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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 69, de 10/10/1996
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1996 VI Legislatura Núm. 69



AGRICULTURA, GANADERIA Y PESCA



PRESIDENTE: DON JOSE CRUZ PEREZ LAPAZARAN



Sesión núm. 4



celebrada el jueves, 10 de octubre de 1996



ORDEN DEL DIA



Comparecencia de la señora Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación
(De Palacio del Valle-Lersundi) para:



--Informar acerca de la posición del Gobierno sobre la situación del
sector del vacuno; la nueva Organización Común de Mercado (OCM) del
sector de frutas y hortalizas; los precios agrarios y medidas conexas
para la campaña 1996/1997; el proyecto de reforma de la OCM del aceite de
oliva y la cuota láctea. A petición propia. (Número de expediente
214/000019.)



--Explicar la posición que se va a adoptar en relación con la defensa de
los productos mediterráneos en la Organización Común de Mercado (OCM) de
frutas y hortalizas y en la del vino, a petición del Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. (Número de
expediente 213/000004.)



--Dar a conocer las medidas prioritarias que tiene previsto adoptar para
hacer frente a la grave crisis que afecta al sector de la avellana. A
petición del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió). (Número
de expediente 213/000036.)



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--Explicar la posición que ha mantenido el Gobierno, así como los
resultados del Consejo de Ministros de la Unión Europea (UE) de los días
20 y 21 de mayo de 1996. A petición del Grupo Socialista del Congreso.

(Número de expediente 213/000037.)



--Explicar el cambio de posición, alineándose con Gran Bretaña, de la
delegación española en la denominada crisis de las «vacas locas». A
petición del Grupo anterior. (Número de expediente 213/000046.)



--Explicar las previsiones y líneas generales a desarrollar en los
órganos superiores del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. A
petición del mismo Grupo Parlamentario. (Número de expediente
212/000049.)



--Explicar las previsiones y líneas generales a desarrollar en los
órganos superiores del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. A
petición del mismo Grupo Parlamentario. (Número de expediente
212/000050.)



--Informar a la Comisión del Acuerdo alcanzado por los Ministros de
Agricultura de la Unión Europea sobre la reforma de la Organización Común
de Mercado (OCM) de frutas y hortalizas y valorar las repercusiones sobre
los sectores agrarios implicados y, de manera especial, para el sector de
la avellana. A petición del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió.) (Número de expediente 213/000075.)



Se abre la sesión a las cuatro y treinta y cinco minutos de la tarde.




El señor PRESIDENTE: Se inicia la sesión con el primer y único punto del
orden del día: comparecencia a petición propia de la Ministra de
Agricultura, Pesca y Alimentación ante la Comisión de Agricultura,
Ganadería y Pesca para informar acerca de la posición del Gobierno sobre
la situación del sector del vacuno, la nueva organización común del
mercado del sector de frutas y hortalizas, los precios agrarios y medidas
conexas para la campaña 1996-1997, el proyecto de reforma de la
organización común del mercado de aceite de oliva y la cuota láctea.

Como SS. SS. saben, esta petición de comparecencia subsume por acuerdo de
la Mesa y portavoces de Agricultura otras siete solicitudes de
comparecencia formuladas por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, referente a frutas y hortalizas; el Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), sobre la crisis del sector
de la avellana; el Grupo Socialista del Congreso, referentes, la primera,
al Consejo de Ministros de los días 20 y 21 de mayo de 1996; la segunda,
a la crisis de las «vacas locas», y la tercera y cuarta a las previsiones
y líneas generales a desarrollar por la Subsecretaría del departamento y
la Secretaría General de Alimentación. Por último, el Grupo Parlamentario
Catalán (Convergència i Unió) había solicitado también una comparecencia
sobre el acuerdo de la OCM de frutas y hortalizas, y en especial sobre
las repercusiones para el sector de la avellana.

Sin más preámbulos, le damos la bienvenida a la señora ministra y le
damos también la palabra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACION (De Palacio del
Valle-Lersundi): Antes de nada quiero manifestar mi agradecimiento a la
Mesa y portavoces y a los miembros de esta Comisión por el aplazamiento
en cuanto a la fecha que había prevista en un primer momento para que
compareciera para dar cuenta de esta serie de asuntos, todos ellos
complejos, pero que creo merecen la atención y el interés de todas sus
señorías. Quiero agradecerles la comprensión --digámoslo claramente-- y
el favor que me hicieron en el ámbito personal, cuestión que aprecio en
todo su valor.

Dicho todo esto, señorías, comparezco para informar sobre asuntos
variados, concretamente sobre cinco dossieres importantísimos como son:
la reforma de la OCM de frutas y hortalizas, los precios agrarios que se
cerraron en el mes de julio, la situación del sector vacuno, la cuota
láctea y la posible reforma de la OCM del aceite de oliva.

Voy a empezar, señorías, dando cuenta del proceso de negociación y de los
resultados finales que han conducido a la modificación de la OCM de
frutas y hortalizas en el mercado de la política agrícola de la Unión
Europea y lo hago con el convencimiento de que la reglamentación aprobada
en el Consejo agrícola de junio de este mismo año era la mejor posible
para los intereses españoles, dadas las circunstancias políticas y
económicas existentes en la Comunidad en el momento de su aprobación,
aunque a algunos nos hubiera gustado otro modelo diferente para ordenar
el sector.

Vuelvo a repetir que en la situación en que el Gobierno del Partido
Popular, al cual pertenezco, encontró el proceso de elaboración del
reglamento estábamos obligados a aceptar una fórmula que, como veremos
más adelante, había sido no sólo aprobada sino bendecida por el Gobierno
anterior y alcanzaba en los medios comunitarios ese punto de dureza que
hace imposible la anulación total de todos los debates ya sostenidos por
los países miembros, entre



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ellos España, puestos de acuerdo para encajar la organización común del
mercado de frutas y hortalizas en un molde determinado y con unos
criterios y principios básicos radicalmente distintos a otras OCM.

Sólo nos quedaba la posibilidad de mejorar lo que ya estaba prácticamente
pactado con la aprobación por parte de España y en ese sentido puedo
decir con satisfacción que entre el proyecto con que nos encontramos y el
texto definitivo del reglamento existen indudables mejoras que en nombre
de la verdad y sin falsas modestias hay que atribuir al trabajo combinado
de los países más directamente interesados: Portugal, Italia, Francia y,
desde luego, España, con lo cual, en el Consejo agrícola se produjo la
paradójica situación de que los países afectados por el reglamento en
discusión consideraban insuficiente el proyecto presentado por el
Comisario de Agricultura cosa que, dicho sea entre paréntesis, sucede en
estos momentos con el proyecto de propuesta de reforma del aceite de
oliva, como SS. SS. saben muy bien.

Partimos, pues, de una realidad que venía impuesta --nos gustase o no--,
elaborada durante años con la complacencia y la aquiescencia, lo tengo
que decir, del Gobierno anterior, aplaudida por todos los países que
cosechan productos continentales, encantados de evitar mayores cargas a
las arcas europeas en beneficio de los nórdicos, bien instalados bajo el
blindaje protector de unas ayudas generosas para todos los productos
continentales, que son los que a ellos les afectan.

Los aplausos del anterior Gobierno español al modelo que había preparado
la Comisión para la OCM de frutas y hortalizas están repetidos por los
más altos representantes políticos en aquellos años, que para doblar hoy
sus responsabilidades dejaron pasar la oportunidad de la presidencia
española durante 1995 sin luchar suficientemente, en mi opinión, en
aquella ocasión en favor de nuestros productos hortofrutícolas.

El 18 de octubre de 1995 nuestro entonces Ministro señor Atienza admitía
en el Congreso de los Diputados la bondad de suprimir un sistema de
precios de retirada para el sector hortofrutícola con palabras que cito
textualmente y que muchas de SS. SS. que entonces también estaban en esta
Cámara recordarán perfectamente. Cito textualmente: «En la actualidad los
recursos presupuestarios destinados a la retirada no nos benefician en
absoluto porque en este país no se retira producción.» Insólita
afirmación cuando la ampliación al Mediterráneo y a otros terceros países
del tráfico comercial preferencial puede causarnos daños, frente a los
cuales debíamos haber exigido una protección para los posibles excedentes
de nuestras cosechas.

La segunda referencia la encontramos en un artículo del entonces
Secretario General de Agricultura, don José Barreiro, escrito en
noviembre de 1995 en la revista del ministerio, donde se insiste en la
innecesaria ayuda económica de la Comunidad, dada la fluidez de nuestro
mercado, y saluda, como lo había hecho su propio ministro, el hecho de
que la OCM de frutas y hortalizas se establezca sin garantías
presupuestarias para aliviar posibles situaciones excedentarias ante los
proyectos de ampliación de la UE o posibles tratados preferenciales.

Decía el señor Barreiro: «Creemos que el modelo de la reforma que se
propone se adapta perfectamente en términos globales a la estructura de
nuestro sector hortofrutícola.» Fin de la cita.

Estas dos citas --podría sacar muchísimas más, pero no quiero aburrir a
SS. SS.-- bastan para demostrar que ni el anterior ministro ni sus
colaboradores consideraron del menor interés modificar los principios y
las condiciones esenciales del reglamento en gestación durante el
semestre de la presidencia española, para aceptar como buenas las
propuestas de la Comisión, cuyos detalles pueden verificar todos los
presentes en las notas informativas que hemos repartido al comenzar esta
comparecencia.

Estos son los antecedentes que encontramos en Bruselas en el momento de
nuestra primera participación en un Consejo agrícola después de las
elecciones del 3 de marzo. Para detallar lo que había y lo que se ha
conseguido durante un plazo de tiempo cortísimo, en condiciones que
cualquier conocedor de los entresijos comunitarios sabe de sobra que son
difíciles, les propongo seguir en común los cuadros que han sido
repartidos a SS. SS., a través de los cuales, además, podemos ver con
mucho mayor detalle el contenido final de la OCM, cuyo texto conocen
todos ustedes.

La OCM de frutas y hortalizas se basa claramente en impulsar la capacidad
de competir de los productores de este sector y, para ello, impulsar su
vertebración a través de las organizaciones de productores y la creación
de unos fondos operativos que se cofinancian 50 por ciento por parte de
los propios productores, 50 por ciento por parte de los fondos
comunitarios. Además, se mantienen unos mecanismos de intervención para
unos cuantos productos inscritos en una lista, concretamente en el famoso
anejo 2, y se permite que esos mecanismos de intervención se complementen
con esos fondos operativos, y para aquellos productos que no están
reflejados en esa lista del anejo II, se permite la utilización de eso
Fondos Operativos hasta un 30 por ciento, lo cual se ha conseguido y era
una demanda de los sectores para retirar aquellos productos que no están
incluidos en la lista y que suponen una ayuda del 50 por ciento al precio
de retirada. Se plantea igualmente la posibilidad de existencia de
productos sensibles, es decir, productos que tengan una importancia
regional o local y que se puedan ver afectados por unas importaciones
masivas desde terceros países, y se proponen unos precios de entrada para
una lista de 16 productos. Las normas de calidad, que afectan a una lista
muchísimo más amplia de la que antes contemplaba la OCM de frutas y
hortalizas, son las recomendadas por Naciones Unidas y se crea un cuerpo
de inspectores especializado en controlar los mercados de frutas y
hortalizas.

Si analizamos lo que era el texto propuesto por la Comisión, cuando me
hago cargo de la negociación de la OCM de frutas y hortalizas, la postura
española que yo manifesté en ese momento y la solución adoptada, hay que
señalar unos cuantos cambios fundamentales. La propuesta de la Comisión,
por cierto aceptada con sumo grado por el anterior Ministro señor
Atienza, proponía la cofinanciación entre los países miembros y la Unión
Europea en la aportación pública a ese fondo operativo. Frente a eso



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la nueva postura española fue de oposición total, proponiendo que la
financiación fuera al cien por cien comunitario sin participación de los
Estados miembros. Pues bien, lo que se ha conseguido ha sido suprimir esa
cofinanciación de los Estados. Además, se establecía una limitación del 3
por ciento del valor de la producción comercializada como aportación de
la Unión Europea de la financiación pública a los Fondos Operativos. Se
propuso por parte de esta ministra el 5 por ciento. Es cierto que no se
consiguió ese 5 por ciento, sino el 4 por ciento en un primer momento y
el 4,5 por ciento a partir de 1999. La situación del fondo operativo se
planteaba con un tope máximo equivalente al 1,7 de la cantidad global
comercializada. Nosotros proponíamos que ese tope máximo del 1,7 había
que aumentarlo. Se ha conseguido en un primer momento el 2 por ciento y a
partir de 1999, el 2,5 por ciento.

En cuanto a la utilización del fondo operativo, globalmente se partía de
un 10 por ciento como posible cantidad que se podía destinar a retiradas.

Nosotros pedíamos un incremento sustancial, es decir, en reglas
generales, la flexibilización de la utilización del fondo operativo, y se
ha conseguido que a partir del sexto año el mínimo que se puede destinar
es el 30 por ciento, partiendo desde un 60 por ciento en el primer año.

Respecto al plazo de pago de las aportaciones de los productores, al
comienzo de la campaña la postura española era retrasar el pago, y se ha
conseguido una declaración de la Comisión aplazando un año la cotización
de los productores. En cuanto al plazo de la aportación comunitaria la
propuesta de la Comisión cuando se justificara el gasto. Nosotros
pedíamos unos anticipos y así se ha establecido en el texto definitivo.

Sobre las organizaciones de productores. La exigencia inicial de la
Comisión era que todos los productos de una explotación debían integrar
una sola OP. Por nuestra parte se pedía una flexibilización, lo que se ha
conseguido, en tanto en cuanto se reconocen siete tipos distintos de
organizaciones de productores. Además, se ha conseguido un tratamiento
especial para aquellas zonas donde la constitución de organizaciones de
productores es especialmente escasa.

En cuanto a las acciones del programa operativo de las organizaciones de
productores, había una mayor rigidez en la propuesta de la Comisión, en
tanto en cuanto tenían que ir dirigidas fundamentalmente a una mejora de
calidad de promoción y productos biológicos, y se ha conseguido una serie
de modificaciones que permiten una flexibilidad enorme, por cuanto pueden
ir destinadas a concentración de la oferta y su adaptación a la demanda y
reducción de costes de producción, lo cual permite prácticamente todo.

Sobre retiradas de productos, se planteaba un 10 por ciento y nosotros
hemos hecho valer una condición básica como es el carácter irregular de
nuestras cosechas y, por tanto, que si se ponía un tope máximo a la
retirada de productos, que pudiera computarse sobre un período de tres
años. Así se ha conseguido.

Respecto a la fijación de indemnización comunitaria de retirada, la
iniciativa primera de la Comisión planteaba un precio mucho más bajo del
que se ha conseguido y, así, se ha conseguido un precio inicial que
supone un incremento del 35 por ciento sobre la propuesta de partida. La
fijación de la indemnización comunitaria de retirada al final del período
transitorio en un 85 por ciento de la retirada de referencia y es un 35
por ciento superior a la propuesta de la Comisión.

No se contemplaba en la propuesta inicial el incremento de los productos
con derecho a indemnización comunitaria de retirada. Tengo que decir que
el Ministro Atienza, en su intervención del mes de octubre, a la que he
hecho referencia antes, tenía serias dudas sobre si a España le
interesaba o no, es decir no tenía nada claro que hubiera que abrir el
anejo 2. Pues bien, yo dije claramente que abrir ese anejo 2 era una
cuestión simbólica. Nosotros pedíamos seis productos y, al final, se han
incorporado el melón y la sandía. No se han conseguido todos, pero sí se
ha conseguido el elemento simbólico que se planteaba, que se abriera el
anejo 2.

En cuanto a la propuesta de la Comisión sobre los frutos secos, no había
ninguna referencia a los planes de mejora de calidad y de
comercialización. Pues bien, ahí hay un compromiso de mantenimiento de
todos los derechos, entre ellos los planes de mejora de las
organizaciones de productores de frutos secos hasta la finalización de
los programas. No había referencia a la aplicación de medidas especiales
para la avellana y se ha conseguido una ayuda de 150 ecus por tonelada de
avellana durante tres años.

Sobre la obligatoriedad de contratación a través de las OP en cuanto a
los productos transformados no cítricos para poder percibir la ayuda por
parte de las industrias, nosotros planteábamos un período de carencia y
se ha conseguido un período transitorio de cinco años. Sólo a partir del
sexto año será efectiva esta obligatoriedad.

Por último, en cuanto a la OCM de cítricos para transformación, hemos
conseguido --y ya les informo porque, de alguna manera, es un apéndice de
las OCM de frutas y hortalizas en transformado y en fresco, aunque se ha
aprobado a lo largo del mes de septiembre-- dos elementos básicos para
las demandas españolas, uno, el aumento importante del umbral de pequeños
cítricos, que pasa de 265.000 a 320.000 toneladas, así como el cálculo de
la posible penalización no sólo campaña por campaña sino calculando sobre
la media de las últimas tres campañas, que fue otra petición española que
se corresponde con algo que estamos planteando reiteradamente: el
carácter irregular de nuestra climatología.

Si se hace una valoración de lo que suponen las mejoras introducidas en
la OCM, al final se obtienen unos aumentos entre 243 millones de ecus en
el año inicial y 316 al tercer año, que en un porcentaje muy elevado, en
tanto en cuanto están productos como el melón, la sandía, el espárrago y
las avellanas, van a beneficiar de manera directa al sector
hortofrutícola español.

Señorías, después de este análisis detallado de lo que había y lo que se
ha hecho, parece difícil acusar a este ministerio de no haber conseguido
una sensible mejora del modelo inicial elaborado por la Comisión de la
OCM de frutas y hortalizas que había obtenido la bendición, insisto, y el
respaldo del Gobierno español. Sin embargo, debo



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añadir algo que considero capital, como es saber si los resultados
finales de nuestros trabajos en Bruselas cumplieron o no una serie de
puntos fijados por el Pleno del Congreso de los Diputados de 7 de
noviembre de 1995; moción adoptada por esta Cámara para el negociador de
un posible acuerdo definitivo. El simple cotejo entre los puntos que
acabamos de analizar y la moción del Pleno del Congreso de los Diputados
de 7 de noviembre de 1995 permite comprobar que el texto final del
reglamento recoge con puntualidad, y mejora en algunos aspectos, las
condiciones establecidas en dieciocho --casi diecinueve porque para uno
de ellos se pedía un período transitorio de seis años y lo que se ha
conseguido es que empiece a funcionar a partir del sexto año-- de los
veintiún puntos en que se expresaba la voluntad de esta Cámara, es decir,
un porcentaje entre el 85 y el 90 por ciento de la lista incluida en la
moción aprobada el 7 de noviembre. Las dos únicas excepciones se sitúan
en el punto tercero, donde se reclamaba que con el fondo de retirada se
pudiese complementar el precio recibido por los agricultores en los
contratos con las industrias, lo que evidentemente no se ha conseguido, y
en el punto que hacía referencia concretamente a la prohibición respecto
a los tratados con terceros países. Evidentemente, eso no era competencia
propia de este ministerio, pero sí hay una voluntad de defender los
intereses españoles ante esas situaciones. Son dos puntos que no se han
alcanzado en absoluto y hay un tercero, el complementar de los fondos en
los transformados, que no se ha alcanzado íntegramente, en parte por
choque con las reglas de la Organización Mundial de Comercio, que
prohibía las ayudas precisamente en este asunto. En el caso concreto de
los espárragos se consigue al final un alivio con la ayuda a la hectárea
conseguida al final. Por lo demás, se ha cumplido el mandato y, sobre
todo, entiendo que se han mejorado de manera muy importante, como
acabamos de ver, algunas condiciones para la producción de nuestras
frutas y hortalizas, por cuanto tenemos que decir que, hasta la fecha,
sólo había catorce productos en fresco que se veían beneficiados de los
apoyos de la OCM en vigor; ahora, son todos ellos, por cuanto todos ellos
se pueden acoger a los fondos operativos a través de las organizaciones
de productores. Además, se ha conseguido para dos nuevos productos, como
el melón y la sandía, y los apoyos concretos para el sector de la
avellana y para el de los espárragos.

La difícil lucha que hemos mantenido para mejorar los proyectos iniciales
de la OCM de frutas y hortalizas, reñida en plazos brevísimos y con una
plataforma de partida inconveniente para los intereses españoles, anuncia
que cuando aparezcan los debates sobre el vino o el aceite será necesario
repetir estos esfuerzos, que sinceramente considero que han dado buenos
resultados para España.

Sé que no me han faltado críticas por parte de organizaciones
profesionales, muy acostumbradas a reclamar objetivos que a veces ellos
saben positivamente que son prácticamente imposibles de conseguir en su
totalidad, pero si algunos consideran insuficientes los resultados de
Bruselas, en el uso de su perfecto derecho a operar en democracia según
su habitual estilo reivindicativo, también hace falta dejar constancia de
que hay otras organizaciones, por ejemplo la Federación de Productores y
Exportadores de Frutas y Hortalizas, que han encontrado numerosos
aspectos positivos en el texto final, sobre todo después de las múltiples
mejoras que se han conseguido introducir durante el período brevisimo de
tiempo en que hemos tenido que negociar esta cuestión y que no habían
sido planteadas durante la presidencia española. Además, hay que señalar,
señorías, un cambio de actitud en los últimos tiempos por parte de las
organizaciones profesionales agrarias a medida que están efectuando una
valoración más serena y detallada del acuerdo adoptado y van viendo las
posibilidades de actuación en este sector totalmente nuevas, que les
brinda la nueva OCM.

Señorías, asumo con humildad las críticas y recibo con agradecimiento los
ánimos que organismos con un largo conocimiento del mercado
agroalimentario europeo han ofrecido al trabajo que hemos realizado
durante estos consejos. Igualmente, analizo con atención las críticas y
las felicitaciones, que también existen, por parte de representantes
políticos de diversos grupos parlamentarios. También me creo en la
obligación de comunicar a SS. SS. las legítimas preocupaciones que el
sector hortofrutícola manifiesta ante los proyectados acuerdos de
asociación preferencial con los países norteafricanos y países terceros,
productores de frutas y hortalizas, competidoras con las nuestras en el
comercio de la Unión Europea; asunto que fue ignorado, creo que
incomprensiblemente, por los redactores del inicial proyecto de la actual
OCM y por parte de nuestros representantes, cuando ese peligro gravita
sobre nuestro sector si las condiciones de acceso de estos productos
encuentran nuevas y generosas facilidades en Europa, incompatibles con el
principio de solidaridad comunitaria. Ello nos obliga, señorías, a
manifestar la celosa vigilancia que debemos mantener frente a la posible
debilidad de la Unión Europea cuando se formalicen los proyectados
acuerdos preferenciales en el marco de una política mediterránea o de una
política respecto a terceros países que amplíe los actuales márgenes, ya
bastante grandes, de beneficios comerciales para la importación de frutas
y hortalizas desde otras zonas geográficas. Es una cuestión capital que
debemos cuidar con escrupulosa atención en nombre de los intereses del
sector. Pues bien, señorías, éstos son los riesgos que veo en el
horizonte y que planteo con toda honradez ante SS. SS. y es el balance
que hago de lo que ha sido una batalla, un combate, una serie de
dificultades para defender los intereses españoles en general y los del
sector hortofrutícola en particular. Ni recibimos una buena herencia ni
las circunstancias concretas de la Unión Europea, en estos momentos de
crisis presupuestaria y reducción de gastos, resultan propicias para
obtener ganancias que, en todo caso, no dependen de la exclusiva voluntad
española, puesto que los otros catorce países miembros defienden con
encarnizamiento sus propios intereses, y recuerdo a SS. SS., frente a lo
que oigo de vez en cuando, que no existe el derecho de veto en este tipo
de decisiones. Pero este Gobierno, y yo, personalmente, mientras esté al
frente de este departamento intentaremos combatir empleando todos los
recursos, porque desde luego lo que no pensamos es proseguir en la
política agrícola con la estrategia de entreguismo



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aplicada por los gobiernos anteriores. Vamos a combatir con todas
nuestras fuerzas en un mundo muy difícil, donde aún nos esperan
problemas, como he señalado antes a SS. SS., en el terreno de la OCM del
aceite y de la paralizada OCM del vino. Nuestro compromiso por luchar en
defensa de los intereses agrarios españoles está repetidamente proclamado
y tan sólo pedimos a SS. SS., en la medida de lo posible, encontrar al
lado de las críticas, siempre legítimas y, además, bienvenidas sean, el
apoyo necesario para llevar a buen puerto una empresa complicada, pero
que es absolutamente indispensable para el bienestar de todo un sector de
nuestra agricultura.

A continuación quiero decirles francamente cuál es la situación de la OCM
del aceite de oliva, que es otro gran reto para nuestro sector de
productos mediterráneos. Les he repartido a ustedes un breve memorándum
que recoge un informe mucho más amplio y extenso que ha sido remitido por
la Administración a la Comisión Europea y, concretamente, a la Dirección
General VI. Este breve memorándum lo que plantea es, en primer lugar, el
aceite de oliva como un producto europeo, del que Europa es líder en el
mercado internacional; resalta la importancia, el volumen, la relevancia
del sector del olivar español dentro de la producción mundial y establece
cuestiones como que el sector del olivar supone por encima de los 46
millones de jornales, algunos de ellos en regiones con un índice de paro
enormemente elevado, como pueden ser zonas de Andalucía o de Extremadura,
donde se da incluso una situación prácticamente de monocultivo, por
ejemplo, en Jaén. También mencionamos el componente medioambiental,
paisajístico y las posibilidades de nuevos mercados que se abren para un
producto de alta calidad que supone un elemento de salud de primer orden.

Hacemos un análisis de lo que es la OCM actual y planteamos lo que según
las filtraciones de las que disponemos constituía la propuesta de la
Dirección General VI, que había sido remitida a los distintos comisarios,
donde, como SS. SS. saben, se suprime el precio de intervención, se
suprime la ayuda a la producción y al consumo y se establece una ayuda al
árbol, y no quiero entrar en cuestiones de si, además, decían que en
España teníamos 165 millones de árboles cuando, según los datos de los
que dispone el ministerio estamos en torno a los 215 millones. No es
cuestión de entrar a discutir si son más o menos árboles; el principio,
en nuestra opinión, es absolutamente inadecuado y supondría la pérdida de
gran parte del olivar.

A partir de ahí expresamos las críticas a la propuesta de la Comisión y
en un primer momento hacemos una crítica en cuanto a la forma. Pensamos
que una organización común de mercado, como es la del aceite de oliva,
con una trascendencia regional importantísima, con unos aspectos sociales
y medioambientales de primer orden, no puede ser solucionada mediante la
presentación en directo por parte del comisario de un documento que no ha
debatido, ni ha discutido, ni ha preparado ni con los sectores afectados
ni con los países productores, sino que se lo han confeccionado sus
servicios sin más. En ese sentido exigimos un documento de reflexión
previo a la modificación de la OCM del aceite de oliva.

Y en cuanto a las cuestiones de fondo, señorías, mantenemos que la
supresión del precio de intervención podría poner en peligro uno de los
principales fundamentos de la OCM; que la desaparición de la ayuda a la
producción desicentivaría el cultivo; que la eliminación de la ayuda al
consumo provocaría la pérdida de una base importante para mejorar la
calidad y el control; y que la ayuda al árbol diferenciada por países,
que era otra de las cuestiones que contenía la propuesta del comisario,
suponía un hecho inaceptable y absolutamente impresentable, porque era
una discriminación entre países que nunca había existido. Además, dábamos
el dato en cuanto a nuestros olivos.

La propuesta española es clara en el sentido de que básicamente la OCM
actual es válida. Es decir, hay que mantener el precio de intervención,
la ayuda a la producción, dándola para las cantidades realmente
producidas, y en este extremo sí hacemos una crítica a la actual OCM en
el sentido de que habría que suprimir los pequeños productores con
volúmenes inferiores a 500 kilos, porque entre otras cosas, señorías, es
fuente de gran parte del fraude que hay en este momento en torno a este
cultivo. Creemos, sin embargo, que hay que incrementar la ayuda al
consumo, que permite un mayor control y mejorar la calidad además, y que
hay que prohibir las mezclas. Señorías, esto en cuanto a los principios.

He de comunicarles a SS. SS. que se han realizado distintas gestiones por
el Gobierno de España, gestiones que van desde actuaciones de la propia
titular de Agricultura, es decir, actuaciones que he llevado a cabo junto
a todos los servicios del Ministerio de Agricultura, hasta una gestión
directa del propio Presidente del Gobierno; ha habido gestiones llevadas
a cabo por parte de comunidades autónomas, y hay comunidades autónomas
que están haciendo un esfuerzo importante, y no me duelen prendas en
señalar, por ejemplo, a la Comunidad Autónoma de Andalucía, también a la
de Cataluña, a la de Extremadura, a la de Castilla-La Mancha; gestiones
llevadas a cabo por las organizaciones profesionales agrarias y, además,
movilizaciones y contactos con mis homólogos de otros países europeos. Se
han realizado gestiones también con otros países productores. Yo entré en
contacto con todos y cada uno de los países productores y he tenido la
satisfacción de ver que todos los países productores coincidimos en
defender la ayuda a la producción y en entender que la ayuda al árbol
supondría el fin en gran medida del cultivo y de la calidad del producto.

También hubo gestiones de los comisarios españoles, desde luego, y
supongo que de los comisarios de algunos otros países. En fin, han
existido gestiones y presiones de todo tipo en las que desde luego, el
Gobierno español ha puesto todo su empeño desde que conoció las primeras
filtraciones de este documento y que han llevado a una situación actual
que supone lo siguiente. La apertura en el seno de la Comisión de un
período de reflexión en el que, según se acordó el otro día en la reunión
de los jefes de gabinete de los comisarios, se va a realizar un análisis
de los aspectos económicos, sociales, regionales, medioambientales del
cultivo del olivo, un análisis de los aspectos de fraude, que inquietan a
algunos comisarios y países de manera importante, y un análisis de si
procede o no procede



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cambiar la actual OCM, y en caso de que proceda, por qué, para qué y
cuáles son las propuestas que se hacen y qué pros y qué contras, qué
problemas, qué dificultades y, a la vez, qué beneficios aportarían las
distintas soluciones propuestas. Nosotros entendemos que es un gran
avance, pero que no es bastante. En el Gobierno entendimos las gestiones
de esta Ministra y la carta del Presidente Aznar al señor Santer, así
como las conversaciones mantenidas con las organizaciones profesionales
agrarias (y el otro día, en la reunión sectorial con los consejeros de
las comunidades autónomas he de manifestar que hubo una absoluta
unanimidad, como he dicho antes, todos, de común acuerdo), que no es
suficiente y que hay que conseguir que haya un documento de reflexión
previo a la OCM que sea público, que no sea cerrado en el entorno de la
Comisión, sino que permita que las organizaciones profesionales agrarias,
los sectores afectados y los países productores y demás países europeos
podamos aportar nuestra opinión al respecto.

Formalmente, el Gobierno de España ha planteado en la Comisión este punto
de cara al próximo Consejo del día 28 y, además, se están haciendo
gestiones para conseguir los apoyos suficientes, señorías, para que esto
sea así.

Paso, a continuación, a darles cuenta, brevemente, de los resultados
finales en el paquete de precios del año 1996-1997, donde yo creo que
hubo algunos elementos importantes para el sector productivo español,
como que el porcentaje de retirada a aplicar para la campaña 1997-1998
sea del 5 por ciento en cultivos herbáceos extensivos, así como que se
suprimiera la retirada extraordinaria sin compensación que se hubiera
debido aplicar como consecuencia de la superación de las superficies de
base del año 1996-1997, cuestión que entendíamos poco justificada al
tratarse de una especie de segunda penalización.

Quiero decir que en las leguminosas en grano se ha conseguido una
superficie máxima garantizada de 400.000 hectáreas, con una ayuda de 181
ecus por hectárea, es decir, 30.000 pesetas/hectárea.

En cuanto al azúcar, se mantienen los niveles al precio de la campaña
precedente y, a petición española, se autoriza a la Comisión para que, en
caso de dificultades climáticas --y éste es un punto muy importante--, se
permita la liberalización anticipada de azúcar C reportado cuando el
normal aprovisionamiento de un país no se pueda garantizar con la
liberación de stocks mínimos.

En el aceite de oliva, nosotros intentamos conseguir un mayor apoyo al
consumo. Saben, señorías, que ha sido rebajado y reducido en los últimos
tiempos, pero, concretamente, se mantiene la cuantía en 12,07 ecus por
cada 100 kilos, cantidad que consideramos insuficiente, pero que no hubo
posibilidad de aumentarla. Decirles que se nos remitió a la futura
modificación de la OCM.

En cuanto al algodón, el anticipo se calculará en función de la evolución
del precio mundial y la producción estimada al inicio de la campaña
incrementada en un 15 por ciento en cada Estado miembro. Esta
modificación, señorías, entiendo que es claramente positiva, puesto que,
con el nuevo sistema de anticipo, éste podrá suponer el 90 por ciento,
incluso más, del montante definitivo de la ayuda.

En el sector vitivinícola, se consiguió un aumento de superficie de
replantación, que hasta ahora había estado bloqueada. Obviamente,
entendemos que hubiera sido mejor, y hubiera creado menos tensiones,
haber conseguido más de 3.615 hectáreas para España, porque 3.615
hectáreas es el 36,15 por ciento de la superficie que se ha autorizado
plantar, y replantar para vinos de calidad; pero, sobre todo, se ha
limitado el arranque. He de señalar, señorías, que la postura española
era la de suprimir totalmente el arranque de viñedo. No se consiguió la
supresión total, pero, por lo menos, se consiguió una limitación que,
para España, es de un máximo de 13.000 hectáreas de arranque para los
próximos 2 años.

Se consiguió algo que también es primordial para un sector que cada día
tiene más importancia en España, como es el sector de la floricultura:
incrementar la dotación presupuestaria destinada a la financiación para
el fomento del consumo de plantas vivas y productos de la floricultura
hasta 15 millones de ecus.

Además, en el tabaco se mantienen los importes de las primas de los
productos al mismo nivel que en la campaña anterior y los umbrales de
garantía que habían sido ya establecidos por el Consejo. En el caso
concreto de España, se mantienen los mismos niveles que en campañas
anteriores.

Quiero señalar además que, en lo que se refiere a la leche y productos
lácteos, se mantiene para la presente campaña el precio indicativo de los
precios de intervención de la leche desnatada en polvo y mantequilla.

Nosotros aprovechamos este debate para plantear, una vez más --digo una
vez más, porque ya lo he planteado en reiteradas ocasiones--, la
necesidad de un aumento de la cuota global asignada a España.

En cuanto al sector de vacuno, se aprobaron nada más que unas líneas
generales, en el sentido de replantear la OCM del sector del vacuno que,
como saben SS. SS., está en este momento en discusión.

Señorías, además de todo lo anterior, y al hilo del debate del paquete de
precios, se planteó, y así quedó aprobado, que se desarrolle, de una vez
por todas, el reglamento que dé efectividad real a la cláusula de
salvaguardia, cuestión que, al no estar desarrollada, está planteando
dificultades a la hora de su aplicación.

Señorías, quiero hablarles brevemente sobre cuál es la situación del
sector del vacuno, de la cual me es mucho más fácil hablar hoy que, a lo
mejor, si hubiera tenido que hablar en el mes de julio; eso es así, en
tanto en cuanto, en lo que ha sido la semana del 30 de septiembre al 6 de
octubre, ha seguido subiendo el precio del vacuno, alcanzando las 455 ó
457 pesetas, con lo cual se superan los costes de producción, cuestión
que, como muy bien saben SS. SS., desde el mes de abril, en que se
produce la crisis del sector del vacuno, la caída en picado debido a las
revelaciones de las noticias sobre la encefalopatía esponjiforme bovina,
el precio de mercado no venía cubriendo los costes de producción, con
graves quebrantos para el sector.

Respecto al sector del vacuno, quizá convendría, señor Presidente (aparte
de darles esta información coyuntural y algunos detalles que a SS. SS.

les he ido proporcionando a



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lo largo de estos últimos días en comparecencias en el Congreso y en el
Senado, dando contestación a preguntas de SS. SS.), que, para hablar más
a fondo, si no lo solicitan los grupos, me ofrezco yo, para lo cual
pediré formalmente comparecer, con el fin de tratar profundamente y de
manera monográfica sobre la posible modificación de la OCM del sector del
vacuno, donde hay cuestiones que se están planteando y que creo que son
importantes para nuestra ganadería.

Tengo que darles un dato suplementario: la semana pasada, la cantidad
retirada ascendía a 28.697 toneladas, con un importe de 11.500 millones
de pesetas, y la oferta a la retirada, a la intervención, había caído
desde las 18.000 toneladas que ha alcanzado en algunas semanas en la
época más baja del mercado, hasta las 4.000 de la primera quincena de
septiembre y las 1.800 de la segunda quincena de septiembre. Por tanto,
digamos que, en cuanto al sector del vacuno, me es mucho más fácil y
esperanzador hablar hoy, puesto que hay una clara recuperación; se están
recuperando y se han superado ya los precios que suponían pérdidas netas
para los productores, al no alcanzar los costes de producción y obtenerse
beneficios en el sector, al haberse recuperado casi el 90 por ciento del
precio de hace un año.

Señorías, en cuanto a la cuota láctea, que es una cuestión que sé que les
preocupa profundamente, como no podía ser de otra manera, y que nos
preocupa a todos, aunque ya he contestado a diversas preguntas e
interpelaciones, no quiero dejar de decirles que la cifra de rebasamiento
que se ha producido en la campaña 1995-1996, ha sido de 126.117
toneladas, una vez hechas las correcciones de grasa (en tanto en cuanto,
como SS. SS. conocen perfectamente, no sólo es que tengamos una cuota
insuficiente, sino que además estamos condenados a utilizar una leche con
menos grasa que la que pueden utilizar los demás países comunitarios),
que esa cifra de 126.117 toneladas supondría una multa, sanción o
penalización de alrededor de 7.400 millones de pesetas, al cambio.

Tengo que decir a SS. SS. que este año no ha sido sólo España la que ha
tenido un rebasamiento de cuota de manera importante --si a alguna de SS.

SS. le interesa le puedo dar los datos de los otros países-- y que, en
tanto en cuanto no somos los únicos, hemos solicitado que haya un perdón,
que se anule, que se condone, o como ustedes prefieran decirlo, este año
el rebasamiento de la cuota. Lamentablemente, no parece que vayamos a
tener mucho éxito en esta petición, que es lo que nos gustaría a todos,
que no hubiera ninguna multa.

También hemos pedido que haya una compensación de las 26.000 toneladas de
venta directa que tiene España y que no ha utilizado, así como que no se
nos haga la compensación de grasa por cuanto, amén de tener poca cuota,
la leche tiene que ser un líquido blanco, etcétera, pero con menos grasa
que la que pueden producir nuestros vecinos. Esa cuestión está planteada
y, si se aceptara, supondría una rebaja en el monto final de la sanción.

En cualquier caso, tengo que decir a SS. SS. lo siguiente: Sea cual sea
la cifra de la sanción, el Gobierno está obligado a cumplir la
legislación vigente y la va a cumplir. La legislación vigente permite
llevar a cabo una serie de compensaciones, que vamos a realizar, por
cuanto el rebasamiento por producción de aquellos ganaderos que han
rebasado su cuota no es de 126.000 sino que es de 717.000 toneladas. Esas
717.000 toneladas tienen una primera compensación, de 267.000 toneladas,
en el ámbito de las propias industrias, pieza clave dentro de la
regulación actual a la hora de hacer efectivos los rebasamientos y de
llevar el control de la producción láctea. Además, se va a efectuar una
segunda compensación a nivel del conjunto del Estado de las 324.000
toneladas restantes. Compensación, señorías, que se va a hacer con los
siguientes criterios, que también están contemplados en el derecho que
regula esta cuestión, de la primavera del año 1994.

En primer lugar, no se puede aplicar compensación alguna a aquellos
productores que hayan producido sin tener cuota, bien porque no la han
tenido nunca, bien porque la han vendido, bien porque se han acogido a un
plan de retirada. Quiero decir que aquellos ganaderos que han producido
sin disponer de cuota --no son muchos, pero hay varios cientos, lo que al
final supone en torno a las 30.000 toneladas de leche-- van a tener que
pagar la totalidad de la sanción correspondiente a lo producido, porque,
se lo repito a SS. SS., conforme a la legislación vigente no hay
posibilidad de efectuar compensación alguna.

Segunda cuestión. El restante --repito, no puedo cerrar la cifra en tanto
en cuanto para las 126.000 toneladas están reclamadas unas rebajas en
Bruselas, por las razones que les he manifestado-- se distribuirá entre
los ganaderos que tienen cuota, aceptando la primera compensación que se
hace a nivel de las empresas y aplicando al resto del rebasamiento
suplementario, si es que lo tienen, unos criterios de proporcionalidad no
aritmética sino geométrica, que son admisibles dentro de la legislación
vigente, que permitan tener una clara consideración social a la hora de
hacer recaer la sanción sobre los distintos ganaderos. Esto es lo que
quiero decir a SS. SS. en cuanto al sector lácteo.

Como entendemos que, en cualquier caso, la situación de nuestro sector
lácteo está confrontada a un segundo reto muy importante --no sólo al
reto de que tiene una cuota insuficiente sino a un segundo reto--, como
es que a partir de enero de 1998 se exigirán unas normas de calidad muy
rigurosas, que no siempre se cumplen en este momento por nuestros
productores, el ministerio está negociando con el sector lo que se pude
negociar, que es cómo se hace efectivo el pago concreto de la cantidad
que al final Bruselas determine como sanción por rebasamiento de cuota.

En este sentido, tengo que decirles que hoy he tenido la satisfacción de
recibir lo que es el embrión de la interprofesional del sector lácteo, lo
que es ya virtualmente la interprofesional del sector lácteo, en tanto en
cuanto esta mañana firmaban un protocolo la práctica totalidad de las
organizaciones profesionales agrarias con las organizaciones
empresariales del sector. Creo que una iniciativa como ésta va a permitir
una mejor organización del sector, va a permitir no sólo estar en
perfecto estado de revista el 1 de enero de 1998 en cuanto a la calidad
de la leche producida por nuestros ganaderos y a los niveles de calidad
que se exige a nuestra industria, sino que, además --y como quiera que
este Gobierno tiene la intención de modificar el



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decreto actualmente en vigor que regula las obligaciones de los primeros
compradores, de forma que los datos sobre la producción vamos a poderlos
suministrar periódicamente, de manera fehaciente, datos que permitan al
sector ir ajustándose a la evolución de la producción de una manera más
equilibrada, evitando sobresaltos como los que se han producido al final
de la temporada 1995-1996.

Señor Presidente, concluyo. He hecho un esfuerzo de síntesis, tratando
diversos puntos de manera concreta, en algunos casos exhaustiva, en menos
de una hora, pero se trata de un esfuerzo que estoy segura que todas SS.

SS. me habrán agradecido, porque el extenderse demasiado, al final, lo
único que hace es entorpecer el propio debate.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora ministra.

En este momento, pasaría a dar la palabra a los grupos parlamentarios.

¿Grupos parlamentarios que deseen intervenir? (Pausa.)
Debido al esfuerzo que ha hecho la señora ministra por sintetizar, yo
pediría a los grupos parlamentarios que sinteticen también en sus
intervenciones y procuren atenerse a los tiempos establecidos por el
reglamento, limitando este tiempo a lo ya tratado en la Mesa y Junta de
Portavoces y que les habrá comentado su propio portavoz.

En primer lugar, y también teniendo en cuenta el acuerdo tomado en la
Mesa y Junta de Portavoces, daremos la palabra, por el Grupo
Parlamentario Mixto, al señor Vázquez.




El señor VAZQUEZ VAZQUEZ (don Guillerme): El Grupo Parlamentario Mixto
tiene la intención de repartir el tiempo y, por tanto, me gustaría saber
con exactitud cuánto tiempo me va a conceder la Presidencia.




El señor PRESIDENTE: Como sabe S. S., el reglamento le concede un tiempo
de diez minutos, pero tendremos un cierto margen hasta los quince
minutos, según se acordó en la Mesa y Junta de Portavoces.




El señor VAZQUEZ VAZQUEZ (don Guillerme): Gracias, señor Presidente, no
lo recordaba.

La comparecencia de la señora ministra consta de dos partes bien
diferenciadas, una relativa a frutas y hortalizas y otra relativa al
aceite de oliva. Según el criterio de la señora ministra obtuvo
resultados importantes en la mejora de estos sectores, nos ha facilitado
unos informes escritos sobre los mismos. Curiosamente, hay otros dos
sectores que a mí me preocupan más, como Diputado del Bloque Nacionalista
Galego, como son el sector del vacuno y la cuota láctea sobre ellos se
pasa más por encima. Yo no sé si es importante no tener informes, pero
considero más necesario conocer la importancia que el ministerio presta a
estos sectores. Para los dos sectores anteriormente mencionados la señora
ministra no ofrece ninguna esperanza nueva. Respecto al sector de la
carne nos habla vagamente de una futura reforma de la OCM. Tampoco se ha
referido en profundidad a los problemas que actualmente está sufriendo el
sector; parece que se están superando, como si los problemas relativos al
sector cárnico se derivaran exclusivamente del tema de la crisis de las
vacas locas del que hablaremos después.

Quiero empezar comentando el tema de la cuota láctea. La señora ministra
refleja claramente el pesimismo ante la posibilidad de que se consiga una
concesión de un aumento de la producción por parte de la Unión Europea.

Yo creo que está lanzando al sector un mensaje muy claro, diciéndole que
hay que ajustarse a lo que hay y que el Gobierno va a hacer todo lo
posible para que así sea; es decir, que se olviden de aumentar la cuota
que el Estado español tiene asignada por la Unión Europea. Digo esto
porque una cosa son las declaraciones de intenciones y otra las
peticiones --no sé si la señora ministra sabrá que el Partido Popular
ayer mismo en el Parlamento Gallego aprobó una proposición solicitando
dos millones de toneladas--; se lo digo por si acaso se queda un poco
retrasada respecto de las peticiones. En definitiva, lo que se nos dice
es que vamos a tener que pagar la multa. Creo que usted no ha considerado
la presencia ayer de miles de ganaderos gallegos en las calles de Madrid
expresando claramente que el problema del sector lácteo no afecta sólo a
unos cuantos infractores; es realmente un problema económico estratégico
y yo creo que el ministerio debe considerarlo así para una nación como la
nuestra, especialmente para Galicia.

La señora ministra ha hecho referencia al tema del aceite. Yo apoyo este
sector como cultivo estratégico para determinadas zonas del Estado, y las
repercusiones sociales y económicas que supondrían acabar con ese sector
serían importantes, porque no hay alternativa para él. Curiosamente,
nosotros tampoco tenemos alternativa para los sectores que he mencionado
anteriormente. Por todo ello, yo creo que el ministerio debería afrontar
con más interés el tema de la cuota láctea. Le digo esto, señora
ministra, porque, si usted eso no lo hace, va a contribuir a que un
sector estratégico para Galicia en concreto, y para otras zonas del
Estado, acabe destruyéndose. Incluso en la descripción de los
presupuestos que ustedes hacen para este año se deja entrever claramente
que trabajan con la idea de seguir con la cuota que hay en este momento y
no aumentaría. Sería interesante --y es la esperanza que tiene el
sector-- que consiguieran disminuir la multa, hacerla más dulce, tratar
de que no sea tan intensa como al principio se decía. Tenga en cuenta que
nosotros en Galicia no podemos afrontar --tampoco queremos, porque va en
contra de nuestros intereses-- una multa de 2.800 millones de pesetas,
aproximadamente.

El sector lácteo, señora ministra, necesita apoyo político y yo creo que
estas medidas políticas que toma su Gobierno --usted, naturalmente,
creerá otra cosa-- van claramente en contra de ese sector. La aplicación
de la supertasa en el sector lácteo lo único que va a hacer es contribuir
a meterlo en cintura, porque yo creo que eso es lo que realmente se
pretende: meter en cintura al sector lácteo, impedir que se desarrolle y,
objetivamente, favorecer a competidores europeos que sí que dispondrán
del acceso al mercado español, porque, como usted sabe, nosotros no somos
capaces de



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producir aún lo que se consume interiormente con facilidad de
condiciones. Menos mal que aún hay personas que se van resistiendo. El
otro día tendría usted noticia de que agricultores gallegos obligaron a
un barco irlandés cargado de leche en polvo a volverse a su puerto de
origen.

Por tanto, sin mucha esperanza --porque creo que su línea está claramente
definida--, intentaría hacer un llamamiento --usted me dirá que esto es
imposible-- para que el sector lácteo español, y el gallego en
particular, disponga de mejores condiciones para competir, por lo menos
aproximadamente, con el sector lácteo europeo, y digo aproximadamente
porque no vamos a discutir ahora subvenciones multimillonarias en
condiciones de competitividad con el sector lácteo europeo.

Respecto al tema de la carne, seré breve para dejar paso a mi compañero
de grupo. Creo que estamos ante una crisis del sector mucho más profunda
que la derivada de la crisis de las vacas locas. Por cierto, convendría
hacer una reflexión sobre esta crisis porque, desde mi punto de vista,
éste sí que es un ejemplo claro de a dónde nos llevan determinadas
políticas productivistas que se defienden, parece ser, a nivel mundial.

Aquí se produce al precio que sea, se busca la rentabilidad al precio que
sea y no importa para nada, como en este caso, la salud. Recientemente,
los medios de comunicación hacían referencia a este problema. Muchos eran
conscientes de que estaba sucediendo y todo se hacía en aras de la
rentabilidad.

Respecto a la crisis del sector cárnico, derivado de la crisis de las
vacas locas pero también de un programa estructural que, como usted sabe,
se debe a una disminución de los precios a cambio de primas, sabe usted
--porque se lo plantearon en repetidas ocasiones-- que las primas
destinadas a los vacunos sacrificados, como la reglamentación europea
dice que se reciben a partir de diez meses, en Galicia en concreto --que
hay gran consumo de carne y, por tanto, se mata a partir de los siete
meses-- esta situación nos perjudica y necesitaríamos pasar de diez a
siete meses para poder recibir primas.

Igualmente ocurre con respecto a ayudas concretas que necesita ese tipo
de sector, del cual viven en nuestra comunidad muchísimas familias.

Termino, señor Presidente, en aras de la brevedad, para dejar paso a mi
compañero, pero quiero decir que nos sentimos muy poco satisfechos y
esperanzados después de oír su intervención.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Chiquillo.




El señor CHIQUILLO BARBER: Gracias, señor Presidente, en primer lugar,
por la bondad y comprensión con la que ha atendido la petición de este
grupo.

Paso a continuación a valorar algunas de las cuestiones de la
intervención de hoy, empezando por agradecer la información que se nos ha
facilitado, aunque es evidente que, por motivos de guión, alguno de los
temas que habíamos planteado serían motivo suficiente para una única
comparecencia. Se han juntado cinco o seis temas y vamos todos un poco
acelerados por lo condensado de la sesión.

Quiero empezar esta breve intervención diciendo aquello de que el mal
inicio ha sido presagio de un peor final, respecto a la OCM de frutas y
hortalizas. Usted --y no es bueno hablar de los que no están presentes--
ha hecho referencia a actuaciones del anterior ministro, señor Atienza,
de no muy buen recuerdo en la Comunidad Valenciana, que dio los primeros
pasos a eso que nosotros hemos definido como mal inicio y ha llegado a
una conclusión respecto a esa OCM de frutas y hortalizas que ha tenido un
mal final.

A pesar de que usted ha dicho (y yo discrepo en algunos extremos) que ha
habido una sensible mejora en algunos puntos, que se han conseguido
muchas de las reivindicaciones de esa moción consensuada en noviembre de
1995, a pesar de esa sensible mejora en algunos extremos, es insuficiente
para las reinvidicaciones y usted bien sabe que no ha satisfecho a los
agricultores valencianos en todos y cada uno de los puntos de ese
documento final de la OCM.

Yo creo que uno de los principales antecedentes que habría que remarcar
hoy es que el sector hortofrutícola de la Unión Europea, localizado
fundamentalmente en el sur, España en particular, ha sido
tradicionalmente uno de los más discriminados por la política agraria
comunitaria desde siempre. Baste decir que, representando el 15 por
ciento de la producción, ha venido percibiendo alrededor de un 5 por
ciento de las ayudas concedidas de la Unión Europea. Siempre ha sido ese
gran desconocido o ese gran marginado. Esa marginación, en alguno de los
extremos, se ha consagrado en esta recientemente aprobada OCM de frutas y
hortalizas del pasado mes de julio, y pese a que, como usted muy bien ha
dicho, se han mejorado levemente algunos extremos, como la inclusión de
los melones, las sandías, en la lista de productos con derecho a
retirada, existen muchos elementos negativos de los cuales algunos se
pueden exponer, como ya iremos comentando.

No se han incrementado las ayudas en función de la importancia económica
y social del sector. Igual que se ha comentado lo del aceite de oliva y
el vino, las frutas y hortalizas en la vertiente mediterránea son una
actividad de una importancia económica y social muy importante y de una
gran trascendencia económica. No se ha comentado nada de nuestra
agricultura, de los acuerdos, firmados ya con terceros países, y los que
van a venir, porque no se ha parado ahí la lista (Marruecos, Israel, y
hay otros pendientes), y tampoco se ha tenido en cuenta que, desde la
conclusión de la ronda del GATT, la liberalización del comercio mundial
será progresiva y nuestros mercados se inundarán, como ya está
ocurriendo, de productos no pertenecientes a la Unión Europea.

No se ha respetado, como se hizo a la aprobación de las OCM de productos
continentales, esa financiación íntegra por parte de los fondos
comunitarios; ese principio de solidaridad financiera entendemos, y los
agricultores valencianos así lo entienden, ha sido quebrada en esta OCM,
y hay otros puntos que están ahí.

Usted sabe que esta OCM no ha satisfecho las expectativas que se
levantaron, generadas también en gran medida por el cambio de Gobierno
(como ya le comuniqué en su primera comparecencia), y ha provocado
malestar e incertidumbre



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en el campo valenciano. Usted, que ha hecho el día 1 de octubre una
reciente visita a la Comunidad Valenciana, sabe que, a pesar de que ha
habido avances, aún hay mucha preocupación, muchos puntos negativos, que
es donde pienso yo que tiene que venir el esfuerzo, ya que no se ha
podido conseguir más, a partir de ahora. Aquello del borrón y cuenta
nueva, o pasar la página.

La cuestión de que es un documento lesivo en líneas generales, y cuando
algunos agricultores hablaban del veto, yo también lo he solicitado
alguna vez, usted ha dicho que el veto era imposible, pero yo recuerdo
muchos debates en los que, por parte del Grupo Parlamentario Popular y
usted misma, se solicitaba valentía al señor Atienza, e incluso la
palabra veto aparecía, la palabra veto ha estado ahí. Otra cosa es que se
dijera a sabiendas de que no se podía conseguir, que podía ser un
instrumento de presión para conseguir lo que queríamos todos los
agricultores o todo el sector agrícola valenciano, que de cien puntos
hubieran cien positivos y no hubiera ninguno negativo. Es difícil, pero
pensamos que se podía haber conseguido un poco más.

No quiero echarle la culpa a usted. Ya he dicho al principio que había un
mal inicio que estaba ahí presagiado y ha conducido a un mal final.

¿Puntos positivos? La introducción de melones y sandías; se ha
incrementado ligeramente la limitación cuantitativa de la retirada para
los cítricos; se ha ampliado el período transitorio, de cuatro a cinco
años. Pero hay muchos negativos, como la preferencia comunitaria; el
hecho de la solidaridad financiera ha quebrado; la agricultura
continental; la Unión Europea la financió al cien por ciento en todos sus
extremos; no se ha incluido la retirada de lechuga, cebolla, ni se han
conseguido ayudas para la transformación del albaricoque. Hay cuestiones
negativas.

Pero eso ya está ahí; la desilusión, el pesimismo, el enfado, la
preocupación, pongámosle el apelativo que queramos, está en el campo
valenciano; el sector agrario del arco mediterráneo, y el resultado de la
reforma de la hasta ahora OCM de frutas y hortalizas constituye una nueva
discriminación, eso no puede ser puesto en duda por nadie, de la
agricultura mediterránea respecto a la continental, y puede ser, es lo
que nos preocupa, un mal precedente para las OCM que quedan pendientes,
la del vino, la del aceite, y esperemos que así no sea.

Ahora la petición, aparte de transmitirle ese malestar de la agricultura
valenciana, es que la Administración central, todas las administraciones
(porque creo que tenemos que actuar todos coordinadamente) deben, en
concertación con el sector, suplir lo que la OCM no ha sabido, no ha
podido o no ha querido resolver. Queda un amplísimo margen de actuación,
y es su responsabilidad, junto con la de las demás administraciones, dar
un mayor soporte a las condiciones para mejorar la competitividad con el
mantenimiento de las rentas de los agricultores, sea por la vía de las
inversiones, de mejorar las estructuras productivas, o mediante las
compensaciones de la renta a los agricultores, y creo que ahí se tenía
que haber dado un paso muy importante en los presupuestos para 1997.

Entre lo que he estudiado del departamento de agricultura, creo que no
hay unos grandes objetivos que puedan cumplir ese papel que los
agricultores necesitan ahora en materia de organización de productores,
ayudas a la modernización, ayudas a la competitividad, etcétera.

Por tanto, quiero trasladarle esa inquietud que hay en el campo
valenciano, que usted palpó el pasado día 1 de octubre, y solicitarle,
rogarle que, en lo sucesivo, en el resto de OCM pendientes y en los
instrumentos presupuestarios para 1997, y sucesivos, la agricultura del
arco mediterráneo, que ha sufrido ese espaldarazo en negativo por esta
OCM, pueda encontrar en la Administración central, como, en el caso
valenciano, en la administración autonómica, ese apoyo que desde la Unión
Europea, desde siempre, se ha dado a la agricultura mediterránea, ya
desde el año 1985, cuando la negociación de la adhesión, que, como usted
bien sabe, es donde se empezaron a sembrar esas cuestiones que han
llevado, después de más de doce años, a una situación bastante negativa
del campo valenciano.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria,
tiene la palabra el señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLA: Mi cordial saludo, señora ministra.

Tenga usted por descontado que, sobre las palabras primeras que usted ha
dicho, tiene el reconocimiento de todos los miembros de esta Comisión que
creo que, recogiendo el sentir general, era humano y de la mínima
cortesía parlamentaria atender la petición que tan amablemente nos hizo
la señora ministra, conociendo las razones humanas, familiares, que son
del máximo respeto.

Seguidamente entro en materia, desde el punto de vista de la órbita de mi
grupo de Coalición Canaria, y no le voy a plantear nada, por supuesto,
como bien conoce la señora ministra, relativo al tema de carne de vacuno,
de la cuota lechera, ni del aceite de oliva, ni de vinos, por la
peculiaridad de la agricultura canaria.

En primer lugar, señora ministra, quiero felicitarla por el planteamiento
político y entrar en la materia que usted ha realizado en los meses que
lleva al frente del ministerio. Esto es una garantía de seguridad para la
política agraria con todas las dificultades que, dentro del marco
europeo, se vienen desarrollando, y que soy el primero en comprender por
mi experiencia en esta Comisión y en la propia estructura, años atrás,
del Ministerio de Agricultura. Pero quiero hacerle testimonio, señora
ministra, de esta felicitación y del apoyo de nuestro grupo, sobre todo
por una cuestión que no está en el orden del día, pero sabe usted que es
permanente y recurrente en la agricultura canaria, que es el tema del
plátano.

Afortunadamente, tenemos la OCM del plátano, pero, como bien conoce la
señora ministra, no está esta OCM exenta de ataques, de presiones, tanto
de socios de la Unión Europea, como ocurre con Alemania, como de alguno
de los países nórdicos, que tratan continuamente, no voy a decir si
sensibles o no a presiones exteriores del área del plátano Caribe-dólar,
bien de multinacionales norteamericanas, bien de productores, de Centro y
Sudamérica, encabezados fundamentalmente por Ecuador y los grandes
productores de plátanos o bananas del área dólar-Caribe, y



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yo le transmito una vez más, señora ministra, nuestro reconocimiento por
la labor que se viene haciendo y nuestro deseo de que nos mantengamos
vigilantes frente a las continuas presiones, sobre todo encabezadas por
el Gobierno alemán, que se vienen sufriendo para modificar, en aumento,
el contingente y la cuota. Vamos a mantenernos todos firmes, señora
ministra, y tiene usted nuestro apoyo total y absoluto.

Con respecto a la OCM de frutas y hortalizas, yo creo que la postura
española ya expresada desde mayo del corriente año ha sido positiva, ha
dado una serie de frutos dentro de esa negociación tremendamente difícil
y yo quiero resaltar, señora ministra, en primer lugar, que se haya
tomado conciencia en Europa --esto va en beneficio de las producciones
hortofrutícolas españolas-- para crear un cuerpo de inspectores de los
mercados de frutas y hortalizas. Sin este cuerpo de funcionarios
inspectores yo creo que la situación española hubiera sido muy débil,
porque las presiones francesas, fundamentalmente (en segundo lugar, de
Italia, pero sobre todo la francesa), y de los grandes productores en el
área de frutos mediterráneos, nos hubiera hecho pasar mayores
dificultades, y gracias a este cuerpo que se pueda crear de inspectores
iremos adelante.

Yo quiero destacar aspectos positivos, señora ministra, en los que es
necesario mantener lo logrado para su gestión. Me refiero, en primer
lugar, a la financiación del fondo de operaciones. El que se haya
adoptado la desaparición de la cofinanciación de los Estados miembros
creo que es un logro muy positivo --esto es conveniente destacarlo--,
porque, si no, hubiéramos tenido una hipoteca y una servidumbre muy
difícil de atender en la competitividad de los frutos y productos
hortofrutícolas españoles.

Creemos también, señora ministra, que la obtención del fondo de
operaciones que puede destinarse a retiradas ha sido otra de las
consolidaciones en que podemos tener un grado de satisfacción alto,
fundamentalmente porque creo que obtener un 30 por ciento del importe del
fondo para retiradas a partir del sexto año tiene que ser un aliciente
para que las organizaciones de productores españoles sepan lo que se está
definiendo en este horizonte a seis años, y que cada palo aguante su
vela, pero no se puede trasladar toda una responsabilidad de producción
en calidad solamente a la Administración central, al ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación, sino que las consejerías de
agricultura de las respectivas comunidades autónomas también tienen que
asumir su parte de corresponsabilidad en esta gestión política.

Yo quiero destacar, y con esto termino para no robar tiempo en el sistema
que estamos siguiendo, que la normativa sobre retirada de productos es
otra llamada al orden a las organizaciones de productores, porque si
éstas no aceptan una reglamentación y una disciplina, coordinadas con su
Ministerio y con la política que se desarrolle desde el mismo de cara a
las interrelaciones con los demás países productores de la Unión Europea,
mal podrían estas organizaciones prever su futuro. Yo creo que lo que se
ha conseguido en las soluciones adoptadas por el Consejo, tanto con la
anterior Administración como, sobre todo, con la postura española desde
mayo de 1996 --la fijación de las ICR, las indemnizaciones comunitarias
de retirada--, viene a tratar de poner orden en un tema que ha sido
difícil para España, porque entramos competitivamente, y muchas veces
parece que se ignora que nuestra presencia y concurrencia es competitiva,
y lo es, y lo sabemos desde Canarias por la experiencia que hemos
obtenido con la OCM del plátano, de la que resulta que no produciendo
Europa plátanos tenemos unas presiones políticas, como bien está
sufriendo y conoce la señora ministra, del Gobierno alemán o del Gobierno
austríaco, sobre todo por tener que tratar este problema con un comisario
de la Unión Europea que es del área nórdica, de Austria, que está
tratando de atender a nuevos países que han entrado del área norte que
quieren modificar su cuota.

En esta línea, señora ministra, tiene usted todo nuestro apoyo y aliento,
y me congratulo de esta coincidencia y de los logros obtenidos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i
Unió), tiene la palabra el señor Companys.




El señor COMPANYS I SANTFELIU: Nuestro grupo va a compartir la
intervención con el señor Burballa.

En primer lugar, señor Presidente, señoras y señores Diputados, quiero
dar la más cordial bienvenida a la Ministra de Agricultura a esta
Comisión del Congreso, agradeciéndole su intervención, y hacer una
pequeña precisión, ya que nuestro grupo, exactamente el día 26 de julio,
día siguiente a la aprobación de la reforma de la OCM de frutas y
hortalizas, presentó una solicitud pidiendo su comparecencia en esta
Comisión para dar cuenta del acuerdo alcanzado por el Consejo de
Ministros de la Unión Europea en Bruselas sobre la reforma de la OCM, y
yo no he oído a la Presidencia que nos haya citado cuando lo ha leído al
principio de su intervención. Nosotros también pedimos la comparecencia
para hablar no sólo de los frutos secos, que también lo solicitamos, sino
para hablar expresamente de la OCM de frutas y hortalizas. Lo digo sólo
para que conste en el «Diario de Sesiones».

Nuestro grupo, señora ministra, aplaude su voluntad de dar una visión
global a la situación actual de la agricultura y la ganadería, esos
ejercicios siempre son buenos, pero nos parece mucha materia para
poderlos analizar y debatir en una sola sesión. Por tanto, nos va a ser
difícil profundizar en ello y tendremos que hacer un esfuerzo de síntesis
muy importante. Nos puede ocurrir como les sucede a los niños el día de
los Reyes, que quieren abrir los paquetes a la vez y no tienen tiempo de
poner las pilas y probarlos. A mí me gustaría, porque lo hemos preparado,
poder entrar en profundidad y analizar el tema, pero eso pondría en una
situación de aprieto al Presidente, así que intentaremos ver, sin poner
en una situación difícil al Presidente, cómo damos un repaso acelerado de
esos temas, aunque evidentemente es difícil para nosotros.

La necesidad de la reforma de la OCM de frutas y hortalizas era una
reivindicación de todos los grupos, ya que, junto con el sector
vitivinícola, era seguramente el núcleo más importante de producciones
agrarias todavía pendientes



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en aquel momento de modificación en el marco de lo que tenía que ser la
segunda fase de la reforma de la PAC. Las producciones comunitarias de
frutas y verduras representan el 16 por ciento de la producción final
agraria en el caso de la Unión Europea, y sólo absorbe, como se ha dicho
antes aquí, el 4,5 por ciento de los gastos del Feoga-Garantía, y
mientras que las ayudas que tienen los productos de tipo continental --el
ganado vacuno, la leche y los cereales-- representan el 40 por ciento de
su renta, las frutas y hortalizas tan sólo reciben un 5 por ciento. Por
tanto, esas cifras de alguna manera demuestran que en la Unión Europea de
forma clara hay dos tipos de agriculturas, una que podemos llamar
mediterránea, que da trabajo a mucha gente y que además no produce
prácticamente excedentes, y otra de carácter continental, de carácter
atlántico, que evidentemente tiene muchas ayudas.

El Consejo y la Comisión fueron claros al respecto en el Consejo Jumbo de
septiembre de 1993 y básicamente se alinearon en el respeto al principio
de la preferencia comunitaria y en la solidaridad financiera, a fin de
garantizar la renta para los agricultores. Las Cortes Generales, en unos
momentos de bastante crispación y bastante difíciles, llegaron a unos
acuerdos por unanimidad en la línea de que se tenía que luchar para que
los presupuestos fuesen suficientes, y por otra parte para el
cumplimiento de los acuerdos del Consejo Jumbo.

Se podría pensar que, teniendo en cuenta el posicionamiento del Consejo y
de la Comisión, el de las Cortes Generales y la voluntad de todos los
grupos políticos, podría haber una continuidad en la línea de aprobación
de las OCM que había habido hasta el momento, pero lo cierto es que no ha
sido así, se ha roto, y, por tanto, hay un precedente desde el punto de
vista de la coparticipación o de la cofinanciación. Por consiguiente,
tenemos una OCM que, si usted me permite, yo diría que es manifiestamente
mejorable. Le digo eso porque todos tenemos derecho a soñar y a ser un
poco utópicos, y en este sentido de autocrítica yo pienso que se podían
haber alcanzado mejores posiciones, difíciles --y luego intentaré entrar
en más profundidad--, pero en todo caso yo estaría bastante de acuerdo
con la línea que usted ha descrito.

Evidentemente, y como he dicho antes, se discrimina al Estado español con
la no previsión de unas partidas presupuestarias que estén de acuerdo con
el peso de frutas y hortalizas en el conjunto de la producción final
agraria de la Unión Europea; se acepta el principio de la cofinanciación,
con las implicaciones que ello puede tener en la modificación de la OCM
pendientes, poniendo como excusa la necesidad de ajustar el presupuesto.

Ciertamente es preocupante que la propia normativa comunitaria no prevea
compensaciones al sector productor, teniendo en cuenta las graves
consecuencias ocasionadas y que van a ocasionar en el futuro --usted lo
ha dicho-- los acuerdos GATT o todos los acuerdos de carácter
preferencial que hay con países terceros, con el Magreb, con América
Central y con el Cono sur, y por tanto veremos cómo podemos ayudar a
nuestras producciones con el principio de la preferencia comunitaria en
el conjunto de esos acuerdos.

No queda claro --en todo caso yo no lo sabía, por lo que usted ha dicho
parece que sí-- si hay medidas para la creación de organizaciones de
productores en las zonas menos desarrolladas. En todo caso, eso es
positivo. Se ha abierto el anejo segundo, no han entrado todos, no todas
las peras caen en el saco, pero eso es positivo, y en el caso de los
frutos secos, aunque la aportación de la Unión Europea es muy pequeña,
además es para tres años y no se contempla la posibilidad de renovación
automática, lo cierto es que por primera vez hablamos de este tema, lo
cual también es altamente positivo.

Por tanto, señora ministra, hay que reconocer que usted ha sabido
transmitir esperanza, incluso a aquellas personas que, como yo, hace
tiempo que estamos siguiendo las negociaciones, conocemos las
dificultades y sabemos que usted ha defendido las posiciones con
convicción. Sabemos también que la cuerda siempre termina rompiéndose por
el punto más débil, pero, en todo caso, creo que nadie la puede acusar de
falta de coraje. Creo que ha hecho lo que se podía hacer, y aunque
siempre es mejorable, no obstante, se ha hecho bastante.

Su posición no ha sido fácil. Si bien desde el punto de vista técnico,
lógico, ético y si me permite, incluso moral, la razón está de su parte,
de nuestra parte, lo cierto es que como se ha dicho antes en el momento
en que usted recogió el testigo el tema estaba difícil. Llevábamos tres
años negociando y durante ese período, aunque hubo algunas promesas no es
menos cierto que se realizaron cuando las agriculturas atlánticas
necesitaban del consenso para aprobar sus OCM, y eso hay que recordarlo
así; que no se aprovechó una oportunidad histórica cuando teníamos la
Presidencia española, cuando el peso de nuestro Gobierno era importante y
deberíamos haber aprovechado esa situación.

También hay que decir que una buena parte de lo que tenemos ahora es el
resultado de la renuncia que se aceptó en el momento en que se aceptaron
los documentos de reflexión que hemos tenido durante esos meses últimos.

Sobre la mesa tenemos una normativa que se tendrá que desarrollar y dotar
presupuestariamente y si queremos ser sinceros en muchos casos habrá que
mejorar las propuestas anteriores, aunque queda muy por debajo de lo que
seguramente usted, señora ministra, los agricultores y nosotros
hubiésemos deseado.

¿Qué pasa ahora? Estamos donde estamos y es el momento de ser prácticos.

En cuanto a la OCM que tenemos, como he dicho antes, seguramente todos
hubiéramos hecho aportaciones de carácter positivo. No ha sido posible,
pero aunque desde el punto de vista global es mejorable, lo cierto es que
pone en manos del sector una serie de posibilidades importantes que hay
que saber aprovechar. Nuestra responsabilidad es demostrar que somos
suficientemente ágiles y eficaces para sacar el máximo fruto de las
posibilidades que la normativa nos depara y, por tanto, sería bueno que
de esa comparecencia saliesen compromisos claros que permitiesen
aprovechar al máximo las posibilidades que la OCM nos depara en este
momento.

Esa nueva OCM se apoya sobre dos grandes pilares a nuestro entender: las
organizaciones profesionales y la financiación comunitaria. Por lo que
hace referencia a las



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organizaciones de productores de frutas y hortalizas sobre la que se
pretende apoyar la gestión del sector, concentrar la oferta, la
disciplina y la planificación de las producciones es el primer escollo
con que nos encontramos.

Si comparamos el nivel de organización del sector de frutas y hortalizas
del Estado español con el de otros miembros y vemos el porcentaje de
producción que comercializan esas mismas organizaciones en otros países y
lo que están haciendo en España, veremos que en el sector de hortalizas
mientras en España se comercializa a través de esas organizaciones el 7
por ciento de la producción, en Holanda es el 95 por ciento; en Bélgica,
el 55, y en Francia, el 60 por ciento. Si nos centramos en frutas,
mientras en España las organizaciones están comercializando el 35 por
ciento de la producción, en Holanda es el 80; en Italia, el 60, y en
Francia, el 58 por ciento. Por consiguiente, estamos viendo que la
situación es la que hay y que tenemos unas estructuras manifiestamente
mejorables.

Si analizamos la aplicación del régimen de retiradas que demuestra la
capacidad de las organizaciones, vemos que el volumen de cifras y
hortalizas en toneladas, en porcentajes, respecto a las producciones
recolectadas que han sido objeto de intervención en diferentes países,
nuestra situación es escandalosa. Por ejemplo: En España, durante
1992-1993, 144.000 toneladas de retirada de manzanas frente a las 842.000
en Francia. Respecto del melocotón, en España se retiran 38.000 toneladas
frente a las 600.000 toneladas en Grecia. Mientras hemos retirado el 4,8
por ciento, los griegos han retirado el 58,6 por cien. Por lo que se
refiere a las nectarinas, España, 353 toneladas --un 2,5 por ciento--,
mientras que Grecia 31.000 toneladas --el 77 por ciento-- e Italia casi
45.000 toneladas.

Consiguientemente, lo que se pone de manifiesto es que el Estado español
está en una situación prácticamente marginal y demuestra una falta de
organización y de agilidad. Además, esta incapacidad de respuesta pone de
manifiesto cómo el régimen de retirada se ha visto perjudicado por el
bajo nivel de organización, que ha impedido llevar adelante iniciativas
de carácter sectorial destinadas a sanear el mercado.

El pobre nivel de organización, esa falta de cultura de colaboración
presumible como resultado de amargas experiencias en el mundo
cooperativo, puede afectar de forma negativa a la aplicación de la OCM,
ya que ésta pone a disposición del productor dos instrumentos básicos:
las organizaciones de productores y los fondos operacionales. Por tanto,
sólo se podrán beneficiar aquellos productores que estén integrados en
organizaciones profesionales capaces no sólo de gestionar las retiradas,
sino también de elaborar planes operacionales acordes con los ejercicios
marcados por la reforma. Dudo mucho, señora Ministra, de que en ese
momento tengamos suficiente infraestructura organizativa en el Estado
español para que nuestras organizaciones, en un tiempo récord, puedan
elaborar y presentar planes operacionales para obtener ayudas de la Unión
Europea. Ese esfuerzo didáctico se tendrá que realizar para que en un
período muy corto se pongan en marcha las distintas organizaciones
profesionales y, para que eso sea posible, se tendrán que realizar en el
marco de colaboración con las comunidades autónomas, planes territoriales
que incentiven la vertebración del sector.

El otro día estuve reunido con la Confederación de Cooperativas y hablé
de la necesidad de la organización. Me quedé sorprendido cuando me
aseguraron que algunas organizaciones de productores que llevan tiempo
funcionando ya, aún no han recibido ninguna ayuda. Por tanto, es difícil
explicar a los agricultores que se tienen que organizar y cuando van a
ver a otros compañeros organizados lo primero que les dicen es que no han
cobrado. Evidentemente se nos dificulta la capacidad de hacer pedagogía
para que la gente se organice, si los que están organizados no tienen las
ayudas necesarias para poder continuar funcionando.

Otra de las bases en que se sustenta la organización común de mercados es
la financiación presupuestaria por parte de la Unión Europea. Lo he visto
en la propuesta que nos ha presentado y si hacemos caso de la fichas
financieras que tenemos sobre la mesa vemos que año tras año las
previsiones de dotación presupuestaria están bajando. De tal forma que
para el período de 1996 al 2001 puede haber un decremento o un incremento
negativo que podría ser del orden del 14 por cien. Ya veremos si eso es
así. En todo caso, parece ser que en las fichas así figura. Eso es un
escándalo, a nuestro entender. Hay que tener en cuenta que la
financiación de la organización común de mercado estaría alrededor de un
millón y medio o un millón setecientos mil ecus, mientras que la
aportación para las «vacas locas» es de dos millones de entrada, ya que
la ganadería tiene además ayudas paralelas que suman los dos millones.

Entendemos que la financiación de la agricultura mediterránea está
sufriendo, otra vez, un trato discriminatorio.




El señor PRESIDENTE: Señor Companys, se le está acabando el tiempo y
tiene que hablar el señor Burballa.




El señor COMPANYS SANTFELIU: Espere un momento, porque es imposible.

Señora Ministra, los que hemos trabajado en el tema y tenemos propuestas
concretas para hacer, tendremos que pedir que venga otra vez, porque me
niego a hacer aportaciones de carácter positivo. Además, creo que he
condensado lo que he podido y si termino ahora, me marcharé frustrado.

(Rumores.) Tengo propuestas para hacer. Estamos en la Comisión de
Agricultura y voy a pedir al Presidente, sin que sirva de precedente, que
tenga una cierta consideración. Intentaré limitar mi intervención al
máximo. En todo caso, sí que puede entender la Mesa que las propuestas
son de carácter constructivo y son interesantes. Al menos nosotros las
hemos estudiado para que así se entiendan.

Para terminar con el tema de frutas y hortalizas voy a dar una serie de
conclusiones: Cumplimiento estricto de la normalización de los productos
hasta el detallista, tanto si se refiere a la venta a través de las
organizaciones de productores como si es directa. Entendemos que es muy
importante este tema. Puesta en marcha de programas de ayuda en
colaboración con las comunidades autónomas para que se sumen esfuerzos de
cara a incentivar la creación



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de organizaciones de productores hortícolas (OPH). Clara referencia a los
planes de arranque, ya sean melocotones, nectarinas, manzanas y peras. A
nuestro entender habría que modificar la normativa comunitaria, en la
línea de que sea posible cultivar en las zonas en que se ha producido
arranque otro tipo de cultivos susceptibles de tener ayudas comunitarias.

Ese tema es importante. No se puede pedir a un señor que arranque los
perales y que luego no pueda cultivar nada más porque en todo caso sería
una ruina cultivar girasol o cereales sin las ayudas comunitarias. El
desarrollo de los interprofesionales como instrumento para llevar a cabo
iniciativas que mejoren la competitividad del sector.

El tema del aceite es importante. La propuesta que se ha hecho a nivel de
Unión Europea no se puede coger por ninguna parte. Nosotros entendemos
que es positivo que ese tema quede frenado. No tenemos claro si la
propuesta que hay en este momento a nivel de Unión Europea es un
documento de reflexión que provenga de la DG VI y, por tanto, habría que
comenzar de nuevo, o si bien si se trataría más de avalar las tesis que
ha presentado el Comisario señor Fischler. Le agradecería, señora
ministra, que presionase para que ese documento de reflexión comenzase de
cero y que los países productores tuviésemos la posibilidad de hacer
nuestras aportaciones.

Tendré que terminar muy rápido: Garantizar la preferencia comunitaria, en
el marco de los acuerdos de la Ronda Uruguay del GATT, en el tema de la
nueva OCM de aceite. Asegurar la solidaridad financiera por lo que hace
referencia a los gastos del Feoga, como sucede en otras OCM. Que se
mantengan los niveles actuales de inversión.

Estamos de acuerdo en las ayudas a la producción, pero hay un tema,
señora ministra, que hay que tener presente. No sé cómo se va a tener que
solucionar. En el Estado español hay algunas zonas no marginales, sino
que son productoras de aceite de forma tradicional, que tienen una
producción por árbol muy baja. Se tendrá que estudiar la forma de que
esas zonas no queden fuera del sistema. No digo más. Hay zonas en el
Estado español donde la producción por árbol es de 30 ó 35 kilos y otras
zonas que no llegan a los 5 kilos. No son zonas marginales. Son zonas que
se cultivan y puedo poner los ejemplos de Conca y Les Garrigues. Se
tendrá que estudiar quizá a través de medidas de carácter estructural
para evitar que esas zonas, donde no se puede hacer ningún otro cultivo,
queden desérticas porque podemos llegar a la conclusión, y nosotros
estamos de acuerdo, de que la base tiene que ser la producción, pero
siempre teniendo en cuenta que puede que los árboles no nos dejen ver el
bosque.




El señor PRESIDENTE: Señor Companys, existen otras iniciativas
parlamentarias para hacer propuestas e incluso instar al Gobierno.




El señor COMPANYS SANTFELIU: Gracias por su benevolencia y tendremos que
utilizar alguna iniciativa parlamentaria para continuar haciendo
aportaciones que entendemos que son de carácter positivo y que, en todo
caso, me ha dejado a mí a mitad de intervención.

El señor PRESIDENTE: Brevemente, señor Burballa, por favor, porque el
tiempo ya se ha terminado



El señor BURBALLA I CAMPABADAL: Señora Ministra, voy a coger, al hilo de
su intervención, el tema del vacuno y lo de la interprofesional que nos
comentaba esta mañana. Valoramos positivamente la iniciativa. Usted sabe
que nosotros también estamos intentando consolidar una interprofesional.

El otro día en Lleida tuvo ocasión de conocerlo --la de la pera y la
manzana-- y, por tanto, creo que éste es un ámbito en el que debemos
insistir continuamente.

Usted ha dicho que parece que los precios se recuperan y, por tanto, esas
medidas que se han ido tomando desde hace semanas devuelven confianza al
consumidor. Ese es el camino, las campañas de denominación. Ayer, en el
Pleno, habló del programa Clara. Usted no se ha referido aquí a ese
programa, pero quisiera pedirle, abusando de su gentileza, que tuviera en
cuenta también que es muy importante hablar con el sector. Nosotros
valoramos ese esfuerzo. Creemos que honra a usted y a su Ministerio los
contactos constantes y frecuentes con los sectores afectados, en este
caso con el sector del vacuno. También con las comunidades autónomas,
señora Ministra. No lo olvide. Creo que una parte del éxito de su gestión
viene por ahí y se lo decimos de corazón. Sabemos que está en ello. Lo
acaba de citar anteriormente con el tema del aceite y el otro día en
Murcia en la reunión sectorial. Sería una buena idea también con el tema
del documento de reflexión, del que estaba hablando para la OCM del
aceite, y así se lo pedimos.

Le voy a poner un ejemplo. No sería lógico que en alguna comunidad
autónoma se exigiera cada vez más rigor en el control de los terneros y
en las explotaciones y en otras esta exigencia no fuera tanta y encima
recibieran ayudas económicas. Creemos que no deberíamos ir por esa línea.

En todo caso, si hay ayudas para las denominaciones de calidad, si hay
ayudas para este tipo de campañas, debería hacerse en ese ámbito de
exigencias y también con comprensión por las situaciones.

Hay otra cosa que quería comentar, que es el tema de las primas a los
terneros. El sector lo ha agradecido y ha ido bien. Sin embargo, se han
sobrepasado y va a haber penalización. Tampoco la cantidad rebasada, por
decirlo de alguna manera, es exactamente igual. Nuestro grupo entiende
que no sería bueno actuar conforme al dicho de que el último que llegue
que cierre la puerta, sino que en este caso nosotros no plantearíamos una
regionalización en cuanto a la asignación de cabezas primables. De alguna
manera creemos que ésta sería una fórmula. En todo caso, cualquier
planteamiento que se haga en ese ámbito de coordinación con las
perspectivas de cada comunidad autónoma sería también aceptable.

En cuanto al decreto de los primeros compradores, que usted ha dicho que
van a modificar, si eso se refiere a la declaración que tiene que hacer
la industria, que es trimestral en este momento, podría pasar a ser
mensual a fin de que se permitiera controlar más la producción, nuestro
grupo lo valoraría positivamente. Lo que se haga para modernizar,



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sensibilizar e informar, ésa debe ser la línea y estamos seguros de que
usted lo va a tener en cuenta en la acción de su Ministerio.

Una anécdota. En cuanto a las cifras rebasadas de la leche que se dieron
en un mes determinado, creo que el sector agradecería que los servicios
técnicos pudieran darlas con antelación. Si no es en marzo, que es cuando
se acaba la campaña, que sea en junio, en abril o mayo si es posible.

Nada más, señora ministra. Le agradecemos su comprensión y nos
congratulamos por el hecho de que el anterior aplazamiento de esta
Comisión no haya tenido mayores consecuencias.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Federal de Izquierda Unida-Iniciativa
per Catalunya, tiene la palabra la señora Rivadulla.




La señora RIVADULLA GRACIA: Gracias, señora ministra, por su
comparecencia.

Quisiera decirle que he escuchado muy atentamente toda su explicación en
torno a la negociación de la OCM de frutas y hortalizas. Le doy la razón
en cuanto a lo que ha explicado en relación al conformismo del anterior
Ministro de Agricultura. Los Diputados y Diputadas que estábamos en la
anterior legislatura somos testigos de ello. Somos testigos también de
cómo se dejó pasar una ocasión de oro para sacar adelante la organización
de frutas y hortalizas y cómo se aparcó también la del vino. Pero debo
decirle, señora ministra, que las expectativas que se habían generado en
torno a qué OCM de frutas y hortalizas íbamos a tener se han visto
defraudadas. Se han visto defraudadas no tanto en relación a los puntos
que se hayan podido sacar adelante o no de la proposición no de ley que
se votó en el Congreso de los Diputados, sino porque en el preámbulo
había dos cuestiones importantísimas que eran de principio: el respeto a
la solidaridad financiera, a la preferencia comunitaria y a los acuerdos
Jumbo de 1993, que marcaban la obligación de que las reformas de los
productos mediterráneos iban a seguir las mismas pautas que las de los
productos continentales. Esa fue una promesa que ahora hemos visto estaba
incumplida. La frustración viene, señora ministra, porque en este momento
era la piedra de toque para saber si, una vez que España había reformado
aquellas organizaciones comunes de mercado que son más importantes dentro
de su sector económico agrario, se encontraba ya en pie de igualdad a las
de los productos continentales que se elaboraron mucho antes que estas
nuestras. Hemos visto que no y la frustración viene porque esta OCM no ha
salido como queríamos, pero a lo mejor puede ser, y ojalá no sea así, un
ejemplo de cómo van a ir las reformas de la OCM de aceite de oliva y del
vino, que también son productos mediterráneos importantísimos en nuestro
sector económico agrícola.

También quiero aprovechar esta comparecencia para, al igual que ha
expresado el señor Chiquillo, señalar una situación que no acabo de
entender. ¿Hay o no derecho de veto? Quiero que me digan de una vez en
qué momento se puede rechazar una propuesta de la Comisión, cuándo te
puedes plantar, cuándo no te puedes plantar. Lo que no vale es jugar a
decir, cuando se está en la oposición, que se exige el derecho de veto y,
cuando se está en el Gobierno, decir que no existe derecho de veto. Si es
posible, señora ministra, quisiera que, de una vez por todas, quedase
aclarada esta cuestión para saber a qué atenernos porque, si estamos en
minoría, no valen las declaraciones contundentes, estamos en minoría, no
se puede sacar adelante, y punto, pero no creemos falsas expectativas.

Es cierto que no podemos estar de acuerdo con una reforma que, como
también ha señalado el señor Companys, destina menos dinero a la reforma
de todo un sector importantísimo, el de las frutas y hortalizas, que el
que se va a dar a los ganaderos británicos en una cuestión coyuntural,
como las «vacas locas», para compensarles por la crisis de ese sector. No
podemos estar de acuerdo porque esta reforma necesitaba de un presupuesto
mucho más elevado ya que, tras la firma del GATT y de los acuerdos
preferenciales, vamos a tener que atender a una serie de productos que en
estos momentos están poco asistidos.

Por otra parte, señora ministra, continuamos con la nacionalización de
las ayudas comunitarias. Esto es absolutamente regresivo. Se ha ido
adelante en lo que se refiere a los fondos de retirada, que pasan el 30
por ciento. Eso es positivo, pero es inadmisible la reducción de precios
de retirada, inadmisible. Si vamos por sectores, es cierto que la
avellana se incorpora con una ayuda, pero es absolutamente insuficiente;
no se prorrogan las ayudas específicas y esa ayuda insuficiente ha
provocado que deba haber una aportación estatal que afectará a la
economía y financiación de muchos pueblos y comarcas, puesto que las
diputaciones provinciales han tenido que ir en ayuda de ese sector y
otras atenciones también necesarias para la población no podrán ser
atendidas.

En relación con el albaricoque, lamento que usted dijera en algún momento
que era un cultivo residual y minoritario, por lo que no tiene tanta
importancia que carezca de ayuda. Eso ha salido en los medios de
comunicación; si no lo ha dicho, tiene ocasión de rectificar pero, si lo
ha dicho, es desafortunado puesto que este producto afecta a comarcas muy
desfavorecidas y que tienen una escasa renta per cápita, en la comarca
del noroeste de Murcia; afecta a 5.000 productores, 44.200 hectáreas y la
verdad es que necesita una ayuda a la transformación que lamentablemente
no ha tenido.

En relación con el espárrago, cuya superficie se ha reducido en un 65 por
ciento en la región de Navarra, se ha conseguido una ayuda a la
transformación, pero debe reconocer que es absolutamente escasa, puesto
que solamente se conceden 82.000 pesetas por hectárea, cuando se pedía un
precio por kilo; y afectará nada más que a 9.000 hectáreas, cuando, según
mis datos, España tiene 18.000 hectáreas. ¿Cómo se va a repartir eso?
Esos son mis datos. El período de tres años es absolutamente insuficiente
y el problema no se habrá resuelto, sobre todo cuando la Unión Europea ha
firmado acuerdos preferenciales con los países andinos, por los cuales
esos países están exentos de aranceles, y China y otros países del
Sudeste asiático tienen reducción de aranceles. Le quiero formular una
pregunta expresa: cómo se van a distribuir esas ayudas por hectárea y



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si el ministerio piensa dar ayudas adicionales al sector del espárrago.

En relación con el aceite de oliva, el documento que nos ha planteado,
señora ministra, es compartido perfectamente por nuestro grupo
parlamentario, responde a la solicitud unánime del sector y también
responde a la resolución que ha elaborado la Comisión de Agricultura del
Consejo Económico y Social. Por tanto, sólo podemos decir que la
obligación del Ministerio y del Gobierno ahora mismo es defender ese
documento. El mismo CES le insta a que considere esto como cuestión de
Estado y también insta a que se rechace si no se hace entrega de un
documento de reflexión. Yo me pregunto hasta qué punto llegará nuestro
rechazo, cómo podremos defenderlo y cuáles son sus relaciones con otros
países del área influidos por esta reforma. La prensa de hoy informaba
que parece que el Comisario de Agricultura señor Fischler no está muy
decidido a modificar la propuesta de la Comisión. Eso es lo que dice la
prensa de hoy refiriéndose a las manifestaciones de olivareros, ayer, en
Bruselas. Por contra, está muy convencido de que con esta reforma no se
va a perder dinero y que va a ser una reforma beneficiosa. Todos sabemos
que eso no es así, por lo que le insto, señora ministra, a que continúe
en la línea del documento que hoy nos presenta.

Sobre el tema del vacuno, no voy a entrar en lo que se refiere a la
reforma de la OCM del vacuno, pero sí en lo que respecta a la situación
coyuntural en la que se encuentran los ganaderos en el momento actual,
derivada de la crisis de las vacas locas. En un primer momento, parecía
que incluso podía ir bien para el consumo nacional porque no nos
afectaba, pero nos ha afectado de lleno. Por eso, nuestro grupo ya tiene
registrada una proposición no de ley en la Comisión de Agricultura por la
que instamos al Gobierno a tomar medidas extraordinarias, excepcionales y
urgentes en materia fiscal y de Seguridad Social. Eso está en consonancia
con lo que han pedido las organizaciones profesionales agrarias cuando
solicitan la posibilidad de establecer créditos de campaña refinanciables
y una reducción del 50 por ciento del IRPF o de la Seguridad Social en
1996. Esta es una proposición no de ley que, ya digo, tenemos registrada
y, aprovechando su comparecencia, le pediría que expresase su opinión en
relación a estas ayudas que, a nuestro entender, son muy necesarias para
el sector, al mismo tiempo que la instamos a continuar con las campañas
que promuevan las denominaciones de origen y la calidad.

En ese sentido, también quisiera decirle que, al igual que el señor
Burballa le ha instado a que tenga en cuenta a las comunidades autónomas,
yo le insto a que cuente con las organizaciones profesionales agrarias
porque, al parecer, ha contado con las sectoriales, como Asocarne y
Aprovac, para programas financiados con Bruselas y no ha contado con las
opas. Yo le pregunto si va a contar con las organizaciones profesionales
agrarias para las campañas de etiquetado que permitan conocer el origen
de la carne. Esas son dos preguntas concretas que le formulo, señora
Ministra.

En relación con la cuota lechera, pienso que lo primero que tendríamos
que tener claro es que aquí se ha rebasado, pero que falta cuota, y eso
lo estamos diciendo desde hace muchísimo tiempo. Hace mucho tiempo que
estamos diciendo que falta, como mínimo, un millón de toneladas. El
portavoz del Bloque Nacionalista Galego ha dicho que en Galicia están
pidiendo dos. Ya sé que el criterio de Bruselas, de la Unión Europea, no
es el autoabastecimiento, pero quiero dar unos datos para tener una
referencia. Francia se encuentra a un nivel del 108 por ciento de
abastecimiento; Holanda, del 245 por ciento; Irlanda, del 412 por ciento;
Dinamarca, del 194 por ciento; Portugal, del 116 por ciento, y nosotros
estamos al 82,5 por ciento. Eso nos genera cantidad de problemas, que los
estamos viendo año a año, sobre si superamos o no la cuota.

Yo quisiera que aquí no pagaran justos por pecadores. Para empezar,
quisiera que no pagara nadie, pero sobre todo que no paguen justos por
pecadores, porque aquí ha habido comunidades y ganaderos que, con gran
sacrificio, se han ajustao a la cuota y ha habido otros que han
especulado. Yo quiero, señora ministra, que se delimite con toda claridad
cuáles son aquellos ganaderos que han especulado con la cuota y que
paguen íntegramente lo que tengan que pagar, pero para aquellos ganaderos
a los cuales el pago de la supertasa les implique el que, a lo mejor, no
pueden continuar con su explotación, le solicito que haya un gesto por
parte del Gobierno pues esos ganaderos necesitan continuar con sus
producciones. En cuanto a ese porcentaje, sobre el que yo quisiera que
nos diese datos y lo pudiese delimitar, le pediría que quedaran exentos
del pago de la supertasa para que puedan continuar con sus explotaciones,
porque es una producción auténticamente social.

Y en ese sentido quisiera decirle que no parece justo que sea la
industria la que tenga que hacer las compensaciones y deba decir quién ha
rebasado y quién no.

Por parte de las organizaciones ganaderas ha habido críticas en relación
a que la industria ha favorecido a los grandes y medianos productores y,
en cambio, ha desfavorecido a los pequeños productores. Nuestro grupo
parlamentario hace mucho tiempo que había solicitado la constitución de
una mesa de seguimiento de las cuotas lecheras en las que estuviesen
productores, la Administración y la industria, para hacer un seguimiento
del reparto de las cuotas. Yo quisiera que, de una vez por todas,
pudiésemos entrar en esa dinámica de actuación y no dejar a una parte,
que es la industria, con el control de ese sistema que es muy delicado.

Por último, señora ministra, quiero aprovechar su presencia hoy aquí para
decirle (es una tónica ya de nuestro grupo parlamentario) que nosotros
pensamos que si el sector agrario tiene que ir adelante tiene que hacerlo
de la mano de todos los sectores, y en ese sentido estamos completamente
de acuerdo con lo que se ha manifestado aquí en relación al apoyo a las
organizaciones interprofesionales. Estamos absolutamente de acuerdo en
que se tienen que potenciar las organizaciones interprofesionales.

Pensamos que llevamos mucho retraso y que es una vergüenza que teniendo
una ley, esa ley todavía no se haya aplicado.

Pero, señora ministra, le quiero pedir hoy aquí formalmente que se retire
de la ley de acompañamiento la adicional primera que reforma la ley de
organizaciones interprofesionales,



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que tanto debate produjo en esa Cámara, que tantas horas de discusión nos
llevó llegando al final a una situación de consenso, para que ahora, de
una forma no gratuita, porque no requiere esta reforma urgente, se vea
reflejada en la ley de acompañamiento.

Le pido, señora ministra, que se retire, que podamos debatir otra vez
entre todos los grupos parlamentarios esa reforma, en todo caso, de la
ley de organizaciones interprofesionales y que, de alguna manera,
garanticemos que los sectores de producción, transformación y
comercialización tengan, por parte de su ministerio, un trato ponderado.

Le pido que mime a las organizaciones profesionales agrarias, que las
mime, porque realmente el tener organizaciones de ámbito general que
defienden intereses generales es muy importante para el crecimiento
armónico del sector agrario y ganadero.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene la palabra la señora
Leiva.




La señora LEIVA DIEZ: Señora ministra, deseo agradecerle su presencia
aquí, aunque quiero decirle de forma muy breve, aunque quiero que conste
en el «Diario de Sesiones», que el Grupo Socialista no está de acuerdo
con el procedimiento, ya que son ocho comparecencias las que se ven en
una única sesión, de las cuales cuatro han sido solicitadas por el Grupo
Socialista. Queremos, por lo tanto, hacer pública esta queja para que
figure en el «Diario de Sesiones», puesto que cuando ya teníamos
solicitadas las cuatro comparecencias, desde el propio Ministerio, el
mismo día que el Grupo Socialista hace públicamente una queja, se
introduce la solicitud de comparecencia a petición de la ministra.

Creemos que esto es empezar con mal pie las relaciones del Ministerio, de
la ministra concretamente con el Parlamento, y le decimos que, de verdad,
nosotros queremos contribuir a colaborar en el desarrollo, en el diseño y
en el apoyo de la política agraria que este Gobierno tiene que llevar
unido íntimamente a las decisiones del Consejo de Ministros y de la
propia Unión Europea.

Por lo tanto, también cariñosamente quiero hacerle una pregunta, y es si
tiene claro quién es el Gobierno y quién es la Ministra de Agricultura.

Me parece que la Ministra debió tener ocasión, y si la desaprovechó es su
problema, de criticar al Gobierno anterior cuando era oposición. Desde
luego el Gobierno es usted y en el seno del Consejo de Ministros de la
Unión Europea la que votó fue usted. Y yo creo que le tiene que quedar
claro, porque a veces no se sabe quién es el Gobierno y quién es la
oposición. De su hora de intervención ha dedicado 10 minutos a críticas
de su antecesor, 10 minutos, el 10 por ciento de su exposición, en la
segunda comparecencia que usted ha hecho en este Parlamento.

Se lo dijimos en la primera, se lo volvemos a reiterar. Le aseguro que
queremos una oposición constructiva, le repito, y le apoyaremos en
Bruselas. Pero usted va a pasar a la historia ya por haber conseguido dos
cosas para España en Bruselas. En primer lugar, a usted le vamos a deber
la primera renacionalización de la política agraria común. Por primera
vez la política agraria común se renacionaliza, y lo vemos en dos casos
claros que usted ha expuesto: por una parte, en la organización común de
mercado de frutas y hortalizas y, por otra parte, en el asunto de las
«vacas locas». Y, en segundo lugar, la segunda cosa que le debemos a
usted es el agravio comparativo de diferente trato: usted va a permitir
que los países miembros den solución a los problemas europeos. Es decir,
en el tema de las «vacas locas» esto va a ser, al final, un «sálvese
quien pueda». Lo que el Grupo Socialista le pide es que vote en contra de
estas desigualdades de países miembros de la Unión Europea, que vote en
contra y que prime el principio de solidaridad financiera en todos los
países de la Unión Europea, todos por igual.

Le quiero decir solamente una cosa, y voy a ser muy breve porque también
nos vamos a repartir la intervención el Grupo Socialista en los
diferentes aspectos que usted ha tratado: la reforma de la organización
común del mercado de frutas y hortalizas no tuvo por qué aprobarla usted
con nocturnidad y alevosía, conjuntamente con el paquete de precios.

Ya que usted ha hablado del sector en varias ocasiones de su exposición,
quiero que me diga quién o quiénes son para usted sus interlocutores
dentro del sector agrario. ¿Qué representa para usted el sector agrario
ganadero? Porque las organizaciones agrarias le aseguro que se quejan de
lo poco que usted les consulta los temas y de lo poco que usted cuenta
con ellas; les sirve los temas en bandeja, ya en forma de decreto, ya en
forma de ley de acompañamiento, como muy bien le ha dicho mi compañera de
Izquierda Unida.

Me voy a centrar ya en el paquete de precios y daré paso al resto de mis
compañeros para los temas específicos. En el paquete de precios voy a
empezar por el final de lo que usted ha expuesto: el viñedo. Nos ha dicho
lo que representa para España el total de nuevas plantaciones permitidas.

Es verdad, es un porcentaje elevado, pero usted ha omitido que el nivel
máximo anual de descepe permitido para las dos próximas campañas es
prácticamente el 50 por ciento de los arranques concedidos a la Unión
Europea. Es decir, que lo que el Gobierno socialista intentó parar en los
arranques en España usted lo va a conseguir vía continuación de programas
de arranques en comparación a nuevas hectáreas concedidas a países
miembros. Dicho de otra manera, si elevamos la ratio o comparamos la
ratio de todos los países en hectáreas permitidas para descepe y
hectáreas permitidas de nuevas plantaciones, España es el país que más
porcentaje tiene en estas características.

Y le voy a decir que usted consiguió las nuevas plantaciones, y ha sido
porque cuesta poco dinero para Europa; me parece muy bien que usted
consiga nuevas plantaciones para España para viñedos de calidad, porque
es riqueza para nuestro país. Me parece muy bien.

Yo no sé si voy a tener luego capacidad de réplica. Mis compañeros le han
pasado notas y espero que no vengan acusando de que La Rioja fue el único
sitio donde se arrancó viñedo. En este caso se puso la venda antes de la
herida, por cumplir y hacer cumplir la legalidad vigente; quiero que
quede constancia de ello.




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Pasando a otro aspecto, en el tema de la ganadería creo que tenía que
haber conseguido unir las primas y, sobre todo, haber elevado el número
de cabezas con derecho a prima. Estamos hablando de la negociación de
precios y de medidas conexas. Es el capítulo al que me estoy remitiendo.

Creo que ha hecho un flaco favor al no haber conseguido elevar este
incremento para las primas de los ganaderos españoles.

En las leguminosas nos parece preocupante, ya que, en todo caso, se ha
concedido muy poca superficie en comparación con la que se pedía para
toda la Unión Europea. También creemos que se debería haber conseguido un
incremento en la tasa de azúcar y nos parece que, cuando menos, es
peligroso que el incremento de la cuota láctea haya quedado dormido en
los laureles para mejor ocasión.

Por tanto, no voy a extenderme más. Simplemente, quiero decirle que
queremos que, en el futuro, comparezca con más frecuencia en la Comisión
de Agricultura, tantas veces como sea necesario, y que no tengamos, por
tanto, que agrupar tantas comparecencias en una.

A continuación, en el mismo orden de exposición que ha seguido la
ministra, por parte del Grupo Socialista, tomarán la palabra don
Francisco Amarillo para la OCM de frutas y hortalizas; don José Pliego
para el aceite de oliva; para el sector vacuno, Demetrio Madrid, y para
la cuota láctea, Pepe Blanco.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Amarillo.




El señor AMARILLO DOBLADO: Señor Presidente, continuando con el
razonamiento que hacía mi compañera, Ana Leiva, sobre frutas y hortalizas
ya hemos tenido alguna pregunta en el Parlamento. Aunque nos gustaría que
la cuestión fuese totalmente opuesta, tenemos que decir, con toda
franqueza, que es sencillamente frustrante, y lo es con una falta de
coherencia --dicho sea con toda la benevolencia del mundo-- por parte de
su propio discurso.

Constará en el «Diario de Sesiones» que la señora ministra, de forma
reiterada ha dicho: Llegué, mejoré esto, mejoré lo otro, mejoré lo de más
allá... Hizo tantas tantas mejoras, que lo menos que se puede decir es
que aquello estaba inamovible, pero si estaba inamovible, señora
ministra, reconocerá que no se pueden hacer tantas mejoras. Por tanto,
era movible y, al parecer, era movible absolutamente todo y, desde luego,
lo que usted no movió fueron las frutas y hortalizas. El tema de frutas y
hortalizas intentó usted arroparlo con una cierta unanimidad. Nos ha
pronunciado aquí, en esta sala --y también constará--, varias veces la
palabra unanimidad. Resulta que la unanimidad expresada por usted, cuando
se habla con los interlocutores, no existe; dicen que no.

Yo le voy a hacer una sugerencia a la señora ministra respecto a la
unanimidad, para que no haya equívocos. En la siguiente comparecencia,
cuando tenga que manifestarnos alguna unanimidad, sería bueno que nos lo
diera por escrito, es decir, un escrito en el cual esté estampada la
firma de aquellos grupos que estén de acuerdo, sean sindicatos,
organizaciones profesionales agrarias, conferencia sectorial, algunos
consejeros, y será un documento de gran utilidad. Mientras tanto, en vez
de unanimidad, comprenda, señora ministra, que de lo que tendremos que
hablar es de opinión: que, en su opinión, parece que están de acuerdo.

Resulta que la realidad demuestra después que la opinión la están
manifestando en la calle los agricultores y parece que no es porque estén
precisamente de acuerdo.

La organización común de mercado de frutas y hortalizas, por sí misma,
por las ausencias, por lo que no hay, sería rechazable, pero es muchísimo
más rechazable por lo que hay. Además, lo que hay --y se lo digo con toda
la fraternidad del mundo-- es realmente malo y también me cuesta mucho
creer que la señora ministra defienda cuestiones como si fueran un éxito,
y nos dice tan convencida, e incluso algún portavoz también lo ha dicho,
algo así: Esto de la sandía y el melón está estupendo. Le hemos puesto un
precio de retirada y es algo maravilloso que lo hayamos introducido...

Señora ministra, es un fracaso tremendo, y le voy a decir por qué. El
precio de hundimiento del mercado del melón y la sandía, está sobre las
12 pesetas. Se llama precio de hundimiento de un cultivo cuando los
costos de ese cultivo son superiores al precio de mercado, lo que quiere
decir que un precio de retirada, que es la mitad del precio de
hundimiento, lo único que hace es introducir un factor a la baja en el
mercado, que es lo que usted hizo; es decir, el mercado estaba hundido y
lo acabó usted de hundir más con el precio que nos dio y, además, ha
fijado un precedente: en cuanto haya excedente, ya se sabe a qué hay que
poner el precio. Antes, el mínimo estaba sobre las 12 pesetas; ahora los
ha puesto usted a 6 pesetas.

Vender como un éxito que ha congelado usted la cuota de tomate
industrial, tomate para concentrado; ha disminuido las ayudas al tomate
concentrado, cuando nuestra industria tiene el doble de la capacidad y
cuando en nuestro entorno se sube espectacularmente la cuota y
contemplando el marco de acuerdo que hay con países terceros, está
colocando usted en una situación delicada, no sólo ya al cultivo del
tomate sino a la industria del tomate, la cual se pone sobre ruedas y se
traslada con una facilidad tremenda; nos ha puesto usted los pelos de
punta con el asunto del tomate.

Sobre el espárrago, ya tuvimos una pregunta. Le aseguro, señora ministra,
que los espárragos, que siempre hemos tenido fama por su calidad y por
ser tiernos, vamos a acabar cortándolos con hoces; vamos a tener
esparragueras de 20 años. Sobre la avellana, para qué hablar.

En todo este mare mágnum, lo importante es la falta de criterio. Yo le
voy a hacer una pregunta que es importante como política agraria. Toda
OCM tiene distintas partes: producciones, por un lado; mercado, por otro.

En la ordenación de producciones, ¿cuál es su criterio? ¿Con qué criterio
unas veces ayudan a la producción y con qué criterio ayudan otras veces a
la hectárea? Algún criterio tendrá la señora ministra y dirá: Para los
frutos de pepita tengo tal política; para los frutos de no sé qué tengo
tal otra... y por eso en unos apoya la producción y en otros apoya la
hectárea. Señora ministra, sería muy ilustrativo que usted nos lo aclare.




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Sería también importante que usted nos aclarase sus criterios de mercado,
porque, ¿qué se pretende cuando se introduce por la vía precio en un
mercado? Pues es una producción que tenemos, que está por debajo o
tenemos otra producción competitiva y, a lo mejor, queremos saldar el
diferencial. Sin embargo, ya hemos visto en el espárrago que eso no es;
ya hemos visto en la avellana que eso tampoco es, que usted se queda muy
por debajo de esos diferenciales. Esto quiere decir que usted tendrá
algún otro criterio, porque dése cuenta de que si el diferencial de
precio con otro producto está en 50 unidades --no le hablo en pesetas,
voy a hablar de unidades de cuenta-- y usted pone 10, da exactamente
igual, porque sigue siendo poco competitivo. Por tanto, en cuanto a
criterios de precio, que es fundamental para una organización común de
mercado, nos tendrá usted que decir cuál es, porque dar una ayuda de
carácter temporal es un brindis total al sol, no sirve absolutamente para
nada.

Hay abundantes temas que, por la brevedad del tiempo, son difíciles de
tocar, pero algunos preocupan muchísimo: la vertebración del sector; no
le he oído nunca la palabra cooperativa; y al hablar de organizaciones de
productores de frutas y hortalizas, es importante el movimiento
cooperativo. Señoría, en lo que estamos haciendo respecto a cómo vamos
ensamblando la vertebración del sector productivo y la vertebración de
los productores, tengo un cierto miedo. Por ahí hay alguien que está
haciendo ya un juego semántico y está distinguiendo entre productores y
producto y, esta distinción entre productores y productos, también me
llama mucho la atención, porque, dése cuenta, señora ministra, que esta
distinción entre productores y productos nos puede llevar a colar de
matute a gran parte de la red intermediaria que tenemos que,
precisamente, no es lo que da modernidad a nuestras redes comerciales,
sino precisamente anacronismo.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, tienen que intervenir tres Diputados
más. Termine, por favor.




El señor AMARILLO DOBLADO: Con esto termino, señor Presidente. Señora
ministra, me parece usted una mujer de buenas intenciones, pero estará
más familiarizada con Santa Teresa que yo, y recuerde aquello que decía
que el infierno está lleno de gente con buenas intenciones.




El señor PRESIDENTE: El señor Pliego tiene la palabra.




El señor PLIEGO CUBERO: Señor Presidente, señora ministra, soy Diputado
por Jaén y he seguido con mucho interés su intervención en general, y
particularmente en lo que afecta a la OCM del aceite de oliva. Créame que
valoro positivamente la postura firme que usted ha mantenido aquí sobre
ese tema, si bien es cierto que estamos en posicionamientos teóricos y el
lenguaje oral es muy sufrido, lo aguanta todo. Yo confío --y me parece
más importante-- que en este tema, a lo largo del período que nos espera
y en la fase final del resultado a que se llegue, la postura que usted
mantenga sea de la misma firmeza.

Como usted conoce, la reforma que se propone tiene algunos parámetros que
la definen perfectamente. En primer lugar, modifica sustancialmente la
existente, no se trata sólo de algunas correcciones de tipos de fraude,
organizativas, en las que todos estamos de acuerdo. En segundo lugar, en
el pequeño espacio recorrido, se está haciendo de espaldas a España, que
es el primer país productor, y, en tercer lugar, perjudica gravemente los
intereses de España, especialmente de algunas comunidades autónomas o
provincias, como Andalucía y Jaén.

Por tanto, cuando usted habla de abrir un documento de reflexión previa,
que es preceptivo, apoyo totalmente la idea. Ha dicho usted que se abra
en cada país y que participen las asociaciones del sector. Me da usted
una alegría, porque en la proposición no de ley presentada por el Grupo
Parlamentario Socialista, que se va a ver la semana que viene en esta
Comisión de Agricultura sobre este tema, nos hemos autoinventado,
proponiendo que en esta Comisión de Agricultura comparezcan las
asociaciones representativas del sector y manifiesten su postura. Por
tanto, por una cuestión de extrapolación, entiendo que será aprobada por
su grupo.

No coincido, en absoluto, cuando usted habla de una cierta postura
homogénea de los países productores en Europa; y no coincido,
sencillamente, porque no es cierto. Señora ministra, si fuese cierto eso,
no existiría el documento que con carácter informal funciona, operaría
con carácter inmediato el mecanismo de bloqueo --que eso sí lo conoce
usted y que es distinto al veto-- y, en cualquier caso, por sentido
común, no sería posible hacer una reforma en contra de la postura de los
países productores de ese sector. Por tanto, la postura que ha
manifestado no se corresponde con la realidad.

La responsabilidad de la negociación, obviamente, corresponde al Gobierno
de la nación, pero le diré que la postura del Grupo Parlamentario
Socialista en este tema va a ser de apoyo total al Gobierno y
especialmente a usted, como Ministra de Agricultura, pero un apoyo
condicionado. Tiene nuestro apoyo para negociar unos determinados
parámetros de la reforma, si es que se produce, no para cualquier cosa. Y
los parámetros son cinco, señora Ministra. Uno, ayudas a la producción;
segundo, mantenimiento de la intervención; tercero, ayudas al consumo;
cuarto, tema de mezclas de aceite; quinto, lo apuntaba el representante
de Convergència i Unió, el tema relacionado con el olivar marginal,
complementario; no marginal en el sentido de olivicultura sino también en
el sentido social y en el sentido medioambiental.

Señora ministra, yo no tengo ningún dato objetivo para dudar de que la
postura del ministerio sea firme, nítida y contundente y, por tanto, no
lo manifestaré. Sí tengo algunas preocupaciones. Por ejemplo, que en la
prensa se haya comentado como postura del ministerio --sea cierto o no--
que se puede hablar de partir en la mitad del camino, 50 por ciento
ayuda, 50 por ciento árbol, y nadie haya manifestado postura nítida
alguna al respecto; sencillamente, me surge una duda.

Otra más. El martes, cuando se estaba programando una manifestación en
Bruselas que todo el mundo ha calificado



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de positiva y de muy interesante, hubo unas manifestaciones suyas en la
radio, y una rueda de prensa del Gobernador Civil de Jaén --que en
general no coge la onda ni aunque le toquen un tambor--, indicando una
postura que no se correspondía con la realidad, y es que el tema --y fue
titular en la prensa de Andalucía, dicho por el Partido Popular-- se
había paralizado indefinidamente. Eso, en primer lugar, no se corresponde
con la realidad y, desde luego, tal como se dijo, o es una ingenuidad o
pretendía alguna otra cosa con respecto a esas movilizaciones que yo, en
principio, prefiero dejar entre paréntesis.

Señora ministra, estamos hablando de un tema de fuerte trascendencia
social. Usted lo ha explicitado y es necesario que el Gobierno mantenga
una postura firme y comprometida. Créame que deseo y espero que esa
postura se mantenga a lo largo de todo el proceso y podamos llegar a esa
solución final. Ahora bien, si así no fuere no tenga la menor duda de que
nos tendrá enfrente, con una postura firme del Grupo Parlamentario
Socialista.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Blanco; por favor, sea
breve.




El señor BLANCO LOPEZ: Voy a ser breve. Anuncio que el Grupo Socialista
va a solicitar una comparecencia para abordar en profundidad todos los
problemas relacionados con el sector lácteo, que hoy no es posible
abordar. Sobre todo queremos solicitarla para ofrecerle, señora ministra,
la colaboración del Grupo Socialista para abordar un problema. No nos
preocupa, señora ministra, aunque parezca lo contrario, en este tema
hacer un desgaste del Gobierno. Queremos abordar el problema. Queremos
abordarlo en el presente y, sobre todo, establecer unas pautas que
garanticen el futuro del sector y que abran la puerta de la esperanza a
cientos de explotaciones agrarias de comunidades autónomas, donde el
sector lácteo es muy importante, que en estos momentos tienen una gran
preocupación.

Agradezco que hoy no haya dicho en esta Comisión que el problema era el
de unos pocos que habían abusado (como me ha dicho en su día en otro
debate), aunque para ello haya tenido que observar desde su despacho una
manifestación de más de 15.000 ganaderos en una ocasión y de más de 2.000
ganaderos en otra. Creo que va empezando a darse cuenta de la dimensión
que tiene el problema --usted siempre se refiere a la negociación con la
Unión Europea a pesar de que la negociación fuera más o menos exitosa-- y
tiene que reconocer que el sector lácteo se ha desarrollado en niveles
inimaginables en estos últimos 10 años. Por poner un ejemplo, sólo de
nuestra comunidad: aunque se hubiera negociado una mayor producción en el
año 1985, sólo en Galicia se pasó de producir 1.100.000 litros a producir
1.800.000 litros, en tan sólo 10 años. Por consiguiente, ha habido un
cambio espectacular porque muchas personas han visto en el sector lácteo
su futuro y el futuro de las explotaciones agrarias.

Ese es un problema real que tenemos en este momento, que tenemos que
afrontar entre todos en este momento, porque no es suficiente con decir:
asuman la supertasa y no produzcan más de la cuota que tienen asignada
para el año sucesivo, porque eso es tanto como decir: cierren muchas
explotaciones agrarias de comunidades específicas cuya base de producción
es sólo la leche y si se mantiene en unos niveles de producción de la
cuota asignada, su explotación no es rentable ni es competitiva porque
está muy por debajo de la media europea.

Por tanto, entre todos tenemos que conseguir esa capacidad y esa
ampliación de cuotas; con el esfuerzo de todos como país, y sabe que en
ello va a tener nuestra colaboración. Pero para eso no podemos este año
pagar la supertasa, ni tiene que empezar a funcionar la inspección, para
decirle a las industrias que no se recoge la leche si se exceden en la
campaña que viene. ¿Sabe por qué, señora ministra? Porque si a un
ganadero le dice: el año que viene no produzca más aunque luego vamos a
negociar una capacidad de producir mayor, le está diciendo: venda sus
vacas, cierre una parte de su explotación. Y al cabo de dos años no le
puede decir: ahora que conseguí la ampliación vuelva a comprar las vacas
para producir en los niveles de la ampliación que se pueda conseguir. Por
tanto es un problema importante.

Hoy solamente nos ha ratificado una cuestión, que la supertasa, la multa,
la dimensión de la multa, aun tratando de aminorarla, que para mí no es
una solución, no la van a pagar los ganaderos; eso no es solución.

Abórdese la supertasa de este año por el Gobierno; negociemos con el
esfuerzo y el apoyo de todos los grupos parlamentarios de esta Cámara una
capacidad de ampliación desde planteamientos específicos de comunidades
autónomas, teniendo en cuenta esos criterios socioeconómicos a los que
usted hacía referencia y, entre todos, seremos capaces de dar una
alternativa y vislumbrar y dar luz a un sector que está muy preocupado
--créamelo--, excesivamente preocupado, por la falta de horizontes y la
falta de respuesta que en estos momentos se está dando desde el
Ministerio de Agricultura. Tendremos oportunidad de profundizar, con
propuestas de futuro que le queremos hacer, en esa comparecencia que ya
le anuncio que vamos a solicitar.




El señor PRESIDENTE: Señor Madrid, por favor, tiene un minuto.




El señor MADRID LOPEZ: Voy a ser muy breve, señor Presidente, señoras y
señores Diputados.

Señora ministra, creo que usted habrá entendido --en un paso más, en la
acción de las responsabilidades políticas-- que la política, además, es
pedagogía. Es decir, la política democrática, si es algo, es pedagogía y,
por tanto, sitúa a cada uno, en las diferentes alternancias que tiene el
poder, donde los ciudadanos han decidido, y los ciudadanos,
democráticamente, a ustedes les han otorgado la responsabilidad de
gobernar. Pero, además, una parte muy importante de la actividad de su
ministerio se refiere a políticas comunitarias, a lo que son los trabajos
de cooperación y de actuación, complicados siempre por los intereses
nacionales de la Unión Europea. Eso quiere decir que usted tendrá que
contar necesariamente y de buena fe con las aportaciones que el Grupo
Socialista y los demás grupos



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estamos dispuestos a ofrecerle. No podemos seguir escuchando
manifestaciones como las de ayer del señor Aznar --y que hoy usted de
alguna manera ha repetido-- queriendo silenciar depende qué cosas los
socialistas tengamos que decir. Las vamos a decir igual. ¿Que durante
catorce años alguna cosa no hemos hecho bien? ¡Claro que sí! Pero usted
debería reconocer que hay algunas cosas --muchas, y acaba de manifestarlo
el compañero que me ha precedido en el uso de la palabra-- que han
mejorado el sector indescriptiblemente respecto de cómo estaba unos años
atrás. Usted, señora ministra, procede de una comunidad --desde el punto
de vista político-- que conoce muy bien la calidad de vida para suerte de
todos nosotros y de nuestros agricultores y ganaderos. Pero en ese
trabajo que ha de realizar usted, impulsada por los mandatos de esta
Cámara, por las iniciativas del Gobierno, debe contar con nosotros. No
puede decir usted cosas distintas en pocos días, como ocurrió con la
situación desgraciada del asunto de las «vacas locas». Estas
declaraciones usted sabe que despistaron no solamente a los productores,
a los ganaderos, sino también a los consumidores, al conjunto de nuestro
país.

Usted se debería apoyar mucho más en nosotros --no le pido humildad,
aunque usted ha mencionado esta palabra en repetidas ocasiones--, porque
tampoco nosotros queremos hacer guerra de una situación tan importante
como es la tarea constructiva, que también forma parte del Estado del
bienestar. Usted habla de honradez, de humildad, pero al mismo tiempo
habla del combate, del encarnizamiento, de las filtraciones, etcétera.

Todas esas cuestiones tienen un sentido dialéctico, lo comprendo, pero
habría que intentar conducirlas a aspectos productivos de nuestro peso
político en el conjunto de la Comunidad.




El señor PRESIDENTE: Señor Madrid, le ruego que vaya abreviando. Saben
ustedes que han rebasado ampliamente el tiempo previsto y creo que, por
deferencia al resto de los grupos que han intervenido menos que ustedes,
debería concluir lo antes posible.




El señor MADRID LOPEZ: Señor Presidente, yo no utilizo demasiado los
tiempos parlamentarios y le recuerdo a usted que el Grupo Socialista ha
presentado cuatro iniciativas que hubieran sido merecedoras de una sesión
cada una de ellas. Por lo tanto, si llegamos a consumir veinte minutos,
fíjese usted la cantidad de esfuerzos que estamos evitando a la Cámara y
a nuestros compañeros parlamentarios. No obstante, voy a seguir su
recomendación para terminar formulando algunas preguntas.

Recordaré --sin consumir mucho tiempo, nada más que telegráficamente--
cómo los males de nuestro país se vieron tan agravados y tan en
solitario, por ejemplo, con el tema del porcino --que usted recordará
porque su provincia lo sufrió mucho-- y que nosotros hemos tenido que
compartir solidariamente con los males de algún otro país, en este caso
Gran Bretaña. Pero usted que ha votado el riesgo, desde nuestro punto de
vista, de la renacionalización, yo le pregunto a usted dónde está. Deseo
que haga usted una manifestación positiva en este sentido. Por cierto,
¿qué tal se entiende usted con el comisario? Me refiero políticamente.

(Risas.) Sí, no se rían. Yo creo que tiene mucho interés, porque la
complejidad es también complicidad y, a veces, en la política de
relaciones hay que buscarse amigos (Rumores.) entre los propios colegas y
los gobiernos nacionales o Estados para conseguir sacar adelante
determinados temas en los que uno tiene que comprometerse en otras
ocasiones con los demás.

Me gustaría conocer también si va a poner en marcha inmediatamente el
ofrecimiento que le han hecho las organizaciones profesionales y todo el
sector respecto a esas campañas de relanzamiento de nuestros productos.

No quiero extenderme más y tampoco me quiero frustrar --me ocurre lo que
al compañero catalán, que se puede frustrar--, aunque la experiencia
personal ya hace que hagamos otros ejercicios de otro tipo para no
frustrarnos en estos momentos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular tiene la palabra el señor
Pascual.




El señor PASCUAL MONZO: Inicio mi intervención, después de las últimas
manifestaciones, quizás en un ambiente con excesiva acritud y quisiera
moderar el debate.

En primer lugar, quiero felicitar a la Ministra de Agricultura por el
cambio de talante que ha supuesto su intervención --y en concreto me voy
a referir a la comparecencia sobre la OCM de frutas y hortalizas--, por
un lado, por la claridad en la exposición que nos ha hecho y, sobre todo,
por la valentía con que ha abordado diversos temas, no solamente
relativos a frutas y hortalizas, sino también a los de las otras
comparecencias. Y quiero felicitarla también por el cambio de talante que
ha supuesto la nueva acción de gobierno por parte de la señora ministra
en la defensa de los intereses hortofrutícolas españoles ante la Unión
Europea, ante Bruselas. Frente a la docilidad por parte de anteriores
gobiernos, creo que si la señora ministra ha cometido un pecado
--haciendo una cita religiosa, como la ha hecho un portavoz
anteriormente--, ha sido el de presentar batalla sobre una causa como era
la OCM de frutas y hortalizas si no perdida, prácticamente cerrada,
cuando a España la representaba el anterior Gobierno socialista. Y el
pecado de la señora ministra ha sido presentar batalla y no dar por
perdida la OCM de frutas y hortalizas, como muy bien ha expuesto antes y
como ponen de manifiesto los documentos, por ejemplo, intervenciones en
el Congreso del Ministro Atienza, exposiciones en el boletín del
Ministerio del anterior Secretario General de Producciones y Mercados
Agrarios, señor Barreiro Seoane, o la misma comunicación del Ministerio
de Agricultura de enero de 1995.

No hay que olvidar, señorías, que el momento actual es consecuencia de lo
anterior: el Tratado de adhesión, que se firmó en muy malas condiciones
por parte de los gobiernos socialistas presididos por don Felipe
González; Tratado de adhesión que no han sido capaces de modificar hasta
este momento, porque solamente se ha modificado en beneficio de España
como consecuencia de que se iba a beneficiar un país tercero, como
Marruecos, por ejemplo, en 1992, y para que España no estuviera en peores
condiciones se



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tuvo que mejorar el Tratado para España, pero no por la acción del
Gobierno de entonces; o por el Acta Unica Europea, por la que en 1993 se
tuvo que adelantar el período de adhesión, pero no por la acción del
Gobierno socialista, sino por el Acta Unica Europea. Por lo tanto, me
extrañan las críticas que se están virtiendo sobre la acción de la señora
ministra cuando ha presentado batalla, cuando no ha conseguido --y lo ha
reconocido ella-- todo lo que hubiéramos querido para España, pero ante
una postura española cerrada, la señora ministra tuvo gran valor en
enarbolar la bandera, de defenderla y conseguir esas mejoras precisamente
en los puntos más importantes, que son los puntos financieros.

No estoy de acuerdo con las manifestaciones que se han vertido aquí en el
sentido de que no se ha cumplido el Consejo jumbo. Yo creo que se cumple
fielmente el Consejo jumbo en lo que se refiere al mismo trato financiero
para las OCM pendientes que para las ya aprobadas. Lo que cambia es la
forma de financiar la OCM. En vez de dar dinero a la hectárea, como
ocurre con los herbáceos, se destina una parte de ese dinero a la
indemnización complementaria de retirada y un 50 por ciento para las
medidas de los programas operacionales. Ahí es donde está la labor de la
señora ministra, porque lo que antes era inaceptable y vulneraba el
Consejo jumbo, que era aceptar la financiación --y así lo reconocía el
Ministro Atienza en el Pleno de esta Cámara--, cuando solamente se podía
dedicar un 10 por ciento del fondo operacional a la retirada y un 90 por
ciento solamente para medidas medioambientales, gracias a la labor de la
señora ministra, gracias a la nocturnidad --como decía un portavoz
anterior, porque mantuvo a los ministros hasta las cuatro de la mañana
por no dar su brazo a torcer--, los programas operacionales se han
ampliado y la Unión Europea va a financiar medidas estructurales tanto en
producción como en comercialización, porque los fines de los programas
operacionales se han abierto de una forma importante, con lo cual van a
ser más asequibles y mejor aceptados por el sector. Eso hay que
comprenderlo así, o seguimos con la ayuda a la hectárea simplemente, que
a lo mejor en otros cultivos es la solución, pero en un producto como
frutas y hortalizas, que son productos perecederos, no se puede aplicar
así y sí de la forma en que se ha aprobado. Creo que con la acción de la
señora Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación, modificando los
fondos operacionales, ha cambiado de forma muy radical lo que es la OCM
de frutas y hortalizas, en la que no voy a entrar con más detalles,
porque ella lo ha explicado suficientemente.

Por tanto, ministra, tengo que felicitarla también por el cambio de
talante, sobre el trabajo o la apertura que ha hecho el Ministerio de
Agricultura, Pesca y Alimentación, recorriendo España, recorriendo las
provincias, explicando a los sectores lo que quizás en un momento no se
comprendió, y es sacarle el máximo rendimiento a esta OCM de frutas y
hortalizas. El ministerio, frente al secretismo, que yo he denunciado en
esta Cámara, con que han llevado las anteriores negociaciones de OCM de
frutas y hortalizas por parte del anterior ministro, está recorriendo
España, está celebrando mesas de trabajo con el sector agroalimentario de
frutas y hortalizas para sacarle el máximo rendimiento a la OCM de frutas
y hortalizas.

Como decía el portavoz que me ha precedido en la palabra, una de las
cuestiones que más preocupan es la creación de OPFH. Tenemos un nivel
bajísimo de OPFH --en eso estoy de acuerdo con ustedes--, pero tienen que
reconocer conmigo que poco se ha hecho hasta ahora en ese tema. Es más,
alguien que lo ha criticado y ha tenido responsabilidad de gobierno en su
comunidad autónoma, tiene que reconocer que, frente al bajo nivel de OPFH
que hay en este país, que hay 417 al 31 de diciembre de 1995, en su
comunidad autónoma solamente hay siete. Si tanto preocupan las
cooperativas y las organizaciones de productores de frutas y hortalizas,
han tenido bastantes años de gobierno como para poder haber aumentado el
número de OPFH. Es más, el último o los dos últimos años solamente se
hizo una cuando se sabía que precisamente en el documento de reflexión
del año 1994, el instrumento básico para desarrollar la OCM iban a ser
las OPFH. Por lo tanto, se critican cosas que cuando se ha estado en el
Gobierno y se han podido hacer no se han hecho. Me parece una actitud muy
poco ética políticamente hablando.

Simplemente quiero aclarar un concepto que ha expuesto la señora
Rivadulla. La postura del Grupo Parlamentario Popular en cuanto al tema
del veto ha sido clarísima. Aquí, como muy bien sabe, compareció todo el
sector hortofrutícola en la Comisión Mixta de la Unión Europea; hubo
varias asociaciones que hablaron del veto, pero el Partido Popular no
cayó en la postura fácil y rentable políticamente de haber exigido en la
moción que se hubiera aplicado la palabra veto y simplemente optó por que
se rechazara, ya que era lo ideal y hubo acuerdo, la OCM si no era
aceptable. En estos momentos y con las modificaciones habidas es
aceptable. Por lo tanto, señora ministra, le agracedemos ese cambio de
talante, esa defensa de nuestros intereses hortofrutícolas en Bruselas.

Quizá haya algunos que como veían que era imposible hacerlo y ahora se
han dado cuenta de que se puede hacer, no lo quieran aceptar, pero en
política hay que aceptar las realidades como son.




El señor PRESIDENTE: ¿Algún portavoz desea intervenir? (Pausa.)
El señor Madero tiene la palabra.




El señor MADERO JARABO: Como complemento a la información y a las
palabras que acaba de pronunciar mi compañero señor Pascual, simplemente,
el Grupo Parlamentario Popular de manera esquemática quiere agradecer a
la ministra la información que ha proporcionado. En particular, en el
tema de la OCM del aceite de oliva, creo que hay una coincidencia
general, tal como señaló, en que se ha producido un sesgo positivo
mediante el parón que ha sufrido el proceso en cuestión y la presunta
aparición de un documento de reflexión que se someta a debate, donde se
incida fundamentalmente en la ayuda a la producción, y, asimismo, de
manera paralela, por ejemplo, con las medidas de acompañamiento que
puedan producirse en la PAC, aquí, en el olivar, podrían plantearse así o
eso al menos me



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ha parecido deducir de sus palabras, lo cual es de un interés notable.

En el tema de precios agrarios y medidas conexas para la campaña
1996-1997, de toda la relación que nos ha dado la señora ministra, a
nuestro grupo le parece de gran interés el tema, porque además culmina de
alguna manera las aspiraciones del Grupo Parlamentario Popular tantas
veces expresadas en materia de leguminosas con esas hectáreas de
superficie máxima y esa subvención que nos ha anunciado y asimismo, en el
capítulo vitivinícola, el aumento de superficie de replanteo y la
limitación de arranque.

Dentro del sector vacuno y del dossier que nos ha presentado, preferimos
apuntarnos a la iniciativa de la señora ministra, que nos parece buena y
acertada, en el sentido de comparecer para informar monográficamente
sobre este tema importante. No tengo nada más que agregar. Asimismo, en
el tema de la cuota láctea y del gravísimo problema que tenemos planteado
en España con el tema del sector lácteo de vacuno, nos parece que es
abrir una ventana a la esperanza, como han señalado otros portavoces de
otros grupos, apoyar de manera decidida el tema de las
interprofesionales, que será la mejor forma de impulsar a producir las
cantidades que debamos producir y sobre todo con las calidades que sean
necesarias.

Poco más quiero añadir. En todo caso no deseo rebasar la cuota de tiempo
para no pagar la supertasa que supondría la admonición del Presidente.

Algunos portavoces parece que se olvidan lo que en esta Comisión y en
esta Cámara ha estado pasando durante tantos meses y tantos años y que
ahora, cuando ven que se les aplica la misma receta, que por cierto está
en el Reglamento, laxamente interpretado por el señor Presidente, parece
que se molestan. Entendemos que la disciplina de los tiempos, así lo
entiende mi grupo, señor Presidente, es importante y sobre todo para
evitar que algún grupo cuanto más tiempo intervenga aumente la
probabilidad de decir vaguedades o de hacer demagogia. No se puede
aceptar sin pestañear un exordio ardoroso cuando se habla de la cuota
láctea sin señalar dónde está el origen. El problema lo tenemos ahora,
pero el origen sabemos dónde está y sabemos con nombre y apellidos quién
era quien defendía a España, supuestamente defendía a España, en nombre
del Gobierno español, en este tema. Por tanto, de aquellos polvos, estos
lodos. Ahora tenemos el problema, pero la culpa hay que buscarla a mi
derecha, geográfica, se entiende. (El señor Blanco López: Tu derecha en
Galicia.)
Asimismo --lo digo casi en clave de humor--, me gustaría que en vez de
hacer recomendaciones de tipo ascético o religioso, volviéramos un poco a
las costumbres españolas. En vez de citar a Santa Teresa, a mí me
gustaría, señor Presidente --repito, en clave de humor--, recordar en
esta Comisión que el amarillo es un color de mal fario para toreros y
artistas. (Rumores.)
En fin, no quisiera continuar por esa línea sino abreviar mi
intervención, diciendo que agradecemos, en nombre del Grupo Popular, a la
señora ministra la información que nos ha remitido a esta Comisión, al
tiempo que animamos al Gobierno a seguir luchando en la directriz marcada
por la ministra en apoyo de la agricultura y ganaderías españolas. Sí es
verdad que se ha planteado en esta Comisión una pregunta que yo creo que
no ha debido agotar la materia gris de quien la ha hecho: que si sabemos
quién es el Gobierno y quién es la oposición. Señor Presidente, señora
ministra, el Grupo Popular lo sabe perfectamente, y, aunque sea una
obviedad, repetimos que efectivamente lo tenemos muy claro, somos el
Grupo Popular, su Grupo Popular que apoya al Gobierno, a nuestro
Gobierno, y nos parece --con esto termino-- muy positiva su comparecencia
de esta tarde ante esta Comisión.

Asimismo, sus intervenciones ante el Consejo de Ministros de la Unión
Europea nos parecen clarificadoras y que están dando un nuevo sesgo
positivo a la agricultura y ganadería españolas. Sobre todo quiero poner
de relieve las comunicaciones que el Presidente del Gobierno, señor
Aznar, tiene, entre otros, con el Presidente de la Comisión, señor
Santer. Creemos que todo ello ha contribuido de manera decisiva en favor
del campo español y que en unos meses se ha hecho bastante más que en
varios años. (El señor Amarillo Doblado pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo.




El señor AMARILLO DOBLADO: Señor Presidente, muy brevemente, por
alusiones.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Amarillo, yo creo...




El señor AMARILLO DOBLADO: He sido clarísimamente aludido por el
apellido, directamente, y otra vez indirectamente. Dos veces he sido
aludido.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, yo creo que alusiones...




El señor AMARILLO DOBLADO: Pido el amparo, muy brevemente, del Presidente
y sé de su benevolencia que me dejará treinta segundos, no más.




El señor PRESIDENTE: Es que no ha habido alusiones. Responsabilidades de
gobierno hemos tenido...




El señor AMARILLO DOBLADO: Las alusiones han sido claras.




El señor PRESIDENTE: Responsabilidades de gobierno hemos tenido muchos de
los que se sientan en esos bancos y también...




El señor AMARILLO DOBLADO: No, no, si la alusión es al apellido. He sido
nombrado con la alusión al color amarillo. He sido aludido directamente.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, a mi juicio ha sido una alusión a un
color. Yo no quiero sacar ningún refrán. Comprenda que hemos tenido unas
intervenciones sumamente largas. Como ha dicho el portavoz del Grupo
Popular, hemos interpretado el Reglamento laxamente y



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entiendo que por cortesía debería ser la ministra la que ahora
contestara.




El señor MADERO JARABO: Señor Presidente, para una cuestión de orden. He
dicho que hablaba en clave de humor y sabiendo que no era una alusión a
ningún apellido por referirme a un color en especial. Si eso ha molestado
a mi compañero don Francisco, retiro lo dicho para zanjar el tema.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora ministra para contestar a
las preguntas que se le hayan formulado.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACION (De Palacio del
Valle-Lersundi): De manera general agradezco a todos los que han
intervenido lo que hay de positivo en sus intervenciones y lo que hay de
aportaciones para un mejor funcionamiento y una mejor defensa de los
intereses agrarios.

Se ha comentado por alguno de ustedes si es discriminatoria o no la OCM
de frutas y hortalizas respecto a otras OCM. Yo lo he dicho por escrito y
no me duelen prendas en repetirlo que es discriminatoria si por
discriminatoria se entiende que a las frutas y hortalizas españolas,
italianas, portuguesas, holandesas, francesas, europeas en una palabra,
se les exija una competitividad que no se exige a otro tipo de productos.

En ese sentido sí lo es, claramente. Yo creo que la OCM actual en su
cierre final consigue unos resultados francamente aceptables, porque se
ha roto la ficha financiera que tenía la Comisión y se ha aumentado más
de un 20 por ciento el conjunto de la OCM y algunos aspectos concretos,
como es el fondo operativo, en un 50 por ciento. Yo entiendo que en la
situación actual se ha cerrado de manera satisfactoria, pero les he dicho
cuál es el riesgo, yo no he hurtado ni eludido cuál es. Como señalaban
muy bien tanto el señor Pascual como la señora Rivadulla en la
intervención que tuvieron hace un año y pico en esta Cámara con el
entonces Ministro Atienza, el riesgo proviene no de la situación actual,
no de la competencia que al día de hoy procede de terceros países no
europeos en este terreno, sino de lo que se puede producir dentro de
cinco, seis, siete u ocho años, en función del GATT, los tratados
preferenciales y los acuerdos de libre comercio.

Por eso les he dicho muy claramente al final de mi exposición respecto a
la OCM de frutas y hortalizas que había que seguir con enorme atención
precisamente ese tipo de actuaciones en política exterior de la Unión
Europea, y también he dicho al principio de mi intervención que a mí los
principios de la OCM me hubieran gustado distintos y que así se hubieran
podido quizá plantear hace tres o cuatro años, pero era imposible
plantearlos en el punto en que yo me encontré la situación, entre otras
cosas, y quiero dejarlo muy claro, porque obviamente hay una cuestión muy
clara: yo en Bruselas represento al Gobierno de España, yo soy
continuidad y continuación del Gobierno de España, y el Gobierno de
España, aunque sus titulares sean distintos, es siempre el mismo; el
Gobierno de España puede en un momento dado modular una postura, pero es
mucho más complicado que cuando una cuestión está prácticamente cerrada
de repente diga lo contrario radicalmente de lo que no sólo había apoyado
sino, que quede muy claro, había impulsado e inspirado el Gobierno
anterior. Esto lo he dejado muy claro y es una realidad, y no quiero
hacer con esto mayores ni menores críticas, pero cuando oigo cierto tipo
de afirmaciones provenientes de ciertas personas no me queda más remedio
que decirles: señores míos, que ustedes no han nacido hoy, que ustedes
tienen trece años de gobierno; cuando hagan ustedes esas afirmaciones
tengan en cuenta las críticas que pueden hacer. (La señora Leiva Díez: Es
imposible que esté diciendo esto.) Hay una cuestión muy clara dentro de
la coherencia. (El señor Pascual Monzó: Vergüenza política.) Hay una
cuestión básica, y es que en este mundo hay que tener un mínimo de
coherencia y de honradez intelectual (El señor Madrid López: Eso, eso.),
cuestión que lamentablemente esta tarde, una vez más, ha faltado en
ciertos bancos.

Yo, antes de seguir adelante, tengo que decir que aquí se ha hablado del
infierno y de las buenas intenciones. Yo presupongo siempre las buenas
intenciones en todo el mundo, y desde luego se las presupuse claramente
al inicio del Gobierno socialista en el año 1982; estaba cargado de
buenas intenciones, pero, como sigue el refrán, al final esas buenas
intenciones llegaron al infierno de las realidades, unas veces infierno
más duro, otras veces infierno menos duro, y unas veces esas buenas
intenciones pudieron plasmarse en éxitos y otras veces se plasmaron en
rotundos fracasos; unas veces pudieron plasmarse en conseguir y ajustarse
a lo prometido y otras veces, al contrario, supusieron renunciar
totalmente a lo que se había dicho.

Dicho todo esto, insisto, señorías, cuando se habla hay que tener un
poquito de coherencia, y no se puede decir hoy lo contrario de lo que se
ha dicho hace tan sólo unos cuantos meses. (La señora Leiva Díez: La
fresa.)
Se han ido los representantes del Grupo Mixto y, por tanto, sencillamente
quiero dejar constancia en las actas, respecto al señor Vázquez, que de
pesimismo por parte del Gobierno, nada. El que, como decía hace un
momento el representante del Grupo Popular, haya batallas que están ya
casi cerradas no quiere decir que este Gobierno vaya a renunciar a
reabrir ninguna de las que pueda reabrir ni a dar todas aquellas que
pueda dar, y las va a dar con toda la fuerza, con toda la convicción, y
no sólo con la convicción de esta ministra, sino con el respaldo del
Gobierno en pleno. Hay una cuestión muy clara. Por primera vez desde hace
muchos años la agricultura en España empieza a tener algo que no ha
tenido nunca, que es un discurso político, un nivel político, una defensa
a nivel político y no una pura situación de subordinación a otros
intereses, como ha sido hasta el momento, algunas veces incluso intereses
puramente personales, y sencillamente un puro seguidismo cuando no una
renuncia clara de lo que son los intereses del sector agrario.

(Rumores.--La señora Leiva Díez: Ella es la que se entera ahora.)
Así es que quiero decir claramente que se va a seguir dando la batalla y
además planteando, como yo creo que hay que plantear, la agricultura como
un problema político de primer orden, no sólo por su componente
económico,



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que lo tiene, que lo ha tenido siempre, sino también por su componente
social, de equilibrio territorial importantísimo y de futuro de nuestro
país, cuestión que se ha olvidado lamentablemente a lo largo de muchos
años.

En segundo lugar, el señor Chiquillo considera insuficientes las mejoras.

A mí me hubiera gustado que fueran todavía mejores, pero quiero dejar
constancia, aunque no esté presente en la sala, que en la visita a la
Comunidad Autónoma Valenciana lo que ha recibido esta ministra ha sido
apoyo por parte de los sectores, que lo que le han dicho es que se
sentían respaldados como no se habían sentido durante muchísimo tiempo
por parte de la Administración general del Estado.

En cuanto al señor Mardones, quiero dejar también constancia de mi
agradecimiento a sus palabras de apoyo y de algo que también voy a decir
al hilo de la intervención del señor Companys, y es cómo nuestros
agricultores son capaces de organizarse rápidamente cuando hay de verdad
un interés claro en el horizonte. Las organizaciones de productores en el
terreno de las avellanas y de los frutos secos en general son un ejemplo
de dinamismo de nuestros agricultores, y en Canarias, en el sector
platanero, se puede hablar de la misma reacción. Por eso yo tengo
esperanza y, con eso contesto a algo que se ha planteado, de que se puede
impulsar la aceleración de organizaciones de productores con la ayuda de
la Administración general del Estado y de las comunidades autónomas.

Entiendo que tenemos que ir totalmente en coordinación, no sólo en este
asunto, sino en todos los asuntos del sector agrario y pesquero, porque
hay unas competencias de ejecución transferidas, que son competencias de
las comunidades autónomas, donde la Administración general del Estado
tiene fundamentalmente una tarea de coordinación. Tengo que decir
también, al hilo de esto, que se están sacando los expedientes que
llevaban años pendientes de aprobación, que estamos con un equipo
extraordinario, con un refuerzo humano dedicado a sacar adelante
expedientes para la constitución de organizaciones de productores y,
entre otras cosas, para dar salida y ejecución a las previsiones
presupuestarias que, tengo que decir, estaban también en los presupuestos
actuales para la creación de organizaciones de productores. El único
problema fue que no tenían el impulso y la celeridad o la eficacia
administrativa suficiente para que fueran realidad.

En esto estamos, con una pretensión de sacar --les he puesto un objetivo
muy alto, lo que ocurre es que si digo el objetivo luego me lo van a
pedir y no sé si voy a ser capaz de que lo cumplan-- cuarenta expedientes
semanales. No sé si vamos a ser capaces de sacarlos, pero se está
haciendo un esfuerzo muy importante en este terreno y creo que en eso la
participación de las comunidades autónomas es absolutamente básica.

Tengo que agradecerle al señor Companys sus palabras de apoyo y respaldo
a la labor que se ha hecho durante estos meses, aunque soy la primera que
digo que era mejorable. Lo que pasa es que era mejorable en hipótesis; en
la realidad se mejoró todo lo que se pudo y la verdad es que me siento,
como he dicho en alguna ocasión, razonablemente satisfecha en función de
las dificultades de lo que allí había, de las limitaciones
presupuestarias a las que ha hecho referencia, del punto de partida; pero
indudablemente me hubiera gustado conseguir más a mí también. Lo he dicho
muy claro y en algunos casos, como por ejemplo en lo del 5 por ciento del
fondo, me hubiera gustado conseguir más, aunque se ha conseguido el 4,5,
lo mismo que me hubiera gustado conseguir incluso más que el 2,5 de techo
máximo. Quiero decir que hubiera deseado haber introducido productos como
la fresa o la cebolla. En ese sentido era mejorable, pero creo se ha
conseguido mucho y por eso le agradezco el reconocimiento que ha hecho.

Respecto a los compromisos claros a la hora de organizaciones
profesionales, lo que le he dicho. Además, de cara a los próximos
presupuestos --y ahí lo tendrán SS. SS.--, aunque la desagregación del
Ministerio de Agricultura nunca se ha caracterizado por ser muy
detallista (tengo que reconocer que no he sido capaz de aumentar este
año, no me ha dado tiempo, el grado de desagregación de las inversiones y
del destino de los fondos del Ministerio de Agricultura, pero sí me
comprometo para el próximo año a aumentar el grado de desagregación),
quiero decirles --y eso sí aparece reflejado-- que hay 4.500 millones de
pesetas para impulsar la constitución de organizaciones de productores.

En relación con esto, quiero referirme a lo que decía el señor Companys
sobre que no nos beneficiamos de las retiradas; es cierto que en España
no se produce para retirar; fundamentalmente, producimos para vender; ésa
era una de las razones por las cuales se opinó desde la administración
española en otro momento que esta OCM nos sería beneficiosa, porque lo
que había hasta entonces, que era nada más que dinero para la retirada de
catorce productos, no nos beneficiaba en absoluto. Vamos a aumentar de
manera muy importante con la nueva situación la participación en los
fondos de la OCM.

En cuanto al cumplimiento de la normalización de los productos, hay que
avanzar por ese camino, es una de las claves. Respecto a la coordinación
con las comunidades autónomas, totalmente de acuerdo, lo he dicho muy
claro. Y quiero decirle también que una de las cuestiones que mejora la
OCM, que no lo he dicho, y es una cuestión que estaba antes, es que
desaparecen los calendarios. Ejemplo: productos como la nectarina, que ha
tenido problemas en el valle del Ebro este año, ya que, como conocen
ustedes muy bien, el calendario se terminaba el 30 de septiembre y ahí no
había más que hacer. Ahora ese problema no se va a plantear; ésa también
es una ventaja que aporta la nueva OCM y habrá una mayor posibilidad de
apuntarse a cierto tipo de ayudas.

Respecto a los arranques de los cultivos y que no se convierta en una
tierra de clase «b», por entendernos, eso es algo que he manifestado y
planteado en Bruselas en la Comisión. Es una preocupación de esta
ministra, sobre todo porque en España se han arrancado 200.000 hectáreas
de viña. Esa es una tierra que, en principio, no está contemplada ni
dentro de las superficies de herbáceos ni dentro de ninguna de las
superficies contingentadas. Ese es un elemento a tener en cuenta a la
hora de renegociar España, como está negociando, la cuestión de las
superficies y los



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rendimientos de herbáceos. Lo estamos planteando, y tiene toda la razón
S. S. y coincido plenamente con su preocupación. Estamos en ello y vamos
a ver qué es lo que conseguimos. Lo planteé precisamente al hilo de la
posible arrancada de las 13.000 hectáreas del viñedo y también de los
perales, etcétera, que se contemplan.

En cuanto al aceite, he de decirle que el documento que ha preparado el
gabinete del Comisario Fischler, es un reglamento ya articulado donde
viene todo amarrado. No tiene nada que ver con un documento de reflexión.

Como les he explicado, lo que se ha acordado ahora es abrir un período de
reflexión replanteándolo todo en el seno de la Comisión. El Gobierno
español entiende que no es suficiente, que no basta con que se abra un
período de reflexión en el seno de la Comisión; hay que llevar un
documento público, discutido en el Consejo de Ministros de Agricultura y
sometido, además, a debate con los sectores e incluso con el Parlamento
Europeo. Eso es lo que entendemos que hay que hacer.

En cuanto a las zonas con árboles de baja producción, es algo que hemos
tratado en el ámbito de la comisión sectorial de agricultura con las
comunidades autónomas. No me he querido extender en ello, pero entendemos
que hay que ir en esa dirección --y así lo acordamos, aunque luego
contestaré al Diputado don Demetrio Madrid.

Yo sólo he hablado de unanimidades en un caso concreto, que ha sido en el
del aceite de oliva: ahí hay unanimidades. Y digo que hay unanimidades,
no porque haya leído en un documento o en un periódico que si fulano dice
no sé qué o mengano no sé cuántos, sino porque he tenido conversaciones;
hemos tomado acuerdos cerrados, unos con actas y otros sin actas, pero
acuerdos que nos obligan a todos, donde la postura de la mesa del aceite
y de las comunidades autónomas era de unanimidad.

Voy a relatarles que en la comisión sectorial de agricultura había alguna
comunidad autónoma concreta a la que la ayuda al árbol podría
beneficiarle. Hay que decir en honor de esa comunidad autónoma que, para
no distraer y no debilitar la postura global española, se unió a la
postura del resto de las comunidades autónomas y acordamos que,
obviamente, el problema del olivar de bajo rendimiento, que se produce en
zonas a veces de difícil acceso, tiene que ir por la vía de ayuda a la
superficie, de ayudas agroambientales estructurales, de tipo
medioambiental.

Además, hay programas operativos a los cuales nos podemos acoger y están
estudiando esta cuestión los servicios del ministerio para que, al margen
de que se haga o no la reforma de la OCM, se pongan en marcha estos
programas operativos. Es así como hemos quedado. No he entrado en esta
cuestión, porque creo que hay que tratarla de manera diferenciada, para
no debilitar lo que es una postura unánime reclamando la ayuda a la
producción. Cualquier fisura sería utilizada por la Comisión para
plantearnos un sistema mixto. Lo tienen que saber SS. SS. a la hora de
plantear estrategias. Creo que hay que ser claro y rotundo en esta
cuestión.

Quiero agradecer al señor Burballa su intervención sobre la carne de
vacuno. El programa C.L.A.R.A. está acordado con las sectoriales. También
le tengo que decir, y de paso contesto a alguna cuestión planteada por la
señora Rivadulla, que en un primer momento no han participado las OPAs,
aunque desde el ministerio estamos tratando de incorporarlas, por la
sencilla razón de que este programa fue planteado por el grupo Intervac a
Bruselas. Es un programa operativo que ellos presentaron en su momento a
Bruselas y que luego plantearon en el ministerio. Nos hemos puesto de
acuerdo, se ha coordinado una ayuda y un apoyo y, de resultas de ello,
estamos viendo cómo incorporamos a las OPA. El problema es que las OPA en
un primer momento no habían participado en esto y tenemos dificultades.

Sin embargo, desde el ministerio hemos presionado para que se incorporen
las OPA en toda esta cuestión, porque creemos que son vitales para
obtener unos buenos resultados de este programa «Clara», que creo puede
devolver la confianza a los ciudadanos en cuanto a la calidad desde el
punto de vista sanitario. Lo que persigue el programa «Clara» es que la
carne esté libre de aditivos. Esto se lo planteamos también a las
comunidades autónomas en la sectorial.

En cuanto a las denominaciones de calidad --no quiero extenderme mucho en
el sector del vacuno, porque conviene que le dediquemos una sesión
monográfica--, les voy a dar un dato. Estamos apoyando en Bruselas la
obligatoriedad del sistema de etiquetado. En España lo estamos haciendo
en plan voluntario, para que el sector se apunte a un sistema de
etiquetado que permita una trazabilidad absoluta de la carne, que permita
que cuando yo voy al mercado a comprar la carne sepa que es de tal
calidad, criada en tal sitio y con tales condiciones.

Respecto a las primas a los terneros machos, tenemos una cuota, aunque,
una vez más, el número es insuficiente. El aumento de solicitudes produce
una rebaja lineal en todos ellos. Lo que hay no es una rebaja en cuanto
al monto total que recibe España, sino que la misma cantidad se
distribuye entre más países. Hablar de una regionalización del número de
primas es una cuestión que se podría estudiar. La verdad es que no nos lo
han planteado en el ámbito de la sectorial, que es donde habría que
estudiarlo.

Sobre el sector lácteo, es necesaria, y coincido con el señor Burballa,
la comunicación con el sector productivo. Pero le tengo que decir que,
por ejemplo, del rebasamiento que se produjo en la campaña 1993-1994 se
ha hecho responsable a los ganaderos y se les ha dado traslado de la
multa correspondiente a través de los primeros compradores, de las
empresas. La verdad es que el Gobierno anterior dio las noticias en marzo
siguiente. Me habría gustado dar la información con más celeridad, tiene
toda la razón, y en eso estamos trabajando, pero a pesar de todo hemos
adelantado seis meses, casi siete.

Queremos tener una información periódica a disposición del sector que
permita, como he dicho, una mejor regulación del sector y en eso estamos
trabajando. Vamos a presentar una modificación, puesto que ya hay una
interprofesional más o menos constituida --si no tiene todas las
formalidades cumplimentadas de facto sí está constituida--, y en
colaboración con la sectorial y con las comunidades autónomas vamos a
modificar la actual regulación en cuanto al sistema de compensación, el
sistema de información,



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etcétera, y respecto al papel de los primeros compradores, que creo que
es una pieza clave.

Quiero agradecer a la señora Rivadulla su intervención. No sé si
entenderla como un halago o no el que diga que he defraudado sus
expectativas. Es posible que hubiera generado más expectativas, pero debo
decir que las apuestas que había en aquellos ámbitos era que no
conseguiría prácticamente nada de lo que se alcanzó. Se ha hecho todo lo
que se ha podido. No se lo he dicho hoy, pero en un primer momento se ha
conseguido una minoría de bloqueo. Y aprovecho la ocasión para decir,
señoras y señores Diputados, que no hay derecho de veto. Hay minorías de
bloqueo. Conseguimos organizar esa minoría de bloqueo en el consejo de
junio. Y en el consejo de julio esa minoría de bloqueo ya no estaba. Uno
de los países, y no el menos importante por razones de política interna
relacionados con otro sector, dejaba caer el asunto. Lo que habíamos
conseguido la minoría de bloqueo en la primera ocasión fue suficiente
para, entre todos, mejorar sensiblemente unas condiciones que ya estaban
cerradas. Ya estaba la mayoría suficiente y sólo en el último momento
conseguimos conformar --la verdad es que hay que destacar el papel de
Portugal-- la minoría de bloqueo para frenar la aprobación de la
propuesta de la Comisión y hay que agradecer muy especialmente el apoyo
que en ese momento recibimos de Alemania.

Respecto a la solidaridad financiera del consejo Jumbo 93, como he dicho,
creo que hay riesgos que hubieran merecido una mayor protección al
sector. Los agrarios mayores, como era, por ejemplo, que hubiera una
cofinanciación de los Estados miembros, se han suprimido. En ese sentido,
creo que se ha mejorado y los elementos de mayor agravio han
desaparecido, aunque hubiera sido conveniente, y lo he dicho muy claro
desde el principio, haber hecho un sistema radicalmente distinto que
hubiera supuesto un mayor blindaje frente a posibles problemas de cara al
futuro.

En cuanto a lo que dice de si puede ser un ejemplo respecto al vino y al
aceite, señoría tengo que decirle que la situación de las frutas y
hortalizas es completamente distinta. Todos son productos mediterráneos.

Es cierto, pero mientras el aceite tiene en la actualidad una OCM que
funciona bastante bien, mientras el problema del vino es que nos cambien
la actual OCM, el problema de las frutas y hortalizas es que, si quitamos
los catorce productos del anexo II, todos los demás estaban a la absoluta
intemperie. Se ha conseguido a pesar de todo, y lo he dicho muy
claramente, una ventaja. En ese sentido, sí tenía razón el Gobierno
anterior. Se ha conseguido mejorar la situación. Se han conseguido unos
apoyos que no existían para la totalidad de las frutas y hortalizas,
porque, si ha visto la nueva lista de productos afectados, habrá visto
que son prácticamente todos y además se pueden incorporar nuevos
productos a través del comité de gestión, lo que supondrá una gran
flexibilidad. Son detalles que no los hemos puesto en el documento, pero
facilitan mucho la labor. Todos los productos se pueden beneficiar de una
cofinanciación para el fondo operativo, que son cifras muy importantes.

Según qué productos, por ejemplo, una hectárea de alta tecnología de
tomates puede alcanzar más de un millón de pesetas. Una hectárea de
pepinos al aire libre está en torno a las 150.000 pesetas. En
invernadero, entre las 200.000 y las 250.000 pesetas. Quiero decir que
son cifras importantes. Bien es verdad que las hectáreas en frutas y
hortalizas son de alto rendimiento.

Al principio estaba la reducción del precio de retirada. Toda la base de
la reforma de la OCM era que se le quitaba el precio de retirada para dar
a los fondos operativos. La pretensión consistía en que no sólo fuera
neutro desde el punto de vista presupuestario, sino que bajara. Con esa
subida que les he señalado al final del documento hemos conseguido que
suba el presupuesto respecto al actual y que se mantengan unos niveles
que son más o menos los que hay en este momento. Quizá un poco más. La
pretensión era que bajara.

La avellana. Tiene razón S. S., a mí me habría gustado conseguir una
cifra que hubiera sido por lo menos el doble. Es verdad, tiene toda la
razón.

En cuanto al albaricoque, yo nunca he dicho que sea un cultivo residual.

Habrá aparecido en unas declaraciones, pero le digo que no las reconozco
como mías, señora Rivadulla. Lo que pasa es que no las he leído; si no,
hubiera mandado un desmentido; pero lo desmiento ahora.

El espárrago. Como S. S. conoce muy bien, es el espárrago destinado a la
transformación. Aprovecho para contestarle al señor Amarillo, aunque ya
se lo he dicho en el Pleno, que estamos hablando de los transformados. Es
un apoyo al espárrago destinado a la trasformación, y en España son 9.000
hectáreas. El problema por el cual no se da apoyo a la producción es por
la sencilla razón de que no se dijo nada cuando se firmaron los acuerdos
del GATT. Tan sencillo como eso. Luego me extenderé un poquito más sobre
los acuerdos GATT, la caja verde y la caja azul, para explicar al señor
Amarillo lo que no entendía, según he comprendido, pero el problema fue
ése.

En cuanto al aceite, la comisión del CES tiene toda la razón. Le tengo
que decir que --me puedo equivocar, pero si SS. SS. opinan una cosa
distinta sería bueno que lo debatiéramos-- en el asunto del aceite
tenemos todo el interés, todo el interés, en intentar conseguir una
postura unánime de los países productores mediterráneos. Creo que el que
fuéramos enfrentados distintos países productores mediterráneos, sobre
todo los más importantes --estamos hablando de España e Italia, vamos a
hablar con nombres y apellidos--, sería un error. Alguien decía que había
discrepancias. Aprovecho para decir que he hablado con mis colegas y no
tienen por qué, en una conversación con testigos, decir una cuestión
distinta de la que han dicho. Es verdad que no había una postura definida
del Gobierno italiano hasta hace bien poco, pero hace quince días el
ministro italiano, con testigos, delante de gente, ha dicho que se
posicionaba en contra de la ayuda al árbol y que defendía la ayuda a la
producción. Creo que esto es algo muy importante. La estrategia que se
plantea el Gobierno es intentar mantener un bloque unido de los países
productores, porque creo que es vital para todos que no vayamos
divididos, pues lo único que vamos a conseguir es dar posibilidades a los
países del norte, que tienen otro tipo de preocupaciones,



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entre otras vender mantequilla, porque, no nos engañemos, aquí también
hay un problema de guerra de grasas y todos sabemos lo que pasa.

Vacuno, materia fiscal y Seguridad Social. Le tengo que decir que hay
dificultades. Su señoría se puede imaginar que hay dificultades de tipo
presupuestario, pero estas cuestiones han sido trasladadas por mi
ministerio al Ministerio de Economía y Hacienda, que está intentando ver
la forma de complementar algún tipo de medida excepcional; pero le puedo
decir también que considero imposible tanto como lo que S. S. ha
planteado.

En cuanto a la cuestión de falta de cuota, coincido plenamente. En cuanto
a que le gustaría que no pagara nadie, también coincido plenamente. En
cuanto a la preocupación por los pequeños productores, también coincido
plenamente, lo he dicho.

En cuanto a las industrias, el decreto actual da a las industrias unas
responsabilidades importantes, tiene toda la razón S. S., pero es la
legislación actual, del año 1994. Lo que no se puede pretender es
modificar la legislación, porque automáticamente todo se podría anular.

Las normas sancionadoras no pueden tener efectos retroactivos. Hay que
aplicar la ley del año 1994, que es la ley vigente. Eso quiere decir que
las industrias tienen una responsabilidad, pero a la vez tienen unas
capacidades. Efectivamente, en ese decreto, a las industrias, de alguna
manera, se las hace colaboradoras del control de la producción. Por eso,
el decreto actual las deja la primera compensación. Pregunta S. S. si eso
es utilizado por algunas industrias. Es posible, esas cuestiones habrá
que hablarlas cuando tratemos la modificación del decreto actual, pero ya
le digo a S. S. que, como quiera que, sobre todo en materia sancionadora,
no se pueden plantear regulaciones ni normas con carácter retroactivo,
obviamente hay que aplicar la normativa actual que, como digo, es del año
1994.

Entro ya en las intervenciones de los distintos representantes del Grupo
Socialista. Señorías, como he dicho hace un momento, nadie ha nacido hoy,
sino que todos tenemos nuestros propios orígenes y, a veces, cuando oigo
a algunos representantes del Grupo Socialista, no sé si se trata de un
problema psicológico, el problema psicológico conocido que hace que uno
intente olvidar aquella parte de su vida pasada que no le termina de
gustar. Deben de olvidarse de lo que han hecho ustedes; si no, no se
entiende que puedan tener el aplomo --por decir una palabra suave-- que
tienen para decir las cosas que dicen.

En cuanto a las relaciones de esta ministra con el Parlamento, lamento
haber tenido que posponer mi comparecencia del mes de septiembre, pues mi
voluntad había sido celebrarla, pero SS. SS. tienen que tener conciencia
--y algunas de SS. SS., que son veteranas en esta casa, lo saben muy
bien-- de que ha habido veces en que han transcurrido meses y meses sin
que viniera el Ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación a la
Comisión correspondiente, e incluso ha habido que plantear esta cuestión
en el ámbito de la Junta de Portavoces, donde ya actuaba como portavoz
adjunto. Lo siento, señorías, pero lo tengo que recordar puesto que se me
plantea. Yo me brindo para venir aquí a la Cámara tantas veces como SS.

SS. lo consideren oportuno y, desde luego, les garantizo que no dejaré
pasar dos meses de retraso sin atender las peticiones del Parlamento en
ningún caso, por muchas complicaciones que tenga en mi agenda y SS. SS.

tengan en las suyas, ya que hay que combinar todo, porque pondré a
disposición del Parlamento, que es el que tiene la capacidad de fijar las
convocatorias, el máximo de fechas posibles, pues creo que es conveniente
para todos, para SS. SS. y desde luego para esta ministra del máximo
intererés, escuchar las críticas, las opiniones, las aportaciones, las
propuestas positivas, que las hay, de todas sus señorías. Desde luego,
les he agradecido al principio la comprensión que manifestaron por
haberse producido con un cierto retraso esta comparecencia.

No ha habido renacionalización de la Política Agraria Común en ningún
caso sino, bien al contrario, frente al criterio que había por parte del
Gobierno anterior de permitir que hubiera una cofinanciación en el ámbito
de estos fondos operativos, lo que se ha hecho ha sido poner una clara
negativa y, a final, conseguir que se hiciera una financiación totalmente
comunitaria de los fondos operativos en la parte pública de esos fondos
operativos.

En cuanto a las relaciones con las OPA, señora Leiva, le agradezco el
consejo, pero yo soy la primera que tiene el pleno convencimiento de que
este ministerio tiene que funcionar en plena sintonía con las OPA y con
las cooperativas. Aprovecho para decir a don Demetrio Madrid que tiene
toda la razón, que se me había olvidado mencionar a las cooperativas, y
le agradezco que las haya citado, porque así puedo corregir un fallo que
ha habido en mi intervención. No sólo con las OPA, sino con las
cooperativas y con el sector en general. No le quiero decir nada, pero le
puedo trasladar lo que me han dicho esta mañana las OPA: que me habían
visto más que lo que habían visto a lo largo de varios años a alguno de
mis antecesores.

Del viñedo, señoría, yo no voy a hablar de si tuvo o no problemas cuando
era consejero en La Rioja por hacer cumplir la ley, arrancando viñas con
la Guardia Civil o sin ella; no voy a hablar de eso. Lo que le quiero
decir es que ha habido 200.000 hectáreas de viñedo arrancadas en los
últimos años. Lo que le voy a manifestar es que eso además, como he dicho
hace un momento, provoca que la tierra se quede como de segunda clase, en
tanto en cuanto no hay posibilidad de dedicarla a grandes cultivos,
porque suele ser tierra de secano, y entonces hay problemas a la hora de
poner unos cultivos sustitutivos.

Tengo que decirle que me hubiera gustado, por supuesto, haber conseguido
un mayor número de derechos para replantación --los que había eran muy
limitados--, pero también le quiero dejar una cosa muy clara. Si se
arranca una viña en un punto de España y se vuelve a replantar en la
misma comunidad autónoma, me parece magnífico, porque eso da ocasión para
mejorar las calidades y lograr que sean más comerciales, más resistentes
y más modernas en cuanto a su instalación. Pero, francamente, entre que
se arranque una hectárea de viña en una comunidad autónoma española y se
pierda esa posibilidad de dedicar una hectárea a superficie vegetal de
viñedo o que



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esos derechos se transfieran a otra comunidad autónoma, yo me quedo con
que en España siga habiendo el mismo número de hectáreas de viña. Así de
claro lo quiero decir.

Cuando hemos perdido doscientas mil hectáreas de superficie de viñedo
para nada --para nada--, es lamentable que no hayamos sido capaces de
arbitrar unos sistemas que hayan permitido, por lo menos, que en algunos
sitios donde hay posibilidad de desarrollar un viñedo de calidad, se
hubiera replantado y legalizado las situaciones.

Poca superficie en cuanto a leguminosas. Señoría, esa cifra es la que
España había pedido, 400.000 hectáreas, y eso es lo que nos han dado, lo
que pasa es que entre tanto se había producido una mayor plantación en
España; la cifra que se había pedido era ésa y es la que nos han dado.

Incremento de la cuota láctea. Ahora hablaremos de ello al hilo de lo
expuesto por su compañero, señor Blanco.

Señor Amarillo, sólo he hablado de unanimidades, como he dicho respecto
al aceite de oliva; es lo único de lo que he hablado, pero sí tengo que
decirle una cosa. Me he quedado bastante sorprendida con sus tesis
respecto al funcionamiento del mercado. Son unas teorías bastante
sorprendentes. Le quiero decir muy claramente que no hay falta de
criterio por parte de esta ministra en cuanto a ayudas a la hectárea o
ayudas a la producción, sino que hay una cuestión que se llama Caja verde
y Caja azul, que se estableció en los tratados de la nueva regulación de
la Organización Mundial de Comercio y que significa que las ayudas a la
producción estén limitadas a aquellos productos que ya las tenían o sobre
los que se hicieron excepciones cuando se firmó el tratado. Hay otros
productos que no pueden beneficiarse de ese tipo de ayudas, por lo que
hay que ir a ayudas estructurales. Eso es lo que pasa, señoría; no es
otra la cuestión. Eso es lo que ha pasado concretamente con los
espárragos; se lo dije el otro día en el Pleno y hoy se lo repito.

Al señor Pliego tengo que decirle, aunque no esté presente quiero dejar
constancia de ello, que le agradezco el apoyo que ofrece a las posturas
del Gobierno. Insisto en que no es sólo un apoyo a las posturas del
Gobierno, sino que es un apoyo a la postura española considerada de una
manera global. Lo he dicho muy claro: no es sólo una postura de esta
ministra. Esto no quiere decir que esta ministra no estuviera defendiendo
la cuestión del aceite antes de que se movilizaran tantas cosas. Desde el
primer momento en que me lo plantearon, a las pocas semanas de haber
tomado la responsabilidad de este ministerio, me puse a ello. Quiero
recalcar que es una postura compartida unánimemente por las comunidades
autónomas, por la Administración general del Estado y por los sectores.

Por lo tanto, no hay fisuras, de lo cual me alegro, y creo que será bueno
el que haya un pronunciamiento de esta Cámara en el sentido de ofrecer un
apoyo y de tener una postura unánime en esta cuestión que a todos nos
afecta.

Ya me he referido a la postura de los otros países europeos. Me he
referido también a la cuestión del olivar marginal. En cuanto a lo de que
en la prensa aparecía que si el ministerio era partidario del 50/50 por
ciento, eso me han dicho y eso leí en la prensa de una región española
muy concreta, Andalucía, y como eso era absoluta y rotundamente falso, y
lo leí, desde el ministerio, mandamos inmediatamente un comunicado
negándolo rotundamente --no lo hice con lo del albaricoque porque no lo
había leído--. No sé quién había filtrado esa información totalmente
falsa, pero absolutamente interesada. Desde luego, ya le digo que no
tiene nada que ver, no hay nada por parte del ministerio.

Respecto al sector lácteo, el señor Blanco me dice: Hay que abordar el
problema en el presente. Señor Blanco, ya comprendo que usted no quiere
ni oír hablar del pasado, porque es suyo. (Rumores.) Es todo suyo. Es
todo suyo el haber negociado, cuando el sector industrial reclamaba siete
millones de toneladas; el haber aceptado ni cinco millones de toneladas y
el haber aceptado la situación que hemos aceptado durante todo este
tiempo. Me pide S. S. que hagamos en cuatro meses lo que no han hecho ni
cuando negociaron ni a lo largo de los diez años posteriores. Yo estoy
haciendo todo lo posible. Se va a abrir el melón del sector lácteo a
partir del mes de enero/febrero y, en el ámbito de esa reconsideración
del sector lácteo, vamos a defender claramente que España aumente su
cuota. Lo vamos a hacer y yo espero poderlo conseguir. Y espero poderlo
conseguir con el respaldo unánime de esta Cámara. Así de claro lo digo.

Al señor Madrid le agradezco su intervención. Coincidimos plenamente, la
política tiene mucho de pedagogía; totalmente de acuerdo. Le digo muy
francamente: Claro que tenemos que contar con el Partido Socialista
Obrero Español en la defensa de los intereses de España en la Unión
Europea, y con el apoyo y el respaldo de todos los grupos de esta Cámara.

Pero, señor Diputado, comprenderá que hay ciertas cosas, que dicen SS.

SS. a veces, que son muy difíciles de escuchar tranquilamente sin que
esta ministra salte, porque, como digo, las cosas no empiezan hoy y
aunque hay que abordar los problemas del presente. Y yo, para abordar los
problemas en el presente, les agradezco, y además solicito, su apoyo, su
respaldo, sus iniciativas y sus propuestas constructivas para eso. Pero
lo que no puede ser es que las propuestas no sean propuestas, sino que
sean exigencias, que nada tienen que ver, que son contradictorias con lo
que han sido actuaciones hace bien poquito del Gobierno del PSOE. No va
especialmente por S. S. Se lo quiero decir al hilo de lo que me ha dicho.

En ese sentido, debo decirle que por supuesto se han hecho algunas cosas
bien, y lo he dicho antes. Se ha ido el señor Mardones, pero, por
ejemplo, la OCM del plátano que negoció el anterior Gobierno fue un éxito
y a mí no me cuesta nada decirlo, si yo lo digo. Tampoco me cuesta nada
decir que el señor Solbes intentó poner orden en el sector lácteo
español, porque es verdad. Su predecesor se lo había dejado
complicadísimo. Al señor Solbes se lo dejaron todavía casi peor que a mí
en el sector lácteo, concretamente, pero algo arregló el señor Solbes
respecto a lo que había antes aunque a qué precio. Eso es lo único que le
quiero decir.

En cuanto a las «vacas locas» (encefalopatía espongiforme bovina,
etcétera), señoría, no hubo ningún cambio de postura. En cuanto a
irresponsabilidades o falta de responsabilidad, yo lo que lamenté fue
alguna declaración



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que apareció en aquellos días --no fue de S. S., señor Blanco, se lo
digo-- sobre si se levantaba el embargo a la carne de vacuno británica,
cosa absolutamente falsa. Eso se dijo por alguien que teóricamente sabía
del asunto y se sienta a su lado. No sé si lo dijo por ignorancia o
sencillamente porque salió así la frase.

En cuanto a las filtraciones de las palabras, al léxico, cada uno tenemos
nuestro lenguaje, pero le voy a decir que la palabra «filtraciones» la he
utilizado muy claramente. Las filtraciones no tienen por qué tener ningún
carácter peyorativo; las filtraciones, al revés, pueden ser enormemente
positivas. Me he referido en un asunto muy concreto a las filtraciones:
las filtraciones del documento preparado por la DGVI, del señor Fischler.

En ese sentido, cada uno elige el lenguaje. Yo hablo de filtraciones
porque, ¿cómo defino que haya un papel, del cual se ha tenido
conocimiento, no públicamente, sino porque alguien ha dado una fotocopia
a alguien? Eso, en román paladino, en español, se llama filtración. Sin
embargo, estoy dispuesta a enriquecer mi léxico todos los días, porque
además creo que tenemos una lengua magnífica, no es la única que tenemos
en España, todas ellas son importantísimas, pero tenemos una que
indudablemente tiene un valor mundial de primer orden, y lo que hay que
hacer es cultivarla y enriquecerla al máximo. En ese sentido, acepto
cualquier sugerencia de buen grado.

Señorías, sobre la peste porcina y la EEB --y con esto termino--, quiero
decirles que tiene razón. Ha habido un trato diferente respecto a la
peste porcina y la EEB, pero por una razón muy sencilla, entre otras
razones: si la cuestión del vacuno sólo hubiera afectado a los
británicos, hubiera sido distinto, pero el problema es que el vacuno nos
ha salpicado a todos. Durante nuestra peste porcina, los cerdos o los
marranos holandeses se seguían vendiendo como fieras porque no les
afectaba. Pero los británicos, por mucho que cerramos el comercio, la
crisis de mercado, que ha sido una crisis de confianza, nos ha afectado a
todos. Y claro que sí, señoría: tiene toda la razón.

En cuanto a las amistades, tenga por seguro, y lo he dicho muy claro, que
entiendo que hay que buscar alianzas. En eso estoy trabajando y considero
claramente que lo que hay que hacer es cultivar esas alianzas,
mantenerlas y tenerlas, muy especialmente con Portugal, que es nuestro
vecino más inmediato, pero también con los otros países mediterráneos y,
desde luego, con algunos países cruciales dentro de la construcción
europea que están en la mente de todos y que no voy a especificar y, de
todas formas, con todos y cada uno en particular de los otros catorce
países, porque así es como se actúa y se pueden negociar las cuestiones
en Bruselas.

Señor Presidente, creo que he dado cumplida respuesta; han sido largas
las intervenciones; he sintetizado al máximo y creo que, a pesar de todo,
si mira S. S. los tiempos de las intervenciones, me he ajustado bastante
a la concisión.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Ministra, por su presencia.

Tengo que anunciar a SS. SS. que el día 17 tendremos, en sesión de
mañana, Comisión de Agricultura con orden del día presupuestario, y en
sesión de tarde, el orden del día que les remitiremos. En definitiva, el
jueves, sesiones de mañana y tarde.

Reitero el agradecimiento a la señora Ministra; quiero desearle una feliz
negociación y finalizar esta sesión agotado el orden del día.

Se levanta la sesión.




Eran las ocho y veinte minutos de la noche.