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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 761, de 05/10/1999
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 761



DEFENSA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ALEJANDRO MUÑOZ-ALONSO Y LEDO



Sesión núm. 42



celebrada el martes, 5 de octubre de 1999



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencias de personalidades y funcionarios de la Administración
del Estado, al objeto de informar sobre temas relativos al Proyecto
de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2000. (Número
de expediente 121/000186.) ... (Página 22360)



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Se abre la sesión a las once de la mañana.




COMPARECENCIAS DE PERSONALIDADES Y FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN
DEL ESTADO, AL OBJETO DE INFORMAR SOBRE TEMAS RELATIVOS AL PROYECTO
DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2000. (Número
de expediente 121/000186.)



- DEL SECRETARIO DE ESTADO DE DEFENSA, (MORENÉS EULATE). A SOLICITUD
DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO (Números de expediente 212/002182,
212/000188 y 212/002189), GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE IZQUIERDA
UNIDA (Número de expediente 212/002258), GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR
EN EL CONGRESO (Número de expediente 212/002287), GRUPO PARLAMENTARIO
MIXTO (Números de expediente 212/002155 y 212/002169).




El señor PRESIDENTE: Se abre la sesión.

Damos comienzo a la sesión de comparecencias ante esta Comisión, en
relación con la tramitación del proyecto de ley de Presupuestos
Generales del Estado para el año 2000.

Como habrán podido comprobar, tenemos una apretada agenda de
comparecencias. En principio, vamos a intentar cumplir el horario
establecido de la manera más estricta posible. Nos proponemos que
antes de la hora de comer, fijando la hora de comer para las tres de
la tarde, se puedan celebrar las comparecencias del secretario de
Estado, del subsecretario, del jefe del Estado Mayor de la Defensa y
del jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra. A las 16 horas
reanudaríamos la sesión con la comparecencia del jefe del Estado
Mayor de la Armada. Necesariamente vamos a levantar la sesión a las
16,45, porque los diputados tenemos que acudir a la sesión plenaria
en la que va a estar el presidente de la República francesa.

Reanudaríamos, si pudiera ser, a las 17, 30, y si no a las 18 horas,
como está aquí previsto, para celebrar la comparecencia del jefe del
Estado Mayor del Aire. Debo advertir que aunque figura una
comparecencia del director de la Gerencia de Infraestructura de la
Defensa, se trata de un error porque como ha sido habitual en todos
estos años, tanto la comparecencia con relación al Inta como la
comparecencia con relación a la Gerencia de Infraestructura de la
Defensa las asume el secretario de Estado de Defensa, de quien
dependen estos organismos.

Por tanto, iniciamos la sesión con la comparecencia del secretario de
Estado de Defensa, a quien damos la bienvenida a esta Comisión. Me
parece que es la primera vez que comparece en este período de
sesiones. Tiene la palabra el señor Morenés.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Señor
presidente, señorías, para mi es un honor volver ante esta Comisión a
presentar los presupuestos de Defensa del año 2000, del departamento
al que represento.

Saben ustedes que este presupuesto del año 1999 es todavía el primer
presupuesto del euro. En él se han establecido las políticas
económicas y presupuestarias que habrán de desarrollarse en los
próximos años y en las que se basará el presupuesto que voy a
presentar en este acto, para mediante nuestra incorporación en el
ámbito de la moneda única europea, España pueda conseguir los niveles
de estabilidad y competitividad necesaria para que, su progreso
y para el progreso conjunto con nuestros socios.

Dentro de estas políticas cabe destacar en lo que llevamos de año las
acciones de reducción de déficit público y de disciplina en el gasto
llevadas a cabo por el Gobierno. Ellas han contribuido de manera
fundamental a un crecimiento económico mantenido en tasas muy
elevadas, por encima del 3,5, a un incremento de 5,5 puntos sobre el
PIB respecto al existente en el año 1995, a una evolución favorable
del déficit público, déficit público que ha continuado bajando y que
ha permitido rebajar en 2 décimas el objetivo de déficit para el
presente año, del 1,6 al 1,4. En lo relativo al empleo, en el primer
semestre se ha experimentado un aumento neto del 4,3 por ciento en la
cifra de ocupados y la tasa de paro sobre la población activa se ha
reducido hasta un 15,6, el nivel más bajo desde 1982. Respecto a la
inflación, se ha producido una tendencia alcista, motivada
especialmente por la fuerte subida del precio del petróleo, que
explica que la variación interanual del IPC en diciembre de 1999 se
sitúe en el 2,4, un punto más elevado que en diciembre de 1998 y 6
décimas por encima de la proyección realizada con ocasión de los
Presupuestos Generales del Estado para el año 1999.

Los objetivos marcados por el Gobierno en 1996 se han cumplido con
creces, obteniéndose avances significativos en la corrección de los
desequilibrios macroeconómicos, que permitieron cumplir con holgura
los criterios establecidos para la incorporación a la moneda única en
enero de este año y definieron un nuevo patrón de comportamiento en
nuestra economía. Los presentes presupuestos del año 2000, los que se
presentan en este acto, son una continuación en la línea de
austeridad y rigor emprendida en los últimos años y persiguen dos
grandes objetivos: el primer objetivo es el empleo, que es la clave
de la convergencia real y sobre la que se asienta el presente y el
futuro de las políticas sociales, como pensiones y otras. Al servicio
de este objetivo están, dentro del presupuesto de gastos, las
políticas activas de empleo, de infraestructuras y de investigación
y desarrollo. El segundo objetivo es mejorar nuestro sistema de
protección social y garantizar su futuro. Los presupuestos para el
año 2000, por tanto, seguirán profundizando en la estabilidad
económica, que es el requisito fundamental para el progreso general
de España. Para lograr esta estabilidad convendrá sin duda continuar
reduciendo el déficit, que se situará en el 0,8 del PIB,
prácticamente la mitad que en el año 1999, a final de año. La
inflación se pretende fijar en el 2 por ciento, meta y objetivo que
coincide con el techo establecido por el Banco Central Europeo para
la zona del euro. La tasa de desempleo se situará en el 14,2 por
ciento, lo que sería el mejor resultado desde el año 1981. Y el
crecimiento económico se fija en el 3,7 del PIB, crecimiento igual en
porcentaje al del año actual. La reducción del déficit estatal se
estima posible gracias al fuerte incremento de los ingresos, ingresos
que



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crecerán el 7 por ciento frente a los gastos, que aumentarán el 4,7,
como ya he dicho. El Estado reducirá su peso en la economía, ya que
el gasto público crecerá por debajo del producto interior bruto
nominal, el 5,8 por ciento. Finalmente, la partida destinada a
políticas activas de empleo crecerá más del 22 por ciento, superando
los 800.000 millones de pesetas, y la inversión en investigación y
desarrollo crecerá un 10 por ciento, superando el medio billón de
pesetas.

En relación con el presupuesto de Defensa, siguiendo los criterios
que he establecido previamente de rigor y los principios que informan
los Presupuestos Generales del Estado para el año 2000 y en apoyo de
las prioridades de la política general del Estado, el presupuesto de
Defensa sigue incrementando las disponibilidades del departamento
gradualmente en la medida de lo viable dentro de ese marco de
austeridad y rigor que les he señalado. Así, el presupuesto no
financiero para el año 2000 asciende a 965.000 millones de pesetas,
lo que representa un incremento con respecto a 1999 de un 4 por
ciento, 7 décimas menos que el crecimiento de los Presupuestos
Generales del Estado y 4 décimas más que el crecimiento de la
economía. En cuanto a la relación con los presupuestos generales, la
participación es prácticamente la misma que en la del presente
ejercicio, situándose en el 4,9 por ciento. El esfuerzo principal,
desde el punto de vista presupuestario, continúa, como en años
anteriores, dirigido a financiar los mayores gastos que se derivan de
la profesionalización y modernización de las Fuerzas Armadas en
relación con incremento de los gastos de personal, estando prevista
para el año 2000 una incorporación de 17.500 nuevos efectivos de
tropa y marinería profesional; un mayor volumen de gastos corrientes
en bienes y servicios tanto aquellos de funcionamiento de las
unidades y servicios, como los directamente asociados al personal,
así como los correspondientes a los planes de instrucción,
adiestramiento y de enseñanza necesarios para asegurar la actividad
operativa de las Fuerzas Armadas; un impulso a la inversión a través
de los programas de modernización y mantenimiento de los sistemas de
armas, equipos infraestructura de las Fuerzas Armadas; y la
potenciación de la actividad en investigación y desarrollo del
departamento.

Junto al esfuerzo prioritario por conseguir y completar la
profesionalización, el presupuesto del Ministerio de Defensa para el
año 2000 atiende a los gastos derivados de los otros dos grandes
objetivos de la política de defensa. El primero, la consolidación de
la presencia de España en las organizaciones internacionales de
seguridad y defensa, manteniendo nuestra activa participación en la
OTAN, en la Unión Europea Occidental, en la Eurofor y en la CEUR,
a la vez que se mantienen y fortalecen nuestras relaciones militares
con los países aliados y amigos. En tercer lugar, la promoción y
desarrollo de la conciencia de defensa nacional para alcanzar una
mayor participación de la sociedad en los aspectos de seguridad y
defensa mejorando la imagen de las Fuerzas Armadas e incorporando el
criterio de defensa, dentro del común pensar de la ciudadanía.

Por tanto, desde el punto de vista de las directrices políticas de
defensa y desde el aspecto económico presupuestario, el proyecto del
presupuesto del Ministerio de Defensa para el año 2000 es coherente
con los criterios del programa
de estabilidad establecidos por el Gobierno para el año 1998 al
año 2000, ambos inclusive. Así, se contienen los gastos corrientes en
un moderado incremento del 2,5 por ciento, a pesar de que, como ya se
ha indicado, la profesionalización de las Fuerzas Armadas provoca una
importante presión al alza de los mismos. Esto es posible gracias a
los efectos combinados de las medidas de control y austeridad en la
gestión de recursos adoptadas por el Ministerio y de la
liberalización del mercado en sectores en los que el departamento es
un importante consumidor: combustibles, energía eléctrica,
comunicaciones telefónicas y otros similares. Se realiza un notable
esfuerzo de inversión pública aumentando los créditos del capítulo 6,
inversiones reales, en un 7,1 por ciento respecto al año 1999, lo que
supone contar en este capítulo con 251.661 millones de pesetas,
16.669 millones más que en 1999. Este esfuerzo además se complementa
por dos vías: una, con créditos procedentes de la Gerencia de
Infraestructura y Equipamiento de la Defensa, que además de sus
inversiones en infraestructura aportará aproximadamente unos 12.000
millones de pesetas para la adquisición de armamento y material de
los ejércitos. Y la otra vía se refleja en las ayudas financieras que
el Ministerio de Industria y Energía, como reiteradamente ya conocen,
facilita a las industrias españolas para poner en marcha las
capacidades industriales que hagan frente a los programas de la
fragata F-100, el avión de combate Eurofighter 2000, EFA-2000, y el
carro de combate Leopard. Estos tres programas tienen una
importantísima repercusión en la economía nacional y en las
posibilidades de la industrias de acceder a un proceso de integración
europea que se está realizando en estos momentos y al que de otra
manera hubiese sido imposible acceder. Esta fuente de financiación
especial para el año 2000 se cifra en las siguientes cuantías, que
son: 38.000 millones para la fragata F-100; 91 millones para las
industrias que están involucradas en el avión y para el carro Leopard
10.093 millones.

Simultáneamente, se produce la distribución de los créditos del
capítulo 2 respecto a 1999, de forma que la suma de los incrementos
de conceptos de gasto relacionados con mantenimiento,
profesionalización y actividad de las Fuerzas Armadas supera
notablemente el incremento neto de los créditos de este capítulo en
3.242 millones de pesetas; esto se consigue reduciendo los gastos de
las restantes partidas de funcionamiento gracias a los positivos
efectos de las medidas de austeridad y racionalización de las
adquisiciones que se vienen aplicando en los últimos años.

En cuanto a la distribución interna del presupuesto entre los grandes
centros gestores del departamento, es similar a la de 1999 con una
ligera disminución de los créditos en el órgano central, que pasan de
representar el 28 por ciento del presupuesto del año pasado al 27 por
ciento del 2000 y un aumento de la participación del Ejército de
Tierra, que pasa del 37 al 38. El Estado Mayor de la Defensa, la
Armada y el Ejército del Aire se mantienen en un 1, un 17 y un 17 por
ciento del total respectivamente. En cifras absolutas, el órgano
central recibe 257.047 millones de pesetas; el Estado Mayor de la
Defensa, 13.987 millones; el Ejército de Tierra, 367.348 millones; la
Armada, 163.316 millones y el Ejército delAire, 163.707 millones.




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Analizando con un detalle mayor la naturaleza de los créditos de cada
uno de los anteriores centros y su evolución respecto a los del año
1999, podemos resumir: el órgano central destina el 69 por ciento de
sus créditos a las retribuciones del personal, ya que incluyen tanto
el destinado en sus organismos y dependencias como el del Estado
Mayor de la Defensa, organismos y misiones militares en el extranjero
y personal militar en situación de reserva. El resto de los créditos
se distribuye de la siguiente forma: un 6,85 por ciento para gastos
de funcionamiento, que aumentan en un 2,8 respecto al año 1999 para
modernizar la gestión -por ejemplo, la informática de gestión
incrementa sus créditos en un 20,6 por ciento- y para atender además
los mayores gastos asociados con la profesionalización, como son la
formación y la campaña de publicidad. Un 7,12 por ciento para
transferencias corrientes y de capital a los organismos autónomos del
departamento y para el pago de las cuotas de participación en
organismos internacionales. El 16,54 por ciento para inversiones
reales correspondientes a la totalidad del programa de I+D más
algunos proyectos de modernización gestionados por la Secretaría de
Estado de la Defensa.

El Estado Mayor de la Defensa destina el 11,5 por ciento de sus
créditos a gastos de funcionamiento y el aumento de los mismos en un
8,6 respecto al año 1999 permite financiar los mayores gastos
asociados con su mayor actividad, por una parte, y, por otra, con el
pleno funcionamiento de los dos organismos creados en el año 1999
que, como saben SS.SS., son la Escuela Superior de las Fuerzas
Armadas y el elemento nacional del Cuartel General Subregional de la
OTAN en España. El resto de los créditos del Estado Mayor de la
Defensa, el 88,5 por ciento, se destina a inversiones para
modernización de las Fuerzas Armadas y mantenimiento de los sistemas
bajo su responsabilidad. Los ejércitos distribuyen sus créditos entre
los capítulos 1, 2 y 6. Sobre su reparto y evolución respecto al año
1999, cabe señalar que las características y tamaño de cada ejército
explica que el peso de los gastos de personal sea significativamente
mayor en el Ejército de Tierra, que ocupa el 59,8 por ciento de sus
créditos en este capítulo, que en la Armada sea el 50,6 y en el
Ejército del Aire el 49,2, siendo además el primero el que
experimenta un mayor incremento respecto al año 1999, del 7,7, al
destinarse a él una mayor proporción de entrada de los efectivos de
tropa y marinería profesional.

Algo similar ocurre con los gastos corrientes en bienes y servicios,
cuyos porcentajes respecto al total de los créditos del Ejército de
Tierra, Armada y Ejército del Aire representan respectivamente el
18,2, el 12,9 y el 15,5 de los créditos. En todos los casos los
incrementos destinados a las partidas relacionadas con el
mantenimiento y la profesionalización superan el aumento neto del
capítulo gracias, como ya se ha indicado, a la reducción de las
restantes partidas de funcionamiento. Finalmente, las inversiones en
modernización por primera vez en esta legislatura experimentan en los
tres ejércitos un notable incremento respecto a las cifras de 1999.

Así, el Ejército de Tierra aumenta el 8 por ciento, 5.949 millones;
la Armada un 7,7 por ciento, 4.230 millones ,y el Ejército del Aire
un 8,2 por ciento, 4.359 millones, de pesetas.




En cuanto al capítulo 1, los objetivos de los créditos serán
explicados a continuación por el señor subsecretario del Ministerio
como responsable directo de la política de personal, en consecuencia,
no entraré en él y pasaré directamente a explicarles el capítulo 2,
que corresponde a gastos corrientes en los bienes y servicios y
ascenderá en el año 2000 a 132.673 millones de pesetas. Hay que
señalar que los gatos corrientes en bienes y servicios del Ministerio
de Defensa representan un 38 por ciento del conjunto del subsector de
Estado y está destinado a atender las necesidades básicas y sobre
todo operativas del personal y unidades de los ejércitos. La política
del departamento en relación con estos gastos de funcionamiento ha
seguido desde los pasados años las líneas directrices del Gobierno,
estableciendo su propio plan de austeridad para conseguir una
reducción sustancial de los mismos a través de mejoras en los
sistemas de gestión, centralización de adquisiciones y aplicación
intensiva de la contratación plurianual, que tan buenos resultados
está dando en las áreas de alimentación del personal, vestuario y
combustibles, y recientemente en gastos de viaje mediante la
contratación de estos servicios a través de una agencia de viajes, lo
que entendemos que podrá suponer un ahorro para el departamento de
aproximadamente un 10 por ciento en los gastos totales por este
concepto.

La esencial vinculación de los créditos del capítulo 2 con la
actividad y capacidad operativa de las Fuerzas Armadas obliga a
contemplarlos de forma distinta a como se hace en otros
departamentos, siendo necesario asegurar un nivel de financiación
suficiente para que no se vea perjudicada la capacidad y actividad
operativa de las Fuerzas Armadas, así como los niveles de calidad de
las instalaciones y servicios utilizados por el personal, mucho más
cuando la creciente profesionalización de la tropa y marinería
atiende a mayores exigencias respecto a la calidad de estos servicios
e instalaciones. Por las razones anteriores, el presupuesto del año
2000 se incrementa en 3.242 millones de pesetas, el 2,5,
concentrándose los aumentos en aquellos conceptos relacionados
fundamentalmente con la profesionalización, el mantenimiento y la
instrucción y adiestramiento del personal de las Fuerzas Armadas;
entre ellos, trabajos de otras empresas y profesionales,
mantenimiento de las infraestructuras, publicidad y propaganda,
suministro de material, dietas, etcétera. Entre las reducciones cabe
destacar las de consumo: agua, luz, teléfono, y vestuario de
personal, debido esta última a la disminución del personal de tropa y
marinería.

El capítulo 4, transferencias corrientes, incluye, como en los años
anteriores, la subvención para la acción social del personal del
Ministerio, que aumentan al hacerlo la tropa y marinería profesional
con derecho a estos beneficios y las cuantías asignadas respecto a la
masa salarial. Las transferencias a organismos internacionales de
seguridad y defensa, que disminuyen en 1.714 millones de pesetas como
consecuencia del reajuste en el cálculo de las cuotas de
participación en dichos organismos y por el traslado al capítulo 6 de
nuestra contribución a diversos programas internacionales de
inversión asociados con nuestra pertenencia a la OTAN, como el de los
aviones de alerta temprana y la infraestructura. Las subvenciones del
Ministerio de Defensa a sus organismos autónomos ascienden a 5.239



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millones de pesetas, es decir, 2.321 millones menos que en el año
1999, debido principalmente a la supresión de la transferencia al
Invifas ante los mayores ingresos de este organismo como consecuencia
de los nuevos cometidos asignados en la Ley de medidas de apoyo a la
movilidad geográfica de los miembros de las Fuerzas Armadas. Yotras
subvenciones a organismos e instituciones sin fines de lucro
relacionados con las Fuerzas Armadas, entre ellas destaca la
subvención de 40 millones de pesetas al recién creado Real Instituto
Español de Relaciones Internacionales. El total de las transferencias
corrientes para el año 2000 asciende a 11.685 millones de pesetas, un
23,4 por ciento menos que en 1999, por las razones explicadas.

En el capítulo 6, de inversiones reales, se produce un aumento de
16.669 millones de pesetas, lo que representa un incremento del 7,1
respecto a la dotación económica de 1999, hasta totalizar los 251.661
millones de pesetas. Las líneas de actuación en la distribución entre
los diferentes programas presupuestarios han venido guiadas por los
siguientes criterios: iniciar un reducido número de nuevos programas
que complemente los ya en proceso y mejore la operatividad de los
ejércitos; incrementar ligeramente las inversiones en investigación y
desarrollo al objeto de seguir en la línea de mejora de la capacidad
tecnológica a medio y largo plazo; aumentar en lo posible las
asignaciones para mantenimiento de los sistemas de armas y servicios,
tratando de alcanzar progresivamente unas cantidades ajustadas a las
necesidades. Las cantidades que se aportarán vía la Gerencia de
Infraestructura y Equipamiento de la Defensa son de 20.800 millones
de pesetas para nuevos programas de armamento y material e
infraestructura. El reducido incremento presupuestario a las
inversiones directas para la defensa se sigue compensando con la
colaboración que aporta el Ministerio de Industria vía la
financiación de las capacidades de las industrias involucradas en los
programas citados.

En cuanto al programa presupuestario de modernización, las cifras
asignadas han aumentado para el próximo año en un porcentaje de 6,5
por ciento. El importe dedicado a esta actividad es de 134.643
millones de pesetas, lo que supone un incremento de 8.209 millones de
pesetas respecto a 1999. En una primera distribución entre sectores
industriales, aspecto absolutamente fundamental a la hora de dotar a
las Fuerzas Armadas de armamento y material, la modernización
repercute en el sector electrónico con el 24,5 por ciento, en
aeronaves con un 18,8 por ciento, en municiones en un 17,2 por
ciento, en vehículos terrestres en el 14,8 por ciento y en los buques
en el 10,3 por ciento, y la infraestructura alcanza el 9,1 por ciento
del presupuesto. En unos primeros cálculos, el 64,8 por ciento del
total de las inversiones se contratará directamente con la industria
nacional, mientras que el 35,6 por ciento se deberá adquirir en el
extranjero, aunque esta última cifra sufrirá las lógicas
modificaciones finales al tener en cuenta la política de
compensaciones alcanzada en el caso de las importaciones del
Ministerio y considerar las subcontrataciones que deban efectuar las
empresas españolas en el extranjero para la adquisición de
componentes y equipos a integrar en sus propios equipos.

Los programas específicos de cada ejército serán presentados por los
respectivos jefes de Estado Mayor. Por lo
tanto, solamente voy a hablar sobre la ejecución presupuestaria de
los años anteriores y de éste y señalar a SS.SS. que se han obtenido
los niveles de ejecución presupuestaria más altos de los últimos diez
años en el presupuesto de Defensa, alcanzándose cifras que superan a
veces hasta el 99 por ciento.

En relación al órgano central sí debo decir que deben destacarse las
inversiones hace ya tiempo iniciadas en la guerra de la electrónica
del programa Santiago, el sistema conjunto de telecomunicaciones SCTM
y el sistema de comunicaciones militares vía satélite Seconsat e
Hispasat. También debe destacarse la financiación del Cuartel General
Subregional de la OTAN en Madrid, programa que deberá repercutir
sobre los fondos que la OTAN dedica a infraestructura de uso común y
compartido para los países integrados en la Alianza Atlántica. Dentro
de los presupuestos del órgano central se incluyen los del Centro
Superior de Información de la Defensa, que, excluidos los gastos de
personal, ascienden a 4.900 millones de pesetas. Esta cifra supone un
incremento del 2,3 por ciento respecto al año 1999, que, junto a la
reducción de gastos generales, permite aumentar los créditos
destinados íntegramente a potenciar los medios informáticos y su
mantenimiento y aumentar las dotaciones para la acción social del
personal, acercandose a los niveles recomendables para la
Administración pública.

En cuanto al mantenimiento, debe destacarse el sostenimiento recogido
en el programa 214 de los presupuestos, adquiriéndose los repuestos
de los fabricantes de los sistemas originales y contratándose los
servicios de mantenimiento mayoritariamente con empresas españolas.

Las asignaciones presupuestarias dedicadas a esta actividad han
recibido un importante incremento, pasando de 74.485 millones de
pesetas a 82.252 millones de pesetas, lo que representa el 10,4 por
ciento destinado a proporcionar el nivel de operatividad necesario
para la fuerza. Se continuará con la racionalización de esta
actividad, primero, aumentando al máximo la presencia ya mayoritaria
de empresas españolas y, segundo, con la agrupación de centros
dispersos entre ejércitos, además de buscando una mayor participación
de la industria civil en aquellos casos donde no exista un destacado
interés estratégico para hacerlo con las organizaciones militares. El
destino de estas inversiones se mantiene en unas cifras prácticamente
fijas del 25 por ciento para adquisiciones de repuestos originales de
los fabricantes en el extranjero y un 75 por ciento para empresas
españolas.

En cuanto a la investigación y desarrollo, dentro del programa
presupuestario dedicado a la investigación deben destacarse los
siguientes datos: continúan en su etapa final las asignaciones para
el programa de avión de combate europeo EFA-2000, con unas
necesidades para el año 2000 de un total de 12.820 millones de
pesetas, cantidades destinadas al pago de los costes de la
correspondiente fase de desarrollo internacional y a otras
actividades nacionales relacionadas con el mismo. Los programas de I
+ D dedicados a los distintos sectores tecnológicos reciben un total
de 11.275 millones de pesetas, basicamente los sistemas de
comunicaciones y guerra electrónica, los sistemas de mando, control y
simulaciones y los vehículos de combate. En este grupo de programas
los hay de carácter nacional y



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otros menos, de carácter internacional, pero siempre bajo la idea de
invertir en aquellos sistemas que tengan aplicaciones futuras para
las Fuerzas Armadas y repercutan favorablemente sobre la capacidad
tecnológica de la industria española. Queda un tercer grupo de
programas con unas asignaciones de 5.262 millones de pesetas, entre
los que figura los satélites de observación y otro dedicado a
financiar las adaptaciones de los sistemas de comunicaciones por el
cambio de frecuencias asignadas.

El presupuesto de infraestructura del Ministerio de Defensa para el
año 2000 continúa el proceso iniciado en años anteriores de reformas
necesarias para la implantación del nuevo modelo de
profesionalización de las Fuerzas Armadas. Los niveles de asignación
de recursos o de infraestructura vía presupuestos son los que se
señalan. En inversión, 11.265 millones de pesetas, que representa un
incremento significativo del 33,1 por ciento del año 1999, y en
mantenimiento, 14.159 millones de pesetas, con un incremento del 16
por ciento respecto al año 1999. A estos niveles de asignación de
recursos para la infraestructura de defensa vía presupuestos hay que
añadir los recursos obtenidos por la generación de créditos
resultante de la enajenación de bienes inmuebles de dominio público
afectos al Ministerio de Defensa que, como conocen ustedes, gestionan
la Gerencia de Infraestructura y Equipamiento de la Defensa. En este
sentido, el esfuerzo previsto de enajenación para el año 2000
asciende a 20.800 millones de pesetas, de los cuales 10.705 millones
de pesetas van destinados a complementar las inversiones en
infraestructuras arriba señaladas y los 10.095 millones de pesetas
restantes para la adquisición de armamento y material y equipamiento
en virtud del proceso ya iniciado en el año 1999. Estos recursos se
van a aplicar en el ejercicio 2000 atendiendo al criterio básico que
viene gobernando la política de infraestructuras del departamento
desde los comienzos de la legislatura: prioridad máxima para aquellos
proyectos de obras que mejor se identifican con los procesos
asociados al nuevo proceso de profesionalización; que son: mejora de
la calidad de vida, concentración de las unidades y modernización de
la infraestructura disponible para adecuarlo a los nuevos requisitos
del armamento y material. Son varios los planes en este aspecto de
modernización que continúan en su normal ejecución: el Plan Norte y
el Plan de polvorines en el Ejército de Tierra, el Plan de muelles en
la Armada, el programa Simca en el Ejército del Aire y el Plan de
modernización de la estructura periférica del Ministerio en el órgano
central. Los proyectos nuevos que se inician en el año 2000 serán la
construcción del taller del segundo escalón para el nuevo vehículo
Pizarro en el base General Menacho, la remodelación de fosas de
atraque en la Base de submarinos del arsenal de Cartagena y la
construcción de un hangar de mantenimiento (como ejemplo de los tres
ejércitos), de los aviones Hércules T 10 en la base aérea de
Zaragoza.

Por otra parte, se continúa con la acción política de implantación de
sistemas de gestión medioambiental. En calidad de la atmósfera se
invertirán 65 millones de pesetas, en calidad del agua, 331 millones
de pesetas, en calidad de suelo, 30 millones de pesetas, y en gestión
de residuos se invertirán 224 millones de pesetas. De ellos 429
millones de pesetas son financiados por el órgano central y
el resto por los cuarteles generales. Hay que tener en cuenta, dentro
de los presupuestos de infraestructura, los proyectos del
departamento para el año 2000, la próxima incorporación en los planes
de estudio de las escuelas y academias de formación de las escalas
superiores, medias y básicas de la asignatura de medio ambiente, así
como la puesta en marcha de un programa de inutilización de la
munición caducada de las Fuerzas Armadas que sea absolutamente
respetuoso con el medio ambiente, y la elaboración de diversas
auditorías e inspecciones de vertidos en instalaciones tipo de las
Fuerzas Armadas. También debe tenerse en cuenta la integración de
España en la estructura militar de la OTAN, que ha representado para
la infraestructura de la Defensa el comienzo de una nueva etapa. En
este sentido, para el año 2000 está previsto iniciar la ejecución del
proyecto del edificio Cars de la base aérea de Torrejón con una
anualidad de 159 millones de pesetas, y adicionalmente, están
programados fondos por importe de 875 millones de pesetas que
permitirán la total activación del Cuartel General provisional del
Mando Subregional Suroeste de la OTAN en Retamares, así como
financiar los primeros estudios técnicos del Cuartel General
definitivo. Estos recursos de infraestructura OTAN programados para
el año 2000 se incluyen en los Presupuestos Generales del Estado por
segundo año consecutivo y son objeto de una programación diferenciada
co el fin de dar respuesta eficaz y coherente a los mecanismos de
presupuestación diferentes como son el nacional y el de OTAN.

En relación con el capítulo 7, las transferencias de capital,
mantiene similares dotaciones que las del año 1999, 7.663 millones de
pesetas. Estos créditos son el complemento necesario al gasto directo
en proyectos de inversión en organismos autónomos, fondos de
explotación de los servicios de cría caballar y remonta, Instituto
Nacional de Técnica Aerospacial y canal de experiencias
hidrodinámicas de El Pardo.

En cuanto a los organismos autónomos, el total de sus presupuestos
asciende a 148.651 millones de pesetas, lo que representa un
incremento del 8,2 por ciento respecto a 1999. Estos organismos
contribuyen, como conocen ustedes, al desarrollo del programa de
defensa. Así, dentro de las competencias, ya les he ilustrado cuál es
el presupuesto de la Gerencia de Infraestructura y Equipamientos de
la Defensa y del servicio militar de construcciones, que son piezas
básicas de la acción de la defensa. Respecto al canal de experiencias
hidrodinámicas de El Pardo y el Instituto de Técnica Aeroespacial,
mantienen los créditos que se les concedían el año pasado. El
Instituto de Técnica Aeroespacial, capítulo 1, ha experimentado un
crecimiento de 334 millones de pesetas debido al cumplimiento de las
sentencias judiciales que obligan a la transformación de algunos
contratos de personal de obra o servicio determinado para pasar a
laboral y fijo, en una cantidad de 224 millones. En cuanto al
capítulo 2, el carácter restrictivo que hemos aplicado a este
capítulo en todo el Ministerio supone que el crecimiento sea inferior
al 2 por ciento. El capítulo 3 se ha mantenido constante en su valor
absoluto. El capítulo 4 tampoco ha experimentado variación,
manteniéndose, por tanto, en 34 millones de pesetas. El capítulo 6 ha
sufrido una disminución de 200 millones por las razones que he
expuesto en el capítulo 1 de tener que atender a



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otros créditos de ese capítulo con prioridad. Y así crecen
ligeramente las dotaciones para infraestructuras en este capítulo 6
debido al descenso de estas cantidades en el capítulo 2. Crecen
también las dotaciones de los proyectos de inversión, de acuerdo con
las previsiones, en 136 millones de pesetas. El artículo 63 aumenta
en 114 millones de pesetas, destacando la creación del apartado de
100 millones de pesetas para sustitución de equipos en grandes
instalaciones. Crecen y se forman también el Centro de Astrobiología
y los desarrollos de tecnología y cargas útiles. El artículo 65
disminuye en 371 millones los proyectos debido a la financiación del
programa Fedea, por descenso de las necesidades de dicho programa,
así como del equipamiento para la cámara de compatibilidad
electromagnética. El artículo 66 experimenta un aumento de 20
millones, que se dedican a dotar los programas de inversión de
procesos de información. El artículo 67 se reduce en 199 millones por
cuotas menores al sistema de observación de la Unión Europea
Occidental y al desarrollo del lanzador de microsatélites, y el
programa SIVAse incrementa en 40 millones de pesetas para su puesta
al día. También disminuye en 80 millones de pesetas el programa de
minisatélites, debido a la adaptación del proceso de desarrollo. El
programa Intasat disminuirá en 15 millones de pesetas y disminuye en
15 millones de pesetas el programa de tecnologías de la información,
habiéndose concluido la puesta en marcha del Centro de Evaluación de
Tecnologías de la Información.

El capítulo 8, de activos financieros, no presenta variación alguna,
manteniéndose la cantidad de 80 millones de pesetas. En cuanto a las
disposiciones legislativas contempladas en los proyectos de
Presupuestos Generales del Estado y proyecto de Ley de medidas
fiscales, se presenta a la aprobación de esta Cámara, que afecta al
Ministerio de Defensa, la posibilidad durante el año 1999 de
incorporar -como conocen SS.SS. que se suele hacer- al presupuesto de
Defensa los remanentes de créditos comprometidos correspondientes a
inversiones de modernización y sostenimiento de las Fuerzas Armadas,
la ampliación de las competencias del ministro de Defensa para
autorizar generación por ingresos de servicios prestados a ejércitos
de países integrados en la OTAN que hacen sus maniobras en España y
el incremento de las plantillas máximas de tropa y marinería
profesional para permitir la entrada en el año 2000 de 17.500
efectivos netos y poder alcanzar a finales de dicho año los 65.000
millones. Así también, el crédito ampliable para las operaciones de
las Fuerzas Armadas en operaciones de ONU). Conocen ustedes que
tenemos actualmente a estas tropas destacadas en Bosnia-Herzegovina,
en Aviano y en Kosovo, contribución importante, como conocen ustedes,
al servicio de España.

Pidiéndoles perdón por la extensión de mi presentación, doy las
gracias al señor presidente y la doy por terminada.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario de Estado. Por
el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Muchas gracias, señor secretario de Estado,
por su exposición, detallada como cada año. Hay una serie de
cuestiones en las que usted ha entrado en las que no voy a insistir,
y me voy a
concentrar únicamente, por tanto, en algún aspecto general y en
preguntas muy concretas respecto a la gran cantidad de asuntos sobre
los que nos debe informar usted, sobre el presupuesto en general,
sobre la Secretaría de Estado, sobre el Inta y además este año se
incorpora también la Gerencia de Infraestructura.

Usted debe ser consciente, señor secretario de Estado, de que el
control parlamentario, y especialmente el presupuestario, es algo
complejo y difícil para los grupos de la oposición, que no disponen,
como es lógico, de una infraestructura como la que tiene el Gobierno.

Yo quiero trasladarle una queja no tanto directa a usted como para
que la traslade a quien corresponda. Como usted sabe, el artículo 190
del Reglamento del Congreso dice que la respuesta a las preguntas
escritas deberá realizarse dentro de los 20 días siguientes a su
publicación. Veinte días. Las preguntas escritas respecto a
presupuestos son uno de los instrumentos principales que tenemos los
diputados de la oposición. Este año, por casualidad, ha llegado a mis
manos algo que me sospechaba, pero sobre lo que en este momento hay
documentación. En el escrito dirigido por el gabinete del ministro a
uno de los cuarteles generales -aunque creo que se ha enviado a todos
los cuarteles generales- se produce la siguiente situación. La fecha
de salida del Ministerio hacia los cuarteles generales es el 7 de
junio, y se les da la siguiente indicación: Contestación proforma,
con informe detallado, para argumentar la respuesta del señor
ministro a la pregunta que formula el diputado del Grupo
Parlamentario Socialista señor Marsal, antes del 31 de agosto de
1999. Es decir, dos meses después. Evidentemente, si la indicación
para dar respuesta que desde el gabinete del ministro se envía al
cuartel general es de dos meses, es imposible que se responda en los
20 días que señala el Reglamento del Congreso. Le repito que esto no
va dirigido a usted directamente, ya que no tiene arte ni parte en
ello, pero alguien sí tiene arte y parte es una cuestión que nos
preocupa.

Entrando ya en contenidos, el año pasado iniciábamos una reflexión
sobre la comparación de presupuestos y decíamos que lo único que
indicaba era la buena voluntad del Gobierno, que lo que
verdaderamente indicaba lo que había pasado era por un lado, el
presupuesto final al que se incorporaban las bajas, las altas, las
redistribuciones, que es lo que señala realmente la cantidad de
dinero disponible durante aquel año para el Ministerio, y, sobre
todo, para tener una idea de lo que realmente pasaba en cualquier
Ministerio lo más importante era el presupuesto ejecutado, lo que se
establece en los documentos de liquidación del presupuesto. Si
observamos estos elementos, veremos que la situación no es tan
relativamente optimista como podría ser si comparamos únicamente los
presupuestos. No lo digo con un afán de crítica; lo digo únicamente
para que todos sepamos qué es lo que realmente hay y qué es lo que no
hay. Si comparamos el presupuesto de 1998, tanto si lo hacemos en
presupuesto estricto del Ministerio como en presupuesto de ministerio
más los organismos autónomos dependientes de él, y efectuamos la
consolidación correspondiente para no multiplicar cifras,
observaríamos que los porcentajes son muy parecidos. El porcentaje de
incremento de 1999 respecto a 1998 es del 3,27 por ciento en
presupuesto inicial y de un 3,72 por ciento en el consolidado.




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Si observamos el presupuesto final, vemos que esto sufre ya una
rebaja significativa. Comparando los años 1998 y 1999, en el
presupuesto final el incremento se reduce ya en Ministerio estricto
al 2,45 y en el consolidado se traduce en el 2,35 haciendo las
proyecciones correspondientes a este año 1999. Si finalmente
contemplamos la ejecución real de 1999 respecto a 1998, en Ministerio
el incremento de ejecución solamente ha sido del 2,11 por ciento y en
el consolidado únicamente del 10,2 por ciento. Esto quiere decir que
en la ejecución real del presupuesto, lo que realmente se gasta
comparando 1998 y 1999, se observa que no ha habido incremento del
gasto de Defensa sino que incluso ha habido un decremento. Si se
mantiene el incremento del coste de la vida en el 2,4 por ciento, el
incremento de gasto real habrá sido únicamente de un 2,1 por ciento;
por tanto, en términos reales el presupuesto no solamente no habrá
subido sino que habrá bajado ligeramente; si quiere, sencillamente se
habrá mantenido. Lo que ha sucedido en estos años, siendo éste el
último presupuesto, no es que en el presupuesto de Defensa haya
habido un incremento, sino que realmente se ha mantenido.

Evidentemente ha sido, y así lo reconozco, un avance respecto a
presupuestos anteriores, justificados por situaciones económicas
distintas. No había tanto un incremento de mantenimiento, sino que
incluso podía haber un descenso, aunque comparando presupuestos
cerrados tampoco era tan elevado como parecía a simple vista. Este es
un primer elemento que creo tenemos que tener en cuenta.

El segundo elemento es la comparación que cada año hacemos de los
gastos que se dedican a profesionalización y a modernización, sobre
todo poder hacer una comparación con los trabajos que hacemos en la
Comisión mixta para ver cómo se está llevando a cabo la realización
de ambos proyectos. Este año se mantiene más o menos la relación
respecto al año 1999 entre gastos de profesionalización y gastos de
modernización. En el año 1999 los gastos de profesionalización
supusieron el 58,23 por ciento y este año el 58,15, aproximadamente
el mismo porcentaje, mientras que los gastos de modernización en 1999
fueron el 41,77 por ciento y este año representan el 41,85 por
ciento, siendo una muy pequeña mejora la que se realiza respecto
a modernización. Sin embargo, si comparamos con las previsiones que
habíamos trabajado, que únicamente eran indicios y previsiones, vemos
que cada año se acentúan las desviaciones respecto a los que son los
presupuestos y respecto a las posibilidades que manejábamos en la
Comisión. Así, para el año 2000, si comparamos lo que podíamos prever
y lo que realmente tenemos en los presupuestos, hay una diferencia de
menos 68.500 millones, que sobre todo afecta a la modernización. En
modernización la diferencia es que este año dedicamos 48.400 millones
menos de lo que podía ser previsible en aquellos trabajos que
hacíamos en la Comisión, que evidentemente no tenían carácter
vinculante ni mucho menos, pero que sirva únicamente de indicación
para ver realmente el camino que se ha estado siguiendo durante estos
cuatro años. Ha habido un avance importante y significativo en la
profesionalización en su sentido más estricto, siendo otra cosa la
gestión, aspecto al que tal vez hagamos una referencia luego; en
cambio no ha habido un proceso profundo de modernización, que
evidentemente ha sido compensado con las ayudas
procedentes de Industria. Sin embargo éste es un espejismo para
los presupuestos de Defensa, presupuestos que en el año 2003 van a
explotar, si me lo permite, teniendo en cuenta que los presupuestos
de Industria dejarán de tener un peso aplicable a las industrias de
Defensa; en cambio el Ministerio de Defensa tendrá que asumir ya los
costes para pagar a las empresas.

Respecto al tema del gasto de personal en general, quisiera decir sin
entrar en detalle en ello ya que esto corresponde a la siguiente
comparecencia, que como en el año anterior me da la impresión de que
el aumento del presupuesto del personal está muy ajustado. Se aumenta
en casi 21.000 millones de pesetas. Se van a producir algunas
reducciones de costos: 2.000 millones menos en reserva, unos tres mil
y pico millones en reemplazo, es decir unos 6.000 millones menos. En
cambio, a mí me salen unas subidas importantes respecto al aumento de
personal: por un lado, unos 17.000 millones para consolidar los
17.500 que han entrado este año más unos 7.000 para los cuatro meses
previstos de media para los 17.500 que van a incorporarse este año y
unos 10.000 millones para la subida de sueldos de todo el personal.

Por tanto, unos 33.000 millones de aumento con unos 6.000 menos. Creo
que puede haber cierto desfase de alrededor de unos 10.000 millones
en los costes de personal.

Voy a formularle ahora una serie de preguntas concretas respecto a
los presupuestos. Se nos dice que en estos presupuestos uno de los
elementos importantes, al igual que en otros años, es el referido al
incremento de conciencia nacional de Defensa, y que por tanto se
aumenta el presupuesto del Instituto de Estudios Estratégicos. Sin
embargo, esto no aparece en los presupuestos de forma diferenciada,
por lo que le pregunto en cuánto ha aumentado y en qué conceptos el
presupuesto destinado al Instituto de Estudios Estratégicos.

Usted ha afirmado en su intervención que se había creado el Instituto
de Estudios Exteriores, al cual se le destinan, según consta en los
presupuestos, unos 40 millones de pesetas. La expresión exacta que ha
utilizado ha sido que se destinaban al recién creado Instituto de
Estudios Exteriores y yo quería preguntarle cuándo se ha creado dicho
instituto y dónde, ya que nosotros no tenemos noticia de la creación
efectiva del mismo. Nos han llegado algunos rumores sobre su
creación, hemos visto que en el presupuesto de Defensa se asignan 40
millones y en el de Exteriores otros 40 millones; sin embargo, no
tenemos constancia de que se haya creado y yo quería preguntar si
realmente se ha creado o no. Si esto es así, creemos que un tema como
éste no puede hacerse sin el consenso con los partidos de la
oposición o al menos con el principal partido de la oposición. Si
queremos crear un instituto realmente potente de cara al exterior,
o se hace con consenso o puede ocasionar graves problemas. También me
gustaría preguntarle si estos 40 millones que se destinan a este real
Instituto Español de Valoraciones Internacionales, esté creado o no,
van a significar un detrimento en las subvenciones que se daban a
otras entidades, como pueden ser el Incipe, el CERI, etcétera, que se
dedican a estos estudios.

La siguiente pregunta se refiere a un tema no estrictamente
relacionado con los presupuestos, pero que afecta a cuestiones
presupuestarias de Defensa. Hace unos días laSala Sexta del Tribunal
de Justicia de la Comunidad Europea



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condenó a España por unos asuntos relacionados con la aplicación y no
aplicación del IVA a la importación y exportación de materiales de
defensa con países de la Unión Europea, sentencia que yo no he podido
leer en su sentido literal. Parece ser que algunas de las
irregularidades o las no adecuaciones que se hacían en la aplicación
del IVA, tema que había sido discutido muchas veces sobre todo con
las propias empresas, a partir del 1.o de enero de 1993 se
corrigieron; sin embargo yo querría preguntarle si han comprobado
realmente con el tenor literal que tenga la sentencia si en este
momento la aplicación del IVA a la exportación e importación de
materiales de defensa se adecua ya a las normas de la Unión Europea.

En las transferencias a organismos internacionales, aparecen como
cada año una serie de transferencias. Sin embargo este año no
aparece, y otros años tampoco, ninguna transferencia a Euromarfor.

Sabiendo que Euromarfor está ya en marcha, nos preguntamos si no
supone un coste o si no debería aportarse una cantidad a Euromarfor.

Respecto a las aportaciones a OTAN, en este año ya ha habido un
cambio de partida. Concretamente se dieron de baja en las
aportaciones previstas para OTAN 1.121 millones, que se dedicaron a
indemnizaciones por el incendio del campo de tiro de El Teleno;
cambio que supongo al señor Meyer le satisfará mucho. (Risas.)
Querría preguntarle cuál es el motivo exacto de este descenso -aunque
usted ha avanzado algo en su exposición-, que por otro lado vemos se
mantiene en los presupuestos para el año 2000, teniendo en cuenta
incluso esta diferenciación que hay entre lo que está en el capítulo
4, transferencias, y lo que figura en el capítulo 6 de inversiones.

Respecto al tema de las aportaciones en operaciones de paz, que
aparecen en el concepto 228 como ampliable, como cada año se designan
10 millones de pesetas. Todos sabemos que esta cantidad no es real y
tiene que incrementarse; por ejemplo en este año ya se ha
incrementado a mitad de año en 19.000 millones, y la previsión es que
hasta final de año se va a tener que incrementar en una cantidad
significativa. ¿Por qué seguimos con esta ficción? Entiendo los
criterios pragmáticos respecto a la negociación del presupuesto con
Economía. Sin embargo, después de tantos años y con la previsión de
lo que realmente está sucediendo, ¿no sería bueno encontrar ya una
formula que permitiese que realmente apareciese consignada en
presupuestos una cifra más razonable para lo que van a ser gastos en
operaciones de paz?
Por otro lado, querría preguntarle algo. Sabe que este año ha habido
un debate sobre la aplicación a esta partida de la primera parte de
la operación Kosovo, cuando aún no contaba con el mandato ONU. ¿No
habría sido éste un buen momento para en el presupuesto del año que
viene desagregarla en dos partidas distintas, una para operaciones
ONU y otra para otro tipo de operaciones en el caso de que pudiesen
darse? Con ello nos evitaríamos ciertos problemas de debate político
y presupuestario respecto a este tema.

Por otra parte, siendo éste un gasto que tenemos que calificar de
gasto operativo de las Fuerzas Armadas, sigue apareciendo dentro del
programa 211.A, de administración y servicios generales de la
defensa. ¿No sería ya el momento de que esta consignación se imputase
al programa 212.A,
de gastos operativos en las Fuerzas Armadas? Sería mucho más realista
y los presupuestos reflejarían mucho más la realidad, teniendo en
cuenta que no hablamos de cantidades pequeñas. Si este año llegamos a
unos 40.000 millones en esta partida estamos hablando casi del 5 por
ciento del presupuesto de Defensa; por tanto, son cantidades
significativas.




Respecto a este tema, el Tribunal de Cuentas en el último informe
publicado el 1 de julio de 1999 sobre fiscalización de los gastos de
operaciones de paz, realizaba una serie de estudios y sobre todo una
serie de recomendaciones. Unas recomendaciones respecto a la
imputación de gastos y otras respecto a la gestión de estos gastos, y
hacía una serie de consideraciones en las que no voy a entrar en este
momento. Únicamente voy a preguntarle si se han tenido en cuenta
estas recomendaciones del Tribunal de Cuentas y si se han introducido
ya en la presupuestación y en la gestión de los gastos de operaciones
de paz.

Respecto al proyecto Helios II, en el año 1999, en este proyecto y
dentro del programa de I+D, había consignados 3.866 millones. Hasta
el 30 de junio, en este proyecto se han realizado cuatro
modificaciones; cuatro modificaciones que no dejan de ser algo
curiosas. Por un lado, en la primera se subieron 68 millones; en la
segunda se bajaron 89 millones; en la tercera se bajaron 99 millones,
y en la cuarta se bajaron 464 millones; en total se han bajado
alrededor de 550 millones en esta partida. Sin embargo, en el año
2000 hay consignados 4.211 millones, es decir más que los consignados
en el año 1999. ¿Qué pasa con el programa Helios II? ¿Qué decisión va
a tomar el Gobierno respecto a una participación, definitiva o no, en
el Helios II, cuál es la política de participación en el Helios II y
su aplicación en minisatélites? Éste es un tema importante desde el
punto de vista de la defensa. No creemos que sean dos programas
incompatibles, pueden ser compatibles y cada uno tener su función,
pero también es un tema importante para las industrias de defensa,
para la industrias aeroespaciales que están en la duda respecto a lo
que va a suceder. Para algunas de estas industrias estos dos
proyectos son fundamentales en sus aspectos espaciales de inversiones
en industria espacial. Hay que salir de la duda, hay que tomar una
decisión. No sé si se ha tomado ya porque la gestión de estas cifras
es contradictoria y nos gustaría que usted pudiera ampliarnos algo
más en este aspecto.

Con esto acabo en lo que se refiere propiamente al presupuesto de
Defensa en sentido estricto, para entrar en el presupuesto del Inta y
en el presupuesto de la Gerencia de Infraestructuras.




El señor PRESIDENTE: Señor Marsal, le agradecería que fuera lo más
sintético posible.




El señor MARSALMUNTALÁ: Voy a ser lo más sintético posible, teniendo
en cuenta que subsumimos tres comparecencias en un sola, pero voy a
ser rápido en la formulación de las preguntas.

En el tema del Inta tenemos que transmitirle que existe cierta
preocupación dentro del centro, como usted sabe, pero también por
parte nuestra. Por un lado está la situación jurídica futura del Inta
dentro del marco de la Lofage,



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que sigue sin definirse, y además con un elemento nuevo que ha
aparecido este año. Este año se creó la Fundación de centros de
investigación y tecnología aeroespacial, los Citae, que parecía iban
a tener un juego importante en la política de inversiones y en la
gestión del Inta. Sin embargo, en los presupuestos del Inta no vemos
ninguna cantidad asignada que pueda relacionarse con Citae. Por eso
querríamos preguntarle qué pasa con los Citae, qué pasa en su aspecto
presupuestario.

Otro elemento que nos preocupa es el grado de ejecución de ingresos y
gastos. En los ingresos por operaciones comerciales había un
presupuesto de 2.768 millones. A 30 de junio no había reconocida ni
una sola peseta, grado de ejecución cero por ciento. En los gastos
totales - ya no en los ingresos- a 30 de junio únicamente se había
ejecutado el 24,06 por ciento, y en los gastos de inversión del
capítulo 6, solamente el 7,99 por ciento. Son cifras exageradamente
bajas. ¿Qué pasa en la gestión del Inta, qué está pasando? Estamos
preocupados, le queremos transmitir esta preocupación, para ver si
nos puede explicar qué está pasando.

En cuanto a inversiones, bajan las inversiones -usted lo ha dicho- y
sobre todo bajan aún mucho más sobre la previsión que había en años
anteriores. En años anteriores estaban previstos 6.158 millones de
inversión, la inversión real prevista es de 3.555 millones, y con el
grado de ejecución con que se está realizando. ¿Qué pasa?
Concretamente, ¿qué pasa con el proyecto Capricornio? Parecía que era
un proyecto abandonado, había inicialmente 890 millones en el
presupuesto para 1999 que se ha ampliado a lo largo del año a 1.133
millones, lo cual parece indicar que es activo, y se han gastado 430
millones. Para el año 2000 hay 750 millones. ¿Sigue vigente este
programa? Parece que sí, pero ¿en qué sentido?
Respecto al centro de astrobiología que se creó el año pasado, se
dota a través de dos partidas, en 320 millones de pesetas. Los gastos
de este centro tendrían que ir en gran parte financiados por
aportaciones de los fondos de la Unión Europea, y sin embargo no
vemos en el presupuesto ingreso alguno previsto de la Unión Europea.

¿Finalmente, en qué situación se encuentra y cuál es la evolución del
proyecto SIVA?
Respecto a la Gerencia de Infraestructuras hay una serie de datos
sobre ingresos que se dan oficialmente que no coinciden exactamente
con los datos que aparecen en el presupuesto. Por ejemplo, en 1998,
en la Revista de defensa y en las declaraciones realizadas por
autoridades del Ministerio, se dice que se reconocieron 22.500
millones; sin embargo, en la liquidación de presupuesto aparecen como
reconocidos únicamente 17.864 millones, una diferencia de casi 5.000
millones. ¿A qué se debe este desfase entre lo dicho públicamente
y lo que aparece en la liquidación? Y lo que tal vez sea más
preocupante, el cobro real ha sido únicamente de 11.691 millones, en
1998. Respecto a 1999, la previsión que se hace en las declaraciones
es de 24.800 millones; sin embargo, en la previsión de liquidación de
presupuesto, la cantidad es de 13.270 millones; por tanto, existen
ciertas divergencias que desearíamos que nos aclarase.

Igualmente, quiero preguntarle por qué se siguen presupuestando a la
baja los ingresos por enajenaciones, ya que esto da lugar a una serie
de problemas presupuestarios. Uno
de ellos es que, por ejemplo, cada año van aumentando en los ingresos
las cantidades procedentes de remanentes del presupuesto anterior,
elemento que seguramente indica algunos problemas de gestión que
deberían corregirse. En el primer semestre de 1999 ha habido un bajo
nivel de derechos reconocidos por enajenación de patrimonio,
únicamente el 23 por ciento, y en lo que corresponde a las
obligaciones reconocidas por inversiones no llega al 20 por ciento.

Por tanto, tenemos también un desfase importante en este campo.

Finalmente, quiero hacerle una pregunta que tiene relación con el
tema de las privatizaciones. Para los ingresos de la Gerencia de
Infraestructuras, y por tanto lo que la misma podía gestionar, se
fijaban también los futuros ingresos que se podían obtener a través
de la privatización de empresas de defensa que tenían patrimonio
perteneciente al Ministerio de Defensa. La pregunta es: ¿qué realidad
y qué previsión hay respecto a estos posibles cobros por parte de la
Gerencia de Infraestructuras sobre instalaciones, sean de Indra -que
ya se ha privatizado-, sean de CASA, sean de Santa Bárbara -que
parece va a privatizarse este año 1999- o sean de Bazán, para la cual
no hay una previsión? Además, en unas declaraciones que hacia el
director general de infraestructuras, aparecía un elemento nuevo, que
yo no he sabido ver en la modificación de la Ley de gerencia de
infraestructuras y equipamiento de la defensa, y decía que a parte de
valorarse los equipos materiales, las instalaciones y los edificios,
se tendría que hacer también una valoración del know how -el saber
hacer- que cada una de estas empresas había adquirido a lo largo de
los años y eso debía tener una valoración económica que también tenía
que cobrarse. ¿Qué se ha hecho a este respecto? ¿Cómo se ha valorado
el know how que había adquirido Indra a lo largo de estos años y qué
ingresos ha significado? ¿O ésta era únicamente una declaración
filosófica y genérica pero que no tiene ni va a tener ninguna
presencia en los presupuestos generales de la Gerencia de
Infraestructuras?
Gracias, señor secretario de Estado. Sé que he sido largo, pero había
mucho material para ello.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida, tiene la palabra el señor Meyer.




El señor MEYER PLEITE: Muchas gracias, señor secretario de Estado por
su información, como siempre completa.

He seguido atentamente su exposición, como no podía ser de otra
manera, y hay una cosa que comparto plenamente: que son unos
presupuestos coherentes. Efectivamente, son unos presupuestos
coherentes desde el punto de vista de un determinado modelo de
seguridad y de defensa que el Partido Popular y su Gobierno nos han
planteado desde el principio de esta legislatura. Recuerdo la primera
intervención del ministro al inicio de la VI Legislatura, en la que
planteó que el objetivo fundamental del Gobierno era incrementar los
gastos de defensa, entendiendo que España estaba en la cola en
relación al índice de gasto de defensa y que nos tendríamos que
situar a la cabeza. En aquella ocasión, el señor ministro relacionaba
el índice de desarrollo de un país, de una nación, con la capacidad
de su gasto de defensa, de manera que cuanto más gasto de



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defensa más desarrollado estaría un país. Ya en aquella ocasión
planteamos en la comparecencia que nuestra posición era radicalmente
contraria, es decir los países que más gastan en defensa suelen ser
desgraciadamente los más subdesarrollados. Creo que son coherentes,
porque a partir de esa primera intervención del ministro de Defensa
ustedes han tomado más iniciativas y más decisiones políticas:
nuestro ingreso en la estructura militar de la OTAN, vulnerando el
referéndum de 1986; la aprobación de la intervención armada en
Yugoslavia sin consentimiento de la Cámara y al margen de Naciones
Unidas, y finalmente su ratificación de la cumbre de Washington sobre
el nuevo concepto estratégico de la OTAN, rubricado sin contar con el
apoyo de esta Cámara, es decir ha sido una decisión del Ejecutivo en
un tema tan importante como la decisión del nuevo marco de actuación
en el marco de seguridad y las posibilidades de intervención dentro
de la OTAN para el próximo siglo XXI. Son un conjunto de decisiones
que ustedes mismos han tomado, sin que nosotros pudiéramos
intervenir, decidir, ni votar, y esas decisiones traen como
consecuencia un determinado modelo de ejército profesional, desde
nuestro punto de vista sobredimensionado. Desde ahora, ese modelo de
ejército profesional y esos compromisos internacionales a partir del
nuevo concepto estratégico van a tener que ir incrementando este
presupuesto hasta el 2003, año en el que se podría llegar a una
cantidad en torno a 2 billones de pesetas de gasto de defensa.

Como todos los años, tenemos un problema cuando se presentan los
presupuestos, y es que el Ministerio y su Gobierno no los presentan
con la metodología estadística estandarizada de la propia OTAN. Eso
nos crea un primer problema, porque es muy difícil y complicado
comparar gastos de defensa si no se estandarizan de acuerdo a la
metodología de la OTAN. Incluso, vamos más allá. A la hora de
plantear el esfuerzo que un país hace en defensa, nos gustan más los
criterios que apunta la cátedra de la Unesco de Barcelona, que viene
a plantear la necesidad de calcular el gasto global. Por gasto global
la cátedra entiende los gastos derivados de las clases pasivas,
incluso la Guardia Civil porque es un organismos militarizado, los
objetores de conciencia, los créditos que concede el Ministerio de
Industria para los programas del avión EFA-2000 y de la Fragata F-
100, las cuotas de asuntos exteriores para la OTAN y la UEO, y los
organismos autónomos. Sumadas esas cantidades, lógicamente no estamos
hablando de 918.807 millones de pesetas, sino de una cantidad que
supera el billón de pesetas para el ejercicio 2000. Ustedes tienen un
problema, y es que efectivamente la sociedad española no es
partidaria de que se suban sensiblemente los gastos de defensa como
se están planteando hasta el 2003. Creo que el 2003 va a ser la
cumbre del gasto, y no con la metodología OTAN sino con la de la
cátedra de la Unesco podríamos estar en torno al 2,16 por ciento del
PIB, por encima del esfuerzo de Canadá o de Alemania. Indudablemente
esto va a ser tremendamente impopular, ustedes lo saben por eso
ocultan parte del esfuerzo de defensa en otros organismos, como el
Ministerio de Industria o investigación y desarrollo, fuera del marco
del Ministerio de Defensa. Este es un debate que indudablemente
tendrá que salir, porque al final la sociedad española tiene que ser
consciente del esfuerzo que ha de realizar para llevar a cabo un
determinado modelo de profesionalización y para un determinado
compromiso de participación en la seguridad internacional, que es el
que ustedes tienen, el que ustedes se han dado y en el que la
soberanía popular no ha podido decidir nada. Nosotros hemos
participado como observadores en la cumbre de Washington y las Cortes
Generales no han podido decidir. Por tanto, por las palabras del
ministro de Defensa del 30 de septiembre de 1997, cuando decía que al
final del proceso de profesionalización el esfuerzo presupuestario
sería de un billón 280.000 millones de pesetas es decir más de un
billón de pesetas para el año 2003, sólo con los datos que ustedes
manejan, es decir no de forma estandarizada con la OTAN o con otros
criterios como el de la cátedra de Unesco, creemos que estaremos en
un incremento absolutamente difícil de digerir por el conjunto de la
sociedad española.

Saben ustedes que nosotros tenemos un modelo de defensa distinto, con
un ejército no sobredimensionado, mucho más reducido y capaz de poder
intervenir en misiones internacionales de interceptación de paz
siempre bajo el mandato de Naciones Unidas, y que eso hubiese
requerido, en el debate que tuvimos en su momento sobre la
profesionalización, un esfuerzo presupuestario menor. Esto no ha sido
así y yo espero que en la siguientes legislaturas la correlación de
fuerzas sea otra y que se pueda plantear la necesidad de ir
reduciendo, no aumentando el gasto de defensa en España, porque el
que España se pueda situar por encima de Alemania o Canadá en el
gasto de defensa no es una noticia muy buena para Izquierda Unida,
todo lo contrario, porque la realidad social es distinta y porque los
índices de cobertura social son distintos, los índices de paro son
distintos, etcétera.

Nos preocupa que en el esfuerzo de I+D en el conjunto de los
Presupuestos Generales del Estado la partida dedicada a programas de
defensa siga siendo la fundamental y no lo compartimos. A partir de
ahí, yo creo que sería interesante conocer -y le pregunto ya con
claridad-, siguiendo el modelo estandarizado que sigue la OTAN a la
hora de la comparación de los presupuestos, de qué cantidad estamos
hablando. Al fin y al cabo, España está en la OTAN, mal que nos pese
a Izquierda Unida pero, si estamos en la OTAN al menos sigamos los
criterios estandarizados para poder comparar presupuestos. Ya no le
digo lo de la cátedra de la Unesco, porque estoy convencido de que
ustedes no seguirían esos criterios.

A continuación le quiero formular una serie de preguntas. La primera
es saber finalmente, porque hasta ahora no hemos tenido ocasión de
conocerlo, cómo se financiaron los gastos de la guerra de Yugoslavia.

En segundo lugar, ustedes habían adquirido un compromiso en el
proceso de la profesionalización, y era incrementar sustancialmente
las retribuciones al personal de remplazo hasta la plena
profesionalización. Tenían ustedes un compromiso, yo creo que además
acertado y justo, porque en este período de transición, en los pocos
años que nos quedan para la plena profesionalización, los jóvenes que
van a hacer este servicio deberían tener la garantía de una
retribución digna. Esto fue un compromiso que ustedes adquirieron,
pero con los presupuestos en la mano no vemos que pueda ser una
realidad, y por tanto la pregunta es si estos presupuestos van a



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garantizar una subida sustancial de las retribuciones del personal de
tropa y marinería de remplazo.

Después queríamos hacer una serie de preguntas concretas sobre los
presupuestos. En primer lugar, en el programa 213.A nos gustaría
conocer qué función va a tener el subproyecto Secomsat. Nos parece
preocupante el aumento en relación a todo lo que significa nuestra
participación en la OTAN, hemos pasado de 12.170 a 18.658 millones
-está ahí el mando regional, etcétera- y creemos que es un incremento
muy importante. Después tenemos una duda que desearíamos nos
aclarara, y es que en el programa 213.A se siguen presupuestando los
subproyectos del vehículo BMR y VEC y el vehículo de combate de
infantería, pero a la vez también se habla del vehículo Centauro,
también de estas características, por un valor de 11.165 millones, y
queríamos saber si es que se terminan ya los programas del BMR y el
VEC para optar por este nuevo vehículo Centauro y saber cuáles son la
orientación y los objetivos de este programa.

Entendemos que en relación a la financiación, en el programa 213.A,
del Fusa Cetme 5,56, se estará hablando del nuevo proyecto de fusil.

Es un tema del que nos gustaría que ustedes informaran, toda vez que
hay ya una decisión tomada de sustituirlo y sin embargo en los
presupuestos sigue apareciendo el Cetme 5,56. Me gustaría que nos lo
aclarara. En relación al programa 542.C, nos gustaría saber, porque
lo desconocemos, a qué se refiere el programa sobre el impacto DCS-
1800. Éstas son las preguntas que quería hacerle, terminando por
donde empecé, es decir creemos que la progresión del aumento del
gasto de defensa en España es totalmente inaceptable para la realidad
social que vive España, y nosotros esperamos que en las próximas
legislaturas haya una correlación de fuerzas distinta que permita ir
rebajando sustancialmente el gasto de defensa.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RÍO: Señor secretario de Estado,
el Grupo Parlamentario Popular agradece un año más la comparecencia
del secretario de Estado en esta Comisión para dar cuenta de lo que
serán los presupuestos generales del año 2000, que suponen un
incremento del 4 por ciento sobre lo presupuestado en el año 1999.

Nuestro grupo parlamentario, ante el máximo responsable del
Ministerio de Defensa, que comparecerá esta mañana y esta tarde ante
este Congreso de los Diputados, quiere hacer una valoración
refiriéndose a que entendemos que este vuelve a ser un presupuesto
riguroso en cuanto a la ejecución y su cumplimiento, coherente con la
política de defensa que proviene de la Directiva de defensa nacional
de este Gobierno y solidario entre los distintos ministerios, entre
los distintos sectores sociales de la sociedad española. Es un
presupuesto riguroso desde nuestro punto de vista, puesto que en la
ejecución y en el cumplimiento de los años anteriores a la vista está
lo que se ha venido realizando; riguroso en cuanto a su ejecución,
porque durante estos años no ha habido ninguna minoración
presupuestaria ni congelación de ninguno de los presupuestos, con lo
cual la
planificación no sólo desde el Ministerio de Defensa y de cada uno de
sus cuarteles generales sino también desde las industrias de la
defensa, ha pasado a disponer de un período de calma y seguridad en
cuanto a sus previsiones de futuro; coherente con la política
dimanada de la Directiva de defensa nacional sancionada por el
presidente del Gobierno, por el presidente Aznar, puesto que se ha
volcado durante estos años, años difíciles y complicados, en los que
ha habido que hacer un esfuerzo importante para cumplir esos
criterios de convergencia que no cumplíamos a la llegada del Partido
Popular al Gobierno, de deuda pública, de inflación o de déficit
público, situado en el 6,7 por ciento en los años 1994 y 1995, y con
unos tipos de interés elevadísimos, una política coherente, decía,
con esa Directiva de defensa nacional, puesto que nos hemos centrado
en lo que era la plena participación española en la Alianza Atlántica
e incorporación a los organismos internacionales, con ese proceso de
adaptación externa que ha culminado, desde nuestro punto de vista, de
manera importante con la inauguración la pasada semana del cuartel
del mando subregional en Retamares, en España, aquí en Madrid, con un
avance importantísimo en el proceso de profesionalización de nuestras
Fuerzas Armadas, con una ley de amplio consenso en el seno del
Congreso de los Diputados y del Senado, con una modernización de
nuestra fuerza que no cesa y con una importante actuación en el
incremento de la conciencia nacional de la defensa, de la necesidad
de la defensa en España, que se traduce en los últimos resultados de
las encuestas oficiales publicadas.

Si a ello añadimos un cambio y un avance en todo lo que supone el
camino hacia lo combinado y lo conjunto, la creación de la Esfas, de
la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, no hace muchos días
también aquí en Madrid, o la ley importante de la venta de las
viviendas militares, un proceso que se esperaba desde el ámbito de
las Fuerzas Armadas, yo creo que es lo que hace que se pueda decir
que este presupuesto, lo mismo que los presupuestos precedentes, es
coherente con una política de defensa perfectamente trazada desde el
Gobierno del Partido Popular. Este Gobierno se ha preocupado muy
mucho de que este presupuesto no fuera sólo por su lado y su
conveniencia, sino que sea también solidario entre el resto de las
políticas sociales, de incremento de trabajo, sanitarias y de
educación, que han crecido durante estos últimos años como no lo
habían hecho en años precedentes.

El Grupo Parlamentario Popular quiere dejar muy claro que ha
respaldado y continuará respaldando la política iniciada por el
Ministerio de Defensa en el año 1996, y que en estos momentos
continúa desarrollándose. Es cierto que el control parlamentario no
es fácil, señor Marsall. Hablaba de que, según el artículo 190, las
preguntas se deben contestar en un plazo de 20 días, y tiene razón,
que hay un documento y que probablemente por el período de suspenso
de la actividad legislativa en los meses de julio y agosto en el
Congreso de los Diputados se ha podido producir algún error, lo
desconozco. Lo que sí puedo decir es que, al día de la fecha,
continuo esperando una contestación del Ministerio de Defensa desde
1991 para aclarar si realmente existía o no un plan altamar, que en
una pregunta se había dicho que no y en otra se había dicho que sí.

Todos sabemos lo difícil que es el control parlamentario. Otros lo
sabíamos



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desde hace muchos años, y ahora con la nueva política y con las
nuevas posibilidades de contacto permanente, no sólo entre grupos
parlamentarios, sino también con el Ministerio de Defensa, se ha
avanzado bastante.

Me llama poderosamente la atención que haya quien, con estos
presupuestos, diga que no sólo no ha habido incremento, sino que se
produce un decremento. Creo sinceramente que se ha producido un
milagro, porque durante estos últimos años, lo único que se ha
producido ha sido una mejora sustancial, anual, con un incremento en
varios de los ejercicios exactamente igual que el crecimiento de la
economía o en algún año incluso superior. Recuerdo, señor secretario
de Estado, que se ha dado un avance importante también, en cuanto a
los gastos de personal, no sólo porque estemos avanzando en la
profesionalización y se estén cumpliendo los criterios y las
previsiones del Gobierno, a pesar de las más agoreras de las
descalificaciones en este sentido que todos hemos tenido que vivir,
sino porque, al día de hoy, el secretario de Estado ha dado un dato
muy importante, y es que tanto la Armada como el Ejército del Aire se
acercan prácticamente, uno en el 50,6 y otro en el 49,1 a los gastos
de personal, lo que hace que esa tendencia que se marcaba al inicio
de esta legislatura se esté cumpliendo.




Lo que no es menos cierto es que el Ejército de Tierra está
realizando un esfuerzo importantísimo de reducción, porque habrá que
recordar también que ni teníamos PEC, ni objetivo de fuerza conjunto
en los años 1992-1994, cuando correspondía que hubo que hacer un plan
norte, no de acuerdo con el PEC ni con el EFC, y de ahí después
derivar a lo que serían los planes estratégicos conjuntos o lo que
sería el objetivo de fuerza conjunto demorado. Probablemente sea el
ejército el que más esté sufriendo en sus carnes este proceso tan
importante que todos nos hemos propuesto llevar adelante de manera
solidaria. Si hay algo que destacar en este momento en cuanto a la
materia de personal es exactamente ese capítulo. De nada sirve decir
que nos encontramos con unas desviaciones de 68.500 millones de
pesetas en este capítulo presupuestario, olvidando que en este mismo
ejercicio presupuestario estamos totalmente vinculados a 70.000
millones de pesetas de la reserva transitoria, que es completamente
obvio recordar de quién depende semejante gestión.

Por lo tanto, en cuanto a gastos de personal, aunque la desviación
puede haber incrementado (todos conocíamos perfectamente que,
derivado del incremento anual de profesionales y derivado de las
políticas de personal que se han seguido desde este Ministerio,
aunque serán objeto de la siguiente comparecencia, no ocurre como
antes que se marchan menos personas de las que ingresan; por un lado
estaban saliendo, por otro lado estaban entrando el doble de
profesionales de los que se marchaban), ha sido una decisión que hubo
que adoptar en esta legislatura y con este Ministerio. Son políticas
inteligentes que darán sus resultados, no a muy largo plazo, porque
en un primer momento es imposible que se produzca, a no ser que
consiguiéramos desvincularnos de lo que son las clases pasivas y la
reserva de los tres ejércitos. Por lo tanto, imposibles no se pueden
pedir. Desde nuestro punto de vista, aquí también se ha avanzado de
manera importante.

Señor presidente, no voy a entrar en profundidad en todos y cada uno
de los capítulos que ha explicado de manera brillante, porque he
visto que lo han recogido y contestado mis compañeros de otros grupos
parlamentarios. Lo que sí quiero decir con toda claridad es que,
entre los años 1990-1995, hubo un descenso real, porque eso ya está
cuantificado, de 46.000 millones de pesetas en los presupuestos de la
defensa, lo que supuso una bajada y un peso en relación con los
presupuestos generales del 5,4 por ciento. Mientras que los
Presupuestos Generales del Estado subían siete billones de pesetas en
esos años, un 53 por ciento, y los presupuestos de defensa
descendieron un 5,3 por ciento, pasando de un peso del 6,8 al 4,08,
los recortes del año 1995 supusieron, además, la pérdida de 3.500
puestos de trabajo directos; un 17 por ciento de los del sector,
y 8.000 puestos de trabajo inducidos (11.5000 puestos de trabajo, más
otros 12.000 del sector de defensa, lo que supuso la pérdida de
23.500 puestos de trabajo), en este momento la reconducción de la
política industrial del Ministerio de Defensa ha supuesto la
renegociación de lo que supuso en un principio lo que iba a ser la
compra directa de unos carros de combate mediante una renegociación
con los alemanes y recuperar para nuestro entorno industrial más del
80 por ciento. La construcción de las fragatas F-100, supuso no sólo
una nueva actividad para la Empresa Nacional Bazán, manteniendo el
empleo, externalizando una deuda de cerca de 136.000 millones de
pesetas, sino modernizar mediante esa política con el Ministerio de
Industria lo que es nuestro grupo de combate de la Armada. Hay que
recordar que estamos metidos en el programa del EFA, con una
inversión importantísima a largo plazo. Todo ello también nos obliga
a recordar que el Helios fue para el Gobierno anterior como el
Pisuerga que pasa por Valladolid: en unas ocasiones abandonábamos el
Helios; llegamos tarde al Helios I; abandonamos el programa del
Helios II; nos metimos en un programa de minisatélites, y en este
momento se da la circunstancia de que, aunque se haya producido una
minoración en lo que ha sido el gasto en el presupuesto de Helios del
año pasado, en ningún caso lo que ha habido ha sido un abandono de
ese programa tan importante, como el Grupo Socialista explicaba aquí
esta mañana, aunque en el año 1995 abandonara de una manera temporal.




En líneas generales, señor secretario de Estado, agradezco las
palabras del señor Meyer en relación con la coherencia del Grupo
Parlamentario Popular y nuestra coherencia en relación con el modelo
de seguridad y defensa, coherencia que, cual frontón, devuelvo al
señor Meyer en cuanto a las posiciones de Izquierda Unida. Es una
coherencia tan permanente y persistente que no ha variado un ápice su
posición, no ya en esta última legislatura, sino en legislaturas
precedentes. Pero se compadece poco el manifestarse en determinados
lugares diciendo: OTAN no, bases fuera, y en otro manifestándose para
que se mantengan los puestos de trabajo de una base como la base
naval de Rota. Se compadece poco decir que hay un gasto global
excesivo en objeción en el Ministerio de Industria para construcción
de las fragatas, y después reclamar que no se pierdan puestos de
trabajo en la Empresa Nacional Bazán. O que no se haga el fusil de
asalto , y que no se pierdan puestos de trabajo en la Empresa
Nacional Santa Barbara.




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O decir que es un gasto excesivo el del EFA , y pedir después que
Construcciones Aeronáuticas, S. A. no pierda puestos de trabajo.

Naturalmente que esta es una política solidaria entre todos los
ministerios y este Gobierno ha mantenido una política coherente y
solidaria.

Señor secretario de Estado, el Grupo Parlamentario Popular entiende,
y termino, que este presupuesto es riguroso, es un presupuesto
coherente, es un presupuesto solidario. Estoy convencido de que es un
presupuesto que a lo largo de esta legislatura ha suscitado más
parabienes, más digamos, valoraciones positivas que negativas. Eso ha
sido posible -estoy convencido- por el amplio consenso que se ha
conseguido a lo largo de estos cuatro años en el Congreso de los
Diputados, tanto en política de personal como en política de
material, o bien en política de viviendas de las Fuerzas Armadas.

Creo que este es un paso más importante hacia la consolidación de lo
que ha de ser un modelo de Fuerzas Armadas del siglo XXI.

Nosotros en esta comparecencia, última de esta legislatura y última
de Presupuestos Generales del Estado de este Gobierno en la VI
Legislatura, entendemos que el Ministerio de Defensa ha cumplido con
el objetivo que se había trazado solidariamente con el Gobierno y
desde luego perfectamente claro en la directiva de defensa nacional.

Nuestro respaldo y nuestro apoyo a estos Presupuestos Generales del
Estado convencidos de que ayudan y contribuyen a seguir avanzado en
lo que es la consolidación de nuestras fuerzas armadas del siglo XXI.

(Los señores Marsal Muntalá y Meyer Pleite piden la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Marsal, ¿a qué efectos pide la palabra?



El señor MARSAL MUNTALÁ: Para formularle dos preguntas metodológicas
al presidente de la Comisión para el desarrollo posterior de esta
sesión.

La primera es saber si este portavoz tendrá que dirigir sus preguntas
en posteriores comparecencias al compareciente o al portavoz del
Grupo Popular, porque parece que va a responder el portavoz del Grupo
Popular y no el compareciente.




En segundo lugar, preguntarle si me he equivocado de Comisión. Creía
que estaba en la sesión de comparecencias de autoridades para
informar de los presupuestos y no en la Comisión de Presupuestos para
debatir el presupuesto con los otros grupos del Parlamento.

Son dos preguntas inocentes, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Contestando con ingenuidad a las inocentes
preguntas de S.S., usted conoce perfectamente el trámite
reglamentario. Usted ha de dirigir en lo sucesivo sus preguntas al
secretario de Estado, lo cual no quiere decir que los grupos cuando
intervienen hagan sus planteamientos ideológicos, que lógicamente
entran en colisión con los planteamientos ideológicos de otros
grupos. Creo que dentro de lo que son los debates habituales de la
Cámara se puede entender así.

Señor Meyer, ¿a qué efectos pedía la palabra?



El señor MEYER PLEITE: A los efectos también de plantear que esta es
una comparecencia con el secretario de
Estado y que yo he sido aludido por el portavoz del Grupo Popular en
un debate que él ha tenido la oportunidad de hacer, yo no porque soy
el segundo en intervenir. Por tanto, lo que pediría es que, con la
benevolencia de la Presidencia, se me diera un turno para poder
replicar a las afirmaciones que ha hecho el portavoz del Partido
Popular en relación a Izquierda Unida.




El señor PRESIDENTE: Creo, señor Meyer, que hay una doctrina
parlamentaria suficientemente acreditada, según la cual sólo se
considerarán alusiones aquellas que hacen referencia a la persona en
concreto del diputado que se siente aludido, pero no a la expresión
de posiciones políticas o a la referencia a las opiniones políticas y
a los puntos de vista políticos de otros grupos. Creo, por tanto, que
reglamentariamente no tienen sentido las alusiones, y menos aún en un
debate de estas características, como es el que estamos celebrando
aquí, que en realidad es, como se ha señalado ya, una petición de
información a las autoridades del Ministerio acerca de determinados
aspectos del presupuesto del año 2000.

Señor Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RÍO: Señor presidente, lamento
haber destapado esta polémica y lo que tengo que decir con toda
claridad es que no he contestado a una sola de las preguntas del
señor secretario de Estado. Simplemente he puesto encima de la mesa
lo que han sido las actuaciones de este Gobierno en comparación con
los últimas actuaciones, que es a las que podíamos hacer referencia.

En todo caso, me he remitido a los términos de coherencia expresados
por Izquierda Unida -desde luego al Partido Popular o al Gobierno
sustentado por el Partido Popular- y no he entrado en absoluto en
ningún tipo de contestación ni a la vulneración del referéndum del
año 1986, ni a la intervención española en Yugoslavia, ni a la
ratificación del nuevo concepto estratégico, donde podría haber
entrado porque hay argumentos políticos de peso para hacerlo.

Simplemente me he referido a las cuestiones que desde el punto de
vista presupuestario ha expuesto el portavoz de Izquierda Unida.




El señor PRESIDENTE: Creo que queda claro, señorías, que estamos en
un debate de comparecencias y que deben ustedes limitar sus
intervenciones a la petición de información sobre los presupuestos
del año 2000. Aunque es lógico que cada uno defienda sus puntos de
vista -lo han hecho, todas SS.SS. y están en su perfecto derecho-,
sería conveniente que en este caso concreto limitaran las
intervenciones, entre otras cosas porque tenemos poco tiempo, a la
petición de información a las autoridades del Ministerio que están
compareciendo ante la Comisión.

Continuamos, por tanto, el desarrollo de la sesión. Tiene la palabra
el señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE DEFENSA (Morenés Eulate): Muchas
gracias, señorías por sus preguntas, que trataré de contestar con la
especificidad mayor que pueda. Aquellas en las que consideren SS.SS.

que no les he contestado con esa especificidad, les ruego



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entiendan que a veces, con los datos que obran en mi poder, no es
posible profundizar.

El señor Marsal, ha empezado quejándose de los procesos de
información derivados de las preguntas que hace esta Comisión al
Ministerio de Defensa. Quizá, sin saber exactamente qué pasó en ese
momento, pero también rogándole que no extrapole de una particular
situación unos generales procedimientos de nuestro Ministerio. Se me
ocurre pensar que la causa esté en que la pregunta se presentó en
julio y que el mes de agosto es inhábil, por eso transcurrrió más de
20 días en contestarse, pero no sé si eso tiene algo que ver con este
asunto. Pero no me sale la cuenta, debo decirlo. Por tanto, estoy de
acuerdo con S.S., pero sí le pido que si ha habido una falta, que la
veré, no trate de concluir de ahí que es el procedimiento habitual de
nuestro Ministerio. Creo que hay otras muchísimas ocasiones en que se
contesta a tiempo y que también deben mencionarse, como debe de ser,
por otra parte.

En cuanto al presupuesto ejecutado, siempre estamos un poco
comparando los principios y los finales. Lo malo es que a veces
comparamos los finales y no sabemos los finales ni del año 1999 ni
del año 2000. Por tanto, en ese procedimiento nosotros tenemos que
presentar el presupuesto del año 2000 y no entrar en valoraciones de
cuánto va a ser el presupuesto de 1999, que, como usted sabe, luego
en el presupuesto ejecutado sí se tienen en cuenta los créditos
ampliables. Siendo algo más concreto, con las cifras que obran en mi
poder, desde los presupuestos ejecutados a partir del año 1996, son
912.000 millones, aproximadamente, en el año 1996; 941.000, en el año
1997; 939.000, en el año 1998 y este año no se lo puedo decir porque
desconozco cuál será el importe total del presupuesto final. Esto
significa claramente un crecimiento sustancial y sensible sobre años
en los que se ejecutaban 775.000, en 1992; 895.000, en 1993; 829.000,
en 1994 y 908.000, en el año 1995. Incluso comparando los
presupuestos ejecutados, las cifras que le acabo de dar, sí se está
produciendo un incremento.

En cualquier caso, le agradezco que me diga que se han mantenido los
niveles presupuestarios, pero creo que ha sido algo más. Además, como
el presupuesto lo que marca es una determinada acción política que se
plasma en unos hechos que estamos realizando, son los hechos los que
nos avalan y no tanto las cifras.

En cuanto a la comparación de los gastos de profesionalización
y modernización, es evidente, y lo explicaba usted, que en esta fase
tenemos que dar una prioridad importante a los gastos de
profesionalización, es decir, aquellos que se derivan de lo que es
más que nada el capítulo 1. Pero no se olvide que los gastos de
profesionalización también tienen que ver con el capítulo 2. Si es
cierto que en el año 2000 los gastos serán 58,42, es también cierto
que si añadimos la parte de material, los gastos no ya de los famosos
programas, que no diré porque entonces sería a favor y no los vamos a
contar -y con esto contesto a otra pregunta que me ha hecho usted-
pero sí desde el punto de vista de las inversiones GID, es decir, de
lo que realmente se va a gastar el año que viene de dinero de la
defensa, estaríamos ya en un 56,44, lo cual no es una posición tan
alejada del 50,50, que es el mandato que el Parlamento nos da en un
determinado plazo de tiempo.

Respecto a los gastos de personal, y sin quererle quitar al
subsecretario del Ministerio su parte en la información en esta
comparecencia, quería decirles que hemos analizado escrupulosamente
las necesidades y los procesos de incorporación el año que viene y
entendemos que con lo que hemos presupuestado es suficiente. No nos
debemos olvidar que el año pasado el estudio nos llevó a otras
conclusiones; por ejemplo, no tuvimos ningún problema en comparecer
ante esta Cámara para decir que las inversiones se tendrían que
financiar por recursos extraordinarios y los recursos ordinarios los
pondríamos ahí. No es nada más que una actitud coherente con el año
pasado y realista con las obligaciones que tenemos comprometidas.

Se ha referido S.S. a que yo he dicho que está creado el Instituto de
Estudios Internacionales. Lamento haberlo dicho. No está creado sino
en fase de creación. Los dineros que se destinan se hace precisamente
para hacer posible esa creación. Además, es voluntad de este
Gobierno, y coincide con la de S.S., que haya el mayor consenso
posible a la hora de crear ese instituto. Por lo tanto, será
debidamente informada la Cámara sobre las intenciones y los proyectos
que tiene el Gobierno en relación con este Instituto.

En lo relativo a la aplicación del IVA, es evidente que se está
aplicando la legislación vigente, que venía derivada de la famosa ley
de dotaciones, que hacía una exención del IVA en algunos aspectos,
salvo aeronaves y buques que están sujetos pero exentos al IVA. Queda
asimilada la importación y exportación de bienes y servicios de la
defensa a cualquier otro bien y servicio que esté sujeto y no exento.

Por consiguiente, le puedo asegurar a S.S. que estamos cumpliendo a
rajatabla desde 1 de enero de 1999 esos principios. La ley de
dotaciones terminó el 31 de diciembre de 1998, como S.S. conoce.

En relación a las transferencias, organismos internacionales
y aportaciones a OTAN, me consta que las aportaciones a OTAN disminuyen
por lo que ya le he explicado, es decir, porque parte de las
aportaciones a OTAN pasan al capítulo 6 como programas de
infraestructura a través del mecanismo de NSIP, que es el sistema de
infraestructura OTAN, y a la renegociación de las propias cuotas. Por
lo tanto, creo que la disminución obedece a dos criterios:
renegociación, por un lado, y traslado de los créditos que antes
estaban en cuota a lo que es infraestructura OTAN, por otro.

Operaciones de paz. Créditos ampliables. Sin duda, empezamos los
ejercicios presupuestarios con los créditos ampliables en 10 millones
de pesetas, criterio que establece el Ministerio de Economía y
Hacienda y que a nosotros nos parece un criterio riguroso, no sé si
al principio pero sí en la ejecución, teniendo en cuenta que nosotros
al final recibimos los créditos suficientes para hacer las
operaciones que hacemos.

Decía usted que cómo se financió la operación Kosovo y con qué
criterios. El crédito que financia las operaciones ONU es un crédito
que las limita a operaciones ONU, y mientras no se declaran
operaciones ONU no se utiliza para operaciones que estén fuera de ese
ámbito.

Me preguntaba S.S. sobre el Helios II. Los programas que tenemos para
el año 2000 incorporan la observación del espacio vía Helios I y la
nueva observación del espacio. Sí puedo decir a S.S. que en el
Ministerio estamos analizando desde hace año y medio, a tenor de
nuestras relaciones,



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fundamentalmente, con Hispasat y con la propia Helios, cuál es la
política del espacio a seguir desde el punto de vista presupuestario,
pero sobre todo desde el punto de vista operativo. Es decir, nos
preocupa extraordinariamente saber si estamos consiguiendo los
mejores servicios por los mejores precios y albergamos la duda de que
esto sea así. Por lo tanto, estamos revisando la política de
comunicaciones y observación del espacio. El criterio prudente de que
exista una partida Helios 2 supone que mientras no haya otro tipo de
decisión o alternativa, nosotros seguiremos, precisamente por esa
prioridad que damos a las necesidades operativas, manteniendo lo que
tenga que ser la observación de la tierra desde un programa que en
estos momentos se inicia en Francia y que en España lo habíamos visto
desde hace tres años como una posible continuación del Helios I. En
cualquier caso, medidas prudentes de gestión hacen que cualquiera que
sea la decisión sobre qué sistema de observación de la tierra se haga
en defensa tendrá que tener -y eso ya está presupuestado para el año
que viene- una participación en lo que es el segmento 4 -creo que
éste es su nombre-, que es la organización terrestre de lo que es la
observación de la tierra, sea o no con Helios II, que nos servirá
para tomar una decisión más sopesadamente, una vez que hayamos visto
cuáles son los pros y los contras de cualquier solución alternativa,
tanto para la observación como para la comunicación, y que siempre
irán dirigidas por los criterios de operatividad y por criterios de
gestión económica que son fundamentales, para que esa operatividad
cubra todos los campos que tenemos.

En cuanto a la situación del INTA, le diré brevemente que se ha hecho
una revisión de sus programas a lo largo de estos dos últimos años.

He descrito claramente cuáles son estos programas, en qué disminuyen
y en qué aumentan. Le puedo decir, en lo referente a la duda del
programa Capricornio, que no es que vaya a seguir adelante, sino que
vamos a aprovechar todas las tecnologías adquiridas en lo que fue un
programa que, permítame decirle, fue careciendo con el paso del
tiempo de sentido hasta carecer absolutamente de él como tal.

Nosotros en vez de cerrarlo y apuntar en pérdidas totales la
inversión hecha, lo que hemos hecho es aprovechar las tecnologías
derivadas del programa Capricornio en lo que puedan ser otro tipo de
tecnologías útiles para la defensa.

Sobre el centro de astrobiología, conocen ustedes que va a ser
financiado por fondos Feder, por la Comunidad Autónoma de Madrid, por
el Cesid y por el INTA, en la fase de lo que es puramente inmueble, y
que vamos a ponerlo en marcha este año. En cuanto al SIVA, quiero
decirles que todavía tenemos, y a pesar de algunos percances que
hemos tenido en su puesta en marcha, fe en que este programa pueda
salir adelante en un momento en que este tipo de instrumentos son muy
útiles para el nuevo concepto de la defensa. Estamos buscando
asociarnos con países que tengan estas capacidades con objeto de
poder abaratar el costo de desarrollo del programa y participar en
mercados más amplios.

En lo relativo a la Gerencia de Infraestructura y a los ingresos,
quiero decirle que tenemos presupuestados unos ingresos de 21.538
millones para el año que viene, de los cuales irán a parar a
inversión 20.800. Estos ingresos vienen
derivados: 15.000 millones de enajenación de inmuebles vía
subastas, convenios, amortizaciones de ventas directas y pagos
aplazados y 6.358 de tesorería permanente. Dice S.S. que por qué no
presupuestamos más al alza los presupuestos de la Gerencia de
Infraestructura. Yo lo único que tengo que decir de la Gerencia de
Infraestructura es que cuando nosotros entramos, y permítame en eso
un cierto orgullo, a administrar la Gerencia de Infraestructura
gestionaba 6.000 millones al año y hoy gestiona veintitantos mil.

¿Cuál es el criterio de prudencia? Presupuestar unos niveles
alcanzables. Hay que tener en cuenta las enormes dificultades que a
veces se tienen en aspectos jurídicos y de saneamiento de las
propiedades de defensa y a partir de ahí crear un fondo de maniobra
que nos permita subsanar situaciones imprevistas dentro de un
programa presupuestario -porque a partir de ahora ya saben SS.SS. que
podemos aportar armamento y material vía Gerencia-, sin aportar ese
colchón financiero que tenemos para no perjudicar a los programas de
defensa y a las industria de defensa que acuerdan esos programas,
porque a lo mejor resulta que no llegamos a tiempo, una subasta tiene
algún problema o un alcalde no está dispuesto a firmar un convenio en
un determinado momento por razones que se escapan a la pura gestión.

Tengo una última pregunta, pero que no la he expresado muy bien por
escrito, entiendo que es la participación, el know how que queda en
las empresas de defensa, en los grandes programas. ¿No es esa la
pregunta?



El señor PRESIDENTE: Señor Marsal, aclare la pregunta que le ha
hecho.




El señor MARSAL MUNTALÁ: La pregunta viene motivada por unas
declaraciones del director general de Infraestructuras de hace unas
semanas en las que decía que para obtener ingresos no se
contabilizarían únicamente los materiales, los edificios, sino que
también se haría una valoración del know how que las empresas
hubieran ido adquiriendo. Quería saber si esto se había hecho con
Indra, por ejemplo, que ya se ha vendido y qué previsión había con
las otras o si, al final, no se ha llevado a la práctica esta
valoración del know how.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Secretario.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE DEFENSA (Morenés Eulate):
Efectivamente, nosotros estamos ahora en fase de negociación. Hay que
distinguir entre las empresas. Es decir, las empresas en las que
nosotros tenemos todavía bienes inmuebles son Casa, Santa Bárbara y
Bazán, no así Indra. En Indra teníamos desarrollos conjuntos
o pagados por defensa que tenían que valorarse de una determinada
manera y eso, en Indra, se ha valorado desde una posición estratégica
que mantiene defensa, vía el control de determinadas actividades o
decisiones societarias que pueda tomar la empresa y que puedan
perjudicar los intereses de defensa. En los otros casos, estamos
valorando no solamente los activos inmuebles, sino también
maquinarias y herramientas y know how y, digamos, propiedad
industrial. Estamos en la fase de valoración y creemos



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absolutamente necesario hacerlo porque defensa, el Estado ha gastado
una ingente cantidad de recursos en desarrollar ese tipo de
actividades. ¿Cuál será el final de la negociación? No lo sabemos
todavía, pero, en ese aspecto, lo que defensa quiere no es tanto una
remuneración económica, cosa que sí ocurre en el aspecto de inmuebles
o de maquinaria y herramientas, como el que se garantice una
determinada vinculación de esas empresas con los intereses de defensa
y precisamente la vía de la propiedad industrial puede ser una de las
formas inteligentes de poder abordar programas de futuro.

Paso a contestar al diputado señor Meyer. Respecto a la primera parte
de su intervención, sólo comentarle que, efectivamente, los países
subdesarrollados son los que más gastan en defensa. La razón de esto
no la sé, pero, con un análisis de los presupuestos de defensa de los
países del mundo durante los últimos 30 años, podríamos discernir
cuáles son los países subdesarrollados, o cuáles lo fueron, y cuáles
no. Por supuesto, nuestro presupuesto de defensa progresa hacia una
línea política marcada por el Gobierno y yo creo que eso es bueno
para España. Por lo tanto, el Ministerio de Defensa no solamente
cumple, como es su obligación, sino que participa del criterio del
Gobierno, que, con el consenso de la mayoría de la Cámara, ha puesto
esto en marcha para la defensa del futuro de España.

En lo relativo a la inversión en I+D en defensa, tengo que decir que,
en los últimos 30 años, ha producido los mayores adelantos que se
conocen para la sociedad civil. No quiero decir que nosotros
invertimos en defensa para hacer tecnología de doble uso, es que ese
efecto beneficioso se produce sin que exista la intención. Basta con
pensar en las cosas de que cada uno disfrutamos, en las cosas para la
comodidad, en general, de la sociedad y ver cuál ha sido su origen.

Nosotros siempre buscamos en el I+D no solamente un desarrollo de la
pura capacidad operativa, como es nuestra obligación, sino también, y
que también lo es, el desarrollo de las industrias que atienden a la
defensa, y entendemos que estas industrias, hoy en día, y
precisamente por la caída de los presupuestos de defensa en todo el
mundo, tienen que estar vinculadas a la sociedad civil.

Respecto a la medición de los presupuestos OTAN, el modelo está
estandarizado y España, en estos momentos, está en el 1,3 del
presupuesto OTAN y, por tanto, en la parte más baja en comparación
con el producto interior bruto de un país, que es una de las maneras
de medir, no digo que la única, cómo las naciones o los países
defienden su riqueza, su soberanía y su población. En ese sentido,
los números, la aritmética es dura. Cualquier otra interpretación
podría subir algunos componentes relacionados con la defensa, pero,
incluso de esa manera -porque se ha hecho el ejercicio-, nosotros,
España, está todavía en un nivel en el que creo que habría que hacer
un esfuerzo no solamente por mejorar nuestra capacidad, sino,
fundamentalmente, por ser coherentes con nuestros compromisos
internacionales con los países que están dispuestos a ayudarnos
cuando sea necesario y por crear un escenario de estabilidad, que eso
sí que es progreso para los pueblos que hoy en día están en la cabeza
del mundo, no solamente por criterios económicos, sino de tipo moral.

En ese sentido, a esos pueblos y a esas naciones es adonde España
apunta.

En cuanto a cómo se financiaron los gastos de la guerra de
Yugoslavia, diré que, en principio, se financiaron con créditos del
Ministerio de Defensa que no estaban vinculados a la operación ONU.

En ese sentido, estamos hablando con el Gobierno para ver cómo, al
final, en la ejecución presupuestaria del año, podemos resarcirnos.

Respecto al pago al personal de remplazo, es una decisión del
Ministerio, y creo que muy inteligente -el subsecretario lo
explicará-, el haber dedicado los recursos precisamente a producir
una mayor profesionalización, que es una mayor liberación
precisamente en el sentido de la obligación de cumplir el servicio
militar. Ésa es la decisión que se ha tomado, yo creo que con gran
acierto. Si se preguntase precisamente al personal de remplazo si
preferían cobrar o incrementar la posibilidad de no ir, estoy seguro
de que todos preferirían esta segunda opción.

El Secomsat es la parte del Hispasat que se dedica a las
comunicaciones en defensa, la parte del acuerdo que tiene el
Ministerio de Defensa con la compañía del Hispasat.

El carro Centauro operativamente no tiene nada que ver con el BMR ni
con el Pizarro. Es un carro que el Ejército de Tierra entiende
apropiado para determinado tipo de operaciones, un carro que el jefe
del Estado Mayor de la Defensa podrá explicar con mucha mayor
autoridad. Sí quiero adelantarles que no tiene nada que ver con los
otros dos desde el punto de vista operativo; cumple una función
distinta y es para esa función para lo que se ha adquirido. Además,
se ha adquirido con las correspondientes compensaciones en el sistema
de cooperación industrial, lo que hace que si bien no se fabrica en
España, sí tengamos acceso a determinados programas italianos en
otras áreas en las que somos capaces de llevar a cabo actividad
industrial.

En cuanto al Fusa, hay una parte de ese Fusa, el nuevo fusil HK, que
ha sido declarado de necesaria uniformidad, pero ello no quita que
haya programas de mejora del Cetme. Estos son programas que se van
produciendo en el tiempo; en principio, no aparecen los 100.000, o
los que sean, nuevos fusiles y desaparecen los anteriores, sino que
es un proceso paulatino y gradual de sustitución de los unos por los
otros y mientras dura tenemos que tenerlos todos operativos. Por eso,
el Cetme Fusa se mejora de esa manera.

El proyecto de DCS -todos los años se hace esta pregunta- es relativo
a la liberación del espacio radioeléctrico. Se trata de dejar libre
una banda de frecuencia de uso militar y que sea utilizada
civilmente; es decir, antes se utilizaban determinadas frecuencias
que la sociedad ha demandado para su utilización civil, a lo cual
nosotros hemos accedido y, por tanto, tenemos que sustituir esa
banda, ahora ya civil, por otra banda militar, puesto que la
necesidad operativa está ahí.

A don Arsenio Fernández de Mesa quiero agradecerle su intervención.

Éstos son los cuartos presupuestos que presentamos y los últimos de
la legislatura y le agradecemos el reconocimiento al esfuerzo que se
ha hecho, el que haya tenido una sensibilidad especial hacia el
esfuerzo que han hecho los ejércitos en estos cuatro años. Ha habido
unos artífices importantísimos de este esfuerzo y de estos resultados
-que yo creo que son buenos y orientan hacia unas Fuerzas Armadas del
futuro- y esos protagonistas han sido fundamentalmente las Fuerzas
Armadas. Aprovecho esta tribuna para agradecerles el esfuerzo de
cooperación



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con una idea del Ministerio que creemos que tendrá partes buenas y
partes mejorables, pero que en cualquier caso ha sido hecha con la
máxima dedicación, con el máximo esfuerzo y la máxima ilusión.

Señor presidente, nada más y muchísimas gracias por su paciencia y
atención.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario de Estado. Le
agradecemos su comparecencia y sus explicaciones.




- DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DE DEFENSA (MENÉNDEZ MENÉNDEZ, A SOLICITUD
DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO (Número de expediente 212/002183) Y
DELGRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (Número de expediente
212/002286.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la comparecencia del subsecretario de
Defensa, don Adolfo Menéndez, a quien damos la bienvenida. Tiene la
palabra.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): Señor
presidente, es para mí un honor comparecer para explicar, por cuarta
y última vez en esta legislatura, los presupuestos del Gobierno en
materia de defensa. Voy a tratar de ser breve y centrarme en los
aspectos que fundamentalmente me competen, en definitiva todos los
que se refieren a la política de personal.

Como líneas generales, aparte de las que ha expuesto el secretario de
Estado en relación con el conjunto del presupuesto del Estado,
seguimos manteniendo dos objetivos fundamentales, la plena
integración en las estructuras internacionales desde el punto de
vista de la defensa y la plena profesionalización y modernización de
nuestros ejércitos. En cuanto a la integración, supone en el capítulo
1 la presupuestación necesaria para dotar de personal a aquellas
estructuras en las que tenemos compromisos. Durante el año 1999 se
han incorporado -sobre un total de 528- 83 nuevos puestos OTAN y
extranjero en general, agregadurías, etcétera; y en el año 2000 se
prevé la incorporación de 102, lo cual llevará a un total aproximado
de 700 puestos, que están presupuestados y dotados.

En cuanto a la profesionalización de las Fuerzas Armadas, conocen
perfectamente S.S. que ese es un compromiso prioritario del Gobierno
asumido y aprobado por las Cámaras en los plenos correspondientes del
Congreso y del Senado, donde se aprobó el dictamen de la Comisión
Mixta, y después en la tramitación de los proyectos de ley que
articulan las líneas generales de este nuevo modelo: la Ley de
régimen del personal, la Ley de medidas de apoyo a la movilidad
geográfica, la del personal de la Guardia Civil, que en este momento
está discutiéndose en el Pleno del Senado y que volverá pronto a esta
Cámara y que en los aspectos puramente de política de personal
depende, como saben SS.SS., del Ministerio de Defensa, y la Ley de
régimen disciplinario de las Fuerzas Armadas, que también marca
algunas de las pautas, sobre todo en el esfuerzo de garantizar los
derechos fundamentales y las previsiones constitucionales en el
ámbito de la potestad disciplinaria característica de los ejércitos.

De este conjunto -en el que,
como SS.SS. conocen, puesto que lo han aprobado así, hay un
considerable consenso parlamentario- se han empezado a producir ya
efectos con los desarrollos reglamentarios correspondientes. Por
ejemplo, se ha aprobado el decreto de plantillas de cuadros de mando
para el próximo quinquenio, habiéndose solicitado la comparecencia en
esta Cámara, como exige la ley, y creo que el día 27 tendré la
oportunidad de explicarlo con detalle ante SS.SS.; o la creación de
la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, así como la integración
de los psicólogos en el cuerpo militar de Sanidad, todo ello de
acuerdo con las previsiones de la ley.

Dentro de este marco general, lo que el Gobierno está haciendo en
este presupuesto en materia de personal no es sino mantener las
previsiones y cumplirlas. En este sentido, el proceso de
profesionalización va bien. En lo que se refiere a la captación,
todos los problemas que caracterizaron, caracterizan y seguirán
caracterizando, como SS.SS. conocen bien, a todo periodo transitorio
se van resolviendo satisfactoriamente sin mayor dificultad. El año
que viene tenemos intención de poner en marcha el proceso de
reclutamiento continuado -desde el punto de vista presupuestario se
ha previsto la incidencia que pueda tener, aunque por ser la primera
experiencia habrá alguna incógnita-, para lo cual habrá que aprobar
la normativa oportuna, que nos permitirá, según creemos, hacer un
reclutamiento mucho más flexible en todos los sentidos, mucho más
adaptado al perfil de las capacidades y deseos de cada uno de los
miembros de las Fuerzas Armadas y garantizar suficientemente la
calidad de las mismas.

La novedad sustancial que hay en este aspecto, que ya se debatió en
esta Cámara en una comparecencia mía del 27 de abril, en la que
intervino singularmente el Grupo Socialista, es la desaparición de la
tasa de 1.500 pesetas que figura en la ley de acompañamiento de los
presupuestos para las solicitudes de ingreso. Como ya se dijo en
aquel debate -aceptándolo dialécticamente porque creo que como en
aquella ocasión estamos de acuerdo-, esta tasa no se estableció con
ánimo recaudatorio, algo que sería absurdo, en función del número
posible de solicitantes, sino por garantizar la seriedad de las
peticiones, es decir, que quien presentara una solicitud luego
efectivamente se presentara a las pruebas. Si tomamos la estadística
desde el año en que comenzó la profesionalización y empezaron las
primeras convocatorias, ese acercamiento está en este momento en un
96 por ciento, arrancando de un 60 y pico por ciento. Por tanto, esa
seguridad la tenemos: en este momento quien presenta la solicitud lo
hace seriamente y se presenta a las pruebas. Sin embargo, el otro
aspecto del debate, el efecto burocrático de entorpecimiento que esto
podía producir, yéndose de un sitio a otro de los pueblos o de las
provincias, aconseja hacer desaparecer la tasa porque, repito, en
este momento el objetivo está cumplido y cuantas más facilidades
demos a quienes quieren formar parte de la institución más fácil será
el proceso de reclutamiento; esto unido, dicho sea de paso, al hecho
de que cada vez son más los nuevos aspirantes que hay en cada una de
las convocatorias, que es el efecto más inmediato e importante de las
necesarias campañas de publicidad, nos hace sentirnos confortables en
la solidez del sistema y en la posibilidad de alcanzar los objetivos
previstos para este año de 67.500 con esta última convocatoria,
aunque quizás haya habido



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una pequeña reducción en el número de solicitudes que, como hemos
dicho en diferentes comparecencias, todavía no podemos valorar porque
hay que esperar al final del año.

En cuanto a la retención, que es el otro elemento en esta línea, yo
hablaba el año pasado de que la renovación de contratos estaba en el
80 por ciento aproximadamente. Y este año ha mejorado, estamos en el
10,6 de caída, es decir, que el 90 por ciento se renuevan. Esto
quiere decir que la gente está satisfecha y que los trabajos que
estamos haciendo para que encuentren las salidas que prevé la ley y
que el Parlamento ha acordado se están cumpliendo satisfactoriamente.

Pongo un ejemplo puramente anecdótico: en las pruebas para ingreso en
la Guardia Civil de aquellos soldados profesionales que tuvieran más
de tres años de antigüedad, en el año 1996 se hicieron unos cursos
especiales para ayudar a realizarlas en 17 unidades que impartían el
curso a 725 aspirantes, y hemos pasado ahora a hacerlo en 29 unidades
con 1.602 aspirantes. Pero lo más importante no es eso, que es un
dato puramente cuantitativo, sino el hecho de que en el año 1996 las
plazas reservadas para esos soldados profesionales no se cubrían
completamente, debido al nivel que habían adquirido, y sin embargo
ahora se cubren al cien por cien y esperamos que en el futuro incluso
se cubran con exceso para que haya la competencia necesaria, que
también es un elemento de calidad.

En cuanto a los ingresos previstos para el año que viene, son los
programados de acuerdo con lo dispuesto para el periodo transitorio:
17.500 nuevos profesionales en términos netos, es decir, descontadas
las bajas que pudiera haber. Creemos que esta es una cifra razonable
y lo creemos desde el principio, puesto que así estaba programada.

Este año, que es el primero en el que efectivamente hemos ido a esa
cifra, los datos avalan que razonablemente se puede llegar a ella y
todos los elementos a tener en cuenta (población, objetivo, etcétera)
y las capacidades de infraestructura logística, de formación, de
alimentación, de habitación, etcétera, que tenemos, aconsejan que es
una buena cifra. Además, que este año y el que viene se produzca esta
eficacia en el reclutamiento con 17.500 efectivos tranquiliza
absolutamente al Gobierno en cuanto al modelo final, toda vez que en
el mismo, según donde nos situemos al fijar definitivamente el
objetivo de fuerza conjunta en relación con la horquilla que ha
fijado el Parlamento tendríamos una rotación de aproximadamente
12.000 plazas al año, que sería la mitad de lo que habría que
convocar si contamos no sólo los 17.500 sino los netos que hay que
añadir, que para este año supone 24.081 plazas, si computamos ese 10
por ciento de bajas.

Desde ese punto de vista, señorías, el año 2000 es absolutamente
fundamental, no sólo en el plano presupuestario desde el que estamos
hablando aquí -por lo tanto, para sostener lo que vamos a hacer-,
sino porque es el año definitivo -si cabe hablar así- de la
profesionalización, en el sentido de que por primera vez el número de
profesionales es clarísimamente mayoritario en relación con los
solados de reemplazo y por tanto la masa crítica de las Fuerzas
Armadas tiene claramente ese carácter profesional. No hay que olvidar
que en este momento están conviviendo dos tipos de soldados. No voy a
referirme al porcentaje de gastos de personal y de material porque ya
lo ha expresado con claridad el secretario de Estado. Este es un
debate
en el que según los términos de comparación que se utilicen, uno
llegará a defender mejor su posición. Desde el punto de vista de los
gastos de personal, si lo vemos sólo desde el plano del personal, no
es tan importante la proporción, que lo es, para el conjunto del
modelo, cuanto que estemos dentro de las cantidades previstas en el
modelo aprobado, y lo estamos, y, sobre todo, que esos incrementos no
son unos incrementos ciegos, sino que -como alguno de los
intervinientes ha puesto ya de manifiesto- estamos drenando recursos
de personal de donde no deberían estar para llevarlo adonde deberían
estarlo, por ejemplo, los 2.000 millones de pesetas que supone de
ahorro para el año que viene y sucesivos el nuevo decreto de
plantillas en función de la reducción de los ingresos que este
Gobierno estableció ya al 50 por ciento prácticamente en el año
anterior y que para este año no sólo ha aprobado el Gobierno, sino
que las propias Cámaras han consagrado como criterio de futuro en la
ley que se ha aprobado.

En relación con los gastos de personal y entrando en algún detalle
mayor, he de destacar que se mantiene el incremento en línea con el
resto de los gastos de personal de la Administración, del 2 por
ciento para el conjunto del personal que trabaja en el Ministerio de
Defensa; que continúa ese crecimiento neto de tropa y marinería
profesional en esa cifra de 17.500; que estimamos que la media de
estancia va a estar en torno a cuatro meses y tratamos de irla
incrementando, veremos a ver cómo funciona, porque todas las cosas
hay que irlas trabajando poco a poco, el sistema de reclutamiento
continuado en el que tenemos esperanzas. Hemos presupuestado con todo
rigor. Ya el año pasado se produjo también este debate y creo
recordar, aunque estará en el «Diario de Sesiones», que el diputado
señor Moya y yo mismo hacíamos un ejercicio literario en torno a si
se podía ser más o menos optimista a la hora de presupuestar y yo le
decía que no se preocupara que no éramos excesivamente optimistas y
que los hechos demostrarían que era así. Creo que eso se va a poder
cumplir y sucederá lo mismo este año en los términos en los que ha
expuesto el secretario de Estado.

Otra novedad importante que no supone un incremento de coste, puesto
que está dentro de la cifra global, pero que es importante destacar,
es que de esos 17.500 hombres netos del año que viene, 1.000 pasarán
a ser permanentes. Los soldados permanentes están dentro del modelo
también, en una proporción determinada, en torno a un 10 por ciento,
dependiendo de las circunstancias, y en este momento existen en las
Fuerzas Armadas de modelos anteriores aproximadamente 1.067 soldados
permanentes. Vamos a empezar acompasadamente ya con la entrada de
profesionales a dar salida a plazas de permanente que el año que
viene, y estamos trabajando en ello, estimamos del orden de 1.000,
entre otras cosas porque hay un compromiso asumido por el Gobierno en
relación con el conjunto del modelo y muy singularmente con los cabos
primero que fue un tema de debate más antiguo, en las Cámaras al
tramitar la ley, a los que este Gobierno les ha dado la oportunidad
que no tenían con la ley anterior de seguir estando dentro de la
institución hasta el año 2002 y tenemos previstos los créditos para
darles la formación necesaria para que puedan hacer la promoción
interna si quieren, a través de los mecanismos del artículo 32 de la
Logse, por ejemplo,



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para darles la posibilidad de que accedan a estas plazas de
permanente o para darles -como ya hemos hecho- la posibilidad de que
durante esos años que se les ha prorrogado el contrato puedan acceder
a las plazas de la Guardia Civil, cosa que no podían hacer por
razones de edad, pero que pueden hacer ahora gracias a la reforma que
este Gobierno ha hecho en el Real Decreto 1115/1999, todo ello
englobado dentro del programa que para la reinserción civil de los
militares profesionales también prevé la ley.

En cuanto a los cuadros de mando, diré simplemente que se ha aprobado
ya el decreto correspondiente, que con más detalle explicaremos en su
momento ante esta Cámara, de acuerdo con lo previsto en la ley, y que
desde el punto de vista presupuestario supone basicamente -como SS.

SS. han puesto de manifiesto- para el año que viene un ahorro, no
neto sino que se sitúa en otros términos el dinero, de 2.000 millones
de pesetas, porque por primera vez en el año anterior y en este
ingresa menos gente en las Fuerzas Armadas que la que pasa a retiro,
que es la frontera de verdad desde el punto de vista de Defensa. Como
también se ha dicho aquí, el coste de la reserva transitoria, de unos
70.000 millones de pesetas, está en el presupuesto del Ministerio de
Defensa, pero así como el coste de la reserva ordinaria es un coste
operativo que forma parte del sistema, no tanto el de la reserva
transitoria, puesto que, en definitiva, estas personas no van a
volver en principio a la institución, de acuerdo con la ley.

En relación con el personal civil he de decir que mantenemos lo
establecido hasta ahora. Tenemos avanzados los estudios pertinentes
para decidir en qué tipo de especialidades o ubicaciones tiene que
estar y estamos dentro de la cuota de reposición prevista con
carácter general para la Administración del Estado, muy por debajo,
porque este año para nosotros ha sido del uno por ciento. La
preocupación del Ministerio es que tenemos -como he dicho en otras
ocasiones- el número de personal civil coherente con el volumen que
hemos diseñado de Fuerzas Armadas, pero no necesariamente en las
especialidades ni en los lugares ni en las edades que necesitamos.

Para hacer el tránsito hay que hacerlo con un respeto absoluto al
derecho de las personas que en este momento forman parte de la
institución y que han dedicado su vida a ella. Por ello cada vez que
tenemos que hacer un traslado lo hacemos con todo cuidado. Valga como
ejemplo la transferencia del hospital de Barcelona a la Generalidad
de Cataluña con todo el personal, con un acuerdo absoluto entre las
fuerzas políticas y los sindicatos y con una satisfacción de las
personas que han podido así no sólo satisfacer una necesidad de
dotación asistencial de la ciudad de Barcelona, sino permanecer en
sus lugares de trabajo, así como la forma en la que se ha gestionado
el cierre de la base aérea de Manises. Por tanto, seguiremos
trabajando con esta prudencia con un objetivo claro y tratando de no
producir grandes altibajos.

Para terminar, quiero destacar otros dos o tres aspectos claramente
coherentes con el modelo y novedosos -entre comillas- en lo que se
refiere al presupuesto del año que viene. En primer lugar, la
formación de personal, que es un objetivo de magnitud evidente, que
crece en el conjunto del presupuesto del Ministerio de Defensa en un
8,3 por ciento y singularmente en los capítulos que hay en el órgano
central crece en un 177 por ciento, es decir, en 170 millones de
pesetas. ¿Por qué? Porque evidentemente tenemos que formar a nuestros
soldados y marineros profesionales y estamos haciendo un gran
esfuerzo en esa dirección: formación para salir a la vida civil,
titulaciones estándares civiles, formación profesional, etcétera,
formación militar para hacer promoción interna o para acceder a la
Guardia Civil o formación como, por ejemplo, un plan que hemos
iniciado este año que tiene una ambivalencia que es la de los
idiomas. Tenemos un plan específico donde querríamos dar a todos los
soldados certificados para que, primero, cuando realicen operaciones
en el extranjero, puedan realizarlas con mucha más solvencia y,
segundo, para que tengan una herramienta fundamental para
desenvolverse en el mundo civil.

Por último, el cumplimiento de otro compromiso que habíamos enunciado
es el de la alimentación. Decía el año pasado que a juicio de esta
Subsecretaria el soldado profesional en determinadas circunstancias
habría de tener financiada la alimentación, porque de lo contrario se
producen situaciones en las que no se alimenta bien y eso deteriora
su salud y deteriora la eficacia de las unidades. Este año, a pesar
de que se ha reducido el crédito total para alimentación como
consecuencia de la reducción del reemplazo, vamos a empezar, y
tenemos ya en tramitación las disposiciones correspondientes, a ir
haciendo el cambio, de manera que en determinadas unidades que
estamos estudiando ahora, en función de su peligrosidad o de la
intensidad del ejercicio físico, vaya financiándose la alimentación
de los soldados profesionales.

Hasta aquí, señorías, en una exposición ciertamente breve, no tanto
el conjunto del capítulo 1 cuanto las especificidades más singulares
que hay en este presupuesto del año 2000 y con muchísimo gusto
responderé a las preguntas que SS.SS. quieran plantearme.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Morales.




El señor MORAGUES GOMILA: Compruebo, señor presidente, que el
subsecretario se mantiene en la categoría de los más optimistas, tal
y como pudimos constatar en el debate presupuestario del año pasado.

Yo me mantengo en la segunda categoría, en la de los menos
optimistas, supongo que será porque usted está en el Gobierno y yo en
la oposición, aunque quiero dejar claro que me mantengo en la
categoría de los optimistas. Efectivamente, el año 1999 ha sido un
año que para cuestiones de personal ha significado una renovación, ha
significado adecuar cambios legales a las nuevas estructuras y
necesidades de las Fuerzas Armadas y creo que ha sido positivo. Como
decía, yo me mantengo en la categoría de los menos optimistas, sobre
todo a raíz de la intervención que ha hecho el subsecretario en
relación con la profesionalización.

La experiencia que tenemos en cuanto a la profesionalización durante
el año 1999 no ha sido buena. Es verdad que hemos cubierto
mínimamente las necesidades de la profesionalización, pero debe
preocuparnos comprobar cómo ha ido disminuyendo el número de
solicitudes para cubrir las plazas que se ofrecían, al menos al Grupo
Socialista le preocupa. Me gustaría que el subsecretario pudiera
hacer una intervención un poco más profunda para explicar de qué
manera ha ido bajando el número de aspirantes,



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puesto que hace algunos años estaba por encima de seis aspirantes por
plaza y ahora no llegamos a dos, si las cifras que yo he leído en los
medios de comunicación son ciertas. Por tanto, me gustaría que el
subsecretario pudiera confirmarlas o desmentirlas, porque la verdad
es que con menos de dos aspirantes por plaza estamos rozando el
mínimo imprescindible que no nos permite hacer ni siquiera las
exclusiones necesarias para mantener el mínimo de rigor y de
preparación en las Fuerzas Armadas que sería deseable.

Entiendo que algunas de las medidas que ha tomado la Subsecretaría
-el Ministerio, en definitiva- para mejorar el acceso de los
aspirantes a las Fuerzas Armadas son positivas. Haber hecho
desaparecer la tasa de examen y la captación en un proceso continuado
de acceso me parece que son medidas que pueden facilitar esta
cuestión, pero yo también debería hacer una reflexión en voz alta
sobre las cantidades que el Ministerio ha dedicado a la promoción de
la conciencia de la defensa nacional o a la promoción de las Fuerzas
Armadas profesionales, porque la verdad es que cuantos más recursos
hemos dedicado a estos dos conceptos, más negativo ha sido el
resultado. Antes, que gastábamos menos, había muchos más; y ahora,
que gastamos más, hay mucho menos. Algo debe pasar y me gustaría que
el señor subsecretario compartiera con nosotros una reflexión acerca
de esta cuestión.

También me gustaría conocer con un poco más de profundidad qué está
pasando con el servicio militar obligatorio, porque estamos enfocando
nuestra atención al tema de los profesionales (tema muy importante
porque el año 2003 está a las puertas y, por tanto, tendremos que
cubrir todas las necesidades de la defensa nacional con soldados
profesionales), pero me gustaría saber qué va a pasar de aquí a
diciembre del año 2002, porque la impresión que tenemos desde el
Grupo Socialista es que el aumento de la objeción está haciendo que
cada año tengamos más dificultades para cubrir la recluta
obligatoria.

En relación con la profesionalización, quiero hacerle llegar una
cuestión un poco más concreta y que supongo que tendrá presente, que
es un cierto descontento entre los profesionales de tropa y marinería
respecto a los emolumentos. Si tenemos en cuenta que es una profesión
(profesión entre comillas, porque es limitada en el tiempo y con
pocos horizontes porque las salidas están muy limitadas), sigue sin
aclararse de qué manera la tropa profesional va a poder
reincorporarse a la vida civil. Además, la tropa profesional
considera sus emolumentos, en general, como muy reducidos, puesto que
no hay que olvidar que se les hace una serie de descuentos. Quizá el
Ministerio debería reflexionar sobre si esto se puede modificar,
porque que a un soldado se le tengan que descontar los uniformes,
material, alimentos, etcétera, hace que, al final, después de todos
los descuentos, se quede con unos emolumentos mensuales reducidísimos
con los que es imposible que un soldado profesional pueda pensar, por
ejemplo, en fundar una familia, en casarse o, incluso, muchas veces,
en mantener su propia casa, puesto que en algunos lugares donde hay
una concentración de tropa, naturalmente, se encarece la vida de una
forma importante. La necesidad de vivienda, por ejemplo, es
difícilmente cubierta con la paga que en este momento están
recibiendo los profesionales de tropa, cuando además son excluidos de
la aportación que la Ley de movilidad
prevé para otros militares. Por tanto, me gustaría saber si el
Ministerio se ha planteado revisar de alguna manera el cuadro de
emolumentos de la tropa profesional.

En cuanto a las plantillas, querría saber cuál es exactamente la
situación de los cuadros de mando para el año 2000, teniendo en
cuenta que la Ley 17/1999 -que hemos aprobado hace muy pocos meses-
fija estrictamente 48.000 cuadros de mando, como ha sido repetido por
el subsecretario en varias ocasiones. Estamos seguros, porque
compartimos algunas previsiones, que esta cifra está excedida con
creces en estos momentos y querríamos saber de qué manera piensa el
subsecretario que va a normalizarse la situación de los cuadros de
mando actualmente existentes para cumplir la ley, que es muy clara.

Volviendo a la cuestión de los emolumentos (el portavoz de Izquierda
Unida ha hecho una pequeña referencia cuando ha intervenido el
secretario de Estado), yo quería plantearle al subsecretario, porque
es más de su competencia, el problema de las pagas de los soldados de
reemplazo. Si no estoy equivocado, los soldados de reemplazo cobran
1.500 pesetas, lo mismo que hace cuatro años. El subsecretario ha
dicho que todo el personal va a beneficiarse de un incremento del 2
por ciento y parece ser que los soldados de reemplazo no van a tener
este incremento. Serán 300 pesetas, que tampoco les van a solucionar
la vida, pero es cuando menos interesante ver la contradicción que
existe entre la situación de los soldados de reemplazo y las promesas
que el Partido Popular hizo en su programa electoral de 1996, cuando
dijo que al final de esta legislatura los soldados de reemplazo
cobrarían, como mínimo, el 50 por ciento del salario mínimo
interprofesional. Obviamente, no se ha producido. Yo no estoy
reivindicando que suceda esto, por supuesto, porque entiendo que los
esfuerzos más importantes que debe hacer el Ministerio -y que
comparto que haya hecho- vayan derivados hacia la profesionalización,
pero entre lo que fijaba la promesa electoral del Partido Popular del
año 1996 y la realidad del 2000 hay una diferencia muy grande, sobre
todo porque no ha habido ningún movimiento, ni siquiera porcentual.

Para acabar -dando un poco más de velocidad a las comparecencias e
intentando recuperar el terreno perdido-, me gustaría que habláramos
un momento, señor subsecretario, de la formación del personal que
accede a la profesionalización. Es una preocupación que compartimos,
al menos el Grupo Socialista y el Grupo Parlamentario Popular, con el
Gobierno. La necesidad de que a lo largo de su vida profesional en
las Fuerzas Armadas tuvieran posibilidades de adquirir una formación
para facilitar su reingreso en la vida civil fue objeto de muchos
debates, tanto en la ponencia como en la Comisión. He visto con una
cierta perplejidad que en el presupuesto para el año 2000 desaparece
una partida que existía antes en el órgano central de la defensa, en
el programa 215.A, para cursos de formación profesional. Digo que
esto me produce perplejidad porque cuando nos hemos hartado de hablar
de la necesidad de que los soldados y los marineros aumenten el grado
de formación profesional, ocupacional o reglada para facilitar el
reingreso en la vida civil, no entendemos la desaparición de esta
partida. Es posible que exista y yo no lo haya visto dado el cúmulo
de datos, pero repito que es una preocupación



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que compartimos y me gustaría que el subsecretario pudiera
facilitarme más información.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RÍO: Gracias, señor
subsecretario, por su explicación de esta mañana, también en lo que
se refiere al capítulo de gastos de personal. Yo quiero incidir,
sobre todo en este capítulo, en el amplio consenso que ha habido en
el Parlamento a la hora de llegar a acuerdos que han posibilitado esa
nueva normativa, a la que se refería al señor subsecretario, en
materia de profesionalización, en la Ley del régimen del personal, o
en materia de movilidad geográfica, en la actualmente en tramitación
de la Guardia Civil o del régimen disciplinario. Probablemente
estemos aquí presentes esta mañana los grupos que realmente tenemos
un interés especial por que las cuestiones de la defensa se arreglen
y por que no sólo dejen de ser un problema, sino que sirvan para
coadyuvar a que la defensa del siglo XXI sea una defensa aceptada
prácticamente por la totalidad de los grupos políticos de la Cámara,
que en este momento estamos representados en esta Comisión por el
Grupo Socialista y por el Grupo Parlamentario Popular.

Tengo que decir que si hay algo que me satisface de la intervención
del señor subsecretario ha sido una cuestión que es prioritaria en
este Ministerio a la hora de mantener el rigor en las políticas
aplicadas, tanto desde éste como desde cualquier otro ministerio, que
es la de hacer una programación, mantener esas previsiones y
cumplirlas. Nadie ha obviado en ninguno de los trámites
parlamentarios que hemos mantenido durante el proceso de ponencias o
del debate de la Ley de la profesionalización de las Fuerzas Armadas,
que el período transitorio es el período más complejo, más complicado
y más delicado, para el que todos solicitábamos del Gobierno que
aplicara todo su esfuerzo para que este período condujera a buen
término el proyecto de plena profesionalización de las Fuerzas
Armadas. Bien es cierto que desde algunos grupos políticos se
consideraba que este período transitorio podría ser menor al
programado por el Gobierno, pero no lo es menos que todos coincidimos
que durante este período las cuestiones iban a ser complejas,
difíciles, y en este momento tenemos que decir que se van salvando
aceptablemente, si tenemos en cuenta sobre todo -el señor
subsecretario no ha hecho referencia a ello, y me gustaría que
pudiese hacer alguna en su siguiente intervención- los importantes
pasos que se han dado en materia de objeción de conciencia y en
materia de insumisión, cuestiones que, añadidas al período
transitorio de esta plena profesionalización, han hecho más complejo
si cabe el mantener las dotaciones necesarias de personal para cada
uno de los tres ejércitos.

Nosotros entendemos positivo, señor subsecretario, el reclutamiento
continuado que ha anunciado esta mañana para el año 2000, la
desaparición de esa tasa que se preveía y que teníamos prevista en
1500 pesetas para el reclutamiento, que, como ha reconocido usted
mismo aquí esta mañana, ha dado sus resultados con un incremento
importante, pero que en este momento y a estas alturas hace posible
que desde el Ministerio se pueda practicar otro tipo de política.

Es importante resaltar, y nosotros estamos satisfechos de que la
renovación de contratos, en contra de lo que podrían decir algunas
informaciones, se haya incrementado en más de un 10 por ciento del
año 1998 a 1999, e incluso que se cubra prácticamente el cien por
cien de las plazas reservadas a la Guardia Civil.

Decía el señor subsecretario que este era un año definitivo para la
plena profesionalización porque nos encontraríamos con más
profesionales que marineros y soldados de reclutamiento y que estamos
dentro de las cantidades previstas. Esto es lo que hace realmente
creíble ese proyecto que en las Cortes Generales, entre los grupos
políticos, hemos dado a través de la Ley del régimen de personal de
las Fuerzas Armadas.

Hay una cuestión, señor presidente, señorías, en la que el Grupo
Parlamentario Popular viene incidiendo desde hace muchísimo años, y
que también vemos con satisfacción que se ha cumplido, y es que en
este momento se racionalicen las plantillas no sólo de militares sino
también de civiles al servicio de las Fuerzas Armadas, y esa medida
adoptada por el Gobierno, por el Ministerio de Defensa, por esta
Subsecretaría, de hacer una importante reducción del número de
ingresos, teniendo en cuenta el número de bajas que se producen
anualmente, ayudará a continuar en el camino de esa política que nos
hemos trazado de tender a que el 50 por ciento del gasto sea de
personal y el otro 50 por ciento de mantenimiento e inversiones de
material.

Otra cuestión muy importante que nosotros queremos resaltar es esa
posición del Gobierno en lo que ha significado el respeto y sobre
todo la atención prácticamente individualizada a la hora de
recolocación o reclasificación del personal que en centros como los
que ya ha citado del Hospital de Cataluña, de la Base aérea de
Manises, y también de los esfuerzos que ha realizado aquí este
Gobierno, esta Subsecretaría -y lamento que no esté presente algún
otro grupo político- con el personal laboral de la Base naval de
Rota, indican la sensibilidad social que ha mantenido este Ministerio
a lo largo de estos últimos años.

Por último, señor presidente, creo que es importante el que de una
vez por todas sea posible y se haya llevado a efecto la formación del
personal con ese incremento del 8,3 por ciento, y destinar desde el
órgano central con un incremento del 177 por ciento, más de 170
millones de pesetas para formar a esos soldados y marineros
profesionales y que tengan esa proyección en la vida civil en el
momento en que dejen de prestar sus servicios en las Fuerzas Armadas
con una acreditación válida en el campo civil para que puedan
colocarse realmente en aquella especialidad mediante la cual se han
cualificado en su tiempo de permanencia.




Es importante también -y termino-, en el capítulo de la alimentación,
que la financiación de la alimentación en este momento empiece a
plantearse como una realidad a partir del año que viene para los
profesionales que se encuentren en aquellas unidades, o sobre todo en
aquellos lugares que hace necesaria esta ayuda precisamente por los
sueldos que hoy perciben.

Yo creo que si en algo se ha avanzado en esta legislatura, con el
consenso de todos los grupos políticos, y especialmente de los dos
grupos políticos mayoritarios de esta Cámara, ha sido en dar
contestación y respuesta, de una



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vez por todas, a lo que ha sido una reivindicación permanente en el
seno de las Fuerzas Armadas, que es la sensibilidad hacia la
adecuación de unos salarios realmente muy justos, a veces escasos, de
sus miembros, y en ese camino tenemos que seguir.

Por tanto, señor subsecretario, programar, mantener previsiones y
cumplir es lo que desde este grupo parlamentario se ha observado en
la actitud del Ministerio de Defensa y de esta Subsecretaría, por lo
cual, como resumen de legislatura, también creemos que desde la
Subsecretaría se han cubierto y se han cumplido las previsiones, no
exentas de dificultades, que este Ministerio se había hecho al inicio
del año 1996.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): Señoría, es
lógico que haya un balance distinto en cuanto a optimismo o
pesimismo, pero lo importante no sólo de esta mañana sino de toda la
legislatura, creo que se puede decir así, es que en lo fundamental
estemos de acuerdo en un tema como es la defensa de España, el status
de sus Fuerzas Armadas y las grandes líneas del modelo.

Mi optimismo es un optimismo fundado en los datos, que es verdad que
siempre tiene más el Gobierno, puesto que tiene más inmediata
información, si bien es cierto que creo poder afirmar con rotundidad
que también el resto de los grupos políticos, a través de las
múltiples intervenciones que ha habido en esta Cámara, tienen todos
los datos que han solicitado, aunque el Ministerio está naturalmente
abierto y transparente como no puede ser de otra manera, sujeto al
control parlamentario.

Me gustaría decir que el resultado de este año, en cuanto al
reclutamiento, avala que el proceso va a bien. Me parece que centrar
todo el debate en si son dos o tres solicitudes por plaza es una
argumentación relativamente falsa, sin que nosotros minimicemos el
que haya más o menos solicitudes y sin que deje de preocuparnos, como
es lógico, porque es nuestra responsabilidad. Pero, ¿por qué digo que
es falsa? Porque no hay términos de comparación, señoría. Cuando
estamos hablando de seis solicitudes por plaza hablamos de la
convocatoria de los primeros soldados profesionales del modelo mixto
en donde había a lo mejor mil plazas nada más. Lo importante,
señoría, es que esas solicitudes, que es lo que estamos consiguiendo,
se renueven día a día, convocatoria a convocatoria, sean serias, y
que quien hace la solicitud acabe haciendo las pruebas y, si aprueba,
acabe firmando el contrato. Ese es el esfuerzo que lleva al nuevo
sistema de reclutamiento continuado y ese es el esfuerzo en el que
los parámetros van dándonos la razón y garantizándonos la calidad de
lo que estamos reclutando.

En ese sentido, no aceptaría yo dialécticamente que dé mínimamente,
sino que creo que da muy buena calidad, porque además hay un hecho
incontestable, señoría: cuando luego hacen su trabajo lo hacen muy
bien, y basta con ver nuestro trabajo en Bosnia o en Kosovo, lo hacen
muy bien, luego estamos reclutando gente que sabe perfectamente lo
que hace y que tiene calidad.

Naturalmente, hay que estar pendientes para el desarrollo futuro. Por
eso decía que la experiencia de este año es
muy importante, porque al traer 17.500 estamos haciendo un esfuerzo
de puro período transitorio, que es muy superior al que requerirá el
modelo ordinario, y, naturalmente, el modelo tiene que irse adaptando
a las circunstancias de cada momento.

En cuanto al gasto de publicidad, usted dice con enorme inteligencia
y brillantez dialéctica que gastamos cada vez más y resulta que hay
cada vez menos solicitudes. Ya he dicho que el problema de las
solicitudes no es exactamente así. En cuanto a que gastamos cada vez
más, desde luego, y gastamos poco. Le voy a dar unos datos del
presupuesto de 1999 de los países que tienen ejércitos profesionales,
homologables al nuestro por tamaño, y del año 1998. Concretamente,
Estados Unidos (que no es homologable por tamaño, obviamente) en 1999
gasta 42.500 millones de pesetas en publicidad. Si vamos a Europa,
Holanda, Francia, Reino Unido y España, veremos que Holanda gasta
5.000 millones de pesetas en el año 1998, y nosotros lo hemos hecho
con 2.000 hasta ahora, y vamos a incrementar relativamente este año
para 2.300; Francia, 12.000 millones de pesetas, y el Reino Unido,
25.000 millones de pesetas, y nosotros alrededor de 2.300 millones de
pesetas. La publicidad es fundamental, y lo es no para incrementar
necesariamente el número de solicitudes, que también, sino para que
esas solicitudes se renueven para mantener una penetración en el
mercado al que nos dirigimos, y la terminología es esta, porque, en
definitiva, unas Fuerzas Armadas profesionales tienen que estar
pendientes de aquella gente que es su mercado natural para atraerlas
a la institución y para que tengan en ella una vida, no sólo digna,
sino feliz, como demuestra el hecho de que el 90 por ciento hoy
quieren mantenerse dentro de la institución, lo cual, dicho sea de
paso, es muy bueno en el período transitorio y a lo mejor no lo es
tanto en el modelo definitivo, como sabe S.S., porque puede interesar
una rotación mayor. El problema que tenemos no es que no vengan,
señoría, sino que querremos que algunos se vayan y ellos no se
querrán ir porque son felices dentro de la institución, el problema
es el contrario.

Por otra parte, en cuanto al servicio militar obligatorio es un
debate que efectivamente se ha mantenido reiteradamente a lo largo de
la legislatura, pero que es muy claro, y agradezco a S.S. que lo haya
centrado en esos términos. En primer lugar, se están cumpliendo las
previsiones; únicamente quiero dar el dato para el año que viene, que
es el único cambio que vamos a hacer en la planificación, y es que,
como SS.SS. saben, está por fijar el nuevo objetivo de fuerza
conjunto, pero a la hora de presupuestar el año que viene ya tenemos
una horquilla marcada por el Parlamento en 120.000 como máximo y
vamos a tratar en el sorteo para hacer el reemplazo de ir a 120.000,
es decir, 85.000 soldados profesionales y 35.000 soldados de
reemplazo. Por ese lado ningún problema.

Me alegra que S.S. haga referencia a la objeción de conciencia
e incluso a la insumisión, porque, en primer lugar, todo eso está
previsto y planificado y se van cumpliendo más o menos las
previsiones, por lo menos del Ministerio de Defensa en perfecta
coordinación con el Ministerio de Justicia; se está produciendo un
incremento de la objeción de conciencia, que no es tan
desproporcionado sino razonable dentro de las previsiones y que se
iba a producir



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exactamente igual, señoría, fuéramos o no a un ejército profesional,
exactamente igual, porque la legislación es la que es, y no la hizo
este Gobierno, aunque luego nosotros hemos introducido alguna mejora
precisamente para que los objetores de conciencia hicieran la
prestación social sustitutoria de verdad, y hay que felicitar al
Ministerio de Justicia por esa gestión.

Yya no digamos la insumisión, en donde, señoría, como he dicho
reiteradísimamente cada vez que tengo oportunidad en público, estamos
hablando de algo mucho más sencillo. No se trata de no hacer el
servicio militar obligatorio, o de estar en desacuerdo con las
Fuerzas Armadas, sino de pasarse la ley -con perdón por la expresión,
señorías- por el arco triunfal de la entrepierna, y quien hoy no
cumple esta obligación mañana tratará de no pagar impuestos o sabe
Dios qué. Por tanto, estamos defendiendo el Estado de derecho con
toda contundencia y supongo que en eso -estoy absolutamente seguro-
S.S. está con nosotros.

En todos los debates de presupuestos siempre he dicho que esto no
quiere decir que no estemos preocupados por el bienestar y por las
salidas y las posibilidades de los soldados de reemplazo.

Evidentemente no vamos a subir el haber en mano, lo hemos dicho desde
el primer día, porque el programa electoral está superado por el
modelo al que vamos, como hemos dicho reiteradamente, y el dinero hay
que dedicarlo a lo que es una prioridad, no sólo del Gobierno,
señoría, sino de las Cámaras que nos han dicho en la Comisión Mixta
que tenemos que llegar el 31 de diciembre del 2002 a un modelo
determinado, e incluso nos han incitado a que lo hagamos antes del
tiempo previsto.

Permítame dialécticamente que le diga a S.S. que parece razonable
haber mantenido el período transitorio como estaba previsto, sin
perjuicio de que se hagan los esfuerzos que sean necesarios para que
las cosas vayan como deben ir. Por tanto, la decisión en ese sentido
está perfectamente fundada.

Pero además hemos incrementado sin necesidad el número de soldados de
reemplazo que perciben gratificaciones por empleo, por destino,
etcétera, por una razón sencilla, porque son menos. Además nos hemos
comprometido, y este año lo hemos cumplido, a que haríamos el
servicio militar obligatorio durante el período que queda con el
menor coste social posible. Para eso hemos hecho el decreto, con el
acuerdo de la Cámara, que condiciona las circunstancias económicas a
la hora de decidir quién puede marcharse, y para eso el año que viene
no habrá ningún soldado forzoso en Ceuta y Melilla, como era nuestro
compromiso, porque la profesionalización es ya al cien por cien allí.

Por tanto, señoría, no creo que se nos pueda acusar de no tener en
cuenta al soldado de reemplazo, sino más bien todo lo contrario, y
vuelvo a decir lo que digo todos los años: creo que al soldado de
reemplazo -yo mismo he sido soldado de reemplazo-, a todos los
españoles, se les debe agradecer el que asuman ese deber de
solidaridad para con la comunidad que consiste en la prestación del
servicio militar obligatorio, y creo que tenemos una juventud mucho
más coherente, en ese sentido, de lo que a veces pueda parecer en el
debate político, porque se habla mucho de solidaridad y luego hay que
practicarla en la realidad, y el servicio militar obligatorio es una
expresión eficaz de solidaridad absolutamente incuestionable, y eso
hay que
decirlo, y debería decirse todavía mucho más fuerte, no sólo ahora
durante el período transitorio, sino cuando termine, porque España
durante los dos últimos siglos ha tenido una defensa eficaz en
función precisamente de la prestación del soldado forzoso.

En cuanto a los emolumentos, señoría, sí estamos trabajando en ello.

He de decirle que tampoco puedo aceptar sin más, desde mi
responsabilidad, el discurso permanente de que los emolumentos son
insuficientes. No lo serán tanto cuando el 90 por ciento se quieren
quedar, y no lo serán tanto, si comparamos con el mercado civil,
digamos, cuando la gente viene. Ahora bien, evidentemente la ley
lleva aparejada la necesidad de hacer un nuevo reglamento de
retribuciones, en el que ya estamos trabajando, como S.S. seguramente
conoce, lo que pasa es que no se pueden hacer todas las cosas
-permítame un desahogo- al final de la legislatura, llevamos cuatro
leyes importantes con bastante consenso, y para hacer el reglamento
necesitamos un tiempo.

Pero además hemos hecho cosas muy claras. Acabo de decir que vamos a
empezar a pagar la comida el año que viene, que era un compromiso,
que va en la línea de lo que S.S. propone, luego estamos de acuerdo.

Acaba de decir S.S., y creo que ahí hay un error, que no se les apoya
en la ley de viviendas; no es verdad, la novedad de la ley de
viviendas es justamente que los soldados profesionales con unos años
de antigüedad, los mismos que tiene que tener un oficial o un
suboficial para poder disfruta de la ayuda, van a disfrutar de la
ayuda en vivienda. Esa es una novedad, sin duda alguna, en esa
dirección.

En lo que se refiere a la formación, etcétera, como le voy a explicar
ahora, se están haciendo considerables esfuerzos. Por tanto, en esa
línea estaremos siempre de acuerdo y además debo recordar, como he
hecho en alguna otra ocasión, que yo soy un subsecretario singular en
la medida en que en una decisión política, absolutamente coherente,
de la mayoría de la Cámara, en las Fuerzas Armadas españolas no va a
haber sindicatos sino unos consejos asesores de personal que nos
permitirán tener conocimiento de las inquietudes de abajo a arriba, y
yo tengo la obligación, mayor si cabe, desde el punto de vista
institucional, de preocuparme de estas cosas y creo que lo hago
dentro de mis posibilidades, aunque lógicamente no soy yo el que debe
juzgarlo.

En cuanto a las plantillas, señorías, sin perjuicio de que en el
debate del día 27 se vean con más profundidad, la ley nos marca un
plazo de quince años para alcanzar los 48.000, y como usted sabe
perfectamente, y veremos con más detalle -ahora no tengo la cifra del
año que viene, pero se la enviaré, señoría, exactamente-, hay una
curva ascendente y luego descendente, por una razón que para este
Gobierno es, si usted quiere, crónica no crítica, que podía serlo,
pero no creo que estos temas de la defensa permitan ese tipo de
críticas: el número de gente que va a haber en activo a partir de
este año depende de los que ingresaron hace cinco años, señoría, y no
fue este Gobierno el que los hizo ingresar, y como no había un número
de ingresos inferior, como va a haber ahora, al número de salidas,
evidentemente se produce una curva hacia arriba, curva que en este
primer quinquenio se va a ir reduciendo y luego a los catorce años,
con datos muy significativos. De acuerdo con las previsiones de la
ley vamos a pasar ya en este quinquenio de 300



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generales a 265. Eso es un hecho que ha realizado este Gobierno; y,
en segundo lugar, la misma amortización para las plazas de los
coroneles. Esa es una política de personal dura y rigurosa, pensando
en el interés colectivo, y siempre desde el respeto a las posiciones
de quienes en este momento forman parte de la institución como, por
ejemplo, hemos hecho con los militares que están en reserva, que
podrán cobrar, gracias a la ley que SS.SS. han votado, el cien por
cien cuando pasen a la reserva hasta la edad de los 61 años, y que
seguirán, a diferencia del coste de la reserva transitoria, estando
disponibles y nos permitirán traer mucha más gente de la reserva a
ocupar puestos e impedir que ese crecimiento sea tan grande como
venía siendo hasta ahora en un detalle que, si S.S. me lo permite,
como esto es sobre el debate del presupuesto del año que viene, no me
extiendo más ahora, porque el día 27 daré todos los datos.

Había apuntado aquí 1.500 pesetas, y no quiero dejar de decirlo
porque es un recurso dialéctico elemental. Su señoría me dice que se
cobran 1.500 pesetas, como hace cuatro años. Y como hace cinco, y
como hace seis, y como hace siete, y como hace ocho, y como hace
nueve, y como hace diez, porque yo como soldado de reemplazo cobraba
también las 1.500 pesetas, y no me siento en absoluto postergado. Es
decir, podíamos ir muy atrás. A veces enunciamos todos discursos en
los que luego no somos a lo mejor aparentemente coherentes. Yo creo
que sí lo somos y que lo que el soldado de reemplazo, como ha dicho
muy bien el secretario de Estado, agradece es que el coste social de
la prestación del servicio cada vez sea menor y que, de acuerdo con
la previsión del Gobierno, se vaya a cambiar a otro modelo que le va
a relevar de la obligación personal, y no de la moral, de estar en la
defensa, y no de la moral de pagar los impuestos que sostienen
precisamente esa defensa colectiva.

En cuanto a la formación, decía es un problema de capítulo.

Efectivamente como usted decía, desaparece el programa 215.A, pero la
cantidad está en el 211.A. Hay un incremento global del 8,3 por
ciento en el conjunto del presupuesto, está en los presupuestos de
los cuarteles, que son los que hacen los cursos, pero en el
Ministerio de Defensa, singularmente, en el concepto 211.A, hay un
incremento del 177 por ciento. Aeso hacía referencia yo pensando
precisamente en esa dirección. Por tanto, creo que estamos
absolutamente de acuerdo y que estamos poniendo los medios necesarios
para que la formación funcione en todas las direcciones: para acceder
por promoción interna a plazas de suboficiales, oficiales, etcétera,
Guardia Civil; para tener titulaciones válidas en la vida civil que
permitan luego reinsertarse, con el trabajo que estamos haciendo de
acercamiento a las empresas; para tener incluso mejor calidad dentro
de la institución, como el ejemplo que ponía de los idiomas en un
entorno evidentemente cada vez más internacional.

Al señor Fernández de Mesa le agradezco el apoyo de su grupo
parlamentario. Creo que es verdad lo que él ha enunciado: hay un
programa y unas previsiones que se están cumpliendo. Esos son los
hechos y eso es bueno desde el punto de vista político. La política
tiene siempre algo de docencia pública, el hecho de enunciar un
compromiso y cumplirlo es absolutamente fundamental. Eso este
Gobierno lo está haciendo con carácter general desde el año 1996 y,
muy singularmente, por lo que a mí respecta, en la parte de defensa y
procuramos, por eso precisamente no decir cosas que luego no se vayan
a cumplir.

Creo que he contestado con claridad sobre los pasos que se han dado
en cuanto a la objeción de conciencia y la insumisión. Aunque no es
de mi competencia, creo que el Ministerio de Justicia ha hecho un
esfuerzo enorme y eficaz en relación con la objeción, que hace que el
tiempo entre la objeción y el cumplimiento de la prestación social
sustitutoria sea hoy razonable y que haya un cierto equilibrio.

Hay que recordar que, si subiésemos el haber en mano de los soldados,
a lo mejor habría que subir también el de los objetores. Habría que
preguntar en la Comisión de Justicia si hay presupuestos para eso o
tiene otras necesidades u otras prioridades el Ministerio de
Justicia. Debemos tener en cuenta, además, que también la objeción
tiene fecha de caducidad, toda vez que es un derecho constitucional
subsidiario del cumplimiento del servicio militar obligatorio.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias por su comparecencia, señor
subsecretario.




- DELJEFE DELESTADO MAYOR DE LADEFENSA( VALDERAS CAÑESTRO),
ASOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL CONGRESO (Número de
expediente 212/002184) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN
ELCONGRESO (Número de expediente 212/002288.)



El señor PRESIDENTE: Continuamos el desarrollo del orden del día con
la comparecencia del general Valderas, jefe del Estado Mayor de la
Defensa, que tiene la palabra.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA (Valderas Cañestro):
Señor presidente, señorías, como en años anteriores, es para mí un
honor y una verdadera satisfacción comparecer ante esta Comisión de
Defensa del Congreso para exponerles mi valoración del proyecto de
ley de presupuestos del Ministerio de Defensa para el año 2000, en el
ámbito de mis competencias como jefe del Estado Mayor de la Defensa y
comandante del Mando Operativo Conjunto de las Fuerzas Armadas, desde
una perspectiva general que indique su incidencia en la operatividad
de nuestras Fuerzas Armadas y otra más reducida referente al
presupuesto dedicado al Estado Mayor de la Defensa.

Desde mi última comparecencia ante SS.SS. el pasado año, se ha dado
un nuevo paso en el proceso de plena profesionalización con la
incorporación prevista a finales de este año de 17.500 nuevos
soldados y marineros profesionales, como parte del proceso para
obtener en el horizonte del año 2002 unas Fuerzas Armadas más
eficaces, tal como demandan la sociedad y nuestras necesidades de
defensa.

Nuestra participación en organizaciones internacionales se ha
incrementado notablemente con nuestra efectiva integración en la
estructura militar de la OTAN, que ha supuesto, en primer lugar, la
activación en nuestro país del Cuartel General Conjunto Sudoeste de
Retamares, inaugurado el pasado 30 de septiembre, y la del Centro de
Operaciones



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Aéreas (ICAOC número 8) en la Base Aérea de Torrejón, y, en segundo
lugar, con el significativo aumento de nuestra presencia en los
distintos cuarteles generales de la Alianza.

En el marco de la cooperación internacional, nuestras Fuerzas
Armadas, sin descuidar su actual despliegue en Bosnia-Herzegovina
(SFOR), tomaron parte activa en la operación Allied Force de acciones
aéreas sobre la República de Yugoslavia e iniciaron su participación
con notable presencia en la nueva misión de paz en el área de Kosovo
(KFOR); he de decir que con notable éxito por parte de nuestras
fuerzas en todas estas operaciones. La solidaridad internacional se
materializó en el trabajo especializado en áreas devastadas de
distintos países de Iberoamérica y de Turquía.

La racionalización de estructuras orgánicas y el avance significativo
hacia un espíritu conjunto ha tenido fiel reflejo en la desaparición
de las escuelas superiores de los ejércitos y Escuela de Guerra Naval
de la Armada y en la creación, en su lugar, de la Escuela Superior de
las Fuerzas Armadas, centro docente donde se impartirán de forma
conjunta los cursos de Estado Mayor y los cursos de oficiales
generales, que anteriormente se impartían por separado.

No voy a extenderme en detallar otros procesos paralelos, que SS.SS.

conocen bien, igualmente importantes y que exigen una notable
dedicación de nuestras Fuerzas Armadas. Cabe citar entre ellos: la
modernización, las necesidades nacionales de defensa, la formación,
la participación en misiones de paz y la consolidación de nuestra
presencia en otras organizaciones y fuerzas multinacionales.

Todo ello viene a demostrar, en primer lugar, el momento que
atraviesan nuestras Fuerzas Armadas en el proceso transitorio de
adaptación de un modelo mixto a un modelo de plena
profesionalización; en segundo lugar, el notable incremento de
nuestros compromisos internacionales en lo referente a nuevas
misiones de paz y participación activa en organizaciones y fuerzas
multinacionales y, por último, el escenario económico de nuestro
país, que demanda el rigor y la solidaridad de todos sus ciudadanos,
y en especial de sus instituciones, para mantener la estabilidad
económica.

En líneas generales el presupuesto de Defensa para el año 2000,
cifrado alrededor de 965.000 millones de pesetas, refleja un
crecimiento en términos nominales del 4 por ciento, lo que se traduce
en aproximadamente 37.000 millones más, superior al incremento del
3,4 por ciento experimentado en el presupuesto de 1999, actualmente
en vigor. Este incremento se aleja de anteriores situaciones de
estancamiento y mantiene una tendencia al alza iniciada en los
últimos años, superando incluso, a diferencia de otros ejercicios, la
tasa de crecimiento de nuestra economía. Esta tendencia al alza, sin
duda satisfactoria, es preciso analizarla con detalle comparando los
objetivos marcados y el horizonte temporal disponible para llevarlos
a cabo.

El primer objetivo, la plena profesionalización constituye el proceso
prioritario de nuestras Fuerzas Armadas, que, implica transformar una
estructura operativa y de servicios en otra exclusivamente operativa
pero con el apoyo de los mismos o similares servicios que en esta
situación deberán ser externalizados.

Por otra parte, en diciembre del año 2002, las nuevas Fuerzas Armadas
profesionales deberán tener una entidad
que permita mantener nuestras capacidades operativas actuales para
poder atender nuestras propias necesidades de defensa y las derivadas
de actuar en un marco colectivo.

El segundo objetivo, la modernización, deberá ser consustancial con
la profesionalización como vía ineludible de alcanzar en el mismo
período de tiempo unas Fuerzas Armadas que, como definía en su
dictamen la Comisión Mixta Congreso-Senado constituida el año pasado
para establecer el nuevo modelo de Fuerzas Armadas, deberán estar
dotadas de flexibilidad, alta disponibilidad, rapidez de actuación,
capacidad de transporte y medios de combate y de apoyo.

Por último, y como tercer objetivo, la consolidación e integración en
organizaciones internacionales de seguridad y defensa demandará
progresivamente mayores compromisos y actuaciones en la esfera
internacional. El mantenimiento, el adiestramiento y la operatividad
serán procesos igualmente importantes que demandarán recursos para
asegurar la operatividad y eficacia de lo ya existente.

Todo lo anterior supondrá alcanzar un punto de compromiso que deberá
proporcionar un equilibrio entre la entidad de la fuerza, la
necesidad de mantener la inversión en modernización, un eficaz grado
de adiestramiento y un adecuado grado de operatividad dentro de las
previsibles disponibilidades para el futuro.

Con estas consideraciones, el desarrollo por capítulos para el año
2000 presenta, en mi opinión, las siguientes particularidades: el
capítulo 1 recibe un impulso importante destinado basicamente a
financiar el incremento de tropa y marinería profesional y a la
actualización de las retribuciones del conjunto de las Fuerzas
Armadas. Con este incremento se acometerá el ingreso de los 17.500
efectivos de tropa y marinería profesional y la actualización de las
retribuciones del personal de las Fuerzas Armadas en un 2 por ciento.

Este ingreso de 17.500 nuevos soldados y marineros profesionales en
el año 2000, unido a la cifra actual, nos permitirá situarnos en un
cifra de 85.000 soldados aproximadamente en diciembre del próximo
año, y mantener este esfuerzo en los próximos años servirá para
alcanzar a finales del año 2002 el número de soldados y marineros
profesionales necesarios para atender a las necesidades operativas de
las Fuerzas Armadas dentro de los límites fijados en esta Cámara.

El capítulo 2, gastos en bienes corrientes y servicios, del que
depende en gran medida la actividad, el adiestramiento y el
funcionamiento de las Fuerzas Armadas, tiene un incremento del 2,5
por ciento, aproximadamente 3.242 millones de pesetas, experimentando
una satisfactoria redistribución de recursos que permite el
incremento de 1.614 millones de pesetas en dietas, 145 millones de
pesetas en el capítulo de reuniones y conferencias, 2.344 millones de
pesetas en mantenimiento de la infraestructura, maquinaria e
instalaciones y, por último, 2.523 en trabajos realizados por otras
empresas, lo que supone dar un primer paso hacia la contratación
externa de servicios. El incremento en el apartado de dietas, 1.614
millones de pesetas, y en el apartado de reuniones y conferencias nos
permitirá, sin duda, afrontar las nuevas actividades derivadas de
nuestra consolidación en organizaciones internacionales e impulsar
las actividades de adiestramiento con la influencia que ello lleva
consigo en el incremento de la operatividad.




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Considero igualmente de extremada importancia la contratación de
servicios externos, también llamada externalización de servicios, por
dos motivos, a mi juicio, importantes. En primer lugar, por su
incidencia en la operatividad de las Fuerzas Armadas profesionales y,
en segundo lugar, por su repercusión en la eficacia individual del
futuro soldado profesional. Desde el punto de vista operativo, la
desaparición del soldado de reemplazo dejará vacantes empleos no
operativos que si no son externalizados deberán ser cubiertos por
soldados profesionales adiestrados para funciones operativas y
necesarios en las unidades. Desde la eficacia individual del futuro
soldado, permítanme citar un párrafo del dictamen de la Comisión
Mixta no permanente establecida para alcanzar la plena
profesionalización de las Fuerzas Armadas: Una formación del personal
que deberá satisfacer las necesidades de la institución militar y
posibilitar las aspiraciones personales de los interesados. El futuro
soldado profesional accederá a nuestras Fuerzas Armadas
voluntariamente, con una vocación e ilusionado por diversos
alicientes, pero con un denominador común: obtener una satisfacción
en el trabajo que realiza. Su asignación a actividades de servicios y
no operativas puede frustrar sus expectativas y su efecto puede ser
perjudicial para la motivación de otros ciudadanos que persiguen
ingresar como soldados o marineros profesionales, por lo que el
incremento presupuestario destinado a la contratación de servicios
externos es una buena noticia.

El capítulo 6, inversiones reales, presenta este año un claro
incremento del 6,5 por ciento en modernización que rompe la tendencia
del crecimiento cero de otros años y que nos permite mantener lo
comprometido en los grandes programas de modernización ya existentes
y actualizar alguno de los programas anteriormente detenidos.

Señorías, creo que son conscientes de que la profesionalización y la
modernización son procesos indisociables y, aunque la
profesionalización sigue unos parámetros presupuestarios estables que
permiten ir cumpliendo los plazos establecidos, la modernización, a
diferencia de la anterior, por sus especiales características,
precisa dilatar todos los esfuerzos presupuestarios en varios años.

En lo referente al mantenimiento predomina el acertado principio de
mantener la operatividad del material existente, ya fuertemente
descapitalizado antes y el incremento del 10,4 por ciento de este
presupuesto, aproximadamente unos 7.700 millones de pesetas, viene a
detener y a iniciar una lenta pero creo que progresiva recuperación.

En lo que se refiere al presupuesto del Estado Mayor de la Defensa,
dentro de la tendencia presupuestaria general, se produce un
incremento de 127 millones de pesetas, un 8,6 por ciento, en el
capítulo 2, principalmente en los apartados de gastos de locomoción y
traslado de personal y dietas, motivado, no cabe duda, por el
incremento de personal en el exterior, la entrada en funcionamiento
de la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas, la Esfas, y los gastos
en dietas por comisiones de servicio del personal español destinado
en el cuartel general conjunto sudoeste de Retamares. El plan de
austeridad del Ministerio aplicado al Estado Mayor de la Defensa y la
implantación y buen uso de los nuevos sistemas de comunicaciones
derivados del programa SCTM han motivado una disminución en los
gastos de los consumos de luz, agua, teléfono, cuya consecuencia
más directa ha sido la reducción de un 8,6 por ciento en el
apartado de gastos denominado consumos. También existen otras
reducciones notables en partidas tales como trabajos realizados por
otras empresas, que debidos a la transferencia de la responsabilidad
del cuartel general conjunto sudoeste de Retamares, han dejado de ser
necesarias o bien han pasado a ser financiadas por la Alianza.

El capítulo número 6, inversiones, se incrementa en un 16,7 por
ciento necesario para financiar el programa NAEW, que anteriormente
figuraba en los presupuestos del Ejército del Aire y que por su
carácter conjunto ha vuelto a su origen en el presupuesto del Estado
Mayor de la Defensa, y ha servido para incrementar las partidas
dedicadas a ciertos programas como el Santiago, el Secomsat y la
normalización cripto. De igual forma, este incremento tendrá un
reflejo positivo en la modernización, con su evidente influencia en
la operatividad, por la posibilidad de reiniciar programas de
inversión anteriormente aletargados por problemas presupuestarios.

Mención especial merece, ya lo he citado antes, la reducción
significativa de las partidas de inversiones correspondientes al
cuartel general subregional de Retamares, que desde el pasado día 1
del mes de septiembre son sufragados por la Alianza.

Como conclusión, señorías, y en orden a ser lo más breve posible,
permítanme de nuevo citar textos del dictamen de la Comisión Mixta:
El nuevo modelo de las Fuerzas Armadas profesionales debe sustentarse
en los siguientes principios generales: un respaldo económico
presupuestario, estable y suficiente, que permita afrontar los gastos
derivados del incremento del número de militares profesionales, de su
formación y adiestramiento permanente y de los programas de
modernización de armamento y equipo en el marco de los Presupuestos
Generales del Estado. Pues bien, señorías, yo creo que este
presupuesto responde a este dictamen de la Comisión Mixta, soy
optimista ante los retos que se nos presentan en el futuro inmediato
y quiero expresar mi satisfacción por el nuevo giro en la
disponibilidad presupuestaria de las Fuerzas Armadas para el año
2000, que espero que se mantenga en el futuro para poder alcanzar en
los plazos previstos el nuevo modelo de Fuerzas Armadas españolas y
los compromisos adquiridos en el marco de la escena internacional.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista tiene la palabra el
señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Gracias, general Valderas. Como cada año nos
ha hecho un resumen, no por ello menos extenso, de los elementos
principales, desde su punto de vista, del presupuesto en este caso
para el año 2000. Yo querría formularle algunas preguntas y hacer
algunas reflexiones a partir de sus manifestaciones y del estudio de
los presupuestos, más concretamente de los presupuestos del Estado
Mayor de la Defensa.

En primer lugar, hay dos cuestiones formales. En los presupuestos de
los tres ejércitos este año desaparece el centro de coste del mando
de personal. Hasta ahora existían tres centros de coste en cada uno
de los tres ejércitos y este año el centro de coste del mando de
personal desaparece, integrándose al menos las principales partidas
en nuevasdirecciones de asuntos económicos correspondientes a



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cada uno de los ejércitos. ¿Qué motivos existen para la desaparición
de este centro de costes y qué mejoras puede suponer esto en una
gestión presupuestaria? Un segundo aspecto también formal, tal vez
más complejo, es el relativo a la contabilidad presupuestaria que
cada ejército lleva a cabo. Tengo la impresión de que no es idéntica
en cada uno de ellos. Apartir de las preguntas con respuesta escrita
que formulo, los materiales que recibo de cada uno de los cuarteles
generales, aparte de que varían en extensión, lo cual puede tener
mayor o menor importancia, el sistema de contabilidad que aparece no
es exactamente el mismo. No sé si es consecuencia de la formulación
que se hace a las respuestas a mis preguntas o si realmente
corresponde a una realidad. Si es verdad que el sistema de
contabilidad no es exactamente igual en cada uno de los tres
ejércitos, seguramente tendría que realizarse alguna actualización
para homogeneizar al máximo.

Una segunda cuestión. Usted ha hecho alguna referencia al tema de la
acción conjunta. Evidentemente, como jefe del Estado Mayor de la
Defensa y por sus responsabilidades en acción conjunta, es lógico que
se refiera a este tema, además porque es el camino que siguen todos
los ejércitos modernos, en el caso de Estados Unidos el documento de
la visión conjunta 2010 o en el caso de Gran Bretaña la Strategic
Defense Review, para tener en cuenta la importancia que tiene. En
nuestro país estamos en un proceso importante de reforma de nuestras
Fuerzas Armadas, la profesionalización, la modernización, la
integración plena en estructuras internacionales. Se puede hacer una
valoración más o menos positiva en función de que se esté en el
Gobierno o en la oposición, y por tanto no voy a entrar en ello, pero
tengo la impresión -y querría compartirla con usted- de que no
avanzamos lo suficiente en el campo tanto doctrinal como efectivo y
de la gestión de la acción conjunta. En las publicaciones del
Ministerio sobre cada uno de los ejércitos hay referencias a este
tema. Sin embargo, después en la práctica tengo algunas dudas
derivadas de algunas respuestas a las preguntas que he formulado.

Como usted bien sabe, uno de los elementos centrales de la Strategic
Defense Review de Gran Bretaña es la creación de unas fuerzas rápidas
de acción conjunta. El estudio de este documento inglés llevó a
formular una pregunta en Comisión que no pudo ser contestada, decayó
por el tiempo transcurrido. La respuesta a la posibilidad de creación
por el Ministerio de Defensa de las fuerzas rápidas de acción
conjunta nos llegó por escrito y decía lo siguiente: No existe ningún
plan para crear una organización de fuerzas que con carácter
permanente pudiera ampararse bajo la denominación fuerzas rápidas de
acción conjunta. Si bien ha de considerarse que las operaciones
militares tienen todas carácter conjunto, hay una serie de unidades
que por su constitución y misiones están abocadas a ser siempre
conjuntas: artillería antiaérea, aviones de patrulla marítima
y otras, para las que no es preciso crear mandos conjuntos puesto que
son atribuidos por el jefe de Estado Mayor de la Defensa, como
comandante del mando operativo conjunto, a la estructura operativa
que mejor se ajuste al desarrollo de cada misión. Esa era la
respuesta. No sé quién la realizó y si se hizo desde el Estado Mayor
conjunto o desde dónde, pero me parece una respuesta y unas
reflexiones un poco pobres. ¿Cree usted que estamos avanzando lo
suficiente y
que los avances que se están realizando más allá de la Escuela
Superior de las Fuerzas Armadas (querría aprovechar para preguntarle
cuál es su presupuesto) están dotados suficientemente como para
cubrir todos los planteamientos de la acción conjunta que lógicamente
tendrían que figurar en el presupuesto del que usted es responsable?
Hay una tercera cuestión que querría plantearle. El año pasado
empezamos a reflexionar y de hecho planteamos -seguramente con una
formulación inadecuada por mi parte por lo que se pensó que exponía
un tema distinto- la cuestión de las auditorías de gestión. Esta
cuestión fue interpretada tanto en la intervención del representante
del Grupo Popular como en su respuesta -teniendo en cuenta que en la
réplica no pudimos profundizar en el tema- como una referencia a los
controles. Y no es así. Como se decía, controles hay suficientes, no
hace falta que haya más. Pero yo me refería a otros controles
relaciones con la reducción de costes, con la optimización de
recursos, con las nuevas necesidades de gestión de personal o con las
nuevas necesidades de gestión de adquisiciones. De hecho,
posteriormente, en la intervención del almirante Pita da Veiga,
hablando de estos aspectos y de las necesidades decía textualmente:
Inmediatamente el señor ministro ha redactado una directiva sobre el
mismo tema en la que se dice que las van a desarrollar cordialmente
los tres cuarteles generales en abierta colaboración con el Jemad y
que está en la misma línea de lo que han hecho los países de nuestro
entorno. En esta misma línea quería preguntarle lo siguiente. ¿En qué
situación se encuentra la respuesta a esta directiva dictada por el
ministro? Después, en la comparecencia de cada jefe de Estado Mayor
me referiré a aspectos concretos. Sobre la Armada ya avanzamos algo
en la reunión que tuvimos hace unos meses sobre procesos de
reingeniería de procesos. Pero concretamente a usted quería
preguntarle como responsable de acción conjunta en qué situación se
encuentran estos estudios, qué participación ha tenido usted o el
cuartel general conjunto y cuáles son las perspectivas de futuro.

Respecto a la gestión de adquisiciones, que tiene una incidencia
económica importante -en todos los países haya habido profundos
cambios en esta gestión, en Estados Unidos, Inglaterra y Francia;
donde las modificaciones francesas tenían como objetivo reducir los
costes de adquisición en un 30 por ciento, no han llegado a esta
cifra, creo que han logrado alrededor de un 15 por ciento-, tengo la
impresión de que podíamos avanzar más en este aspecto, lo que
supondría una reducción de costes en los proyectos que nos podrían
permitir iniciar otros proyectos también necesarios. Por ejemplo el
fusil de asalto. ¿No sería posible que los tres ejércitos tuviesen un
mismo fusil de asalto? ¿No reduciría costes? Respecto a ciertos
vehículos, el ejército de Tierra tiene el Rebeco, excelente vehículo;
la infantería de Marina tiene el Hummer y manifestaban que pensaban
seguir con él. Los dos son dos grandes vehículos, pero desde el punto
de vista no ya operativo, sino de gestión de adquisiciones ¿tiene
mucho sentido? Lo mismo ocurre con la adquisición del Centauro. Es un
buen vehículo, por él ha optado el Ejército de Tierra, pero parece
ser que la infantería de Marina, que puede necesitar un vehículo de
las mismas características, no parece inclinarse por el Centauro. Y
como último ejemplo más conjunto está el tema de mando



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y control. A finales de julio pude asistir en el cuartel general del
Ejército del Aire a los ejercicios Jwit, los ejercicios de
interoperatividad de fuerzas conjuntas. Fue una interesante
experiencia que se realizaba con tecnología web-cop, desarrollada por
Isdefe y que había sido utilizada antes y adoptada por la Armada, en
el Ejército del Aire, aunque no habían tomado una decisión, las
opiniones eran positivas, y parecía que el Ejército de Tierra tenía
otra opción. Son distintos ejemplos, que no quiere decir que siempre
sea mejor unificar, pero seguramente sería bueno -y termino, señor
presidente-, desde el punto de vista de la gestión, de la toma de
decisiones y de la programación, que hubiese una mayor acción
conjunta en estos aspectos.

Para terminar le voy a formular algunas preguntas concretas sobre los
presupuestos. En primer lugar, cuál es el presupuesto global del
Ceseden. Esta pregunta la he formulado casi todos los años y nunca he
conseguido saberlo, seguramente porque pasa por alto y no aparece
diferenciada en los presupuestos pero desearíamos conocer este
presupuesto.




En segundo lugar, en la ejecución del presupuesto de 1999, en el
programa 214.A de apoyo logístico, dentro del artículo 66, de
inversiones asociadas al funcionamiento de los servicios, ha habido
un importante cambio de proyecto, una modificación de casi 2.500
millones de pesetas que han pasado de un proyecto a otro. Existía el
proyecto 9214.02.0031, que estaba dotado con la cantidad de 2.476
millones, cantidad que se ha transferido íntegramente a una partida
de nueva creación, a un nuevo proyecto, que es el 9914.02.01. ¿Cuáles
son los motivos de esta transferencia y la creación de este nuevo
proyecto? ¿Es una cuestión únicamente de contabilidad o tiene
elementos de contenido que justifican este hecho?
La tercera pregunta va dirigida a algo a lo que usted ha hecho
referencia y de lo que el año pasado estuvimos hablando, que es el
proyecto OTAN de alerta temprana, el proyecto NAEW, que en el año
1998 estaba en el Estado Mayor conjunto, el año pasado pasó al
Ejército del Aire - yo expresé mi preocupación por este tema,
teniendo en cuenta que en el fondo, como usted ha dicho muy bien hoy,
es un proyecto conjunto- y este año, creo que con lógica, vuelve al
Estado Mayor conjunto. No sé si estos movimientos son los mejores,
aunque su trascendencia seguramente es relativa, pero tal vez en
algunos casos, sería necesario un debate antes de tomar ciertas
medidas que tienen que ser rectificadas al año siguiente. Por cierto,
su presupuesto de inversiones, capítulo 6, sí se separa el proyecto
NAEW, y si se hacen comparaciones homogéneas entre el presupuesto de
1999 y el del año 2000, el presupuesto no aumenta sino que disminuye
en cierta manera de forma significativa, cosa que también nos
preocupa de cara al futuro. Tenemos la impresión de que hay pocos
proyectos de futuro, no en la realidad pero sí al menos consignados
en sus presupuestos. No sé si es porque no existen o porque por
necesidades y técnicas presupuestarias no aparecen; sí aparecen por
ejemplo en otros ejércitos algunos proyectos que aunque no tienen
consignación para el presupuesto que se está discutiendo sí que
tienen previsible consignación para la programación de los siguientes
cuatro años.

Finalmente, usted ha hecho referencia a la contratación externa de
algunos servicios y decía que aparecían 2.500
millones nuevos. Quería preguntarle cuáles son los servicios
concretos que van a externalizarse en este presupuesto del año 2000 y
qué previsiones hay para años siguientes de otros servicios que deben
externalizarse.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor
Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RÍO: Señorías, señor jefe del
Estado Mayor de la Defensa, brevemente quiero agradecer su
intervención, la explicación de lo que es el presupuesto del año que
viene en materia de defensa. Probablemente el jefe del Estado Mayor
de la Defensa, a requerimiento de las preguntas formuladas por el
Grupo Parlamentario Socialista, haga referencia a las prioridades del
Estado Mayor de la Defensa en cuanto a los programas que están
previstos. Yo hacia antes referencia, aprovechando que el Pisuerga
pasa por Valladolid, al programa Helios, un programa que aparecía y
desaparecía. Quizá el secreto de este Gobierno durante estos años
haya sido que a ninguno le ha pasado como al Guadiana, es decir, si
no están en un capítulo están en otro, y desde luego lo que se ha
programado se está cumpliendo de manera fehaciente y lo podemos ver a
través de las liquidaciones de los ejercicios presupuestarios
anuales.

Aprovechando la comparecencia del general jefe del Estado Mayor de la
Defensa, última de esta legislatura en materia presupuestaria y
probablemente última del jefe del Estado Mayor de la Defensa en este
Congreso de los Diputados, quería trasladarle la felicitación del
Grupo Parlamentario Popular a las Fuerzas Armadas por su entrega y
dedicación, sobre todo en los importantes compromisos internacionales
que hemos tenido a lo largo de esta legislatura, y en los que han
tenido participación digna y efectiva, y felicitar al conjunto de las
Fuerzas Armadas porque si bien es cierto que este Gobierno ha
realizado un esfuerzo importante para tratar de consolidar una
política económica y presupuestaria en el conjunto del Estado, así
como consolidar y dejar madurar una política y una tendencia en
materia de defensa, reconocemos también los esfuerzos de los
cuarteles generales, el Estado Mayor de la Defensa, para adaptarse a
estos nuevos retos, de los que son copartícipes porque también ellos
han participado en lo que es esa nueva definición de las Fuerzas
Armadas del siglo XXI. El Grupo Parlamentario Popular reconoce el
esfuerzo realizado por el Estado Mayor de la Defensa y los cuarteles
generales y agradece la comparecencia puntual de estos años en la
Comisión de Defensa del Congreso de los Diputados para dar cuenta
fidedigna de lo que pasa en cada uno de sus presupuestos.

Yo creo que lo que es importante destacar en este momento es que se
consolida una tendencia, que el incremento del presupuesto de este
año de 37.223 millones de pesetas en relación con el del año anterior
consolida una tendencia, madura una política. En ese sentido, nos
satisface que esta programación realizada y los objetivos marcados en
la Directiva de Defensa Nacional, sancionada por el presidente del
Gobierno, se hayan podido llevar a efecto y se hayan podido programar
a lo largo de estos cuatro años.




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El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el general jefe del Estado
Mayor de la Defensa.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA DEFENSA (Valderas Cañestro):
Señor Marsal, respecto a su primera pregunta, las razones que han
aconsejado suprimir el centro, es para cumplir las premisas de
Hacienda de reducir los centros presupuestarios, todo ello con el
propósito de lograr una gestión más eficaz en su crédito.

Respecto a que la contabilidad presupuestaria de cada cuartel general
es distinta o aparentemente distinta y si se puede homogeneizar, en
lo que a contabilidad se refiere estamos estableciendo un sistema
general de contabilidad para toda la defensa para limar las posibles
diferencias entre un procedimiento y otro.

Respecto a la acción conjunta no puedo estar más de acuerdo con la
opinión de S.S., no en vano soy el jefe del mando operativo conjunto,
pero he de decirle que estamos haciendo esfuerzos no sólo en la Esfas
sino en otros campos. Por ejemplo, la Infantería de Marina y el
Ejército de Tierra están alcanzando un nivel de homogeneización muy
grande; también las operaciones especiales, esos dos temas que hemos
tocado y en los que se ha llegado a un acuerdo completo entre las
partes. La artillería antiaérea, por ejemplo, es otro de los temas
que han sido discutidos y en el que hay un perfecto acuerdo entre el
Ejército de Tierra y el Ejército del Aire sobre su utilización, cuál
debe ser su función y cómo debe manejarse; también en los aviones de
patrulla marítima. Todo esto son claros indicios de que nos estamos
moviendo en el sentido correcto.

Respecto a la fuerza rápida de acción conjunta, se está analizando
pero no es un tema fácil. Tiene que ser una fuerza con una proyección
grande y lo estamos analizando con mucho cuidado.

Me ha preguntado por el presupuesto de la Esfas y por el del Ceseden.

El de la Esfas es de 170 millones de pesetas, si mal no recuerdo, y
el de Ceseden es de 461 millones. El del Ceseden engloba, por
supuesto, al de la Esfas.

En cuanto a las auditorías de gestión le tengo que decir que en este
momento no estoy en condiciones de contestar exactamente a su
pregunta. Le contestaré por escrito a la mayor brevedad posible
porque le podría contar cualquier cosa pero exactamente no lo sé.

Respecto a la gestión de adquisición creo que también vamos por buen
camino. El fusil de asalto que S.S. ha citado va a equipar a los tres
ejércitos y de momento la primera partida corre a cargo de los
presupuestos del Ejército de Tierra para que luego sean reembolsables
los gastos que ocasione la partida que corresponde. Si mal no
recuerdo, para este año, la cifra aproximada es de 15.000 fusiles de
asalto, de los cuales 2.000 son para la Armada. El Ejército del Aire
también ha pedido que se le dé una parte de esta producción, aunque
la limitación probablemente esté por parte de la empresa y no de los
cuarteles generales.

La homogeneización de los vehículos. Como le he dicho antes, el
Ejército de Tierra e Infantería de Marina están muy en contacto para
ver qué vehículo es el que se consigue. Entre el Rebeco y el Hummer,
la mayoría piensa que el Rebeco es mejor. Lo que sucede es que el
Hummer es el que tienen y todo el mundo se adapta a lo que tiene. Yo,
con la idea de que el conjunto debe primar y de que
cuanto mayor sea el número de adquisiciones más barato será y la
logística mucho más fácil, estoy seguro de que la Armada acabará con
el Rebeco, que creo que es lo que debe hacerse.

Respecto al Centauro, y respondo así a una pregunta que se produjo en
la primera intervención del señor secretario de Estado, si no
recuerdo mal, es un vehículo de caballería -lo comparaba S.S. Willy
Meyer, creo que era, con el Pizarro-, tiene mayor calibre, menor
capacidad, porque lleva tres tripulantes más cuatro exploradores. El
Pizarro me parece que es un poco más ligero, más grande, va sobre
cadenas y el otro sobre ruedas. Estamos en ello, la homogeneización
es uno de los temas principales que estamos llevando a cabo y tanto
en el ámbito de la Dirección General de Armamento y Material, en el
Estado Mayor y en los cuarteles generales es uno de los objetivos que
nos hemos marcado.

El mando y control. Efectivamente, los cuarteles generales han
empezado a desarrollar las posibilidades de mando y control. Yo tuve
la oportunidad de ver el desarrollo de la Armada hace aproximadamente
un año, en Rota, pero no pude asistir a la demostración del Ejército
del Aire hace poco. Es un programa convergente, podría decir, y estoy
seguro de que al final haremos un análisis de los sistemas que hay y
se decidirá cuál es el sistema adecuado que deben tener las Fuerzas
Armadas, porque es a lo que tenemos que tender.

El Ceseden. El presupuesto ya le he dicho lo que es. La ejecución del
214.A, el apoyo logístico, artículo 66 me pilla un poco descolocado,
porque tendría que buscar entre todos los papeles. Me va a permitir
S.S. que se lo mande por escrito.

El NAEW. Efectivamente, hubo un momento en que se pensó que como eran
aviones, debía estar en el presupuesto del Ejército del Aire. Usted
mismo, el año pasado, señoría, dijo que era un programa conjunto,
todo el mundo está de acuerdo y ha vuelto a sus orígenes, de donde no
debió salir en ningún momento. ¿Disminuye el capítulo VI? Yo creo que
no. Lo que sí es verdad es que los programas que aparecen en el
capítulo VI -y eso creo que ya lo discutimos el año pasado y puede
que el anterior- son larguísimos, de mucha duración y con un objetivo
muy importante, pero que se van difuminando con el tiempo. Cuando
hablamos de las comunicaciones militares, hay que tener en cuenta que
es un programa que empieza en 1986, que tiene que acabar en el 2003 o
en el 2005, ahora mismo no me acuerdo, y que empiezan a influir en él
las necesidades del Ejército del Aire cuando decide que en la red de
defensa aérea, las instalaciones de radares, tienen que ser
distintas, o cuando el Ejército del Aire cambia por culpa del Plan
Norte su despliegue. Todo eso influye sobre estos programas. Yo creo
que no disminuye. Sí baja por ejemplo el presupuesto del puesto de
mandos del Jemad y me parece que sustancialmente el Calatrava. Al
cabo de cuatro años, tal como hablamos el año pasado, se ha hecho una
revisión, porque cuando se efectúa un contrato se va a la baja y
normalmente se negocia en las mejores condiciones posibles. Yo creo
que no ha bajado el presupuesto. Puede que haya bajado con relación
a lo que estaba previsto para este año, pero no con lo invertido



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en 1999. Desde luego, el presupuesto, en mi opinión, es
suficientemente bueno y podemos salir adelante con él.

Posibles nuevos programas. Verdaderamente, es muy difícil para el
Estado Mayor conjunto definir nuevos programas. Al fin y al cabo lo
que hace es integrar los programas de los demás, aunque son programas
que no necesariamente tienen un coste presupuestario. El Estado Mayor
de la Defensa lo que dice es que debemos conseguir una mayor
integración para que el Ejército de Tierra esté bien representado
cuando tiene que intervenir en la Escuela de Helicópteros del
Ejército del Aire. El Estado Mayor de la Defensa lo que hace es
dirigir, pero programas suyos, quitados los programas conjuntos, que
están prácticamente todos englobados, es difícil. Algunos irán
apareciendo con el tiempo, pero no es demasiado fácil.

En cuanto a la externalización de servicios, he de decirle que, como
ha podido comprobar S.S., en el proyecto de presupuestos, en el único
ámbito en el que no sufre un incremento es precisamente en el Estado
Mayor de la Defensa, porque ya lo teníamos bastante externalizado y
porque dentro del presupuesto del Estado Mayor de la Defensa estaba
el correspondiente al Cuartel General del Sudoeste de la OTAN, en
Retamares, que, al pasar a ser ya responsabilidad de la Alianza a
partir del día l1 de septiembre, ha disminuido esa necesidad. ¿En qué
consiste la externalización? Ahora mismo no se lo podría asegurar,
pero con mi experiencia en otros puestos en que he estado, desde
recogida de basura, mantenimiento de las instalaciones eléctricas,
servicios de repostería, cocinas, etcétera. Creo que no tendremos más
remedio que recurrir a ella, porque si no tendríamos que emplear a
los soldados preparados para una cosa en algo para lo que no están
preparados.

No sé si he contestado a todas sus preguntas. La segunda lo haré por
escrito.

Quiero agradecer al representante del Partido Popular lo que ha dicho
respecto a la labor de las Fuerzas Armadas a lo largo de estos cuatro
años. Esta legislatura ha sido verdaderamente importante para las
Fuerzas Armadas porque se han producido hechos como la integración en
la estructura militar de la Alianza y la negociación con los mandos
de la Alianza para ver los puestos que podríamos ocupar en la
estructura, en la que hemos tenido, no diría yo un éxito, pero sí un
resultado francamente satisfactorio. Durante estos cuatro años, las
Fuerzas Armadas han intervenido en el exterior en numerosas ocasiones
y estoy seguro de que la actuación de las Fuerzas Armadas, sea cual
fuere el color del uniforme que vistan, ha sido realmente ejemplar y
al nivel de la mejor intervención que se haya podido producir por
otra nación aliada. Le agradezco enormemente a S.S. la opinión que ha
dado sobre las Fuerzas Armadas durante estos últimos cuatro años.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, general Valderas.




Señorías, excelentísimos e ilustrísimos señores, no hemos podido
cumplir el horario preestablecido, pero creo que es el momento de que
suspendamos la sesión para el almuerzo. Vamos a fijar un horario para
esta tarde. Les cito a las 15,45, para que empecemos a las 15,50 con
la comparecencia del jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra.

Cuando acabe esa comparecencia, con las correspondientes
intervenciones de los grupos, suspenderemos de nuevo la sesión
para asistir al Pleno, al que va a comparecer el presidente de la
República Francesa. A las 17,30, que yo calculo que habrá terminado
esa comparecencia extraordinaria, volveremos para la comparecencia
del jefe del Estado Mayor de la Armada y a las 18,15 podríamos tener
la comparecencia del jefe del Estado Mayor del Aire. Ese sería el
horario modificado. A ver si lo podemos cumplir.

Se suspende la sesión.




Eran las dos y cuarenta minutos de la tarde.




Se reanuda la sesión a las tres y cincuenta minutos de la tarde.




- DEL SEÑOR JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DE TIERRA (PARDO DE
SANTAYANA Y COLOMA). A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO
(Número de expediente 212/002184), Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR
EN EL CONGRESO. (Número de expediente 212/002291.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, excelentísimos e ilustrísimos señores,
reanudamos la sesión de comparecencias con la del Jefe del Estado
Mayor del Ejército de Tierra, general Pardo de Santayana, a quien
damos la bienvenida a la Comisión y tiene la palabra.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DE TIERRA (Pardo de
Santayana y Coloma): Señorías, la defensa de la paz, de la libertad,
de la estabilidad democrática y del bienestar de España y de los
españoles, así como la defensa de estos valores en otros lugares de
Europa y del mundo donde estén en peligro, considero que es motivo
suficiente para justificar la necesidad del esfuerzo -importante
esfuerzo, hay que reconocerlo- económico que la nación y el
contribuyente hacen para dotar a su ejército adecuadamente.

Comparezco hoy ante ustedes, tras mi primer año al frente del
ejército, para explicar las implicaciones que sobre el mismo tiene el
presupuesto del año 2000, año que hemos denominado del ejército de la
eficacia ya que, dando un nuevo impulso, buscaremos eliminar todo
aquello que no redunde directamente en beneficio de la misma.

El ejército, desde el punto de vista presupuestario, sigue
condicionado por nuestra plena integración en la Alianza Atlántica y
demás compromisos internacionales, por la finalización del Plan Norte
convergiendo con el Plan de profesionalización, con la consiguiente
modernización, y por el propio Plan de profesionalización.

Los compromisos internacionales, que siguen siendo un poderoso
impulso para perfeccionar el ejército, un ejército que ya podemos
considerar operativo, proyectable y con alta disponibilidad,
condicionan, como es lógico, nuestras actividades y encarecen nuestro
presupuesto. Como saben, seguimos manteniendo, dentro de la división
francesa Salamandra, un importante contingente en Bosnia en la
operación Constant Force que pronto, según los planes



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Sfor, tendrá una reducción del 25 por ciento. Aesta misión, en la que
llevamos ya siete años y por la que han pasado más de 24.000 soldados
del Ejército de Tierra, se ha unido ahora la de Kfor en Kosovo, en la
operación Joing Guardian, donde tenemos también fuerzas integradas en
la Brigada multinacional Oeste, que apoyamos logísticamente desde
Macedonia. Ambas se mantendrán el próximo año, mientras que, en
cambio, la unidad sanitaria desplegada actualmente en Turquía inicia
mañana su repliegue. Mantenemos también una pequeña misión en
Centroamérica, en Guatemala.

Como ya apunté el pasado año, estamos orgullosos y satisfechos de que
el ejército pueda ser exportador de la paz, de que el ejército sea un
instrumento de la política exterior al servicio de los intereses de
España y de los españoles, y poder contribuir así a la paz mundial
llevando ayuda humanitaria, como ha ocurrido este año, a Nicaragua,
Honduras Albania y Turquía, además de apoyar dentro de España a los
emigrantes en Ceuta y Melilla, ayudando a establecer y mantener la
paz, como en Kosovo o en Bosnia, o instruyendo en el desminado en
Perú y Ecuador, además de hacerlo también en Bosnia y en Kosovo.

Todas estas actuaciones están permitiendo que nuestro ejército
adquiera gran experiencia y mejore día a día su disponibilidad, su
capacidad de proyección y su preparación para todo tipo de misiones,
habiendo ganado al mismo tiempo prestigio y autoestima al ver el
reconocimiento de las poblaciones de estas naciones, el de los mandos
y soldados de otros países de la OTAN, así como el de las ONG y de
los políticos y diplomáticos de todo el mundo.

Estas operaciones, que tienen un importante coste añadido, suponen
además un desgaste importante en material, que se ve sometido a un
esfuerzo muy superior al normal, con un mayor consumo de repuestos y
de utillaje. Sin embargo, se consigue mantener en alto grado de
operatividad gracias a un adecuado sistema de mantenimiento que vamos
perfeccionando, lo que pone de manifiesto el avance logrado en
nuestra capacidad logística, que en este momento atiende dos
esfuerzos importantes en diferentes zonas, a más de 2.000 kilómetros
de distancia, y además el hospital en Turquía. Más importante es el
sacrificio personal de nuestros hombres, que se entregan por entero.

Un muerto y veintinueve heridos es el balance del sacrificio del
ejército este año en estas misiones, balance que, por otra parte, es
similar al de los contingentes de otros países.

Nuestra plena integración en la OTAN y en las organizaciones
defensivas europeas está suponiendo que un número importante y
valioso de cuadro de mando se haya incorporado a diferentes cuarteles
generales y unidades internacionales, un total de 103 cuadro de mando
en en el seno de la OTAN, Saceur, ARRC, en Nápoles, en Verona,
etcétera, contando también el de Retamares que absorbe a 49. En la
defensa común de Europa, en el Eurocuerpo y Eurofor (?), tenemos 96
cuadro de mando y 63 de tropa. Estos números se incrementarán en 2000
hasta completar 180 cuadro de mando en la OTAN. Como saben, a partir
de diciembre, un teniente general del Ejército de Tierra español
mandará el Eurocuerpo y otro teniente general es ya jefe del mando
subregional Oeste de la OTAN.

También inciden en el presupuesto los últimos cambios del Plan Norte,
ya prácticamente finalizado en el plano
organizativo, pero que requiere aún algunos años para completar las
concentraciones de unidades y otros procesos de racionalización,
especialmente en el campo de la enseñanza y de la organización
territorial.

Como he dicho al comienzo de mis palabras, recuerdo que contamos hoy
en día, a través de un concepto modular, con unas fuerzas del
Ejército de Tierra realmente operativas y de un cuartel general
operativo con capacidad de mando de fuerzas conjunto-combinadas -se
va a hacer un ejercicio previamente el año que viene, el Eolo, en
este sentido-, pero para mantener el nivel deseado de operatividad es
necesario que se continúe el esfuerzo, la concentración de
acuartelamientos, la mejora de los mismos y, por otra parte, que se
continúe la modernización del armamento.




Estamos dando una gran prioridad a la mejora de nuestras bases y
acuartelamientos, adaptándolas a la profesionalización y mejorando su
seguridad para reducir los rutinarios servicios. En este año, se ha
dado un gran avance en mejorar los alojamientos de la tropa,
habiéndose adoptado un modelo de camareta para tres personas, mucho
más cómoda y acogedora, y en esta misma línea seguiremos el año
próximo. Continuamos la racionalización en todos los campos,
eliminado todo aquello que, por obsoleto, es ineficaz y costoso,
empezando ahora a recoger ya los frutos de estas medidas. Como saben,
hoy en día, el ejército, debidamente reducido y reorganizado, sólo
precisa completar su modernización bajo el concepto de que la calidad
ha sustituido a la cantidad como elemento de disuasión.

La convergencia con el Plan de profesionalización hace que esperemos
contar con 43.500 soldados profesionales en enero y 57.000 a finales
del 2000. Podemos afirmar, empleando el léxico escolar, que el Plan
de profesionalización progresa adecuadamente, siendo sin duda para el
Ejército de Tierra la mejora más significativa, mayor que los mismos
carros o los misiles Tow o Mistral.

Los elevados porcentajes de reenganche nos tranquilizan porque parece
indicar que el trato que se le da a la tropa en nuestros cuarteles es
el adecuado, y nos permite ser optimistas; pero no es menos cierto
que el tamaño actual del ejército ya no permite mayores reducciones
sin la pérdida de capacidades militares.Un avance en el camino de la
profesionalización debe ser el de los complementos de tropa, de los
que ha hablado el subsecretario, por peligrosidad o por
destacamentos, que, al parecer, ya se pondrán en marcha este año. Sin
embargo, como todo tiene sus ventajas e inconvenientes, la total
profesionalización ha supuesto, por una parte, una nueva reducción y,
por otra, un importante coste añadido, que hace que tengan que
reducirse algo las salidas al campo debido a tener que pagar a la
tropa un plus; situación que se va paliando, en cierta medida, con la
permanencia y experiencia de la tropa profesional, que no tiene que
salir tantas veces. En cualquier caso, este año recuperaremos algo el
número de días de campo, acercándonos a las medidas de la OTAN. Como
complemento de esta tropa está el personal civil, cuya distribución
también estamos racionalizando y actualizando, si bien con la
lentitud que impone la falta de movilidad de este personal. Ya es
mucho mayor el número de civiles en el mantenimiento de bases y
acuartelamientos, y hemos iniciado las contratas



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de mantenimiento de bases con empresas civiles, que viene a compensar
en parte la reducción de soldados.

Por lo que se refiere a modernización del material que está previsto
en el Plan Norte, quisiera recordar nuevamente a SS.SS. que el Real
Decreto 84/1994, por el que se aprobó el Plan Norte, decía que se
financiaría a través de las dotaciones anuales, mediante la Gerencia
de Infraestructura y también mediante cantidades adicionales que se
habilitarían para tal fin. Todo ello buscando compensar la enorme
descapitalización que el Ejército de Tierra había sufrido durante
décadas anteriores, proceso que hasta el momento se viene cumpliendo.

En el año 2000 vamos a continuar con los programas ya en su mayor
parte comprometidos en años anteriores y, así, aprobada la
adquisición del carro Leopard 2A6 ó 2E, según se denomine (quiero
resaltar que antes era el 2A5 y ahora, con el cañón largo, pasa a ser
el 2A6, que es el mismo que tienen los alemanes, por razón de
interoperabilidad), se empezarán a recibir estos carros en el 2002.

También se está negociando -prácticamente está ya muy encaminado- el
mantener el leasing de los 108 carros Leopard 2A4.

Continuaremos recibiendo, a un ritmo de un batallón por año, los
Pizarro, de los cuales están en fase de recepción el primer batallón,
teniendo ya una compañía que podrán ver SS.SS. en el desfile de la
próxima semana. Seguiremos la modernización de los BMR, a un ritmo de
100 por año, más o menos; modernización que supone aumentar su
protección contra munición de calibre hasta 12,70, mejorar sus
prestaciones y alargar su vida operativa. Estos vehículos, como
saben, son los que utilizan nuestros hombres en Bosnia y Kosovo. Como
ha salido antes lo del Centauro, quería decir que el BMR es ahora el
vehículo de la infantería ligera. Hoy en día, dado que la sociedad no
admite que haya bajas propias, la infantería, aunque sea ligera,
tiene que ir protegida y los BMR cumplen este cometido. Vamos a
recibir los primeros vehículos de reconocimiento para la caballería
de la FAR, el modelo Centauro. Anteriormente, la caballería de la FAR
tenía, entre otros, los B, con cañón de 90; cañón que venía de unos
antiguos vehículos Panhard, del Sahara. Están totalmente obsoletos
y hay que sustituirlo por un vehículo que venía pidiendo la caballería
hace mucho tiempo, que es ligero, que pueda ir con las primeras
unidades, de ruedas y con un potente cañón.

Continuaremos la modernización de los helicópteros de transporte
pesado, los Chinook, al modelo Delta, y también recibiendo los
helicópteros de transporte táctico Cougar. Nuestra capacidad
antiaérea se mejorará con la recepción de los nuevos cañones de 35/
90, modernizados, y se inicia este año la adquisición de las
direcciones de tiro para uno de estos grupos. También se empezará a
recibir los primeros centros de operaciones antiaéreas ligeras, con
sus radares correspondientes, para el correcto empleo de los misiles
Shorad-Mistral. El grupo Hawk ha acabado su modernización, que le
permite adquirir y destruir un número mucho mayor de objetivos, y ha
reducido considerablemente su personal y el coste de su
mantenimiento, igual que ocurre con los cañones antiaéreos de 35/90,
antes citados.

Hemos sacado este año el programa de la Light Gun para dotar a la FAR
de una artillería moderna, y continuaremos la modernización de la
artillería de campaña autopropulsada,
para la división mecanizada y la brigada de caballería.

Acabaremos de recibir los 38 carros de zapadores y también
recibiremos un tercer puente de vanguardia, de un total de cinco, en
el esfuerzo de modernizar a nuestros ingenieros, que tan buena labor
están haciendo en todo el mundo. Es destacada, por ejemplo, la labor
que han llevado a cabo no sólo en Bosnia (donde nos piden que se
mantengan allí, a pesar de que queríamos retirarlos), pero sobre todo
en Centroamérica.

El próximo año se va a dar un gran impulso al sistema de mando y
control. Este año ya hemos recibido una parte importante de medios de
la red básica de área, que enlazará en campaña los cuarteles
generales de la fuerza de maniobra de las divisiones, brigadas y
batallones, en sustitución del obsoleto sistema Olimpo. Por otra
parte, ya se ha adjudicado a Amper (Indra) la fabricación de los
nodos informáticos de Simacet, para ejercer el mando desde los
cuarteles generales citados. Seguiremos perfeccionando el Sigle,
sistema integrado de gestión logística del ejército, que está
operativo en todo el ejército desde mediados de año. Este sistema nos
está permitiendo hacer una gestión logística mucho más ágil y
económica. Es precisamente este campo del mando y control, y el de la
informatización general de todo el ejército, nuestra principal
prioridad en la modernización, así como la de continuar mejorando el
apoyo logístico para asegurar el sostenimiento de nuestra unidades
proyectadas.

Alo largo de este año y del próximo, nuestras unidades empezarán a
recibir los primeros fusiles HK, elegido como nuestro nuevo fusil de
asalto. Aquí quiero decir que es uno de los primeros casos en los
cuales ya uno de los ejércitos va a gestionar todo ese material. O
sea, el Ejército de Tierra va a gestionar la compra del fusil de
asalto y, luego, los otros ejércitos harán unos RC para compensar el
dinero que nosotros pongamos. Continuaremos la adquisición del
vehículo de 1,5 toneladas, de Urovesa, el Rebeco-Vamtac, que es el
Hummer español, del que ya tenemos 130 unidades contratadas para
adaptarlo a las unidades de armas pesadas TOW, Milán, Mistral, LAG-
40; ése también desfilará el próximo día. También adquiriremos
camiones de 10 toneladas, tácticos y Vempar, logísticos,
incrementando sensiblemente la calidad de nuestro parque automóvil,
que estamos racionalizando considerablemente.

El incremento en el capítulo de mantenimiento en los presupuestos nos
va a permitir una mejor atención y un mejor mantenimiento del
material, que, por otra parte, es cada vez más sofisticado. Como dije
ya el año pasado, sabemos que una cadena no tiene más fuerza que la
de su eslabón más débil y, por ello, a pesar de estas claras mejoras
en nuestro ejército, en la dirección de su modernización, tenemos que
seguir trabajando en racionalizar nuestro parque de vehículos -que
tiene una media de 13 años de edad-, en mejorar nuestra reserva de
munición y en aumentar nuestras capacidades en visión nocturna y en
NBQ. Este año se hace un importante esfuerzo en todos estos sectores,
quedando también pendientes algunos programas del Plan Norte, como
son el helicóptero de ataque, el cañón de 155 de Santa Bárbara, el
MLRS o el misil de costa, que están programados para años
posteriores.

Aún tenemos carencias y limitaciones como consecuenciade la citada
descapitalización. Una de ellas es la simulación,



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donde, aunque hemos progresado sensiblemente, necesitamos hacer un
esfuerzo aún mayor, según cubramos otros programas. Ya no
adquiriremos ningún sistema de armas que no lleve su simulador. En el
año entrante se empieza el Cesifamet, que es el centro de simulación
de helicópteros de la Famet, y se termina el Simaca, que es el
simulador de tiro de la academia de artillería. También se van a
hacer simacas para los grupos de artillería y para el mando de
artillería de campaña de León.

Quizá el mayor problema hasta el momento haya sido el mantenimiento,
como he dicho antes, pero el incremento del presupuesto en este
capitulado, unido a la continua racionalización del sistema de
mantenimiento de los materiales, el empleo del Sigle, así como el
esfuerzo que hemos hecho en incrementar el personal especialista y
los repuestos, nos hace estar esperanzados. Podemos decir que
actualmente la fuerza de maniobra y nuestras unidades en Bosnia
mantienen, como norma, sus materiales con la operatividad requerida
por la OTAN. Hemos iniciado una decidida operación de racionalización
del parque automóvil para una plantilla de paz más lógica, ya que,
como he dicho, existen carencias sobre todo en unidades no
prioritarias.




Resumiendo, diremos que en el presupuesto de este año hay un
incremento en personal, para llegar a los 57.000 soldados
profesionales a fines del año 2000; una importante reducción del
gasto en alimentación y algo menor en vestuario, por disminución de
efectivos y por racionalización; una reducción de los gastos de
funcionamiento de transporte y combustible, por racionalización; un
aumento en los gastos de mantenimiento e inversión en infraestructura
para mejorar la vida de la tropa, camaretas, calefacción, ducha,
etcétera, y de las unidades, talleres, tinglados, etcétera; un
incremento en dietas, que permite pagar a la tropa profesional cursos
y programas de instrucción y adiestramiento; un aumento en los gastos
de mantenimiento del material, para mejorar la operatividad de unos
equipos que son cada vez más sofisticados; un aumento de los
servicios contratados a otras empresas, para compensar la reducción
de tropa, y un aumento en la modernización del armamento, para ir
cumpliendo los objetivos del Plan Norte.

El ejército sigue ilusionado en su esfuerzo de modernización en todos
los campos de la gestión, estructuras, enseñanza, preparación o
logística. Un esfuerzo continuado en los próximos años, como el
realizado en estos últimos años, prestando especial atención a la
modernización del material, que va íntimamente unida a la
profesionalización, nos permitirá no sólo conseguir un mejor ejército
-el ejército que España necesita-, sino también un ahorro en la
gestión del mismo. Recuerdo una vez más que lo que es bien cierto es
que el ejército más caro es sin duda aquél que no es eficaz porque no
tiene a sus hombres instruidos o porque su material es obsoleto.

Muchas gracias. Estoy preparado para contestar sus preguntas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Bienvenido nuevamente a esta Comisión.

Nos ha hecho, como el año pasado, un resumen extenso de las
actividades y de las previsiones presupuestarias del Ejército de
Tierra para el año que viene. Puede tener la seguridad de que este
Parlamento, y especialmente los parlamentarios de esta Comisión,
somos conscientes del esfuerzo y de los resultados en este proceso de
modernización y adaptación del Ejército de Tierra a las nuevas
circunstancias y que pueden contar con nuestro total apoyo para
seguir en este camino.

Respecto a los presupuestos del año 2000, queríamos formularle
algunas cuestiones genéricas y otras concretas. El año pasado le
pedimos una serie de distribuciones por costes que no figuran en los
presupuestos: cuartel general, fuerza, apoyo a la fuerza, las
diferentes brigadas. Hemos hecho un primer estudio de estos datos y
por ser de un solo año no podemos seguir un proceso de comparación y
evolución.




Las primeras preguntas son: las distribuciones de gastos entre el
cuartel general, la fuerza y el apoyo a la fuerza en el caso del
Ejército de Tierra es de un 3,5 por ciento para el cuartel general;
un 64,7 por ciento para la fuerza y un 31,8 por ciento para el apoyo
a la fuerza ¿Le parece que esta es la distribución correcta o
necesita algunos cambios para que sea más operativa? Seguramente es
una pregunta difícil de responder, pero ahí está.

Asimismo, hemos estudiado el coste de las brigadas que tiene cierta
homogeneidad. Solamente hay algunas diferencias en el tema de
adquisición de armamento que varía de un tipo de brigada a otra.

Quería preguntarle si cree que pueden reducirse los costes de
funcionamiento de cada una de estas brigadas o hemos llegado ya a un
límite y si hay algún estudio en curso sobre esta posibilidad de
reducción de costes ¿Hay desvíos significativos en la previsión de
costes y en la realización efectiva de costes en las brigadas? Le
agradecería nos haga llegar los mismos datos para el año 2000 en el
momento en que esté en disposición de hacerlo.

El segundo aspecto es el análisis de los créditos para la
modernización que constan en la memoria del programa correspondiente.

En ellos observamos que los créditos de modernización están muy
sujetos: el 92,13 por ciento son créditos ya comprometidos de
proyectos anteriores, a diferencia de la Armada y del Aire en que los
créditos comprometidos se sitúan entre un 81 y un 83 por ciento. Esta
sujeción de créditos ¿qué consecuencias puede tener para el futuro de
la modernización del Ejército de Tierra?
Respecto a los nuevos proyectos que se van a poner en marcha con el 8
por ciento restante que aún no está sujeto a programas anteriores,
consta el sistema de mando y control para brigada y división ¿Cómo se
encuentra este proyecto y en qué situación está el conjunto de
sistemas C3I en sus distintos niveles, desde el cuartel general hasta
las unidades más pequeñas? No pretendo ahora la respuesta, puede ser
por escrito posteriormente.

Hay un nuevo, relativamente, proyecto de adquisición complementos en
la red básica de área ¿Cuáles son estos complementos que no estaban
previstos en el grueso principal y en qué situación se encuentra el
conjunto de la red básica de área?
En cuanto a algunos de los créditos de inversión, quería formularle
algunas preguntas. Usted ha hecho referencia a



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que ha terminado el tercer proyecto de modernización de los Hawk.

¿Qué perspectiva de futuro existe para este sistema de armas,
teniendo en cuenta que es uno de los temas que está moviendo mayores
esfuerzos en los países aliados europeos? En el caso de Alemania, por
ejemplo, tiene la previsión de sustituirlos para el año 2003 y a
partir de este año no van a ser suficientemente adecuados y es
necesario sustituirlos.

España no participa en los diferentes proyectos que existen en este
campo, ni en el programa Meads ni en el consorcio Eurosat. En 1997 la
Asamblea de la UEO hizo una recomendación para que los países UEO
participaran en dicho programa o como mínimo en el desarrollo del
interceptor Ascer ¿Cuál es su opinión sobre lo que sería necesario
realizar en este sentido?
Respecto a las aeronaves, el año pasado empezamos a hablar de la
situación del helicóptero de asalto. Nos dijo que las previsiones
eran que en el 2002 se puede empezar a recibir los primeros y que en
el 2004 se puede terminar. La realidad no será tan optimista, porque
si fuera así ya tendría que haber alguna consignación para el
presupuesto del año 2000. Quería preguntarle no tanto cómo está el
proceso de decisión entre un tipo u otro de helicóptero, sino cuáles
son las perspectivas del Ejército de Tierra en este campo.

Por lo que se refiere al programa de radioteléfono táctico avanzado,
en el coste total se ha producido una baja sensible. Inicialmente,
había una previsión de 36.000 millones que en este momento se ha
rebajado a 12.000. Parece que están bajando las previsiones no sé si
por disminución de costes, por reducción del programa o qué aspecto
explica esta evolución. Por tanto, en qué situación se halla este
proyecto.




En los medios de transporte terrestre, que usted ha señalado como una
prioridad, el coste total del proyecto aumenta de 13.000 millones a
más de 24.000 millones. La previsión de crédito era de 3.000 millones
y se aumenta a 5.006. En este caso las cifras coinciden con la
expresión de voluntad. Ha hecho ya una referencia a ellos, pero
¿puede precisar un poco más sobre los medios de transporte terrestre
que entran en este crédito?
Hay un proyecto nuevo, de los pocos que aparecen para el año 2004,
dentro del superproyecto de equipo y material logístico. Es el
proyecto 2000.14.11.0004, otro material y equipos, apoyo logístico
por 770 millones. Es un proyecto que aparece por primera vez, ¿qué es
lo que hay dentro de esta consignación?
En los aparatos de visión nocturna nos decía el año anterior que a
partir del año siguiente, es decir de éste, se volcarían en ello. Sin
embargo, lo que observamos es que ha habido una reducción de 1.250
millones de pesetas a 625 millones en su conjunto. No vemos que en el
presupuesto para el 2000 haya habido un esfuerzo especial en esto,
seguramente por otras prioridades. ¿Cuál es la previsión en un tema
tan importante como el de visión nocturna?
Aparece, y alguna referencia ha hecho a ello, un nuevo proyecto de
sinuación y material de instrucción dotado con 400 millones. Querría
preguntarle si es uno de los que se ha referido ya en su
comparecencia o si es alguno nuevo.

Ha desaparecido el proyecto de transporte naval que había el año
anterior, del cual hablamos extensamente el año pasado, se ha
comprado el Camino Español. De acuerdo
con las informaciones que poseemos, se van a pagar o se han pagado
800 millones a Bazán. Estos 800 millones ¿son para la adquisición y
obras de adecuación que Bazán ha realizado o solamente son para la
adquisición y hay que añadir también los costes de adaptación?
Hemos comprobado que hay un significativo aumento de los proyectos de
mantenimiento, usted ha hecho referencia a ello y, por tanto, no le
pregunto más sobre este tema. Pero sí vemos una cierta contradicción
en la memoria del programa 212.A, gastos operativos, que es la
importante reducción que se va produciendo en el indicador
combustible. En el año 1998 se gastaron 46.710 toneladas; para 1999
estaban previstas 42.700 y para el 2000 se rebajan a 38.813. No son
bajas que puedan crear cierta dificultad.

Dada la hora y las necesidades posteriores parlamentarias, termino
mis preguntas y alguna otra más concreta que había se la haré llegar
en su momento.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Marsal por su comprensión.

Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RÍO: Señorías, jefe del Estado
Mayor del Ejército de Tierra, muy brevemente y sin extenderme, el
Grupo Parlamentario Popular quiere felicitar al Ejército de Tierra
por las misiones que ha realizado a lo largo de esta última
legislatura en su conjunto, puesto que ésta es la última
comparecencia en materia de defensa para todos los presentes de esta
legislatura. Quiere agradecer también el esfuerzo realizado por el
Ejército de Tierra de adaptación a esta nueva etapa que se ha abierto
con una reducción importante en los efectivos y. Como he dicho esta
mañana, el Ejército de Tierra debe ser, sin ninguna duda, el que, de
manera más importante, acuse esta nueva reducción y una nueva
readaptación a lo que es el ejército de futuro para tratar de
conseguir, como el general Pardo de Santayana acaba de decir, que sea
más operativo y proyectable en estos momentos, como lo ha venido
demostrando.

Nuestro reconocimiento más sincero desde el Congreso de los Diputados
hacia esos 29 heridos y el muerto que ha tenido el Ejército de Tierra
este año durante estas campañas realizadas. Queremos dejar constancia
que el Grupo Parlamentario Popular reitera, una vez más, esa
convicción de que esta recuperación que se ha producido a lo largo de
estos cuatro años en los presupuestos del Estado, en relación a los
presupuestos de la defensa, supone en el año 2000, en relación con el
año 1999, un incremento para el Ejército de Tierra de más de 23.000
millones de pesetas. Estoy convencido, general Pardo de Santayana, de
que todos los porcentajes que aparecen en este presupuesto están
aquilatados al máximo. Si hay algo a lo que nos tienen acostumbrados
en sus distintas comparecencias, desde que llevo en la Comisión de
Defensa, desde el año 1989, en este Congreso es a que, desde cada uno
de los cuarteles generales, está justificada la inversión del dinero
y lo más aquilatada posible para rentabilizar al máximo los recursos
que todos los españoles ponen a disposición de la defensa.




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Reiterando el agradecimiento por su comparecencia, y nuestra
felicitación al Ejército de Tierra, muchas gracias, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el general jefe del Estado
Mayor del Ejército de Tierra.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DE TIERRA(Pardo de
Santayana y Coloma): Gracias, señoría por el apoyo de su grupo
parlamentario. También quiero agradecerle la cantidad de preguntas
que me ha hecho porque eso indica que se estudia el tema y que le
interesan los temas de defensa.

En relación a si la proporción del gasto que decimos del 3, 5, 64,7 y
31,8, es bastante aproximado. Sin embargo, creemos que debemos subir
un poco más la parte logística, dado el tipo de emisiones que estamos
haciendo en las cuales la logística es más difícil, puesto que hay
que hacerla a mucha distancia. Para su satisfacción, quiero decirle
que este año hemos hecho un estudio, en el que se está trabajando
desde noviembre del año pasado, sobre el coste de las brigadas de
todo el ejército, que es de 3 billones 102.000 millones, es decir, lo
que es la plantilla, con los actuales materiales o con los que habría
que poner en los casos en los que la plantilla no esté completa. Esto
nos permite tener un conocimiento, que se lo puedo remitir a SS.SS.,
del coste de cada tipo de brigada, de batallón (este estudio es
diferente al que hicimos el año pasado y al que volveremos a hacer a
final de año, que se refiere al coste anual) de lo que cuesta el
material del ejército, lo cual permite hacer este reajuste de
unidades con más conocimiento de causa.

Sobre si podemos reducir el coste de las brigadas, tengo que decirle
que sí y uno de los medios es la simulación, o sea emplear menos el
material que está hecho para el combate, la guerra, por ejemplo, para
la actuación en Bosnia, y en cambio utilizar más simuladores en la
instrucción. Por eso tenemos que hacer un esfuerzo en la simulación.

Respecto a la repercusión de los créditos de modernización en los
nuevos proyectos, tengo que decirle que el Ejército de Tierra, como
tenía una descapitalización grande, ha tenido que emprender muchos
programas al mismo tiempo. Así como la marina y el aire están en más
de un 80 por ciento y tienen un margen para nuevos programas, el
ejército lo tiene más apretado y no llega al 10 por ciento; sin
embargo, confiamos que con los acuartelamientos que se van cerrando
en el Ejército de Tierra exista en el futuro la posibilidad de
emprender nuevos programas. Por tanto, iremos en esa línea.

El Simacet, como hemos dicho, es el programa fundamental del Ejército
de Tierra y se ha puesto como modelo en Bruselas, en la Comisión que
coordina el mando y control de toda la OTAN, como el mejor sistema
que existe, por tanto, es lo más avanzado. Mientras que otros países,
como Alemania y Francia, han querido mantener el EROS o el Siquefe,
que son modernizaciones sobre un programa de concepto antiguo. Este
programa no es sólo la parte informática de Simacet sino que hay
otros sistemas, y recibe la información de todo los demás: del SIS,
que es el sistema de inteligencia, del Coaas, que es el sistema de la
parte antiaérea, del PCKK, que es el de la parte de artillería
que, por el momento, sólo está en I+D, del Sigle que le tenemos
operativo desde mediados de año y se ha prohibido a cualquier unidad
que pida cualquier pieza que no sea por el Sigle, con lo cual se ha
obligado a que el proceso de que todo el material esté bien
catalogado y se cumpla exactamente.




Los complementos de la red básica de área son debidos a que antes se
hacía una cosa que hemos prohibido que se haga. Antes, por ejemplo,
se compraba un cañón, pero no se compraba un grupo de artillería. En
la red básica de área inicialmente se compraban las radios, en cambio
ahora se compra todo el sistema y también van los vehículos. Lo mismo
ha pasado con el Mistral que tiene que llevar su radar, sus radios y
vehículos.

En cuanto al tema de los sistemas antiaéreos estamos siguiendo muy de
cerca, tanto el sistema Meads, como el Eurosam; el Meads americano
está un poco parado. Nosotros estamos haciendo un estudio del Hawk
que tenemos que es francamente moderno. Yo tuve la suerte de ser uno
de los miembros que fundaron el Hawk en el año 1964. El Hawk de ahora
tiene la misma forma interior, pero la exterior no se parece en
absoluto. Pues bien, el Hawk con un radar del Patriot puede tener
capacidad TBM. Ésta es una solución barata, del orden de los 5.000
millones, y es la línea por la que podemos ir.

En cuanto al helicóptero de ataque, como es una decisión muy
importante, por el momento no se ha tomado. El ejercito, y ya lo he
dicho varias veces, junto con el Leopard y el Pizarro, forman esa
triada fundamental en el concepto de calidad frente a cantidad.

Esperamos que en este año se pueda tomar esa decisión.

Acerca del radioteléfono táctico avanzado la razón de que en vez de
36.000 sean 12.000 es porque es un programa parcial; en vez de
hacerlo total se ha hecho uno de tres años y luego se hará otro nuevo
para continuar. Aparte de eso, la reducción de algunas unidades hace
que también hayamos retocado los números finales tanto en este
programa como en otros.

Los vehículos siguen siendo fundamentales, y ahí estamos haciendo un
gran esfuerzo; es difícil y, por tanto, nos está llevando tiempo.

Hemos hecho una fuerte reducción de vehículos de mando, vehículos de
servicio, así como una racionalización para concentrar los vehículos
y que sean utilizados por todos, porque a veces se retiraban
oxidados, con veinte años o más, pero con poco kilometraje. Ahora
siguiendo un poco la misma línea de los helicópteros, que llevan una
curva del mismo consumo de horas, se pretende que por el número de
años se tengan también, más o menos, igual cantidad de kilómetros.

La visión nocturna es un tema muy importante, que no desdeñamos; lo
que sí vamos a hacer es darle continuidad, que siempre haya un
programa de visión nocturna. En este momento tenemos una brigada
ligera y una pesada totalmente dotadas, y podemos sacarlas con el
equipo de visión nocturna, aunque esté distribuida entre otras a
efectos de instrucción.

El material logístico -hablaba de un número muy largo, que no me
acuerdo cuál es- es del equipo de sanidad para los EMAT.

En cuanto a lo del Camino Español, que gracias a Dios en este momento
acaba de llegar a Tesalónica, tiene un programa



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que hasta el día de fin de año no para y nos ha permitido reducir el
gasto en transportes, como S.S. habrá visto. Ha sido un acierto, como
también lo ha sido la labor conjunta, porque es un barco del Ejército
de Tierra pero auxiliar de la Armada. Es decir, se lo hemos pasado a
la Armada; es un buque más auxiliar de la Armada, en vez de tenerlo
nosotros como civiles con un sistema que de mantenimiento que no es
la mejor forma de llevarlo.

En cuanto a gastos operativos, hemos reducido el combustible por una
razón muy sencilla: estamos empleando más simuladores y, por tanto,
necesitamos usar menos vehículos de combate, gastando menos
combustible. Incluso el secretario de Estado en algún momento nos ha
ofrecido reajustes de una cosa y otra, y estamos bien de combustible.




También quería agradecer de verdad a don Arsenio Fernández de Mesa su
felicitación al Ejército, así como el apoyo en esta labor ilusionante
de hacer el Ejército que España necesita. (El señor Marsal Muntalá
pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Únicamente deseo pedirle que los documentos
que nos ha ofrecido los mande cuando pueda.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DEL EJÉRCITO DE TIERRA (Pardo de
Santayana): Esto lo podemos mandar ya. El otro, relativo a este año,
cuando acabe, se facilitará, igual que la vez pasada.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, general Pardo de Santayana.

Como estaba previsto suspendemos la sesión. Creo que la podremos
reanudar a las cinco y media. (Pausa.)



Se reanuda la sesión a las seis y cinco de la tarde.




- DEL SEÑOR JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LAARMADA(MORENO BARBERÁ), A
SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTADEL CONGRESO. (Número de expediente
212/002186) Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO. (Número
de expediente 212/002289.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, excelentísimos e ilustrísimos señores,
reanudamos la sesión con la comparecencia del almirante jefe del
Estado Mayor de la Armada, almirante Moreno, que tiene la palabra.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA ARMADA (Moreno Barberá):
Señorías, es para mí un honor y una satisfacción comparecer ante esta
Comisión para exponerles cómo la Armada espera afrontar el
presupuesto en el año 2000, presupuesto que permite vislumbrar una
mejora en la solución de las carencias más acuciantes. En primer
lugar, quiero incidir en la necesidad para la Armada de mantener los
programas de inversión. Como SS.SS. saben, el proceso de obtención de
una unidad naval dura entre ocho y diez años desde el momento en que
se
detecta su necesidad hasta su entrada en servicio. En segundo lugar,
debo resaltar que el sostenimiento es actualmente nuestra necesidad
más importante por arrastrar el déficit adquirido desde el comienzo
de la década de los noventa. Por otro lado, la plena integración en
la Alianza, la necesidad creciente de atender compromisos tanto
nacionales como internacionales y la profesionalización son factores
que hacen más necesario si cabe aumentar los estándares de
operatividad de nuestras unidades. Por ello debo destacar el
beneficioso efecto que tendrá el incremento en torno al 7 por ciento
de las asignaciones para el sostenimiento en el próximo ejercicio. Es
de esperar que dicho incremento continúe manteniéndose en el futuro
para que de esta manera podamos alcanzar y mantener los niveles de
repuestos y pertrechos deseables tras varios años de
descapitalización. En tercer lugar, y relacionado con la
profesionalización, quiero destacar los crecientes recursos que hemos
de dedicar a trabajos efectuados por otras empresas o externalización
de tareas. La escasez de personal profesional, la necesidad de que
este se dedique fundamentalmente a tareas operativas y la progresiva
reducción de personal de reemplazo hace necesaria la contratación de
empresas de servicios para compensar determinadas carencias. La
externalización de actividades es, por otra parte, una necesidad no
sólo de las Fuerzas Armadas sino también del resto de la
Administración del Estado. Se solicitó por ello un importante
incremento en este concepto, pero creemos que las cantidades
finalmente asignadas estarán muy ajustadas, a pesar de haber aplicado
a dicho concepto la casi totalidad del 2,4 por ciento de incremento
en gastos corrientes. Todo ello nos ha obligado a reducir, agrupar e
incluso cerrar las instalaciones de apoyo a la fuerza que más
adelante citaré. Para afrontar retos como este y otros que se
vislumbran en el futuro nuestra organización está llevando a cabo
simultáneamente una profunda reconsideración y racionalización de la
estructura actual. Al proceso de racionalización de la jefatura de
personal, prácticamente concluido, seguirá el de los centros de
enseñanza, apoyo logístico, Estado Mayor y en un futuro no lejano el
de la estructura de la fuerza.

Paso a continuación a comentar el proyecto de presupuestos del año
2000. Globalmente presenta un incremento del 5,3 por ciento respecto
al año anterior para la Armada. Este presupuesto se reparte
prácticamente al 50 por ciento para gastos de personal, por un lado,
e inversiones y sostenimiento, por otro, como ya se ha dicho aquí. El
incremento en el capítulo de personal se destinará basicamente a la
profesionalización y al aumento de las retribuciones básicas en la
cuantía establecida por la ley. Respecto a los gastos asociados al
personal, quiero destacar su reducción en torno al 10 por ciento,
principalmente en los apartados de vestuario, menos 25,8, y
alimentación, menos 18,9 por ciento, motivada por la progresiva
disminución del personal de reemplazo. Este ahorro ha servido para
compensar otras carencias, sobre todo en lo referente a la
externalización de tareas antes mencionada. En el capítulo de
inversión, programa 213.A, modernización, la cantidad asignada se
incrementa globalmente en un 5,3 por ciento. La asignación se emplea
casi exclusivamente en el pago de los programas comprometidos. El
único programa que la Armada prevé comenzar durante el año 2000 es el
de la



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refabricación parcial de los aviones Harrier AV-8 Bravo. Para adaptar
el presupuesto de inversiones se ha retrasado el comienzo de algunos
programas, en concreto los de la construcción del submarino S-80, la
modernización de los submarinos S-70 y la adquisición de misiles para
infantería de Marina.

Acontinuación paso a glosar los programas en desarrollo más
importantes. En cuanto a las fragatas F-100 continúa la construcción
al ritmo previsto. La primera, la F-101, Álvaro de Bazán, será
previsiblemente entregada en septiembre del año 2002. El único hecho
a destacar es la necesidad de reducir el número de misiles a
adquirir, debido a falta de disponibililidad económica este año.

Esperamos poder iniciar en un futuro próximo la adquisición de los
restantes misiles que componen los cargos previstos para toda la
serie de los buques. En cuanto a aeronaves, se inicia el programa de
conversión o refabricación de los aviones AV-8 Bravo en Bravo Plus.

Para ello hemos tenido que reprogramar nuestras previsiones de
adquisición de aeronaves de la forma siguiente. Sólo se refabricarán
el próximo año dos aviones de los ocho inicialmente previstos. Se
retrasa al año 2010 los programas de adquisición de helicópteros
multipropósito y para fragatas y pretendemos acometer con la mayor
brevedad posible un programa de modernización de los actuales
helicópteros antisubmarinos, los de alerta previa y los de
transporte, de forma que puedan mantenerse operativos durante la
próxima década y así enlazar su baja con sus relevos. Este programa
de modernización sustituye al que figuraba en los plurianuales de
inversión como radar AEW. Durante el año 2000 se financiará con
fondos del FIE, 1.175 millones el programa de adaptación del
simulador del AV-8 Bravo al Plus.

Cazaminas. La primera serie de cazaminas continúa el ritmo previsto
de entregas; el Segura y el Sella han sido entregados durante este
año y los otros dos, Tambre y Turia, serán entregados durante el
2000. El inicio de una segunda serie de cuatro buques, previsto para
el año 1999, nos permitiría aprovechar la economía de escala, con el
consiguiente ahorro de costes, unos 2.000 millones por buque. Como
puede apreciarse, en el anteproyecto de presupuestos no figura
cantidad alguna para este programa en los próximos años, lo que se
debe a que está previsto financiarlo con créditos especiales.

El submarino S-80 ha iniciado este año la fase de definición de
proyecto con recursos de I+D y está previsto el comienzo de su
construcción en el año 2002. Prosigue la construcción del segundo
buque anfibio LPD, el Castilla. La anualidad prevista para el 2000
engloba varios subprogramas, entre los que destacan los de su
adecuación como buque de mando, el desarrollo del sistema de mando y
control asociado, así como el de las lanchas de desembarco.

El apartado de comunicaciones presenta una notable disminución, en
torno a los 1.100 millones de pesetas, debido a que el principal
programa en curso, el de modernización de las estaciones de radio, se
ha incluido en un paquete de capacidad de la OTAN y, por tanto, ha
pasado a financiarse con recursos asignados al órgano central.

En infraestructuras, las inversiones se dedicarán basicamente a la
construcción de las instalaciones de mantenimiento y apoyo para las
fragatas F-100 en el arsenal del Ferrol; al traslado de las
instalaciones de la agrupación de
Infantería de Marina, de Madrid a Colmenar Viejo; a continuar con la
mejora de las instalaciones del Tercio de la Armada, sobre todo en
cuanto a habitabilidad, en San Fernando; a la rehabilitación de
muelles en bases navales y, por último, a acometer diversas
actuaciones relacionadas con la protección medioambiental.

Mantenimiento, programa 214.A. Como SS.SS. conocen, es el
mantenimiento lo que posibilita a las Fuerzas Armadas estar listas,
adiestradas y operativas y, por tanto, es en este capítulo donde
hemos experimentado un mayor incremento presupuestario. Con los 2.500
millones adicionales comenzaremos a remontar la crítica situación en
la que nos encontrábamos. Esta tendencia, que esperamos se mantenga,
nos permitirá capitalizar de nuevo los almacenes de repuestos y
pertrechos y mejorar el mantenimiento de nuestras unidades.

Funcionamiento, programa 211.A. Los gastos previstos para el año
próximo se incrementan globalmente en un 11 por ciento, cantidad que
se destinará casi exclusivamente a la externalización de tareas, con
un incremento del cien por cien, y a mejorar la adquisición local de
materiales, con un incremento del 195 por ciento. La asignación para
combustibles disminuye en un 4,4 por ciento, o sea, que hay reservas
suficientes, y la destinada a pluses de navegación no presenta
variaciones. Esto nos permitirá mantener una actividad operativa
similar a la de los últimos años, es decir, 120 días de mar al año
para fragatas y grandes unidades y 70 u 80 días para submarinos,
corbetas y unidades menores. El mismo criterio lo aplicaremos a las
horas vuelo para pilotos de avión y helicóptero. Con esta ajustada
actividad, tendremos que compatibilizar nuestra cada vez mayor
participación en las fuerzas permanentes de la OTAN en el
Mediterráneo y en el Atlántico y la realización de ejercicios, tanto
en el ámbito nacional como con otras marinas aliadas.

En cuanto a munición, con la cantidad presupuestada para su
adquisición es muy posible que no alcancemos los niveles deseables de
reservas de guerra. Este hecho se ve agravado por la necesidad de
utilizar parte de dicha munición en el adiestramiento de la fuerza;
no obstante, esperamos que esta situación pueda solventarse en
próximos ejercicios.




En programas de I+D, en el año 2000 la Armada recibirá 3.319 millones
para los 25 programas actualmente en desarrollo; de ellos, 17 se
iniciaron en 1999 y, si la disponibilidad económica lo permite, se
espera poder iniciar otros nuevos. Entre los programas más
significativos cabe destacar el desarrollo de la parte nacional del
sistema de combate de la F-100, la participación en el desarrollo
multinacional del misil Evolved Seasparrow, que será uno de los que
llevan estas fragatas, y el comienzo de la fase de definición del
proyecto del submarino S-80 antes citado. También continúan adelante
otros programas en el campo de la guerra electrónica, guerra de
minas, comunicaciones y simulación.




En cuanto a altas y bajas de unidades, está prevista la baja del
transporte de ataque Aragón, que será reemplazado por el buque
anfibio Castilla, y la de los últimos cazaminas de la clase
Guadalete, reemplazados por los de la clase Segura, que están
entrando servicio. Al personal liberado por la baja de estas unidades
se unirá el que pretendemos



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obtener al cambiar el cometido de alguna de las corbetas clase
descubierta sacándolas de la flota.

Respecto a la infraestructura, desaparece la Escuela de Artillería y
Tiro Naval de su emplazamiento en San Fernando, pasando a Cartagena
integrada en la nueva Escuela de Armas. Se han cerrado dos cuarteles
de instrucción, los de Ferrol y Cartagena, y unificado el centro de
instrucción de Infantería de Marina con el Tercio de Levante, también
en Cartagena. Por último, también se ha reducido personal en las
bases secundarias y en la agrupación de Canarias.

A modo de conclusiones, toda mi intervención puede resumirse en las
siguientes ideas. La participación de la Armada en el presupuesto de
Defensa, como ya ha quedado dicho, es del 16,9 por ciento. Los
recursos previstos para inversión aumentan en un 5,3 por ciento y
permiten comenzar un programa de modernización de dos aeronaves. La
asignación para mantenimiento y aprovisionamiento aumenta globalmente
un 11,4 por ciento, lo que nos permitirá frenar la descapitalización
de nuestros almacenes de repuestos. Los recursos previstos para
funcionamiento, gracias al ahorro en determinados gastos corrientes,
principalmente alimentación y vestuario, y a la congelación de otros,
aumentan un 11 por ciento, con lo que ha sido posible duplicar la
asignación para externalización de tareas. La actividad operativa se
mantendrá en cifras similares a años anteriores. Ha sido necesario
reducir la infraestructura de apoyo no sólo para conseguir ahorros
económicos, sino también y sobre todo de personal. Actualmente, la
Armada considera prioritario el gasto en sostenimiento sobre la
inversión.

Antes de terminar esta comparecencia, quisiera destacar que la
Armada, con la actual asignación presupuestaria, espera mantener su
presencia allá donde sea requerida, sobre la base de su capacidad de
respuesta para acceder a zonas alejadas, pero, para continuar
haciéndolo, necesita renovar la fuerza, cosa que, como SS.SS.

conocen, no se improvisa de un año a otro. Por ello, vemos
esperanzados el respaldo presupuestario que nos ofrecen tanto el
Ministerio de Industria como el de Defensa en forma de unas
modalidades de financiación que nos permitan concluir a su debido
tiempo los buques en construcción y en proyecto. Parece renacer de
nuevo la conciencia de que las inversiones en Defensa a la larga
suponen no una carga sino un palpable beneficio para nuestra
economía. Estas inversiones han posibilitado que nuestra industria,
en este caso la empresa nacional Bazán, se haya puesto en cabeza
compitiendo con los mejores constructores navales del mundo; prueba
de ello es la construcción de los submarinos Scorpène para la Armada
de Chile y la posible exportación de fragatas para Noruega.

Para terminar, quiero destacar que, en el marco del nuevo modelo de
Fuerzas Armadas que estamos diseñando, nuestra aspiración continúa
siendo el lograr una fuerza moderna y eficiente, basada en un
presupuesto equilibrado y adecuadamente administrado. Por mi parte
esto es todo.

Señorías, señor presidente, muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el
señor Marsal.

El señor MARSAL MUNTALÁ: Muchas gracias, señor almirante, por su
intervención, como cada año; el año pasado, por motivos de trabajo,
no pudimos contar con su presencia, pero el almirante Pita Da Veiga
dio cumplida cuenta de las preguntas que este portavoz formuló en
aquel momento.

Usted, en su intervención, ha explicado muy bien la filosofía y las
prioridades de la Armada para los presupuestos del 2000. En este
sentido, en otros ejercicios, yo había manifestado que su
presupuesto, en cuanto a inversiones, era muy expansivo, era
seguramente muy optimista. Usted ha reconocido hoy que,
lamentablemente, ha sido necesario desplazar en el tiempo alguno de
los proyectos y que ha habido que reducir algunos costes. Este
presupuesto parece mucho más realista en su previsión de futuro que
los de años anteriores, aunque ojalá en años posteriores mejoras
económicas permitan volver a recoger presupuestos optimistas y, al
mismo tiempo, realistas.

Anteriormente había preguntado al JEME sobre la distribución de
gastos entre cuartel general, fuerza y apoyo a la fuerza. Yo quería
hacerle la misma pregunta a usted, porque lamentablemente la
respuesta a dicha pregunta no ha llegado a este portavoz, seguramente
porque debe haberse perdido por el camino, ya que normalmente las
respuestas de la Armada acostumbran a ser completas, incluso las más
extensas. En cuanto a los informes de ejecución del presupuesto que
la Armada envía a este portavoz, si el responsable de la Armada en
vez de ser un militar fuese un político, diría que utiliza la fórmula
de dar muchísimo más de lo que se pide para ver si así el que pide se
pierde un poco en ello. No desista usted, aunque no lo hace en este
sentido, y no entienda esto como una crítica; siga manteniendo el
nivel de información que recibo, porque yo hago todo lo posible por
no perderme en ello.

No puedo expresar cuál es la distribución de gastos entre el cuartel
general, la fuerza y el apoyo a la fuerza, por lo que la pregunta se
queda un poco coja, aunque no me resisto a hacerla. Sea cual sea esta
distribución, seguramente usted podrá dármela en este momento, ¿la
considera adecuada o cree que es necesario introducir algunos cambios
de tendencia, algunas modificaciones, como por ejemplo antes se nos
decía en el Ejército de Tierra?
En segundo lugar, quería plantear cuestiones de las que empezamos a
hablar ya en la última visita al cuartel general de la Armada
respecto a los trabajos y las conclusiones del Comesar, de la
Comisión de estudios de la Armada. En este momento lleva ya dos años
trabajando y aplicando entre otras las técnicas de reingeniería de
sistemas para mejorar la gestión y conseguir reducción de costes y yo
querría preguntarle a qué conclusiones definitivas ha llegado esta
Comisión, si es que ha llegado a alguna, y qué medidas se han puesto
ya en marcha de dichas conclusiones. El almirante Pita da Veiga nos
decía el año pasado que se había llegado ya a una serie de
conclusiones, entre otras nuestra especial sensibilidad a los
próximos presupuestos en aquellos aspectos en los que esas exigencias
derivadas de ese trabajo van a requerir recursos -cierre de la cita-.

Esto me lleva a preguntarme en qué aspectos concretos se han
traducido estas conclusiones en los presupuestos para el 2000, tal
como avanzaba el almirante en su anterior intervención.




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Estos estudios los llevan a cabo diversas armadas, como por ejemplo
la US Navy a través del programa Smart Ship, precisamente realizado
sobre cruceros que están equipados con el sistema Aegis, pudiendo ser
aprovechado en algunos aspectos, al menos relativamente, para
nuestras fragatas. En estos estudios del programa Smart Ship se
llegaba a la conclusión de que se podía reducir un 30 por ciento el
número de horas necesarias y un 15 por ciento la necesidad de
dotación en este caso para los cruceros. Seguramente cifras parecidas
podrían servir también para las fragatas, principalmente gracias a la
automatización de sistemas y servicios y a modificaciones en la
metodología de mantenimiento.¿ Se ha avanzado algo en un estudio
parecido, especialmente para lo que van a ser las fragatas F-100
cuando entren en funcionamiento?
La tercera cuestión que quiero plantearle es sobre la modernización
del sistema de mando naval, actuación importante dentro de la Armada.

Quisiera preguntarle en qué situación se encuentra, ya que
basicamente en el segundo semestre de este año tenía que culminar sus
principales elementos, como por ejemplo la conexión con el Maritime
Comand and Information Systems de la OTAN, si ya se ha realizado la
conexión y cómo está funcionando. Yen cuanto a este proyecto de
modernización del sistema de mando naval, que no aparece propiamente
como tal en un único proyecto, me gustaría saber qué coste tiene esta
modernización y en qué proyectos y partidas del presupuesto se
hallan.

Creo que usted se ha referido a la modernización del sistema de
comunicaciones navales. El Consejo de Ministros del 17 de septiembre
de 1999 acordó destinar casi 3.800 millones en cuatro ejercicios para
la modernización del sistema de comunicaciones navales, pero este
proyecto no aparece en los presupuestos, y yo he creído entender que
se refería a él cuando decía que se había pasado a proyectos OTAN y,
por lo tanto, dentro del capítulo 6 del Estado Mayor de la Defensa.

En cuanto a las fragatas F-100, en el proyecto de financiación mixto
existente entre Industria y Defensa no había costes para Defensa en
los años 2000 y 2001 y únicamente en el año 2002 empezaban a entrar;
sin embargo, en el proyecto presupuestario de este año tenemos que
para el año 2000 se consignan 600 millones y que para el 2001 se
prevé que serán necesarios 2.600 millones. Quisiera saber a qué es
debido este cambio de situación respecto a lo que era el proyecto de
financiación de las F-100 y lo que aparece en el presupuesto del 2000
y la previsión para el 2001.

En la adquisición de misiles Standard SM-2 también observamos que hay
una baja importante de una previsión de conjunto. Se pasa de 19.840
millones a 7.167, que supongo que también entra dentro de lo que ha
avanzado de que ha habido la necesidad de reducir las cantidades
designadas a la adquisición de misiles.

También quería preguntarle por la transformación de los aviones
Harrier a modelo con capacidad de ataque nocturno, de lo cual también
hemos hablado. La previsión del MOU de refabricación en 1999 era de
49.000 millones; en cambio, en los presupuestos del 2000 la previsión
global que aparece ha quedado reducida a 11.000. ¿Es debido a que se
va a hacer menos o a un importantísimo abaratamiento de costes y por
qué motivos?



Una pregunta a la que tal vez también haya respondido al menos en
parte en su intervención es sobre la fabricación del segundo buque
LPD, acerca del cual el año pasado también tuvimos una cierta
contrastación de datos en cuanto a cuál era su coste. Observamos que
este año vuelve a sufrir en su coste global un aumento, pasando de
15.565 millones a 21.111. No sé si esto es debido a la incorporación
de algunos elementos de los que usted ha informado, aunque alguno de
ellos, como el sistema de mando y control en esta segunda LPD, por
los informes que yo tenía, ya estaba previsto desde el principio, a
diferencia del primer LPD, que no los contemplaba.

Usted ya ha dado una respuesta a las perspectivas de construcción de
nuevos submarinos. Ha dicho que se retrasan en el tiempo y por lo
tanto no voy a entrar en ello.

En cuanto a la reaparición de un proyecto que había desaparecido el
año anterior, el superproyecto de vehículos de transporte terrestre,
vuelve a aparecer con dotación este año y yo quiero preguntarle
cuáles son los vehículos de transporte terrestre que van a incluirse
en este superproyecto. Respecto a la segunda serie de cazaminas, ha
hecho usted mención a que se financiaría con créditos especiales
y que por esto no aparecía. ¿Cuáles son estos créditos especiales?
¿Tienen relación con la Gerencia de Infraestructuras y Equipamiento
de la Defensa o tienen relación con algunos otros ingresos de los que
existen en la Armada en algunos momentos?
También ha hablado del cambio de cometido de algunas corbetas. ¿Puede
concretar más en que va a consistir?
Tenía alguna otra pregunta, pero ya se ha referido a ellas en su
intervención, por lo que voy a evitar hacer mención a las mismas y
así avanzaremos más en el tiempo.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la
palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Por ser esta mi primera intervención en
esta Comisión, pronuncio mis palabras de salutación al almirante con
la máxima cordialidad. Desde Canarias y en lo que representa en la
parte política mi grupo parlamentario, vemos siempre con tremenda
satisfacción la presencia de nuestras Fuerzas Armadas como garantía
de paz, seguridad y defensa del archipiélago canario, no solamente
como parte de la nación española, sino por su valor de posición
estratégica. Al mismo tiempo, por ser una posición estratégica, -y
este diputado lo ha venido denunciando muchas veces en la Cámara
cuando se hablaba del eje estratégico Baleares-Estrecho-Canarias-,
por ser una punta, un extremo de ese eje y, por tanto, de una gran
vulnerabilidad en cualquier circunstancia de conflicto, debemos
exigir nosotros una correcta y la más extensa ampliación de los
presupuestos del Estado. Nunca mi grupo ha cortado una línea
presupuestaria del Ministerio de Defensa. Ha presentado muchas veces
enmiendas para aumentarlas, en una justificación de la dotación de
Fuerzas Armadas de defensa y disuasión en el archipiélago canario. Me
he querido centrar en el presupuesto y en su comparecencia como
representante de la Armada, no haciéndolo con el Ejército de Tierra
ni con el del Aire, por la especial sensibilidad y el valor que tiene
o debería tener la presencia



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de unidades de nuestra Marina de guerra en el archipiélago canario.

Los canarios, señor Almirante, vemos con preocupación cómo una base
magnífica, como es la de Las Palmas, muchas veces está huérfana de
unidades de nuestra Marina de guerra, lo que obedece a restricciones
presupuestarias o a otras cuestiones, y nos encontramos -como usted
bien sabe- en una zona estratégicamente valiosa pero al mismo tiempo
de posibles conflictividades por su inmediatez al continente
africano, de donde pueden venir previsibles amenazas para la
seguridad y defensa de todo el territorio nacional. De aquí que
nuestra intención sea reforzar, apoyar y, en cualquier caso, tratar
de conseguir del Gobierno de la nación la máxima atención
presupuestaria a las necesidades que conocen ustedes, los mandos
profesionales de nuestras Fuerzas Armadas, y que yo personifico hoy
en el almirante, pero aupando dentro de ellas en esta idea a las
fuerzas de Tierra y de nuestro Ejército del Aire.

Veo con sorpresa, señor almirante, que ustedes, cuantos han
comparecido hoy vistiendo uniforme en esta Comisión, han sido mucho
más explícitos y prolijos en sus explicaciones de la dedicación del
presupuesto que lo que se nos ha entregado a los diputados a través
del Ministerio de Economía y Hacienda, del presupuesto para el
Ministerio de Defensa en programas y memorias de objetivos.

Escuchándoles a ustedes veo que han sido muchísimo más extensos
y amplios, lo que contrasta con la parquedad que, por ejemplo, tiene el
programa 213.A, que es el referente, como usted bien sabe, a la
modernización de las Fuerzas Armadas. Me congratulo de haberles
escuchado en este tema respecto a lo que ustedes vienen planteando
por Tierra, Mar, y vendrá también por Aire, como ha hecho el señor
general jefe del Estado Mayor de la Defensa, en una serie de
objetivos que se pretenden atender con los presupuestos para el
programa 213.A.

Le voy a hacer una consideración, en esta línea de apoyo que le
garantizo por anticipado, porque ustedes se deben a una disciplina
presupuestaria, aparte de la profesional interna en el departamento,
pero los diputados estamos para elaborar las líneas de enmiendas
perfeccionadoras del presupuesto de cualquiera de nuestros
departamentos, pero de una manera muy sensible en Canarias para el de
las Fuerzas Armadas.

Ustedes que necesitan unas bases fundamentales en tierra, como es la
base de Las Palmas, ¿sabe usted, almirante, que se corre un tremendo
peligro, sobre todo en estas bases en que el crecimiento de las
ciudades perimetrales desahogan de alguna manera toda una demanda de
terrenos y de solares, que muchas veces por tener nuestras Fuerzas
Armadas unos presupuestos limitados, que obligan a un uso muy parcial
de las mismas, generan en los ayuntamientos demandas de esos lugares
o ubicaciones? Mi grupo está dispuesto, en primer lugar, por esta
seguridad y principios de defensa de Canarias, a la defensa de todas
las instalaciones que necesiten nuestras Fuerzas Armadas, sobre todo
aquellas que puedan ser objeto de negociaciones con los
ayuntamientos. La primera pregunta es: ¿en los presupuestos de la
Armada existe alguna demanda a la que ustedes entiendan que deben
acceder para ceder a la Administración municipal en Canarias terrenos
de los arsenales o de los puertos que utiliza la Armada española?
Segunda cuestión, que no viene en la memoria que se nos ha entregado
del presupuesto por programas, pero que usted ha citado muy
rápidamente. A mí me llama la atención que usted haya dicho que se
aplaza en el tiempo -y creo que lo ha recordado hace un momento el
portavoz socialista, me ha parecido entenderle esto- el programa de
los submarinos Scorpène. Habla usted de un aplazamiento en el tiempo
y me gustaría que nos pudiera explicar, señor almirante, a qué se
debe. Entiendo que en este momento el arma submarina española es
deficitaria. Si tenemos una serie de submarinos obsoletos de la clase
Dafne, tenemos los que nos quedan de la serie Agosta y parece ser -y
yo lo acepto así- que es esa serie de submarinos Scorpène la que
puede modernizar el arma submarina española, si entiende usted que
puede estar sin un arma submarina un país tiene que defender
Mediterráneo y Atlántico, porque es muy difícil ver en los puertos
canarios submarinos con nuestra bandera nacional, con la estrategia
que tienen aquellas aguas entre el archipiélago y el continente
africano. Quisiera saber si existe algún plazo para resolver este
problema de la modernización de la flota de submarinos españoles y
dar la cobertura a nuestro grupo aeronaval de combate. Mucho me temo,
señor almirante -y usted tiene conocimientos profesionales mucho
mayores que este diputado- que si a las fragatas F-100 las estamos
dotando de un sistema de combate Aegis, que es fabricado por una
empresa norteamericana, Raytheon, que nos estemos supeditando
demasiado a una colonización de los sistemas de defensa de los grupos
aeronavales norteamericanos que trabajan con una flota tremenda de
submarinos de cobertura inferior de subgrupos aeronavales navegando,
de portaviones, etcétera, que no tenemos nosotros. Me lo pregunto,
porque meter al grupo aeronaval de combate español y al portaaviones
con el grupo de fragatas en aguas atlánticas, por ejemplo, sin una
cobertura por debajo de submarinos, lo vemos un poco delicado. Mi
grupo estaría dispuesto a la presentación de enmiendas, para que, por
lo menos, tome conciencia el Gobierno, en sus fundamentos económicos
presupuestarios, de que no podemos tener una eficiente Marina de
guerra sin una cobertura de la flota de submarinos.

Dado que existe el problema político con los submarinos Scorpène, en
la tecnología conjunta de Bazán con la División de Construcción Naval
del Ministerio de Defensa francés, ¿habría posibilidades, señor
almirante, de que estos modelos no tuvieran que supeditarse a que
Chile deje o no deje de encargar los dos submarinos Scorpène que
hacen posible un lote de seis, para que la Marina de guerra española,
nuestra Armada, disponga de cuatro nuevos submarinos Scorpène que nos
den estas garantías? Es un problema más político que de índole
presupuestaria. No creo que en este momento construir estos
submarinos sea una cuestión presupuestaria, cuando mi grupo estaría
dispuesto, apoyando un deseo de defensa de nuestra patria, a insistir
ante el Ministerio de Economía y Hacienda en que no es sólo un
problema de defensa de nuestra Armada sino que astilleros como la
factoría de Bazán, en Cartagena, encuentren una solución a problemas
laborales y económicos, porque no se puede tener un astillero
inactivo, sin un encargo determinado, y más de alta tecnología, como
puede ser un submarino Scorpène.




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Con respecto a simulación únicamente quiero preguntarle al señor
almirante si tienen algunos proyectos previstos en los presupuestos
que permitan los trabajos de simulación, incluidos submarinos,
helicópteros de la Armada o unidades de combate de superficie, en los
que la simulación pueda ser interesante.

Como tercera y última pregunta, señor almirante, no veo en la
información, repito, en la que se nos remite por el Gobierno a través
del Ministerio de Economía y Hacienda, ningún proyecto sobre
modernización de los helicópteros de la Armada. ¿Existe alguna línea
presupuestaria y alguna coordinación a través de la superioridad
jerárquica en nuestras Fuerzas Armadas que lo ordene también de paso,
dado que para el Ejército de Tierra se venía hablando, y ya lo dijo
esta mañana el general Pardo de Santayana, a los efectos de que no
estaba decidida todavía la compra del modelo norteamericano Apache o
el modelo Tigre del consorcio Eurocopter, de que tuviéramos un
ordenamiento del material y no la dispersión de modelos y de marcas
de helicópteros que tenemos en las Fuerzas Armadas? Vuelvo a
insistir, señor almirante, sobre si hay algún proyecto de
modernización de los helicópteros de nuestra flota. Entendemos que
para las unidades navales destacadas en Canarias insisto como
disuasión ante posibles amenazas o para la extensión de todos los
sistemas de alerta, defensa y detección de las unidades navales es
importante la proyección de dichos sistemas que pueden hacer los
helicópteros con base en los navíos de superficie. Si no se moderniza
este instrumental de los helicópteros de la Armada, estaríamos muy
cojos para poder realizar las misiones que nos encomiendan la
Constitución y el sentido común.

Vaya por delante, señor presidente, y con esto cierro mis palabras,
el apoyo absoluto y total del Grupo de Coalición Canaria a las
necesidades de nuestras Fuerzas Armadas de tierra, mar y aire en toda
la nación española y, fundamentalmente, en esa parte tan alejada y
tan vulnerable en cualquier modelo de estrategia militar, que es el
archipiélago de las islas Canarias.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Fernández de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RÍO: Señor almirante, jefe del
Estado Mayor de la Armada, bienvenido a esta Comisión de Defensa.

Quiero empezar, como lo he hecho con el resto de los comparecientes,
desde el secretario de Estado hasta el compareciente actual,
reincidiendo en que, al ser esta la última comparecencia de todos los
intervinientes en la presente legislatura en la Comisión de Defensa,
cabe hacer, desde nuestro punto de vista, un repaso, aunque sea
breve, de lo que han sido estos cuatro años presupuestarios desde el
punto de vista de la defensa y desde cada uno de los cuarteles
generales.

Voy a citar unas palabras de un ministro de Defensa que decía:
Recuperar parcialmente el decremento de los años anteriores,
aliviando las dificultades internas del funcionamiento, seguir
materializando y consolidando el nuevo modelo de las Fuerzas Armadas,
seguir afrontando con éxito como hasta ahora los compromisos
internacionales y, por último, contribuir a aliviar la situación
industrial de
nuestras empresas de defensa está plenamente en vigor. Este era el
discurso que hacía el ministro García Vargas al presentar los
presupuestos del año 1995. Por tanto yo creo que existe una voluntad
inequívoca, sobre todo por parte de los grupos mayoritarios de esta
Cámara, en este caso concreto del Partido Socialista y del Partido
Popular, de apoyar decididamente la consecución de esas Fuerzas
Armadas que consideramos que España necesita y que España se merece.

Todo ello dentro de los Presupuestos Generales del Estado, que tienen
una componente importantísima interministerial, desde el punto de
vista de la solidaridad, o, lo que es lo mismo, de la solidaridad
sectorial en España. Decía el almirante al inicio de su intervención
que con los presupuestos actuales, con el incremento que tiene la
Armada de 8.197 millones de pesetas -de los 155.119 millones del año
pasado a los 163.316 millones de pesetas de este año-, se tratará de
mejorar las carencias más acuciantes, de mantener los procesos de
construcción iniciados, de contribuir al sostenimiento de la fuerza y
de paliar el déficit de los noventa, y todo ello dentro de un
programa generalizado y -vuelvo a insistir en esta comparecencia- de
lo que emana de la directiva de defensa nacional de la plena
profesionalización de las Fuerzas Armadas, de la modernización de
nuestro material, de nuestra participación plena en la Alianza
Atlántica, dentro de un capítulo importante de lo que es la
modernización y, desde luego, sin paliativos, de la reducción que nos
hemos propuesto todos los grupos parlamentarios, en el Congreso y en
el Senado, a la hora de planificar la defensa del siglo XXI.

Creo que es perfectamente claro y palpable que todos los grupos hemos
coincidido en que el tope máximo de profesionales debería estar entre
102.000 y 120.000. De cara a esas previsiones, de cara a esa defensa
que las Cortes Generales creen que debe ser la que debe tener un país
como España, las Cortes Generales, o el Gobierno en este caso
concreto, deciden en cada momento y en cada circunstancia unos
presupuestos determinados para la defensa como los que hoy está
presentado la cúpula del Ministerio en esta Comisión.

Digo todo esto porque si se incrementan el 7 por ciento los gastos de
sostenimiento; si se habla de los varios años de descapitalización;
si se habla de la externalización de las tareas; si se incrementan un
2,4 por ciento los gastos corrientes; si se mejora la gestión en
todos los campos, incluso los concursos más nimios y pequeños; si se
mejora de verdad la gestión, como ha dejado traslucir el propio
almirante, en la gestión que se hace en el caso concreto de los
combustibles, porque se puede hacer un redimensionamiento de esas
cantidades, porque con lo que se presupuesta es suficiente; si se ha
conseguido que el 50 por ciento sean gastos de personal y el 50 por
ciento inversión y sostenimiento; si hay una reducción del 10 por
ciento en gastos de personal; si la inversión con los programas
comprometidos se incrementa en un 5,3 por ciento; si seguimos
adelante con un programa importantísimo para España, desde el punto
de vista militar, tecnológico y de la industria de la defensa, como
es el de la Fragata F-100, aunque me gustaría que el almirante fuera
más explícito al decir que tienen que aplicar una reducción de
adquisición de misiles, si es que va a ser más allá del año 2002 o si
cuando se entregue la primera fragata va a poder salir perfectamente
dotada; si,



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al hilo de lo que decía el señor Mardones en relación con el Aegis,
seguimos con ese sistema de combate que ha sido calificado en el
momento de su adquisición como el mejor de los sistemas a nivel
mundial, con esa alianza internacional con Lockheed Martin, la
fabricación de Raytheon y los astilleros de Estados Unidos, que
facultan en este momento a España para que cualquier sistema de
combate Aegis que se proponga cualquier país tenga que ir montado
sobre una plataforma fabricada en la Empresa Nacional Bazán y
viceversa, lo cual puede conducir a que nos hagamos con un
importantísimo contrato para la construcción de las fragatas
noruegas; si continuamos con la refabricación de los aviones Harrier;
si, como aquí no se ha dicho, pero cabe recordar, continuamos con
otros programas a los que no se hace referencia, como ha sido la
incorporación del link a las corbetas, con unas nuevas posibilidades
que hasta este momento no tenían -incluso cabe recordar que sin él, y
con grave riesgo, tuvieron que intervenir en el Golfo Pérsico-; si
para los simuladores, y podrá explicarse mejor el almirante a raíz de
las cuestiones planteadas por el señor Mardones, se destinan esos
1.175 millones de pesetas; si esa primera serie de cazaminas
terminara su entrega en el año 2000; si esa segunda serie de
cazaminas es financiada exactamente igual que lo han sido las
fragatas, y ese método de financiación se ha conseguido para que
salgan adelante importantes programas de la defensa de acuerdo con
Industria para el sostenimiento de la carga de trabajo en el
Ministerio de Industria; si se ha dado este año la orden de proceder
con la definición del proyecto del submarino S80, lo cual quiere
decir que no hay que presupuestar más allá de lo que vayamos a hacer
este año, ese es un presupuesto racionalizado y un presupuesto con
una gestión adecuada; si el año pasado veíamos como el almirante Pita
da Veiga nos decía que la segunda LPD no sólo eran los 11.000
millones presupuestados, sino que también había que armarla y ponerle
armamento e incluso consolas a bordo; si en comunicaciones e
infraestructuras lo que se está haciendo es dotar a la Armada de las
infraestructuras necesarias para lo que va a ser la Armada del siglo
XXI; si para mantenimiento incrementamos en 2.500 millones de pesetas
el presupuesto; si hay un incremento del 11 por ciento para la
externalización de los trabajos que por el decremento de soldados de
reemplazo tienen que hacer soldados profesionales, que no podrán
hacer tareas que todos hemos coincidido aquí, a lo largo de muchas
legislaturas, en que había que ir externalizando; si no podemos
llegar este año a la reserva de guerra, y a mí me gustaría que el
almirante pudiera explicarnos hasta dónde podemos llegar, porque,
efectivamente, durante la última década, desde los inicios de los
noventa, desde nuestras primeras participaciones, la reserva de
guerra se vio mermada de una manera importantísima, me gustaría saber
almirante si estamos recuperando los niveles de reserva de guerra o
si todavía estamos muy lejos de tenerla; si tenemos 25 programas de
I+D, con 3.319 millones dentro de los 508.000 millones que el Estado
destina este año, precisamente para I+D, un 10,5 por ciento que el
año pasado; si damos de baja al Aragón, pero porque damos de alta al
Castilla, y si damos de baja los de la clase Guadalete, porque
tenemos los de la clase Segura, que ya están entrando en
funcionamiento, en definitiva, me gustaría terminar diciendo, señor
almirante,
que yo encuentro, como he dicho al resto de los jefes de Estado Mayor
que han intervenido esta tarde, que lo que hacemos es aquilatar al
máximo el presupuesto que la Defensa pone a disposición de cada uno
de los cuarteles generales. Y lejos de hablar de presupuestos
optimistas o de presupuestos pesimistas, creo que no hay nada más
cierto y más oportuno que hablar de presupuestos realistas.

Coincido, y termino, almirante, diciendo que entiendo que nunca es
suficiente el presupuesto del que se dota a cada Ministerio, porque
todos siempre encuentran agujeros que tapar y recursos que no se
destinan a ello. Tengo que decir que este presupuesto, también en la
Armada, lo encuentro un presupuesto riguroso, un presupuesto
solidario y un presupuesto realista, porque no nos olvidemos, como
también decía un ministro socialista de Defensa, que la defensa, en
este caso concreto, tiene que ser un instrumento de solidaridad
nacional y de solidaridad internacional. Estoy convencido de que en
ese camino, con toda la legislación que hemos realizado en estas
Cámaras a lo largo de esta legislatura, con un amplio consenso de los
grupos parlamentarios,vamos a conseguir ese instrumento de
solidaridad que todos buscamos.




El señor PRESIDENTE: Para contestar a las intervenciones de los
grupos parlamentarios, tiene la palabra el almirante jefe del Estado
Mayor de la Armada.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DE LA ARMADA (Moreno Barberá): En
primer lugar, quiero contestar al diputado, señor Marsal, en cuanto a
la distribución entre cuartel general, fuerza y apoyo a la fuerza,
que en la información que tengo aquí disponible no están
estructuradas esas partidas, pero se la puedo proporcionar en un
plazo muy breve, puesto que la contabilidad analítica de la armada lo
permite. Es decir, sabemos lo que nos cuesta cada dependencia en
todos los capítulos, y aquí los tengo a mano, y seguramente lo
conoce, puesto que forman parte del proyecto de presupuestos, lo que
son los gastos de personal, gastos asociados al personal,
mantenimiento, funcionamiento y modernización que totalizan los
163.316 millones de la Armada. Todos, el cuartel general, en la
fuerza y el apoyo a la fuerza, participan de este tipo de gastos. Lo
que usted me pide no lo tengo aquí y se lo haré llegar en el plazo
más breve posible.

Me ha preguntado si la Comesar, Comisión de Estudios de la Armada,
que lleva más de dos años constituida, ha llegado a alguna
conclusión. Efectivamente, ha llegado a bastantes conclusiones. La
primera fue de tipo filosófico, en general, y es que era necesaria
una reestructuración y hacer mediante esa reestructuración de
racionalización de estructuras, la ingeniería de procesos que usted
ha citado. La primera dependencia de la Armada donde se han realizado
estas conclusiones ha sido en el departamento de personal, porque
consideré hace dos años que el principal problema de la Armada era
precisamente el personal, el reto que suponía la profesionalización.

Por tanto, se reestructuró la jefatura de personal y se crearon en la
periferia, en las jefaturas de zonas marítimas, unos departamentos
específicos de captación, motivación, etcétera. Quiero decir que una
de las primeras conclusiones de los estudios de la Comesar están ya
en la jefatura de personal.




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En segundo lugar, está el propio Estado Mayor de la Armada. El Estado
Mayor de la Armada va a iniciar también un proceso de
reestructuración, ya hay una serie de conclusiones y estoy a punto de
publicar una instrucción de organización que reestructurará el Estado
Mayor de la Armada, creando una nueva división, en sustitución de la
que hay ahora, debido principalmente a las nuevas tecnologías de la
información. La Comesar lo ha estudiado, lo hemos comparado con otras
marinas de nuestro entorno, y hemos visto que las tecnologías de la
información suponen una reorganización y ahora es difícil establecer
dónde terminan las comunicaciones y donde empieza la información
y viceversa. Por tanto, en casi todos los estados mayores se crean unas
estructuras de división que se llaman división de sistemas de
información y comunicación. En otros estudios de la Comesar -y creo
personalmente que estas reformas, que tienen que durar muchos años,
deben hacerse sin prisa, pero sin pausa- irá la jefatura de apoyo
logístico y, como ya he dicho antes, más adelante la propia
resolución de la fuerza.

En cuanto a la pregunta sobre los estudios en Estados Unidos sobre el
Smartship, los buques de tipo Aegis, tenemos información puntual de
los estudios que hace la marina de Estados Unidos y puedo decir que
los buques de la clase Aleigh Bunke, los destructores de la marina
norteamericana, tienen una dotación, que ha sido motivo de los
estudios y con la automatización del barco, de 330 personas. La
plantilla que tenemos prevista es meramente provisional, pero se
espera que la fragata F-100, que apenas tiene 2.000 toneladas menos
de desplazamiento que el Aleigh Bunke, tenga 220 personas. Todos esos
estudios los está haciendo el grupo de proyectos de la F-100 que está
en la Jefatura de Apoyo Logístico y con su rama en el arsenal de El
Ferrol. Estamos desde ya previendo las infraestructuras y todo lo
asociado con el funcionamiento de esta fragata de la que todavía no
tenemos constituido ni siquiera el núcleo de dotación. Tenemos
nombradas algunas personas de la dotación que están ya en Estados
Unidos haciendo los primeros cursos específicos, y además, y es otra
de las cosas relacionadas con el estudio de personal, se va a crear
de hecho una superespecialización, puesto que estos cursos y
tecnologías tan especificas crean unas servidumbres del orden de ocho
años y, por tanto, todo esto va a crear una superespecialización,
todo esto inspirado en lo que hace la marina de los Estados Unidos.

En cuanto a cómo estaba la situación de la modernización del Simacar,
tengo que decirle que en este momento el Simacar ha terminado lo que
estaba previsto, la modernización del sistema de control de la
armada. Esto supone paliar, al mismo tiempo, el efecto 2000, ya que
se ha incluido en esto, y la conexión con el sistema MCC/S. Lo que
tenemos ahora es un contrato, un sistema alquilado a la OTAN. Basado
en eso estamos estudiando un sistema conjunto, de mando y control,
que sea dirigido desde el Estado Mayor de la Defensa, como jefe del
mando operativo conjunto que podrá ser interoperable con el nuestro.

Estamos trabajando también en el SMCOA, que es el sistema de mando y
control de operaciones anfibias.

Comunicaciones navales. Estos 3.800 millones que me decía que estaban
presupuestados el año pasado, ya dije en mi intervención que no
aparecía esta partida, puesto que se
ha incluido el sistema Brass, paquete de capacidad OTAN, y toda la
modernización de nuestras estaciones de radio que son basicamente las
estaciones de radio del Estado Mayor de la Armada, la Erema, con sus
tres estaciones y la de la zona marítima del Estrecho, está incluida
en ese paquete de capacidad y previsiblemente, una vez que hayan
terminado, serán las dos únicas que queden en la Armada, quizá
también la de Canarias, como reserva. Las otras estaciones de radio
ya no serán necesarias.

Me pregunta que qué cantidades figuran en el presupuesto del 2000 de
la F-100. Pues bien, esas cantidades son motivos de una COA de apoyo
logístico integrado de la Eegis, es decir, lo que denominamos el
coste es el coste del ciclo de vida. El coste del ciclo de vida de la
fragata está dentro del Plan de ALI, de apoyo logístico integrado de
la marina de los Estados Unidos y, por tanto, ha habido que firmar
unas COAS con la marina de los Estados Unidos y hay que
presupuestarlas. Ése es el dinero que figura en las partidas.

En cuanto al misil SM-2, al que se ha referido también el señor
Fernández de Mesa, ha habido una disminución porque ha tenido una
reprogramación. Para adaptarnos a los recursos que teníamos este año,
la COA de misiles, que tenía unos 80 misiles previstos, la hemos
reducido a 40, porque al principio las fragatas irán entrando una por
año, a partir del 2002. Lo que era absolutamente indispensable era
que la primera fragata, la F-101, tuviera su dotación de misiles,
primero, para hacer la calificación operativa del sistema de armas
que tendrá que hacerse en Estados Unidos, pero, además, para cuando
una vez quede calificada, tenga sus misiles de combate y la fragata
de quede operativa. Para las otras tenemos un año más de demora, a
partir del 2002. Esperamos que en los presupuestos del año que viene,
como es una COA abierta, podamos ir encargando más misiles. Es decir,
que de ninguna manera se vería comprometido. Si acaso, la incidencia
que puede tener es a lo mejor algún ligero encarecimiento de la COA,
porque cada vez que se hace un lote tiene un precio, es el efecto
serie. Esto ha sido necesario por la reprogramación de otros
programas.




Por lo que se refiere a la refabricación del AV8-Bravo, en nuestro
proyecto de presupuestos figuraban 49.000 millones, porque era el
programa completo de refabricar los ocho AV8-Bravo que tenemos
actualmente. Este año, con las prioridades presupuestarias, solamente
podíamos disponer para dos años, el 2000 y el 2001, de 11.000
millones. Con lo cual, se ha renegociado la COA con los Estados
Unidos para refabricar dos aviones únicamente, dejándola abierta para
posteriores años. ¿Era rentable refabricar dos? Absolutamente, porque
lo principal era entrar en el programa de refabricación, puesto que
los aviones AV8-Plus no se fabrican. La cadena de fabricación de Mc
Donnell Douglas está cerrada. Solamente los tres países que
participamos en el programa Plus, que son los Estados Unidos, Italia
y España, tenemos opción a la refabricación, es decir, a la
reconversión de los aviones en Plus. España tenía que entrar este
año, porque era la fecha tope y si no quedábamos descolgados del
programa. Eso suponía para España no solamente disponer de ocho
aviones más antiguos tácticamente, sin capacidad nocturna, sino que
además en cinco o seis años, como mucho, se quedarían totalmente
obsoletos



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por falta de repuestos, porque las turbinas de los aviones ya no se
iban a fabricar, y los aviones quedaban en tierra. Por tanto, era
absolutamente indispensable, aun a costa de entrar con una cantidad
menor, hemos entrado con dos aviones, pensando que vamos a ir
sucesivamente incrementando el número hasta llegar, si es posible, a
los ocho.

Por lo que se refiere a las partidas que figuran del LPD-2 Castilla,
son motivo de una orden de ejecución adicional que se dio para el
sistema de mando, control y adecuación de este buque para buque de
mando. Como sabe, el Galicia no es buque de mando, pero cuando se
instale el sistema de unicontrol de operaciones anfibias, SMCOA, en
su momento en ese barco, que es un desarrollo nacional que ha hecho
Isdefe, tendrá un sistema de conducción de operaciones anfibias, pero
no como buque de mando de una agrupación. Queremos que el Castilla
sea un buque de mando como es el Príncipe de Asturias, para lo cual
necesita de unos censores, etcétera, y para eso fue necesario una
orden de ejecución adicional. Ésa es la partida que figura.

En cuanto a los vehículos de transporte terrestre, son vehículos de
infantería de marina y la renovación del parque en general, en lo que
se refiere a vehículos tácticos. Es un programa que está en ejecución
y que terminará en el año 2000. Precisamente la mitad de los LVT,
vehículos anfibios de infantería de marina, ya se han modernizado
este año y el año que viene se hará el resto. Estos son vehículos
normales.

Por lo que se refiere a la segunda serie de cazaminas, efectivamente,
he dicho que se financiaría con créditos especiales, y el señor
Fernández de Mesa ha dado ya la respuesta. La previsión -que la
Armada sabe y que resolverá el Ministerio de Defensa- es que se
financie con un método parecido al programa de la F-100, debido a su
interés operativo, en primer lugar; en segundo lugar, la oportunidad
industrial de continuar la serie en el astillero de la Empresa
Nacional Bazán, no sólo por los puestos de trabajo, sino por la
oportunidad que significa de aumento de tecnología, e incluso como
posibilidad de exportación. Por último, el abaratamiento, porque
supone un coste de unos 2.000 millones por unidad el efecto serie.

Por todas esas razones, el Ministerio de Defensa lo daba prioridad,
aunque la Armada no tiene fondos, y esperamos que se nos financie
extraordinariamente.

Por último, señor Marsal, me ha preguntado sobre el cambio del
cometido de las corbetas. Efectivamente, como también ha dicho el
diputado señor Fernández de Mesa, la última modernización que
sufrieron las corbetas clase descubierta fue es la incorporación del
sistema táctico Link-11, que es un sistema táctico automático que le
permite operar con cualquier agrupación naval OTAN. Sólo lo tienen
cuatro corbetas, las más modernas, y hay dos que no lo tienen. En la
Armada hemos considerado si en esas corbetas, que son las más
antiguas, podríamos poner el Link-11 y seguir incorporadas a la
flota, o darles otros cometidos operativos. Hemos pensado que es
mejor darles otros cometidos, que significa que la operatividad del
buque es más barata y que además ahorramos en dotación. Una de ellas
sería dedicada a buque de mando de medidas contraminas, cosa
absolutamente indispensable en la guerra de minas modernas. Todas las
marinas de nuestro entorno tienen un buque de mando, incluso las
marinas pequeñas,
como los belgas, los italianos, los ingleses, porque las
unidades de medidas contraminas son pequeñas y entonces sus
posibilidades de mando y control son pequeñas, van a los cometidos
que tienen, que son la guerra de minas. Una se dedicaría a buque de
mando y control de medidas contraminas, y la otra a patrullera de
altura, porque estamos muy necesitados de ese tipo de unidades. Como
antes ha dicho el señor Mardones, precisamente la zona marítima de
Canarias es una de las zonas donde necesitamos una mayor cobertura.

Tiene un espacio marítimo inmenso a cubrir y tiene déficit de
patrulleros. Entonces, seguramente esa corbeta u otro patrullero de
altura de los que tenemos en la península incrementarían esa
presencia en Canarias.

Paso a contestar al señor Mardones. Se ha referido a la base naval de
Las Palmas. En primer lugar, quiero agradecerle, señor Mardones, su
apoyo y el de su grupo a las Fuerzas Armadas en general y a la armada
en particular. Estoy totalmente de acuerdo con usted en que la
presencia naval es absolutamente indispensable. Tenemos conciencia de
ello y si no tenemos más presencia es por falta de disponibilidades,
de operatividad, porque los compromisos operativos, de ejercicios,
son muchos. Como saben, en el Archipiélago de modo permanente hay una
serie de patrulleros, había dos patrulleros de altura, aunque el
remolcador Las Palmas lo vamos a dedicar a otro cometido -se le ha
adaptado para la campaña Antártida-, y vamos a mandar otro para que
haya por lo menos dos patrulleros de altura, aparte de los
patrulleros ligeros. En cuanto a presencia naval, siempre que hay
ocasión, la flota tiene una presencia en Canarias. A finales de
noviembre y principio de diciembre vamos a hacer un ejercicio, el
Alfex-02, de tiro real sobre cascos de buques antiguos, al cual
asistirá Su Majestad. Va a ser en la zona marítima de Canarias, con
una presencia naval importante. Vamos a distribuir las unidades de la
flota entre Las Palmas y Tenerife. Quiero que sepa que yo soy
consciente de ello.

En cuanto a la necesidad de la base naval de Las Palmas, es absoluta.

La Armada necesita una base naval, como ya dijo el ministro de
Defensa creo que el año pasado o anteriormente, ante una delegación
del Archipiélago, creo que a nivel municipal. Él dijo que en Canarias
la Armada necesita una base y que si no estaba en Las Palmas tendría
que estar en otro lugar. Efectivamente, la base naval de Las Palmas,
que tiene un arsenal para las unidades que están surtas allí, está
totalmente adecuada para ellas, y para apoyo inmediato a la flota
cuando opera por las proximidades también. Como sabe, es la base
permanente de uno de nuestros dos petroleros, del Marqués de la
Ensenada. Por tanto, la Armada no tiene ningún plan, sino todo lo
contrario, es decir, permanecer en la base de Las Palmas.

En cuanto al aplazamiento de los submarinos S-80, las razones son de
índole económica pero coyuntural. Realmente el programa está en
marcha. Ya he dicho que este año, con fondos de I+D, la Empresa
Nacional Bazán ha empezado la definición del proyecto, que es una
fase muy importante porque es construir un barco. Digamos que el
buque ya está construido de papel. Cuando a finales del año que viene
la Empresa Nacional Bazán ponga sobre la mesa el proyecto de
contrato, será el momento en que la Armada tenga que tomar la
decisión de dar una orden deejecución. Si hay disponibilidad
presupuestaria, sería deseable



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que se pudiera dar la orden de ejecución para el año 2001, si no la
Armada ha puesto el 2002 como una frontera, porque es lo que
presupuestariamente el Ministerio de Hacienda ha fijado para este
año. Naturalmente son absolutamente necesarios, pero la fuerza
submarina española no está en crisis, tiene ocho unidades, algunas de
las cuales, los submarinos clase Daphne, han pasado los 25 años. Los
dos primeros han alcanzado los 25 años y los otros el año que viene.

Es una edad avanzada, pero quiero decirle que el sistema de
mantenimiento que estos buques tienen es caro pero eficaz; cada cinco
años se les hace una obra de gran carena y el barco queda
prácticamente con sus condiciones de proyecto. Además, estos buques
sufrieron una modernización a media vida y tienen un sistema de mando
y control idéntico al de sus hermanos mayores, los de la serie 70,
los Agosta. Por tanto, la flotilla de submarinos ahora es homogénea y
además lo están demostrando en todo tipo de ejercicios, con las
marinas aliadas y con nuestros amigos y efectivamente el papel que
están haciendo nuestros submarinos, incluso frente a submarinos
nucleares, es importante. No obstante, creemos que a partir de que
cumplan los 30 años forzosamente habrá que retirarlos de forma
prudente y además también por condicionantes logísticos, como son los
repuestos, ya que dentro de cuatro o cinco años podemos empezar a
tener pegas con los repuestos franceses, porque ellos ya no tienen
los Daphne, aunque todavía tienen dos Agosta en servicio.

Efectivamente contemplamos que no llegarán más allá de los 30 años,
pero tenemos margen. Si el programa 80 continúa, tanto en el 2001
como en el 2002, cuando los primeros submarinos Dafne empiecen a
salir del servicio entrarán en servicio los de la serie 80.

Volviendo a los submarinos, el supeditarnos a Chile, no. Señor
diputado, no estamos supeditados a Chile porque la Empresa Nacional
Bazán está desarrollando un proyecto que es el submarino serie 80,
que llamamos de la familia Scorpène, puesto que está claramente
inspirado en el proyecto Scorpène que hicieron conjuntamente la DCN
francesa y la Empresa Nacional Bazán; pero Bazán, con los requisitos
operativos que la Armada le formuló en su día, está desarrollando un
submarino distinto y de más capacidad. Expliqué en el Ministerio de
Defensa hace mucho tiempo por qué la Armada no cogía, lisa y
llanamente, el Scorpène porque no se adapta a nuestros requisitos
operativos, por decir uno muy importante citaré la propulsión
independiente del aire, la opción AIP , que es importante en un
submarino que, como los nuestros, está previsto que tenga que operar
tanto en el Atlántico como en el Mediterráneo. En el Mediterráneo un
submarino moderno tiene que tener una propulsión independiente del
aire, porque si no su tasa de indiscreción es grande, es
tremendamente vulnerable; en el Atlántico no es necesario, por eso se
explica que la marina chilena, para operar en sus mares remotos del
Pacífico, no se preocupe de la propulsión AIP, nosotros sí, porque el
efecto de la costa, de la tierra sobre el mar es muy importante en el
Mediterráneo. Este ejemplo lo he dado por citar uno de los más
importantes, pero hay otros cuantos. Por tanto, el submarino S-80 es
un proyecto genuino de Bazán para la marina española, no vamos a
remolque de nadie. Suponiendo -que no es el caso- que Chile cancelase
la construcción del submarino Scorpène el proyecto
de Bazán es independiente, con toda la ayuda técnica de Francia, al
cien por cien.

Proyectos de simulación. Efectivamente tenemos una serie de
proyectos. Me he referido al del simulador del Harrier plus, que se
está financiando con fondos de la GIED, para nuestro simulador de
Rota, del Harrier, transformarlo al plus, porque las condiciones
aeronáuticas del avión son distintas y los pilotos necesitan un
adiestramiento distinto, que se está haciendo. Simulador de
submarinos. De momento los que tenemos, que son buenos, tanto los
simuladores de plataforma como los tácticos, están adaptados a los 60
y 70; cuando tengamos los 80 empezaremos con el proyecto
paralelamente un sistema de simulador para submarinos.

En cuanto a helicópteros, la última pregunta que me hizo fue
precisamente si hay un proyecto de modernización. Efectivamente, ya
le he dicho que hay un proyecto de modernización pero a partir del
2002, porque hemos dado prioridad a un programa que empezó el año
pasado, plurianual, que es la segunda serie de helicópteros Lamps,
son los que llamamos helicópteros multipropósito, que van a ser
utilizados tanto para estar en servicio en las fragatas FFG, en las
actuales, clase Santa María (?), como las futuras F-100, pero habrá
que proveer para el futuro unos helicópteros específicos para la F-
100. Es un programa que se ha decalado en el tiempo. Luego está la
modernización de los antisubmarinos, los SH-3D, los conocidos como
los Seaking, que lo tenemos previsto también, pero sin fondos para
este año ni para el que viene.

En cuanto a la dispersión de modelos, nosotros, señor Mardones, las
únicas aeronaves de ala fija que tenemos es el Harrier, sólo podemos
tener el Harrier, porque para el portaaviones que nosotros tenemos es
el único avión de despegue vertical que existe en el mundo y por
tanto nosotros tenemos que tener el Harrier. Los helicópteros navales
también son muy específicos, porque el Lamps, el SH-60, aparte de que
tiene la reputación de ser el mejor helicóptero embarcado del mundo,
es muy versátil: es antisuperficie, antisubmarino, etcétera. Es un
helicóptero que se adapta como anillo al dedo, que con la fragatas
FFG forma parte del sistema de armas de la fragata, el sistema Lamps,
como usted conoce. Por tanto, tenía que ser ese helicóptero. Los
antisubmarinos Seaking, que el primero tiene más de 25 años, que está
en servicio y está perfectamente, es un helicóptero navalizado. ¿Por
qué no podemos hacer un helicóptero que sea compatible con el
Ejército de Tierra o con el Ejército del Aire? Es que son
helicópteros navales y navalizados; son muy pocas unidades las que
tenemos, pero tienen que ser específicas para que cumplan su
cometido. Creo que con eso he dado respuesta a sus preguntas.

Al señor Fernández de Mesa quiero agradecerle su apoyo. Creo que la
pregunta sobre la reducción de misiles ya se la he contestado. En
cuanto a las reservas de guerra, podríamos decir que era un mal
endémico que teníamos y que estábamos recuperando, lo íbamos
recuperando poco a poco. Este año, con la coyuntura presupuestaria,
hemos reducido adrede la partida de reservas de munición para
alcanzar esas reservas desahogadas que queremos para poder hacer
frente a otros programas, pero le puedo decir que no estamos en
niveles inquietantes, porque si estuviéramos habríamos renunciado a
cualquier otra cosa. Es un



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programa permanente de la Armada que lo mismo que en los repuestos y
pertrechos nos habíamos descapitalizado desde principios de los 90,
años en los que apostamos por el futuro en contra del presente, ahora
estamos recuperando poco a poco y hemos dado un ligero frenazo al
municionamiento este año para recuperar al año que viene.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, almirante Moreno, por su
comparecencia y por sus detalladas explicaciones a las preguntas de
los grupos. Le agradecemos su presencia aquí.




- DEL JEFE DEL ESTADO MAYOR DELAIRE. (LOMBO LÓPEZ), A PETICIÓN DEL
GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL CONGRESO (Número de expediente
212/002187) Y GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (Número de
expediente 212/002290.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al último punto del orden del día, que
es la comparecencia del general jefe del Estado Mayor del Aire,
General Lombo.

General Lombo, bienvenido. Le agradecemos su presencia aquí.

Tiene la palabra.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DELAIRE (Lombo López): Muchas gracias,
señor presidente.

Señorías, quiero empezar mostrando, primero, mi agradecimiento
sincero y mi profunda satisfacción por poder comparecer ante esta
Cámara, que de alguna manera permitirá explicar a la nación cómo se
gasta el dinero que con esfuerzo aporta para su seguridad y defensa.

(El señor Vicepresidente, Nieto González, ocupa la Presidencia.)
En esta exposición respecto al presupuesto tendré que plantear cuáles
son los problemas que afronta el Ejército del Aire derivados de la
misión que se le asigna en el Plan Estratégico Conjunto y cómo los
coordina con las disponibilidades presupuestarias para obtener una
optimización máxima de las capacidades de que puede dotarse.

Decía hace un año ante esta misma Cámara que el Ejército del Aire
tendría que afrontar en aquel momento, en primer lugar, una
integración en operaciones internacionales, con toda la complejidad
que esto conlleva desde el punto de vista del planeamiento y de la
propia operación, que tendría que intervenir lejos de nuestra
geografía, con todo lo que eso supone de carga logística y de
preparación y alimentación de fuerzas, y que habría que hacerlo en un
amplio margen de intensidad, desde las misiones más sencillas de
ayuda humanitaria hasta los posibles ataques en fuerza. También
decíamos que para ello el Ejército del Aire tenía que estar preparado
para actuar con rapidez, precisión y contundencia, siempre buscando
hacerlo con el mínimo riesgo y la máxima eficacia. Asimismo,
necesitaría estar garantizando la proyección de fuerzas que en la
acción conjunta se necesita para traslado de nuestros efectivos de
superficie en acciones fuera de nuestro territorio nacional mediante
la aviación de transporte.

Pues bien, señorías, aquellas predicciones se han cumplido en 1999.

No fue una clarividencia originada por capacidades
misteriosas, fue simplemente una evaluación realista que se
había hecho de la geoestrategia y de la geopolítica. En las acciones
que hemos tenido que hacer en Centroamérica, y sobre todo en Kosovo,
se ha mostrado el acierto del Ministerio de Defensa y del Ejército
del Aire en asignar los recursos limitados mediante un detallado
sistema de prioridades que permitiera sacar las máximas capacidades
de nuestras posibilidades. Los planteamientos que se hicieron en
aquel momento eran buscar la calidad frente a la cantidad, de manera
que concentráramos la mayor parte de nuestros recursos en las flotas
más eficientes o que pudieran estar más comprometidas en el tipo de
guerra que se nos iba a dar, y buscar el personal polivalente.

Nuestros pilotos son los únicos de Europa que pueden hacer a la vez
acción aire-aire y aire-tierra, defensa y ataque, no tanto porque
seamos más listos que los demás sino porque la reducida cantidad de
los que tenemos nos aconseja buscar la fórmula más flexible. También
buscábamos que ese personal además de polivalente estuviera muy
entrenado, y esta es una de las preocupaciones que manifestábamos en
aquel momento. Pero en cualquier lugar buscábamos los mejores medios
que dieran la máxima flexibilidad, rapidez y contundencia a la acción
de la fuerza aérea. Esto, señores, se ha producido en el momento más
crítico, en el que se ve si es verdad o no que una fuerza aérea vale
o no vale: en la guerra. Hemos estado en una guerra con nuestros
aliados y con nuestros aliados la hemos ganado. Se ha demostrado que
la fuerza aérea estaba en condiciones de afrontar este desafío dentro
de su magnitud y de ello me muestro orgulloso.




La intervención nos ha hecho constatar una serie de cosas, aparte de
la fundamental, que ha sido alcanzar la victoria y que los aliados de
nuestra coalición hayan podido imponer las necesidades nacionales a
quienes se oponían y buscaban un genocidio. En primer lugar, hemos
constatado un nivel de preparación adecuado en lo que se refiere a
las fuerzas empleadas, que no toda la fuerza aérea tiene ese nivel en
todo momento. En segundo lugar, hemos constatado que el personal, y
en particular los pilotos, están por encima de la media de las
naciones de la Alianza, lo cual es fruto de una selección paciente,
larga y detallada y de un entrenamiento lo más realista posible.

También hemos podido constatar la necesidad de mejorar nuestro
entrenamiento. Si bien la parte que hemos utilizado ha tenido el más
alto nivel de aceptación por parte del mando OTAN -y he escuchado
frases verdaderamente encomiables por parte del mando OTAN respecto a
que nuestros pilotos pueden intervenir en cualquier clase-, hemos
podido distinguir que los niveles de entrenamiento que ha tenido cada
uno de ellos, persona por persona, ha influido en el resultado de sus
acciones con mayor o menor eficacia. Cuando han sido personas menos
preparadas porque no han tenido bastante entrenamiento inicial o
porque no han podido volar lo suficiente, su rendimiento ha bajado
algo.

También se ha podido constatar la necesidad de actualizar nuestra
flota de F-18, como luego explicaré, para conseguir su máxima
interoperabilidad y su máxima eficacia. Se ha podido constatar la
eficacia del reabastecimiento en vuelo. Medios relativamente humildes
como los nuestros de reabastecimiento en vuelo han sido sumamente
valorados,porque somos pocas las naciones de la Alianza que



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podemos aportar dichos medios. De nosotros han repostado Alemania,
que no tiene medios de reabastecimiento en vuelo y otras naciones.

Respecto a la eficacia de los medios de transporte, dicha eficacia no
sólo se ha notado en la guerra de Kosovo, sino en la reacción ante el
huracán Mitch, en Centroamérica, donde las fuerzas aéreas, como suele
suceder, fueron las primeras en dar una primera ayuda y las que
pudieron aportar la capacidad de proyección de fuerza a nuestro
Ejército de Tierra para poder operar junto con la Armada. Lo mismo
podemos decir de otras acciones de ayuda humanitaria que han tenido
que realizarse desde los atentados de Omagh hasta otros. Quisiera
destacar aquí un apoyo que dimos a la nación de Suiza. Suiza es una
nación que después de 200 años de un dorado aislamiento se ha dado
cuenta que no puede seguir en ello y ha realizado su primera acción
internacional de paz en Albania. Cuando empezó esa acción, y no
teniendo aviación de transporte, quiso conseguir un apoyo con el
transporte de otros sitios y un día lo consiguió de España. Hemos
tenido operando un CASA 235 desde abril hasta el 31 de julio,
haciendo diariamente una misión entre Emmen y Albania, de ocho a
nueve horas de media, sin fallar ni un sólo día, ni sábados ni
domingos, realizando las inspecciones allí mismo, algo verdaderamente
fuera de lo normal que a los suizos los ha dejado asombrados. En la
prensa suiza ha tenido una gran repercusión. Tenemos cartas del
ministro de Defensa suizo al nuestro y del jefe de Estado Mayor suizo
al nuestro donde utilizan términos como algo inolvidable, algo que ha
dejado una huella imperecedera. Nuestro embajador ha llegado a decir
que en Suiza no había habido una acción internacional con tanta
presencia de España desde hacía 200 años.

Las acciones en Kosovo nos llevan a volver a fijar nuestras
prioridades. Hemos constatado una serie de carencias, unas mayores y
otras menores que quiero calificar en urgentes, paulatinas y en
mejora de las capacidades actuales. Hay cuatro carencias urgentes,
tres paulatinas y tres de mejora de las capacidades actuales. Entre
las urgentes, la primera, naturalmente, es la reposición del material
lanzado en Kosovo. En Kosovo hemos intervenido en las misiones más
delicadas, en las que necesitaban una mayor preparación y, por tanto,
armamento guiado. Hemos lanzado una cantidad notable de armamento
guiado y es necesario reponerlo para estar en condiciones de mantener
nuestras capacidades. Eliminar esas carencias será una de las cosas
en las que estemos. Esta reposición se ha iniciado.

Otra de las carencias importantes ha sido la capacidad de
comunicaciones de nuestros F-18. Actualmente la mayor parte de las
operaciones combinadas aéreas que se realizan utilizan medios de
comunicaciones llamados Have quick, que consiste en una agilidad de
frecuencias en la cual es muy difícil de interceptar porque, de forma
automática y respecto a un código, los equipos de a bordo van
cambiando su frecuencia. Nosotros no teníamos ese sistema, eso quiere
decir que sólo estábamos enlazados con el avión AWAC, que dirigía el
resto de la operación. Pero si algo decía el jefe de la unidad u otro
avión nos avisaba de otro que venía a interceptarnos, no podíamos
hacer nada. Puede ser que sea la última vez que hayamos operado así.

Ya hemos sido avisados por la OTAN de que en la próxima no se podrá
estar sin Have quick. Otra carencia ha sido el
FLIR. El FLIR es un sistema, Faraway looking infra red que sirve para
dos cosas: para designador láser, para orientar el armamento guiado
de precisión y hacerle batir sus objetivos con errores de pocos o de
ningún metro y la otra misión que tiene es ver el territorio durante
la noche, es decir, ser capaz de detectar las emisiones caloríficas y
operar de noche. Esto nos ha hecho operar en las misiones que he
dicho de ataque nocturno guiado, que han sido las más apreciadas, en
las cuales, así como en el año 1995 sólo pudimos intervenir
norteamericanos y españoles, este año, además de ello han podido
intervenir los franceses con sus mirages 2000, los canadienses con
los F-18 y en algún caso los ingleses con ciertas misiones
especiales. Nosotros tenemos FLIR, el problema está en que el número
es reducido. Esto quiere decir que si yo tengo 100 aviones pero tengo
20 Flir, realmente sólo puedo intervenir con 20 aviones. Este
problema lo trataremos posteriormente.

Finalmente, la cuarta necesidad urgente es la de navegación de
precisión. En este momento los sistemas de navegación que tiene el F-
18 están ya fuera de los requerimientos que hoy se exigen para poder
entrar en el teatro por un punto exacto. No hay que olvidar que, una
vez que tenemos en el FLIR un objetivo, se puede ver e identificar
con arreglo al planeamiento que se ha hecho, pero si nuestra
navegación nos sitúa inicialmente a dos kilómetros del objetivo, es
perder el tiempo, no vamos a verlo. Es necesario un sistema de
navegación tipo inercial GPS. Esas son las cuatro medidas urgentes
que acometeremos, como después explicaré. Hay tres paulatinas,
entendiendo por ello aquellas que debemos iniciar ya porque no se
pueden dejar pero que tienen tiempo por delante para ir actualizando
nuestras capacidades. La primera de ellas es de reconocimiento
táctico. Uno de los graves problemas que ha habido en la guerra ha
sido la falta de capacidad para saber la situación real, entre otras
cosas lo que se llama el BDA -el Battle Damage Assesment-, la
evaluación de daños, que en algunos casos nos ha hecho ya atacar
objetivos ya batidos y destruidos por falta de una información
adecuada recogida con reconocimiento táctico. Otra de ellas es buscar
armas de precisión independientes de la meteorología. La meteorología
durante esta guerra ha sido particularmente mala. Las formas de
guiado que utilizamos la mayor parte de los países de la Alianza, que
es de láser, no son utilizables en nubes y, por tanto, se busca un
sistema que se llama el Joint Dispenser Attack Munition, que está
basado en inercial GPS, que es independiente de las nubes. El tercer
sistema es el de visión nocturna. Son programas que habrá que
acometer pero que no tienen por qué ser con carácter urgente.

Finalmente, está la mejora de las capacidades actuales. Una de ellas
es mejorar nuestra capacidad de reabastecimiento que en principio
creo que es más que suficiente para nuestras necesidades, y más que
apreciada en la OTAN, porque no todo el mundo las tiene. Lo que pasa
es que ahora todas las naciones que no lo tienen están como locas por
conseguirlo muy rápidamente. Otras de ellas es mejorar las
capacidades del F-18 en un programa global del que luego hablaremos
y, por último, mejorar nuestras capacidades de transporte aéreo,
tanto para el apoyo a la fuerza de superficie como para el propio
despliegue de las fuerzas aéreas.




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Por lo que se refiere a la integración internacional, quiero informar
a esta Cámara que el día 12 de julio, en Roma, España entró en el
Euroairgroup. Se ha hablado aquí de la constitución de fuerzas,
incluso hoy el presidente Chirac nos ha hablado de la necesidad de
constituir un Estado Mayor europeo y la posibilidad de convertir la
fuerza de Eurocorp en una fuerza europea. Hay una característica de
las fuerzas aéreas que no está tarada por este problema: las fuerzas
aéreas no necesitan estar unidas para actuar; son convocadas y en
tres horas pueden estar actuando a muchas millas del territorio donde
están desplegadas; lo que sí necesitan es un órgano de mando y
control, y eso es Euroairgroup, que está en Highwycomb, Inglaterra, y
en la actualidad está compuesto por Inglaterra, Alemania, Italia,
Francia, España y Benelux y probablemente no va a aumentar; ha sido
una gran oportunidad que España pueda estar en sitios donde se van a
tomar estas medidas, que probablemente puedan ser el embrión de una
fuerza europea, si en algún momento Europea se plantea el problema de
tener una fuerza propia.

Ya hemos empezado nuestra actuación en el NAEW. Las preguntas que ha
planteado el señor Marsal han sido contestadas adecuadamente por el
jefe de Estado Mayor de la Defensa y yo no voy a añadir nada más,
pero sí diré que el que opera dentro del NAEW es el Ejército del
Aire; el programa trabaja en beneficio de todos, pero los
trabajadores, por ser especialistas del sistema, son del Ejército del
Aire.

Además, estamos muy metidos en la estructura militar de la OTAN, cosa
que ha explicado muy bien el general Pardo de Santalana. Nuestra
situación es similar, con la diferencia de tamaño que tenemos
respecto al Ejército de Tierra.

Hablemos del presupuesto con el cual pretendemos afrontar las
necesidades y cómo hemos establecido las prioridades. Lo primero que
tenemos que decir es que el Ejército del Aire entiende que el
Ministerio de Defensa es solidario de todas las necesidades que tiene
la nación, que no son pocas y que establecer las prioridades no le
corresponde al Ejército del Aire, sino a los órganos de la nación que
tienen que distribuir los recursos de forma que sean atendidas todas
estas necesidades. Nosotros encajaremos con toda normalidad los
presupuestos que se nos asignen, sabiendo que tenemos que sacarles el
máximo rendimiento.

El presupuesto de Defensa, como ya sabemos, sube un 4 por ciento y el
presupuesto del Ejército del Aire sube un 3,4 por ciento. Esto es una
buena noticia, pero es mucho más buena noticia para el Ejército del
Aire el hecho de que, en modernización, el Ejército del Aire sube un
6,1 por ciento, y la siguiente noticia ya es como si nos estuvieran
regando, como el césped que pudiera haber estado seco durante ocho
días porque están de vacaciones y luego se riega: que el
mantenimiento ha podido subir al 11,2 por ciento. Esto, de alguna
manera, pone de manifiesto que el Ejército del Aire se va a mover en
unos parámetros en los que sus carencias van a ser afrontadas de la
manera más avanzada posible. Me voy a referir a los sistemas y
destacar cuáles son las partes que vamos empleando.

Quiero hablar ahora del F-1, que el año pasado fue objeto de
preocupación para esta Cámara, como manifestaron
los representantes de los distintos grupos políticos, y, desde luego,
esa preocupación, que era grande, no era menor que la que tenía el
Ejército del Aire, porque, evidentemente, la situación del F-1 en
aquel momento era muy mala. Entonces estaba empezando un plan de
modernización; a estas alturas todo está muy avanzado, el prototipo
ya está terminado, se han recibido ya siete aviones y en lo que queda
del año y a lo largo del 2000 se recibirán en total 53 aviones, que
son los que se van a modernizar. Además, ya se consideran
suficientemente probados como para estar convencidos de que ha sido
un acierto. La modernización del F-1 va a hacer que este avión este
en la línea que le corresponde: como apoyo a las fuerzas terrestres,
a las fuerzas de superficie y dispuesto para volver a entrar en una
situación de operatividad, cosa que hasta ahora no ocurría. Por
tanto, tengo el placer de anunciar a esta Cámara que se inicia la
recuperación del F-1 y que, así como este año habíamos pasado del
nivel 4, con 28 aviones en cuatro días, al nivel 10, de ocho aviones
en más de 365 días, es decir, a situación de simple entrenamiento,
esperamos, a lo largo del año 2000, volver a ofrecer a la Alianza,
dentro del DPQ, un escuadrón de 12 aviones en cuatro días y, además,
volver a iniciar la alerta aérea con el F-1 en Albacete. Las medidas
que se han tomado para conseguir esto han sido basicamente las
siguientes. Primera, concentración en Albacete de todos los aviones,
lo que ha exigido el cierre de Manises, algo muy doloroso para el
Ejército del Aire, ya que Manises es la cuna de la aviación de
combate moderna, la heredera de García Morato, el emblema de todos
los que allí aprendimos. En los últimos 15 años, todos los jefes de
Estado Mayor procedemos de Manises, pero hemos tenido que cerrarla en
aras de primar la defensa y su efectividad. Todos los aviones de
Manises han pasado a Albacete y los aviones de Gando, en Canarias,
también. Esta operación relativa a Gando ha sido un éxito; luego,
cuando hablemos del F-18, lo explicaremos.

Por otra parte, hemos reducido el número de pilotos; de unos 62 que
volaban el F-1 hemos pasado a unos 38 pilotos; probablemente,
acabaremos entre 45 y 50. Esto ha supuesto que los pilotos hayan
mantenido un nivel mínimo de entrenamiento, lo que ahora les permite
volver a estar operativos. En el año 1999 espero que pasen, de las
109 horas que han hecho el año pasado, a las 145 horas.

Paso ahora al programa del F-18, que es el que se lleva los mayores
esfuerzos del Ejército del Aire, porque es la columna dorsal del
mismo, es polivalente y puede estar en cualquier acción, no importa
dónde, no importa cuándo, no importa cómo. El F-18 ha tenido una
actuación muy brillante en Kosovo, junto a los Estados Unidos, y ha
sido, digamos, la gran oportunidad para que hombres muy preparados,
pilotos de primera clase, como los españoles, hayan podido dar un
alto rendimiento.

Los programas que han estado relacionados con el F-18 para el
presupuesto del año 2000 son los siguientes. En primer lugar, la COA-
SBQ, que sigue pagando restos de dinero que quedaban del año 1982, la
primera compra de los aviones. Hay programados 970 millones en el
presupuesto para eso. El segundo programa es el que llamamos programa
CX, que es el programa de compra de aviones F-18 de segunda mano.

Hasta este momento tenemos 18; probablemente el mes que viene vendrán
tres y a finales de año o



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principios del que viene otros tres, con lo que serán 24. Como
ustedes saben, hay una opción de seis, que en este momento no tiene
financiación y, si pudiera lograrse, quizá pudiéramos abordar esto.

En cuanto a las carencias que se han visto al F-18 en la guerra de
Kosovo, quiero decir que el Have quick, ya se ha iniciado. Se ha
terminado el estudio de viabilidad de la incorporación de los equipos
ARC-210, que son los que utilizan este sistema, y se ha iniciado la
compra de estos equipos Have quick que mencionaba dentro de los
programas de comunicaciones que tiene el Ejército del Aire, de forma
que, al menos, la mitad de la flota tendrá Have quick durante el año
2000 ó 2001. ¿Eso quiere decir que el resto de la flota no? Cuando
haya dinero se continuará con esto. De todos modos, quiero
tranquilizar a la Cámara en el sentido de que el cambio de un equipo
Have quick de un avión a otro no es excesivamente complejo y, por
tanto, cualquier avión que salga destacado a operaciones OTAN sí irá
dotado de equipos Have quick.

La segunda limitación urgente de la que hable fue el FLIR, que, como
he dicho, reduce las capacidades del F-18 y de cualquier otro avión.

Quien no tiene el FLIR no puede atacar de noche, no puede atacar con
precisión y está sujeto a daños colaterales. Para esto, existe un
programa que tiene 2.749 millones y vamos a tratar de que llegar a la
mitad de la flota. Ello implica pasar del FLIR de primera generación,
del que estamos dotados, a un FLIR de tercera generación y, además,
modernizar los que tenemos, cosa que está programada, para tener un
total de 41 FLIR.

En cuanto a la precisión de navegación, es decir, la compra de
equipos inerciales/GPS no podrá ser afrontada en este año concreto,
pero sí está en el programa que llamamos el midlife up date o para la
modernización a medio plazo del F-18. El F-18 es un avión que tendrá
que soportar la mayor parte de la acción del Ejército del Aire en
representación del Gobierno de España en cualquier tipo de conflicto
hasta al menos el año 2010, porque el Eurofighter, que empezará a ser
entregado en el año 2002, lo será en cantidades muy pequeñas,
primero, dos aviones, luego tres aviones y más tarde siete aviones,
con lo cual presumiblemente la primera unidad que pueda estar en
condiciones de entrar en combate lo estará entre el 2008 y el 2010.

Luego, es necesario mantener el F-18 en estas condiciones. Lo primero
que se precisa es lo que se llama la life extension, la extensión de
su vida, porque se le acaba cuando termine el número de horas que
puede volar, que son 6.000. También necesita el sistema de precisión,
es posible que pueda incorporarse un nuevo radar y el MID, el sistema
de información y distribución de datos tácticos que va a tener toda
la OTAN. Este programa no tiene dinero este año del Ejército del
Aire, pero sí lo tiene de I+D por valor de 2.000 millones. Entre los
dineros de 3.500 millones que se habían asignado al Ejército del
Aire, lo que en principio era para el P-3, después de Kosovo, se ha
asignado a la actualización de vida del F-18 y al programa F-5, al
que luego me referiré. En este caso el programa, que se inicia con I+
D para fabricar un prototipo que va a ser hecho por la industria
nacional, es otra magnífica oportunidad de negocio para ésta porque
dado el coste de los aviones nuevos la modernización de aviones se
está poniendo de moda y nuestra
industria, que tiene capacidad para ello, puede ser muy competitiva,
siendo este programa una gran oportunidad.

Como última medida tomada en relación con el F-18 es que ya se han
destacado los seis primeros aviones a Canarias. Como todo el mundo
sabe, para la fuerza aérea Canarias es punta de avanzada por las
características de territorio lejano y partido al que hay que
asegurar la continuidad del abastecimiento y la fluidez de las
comunicaciones, de las aéreas en particular, que son hoy parte de la
sangre que recorre el torrente circulatorio de la vida Canaria por el
turismo, y solo se puede aplicar desde el aire y desde el agua.

Consciente de eso el Ejército del Aire, ha retirado los F-1, aviones
con muchos problemas y cuya capacidad para mantener la defensa aérea
no era absoluta, y ha ido sustituyéndolos por el F-18. En este
momento estamos en la mitad del programa, habiendo sido convertida la
mitad del escuadrón y la otra mitad está siendo convertida. Amediados
del año 2000 en Canarias estará completo un escuadrón de F-18.

El programa del F-5, que figura como modernización de avión de caza y
ataque, significa prolongar la vida de los actuales F-5. Los pilotos
de caza y ataque tienen que formarse en un avión que tenga
características próximas a los aviones que se tienen dentro de la
panoplia. Los aviones de combate reales son excesivamente caros. Los
que empiezan no pueden ser utilizados en entrenamiento directo. Hasta
ahora hemos utilizado el F-5. Muchos países han pensado en la fórmula
de cambiar ese avión, pero países como Estados Unidos al final ha
vuelto al F-5, ha hecho un programa para mantener el F-5 40 años más,
con la denominación de T-38 Talon. Nosotros nos proponemos ampliar la
vida del F-5, que terminaría en el 2005 porque si no tenemos pilotos
de combate no habrá quien pilote el Eurofighter, nos habremos gastado
1,1 billones sin que nadie pueda pilotarlo. Este es otro de los
programas que ha desplazado al P-3. Es un programa de I+D que tiene
1.055 millones este año.

Transporte. El transporte tiene cada vez demandas más grandes de todo
tipo: de fuerzas de superficie, de países aliados, de otros
ministerios o servicios de la nación. Ello, unido a la necesidad de
proyectar fuerzas, hace que el transporte tenga que ser cuidado y que
su importancia en un futuro no muy lejano llegue a ser quizá tan
grande como el de la aviación de combate. Para ello, de cara al año
que viene tenemos dos programas, uno, que está incluido, el de la
modernización de los C-130 Hércules, que terminará en el 2001 y para
el que hay 918 millones; el Hércules ha sufrido una actualización que
permitirá mejorar su mantenimiento, hacerlo más barato y además
integrar toda la información que tienen los pilotos de manera que la
acción táctica de este avión sea bastante más eficaz. Y el otro
programa es el CASA 295, que aunque no figura en el presupuesto con
dinero puedo decir algo parecido a lo dicho por el almirante, mi
predecesor, que probablemente se están buscando fuentes de
financiación que este ejército desconoce, pero parece que así se está
haciendo. El CASA 295 es un avión de transporte medio que el Ejército
del Aire considera idóneo para la función del programa Fatam, que
tiene desde hace muchos años, y que el Ejército del Aire sea el
cliente lanzador significa una capacidad de ventas muy importante.

Por ejemplo, tras nuestra estancia en Suiza, que he descrito, parece
que los suizos están decididos



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a comprar CASA-295, y otras naciones están también interesadas, como
Turquía y Australia. Es un negocio muy importante. Además, en la
fusión CASA/DASA se ha valorado la capacidad que CASA tiene para la
producción de transporte militar, que de no estar apoyada por el
Ejército del Aire difícilmente podría salir adelante. En los
presupuestos del Ejército del Aire no figuran cantidades para el
CASA-295 pero esperamos que en las financiaciones que pueden venir de
la Gindef o de la industria puedan ser considerados el próximo año.

El P-3 es un programa que no tiene fondos presupuestarios para el año
2000, y lo lamentamos mucho. Para el Ejército del Aire es muy
importante porque España es un país con grandes costas, tiene dos
archipiélagos, uno de ellos muy separado, y la necesidad de
exploración de las aguas que los rodean es muy grande y el avión es
perfecto para el caso aunque está obsoleto en lo que a sensores se
refiere. Como digo, es importante para el Ejército del Aire y quizá
todavía más para la industria, porque ésta está buscando dotar a los
aviones que construye con un sistema de emisión que montaría dentro
de nuestro avión, que probaría y validaría el Ejército del Aire, y
que puede suponer 600 puestos de trabajo permanentes durante más de
10 años y 370.000 millones de mercado de los que podría captar
probablemente una gran parte. Como ven, la preocupación de la
industria aeronáutica para el Ejército del Aire es muy grande, hasta
el punto de que en nuestra doctrina de empleo está que la industria
es parte esencial del poder aéreo.

En lo que se refiere a mando y control, el programa principal es el
Simca. Está dividido en varios sectores, de comunicaciones, etcétera.

En total, tiene 8.306 millones. El Simca será un sistema de mando y
control y comunicaciones interoperable e integrado en la Alianza.

Consiste en una serie de sensores de tipo radar, unas comunicaciones
y unos puestos de mando y control, en los cuales no me detengo más
para no hacer la descripción excesivamente detallada.

El programa de armamento tiene varios capítulos. Los más importantes
son, en primer lugar, el de autodefensa de las fuerzas de base y de
radares, de artillería antiaérea, el cual se ha terminado en el año
1999 el de un escuadrón desplegable que está en Zaragoza y que es la
EADA, pero lamentablemente ha habido que decalar y dejar sin fondos
este año el resto de los escuadrones, hasta un total de nueve, por
falta de fondos y por una prioridad menor en el ambiente
geoestratégico en el que nos desenvolvemos actualmente.

En cuanto a los misiles aire-aire, hay un total de 3.400 millones
para misiles AIM-7, que son misiles radar de alcance medio, y el
Amraam, que es el que va a dotar en un próximo futuro tanto a los
aviones F-18 como a los aviones Eurofigther.

Otras carencias encontradas en Kosovo, en cuanto a armas de
precisión, armas stand-off, son aquellas que pueden ser lanzadas
desde lejos del objetivo, alcanzando éstos con gran precisión y con
escasos riesgos. Podemos decir que no existen fondos para este
asunto, por lo que este programa hay que dilatarlo.

En lo que se refiere a munición de consumo, figuran 1.100 millones,
que nos permitirán mantener los niveles mínimos de entrenamiento e
intentar mantener, hasta donde
sea posible, la reserva de guerra. Nuestro problema es muy similar al
de la Marina. Hemos tenido un consumo superior durante una década, ha
habido unos recursos insuficientes y hemos tenido que tirar de la
reserva de guerra.

En cuanto a la logística, la estrella sigue siendo el SL 2000. Es el
sistema automatizado que va a llevar cuenta de toda la logística del
Ejército del Aire, tanto en lo que se refiere a la determinación de
necesidades como abastecimiento, distribución, transporte,
mantenimiento y proyecciones de vida de los sistemas de armas. Es un
sistema sofisticado del que nos sentimos muy orgullosos. Este sistema
era una necesidad imperiosa, con el Eurofighter pero hemos tenido que
adelantar su entrada en vigor porque el famoso Y2K-two thousand, el
problema del año 2000 a los ordenadores, anulaba nuestro actual
sistema, el LSND, un sistema que llevaba todo lo que era sólo
abastecimiento y mantenimiento, pero muy eficaz. Su actualización al
año 2000 costaba un dinero que no pensábamos gastarnos y adelantamos
el LS 2000. Quiero decir a esta Cámara con gran alegría que el miedo
que teníamos ha sido superado hace aproximadamente 14 días, en que
lanzamos el sistema y afortunadamente opera y en algunos aspectos
mejor de lo que algunos quisieran, porque está descubriendo algunos
defectos que teníamos. He dicho que son 1.300 millones los que hay en
este presupuesto.

En lo que se refiere al mantenimiento, yo quiero decirles que
agradecemos profundamente al Gobierno el que este capítulo haya sido
tratado con especial cariño. Como muy bien ha expresado anteriormente
el almirante, el mantenimiento es la sangre que corre por la vida de
los aviones que están en el aire. Los aviones no pueden volar más que
en condiciones perfectas. No pueden volar de otra manera porque se
caen. Son aviones que luchan permanentemente contra la física y para
luchar contra la física hay que estar en perfecto estado de física.

Por tanto, es una gran bendición el que haya mejorado el
mantenimiento. Tras 10 años de penurias, en los que habíamos llegado
a descender hasta un 38 por ciento en pesetas constantes de lo que
teníamos el año 1989 y un 44 por ciento de lo que teníamos en el año
1990, este año subimos al 47, lo cual empieza a ser una buena
noticia. ¿Qué vamos a poder hacer con este mantenimiento? El Ejército
del Aire se propone hacer con este mantenimiento entre 112.000 y
114.000 horas de vuelo. ¿Por qué no digo un número exacto? Eso
dependerá de la evolución de los precios de combustible, de la
evolución del tipo de misiones que hagamos, que los aviones sufran
más o menos desgaste, etcétera. Por destacar los números más
importantes y que causaron el año pasado más preocupación a esta
Cámara, los F-18 van a hacer 18.500 horas, lo cual va a suponer unas
145 horas por piloto, que sigue siendo escaso como media. Eso va a
suponer que los pilotos nuevos van a volar las 180 horas que la OTAN
considera mínimas para mantener su capacidad y los pilotos más
expertos no van a llegar a las 120, pero esperamos que puedan
mantener sus capacidades. Al F-1 el año pasado se le habían
programado 5.000 horas y sólo pudo hacer 2.700 y el F-18 este año va
a hacer el cien por cien de las horas programadas. Por decir la
verdad, esperamos que sea el 101, debido precisamente a la guerra de
Kosovo. El F-1, sin embargo, este año ha hecho la mitad de las horas
programadas, pero el año que viene



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esperamos que sí pueda hacer las programadas y que sean 5.800, lo
cual va a permitir a los pilotos del F-1 volar 145 horas. El F-4 este
año está en el 93 por ciento de las horas programadas y el año que
viene vamos a programar 2.200 hora que va a hacer el avión de
reconocimiento, el Phantom. Va a hacer 145 horas por piloto.

Los otros programas, basicamente, están retrasados. Nos pasa lo mismo
que a la marina, que al no tener suficientes recursos hemos
establecido unos criterios de prioridad, hemos atendido a las
necesidades más urgentes y más importantes y hemos retrasado por un
año los otros programas. Entre ellos está el programa SARA, de
reconocimiento aéreo avanzado, que no podrá ser abordado. Tampoco,
como ya he dicho, los sistemas de autodefensa y NBQ, además del P-3,
aunque yo todavía tengo la esperanza de que el P-3 pueda encontrar
algún tipo de financiación, dada la enorme importancia que para la
industria aeronáutica, para las Fuerzas Aéreas y para la seguridad de
España tiene. Están el sistema de planeamiento aéreo, el Sipma, los
aviones de enlace, los aviones de guerra electrónica, es decir hay
una serie de programas que han sido pospuestos por tener menor
prioridad.

Hay una cosa que el Ejército del Aire tiene que decir respecto a su
presupuesto. El Ejército del Aire plantea un presupuesto y lo expone
a esta Cámara, pero no funciona sólo con este presupuesto. El
Ejército del Aire presta muchos servicios a otras instituciones
nacionales e internacionales y de ellas recibe unos dineros que se
formulan en generaciones de crédito. Esas generaciones de crédito
suponen una cantidad importante, porque con un presupuesto de 163.000
millones de pesetas suponen aproximadamente 10.000 millones, cantidad
que, por decirlo de alguna manera, está gastada. Yo le hago una hora
de vuelo para hacer una calibración a una radio-ayuda y me hacen un
control y me pagan una hora de vuelo, por lo que con eso no tengo
unos nuevos ingresos que aportar a otro programa, sólo sirven para lo
que estamos haciendo.

Sin embargo, tienen una característica que es muy negativa para el
Ejército del Aire desde el punto de vista de su control
presupuestario y de su capacidad de manejo presupuestario. Me refiero
al hecho de que estas generaciones nos llegan en el mes de julio, en
el mes de febrero, en el mes de noviembre, y, por tanto, su manejo
siempre es sumamente difícil. Pero no es ésa sola la característica
negativa. Para nosotros la peor de todas es el problema de la
multianualidad. Esa norma que figura en la Ley General
Presupuestaria, por la cual no se puede gastar más que el 70 por
ciento en el año siguiente, el 60 en dos años y el 50 en el
siguiente, para el Ejército del Aire es tremendamente onerosa. El
Ejército del Aire no puede comprar nada en la ferretería de la
esquina, todo tiene que buscarlo en los sitios más lejanos donde las
compras se tienen que hacer con mucho tiempo. Si yo no puedo
comprometer más que una parte de mi presupuesto y encima tampoco
puedo comprometer la parte correspondiente a estas generaciones de
crédito, vamos a decirlo así, la gestión presupuestaria se convierte
en una pesadilla que hay que llevar a cabo con muchísimo cuidado y,
en algunos casos, con pérdida de eficiencia.




La infraestructura. El Ejército del Aire ha llegado a tener
infraestructuras cerradas, como han sido el cuartel
general del Macén, en la calle de Saavedra Fajardo, que para hacer
ahorros lo hemos pasado a Getafe, en instalaciones ya existentes.

También hemos cerrado la base aérea de Manises, sobre cuyo dolor y
amargura, para mí personalmente, cuando la cerré en el mes de julio
no quiero insistir, pero que ha supuesto el recuperar a unas personas
y a unos dineros que nos gastábamos en ella para otras necesidades
del Ejército del Aire.

Se ha creado un nuevo escuadrón de vigilancia aérea que está en
Espinosa de los Monteros, en la montaña, y que forma parte de ese
programa Simca, en el que estamos, y se mantiene el resto de las
infraestructuras. Para todo eso tenemos unos 1.800 millones en el
capítulo 213, inversiones, y unos 4.900 millones en el 214,
mantenimiento.

Personal. En personal tenemos 80.589 millones de pesetas, lo que
supone un crecimiento del 0,5 por ciento respecto del año pasado. De
todas formas, aquí nace para el Ejército del Aire otra
particularísima y deseadísima noticia, el hecho de que el Ejército
del Aire ha vuelto a estar otra vez por debajo en los gastos de
personal respecto a los gastos de mantenimiento, lo que consideramos
que es una estructura mucho más adaptada a la forma de empleo de la
fuerza aérea. En el año 1990, la fuerza aérea gastaba un 36,7 por
ciento en personal respecto a un 63 por ciento de mantenimiento.

Hemos ido descendiendo a lo largo de todo este tiempo, hasta el
último presupuesto en el cual llegamos a tener un 50,65 por ciento en
personal y un 49,35 por ciento en mantenimiento. Produce
reconfortante alegría verse otra vez en unas cifras por debajo del
50.

En cuanto a la profesionalización de parte del personal, el Ejército
del Aire no tiene problemas. En lo que se refiere al número de
peticionarios éste es en general bastante abundante, por razones
evidentes, seguramente, porque la aviación está más cerca de la
juventud, tenemos gente para soldados, gente para pilotos, gente para
todo. Sin embargo, el éxito de esta profesionalización el Ejército
del Aire cree que reside fundamentalmente en que las Cortes de la
nación acaben encontrando una vía para que el personal que sirva un
tiempo largo en las Fuerzas Armadas acabe encontrando un modo de
vida. Es decir, nosotros tendremos todos los soldados que queramos,
lo mismo que los tiene la Guardia Civil y no tiene que hacer
propaganda, siempre que, de alguna manera, la entrada en las Fuerzas
Armadas signifique una continuidad de la actividad laboral, bien
mediante las plazas que se consignen en la Guardia Civil y que
pudieran ser ampliadas a policías nacionales, locales, autonómicas,
etcétera, o bien en otros cuerpos del Estado, como guardabosques,
cuerpos auxiliares, etcétera, y también mediante las conciertos que
pudieran firmarse con la industria o con los órganos civiles. Pero
creo más en el apoyo que pueda dar la Administración a personas que
están sacando a las familias de un problema muy grave, como es el de
la prestación del servicios militar obligatorio, que entran en el
ejército con una edad mientras los demás invaden el mercado laboral,
por lo que a su salida tendremos que darles una gran facilidad o la
profesionalización estará comprometida.

Respecto a los pilotos, que es otro tema hacia el que hay cierta
sensibilidad, quiero decir que las líneas aéreas están pegando una
gran tirón de los pilotos. Nosotros estamos perdiendo alrededor de
sesenta y tantos pilotos al año, lo



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cual para nosotros es mucho. El Ejército del Aire, en su plan de
acción, digamos, en las unidades, tiene 813 pilotos y en este momento
tiene 719, casi 100 menos. Realmente, así están volando algo más
porque, si no, no sabemos lo que podrían volar; pero, en cualquier
caso, en este momento tenemos que aguantar esta situación. ¿A qué se
debe esto? Fundamentalmente, a que el aliciente económico exterior es
muy grande. En todos los países pasa igual, pero otros países se
defienden dando a sus pilotos unos pluses de reenganche, unos
beneficios por el tiempo que están volando y una serie de cosas que
en este país no tenemos. Yo no digo que quiera pedirlas, porque eso
es una opción del Gobierno que él tendrá que considerar, pero no las
tenemos y, por tanto, los pilotos se nos van. Yo entiendo que la
situación no es todavía grave, y además desearía que tampoco lo
fuera, sobre todo porque la mayor parte de los pilotos que se nos van
son pilotos de complemento, es decir, de formación más corta, más
barata y que realmente vienen aquí para irse a los ocho años a las
líneas aéreas, y nosotros estamos encantados de que lo hagan así.

Pero también se están yendo profesionales, hombres de carrera que los
hemos formado con un alto costo y cuya pérdida no es nada desdeñable.

Quiero destacar otro asunto que está relacionado con el
mantenimiento, que es el de los accidentes. Al Ejército del Aire no
le gusta hablar cuando le va bien en el tema de los accidentes, pero
no tendré más remedio que hacerlo, con los dedos cruzados. En el año
1999 no hemos tenido ningún accidente mortal. Hemos tenido la pérdida
de un avión, un CASA-101, en San Javier, con los dos pilotos ilesos,
el cien por cien, y la pérdida, que no destrucción completa, de dos
helicópteros en Granada.

En resumen, señores, yo querría decir unas cuantas cosas. La primera
es que se ha demostrado que las medidas tomadas por el Ejército del
Aire y por el Ministerio de Defensa en el pasado para administrar los
recursos de que disponía eran acertadas. Apesar de que han sufrido
críticas en más de una ocasión, eran unas medidas acertadas. En
segundo lugar, que persisten ciertas limitaciones, por ejemplo, el
tener programas diferidos por la necesidad de una mejora del
entrenamiento de los pilotos en número de horas y el problema de la
multianualidad. Quiero creer que estos problemas acabarán teniendo
algún tipo de solución, y lo que sí puedo apreciar es un cambio de
tendencia. Para el Ejército del Aire, el cambio de tendencia es
clarísimo. Llega en muy buen momento, llega en un momento
absolutamente ideal, en el cual nos da todo un pulmón de acero, y si
se mantiene esta tendencia, el Ejército del Aire no solamente tendrá
la efectividad en los pequeños números que hace, sino que podrá
plantear ese mismo nivel de efectividad en los grandes números que
tiene. En ese sentido, siempre iremos muy unidos con la industria y
con el resto de las organizaciones de la nación, en cuanto a ayuda
humanitaria, en cuanto a prestación de vuelos VIP -que tienen mucha
importancia-, evacuaciones de todo tipo, proyección de fuerzas para
los ejércitos de superficie y todo tipo de acciones contra incendios,
de vigilancia aduanera, de vigilancia de costas y de salvamento, como
conocen muy bien los canarios y otros más. En todas ellas el Ejército
del Aire seguirá dando lo mejor de lo que es capaz, y es mucho.

También protegerá su industria, la industria es básica.

La industria aeronáutica está también en un momento crítico, en
un momento en el cual el deseo de Europa de salirse del gap que tiene
con los Estados Unidos nos sitúa en unas capacidades verdaderamente
notables. Nuestra industria también se ha caracterizado porque ha
penetrado mucho en determinadas áreas, en las cuales está empezando
a ser líder y deberíamos tratar de ampararla.

El Ejército del Aire, este año -y continuará haciéndolo en el
futuro-, buscará con ilusión seguir siendo el instrumento del poder
aéreo de España, dentro de la Alianza. Es un instrumento muy útil,
muy flexible, porque puede conseguir una acción contundente, con una
proyección de fuerzas, tanto para el mantenimiento de la paz como
para la guerra pura y dura, la ayuda humanitaria o cualquier tipo de
misión. Es un instrumento importante de política internacional, como
hemos visto, y es un instrumento muy rentable, un instrumento que le
puede servir a la nación para los momentos más difíciles. Como dice
el refrán: para la cuesta arriba quiero mi burro, que la cuesta abajo
yo me la subo.




El señor VICEPRESIDENTE (Nieto González): Tras esta meticulosa y
clara exposición que ha realizado el general Lombo, voy a dar la
palabra a los dos grupos parlamentarios que habían solicitado esta
comparecencia, que son por este orden: el Grupo Socialista y el Grupo
Popular. El señor Mardones quiere intervenir también, por lo que
tendrá la palabra después del Grupo Socialista.

En primer lugar, por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor
Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Muchas gracias, general Lombo, por esta
amplia y detallada exposición.

Pensaba empezar mis preguntas y mis reflexiones a partir de la
experiencia de la actuación en Kosovo, ¿qué conclusiones habíamos
sacado de ello? ¿Somos conscientes del gran nivel de actuación de
nuestras fuerzas aéreas? Se han realizado 59 salidas para transferir
un total de casi un billón de libras de combustible, se han lanzado
162 bombas entre bombas guiadas láser y bombas de gravedad, etcétera.

Por las dimensiones de nuestras fuerzas son unos datos
significativos. Iba a preguntar sobre las conclusiones, lo que
faltaba por hacer y por el coste que había tenido para nuestro
Ejército del Aire esta operación. Su extensa exposición sobre las
conclusiones a las que se ha llegado sobre limitaciones y el plan de
actuaciones me evita entrar más a fondo en este tema, aunque sí
querría preguntar si las bombas utilizadas y el combustible
transferido es coste para el Ejército del Aire o una parte de ello ha
sido sufragado a través de otros mecanismos OTAN. En segundo lugar,
¿cuál es el coste que la operación Kósovo ha tenido estrictamente
desde el punto de vista del Ejército del Aire?
Para acabar con el tema de Kosovo, querría manifestar, como otras
veces se ha hecho, que transmita a todos los que han actuado directa
o indirectamente y han permitido el éxito global de la actuación de
nuestras fuerzas, la felicitación no únicamente de este grupo, sino
de toda la Comisión de Defensa y, por tanto, de todo el Parlamento.

El año pasado le pedíamos, como a los otros jefes de Estado Mayor,
una serie de datos sobre gastos del ejércitoque fueron transmitidos
en su momento. Como a los otros



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jefes de Estado Mayor, le pregunto si la distribución de gastos entre
cuartel general, fuerza y apoyo a la fuerza es la adecuada o necesita
correcciones.

En el año 1999 la previsión era de un 6,2 por ciento para cuartel
general; para la fuerza, un 34,4 por ciento y para el apoyo a la
fuerza, un 59,4 por ciento. Usted nos envió datos de años anteriores,
lo cual nos ha permitido observar la evolución. Hemos observado que
había una cierta baja del tanto por ciento que significaba el cuartel
general, un incremento dedicado a la fuerza y una cierta disminución
al apoyo a la fuerza ¿Esta tendencia entre el año 1997 y el año 1999
tiene que seguir o la distribución actual es ya suficiente?



Respecto a la situación operativa de los F-1, que ocupó gran parte de
nuestro debate en el año anterior, este año va a requerir menos
tiempo, basicamente por la explicación que nos ha dado y solamente
querría preguntarle qué cantidades se han destinado en 1999 para
mantenimiento del F-1, -usted nos ha dado otros datos- y qué
previsión hay para el 2000. Las cantidades de mantenimiento de
aviones en el año 1999 han sido ampliadas. Había una dotación inicial
de 8.176 millones, en el primer semestre del año se ha ampliado
a 1.647, con lo cual, al menos de momento, si no hay una segunda
ampliación en este segundo semestre, las cantidades destinadas al
mantenimiento de aviación suponen 9.824 millones. Para el año 2000
hay una cantidad un poco menor, 9.412 millones, que también puede ser
objeto de ampliación. De estos 9.824 millones y 9.412 millones,
cuáles son los que se han destinado y lo que está previsto destinar
para el F-1.

Respecto al proyecto Fatam-2 que ha terminado, al menos en una
primera fase en la elección del CN-295, usted ha hecho algunas
referencias. A mí me cabe una duda. El 30 de abril había la decisión
de la compra de, al menos, nueve aviones CN-295; sin embargo, parece
que no existe aún la dotación presupuestaria. ¿Es que es una compra
en firme y, por tanto, necesariamente tendrá que dotarse en el
momento oportuno de las cantidades precisas, o bien, a la vista de
las disponibilidades económicas, puede sufrir alguna variación este
acuerdo de adquisición de nueve aviones? En el presupuesto de 1999
había alguna previsión; en el 2000 desaparece cualquier consignación,
como muy bien ha dicho. En industria sí que aparecen consignaciones.

Desde el año 1998, en el capítulo 8 hay cantidades asignadas como
contribución al I+D del CN-295, concretamente se han dedicado a ello,
por los datos que yo poseo, hasta el momento 3.914 millones de
pesetas que suponen, según los datos de industria, un 76 por ciento
de lo realizado. Ello quiere decir que el total de aportación de
industria a este avión puede situarse entre los 5.000 y los 6.000
millones. Teniendo en cuenta que el coste de adquisición es de unos
27.579 millones, hay aquí un gap que desde los presupuestos de
defensa tendrá que cubrirse.

Respecto a la modernización del P-3 Orion, estamos en una situación
parecida, aunque en este caso hay un acuerdo formal de modernización
por 18.000 millones en cinco años que significa una primera entrega
en el 2002. También, a pesar de que aquí hay un acuerdo formal de
modernización de los P-3 Orión, desaparece del presupuesto del
Ejército del Aire, como usted muy bien ha señalado. En este caso, en
los créditos de industria aparece en los presupuestos
de 1999 por primera vez con 1.467 millones, como contribución
de industria al I+D, del P-3 Orión, y estos 1.467 millones suponen
una realización del 25 por ciento del programa de I+D que contempla
industria. Lo cual quiere decir que el préstamo final que industria
podría hacer en este concepto se sitúa en unos 6.000 millones. De los
6.000 millones a los 18.000 millones de coste existe también un gap
que, en cualquier caso, tendrá que arreglarse, al menos
especialmente, a partir del 2002, y se tendrá que empezar a pagar
desde el Ejército del Aire, desde los presupuestos de defensa , si la
primera entrega se efectúa en el año 2002.

Reaparece en el presupuesto del Ejército del Aire un proyecto para
construcción de bases que está consignado con unos 1.800 millones
para el 2000, con un coste global del proyecto de 6.001 millones.

Quería preguntarle en qué se emplean , ya que no parece que sea una
construcción nueva de bases, sino que bajo el título de construcción
de bases qué es lo que se contempla en el conjunto de 6.000 millones
del proyecto y en los 1.800 millones que hay en el 2000.

Respecto a los proyectos sobre misiles y munición a que usted ha
hecho referencia, algunos de ellos se refieren a los gastos y a la
necesidad de reposición de material gastado en la intervención en
Kosovo. El de misiles aire-aire, como creo ha señalado, se reduce el
coste global de casi 60.000 millones a 36.000 millones. En el
presupuesto del 2000 hay 3.400 millones consignados, de los cuales,
de conformidad con los acuerdos de pago de la AIMSTPSparrow, 1.272
millones, de estos 3.400, deberán dedicarse a ello. El resto hasta
3.400 millones ¿a qué misiles aire-aire se van a destinar?
También desaparece el sistema de autodefensa antiaérea, que figuraba
en el presupuesto de 1999 con 22.719 millones, aunque aparece
posteriormente otro proyecto bajo el nombre de autodefensa de bases,
con 700 millones globales -es una cantidad muy distinta- pero tampoco
tiene ninguna consignación para el 2000. Estos dos proyectos del
sistema de autodefensa antiaérea y del sistema de autodefensa de
bases ¿en qué situación y qué perspectivas reales tienen?
En el proyecto de munición DAB, en 1999 había una consignación de 255
millones, que a lo largo del primer semestre se ha ampliado en 986
millones y para el 2000 constan en este proyecto 1.100 millones.

¿Estas ampliaciones ya en 1999 y para el 2000 son consecuencia de la
reposición de municiones utilizadas en Kosovo o tiene otros motivos?
Quería formularle también algunas cuestiones de perspectivas de
futuro. Ha señalado usted muy bien este año, como en el anterior, la
importancia en el presente y en el futuro del arma aérea. Es evidente
que en el campo de los sistemas de armas aéreos se pueden sufrir
evoluciones más importantes, y lo que hoy era última novedad, casi
deja de serlo al día siguiente, por lo que son importantes los
proyectos de mantenimiento y de buen funcionamiento de lo existente.

En este sentido, todo lo que nos ha expuesto sobre el F-18 lo
consideramos importante. Son importantes los proyectos a corto, medio
plazo de renovación, como puede ser la adquisición de los aviones
Eurofigther-2000,pero también son importantes los estudios para la
toma de



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decisiones para los sistemas de aviones y de misiles que pueden tener
su vigencia para el 2010, 2015 ó, incluso, el 2020. En este sentido,
querría preguntarle qué estudios y qué posición existe respecto a la
participación del Ejército del Aire español, del Ministerio de
Defensa, en los aviones de generación posterior al Eurofigther-2000,
concretamente al JSF, en el que algunos países europeos están
participando o han declarado su intención de participar. El
secretario de Estado de Defensa, y esto fue motivo de una
comparecencia, habló de este tema con el secretario de Estado de
Defensa inglés que está en este proyecto. ¿Cuál es la posición del
Ejército de Tierra, si es que hay alguna, respecto a este tema? En
cuanto al misil BV, al misil de todo tiempo de largo alcance y
seguramente más rápido y urgente incluso que los aviones de
generación posterior al Eurofigther ¿existe ya una decisión sobre la
adquisición del Meteor, en el que participan empresas españolas, o si
puede haber una decantación por la nueva versión del AIM-120 Amraam?
Tenía aquí más que una pregunta una reflexión respecto al tema NAEW,
que el año pasado fue significativo porque, si se acuerda, no lo
encontramos hasta el final y este año ha desaparecido definitivamente
del Ejército del Aire para aparecer en el Jemad.

Finalmente, quiero hacer dos preguntas de mayor calado sobre el
contenido exacto de nuevos proyectos. Uno respecto al proyecto del
Centro de Inteligencia, con 753 millones. ¿A qué se refiere
exactamente? En segundo lugar, aparece el nuevo programa cartográfico
-del Centro de Inteligencia aparecía una consignación en 1999- con 75
millones. Para las cifras que manejamos, se trata de una cantidad
pequeña, casi insignificante -15 millones para el 2000-, ¿en qué va a
consistir exactamente este programa cartográfico?
Con esto terminan las preguntas y reflexiones que teníamos sobre el
Ejército del Aire. Algunas de las que teníamos previstas han sido
respondidas ya en su amplia intervención inicial. Muchas gracias por
anticipado por las respuestas.

Quiero pedirle, como he hecho en casos anteriores, que me envíe
cuando pueda los datos sobre costes diferenciados analíticamente,
como el año anterior, para poder seguir haciendo un estudio
comparativo de la evolución de estos costes.




El señor VICEPRESIDENTE (Nieto González): Por Coalición Canaria,
tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Mi cordial bienvenida al Jefe del Estado
Mayor del Aire, general Lombo.

Me ha congratulado mucho sus palabras, general Lombo, cuando ha
definido a Canarias como punta de avanzada. Por parte del Ejército
del Aire se ha empezado a hacer un reconocimiento material de lo que
era una obviedad en cualquier manual de valoración estratégica del
territorio y de su defensa táctica.

Quiero montar mi intervención sobre esta definición suya de punto de
avanzada y, como le he dicho anteriormente al almirante jefe del
Estado Mayor de la Armada, desde el punto de vista de mi grupo de
apoyo a todas las necesidades presupuestarias y de cualquier índole
que
nuestras Fuerzas Armadas de tierra, mar y aire tengan para la defensa
del territorio nacional y, sobre todo, ese tan específico por su
distancia e insularidad y proximidad al continente africano que es el
archipiélago canario.

En primer lugar, mi grupo celebra que se haya empezado a sustituir
los obsoletos F-1 y la llegada de los F-18. La primera pregunta que
le hago, general, es la siguiente: dado que ha hablado usted de que
hay en este momento ya destinados en Canarias seis aviones F-18 y se
va a completar el escuadrón el año que viene -supongo que serán otros
seis F-18-, quisiera saber si ese aumento del escuadrón, tan
necesario para la defensa aérea de Canarias, es porque destinan
unidades que ya estaban presupuestadas en la Península o si es de
nueva inversión presupuestaria. Creo que me ha entendido el general
Lombo: si los F-18 son una inversión nueva que se adquieren mediante
compra, bien de segunda mano o de primera, para Canarias o se extraen
de escuadrones existentes en la Península donde no eran necesarios;
o eran necesarios, pero al definir estratégicamente a Canarias como
punta de avanzada hace necesario dotarla de esta fuerza.

Derivada de ésta, le hago la siguiente pregunta. No se le oculta,
general, que si algo se define como punta avanzada, no solamente
requiere la fuerza correspondiente, sino también el apoyo logístico a
la misma. Si hay un orden de prioridades en las disponibilidades
presupuestarias desearíamos que se hiciera este reconocimiento para
Canarias, y se refiere al programa Sara de reconocimiento aéreo
avanzado. General Lombo, usted ha dicho que el programa Sara está
pospuesto; eso me preocupa y me llama la atención. Tener una fuerza
aérea de esta categoría en Canarias, con esta definición sin un
reconocimiento aéreo avanzado, es no tener todo el aparato completo
ante cualquier alerta inmediata o como disuasión de cualquier posible
amenaza que nos viniera desde la zona del Magreb, o de un territorio
avanzado, o para la propia salvaguarda después de la integración de
España en la estructura militar de la OTAN, pues es el punto más
meridional avanzado y atlántico del mando europeo OTAN. Cuando hablo
del mando europeo OTAN es que doy por supuesto que no estamos, en
circunstancias normales, dependiendo del mando Saclant, del
comandante supremo aliado de Norfolk, en Virginia.

En esta misma línea, quisiera preguntarle si el programa Simca, que
ya lo veníamos presupuestando años atrás, para la capacidad de
detección y control de la defensa aérea, sería aplicable también en
Canarias y en una economía de medios -es la pregunta que le hago- si
serían compatibles para el área de Canarias el programa Sara y el
programa Simca. Se lo pregunto desde el punto de vista de su
conocimiento profesional de la materia, porque ahí podríamos
encontrar posibilidades de ahorro presupuestario o de dedicación
racional de los presupuestos, ya que puede hacen falta una capacidad
de detección y control de la defensa aérea para proteger el
territorio, igual que a nuestras fuerzas ahí destinadas, así como el
reconocimiento aéreo avanzado, sin el cual Canarias no sería ente
inteligible como territorio estratégico, no ya para la defensa sino
para las alertas ante cualquier amenaza que por el flanco OTAN de esa
zona pudiera venir sobre España y los países aliados.




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La siguiente pregunta que le hago es, ¿con qué sistemas de misiles
está armado ese escuadrón, con los seis aviones F-18 que existen en
Canarias? Se ha venido hablando,con muy buen criterio, tanto por
usted como por el general jefe del Estado Mayor del Ejército de
Tierra, el general Pardo de Santalana, en la primera intervención que
tuvo a primera hora de la mañana, de la modernización de los misiles,
de la artillería antiaérea del Ejército de Tierra español, contando
cómo se había hecho una racionalidad aplicativa de sistemas muy
antiguos de misil, pero que con todo el apoyo logístico electrónico
de los sistemas de las unidades de artillería estaban en condiciones
de modernización para la defensa del territorio. Esto lo ligaré con
otra pregunta que le haré, pero la primera pregunta es: ¿Qué tipo de
misiles tienen, son misiles aire-aire, de un caza interceptor? ¿Son
misiles aire-mar o son misiles aire-tierra? Le vuelvo a reiterar,
general, que nuestras preguntas van en el mejor sentido de lealtad a
nuestras Fuerzas Armadas por la misma bandera común que defendemos y
el mismo principio territorial de la Constitución y que queremos lo
mejor, sobre todo en este área tan sensible y específica en la que en
caso de conflicto tanto nos jugamos; esta no es una provincia del
interior peninsular que puede estar mucho más preparada, blindada y
defendida por todo el contexto de los despliegues de nuestras Fuerzas
Armadas, este es un punto en el que un enemigo potencial tendría que
atacarlo obligatoriamente para efectuar su ocupación.

Como pueden ocurrir acciones sobre el territorio ,como han ocurrido
en Kosovo, donde ha habido que atacar desde el aire con misiles aire-
tierra a objetivos fijos o móviles en tierra, quisiera saber si esos
aviones vienen dotados con misiles anticarro o no, o son solamente
para objetivos fijos en tierra; si son misiles aire-mar, como tiene
la navy norteamericana con sus F-18 que operan muchas veces como
avión diseñado en origen para la marina norteamericana y operan desde
el aire sobre unidades navales de superficie; si tienen también,
digamos, otro tipo de misiles. Esto lo digo porque usted ha hablado
de la defensa antiaérea y estoy entendiendo que se está refiriendo a
la defensa antiaérea hecha por el Ejército del Aire en sus propias
instalaciones de infraestructuras, es decir, los aeródromos; eso es
lo que me ha parecido entenderle, general, si no es así, me corrige.

Pienso, y comparto la misma línea de pensamiento que expresaba el
general Pardo de Santalana, que pudiera haber una prestación de
servicio de la artillería antiaérea del Ejército de Tierra, que está
obligado en áreas insulares como en Canarias a la defensa antiaérea
del territorio y defiende el territorio de las islas Canarias, las
poblaciones civiles, instalaciones militares y áreas que pudieran ser
objetivos de una ocupación por una fuerza aerotransportada sobre el
archipiélago canario. Si cabe esta posibilidad para una aplicación
correcta de los presupuestos y que no estemos hablando de un
presupuesto de defensa antiaérea de instalaciones militares en
tierra, de aeródromos, y de otro presupuesto de la artillería del
Ejército de Tierra para la defensa antiaérea del territorio.

Termino, señor presidente, con una cuestión relativa a la referencia
que ha hecho el general Lombo sobre el avión CN-295. Existe alguna
preocupación de que la firma del documento de intenciones, que se ha
efectuado el pasado
mes de junio entre CASA y la empresa alemana DASA, pueda sufrir
alguna alteración. Entiendo que pueda haber una potenciación del
programa del Eurofighter, pero puede haber alguna alteración en la
fabricación de este tipo de aviones, ya que usted juzga (lo comparto,
si usted lo dice profesionalmente yo no tengo por qué entrar en esa
materia), que el avión CN-295 es interesante para nuestra fuerza
aérea.

Mi reconocimiento y gratitud, como a todos sus compañeros que han
comparecido hoy ante esta Comisión, por la meritoria labor que hacen,
ya que usted conoce perfectamente el mando aéreo de Canarias. Muchas
veces yo quisiera compartir con ustedes, los mandos supremos
militares, la preocupación que tienen por no disponer de todos los
instrumentos, existiendo técnicamente la fabricación, debido a veces
a limitaciones presupuestarias o a los órdenes de prioridades o a
esas decisiones que a veces son políticas. Recuerdo aquí la primera
intervención del general Pardo de Santalana,que hablaba de la
elección de un helicóptero de ataque para las fuerzas aeromóviles del
Ejército de Tierra. Una decisión tan importante todavía no se ha
podido tomar, porque no solamente es que haya condicionamientos
técnicos en un helicóptero norteamericano o europeo, sino también
condicionamientos políticos y puede ser -aprovecho la ocasión- que la
visita del presidente de la República Francesa y sus colaboradores en
el área de defensa, en estos momentos en Madrid, dejen alguna secuela
y se haya de cambiar algún contrato de material. Dicho esto, cuenta
con la lealtad de mi grupo y con la identificación de intereses para
no modificar, en lo que esté en nuestra mano, una cifra, sino para
pedir enmiendas al alza. Lo que ha dicho el general Lombo es muy
importante, muy interesante. Deja ese punto de preocupación al querer
lo mejor cuando hablamos de los sistemas Sara, Sinca o de la dotación
de todo el escuadrón de F-18 que necesita la defensa aérea de
Canarias, que no es otra cosa que la defensa aérea de una de las
partes vulnerables e importantes de nuestra amada España.




El señor VICEPRESIDENTE (Nieto González): En nombre del Grupo
Parlamentario Popular, tiene la palabra su portavoz, señor Fernández
de Mesa.




El señor FERNÁNDEZ DE MESA DÍAZ DEL RÍO: General jefe del Estado
Mayor del Ejército del Aire, quiero agradecer su comparecencia esta
noche, que pone la guinda a esta rueda de comparecencias del
Ministerio de Defensa en esta legislatura en la Comisión de Defensa
del Congreso de los Diputados. Antes que nada el Grupo Parlamentario
Popular lo que tiene que hacer es felicitar al Ejército del Aire en
su persona y a todos aquellos pilotos que han participado en las
diferentes acciones realizadas en Kosovo, no sé yo si con un mínimo
riesgo, como dice el general Lombo, probablemente desde su punto de
vista sea así, pero con una máxima eficacia, por lo que hemos podido
comprobar todos los españoles y, como muy bien ha dicho, los países
que con nosotros han intervenido en esa importante misión. Creo que
el general Lombo ha puesto esta noche en su intervención de una
manera clara cuál es la forma de enfoque de los presupuestos, que en
este caso concreto para el Ejercito del Aire nos ha presentado su



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Estado Mayor. En primer lugar, la identificación de los problemas que
puede tener el Ejército del Aire, coordinarlo con el presupuesto que
las Cortes Generales, que el Congreso de los Diputados pone en manos
de la defensa y hacer una priorización del gasto para tratar de
rentabilizar al máximo los recursos que se ponen en sus manos. Desde
ese punto de vista, el Grupo Parlamentario Popular no tiene
absolutamente nada que alegar, sino todo lo contrario, felicitar al
Ejército del Aire en este caso concreto, de la misma manera que hemos
hecho con el Ejército de Tierra, con la Armada y con el Estado Mayor
de la Defensa por un ejercicio de responsabilidad, coherencia y rigor
a la hora de establecer la priorización de los gastos de cara al
presupuesto del año 2000. Hay que tener en cuenta que, como ha dicho
el general Lombo, este año los presupuestos para el Ejército del Aire
se han incrementado en 5.387 millones de pesetas, lo que hace pasar
de un presupuesto de 158.318 millones a otro de 163.705 millones de
pesetas, que consolida -lo mismo que en los otros ejércitos, lo mismo
que en el presupuesto de la defensa en su conjunto- un progresivo
incremento, que yo espero que nos permita remontar el vuelo en el
caso del Ejército del Aire y, sobre todo, alcanzar una estabilidad
que pueda ponernos en situación no diré boyante, pero sí cómoda, no
sólo para el Ejército del Aire, sino para las operaciones de carácter
combinado y conjunto que se inician en esta etapa, y en las que tanto
se incide.

Podría entrar uno por uno en los programas que ha ido citando el jefe
del Estado Mayor del Aire, en las carencias urgentes, de las que no
se ha hablado, y en la forma de acometerlas en los próximos años,
pero no lo haré. Es cierto que las previsiones de llegar a tener diez
escuadrones de combate eran en aquel momento una utopía, pero, sin
duda, la reposición del material del que estamos carentes después de
haber participado en Kosovo, la mejora de las comunicaciones del F-18
o esa larga lista de prioridades que nos ha dado a lo largo de esta
noche van a poner al Ejército del Aire en condiciones de, por lo
menos, priorizar y rentabilizar al máximo sus recursos y su personal.

Es cierto que el Ejército del Aire, lo mismo que el de Tierra o La
Armada, han tenido que realizar importantes reducciones de
instalaciones, lo que -estoy completamente convencido- ha supuesto un
duro golpe no sólo desde el punto de vista militar, sino también
desde el punto de vista social; el cierre de las bases de Manises o
el traslado de Gando a Albacete ha supuesto un esfuerzo de
concentración de lo que son nuestras instalaciones, precisamente para
rentabilizar al máximo esos escasos recursos de los que disponemos,
aunque en estos últimos años haya existido una tendencia al
incremento.




Termino reiterando el agradecimiento a sus jefes de Estado Mayor y al
jefe de Estado Mayor de la Defensa, como colofón de esta legislatura,
de la portavocía de Defensa del Grupo Parlamentario Popular, que es
tanto como decir el Grupo Parlamentario Popular, por el esfuerzo que
están realizando, han realizado y sin duda van a tener que seguir
realizando nuestras Fuerzas Armadas de adaptación a esas nuevas
necesidades y a ese nuevo concepto de la defensa para el siglo XXI:
un ejército más reducido, más moderno, más versátil, más flexible,
más operativo, todas esas grandes palabras que la sociedad moderna
exige de nuestras Fuerzas Armadas, olvidando en ocasiones
que hay que dotarlas adecuadamente en el presupuesto para que
todo eso pueda ser efectivo. Todo el mundo se apunta a la reducción
de plantillas, a la reducción de personal, a decir que sólo
necesitamos entre 102.000 y 120.000 profesionales, como hemos
aprobado en esta Cámara, pero cuando llega la hora de reducir
instalaciones y de cerrar acuartelamientos y centros de instrucción
de reclutas nadie se apunta a que eso suceda. Lamentablemente, estas
contradicciones son las que tenemos que componer, sirva la expresión,
entre políticos y técnicos, en este caso concreto los militares;
entre todos tenemos que estudiar la gestión de cada uno de esos
cuarteles generales para tratar de sacar adelante este proyecto común
en el que todos creemos: unas Fuerzas Armadas mejores para el siglo
XXI; y desde luego estas Cortes Generales no vamos a escamotear
ningún tipo de apoyo y recurso.

Gracias, general Lombo, por su intervención; gracias por sus
explicaciones. Estoy convencido de que, con el esfuerzo realizado a
lo largo de esta legislatura, todos en general, todos los cuarteles
generales y, en especial, la defensa, hemos remontado un poco más el
vuelo, que hasta este momento estaba francamente debilitado. Creo que
esta consolidación pone las bases para que cualquier gobierno pueda
rentabilizar al máximo no sólo los recursos a disposición de la
defensa, sino tener unas Fuerzas Armadas dignas, que dejen alto el
pabellón español, como sin duda ha hecho el Ejército del Aire en la
reciente guerra de Yugoslavia; unas Fuerzas Armadas como las que
quieren las propias Fuerzas Armadas y todos los españoles.




El señor PRESIDENTE: Terminadas las intervenciones de los grupos
parlamentarios, doy la palabra al general Lombo para que responda en
este acto de comparecencia de presupuestos a aquellas preguntas que
se le han planteado en relación con la parte del presupuesto de la
que es responsable. Puede hacerlo ahora o bien enviar a la Mesa
respuesta por escrito de alguna cuestión que se le haya planteado.

Tiene la palabra.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DELAIRE (Lombo López): Señor
presidente, si me lo permite comenzaré contestando en primer lugar a
los representantes de los tres grupos que han intervenido en esta
comparecencia para agradecerles profundamente el apoyo que nos
muestran y su felicitación a nuestros combatientes en Kosovo, que
efectivamente han dejado el pabellón de España muy alto. Los soldados
no necesitamos que se nos aplauda para funcionar con todo nuestro
empeño; pero sí lo agradecemos profundamente, sí nos llega al alma,
sí nos gusta sentirnos apoyados por la sociedad a la que servimos y
nos lleva a trabajar en unas condiciones infinitamente más gratas.

Muchas gracias, señores representantes.

Me pregunta S.S. cuál es el coste de las bombas y del combustible,
dónde está y si es presupuestario. No puede ser presupuestario.

Nosotros no podemos prever una guerra en los presupuestos porque se
trata de dineros extraordinarios. Como ha explicado esta mañana el
secretario de Estado, se está planteando un crédito extraordinario
que para el Ejército del Aire va a suponer unos 2.300 millones de
pesetas. En lo que se refiere al combustible, hay unos



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acuerdos por los que la parte que nosotros damos a las otras naciones
es compensada, funciona en ejercicios tanto en paz como en guerra y,
al final, hay unas cantidades que tienen que ser satisfechas dentro
de estos créditos, que esperamos que sean aprobados en breve.

Me pregunta también por la instrucción del gasto del Ejército del
Aire y su evolución. Como sabe, la contabilidad del Ejército del Aire
ya tiene cierta historia y tenemos datos más o menos consolidados.

¿Esta distribución es buena o mala? En el Ejército del Aire la
diferencia entre fuerza y apoyo (no tanto en cuartel general) es muy
difícil de establecer. Si se cambia un motor en una maestranza, según
la estructura orgánica es apoyo; si se cambia el mismo motor en
Aviano porque se ha roto allí y no puede traerse, teóricamente es
fuerza. Por tanto, la importancia que pueda tener esta distribución
entre apoyo y fuerza para el Ejército del Aire es relativa. Se
guarda, desde el punto de vista de la contabilidad analítica por
conocer en cada momento la posible repercusión de decisiones que
hubieran de tomarse respecto a instalaciones concretas que puedan ser
cerradas. Se hizo el análisis exhaustivo cuando se cerró Manises, se
analizó toda la influencia que el hecho podía tener y se obtuvieron
los datos para ello. No voy a decirle ni que me parezca bien ni que
me parezca mal. Lo que sí es cierto es que el Ejército del Aire es
diferente a los ejércitos tradicionales, de Tierra y la Armada, en
tanto en cuanto en el Ejército de Tierra el combatiente es el soldado
y en el Ejército del Aire el combatiente es un oficial muy preparado.

Es la punta de una lanza, sale solo a bordo de un avión que vale
miles de millones de pesetas, atraviesa las costas, los mares, los
ríos y las montañas en unos minutos, llega al corazón del enemigo y
mete la bomba por una ventana donde puede decidirse el fin de un
genocidio. Eso lo hace una persona de 28 años. ¿Significa algo? No,
porque esa persona no despegaría sin cualquiera de los cientos que
intervienen en la acción: si quien tiene que poner el combustible no
lo ha puesto correctamente; si el que facilita la información
meteorológica no se la ha dado adecuadamente; si la información sobre
el objetivo no le ha llegado; si el encargado de comunicaciones no le
ha dicho cuál es el vector al que tiene que llegar. El Ejército del
Aire funciona en serie, todo el mundo tiene una importancia capital y
realizan acciones distintas, todas ellas muy especializadas y pesa
tanto el apoyo como la fuerza. Mi contestación no pretende ser una
larga cambiada. Es verdad, para el Ejército del Aire la fuerza y el
apoyo se distinguen poco, pero sí le daremos todas las contestaciones
que usted quiera, como se las hemos dado en el pasado. Sobre todo,
sirve para decisiones de planificación: cierre de una maestranza,
unión de dos maestranzas; para eso sí sirve. En la estructura de
costes nos gastamos el dinero de la mejor manera posible, y cuando en
un momento determinado no podemos, hacemos como con los toros. Sale
un torero y piensa que le va a dar al toro un pase por la derecha
pero, si el toro se tuerce por el camino, varía. Nosotros, igual,
porque el aire es una cosa muy seria, el aire hay que tratarlo con
mucho respeto y, por tanto, hay que cambiar las decisiones cuando
deban ser modificadas.

En lo que se refiere a las tendencias, he de decir que van a seguir
siendo más o menos las mismas. Ha habido una cierta mayor importancia
en lo que se refiere al apoyo
porque en otros tiempos, cuando teníamos más dinero para gastar en
mantenimiento, dábamos una buena parte de nuestro mantenimiento a la
industria exterior. Cuando han venido las vacas flacas hemos
adquirido capacidad interna de mantenimiento a base de reforzar el
apoyo. Por tanto, la tendencia puede ser a que el apoyo tenga un poco
más, pero más o menos será lo mismo.

Respecto a las cantidades para mantenimiento del F-1 y qué tenemos
previsto, no tengo esos datos aquí, señor Marsal. Le mandaremos las
cifras de lo que estamos gastando en el F-1. Lo que sí le puedo decir
es que el mantenimiento del F-1, que ahora remonta, no se hace con el
dinero del 2000 ni del de 1999; es con el dinero de 1997 y de 1998.

Nosotros, como ya le he explicado, siempre tenemos que estar
comprando anticipadamente para lo que vamos a necesitar más tarde.

¿El Fatam es una compra en firme, puede sufrir modificaciones? El
Fatam es un programa del Ejército del Aire que está aprobado en el
Plan estratégico conjunto. Lo que no puedo contestarle es cuál va a
ser la financiación final del Fatam, porque está en manos del órgano
competente de la defensa, que tiene que tratar de conectar los
intereses de la industria con los intereses de la defensa. En este
momento, lo mismo que ha ocurrido con el Eurofigther, puede llegarse
a acuerdos, que yo ignoro. Por tanto, no puedo contestar, supongo que
sólo el secretario de Estado podría hacerlo con cierta seguridad,
aunque según mis noticias debemos adoptar una decisión que aclare
estas cosas en un plazo no muy lejano, porque para Construcciones
Aeronáuticas es un programa de gran importancia y para el Ejército
del Aire también. Incluso es positivo mantener los plazos. Lamento no
poder decirle cómo se va a financiar.

Acerca del P-3, puedo decirle más o menos lo mismo. Es verdad que
existen acuerdos de modernización. Cuando conteste al señor Mardones
tendré que volver a insistir sobre eso, pero ha habido un momento en
el que la fusión DASA-CASA se hace en función del valor de los
activos que cada industria se reconoce. Aprovecho para contestar al
señor Mardones sobre este punto. La fusión de CASADASA se ha valorado
de CASA fundamentalmente la capacidad de transporte medio; es decir,
DASA cede a CASA el liderazgo, dentro de la nueva compañía, de todo
lo que es transporte militar medio, lo cual no solamente quiere decir
que CASA va a mantener la línea del 295 y del 235 con casi absoluta
independencia, sino que además se le asigna el FLA, el futuro avión
de transporte, del que no he hablado porque no pertenece a estos
presupuestos, puesto que todavía no está decidido. Esto es así hasta
el punto de que lo que hay acordado es que si el FLA que se decide es
el Airbus 400, como todos creemos que debiera ser, su punto de
montaje sería Sevilla, donde se pretende montar un Toulouse español
que va a ser algo grandioso. Eso lo tiene reconocido CASA. No hay que
olvidar una cosa: la fusión DASA-CASA ha convertido a esta nueva
compañía en mayoritaria en el programa FLA -tiene el 42 por ciento de
los aviones encargados-, como también lo es en el Eurofigther y en
Airbus. CASA, al meterse en esta compañía, pasa a ser miembro de una
compañía mayoritaria.

En realidad, contesto a la cuestión del P-3 diciendo también que lo
mismo que se ha hecho con el transporte, otro de los más importantes
activos que se ha fijado a CASA,



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además de su competencia en fibra de carbono y en todas estas cosas
que ya le son reconocidas, es el nuevo sistema de emisión que
pretende incorporar al P-3 español y que luego sería útil para ese
negocio del que he hablado, que puede suponer un trabajo para 600
personas durante muchos años y un posible mercado del orden de los
370.000 millones de pesetas. Si este programa no saliera, la posición
de CASA en la fusión sería menos fuerte. Por tanto, espero que tanto
el Fatam como éste tengan una vía final en la que el tema se arregle.

Supongo que con esto he contestado a la pregunta.

Construcción de bases. ¿En qué consiste la construcción de bases? De
uno total de 6.000 millones, 1.800 se destinan fundamentalmente a la
preparación de la base de Morón como base de Eurofigther. El
Eurofigther viene en el año 2002, requiere unas instalaciones
específicas que, como siempre tenemos que hacer en las fuerzas
aéreas, tienen que ser acondicionadas mucho antes. Ésa es la
contestación. Las obras de construcción de bases son más bien
construcciones en base; es decir, la adaptación de la base aérea de
Morón al Eurofigther. Luego existen unas ciertas reparaciones en
Gando para acoger los F-18. El total es lo que suma el dinero que
figura en el programa.

Misiles aire-aire. Dice que 1.200 millones están dedicados al AIM-7,
pero ¿ a qué van los demás? Los demás van al Amraam. El Amraam es un
programa cuyo objeto es recibir el misil de alcance medio que tiene
que ser utilizado tanto en el F-18 como en el Eurofighter. El Amraam
es un programa que el año pasado, creo que con acierto, el Ministerio
de Defensa decidió fundar, porque entrábamos en una producción masiva
de Amraam por otras naciones, por lo que su compra nos suponía un
ahorro de 900 millones de pesetas. Este programa continúa y tiene
dinero para ser continuado en el año 2000.

Autodefensa aérea. ¿Qué pasa? Primero está hasta el año 1999, no
aparece en el 2000 y luego sigue. El programa de autodefensa aérea -y
aquí también quiero contestar al señor Mardones en parte- consiste en
lo que se llama defensa aérea antiárea de punto. La responsabilidad
de la defensa antiaérea de zona es una responsabilidad del Ejército
de Tierra, es una responsabilidad del conjunto de todos los
objetivos. Para ello la fuerza antiaérea del Ejército de Tierra tiene
un cierto despliegue. Este despliegue sirve también para cubrir
ciertos puntos con alguna garantía, pero hay otros que pueden quedar
fuera de ese despliegue o cuya defensa inmediata pueda ser difícil,
por ejemplo un barco. ¿Se le ocurre a alguien que los barcos que
estén a 500 millas puedan ser defendidos por la defensa antiaérea que
esté establecida en la Península? Evidentemente no. Éste es el mismo
problema existente para ciertos objetivos de alto valor del Ejército
del Aire. Y alto valor quiere decir que si nos cogen todos los huevos
en la misma cesta acabamos con la relación posible, es decir, han
acabado con la fuerza aérea. Y para eso existe un plan de defensa
antiaérea.

Ese plan tenía dos partes. Una primera parte va a defender la fuerza
aérea que se despliega, y ése es otro punto en el cual el Ejército de
Tierra no nos puede seguir. Es decir, si nosotros tenemos que montar
un destacamento en un punto de África el Ejército de Tierra no va con
nosotros, va una unidad que es la Eada. Ésa ya está terminada. La
Eada es la unidad de apoyo al despliegue aéreo, que está en Zaragoza
y que es la que está soportando ahora toda la seguridad de los
elementos que tenemos en Aviano, y es la que va a Ruanda y a donde
haga falta. Para eso tiene un escuadrón de defensa antiaérea que ya
está completado y que lleva su entrenamiento y su preparación con
carácter conjunto, y su mantenimiento de acuerdo con el Ejército de
Tierra. Existe una coordinación y un plan, como ha explicado
perfectamente esta mañana el general Valderas, jefe del Estado Mayor
de la Defensa.

A continuación había nueve puntos que considerábamos que podían
quedar fuera de la protección antiaérea del Ejército de Tierra y que
nosotros pretendíamos cubrir; eran radares y bases, ciertas bases y
ciertos radares en los que había objetivos de alto valor que
intentábamos proteger. Para esto es para lo que no nos llega el
dinero. No quiere decir que la necesidad haya desaparecido, sino que
en las prioridades que hemos tenido que asignar, dado que el
escenario que en este momento tiene España no es tanto de un ataque a
su territorio como el de tener que intervenir fuera, estaban los F-
18, los F-5, los FLir y el Have quick, en lugar de la defensa
antiaérea, a pesar de que es un programa al que los aviadores tenemos
particular cariño.

Munición. ¿Qué ha pasado con la munición, con los 1.100 millones que
tenemos ahora? La munición de la que hablamos es la de consumo, la
que sirve para que los pilotos estén entrenados en tiempos de paz.

Cuando llega el momento de tener que abatir un puente bajo fuego
enemigo, en un sitio que no se conoce, sobre el que no se ha volado
nunca, no se puede aprender, hay que haber aprendido antes. Yeso se
hace en misiones en las cuales normalmente no se lanza armamento,
pero en las que sí se lanza armamento para adiestrar a las
tripulaciones. Ésa es la munición de consumo. Las necesidades medias
de esa munición están en torno a los 2.000 millones, de los que han
podido ser buscados 1.000 millones; son bombas de entrenamiento,
cohetes, balas aire-aire, balas aire-tierra, etcétera.

Mantenimiento. Me hablaba del mantenimiento, y efectivamente el
mantenimiento y la renovación son importantes, pero también lo son
los estudios. ¿Qué estudios hace el Ejército del Aire? ¿Participa el
Ejército del Aire en el JSF? El Ejército del Aire está actualizándose
permanentemente. El Ejército del Aire analiza el futuro y mantiene en
perpetua revisión la manera de conseguirlo. El futuro a veces se
diseña a 10 años. Por ejemplo, no olviden ustedes que todavía no
hemos recibido los Eurofighter y que este general del Aire, cuando
era teniente coronel preparó el documento por el cual entrábamos en
el proyecto Eurofighter en 1983. Y han pasado cosas desde entonces.

El Ejército del Aire mantiene permanentemente tres horizontes, el
largo, el medio y el corto plazo. Y, como es natural, va revisando
sus planes a largo plazo, para ir convirtiéndolos a medio y a corto.

Pero ha pasado una cosa nueva -que desde mi punto de vista no sólo es
importante sino, además, feliz- y es la progresiva integración de
España en la Alianza. Ya ha llegado un momento en el que ese
planeamiento no lo podemos hacer solos. El Eurofighter no lo hemos
podido hacer nosotros solos, pero tampoco Inglaterra sola, ni
Alemania ni Francia ni nadie solo. Como consecuencia de todo eso,
¿qué tenemos? Que el planeamiento a corto, medio y largo plazo debe
hacerse en coordinación con el resto de las naciones.




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Esto, que parece muy complicado, lo es desde el punto de vista de su
ejecución en lo que se refiere a la composición política del asunto;
sin embargo, es sumamente fácil cuando de aviadores hablamos, porque
los aviadores nos sentamos un cuarto de hora y encontramos
inmediatamente cuáles son las necesidades, dónde están las carencias
y cómo habría que afrontarlas. Lo que pasa es que, como es natural,
también estamos sometidos a otras prioridades. En este caso, el
Euroairgroup del que les he hablado tiene una importancia capital.

Ahí se analizan permanentemente las tendencias y los países, en
función de lo que pueden hacer, se van metiendo. ¿En qué programas
estamos participando en este momento? Podría hablar de varios, pero
citaré sólo los dos más importantes, el FLA, futuro avión logístico
de transporte, que es un programa muy ambicioso. Es un avión de
cuarenta toneladas, que estará funcionando, si todo va normalmente, a
partir del año 2010. España ha tomado una posición; ni siquiera el
Ejército del Aire es autónomo para decidirla. El número de aviones no
lo hemos fijado nosotros, lo ha fijado el Gobierno, de acuerdo con
los intereses del Ejército del Aire y de la industria. Ése es un
programa muy importante en el que participamos. Otro gran programa es
el Eurotrainer. El Ejército del Aire y los ejércitos de los otros
países del área europea sentimos la necesidad de cambiar los flotas
de entrenamiento básico de los pilotos alrededor del 2010. Hoy, las
opciones que hay son: o ir a hacer el entrenamiento a Estados Unidos,
con un coste de 2.000 millones por piloto, o a Canadá, con un coste
de 2.100. En este caso, las naciones europeas están considerando la
posibilidad de hacer un avión, que se llamaría el Eurotrainer, con un
programa de construcción de los aviones que sea común e incluso con
la posibilidad de acuerdos para que las naciones tengan una o varias
bases de entrenamiento. Esto le hace ver a usted hasta qué punto lo
estamos estudiando. El Ejército del Aire no abandona nunca sus
estudios, pero no puede aferrarse a los hechos porque el aire
(también lo ha dicho el señor Mardones) evoluciona a toda velocidad y
no es cuestión de querer negar la realidad porque anteayer había
llegado a una conclusión distinta a la que debo llegar hoy.

En lo que se refiere al JSF, tengo que decirle que en este momento el
Ejército del Aire no tiene ningún plan al respecto; es más, yo creo
que, de verdad, ninguna de las naciones europeas tiene muy claro, ni
siquiera los Estados Unidos, lo que pasa con el JSF. Usted habrá
visto el debate que existe ahora mismo en el Congreso de los Estados
Unidos respecto a F-22, JSF, F-15, con lo cual no sabemos dónde va a
acabar el tema. El horizonte está, para nosotros, lejos.

Hay un misil de más largo alcance, el BVRAAN, y me pregunta usted si
lo estamos estudiando. Sí, lo estamos estudiando. ¿Tenemos decisión
entre el Meteor y la evolución del Amraam? No la tenemos, y tengo que
decirle que otros países están igual que nosotros. En este momento
estamos un poco a la espera de cómo se va a desenvolver el
Eurofighter y cómo evolucionan estos programas, que todavía no están
maduros.

En cuanto al CIA -proyecto de inteligencia aérea, decía usted- (el
Centro de Inteligencia Aérea o CIA tiene un nombre muy infeliz; yo no
se lo hubiera puesto, pero ya estaba decidido cuando yo era jefe de
Estado Mayor, qué le vamos a hacer) es el Centro de Inteligencia
Aérea y en él se
concentra la relación de los sensores que se tienen, sobre todo desde
el aire, para mantener actualizada fundamentalmente la información
estratégica: objetivos de largo plazo, defensas de otros sitios,
frecuencias, señales, inteligencia de todo tipo. Para ello utiliza
aviones de inteligencia, entre los cuales está un Boeing 707 -que
todo el mundo conoce, que es el programa Santiago-, está un avión
Mistère y dos aviones CASA-212. El programa CIA, desgraciadamente, no
tiene dinero, pero consiste en dotarlo para el manejo de esta
inteligencia.

El programa cartográfico, evidentemente, lo único que está buscando
es actualizar los medios que tiene. La cartografía aeronáutica
funciona razonablemente bien, lo único que tiene que hacer es ir
renovando progresivamente los equipos que van quedando más o menos
obsoletos y mantener su capacidad. Podríamos hablar mucho, pero
basicamente es eso.

En cuanto a los datos analíticos que nos pide, estaremos a su
disposición, una vez más, como siempre hacemos. Espero haber
contestado a sus preguntas.

Señor Mardones, también a usted le agradezco ese apoyo, al que además
une ese característico cariño canario que no se me olvida, por haber
sido jefe de aquella zona durante mucho tiempo. ¿Se va a completar el
escuadrón? Se va a completar. ¿Cuántos van a ser? Vamos a ver.

Preguntaba si estos aviones eran nuevos o estaban en la Península
y si tenían un apoyo específico a Canarias desde aquí o desde allí,
Canarias ha sido siempre una gran preocupación para el Ejército del
Aire, que siempre ha reconocido la situación estratégica de Canarias,
a 90 millas de un territorio muy conflictivo, con un mar que no
separa sino que casi une, como me dicen frecuentemente mis amigos los
marinos, y con una dependencia logística para abastecimiento y, sobre
todo, con el turismo. Para la afluencia y seguridad del tráfico aéreo
siempre ha necesitado la protección de las fuerzas aéreas, y el
Ejército del Aire siempre ha tenido allí lo mejor que ha podido, lo
que ha estado más a su alcance.

En los años setenta el F-1 era el avión específico para allí y ahora
es el F-18, porque es el mejor que tenemos. Este avión es exactamente
igual que los que tenemos en Torrejón y en Zaragoza, es decir, los
que van a Aviano. Su capacidad es exactamente la misma. Puede llevar
misiles aire-aire, radar, tipo AIM-7 Sparrow, que pueden ser lanzados
contra aviones que no se ven o que están dentro de las nubes. Puede
llevar misiles infrarrojos aire-aire tipo AIM-9 Sidewinder, que son
los que se utilizan más frecuentemente en los ataques visuales y en
los ataques dofight, es decir, cuando los aviones empiezan a pelearse
entre ellos. Puede llevar, y lleva siempre, cañón rotatorio Vulcan de
20 milímetros que tira 6.000 disparos por minuto, y no me he
equivocado. ¿Lleva misiles aire-aire? Lleva misiles aire-tierra.

Lleva bombas GBU-10 y GBU-16 guiadas por láser de 250, 500 y de 1.000
kilos. Puede llevar misiles Maverick, que son contra objetivos
móviles de todo tipo, entre ellos carros de combate, etcétera. Puede
llevar misiles antibuque, los Harpoon.

Usted quizá recuerde que en los años 1995 ó 1996 hundimos con misiles
Harpoon,un barco viejo que nos cedió La Marina, el Contramaestre
Casado, a 200 millas al oeste de La Palma. Todo eso tienen ustedes
protegiendo el cielo y los mares de Canarias.




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¿Va a incrementarse este escuadrón? Este escuadrón empezó con cuatro
aviones en abril, ya tiene seis, en el plan a medio plazo dispondrá
de ocho y en el año 2002 va a tener entre doce y dieciocho aviones.

En cuanto al apoyo logístico, como usted conoce la base de Gando,
sabrá que no tiene un tamaño para las fuerzas que están estacionadas
allí porque caben 100 aviones; está previsto no sólo que operen las
fuerzas que están allí, que están para una respuesta inmediata que es
una característica muy específica de las fuerzas aéreas; responder en
cinco minutos. Usted ha visto desde la cabecera de la 03 despegar
aviones que están en el suelo para interceptar un avión que pueda ser
ofensivo. La defensa de Canarias no está planeada desde el punto de
vista aéreo, exclusivamente con los medios de allí, sino con todos
los medios. En ese sentido voy a referirme a lo que usted ha dicho
del programa Sara y, en general, de los medios de inteligencia.

En primer lugar, usted conoce muy bien los Fokker de salvamento, que
están allí permanentemente. Esos aviones tienen una capacidad de
reconocimiento muy notable, sobre todo, para buques de superficie y
para pequeños barcos, etcétera. Tienen un radar a bordo que se lo
permite, lo que no tiene es armas, y eso se utiliza fundamentalmente
en el SAR que usted conoce, en el salvamento. Por ejemplo, un señor
que se pierde y llama por un móvil a su novia en Inglaterra; ésta
llama aquí y vamos con un avión, lo buscamos con el radar y luego un
helicóptero recorre 400 millas, -qué locura-, y le van llenando el
depósito de gasolina para salvar a esa persona, a pesar de que su
búsqueda es tan difícil como encontrar una aguja en un pajar. Eso lo
hace el 802 Escuadrón al que se le tiene tanto cariño en Canarias
porque son increíbles.

Sin embargo, esa función de salvamento también tiene una capacidad
inteligente. También la tienen las P-3, porque, cuando hay
operaciones en las cuales es necesario mantener una vigilancia y
control de todo el espacio, ellos están en el aire y despliegen su
capacidad de detectar submarinos, unida a la de tener armas propias
como torpedos, sonar... Aellos se unen los aviones de reconocimiento
táctico que es el verdadero programa Sara, que tiene tres partes. No
está en el presupuesto.

No sé si me estoy excediendo, señor presidente, pero me preguntan
ustedes de aviones y están perdidos. (Risas).




El señor VICEPRESIDENTE (Nieto González): Estamos al final de la
tarde.




El señor MARDONES SEVILLA: Me interesa ahora sólo aquello que tiene
relación con el presupuesto.




El señor JEFE DEL ESTADO MAYOR DELAIRE (Lombo López): El programa
Sara tiene tres partes: el avión que usamos ahora para reconocimiento
táctico, que es el Phanton, es un avión anticuado y que está
resultado ya de un coste de mantenimiento oneroso. Nos proponemos
sustituirlo por aviones F-18 de los mismos que tenemos con Pod
incorporados. ¿Qué es un Pod? Es una envuelta que tiene dentro
cámaras de combustión, combustible o cualquier cosa. Pues bien, las
cámaras fotográficas, las mismas que lleva ahora mismo el Phanton,
las vamos a montar en un Pod. Esa es la primera capacidad,
es decir,consiste en tener la misma capacidad que tiene el Phanton
como primer escalón. El programa Sara tiene otras dos partes, la
segunda es la de tener una capacidad optrónica, es decir, con cámaras
electroópticas que están digitalizadas y que, por tanto, la imagen
que se obtiene, aparte de ser más precisa es transmisible por data
link. Quiere ello decir que la foto que se toma se puede mandar
a tierra en cualquier momento y, por tanto, explotada respecto a la
realidad, e incluso puede ser mandada a otro avión que tiene que
atacar un sitio. La tercera capacidad es el Sar, el radar de apertura
sintética. Ese es otro Poz que añade dos ventajas: primera, que no
necesita ver, porque es un radar y, por tanto, puede ver a través de
las nubes y de noche; segunda, que puede obtener imágenes del
objetivo que se busca con una definición inferior a un metro a cien
kilómetros de distancia, es decir, sin entrar en la zona de
objetivos. Este es el programa Sara, programa que tiene tiempo por
delante. La primera parte, que es la de dejar los Phanton y
convertirlos en F-18, esperamos haberla conseguido en dos o tres
años. El resto, dependiendo de los dineros que tengamos, podremos
meterlos en prioridades. Tienen una buena prioridad, como ya he
dicho, porque ha sido una de las grandes lecciones de Kosovo: el que
sabe puede y el que no sabe no puede. No puede porque se gasta los
medios de forma no controlada. Me parece que he explicado todo lo que
había en relación con la inteligencia.

Mando atlántico, mando de Europa. Como bien sabe S. S., Canarias ya
no pertenece a Saclant, sino al mando de Europa. Quiero decirle que
hace muy pocos días estuvo allí el general Short y se quedó
impresionado por las capacidades que tenemos allí, en particular lo
que usted bien conoce, que es el puesto de mando que se tiene
entrenado con todos los radares y demás.

En cuanto al programa Sinca, claro que está relacionado con eso. Para
Canarias hay el siguiente plan, lo primero ya está hecho y es que ya
se ha llevado allí el radar de Lanzarote. Se ha sustituido el TPS-43
que tenía que era más anticuado, por un radar Alenia que acabamos de
comprar que ya está allí en pruebas. A continuación, el Pico de las
Nieves será dotado con un radar lanza de fabricación por Indra, nuevo
también. Luego tenemos el programa que usted conoce: el radar del
Hierro Cuando don José Padrón quiera tendremos el sitio del radar del
Hierro y montaremos allí un nuevo radar. Este radar tiene mucha
importancia no sólo para la defensa, sino también para la aviación
civil. Como sabe S. S., en el año 1993 hubo allí un accidente
importante que pudo costar muchas vidas de un P-3 americano que se
metió allí porque no se le veía, y más allá del pico de Tenerife no
se ve. El pico tapa el radar, por tanto, el radar del Hierro es muy
importante. Esto por lo que se refiere a lo que usted pregunta sobre
el Sara-Sinca.

En relación a los sistemas de misiles del F-18 creo que ya le he
contestado. A la cuestión antiaérea, también. La defensa de puntos la
garantizamos nosotros y en este momento no tenemos dinero para cubrir
en Gando cosas específicas y estamos a lo que la artillería antiaérea
de la isleta nos dé que, despliega frecuentemente en Gando; en
cualquier ejercicio que hacemos están ellos allí, como usted bien
sabe.




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También le he contestado a la preocupación que tiene S. S.por el
Casa-Dasa en cuanto al C-295; contractualmente los intereses de la
producción de bienes de transporte militar están protegidos
razonablemente. La evolución de una empresa como ésta dentro de diez
años, no la conoce nadie, entre otras cosas, tiene que saber que a
estas alturas Dasa y Casa están hablando con Aéroespatial para formar
otra empresa más grande, porque el mundo de la aeronáutica es un
mundo muy competitivo, muy caro, y sólo puede haber verdadera
competitividad si se tiene un tamaño adecuado, como ha pasado con
Airbus. El acierto de Casa de haber entrado en Airbus no tendrá nunca
precio, y el propio Eurofigther.

Al señor Fernández de Mesa quiero agradecerle su felicitación. No ha
formulado ninguna pregunta concreta, pero quiero aclararle cuando ha
hablado del traslado de Gando a Albacete. No se ha producido un
traslado de Gando a Albacete. Los aviones que había en Gando se han
concentrado en Albacete, porque eran F-1 y se han mandado otros
aviones.

Si no tienen más preguntas, les doy las gracias por haber tenido la
oportunidad de comparecer y pido perdón si he sido un poco largo.




El señor VICEPRESIDENTE (Nieto González): Muchas gracias, general
Lombo.

Son las nueve y cuarto de la noche y parece una buena hora para
levantar la sesión, teniendo en cuenta que empezamos a las once de la
mañana. Muchas gracias a los diputados por el trabajo realizado, a
los comparecientes por toda la información que han dado y también al
equipo de apoyo de los comparecientes.




Se levanta la sesión.