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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 589, de 17/10/1995
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CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS
COMISIONES
Año 1995 V Legislatura Núm. 589
INFRAESTRUCTURAS Y MEDIO AMBIENTE
PRESIDENTE: DON LEOPOLDO ORTIZ CLIMENT
Sesión núm. 52
celebrada el martes, 17 de octubre de 1995



ORDEN DEL DIA:
Comparecencias, previamente al vencimiento del plazo para la presentación
de enmiendas al proyecto de ley por el que se adoptan medidas urgentes de
mejora del aprovechamiento del trasvase Tajo-Segura, para informar acerca
del mismo, de los siguientes señores:
--Del señor Director General de Obras Hidráulicas (Baltanás García). A
solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de expediente
212/001599). (Página 17970)
--Del señor Presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo (Noaín
Cendoya). A solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de
expediente 212/001600). (Página 17982)
--Del señor Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana
(Alcaraz Calvo). A solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de
expediente 212/001601). (Página 17992)



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--Del señor Consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Agua de la
Comunidad de Murcia (Sánchez-Almohalla Serrano). A solicitud del Grupo
Parlamentario Popular. (Número de expediente 212/001602). (Página 17999)
--Del señor Presidente del Sindicato de Riegos del Acueducto Tajo-Segura
(García Yelo). A solicitud del Grupo Parlamentario Popular. (Número de
expediente 219/000899). (Página 18008)



Se abre la sesión a las nueve y treinta y cinco minutos de la mañana.




COMPARECENCIAS PREVIAMENTE AL VENCIMIENTO DEL PLAZO PARA LA PRESENTACION
DE ENMIENDAS AL PROYECTO DE LEY POR EL QUE SE ADOPTAN MEDIDAS URGENTES DE
MEJORA DEL APROVECHAMIENTO DEL TRASVASE TAJO-SEGURA, PARA INFORMAR ACERCA
DEL MISMO, DE LOS SIGUIENTES SEÑORES:



--DEL SEÑOR DIRECTOR GENERAL DE OBRAS HIDRAULICAS (BALTANS GARCIA). A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de expediente
212/001599.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, buenos días. Iniciamos la sesión número 53
de la Comisión de Infraestructuras y Medio Ambiente.

El objeto de las comparecencias a celebrar hoy es referente al debate
previo al vencimiento del plazo para la presentación de enmiendas al
proyecto de ley por el que se adoptan medidas urgentes de mejora del
aprovechamiento del trasvase Tajo-Segura y a las debidas informaciones y
preguntas relacionadas con este importante tema.

Tal como se acordó en la Mesa y Portavoces, la duración de cada uno de
los debates que hoy se van a realizar con los cinco comparecientes va a
ser de una hora. Hoy vamos a ser estrictos en el tiempo, porque, de lo
contrario, no acabaríamos nuestro trabajo previamente asumido por esta
Comisión. Por ello, la Mesa y Portavoces decidieron que no solamente
pudiera intervenir el portavoz del grupo demandante de las cinco
comparecencias, que en este caso ha sido el Grupo Parlamentario Popular,
sino también aquellos portavoces de los distintos grupos parlamentarios
que lo deseen en cada una de las comparecencias. Esta Presidencia hoy
insiste en que tiene mucho interés en controlar el tiempo adecuadamente,
con un margen mínimo de flexibilidad, pero estableciendo una hora
aproximadamente por cada compareciente entre el debate, preguntas y
respuestas.

En primer lugar, damos la bienvenida a don Adrián Baltanás, Director
General de Obras Hidráulicas, que ha tenido la amabilidad de comparecer
hoy en nuestra Comisión por este importante tema del trasvase
Tajo-Segura. Dado que el Grupo Parlamentario Popular, insisto, ha sido el
que ha solicitado las cinco comparecencias, el debate se va a realizar de
forma que iniciará las preguntas correspondientes en este caso la
portavoz del Grupo Parlamentario Popular, la señora De Palacio.

Señora De Palacio, tiene la palabra.




La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: En primer lugar quiero agradecer
a todos los miembros de la Comisión que asumieran como propias también
las comparecencias solicitadas por el Grupo Popular para intentar aportar
un cierto debate sobre lo que es no el trasvase Tajo-Segura sino el
trasvase Tajo-Guadiana. En segundo lugar quiero agradecer la presencia
del Director General para aportar las especificaciones y las
explicaciones, espero, que les solicitemos. En tercer lugar, también
relacionado con este segundo punto, queremos manifestar la protesta más
enérgica del Grupo Popular ante el Director General por su condición de
Director General del ramo --aunque, evidentemente, la responsabilidad es
de su Ministro--, porque todavía no ha llegado al Congreso de los
Diputados la documentación solicitada por este Grupo en el mes de agosto
--concretamente el día 10-- referente a los estudios o proyectos que
subyacen y que respaldan la aprobación de este Decreto-ley que supone el
trasvase Tajo-Guadiana.

A fecha de hoy, contando los plazos reglamentarios y considerando que
todo el mes de agosto es inhábil y que no fue calificado el escrito hasta
el día 10 de septiembre, primer día de reunión de la Mesa del Congreso,
aunque tengo conocimiento de que en el Ministerio desde mucho antes
constaba ese escrito, incluso en esas circunstancias, ha vencido ya hace
una semana el plazo de remisión de esa documentación y todavía estamos
esperándola; documentación que, en nuestra opinión, es absolutamente
básica para podernos pronunciar sobre este Decreto-ley en el sentido de
intentar mejorar su contenido y de intentar aportar soluciones a
cuestiones que nosotros entendemos absolutamente defectuosas y que
hicieron que nuestro Grupo en su día se abstuviera en la votación en el
Pleno, entre otras cosas porque no disponía de la documentación necesaria
para poder formular una opinión suficientemente fundada.

Y a eso se añade que el texto del Decreto-ley --y a raíz del cual se
producen estas comparecencias-- es un cúmulo de ambigüedades, de
contradicciones y de zonas oscuras que lo único que auguran son futuros
pleitos, futuras dificultades y futuros conflictos entre distintas
partes, empezando porque en su exposición, en su segundo párrafo, el



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Decreto-ley echa la culpa del retraso del Plan Hidrológico Nacional a las
Cortes Generales, lo cual es una cosa ya oída. Le recuerdo al Director
General, representante del Ministerio en este momento, que,
evidentemente, el origen de ese retraso es que en su día no se hizo el
anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional conforme a la Ley de Aguas,
que dice precisamente que debe hacerse conforme a la planificación
sectorial, entre otras y, evidentemente, de una manera muy especial, a la
planificación de los regadíos.

Pues bien, aparte de ese pequeño detalle, para precisar cuáles son los
contenidos, entramos ya en lo que es la materia de este Decreto-ley
relativo al trasvase Tajo-Guadiana.

Hace referencia a un acuerdo unánime de esta Comisión, de 14 de marzo,
por el cual se solicitaba un proyecto de ley para la mejora de la
explotación del acueducto Tajo-Segura, que además, según el debate que
entonces se produjo, se refería al reforzamiento de la cabecera del Tajo
precisamente para garantizar la mejor explotación del Tajo-Segura y su
mayor rentabilización. Y frente a ese acuerdo unánime de esta Cámara lo
que nos llega no es un proyecto de ley sino un Decreto-ley, que no habla
de la mejora de la explotación del Tajo-Segura ni del reforzamiento de la
cabecera, sino que lo que establece es pura y simplemente el trasvase
Tajo-Guadiana.

En el cuarto párrafo de la exposición se nos habla de que este
Decreto-ley pretende resolver problemas de abastecimiento urbano y al
mismo tiempo mejorar el sistema de aporte al Parque Natural de las Tablas
de Daimiel, señalando que se posibilita el trasvase de hasta 50
hectómetros cúbicos anuales. Pues bien, de estas afirmaciones, el
problema de abastecimiento urbano se olvida en el contenido posterior del
Decreto-ley, salvo en su artículo 2, donde se habla de la reserva de 3
hectómetros cúbicos, que ya están contenidos y que no tienen nada que ver
con los 50 hectómetros cúbicos señalados en el artículo 2. En el artículo
1 se hace referencia al abastecimiento de la cuenca alta del río
Guadiana, considerando la palabra abastecimiento como suministro, por
cuanto de la lectura continuada del artículo 1 se ve que también se llama
abastecimiento a los aportes a las Tablas de Daimiel. Por tanto, en el
artículo 1 se emplea la palabra abastecimiento no como abastecimiento
urbano --que es como normalmente se utiliza-- sino como sinónimo de la
palabra suministro. Por consiguiente, se olvida el abastecimiento urbano
en los 50 hectómetros cúbicos y sólo se hace referencia al suministro
genérico de 50 hectómetros cúbicos, que no son 50 hectómetros cúbicos,
hasta 50 hectómetros cúbicos/año, es decir, un máximo de 50 hectómetros
cúbicos/año --como se dice en la exposición de motivos--, sino que se
habla de una media en diez años, lo cual quiere decir que puede haber
años de 100, de 200 hectómetros cúbicos o de lo que fuera, en función de
las posibilidades en un momento dado. Todo ello pone de manifiesto las
contradicciones entre la exposición de motivos y el articulado del
Decreto-ley.

Siguiente cuestión. El párrafo quinto de la exposición de motivos dice
que todo ello exige la modificación parcial de la normativa reguladora
del acueducto Tajo-Segura sin alterar los 600 hectómetros cúbicos de
volumen máximo anual trasvasable de una cuenca a otra. El problema es que
estamos hablando de trasvasar a una tercera cuenca y de eso no se dice
nada, con lo cual no queda claro si esos 50 hectómetros cúbicos están
incluidos en los 600 trasvasables al Tajo-Segura --lo que ocurre es que
se trasvasa a una tercera cuenca--, si son suplementarios o cómo están,
porque respecto a los 3 hectómetros cúbicos de reserva para atender
demandas de abastecimientos urbanos suplementarios, sí se especifica en
el artículo 2 que ello no implica la modificación del volumen máximo
trasvasable autorizado por la normativa reguladora del Tajo-Segura. Por
lo tanto, en este Decreto-ley existen contradicciones entre su exposición
de motivos y su texto articulado, así como indefiniciones que vamos a
seguir analizando.

Paso a comentar el articulado. En el artículo 1 se hace referencia al
abastecimiento de la cuenca alta del río Guadiana en el sentido de
suministro o aporte a la cuenca alta del río Guadiana. Se fija una
cuantía máxima de 50 hectómetros cúbicos, considerando incluidas las
dotaciones previstas para el Parque Natural de las Tablas de Daimiel en
la Ley 13/1987 y los decretos-ley de los años 1990 y 1993 que la
prorrogaron. Todo ello suponía un aporte medio de 20 hectómetros cúbicos
para las Tablas de Daimiel. En este artículo 1 se nos dice, en primer
lugar, que se derivan los 50 hectómetros cúbicos del Tajo-Segura, pero no
se dice de dónde provienen esos 50 hectómetros cúbicos. El Tajo-Segura,
como saben SS. SS. y como el Director General conoce perfectamente, no
tiene agua, no tiene más agua que aquella que se desembalsa o que se
suministra desde la cabecera, desde el sistema de Entrepeñas y Buendía.

Por tanto, no se entiende la redacción en cuanto a que el abastecimiento
se realice desde el Tajo-Segura. Habría que especificar que es desde el
sistema de Entrepeñas y Buendía. En segundo lugar, se hace referencia al
volumen medio anual derivado en un período máximo de 10 años, que no será
mayor a 50 hectómetros cúbicos. Como he señalado antes, esto está en
contradicción con la exposición de motivos. En tercer lugar, no se
determinan los beneficiarios de este trasvase, cuestión absolutamente
básica, por cuanto lo único que queda claro es la aportación a las Tablas
de Daimiel, pero no se determinan los beneficiarios de este trasvase y,
además en el caso concreto de las Tablas de Daimiel, tampoco se
especifica si serán efectivamente esos 20 hectómetros cúbicos que en
principio se deducen de la Ley de 1987, que eran 60 hectómetros cúbicos
como máximo a lo largo de tres años --en este caso serían 20 hectómetros
cúbicos--. Tampoco se especifica si esos 50 hectómetros cúbicos se
detraen de los 600 máximos autorizados en las leyes de 1971 y de 1980 del
trasvase Tajo-Segura. Esto no se dice, insisto en ello. Sin embargo, sí
se dice respecto a los 3 hectómetros cúbicos siguientes. Por tanto, yo le
pregunto al señor Director General, esos 50 hectómetros cúbicos ¿a quién
se le quitan, de dónde salen, a quién se van a destinar y en qué
cuantías, quiénes son los beneficiarios de esos 50 hectómetros cúbicos?
¿Las Tablas de Daimiel? ¿En qué cuantía? El resto, ¿quiénes y a costa de
quién? ¿De los 600



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hectómetros cúbicos que hay para el trasvase Tajo-Segura, es decir, para
la cuenca del Segura con los distintos usuarios, Taibilla, etcétera? ¿Qué
ocurre con la Ley de 1980? ¿Qué pasa con las otras reservas que había en
el Tajo-Segura? Estamos hablando de Almería, de otras utilizaciones
suplementarias. ¿Qué ocurre con todo ello?
Respecto a los 3 hectómetros cúbicos relativos a los abastecimientos de
las poblaciones inmediatas al trazado del acueducto, no hay nada que
objetar por nuestra parte, porque está determinado quiénes son los
beneficiarios, a costa de qué volúmenes se habla, no se modifican los 600
hectómetros cúbicos máximos, etcétera. Podríamos hablar de los
aprovechamientos hidroeléctricos, pero no me voy a detener en ese detalle
y me referiré a otra cuestión muy importante.

Artículo 5: régimen económico y financiero de la explotación del
acueducto Tajo-Segura. Los beneficiarios de las infraestructuras
necesarias --artículos 1 y 2--, no están determinados. Se dice que se
sufragarán los costes correspondientes de amortización, explotación y
conservación de las obras de derivación. ¿Estos beneficiarios no van a
sufragar ninguna parte alícuota de lo que es el acueducto y el sistema
Tajo-Segura? Esto en primer lugar. En segundo lugar, ¿no van a sufragar
los costes de bombeo de agua desde Bolarque a lo que es el canal? ¿No van
a pagar la parte alícuota de mantenimiento? ¿Van a pagar o no la afección
hidroeléctrica que suponga todo eso? Porque en el Decreto-ley 5/1993, por
ejemplo, cuando se contemplaban unas derivaciones precisamente para unos
abastecimientos urbanos, se determinaba claramente en su artículo 4 los
que tenían que pagar la parte alícuota de los gastos de explotación del
AT-S, y aquí no se dice ni media palabra. Sólo se hace referencia a las
obras necesarias para la derivación.

Además de todo lo anterior, hay una cuestión básica --como he señalado al
principio-- y es que doy por hecho que existe un proyecto para regular
todo esto, cuando menos una memoria valorada, aunque no nos la hagan
llegar ni en plazo ni en forma. ¿Cuál va a ser el costo final del metro
cúbico de agua derivada? Yo tengo conocimiento, por informaciones que me
llegan --pero que como no son oficiales no puedo considerarlas reales--
de unos gastos de inversión por un importe de 55.000 millones de pesetas
para una derivación de 50 hectómetros cúbicos. Ello supone, aplicando la
actual Ley de Aguas, 40 pesetas por metro cúbico, a lo que habría que
añadir los costes de bombeo, los costes de explotación, etcétera, del
Tajo-Segura. ¿Estamos hablando de un agua que va a costar 60 pesetas
metro cúbico? ¿Cuál es el precio del metro cúbico de agua derivada que
van a pagar esos usuarios que están todavía por determinar, porque no
están en este proyecto determinados?
Señor Director General, al entrar en lo que cuesta o no el metro cúbico,
cuál va a ser el costo final y qué es lo que van a repercutir en los
beneficiarios --y si no lo repercuten en los beneficiarios lo tendremos
que pagar entre todos los españoles--, le tengo que preguntar lo
siguiente. ¿Por qué han elegido esta opción? ¿Qué otras opciones han
estudiado? Porque, por ejemplo, aquí, en este accésit del premio Torán,
hay otras opciones, en las que no se habla de unas derivaciones de 50
hectómetros cúbicos, sino que se está hablando de unas derivaciones del
orden de los 200 hectómetros cúbicos, de unos trasvases del orden de los
200 ó 250 hectómetros cúbicos, con unos costes estimados del metro cúbico
en esa situación entre 15 y 20 pesetas metro cúbico. Es que, además de
esas propuestas, en el proyecto de plan hidrológico del Guadiana ustedes
tienen otro tipo de propuestas cuantificadas, donde se habla de unas
soluciones en trasvases internos dentro de la propia cuenca --en
principio, eso es lo preconizado por la Ley de Aguas--, donde se habla de
unos costes medios de 35 pesetas metro cúbico y donde se habla de la
posibilidad de unos aportes de 250 hectómetros cúbicos. Entonces, ¿cuáles
son los otros estudios? ¿Cuáles son las otras posibilidades, las otras
soluciones que han pensado para dar una salida al déficit creado por la
explotación incontrolada y anárquica del acuífero 23, origen del tremendo
problema que se plantea en este momento en la cuenca del Guadiana?
Y lo peor de todo, señor Director General, según ustedes han demostrado
en los últimos tiempos, es que su gestión ha permitido que el problema
que hay en este momento es que en la cabecera el Tajo no haya agua. Por
supuesto, existe el problema de la sequía, pero, sobre todo, está su
gestión; la catastrófica gestión de la cabecera de los embalses de
Entrepeñas y Buendía durante estos últimos años ha producido que en este
momento no haya agua para trasvasar a ningún sitio. Cuando no hay agua
para trasvasar a ningún sitio; cuando se ha trasvasado al Segura 55
hectómetros cúbicos de un riego de socorro en una situación de crispación
social, porque se han trasvasado 55 hectómetros cúbicos sin que
existieran excedentes en la cabecera del Tajo para que se produjera ese
trasvase, la solución que se les ocurre es decir: como no hay agua, vamos
a dar todavía 50 hectómetros cúbicos más de media a otra cuenca, al
Guadiana, y, sin embargo, aquí, en este Decreto-ley, no hay una sola
palabra de cómo reforzar la cabecera del Tajo, de cómo aumentar las
disponibilidades de agua en la cabecera del Tajo, lo cual permitiría
plantearse establecer unos nuevos trasvases desde esa cabecera del Tajo
hasta otras zonas de España.

De lo que aquí se dice y de la información de la que disponemos se
deduce, señor Director General, que este Decreto-ley es un monumento a la
ambigüedad, a la improvisación, quizás a las presiones políticas y a los
futuros conflictos; que este Decreto-ley tiene que ser profundamente
enmendado a lo largo de su tramitación en el Congreso de los Diputados, y
que para ello necesitamos más información y, desde luego, que haya un
cambio de actitud por parte de ese Ministerio, de forma que, entre otras
cosas, nos suministren los documentos que se les piden en plazo y forma
debida.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que desean formular preguntas
al Director General de Obras Hidráulicas? (Pausa.)
Por el Grupo Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya, el
señor Ríos tiene la palabra.




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El señor RIOS MARTINEZ: La verdad es que después de la prolija
información demandada por la portavoz del Grupo Popular a mí solamente me
cabe intentar que se precisen cinco elementos que nos hacen dudar de la
validez del Decreto-ley que, en teoría, en su título, intenta mejorar el
aprovechamiento del trasvase Tajo-Segura, pero que después establece un
nuevo trasvase de hasta un máximo de 50 hectómetros cúbicos a la cuenca
alta del río Guadiana.

La referencia inicial de la exposición de motivos del propio Decreto-ley
habla de la limitación del Plan Hidrológico por acuerdo del Congreso de
los Diputados del año 1994 y de septiembre de 1994 del Senado, pero lo
cierto y verdad es que la historia hídrica de España y la historia de la
sequía de España datan de bastantes años antes y, por tanto, la necesidad
de tomar medidas también es de años antes. La sequía no ha aparecido
solamente en estas fechas, y la necesidad por déficit hídrico de
determinadas zonas de nuestro país es histórica; hace más de 500 años que
se empezó a plantear la necesidad de trasvases, por lo menos según la
información que nosotros tenemos.

En todo caso, queremos saber, primero, qué relación tiene este
Decreto-ley con el que se aprobó en el mes de agosto, que actuaba sobre
la acumulación o reducción del caudal ecológico en el Tajo, para
incrementar el volumen que se destinaría exclusivamente a abastecimiento.

Segundo, en la exposición de motivos se plantea paliar el problema
estructural del desequilibrio hídrico y mejorar la explotación del
acueducto Tajo-Segura, así como, según se dice en dicha exposición de
motivos, incrementar el rendimiento de las infraestructuras existentes
con su utilización para resolver graves problemas de abastecimiento. A
nosotros nos gustaría conocer si esta posibilidad, esto que se dice en la
exposición de motivos de un nuevo trasvase o de un trasvase a La Mancha
de 50 hectómetros cúbicos obedece a una compensación del otro decreto que
se aprobó, puesto que hay un decreto que aprobaba 55 hectómetros cúbicos
de riego de socorro, con 24 que se detraían de abastecimiento y el resto
para riego de socorro, si obedece a un criterio de compensación de otras
actuaciones que no estaban previstas o de nuevas actuaciones.

En cuanto al articulado, me gustaría saber si el máximo de 50 hectómetros
cúbicos es añadido al tope máximo, que ahora mismo está en 600
hectómetros cúbicos --por cierto, no sé qué año se ha cubierto ese tope
máximo, pero los trasvases que se autorizan son bastante menores--; es
decir, si esos 50 se adicionan al máximo total o están incluidos ahí, o
si van a ser una previsión, porque esta previsión de 50 hectómetros
cúbicos es para un período de diez años y como media anual, por tanto, es
estable, mientras que el trasvase al Tajo-Segura no tiene ninguna
previsión fija, ni siquiera en año de aguas, ya que no hay ninguna
garantía en hectómetros; unas veces son 200, otras 80, otras 50, es
decir, que no hay una previsión estable, pero aquí sí. Estos 50
hectómetros, ¿se detraerán de los que se autoricen en cada caso, se
añadirán, serán como complemento? Y, en concreto, se dice que es para el
abastecimiento de la cuenca alta del Guadiana. Me gustaría saber qué
ciudades son las que se van a abastecer, si es solamente población, si se
abastece la cuenca o es sólo para abastecimiento urbano, qué tipo de usos
va a tener ese agua, para que tengamos el mismo criterio en un lado y en
otro.

En el artículo 3 se habla de aprovechamiento hidroeléctrico. Siempre que
hablamos de agua aparece el aprovechamiento de las eléctricas, y a los
que tenemos que usar el agua se nos ponen los pelos de punta, porque las
eléctricas unas veces funcionan de forma común y conjunta, otras con
intereses contrapuestos y otras dependiendo unas de otras, y vemos
demasiada dependencia en cuanto al precio, porque en este artículo 3.1 se
dice que van a compensarse los costes que deban sufragar los usuarios de
dichas derivaciones. ¿Qué significará esa reducción de costes, este
beneficio de las eléctricas? ¿Las eléctricas provocan el trasvase o se
van a beneficiar del trasvase? Me refiero a la explotación
hidroeléctrica, al aprovechamiento hidroeléctrico de las obras previstas.

También me gustaría saber --y ésta sería la cuarta pregunta-- cuáles son
esas obras de interés público que van a hacer para cumplir los artículos
1 y 2, porque aquí no se especifican. Me gustaría que antes de terminar
la tramitación del decreto tuviéramos una explicación de qué obras de
infraestructura son ésas, qué costo tendrían y a qué afectan, para poder
conocer después el volumen total y la declaración de interés general que
vamos a tener.

En el artículo 5 se habla de un régimen económico. Se plantea que el
costo de las obras de infraestructura, la amortización que supongan las
obras, la conservación y explotación va a ser cubierto por los usuarios,
pero de estas nuevas obras de infraestructura, del conjunto total
necesario para el propio trasvase, ¿hay una valoración de lo que puede
ser el costo, el precio que va a tener el agua? Precisamente hoy se ha
subido el costo del agua al trasvase Tajo-Segura; las personas de las
regiones que reciben el agua antes pagaban 13 pesetas y ahora, tras estas
obras de infraestructura, ha subido a 15. Nos gustaría conocer el precio
de estas obras de infraestructura y de qué manera se van a combinar los
dos usos.

Por último, hay una autorización al Gobierno --uno de los defectos de
hacer política por decreto es que el Gobierno se puede mover como estime
oportuno-- que dice: se autoriza al Ministerio de Obras Públicas para
dictar las normas y arbitrar las medidas precisas para el desarrollo.

¿Hay una valoración de qué normas se van a modificar o cuáles van a poder
ser modificadas o cuáles son esas medidas que se van a necesitar para el
desarrollo?, para evitar que haya una actuación demasiado puntual,
demasiado arbitraria en el quehacer de una intervención tan necesaria de
planificación como es el recurso agua, y más cuando va a ser escaso. En
todo caso, creo que este decreto se tramita al margen de lo que debiera
ser una actuación más global que hablara de ahorro, de reutilizaciones,
etcétera, para poder decir que estamos redistribuyendo, comprometiéndonos
todos con una optimización de un recurso que va a ser muy escaso y
plateándonos también que todos deben recibir los beneficios de esa
actuación cuando son deficitarios si de verdad se han comprometido con
políticas de ahorro.

En suma, ésas serían las preguntas que nos gustaría aclarar, cuáles son
las concomitancias y las relaciones de



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este decreto con los otros que se han tramitado y cuáles serían las
garantías de que estamos tomando una decisión medida, clara, precisa con
un coto medido, claro y preciso, puesto que estamos hablando de una
estabilidad, sin que eso quiera poner en cuestión otras regulaciones que
ya están tomadas para las Tablas de Daimiel. Estamos introduciendo dentro
de esta regulación otras regulaciones que ya teníamos en marcha por otro
lado, dándole una estabilidad, una permanencia fija de un volumen de
hasta 50 hectómetros cúbicos. Me gustaría conocer cuál es la cifra que va
para esa parte, cuál va a ser el volumen de estos 50 hectómetros que se
destinan, si va a ser la misma cifra que había antes, si va a ser una
cifra eventual o si va a ser establecida de manera rigurosa.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra la señora Pardo
Ortiz, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista.




La señora PARDO ORTIZ: Quiero empezar dando la bienvenida a esta Comisión
a don Adrián Baltanás y esperamos que ésta sea la inauguración de una
serie de comparecencias suyas, lo que querrá decir que nos estamos
ocupando de los temas hidráulicos y estamos avanzando en la elaboración,
aprobación y discusión del Plan Hidrológico Nacional.

Mi Grupo entendía que este procedimiento que se estaba utilizando era más
de aclaración que de repaso del articulado, que es más un trabajo que la
Ponencia que trabaje este proyecto de ley tendrá que desarrollar con
posterioridad. Por tanto, pensamos que este proyecto de ley se ha de
poder mejorar, subsanando cualquier tipo de corrección técnica o no
técnica en aras de una mayor clarificación, y para ello está el trámite
que se abrirá a continuación que es el debate en Ponencia.

No obstante, quería hacer una precisión y una pregunta al Director
General de Obras Hidráulicas. La precisión es que al margen de la
redacción del proyecto o de más o menos falta de aclaración, que también
entendemos que puede haberla cuando en cuanto al contenido de algún
artículo, pensamos que este proyecto que por otra parte está contenido en
los estudios del Plan Hidrológico Nacional es una modificación mínima que
ha venido a resolver un problema acuciante en varias zonas de nuestro
país y que ha venido a dar satisfacción --ya sabemos que ésta nunca puede
cumplir las expectativas que se tienen-- a las demandas de recurso de
agua que hubo durante este verano en varias zonas de nuestro país.

Entendemos que una modificación mínima --repito--, que viene en los
estudios del Plan Hidrológico, ha resuelto este problema.

Creemos que hay que seguir en esta línea porque hay que ir buscando
nuevas utilizaciones complementarias a una gran obra de infraestructura
que es el Plan Hidrológico, cuya ramificación por todo el territorio debe
ir aumentando, debe ir cimentándose, debe ir cohesionándose y, sobre
todo, debe ir teniendo un calado social cada vez mayor. En mi opinión,
tendremos que contribuir a ello si coincidimos en la premisa mayor que es
repartir un bien escaso como es el agua.

Pasando a la pregunta concreta que quería realizarle al Director General,
diré que se refiere a si el Ministerio ya tiene pensada una redacción más
clarificadora respecto a si la detracción de los 50 hectómetros cúbicos,
de los 600 que vienen en la Ley del trasvase, está comprendida dentro de
esos 600 o es aparte. Creemos que eso necesitaría una aclaración y, en
cualquier caso, mi Grupo así lo va a presentar en el trámite de
enmiendas.




El señor PRESIDENTE: A continuación, para cubrir el objetivo de esta
comparecencia, que es proporcionar aclaración a preguntas ya formuladas,
a matizaciones o posicionamientos respecto del proyecto de ley en su
conjunto o al articulado, tiene la palabra el señor Director General.




El señor DIRECTOR GENERAL DE OBRAS HIDRAULICAS (Baltanás García): Yo
creía que mi comparecencia en esta sesión, como apuntaba la portavoz del
Grupo Socialista, era fundamentalmente de carácter técnico y, en
definitiva, para aclarar cuestiones técnicas, sin perjuicio de la
componente política que puede tener un nivel de Director General.

Como nos tiene acostumbrados, el Grupo Popular plantea desde el primer
momento un debate total sobre todos los problemas de política hidráulica
que tenemos en nuestro país, que son muchos y a los cuales el Gobierno
actual creo que ha intentado dedicar sus mejores esfuerzos. Pienso que
ésta es la táctica clásica, y lamento tener que entrar en consideraciones
políticas que, insisto, creo que no son oportunas en este momento, pero
como se suele decir que el que calla otorga, yo tengo que contestar a los
planteamientos que ha hecho fundamentalmente el Grupo Popular.

Este debate de política hidráulica tiene otro ámbito y otro contexto. Lo
que tenemos que hacer aquí es aclarar si el Decreto-ley que el Gobierno
ha traído a las Cortes resuelve un problema grave y si lo resuelve de una
forma suficiente y rápida. Creo que eso es lo que tenemos que aclarar, y
lo que tendremos que preguntarnos todos es si queremos resolver o no un
problema grave que hay planteado en La Mancha o si no queremos resolverlo
y lo que queremos es poner dificultades --y perdóneseme que hable de esta
forma-- simplemente por hacer una oposición que no busca resolver
problemas, sino crear dificultades.

El representante del Partido Socialista, don Jenaro García-Arreciado, en
el debate que hubo en el Congreso cuando se convalidó el Decreto-ley,
dijo: espero que todo el rechazo que se ha manifestado a este proyecto
por parte de la oposición no sea simplemente porque esto es lo que toca
hoy, porque si el Gobierno hubiera traído otro proyecto de ley u otro
decreto-ley la oposición también se hubiera manifestado en contra de ese
decreto, aunque dijera justamente lo contrario.

Sin ir más lejos, aquí se han hecho manifestaciones sobre por qué no se
incorporaban 200 hectómetros cúbicos del río Jarama a la cabecera del
Tajo. Es un proyecto bien conocido que el Ministerio ha estudiado a
fondo, y ¿qué hubiera ocurrido si este Decreto-ley hubiera establecido la
incorporación de 200 hectómetros cúbicos a la cabecera del Tajo?
Probablemente la actitud de la oposición hubiera



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sido decir que estábamos adelantando el Plan Hidrológico Nacional y que
estábamos hurtando un debate que las Cortes quieren tener, como es
lógico, con todo el derecho institucional, cuando se presenten todos los
documentos que las propias Cortes han pedido. De modo que valga
simplemente esta introducción para manifestar mi desconcierto, porque
entendía que venía a clarificar cuestiones técnicas, que todos estábamos
de acuerdo en resolver un problema y que no veníamos aquí a plantear un
debate de política hidráulica, que tiene otros foros y otro contexto, en
el que me ofrezco humildemente a participar, en el contexto que sea
oportuno, y, por supuesto, el Secretario de Estado y nuestro Ministro lo
hacen continuamente y están dispuestos a volver a hacerlo.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Baltanas.

Creo que usted ya tiene experiencia de lo que es comparecer en esta
Cámara y cuando se pide y se acepta la comparecencia de algún miembro del
Gobierno al nivel que sea, lógicamente tiene que comprender, sin
demasiados juicios de valor, que estamos en un foro político en
representación de los ciudadanos y que hacer juicios de valor sobre las
intenciones de cualquier grupo parlamentario o de cualquier portavoz de
grupo parlamentario creo que huelga, porque en estos momentos todo el
mundo sabe por qué estamos aquí y a qué hemos venido. En consecuencia,
las preguntas, matizaciones y posicionamientos que se han hecho por todos
los grupos parlamentarios creo que van encaminadas a clarificar el objeto
del orden del día de las comparecencias, es decir, para informar a todos
los niveles acerca del trasvase Tajo-Segura-Guadiana, mediante preguntas
técnicas, preguntas políticas, de impacto medioambiental y todas aquellas
preguntas que los señores Diputados crean que son oportunas para
clarificar un importante proyecto de ley que va a ser debatido y votado.

Dudo que ningún grupo parlamentario ni ningún portavoz sea capaz de hacer
perder el tiempo, de perder el tiempo, sino que, al contrario, buscan el
objetivo común que doy por asumido respecto a cada uno de los miembros de
esta Comisión, que es el de resolver los problemas hidráulicos de este
país, y hoy toca debatir concretamente el proyecto de ley para adoptar
las medidas urgentes de mejora del aprovechamiento del trasvase
Tajo-Segura-Guadiana. Esta presidencia no ha detectado anomalías en
ninguna de las intervenciones que requiera, por su parte, un juicio de
valor ajeno al objetivo de esta Comisión. En este sentido le ruego se
atenga a contestar a las preguntas, matizaciones y posicionamientos de
los distintos grupos parlamentarios, que será en beneficio de todos los
Diputados, de toda la Administración y de todo el país. (Un señor
Diputado: ¡Muy bien!--El señor Arrate Rodríguez: ¡Muy mal!)



El señor DIRECTOR GENERAL DE OBRAS HIDRAULICAS (Baltanás García): Pido
disculpas al señor Presidente por si he cometido alguna incorrección en
el sentido que él apunta y me apresuro a contestar a todas las preguntas
que se han planteado.

En primer lugar, quiero hacer un ofrecimiento general, como es lógico, de
que por parte de la Dirección General de Obras Hidráulicas estamos
dispuestos, por descontado, a facilitar toda la documentación que se
requiera y que se considere precisa, incluso por vía oficiosa y rápida, a
todos los señores Diputados que tengan interés en ella, al margen de que
se remita por vía oficial, de modo que yo invito a los señores Diputados
a que en este mismo acto me pidan lo que consideren oportuno y
gustosamente se lo haré llegar con toda rapidez.

En segundo lugar, quiero decir que, por supuesto, este Decreto-ley es
mejorable. Yo creo que todas las enmiendas que se presenten y que
conduzcan a un mayor rigor y concreción de su articulado, serán
bienvenidas por parte del Gobierno, por parte del Ministerio, ésa es la
función del Parlamento, y estaremos totalmente satisfechos de que se
mejore este articulado.

Yendo al fondo del problema quiero manifestar que este Decreto-ley tiene
tres pilares básicos en el análisis que hizo el Gobierno en su momento,
antes de decidir su aprobación y remisión a las Cortes para su
convalidación. El primero es que hay un problema grave de abastecimiento
que resolver en Castilla-La Mancha, concretamente en la región de La
Mancha en el entorno de Ciudad Real. Estamos hablando de una población
del orden de 450.000 habitantes, incluyendo Ciudad Real y prácticamente
todos los núcleos más importantes de esta provincia que se nos puedan
ocurrir, Alcázar, Tomelloso, Socuéllamos, Daimiel, Valdepeñas,
Puertollano, cualquier núcleo importante que tengamos in mente en la
comarca está sufriendo un problema gravísimo de abastecimiento, que no es
sólo fruto de la situación actual de sequía de los cuatro últimos años,
sino que tiene un carácter estructural, fundamentalmente por una pérdida
de calidad de las aguas de abastecimiento que provienen sobre todo del
acuífero 23; acuífero que tiene un largo proceso de contaminación de
origen agrícola con contenidos progresivamente altos en nitratos y que
recomienda de una forma urgente buscar fuentes alternativas de
abastecimiento.

Además de ello, aunque éste es el objetivo prioritario, existe también el
problema de las Tablas de Daimiel, que implica toda una dialéctica y todo
un debate sobre la conservación de los espacios naturales y hasta qué
punto esa conservación puede ser natural o artificial, puesto que si
estamos hablando de aportar aguas externas a las Tablas estamos apoyando
una política de conservación artificial; ésta es una polémica mucho más
amplia que lo que aquí se plantea, pero, en definitiva, parece oportuno
arbitrar un procedimiento de aportación de recursos a las Tablas que sea
más eficaz que el que se ha venido utilizando últimamente, que claramente
ha puesto de manifiesto su falta de rendimiento, puesto que la mayor
parte de los caudales que se derivaban al amparo de la Ley de 1987 y de
sucesivos decretos leyes que lo prorrogaban se ha demostrado que eran
claramente ineficientes, desde el punto de vista técnico, por las
pérdidas de agua que suponía. Además hay unos problemas de abastecimiento
de pequeñas poblaciones a lo largo de acueducto Tajo-Segura,
fundamentalmente en las cuencas del Guadiana y del Júcar, que también
requieren una solución. Este es el primer punto básico, que tenemos un
problema muy grave de abastecimiento



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en la comarca de La Mancha y este problema requiere una solución. Creo
que con esto contesto de una forma o de otra a las preguntas que se han
planteado por los diferentes portavoces, aunque, sin perjuicio de esto,
luego haré un repaso por si alguna cosa hubiese quedado sin contestar
implícitamente en lo que estoy exponiendo.

El segundo punto básico es la mejora de la gestión de la cabecera del
Tajo. Efectivamente, el Decreto-ley no hace referencia a esa mejora de la
gestión de la cuenca del Tajo porque legalmente no es necesario, porque
las medidas que se están tomando desde hace muchos años y se siguen
tomando para mejorar esa gestión no requieren una definición legal, con
algunas excepciones bien conocidas a las que me referiré inmediatamente,
y al no requerir un nivel legal, no es necesario recogerlo en este
Decreto-ley. Qué duda cabe que en la exposición de motivos se podría
hacer una referencia a ello, cosa que es perfectamente lógica, y ahí
tiene cabida esa referencia.

¿Qué medidas de mejora de la gestión en la cabecera del Tajo se han
adoptado? Yo creo que se han adoptado todas las posibles y además con un
resultado verdaderamente impresionante. Yo quiero recordar que en los
años 1979, 1980 y 1981, los desembalses que se hacían del sistema de
Entrepeñas y Buendía eran del orden de 1.000 hectómetros cúbicos/año. En
estos momentos y en los años pasados (no estoy hablando exclusivamente de
este año de auténtica escasez hídrica, sino de hace cuatro o cinco años)
y como fruto de toda una mejora progresiva de la gestión, las mismas
necesidades del Tajo se abastecen con 350 hectómetros cúbicos/año. Yo
creo que son cifras suficientemente ilustrativas. Hemos pasado de 1.000
hectómetros cúbicos/año, lo cual era una nefasta gestión y hay que
decirlo así de claro, y estamos pagando ahora en parte las consecuencias
de aquella nefasta gestión, porque si en el año 1979 y en 1980 no se
hubieran desembalsado 1.000 hectómetros cúbicos, ahora tendríamos más
reservas de las que tenemos y no hubiéramos pasado los problemas que
hemos pasado y estamos pasando; hemos pasado, repito, de 1.000
hectómetros cúbicos a 350 sin que se haya dejado de servir, y esto es muy
importante, nunca, por mucha crispación y por mucha tensión social que
hayan llevado aparejadas las decisiones de trasvase, un metro cúbico de
agua en la cuenca del Tajo con ninguna finalidad, ni para abastecimiento,
como es lógico, ni para regadíos, ni para caudales no consuntivos o
ambientales, con la matización importante del Decreto-ley que autorizaba
esa reducción transitoria. Con estas cifras lo que trato de transmitir de
una forma sintética es la mejora de la gestión.

¿Qué otras cosas estamos haciendo en estos momentos para mejorar esta
gestión? Por un lado, estamos llevando a cabo el abastecimiento a Toledo
desde el embalse de Picadas con aguas de excelente calidad, que van a
permitir que el abastecimiento de Toledo se independice del suministro de
la cabecera del Tajo. Este es un punto importante, mejora del
abastecimiento de Toledo y además liberación de los recursos necesarios
que ahora están colgando, por decirlo así, de Entrepeñas y Buendía.

Segunda actuación, la modernización de todos los regadíos tradicionales
--regadíos muy obsoletos--, todos los sistemas de riego que hay en el
entorno de Aranjuez, Estremera, los propios regadíos de Aranjuez, los
regadíos del río Jarama, que suponen del orden de 29.000 hectáreas.

Concretamente el proyecto de modernización de los regadíos de Estremera y
Aranjuez está prácticamente terminado y próximamente se aprobará y se
expondrá a información pública, con objeto de poder acometer las obras
inmediatamente. ¿Qué tipo de obras? Sustituir acequias a cielo abierto
con pérdidas de agua intolerables por conducciones enterradas en las que
están controladas perfectamente los recursos que se utilizan; contadores
para el control de esos recursos, balsas de regulación que impidan que se
pierda una gota de agua, en definitiva, lo que es una acción normal en
materia de modernización de regadíos.

Otra actuación importante es la instalación del SAIH, el Sistema
Automático de Información Hidrológica. Este es un proyecto fundamental
para mejorar la eficacia todavía más, si cabe, de la gestión de la
cabecera. Ahorro las explicaciones de lo que es el SAIH porque entiendo
que más o menos se conoce. Se trata simplemente de un sistema de
información en tiempo real que permite ajustar al máximo las decisiones
de desembalse de circulación de flujos en un sentido y en otro para que
se utilice exclusivamente el agua necesaria. Este proyecto está ya
licitado, está ya adjudicado provisionalmente y en los próximos meses se
iniciarán las obras, una vez que se haga toda la tramitación económica y
administrativa del proyecto.

Otras actuaciones. Sin duda, la que voy a señalar ahora es de menor
cuantía y relevancia pero también importante para este conjunto de
acciones dirigidas a mejorar la gestión de la cabecera: el cambio de la
toma del canal de las Aves. Esta es una obra que también se ha acometido
ya y, como se sabe, consiste en trasladar el cambio de toma de este
canal, desde aguas arriba de Aranjuez a aguas abajo, lo que permitirá
ayudar también a un mejor control de los caudales que circulan por el río
Tajo, desde Entrepeñas para atender las diferentes necesidades.

Además de todo esto, que son medidas con carácter definitivo y que
supondrán una mejora de la gestión, al amparo de un decreto-ley anterior
al que hoy nos ocupa, se ha tomado también la decisión de reducir
temporalmente el mínimo caudal no consuntivo que establecía la Ley
52/1980. Quiero aclarar, en contestación a una de las preguntas que se
han hecho, que la decisión de aprobar este Decreto-ley de trasvase del
Tajo al Guadiana no tiene nada que ver con una medida de compensación por
una reducción temporal del caudal no consuntivo. Son dos medidas
racionales que se justifican cada una per se. En cuanto a la reducción
del caudal no consuntivo, yo prefiero llamarlo así porque difícilmente
podemos llamar caudal ambiental a un caudal que se estableció simplemente
en una ley sin unos estudios debidamente justificativos de ese caudal,
puede ser mucho puede ser poco, yo personalmente considero que es un
caudal que está por encima del mínimo imprescindible. Por eso digo que no
es un caudal ambiental; simplemente hay que decir que es un caudal no
consuntivo, y en las condiciones actuales de sequía es evidente que todos
los ciudadanos españoles, y no sólo los afectados directamente por el
trasvase Tajo-Segura, están interesados



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en aumentar las reservas de la cabecera del Tajo con una medida que no
supone ningún efecto ambiental significativo, porque los efectos de esta
medida son fundamentalmente de tipo paisajístico, vamos a decirlo así. En
definitiva, a su paso por Aranjuez se produce un menor calado del agua
que no varía linealmente con el caudal. Al pasar de 6 metros cúbicos por
segundo a 3, el calado no es la mitad, sino que es algo menos, 10, 15 ó
20 centímetros. Los efectos son prácticamente irrelevantes y serán
menores todavía cuando dentro de muy poco tiempo la toma del canal de las
Aves esté aguas abajo de Aranjuez, en cuyo momento por Aranjuez el efecto
seguirá siendo menor. Insisto, esto no tiene nada que ver con una medida
de compensación.

Iniciaba mi exposición hablando de tres puntos. Los dos primeros son la
necesidad de resolver un problema grave y las medidas de mejora de la
gestión en la cabecera del Tajo, que no necesitan aparecer en la ley,
puesto que las medidas que se adoptan no requieren una definición legal,
aunque pueden aparecer en la exposición de motivos. El tercer punto tiene
que ver con el marco general del Plan Hidrológico y las medidas generales
de política hidráulica que necesita España.

Lo que se ha pretendido, y creo que lo ha subrayado la portavoz
socialista, es resolver un problema grave, introduciendo una mínima
modificación en la normativa vigente sobre trasvases, en el entendimiento
de que hay que reservar, para cuando sea presentado el Plan Hidrológico a
las Cortes, el debate de fondo, amplio, extenso sobre todo lo que implica
el Plan Hidrológico y en particular las medidas de trasvases.

Modificaciones más sustantivas y significativas de la legislación actual
del trasvase Tajo-Segura hubieran podido considerarse como una
intromisión del Gobierno en algo que requiere otro momento y otro debate.

En definitiva, se ha pretendido la mínima modificación de la legislación
vigente del trasvase Tajo-Segura. ¿En qué consiste esa mínima
modificación? En autorizar que 50 hectómetros cúbicos se deriven para
resolver ese problema. Es cierto que cuando se hace referencia a los tres
hectómetros cúbicos se dice expresamente que esto no implica la
modificación de los 600. Efectivamente, ahí hay una falta de homogeneidad
en el tratamiento de ambas cuestiones, y en un sitio o en otro debería
decirse que los 50 hectómetros cúbicos son sin modificación de los 600
hectómetros cúbicos. Al menos, ése es el planteamiento que está detrás de
la propuesta del Gobierno, con independencia de lo que decidan las
Cortes. ¿Por qué? Lo vuelvo a repetir, para modificar al mínimo la
legislación vigente y no adelantar un debate que tendrá su lugar
posteriormente.

¿La autorización para derivar 50 hectómetros cúbicos sin modificar los
600 implica una reducción o una limitación de los derechos de los
usuarios del trasvase Tajo-Segura? Implícitamente puede significarlo. Yo
creo que a efectos prácticos no va a ser así. ¿Por qué motivo? Todos
estamos de acuerdo en que el abastecimiento es un uso prioritario, y en
eso estamos todos de acuerdo, de modo que si en Ciudad Real hay un
problema gravísimo de abastecimiento y no hay alternativas más rápidas ni
más sencillas --y a ello me referiré inmediatamente-- que la de derivar
50 hectómetros cúbicos del trasvase, es evidente que esos 50 hectómetros
cúbicos tendrán que estar por delante de las necesidades de riego del
trasvase Tajo-Segura, porque es un uso prioritario, está establecido en
la Constitución y es de elemental sentido común.

¿Qué ocurre, por otra parte? Que, al mismo tiempo, el Gobierno ha tomado
medidas --y quiero subrayar esto porque es importante-- para incrementar
los recursos disponibles en la mancomunidad de los canales del Taibilla.

Es decir, que los recursos para abastecimiento del Taibilla se
incrementan simultáneamente. ¿Por qué vía? Al amparo del decreto de
desalación que se aprobó en el mes de julio y del acuerdo del Consejo de
Ministros del 4 de agosto por el que se impulsaba la ejecución de una
serie de desaladoras en toda la península, el Ministerio va a sacar a
concurso de concesión administrativa este mismo año la ejecución de dos
plantas desaladoras, una en Cartagena y otra en Alicante. En definitiva,
van a permitir aportar más recursos al Taibilla. Y sin que eso haya que
tomarlo de una forma matemática, porque creo que no es relevante para el
fondo del problema, ¿qué quiere decir eso? Que los recursos de
abastecimiento, los propios no los trasvasados, que va a tener el
Taibilla van a ser mayores que los que tiene en este momento, y que lo
que por un lado se podrá derivar hacia Ciudad Real, por otro lado quedará
liberado, puesto que va a haber nuevos recursos de desalación. En
consecuencia, su efecto sobre las disponibilidades para riego va a ser
prácticamente irrelevante, porque, vuelvo a repetir, los recursos que por
un lado se derivan a Ciudad Real, por otro lado se van a obtener de las
desaladoras. Tenemos aquí una doble operación de trasvase, uno desde el
AT-S, desde el Tajo-Segura a Ciudad Real, y otro desde el mar a Murcia.

Creo que el balance está perfectamente equilibrado, sin que, a mi modo de
ver, sea significativo entrar en cifras con decimales.

Otras alternativas posibles para resolver el problema de La Mancha. Para
lo que ahora queremos hacer, que es resolver un problema de
abastecimientos sin avanzar acciones definitivas del Plan Hidrológico
Nacional, ésta es la alternativa más fácil, más rápida y más eficaz. Al
Ministerio no le cabe la menor duda. Las otras alternativas de bombear
desde aguas abajo de Toledo hacia el embalse de Finisterre o incluso
desde más aguas abajo han sido estudiadas. Las conclusiones están listas
para ser incorporadas a la documentación que se envíe a las Cortes cuando
se remita el Plan Hidrológico Nacional, pero para lo que ahora estamos
resolviendo, que es un problema urgente de abastecimiento, ésta es la
mejor alternativa sin ningún género de dudas. Porque, además --y
perdóneseme que vuelva un poco para atrás--, antes de que esté terminado
el trasvase a Ciudad Real, estarán terminadas las desaladoras de Alicante
y Cartagena. Por consiguiente, no va a coincidir ningún momento en el que
estemos derivando agua a Ciudad Real y todavía no haya la aportación de
recursos suplementarios al abastecimiento del Taibilla.

Datos sobre las infraestructuras que hay que construir, con eso contesto
también a alguna otra pregunta. Tenemos ya un proceso redactado. Se me
permitirá que subraye que aquí sí que ha habido una actitud
verdaderamente previsora



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de la Administración, ya que mucho antes de tener este Decreto-ley
aprobado y remitido a las Cortes, tomó la decisión de contratar unas
asistencias técnicas para redactar el proyecto de esta conducción en
previsión de que en su momento se estimara oportuno seguir adelante con
esta iniciativa. Como consecuencia de esa previsión y de un contrato para
redactar este proyecto, que debe ser de hace año y medio o algo parecido
--el Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana aquí
presente podrá luego informar perfectamente--, en sus líneas generales
está definido. Está pendiente, una vez que se ha dado el paso
legislativo, de acordar con la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha
--la competente en abastecimiento al igual que todas las comunidades
autónomas-- el esquema definitivo de abastecimiento, cuál es su ejecución
por fases y cómo se articula la unión de todas las grandes poblaciones de
Ciudad Real a que me he referido antes.

¿Qué quiero decir con esto? Que evidentemente hay una idea básica, que es
una conducción más o menos desde el Arroyo Valdejudíos --por donde
actualmente se derivaban las aguas hacia las Tablas de Daimiel, a través
del Cigüela--, pero independizándose inmediatamente del río Cigüela, una
conducción enterrada, etcétera. Esto va más o menos directamente a Ciudad
Real, que es uno de los puntos básicos. Pero como además se pretende
suministrar a toda una serie de poblaciones, que como he dicho suponen
del orden de 450.000 habitantes, incluido Puertollano, naturalmente
existen opciones distintas de entronques, de ramificaciones que vayan
hacia unas poblaciones u otras. Este esquema es el que hay que acordar
definitivamente con la Comunidad de Castilla-La Mancha, y, una vez hecho
así, en muy breve plazo de tiempo podremos tener el proyecto totalmente
cerrado.

En nuestras previsiones está que este proyecto pueda someterse a
información pública, por supuesto totalmente terminado, a principios del
año próximo. Incluso se ha iniciado ya la tramitación ambiental, es
decir, que ya se ha remitido la primera documentación a la Dirección
General de Información y Evaluación Ambiental, que a su vez ha cursado la
famosa memoria resumen que se remite a todos los organismos y
organizaciones no gubernamentales para que presenten alegaciones, y hasta
ahora la verdad es que no parece que existan graves inconvenientes desde
este punto de vista. En definitiva, después de presentar a principios de
año a información pública el proyecto, estimamos que a lo largo del año
1996 --es difícil dar plazos en este momento--, las obras pueden
licitarse, e iniciarse, digamos, a principios de 1997, con lo cual en un
plazo de dos años las obras estarían terminadas.

Coste de esas obras. Depende de lo que acabo de decir, de cómo se acuerde
definitivamente con la Junta de Castilla-La Mancha cuál es la
ramificación final que a partir de ese eje general acueducto
Tajo-Segura-Ciudad Real va a alcanzar el resto de las poblaciones, si se
acomete ya en la primera fase también la prolongación de la conducción
hasta Puertollano, que de momento tiene resueltos sus problemas, como se
sabe, con una elevación desde el Embalse de Montoro en el Guadalquivir,
que hizo también el Ministerio en el año 1992 para resolver el problema
importantísimo de Puertollano. En definitiva, concretar todos estos
elementos.

El coste, con todas estas reservas, insisto, entiendo que puede oscilar
en torno a los 10.000/15.000 millones, según las fases que se consideren
o no. De ahí se puede derivar un coste por razones de amortización o de
aportación al coste de las obras, que prevé el artículo 106 de la Ley de
Aguas, del orden de 10 pesetas, al cual, naturalmente, hay que añadir los
costes proporcionales de la infraestructura del Tajo-Segura desde su
cabecera hasta el punto de la derivación. Efectivamente, eso no está
dicho en el articulado de la Ley explícitamente, creo que implícitamente
sí, porque el 5.1 lo dice cuando se refiere a los costes de amortización,
explotación y conservación de las mismas. En caso contrario habría que
preguntarse cómo se puede explotar la conducción desde el trasvase
Tajo-Segura hasta Ciudad Real sin haber elevado el agua antes en
Bolarque. Parece que es de sentido común, pero, evidentemente, se puede
mejorar el texto y me parece muy bien hacerlo recogiendo explícitamente
que todos los costes proporcionales al volumen derivado de las
infraestructuras ya existentes en el Tajo-Segura serán soportados, como
es lógico, por los usuarios.

Estoy revisando mis notas por si se me ha olvidado algo, ya que se han
hecho numerosas referencias. El establecer 50 hectómetros cúbicos como
media en diez años no es ni una garantía ni una obligación de que esos 50
se vayan a suministrar. El nivel de garantía es el mismo que puede tener
el trasvase actual Tajo-Segura y naturalmente teniendo en cuenta la
prioridad de usos, ya que el abastecimiento siempre tiene que estar por
delante de otros usos. De modo que eso no es un compromiso de que
necesariamente hay que trasvasar. Las decisiones de trasvase se tomarán
de acuerdo con este Decreto-ley, a salvo de lo que decidan las Cortes,
por la Comisión de Explotación del Acueducto Tajo-Segura, lo cual quiere
decir que en cada momento, de acuerdo con la situación de reservas, se
decidirá trasvasar unos volúmenes u otros, asegurando siempre los usos
prioritarios, tanto de la cuenca del Tajo como de las otras cuencas
usuarias del trasvase.

La fórmula de decir 50 hectómetros cúbicos como media en diez años, el
Ministerio considera que es una fórmula mucho más racional y razonable
que poner un tope máximo, porque es evidente que poner un tope máximo en
un año es un criterio excesivamente simplista y que no permite optimizar
la explotación del sistema en función de las reservas que hay en cada
momento. Y de acuerdo con la teoría general de la regulación que en
España conocemos todos muy bien y que consiste en guardar cuando hay
mucho para utilizar cuando hay poco, es evidente que tener un criterio
relativamente flexible, pero fijando siempre que como media no sean más
de 50, permite aprovechar los años de más abundancia, y en los años de
menos abundancia trasvasar menos; en definitiva, aprovechar más los
recursos. El Ministerio entiende que esa fórmula es mucho más racional,
insisto, que la fórmula simplificada de poner un valor máximo.

El aprovechamiento hidroeléctrico no tiene nada que ver aquí. Esto es tan
evidente que da un poco de sonrojo



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contestarlo. La decisión del Gobierno de presentar este proyecto de ley
no tiene nada que ver con ningún tipo de proyectos hidroeléctricos, ni
muchísimo menos de presiones hidroeléctricas, verdaderamente es algo,
repito, que produce sonrojo. Simplemente es una cláusula de salvaguarda,
digamos, de tipo rutinario. ¿Por qué? Porque el trasvase Tajo-Segura ha
sido objeto ya de concesión de aprovechamiento hidroeléctrico en la
situación actual, es decir, que haya unos concesionarios a los que
legalmente se les ha autorizado, en los términos que establece la
concesión, a aprovechar hidroeléctricamente los caudales que circulan por
el trasvase Tajo-Segura, y esta cláusula, que es de auténtica rutina, lo
que quiere decir es que esas concesiones que ya existen no amparan el
aprovechamiento de los nuevos caudales que circulen por estos conceptos;
simplemente que si alguien tiene interés en hacer ese aprovechamiento y
lo solicitara, sería objeto de una nueva concesión y no quedaría amparada
por las concesiones actuales. Insisto que es una cláusula prácticamente
de rutina y que, como es obvio, aquí el uso hidroeléctrico no es el eje
del Decreto-ley que da base al proyecto de ley.

Finalmente --creo que más o menos me he referido a todo--, el artículo
5.2 y la disposición final primera, que se refieren a la autorización al
Ministerio y al Gobierno para el desarrollo de la ley, entiendo que entra
dentro de lo que es la práctica legislativa, administrativa y
reglamentaria, y que, evidentemente, el Gobierno nunca podrá salirse de
los límites de la ley; es decir, que si la ley le autoriza a desarrollar
lo que aquí se dice, es evidente que lo que desarrolle nunca podrá estar
en contra de lo que se diga en esta ley. De todas formas, a mi modo de
ver, en este momento las únicas cuestiones que habría que desarrollar
son, fundamentalmente, precisar el régimen económico, de la misma forma
que está definido el régimen económico de los usuarios del Segura;
precisar más cómo se elaboran las tarifas, y cuestiones de explotación,
si proceden, sobre cómo debe funcionar la Comisión del Tajo-Segura para
tomar decisiones de trasvase, etcétera. Esto es adelantar
acontecimientos, porque vuelvo a decir que, como ocurre en cualquier
disposición legal, a lo único que se autoriza es a desarrollar unas
disposiciones reglamentarias que, lógicamente, no pueden contravenir lo
previsto en la propia ley. (La señora De Palacio del Valle-Lersundi pide
la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Voy a dar la palabra a los portavoces
brevísimamente, pero les tengo que decir que vamos con retraso para las
siguientes comparecencias, y dado que todo el debate en cuestión se
refiere al mismo tema y tenemos cuatro comparecencias más, no dudo que
SS. SS. tendrá preguntas adicionales que hacer. Creo que bastantes
cuestiones han sido contestadas, otras no con la claridad o la
puntualidad deseada, pero ya ha dicho el señor Baltanás que está
dispuesto a mandar por escrito, dentro del plazo reglamentario o
habitual, aquellas respuestas que no hayan podido ser realizadas durante
la sesión.

Por tanto, doy dos minutos a cada portavoz que quiera intervenir
solamente para formular preguntas, puesto que el señor Baltanás va a
tomar nota de ellas, pero, lamentablemente, no vamos a tener tiempo para
que conteste. Solamente, insisto, para formular preguntas y que queden en
el «Diario de Sesiones» para que pueda contestar posteriormente por
escrito, porque no tenemos más tiempo.

Tiene la palabra la señora De Palacio.




La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: La pregunta esencial es la
capacidad de la cabecera del Tajo para suministrar 600 hectómetros
cúbicos, a la que no me ha contestado, ya que ha hablado de unos posibles
reforzamientos mínimos sustituyendo caudales, porque entiendo que lo del
canal de Las Aves es para contabilizar ese volumen dentro de los 6 metros
cúbicos/segundo de Aranjuez, aunque no lo ha dicho claramente.

La pregunta clave es: ¿entiende que una buena gestión de la cabecera del
Tajo, con esas pequeñas sustituciones de caudales, con lo cual se
aliviaría lo de los 180 hectómetros cúbicos/año, que supone ahora lo de
Aranjuez, es suficiente? Esto es lo que yo quiero saber y lo que no ha
dicho, porque por lo que ha hablado no plantea otro tipo de
reforzamientos de cabecera del Tajo, salvo cuestiones menores.

Yo no había mencionado el asunto del Jarama, aunque es verdad que figura
en unos estudios del Cedex, pero insisto que yo no lo había mencionado.

El señor Baltanás tenía ya en la cabeza lo que yo le iba a contar, pero a
veces la adivinación falla.

La siguiente cuestión es el coste de las obras, que las financie quien
las financie, es uno; de una parte, dependerá de lo que pague el Estado
central, de otra parte, de lo que pague la Administración autonómica.

Pero el precio final, repito, de las obras es uno, lo financie quien lo
financie y lo pague quien lo pague. Entonces, cuando ha dicho
10.000/15.000 millones de pesetas, entiendo que se refiere a la parte que
va a corresponder a la Administración central del Estado. Me gustaría
saber si esto es así. En cualquier caso, hay que decir cuál es el cálculo
final del costo del metro cúbico. A mí me da que, en principio, si
aplicamos la cuestión de las energías de bombeo, eventualmente las
afecciones hidroeléctricas que tendría esa derivación y el mantenimiento
del AT-S, estamos hablando de 36 ó 37 pesetas/metro cúbico por lo bajo,
considerando que la Administración central sólo va a pagar entre 10.000 y
15.000 millones de pesetas.

La siguiente cuestión se refiere a los abastecimientos, donde mezcla
todo; mezcla a Daimiel, que no es un abastecimiento urbano, con los
abastecimientos de los que ahora nos habla. ¿Para qué población? Porque
en un momento ha hablado de 250.000 habitantes y en otro de 450.000.

¿Cuál es el que de verdad se trata es esta cuestión?
¿Cuándo piensa que se va a finalizar esta obra? Más o menos ha dicho que
se empezará en 1997, según he entendido, pero no he oído el momento de
finalización. ¿Cuál es el volumen máximo? ¿Las infraestructuras que se
van a construir van a permitir la derivación de qué volumen? Todo esto es
muy curioso.

En el anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional, que menciona tanto y al
que hace referencia también este proyecto, al final habla sólo de una
derivación de 50 hectómetros



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cúbicos propios de la cabecera del Tajo, y todo lo demás son aportes
exteriores a esa cuenca. Aquí, de repente, usted nos plantea que hay
volumen de sobra en la cabecera del Tajo para llevar a cabo unos mayores
trasvases, incluidos estos 50 hectómetros cúbicos a cuenta de lo que va a
ir al Segura, sin mayores reforzamientos de la cabecera. Sin embargo, hay
algo que no cuadra. Es decir, si seguimos en un terreno del anteproyecto
del PLan Hidrológico, ¿por qué decían que sólo había 50 hectómetros
cúbicos? ¿Entiende de verdad que hay capacidad para trasvasar 600
hectómetros cúbicos sin mayores problemas? Tengo aquí la serie de los
desembalses del Tajo, y le recuerdo que entre los años 1983 y 1991 la
media de desembalse ha sido de quinientos y pico hectómetros cúbicos/año.

Lo tengo aquí.

Hay cien mil cuestiones más que se le podrían plantear, pero entiendo que
los próximos comparecientes nos van a poder aportar otro tipo de
especificaciones. No obstante, ¿entiende que hay 600 hectómetros cúbicos
disponibles en la cabecera del Tajo? ¿Sí o no? Creo que esto es vital.

¿Cuál es el precio final, de verdad? ¿Por qué, ademas, han utilizado un
decreto-ley en vez de un proyecto de ley?



El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra el señor Ríos, en
nombre del Grupo Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya.




El señor RIOS MARTINEZ: Por respeto no voy a decir lo que a mí me causa
sonrojo, para no entrar en valoraciones que me llevarían a precisiones
que no vienen al caso.

¿No cree usted que el problema de abastecimiento de 450.000 habitantes,
que la Tablas de Daimiel, que las pequeñas poblaciones de la cuenca del
Guadiana y del Júcar, que la modernización de regadíos de Aranjuez y del
Jarama, que el abastecimiento de Toledo, que el sistema de automatización
real son políticas para abordarlas en las actuaciones del Ministerio cada
año, y por tanto, dentro de los Presupuestos Generales y no en un decreto
para un crédito extraordinario? ¿Cree usted que esto se debe abordar a
través de tres decretos sobre el tema de actuaciones puntuales? ¿Hasta
cúando vamos a seguir con políticas de decreto? El decreto no es una
política ordenada y planificada. Todo lo que aquí se ha planteado es una
cosa que usted mismo ha dicho que venía de antes de los cuatro años de
sequía. ¿Han tenido ustedes que esperar cuatro años para hacer un
decreto? ¿No es más lógico hacerlo a través de una actuación más
ordenada, que son las actuaciones planificadas que cada año ustedes
presentan en las Cortes?
A mí me gustaría que usted precisara, porque ha salido en su explicación,
si esto afecta o no a una limitación de la ordenación de la Ley del
Trasvase Tajo-Segura. ¿Es una limitación o no a la posibilidad de
regadío, o de trasvase para regadío, puesto que hay prioridad para estos
50 hectómetros cúbicos? ¿Se detrae o no se detrae del volumen autorizado
ahora mismo para el Taibilla. El Taibilla tiene un volumen de trasvase
fijo para abastecimientos de un número de hectómetros cúbicos. ¿se restan
estos 50 de los que ahora mismo están dándose para sumar los 180, que,
según usted, se van a compensar a través de desaladoras? Eso no lo pone
el decreto. El decreto lo que pone es que estos 50 se van a restar del
abastecimiento del Taibilla, que para un volumen de población superior al
millón y medio de habitantes, ahora mismo recibe un volumen de trasvase.

Para esto ustedes plantean esa actuación.

¿Qué parte va para las Tablas de Daimiel, y qué parte para abastecimiento
de estas poblaciones? ¿Cúales van para Ciudad Real? ¿Cúales van para las
cuencas del Guadiana y del Júcar? ¿Qué volúmenes de abastecimiento para
la cuenca y para las poblaciones y qué volumen para otro tipo de
actuaciones? Simplemente me gustaría tener esa previsión.

Todo esto implica un volumen fijo anual. ¿Por qué no modifican ustedes la
Ley de Trasvase y ponen 600 hectómetros cúbicos de media anual? Porque
ustedes han puesto un tope máximo anual. Si es simplista para esta
propuesta también es simplista para la otra. Aquí estamos incorporando
una actuación permanente para diez años y no se puede tratar por igual
esa actuación. Yo entiendo que cuando se habla de como máximo 50
hectómetros cúbicos tiene que ser como máximo; menos podrá ser, más no.

Pero no nos garantiza que no haya años que haya más, hablando de media
anual. Si pone usted 50 hectómetros cúbicos anual, sí que sabemos que no
habrá nunca un año superior; buscará otra fórmula de actuación para
compensar.

¿Cuál es el costo? Usted ha dicho una media de 10 pesetas metro cúbico,
según he entendido yo que saldría de su propuesta, más los costes
proporcionales del trasvase. Supongo que lo tendrán valorado, porque eso
sí que está medido ahora mismo. ¿Cuál será el incremento de esas diez
pesetas de esos costes proporcionales?
Por último, estoy convencido de que lo que puedan ser cláusulas de rutina
más vale que las dejen ustedes para que la rutina se aplique a través del
desarrollo normativo si no es necesario. Pero ahora sí es necesario,
porque estamos regulando a través de la convalidación de un decreto una
actuación determinada.

Yo estoy convencido de que sería bueno que en la actuación del agua cada
vez fuéramos menos con actuaciones-parche. Por eso, yo creo que lo mejor
sería dejarlo nítido y claro. En lo que se pueda proyectar en la
exposición, yo le pediría a usted --termino con esto, señor Presidente--
que se nos aportaran los documentos que justifican, como ha dicho usted
aquí, los tres bloques: primero, las dificultades, los problemas globales
graves para un volumen de población; segundo, lo que han sido las
actuaciones para mejora de abastecimiento o mejora de la gestión de
regadíos etcétera, y, por último, las actuaciones puntuales en el marco
general del Plan Hidrológico.

Estoy convencido que el Plan Hidrológico va a ser un compromiso de todo
el pueblo español, por tanto, le aseguro a usted que jamás verá en mi
mano una actuación para poner dificultades a un Gobierno; ahora, eso sí,
para que aclare lo que va a hacer, todas las que pueda, porque queremos
evitar que se actúe más o menos arbitrariamente. Simplemente mi
disposición para todo lo que sea solucionar dificultades, para todo lo
que sea solucionar problemas. Pero propuestas claras, transparentes y
nítidas.




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El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Pardo Ortiz, en nombre
del Grupo Parlamentario Socialista.




La señora PARDO ORTIZ: Deseo aprovechar este turno, que aunque
inicialmente ha sido para formular preguntas se ha utilizado para
fijación de posiciones y juicios de valor (cosa que me parece
absolutamente pertinente en una comisión como ésta, que, como ha dicho
anteriormente el Presidente, entiende de temas políticos y técnicos),
para decir que mi Grupo, el que el Ministerio haya tenido agilidad para,
en una coyuntura problemática en nuestro país, utilizar la vía del
decreto-ley para subsanar ese problema, entiende que es un modo de estar
encima de los problemas, y no nos queda menos que agradecerle el que la
haya utilizado, que para eso está. Otra cosa es que se puedan dictar
decretos-leyes para subsanar situaciones de emergencia que requieran
cierta rapidez.

Este trámite lo entendíamos, repito, inicialmente para preguntas, pero la
sensación que mi Grupo tiene es de oposición por parte de los dos grupos
que han intervenido anteriormente, con una serie de trabas y de
inconvenientes. Pero yo quiero dejar claro que mi Grupo valora muy
positivamente, en primer lugar, el que esta medida fuese tomada con
rapidez por medio de un decreto-ley y, en segundo lugar, que fuese
sometida a la consideración del Pleno para que se tramite como proyecto
de ley.




El señor PRESIDENTE: Entiendo que la primera comparecencia que nos ha
convocado hoy es la más difícil de controlar, puesto que todos los
portavoces quieren aportar el máximo de sus inquietudes, sus preguntas,
sus matizaciones y sus posiciones, perfectamente reglamentarias en esta
Cámara. Yo no entro en las valoraciones de si se hace oposición o si se
produce sonrojo. Ese tipo de cosas lo dejo, como es lógico, con el máximo
respeto, para sus señorías. Lo importante de esta Comisión es que admita
un diálogo abierto, dentro del tiempo reglamentario --es lo único que
fijo como Presidente-- y que sirva para clarificar posiciones,
inquietudes y preguntas ante planteamientos muy serios, como son todos
aquellos que intervienen en el Plan Hidrológico Nacional, de alta
sensibilidad para todos los ciudadanos.

Dicho esto, y pensando que vamos a recuperar el tiempo consumido en esta
primera comparecencia en las próximas que se van a celebrar, daré la
oportunidad al señor Baltanás para que conteste en este momento a algunas
de las preguntas que se le han formulado últimamente. Aquellas que no
pueda contestar, porque el tiempo no lo permita, dará justa respuesta por
escrito, dentro de los plazos habituales.

El señor Baltanás tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DE OBRAS HIDRAULICAS (Baltanás García):
Mandaremos por escrito la contestación a las preguntas que se han
planteado. En realidad, se han vuelto a repetir cuestiones que ya se
habían formulado y que entiendo que ya había contestado.

En cuanto al tema de los recursos disponibles o no en la cabecera, ya he
dicho --y lo ha subrayado el portavoz de Izquierda Unida en contestación
a la portavoz del Partido Popular-- que vamos a disponer de recursos
adicionales de desalación. De modo que no sólo estamos mejorando la
gestión de la cabecera del Tajo con todas las aciones que he enumerado,
sino que además vamos a disponer de recursos adicionales de desalación.

Por consiguiente, esas dos fuentes de suministro permiten compensar, de
una forma más o menos aproximada, los 50 hectómetros cúbicos.

En segundo lugar, siguiendo con las acciones de mejora y de gestión, por
supuesto que las mismas, en general, están en los Presupuestos Generales
del Estado y no en el decreto-ley. Precisamente lo que he dicho antes es
que como no necesitaba una regulación legal, no se había plasmado en ese
Decreto-ley. Se podía hacer una referencia en la exposición de motivos
sobre que todas esas medidas de mejora de la gestión estaban en curso,
pero esas medidas, insisto, están en los Presupuestos Generales del
Estado y en su tramitación técnica y administrativa de los proyectos
correspondientes a lo largo de los últimos años. De modo que no se ha
aprovechado el Decreto-ley para hacer de una forma improvisada cosas que
estaban planificadas hace mucho tiempo.

Finalización de las obras. A lo mejor no lo dije, no lo recuerdo bien.

Creía que lo había afirmado. Dije que pensaba que a principios de 1997
podrían iniciarse las obras y que, en consecuencia, en dos años podrían
estar terminadas. Es decir, que si empezamos las obras a principios de
1997, a finales de 1998 o principios de 1999 pueden estar terminadas. Son
obras que no tienen gran complejidad técnica; no es como hacer una presa,
que siempre tiene problemas de cimentaciones, etcétera. En definitiva,
son conducciones, y tenemos la experiencia suficiente, por todos los
kilómetros y kilómetros de conducciones que ha habido que hacer en estos
últimos años, para saber que estas obras se pueden empezar por diferentes
tramos, con diferentes empresas, y se pueden hacer en un plazo
relativamente corto. Yo creo sinceramente --no querría pecar de
optimista-- que a final del año 1998 o principios de 1999 podría estar
terminada la obra.

En cuanto a los costes de las obras, ya dije que entre 10.000 ó 15.000
millones; saldrían unas ocho o diez pesetas en concepto de amortización
de ese tramo específico y a eso hay que sumar los costes de explotación,
y confirmo lo que decía la diputada.

Sobre la media de lo que se ha desembalsado en el período que ha
mencionado la portavoz del Partido Popular, tengo que decirla que no
empece el que en los años 1979 y 1989 se desembalsaran mil hectómetros
cúbicos y desde el año 1992-1993 hasta ahora se estén desembalsando 350
hectómetros cúbicos. Eso es absolutamente objetivo y supone una mejora
radical de la gestión de la cabecera del Tajo.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Baltanás. Con esto damos por
terminada la comparecencia del Director General de Obras Hidráulicas.




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--DEL PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL TAJO (NOAIN
CENDOYA). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO.

(Número de expediente 212/001600.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, seguimos nuestro trabajo con la
comparecencia de don Enrique Noaín Cendoya, Presidente de la
Confederación Hidrográfica del Tajo, ante la Comisión de Infraestructuras
y Medio Ambiente, previamente al vencimiento del plazo para la
presentación de enmiendas al proyecto de ley por el que se adoptan
medidas urgentes de mejora de los aprovechamientos del trasvase
Tajo-Segura y para informar acerca del mismo.

La solicitud ha sido realizada por el Grupo Parlamentario Popular y, como
siempre, antes de iniciar el turno de palabra desearía saber qué grupos
parlamentarios desean intervenir para preguntar a don Enrique Noaín.

(Pausa.)
Sin más dilación, damos la palabra a doña Loyola de Palacio, en nombre
del Grupo Parlamentario Popular.




La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: Agradecemos la presencia del
Presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo, bajo cuya dirección
ha mejorado sensiblemente la gestión de la cabecera del Tajo. Cuando se
habla de esa mejora de los últimos años, obedece al cambio de una
dirección en la Confederación. De donde se deduce que se puede actuar de
maneras distintas y que las cosas son claramente mejorables.

Voy a entrar ya directamente en el problema esencial, en mi opinión, en
toda esta cuestión, desde el punto de vista del Tajo y dentro de la
discusión de este Decreto-ley.

Acabamos de señalar al Director General cuáles son los defectos del
Decreto-ley en cuanto a la indefinición, a las contradicciones en que
incurre, a las imprecisiones y a los olvidos que manifiesta;
contradicciones entre la exposición de motivos y el articulado, y olvidos
imperdonables también en la exposición de motivos y el articulado.

Pero detrás de todo esto hay un problema esencial. El problema esencial
es que el mal llamado Decreto-ley de mejora del aprovechamiento del
Tajo-Segura, es un decreto-ley de trasvase Tajo-Guadiana, que desde el
Grupo Popular en absoluto negamos, sino que entendemos que puede ser una
solución importante, válida y útil para solucionar los problemas
gravísimos de déficit hidráulico que tiene en este momento la cuenca del
Guadiana, y concretamente los importantes problemas que se están
planteando en esa cuenca en el terreno de los abastecimientos. Pero a
nosotros nos preocupa esencialmente el que cuando no están garantizados
los 600 hectómetros cúbicos ya comprometidos para el Segura, se plantea
la derivación de 53 hectómetros cúbicos que, según se nos acaba de decir,
van a ser a costa de esos 600 hectómetros cúbicos. Aun siendo grave que
sea a costa de los 600 hectómetros cúbicos --que, además, según se nos
acaba de decir, van a ser sustituidos por los aportes de unas desaladoras
a los usuarios del Taibilla--, sin embargo, el problema es que hasta
ahora se han trasvasado al Segura unas cantidades muy inferiores a esos
600 hectómetros cúbicos. En los últimos años, cuando ya se ponen en
marcha todas las transformaciones para recibir esos 600 hectómetros
cúbicos de agua en el Segura --hay que recordar que el problema que
existía en los primeros años era que no estaban hechas las
transformaciones del Segura y, por tanto, no tenía sentido enviar los 600
en su totalidad puesto que no había dónde recibirlos--, lo que sucede es
que no hay agua suficiente en la cabecera del Tajo para poder desembalsar
esos 600 hectómetros cúbicos.

En consecuencia, salvo que se nos diga algo más sobre el reforzamiento de
la cabecera del Tajo --el Director General ha sido bastante parco en sus
explicaciones por no decir altamente insatisfactorias--, el problema está
en que esos 53 hectómetros cúbicos destinados a abastecimiento se van a
detraer no de 600 sino de 300 o de 350 hectómetros cúbicos, que es la
media que se está desembalsando desde la cabecera del Tajo.

Se presentan, además, unos problemas enormes que se verán a lo largo de
las próximas comparecencias, como son las insuficiencias del Segura, que
se van a encontrar con otro tipo de servidumbres, sobre todo en el campo
de los regadíos, por cuanto los abastecimientos de Ciudad Real, de los
pueblos de la cuenca del Guadiana o de cualquier otro sitio son
prioritarios sobre los usos agrarios. No es lo que establezca así la
Constitución, como alguien ha señalado, sino que lo establece la Ley de
Aguas.

Por todo lo expuesto, la clave está en la posibilidad de reforzamiento de
la cabecera del Tajo. El anteproyecto de Plan Hidrológico Nacional habla
solamente de 50 hectómetros cúbicos sustraídos a la cabecera del Tajo. A
partir de este punto comienzo a formularle unas preguntas muy concretas y
básicas. ¿Entiende el Presidente de la Confederación que la cabecera del
Tajo tiene capacidad para suministrar esos 600 hectómetros cúbicos o, por
el contrario, considera que hay que dejar 50 hectómetros cúbicos, como
plantea el Plan Hidrológico Nacional? ¿Entiende que la cabecera del Tajo
puede ser reforzada precisamente para alcanzar esa capacidad de los 600
hectómetros cúbicos, o sencillamente es cuestión de una buena gestión?
Porque se han producido desembalses a lo largo de los últimos años, y
también desde el inicio de la puesta en marcha del trasvase Tajo-Segura
se han realizado desembalses muy superiores a los que eran indispensables
para cubrir las necesidades de la cuenca del Tajo. En el período
1979-1980, por ejemplo, se han superado los 1.000 hectómetros cúbicos.

Nos gustaría saber qué parte puede solucionarse sencillamente con una
mejora de la gestión de los aportes de la cabecera y qué parte podría
cubrirse con un reforzamiento de esa cabecera del Tajo. En consecuencia,
sería conveniente saber cuáles serían las posibilidades de reforzamiento.

Teóricamente, las servidumbres que tiene la cabecera del Tajo son los 180
hectómetros cúbicos por año, aunque en este momento estén reducidos, que
suponen los seis metros de caudal en Aranjuez; tiene los 600 hectómetros
cúbicos para la primera fase del Tajo-Segura, de los cuales se detraerían
estos 53 que están aprobados mediante Decreto-ley convalidado, aparte de
las modificaciones que se incorporen, y existe la segunda fase del
Tajo-Segura,



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que supondrían unos 200 más para Almería, lo que eventualmente
conllevaría una mayor aportación para el Segura. Teniendo en cuenta estas
servidumbres de la cabecera del Tajo, yo querría saber las que cree que
se pueden llegar a cumplir con aportes propios, con aportes de
reforzamiento de la cabecera, con sustitución de caudales --me parece que
es lo que nos ha dicho el Director General, aunque no ha sido muy
explícito a pesar de que le he reiterado la pregunta sobre este punto, en
concreto para lo de los seis metros cúbicos por segundo de Aranjuez--, o
cuáles sería necesario traer de otras cuencas. Nos gustaría conocer si se
han calculado los costes de algunas de estas alternativas, porque traer
agua del Norte de España a la cabecera del Tajo puede suponer un coste
económico de sesenta pesetas por metro cúbico. ¿Se han realizado estudios
sobre el coste económico de ese reforzamiento de la cabecera del Tajo?
Siguiente cuestión que le quiero plantear. La Sagra-Torrijos es una de
las grandes demandas que hay pendientes en Castilla-La Mancha, y quería
saber en qué situación se encuentra esta cuestión y cuál será el coste
del metro cúbico de agua en tanto en cuanto hasta donde yo sé La
Sagra-Torrijos obliga a una elevación de 80 metros, lo cual supone un
cierto coste energético cuando menos. ¿Conoce el Presidente de la
Confederación si existen otros estudios para llevar agua a la cuenca del
Guadiana y para solucionar los problemas que tiene sobre todo la primera
parte del Guadiana, me refiero al déficit hídrico? También me gustaría
conocer su opinión sobre otros estudios como, por ejemplo, el premio
Torán o el famoso Venet, aunque este último no se refería a la primera
zona del Guadiana sino a la segunda y a la tercera y, sobre todo, me
gustaría saber su opinión sobre las afecciones que supondría para la
cuenca del Tajo ese otro tipo de soluciones.

Por mi parte no tengo que formular ninguna otra pregunta. Si acaso, al
hilo de sus contestaciones le plantearía alguna otra cuestión.




El señor PRESIDENTE: A continuación, en nombre del Grupo Federal de
Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya tiene la palabra el señor Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: Yo le voy a formular cuatro preguntas solamente
entendiendo que su aportación en esta comparecencia está en función de la
tramitación del Decreto-ley, y los que lo redactaron, por decirlo así, ya
nos han explicado una manera de entender el conjunto de propuestas.

Mi primera pregunta es la siguiente. ¿Usted cree que dentro del decreto
se recogen medidas que mejoren, que amplíen lo que se llama la
potencialidad de Entrepeñas y Buendía para incrementar el rendimiento del
acueducto Tajo-Segura? Es decir, lo que le pregunto es si usted considera
que esas medidas son suficientes para lo que yo estimo que significa este
decreto, que no es otra cosa sino la autorización del acueducto
Tajo-Segura con un volumen de 600 hectómetros cúbicos, lo que supone que
a partir de ahora ese volumen se va a compartir con un nuevo trasvase de
50 hectómetros cúbicos para el abastecimiento de unas nuevas cuencas y
para realizar otras actuaciones, además de dotar a las Tablas de Daimiel.

Simplemente estamos hablando de una redistribución de esos perceptores en
lugar de un incremento, por lo menos en la propuesta del Gobierno.

Segunda pregunta. ¿Cree usted que con la situación actual de lo que
pudiéramos llamar el Tajo, con la medida de reducción del caudal
ecológico o el caudal al que se refería el señor Baltanás, el caudal no
consuntivo, es suficiente para afrontar las actuaciones que se derivan de
ese volumen conjunto de este trasvase al Guadiana más el trasvase
anterior?
Ahora se está ciñendo todo el abastecimiento, pero a mí, aunque no
recuerdo muy bien, me da la impresión de que el trasvase Tajo-segura no
se hizo sólo para abastecimiento, sino que se hablaba de más cosas, por
ejemplo, de regadíos. ¿Qué medidas o qué garantías ve usted en este nuevo
decreto que le hagan pensar que los 50 hectómetros cúbicos sean realmente
para abastecimiento o que vaya a haber también derivaciones para regadío?
Aquí se dice para abastecimiento a la cuenca del río Guadiana y nos
gustaría saber si se contemplan los dos aspectos.

Por otro lado, esta medida habla de una estabilidad de diez años, con una
media anual de 50 hectómetros cúbicos; no señala un tope anual sino una
media, por lo que unos años podrá ser más y otros, menos. ¿Usted cree que
con la medida de reducción del caudal y con las medidas de mejora de
aporte que se reflejan en este decreto, no las que estén en marcha, habrá
suficiente o necesitarán ustedes aportes de otras cuencas a la cuenca del
Tajo y en qué volumen, para esos diez años, con independencia de que esto
esté o no medido en la información que usted ya ha tenido que aportar
para la elaboración del decreto?
Terminaría haciéndole una pregunta que ha estado surgiendo durante toda
la mañana. ¿No cree usted que hoy estamos pagando una cierta alegría en
la administración de recursos o una cierta mala administración de la
capacidad que teníamos en la etapa 1979-1980 para la posterior al año
1987-1988, que ha sido de administración más contenida de recursos?
Quizá, como no tenemos todavía representantes allí arriba, no sabemos
cuándo va a llover y las previsiones de sequía han fallado.




El señor PRESIDENTE: A continuación, doy la palabra a don Enrique Noaín
Cendoya, para responder a las preguntas de sus señorías.




El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL TAJO (Noaín
Cendoya): Señor Presidente, señorías, es mi primera comparecencia ante
una Comisión de esta alta Cámara y quiero manifestar aquí la honra y la
satisfacción que me produce el venir a dar cuenta de nuestro trabajo en
el organismo de cuenca que se ocupa del Tajo. Las cuestiones son variadas
e importantes y voy a intentar responderlas con brevedad, porque sé que
vamos mal de tiempo.

En cuanto a la pregunta, que efectivamente no deja de ser el meollo de la
cuestión, sobre en qué medida la cabecera del Tajo, en su actual
estructura de captación de recursos y almacenamiento, en definitiva de
regulación, es capaz



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de satisfacer las expectativas que la Ley del año 1971 del trasvase cifró
en 600 hectómetros cúbicos en su primera fase y en 1.000 en una segunda
fase potencial, la verdad es que me gustaría dar sólo una cifra para
objetivar la aproximación del asunto. Los estudios que sirvieron de base
para proyectar el trasvase estimaron unos recursos regulados, una
aportación aprovechable para cualquier uso de 1.224 hectómetros
cúbicos/año. Ahora bien, en la serie histórica conocida desde que el
trasvase tiene vida, la aportación regulada --aportación menos
evaporación-- ha sido de 690 hectómetros cúbicos, es decir, el 57 por
ciento de la calculada. No quiera verse en eso ninguna crítica
intelectual por mi parte, hidrográfica o hidrológica, a los muy serios
expertos que participaron en el diseño de aquella obra. Simplemente, la
serie histórica que manejaron fue la que fue. Yo no sé en qué medida la
coyuntura, tanto de sequía como de años húmedos, puede influirnos a todos
los responsables públicos en esta materia, y creo que siempre tendríamos
que hacer el esfuerzo de abstraernos de la coyuntura para hablar de
materias que afectan a largo plazo. No sé en qué medida una serie de años
muy lluviosos en aquella época pudo influir o no. En cualquier caso, la
realidad ha venido --y hay que reconocerlo-- a defraudar en algo las
expectativas de las aportaciones que la cabecera del Tajo, que la cuenca
de Entrepeñas y Buendía iba a suministrar.

También es verdad que se contó con que el crecimiento del producto
interior bruto, y por tanto del consumo de agua en Madrid, iba a ser
mayor del que luego la realidad ha demostrado y eso ha hecho que los
retornos de Madrid, con los que se contaba para determinados usos, hayan
defraudado también cuantitativamente aquellas expectativas. Por
consiguiente, estamos en otro contexto histórico, sin entrar en debate
sobre cambios climáticos ni nada que se le parezca. Es cierto que estamos
conociendo años muy secos, no sólo estos últimos cuatro, que son ya
particularmente graves y preocupantes, sino otros anteriores, y que sólo
ha entrado en la cabecera el 57 por ciento de lo que se esperaba. Es
cierto que se ha producido un historial de trasvases bien distinto del
que la ley estableció, y ello ha sido fruto, insisto, de las aportaciones
que la naturaleza nos ha concedido en Entrepeñas y Buendía. En los
diecisiete años en los que el trasvase ha funcionado ha habido una media
de 245 hectómetros cúbicos por año de volúmenes trasvasados, pero si,
para ser más rigurosos, eliminamos los dos primeros años de la serie, al
1978-1979 y 1979-1980, porque el trasvase se encontraba todavía en
pruebas, nos encontramos con una media algo más alta, de 270 hectómetros
cúbicos, pero efectivamente bien alejada de aquella expectativa de los
600.

En consecuencia, la contestación a su pregunta sobre si existe al día de
hoy capacidad en la cabecera de recursos regulados para suministrar 600
hectómetros cúbicos, quitándole a mi explicación todo lo que pueda tener
de opinión y ateniéndome a los hechos, y sobre todo a la historia
conocida, que es lo más fiable de lo que disponemos, la verdad es que no.

La historia ha demostrado que no existían recursos suficientes para unos
trasvases de ese volumen, y por eso, naturalmente, no se han hecho.

Me pregunta su señoría si se puede reforzar la cabecera para llegar a
esos 600 hectómetros cúbicos. Evidentemente, sí. Es cierto que cualquier
desarrollo de esta respuesta afirmativa que yo doy sería más propio que
la dieran los responsables de la planificación hidrológica nacional que
el modesto presidente de un organismo de cuenca, porque prácticamente
todas las soluciones para incrementar los recursos disponibles en la
cabecera pasan por soluciones intercuencas y, por tanto, exceden del
ámbito de la reflexión intelectual, sobre todo del ámbito de la decisión
o de la formulación de las soluciones de un solo organismo de cuenca.

Habría una solución dentro de la cuenca --probablemente está en la mente
de SS. SS. y en el ambiente de la planificación hidrológica del
Ministerio--, que sería una posible aportación de los retornos de Madrid
recogidos en el río Jarama a la cabecera, lo que, en términos prácticos,
podríamos llamar el trasvase Jarama-Bolarque. Eso es algo que forma parte
de las reflexiones intelectuales de los responsables de planificación del
Ministerio, pero yo creo que el Director General de Obras Hidráulicas ha
sido explícito remitiendo al debate del Plan Hidrológico Nacional
cualquier esquema de gran trasvase.

Luego, existen soluciones intercuencas, de las cuales este presidente,
modestamente y en el ámbito de su opinión personal, es ferviente
partidario, y muy notablemente del trasvase del Duero a la cabecera del
Tajo, con distintos esquemas posibles que SS. SS. probablemente conocen
por el borrador del Plan Hidrológico Nacional, y con algún esquema quizás
más maduro o más desarrollado en los tiempos recientes, que es
particularmente sensato y razonable a mi entender. Por tanto, la cabecera
del Tajo podría ver así incrementados sus recursos (insisto, con
aportaciones externas procedentes de cuencas neta y claramente
excedentarias) y pasaría a ser casi más una estación de transferencia que
un donante puro, si se me permite utilizar esta expresión. Retomaríamos
así la reflexión que hace la señora De Palacio respecto a ese horizonte
que estaba en el anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional de una
posible donación neta de unos 50 hectómetros cúbicos, que a mí, en
términos generales y a salvo de debates más profundos que tendrá que
haber en su momento, me parece efectivamente razonable. Todo lo demás
tendría que venir de aportes de cuencas excedentarias situadas en la
mitad norte peninsular, y muy singularmente de la solución Duero, que yo
creo que está en estos momentos muy madura a niveles de reflexión.

Dice su señoría: A efectos de trasvase, ¿qué refuerzo o qué incremento de
recursos disponibles podríamos todavía obtener mediante la mejora de la
gestión y cuál con otras soluciones? En cuanto a otras soluciones, ya
acabo de decir las dos más evidentes y que están sobre la mesa de los
proyectistas --si puedo hablar así--, que son el trasvase
Jarama-Bolarque, intracuenca del Tajo, y el trasvase Duero-cabecera,
intercuencas.

Respecto al incremento de recursos que pudiera aportar una mejor gestión
(en primer lugar, quiero agradecer el elogioso comentario que ha hecho la
señora De Palacio, que transmitiré a mi personal puesto que es el que
verdaderamente tiene el mérito de estar día a día administrando



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mejor el recurso), creo que podemos decir que hemos llegado ya
prácticamente al tope, que hemos optimizado la gestión en la cuenca del
Tajo que depende de cabecera y que ahí cabe ya esperar muy poco ahorro
más, y lo digo sin triunfalismo alguno, pero es cierto que se produjeron
desembalses en aquel bienio (se ha citado ya el bienio, que no sé si
calificar de bienio negro, aunque luego habrá ocasión de contestar más
concretamente a la cuestión última del representante de Izquierda Unida y
yo seré muy prudente al juzgar aquella época, porque todo tiene su cara y
su cruz); se produjeron desembalses, decía, no ya superiores a 1.000,
sino de hasta 1.532 hectómetros cúbicos en los años 1978 y 1979. Fueron
dos años muy excepcionales --insisto en que luego daré mi apreciación
sobre ellos--, que se nos siguen todavía reprochando a los actuales
gestores del Tajo, cuando realmente obedecen a otro tiempo político e
histórico. Desde ahí se ha pasado a una etapa central, entre los años
1980 y 1991, en la que los desembalses --léase los consumos en el Tajo--
han sido de 450 hectómetros cúbicos de media, y ahora estamos ya en 350.

Sinceramente creemos que aunque algunas de las medidas que el Director
General ha desgranado van a permitir ahorros, también es verdad que
riegos como el de La Sagra-Torrijos, que se ha evocado, van a suponer
mayores consumos y, por tanto, una cosa se va a compensar con otra. Creo
que, sinceramente, hemos llegado a cifra tope, a una cota por debajo de
la cual --350 hectómetros cúbicos/año-- va a ser muy difícil obtener
ahorros de consumos en la cuenca del Tajo. No olvidemos que cuando
hablamos de esas disminuciones de consumos en el Tajo lo estamos haciendo
a lo largo de un período histórico en el que las demandas han aumentado,
muy sustancialmente las del consumo humano, debido al incremento del
nivel de vida y el consiguiente incremento de la dotación por habitante.

La respuesta rotunda al incremento de las disponibilidades en la cabecera
ha de venir de soluciones externas a la misma, aportaciones o trasvases.

Y en cuanto a las alternativas posibles, ya se han desgranado, aunque sea
muy someramente, las dos más razonables y más maduras.

Desgraciadamente no puedo aportar aquí información sobre los costes
estimados. Una vez más la respuesta tendría que venir dada quizá por
responsables de la planificación a nivel nacional. Estos esquemas todavía
están en la fase de análisis hidrológico, de viabilidad técnica, pero no
están lo suficientemente afinados como para plantear un coste por metro
cúbico. Sí puedo decir que el trasvase Jarama-Bolarque, que a su vez
tiene dos o tres posibles variables técnicas, tendría un coste en cuanto
a inversión --siento ser muy grosero todavía en las cifras-- del orden de
25.000 ó 30.000 millones de pesetas, pero, insisto en que no se me tome,
por favor, con ninguna precisión esa cuantía.

En cuanto a los regadíos de La Sagra-Torrijos, quiero llevar la
tranquilidad a todos los usuarios y a la señora Diputada en el sentido de
que, por lo que respecta a la Confederación, al Ministerio en definitiva,
la obra va a buen ritmo; se ha procedido hace pocas semanas o meses al
lanzamiento del gran canal por encima de la autovía de acceso a Toledo
--lo comento como ejemplo vivo de que la obra está en curso--; estamos
acometiendo el segundo sector, que es el que corresponde ahora ejecutar a
la Administración central del Estado a través de la Confederación; la
obra va a buen ritmo, insisto, y es cierto que aunque los costes del
bombeo van a ser importantes, no se van a separar significativamente de
los costes de la mayoría de nuestras zonas regables que, unas por una
razón y otras por otra, necesitan gastos de funcionamiento y explotación
relativamente elevados. Aun así, la economía de escala que se obtiene en
una zona regable como es ésa hace que al final el precio de coste para
nuestros regantes sea francamente asumible y, de hecho, los porcentajes
de recaudación de las tarifas y cánones en la cuenca demuestran que no se
plantean disfunciones ni problemas importantes. Lamento no darle en este
momento una cifra concreta sobre el coste por metro cúbico, pero le
aporto la tranquilidad, tanto en cuanto al ritmo de ejecución de la obra
como a los costes, que con toda seguridad van a ser razonables y
normales.

Respecto al tercero y último estadio relativo al desarrollo de los
regadíos, no oculto que estaremos atentos a la realidad social. No vamos
a tardar ni un día más en lanzar la última fase del momento en que la
demanda social y la iniciativa de la administración agraria y los
agricultores lo exijan, pero vamos a esperar razonablemente o a seguir
esa demanda diaria para no adelantarnos y que no ocurra lo que algunas
veces ha ocurrido en nuestro país, que es construir las infraestructuras
y no establecer el riego en la práctica porque la demanda social, los
mercados, los precios de coste y de venta no hacían del todo razonable
alguna actuación. Por tanto, vamos a ser prudentes y sigamos seriamente
la demanda y la realidad social.

Referente a otras posibilidades de trasvase a la cuenca del Guadiana
desde el curso medio e inferior del Tajo, efectivamente son conocidas por
la Confederación que ha contribuido con su esfuerzo intelectual a que los
responsables centrales de la planificación las examinen, analicen y
debatan, muy notablemente las dos que se citan: la que llamaríamos
solución Torán y la solución Benet, por ser conocidas. Desde la
Confederación del Tajo no hay una oposición intelectual a esos trasvases.

Creemos que podrían ser una realidad desde el punto de vista del donante
o desde el punto de vista hidrológico, es decir, desde la existencia de
recursos y de la viabilidad técnica. Donde tenemos mayores dudas es en el
punto de destino. ¿Es que allí se justifican explotaciones agrícolas que
sean capaces de satisfacer los costes de amortización de la inversión y
de explotación que estos trasvases comportarían? Eso está por ver y
demostrar. Son cuestiones que se tienen que formular más desde la cuenca
receptora que desde la donante, pero ahí es donde tenemos --concretamente
en el trasvase o en la solución Benet-- serias dudas de que la puesta en
carga agrícola de determinados territorios, con su altitud, su
climatología y su edafología, hagan razonablemente viable una solución de
este tipo. Si la demanda se caracteriza con precisión y se demuestra su
viabilidad y la idoneidad social y económica del proyecto, insisto en que
desde un punto de vista del recurso hidráulico y de la viabilidad técnica
la cuenca del Tajo está absolutamente abierta a soluciones



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de este tipo. En cualquier caso, si se me permite decirlo en términos un
poco coloquiales, creo que no tenemos que hacernos un lío con todo este
tema, hay que ordenar seriamente el debate de los trasvases intercuencas.

Con lo anteriormente expuesto espero que estén suficientemente comentadas
las preguntas de la señora De Palacio. A continuación pasaría a responder
a las preguntas planteadas por el Grupo de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya.

Me pregunta si se recogen mejoras de la potencialidad de la cabecera. En
sentido estricto, no. Las mejoras de la gestión en la cuenca del Tajo,
que han sido comentadas por el Director General y que podríamos comentar,
si lo desean, con más detalle, son fruto de una preocupación permanente
del organismo de cuenca y del Ministerio, que en sus presupuestos
ordinarios va a ir arbitrando sucesivas medidas; algunas de ellas lo han
sido con carácter extraordinario, por ejemplo, la reducción del caudal
legal en Aranjuez de 6 a 3 metros cúbicos por segundo, con carácter
excepcional y temporal, acotado en el tiempo, y alguna otra como la del
cambio de toma del canal de Las Aves, por decisiones recientes del
Consejo de Ministros con carácter de urgencia. Pero, insisto, forman
parte de la preocupación cotidiana de la Confederación y del Ministerio.

Por el contrario, sí debe afirmarse --y el decreto es explícito sobre
este asunto-- que se está procediendo a una mejora en la potencialidad,
eficacia y aprovechamiento de la infraestructura de la TES. En la
exposición de motivos se dice con razón que se trata también de una
importante columna vertebral del agua en España o visagra hidráulica que
recorre España de norte a sur, que es una infraestructura valiosa que
respondió a esfuerzos financieros y de gestión muy importantes y que este
Presidente valora en mucho, y que es susceptible de un mejor
aprovechamiento. Yo creo que ahora lo que se busca es resolver un
problema bien concreto, poniendo en carga y utilizando mejor una
infraestructura que ya teníamos. Por tanto, creo que el decreto está
dirigido explícitamente a mejorar la potencialidad o la eficacia de la
obra, de la infraestructura del trasvase para resolver un problema que ha
sido bien explicitado por el Director General, y no estrictamente al
incremento de las disponibilidades en cabecera, que tendrá que venir o
por los mecanismos de mejora que habitualmente estamos ejercitando con
resultados visibles, o por --insisto-- decisiones de trasvase
probablemente intercuencas que tendrán que ser debatidas en otros foros y
en otro momento procesal.

Efectivamente, tal y como se afirma, lo que se va a hacer es compartir
una infraestructura y unos recursos que estaban con un techo legal de 600
hectómetros cúbicos/año destinados a una zona, y se van a compartir con
otra. A mi juicio, eso no hace más que rentabilizar la obra y llevar un
paso más allá los mecanismos de solidaridad que en un momento de sequía y
graves problemas en el país nos vemos obligados a desencadenar. Todo ello
responde a planificaciones, ideas y maduraciones que ya habían sido
desarrolladas por el Ministerio, pero cuya decisión final ha sido
precipitada por una situación coyuntural que es la de la sequía.

Yo creo que el que sean muchas de estas ideas maduras, de alguna
antigüedad y preocupaciones que estaban ya en los planes del Ministerio
hace algún tiempo pero que luego hayan requerido la adopción de medidas
decisorias urgentes, como la del Decreto-ley, es una paradoja que se
explica, primero, porque muchas veces en esta vida se nos demuestra que
una cosa y su contraria son verdad y, segundo, porque la coyuntura lo que
está haciendo es obligar a tomar --insisto-- decisiones que tienen un
cierto grado de maduración previa.

¿La medida de reducción del caudal legal en Aranjuez se hace suficiente
para incrementar los recursos en la cabecera? Lo diré con todo realismo y
con toda humildad. Es un paso más; se ha hecho lo que la coyuntura, en un
momento dado, a mi modesto entender y a juicio del Gobierno de la nación,
requería. ¿Va a ser suficiente? Eso dependerá de la coyuntura. Si este
país conoce --Dios no lo quiera-- una prolongación de la sequía en
términos tan duros como la que venimos padeciendo, puede que se hagan
necesarias medidas ulteriores. Respecto a una ulterior y suplementaria
reducción aún mayor del caudal legal en Aranjuez, no lo sé. No le
gustaría a este presidente, pero la realidad igual nos lo impone. ¿Que la
coyuntura hidráulica mejora?, entonces el carácter temporal de esa medida
podría verse incluso acortado, si el Gobierno así lo estima necesario,
restableciendo los seis metros cúbicos por segundo de caudal legal en
Aranjuez o cualquier otra cuantía. Ahí creo que estamos, como en el
conjunto de la mitad sur peninsular, sujetos a una durísima sequía que
obliga al responsable político a adoptar medidas conforme los
acontecimientos lo demandan, lo que va a suponer en términos
cuantitativos absolutos es un ahorro en los desembalses de 95 hectómetros
cúbicos al año, la mitad de los 190 a los que aludía la señora De Palacio
que es la servidumbre o la demanda que tiene que atender --insisto, si es
que a un caudal circulante en el río pudiéramos calificarlo de demanda--
la cabecera.

El AT-S no se hizo sólo para abastecimiento. Aunque estoy lejano en el
tiempo al momento en que aquello se realizó, entiendo que fue
fundamentalmente para regadío y para la puesta en carga de un territorio
con una gran potencialidad agrícola, como bien se ha demostrado luego, y
lateralmente también para resolver problemas de abastecimiento.

Aquí, sin embargo, la decisión de adjudicar 53 de aquellos 600
hectómetros cúbicos al abastecimiento, se hace con toda claridad con ese
nombre y apellidos. Los beneficiarios son la recuperación de las Tablas
de Daimiel y el suministro a una importantísima zona de la región
manchega.

Tranquilizaría al Diputado, señor Ríos, en el sentido de que me parece
que el carácter finalista del recurso que aquí se asigna es explícito,
claro, tajante y tiene un rango legal absolutamente solemne, no veo
ninguna sombra --lo digo sinceramente-- de que pueda haber en un momento
dado una desviación de esas intenciones y, por tanto, no debe haber
ninguna preocupación.

En cuanto a qué pasará una vez transcurrido este plazo, se dibuja un poco
en el Decreto, no diré como de prueba, pero sí por lo menos como de
balance final en las medidas



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trasvasadas a los efectos de establecer el tope de los 50
hectómetros-año. ¿Qué pasará en el futuro, se necesitarán nuevos aportes?
Creo que ya comenté, contestando a las preguntas de la señora Diputada
portavoz del Grupo Popular, que en el medio o largo plazo la cabecera
necesita de la aportación de recursos complementarios, porque la
experiencia ha demostrado que las estimaciones de aportación que se
hicieron a la hora de diseñar el trasvase no se han hecho realidad. Una
vez más, me remito al debate del Plan Hidrológico Nacional, que este
presidente está deseando tenga lugar, y en el modesto lugar y papel que
le toque defenderá una política razonada y razonable de trasvases y de
aportación de recursos desde las zonas excedentarias a las zonas
deficitarias.

Por último, estamos pagando una alegría de la etapa 1979, 1980, 1981, ese
bienio que, con algún rasgo de humor, califiqué de negro por entendernos,
pero quisiera ser absolutamente respetuoso y prudente con las decisiones
que se tomaron en aquellos años. En primer lugar, el trasvase no había
empezado, estaba en pruebas; los parámetros de cálculo de esta magna
operación hidráulica fueron los que he dicho, pensando que habría unas
disponibilidades, unos recursos regulados de 1.200 hectómetros
cúbicos-año, que luego la realidad ha desmentido, pero entonces no se
sabía, y no hay que olvidar la tremenda crisis energética que vivía el
país en aquellos años. Por tanto, por un criterio de prudencia de no
juzgar tiempos pasados con criterios de hoy día, tiempos en los que se
salía de una serie de años francamente húmedos, a la luz de unos años
terriblemente secos como los que vivimos ahora, y de no juzgar una crisis
energética que probablemente propició que el sistema energético nacional
tirara --si me permite la expresión-- de la hidroelectricidad mucho más
que de la energía térmica generada en aquel entonces con derivados del
petróleo, con fuel-oil especialmente, todos esos factores, me hacen ser
francamente prudente a la hora de juzgar con mayor o menor severidad
aquellas decisiones. Lo que quiero dejar bien claro es que, en cualquier
caso, aquellas decisiones no fueron las nuestras, las del actual equipo
ministerial, ni las del actual Gobierno. Están muy alejadas en el tiempo.

Por último, quiero hacer una apreciación que quizá va a chocar a SS. SS.:
es difícil reconstruir cómo hubiera sido la historia si no se hubieran
hecho aquellos desembalses, pero nosotros hemos hecho ese ejercicio
intelectual y podemos decir que probablemente se hubieran llegado a
verter, contra la voluntad de los gestores, mil hectómetros cúbicos
después, porque, naturalmente, cuando un embalse está lleno y se han
suministrado las demandas, si sigue entrando agua no hay otra solución
que verterla al río; hubiéramos regalado al Atlántico mil hectómetros
cúbicos y se hubieran perdido en evaporación probablemente del orden de
los 900 hectómetros cúbicos, porque unos embalses mucho más llenos
durante mucho más tiempo tienen una lámina, un espejo de agua de mucha
mayor superficie, como a nadie se nos escapa, y la evaporación aumenta en
forma muy importante. Nosotros tenemos la impresión de que quizá del
orden de 1.900 hectómetros cúbicos de aquellos 2.700 que desembalsaron en
ese bienio hubieran sido, de todos modos, no aprovechables. De manera que
soy algo escéptico y prudente en juzgar aquellos desembalses. En
cualquier caso, quiero recordar que datan ya de hace muchos años y que en
modo alguno están influyendo en el día de hoy en la gestión de la
cabecera y del curso medio del Tajo.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tienen dos minutos de tiempo
aquellos Diputados que deseen intervenir.

Tiene la palabra la señora De Palacio.




La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: Quiero hacerle un par de
precisiones y un par de repreguntas, si es posible.

En cuanto decir que darle esa utilidad es un mejor aprovechamiento del
AT-S, es una cuestión opinable, porque deja usted, como bien sabe, gran
parte de la infraestructura inutilizada en ese volumen. Digamos que se
puede utilizar el AT-S para solucionar el problema de los
abastecimientos, pero no supone en ningún caso un mejor aprovechamiento
de lo que es el sistema del AT-S, porque el resto del trayecto queda
inutilizado en ese volumen. Pero lo peor de todo es que no existe agua,
por lo que nos ha dicho.

Ahí también voy a hacer una precisión, antes de entrar en lo de que no
existe agua. En cuanto a lo de rango legal, a la cuestión de los usuarios
y a garantizarnos que van a ser abastecimientos, el problema es que está
mal redactado. Esperemos que nos dé tiempo a rectificarlo, pero la
chapuza que nos han enviado aquí desde el Ministerio y que se ha
convalidado, desde luego sin nuestros votos, dice: abastecimiento de la
cuenca alta del río Guadiana, derivación de 50 hectómetros cúbicos. Es
decir, en abastecimiento se considera también a las Tablas de Daimiel; en
tanto en cuanto en abastecimiento se mete a las Tablas de Daimiel, ya no
estamos hablando de abastecimientos urbanos, sino que la palabra
abastecimiento quiere decir claramente suministro. Por tanto, ahí no
existe ninguna garantía legal, salvo que introduzcamos enmiendas que la
hagan. Tal y como está, se puede utilizar para regar, para recargar el
acuífero 23 o para lo que les dé la gana, porque el abastecimiento está
utilizado de una manera totalmente inadecuada e imprecisa en la cuenca
del Guadiana.

Después de esas dos precisiones, le voy a pedir un par de explicaciones
suplementarias, si fuera posible. Dice que la media de aportes en la
cabecera, según la serie que usted utiliza, son 690 hectómetros cúbicos.

Le voy a decir que tengo varias series, la del 71-91, son 1.000
hectómetros cúbicos, pero utilizando una menos favorable, que es la del
79-94, son 780 hectómetros cúbicos. Me siguen faltando hectómetros
cúbicos con relación a la serie que usted utiliza, y le agradecería que
me hiciera referencia expresa a qué serie utiliza, y a qué años
exactamente, porque no coinciden en absoluto con los informes que tengo,
entre otros del Cedex; es decir, se trata de datos que me han sido
suministrados por la propia Administración.

La siguiente cuestión también es una precisión. Usted entiende que al
final la aportación de la cabecera del Tajo tiene que ser nada más que
esos 50 hectómetros cúbicos



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que contempla el anteproyecto de ley del Plan Hidrológico. Es decir, que
el agua de La Mancha se queda en La Mancha porque todo lo que da, los 50
hectómetros cúbicos que salen de La Mancha, se van a los 50 hectómetros
cúbicos del Guadiana. Es una postura. Pero lo que le preguntaría es, si
dice usted --cojo su serie, no cojo las que me han dicho en el Cedex--
que son 690, y ya le digo que es más que discutible y la más desfavorable
del Cedex habla de cien hectómetros cúbicos más, en este momento las
demandas del Tajo son inferiores a los 350 hectómetros cúbicos, de esa
parte, no del Tajo en su conjunto; porque, no nos engañemos, a partir del
Jarama, el Tajo tiene toda el agua que se quiera y, además, a caudal
constante, prácticamente. Si estamos hablando de que aguas abajo de la
cabecera del Tajo, considerando los 180 hectómetros cúbicos que
corresponden a los seis metros por segundo de Aranjuez, las demandas
están cifradas en torno a los 350 hectómetros cúbicos, ¿qué hace usted
con el resto? Si sólo trasvasa 50, si en principio está calculado que,
desde la cabecera hasta la confluencia del Jarama, lo que hay en una
demanda de 350 hectómetros cúbicos (350 más 50 son 400), y usted me dice
que en la peor de las series estamos hablando de 690, me siguen quedando
290 hectómetros cúbicos de recursos libres. Por tanto, ¿qué tipo de
desarrollo va a hacer ahí?, porque yo me he leído las directrices del
Tajo y no se habla de ningún desarrollo especial que suponga el consumo
de esos 300 hectómetros cúbicos suplementarios; es decir, me siguen sin
salir sus cuentas, ni las del anteproyecto del Plan Hidrológico Nacional,
por eso le preguntaría cuáles son.

Tercera precisión concreta que le agradecería que me diera. Me habla del
Tajo-Duero, que es por lo que usted se inclina. Yo le preguntaría grosso
modo (porque usted sabe como yo que donde tiene el Duero agua es en el
Duero medio, con lo cual estamos hablando de unos desniveles, de unos
bombeos y unos costes energéticos tremendos) ¿tiene un cálculo
aproximado, no ya del coste de las infraestructuras ni de su
amortización, sino del coste energético que va a suponer el contra Duero
y el traslado de ese agua para reforzar esa cabecera, puesto que es la
solución por la que usted se inclina? ¿Tiene idea de lo que eso va a
suponer, además de las indemnizaciones por las afecciones
hidroeléctricas, no sólo en España, sino en Portugal? ¿Tiene idea de
cuáles van a ser los costes (al margen de la amortización de las
infraestructuras de esos canales del contra Duero y luego del bombeo
hasta la cabecera de Entrepeñas y Buendía) de bombeos, de indemnizaciones
por afecciones hidroeléctricas, del metro cúbico de ese agua? Porque a mí
me han dado unas cifras que hacen más que dudosa la viabilidad económica
de este asunto; por supuesto, técnicamente hoy día casi todo es posible.

Siguiente punto: el Jarama. Se ha referido usted, y el Cedex tiene unos
estudios al respecto, al reforzamiento con caudales del Jarama. En un
primer momento dice que se haría la sustitución de unos seis metros
cúbicos, hay otra posibilidad, que es incluso conectar con Bolarque, como
decía usted, en ciertas situaciones. ¿Qué opina usted de esa solución?
Porque en el Jarama, con los afluentes de Madrid, estamos hablando de 450
a 500 hectómetros cúbicos mínimo, considerando incluso los regadíos que
hay entre medias, que tienen una servidumbre. ¿Me podría precisar cuáles
son los pros y los contras de esa solución? Porque, hasta donde yo sé,
desde el punto de vista de bombeo y de infraestructuras, no sería muy
caro, sobre todo en la primera solución, que sería la del codo del Jarama
aguas arriba de Aranjuez.

Por último, la alternativa de utilizar el Premio Torán, que es un
proyecto de José María Marín (que supone coger aguas abajo de Toledo
donde sobra agua, para desviar vía Finisterre, que además permitirá no un
trasvase de 50 hectómetros cúbicos, sino de mucho más, de 200 hectómetros
cúbicos), qué contraindicaciones tiene como alternativa a ésta, desde el
punto de vista económico o medioambiental, porque hasta donde yo sé es
bastante competitiva con esto. ¿Cuáles son las razones que hacen esa
solución, en su opinión, mas desechable?



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, a continuación, el señor Ríos, muy
brevemente, por favor.




El señor RIOS MARTINEZ: Lo breve y bueno, dos veces bueno.

Solamente voy a hacer tres preguntas. Se ha extrañado usted cuando le
hemos comentado el tema del trasvase que se autoriza, pero el texto de la
exposición de motivos dice: De este modo, con la presente norma, se
posibilita el trasvase a La Mancha de hasta 50 hectómetros cúbicos
anuales, y se crea una reserva de hasta tres hectómetros cúbicos para
atender demandas de abastecimientos menores a las inmediaciones del
acueducto Tajo-Segura. Por tanto, es un trasvase de 50 hectómetros
cúbicos a La Mancha.

Usted ha hablado de mecanismos de solidaridad, que es lo que desarrolla
esto. Es verdad. Pero, conforme está el proyecto, la solidaridad es entre
cuencas o en actuaciones deficitarias entre la gente que necesita agua,
porque es solidaridad entre los que ahora mismo recibirían el trasvase
Tajo-Segura, con un nuevo trasvase. Es una actuación para compartir lo
poco, no es una actuación que signifique hacer frente a una mayor
seguridad en el próximo futuro.

Mis preguntas van dirigidas a dos cosas concretas: Primera, usted ha
hablado de que la reducción del caudal del Tajo era temporal. Pues bien,
¿usted cree que la temporalidad que se aprobó, que fue de un año, es
suficiente? Aquí estamos hablando de un trasvase fijo para 10 años, cosa
que aquí no se ha puesto en cuestión, ya veremos cómo se van aprobando
los otros trasvases. Aquí es para todos los años, y durante 10 años, para
las Tablas de Daimiel que, por cierto, no se han desecado sólo por la
sequía.

Segunda cuestión. No sé si he entendido bien, pero usted decía que el
tema del trasvase del Jarama al Bolarque estaba en marcha. Yo no sé si
eso quiere decir que está avanzado, que está decidido, que está
aconsejado o si está a expensas de lo que es el Plan Hidrológico, es
decir, que está estudiado y guardado en la despensa para después. Lo que
ocurre es que este trasvase se aprueba para ahora. Aquí hemos mezclado,
como decimos en mi huerta, churras con merinas; decimos: agua que se va a
desalar, actuaciones que vamos a conseguir, obras que vamos a hacer, pero
aquí



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estamos apoyando ya una actuación decidida y clara. Lo otro está por
hacer. Esta actuación fíjese usted si es necesaria que se va a hacer por
Decreto-ley, no puede esperar.

Por tanto, de qué manera vamos a hacer frente a este compromiso estable
para 10 años y qué medidas propone para garantizar que esto se pueda
hacer en 10 años en una cuantía de hasta 50 hectómetros. Los otros
«hasta» también funcionan hasta 600. Yo no digo que vayan a ser 600. A mí
me salen las cuentas de los 290. Una tierra que está acostumbrada a regar
sabe muy bien cómo usar los 290 hectómetros cúbicos que se dan; se pueden
utilizar con facilidad; el problema es dónde los colocamos.

El señor Baltanás decía antes que le producía sonrojo una cosa, pero en
su exposición ha dicho que no había que desechar el tema de la crisis
energética. A mí se me ponen los pelos de punta cuando pienso que el
trasvase fue más una necesidad energética, que una necesidad de una
política distinta. Porque ya no hablamos de regadío, de estructura
económica, sino que hablamos solamente de abastecimiento. Yo le tengo que
decir que, si no se especifica el abastecimiento, éste puede ser para
todo. Abastecer una cuenca es una cosa, pero abastecer, por ejemplo, para
políticas industriales es otra; abastecer para regadío, es otra;
abastecer para zonas urbanas, es otra; abastecer para actividades de
ocio, es otra. Y en la ordenación de la Ley de Aguas hay prioridades
distintas: primero está el abastecimiento urbano; segundo, el regadío;
tercero, actuaciones industriales o energéticas, y, en quinto lugar, las
turísticas, campos de golf, etcétera. No me estoy inventando nada que no
sepamos todos.

En suma, lo que le intento decir es que no sé de qué manera, en una
previsión estable para el próximo futuro, para tranquilizar el tránsito
que demos de aquí al Plan Hidrológico, debiéramos actuar con parámetros
homogéneos. A mí me gustaría que usted me precisara si en el decreto hay
una actuación no homogénea con otras actuaciones, previas o puente, hasta
que se haga el Plan Hidrológico.




El señor PRESIDENTE: Con brevedad y con claridad, dos cosas difíciles de
compaginar, pero creo en su capacidad intelectual y su experiencia, el
señor Noaín tiene la palabra.




El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL TAJO (Noaín
Cendoya): Lo intentaré con mi mejor y más leal saber y entender.

Es cierto que se deja parte de la infraestructura sin utilizar más o
mejor, desde Valdejudíos hasta el final del trasvase. Es igualmente
cierto, quizá me lo conceda la señora Diputada, que se utiliza algo más
desde Bolarque hasta Valdejudíos, y en lo demás se sigue utilizando como
estaba antes; es decir, que hay una mayor utilización de una vía de
comunicación, en este caso de un acueducto parcial, no total. Yo no tenía
ningún otro afán de decir que fuera una maravilla, pero es cierto que
objetivamente hay una pequeña mayor utilización, pero que es bienvenida.

Bendito sea Dios si el país tiene infraestructuras que otros ya hicieron,
de manera que ahora podemos mejorarlas, usarlas más o mejor, y yo me
felicito de ello.

¿No existe agua en este momento? La verdad es que faltaba por hacer una
reflexión general sobre la garantía o cómo se van a trasvasar los 50, si
van a estar asegurados, si no han estado asegurados los 600. La
contestación es sencilla, es de sentido común y es humilde: eso lo tendrá
que decir la realidad de la explotación. Cuando tomamos medidas, sobre
todo legislativas, para construir una gran infraestructura, pensamos que
la decisión es sí o no, y con eso, desgraciadamente, sólo se ha tomado
una parte de la decisión. Después va a venir una larga vida de esas
infraestructuras en las que va a haber unos criterios de explotación que
tendrán que estar presididos, si lo intentamos, por la racionalidad, la
sensatez y desde luego se toparán con la realidad. Si tenemos años
húmedos, estas garantías van a venir fácilmente dadas por la propia
naturaleza. Tendremos que administrar correctamente los recursos, pero
tendremos agua. Si tenemos una sequía feroz, como la que estamos
padeciendo, y se prolonga, es cierto que no va a haber agua. Yo creo que
no es un argumento para dejar de arbitrar las medidas técnicas y legales
que hagan posible ir allí donde hay problemas a resolverlos; pero es
cierto que si todavía la sequía se agrava, no va a haber garantía
posible, ni para estos 50, ni para ninguna otra cosa. Este país y
cualquier otro puede enfrentarse a riesgos catastróficos en ese sentido.

Tenemos que hacer el esfuerzo de abstraernos de la coyuntura para
planificar el futuro, hacer posibles las infraestructuras de futuro y
luego la explotación cotidiana. No sé si tanto como cotidiana, pero la
explotación anual va a dictar a la Comisión Central de Explotación del
Acueducto Tajo-Segura unos criterios de aplicación sensatos, y tendrá que
arbitrar el recurso disponible y lo tendrá que repartir con unas
prioridades que marca la Ley de Aguas y con unas apreciaciones políticas,
que en eso consiste --entiendo-- el arte de gobernar, que en cada momento
tendrán que ser las que sean.

Por eso adelanto la contestación a una de las preguntas de S. S. en el
sentido de que no hay nadie que pueda dar ahora garantías. Lo que va a
haber es una infraestructura que permitirá arbitrar los recursos. Estamos
enriqueciendo las posibilidades de interconexión de nuestro país, que
creo que en materia hidráulica es algo muy importante a hacer, como lo
tenemos hecho en materia de distribución de electricidad, de señal de
televisión, de gas, etcétera; creo que es una de las deficiencias
estructurales de nuestro país, y a eso ha subvenido el Plan Hidrológico
Nacional tal como está concebido, a una mayor riqueza de interconexión de
infraestructuras que permita en cada momento jugar con lo disponible.

Pero, efectivamente, lo disponible será aquello que nos entre en los
embalses y ni una gota más.

En cuanto a la ambigüedad sobre el destino final de las aguas, que sigue
latente entre las preocupaciones de S. S., con todo respeto a que esta
Comisión o el Pleno decida que conviene atornillar más aquí o allá las
definiciones y hacerlas quizá con mayor precisión, utilizando hasta el
último adjetivo para que las cosas queden bien amarradas, sinceramente
creo que en el espíritu, y quisiera creer que en la letra del decreto, se
está pensando en lo que se está



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pensando: en una recarga del acuífero 23, en una restauración hídrica de
las Tablas de Daimiel y en unos abastecimientos urbanos, humanos o a la
población, que es cierto que será muy difícil distinguir al cien por cien
de un abastecimiento industrial, porque, como es sabido, sobre todo la
pequeña industria, que se integra en el centro de los cascos urbanos de
las ciudades y en su inmediata periferia, normalmente tiene redes de
abastecimiento que no se distinguen de la propiamente doméstica; por
tanto, es cierto que no se podrá hacer con bisturí un recorte estricto
del uso, pero sinceramente creo que en la voluntad de los redactores del
decreto no hay ninguna trastienda; estamos hablando de la recarga del
acuífero 23, de la restauración hídrica de las Tablas de Daimiel, en
términos que son conocidos por SS. SS. y del abastecimiento a la
población. Sinceramente creo que no hay otra preocupación, aunque, cómo
no, será absolutamente de respetar que la Cámara entienda que conviene
precisar mejor ese destino terminológicamente.

En cuanto a la serie de aportaciones, tiene razón la señora Diputada en
que podemos utilizar varias. ¡Dios me libre de querer confundir!
Sencillamente estoy utilizando un informe sintético que a mí me es muy
práctico y en el que se manejan los trece últimos años. Lamento que en un
momento dado hayamos podido utilizar tablas distintas. En cualquier caso,
será un placer enviar a la señora Diputada esta serie histórica de
aportaciones desde 1911 hasta 1993, último año completo, y desagregada
por meses, para que siempre manejemos las mismas cuantías.

Ocurre como con los desembalses, que si utilizamos algunos de los últimos
años de aquellos grandes desembalses o de grandes aportaciones, la media
sube. Nosotros preferimos, quizá por un prurito de prudencia y porque
estamos lidiando con la realidad actual, utilizar los diez o quince
últimos años, en que el trasvase ha rodado ya a velocidad de crucero, que
nos parecen medidas más significativas. Pero, efectivamente, podríamos
afinar de qué serie de aportaciones estamos hablando. En cualquier caso,
son inferiores a los 1.224 hectómetros cúbicos que se utilizaron como
parámetro de cálculo cuando se diseñó el AT-S. Sin entrar en
disquisiciones un poco puntillosas, podemos decir que las aportaciones
históricas desde la construcción del trasvase han defraudado en algo
--vamos a decir en algo para no discutir-- los parámetros de cálculo que
se utilizaron.

En absoluto he querido formular, y si lo he hecho así es que me he
confundido, y aprovecho la ocasión para desmentirlo, que el agua de
Castilla-La Mancha se tenga que quedar en Castilla-La Mancha. Este
servidor es un modesto presidente de Confederación que no lleva más que
dos años en su puesto, pero tiene algunas ideas muy claras. Una muy
importante es que la magnífica idea que en 1926 tuvieron nuestros
antepasados de consagrar el principio de unidad de cuenca por un lado, y
el de la solidaridad interterritorial por otro, cuando formularon la
primera idea de las confederaciones hidrográficas, es un principio, a mi
juicio, intangible si queremos mantener una gestión racional, progresista
y moderna del agua. España fue pionera en ese modelo que, entre otras
cosas, se basaba en este principio de la unidad de cuenca y, por tanto,
cualquier superposición al recorte geográfico de las cuencas que haya
sobrevenido posteriormente, o que existiera anteriormente, como pueden
ser desde los reinos históricos hasta las comunidades autónomas, no debe
borrar ese original recorte territorial que las confederaciones tienen en
nuestro país, dictado por la naturaleza y no por criterios
administrativos y políticos. Puedo asegurar, y soy testigo recientemente
de ello, que multitud de países en todo el mundo están precisamente ahora
queriendo abordar diseños de administraciones hidráulicas basadas, entre
otras cosas, en este importante principio de la unidad de cuenca.

¿Y por qué este canto a la unidad de cuenca? Porque, insisto, legítimos
intereses territoriales y a otros niveles administrativos, como los de
las comunidades autónomas, las provincias, incluso los ayuntamientos, a
veces pugnan con el principio de unidad de cuenca para adscribir el agua
a esas unidades territoriales. Yo seré siempre un adversario pacífico y
cordial, pero decidido, de cualquier apropiación territorial, del agua
que no sea, en todo caso, la de la cuenca, y sumado eso además al
concepto de una visión nacional de los problemas y de una necesaria
solidaridad entre cuencas. Por eso, en modo alguno 50 hectómetros que
sean de alguien se tienen que quedar en ese territorio, lamento la
casualidad de las cifras y que aparezca dos veces la cuantía de 50
hectómetros cúbicos. Es una absoluta casualidad. En cualquier caso,
tampoco quisiera aparecer aferrado a que la cabecera del Tajo sólo deba
suministrar 50 hectómetros cúbicos.

Me adhiero absolutamente, desde el organismo de cuenca, al esquema del
Plan Hidrológico Nacional de que el Tajo reciba aportaciones de cuencas
excedentarias, suministre algo más, que puede estar en el orden de los
50, pero que pueden ser 100, 70 ó 48 hectómetros cúbicos y que todo ese
conjunto de agua excedentaria siga discurriendo hacia el sudeste; pero,
insisto, no sacralizaría tampoco esa cifra de 50 que va a depender de
estudios afinados que, una vez más, han de exponerse por los responsables
de la planificación central del Ministerio, más que por mí mismo.

En cuanto a las cuentas que no le salían a la señora De Palacio de si 350
hectómetros cúbicos son los consumos del Tajo y hay una media de 690
hectómetros cúbicos/año de aportación, que dónde va el resto, el resto va
cuando lo hay, porque no olvidemos que ésa es una medida de aportación,
pero hay años peores. Recientemente, hemos batido ya dos veces el bienio
más seco, porque estamos en la peor sequía del siglo. Por tanto, no hay
que pensar que siempre tenemos esa aportación de 690 hectómetros cúbicos.

Esa es una media, pero cuando la hay se van a trasvasar. Al año se han
estado trasvasando al Segura, y lo dije antes, una media de 270
hectómetros cúbicos, tanto para abastecimiento como para regadío, si
quitamos los dos años de rodaje del trasvase. Por tanto, ahí es donde
salen las cuentas. Estamos hablando de unos consumos en el Tajo de 350
hectómetros cúbicos ya muy afinados, estamos hablando de unos trasvases
medios de 270 hectómetros cúbicos al Segura, pero siempre hablando en
medias, porque los trasvases han variado conforme la disponibilidad anual
lo permitía.




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En cuanto a la inquietud que preocupa a la señora De Palacio por la
viabilidad económica de la explotación de un hipotético trasvase del
Duero medio a la cabecera del Tajo, una vez más me tengo que remitir, aun
a costa de repetirme, a que son los responsables de la planificación
hidrológica nacional en el Ministerio, en la Dirección General del señor
Baltanás, los que conocen bien los parámetros económicos, etcétera. No
puedo adelantarle aquí, ni siquiera de forma grosera, unos costes, pero
sí quiero tranquilizarle en cuanto a los costes energéticos.

Es cierto que, para bombear o retrotraer agua desde el curso medio o bajo
del Duero a la cabecera, hay que invertir un montón de pesetas todos los
años en kilovatios, en energía eléctrica de elevación, pero también es
cierto que después ese agua que ha sido elevada hasta la cabecera va a
poder producir energía eléctrica conforme desciende hasta las cotas de
destino en el trasvase Tajo-Segura, en la región levantina. Por tanto,
tenemos que hablar del saldo energético entre lo que cuesta elevar el
agua y lo que ésta va a producir al caer, y esos saldos energéticos, la
impresión que tengo, es que son relativamente asumibles por nuestra
economía y por nuestros parámetros agrícolas.

Ahora, es cierto --y hay que hacer también aquí una reflexión, aunque muy
breve, de fondo sobre el coste del agua en nuestro país-- que tenemos que
ir pensando todos (pero no sólo por los posibles trasvases, sino también
por los parámetros de calidad que tenemos que alcanzar, por el enorme
esfuerzo de depuración que hay que hacer, por las inversiones en ahorro
que tenemos que hacer) en otros precios del agua en nuestro país. Creo
que es una preocupación de la que el Ministerio es abanderado y la
sociedad española tendrá que recibir las explicaciones oportunas, tomar
conciencia de ello y creo que en ese momento, con toda seguridad,
aceptar.

De hecho, los regantes del trasvase Tajo-Segura saben ya mejor que otros
regantes en España que el agua hay que pagarla y satisfacen tarifas
sensiblemente más altas que en otros sitios y lo hacen, hasta donde sé,
puntualmente. Por tanto, creo que allí donde se sabe que han hecho falta
enormes inversiones y grandes esfuerzos de gestión y mantenimiento para
llevar el agua se valora, se aprecia y se paga. Eso tendremos que hacer
en todo el territorio nacional cuando ese gran sistema de solidaridad se
implemente y se ponga en marcha.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Noaín. No dudo que sus explicaciones
están siendo y van a ser muy importantes, pero me he permitido
indiscretamente, le pido disculpas, mirar en su cuaderno el número de
preguntas que tiene todavía que responder, y si no he visto mal --y le
pido disculpas por esa indiscreción-- son seis preguntas todavía.

Lamentablemente, estamos acumulando el retraso de trabajo en esta
Comisión y rogaría, una vez más, que sus respuestas fueran ya
telegráficas; de lo contrario, me vería en la obligación de tener que
dejar algunas preguntas sin contestar, porque, lamentablemente, no
tenemos tiempo y mi labor es la de tratar de conseguir que a todos los
comparecientes les sean formuladas las preguntas pertinentes respecto a
este importantísimo tema, pero el tiempo es el tiempo y la eficacia en el
tiempo es uno de los objetivos que tenemos que intentar obtener. Por
tanto, le ruego la máxima concreción.




El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL TAJO (Noaín
Cendoya): Obedezco, Presidente, sus instrucciones y no es en absoluto
indiscreta su intervención.

Opinión sobre el trasvase Jarama-Bolarque. Con la rapidez y sencillez con
que me tengo que pronunciar, sí; me parece una solución positiva y
posible. Las contraindicaciones o problemas que tiene, especialmente los
derivados de la calidad de las aguas del Jarama, que van a requerir unas
depuraciones suplementarias y, en cualquier caso, abordar con la mayor
prontitud la depuración del Arroyo Culebro en la periferia sur de Madrid,
cosa para la cual ya ha declarado el Gobierno de interés general las
obras y la depuradora de Fuenlabrada está ya en estudio muy avanzado.

Solución del trasvase Torán, debido al ingeniero José María Marín. Remito
a las explicaciones que dará el presidente de la Confederación del
Guadiana, que conoce mucho mejor que yo la cuestión y que hablará de sus
ventajas o inconvenientes comparativos con la solución que hoy se estudia
en la Cámara y que está formulada en el Decreto-ley.

Contesto a las preguntas del Diputado de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya. Es cierto que ésta es una solidaridad entre los que tienen
necesidades, tan es así que ya la zona levantina demostró su solidaridad
este verano imponiendo unas restricciones al propio abastecimiento en la
zona de los canales del Taibilla, que, que yo sepa, han dado un buen
resultado y han permitido también enviarles algo menos agua de la que
estaba programada para abastecimiento. Es un paso más en un esfuerzo de
solidaridad que efectivamente hacen aquellos que tienen el problema. Sólo
el Plan Hidrológico Nacional permitirá que esa solidaridad se ejerza por
los realmente excedentarios, por aquellos que lo pueden hacer con alguna
mayor comodidad.

La temporalidad de la reducción a tres metros cúbicos por segundo ¿es
suficiente? No lo sé honradamente, lo va a dictar la coyuntura. Creo que
fue razonable dictarlo con carácter excepcional y coyuntural. Si la
coyuntura hidráulica lo permite, entiendo que se acortará en el tiempo;
si no es muy probable que haya que prolongarlo.

¿El Jarama-Bolarque está en marcha; homogeneidad o no de las medias que
se toman? El Jarama-Bolarque no está en absoluto en marcha ni se ha
aprobado, tendría que ser objeto de las oportunas medidas legislativas,
etcétera, de las que naturalmente conocería esta Cámara. Digo simplemente
que está relativamente maduro en el nivel de la concepción y que forma
parte ya del debate del Plan Hidrológico Nacional. Si una coyuntura
hidráulica muy mala como ésta sigue prolongándose o agravándose, quizá el
Gobierno se vea en la obligación también de adelantarlo al Plan
Hidrológico Nacional; si no, entiendo que el tiempo permitirá que todo
eso se debate en su conjunto. Por ahora está en el nivel de la reflexión
intelectual, viabilidad, etcétera,



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y en ese sentido sí está bastante avanzada esa reflexión, pero no ha sido
objeto de ninguna aprobación.

El AT-S no fue, que yo sepa, en modo alguno concebido por razones o con
estrategias energéticas. Otra cosa es que las afecciones o las
consecuencias que tuvo su construcción fueran mejor o peor aprovechadas
por determinados sectores productivos o no. Naturalmente, tuvo lugar en
un contexto como el del régimen franquista, que es muy otro que el
actual, pero ciertamente su finalidad fue la del regadío y lateralmente
la del abastecimiento, no la energética.

Con eso, y con la brevedad que me ha pedido el Presidente, termino.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Noaín.

Con ello, y con mucho retraso, independientemente de la valoración que
SS. SS. hagan de las aportaciones aquí transmitidas, pasamos al ecuador
de nuestro trabajo en el día de hoy.




--DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL GUADIANA
(ALCARAZ CALVO). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL
CONGRESO. (Número de expediente 212/001601.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la comparecencia de don Antonio José
Alcaraz Calvo, Presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana,
a quien rogamos venga a esta Mesa. (Pausa.)
Damos la bienvenida a don Antonio José Alcaraz Calvo, y ruego al señor
Ríos que, en nombre del Grupo Federal de Izquierda Unida-Iniciativa per
Catalunya, inicie el turno de intervención, preguntas, matizaciones y lo
que crea oportuno.




El señor RIOS MARTINEZ: Señor Presidente, voy a intentar ser breve para
recuperar parte de lo que está siendo el trabajo de esta mañana y
fundamentalmente voy a intentar preguntar al presidente de la
Confederación Hidrográfica del Guadiana lo que hace referencia a este
Decreto a la posibilidad de unas complicaciones que tiene la cuenca del
Guadiana, según la explicación que se nos ha dado esta mañana, un
problema de abastecimiento a poblaciones; cuál es el cálculo, la demanda
de abastecimiento, que el Guadiana tiene para esta actuación coyuntural
que el Decreto recoge, qué población es la que está afectada en la cuenca
del Guadiana. Esta mañana se nos ha dicho que en torno a Ciudad Real
había un volumen de personal de unos 450.000 habitantes, pero no se nos
ha precisado cuál es el volumen de estas poblaciones que en la cuenca del
Guadiana están afectadas.

Lo cierto y verdad es que las medidas que aquí se plantean van dirigidas
a una reserva en el artículo 2 del proyecto, donde se habla de una
reserva de tres hectómetros cúbicos para el abastecimiento de estos
núcleos de población en la cuenca del Guadiana y del Júcar, que son las
dos que intentan prever en esta actuación. Por tanto, me gustaría
solamente recibir esa precisión por parte del señor presidente de la
Confederación.

También es cierto que en la primera derivación de los 50 hectómetros
cúbicos habla de un abastecimiento para la cuenca alta del río Guadiana.

¿Cuál es el volumen que la cuenca alta del río Guadiana demanda y va a
cubrir con estos 50 hectómetros cúbicos?
Es cierto que la propuesta del Decreto hace frente a una previsión para
un período máximo de diez años y 50 hectómetros cúbicos máximo de media
anual, pero no fija un máximo; me gustaría conocer, para esa demanda que
ustedes han podido plantear, cuáles son los instrumentos de medición que
se han utilizado; es decir, cuáles son los parámetros de esa demanda, de
ese déficit que han utilizado, si han sido cinco años, los últimos ocho;
es decir, qué media de actuación y qué previsión del futuro para esos
diez años han utilizado, qué demanda para esos diez próximos años han
podido utilizar en función de la población que va a recibirlo, que puede
haber ahí, o en función de la actividad a la que se vaya a derivar.

Esas serían las cuestiones que a mí me gustaría que se precisasen. Es
verdad que se hace referencia a una serie de obras de infraestructuras y
querríamos que nos dijese si han hecho cálculos del costo que eso va a
suponer a las personas que lo reciban, a los usuarios que van a recibir
esos servicios y que por tanto van a tener que pagar ese agua. Lo que
queremos saber es si han calculado el costo final del agua. Se ha dicho
antes que ascendería a unas ocho o diez pesetas, también se ha aludido al
volumen de obras de infraestructuras necesarias para que el agua pueda
llegar a su sitio y se ha hablado de la financiación de la conservación y
la explotación. Ese sería el costo de la amortización de la obra más la
conservación, pero se ha hablado también de lo que podría suponer el
tramo de la obra de infraestructura del trasvase Tajo-Segura ya
realizado. En resumen, lo que queremos saber es la previsión que ustedes
han hecho del costo del agua, porque me imagino que en función de esos
dos parámetros será más o menos rentable, aunque sea necesaria, la
actuación a llevar a cabo. Es verdad que, como es para abastecimiento,
saldrá lo que tenga que salir y que las entidades que lo vayan a recibir
tendrán que ser las encargadas de su gestión, así como de adoptar las
medidas de precisión definitivas.

Estas son las preguntas que me gustaría que me contestase para intentar
después precisar lo que va a suponer el desarrollo de este decreto, y
como estoy convencido de que usted no podrá precisarnos otras cuestiones
que han surgido aquí esta mañana, no entro en los temas generales, porque
no se trata de repetirlos con cada compareciente, sino que de lo que se
trata es de que cada compareciente nos diga lo que en realidad va a poder
hacer. Estoy convencido de que la voluntad de solidaridad con la cuenca
del Guadiana la compartimos todos; por tanto, no voy a una batalla de
confrontación de solidaridad entre pobres y entre ricos, ni entre masas
húmedas y menos húmedas; simplemente a unas necesidades que me imagino
que se habrán previsto y cuantificado.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Ríos, por su concreción y por
su intento y logro de recuperar parte del tiempo que esta Comisión lleva
de retraso.




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A continuación, en nombre del Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra la señora De Palacio.




La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: En primer lugar querría
disculparme, puesto que me he tenido que ausentar un minuto por
cuestiones del funcionamiento de esta casa, concretamente de la Junta de
Portavoces.

Agradecemos al señor Alcaraz su comparecencia y, al hilo de la
convalidación del decreto-ley que supone el trasvase del Tajo al
Guadiana, querría hacerle unas cuantas preguntas.

La primera pregunta es muy sencilla. ¿Cree el señor Alcaraz que 50
hectómetros cúbicos solucionan el problema de la cuenca alta del
Guadiana? El anterior compareciente nos ha dicho que el uso de esos 50
hectómetros cúbicos va a ser para el abastecimiento de las Tablas de
Daimiel y recarga del acuífero 23, y yo me pregunto si esos 50
hectómetros cúbicos van a ser suficientes. Yo he leído el proyecto del
plan de cuenca del Guadiana y en él se habla de unos déficit hídricos en
esa zona, al margen del acumulado anual, muy superior a esta cifra.

Partiendo de ese punto, yo le preguntaría si existen otras soluciones más
ambiciosas para subvenir a ese déficit. Concretamente, la solución del
trasvase aguas abajo del Tajo, con la utilización del embalse de
Finisterre ¿qué opinión le merece? porque el accésit del premio Toral
plantea la posibilidad de un trasvase superior que, en principio,
supondría unas afecciones al Tajo no demasiado graves, según parece, no
demasiado costosas y además con un coste por metro cúbico mucho más bajo.

¿Qué cálculos se han hecho sobre el costo del proyecto de trasvase de
esos 53 hectómetros cúbicos, 50 más 32? Es decir, ¿cuál es el costo final
de la obra?
Antes, el Director General nos ha hablado de que el Estado pague entre 10
y 15.000 millones, y el resto la comunidad autónoma. ¿Cuál es el costo
del proyecto en su conjunto, si es que lo tienen? Supongo que lo tendrán,
porque antes le he dado una cifra al Director General, que ni ha
ratificado ni ha desmentido, que a mí me la han dado de manera oficiosa,
por lo que no puedo fiarme, porque, a pesar de que han vencido los
plazos, todavía el Ministerio no me ha dado la información requerida del
proyecto, ni tan siquiera de los estudios en los que se basa este
decreto-ley, pero la cifra de la que me han hablado es de 50 a 55.000
millones de pesetas para el conjunto del proyecto. Por eso, querría saber
si es esa cifra, si es menor, si sencillamente son 10 ó 15.000 millones
en total.

De las otras soluciones, de las otras alternativas que hay, querría saber
si se ha hecho un cálculo de lo que podían suponer, que además son
soluciones que plantean unos aportes a la cuenca del Guadiana mucho más
importantes que, en principio, me parece que estarían más acordes con lo
que es el déficit real de la cuenca del Guadiana, según los documentos
que he podido ver.

Entonces, ¿por qué se opta por esta solución de utilizar la instalación
del Tajo-Segura, en vez de otro tipo de soluciones? ¿Es un análisis de
costes? ¿Es un análisis de tiempos? Porque, por mucho que diga el
Director General que estará terminado para 1999, yo también vi lo del
Guadiana-Majaceite, que teóricamente tenía que haberse finalizado hace un
año, y todavía no han hecho el túnel, que también fue aprobado por
decreto-ley y declarado de urgente necesidad. En este caso, no se ha
declarado de urgente necesidad, pero en aquel caso sí.

Por eso, pregunto, ¿cuáles son las razones que han inclinado a elegir
esta opción que, a priori, parece insuficiente, o es que esta opción se
plantea como una primera etapa, y las infraestructuras se van a construir
pensando, no en una derivación de 53 hectómetros del Tajo-Segura, sino en
una cantidad superior? En caso de ser una cantidad superior, ¿estamos
hablando de los 170, que aparecían en el anteproyecto del Plan
Hidrológico Nacional, o de los 120, a los que se refiere la primera fase
del Plan del Guadiana, o de qué cifra? ¿Cómo se van a dimensionar? ¿Cuál
va a ser la capacidad real de las infraestructuras que se van a producir
a la hora de efectuarse derivaciones del sistema Entrepeñas y Buendía,
utilizando el Tajo-Segura? Esto en cuanto a esta cuestión concreta del
proyecto de ley.

También le voy a hacer preguntas derivadas de lo que genera el origen del
déficit que existe en la cuenca alta del Guadiana.

Le preguntaría, ¿cómo se ha llegado a la situación actual de déficit
acumulado, tan brutal? Es decir, fundamentalmente, es un problema de
contaminación del acuífero 23, según ha dicho, pero ¿cuál es el grado de
contaminación de ese acuífero 23, al que se ha referido el Director
General? ¿Cuál es la situación de sobreexplotación del acuífero 23? ¿Qué
porcentaje de pozos en el acuífero 23 tienen catalogados o registrados?
¿Cuál es el número estimado de los existentes? ¿Qué porcentaje tienen
registrados o qué porcentajes son ilegales?
A partir de ahí, le preguntaría: ¿cuántas denuncias tienen por
perforaciones en el acuífero 23, y cuántos pozos se han clausurado, por
ejemplo, en los últimos cinco años? ¿Cómo se entiende que, por ejemplo,
en el Guadiana, con los problemas que hay, en ríos como el Riansares,
haya unas instalaciones fijas, con bombas que bombean agua, que están
dando regadío (y le puedo citar alguna finca que ha sido denunciada por
los regantes), de los que están legalizados, de los que tienen el pozo
registrado y que están en este momento acogidos a las reducciones de
consumo, que están reduciendo a límites realmente inconcebibles la
utilización de esas aguas, precisamente por la situación de
sobreexplotación del acuífero 23, y que sin embargo están viendo cómo
existen algunas fincas que riegan sin ningún tipo de cortapisa, bombeando
directamente, por ejemplo, del Riansares, con unas instalaciones fijas,
instalaciones que se han denunciado incluso con fotografías, y sin
embargo se siguen sin clausurar esas captaciones, que son a todas luces
ilegales? ¿No hay, en la situación actual, un problema de falta de
actuación de la Confederación en el aspecto de policía y de control de
las extracciones, tanto en aguas superficiales como subterráneas?
La siguiente cuestión sobre este tema también se refiere a las
comunidades de regantes o usuarios, cuestión básica para la gestión del
acuífero 23, puesto que ahí no sólo se utiliza desde el punto de vista de
la agricultura, sino también para usos importantísimos de
abastecimientos.




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¿Cuántas hay que funcionen? ¿Por qué no se ha constituido todavía la
entidad de derecho público, conforme a la Ley de Aguas, correspondiente
al acuífero 23? ¿Qué esfuerzos se han hecho desde esa Confederación para
que eso se lleve a cabo? Algunas no conformes a la Ley de Aguas tengo
conocimiento que han pretendido acogerse a la Ley de Asociaciones. Según
tengo entendido, ha habido una oposición por parte de la Confederación
Hidrográfica del Guadiana para que fueran legalizadas. Le preguntaría, ¿a
qué obedece? ¿No entiende que esas comunidades de regantes, mientras se
constituye la auténtica comunidad de usuarios del acuífero 23, conforme a
la Ley de Aguas, pueden ser un instrumento adecuado de ayuda y apoyo a la
gestión del acuífero?
En resumen, volviendo al principio, si el problema fundamental es de
déficit hídrico, vinculado fundamentalmente al acuífero 23, en su aspecto
de sobreexplotación y de contaminación, ¿qué soluciones cree de verdad
que se pueden adoptar? ¿Por qué no se ha pensado en otras soluciones más
ambiciosas y adecuadas que esta de 50 hectómetros cúbicos?



El señor PRESIDENTE: A continuación, el señor Alcaraz Calvo tiene la
palabra.




El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL GUADIANA
(Alcaraz Calvo): El número de preguntas y la amplitud de las mismas, para
poder contestar en el poco tiempo de que disponemos, supera el que
podemos utilizar. De todas maneras, voy a tratar de contestar una a una.




El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz, suele ser así, pero en esta Comisión
tanto los portavoces de los distintos grupos parlamentarios como a los
comparecientes les suponemos la habilidad suficiente para ser concretos,
no reiterativos, y precisos. Sé que es un esfuerzo intelectual difícil de
hacer por parte de SS. SS. y por parte de los comparecientes, pero esta
Presidencia insiste en que sea así, porque, de lo contrario, no
conseguiremos ese aparente milagro de que cumplamos nuestros horarios,
nuestros objetivos de trabajo y saquemos las conclusiones pertinentes. En
esa línea, ruego a SS. SS. y a los comparecientes que hagan un esfuerzo
intelectual máximo para tratar de dar una completa satisfacción. No
obstante, como compareciente, sabe que dispone de la posibilidad de
contestar por escrito aquellas preguntas que, o no le dé tiempo, o no
disponga de los elementos necesarios para hacerlo en este momento.




El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL GUADIANA
(Alcaraz Calvo): En cuanto a las posibilidades de complicaciones en la
cuenca del Guadiana, evidentemente, estamos ante el mayor problema
hidráulico que se presenta en España en los últimos años. Cualquier
enfoque económico o social que se haga va a tener problemas. Con el Real
Decreto-ley se plantea resolver, como ha dicho el Director General de
Obras Hidráulicas y como ha comentado el Presidente de la Confederación
del Tajo, dos aspectos de la problemática que radica básicamente sobre el
acuífero de La Mancha occidental: el tema de Tablas y el de los
abastecimientos poblacionales. Las demandas que desde la Confederación
del Guadiana se han hecho sobre este tema no tienen mayor intención que
resolver, en lo posible, a bote pronto, un tema puntual importante. Hay
un problema muy grave, que la señora De Palacio ha puesto de manifiesto,
sobre el aprovechamiento para agricultura de las aguas del acuífero de La
Mancha occidental. Después haré un comentario sobre el mismo.

Las premisas en las que la Confederación del Guadiana demanda al
Ministerio un apoyo sobre aporte de aguas exteriores para el
abastecimiento, se centran, aproximadamente --como también ha dicho el
Director General-- en unos 450.000 habitantes, que son las cifras que
tenemos valoradas de núcleos poblacionales radicales sobre el territorio
del acuífero occidental de La Mancha, sobre el acuífero del campo de
Montiel y sobre los territorios a la derecha y a la izquierda, en las
partes orientales, de las provincias de Albacete y Cuenca, Ciudad Real
capital y su entorno. Para conocer la lista de poblaciones no hay más que
mirar el mapa; están a la vista y son bastantes núcleos, pero figuran,
evidentemente, todos los importantes.

Las cifras. No podemos olvidar que el tema del abastecimiento poblacional
es, en primer lugar, competencia municipal. Son los propios ayuntamientos
los que deben hacer las primeras determinaciones para conseguir el aporte
de agua. Las comunidades autónomas tienen transferidas disposiciones de
los años 50, del Ministerio de Obras Públicas, por las cuales en este
momento les compete la ayuda técnica y económica y el apoyo en la
resolución de estos problemas. Al Ministerio le corresponde
exclusivamente el tema de la resolución de las grandes infraestructuras,
la regulación y la aportación de caudales para su uso en la
disponibilidad que se requiera.

En cuanto a las determinaciones finales que se deriven del decreto-ley,
tenemos que entablar conversaciones --y de hecho ya las hemos empezado--
con la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y con los municipios que
pretendemos que sean afectados por la disposición. En los trabajos
previos que tenemos realizados, hablamos de unas demandas para
abastecimientos globales en la zona de unos 45 hectómetros cúbicos. Eso,
unido a los 20 que se determinan de acuerdo con la Ley del año 1987 y los
sucesivos decretos-ley de aporte a las Tablas, hacen un total de 65. ¿Por
qué se fijan 50? Porque, aparte de los temas de sustitución total que se
puedan plantear, pensamos que una parte de los abastecimientos se puede
complementar con recursos del propio acuífero en zonas en las que no
exista afección cuantitativa importante --que las hay-- y, sobre todo,
que no exista afección cualitativa.

Las zonas de distribución de la pérdida de calidad afectan, en estos
momentos, a más del 50 por ciento de la superficie del acuífero, pero
todavía hay zonas en las que, por tener menor aprovechamiento agrícola,
la calidad del agua del acuífero es algo mejor. Y con ese aprovechamiento
conjunto de aguas subterráneas y superficiales pensamos que los 45
hectómetros cúbicos de demanda se pueden



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convertir en una necesidad de aporte exterior del orden de treinta y
tantos.

Con el aporte que puede ir a Tablas pasa igual. Tiempo atrás hubo un
estudio propiciado por el propio Ayuntamiento de Alcázar respecto a que
las aguas residuales, convenientemente depuradas, podrían servir para
sustituir, en parte, el aporte exterior a Tablas, lo que, junto con otras
depuraciones, podría suponer cuatro o cinco hectómetros. De ahí sale la
cifra cabalística de los 50, sobre unos planteamientos de unos 45
hectómetros cúbicos de demanda total de abastecimiento y los 20 que
determinaciones legales anteriores marcaban para Tablas.

Al margen de eso, hay un tema que ha aparecido puntualmente en el
decreto-ley y que creo que es muy interesante desde el punto de vista
social, y es que se cubran las demandas de los pequeños núcleos que están
próximos a la traza del trasvase. Quizá el mayor error conceptual del
trasvase Tajo-Segura no es ninguno de los que se le achacan, sino que es
una conducción que tiene origen y fin y que, hasta este momento, no tenía
utilización intermedia. Eso genera una situación social delicada en los
puntos de paso y la incorporación de estos tres hectómetros cúbicos, para
utilizar en las cuencas del Guadiana y del Júcar, creo que es un acierto
importante del decreto-ley. De hecho, la Confederación había planteado la
posibilidad de que, por emergencia, se hiciesen algunos abastecimientos
puntuales en la parte alta de lo que es la margen izquierda del propio
trasvase, en un rincón que queda en la cuenca del Guadiana, que podrían
tener necesidades que, de momento, no se han concretado.

Me pregunta que cuál es la cuenca alta del Guadiana. En la terminología
utilizada en la planificación hidrológica, para su estudio y para su
explotación, el Guadiana se divide en tres zonas básicas: la zona alta,
la zona media --que también se llama zona oriental y occidental-- y la
zona sur, o lo que es la provincia de Huelva, básicamente. Por tanto,
cuando estamos hablando de la cuenca alta, nos estamos refiriendo a lo
que son aguas arriba de su confluencia con el Bullaque, es decir,
territorios que están ligeramente al oeste de Ciudad Real capital.

Hablábamos de cuantificar el déficit. En términos generales, el déficit
del acuífero está calculado en unos trescientos y pico hectómetros por
año. El déficit acumulado de la cuenca alta puede ser del orden de unos
500 en su máxima explotación realizada. En estos momentos hay unas graves
carencias en abastecimientos y estamos arbitrando importantes medidas de
emergencia consistentes en sacar agua de los pozos realizando pozos
nuevos y conducciones, pero existe un déficit de abastecimiento
poblacional importante tanto en cantidad como en calidad. He dicho que la
situación del acuífero en más del 50 por ciento del territorio no cumple
con las condiciones de potabilidad de la Unión Europea, y dentro de los
parámetros hay uno que nos ofrece una especial preocupación, me refiero a
los microcontaminantes orgánicos debidos fundamentalmente a los abonos,
pesticidas, etcétera, utilizados en la agricultura, que tienen unos
efectos tóxicos más persistentes y más bioacumulables de los que pueden
provocar contaminaciones de otros orígenes.

En cuanto a la cifra de demanda por habitante, he de señalar que los
cálculos son muy usuales, se establecen unos tipos de dotaciones en
función de la población, del grado de industrialización, del tipo de
población, y existen tablas ya conocidas y utilizadas y con garantía de
respuesta fiable desde los años sesenta, en las que se cubren variables
que van desde los 150 litros por habitante y día hasta 400 y pico litros.

En función del número de habitantes, de la industrialización o de la
población más o menos agrupada se utilizan habitualmente una serie de
parámetros, y las cuentas que estamos empleando como media son del orden
de 200 ó 250 litros.

Tarifas. Con lo que he señalado al principio, y unos comentarios que voy
a hacer ahora sobre cómo hemos ido realizando los estudios para poder
llegar a tener en marcha en estos momentos y con un grado de realización
relativamente alto un proyecto de conducción, se entenderá que todavía
estamos pendientes de adoptar las decisiones finales. El proyecto se
gestiona con unos plazos temporales un tanto peculiares. Desde 1987 y
1990 hay determinaciones temporales de aporte a Tablas. En 1992, dentro
de un real decreto-ley de sequía, se plantea la posibilidad de que la
recarga a Tablas se realice por unos procedimientos más solventes, un
poco más rentables en cuanto a funcionamiento hidráulico en comparación
con lo que se venía realizando hasta ese momento. La Confederación
solicita la autorización para redactar un proyecto que permita lo que
entonces está con caracterización legal, que es el aporte de veinte
hectómetros a Tablas, y también se plantea la posibilidad de que se
puedan utilizar aguas propias de la cuenca del Guadiana, de las cabeceras
de Riansares, del Záncara y del Cigüela, como elemento complementario
para dar agua a abastecimientos. En 1993 un real decreto-ley reafirma el
tema de agua a Tablas, permite aportar diez hectómetros cúbicos
complementarios a Ciudad Real, vía Tablas, y añade como interés general
la depuración de vertidos de la zona de la cuenca alta, de las zonas
sensibles afectadas por humedales y parques naturales, y en esas fechas
la Confederación recibe la autorización de la realización del proyecto.

En junio el pliego de bases tiene la aprobación técnica y en julio se
publica la licitación en el boletín, pero en esos momentos todavía no
tenemos la resolución formal para solventar los déficit y la sustitución
de aportes del agua del acuífero por unos recursos que en la cuenca alta
del Guadiana, en las cabeceras de los ríos que he citado, pueden venir a
apoyar pero, evidentemente, no a sustituir, máxime cuando en 1993 ya
tenemos un conocimiento bastante claro de que estamos atravesando un
período de sequía importante y regular de forma temporal las cabeceras de
esos ríos no lo va a resolver. Puede que a medio o a largo plazo, cuando
se produzcan unas precipitaciones más normales, se pueda utilizar ese
agua, pero con la visión que tenemos en estos momentos esto no se puede
conseguir a corto plazo.

Finalmente, lo que nos viene a permitir jugar con una amplitud grande y
con la caracterización final del proyecto es el Decreto-ley del que
estamos hablando hoy. Digamos que en ese momento cambia conceptualmente
la posibilidad de plantear cosas y también en ese momento abrimos



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el abanico a lo que pueda resolver de forma general todo el tema del
abastecimiento poblacional en la Mancha occidental sobre acuífero.

De todos modos, la caracterización final del proyecto tiene que venir
dada por lo que hablemos con los ayuntamientos y con la Comunidad de
Castilla-La Mancha, porque debemos plantear --también lo ha apuntado el
Director General-- una serie de posibilidades en el tiempo y en el
espacio, algunas de ellas relativamente importantes, como puede ser el
abastecimiento de Puertollano.

Coste de explotación. Con el coste de explotación estamos tratando de
conseguir una cosa muy importante, que, elevada el agua de Bolarque por
el sistema de bombeo y puesta en el acueducto Tajo-Segura, desde ahí
podamos hacer una distribución a toda la cubeta de La Mancha occidental
sin necesidad de producir nuevos bombeos. Uno de los objetivos en los que
estamos trabajando con más ahínco e interés es precisamente conseguir que
los costes de explotación del sistema sean los más bajos posibles. Por el
conocimiento largo y tendido del funcionamiento de las explotaciones,
estamos convencidos de que los costes de inversión son a la larga mucho
menos importantes y mucho más fácilmente asumidos por el sistema general
del país que los costes de explotación. Por ejemplo, una elevación para
un regadío es, entre comillas, una lacra permanente que tiene el sistema,
que difícilmente puede eliminarse. Además, los costes energéticos han
cambiado sustancialmente, a lo largo de los últimos veinte o veintitantos
años, como para anular algunas de las premisas sobre las que se hacía la
caracterización de estos tipos de regadíos con elevación. Aunque respecto
al abastecimiento no nos debe preocupar tanto el coste, porque estamos
hablando de repercusiones de 10 pesetas metro cúbico, de 40 pesetas, no
olvidemos que la depuración nos va a llevar el coste a 100 y pico,
incluso a 200 pesetas. En cualquier caso, una familia puede consumir del
orden de 20 metros cúbicos-mes que, multiplicado por 40, son 8.000
pesetas de costes de infraestructura en el peor de los casos. Estamos
hablando de cifras relativamente humildes comparadas con cualquier otra
de las facturas que paga una familia, cuando el abastecimiento
poblacional es un elemento básico y premisa importante para cualquier
desarrollo social y económico.

Hablábamos de solidaridad. Efectivamente, desde la Confederación del
Guadiana se plantea el tema como una demanda de auxilios, de ayuda, ante
un problema grave, importante y acuciante. Curiosamente, en la propia
cuenca, la solidaridad aparece y desaparece. Quiero aludir aquí a algunos
problemas que estamos teniendo cuando, realizando emergencias para
abastecimientos de algunos núcleos urbanos, encontramos enfrentamientos,
algunas veces importantes, de los afectados por la captación, la
conducción o algunos de los elementos de la obra de toma o distribución
que se realiza para conseguir que el conjunto de núcleos o núcleo que
tiene problemas reciba el agua.

Cambio de tercio contestando a la diputada del Partido Popular. Pregunta
si los 50 hectómetros cúbicos solucionan el problema. Pues con el
conjunto de planteamientos que ha expuesto después sobre la situación
general del acuífero de La Mancha occidental y de la cuenca alta del
Guadiana, evidentemente no. No se plantea en el Real Decreto-ley, no es
el objetivo ni la solicitud que se hizo en su momento por la
Confederación que con este decreto-ley se dé una solución al problema
global. Evidentemente, como he dicho, es el mayor problema de España y no
creo que se pueda resolver ni a golpe de decreto-ley ni en un plazo
relativamente breve. En las directrices del Plan Hidrológico y en el
texto que ya tenemos aprobado de los planes hidrológicos de la cuenca del
Guadiana, se habla de que se debe enfrentar este problema con un
horizonte temporal que llegue al segundo ciclo de caracterización de la
planificación, es decir, estamos hablando de una cifra de veinte años. La
sobreexplotación, que se ha empezado en 1974, cuando se estaban
utilizando del orden de veintitantas mil hectáreas en el acuífero, ha
pasado a un máximo de 120.000 hectáreas en el período del año 1974 al año
1985 ó 1986. Las máximas explotaciones del acuífero llegan en esas
fechas, años 1986, 1987, 1988, precisamente como resultado, indirecto y
no deseado, de la aprobación de la Ley de Aguas. Son años en los que
--también lo ha recordado el Presidente de la Confederación del Tajo-- la
pluviometría permitía unas alegrías conceptuales a todos los ciudadanos
del país que en estos momentos son impensables.

Sobre esa base se hicieron unos aprovechamientos para regadío con aguas
del acuífero muy superiores a lo que era un aprovechamiento racional de
ese acuífero. Como digo, el problema arranca del año 1974 y tiene su
cenit en los años 1986, 1987 y 1988. En estos años la extracción de aguas
del acuífero superó los 600 hectómetros cúbicos/año, cuando en el mejor
de los casos la renovación natural de ese acuífero --y digo en el mejor
de los casos, pensando en los años setenta-- no pasa de los 350
hectómetros cúbicos/año. O sea, que en óptimas condiciones de
aportaciones de recursos al acuífero el déficit mínimo es de 250
hectómetros/año. En estos momentos tenemos hecha una valoración estimada
de que el déficit acumulado del acuífero puede llegar a unos 3.000 ó
4.000 hectómetros cúbicos. Eso supera la capacidad del mayor embalse de
regulación superficial que tenemos en España, que es el de La Serena,
curiosamente también en la cuenca del Guadiana.

El plan hidrológico de la cuenca efectivamente arroja y plantea una
situación de déficit muy importante, pero aquí hay que poner de
manifiesto una cuestión importante y es que la explotación hidráulica
para regadíos, para usos industriales y para abastecimientos tiene unas
obligaciones en sectores complementarios no regulados por la propia
planificación hidráulica que hacen que muchas veces los problemas se
conviertan en un damero maldito, en un ajedrez de difícil resolución.

Caracterizaciones de tipo agrícola, de política económica general o
sociales hacen que se planteen explotaciones que desde el punto de vista
hidráulico son de difícil o imposible defensa. Esto es lo que pasó en el
acuífero de La Mancha occidental. En los años a los que me estoy
refiriendo no existía la Ley de Aguas, o existía muy en ciernes, y la
situación de los precios agrícolas en una serie de



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productos altamente consumidores de agua generó una utilización masiva de
esas aguas. En esas fechas --no todo va a ser malo-- la provincia de
Ciudad Real, por hablar de un referente político territorial, subió por
lo menos diez puntos en el ranking económico de las provincias españolas.

De ahí que cuando se plantea la resolución del problema hidráulico nos
enfrentemos con una serie de intereses de muchos sectores que no tienen
una regulación propia o directa con el tema hidráulico. Y de ahí que
cuando se plantean desde el mundo hidráulico una serie de cuestiones
referidas a déficit o carencias en la resolución de los problemas de la
administración hidráulica, desde la Confederación del Guadiana tengamos
que recordar sistemáticamente que hay una serie de vectores sociales,
económicos, políticos y agrícolas que inciden sobre el problema y que
también hay que orquestar para poderlos resolver. De hecho, en parte el
tema se ha enfrentado desde ese planteamiento cuando aparece en el año
1992-93 un plan de apoyo a las explotaciones agrícolas para proteger los
humedales. Evidentemente el tema puede ser relativamente eufemístico,
pero se plantea con demanda de apoyo de la Unión Europea y apoyo
financiero del Ministerio de Agricultura para tratar de conseguir que los
usuarios agrícolas por lo menos dejen de extraer agua en las cantidades
que venían extrayendo. Así pues, determinaciones hidráulicas, agrícolas y
económicas, unido a quizá un convencimiento de la población del
territorio y, por qué no decirlo también, a la situación coyuntural de
sequía y de agotamiento progresivo del acuífero, son las que nos están
llevando a que de esos 600 hectómetros cúbicos/año que decía que se
estaban extrayendo del acuífero en los años ochenta y tantos, hayamos
pasado a los, aproximadamente, 250 hectómetros cúbicos que se han
extraído el año pasado y que, todavía no tengo los datos exactos, en la
campaña 1994/95 se están extrayendo.




El señor PRESIDENTE: Señor Alcaraz, perdone que le interrumpa. Ya sé que
dispone de muchos datos, de mucha información y de mucha experiencia,
pero le ruego encarecidamente que conteste puntualmente a las preguntas
formuladas y, las que no pueda, que lo haga por escrito, porque vamos muy
mal de tiempo.




El señor PRESIDENTE DE LA CONFEDERACION HIDROGRAFICA DEL GUADIANA
(Alcaraz Calvo): La portavoz del Partido Popular preguntaba por otras
soluciones. Tengo que decirle que la Confederación y los servicios de
planificación del Ministerio tienen análisis más o menos avanzados de una
serie de posibilidades de comunicación de cuencas. La primera --por
hablar de derecha a izquierda-- es la aportación directa al trasvase
Tajo-Segura por una serie de puntos, de los cuales el más caracterizado
es el arroyo de Valdejudíos, pero otros pueden estar situados incluso
aguas abajo. Otra posibilidad es la cabecera del río Amarguillo, a cuyo
proyecto hace mención el Premio Torán. Quizá su realización documental
puede ser ésa, pero antes ya se venía trabajando en ello con mayor o
menos intensidad. Otra posibilidad es penetrar en la cuenca del Guadiana
por la parte norte del embalse de Torre Abraham. Hay incluso una
posibilidad de entrar por Gasset, de forma lateral. Y ya saliendo a la
parte castellano-manchega de la cuenca --por darle nombre al proyecto de
Benet-- hay diversas alternativas, ya que se encuentran los embalses de
Cijara y el de García Sola; incluso hemos analizado la posibilidad de
entrar, más al oeste, por la cuenca del río Lácara. Por tanto, hay varias
posibilidades técnicas. En cuanto a las posibilidades económicas, suelen
estar más avanzadas en lo relativo al coste de la comunicación directa
que en lo que pueden ser otras soluciones, pero lo que sí hay que dejar
claro es que las posibilidades de resolver los problemas de cada una de
ellas son completamente distintas. La que se ha planteado en el
decreto-ley tiene una finalidad clara y concreta: agua para
abastecimiento. Agua de calidad, conseguida en la cabecera del Tajo, que
permita paliar los déficit de cantidad y de calidad de los
aprovechamientos de La Mancha.

El agua por el río Amarguillo tiene el problema técnico-económico, y
sobre todo psicológico, de vender a los ciudadanos para abastecimiento un
agua residual de Madrid, por mucho que se depure. Por ese tramo se puede
incorporar, con un coste directo probablemente más bajo, mayor cantidad
de agua para otros usos que no sean tan exigentes como el abastecimiento
de la población. Quiero poner de manifiesto que, de hecho, en el Plan
Hidrológico Nacional, de unas determinaciones iniciales de cumplir
solamente los 20 hectómetros cúbicos que recogían las leyes para Tablas,
por la presión de la Confederación Hidrográfica del Guadiana --quiero
presumir-- y, evidentemente, por el mayor conocimiento y la mayor
ansiedad que los ciudadanos ponen de manifiesto en todos los problemas de
la cuenca alta del Guadiana, se ha ido elevando la cifra de posibilidades
de aporte a la parte alta de la cuenca hasta llegar a la cifra de 210
hectómetros --creo recordar--, que es la que el Consejo Nacional del Agua
contempló; pero, después de la reunión del Consejo Nacional del Agua y
sus indicaciones posteriores, en estos momentos el Ministerio está
pensando en cifras incluso superiores. Insisto en que cada trasvase tiene
su afán y su finalidad y la solución lógica para resolver problemas de
abastecimiento poblacional es la que se ha planteado en el decreto-ley.

Posteriormente, si en el Plan Hidrológico Nacional se plantea la del
Amarguillo, podría servir para sustituir extracciones para regadío del
propio acuífero y caracterizar unas zonas de mayor importancia potencial
de regadío, que vendrían a concentrar lo que puede ser ahora una
explotación dispersa de unas 120.000 hectáreas en lo que pueden ser
recursos utilizables lógicos en la parte alta del Guadiana, con regadío
de unas 50.000/60.000 hectáreas. Probablemente, en una explotación
racional de todo el sistema, la superficie de regadío debería reducirse a
la mitad; digo debería.

En cuanto al coste final de la obra, ya he explicado antes que hemos
pasado por una serie de incrementos de la finalidad del proyecto en el
que estamos trabajando y que en estos momentos las cifras de conducción,
a las que aludía antes el Director General de Obras Hidráulicas, son las
que ha dicho. Evidentemente, en función de que se plantee la necesidad de
ir a unos u otros sitios, que se toquen más municipios o que en las
determinaciones haya un elemento



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básico como, por ejemplo, intentar llegar a Puertollano sin elevaciones
complementarias, por el camino de los timbrajes de tuberías que tienen
que soportar mayores presiones, lo que encarecería el proyecto, o si se
plantea una conducción única o varias. En estos momentos tenemos hechas
todas las determinaciones básicas de toma de datos del proyecto, pero
digamos que para la caracterización final todavía estamos pendientes de
definir con exactitud, junto con la Comunidad de Castilla-La Mancha, cuál
es el interés de los ciudadanos. ¿Por qué se opta por esta solución?
Pues, ya lo he comentado. ¿Origen del problema? En su ausencia he
explicado que el problema se produce --y lo repito rápidamente-- porque
en el año 1974 empiezan las explotaciones. Si quiere, lo obvio.

Contesto ya a otra serie de temas que sobrepasan lo que puede ser una
interpelación o un comentario sobre el real decreto-ley. En el acuífero
de La Mancha occidental tenemos del orden de 15.000 pozos censados, de
los cuales están legalizados en estos momentos del orden de 13.000.

Existen unas 3.000 ó 4.000 reclamaciones sobre esa legalización que
afectan básicamente a la superficie a la que se puede aplicar el agua y,
posteriormente a la legalización, han aparecido otras 3.000 ó 4.000
demandas de nuevas legalizaciones, después de --me parece que estamos
hablando de 8 años-- que la determinación legal dijese que se tenían que
poner de manifiesto estas instalaciones.

¿Por qué se producen esas diferencias? Probablemente --y aquí voy a hacer
un juicio de valor--, cuando se plantea por la ley que hay que poner en
reconocimiento las instalaciones existentes, los usuarios piensan que de
ahí van a derivarse unas obligaciones económicas, y entonces se hacen
unas determinaciones de utilización mínima de esas instalaciones. Cuando
aparece el plan de humedales, con unas ayudas económicas, en el año
1992-93, se produce la inversión de los planteamientos de los usuarios.

Hay dinero de por medio y cuanta más superficie se justifique, más
posibilidades hay de adquirir subvenciones. Digamos que el enfoque del
usuario de su demanda de reconocimiento cambia notablemente de los años
1986, 1987, 1988, que es cuando se hacen las solicitudes de 13.000 a
15.000 instalaciones, al momento actual, que es cuando se hacen las
reclamaciones de las legalizaciones realizadas y de las nuevas
solicitudes.

No tengo los datos referentes a las sanciones relativas a los pozos
clausurados, pero estamos batallando. Creo que la Confederación del
Guadiana es la que está haciendo un mayor esfuerzo, no solamente en
reconocimiento de derechos, sino en tratar de que se cumplan las normas,
y las normas de situación de carencia coyuntural y de carencia
estructural tienen que ser muy rígidas y muy duras. Quiero recordar que
el acuífero de La Mancha occidental está declarado sobreexplotado el año
1987. Hubo un problema de arranque básicamente porque la constitución de
las comunidades de regantes se demoró más de lo debido. En el año 1994 se
ha hecho la declaración final, pero, entremedias, aprovechando algunos
artículos de la Ley de Aguas, se han hecho regímenes de extracciones
anuales desde el año 1991, que han sido los que han ido determinando esa
menor extracción consecutiva que nos ha llevado a pasar, como decía
antes, de 500/600 hectómetros cúbicos para regadío avanzados los años
ochenta a los 200 hectómetros cúbicos que en estos momentos se han
conseguido. Hay una bajada importante de extracciones de agua para
regadío en el acuífero que si se hubiese producido en unos términos
normales de pluviometría y de aportación de recursos al acuífero,
podríamos en estos momentos hablar de una recuperación ligera de la
situación del acuífero. Como no ha habido prácticamente en los cuatro
últimos años aportación --podemos decir con toda garantía que la
aportación real al acuífero ha sido cero--, no se ha producido esa
recuperación, pero el esfuerzo de los usuarios y de la Confederación por
conseguir una reducción de extracciones es notable. Ello lleva aparejado,
evidentemente, sanciones, limitaciones y discusiones importantes.

Tenemos en estos momentos, por las determinaciones de sobreexplotación,
de limitación del régimen anual de extracciones, una cuantía importante
de sanciones por perforaciones ilegales y por obras ilegales. Le enviaré
los datos porque no dispongo de ellos, pero, evidentemente, son cifras
importantes que están produciendo al mismo tiempo malestar social en la
región importante. La última cuestión es la relativa a las reclamaciones
de los productores de las perforaciones, de lo poceros, que pretenden,
conocedores de la ley como son y conocedores de que están realizando
actividades ilegales, que no se les pongan sanciones. Es la última
manifestación de protesta que se ha producido, avalada por algunos
alcaldes de algunos ayuntamientos que no se sabe bien qué papel juegan en
estos temas.

Riansares no forma parte del acuífero, por lo que no está sometido a las
limitaciones de extracciones del propio acuífero; está aguas arriba y
forma parte de los acuíferos superiores. Existen concesiones
superficiales, existen tomas de agua ilegales y la Confederación, dentro
de sus medios, ataca y trata de combatir las extracciones ilegales de
agua. Puedo decir que aguas propiedad del Riansares en los tres últimos
años prácticamente no ha habido. Entonces, no puede haber grandes
instalaciones de regadío con aguas superficiales del Riansares por la
simple razón que ni el Riansares ni el Záncara ni el Cigüela corren más
allá de unos pocos kilómetros más abajo de su cabecera. Sobre el cauce
del Cigüela sí hemos tenido más de una discusión con algún usuario y
algún ayuntamiento importante, que en algunos de los trasvases de aguas a
Tablas, por el propio cauce del río, ha tratado de tomar aguas diciendo
que tenía una autorización de aguas superficiales, cuando estaba claro,
concreto y determinado que el agua que circulaba en ese momento por el
río no era de la propia cuenca del río y que tenía un fin determinado.

Eso dio lugar también a alguna manifestación y a la participación de la
Guardia Civil ya con un enfrentamiento importante.

Comunidades de regantes. La determinación de las comunidades de regantes
se hace en la declaración sobre explotación del año 1987. Inicialmente se
determina que se constituyan comunidades de regantes por términos
municipales. Inician su funcionamiento. No entiendo por qué dice que
están fuera de la Ley de Aguas. Son absolutamente correctas dentro de la
legislación hidráulica. Se plantean 32. Después, una resolución de la
presidencia de



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la Confederación las reduce a 26, y en estos momentos, con mayor o menor
intensidad, están funcionando casi todas. De hecho, más de dos
intervienen en los órganos de participación de la Confederación del
Guadiana y tienen una vida activa, todo lo activa que pueda ser en una
comunidad de regantes de aguas superficiales que, como la propia
actividad de la Confederación en materia de aguas subterráneas,
desarrolla solamente una de las dos facetas que la administración
hidráulica tiene. La administración hidráulica debe, por un lado,
controlar, reducir, enmendar e incluso frenar y, por otro lado, tiene que
repartir, dar y generar. En aguas subterráneas, tanto las comunidades de
regantes como la Confederación solamente tienen la primera faceta, la
negativa, la mala: hay que prohibir, hay que limitar, hay que impedir las
extracciones, hay que sancionar. La comunidad de regantes es una figura
que en el siglo pasado se constituye con idea del aprovechamiento de las
aguas superficiales, pero en estos momentos las comunidades de regantes
del acuífero adolecen de ese problema. No saben --y a nosotros también
nos ocurre-- gestionar solamente una parte del problema, cuando el otro,
que es el que puede compensar esa mala situación, no se produce.

Solamente queda un elemento por desarrollar, que es la constitución de la
comunidad general. La comunidad general es una figura que plantea la Ley
de Aguas como una supracomunidad encaminada a facilitar las relaciones
con el mundo exterior de esas agrupaciones de comunidades de regantes que
pueden tener unos objetivos superiores comunes. Desde el punto de vista
de la Ley de Aguas, la comunidad general no es necesaria. En los
aprovechamientos de aguas subterráneas sí es necesaria por una razón
elemental y es porque el artículo 171 del Reglamento la considera
partícipe en una serie de decisiones del funcionamiento de los acuíferos
declarados sobreexplotados, pero la constitución de las comunidades de
regantes, tanto las de base como las generales o las minicomunidades, que
están contempladas en la Ley y se pueden constituir, son todas de
carácter voluntario y la determinación final de la constitución de la
comunidad general es un tema que, unido a lo que dispone el artículo 171,
resulta un poco complicado porque tiene que ser la propia agrupación de
comunidades de usuarios la que determine la constitución de una comunidad
general. Tiene unos estatutos redactados en los que no se ha consensuado
su funcionamiento y características finales y a la Confederación sólo le
queda esperar que eso se termine y, tal y como dice la Ley, aceptar o
rechazar los estatutos presentados. Este es un tema administrativo que a
causa del artículo mencionado se interrelaciona con unas obligadas
necesidades de funcionamiento.

La Confederación tiene carencias importantes. Quiero poner de manifiesto
un dato que utilizo bastante. En la Confederación hay 40 guardas
fluviales, que son las personas que se dedican, por definición normativa,
a vigilar directamente y controlar la utilización de recursos. Son 40
guardas para 60.000 kilómetros cuadrados. En toda España todas las
Confederaciones tienen del orden de 40 guardas. El número de kilómetros
de cauces viene a ser aproximadamente igual que el de la red principal de
carreteras. Hay 8.000 vigilantes jurados, policías, etcétera, para
realizar el control de la circulación por carretera. El tráfico es un
parámetro único a controlar, sólo con ver la circulación de vehículos
está solventado el tema. El control hidráulico, sin embargo, tiene un
montón de facetas que hacen mención no solamente al uso o no del agua,
sino también a una serie de elementos que están relacionados con el agua
a través de la concertación con el dominio público hidráulico. Por tanto,
la cifra de 40 guardas frente a 8.000 pone de manifiesto todos los
problemas que podemos tener en la Confederaciones hidrográficas. No
quiero mencionar la falta de vigilancia que tenemos en estos momentos en
los embalses porque atravesando un período seco no se pone de manifiesto,
pero el día que tengamos inundaciones y avenidas se pondrá de manifiesto
que tenemos muy poco personal en explotación de presas. La administración
hidráulica atraviesa problemas importantes precisamente más acuciantes y
más graves precisamente desde que se aprueba la Ley de Aguas. ¿Por qué?
Habría que hacer un curso para analizarlo.

Qué soluciones se consiguen con los 50 hectómetros cúbicos, que era la
pegunta resumen. Pues el abastecimiento poblacional y ratificar el aporte
a las Tablas de Daimiel con un sistema de conducción que nos permita
poner el agua más cerca de las Tablas de Daimiel --no en las Tablas de
Daimiel, sino más cerca--, de forma que se consiga que llegue una
cantidad importante y, respecto a la calidad, que la mezcla se produzca
en un terreno en el que no tengamos el nivel de afecciones que hemos
tenido en los dos últimos trasvases --sobre todo en el último--, en los
que la situación del cauce y las afecciones que he comentado antes de
algunos potenciales usuarios limitaron bastante la rentabilidad y el
funcionamiento del trasvase.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Alcaraz.

Con esto damos por terminada la comparecencia del Presidente de la
Confederación Hidrográfica del Guadiana y, después de dos minutos de
interrupción, pasaremos a la tercera comparecencia, la de don Eduardo
Sánchez Almohalla, Consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Agua de la
región de Murcia.

Interrumpimos la sesión durante dos minutos. (Pausa.)



--DEL SEÑOR CONSEJERO DE MEDIO AMBIENTE, AGRICULTURA Y AGUA DE LA REGION
DE MURCIA (SANCHEZ-ALMOHALLA SERRANO), PREVIAMENTE AL VENCIMIENTO DEL
PLAZO PARA LA PRESENTACION DE ENMIENDAS AL PROYECTO DE LEY POR EL QUE SE
ADOPTAN MEDIDAS URGENTES DE MEJORA DEL APROVECHAMIENTO DEL TRASVASE
TAJO-SEGURA, PARA INFORMAR ACERCA DEL MISMO. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO. (Número de expediente 212/001602.)



El señor PRESIDENTE: Comparecencia de don Eduardo Sánchez-Almohalla,
Consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Agua de la Región de Murcia.




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Agradecemos su presencia aquí y procedemos a dar la palabra con un matiz
previo. Dado el ritmo de trabajo que llevamos hoy y que tenemos reunión
de Mesa y Junta de Portavoces al finalizar esta sesión, voy a pedir a los
ponentes que hagan el máximo esfuerzo posible para limitar el tiempo de
su intervención a diez minutos y al compareciente a quince minutos. Digo
que lo intenten y esta Presidencia se lo agradecerá mucho, así como todos
los miembros de esta Comisión y los colaboradores de la misma.

Tiene la palabra la señora De Palacio.




La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: Quiero agradecer al Consejero su
presencia en el Congreso de los Diputados para aportar sus reflexiones
sobre el decreto-ley que nos ocupa y permitir, con su tramitación como
proyecto de ley --espero--, aportar los datos que nos permitan mejorarlo
en el trámite de enmiendas.

En primer lugar, a lo largo de las intervenciones previas que se han
producido se nos ha dicho que se considera que la cabecera del Tajo no
tiene recursos suficientes para suministrar los 600 hectómetros cúbicos
que contemplan las Leyes de 1971 y de 1980 en la primera fase del
trasvase del Tajo-Segura. Este es el primer dato que se nos ha dado. Sin
tener esa capacidad para suministrar esos 600 hectómetros cúbicos y sin
ningún aporte suplementario --porque sólo se ha hablado de sustituir
eventualmente algún caudal, pero tampoco se ha dicho claramente, parte
del caudal garantizado, los seis metros cúbicos de Aranjuez--, sobre esos
no 600 hectómetros cúbicos se van a detraer, en función de este
decreto-Ley, 53 hectómetros cúbicos destinados, según se nos ha ido
precisando, a abastecimiento urbano y a las Tablas de Daimiel. Digo que
según se nos ha ido precisando porque del texto legislativo que obra en
nuestro poder no se deduce eso. Tal y como está concebido el decreto-Ley
ese abastecimiento de la cuenca alta del Guadiana puede ser utilizado
para cualquier uso, y no sólo para el abastecimiento urbano.

Lo primero que le planteo es lo siguiente. En función de que se nos ha
dicho que la compensación para que no sea tan dramática la reducción de
esos no 600 hectómetros cúbicos (es decir, 300 ó 350, que se han venido
desembalsando a lo largo de estos años al Segura, que se van a ver
disminuidos, por lo que dicen, inevitablemente, en esos 53 hectómetros
cúbicos) es que se van a construir unas desaladoras en Murcia, Cartagena
y Alicante, destinadas a sustituir caudales de los concedidos a la
comunidad del Taibilla, la primera pregunta es si el Gobierno de Murcia
tiene conocimiento de ello. Segundo, qué opinión le merece que se
produzca una cesión definitiva, permanente, de esos 53 hectómetros
cúbicos a costa de los 600 que no existen, es decir, a costa de menos,
puesto que evidentemente, al ser para abastecimientos, van a ser
prioritarios, cuando menos respecto a los volúmenes destinados a los
regadíos del Tajo-Segura. Y además, si tiene conocimiento de esas
desaladoras, qué capacidad de producción de volumen de agua está
calculado, a qué costo va a salir el metro cúbico de ese agua desalada y
quién va a pagar la diferencia. Es decir, ¿los usuarios del Taibilla
están dispuestos a asumir un mayor costo del agua y a perder esa parte de
su concesión, o quién va a pagar la diferencia entre lo que es el costo
de la tarifa en este momento, que según el último acuerdo está en 23 ó 24
pesetas/metro cúbico, y un agua desalada que, si incluimos amortización,
estamos hablando en torno a las 140 pesetas y, si no, con gastos de
mantenimiento y explotación, de 80 ó 90 pesetas? ¿Quién va a pagar esa
diferencia, si es que hay algún acuerdo al respecto?
Siguiente cuestión. ¿Cuál es la rentabilidad del agua en el sureste desde
el punto de vista de producción y de mano de obra? ¿Cuáles son las
perspectivas de cara al futuro, es decir, las perspectivas de mercados
para esas producciones que tienen en el sureste, si se plantea completar
o no el trasvase Tajo-Segura? Hay una cuestión clave, en nuestra opinión:
¿hasta qué punto este trasvase sirve para regar producciones
excedentarias? Es decir, ¿el agua trasvasada se está utilizando para
regar, por ejemplo, albaricoques excedentarios en un momento dado o por
el contrario no hay tal, o qué reconducción, si es que hay, de
producciones excedentarias se pretende hacer?
Tercera cuestión que le quería plantear. Dentro de la situación, más que
complicada, dramática que hay en Murcia con respecto al agua, qué
técnicas de riego, de mejoras, de posibilidades de ahorro, de ajuste de
dotaciones y eventualmente, si es que se produce lo que se está
planteando, qué posibilidades habría de sustituir esos volúmenes en que
se van a ver mermados los aportes Tajo-Segura por otros volúmenes ajenos
a él, y si hay posibilidades de reutilización de aguas residuales en
riego, por ejemplo, o algún otro sistema.

Además, una cuestión muy preocupante en Murcia es la situación y el
porvenir de las zonas que se están regando con aguas subterráneas,
algunas de ellas del Tajo-Segura. El Tajo-Segura era un aporte
complementario a unos riegos con pozos. Parte de los desastres que se han
producido estos años están solucionándose en función de la explotación de
esos pozos pero, hasta donde yo sé, con graves problemas en este momento.

Estas son las cuestiones que fundamentalmente le tengo que plantear al
señor Consejero.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señora De Palacio, por el ahorro de cinco
minutos de tiempo.

Tiene la palabra el representante del Grupo Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa por Cataluña, señor Ríos, murciano para más señas.




El señor RIOS MARTINEZ: Vamos a ver si predicando con el ejemplo del
ahorro de tiempo se provoca también ahorro de agua y podemos beber y
regar todos.

Yo quiero agradecer la presencia en esta Comisión del señor Consejero de
Medio Ambiente, Agua y Agricultura, creo que ésta es la denominación de
su Consejería, para tratar un tema que lógicamente es controvertido,
pero, a la vez, necesario.

Se van a tramitar a la vez dos proyectos que intentan llevar a cabo
actuaciones por un lado puntuales y por otro más estables. A mí me
gustaría hacerle tres preguntas para poder precisar cuál es la opinión
del Gobierno regional



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murciano, que usted representa hoy aquí --aunque es verdad que llevan
poco tiempo en su trabajo, ya que se han incorporado en junio o julio--
ante la propuesta de este real decreto; cuál es la posición ante lo que
ha sido la propuesta explicativa de este proyecto que sería la de
producir una distribución del uso del acueducto Tajo-Segura, con una
mayor utilización de ese acueducto para dedicar 53 hectómetros cúbicos
máximo/año, con una garantía estable de 10 años; y cuál es su opinión
respecto a detraer, en función de la explicación que se ha dado esta
mañana sobre la propuesta del Gobierno, de las autorizaciones máximas de
la ley del trasvase o previsiones del trasvase en 600 hectómetros, que no
llegan ahora ya que las evoluciones están en torno a unos 270
hectómetros. Mi pregunta concreta es qué opinión han dado ustedes al
Gobierno de la región, cuando estos 50 hectómetros van a ser prioritarios
a la hora de hablar de trasvase sobre regadío, a la hora de entender las
aplicaciones de trasvases, suponiendo que haya alguna dificultad, y van a
detraerse del volumen que ahora mismo tiene autorizado para el Taibilla.

Porque se ha anunciado que la compensación de estos volúmenes --y al
convalidar el Congreso esta actuación va a ser efectiva desde el momento
que se pueda aplicar-- se va a detraer de los volúmenes que van a llegar
al Taibilla, puesto que si son las mismas cifras y se detraen, si no
llegamos a 600 hectómetros, y son 300, al final los recursos van a ser
los mismos. ¿Cuál es la propuesta y la actuación del Gobierno regional en
cuanto a la estabilidad de este trasvase y la estabilidad o no que puedan
tener otras actuaciones? ¿Qué propuestas han hecho llegar al Gobierno de
la nación para precisar esta realidad y que nos veamos todos afectados?
Es verdad que estamos haciendo solidaridad, pero según decía el
Presidente de la Confederación del Guadiana todavía no se ha logrado en
la cuenca del propio Guadiana; es una solidaridad, por así decirlo, entre
la gente que tiene poca agua, por lo que se van a distribuir pocos
recursos.

En segundo lugar, me gustaría que usted explicara cuál es el esfuerzo
realizado por el Gobierno regional para el ahorro del agua y la
efectividad de las políticas que ha seguido la Confederación Hidrográfica
del Segura para ahorrar agua, puesto que unas actuaciones de trasvase de
regadío van a financiarse con ahorro de agua; es decir, de qué manera se
va a predicar con el ejemplo para plantear con la misma fuerza las
políticas estables de solidaridad para cubrir déficit.

En este proyecto se plantea un precio final del agua en el que, según el
artículo 5.º de la propuesta del Gobierno, los usuarios de esta nueva
actuación van a tener que hacer frente, poniendo un precio al agua, a las
obras de infraestructura que se van a realizar, a la conservación y --no
lo refleja el proyecto, pero aquí se ha dicho-- también al porcentaje
proporcional que pueda derivarse del uso del propio acueducto. Es decir,
vamos a tener nuevos usuarios. Por tanto, el trasvase va a tener más
clientes. ¿Eso va a significar un abaratamiento del agua en el producto
final? Hoy en día parece ser que los receptores del agua del trasvase
Tajo-Segura están pagando en torno a 15 pesetas. Aquí se ha hablado de 10
pesetas el producto final. ¿La parte proporcional va a significar que, al
haber más usuarios, va a poder reducirse el costo de mantenimiento y
conservación al final de la propia propuesta?
Desaladoras. Quería saber si el Taibilla va a recibir como complemento el
agua que ahora mismo recibe del trasvase a 15 pesetas, que es lo que creo
que estamos pagando. Es verdad que los 270 hectómetros se distribuyen en
un porcentaje de abastecimiento y de regadío cada vez más constreñido. El
precio del agua no es el mismo si es para abastecimiento, si es para
agricultura o para otra actividad. ¿Se va a compensar con unas
desaladoras que parece ser que se van a poner en funcionamiento incluso
antes de que sea efectivo este compromiso que ahora mismo se acuerda? ¿El
agua de esa desaladora se va a compensar al Taibilla en un volumen
determinado? Se decía que habría una en Cartagena y otra en Alicante.

Según su información, el proyecto de desaladora que el Gobierno va a
poner en marcha en Cartagena, ¿qué hectómetros cúbicos tiene y cuál va a
ser de verdad el número de hectómetros cúbicos que va a poder recibir el
Taibilla de esa desaladora de Cartagena, que es la que el Gobierno ha
anunciado aquí? Va a haber otra en Alicante, son las dos desaladoras que
ha anunciado el señor Baltanás esta mañana. ¿A qué precio va a salir ese
agua para poder utilizarla no para regadío sino, si se sustituye el
Taibilla, para abastecimiento? No es lo mismo la desalación que se tiene
que hacer para regadío que la que se tiene que haber para abastecimiento
urbano.

Estas serían las cosas que me gustaría que precisara. Quiero saber si su
gobierno ve esta actuación como coyuntural, como una actuación puntual,
fuera de una actuación más estable. De qué manera va a pedir su gobierno
que se garantice estabilidad para todas las actuaciones con el mismo
grado de garantía tanto en una realidad como en otra, para poder producir
una realidad económica y de abastecimiento en una región en cuyo gobierno
usted participa con relación al resto de comunidades que van a verse
afectadas por esta actuación.




El señor PRESIDENTE: Gracias por su capacidad de síntesis, señor Ríos.

A continuación, tiene la palabra la portavoz del Grupo Socialista, señora
Pardo Ortiz.




La señora PARDO ORTIZ: Quiero comenzar mi breve intervención dando la
bienvenida a don Eduardo Sánchez-Almohalla y deseándole éxito en su
gestión como Consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Agua para la
región de Murcia, porque eso redundará en beneficio de todos los
murcianos y murcianas.

Estoy un poco sorprendida de su comparecencia esta mañana, puesto que de
lo que se trata es de opinar sobre un proyecto de ley que autoriza a un
trasvase a una zona del país demandante de agua, después de una grave
crisis de sequía. Me extraña, repito, su comparecencia aquí, porque
viniendo usted de una zona donde se reivindica casi constantemente la
necesidad de trasvases extraordinarios por la grave coyuntura de sequía
que atraviesa la zona sureste de nuestro país, creo que no lo tiene muy
fácil. Por las intervenciones que han efectuado los portavoces de los
grupos



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que me han precedido en el uso de la palabra, más bien parece que tendría
que pronunciarse usted en una actitud un tanto crítica. Eso contrasta al
venir usted de una zona que demanda periódicamente solidaridad y tener
que pronunciarse sobre un decreto cuya aprobación coincidió con la
aprobación de 55 hectómetros para la cuenca del Segura y 15.000 millones
para obras de infraestructura.

Por tanto, yo sí quiero saber, al margen de cuestiones técnicas que
puedan ser susceptibles de ser modificadas en el trámite de ponencia a
que se va a ver sometido este proyecto de ley que nos ocupa, cuál es la
valoración política del Consejero de una región que percibe trasvases
acerca de un decreto que los aprueba para otra región que también los
demanda. Repito, al margen de cualquier sugerencia que mi grupo recibirá
con sumo agrado, porque es nuestro deseo que este proyecto de ley tenga
una tramitación en esta Cámara, a ser posible, con una aprobación por
unanimidad de todos los grupos. Pensamos que puede ser claramente
mejorable hasta que llegue a cumplir el objetivo que todos deseamos, que
es repartir el agua que hay en España en este momento, coyuntural y
escasa, y hacerlo con equidad y solidaridad.




El señor PRESIDENTE: Haciendo alusión a sus palabras, quiero clarificar a
los miembros de esta Comisión que no entiendo por qué la señora Pardo se
siente sorprendida por la comparecencia del Consejero, porque fue un
acuerdo unánime de la Mesa y Portavoces de esta Comisión el que asumió la
semana pasada las comparecencias que tienen lugar hoy. Por tanto, desde
el punto de vista institucional de esta Comisión, tal vez sea un matiz
por parte de la señora Pardo, pero reglamentariamente es legal y muy bien
acogida la presencia del Consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Agua
de la Comunidad de Murcia.

Tiene la palabra la señora Pardo.




La señora PARDO ORTIZ: Lamento que me haya expresado mal, pero he dejado
patente dos cosas. Una, que agradecía su presencia y le daba la
bienvenida; y, dos, que me extrañaba su comparecencia. En ningún momento
he puesto en cuestión el procedimiento que se ha seguido para que el
Consejero comparezca en la Comisión. No cuestiono absolutamente nada,
sólo he dicho que esa comparecencia me parecía un poco incomprensible
dada la difícil situación que, en mi opinión, tiene un Consejero de una
comunidad que demanda permanentemente trasvases para comentar justamente
un decreto que da agua a otra comunidad que también demanda trasvases.

Sólo he querido manifestar esa especie de contradicción en el campo de lo
político. Me ampara el Reglamento para manifestar opiniones de ese
calibre. Por si no había quedado claro, no cuestiono en absoluto otro
tipo de tramitación, que estoy segura que se hace correctamente en la
Cámara y especialmente en esta Comisión.




El señor PRESIDENTE: Estamos totalmente de acuerdo. Reglamentariamente
estamos dentro de la legalidad y, por lo tanto, sin más dilación, tiene
la palabra el Consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Agua de la
Comunidad de Murcia.




El señor CONSEJERO DE MEDIO AMBIENTE, AGRICULTURA Y AGUA DE LA COMUNIDAD
DE MURCIA (Sánchez-Almohalla Serrano): En primer lugar, voy a contestar a
la última pregunta para que quede claramente justificada mi presencia
aquí y, sobre todo, porque mi opinión era justificada desde el punto de
vista del gobierno de la región de Murcia.

No tiene nada que ver la solidaridad que se solicita para este trasvase
que prevé el real decreto-ley con los volúmenes concedidos por ley a la
cuenca del Segura desde la cabecera del Tajo. Aquellos volúmenes estaban
perfectamente definidos por el proyecto que hizo posible el trasvase. Se
estimaron en mil hectómetros cúbicos al año los que se podían enviar a la
cuenca del Segura, y se consideraron como excedentes. No se trataba de
solidaridad en el sentido de repartir lo que correspondiera
exclusivamente a la cabecera del Tajo, sino que lo que se distribuía era
algo que sobraba.

No es el caso que propone este real decreto-ley, porque lo que se
pretende distribuir es lo que falta. Los 600 hectómetros cúbicos de la
primera fase nunca se han recibido en Murcia. Antes ha citado el señor
Ríos una media de 250 ó 270 hectómetros cúbicos/año, de los cuales 135
son para abastecimiento, este año reducidos a 55 hectómetros cúbicos para
un regadío de trasvase que tiene adjudicados por la ley que lo regula 400
hectómetros. Si este decreto hubiera entrado en vigor este mismo verano,
la cuenca del Segura se habría quedado sin regar solidariamente. Nos han
enviado 31 hectómetros cúbicos para riegos, puesto que los 24 restantes
hasta complementar los 55 que llegaron por la aprobación del Real Decreto
7/95 son como consecuencia del ahorro al que se han sometido libremente
los habitantes de la cuenca del Segura. Por tanto, solamente se han
enviado 31 hectómetros cúbicos. Si para el abastecimiento que propone
este real decreto como uso preferente se hubieran enviado los 30 que se
pueden enviar, está claro que no hubiera quedado agua para el Segura. No
estamos hablando de solidaridad o de falta de solidaridad por parte de la
cuenca del Segura; estamos hablando del mantenimiento de un derecho
consolidado por dos leyes. El que un real decreto-ley utilice un trámite
de urgencia para resolver un problema que, como se ha dicho hasta ahora,
se resolverá para dentro de dos años, que es cuando se terminarán las
obras que pueden llevar agua al Guadiana, a mí sí me parece insolidario
porque no está distribuyendo excedentes; está distribuyendo la escasez
que recibe la cuenca del Segura.

Si se analiza el preámbulo del Real Decreto-ley, ninguna de las razones
que se exponen para abonar la medida final que viene en los articulados
justifican de ninguna manera el que se habilite la posibilidad de enviar
50 hectómetros cúbicos a la cuenca del Guadiana. Además, es tan absurdo
como para afirmar que quiere reforzar la potencialidad del acueducto
Tajo-Segura. La potencialidad del acueducto Tajo-Segura quedó bien
definidia en su proyecto inicial, 1.000 hectómetros cúbicos.




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Se habla de incrementar el rendimiento de la infraestructura existente.

El rendimiento solamente se puede incrementar cuando existen mayores
volúmenes que movilizar a través de infraestructura. Este decreto
simplemente está distribuyendo un volumen que ya está adjudicado a otra
cuenca. Con ello no se mejora la explotación del acueducto, en modo
alguno. La única forma de atender una de las razones por las que este
real decreto se inicia a propuesta del Gobierno era la solicitud de esta
Comisión al Gobierno para que iniciara un proyecto de ley de mejora de la
explotación del acueducto Tajo-Segura. La única forma de mejorar la
explotación es habilitar los excedentes necesarios para que las leyes que
lo hicieron posible se puedan poner en práctica en los volúmenes que
fueron estimados en un principio. En este decreto no se habilita ninguna
medida que permita llegar a los volúmenes previstos ni siquiera en la
primera fase del trasvase. No se habilitan medidas que desde la región de
Murcia se han solicitado con insistencia y ya desde hace mucho tiempo,
como son el cambio de toma del canal de Las Aves, previsto supuestamente
en los presupuestos de este año pero que no se ha llegado a realizar
todavía; la propuesta de mejora de los regadíos de Aranjuez, que tampoco
se habla para nada de ellos; la posible conexión --y digo posible porque
existe esa posibilidad-- del río Jarama con el Tajo. Esas obras incluidas
aquí hubieran abierto una posibilidad de que los embalses de cabecera del
Tajo aumentaran sus reservas, pudieran completar los 600 hectómetros
cúbicos de la primera fase y pudiera hablarse de solidaridad. Lo que
usted me está hablando en cuanto a solidaridad creo que en este caso
concreto no invalida mi presencia. El derecho de una cuenca viene
asignado por ley y me niego, sin más --y ésa es la posición del Gobierno
regional de Murcia--, a aceptar que se detraigan 53 hectómetros cúbicos
con objeto de resolver problemas que yo no dudo que son dignos de
resolver, pero que este decreto no resuelve porque no adopta ninguna
medida para aportar nuevos volúmenes. La postura del Gobierno de Murcia
es oponerse a que este trasvase se realice si antes no se hace algo para
redotar la cabecera del Tajo.

Las dos intervenciones anteriores coinciden en algunos planteamientos,
sobre todo en desaladoras y en la opinión del Gobierno. Lo primero que
dijo S. S. fue --se ha dicho aquí antes-- que la cabecera del Tajo no
tiene recursos para cubrir los 600 hectómetros cúbicos iniciales. Esa es
una cuestión que al Gobierno de Murcia le ha sorprendido siempre. Está
demostrado que la cabecera del Tajo tiene potencialidad suficiente para
atender no sólo la primera sino la segunda fase que estaba prevista.

Razones ajenas como puede ser una gestión no excesivamente cuidadosa de
la gestión --valga la redundancia-- de los desembalses e
indiscutiblemente una situación de sequía prolongada durante los últimos
cuatro años han llevado a una situación que para todo el mundo es clara:
no hay agua en los embalses de cabecera. Pero esa realidad no impide que
se analice --y tampoco lo hace el decreto-- cuál es el origen de la falta
de agua, de la imposibilidad actual del trasvase Tajo-Segura para cumplir
los envíos previstos en las leyes iniciales. No se ha analizado el
origen. No hay, por tanto, intención de resolver las causas fundamentales
que ocasionan que la cabecera del Tajo sea insuficiente en estos momentos
para atender los envíos al Segura, y como no se analiza evidentemente no
podía salir otra cuestión que una distribución sin más de los escasos
caudales que hoy recibe la cuenca del Segura. Con esto quiero decir que
el trasvase Tajo-Segura tiene posibilidades reales de cumplir las
previsiones de su proyecto. Lo han demostrado estudios de organismos y
personas perfectamente cualificadas como la Oficina de Planificación
Hidrológica de la Cuenca del Segura, de la Confederación Hidrográfica, la
Cátedra de Hidráulica de la Escuela de Caminos de la Politécnica de
Valencia y el mismo coautor del proyecto del trasvase. Nadie ha
demostrado todavía que el trasvase no sea capaz de cubrir las
expectativas para las que fue creado. Insisto en que sí es posible,
adoptando unas medidas que son poco costosas, mucho menos costosas que lo
que está costando --valga la redundancia-- atender a los daños que causa
la falta de agua para riego. Estoy convencido de que si se toman esas
medidas para hacer obras en la cabecera del Tajo podremos hablar de un
proyecto, por fin, cumpliendo sus objetivos. No habrá que renunciar a él
y, por tanto, recurrir a otros proyectos de trasvase inciertos porque
todavía están en la mera idea de recargar la cabecera del Tajo con el
Duero, posibilidad que no descarto de entrada, pero me parece absurdo
recurrir a un segundo trasvase cuando no se ha sido capaz de hacer
funcionar el primero, existiendo posibilidades de que funcione. Con esto
queda claro que el trasvase Tajo-Segura puede funcionar. Me parece muy
grave que se siga insistiendo, incluso en los documentos del Plan
Hidrológico Nacional, en que el trasvase Tajo-Segura es un fracaso. Y el
trasvase Tajo-Segura es un fracaso, sí, pero de gestión.

Me ha preguntado después --y en esto coinciden dos de SS. SS.-- respecto
a las desaladoras que se han propuesto en Cartagena, Alicante y Murcia.

No tengo conocimiento de la de Murcia; sí de Cartagena y Alicante, que
quedaron previstas para atender las necesidades fundamentalmente de la
mancomunidad del canal del Taibilla. Cada una de ellas tendría capacidad,
por lo que conozco a través del director de la mancomunidad, para
producir 10 hectómetros cúbicos de agua desalada. Hay una opción --no sé
si se referían a ello SS. SS.-- de poner en marcha una desaladora (y al
decir desaladora me refiero a que utilice agua de mar) que cubriera las
necesidades amplias del Campo de Cartagena. Recientemente se está
tratando este tema. Por parte del Gobierno regional ha habido un anuncio
de negociaciones con empresas hidroeléctricas, en concreto Endesa e
Iberdrola, que tienen interés en producir agua desalada por cogeneración,
única manera de que sea viable el uso por los agricultores de ese agua
producida. Todavía está en fase de negociaciones. En cualquier caso,
entiendo --transmito la opinión del Gobierno regional-- que la desalación
no es la solución a la escasez de agua en Murcia. Estoy de acuerdo con
que los costes actuales del agua desalada no están al alcance de las
economías de los agricultores, por cierto muy deterioradas y con muy
escasa capacidad de endeudamiento tras varios años de sequías y
constantes pérdidas. Apoyamos la idea de utilizar agua desalada



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como un complemento más en el conjunto de recursos de que dispone la
cuenca, pero no como una solución que pudiera incluso, ni mucho menos,
sustituir al trasvase Tajo-Segura. Entendemos que el trasvase puede
funcionar y a nadie se le ocurriría crear algo para dejar parada otra
cosa que funciona quizá para cubrir otros fines. Pero sería absurdo
renunciar a unos derechos adquiridos que tienen una estabilidad clara (me
refiero a todos los regadíos del Segura), sólo alterada por la
climatología adversa de estos años y por la mala situación de los
embalses de cabecera con motivo de su gestión. Desde luego, apostamos por
el trasvase y por las desaladoras como una opción alternativa, sin que
ahora mismo pueda decirles si estamos hablando de 100, 200, 300
hectómetros cúbicos por año. No lo sé. Ese es un proyecto que se está
tratando y, desde luego, habría que contar con los usuarios, porque mala
cosa sería proponer este tipo de iniciativas sin contar con quien va a
recibir el agua.

Me ha preguntado también por la rentabilidad del agua en el sureste. En
su momento, cuando se estudiaba el anteproyecto de trasvase Tajo-Segura,
ya se justificó claramente que la rentabilidad --por razones de suelo, de
clima, de cultura agrícola, de iniciativa de apertura de mercados-- de
los cultivos en la cuenca del Segura era muchísimo más alta que en
cualquier otra zona de España. Esa fue una de las razones que justificó
precisamente que el trasvase fuera una realidad. Esas condiciones no se
han modificado. El suelo, quizá deteriorado hoy más que entonces por la
aplicación de unas aguas subterráneas extraídas fundamentalmente de las
reservas, con una mala calidad agronómica, se está viendo dañado. El
clima sí se mantiene, más seco. La tecnología ha aumentado
considerablemente. No cabe duda de que la escasez impulsa al agricultor a
aplicar métodos que reduzcan el consumo. Se está procurando una mayor
eficiencia en el uso del agua, es decir, se está procurando producir más
peso de producto por metro cúbico utilizado y se está consiguiendo. Puedo
dar una cifra media, en lo que son regadíos para toda la zona del
trasvase, de la productividad del metro cúbico en cultivos, que está en
210 pesetas por metro cúbico utilizado. Creo que es una altísima
rentabilidad.

En cuanto a las perspectivas de futuro que se plantean para la cuenca del
Segura, concretamente para la región de Murcia, le diré que son,
fundamentalmente, consolidar lo que se ha llegado a alcanzar
legítimamente. Quiero decir que en Murcia no hay un afán trasvasista, no
hay un ánimo de expandir la agricultura. Las hectáreas que ahora mismo
hay plantadas en la región de Murcia, que son 165.000, están al amparo,
cada una de ellas, de respectivas leyes: el Decreto de 1953 y la Ley de
Aguas anterior, que permitía el uso de aguas subterráneas, aunque el no
apoyo técnico de la Administración en cada momento permitió que se
llegara a sobreexplotaciones grandes. Las 80.000 hectáreas del trasvase
están amparadas por las dos leyes que regulan el acueducto. Quiero decir
con ello que esto es lo que se pretende ahora que se está en pleno
declive, porque año tras año se están produciendo pérdidas muy fuertes de
producción, pérdidas de arbolado, retirada de cultivos directamente
porque quedan dañados, incluso se está perdiendo mercado. No cabe duda de
que en Murcia hoy se está vendiendo lo que se va a vender dentro de unos
meses. No se puede planificar una agricultura como la que exige hoy
Europa si tenemos que actuar como agricultores de secano esperando a ver,
entre comillas, si llueve agua del Tajo. La actividad del Segura requiere
seguridad, y desde luego no existe intención de aumentar las superficies
de riego, antes al contrario, se están produciendo reducciones, y además
la aplicación de técnicas más eficientes en el uso del agua y la elección
de variedades de cultivos más productivas van en la dirección de, con
menos superficie, obtener mayor producción. Yo me inclino y casi puedo
apostar por que en un futuro próximo Murcia ofrecerá sus producciones con
menos superficie cultivada. Por tanto, no existe ningún ánimo de
expansión, salvo la de completar las fases que quedan pendientes del
trasvase y que se limitan a unas 3.000 hectáreas. Si no es ésa la cifra
el presidente del sindicato podrá corregirla después, pero lo que sí
puedo decirles es que no se pretende ampliar regadíos.




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor Sánchez-Almohalla. Dispone de cuatro
minutos más.




El señor CONSEJERO DE MEDIO AMBIENTE, AGRICULTURA Y AGUA DE LA REGION DE
MURCIA (Sánchez-Almohalla Serrano): Gracias, señor Presidente.

Hay una cuestión que para mí es de vital importancia y sobre la que
traigo datos, puesto que ha sido utilizada este verano precisamente para
criticar los envíos de agua al Segura diciendo que para qué se utiliza
agua que hace falta en otros sitios si luego las producciones obtenidas
con ella deben retirarse y destruirse; afirmación que no es gratuita
puesto que efectivamente hay un dato que permitiría confirmarlo, pero no
es un hecho que sea continuo. No se produce para la retirada; no se
producen variedades muy rentables para gastar el dinero y el tiempo en su
retirada después. Concretamente los datos de que dispongo permiten
afirmar que se ha retirado producción en algún momento de albaricoque,
melocotón y cítricos. En el año 1991, sobre una producción de 139.000
toneladas se retiraron 100; en el año 1992, sobre 116.000 toneladas de
albaricoque se retiraron otras 100, y sobre 223.000 toneladas de
melocotón se retiraron 1.900. Hay un año que sí fue muy significativo,
1993, en el que se produjo una tremenda cosecha no sólo en Murcia sino en
toda España y en el resto de Europa. Fue uno de esos años históricos en
los que en concreto el albaricoque y el melocotón saltaron todas las
barreras previsibles, se vinieron abajo los mercados, y haciendo uso de
las normas europeas de retirada se destruyeron 35.000 toneladas de
albaricoque. Sin embargo, en los años 1994 y 1995 no se ha retirado
absolutamente nada. En cuanto a cítricos, las retiradas son simbólicas en
los años 1990-1991, con 1.700 toneladas sobre un total de 350.000.

Evidentemente, la retirada no es algo habitual en Murcia. Sí lo es en
Grecia, que tiene cultivos de melocotón y que se apunta hasta copar el 50
por ciento de las financiaciones por retirada de la Unión Europea; pero
desde luego Murcia no produce para retirar. A Murcia le resulta mucho más
rentable vender su producto



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y para ello necesita garantías, unas garantías que entiendo que este
decreto disminuye todavía mucho más de lo que ya están reducidas como
consecuencia, vuelvo a insistir, de una gestión descuidada o poco
cuidadosa de los embalses y de una sequía que no cabe duda que ha
influido pero que por sí sola no hubiera provocado una situación tan
desastrosa como la que ahora mismo padecemos.

En cuanto a las técnicas de riego en la cuenca del Segura puedo decirles
que el riego a manta se utiliza en una extensión mínima y que
prácticamente ha desaparecido. Lo que sí se utiliza es el riego a surcos,
lo cual supone un ahorro importante con respecto a lo que era el riego a
manta que, como digo, prácticamente ha desaparecido. De las 165.000
hectáreas de Murcia se dispone de 45.000 hectáreas servidas con riego por
goteo o microaspersión. Es decir, el 27 por ciento de la agricultura
murciana está regada por goteo. Son tantas hectáreas como Francia, que
tiene 53.000 en riego bajo o goteo, el doble que Italia y que Portugal,
que tienen 27.000 y 22.000, respectivamente. También es el 27 por ciento
del riego por goteo instalado en toda España. En ese sentido se van
haciendo importantes avances. No cabe duda que la escasez obliga a
economizar el agua, y por tanto, cada vez que aparece una sequía se
multiplican rapidísimamente las puestas de regadío como microaspersión o
goteo. Hoy no se puede decir, salvo que se haga referencia a los regadíos
de la huerta tradicional, que se utiliza más agua de la necesaria. No
obstante, todo el mundo sabe que en los riegos tradicionales hay un uso y
un re-uso posterior de las infiltraciones que se producen, y la mejor
prueba de que en la cuenca del Segura no se malgasta el agua, a pesar de
que se hable mal de los riegos tradicionales, es que el río Segura hace
años que no desemboca en el mar, es el único río que no desemboca en el
mar; es el mar el que entra cerca de un kilómetro tierra adentro en su
cauce.




El señor PRESIDENTE: Señor Consejero, le ruego vaya terminando.




El señor CONSEJERO DE MEDIO AMBIENTE, AGRICULTURA Y AGUA DE LA REGION DE
MURCIA (Sánchez-Almohalla Serrano): Sí, señor Presidente.

La reutilización se está llevando al máximo. Se está en la línea de
mejorar todas las depuradoras, solamente con la finalidad de que el agua
que se suministre para los riegos vaya obteniendo mayor calidad. Pero no
hay posibilidad de obtener nuevos aportes de agua ni con el ahorro (se
mejorará la calidad, no el ahorro) ni con la reutilización. Y, desde
luego, puesto que la escasez de agua disponible, tanto del cauce del
Segura como del trasvase, va apretando cada vez más, las aguas
subterráneas están en una huida suicida hacia adelante, va aprovechando
al máximo las reservas, dejando esquilmados los acuíferos, disponiendo de
un agua con una calidad inusual para los riegos, y creando un problema
medioambiental que también hay que considerar porque es gravísimo.

Si el señor Presidente me permite un minuto, acabo contestando unas
preguntas al señor Ríos.




El señor PRESIDENTE: Si ese minuto va en beneficio de ahorrar tiempo en
la réplica, por supuesto.




El señor CONSEJERO DE MEDIO AMBIENTE, AGRICULTURA Y AGUA DE LA REGION DE
MURCIA (Sánchez-Almohalla Serrano): Me preguntaba cuál era la opción del
Gobierno de Murcia respecto a los 600 hectómetros, y ya he contestado
antes que se refuerce, que se haga viable el trasvase Tajo-Segura a
partir de aumentar los excedentes mediante obras.

Las políticas de ahorro del Gobierno van en la línea de la financiación
para mejoras de regadíos en la región; se pretende llevar a cabo en un
plazo de diez años la mejora de 66.000 hectáreas que no disponen en este
momento de técnicas de riego ni cauces adecuados.

Respecto a la efectividad del ahorro en la cuenca supongo que se refiere
a la que se ha propuesto en la cuenca en relación con el abastecimiento,
salvo en algún municipio que últimamente quizá por coincidir con fiestas
patronales se ha disparado. Los objetivos del 10 por ciento de reducción
en abastecimiento según la mancomunidad del canal del Taibilla se está
manteniendo. No obstante, creemos que puesto que el esfuerzo que se ha
exigido es muy largo, pues son catorce meses de restricciones, hay que
mantener la tensión sobre el usuario para que no decaiga el interés por
el ahorro y se consiga llegar al final de año hidrológico con el volumen
restringido que se envía este año para abastecimiento.

Y hablando de la tarifa que prevé el artículo 5, evidentemente esta
tarifa tampoco está, como ocurre con todo el real decreto que entiendo
que es no sólo de urgencia sino impreciso, confuso y hasta me permitiría
el lujo de decir que es arbitrario en el sentido de que no tiene en
cuenta las leyes del trasvase, leyes que no se atrevió a derogar ni a
modificar la Ley de Aguas, y ahora se pretenden modificar sustancialmente
mediante un real decreto-ley, cuestión que desde luego yo no entiendo.

Las tarifas, por supuesto, en el caso de que se hicieran estas obras,
deberán sufragar todos los gastos de sus infraestructuras y de las que
sean necesarias utilizar del trasvase, porque aunque se dice que aquí se
propone una derivación del acueducto, éste, señorías, que yo sepa, no
tiene ningún recurso; la cabecera es la que tiene recurso. Lo que se
derive del acueducto lo hace de los embalses de cabecera y, por tanto,
tiene que contar con bombeos desde Bolarque a La Bujeda, tiene que contar
con el peaje y, desde luego, no podría ser discriminatoria ni distinta
con respecto a la que se está utilizando ahora mismo para toda la cuenca
del Segura.




El señor PRESIDENTE: Si algún grupo quiere utilizar el derecho a réplica,
sería con suma brevedad. (Pausa.)
Por el Grupo Socialista, la señora Pardo Ortiz tiene la palabra.




La señora PARDO ORTIZ: A tenor de las explicaciones del Consejero quería
hacer algunas preguntas.

Anteriormente nos ha dicho el Presidente de la Confederación Hidrográfica
del Tajo que cuando se aprobaron los trasvases se empezó con una media de
1.200 hectómetros



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cúbicos de agua. También nos ha dicho que actualmente sólo está habiendo
una entrada del 57 por ciento de las previsiones a la cabecera del Tajo.

Por tanto, la media de trasvases que se está efectuando en estos momentos
está en torno a 270 hectómetros cúbicos, bien alejado de los 1.000 que
dice el Consejero y de los 1.250 e incluso 1.590 que se realizaron en los
primeros años del trasvase, según nos ha dicho antes el Presidente de la
Confederación Hidrográfica del Tajo. Se opone a un decreto basándose en
el cumplimiento de una previsión inicial, cuando en realidad la cabecera
del Tajo --y a lo largo de su explicación lo ha puesto de manifiesto--
está bastante desabastecida y lo que necesita es que se la recargue. Ese
recargo --ya lo ha dicho antes el Consejero y previamente lo había
manifestado el Presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo-- se
tiene que hacer mediante obras de trasvase (sólo se puede recargar
trasvasando) y yo me permito decir que con obras hasta la cabecera del
Tajo, así como con otras medidas que se han expuesto y que no voy a citar
por no alargarme ahora y que todos las conocemos. ¿No le parece al
Consejero que es contradictorio que se demande que tenga que haber
necesariamente obras de trasvases para abastecer la cabecera del Tajo,
para que pueda funcionar mejor el trasvase Tajo-Segura? Coincido con ello
totalmente y es justamente lo que prevé el Plan Hidrológico Nacional;
coincido totalmente con la apreciación del Consejero. Puede que para el
Consejero no y para otros grupos tampoco, pero para mí es ciertamente
contradictorio que se estén demandando mejoras para recargar esa cabecera
y por otro lado se opongan a que haya otro trasvase al Duero. A mí me
suena mal en este momento que el Gobierno de la región de Murcia diga que
se opone al trasvase al río Guadiana cuando se trata de estar
permanentemente reivindicando. No entro en qué acepción del término
solidaridad tiene cada cual, yo tengo la mía, pero no me suena bien que
el Gobierno de la región de Murcia diga tajantemente que se opone a que
se realice ese trasvase cuando el mismo se realizó en el momento en que
para la región de Murcia supuso 55.000 hectómetros cúbicos y 15.000
millones de pesetas. Pero esto también pueden ser apreciaciones y
sensibilidades diferentes.

La última pregunta que quería formular al Consejero es si el Gobierno de
la región de Murcia se opone a los trasvases, cuando por otro lado se
demanda que se cumpla la previsión del trasvase Tajo-Segura, a fin de
acercarse lo más posible a los 1.000 hectómetros cúbicos, sin tener en
cuenta si el recargue de la cabecera del Tajo está sólo al 57 por ciento
de lo que venía percibiendo cuando se decidió que el trasvase fueran
1.250 hectómetros cúbicos y si nos abstraemos de la sequía, que yo sí
considero que la sequía es un factor determinante, puesto que primero
dice usted que ha habido mala gestión en la cuenca del Segura (El señor
Sánchez-Almohalla: En el Tajo.), y acto seguido dice que tienen la mejor
modernización en el sistema de regadíos que hay en España. Tenemos una
buena distribución y una mejora de las depuradoras, y los problemas
derivados de la retirada de la fruta se deben más a política agraria
común que a cómo se distribuye o gestiona el agua. Por tanto, yo no
mezclaría una cosa con otra. En general, creo que ha estado bien
gestionada el agua en la región de Murcia y en la cuenca del Segura, y
espero que lo va a seguir estando, pero concluyo diciendo que todo el
arreglo de este problema está en el Plan Hidrológico Nacional. El Plan
Hidrológico Nacional consiste fundamentalmente en trasvases. Y mi
pregunta es: ¿Qué opinión le merecen al señor Consejero las declaraciones
del Presidente de su partido, don José María Aznar, cuando dijo que la
naturaleza había hecho a España media húmeda y media seca y que lo que no
podíamos pretender es violentar a la naturaleza? ¿Qué opinión le merece
eso, compaginándolo con la demanda permanente de trasvases, que mi grupo
sí los hace y los ha hecho, para la cuenca del Segura y que también
apoyamos cuando se hacen para otras cuencas deficitarias? Termino
diciendo que la conclusión de estos problemas necesariamente ha de venir
con la puesta en marcha del Plan Hidrológico Nacional, lo que requiere
posicionamientos claros sobre algo que es fundamental en un plan
hidrológico: trasvasar agua de donde la hay a donde no la hay.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora De Palacio.




La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: Brevísimamente, señor
Presidente, quiero dar las gracias al señor Consejero y la enhorabuena
por la claridad de sus afirmaciones y de su exposición.

Lo siento pero tengo que hacer una manifestación. Aquí no se trata de
trasvases sí trasvases no. Creo que es una estupidez plantear el debate
en esos terrenos. Todos somos partidarios de los trasvases si existen
excedentes y son necesarios esos trasvases. No es cuestión de satanizar
los trasvases ni de decir que son la panacea universal. El problema es
otro. Es, primero, ¿existen excedentes en una cuenca? Segundo, ¿hay
demandas capaces de cubrir los costos que supone llevar agua de una
cuenca a otra? Y a partir de ahí podemos hablar.

Hay trasvases que no plantean problema alguno. En la cabecera del Ebro se
está haciendo el trasvase a Bilbao, que son 150 hectómetros cúbicos al
año, y nadie se acuerda de ello. Podemos hablar del trasvase del Ter, en
Barcelona, en la cuenca de los Pirineos orientales, que no plantea
problema alguno. De lo que tenemos que hablar es del problema de
trasvases en los que existan excedentes para que se produzcan. ¿Y cuándo
ha saltado la polémica de manera brutal en Castilla-La Mancha? Cuando nos
hemos encontrado con una cabecera del Tajo desprovista de excedentes. Ese
es el problema; ése es el meollo.

Creo que ha habido una frase del Consejero que ha sido clara y meridiana
respecto a todo el problema que estamos viendo hoy. Cuando se planteó el
trasvase de la cabecera del Tajo se hablaba de trasvasar excedentes. En
este caso, cuando no se plantea un reforzamiento de la cabecera del Tajo,
sino que a palo seco se plantea un trasvase más de esa cabecera del Tajo,
no estamos trasvasando excedentes, estamos trasvasando volúmenes ya
concedidos, ya utilizados, ya demandados y ya asignados. Esa es una
solidaridad muy distinta. En el caso del trasvase de excedentes de
cabecera del Tajo --y hago abstracción de los 55 hectómetros



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cúbicos de este verano que, además, como dice muy bien el Consejero son
sólo 31; ésa es una cuestión distinta porque no había excedentes--, si
exceptuamos los 31 hectómetros cúbicos de este verano, hasta ahora sólo
se han trasvasado excedentes. Además, incluso con el trasvase de este
verano no se han dejado de cubrir las necesidades de la cabecera del
Tajo. Sin embargo, la situación es ahora distinta. Es que, a costa de
disminuir las necesidades, las demandas y las posibilidades de desarrollo
y de crecimiento de la cuenca del Segura, que se han producido en función
de una ley del año 1971, de unas obras y de unas inversiones efectuadas,
a cambio de eso vamos a ir a socorrer unas necesidades que son
absolutamente ciertas y que efectivamente existen en Castilla-La Mancha.

Pero en opinión del Grupo Popular se trata de que esas necesidades en
Castilla-La Mancha también se cubran con excedentes y no a costa de un
agua que está siendo utilizada, que es absolutamente necesaria, que está
mimada y cuidada con el máximo rigor y administrada con las máximas
posibilidades en el Segura. Esa es la clave de todo lo que estamos aquí
debatiendo. A partir de aquí es de lo que tenemos que hablar. La
solidaridad de los usuarios del Tajo-Segura con el Guadiana va a ser muy
superior, infinitamente superior, si es que esto se mantiene así, a la de
los ribereños del Tajo con el Segura, en su día, porque los ribereños del
Tajo sólo daban excedentes, era un agua que si no corría y llegaba a
Portugal, y no prescindían de sus posibilidades ni limitaban sus
desarrollos. Y aquí estamos hablando de limitar los desarrollos y las
posibilidades del Segura para solucionar un problema en el Guadiana. Eso
es lo que se plantea.

Que quede muy claro lo que el señor Aznar ha dicho. Y a ver si se lee
toda la cita, porque no es una declaración, es una cuestión tratada en
una revista que, además, estaba escrita como estaba escrita, pero de paso
léase la cita entera. Le voy a enviar una fotocopia para que se entere de
una vez. Es verdad que hay cosas que no se pueden hacer. Murcia, por
mucho que se riegue y que se lleve agua en un trasvase, va a seguir
siendo una región seca, lo cual no quiere decir que no se vaya a poder
tener unas zonas de regadío, que son cosas distintas. Eso es así. Lo que
hay que plantearse es que previamente a cualquier trasvase tienen que
existir los excedentes. En cuanto a los excedentes calculados de la
cabecera yo he dicho --en ese mismo sentido se ha manifestado el
Consejero-- que ha habido un fallo de gestión y que, además, ha habido
una sequía clarísima, que nadie niega, y que afecta a las posibilidades
en la cabecera. Pero hay que decir que una mejora en la gestión puede
subvenir a los 600 hectómetros cúbicos, y lo que hay que hacer es
reforzar esa cabecera. En el proyecto del trasvase Tajo-Segura se hablaba
de los efluentes de Madrid como elementos de reforzamiento de esa
cabecera, y no sólo de los efluentes de Madrid sino sobre todo del
sistema Jarama, Alberche y toda la parte de Gredos. Eso es así, aparte de
las posibilidades que puedan venir del Duero o de otras zonas.




El señor PRESIDENTE: Después de esta interpretación que yo considero que
ha sido por alusiones a unas declaraciones utilizadas por la señora Pardo
con todo el derecho, quiero recordar a los miembros de esta Comisión que
el compareciente es el señor Consejero y que cualquier pregunta que se
formule va dirigida al señor Consejero. Entiendo también que ante
matizaciones alusivas a unas determinadas declaraciones algún portavoz de
grupo parlamentario en esta Comisión se vea en la necesidad de responder
y clarificar las posturas. Esta Presidencia comprende que estamos en una
fase de comparecencias para clarificar todas las preguntas que haya
respecto al proyecto de ley del trasvase Tajo-Segura, pero quien tiene la
obligación de contestar prioritariamente es el compareciente, en este
caso el Consejero de Medio Ambiente, Agricultura y Agua de la Comunidad
de Murcia.

Para terminar este tema de una forma adecuada, constructiva, doy la
palabra a la señora Pardo Ortiz.




La señora PARDO ORTIZ: Sólo quiero manifestar mi protesta porque el
Presidente está siendo muy riguroso en imponer los criterios con los que
se debe funcionar durante toda la sesión, pero siempre después de que
éstos han sido vulnerados. Yo he recibido una contestación por parte de
otro grupo. El Presidente ha dicho que daba tasado el tiempo de
intervenciones de los grupos; nos lo ha advertido antes de empezar la
comparecencia. La portavoz del grupo que me ha contestado no ha utilizado
el tiempo de réplica para hacer nuevas preguntas al Consejero; lo ha
utilizado con posterioridad, cuando le tocaba intervenir al Consejero
para contestarme. Yo lamento, y quiero que conste en el «Diario de
Sesiones», que todas estas observaciones, que me parecen absolutamente
pertinentes, se vengan haciendo en el transcurso de la mañana después de
haber sido vulnerado el Reglamento. En cualquier caso, aprovecho que
estoy en el uso de la palabra para agradecer al señor Consejero las
contestaciones que estime darme a las preguntas que he formulado.




El señor PRESIDENTE: A lo largo de las 53 reuniones que llevamos de esta
Comisión nunca ha sido intención de este Presidente de la Comisión
vulnerar el Reglamento. Creo que es muy fuerte, dicho en un léxico suave,
hablar de vulneración del Reglamento. Yo no tengo conciencia de haber
vulnerado el Reglamento. Quiero manifestar que la Presidencia siempre
tiene la tendencia a la máxima flexibilidad, criterio que ha aplicado en
esta Comisión, y a tratar de clarificar con más o menos tiempo,
pasándonos del habitual, pero dejando las cosas claras a la salida de
esta reunión. Este ha sido el motivo de tratar de convertir estas
comisiones en comisiones eficaces que resuelvan problemas, resuelvan
posturas y den motivo al diálogo, que es para lo que estamos aquí los
parlamentarios. Tal vez su criterio en estos momentos sea distinto al que
yo he aplicado, pero le puedo asegurar que no ha habido ninguna intención
por mi parte sino que, compréndalo usted como ponente, cuando un ponente
está interviniendo en nombre de un grupo parlamentario es bastante
difícil interrumpirle o, mejor dicho, es fácil pero de una forma poco
eficaz, y para conseguir que las reuniones sean eficaces y que todos
puedan desarrollar sus preguntas y sus respuestas, evidentemente, a veces
resulta un poco duro,



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un poco difícil interrumpir a un ponente cuando está en plena exposición.

Por eso me he permitido hacer los comentarios a posteriori a lo largo de
toda la mañana, precisamente para ver si los ponentes ayudaban a esta
Presidencia, en las comparecencias posteriores, a llevar la reunión de
una forma más eficaz, más cronometrada en el tiempo y más de acuerdo con
el tenor de estas reuniones.

En definitiva, como todavía nos quedan comparecencias, insisto en
solicitar de todos los componentes de los grupos parlamentarios que se
atengan a lo que todos tenemos in mente, el Reglamento de esta Cámara, y
que lo compaginen con el tiempo que necesitan para exponer sus
manifestaciones, formular sus preguntas y plantear sus tomas de posición.

Tiene la palabra el señor Consejero para que conteste a las preguntas que
le han sido formuladas últimamente.




El señor CONSEJERO DE MEDIO AMBIENTE, AGRICULTURA Y AGUA DE LA REGION DE
MURCIA (Sánchez-Almohalla Serrano): Una en concreto la tengo que matizar.

En ningún momento he dicho que el Gobierno de la región de Murcia se
oponga a este trasvase que propone el real decreto. He dicho que se opone
si es lo único que ofrece. En ese sentido, creo que ya se han producido
intervenciones aquí que han insistido en el tema. Mientras no haya
excedentes, no puede haber más trasvases. El Gobierno no se opone a los
trasvases. Es más, el Gobierno de la región de Murcia está a favor del
Plan Hidrológico Nacional, que no contempla solamente trasvases, como ha
dicho S. S., sino que también lleva consigo ahorro, reutilización, mejora
en la eficiencia del agua, mejor uso de las aguas subterráneas, es decir,
toda una serie de cosas. Como muy bien dijo en su momento el responsable
del Ministerio de Obras Públicas durante una sesión en Zaragoza, los
trasvases son necesarios, pero son dolorosos y caros. Con palabras mucho
más brillantes, al final vino a decir que era el recurso que le quedaba.

Estoy hablando del Ministro de Obras Públicas.

Nosotros estamos a favor del Plan Hidrológico Nacional, siempre que se
hable de cuencas excedentarias, de que haya excedentes. En el mismo caso
estamos con este real decreto. El Gobierno de la Región no se opone al
trasvase de 50 hectómetros cúbicos, pero sí en estas condiciones.

En ningún caso he dicho que la gestión en el Segura fuera mala, aunque es
mejorable. Yo he hablado de una mala gestión en la cabecera del Tajo, no
en la del Segura. Sobre esto no hay más que decir porque creo que ha
quedado suficientemente claro.

Hay un aspecto en el que quiero volver a insistir. Dije en un primer
momento de mi intervención que son problemas dignos de resolver. A
nosotros no nos falta sensibilidad. Sabemos lo que son la sequía y la
escasez. No nos falta sensibilidad para atender los problemas que sufren
ya no sólo en el Guadiana sino en la cabecera de los embalses del Tajo.

Los tres hectómetros cúbicos que se proponen para las poblaciones que
existan al lado de la traza nos parecen legítimos. En ese sentido no creo
que hubiera ningún problema, pero siempre con esa matización: si hay que
reducir tres hectómetros cúbicos de los 600, habrá que prever
indemnizaciones. De todas formas, cualquier distribución de algo
permitido por la ley tendría que ser con indemnizaciones que en ningún
caso aparecen en el real decreto.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Consejero, por su
comparecencia.




--DEL SEÑOR PRESIDENTE DEL SINDICATO DE RIEGOS DEL ACUEDUCTO TAJO-SEGURA
(GARCIA YELO), PREVIAMENTE AL VENCIMIENTO DEL PLAZO PARA LA PRESENTACION
DE ENMIENDAS AL PROYECTO DE LEY POR EL QUE SE ADOPTAN MEDIDAS URGENTES DE
MEJORA DEL APROVECHAMIENTO DEL TRASVASE TAJO-SEGURA, PARA INFORMAR ACERCA
DEL MISMO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR. (Número de
expediente 219/000899.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a la quinta y última comparecencia del orden
del día, la del señor García Yelo, Presidente del Sindicato de Riegos del
Acueducto Tajo-Segura, para informar acerca del proyecto de ley del que
nos hemos ocupado durante esta mañana.

Tiene la palabra la señora De Palacio.




La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: Quiero, en primer lugar, dar las
gracias al Presidente de la Comunidad de Regantes del Tajo-Segura, señor
García Yelo, por su presencia aquí en el Congreso de los Diputados, para
hablar de un asunto que obviamente --y ha quedado todavía más de
manifiesto en estas últimas intervenciones-- les afecta de manera
clarísima, como es el trasvase de 53 hectómetros cúbicos del
Tajo-Guadiana, en una situación en la que, según se nos ha dicho por el
Presidente de la Confederación del Tajo, se estima, tanto por parte de
dicha presidencia como por parte, supongo, del Ministerio, que no hay
excedentes en la cabecera del Tajo para cubrir los primeros 600
hectómetros cúbicos que contempla la primera fase del desarrollo del
trasvase Tajo-Segura. Tengo entendido que disponen de estudios
encargados, por ejemplo, a la Universidad Politécnica de Valencia. Así
pues, la primera cuestión que quiero plantearle es si los estudios de que
dispone el señor García Yelo coinciden en la apreciación de que no
existen caudales suficientes en la cabecera del Tajo, regulados por
Entrepeñas y Buendía, para subvenir a los 600 hectómetros cúbicos que
contempla en la primera fase la Ley de 1971 y la Ley de 1980. Esta es la
primera pregunta.

La segunda es qué opinan los regantes del Tajo-Segura de la cesión
permanente de parte de esos 600 hectómetros cúbicos, concretamente de 53
hectómetros cúbicos, que se repartirán --supongo-- con el canal de El
Taibilla, aunque eso tampoco está claro en el decreto-ley, ya que no se
dice qué parte va a ser a costa del canal de El Taibilla, a costa de esas
hipotéticas desaladoras de las que se nos han hablado, ni qué parte sería
a costa de los riegos del Tajo-Segura. Se



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van a ceder de manera definitiva esos derechos que tienen concedidos y es
obvio que se va a producir una prioridad para el uso de esos 53
hectómetros cúbicos, si no en su totalidad sí en gran medida, en tanto en
cuanto van destinados en su mayoría --según se nos ha dicho hoy aquí, que
no lo dice el decreto-ley-- a abastecimiento y según la Ley de Aguas la
prioridad es el abastecimiento sobre el regadío. Queremos saber cuál es
su opinión al respecto, máxime cuando todo el mundo sabe que el
desarrollo de esas hectáreas que están al otro lado del Tajo-Segura, en
la cuenca del Segura --estamos hablando de entre 75.000 y 80.000
hectáreas--, han supuesto un esfuerzo inversor importante, y además de
ellas depende una serie de familias y una riqueza importante dentro de la
producción de la cuenca del Segura.

La siguiente cuestión que le pregunto es: De las hectáreas de regadío del
Tajo-Segura, ¿cuántas han sido transformadas incorporando las técnicas
más punteras de riego, es decir, técnicas de goteo, de exudación, de
microaspersión? ¿Cuántas son las que están ya equipadas con esas técnicas
que son enormemente ahorradoras de agua? ¿Cuál es la dotación media?,
aunque ya sabemos que estos años no valen porque todos conocemos lo que
ha pasado, que ni media ni nada, que han tenido la de socorro y punto. Al
hilo de esto quiero pedirle que nos diga si el uso de estos 53
hectómetros cúbicos de riego de socorro que han utilizado se ha limitado
--como se ha dicho, aunque desde otros sitios se ha negado-- a lo que es
arbolado y cultivos. En el fondo lo que uno se estaba jugando era la
inversión, el capital, no el rendimiento anual. Me gustaría que, si
pudiera, me diera alguna explicación al respecto, aunque no corresponde a
la cuestión que nos ocupa.

Por último, quiero señalar que la tarifa de riego que ustedes contemplan
en este momento se refiere a la legalidad anterior a la Ley de Aguas de
1985. Además, ahora la han subido, según tengo entendido, a 17 ó 18
pesetas; creo que ha sido hoy precisamente. Quisiéramos saber si ustedes
preferirían un cambio en el sistema tarifario o, por el contrario,
prefieren el que tienen. Como conjunto y final de todo este asunto, nos
gustaría saber cuál es el volumen de negocio que depende de todo el
Tajo-Segura, cuál sería la afección y en qué condiciones ustedes
reclamarían unas compensaciones a esas afecciones, que supondría el
detraer de las cantidades que ya tienen asignadas un volumen de 53
hectómetros cúbicos, porque, como se ha dicho en un momento dado, aquí no
estamos hablando de trasvasar un excedente, sino de trasvasar un agua
cuyo uso ya está establecido y determinado.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que desean formular preguntas
al compareciente? (Pausa.) Por el Grupo Federal de Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya tiene la palabra el señor Ríos.




El señor RIOS MARTINEZ: En la reunión de la Mesa y los portavoces
estuvimos de acuerdo con la solicitud de comparecencia porque, siendo el
compareciente Presidente del Sindicato de Riegos del Acueducto
Tajo-Segura, en realidad este decreto --hoy ya proyecto de ley, puesto
que lo estamos tramitando porque el Pleno del Congreso autorizó su
modificación-- afecta precisamente a ese acueducto Tajo-Segura. Mi
primera pregunta hace referencia a la exposición de motivos y al objetivo
del proyecto. El proyecto señala: Tenemos un desequilibrio hídrico en una
cuenca, la cuenca del Guadiana. Tenemos poco explotado el acueducto
Tajo-Segura. Mejoremos, incrementemos el rendimiento de las
infraestructuras existentes utilizando, para resolver estos problemas
hídricos, este acueducto Tajo-Segura. A continuación dice que esto
posibilita un trasvase de 50 hectómetros cúbicos, textualmente, a La
Mancha, pero no precisa si estos 50 hectómetros corresponden al criterio
de solidariad, excedente o no excedente --ya no quiero entrar en eso--,
acumulado a los compromisos para un trasvase, o si se van a detraer. Por
tanto, la primera pregunta es: ¿Consideran ustedes que este decreto
modifica las condiciones establecidas en la ley del trasvase? En segundo
lugar, ¿consideran ustedes que esta propuesta significa reducción de
volúmenes? Le anticipo --no sé si usted estaba en la sala-- que el señor
Baltanás ha dicho que, según está propuesto en el decreto, como es
prioritario el abastecimiento que señala el artículo 1.º de este
decreto-ley, será prioritario, por ejemplo, para necesidades de regadío.

Ya le han anunciado que, en caso de que haya necesidad de trasvases para
regar --en principio el trasvase se hizo con un objetivo determinado--,
prioritarios serán estos 50 hectómetros cúbicos. Además, le han dicho:
Pero del agua del trasvase que va para abastecimiento al Taibilla también
se descontarán estos 50 hectómetros; se lo vamos a compensar con
desaladoras. Como el tema del abastecimiento no es de su negociado, me
voy a referir al objetivo inicial. ¿Considera usted que esta medida va a
afectar a las condiciones, seguridad o estabilidad, acentuando los
compromisos de sequía? Es decir, ¿la solidaridad de los probables
acueductos se ejerce con una opción segura --puesto que ésta es una
medida que da una seguridad para diez años-- hasta 50 hectómetros? ¿De
qué manera cree usted que debiéramos compaginar esta seguridad de 50
hectómetros para diez años con las seguridades que ustedes deben de tener
en ese acueducto Tajo-Segura?
Me gustaría que usted nos explicara de qué manera se gestiona el agua que
se recibe en el Tajo-Segura, de qué manera se garantiza que llega a todas
las personas que participan, de qué manera se garantiza que no se
despilfarra o reutiliza agua y que se dirige realmente al objetivo
primero, de qué manera se toman medidas para que llegue a los que
debieran ser receptores del recurso agua. ¿Por qué hago estas preguntas?
Porque la mejor fórmula es predicar con el ejemplo y explicar cómo se
está administrando ese recurso escaso para poder garantizar que las
medidas de austeridad, de ahorro y de reutilización también se han tomado
en el seno del sindicato. En suma, lo que intento saber es qué
iniciativas se han tomado para que la gestión del recurso agua, escaso,
que además llega de la forma que llega, tenga una garantía de estabilidad
en la medida de lo posible.

Voy a ir terminando, haciéndole la pregunta sobre el precio. Yo se la he
hecho antes al Consejero de la Comunidad Autónoma de Murcia. En este
decreto se declaran de



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interés unas obras de infraestructura nuevas --se han explicado también
antes--, que estaban previstas dentro de la actuación del Ministerio, que
van a afectarse para facilitar las condiciones de este trasvase y a las
que los usuarios o receptores van a hacer frente, tanto a las obras en
infraestructura --costo nuevo-- como en conservación. ¿En qué condiciones
debe hacerse para el tramo que se usa en común? Si el agua viene de la
cabecera del Tajo, habrá que añadir costo energético. De la tarifa que
ahora mismo tienen ustedes, ¿cuántas pesetas son por cada metro de costo
energético? que habría que derivar también porque estos mismos
hectómetros cúbicos necesitarán ser elevados, necesitarán pagar su peaje.

Si partimos de 10 pesetas de costo de las infraestructuras nuevas, ¿a
cómo va a salir ese agua y qué equilibrio va a haber entre los
receptores? Porque éstos al final van a ser usuarios del acueducto, van a
serlo directa o indirectamente.

Termino, señor Presidente, preguntando cuáles serían las exigencias que
el sindicato que usted representa haría a este decreto para que nosotros
como grupo parlamentario lo podamos enmendar, si es que tiene algún
defecto. Si son todo virtudes, estoy convencido que no lo enmendaremos y
que su aportación se hará desde el concepto de solidaridad, puesto que me
imagino que somos receptores y aportadores en este caso de solidaridad.

En todo caso, espero su respuesta para después proceder, si es necesario,
a hacer algún tipo de precisión.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Pardo en nombre del Grupo
Parlamentario Socialista.




La señora PARDO ORTIZ: Quiero agradecer la presencia del señor García
Yelo en la Comisión, darle al mismo tiempo la bienvenida y hacerle dos
preguntas.

Previamente a la presentación de estos dos decretos-leyes por parte del
Gobierno, todos los agentes sociales en Murcia, si mal no recuerdo
--comunidad de regantes, instituciones--, pedían un trasvase de socorro
en torno a 55 hectómetros cúbicos, que podían ser 50; también se decía
sottovoce que con 45 hectómetros cúbicos se paliaban las necesidades.

Luego tuvieron dificultades para repartirse el agua en Murcia.

Abstrayéndonos de que al final hubiera una menor rentabilidad de esa agua
por el tiempo que duró su reparto en la cuenca del Segura, más o menos el
trasvase que se hizo fue en torno a lo que se pedía. Yo quería saber qué
opina acerca de que, una vez enviado el trasvase que reclamaban las
diferentes instituciones y gentes sociales, se haya aprobado otro
trasvase para otra zona que también está en crisis de sequía. Esta es una
pregunta. La otra pregunta es la siguiente: ¿Es su sindicato también
partidario de que sólo haya trasvases cuando haya excedentes?



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor García Yelo para responder
a las preguntas formuladas por los distintos portavoces de los grupos
parlamentarios.




El señor PRESIDENTE DEL SINDICATO DE RIEGOS DEL ACUEDUCTO TAJO-SEGURA
(García Yelo): Empiezo agradeciendo a esta Comisión la oportunidad de que
por primera vez la voz de los regantes se oiga en estos sitios donde yo
creo que con más frecuencia se debía recurrir a oír al usuario. Yo soy un
modesto empresario agrícola, no soy hombre versado en leyes, pero tengo
la responsabilidad de defender a los 44.000 regantes que actualmente
están integrados en el acueducto Tajo-Segura al hacer uso de las
infraestructuras del trasvase; regantes de la provincia de Alicante, de
la provincia de Almería y de la región de Murcia.

Voy a ser muy estricto en las contestaciones, ya que veo que nos ha
quedado poco tiempo. Como siempre, los representantes de la
Administración han tenido más oportunidad de exponer sus criterios que el
hombre del campo, que ha llegado el último y que, iba a decir, sin agua
para beber, pero corrijo porque he visto que me la han traído. Es escasa
pero todavía hay. Haré uso, si algo queda inconcreto, de la posibilidad
de complementarlo por escrito, como ha ofrecido el señor Presidente
anteriormente.

La Diputada doña Loyola de Palacio ha hecho referencia a los excedentes
en la cabecera del Tajo y me pregunta cómo nosotros valoramos esos
excedentes. Siempre ha sido una gran preocupación de los regantes saber
de qué recursos se dispone. Es lógico porque, respetando la prioridad de
uso establecida en el artículo 58 de la Ley de Aguas, el abastecimiento
dispone, en primer lugar, de los primeros excedentes, y el usuario
regante utiliza lo que queda. Nosotros insistimos --y lo hemos
conseguido-- en que se realizaran unos estudios completamente fiables por
una entidad solvente y totalmente ajena a intereses relacionados con el
trasvase, para que se realizara la valoración exacta de las posibilidades
del trasvase Tajo-Segura. La realidad es que la Universidad Politécnica
de Valencia y el análisis de los datos facilitados por la Confederación
Hidrográfica del Tajo en cuanto a la explotación de los recursos de
Entrepeñas y Buendía nos hace tener la seguridad de que el trasvase
Tajo-Segura es viable, de que si se hubieran administrado bien los
recursos de Entrepeñas y Buendía, nosotros no estaríamos ahora mismo en
la situación en la que estamos, ni la cabecera del Tajo se habría quedado
con 131 hectómetros cúbicos al final de este año hidrológico, sino que
habrían quedado por encima de 600 hectómetros cúbicos, después de haber
atendido las demandas de los regantes del Segura, en orden a las
dotaciones demandadas en los distintos años, según las necesidades, al
mismo tiempo que, como he dicho anteriormente, se respetaran las
generosas dotaciones de que se dispone en los regadíos de la cabecera del
Tajo, que no llegan ni siquiera a utilizarlas, porque es imposible
utilizar 25.000 hectómetros cúbicos por hectárea y año, sino que por sus
canales tienen que circular --por la mala infraestructura de que disponen
los regadíos de Aranjuez-- unos caudales abundantísimos para que puedan
tomar la cantidad que ellos necesitan. Sin embargo, sí se ha visto
afectado el uso recreativo de los embalses de Entrepeñas y Buendía al
bajar los recursos a unos límites que si no han llegado a afectar al
límite mínimo de explotación --que son 118,8 hectómetros cúbicos--, sí ha
afectado a esos usos recreativos, que tampoco se hubieran visto afectados
de haber llevado a cabo una buena explotación de la cabecera del Tajo.




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Yo creo que el Presidente de la Confederación Hidrográfica del Tajo ha
tratado de diferenciar el «antes de» y el «después de», es decir, que ha
habido una época de generosidad y después hubo una época de sensatez; que
en esa época de generosidad no se contó con la sequía y parece ser que
entonces las necesidades energéticas justificaban aquellos desembalses
brutales --no tienen otra calificación-- que se hicieron y que después,
junto con la sequía, nos han llevado a esta situación límite en la que
nos encontramos en la cuenca del Segura.

Cesión de parte de los 600 hectómetros cúbicos. Después de releer el
Decreto 8/1995 y después de oír lo que se ha dicho aquí esta mañana,
todavía me cuesta trabajo creer que la Administración haya hecho una
propuesta que significa reducir los recursos que van a la cuenca del
Segura, porque eso significa acelerar la catástrofe de la cuenca del
Segura. En la cuenca del Segura se está subsistiendo gracias única y
exclusivamente a la sobreexplotación de los recursos subterráneos, pero
es una situación límite y, además, un límite insostenible. Nosotros
estamos extrayendo del orden de 700 hectómetros cúbicos al año, cuando
solamente se debieran extraer 250 hectómetros cúbicos. Se ha obtenido tan
mala cantidad de agua que nos encontramos con que en esta última campaña
de riego el deterioro del recurso hídrico ha llegado hasta el extremo de
que se va a aportar más de medio millón de toneladas de sal a las tierras
de cultivo. Este es un procedimiento que no falla; se acaba con el
recurso y se acaba con la calidad de las tierras útiles para el cultivo
agrícola.

¿Cuál es el destino de los 50 hectómetros cúbicos? Pues, según el
preámbulo del decreto, resolver un problema acuciante del abastecimiento
en la cuenca del Guadiana y mejorar el suministro a las Tablas de
Daimiel. También, según el preámbulo, parece que quedaba muy claro que
eso se hacía sin modificar el suministro de los 600 hectómetros cúbicos
de una cuenca a otra. No dice de una cuenca a otras, sino de una cuenca a
otra; se entiende que del Tajo al Segura. Si no se modifican los 600
hectómetros cúbicos del Tajo al Segura, el Segura debe recibir los 600
hectómetros cúbicos.

Ahora bien, cuando se pasa a la parte dispositiva, el panorama cambia
totalmente; la parte dispositiva no es concordante con el preámbulo. En
la parte dispositiva ya no se habla del máximo de 50 hectómetros cúbicos,
sino de una media durante 10 años. Esto quiere decir que no es que se
puedan trasvasar 50 hectómetros cúbicos en un año, sino que se pueden
trasvasar 50, 100, 150 y 200 hectómetros cúbicos, porque respetando la
media de 10 años, está claro que en un año en que haya posibilidades
porque en el Tajo haya más recursos o porque no se hayan trasvasado en
años anteriores se puede pisar el acelerador del trasvase al Guadiana y
llevarnos a una detracción que no está cuantificada, sino que queda en el
aire. Se habla de un límite de 10 años, pero en lo que se refiere a las
Tablas de Daimiel el suministro se hace permanente; luego no es
coincidente con el límite de los 10 años.

Nosotros, lamentando mucho esta expresión, no podemos admitir en manera
alguna que se detraigan recursos de los destinados a la cuenca del Segura
en la primera fase del trasvase para atender unas necesidades en la
cuenca del Guadiana, necesidades que, según la justificación que se
plantea en el decreto, no son prioritarias, puesto que no se trata de
abastecimiento ni de regadío, sino que es para un uso medioambiental.

Aquí lo único que queda claro es lo relativo a las Tablas de Daimiel. En
el Real Decreto no se justifica lo que se va a destinar al abastecimiento
en el Guadiana ni a quién se van a destinar esos recursos de
abastecimiento; todo eso queda en el aire, pero, repito, lo que queda
claro es que se consolida el envío de recursos a las Tablas de Daimiel,
con lo cual se está derogando el artículo 58 de la Ley de Aguas, que
establece la prioridad de uso, al poner el empleo medioambiental de las
Tablas de Daimiel por delante del abastecimiento y por delante del
regadío, que tienen prioridad.

En el trasvase Tajo-Segura la dotación máxima es de 5.000 metros cúbicos
por hectárea y año, y digo la máxima porque hay zonas regables en las
que, al haberse valorado los recursos subterráneos o los recursos de
aguas superficiales de la cuenca que tiene asignada esa zona, se ha dado
menor dotación de agua del trasvase. Por ejemplo, en riego de Levante y
margen izquierda, la dotación es de poco más de 2.000 metros cúbicos por
hectárea y año, porque, repito, se han valorado los recursos que tiene
cada zona. Pero la realidad es que la transformación de las zonas de
riego del trasvase no se hizo a demanda de los regantes, sino que se
crearon las comisiones técnico-mixtas, donde estaban representados los
Ministerios de Obras Públicas y de Agricultura, y se determinaron las
zonas regables, la limitación de superficie y las dotaciones asignadas.

Es más, el Iryda nos dijo entonces a los regantes que o transformábamos
nosotros o esos recursos quedarían a disposición de la Administración, y,
por lo tanto, las tierras serían expropiadas, para que, como digo, la
Administración hiciera la transformación. Por tanto, el regante del
trasvase Tajo-Segura se ha visto obligado a hacer la transformación de
secano en regadío y, como es natural, un regante de la cuenca del Segura
acepta esa obligación sin duda alguna; es decir, se endeuda en todo lo
que tiene y no renuncia a la posibilidad de transformar unas tierras de
secano en regadío. Pero lo que no se le había dicho al regante del
Tajo-Segura es que los recursos que iba a recibir serían esporádicos y
que, por tanto, el regadío que transformaba no era un regadío estable
sino eventual, y que, consecuentemente, no debía hacer plantaciones
arbóreas, porque un regadío eventual no permite hacerlas, y el que hace
plantaciones arbóreas con unos recursos eventuales categóricamente va a
la ruina.

¿Cómo se ha salvado ese regante que ha hecho las plantaciones arbóreas
--y de las 75.000 hectáreas hay aproximadamente 40.000 de plantaciones
arbóreas--? ¿Cómo se ha defendido? Pues se ha defendido esquilmando los
recursos subterráneos de la cuenca del Segura y secando poco a poco esas
plantaciones arbóreas, porque con la mala calidad del agua y con la
escasez del recurso hídrico esos árboles sobreviven de tan mala manera
que en vez de crecer después de la plantación, al tercer año de
plantación, que ya debía producirse el desarrollo normal del árbol para
empezar la producción, nos encontramos con que a los catorce años el
árbol se ha estabilizado como si tuviera



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tres años de existencia. Se le secan las partes altas que se eliminan con
la poda. La madera se endurece porque no tiene el recurso hídrico
necesario y, en definitiva, muchas veces, al cabo de catorce años de
haber hecho una plantación, se llega a la conclusión de que es más
rentable arrancar la plantación y hacer una nueva que tratar de
mantenerla con un mal rendimiento y en unas condiciones tan precarias que
no se sabe dónde va a llegar.

¿Qué es lo que está ocurriendo actualmente en la cuenca del Segura? Que
se está produciendo el fenómeno de transformación del regadío en secano,
porque no se dispone del recurso hídrico. ¿Se renuncia a esa zona de
regadío? En manera alguna, porque la inversión está hecha y es muy
cuantiosa. Además, afecta de manera notoria a la actividad obrera en el
regadío. Es decir, la mayor rentabilidad que tienen las aguas del
trasvase en la cuenca del Segura es la rentabilidad social. En la zona de
riego del trasvase se gastan en una hectárea como mínimo 500.000 pesetas
por hectárea y año en mano de obra de cultivo. Cuando se llega a cultivo
hidropónico de circuito cerrado se llega hasta a 4 millones de pesetas
por hectárea y año. Eso se puede demostrar con nóminas y datos que
garantizan absolutamente la fiabilidad de esta información. Por
consiguiente, en la cuenca del Segura nos encontramos en la zona de riego
de trasvase con una situación --repito-- límite e insostenible.

¿Cuál es nuestro objetivo? La supervivencia hasta que se normalice la
cabecera del Tajo, porque la verdad es que no creemos que esta sequía
haya llegado a un límite de un precipicio donde no haya recuperación
alguna. Lo cierto es que estos años de sequía en la cuenca del Segura y
en el Tajo están siendo muy largos y difíciles de llevar, pero existen
datos estadísticos que demuestran que ha habido sequías tan largas como
las que estamos padeciendo y más aún en la cuenca del Segura y en la del
Tajo. Es raro que los técnicos de la explotación de Entrepeñas y Buendía
no miraran hacia atrás y observaran que esos años de agua abundante
tenían un precedente también de años secos. Hay datos de la cuenca del
Tajo desde el año 1913 y no siempre fueron años de agua abundante,
también los había de sequía, y eso demostraba que la única posibilidad de
que el trasvase sobreviviera era haciendo una explotación hiperanual de
los embalses de Entrepeñas y Buendía. Esto lo contempló el Centro de
Estudios Hidrográficos que determinó unas normas de explotación de
Entrepeñas y Buendía antes de empezar la explotación del trasvase. En
ellas se advertía la necesidad de esa explotación hiperanual para
garantizar las demandas que posteriormente habían de venir desde la
cuenca del Segura.

¿Qué es lo que ocurrió? Ya se ha dicho aquí también esta mañana, que los
años anteriores al trasvase, precisamente los años anteriores al año
1979, fueron unos años abundantísimos, con unas aportaciones de 1.300,
1.500 y 1.600 hectómetros cúbicos/año, es decir, unas aportaciones
superiores a la media, y quizá con la justificación de la necesidad
energética se llegó a esa explotación ruinosa de Entrepeñas y Buendía que
nos ha colocado a todos en una situación gravísima, tanto que puede ser
irrecuperable si esto no tiene una solución rápida. Por tanto, en estos
momentos, ¿cómo podemos nosotros decir que contemplamos con serenidad una
ley que pretende reducir los recursos que están destinados a la cuenca
del Segura? Y más una ley que, al parecer, si tiene una justificación
--difícil justificación-- de abastecimiento, va a tener prioridad, como
es natural, en cuanto a los regadíos y va a tener que compartir esa
prioridad con los abastecimientos de la cuenca del Segura.

El trasvase de los 55 hectómetros cúbicos como riego de socorro llegó
tarde, se decidió tarde, hubo una actuación dubitativa que nosotros no
encontramos justificada, y con él se resolvió lo que se pudo resolver.

Hubo total solidaridad dentro de los regantes de la cuenca del Segura.

Los regantes del trasvase cedimos inicialmente parte de esos recursos
para que pudiera poner en marcha los escasos recursos que había de los
regadíos tradicionales y se pudiera regar al propio tiempo con los
regadíos del trasvase. Cedimos gratuitamente los canales del Estado, por
los que nosotros pagamos una tarifa y en cambio los regadío tradicionales
no, y sin esa utilización de los canales del Estado no hubiese sido
posible regar con recursos tan exiguos las zonas de riego de los regadíos
tradicionales. Gracias a eso se salió, aunque mal y tarde, de una
situación angustiosa y que vuelve a repetirse ya, que es resolver un
problema pero en unas circunstancias tan mínimas, con un parcheo tan
exiguo, que estamos en la misma situación en que estábamos hace
escasamente treinta y cinco o cuarenta días. Estamos con la misma
necesidad de agua.

En cuanto a las tarifas de riego, la que nosotros utilizamos hasta ahora
era de 13,68 para regadíos; desde el día 4 de octubre 18,23. Con esas
tarifas de riego la mayor parte, como es natural, corresponde a los
gastos de elevación desde Bolarque a la Bujeda, que son 250 metros de
elevación. Nosotros siempre hemos dicho que no nos negábamos al valor del
coste de la tarifa, sino a que estuviese mal hecha la tarifa. Estaba mal
hecha la de 13,68 y está mal hecha la de 18,23, porque no se han hecho
las correcciones debidas en esas concesiones iniciales que se dieron para
la elevación del agua de Bolarque a la Bujeda y a nosotros nos cuesta más
cara el agua que si hubiese simplemente unos grupos de bombeo con la
tarifa más cara normal de electricidad. Nos costaría menos que tener una
participación en una elevación reversible que resulte que cuando sube el
agua nuestra gana dinero y cuando baja el agua suya gana dinero. Quienes
ganan dinero ahí son los que disfrutan de esa concesión. A nosotros nos
traería muchas más cuenta que se expropiara la concesión y que se dejara
simplemente un bombeo puro, con lo que sería mucho menos costosa la
tarifa.

La afección en la cuenca del Segura, ya lo he dicho, es ruinosa, es
acelerar la ruina en la cuenca del Segura, no tiene paliativo. Si además
se disminuyen los recursos que se destinan al abastecimiento, la cosa ya
no tiene solución. Este año las aportaciones superficiales de la cuenca
del Segura no habrían sido suficientes para atender al abastecimiento si
no hubiera llegado el agua que ha llegado. Luego si empezamos por tener
que compartir el agua de abastecimiento, si los regantes nos quedamos en
un último término para lo que quede, si la explotación de la cabecera



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del Tajo no se mejora, que puede mejorarse sensiblemente con obras
muchísimo menos costosas que las que se van a hacer para el Guadiana,
resulta que estamos, como he dicho antes, en una situación de precariedad
de recursos en la que mal puede desenvolverse un cultivo agrícola, que lo
que necesita esencialmente es la regularidad del recurso.

Los sistemas de riego que se utilizan en las zonas del trasvase son los
más avanzados que existen en el mundo, e invito a quien quiera verlos. No
sólo son el riego localizado por goteo, sino sistemas de invernadero con
circuito cerrado, sistemas donde se mide la temperatura del agua, se
proyecta la fertilización del agua y se proyecta la polinización de lo
que se cultiva dentro del invernadero. El uso del recurso hídrico no se
puede aquilatar más.

El regante, de ser agricultor, ha tenido que pasar a ser empresario
agrícola. Nosotros hemos conseguido acceder directamente a los mercados
donde se venden nuestras mercancías. Tenemos una variedades precoces que
tienen una comercialización clara y terminante en el mercado, con un
período de tiempo de vigencia, y al finalizar ese período ya se tiene
prevista una variedad nueva con la que se puede incidir y propiciar un
mercado que responda a la producción que nosotros tenemos. Se está
incidiendo en el mercado, de manera que el producto que nosotros
cultivamos tenga ya una demanda propicia en ese mercado. Pues bien, todo
esto se rompe cuando hay irregularidad de suministro, ya que, en este
caso, las grandes cadenas de distribución lo que hacen es sancionar al
proveedor que no cumple con sus contratos. Se da el caso de que esas
empresas organizadoras de la explotación y venta de esos recursos han
tenido que buscar recursos ajenos sin gastar dinero para tratar de cubrir
esas necesidades y que no mermen sus posibilidades.

Señor Presidente, yo sé que me va usted a decir que me estoy extendiendo
mucho...




El señor PRESIDENTE: No deja de ser interesante lo que usted está
diciendo, pero, por la hora que es, le rogaría que se limitara a
concretar las respuestas a las preguntas formuladas por sus señorías.




El señor PRESIDENTE DEL SINDICATO DE RIEGOS DEL ACUEDUCTO TAJO-SEGURA
(García Yelo): Procuraré hacerlo e insisto una vez más en que ampliaré
por escrito lo que no sea posible dar a conocer aquí, porque la verdad es
que falta tiempo, no cabe la menor duda.

Contestando al señor Ríos le diré que la exposición de motivos no es
concordante con la parte dispositiva. Es confusa, es contradictoria. Por
tanto, nosotros no podemos aceptarla. Es inaceptable. De la única manera
que se podría aceptar la ley es redactando de manera clara y terminante
la prioridad de los 600 hectómetros cúbicos destinados a la cuenca del
Segura, distribuidos en la cuenca del Segura y comprometidos con los
usuarios de la cuenca del Segura. Debe quedar claro y terminante que los
600 hectómetros cúbicos, determinantes en la primera fase del trasvase,
han de tener prioridad sobre los recursos que se destinen al Guadiana.

Esta es la única posibilidad que hay para aceptar la ley.

¿Hay reducción? Naturalmente que la hay. Si una parte de los 600
hectómetros cúbicos se van a destinar al Guadiana, nosotros recibiremos
nuestra parte menos lo que se destine al Guadiana. ¿Hay solidaridad con
los usuarios del Guadiana? Nosotros no tenemos el menor inconveniente en
tener solidaridad con ellos, pero yo creo que repartir miserias no
resuelve nada. Ni siquiera creo que los 50 hectómetros cúbicos resuelvan
los problemas del alto Guadiana ni del acuífero 23. No soy yo técnico en
la materia, pero, si se ha dicho aquí que hay un déficit acumulado de
4.000 hectómetros cúbicos, si hay una sobreexplotación de 300 hectómetros
cúbicos, ¿cómo con 50 hectómetros cúbicos se van a resolver los problemas
del acuífero 23? ¿Qué se les va a contar a esos señores propietarios de
15.000 pozos cuando se les diga que con 50 hectómetros cúbicos les ha
llegado la panacea y van a resolver sus problemas? Ahí se engaña a
alguien, o a los de la cuenca del Segura, que no van a recibir lo que se
les ha concedido por ley, o a los de la cuenca del Guadiana, que no van a
resolver sus problemas, aunque mermen nuestras escasas posibilidades.

Seguridad de esos suministros. Pues bien, tal como está la cabecera del
Tajo, absolutamente ninguna. Garantía de distribución en el trasvase. La
garantía de distribución en el trasvase se fundamenta en una norma que
nosotros tenemos y es que la dotación asignada por zonas es lo que se
respeta para hacer la distribución proporcional de los recursos que se
reciben. Dentro de la junta de gobierno del Sindicato central de regantes
del acueducto Tajo-Segura están representadas todas las zonas de riego, y
cada representante de zona tiene que dar cuenta a las comunidades de
regantes de su zona de cuál es la distribución que se ha hecho. Hasta el
último regante y el más viejo del lugar, cuando le dice que se
distribuyen 20 ó 25 hectómetros cúbicos, echa mano de su papelico y sabe
lo que le toca a su comunidad, y como es natural se preocupa de que la
parte que le corresponde a sus tierras le llegue. Por tanto, hay garantía
total y absoluta, y repito mi invitación para que ustedes vean cómo se
hace eso y que contrasten lo que estoy diciendo con los propios regantes,
y que digan ellos si se les atiende y se les da la distribución con toda
garantía.

El precio del agua en el Guadiana yo creo que no puede ser asumible. Para
usos medioambientales, en manera alguna. Si lo pagan como lo han venido
pagando hasta ahora, eso sí, porque de los ochenta y tantos hectómetros
cúbicos que se han mandado a las Tablas de Daimiel no se ha pagado ni un
duro. Por ese procedimiento, se si aplica la misma tarifa a los recursos
que ahora se van a trasvasar, la cosa no falla, se puede trasvasar todo
lo que se quiera. Pero nosotros, en la cuenca del Segura, que es donde se
reciben los ingresos del agua distribuida del trasvase, de la cuenca del
Guadiana, no se ha recibido ni un duro. En las Tablas de Daimiel, ¿qué
usuario es el que ha pagado eso? Nadie. Por tanto, destinar recursos que
yo creo que estarían siempre, como mínimo, al precio de la tarifa del
trasvase Tajo-Segura, con el incremento de las 10 pesetas por metro
cúbico que dicen ellos que va a costar la amortización de esa obra,
considero que sería inviable para uso medioambiental



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y también inviable para el regadío; simplemente para el abastecimiento,
si no se aplica la tarifa de abastecimiento: si se aplica también les
sale más caro.

En cuanto a la exigencia de la ley que sale del Decreto 8/1985 ya lo he
dicho antes, la exigencia indiscutible es que se respeten sin lugar a
dudas, con prioridad, los 600 hectómetros cúbicos del trasvase
Tajo-Segura, porque están comprometidos de tal manera que se produciría
un daño irreparable en los usuarios de dicho trasvase, y porque si no se
dispone de esos recursos, la incidencia económica superaría los 400.000
millones de pesetas en las pérdidas que se pueden ocasionar. En el año
1993-1994 las pérdidas que se han podido contabilizar superaron los
63.000 millones de pesetas; en 1994-1995, aunque no nos han terminado
todavía el estudio, van a superar los 88.000 millones de pesetas. Repito,
si ahora hay que repartir la miseria de los recursos que se destinan a la
cuenca del Segura con otros usuarios que tienen la misma miseria que
nosotros, no se va a hacer más que perjudicar a la cuenca del Segura,
pero no se va a resolver ningún problema en el Guadiana.

La señora Pardo me pregunta por el trasvase de los 55 hectómetros fuera
de tiempo. Ya ha dicho el Consejero de Agricultura que sólo se enviaron
31, porque el resto ha sido un ahorro dentro del uso de abastecimiento.

Fuera de tiempo, sin lugar a dudas, es decir, con 60 días de retraso. Por
tanto, ha resuelto menos problemas de los que podía resolver. En
consecuencia, la tensión entre los regantes era muchísimo mayor, la
dificultad en la distribución muchísimo mayor, pero se ha hecho
honestamente la distribución de estos recursos y el Sindicato central de
regantes puede garantizar y dar la cara porque esa distribución se ha
hecho justo dentro de las posibilidades y de la normativa establecida de
distribución.

Trasvase al Guadiana, trasvase de excedentes. No se puede contar más que
con los excedentes de una cuenca. Ese es el fundamento del Plan
Hidrológico Nacional. Si no hay excedentes, no puede haber trasvases. No
hay posibilidad de sustentar un trasvase si no están garantizados los
excedentes, y cuando lo estén hay que garantizar también que el receptor
de esos recursos sepa dónde se mete y sepa lo que tiene que pagar, porque
muchas veces se habla con alegría de que se hagan trasvases, y yo creo
que son muy pocos los regantes en España que sepan lo que cuesta un
trasvase y las penalidades y las complicaciones que hay que sufrir para
llevar adelante esos cultivos con el agua que procede de un trasvase.

He terminado, señor Presidente. Gracias por la tolerancia en el tiempo.

Insisto una vez más en que complementaré por escrito lo que haya quedado
sin responder.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor García Yelo.

No sé si existe por parte de algún grupo parlamentario la intención de
utilizar el turno de réplica. (Pausa.)
Se lo agradezco mucho.

Para terminar, solamente decir que la señora Pardo ha manifestado antes
que se ha vulnerado el Reglamento por parte de este Presidente, así lo ha
calificado. Le ruego, si lo tiene a bien, y si no es así lo sentiré, pero
no creo que sea insalvable la situación, que simplemente diga si mantiene
ese calificativo o bien lo puede argumentar con otro distinto.




La señora PARDO ORTIZ: El señor Presidente ha efectuado, después de una
intervención de un portavoz de un grupo, una observación diciendo que no
era procedimiento que se contestara porque ya estaba el consejero para
hacerlo. Y justamente lo ha dicho después de haberse efectuado esa
contestación.

Quiero dejar constancia de que mi reproche es a esa actuación. Si vulnera
o no es a juicio del Presidente, cuando él mismo ha hecho una solicitud
de que ése no era el procedimiento. La valoración que haga el propio
Presidente.

También quiero manifestar que no ha sido ésa la trayectoria inicial desde
que comenzó la sesión, puesto que el Presidente no tuvo ningún problema
para, en un momento determinado, hacer la observación al Director General
de Recursos Hidráulicos de que estaba efectuando una contestación que, a
juicio del señor Presidente, no le parecía correcta. Como en la réplica,
después, el Presidente de la Comisión ha dicho que no era su voluntad
cortar, quiero poner de manifiesto que se ha hecho y en esta misma
mañana. Y ahora una valoración personal, con muy pocos motivos, porque
estábamos en un tema en el que es verdad que se ha iniciado por parte de
la portavoz del Grupo Parlamentario Popular, con todo el derecho, un
enmarcar su intervención en un ámbito mucho más extenso que lo que nos
ocupa el Decreto-ley que estamos estudiando esta mañana.

El Director General de Recursos Hidráulicos ha contrarreplicado a la
portavoz del Grupo en el mismo ámbito y ha sido la observación del señor
Presidente de la Comisión.

Esa es la manifestación que he hecho con anterioridad.




El señor PRESIDENTE: Entiendo perfectamente que tal vez la Presidencia,
en este caso yo, en un momento determinado, cuando ha habido una
intervención por parte de la señora De Palacio en el turno de réplica,
debería haber esperado a que se solicitara el turno de réplica por
alusiones o por motivos de orden. Es un fallo que yo asumo, que, en lugar
de proceder a dar la palabra sin más, tenía que haber preguntado por qué
motivos pedía la palabra, si era por cuestión de orden o por alusiones.

Lo acepto, eso ha sido así, no tengo ningún rubor en decirlo, y lo
lamento.




La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: Señor Presidente...




El señor PRESIDENTE: Un momento, señora De Palacio. Si me pide la
palabra, yo se la doy. ¿Es para una cuestión de orden?



La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: Es por alusiones, señor
Presidente.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra.




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La señora DE PALACIO DEL VALLE-LERSUNDI: Brevísimamente.

Señorías, yo no he contestado en ese aspecto a la intervención del
Director General de Obras Hidráulicas cuando ha empezado a meterse en las
opiniones de política hidráulica general del Partido Popular, porque
consideraba que estaba fuera de lugar. No se trataba de un debate con el
Director General en esos terrenos. Pero ya que se ha planteado por parte
de la portavoz del Grupo Socialista, sí quiero hacer una precisión.

Al hilo de su intervención, yo he enmarcado este trasvase en lo que es
una política de trasvases o no. Al principio de mi intervención, a lo que
se ha agarrado el Director General para incluso decir cosas que yo no
había dicho --porque el Director General trae preparado «a priori» lo que
me va a contestar, pues tiene unas ideas bastante preconcebidas y es
bastante monorraíl--, pero yo no he querido entrar en ese debate en ese
momento y ahora le contesto, lo que he dicho ha sido que en el párrafo
segundo de la exposición de motivos del Decreto-ley en debate se hacía
referencia al retraso del plan hidrológico nacional por culpa de un
acuerdo de esta Cámara. Lo único que he dicho --está recogido en las
actas taquigráficas y se verá y no he consumido ni medio minuto-- ha sido
que si está retrasado el plan hidrológico nacional es porque no se ha
elaborado conforme a la Ley de Aguas. Eso ha sido lo único que he dicho y
a eso se ha agarrado el Director General, como siempre, para provocar un
debate bastante fuera de lugar y fuera de contexto, porque aquí de lo que
queríamos hablar era de un asunto muy concreto que es este Decreto-ley.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias. Dentro del contexto del trabajo de
esta Comisión, agradezco a todos su presencia. Se levanta la sesión.




Eran las tres y diez minutos de la tarde.