfectamente, la democracia es poder decir lo que uno quiere decir, y usted lo ha hecho, usted ha dicho lo que quería decir. Pero también es escuchar lo que uno no quiere escuchar, y es evidente que a usted no
le ha gustado mucho lo que hemos dicho todos los demás. Usted decía que no es partidario de un montón de cosas que hemos ido diciendo los demás, pero -se lo vuelvo a repetir- para optar a ser presidente del Gobierno no basta con hacer un
diagnóstico, no basta con ser notario de los problemas del país, hay que hacer una propuesta, hay que tener un proyecto alternativo, hay que tener respuestas para esos problemas que usted dice que existen en el país, y no lo ha hecho. Se trataba de
que usted nos convenciera a los demás, no de que los demás le convenciéramos a usted, que es lo que ha dicho en su réplica. Usted ha demostrado que detrás no había nada, que detrás de la derecha y de la extrema derecha no hay nada, que se presentan
con un folio en blanco. Y hablo de la derecha y de la extrema derecha porque ahora mismo, en esta tribuna, el propio señor Espinosa de los Monteros acaba de decir que coinciden en lo fundamental, en lo importante, en lo grueso de lo que hay que
hacer en este país. Claro, vienen con un folio en blanco porque su proyecto y su programa es el no a todo lo que hace este Gobierno; es derogar todas las leyes que ha puesto en marcha y que ha aprobado este Congreso de los Diputados; es revertir
todos los avances en derechos y en las libertades que se han ido conquistando.


Decía Tácito: Crearon un desierto y lo llamaron libertad. Eso son ustedes, el desierto que nos proponen. Antes fue la paz de los cementerios, ¿verdad? Pero ahora es el desierto y no la libertad. Por eso decía que, frente a la nada, está
el Gobierno de la gente, y que de este Gobierno estamos muy orgullosos porque con él vamos devolviendo poco a poco la dignidad a las clases trabajadoras y a las clases medias en este país. Estamos orgullosos de haber recuperado la autoestima como
españoles viendo nuestra enorme influencia en el exterior, cuando antes no pintábamos nada. Estamos orgullosos de ir asentando paso a paso, milímetro a milímetro, la convivencia en Cataluña y en el conjunto de España. Estamos orgullosos de no
haber dejado a nadie abandonado a su suerte en medio de dos crisis enormes. Estamos muy orgullosos, por cierto, de que los españoles y las españolas vean que la izquierda no solo sabe avanzar en políticas sociales, no solo sabe defender y
fortalecer el Estado del bienestar, no solo sabe conquistar derechos y libertades, sino que están viendo -y ya lo reconocen- que también



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gestionamos mejor, mucho mejor que la derecha la economía en este país. (Rumores). Estamos orgullosos de que, a pesar del ruido, como este que están haciendo, y de un desencuentro, uno, hayamos sacado adelante 200 iniciativas en este
Congreso. (Aplausos). Son 200 iniciativas que hemos sacado a pulso, hablando y escuchando, dialogando y negociando con todos los que han querido proteger a la gente y hacer avanzar y transformar nuestro país. Ustedes siguen criticándonos por con
quién aprobamos las cosas, pero nosotros seguiremos avanzando, porque lo que nos importa es para quién las hacemos. Y las hacemos para los trabajadores y las trabajadoras, para los pensionistas, para las mujeres y los jóvenes, para los
transportistas y los agricultores, para los autónomos y los emprendedores. Es decir, para la inmensa mayoría de españoles y de españolas, mientras que otros están aquí para defender al 2 % de los privilegiados.


Por todo esto, estamos sobre todo orgullosos de que, como nos dijo el presidente Zapatero, ante cada insulto hayamos puesto una propuesta. Y, como ahora nos dice el presidente Pedro Sánchez, ante cada descalificación hemos puesto una idea y
un proyecto. (Aplausos). Incluso, algunas veces, hemos puesto una sonrisa. Para eso estamos aquí, así que mírennos.


Señor Tamames, todos tenemos una historia. Míreme, señor Tamames, como colega, que decía antes. Mi padre también fue diputado en las Cortes Constituyentes, mi padre también pasó muchas veces por la cárcel por ser socialista y, junto con mi
madre, fueron desterrados los dos, él a Huercal-Overa, en Almería, y mi madre a Cáceres, cuando yo tenía siete años. Eso sí, no era catedrático, eran ajustador de La Naval de Sestao. Pero no cambió, murió siendo socialista. (Aplausos). Y me
enseñó que el socialismo, que la socialdemocracia, es un proyecto de felicidad para los hombres y para las mujeres. Y yo me siento hoy feliz de poder subir a esta tribuna y, en nombre del Grupo Socialista, de esos 120 diputados y diputadas,
orgullosos, me siento feliz de defender a un gobierno que representa ese proyecto y que lucha día a día para que la gente pueda ser un poco más libre, un poco más igual y un poco más feliz. Igual no lo entiende, pero lean a Benedetti. Porque a
veces se trata de eso, se trata simplemente de ser capaces de defender la alegría, entre otros, de los pocos neutrales y de los muchos neutrones. ¡Qué importancia tiene defender la alegría y la esperanza! Bueno, pues, para eso, también necesitamos
a este Gobierno.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, puestos en pie.-Aplausos de los miembros del Gobierno.-El señor Abascal Conde pide la palabra).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor López.


¿Sí, señor Abascal?


El señor ABASCAL CONDE: Señora presidenta, por alusiones. En relación con el artículo 71.1, por alusiones que implican un juicio de valor que ha realizado el señor Patxi López sobre mí y que quiero poder contestar.


La señora PRESIDENTA: Haga usted mención a la alusión en concreto.


El señor ABASCAL CONDE: El señor Patxi López ha dicho literalmente que el señor Abascal odia a las mujeres libres. Y yo tengo que aclarar esa acusación, porque, señor Patxi López, ahora que ha bajado el tono y que igual tiene usted la
oportunidad de retractarse, debo comunicarle que respeto a todas las mujeres que conozco, no solo a las de este grupo parlamentario, sino a aquellas que me rodean, que necesito y que quiero en mi vida, desde mi abuela, de 94 años, hasta mis hijas,
en la medida que son libres cuando son menores, pasando por mi madre y por mi mujer, que es la que manda en casa (rumores). Señor Patxi López, le pediría que se retractara de esto, porque yo quiero y necesito a las mujeres que me rodean en la vida;
mujeres libres todas ellas, pero que cada vez son menos libres, desde que el líder de la manada ha premiado a 800 violadores. (Rumores.-Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Abascal.


Señor López.


El señor LÓPEZ ÁLVAREZ: Debe querer mucho a las mujeres libres, pero han votado en contra de todos y cada uno de los avances que han permitido la libertad a las mujeres. (Fuertes aplausos).


La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno. (El señor Sánchez del Real: ¡Los del Ramsés!-Protestas).


¡Señor Sánchez del Real, le llamo al orden!



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El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Tamames Gómez): ¿Puedo declinar el uso de la palabra, señora presidenta?


La señora PRESIDENTA: Por supuesto, señor candidato.


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Tamames Gómez): Por economía de tiempo y de salud vital de todos los presentes, me parece que será bueno ir terminando, salvo que la superioridad del Parlamento decida otra cosa.


Muchas gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor candidato.


Tiene la palabra, en nombre del Gobierno, el señor presidente del Gobierno. (Rumores.-Aplausos).


El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Sánchez Pérez-Castejón): Gracias, señora presidenta. (Continúan los rumores).


La señora PRESIDENTA: ¡Señorías, les pido silencio, por favor!


El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO (Sánchez Pérez-Castejón): Señorías, subo a esta tribuna para manifestar, en primer lugar, mi agradecimiento a todas las fuerzas parlamentarias que van a impedir que prospere esta moción de censura; fuerzas
que, como hemos visto a lo largo del día de ayer y también de hoy, ejercen su crítica responsable al Gobierno, pero que evidentemente comparten en su mayoría los avances sociales y también el proceso de modernización que estamos liderando en el
país, y que también lógicamente comparten con nosotros y con nosotras la negativa tajante a que España dé la vuelta a diez años, veinte años o cincuenta años atrás.


Creo que este debate de la moción de censura -lo ha dicho antes el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista- a lo largo de estas dos jornadas nos ha recordado tres cosas importantes que me gustaría al menos desde el Gobierno compartir con
sus señorías y con los españoles que estén viendo esta moción de censura: en primer lugar, que no hay tal dictadura, ni tampoco un régimen autocrático, que es el que describen los proponentes y también la derecha con su abstención. España es,
afortunadamente, una democracia plena, que resuelve sus problemas con argumentos y también con votos sus diferencias. España no está sumida en el apocalipsis que describen con distintos acentos y con distintos decibelios, tanto la ultraderecha,
como la derecha. España, en cambio, pese a todas las dificultades, lo que hace es avanzar, crecer, crear empleo y también bienestar social en medio de las enormes dificultades que estamos atravesando, en primer lugar, con la peor emergencia
sanitaria de la historia de la humanidad en estos últimos cien años y, ahora, con la peor crisis humanitaria con la guerra de Putin en Ucrania y, en consecuencia, protegemos a las clases medias y a los más vulnerables. España, en consecuencia, no
está al borde de la ruptura, sino que la Constitución se cumple en todos los puntos cardinales y solo la incumple una derecha que sigue bloqueando la renovación del Consejo General del Poder Judicial.


En segundo lugar, quisiera también compartir con sus señorías que España cuenta hoy con un gobierno de coalición progresista que es capaz de sacar adelante las reformas que necesita el país garantizando algo muy preciado que perdimos durante
la crisis financiera y la respuesta neoliberal, que es la paz social, logrando acuerdos con la mayoría parlamentaria de esta Cámara, que es plural, que es diversa, fruto de la expresión de los ciudadanos y ciudadanas con su voto. Este Gobierno no
está haciendo sino llevar al Boletín Oficial del Estado todo aquello que reivindicaron los ciudadanos y ciudadanas que se manifestaron hace una década contra los recortes de las pensiones, de la sanidad, de la educación, de la ciencia, también la
negación al cambio climático, de los derechos de las mujeres y de los derechos y los salarios de los trabajadores y de las trabajadoras. (Aplausos).


Y en tercer lugar, que la verdadera razón que une al partido que propone la moción, al candidato interpuesto que aceptó este encargo y al partido que esconde la mano con su abstención -nos dice que es por respeto al candidato Tamames, pero
en realidad tuvieron ya decidido la abstención hace mucho, mucho antes de que el candidato Tamames aceptara el encargo del partido de la ultraderecha-, en fin, lo que une a todos ellos no es otra cosa que detener los avances sociales y las políticas
progresistas de este Gobierno de coalición progresista. En definitiva, desandar el camino, volver a poner en práctica las políticas neoliberales que el candidato a la Presidencia del Gobierno ha reiterado y defendido en sus intervenciones;
políticas hoy desacreditadas que, si hicieron algo en nuestro país, fue desgarrarlo social y territorialmente. La derecha y la ultraderecha actúan hoy unidos por un único móvil, y es el retroceso.



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Unos quieren echar atrás el reloj diez años, a los tiempos de Rajoy, sus políticas antisociales -eso es algo que ha planteado en reiteradas ocasiones a lo largo de estos dos días el candidato Tamames-, cuando la corrupción, por cierto,
campaba a sus anchas y peligraba la cohesión de España; y otros quieren llevar la máquina del tiempo mucho más allá, incluso cincuenta años atrás. Esa es la única razón de esta moción destructiva. Y fíjense, escuchando las intervenciones que se
han hecho a lo largo de esta moción de censura, hay que recordar que la Constitución -sobre todo para el conocimiento de todos los ciudadanos y ciudadanas que estén siguiendo esta moción y que desconozcan su contenido- estableció que nuestra moción
de censura sirviera por encima de todo para conformar un nuevo gobierno, no para derribar uno, sino para dotar al país de otro con el impulso y el sustento de una nueva mayoría parlamentaria. Ese es el espíritu del artículo 113, señor Tamames, de
la Constitución española, que concreta en su letra el artículo 177 del Reglamento de esta Cámara. Nada de eso hemos visto ayer y hoy aquí; ni hay candidato a presidir el Gobierno, señor Tamames, ni hay Gobierno posible, ni hay un programa de
Gobierno, salvo el retroceso. Y es bastante elocuente esto, y lo es porque quienes se proclaman guardianes de la Constitución se burlan descaradamente de la Constitución, de su espíritu y de sus artículos. (Aplausos). Es curioso que los que se
erigen en el partido del orden lo que hagan sea promover de este modo el desorden y traten de socavar así las instituciones democráticas, y es aún más curioso y elocuente que la derecha tradicional -si podemos llamarlo así- se acerque cada vez más a
la ultraderecha.


Hace dos años, ante la primera edición de la moción de censura de VOX, quien dirigió entonces el Partido Popular tuvo un arranque de lucidez, y también de decoro, de compartir con un partido democrático valores democráticos y decir en
referencia a la ultraderecha -y cito textualmente-: No es que no nos atrevamos, es que no queremos ser como ustedes. Hoy asistimos a una nueva edición de aquella primera moción de censura. ¿Y qué dice hoy el líder ausente de la derecha
tradicional ante esta historia repetida, esta vez como farsa? Calla, pero con su silencio lo dice todo, y lo que dice es que saben y necesitan a VOX para poder gobernar en comunidades autónomas y en ayuntamientos a partir del próximo 28 de mayo.
(Aplausos). Por eso, el Partido Popular pasa de un decente no a una indecente abstención. Y en una tesitura como esta nadie se puede poner de perfil, señorías, no puede haber equidistancia entre la legitimidad democrática de origen -la que dan las
urnas, por cierto-, un programa de investidura y una mayoría parlamentaria en esta Cámara, y el vacío y la furia que hemos escuchado a lo largo de estos dos días. No se puede ser indiferente ante un fraude constitucional de este calibre, como hemos
vivido durante estos dos días en esta Cámara.


Será la historia, señorías, la que otorgue el lugar que merece esta moción de tierra quemada. Y mientras tanto, señorías, le quiero decir a la sociedad española que el Gobierno que tengo el honor de presidir ha encarado este debate con el
máximo respeto. Señor Tamames, usted se ha quejado de que el Gobierno expusiera de manera amplia toda su gestión al frente del Gobierno, pero no se olvide de una cosa: usted aquí ha sido nada más y nada menos que elegido como candidato a la
Presidencia del Gobierno de España. Nosotros hemos respetado su estatus de candidato a la Presidencia del Gobierno de España, nosotros hemos respetado este Parlamento; le pido también que respete al Parlamento, algo que no ha hecho durante estos
dos días de celebración de la moción de censura. (Aplausos).


Nosotros hemos defendido una gestión de Gobierno y un proyecto que va mucho más allá del tiempo ordinario de esta legislatura y que mira a un horizonte mucho más amplio, ese ha sido el sentido último de nuestra acción de Gobierno en estos
años, hacer que España avanzara, superar el legado de cenizas de un pasado al que otros quieren regresar, y esta moción de censura, en definitiva, es un intento más de frenar la labor transformadora y reformista de este Ejecutivo. Y lo hace con una
apelación reiterada, por cierto, al adelanto electoral, algo que se olvidó decir ayer el candidato a la Presidencia del Gobierno, el señor Tamames, como si la legitimidad del Gobierno no estuviera precisamente ahí, en el poder y en la fuerza del
voto aquí expresado por los diputados y diputadas de estas Cortes Generales; en la voluntad, en definitiva, del pueblo español libremente expresada en las urnas el pasado año 2019, en el resultado de unas elecciones que ustedes no han dejado de
impugnar ni un solo día en estos años. Tanto que piden elecciones anticipadas, cuando haya elecciones anticipadas y la derecha y la ultraderecha las vuelvan a perder, estoy convencido de que volverán a poner en cuestión la legitimidad de esas urnas
y por supuesto también la mayoría parlamentaria que sustente al Gobierno de coalición progresista. (Aplausos).


Por último, quiero dirigirme a los verdaderos protagonistas de la acción del Gobierno, que es la gran mayoría social española, para trasladarles un mensaje de confianza y también de esperanza. Sabíamos que este -vamos a calificarlo así-
rocambolesco intento de frenar en seco a nuestro país evidentemente no iba a salir adelante. Ha sido uno más entre los muchos que han puesto en marcha



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las derechas a lo largo de esta legislatura con una pandemia y ahora con una guerra. Más de tres años en los que hemos atravesado emergencias inimaginables, situaciones de extrema gravedad producto evidentemente del sufrimiento que han
tenido nuestros conciudadanos, con las que, en fin, fuerzas que ahora proclaman ese compromiso con la patria no han colaborado y lo único que han hecho ha sido proponer mociones de censura. Sea en el sí o desde la abstención, se han unido para
intentar derribar, una y otra vez, a un Gobierno legítimo como fuera, aunque eso supusiera, por supuesto, poner en peligro la salud, en plena pandemia, la seguridad o la prosperidad de España, en plena guerra, en suelo europeo. Una y otra vez
fracasaron en su propósito, porque jamás se imaginaron, señorías, que esta legislatura llegaría a su conclusión, que aprobaríamos tres presupuestos generales del Estado en tiempo y forma, que seríamos capaces de aprobar doscientas iniciativas
legislativas, algunas de enorme calado, con diálogo social, con una apelación constante y permanente a la convivencia y con acuerdos parlamentarios y con paz social; que recibiríamos también sistemáticamente un apoyo inequívoco de la Unión Europea
a nuestro plan de recuperación y a nuestra agenda de transformación y de modernización de España. Pues bien, se equivocaron, y hoy es un buen día para decirlo alto y claro, para recordar de nuevo a quienes dicen sí a esta moción de censura o a
quienes se abstienen, que el apocalipsis no ha llegado ni se le espera. (Aplausos). Que este proyecto reformista, de avances sociales, que tiene como principal protagonista a la mayoría social de nuestro país, no solo ha sido capaz de resistir
pandemias, volcanes y guerras, sino que está fuerte, con más ganas que nunca de seguir avanzando. Porque vamos a seguir avanzando, señorías, desde la humildad y el compromiso con nuestro país, desde la responsabilidad, la ambición, señor Tamames y
también la valentía que nos ha traído hasta aquí, dispuestos a consolidar la década de progreso que nuestro país y su gente se merece y necesita.


Muchas gracias, señor Tamames. Muchas gracias, señoras y señores diputados. Muchas gracias, señora presidenta. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista, del Grupo Parlamentario
Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común y de los miembros del Gobierno, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor presidente.


Tiene la palabra el candidato a la Presidencia del Gobierno.


El señor CANDIDATO A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO (Tamames Gómez): Muchas gracias, señora presidenta.


Dije antes que no pensaba intervenir más, pero la introducción de la última presentación por parte del presidente del Gobierno haciendo una síntesis de sus ideas, creo que me obliga a plantear también algunas cuestiones. Primero de todo,
creo que deberíamos volver a aquella idea de quién da los títulos de derechas y de izquierdas, de quién da los títulos de fascistas o demócratas. Un Gobierno no tiene por qué dar títulos, tiene que criticar los problemas, la falta de planteamientos
de cuestiones importantes o de propuestas, y yo creo que ahí el presidente del Gobierno tiene una cierta tendencia a la ucronía. ¿Qué habría sido si no estuviera aquí el Gobierno salvador? Se puede inventar una especie de apocalipsis propia para
ilustrar el caso, pero eso es parte del síndrome de la Moncloa también y nos lleva a aquella situación extrema de cuando un candidato dice: el caos o yo. Y la respuesta unánime del pueblo es: mejor el caos. (Aplausos). Yo, sinceramente, creo
que hay que disminuir un poco la dosis de personalismo y la capacidad de calificar a los demás según uno desea. Estamos ya un poco aburridos en España de toda esta vuelta a la terminología del año 1936, de fascistas, antifascistas, etcétera.
Aquello fue el preludio de cosas muy malas, ojalá que esto no sea el preludio de cosa parecida. No vamos a hacer una ucronía.


Por lo tanto, yo diría que lo que hay que plantearse es la crítica de los temas que se plantean. Es decir, aquí se ha dicho que no he presentado programa de gobierno. Lo digo en alguna parte del escrito que ustedes tienen a través del
mensajero electrónico. Lo digo, francamente, hay temas claros y específicos que se complementan en ese escrito, aparte de lo que aquí, por razones de tiempo y de espacio, no se ha comentado. Hay la propuesta de un fiscal especial que dependa
solamente del Congreso de los Diputados, el mismo que está actuando en Estados Unidos con el presidente Biden. Hay la propuesta, aunque les parezca a algunos pintoresca, de un cuerpo de voluntarios ecológicos, para que las juventudes urbanitas se
enteren de dónde está el campo y qué es el campo y hagan trabajos específicos de protección de bosques y de aguas. (Aplausos). Hay que plantearse -en el escrito está, no lo mencioné expresamente- la universidad Machado-Neruda, un planteamiento de
un



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nuevo centro iberoamericano en ambas orillas para el mejor desarrollo de la lengua española, que mencioné anteriormente. Un plan agrario; incluso le di una cabeza a ese posible plan agrario, Jaime Lamo de Espinosa, que fue quien desarrolló
precisamente el mejor programa agrario que ha tenido España nunca. Quizá el de Jovellanos habría sido mejor, pero no tuvo tiempo de cumplirlo ni cosa parecida, un plan agrario como el de los Pactos de la Moncloa. También hay que plantearse, y se
plantea, la ampliación del riego, en una época de calentamiento global, que a ustedes tanto les gusta mencionarlo, una y otra vez, precisamente cuando el Ministerio de Transición Ecológica ha decretado que no hay ni una hectárea más de regadío en
España, y cuando hay agua disponible, según se expuso ayer claramente. Como también el tema de la reforestación, los sumideros de carbono, que se decía en el escrito y también en la conferencia de prensa previa, dos millones de hectáreas, que
serían la mejor aportación al plan europeo de lucha contra el cambio climático. Todo eso está ahí, como está también el planteamiento de un acercamiento a las grandes empresas. ¿Dónde hay una estrategia de grandes empresas? Ya que tanto se habla
del IBEX 35, ¿por qué no se organiza un hub de industrias españolas verdaderamente potente en torno a eso, en vez de criticarlo, como si fuera la conjura maliciosa del capitalismo español? (Aplausos). Además, hay que plantearse toda una política
económica, como se propone en uno de los tres puntos en que finaliza la moción de censura, es decir, en primer lugar, un programa económico; en segundo lugar, una ley electoral para quitar sobrepeso a los votos nacionalistas, y, finalmente, un
ataque conjunto en profundidad a la corrupción.


Ha habido programa, me he tomado en serio el tema, señor presidente del Gobierno, y usted lo sabe, porque tendrá idea de la cantidad de previsiones y redacciones sucesivas que tengo. Pienso ordenarlas en estos días, me parece que llegarán a
veinticinco o treinta y el trabajo ha sido bastante amplio. Está mal que yo lo diga, pero es así. Me he tomado muy en serio esta proposición de moción de censura. Lo he meditado muchos días, y, a pesar de las enunciaciones de ustedes de que
entraba en la caverna de la derecha, me encuentro bastante a gusto, quiero decir que he estado absolutamente libre para hacer y decir lo que yo pensaba más oportuno y más racional. Los proponentes de VOX, repito, han tenido una valentía que no ha
tenido ningún grupo parlamentario anterior de invitarme a presidir o a encabezar esta propuesta. (Aplausos). Me recuerda cuando los militares invitaron al economista brasileño Celso Furtado a hablar cuando la dictadura militar, y lo primero que
dijo es que iba al Parlamento de Brasilia porque le llamaban para explicar al país, sin necesidad de pasar obligatoriamente por las predicciones y las cautelas militares. Le criticaron todo eso y, sin embargo, dio la idea de que había un Brasil
futuro para desarrollar, haciendo una labor y una contribución extraordinaria. Mínimamente podría quedar más que compensado pensando que esta moción de censura, lo dije antes, ha convocado a millones de españoles a la conciencia política, a la
preocupación por problemas, al conocimiento de dificultades que tenemos todos y que tenemos que resolver. Así que yo me voy muy satisfecho en ese sentido, no lo puedo negar, y también agradecido a todos porque creo que esta es mi última
intervención -espero-, así que les doy las gracias por acogerme en esta casa con una amistad al final que aprecio mucho.


Gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario VOX, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor candidato.


Señorías, la votación dará comienzo en cinco minutos. (Pausa).


Señorías, vamos a proceder a la votación de la moción de censura presentada por don Santiago Abascal Conde y otros cincuenta y un diputados más. Conforme establece el Reglamento de la Cámara en su artículo 85.2, la votación será pública por
llamamiento. Sus señorías responderán sí, no o abstención desde su escaño cuando sean llamados por los señores secretarios, que leerán los nombres desde la tribuna de oradores. Ruego que contesten al llamamiento con voz clara y audible, aunque los
señores secretarios que les llamen repetirán el sentido de la votación para evitar dificultades. El llamamiento se hace por orden alfabético, pero comenzando por el primer apellido del señor diputado cuyo nombre ha sido sacado a suerte y que ha
sido el señor don Miguel Ángel Quintanilla Navarro. El Gobierno y la Mesa votarán al final.


Ruego a la señora secretaria segunda que dé comienzo a la votación.


Les pido, por favor, que no utilicen los micrófonos, sino que simplemente lo hagan en alta voz.



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Por las secretarias segunda y cuarta de la Mesa se procede al llamamiento de las señoras y los señores diputados, quienes van manifestando el sentido de su voto.


Señoras y señores diputados que dijeron 'sí':


Ramírez del Río, José.


Requejo Novoa, Pedro Jesús.


Robles López, Joaquín.


Rodríguez Almeida, Andrés Alberto.


Romero Vilches, María de los Reyes.


Rosety Fernández de Castro, Agustín.


Rueda Perelló, Patricia.


Ruiz Navarro, Eduardo Luis.


Ruiz Solás, María de la Cabeza.


Sáez Alonso-Muñumer, Pablo.


Salvá Verd, Antonio.


Sánchez del Real, Víctor Manuel.


Sánchez García, José María.


Segura Just, Juan Carlos.


Steegmann Olmedillas, Juan Luis.


Toscano de Balbín, Carla.


Trías Gil, Georgina.


Utrilla Cano, Julio.


Vega Arias, Rubén Darío.


Zambrano García-Raez, Carlos José.


Abascal Conde, Santiago.


Aizcorbe Torra, Juan José.


Alcaraz Martos, Francisco José.


Asarta Cuevas, Alberto.


Borrás Pabón, Mireia.


Calvo Liste, Pablo Juan.


Cambronero Piqueras, Pablo.


Cañizares Pacheco, Inés María.


Chamorro Delmo, Ricardo.


Contreras Peláez, Francisco José.


De Meer Méndez, Rocío.


Del Valle Rodríguez, Emilio Jesús.


Espinosa de los Monteros de Simón, Iván.


Esteban Calonje, Cristina Alicia.


Fernández Hernández, Pedro.


Fernández Ríos, Tomás.


Fernández-Lomana Gutiérrez, Rafael.


Figaredo Álvarez-Sala, José María.


Gestoso de Miguel, Luis.


González Coello de Portugal, Víctor.


Jara Moreno, Mercedes.


Jiménez Revuelta, Rodrigo.


López Álvarez, María Teresa.


López Maraver, Ángel.


Manso Olivar, Rubén Silvano.


Mariscal Zabala, Manuel.


Méndez Monasterio, Lourdes.


Mestre Barea, Manuel.


Miralles Martín, Onofre.


Nevado del Campo, María Magdalena.


Ortega Smith-Molina, Francisco Javier.



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Señoras y señores diputados que dijeron 'no':


Ramírez Carner, Arnau.


Ramón Utrabo, Elvira.


Ramos Esteban, César Joaquín.


Ramos Rodríguez, José Luis.


Raya Rodríguez, María Tamara.


Rego Candamil, Néstor.


Renau Martínez, Germán.


Rodríguez Gómez, María del Pilar.


Rodríguez Salas, José Antonio.


Ros Martínez, Susana.


Rosique i Saltor, Marta.


Rufián Romero, Gabriel.


Ruiz de Pinedo Undiano, Iñaki.


Ruiz i Carbonell, Joan.


Sabanés Nadal, Inés.


Sagastizabal Unzetabarrenetxea, Idoia.


Sahuquillo García, Luis Carlos.


Salvador i Duch, Jordi.


Sánchez Escobar, Mariano.


Sánchez Jódar, Marisol.


Sancho Guardia, Alfredo.


Sancho Íñiguez, Herminio Rufino.


Sarrià Morell, Vicent Manuel.


Senderos Oraá, Daniel.


Serrada Pariente, David.


Serrano Martínez, Juan Francisco.


Seva Ruiz, Yolanda.


Sicilia Alférez, Felipe Jesús.


Simancas Simancas, Rafael.


Soler Mur, Alejandro.


Soto Burillo, Juan Luis.


Sumelzo Jordán, Susana.


Taibo Monelos, Diego.


Telechea i Lozano, Carolina.


Tizón Vázquez, Uxía.


Vallugera Balañà, Pilar.


Vehí Cantenys, Mireia.


Vilches Ruiz, María Luisa.


Villagrasa Quero, Noemí.


Zamarrón Moreno, Agustín.


Zapata Simón, Aurelio.


Zaragoza Alonso, José.


Ábalos Meco, José Luis.


Aceves Galindo, José Luis.


Agirretxea Urresti, Joseba Andoni.


Aizpurua Arzallus, Mertxe.


Alfonso Cendón, Javier.


Alonso Suárez, María Olga.


Álvarez i García, Gerard.


Andrés Añón, Carmen.


Andrés Barea, Josefa.


Anguita Pérez, Omar.


Antón Cacho, Javier.



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Aranda Vargas, Francisco.


Araujo Morales, Gemma.


Arribas Maroto, Manuel.


Arrimadas García, Inés.


Asens Llodrà, Jaume.


Azorín Salar, Lázaro.


Bal Francés, Edmundo.


Baldoví Roda, Joan.


Barandiaran Benito, Íñigo.


Bassa Coll, Montserrat.


Bel Accensi, Ferran.


Berja Vega, Laura.


Blanquer Alcaraz, Patricia.


Boadella Esteve, Genís.


Botella Gómez, Ana María.


Botran Pahissa, Albert.


Bueno Campanario, Eva Patricia.


Bueno Pinto, José Luis.


Calvo Gómez, Pilar.


Calvo Poyato, Carmen.


Canales Duque, Mariana de Gracia.


Cantera de Castro, Zaida.


Cañadell Salvia, Concep.


Capdevila i Esteve, Joan.


Carcedo Roces, María Luisa.


Carrillo de los Reyes, Beatriz Micaela.


Carvalho Dantas, María.


Casares Hontañón, Pedro.


Cerdán León, Santos.


Cerqueiro González, Javier.


Cortés Gómez, Ismael.


Crespín Rubio, Rafaela.


Cuatrecasas Asua, Juan.


Del Valle de Iscar, Julio.


Díaz Gómez, Guillermo.


Díaz Rodríguez, José Carlos.


Diouf Dioh, Luc Andre.


Duque Morán, José Francisco.


Durán Peralta, José Carlos.


Eritja Ciuró, Francesc Xavier.


Errejón Galván, Íñigo.


Espejo-Saavedra Conesa, José María.


Esteban Bravo, Aitor.


Fagúndez Campo, Antidio.


Faneca López, María Luisa.


Fernández Benéitez, Andrea.


Fernández Casero, Ana Belén.


Ferrer Tesoro, Sonia.


García Chavarría, María Montserrat.


García Gómez, Valentín.


García Gurrutxaga, María Luisa.


García López, Maribel.


García Morís, Roberto.


García Nieto, Ezequiel.


García Puig, María del Mar.



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Garrido Gutiérrez, Pilar.


Giménez Giménez, Sara.


Gómez Hernández, Héctor.


Gómez-Reino Varela, Antonio.


González Caballero, Miguel Ángel.


González Laso, Natividad.


González Pérez, Ariagona.


Gorospe Elezcano, Josune.


Granollers Cunillera, Inés.


Guaita Esteruelas, Sandra.


Guerra López, Sonia.


Guijarro Ceballos, María.


Guijarro García, Txema.


Guinart Moreno, Lídia.


Guitarte Gimeno, Tomás.


Gutiérrez Prieto, Sergio.


Gutiérrez Salinas, Indalecio.


Gutiérrez Vivas, Miguel Ángel.


Honrubia Hurtado, Pedro Antonio.


Hurtado Zurera, Antonio.


Illamola Dausà, Mariona.


Iñarritu García, Jon.


José Vélez, Rafael.


Jover Díaz, Antonia.


Lamuà Estañol, Marc.


Leal Fernández, Isaura.


Legarda Uriarte, Mikel.


Lima Cid, Fuensanta.


López Álvarez, Patxi.


López Cano, Ignacio.


López de Uralde Garmendia, Juan Antonio.


López Domínguez, Laura.


López Somoza, Gema.


López Zamora, Cristina.


López-Bas Valero, Juan Ignacio.


Losada Fernández, José.


Maestro Moliner, Roser.


Margall Sastre, Joan.


Marí Klose, Pau.


Marra Domínguez, María Ángeles.


Martínez Granados, María Carmen.


Matute García de Jalón, Oskar.


Mayoral Perales, Rafael.


Mazón Ramos, José María.


Medel Pérez, Rosa María.


Meijón Couselo, Guillermo Antonio.


Mena Arca, Joan.


Mínguez García, Montse.


Miquel i Valentí, Sergi.


Muñoz Dalda, Lucía.


Muñoz Vidal, María.


Narváez Bandera, María Dolores.


Nasarre Oliva, Begoña.


Navalpotro Gómez, Julio.


Nogueras i Camero, Míriam.



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Oramas González-Moro, Ana María.


Oria López, María Inmaculada.


Ortega Domínguez, José Ramón.


Padilla Ruiz, Esther.


Pagès i Massó, Josep.


Pedraja Sáinz, Raquel.


Peña Camarero, Esther.


Perea i Conillas, María Mercè.


Pérez Abellás, Adolfo.


Pérez Merino, María Mercedes.


Pita Cárdenes, María del Carmen.


Pons Sampietro, Pere Joan.


Prieto Nieto, Ana.


Pujol i Farré, Norma.


Señoras y señores diputados que dijeron 'abstención':


Quintanilla Navarro, Miguel Ángel.


Redondo Calvillo, María de la O.


Requena Ruiz, Juan Diego.


Riolobos Regadera, Carmen.


Rodríguez Herrer, María Elvira.


Rojas García, Carlos.


Romaní Cantera, José Ignacio.


Romero Hernández, Carmelo.


Romero Sánchez, Rosa María.


Sánchez Pérez, César.


Santamaría Ruiz, Luis.


Sayas López, Sergio.


Suárez Lamata, Eloy.


Tarno Blanco, Ricardo.


Tirado Ochoa, Vicente.


Uriarte Bengoechea, Edurne.


Vázquez Blanco, Ana Belén.


Velasco Morillo, Elvira.


Zurita Expósito, Ana María.


Almodóbar Barceló, Agustín.


Alonso Pérez, José Ángel.


Álvarez de Toledo Peralta-Ramos, Cayetana.


Álvarez Fanjul, Beatriz.


Angulo Romero, María Teresa.


Aragonés Mendiguchía, Carlos.


Bas Corugeira, Javier.


Beltrán Villalba, Ana María.


Bermúdez de Castro Fernández, José Antonio.


Betoret Coll, Vicente.


Borrego Cortés, Isabel María.


Cabezón Casas, Tomás.


Callejas Cano, Juan Antonio.


Carazo Hermoso, Eduardo.


Castellón Rubio, Miguel Ángel.


Castillo López, Elena.


Clavell López, Óscar.


Constenla Carbón, Juan Manuel.


Cortés Carballo, Mario.


Cruz-Guzmán García, María Soledad.



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De Luna Tobarra, Llanos.


Delgado Arce, Celso Luis.


Echániz Salgado, José Ignacio.


Elorriaga Pisarik, Gabriel.


Gago Bugarín, Diego.


Gamarra Ruiz-Clavijo, Concepción.


Gamazo Micó, Óscar.


Garcés Sanagustín, Mario.


García Adanero, Carlos.


García Díez, Joaquín María.


García Rodríguez, Alicia.


Gázquez Collado, Paloma.


González Guinda, María del Carmen.


González Muñoz, Ángel Luis.


González Terol, Antonio.


González Vázquez, Marta.


Gutiérrez Díaz de Otazu, Fernando Adolfo.


Herrero Bono, José Alberto.


Hispán Iglesias de Ussel, Pablo.


Hoyo Juliá, Belén.


Jerez Juan, Miguel Ángel.


Jiménez Linuesa, Beatriz.


Ledesma Martín, Sebastián Jesús.


López Moya, Antonia.


Lorite Lorite, Andrés.


Manglano Albacar, Percival.


Marcos Domínguez, Pilar.


Marcos Moyano, María Dolores.


Marcos Ortega, Milagros.


Mariscal Anaya, Guillermo.


Martínez Ferro, María Valentina.


Martínez Oblanca, Isidro Manuel.


Matarí Sáez, Juan José.


Mateu Istúriz, Jaime Miguel.


Merino Martínez, Javier.


Moneo Díez, María Sandra.


Montesinos de Miguel, Macarena.


Moraleja Gómez, Tristana María.


Moro Almaraz, María Jesús.


Movellán Lombilla, Diego.


Navarro López, Pedro.


Olano Vela, Jaime Eduardo de.


Ortiz Galván, José.


Paniagua Núñez, Miguel Ángel.


Pedreño Molina, Juan Luis.


Pérez Díaz, María Auxiliadora.


Pérez Recuerda, Isabel Gema.


Píriz Maya, Víctor Valentín.


Postigo Quintana, Jesús.


Prohens Rigo, Margarita.


Señoras y señores diputados que votaron 'sí' telemáticamente:


De las Heras Fernández, Patricia.



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Señoras y señores diputados que votaron 'no' telemáticamente:


Santiago Romero, Enrique Fernando.


Velarde Gómez, Martina.


Vicente Viondi, Daniel.


Vidal Sáez, Aina.


Baños Ruiz, Carmen.


Bravo Barco, Eva.


Caballero Gutiérrez, Helena.


Echenique Robba, Pablo.


Fernández Pérez, María.


Franco Carmona, Isabel.


Lastra Fernández, Adriana.


Martínez Seijo, María Luz.


Señoras y señores diputados ausentes:


Saavedra Muñoz, Marisa.


Uriarte Torrealday, Roberto.


Fernández Castañón, Sofía.


Pozueta Fernández, Isabel.


Miembros del Gobierno que dijeron 'no':


Sánchez Pérez-Castejón, Pedro.


Díaz Pérez, Yolanda.


Montero Cuadrado, María Jesús.


Montero Gil, Irene María.


Miembros del Gobierno que votaron 'no' telemáticamente:


Belarra Urteaga, Ione.


Garzón Espinosa, Alberto.


Miembros de la Mesa que dijeron 'sí':


Gil Lázaro, Ignacio.


Miembros de la Mesa que dijeron 'no':


Hernanz Costa, Sofía.


Elizo Serrano, María Gloria.


Rodríguez Gómez de Celis, Alfonso.


Batet Lamaña, Meritxell.


Miembros de la Mesa que dijeron 'abstención':


Navarro Lacoba, Carmen.


Pastor Julián, Ana María.


Miembros de la Mesa que votaron 'no' telemáticamente:


Sánchez Serna, Javier.


Pisarello Prados, Gerardo.


La señora PRESIDENTA: ¿Hay alguna señora o señor diputado que no haya sido nombrado para votar? (Denegaciones). En consecuencia, se procederá a realizar el escrutinio de los votos emitidos. (Pausa).


Señorías, el resultado de la votación ha sido el siguiente: votos emitidos, 345; a favor, 53; en contra, 201; abstenciones, 91.



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Señorías, al no haberse obtenido la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara, de acuerdo con los artículos 113.1 de la Constitución y 177.5 del Reglamento del Congreso de los Diputados, se entiende rechazada la moción de censura.


Muchísimas gracias a todos. (Aplausos).


Se levanta la sesión.


Eran las doce y treinta minutos del mediodía.