Ogi-apurra
vidparl1889
Eduardo Toda y Güell: 130 años de la llegada de los documentos de las Cortes de Cerdeña al Archivo del Congreso de los Diputados
El 14 de marzo de 1889, Joaquín Rivera del Pino, archivero-bibliotecario del Congreso de los Diputados, recibió los primeros documentos adquiridos en la isla de Cerdeña por el diplomático Eduardo Toda y Güell (1855-1941), documentación que constituirá uno de los fondos históricos más importantes del Archivo del Congreso de los Diputados: las Cortes de Cerdeña (1327-1859). Este fondo, compuesto por un total de 52 legajos y 805 expedientes, reúne valiosa información parlamentaria referida a las Cortes celebradas en la isla durante la dominación aragonesa, además de cartas reales, numerosa correspondencia y documentos judiciales y feudales. Nacido en Reus (Tarragona) en 1855, este escritor, coleccionista, pionero en el ámbito de la Egiptología española, restaurador, etc., fue hijo del que fuera alcalde de la misma ciudad y diputado en Madrid por Tarragona de 1867 a 1868, Eduardo Toda y Albertos, y de Francesca Güell y Mercader, hermana del periodista y político republicano José Güell y Mercader, diputado por Tarragona en las Cortes Constituyentes de 1873-1874. Tras estudiar Derecho en Madrid entre 1871 y 1873, y posiblemente ayudado en parte por la estrecha relación ideológica y personal de su tío con el presidente de la Primera República Emilio Castelar, Toda comenzó su carrera diplomática vinculado al Ministerio de Estado, que le concedió en 1876 el que será el primero de sus múltiples destinos: el viceconsulado de la colonia portuguesa de Macau. Ilustración 1: Eduardo Toda con el uniforme
reglamentario de vicecónsul español (1883). © Museu de Reus Salvador Vilaseca, MR 13865. La curiosidad y ansias de saber van a marcar sus andanzas como diplomático en el Extremo Oriente, Egipto y Cerdeña, y lo llevarán a aprovechar todas las oportunidades que dichas misiones le brindaron. Por ejemplo, su inquietud y la amistad forjada con los egiptólogos del Servicio de Antigüedades cuando fue vicecónsul en El Cairo (1884-1886) le llevaron a ser el encargado de supervisar la apertura, vaciado y estudio de la tumba intacta de Sennedjem (Theban Tomb 1), una de las más conocidas y profusamente decoradas de la necrópolis tebana de Deir el-Medina. En la primavera de 1887, y a sugerencia de su amigo y ministro de Ultramar Víctor Balaguer, fue destinado en comisión de servicios a la capital de Cerdeña, Cáller. El Ministerio de Estado le encomendó la misión de recorrer los archivos, bibliotecas y colecciones privadas sardas en búsqueda de documentación para la confección de una memoria sobre la dominación aragonesa de la isla. Inmerso en esta tarea, y consciente desde el inicio del gran potencial "de los importantes documentos históricos que en ella existen referentes a nuestra pasada dominación de cuatro siglos", el 20 de diciembre de ese mismo año Toda escribió una carta a Antonio Cánovas del Castillo, por aquel entonces director de la Real Academia de la Historia, ofreciéndose a "reunir los dispersos elementos de nuestras Cortes sardas". Para dicho cometido contaba con medios limitados, por lo que le proponía lo siguiente: "Si lo cree bien, se interese con quien corresponda para que se me conceda un crédito de siete u ocho mil reales, cuya inversión justificaré, y con el cual prometo traer a España valiosos Procesos de Cortes y gran copia de documentos con que completar las colecciones que atesoran nuestros Archivos". El interés de Cánovas fue manifiesto y, como la Real Academia de la Historia no contaba con los fondos necesarios para auxiliar a Toda, decidió remitir la solicitud al entonces presidente del Congreso de los Diputados, Cristino Martos Balbi. Por considerar los documentos históricos que Toda tenía pensado adquirir en la isla "de sumo interés para la historia parlamentaria", la Comisión de Gobierno Interior acordó en su sesión de 20 de enero de 1888 concederle un crédito de 2000 pesetas. El 20 de junio de 1888, Toda da informe detallado del resultado de sus investigaciones en Cáller, Sácer y Castillo Aragonés, de los Parlamentos que allí se reunieron durante la dominación aragonesa y de la suerte que habían corrido los Procesos y Capítulos de dichas Cortes, y proporciona un listado de los documentos que iba a entregar al Archivo de la Cámara. Además, hace hincapié en la singularidad de estos -"en España no existe de ellos vestigio alguno, según informes que me he procurado en los Archivos de Simancas, Alcalá y Barcelona"- y en la necesidad de continuar con su recopilación en otras ciudades sardas, considerándose honrado si el Congreso de los Diputados le confiase una nueva misión. Por segunda vez, la Comisión de Gobierno Interior, reunida el 19 de julio de 1889, respondió positivamente a la solicitud de Toda y le concedió otro crédito para la adquisición de nuevos documentos: 4000 pesetas, que le serían abonadas al depositar la documentación en el Archivo del Congreso. Destinado entonces como cónsul en Finlandia, vuelve a trasladarse a Cerdeña durante seis meses, durante los cuales recopilará por diversos medios "la respetable cantidad de 18 895 folios y documentos". Aunque la tarea no fue fácil debido a la precariedad de las comunicaciones en la isla, dio por finalizada su labor afirmando lo siguiente: "El éxito ha superado mis mejores esperanzas, porque he podido traer a España una completísima colección de documentos únicos, que por hallarse mal guardados en poder de particulares y corporaciones que no los entendían, hubieran podido fácilmente desaparecer o ser destruidos en grave daño de nuestra historia patria". El 23 de junio de 1890, cuando el Archivo ya estaba en posesión de los documentos, la Comisión de Gobierno Interior acuerda no solo el pago de las 1500 pesetas adicionales que Toda había excedido del crédito que le había concedido el Congreso, sino que, debido a la más que notable satisfacción con su trabajo, decide proponer al Ministerio de Estado que le conceda la más alta condecoración que pudiera otorgársele. Además, le encarga la realización de una Memoria sobre las fuentes para el estudio de la historia parlamentaria española en Cerdeña y, nuevamente, responde positivamente a una tercera y última iniciativa propuesta por Toda: coleccionar algunos Capítulos y Procesos de las Cortes sardas que se encontraban en Turín desde mediados del siglo XVIII. La documentación custodiada en el Archivo del Congreso testimonia la encomienda de esta nueva misión por el norte de Italia y la aprobación del proyecto de la memoria presentado por el propio Toda. Durante el mes de julio de 1890, la Comisión de Gobierno Interior decidió asimismo abonar a Toda "la cantidad de cinco mil pesetas como remuneración por dichos trabajos (haciendo referencia al encargo del 19 de julio de 1889) y por la Memoria que desea redacte U. acerca de las fuentes para el estudio de la Historia parlamentaria de Cerdeña". Sin embargo, de la recepción de la misma o de documentos procedentes de Turín no se tiene constancia expresa en el Archivo, si bien es conocido que el 2 de noviembre de ese mismo año Toda le envió dicho trabajo -titulado Cortes españolas de Cerdeña- al presidente del Congreso. El fin de la relación de Toda y el Congreso de los Diputados coincidió con nuevos encargos consulares que, desde 1893 a 1901, le llevaron a diversos destinos europeos, llegando a ser cónsul general de Londres, París y Hamburgo, o miembro de la comisión española para la negociación de la paz entre España y EEUU. Con el inicio del nuevo siglo, abandonó su carrera diplomática y se dedicó a los negocios, principalmente en Inglaterra, si bien dedicará las últimas décadas de su vida a la labor restauradora de los monasterios del Escornalbou y de Poblet. El Monasterio de Poblet, del que quedó profundamente impresionado con tan solo 15 años, fue su residencia hasta su muerte en 1941, además del lugar de su sepultura. Ilustración 2: Eduardo Toda en la Casa del Patronato del Monasterio de Poblet (c. 1940). Fotografía del Monasterio de Poblet (Tarragona)
BIBLIOGRAFÍA DE LOS MANUSCRITOS DE EDUARDO TODA SOBRE SUS TRABAJOS EN CERDEÑA: Scala, L. (ed.) (2009). Eduardo Toda i Güell. Memoria sobre los Archivos de Cerdeña: Edició íntegra del manuscrit inèdit. Arxiu de tradicions de l'Alguer. Dolianova, Cagliari. Armangué, J. (ed.) (2009). Eduardo Toda i Güell. Cortes españolas de Cerdeña: Edició íntegra del manuscrit inèdit. Arxiu de Tradicions de l'Alguer. Dolianova, Cagliari. Información actualizada en 2019 |