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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 297, de 21/09/2001
CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 2001 VII Legislatura Núm. 297
DE INVESTIGACIÓN SOBRE GESCARTERA
PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. LUIS MARDONES SEVILLA
Sesión núm. 5
celebrada el viernes, 21 de septiembre de 2001
ORDEN DEL DÍA:
Celebración de las siguientes comparecencias:
- De don José María Ruiz de la Serna. (Número de expediente 219/
000241.) . . . (Página 8950)
- De don Francisco Javier Sierra de la Flor. (Número de expediente
219/000242.) . . . (Página 8993)
- De don José María Castro Martínez. (Número de expediente 219/
000243.) . . . (Página 8997)
- De don Aníbal Sardón Alvira. (Número de expediente 172/000244.) . .
. (Página 9032)
Se abre la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.
CELEBRACIÓN DE LAS SIGUIENTES COMPARECENCIAS:
- DE DON JOSÉ MARÍA RUIZ DE LA SERNA. (Número de expediente 219/
000241)
El señor PRESIDENTE: Señorías, se abre la sesión de la Comisión de
investigación de Gescartera.
Si no hay ninguna cuestión de procedimiento que los representantes de
los grupos parlamentarios quiera plantear, vamos a pasar al primer
compareciente en la mañana de hoy, que es don José María Ruiz de la
Serna. Que los servicios de la Cámara le hagan comparecer. (Pausa.)
Estando ya presente en la sala el primer compareciente , don José
María Ruiz de la Serna -que asiste a la sesión acompañado de su
asesor jurídico-, quiero decirle que si antes de que esta presidencia
dé el turno de palabra a los portavoces de los diferentes grupos
parlamentarios miembros de esta Comisión, quiere hacer alguna
declaración, o informe a esta Comisión, lo puede hacer y si no
pasaríamos directamente al turno de preguntas.
Supongo que tanto al señor compareciente como a su asesor, la letrada
de esta Comisión les ha informado de los procedimientos, bases y
fundamentos legales en derecho que les asisten y a los que quedan
sometidos ante esta Comisión. Asimismo, el presidente velará por el
cumplimiento de nuestro reglamento y normas que lo rigen. Si quiere
hacer alguna alegación, tiene S.S. la palabra.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, señoría. Únicamente quiero decir que
quedo a disposición de esta Comisión parlamentaria para que me
efectúen todas las preguntas. Deseo que sepan disculparme si no puedo
contestar a las que afecten a mi derecho de defensa, al estar bajo la
instrucción penal. En cuanto al resto, quedo a su disposición plena.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ruiz de la Serna.
Tiene en primer lugar la palabra el comisionado diputado por el Grupo
Parlamentario Socialista, señor López Aguilar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Buenos días, señor Ruiz de la Serna.
El Grupo Socialista le agradece la disponibilidad que acaba de
expresar para contestar a nuestras preguntas, teniendo en cuenta su
condición de imputado y, por tanto, la especial protección de que
usted disfruta en lo que se refiere a las materias que están
cubiertas por el sumario que en estos momentos se instruye ante la
jurisdicción penal de la Audiencia Nacional.
Se lo agradecemos, pero quiero recordarle que las investigaciones que
en estos momentos se llevan a cabo por la jurisdicción penal y las de
esta Comisión de investigación son perfectamente distinguibles,
afectan a objetos y responsabilidades distintas. Usted en estos
momentos hace frente -y le deseamos la mejor suerte- a
responsabilidades de naturaleza penal ante la jurisdicción penal en
una investigación en curso, pero el Parlamento está intentado
esclarecer responsabilidades de otra naturaleza: responsabilidades
políticas que conciernen a los titulares de aquellos órganos de la
Administración general del Estado, altos cargos y organismos
supervisores, administraciones relevantes en el ámbito del sector
público-económico y del mercado financiero, que pueden contribuir -y
desde el punto de vista socialista sin duda ninguna deben contribuir
decisivamente- a explicar de manera creíble, de modo que no se tome
por menor de edad a la opinión pública ni a la sociedad española; un
escándalo que tiene su arranque en las actividades de una sociedad
bursátil con la que usted está directamente relacionado pero que no
acaban ahí, que se ramifican en comportamientos, actitudes y
actividades de responsables de órganos de la Administración del
Estado y de organismos reguladores.
Le invito francamente a que haga expreso su conocimiento en la
Comisión sobre lo que sucedió con esa sociedad con la que usted está
tan directamente relacionado, con Gescartera, que nos dé su versión
en términos que -subrayamos- son perfectamente distinguibles de los
que conciernen al objeto sobre el que está trabajando la jurisdicción
penal, porque hay muchas materias penalmente relevantes que tienen
que figurar en las preguntas que usted tiene que atender ante la
jurisdicción penal, en la instrucción de ese sumario, pero hay otras
muchas que no siendo penalmente relevantes sí lo son para esclarecer,
por supuesto, esas responsabilidades políticas que a nosotros nos
ocupan y que justifican nuestro trabajo. Le invito a que colabore con
nosotros, con todos los grupos de esta Cámara, no sólo con el Grupo
Socialista, a que dé su testimonio cumplido, recordándole también que
ese testimonio tiene que ajustarse a la verdad, porque es
constitutivo de responsabilidad penal faltar a la verdad en la
deposición de ese testimonio ante la Comisión de investigación. Le
ruego que recuerde que cada una de sus respuestas debe atenerse a la
verdad so pena de incurrir en un nuevo ámbito de eventual
responsabilidad penal.
Nos gustaría conocer, en primer lugar, su propio tránsito por la
Comisión Nacional del Mercado de Valores con anterioridad a su acceso
a un cargo directivo en la sociedad Gescartera. Nos gustaría saber
desde qué formación profesional accede usted a la condición de
directivo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, qué cargos
desempeñó en la Comisión Nacional del Mercado de Valores y en qué
fecha exactamente
deja usted de desempeñar funciones en dicha Comisión para pasar a
Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me incorporé a la Comisión Nacional del
Mercado de Valores en el mes de noviembre del año 1989; provenía del
Banco Español de Crédito, del departamento que se llamaba Banesto
Europa. Me incorporé, como digo, a la CNMV, al departamento que se
llamaba entonces de sujetos del mercado. Ahí nos encargábamos de la
supervisión de sociedades y agencias de valores. Estuve en ese
departamento hasta el año 1994, creo recordar, fecha en la que pasé
al departamento de instituciones de inversión colectiva. En ambos
departamentos mi único cargo nunca fue directivo, fue técnico. Fui
técnico de la CNMV en el departamento de instituciones de inversión
colectiva, primero estuve en la división de supervisión que se
encargaba de gestoras de fondos los propios fondos, SIM y SIMCAV y
gestoras de cartera. Los dos últimos meses que estuve en la Comisión
fue en el departamento para inscripciones de fondos, autorizaciones,
etcétera, hasta el mes de marzo del año 1997, en que paso a
incorporarme al grupo de Gescartera.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Quiere eso decir que usted nunca ostentaba
la condición de funcionario?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Era personal laboral contratado.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y en esa condición trabaja usted en la CNMV?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Cuál es el tránsito, desde el punto de vista
jurídico, desde la CNMV hacia Gescartera? ¿Cómo cesa su relación
laboral? ¿Fue un cese voluntario?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, fue a petición propia.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Decisión voluntaria de su contrato laboral
con la Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Efectivamente, creo que pedí excedencia
por tres años. Ya está vencida, pero fue a petición propia.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Permítame que le pregunte si considera
conveniente o ético que trabajadores de la CNMV, que han desempeñado
funciones de control de la sociedades que operan en el mercado de
valores pasen, sin solución de continuidad del órgano de control de
esas sociedades, a trabajar en las sociedades controladas.
El señor RUIZ DE LA SERNA: En principio no había ningún tipo de
incompatibilidad para nosotros como técnicos.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Ni siquiera atendiendo a lo dispuesto en el
código general de conducta de los miembros de la Comisión Nacional
del Mercado de Valores?
El señor RUIZ DE LA SERNA: El código general de conducta se hizo
posteriormente a mi salida. No estoy muy seguro, pero recuerdo que es
posterior a mi salida. No sé cómo es el actual. Las únicas cláusulas
que teníamos del código general de conducta cuando me incorporé a la
CNMV, eran las referentes a la compraventa de valores por cuenta
propia. Las incompatibilidades de trabajo se impusieron para los
directores pero no para los técnicos. Actualmente, no sé como está
ese código.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Trabajando para la CNMV, ¿solicitó alguna vez
la declaración de compatibilidad con alguna otra actividad?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, nunca.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Estuvo todo el tiempo trabajando para la
CNMV en dedicación exclusiva?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es lo que había en mi contrato.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede contarnos cuántos antiguos
trabajadores de la CNMV trabajaban para Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Excluyéndome, un compañero más que vino de
la CNMV a incorporarse a Gescartera.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Nadie más?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que yo sepa, nadie más.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede recordar el nombre de ese compañero?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Don Salvador Alcaraz.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Cuéntenos las funciones que pasó a desempeñar
en Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: La constitución de la gestora de
instituciones, que se llama Gescartera- Gestión, Sociedad Gestora de
Instituciones de Inversión Colectiva. Fue para desarrollar la gestora
de instituciones
y la constitución de dos fondos de inversión. En principio se
llamaban Gescartera Renta Variable FIM y Gescartera Renta Fija FIM,
si bien únicamente se llegó a constituir el de Gescartera Renta
Variable FIM, cuya denominación actual es Gescartera Global FIM. Ese
fue el primer encargo que tuve en 1997.
El señor LÓPEZ AGUILAR: En el desenvolvimiento de esas funciones,
¿recuerda inspecciones de la Agencia Tributaria?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En Gescartera, no.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿En ninguna de las sociedades?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En algunas sociedades creo que sí, pero no
llevé nunca este tema. Le estoy hablando por referencias. Hablo de
sociedades vinculadas y a lo mejor no directamente relacionadas con
Gescartera. No recuerdo actuaciones de la Agencia Tributaria.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y procedimientos sancionatorios a la CNMV?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, en el año 1999 se inicia.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Usted fue personalmente sancionado por la
CNMV?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede recordarnos el procedimiento
sancionador y la sanción?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. La apertura de expediente - intento
ser lo más preciso posible, me disculpará S.S. si yerro en las fechas
- es del 6 de abril del año 1999, se amplía el 16 de abril del mismo
año y finaliza en el mes de junio o julio del año 2000, imponiéndome
una sanción de 3 millones de pesetas en total por dos conceptos: de
dos y de un millón de pesetas.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Recuerda qué naturaleza o carácter tenía la
sanción?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Eran faltas graves, una por obstruir la
labor de inspección de la CNMV y la otra -creo recordar- por el tema
por no llevar los asientos contables exigidos.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Recuerda los supuestos de hecho? ¿Cómo
obstruía usted la labor de la CNMV?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me disculpará S.S., pero es un tema que
ahora mismo también hemos presentado en los tribunales. Está
recurrido y puede afectar a mi derecho de defensa. Le ruego que me
disculpe.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Tiene recurrida igualmente la segunda
sanción, por la segunda falta grave?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
LÓPEZ El señor AGUILAR: En relación con la CNMV desde su posición con
Gescartera, ¿con qué antiguos compañeros de la CNMV mantuvo usted
relaciones dentro de la institución?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Tenía amistades, con las cuales me honro,
con los antiguos compañeros de trabajo. Tampoco he podido desarrollar
una relación muy profunda con ellos, si bien sigo manteniendo esa
amistad. Debido a las inspecciones que hemos tenido y a la duración
de las mismas, ellos también tuvieron la delicadeza de no ponernos
nunca en una situación incómoda para cualquiera de las partes. Aunque
en el tiempo sí ha habido un distanciamiento en el trato, yo no he
olvidado especialmente esas amistades.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Mantuvo usted relaciones de trabajo con don
Luis Ramallo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No; de trabajo, no. El era mi
vicepresidente cuando estuve en la CNMV los últimos meses, pero no
tuve relaciones de trabajo.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y con doña Pilar Valiente, vocal del Consejo
durante su tránsito por la CNMV?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A doña Pilar Valiente la conocí
únicamente, en el año 1999, en una pasillo de la CNMV. Me la
presentaron como consejera. Simplemente ocurrió así no hubo trato..
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y durante su trabajo directivo en Gescartera
no mantuvo relaciones ni con don Luis Ramallo ni con doña Pilar
Valiente?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, con doña Pilar Valiente no pudo ser,
por incorporarse ella a la CNMV con posterioridad a mi cese. En
cuanto a don Luis Ramallo, no hubo tampoco nunca relación de trabajo
por tratarse del vicepresidente y yo simplemente un técnico.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Le he preguntado como directivo de
Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Como directivo de Gescartera, ¿cuando
estuvieron ellos?
El señor LÓPEZ AGUILAR: Cuando estuvo usted como directivo de
Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Disculpe porque le entendía sobre mi etapa
en la CNMV. Como directivo de Gescartera, nunca tuve trato con don
Luis Ramallo mientras él estuvo en la CNMV. Repito que mientras él
estuvo en la CNMV nunca tuve trato con él.
Como ya he comentado, la primera vez que conocí a doña Pilar Valiente
fue en el año 1999 que me la presentaron en un pasillo; fue una
presentación absolutamente informal y posteriormente, tuvimos dos
almuerzos en los años 2000 y 2001.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Recuerda las fechas y los asistentes a esos
almuerzos?
El señor RUIZ DE LA SERNA: El primer almuerzo fue a finales de
octubre o principios de noviembre y los comensales fuimos doña Pilar
Valiente, doña Pilar Giménez-Reyna, don Enrique Giménez-Reyna, don
Antonio Alonso, don Antonio Camacho y yo. Fue en un restaurante de
Madrid. La segunda vez...
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Recuerda el restaurante, por favor?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, La Aldaba.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿La Aldaba?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Creo que sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y el segundo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: El segundo fue en la sede de la CNMV y
asistimos doña Pilar Valiente, doña Pilar Giménez-Reyna, don Enrique
GiménezReyna, don Antonio Camacho y yo.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y la fecha?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sobre el mes de febrero, a principios de
este año 2001.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Quiere decir que está hablando usted con la
cúpula de la CNMV, que está usted almorzando en la CNMV con su
cúpula?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Con la presidenta, sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Conoce usted la declaración que presta el
señor Camacho en el Juzgado de Instrucción Central número 3 de la
Audiencia
Nacional en la que le imputa haber entregado documentación falsa a la
CNMV en relación con las actividades de Gescartera y, en concreto,
certificaciones bancarias del BSCH y de La Caixa?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, le ruego, señoría, que sepa
disculparme y no le responda al ser un tema que afecta directamente a
la causa penal en la que estoy incurso.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Qué relaciones mantuvo con los funcionarios
de la CNMV don Pedro Villegas y don Antonio Botella?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A don Pedro Villegas y a don Antonio
Botella les conozco desde el año 1989. Eran relaciones de compañeros
de trabajo. Posteriormente, cuando dejo la Comisión y me incorporo
a Gescartera, las relaciones son de antiguos compañeros de trabajo y de
respeto mutuo porque eran supervisores. Alguna actuación directa
tuvieron sobre nosotros: don Antonio Botella, a partir de mayo de
1999, llevó la inspección que entonces había y don Pedro Villegas
llevaba los expedientes que teníamos abiertos. Fue una relación de
trabajo.
El señor LÓPEZ AGUILAR: De trabajo, naturalmente. ¿Después de
abandonar la CNMV e incorporarse a Gescartera, mantiene esas
relaciones de trabajo con don Pedro Villegas y Antonio Botella?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. Antes no tuve tampoco ocasión de poder
trabajar con ellos en la CNMV. Posteriormente, por los hechos que
fueron sucediendo, sí que hubo ese trato exclusivamente laboral.
El señor LÓPEZ AGUILAR: En su condición de trabajador de la CNMV,
¿usted conoce los requisitos y los trámites necesarios para obtener
la calificación de agencia de valores y su habilitación para operar
en el mercado?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Conoce usted en su tránsito por la CNMV, en
los años en que desempeña funciones en la CNMV, algún otro caso en el
que se haya obtenido la calificación de agencia de valores de manera
tan inusual como sucedió en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que me disculpe, pero, por ser un
tema que puede afectar a mi defensa, no le puedo contestar ahora
mismo. El tema inusual no sé la amplitud que puede tener y cómo puede
afectar a mis intereses.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Conoce algún otro caso de sociedad promovida
a la calidad de agencia de valores el mismo día en que resulta
sancionada?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Ha insistido usted, cuando ha oído el nombre
de don Luis Ramallo, en que no tiene contacto con él mientras ocupa
cargos directivos en la CNMV, ¿y después?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Después sí, era un notario al que
acudíamos.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Es exclusivamente en esa condición que
mantiene usted relaciones con don Luis Ramallo a partir de su salida
de la CNMV?
El señor RUIZ RAMALLO: Sí, únicamente.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Nos ha explicado usted la circunstancia
temporal en que usted transita desde la CNMV a Gescartera, pero no
las causas o las relaciones que le llevan a tomar esa decisión.
¿Puede explicárnoslas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, cómo no. Los motivos son estrictamente
personales, tanto el aumento de sueldo como el proyecto que, en
principio, es apasionante. Son los dos únicos motivos que me llevan
a ello.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿ Quién se lo propuso?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Don Antonio Camacho.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Qué conocimiento tenía usted de don Antonio
Camacho con anterioridad a tomar esa decisión, a recibir ese
ofrecimiento?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le realicé una supervisión a la sociedad
Gescartera en octubre y noviembre de 1995. Es cuando entro en
contacto con él y, a partir de entonces mantengo una relación de
amistad con comidas una vez al mes, una vez cada dos meses.
El señor LÓPEZ AGUILAR: O sea, usted efectúa funciones de supervisión
sobre Gescartera y Camacho acaba ofreciéndole incorporarse a la
sociedad como directivo con un sustantivo aumento de sueldo.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, año y medio después de realizada la
inspección.
El señor LÓPEZ AGUILAR: El Grupo Socialista le agradece
encarecidamente que se haya tomado la deferencia de contestar a
nuestras preguntas teniendo en cuenta su condición de imputado en una
causa judicial en curso. Se lo agradece de veras.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Muchísimas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor López Aguilar.
A continuación tiene la palabra, por el Grupo Catalán de Convergencia
i Unión, el señor Jané i Guasch.
El señor JANÉ I GUASCH: Gracias, señor presidente.
Señoras y señores diputados, señor Ruiz de la Serna, buenos días.
En nombre de Convergència i Unión, del Grupo Parlamentario Catalán,
quería, en primer lugar, agradecerle la consideración que tiene al
dar respuesta ante esta Comisión de investigación de algunos de los
aspectos que los grupos parlamentarios tenemos el deber de
investigar. Para nuestro grupo, los comparecientes tienen el deber de
colaborar con esta Comisión y, en la medida en que usted esta
colaborando hoy en esta Comisión, nuestro grupo se lo agradece.
Además, nuestro grupo entiende que esto no le perjudica, sino que
esto le puede beneficiar en lo que se refiere a su versión sobre lo
ocurrido en Gescartera.
Señor Ruiz de la Serna, se han afirmado muchas cosas del escándalo de
Gescartera. El señor Camacho ha llegado a afirmar que en el caso
Gescartera no se había producido una estafa y que las pérdidas se
debían a lo que podríamos llamar una mala gestión o bien a políticas
erróneas de inversión. Yo quería preguntarle: ¿comparte usted esta
apreciación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, para nada comparto esa opinión.
El señor JANÉ I GUASCH: Por tanto, claramente, usted nos afirma aquí
que no comparte que los malos resultados de Gescartera se debieran
únicamente a políticas erróneas de inversión.¿ Quiere esto decir,
señor Ruiz de la Serna, que ha habido estafa en el supuesto
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar. Me encantaría
poderle responder, pero, dada mi condición de imputado, le ruego que
sepa entender que tengo que responder esa pregunta en concreto ante
su señoría la magistrada juez de la Sala tercera de la Audiencia.
El señor JANÉ I GUASCH: De todas formas, señor Ruiz de la Serna,
nuestro grupo parlamentario entiende que cuando una sociedad como
Gescartera administra
la confianza de sus clientes y sus clientes obtienen pérdidas como
las que han obtenido, si no habido únicamente políticas errores de
gestión, si no ha habido únicamente mala gestión, debe haber habido
un comportamiento claramente fraudulento por parte de quien
administra estas carteras, esta confianza, estos depósitos de los
clientes. Por tanto, en la primera pregunta, aunque usted no quiera
contestarla, llego a esta conclusión: si no comparte la afirmación
del señor Camacho de que únicamente se debía a políticas erróneas de
inversión, es que, además de esas políticas erróneas de inversión,
hubo un comportamiento de engaño a los clientes que confiaron allí
sus inversiones.
Señor Ruiz de la Serna, ¿cuál era el cometido, la actividad, de la
señora Giménez-Reyna en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Conozco a la señora Giménez-Reyna en el
año 1997, cuando me incorporo al grupo, y creo recordar que entonces
está ya de vicepresidente, creo recordar. No sé si yerro y a lo mejor
era simplemente consejero. Posteriormente, en el año 2000, pasa a ser
presidente, si bien su actividad principal es estrictamente
comercial; yo me puedo referir al trato directo que tuve con ella a
partir del año 1999, ya que antes estaba yo ubicado físicamente en
otra sede y previamente en otra empresa, que era Gescartera Gestión.
Hablaría de los año 1999, 2000 y 2001. Básicamente su cometido era de
relaciones comerciales. Más no le puedo decir.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Qué entiende usted por un cometido
comercial?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Captación de clientes y desarrollo de las
actividades propias de la empresa.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Cuál es ese desarrollo de actividades
propias de la empresa?
El señor RUIZ DE LA SERNA: De una forma específica no tenía nada,
ella no fijaba tampoco los tipos de interés, pero sí que a lo mejor
tomaba algún tipo de referencia, siempre consultado con Antonio
Camacho, de vez en cuando me consultaba a mí también, siempre
teníamos que tomar la referencia de Antonio Camacho, pero tampoco
hacía más dentro de su ámbito, que era comercial.
El señor JANÉ I GUASCH: Usted afirmaba ahora que entendía por
actividad comercial de la señora Giménez-Reyna la captación de
clientes. ¿Puede usted manifestarnos qué tipo de clientes captaba la
señora Giménez-Reyna para Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En principio lo desconozco, pero no tengo
ninguna razón para pensar que tuviera ningún tipo de discriminación
sobre la posible
clientela, no había un ámbito específico. Si se refiere a si
había un departamento de clientes institucionales como tal, todavía
no estaba creado, si bien había planes, pero por entonces y hasta
ahora no estaba creado en Gescartera y tampoco había una actividad
específica en ese terreno de Pilar Giménez-Reyna.
El señor JANÉ I GUASCH: Usted acaba de manifestar, señor Ruiz de la
Serna, un aspecto que para nuestro grupo es muy importante en esta
Comisión de investigación; nos acaba de manifestar que había un
propósito, un plan, de captar clientes institucionales, todavía no se
había empezado, pero había un diseño -por lo menos esto es lo que
interpreta claramente de su declaración este parlamentario que se
dirige a usted- para la captación de clientes institucionales. ¿Es
así?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me disculpará porque a lo mejor me he
expresado erróneamente. No, me he querido referir a un departamento
de clientes institucionales simplemente para una llevanza más directa
por parte de la actividad comercial de la empresa. Este cometido, en
principio, se lo encomendé a don José María Castro para que empezara
a desarrollar esa idea de un departamento específico de clientes
institucionales, no como instituciones; con ese sustantivo nos
referíamos a clientes de más de 75 ó 100 millones de pesetas. Para
nada se refería a captar exclusivamente instituciones como tales.
Discúlpeme si le he podido inducir a error.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor Ruiz de la Serna, usted era apoderado
de Gescartera, como apoderado -y obran ya en manos de los
comisionados algunos documentos firmados por usted-, usted con su
firma comprometía a Gescartera cuando un cliente entraba en la
sociedad. Me refiero a lo siguiente. Usted era quien firmaba, en
nombre de Gescartera, que el cliente que depositaba allí sus fondos
recibiría una información puntual y detallada de la evolución de sus
inversiones. ¿Es así?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Usted, al firmar esos documentos entendía
que se comprometía, en nombre de Gescartera, a que esa información
puntual a los clientes se realizaría?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Las firmas que he tenido que realizar ahí
han sido como apoderado de Gescartera, como usted bien ha indicado, y
es en el mero desarrollo de la actividad mercantil de la sociedad.
El señor JANÉ I GUASCH: En el desarrollo de esaactividad mercantil,
¿tiene conciencia de si realmente
los clientes recibían la información comprometida por Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Puede repetirme la pregunta?
El señor JANÉ I GUASCH: Cuando usted se compromete en nombre de
Gescartera a que los clientes que depositan allí su dinero van a
recibir puntualmente información de la evolución de sus inversiones,
¿era consciente de si después esa información se recibía o bien por
parte de Gescartera se incumplía la obligación de informar a los
clientes?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En principio se informaba a todos los
clientes.
El señor JANÉ I GUASCH: Si es así, yo tengo uno de los contratos de
gestión de carteras, firmado por usted, concretamente el contrato
firmado con el señor Pichel, de la fundación ONCE, y en la cláusula
4ª, relativa a obligaciones de información de Gescartera, se afirma:
Gescartera remitirá al cliente trimestralmente información referida a
una comparación entre la situación de la cartera en el momento en que
se efectuó la última comunicación y el movimiento habido durante el
período, incluyendo el del efectivo, así como detalle de valores
nominales y efectivos, número de valores comprados y vendidos o
prestados, pagos de cupones o de dividendos, fechas de conversión,
etcétera. Incluso se afirma: Esta información se remitirá
mensualmente cuando la cartera gestionada presentara pérdidas a final
de mes.
Eso, que está firmado por usted, ¿se llevaba a cabo? Esta cláusula,
en la que usted se comprometía a que por parte de Gescartera se
informaría a los clientes, ¿se llevaba a cabo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Esta pregunta no se la puedo contestar
porque creo que puede afectar a mi derecho de defensa.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor Ruiz de la Serna, entiendo que no se
llevaba a cabo. Usted puede no contestármela, pero mi grupo
parlamentario, Convergència i Unió, entiende que Gescartera se
comprometió con quienes confiaron allí su dinero a dar una
información puntual de la evolución de sus inversiones y que no
cumplía puntualmente esa obligación de informar o no lo hacía de la
forma adecuada, porque sólo así podemos explicarnos que los clientes
pudieran seguir depositando allí sus inversiones cuando la evolución
de las mismas no era positiva, sino absolutamente negativa. Entiendo
que usted no pueda contestarme a esta pregunta por la presunta
implicación penal que pueda tener, pero, repito, nuestro grupo cree
que esa información a la que usted se comprometía con los clientes
que se captaban después no era cumplida por Gescartera.
¿Llegaba dinero en metálico a Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Algunas veces sí.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿El dinero en metálico que llegaba a
Gescartera tenía después la anotación contable referida al cliente
del que provenía, de forma que cualquier auditor pudiera detectar que
ese dinero pertenecía al cliente que había depositado ese dinero en
metálico?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: Por tanto, ¿nunca el dinero en metálico que
se entregaba a Gescartera podía tener después la consideración de
dinero negro?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Nunca?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Todos los clientes de la agencia de
valores recibían su información fiscal.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Y todas las aportaciones que efectuaban esos
clientes en dinero, en metálico, constaba que venían de tal cliente
con nombre y apellidos?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿En qué banco se ingresaba ese dinero en
metálico?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Últimamente, podía ser en La Caixa o en
Caja Madrid, tanto en la institución como en Caja Madrid Bolsa.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Qué evolución inversora tenía después ese
dinero en metálico? ¿Distinta a otro tipo de aportación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿La misma que cualquier otro tipo de
aportación que no fuera dinero en metálico?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. La misma.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Recuerda, por su carácter significativo, por
su volumen, alguna aportación en metálico significativa? En ese
sentido, ¿recuerda, por ejemplo, si han entregado en metálico a
Gescartera una cantidad de más de 100 millones de pesetas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo recuerdo.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿No lo recuerda?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, no.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Podría afirmar que nunca se ha entregado una
cantidad en metálico de una sola vez superior a 100 millones de
pesetas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que me disculpe porque tampoco
puedo contestar a esa pregunta.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor Ruiz de la Serna, estos días la
sociedad española, ante la cual nosotros, como diputados, intentamos
hacer nuestra labor con seriedad (todos los grupos parlamentarios
estamos preocupados por lo que ha sucedido en Gescartera), se hace
una pregunta que yo, como diputado, tengo que trasladarle. Usted
puede no contestármela pero es la pregunta que todos nos hacemos.
¿Dónde está el dinero de Gescartera? ¿Lo conoce? ¿Conoce el destino
de esas inversiones que ahora nadie sabe responder dónde están?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo conozco. No sé dónde está el dinero
de Gescartera. Quien sí lo conoce es don Antonio Camacho.
El señor JANÉ I GUASCH: No lo conoce, pero usted, señor Ruiz de la
Serna, afirmó el pasado mes de agosto que estaba convencido de que
próximamente se podría acreditar el destino de unos 14.000 millones
de pesetas invertidos en Gescartera. Son declaraciones que recogen
los medios de comunicación el pasado 22 de agosto. ¿Se reitera en esa
afirmación que recogen los medios de comunicación el pasado mes de
agosto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Esa afirmación yo no la pude hacer el
pasado mes de agosto. Creo que corresponde a mi declaración ante la
juez doña Teresa Palacios.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Se ratifica en esa afirmación? Afirmaba que
estaba convencido de que próximamente se podría acreditar el destino
de esos 14.000 millones. ¿Hoy ratifica ante el Parlamento esa
afirmación que hizo ante la juez?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Lo que transmití en aquel momento fue el
firme convencimiento que tenía. Así me lo hizo saber Antonio Camacho,
no solamente en este tema sino en otros muchos, y no solamente a mí
sino a otras muchas personas sobre este particular. Es decir, en
aquel momento es lo que creí firmemente y era entonces lo que
pensaba.
El señor JANÉ I GUASCH: Interpreto, señor Ruiz de la Serna, que en
aquel momento usted creía y tenía ese convencimiento. ¿Lo sigue
teniendo hoy?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Claro que no. A la vista del desarrollo de
los hechos, no.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Entiende usted que esa afirmación de que
pronto se podría acreditar hoy ya no la podemos mantener y que por
tanto ese dinero se ha perdido?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Yo no podría mantener esa afirmación, pero
tampoco diría que el dinero se ha perdido si se refiere a operaciones
de gestión.
El señor JANÉ I GUASCH: Si no podemos afirmar que se ha perdido, para
mi grupo parlamentario su testimonio aquí es esencial para poder
aportarnos luz. Los comisionados de esta Comisión de investigación
necesitamos conocer alguna pista de dónde puede estar parte de ese
dinero. Hay más de 2.000 clientes que han confiado allí sus
inversiones que han denunciado a Gescartera ante la Comisión Nacional
del Mercado de Valores. Hay tal entramado en este caso que la propia
ocultación del destino final del dinero abre aún mayores incógnitas.
Usted nos dice que estaba convencido de que podría recuperarse. Hoy
nos dice que ya no comparte esa convicción.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Creo que hace mención a la
acreditación de los fondos y, dado el desarrollo de los
acontecimientos, no creo que exista una voluntad de acreditación de
dónde están esos fondos. Es a lo que me he referido, no a que se
puedan o no recuperar. Eso ya no soy yo quién para valorarlo.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor Ruiz de la Serna, usted nos afirmaba
hace un momento que el convencimiento que tenía cuando declaró ante
la juez se lo había trasladado el propio señor Camacho. ¿Es así?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿El señor Camacho le ofreció la confianza de
que ese dinero podía recuperarse?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Absoluta.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Y hoy esa confianza se ha visto defraudada
por parte de usted?
El señor RUIZ DE LA SERNA: También.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Cuál era su relación con el señor Camacho?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Hasta que ocurren estos acontecimientos,
siempre pensé que era un amigo, aparte de ser mi jefe, pero siempre
pensé que era un amigo. Los hechos han demostrado que pudo ser
mi jefe, pero en el tema de la amistad a lo mejor tenemos conceptos
distintos el señor Camacho y yo.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor Ruiz de la Serna, usted había trabajado
en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, lo ha explicado ya.
Usted aporta a Gescartera un conocimiento técnico de la mecánica del
mercado de valores. ¿Es así?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Más que de la mecánica del mercado de
valores, del tema legislativo en todo caso.
El señor JANÉ I GUASCH: Se lo digo porque parecía que quienes venían
a esta Comisión de investigación, sobre todo por parte de la señora
Giménez-Reyna o ayer mismo por parte del señor García Morey, personas
con cargos en Gescartera, querían mostrar como que: esto no va
conmigo, yo no me enteraba de nada, lo que hacía realmente sólo era
esto. Ayer el señor García Morey, en un tono amable y jocoso, nos
decía: yo venía aquí a tomar café. Usted no, señor Ruiz de la Serna,
nosotros entendemos que usted no era el cerebro de Gescartera, porque
no me gusta utilizar esta palabra, pero mi grupo parlamentario
entiende que usted diseñó el funcionamiento de Gescartera en
elementos fundamentales del mismo. ¿Es así?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Se refiere a cómo estaba actuando ahora
mismo Gescartera?
El señor JANÉ I GUASCH: A cómo estaba actuando en ese momento
Gescartera, en el momento en que se produce la intervención de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le tengo que contestar que no.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Para usted sólo el señor Camacho sabía cómo
funcionaba Gescartera en el momento en que es intervenida?
El señor RUIZ DE LA SERNA: De una forma global, sí, en la totalidad
quiero decir. Una cosa es que yo tuviera conocimiento de cómo se
operaba, por ejemplo, en el departamento de administración o en el
departamento comercial. Luego había otra parte que desconocía. El
tema operativo, estos puntos que le he comentado, sí lo he conocido,
pero no lo he diseñado yo; de ahí mi puntualización y decirle que no
al desarrollo operativo.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor Ruiz de la Serna, ¿conocía a don
Enrique Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Conocí a don Enrique Giménez-Reyna en la
boda de un sobrino suyo,
hijo de doña Pilar, y después le he visto en dos comidas, en las dos
comidas con la presidenta de la CNMV.
El señor JANÉ I GUASCH: Aparte de los encuentros con el señor
Giménez-Reyna en dos almuerzos y en esa boda, ¿usted ha mantenido
alguna conversación telefónica con el señor Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Una, hace ya mucho tiempo, y era una
conversación fútil, era una cuestión fiscal. Creo que estaba entonces
como director general de Tributos y, aprovechando que estaba hablando
su hermana con él, simplemente le hice un comentario sobre los tipos
impositivos que se aplican a fundaciones, creo recordar, y él me dijo
que sí, que era correcta mi interpretación. Fue lo único.
El señor JANÉ I GUASCH: Usted dice que habló con el señor Giménez-
Reyna en una ocasión telefónicamente, pero que usted no realizaba esa
llamada, que usted se añadió a una conversación telefónica que estaba
manteniendo la señora Giménez-Reyna con su hermano en la sede de
Gescartera. ¿Es así?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Usted estaba normalmente al corriente de las
llamadas telefónicas que realizaba la señora Giménez-Reyna en
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, en absoluto.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Esa intervención en esa llamada telefónica
fue casual o en otras ocasiones usted estaba con la señora Giménez-
Reyna cuando realizaba sus llamadas telefónicas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es un tema que nunca lo he tenido que
retener en la memoria por no pensar que fuera algo especial. Era una
llamada telefónica que coincidió con que yo estaba ahí, pero que no
tiene ninguna trascendencia desde mi punto de vista.
El señor JANÉ I GUASCH: Este diputado le ha hecho esta pregunta,
señor Ruiz de la Serna, por el hecho de entender que la presencia de
la señora doña Pilar Giménez-Reyna en Gescartera ha podido ayudar
a captar determinados clientes importantes para Gescartera. Al
comentarnos usted que sí que había hablado telefónicamente con el
señor don Enrique GiménezReyna, con ocasión de que la señora doña
Pilar Giménez-Reyna estaba hablando con él en el despacho de
Gescartera, es por lo que le he preguntado esto, porque es de interés
para esta Comisión de investigación, dado que la señora Giménez-Reyna
no quiso aportar ninguna información a la misma, conocer al máximo
qué actividades realizaba doña Pilar Giménez-Reyna en
Gescartera. De ahí mi pregunta: ¿usted conoce algún tipo de cliente
captado por doña Pilar Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Algún cliente que haya invertido más de 100
millones de pesetas captado por doña Pilar Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Qué clientes?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Creo recordar que era la Fundación
Caldeiro. Debía tener otros clientes en Gescartera, pero ahora mismo
no lo recuerdo.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Cuál era su relación con el señor Pichel?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le conocía como cliente de Gescartera y
también como una persona de la ONCE que era cliente de Gescartera.
El señor JANÉ I GUASCH: Las relaciones del señor Pichel con usted,
con Gescartera, ¿entendía que eran relaciones de la ONCE?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Yo siempre lo entendí así. Luego había
otro tema, que era la cartera personal del señor Pichel, y nos
honramos con la confianza depositada en nosotros.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Quién formaba parte de esa cartera personal
del señor Pichel?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Lo ignoro.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Conoce usted si la Fundación ONCE tenía el
10 por ciento de las acciones, que era uno de los requisitos para que
Gescartera pudiera actuar directamente en el mercado de valores como
agencia?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí que lo tenía. Lo que sí recuerdo es la
escritura pública donde está el tema de la venta de las acciones.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Es venta de acciones o es donación de
acciones?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No sé, ahora mismo no le puedo
especificar, pero es su incorporación como accionista de Gescartera.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Pero usted, como apoderado de Gescartera, no
nos puede decir -usted afirma
que tiene ese 10 por ciento- cómo ha adquirido el 10 por ciento de
las acciones?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Eso sí que se lo puedo decir. Lo
adquirieron mediante donación. Pensaba que se refería a la escritura
donde figura ese 10 por ciento, si fue por venta o por donación. Eso
no lo sé, no lo tengo ahora mismo en la cabeza, pero fue por
donación.
El señor JANÉ I GUASCH: Fue por donación. Le agradezco muchísimo esta
respuesta, porque era uno de los interrogantes abiertos en este caso.
¿Aceptó la ONCE esta donación? Porque las donaciones deben aceptarse.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, no hubo nada en contra.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿A través de qué documento acepta la ONCE
esta donación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Eso ya no lo sé.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor Ruiz de la Serna, el Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) le agradece la
colaboración que ha tenido y sigue teniendo en esta Comisión de
investigación. Su testimonio ha sido importante. No nos negamos a
que, a lo largo de las investigaciones que estamos llevando a cabo,
podamos los grupos parlamentarios volver a pedir su comparecencia en
esta Comisión.
El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida, tiene la palabra el señor Frutos Gras.
El señor FRUTOS GRAS: Señor Ruiz de la Serna, quiero hacerle una
pregunta secundaria, que seguramente tiene su importancia de cara a
la sociedad pero que es secundaria en el caso que estamos tratando
aquí, es decir, intentar buscar responsabilidades políticas.
¿Considera normal que el señor Morey ganara un millón y medio de
pesetas por ir a tomar café a Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No deja de ser una opinión personal, pero
creo que el sueldo del señor Morey se fija basándose en expectativas
futuras.
El señor FRUTOS GRAS: Me refiero a lo que él decía ayer en esta
Comisión.
Hace algunos días usted hablaba de 14.000 millones de pesetas y su
afirmación textual fue: 14.000 millones de Gescartera están a buen
recaudo -era una afirmación taxativa-, aunque no sé dónde se
encuentran.¿Continúa manteniendo esta posición?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar pero, aparte de que
creo que ya se lo he contestado al representante de Convergencia,
este tema no lo puedo mantener ahora por cómo se han desarrollado los
hechos. Le ruego también que sepa disculparme por no ser más
explícito al tener abierta una causa penal y por tanto afectar a mi
derecho de defensa.
El señor FRUTOS GRAS: ¿Sabe usted algo sobre regalos a personas de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, del Ministerio de Hacienda
o del Ministerio de Economía y a título de qué eran estos regalos?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No llevé nunca el tema de los regalos; no
fue cometido mío, nunca pasó por mis manos ni siquiera el pago de
facturas. Algún comentario suelto sí he oído, pero específico
ninguno. Si me pregunta por los comentarios, le diré que oí un
comentario a doña Pilar Giménez-Reyna sobre que le había gustado
mucho a Pilar Valiente el regalo que había recibido, pero no tengo
más información de ello.
El señor FRUTOS GRAS: ¿Tampoco sabe usted algo sobre cheques
personales por valor de 40 millones de pesetas para gastos corrientes
de bolsillo, es decir, armanis, Rolex, chalets, coches o escoltas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Uso de cheques personales para ese
cometido?
El señor FRUTOS GRAS: Sí, para gastos corrientes. En determinados
círculos parece que éstos son gastos corrientes.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Si me lo especifica, puedo intentar
ayudarle o colaborar.
El señor FRUTOS GRAS: Como usted era el apoderado, quiero saber si
sabía algo sobre estos cheques personales que utilizaba el señor
Camacho en relación a estos productos.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Si pregunta si Antonio Camacho disponía
del dinero de la sociedad o de los clientes y luego lo destinaba a
otros fines, me tiene que disculpar pero desconozco el destino
concreto que daba al dinero.
El señor FRUTOS GRAS: Según el señor Lozano, abogado de Antonio
Camacho, el señor Ramallo captó clientes para Gescartera. ¿Es cierto?
¿Cuáles son estos clientes?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A mí no me consta. De entrada, don Luis
Ramallo no tiene ninguna agrupación específica como comercial de
Gescartera.
El señor FRUTOS GRAS: Usted se incorpora a Gescartera como apoderado,
el señor Alcaraz como
interventor, ambos procedentes de la Comisión. ¿Había relación fluida
previa? ¿Quién les ofreció el cargo? ¿Cuándo? ¿Por qué?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Se refiere a mí o a don Salvador Alcaraz?
El señor FRUTOS GRAS: A usted en este caso concreto, aunque el señor
don Salvador Alcaraz también entró en este momento como interventor.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Don Salvador Alcaraz se incorpora un año
después de mi incorporación a Gescartera; yo me incorporo, creo
recordar, el 17 de marzo del año 1997 y me ofrece la incorporación
don Antonio Camacho.
El señor FRUTOS GRAS: Entre 1993 y 1997, Gescartera intenta
inútilmente subir de rango ante la Comisión Nacional del Mercado de
Valores, es decir, convertirse en agencia de valores. ¿Usted sabe por
qué se rechazó entonces este aumento de rango y luego, de forma
inmediata y en el mismo momento en que se establece por la Comisión
una sanción, se produce la aprobación de este aumento de rango?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que yo sepa en el año 1992 ó 1993, no le
sé precisar, se presentó un proyecto que se llamaba Bolsa Consulting
Agencia de Valores; se rechazó, dijeron que no, dado el expediente.
En el año 1997 -se me ha olvidado antes comentarlo-, otro de los
cometidos que desarrollé fue un expediente de transformación en
agencia de valores; aparte de la constitución de la gestión de
instituciones fue un expediente de transformación en agencia de
valores, creo que se presenta en los meses de junio o julio del año
1997, no lo sé. Pasamos una inspección en el mes de noviembre del año
1997 y, pasados los seis meses, nos solicita la propia CNMV que les
escribamos una carta, desestimando nuestra solicitud y que la
volvamos a solicitar más adelante. La última solicitud de
transformación se presentó en el año 2000 obteniendo finalmente la
transformación. La autorización de la orden ministerial creo que
llegó el 19 ó 20 de septiembre a Gescartera, lo que es la orden
ministerial, no el acuerdo del Consejo al que antes se ha hecho
mención. La transformación se inscribe en la CNMV con fecha 6 de
febrero del año en curso.
Los motivos. Por una parte, hasta donde yo sé, la propia CNMV era la
que nos insistió en la transformación. La transformación en agencia
de valores fue también en contra de mi parecer, pues eso no aportaba
negocio significativo dadas las características de Gescartera, que
era una gestora de patrimonios; siendo una sociedad gestora de
carteras hay capacidad legal más que suficiente.
El señor FRUTOS GRAS: Muchas gracias, señor Ruiz de la Serna.
En marzo de 1999, según todos los guiones que obran en nuestro poder
y en poder de la opinión pública, muy especialmente del elaboradísimo
guión de la señora Giménez-Reyna, se está viviendo en Gescartera una
situación difícil, porque está saliendo a la superficie lo que parece
que es un agujero. ¿Qué pasó en torno a estos días, 29 de marzo de
1999, 30 de marzo? ¿Cree usted que se puso en evidencia el agujero de
Gescartera y la desaparición de miles de millones?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, no creo que fuera eso. Lo que había
entonces era un vacío legal en cuanto a la supervisión correcta de
una gestora de carteras.
El señor FRUTOS GRAS: Vacío legal.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, no había una exigencia legal
específica. Creo recordar que en aquel entonces las gestoras de
carteras digamos que más que bajo la Ley del mercado de valores
estaban bajo la Ley de instituciones de inversión colectiva, que es
la que la desarrolla y pone algunos puntos. La siguiente referencia
que yo conozco sería el Real Decreto de normas de conducta, del año
1993; de forma específica -creo que es a raíz de la inspección que se
lleva a cabo en Gescartera- está la Orden Ministerial del 7 de
octubre de 1999, donde sí se desarrolla de forma concreta cómo se
tienen que gestionar las carteras. Hasta entonces había un vacío y no
se especificaban concretamente muchas cosas.
El señor FRUTOS GRAS: ¿No veía usted una situación alarmante en el
sentido que apuntaba la señora Giménez-Reyna en su dietario?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Creo que lo que especificaba doña Pilar
Giménez-Reyna en su diario se debería referir a la relación con la
CNMV, pero no creo -es una opinión- que se refiriese a la situación
patrimonial de Gescartera.
El señor FRUTOS GRAS: ¿Conoce usted la actitud que adoptó el señor
Ruiz Valenzuela, delegado de Gescartera en Valladolid, en estas
reuniones, en estos días y en torno a su dimisión?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Lo que he leído hoy por la mañana en la
prensa, lo que les comentó a ustedes. También vi la actitud que tomó
el señor Ruiz Valenzuela; por aquel entonces únicamente asistió
conmigo a una reunión en la CNMV, a la que íbamos más personas, y
previamente tuvimos una reunión con el ecónomo de la diócesis de
Valladolid. Bien es cierto que yo no estuve todo el tiempo, estuve
tan sólo una parte.
El señor FRUTOS GRAS: Hay dos almuerzos entre representantes de la
Comisión y de Gescartera que organiza don Enrique Giménez-Reyna y en
los que participan el mismo señor Giménez-Reyna, el señor Camacho,
usted mismo, doña Pilar Valiente, recién elegida -pocos días antes,
el 6 de octubre de 2000- presidenta de la Comisión, y don Antonio
Alonso. Da la impresión de que se comenta que este almuerzo tenía
como objeto fundamental analizar determinadas actuaciones del señor
Armesto y criticarlas. ¿Qué sentido tenían las críticas al señor
Armesto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En cuanto al sentido, no se lo puedo
precisar. La primera conversión, creo recordar, era distendida, con
comentarios, no dejaban de ser opiniones personales, a lo mejor
anécdotas, pero nada en especial que yo recuerde de forma clara.
El señor FRUTOS GRAS: Puede ser como dice usted, no lo dudo, pero las
personas que asistieron a este primer almuerzo tienen una implicación
muy directa con todo el asunto, así como responsabilidades en el
desarrollo del mismo. Por eso se lo preguntaba.
Hubo otro almuerzo en el que participan don Enrique Giménez-Reyna,
doña Pilar Giménez-Reyna, doña Pilar Valiente, el señor Camacho y
usted mismo, para hablar en concreto sobre la entrada de la ONCE.
¿Cómo se planteó? ¿Quién lo planteó inicialmente? ¿Qué argumentación
se dio para esta entrada?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En esa comida no se habló de la entrada de
la ONCE porque la ONCE ya estaba en el accionariado de Gescartera.
Creo que esa comida fue la que tuvo lugar en el mes de febrero, en la
sede de la CNMV, y por entonces la ONCE ya estaba en el accionariado.
El señor FRUTOS GRAS: ¿Estaba con el 25 o con el 10 por ciento?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Estaba con el 10 por ciento. Se comentó lo
del 25 por ciento. Fue una exigencia de la CNMV relacionada con que
tenía que haber una participación. Previamente se comunicó a Antonio
Camacho que, para autorizar la transformación, la participación de la
ONCE en Gescartera tenía que ser mayoritaria, más del 50 por ciento,
si bien luego lo rebajaron diciendo que propusiéramos nosotros.
Camacho propuso el 25 por ciento, dentro de un plan de actuación,
pero ese 25 por ciento sería en el holding y una vez que existiera la
transformación en agencia de valores.
El señor FRUTOS GRAS: Le pregunto si en Gescartera se firmaban actas
en barbecho por no haber juntas ni consejos ¿Quién las preparaba?
¿Sabe si la Comisión Nacional del Mercado de Valores advirtió algo de
estos manejos, es decir, la firma de actas sin realizarse las
reuniones pertinentes que justificaran estas actas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Eso nunca lo he conocido, pero me tiene
que disculpar por no poder ser más explícito, dada mi situación como
imputado en este procedimiento.
El señor FRUTOS GRAS: Entiendo.
La señora Giménez-Reyna ha hablado, públicamente y ante la juez, de
operaciones especiales en las que ella no ha participado, operaciones
en metálico y a corto plazo para clientes especiales del señor
Camacho, pero usted y Javier Sierra -dice llevaban el trato. ¿Es
cierto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, y como en la anterior pregunta, me
tiene que disculpar por no poder ser más explícito.
El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV),
tiene la palabra el señor Azpiazu Uriarte.
El señor AZPIAZU URIARTE: Buenos días, señor Ruiz de la Serna.
Vamos a contemplar algo que se ha empezado a decir aquí. En las dos
comidas a las que ha hecho referencia, había personas de Gescartera,
de la CNMV y del Ministerio de Hacienda. ¿Cree que son los pilares
básicos de esta trama, de esta estafa o como lo quiera denominar?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar, no sería más que
una opinión mía y, dada mi situación, podría vulnerar mi propio
derecho de defensa. Le ruego que me sepa disculpar.
El señor AZPIAZU URIARTE: Aparte de criticar, o como quieran
calificarlo, al señor Armesto en una de las comidas o hablar de la
participación de la ONCE, ¿de qué otras cuestiones se hablaron en
estas comidas? ¿Quizá de aspectos fiscales de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, que yo recuerde.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Quizá sobre algunos problemas de la
inspección de la CNMV?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A lo mejor, como he comentado antes, lo
incluiría dentro del anecdotario, pero no de forma específica.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Tenían estas comidas algún objetivo claro?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, que yo sepa.
El señor AZPIAZU URIARTE: Usted estaba trabajando en Gescartera y
supongo que conocía perfectamente
qué hacía Gescartera. Quisiera preguntarle unas cuestiones para
situar la entidad y la extensión de las cosas. ¿De qué volumen de
dinero estamos hablando en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que yo conociera directamente que se
gestionaran en la agencia de valores o que estuvieran invertidos, por
los listados que se entregaron a la CNMV, estamos hablando de 13.500
millones y luego han ido apareciendo otros clientes.
Le ruego que disculpe que mi contestación no pueda ser más extensa.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cree que con 13.500 millones de
inversiones se puede mantener una estructura de una empresa como
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Depende del nivel de gastos, pero con la
estructura que existía sería complicado.
El señor AZPIAZU URIARTE: Sería muy complicado porque parece que los
gastos eran muchos y había bastantes trabajadores. No es que sea
experto en esto, pero algunos que conocen la estructura de las
agencias de valores me han dicho que, para mantener una estructura de
100 personas, mínimo que podía tener Gescartera, se necesitan
volúmenes de inversión bastante importantes, cosa que no parece tener
una Gescartera, ya que 13.500 millones de pesetas es poco dinero para
esto, y parece que usted así lo reconoce. Por tanto, podemos pensar
que, aparte de estos 13.500 ó 18.000 millones que han salido en la
prensa, que puede ser el dinero oficial, digamos, puede haber
cantidades de dinero B, que también han aparecido en la prensa, que
pueden alcanzar cifras importantes que justifiquen el funcionamiento,
los salarios y el modo de comportarse de Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Desconozco esas cifras.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Desconoce que haya dinero negro?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que sepa disculparme no poderle
contestar.
El señor AZPIAZU URIARTE: Imagino que usted era la persona que estaba
implicada directamente y no era una persona decorativa, como antes ha
dicho el señor Morey o como se autodenominó la propia Pilar Giménez-
Reyna. Usted era un trabajador que conocía perfectamente el negocio y
que estaba implicado en él.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Era apoderado dela compañía últimamente.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Qué productos financieros ofrecían a esos
clientes?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Básicamente era la gestión en renta
variable.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Renta variable?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Conocían los clientes el riesgo que
corrían, que estaban actuando con renta variable y el riesgo que ello
podía suponer?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: Cuando les ofrecía renta fija, ¿qué tipo de
rentabilidad les ofrecía? ¿La del mercado, por encima de la del
mercado?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, era la rentabilidad del mercado.
Estuve viendo el listado que se entregó a la CNMV para ver si había
alguna distorsión y, salvo un cliente que era de los históricos,
aunque tampoco era una cantidad sobresaliente que recuerde yo ahora,
los tipos estaban en el mercado, es decir, había pocos que pasaban
del 6 por ciento. No creo que ninguno pasara del 7, eso con toda
seguridad.
El señor AZPIAZU URIARTE: O sea, era rentabilidad de letras del
tesoro, bonos o de deuda del Estado.
El señor RUIZ DE LA SERNA: O pagarés de empresa. Es decir, que son
rentabilidades asumibles.
El señor AZPIAZU URIARTE: O sea que no se pagaban tipos de interés
muy superiores a los del mercado.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ya le digo, salvo un caso, que no sé si
era del 10 por ciento porque se dio a un cliente histórico, o incluso
que se pudiera tratar de un error de transcripción en el listado que
se facilitaba.
El señor AZPIAZU URIARTE: Sí, porque pagando el 10 por ciento
lógicamente perderían dinero.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, pero a lo mejor sería un caso
excepcional. Es decir, le estoy hablando de una excepción.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Por qué la gente invertía el dinero en
Gescartera? ¿Cuál era el atractivo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Creo que sobre todo la red comercial; los
compañeros de Gescartera encargados de la parte comercial son muy
buenos como profesionales.
El señor AZPIAZU URIARTE: Pero algún producto les ofrecería porque,
si los tipos de interés no eran más elevados que los del mercado, una
persona que no conozca Gescartera no tiene porqué fiarse de ella, y
lo lógico es invertir en instituciones financieras en principio más
solventes o de más tradición, como un banco normal.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Puede ser, pero era una pura labor
comercial todo lo que se hizo allí.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Usted se cree que en esa labor comercial
había algo de fraude, que se captaban clientes engañándoles de alguna
manera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, para nada.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Pagaba los impuestos Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Estaba al tanto con Hacienda?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No utilizó jamás la influencia del
director general de tributos de entonces y ahora ex secretario de
Estado de Hacienda para arreglar algunas cuestiones personales?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Como cuestiones personales, no lo sé, como
cuestiones de empresa, le puedo asegurar que no, para nada.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Quién cree usted que fue el responsable de
la creación de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿El origen? Hasta donde yo conozco es
Bolsa Consulting, un negocio que viene derivado de don José Camacho,
padre de Antonio.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cree usted que el señor Giménez-Reyna
tiene una participación activa en la creación y funcionamiento de
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo sé, ahí sí que no lo sé.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cobraba el señor don Enrique Giménez-Reyna
alguna cantidad de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Me lo podría repetir, por favor?
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cree usted que tenía alguna participación
activa en Gescartera el señor Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cobraba alguna cantidad el señor Giménez-
Reyna de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que yo haya visto, no.
El señor AZPIAZU URIARTE: Usted ha comentado que conoció a la señora
doña Pilar Valiente en los pasillos de la CNMV y luego únicamente ha
comido dos veces con ella.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Ha utilizado usted las relaciones con
Pilar Valiente o con otros ex compañeros de la CNMV para arreglar
algunas cuestiones de Gescartera? ¿Cuestiones de inspección?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Aparte de que supongo que estos amigos
míos o conocidos no lo hubieran admitido, yo tampoco se lo habría
propuesto a ellos.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Quién fue cambiando el criterio de la
participación de la ONCE en Gescartera de mayoritario a 25 por ciento
y a 10 por ciento?
El señor RUIZ DE LA SERNA: El 25 por ciento es la participación que
tenía que haberse dado en el holding y el 10 por ciento se mantenía;
es decir, el 10 por ciento se mantenía, el 25 por ciento en el
holding.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Quién aceptaba estos porcentajes, la
Comisión Nacional del Mercado de Valores?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. Fue un escrito que se mandó a la CNMV
en cuanto a la participación de la ONCE.
El señor AZPIAZU URIARTE: Como conocedor de la Comisión Nacional del
Mercado de Valores, ¿le parece una actuación razonable? ¿En otras
ocasiones se ha actuado de esta manera? ¿Quién es el que ha
establecido estos porcentajes? ¿El señor Camacho era el que
establecía los porcentajes que la CNMV le debía de exigir a él?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Supongo que sí y así tuvo que ser, si bien
lo que conozco fue cuando se exigió por parte de la CNMV -yo no
comparto este criterio- la participación mayoritaria de la ONCE en
Gescartera, como he comentado antes. Después, sé que hubo
conversaciones, pero no puedo precisarle más, ahora mismo no lo tengo
en la cabeza.
El señor AZPIAZU URIARTE: Es curioso que el señor Camacho sea el que
decida qué porcentaje va a ceder a la ONCE para obtener esta
condición. Está claro entonces que el señor Camacho y la señora doña
Pilar Valiente o el presidente Armesto, que estaba en ese momento,
tenían una relación estrecha y yo diría que un tanto oscura. Como
órgano regulador, no parece normal que el regulado sea el que ponga
las condiciones al regulador.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Yo no creo que Gescartera le pusiera
condiciones al regulador, en este caso la CNMV.
El señor AZPIAZU URIARTE: Digamos que lo podían acordar, pactar o ...
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ya le he comentado que la participación
mayoritaria como imposición por parte del regulador en una empresa
privada al fin y al cabo es una intromisión en el área privada, de
los dueños de la compañía.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Por qué cree que la participación de la
ONCE puede tapar las actuaciones irregulares y permitir que la
sociedad de cartera pase a ser agencia de valores? ¿Cuál es la
virtualidad de la ONCE en este caso? ¿Por qué la ONCE lo puede hacer
y no lo puede hacer otra entidad u otra empresa?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Lo ignoro. Entiendo que la participación
de la ONCE no iba a tapar ningún tipo de irregularidad; en todo caso,
sería una aportación de negocio.
El señor AZPIAZU URIARTE: De hecho, la fecha en que la CNMV iba a
sancionar Gescartera coincide con el ascenso de Gescartera de
sociedad de valores a agencia de valores.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Eso fue en el año 2000, cuando el cierre
de los expedientes, no cuando nos iban a sancionar. Las actuaciones
de la CNMV tienen más de un año de antigüedad respecto de aquella
fecha.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Usted cree que la señora doña Pilar
Giménez-Reyna captaba a algunos clientes importantes como puede ser
gente de la Armada o de la Guardia Civil?
El señor RUIZ DE LA SERNA: De la Armada, no, pero de la Guardia
Civil, sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Eran clientes de la cartera personal de la
señora Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: Supongo que captaba gente de la Guardia
Civil porque su hermano era coronel de la Guardia Civil.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No se lo puedo precisar, lo ignoro.
El señor AZPIAZU URIARTE: A su juicio, señor Ruiz de la Serna,
¿cuándo empieza a desaparecer el dinero? ¿Cuándo empiezan los
clientes a no cobrar y el dinero empieza a desaparecer?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Al hablar de que el dinero empieza a
desaparecer, ¿se refiere al dinero que sale de las cuentas de aquí,
de España?
El señor AZPIAZU URIARTE: Antes había el dinero que fuera, 50.000
millones de pesetas o 18.000 millones de pesetas; ahora, según usted,
no se sabe dónde está el dinero, pero está claro que en algún sitio
está. Por mucho que ustedes hayan perdido en Bolsa porque hayan
operado con poca fortuna, han podido perder el 20 por ciento, el 30
por ciento, hasta el 50 por ciento, me da igual, el porcentaje que
usted quiera. En algún sitio tiene que estar una cantidad importante
de dinero, 5.000 millones de pesetas, 10.000 millones de pesetas,
15.000 millones de pesetas, 20.000 millones de pesetas. ¿Cuándo
empieza a desaparecer este dinero?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar que no pueda ser
más explícito en mis explicaciones dada mi situación como imputado,
pero el señor Camacho en sus declaraciones habla desde el origen. No
puedo ser más explícito. Le ruego que me disculpe.
El señor AZPIAZU URIARTE: Aparte del señor Camacho, usted y la señora
Pilar Giménez-Reyna, ¿hay más responsables directos en el asunto
Gescartera, gente que estuviera más informada de lo que estaba
pasando en Gescartera, que tuviera más información, si no toda, sí
buena parte de ella?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. Podíamos ser nosotros tres y supongo
que don Javier Sierra, pero tampoco sé hasta qué punto él conocía
todo eso. Eso ya sería una cuestión de cada uno y de la voluntad de
cada uno de quererse enterar.
El señor AZPIAZU URIARTE: Sí, porque es un tanto complicado pensar
que el señor Camacho centralizaba y sabía en exclusiva todo lo que
pasaba en Gescartera. Lo lógico es que hubiera unos segundos o
terceros niveles que supieran la mecánica y el funcionamiento
de lo que estaba pasando porque estaban trabajando con los clientes y
con los mercados.
El señor RUIZ DE LA SERNA: A nivel global, sí y luego cada
departamento de una forma específica. Por ejemplo, el departamento de
gestión no conocía la operativa financiera: el departamento
financiero no entraba para nada en la parte de gestión, ni el
departamento comercial tampoco tenía que tomar decisiones de gestión,
aunque siempre había alguna excepción, pero no tenía por qué haberla.
Tampoco entraba en el tema financiero. Eso sería cada departamento o
cada área, pero quien sí controlaba la totalidad era Antonio Camacho.
El señor AZPIAZU URIARTE: La pregunta que le tenía que haber hecho
antes es ¿a través de que intermediarios financieros operaban
ustedes?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Últimamente o de forma histórica?
El señor AZPIAZU URIARTE: Últimamente, si lo prefiere.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Se hicieron algunas operaciones con Benito
y Monjardín, se dejó de operar con Link Securities en diciembre o
enero, no podría precisarlo. De forma histórica siempre ha habido
relación con HSBC, el Hong Kong and Shanghai Bank.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cómo cree usted que el dinero ha ido
desapareciendo, han ido pasando de las cuentas personales a las
cuentas del señor Camacho?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que me disculpe que tampoco pueda
contestar a esto.
El señor AZPIAZU URIARTE: Lo entiendo.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Muchísimas gracias.
El señor AZPIAZU URIARTE: Voy a ir concluyendo. ¿Cree usted que el ex
secretario de Estado de Hacienda intermedió ante la CNMV a favor de
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo creo, pero no lo sé.
El señor AZPIRAZU URIARTE: No sé si me queda alguna otra cuestión.
Igual es una cuestión de opinión, pero cree usted que hay
responsabilidades en el Gobierno, aparte de las que están sobre la
mesa, del secretario de Estado, de Pilar Valiente, en el asunto
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es un tema que se escapa de mi opinión.
El señor AZPIRAZU URIARTE: De momento, nada más. Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Azpiazu.
Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el señor
Puigcercós i Boixassa, de Esquerra Republicana.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Gracias, señor presidente.
Señoras diputadas, señores diputados, señor de la Serna, voy a ser
muy rápido porque ya le han preguntado muchas cosas. Yo intento
imaginarme la situación de los meses que la señora Pilar Giménez-
Reyna describía como meses tremendos, de semanas de mucha presión.
¿Ustedes, el grupo que usted ha definido como los que tenían una
cierta información después del señor Camacho, que era el señor de la
Sierra, usted y la señora Pilar Giménez-Reyna, montaron u organizaron
en esas semanas lo que podíamos definir como una especie de gabinete
de crisis, de un grupo de análisis, de lo que estaba sucediendo y
apareciendo en la prensa, de la presión que estaban teniendo ustedes
por parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y analizaron
la situación y las posibles derivaciones de esa situación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿ Se refiere a la intervención del 14 de
junio?
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Lo hice directamente, pero ni con Pilar
Giménez-Reyna ni con Javier Sierra. Lo hicimos unos pocos días
después. Dados los movimientos que hubo y la falta de tiempo, se hizo
con don José María Castro, María Ángeles Leis y Agustín Fernández
Ameneiro conmigo, exclusivamente. Un poco para conocer la situación
global de cada departamento, pero excluyendo a Pilar Giménez-Reyna y
a Javier Sierra. He mencionado antes a Javier Sierra por su cargo de
consejero y porque llevaba mucho tiempo en Gescartera, pero es que
tampoco sé cuál era el grado de conocimiento global que tenía de toda
la operativa.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Quién era el responsable o quiénes
eran los responsables finales de las inversiones de los capitales de
sus clientes? ¿Quién decidía donde invertir? ¿Era una decisión
colectiva o se asesoraba alguna vez Camacho con usted o era
básicamente el señor Camacho quien decidía donde acababa el invento,
la decisión final?
El señor RUIZ DE LA SERNA: La decisión final era de Camacho.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Siempre.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Siempre. En el departamento de gestión
nunca tomé yo responsabilidades. A lo mejor decidía algunas
inversiones de forma muy puntual, pero no era mi cometido. Era el
departamento más estanco que había en la empresa.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Era el más estanco, el que estaba
podíamos decir más hermético a la información al resto del grupo.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Y, aparte del señor Camacho, ¿le
consta a usted si el señor Camacho consultaba o se asesoraba con
alguien más en la toma final de decisiones?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Las inversiones que se realizaban en
España se hacían por el departamento de gestión. Teóricamente debería
existir un comité de inversión, pero yo tampoco he estado allí
tratando ese tema. Respecto a otro tipo de inversiones que hiciera el
señor Camacho, yo no sé con quién tomaba las decisiones.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Usted ha dicho que se constituyó una
especie de grupo de análisis de la crisis después de la intervención,
una serie de personas pertenecientes al grupo. ¿A qué conclusiones
llegaron en ese momento? Si es que se pueden denominar conclusiones,
porque éstas llegarán con el tiempo. ¿Constataron ya en ese momento
después de la intervención algunas cosas que hasta entonces habían
ignorado?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Se intentaba transmitir, de una forma
canalizada, dando la información directa a la red comercial, a cada
uno de los departamentos, hacia arriba, hacia el señor Camacho y
viceversa, pero tampoco había más, tampoco se pudo constatar.
Simplemente era cuestión de información. Se quería conseguir la
máxima información posible, intentar canalizarlo de una forma
ordenada hacia Camacho y nada más.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Las semanas anteriores a la
intervención, ¿el señor Camacho intentó transmitir tranquilidad a los
responsables de los diferentes órganos o de las diferentes
instituciones de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. Hubo una reunión a finales de junio,
una reunión con nuestros delegados comerciales, una vez que ya
estábamos intervenidos. Yo no asistí a esa reunión de comerciales
donde reiteró el tema de la tranquilidad. Y según he leído, creo
recordar, en unas declaraciones de nuestro delegado en Vigo, el
dinero estaba fuera y no se podía traer por problemas
burocráticos pero que no iba a tardar mucho en llegar, tal y como ha
comentado este señor.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Le consta a usted si, incluso antes
de esta reunión con los delegados comerciales, alguna vez el señor
Camacho, para transmitir tranquilidad, citó el nombre de alguna
persona o responsable de la Comisión Nacional del Mercado de Valores
o incluso el nombre del ex secretario de Hacienda, don Enrique
Giménez-Reyna, como garantía de que no pasaría nada o de que la
situación estaba más o menos controlada o que la crisis se podía
atajar por arriba?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que yo recuerde, no. Ahora mismo intento
recordar, pero no.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: En ningún caso el señor Camacho, en
esa reunión o incluso hablando con usted, citó alguna reunión o
realizó alguna conversación telefónica o física con la señora Pilar
Valiente o la señora Giménez-Reyna? Me refiero a las últimas semanas.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sé que una vez Camacho intentó hablar con
Pilar Valiente, pero no se puso al teléfono.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Le consta a usted si el señor
Camacho y el señor Enrique GiménezReyna habían despachado con
periodicidad y asiduidad, había alguna relación de cierto
conocimiento relativo o había algo más, una amistad o una
colaboración?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es un tema que se escapa de mis posibles
conocimientos.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Pero, ¿usted no recuerda si en algún
momento el señor Camacho dijo que había hablado, que se había
asesorado con el señor Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Eso sí, pero hacía tiempo. Estoy hablando
de cosas muy pretéritas y no dejaba de ser una conversación. Yo no
tenía constancia ninguna por escrito.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Pero en estas cosas que usted define
como pretéritas le consta que había una relación fluida entre el
señor GiménezReyna y el señor Camacho.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí; eso sí.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Y que esta relación no se limitaba
sólo a la relación que era. La hermana del señor Giménez-Reyna, era
en ese momento
trabajador comercial y más tarde presidenta de Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Yo no sé cuál es el origen de la relación
que pudieran tener, pero sí tenían una relación digamos que fluida.
Algunas veces he oído que hablaban entre ellos por teléfono, pero eso
tampoco era muy significativo para mí.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿La relación entre el señor Camacho y
la señora Pilar Valiente la podía definir como parecida? ¿Fluida,
como la podía tener con el señor Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No; para nada. Es que no sé si realmente
existía ese tipo de relación. Lo único que puedo apuntar es que, una
vez intervenidos, Camacho, delante de mí, intentó hablar con la
señora Valiente, pero nada más.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Pero cuando la señora Valiente era
vocal de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que el señor
Armesto era quien dirigía la Comisión, ¿le consta que el señor
Camacho hubiera hablado con periodicidad, con cierta periodicidad con
la señora Valiente?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que yo sepa, no; al menos de forma
directa.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: A usted, como especialista en el
tema, ¿por qué le parece que desde la Comisión Nacional del Mercado
de Valores se exige la presencia de ONCE con un porcentaje fijo
cuando la transformación de sociedad a agencia?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Entiendo que como una garantía de un socio
que pueda asumir responsabilidades.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Un socio que hasta cierto punto podía
ser una garantía de solvencia.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Efectivamente. Sí.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: En las reuniones o comidas que
tuvieron con miembros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores
y con el señor Enrique Giménez-Reyna, ¿qué se valoró? Porque, por lo
que dice usted, eran muy informales, pero ¿se valoró la situación de
Gescartera? ¿Se valoró la relación entre la Comisión? ¿Se habló allí
de las sanciones o de los expedientes que se habían abierto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, se habló de esas cosas. Recuerdo que
se comentó el último punto que hatocado, así como el tema de la
sanción que nos pusieron
y la obligación, no por escrito pero sí verbalmente, nos
transmitieron, que teníamos que abandonar el Consejo. No describieron
una inhabilitación entonces. Nos dijeron que tendría que pasar un
poco de tiempo para volver en todo caso al Consejo. Eso sí que se nos
transmitió.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Eso se lo transmitió la señora Pilar
Valiente o el señor Enrique Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Fue doña Pilar Valiente.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Qué papel tuvo en esas reuniones el
señor Enrique Giménez-Reyna? Pilar Valiente era quien llevaba la voz
cantante de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, pero ¿qué
papel tuvo en estas dos reuniones el señor Enrique Giménez- Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Supongo que sí hay una amistad entre doña
Pilar Valiente y don Enrique Giménez-Reyna -es un suponer-, dada la
relación que había, una relación entiendo que de amistad o, al menos,
de conocimiento, pero tampoco fue un papel muy relevante no recuerdo
nada en concreto que me llame la atención.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Voy a utilizar un término muy
coloquial, pero ¿podría decir usted que el papel del señor Enrique
Giménez-Reyna en estas dos reuniones era como de apadrinar un poco la
reunión, de hacer de puente entre las dos partes y que, por su
supuesta amistad y conocimiento con la señora Pilar Valiente, hacía
un poco de intermediario y ponía paz, intentaba limar asperezas que
pudiera haber entre la Comisión y Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No tuve esa impresión.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Fue más discreto el papel del señor
Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Entiendo que sí. Tampoco se lo sabría
definir con exactitud, si busca una definición concreta.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Nada más.
El señor PRESIDENTE: Finalmente, por el Grupo Parlamentario Popular,
tiene la palabra el señor Cámara Rodríguez-Valenzuela.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Muchas gracias, señor Ruiz de
la Serna, por lo que entiendo que en la mañana de hoy puede
contribuir a
esclarecer algunos elementos que con otros imputados de Gescartera no
ha sido posible por el mantenimiento de su silencio y su derecho a
callar. Usted ha sabido diferenciar entre el derecho a callar para no
perjudicar su defensa con el derecho que tiene esta Cámara y tienen
todos los ciudadanos españoles a conocer la verdad. Desde ese punto,
yo creo que va a poder usted aclarar alguna circunstancia que nuestro
grupo quiere resolver en el día de hoy.
Quiero comenzar por su período como trabajador de la CNMV. Cuando
usted estuvo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores tuvo
tareas de supervisión, tuvo la ocasión de conocer intervenciones no
sólo a Gescartera sino también a otro tipo de sociedades y,
posteriormente, después de conocer las intervenciones o las visitas
en este tipo de sociedades, es cuando usted entra en Gescartera. Por
tanto, ya tenía usted un conocimientoque yo creo que se podría
calificar de importante de cuál es su funcionamiento. Al menos usted
ha dicho que su conocimiento en materia legislativa era importante.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: En cuanto a legalidad del
funcionamiento de estas sociedades.
Mi pregunta es la siguiente: ¿Qué es lo que hizo? ¿Qué tipo de
intervención fue la que realizó en Gescartera? ¿Qué tipo de visitas
hizo a Gescartera antes de entrar usted en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Como ya he comentado, creo que la inicio
el 16 o el veintitantos de octubre y la finalizo en el mes de
noviembre. Fue una visita de supervisión rutinaria y era la segunda
visita que se hacía. La primera es del año 1993 y la segunda fue la
mía. Fue una visita de inspección rutinaria.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Cuál fue el resultado de esas
visitas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Yo le puedo hablar de mi informe. Lo que
hice fue poner de manifiesto en el informe algunos puntos concretos
que entendía yo que eran debilidades.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿De control interno, por
ejemplo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Temas de control interno, el tema de
aplicaciones. Ahora mismo no lo tengo todo en la cabeza, pero sí que
pongo de manifiesto unas cuantas cosas.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted dice que conoce al señor
Camacho con ocasión
de las intervenciones, de las visitas rutinarias que realiza como
trabajador de la CNMV.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Las conversaciones que
mantiene con el señor Camacho tienen que ver tan sólo con el ámbito
de la intervención o ya cuando usted está en la CNMV hablan de la
posibilidad de su incorporación a la sociedad?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Cuando estoy allí, en Gescartera, la
relación es profesional. Y más que intervención sería de la
supervisión o inspección, si lo quiere, que se desarrollaba.
Posteriormente, las veces que me veía con el señor Camacho hablábamos
de temas baladíes. Algo de mercado. No recuerdo nada en concreto
sobre los temas que tratábamos. Eran comidas entre conocidos. Luego
sí soy consciente de que en una de éstas fue cuando me planteó la
posibilidad de incorporarme a Gescartera, con la idea inicial de
montar la gestora de instituciones de inversión colectiva, que fue a
lo que me dediqué en el año 1997.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Entre sus cometidos al
incorporarse a Gescartera, ¿entiende usted que se le encargaba no
sólo ponerse al frente de esa parte, de esa célula de la sociedad
Gescartera, intentar allanar el tipo de diferencias que habían
provocado, por ejemplo, las visitas o los expedientes que usted tuvo
que informar como trabajador de Gescartera? ¿Tuvo usted la sensación
o pudo llegar a tener la sensación de que el señor Camacho pretendía
alguna otra cosa más que simplemente contratar sus servicios
profesionales por el contacto que había tenido? ¿Tiene la sensación
de que pretendía hacerse valer de sus relaciones profesionales
anteriores, puesto que usted ha reconocido antes que es una persona
conocedora del funcionamiento legal de este tipo de sociedades, para
poder dijéramos burlar algunas de las dificultades que tenía entonces
ya Gescartera, según su conocimiento?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En aquel entonces no tenía esa sensación,
pero, visto desde ahora, tengo la sensación de que se me utilizó.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto, su incorporación a
Gescartera se produce después de haber tenido conocimiento, usted no
tiene la sensación de que va a ser utilizado y, si no, desde luego,
con toda probabilidad no habría entrado, parece obvio desde un punto
de vista humano, pero ahora nos dice que sí tiene la sensación de que
en aquella ocasión pudo ser por alguna de estas razones. ¿Ha tenido
durante su trayectoria profesional algún tipo de contactos con otras
sociedades en las que no le digo que le hayan ofrecido...?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Que me han ofrecido trabajo? Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y las razones por las que no
ha aceptado otro tipo de ofertas tienen que ver con que le ofrecía
confianza el señor Camacho?
El señor RUIZ DE LA SERNA: La última vez que vinieron a ofrecerme
trabajo fue en el año 1998, pero, al estar inmerso yo en el
compromiso de desarrollo de una serie de empresas, tampoco tenía la
sensación de dejar a nadie empantanado. ¿Se refería a ofertas en la
CNMV?
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No, antes de entrar en
Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Antes de entrar en Gescartera. Discúlpeme,
le he entendido mal su pregunta. A bote pronto creo recordar que tuve
dos o tres.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿En algún momento el señor
Camacho le explicó que tenía vinculaciones con gente importante, por
decirlo así, del ámbito de las finanzas, del ámbito del Gobierno o
del ámbito de los despachos? ¿Hizo alguna referencia a su
conocimiento con altos funcionarios de la Administración?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. Eso sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Presumía de ello?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Con quién? ¿De quién presumía
conocer el señor Camacho cuando le intenta convencer para que se
viniera? Porque me imagino que en un primer contacto usted no decide
entrar sin más a trabajar con el señor Camacho.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Decía muchísimos nombres.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Presumía de nombres. ¿No
recuerda usted ninguno? ¿Recuerda si entre esos nombres estaba el del
señor Enrique Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, eso sí. Don Enrique Giménez-Reyna sí
figuraba entre los nombres.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Cuando, antes de entrar usted
en Gescartera, el señor Camacho le habla del señor Enrique Giménez
Reyna,
¿le dice que hizo qué para Gescartera? ¿No lo recuerda?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Tampoco fue eso un tema de conversación,
que hiciera nada específico, que yo recuerde.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: En todo caso, lo que sí hacía
era exhibición de conocimientos en el ámbito de la Administración.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Correcto. ¿Se acuerda usted de
algún otro nombre relevante, además del de Enrique Giménez-Reyna, que
fuera invocado para que usted entrara a trabajar en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Para entrar a trabajar?
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No, digo en sus conversaciones,
en las que usted pudo tener. Usted dice que hay otras compañías en
las que decide no entrar y, sin embargo, parece que el señor Camacho
puede hacer alguna exhibición. Lo presumo, usted puede decir
sencillamente que no, pero ¿puede ser un elemento determinante para
su incorporación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No. Usted habló antes de un
incremento de sueldo.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Yo únicamente voy a Gescartera a trabajar
por el sueldo y por un desarrollo de una actividad profesional.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Correcto. Pero lo que sí que
usted sabía es que usted mismo había tenido actuaciones, había
detectado debilidades de control interno.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Sabe usted por qué? Usted que
es un técnico y conoce bien que hay una obligación de auditarse y,
según tengo constancia, desde el año 1994 hay auditorías. ¿Por qué
hay debilidades de control interno que no estaban reflejadas en el
informe de la auditoría, si usted las conocía desde antes de entrar
en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Debilidades de control interno. Sobre todo
la auditoría se centra en las cuentas patrimoniales de la empresa.
Las cuentas de clientes son cuentas de orden y se llevan más bien al
margen. Los temas de control interno, de procedimientos internos, es
un trabajo específico y es un encargo específico distinto de la
sanción de las cuentas anuales.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: A pesar de tener un profundo
conocimiento sobre las debilidades de control interno que podía tener
Gescartera, de lo que sí es consciente es de que había dificultades
que usted, por ejemplo, podía tener el encargo de allanar
técnicamente, una vez incorporado a Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, ese es un cometido que intento
realizar durante el año 1998 desarrollando lo que es el manual de
procedimientos, nuevas normas contables, incluso un nuevo producto
que queríamos sacar, que era Gescartera Internacional, SICAV, en
Luxemburgo.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Además de su colaboración para
poner en marcha este manual de procedimientos, ¿cuenta con alguien
más?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En principio estoy yo dedicado a ello en
exclusiva.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y cuenta con algún
asesoramiento externo? ¿Ninguno?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No que yo recuerde ahora mismo. Siempre se
recurre a alguien en algún tema muy concreto, pero de forma global,
no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Hablemos ya de su cometido
dentro de Gescartera. ¿Usted era apoderado de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Director general de
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Fui director general hasta el mes de enero
o febrero, que presento mi dimisión.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Cree usted, durante su paso
por Gescartera, primero como gestora de valores y después como
agencia, que Gescartera se ajustaba al patrón de actuaciones
habitualmente seguido por este tipo de sociedades, puesto que usted
conocía el funcionamiento de este tipo de sociedades con
anterioridad. ¿Le chocaba algo especialmente de lo que ocurría en
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Digamos que era distinto.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Distinto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Era distinto a otras sociedades.
CÁMARA RODRÍGUEZ- El señor VALENZUELA: ¿Por qué era distinto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Era distinto por el corte personalista de
la empresa y porque era una gestión personalista en una empresa
familiar, con muy poca delegación de poder real.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Era el señor Camacho.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. Títulos y nombramientos podía tener un
montonazo la gente que le rodeábamos, pero es la mejor definición que
podría encontrar respecto a otras empresas del sector. Una empresa
familiar, con gestión personalista.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y considera usted que eso no
ocurre de forma habitual en ese tipo de sociedades?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Tiene usted constancia de que
algún perteneciente a la Comisión Nacional del Mercado de Valores,
principalmente presidentes o consejeros, tuviese interés especial en
ayudar a Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Así, especial, especial, no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Especial o no especial en
ayudar a Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Pero no creo que de forma distinta a
cualquier otro miembro del merca do.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Del corte no habitual del
funcionamiento interno de Gescartera se pueda derivar algún tipo de
funcionamiento también anormal con respecto a la Comisión Nacional
del Mercado de Valores, puesto que usted conocía los dos mundos, el
anterior y el posterior?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Hubo una época en que fue al contrario, es
decir, en el año 1999, que sería el mantenimiento de esa inspección
continuada en Gescartera,
en cierta manera ahogando bastante la empresa y su
desarrollo comercial y dedicando muchos medios a algo tan concreto
como atender a la CNMV y olvidarse de lo que es la propia empresa. En
todo caso, al contrario, a favor, pero no creo que de una forma más
significativa que en cualquier otra empresa.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA:Sin embargo, por lo que usted
conoce, lo que sí se produce es un trato -me lo está diciendo ahora-
que incluso ocasiona distorsiones en lo que sería el funcionamiento
habitual, por dedicarse más a la gestión relacionada con la CNMV y a
los problemas en conexión con ella que a los que propiamente tiene en
el desenvolvimiento ordinario del mercado.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Cuánto dura eso?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Pues un año.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Un año completo, desde marzo de
1999 hasta marzo de 2000.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Desde diciembre de 1998 hasta
principios de 2000. Entonces se relaja la situación y a partir de
abril o mayo de 2000 ya podemos dedicarnos un poco al trabajo
nuestro.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Por qué tiene usted la
sensación de que se produce la primera dificultad en diciembre de
1998?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿La primera dificultad en diciembre de
1998?
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Sí, ¿por qué la CNMV comienza a
perjudicar -por decirlo de algún modo, entiéndaseme bien- el
funcionamiento normal de un tipo de sociedades como Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es una inspección de seguimiento de la que
se realizó en 1997 y a raíz de la información que se le facilita por
Gescartera, se cierra esa revisión rutinaria y en las Navidades, con
la información que Gescartera facilita a la CNMV, empieza una segunda
parte de esa inspección rutinaria de seguimiento, que es ya la
debacle, y perdón por la expresión.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Es decir, que a ustedes les
hacen la vida imposibledesde aquel momento.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Yo me quedo con esa sensación, de que
estamos...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿De que van a por ustedes?
¿Tiene esa sensación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Yo en particular estoy todo ese año
dedicado en exclusiva a la CNMV.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Por qué sigue usted en
Gescartera? Si está viendo las dificultades, les están haciendo la
vida imposible y usted es el apoderado de Gescartera, ¿por qué sigue
en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Por compromisos que tenía también a nivel
profesional. No voy a irme en mitad de una inspección y no puedo
dejar a nadie tirado. Sería una cuestión...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No puede dejar a nadie tirado
salvo que lo que viera fuera una actitud por parte del dueño, máximo
accionista de la sociedad, en la que se revele la imposibilidad de
que usted pueda aportar nada.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, pero la realidad es que la aportación
que se hizo ahí a la CNMV de todo lo que pidieron se adecuaba a la
legislación que había en ese momento.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Durante el tiempo en que se
produce esa investigación, esa insistencia, esa intervención
continuada desde diciembre de 1998, ¿sabe usted si Gescartera realizó
algún tipo de operaciones para intentar zafarse de esa presión, que
usted conozca?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar y, dado que es un
tema que a lo mejor puede afectar...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Vamos a ver, no quiero que diga
nada en relación a operaciones de carácter financiero. Aquí estamos
depurando responsabilidades políticas casi en exclusiva. Necesitamos
saber con cierta precisión si durante el tiempo en que ustedes lo
pasaron mal porque les hacían la vida imposible, según su
conocimiento personal o de oídas o por comentarios realizados en las
oficinas de la calle Moreto o fuera de la calle Moreto, el señor
Camacho ¿intentó hacer valer esos conocimientos que con usted exhibió
cuando usted entró en Gescartera, es decir, yo conozco a fulano y voy
a intentar solucionarlo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Me puede usted decir de
quiénes estamos ha blando?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No tengo en la cabeza ahora mismo nombres
concretos, pero sé que ...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Que intentaba...
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ...Zafarse, en ese sentido, de
la insistencia de la CNMV. ¿Recuerda alguna visita significativa de
la CNMV en Gescartera en ese tiempo, además de la de quienes estaban
actuando en la labor propiamente interventora, de las visitas de los
propios funcionarios a quienes ustedes conocía con seguridad?
Puede resultar llamativo que, por ejemplo, apareciera alguien que no
fueran los compañeros que usted tuvo en su momento, incluso los
directores de supervisión.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No. Por tanto, ¿puede decirse
que el señor Camacho intentó hacer uso de sus presuntas influencias y
consiguió poco?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A mi entender sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Cree usted que son fáciles de
burlar los controles de la CNMV que se establecen sobre las entidades
bajo su supervisión, por ejemplo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Depende de cuáles controles y de qué tipo
de sociedad. La información que facilita una gestora de cartera es
muy escasa; una agencia de valores tiene que facilitar mucha más
información, lleva ya un tema de coeficientes. En principio, no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿No cree que son fáciles de
burlar?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. A lo mejor está el tema legislativo de
desarrollo de normas o de contabilización.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto, en su opinión, hay
que tener un conocimiento importante del funcionamiento de la CNMV o
hay que tener un conocimiento importante del funcionamiento de las
sociedades de cartera o agencias de valores; hay que tener un
conocimiento importante de
la legislación para poder burlar los controles, puesto que son
difíciles de burlar.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Los controles son difíciles de burlar, sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero de hecho se burlan como
estamos pudiendo observar todos los españoles durante estos días.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar, pero dado que esto
puede afectar directamente a mi derecho de defensa, no le puedo
contestar a ello.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted ha dicho que conoce
personalmente a don Enrique Giménez-Reyna en una boda.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Personalmente, pero...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Sí, de forma fugaz. Usted ha
hablado antes también de que tuvo una conversación telefónica de
carácter fútil, creo que la ha calificado usted, en la que habla de
tipos impositivos sobre fundaciones, rendimientos de fundaciones...
El señor RUIZ DE LA SERNA: De los rendimientos de las fundaciones,
sí. Creo recordar que fue ese tema porque era algo que estaba
desarrollando entonces.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA:¿ Y por qué de fundaciones?
¿Tiene algo que ver con la Fundación ONCE?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, en absoluto.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Era un tema de diferencias impositivas
entre las fundaciones en Cataluña y en el resto del Estado.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto, aparte de esta
relación fugaz en esa boda -que es algo que nos puede pasar a todos-,
no tiene usted ninguna otra relación con Enrique GiménezReyna y sus
conversaciones telefónicas ya ha dicho hasta dónde llegan, además de
las dos comidas en las que dice usted estar, entre otros, con don
Enrique Giménez-Reyna.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Le ruego que haga un esfuerzo y
nos diga de qué se habla en esas dos comidas. Le ruego de verdad que
haga un esfuerzo, tómese el tiempo que quiera. Para nosotros es muy
importante saber qué tipo de intervención realiza el señor Enrique
Giménez-Reyna respecto a Gescartera y respecto a la CNMV. Hasta el
momento, como usted ha podido comprobar, los elementos en los que se
puede decir que haya una relación directa de enlace entre la Comisión
Nacional del Mercado de Valores, el señor Giménez-Reyna y Gescartera
son estas dos comidas. Por tanto tiene importancia saber de qué
hablaron ustedes.
El señor RUIZ DE LA SERNA: En la primera comida se habló de temas del
anterior presidente, de actuaciones del anterior presidente, pero en
plan anecdotario, es decir de nada en concreto.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: De nada en concreto.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Se comentó el tema de la supervisión que
hubo de la inspección del año 1999. Eso fue en la primera. En la
segunda sí es cierto que se tocó el tema de la ONCE y el tema tanto
de la dimisión de Antonio Camacho como mía del consejo de Gescartera
en el año anterior. Sé que se tocó ese tema porque fue un comentario
que se hizo allí; es decir, que dejáramos pasar tiempo para volver
otra vez.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: En aquellas dos comidas, tanto
Pilar Valiente como Enrique Giménez-Reyna, ¿dan alguna recomendación
a Antonio Camacho o a usted?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A mí personalmente, ninguna.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y Al señor Camacho?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ahora mismo no lo sé.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Me refiero a alguna
instrucción, alguna recomendación.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ahora mismo no lo recuerdo.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Algo como: Creo que debíais
hacer esto, creo que debíais hacer lo otro, etcétera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Posiblemente, pero le digo que no lo
recuerdo ahora mismo.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Dice que posiblemente. Por
tanto, intentando hacer ver que fuera posible recibir algún tipo de
recomendación, si el dueño, máximo accionista y, por lo que se ve,
capo di tutti capi en Gescartera hubiera recibido algún tipo de
encargo, algún tipo de recomendación, algún tipo de solicitud de
gestión, ¿usted hubiera recibido alguna instrucción del señor
Camacho, puesto que era su segundo, por decirlo así?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Recibió alguna instrucción
después de esas dos comidas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que yo recuerde no; que se derivaran
directamente de esta comida, que yo recuerde, no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted ha dicho que en la
segunda comida se hizo referencia a la incorporación de la ONCE. ¿No
recibió ninguna instrucción sobre la incorporación de la ONCE?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Estaba ya por escrito en nuestro plan
de incorporación de la ONCE. Lo único que quedaba pendiente era el 25
por ciento de participación de la ONCE en el holding. Era lo único
que quedaba.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Tiene usted constancia de que
Enrique GiménezReyna influyera en la CNMV en favor de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, constancia explícita, no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Acabe, porque decir explícita
puede significar decir no explícita.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Si se refiere al tema de los diarios de
doña Pilar Giménez-Reyna, da que pensar, desde luego, pero si se
refiere a que yo haya tenido conocimiento directo de influencia en la
CNMV, a eso le tendría que decir que no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Vayamos al diario. Si como
usted ha dicho la señora Giménez-Reyna fundamentalmente operaba de
forma habitual pero tan sólo en el marco comercial de cuentas
importantes, ¿participaba la señora GiménezReyna en decisiones
importantes? Nos va a decir que no, porque va a decir que fue Antonio
Camacho, pero algunas decisiones de esas importantes que aparecen
reflejadas, porque veo que usted ha manejado, como
hemos hecho todos estos días, las noticias de prensa relacionadas con
el diario, ¿le dan algún motivo para pensar que además de tener
labores comerciales hacía labores de carácter ejecutivo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Si...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Vamos a ver, después de conocer
usted la existencia del diario, de estar, supongo,
extraordinariamente pendiente de lo que aparece en los medios de
comunicación, como puede ser el diario o dietario de la señora
Giménez-Reyna, ¿tiene usted ahora la duda de conocer qué tipo de
cometidos tenía exactamente doña Pilar Giménez-Reyna en Gescartera?
¿Duda de que sólo hiciera labores de carácter comercial o hacía
otras? Usted conocía bien la sociedad.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, pero su principal labor -es lo que he
comentado al principio- fue comercial. También he visto ahí un tema
de minusvalías fiscales, si es a lo que se refiere.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Me refiero a todo en general.
Luego si en su opinión lo que verdaderamente hacía la señora
GiménezReyna en Gescartera eran labores de carácter comercial, a lo
mejor lo que estaba apuntando en ese dietario eran impresiones,
porque de lo que se toma nota es de aspectos relacionados muy
directamente con la intervención de la Comisión Nacional del Mercado
de Valores, con su presidenta y con su hermano.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Algunas de las cosas que ahí se apuntan
son opiniones, no dejan de ser opiniones, desde mi punto de vista.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Son opiniones que usted
hubiera podido tener? ¿Usted no llevaba este tipo de papeles, verdad,
pero podría decirse que usted podría haber reflejado en un dietario
opiniones parecidas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo creo. (Risas.)
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto podemos estar
hablando de una persona que echa a volar, no digo la imaginación,
pero sí impresiones sobre algo que estaba conociendo a través de sus
comentarios, quizá con usted, quizá con el señor Camacho y quizá con
su hermano, don Enrique GiménezReyna.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo sé.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No lo sabe. Entiendo que
lógicamente es muy
difícil saberlo. Por tanto, porque el enlace más directo con don
Enrique Giménez-Reyna sería su hermana, puesto que usted dijo que la
relación con el señor Camacho provenía del pretérito, intuyo que
estábamos hablando de antes de que se pusiera en marcha Gescartera,
no sé. Usted se ha referido de manera bastante ambigua a qué tipo de
relación había. Posiblemente no pueda aclararnos este punto; puede
hacerlo porque lo ha visto en la prensa, pero me refiero a que nos lo
diga desde su conocimiento directo.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Desde mi conocimiento directo, yo es que
me incorporo a Gescartera en el año 1997. En 1995, cuando visito
Gescartera como técnico de la CNMV no tengo constancia, al menos que
recuerde ahora.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Luego la vinculación que existe
entre Enrique Giménez-Reyna y Gescartera se puede seguir diciendo,
según su opinión, que es de carácter pretérita en el caso de las
relaciones con el señor Camacho -por su conocimiento directo ya ha
dicho que no- y de carácter fútil en cuanto a sus relaciones
personales con don Enrique Giménez-Reyna.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Carácter fútil... Hablo de una pregunta
intrascendente o de una pregunta meramente técnica. A lo mejor he
empleado mal el calificativo, pero no tenía más idea que decir que
era algo intrascendente.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Correcto.
¿Quién capta a la ONCE para Gescartera?
SERNA:
El señor RUIZ DE LA El señor Valenzuela.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El conocimiento de esa
captación, ¿le llega a usted en forma de...?
El señor RUIZ DE LA SERNA: De contrato.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Contrato suscrito directamente
por el señor Pichel?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, como director general. Contrato o hay
que hacerle un planteamiento previo a la ONCE. Ya no lo sé precisar.
Es de diciembre de 1998.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El contrato.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Creo que sí. Es de diciembre de 1998...
El señor JANÉ I GUASCH: De 30 de noviembre.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, pero la inversión se realiza creo que
a principios de diciembre de 1998.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Según su constancia, quien
interviene en la captación de la ONCE ¿es tan sólo el señor
Valenzuela?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, hasta donde yo sé, sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿El señor Valenzuela le explica
por qué entra la ONCE?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted no tiene por qué
preguntar en principio a sus comerciales por qué entra fulano o
zutano, ¿verdad?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, para nada.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Entonces, según su conocimiento
es tan sólo -insisto- por la intervención, por un lado, comercial del
señor Valenzuela, delegado de la oficina de Valladolid, y del señor
Pichel la razón por la que la ONCE forma parte de la lista de
clientes de Gescartera nada más. Quiero preguntarle si don Enrique
GiménezReyna influye para que la ONCE entre en Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, que yo sepa.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Según su conocimiento, es tan
sólo por la intervención de Javier Valenzuela. ¿Cómo llega el señor
Pichel a ser consejero delegado de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Eso ya fue decisión de Camacho.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Cobraba el señor Pichel por
ser consejero delegado de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No me consta.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Si no le consta al apoderado de
Gescartera, es que no cobraba dinero.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Vamos a ver. A nadie se le hace
consejero delegado de una sociedad porque sí, sobre todo si no va a
cobrar una perra. Entiendo que es difícil que lo sepa, sobre todo
viendo que el perfil del funcionamiento de la sociedad era el que
era, pero usted tiene que tener alguna sensación de por qué alguien
que tan sólo figura en la lista de clientes de Gescartera acaba
siendo consejero delegado de Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Supongo que por el tema comercial. Es un
suponer, desde mi punto de vista.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted cree, por ejemplo, como
decía algún portavoz en estos días cuando le preguntaba al señor
Pichel, que la incorporación del señor Pichel podía ofrecer una
pátina de garantía, de respetabilidad, de honorabilidad para
Gescartera, cosa que a ésta le convenía en ese momento porque pasaba
por dificultades precisamente de honorabilidad, que es un término que
como usted conoce tiene importancia en su mundo.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, es posible, pero desde mi punto de
vista la incorporación del señor Pichel es un tema comercial. Con eso
no estoy excluyendo la posibilidad de la pátina que usted comenta.
Para mí era un tema meramente comercial.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: En todo caso, usted entiende,
desde el conocimiento de lo que es la empresa, que no tiene sentido,
no tiene sentido desde un punto de vista empresarial nombrarle
consejero delegado. Se puede nombrar muchas cosas a alguien que por
ofrecer una pátina institucional, una pátina de reconocimiento
público, etcétera, pueda entrar en una sociedad, pero el puesto de
consejero delegado, como usted sabe perfectamente, le confiere unas
responsabilidades extraordinarias en la marcha de la sociedad.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Y que son todos los poderes, menos los
indelegables del consejo.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Claro. Y a usted esto le parece
una forma habitual de comportarse.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No deja de ser una opinión, es decir, me
tiene que perdonar. Eso no sería más ...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Para nuestro grupo su opinión
tiene la máxima importancia. Usted conoce perfectamente cómo funciona
desde un punto de vista profesional Gescartera y además conoce
perfectamente desde un punto de vista personal el funcionamiento
hasta de carácter humano del señor Camacho y usted lo está explicando
aquí.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Mi opinión sobre la entrada de la ONCE en
Gescartera fue contraria siempre.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Usted se opuso?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A lo mejor suena duro decir que me opuse,
pero nunca fui partidario.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Entonces la presencia del señor
Pichel en Gescartera para usted, puesto que además tampoco tenía un
interés especial sino que incluso podía haber mostrado una
resistencia, pudo no ser fácil.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Tampoco yo lo definiría así. Mi opinión
sobre la entrada de la ONCE en Gescartera no era favorable. Esa sería
mejor definición. ¿Por qué? Porque si al tipo de empresa que le he
comentado, una empresa familiar, con una gerencia personalista, le
suma que la relación tiene que ser con una institución, es muy poco
compatible.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto es un empeño
personal, según su apreciación, del señor Camacho.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Efectivamente.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿En relación con un empeño,
creo que esto puede ser apresurado decirlo, un empeño también
personal del señor Pichel?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo creo.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿No lo cree?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Creo que al señor Pichel se le ofreció esa
posibilidad, a mi entender como representante de la ONCE, si bien he
leído que él actuaba a título personal.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Sí, pero a título personal,
como usted ha dicho, tiene en su mano los poderes de la sociedad y
entre otros documentos firma el informe de gestión de la sociedad,
firma la memoria explicativa del último ejercicio
según nuestro conocimiento y esto figura en el Registro Mercantil.
Quiero decir que resulta chocante en realidad, señor Ruiz de la
Serna, la incorporación del señor Pichel en esos términos a la
sociedad. Resulta chocante. Esta es una opinión personal mía en estos
momentos. Resulta chocante y yo no es que pueda tener un conocimiento
exhaustivo de cuál es el funcionamiento habitual de estas sociedades
gestoras de cartera ni muchísimo menos, pero el funcionamiento
empresarial desde luego es algo que creo poder calificar de chocante.
¿Cuál era el sistema de captación de clientes en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A través de nuestros comerciales.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Sólo de los comerciales? ¿El
señor Camacho era un comercial más?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, en ese aspecto sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El señor Camacho tenía bajo su
responsabilidad, según sabe usted, algún cliente o clientes
especiales - no quiero saber el nombre en concreto de ninguno- que
sólo se veían con él.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Respecto a los clientes especiales, como
tales clientes de Gescartera, o eran clientes de Gescartera o eran
clientes del señor Camacho.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Eso es importante, ¿no? Hay
clientes de Gescartera y usted dice que hay clientes del señor
Camacho. ¿Mantenía el señor Camacho alguna organización paralela
a Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Las relaciones que él mantuviera con ellos
sería un tema propio de él.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Naturalmente que es propio de
él y a usted desde luego no se le van a poder atribuir esas
responsabilidades, es así de claro, pero usted puede tener
sensaciones en relación a esto que estoy preguntando, si había algún
tipo de organización, algún tipo de negocio paralelo al que era el
funcionamiento ordinario de Gescartera con esos clientes especiales,
con algún tipo de operaciones diferentes a la propia gestión de
patrimonio de clientes o gestiones de cartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que me disculpe que no le pueda
contestar.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Los auditores Deloitte & Touche
en su último informe emiten opinión acerca de 8.000 millones de
pesetas aproximadamente sobre el patrimonio gestionado de Gescartera.
Usted recuerda las cifras porque me imagino que las relaciones con
los auditores las llevaría usted.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No. ¿Quién lleva las relaciones
con los auditores?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No le puedo precisar. La única relación
que tuve con los auditores fue por el tema de explicarles la
situación de los expedientes, pero sería alguien del departamento de
administración o...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted explica a los auditores
la existencia de expedientes abiertos contra Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: La situación en que están los expedientes,
como se hace todos los años.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Me quiere decir usted, según
su opinión, por qué los auditores no reflejan en la opinión de la
auditoría la existencia de las medidas de control interno, que usted
ya conocía desde su incorporación a la sociedad, y no hacen
referencia a la existencia de expedientes abiertos, de carácter
rutinario o no, contra Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ese es un tema de los auditores, es su
trabajo, no sería el mío.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero ustedes reciben el informe
de auditoría y usted manejó dicho informe de auditoría, con toda
seguridad.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y no le parece sorprendente
que la opinión fuera limpia, que tan sólo en la auditoría del año
2000 se hiciera referencia a la existencia de saldos cruzados entre
propietarios de Gescartera Holding?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es cierto que para nosotros también es una
cosa buena que no ponga ningún tipo de salvedades.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Naturalmente. Le quiero decir
con esto que si usted sabía de la existencia de estos expedientes
-porque además ha dicho que puso en conocimiento de los
auditores la existencia de los mismos-, ¿hay alguna razón, en su
opinión omitieron de alguna manera las salvedades en el informe de
auditoría para que no estuvieran? Quiero decir, según su opinión,
¿dio el señor Camacho alguna instrucción a los auditores para que la
opinión fuera limpia?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, eso es lo que se procura cuando vienen
a auditar a cualquier empresa, es decir que el informe salga limpio.
Es un tema de los auditores, no sería un tema nuestro.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero en todo caso algunas de
las circunstancias que usted conocía a través del funcionamiento no
se refieren al informe de auditoría, aunque no sabe usted por qué,
que es algo de los auditores. Intento precisar que evidentemente hay
circunstancias que de forma habitual aparecen en los informes de
auditoría que no están en el informe de los auditores, por lo menos
las medidas de control.
Sobre el informe, aunque tiene ya poco que ver con la opinión del
auditor pero es importante, en sus declaraciones en contestación a
preguntas que han sido también repetidas por parte de otros grupos de
la Cámara hace referencia a la existencia de 14.000 millones de
pesetas que pudieran contar con cierta posibilidad de recuperación,
por decirlo de algún modo. Sin embargo, en el informe de auditoría
-por lo tanto las cuentas rendidas por la sociedad al auditor- tan
sólo se emite opinión sobre 54.000 euros, unos 8.000 millones de
pesetas en el patrimonio gestionado. ¿Esto lo recuerda usted, son
unas cifras que le resultan familiares? La cifra de 14.000 millones
de pesetas sé que le resulta familiar, ¿pero le resulta familiar que
las cuentas de orden que aparecían como patrimonio gestionado dentro
de las cuentas de Gescartera eran 8.000 millones de pesetas o 54.000
euros?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar que no le pueda
contestar.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero usted es consciente de
que, al menos, existe una contradicción entre la existencia de 8.000
millones de pesetas de patrimonio gestionado en cuentas de orden por
parte de Gescartera y los 14.000 o los 18.000 millones de pesetas o
el descuadre patrimonial que aparecía en el informe de la
intervención de la CNMV en el año 1999.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, me tiene que disculpar.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Perfecto. Yo lo que quiero
hacer ver, señorías, es que del informe de auditoría se desprende la
existencia ya de una diferencia entre las cuentas que presenta la
sociedad Gescartera a los auditores, como contabilidad a rendir, de
la que manejan los medios de comunicación como patrimonio gestionado
por Gescartera.¿ Nos podía decir usted de qué cifra estamos hablando
respecto al patrimonio gestionado por Gescartera entre depósitos en
efectivo y el resto? Se han manejado cifras de 50.000 millones de
pesetas.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que me disculpe, pero no son esas
cifras.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Bien, desde su conocimiento de
la legislación sobre sociedades, ¿a qué se debe la existencia de un
desfase entre las cuentas anuales rendidas por parte de la sociedad y
la existencia de otras cifras diferentes?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene también que disculpar en esta
pregunta.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Que existe un desfase es
evidente. Los auditores sólo tienen la obligación de emitir opinión
sobre las cuentas presentadas, digamos sobre la cuenta A. Por lo
tanto la existencia de un espacio entre esa cifra presentada a los
auditores constituiría contabilidad B. Con esto quiero animarle a que
nos diga si, en su opinión, existía, además del negocio A, un negocio
B en manos de Gescartera. Me da igual que fuera con su colaboración
o no, que fuera con la colaboración o no de algún otro miembro de la
sociedad, por cuanto a nuestro parecer y según su declaración, queda
claro que es el señor Camacho quien lleva personalmente este tipo de
operaciones. Pero hay dos mundos en Gescartera, el mundo visible y el
mundo invisible. No voy a insistir en esta particularidad, pero a
nuestro grupo le parece evidente que hay dos mundos: el mundo
gestionado en las cuentas A, las cuentas presentadas al auditor, y
las cuentas no presentadas y por lo tanto de carácter especial, por
decirlo de algún modo.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Lo único que sí le puedo comentar es que
este es un tema que está siendo investigado por la Audiencia
Nacional.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Correcto.
Yo se que lo ha repetido en otras dos ocasiones, pero le ruego que
conteste de nuevo a la pregunta, si no tiene inconveniente: ¿Cuáles
eran los productos que ofrecían a los clientes de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En absoluto. Lo que se ofrecía básicamente
era renta variable, gestión de renta variable.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El cliente más importante de
Gescartera ¿quién
era? La Mutualidad de previsión social de la policía, ¿verdad?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Eso es de lo que me he enterado a
posteriori.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Usted no lo sabía?
El señor RUIZ DE LA SERNA: La cifra completa y todo eso, no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Usted no sabía el producto que
se le había ofrecido a la Mutualidad de previsión social de la
policía?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí sabía que la Mutualidad de la policía
fue cliente nuestro en el año 1999, pero la posición a la fecha de la
intervención no la conocía.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Quién se inventa los depósitos
estructurados?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar, pero el deposito
estructurado no es una invención de Gescartera; es algo real, que
existe.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Sí, perdón. Voy acabando, señor
presidente. Una de las razones por las que se instruye expediente y
se impone una sanción a Gescartera es precisamente por utilizar
instrumentos, utilizar productos o poner al servicio del público
productos prohibidos en principio por este tipo de sociedades. ¿Es
así o no?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Creo que no y me tiene que disculpar.
Salvo que me falle la memoria, las sanciones se imponen por no llevar
adecuadamente los asientos contables y por obstrucción a la labor
inspectora.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Usted considera que Gescartera
podía vender depósitos estructurados?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A un tercero, sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Lo que, en su opinión, presenta
como producto Gescartera a la Mutualidad de Previsión Social de la
Policía ¿es algo que estaba permitido por la legislación que hiciera
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: De la venta de bonos estructurados, sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Usted sabe quién ofreció este
producto a la Mutualidad de Previsión Social de la Policía?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sé que era cliente de la Mutualidad de la
Previsión Social de la Policía, don Aníbal Sardón. Y una vez
intervenidos es cuando entro en contacto yo con la Mutualidad de la
Policía y me manifiestan todo esto, pero todo es a instancias y con
conocimiento del señor Camacho. Aníbal Sardón no ofrece algo de motu
proprio, es correcto. De nuevo tenemos al señor Camacho.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted ha dicho que la señora
Pilar GiménezReyna intervenía como cliente en la captación de los
fondos de las operaciones con la Guardia Civil -lo ha dicho antes- y
que no con la Armada. ¿Por qué dice que no con la Armada?
El señor RUIZ DE LA SERNA: La Armada, en principio, no era cliente
asignado a Pilar GiménezReyna.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿De quién era cliente?
El señor RUIZ DE LA SERNA: De don Aníbal Sardón.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Quiénes eran los visitantes
habituales al despacho del señor Camacho o a las oficinas de Moreto?
¿Quiénes estaban allí?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No es un tema que tenga mucho en la
cabeza.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Acudía el señor Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, nunca la vi en la sede de Gescartera.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Acudía el señor Valenzuela con
asiduidad?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Mientras tuvo una relación laboral con
Gescartera, sí que vino.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y el general Peralta?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Una vez solo.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El señor Sardón y el señor
Castro, obviamente, forman parte de la casa y se veían habitualmente
con el
señor... ¿No recuerda ninguna persona que tuviera un contacto más o
menos habitual en aquella oficina?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Tenía amigos y conocidos que le iban a
visitar ahí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Me refiero a que fueran
clientes, conocidos y amigos tenemos todos. ¿Usted recuerda si el
señor Santos es una persona que acudía habitualmente a las reuniones
o acudía a su despacho?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Acudía al despacho, pero tampoco es el
término habitual. Iba por el despacho.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Iba más que otros?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es obvio que iba más que el cliente que
nunca se presentaba, pero tampoco estaba todos los días en el
despacho. Era también asesor de Gescartera, con independencia de que
fuera cliente.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Qué tipo de asesoría ofrecía
el señor Santos?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Asesoría de imagen. Era el encargado de
diseñar los logotipos, fue también el encargado de diseñar el tema
relativo a folletos informativos, el diseño gráfico, que es lo que
llevaba su empresa.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿No tenía ninguna intervención
de carácter comercial?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Por el tema que ha comentado Antonio
Camacho, como tal, que yo sepa, no. Don Roberto Santos tenía su
cuenta como cliente de Gescartera.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Era una cuenta importante?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sumando todas las cuentas vinculadas con
él, creo que eran 250 millones o algo así.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿No tenía otro tipo de cuentas?
Yo he explicado que hay un espacio, una diferencia, entre el
patrimonio gestionado de Gescartera, por 8.000 millones de pesetas,
que aparece en el informe de gestión, y el resto. ¿Alguno de los
clientes o colaboradores que pasaban de forma habitual por el
despacho del señor Camacho
podía estar colaborando en la gestión de este tipo de organización
paralela a la legal, a la visible de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que me disculpe.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted sabe que, dentro del
patrimonio gestionado de Gescartera, había depósitos en efectivo y
depósitos en títulos. Respecto a los depósitos en efectivo usted ha
dicho antes que no tenía la sensación, por su conocimiento, de que
fueran opacos al erario público, sino que tenían el control
correspondiente por parte de la Agencia Tributaria y de las
instancias de Hacienda. Pero yo creo que es importante que usted
aclare qué tipo de operaciones en efectivo se producían en
Gescartera. Nosotros hemos conocido por los medios de comunicación, y
usted también, que se ha hablado de la existencia de talones al
portador firmados por el señor Camacho, por importes yo creo que
cuantiosos; que se ha conocido por parte de los medios de
comunicación, declaraciones del señor Camacho y de trabajadores de
Gescartera, la existencia, permítame el término, de maletines. ¿Usted
ha visto esto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Llevar a Gescartera dinero en efectivo?
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Sí; maletines.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Una operativa habitual de ello, no.
RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El señor CÁMARA Incluso no habitual. Queremos
saber.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Esporádica, no. Tampoco. Lo que sí he
visto son pagos en efectivo. ¡Ojo! Si por maletines también
entendemos entregas de dinero en metálico por parte de clientes -lo
he comentado al principio de mi comparecencia-, sí lo he visto. Si se
refiere a otro tipo de actuación, que no se contabilizara o algo así,
no he visto ningún tipo de entrega.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y no lo ha sospechado en
alguna ocasión?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, pero no dejaría de ser una opinión
mía, personal.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Desde luego. Nos interesa su
opinión. ¿Tiene conocimiento de operaciones con acciones de
Radiotrónica y Sniace?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Por qué se producen esas
operaciones? ¿Qué es lo que pretende hacer Gescartera con esas
operaciones?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que se gana dinero para la cuenta de
clientes.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿De qué forma?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Como una decisión de inversión, si bien
posteriormente soy conocedor de que eso obedecía a un tema de
aparcamiento de acciones.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted tiene conocimiento
posterior, ¿a través de qué conducto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ahora, con el tema de la intervención y la
situación en que estamos. Era un aparcamiento de acciones.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Acabo en este momento, señor
presidente. Se lo prometo. ¿Con quién mantiene relaciones el señor
Camacho, usted o alguien en Gescartera, para realizar esta operación
de aparcamiento de acciones de Radiotrónica?
El señor RUIZ DE LA SERNA: De forma consciente no lo sé; por
deducciones personales...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por deducciones personales de
sus vivencias personales. Quiero que se centre en su vivencia
personal.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Un amigo del señor Camacho.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Quién es ese amigo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Agustín Fernández.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Agustín Fernández ¿qué más?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No sé el segundo apellido.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Agustín Fernández Ameneiro o
Agustín Fernández Muñoz?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ameneiro, no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Correcto.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ya le digo que es una opinión
personalísima. Indicios, conversaciones y nada más.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por último, señor Ruiz de la
Serna, le pregunto si -además de los problemas que obviamente han
tenido los inversores en Gescartera-, según su conocimiento como
trabajador de la CNMV y su conocimiento como gestor de una sociedad
gestora de patrimonio o de una agencia de valores, la incorporación
de personas de dentro de los órganos de supervisión a órganos
supervisados es buena, es mala, es necesario regularla de otra
manera.
Usted tiene un concepto puntual de cuáles son las funciones de este
Parlamento y cuál es su conocimiento sobre esta materia y le puede
resultar chocante que este portavoz haga esta última referencia, más
cuando sé que estamos apurados de tiempo, pero esta Comisión de
investigación ha de terminar con unas conclusiones y usted ha dicho
algo importante. Ha dicho que es difícil burlar los controles de la
CNMV. Sin embargo, Gescartera ha burlado, en apariencia, estos
controles. ¿Le parece a usted que hay algo más que hacer? ¿Puede
concretar cuál es el punto débil por el que ha sido posible que
Gescartera haya podido defraudar la confianza de tantos españoles?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No puedo ser muy explícito, no es un tema
que haya pensado para responderles, pero gustosamente en cualquier
otro momento le podría contestar.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ VALENZUELA: Nada más. Muchas gracias, señor
presidente, por su paciencia, y al señor RUIZ de la Serna por su
colaboración.
El señor PRESIDENTE: No le quepa duda a ningún comisionado que el
señor presidente está obligado a la cláusula de paciencia y lo que
quiere es que los señores diputados tengan todos los instrumentos
informativos a su disposición, volviendo a hacer la reflexión de la
propia autodisciplina de los tiempos compartidos.
El señor López Aguilar, del Grupo Parlamentario Socialista, ha pedido
la palabra. Puede hacer uso de ella.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Señor presidente, su consideración sobre el
uso del tiempo es muy pertinente.
Sabe el señor Ruiz de la Serna que esta Comisión se reserva el
derecho de volver a llamar a declarar a los comparecientes, porque
para ninguno de los parlamentarios que participamos en los trabajos
de la Comisión
esto es un entretenimiento sino un esfuerzo de servicio a la función
parlamentaria de control y de esclarecimiento de la verdad. En la
primera ronda se han puesto de manifiesto una serie de cuestiones
fácticas que necesitan quedar fijadas con precisión, con la mayor
precisión posible. Al margen de los ejercicios de imaginación, las
cuestiones fácticas necesitan ser fijadas con precisión, con mucha
precisión para el registro del acta de esta sesión y sobre todo para
ilustrar las conclusiones que tenemos que producir en el trabajo de
esta Comisión. Sobre esas cuestiones fácticas, yo le voy a solicitar
un segundo ejercicio de memoria.
Ha salido a relucir que el señor Camacho practica la técnica de la
aplicación de plusvalías y minusvalías con respecto a cuentas de
clientes. ¿Usted tenía conocimiento de ello?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Usted tenía conocimiento de que el señor
Camacho utilizó la cuenta de Cantábrico Producciones, Sociedad
Limitada para esa práctica de aplicación de plusvalías y minusvalías
ficticias en cuentas de clientes?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Hasta donde yo sé, creo que eso es del año
1999, pero también me tiene que disculpar que no pueda ser más
explícito ahora mismo.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Es decir, ¿usted tenía conocimiento de una
cuenta de Cantábrico Producciones en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Tuve conocimiento a raíz de una
inspección de la CNMV. Le ruego que me disculpe que no pueda ser más
explícito.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Ha salido a relucir el nombre de un Agustín
Fernández. ¿Usted conoce a Agustín Fernández Ameneiro?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A Agustín Fernández Ameneiro, sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Sin embargo, ha manifestado tener certeza de
que Agustín Fernández Ameneiro no tiene que ver en las inversiones
que han salido a relucir en relación con Radiotrónica y Sniace.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Creo que se confunde. Es otro Agustín
Fernández.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Es lo que estoy diciendo exactamente?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Qué relación tenía Gescartera con BC
Fisconsulting?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Hasta hace un año o dos era una sociedad
de Antonio Camacho.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Qué relación tenía?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Era una sociedad de Antonio Camacho, una
sociedad más. Teóricamente era el asesoramiento jurídico fiscal.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Negocios con Gescartera, por tanto? No era
una sociedad de Antonio Camacho sino de negocios con Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: O derivados de Gescartera, o como tenencia
de acciones. No le puedo tampoco precisar más.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Conoce usted a Ángel Soriano Martín Moreno?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo recuerdo ahora mismo. No.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y a don Esteban Iglesias?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Qué tipo de relación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Esteban Iglesias creo que es el
representante nuestro en Salamanca.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Tenía relación don Esteban Iglesias con BC
Fisconsulting?
El señor RUIZ DE LA SERNA: La sociedad BC Invesa Salamanca, creo que
es, que es donde participa don Esteban Iglesias, estaba al 50 por
ciento con BC Fisconsulting. Era una relación de comerciales allí en
Salamanca.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y usted como apoderado tuvo conocimiento de
que desde Gescartera se ingresase dinero en BC Fisconsulting?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, sí que se ingresaba a veces. Sí tuve
conocimiento de ello.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Con qué tipo de ocasión? ¿Por qué?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ahora mismo la verdad es que no lo
recuerdo.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No lo recuerda usted?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Tendría que centrarme en ello.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Un talón importante, el talón de la
Seguridad Social de la Armada en el Banco de España, fue cobrado en
la cuenta de BC Fisconsulting?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es posible, sí, sí. Y también movimientos
en cuentas de BC Fisconsulting; algún movimiento de la fundación
ONCE.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y como apoderado qué explicación tiene para
usted que eso fuera posible, qué sentido tiene eso?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ahí le ruego que me disculpe, porque creo
que afectaría a mi derecho de defensa.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Conocía usted al señor Alberto Alonso Ureba?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. No, a don Alberto Alonso Ureba, no. A
don Antonio sí le conocía personalmente.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Y sin embargo Alberto Alonso Ureba era asesor
fiscal de Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, era un despacho de abogados.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Tenía contrato de asesoramiento fiscal con
Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: El laboral. Era un contrato, una llevanza,
una iguala.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y el señor José Bauza Moré?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿Don Francisco José? Sí le conozco.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Qué tipo de relación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Abogado, por la misma iguala.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Estuvo usted en alguna reunión en la CNMV
con don Francisco José Bauza?
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿En la CNMV? Fue como abogado nuestro.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y usted sabía la posición de don Francisco
José Bauza como vicepresidente del BSCH? ¿La conocía?
SERNA:
El señor RUIZ DE LA ¿HSBC? No, eso lo desconocía.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Desconocía esa circunstancia?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Desconocía esa circunstancia. Sí conocía
que tenía un tipo de relación con HSBC o Midland en concreto.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Qué relaciones mantuvo con Antonio Alonso
Ureba, hermano del anteriormente citado Alberto Alonso Ureba, en la
CNMV?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En el año 1989, que es cuando se incorpora
don Antonio Alonso, él está llevando la parte jurídica de la división
a la que yo me incorporo, que era la de sujetos del mercado.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Con posterioridad, cuando usted estuvo en
Gescartera y él en la CNMV.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me lo encuentro algunas veces, encuentros
fortuitos, en la primera comida en la que también estuvo la
presidenta de la CNMV, y luego también en reuniones respecto a temas
ya propios de Gescartera, con todo el tema de la inspección del año
1999, que me llamaron unas cuantas veces.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede decirnos a través de quién invirtió en
Gescartera el señor Serra Pagán?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No le conozco.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No conoce al señor Serra Pagán? Un
importante inversor de Gescartera, una cuenta importante.
El señor RUIZ DE LA SERNA: A lo mejor, si me dice...
El señor LÓPEZ AGUILAR: Alicante.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo conozco.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Conoce al señor Jaime Pérez Renovales?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me suena el apellido, pero no lo conozco.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No le ha conocido?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y la relación del Banco de Alimentos con
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿La conoce?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede hablarnos de ella? ¿Cómo surge la
inversión del Banco de Alimentos en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Más que inversión es un donativo.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿La donación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, es un donativo para pasar a ser
accionistas, con idea de que el día de mañana puedan tener
rendimiento esas acciones. Creo que son seis millones y pico de
pesetas la participación inicial y ahora mismo la tienen reducida a
menos de un millón de pesetas.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Eso fue en 1999. ¿Por qué dejó de ser
accionista?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, fue en 1997. En la gestora de
instituciones, en Gescartera Gestión. No en la agencia de valores.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede explicarnos esa operación que ha
salido a relucir de aparcamiento de acciones de Radiotrónica y
Sniace? ¿En qué consistió?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que me disculpe. Creo que puede
ser una pregunta que afecte directamente a mi derecho de defensa. Le
ruego que sepa entenderlo.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Antes ha tenido usted un intercambio con el
portavoz del Partido Popular sobre este particular.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Y ahí he contestado hasta donde yo
entiendo o conozco en su totalidad. Más no creo que pudiera decirle.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿La cuantía? ¿El montante de la inversión?
El señor RUIZ DE LA SERNA: La totalidad la desconozco y más ahora,
sin capacidad de tener datos o acceso a los mismos.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y la fecha?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Radiotrónica creo que se refiere al año
2000, sobre junio, por ahí. Sniace, entre el año 2000 y 2001, que fue
la venta.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Se ha detenido usted también en la inversión
de la ONCE y la eventual participación de la ONCE en la estructura de
Gescartera. Tenemos a nuestra disposición copia de un contrato de
gestión de cartera, del que es firmante usted y en representación de
la ONCE, de la otra parte, don José Manuel Pichel. En la cláusula
número 5 de la redacción de ese contrato se señala que para cuantos
movimientos de fondos requiera la gestión de la cartera y con el fin
de facilitar el buen funcionamiento del presente contrato se
utilizarán de forma exclusiva las cuentas abiertas a nombre del
cliente y detalladas en el punto 2 de la ley sobre el presente
contrato. ¿Se practicaba en Gescartera los movimientos a cuenta con
cargo a las cuentas de los clientes sin su conocimiento?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que me disculpe, pero no le puedo
contestar a esta pregunta debido a la situación procesal en la que me
encuentro.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Usted sabe, como técnico que trabajó en la
Comisión Nacional, que las agencias de valores están obligadas a
tener depositadas fianzas obligatorias.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Los miembros de Bolsa, creo que sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede decirnos si Gescartera las tenía
desembolsadas y depositadas? ¿Dónde y cómo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Creo que eso es únicamente para los que
son miembros de las bolsas. Sé que aquí no afectó el reglamento. Los
que no son miembros de las bolsas creo que no tienen esa obligación.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y usted no está en disposición de facilitar
un dato tan evidentemente ajustado al cumplimiento de la legalidad en
su condición de apoderado de la agencia de valores, el que se refiere
al depósito de las fianzas obligatorias señaladas por la ley, dónde y
cuándo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Si me disculpa, le acabo de comentar que
tan sólo es obligatorio para los miembros del mercado de valores, los
miembros de
Bolsa. Gescartera era agencia de valores, no miembro de Bolsa.
El señor LÓPEZ AGUILAR: En la operativa que afectó a la participación
de la ONCE, el cliente ingresa su participación a nombre de
Gescartera Dinero. Sin embargo, cuando pide que le devuelvan una
parte, se le devuelve con cargo a la cuenta de BC Fisconsulting, S.
A., que no es la misma. ¿Cómo es esto posible?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Se le utilizaría en ese caso como sociedad
pagadora. Disculpe que a lo mejor no pueda ser más explícito debido a
mi situación procesal.
El señor LÓPEZ AGUILAR: De acuerdo con su conocimiento, permítame que
se lo pregunte tan directamente, ¿cree usted que esta operativa se
ajusta a la legalidad? Por su conocimiento como técnico de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, ¿no identificó ninguna
contradicción con el principio de transparencia, que es el principio
fundamental, inspiración de la actividad del mercado de valores?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar que no pueda
contestar a esta pregunta.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Bien. Voy concluyendo. Usted ha hecho un
relato de su tránsito desde su experiencia como técnico al servicio
de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y posteriormente al
servicio de Gescartera, con la que usted había trabado conocimiento
precisamente desde el órgano regulador, desde la Comisión Nacional
del Mercado de Valores. Pero sabemos de su participación en
expedientes de supervisión de la actividad de la sociedad titulada
por los Camacho en la primera mitad de los años noventa y sabemos
también que no solamente esa actividad supervisora concluye sin
expediente sancionador, sin conclusión de sanción, sino que además
usted, después de haber desarrollado su actividad supervisora, se
incorpora a la actividad societaria, empresarial, mercantil, de
Gescartera en 1996. ¿Es así?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, a Gescartera me incorporo en 1997.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Sí, pero evidentemente esa inspección se
produjo a lo largo de los años 1995 y 1996.
El señor RUIZ DE LA SERNA: La parte mía, como técnico, fue en el año
1995, en los meses de octubre y noviembre.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Después de haber desarrollado esa actividad
inspectora y supervisora el expediente concluye sin sanción y usted
no encuentra
ninguna dificultad para incorporarse a la estructura societaria
de Gescartera un año después, en el año 1997. ¿Es correcto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Correcto.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Cabe concluir, por tanto, que usted no estaba
en disposición de detectar nada sospechoso en la actividad de
Gescartera con anterioridad a esa incorporación suya, en 1997. ¿Es
verdad?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No le entiendo la pregunta.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Creo deducir de su comportamiento que usted
consideraba que Gescartera funcionaba correctamente hasta esa fecha,
1997. ¿Tenía Gescartera problemas que hubieran hecho razonablemente
desaconsejable que usted se involucrara con su responsabilidad en la
estructura societaria de la empresa?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A mi juicio, la actividad que desarrollaba
Gescartera era perfectamente legal.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Era legal, funcionaba correctamente, ¿es eso?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí. La incorporación mía, directa e
inmediata, es para la constitución de una gestora de instituciones,
una nueva creación.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Una última pregunta y, de nuevo, de forma muy
directa. Usted ha eludido de forma reiterada responder expresamente
en relación con el conocimiento de cuentas B, de dinero B en la
actividad de Gescartera, pero le pregunto directamente: ¿Tuvo usted
conocimiento de que miembros del Gobierno o altos cargos de la
Administración del Estado inviertiesen en Gescartera bajo nombre de
terceros, seudónimos, testaferros o familiares interpuestos?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Perdone que no lo pueda desarrollar más
por ser una pregunta que creo que puede conculcar mi derecho a la
defensa.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Está usted respondiendo que no con sujeción
a la veracidad de su testimonio en esta Comisión o me está diciendo
que no puede contestar porque puede afectar a su derecho a la
defensa?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No le puedo contestar. En principio le
diría que no, de entrada, por los conocimientos que tengo, pero
tampoco puedo ser más explícito en mi contestación.
Gracias por su tolerancia, señor presidente.
El señor PRESIDENTE: También le digo que esta presidencia ejercerá la
paciencia y la tolerancia con la mayor discreción, sin que se note
que hay nadie presidiendo más que el buen sentido común.
Tiene la palabra el señor Jané i Guasch, por el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió), que la ha solicitado en este segundo
turno.
El señor JANÉ I GUASCH: Intentaré ser breve.
Señor Ruiz de la Serna, voy a formularle unas preguntas que entiendo
que pueden ser una aportación personal suya a esta Comisión y que
espero que no interfieran en nada en el proceso que ya tiene abierto,
pero que para nosotros pueden esclarecer algunos hechos.
Señor Ruiz de la Serna, ¿usted ha invertido dinero suyo en
Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, a través de una cuenta que tengo
abierta a nombre de mis hijos.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Sabe usted si otros cargos de la empresa han
invertido dinero en Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Conoce usted cuál ha sido la evolución de
esas inversiones suyas o de las de otros cargos de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: La mía sí, la de otros cargos no, pero la
cuenta que está a nombre de mis hijos tuvo el año pasado un
rendimiento negativo del 3 por ciento.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Esa cuenta ha tenido, globalmente, un
rendimiento positivo o negativo? Si en este momento tuviera que
recuperar el dinero invertido en su día, ¿esa cuenta arrojaría un
saldo positivo o negativo?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Arrojaría un saldo positivo. Tampoco es un
tema sobre el que tenga datos ahora mismo para podérselos facilitar.
El señor JANÉ I GUASCH: Si cree usted -y por sus conocimientos creo
que debe ser así- que esa cuenta arrojaría un saldo positivo, ¿sería
en el mismo tenor que el del resto de los clientes de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, si, sin ningún tipo de divergencia,
salvo las normales que puede ocasionar en el mercado la estructura de
una cartera, pero dentro de lo normal.
El señor JANÉ I GUASCH: Esta información que nos aporta abre mayores
dudas sobre dónde debe estar
el dinero de los clientes. Toda vez que para clientes como usted
mismo el saldo final de su cuenta podría reflejar un balance
positivo, esos saldos deben estar en algún lugar. Ya sé que ha
manifestado antes que lo desconocía, pero debo preguntarle ¿usted
conoce quién decidía las inversiones de Gescartera en el extranjero?
El señor RUIZ DE LA SERNA: El señor Camacho.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Únicamente el señor Camacho?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: Entonces, ¿cómo se explica que en el diario
de la señora doña Pilar Giménez-Reyna aparezca una anotación el día 9
de abril en la que afirma lo siguiente: Van a la Comisión Nacional
del Mercado de Valores Camacho y Ruiz de la Serna, se deciden a
comentar la cuenta en Londres de HSBC. ¿Usted comentó la cuenta en
Londres de HSBC a miembros de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es una anotación que le facilité a don
Luis Peigneux, una anotación en un folio en blanco con un número de
cuenta y en el que no sé si le pongo la dirección, una vez que se me
facilita en Gescartera Pilar Giménez-Reyna a lo que hace referencia,
a mi entender, es al tema de la SICA, de la Gescartera internacional
SICA, más que al número de cuenta de HSBC en Londres.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor Ruiz de la Serna -voy terminando ya,
señor presidente-, usted nos ha descrito un funcionamiento de
Gescartera que incluso ha calificado de personalista.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: Un funcionamiento en el que hay una persona,
el señor Camacho, que es realmente quien, según la versión que usted
nos ha expuesto, al final lo sabe todo y el que al final lo decide
todo. Según la exposición que usted ha hecho -y le pido una impresión
personal subjetiva-, ¿usted se atrevería en esta Comisión a afirmar
que el único responsable del fraude cometido en Gescartera es el
señor Camacho?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor Ruiz de la Serna, llevamos más de tres
horas de comparecencia. Usted ha estado contestando a las preguntas
que ha podido, se lo agradecemos los miembros de esta Comisión, pero,
si me permite la metáfora, esto ha sido como un partido de frontón:
usted es la pared y nosotros hemos ido lanzándole pelotas. Ha
contestado a las preguntas que ha
podido -se lo agradecemos-, pero quiero darle una oportunidad, la
oportunidad de que usted, ante esta Comisión de investigación, nos
diga aquello que quizá nadie le ha preguntado, que usted considere
que no le perjudica en sus legítimos derechos de defensa en la
Audiencia Nacional; que aporte aquello que quiera decir a esta
Comisión y que quizá por el ritmo de ir contestando simplemente a
todo lo que se le ha preguntado no ha podido decir. También tengo que
decirle que a este diputado y a mi grupo parlamentario -lo hemos
estado comentando también con Mercè Pigem, que me acompaña en esta
sesión- nos da la impresión de que algún silencio suyo al responder a
alguna pregunta ha sido elocuente para los miembros de la Comisión,
porque también hemos sabido sacar conclusiones de algún silencio
suyo, que respetamos.
Antes de darle esta oportunidad, le quería pedir una impresión
personal. Cuando usted asiste a las dos comidas con el señor don
Enrique Giménez-Reyna, secretario de Estado de Hacienda en aquel
momento, ¿se sorprende de que asista el señor Giménez-Reyna a esas
comidas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor JANÉ I GUASCH: No se sorprende ¿Por qué?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sabía que había esa relación con Camacho,
aparte de que era también hermano de Pilar Giménez-Reyna.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿Le pareció normal que un secretario de
Estado de Hacienda, ante una crisis como la que estaba viviendo
Gescartera, asistiera a dos comidas junto con su hermana y con la
presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores?
El señor RUIZ DE LA SERNA: En aquel entonces creo recordar que ya
estaba cerrado el tema de la inspección del año 1999 y 2000, es
decir, que en principio no tenía que haber nada, salvo lo que usted
ha apuntado antes -¿cómo lo podría definir?-, ese fraude que se ha
manifestado ahora.
El señor JANÉ I GUASCH: Señor RUIZ de la Serna, termino con esa
última pregunta que anunciaba antes a esta Comisión. Le doy la
oportunidad de hablar sobre aquello que no hemos sabido preguntarle o
que al final no hemos podido preguntarle y que no nos gustaría
conocer después, sobre cualquier aspecto que usted pueda considerar
que es relevante para esta Comisión, que nos pueda interesar.
Teniendo en cuenta que no le vaya a perjudicar en su proceso, le
ruego que si nos quiere decir algo que no le hayamos preguntado, si
quiere introducir algún matiz por su cargo de apoderado en
Gescartera, por su importancia en este caso, que lo haga. Nosotros lo
valoraríamos muy positivamente.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Únicamente comentar, en todo caso, que mi
objetivo es colaborar con todas las instituciones. Ahora mismo tengo
un procedimiento en curso, pero estoy a disposición de ustedes.
También para mí el primer objetivo es el resarcimiento del dinero a
sus justos tenedores. Eso para mí es lo primero. Es lo único que
pretendo.
El señor JANÉ I GUASCH: ¿No nos hemos dejado nada por preguntar que
pueda ser relevante y que usted conozca?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Posiblemente. Tampoco es un tema que yo
tenga en la cabeza. He pedido comparecer de nuevo ante su señoría la
magistrada doña Teresa Palacios. Ahora mismo no se me ocurren más
cosas.
El señor JANÉ I GUASCH: Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Señor compareciente, han pedido la palabra para
consumir un segundo turno cuatro portavoces. Tiene derecho, dada la
información que se ha facilitado a esta presidencia, por sus
condiciones de salud, si lo estima pertinente, a pedir un receso. Yo
no puedo coartar ninguna posibilidad a los señores diputados,
faltaría a mi deber parlamentario, sobre las fuentes de la
información, pero, repito, en atención a su estado de salud, si
quiere solicitar algún receso puede hacerlo. Le informo de que hay un
servicio médico en el Congreso de los Diputados. Se lo digo con la
máxima cortesía parlamentaria, cuestión que asumimos todos, ¿prefiere
usted continuar o damos un receso?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Prefiero continuar.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Frutos, por el Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida.
El señor FRUTOS GRAS: Seré muy breve, señor Ruiz de la Serna.
Doña Pilar Giménez-Reyna, ya como imputada, declaró que había
operaciones especiales en metálico y a corto plazo para clientes
especiales de Antonio Camacho, aunque el trato comercial lo llevaban
José María Ruiz de la Serna, es decir, usted, y Javier Sierra, y que
además -añadía, la cartera de clientes especiales la llevaba en
secreto Ruiz de la Serna, que era quien estaba con el día a día de
estos clientes.
Cuatro preguntas articuladas. ¿Llevaba usted clientes especiales,
como dice doña Pilar Giménez-Reyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No. Clientes especiales en Gescartera,
discúlpeme, en principio eran todos. Creo que es a lo que se refiere.
Tampoco puedo abundar mucho más en la respuesta para complementársela
más. No puedo ser más explícito ahora mismo. Le ruego que me perdone.
El señor FRUTOS GRAS: Entiendo que usted contesta que no los llevaba.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que no contesto a esto.
El señor FRUTOS GRAS: Que no contesta. Entonces es otra cosa. En ese
caso, las otras tres preguntas que iba a hacerle sobran.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le ruego que me perdone.
El señor FRUTOS GRAS: Le agradezco esta respuesta, pero las otras
tres preguntas sobran.
El señor PRESIDENTE: Está usted en su perfecto derecho parlamentario,
señor Frutos. Por supuesto le ampara esta presidencia.
A continuación había pedido la palabra el portavoz del Grupo
Parlamentario Vasco, señor Azpiazu.
El señor AZPIAZU URIARTE: Señor RUIZ de la Serna, igual es por
deformación profesional, pero me he quedado con la curiosidad del
dinero negro ¿Cuál es la nómina anual de Gescartera, aproximadamente?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo tengo ahora mismo en la cabeza, pero
el gasto global de todas las empresas venía a ser una media de
1.200.000 ó 1.250.000 pesetas diarias. Estoy hablando de memoria.
El señor AZPIAZU URIARTE: Estamos hablando de 400 millones de pesetas
anuales, por ejemplo.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, nómina, gastos generales, todo.
El señor AZPIAZU URIARTE: Incluidos los gastos generales, las igualas
que estaba comentando, el sueldo y los gastos del señor Camacho, el
presupuesto total de gastos de Gescartera venía a ser 400 millones de
pesetas al año.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Y los beneficios?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Está repartido por empresas. El control
que llegué a ejercer fue el de control de gastos.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Podemos suponer que entre los gastos que
me ha dicho más los beneficios
pueden ser unos 500 millones de pesetas? Tampoco hace falta ir
mucho más allá.
El señor RUIZ DE LA SERNA: En todas las empresas, en lo que conozco,
no, pero según manifestaciones del señor Camacho, sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cuántos trabajadores tenía esta empresa?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Entre comerciales y trabajadores seríamos
unos 70.
El señor AZPIAZU URIARTE: Supongo que las remuneraciones eran
razonables o elevadas.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Nunca calculé cuál era el sueldo medio.
El señor AZPIAZU URIARTE: Usted supone que un porcentaje del 2 por
ciento sobre el volumen de inversión es un margen razonable de
Gescartera, sobre los fondos.
El señor RUIZ DE LA SERNA: ¿A qué se refiere?
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cuánto cobraban a los clientes por
gestionar los fondos? Supongo que no más del 2 por ciento.
El señor RUIZ DE LA SERNA: A los clientes se les venía cobrando, por
los de gestión, el 15 por ciento y no le hablo de la tarifa máxima.
El señor AZPIAZU URIARTE: De los tipos de interés que pagaba.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, no le hablo de la tarifa máxima. Me
refiero a la tarifa estándar que se aplicaba a clientes. A un
contrato de gestión de renta variable se le cobraba el 15 por ciento
sobre el exceso de letra del Tesoro a su rentabilidad obtenida.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Qué podía suponer en porcentaje sobre la
rentabilidad del cliente?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Grosso modo, quite un 5 por ciento de la
letra del Tesoro -le estoy hablando de una forma muy burda- y ponga
que la cartera le ha rendido a lo mejor el 15. Gescartera cobraba
sobre ese 10 por ciento de diferencial el 15 por ciento.
El señor AZPIAZU URIARTE: Punto y medio, le he dicho 2 por ciento
como mucho.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que yo conozca,últimamente menos. Las
gestoras de instituciones tenían
otra tarifa y ahora mismo creo que han cambiado y desconozco la
actual.
El señor AZPIAZU URIARTE: Si estamos de acuerdo en que 500 millones
pueden ser los gastos de Gescartera y el 2 por ciento, como mucho, es
el margen que cobran ustedes...
El señor RUIZ DE LA SERNA: 400 millones, a lo mejor.
El señor AZPIAZU URIARTE: Si multiplicamos estos datos por 50 que
sería lo necesario que tendríamos que tener para llegar a esa
rentabilidad, ¿nos iríamos a unos 80.000 millones de pesetas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: También había otras fuentes de ingresos
como la retrocesión de corretajes.
El señor AZPIAZU URIARTE: Si no son 80.000, ¿pueden ser 60.000
millones de pesetas de dinero requerido o volumen de inversión
requerida para poder afrontar los gastos y los beneficios?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Únicamente para cubrir ese particular y no
contemplando otra posibilidad de ingresos.
El señor AZPIAZU URIARTE: Estamos hablando, por ejemplo, de 50.000
millones, lo digo por los márgenes.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No deja de ser un presupuesto. Si me
permite, está el otro tema de los ingresos, la retrocesión de
corretajes.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Qué porcentaje suponen esos ingresos en
total?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Dependiendo de los años, la rotación de
patrimonios, sería variable.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Dónde está el atractivo de Gescartera como
una empresa interesante? Es decir, ¿por qué entra la ONCE? Supongo
que porque ve que tiene buen negocio que es una empresa que va a
tener unas perspectivas magníficas. ¿Dónde están esas perspectivas?
Si usted me dice que sólo hay 13.000 millones de pesetas de recursos,
¿dónde está el atractivo de esta empresa?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Le vuelvo a decir que hay muchas
alternativas. Simplemente, 13.000 millones de pesetas de patrimonio
invertido en renta variable, manejado en Bolsa, por compras y ventas
el diferencial que puede dejar es más que sustancial y muchas veces
superior. Es decir, que al final esos 13.000
millones de pesetas si le da 10 comprasventa en el ejercicio, se
convierten en 130.000.
El señor AZPIAZU URIARTE: Si le va bien. De todas formas, si usted
considera que el margen puede ser un 2 por ciento, el 2 por ciento de
13.500 millones son 270 millones, con lo cual estaría obligado a
tener unas pérdidas enormes en Gescartera. Luego la evidencia de que
existe dinero negro yo creo que es absolutamente clara en este
sentido, aunque usted en este momento no lo diga o no lo pueda decir,
como anteriormente lo ha insinuado. Entonces creo que tiene que haber
-conociendo estos números que son elementales cualquier responsable
de la empresa los puede conocer- necesariamente una connivencia entre
los trabajadores de la empresa o por lo menos los directivos de la
empresa y el señor Camacho en esta materia.
En las empresas en las que he estado, con que conozca un poco las
cifras del negocio, sé la actividad de la empresa y si esta empresa
tiene o no tiene futuro. Esto es algo elemental simplemente echando
una ojeada a las grandes cifras y sin entrar a mayor abundamiento.
Además si ustedes han trabajado con entidades financieras y a través
de ellas que han colocado el dinero de estos señores, tiene que haber
una connivencia de las entidades financieras en relación a este
dinero negro.
Quisiera preguntar si usted cree que lo que estoy comentando es más o
menos correcto y qué tipo de connivencia ha podido haber entre los
trabajadores, usted mismo o también la connivencia que haya podido
haber de entidades financieras.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Tiene que disculparme, pero dada mi
situación procesal creo que iría contra mi derecho de defensa.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cree usted -ya fuera de los números- que
don Enrique GiménezReyna tiene algo que ver con el nombramiento de
doña Pilar Valiente?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Se me escapa eso de mis posibles.
El señor PRESIDENTE: Había pedido la palabra también, por el Grupo
Parlamentario Mixto, el señor Puigcercós i Boixassa.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sólo voy a realizarle dos preguntas,
señor Ruiz de la Serna. Usted ha dicho antes -y creo que como
contestación a una pregunta del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida o del Grupo Parlamentario Socialista- que cuando
usted fichó por Gescartera -y supongo que esta fue una decisión que
usted tomó con tiempo, porque en el trato habitual con el señor
Camacho, por lo que ha definido, lo fue meditando- el señor Camacho,
presumía de tener muchos contactos, de conocer a
mucha gente, y usted ha citado el caso de Enrique Giménez-Reyna.
¿Usted recuerda si en boca del señor Camacho se citó a alguien, a
alguna persona relacionada con la Administración, altos cargos de la
Administración como, por ejemplo, ministros, directores generales,
secretarios de Estado? ¿Usted recuerda si el señor Camacho citó a
otras personas que él presumía de conocer?
El señor RUIZ DE LA SERNA: La verdad es que citaba a muchísima gente,
pero, vista la actuación delseñor Camacho, lo que me pregunto es si
dijo alguna vez la verdad. Si dijera ahora nombres no aportaría nada;
supongo que la mayoría de todo aquello es mentira.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Todo era mentira. Pero, ¿usted
recuerda si en algún momento, en los excesos del señor Camacho,
llamémoslo así, citó, por ejemplo, a altos cargos de la
Administración por encima del señor Giménez-Reyna, a un ministro de
Hacienda o a un ministro de Economía o al ministro de Economía y
Hacienda que en ese momento era un solo ministerio?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, pero le vuelvo a decir...
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí, pero los citó. ¿Cito, por
ejemplo, al señor don Rodrigo Rato?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿A Cristóbal Montoro?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Se lo oí una vez.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Se lo oyó una vez.
Segunda pregunta que es un poco la clave de este caso. ¿Usted, por
los conocimientos técnicos que tiene, cree que la señora doña Pilar
Giménez-Reyna -ya sabemos que en cada sociedad el papel de un
presidente puede ser diferente, se le pueden otorgar diferentes
misiones, diferentes funciones, diferentes poderes- está facultada
para presidir la sociedad Gescartera? Le formularé la pregunta de
otra forma: cuando empezó el caso llamado Gescartera se razonaba que
el señor don Enrique Giménez-Reyna podía actuar por una especie de
amor fraternal, de ayuda a su hermana que estaba metida en un
embrollo, pero por la forma en que va avanzando este caso la
sensación que tenemos es que no es así, que podía ser de otra forma.
¿Se podría entender que, por la amistad del señor Camacho con el
señor Giménez-Reyna, se nombró finalmente a la señora
doña Pilar Giménez-Reyna, que pasó de ser una mera comercial o una
comercial importante con clientes especiales a ser la presidenta de
la sociedad? ¿Podría justificarse así la no suficiente formación para
presidir la sociedad por parte de la señora doña Pilar GiménezReyna?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que perdonar. Es una decisión de
los dueños de las compañías, que son quienes nombran a los
presidentes. Hay muchos motivos para ello. Yo supongo que a doña
Pilar Giménez- Reyna se le nombró por su actividad comercial, pero si
hubiese sido una comercial sin más, ...Quiero decir que, aunque su
actividad principal era la de ser comercial, tampoco me imagino a
doña Pilar GiménezReyna desentendiéndose de la actividad de la
empresa, eso tampoco.
El señor PRESIDENTE: Tenía finalmente pedida la palabra por el Grupo
Parlamentario Popular, el señor Cámara Rodríguez-Valenzuela, que
puede hacer uso de ella.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Intentaré ser todo lo breve que
pueda.
Acaba de decir ahora que el señor Camacho, aunque duda de la
veracidad de sus afirmaciones, citó a don Cristóbal Montoro.
El señor RUIZ DE LA SERNA: He comentado que esto ha sido ante la
insistencia...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Entienda la lógica insistencia
de un grupo de la oposición que en una Comisión de investigación
pretende socavar la acción del Gobierno y exige responsabilidades al
Gobierno. Es lógica la insistencia del señor diputado. Yo lo que
quiero es que enmarque esa cita. Yo sé que es difícil, pero
inténtelo, es muy importante. Tenga en cuenta que es una Comisión de
investigación política en la que usted está compareciendo, no otra
cosa.
El señor RUIZ DE LA SERNA: No lo sé ahora mismo. Le he comentado...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Citó a algún otro alto cargo,
algún nombre del Gobierno? Me va a permitir que lo diga así:
¿Fanfarroneó de conocer, además de al señor don Cristóbal Montoro,
a otras personas importantes de la vida social o pública, a
deportistas?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Hablaba de mucha gente.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Del Papa?
El señor RUIZ DE LA SERNA: De mucha gente. ¿Qué quiere que le diga?
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Yo sé que es difícil.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sé que mencionó a muchísimas personas,
unas yo las conocía y otras no. Perdóneme, ahora mismo me centro más
en el aspecto...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Naturalmente.
El señor RUIZ DE LA SERNA: He comprobado que ha mentido el señor
Camacho. Antes he dicho ese nombre porque sé que tengo la obligación
de decir la verdad mientras no me afecte a mi derecho de defensa. Me
tiene que disculpar. También he comentado antes de decir ningún
nombre que no me hicieran decir nada porque es poner un falso
testimonio, desde mi punto de vista, en boca de un tercero y eso
tampoco.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Pero usted cree que puede
haber algún otro falso testimonio en boca de terceros relacionado con
algún personaje importante de la sociedad española que usted
recuerde? Es decir, mi grupo trata de acreditar que estamos en
presencia de un fanfarrón. Bastaría con que usted recordara y
explicitara el conocimiento de personajes de la vida pública que el
señor Camacho dijera: conozco a fulano de tal, como puede decir:
conozco al señor Montoro. A eso me refiero simplemente, señor Ruiz de
la Serna.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar porque estoy
intentando recordar, pero le puedo decir un nombre. Si lo pensara un
poco, podría decir cinco nombres. Hablaban mucho y, a la par de
hablar mucho, se mentía mucho, pero eso no significaba que lo
conociera.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Ha hablado antes de la creación
de una SIMCAV en Luxemburgo. ¿Cuál era el cometido de esta SIMCAV;
cuál era el objetivo perseguido con su creación?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Aglutinar inversiones y, a la par, poder
tener compartimentos individualizados para cada cliente o grupo de
clientes que así lo solicitaran.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Esto se pone en marcha porque
hubiera alguna solicitud especial por algún grupo de clientes o se
les ocurre como simple gestión operativa de la sociedad?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Un tema operativo de la sociedad.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Quién era el contacto de
Gescartera con HSBC? ¿Cómo traban relación con HSBC?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Lo ignoro. Es una relación antigua.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Quién era el contacto?
El señor RUIZ DE LA SERNA: A nivel de asientos contables o de
inversiones estarían, por una parte, el director general don Salvador
Pastor, el director de operaciones don José Antonio Alberquilla y los
operadores, pero eso lo conocerán mejor los del departamento de
gestión.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Conoce usted cuentas del
Banque Paribas en francos?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sé que en el año 1999 se presentó un
extracto a la CNMV. Es lo único que sé.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No he escuchado la última
parte.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Que se presentó un extracto a la CNMV. Es
lo único que sé.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Esta cuenta tiene algo que ver
con el vaciamiento de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Me tiene que disculpar en esta pregunta.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿No le parece a usted raro -lo
digo desde el punto de vista de su conocimiento del mercado- que un
cliente de la importancia de la ONCE (según se acredita en el
contrato que firma usted, don José María Ruiz de la Serna, con don
José Manuel Pichel, de la fundación ONCE, por 1.000 millones de
pesetas) tuviera un objetivo de rentabilidad anual de MIBOR menos
0,4? ¿Le parece que es una oferta de mercado, una oferta habitual de
las que realizaba Gescartera con respecto a sus clientes?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Ocurría siempre.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Referenciarlo al MIBOR?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, referenciarlo al MIBOR, sino que el
tipo de interés o la rentabilidad objetivo fuera la menor posible,
como en cualquier otra empresa.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Con respecto a este cliente,
¿ésta es la única referencia que existía?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No, eso se modificaba todos los años.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por último, ¿se acuerda de que
se editó un folleto, una publicación, en la que aparecía que
Gescartera gestionaba 59.000 millones de pesetas, que su patrimonio
a gestionar era de 59.000 millones de pesetas? ¿Lo recuerda?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Sí, pero ése fue un documento de venta.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Quién diseñó ese documento de
venta?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Lo hice yo con los datos que tenía
disponibles.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Nadie más?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Los datos que no tenía en mi mano hasta
llegar a 60.000 millones de pesetas, fueron obra del señor Camacho.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pues nada más, señor
presidente. Le agradezco sinceramente que, al menos desde el punto de
vista del Grupo Parlamentario Popular, haya cumplido lo anunciado. Lo
que usted pretendía, que era colaborar con esta comisión de
investigación, ha sido conseguido. (El señor Azpiazu Uriarte pide la
palabra.)
El señor PRESIDENTE: Señor Azpiazu, pide por tercera vez la palabra;
le ruego la mayor brevedad posible.
El señor AZPIAZU URIARTE: Señor presidente, seré muy breve. Quisiera
preguntarle sólo dos cuestiones. Usted ha comentado que el señor
Camacho decía que conocía al secretario de Estado de entonces, el
señor Montoro. El señor Montoro era el jefe en aquel momento del
señor Giménez-Reyna y supongo que ello puede dar lugar a pensar que
entre el señor Montoro y el señor Giménez-Reyna se conozca el
funcionamiento de Gescartera. ¿Qué cree usted en este sentido?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Antes he dado el nombre del señor Montoro,
pero como una simple especulación.
El señor AZPIAZU URIARTE: Mi pregunta también es especulativa.
¿Entonces no puede decir si cree que el señor Montoro estaba al tanto
del tema de Gescartera?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Es un tema que ignoro, no puedo saberlo.
El señor AZPIAZU URIARTE: Evidentemente, tampoco puede decir si el
señor Montoro conocía que el señor Giménez-Reyna tenía contactos o
relaciones con Gescartera.
El señor RUIZ DE LA SERNA: Tampoco. (El señor López Aguilar pide la
palabra.)
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor López Aguilar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Solamente voy a formular una última pregunta,
que tiene que ver con documentos que hemos estado manejando en
asuntos que han salido en esta sesión. Si no se cumple el requisito
del 25 por ciento de Gescartera Holding para que fuese ascendida
Gescartera a agencia de valores, en relación naturalmente con la
entrada de la ONCE, ¿cómo explica que finalmente tuviese lugar esa
promoción a la categoría de agencia de valores?
El señor RUIZ DE LA SERNA: La autorización que hay para la concesión
de la licencia de su transformación en agencia de valores se
contemplaba en un calendario que se establece; una vez inscritos como
agencia de valores en los registros de la CNMV, es cuando se
especifica que entrara la ONCE en el holding con el 25 por ciento, no
previamente.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No se cumple?
El señor RUIZ DE LA SERNA: No se cumple a priori porque no era lo
establecido. Lo establecido era que, una vez inscritos como agencia
de valores, pasaría la ONCE a tomar el 25 por ciento de participación
en el holding.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Dónde queda constancia documental de que
esos son los términos?
El señor RUIZ DE LA SERNA: Eso está, tanto en la petición que se
eleva al ministerio para la oportuna autorización de la
transformación, como en una carta escrita por Gescartera con fecha de
julio de 2000 dirigida a la CNMV.
El señor PRESIDENTE: Si ningún parlamentario desea intervenir, la
Mesa va a hacer un receso de diez minutos para dar paso al siguiente
compareciente, que ya está esperando.
Se suspende la sesión.
- DE DON FRANCISCO JAVIER SIERRA DE LA FLOR. (Número de expediente
219/000242.)
El señor PRESIDENTE: Señorías, se reanuda la sesión con la
comparecencia de la segunda persona citada esta mañana, que es don
Francisco Javier Sierra de la Flor.
Señor Sierra de la Flor, antes de que comience el turno de los
señores portavoces de los grupos parlamentarios en esta Comisión de
Gescartera, y de que usted responda a las preguntas de los
comisionados, si quiere hacer alguna declaración previa a la
intervención, le cedo la palabra.
El señor SIERRA DE LA FLOR: Señor presidente, señorías, comparezco
ante esta Comisión de investigación del caso Gescartera en
cumplimiento de lo establecido en la Ley orgánica 5/1984, de 24 de
mayo. No obstante, dada mi condición de imputado en las diligencias
seguidas ante el Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia
Nacional y, siguiendo las recomendaciones de mis abogados, me acojo a
mi derecho constitucional de no contestar ante esta Comisión,
debiéndose entender esta decisión dentro del máximo respeto debido a
la institución a la que en este momento me dirijo.
El señor PRESIDENTE: Está usted, don Francisco Javier Sierra de la
Flor, en el uso de un derecho constitucional que es, por supuesto,
respetado en esta Cámara.
Ahora cederé la palabra a los señores portavoces diputados para que
hagan las manifestaciones, preguntas o cuestiones que estimen
pertinentes.
Tiene la palabra, en primer lugar, el portavoz del Grupo
Parlamentario Socialista, señor López Aguilar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Buenos días, señor Sierra de la Flor.
Esta Comisión lleva desarrollando su trabajo durante varios días. Se
han ido acumulando sobre nuestra mesa testimonios que apuntan ya
datos relevantes, incluso contradicciones en el trabajo que nos toca
hacer, que es el de dilucidar responsabilidades políticas por un
asunto de interés público y político, un escándalo, del que usted es
parte muy activa. Está usted imputado y se ha presentado ante esta
Comisión invocando el derecho constitucional a no declarar. Ante cada
uno de esos comparecientes que se han acogido a esa ley del silencio,
los socialistas hemos empezado por recordar -es muy importante
trasladar ese mensaje con claridad no sólo a la opinión pública, sino
a cada uno de los comparecientes-
que son perfectamente distintas esas áreas de
responsabilidad; que usted acude la jurisdicción penal, en la
instrucción de un sumario en el que está imputado, a declarar sobre
asuntos penalmente relevantes en la determinación de todo aquello que
tenga la apariencia de resultar penalmente relevante. Ante esta
Comisión usted viene con un objeto muy distinto, las preguntas que
aquí se le hacen no son las del instructor de un sumario, no le
hablamos exclusivamente de aquello que puede incidir en el ámbito
objetivo o subjetivo de un tipo penal o del Código Penal, le hablamos
de conocimientos de personas; le hablamos de secuencias de hechos; le
hablamos de relaciones; le hablamos de contactos privilegiados con
ámbitos institucionales, con la Administración del Estado, con el
Gobierno, con altos cargos, con personas con nombres y apellidos,
todas y cada una de las cuales pueden ser perfectamente lícitas desde
el punto de vista penal pero pueden resultar relevantes desde el
punto de vista político para que esclarezcamos qué pasó en
Gescartera, cómo sucedió, cómo fue posible una defraudación tan
multimillonaria con la connivencia, la negligencia, la torpeza de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, que es el órgano regulador
que debió haberlo evitado. Ese testimonio que usted puede aportar
aquí es importante. El silencio no le beneficia, señor Sierra de la
Flor, no le ayuda. Puede aportar, por el contrario, su testimonio, su
versión de la historia; una ayuda muy importante a esta Comisión, que
es representación de la soberanía popular, para el esclarecimiento de
una verdad que preocupa a buena parte de la opinión pública española,
de la sociedad española. El asunto ha cobrado un interés innegable y
usted puede poner su granito de arena al esclarecimiento de esa
secuencia fáctica, penalmente no relevante y, desde luego, puede
exonerarle de resultar involuntariamente perjudicado ante un silencio
que no le ayuda a reforzar su defensa, sino que por el contrario le
coloca en indefensión, en la medida en que otros comparecientes
sujetos igualmente a imputaciones ante la jurisdicción penal han ido
hablando de cosas en las que usted está implicado, actuaciones en las
que usted participa y que arrojan sobre su actuación en esta historia
una sombra de duda o de sospecha que puede traducirse también en una
presunción de que las cosas fueron de determinada manera sin haberle
escuchado a usted, sin haber escuchado su versión. De veras, señor
Sierra de la Flor, salga de su concha de silencio y haga el esfuerzo
de ayudar, de colaborar con esta Comisión de investigación, y a
través de esta Comisión con la sociedad española y con la opinión
pública, a esclarecer algunas cuestiones realmente importantes.
Nosotros querríamos saber, señor Sierra de la Flor, cuándo comienzan
sus relaciones con don Antonio Camacho, doña Pilar Giménez-Reyna, don
Aníbal Sardón y don Javier Valenzuela Seoane.
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me acojo a mi derecho a no declarar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Deseamos conocer cuál era su función en
Gescartera, en qué consistía exactamente su coordinación de
delegaciones territoriales y qué relaciones mantenía con esas
delegaciones territoriales.
El señor SIERRA DE LA FLOR: Sigo acogiéndome a mi derecho a no
declarar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Desearíamos saber si usted, además de esa
función de coordinación, mantenía una cartera de clientes.
El señor SIERRA DE LA FLOR: La respuesta es la misma, me sigo
acogiendo al derecho a no declarar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Desearíamos que nos hablara de su
conocimiento de los llamados clientes especiales en Gescartera.
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me sigo acogiendo a mi derecho a no
declarar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Desearíamos conocer su versión de la
operativa de Gescartera, las aportaciones de los clientes, en qué
cuentas, en cheques o en transferencias; su versión acerca de la
diferencia de cuentas por las que entraban y salían cantidades
millonarias.
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me sigo acogiendo a mi derecho a no
contestar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Desearíamos saber su versión acerca de los
indicios, incluso por escrito, según hemos tenido conocimiento en las
revelaciones del dietario de Pilar Giménez-Reyna, de dinero B en las
cuentas de Gescartera.
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me sigo acogiendo al mismo derecho.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Querríamos saber su conocimiento en especial
de las personalidades que ocupaban cargos directivos en la Comisión
Nacional del Mercado de Valores: doña Pilar Valiente, don Luis
Ramallo, don Antonio Botella y otros altos cargos o funcionarios de
la CNMV.
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me sigo acogiendo a mi derecho a no
declarar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Señor Sierra de la Flor, ¿sabe usted qué es
Hípica Adonay?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me sigo acogiendo al mismo derecho a no
declarar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No sabe a qué se dedica, cuál es su función,
cuál es la actividad de esa sociedad?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Sigo acogiéndome al derecho a no
declarar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Cree usted sinceramente, señor Sierra de la
Flor, que una información puramente fáctica como ésa, que es la que
obedece a su experiencia dentro de Gescartera, puede comprometer su
derecho a la defensa ante las imputaciones a las que usted se
enfrenta en la jurisdicción penal?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Sigo acogiéndome al derecho a no
contestar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: No querría consumir este turno desesperado
sin preguntarle expresamente por su conocimiento de algunos aspectos
de la actividad de Gescartera que no han resultado esclarecidos en
ninguno de los anteriores testimonios, en particular, sobre la
contratación de los servicios de seguridad en Gescartera, qué
conocimiento tenía usted sobre ese aspecto particular de la actividad
de Gescartera.
El señor SIERRA DE LA FLOR: Sigo acogiéndome al derecho a no
contestar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Conocía usted el manejo de cuentas de los
clientes por cuenta propia de Gescartera?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Sigo acogiéndome al derecho a no
contestar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Tuvo usted conocimiento de que Gescartera
efectuase algún tipo de asesoramiento a los clientes para la
transformación en dinero legal de dinero negro?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Sigo acogiéndome al derecho a no
contestar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Finalmente, señor Sierra de la Flor, ¿tuvo
usted conocimiento en algún momento de que altos cargos del Gobierno
o de la Administración del Estado invirtiesen en Gescartera a través
de personas interpuestas, testaferros, nombres falsos o familiares?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Sigo acogiéndome al derecho a no
contestar.
El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra el señor Jané.
El señor JANÉ I GUASCH: Señorías, señor Sierra de la Flor, usted está
ahora en el Parlamento, ante una Comisión de investigación por el
caso Gescartera. La documentación que hemos recibido ya los miembros
de esta Comisión acredita su condición de consejero en Gescartera y
lo relacionan con ciertos clientes especiales que podía haber dentro
de la trama de Gescartera. Aparece su nombre en los medios de
comunicación, ha comparecido a petición de la mayoría de los grupos
de esta Cámara y usted -lo ha dicho ya reiteradamente- puede acogerse
a su derecho a no declarar.
Como los esfuerzos inútiles provocan melancolía, lo que no voy a
hacer ahora, señor presidente, es ir formulándole preguntas para que
usted responda que se acoge a su derecho a no declarar. Se lo
respeto, pero le perjudica. Creo que hoy está usted mal asesorado. Su
silencio le incrimina más que si decidiera, como ha hecho el señor
Ruiz de la Serna, aportar aquella información que no puede
perjudicarle. En ese caso usted estaría en esta Comisión en una
actitud más positiva, más transparente. Usted guarda silencio ante
una Comisión parlamentaria que representa a los ciudadanos y que,
como se ha podido comprobar en la anterior comparecencia, respeta en
todo momento aquellas preguntas que el compareciente no ha querido
contestar. En cambio, usted sistemáticamente dice: Al Parlamento no
le voy a decir nada. Está en su derecho. Está incurso en un proceso
penal y está en su derecho a no verse perjudicado.
Quiero recordarle que ya que hemos solicitado la comparecencia puede
no contestarnos si quiere. Creemos que le perjudica, pero, si quiere,
no nos conteste. Yo no le voy a ir formulando preguntas porque me
parece que es un esfuerzo inútil, pero una cosa es no declarar, no
contestar, y otra cosa distinta es que tiene usted derecho -se lo
respeto- a decir lo que quiera, a hablar ante esta Cámara sobre el
caso Gescartera, sobre todos los datos que le están incriminando,
sobre ese juicio popular que todos hacemos. Si usted quiere puede
romper esa barrera y decir: Ahora que estoy ante los parlamentarios,
les quiero decir..., lo que sea. Le invito a ello y lo único que tengo
que decirle es que está en una situación de mal asesoramiento. Estoy
convencido de que eso no le va a beneficiar en la causa penal, en su
imagen ante la opinión pública y ante los medios de comunicación que
nos siguen. Mañana saldrá esta comparecencia en todos los periódicos
y se dirá que usted no quiso decirnos nada a los parlamentarios. Está
en su derecho. Si no quiere contestarme, no le voy a formular ninguna
pregunta. No obstante, dado que somos diputados representantes de
todos los grupos, le invito a que nos haga alguna aportación.
Gracias por su comparecencia.
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me sigo acogiendo a mi derecho de no
contestar.
El señor JANÉ I GUASCH: Me gustaría darle otra oportunidad al
compareciente por si quiere hacer alguna aportación antes de que el
señor presidente dé la palabra a otro portavoz, pero ya he visto que
no.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida, el señor Frutos Gras.
El señor FRUTOS GRAS: Señor don Francisco Javier Sierra de la Flor,
no voy a estimular su sentido cívico -usted y sus asesores saben lo
que se hacen- ni voy a hacer de lazarillo o de nurse. Puede optar por
el silencio y me parece muy bien. Hace tiempo -ahora ratifico mis
convicciones- que diferencio entre un mundo de gente diversa
ideológicamente, pero con un sentido recto y natural de la vida y
otras personas cuya filosofía no comprendo y no califico. Nuestra
declaración queda al cubierto. No obstante, voy a hacer de forma
articulada, para que ni usted ni yo nos cansemos, todas las preguntas
porque van dirigidas también a la opinión pública. ¿Llevaba usted
clientes especiales dentro de Gescartera? ¿Qué clientes especiales?
¿Había cargos entre esos clientes especiales de base política? ¿Cómo
organizaba las carteras de estos clientes? ¿Qué intereses o
beneficios solían percibir? ¿Participaba usted en operaciones
especiales y a corto plazo para estos clientes especiales? ¿Detectó o
tuvo sospechas de que el dinero se evaporara? Si es positiva la
respuesta, ¿qué pensó y qué hizo? ¿Cuánto dinero barajaba Gescartera?
¿Conocía el balance global de Gescartera? ¿Sabía entonces y sabe
ahora por qué se produce el agujero y cuándo? ¿Tiene sospechas o
pistas de dónde está el dinero para encontrarlo?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me acojo a mi derecho de no contestar.
El señor PRESIDENTE: A continuación, hará uso de la palabra el
representante del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), señor Azpiazu
Uriarte.
El señor AZPIAZU URIARTE: Buenos días, señor Sierra de la Flor.
No tengo nada que decir.
El señor PRESIDENTE: Seguidamente, el portavoz del Grupo Mixto, el
señor Puigcercós y Boixassa, tiene la palabra.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Señoras y señores diputados, dada la
hora que es y que el señor Sierra de la Flor se acoge al derecho a no
contestar a
nuestras preguntas, por el número de visitas que tenemos, hoy, no voy
a preguntar nada.
El señor PRESIDENTE: Cierra el turno de portavoces parlamentarios
comisionados el representante del Grupo Parlamentario Popular, señor
Ayala Sánchez.
El señor AYALA SÁNCHEZ: Señor Sierra, usted no está aquí ante un
órgano judicial. Nosotros no le estamos juzgando. Nosotros no le
vamos a meter ni le vamos a sacar de la cárcel. Nosotros estamos
investigando cuestiones distintas de la comisión de delitos por
diferentes personas de Gescartera. Nosotros estamos investigando las
responsabilidades políticas por acción o por omisión que puedan
afectar a personas distintas de las que están en este momento
imputadas por Gescartera en los juzgados penales. En algún caso
podrían coincidir, pero en este caso estamos juzgando a personas
totalmente distintas a las que están imputadas. Esta Comisión tiene
derecho al conocimiento de determinadas cuestiones que no tienen nada
que ver con los delitos, porque representamos a la soberanía popular
y porque la sociedad tiene derecho a saber cómo se pueden producir
tamaños desfalcos y quiebras de la seguridad económica y financiera
de este país.
Usted tiene derecho a callarse, pero el que se calle en esta sede, no
en la sede judicial sino en la que nos encontramos, es porque tiene
algo que ocultar, o no quiere caer en contradicciones, que me parece
bien como medio de conformar su defensa. Usted debería decir todo
aquello que no le perjudique a su posible defensa judicial como
consecuencia del equilibrio que hay entre sus derechos y deberes.
Usted exige sus derechos, pero tiene que cumplir sus deberes. Está
usted aquí asistido y asesorado por un abogado para que no sufra
perjuicio alguno. En cada momento, ante cualquier pregunta que
nosotros le hagamos, le puede preguntar si puede y debe contestar, si
le perjudica o no. No entendemos que haya tomado la postura
absolutamente rígida e inflexible de no contestar a preguntas,
algunas de las cuales son obvias y conocidas. Lo único que tenemos
que hacer es confirmarlas, porque es obvio que usted las sabe. Es
claro y evidente que usted las conoce, lo que pasa es que tienen que
quedar reflejadas en esta sede.
Los primeros comparecientes del primer día y el primero de ayer
adoptaron la misma postura que usted. Los dos primeros están en la
cárcel. Usted es muy libre de alinearse con quien quiera, con los
perjudicados o con los responsables, con los estafadores o con los
estafados. Repito que es muy libre de alinearse con quien quiera,
pero sepa que aquí han comparecido otras personas en las mismas
circunstancias que usted, como ya le han referido, que han sabido y
han podido distinguir entre lo que servía para depurar esas
responsabilidades políticas distintas a las penales en las que no
entramos ni salimos. Haremos nuestra valoración personal con
respeto al Poder Judicial, evidentemente tampoco vamos a hacer
ninguna manifestación, pero sepa usted que el silencio en esta sede
no tiene otra interpretación que la complicidad.
Nos puede parecer legítimo que usted traslade sus argumentos de
defensa del estadio judicial al parlamentario, en el convencimiento
de que nada de lo que aquí diga le puede beneficiar o, al contrario,
que cualquier cosa que diga le puede perjudicar. Esa estrategia cada
vez se demuestra más errónea, es más patente la intervención de la
ciudadanía en la conformación de los criterios de valoración de las
conductas. Hay buenos ejemplos en estas fechas. Por un lado, la
apertura pública de las salas de justicia que permiten conocer a todo
el mundo los juicios que tienen interés, estos días estamos viendo
imágenes del inicio del juicio de fondos reservados de ex ministros y
ex altos cargos del PSOE y, por otro lado, el funcionamiento del
jurado del que también ayer o anteayer tuvimos un claro ejemplo con
el juicio de Málaga, hechos que suponen una clara participación de la
soberanía popular en las decisiones judiciales.
No se equivoque, señor Sierra de la Flor. El silencio, al margen de
alinearle con los que en este momento tienen privada la libertad, le
perjudica en todos los frentes. Yo le conmino nuevamente a que se lo
piense y, sin alterar su línea de defensa -no queremos perjudicarle,
insisto en que no vamos a ser los que le condenemos, ni los que le
declaremos inocente-, discierna y distinga aquellas cuestiones que
pueden ayudar a esta Comisión, primero, a ver esas responsabilidades
políticas que están fuera del campo judicial y que aquí tenemos la
obligación de juzgar, y, segundo, si existen mecanismos en la
legislación actual que han permitido que cuestiones como ésta ocurran
y podamos adoptar las medidas legislativas oportunas para corregirlas
en el futuro. Voy a hacerle una serie de preguntas, que van en esta
línea. Piense si quiere contestarme o si quiere distinguir cualquiera
de ellas. Yo me pararé para formularle cada una de las preguntas.
¿Desde cuándo es usted consejero de Gescartera?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me acojo al derecho a no contestar.
El señor AYALA SÁNCHEZ: ¿El señor Camacho le manifestaba interés en
cumplir la ley o en encontrar cualquier vericueto para burlar la ley?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Me acojo a mi derecho a no contestar.
El señor AYALA SÁNCHEZ: ¿Desde cuándo conoce usted a don Antonio
Camacho? Le voy a hacer seguidas las preguntas porque quiero que
consten en el «Diario de Sesiones». No sé si con excesiva generosidad
por mi parte, le voy a liberar de que tenga que responder a cada una
de las preguntas. Si en algún
momento quiere contestar alguna, me interrumpe y yo me pararé. Si no,
continuaré para que consten en el «Diario de Sesiones». ¿Cuáles eran
exactamente sus funciones en Gescartera? ¿Por qué entró a formar
parte de Gescartera? Según ha dicho aquí el representante de
Izquierda Unida, usted había sido anteriormente empleado de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores, ¿en qué sección? ¿Es
verdad? ¿Tuvo usted alguna relación con los auditores de la empresa a
la hora de facilitarles los datos de las cuentas de las sociedades?
¿Era usted el encargado de captar a los clientes especiales? ¿Qué
significaba en Gescartera ser cliente especial? ¿Quién avalaba las
inversiones de los clientes especiales? ¿Había alguna garantía de
opacidad de esas operaciones? ¿Tuvo usted alguna relación con doña
Pilar GiménezReyna o con don Enrique Giménez-Reyna en la época en que
usted formaba parte de la cúpula de Gescartera? ¿Puede usted decirnos
si don Enrique Giménez-Reyna visitaba frecuentemente y asesoraba con
asiduidad a Gescartera? ¿Tuvo usted alguna relación con alguna
persona de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, especialmente
presidentes o consejeros en la época en que usted estuvo en
Gescartera? Además de consejero de Gescartera, ¿era o es
administrador de Hípica Adonay? ¿Conoce usted a don Roberto Santos,
qué relación tiene usted con él? ¿Es cierto que don Roberto Santos es
socio presidente de Asesores 2000, Sociedad Anónima y de Fábrica de
Comunicación? ¿Era cliente Asesores 2000 de Gescartera? ¿Sabe usted
cuánto dinero ha perdido esta empresa? ¿Qué tipo de operaciones se
hacían con Asesores 2000? ¿Era usted su responsable? ¿Conoce usted
las operaciones de aparcamiento de Radiotrónica? ¿Tiene usted dinero
en Gescartera? ¿Conoce usted a don Agustín Fernández Muñoz y a don
Agustín Fernández Ameneiro? Para finalizar, ¿sabe usted dónde está el
dinero de los inversores?
El señor PRESIDENTE: Si el compareciente no tiene ninguna cosa que
añadir a la requisitoria o pregunta que le ha hecho el señor Ayala.
(Pausa.) ¿Se sigue acogiendo al derecho a no hablar?
El señor SIERRA DE LA FLOR: Sí. Lo único que le quiero desmentir es
que nunca he pertenecido a la Comisión Nacional del Mercado de
Valores.
El señor PRESIDENTE: ¿Algún señor comisionado o portavoz desea hacer
alguna pregunta? (Pausa.)
Se suspende la sesión hasta esta tarde a las 4 con el siguiente
compareciente. El señor don Francisco Javier Sierra de la Flor puede
abandonar con su letrado asesor la Comisión.
Era la una y treinta y cinco minutos de la tarde.
Se reanuda la sesión a las cuatro y diez minutos de la tarde.
- DE DON JOSÉ MARÍA CASTRO MARTÍNEZ. (Número de expediente 219/
000243.)
El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión de la Comisión de
investigación sobre Gescartera con la comparecencia del tercero en el
día de hoy de los citados a comparecer, don José María Castro
Martínez.
Que los servicios de la Cámara permitan comparecer al citado.
(Pausa.)
Señorías, comparece ante la Comisión don José María Castro Martínez,
que según la solicitud de comparecencia de los grupos parlamentarios
lo hace, salvo que él indique una concreción mayor, como jefe
comercial de Gescartera. Antes de conceder la palabra a los señores
diputados y portavoces de los grupos, si el señor Castro Martínez
quiere hacer alguna introducción o matización, tiene la palabra.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Buenas tardes a todos. Efectivamente, soy
José María Castro Martínez. Para saber exactamente ante quién se
encuentran ustedes, me importa mucho que comprendan la estructura que
tenía y tiene todavía, en cuanto que el grupo no ha sido liquidado,
el Grupo Gescartera. Estaba compuesto por una sociedad holding que se
llamaba Gescartera Holding 2000 de la que dependían en principio tres
sociedades, más una cuarta que prácticamente estaba equiparada, que
era Gescartera Gestión, que administraba un fondo de inversión. La
principal de las compañías del grupo era Gescartera Dinero, la
Agencia de Valores; otra de las compañías era Gescartera Pensiones,
recientemente constituida, que se dedicaba a la organización de
planes y fondos de pensiones; y había otra compañía, que era
Gescartera Red Comercial, que es donde yo estoy encuadrado, cuya
finalidad era la comercialización de los productos de las otras tres.
Así pues, formalmente yo no dependo de la estructura orgánica de la
Agencia de Valores, sino de Gescartera Red Comercial. En esa compañía
estaban todos los comerciales, tanto personas físicas como las 10
oficinas provinciales que estaban situadas fuera de Madrid. La labor
mía era la coordinación e impulso de la organización comercial. Yo
nunca tuve ni tengo ningún tipo de apoderamiento ni siquiera en
Gescartera Red Comercial. Quiero decir que incluso para nombrar un
comercial nuevo o para cerrar o abrir una oficina no tenía
competencias. Lo que sí tenía, lógicamente, era la facultad de
propuesta y posiblemente esa propuesta hubiera tenido lugar, pero yo
ni tenía ni tengo esos poderes. Soy simplemente un empleado de
Gescartera Red Comercial desde el 1 de enero de 2000, toda vez que yo
había ingresado en la compañía el 1 de julio de 1999, antes de que se
estructurara el grupo, y ahí sí, en Gescartera Dinero, que entonces
era una sociedad
gestora de carteras. Pero a los seis meses de estar aquí es cuando se
reestructura el grupo de la forma que acabo de indicar y yo quedo
encuadrado en Gescartera Red Comercial. Quiero decir esto porque
determinadas actuaciones de la propia agencia me pueden haber sido en
ciertos momentos ajenas; es decir, incluso físicamente estábamos
situados en una oficina diferente.
A partir de ahora, quedo a disposición de ustedes.
El señor PRESIDENTE: Tiene en primer lugar la palabra, por el Grupo
Parlamentario Socialista, el diputado y comisionado señor López
Aguilar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Buenas tardes, señor Castro Martínez.
El Grupo Parlamentario Socialista saluda su presencia aquí y agradece
esas manifestaciones que han precedido su disposición a contestar al
interrogatorio al que ahora se somete, porque cuestiones fácticas tan
elementales como las que acaba de relacionar, algunas de ellas
sencillamente descriptivas de la estructura comercial, societaria o
empresarial de Gescartera, han estado invariablemente en el
prolegómeno de muchos de los cuestionarios que se han escuchado en
estas sesiones de trabajo. Sin embargo, tan elementales como esas
cuestiones, tan sencillamente fácticas y tan absolutamente
incontrovertibles, porque son de conocimiento general para cualquiera
que haya seguido por los medios de comunicación la aventura de
Gescartera, han sido silenciadas por la negativa a responder de otros
comparecientes con anterioridad. De manera que, una vez escuchada su
disposición a someterse a este interrogatorio, le voy a formular, en
nombre del Grupo Socialista, algunas cuestiones muy particulares de
su participación en esa específica rama de la estructura de
Gescartera en la que usted estaba incardinado, que era la red
comercial, pero sin perder de vista la relevancia que a usted se le
atribuye, de la que cabe inferir, de acuerdo con el conocimiento que
tenemos de su participación en Gescartera, que no está solamente
relacionada con su posición de director comercial, sino por su
trayectoria anterior y por su familiaridad con uno de los elementos
que mayor connotación han otorgado a Gescartera en su condición de
escándalo con gran resonancia pública y política, y es naturalmente
la de la participación de instituciones vinculadas con la Iglesia.
¿Es así, señor Castro Martínez? Uno de los elementos que colorea
fuertemente el carácter escandaloso de Gescartera es el hecho
insólito de que haya llegado tan lejos, siendo una de las
explicaciones más fáciles de dar -de hecho, ha sido dada por algún
compareciente anterior- que hay instituciones de gran relieve
-alguien habló ayer de una fuerza viva- involucradas en Gescartera.
Pues bien, una de esas fuerzas vivas es la Iglesia y, si usted me
dice que involucrar a toda la Iglesia en relación con la
participación de ciertas instituciones o congregaciones religiosas en
Gescartera es
impropio, yo quisiera que usted detallase hasta qué punto hablamos de
la participación de algunas congregaciones e instituciones religiosas
en Gescartera. Tenemos entendido que su trayectoria profesional ha
estado vinculada a instituciones eclesiásticas. ¿Puede describirnos
cuáles?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Pues sí. Casi durante 18 años he sido el
gerente nacional de las Obras Misionales Pontificias en España,
función en la que termino a primeros de diciembre del año 1998 y de
una forma oficial a partir de primeros de febrero de 1999. Por
supuesto, soy un militante cristiano y he estado también en otro tipo
de organizaciones, pero sin ningún tipo de contenido empresarial,
sino organizaciones puramente religiosas.
Hilando con lo que usted me decía, efectivamente, hay una presencia
importante en Gescartera de entidades religiosas; en el momento de la
intervención de la compañía, en torno a 1.400 ó 1.500 millones de
pesetas, teniendo en cuenta que la compañía gestionaba un patrimonio
a ojos de la dirección comercial. El patrimonio que nosotros
conocíamos, del que teníamos relaciones de clientes, estaba entre
13.000 y 14.000 millones de pesetas, lo cual nos lleva
aproximadamente a un 11 por ciento de todo el dinero invertido en la
compañía. Repito que ese era el único dinero que la red comercial y
yo conocíamos. Con posterioridad a la intervención ha habido
informaciones de todo tipo, como declaraciones judiciales reflejadas
en la prensa del principal imputado y propietario de la compañía, que
habló de otras listas de clientes que sólo él conocía, llegando a dar
la cifra de 8.000 ó 9.000 millones de pesetas, los cuales se
gestionaban por fuera de la red oficial. Yo me estoy refiriendo
estrictamente a los clientes conocidos por todos, puesto que su
nombre ha sido publicado en la prensa, que eran los que realmente
conocíamos y con los que teníamos trato en la dirección comercial.
Como he dicho antes, yo me incorporo a la compañía el 1 de junio de
1999 y en ese momento prácticamente todas las organizaciones de
Iglesia que han aparecido implicadas eran ya clientes de la compañía.
Por mediación mía solamente llegaron dos después de mi incorporación.
Una casi a petición propia de ellos, ya que me hablaron de mejorar
los rendimientos económicos que estaban obteniendo en sus inversiones
en aquel momento, y la otra fue a iniciativa mía, por mi amistad con
los directivos, los cuales veían en mí un elemento de máxima
confianza para cualquier inversión, precisamente por esta vinculación
eclesial que usted ha mencionado antes. Por supuesto, en este momento
estoy disgustado con todo lo que ha pasado. Hasta tal punto lo estoy
que, si yo llego a saber el 1 de junio de 1999 el problema que tenía
la compañía y la realidad que se escondía detrás, le digo que no
hubiera trabajado en Gescartera y, de haberlo sabido, me hubiera ido
inmediatamente
y no hubiera metido determinadas carteras, incluso de mi propia
familia más inmediata -me refiero a mis hermanas, a mis cuñados, a
mis suegros, a mis padres-, que actualmente se encuentran perdidas,
igual que todas las demás. Es obvio que yo no iba a querer perjudicar
a mi propia familia, así como también es obvio que, de haber conocido
anteriormente a la intervención toda la problemática que existía en
la compañía, lógicamente habría intentado dejarlos fuera. Pero le
quiero recalcar otra cosa y es que esa misma situación que me pasa mí
le pasa a toda la red comercial; tanto las oficinas provinciales como
las personas físicas que actuaban como comerciales es muy habitual
que tengan entre sus clientes a su propia familia y su propio dinero.
Con lo que la situación que tiene la red comercial es realmente
delicada, puesto que no sabemos ni qué cara poner a nuestros propios
clientes, quiénes nos preguntan si nosotros podíamos o no haber
conocido algo. La respuesta es evidentemente que no porque si lo
hubiéramos conocido no les hubiéramos perjudicado. Esta situación se
ve agravada con la pérdida casi segura de nuestro puesto de trabajo,
puesto que lo más normal es que el grupo inicie su liquidación y, por
tanto, perdamos los ahorros, el trabajo y posiblemente algo de
nuestra honra personal y profesional, aunque intentaremos que sea lo
menos posible y que nuestra imagen quede también lo más limpia
posible.
Por supuesto que desde que estalla todo esto mi posición, y la de
toda la red comercial, ha sido de máxima colaboración con las
autoridades judiciales, a las que hemos facilitado toda la
información que hemos podido reunir y toda la que podíamos haber
tenido de antemano. Con mucho gusto comparezco ante esta Comisión
y de antemano les digo que si hago falta en alguna comparecencia
posterior, no solamente no voy a invocar ningún derecho a guardar
silencio sino que estaré encantado de seguir contándoles a ustedes
todo lo que yo pueda saber, porque soy el primer interesado en que el
dinero aparezca y que los culpables de esta felonía paguen lo que
tengan que pagar, si ese es el caso.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Usted ha hablado de que tenía conocimiento de
cerca de 1.400 millones, pero de acuerdo con el cómputo que se ha
hecho de las inversiones eclesiásticas, de instituciones vinculadas a
la Iglesia, suman más de 1.550 millones de pesetas, sin computar que
hemos tenido conocimiento -y es público- de más de 1.000 millones que
el Arzobispado de Valladolid invierte y desinvierte a través de la
persona de don Javier Valenzuela según él mismo testificó ayer aquí.
Además de una cantidad, todavía desconocida, en las mismas
circunstancias desinvertida a través de algún chivatazo o alguna
filtración diligente y oportuna imputada al Obispado de Burgos.
¿Puede comentarnos si tenía usted conocimiento de esto?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Está usted hablando de un asunto que es de
marzo de 1999, la intervención se ha producido en junio de 2001 y he
comentado antes que yo me incorporo a la compañía el día 1 de junio
de 1999. Es decir, cuando llego a la compañía el Arzobispado de
Valladolid ya no estaba y el Arzobispado de Burgos tampoco estaba.
Por lo que no le puedo decir todos los pormenores de cómo se produjo
la retirada en aquel momento porque yo no estaba. Parece ser que hay
rumores de todo tipo. Concretamente, a mí no me consta que el
arzobispado tuviera ningún tipo de información privilegiada; más bien
pienso que ante el conocimiento de que la CNMV estaba investigando a
la compañía y parece ser que ellos también han admitido que fueron
circularizados para que la propia Comisión comprobara los saldos de
las inversiones con ellos mismos, me da la impresión que esto les
causó preocupación porque podía haber algún problema en la compañía,
y las entidades de la Iglesia -como todas las que tocan dinero, pero
sobre todo cuando no es un dinero propio y estamos hablando de cifras
de 1.000 y pico millones de pesetas-, ante la duda de cualquier
problema, tomó la decisión de marcharse. No me consta que haya habido
una información concreta diciéndoles que se vayan. He leído en la
prensa que se ha publicado hoy que el señor Valenzuela dijo que había
sido por consejo suyo. No lo sé, a lo mejor fue así, pero en
cualquier caso no estaban ya cuando yo llego a la compañía.
Sin embargo, el Arzobispado de Valladolid vuelve otra vez a la
compañía en el mes de enero del año 2001 con una nueva cartera de
renta variable, igual que la que tuvo anteriormente, pero limitada a
25 millones de pesetas, captación que no se debe a mí sino al
director de la oficina de Valladolid, puesto que estas son carteras
que estaban atribuidas a la oficina regional de Valladolid de la que
había sido director el señor Valenzuela. ¿Qué conclusión saco yo de
todo esto? Pues que no debió quedar del todo disgustado cuando al
cabo de un tiempo, y seguramente una vez había tranquilizado sus
temores porque no había pasado nada, decide volver. En esa vuelta yo
tampoco tuve nada que ver, fue una captación realizada por el
director de la oficina de Valladolid.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede mencionarnos el nombre del director de
esa oficina de Valladolid?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, don José María García Tejerina.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Todo esto quiere decir que usted, que en su
trayectoria refleja estar en contacto biográficamente y en
profundidad con las instituciones eclesiásticas, con las estructuras
eclesiales, con las instituciones religiosas y que ha desenvuelto su
carrera profesional en Castilla y León, no tiene
conocimiento de que con anterioridad a su entrada en Gescartera, el
día 1 de junio, se hubiese producido un episodio tan ruidoso que ha
resultado a la postre tan relevante para esclarecer el escándalo
Gescartera en la medida en que de haberse evaluado correctamente y si
los órganos reguladores hubieran actuado correcta y oportunamente
este escándalo no habría cobrado las dimensiones que finalmente ha
cobrado?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Con toda probabilidad. Si se hubiera
actuado como debiera actuarse, en función de lo que hemos sabido
después ...
El señor LÓPEZ AGUILAR: Le he preguntado que si usted, al ingresar el
1 de junio en Gescartera, ignoraba por completo que dos meses antes
había tenido lugar eso.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Esa reunión tan tensa con el delegado de
Gescartera en Valladolid, esa reunión violenta con posterioridad en
la oficina central de Gescartera, de la que hubo varios testigos, que
eran entonces y permanecieron siendo después directivos de
Gescartera, por la que el arzobispado, en condiciones todavía no
esclarecidas, desinvierte nada menos que más de 1.000 millones de
pesetas de una cuenta de Gescartera, ¿usted no tenía ningún
conocimiento con su trayectoria en Valladolid y su conocimiento de
esas instituciones?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Ninguno. Mi trayectoria previa a entrar en
Gescartera, como le he dicho antes, eran Obras Misionales. Obras
Misionales tenía su propia delegación en Valladolid y no conocíamos
las inversiones del Arzobispado de Valladolid. Tengo que decirle que
cuando yo entré en la compañía me advirtieron que había habido algún
tipo de dificultad con la Comisión, pero aludiendo a dificultades de
tipo técnico y ya en aquel momento superadas. Es evidente que si yo
sé el problema real es que ni ingreso en la compañía.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿A través de qué entidades bancarias o
financieras gestionaba usted el patrimonio que tenía encomendado de
Obras Misionales Pontificias?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Teníamos cuentas en casi toda la red
bancaria, pero de una forma importante trabajábamos con el Banco
Popular Español, se trabajaba también con Banesto, con el entonces
BCH y algo, pero no mucho, con Caja Madrid.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Tenía usted relaciones directas con
arzobispos o ecónomos de los arzobispados?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Con ecónomos no especialmente, salvo que,
por motivos fundamentalmente testamentarios o de alguna última
voluntad, hubiera que tratar con ellos. Los canales de recaudación de
Obras Misionales y de trabajo eran totalmente independientes, dentro
de cada diócesis había una oficina nuestra, pero tenía plena
autonomía para el manejo de fondos y para todo. Si había alguna
relación con ellos era a nivel personal, por habernos conocido en
algún momento, incluso a nivel de consulta o de consejo, pero por
motivos ajenos a Obras Misionales.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Conocía usted a don Enrique Peralta?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Lo conocí, porque hubo una testamentaria de
Obras Misionales que afectaba a un sacerdote fallecido de Valladolid
y tuvimos que hablar con él, pero fue el único contacto.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Recuerda cuándo lo conoció?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Como he dicho antes, yo me fui a finales
del año 1998 y esto pudo ser en el año 1994.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Fue su único contacto con él?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: El único.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Durante su tiempo en Gescartera, ¿no renovó
el contacto con don Enrique Peralta?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. Una de las cosas que yo hacía
periódicamente, que hice durante el año 2000, fue la visita de todas
las oficinas provinciales. En esas visitas, como es lógico también,
como director comercial visitaba a clientes de importancia de la
oficina con el fin de conocerles, me presentaban los directores
provinciales algún posible cliente que aún no lo era pero que a lo
mejor, como consecuencia de hablar conmigo o con alguien de Madrid,
podía decidirse a dar el paso. En una de estas visitas a Valladolid
yo acompañé a don José María García Tejerina a saludar a don Enrique,
que ya no era cliente de Gescartera porque, como le he dicho, dejó de
serlo en marzo del año 1999. Fue simplemente un mero saludo y para
revivir aquella incipiente amistad que habíamos tenido en un contacto
en Obras Misionales, visita de muy poca duración y meramente de
cortesía.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Quiere eso decir que ese fue su único
contacto con don Enrique Peralta durante el tiempo que usted sirvió
en Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, fue mi único contacto.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y no hablaron para nada de Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Lógicamente, como yo era director
comercial, salió el tema de que la situación que había provocado su
marcha parecía que estaba superada y que estábamos a su disposición,
por si él quería hacer algo con nosotros.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿No le invitó a regresar a Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: De una forma genérica, sí, como a cualquier
persona que yo trataba. Ese era mi trabajo en aquel momento, pero no
utilicé ningún tipo de influencia. Simplemente era la visita, el
recuerdo de una amistad y decirle: aquí estamos, por si hace falta
para algo.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Ha mencionado usted, en primer lugar, cuando
le he preguntado por las entidades financieras, el Banco Popular.
Entre las entidades o congregaciones religiosas con las que usted
mantiene trato, ¿podría mencionar alguna congregación religiosa,
alguna comunidad religiosa especialmente significada dentro de la
confesión católica con la que mantenga usted relaciones de
preferencia?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No le he entendido bien la pregunta, señor
López Aguilar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Mantiene usted relaciones particulares con
alguna congregación o con alguna comunidad religiosa dentro de la
confesión católica?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Soy muy conocido en muchos ambientes y nos
hablamos periódicamente de temas varios, pero con ninguna en
especial.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede comentarnos porque le cesaron como
administrador de Obras y Misiones Pontificias?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. Es una situación dolorosa, que arranca
del nombramiento del anterior director nacional, a finales del año
1995, y que deriva en una serie de denuncias que tengo que hacer ante
la Santa Sede en el año 1997, unos expedientes que tienen lugar a
finales de 1997, más una visita canónica que tuvimos en el año 1998.
Esto provoca una intervención de la Santa Sede, nombrando al
arzobispo de Burgos para que asumiera los poderes en materia
económica y de personal, quitándoselos al director anterior. Ante la
imposibilidad física de continuar con
esa fusión, debido a su debilidad de corazón, acrecentada por el
problema de Obras Misionales, el arzobispo de Burgos pide la
dimisión. El director anterior entiende que con motivo de esa
dimisión él ha recuperado sus facultades y procede a mi despido,
acusándome de todos sus males ante la Santa Sede. Posteriormente la
Santa Sede dio todas las facultades para resolver el asunto al
cardenal arzobispo de Madrid, que propone como sistema agotar el
mandato del director, para que se retire por cumplimiento del mismo,
y ante la imposibilidad de estar ambos en la misma institución,
acuerda conmigo mi salida a cambio de una indemnización, que se pacta
judicialmente como una conciliación judicial.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Estuvo usted de acuerdo con ese cese?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Con mi despido, no, desde luego. Me
consideré totalmente vejado y ofendido, porque yo no era el culpable
de aquello.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Qué actuaciones concretas emprendió usted
contra esa decisión?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo, como buen cristiano, y puesto que ya
estaba despedido, al ofrecerme como única salida una conciliación
judicial y a cambio una indemnización, yo acepto lo que siempre me
dice la Iglesia y su alta jerarquía, y seguí el juego que ellos me
proponían. A partir de esa conciliación judicial, que se firma a
primeros de febrero de 1999, me quedo en paro y empiezo a buscar mi
reubicación laboral. En el ámbito de esa reubicación laboral se
produce mi contacto con Gescartera y mi incorporación después, el 1
de junio de 1999.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Quiere eso decir que usted no emprendió
ninguna actuación judicial contra la decisión de despedirle?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, por supuesto hice el acto de
conciliación y la demanda judicial, porque tampoco tenía otro margen;
simplemente no estoy de acuerdo con mi despido y lo apelo
judicialmente.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Recuerda cuál fue el montante de la
indemnización que recibió?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, algo más de 20 millones de pesetas.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Después se ha descrito como persona que pasa
al paro y entra en contacto con Gescartera pero, ¿desempeñó algún
tipo de funciones en esa fase intermedia, antes de su acceso a
Gescartera? ¿No desempeñó ningún tipo de actividad retribuida?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Ninguno.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Cómo llegó a Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Aproximadamente dos años antes de mi salida
de Obras Misionales, compartía mi trabajo allí con el de letrado y
jefe de gabinete del Consejo Superior de Cámaras de la Propiedad
Urbana de España. Tuve el honor de comparecer en este Parlamento en
alguna ocasión, en nombre del Consejo Superior de Cámaras, en una
comisión de investigación que se celebró hace bastantes años, sobre
investigación de fraudes en el sector inmobiliario. En aquel momento
se citó al Consejo de Cámaras y yo comparecí en la Comisión, en
nombre del Consejo, acompañando al presidente. O sea, ya es mi
segunda Comisión de investigación. (El señor Cámara Rodríguez-
Valenzuela ¡Caramba!) Claro que fue por otro motivo muy distinto a
este, ya que entonces acudimos como expertos en la materia. El
presidente del Consejo Superior de Cámaras, que lo fue hasta el año
1995 en que se extingue por un decreto-ley, era tío carnal del
delegado de Gescartera en Valladolid. En el año 1996 -creo recordar-,
en 1997 como mucho -ya digo que yo salgo de Obras Misionales a
finales de 1998-, recibo una llamada del que había sido mi presidente
en el Consejo Superior de Cámaras de la Propiedad Urbana -entidad
extinguida entonces, porque se extinguió en el año 1995- diciéndome
que su sobrino había ingresado en una compañía de este tipo y que le
gustaría conocerme, pensando en mi propia captación como cliente.
Acepto la invitación para hablar con su sobrino y le pido que sea en
Madrid, que no me haga ir a Valladolid. Entonces él monta una comida
a la que llama para que asista a don Antonio Camacho. Esa comida se
celebró. Me ofrecieron los productos que vendía la compañía y yo les
dije que a Obras Misionales no le interesaban esos productos.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿En ese momento es cuando conoce por primera
vez a don Antonio Camacho? ¿Es la primera vez que traba contacto con
don Antonio Camacho?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Es la primera vez.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede recordar la fecha?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo me fui a finales de 1998, por lo que
estamos hablando de finales de 1996, porque recuerdo que fue en
otoño, podía ser septiembre o octubre del año 1996.
Después de la comida les digo que lo que ofrecían no interesaba para
Obras Misionales, que Obras Misionales no hacían ningún tipo de
inversión en renta variable y que el producto de renta fija que ellos
ofrecían tampoco nos interesaba, lo teníamos ya montado por otro
lado. El dinero lo teníamos un tracto muy corto de
tiempo, seis meses máximo, por lo que no daba lugar a grandes
rentabilizaciones de ese dinero. Y la comida quedó en eso, en una
comida a la que yo asistí por compromiso con mi antiguo presidente.
Lo que sí hubo después, al llegar las Navidades, fue un christmas de
felicitación o un cierto contacto, pero un contacto de ese tipo, nada
más.
Cuando yo busco mi reubicación profesional abro camino por varios
sitios y me sale la tarjeta del señor Camacho. Por supuesto, yo estoy
partiendo de la honorabilidad del señor Camacho, que es lo que
siempre he dicho desde que he comparecido en esta sala. Hablo con él,
a finales de febrero del año 1999. Me parece que fue el día 3 de
febrero cuando se firmó la conciliación judicial conmigo y, a partir
de ese momento, abrícontacto con las entidades y personas que yo
podía conocer. La acogida fue magnífica: Cuando quieras y como
quieras. Hasta el punto de que fui yo quien tuvo que decirle: Espera
un poco, porque tengo echados los cabos por otros sitios y,
concretamente, este tipo de empresa tampoco es la que considero ideal
para mí, sólo voy a ella si no encuentro otra cosa. Las demás
entidades con las que tenía contacto se fueron aclarando y todas eran
a más largo plazo, pero yo quería mi reubicación profesional
inmediata, porque me parecía una indignidad estar en paro y volví a
verle. Estamos hablando ya del mes de mayo de 1999, y acordamos que
mi incorporación fuera el 1 de junio, y eso fue todo. A partir de
ahí... Bueno, había ocurrido -y esto me lo dijo el señor Camacho
cuando volvimos a hablar en la segunda quincena de mayo- que el
entonces director comercial de la compañía se había marchado y al
volver yo a hablar con él para preguntarle: ¿Mantienes lo que dijiste
la otra vez respecto de mi incorporación? Me contestó: Sí lo mantengo
y, además, fíjate que suerte hemos tenido que el director comercial
se ha ido, con lo que hasta tenemos un puesto concreto en el que
puedes entrar. Yo se lo acepté, aunque repito que no tengo especial
vocación para el mundo comercial, pero había que entrar y él mismo
dijo: Métete ahí y más adelante, cuando haya posibilidad de otro tipo
de trabajo cambias de trabajo dentro de la propia entidad. Y ahí
empezó todo y ha continuado hasta el día de hoy.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿La señora GiménezReyna estaba también en ese
almuerzo?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿En qué momento entró usted en conocimiento
de la señora GiménezReyna?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Cuando me incorporo a la empresa, hasta
entonces nunca la había visto.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿En junio de 1999?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, en junio de 1999. En aquella comida
previa, un año y medio o dos antes, participaron otra serie de
personas que yo mismo, a nivel anecdótico, he intentado recordar
quienes eran, porque creo que cuando entré en la compañía en junio de
1999 no estaba ninguna. Concurrieron a la comida dos o tres personas
más que afirmo que no estaba ninguna, porque todas las caras que vi
en la compañía eran caras absolutamente nuevas. Tampoco les había
vuelto a ver a ellos después de aquella comida en la que, por cierto,
tampoco intervinieron para nada, eran convidados que asistían a la
comida. Pero yo buscaba caras conocidas el primer día que llegué y no
vi ninguna de las que recordaba de la comida de entonces.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿ A don Javier Valenzuela le había conocido
con anterioridad?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Le conoció después?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Le he conocido con ocasión de esa visita a
Valladolid, que le he comentado, en la que saludé a don Enrique
Peralta, porque al llegar yo a la oficina él todavía iba por allí,
hacía llamadas, leía la prensa y estaba allí. Le saludé y hasta
ahora; no le he vuelto a ver.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Estaba don Javier Valenzuela con el ecónomo
don Enrique Peralta?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No, no, no, era en la oficina de Gescartera
en Valladolid. Cuando yo llego a la oficina me lo encuentro allí. Él
debía saber que yo iba y me quería saludar, y acto seguido de
saludarme se marchó y no le he vuelto a ver hasta ahora.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Don Javier Valenzuela estaba en la oficina
de Gescartera después de más de dos años de haberse desvinculado,
supuestamente con cajas destempladas, de la entidad?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, don Javier Valenzuela, según me contaba
el delegado de Valladolid, casi todos los días, por la mañana, subía;
pero parece ser que sólo a leer la prensa y a hacer alguna llamada de
teléfono. (Risas.)
El señor LÓPEZ AGUILAR: Qué fabulosa afición a leer la prensa se
desarrollaba en Gescartera. (Risas.)
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Señor López Aguilar, usted tiene la misma
sorpresa que me causó a mí enterarme de aquello. Es más, yo le
encargué al delegado de Valladolid que procurara evitar eso y él me
decía a mí que le era muy violento, que lo único que podía hacer era
decirle de malos modos que no fuera y
que él prefería evitar eso. Esperaba que algún día se cansaría de ir.
Esa era la cosa.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Imagino que usted comenzó desde el principio
a configurar una cartera de clientes. Por eso he establecido una
conexión con doña Pilar Giménez-Reyna y con don Javier Valenzuela.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Pues no, se equivoca usted. Yo no hago
ninguna cartera porque no entendí nunca que mi misión fuera hacer
carteras, sino que la misión era coordinar la red comercial,
estimularla, controlarla. El propio señor Ruiz de la Serna, que es
con el que yo siempre he despachado todo...
El señor LÓPEZ AGUILAR: Pero usted aportó clientes a Gescartera,
naturalmente.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Pero después. Es decir, en los primeros
seis meses de mi estancia en la compañía, segundo semestre de 1999,
yo no hago más cartera que la mía propia, que la hago en septiembre
del año 1999; al decir mía me refiero a mía y de mi esposa. ¿Por qué?
Porque me pareció que era casi una obligación moral. Si estás en una
empresa que se dedica a esto, pues debes tener una cartera también tú
y ver un poco cómo funciona este producto. Por otra parte, la propia
estancia en una empresa de este tipo hace que determinadas personas
hasta se te acerquen. Para empezar, tus propios familiares, que están
descontentos de donde están y preguntan: ¿Cómo lo hacéis vosotros, se
podría mejorar esto? Además, yo llego a la conclusión de que es
posible que fuera bueno que yo tuviera mis propios clientes porque
comprendía mejor lo que me contaban mis comerciales sobre las
dificultades, tanto para captarlos como para mantenerlos o para
mantener la relación. Me pareció que era ejemplar y que era una cosa
buena que tuviera mi propia cartera. ¿Y dónde empezamos? Pues donde
empezamos todos, con amigos, familiares y allegados, que es lo que
tenemos un poco más alrededor y son los que ellos mismos, como le
digo, también se acercan a nosotros.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Cuántos clientes llegaron a formar parte de
esa bolsa que usted aportó a Gescartera a partir de septiembre del
año 1999?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: La mía -creo recordar, pero hablo de
memoria-, unos 20 clientes de renta variable y otros tantos
aproximadamente de renta fija, pero había algunos que tenían cartera
de los dos productos, es decir, que daban un dinero y decían: Una
parte me lo pones de una manera y otra parte en otra. Con lo cual se
repiten algunos nombres en los dos listados.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Recuerda qué volumen de dinero llegó a
manejar en esa bolsa?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Unos 700 millones de pesetas, de los cuales
unos 340 son de mi propia familia. Imagínese la cara que me ponen
cada vez que me ven.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y en los otros 340 millones hay
instituciones religiosas?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede contarnos qué instituciones religiosas
y por qué cantidad?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, se lo he dicho antes. Solamente dos,
que son Manos Unidas... Ustedes saben que en el mundo de la Iglesia y
en el mundo de la asistencia social del Tercer Mundo hay tres grandes
organizaciones de la Iglesia, que son Manos Unidas, Cáritas y Obras
Misionales. Lógicamente, los directivos de las tres entidades
teníamos contactos y amistad, y entonces yo les propongo que hagan
algo a los antiguos directivos de Manos Unidas, que ha tenido sus
cambios después, y ellos hacen conmigo una cartera de 50 millones de
pesetas en renta fija.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Manos Unidas...
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Manos Unidas y el Instituto Español de
Misiones Extranjeras, en siglas IEME, que es un organismo formado por
sacerdotes diocesanos que se vinculan a esta institución para poder
ir a misiones y que pueden volver otra vez a su diócesis cuando
vuelvan de misiones. Ellos estaban descontentos con el trato que
recibían de dos bancos con los que tenían entonces su dinero y hacen
otra cartera conmigo, también de renta fija. Yo nunca fui partidario
de la renta variable para entidades de Iglesia, precisamente porque
yo nunca lo había hecho estando en cargos directivos, en parte por la
imagen especulativa que da y en parte por el riesgo que supone una
pérdida al menos parcial del dinero.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Por qué importe, por favor?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Manos Unidas, como le he dicho, 50 millones
y el IEME 150 millones.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Lo que quiere decir que cerca del 80 por
ciento del volumen de negocio que usted gestionó como director
comercial, que usted aportó a Gescartera, se bifurcaba en su propia
familia y en instituciones religiosas.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Y amigos personales; en el resto amigos
también.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede contarnos en qué ámbito territorial
captó esa red de clientes?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Prácticamente todos son de Madrid. Mi
familia tiene un origen gallego. Mi apellido Castro es un apellido
muy gallego, allí paso los veranos, y hay una familia amiga nuestra
de Galicia que también invirtió una cantidad, a través de mi persona.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Tuvo usted conocimiento de las inversiones
realizadas por instituciones públicas o la Administración del Estado
en Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Hay una compañía del sector público,
Cetarsa, compañía de tabaco en rama, que había sido inicialmente,
digamos, precaptada por una de nuestras comerciales de a pie, pero
que ella misma, en un cierto momento, pide mi ayuda, porque le
parecía que era una empresa donde le preguntaban muchas cosas que
ella no sabía responder. En ese momento, y en ayuda de mi comercial,
intervengo yo. Estoy hablándole de la vuelta del verano de 1999, poco
después de mi incorporación a la empresa, y la primera operación con
esta entidad se formaliza a la vuelta del verano del año 2000; es
decir, que hubo entre medias visitas de esta comercial y llamadas
también conmigo solicitando lo que esta entidad pedía, pues nuestras
cuentas auditadas..., en fín, determinadas documentaciones que nosotros
facilitábamos con toda honradez. He de decir que esta empresa nunca
tuvo cartera de renta variable, era de fija; además, no le interesaba
el producto genérico que vendíamos nosotros de renta fija, y pidió un
activo concreto. Las inversiones que ha tenido siempre han sido a
través de pagarés de compañías eléctricas, habiéndose además retirado
totalmente la cartera de ellos a finales del año 2000, es decir,
ellos empezaron a trabajar a la vuelta del verano del año 2000. Al
acabar el año 2000 ellos manifestaron que por obligación interna del
propio grupo al que pertenecían tenían que estar situados en deuda
pública a 31 de diciembre. Entonces, los pagarés eléctricos que ellos
tenían, se cancelan. He querido recordar que en fecha de 26, 27 de
diciembre permanecen en deuda pública (supongo que eso no lo hicieron
a través de nosotros) y vuelven de nuevo, iniciado ya el año 2001,
que es la cantidad que tienen ahora mismo pillada, como todos los
demás.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Quiere decir, por tanto, que reconoce usted
haber intermediado para la incorporación de Cetarsa como cliente de
Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: En parte yo y en parte una comercial
nuestra, que fue la que hizo el contacto con ellos y pidió mi ayuda
para facilitarles datos o determinadas informaciones que ella no era
capaz de dar.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Recuerda usted qué persona intervino en esa
negociación en representación de Cetarsa?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. Su director financiero, su subdirector
financiero y, en una reunión en la que estuve yo también, su
directora general.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Recuerda sus nombres?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Habitualmente, el trato se hacía con don
Juan Carlos Baldominos, que era el subdirector general financiero; en
un segundo momento, con don Enrique del Campo, director financiero y,
posteriormente, hubo una única reunión, la única en que participé yo,
con doña Cristina Morientes, que es directora general de Cetarsa.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Y estuvo usted presente en alguna otra
reunión o negociación en las que se tratase de inversiones de
instituciones públicas o de empresas públicas o participadas por la
SEPI?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Ninguna. Y en ésa, ya digo, llevado por una
de nuestras comerciales.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede comentarnos quién le dio la orden, en
marzo del año 2001, de que los ingresos provenientes de las carteras
de renta variable se ingresasen en una cuenta propia de Gescartera
abierta en Caja Madrid?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Vamos a ver. Al convertirnos en agencia de
valores, de una forma ya oficial y operativa, las agencias de valores
pueden tener lo que se llama una cuenta ómnibus, es decir, una cuenta
a nombre de la agencia, cuyo desglose de la cantidad que corresponde
a cada cliente no lo lleva la entidad financiera, sino que lo lleva
la propia agencia internamente. Las carteras de renta variable,
cuando yo llego a la compañía, se instrumentaban mediante cuentas que
tenía cada uno de los clientes en el Deutsche Bank. Como yo le decía
antes, cuando yo hago mi propia cartera, en septiembre del año 1999,
me abren mi propia cuenta en el Deutsche Bank. A primeros del año
2000 -creo recordar- se cambia esta operativa; esas cuentas son todas
cerradas por la compañía y se traslada la operativa a Caja Madrid
Bolsa. Distingan ustedes lo que es Caja Madrid, Caja de crédito de
Caja Madrid Bolsa, sociedad de valores. Y ahí se ha permanecido
trabajando con Caja Madrid Bolsa, que también abría cuentas internas
dentro de la sociedad de valores para cada uno de los clientes, hasta
el año 2001, que es precisamente en el año 2001 cuando se cambia de
Caja Madrid Bolsa a, simplemente, Caja Madrid, la Caja de Ahorros.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Tuvo conocimiento y cuándo de
irregularidades en Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Después de la intervención.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Hasta el mismo día de la intervención usted
no percibe nada irregular, nada extraño, nada insólito, nada
llamativo en Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Tenga en cuenta, señor López Aguilar, que
en esta compañía no ha habido nunca una denuncia de ningún cliente,
ni ante autoridad administrativa ni judicial, hasta el momento de la
intervención. Lo único que pudimos detectar era que durante los meses
de marzo y abril o abril y primeros de mayo, hubo algunos retrasos en
las devoluciones, pero sin que ese retraso impidiera que finalmente
se hicieran los pagos. Todo esto se nos justificaba, fundamentalmente
a mí, a través del señor Ruiz de la Serna, con quien despachaba una
vez al día. Tenga también en cuenta que las diferentes compañías del
grupo estaban ubicadas en distintas situaciones físicas. La sede del
grupo de Gescartera Holding y de Gescartera Dinero estaban en la
calle Moreto, número 15, pero donde estaba yo era en Alberto Bosch,
número 10, la casa contigua, pero en la calle de al lado y para
entrar y salir había que pasar a la calle y subir a una casa
distinta. Yo solía ir una vez al día y generalmente despachaba los
asuntos del día con el señor Ruiz de la Serna. Él me justificaba
siempre estos retrasos por motivos meramente técnicos y coyunturales.
No soy un especialista en el mundo financiero de detalles de este
tipo. Nos llegamos a preocupar porque en algún caso el retraso era de
cierta importancia, pero tenga en cuenta que el contrato de gestión
de carteras contempla la posibilidad de devolución hasta en un plazo
de 15 días y esto estaba aceptado por los clientes. Si no se superaba
nunca el plazo de los 15 días, nos estábamos moviendo en el campo de
cualquier problema técnico de la empresa sin que esto afectara de
verdad a un problema objetivo. Eso justifica también que no hubiera
ninguna queja de ningún cliente en ninguna parte. Hasta ese momento
las carteras de renta variable se movían, las rentas fijas se
pagaban, los que querían sacar el dinero lo sacaban. Había fuertes
peticiones de ingresos. Le puedo decir como cosa curiosa que ya
intervenida la compañía recibíamos peticiones de clientes nuevos o de
los que ya lo eran para hacer ingresos, cosa que estábamos parando
diciendo: esperanos un poco, porque hay una intervención, que se nos
presentó siempre como un problema también puramente técnico. Cuando
la CNMV se presenta el 15 de junio en Gescartera Dinero y nos reune a
todos para comunicarnos que habían intervenido la compañía, lo que
nos dijo uno de los interventores que actuaba en nombre de los demás,
fue que el motivo de la intervención era descubrir la situación del
patrimonio
de la compañía, ya que no le había sido aclarado a la Comisión pese a
que lo habían pedido reiteradamente, sin que en aquel momento ellos
pudieran decir que se detectaba ningún agujero patrimonial, que a lo
mejor podía surgir como consecuencia de la investigación que ellos
iban a hacer, pero que en aquel momento no se detectaba y que también
en este caso permanecían todos los directivos o los consejeros en el
ejercicio de su cargo. Una vez terminada esta reunión, fui a ver al
señor Ruiz de la Serna a decirle: Dime simplemente si tenemos o no un
agujero patrimonial, porque en cuanto esto salte a la prensa o a la
página web de la CNMV, los clientes van a empezar a llamarnos y la
red comercial que es la que va a ser interpelada tiene que dar una
respuesta. La contestación del señor Ruiz de la Serna, que me la ha
reiterado N veces hasta el día de hoy, es: No te preocupes, el dinero
está; el dinero no está seguramente donde a la CNMV le gustaría que
estuviera, pero está y, por tanto, agujero patrimonial no hay.
Durante los días de la intervención, toda la red comercial miraba las
pantallas de Internet los viernes por la mañana porque sabíamos que
el consejo de la CNMV se reunía los jueves por la tarde, a ver si ya
habían levantado la intervención. A lo largo de esos días y de forma
reiterada se nos decía que estaban entregando ya los documentos que
la CNMV pedía y, como consecuencia, que en cualquier momento podía
levantarse ya la intervención. Fuimos de desencanto en desencanto
hasta que se produce la judicialización del asunto y es precisamente
con motivo de la primera toma de declaración a don Antonio Camacho,
el 16 de julio, cuando él entra en prisión, cuando la alarma se
enciende ya en todos los sitios porque hasta aquel momento pensábamos
que era un problema técnico que se iba a acabar resolviendo. En
cuanto a los clientes, los tranquilizamos diciéndoles: No se
preocupen ustedes, nosotros no intervenimos en la gestión y no
sabemos los detalles, pero sí les podemos decir lo que nos comunican,
que es un tema que acabará resolviéndose y que el dinero no está en
riesgo. Al avanzar ya la intervención, bastantes clientes solicitan
la devolución del dinero; les decimos que en aquel momento no puede
hacerse efectiva y que se hará cuando la intervención sea levantada.
Poco a poco, al ver que la cosa iba por un camino que no era el que
se nos estaba diciendo, la propia red comercial empezó a recomendar
la propia petición de retirada del dinero, para que por lo menoslos
clientes tuvieran la conciencia de que lo habían pedido, y
comunicarlo esto a la propia CNMV para que hicieran ellos también sus
listados. Ya, a partir del 16 de julio, la cosa se precipita; el día
20 de julio se precintan las oficinas y empieza ya el problema que
todos ustedes conocen hasta el día de hoy.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Dígame una cosa, señor Castro, ¿usted
realizaba seguimiento personal y particular de las inversiones
realizadas en Gescartera
por parte de las instituciones vinculadas con la Iglesia, en
particular con las que usted aportó al negocio de Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Le veo muy preocupado con las entidades de
la Iglesia. Las entidades de la Iglesia, a efectos míos, eran como
otro cliente cualquiera, una parte de ellos además ni siquiera
estaban adscritos a los servicios de Madrid sino que estaban en
oficinas de provincias.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Quiere usted decir que no realizaba un
seguimiento particular de las inversiones realizadas por
instituciones eclesiásticas?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No, ni tampoco de las mías, sean de la
Iglesia o sean de otro tipo. Comercial se dedicaba a la captación y
mantenimiento de clientes, los departamentos de gestión y de
administración eran los que hacían el resto. Nosotros trimestralmente
en el caso de las carteras de variable y mensualmente en las de renta
fija, que casi todas estaban con liquidación mensual, remitíamos los
documentos de información de situación de carteras que nos entregaba
a comercial el departamento de gestión y administración,
y simplemente los enviábamos a los clientes.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Está usted diciendo que no hizo ninguna
gestión especial para que esas inversiones vinculadas a instituciones
eclesiásticas o congregaciones religiosas fuesen retiradas antes de
que el escándalo saltase públicamente?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Ninguna.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Ninguna absolutamente?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Ninguna, y de hecho ninguna ha sido
retirada. Lo que usted me hablaba antes es anterior a mi venida a la
compañía.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Tuvo usted conocimiento en algún momento,
señor Castro, de algo que se parezca o que pueda ofrecer una
interpretación plausible a la referencia a la existencia de dinero B
de la Iglesia que aparece en el dietario de doña Pilar Giménez-
Reyna.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo he visto ese dietario por fotos de la
prensa que ha publicado estos días, y que estaban autógrafos, por
tanto era claro que era doña Pilar. El concepto de dinero B en manos
de la Iglesia no lo acabo de entender porque, por la situación fiscal
que tiene la Iglesia, teóricamente nunca podría tener dinero B, ya
que podría siempre hacerlo aparecer como donativos y, como
consecuencia, no tiene necesidad
de buscar ninguna empresa que le canalice dinero B porque no tiene
ningún problema de dinero B. Yo no sé a qué se puede referir ella,
porque además esa anotación parece que es de hace ya bastante tiempo,
y también anterior a mi llegada a la compañía; parece que hace
alusión a la supervisión que estaba celebrándose allí en los primeros
meses del año 1999, pero no sé a qué se puede referir.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Está queriendo decir que cualquier montante
de dinero por desorbitado que parezca o carente de justificación
plausible o razonable puede ser sencillamente presentado como dinero
de la Iglesia sin que haya ninguna sospecha de que se trate de un
dinero que no tenga como origen esos donativos? ¿Resulta razonable,
por ejemplo, pensar que la Iglesia, una institución eclesiástica, un
arzobispado, está en disposición de ingresar cada 15 días cheques al
portador de 35 millones de pesetas en una sociedad gestora de valores
en Bolsa, sin que haya ninguna sospecha porque pura y sencillamente
puede presentarlos como donativos?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Cómo hacía el Arzobispado de Vallalolid los
ingresos en aquellos momentos no se lo puedo decir porque no estaba
en la compañía. Si lo hizo de esa manera que usted dice habría que
preguntarles a ellos por qué lo hicieron así.
Me ha preguntado usted antes por un tema muy importante que es la
referencia del dinero B de la Iglesia. Yo le digo que he visto esa
referencia pero que no sé a qué se puede referir. Si es que ella
misma estaba describiendo lo que era dinero B de la Iglesia,
refiriéndose a otras instituciones.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Puede referirse a dinero cuya procedencia no
sean donativos a la Iglesia, pero que se imputen como tal cosa en las
cuentas de Gescartera.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Como digo, en aquella época yo no estaba en
la empresa, pero me parecería absolutamente chocante.
El señor LÓPEZ AGUILAR: ¿Nunca tuvo conocimiento de nada que se
pareciera a eso, señor Castro?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo tengo conocimiento de las carteras de
entidades de la Iglesia que son carteras normales, como cualquier
otro cliente de la compañía, y que tanto si son de fija como renta
variable, se siguen los mismos...
El señor LÓPEZ AGUILAR: Yo le estoy preguntando a un profesional que
se ha desenvuelto en el manejo de cuentas con cargo a congregaciones
e instituciones eclesiásticas y que está declarando ante una comisión
de investigación parlamentaria bajo sujeción
de veracidad de su testimonio y so pena de incurrir, en caso
contrario, en responsabilidad penal; le estoy preguntando al señor
Castro si alguna vez tuvo conocimiento de dinero que, imputado en
cuentas de la Iglesia, tuviese algún origen que no fuesen donativos a
la Iglesia.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: El dinero de la Iglesia procede de una
serie de fuentes que yo no sé si usted conoce. Cuando hablamos de
dinero de la Iglesia hablamos de dinero de donativos, tanto inter
vivos como mortis causa, que en el caso de la Iglesia suelen ser muy
cuantiosos -digo fuentes de ingreso de la Iglesia, de los que puede
provenir luego cualquier inversión que ellos hagan-; hablamos también
de la asignación tributaria, que es en definitiva un dinero que más
que el Estado dan los propios contribuyentes a la Iglesia en el marco
de un acuerdo Iglesia-Estado; hablamos también de unas bonificaciones
fiscales que tiene la Iglesia en algunos impuestos; hablamos también
de subvenciones, alguna con carácter central que se da en esta casa
en los Presupuestos Generales del Estado, pero todas las
administraciones, autonómica y municipal, también pueden dar
subvenciones a entidades de la Iglesia por otros motivos; y hablamos
también de rendimientos de su propio patrimonio, que en muchos casos
también ha sido generado por la propia actividad de la congregación
-pensemos en entidades religiosas que tienen hospitales o colegios- o
como consecuencia de voluntades testamentarías muchas veces de los
propios miembros de la congregación, que obligados por el voto de
pobreza entregan sus bienes a la congregación de la que forman parte.
Esas son las fuentes de ingresos de la Iglesia, y cualquier remanente
que ellos tengan disponible con posibilidad de invertirlo, y yo diría
que también obligación de invertirlo -otra cosa es que se haga con la
prudencia adecuada y sin ningún escándalo-, puede provenir de
cualquiera de esas fuentes, significándole también que el dinero de
la asignación tributaria va exclusivamente a la Iglesia jerárquica
estructurada -me refiero a los obispados, a la Conferencia Episcopal
y a la relación jerárquica de la Iglesia-; las congregaciones no
perciben, que yo sepa, ningún dinero proveniente de esa asignación
tributaria. Cualquier dinero de la Iglesia tiene que venir de todos
esos inmensos caminos. Ahora bien, respecto a que se ingresara con
cheques al portador periódicamente, no le puedo decir nada porque
desconozco ese caso concreto. Las demás que yo conozco eran carteras
normales ingresadas por las cuentas y caminos que cualquier otro
cliente de la compañía.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Ha insistido usted en su relato inicial y a
todo lo largo de su testimonio, que le agradecemos, en su total
desconocimiento -me interesa mucho que quede constancia, haciendo
especificación, efectivamente, al compromiso de veracidad
del testimonio- de ninguna fuente irregular o anómala de ingresos
efectuados en Gescartera durante el tiempo que usted estuvo vinculado
a la sociedad.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Entendido como entidades de la Iglesia, que
usted me preguntaba, desde luego que sí.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Usted comenzó su relato señalando a don José
María García Tejerina como el origen de su conexión con Gescartera.
Don José María García Tejerina está vinculado también personalmente
a un alto cargo de la Administración del Estado. ¿Nunca, ninguna
conversación que tenga que ver con inversiones de instituciones
públicas o de la Administración del Estado a Gescartera, a través de
esa comunicación personal y el contacto personal tan privilegiado que
usted disfrutaba desde el principio?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Para empezar, yo no conozco a la hermana
del señor García Tejerina, que es a la que supongo que usted se está
refiriendo, no la conozco personalmente ni hemos hablado nunca con
ella de ninguna inversión del sector público, en absoluto.
El señor LÓPEZ AGUILAR: Le agradezco su testimonio muy
encarecidamente en nombre del Grupo Parlamentario Socialista. Le
agradezco lo prolijo que ha sido en su relato, y permítame
simplemente que añada dos consideraciones. Estar en paro no es
ninguna indignidad, señor Castro. Le he escuchado que usted aceptó el
trabajo en Gescartera porque consideraba una indignidad estar en
paro; a veces aceptar determinados trabajos conlleva mayor indignidad
si se llega a percibir 2,5 millones de pesetas brutas o 1,5 millones
de pesetas mensuales netas por no hacer absolutamente nada, salvo
leer el Marca y el ABC; probablemente eso comporta una mayor dosis de
indignidad que estar en paro contra la propia voluntad. La segunda
consideración que le quiero añadir es que esta es su segunda comisión
de investigación, y no le arriendo las ganancias a las inversiones en
las que usted ha tenido alguna participación. Esperemos que sea la
última.
Gracias.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo le quería decir una cosa. En el tema de
la indignidad, no me refería a que hubiera que aceptar cualquier
trabajo, sino a que yo estaba deseando salir de esa situación, que es
la que me parece indigna. Esa es una apreciación mía que usted puede
compartirla o no, pero es la mía.
Le vuelvo a repetir lo que dije al principio: si yo conozco la
situación de la compañía evidentemente no hubiera venido, y si vengo
no meto una peseta mía ni de mi propia familia. En cuanto a las
comisiones de investigación, quería aprovechar para decirles a todos
una cosa, y aquí creo que hablo no ya en mi nombre
sino en el de toda la red comercial. De alguna forma nos sentimos
responsables de todos los clientes de la compañía. Estamos
profundamente afectados por tener intereses personales y porque hemos
sido instrumento de una serie de tropelías que ahora estamos
conociendo. Nuestra posición ha sido siempre la máxima colaboración
a nivel judicial, a nivel de la Comisión de investigación. Por tanto,
tengo que agradecer a los grupos parlamentarios de esta Cámara que se
hayan acordado de los inversores de Gescartera, que hayan creado esta
Comisión y aunque se encuentren con algunas personas que llegan aquí
y dicen que no quieren declarar, que me imagino tampoco es agradable,
por lo menos que persistan en el intento, que estén aquí y que entre
todos contribuyamos a hacer un poco de luz en este asunto y si es
posible a que puedan aparecer los dineros de personas, porque les
puedo decir que algunas quedan en muy, muy mala situación como
consecuencia de esto. Hay personas que tienen invertida una pequeña
cantidad o una gran cantidad pero para ellas no significa nada y hay
otras personas que se encuentran en este momento en situación muy
precaria. Les agradezco de nuevo que hayan creado esta Comisión y
cuenten desde luego con mi propia colaboración tanto esta vez como en
cualquier otra ocasión en que consideren oportuno volver a llamarme.
El señor PRESIDENTE: Continuamos con las intervenciones del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió). Tiene la palabra la
señora Pigem i Palmés.
La señora PIGEM I PALMÉS: Muchas gracias, señor presidente.
Buenas tardes, señor Castro. Quiero comenzar mi intervención
enlazando con las últimas palabras que nos ha dirigido y en nombre
del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) agradecerle
especialmente su colaboración con esta Comisión que, como usted muy
bien ha señalado, es a la que el Pleno de la Cámara encomendó un
amplio cometido, siendo entre otros objetivos los más importantes
analizar las causas de por qué había sucedido esta situación que
había concluido con la pérdida de las inversiones de múltiples
ciudadanos, analizar también las responsabilidades políticas que
hubieran podido derivarse, así como adoptar los mecanismos
correctores del sistema que permitieran que hechos como éste -a
nuestro juicio esto es muy importante- no pudieran volver a suceder.
En definitiva, hacer todo aquello que permitiera devolver la
confianza a los inversores en el sistema de inversiones y en las
empresas que están en este sector, que afortunadamente son muchas las
que no han actuado como Gescartera, a la que nos estamos refiriendo.
Muchas gracias, pues, por su colaboración.
Ya le han realizado muchas preguntas y yo no voy a insistir sobre
ellas, no quiero ser reiterativa; pero dentro
de los objetivos que tiene esta Comisión sí me gustaría analizar un
poco el funcionamiento de esta sociedad. Para ello, desearía saber la
formación profesional que tiene usted.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Soy licenciado en derecho. Durante dos años
preparé la oposición de abogacía del Estado que yo mismo dejé por
considerar que no era mi vocación, y mis preparadores aún se asombran
de por qué hice eso. A continuación empecé a trabajar en Obras
Misionales Pontificias y anteriormente pero muy poco tiempo antes en
el Consejo Superior de Cámaras de la Propiedad Urbana de España,
primero como letrado de base, luego fui jefe de gabinete del
presidente y letrado jefe de la institución hasta su extinción en el
año 1995. A partir de ese momento, participé en la creación de la
Universidad católica de Ávila, de la que llegué a ser el primer
vicerrector de asuntos económicos. Posteriormente se produce la
situación tan lamentable que he recordado antes en Obras Misionales
e ingreso en Gescartera. Esto ha sido todo hasta el momento.
La señora PIGEM I PALMÉS: De las comparecencias que hemos tenido
hasta el momento, la impresión que tiene esta diputada es que en
Gescartera había una gran actividad comercial y no aparecen de
ninguna manera las personas que se dedicaban específicamente a lo que
parece el objeto de la captación de estas inversiones, es decir a
invertir los caudales de los inversores en aquellos productos
financieros que darán la rentabilidad adecuada a sus expectativas y
es a lo que obedece en definitiva el contrato de gestión de carteras.
¿Quién decidía las inversiones en Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Claramente, el señor Camacho. Su segunda
persona de confianza y de a bordo para todo era don José María Ruiz
de la Serna. Ustedes saben que don José María Ruiz de la Serna fue
técnico de supervisión de la CNMV hasta el año 1997 e incluso -he
visto posteriormente la intervención- él fue una de las dos personas
que firmaron el informe de supervisión o que participaron en el
informe de supervisión del año 1995 y que fue entregado a la compañía
a primeros de 1996. Mi primera sorpresa en este momento es cómo una
persona que conocía perfectamente la situación de la compañía ya en
1995 ó 1996, por lo que hemos sabido posteriormente, deja la CNMV y
viene a la compañía. Puede ser simplemente por dinero, puede ser por
cualquier otro motivo que yo en conversaciones con él tampoco he
conseguido aclarar. Sin embargo, él era y es un gran técnico, a mí me
ha parecido siempre una espléndida persona, un padre de familia
numerosa y además una persona gravemente enferma en este momento.
Ellos dos llevaban todo el peso del día a día de la compañía en
cuanto a inversiones y demás. Yo ignoro el papel que en el tema
de inversiones tenía doña Pilar Giménez-Reyna. Hemos visto que lo que
sí tenía era una buena información de toda la problemática de la
compañía, pero yo creo que en el tema de las inversiones no era ella
la persona que al menos de forma permanente tuviera intervención, lo
que no quita que en algún caso concreto la haya tenido. Yo tampoco lo
conozco, pero por el esquema que se va conociendo creo que podía ser
así.
Aparte de estas tres personas, había también otra en la compañía que
provenía también de la Comisión, que era don Salvador Alcaraz, que
también había participado no sé en qué departamento, quizás también
en supervisión aunque no lo tengo claro; también persona con muchos
conocimientos del mundo financiero y del mundo financiero a nivel
técnico, si bien creo que él tampoco tenía labores de intervención en
el día a día de lo que era el proceso de inversión, sino más bien en
la parte un poco jurídica que rodea todo este proceso.
Los demás eran compañeros de trabajo de la oficina en áreas de
administración o de gestión o de administración de gestión, que han
comparecido en algún caso en la vía judicial, y que de haber
comentado con sus propios compañeros, entre ellos yo mismo,
determinadas cosas que han dicho luego en el juzgado seguramente
hubiéramos evitado bastantes males. Esta es una pequeña queja que
tenemos con ellos sobre todo desde el área comercial. Yo comprendo
que pudieran tener temor a su puesto de trabajo o a revelar algo que
pudiera originar alguna represalia contra ellos, pero creo también
que las labores de silencio y de colaboración tienen un límite y que
ese límite es cuando se puede estar incurriendo en delitos o en
actividades que aunque no lleguen a delitos son irregulares desde el
punto de vista administrativo. Creo que ellos tuvieron que decirnos
algo, sobre todo cuando sabían que la red comercial estaba
invirtiendo dinero propio, de sus familias y de gente conocida. Es
curioso poder ver que el personal de la compañía de estas áreas, por
no decirlo de forma absoluta, prácticamente no tenía ningún tipo de
inversión en la compañía, ni de ellos ni de su entorno, y en cambio
sí lo tenía la red comercial, en principio más volcada a ese tipo de
actividad de captación de recursos y que también estaba físicamente
separada del resto. Entiendo que ellos no han procedido con toda la
corrección.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Qué formación profesional tenía el señor
Camacho?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Es uno de los grandes secretos. (Risas.) Él
decía que licenciado en derecho. Yo siempre tuve la sospecha de que
no tenía ese título, por una razón muy simple: él tenía un despacho
muy solemne y lo normal es que hubiera tenido colgado el título en
algún sitio. No tenía ningún título colgado, pero sí tenía una foto
de su perro.(Risas.) Me pareció un poco chocante esto.
La señora PIGEM I PALMÉS: Esta mañana, en su declaración, el señor
Ruiz de la Serna nos ha definido a Gescartera como una empresa
familiar con una gestión personalista, refiriendo que todas las
decisiones las tomaba el señor Camacho. ¿Comparte usted esta opinión?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Posiblemente, las últimas decisiones las
tomaba el señor Camacho, pero las deliberaciones para cualquier
decisión que hubiera que tomar yo creo sinceramente que las tomaba
siempre en diálogo con don José María Ruiz de la Serna. Además, era
muy habitual que ellos estuvieran permanentemente casi juntos y
cuando no estaban juntos se comunicaban por teléfono; es decir, la
relación era muy estrecha. Yo creo, además, que el señor Camacho
trataba de suplir sus propias deficiencias con un gran técnicocomo es
el señor De la Serna y aunque -repito- que posiblemente la última
decisión la tomaba el señor Camacho, era con la participación de don
José María.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Y a usted, que tiene una sólida formación
académica, le parecía suficiente la formación profesional que tenía
el señor Camacho para decidir las inversiones? ¿Encontraba que podían
ser rigurosas?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: A mí nunca me pareció suficiente, pero
tenga en cuenta que para ser un hábil gestor bursátil a lo mejor
tampoco hace falta una titulación de muchas campanillas, sino una
gran pericia adquirida en el trabajo con su padre y luego el solo
desde muy niño. A todo esto, yo le traté muy poco. Mi relación con él
era muy de pasillo, de darnos una palmada en la espalda y decir que
un día tomaríamos una cerveza que no tomábamos nunca. Pero alguna vez
que sí la tomábamos él decía presumiendo un poco que cuando todos
nosotros por la edad nos dedicábamos a jugar con juguetitos él estaba
con su padre cortando cupones de acciones; por tanto tenía una
experiencia práctica de mercado. Yo creo que de esas cosas sí sabía
bastante y lo que puede haber tenido es algún defecto de
instrumentación práctica y jurídica de los asuntos, que era suplido
por el señor Ruiz de la Serna. También había un seguimiento de los
cambios legislativos por parte de don José María Ruiz, que él en
cambio no hacía.
La señora PIGEM I PALMÉS: Usted nos ha dicho que era inversor
personal y además que sus familiares y allegados también invirtieron
en Gescartera. (El señor Castro Martínez: Así es.) Tanto por su
experiencia personal como por su experiencia como director comercial
usted tenía que conocer el contrato de gestión de carteras que se
firmaba entre Gescartera y el cliente. En las cláusulas de ese
contrato de gestión se decía que el objeto del contrato no se
circunscribía a la mera administración de cartera, sino que
comprendía
actos de disposición del patrimonio del cliente y también se decía
que la administración conferida a Gescartera implicaba el derecho a
realizar en nombre y por cuenta del cliente cualesquiera actos de
disposición sobre la cuenta bancaria en la que el cliente ingresaba
el dinero. ¿Esto se realizaba?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. Ya he dicho que al principio de llegar
yo a la compañía cada cliente tenía una cuenta abierta en el Deutsche
Bank y esas cuentas eran movidas no por órdenes de los clientes, sino
por órdenes de la compañía en función de ese contrato. El tema del
contrato aparecía como algo indiscutible, pues ese contrato estaba
autorizado por la CNMV y no había más remedio que utilizar ese y no
otro. Quizás lo diga mal, pero en el año 2000 la CNMV sacó una
circular publicada en el BOE con una especie de contrato- marco para
la gestión de carteras, dando un plazo a todas las compañías para que
adaptaran los contratos que estaban utilizando. Allí se decidió que
la adaptación al contrato, como íbamos a transformarnos en agencia de
valores, se iba a realizar precisamente con ocasión de la
transformación, es decir que la agencia ya podía hacer determinadas
cosas que no podía hacer la gestora de carteras que había que incluir
en el contrato y de paso se produciría la adaptación. Mientras tanto,
el único contrato autorizado era ese y había que utilizarlo porque no
había otra posibilidad. Es más, con motivo de la entrada de la ONCE
se llegó a hacer hasta una traducción del contrato al sistema de
escritura braille -el mismo texto transcrito en alfabeto braille-
para que los posibles invidentes lo pudieran leer.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Este amplísimo poder de disposición
comprendía, por poner un ejemplo, que un apoderado de Gescartera
podía librar un cheque contra cuentas de los clientes?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No sé qué decirle. No era una práctica
habitual. Las órdenes de la compañía eran de compra o de venta de
valores, ya que eran carteras de renta variable y así estaban todas
ahí. No sé si el supuesto de dar un cheque contra la cuenta de un
cliente cabría o no en el contrato, pero desde luego no parece
necesario haber tenido que hacerse nunca. Se daban las órdenes de
compra contra el saldo de la cuenta y se reingresaba el importe de
las ventas en la cuenta de cada cliente.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Usted conoce a doña Ángeles Leis?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: La conozco.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Era la contable de Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Así es.
La señora PIGEM I PALMÉS: La saco a colación porque ella ha afirmado
que en múltiples ocasiones entregaba cheques de las cuentas de los
clientes (el señor Castro Martínez: Sí) a don Antonio Camacho.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Se refería a otra cuenta distinta, ahora ya
la entiendo.
Las cuentas de gestión de carteras de renta variable, como le digo,
estaban en Deutsche Bank y eran cuentas para cada cliente; pero
paralelamente las cuentas de renta fija se instrumentaron siempre,
desde que llegué a la compañía, a través de una cuenta en La Caixa
que estaba a nombre de Gescartera Dinero; ahí no había la imputación
de cantidades a cuentas de clientes sino que era un fondo único y era
contra esa cuenta de Fondo único contra la que ella extendía los
talones.
La señora PIGEM I PALMÉS: El contrato de gestión de carteras pone
también que toda la correspondencia que los bancos relacionaban de
las cuentas de los clientes, en lugar de enviarlas a los clientes se
enviaban a Gescartera, y Gescartera a la vez se comprometía a remitir
al cliente trimestralmente una comparación analítica entre su
inversión al inicio del trimestre y al final del trimestre y decía
también que si los resultados eran negativos se enviaría esta
relación mensualmente. ¿Esto se hacía?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, trimestralmente se remitían dos
informes o dos documentos a los clientes. Uno se refería a la
posición de cartera, es decir, tanto ha invertido usted, a lo largo
del año ha habido operaciones positivas que han generado plusvalías
o negativas con minusvalías, por tanto el saldo de su cartera al día de
emisión del informe es éste y este saldo está repartido una parte en
efectivo y otra parte depositado en unos valores que formaban parte
de la cartera que se indicaban siempre a precio de compra. En el caso
de las carteras de renta fija como la liquidación era mensual en la
mayor parte de ellas se indicaba la posición inicial a comienzos de
cada mes, teóricamente para producir una compra de activos de renta
fija se liquidaba esa cartera a final de cada mes y se imputaba la
plusvalía obtenida a la cartera del cliente. Eso era mensualmente.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Se le remitía al cliente la relación que
enviaba el banco?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No. Los bancos...
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Quién confeccionaba estas relaciones en
Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Por mi propia experiencia de los primeros
seis meses, porque como dije antes a partir de primeros del año 2000
se empezó a operar con Caja Madrid Bolsa que al no ser cuentas
corrientes bancarias normales no generaba esa correspondencia sino
que daban algún tipo de información a la compañía por medio de
listados o de otra manera, las cartas llegaban a Gescartera y me
imagino que el departamento de administración hacía algún tipo de
comparación del contenido de las cartas y de los saldos de las
cuentas con la contabilidad paralela que llevaban ellos, aunque ahí
me pierdo un poco porque no era mi área concreta.
El cliente recibía dos informes, el primero ya lo he descrito
anteriormente, y el segundo informe no era más que una relación de
movimientos a modo de cuenta corriente de todas las compras, ventas,
cargos de corretajes o abonos de dividendos, cualquier cosa que se
hubiera producido durante el trimestre; era tremendamente minuciosa.
Entonces llegaban a cada cliente dos documentos distintos, todos los
movimientos y la posición de cartera.
La señora PIGEM I PALMÉS: Por tanto esta relación se confeccionaba en
el departamento de administración.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, así es.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Quién había en este departamento?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Hay tres departamentos. Un departamento que
denominábamos gestión, que es la mesa de contratación puramente
dicha; otro es administración que es donde estaban la señora Leis
y don Luis Villota -que era otra persona de la compañía- que
fundamentalmente hacían el movimiento de ingresos y pagos más la
propia generación de ingresos y pagos de Gescartera como tal empresa,
es decir pagos de la Seguridad Social, proveedores, suministros
energéticos, etcétera. Había otro departamento que se denominaba
administración de gestión, cuya única función era la asignación de
valores que se compraban o vendían a las carteras de cada cliente.
Cuando se compraba un valor no se compraba para todos, se compraba un
volumen determinado y ellos lo asignaban, seguían criterios de cierta
equidad entre los clientes para evitar que hubiera carteras con mucha
más rentabilidad que otras. Cuando ellos imputaban los beneficios
comprobaban el saldo que tenía cada cartera y le iban metiendo más al
que iba peor y metían menos al que iba mejor e igualmente cuando
había algún tipo de operación que salía mal y se liquidaba con
pérdidas, se intentaba que esas pérdidas fueran a las carteras que
iban mejor para no perjudicar demasiado a otras.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Quién había en este departamento de
gestión?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Había tres personas cuyo jefe era don Luis
Pinto, que es la tercera persona que compareció en la Audiencia.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Sabe usted si existían clientes o
inversiones especiales que no figuraban en los listados de clientes
que usted manejaba?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Pues yo no lo sabía, pero después de agua
que ha pasado bajo los puentes con motivo de la intervención, parece
que esto era así. Es decir, el propio señor Camacho reconoce que hay
clientes que lleva él, que se ve con ellos a horas en que la oficina
está cerrada. Él cifra hasta en 8.000 ó 9.000 millones esos clientes.
Bueno, pues si la pregunta es tan simple como usted la hace: ¿había
otros clientes? Pues evidentemente que había otros clientes. También
han aparecido otros clientes a los que al parecer se les utilizaba
para meterles minusvalías. Esos eran listados de clientes por fuera
completamente de la red comercial.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Usted conoce en qué entidad o entidades
bancarias se ingresaba el dinero invertido en metálico o en talones
al portador?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. También tuvo su evolución y algo he
hablado antes de esto. Cuando yo llego, carteras de renta variable a
través del Deutsche Bank, carteras de renta fija a través de una
determinada cuenta...
La señora PIGEM I PALMÉS: Perdón, me refiero a las inversiones en
metálico.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Inversiones en metálico. Si eran clientes
normales que a la hora de aportar su capital lo aportaban en metálico
a esas mismas entidades se hacía un ingreso en metálico, lo mismo que
se podía hacer un ingreso de un talón. Los otros clientes que puedan
ser de dineros más dudosos, si es ese el caso por lo que hemos sabido
por la prensa y por las declaraciones del señor Camacho, no tengo la
más remota idea.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Usted sabe cómo se estructuraban -perdón
por la redundancia- los depósitos estructurados? ¿Ustedes ofrecían
este tipo de producto?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: La red comercial, no. Ofrecía: carteras de
renta fija, carteras de renta variable y participaciones en un fondo
de inversión. Y ahí nos quedábamos.
La señora PIGEM I PALMÉS: Sin embargo, en la documentación que nos ha
llegado a la Comisión, la
oferta de estos depósitos estructurados prácticamente se
circularizaba. ¿A través de qué circuito?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No de la red comercial normal ni nadie de
la red comercial normal ha utilizado los documentos que a mí mismo me
enseñaron en el juzgado. Un depósito estructurado es un depósito que
va referenciado siempre a unos valores. Los que yo vi con ocasión de
la comparecencia judicial, pero que lo puedo comentar aquí porque se
ha comentado en todas partes, eran unos depósitos que iban con la
firma del señor Camacho, en los que la entidad se comprometía a
adquirir un determinado volumen de un determinado valor, con pacto de
recompra de ese valor garantizando una rentabilidad.
Entiendo que este producto puede ser hasta ilegal, toda vez que la
Ley del Mercado de Valores prohíbe garantizar rentabilidades cuando
se trabaja con valores de renta variable.
La señora PIGEM I PALMÉS: Usted ha dicho que entra en Gescartera
Dinero el 1.o de junio y que está seis meses, si no lo he anotado
mal. Usted en esta época en la que se estaba llevando a cabo una
inspección sobre Gescartera, ¿vivió las vicisitudes de esta
inspección?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No. La parte -digamos- dura de esa
supervisión había tenido lugar anteriormente. Cuando yo llego a la
compañía me dicen que ha habido una supervisión difícil, muy dura,
pero que ya está superada. Lo que sí aprecié es que llegaba mucha
correspondencia, documentación, requerimientos de la Comisión, pero
nunca supe si eso era lo normal en una entidad de este tipo, que
continuamente va recibiendo peticiones de información u obedecía a
algún motivo especial. En cualquier caso, yo nunca leí el contenido
de esos documentos.
La señora PIGEM I PALMÉS: Por decirlo de alguna manera, ¿don Antonio
Camacho alardeaba de sus contactos y de sus relaciones con altos
cargos de la Administración o de las instituciones?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No. Él era un hombre tremendamente
reservado para esto. También he dicho antes que yo le he tratado
poco, y si quiere usted un poco superficialmente, pero delante de mí
no hizo nunca alarde de ninguna de estas cosas. Quizá lo único de su
habilidad como hombre de mercado, pero nada más.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Sabe usted si don Antonio Camacho o doña
Pilar Giménez-Reyna tenían contactos directos con algún consejero de
la Comisión Nacional del Mercado de Valores, que les pudiera dar
información directa del estado de las operaciones que
se llevaban a cabo con motivo de las inspecciones aleatorias o no
aleatorias que realizaba la Comisión?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No, todo esto lo he conocido posteriormente
a la intervención. Yo lo único que pude saber es alguna reunión que
habían tenido dentro de la propia Comisión, pero a mí me parecían
normales en una entidad que estaba sometida a su vigilancia. Durante
el tiempo que estuve yo allí era prácticamente frecuente la aparición
de personas de la CNMV que iban por la empresa. Había una sala de
juntas, que era la que ellos utilizaban, con lo cual cuando ellos
llegaban allí se metían en la sala y simplemente cuando yo subía en
ese despacho diario me decía el señor Ruiz de la Serna: Es que están
ahí los de la Comisión, pero nunca supe por qué y a mí me pareció que
eso entraba dentro de lo normal, de los contactos habituales.
La señora PIGEM I PALMÉS: Nada más y muchas gracias por su
colaboración.
El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida, tiene la palabra el diputado y
comisionado, señor Frutos Gras.
El señor FRUTOS GRAS: Señor don José María Castro Martínez, he
llegado a una primera conclusión, y me permitirá hacer una primera
digresión en mi intervención. Casi me siento derrotado antes de
empezar. Usted perdió mucho dinero, su familia también, y no se
enteró de que lo estaban perdiendo; por lo que parece no se enteró de
nada.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Pero no soy yo el único, señor Frutos,
tampoco se enteró la auditora, tampoco se enteró la Comisión, o al
menos no tomó ninguna decisión, y desde luego nosotros, que estábamos
separados hasta físicamente, era muy difícil que lo supiéramos, salvo
que aparentemente viéramos algo raro, y esto estaba muy bien montado.
El señor FRUTOS GRAS: Intentaremos ir a lo concreto, porque a lo
mejor la discreción es lo que no le permitió ver que estaba perdiendo
dinero. ¿Era clandestina la forma de vivir del señor Camacho? ¿Qué
opinaba usted de esos signos externos de riqueza? ¿No le hacían
reflexionar?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Los signos de riqueza que veíamos eran una
parte de los que han aparecidodespués.
El señor FRUTOS GRAS: Estos signos externos de riqueza tienen una
categoría en economía.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, pero sitúese también en el ambiente. Yo
no le miraba las etiquetas de sus trajes, es decir que no sabía se
eran de Armani o se trataba de prendas más modestas. Lo que sí se le
veía era bien vestido y muy perfumado, hasta el punto de que todos
sabíamos si estaba o no estaba en la oficina simplemente por el olor.
(Risas.) Utilizaba siempre un buen coche, tenía un Jaguar, que es el
que exhibía por allí. En la última etapa, a raíz de que se rodeó de
guardaespaldas, aparecían allí unos BMW, uno que utilizaba él y otro
que utilizaban sus guardaespaldas. Cuando a alguien le sorprendía en
algún bar de las inmediaciones tomando algo, se apresuraba a pagarlo,
y poco más. Tampoco sabía muy de cerca dónde vivía. Sabía que en su
primer matrimonio tenía un chalé en Pozuelo, aunque no supe nunca la
categoría ni el tamaño del mismo. Luego, a raíz de su separación,
compró un piso en la calle Caracas, pero tampoco estuve en el piso,
nunca. Después, a primeros del año 2001, en los primeros meses,
compró una casa en La Moraleja, pero tampoco sabía el tamaño de la
casa, ni siquiera sabía si se había comprado vendiendo propiedades
anteriores. Vivía bien, pero no era tampoco una cosa exagerada.
El señor FRUTOS GRAS: Mi grupo no había pedido su comparecencia,
porque considerábamos que con la comparecencia del señor Ruiz de la
Serna quedaba completado todo este espectro relacionado con
Gescartera y, por lo que usted está explicando, no íbamos muy
desencaminados. Sin embargo, las cosas que usted nos ha contado me
han hecho llegar a una segunda conclusión, y es que tener menos de
100 millones en este país es ser un grotesco paria. Aquí se habla de
decenas, centenares y miles de millones. Mientras tanto -y esta es la
alarma social-, habrá mucha gente que diga: Vaya gente, cómo organiza
sus tinglados, sus negocios y el país.
Ahora ya paso a cuestiones concretas. Usted dijo que Salvador Alcaraz
tenía una relación con el señor Camacho. ¿Sabe por qué? ¿Sabe si era
por sus habilidades comerciales, por su experiencia como técnico en
la Comisión Nacional o por las relaciones que tenía a partir de la
Comisión Nacional?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Lo único que sé del señor Alcaraz es que
fue traído a la compañía a propuesta de don José María Ruiz de la
Serna, que lo conocía por el trabajo previo que había desarrollado en
la Comisión. Desde que llegó a la compañía estaba muy relacionado, a
nivel de amistad personal, con esa cúpula que componían el señor
Camacho, la señora Giménez- Reyna, el propio don Javier Sierra y el
señor Alcaraz, que era el cuarto de ese grupo. Se reunían con él
habitualmente, estaban con él, eran un poco su guardia de corps.
El señor FRUTOS GRAS: Ha dicho usted que muchos de los inversores y
muchas inversiones captados por la presidenta de Gescartera y por el
señor don Antonio Camacho figuraban en listas individuales y
diferentes a las del conjunto. ¿Cómo y quién elaboraba esas listas?
¿Qué sabía usted de esto?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No sé si me he explicado bien. La red
comercial tenía atribuida a cada uno de los comerciales una serie de
clientes. Esos clientes eran conocidos, y una vez al mes elaborábamos
una especie de estadillo del volumen global que gestionaba la
compañía. Lo que he querido decir es que han aparecido pesquisas o
datos que inducen a pensar que había otros listados, porque el propio
señor Camacho alude a un grupo de clientes -creo recordar que hablaba
de 40- que llevaba él directamente y que no figuraban en ninguna
parte porque eran un poco clientes de condiciones muy especiales para
sus inversiones. Evidentemente, había unos listados que estaban por
fuera del conocimiento. Luego, si nosotros estábamos calculando un
volumen de patrimonio gestionado entre 13.000 y 14.000 millones y ya
están acreditados ante la CNMV 18.000 millones, y se habla de cifras
todavía mayores, evidentemente corresponden a clientes que están por
fuera de los que nosotros llevábamos algún tipo de control.
El señor FRUTOS GRAS: ¿He entendido bien, señor Castro, cuando usted
ha dicho que no se enteró durante todo este tiempo de la situación de
Gescartera, ni del escándalo que hubo en marzo de 1999, ni de
elementos relacionados con este escándalo? ¿No supo nada de un
importante cliente con más de 1.000 millones de pesetas, que abandona
Gescartera de acuerdo con el señor Valenzuela, parece ser, según nos
explicó ayer el propio señor Valenzuela, orientado por el señor
Valenzuela? ¿No sabe nada de esto?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Como le he dicho antes, cuando llego a la
compañía, el tema de la retirada del Arzobispado de Valladolid me lo
cuentan como una cosa pasada, que había habido una retirada. Si fue
por mediación del señor Valenzuela o no, en el sentido de que les
indicara él la conveniencia de marcharse, eso nunca lo he sabido. Más
bien tengo la intuición, por conocer el funcionamiento de las
entidades de Iglesia, de que en Valladolid se percibió que con la
compañía había algún tipo de problema y que decidieron marcharse
ellos mismos, sin contar con nadie, porque las entidades de Iglesia
siempre son temerosas de cualquier problema que pueda aparecer.
El tema de la supervisión del año 1995 no fue ningún escándalo,
porque no se tradujo en ninguna actuación externa de la compañía.
El señor FRUTOS GRAS: Estoy hablando de marzo de 1999.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No, en 1999...
El señor FRUTOS GRAS: Está explotando lo de Valladolid, hay reuniones
muy tensas en la CNMV, hay elementos suficientes para este caso.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Todo eso fue anterior a mi llegada.
El señor FRUTOS GRAS: Estoy hablando de algo más reciente. Parece que
existía una operativa legal, conocida por usted, y luego una
operativa alternativa, que parece que usted no conocía -¿me
equivoco?-, según ha declarado.
Usted ha dicho que sólo conocía la legal, y dice que en la legal no
conocía la existencia de depósitos estructurados, he entendido.
¿Quién diseñó y aplicó la ilegal, además de don Antonio Camacho?
¿Quizá la presidenta de Gescartera o quizá un cerebro en la sombra
vinculado a la presidenta de Gescartera? ¿Quién opina usted? Alguna
cosa sabrá, alguna cosa verá.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Ahora ha formulado correctamente su
pregunta: ¿Qué opina usted? Realmente yo no sé de esas cosas. Quiero
entender que, porque el tema de los depósitos estructurados se estaba
haciendo desde hacía bastante tiempo -a mí me enseñaron documentos de
hace varios años- tenían que ser las personas que trabajaban entonces
en la compañía o, en cualquier caso, el señor Camacho. Además, en
decisiones en materia de inversión tengo la percepción -es mi
opinión, que es lo que usted me pide- de que doña Pilar Giménez-Reyna
de esos temas no entendía y que tampoco se metía en ellos ni la
dejaban meterse. Más bien lo que hacía por lo que hemos visto en sus
diarios -ahora ya de público conocimiento y que yo ni siquiera sabía
que existían-... Ella sí tenía un profundo conocimiento de la situación
real de la compañía, sobre sus dificultades, pero nunca he tenido la
percepción de que ella actuara en políticas de inversión porque nunca
la he visto capacitada para eso.
El señor FRUTOS GRAS: Señor Castro ¿puede usted llegar a sospechar
que si la presidenta captaba, el hilo conductor de la captación podía
tener implicación institucional?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: ¿Si la presidenta cantaba, dice usted?
(Risas.)
El señor FRUTOS GRAS: Captaba recursos. Yo me baso en lo que ella
dijo, que no tenía nada que hacer, pero que la tenían allá porque
seguramente tenía una personalidad, que yo desconozco, en no sé qué
mundo.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo creo que hay que tener en cuenta varias
cosas. Doña Pilar GiménezReyna llevaba trabajando en la captación de
dinero para
las diferentes empresas en las que ella fue trabajando desde hacía
muchísimos años; es más, conoció a don Antonio Camacho en una de esas
empresas anteriores. Por tanto ella era muy conocida en muchísimos
medios sociales, tenía muchísimas amistades, y eso lo he percibido yo
por el volumen de llamadas a su teléfono, sonando continuamente,
cartas y actos sociales en que ella participaba. Ella estaba muy
relacionada socialmente, llevaba muchos años trabajando en esto y
tenía una enorme cartera de clientes. Fundamentalmente su trabajo del
día a día era mantener esa cartera de clientes atribuida a ella e
incrementar esa cartera en su propio, digamos, interés. Como
partícipe de la compañía desde el principio de su vida, ella tenía o
podía tener informaciones que los demás no teníamos. Además, ella
siempre fue miembro del consejo de administración, fue vicepresidenta
de la gestora de carteras, era presidenta de la agencia, firmaba las
actas del consejo, tenía acceso a las cuentas. Si ella firmaba
conociendo o no lo que firmaba, yo no lo sé, pero ella tenía un
volumen de información y de posibilidad de información que no
teníamos los demás. Luego, era evidente que era un apellido sonoro y
me imagino que eso también influye a la hora de hacer cualquier
operación comercial, porque obviamente incrementa la confianza del
posible cliente.
El señor FRUTOS GRAS: La guinda a estas preguntas que le acabo de
hacer sería: ¿Cree usted que, además de la suave picaresca interna de
Gescartera, hubo un cerebro externo a Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Bueno, vamos a pensar un poco todos juntos
que es anormal el que a una empresa, sea la que sea, de repente se le
evapore todo su patrimonio. Podemos admitir todos, actuando con
criterios lógicos, que haya habido unas malas operaciones y que se
haya perdido una parte, pero que haya desaparecido todo y en muy poco
tiempo... Tenemos noticia de que se hacen unas ventas masivas de
valores en el mes de mayo, de lo que quedaba de valores en las
carteras de los clientes, y justamente en el mes de junio viene la
intervención. Por algún motivo se hicieron todas esas ventas, se
metalizó todo el patrimonio de la compañía y acto seguido se evaporó.
Todos sabemos que esconder 20 duros debe ser fácil, esconder 1.000
pesetas ya menos, pero esconder al menos esos 18.000 millones, y no
digamos nada si hacemos caso de otras informaciones que hablan de
cifras mucho más altas, me imagino que requiere complicidades y
ayudas.
El señor FRUTOS GRAS: Pero, señor Castro, si uno va a leer el
periódico y el otro va a tomar café, a lo mejor desaparecen y no se
da cuenta uno. (Risas.) Si no había ningún control, si nadie hacía
nada ni se enteraba de nada de lo que ocurría, porque iba a leer el
periódico y a tomar café...
Para terminar. ¿Usted cree que dinero del Estado, de la subvención
del Estado ha sido utilizado en intentos o en negocios especulativos?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: ¿Se refiere usted a la subvención del
Estado a la Iglesia?
El señor FRUTOS GRAS: Sí, claro, la que emana de los Presupuestos
Generales del Estado y la que emana, naturalmente, de los impuestos
de la gente.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo, aunque tenga relación con la Iglesia,
no soy la Iglesia. Lo único que puedo decirles es lo que yo sé de
eso. El dinero de la asignación tributaria y el dinero de la
subvención que aprueba esta Cámara para la Iglesia católica es
entregado a la Conferencia Episcopal, que lo distribuye con cargo a
un presupuesto que se destina fundamentalmente al pago de una especie
de nómina para todos los sacerdotes diocesanos de España,
destinándose luego pequeñas cantidades, en el volumen de lo que se
reparte, para sostenimiento de las universidades de la Iglesia, para
seminarios o para los pagos de Seguridad Social de todo el clero.
Quiero decirle que la asignación tributaria y la subvención del
Estado central se entrega a la estructura de la Iglesia jerárquica,
es decir, lo que son los obispados, la Conferencia Episcopal.
Toda la inmensa gama de organizaciones de Iglesia, tengan ustedes en
cuenta que en España hay registradas más de 500 congregaciones e
institutos de vida consagrada, más luego deben ser muchos miles el
número de fundaciones, asociaciones e instituciones de todo tipo que
dependen de la Iglesia, ese otro tipo de instituciones por fuera de
la estructura jerárquica no percibe dinero de la asignación
tributaria, que se reparte por otros canales, lo que no quita para
que tengan derechos mediante bonificaciones fiscales o subvenciones
de cualquiera de las administraciones públicas, de la estatal y de
las otras. Todo eso es lo que forma, además de su patrimonio, como
decíamos al principio, o de los donativos que perciben, el dinero de
que disponen entidades de Iglesia.
Pensar que el dinero de las nóminas de los sacerdotes de una
diócesis, que se destina precisamente a pagar esas nóminas, haya
podido ser invertido, no me encaja. Ahora, al dinero del conjunto de
bienes que tiene cualquier institución de iglesia, que las hay además
de muy variado tipo y de muy variado nivel de riqueza, no me
sorprende que ellos intenten sacarle una rentabilidad. Lo que sí
parece lógico es que no deben de poner ese dinero en riesgo y deben
administrarlo con prudencia. Por eso a las únicas entidades de
Iglesia, que comenté antes, que fueron clientes por mediación mía,
siempre se les hicieron carteras de renta fija y nunca de renta
variable. Sin embargo, había más cantidad de dinero invertido en
renta variable que en renta fija, pero es anterior a mi propia
llegada a la compañía.
El señor FRUTOS GRAS: Muy bien, señor Castro, porque como el cardenal
Rouco Varela dijo que era imposible que el dinero de los
presupuestos, de los impuestos, hubiera sido utilizado en Gescartera,
luego usted ha dicho algo que es real: que el Arzobispado de
Valladolid vuelve a Gescartera en enero de 2001, este año, he
entendido. Hay que ver lo mal informada que está la Iglesia de las
cosas malolientes de la tierra, pero, en fin, estaba preguntando esto
para ver qué relación tiene con las conclusiones que vamos a tener
que sacar de esta Comisión de cara ya a las relaciones Iglesia y
Estado y a cómo el dinero del Estado y el dinero de los
contribuyentes se utiliza de la mejor forma posible.
Muchas gracias, señor Castro.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, a continuación, por el Grupo
Parlamentario Vasco (EAJPNV), el señor Azpiazu Uriarte.
El señor AZPIAZU URIARTE: Gracias, señor presidente.
Buenas tardes, señor Castro. Tengo la sensación de que estamos
asistiendo a una Comisión realmente virtual, que esto no tiene que
ser real. Así que no me interprete mal y, además, teniendo en cuenta
que es viernes a la tarde, me va a permitir algún tipo de humor, sin
ningún ánimo, desde luego, de ofender.
El señor Camacho tiene colgado el perro. No sabemos si es licenciado
en derecho; que no se me ofendan los abogados, pero los abogados y
los médicos suelen querer tenerlo colgado, ¿no?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo, no.
El señor AZPIAZU URIARTE: Hay un ex cantante como director general;
hay un ex peluquero que ha pasado esta mañana por aquí; se habla de
escoltas... Usted tiene formación jurídica. Usted conoce que el mundo
financiero es complicado, y más después de la globalización; que
hacen falta expertos conocedores de los mercados de todo tipo y de
todo el mundo para operar, pero no tienen ustedes un economista
financiero experto conocedor de nada. A ustedes parece que lo que les
piden es...; a usted mismo parece que le dijo Camacho: venga por aquí,
que ahora le hago comercial, pero que puede ser otra cosa en el
futuro. Entonces no preocupaba la cualificación de una persona para
trabajar en esta empresa. La cuestión era que viniera gente, no
sabemos para qué: para leer el Marca, se dijo ayer por el señor
Morey, café tomaban a menudo, etcétera. Pero le repito que no lo
estoy haciendo..., porque sinceramente estoy bastante asombrado. O
ustedes son realmente unos cándidos, los que estaban trabajando allí,
o son cómplices: cándidos o cómplices. A mí no me cabe otra
interpretación.
Usted ha captado clientes. ¿Qué les ofrecía, señor Castro, a estos
clientes para captarles para Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Lo mismo que cualquier otra entidad
financiera, es decir, los tres productos que he repetido varias
veces. En productos de renta variable no se podía garantizar ninguna
rentabilidad, pero se hablaba siempre un poco del histórico de la
compañía, y el histórico de la compañía es que, bueno, prácticamente
nunca nadie había perdido dinero, había ganado más, había ganado
menos, según los años. En el último año, en el año 2000, hubo una
rentabilidad entre el 8 y el 10 por ciento en las carteras, pero la
Bolsa había caído, el Ibex 35, un 22 por ciento, aunque es verdad que
otros valores no habían tenido esa pérdida. Por tanto era una forma
de invertir en renta variable con el riesgo que comporta la renta
variable, pero dentro de unos límites de cierta seguridad por el
histórico. Por supuesto, a las entidades o personas que no querían
asumir este tipo de riesgos se les ofrecía la cartera de renta fija
que mes a mes iba estableciendo la rentabilidad que iba a tener,
siempre bajo compra y venta de activos de renta fija y, luego, el que
quería invertir en un fondo de renta variable, sabía que también
dependería de las evoluciones de la Bolsa. A partir de ese momento,
el cliente tomaba la decisión y hay muchos clientes que lo que hacen
es que diversifican e invierten un poco por aquí y un poco por allá.
La duración de la compañía, más o menos, que se había constituido en
1992 y que llevaba unos años funcionando en el mercado, era lo que
daba ese volumen de clientes, que tampoco era un número espectacular
ni una cifra de patrimonio espectacular. Estamos hablando de 13.000 ó
14.000 millones que a nivel de nuestra economía doméstica es una
cifra inasequible, pero en el ámbito del sistema financiero tampoco
era una gran cosa.
En cuanto a si somos cándidos o cómplices, no tengo más remedio que
apuntarme al grupo de los cándidos porque lo otro sería tremendamente
peligroso. Aparte de eso, es lo que responde a la pura verdad.
Siempre confiamos en la buena gestión de la compañía en los dos años
que llevaba yo. Recuerden que la intervención se produjo el 15 de
julio y yo había ingresado el primero de junio de 1999, llevaba dos
años, y descuenten de ahí los primeros meses de despiste y de conocer
la realidad y las personas. Lo que es sólo el tiempo operativo había
sido mucho menor y tampoco me planteé que mi misión allí consistía en
captar clientes a todo trance, sino más bien la coordinación del
trabajo de los demás. También tenga en cuenta que en el tiempo en que
estuve en la red comercial, solamente dos años, había otras muchas
personas que estaban allí incluso desde el principio. Ellos también
me daban mi propia seguridad porque habían pasado por todas las
vicisitudes de la empresa y la empresa siempre había ido subiendo. Es
verdad que la subida más importante se había producido en los últimos
años, pero allí teníamos comerciales que habían estado desde el
principio y, por supuesto, todo el mundo hablaba maravillas de la
capacidad gestora
de Antonio Camacho y de sus decisiones acertadas. Todo inducía a
pensar que problemas no había. Cuando vimos el problema fue demasiado
tarde. El hecho de que haya dinero propio y de las familias más
inmediatas y de amigos induce a pensar que inocentes tenemos que ser,
del grupo de los cándidos, pero no sólo yo, esto pasa en toda la red
comercial. Curiosamente, como le he dicho antes, no pasa en otros
departamentos de la compañía.
Esta es un poco la situación que hemos vivido y en la que nos
movemos. En este momento y le hablo de mí, por aquello de la
indignidad no estoy todavía en el paro porque la compañía no se ha
liquidado y porque nadie me ha despedido, pero me puedo considerar en
el paro ya, porque es evidente que esta compañía no tiene futuro.
El señor AZPIAZU URIARTE: Ni dinero.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Si alguno de ustedes sabe de algún sitio,
no dude en comunicármelo.
El señor AZPIAZU URIARTE: Lo de tener dinero, tampoco, ¿no? (Risas.)
Esta mañana hemos hecho unos pequeños números que son significativos
¿Qué rendimiento piensa que es normal cobrar a los clientes por
gestionar ese patrimonio?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Los costes que se cobraban a los clientes.
Se cobraban nada más que dos, que cobraba la compañía, y otro que era
una repercusión de costes a terceros. Se cobraba una comisión de
administración que era un 0,50 del volumen del capital gestionado y,
luego, un 15 por ciento de los beneficios obtenidos a final de año
pero, encima, descontábamos de ese rendimiento el rendimiento
objetivo de la renta fija valorado en la rentabilidad de la letra del
Tesoro de primera emisión en la primera subasta del año. Quiere
decirse que si una cartera tenía un 10 por ciento y la letra había
salido a un 4, nuestro 15 por ciento no era sobre el 10, sino sobre
el 6. Me parecía un elemento razonable, que era muy utilizado además
por la red comercial como una empresa barata para el cliente, al que
no le cobraba muchos costes y que el coste fundamental se lo cobraba
sobre beneficios y no sobre patrimonio. Por tanto, la empresa iba un
poco en el mismo barco que el cliente.
El señor AZPIAZU URIARTE: Me dice usted que el margen aproximado
puede ser 1,5 por ciento, sumando las comisiones y el resto; 1,5 por
ciento de 13.000 millones de pesetas son 200 millones de pesetas al
año.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Había un tercer coste que se cobraba a los
clientes, que era la repercusión de los intermediarios de Bolsa, es
decir, los corretajes. Con esos proveedores de servicios había
también
acuerdos por los cuales ellos retrocedían a la compañía una parte de
esos corretajes, es decir, se había cobrado al cliente, pero a la
compañía le devolvían una parte. Yo nunca hice las cuentas exactas,
pero sí sabía que entre corretajes, administración y gestión se
podría sacar una cifra, aproximadamente la que hacía falta para los
costes operativos. Creo recordar que el último año el beneficio legal
de la compañía fue nada más que millón y medio de pesetas, el
beneficio de Gescartera Dinero en las cuentas auditadas, ¿eh? Pues,
más o menos, estaba cobrando una cosa con otra.
Entonces, ¿de dónde podía sacar el señor Camacho el dinero? Él
siempre presumía de que tenía otras actividades económicas, que es lo
que ha dicho en el propio juzgado, y, como tampoco nos metíamos en
los temas considerados particulares de él, pues allá él un poco con
el tema.
El señor AZPIAZU URIARTE: A mí me sigue sorprendiendo que el 1,5 por
ciento del volumen éste puede ser en torno a los 200 millones. Súmele
lo que quiera, 250 millones.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No. La cifra de corretajes es importante,
es decir, cuantas más compras y ventas se hacen a cada cliente, más
corretaje se genera, ¿no?
El señor AZPIAZU URIARTE: Como compran y venden lo que querían, no
había un control sobre las compras y ventas, yo supongo que harían
muchísimas operaciones, para, aplicándose los corretajes...
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Había unos momentos en que más y momentos
en que menos. Llevábamos un año en que prácticamente las carteras se
movían en el último mes de cada trimestre. La explicación era que la
Bolsa estuvo muy mal, segundo semestre del año 2000 y todo lo que
llevamos de año, y, entonces, la mayor garantía para el cliente era
mantener las carteras fundamentalmente en liquidez, para que las
bajadas de Bolsa no afectaran a los valores, hacer operaciones de
intravía, entrar y salir en el mercado rápidamente. Digamos que el
gestor se situaba al comienzo del trimestre con una perspectiva
trimestral y, entonces, si no veía claro el panorama de Bolsa,
siempre decía: Dejémoslo para más adelante, ya que no hay que rendir
cuentas hasta el final del trimestre. ¿Por qué se movían en el último
mes? Porque en el último mes es cuando ya no se podía dar ese
argumento y, aunque hubiera mayor o menor riesgo, el gestor se metía.
Esta era la explicación técnica que nos daban a nosotros en comercial
y tenía plausibilidad. Podía ser por la situación del mercado.
El señor AZPIAZU URIARTE: Sí, tenía una sensación de plausibilidad.
Esta mañana, con el señor De la Serna hemos coincidido en que
posiblemente tenga que
haber más dinero, no más dinero sino muchísimo más dinero en esta
sociedad para que sea rentable y pueda funcionar. Mire, 13.000 ó
14.000 millones en una entidad financiera, como un banco cualquiera
que usted puede tener ahora mismo en mente, lo gestiona una persona y
seguramente a tiempo muy parcial, es decir, que no hace falta una
estructura de setenta personas, que debe ser el número de personas
que debe tener Gescartera, con lo cual eso a cualquiera, simplemente
con pensar en estos términos le parece...
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Me parece exagerada la cifra, perdone, yo
creo que no pasan de cuarenta y cinco.
El señor AZPIAZU URIARTE: Yo creo que ha dicho setenta personas esta
mañana el señor De la Serna, es igual, cuarenta y cinco, pero me
parece también exagerado, de lo cual tratamos de inferir que aparte
de 14.000 millones había, no sabemos dónde, otro montón de dinero que
estaba en Gescartera. Esto parece obvio, e irá saliendo, pero no 10,
20 ó 30 millones. Tiene que ser bastante más dinero para que esta
estructura tenga un poco de sentido.
Ustedes eran contratados, supongo que para captar, captar y captar.
Gescartera era como una máquina tragaperras que iba a tragar todo lo
que ustedes le iban a dar, pero sabía que al final no había premios,
es decir, estaban montando todo un sistema para al final dejar a
todos ustedes colgados, y a usted también como afectado. Me sorprende
que estando en la organización y siendo una persona como usted con
formación, y que tengo que decirle que me ha dado una magnífica
impresión una persona inteligente, no haya percibido este tipo de
movimientos dentro de la sociedad. Me parece sinceramente increíble.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo a las pruebas me remito. No estaría
donde estamos y sobre todo mi propio dinero y el de mi familia si
fuera por esto. Estaba bastante bien montado este tema. Esa
percepción que tiene usted de que esto estaba un poco montado para
que al final los últimos se quedaran sin nada y tal, también la tengo
yo, pero la tengo por todo lo que hemos sabido de la intervención
para acá. Anteriormente era una empresa que funcionaba normalmente,
que pagaba, que ingresaba y en la que no se detectaba ningún
movimiento raro más que esos retrasos en las devoluciones que he
comentado antes. Partimos todos de una base, que es la propia
honorabilidad en nuestra empresa. No vamos con la idea preconcebida
de que allí hay trampa, al contrario, y a lo mejor también ese
elemento ha sido usado en nuestra contra.
El señor AZPIAZU URIARTE: Si cambia de empresa, lo lógico es pensar
cuáles son las características de esta empresa y quiénes son los
dirigentes; si es una empresa que vende y compra acciones y opera en
el mercado, sólo por el hecho de haber cortado cupones de pequeño no
le da a uno un conocimiento de los mercados internacionales. Eso es
obvio. Si además está el peluquero, el cantante, etcétera, ve que hay
una estructura que no responde a la que debe tener una agencia de
valores.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Era una empresa legalmente autorizada, con
el número 105 de inscripción en la CNMV como gestora de carteras y
posteriormente con el número 186 de inscripción de las agencias de
valores. Todos sabemos que estas sociedades están sometidas a una
supervisión, y si las supervisiones se hacen, están inscritas y la
empresa es legal; y si entraba en la página web de la CNMV veía que
contaba con todas las bendiciones, que tiene sus cuentas auditadas y
que funciona en un mercado que es difícil y complicado, sobre todo
para mí en los primeros momentos porque una parte de esas cosas las
sabía por mis actividades anteriores, pero otras partes no. ¿Cómo
vamos a sospechar nada? Si cogemos ahora mismo el listado de
agencias, imagínese que hay otra Gescartera. En este momento no
podemos determinar de ninguna que sea otra Gescartera; lo
determinaremos eventualmente en el futuro.
En cuanto al cantante, él no estaba allí cuando yo llego. Aquel
cantante llega a la compañía me parece que en febrero o marzo de este
año. Yo tuve con él una única conversación que yo mismo he calificado
de disparatada -entre comillas-, porque allí hablamos de todo menos
de temas financieros. Es más, a mí me lo presenta el señor Camacho no
como director general, sino como el nuevo presidente. Yo había
convocado una reunión de la red comercial -de las que solíamos hacer
dos al año- para finales de junio, reunión que celebramos pese a la
intervención, pero no para comentar la evolución de la compañía o de
nuestros objetivos, sino para comentar la intervención. Y yo
comentaba con el segundo mío de a bordo en comercial: Este hombre es
de una presentación imposible; es decir, cualquier persona vinculada
al mundo económico o a la cátedra es de muy fácil presentación ante
una red comercial, casi es un honor que esté con nosotros con sus
antecedentes, pero ¿cómo presentamos a este señor ante la red
comercial como nuestro nuevo presidente del holding, es decir, de
todo el grupo?
El señor AZPIAZU URIARTE: Eso sí que cantaba, ¿no?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: La conversación que tuvo conmigo, además,
fue que él era como un padre para todos nosotros, el hijo y el padre,
que había adoptado a don Antonio Camacho como hijo por su hija,
etcétera. Por eso digo que fue una conversación completamente
disparatada. Pero estamos hablando de febrero o marzo del año 2001,
por tanto el cantante no
estaba cuando yo llego allí. Con lo que yo me encuentro en aquellos
momentos primeros de mi llegada a la compañía es con un señor Camacho
muy serio, a quien veía además muy poco, y con un señor
competentísimo y perfecta cabeza financiera, que es don José María
Ruiz de la Serna, con quien yo despachaba día a día, no con el
cantante. Una usted esto ahora con lo que he dicho antes, y verá que
hay que ser un lince para sospechar que allí hay algo, sobre todo
cuando previamente se llega con una idea preconcebida de
honorabilidad del sitio al que se va.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Sólo hay una persona, que es el señor Ruiz
de la Serna, que sabe de mercados financieros?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Todo, lo sabe todo.
El señor AZPIAZU URIARTE: Eso es imposible. A través de sus
actuaciones en los bancos, podría ser mucho más brutal de lo que es
habitualmente.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Tiene una cabeza perfectísimamente
amueblada. Otra cosa es que él quiera o no quiera contar.
El señor AZPIAZU URIARTE: Es imposible que una persona haga un
seguimiento de todas las operaciones o de los mercados.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No, es que le he entendido mal. Creía que
preguntaba si era un hombre que tenía conocimientos del mundo
financiero. Digo que plenos. No sé si llegó a ser jefe o segundo jefe
del departamento de supervisión de la CNMV, y por tanto conocía
legislación española y extranjera, conocía el funcionamiento interno
de la comisión al dedillo, los que estaban allí eran sus antiguos
compañeros y él mismo, que siempre tenía folios y lápiz encima de la
mesa, desarrollaba técnicamente cualquier idea que se le daba sobre
la marcha y no hacía teatro, es que sabe de verdad.
El señor AZPIAZU URIARTE: Sabe desde el punto de vista jurídico, del
control, pero ¿sabe de mercados, sabe de operaciones?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo pienso que sí y además, por supuesto,
también en ese otro asunto la última palabra era de don Antonio
Camacho. De eso estoy completamente convencido.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No había un pool de economistas jóvenes
que hicieran por lo menos el seguimiento de la economía española, de
los presupuestos del Estado, lo que pasa en el Dow Jones, algo?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. En este tema todo es importante.
Durante el año 2000 se produjo la salida de la compañía de una serie
de personas de primera fila; operadores de mesa, el jefe de la mesa
de gestión, por despidos, por salidas voluntarias, pero yo nunca he
entendido bien los motivos de cada uno. En la gestora de fondos pasó
lo mismo: se marchó el director de la gestora, se marchó el operador,
es decir, la gente de operativa, del día a día. Tuvimos bastantes
bajas durante el año 2000 hasta el punto de que una de las demandas
de la propia red comercial era: Cuando tenemos alguna duda o tenemos
que preguntar algo de cara a algún cliente, ¿a quién se lo
preguntamos? Porque no podemos ir todos los días, sobre todo red
comercial que está fuera de Madrid, saltándose todos los pasos
intermedios, directamente con el señor Ruiz de la Serna o con el
señor Camacho. Es decir, se produjeron salidas de personas durante el
año 2000 e incluso alguna en 2001.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Se supone que esas personas conocían lo
que pasaba?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: A la vista de lo que ha pasado después
podemos llegar a esa conclusión. En aquel momento, ni ellos ni la
empresa lo justificó de esa manera.
El señor AZPIAZU URIARTE: Dice que la empresa estaba legalmente
autorizada y eso le daba a usted todas las garantías, lógicamente,
como a los clientes que fueron a Gescartera. ¿Por qué cree entonces
que estaba autorizada, cuando la CNMV hace controles tan rigurosos a
las agencias de valores y descubrió irregularidades? ¿Por qué estaba
legalizada? ¿Qué relaciones había en el Estado para ello?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Usted y yo podemos especular todo lo que
queramos. Yo, saberlo así con certeza, no lo sé, pero por las
informaciones que han aparecido y las declaraciones que han hecho
personas implicadas, sí podemos pensar que allí hubo relaciones
personales que sirvieron para ir dando más oxígeno a la compañía
durante un tiempo, supongo que a cambio de promesas de arreglar la
situación, promesas que nunca se cumplieron. Pero esto es una
suposición. No lo sé.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿No tenía usted constancia de que hubiera
ese tipo de relaciones con la CNMV para tratar de tapar o no dar toda
la información, etcétera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No. Algún otro compañero me ha preguntado
antes lo mismo y ya le he dicho que no. Se celebraba una comida
cuando alguien venía, estábamos presentes los supervisores en la sala
de juntas, pero siempre me pareció que eran procesos habituales.
El señor AZPIAZU URIARTE: Como jefe comercial, ¿tenía algún control
sobre la cartera de clientes de la señora Giménez-Reyna?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. Era una comercial más a esos efectos y,
como digo, tenía una cartera muy importante que yo creo, aunque hablo
de memoria, que debía andar en torno a los 1.500 millones de pesetas
de inversión atribuidos directamente a ella, y puede incluso que me
quede corto; muy voluminosa en cantidad de dinero y muy voluminosa en
cantidad de clientes. Pero no se olvide de que era una persona, como
ya he dicho antes, que llevaba muchísimos años en esto, que había
pasado por lo menos por cuatro empresas y que además socialmente
estaba muy relacionada.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cree usted que haber sido la hermana del
secretario de Estado le facilitaba las cosas para captar clientes?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Usted y yo podemos pensar que es razonable
pensar que sí. Yo no sé si ella hacía exhibición o no de eso; pero
qué duda cabe que su propio apellido, en los momentos en que
coincidió con cargos importantes de su hermano, inspiraba una
seguridad adicional a la que la propia empresa tenía. Pero eso es
casi inevitable cuando tenemos un familiar próximo cuyo apellido nos
relaciona, ¿no? El apellido compuesto Giménez-Reyna era muy
llamativo.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¡Hombre! Pero si el hermano es secretario
de Estado, director general de Tributos en Hacienda, y lo que se está
tramando en Gescartera es ocultar el dinero, no es normal tener esta
relación. Si fuera en otro tipo de actividades, no digo que no; pero
en este caso creo que es bastante impropio, y no sé si tanto de la
hermana como del hermano.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sigo insistiendo en que yo cada vez que
hablo lo hago de los clientes normales de la compañía. Los clientes
no normales no sé ni quiénes son. Me gustaría mucho saberlo.
El señor AZPIAZU URIARTE: Muy bien. De momento creo que es
suficiente. Muchas gracias, señor Castro.
El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la
palabra el señor Puigcercós y Boixassa.
El señor PUIGCERCÓS Y BOIXASSA: Buenas tardes, señor Castro. Sólo voy
a hacerle tres bloques de preguntas. Primero, usted ha definido el
período de intervención de la agencia por parte de la Comisión
Nacional, pero yo le pediría que hiciera un poco de memoria y
recordara los días anteriores a la intervención.
Supongo que unas semanas antes ya tenían una cierta percepción
de que algo se cocía, ¿no? ¿Se enteraron de fijo sólo el día de la
intervención?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Como a las diez y media de la mañana yo
recibo una llamada en mi teléfono que dice que avise a toda la gente
que está en mi despacho, en la zona de Alberto Bosch, 10, donde
estaba yo, y que subiéramos todos a Moreto 15. Evidentemente no es
una llamada normal, yo sabía que algo pasaba. Cuando llegamos arriba
nos encontramos a los interventores de la comisión. A nivel de donde
yo estoy, nos enteramos en aquel momento con el susto
correspondiente. Era un viernes. Ese día ya no hubo demasiado
movimiento de clientes ni de personas porque todo el mundo tarda en
enterarse por lo menos de un día para otro en que lo sacan los
periódicos, pero el lunes tuvimos una gran cantidad de gente que
pedía información. Hablo de mi departamento, donde yo estoy. No sé si
por otro lado algo se sabía y parece que sí por los movimientos de
dinero o de patrimonio del señor Camacho que había hecho en días
previos a la intervención, pero el señor Camacho, no nosotros.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: En esa reunión, ¿ustedes con quién
hablaron, con el señor Ruiz de la Serna o con el señor Camacho o con
los dos?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: ¿En qué reunión?
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: En la que dijo que se llamó a todos.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Estaban arriba los interventores de la
comisión, que fueron ellos los que en presencia de todo el personal
comunicaron que se intervenía no todas las compañías del grupo -otro
detalle importante-; se intervino nada más Gescartera Dinero, la
agencia de valores y Gescartera Gestión, la sociedad gestora de
fondos. Gescartera red comercial, donde yo estoy, nunca ha sido
intervenida.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Usted, como jefe comercial, ¿no se
puso en contacto con el señor Camacho o con el señor Ruiz de la Serna
durante esos primeros días para pedirles explicaciones?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Inmediatamente.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Y qué le dijo el señor Camacho?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: El señor Camacho no estaba, llegó al final
de la mañana. El que sí estaba era el señor Ruiz de la Serna y me
dirigí a él diciéndole: Oye, ¿tenemos o no tenemos el patrimonio? He
comentado antes que los propios interventoresdijeron que el motivo
era conocer la situación patrimonial,
porque no se conocía, pero que no se dedujera de eso que se pensaba
que hubiera un agujero, que a lo mejor sí lo había, pero que eso es
lo que había que averiguar, y que por supuesto no se destituía al
consejo de administración, que en otras intervenciones más conocidas
de su gravedad suele ser una práctica muy habitual. El señor Ruiz de
la Serna dijo: No os preocupéis, el dinero está; posiblemente no está
donde deba estar. Es decir, que él aludió a posibles sanciones
administrativas, pero que estaba. Pero es que el señor Ruiz de la
Serna sigue diciendo eso todavía ahora.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Al señor Ruiz de la Serna se le
preguntó esta mañana por diferentes grupos si en esta situación el
señor Camacho organizó una especie de comité de crisis de los
responsables de la sociedad o de la agencia en este caso, para
informarles y para calmar a los clientes. ¿Usted estuvo en esta
reunión a que aludió esta mañana el señor Ruiz de la Serna?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Él convocó a los jefes de los
departamentos, hizo un comentario muy genérico diciendo: No os
preocupéis, esta es una cuestión casi técnica que en unos días
quedará resuelta; el patrimonio se le va a mostrar a la comisión,
aunque de ahí se deriven luego las responsabilidades que sean, pero
se va a mostrar. Durante todos los días sucesivos la información era:
Ya estamos entregando papeles, ya estamos no sé qué. Y ya he
comentado al principio que siempre estábamos el viernes por la mañana
a ver si salía la noticia, como consecuencia de la reunión del
consejo del jueves por la tarde de la CNMV, de que estaba levantada
la intervención. Incluso había muchos clientes que llamaban el
viernes preguntando: ¿Se ha levantado ya? Pues no, no sabemos
absolutamente nada. Vuelta al señor Ruiz de la Serna. El señor Ruiz
de la Serna siempre decía lo mismo: No, es que los documentos que
hemos enseñado no les parecen suficientes, han pedido más, pero los
estamos reclamando. Él siempre aludió a la existencia de dinero en el
extranjero. También he comentado antes que esa reunión de toda el
área comercial prevista para el 27 de junio con carácter normal
decidimos mantenerla -la intervención había sido el día 15- para que
vinieran a Madrid los que están en provincias y tranquilizarles
también, que vieran que aquello seguía no funcionando de cara al
mercado pero sí a nivel interno. En esa reunión estuvo presente el
señor Camacho y dijo que se habían hecho unas sofisticadas
operaciones financieras en el extranjero, que el dinero tenía que
volver de nuevo a España, porque era la exigencia de la CNMV para
poder mostrarlo, que estaban en ello, que lo que pasa es que el
dinero para volver tenía que seguir los mismos pasos que había dado
para salir y, como consecuencia, que se iba a tardar un tiempo.
Aludió además a motivos jurídicos de nulidad de la intervención por
el procedimiento
que se había seguido y a que se habían iniciado algunas acciones en
ese sentido. Estamos hablando de finales de junio. La red comercial
se marchó preocupadísima como estaba pero de alguna forma más
confortada. Quince días después, el 16 de julio, es cuando a raíz de
la primera toma de declaraciones en el juzgado a don Antonio Camacho
entra en prisión y ya vemos que la cosa no va por el camino que el
propio señor Camacho decía. Pero él aludió a eso que acabo de decir:
dinero en el extranjero que tiene que volver es lento porque tiene
que volver por los mismos pasos que salió.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿En algún momento el señor Camacho
aludió a contactos en la mismísima Comisión Nacional del Mercado de
Valores o algún cargo de la Administración del Estado (en este caso,
por ejemplo, podría ser el mismo Enrique Giménez- Reyna; sin dar
nombres o dándolos) que le daban garantías de que lo de la
intervención sería un trámite y que no habría ningún problema?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. Tenga en cuenta que mi contacto con el
señor Camacho, hablando de la intervención y de sus circunstancias,
fue prácticamente en la comparecencia que tuvo con nosotros el día
27. En aquellos días ni le vimos por la compañía. Teóricamente estaba
en reuniones, con abogados y no sabíamos nada de él. Reitero que
todos los contactos siempre eran con don José María Ruiz de la Serna.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Pero el señor Camacho, aparte de
hablar de esta operación complicadísima de volver a traer el dinero
del extranjero, no aludió nunca en esta reunión a que había una
garantía de algún responsable de la Administración o de alguien de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores de que no iba a pasar nada y
que se trataba de un trámite administrativo?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: La última vez que yo le he visto ha sido
después de la judicialización del asunto, con motivo del precintado
de las oficinas y debido a que a continuación del precintado de la
oficina donde yo estaba el juzgado se dirigió a hacer un registro en
su propia casa. La policía le trajo escoltado y en circunstancias muy
especiales a mi propio despacho y entonces él me dijo lo que siempre
me había dicho en las pocas veces que le vi durante la intervención:
No te preocupes que todo se va a arreglar. Esto lo repetía como una
coletilla, pero nunca explicaba cómo ni por qué.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Es decir, el señor Camacho intentaba
transmitir que tenía alguna garantía de que esto se arreglaría.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí y además no lo hacía de forma alterada
sino muy tranquilo. El mismo
día del precinto de las oficinas se acercó a mí a darme un abrazo. Yo
era remiso a dárselo, pero puesto que siempre es duro ver a una
persona policialmente escoltada y en unas circunstancias muy
distintas de las suyas habituales, al final me dejé dar el abrazo y
al acercarse a mí me dijo: No te preocupes que todo se va a arreglar.
Esto es lo que parece que sigue diciendo incluso a personas de su
propia familia que han ido a verle a la prisión. Ahí está un poco
nuestra esperanza junto con las reiteradas afirmaciones del señor
Ruiz de la Serna de que alguna vez se pueda recuperar parte al menos
de ese dinero, pero son esperanzas.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Cambiemos de tema. Segundo bloque de
preguntas, señor Castro. Usted dijo que vio al señor Valenzuela en
Valladolid.
El señor CASTRO MARTÍNEZ. Sí, un momento.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: El mismo día aprovechó para visitar
al ecónomo del arzobispado.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí y a otros clientes de Valladolid.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Le comentó a usted el señor
Valenzuela la mala experiencia que había tenido, su relación con ese
triángulo perverso, esto es, Gescartera, el arzobispado o el ecónomo
y él mismo? ¿No le comentó nada?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Nada. Me lo encontré en la oficina, nos
saludamos, le dije que estaba encantado de conocerle, él me dijo que
ya se iba y nada más.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Ayer mismo nos contaba él aquí la
mala experiencia que había tenido con el señor Camacho, con
Gescartera, la responsabilidad que él tuvo y que intentó transmitir
al ecónomo que retirara una cantidad muy importante de dinero. ¿A
usted no le pareció extraño que este señor estuviera leyendo el
periódico tan tranquilo en la sede de Gescartera en Valladolid? ¿A
usted le pareció normal esto?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No, no me pareció normal y, es más, le pedí
explicaciones al delegado en Valladolid diciéndole que me parecía
hasta no conveniente. El me contestó lo que he dicho antes: Es que lo
voy a tener que echar de mala manera y prefiero evitarlo. Yo no sé si
después continuó o no, pero desde luego el delegado de Valladolid me
dijo que era muy habitual que todos los días por la mañana se pasara
por allí, hacía unas llamaditas que me imagino que se ahorraba el
teléfono de su casa, leía la prensa y se marchaba. Yo no sé si de
cara a terceros él intentaba dar la
impresión de que seguía con algún tipo de vinculación. Desde luego,
no la tenía a nivel legal con la compañía.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: A mí me extraña que usted, que conoce
muy bien la Iglesia española (por lo que veo conoce su mecánica, su
funcionamiento, por lo que ha descrito usted aquí), conociendo un
poco lo que pasó en el caso del señor Valenzuela que había dejado de
trabajar, que incluso por lo que dice luego visitaron al ecónomo, no
se hiciera una idea de lo que pudiera haber pasado o se imaginara que
podía haber pasado entre el Arzobispado de Valladolid, el ecónomo y
el señor Camacho. Me parece un poco insólito. Usted tiene un
conocimiento, tiene allegados, gente que conoce de diferentes
sectores o instituciones de la Iglesia católica...
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Siempre he tenido la idea que he dicho
antes; es decir, ellos detectaron que había algún problema por las
circularizaciones que les llegaban de la comisión, porque oirían
algún rumor y decidieron marcharse a tiempo o no a tiempo.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: A tiempo.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Y nada más. Me da la impresión de que luego
vieron que no había pasado nada y por eso decidieron volver, si bien
con una cantidad muy inferior.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: A usted, cuando estaba esperando que
apareciera por Internet los viernes por la mañana el levantamiento de
la intervención, ¿le aconsejó alguien de su familia -y perdone que le
haga una pregunta muy personal- que retirara el dinero ya o usted
incluso pensó obrar en ese sentido?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Mi familia, para bien o para mal, ha tenido
una fe ciega en que harían lo que yo dijera que había que hacer. Con
la compañía intervenida no se podía hacer tampoco otra cosa más que
solicitar formalmente la devolución del dinero, cosa que hicimos más
bien al final de todo el proceso porque me daba la sensación de que
si lo hacía antes podía contribuir a aumentar la inquietud o casi
pánico ya del resto de la red comercial. Mi teoría era que si no lo
podemos sacar en cualquier caso porque está intervenida la compañía
nos da igual que mandemos la petición antes que después, esperemos un
poco y si ya se confirma que esto va por muy mal camino siempre
tenemos tiempo de poder hacerlo. Y se hizo prácticamente para todos
al mismo tiempo y ya muy al final del proceso de intervención, tanto
ante la propia compañía como ante la CNMV.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Finalmente una última pregunta y en
este caso podríamos decir
casi anecdótica, pero que yo creo que no lo es después de la
experiencia de ayer. Usted dice que conoció -de forma casi yo diría
surrealista, aunque no la ha definido usted así- al señor Jaime
García Morey. El señor García Morey ayer, cuando estuvo aquí, negó
que en ningún momento él hubiera captado clientes para Gescartera;
dijo que a ello no se había dedicado, que tomaba cafés, leía
periódicos, charlaba con las secretarias, pero que en ningún momento
había captado clientes. ¿A usted en algún momento el señor García
Morey en esa conversación le dijo que tenía la posibilidad de captar
fondos de la Sociedad General de Autores de España?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, señor. Me lo dijo a mí textualmente.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Le dijo esto el señor García Morey.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. Él me habló de ese tema. No quiero ser
muy duro con el señor García Morey pero en aquella conversación (ya
digo que disparatada porque hablamos de todo menos de lo que había
que hablar, aparte de eso que he contado del padre y el hijo y el
otro hijo, y yo también soy un hijo, en fin todos somos hijos y
padres y tal), al final dijo que yo también tenía una serie de
contactos y de relaciones que quería utilizar a favor de la compañía
y concretamente citó a la Sociedad General de Autores de España. Lo
que yo no sé es si hizo o no hizo algún tipo de gestión. Desde luego,
la Sociedad General de Autores nunca ha sido cliente de la compañía.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Muchas gracias, señor Castro.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario
Popular, el señor Cámara Rodríguez- Valenzuela.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Muchas gracias, señor
presidente; muchas gracias, señor Castro. Como usted sabe, en esta
Comisión de investigación lo que tratamos de determinar es la
existencia o no de responsabilidades políticas enlazadas con el caso
que está viéndose en estos momentos por los tribunales de justicia.
Por tanto, fundamentalmente mis preguntas van a ir relacionadas con
este elemento y menos con otro tipo de responsabilidades que han
aparecido apuntadas más o menos de sus labios por otro tipo de grupos
parlamentarios que creo que tienen relación colateral. En todo caso,
alguna referencia a las relaciones colaterales le aseguro que le
haré.
Usted dice que conoce al señor Camacho en el año 1996.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Aproximadamente.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Bien. Por lo tanto transcurren
aproximadamente tres años hasta que usted se incorpora en el año
1999.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Así es.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y en el ínterin no tiene
relaciones de ninguna clase?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No. Christmas de Navidad. Yo había
mantenido la tarjeta nada más.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: En esa relación, aparentemente,
el señor Camacho puede ir recogiendo una especie de sensación
positiva -no sabemos todavía por qué razón y quizá usted tampoco- por
la que usted tiene la sensación de que tiene una magnífica acogida
para incorporarse a Gescartera.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No tengo la sensación, tengo la certeza,
porque aquel día de febrero de 1999 que llego por allí, al decirle yo
que me ha pasado esto y que estoy mirando cosas, la respuesta es:
Cuando quieras y cómo quieras, esta es tu casa. Tan es así que yo
mismo le digo: Espérate un poco porque tengo otras cosas. A lo mejor
parece una descortesía pero era para frenar un poco ese ímpetu.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿A usted en principio no le
parece extraño? Le reconoce experiencia en el mundo de las finanzas,
en principio inasequible para la mayor parte de los ciudadanos, sobre
todo cuando se ha tenido contacto, como el señor Camacho, recortando
cupones desde que era chiquitín, pero se me antoja difícil que un
director general de una sociedad vaya a confiar en alguien queno
tiene experiencia comercial, prefiriendo, por ejemplo, a toda la red
comercial que ya lleva operando -como usted ha dicho- durante años.
Cuando a usted le dicen que había una vacante, ¿no pregunta en la
casa antes o después por qué el director comercial se va?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Por razones familiares. Eso fue lo que me
contaron: que se había ido a Málaga concretamente por razones
familiares.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y eso le sigue constando hasta
este momento?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y le consta que fue por
razones familiares?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Me parece que hubo algún problema en su
matrimonio y él se marchó.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto, usted cuando se
incorpora a la compañía lo hace no digo de cero, porque todos tenemos
un mediano conocimiento sobre cuál es el ambiente que se va a poder
respirar en estos ámbitos de Bolsa, pero prácticamente. Para poder
comprender el negocio tiene usted que empezar a tener contactos -me
imagino- con un número importante de gente con la que usted va
a tener que conectar, con los comerciales.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo tampoco era un analfabeto en el mundo
financiero. Tenga en cuenta que yo gestionaba una entidad que
recaudaba casi 4.000 millones de pesetas, que ese fue el motivo por
el que me llamaron a aquella comida del año 1996, que he relatado,
para captarme como cliente. Ese dinero también lo gestionábamos, lo
que pasa es que eran productos de renta fija, pagos al exterior,
conversiones de moneda y todo eso lo sabía perfectamente. Para mí era
desconocido el mundo de Bolsa, una parte del mundo de la compañía,
pero yo no era contratado para ser un operador de mercado.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: No me refería a eso. Me refería
a que para conocer el negocio, porque en definitiva estamos hablando
de un negocio diferente, aunque usted manipulara y trabajara dentro
del mercado financiero, lo cierto y verdad es que en el mercado de la
Bolsa usted no trabajaba y para conocer el negocio y la sociedad
hubiera debido mantener, y seguramente mantuvo, relaciones con la red
comercial. Mi pregunta es ¿nadie de la red comercial le advirtió de
la cercanía de estos acontecimientos? Porque le recuerdo que de las
anotaciones de la señora Giménez-Reyna, por ejemplo, la relacionada
con la inspección del Arzobispado de Valladolid es del 29 de mayo de
1999 y usted entra dos días después.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Ese mismo comentario lo he hecho yo para mí
mismo al ver esa misma información: ¿Cómo a mí no me dijeron nada? Yo
llego el día 1 de junio a la compañía, don Antonio Camacho me recibe,
convoca a toda la plana mayor para presentarme y tenemos una reunión
en su despacho donde todo fueron los parabienes normales de alguien
que se incorpora a la empresa. Doña Pilar Giménez-Reyna además se
caracteriza por su enorme amabilidad; es una persona muy amable, muy
educada y que a mí me causó una magnífica impresión en aquel momento.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Entre sus contactos, ¿usted
habla con el nuevo delegado de Valladolid para saber cómo funcionaba
la compañía?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo, para conocer los productos de la
compañía y el manejo de Bolsa, tuve
a don Salvador Alcaraz, que fue el que me instruyó a nivel técnico de
los productos, y a don José María Ruiz de la Serna, aunque en aquel
momento yo no tenía el nivel de relación que he tenido después en el
trabajo del día a día. Yo acababa de incorporarme y él era el máximo
ejecutivo de la compañía, además del señor Camacho. A finales del mes
de junio tuvimos una reunión de toda la red comercial de Madrid para
que me conocieran a mí y entonces se comentaron los productos que en
aquel momento se estaban utilizando o se pensaban utilizar. Una
famosa SICAV que se estaba organizando en Luxemburgo, a través de
HSBC, que ha sido publicada estos días, fue expuesta a la red
comercial en esa reunión al tiempo que se me presentaba a mí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero usted no habló con el
delegado de Valladolid.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Específicamente, no. Hablé con él como con
todos los demás, saludos....
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Y el delegado de Valladolid no
le advierte a usted de la existencia recientísima de problemas con el
arzobispado, con el ecónomo de Valladolid. No le advierte de esto
absolutamente nadie, y como consecuencia de esto, y puesto que acaba
de pasar por una experiencia profesional muy difícil, no se
aventuraría en otra que fuera tan difícil como aquélla, ¿verdad?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: A los que me escuchan les hago ahora una
broma y digo: En la próxima empresa a la que vaya empezaré
preguntando si no se debe nada a la Seguridad Social, si paga las
nóminas, etcétera.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Usted pide la relación de
clientes nada más entrar? Como director comercial, me imagino -yo no
he sido nunca director comercial de ninguna sociedad- que lo primero
que querría saber sería cuál es la composición de mi clientela.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí.
CÁMARA El señor RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted la pide, ¿y no le
sorprende la composición de la clientela? ¿Su nombramiento tiene
relación con el tipo de clientela que tiene Gescartera? Pues, como
todos hemos podido observar, hay un número importante de organismos,
de instituciones, de sociedades vinculadas a la Iglesia.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No se equivoque, señor Cámara, no. Si
estamos hablando de 1.800 clientes, más o menos, las entidades de la
Iglesia pueden ser 40.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero cuantitativamente sí es
cierto que son importantes.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Cuantitativamente sí, hay un 10 por ciento,
pero un 10 por ciento.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero en ese 10 por ciento se
pueden encontrar, entre las entidades de la Iglesia, cuatro o cinco
que tienen una importante cuantía económica. Desde el punto de vista
de una dirección comercial intuyo que, como en cualquier sociedad, se
tiene una predisposición a tratar mejor a los clientes que más fondos
han aportado o que mayor relación comercial tienen con la sociedad.
¿Es cierto?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Es cierto en teoría, en la práctica menos,
porque en Gescartera los clientes, además de ser de la compañía,
estaban muy vinculados a sus propios comerciales. Tenga en cuenta que
estos clientes llevaban muchos años trabajando con ellos. Había que
tener mucho cuidado de que cualquier intervención mía directamente
con un cliente no diera a entender al comercial correspondiente que
le estaba saltando por encima. Había que andar siempre con mucho
cuidado.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Quién lleva esos clientes?
Usted ha dicho que no participa en la captación de clientes.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Al principio, no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero usted preguntará por los
más importantes. Y dirá: ¡Caramba! Hay aquí gente con la que yo tengo
una vinculación, o ¡fantástico! Voy a poderme entender con este tipo
de instituciones mejor que si fueran otras.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Efectivamente, pero con este límite que le
digo. Era muy difícil que yo entrara directamente en contacto con
ellos, salvo que se aprovechara una visita por cualquier motivo de
ellos a la empresa o que ellos mismos fueran los que quisieran verme
a mí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Quién les captó? ¿Hay un solo
conducto? La pregunta sabe usted por dónde va. ¿Hay un conducto a
través del cual se canalicen las inversiones de las instituciones de
la Iglesia? ¿Son varios? Es una realidad, señor Castro, que
cuantitativamente son clientes importantes. Entonces, entienda mi
insistencia en que usted conteste a esta pregunta. Yo creo que tiene
importancia, no para fiscalizar la acción de la Iglesia, que no es
nuestro interés, es interés de algún otro grupo, como usted ha visto,
sino para saber si eso obedece a alguna
razón que pueda vincular a alguna de las personas que después
aparecen en la trama de Gescartera.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo lo primero que vi, efectivamente, es que
había clientes de cierto volumen de la Iglesia, organizaciones que
conocía por su denominación y por su naturaleza dentro de la Iglesia
-de gran parte de ellas no conozco a las personas, en muchas áreas de
la Iglesia soy yo más conocido hacia ellos que ellos hacia mí-, esto
sí me llamó la atención. Veo que están muy distribuidas entre los
diferentes comerciales. En cuanto a las congregaciones religiosas,
las tres comerciales mujeres que llevan más años en la compañía, las
tres, tienen un grupo de ellas. Averiguo posteriormente que esto
deriva de que ellas trabajaron juntamente con doña Pilar Giménez-
Reyna en el Consorcio Nacional de Leasing; que estas entidades eran
clientas de ellas entonces; que pasaron luego a Grand Tibidabo, donde
ya tuvieron un quebranto importante, y que al venir todas ellas a
Gescartera se trajeron consigo a estas congregaciones por relaciones
personales con las ecónomas y las personas que llevaban eso dentro.
Vi que había algunos obispados, no tantos como se ha dicho, porque
Burgos y Valladolid ya no estaban cuando yo llegué, pero estaban y
siguen estando Astorga, Palencia, la vuelta de Valladolid -que se
había producido ahora-, Tuy y Vigo, con una pequeña cartera de renta
fija proveniente de una fundación que utiliza el número de NIF del
obispado.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Hay algún otro tipo de
agrupación? Cuando usted echa un vistazo al listado de clientes, ¿ve
alguna agrupación por profesiones, por tipo de profesionales o por
tipo de personas que a usted le parezca significativa?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Estrictamente por comerciales y luego una
agrupación genérica que se llamaba Agrupación de casa, que era de
amigos y conocidos de los altos directivos de la compañía que no
tenían asignado un número específico de comercial cada uno de ellos,
sino que había uno genérico para todos; la llamada Agrupación de
casa. La agrupación era por comerciales, no por áreas.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Los comerciales que estaban a
su cargo realizaban las gestiones de forma directa o, a su vez,
tenían agentes que pudieran colaborar?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Había de todo. Los comerciales eran los que
eran, lo que pasa es que la penetración, digamos, de un comercial en
una empresa o en una familia a veces requería que alguien abriera una
puerta. Entonces, había algunos que llamaba yo subcomerciales -algo
así como subcomerciales, para entendernos- que en algún caso
percibían algún tipo de remuneración por ese servicio de la compañía
y
en otros muchos era el propio comercial el que compartía con él su
propia comisión.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Alguno de estos
subcomerciales, como usted los llama, que probablemente no conoció a
ninguno de ellos o a pocos de ellos, pero por mediación o
conocimiento de alguno de sus comerciales, alguno le indicó que eran
personas vinculadas a la vida pública, a la política española?
¿Nadie?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Todos los que yo conocía, que han sido muy
pocos, o por referencias de ellos, me parecía que eran personas
absolutamente normales de la calle.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Según su opinión, nadie
relacionado con la vida pública o política de España, del Gobierno o
de la Administración pública, intervino en gestiones de captación de
clientes para Gescartera, desde lo que usted conoce, obviamente.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Evidentemente, sobre lo que yo conozco...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Sólo le voy a preguntar sobre
lo que usted conoce. Nada más. No le voy a preguntar por la
sensación. ¿Tiene usted alguna sospecha, por alguna información
recibida por parte de sus comerciales, o alguna información de forma
colateral, incluso, de que haya este tipo de vinculaciones con
alguien que no fuera parte de la red comercial pero que esté en
Gescartera, por ejemplo, Pilar Giménez-Reyna?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Pilar GiménezReyna por familia tenía esa
relación, eso es evidente. Yo tuve siempre, como usted dice, una
percepción. La percepción de que el propio Antonio Camacho, cuando se
hablaba con él, como que tenía una enorme seguridad en que a la
compañía nunca le iba a pasar nada. Unpoco eso de: no te preocupes
que todo se va a arreglar.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿A usted le dice en algún
momento Camacho algo así?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Con la frase directa que yo le he dicho,
nunca.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Es una percepción.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Pero él daba la sensación...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Alguien más tenía esa
percepción en la compañía?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Con relación a algún otro miembro de la
compañía, no, pero a él siempre le vi como un hombre muy seguro.
Volvamos un poco a lo que hemos estado hablando: persona que pisa
poco la empresa, que está fuera, que hace cosas, imagino, fuera, que
luego se ha sabido que llevaba otro tipo de clientes y que había otra
clientela, como que la clientela normal era un poco la cara noble de
la empresa y la que justificaba un poco su existencia, como decía el
compañero del PNV y, sin embargo, el negocio real podía estar por
otro sitio. Un poco de eso puede que sí, pero siempre como percepción
de alguien que está respaldado.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero sin llegar a explicitarlo
en ningún momento.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Sin embargo, lo que usted sí
debe conocer es que existían clientes de carácter institucional.
Usted nos ha comentado que existía uno, en principio, con el que tuvo
contacto a través de su dirección general, como era Cetarsa. ¿Tenía
usted constancia de que había fondos de la Mutualidad de Previsión
Social de la Policía o no tenía constancia de esto?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Me he enterado después de la intervención.
Esa era una de esas inversiones de fondos estructurados que
comentaban antes, que venía a través de un comercial externo nuestro
que es una empresa llamada AGP. Me parece que su responsable está
citado esta tarde, Aníbal Sardón. Esta mutualidad era cliente de AGP
y en la relación de clientes normales de la compañía que nos venían
desde AGP no figuraba. Distinto es el caso de la Guardia Civil, de su
Asociación de Huérfanos, que sí era una cartera normal, atribuida,
además, a la cartera de doña Pilar Giménez- Reyna.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Y de la Armada?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: De la Armada tengo entendido que lo que
tenían eran unas participaciones en el fondo de inversión, que fueron
luego retiradas.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: El señor Ruiz de la Serna ha
dicho esta mañana que la captación de los fondos de la Admada era
atribuible a don Aníbal Sardón.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Posiblemente, lo que pasa es que el tema
del fondo de inversión tenía su propia vida y tampoco sé yo muy bien
los partícipes que había. Pero tengo entendido que no eran clientes
de cartera de renta fija ni variable, sino de participaciones del
fondo.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted alguna vez, en sus
reuniones con su red comercial, les explicitó a sus comerciales algún
tipo de argumento para explicar que estábamos tratando de unos fondos
en los que estaba colocada de forma preeminente la Iglesia o el
Gobierno o que estaba detrás doña Pilar Giménez-Reyna, hermana del...
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Jamás, jamás.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Tiene la seguridad, hasta
donde usted sabe, de que sus comerciales no utilizaban como argumento
de venta la cercanía de doña Pilar Giménez-Reyna con el ex secretario
de Estado de Hacienda?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo no me puedo comprometer de una gestión
que hace un comercial bajo su libre albedrío y fuera de mi control.
Lo que sí le puedo decir es que nunca hubo ninguna indicación desde
la dirección comercial de que se utilizara esto. Yo siempre recurría
a lo mismo, es decir, plantead el tema de que es una entidad legal.
Todos sabemos la existencia de esos llamados chiringuitos
financieros, es decir, entidades no autorizadas para las labores que
ejercitan, y que periódicamente la CNMV va cerrando una serie de
ellos, además, muchas veces con inversiones muy importantes. Como
Gescartera era prácticamente desconocida, hasta ahora que se ha
convertido en un importante instrumento de la vida económica
nacional, había una queja por parte de la red comercial de que había
muy poca publicidad, de que ellos tenían dificultades para poder
presentar la compañía porque en un tema como el del dinero, que
siempre es un tema miedoso, una compañía desconocida causaba
desconfianza. Yo siempre decía lo mismo: El acceso a Internet ahora
es muy fácil y la gente lo tiene en su casa, en su oficina o en el
cibercafé de la esquina, donde con una moneda de 20 duros puede
entrar y comprobar que somos una entidad constituida legalmente y que
tiene sus cuentas auditadas. El utilizar ese instrumento.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Hablemos de estas dos cosas que
ha dicho usted, de la campaña de comunicación de la que se quejaban
sus comerciales y del informe de auditoría. En cuanto al informe de
auditoría, usted ha dicho que uno de los argumentos que presentaba a
sus comerciales para explicar que era una empresa solvente era, por
ejemplo, el informe de auditoría. ¿Usted conoce el informe de
auditoría?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, sí.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Usted conoce que en las
cuentas de orden aparecen como patrimonio a gestionar de Gescartera
54.000 euros, lo que es equivalente a unos 8.700 millones de pesetas?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí. Yo las cuentas tampoco las analicé
nunca en profundidad. A mí lo que me importaba era: las cuentas están
auditadas, están siendo auditadas sin salvedades y la fotocopia de la
auditoría, al que la pida, se la entregamos.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Pero usted, como director
comercial, manejaba un volumen de negocio estimado de 13.000 y 14.000
millones de pesetas. ¿Nunca le pareció chocante que hubiera
diferencia de dinero entre las cuentas que se presentaban al Registro
Mercantil y las que usted manejaba?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, sí me llamó la atención. Lo que ocurre
es que siempre me daban la misma explicación.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Cuál es la explicación?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Esto es un holding, el grupo está compuesto
por cuatro compañías, anteriormente por dos, Gescartera y Gescartera
Gestión, y está hecho de tal manera que es lo que nos conviene y tal,
pero no hay problema porque ha pasado la auditoría y está firmada sin
salvedades. Y yo, que no soy un experto en esto, pues muy bien. Hay
un nombre puesto que es el de una compañía auditora muy importante,
están firmadas, nadie las discute; están presentadas a la Comisión y
la Comisión también las ha aceptado, ¿qué voy a discutir yo? Alguna
cifra sí me llamó la atención.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Le llamó la atención. ¿Pero no
le llamó todavía más poderosamente la atención la existencia de un
folleto publicitario en el que se hablaba de 59.000 millones de
pesetas, como fondos gestionados por Gescartera, cuando usted sabía
que eran 13.000 los que se gestionaban y el informe de auditoría
tenía 8.000?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Como folleto de publicidad, yo no conozco
semejante folleto de publicidad que hable de 59.000 millones.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Usted no lo conoce.
Si había quejas por parte de los comerciales en relación con la
ausencia de publicidad sobre Gescartera,
usted probablemente lo plantearía al señor Ruiz de la Serna. El señor
Ruiz de la Serna, que esta mañana ha dicho que ayudó a elaborar ese
folleto de publicidad, ¿no contó con usted para hacerlo?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: En el tiempo que he estado yo no se ha
elaborado ningún folleto de publicidad. Se estaban utilizando
folletos antiguos, que además estaban ya agotados y superados porque
hablaban de una gestora de carteras y no de lo que estábamos
haciendo. Yo hablé de alguna campaña institucional, incluso en prensa
o en prensa económica. Siempre me remitía a Asesores 2000, que era la
empresa que tenía el contrato de comunicación, y cuando yo hablaba
con Asesores 2000, uno de los periodistas de la casa, que era don
Luis Sacristán, siempre me daba largas, me ponía problemas: que ya lo
haremos, pero espérate a que venga la transformación, espérate a que
no sé qué... Y luego, el señor Ruiz de la Serna era enemigo total de la
publicidad, él decía que quería que Gescartera fuera como un pequeño
banco suizo, esta era la frase que él empleaba habitualmente.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA:¿ Era enemigo de la publicidad
y, sin embargo, tenía contratada como segundo de a bordo una empresa
de comunicación a cargo de Asesores 2000? Usted ya nos ha dicho que
estaba en un edificio distinto al de Moreto, 15, donde estaban las
oficinas del señor Ruiz de la Serna y del señor Camacho, ¿pero tiene
como director comercial la constancia de visitas de los
representantes de Asesores 2000 a las oficinas de Gescartera?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, sí, a don Luis Sacristán, que era con
el que yo hablaba telefónicamente...
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Con quién ha dicho, perdón?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Don Luis Sacristán.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Don Luis Sacristán.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Pues con frecuencia le he visto allí y con
frecuencia hemos hablado telefónicamente, pero no llegábamos nunca a
nada, siempre había mil problemas que aconsejaban dejarlo para más
adelante.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Y además, como usted era
director comercial y, por tanto, tiene un conocimiento puntual de los
clientes normales, no de los especiales, que después usted ha
deducido que efectivamente han existido, ¿Asesores 2000 era un
cliente?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Tenía dos carteras; una a nombre de
Asesores 2000 y otra a nombre de la Fábrica de Comunicación, que me
parece que era la misma empresa o las mismas personas.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Y a usted no le consta que
fueran nada más y nada menos que asesores de comunicación y...
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Así es.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Y clientes ordinarios de la
compañía, ¿no?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Bueno, posteriormente a la intervención y
posteriormente a lo que hemos oído, he visto que el señor Camacho
señalaba como una persona que le traía dinero negro a don Roberto
Santos, que yo llegué a saber que era el responsable máximo de
Asesores 2000 y de la Fábrica de Comunicación, pero yo nunca le he
visto, es decir, nunca he hablado con él ni le conozco. Yo siempre
hablaba con don Luis Sacristán para temas de este tipo.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: De estricta comunicación
vinculados a su cargo.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Y, además, nunca llegábamos a nada.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Muy bien. ¿En algún momento se
invocó el nombre de Enrique Giménez-Reyna alrededor suyo?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: ¿Se invocó...?
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Tan amplio como se lo digo. Es
decir, ¿se utilizó el nombre de don Enrique Giménez-Reyna alrededor
de su operativa ordinaria dentro de la compañía?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: En la operativa ordinaria, no. En
comentarios de doña Pilar, pues de vez en cuando hablábamos de
evoluciones que iba a tener el mundo fiscal español y en qué podía
afectar eso a nuestra clientela y tal, ella sí me decía: pues he
hablado con Enrique y me ha dicho que van a hacer o que no van a
hacer una modificación aquí, en tal sitio o en tal otro, pero para
algo muy lejano o más cercano. O sea, comentarios de tipo fiscal.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: ¿Pero en ningún caso Enrique
Giménez-Reyna aparecía como un colchón en el que se podía...
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Para mí, no.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Para usted, no. Pilar Giménez-
Reyna no hizo ese tipo de comentarios, muy a pesar de lo que en su
dietario ha podido observar usted. Por tanto, usted considera que
estos podían ser, en todo caso, elementos que quedaban fuera, por
ejemplo, del máximo encargado de la captación de clientes dentro de
la organización en la que usted trabajaba.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Le digo que es posible que ella sí
utilizara eso o lo utilizaba por su propio apellido, pero no había
ningún tipo de instrucción desde la dirección de la red comercial de
invocar ese tipo de argumento. Sé que algún comercial, por ejemplo,
invocaba la presencia de la ONCE, que eso parecía como una garantía
de solvencia y tal, pero tampoco la utilicé yo, personalmente, ni mi
alrededor. Pero me ha llegado posteriormente la noticia de que
alguien invocó la ONCE.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Por tanto, y por último, para
usted las vinculaciones que existían como director comercial de
Gescartera en relación a su trabajo ordinario no tuvieron que ver en
ningún caso con la acción de nadie relacionado con la vida pública,
entendiendo por vida pública vida política y de la Administración
española, ¿es así?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Perfectamente, sí, sí.
VALENZUELA: El señor CÁMARA RODRÍGUEZ- Pues muchas gracias, señor
presidente. Muchas gracias, señor Castro.
El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.
Han solicitado la palabra los señores portavoces. En primer lugar,
por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), la portavoz
señora Pigem tiene la palabra.
La señora PIGEM I PALMÉS: Señor Castro, yo quiero hacerle únicamente
un par de preguntas muy breves.
En primer lugar, le quería hacer una pregunta. Es una hipótesis.
Suponiendo que, como aquí más o menos se ha apuntado, haya habido un
plan preconcebido para apropiarse del dinero de los inversores, a su
juicio, ¿cree usted relevante para posibilitar la fraudulenta
distracción de este dinero, cree usted relevante, repito, la
conversión de Gescartera en agencia de valores?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, sin duda ninguna.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿Por qué razón?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Daba una mejor presentación a la compañía.
La Ley del Mercado de Valores establece que en España habrá
sociedades de servicios financieros y las clasifica de abajo a arriba
en gestoras de carteras, agencias de valores y sociedades de valores.
Por tanto, presentaba mejor la compañía, incluso de cara a su posible
venta. El señor Morey habló ayer de gestiones para la venta de la
compañía en tiempo muy inmediato anterior a la intervención. Si se
pretendía vender la compañía, siempre vale más en el mercado una
agencia que una gestora de carteras. Es una licencia más difícil de
conseguir. Además, tiene una ventaja fundamental, la posibilidad de
tener cuentas ómnibus, es decir, una cuenta única con todo el dinero
de los clientes y no tener distribuida cada cuenta de cada cliente en
una cuenta distinta.
La señora PIGEM I PALMÉS: Por último, ¿cree usted que hay algo que no
le hayamos preguntado y que sea relevante para dilucidar los hechos?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: La verdad es que poco queda ya por decir.
He avanzado antes al señor Cámara esa percepción que él me decía
sobre si yo creía que esto se puede hacer con algún tipo de
complicidad externa. Por la propia personalidad del señor Camacho,
muy poco dado al trabajo de día a día encima de la mesa, si él mismo
reconoce que estaba manejando un volumen importante de dinero de unos
clientes desconocidos y manifiesta que los conocía él solo y que se
reunían a horas intempestivas en su despacho y tomaban copas, la
contabilidad correspondiente a esedinero y a todas esas operaciones
es evidente que no se llevaba dentro de la compañía, pero también es
bastante obvio que no la llevaba él porque no veo ni que le dedicara
tiempo ni casi capacidad para hacerlo. Luego yo creo que había algún
tipo de estructura externa que permitía la simple gestión. No estoy
acusando a nadie, estoy comentando hechos que me parecen objetivos.
Asimismo, han salido temas periodísticos y judiciales de clientes que
se captaban para hacer minusvalías o de clientes que incluso no eran
tales clientes, sino personas de muy bajo nivel económico y social
que prestaban su nombre y su DNI a cambio de algún tipo de
contraprestación por que se les hicieran las minusvalías. Alguien
tenía que llevar también la contabilidad de las minusvalías y la
captación de esas personas. No veo al señor Camacho en los centros de
regularización de inmigrantes cogiendo a gente, pero alguien tendría
que traérselos. Tengo la percepción de que existía algún tipo de
estructura externa a la empresa, pero más que de la empresa, al
servicio del propio señor Camacho y de su negocio. Tal como lo tenía
él montado, tiene que existir. Siempre he tenido esa sensación o
percepción, como decía el señor Cámara, sobre la autoseguridad que
tenía el señor Camacho, la sensación de haber contado siempre con
algún tipo de respaldo, salvo que
fuera su táctica de engañar a los demás. Él siempre tenía la
sensación de que todo se arregla, todo se puede arreglar: «no pasa
nada». Decía ese tipo de frases con mucha frecuencia. Y que en medio
de toda una situación ya judicializada y con el dinero en principio
evaporado él dijera: «no te preocupes, todo se va a arreglar», no lo
decía con el tono de un voluntarismo deseoso, sino con un tono muy
convencido de lo que decía. Siempre hemos tenido la percepción de que
contaba con algún apoyo ahora y antes, es decir, desde que la
compañía empezó a funcionar.
La primera compañía que él forma, Bolsa Consulting, es sancionada,
pero nunca se cobra la sanción ni impide que él transforme esa
compañía en Gescartera y que vaya haciendo la pelota que ha hecho. Ya
hay una supervisión dura en el año 1995 que también se traduce en
nada, y se continúa. Otra en 1999 ya muy dura y que casi nos la han
relatado en los periódicos, pero no hay más que unas leves sanciones.
Algún tipo de sostén hay. Yo no sé si son personas o son
instituciones, en cualquier caso pueden ser personas cambiantes a lo
largo del tiempo porque la evolución del país ha sido grande en esos
años. Entonces, sí lo tengo eso pero simplemente como percepción.
La señora PIGEM I PALMÉS: ¿No se aventuraría a dar el nombre de
alguien de la estructura o alguien del respaldo?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No, es que además no lo sé, y ya digo que
todo lo que pueda hacer para que el dinero aparezca, todo o parte, es
en este momento mi primera prioridad, o sea, lo haría, si lo supiera
lo diría, pero no puedo ni mucho menos intentar señalar a alguien que
no sea cierto en un tema tan grave, pero sí creo que ha habido o ha
tenido él la sensación de que tenía algún tipo de apoyo.
La señora PIGEM I PALMÉS: Pues nada más. Gracias, señor Castro.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el portavoz del Grupo
Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), señor Azpiazu Uriarte.
El señor AZPIAZU URIARTE: Señor Castro, muy brevemente. ¿Por qué cree
que es importante la transformación de sociedad en agencia de
valores, por el hecho de que se puedan pasar las cuentas de clientes
a una cuenta general, a la cuenta ómnibus que usted ha dicho, por
ejemplo?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Por de pronto, en este tema, si alguien
pretende evaporar el dinero, le facilita mucho la tarea.
El señor AZPIAZU URIARTE: Por lo tanto usted cree que pasar de la
cuenta ómnibus a la cuenta del señor Camacho es fácil.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Al menos es más fácil.
El señor AZPIAZU URIARTE: Es fácil. Y pasar de la cuenta de Camacho a
la isla Jersey es fácil, a través de una entidad financiera.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: ¡Ojalá supiéramos que ha pasado a la isla
de Jersey!
El señor AZPIAZU URIARTE: Es fácil o es factible. Entre otras
cuestiones, convertir la sociedad en agencia era absolutamente
indispensable o muy importante para que el dinero de los clientes
apareciera en Jersey o donde esté a nombre del señor Camacho.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Es importante por eso de la cuenta ómnibus
que hemos comentado, era importante si se pretendía vender la
compañía, pues se estaban haciendo gestiones, porque una licencia de
agencia siempre tiene más valor y es una vitola mejor, y luego las
agencias de valores ya pueden tener tesorería propia, pueden tener
depositaría propia; es decir, facilita muchas cosas, sí.
El señor AZPIAZU URIARTE: Con lo cual la responsabilidad de la CNMV
es, si cabe, mayor, teniendo además en cuenta los antecedentes que
había tenido anteriormente de multas, de impagos, etcétera. La
responsabilidad de la CNMV es muy grande.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Efectivamente, más cuando lo hace en el
mismo día que además sancionan a la compañía y a sus dos máximos
apoderados.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Cree que la CNMV sabe que si transforma la
sociedad en agencia existe un riesgo de que pase el dinero a las
cuentas de Camacho y de ahí a donde sea?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Yo no soy la Comisión para ver qué es lo
que pensaba de aquello. No debía pensarlo cuando lo autorizó.
El señor AZPIAZU URIARTE: Salvo que, como hipótesis lo digo
exclusivamente, no sólo pase a las cuentas del señor Camacho el
dinero.
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Como hipótesis podemos seguir haciendo
muchas. Evidentemente, volvemos a lo que dije al principio, no es
normal que todo el dinero se haya evaporado. Entonces, tiene que
haber algo, mucho o poco no lo sé, pero algo en alguna parte.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Piensa entonces que únicamente es el señor
Camacho el responsable de haberse quedado con el dinero?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: No, yo creo que el señor Camacho ha hecho
lo que ha hecho y él sabrá por qué lo ha hecho, pero ha tenido que
ser ayudado por otras personas a nivel técnico, a nivel de
estructura, a nivel de ocultación. Es muy difícil ocultar cifras tan
grandes de dinero por mucho que se haya perdido, si es que no está
todo.
El señor AZPIAZU URIARTE: ¿Qué personas piensa usted que puedan ser?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Vuelvo a lo que le decía antes a su
compañera. Yo por mera percepción, y volvemos al tema de la
percepción, que es un tema muy poco jurídico, daba la sensación de
seguridad, de que aunque venga la CNMV otra vez no pasa nada. En la
misma intervención comento que siempre nos decían: estamos entregando
los papeles, esto se va a levantar de inmediato, y tal. ¿Era
voluntarismo o era una sensación de protección de alguna manera? Eso
es lo que yo exactamente no sé.
El señor AZPIAZU URIARTE: Esto como especulación: ¿podría ese dinero
estar no sólo en posesión del señor Camacho sino de los que le
ayudaban en esta operación, que podían ser, por ejemplo, el señor
Ruiz de la Serna, la señora Pilar Giménez-Reyna o el señor Enrique
Giménez-Reyna, así como Pilar Valiente?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Eso ya es dar un paso muy fuerte, porque ya
es acusar a personas de apropiación. No, yo no me atrevo a decir
esto. Yo sí creo que si él contó con ayudas para hacer lo que ha
hecho, esas ayudas deberían tener algún tipo de remuneración, pero yo
no me atrevería a señalar dónde estaba la ayuda.
El señor AZPIAZU URIARTE: Yo pienso también que las ayudas no se
hacen gratis, y menos en este mundo, el mundo financiero. No se hacen
simplemente por amistad, yo creo que son por interés, y cuando se
habla de dinero normalmente es de mucho dinero. Ha sido una pregunta
especulativa que posiblemente nos la respondan los juzgados dentro de
un tiempo.
Muchas gracias, señor Castro.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario
Mixto, el señor Puigcercós.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sólo una pregunta, señor Castro, muy
rápida. Volvemos a un tema que puede parecer anecdótico pero que,
repito, no lo es. El señor García Morey, en el encuentro que tuvieron
y que se puede definir casi como estrafalario por la
situación que se produjo, cuando le dijo, por ejemplo, como usted me
recordaba antes, que él podía captar clientes porque tenía contactos
con la Sociedad General de Autores, e incluso se presentó ayer como
una persona que sabía vender por su presencia y su imagen, ¿se
presentó como asesor de la Generalitat Valenciana, del señor Zaplana?
¿Se lo dijo a usted?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: ¿Se lo dijo?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Sí, en esa conversación me dijo: Yo estoy
asesorando a Zaplana. Curiosamente, no me dijo como asesor musical
-de eso me he enterado después-; me dijo que era asesor de Zaplana.
Me imagino que era una presunción delante de mí, y ocultó la parte de
musical y dijo asesor a secas, asesor del señor Zaplana, president de
la Generalitat Valenciana.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Nada más, señor Castro, muchas
gracias.
El señor PRESIDENTE: ¿Ha terminado, señor Puigcercós?
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Sí.
El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, el señor
Martínez Sanjuán tiene la palabra.
El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: La verdad es que yo no pensaba intervenir
porque el turno primero de fijación de posiciones lo ha realizado mi
compañero don Fernando López Aguilar, pero al hilo de la pregunta que
acaba de hacer el señor Puigcercós no me quiero sustraer a seguir con
una pequeña cuestión.
Acaba de decir usted que el señor García Morey tenía un cierto
protagonismo superior al que parece que nos contó ayer a todos los
comisionados, y quería que me confirmara si efectivamente el señor
García Morey, por la información que parece que tenía usted y por lo
que había hablado con él, había realizado gestiones con algunos
clientes como, por ejemplo, los servicios de la Seguridad Social de
la Armada. Él dijo ayer que no tenía ninguna vinculación, y en el
acta de constancia de hechos levantada por la Comisión Nacional del
Mercado de Valores, en visita a la Seguridad Social de la Armada,
concretamente en el cuarto párrafo firmado por los interventores de
la sociedad Gescartera se dice: Las personas de contacto de
Gescartera eran Aníbal Sardón e Inmaculada Baltar, aunque
posteriormente hemos contactado con el señor Camacho y don Jaime
García Morey. Luego, ¿realizaba contactos comerciales el señor García
Morey en representación de Gescartera? ¿No era sólo una figura
decorativa?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Eso que lo que usted acaba de decir es la
primera vez que lo oigo. No me parece tampoco muy raro, porque si él
estaba ocupando nada menos que la presidencia del holding y había
algún tipo de problema con la Seguridad Social de la Armada, podían
dirigirse alternativamente al señor Camacho o al señor García Morey.
Pero a mí no me consta que lo hiceran.
El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario
Popular, el señor Cámara Rodríguez-Valenzuela.
El señor CÁMARA RODRÍGUEZ-VALENZUELA: Una sola pregunta, señor
Castro. Hemos hablado ya en varias ocasiones del término percepción.
El término percepción es básicamente irreconciliable con el término
seguridad. Por lo tanto, usted tiene la percepción de que el señor
Camacho se mantenía seguro en su posición, aunque usted no es capaz
de discernir por qué razón, pero de lo que sí tiene usted la
seguridad es de que se interviene a Gescartera y de que usted no ha
recuperado su dinero. ¿Es así?
El señor CASTRO MARTÍNEZ: Efectivamente.
El señor PRESIDENTE: Si no hay ninguna cuestión más para plantear al
compareciente, esta presidencia despide al señor Castro Martínez
agradeciéndole la colaboración prestada.
Continuaremos inmediatamente con el próximo compareciente. (Pausa.)
- DE DON ANÍBAL SARDÓN ALVIRA. (Número de expediente 219/000244.)
El señor PRESIDENTE: Señorías, continuamos la sesión con la
comparecencia de don Aníbal Sardón Alvira. Ruego a los servicios de
la Cámara que le hagan pasar a la Comisión.
Señorías, como había una requisitoria hecha por algunos
parlamentarios comisionados, entre ellos la señora Pigem i Palmés,
porque en la documentación remitida por la Comisión Nacional del
Mercado de Valores no figuraba la correspondiente al documento de
trabajo elaborado por don David Vives en relación con la empresa
Gescartera, aprovecho para comunicarles que, según me informa la
letrada, va a llegar. Se lo acaba de comunicar al Congreso de los
Diputados el vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de
Valores en contestación al fax enviado por esta presidencia al
adoptarse por la misma las medidas pertinentes ante la evidencia de
no figurar en la remisión de documentación esta pieza informativa
elaborada por don David Vives. Se nos comunica, por tanto, el
anticipo de su llegada e inmediatamente que lo haga será puesta a
disposición de los señores diputados.
La Comisión pasa al último punto del orden del día con la
comparecencia de don Aníbal Sardón Alvira, que nos acompaña con
letrado asesor. Sea usted saludado y bienvenido a esta Comisión. Si
previamente desea manifestar alguna cuestión a los señores diputados
comisionados puede hacerlo; si no, daremos inmediatamente la palabra
a los portavoces para que le hagan las preguntas y cuestiones
pertinentes.
Señor Sardón Alvira, si quiere añadir alguna cuestión...
El señor SARDÓN ALVIRA: Con mi mayor consideración hacia ustedes,
pero acogiéndome al derecho constitucional de no contestar, me remito
a cuanto tengo declarado ante el Juzgado número 3 de la Audiencia
Nacional. Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: Bien, señor Sardón Alvira, está en su derecho
constitucional que, como no podía ser menos, se ampara en esta
Cámara.
Cedo la palabra, en primer lugar, al portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista, diputado y comisionado señor Martínez Sanjuán.
El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Buenas tardes, señor Sardón. He escuchado
con atención, como no podía ser de otra forma, su corta y escueta
intervención manifestando su voluntad, posiblemente aconsejada por
sus servicios jurídicos, y le asiste precisamente el derecho
constitucional a no declarar como imputado que es en una causa
judicial abierta en la Audiencia Nacional.
Usted sabe -no podía ser de otra forma porque además viene asesorado-
que esta es una Comisión política, aquí no estamos para enjuiciar sus
hechos, no estamos para enjuiciar su posible o no posible
culpabilidad o las imputaciones que la Audiencia Nacional ha
practicado en las diligencias que están abiertas en estos momentos.
Estamos aquí para responsabilizar y para buscar responsabilidades y
llegar a las últimas consecuencias de lo que ha pasado con este
escándalo político que sacude a la sociedad española como es el
escándalo Gescartera, que como usted bien conocerá ya ha tenido
decisiones de carácter político y estamos en un Parlamento que habla
de política, que habla de los problemas de los ciudadanos. Así pues,
yo le sugiero solamente que lo piense, que estando en su derecho
sería oportuno colaborar con este Parlamento en la medida en que
otras personas, también siendo imputadas, a lo largo del día de hoy
han colaborado con esta Comisión de investigación manifestando lo que
creían que era oportuno manifestar y no atendiendo o por lo menos
diciendo que esto podía afectar a sus declaraciones judiciales que,
como bien conoce el señor Sardón, son diligencias declaradas
secretas, aunque todos, tristemente lo digo por cuanto supone la
vulneración en cierto modo del propio secreto sumarial, hemos podido
conocer parte de las declaraciones que todos los intervinientes han
expuesto en la Audiencia Nacional porque han sido casi extractadas de
los medios de comunicación. Así que yo le llamo por lo menos a la
responsabilidad, a la colaboración con esta Comisión para que nos
cuente lo que sin afectar a su propia defensa, a sus propios
intereses tenga a bien y calle aquello que estime, pues todos le
respetaríamos como hemos hecho con otros intervinientes.
Así pues, estando en su derecho, le llamo a la reflexión, a la
maduración y a la colaboración con esta Comisión para buscar la
verdad, para buscar la solución a un problema que afecta a miles de
ciudadanos.
Desde esta convicción mi grupo parlamentario va a formularle, señor
Sardó, algunas preguntas, en la esperanza de que esta reflexión que
le sugiero pudiera haberle hecho cambiar de criterio a su primera
voluntad o declaración de intenciones. ¿De qué forma conoció y desde
cuándo a don Antonio Camacho y a doña Pilar Giménez-Reyna?
El señor SARDÓN ALVIRA: Me mantengo en mi postura.
El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: ¿Desde cuándo conoció al marido de la
señora Giménez-Reyna y a su hijo? ¿Trabajó con usted? ¿Por qué le
propusieron el señor Camacho y la señora Giménez-Reyna trabajar con
ellos? ¿Qué despacho tenía usted en los años 1995-1996 en la calle
Emilio Vargas número 18 y a qué se dedicaba? ¿Es usted consejero de
Gescartera Gestión de Inversiones Colectivas desde el 3 de julio del
año 1997? ¿A qué es debido? ¿Tenía alguna participación en la
sociedad de Gescartera Gestión? ¿Por qué si usted, dedicándose a la
actividad comercial, como parece que es su actividad, en el mare
mágnum de sociedades que suponen el grupo Gescartera, no tenía sin
embargo ninguna relación con Gescartera Comercial? ¿Se consideraba
usted una persona de la absoluta confianza del señor Camacho y del
núcleo de poder, que parece que había en aquella sociedad Gescartera?
Porque parece que usted ha manifestado que por lo menos en los
primeros años, cuando tuvo relación comercial o laboral con el señor
Camacho en Gescartera, comía con él a menudo, cuando quizás otros
comparecientes nos han dicho que al señor Camacho le veían de vez en
cuando. Usted parecía que formaba parte del núcleo de amistades o de
relaciones en la empresa más directas o más cercanas del señor
Camacho. ¿Qué es Asesoría y Gestión de Patrimonios, AGP? ¿Está
declarada como empresa comercial y de servicios con contrato con
Gescartera Dinero en la Comisión Nacional del Mercado de Valores?
¿Qué posición ocupa usted y qué función desempeña en AGP? ¿Cómo y por
qué se creó esta entidad?
¿Con qué finalidad? ¿Qué relación tenía AGP con Gescartera?
¿Cómo es que usted tenía, parece ser, poderes de Gescartera? ¿Qué
porcentaje o corretaje de la inversión que realizaba AGP se llevaba
la sociedad en la que usted estaba? ¿Por qué parece que tenían un
porcentaje de comisiones superiores cuando ustedes comercializaban
desde AGP lo que se llaman depósitos estructurados en relación a
otros productos de Gescartera que ustedes ofrecían? ¿Cómo es
posible...? Bueno, posible es absolutamente posible. ¿Es lógico que
usted no participe en el capital de AGP y por el contrario sea el
responsable? ¿Cómo es posible que usted no parezca saber nada de la
historia, de la génesis del capital, de cómo fue la evolución de las
acciones de AGP cuando parece que el propietario del 50 por ciento
del accionariado de AGP es su hijo y el otro 50 por ciento lo posee
la señora Baltar? ¿Cómo es posible que usted manifieste tener una
retribución mensual en torno a las 270.000 pesetas siendo el
responsable y la señora Baltar, que parece ser es una subordinada
suya, aunque ejerza de comercial o de directora comercial en AGP,
manifieste unos ingresos del doble de los que usted percibe? ¿Tiene
usted otras retribuciones de AGP, de Gescartera Dinero o de
Gescartera Gestión por el desempeño de su labor? ¿Tuvo usted, señor
Sardón, una inversión de 160 millones de pesetas en lo que se ha
denominado depósitos estructurados de Gescartera y los retiró? ¿Cuál
es el conjunto de la inversión que usted o el entorno familiar suyo
tiene o tenía en diferentes productos de Gescartera Gestión?
Además del sueldo que usted percibe de AGP, ¿tiene otro tipo de
ingresos? ¿Tiene o participa, señor Sardón, de alguna empresa
constructora que se dedique o se haya dedicado a la fabricación o
venta de pabellones o naves industriales? ¿Ha realizado usted, señor
Sardón, inversiones o gestiones en países que no son España? ¿Ha
realizado, señor Sardón, inversiones en paraísos fiscales? ¿Ha tenido
usted, señor Sardón, algún conflicto, si ha realizado alguna gestión
en paraísos fiscales, con las autoridades policiales? ¿Cómo es
posible, señor Sardón, que la unidad de inteligencia financiera de
Guernsey solicitase información sobre Aníbal Sardón Alvira, con
número de identificación fiscal 1.768.912-M, indicando que se había
recibido una comunicación de una operación sospechosa sobre usted o
que la unidad de inteligencia financiera del Reino Unido el 3 de
enero del año 2001 haya solicitado antecedentes policiales sobre
usted, señor Sardón, por los mismos motivos que la unidad de
inteligencia de Guernsey?
Usted ha manifestado que a través de AGP se dedicaban entre otras
cosas, aparte de a captar clientes, dirigirlos a Gescartera, que
comercializaban el denominado depósito estructurado, que es un nombre
genérico, nos podía decir ¿en qué consistía concretamente el que
usted ofrecía? ¿Cuánto dinero captó para Gescartera a través del
referido depósito? Porque usted, señor Sardón, por la información que
tenemos, parece ser que tenía o manejaba una cartera de clientes de
entre 100 y 200, ¿cuántos eran?
Parece ser que usted a través de AGP aportaba como inversiones a las
sociedades del grupo Gescartera del orden de 3.000 millones de
pesetas. Concretamente, ¿cuánto era? ¿Por qué ofrecían a determinados
clientes, casi a interés fijo, los denominados depósitos
estructurados que estaban en una parte, parece ser, de esta inversión
referenciados en renta variable, cuando la volatilidad de las bolsas,
tanto españolas como europeas o internacionales, era realmente
fuerte? ¿Qué contactos tenía, señor Sardón, con lo que se ha venido a
denominar clientes especiales? ¿Ayudó usted a captar alguno de esos
clientes que el señor Camacho ha denominado clientes especiales? ¿A
qué clientes captó usted? ¿Cómo le ingresaban, señor Sardón, sus
clientes las aportaciones, en cheques, en transferencias, en
metálico? ¿Cuánto dinero, señor Sardón, le aportaron en metálico
a usted o a su compañía AGP?
El señor SARDÓN ALVIRA: Me remito a lo dicho anteriormente, a mi
derecho constitucional.
El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor Sardón, a usted o a su empresa AGP,
¿le llegaron en algún momento listados de posibles clientes para AGP
o para Gescartera? ¿Le llegaban, desde algún lugar interno o externo
a Gescartera, sugerencias de posibles clientes a visitar? Si era esto
así, ¿cómo y de parte de quién le llegaban estas sugerencias de
buscar estos clientes? ¿Ha tenido, señor Sardón, contactos con
empresas del sector de comunicación, con cuáles y para qué? ¿Qué
relación, señor Sardón, ha tenido usted con el marido y con el hijo
de doña Pilar Giménez-Reyna - los señores Malpartida- al que parece
que usted contrató cuando trabajaba, allá por los años noventa y
algo, en la anterior empresa, Tompla creo que se llamaba, dedicada a
la fabricación de sobres?
Por cierto, ¿se dedicaban ustedes al embuchado de sobres de
propaganda electoral? ¿Trabajaron para algún partido político? ¿Ha
tenido relación, señor Sardón, con Proyectos y Promociones Abral,
Sociedad Anónima? ¿Qué contactos ha tenido, señor Sardón, con el
sector de la construcción?
Usted -aunque no nos ha contestado- parece que ha tenido contactos
con el sector de la construcción. Así parece que usted captó cuando
se dedicó a esta nueva actividad a Construcciones Rico y los
diferentes accionistas o propietarios de Construcciones Rico. Parece
ser que usted ha tenido contactos con el sector de la construcción.
¿Conoce o ha tenido relación con don José Moreno Pérez? ¿Ha tenido
relación con el despacho del señor Zurdo? ¿Ha tenido relación o
contactos comerciales de algún tipo con Construcciones Neinver o
Riofisa? ¿Ha tenido relación, señor Sardón, de carácter económico
o profesional por su actividad en AGP o las que haya podido tener por
otras actividades con don Fernando Satrústegui Aznar y con su hermano
Ignacio? ¿Conoce o ha tenido relación con don Miguel Prats, director
de La Caixa de Majadahonda, por algún tipo de actividad no vinculada
al sector puramente financiero? ¿Por qué ha tenido o tiene clientes
importantes en el sector de la construcción a través de AGP? ¿Qué
relaciones ha mantenido, señor Sardón, con la Mutualidad de la
Policía? ¿Con quién se relacionó en dicha mutualidad? ¿Cómo conoció a
las personas con las que se ha relacionado? ¿Desde cuándo ha
mantenido esta relación comercial y económica con la Mutualidad de la
Policía? ¿Cómo es posible, señor Sardón, que si es verdad que la
Mutualidad de la Policía suscribió un contrato de participación en
sus inversiones de 1.500 millones de pesetas -lo han confirmado
anteriores intervinientes-, convirtiéndose en el más importante
cliente del grupo Gescartera, les ofrecieran en el último contrato
una rentabilidad del 6 por ciento, cuando con la información que se
nos ha suministrado oficialmente en documentos a esta Comisión, por
parte de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, por fechas
similares a capitales inferiores se les ofrecía una rentabilidad
similar? ¿Cómo es posible, señor Sardón, que al mejor cliente de
Gescartera, que -parece ser- las relaciones directas las llevaban a
través de AGP, les trataran como les han tratado, no diciéndoles la
verdad nunca, prorrogando la inversión a su plazo de vencimiento un
mes, otro mes, tres meses, bajo engaños, hasta el punto de que una
mutualidad, que representa los intereses de miles de personas, se
convierta en uno de los principales estafados por la situación a la
que los dirigentes o los responsables del grupo Gescartera han
llevado? ¿Qué conocimiento tiene, señor Sardón, de un pagaré sin
fondos contra una de las cuentas de Gescartera que en febrero de 2001
se extendió a dicha Mutualidad de la Policía cuando intentaba retirar
los 1.500 millones de pesetas invertidos en Gescartera a través de
AGP, tal y como declaró, parece ser, la señora Baltar? ¿Qué nos puede
decir, señor Sardón, del documento de la sociedad fantasma Martin
Investment utilizado
para simular que el dinero estaba invertido en una sociedad en
Estados Unidos?
Parece ser que la Mutua de Previsión Social de la Policía pasó una
inspección de Hacienda que se saldó con una reclamación de deuda
tributaria por 1.246 millones de pesetas, que todavía no se ha hecho
efectiva porque está recurrida. Posteriormente, la Mutualidad de
Policía invierte 1.500 millones, a través de AGP, en Gescartera.
¿Conoce usted algún dato del que pudiera deducirse que esta inversión
en Gescartera pudiera tener alguna vinculación con el posible
resultado final de la inspección tributaria practicada por la Agencia
Tributaria? ¿Qué relaciones tuvo o mantuvo, señor Sardón, con la
Seguridad Social de la Armada, cliente que parece que era de AGP?
¿Cuánto invirtió y durante cuánto tiempo? ¿Con quién se relacionó,
señor Sardón o su equipo, en la Seguridad Social de la Armada? ¿Por
qué retiraron la inversión que había hecho la Seguridad Social de la
Armada? ¿Recibieron algún tipo de información desde AGP, desde
Gescartera o desde algún otro lugar?
Dado que era uno de los clientes que usted tenía en AGP, aunque
parece ser que fue otro comercial el que tenía relación con ellos
¿cómo se realizó, señor Sardón la devolución? ¿Por qué el cheque de
Gescartera dirigido hacia la Armada fue cobrado por Fisconsulting S.
A.?
Señor Sardón, usted, que es un avezado comercial del complejo
Gescartera, aunque esté en una sociedad con contrato de exclusividad
con Gescartera, habrá tenido y tiene un importante contacto con los
diferentes inversores. ¿Ha comprometido o entregado, en nombre de AGP
o de Gescartera, regalos a responsables de algunas inversiones
institucionales? ¿A quiénes? ¿Qué tipo de regalo? ¿Con qué cuantía?
¿Conoce usted el famoso viaje gratis total para ver la final de la
Copa de Europa de fútbol, celebrada en París el año 2000? ¿Quiénes
iban? ¿Fue usted? ¿A cuánto ascendió el viaje, quién lo pagó y por
qué se hizo?
Por último, ¿qué explicación tiene, señor Sardón, de todo lo que ha
pasado en Gescartera? Usted, que parece que era del núcleo de
amistades, de trato histórico con el señor Camacho desde el
principio, porque parece que AGP fue creada por el señor Camacho con
la señora Baltar, y usted participa de ella desde el primer momento.
No sé las razones por las que usted no entró en el capital, pero
desde luego parece ser que usted formaba parte del núcleo de
influencias, de contactos, de amistades y de relación con el señor
Camacho. Todos los intervinientes o la mayor parte de ellos, con
honrosas excepciones que nos hacen derivar hacia algunos importantes
derroteros, justifican o quieren dirigir todos los tiros -entre
comillas- hacia el señor Camacho, y usted formaba parte de ese núcleo
histórico, no sé si ahora, pero parece que ha formado parte. ¿Qué
cree que ha pasado en Gescartera? ¿Por qué se ha engañado a los
clientes? ¿Por qué ha desaparecido el dinero? ¿Por qué se han
vulnerado los controles? ¿Cuál es
su explicación de la evolución, del crecimiento y de este fraude del
grupo Gescartera? ¿Cree usted también, como ha opinado el señor
Castro, que esto solamente se podía haber desarrollado, impulsado o
crecido si ha habido apoyo exterior de núcleos de poder importantes?
Nos gustaría, señor Sardón, haber escuchado una respuesta
esclarecedora, no un inconmensurable silencio. No le va a ayudar a su
estabilidad personal, ni a su línea de defensa, sino que por el
contrario nos va a hacer perder una importante oportunidad de
esclarecer la verdad.
Muchas gracias.
El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió), tiene la palabra la diputada y
comisionada, señora Pigem i Palmés.
La señora PIGEM I PALMÉS: Voy a intervenir muy brevemente, para decir
al señor Sardón que el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió) lamenta su silencio, lamenta que no quiera colaborar con esta
Comisión, lamenta que su silencio ayude a obstruir el trabajo de esta
Comisión que tiene como objeto, entre otros, la averiguación de si en
Gescartera existía lo que se llama dinero negro, y también averiguar
el paradero del dinero que desgraciadamente hasta el momento los
inversionistas han perdido.
Nos parecía relevante su declaración porque por las noticias que
hemos ido teniendo, así como por las declaraciones de los
comparecientes que han declarado, no como usted que no ha declarado,
pero que han venido antes que usted, nos parecía se desprende que a
través de AGP, parece ser, es donde se captaba el dinero negro de
Gescartera. También nos parece que se desprende del informe que aquí
ya se ha aludido, que el Banco de España ha realizado para la
Secretaría de la Comisión de prevención de blanqueo de capitales e
infracciones monetarias, que usted había tenido movimientos extraños,
raros, de capital, tanto en Guernsey como en el Reino Unido. Por
todas estas razones nos parecía que su declaración podía ser
relevante, como le digo, para el esclarecimiento del dinero negro e
incluso para el esclarecimiento del paradero de los capitales
desaparecidos.
También quiero decirle, en nombre de mi grupo parlamentario, que nos
parece que el silencio no le beneficia. Usted se ha acogido al
derecho constitucional de no hablar. Es un derecho y se lo
respetamos, naturalmente, pero sinceramente le digo que creo que no
le beneficia. Se lo digo porque la percepción, al menos la que este
grupo parlamentario tiene, y creo que es generalizada también en los
ciudadanos, es que el silencio es una respuesta. Es más, es una
respuesta muy elocuente. Por ello le invito -no le voy a hacer
preguntas, usted no las contesta- a que cuanto menos ratificara o
intentara desvirtuar las afirmaciones que implícita o explícitamente
se están realizando sobre su persona y sobre la sociedad AGP.
Nada más.
El señor PRESIDENTE: Tiene a continuación la palabra, por parte del
Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida, el señor Frutos Gras.
El señor FRUTOS GRAS: Agradezco al señor Sardón su presencia. Yo ya
sé beber en todas las fuentes, también en la fuente del silencio, y
por tanto no tengo ninguna pregunta que hacerle.
El señor PRESIDENTE: Pasamos a conceder la palabra al diputado y
comisionado del Grupo Parlamentario Vasco (PNV), señor Azpiazu
Uriarte.
El señor AZPIAZU URIARTE: Buenas tardes señor Sardón.
Dada su locuacidad esta tarde, no tengo nada que decir.
El señor PRESIDENTE: Pasamos al Grupo Parlamentario Mixto, y tiene la
palabra el señor Puigcercós i Boixassa.
El señor PUIGCERCÓS I BOIXASSA: Por razones obvias, no hay preguntas.
El señor PRESIDENTE: Concedemos la palabra, por parte del Grupo
Parlamentario Popular, al señor Souvirón García.
El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Señor Sardón, ya vemos que usted no va a
decir nada, y lo lamentamos, porque creo que es una oportunidad para
que diera respuesta a preguntas que todos nos hacemos, que nos vamos
a seguir haciendo, porque estamos en esta Comisión para trabajar,
para tratar de saber lo que de verdad ha pasado en una historia como
la de Gescartera. Aunque usted hoy calle tiene muchas cosas que decir
y tiene muchas cosas que decir porque nosotros vamos a seguir
trabajando, porque ya todos hemos leído muchos documentos, porque ha
habido comparecencias y porque hay sensaciones que se van perfilando.
Señor Sardón, la verdad es que en una historia negra como es la de
Gescartera, da la sensación absoluta de que usted pertenece a la cara
más negra de esa historia negra. Usted, según nos han dicho, era de
los que iban frecuentemente a la oficina y por tanto conocía como
funcionaba Gescartera. Usted intermedió para que la Mutualidad de la
Policía, la previsión social de la Policía, ingresara en Gescartera,
y lo hizo no con las mejores prácticas, lo hizo consiguiendo la
falsificación de documentos de La Caixa, lo hizo prometiendo y
ofreciendo fondos que son absolutamente ilegales. Nosotros tenemos un
documento, señor Sardón, que usted sin duda conoce, que es la
falsificación de La Caixa sobre el fondo estructurado que
efectivamente no estaba depositado en esa entidad. Es una cosa que
usted promovió y es una cosa que usted ofreció, con lo que usted
quiso dar tranquilidad a la Mutualidad de la Policía para que
siguieran confiando en usted y siguieran con su inversión. ¿Usted
sabe, señor Sardón, lo que supone para cada uno de los policías, y
para la Policía en concreto, el descalabro que se produce con estas
prácticas?
Usted también intermedió en la entrada de la Seguridad Social de la
Armada. Usted, señor Sardón, tiene que ver, según los perfiles que
cada vez van teniendo más nuestras sensaciones, con el tráfico de
dinero negro en Gescartera. Por todo eso, señor Sardón, nosotros,
cuando tengamos que concluir, tendremos que concluir con sus palabras
o sin ellas, y yo creo que todavía está usted a tiempo de contestar a
las preguntas de los distintos grupos parlamentarios.
En cualquier caso, si no es así ya le digo que sacaremos nuestras
conclusiones con los datos que tenemos, y cada vez vamos teniendo
más.
El señor PRESIDENTE: ¿Algún portavoz o comisionado desea hacer alguna
intervención? (Pausa.)
Despedimos de su presencia en esta Comisión a don Aníbal Sardón
Alvira y a su asesor letrado, y levantamos esta sesión para su
reanudación el próximo lunes, a las cuatro de la tarde.
Se levanta la sesión.
Eran las siete y cuarenta y cinco minutos de la tarde.