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ANÁLISIS ECONÓMICO Y PRESUPUESTARIO (1/2025) Ene-Jun
Publicaciones del DAEP por áreas temáticas
Durante los primeros seis meses de 2025, el DAEP ha realizado una variedad de análisis de carácter económico y presupuestario. En la presente nota se recoge una síntesis de las referencias más significativas contenidas en las tres notas Informativas y veintitrés boletines elaborados en este período.
NOTAS INFORMATIVAS: en este semestre se han analizado cuestiones estratégicas para la competitividad europea, las prioridades económicas de la nueva Comisión y los principales informes y opiniones publicados por la AIReF.
El Informe Draghi, solicitado por el Consejo Europeo, advierte sobre la pérdida de peso económico de la UE —actualmente en el 17% del PIB mundial— debido a la reducida implementación de la tecnología, la fragmentación de las políticas industriales y la dependencia energética. Entre sus recomendaciones destaca alcanzar un nivel de inversión anual del 5% del PIB europeo (unos 800.000 M€) en sectores clave como la descarbonización, la digitalización y la defensa, así como reformas en el Mercado Único, la política de competencia y la gobernanza. En paralelo, la Nota Informativa sobre los cien primeros días de la nueva Comisión Europea destaca un giro potencial en la posición alemana sobre la deuda común y la Unión Bancaria, el impulso de un nuevo “Régimen 28” para facilitar la expansión de startups en toda la UE, y una mayor flexibilidad en la regla de gasto y las ayudas de Estado. Entre las próximas iniciativas se encuentran la Unión del Ahorro y la Inversión, el Plan de Acción para la Vivienda 2026 y el nuevo Marco Financiero Plurianual 2028–2035, con propuestas para contar con nuevos recursos propios y mayor inversión en defensa. Por su parte, la AIReF ha publicado varios análisis clave sobre riesgos fiscales, la regla de gasto de pensiones, la sostenibilidad de las AAPP y los Presupuestos Iniciales 2025, junto con spending reviews sobre instrumentos de apoyo a pymes y el mutualismo administrativo.
PREVISIONES ECONÓMICAS: durante el semestre se ha realizado el habitual seguimiento de los principales informes de previsiones para España, tanto la actualización del escenario macroeconómico del Gobierno de finales de abril como los elaborados por los organismos nacionales e internacionales, lo que ha permitido actualizar el cuadro comparado de previsiones para la economía española.
En un entorno de elevada incertidumbre, las estimaciones para 2025 muestran un notable consenso en torno a un crecimiento del PIB real entre el 2,3 % (AIReF) y el 2,7 % (Banco de España), con una moderación prevista para 2026 (entre el 1,8 % y el 2,2 %). La demanda interna continuará siendo el principal motor del crecimiento, mientras que la contribución del sector exterior será negativa en la mayoría de los escenarios. La inflación seguirá su senda descendente: el IPCA se situará entre el 2,2 % y el 2,7 % en 2025 y entre el 1,7 % y el 2,3 % en 2026. El mercado laboral mantendrá su dinamismo, con un crecimiento del empleo estimado entre el 1,5 % (FMI) y el 2,5 % (Gobierno) en 2025, y una tasa de paro que quedaría por debajo del 10 % en 2026 según la Comisión Europea. Se prevé también una reducción progresiva del déficit público, hasta situarse entre el 2,7 % y el 2,9 % del PIB en 2025, y su estabilización en 2026. La deuda pública se mantendría en torno al 100 % del PIB, según la mayoría de las previsiones. Además, se anticipa una capacidad de financiación exterior en 2025 (3,7 % del PIB según el Banco de España). Las medidas adoptadas tras la DANA suponen un impacto fiscal estimado de 0,6 puntos de PIB entre 2024 y 2025. El contexto internacional sigue marcado por tensiones comerciales y geopolíticas, y el Banco de España advierte también de riesgos internos asociados a la confianza de los agentes, la ejecución de los fondos europeos y la implementación de nuevos planes de inversión pública, como el de defensa.
SEMESTRE EUROPEO: se ha dado seguimiento a la aplicación del nuevo marco de gobernanza económica de la UE, con especial atención al análisis de los planes fiscales estructurales a medio plazo, las recomendaciones específicas por país y los informes del paquete de otoño del Semestre Europeo 2025.
Según los informes más recientes, España mantiene ciertos desequilibrios macroeconómicos relacionados con la deuda pública —que sigue superando el umbral del 60 % del PIB—, una tasa de paro elevada y una evolución reciente de los costes laborales que plantea riesgos para la competitividad exterior. No obstante, se han reducido vulnerabilidades vinculadas a la posición exterior neta de inversión y al endeudamiento del sector privado. En paralelo, la Comisión Europea considera que España afronta riesgos potenciales para la convergencia social, en especial en materia de protección a la infancia, inclusión y abandono escolar temprano, pese a los avances registrados en el empleo y las competencias digitales. El 8,2 % de la población española vivía en 2023 en hogares en los que los costes de la vivienda suponían más del 40 % de la renta disponible, una proporción ligeramente inferior a la media de la UE (8,9 %).
El Gobierno remitió a finales de abril a las autoridades europea el Informe de progreso anual del Plan fiscal 2025-2028, con el escenario macroeconómico actualizado hasta 2028 las proyecciones fiscales para 2025, bajo los supuestos de bajadas de tipos de interés y de los precios del petróleo e incorporando el impacto de las medidas arancelarias anunciadas por la Administración Trump.
ESTABILIDAD PRESUPUESTARIA Y SOSTENIBILIDAD FINANCIERA: durante el primer semestre de 2025 se ha realizado un seguimiento detallado del déficit y la deuda pública de las Administraciones Públicas (AAPP) correspondiente al ejercicio 2024.
Según la primera notificación a Eurostat en abril de 2025, el déficit público de las AAPP en 2024 ascendió al 3,2 % del PIB, tres décimas por debajo del registrado en 2023. Este resultado incluye el impacto del gasto vinculado a la DANA (0,35 % del PIB). Descontando ese efecto, el déficit ajustado se situaría en el 2,8 %. El déficit primario fue del 0,8 % del PIB, lo que representa una mejora respecto al 1,1 % del año anterior. Por subsectores, la Administración Central registró un déficit del 2,91 % del PIB, las Comunidades Autónomas del 0,12 % y los Fondos de la Seguridad Social del 0,54 %, mientras que las Entidades Locales presentaron un superávit del 0,41 %. Destaca el resultado positivo de las Comunidades Autónomas (5.651 M€), en contraste con el déficit del año anterior, debido al aumento de los recursos del sistema de financiación.
La deuda pública cerró 2024 en 1.620.602 M€, el 101,8 % del PIB, lo que supone una caída de 3,3 puntos respecto a 2023, impulsada por el fuerte crecimiento del PIB nominal. Por subsectores, la deuda de la Administración Central alcanzó el 93,6 % del PIB, la de la Seguridad Social el 7,9 % y la de las Comunidades Autónomas el 21,1%. Los Entes Locales redujeron su deuda un 2 % interanual, situándose en el 1,4 % del PIB. En cuanto a la titularidad el 44 % estaba en manos de no residentes y menos del 27 % en el BdE.
En comparación con la UE, el déficit español se sitúa en la media europea (3,2 % del PIB) y ligeramente por encima de la zona euro (3,1 %). La ratio de deuda, sin embargo, supera a ambas (87,4 % en la eurozona y 81 % en la UE). El gasto en intereses alcanzó el 2,4 % del PIB (frente al 1,9 % en la UE), mientras que la inversión pública se mantuvo en el 2,7 % del PIB.
INGRESOS TRIBUTARIOS: el seguimiento de la recaudación tributaria en 2024 confirma un crecimiento de los ingresos fiscales, en línea con la recuperación económica y el dinamismo de la demanda interna.
Los ingresos tributarios ascendieron a 294.734 millones de euros, un 8,4 % más que en 2023, impulsados por un crecimiento real del PIB del 3,2 % y un aumento del PIB nominal del 6,2 %. La recaudación por impuestos directos alcanzó los 174.073 M€ (+9 %) y la de los impuestos indirectos los 118.646 M€ (+7,5 %). Este incremento de la recaudación estuvo condicionado también por efectos normativos y de gestión, que restaron un total de 2.008 M€, especialmente en los impuestos directos (–4.828 M€), aunque parcialmente compensados por el aumento en los ingresos derivados de los impuestos indirectos (+2.820 M€). La evolución positiva de la recaudación refleja la consolidación del crecimiento económico, especialmente en los componentes de consumo e inversión, y permite sostener el esfuerzo fiscal en un contexto de normalización de las reglas fiscales europeas.
EJECUCIÓN PRESUPUESTARIA: a lo largo del semestre se ha seguido de cerca la ejecución presupuestaria de la Administración General del Estado, la Seguridad Social, las Comunidades Autónomas (CCAA) y la implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), a partir de los datos consolidados a 31 de diciembre de 2024.
La Administración General del Estado registró un saldo no financiero negativo de 30.516 M€, frente a los – 40.800 M€ de 2023. Los ingresos no financieros alcanzaron los 218.180 M€ (+10 %), mientras que el gasto ejecutado fue de 248.695 M€ (+4 %), con un nivel de ejecución del 94,3 % de los créditos totales. Las inversiones reales ascendieron a 11.371 M€ (83,7 % de los créditos). Las modificaciones presupuestarias aumentaron los créditos iniciales no financieros en 20.452 M€ (8,4 %), y se ampliaron notablemente los capítulos 8 y 9, vinculados al MRR. La Seguridad Social cerró el ejercicio con un saldo negativo de 9.834 M€, frente a –5.384 M€ en 2023. Los ingresos crecieron un 7,3 %, impulsados por el aumento del 7,2 % en cotizaciones sociales, mientras que los gastos se elevaron un 7,5 %, debido principalmente al incremento del 7,9 % en pensiones y prestaciones contributivas. El saldo negativo de la parte contributiva del sistema ascendió a –28.652 M€, ampliando el desequilibrio respecto al año anterior. Las no contributivas aumentaron un 9,9 %, alcanzando los 17.081 M€.
Las CCAA cerraron 2024 con un saldo presupuestario agregado de -1.836 M€, un 0,12 % del PIB, frente al 0,71 % en 2023. Ello se debió en gran medida al fuerte incremento de las entregas a cuenta y liquidaciones del sistema de financiación (+14,4 %). En términos homogéneos, el saldo de 2024 habría resultado en un ligero superávit de 146 M€, una vez realizados los ajustes oportunos.
En cuanto a la ejecución del Plan de Recuperación (PRTR), según los datos de la IGAE y la herramienta ELISA, entre 2021 y 2024 la AGE reconoció obligaciones por 81.894 M€, de los cuales alrededor de 60.000 M€ correspondieron a transferencias a otras Administraciones para la ejecución de reformas e inversiones. A 31 de enero de 2025, los fondos convocados por el sector público para el sector privado y hogares alcanzaban los 80.158 M€, con 48.663 M€ ya resueltos.
SECTOR FINANCIERO E INDICADORES MACROPRUDENCIALES: los últimos informes sobre estabilidad financiera y supervisión macroprudencial confirman la solidez general del sistema financiero español, si bien se advierte un aumento de los riesgos en un entorno de elevada incertidumbre geopolítica y debilitamiento económico global.
El Informe sobre la situación financiera de hogares y empresas del segundo semestre de 2024 señala una mejora en las condiciones de financiación por la caída de los tipos de interés, lo que impulsó la demanda de crédito, especialmente en hipotecas (0,3 % interanual) y consumo (+20,6 %, concentrado en hogares de rentas bajas). La renta bruta disponible de los hogares creció un 8,2 % interanual, aumentando la tasa de ahorro hasta el 14,2 %, y la carga financiera se redujo, con una mejora notable en la calidad crediticia de empresas y hogares. En el ámbito de las instituciones financieras, se mantiene sin cambios la lista nacional de entidades sistémicas, mientras que el Banco Santander ha sido reconocido como entidad sistémica global.
El Informe de Estabilidad Financiera de primavera 2025 del Banco de España identifica como principal riesgo el deterioro del contexto internacional, marcado por las tensiones comerciales entre EE. UU. y China. Así, persiste una baja aversión al riesgo en los mercados, con valoraciones elevadas y primas de riesgo reducidas, lo que incrementa la vulnerabilidad ante posibles correcciones abruptas. El informe destaca cuatro grandes bloques de riesgo interrelacionados: geopolíticos, macroeconómicos, correcciones de mercado y ciberriesgos. Entre las vulnerabilidades estructurales figuran: una elevada carga financiera de hogares y empresas (cercana a máximos de la última década), un alto endeudamiento público con riesgos crecientes sobre el gasto, la solvencia bancaria por debajo de la media europea y señales de desequilibrio en el mercado inmobiliario. El sector bancario mantiene una elevada rentabilidad, sostenida por los márgenes de interés, pero con una capitalización que progresa lentamente. Por su parte, el sector financiero no bancario continúa ganando peso, con riesgos derivados del apalancamiento y la liquidez. Se mantiene vigente el colchón de capital anticíclico del 0,5 %, con previsión de ampliarlo al 1 % en 2026.