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DS. Senado, Comisiones, núm. 44, de 09/12/1993
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Año 1993 V Legislatura
Comisiones. Núm. 44



CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
SENADO



COMISION DE DEFENSA



PRESIDENCIA DE DON MANUEL JAIME BARREIRO GIL



Sesión celebrada el jueves, 9 de diciembre de 1993



ORDEN DEL DIA:
--Dictaminar, con competencia legislativa plena, el Proyecto de Ley de
Plantillas de las Fuerzas Armadas. (Número de expediente 621/000006.) Se
abre la sesión a las doce horas y cinco minutos.




El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías.

Anotadas las solicitudes de sustitución de los grupos parlamentarios,
procedemos a comprobar que reunimos quórum suficiente para iniciar
nuestra tarea de hoy.

Ruego al señor Letrado que nombre a los señores Senadores.




Por el señor Letrado se procede a la comprobación de las señoras y de los
señores Senadores presentes y representados.




Comprobado este trámite, señorías, iniciamos nuestro trabajo.

De la ordenación de los materiales que tenemos disponibles para hoy y de
las previsiones del Reglamento y a la vista de cómo lo han debatido en el
Congreso de los Diputados, me parece que podemos ordenar nuestro trabajo,
salvo que los señores portavoces sugieran algo diferente, de la siguiente
manera. Empezaremos obviamente por el debate del veto, al que
corresponden, como bien saben sus señorías, según el artículo 121 del
Reglamento del Senado, turnos de no más de quince minutos y son posibles
un turno de defensa del veto y dos a favor y dos en contra alternados.

No es normal que después del turno de defensa del veto se haga un turno a
favor por parte del proponente del veto y no sé si hay algún otro grupo
parlamentario que, además del Grupo Mixto, utilice el turno a favor del
veto. En todo caso, si ahora aclaramos quiénes van a solicitar



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la palabra respecto del veto, podremos disponer el tiempo con mayor o
menor generosidad en función del número de peticiones de palabra.

Una vez utilizado el turno de defensa del veto, ¿alguno de sus señorías,
en nombre de su grupo parlamentario, tiene pensado utilizar un turno a
favor? (Pausa.) ¿Alguno de sus señorías tiene pensado utilizar un turno
en contra del veto? (Los señores Soravilla Fernández Díez González y
Caballero Lasquibar piden la palabra.) Tenemos disponibilidad de dos
turnos en contra, así que, desgraciadamente para el Grupo de Senadores
Nacionalistas Vascos, los utilizarán el Grupo Parlamentario Popular y el
Grupo Socialista, a los que corresponden por la proporción de su
representación en la Comisión.

Siendo así, podemos utilizar los quince minutos que nos permite el
Reglamento, sin ningún temor a excedernos en el tiempo. Iniciamos, pues,
la defensa del veto por parte del Senador Cuevas en nombre del Grupo
Parlamentario Mixto.




El señor CUEVAS GONZALEZ: Perdón, señor Presidente, la cuestión es que el
proponente del veto, que pertenece al Grupo Mixto, viene de camino y va a
llegar para su defensa. No era previsible que hubiera niebla, y me ha
llamado para decirme que está en camino.




El señor PRESIDENTE: Pero el problema reglamentario es un poco más grave.




El señor CUEVAS GONZALEZ: En cualquier caso, yo pediría que se aplazara
la Comisión por no estar presente el representante del Grupo Mixto por
causas ajenas a su voluntad.




El señor PRESIDENTE: Señor Senador, es absolutamente anómalo que su
señoría me pida que suspenda la sesión de una Comisión convocada con la
antelación suficiente para realizar el dictamen de un proyecto de ley. Es
una decisión un tanto fuerte la que su señoría propone.

De todas maneras, y con ánimo de intentar ser constructivo en la
situación, aunque la defensa del veto corresponda a quien representa al
Grupo Mixto en este momento, yo sugiero a los demás portavoces que
rompamos no la norma, pero sí la costumbre, y pospongamos el debate del
veto para la última parte de la reunión de la Comisión y empecemos
discutiendo el debate de las enmiendas. (Pausa.) Veo que los demás
portavoces no están de acuerdo con ello, seguramente acompañados de
razón, así es que me veo obligado a rogar a su señoría que en nombre del
Grupo Mixto defienda el veto, si le parece conveniente, y si no, lo
daremos por defendido.




El señor CUEVAS GONZALEZ: En cualquier caso, señor Presidente, con su
permiso, no tenemos contacto con San Pedro y, por tanto, no podíamos
prever que iba a haber niebla.

El Senador del Grupo Mixto que ha presentado el veto ha tenido y tiene
intención de venir; otra cosa es que la inclemencia del tiempo no le
permita llegar. Por tanto, yo creo que sería oportuna considerar esta
causa de fuerza mayor, como en los partidos de fútbol y en los toros.

Nadie puede prever que la niebla impida a un Senador llegar a tiempo.




El señor PRESIDENTE: Lo siento, Senador Cuevas. En este momento estamos
presente en esta Comisión 25 Senadores, y todos tuvimos la misma causa de
fuerza mayor de acercamiento a Madrid. Todos hemos llegado en avión y
todos hemos previsto la dificultad de las nieblas; hay que ser un poco
previsor en la organización del trabajo.

Ruego a su señoría que proceda a utilizar el turno de defensa del veto y
le agradeceremos que nos ayude a celebrar la sesión de una manera más
ordenada.

Lamento muchísimo que el defensor del veto no esté presente en este
momento, pero quien representa al Grupo Mixto es su señoría. Si le parece
bien, defienda el veto, y si no, lo daremos por defendido.




El señor CUEVAS GONZALEZ: En cualquier caso, yo estoy aquí como
enmendante, y ya que no me da la Presidencia otra oportunidad, daré por
defendido el veto en los términos en que se ha presentado.




El señor PRESIDENTE: Agradezco muchísimo la aportación del Senador Cuevas
y su disponibilidad para el trabajo.

Han sido solicitados dos turnos en contra y, por tanto, rogaría al
representante del Grupo Popular que comience utilizando el suyo. Dispone,
como sabe su señoría, de 15 minutos.

El señor Soravilla Fernández tiene la palabra.




El señor SORAVILLA FERNADEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

A la vista de que no hay otra argumentación más que la motivación del
veto que viene en el Boletín, voy a aprovechar, en nombre de mi Grupo,
estas palabras con motivo del veto de Izquierda Unida para que sirvan de
marco a lo que nosotros desearíamos que fuera nuestra actitud, siempre
que el Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista que lo sustenta lo
hagan posible. Además, quiero manifestarlo cuando tenemos ante nosotros
el primer proyecto de ley que llega a esta Comisión en esta legislación,
y con la circunstancia de tener delegada la competencia legislativa.

Nosotros desearíamos colaborar desde nuestras propuestas, desde nuestras
enmiendas y desde nuestras críticas con la mayor lealtad, y no
quisiéramos que esta lealtad se viera defraudada. Creemos realmente en
eso que se suelen llamar las políticas de Estado, y las Fuerzas Armadas,
de las que se ocupa esta Comisión de Defensa, sin duda lo son para
nuestro Grupo. Creemos que el interés nacional lo exige así, con esa
responsabilidad lo vamos a hacer y es nuestra intención seguir haciéndolo
si se nos



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permite, por la actitud recíproca que venga del Gobierno y del Grupo
Parlamentario que lo sustenta.

Nosotros tenemos el convencimiento de que las Fuerzas Armadas deben ser
una institución de todos los españoles, al resguardo --lo más posible--
de los vaivenes partidistas, porque en asuntos de Defensa, cuanto mayor
sea el acuerdo mejor va a ser la defensa de nuestros intereses nacionales
que, como tales, son comunes. Han sido estas razones, y no otras, las que
han hecho que no presentemos nosotros el veto a esta ley que, sin
embargo, presentamos en la legislatura anterior; el texto remitido por el
Gobierno es idéntico a aquél, y las razones para haberlo vetado eran las
mismas, desde la pura tautología de qué debe ser antes, si un plan
estratégico conjunto o, simplemente, que bajo el título formal de Ley de
Plantillas se pretendan regular una serie de materias muy heterogéneas.

Pero en nuestra buena voluntad, que, repito, desearíamos recíproca, hemos
eliminado en este trámite incluso aquellas enmiendas de supresión que lo
eran exclusivamente por razón de materia, para apoyarnos en la
coincidencia del modelo y enmendar los matices, que son importantes y
que, sin duda, nos diferencian.

Precisamente por esta misma coincidencia de modelo, no sólo no
presentamos el veto, sino que tampoco vamos a apoyar el presentado por
Izquierda Unida. Desearíamos que estos esfuerzos de aproximación se
valoraran en su justa medida, tanto hoy como en el futuro, y que no se
hiciera un mal uso de ellos ni sirvieran como argumentos arrojadizos en
otras ocasiones. Por nuestra parte ya hemos valorado lo que ha hecho el
Grupo Socialista respecto a la reducción que pedíamos del número de
Oficiales Generales, y quisiéramos que nos permitiera, de alguna forma,
una mayor aproximación en este clima de acercamiento, unido un poco al
carácter de esta Cámara, que es de reflexión aunque los plazos no nos
suelen favorecer para ello.

Se nos solicitó en su momento que cuantificáramos, y así lo hemos hecho,
tratando de alcanzar un acuerdo que creemos es deseable entre los Grupos
mayoritarios y, aún diría más, entre las alternativas de gobierno que,
como hemos dicho, debieran afectar lo menos posible al desarrollo de
nuestros Ejércitos. Creemos percibir, incluso, una tímida manifestación
de humildad, debida quizá a la pérdida de la mayoría absoluta del Grupo
Socialista, y me refiero con ello al reconocimiento de la propia
incapacidad del Gobierno para poner en marcha la Ley 17/89, según se
desprende del preámbulo de esta misma Ley. En este aspecto también
deseamos colaborar, sin insistir en aquello de que sólo aciertan cuando
rectifican, como ocurre, por ejemplo, en la Disposición Adicional
Segunda, en la que vuelven a la nomenclatura tradicional de los empleos
de la Armada, o más aún en la Cuarta, que se introdujo --vía enmienda--
por sus señorías en el Congreso, cuando fueron sus propias enmiendas en
esta Cámara, precisamente en el trámite de la Ley 17/89, las que dieron
al traste con la Escala Técnica que ahora vuelven a introducir, y nos
gustaría que profundizaran en el sentido propuesto por nuestra enmienda
para que se rectifique de una vez por todas en aras de la equidad.

Desearíamos ver en todo ello, y en este trámite particularmente, una
voluntad de colaboracion y de entendimiento que se corresponda con la
nuestra para trabajar en esta parcela de modo que podamos alcanzar esas
Fuerzas Armadas que todos los españoles queremos y deseamos.

Un último punto, que debe quedar meridianamente claro, sobre la actitud
de mi Grupo: no entraremos en complicaciones ni en silencios ambiguos. Lo
que hagamos, lo vamos a hacer desde la responsabilidad de una oposición
que no dudará en ejercer, con toda lealtad, la crítica que estime
necesaria a la labor del Gobierno. Esperamos que así sea entendido y
valorado por el bien de todos, que es el bien de España.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador.

Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Díez González.




El señor DIEZ GONZALEZ: Muchas gracias, señor Presidente. Gracias,
señorías.

Este Portavoz se encuentra sorprendido ante la falta de defensa del veto
al proyecto de ley que, como bien decía nuestro colega del Grupo
Parlamentario Popular, es el primer proyecto de ley que tiene ocasión de
ser discutido en esta Cámara en la presente legislatura. Digo que estoy
sorprendido habida cuenta de que el primer firmante del proyecto de ley
es el miembro del Grupo Mixto que ha tomado la palabra para disculpar la
no presencia del titular del Grupo Mixto en la Comisión, y, en esa línea,
estoy enormemente sorprendido porque no nos brinda la oportunidad de oír
sus razonamientos y sus palabras en defensa de un veto que se supone es
congruente con sus planteamientos. No obstante, este Portavoz va a hacer
una referencia y una defensa del proyecto de ley, porque creemos que no
podemos hurtar a esta Comisión y a esta Cámara cuál es el contenido del
proyecto de ley, como así ha querido dar a entender el Portavoz del Grupo
Parlamentario Popular. Luego entraré, si la Presidencia me lo permite, a
hacer algunas valoraciones a la exposición que el Grupo Parlamentario
Popular ha hecho sobre el contenido del proyecto de ley, con una opinión
que creemos importante.

En relación al veto, querría decir que nuestro Grupo no está de acuerdo
con él ni con sus razonamientos según el texto y la motivación que
tenemos en nuestras manos los miembros de la Comisión. Creemos que este
proyecto de ley hay que explicarlo desde un modelo de Fuerzas que viene
dibujándose ya desde hace bastantes años. Podríamos decir que es un
modelo que tiene una historia, y podríamos preguntarnos: ¿De dónde
venimos? En el año 1984 se impulsó un programa de modernización de la
defensa y de las Fuerzas Armadas españolas, con un mandato a través de
una Ley Orgánica reguladora de los criterios básicos de la defensa
nacional y organización militar, con la aprobación del Plan Estratégico
Conjunto para 1984, cuyo objetivo de fuerza conjunta para la década se
situó en 58.223 cuadros de mando y 257.000 efectivos



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de tropa y marinería, con una plantilla total de 315.000 efectivos y una
reducción, por tanto, en aquel momento, del 15 por ciento del Ejército de
Tierra y del 8 por ciento de la Armada y Ejército del Aire. Esto es lo
que se venía dibujando para esta década.

¿Hacia dónde vamos? Creo que este proyecto de ley dibuja perfectamente el
futuro y el modelo al que nuestras Fuerzas Armadas se encaminan, sin
ninguna duda y con un gran apoyo parlamentario en las ocasiones en que se
ha requerido. En junio de 1991 el Congreso de los Diputados, como sus
señorías saben, aprobó un documento sobre el modelo de Fuerzas Armadas
español en conexión con el servicio militar, conexión que posteriormente
dio lugar a una Ley Orgánica del Servicio Militar donde ya se dibujaba
ese futuro y ese modelo de Fuerzas Armadas. La entrada en vigor, por
tanto, de esa Ley Orgánica del Servicio Militar va dibujando y pergeñando
el camino por el que vamos, y con la aprobación de las Directivas de
defensa nacional y de defensa militar, tanto por la Presidencia del
Gobierno como por el Ministro de Defensa, en coherencia con lo anterior,
tenemos ahora el proyecto de Ley de Plantillas de las Fuerzas Armadas.

Creemos que en la definición de las Fuerzas Armadas Españolas del futuro
se están teniendo en cuenta los criterios establecidos en el diseño
militar europeo, que está coincidiendo en el tiempo con los
pronunciamientos que en España estamos tomando en relación a ese modelo
al que antes hacía referencia. Queremos unas Fuerzas Armadas más
reducidas, aunque altamente tecnificadas; unas Fuerzas Armadas con un
mayor grado operativo y mayor eficacia; unas Fuerzas Armadas bien
adiestradas, con una gran movilidad, polivalencia y flexibilidad, y una
mayor capacidad de acción, tanto de forma conjunta como combinada. Yo
creo que en esas líneas avanza el modelo de nuestras Fuerzas Armadas y el
modelo por el que están avanzando también las Fuerzas Armadas de los
países que con nosotros comparten un modelo de seguridad y defensa en
nuestro entorno.

Estos criterios se tuvieron en cuenta en la elaboración del documento
sobre el modelo de nuestras Fuerzas Armadas, aprobado --como antes
decíamos-- en el Congreso de los Diputados en junio de 1991, y esto hay
que hacerlo de acuerdo con las disponibilidades de recursos, tanto
humanos como económicos, con la realidad social española y teniendo en
cuenta el escenario internacional y la tendencia de estos países de
nuestro entorno a los que antes aludíamos. Este es el modelo por el que
el Gobierno y el Grupo Parlamentario Socialista estamos apostando y es el
que se concreta en este Proyecto de Ley.

El Grupo Parlamentario Socialista cree también que es importante tener en
cuenta otra serie de aspectos en los que, comparándolos con la enmienda
de veto que se planteaba por parte del Grupo Parlamentario Mixto y que
sustentaban los dos Senadores de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, se ve que las diferencias son notables. Hay cuatro elementos
claves en este momento: modelo de Fuerzas Armadas, volumen y composición
de estas Fuerzas Armadas, la adaptación de su estructura y despliegue y
el proceso de modernización de las mismas. Cuatro elementos claves en los
que se establece una gran diferencia con el modelo que plantea el Grupo
Parlamentario Mixto a través de su propuesta de veto.

Respecto al modelo se dice que éstas debe ser cualitativamente
equiparables a las de nuestros aliados y cuantitativamente proporcionales
a nuestras disponibilidades demográficas y económicas; finalmente, el
proceso de modernización de nuestras Fuerzas Armadas debe tender a que
éstas sean capaces de mantener una adecuada capacidad de disuasión, así
como participar eficazmente en una futura estructura europea de defensa.

Y precisamente en eso estamos, en esa capacidad de disuasión y en esa
capacidad y posibilidad de estar en esa estructura europea de defensa.

La dimensión propuesta es también coherente con los nuevos objetivos de
nuestra política de seguridad, en la que se incluye, además de la
tradicional defensa de nuestro territorio, la defensa de nuestros
intereses vitales, de nuestro ámbito de soberanía y la actuación como
miembro solidario de la comunidad internacional. Nuestra nación rompió ya
con el aislamiento, hemos abierto fronteras a un mundo complicado e
incierto y todos los grupos políticos tenemos voluntad para que eso sea
posible, y en esos grupos políticos incluyo también al que pertenece su
señoría. Su señoría y su grupo político han dado muestras repetidamente
de que no están apostando por una política aislacionista, sino todo lo
contrario, están apostando por abrir fronteras y también por apoyar la
presencia de nuestras Fuerzas Armadas en procesos de pacificación, como
en los que en estos momentos y en momentos anteriores, a través de la
bandera y como cascos azules, han venido desplegando nuestros Ejércitos,
tanto en Europa como en países de América y de Africa. Por tanto,
entiendo que ese argumento no tiene consistencia y que están alejados de
esa realidad en la motivación de la enmienda de veto. Es evidente que en
muy poco tiempo el buen hacer de nuestras Fuerzas Armadas en operaciones
de paz de ha convertido en un importante activo de las mismas y, por
tanto, creemos que ese modelo entronca perfectamente con el modelo que
defiende este Proyecto de ley.

Quiero terminar este turno en contra de la propuesta de veto invitando a
los miembros de la Comisión de Defensa a oponerse a la misma en cuanto
que esa propuesta no se define por el modelo que venimos apostando a
través de este Proyecto de ley.

Finalmente, quiero hacer mención a una referencia en la exposición del
portavoz del Grupo Parlamentario Popular dirigida fundamentalmente al
Grupo Parlamentario Socialista y al Gobierno de la nación, que este Grupo
Parlamentario tiene el honor de apoyar. Desde luego, consideramos muy
positiva esa oferta de colaboración que el Grupo Parlamentario Popular
plantea, una oferta de colaboración desde la lealtad institucional, desde
la política de Estado, que yo creo que tiene un entronque importante en
el ámbito de la defensa, y hay coincidencias lógicas en las que estaremos
trabajando hombro con hombro, como lo hemos venido estando en pasadas
legislaturas y hemos tenido ocasión de ir demostrando tanto



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desde nuestro Grupo como desde el Grupo Parlamentario Popular. Ahora
bien, eso no es óbice para que, desde esa lealtad institucional, haya una
oposición también leal, y esa oposición leal consideramos también
positivo que se manifieste de esta forma.

El debate de este Proyecto de ley es una ocasión para dejar claro los
ámbitos de nuestro trabajo, tanto desde la defensa de las posiciones del
Gobierno de la nación, como desde la leal oposición a esta acción de
gobierno, y tendremos otras ocasiones también en próximos debates
parlamentarios --como por ejemplo en el de Presupuestos, muy cercano, si
bien ya hemos tenido ocasión en las comparecencias previas del Gobierno
de oír los argumentos de la oposición representada por el Grupo
Parlamentario Popular-- de colaborar y también de discrepar, pero desde
la lealtad que supone el ámbito de la defensa nacional, el ámbito de algo
que es consustancial con uno de los pilares del Estado, del Estado
español en este caso. Por tanto, agradezco su oferta de colaboración y
tiene también en el Grupo Parlamentario Socialista un colaborador desde
la coincidencia y desde la discrepancia.

Nada más, señor Presidente, y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Díez.

El Senador Cuevas se ganó el derecho a un turno de alusiones, por lo
menos. Tiene la palabra el Senador Cuevas.




El señor CUEVAS GONZALEZ: Muchas gracias, señor Presidente, por su
generosidad.

Yo creo que la crueldad en la vida es mala para todo, pero para la
política aún más. Puestos a ser crueles, tendría que manifestar mi
repulsa en el más alto grado al no ver en la Cámara Alta al Ministro de
Defensa, aunque sea en una Comisión, presentando el Proyecto de ley.

En segundo lugar, tengo que manifestar mi extrañeza, quizá debida a que
el portavoz del Grupo Parlamentario Popular no se ha leído el veto. No
pertenece éste a Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya. Como bien sabe
--y también le extiendo esta aclaración al portavoz del Grupo
Parlamentario Socialista-- el Reglamento de la Cámara exige que cualquier
propuesta del Grupo Mixto, o cualquier propuesta interesante de cualquier
Grupo, venga firmada por el portavoz. Por tanto, no hagamos de la firma y
de los nombres crueldades porque se nos pueden venir encima.

Y, puestos a hablar de crueldades, el portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista sabrá que este portavoz del Grupo Parlamentario Mixto --así
como los de otros Grupos-- ha sido muchas veces generoso con el Gobierno
cuando éste ha pedido aplazamientos para preguntas o procedimientos de
control en el Senado. Luego, puestos a hablar de ausencias, la primera es
la del Ministro, y en cuanto a falta de generosidad, como ocurre siempre,
el que más tiene menos generoso es, pero así es la vida.

Ya que me ha dado la oportunidad el señor Presidente, diré que claro que
estoy de acuerdo con el veto que ha presentado mi compañero de Eusko
Alkartasuna, pero no porque lo haya firmado como portavoz, sino porque
estoy de acuerdo con la filosofía. Lo que pasa es que en la vida siempre
es bueno hablar por uno y no por los demás, y como yo había pedido el
aplazamiento por cuestiones climatológicas, no he querido hablar por el
compañero porque creía que iba a llegar a tiempo. En cualquier caso, como
el Grupo Parlamentario Mixto, en la componente de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, tiene varias enmiendas, ya daremos la
oportunidad a los portavoces de los otros Grupos de saber cuál es la
posición de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya en el tema de la
defensa.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: El Senador Cuevas ha hecho el uso que le ha parecido
oportuno del turno de alusiones, pero yo le recuerdo a su señoría que la
única constancia formal es un texto que propone un veto a este Proyecto
de ley, que está firmado por su señoría y la Senadora Vilallonga; nadie
más ha firmado ese veto hasta el momento. En todo caso, en nombre del
Grupo Parlamentario Mixto corresponde a cualquiera de sus miembros,
ejerciendo las funciones de portavoz y representante del Grupo
Parlamentario Mixto, defender el veto en esta Comisión. Se ha hecho en el
derecho que su señoría ha considerado oportuno.

Por tanto, independientemente de las teorías acerca de la generosidad y
la crueldad, yo creo que los trámites están cumpliéndose con decoro y con
respeto a los derechos parlamentarios de todo el mundo. Ruego a sus
señorías que las cuestiones de alusión o de debate sean cuestiones de
alusión o debate y no estemos haciendo cuestiones de orden
permanentemente.

Doy por cerrado, pues, el debate sobre el veto y las cuestiones de orden
derivadas o camufladas, y procedemos como reglamentariamente se requiere
al turno de portavoces.

Saben sus señorías que hay también un máximo de 15 minutos disponible
para cada uno de los portavoces de los Grupos Parlamentarios. Utilizo lo
del máximo con intención de ahorro. El orden por el que los portavoces
pueden intervenir es el contrario al de su representación proporcional
ante el Pleno de la Cámara.

Tiene la palabra el Senador Cuevas, en representación del Grupo
Parlamentario Mixto.




El señor CUEVAS GONZALEZ: Gracias, señor Presidente.

Simplemente quisiera ratificarme en lo que había dicho anteriormente, y
no hace falta que insista usted más en lo de reglamentario, porque usted
como portavoz anterior del Grupo Socialista sabía qué era lo que cada uno
tenía que hacer.

Muy brevemente quisiera decir que apoyo la propuesta de veto, porque
coincide bastante con la posición de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya y, para que todo el mundo quede contento, también porque lo he
firmado, pero fundamentalmente porque coincide con la posición de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.




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Posteriormente, a lo largo del debate de las enmiendas, veremos las
contradicciones, a la hora de aprobar o de negar nuestras enmiendas, de
las palabras que el portavoz del Grupo Socialista ha formulado. Por todo
lo cual, creo que las enmiendas números 13 a la 21 las van a aprobar
todas, porque están en la línea de lo expuesto por el portavoz del Grupo
Socialista.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Cuevas.

¿Senador Brito, desea intervenir? (Pausa.)
En nombre del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos,
tiene la palabra el Senador Caballero.




El señor CABALLERO LASQUIBAR: Muchas gracias, señor Presidente.

La iniciativa legislativa que nos ocupa obedece a dos requerimientos, tal
como se explicita en su Exposición de Motivos: El del artículo 31 de la
Ley 17/89, en orden a que las plantillas profesionales de los Ejércitos
se establezcan por ley, y el de ir concretando el texto que sobre el
modelo de las Fuerzas Armadas aprobó el Congreso de los Diputados el 27
de junio de 1991.

El contenido y características de estos dos requerimientos nos
proporcionan un parámetro para la evaluación de esta iniciativa: saber en
qué medida se está dando respuesta a aquel modelo, esto es, la medida en
que se avanza en la concreción de aquel programa, y más particularmente
en qué medida el avance en cuestión puede ser considerado como respuesta
al planteamiento formulado por el Partido Nacionalista Vasco sobre el
modelo deseable que hoy reiteramos y que, como sus señorías conocen, no
es otro que el de contar con un ejército profesional.

Establecido lo anterior, el modelo de Fuerzas resultante de aquel
documento parlamentario, sucintamente expuesto, es el siguiente: Se
trataría de un Ejército mixto formado por personal profesional y de
recluta, y el número total de efectivos se situaría para finales de esta
década entre los 170.000 y 190.000, de tal modo que para esa fecha el
cincuenta por ciento de ese personal sería profesional. Consecuentemente
con lo anterior, el parámetro concreto a utilizar, en nuestro caso, es el
de la medida en que esta Ley de Plantillas avanza, con mayor o menor
decisión, hacia la profesionalización.

Dicho esto, cabe sostener como datos significativos de la regulación de
este proyecto, primero, el que los cuadros de mando establecidos en el
artículo 1.º apenas suponen aligeramiento respecto de las plantillas
correspondientes y resultantes del Real Decreto 255/91, de 1.º de marzo,
que adoptaba las plantillas de los ejércitos a la Ley 17/89 Reguladora
del Régimen de Personal Militar Profesional. Segundo, las cifras de
plantilla de Tropa y Marinería profesionales que se establecen en el
artículo 2.º vienen a suponer algo más del cincuenta por ciento sobre la
cifra total de efectivos prevista para el final de la presente década.

Ahora bien, se trata, a nuestro juicio, de una plantilla sin génesis,
porque según la Disposición Transitoria Primera se trata de una plantilla
objetivo a alcanzar en el plazo máximo de cinco años, por lo que podría
decirse que se trata de la plantilla para finales del año 1998, porque la
evolución anual dentro de ese plazo se sitúa en función de la evolución
de los créditos presupuestarios que se prevean al efecto, y porque dadas
las dos circunstancias precedentes --y que nada se dice sobre la
evolución de efectivos de reemplazo-- tampoco puede asegurarse casi nada
acerca de la evolución concreta de este porcentaje de referencia.

Tercera. La regulación establecida en la disposición adicional tercera,
dirigida a recompensar en cierto modo los servicios del personal llamado
a prestar misiones en el extranjero, parece a todas luces justificada,
vistos los compromisos internacionales de ese orden que se vienen
asumiendo. Y, cuarta, no se justifica, a nuestro entender, la proposición
de las reglas que presiden el pase a situación de reserva de Teniente
Coronel y Suboficial Mayor de las Escalas Básicas, ni la prórroga del
régimen transitorio general de la Ley 17/89, Reguladora del Régimen de
Personal Militar Profesional.

Para terminar, señorías, diré que en la medida en que la Disposición
Transitoria Primera acorta algo el horizonte temporal para lograr el
modelo aprobado, constituye un paso positivo hacia la progresiva
profesionalización que debe valorarse favorablemente, si bien debería, a
nuestro juicio, exigirse un ritmo aún más acelerado con la consiguiente
priorización presupuestaria.

Por otro lado, el aligeramiento del cuadro de mandos que incide en la
evolución descendente de las plantillas de reemplazo parece insuficiente.

Consecuentemente, en la medida en que las Disposiciones Transitorias
Segunda y Tercera contribuyen, a nuestro juicio, a retrasar ese proceso,
deben valorarse negativamente, máxime cuando no se justifica
suficientemente la revisión que implican de las correspondientes
decisiones de la Ley 17/89 ya citada.

Traduciendo estas valoraciones en técnica enmendante y excluida la de
totalidad, que en buena lógica correspondería por nuestra posición al
modelo actual, a la vista del avance que la presente iniciativa supone
hacia la profesionalización de las Fuerzas Armadas españolas, anunciamos
nuestra abstención en la presente iniciativa legislativa.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Senador.

¿Desea intervenir el Senador Sala? (Pausa.)
Corresponde, pues, el uso de la palabra al Senador Soravilla, en nombre
del Grupo Parlamentario Popular.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Unicamente deseo aclarar, por una parte, al Portavoz del Grupo Mixto,
Senador Cuevas, que yo me he leído el veto, pero lo que he leído es que
los Senadores que lo presentan son los señores don Andrés Cuevas y doña
Isabel Vilallonga, y viene firmado por ellos. Yo no puedo



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intuir que detrás de eso haya alguien más; mientras no me lo expliquen,
no puedo saber nada.

De todas formas, manifiesto nuevamente que nos vamos a oponer a este veto
y, por otra parte, agradezco la buena disposición de las palabras del
Portavoz del Grupo Socialista, y lo único que le puedo decir es que
«obras son amores y no buenas razones»; veremos qué ocurre a lo largo de
esta tramitación.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el Senador Díez.




El señor DIEZ GONZALEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Voy a fijar la posición del Grupo Parlamentario Socialista en oposición
al veto presentado por el Grupo Mixto insistiendo en los argumentos que
hemos dado anteriormente: una decisión de las Cortes Generales de un
modelo mixto al que tiende este proyecto de Ley nos lleva a apoyar el
mismo; un proyecto de ley que tiende a una profesionalización del 55 por
ciento.

Yo creo que el Portavoz del Grupo Parlamentario de Senadores
Nacionalistas Vascos así lo ha visto en el proyecto de Ley, y estimo que
es un avance importante, con un total de efectivos máximo de 180.000
personas, como ya se concreta en la Directiva de Defensa Nacional; con
una tasa de profesionalización, como decía antes, superior al cincuenta
por ciento, que es el objetivo fijado en el debate en el Congreso de los
Diputados en julio de 1991, con 99.720 profesionales, 49.720 cuadros de
mandos y 50.000 efectivos de tropa y marinería profesionales. Duplicamos,
por tanto, los que actualmente tenemos.

Se completará todo ello, y así se expresa en la Memoria que el Gobierno
remitió acompañando el proyecto de Ley, con aproximadamente 46.000
funcionarios civiles, contratados y laborales. Yo creo que un dato que
hay que tener en cuenta es cuál es el conjunto de personal que va a
trabajar en el entorno de nuestras Fuerzas Armadas.

Finalmente, quiero decir que el modelo que hoy debatimos, concretado en
este proyecto de Ley es, desde nuestro punto de vista, medido, riguroso,
realista y responsable. Nuestro Grupo Parlamentario estima que propone
una dimensión acertada de las Fuerzas Armadas que podrán hacer frente a
nuestros compromisos en seguridad y defensa y garantizará nuestra
presencia en operaciones de paz. En definitiva, queremos insistir en que
apoyamos en su conjunto el proyecto de Ley.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Díez.

Corresponde proceder a la votación del veto presentado por los Senadores
Andrés Cuevas González e Isabel Vilallonga Elviro en los términos en que
ha sido publicado en el Boletín Oficial de las Cortes Generales, Senado,
V Legislatura, del 3 de diciembre de 1993, para que al menos sepamos qué
es lo que vamos a votar. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, uno; en
contra, 24; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazado el veto al proyecto de Ley de
Plantillas de las Fuerzas Armadas.

Entramos en el debate de las enmiendas al articulado. Hasta ahora los
trámites parlamentarios se sustanciaron debatiendo conjuntamente en
bloque todas las enmiendas al proyecto de Ley. En mi opinión su número no
es demasiado amplio para que valga la pena dividirlas.

El Grupo Parlamentario Popular ha presentado ocho enmiendas al proyecto
de Ley; tres, el Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos;
una, el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, y 12 el Grupo
Parlamentario Mixto. Utilizando los procedimientos habituales de un
minuto por enmienda, con un mínimo de cinco y un máximo de 30, que es el
tiempo que rige los debates en el Pleno de la Cámara para cualquier
proyecto de ley, creo que tenemos tiempo suficiente y sus señorías pueden
defender perfectamente sus propuestas de enmiendas, salvo que se me
indique lo contrario.

Empezamos por el orden de los Grupos Parlamentarios enmendantes de mayor
a menor que es como corresponde al derecho de todos ellos. Por tanto,
tiene la palabra el señor Soravilla del Grupo Parlamentario Popular para
defender sus enmiendas al proyecto de Ley.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Gracias, señor Presidente.

En primer lugar, haré dos precisiones: una es si iniciamos el debate con
arreglo al orden establecido: título de la ley, preámbulo y articulado o
si empezamos por el articulado y terminamos, como es habitual, por el
preámbulo y los títulos de la ley.

Por otra parte, quiero hacer una aclaración y es que las enmiendas a la
disposición adicional tercera que son las números nueve y diez las
defenderá, como portavoz de este Grupo, el Senador Escuín.




El señor PRESIDENTE: Tiene razón su señoría en la primera advertencia. Es
correcto que discutamos primero las enmiendas al articulado y después las
relativas al título y al preámbulo que son las enmiendas número cinco del
Grupo Popular y la número catorce del Grupo Parlamentario Mixto. Por
tanto, a excepción de esas dos enmiendas hacemos ahora el debate global
de todas las demás.

Tiene la palabra su señoría, y luego me indica cuándo la va a tomar el
Senador Escuín para defender el resto.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Muchas gracias.

Iniciamos el debate en el artículo 1 que se refiere a las plantillas de
cuadros de mando. En la primera enmienda que es la número 6, solicitamos
la sustitución del concepto de categoría por el de empleo porque nos
parece más ajustado y tiende a evitar cualquier tipo de discrecionalidad
que, en ocasiones, se puede confundir o enmascarar bajo un término como
el de flexibilidad.




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Por otra parte, el hecho de que el artículo 31 de la Ley 17/1989 haga
referencia a categorías debe entenderse como el establecimiento de un
criterio mínimo que no obsta, sino todo lo contrario, a que en su
desarrollo por la presente ley alcancemos una mayor precisión, puesto que
la categoría comprende un número de empleos y no puede ser lo mismo que
el total o la mayor parte de una categoría; por ejemplo, que la categoría
de oficiales superiores sea sólo de comandantes, o sea de coroneles y así
sucesivamente. De todas foras, si la resistencia de sus señorías a
proceder al desarrollo de este concepto se debe a una flexibilidad que
viene condicionada a que no esté totalmente perfilado el Plan Norte, o a
que estemos todos todavía pendientes del Plan Estratégico Conjunto,
etcétera, realmente lo que ocurre es que esta le es prematura y entonces
nuestro argumento de que el diseño debe preceder a la plantilla y no
acomodar el diseño a la plantilla, sería el correcto.

Esto, de alguna manera, nos conduce a la segunda enmienda al artículo 1
por la que modificamos el cuadro y lo cuantificamos como se nos pidió en
el trámite del Congreso. Creemos que hemos realizado una reducción en el
número de oficiales generales y en los Cuerpos comunes bastante moderada,
ajustada y razonable. Valoramos la aproximación del Grupo Socialista pero
ahora estamos dispuestos a debatir sobre los números de nuestra propuesta
para ver si podemos alcanzar una aproximación mayor. Nosotros entendemos
las dificultades del Grupo Socialista para cualquier tipo de concreción
en estas cuestiones de números, porque como hemos dicho estamos a la
espera del Plan Estratégico, del Plan Norte, no sabemos si serán
suprimidos los Gobiernos Militares, si se mantendrán con la actual
categoría de General de Brigada, si vamos a tener Generales de División,
sin División, si va a haber tantos Generales de Brigadas como Brigadas
están previstas, si con la reducción de competencias que impuso el
Gobierno serán necesarios Tenientes Generales al frente de las Regiones
Militares, todo esto en el Ejército de Tierra, pero lo mismo podríamos
decir de la Armada o del Ejército del Aire.

Esta ley se envía al Parlamento por la urgencia de no crear más
incertidumbres profesionales, y yo creo que no hay mayor incertidumbre
para los profesionales que todas las que acabo de referir ahora mismo y
cuyo responsable, en definitiva, es el Gobierno Socialista. Pero al
margen de todo esto hay un cúmulo de argumentos que avala nuestra
postura; primero, no es lógico que en el modelo de Fuerzas Armadas
acordado no se perfile geométricamente la pirámide de personal; que se
produzca, por ejemplo, una disminución del 14 por ciento en los cuadros
de mando, mientras que en la cúspide, que son los oficiales generales, se
disminuya sólo un tres por ciento. Y más aún, en 1984 existían 0,9
Generales por cada 1.000 hombres, la ratio de este proyecto nos situaría
en 1,5 por cada 1.000. Es decir, que la silueta de la pirámide resultaría
manifiestamente deforme.

Segundo argumento. Si atendemos a los aspectos geográficos y funcionales,
observamos que el 70 por ciento de nuestros generales están en Madrid y
la conclusión es que desarrollan en su mayoría funciones burocráticas y
sólo unos pocos mandan unidades. Yo ya no voy a insistir aquí, porque
sería insistir en el binomio política socialista-burocratización que, al
final, siempre resulta ineficacia. En el nivel operativo hay tantos
generales como en el político, pero la mitad que en el táctico y el doble
que en el estratégico. Por este camino lo que estamos creando son unas
Fuerzas Armadas macrocéfalas, es decir, una gran cabeza
político-estratégica con un corpúsculo simplemente operativo. Es verdad
que acordamos unas Fuerzas Armadas que no fueran gigantes, pero en
realidad a lo que nos oponemos es a convertir a las Fuerzas Armadas en
cabezudos. Además, cuando comprobamos que el número de oficiales
Generales es aún mayor si tomamos la plantilla transitoria adicional, la
reserva y la segunda reserva con cargo o destino, llegamos a la
conclusión de que este Gobierno es políticamente impotente para hacer una
reducción mínimamente racionalizada de esta categoría.

Con respecto a los Cuerpos comunes, ocurre lo mismo, hay un exceso de
burocracia. Es cierto que otra vez la ineficacia de los Gobiernos
Socialistas ha batido el récord de los recursos presentados contra la
Administración Militar. El récord, desde luego, no es de medalla, sino un
«sambenito» pero esto no es razón suficiente ni justifica que el número
de Jurídicos sea tan sumamente abultado como el que están prestando sus
servicios en la actualidad. Señorías, yo creo que lo que hay que hacer es
administrar mejor y racionalizar de verdad las plantillas de personal.

Otro tanto ocurre con los interventores militares, cuyo número es
superior a la suma total de interventores civiles del resto de la
Administración Pública. En otra ocasión nos referiremos a la sanidad y a
la música.

En consecuencia, con esta enmienda deseamos contribuir a una mejora real
dirigida a la racionalización y a la operatividad de nuestras Fuerzas
Armadas. Quisiéramos crear con ello un compromiso que se reflejara en
este cuadro, aun cuando la confianza en su cumplimiento por este Gobierno
fuese bastante limitada por la experiencia que ya tenemos del Real
Decreto 255/1991, sobre todo en lo que se refiere al tema de
suboficiales.

En consecuencia, me permito someter estos argumentos a su consideración y
debate y solicitar en su momento el voto favorable a estas enmiendas.

Con respecto al artículo 4, que es el de distribución de plantillas,
presentamos la enmienda número 8, que pide su supresión. Es coherente y
complementaria con la número 6, al artículo 1, sobre la sustitución o la
incorporación en su caso de empleos por categorías. No obstante, tampoco
tendríamos inconveniente en que dentro de la categoría se incluyeran los
empleos.

No reiteraré los argumentos al respecto, pero apelaré a la imprescindible
seguridad jurídica que inspira la propuesta que nosotros hacemos al texto
del dictamen, porque podría conducir a una discrecionalidad
administrativa en aras de una flexibilidad que es verdad que consideramos
necesaria pero que podría alcanzarse a través de otros mecanismos
diferentes.




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Las enmiendas números 9 y 10, a la disposición adicional tercera, las
defenderá el Senador Escuín.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Discúlpeme si le pregunto a su señoría si ha
incluido en esta defensa global las enmiendas números 11 y 12. Es decir,
¿sólo son las números 9 y 10 las que quedan pendientes de defensa por
parte del Senador Escuín?



El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Las enmiendas 11 y 12 las defenderé yo
mismo.




El señor PRESIDENTE: Le ruego que concluya su turno de defensa y luego el
Senador Escuín defenderá las suyas.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Las enmiendas números 11 y 12 se refieren a
la disposición adicional cuarta y la razón es tan simple como la de
reparar un agravio cometido en esta Cámara, y hacerlo no sólo por
justicia, sino por la razón práctica de homologarnos con nuestros
aliados.

No quisiera detenerme demasiado en la pequeña historia pero de graves
consecuencias que se inició con unas enmiendas, las números 445, 446 y
448 del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado al entonces proyecto
de Ley de Régimen de Personal Militar Profesional, por las que se
consideraba que las escalas medias de ingenieros duplicaban --no se sabía
cómo-- las funciones de las correspondientes a los Cuerpos de
especialistas y, en consecuencia, se declaraban a extinguir, para luego
proponer por el Real Decreto 1637/1990, de 20 de octubre, su integración
en la de especialistas, cuando ya en esa escala se habían integrado «ex
lege», a través de la disposición adicional sexta de la Ley 17/1989 y del
artículo 1 del Real Decreto 1637/1990, todos los oficiales especialistas
con titulación asimilada a la formación profesional de segundo grado, así
como también algunos suboficiales y subtenientes ascendidos con
posterioridad a dichas normas legales, y todo ello sin atender a la
heterogeneidad de atribuciones, competencias y titulaciones de unos y
otros. Esto a su vez propició que los oficiales especialistas se
escalafonaran por delante de los ingenieros técnicos, pasando por alto
legalmente su condición de escala a extinguir y aplicándoles la mecánica
virtual al resto de las integraciones.

La situación presente es que la escala media incluye personal
especialista sin titulación universitaria junto a aquellos de las
técnicas que voluntariamente se integraron con un techo profesional
situado en el empleo de teniente coronel o capitán de fragata, mientras
que los que no se integraron permanecen estancados en el de comandante,
sin atender a su titulación universitaria.

Con nuestras enmiendas lo que pretendemos es eliminar este trato
discriminatorio y adaptarlo, a la vez, a las mismas normas de empleados
de nuestros aliados. El Real Decreto 1665/1991, de 25 de octubre, por el
que se regula el sistema general de reconocimiento de los títulos de
enseñanza superior de los Estados miembros de la Comunidad Europea que
exigen una formación mínima de tres años de duración es la aplicación a
la normativa interna de la Directiva comunitaria 8948 del Consejo de las
Comunidades Europeas, que no hace sino descubrir la improcedencia de la
integración en una misma escala de titulados universitarios y titulados
asimilados de formación profesional de segundo grado.

Pero la pretensión de nuestra enmienda va más allá. Por un parte, no es
justo que con distinta titulación y atribuciones ambas escalas alcancen
el mismo tope profesional, el de teniente coronel o capitán de fragata y,
por otra, debe advertirse que en la hoy Unión Europea sólo actúa un tipo
de ingeniero o arquitecto, que es precisamente el de tres años, lo que
implica que no existen techos profesionales en los empleos de las Fuerzas
Armadas. En Francia, por ejemplo, el Cuerpo de Ingenieros de Estudios y
Técnicos de Armamento, que es equivalente, con tres años de estudio
también, antes alcanzaba hasta el empleo de coronel, pero hoy ya cuenta
con algún general. Con tres años también de estudios, en Alemania y Gran
Bretaña alcanzan sus homólogos el generalato y si nos fijamos en nuestro
principal aliado en la OTAN, que es Estados Unidos, el tope de carrera
viene limitado al empleo de coronel, y éste es el tope que propone mi
Grupo.

Señorías, creo que no sería posible homologar atribuciones y competencias
en nuestra reciente integración en alianzas multiejércitos, llámese
Eurocorp, UEO u OTAN, sin tener la homologación correspondiente de rangos
propuesta por nuestra enmienda.

Señorías del Grupo Socialista, el agravio se produjo aquí, las razones
están aquí; apoyen nuestras enmiendas y no esperen a las propias en la
próxima ley, también heterogénea, supongo, para restablecer plenamente la
razón y desfacer su propio entuerto.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Soravilla.

Ruego al Senador Escuín que defienda las enmiendas números 9 y 10, del
Grupo Parlamentario Popular.




El señor ESCUIN MONFORT: Muchas gracias, señor Presidente.

Voy a defender, efectivamente, las enmiendas 9 y 10, a la disposición
adicional tercera, y voy a hacerlo de forma englobada, distinguiendo que
la enmienda 9 pretende la supresión de los puntos 1, 2 y 4 y la enmienda
número 10 pretende la modificación, vía supresión, del punto 3.

La disposición adicional tercera de esta Ley de Plantillas nos parece que
tiene una extraordinaria importancia por cuanto afronta uno de los
problemas que se han suscitado en nuestras Fuerzas Armadas en los últimos
tiempos, y es nada más y nada menos que la participación de militares de
reemplazo en misiones fuera del territorio nacional, aparte de que la
ubicación de esta disposición adicional en esta Ley, por vía
extraordinaria



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como lo es, no nos parece el procedimiento legislativo más adecuado.

Es posible --y lo reconocemos-- que al tenor de la discusión de una nueva
ley se puedan incluir en ella preceptos que se han olvidado, o estén
obsoletos, de disposiciones legislativas anteriores que sea necesario
modificar o corregir y que no hagan preciso elaborar una nueva ley, pero
en el caso que nos ocupa me parece que esto no es así por cuanto que las
leyes del servicio militar son muy recientes. El Reglamento del Servicio
Militar es, concretamente, del mes de agosto de este año 1993 y también
las leyes que regulan la marinería y tropa profesional son igualmente
recientes, concretamente creo que del año 1992. Por tanto, ¿qué omisiones
legislativas, qué errores legislativos, qué defectos legislativos se
tienen que corregir para introducir una modificación en la disposición
adicional tercera, que tiene íntima relación, perfecta conexión con la
Ley del Servicio Militar? Y ya son dos las leyes del servicio militar que
se han aprobado por este Gobierno Socialista para que se tuvieran en
cuenta con suficiente detalle las posibilidades que los militares de
reemplazo podían tener en misiones fuera del territorio nacional.

Creo que se introduce como una disposición adicional para tratar de
camuflar, si cabe --lo digo con tono menor, pero tengo que decirlo desde
la oposición--, algo que ha estado en el candelero en la sociedad
española y que el Gobierno Socialista se apresuró a salir por delante
diciendo muy claramente que los militares de reemplazo jamás efectuarían
misiones fuera del territorio nacional. Después se añadía que si salían
sería en misiones de paz y que no había ningún riesgo, en fin, con
algunas excusas. Pero en lo fundamental, explícitamente, el Grupo
Socialista --lo tendrá que reconocer-- así se manifestaba.

Esta enmienda que defendemos trata de suprimir en el punto 3 de la
Disposición Adicional Tercera «... o de reemplazo» y es consecuencia de
una enmienda, la número 13, del Grupo Parlamentario Socialista en el
Congreso de los Diputados. El proyecto de ley se publicó sin este punto
tres de la Disposición Adicional, y el Grupo Socialista en el Congreso,
en el trámite parlamentario con competencia legislativa plena, aprobó que
los militares de reemplazo que actualmente están cumpliendo misiones en
el extranjero por dos o tres meses pudieran suscribir un compromiso. Nos
parece un procedimiento un poco forzado que un soldado de reemplazo que
permanezca en el extranjero por más de tres meses pueda suscribir un
compromiso ya que puede potenciar y provocar que la firma de dicho
compromiso se efectúe en situaciones que no sean las más apropiadas; el
reenganche estando en el servicio puede llevar a que después se
arrepientan, y yo les digo a ustedes, senadores del Grupo Socialista, que
no me gustaría, ni a ustedes tampoco, que un militar de reemplazo, que
puede firmar un compromiso y convertirse en militar de empleo o
profesional, tuviera un accidente. Ustedes lo lamentarían, y lo
lamentaría la sociedad española, no tanto aquellos que fueron ya como
militares profesionales.

Por tanto no nos gusta esta Disposición Adicional. Tampoco nos gusta la
posibilidad de que aquellos militares de reemplazo que estén en la
reserva puedan también firmar un compromiso, y no nos gusta por una razón
práctica, porque para ejercer estas funciones en el extranjero se
necesitan unos conocimientos muy especiales, y precisamente la Ley
Orgánica de 1991 que regula la marinería y tropa profesional exige para
los militares profesionales o bien situaciones de riesgo o misiones fuera
del territorio nacional. Es decir, la tropa y marinería profesional está
precisamente para realizar estas funciones en el extranjero, y lamentamos
que ante esa posibilidad de que un militar de reemplazo que ha hecho ocho
meses de «mili» quiera participar en misiones de alto riesgo, la propia
Ley diga: se incluirá el tiempo previo necesario para el adiestramiento
en la unidad en que se incorpore. En definitiva, la propia Ley se cura en
salud y exige una previa adaptación a aquellos militares de reemplazo que
estando en la reserva quieren acudir a prestar este compromiso en
misiones en el extranjero.

En resumen, señorías, señor Presidente, estaríamos de acuerdo en admitir
los puntos 2 y 4 de la Disposición Adicional, si bien nos gustaría que
reflexionaran sus señorías y que las misiones en territorio extranjero
fueran solamente para tropas y marinería profesional y que a los
militares de reemplazo, tanto los que están en la reserva como los que se
encuentran actualmente cumpliendo esa misión en el extranjero, no se les
diera la posibilidad de poder firmar compromisos y convertirse en
militares de empleo.

Creo que nuestros militares profesionales de tropa y marinería tampoco
pueden estar mezclados --es una de las Disposiciones de la Ley-- con los
militares de reemplazo y les daría un aliciente mayor a estos marineros y
soldados profesionales la posibilidad de que hubiera más participación y
más solicitud de plazas de las que actualmente existen, porque si
queremos dotar a un ejército profesional o semiprofesional --que es el
acuerdo que en su día se aprobó por el Congreso de los Diputados-- la
mejor manera es la de facilitar estas tareas peligrosas de alto riesgo y
de alta capacidad a personas que después van a mantener en nuestros
ejércitos esos conocimientos y técnicas recibidas, y no a un militar de
reemplazo, que durante cierto tiempo puede tener serios peligros, y
posteriormente esa técnica y esos conocimientos no le van a servir
absolutamente para nada.

De ahí que defendamos esta enmienda y suscribimos la posibilidad de que
el Grupo Socialista acepte suprimir la palabra «militar de reemplazo» en
el punto 3 de la Disposición Adicional, y eliminar el punto 1 de esta
misma Disposición.

En lo demás estaríamos de acuerdo.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Escuín.

Ya que su señoría hace alusión a ello, me gustaría decirle que puede
tener la más absoluta seguridad de que todos los miembros de esta
Comisión y todos sus Grupos Parlamentarios lamentarían un accidente de
cualquier



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miembro de las Fuerzas Armadas, fuese cual fuese su condición.




El señor ESCUIN MONFORT: No lo dudo, señoría.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Escuín.

En representación del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas
Vascos tiene derecho a hacer uso de la palabra el senador Caballero para
defender las enmiendas números 2, 3 y 4, todas ellas referidas a las
Disposiciones Transitorias.




El señor CABALLERO LASQUIBAR: Gracias, señor Presidente.

Las razones que motivan las enmiendas presentadas por mi Grupo han sido
ya expuestas en una intervención anterior y se concretan en la necesidad,
a nuestro juicio, de llevar a cabo el proceso de profesionalización
evitando retrasos. De ahí nuestra enmienda de modificación de la
Disposición Transitoria Primera, que propone la reducción del plazo
previsto de adaptación de cinco a cuatro años, y por igual razón nuestras
enmiendas de supresión de las Disposiciones Transitorias Segunda y
Tercera.

El aligeramiento del cuadro de mandos, que incide en la evolución
descendiente de las plantillas de reemplazo, nos parece insuficiente y
nos aporta razones justificativas de la alteración de unas previsiones
positivas en tal sentido y todavía recientes, como las correspondientes a
la Ley de Régimen de Personal Militar Profesional. De ahí la razón de
nuestras enmiendas.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, senador Caballero.

El senador Brito puede utilizar la palabra, si le parece oportuno, para
defender la enmienda número 1, del Grupo Parlamentario de Coalición
Canaria, presentada a la Disposición Adicional Segunda.

Su señoría tiene la palabra.




El señor BRITO GONZALEZ: Gracias, señor Presidente.

Nuestra enmienda pretende modificar la Disposición Adicional Segunda del
proyecto de ley en el sentido de que nos parece que la actual estructura
establecida en la Disposición Adicional Sexta, punto 1, apartados a) y d)
de la Ley 17/1989 presenta una clara discriminación, entrando en
contradicción con la propia filosofía y con los planteamientos que se
recogen en el preámbulo de la propia Ley cuando se dice que constituye,
por tanto, una parte de la función pública, aunque sus peculiaridades
obliguen a regularla por normas específicas, que, sin embargo --y recalco
esto-- han de basarse en principios análogos a los que rigen aquélla.

Entendemos que el mantenimiento de una estructura media en la escala de
Cuerpos del Ejército de Tierra supone una discriminación que incluso
puede rozar la propia inconstitucionalidad de las normas en el sentido de
que se establece un mecanismo normalizado en el acceso pero luego se
discrimina al objeto del desempeño de las funciones que son análogas y
equivalentes a las propias de la escala activa.

En este sentido, nosotros planteamos, por un lado, la eliminación de la
escala media y el establecimiento sólo de una escala activa y una escala
especial de jefes y oficiales, al objeto de evitar una discriminación
efectiva y, por otro lado, eliminar la posibilidad de que exista una
discriminación en el acceso, que debe basarse, por tanto, en principios
de mérito y de equivalencia --lo que es el sistema general de acceso a
los cargos públicos-- y no como ocurre en este caso en que se mantiene
una discriminación que, lógicamente, afecta a un colectivo importante del
personal, en este caso del Cuerpo General de las Armas del Ejército de
Tierra.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Brito.

Puede tomar la palabra el senador Cuevas para defender las enmiendas
números 13, 15, 16, 17, 18, 19, 20 y 21. ¿Estoy en lo cierto, senador
Cuevas, son ésas o hay alguna más?



El señor CUEVAS GONZALEZ: De la 13 a la 21...




El señor PRESIDENTE: Sí, a excepción de la número 14, que es al Preámbulo
y que discutiremos en un tercer bloque de enmiendas.




El señor CUEVAS GONZALEZ: Si el señor Presidente me lo permite, así lo
haré porque todas giran en torno a lo mismo.




El señor PRESIDENTE: Como le parezca bien a su señoría.

Tiene, pues, su señoría la palabra.




El señor CUEVAS GONZALEZ: Gracias por su generosidad.

El componente del Grupo Mixto, Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya,
hemos presentado a este Proyecto de ley varias enmiendas que van desde la
número 13 a la 21 y que podía haber servido para ilustrar, como decía
anteriormente, el debate del veto. Al presentar estas enmiendas, la
intención de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya es adecuar las
plantillas de las Fuerzas Armadas a las necesidades de la Defensa siempre
en un marco de un ejército profesional, como hemos venido defendiendo en
nuestra campaña y en nuestro programa electoral, dando respuesta a las
necesidades y a la tecnificación que hoy un ejército profesional
necesita, sobre todo --como decía antes otro Senador-- en el contexto de
los ejércitos europeos. Ya que los ejércitos de masas me parece que han
pasado de moda.

Como ustedes saben, Izquierda Unida ha planteado --y lo he dicho
anteriormente-- durante la campaña electoral el tema del ejército
profesional, y lo hemos hecho sin dar



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ningún salto en el vacío, es decir, hemos sido prudentes. Hemos planteado
durante todo el debate electoral e incluso en el Congreso de los
Diputados que este salto de un ejército mixto --en la pasada legislatura
el señor Ministro lo afirmaba en la presentación del proyecto de ley-- a
un ejército profesional se hiciera, repito, sin saltos en el vacío y
poníamos como ejemplo que tal salto se podría efectuar en un tiempo
prudencial de diez años y, entonces, entroncaríamos también con la moda
europea que, como sus señorías saben, va hacia un ejército profesional.

Cada día más el ejército en Europa se está profesionalizando y, por
tanto, en ese entorno en el que nos movemos creo que en el plazo de diez
años deberíamos de avanzar.

Además planteamos el ejército profesional, que puede ser discutido o no
discutido, aceptado o no aceptado, en el marco del artículo 8 de nuestra
Constitución que indica que el papel del ejército, entre otras cosas, es
defender la integridad territorial, el ordenamiento constitucional y,
además, acatarlo. Por tanto, nuestra propuesta, puede gustar o no, a
algunos más y a otros menos, pero como se enmarca dentro del texto
constitucional creo que es defendible en una Cámara de representación
legislativa.

Para defender el tema del ejército profesional hemos presentado las
enmiendas en base a ordenar el funcionamiento del ejército y el
organigrama, porque cuando se trata de los nuevos conflictos o de los
viejos conflictos, desde Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya creemos
que sería muy hipócrita hablar de un ejército armado para la paz; cuando
he oído esto he empezado a preguntar sobre su significado y nadie me ha
dado una respuesta. Yo creo, y es mi filosofía, que habría de ser un
ejército civilizado contra la guerra, pero eso es utópico todavía.

Llegará algún día que el poder militar no sirva de disuasión para el
entendimiento entre las naciones y los pueblos; creo que habrá un día que
no hará falta este poder militar para disuadir a pueblos y a naciones.

Además hay un elemento social que no se plantea en la ley, pero hay que
decirlo. Uno de los elementos por los que Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya plantea el tema del ejército profesional es el tema de la
insumisión y el tema de la objeción de conciencia. Con respecto a lo
social creo que la insumisión ya ha ganado su batalla en la calle; cuando
4.000 jóvenes españoles se han declarado insumisos, las encuestas que
tiene el propio Ministerio de Defensa dice que el 73 por ciento de la
población urbana es insumisa o apuesta por la insumisión, y el cincuenta
y tantos de la población rural apuesta por ello también, creo que hay un
fenómeno social que no se va a solucionar con meter a la gente en la
cárcel, sino que hay que dar soluciones políticas para que este problema
se acabe. La única forma para que este tema se resolviera es, por un
lado, despenalizando la insumisión y, por otro, yendo al tema de la
objeción de conciencia.

Pienso que algunos compañeros que al final me van a dar caña por lo de la
objeción de conciencia y la insumisión --y, si no me dan caña, mejor--,
en algunas resoluciones de sus organizaciones juveniles creo que están en
la onda con las de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, aunque unos
estemos en una orilla y otros en otra, pero, al final, coincidimos en que
el tema de la objeción de conciencia y el de la insumisión tienen un
calado enorme socialmente que, como he dicho anteriormente, está ganado
en la calle y solamente hacía falta que el Gobierno hubiera aprovechado
algo de esta ley y de otras para que este problema acabara.

Termino diciendo, como al principio, que creo que es una hipocresía
enorme hablar de ejércitos modernos armados para la paz, y si todavía
alguien considera necesarios los ejércitos creo que deberían trabajar
ustedes en el sentido de construir un ejército no para la paz, sino
contra la guerra.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Cuevas.

En mi opinión no queda ninguna enmienda al articulado sin haber sido
defendida. Si alguna queda de algún Grupo parlamentario se me puede
señalar. (Pausa.) No es así.

El Grupo Socialista tiene derecho a un turno en contra de las enmiendas
presentadas.

El señor Borderas tiene la palabra.




El señor BORDERAS GAZTAMBIDE: Gracias, señor Presidente.

Voy a intervenir, en primer lugar, para debatir las enmiendas y defender
el articulado de la ley, y mi compañero, el Senador Agudiez, hará el
resto de la defensa, correspondiente a las Disposiciones Adicionales
Transitorias, Derogatorias y Final.

En principio, voy a referirme a estos cuatro artículos que son muy
cortos: a las plantillas máximas de cuadros de mando, en el artículo 1; a
las plantillas correspondientes de tropa y marinería profesionales,
correspondientes a las plantillas máximas de los llamados, en estos
momentos, militares de empleo, en el artículo 2; al artículo 3, el
personal de plantilla, que comprende, haciendo una salvedad, todo aquel
tipo de personal que se encuentra en situaciones de servicio activo
disponible y suspenso de funciones; y, por último, a la distribución de
plantillas, en relación con lo dispuesto por el Consejo de Ministros que
determinará las plantillas de cuadros de mando correspondientes a
distintos empleos, Cuerpos y Escalas, teniendo en cuenta las previsiones
del planteamiento de la defensa militar.

Yo creo que el artículo 1 está claro; es decir, da absolutamente números
concretos y específicos que corresponden a todos los cuadros de mando de
nuestros ejércitos, números que detrás de ellos están también las
personas que corresponden a estos cuadros, pero también las familias y
los intereses personales de todas estas personas, así como lo que supone
la carrera profesional, las promociones personales de nuestras propias
Fuerzas Armadas. Por tanto, el decir que vamos a suprimir tal o cual
apartado de estos empleos supone también el disminuir las posibilidades
de promoción y de empleo de cada una de estas personas.




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Hay que ser muy cauto en la aprobación de estos artículos de la ley
porque yo creo, y lo cree todo el mundo y cualquier persona razonable lo
comprende, que los vaivenes en la ordenación y en la conducción de lo que
suponen nuestras Fuerzas Armadas no son en absoluto buenos. Cualquier
mirada retrospectiva, y uno no puede dejar de citar por lo menos ciertos
aspectos históricos que son suficientemente demostrativos, a lo que han
sido las Fuerzas Armadas españolas en los siglos pasados sabe
perfectamente lo que han supuesto estos vaivenes en la historia que no
han sido precisamente un modelo de ordenación de nuestras Fuerzas
Armadas.

Nosotros hemos pasado en los últimos 15 ó 20 años de un ejército de
guarnición a un ejército de protección, y esto se ha hecho sin vaivenes,
sin problemas, con reducciones muy importantes. Debo recordar
especialmente a nuestros compañeros Senadores del Grupo Popular cómo esta
ordenación de las plantillas, ya iniciada por la Ley 40/1984, supuso una
reducción del 20 por ciento de los oficiales generales en ese momento,
del 15 por ciento correspondiente al Ejército de Tierra, y del 8 por
ciento en la Armada y en las Fuerzas Aéreas. Esto ha sido una disminución
progresiva y ustedes en su momento pusieron serios reparos a que estas
reducciones tuvieran lugar. Pues bien, estas reducciones se han ido
haciendo de una manera sencilla y paulatina sin mayores contratiempos, y
en estos momentos las plantillas están perfectamente ajustadas.

Ustedes insisten en que en estos momentos hay un aumento del número de
oficiales superiores, especialmente oficiales generales, en Madrid, pero
es que en Madrid está el Estado Mayor de la Defensa, más los Estados
Mayores del Ejército de Tierra, del Ejército del Aire y de la Armada
española. Por tanto, la concentración de oficiales superiores en Madrid
es lógica en relación con esa concentración. Ahora bien, si ustedes dicen
que van a llevarse el Estado Mayor de Tierra a la provincia de Tarragona
y la Armada a San Fernando, entonces cambiará indudablemente la
localización de estos oficiales superiores. Pero mientras estos Estados
Mayores estén en Madrid, es lógico que esta concentración sea así.

También llama la atención la reducción en los Cuerpos comunes de las
Fuerzas Armadas a la que se han referido ustedes. En efecto, como muy
bien han dicho, corresponde a los Cuerpos de sanitarios, a los Cuerpos
jurídicos, a los Cuerpos Técnicos, a los Cuerpos de interventores de las
Fuerzas Armadas que, como es lógico, tienen que tener una dedicación, y
esa reducción que ustedes hacen es muy importante. A nosotros nos parece
que este tipo de reducción no está justificado. Por consiguiente, yo creo
que las plantillas, tanto de oficiales --en este caso, de oficiales
superiores-- de los restantes oficiales, así como de suboficiales, son
ajustadas. Ha habido ya una reducción previa con el paso de la ley por el
Congreso de los Diputados, y en estos momentos pienso que están en su
justo medio.

En cuanto al artículo 2, debo decir que aquí, como es natural, las cifras
no son específicas y claramente determinantes número a número, persona a
persona, sino que lo que se hace es una ordenación de la posible tropa y
marinería profesional. Digo posible porque, en estos momentos, la
situación no es ésta, es decir, que actualmente no existen 50.000
soldados de empleo o de marinería profesional. No hay este total. En
estos momentos las Fuerzas profesionales españolas de tropa y marinería
serían de alrededor de unos 25.000 hombres y, como es natural, esto
también tiene que aumentar de forma progresiva, por un lado, con la
dedicación voluntaria, puesto que ése es un entronque voluntario de
entrar dentro del Ejército en este tipo de dedicación y, por otro lado,
porque las posibilidades presupuestarias que serán asignadas conforme
vaya aumentando en estos momentos, y que supondrán aproximadamente, tal y
como se decía en el texto que fue aprobado de forma mayoritaria por todos
los grupos políticos en el Congreso de los Diputados en junio de 1991,
una cifra global de alrededor de los 180 ó 190.000 hombres dentro de
nuestras Fuerzas Armadas, incluidos los cuadros de mando, tropas
profesionales y también los militares de reemplazo, que todavía
alcanzarán un porcentaje con seguridad inferior --ya en estos momentos se
está aproximando al 50 por ciento-- de la dedicación dentro de la tropa y
marinería.

Creo que esto está suficientemente ajustado, no creo que sea necesario
insistir más. A mí me parece que está dentro de una trayectoria iniciada
el año 1984 por todas las distintas leyes y disposiciones que han tenido
lugar; que está dentro del texto del futuro de las Fuerzas Armadas
españolas aprobado por el Congreso en el año 1991; que, igualmente, está
muy ajustado a lo que se ha especificado en la Ley del Servicio Militar,
aprobada también recientemente, etcétera. Pienso que esto está
suficientemente ajustado.

Paso al artículo 3, que se refiere simplemente a que las plantillas, en
los artículos 1 y 2 de la presente ley, comprendan a todo el personal que
se encuentre en determinadas situaciones, es decir: servicio activo,
disponible y suspenso de funciones.

En este artículo existe también un segundo apartado que dice: «Se
considerarán plantilla transitoria adicional de la categoría de Oficiales
Generales los supuestos previstos en el apartado 3 del artículo 31 de la
Ley 17/1989, de 19 de julio, reguladora del Régimen del Personal Militar
Profesional.» Se refiere a los puestos de determinados militares
profesionales, cuadros de mando y fundamentalmente oficiales generales,
que se encuentran en puestos de director general o en puestos del
Ministerio, y para los cuales se facilita la ley con esta disposición en
este apartado 2 del artículo 3.

Por último, en el artículo 4, Distribución de plantillas, se dice que el
Consejo de Ministros determinará las plantillas de cuadros de mando que
corresponden a los distintos empleos, Cuerpos y Escalas, teniendo en
cuenta las previsiones del planeamiento de la defensa militar y los
tiempos medios de permanencia en los empleos que determine la Ley, es
decir, también en lo referente a los tiempos de permanencia que estos
cuadros y suboficiales van a encontrarse con respecto a lo establecido
por la Ley reguladora del Régimen del Personal Militar Profesional,



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está adecuado esta distribución de plantillas, que son las que en cierto
modo --también se ha referido a esto el Senador Soravilla--, es decir, en
cuanto a la situación de las plantillas y el despliegue, ¿qué va a ser
antes, el despliegue o las plantillas? Yo creo que una cosa debe estar
adecuada a la otra. No puede haber un despliegue militar sin un
conocimiento determinado de las plantillas que corresponden a ese tipo de
despliegue militar, porque tampoco podemos hacer una reducción drástica
de todas nuestras Fuerzas Armadas en relación a un futuro despliegue.

Creo que en ambas cosas se han hecho con el tacto suficiente como para
que se acomoden el uno al otro, que no exista un despliegue en razón de
las plantillas, pero que tampoco puedan existir unas plantillas en
relación a ese despliegue, pues éste sería uno de los vaivenes a los que
antes me he referido y, por tanto, creo que no es bueno dentro de la
ordenación legal y del futuro de nuestras Fuerzas Armadas.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias.

Para completar el turno en contra, tiene la palabra el Senador Agudiez.




El señor AGUDIEZ CALVO: Gracias, señor Presidente.

Como ha hecho el resto de los portavoces de los distintos grupos, voy a
ser muy breve a la hora de fijar la posición del Grupo Socialista con
respecto a las enmiendas presentadas a las disposiciones adicionales y
transitorias.

No voy a referirme prácticamente a las enmiendas de Izquierda Unida,
salvo un par de ellas que inciden en temas concretos, porque yo creo que
ya se ha discutido, y lo que presentan es un modelo diferente de Fuerzas
Armadas, y han hecho la traslación del veto al articulado de la ley.

Respecto de la enmienda que ha presentado Coalición Canaria a la
disposición adicional segunda, debo decir que lo único que pretende el
proyecto de ley en esta disposición adicional es aplicar a las escalas
medias y básicas del Cuerpo de Especialistas de la Armada sus
denominaciones tradicionales. Yo creo que lo que pretende Coalición
Canaria --porque supongo que en la parte de la disposición estarán de
acuerdo-- es introducir un nuevo apartado que modifique la disposición
adicional sexta, en el punto 1, apartados a) y d), de la Ley 17/1989.

Creo que el fondo de esta cuestión se ha debatido de forma reiterada en
pasadas legislaturas, y sin ánimo de entrar a repetir los debates, me
parece que es necesario recordar que ya la Ley 14/1982, que reorganiza
las escalas especial y básica del Ejército de Tierra, establece
literalmente que el personal de estas escalas tiene como misión completar
las funciones de mando y servicio, que desempeña la escala activa,
teniendo también sus miembros, por otra parte, un acceso, una titulación,
una formación y un plan de carrera distinto a los de las escalas activas.

Por otro lado, a lo que llevaría la aprobación de esta propuesta sería a
la creación de una escala superior en los Cuerpos de especialistas del
Ejército, que no existe en la Ley 17/1989, sin olvidar que integraría
también en la escala superior de la Sanidad Militar a jefes y oficiales
de Sanidad, Farmacia y Veterinaria que careciesen de la titulación
exigida para el ingreso en el Cuerpo de Sanidad.

Las enmiendas del Grupo Popular a la disposición adicional tercera de
supresión de los apartados 1, 2 y 4, y de modificación al artículo 3, es
lo que se trae ahora a debate. La primera habla de si es o no materia de
ley, lo cual es algo que también se ha tratado con frecuencia en la
tramitación de distintos proyectos de ley, pero es práctica de las
Cámaras, por economía legislativa, el aprovechar dicha tramitación para
hacer modificaciones poco sustanciales de leyes anteriores.

Dicho esto, yo creo que la prestación del servicio militar es un derecho
y a la vez un deber constitucional y el participar en el mismo fuera de
territorio nacional de forma voluntaria es una opción personal que creo
que el legislador no debe mediatizar y mucho menos coartar con cierto
grado de paternalismo.

Por otra parte, no me parece positivo crear cierto temor en la opinión
pública respecto de la presencia de nuestras fuerzas militares en el
exterior. Algunas de las misiones son peligrosas, como la que están
viviendo nuestros soldados en estos momentos en la antigua Yugoslavia.

Ahora bien, es difícil definir lo que es el riesgo, pero si lo entendemos
como la posibilidad de que ocurra un contratiempo, hemos de decir que
prácticamente todas las actividades de la vida cotidiana comportan
ciertos riesgos; y la vida y la actividad militar, por supuesto.

El mero hecho de desarrollar maniobras conjuntas con ejércitos de otros
países, prácticas de tiro, conducción de cualquier tipo de vehículos
supone algún riesgo, tanto para el militar profesional como para el
soldado de reemplazo. Nosotros con esta disposición equiparamos
provisionalmente, creo que de una forma positiva, a los soldados de
reemplazo que están cumpliendo misiones en el exterior con la tropa y
marinería profesional en cuanto a derechos. Reconocemos también como
mérito el servicio prestado en esas misiones en el exterior en el
supuesto de que, una vez concluido el servicio militar, opten por
permanecer en la Fuerzas Armadas con carácter profesional.

Finalmente, queremos que los jóvenes, hombres y mujeres, que están en la
reserva puedan participar en este tipo de misiones. De esta forma los
ejércitos podrán disponer de una tropa y marinería perfectamente formada
y experimentada durante el tiempo que hayan permanecido de servicio en
las Fuerzas Armadas.

Paso a referirme a las enmiendas a la disposición adicional cuarta,
apartados dos y tres. La Ley 17/1989 unía las dos escalas y,
efectivamente, se podía haber generado un agravio, pero creo que con esta
disposición adicional damos respuesta a la necesidad de personal
cualificado que la progresiva tecnificación de nuestros ejércitos
demanda. Hemos creado una escala, que es lo que demandaban los
implicados, denominada, equiparando las escalas



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medias, Escala Técnica, sin crear agravios comparativos por su
especificidad.

Me atrevería a pedirle desde aquí al portavoz del Grupo Parlamentario de
Senadores Nacionalistas Vascos que retiren sus enmiendas a las
disposiciones transitoria primera, segunda y tercera, porque su
argumentación de que paralizan en parte el desarrollo del ejército
profesional, definido por otra parte en la ley para esta próxima década y
también en el programa electoral del Partido Socialista, no es cierta. La
primera enmienda a la disposición transitoria primera se refiere a la
modificación. Pero en este aspecto no han tenido una idea muy clara.

Concretamente dicen: «El Consejo de Ministros dictará las disposiciones
necesarias para adaptar progresivamente los efectivos actuales de cuadros
de mando a las plantillas fijadas en la presente ley.» Se refiere
exclusivamente a los mandos y, por tanto, no tiene ninguna incidencia en
la clase de tropa y marinería profesional.

En cuanto al resto de las enmiendas, concretamente la que presentan a la
disposición transitoria segunda, es de supresión del texto que pretende
eliminar una disfunción que hemos comprobado que se ha generado con la
Ley 17/1989 que hace que los que acceden a determinados empleos, sobre
todo aquellos que ascienden jóvenes al empleo de subteniente, se tengan
que jubilar mucho antes que aquellos menos capacitados que no han
ascendido. Nosotros queremos que se equipare la jubilación teniendo en
cuenta estos dos conceptos.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

Corresponde un turno de portavoces que se va a producir por el orden de
menor a mayor.

Tiene la palabra el Senador Cuevas.




El señor CUEVAS GONZALEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Como decía el portavoz del PSOE aquí lo que estamos debatiendo no es si
hay más generales, más sargentos o más coroneles. Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya quiere definir, aunque no sé si éste es el
marco apropiado, yo creo que sí, el modelo de ejército que queremos. No
hablamos de capitanes de corbeta, etcétera. Eso lo dejamos para los que
les guste el ejército.

En cualquier caso, creo que podríamos coincidir en un montón de cosas.

Hablaban ustedes de un ejército de cooperación. De acuerdo, no queremos
el aislamiento. Desde Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya hemos
apoyado misiones en el exterior, incluso, hemos apostado por una ONU más
democrática que pacifique conflictos y donde los ejércitos europeos estén
bajo su mando. Por eso es por lo que estamos apostando. No estamos
apostando por otro modelo de ejército porque creemos que los vientos por
Europa van por ahí. El objetivo es ir hacia un ejército profesional. Ahí
están los porcentajes de los mandos militares y de la tropa. Es decir,
están profesionalizados y cada vez más. En esa línea vamos. Yo no me
puedo creer que estemos, como se dice, en la onda de un ejército mixto.

Ahora tenemos un 70 por ciento de la tropa obligatoria y un 30 por ciento
de tropa pagada, o sea, de mandos. Difícilmente vamos a seguir avanzando,
pues el avance estará en función también de los cambios de gobierno que
pueda haber, porque parece que ustedes están de acuerdo con la filosofía
del Partido Socialista Obrero Español, pese a que creo que tienen otra
filosofía del ejército. Creo que el modelo de ejército del Partido
Socialista Obrero Español, y no quiero entrar en su modelo, no puede ser
igual, por concesiones ideológicas legítimas, al modelo de ejército que
tenga el PP, aunque lo queramos simular en cuestiones de Estado. Las
cuestiones de Estado muchas veces se subordinan a un montón de cosas en
las cuales no quiero entrar.

Usted había acentuado antes la cuestión de profesionalizar y modernizar
las Fuerzas Armadas. Pero para nosotros tan importante como eso es
resolver el tema de la objeción de conciencia y de la insumisión. Este es
para nosotros uno de los elementos clave. Es un elemento social que está
ahí y que no se puede olvidar, no se debe olvidar y no se tiene que
olvidar. El Parlamento, las Cámaras, las Cortes Generales, debe estar en
sintonía con la calle y con lo que está pasando en la realidad. Yo tengo
la seguridad, aunque no tengo dotes de orador ni de adivino, de que
muchos de los compañeros pueden disentir con la cabeza, pero creo que con
el corazón apretarían otra tecla si tuviéramos la intención, que la
tenemos, de cambiar la Ley del Servicio Militar para que la insumisión y
la objeción de conciencia en este país no estén penalizadas.

Nada más. Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Cuevas, aunque la última
parte de su intervención se ha referido a un proyecto de ley distinto.

¿Algún otro portavoz desea intervenir? (Pausa.)
Tiene la palabra el Senador Brito.




El señor BRITO GONZALEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Estamos aquí discutiendo sobre las plantillas de las Fuerzas Armadas y,
en todo caso, de una modificación precisa. En este sentido, no nos han
convencido los argumentos que ha planteado el portavoz del Grupo
Parlamentario Socialista porque entendemos que no se está produciendo en
la práctica esa diferenciación de partida que se plantea formalmente en
la ley de plantillas de las Fuerzas Armadas y en la propia estructura de
funcionamiento.

No nos ha convencido, en segundo lugar, porque si se trata de
racionalizar el funcionamiento y la estructura de los distintos cuerpos
del ejército, en este caso del Ejército de Tierra, lo que no se puede es
producir situaciones de discriminación. Antes se decía que había que
tener un enorme tacto en esta materia para evitar que cambios bruscos
pudiesen alterar el equilibrio de la estructura interna de los ejércitos.

A mí me parece que en este caso concreto el tacto hay que tenerlo hacia
arriba y hacia abajo en la estructura de la propia jerarquía y en la
estructura de funcionamiento de los diferentes cuerpos. En este sentido
entendemos que hay aquí una situación claramente



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anómala que cuestiona seriamente el sistema de acceso que se establece
para la generalidad de la función pública y que incluso puede cuestionar
el principio de igualdad que establece nuestra Constitución. Desde esta
perspectiva mantenemos nuestros criterios dado que los argumentos que se
nos han planteado hasta ahora cuando menos no cuestionan las razones que
han justificado la presentación y la defensa de esta enmienda.

Gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, Senador Brito.

Tiene la palabra el Senador Caballero.




El señor CABALLERO LASQUIBAR: Gracias, señor Presidente.

Quisiera decirle a su señoría que siento no poder satisfacer en lo que a
su petición se refiere aunque, sin duda, otro día será.

También quiero decirle que aunque es cierto que la disposición
transitoria se refiere a mandos, también es cierto que el establecimiento
de un determinado número de mandos incide en la plantilla que esos mandos
mandan, valga la redundancia.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Caballero.

Tiene la palabra el Senador Soravilla en representación del Grupo
Popular.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Gracias, señor Presidente.

Quisiera saber si podemos repartir el turno también en esta ocasión,
señor Presidente.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Senador Soravilla, no es habitual que los turnos de
portavoces se dividan ya que quien asume la representación de un grupo
parlamentario es sólo un portavoz, pero como estamos trabajando con
tiempo suficiente y con espíritu productivo, sus señorías pueden dividir
el turno.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Al iniciar mi exposición he hablado de que obras son amores..., pero en
este momento ya estamos viendo el talante de colaboración que nos ofrece
el Grupo Socialista. Tendemos la mano pero, en general, la retiran sin
escuchar siquiera los argumentos.

Se refería el Senador Borderas a la historia militar de España. Señoría,
usted sabe que nuestra historia militar está plagada de generales a causa
de tantas guerras civiles como hemos padecido, y que precisamente ésa fue
una de las causas de la decadencia de nuestro ejército.

Nosotros no hemos pretendido en ningún momento suprimir apartados, como
usted ha dicho. Lo que hemos pretendido ha sido reducir algunos de ellos.

En cuanto al número de oficiales yo le decía que el número que nosotros
presentamos es bastante razonable. Tengo aquí un cuadro remitido por el
Gobierno en el que se dice: Generales en destino de plantilla a 1.º de
enero de 1993. Aunque dicho cuadro viene por empleos, yo he sumado por
categorías, dado que parece que ustedes lo prefieren, y me ha dado como
resultado que, por ejemplo, en el Ejército de Tierra hay 111 generales.

Nosotros pedimos que haya 115, es decir, que subimos cuatro. En la Armada
hay 50 almirantes, el mismo número que pedimos nosotros. En el Ejército
del Aire hay 51 generales, la misma cifra que nosotros solicitamos.

Unicamente reducimos en los cuerpos comunes; hay 42 y nosotros pedimos
que haya 38, es decir, que pedimos se baje esa cifra en cuatro. No me
parece que sea tanta la diferencia.

Su señoría me dice que se han hecho reducciones y nosotros estamos de
acuerdo en ello como lo estamos también en lo del tacto. Con lo que no
estamos de acuerdo es con lo que ustedes consideran actualmente como una
reducción, porque pensamos que no se está produciendo tal reducción. En
cuanto a que en Madrid se produce una concentración lógica dado que en
dicha ciudad están reunidos, por ejemplo, todos los Estados Mayores,
tengo que decirle que en un anejo del documento que he mencionado antes,
donde dice: Destinos de Generales en plantilla transitoria adicional a
1.º de enero, se empieza mencionando al Jefe de Estado Mayor de la
Defensa. Es decir, que ustedes lo mezclan todo; para ustedes todos los
generales caben dentro de lo mismo, pero tengo que recordarle que en esa
misma plantilla transitoria adicional hay generales en la reserva con
cargo a destino, con lo cual la concentración es algo que queda al margen
de lo que usted me quiere decir. No hay que hacer ningún traslado de
Estados Mayores. Simplemente hay que reducirse a establecer un sistema
lógico y adicional de plantillas. Se trata de una pirámide y, mientras no
se demuestre lo contrario, las pirámides tienen una cúspide pero no
tienen grandes abultamientos en su zona superior, la llamada cúpula de
bulbo de los países orientales. Lo que estamos tratando de establecer
aquí es una pirámide que nada tiene que ver con eso.

En cuanto a los cuerpos comunes, es verdad que nosotros solicitamos una
reducción importante, pero es que nosotros estamos luchando por mantener
un mismo modelo --y podría hacer referencia a este respecto al Senador
Cuevas--. Por esa razón no hemos presentado el veto. Pero lo que está
claro es que, a la vista de lo que hay, nos diferenciamos cada vez más en
los matices. Queremos un ejército operativo, pero no un ejército
burocrático como ustedes intentan hacer. Antes me refería a la imagen de
los cabezudos, pero es que esa imagen también es la de quien no quiere
ver lo que realmente tiene delante, en este caso ese ejército puramente
macrocefálico con un cuerpo operativo mínimo. En cuanto a combinación de
plantillas y despliegue y viceversa, creo que ese tipo de equilibrios son
puramente esquizofrénicos y no conducen a ninguna parte.

Con respecto a la defensa del texto que ha realizado el Senador Agudiez,
creo que ha dado muy poquitos argumentos y en realidad no ha escuchado lo
que yo decía. El



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Senador Agudiez ha dicho que se podría haber generado un agravio, pero no
es eso; es que se generó, es que se agravió. Y en la escala técnica, tal
y como ustedes la establecen, se mantiene ese mismo agravio porque las
personas que no tienen titulación universitaria siguen con un techo
profesional equivalente a los que sí la tienen. Es decir, se trata de un
agravio porque los ascensos y los techos son equivalentes cuando en
realidad las titulaciones son completamente distintas.

Y llevado esto a esa vocación por parte de ustedes de que donde el
ejército se prestigia es fuera de nuestro país, yo me pregunto: cuando
nuestro ejército esté fuera, ¿qué va a ocurrir con aquellos oficiales
nuestros de la escala técnica que se encuentren con oficiales de las
mismas escalas de otros ejércitos que tienen una graduación mayor
sencillamente porque no tienen techos para esa graduación? Es decir, que
teniendo una experiencia igual, unas atribuciones similares y una
titulación idéntica, se van a encontrar con que están a las órdenes de
otras personas por la sencilla razón de que los mecanismos son distintos
según se trate de unos ejércitos o de otros. Nos encontramos, por tanto,
con un problema de multiejércitos.

Yo he expuesto mis argumentos; he creído que me iban a escuchar después
de mi primer exordio en el que les tendía la mano, pero veo que todo se
mantiene exactamente igual. Por ello, también nosotros nos mantenemos en
nuestra postura anterior. Seguiremos en la confrontación y no en la
colaboración.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Soravilla.

Tiene la palabra el Senador Escuín.




El señor ESCUIN MONFORT: Muchas gracias, señor Presidente.

Agradezco de verdad la contestación que ha dado a nuestras enmiendas el
Senador socialista, pero tengo que manifestar nuestra reafirmación en las
mismas por cuanto que, según la técnica legislativa de aprovechar
cualquier ley posterior para modificar una anterior, en estos temas de
los militares de reemplazo en misiones fuera del territorio nacional eso
no cabe ni tan siquiera para la marinería y tropa profesional. En las
leyes que regulan la tropa y marinería profesional, en la Ley del
Servicio Militar e incluso en el Reglamento del servicio militar, que es
muy reciente, se hubieran podido incluir perfectamente estas
disposiciones, pero no han sido incluidas. Creo que de forma callada y
aprovechando una ley de plantillas que habla de oficiales superiores,
generales, etcétera, al final se ha colado este tema tan importante, a
juicio del Grupo Parlamentario Popular, y del que la sociedad española es
consciente: que los militares de reemplazo, tanto los que hoy están
cumpliendo misiones como los que puedan estar en la reserva, puedan
participar en misiones internacionales. No decimos esto por ser
paternalistas o por dejar de serlo sino porque creemos que es necesario
reservar a las tropas y a la marinería profesional las misiones en el
extranjero e impedir que los procedentes del reemplazo tengan que
cumplirlas. Nuestro Grupo Parlamentario lo dice muy claramente pero
ustedes no lo han dicho de modo tan claro aunque el Presidente del
Gobierno, señor González, sí lo manifestó muy claramente. Quiero indicar,
además, que en este proyecto de ley no se habla de misiones de paz, se
habla de misiones en el extranjero sin más adjetivos. Pueden ser misiones
de paz como las que hoy se están produciendo en Yugoslavia, con riesgos
graves que todos lamentamos, por supuesto, que lamentamos todos los
Senadores y todos los españoles, pero sería aún más lamentable que estas
misiones estuvieran formadas por militares procedentes del reemplazo. Por
eso insistimos en nuestras enmiendas.

En cuanto a lo demás, también le he dicho al representante socialista que
estamos dispuestos a admitir que nuestra enmienda no está quizá en el
lugar en que debería a la vez que aceptamos que haber prestado servicios
en el extranjero puede ser un reconocimiento. Lamentamos que esto no esté
dentro del Reglamento de la marinería y tropa profesional o dentro del
Reglamento del servicio militar, ya que consideramos que eso sería lo
adecuado.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, Senador Escuín. Al Grupo Socialista
corresponde el derecho a utilizar el turno de portavoces.




El señor BORDERAS GAZTAMBIDE: Gracias, señor Presidente. También vamos a
compartir este turno, siendo muy breves.




El señor PRESIDENTE: Muy bien, Senador Borderas.




El señor BORDERAS GAZTAMBIDE: Creo que es una lástima que no hayamos
podido llegar a un acuerdo --por cantidades muy pequeñas-- con la leal
oposición que representa el Grupo Popular, en lo que se refiere al
artículo 1, relativo a las plantillas de cuadros de mando. Se trata de
cifras tan ajustadas, que el desiderátum de la relación
oficial-suboficial se cumple plenamente en este cuadro.

Comprobarán en las plantillas que hay 20.454 oficiales y 29.266
suboficiales. La relación es, aproximadamente, de 20-30, es decir de
1-1,5, lo que supone el desiderátum de la OTAN en cuanto a la relación
oficial-suboficial se refiere. Por tanto, creo que esta ley refleja este
ajuste de plantillas.

Por otro lado, esta disminución en las Fuerzas Armadas españolas se ha
hecho de forma progresiva. El objetivo de fuerza conjunto enunciado en
1984 para los diez años siguientes, suponía pasar de 373.000 a 315.000
hombres para 1994, pero en estos momentos hay 212.000, es decir, que se
ha producido una reducción de más de 100.000 personas en nuestras Fuerzas
Armadas. Por tanto, creo que estamos en el buen camino.

Me da la impresión de que esta ley va a cumplir su objetivo --el
ajuste--, sin vaivenes ni tropiezos, teniendo



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en cuenta nuestras posibilidades presupuestarias y las de nuestras
Fuerzas Armadas, que deben tener la seguridad de gozar de una carrera
profesional en el Ejército, lo que esta ley garantiza.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

Si he entendido bien, el Senador Agudíez va a consumir el tiempo que
resta del turno de portavoces. Por tanto, su señoría tiene la palabra.




El señor AGUDIEZ CALVO: Gracias, señor Presidente.

Quiero indicarle al portavoz del Grupo de Coalición Canaria que este
proyecto de ley no cuestiona absolutamente nada. Si observamos la Ley
7/1989, veremos que no se produce ninguna discriminación por lo que se
refiere a las escalas medias. Es más, creo que se ha posibilitado el
acceso al empleo de Teniente Coronel, mientras que en la antigua escala
únicamente se podía ser Comandante, por lo que se aumentan las
expectativas de carrera.

Con respecto al señor Escuín, todas las misiones fuera del territorio
nacional son de paz, pero en este momento también las están realizando
soldados de reemplazo en maniobras conjuntas con la UEO, la OTAN, o con
otros países. Por otra parte, aunque la ley no especifique el tipo de
misiones, me imagino que, en caso de que fueran de otro tenor, el
Presidente del Gobierno tendría que solicitar la correspondiente
autorización al Congreso. Por tanto, creo que no deben mantener esa duda
y temor con respecto a los soldados de reemplazo que, por otro lado, creo
que son básicos en el conjunto de las Fuerzas Armadas.

En cuanto al Senador Soravilla, creo que no se genera ningún agravio en
las escalas técnicas, sino que se vuelve a lo que se pedía: a una escala
definida por su especificidad. Por otro lado, los estudios y la formación
son diferentes; en este caso se exige ser diplomado universitario,
ingeniero o arquitecto técnico, etcétera. Por tanto, insisto en que creo
que no se produce ningún agravio.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señoría.

Corresponde pasar a la votación. Insisto en que si sus señorías no
solicitan la votación separada de ninguna de las enmiendas, podemos
proceder a su votación agrupadamente, según los Grupos firmantes.

Así, en primer lugar, votaríamos el bloque de enmiendas del Grupo
Parlamentario Popular. Ruego a sus señorías que comprueben que se trata
de las números 6, 7, 8, 9, 10, 11 y 12. En segundo lugar, las enmiendas
presentadas por el Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos,
números 2, 3 y 4. A continuación, la número 1, del Grupo Parlamentario de
Coalición Canaria y, por último, las enmiendas firmadas por el Grupo
Parlamentario Mixto, números 13, 14 --relativa al Preámbulo, pero que ya
ha sido defendida--, 15, 16, 17, 18, 19, 20 y 21. ¿Es correcto?
(Asentimiento.)
Por tanto, se someten a votación las enmiendas del Grupo Popular que he
mencionado. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, nueve;
en contra, 15; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Pasamos a la votación de las enmiendas del Grupo de Senadores
Nacionalistas Vascos. (El señor Soravilla Fernández pide la palabra.)
Tiene la palabra, señoría.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Gracias, señor Presidente.

Pedimos votación separada de la enmienda número 3.




El señor PRESIDENTE: Se somete, pues, a votación la enmienda número 3,
del Grupo de Senadores Nacionalistas Vascos. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, uno; en
contra, 25; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos las enmiendas números 2 y 4, del mismo Grupo Parlamentario.

(Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, uno; en
contra, 18; abstenciones, 11.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Sometemos a votación la enmienda número 1, del Grupo de Coalición
Canaria. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, dos; en
contra, 17; abstenciones, 11.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada. (El señor Brito González pide la
palabra.)
Tiene la palabra, señoría.




El señor BRITO GONZALEZ: Gracias, señor Presidente.

Pedimos votación separada de la enmienda número 13.




El señor PRESIDENTE: Gracias. (El señor Soravilla Fernández pide la
palabra.)
Tiene la palabra, señoría.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Gracias, señor Presidente.

Pedimos, por un lado, votación separada de la enmienda número 13; por
otro, de las números 17, 18 y 19 y, en otro bloque, del resto.




El señor PRESIDENTE: Por tanto, en primer lugar votaremos la enmienda
número 13, del Grupo Mixto. A



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continuación, las números 17, 18 y 19 y, por último, las números 14, 15,
16, 20 y 21. ¿Es así? (Asentimiento.)
Sometemos a votación la enmienda número 13, del Grupo Mixto. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 12; en
contra, 15; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos las enmiendas números 17, 18 y 19, del mismo Grupo Parlamentario.

(Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, uno; en
contra, 15; abstenciones, 12.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Por fin, votaremos las enmiendas números 14, 15, 16, 20 y 21 del mismo
Grupo Parlamentario.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, uno; en
contra, 27; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas las enmiendas números 14, 15, 16,
20 y 21, del Grupo Parlamentario Mixto.

Procede ahora la discusión de la enmienda número 5 al Título de la Ley
del Grupo Parlamentario Popular, puesto que la enmienda número 14 del
Grupo Parlamentario Mixto al Preámbulo ha querido discutirla
anteriormente su portavoz, por lo que ya ha sido discutida y votada.

Tiene la palabra el señor Soravilla Fernández.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Atendiendo al trámite de Ponencia, en el
que tuvimos una ligera duda sobre cómo debía redactarse este preámbulo,
mi Grupo se ha permitido hacer una redacción, por si acaso fuera más
ajustada a lo que en aquel momento todos opinábamos respecto a la
redacción original del texto del dictamen, y yo la sometería a la Mesa
por si pudiera ser tomada en consideración en este acto y, en
consecuencia, proponer un preámbulo en el que se modifica sobre todo el
orden, más por razón de estilo que de fondo.




El señor PRESIDENTE: Dada la naturaleza del procedimiento, Senador
Soravilla, esta propuesta deberá ser presentada a la Mesa, pero firmada
por la mayoría de los portavoces que representen a la mayoría de los
miembros de la Comisión. En ese caso, la Mesa no tiene ningún
inconveniente en darle trámite. Si no fuese así, no ha lugar a dicho
trámite.

Tiene la palabra el Senador Soravilla.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: ¿Se puede suspender para intentar proseguir
el trámite?



El señor PRESIDENTE: Consulto a los demás portavoces si tienen la
intención de realizar este trámite.

Tiene la palabra el Senador Díez González.




El señor DIEZ GONZALEZ: Gracias, señor Presidente.

Nuestro Grupo, que participó en el informe de la Ponencia, precisamente
estuvo valorando aquella propuesta. En principio nos parecía razonable.

Dicha propuesta devenía el acuerdo del Congreso de los Diputados, al que
se hace referencia. Nosotros entendíamos que dicho texto tenía la
consideración de dictamen o resolución, es decir, que tenía una
consideración reglamentaria «ad hoc», que queríamos en ese momento. Sin
embargo, hemos hecho las consultas pertinentes, tenemos la portada del
texto aprobado por el Congreso de los Diputados --recalco lo de texto,
porque es textual; valga la redundancia-- y el Congreso de los Diputados
adopta esa fórmula, es decir, no habla de resolución ni de dictamen, sino
que habla de esa palabra a la que he hecho referencia y, en cumplimiento
de lo dispuesto en el artículo 97 del Reglamento de la Cámara, se ordena
la publicación en el Boletín Oficial de las Cortes Generales del texto
aprobado por el Pleno del Congreso. Es decir, que es una fiel
reproducción del documento que en el Congreso de los Diputados se ha
aprobado. Por eso nosotros entendemos que no cabe la modificación que en
ese momento creíamos conveniente.




El señor PRESIDENTE: Permítame, señor Soravilla, que continúe la consulta
a los portavoces. Veo que los Senadores Cuevas y Caballero han abandonado
la reunión.

¿El Senador Brito quiere hacer alguna intervención al respecto? (Pausa.)
¿Senador Sala? (Pausa.) Senador Soravilla, de esta consulta se deduce que
va a ser un poco difícil que su señoría consiga que ese texto sea firmado
por la mayoría de los portavoces que representen a la mayoría de los
miembros de la Comisión. Le pregunto a su señoría qué destino quiere
darle.

Tiene la palabra el señor Soravilla Fernández.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: No dudamos de que fuera un texto. La duda
consistía en si este texto que no tiene fuerza de Ley podría ser causa,
precisamente, de todo el razonamiento que a continuación sigue. Lo que yo
proponía era simplemente un cambio de modo de redacción para que no
resultara tan chocante, que era lo que al principio nos pareció, y, de
alguna manera, adecuarnos un poco más al sistema lógico de producción de
las leyes. De todas formas, si no fuera así, ¿podría, tal vez,
considerarse como enmienda in voce en este trámite?



El señor PRESIDENTE: No, Senador Soravilla. Agradezco su voluntad de
buscar procedimientos alternativos.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: A la vista de la poca receptividad del
Grupo Socialista, por otra parte, seguimos en el asunto.

Muchas gracias.




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El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Soravilla.

Tiene la palabra el Senador Díez González.




El señor DIEZ GONZALEZ: Cuando se plantearon las dudas en la redacción
del informe de la Ponencia, el Grupo Socialista hizo las consultas
pertinentes, no solamente a los que conformamos la Comisión de Defensa en
el Senado, sino al Grupo Parlamentario en el Congreso de los Diputados.

Allí, como saben sus señorías, no han visto ninguna dificultad en el
texto del preámbulo; es más, no ha habido ningún Grupo Parlamentario que
lo haya enmendado en esa dirección y, precisamente, se ajustan al texto
que figura, porque fue en el seno del Congreso de los Diputados donde se
acordó y se llevó a efecto el debate político que, en cuestión, lo
justifica.




El señor PRESIDENTE: Agradezco a sus señorías que, aun no existiendo
ninguna propuesta, hayamos hecho un debate tan rico y les ruego que no
sigan haciéndolo, al margen de las intervenciones ordinarias.

Senador Soravilla, procede entonces que defienda la enmienda número 5 al
Título de la Ley.

Tiene la palabra el señor Soravilla Fernández.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: No me voy a extender mucho en presentar más
argumentos, sino que simplemente apelaré a la memoria de sus señorías,
porque la enmienda queda justificada simplemente con recordar. Hemos
debatido bastante más sobre las modificaciones a la Ley 17/1989, que
sobre plantillas, propiamente dicho. Creo que, incluso siendo muy
generosos, habremos debatido un 30 por ciento de plantillas y un 70 por
ciento de la Ley 17/1989. Por tanto, creo que no resulta del todo
descabellado, en pura técnica legislativa, plantear esta enmienda que
simplemente propone un Título más comprensivo de las materias que se
tratan de regular en esta norma, como, por otra parte, disponen las
normas dictadas por el propio Gobierno en un asunto como éste en cuanto a
la redacción de las leyes.

Yo recuerdo también a sus señorías que en este momento estamos debatiendo
el título de una ley; no estamos debatiendo ni la brevedad ni la
sonoridad de un impacto informativo o publicitario. Lo que debemos
conseguir es la mayor claridad en el título y que, a su vez, refleje, con
la mayor precisión posible, el conjunto de las materias que vienen
reguladas en esta Ley. Creo que en este simple argumento podemos
apoyarnos para defender esta enmienda e incluso pedir el voto favorable a
la ampliación del título de esta Ley.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Soravilla.

El Senador Díez quiere utilizar un turno en contra de esta propuesta, por
lo que tiene la palabra.




El señor DIEZ GONZALEZ: Seré muy breve.

Parece evidente que los razonamientos del Grupo proponente se pueden
avalar desde el punto de vista técnico y jurídico y podrían hacer
razonable el cambio del Título de la Ley. Pero creo que, por otra parte,
sería engorroso y el nombre de la Ley sería excesivamente largo.

Imagínense ustedes la Ley Orgánica del Servicio Militar, en cuyas
disposiciones derogatorias, concretamente, hace una referencia exhaustiva
a una serie de leyes en las que interviene derogando o reformando.

Tendríamos una titulación excesivamente larga y yo creo que la reforma
del Título no conduce a ningún efecto práctico.

Nada más, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Díez González.

¿Necesitan sus señorías en esta fase del debate utilizar un turno de
portavoces? (Pausa.) Agradezco a sus señorías la brevedad.

Votemos entonces la enmienda número 5 del Grupo Parlamentario Popular.




Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, nueve;
en contra, 15; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada la enmienda número 5, del Grupo
Parlamentario Popular.

Ruego a sus señorías que ahora acepten votar el texto de la ley, incluido
el Preámbulo y el Título.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: ¿No se van a votar por separado?



El señor PRESIDENTE: Si su señoría lo desea, podemos hacerlo.

Dígame los artículos que quiere que votemos por separado.




El señor SORAVILLA FERNANDEZ: Si me permite un momento, hago la cuenta.

No la tengo, ya que creía que íbamos a votar artículo por artículo.

Tendríamos tres bloques. El primero incluiría el Título, el Preámbulo,
los artículos 2 y 3 y las disposiciones adicionales primera, cuarta,
quinta y derogatoria.

En otro bloque irían los artículos 1 y 4, la Disposición Adicional
segunda y las disposiciones transitorias primera, segunda y tercera.

En otro bloque iría la Disposición Adicional tercera.




El señor PRESIDENTE: Propongo a su señoría que además de los tres bloques
que me sugiere haya un cuarto, con el Título y el Preámbulo, que lo
votaremos al final como un bloque separado.

El primer bloque de votación es, se lo reitero a sus señorías para que
quede claro, el que forman los artículos 2 y 3 y las disposiciones
adicionales primera, cuarta, quinta y Derogatoria. (Pausa.)



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Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 27; en
contra, uno; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Quedan aprobados los textos de los artículos 2 y 3 y
de las disposiciones adicionales primera, cuarta, quinta y derogatoria.

Procedemos a la votación de la Disposición Adicional tercera. (Pausa.)
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 15; en
contra, 10; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el texto de la Disposición Adicional
tercera, de acuerdo con el dictamen de la comisión.

El tercer bloque de votación es el que componen los artículos 1 y 4, la
Disposición Adicional segunda y las disposiciones transitorias primera,
segunda y tercera. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 15; en
contra, dos; abstenciones, 10.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el texto del dictamen que recogen los
artículos 1 y 4, la Disposición Adicional segunda y las disposiciones
transitorias primera, segunda y tercera.

A continuación, votamos el Preámbulo y el Título de la Ley separadamente.

En primer lugar, votamos el Preámbulo. (Pausa.) Efectuada la votación,
dio el siguiente resultado: Votos a favor, 15; en contra, 11;
abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el Preámbulo de la ley que debatimos.

Por último, votamos el Título. (Pausa.) Efectuada la votación, dio el
siguiente resultado: Votos a favor, 15; abstenciones, 13.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado el Título de la ley. Concluido el
dictamen de la Comisión respecto del proyecto de ley de plantillas de las
Fuerzas Armadas y el objeto del orden del día de nuestra sesión de hoy y
antes de levantar la sesión, quiero recordar a sus señorías que nos
reuniremos el día 17 para celebrar la comparecencia del señor Secretario
de Estado de Defensa. Ruego a los portavoces de los grupos parlamentarios
que me den algún criterio para decidir si incluimos o no en el orden del
día las preguntas que están presentadas para ser respondidas en Comisión,
que son las que han presentado los Senadores Alfonso Garrido, Alfonso
Sáenz Lorenzo, Francisco García Vico y Rafael Román Guerrero. (El señor
Díez González pide la palabra.) Tiene la palabra el Senador Díez.




El señor DIEZ GONZALEZ: Gracias, señor Presidente.

Yo creo que algunas de las preguntas las puede contestar el Secretario de
Estado de Defensa y otras requerirán la comparecencia de otra autoridad
del Ministerio de Defensa. No creo que el Secretario de Estado de Defensa
conteste a preguntas que no sean de su competencia, con lo cual habría
que convocar para el día que fije la Presidencia a la autoridad
correspondiente del Ministerio de Defensa.




El señor PRESIDENTE: Si les parece, yo consulto con el Ministerio de
Defensa quién es la autoridad que puede contestar a las preguntas y
convocaremos una posterior reunión de la Comisión para celebrar
exclusivamente la comparecencia de respuesta a esas preguntas.

Nos vemos el día 17 en la comparecencia del señor Secretario de Estado de
Defensa.

Se levanta la sesión.




Eran las catorce horas y veinte minutos.