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DS. Congreso de los Diputados, Pleno y Dip. Perm., núm. 61, de 12/11/2020
cve: DSCD-14-PL-61 PDF



CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


PLENO Y DIPUTACIÓN PERMANENTE


Año 2020 XIV LEGISLATURA Núm. 61

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª MERITXELL BATET LAMAÑA

Sesión plenaria núm. 58

celebrada el jueves,

12 de noviembre de 2020



ORDEN DEL DÍA:


Debates de totalidad de iniciativas legislativas. (Continuación):


- Proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021. 'BOCG. Congreso de los Diputados', serie A, número 35-1, de 30 de octubre de 2020. (Número de expediente 121/000035) ... (Página2)



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SUMARIO


Se reanuda la sesión a las nueve de la mañana.


Debates de totalidad de iniciativas legislativas. (Continuación) ... (Página2)


Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021 ... (Página2)


En turno de fijación de posiciones intervienen los señores Echenique Robba, del Grupo Parlamentario Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, y Rufián Romero, del Grupo Parlamentario Republicano.


En nombre del Gobierno contesta la señora ministra de Hacienda (Montero Cuadrado).


Replica el señor Rufián Romero y duplica la señora la señora ministra de Hacienda.


En turno de fijación de posiciones interviene la señora Arrimadas García, del Grupo Parlamentario Ciudadanos.


En nombre del Gobierno contesta la señora ministra de Hacienda.


Replica la señora Arrimadas García y duplica la señora ministra de Hacienda.


En turno de fijación de posiciones interviene la señora Sagastizabal Unzetabarrenetxea, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV).


En nombre del Gobierno contesta la señora ministra de Hacienda.


Replica la señora Sagastizabal Unzetabarrenetxea y duplica la señora ministra de Hacienda.


En turno de fijación de posiciones interviene el señor Matute García de Jalón, del Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu.


En nombre del Gobierno contesta la señora ministra de Hacienda.


Replica el señor Matute García de Jalón y duplica la señora ministra de Hacienda.


En turno de fijación de posiciones interviene la señora Lastra Fernández.


Cierra el debate la señora ministra de Hacienda.


Sometidas a votación las enmiendas a la totalidad de devolución presentadas, se rechazan por 31 votos a favor más 119 votos telemáticos, 150; y 71 en contra más 127 votos telemáticos, 198.


Se levanta la sesión a la una y quince minutos de la tarde.


Se reanuda la sesión a las nueve de la mañana.


DEBATES DE TOTALIDAD DE INICIATIVAS LEGISLATIVAS. (CONTINUACIÓN):


- PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA EL AÑO 2021. (Número de expediente 121/000035).


La señora PRESIDENTA: Buenos días, señorías. Se reanuda la sesión.


Continuamos con el punto relativo al debate de totalidad del proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021. En turno de fijación de posiciones, por el Grupo Parlamentario



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Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, tiene la palabra el señor Echenique Robba.


El señor ECHENIQUE ROBBA: Gracias, señora presidenta.


Compatriotas que estáis siguiendo este Pleno desde casa, a vosotros y a vosotras me quiero dirigir en primer lugar. (Rumores). A la inmensa mayoría...


La señora PRESIDENTA: Perdone, señor Echenique, perdone un segundo.


Ruego silencio, por favor. El Pleno se ha iniciado.


El señor ECHENIQUE ROBBA: Como decía, a la inmensa mayoría de la gente no se os escucha en la arena pública, no se os da la palabra en los medios de comunicación, no podéis hablar desde esta tribuna; soy muy consciente de ello y cada vez
que -yo sí- puedo hacerlo, reconozco este hecho. Por eso, cada vez que me preparo un discurso, cada vez que me preparo una entrevista, recuerdo que vosotros y vosotras no tenéis ese privilegio; recuerdo que cada palabra importa, y me pongo a mí
mismo dos objetivos: que lo que diga sea útil, que sirva para mejorar la vida de la gente, y que sea verdad. Humildemente, eso es lo que intento hacer siempre y lo que voy a intentar hacer hoy. Voy a intentar decir desde aquí, al menos, alguna
verdad útil, por responsabilidad, por dignificar un poco esta tribuna después de las barbaridades que escuchamos ayer, y porque de mentiras inútiles, de hecho de mentiras perjudiciales, creo que vamos bien servidos.


La primera verdad, señora ministra, es que los ataques de la prensa de ultraderecha a usted por su acento son repugnantes, son repugnantes. (Aplausos). Tengo que decirle que a mí me encanta su acento y me encanta escuchar acento andaluz en
esta Cámara; me encanta escuchar acento andaluz. (Aplausos).


La segunda verdad es que hoy celebramos una buena noticia. Es verdad que la situación es preocupante, es verdad que la epidemia pasa por un momento muy grave, todo esto es bien cierto y nadie tiene el poder de arreglar esto de la noche a la
mañana. Pero también es cierto que hoy, en este Pleno del Congreso de los Diputados, celebramos una buena noticia; es cierto y es útil tenerlo presente. Esta epidemia nos tiene tan acostumbrados a las malas noticias que tenemos la obligación de
reconocer y poner en valor las buenas, que también las hay, aunque solo sea para sobrevivir psicológicamente. La semana pasada, por ejemplo, el pueblo estadounidense echaba al machismo, al racismo, al negacionismo climático, al máximo valedor de la
ultraderecha de la Casa Blanca; este lunes recibíamos esperanzadoras noticias de una posible vacuna para el COVID-19, y hoy iniciamos el trámite de los presupuestos que mandan al basurero de la historia la cruel y fracasada receta neoliberal de la
austeridad; tres buenas noticias en tan solo una semana. Es verdad que esto son buenas noticias y es bueno reconocerlo porque ya tenemos a demasiados operadores interesados en negarlo.


Desde la ultraderecha política y mediática nos dirán -nos dicen ya- que Trump fue un gran presidente, que Biden ha cometido fraude electoral, que la vacuna lleva nanorrobots controlados por Bill Gates y Soros a través del 5G, que la
austeridad neoliberal funciona muy bien y que los presupuestos del Gobierno de coalición van a sumir a España en un infierno socialcomunista. Otros, mejor intencionados pero igualmente equivocados, nos intentarán decir que no son buenas noticias
porque podrían ser mejores. Analicemos el curioso razonamiento. ¿Sería mejor que en vez de Biden fuera presidente Bernie Sanders o Alexandria Ocasio-Cortez? Pues sí. ¿Sería mejor que la vacuna llegará antes, fuera española y la patente fuera
abierta? Pues también. ¿Podrían ser mejores estos Presupuestos Generales del Estado? Pues claro, ya me gustaría a mí que Unidas Podemos tuviera cien diputados y que muchas cosas fueran mejores. ¿Significa esto que echar a Trump, el 90 % de
efectividad de la vacuna de Pfizer o unos presupuestos que entierran la austeridad son malas noticias? Yo diría que no. ¿Y saben ustedes quién entiende esto muy bien? La gente que tiene problemas reales para llegar a fin de mes y necesita buenas
noticias aquí y ahora.


Lo que nos ocupa hoy es una buena noticia, y hay que decirlo alto y claro. Lo es, en primer lugar, porque supone un cambio de lógica económica de 180 grados. Para que se entienda bien lo que quiero decir: ¿Que significó la austeridad
neoliberal de la última década? Un dogmatismo, una superstición, podríamos decir, que mantenía que cuando vienen mal dadas, cuando hay una crisis, la tienen que pagar los de abajo. ¿Cómo? Aplicando una serie de recetas. Uno, el Estado no puede
asumir deuda. Dos, los privilegios fiscales de las grandes fortunas y las grandes corporaciones o bien no se tocan o bien se incrementan. Por falta de ingresos, esto conduce automáticamente a algunas o a todas las siguientes recetas. Tres,
malvender empresas públicas o, cuatro, subir impuestos a la clase trabajadora para evitar



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la debacle total de ingresos. Cinco, y en todo caso, recortar en sanidad, en educación, en dependencia y en todo lo público, aprovechando ya de paso para privatizar. Seis, reducir los salarios y facilitar el despido. Siete, el mercado
usted no me lo toca, que los precios de las mascarillas, de los productos del campo, de la luz y del agua o de los alquileres los fija, con infinita justicia, el sortilegio de la mano invisible. Esta cancamusa mágica, este terraplanismo económico
que defendían y aún defienden los economistas neoliberales de PP, Ciudadanos y VOX, no solo causó un enorme sufrimiento a millones de familias, no; además de cruel, fue un fracaso para la economía, haciéndonos perder una década como país.


Pues bien, hoy empezamos a tramitar unos Presupuestos Generales del Estado que certifican la derrota histórica de esta ideología fracasada en España, y eso es una buena noticia. Solo algunos datos que respaldan esta afirmación. En primer
lugar, estos presupuestos traen exactamente lo contrario a los recortes: el mayor techo de gasto de la historia de nuestro país y la mayor subida interanual, con muchísima diferencia; un espectacular 53,7 % de aumento, lo que recientemente el
portavoz de Ciudadanos, el señor Edmundo Bal, llamaba en este mismo hemiciclo gasto, gasto y gasto, intentando desacreditarlo como una terrible práctica socialcomunista. Efectivamente, estos presupuestos traen gasto, gasto y gasto, lo que las
personas con sensibilidad social llamamos inversión pública, como nunca antes. Estos presupuestos traen un aumento del 75 % en sanidad; más del 50 % de aumento en ciencia e innovación; más de 5000 millones de euros en transición ecológica, en
digitalización o en el impulso de la industria; casi 1800 millones de euros en vivienda; un aumento de 500 millones en becas; un aumento del 46 % en dependencia; 700 millones para replantear el sistema de cuidados; permisos de maternidad y
paternidad de dieciséis semanas; 200 millones para el Plan Corresponsables; 200 millones para ampliar las escuelas infantiles; más de 180 millones en políticas contra las violencias machistas; 4000 millones para proteger el empleo por los ERTE o
el Plan Me Cuida; casi 2000 millones en políticas activas de empleo; actualización de las pensiones y del salario de los funcionarios, y subida del 5 % del Iprem. Unas cifras históricas.


En segundo lugar, estos presupuestos traen exactamente lo contrario al grillete ordoliberal sobre las cuentas públicas, un 11,3% del PIB en 2020 y un 7,7 en 2021, según este proyecto, casi un 20% del PIB en deuda adicional en dos años.


En tercer lugar, estos presupuestos traen exactamente lo contrario a blindar los privilegios fiscales de grandes fortunas y grandes corporaciones: recaudar por arriba para proteger a los de abajo, en cumplimiento del artículo 31 de la
Constitución española.


En cuarto lugar, compromiso para regular el precio de los alquileres para evitar subidas abusivas. Cuando la mano invisible del mercado le amarga la vida a la gente trabajadora es obligación de cualquier democracia decente coger la mano
invisible y ponerle unas esposas. Lo dice, con otras palabras, el artículo 128 de la Constitución española. (Aplausos). Por cierto, este compromiso concomitante con el acuerdo de presupuestos pretende que se pueda llevar a otros territorios lo
que se ha hecho ya con la ley catalana, esa que el señor Casado y el abogado Albert Rivera quieren tumbar para beneficio de los fondos buitre. (Rumores).


Resumiendo: aumento histórico del gasto público, endeudamiento muy importante para proteger a la gente y a la economía, subida de impuestos a las grandes fortunas y grandes corporaciones e intervención del mercado inmobiliario. Tenga
cuidado, señora Arrimadas, no vaya usted a acabar apoyando unos presupuestos socialcomunistas. Perdóneme la ironía, pero es que lo de estas últimas semanas está siendo curioso de ver. No solo dijeron ustedes que veían con buenos ojos unos
presupuestos que son todo lo contrario a su ideología, no solo dijeron que los iban a apoyar, aunque su objetivo fundamental era alejar a Unidas Podemos de estas cuentas, es que últimamente están diciendo cosas que sonrojan todavía más, si me
permite. Estos días han dicho, por ejemplo, que han parado la derogación de la reforma laboral del PP. Créanme que no, créanme que no. No han parado ustedes nada, señora Arrimadas. Conozco bien a la ministra Yolanda Díaz y le garantizo que el
desmontaje de la reforma laboral del PP va a ser absoluto. (Rumores.-Aplausos). Han dicho ustedes que han evitado la subida del IVA a la educación privada y a la sanidad privada. (Un señor diputado pronuncia palabras que no se perciben). No es
así, señora Arrimadas, no es así. Ustedes ni siquiera han estado sentados en la mesa donde se tomaban estas decisiones.


Ustedes antes de ayer acusaban a PP y VOX, en su particular batalla campal en la Plaza de Colón, de hacer -y cito textualmente- una oposición inútil que grita mucho y no consigue nada, pero lo cierto es que ustedes hasta este momento, y más
allá del argumentario fake, tampoco han conseguido nada, señora Arrimadas, nada. Hasta antes de ayer usted estaba ensayando una estrategia que consistía en intentar zafarse del mordisco de VOX, aunque eso supusiera firmar cualquier cosa que el
Gobierno de



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coalición le pusiera delante. Y, claro, como es muy difícil explicar a sus votantes que ustedes a lo mejor van a apoyar unos presupuestos socialcomunistas, ustedes se habían inventado ese argumentario fake de que habían conseguido un montón
de cosas de derechas. Pero ustedes no pueden escapar de VOX, señora Arrimadas, se lo dije hace dos semanas; no pueden porque la mayoría de su poder territorial depende de la ultraderecha y no pueden porque el discurso de VOX es el mismo del suyo
solo que bien cargado de coñac y por eso ustedes siempre lo miran desde el retrovisor. ¿La última prueba de que esto es así? Antes de ayer mismo a usted le entra el miedo de que a lo mejor se están acercando demasiado al socialcomunismo y decide
dar el enésimo giro de timón, decide buscar una línea roja imposible como excusa para no apoyar los presupuestos. ¿Y cuál elige? Precisamente el ADN de la Plaza de Colón, el 'a por ellos', a por el exitoso modelo de inmersión lingüística en
Cataluña, a por la escuela catalana, a por la guerra de lenguas; el 'a por ellos', ¿verdad que sí? Estaba escrito que usted iba a volver a la Plaza de Colón, señora Arrimadas, pero que iba a volver tan rápido y con los dos pies, yo no lo vi venir,
yo no lo vi venir.


Cambiando de tercio, dejando los fakes de la Plaza de Colón y volviendo a las verdades útiles, hay que reconocer que estos presupuestos, siendo claramente una buena noticia, no son la panacea y no van a resolver todos los problemas
económicos derivados del coronavirus. Los que tenemos el privilegio de poder hablar desde esta tribuna tenemos la obligación de huir de triunfalismos y decirle a la gente la verdad. La crisis económica va a ser muy dura y estos presupuestos no van
a alcanzar. Desde Unidas Podemos reconocemos el giro histórico que se da hoy y estamos orgullosos y orgullosas de un acuerdo que va a ser útil a millones de personas, pero también queremos trasladar a la ciudadanía la gravedad de la situación y
nuestra convicción de que hay que seguir trabajando y de que hay que hacer mucho más.


Hay que parar los desahucios y los cortes de suministros. No le podemos decir a la gente que se lave las manos y que se refugie en casa al tiempo que les echamos de su casa y les cortamos el agua. Hay que mejorar el ingreso mínimo vital y
mucho. Es inaceptable que no esté llegando a gente que tiene que llegar. Hay que hacer un millón de cosas para conseguir la igualdad material, real entre hombres y mujeres. Hay que proteger a los sectores más castigados por las restricciones de
la segunda ola como el turismo, la cultura o la hostelería, pero no solamente a los negocios en sí, también a los trabajadores y trabajadoras. Hay que legislar para acabar con la precariedad de 'kellys', de trabajadores de la cultura o de
camareros, entre otros. Lo mismo con el sector del campo. Hay que establecer precios mínimos que eviten que pequeños agricultores y ganaderos vendan a pérdidas y hay que proteger también los derechos de jornaleros y trabajadores del campo. Hay
que regularizar, en nuestra opinión, a las más de 600000 personas que viven con nosotros en situación administrativa irregular, porque es una cuestión de derechos humanos pero también es una cuestión de riqueza y prosperidad para nuestro país. Hay
que acabar de derogar la reforma laboral del PP, como ya he comentado. Hay que devanarse el cerebro para acabar con la precariedad y el desempleo de los jóvenes. Hay que garantizarles el presente y el futuro y hay que dejar de estigmatizarles en
los medios de comunicación. Vuelvo a exigirlo desde la tribuna, vuelvo a exigirlo desde esta tribuna. Hay que proteger más a autónomos y a pymes, que sufren más que las empresas del IBEX cuando viene una crisis y hay que completar la reforma
fiscal, aumentando el impuesto de sociedades a las grandes corporaciones, gravando los rendimientos de capital de forma equiparable a los rendimientos del trabajo o estableciendo verdaderos impuestos a la banca y a las grandes fortunas. Cuando deje
de llegar el maná europeo, señora ministra, es vital que España tenga resuelto su problema de ingresos de forma estructural. Hay que hacer esto y seguramente hay que hacer mucho más. Y a la vista del camino que tenemos por delante para salir de
este pozo y salir con una sociedad más moderna, más justa y mejor, todavía se ve con mayor claridad con qué aliados podremos hacer ese viaje y con cuáles es sencillamente imposible hacerlo porque desean el camino completamente contrario.


Nosotros vamos a trabajar de sol a sol, con la modesta fuerza de nuestros treinta y cinco escaños, para alcanzar esos objetivos. Pero tenemos clara una cosa: no vamos a poder solos. Necesitamos que los movimientos sociales y la sociedad
civil organizada presionéis al Gobierno para avanzar en derechos. Y necesitamos también -ahora me dirijo a los grupos políticos que de una forma u otra facilitaron la investidura- que dialoguemos y trabajemos juntos para alcanzar acuerdos. Con
algunos de ustedes tenemos importantes diferencias políticas. Nosotros no queremos que Cataluña o Euskadi se vayan de España; nosotros queremos una república solidaria y plurinacional en la que quepamos todos y de la que las gentes de Cataluña y
Euskadi quieran mayoritaria y democráticamente formar parte. En esto no estamos de acuerdo, pero en que cualquier persona, hable la legua que hable y se emocione con los símbolos con los que se emocione, tiene que tener derecho a una vivienda digna
y a poder llegar sin



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angustia a fin de mes, en eso sí estamos de acuerdo, y eso es muy importante. Por eso, señorías de los grupos de la investidura, trabajemos juntos para sacar adelante estos presupuestos y sigamos trabajando juntos después. Este hermoso y
castigado país de países lo necesita y lo merece.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Echenique.


Por el Grupo Parlamentario Republicano, tiene la palabra el señor Rufián Romero.


El señor RUFIÁN ROMERO: Muchas gracias, señora presidenta. Buenos días a todas y a todos.


Yo en esta vida tengo muchas dudas y unas cuantas convicciones. Ahí van dos. La primera: el periodismo no es decir que hay uno que dice que la tierra es plana y que hay otro que dice que la tierra es ovalada. El periodismo es decir que
el primero miente e intentar averiguar por qué. Y la segunda convicción: que la política no es un mercado; la política es hacerse cargo de la realidad, aunque duela. Quien quiera vender mentiras que se meta a tarotista y no a político, porque de
lo mágico a lo tóxico hay solamente tres tuits. ¿Pero qué es hacerse cargo de la realidad? Para empezar, saber y decir que hoy hay muy poco margen para la magia. Realidad: dos de cada tres desahucios en España son en Cataluña, 12000 solo en
2019, un 70 % de ellos, por cierto, alquileres. En Cataluña hoy hay un 34 % de paro juvenil, 100000 chavalas y chavales que pudiendo trabajar no lo hacen porque no hay trabajo. En Cataluña hoy hay un 14 % de paro femenino, 260000 mujeres que
pudiendo trabajar no lo hacen porque no hay trabajo. En Cataluña hoy hay 4000 pymes y trabajadores autónomos menos que en noviembre de 2019. En Cataluña hoy hay diferencias de renta per cápita entre poblaciones enormes. ¿Saben cuánto más se cobra
al año entre Sant Cugat y Badia del Vallès? 35000 euros al año. En Cataluña hoy hay diferencias enormes de esperanza de vida entre barrios. ¿Saben cuánto más se vive entre Nou Barris y Sarrià? Diez años, diez años de vida de diferencia. En
Cataluña hoy hay diferencias habitacionales enormes. ¿Saben cuántos metros cuadrados de diferencia hay entre Pedralbes y la Barceloneta? 87 -está bien saberlo para un futuro confinamiento-, 87 metros cuadrados de diferencia. En Cataluña hoy hay
un millón de pobres, un millón; una de cada cinco personas en Cataluña tiene hoy, ahora, que escoger entre comer o ponerse una estufa; dos de cada cuatro si son personas mayores. Y, así, señorías, podría estar hasta mañana.


Señorías, la verdad, la pura verdad es que nuestro país, Cataluña, es un país extraordinario, con un pueblo y una cultura extraordinarias, pero también con enormes cifras de desigualdad, miseria y precariedad. Y decir y combatir esto no nos
hace menos patriotas. Esquerra Republicana de Catalunya no es menos patriota por decir esto. Decir y combatir esto no nos hace menos independentistas. Esquerra Republicana no es menos independentista por decir y combatir esto. Seguimos queriendo
y seguimos luchando por una república catalana con la misma contundencia, fuerza y determinación que desde hace noventa años. Decir y combatir esto nos hace, por este orden, más verdad, nos hace más políticos y, sobre todo, nos hace más útiles,
¡útiles! No es cierto que la propuesta sea incompatible con la protesta, no es cierto. Esta es la verdad en un mundo sin verdad, en el que hay muy poco margen o ningún margen para la magia. Con la que ha caído, con la que está cayendo y con la que
caerá sería terriblemente irresponsable no escuchar, no hablar, no dialogar, no negociar posibilidades de mejora y protección de las condiciones materiales de vida de la gente. Y eso, evidentemente, sobre todo atañe a los Presupuestos Generales del
Estado.


A nosotros nos han perseguido, nos han difamado, nos han espiado, nos han pegado y nos han encarcelado, y aquí seguimos. Un ejemplo, ¿quién de todas y todos nosotros tiene menos incentivos para estar aquí, señorías? ¿Quién? Se lo digo yo,
mi compañera y amiga Montse Bassa (aplausos); la que menos. ¿Por qué? Pues, porque tiene a su hermana, Dolors Bassa, encarcelada injusta y salvajemente desde hace tres años. ¿Qué ha hecho Montse desde que llegó aquí? Política, política con cero
incentivos. ¿Qué ha conseguido? Blindar la inmersión lingüística en la escuela catalana porque eso es lo que hacemos en Esquerra, hacer que pasen las cosas. Y quien diga que esto es absurdo, quien diga que esto es una pérdida de tiempo o quien
diga -peor aún, mucho peor aún- que esto es una traición al pueblo de Cataluña es porque se lo puede permitir, es porque lleva demasiado tiempo llevando chaquetas de 1000 euros, es porque lleva demasiado tiempo paseando bolsas de Michael Kors por la
calle, o es porque lleva demasiado tiempo cobrando sueldos públicos. En Esquerra no medimos el patriotismo en metros de tela, tenga los colores que tenga; en Esquerra medimos el patriotismo en metros de hospitales, en metros de escuelas, en metros
de inversiones y en metros de transportes para la gente.


¿Esto quiere decir que estos presupuestos son las nuevas tablas de Moisés caídas del cielo y entregadas al Gobierno, como seguramente nos querrán hacer creer desde según qué mundos? No;



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mentira. Estos presupuestos siguen financiando de una forma terrible y abusiva a una institución tan corrupta y tan antidemocrática como la Casa Real, 500000 euros más (aplausos); estos presupuestos siguen financiando de una forma terrible
y abusiva una maquinaria tan absurda y tan anacrónica como la militar, 3090 millones de euros más en armamento, y estos presupuestos destinan más de 7 millones de euros a algo tan opaco llamado fondos reservados, es decir, dinero para gente como el
teniente coronel Baena y sus operaciones de Torrente 6.


¿Esto quiere decir, entonces, que estos presupuestos son una cadena y una losa represiva anticatalana, como se nos querrá vender desde otro mundo? Pues, tampoco. Estos presupuestos contemplan una inversión sanitaria inédita, 7330 millones
de euros para la sanidad, 3100 más de lo que hoy hay; estos presupuestos contemplan una inversión social inédita, 25012 millones de euros solo para cubrir prestaciones de desempleo y 6000 solo para algo llamado plan real de transición ecológica, un
20 % más de lo que hoy hay, y estos presupuestos contemplan una inversión total para Catalunya inédita, un 48 % más de lo que hoy hay. Estos presupuestos suponen objetivamente una inversión extraordinaria inédita, gracias a la Next Generation y a
los 140000 millones de euros comprometidos en Europa.


¿Esto quiere decir, entonces, que Esquerra Republicana de Catalunya los apoyará sí o sí? Menos todavía. ¿Saben cuál es el grado de cumplimiento de los Gobiernos españoles para con Cataluña en los presupuestos del Estado de la última
década? Un 8,9 % de lo comprometido en carreteras, un 9,9 de lo comprometido en puertos, un 5,9 de lo comprometido en aeropuertos y un 14 % de lo comprometido en infraestructuras. Señorías del Gobierno, perdonen la desconfianza, pero no es que les
tengamos manía, es que tenemos memoria. (Aplausos).


Lo que toda esta complejidad y verdades simultáneas significan es que Esquerra Republicana hoy, con su no a las enmiendas a la totalidad presentadas -y algunas de ellas las entendemos perfectamente, como la defendida ayer por la compañera y
extraordinaria parlamentaria Mireia Vehí-, dará única y exclusivamente aire, oportunidad y tiempo a la negociación. Lo que toda esta complejidad y verdades simultáneas quieren decir es que Esquerra volverá hoy a poner toda su fuerza negociadora al
servicio de los intereses del pueblo de Catalunya, y ya veremos qué pasa; tenemos tres semanas. En Esquerra sabemos que las negociaciones se sudan, no se tuitean. (Aplausos).


Y para quienes llaman a esto pujolismo o peix al cove, lo volvemos a repetir: No me consta que Jordi Pujol fuera independentista, nosotros sí; no me consta que Jordi Pujol, fuera republicano, nosotros sí; no me consta que Jordi Pujol
fuera de izquierdas, nosotros sí, y sobre todo no me consta que hayamos investido nunca a alguien como el señor de la guerra, José María Aznar. Convergencia y divergencia, sí. Y para quienes siguen vinculando la palabra gratis a Esquerra: esto es
Madrid y esto es el Congreso de los Diputados, ni es el Majestic ni es la Diputación de Barcelona. (Aplausos).


Encaramos el tiempo más incierto de nuestra historia con dos graves problemas: el periodismo no tiene medios en un mundo sin verdad y la izquierda no tiene discurso en un mundo sin ideología. Decir que se pueden pactar unos Presupuestos
Generales del Estado con Ciudadanos y con Esquerra a la vez es mentir, es simplemente mentir a sabiendas. Si unos presupuestos generales son ponerle números, son ponerle música a un proyecto político, este Gobierno y sus medios afines deben ya
dejar de vender que se puede hacer con Ciudadanos, que gobierna con Ayuso en Madrid y con VOX en Murcia y en Andalucía, más que con Esquerra Republicana. Ya basta de terraplanismo ideológico. Si en la política no importara la ideología, esto no se
llamaría democracia, se llamaría tecnocracia.


Unos ejemplos. Nosotros queremos subir impuestos a las rentas del capital, que pague más quién gana más; hoy, en este país, un trabajador tendría que vivir 121 años para cobrar lo mismo que un directivo de Repsol. ¿Esto es posible con
Ciudadanos, señorías del Gobierno? Nosotros queremos eliminar o bajar el IVA en productos de higiene femenina y pañales. ¿Esto es posible con Ciudadanos, señorías del Gobierno? Nosotros queremos subir los impuestos al juego online, que es la
heroína de la juventud del siglo XXI. ¿Esto se puede hacer con Ciudadanos, señorías del Gobierno? Nosotros queremos más inversión para la red de rodalies de Cataluña, que es una vergüenza. ¿Esto se puede hacer con Ciudadanos, señorías del
Gobierno? Nosotros queremos la deuda comprometida y acumulada para la gestión de becas en Cataluña, que alcanza los 19 millones de euros. ¿Esto se puede hacer con Ciudadanos, señorías del Gobierno? Nosotros queremos activar y dotar de un fondo de
más recursos al fondo ya reconocido de inmigración en un mundo en guerra y tan desigual como este. ¿Esto se puede hacer con Ciudadanos, señorías del Gobierno? Nosotros queremos limitar el precio del alquiler. ¿Esto se puede hacer con Ciudadanos,
señorías del Gobierno? Nosotros queremos destinar lo que se gasten en reyes y lo que se gasten en tanques para la gente. ¿Esto se puede hacer con Ciudadanos? Y, sobre todo, nosotros



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queremos de una vez por todas resolver, retornar un conflicto político como el que viven España y Cataluña sin togas, sin espionaje y sin porras. (Aplausos). ¿Esto se puede hacer con Ciudadanos, señorías del Gobierno? Todas y todos aquí
sabemos que ustedes intentarán pagar el precio más bajo para aprobar sus cuentas y todas y todos aquí sabemos que Ciudadanos está desesperado. Mala mezcla, es muy mala mezcla. Pero Ciudadanos no es que sea incompatible con Esquerra, es que
Ciudadanos es incompatible con la izquierda. Quizá, y se lo reconozco, señora ministra, con Esquerra cuesta más porque pedimos más cosas para la gente, no más banderas, sino más cosas, pero si realmente se quiere salvar a la gente y no a uno de los
partidos de la foto de Colón, vale la pena hacerlo con Esquerra. (Aplausos).


Ahora me dirijo específicamente a los compañeros y compañeras de Unidas Podemos. ¿No os dais cuenta de que esta operación va mucho más allá de los presupuestos?, ¿que si Ciudadanos se convierte aparentemente en una derecha democrática,
útil, europea, merkeliana, puede llegar otra vez a los números que tenía hace dos años -treinta o treinta y cinco diputados- y que el PSOE podrá escoger, podrá elegir? Y si el PSOE puede elegir, ¿a quién va a elegir? ¿A la señora Arrimadas o al
señor Iglesias? ¿Con quién va a vivir mediáticamente más cómodo el señor Sánchez? Los siguientes en salir de la ecuación, si callan frente a la operación salvar al soldado Ciudadanos, son ustedes. Se juegan la gobernabilidad de su país para la
próxima década. Piénsenlo.


Acabo. Existe otra curva tan disparada como la de contagios: la de la desconfianza. Hoy hay tres desconfianzas casi tan peligrosas como la pandemia. La primera, la desconfianza de la gente hacia los políticos; sí, sí, hacia nosotros.
La gente ya no sabe cuál de nosotros y de nosotras al que ha votado es competente o no lo es. Peligro: cortoplacismo y electoralismo extremo. Segunda desconfianza: de los políticos -sí, sí, de nosotros y de nosotras- hacia la gente. Peligro:
medidas quizá más estrictas de lo necesario, porque no nos creemos que la gente, si recomendamos y no prohibimos, nos vaya a hacer caso. Y tercera: desconfianza de los políticos con objetivos socialmente compartidos; entre la izquierda, por
ejemplo. Peligro: mínima cooperación y máximo partidismo. Resultado: setenta millones de personas han votado a Trump y tres y medio a Abascal.


Acabo ya. O somos capaces de crear sistemas que no solo reparen daños en lo inmediato, sino que se anticipen a lo futuro o en lo venidero serán muchos más. Señorías: ideología, ideología e ideología. Lo de ni de derechas ni de
izquierdas, lo diga quien lo diga, tenga la bandera que tenga -en Cataluña también se dice-, es simplemente un disfraz para las derechas. Que grandes titulares no se conviertan, señora ministra, en grandes decepciones. Si quieren hacer política y
no matemáticas, aquí estamos.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Rufián. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra, en nombre del Gobierno, la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muy buenos días, señorías, a todas y a todos.


En primer lugar, quiero decirles que no he tomado la palabra después del señor Echenique al ser una formación de Gobierno, porque, evidentemente, los argumentos que él esgrime para defender este proyecto de presupuestos son compartidos, cómo
no, con el Grupo Socialista y con el conjunto del Gobierno.


Señor Rufián, en primer lugar, quiero agradecerle la sinceridad con la que usted ha subido a esta tribuna y su disposición manifestada para hablar de los presupuestos y permitir su tramitación. Sobre todo, me gustaría resaltar que deduzco
de su intervención -y creo que es un dato objetivo- que estos presupuestos son buenos para Cataluña y son buenos para España.


Usted hablaba al final de su intervención -he escuchado atentamente- de ideología, ideología e ideología, y yo lo puedo compartir. Lo comparto. Evidentemente, la ruta de un Gobierno, un proyecto político, tiene que estar atravesada por los
vectores ideológicos que representa cada formación política. Si no, ¿qué hacemos aquí? Es evidente que cada uno lleva sus valores y sus principios a la acción pública y a la acción política, pero también le diré que ante una situación de pandemia
sanitaria como no hemos vivido en más de un siglo, con unas consecuencias económicas que son obvias en términos de pérdidas de empleo, de inseguridad, de supervivencia de nuestras empresas, digo yo, señor Rufián, que además de ideología será
necesario dotar de los recursos suficientes a los Gobiernos y a la gente para que la gente pueda transitar esta situación en las mejores condiciones posibles, piensen como piensen, opinen como opinen, hablen como cada uno quiera hablar. Creo que
esto es imprescindible tenerlo en cuenta,



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porque no estamos en un momento cualquiera de la política, señor Rufián, estamos en un momento trascendental. A nuestra generación le ha tocado hacer frente a una situación que nadie esperaba y que, por tanto, ha exigido una respuesta
europea inédita a nivel internacional. En esta ocasión creo que podemos coincidir en que en la reacción ante la pandemia Europa estado la altura de la crisis, por lo menos por ahora, señor Rufián. Seguramente este camino va a ser largo y tengamos
que seguir transitando, pero por lo menos hasta ahora ha estado la altura de la crisis.


No encuentro ninguna razón -se lo decía ayer a la señora Borràs, que me parece que no en está en la sala o ahora mismo no la veo- para que alguna fuerza de este Congreso, sobre todo alguna fuerza que defienda de forma particular los
intereses de Cataluña, no apruebe un proyecto de presupuestos que, ocurra lo que ocurra en las elecciones en Cataluña, opinen lo que opinen las personas en Cataluña, les permite transitar un momento durísimo en el que los recursos son
imprescindibles no solo para proteger a la gente -usted ha hecho mención de ello durante su intervención y yo también lo haré-, sino también para recuperar el potencial económico que tiene Cataluña, el potencial empresarial, el potencial político,
en definitiva el motor que supone Cataluña para la dinamización de la economía española y le diría que del conjunto de la economía europea; son imprescindibles, pensemos cada uno lo que pensemos y tengamos cada uno la ideología que tengamos. No se
entiende. Aquellos que creen que es una baza electoral no apoyar unos presupuestos que son buenos para los catalanes y las catalanas, independentistas o no; aquellos que no entiendan que en este momento se nos exige a los políticos aparcar
nuestras diferencias y ponernos de acuerdo en un consenso básico, como puede ser que la sanidad se refuerce, como puede ser que ninguna persona se quede sin una prestación y tenga dificultades para que su familia pueda sobrevivir, ya no le digo para
llegar a fin de mes; aquellos que no tengan la capacidad colectiva de anteponer los intereses de las personas frente a cualquier otra cuestión en un momento en el que la vida de la gente corre peligro, las personas se la juegan, tienen inseguridad,
desconfianza y no saben si van a continuar o no con su puesto de trabajo; aquellos que no sean capaces desde este Congreso y desde el conjunto de las fuerzas políticas de entender la empatía y el momento que están viviendo los ciudadanos se
equivocan de cabo a rabo, señor Rufián. Por tanto, me parece que hay que hacer un llamamiento responsable. Yo les quiero reconocer esa responsabilidad, que usted ha expresado aquí en la tribuna, de permitir la tramitación de estos presupuestos y,
cómo no, como todas las fuerzas políticas, de emplazarse a que pueda haber enmiendas que permitan mejorarlo.


Le voy a decir también, señor Rufián -voy a intentar expresarlo de forma clara-, que usted ha dirigido gran parte de su intervención no a este Gobierno, sino indirectamente a Ciudadanos (rumores); usted y el señor Echenique. No hay que ser
muy espabilado para haberse dado cuenta de este matiz. Yo le quiero decir, señor Rufián, que no es ahora, cuando un país tiene que tener altura de miras y superar una suerte de vetos cruzados que se han instalado en la política española en los
últimos meses, el momento de que sea más importante el con quién que el qué votamos. Me parece que eso deberíamos superarlo. (El señor Rufián Romero hace signos negativos). Es lo que yo le he entendido, señor Rufián. Si yo le he entendido mal,
usted me lo explica, pero es lo que le he entendido. Cada uno puede hacer su lectura de su discurso -que creo que tiene muchos mensajes diferentes no solo para el Gobierno-, cada uno puede hacer la lectura que quiera. Yo he entendido que usted
planteaba -y además me consta, porque así lo han dicho públicamente en diferentes ocasiones- que para ustedes es incompatible la aprobación del presupuesto con otras fuerzas políticas que están presentes aquí en la Cámara. Yo tengo que respetar su
posición, señor Rufián, cómo no; cada uno de nosotros tiene que respetar la posición del otro o de la otra, pero también le digo que creo que es un momento tan extraordinario de país que anteponer o plantear antes el con quién que el qué me parece
muy difícil de explicar al conjunto de los ciudadanos. (Aplausos). Y créame que le entiendo, en los términos en los que se ha desarrollado la política en los últimos tiempos. Entiendo que ha habido no diría yo debates dialécticos, porque quizá
han ido más allá de lo que es un debate dialéctico, pero sí diferentes intereses cruzados en el entorno político, interacciones entre distintas fuerzas políticas que han provocado lo que yo considero en un momento de pandemia -no en situación
ordinaria, pero sí en un momento de pandemia- una cierta anomalía respecto a cómo tiene que funcionar la tramitación de los proyectos, la tramitación de las leyes. Y me voy a explicar.


Aquí, ayer y hoy, de lo que estamos hablando es del proyecto de presupuestos para España y para el conjunto de los territorios que conforman España. No estamos hablando de ninguna otra cuestión que tenga que ver con las aspiraciones
legítimas que cada grupo pueda mantener en relación con la estructura territorial de España o en relación con cualquier otra materia que pueda ser importante aquí, en esta



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Cámara. Creo que es fundamental ser capaces de orientar los debates en cada momento hacia la dirección en la que el debate se tiene que orientar, pero últimamente somos muy aficionados, muy dados, entremezclar al final todos los temas.
Ocurrió con los decretos de alarma. ¿Lo recuerdan sus señorías? Perfectamente. Aunque fuéramos conscientes de la necesidad de imponer medidas contundentes que permitieran frenar la expansión del virus, es verdad que hubo algunas demandas, algunos
añadidos a los decretos de alarma que plantearon que se supeditaran determinadas votaciones a algunas cuestiones.


Yo les quiero agradecer que ustedes hayan trascendido y hayan comprendido que en este momento, más allá de seguir defendiendo en cada sitio lo que cada uno considere, de lo que estamos hablando es de los recursos para la gente; de lo que
estamos hablando, como usted bien decía, señor Rufián, y lo comparto, es de si, efectivamente, las personas en desempleo van a tener una protección reforzada con motivo de estos presupuestos; de lo que estamos hablando es de si realmente somos
capaces de blindar la sanidad pública para que no solamente atienda a los enfermos, sino que lo haga con criterios de calidad, para que se renueve tecnológicamente, para que refuerce la atención primaria y para que sea capaz de adquirir la vacuna,
la que se muestra prometedora en este momento o las que vengan, fundamentalmente -y ojalá también- la de los equipos españoles. En definitiva, todos estamos poniendo de nuestra parte -así lo espero- para tener los mimbres imprescindibles para
continuar en el proyecto político que cada uno legítimamente refrenda a través de las urnas, señor Rufián. Yo creo que eso lo podemos compartir.


Usted me interpelaba en el sentido de que yo tuviera claro cuáles eran las exigencias que Esquerra Republicana de Catalunya planteaba respecto a los presupuestos, sobre todo con quién se pueden votar y con quién no. Soy absolutamente
consciente de esta cuestión -la han ido ustedes expresando de forma muy intensa en las últimas semanas-, pero también es mi obligación decirle, señor Rufián, y no solo mi obligación, sino mi vocación natural y pública, que este momento nos exige a
todos los políticos trascender los análisis ordinarios, las situaciones que surgen de forma natural en la política en el transcurso de los debates, porque estamos en un momento de país extraordinario que exige el concurso de todos.


Señor Rufián, usted sabe que entre las distintas formaciones políticas tenemos discrepancias muy graves, en algunos casos imposibles de reconciliar; concretamente, este Gobierno, en relación con el proyecto de presupuestos, tiene
diferencias muy importantes con los planteamientos del Partido Popular o de VOX, pero le puedo asegurar que si el Partido Popular hubiera tendido la mano y hubiera mostrado su disposición de pactar los presupuestos, esta ministra se hubiera sentado
con el Partido Popular, hubiera escuchado y hubiera entendido, por esa actitud, que estaba dispuesto a aparcar temporalmente las diferencias. Cuando hay un terremoto, un incendio, una catástrofe, un temblor de tierra o una pandemia sanitaria lo
importante, lo primordial, lo imprescindible es salvar vidas, proteger a la gente y proteger nuestro tejido productivo, y además, señoría, que cada uno defienda legítimamente los intereses que le han traído a esta Cámara. (Aplausos). Ese es el
planteamiento que ha hecho siempre este Gobierno y el que hace el presidente cuando habla de unidad. No son palabras huecas. Se tramitan muchos proyectos distintos, y cada grupo político puede vetarlos, enmendarlos o exponer dificultades para
poder votarlos finalmente. Usted lo ha comentado, por ejemplo, respecto a la ley de educación. Habrá grupos políticos -es un ejemplo-que no compartan la inspiración de la ley educativa y habrá grupos políticos que la compartan y, por tanto, el
resultado de esa ley será fruto de ese diálogo y de ese acuerdo. Lo que me cuesta trabajo comprender, y me viene costando trabajo en los últimos meses, es que interrelacionemos unas leyes con otras y que, al final, esto afecte al proyecto de
presupuestos. Eso me cuesta trabajo entenderlo, porque esta es una ley importante, pero no es la única ley que se tramita en esta Cámara. Por tanto, no me parece justo que echemos sobre esta ley, cuyo diseño, tramitación y conciliación de los
intereses diversos que se producen en esta Cámara tienen una complejidad importantísima, el peso añadido de resolver cuestiones de otras leyes que para nada tienen un reflejo en las cuentas. La educación va a tener la misma cuantía económica vaya
la ley de educación hacia un sentido o vaya, respecto a alguna enmienda, hacia otro sentido.


Señor Rufián, comparto lo que usted ha planteado respecto a la importancia de estos presupuestos y comparto también que no deberíamos empañar el debate de las cuentas públicas con cuestiones que no son las que en este debate de hoy podemos
sustanciar. He pensado durante todos estos días en las declaraciones que se han producido sobre a quién tenía que elegir el Gobierno o sobre materias muy ajenas a los intereses generales de los ciudadanos. Me parece que lo que la gente quiere en
este momento es una respuesta de la política que le permita aliviar los problemas que tiene día a día y creo que la gente pensaría que los políticos tenemos altura de miras si nos sobrepusiéramos a las situaciones de



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encontronazo, de debates que no tienen respuesta y que vivimos habitualmente y transmitiéramos con claridad al país que en este momento somos conscientes de que lo que nos jugamos es salvar vidas, de que lo que queremos es que nadie se quede
atrás y salvar nuestro tejido productivo. Cada uno lo concretará en su Gobierno autonómico de una manera o de otra, pero es imprescindible que los recursos lleguen a Cataluña, a Canarias, a Valencia, a Andalucía, en definitiva, al conjunto de
España. Esa es la esencia de este proyecto de presupuestos. Por eso, señor Rufián, entendiendo -insisto- lo que usted planteaba y siendo consciente también de lo que les hemos dicho personalmente a usted o a los miembros de su grupo en diferentes
reuniones que hemos mantenido, usted sabe que este Gobierno está apostando de una forma importante por consolidar el bloque que hizo posible la investidura del presidente Sánchez, usted lo sabe porque lo hemos trasladado en todas las ocasiones.
Usted sabe que tenemos un Gobierno sólido, un Gobierno que sabe perfectamente hacia dónde se dirige y que, por supuesto -como todo ¿no?-, en un momento determinado, sobre alguna materia, podemos tener discrepancias en esta Cámara, pero creo que en
lo sustancial estamos de acuerdo.


Por tanto, quería terminar, señor Rufián, trasladándole mi agradecimiento por esa disponibilidad para posibilitar la tramitación del proyecto de presupuestos. Las reuniones mantenidas para el presupuesto 2019 y las mantenidas para este
presupuesto han permitido al Gobierno tener una idea muy clara de cuáles son las prioridades que se marcan desde su grupo político para estas cuentas públicas, que tienen que ver no solo con el respeto a las normas de las que nos hemos dotado; este
presupuesto respeta el Estatuto de Autonomía para Cataluña y establece un porcentaje de inversión en torno al 18 % del total de la inversión, que es la participación que tiene Cataluña en el PIB de España, tal como plantea su estatuto de autonomía.
Sabe usted que la inversión media para Cataluña durante los Gobiernos del Partido Popular ha sido la mitad -la mitad- de lo que se plantea en este proyecto de presupuestos, y no tengo ninguna duda de que no son inversiones prescindibles, todo lo
contrario, son inversiones absolutamente necesarias para seguir impulsando un crecimiento económico que, sin duda, tiene uno de los nodos, uno de los vectores más importantes en esta comunidad autónoma. Por eso, creo que este presupuesto es
perfectamente votable por todos ustedes, señorías, y especialmente por Esquerra Republicana de Cataluña, por lo que contiene respecto a la singularidad de Cataluña: inversiones; reconocimiento del pago de la sentencia ya que ustedes han ganado en
los tribunales y que tiene su primera anualidad después de las reuniones que se mantuvieron hace ya bastantes meses en la Comisión mixta; la capacidad de poder ir incorporando algunos proyectos que son muy importantes -cercanías, la inyección al
transporte metropolitano de Barcelona; no voy a desgranarlo todo porque usted lo ha hecho perfectamente-, etcétera. Pero sobre todo, señor Rufián, creo que estos presupuestos los puede votar Esquerra Republicana de Cataluña porque son unos
presupuestos progresistas, de marcado carácter social, que intentan que las personas, sobre todo las más vulnerables, encuentren en la intervención del Estado una esperanza para poder sobrevivir, para poder transitar una situación que se ha vuelto
extraordinariamente complicada, como usted comentaba. Esas cuestiones me parece que también son importantes a la hora de decidir la posición y el voto sobre estos presupuestos. No creo que haya ninguna línea, señor Rufián, ninguna partida
presupuestaria, ninguna partida de ingresos que realmente pueda provocar el rechazo de su grupo; lo creo así. Es un presupuesto, en este sentido, bastante integrador de todas las necesidades que tenemos por delante y que contribuye al bienestar de
España y al bienestar de Cataluña, que camina en la senda correcta respecto a los valores de izquierda que inspiran este proyecto de presupuestos. En ese sentido, no tengo ninguna duda de que es un buen proyecto y que se puede mejorar con las
enmiendas que ustedes presenten en el trámite de enmiendas, pero también le digo, y con ello termino, señor Rufián, que estando de acuerdo en eso que usted ha trasladado, también le quiero insistir en que estamos en un momento de país extraordinario
que exige de una respuesta inédita, probablemente una respuesta que no se vaya a repetir en el futuro, pero ahora, en este momento, los ciudadanos de Cataluña y de este país nos están exigiendo que aislemos de lo demás este proyecto de presupuestos
que lo que aporta son mayores recursos para que la gente pueda estar mejor, para que podamos incrementar el bienestar o para que podamos proteger al conjunto de nuestro tejido productivo; creo que la gente lo que nos pide es que saquemos adelante
este proyecto de presupuestos y que sigamos discutiendo sobre aquello en lo que no estamos de acuerdo, que utilicemos la palabra, que utilicemos el diálogo, que utilicemos el consenso y que utilicemos la concordia. Eso es lo que creo que hoy se
pide de nosotros y lo que este Gobierno está intentando impulsar, a pesar de las dificultades de sobra conocidas que tenemos en el camino. Ojalá, señor Rufián, lo consigamos.


Muchas gracias. (Aplausos).



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La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Señor Rufián, ¿quiere usted hacer uso de la palabra? (El señor Rufián Romero: Asentimiento). Tiene un turno de réplica de tres minutos.


Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Republicano, el señor Rufián Romero.


El señor RUFIÁN ROMERO: Gracias. Tres minutos.


Yo quería decir algo antes de nada. Frente a la caverna, frente a los cavernícolas, frente a sus lacayos, señora ministra, viva el acento andaluz. Viva. (Aplausos). Ahora viene el palo porque, señora ministra, es que usted no ha
entendido nada; insisto, usted no ha entendido nada. Pero voy a coger su símil, voy a utilizarlo -creo que el parlamentarismo va de esto-; he intentado coger notas de lo que usted ha dicho. Imaginemos que esto es una peli americana de
catástrofes, en las que siempre sale el presidente americano -siempre es presidente, nunca es presidenta- y coge un avión y combate a los extraterrestres, o imaginemos que ha pasado un terremoto, como usted ha dicho. Creo que, incluso en esas
circunstancias, no querer a la derecha no es un veto, es autoprotección. Lo que es curioso también es que Esquerra, como partido progresista que es, dice: No, con la derecha no. Y es un veto. Pero Ciudadanos dice: No, con los separatistas y
filoetarras no. Y es responsabilidad de Estado. No lo digo por usted, lo digo por los medios afines. (Aplausos). Pero, y utilizo su analogía, en un terremoto, en una catástrofe, ¿sería útil subir los impuestos a las rentas del capital? Yo creo
que sí, que los que más tienen paguen un poco más. Frente a un terremoto, digo. ¿Ciudadanos se lo va a permitir? Es que ni aunque fuera de 9 en la escala de Richter el terremoto Ciudadanos le va a permitir eso. ¿Eliminar y bajar el IVA a los
productos de higiene femenina y pañales? ¿Usted cree que los lobbies de esas empresas al final le van a permitir hacerlo? Yo creo que no. ¿Subir los impuestos -en un terremoto, insisto- a los juegos online? Porque al final son la droga del siglo
XXI para los chavales y chavalas. ¿Cuánto van a tardar los lobbies del juego online en llamar a Ciudadanos y decirle: Quieto? Quizá con nosotros es más sencillo: inversiones, becas, retornar un conflicto político a la política. Repito, no
querer a la derecha -y nosotros no la queremos en ninguna ecuación porque tenemos la manía de ser de izquierdas- no es vetar, es autoprotección. Le pongo otro ejemplo. Según la teoría de Ciudadanos de que el castellano está amenazado y perseguido
en Cataluña, yo aquí tendría que hablar con un Google translate, porque yo no sé castellano, porque yo soy de la generación a la que, según ellos, no la han dejado hablar castellano. Esa es la gente con la que ustedes quieren pactar. (Aplausos).


Acabo. Decía Vázquez Montalbán que no solo estamos perdidos, sino que estamos rodeados. Yo creo que, sí estás rodeado, no hay nada peor que no saber quién te rodea.


Señorías de Unidas Podemos, ustedes -se lo digo con todo respeto y cariño- están en primer de gobierno de coalición, nosotros estamos en quinto. No traguen nunca con lo que les digan quienes están a su derecha.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Rufián. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, señora presidenta.


Yo creo, señor Rufián, que usted me ha entendido perfectamente, y yo a usted. Esto es lo que tiene algunas veces el debate parlamentario cuando es un debate que pretende ser honesto o, al menos, pretende ser sincero. Yo no le estoy
diciendo a usted que haya que ceder ante cuestiones que desde la izquierda entendamos que son nucleares y que son básicas para poder llevar adelante nuestro proyecto político. Yo no le he dicho a usted eso, tengo muy claro cómo ordeno la prioridad
en el salvamento a la hora de atender una catástrofe. Lo tengo muy claro. Creo que ustedes también. Tenemos muy claro dónde tenemos que acudir, en qué momento tenemos que acudir y de qué manera de forma prioritaria. No estoy hablando de eso,
señor Rufián, estoy hablando de que el proyecto objetivo que estamos abordando es un proyecto que probablemente no es el óptimo para cada uno de nosotros, al menos no para mi formación política; aunque el Gobierno lo traiga, ha tenido que ceder a
lo largo de su proceso sobre determinadas cuestiones para que sea un proyecto que permita la integración. Porque de eso se trata, cuando uno quiere conquistar mayoría sobre un proyecto político tiene que hacer guiños a esa integración y tiene que
componer dentro del proyecto de presupuesto esa posibilidad de integración. Pero lo que sí le digo, señor



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Rufián, es que no creo que usted pueda tomar la decisión por otra formación política para apoyar o no este proyecto de presupuestos. Lo que le estoy diciendo es que usted no puede tomar la decisión sobre otra formación política para apoyar
o no un proyecto de presupuestos, porque las razones que tenga una formación política para sentirse identificada o para sentir que es bueno que prosperen unas cuentas públicas le corresponde a cada formación política. Por tanto, no le digo que haya
que ceder en cuestiones que sean importantes para conseguir una unidad de acción del Congreso de los Diputados. No le estoy diciendo eso. Le estoy diciendo que lo importante es el qué y que cada uno nos tenemos que posicionar respecto al qué
estamos aprobando y no tanto con quién lo estamos aprobando.


Ayer se lo decía al Partido Popular y al señor Casado. El señor Casado hizo aquí una evocación del recuerdo del abrazo de Pasionaria el día de la moción de censura del señor VOX. Ese día trajo la cita literaria y al momento, cuando se dio
la vuelta, se le olvidó la cita literaria y siguió criticando que este proyecto de presupuestos lo apoyaran o dieran el visto bueno formaciones políticas que están en las antípodas de este Gobierno. No se puede decir una cosa y la contraria. No se
puede evocar la reconciliación, el pacto constitucional, el abrazo entre los distintos, los diferentes; no se puede evocar eso y a continuación criticar el proyecto de presupuestos por quién lo va a votar aunque se encuentre en las antípodas del
pensamiento de este Gobierno. No se pueden hacer las dos cosas al mismo tiempo, es imposible. A eso me refería, señor Rufián. Por eso, creo que el momento de país exige esa cierta elevación, que no significa renuncia a lo que cada uno piensa.
Claro que no, ¿cómo va significa renuncia? Cada uno seguirá defendiendo esto en los entornos que tenga que defenderlo, pero qué bien, señor Rufián, si fuéramos capaces de aislar las elecciones catalanas en el sentido de que todas las fuerzas
políticas entendieran que este proyecto de presupuestos aporta mayores recursos a Cataluña y que la votación de los grupos políticos respecto a este proyecto de presupuestos no se va a penalizar en un sentido o en otro sentido en las elecciones
catalanas. ¡Qué alegría que pudiéramos conseguir ese acuerdo, ese gran acuerdo entre los grupos políticos, sobre todo los que representan los intereses de Cataluña y los grupos nacionales que también tenemos presencia en Cataluña! Creo que sería
realmente una lección al conjunto de los ciudadanos: lo importante del día a día de sus necesidades lo preservamos, y ahora discutamos, discutamos sobre la estructura de Cataluña, discutamos sobre el encaje de Cataluña en España, discutamos sobre
la lengua vehicular y discutamos de todo lo que tengamos que discutir, pero preservemos algo que es muy importante. A eso me refería y ese es el llamamiento que yo hago, señor Rufián, el que me gustaría. Puede parecer naíf, algo ingenuo, pero es
el que me gustaría; preservemos estas cuentas públicas del debate necesario que se tiene que producir en unas elecciones que son importantes para Cataluña, pero no les neguemos a los catalanes, a las catalanas y al resto de españoles,
independentistas o no independentistas, unos recursos imprescindibles para poder llegar. De ahí que le haya agradecido su disposición a negociar estos presupuestos y de ahí que haga un llamamiento general a que los presupuestos puedan seguir su
curso y que podamos seguir hablando de todo lo que tenemos que hablar. Es una legislatura larga y este Gobierno va a dialogar hasta la extenuación. Me consta que su formación política también. Seguro que en ese camino, señor Rufián, podremos
tener puntos de encuentro.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario Ciudadanos, tiene la palabra la señora Arrimadas García.


La señora ARRIMADAS GARCÍA: Gracias, señora presidenta.


Quiero empezar mi intervención recordando de nuevo a las casi 70000 personas que han perdido la vida en esta crisis, ayer mismo casi 350 personas, fueron 349, y me llama la atención porque es exactamente el número de diputados de esta
Cámara. Imaginemos estos asientos llenos de personas fallecidas en un solo día. El día anterior fallecieron 411 personas. Ahora mismo habrá gente que esté recibiendo la noticia de que su familiar ha fallecido, recibiendo la noticia de que no
pueden ir a ver a sus familiares a la residencia o recibiendo la noticia de que se alargan las medidas de confinamiento y no podrán ver a sus familiares o mirando la cuenta corriente y viendo que no tienen dinero para arreglar la lavadora o para
comprarle unas gafas a su hijo. La angustia sanitaria y económica que viven muchísimas familias, sinceramente, creo que no somos capaces de trasladarla aquí. Creo que muchas personas no ven reflejada esa angustia en el Congreso de los Diputados y
no les culpo, les entiendo y simplemente quiero, en la parte que nos toca, pedir disculpas.



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Nosotros, desde el principio de la pandemia hemos sido muy conscientes de que esto no podía convertirse en una burbuja ajena a los problemas de los ciudadanos y por eso tendimos la mano desde el primer momento, desde antes de que se
decretara el estado de alarma -pedimos además que se decretara de una vez ese estado de alarma-, fuimos los primeros en tender la mano al Gobierno para acordar unos presupuestos de emergencia nacional. ¿Por qué? Porque sabíamos ya por el mes de
marzo que esto iba a ser devastador, que estos presupuestos iban a ser muy importantes y que necesitábamos que todos estuviéramos arrimando el hombro para salvar vidas y empleos. Nosotros hemos hecho lo mismo aquí en el Congreso, en la oposición,
que estamos haciendo en los Gobiernos en los que estamos: estamos pidiendo responsabilidad a la oposición en nuestros Gobiernos y somos responsables en la oposición en el Congreso. No todos los partidos son iguales, no todos los partidos están
actuando de la misma manera. Eso de decir que todos los políticos son iguales beneficia -insisto- o bien al bipartidismo para seguir haciendo lo mismo durante cuarenta años o bien al populismo para que un día nos cierren el Congreso de los
Diputados y, total, no pase nada porque los partidos son todos iguales, ¿verdad? No. Creemos que se pueden hacer las cosas de otra manera y con respecto a los presupuestos generales, nosotros teníamos dos opciones. Podíamos hacer lo del PP o lo
de VOX, que es presentar la octava enmienda a la totalidad que se va a tumbar hoy aquí, sin conseguir absolutamente nada, o sentarnos y hablar con el Gobierno para, a cambio de una serie de líneas naranjas, no presentar la octava enmienda a la
totalidad y que los españoles viesen que sentándose se pueden conseguir cosas.


Voy a hacer una reflexión previa que quiero compartir. Ayer -si me lo permiten-, viendo el espectáculo de debate entre el Gobierno y el principal partido de la oposición, pensaba: Llevo cuarenta años viendo esta película, cuarenta años.
¿Por qué el PP ha presentado una enmienda a la totalidad al proyecto de presupuestos de este año? Porque gobierna el PSOE. ¿Por qué el PSOE ha presentado siempre una enmienda a la totalidad a los proyectos de presupuestos del PP? Porque los
presenta el PP. Le dije ayer a mi equipo que comprobase si alguna vez, algún año, el PP no había presentado enmienda a la totalidad a los presupuestos del PSOE o el PSOE no había presentado enmienda a la totalidad a los presupuestos del PP.
Sorpresa, sorpresa. Siempre la han presentado. ¿Nunca, nunca jamás, ninguno de los dos ha presentado un proyecto sobre el cual se pueda trabajar y negociar en cuarenta años? (Aplausos). ¿Nunca jamás se han sentado ustedes a negociar unos
Presupuestos Generales del Estado para que no nos tengan que vender por cuatro votos separatistas en el Congreso? Lecciones de responsabilidad ninguna, se pueden ahorrar los discursos. Es un teatro representado durante cuarenta años, en el que a
veces a unos les toca representar un papel y a veces les toca a otros representar el mismo.


Señora ministra, usted decía ayer que en un momento como este hay que estar con la mano tendida, sin apriorismos, sentándose a negociar. Esa reflexión de responsabilidad y esa apelación a la responsabilidad se la hago yo a usted, porque
¿sabe lo que pasaba mientras usted aquí decía eso ayer? Que sus compañeros presentaban una enmienda a la totalidad a los presupuestos de la Junta de Andalucía, donde gobierna Ciudadanos. ¿Y sabe qué me temo? Que van a presentar enmiendas a la
totalidad a todas las comunidades autónomas donde estemos gobernando nosotros. Por tanto, esa apelación a la responsabilidad se la hago yo a usted, a ver si se toman en serio esto. ¿Y por qué estamos en una España bipolar o en una España de
trincheras? Porque los dos principales partidos llevan cuarenta años cavando una trinchera. Así pasa, que aparece un partido que se sienta a negociar con ambos, como hacen los liberales europeos, que negocian con los conservadores y con los
socialdemócratas, y todo el mundo: Oh, ¿qué es esto? Es un ovni. No, es política y no politiqueo bipartidista, que es a lo que ustedes nos tienen acostumbrados desde hace cuarenta años. (Aplausos).


¿Qué hemos hecho nosotros para no presentar una enmienda a la totalidad? Presentar líneas naranjas al Gobierno y no centrarnos en Twitter, en gritar mucho o en convocar manifestaciones para que la gente se vaya a tocar el claxon por la
Castellana. No, hemos hecho un trabajo discreto, de hormiguita, presentando al Gobierno unas líneas naranjas y diciéndole que, si quiere que estemos en la negociación de presupuestos, estas locuras no pueden estar en el proyecto. Es una lástima
que no esté el señor Echenique -no sé si es que no quería escuchar nuestro discurso-, porque le he visto un poco molesto. Ha dedicado la mitad de su discurso a hablar de Ciudadanos y ha dicho que no hemos conseguido nada. Pues para no haber
conseguido nada, que Echenique haya dedicado la mitad de su discurso a hablar de nosotros es un poco desproporcionado, ¿no? (Aplausos). Lo entiendo. Para el señor Echenique no tiene que ser plato de buen gusto darse cuenta de que no lo han visto
venir. Lo entiendo.


Pero, miren, vamos a decir cosas que ha anunciado el Gobierno, cosas que ha llevado en su programa electoral o cosas que han dado por hecho que iban a hacer y que finalmente no están en el proyecto de



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presupuestos, que son líneas naranjas. Por ejemplo, este Gobierno quería gravar con el 21 % de IVA a la educación concertada, a la especial y también a la sanidad que no fuera exclusivamente pública. ¿Por qué? No solo por un afán
recaudatorio, sino porque este Gobierno quiere acabar con la educación concertada y con la educación especial. ¿Ustedes se imaginan lo que supone para una familia que lleve a sus hijos a la educación concertada y especial que le graven todo con el
21 % de IVA? Estamos hablando de un dineral. Pues eso no está en el proyecto de presupuestos; eso es una línea naranja; eso es hacer política útil para la ciudadanía.


Segundo, sobre la sanidad. Decían: Claro, se va a subir el IVA a la sanidad, pero solo a la sanidad privada. ¿Usted sabe lo que supone eso? Es decir, lo que no esté cubierto por la sanidad pública iba a tener que estar gravado con un 21
%. Eso es el fisioterapeuta, eso es el dentista de nuestros hijos. ¡Qué barbaridad! Pues sí, hemos frenado también como una línea naranja algo que, no me lo invento yo, habían dicho que lo querían hacer.


Miren, otra cosa que le ha dolido bastante a Podemos -y yo lo entiendo- es que, claro, querían subir el 15 % del impuesto de sociedades. No está en el proyecto de presupuestos, entre otras cosas, porque era una línea naranja. Y estoy de
acuerdo con la señora ministra en lo que dijo ayer: hay que cerrar esos agujeros por los que se escapa muchas veces el pago de impuestos, sobre todo de grandes empresas. Eso lo llevamos defendiendo nosotros desde el principio. Ahí, sí. Pero
subir el impuesto a todas las empresas y que nos haga ser menos competitivos, eso no.


Seguimos. El IRPF, una bandera de Podemos: ¡No, van a pagar solo los ricos! Pero es que para Podemos los ricos son los que ganan 50000 o 60000 euros. Es decir, una familia que ingrese 50000 o 60000 euros ya son ricos; querían subirles el
IRPF. No, ahora esa cantidad está mucho más alejada de estas cifras. Pues bien, estos son compromisos, líneas naranjas. ¿Por qué no hemos presentado una enmienda a la totalidad? Porque yo prefiero decirles a las familias que no se va a subir el
IVA a la concertada, que decirle que he presentado la octava enmienda a la totalidad que se va a tumbar hoy en el Congreso de los Diputados. Otros gritan mucho, pero no consiguen nada.


Y yo le digo, señora ministra, no son los presupuestos que a nosotros nos gustan. No es un Gobierno que nos guste; no son los presupuestos que nos gustan ni lo van a ser, pero prefiero participar y mejorarlos en lo que se pueda que
cerrarme en banda, que, por cierto, es lo que hacen ustedes en las comunidades autónomas donde no gobiernan, se lo repito. Pero, usted ya lo sabe, esto ha sido un compromiso para no presentar una enmienda a la totalidad, no significa votar
favorablemente los presupuestos sino que simplemente dejamos que se tramiten.


Para votar favorablemente estos presupuestos hacen falta más líneas naranjas. ¿Por qué? Pues porque estos presupuestos están lejos de ser los que necesitan los españoles. Le voy a hacer una reflexión previa; entiendo la dificultad del
momento; entiendo la dificultad del momento para hacer unos presupuestos que agraden a todo el mundo en un momento como este. ¿Y sabe por qué lo entiendo? Porque nosotros también gobernamos; también gobernamos en comunidades autónomas
importantes y es difícil en un momento como este, de caída brutal de los ingresos y de aumento de las necesidades sociales, hacer unos buenos presupuestos. Por tanto, nunca jamás le vamos a pedir imposibles, pero sí le vamos a pedir moderación,
seriedad y no ceder a los chantajes del separatismo. Creo que ahí estamos la mayoría de los españoles; no en los maximalismos, no en los gritos, que no consiguen nada, sino en el sentido común.


¿Qué le vamos a pedir para poder apoyar esos presupuestos? Miren, yo no sé cuándo llegará la vacuna ni cuándo volveremos a la normalidad; ojalá sea en el segundo trimestre del año que viene, pero incluso dando por hecho esto, ¿usted sabe
la de meses que quedan para que aguanten las pymes, los autónomos y los trabajadores de este país? ¿Qué le pedimos? Que hagan lo mismo que han hecho en Europa; le pedimos el modelo europeo de rescate a las pymes, a los autónomos y a las familias
españolas. Y me dirán: ¡Es que es mucho dinero! Sí, pero más dinero va a ser si toda esa gente sale del mercado de trabajo, sale de la economía productiva y necesita una ayuda del Gobierno. Por tanto, de aquí a que llegue la normalidad ustedes
tienen que aguantar.


Y, de verdad, yo vengo de una familia de autónomos; y los autónomos no son Superman. Sé que el Gobierno se piensa que se quejan mucho pero aguantan; que no, que se lo digo yo, que no, que no aguantan más; llevan aguantando desde marzo y
ya no pueden más. Hagan lo mismo que ha hecho Merkel: ayudas. ¿A fondo perdido? No, yo las llamo a fondo ganado porque estaremos ganando hacia el futuro, y pagarles hasta el 75 % de los ingresos que tuvieron el año pasado no es ninguna locura,
lo están haciendo en otros países.



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El sector turístico. Tenemos uno de los mejores sectores turísticos -a pesar de lo que diga el ministro de Consumo, que ¡vaya tela sus declaraciones!- del mundo, pero tienen que aguantar. Cuando se remonte el vuelo superarán esta
situación, pero ustedes los tienen que ayudar a aguantar. No hay en estos presupuestos una respuesta para aguantar la economía hasta que vuelva a la normalidad. Por tanto, si eso no está va a ser muy difícil que nosotros podamos dar el okey a
estos presupuestos.


Otra cuestión, las familias. Hay un problema muy grave del que ustedes no se han hecho cargo -entre otros muchos-: qué pasa con esas familias donde los dos padres tienen que trabajar fuera de casa porque no pueden teletrabajar y sus hijos
tienen que estar en casa porque no pueden estar en las escuelas. ¿Cómo les dicen ustedes a esas familias que concilien? Los que pueden teletrabajar se podrán organizar con dificultades, pero ¿y aquellos que no pueden teletrabajar y que no tienen
ayuda? Les tendrán ustedes que dar una solución, ¿o les están diciendo que hasta el año que viene van a estar con los niños en casa? ¿Qué pasa? Que las mujeres normalmente dejan de trabajar porque entre lo que cobran, lo que les cuesta el
transporte y que no se pueden quedar con el hijo, pues dicen: mira, yo dejo el trabajo y me quedo en casa con los hijos. Por tanto, que un Gobierno que se dice progresista no haya hecho nada por esta situación es una auténtica vergüenza.


Y le diría muchas más cosas, no tengo tiempo de repasarlas hoy, pero hay muchas medidas económicas, como extender los ERTE, como extender los créditos ICO, y muchas otras que le pasaremos para los autónomos. De verdad, se lo dice una
persona que tiene una familia con muchos autónomos; no se crean que son Superman porque no lo son. Y, por cierto, no se olviden ustedes de los autónomos mutualistas, porque nunca los tienen en cuenta; nunca los tienen en cuenta. Le pasaremos
muchas propuestas en este sentido.


Pero hay otra cuestión que nos preocupa. Yo he de decir aquí algo que probablemente no ha dicho ningún otro portavoz: no es tan importante lo que pongamos en los presupuestos de este año -que entendemos que van a tener unas partidas
coyunturales para aguantar la economía- como las reformas que mandemos a Europa y que hagamos en los próximos años para que sean sostenibles estos gastos. ¿Dónde están las reformas? ¿Qué reformas van a mandar a Europa? ¿Dónde está la reforma para
mejorar el mercado laboral que les hemos propuesto? ¿Dónde están las reformas para mejorar la calidad educativa de verdad, no la ley Celaá para cargarse el castellano, como quieren estos señores ya por ley? Porque ya sabemos los padres catalanes
que no podemos escolarizar a nuestros hijos en Cataluña en catalán y en castellano. ¿Dónde está la reforma de la Administración pública para que deje de ser tan burocrática, para que deje de tener tantas duplicidades, para que deje de tener tantos
chiringuitos y tantos enchufados? ¿Dónde está la reforma en el sector industrial para que seamos punteros en muchísimas cosas? ¿Dónde están las reformas, señora Montero? Y mire que nosotros somos de cuadrar las cuentas -nos gusta cuadrar las
cuentas-, pero este año no se van a poder cuadrar las cuentas, y no pasa nada si es coyuntural para la pandemia, para ayudar a la gente a aguantar, pero ustedes tienen que garantizar la sostenibilidad en el futuro de las pensiones, de los servicios
públicos. ¿Dónde están las reformas que mandan a Europa?


Nosotros hablamos constantemente con nuestros socios europeos, y además usted sabe que los liberales españoles hemos sido una pieza clave en el diseño de ese mecanismo de ayuda, y no lo digo yo sino que lo han dicho personas muy relevantes
de las instituciones europeas, pero es que hay que condicionar las ayudas. ¿Dónde están las reformas? Si no hay reformas, ¿cómo van a sostener ustedes en el tiempo ese gasto que hay que incluir este año en los presupuestos? Me preocupa porque
estamos hablando del futuro de nuestros hijos, y es verdad, no es una circunstancia normal, son circunstancias excepcionales y, por tanto, estos presupuestos pueden ser excepcionales. No nos piden en Europa que cuadremos ahora, nos piden que
garanticemos que esto es sostenible, y ustedes no están haciendo nada. En cuarenta años no se ha reformado nada, lo sé, pero es que ahora no sabemos dónde están las reformas que ustedes van a mandar a Europa.


Y, mire, una cosa muy importante, llevamos cuarenta años viendo cómo ustedes no se ponen de acuerdo porque jamás se han sentado ni a negociar unos Presupuestos Generales del Estado, al final siempre acuden a los partidos nacionalistas.
Mire, el otro día, con la enmienda de los separatistas del castellano volví a sentir una vez más esa sensación que hemos tenido muchos catalanes, y es que nos han vuelto a vender por un puñado de votos en el Congreso, otra vez. Porque si yo le
traigo aquí el tema de la ley Celaá y de la lengua no es porque nosotros lo hayamos puesto como condición para aprobar unos presupuestos, es porque lo han puesto sus socios como condición para apoyar los presupuestos. (Aplausos). ¿Por qué hicieron
todo ese trámite tan rápido de la ley Celaá humillando a las escuelas y a



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los representantes de las escuelas concertadas y especiales, a los que no han dejado ni venir aquí a comparecer? ¿Por qué? Porque esos señores de ahí les han obligado a tramitarlo rápido para que se apruebe antes en los presupuestos. Por
tanto, a mí no me diga que yo hablo de cosas que no tienen nada que ver con los presupuestos, no, dígaselo a los que le ponen esa exigencia para los presupuestos.


Usted nos conoce, usted ha negociado con nosotros presupuestos, ha sido consejera, y sabe que nosotros somos gente seria, somos gente fiable y somos la antítesis de las concesiones al separatismo y somos la antítesis porque para elegir
socios en estos presupuestos ustedes van a tener que elegir. Llevo seis meses diciéndole lo mismo al señor Sánchez en público, en privado, en las teles, a ustedes; ahora llega la hora de la verdad y ustedes van a tener que elegir, pero no solo
elegir entre dos partidos, tienen que elegir entre dos vías: la vía de Ciudadanos, la que habla de las cosas de comer, de los autónomos, de todos, la que habla de las empresas, de las familias, de la conciliación, la que exige cosas buenas para el
conjunto de los ciudadanos; o la vía del separatismo y de Bildu que lo que quieren es, evidentemente, entre otras cosas, volver a humillar a todas las familias que queremos que nuestros hijos se escolaricen también en castellano. Ustedes tienen
que elegir porque es que, además, en el ámbito económico ya lo que he escuchado con Esquerra Republicana de Cataluña y con Bildu; más radicalismo. Nosotros hemos conseguido frenar algunas de las cosas radicales de Podemos en los presupuestos, no
podemos sacar a Podemos del Gobierno, pero sí hemos sacado unas cuantas propuestas de Podemos de los presupuestos. Pero, claro, cuando ustedes elijan socios, van a tener que elegir entre la moderación económica de Ciudadanos y la igualdad de todos
los españoles que representa mi partido o la radicalidad económica y las cacicadas nacionalistas de Esquerra y de Bildu. Tienen que elegir, el señor Sánchez va a tener que elegir.


A mí no me importa coincidir en una votación con otros partidos; hoy el PP va a coincidir con la CUP en una enmienda a la totalidad, y a mí no se me ocurriría decir la tontería esta de que como coinciden en una votación es que ya piensan lo
mismo, no. El otro día votábamos el estado de alarma y no pasa nada, pero para ser socios de unos Presupuestos Generales del Estado les llega la hora de la verdad y van a tener que elegir. Usted nos conoce y sabe que somos gente seria negociando
presupuestos y lo vamos a seguir siendo hasta el final. Aquí tienen una mano tendida de Ciudadanos hasta el último momento, aquí hay una mano moderada en lo económico y firme en la defensa de la igualdad; si no cogen esta mano y cogen la de Bildu
y Esquerra, jamás podrán decir que es que no tenían otra opción o que les ha obligado una oposición irresponsable que no quiere sentarse a negociar. Hasta el último minuto vamos a estar.


Le pido, señora ministra, que escuchen, y que escuchen a las voces moderadas de su Gobierno, que prefieren un pacto moderado con Ciudadanos; que escuchen a las voces moderadas del PSOE, que prefieren un pacto con Ciudadanos; que escuchen a
la mayoría de votantes socialistas, que quieren un pacto con Ciudadanos y no con Bildu. No es necesario soportar esas humillaciones de Otegi, cuando ayer decía que ellos deciden el futuro de España; no es necesario que el señor Sánchez acepte esa
humillación de Iglesias diciendo: Aquí estoy yo y me impongo ante la vía del Partido Socialista. No es necesario.


La señora PRESIDENTA: Señora Arrimadas, tiene que terminar, por favor.


La señora ARRIMADAS GARCÍA: Acabo, señora presidenta.


Aquí tienen una mano tendida de verdad; si no la cogen porque cogen la de Bildu y Esquerra, jamás podrán volver a decir que no tuvieron otra opción.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Ciudadanos, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Arrimadas. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, señora presidenta.


Señora Arrimadas, en primer lugar, quiero agradecer la responsabilidad de su grupo político, entendiendo el momento excepcional que vivimos, para permitir la tramitación del proyecto de presupuestos, pero también, si me lo permite, me
gustaría hacerle una pequeña confesión ahora que no nos escucha nadie. (Risas). El otro día leía que justamente hoy, es verdad, se cumple un año, después de las elecciones del 10 de noviembre, desde que el entonces jefe de filas de Ciudadanos, el
señor Rivera, abandonara su formación política -no sé si la abandonó o dimitió de su responsabilidad- al entender que había cometido



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un error en la estrategia de esas elecciones generales. Esa fue la explicación que dio el señor Rivera. Y pensaba yo, señora Arrimadas, que es verdad que heredó usted la situación y dio un paso adelante en un momento complicado de su
formación política. Yo quiero reconocerle esa valentía que usted tuvo, además en un momento como el que usted vivía -es de todos conocido porque es algo que no se puede disimular-, una experiencia personal especialmente importante, una experiencia
única en las mujeres con su maternidad. Yo quería trasladarle que me parece que ese acto de valentía -para mí por lo menos- cobró especial protagonismo porque había una mujer que lo protagonizaba. Me parece que es muy importante tener eso en
cuenta. Desde entonces, señora Arrimadas, yo creo que han intentado ustedes -y en los últimos tiempos ha sido una cosa más evidente- encontrar un espacio político muy codiciado en la vida pública: el espacio de centroderecha, que es un espacio
importante por lo que implica de influencia en la vida pública. Tenemos algunas referencias en este Congreso extraordinariamente duraderas en el tiempo respecto a ese ejercicio en el espacio de centroderecha, más allá de que lo protagonicen grupos
que sean nacionalistas o no nacionalistas. Estamos hablando de ese espacio que permite llegar a acuerdos dependiendo de las circunstancias, dependiendo de la propuesta concreta, hacia un sentido o hacia otro sentido. Ahí radica la grandeza de ese
espacio.


Usted hablaba del bipartidismo y de que este Gobierno o este grupo político, el PSOE, y el grupo del Partido Popular se han presentado mutuamente enmiendas a la totalidad a lo largo de nuestra historia, y eso es ni más ni menos, señoría,
porque nosotros representamos un modelo de Gobierno distinto. La derecha tiene su modelo de sociedad; tiene, por tanto, todos los componentes -eso no es un abstracto-que empujan, que orientan, que caminan hacia ese modelo de sociedad. El Partido
Socialista -me imagino que se refería usted a él, no a Unidas Podemos- tiene otro modelo de sociedad antagónico al del Partido Popular. ¿Eso nos ha impedido a ambas fuerzas políticas en la historia ponernos de acuerdo en consensos fundamentales?
No, a veces con más dificultad, otras veces con menos dificultad, pero no ha impedido ponernos de acuerdo en cuestiones tan importantes como la lucha contra el terrorismo, por ejemplo, que fue muy importante para derrotar a ETA por la fuerza de la
democracia, o llegar a consensos importantes cuando ha habido determinados momentos de nuestra historia que nos han puesto en una situación especialmente complicada -entre ellos, algunos atentados- para salir de ella. Yo no creo que sea reprochable
que el Partido Popular y el Partido Socialista tengan esa visión de la sociedad que se presenta a los ciudadanos, que los ciudadanos deciden y, por tanto, me parece lógico que cada uno defendamos nuestras posiciones. Me parece más lógico que el
Partido Popular presente una enmienda a la totalidad en un momento ordinario que el hecho de que la presente cualquier otra fuerza política. Es verdad que no estamos en un momento ordinario, estamos en un momento extraordinario, y no se puede
comparar el momento de una pandemia con todo lo que es la dinámica parlamentaria o la dinámica de acuerdo que se ha protagonizado en el pasado. No tiene nada que ver, señora Arrimadas. Mi llamamiento hoy aquí era justamente por eso, porque no
tiene nada que ver. En una situación de emergencia nacional como la que vive nuestro país, yo sí le reprocho al Partido Popular que presente una enmienda a la totalidad. Se lo reprocho en una situación de emergencia nacional, no le reprocho que
presente una enmienda a la totalidad en una situación de presupuesto ordinario, de transcurso ordinario, porque tienen derecho a presentar su modelo de sociedad, que no es el del Partido Socialista. Estamos ahora hablando de un momento de pandemia,
y en ese momento de pandemia me parece muy importante que seamos capaces de sobreponernos a la situación del día a día, de la dialéctica lógica, e intentar llegar a consensos que sería imposible pensar en cualquier otro momento, incluso en cualquier
otro momento no serían tan necesarios.


Pero apelando a esa valentía, señora Arrimadas -se lo reconozco porque no me duelen prendas, me parece que esas cosas también son importantes en esta Cámara-, también me pareció valiente la orientación que usted estaba dando y está dando a
su grupo político de cara a la conquista de ese espacio que existe. El Partido Popular ha abandonado ese espacio, ellos están mucho más preocupados por ver cómo se van midiendo con VOX y mirando por el espejo retrovisor, tienen mucho más miedo a lo
que supone la sangría de votos respecto a VOX que a lo que supone respecto a un espacio, insisto, muy deseado en la política española, como es el espacio de centroderecha. Aquí, en este Congreso de los Diputados, yo no sé si la gente aprende, no lo
sé. Yo aprendo, me podrán gustar más o menos las intervenciones que hacen sus señorías, pero procuro escuchar y, en la medida de mis posibilidades, intento aprender. Yo creo que hay que aprender de algunas experiencias que han sido de éxito, de
bisagra de éxito en este Congreso de los Diputados, y un partido de centroderecha, el PNV, por ejemplo, más allá de sus aspiraciones o inspiraciones nacionalistas, siempre ha jugado un papel protagonista en la política



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española desde un sentido de la política que siempre, todos los que estamos aquí, hemos agradecido y a todos nos ha parecido un ejercicio de responsabilidad en el entorno político. Sin embargo, últimamente lo que escuchamos de manera yo
diría que demasiado ruidosa es qué, con quién, los adjetivos que descalifican antes de conocer las propias iniciativas. Mire, a este Gobierno se le dice de todo, filoterrorista, socialcomunista, bolivariano, pandilla..., se le dice de todo. Yo no
tengo inconveniente, no crea que es algo que a mí me molesta especialmente; lo que sí me molesta es que detrás de la descalificación previa se esconde una negativa a saber qué es exactamente lo que se propone y qué distancia tiene cada formación
política de lo que se propone.


Señora Arrimadas, me consta, lo sé, que para usted no tiene que estar siendo nada fácil, de verdad que me consta, y no solamente por las injerencias externas, que, por supuesto, porque los señores del Partido Popular y los señores de VOX
están mucho más cómodos con Ciudadanos en la foto de Colón o con Ciudadanos en ese espacio en donde ustedes se diluyen, están mucho más cómodos. Les molesta mucho más que ustedes tengan vida propia y que hayan emprendido un camino que espero,
señora Arrimadas, que no tenga retorno. Yo lo espero, lo deseo, confío en que no tenga retorno, y sé que va a recibir usted muchísimas presiones, las está recibiendo, por fuera y por dentro de su organización. Yo creo que todos somos conscientes
de lo que cuesta en una organización remontar después de unos malos resultados electorales, nos ha pasado a todos; cuesta mucho volver a remontar, cuesta mucho que esa orientación sea compartida por gran parte de la organización y cuesta seguir con
ese camino. Pero yo le insisto en que confío en que realmente ustedes puedan encontrar un espacio que es imprescindible en este momento en la política española, y creo que su aportación como grupo a ese espacio puede hacer que la política española
para los próximos años mejore sensiblemente en términos de diálogo, en términos de calidad democrática y en términos de entendimiento. Yo lo creo, más allá de que se pacte o no se pacte con su formación política. Creo que es bueno para el conjunto
de la política y para este Congreso de los Diputados.


Usted ha comentado algunas cosas en la tribuna, señoría, que yo no comparto. Yo no creo que se haga un teatro cuando discrepamos sobre las ideas. Yo creo que cada formación política tiene su propia inspiración, sus valores y sus apuestas,
sus credos y su forma de entender el mundo, de ahí la riqueza de la política. Los que niegan eso directamente niegan la política. Yo lo que sí creo es que estamos ante una legislatura que tiene un Gobierno sólido, y eso se lo quiero decir con toda
claridad. Señora Arrimadas, tenemos un Gobierno sólido; Partido Socialista y Unidas Podemos conformamos un Gobierno sólido que tiene una hoja de ruta para cuatro años y que tiene pendientes muchos retos que son imprescindibles para que este país
pueda conquistar mayores cotas de bienestar. Pero, incluso aunque a ustedes no les guste la composición de este Gobierno -cuestión que yo respeto-, hay posibilidades de acuerdo, de encuentro y de entendimiento; probablemente no en todo y para
todo; nadie pide a nadie un cheque en blanco, nadie. Yo por lo menos en eso no soy ingenua, sé que nadie nos entrega un cheque en blanco ni tampoco lo pedimos ni aspiramos a ello, pero creo que hay un espacio amplio que tenemos que ir recorriendo
en el encuentro, en el diálogo y anteponiendo los intereses generales.


Por eso yo sí le tengo que decir, señora Arrimadas, que me sorprendió en los días previos a este debate que se condicionara -yo lo entendí así, usted lo ha aclarado y yo se lo agradezco- la tramitación última, no ahora, del proyecto de
presupuestos a cuestiones en las que esta ministra de Hacienda, evidentemente, no puede cambiar una cuenta pública. Yo le puedo asegurar que como ministra de Hacienda no he incorporado en las negociaciones ningún tipo de cortapisa nueva que no sea
estrictamente el proyecto de presupuestos. Se lo puedo decir, yo he hablado de números, he hablado de prioridades políticas y he hablado de estrategia política, y todos los grupos que se han sentado conmigo lo pueden confirmar porque ha sido así.
Por tanto, yo sí pediría que, en este momento importante de país, todos tuviéramos la capacidad de elevarnos, también el Gobierno, señora Arrimadas. Por supuesto, un Gobierno que es sólido pero que también tiene sus días, ¿eh?; claro, es un
Gobierno y hay días en los que sus miembros podemos coincidir más o menos en lo que decimos o declaramos, eso es una obviedad de cualquier convivencia, ocurre en todas las convivencias y no solo entre ministros o representantes de partidos distintos
sino de nuestro mismo partido o de nuestras propias formaciones políticas. Eso en la política es algo normal, habitual, con lo que hay que convivir.


Pero sí le digo, señoría, que me parece muy importante que en este momento los ciudadanos sientan alto y claro que este Congreso se está ocupando de sus intereses cotidianos, del corto plazo, incluso del medio plazo, pero como le digo, del
corto plazo, para que puedan tener un sistema de protección que les permita, como este presupuesto plantea, que un 67 % de las partidas vayan dirigidas a actividades



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económicas; que 4000 millones de euros vayan a proteger a las personas que están en situación de desempleo o a las personas que puedan estar en situación de ERTE; que consigamos un apoyo decidido a algunos colectivos como el que usted ha
comentado, el de autónomos; imprescindible, señoría, si no fuéramos sensibles con esta situación no hubiéramos traído a esta Cámara la aprobación de una prestación por cese de actividad, que creo que marca también un elemento muy importante
respecto a este colectivo. No estaríamos trabajando, fundamentalmente con el Ministerio de Inclusión, en intentar que las prestaciones que reciben los autónomos sean prestaciones de mayor calidad, en términos de baja por enfermedad, en términos de
beneficiarse de algunas otras cuestiones de las que sí se benefician los trabajadores por cuenta ajena; hemos prorrogado el sistema de módulos, como usted bien conoce.


Por tanto, claro que tenemos mucho camino que recorrer y claro que estas cuentas se pueden mejorar. Mientras que la mejoría de las cuentas públicas pase por cuestiones que están significadas en el proyecto de presupuestos, estoy convencida
de que podremos tener un punto de encuentro. Evidentemente, si las cuentas públicas dependen de que nos pongamos de acuerdo en la ley sanitaria, en la ley educativa, en la de inmigraciones o en cualquier otra cuestión, le puedo decir que a la
complejidad que tiene el proyecto de presupuestos se suman unas complejidades añadidas que al final lo que hacen es establecer vetos. Y yo hablo de vetos porque se dice: con este grupo político no voy a votar. Siempre digo que es curioso que se
haga esa referencia cuando se trata de votar a favor y no cuando se trata de votar en contra; cuando se trata de votar en contra parece que todos nos podemos juntar con todos, pero cuando se trata de votar a favor empezamos a mirarnos con
desconfianza a ver con quién se está votando y qué suerte de pacto oculto bajo cuerda ha existido para que ocurra ese acuerdo. Yo creo que tenemos que trascenderlo.


Le quiero decir, señora Arrimadas, que yo confío en su liderazgo dentro de su formación política. Le doy humildemente mi opinión, que sé que no importa, pero se lo quería decir porque me hago una idea de la enorme complejidad de conducir
una formación política en un entorno en el que tiene que estar mirando a derecha y a izquierda, intentando pactar dependiendo de qué es lo que consigue, haciendo política útil y, por tanto, intentando llevar con ánimo esta cuestión. Señora
Arrimadas, no soy responsable de las cuentas de las comunidades autónomas ni tampoco de lo que mi formación política plantea en cada uno de los territorios, igual que entiendo la autonomía de su propia formación política en cada uno de los
territorios. No me parece que en este momento podamos priorizar otras cuestiones que no sean las cuentas. Imagino que esas enmiendas a la totalidad se presentan sobre la base de las cuentas, no por ninguna otra cuestión que no tenga que ver con
las cuentas. Mientras que sea respecto a los números, el debate estará enfocado; el problema es cuando el debate se refiere a otros elementos que no se pueden discutir ni se pueden votar con un proyecto de presupuestos.


Creo especialmente en la utilidad de la política, señora Arrimadas. Creo que la política se legitima en la medida en que es útil, y ese pragmatismo de la utilidad de la política es lo que nos piden los ciudadanos. Nos piden que nos
pongamos de acuerdo para mejorar sus vidas, y podremos discutir a qué cuestiones dar la prioridad. Ustedes hablan del bipartidismo, pero en este momento no se puede hablar de bipartidismo en este país con una Cámara con esta composición. El
bipartidismo ha sido una realidad, y le diría más, señora Arrimadas, una realidad que ha funcionado en la historia de nuestra democracia. Evidentemente, yo no me identifico con la etapa en la que ha gobernado el Partido Popular e imagino que ellos
tampoco se identifican con las etapas en las que ha gobernado el Partido Socialista, pero el bipartidismo ha funcionado durante un tiempo en nuestra democracia. Yo no soy analista política y, por tanto, no sé si en el futuro esta situación
perdurará, pero, hoy por hoy, no podemos hablar de bipartidismo en España. En España actualmente existe una realidad que supera el clásico bipartidismo y que requiere de grupos como el suyo que, dependiendo de cuáles sean las políticas, dependiendo
de su capacidad de influencia -bien entendida, tal como la estoy comentando-, pueda decidir que una iniciativa camine en una dirección o en otra.


Señora Arrimadas -se lo he comentado antes también al señor Rufián-, ustedes trasladaron su disponibilidad para la tramitación presupuestaria, pero hace unos días ponían determinadas condiciones, que yo entendí -si no lo son, me alegro-
respecto a la lengua vehicular o a los referéndums en Cataluña. Yo pensé, pero lo mismo me equivoqué, que ya estábamos otra vez con la sombra de las elecciones en Cataluña, que estábamos anticipando nuestras posiciones en Cataluña porque lo que
hagamos con este proyecto de presupuestos podría perjudicar nuestro rédito político. Como he dicho al señor Rufián y ahora le digo a usted, eso no lo comparto porque es un análisis equivocado. Creo que los catalanes y las catalanas
independentistas y no independentistas exigen a los grupos políticos que aíslen la cuestión de los recursos -que son buenos para todos, para las inversiones, para proteger a las personas, para las becas, para los



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comedores escolares, para que la sanidad catalana sea capaz de dar una respuesta como se merece en este momento a la sociedad catalana y a la sociedad española-; que seamos capaces de discutir las cuestiones identitarias o las que tienen
que ver con el encaje de Cataluña en España en las elecciones catalanas; pero que permitamos que, sea quien sea el que gane en esas elecciones, pueda contar con unos recursos mínimos que le permitan emprender un proyecto político. Porque la
situación de las comunidades autónomas sería de auténtica asfixia, señorías, si no es porque este Gobierno tiene una altísima sensibilidad con las comunidades autónomas. Los recursos que les corresponden por su modelo de financiación se han visto
radicalmente mermados; sin embargo, el Gobierno ha hecho un esfuerzo en esa cuestión.


Señora Arrimadas, yo espero que podamos seguir hablando ahora y en el futuro. Por supuesto, usted hablaba de mano tendida, usted asociaba esa mano tendida a las cuestiones de que se elija, yo prefería, señoría, que en este momento, en vez
de que nos tuviéramos que encontrar en la dicotomía de tener que decir blanco o negro, de tener que elegir, que tuviéramos esa altura política de poder ponernos de acuerdo en lo básico. Este proyecto de presupuestos es un proyecto que, como usted
bien ha dicho, Ciudadanos puede votar. Este proyecto de presupuestos no contempla ninguna de las cuestiones que imposibilitarían que Ciudadanos lo apoyara. Es mejorable, seguro; podremos seguir mejorándolo, no tengo ninguna duda; pero confío en
que seamos capaces entre todos de tener en cuenta que lo prioritario, el interés que en este momento tenemos que anteponer es el interés de los ciudadanos; tenemos que derivar otros debates hacia otros entornos, que los habrá, en donde
probablemente tengamos graves discrepancias todas las formaciones políticas, pero no le neguemos a nuestro país el pan y la sal, porque este presupuesto lo único que aporta para Cataluña y para España es el pan y la sal. A partir de ahí, podemos
hablar de todo lo que tengamos que hablar, pero ojalá seamos capaces, con este presupuesto, de trascender esquemas clásicos de la política, en los que parece que siempre tenemos que jugar a todo o nada, como en la ruleta, y seamos capaces de
ponernos de acuerdo en el interés general del país. Desde luego, nos encontrara ahí con la mano tendida, señora Arrimadas.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora Arrimadas García.


La señora ARRIMADAS GARCÍA: Gracias, señora presidenta.


Señora ministra, agradezco sus palabras, además sé que son sinceras. Le puedo decir que estoy muy tranquila y muy fuerte, porque estoy haciendo lo correcto. Porque hay otros que están pensando en cuánta gente me va a votar cuando lleguen
las próximas elecciones. ¿Usted sabe lo que yo estoy pensando? Cuánta gente va a estar viva cuando lleguen las próximas elecciones, cuánta gente va a tener trabajo cuando lleguen las próximas elecciones; y cuando tu guía es esa, duermo como un
tronco, y si no duermo es por un chiquitín de cinco meses, no por ninguna otra cosa.


Miren, respecto al espacio político, se lo digo a los dos, al PP y al PSOE: salgan de aquí y miren el Parlamento Europeo. Ustedes se preguntan: dónde está Ciudadanos, qué soy yo, yo soy centro... Miren el Parlamento Europeo. En el
Parlamento Europeo hay socialdemócratas, que son ustedes supuestamente; conservadores, que es el Partido Popular; liberales, que es Ciudadanos, y luego todo tipo de nacionalismos y populismos. ¿Por qué no entienden que España está dentro de
Europa y que este Congreso, con sus más y sus menos, con diferente representación, es un reflejo de lo que pasa en la sociedad del Parlamento Europeo? ¿Dónde está Ciudadanos? Pues en el centro, entre los socialdemócratas y los conservadores, en
los liberales, ¡no le den más vueltas! Lo que pasa es que, como llevan cuarenta años diciéndonos a todos los españoles que o eres rojo o eres azul, cuando se dan cuenta de que había un cajón en medio lleno de gente, dicen: ¿esto qué es, de dónde ha
salido?


Usted ha dicho una cosa que de verdad es preocupante: Es que somos antagónicos con el PP, con el partido conservador. ¡Con lo que ustedes tendrían que ser antagónicos como socialdemócratas y como partido supuestamente de izquierdas es con
el nacionalismo, que es lo más de derechas, lo más retrógrado y lo más sectario que hay! (Aplausos). Pero nos han hecho creer que lo lógico es que el PSOE pacte antes con Bildu que con los liberales o con los conservadores. Cuarenta años de
ficción.


Yo lo he dicho públicamente y lo digo ahora: nosotros desde el principio estamos haciendo lo que creo que es lo correcto, nos podremos equivocar, pero estamos haciendo lo que creo que es correcto. En el tema de los presupuestos yo tengo
dos objetivos, y lo he dicho públicamente: uno es sentarme y quitar locuras podemitas de los presupuestos y hacerlos un poco mejores -no van a ser nunca como yo quiero,



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pero van a ser mejores-, y, dos, que ustedes de una vez tengan que elegir y dejen de hacer concesiones al separatismo por un puñado de votos en el Congreso. Pero, señora ministra, yo lo siento, usted no va a elegir, usted está centrada en
los números. Quien va a tener que elegir, y no está -no está ni cuando se declara un estado de alarma-, es el señor Sánchez. Y se acabó el juego, ha llegado la hora de la verdad, ha llegado la hora de elegir. Aquí hay una mano tendida que usted
sabe que es seria, que es fiable, que es responsable. Hemos sacado muchas cosas adelante juntos para el bien de los españoles. Pero, si no coge esta mano y el señor Sánchez prefiere coger la de Bildu y la de Esquerra, a cambio de humillarnos de
nuevo en Cataluña a los que queremos escolarizar a nuestros hijos también en castellano, no podrán decir nunca más que no tenían otra opción.


Y sí, también hay diferencias económicas. ¿O usted se cree que se puede contentar de la misma manera a unos antisistema de Bildu que a un partido liberal como el de Ciudadanos? Yo estoy dispuesta a ceder en algunas posiciones, pero tanto
como llegar al modelo económico de Bildu, no. Lo que es rarísimo es que ustedes sean capaces de retorcerse tanto como para considerar a Bildu un socio fiable, eso sí que es raro, es raro en España y es raro en Europa. Por eso le vuelvo a repetir,
aquí hay un partido serio, aquí hay una mano tendida, sincera, de verdad, pero a ustedes les llega la hora de la verdad: o Bildu y Esquerra, o Ciudadanos; o la moderación económica y la igualdad de los españoles que representamos, o la radicalidad
y las cacicadas nacionalistas, que van a romper nuestro país. Ustedes eligen.


Muchas gracias. (Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Ciudadanos, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Arrimadas. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, señora presidenta.


Señora Arrimadas, sus referencias despectivas al bipartidismo no las comparto. Cuando yo digo que somos antagónicos, no me estoy refiriendo a que no tengamos voluntad de acuerdos en consensos básicos, es que hay que reconocer que
representamos modelos de sociedad distintos. Pero es que esa es la grandeza de la política, la política no tendría sentido si todos pensáramos uniformemente y si todos tuviéramos la misma inspiración y la misma vocación. Entonces no tendría
sentido. Claro que la política de este país en estos años de democracia -por cierto, años de éxito, quiero reivindicarlos como años de éxito- me habrá gustado más o menos en función de lo que ha protagonizado el Partido Popular cuando ha gobernado,
pero es evidente que, cuando los ciudadanos se enfrentan a las decisiones importantes respecto a la designación de sus representantes, saben perfectamente que existen dos modelos de sociedad. Las ideologías existen, señora Arrimadas, y es bueno que
existan. Claro que los políticos tenemos que reivindicar la ideología que cada uno profesamos, es evidente. Y claro que el mundo se desarrolla, el mundo no es algo ajeno a la ideología o a la política, no es algo que discurre en paralelo y
nosotros estamos aquí como en una suerte de juego, como usted lo califica. Esto no es ningún juego, es que yo no comparto la política económica del Partido Popular y el Partido Popular no comparte la política económica del Partido Socialista. Y
eso es respetable y ha permitido hacer una serie de transformaciones en nuestro país, algunas veces de la mano del Partido Popular, otras veces de la mano del Partido Socialista.


A mí tampoco me sirve ese discurso de las nuevas formaciones políticas -digo nuevas por el tiempo que hace de su nacimiento, no por otra cuestión- que aparecen en el escenario político y cuestionan el conjunto del orden establecido. ¡Si hay
hueco para todos, señora Arrimadas!, si este Congreso es una representación de que no solo hay hueco para todos, sino que además los ciudadanos quieren que cada uno tengamos nuestro hueco. Por eso nos ponen aquí. Y a veces cuestionamos la
legitimidad de las personas que estamos aquí sentadas. Con algunas de ellas yo me considero en las antípodas, señora Arrimadas, no comparto nada de lo que dicen, pero que estén sentadas aquí es una señal del funcionamiento de nuestra democracia.
Por tanto, todas sus señorías merecen el respeto del resto de señorías porque todos estamos aquí por el mismo motivo, porque los ciudadanos nos han elegido. Después tendremos tamaños distintos y más o menos capacidad en función de nuestro tamaño
para ejercer nuestra influencia, pero todos tenemos la legitimidad que nos dan las urnas y aquí en este Congreso, en demasiadas ocasiones, se escuchan descalificativos hacia cada una de sus señorías por el simple hecho de pertenecer a una
determinada formación política. Y creo que eso no es bueno ni para la pedagogía ni para que se mueva la política. Creo que no es bueno. (Aplausos).



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Yo respeto lo que usted dice -lo entiendo- de su aspiración a romper esquemas de funcionamiento en los que habitualmente el partido ganador de las elecciones era el partido que gobernaba con más o menos apoyos. Es la primera vez que tenemos
una experiencia de un Gobierno de coalición en nuestro país, la primera vez después de cuarenta años de democracia. Yo creo que refleja mucho qué ha ocurrido en la vida política española y cómo se está comportando la vida política española. Pero,
claro, señora Arrimadas, ha sido complicado entender que ustedes representaban un partido de centroderecha. No lo digo en los últimos meses, señora Arrimadas. Digo previamente, porque ustedes era un bloque compacto con el Partido Popular y con
VOX, lo eran. Me parece lógico que, una vez que se cosechan unos determinados resultados electorales, se cambie esa orientación o no se cambie, eso ya depende de la autonomía de cada partido, pero le he querido reconocer su valentía porque no es
fácil y porque hay muchas presiones internas y externas para mantenerse en la situación en la que se estaba. Y yo puedo compartir, señora Arrimadas, que en la situación en la que se estaba ustedes no tenían espacio político. Ustedes hacen bien
diferenciándose del Partido Popular y creo que es una buena noticia, a pesar de que ustedes gobiernan en comunidades autónomas. Yo no les he pedido a ustedes que rompan los gobiernos de comunidades autónomas para llegar a acuerdos sobre los
presupuestos. En la dinámica que se pone en marcha muchas veces en los debates parece que eso es lógico. No. Ustedes conforman determinados gobiernos y sabrán ustedes si tienen que continuar en esos gobiernos o no continuar. No es una cuestión
que tenga que ver con el proyecto de presupuestos.


Les quiero invitar, en definitiva señora Arrimadas, a que seamos capaces de trascender. Porque yo puedo compartir gran parte de su discurso, pero usted termina su intervención diciendo -como si fuera incluso un reto- que el señor Sánchez
tiene que elegir. Entonces, volvemos a la casilla de salida. Sí, señora Arrimadas, entonces volvemos a la casilla de salida, que era en la que hablábamos de los bloques compactos, de que me da igual si comparto el proyecto de presupuestos pero no
voto dependiendo con quién. Entonces estamos otra vez hablando de lo que estábamos hablando. Le invito, señora Arrimadas, también a hacer posible que este sea un presupuesto de unidad, que sea un presupuesto de amplios consensos porque el momento
requiere amplios consensos. Y ya una vez que pase esta pandemia -que ojalá sea muy pronto-, podemos volver a dinámicas habituales si es que son buenas, pero en este momento creo que este país necesita un presupuesto que esté apoyado por la gran
parte de las formaciones políticas presentes en el Congreso de los Diputados; porque creo que son unas cuentas que perfectamente se pueden aprobar por parte de su grupo y de otros grupos. Y a partir de ahí, señora Arrimadas, le repito lo que le
dije -y con ello termino-: Nuestra disposición a que en el periodo de enmiendas ustedes las presenten y las podamos estudiar. Y ojalá no tengamos que asistir a vetos cruzados y nos permita conciliar de forma razonable los intereses para conseguir
un proyecto de presupuestos que creo que los ciudadanos esperan, aislándolos de otros debates, solo y exclusivamente para poder transitar de la mejor manera posible hasta que definitivamente tengamos un remedio, una vacuna o un tratamiento médico
para solucionar los problemas de salud. Ahí estaremos, señora Arrimadas, y también ahí les estaremos esperando.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario Vasco EAJ PNV tiene la palabra la señora Sagastizabal Unzetabarrenetxea.


La señora SAGASTIZABAL UNZETABARRENETXEA: Gracias presidenta.


Señora ministra de Hacienda, señorías, egun on, buenos días.


No sé si es que me he confundido de debate, porque yo sí he venido a hablar de presupuestos. Hoy nos encontramos en un contexto inédito que nadie hubiera ni tan siquiera imaginado, una crisis derivada de una pandemia que ha hecho
cuestionarnos, desde luego, el presente y que, a su vez, nos abre innumerables y serias dudas acerca de cómo abordar el futuro. Nos encontramos ante una situación que, evidentemente, requiere una respuesta extraordinaria, ante una crisis económica
a la que España además se enfrenta con menos margen fiscal porque, tras años de ajustes derivados de la crisis de 2008 y sin aprovechar los años de crecimiento, no ha acabado de cuadrar sus cuentas ni tampoco ha conseguido, salvo tímidamente,
solventar los problemas estructurales de la economía. Y hay que reconocer que esto se debe a la escasa disciplina fiscal de los distintos Gobiernos centrales y a la falta de inversión en los sectores estratégicos y tractores para el necesario
cambio del modelo productivo, todo ello en una misma coctelera o, dicho de otra manera, de aquellos polvos, estos lodos, pero son los mimbres con los que hoy



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nos ha tocado jugar. En cualquier caso, esa falta de disciplina fiscal y de estrategia del pasado, desde luego, no justifica en ningún caso recortes en el presente. La pandemia ha cambiado radicalmente la mirada y nos obliga a actuar con
responsabilidad y a desplegar todos los fondos necesarios para atender las distintas necesidades sanitarias y sociales y también para sentar las bases de un crecimiento económico sostenible.


La semana pasada tuvimos ocasión de escuchar a distintos comparecientes en la Comisión de Presupuestos como el Banco de España y la AIReF y nos quedamos, desde luego, con las valoraciones de los organismos independientes. Ambos dicen que la
economía va a caer más de lo previsto y que en 2021 el crecimiento será menor de lo que prevé el Gobierno. En definitiva, que el agravamiento reciente de la pandemia reduce la probabilidad de que el escenario que marca el Gobierno se cumpla. Pero
lo que no se dice, y creo que es de recibo hacerlo, es que, por una parte, es muy difícil hacer previsiones en un contexto imprevisible, en un escenario cambiante y con un abanico de posibilidades, desde luego, demasiado amplio, y por otra, ninguno
de los organismos, ni la AIReF ni el Banco de España, ha negado que se pueda llegar al nivel de recuperación que prevé el Gobierno, en torno a un 9 %, aunque consideren ese escenario difícil o poco plausible.


En cualquier caso, a juicio del PNV, estos presupuestos parten de un cuadro macro endeble que hasta cierto punto es entendible y comprensible porque el presupuesto fue redactado en los meses de verano cuando el escenario de la pandemia,
desde luego, era mejor que el actual y por ello se deriva un planteamiento quizá más optimista. Tener un cuadro macro más realista es lo adecuado, pero es que el escenario no lo es, no es estable y es que todo apunta a que, si este presupuesto se
aprueba, deberá tener, por lo menos, cierto dinamismo y lo más probable es que haya que volver a revisar el mismo y quizá establecer nuevas medidas en 2021 -el señor Echenique también ha avanzado en esto-, un año además que parece que va a ser igual
de convulso que el actual. Lo importante, desde luego para nosotros, será que haya que contar con palancas adecuadas para mitigar y reducir las consecuencias que se puedan derivar de la variación de ese cuadro macro.


Me gustaría hacer varias apreciaciones en cuanto a las líneas generales del presupuesto. Como usted sabe, ministra, la primera preocupación de este grupo es Euskadi y la verdad es que este presupuesto no les deja a ustedes en muy buen lugar
en cuanto a las inversiones previstas para la Comunidad Autónoma del País Vasco, que nuevamente son relegadas, ni tampoco en cuanto a las cifras de ejecución de los compromisos que ustedes adquirieron con este grupo parlamentario. Y es que no nos
vale que nos pongan de excusa la pandemia. Podemos entender parte del retraso, pero no la desidia ni la inejecución y es que, ministra, los acuerdos están para cumplirlos. No ayuda mucho aprobar un presupuesto cuando todavía hay numerosos acuerdos
pendientes de cumplir. Le voy a poner un ejemplo: El tren de alta velocidad. No le hablo ni de la ejecución ni de la inversión prevista, es que ni tan siquiera se han firmado los convenios comprometidos para la entrada en las capitales vascas.


Si nos centramos en los grandes números, lo que observamos es que el crecimiento y la economía española se fían a los fondos europeos. El impulso fiscal viene de la mano de estos fondos y nos dicen, además, que va a tener un efecto
multiplicador, en torno a dos puntos del PIB. Pero lo que se deduce, ministra, es que están poniendo todos los huevos en la misma cesta, la cesta de los fondos europeos, como la panacea que lo cura todo. Estamos, pues, ante un presupuesto, desde
luego, limitado y encajonado entre dos paredes, lo habitual de un presupuesto y los fondos de resiliencia, que, tal y como aparecen en el estructura del nuevo presupuesto, los grupos no podemos discutir y esto nos preocupa, sobre todo por dos
motivos. Uno de ellos es porque se desconocen los proyectos concretos que están vinculados a los fondos y que se supone que son los que van a marcar el cambio de rumbo del modelo económico. Nos hablan de proyectos tractores, pero la realidad es
que simplemente marca líneas generales con grandes cifras y con un mecanismo de reparto con una preasignación por ministerios y otra para comunidades autónomas y entes locales, pero sin fijar los criterios aplicables a la gestión de los créditos
vinculados a dicho fondo y poder garantizar así la consecución de los objetivos previstos en el mismo. Y también, porque dudamos del impacto que esos 27000 millones puedan tener en el PIB si atendemos a la evolución que la ejecución de los fondos
europeos han tenido históricamente en el Estado y porque a día de hoy seguimos sin conocer cuál es el mecanismo por el que se van a implementar legislativamente esos fondos y su elegibilidad.


Lo que rodea al Plan de resiliencia en los presupuestos es opacidad e incertidumbre. ¿Cuáles son los criterios técnicos? Nosotros creemos en nuestras capacidades para presentar proyectos tractores y en la competitividad de nuestro tejido
económico e industrial y no podemos entender que no haya criterios



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claros para la asignación de estos recursos, que son la madre de todos los recursos del presupuesto. En realidad, el presupuesto verdaderamente transformador lo van a ir diseñando y aprobando ustedes sin la intervención directa de este
Parlamento a lo largo del año que viene. Ministra, nos está pidiendo que hagamos un acto de fe presupuestario cuando el grueso económico está en unos fondos europeos que en esta instancia no podemos discutir.


En cuanto a la parte de los ingresos, ya lo estamos escuchando: ingresos optimistas, ingresos irreales, inflados, subidas de impuestos; son críticas clásicas de todos los debates presupuestarios, que además se convierten en la principal
justificación de los grupos políticos que han presentado una enmienda a la totalidad. En este sentido, tengo que decir que, efectivamente, la previsión de ingresos puede estar subestimada, pero también porque el método tradicional para elaborar las
estimaciones está basado en la elasticidad de los impuestos y en la elasticidad macroeconómica, que no tienen en cuenta un shock como el derivado de la pandemia y que es asimétrico tanto por sectores como por tamaño de empresas. En definitiva, si
antes no cuadraban, hoy suponen un verdadero reto por las incógnitas que el desarrollo de la pandemia conlleva.


También hay que recordar que esta estimación de recaudación va acompañada de un paquete de medidas fiscales nuevas que tratan de adaptar el sistema tributario a la realidad digital: tasa Google y tasa de transacciones financieras, con una
recaudación que todavía es incierta porque no han echado a andar. Son unos impuestos, ministra, que si no están ya concertados con las instituciones vascas es porque son ustedes un tanto inconsecuentes con las propias exposiciones de motivos de sus
leyes a la hora de definir los puntos de conexión.


Asistimos también a una serie de reajustes en distintos impuestos que parecen obedecer más a un diseño político que a su impacto real en la recaudación, un impacto que se deduce pequeño, que no va a mover montañas en una situación de
recesión. Me refiero al aumento del impuesto a las rentas más altas, a la subida de la base del ahorro a las rentas altas, al impuesto sobre patrimonio. En todo caso, son medidas que están en línea con las que en Euskadi tenemos implantadas desde
hace mucho tiempo. Es más, Euskadi ha sido mucho más ambiciosa en cuanto a las rentas altas e incluso excluyó a las sicavs y a las socimis del tipo especial de gravamen del impuesto sobre sociedades, que ustedes no han abordado. Deberían tomar
nota, señores de Podemos. Sorprende, pues -en esto coincido con usted-, que, por un lado, la oposición califique estas medidas como hachazo fiscal y que, por otro, tachen de paraísos fiscales a los territorios donde se encuentran ya implementadas,
como en Euskadi. ¿Es esto coherente? Señores de VOX, señores de Ciudadanos, ¿es esto coherente? Y sorprende que estas mismas medidas se tilden de progresistas por parte de los grupos que forman el Gobierno y que, sin embargo, nos llamen de todo
menos progresistas a aquellos que las tenemos implementadas desde hace años en Euskadi. Por tanto, señorías de Podemos, coherencia también en Euskadi, porque son medidas que el PNV aplica con el Partido Socialista, también en un Gobierno de
coalición. Y si aquí esto es progresista, allí también.


El presupuesto contempla medidas impositivas que también nos preocupan, ministra. No creemos que sea el mejor momento para implementarlas, en una situación de debilidad económica; al contrario, pueden tener un impacto negativo en la
ansiada recuperación. Estoy refiriéndome a la subida del impuesto del diésel. Nos preocupa. Usted sabe que acordó con mi grupo frenar esta subida en las conversaciones previas a las cuentas junto con la no subida del IVA a la sanidad y a la
educación. Y, señora Arrimadas, deje de ponerse medallitas porque algunos ya sabemos lo que pasó con este tema. Ministra, nosotros hablamos con usted acerca del diésel, una promesa que no se ha cumplido y esto -no le voy a engañar- mina la
confianza, pero todavía estamos a tiempo de reconducirlo.


No le voy a repetir nuestra preocupación sobre el sector de la automoción, un sector prioritario en Euskadi, también en el Estado, de alta cualificación y del que dependen miles de empleos directos e indirectos. Y tampoco nuestro compromiso
a entender que esta crisis debe ser afrontada, desde luego, como un momento de oportunidad para abordar los retos de la transformación energética ecológica. Pero ¿creen, de verdad, que la ciudadanía se puede permitir comprar un coche eléctrico con
la que está cayendo? ¿O que es el momento de subirles este impuesto a los transportistas autónomos de menor dimensión?


Quiero dejar clara una cosa; este grupo avala y apuesta por la fiscalidad verde y converger con Europa, pero esta debe de ir acompasada a los tiempos y a la realidad económica; lo que llamamos transición. Una fiscalidad verde, sí;
converger con Europa, también; pero ha de aplicarse con racionalidad y progresividad; desde luego, sin dañar ni poner en peligro ni puestos de trabajo ni sectores ni autónomas ni autónomos.



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También nos preocupa el aumento del IVA en las bebidas azucaradas por el impacto negativo que pueda tener esa medida en la economía y en los puestos de trabajo que dependen de esta industria. Compartimos la preocupación por la obesidad,
pero no creemos en una subida de impuestos que, por sí sola, vaya a cambiar los hábitos de consumo ni aborde en profundidad el problema. Es cierto que la obesidad es un problema de la sociedad y, por eso, entendemos que se requiera de medidas
integrales que vayan al fondo de la cuestión, con un estudio mucho más profundo y con otro tipo de enfoque, e incluso con otro tipo de medidas, más allá de una subida simplista del impuesto a unas bebidas azucaradas que, entiéndame, no son
saludables, pero, a nuestro juicio, se queda corto.


Por el lado de los gastos, estamos claramente ante unos presupuestos expansivos, y en esto hay un consenso generalizado desde la mayoría de los organismos oficiales, incluidos el FMI. Es el momento de gastar para paliar las consecuencias
negativas del COVID. Resulta inexplicable y, desde luego, no se entiende que algunos pidan hoy una reducción de gastos y una reducción de impuestos cuando, por otro lado, son los mismos que, junto con otros grupos en este Parlamento, en esta
Cámara, hemos solicitado extender los ERTE, más ayudas a pymes, a autónomos, al turismo, porque ¿cómo se hace? Ustedes hablan del mayor gasto en los últimos tiempos. Yo no hablaría tanto del cuánto, sino del cómo o para qué, porque tan importante
es lo uno como lo otro. Se necesita gastar más para paliar las consecuencias negativas del COVID, pero también se necesita gastar más en inversiones productivas; un gasto, por tanto, que debe ser coyuntural, que tenga retorno económico y que no se
convierta en estructural. Si algo nos ha enseñado la pandemia es la necesidad de contar con una industria fuerte, no solo para salir de esta situación, sino también porque es un buen amortiguador para crisis futuras. Se necesita invertir, pues, en
políticas que permitan el cambio del modelo productivo, que generen retorno económico y social, y que contribuyan al crecimiento económico.


Sin embargo, también tengo que decir que de la lectura de los presupuestos se deduce que vuelven a caer en los mismos errores del pasado, porque relegan la política industrial a la incertidumbre de los proyectos tractores ligados al fondo de
resiliencia. Por eso, pedimos más concreción en esos fondos y en esos proyectos. Además, hay que reconocer -y nuestro grupo lo va a hacer hoy- que, por el lado de los gastos, el presupuesto, ministra, contiene medidas sociales que, desde luego,
son incuestionables: ingreso mínimo vital, que, por cierto, siguen sin traspasar; actualización de las pensiones al IPC; Iprem; infancia; pacto de Estado contra la violencia machista; dependencia. De la misma manera, debemos poner también el
informe del impacto de género, que modifica su elaboración frente a otros informes que se presentaban en los presupuestos de años anteriores; y el informe de alineamiento con los objetivos de desarrollo sostenible de la Agenda 2030, que se presenta
por primera vez.


Señora ministra, estamos ante una crisis económica y social profunda, en plena segunda ola de la pandemia, y cuya gestión exige no cometer los mismos errores que se cometieron en la crisis de 2008, que llevaron a un aumento de las
desigualdades y no consiguieron reactivar la economía. Hoy, al menos, salimos del marco de las políticas de austeridad; Europa lo está autorizando; y el mayor ejemplo lo tenemos con la suspensión de las reglas fiscales, que también ese acuerdo se
ha adoptado aquí.


Voy terminando, presidenta. Hoy, el Gobierno afronta la aprobación de unos presupuestos que vienen marcados por las consecuencias de la crisis económica y social derivada del COVID; una pandemia que nos ha demostrado las principales
debilidades de la economía, pero también de las principales debilidades de las administraciones en diversos ámbitos. En este contexto, la aprobación de estas cuentas no va a ser una tarea fácil, porque va a requerir de un gran consenso entre
distintos grupos en este Parlamento diverso y plural, en el que el partidismo y, desde luego, los falsos patrioterismos enturbian y dificultad, si cabe, mucho más, la situación creada por COVID. Y será necesario también aceptar que las cuentas van
a sufrir desviaciones como consecuencia de la volatilidad o la inestabilidad recaudatoria. Pero no es menos cierto que, si queremos salir de esta crisis, de esta situación excepcional, contar con un nuevo presupuesto es, desde luego, en nuestra
opinión, un buen punto de partida.


Lo que es evidente es que no nos podemos permitir seguir con unas cuentas que son de 2018, no dan más de sí, y además fueron pensadas para unas circunstancias económicas y sociales que nada tienen que ver con las actuales, pero para ello
habrá que dialogar mucho y entenderse. Con este objetivo, el del diálogo y el del entendimiento, este grupo no ha presentado una enmienda a la totalidad. Somos un partido también con responsabilidades en el Gobierno, entendemos que es importante
disponer de una estabilidad económica y social y queremos dejar la puerta abierta, desde luego, para revertir determinadas políticas y avanzar en un nuevo contrato social con acciones claras y concretas, y no con políticas de marketing que tanto
gustan últimamente.



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Pero, ministra, también quiero ser clara. Hoy nos falta un buen trecho para acordar los presupuestos. Nuestro voto en contra de las enmiendas a la totalidad no es más que el punto de partida de una negociación para poder discutir las
discrepancias, para que podamos abordar esa agenda vasca con mayor profundidad pero también con verdadero compromiso y lealtad, de manera que se pueda avanzar hacia una nueva realidad económico-social con esos proyectos tractores que van a venir de
la mano de los fondos europeos. En esto consiste la política: en hablar, contrastar, negociar nuestras diferencias y acordar, porque si no lo hacemos en esta situación de shock sanitario, social y económico mundial no sé cuál podría ser el mejor
momento para hacerlo. ¿Sería mejor no intentarlo y volver a unas elecciones? ¿Dejar en la estacada y sin respuesta a una sociedad apaleada por la pandemia? ¿Desaprovechar la oportunidad que llega desde Europa y que por una vez no viene marcada
por la austeridad? La respuesta, desde luego, a juicio del PNV, es claramente no. Nuestra actitud es proactiva y propositiva, siempre por la defensa de los intereses de la ciudadanía vasca por delante, con voluntad firme de dialogar y acordar,
pero para eso, señora ministra, nos queda todavía un camino por transitar.


Gracias.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Sagastizabal. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, presidenta.


Muchas gracias, señora Sagastizabal, por su intervención. En primer lugar, quiero agradecerle a su grupo la disposición que ha presentado y presenta habitualmente para intentar mejorar las cuentas públicas, para aportar cada uno desde su
perspectiva lo que entiende qué es mejor para que sean más sólidas o para que contemplen una realidad que en este momento no contengan. Pero creo que yo he sido muy clara desde el principio que se planteó la negociación presupuestaria y trasladé
con mucha claridad que ustedes no son un socio más; son un socio prioritario. Por tanto, yo quiero transmitirle mi absoluta confianza en que llegaremos a un acuerdo para la tramitación final de estas cuentas públicas.


Creo que hay algunas tareas que usted ha trasladado sobre las que tenemos que trabajar en estos días de forma intensa, que tienen que ver con la concertación de las figuras fiscales que han sido aprobadas recientemente o que requerían de un
ajuste, algunas de las clásicas, que todavía no se había resuelto. Y creo que en los elementos importantes, nucleares, que puede contemplar este proyecto de presupuesto, sin duda con las enmiendas que ustedes planteen en materia de partidas
concretas o de inversiones concretas que se puedan dirigir en un sentido u otro, estaremos de acuerdo y que no va a haber ningún problema para hacerlo.


Sí quiero decirle, señora Sagastizabal, respecto a algunas reflexiones que usted ha hecho, que me parece lógico que ante una caída de la recaudación tan a pulmón como la que se está produciendo en este momento -ustedes lo conocen bien,
porque por su propia estructura tributaria y de recaudación observan en primera persona cómo se está produciendo la caída del impuesto de sociedades, o la caída del IVA, o del IRPF, que son figuras muy importantes- nosotros incorporemos una
anualidad de 27000 millones de fondos europeos. Esto no significa que la recuperación económica en el medio plazo tenga que estar vinculada a los fondos europeos, sino que yo creo que significa muy bien el esfuerzo que está haciendo Europa de
intentar hacer en este momento una inyección rápida de recursos a las economías de los Estados miembros para conseguir disminuir y amortiguar la caída del PIB que se ha producido fundamentalmente en el segundo trimestre, ya que probablemente en este
cuarto trimestre debido a la situación sanitaria tengamos también cifras de caída que nada se parezcan a las del tercer trimestre e igualmente ocurrirá con el próximo año.


Por tanto, parece lógico que nosotros utilicemos ese auxilio que produce Europa por primera vez, usted bien lo decía, habiendo entendido que en esta situación de crisis económica no podemos aplicar las recetas de austericidio que se
aplicaron en la crisis anterior. Unas recetas que -creo que siempre lo hemos compartido- profundizaron en los efectos de la crisis porque probablemente se realizaron en el momento en que no era oportuna la consolidación fiscal. Esta es una
cuestión que, como dije en el día de ayer, tendríamos que plantearnos cuando pase la pandemia sanitaria y, por tanto, en el medio plazo, al objeto de que las generaciones futuras no hereden una parte muy importante de nuestro endeudamiento. Con
independencia de que esos fondos son limitados y finitos, no los vamos a tener permanentemente, quizás lo más importante sea -al menos es así como el Gobierno lo ve- que tienen que ser unos proyectos que permitan acelerar los cambios y las
transformaciones que teníamos previstos como país en



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el marco de la digitalización y de la transición ecológica, que son cuestiones que se ponen muy a menudo sobre la mesa, pero también en el marco de otros proyectos que pueden incrementar la competitividad de nuestras empresas, como son los
corredores ferroviarios. Como recordará usted, en el día de ayer ya trasladé que estos fondos tendrían que posibilitar sin duda que la vertebración del transporte de mercancías de nuestro país a través del ferrocarril, que es además un transporte
verde, nos permitiera ganar competitividad a nuestras empresas. Por tanto, el corredor mediterráneo, el corredor atlántico y el corredor central nos parecían que eran elementos que eran imprescindibles que se pusieran en marcha con motivo de los
fondos europeos y que, por tanto, permitieran superar algunas de las debilidades de nuestro sistema productivo como, por ejemplo, ocurre con el transporte de mercancías, que tiene una incidencia muy importante en la competitividad de nuestras
empresas.


No es que haya opacidad, señora Sagastizabal -en esto quiero serle absolutamente franca-, es que la rapidez con la que hemos ido incorporando los proyectos de los fondos europeos -que todavía no tiene aprobados Europa, quiero decirlo-, la
rapidez con la que los ministerios han tenido que ir incorporando esos proyectos definiendo sobre qué elementos se van a fundamentar, no ha hecho posible en todos los casos descender a nivel territorial por cada uno de los departamentos. Yo creo
que ustedes lo saben porque hemos tenido ocasión de comentarlo en diferentes ocasiones. Por tanto, no es un tema de no querer contar o de no querer ser trasparente sino que todavía se está trabajando en ello. Así pues, el modelo que nosotros hemos
planteado en el proyecto de presupuestos ha descendido al territorio en las partidas de vivienda o la parte medioambiental, que ya estaban previamente preasignadas y que están pendientes de que sean las conferencias sectoriales las que den
definitivamente ese visto bueno.


Creo que en las próximas semanas o en los próximos dos o tres meses habrá que terminar de definir toda esta cuestión. Habrá que organizar la conferencia sectorial de fondos europeos, que como usted bien conoce ya se le comunicó a la
Conferencia de Presidentes para que se reuniera en el momento en el que los departamentos tuvieran estas ideas un poco más claras. En consecuencia, tenemos que aprovechar estos tres años de transferencia, y hasta seis, con los préstamos para
intentar revertir aquellas cuestiones que tenemos diagnosticadas y que compartimos de nuestro modelo productivo para orientarlas en la dirección correcta. Por tanto -antes lo ha preguntado la señora Arrimadas, pero se me olvidó comentárselo-, es
evidente, y ustedes lo saben, que todos los proyectos de inversión que van en las cuantías de los fondos europeos tienen que acompañarse de un programa de reformas. No se conoce todavía, señora Arrimadas, porque se está elaborando, pero todos
tienen que acompañarse de un programa de reformas, de manera que en ningún caso los fondos europeos pueden ser sustitutivos del gasto corriente. El gasto corriente tiene que ir por su dirección y estos proyectos son proyectos tractores, son
proyectos añadidos a lo que es la dinámica habitual de un presupuesto para permitirnos levantar el PIB, proteger el empleo y, en definitiva, que la situación de la pandemia pueda durar el menor tiempo posible. (El señor vicepresidente, Rodríguez
Gómez de Celis, ocupa la Presidencia).


Creo, señoría, que los criterios de asignación de los recursos para cada una de esas partidas, para cada uno de esos proyectos van a estar en función de la política concreta, no va haber un criterio único que se aplique a todos y cada uno de
los departamentos. Le pongo un ejemplo. El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana tiene una parte importante de experiencia previa en todos los convenios que ha desarrollado con las diferentes comunidades autónomas. De hecho, una de
las cuestiones que se plantearon en esa discusión es justamente la participación del País Vasco en cada una de esas políticas, cuestión que no siempre había estado presente; es decir, no siempre se han firmado convenios de colaboración con el
Gobierno vasco en materia de vivienda, en materia de transición ecológica o medioambiental.


Le quiero decir que evidentemente es voluntad del Gobierno que el País Vasco participe en el conjunto de los proyectos que están presentados en el Plan de Recuperación, aunque a lo mejor haya alguno en concreto, señoría, que vaya dirigido a
una zona ultraperiférica. Pero con respecto a los proyectos de interés general que están planteados en el proyecto de presupuestos, no hay ninguna duda de que evidentemente participará el conjunto del territorio y también el País Vasco. Habrá que
ver en cada una de las conferencias sectoriales cuáles son los criterios de distribución porque algunas veces tendrá que ver con parques públicos de vivienda y en otras ocasiones con metros cuadrados en relación con una política, con el número de
personas afectadas por el COVID o con el número de estudiantes que se encuentran en edad universitaria. En fin, habrá diferentes criterios, no va a haber un criterio único -es lo que le quería comentar- que vaya a plantear la distribución de esos
fondos.



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También quería decirle, señoría, que efectivamente todo lo que es la parte del cuadro macroeconómico hay que reconocer que se hace en un momento de incertidumbre. Es un momento en el que todos los analistas internacionales están insistiendo
en la necesidad de atajar, de controlar la pandemia y de hacerlo de forma contundente, porque es directamente proporcional la situación de circulación del virus con la caída de la actividad económica. Y lo es porque obliga a una serie de
restricciones de movilidad que afectan directamente a algunas áreas del entorno económico: al turismo es obvio, pero incluso al sector del comercio que muchas veces está asociado no a la compra de productos esenciales, sino a la propia circulación
cotidiana de las personas y que se ve resentido -esto se comprueba en los datos del IVA- con motivo de las limitaciones que se van produciendo por parte de cada una de las comunidades autónomas.


Yo creo que siempre hemos compartido que lo prioritario era ponerle freno al virus y que, por tanto, las medidas tenían que ir enmarcadas claramente en limitar su contagio, limitar su expansión. En este sentido, hemos avanzado mucho a lo
largo de los últimos meses. Señoría, yo creo en los modelos de cogobernanza porque están permitiendo tener una capacidad de éxito sobre las medidas muy similar a la que podría desarrollarse por parte del Gobierno de España. Digo esto porque
algunos piensan que solamente es posible desde la unidad de mando o desde la gestión centralizada dar una respuesta eficaz a determinadas cuestiones, y como saben yo no comparto esa posición. Cuanto más capaces seamos de acomodar las medidas que se
puedan plantear a la situación efectiva del territorio, más capacidad tendremos de acertar y de no producir efectos no deseados en el entorno económico de determinadas regiones. Por tanto, creo que hemos caminado y que lo hemos hecho, entre otras
cuestiones, por acuerdo con su grupo en todo lo que implica ese modelo de cogobernanza que incluso se ha extendido hasta el decreto de alarma. De manera que son las autoridades delegadas -presidentes de las comunidades autónomas- las que tienen la
responsabilidad de administrar, de arbitrar unas medidas que todos compartimos que son duras, pero también absolutamente imprescindibles, para que podamos salvar vidas y seguir caminando en este sentido.


Toda la parte del cuadro macroeconómico relativo al 7,2 % de crecimiento respecto a la caída que va a experimentar el PIB durante este año pone de manifiesto con más o menos acierto lo que implica esta uve asimétrica. Es evidente que si
este año caemos más, probablemente el año que viene se pueda repuntar mejor, pero eso, como usted entenderá, no es consuelo ninguno. Lo importante es tener unas cifras que realmente nos permitan ajustarnos a lo que en este momento, con toda la
incertidumbre, son las previsiones que los organismos nacionales e internacionales están haciendo sobre el proyecto de presupuestos y, en este sentido, quería volver a reiterar lo que dije ayer. Las comparaciones que nos están haciendo no son
relativas a la incorporación de los fondos europeos ni al repunte del tercer trimestre. Es decir, ese 7,2 % que nosotros reflejamos, que es el parámetro que puede ser comparable a las demás cifras que dan el resto de organismos, tenía en cuenta ese
crecimiento que se había producido en el tercer trimestre y también que estos fondos europeos van a suponer sin duda un dinamismo muy importante para nuestra economía.


Ahora bien, comparto con su señoría que el reto es el de la ejecución; una ejecución de 27000 millones añadidos a las inversiones habituales que desarrolla el Estado, que entiendo que no va a ser uniforme por parte de todos los
departamentos porque habrá algunos decalajes en algunos proyectos, mientras que en otros se podrán realizar inmediatamente porque ya existe previamente el convenio o el instrumento jurídico que lo puede hacer posible.


También quiero decirle que vendrá muy pronto a este Congreso el decreto-ley que va a intentar agilizar todos los procedimientos y todos los trámites, justamente para quitar cuellos de botella, sin que eso implique perder ningún tipo de
control sobre el dinero público, lo que nos permitirá ir más rápidos en el tiempo y sobre todo ser capaces de poner en carga, si me permite la expresión, una gran parte de estos proyectos para que podamos, durante estos próximos tres años, completar
el conjunto del compromiso de gastos respecto a la transferencia. Saben ustedes que es una exigencia europea. Luego vendrá o no una prórroga. Hoy por hoy así está planteado y son tres años lo que da la Comisión Europea para poder comprometer el
gasto de esos 70000 millones procedentes de las propias transferencias.


Respecto al React-UE, que es otro de los fondos de 13000 millones, que es una cantidad nada despreciable, desde el principio se ha hecho una asignación para las comunidades autónomas que pudiera de alguna manera sortear el obstáculo del
marco financiero plurianual respecto a los fondos de convergencia. Lo digo de otra forma. Normalmente el País Vasco ha tenido menor acceso a los fondos del marco financiero plurianual porque en la categorización de las regiones la intensidad de
las ayudas es



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distinta dependiendo del nivel de partida. Hemos aislado de esta situación al React, de manera que va a estar vinculado a los proyectos sanitarios, educativos o de servicios sociales que se puedan presentar en la programación, esa sí, que
tiene que hacer en exclusiva la comunidad autónoma. Posteriormente nosotros los remitiremos a Bruselas y Bruselas dará el visto bueno o dará las indicaciones, y después nuevamente tendrán que volver al territorio. Hay una cantidad muy importante
de esos recursos para este año, son 8000 millones de euros. En las próximas semanas convocaremos la conferencia para que los Gobiernos sepan cuáles son los programas operativos sobre los que tienen que trabajar, podamos intercambiar información y
seguir caminando en esta dirección.


Por último, respecto a los fondos europeos, trabajaremos en el entorno de la cogobernanza. Hay algunos, como los corredores que acabo de mencionar, que son proyectos estratégicos de país, normalmente intercomunidades autónomas, es decir,
que no tienen una asimilación a un territorio en concreto, y son proyectos que por supuesto vamos a impulsar. Pero hay otros que tienen que ver con el aterrizaje de las políticas que cada departamento está trabajando y habrá una capacidad de poder
concertar conjuntamente cuáles son las inversiones o cuáles son los programas que tenemos que trabajar. Quiero trasladarle una absoluta tranquilidad porque nuestra forma de trabajo va a seguir siendo la que estamos desarrollando los últimos días,
en que la cogobernanza es para nosotros un elemento imprescindible.


Respecto a las enmiendas en las políticas de gasto tendremos ocasión de verlas, señora Sagastizabal, a lo largo del proceso de enmiendas, y por tanto la emplazo a ese momento.


En cuanto a la política de ingresos, quiero decirle -así se lo dije a su compañero de filas- que nunca entendí que el impuesto al diésel fuera una línea roja del PNV, fue un error mío no entender que era así. En cualquier caso, creo que
compartimos que tenemos que trabajar en la fiscalidad medioambiental, compartimos que somos el tercer país en el precio del diésel, solo por delante de Lituania y de Luxemburgo, y que somos el quinto país en fiscalidad medioambiental. Este no es un
elemento con el que este Gobierno, ni creo que sus señorías, nos sintamos cómodos, porque efectivamente nosotros sí creemos que la transición energética, la transición medioambiental, es un elemento clave y es una oportunidad para el futuro en el
empoderamiento de nuestras empresas y en la capacidad de ganar en competitividad. Por tanto, tendremos que seguir trabajando en todo lo que es la fiscalidad que tiene el reflejo en las políticas verdes. Lo que sí le puedo decir es que no tengo
duda de que llegaremos a un acuerdo en el proceso de enmiendas y, por tanto, tranquilidad en ese sentido.


Respecto al IVA de bebidas azucaradas, también quiero trasladarle que ha sido el Ministerio de Sanidad -justo ahora acaba de irse el ministro- el que sugirió a este ministerio la necesidad de utilizar la fiscalidad dentro de sus planes
integrales. El Ministerio de Sanidad está trabajando en un plan integral -que se ha visto interrumpido temporalmente con motivo de la pandemia porque los cinco sentidos del ministerio están puestos en frenar el contagio del virus-de lucha contra la
obesidad infantil. Como saben, la obesidad infantil es el predisponente de las enfermedades más graves que sufre la población joven, entre ellas una enfermedad grave como la diabetes, frecuente entre los jóvenes y que está directamente relacionada
con los elementos predisponentes a la obesidad.


Señorías -y durante el transcurso del debate he escuchado algunas posiciones respecto a esta cuestión-, de lo que se trata es de disuadir del consumo de bebidas azucaradas, no de que la gente pague más por la bebida, porque a veces cuando el
instrumento fiscal se utiliza en términos de reorientación de conducta creo que no se entiende bien para qué sirve. De lo que se trata es de sustituir ese tipo de bebidas por otros consumos de alimentos que resulten más saludables para la población
infantil, no que nosotros seamos masoquistas y queramos que la gente quiera pagar más por lo mismo. No se trata de eso. De hecho, una importante preocupación es que el consumo de bebidas azucaradas no está directamente asociado a los niveles de
renta, es decir, no hay un distingo en el consumo de bebidas azucaradas dependiendo de que la persona pertenezca a una familia con menos renta o con más renta. Si me apuran, incluso algunos estudios tentativos que se han hecho marcan que las
personas con menos rentas consumen más bebidas azucaradas. Por tanto, de lo que se trata justamente es de evitar que eso sea una bebida habitual -no, por supuesto, esporádica- de consumo entre los jóvenes porque, como digo, lo que pretendemos es un
bien superior que es proteger su salud.


También quiero decirle, señora Sagastizabal, respecto a las cuestiones que me preguntaba, que creo recordar que está todo listo, y si no habrá que trabajarlo en este periodo hasta final de año, para que el ingreso mínimo vital -creo que la
propia ley así lo establecía- se pueda ya empezar a poner en marcha a partir del mes de enero. Entiendo que era así y que eso sigue su camino, sigue su ruta. Y si no es así, habrá que intentar acelerarlo también durante el periodo de enmiendas.



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Termino, señoría, reconociéndole, como siempre hago en público y en privado, que para este Gobierno es prioritario llegar a un acuerdo con el Partido Nacionalista Vasco, no ahora para un proyecto de presupuestos, que es una situación
coyuntural aunque tiene una extraordinaria importancia, sino sobre todo y básicamente de cara a la duración de la legislatura y a la terminación de la misma. Para nosotros, y siempre lo he dicho, el acuerdo de investidura que hizo posible que el
presidente Sánchez pudiera ser presidente es un acuerdo muy importante que marca también la acción de este Gobierno y no tengo ninguna duda de que en esta materia, como en muchas otras, seguiremos trabajando -no es fácil llegar a acuerdos porque son
ustedes duros en sus exigencias-. Entiendo que hasta la fecha, probablemente con más demora de la que nos hubiera gustado, siempre hemos conseguido ese acuerdo y, por tanto, confío también en que para este proyecto de presupuestos lo consigamos en
el proceso de enmiendas. En cualquier caso, el Gobierno está abierto a todas las aportaciones que ustedes quieran hacer y, como siempre, le tengo que agradecer el tono de su intervención, la elegancia que marca el estilo parlamentario de su grupo
político e insistirle en que durante el periodo de enmiendas seguiremos hablando. Estoy convencida de que al final llegaremos a un acuerdo que permitirá que el Partido Nacionalista Vasco apoye este proyecto de presupuestos.


Muchas gracias. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias, señora ministra. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Por el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), tiene la palabra la señora Sagastizabal Unzetabarrenetxea.


La señora SAGASTIZABAL UNZETABARRENETXEA: Gracias, presidente.


Gracias, ministra. Hoy no estamos votando la aprobación de los presupuestos, simplemente estamos abriendo el camino para que estos presupuestos puedan echar a andar. Le agradezco sus palabras y recogemos el guante. Nosotros creemos, como
usted bien ha dicho, en la política útil. Somos un partido que ha demostrado que el diálogo, la negociación y el intentar llegar a acuerdos entre diferentes, y desde la discrepancia, lo tenemos en el ADN, lo tenemos muy presente porque enriquece
los debates y posibilita llegar a tomar mejores decisiones, ya que implica ponerse en la posición del otro.


Coincidimos con lo que ha dicho usted del cuadro macro. Estamos de acuerdo con que hay que poner freno al virus. Ha hablado también del corredor atlántico, y aquí discrepamos, ministra, porque llevamos mucho retraso y no se ha sido muy
diligente en esta ejecución. Estoy de acuerdo en que hay que utilizar los fondos europeos como palanca de proyectos tractores. Usted nos ha dicho que se está trabajando en cada uno de los ministerios, por eso decía en mi intervención que
necesitamos mucha más claridad en cuanto a la definición y selección de instrumentos para la gestión y operación de los proyectos tractores, si queremos que los mismos sean los cimientos de la recuperación y las bases del futuro.


Me alegro de que también esté dispuesta a abrir ese debate acerca del diésel, porque no creemos que sea el momento adecuado. Como le he dicho, fiscalidad verde, sí; converger con Europa, también. El objetivo es descarbonizar, pero
descarbonizar no es únicamente electrificar ni tampoco desindustrializar. Por eso, entendemos que la transformación de la movilidad debe hacerse de la mano de la política industrial innovadora y sostenible. Pero tenemos tiempo, hay plazo, y vamos
a trabajar en ello con ustedes. Estamos dispuestos a hablar, a negociar, a acordar y a resolver nuestras discrepancias en estas próximas semanas.


Muchísimas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchísimas gracias.


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, señor presidente.


Señora Sagastizabal, reitero el ofrecimiento que le he hecho desde la tribuna y vuelvo a reconocer el papel de esa política útil que usted planteaba en su intervención. Evidentemente, los ciudadanos, cuando depositan su confianza en los
representantes políticos, quieren que se trabaje por el interés general y para solucionar los problemas que se viven en el día a día. Como usted bien ha dicho, su formación política lo tiene en su ADN. Siempre ha tenido claro que su posición les
tenía que permitir influenciar en la política de los Gobiernos, en los presupuestos o en cualquier otra legislación. Por tanto, señoría, seguiremos trabajando en esa misma dirección, desde el convencimiento de que llegaremos al acuerdo, como le



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acabo de decir. Vuelvo a reiterar que para nosotros el PNV no es un socio más, sino que es un socio estable y un socio prioritario. Por tanto, estamos convencidos de que llegaremos a un acuerdo en algo tan importante como este proyecto de
presupuestos.


Muchas gracias.


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Euskal Herria Bildu, tiene la palabra el señor Matute García de Jalón.


El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Muchas gracias, señor presidente.


Señorías, arranco con una constatación tras escuchar a la señora Arrimadas: el nacionalismo español no tiene espejos. Es capaz de ver nacionalismos en todos los lugares y en todas las circunstancias, menos en el suyo propio. Banderas sí,
muy grandes, pero espejos, ninguno. El día que comprueben y entiendan que puede haber independentistas que no son nacionalistas preveo una implosión mononeuronal.


Quiero comenzar este debate hablando de los compromisos que nos importan a nosotros y a nosotras, de los compromisos con nuestro pueblo y con sus gentes. Como representantes de Euskal Herria Bildu, adquirimos un compromiso: proteger y
ampliar los derechos sociales, laborales y económicos de la ciudadanía. Nos comprometimos a mejorar la vida de la gente; nos comprometimos a darles buenas noticias y a hacer que sus vidas fueran vidas dignas. Tenemos palabra y le damos valor a
nuestra palabra. Y hoy podemos decir que estamos dando pasos, aunque tímidos, mucho más tímidos de los que nos gustaría, en esa dirección, pero estamos avanzando. También adoptamos ante nuestro país, Euskal Herria, otro compromiso: que
empujaríamos para que se tomaran decisiones que revirtiesen todas las políticas de derechas -ya fuera la derecha suave o la ultra, quien las haya implementado- porque han robado a los trabajadores y a las trabajadores durante décadas y que nos
esforzaríamos en devolver la dignidad y los derechos a las clases populares, que tanto costaron conquistar. Por eso, y pese a la tibieza de los pasos expresados en los Presupuestos Generales del Estado, votaremos en contra de las enmiendas de
totalidad. Volver al escenario de unos presupuestos prorrogados -presupuestos, recuerdo, del Partido Popular, cierto es que apoyados por alguna opción política vasca, pero no Euskal Herria Bildu- nunca es para nosotros una buena opción. No es una
buena opción para quienes demandan apoyo a las instituciones para salvar su angustiosa situación, que es resultado y fruto de políticas públicas que les han ignorado sistemáticamente y que hoy sufren con mayor intensidad a consecuencia de la
pandemia y de la triple crisis asociada a ella, la social, la económica y la sanitaria.


Estos Presupuestos Generales del Estado no son solo el trance económico a pasar o superar para transitar un año más. La aprobación de estos presupuestos es la primera prueba de fuego para un Gobierno que accedió al poder señalando la
necesidad de iniciar un cambio de rumbo ante la deriva neoliberal en la que este Estado lleva sumido durante décadas, y también, y asociado a esta deriva, ante la propia deriva autoritaria, recentralizadora y esquilmadora de derechos sociales y
laborales, individuales y colectivos. Somos sinceros, lo intentamos ser siempre que subimos a esta tribuna y que hacemos política, y nos gusta hablar claro a la gente, aunque lo que pueda escuchar le guste menos. Estos presupuestos no revierten de
raíz el modelo neoliberal impuesto y apuntalado desde hace décadas, eso es evidente. Un modelo basado en recortes y disminución del poder público en la toma de decisiones, en la depredación de derechos y libertades, que se ha llevado por delante el
presente y el futuro de millones de personas, no se erradica, no se acaba con estos presupuestos; eso es así de cierto. Pero creemos, a la vez, que pueden ser una herramienta, una oportunidad para comenzar a romper con el dogma neoliberal y de
verdad hacer políticas que no dejen a nadie atrás. Porque a nosotros, señora ministra, nos importa más el 'qué' que el 'con quién'; nos importa más qué políticas se pueden llevar a efecto que con quién vamos a hacer esas políticas. Lo que sí
sabemos es que con las políticas de izquierda hay unos quiénes y con las políticas de derechas, con las políticas del dogma liberal, hay otros quiénes: está el Partido Popular, está Ciudadanos, está VOX, está el IBEX 35 y están los poderes y las
élites económicas que han mangoneado y han mandado en este Estado desde hace décadas.


Por eso, ante esta oportunidad que se abre hoy con los presupuestos generales, si esta se encarrila hacia la ruptura con esa deriva neoliberal y hacia la apertura de un nuevo ciclo político económico y social durante los próximos años, en
esa realidad nosotros participaremos y recorreremos el camino de forma conjunta. Así lo expresamos en enero de 2020 y así lo reiteramos hoy, nuevamente, en noviembre de 2020. Nuestra palabra vale más que los zigzagueos de alguna formación política
que, por puro instinto de supervivencia, hoy pretende presentarse como moderada. Le daré un dato en el que quizá usted ya ha



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reparado. La intervención de la representante de Ciudadanos ha arrancado con un recuerdo a las víctimas, que me parece respetable y loable, incluso lo comparto, pero ha señalado un dato, ha cifrado en 70000 las personas muertas en esta
pandemia. Ustedes, su propio Gobierno, hablan siempre de en torno a 40000 hasta la fecha, y ojalá se quedaran ahí. Fíjese en la diferencia de matiz: ¿quién apuntala la idea de que hay 70000 y no 40000 muertos y que este Gobierno está intentando
engañar a la ciudadanía ocultando 30000 muertos? Pues precisamente la derecha económica, la derecha social, la ultraderecha, en definitiva, y eso es lo que de alguna manera subsiste. Y le diré que este debate, como todos, trae pasajes, trae
momentos en los que uno se despista y se pierde; a mí me pasa en ocasiones. Cuando he oído a la representante de Ciudadanos decirles que ustedes, es decir, el Gobierno, el Partido Socialista, conoce mejor que nadie de su capacidad para llegar a
acuerdos, a mí algo me ha resultado raro. Los únicos acuerdos que recuerdo que tiene Ciudadanos, y que parece que a veces no quiere que se conozcan mucho, son con el Partido Popular y con VOX en Madrid, en Murcia y en Andalucía, en diferentes
ciudades; ninguno con ustedes. Por tanto, no sé qué tendría que conocer o desconocer de su capacidad negociadora, que seguramente sí conoce la derecha unida y reunida cuando tiene que llegar a acuerdos.


Como le decía, estos presupuestos no van de ganar un año, van de iniciar un camino, que ha de llevar años, para revertir la senda del austericidio y los recortes e intentar que entre las fuerzas de izquierda de esta Cámara se cambie el rumbo
de las políticas para que su eje de acción pase a ser los intereses de la mayoría en lugar de los privilegios de las élites; conseguir, esta vez sí, que la crisis no la vuelva a pagar la gente, como ocurrió con la crisis de 2008, porque esta
pandemia ha puesto encima de la mesa nuestra vulnerabilidad como sociedad, una debilidad que se acentúa y se ceba con las clases populares. Porque no es cierto que las consecuencias del COVID -las sanitarias, las económicas y las sociales- nos
afecten a todas y todos por igual, no es cierto. No es cierto, cuando la gente no vive en las mismas condiciones, no vive en los mismos barrios, no tiene las mismas dotaciones y equipamientos sociales, sanitarios y asistenciales. No es cierto
porque esas cuestiones dependen del nivel de renta, dependen de la acumulación que unos pocos siguen teniendo en detrimento de las mayorías. Lo decía Rosa Luxemburgo: en una sociedad capitalista hay desigualdad y opresión. Y hemos visto que el
modelo bajo el que sobrevivimos no está ideado para garantizar vidas dignas de ser vividas para todos y todas, porque aquí la verdadera dicotomía no es salud o economía. No, la verdadera dicotomía es salud y condiciones de vida dignas para la
mayoría, es decir, para la clase trabajadora, o sostenimiento de los intereses y privilegios de las élites económicas, en detrimento de las condiciones de vida de la mayoría.


Ante esta evidencia, hoy y aquí, mediante los Presupuestos Generales del Estado, podemos empezar a enmendar esta injusticia histórica; una injusticia que, tras años y años de recortes en sanidad y en educación, de privatizaciones, de
devaluación de la protección social, de desvío de dinero público a bolsillos privados, de protección a los intereses de la banca y a los fondos buitres, de fiscalidades hechas a demanda de las grandes fortunas, de desigualdad vergonzante de mujeres
frente los hombres, de empeoramiento de las condiciones laborales de los y las trabajadoras, nos urge empezar a cambiar. Es el momento de dar pasos hacia un nuevo modelo económico y social que ponga la vida en el centro; es el momento de tomar
decisiones para superar la crisis sanitaria y sus consecuencias económicas y sociales, rompiendo amarras con las políticas que nos han traído hasta aquí. Si ese es el propósito que anima a este Gobierno en estos presupuestos, estamos dispuestos a
arrimar el hombro. Estamos decididos a trabajar para mejorar estos presupuestos como antesala o punto de partida de todas las medidas sociales que deberán venir después, porque son manifiestamente mejorables -y así se lo decimos, señora ministra-,
porque pueden y deben ir mucho más lejos, pero justo en la dirección contraria de la que desearían las bancadas del Partido Popular, de Ciudadanos y de VOX, es decir, la bancada de la derecha dura, de la ultraderecha y del bufete de abogados de la
derecha dura.


Aquí hay mucho que hacer y por hacer, tenemos que avanzar, en paralelo a estos Presupuestos Generales del Estado, en otras medidas; tenemos que trabajar en la restitución de derechos para los y las trabajadoras en una situación como la
actual, donde la pérdida del puesto de trabajo se ciñe como una espada de Damocles sobre el cuello de millones de personas. Podría empezar hoy y no acabar hasta mañana citando a todas las empresas que están despidiendo a trabajadores o están
cerrando la actividad. Les he hablado de Alestis, de Tubacex, de Aernnova, de Matricerías Deusto, solo de empresas vascas, y hay muchas más que estas, pero seguramente en el Estado español podrían aportarme muchísimas más. Y podríamos hablar
también de todos los trabajadores y trabajadoras que están en huelga para defender la dignidad en sus puestos de trabajo, hoy más amenazada que ayer, como por ejemplo los estibadores del puerto de Bilbao. Por eso hace falta derogar la reforma
laboral.



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Y ya ciñéndome estrictamente a estos presupuestos generales y a lo que hace falta reforzar, creo que es evidente que hace falta reforzar los servicios públicos y la sanidad pública; vemos el esfuerzo, pero hace falta más. Hace falta
reforzar la educación. Baste un ejemplo. El otro día un filósofo, en un medio de comunicación, decía que hace falta menos ideología y más soluciones. Tal cual, menos ideología y más soluciones. ¿Y de dónde vienen las soluciones sino de la puesta
en práctica de ideas? ¿Y qué son una serie de ideas concatenadas que empujan hacia un mismo objetivo sino una ideología? Eso es lo que defienden algunos, la tecnocracia frente a la democracia. Por eso, también hace falta más educación, para que
la gente entienda que la democracia es el poder del pueblo frente a la tecnocracia, que es el poder de las élites. Hace falta también reforzar los cuidados, el derecho a cuidar y a ser cuidados. Y hace falta erradicar la desigualdad entre mujeres
y hombres, porque sigue siendo vergonzante tener que subir a esta tribuna para decir que la brecha salarial sigue siendo una constante en la vida de las mujeres del Estado español. Y hace falta también -como decía usted hace un momento, señora
ministra-una transición ecológica, pero hay que ser audaces en esa transición, en la energética y en la ecológica, y para eso no hay que someterse a los chantajes que puedan intentar poner en práctica algunas multinacionales. Pero, para conseguir
todo eso, para tener recursos para ello, hace falta un modelo fiscal que se base en un precepto tan básico como que quien más tenga más pague, que subir impuestos a quien más tiene no sea una posibilidad o una opción, sino una obligación, un
imperativo ético. Porque la reforma fiscal contemplada en los presupuestos está bien, pero se queda muy corta y usted lo ha reconocido de algún modo. Falta avanzar más en un impuesto a la riqueza que sortee la nula tributación del paraíso fiscal
instalado en el Estado español, que se llama Madrid. Hace falta reducir también las deducciones del impuesto de sociedades. Hace falta subir la tributación del IRPF no solo a una élite o a los superricos, sino también a los ricos, porque sigue
siendo indignante que cinco personas en el Estado español posean más dinero que 25 millones de ciudadanos del Estado español, y eso está ocurriendo aquí y ahora.


En definitiva, recaudar más a quienes más tienen para garantizar dignidad para todos y para todas, a través de una redistribución o reparto de la riqueza efectivo y real, porque a día de hoy la riqueza existe y lo que hay que hacer es
reunirla. Existe en paraísos fiscales -ya sea en Jersey, ya sea en Suiza o en cualquier otro lugar-; existe en el dinero que la banca se ha quedado, 60600 millones de euros, y no tiene previsto devolver; existe en la corrupción, que se ha llevado
del orden de 90000 millones de euros anuales, según estudios de la propia AIReF, 45000 que se ha llevado íntegramente y otros 45000 que se está intentando recuperar; existe en los 30000 millones de euros que se evaden fiscalmente todos los años,
según un estudio de Gestha, y existe también en lo que perdemos de capacidad recaudatoria de impuestos, 55000 millones de euros anuales, si lo comparamos con lo que otros países europeos hacen en materia fiscal.


Por tanto, sabemos dónde tenemos que ir a buscar el dinero o, sería mejor decir, a recuperar el dinero, y hay que hacerlo ya. De ese modo y con esos recursos, podemos invertir en lo importante, mucho más importante que cualquier
infraestructura por útil que se venda o que se plantee y, desde luego, mucho más útil que cualquier institución o Jefatura del Estado por inútil que se demuestre; y esa realidad, eso importante es la gente. Prueben a ser poderosos, e incluso
temibles, por el dinero que invierten en la gente y no por el que se malgasta en armamento, en soldados y en militarismo. Porque, señores de la derecha, escúchenme bien. Paso a paso, decisión a decisión vamos a ir desmontando el andamiaje de
privilegios y democracia secuestrada en manos de unas élites para recuperar todos los derechos que han venido sustrayendo a la gente, a los y las trabajadoras, a las personas pensionistas y a las familias. Probablemente a ustedes les encante que
los ricos no paguen impuestos, que no paguen los impuestos que deben pagar, pero eso se tiene que acabar. A ustedes -a la bancada azul, a la verde y a la naranja- seguramente les encantará que los bancos se llenen los bolsillos con el esfuerzo de
la gente y con el dinero público, y eso se tiene que acabar. Tienen que devolver el dinero que se les prestó y tienen que acabar con cláusulas, como la del IRPH y otras, que siguen haciendo que la gente malviva y sufra. A ustedes, que defienden
los desahucios de familias para no enfurecer a los fondos buitres y a los tenedores de esas viviendas -los bancos-, también se les tiene que decir que eso se tiene que acabar, que hoy en Santurtzi, a esta hora, están desahuciando a una señora de
ochenta y seis años que se llama Lidia, porque, primero, la engañaron y, luego, un fondo buitre se ha apoderado de su vivienda. Y eso se tiene que acabar. A ustedes que han colaborado -o colaboran porque gobiernan juntos- para jibarizar la sanidad
pública en beneficio del negocio privado -o concertado, que les suena más bonito decir-, también se les tiene que acabar. Porque parece que tendrían que haber entendido ya que no hay porras que paren a las gentes que en los barrios obreros piden la
misma igualdad de trato en la sanidad que



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tienen en los barrios ricos. Y no confundan a las gentes que salen en los barrios obreros con los que hacen batucadas con cacerolas y 'fachalecos'.


A ustedes probablemente les parezca lógico que una empresa pueda pisotear los derechos de sus trabajadores y trabajadoras y despedirles casi gratis. Es más, nos dirán aquello de: es el mercado, amigos. Pero también eso se tiene que
acabar. A ustedes, que deciden mirar para otro lado para no tener que mirar a los pensionistas cuando reclaman lo que les pertenece, lo que por justicia se han ganado durante décadas, también habrá que decirles que se tiene que acabar con esa
ignominia. A ustedes, que se preocupan mucho -muchísimo, por lo que vemos en esta Cámara- por la gente migrante que viene al Estado español, incluso criminalizándola, y nada por los jóvenes que se tienen que ir fuera a buscar la oportunidad que
aquí les niegan, también se les tiene que acabar ese privilegio. A quienes se enervan con cualquier política que va dirigida a erradicar la violencia contra las mujeres, también se le tiene que acabar. Porque todo esto es lo que, en síntesis,
tenemos que empezar a empujar con estos presupuestos. He dicho que por eso no les gustan estos presupuestos ni el proceso de cambios que una mayoría de izquierdas, hipotéticamente, pudiera llevar a efecto y que nosotros empujaremos para que lleve a
efecto. A fin de cuentas, con acción y determinación clara como la que planteamos, se acabó el secuestro de la democracia por las élites financieras y económicas, se acabó la protección del poder público solo para los ricos.


Alguien ayer en ese debate nos dijo cuál era el origen etimológico de la palabra economía. Yo hoy quiero decir cuál es el origen etimológico de la palabra democracia: poder del pueblo. Eso es lo que tendríamos que recuperar para
dignificar también la política. Y entiendo que a las señorías del Partido Popular, de Ciudadanos y de VOX no les guste nada lo que yo estoy diciendo. Entiendo, además, que su reacción a lo que estoy diciendo les provoque rechazo. Solo puedo
dedicarles a las señorías de Ciudadanos, del Partido Popular y de VOX, en fondo y forma, lo que dice un viejo proverbio chino que dio pie a Slavoj Zizek para titular uno de sus libros: Bienvenidos a tiempos interesantes.


Y una vez expresado nuestro sentido del voto y las certezas que nos animan a ese sentido del voto y a modo de conclusión, les expresaré con suma claridad nuestra determinación: seguir trabajando por y para nuestro pueblo, Euskal Herria, por
y para la clase trabajadora y a favor de la libertad y la dignidad de nuestro pueblo y nuestra gente. Y como jamás vamos a renunciar a nuestros objetivos y no nos resignamos a lo que hay y a que nada avance, no nos queda sino hacer aquello que
Piotr Kropotkin señalaba: para triunfar es necesario atreverse. Y hoy nos atrevemos a votar en contra de las enmiendas a la totalidad y también les decimos que este no será el primer paso que dé Euskal Herria Bildu; es más, les decimos con toda
la claridad posible para quien quiera escucharlo, y aún más entenderlo, que hoy no acaba nada, hoy recién empieza todo, porque nos sigue devorando una lenta impaciencia para que cambien de verdad todas las cosas injustas de este mundo, para que el
mundo empiece a cambiar de base y los nada de hoy lo sean todo. (Aplausos).


El señor VICEPRESIDENTE (Rodríguez Gómez de Celis): Muchas gracias. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muchas gracias, presidente.


Quiero, en primer lugar, agradecerle, señor Matute, la disposición de su grupo a permitir la tramitación de este proyecto de presupuestos. Me parece muy importante resaltar que la apuesta por el gasto social en términos de inversión que
abarca este proyecto de presupuestos son razones sobradas para poder apoyarlo. Por tanto, señoría, creo que es muy importante resaltar cuáles son las políticas de gasto que más van dirigidas al bienestar de las personas y cuáles son los elementos
que caracterizan las señas de identidad que este Gobierno proyecta siempre en su legislación y, de forma muy especial, en las cuentas públicas.


Creo que hay espacio en estas políticas públicas para que todos podamos sentirnos identificados, y siendo ustedes una fuerza independentista, además de una fuerza de izquierda, podrán encontrar, a poco que lean con interés el proyecto de
presupuestos, muchas partidas que van dirigidas justamente a paliar el sufrimiento de las personas con motivo de la situación económica que se ha derivado de la pandemia, como la protección de los trabajadores a través de los ERTE; un mecanismo que
se ha demostrado bastante eficaz en evitar la sangría en el mercado laboral, una herramienta que ha permitido que, hasta la fecha, el 80 % de las personas que estaban en esta situación se hayan podido incorporar. Hay que seguir profundizando en
esos elementos. Por otra parte, tenemos las prestaciones para los ceses de autónomos



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o el reconocimiento del derecho a la prestación a personas que habían perdido ya la prestación por desempleo y todas las medidas en materia económica, en materia de trabajo que, como usted sabe, venimos desarrollando desde el comienzo de la
pandemia y que la mayoría de ellas han contado con su voto a favor también en su tramitación en este Congreso de los Diputados.


Es evidente que con este proyecto -usted lo decía- no se revierten las políticas que se impulsaron por parte del Partido Popular. Usted hacía referencia a algunas de ellas que tienen que ver, por ejemplo, con la reforma laboral o con
algunas cuestiones que forman parte de nuestro acuerdo programático, del acuerdo que suscribió Unidas Podemos con el PSOE para hacer posible la investidura del presidente Sánchez. Y es verdad, señoría, que tendremos que ir trabajando lo largo de
esta legislatura en un Gobierno que, como se ha puesto de manifiesto, es sólido, robusto y que tiene cuatro años por delante para desarrollar toda su hoja programática. Muchas de las cuestiones a las que usted ha hecho referencia, en las que ha
hecho hincapié, se reflejan en ese acuerdo programático y las iremos desarrollando -algunas tienen fecha y otras no- a lo largo de la presente legislatura.


Señoría, la política es el arte de adaptarse a la realidad cambiante que vivimos en nuestro entorno. Usted hablaba de la política de ingresos y es verdad que la aspiración que tiene este Gobierno es que no exista diferencial -o que sea
menor- entre la presión fiscal que tiene España y la que tienen los países de nuestro entorno. Los últimos datos arrojan 6,5 puntos de diferencia en presión fiscal, por lo que a lo largo de la legislatura tendremos que hacer posible una mayor
progresividad en nuestro sistema tributario, conseguir un mayor rendimiento de determinadas figuras que, por su complejidad o por su entramado de deducciones o de beneficios, no terminan de aportar el rendimiento que nos parecería lógico y
proporcional al volumen de beneficios que tienen determinadas figuras tributarias. Me refiero, por ejemplo, al impuesto sobre sociedades, que usted ha mencionado. Espero que acompañados por el entorno internacional, que está trabajando también en
esta línea, podamos lograr una mayor progresividad en relación con algunas de las figuras a las que usted ha hecho referencia, en las que, por supuesto, tendremos que trabajar en el futuro.


Hemos anunciado que crearemos un comité de expertos para que asesore a este Gobierno y no solo revise lo que actualmente significan las estructuras clásicas del modelo tributario internacional y español, sino que también adapte al siglo XXI
las nuevas áreas emergentes de la economía que no tienen reflejo en la política tributaria o al menos su reflejo es inferior al negocio tradicional. Por ejemplo, en relación con las grandes plataformas digitales, hemos tenido que alumbrar una nueva
figura fiscal para que puedan aportar a las finanzas públicas en proporción a los beneficios que reciben. Pero, señor Matute, todavía hay un paso muy importante que dar y en el que estamos trabajando en el marco de Europa y de la OCDE. Se trata de
que la recaudación y los ingresos se puedan aportar en el lugar donde se produce el consumo de esos bienes o servicios. Es un elemento que probablemente se nos escape por la complejidad que tiene, pero es tremendamente importante, pues con esta
nueva economía, en la que la ubicación fiscal de las empresas es cambiante e incluso se aprovecha que puedan existir determinados paraísos fiscales donde la aportación es menor, tenemos que ser capaces de trabajar para que el rendimiento tributario
se produzca en los lugares donde está el elemento de consumo, el elemento de generación de riqueza o de valor añadido.


Va a ser difícil contar en esta materia con la unanimidad que requieren las decisiones tributarias en la Unión Europea, pues hay países que tienen intereses claros en relación con su mejor situación y su mayor atractivo para determinadas
empresas. No es necesario que mencione ninguno, seguro que todos lo tienen en mente. El camino acaba de empezar. Yo he tildado de ajustes fiscales las propuestas que incluimos en este proyecto de presupuestos porque, efectivamente, son eso,
determinados ajustes sobre determinadas figuras tributarias que hacen que ganemos progresividad y que incrementemos su rendimiento, pero no es el escenario fiscal en el que este Gobierno va a trabajar y en relación con el cual tiene que seguir
dedicando esfuerzos y energía durante los próximos meses. Por tanto, además del proyecto de presupuestos, es evidente que para poder revertir algunas de las políticas practicadas por el Partido Popular e incorporadas a nuestro acuerdo programático
tendremos que promover una serie de acciones públicas y de iniciativas que no están vinculadas directamente al desarrollo de estos presupuestos.


Señoría, en cuanto a la política de gastos, creo que se pueden sentir relativamente cómodos, en la medida en que son unos presupuestos que apuestan claramente por la protección de las personas y por la igualdad de oportunidades. En las
diferentes materias, que usted ha mencionado, más del 50 %, concretamente el 57 %, del presupuesto se destina a gasto social. Yo quiero referirme, sobre todo, al incremento que experimenta el Ministerio de Sanidad, más del 70 %; el Ministerio de
Educación, en torno



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también a ese 70 % o 75 %; las partidas de servicios sociales, la ciencia, la investigación, la innovación y la I+D+i, todos ellos son elementos fundamentales para adaptarnos a las nuevas realidades y, por otra parte, para proteger a las
personas. (La señora presidenta ocupa la Presidencia).


Después de una década de recortes en los servicios públicos, protagonizada en mayor o menor medida por los diferentes Gobiernos, creo que es imprescindible en este momento -y esto es un aprendizaje propio de la pandemia- que podamos
fortalecer -yo lo llamo revitalizar- los servicios públicos para que, no solamente atiendan en tiempo y forma a las personas, y por supuesto desarrollen toda una red de atención primaria y tengan en la salud pública un entorno seguro, sino que sea
también un sistema sanitario que investigue, un sistema sanitario que enseñe y, en definitiva, que contribuya al valor añadido que supone el talento que se concentra en nuestros hospitales o en nuestros centros de atención primaria.


Para ello, señorías, es imprescindible que seamos capaces de recuperar algunos de los años perdidos en materia de innovación tecnológica dentro de los sistemas sanitarios. Saben ustedes que la ciencia sanitaria, o la evidencia sanitaria,
trabaja mucho y se adapta a la tecnología disponible. La aparición de una vacuna -que no deja de ser una tecnología- revoluciona el tratamiento de enfermedades, como estamos viendo en estos días, y las bolsas y todos los analistas económicos se
contagian de la euforia de la existencia de una solución, en un plazo de tiempo delimitado, para el problema más importante que hemos tenido en nuestra historia moderna.


Por otra parte, es verdad que el sistema sanitario, cuando ha tenido que ahorrar, lo ha intentado hacer básicamente protegiendo a los profesionales y protegiendo la atención que se presta, en detrimento de las inversiones que se
desarrollaban. Por eso, este presupuesto también contempla una partida muy importante, de 400 millones de euros, dirigida a la renovación de esa obsolescencia de los centros sanitarios en relación con las nuevas tecnologías, que son muy costosas en
materia sanitaria. La renovación de todo eso implica un coste muy importante, pero, sin duda, es la garantía de sostenibilidad del sistema sanitario, en la medida en que los ciudadanos acuden al sistema público para las patologías complejas, en la
medida en que la clase media, que aporta más con sus recursos, se sienta orgullosa del sistema sanitario, porque sea capaz también de acoger derechos de tercera generación, no solamente de salvar vidas, sino de asistir a las personas que tienen un
problema de esterilidad, o también de avanzar en cuestiones cualitativas respecto a la estancia y a la calidez de las instalaciones sanitarias. Todo esto no es accesorio, no es baladí. Este presupuesto da un empuje muy importante en materia de
sanidad que, como digo, recogió la Comisión de Reconstrucción y es una de las grandes enseñanzas que hemos tenido durante esta pandemia.


Además, señoría, quiero decirle que en el resto de las partidas, como el ingreso mínimo vital, del que usted hablaba, al ser nuestra prioridad en esos momentos desatascar los cuellos de botella, esto ha dificultado la llegada a tiempo de
esos recursos a las familias. También es de justicia decir que tenemos que velar por el buen destino de los ingresos públicos y, por tanto, tenemos que tener controles que no sean paralizantes, pero que sean suficientes para hacer un rastreo de
rendición de cuentas para saber dónde se emplean esos recursos, y espero que a lo largo de estas próximas semanas podamos corregir algunos de los elementos que han estado en la base de los problemas que usted estaba comentando sobre esta cuestión.


Igualmente le digo que revalorizamos las pensiones en este presupuesto, a pesar de que, probablemente, en el año 2020 el IPC esté en torno al 0 %. Sin embargo, este año habíamos actualizado las pensiones con la previsión que había al
comienzo del año y, por lo tanto, los pensionistas ganarán poder adquisitivo, pero eso no es óbice para que el año que viene las pensiones contributivas suban como el índice de la vida, al 0,9 %, y las pensiones no contributivas, que son las más
bajas, suban el doble de lo que sube la vida, en torno al 1,8 %. Igualmente, sube el ingreso mínimo vital, porque no sé si recuerda usted que la actualización del ingreso mínimo vital estaba vinculada a las pensiones no contributivas. Por tanto,
también el ingreso mínimo vital actualizará sus prestaciones a lo largo de este próximo año. Igualmente, señoría, se incrementa en más de 600 millones la partida correspondiente al sistema de dependencia, y no solo eso, sino que se recupera el
nivel acordado y el nivel mínimo de cara a la prestación de estos servicios y para las comunidades autónomas. Y, además, señoría, mantenemos la cotización a la Seguridad Social para unas 60000 cuidadoras, básicamente mujeres, con un presupuesto de
218 millones, que se ha recuperado para que estas mujeres no tengan un problema en el futuro de cara a recibir una prestación, una pensión o lo que en su momento pudiera ser de interés.



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Igualmente, en todos los fondos europeos se dibujan algunos de los diseños que van también a fomentar, a impulsar, la economía del cuidado. Yo soy, señoría, una firme partidaria de impulsar una economía que cumple una doble función: aporta
riqueza en términos de creación de valor añadido y en términos de empleo de forma muy intensiva y, a su vez, se ocupa de proteger a las personas. Por tanto, también en este proyecto de presupuestos, de la mano del departamento correspondiente,
vamos a trabajar y vamos a estudiar distintos modelos de atención a las personas dependientes o a personas que tienen ciertas dificultades, no solamente el modelo residencial, al que me refería en el día de ayer -un modelo que hay que revisar a la
vista del comportamiento que ha tenido en la situación de pandemia fundamentalmente en las zonas residenciales de personas mayores-, sino también en materia de conciliación, en materia de procurar que en esta situación de pandemia tengamos capacidad
de cuidar de nuestros hijos cuando están obligados a mantener una cuarentena que no permite al padre o a la madre tener baja médica. Hemos incorporado un programa nuevo, el Plan corresponsables, con 200 millones de euros, que pivotará sobre el
Ministerio de Igualdad, justamente para desarrollar algunas experiencias que nos permitan cubrir esa situación, ese vacío que en este momento se puede estar produciendo en algunas familias.


Respecto al resto de partidas, señoría, creo que usted habrá podido ver con detalle cuáles son las correspondientes al País Vasco. Se produce un 9 % más de inversión que la que teníamos consignada en el presupuesto del año 2019, por tanto,
764,6 millones de euros, de los cuales 570 son inversiones que directamente desarrollará el Estado y luego hay 194 millones que van en el Plan de recuperación y resiliencia, como comentaba anteriormente al PNV, dirigidos fundamentalmente a políticas
medioambientales y políticas de vivienda. Esto no significa que el impacto de los recursos procedentes de Europa acabe aquí, como decía también a la señora Sagastizabal, para el País Vasco; significa que hasta la fecha los departamentos
ministeriales han ido aterrizando en cada uno de los entornos, en este caso, política de vivienda y política medioambiental, pero todavía están por venir la política digital, que tiene un presupuesto muy importante en el conjunto del presupuesto, la
política social, que acabo de comentar, y algunas otras cuestiones.


Entre las principales inversiones ya sabe que se encuentra la alta velocidad, con la red transeuropea de transporte. También el Ministerio de Transición destina 31 millones de euros para la depuración de agua. Se transfiere un volumen de
metros cuadrados, después de una negociación que mantuvimos con el Partido Nacionalista Vasco respecto a otras materias, a los terrenos ocupados por la central de Lemóniz. Lo recordará el señor Esteban, porque trabajamos duramente en esta cuestión
al objeto de poder desarrollar algunos proyectos de expansión y algunos proyectos económicos que tiene previsto el Gobierno vasco justamente en estos terrenos que estaban afectados por la central de Lemóniz. Igualmente, se donará a la cofradía de
pescadores la Casa del mar, también fruto de las negociaciones que hemos mantenido con el País Vasco a lo largo de estas últimas semanas.


En definitiva -y con ello termino, señor Matute-, creo realmente que este proyecto de presupuestos tiene un alto componente social. Es un proyecto de presupuestos que se ocupa sobre todo de las personas, con independencia de su nivel de
renta o de su lugar de origen, un presupuesto que está en el ADN de la propia configuración de este Gobierno de coalición, y tenemos unas inversiones y unos fondos europeos que nos tienen que permitir que justamente en este momento podamos transitar
en el menor plazo de tiempo posible esta situación económica derivada de la situación sanitaria. Ojalá seamos capaces de controlar los rebrotes de la pandemia y podamos hacerlo de forma contundente, porque los datos ponen de manifiesto que en la
medida en que menos circule el virus, tendremos la capacidad de que la economía reaccione de una forma importante y podamos retornar a los niveles de crecimiento que teníamos al comienzo de este año, aunque, eso sí, será un crecimiento distinto, un
crecimiento que corrija la vulnerabilidad de nuestro tejido productivo y, sobre todo, un crecimiento que se comparta y que, por tanto, sirva para proteger al conjunto de las empresas, pero también y sobre todo al conjunto de las personas.


Por tanto, le reitero ese agradecimiento por permitir la tramitación de este presupuesto. En el periodo de enmiendas, como con el resto de grupos, señor Matute, podremos buscar esos puntos de encuentro para que puedan apoyar estas cuentas
públicas.


Muchas gracias. (Aplausos).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores). Muchas gracias, señora García.


Tiene la palabra el señor Matute García de Jalón.



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El señor MATUTE GARCÍA DE JALÓN: Muchas gracias, señora presidenta.


Le revelaré algo, señora ministra: no hay solo una agenda vasca. Yo agradezco que me dé cuenta de las cuestiones que el PNV impone en su agenda vasca, pero nosotros ya les hemos dicho a ellos por activa y por pasiva que aquellas cuestiones
que consideremos positivas para el conjunto de la sociedad vasca las defenderemos, pero no todas las que ellos plantean en su agenda vasca las consideramos positivas y, por tanto, esas las criticaremos, por ejemplo, la de la alta velocidad. No es
un buen ejemplo para seducirnos el de la alta velocidad, preferimos las cercanías. Si tienen que hacer algo, de verdad, inténtelo en cercanías. Consigan que la gente de Carranza, por ejemplo, no tarde más de una hora y media en llegar a Bilbao;
consigan que su frecuencia de transporte público sea mucho más efectiva que la que hay y que les obliga a tener que abandonar la capital, si trabajan allí, a las cuatro de la tarde, porque, si no, no pueden hacerlo hasta el día siguiente. Eso es lo
que a nosotros nos preocupa, porque, al final, una lección de vida que todos deberíamos haber aprendido con la pandemia es que hay que cuidar lo local, que hay que cuidar lo cercano, que hay que saber moverse menos, pero moverse mejor.


Usted hablaba también de los ERTE, y me parece importante que lo saque a colación. Nosotros tenemos, y se lo hemos expresado en muchas ocasiones, un cierto temor a que cuando acabe este periodo de extensión de los ERTE muchos empresarios
opten por el despido porque no están dispuestos a mantener en sus puestos de trabajo durante seis meses, como les obliga el haberse acogido a ERTE, a sus trabajadores y trabajadoras. Tememos que eso se haga porque lamentamos la falta de inspección
laboral, porque creemos que muchos empresarios se han acogido a ERTE únicamente para mantener su volumen de beneficio y no tanto para mantener la viabilidad de su empresa o a sus trabajadores.


Usted nos habla de la presión fiscal, que también nos parece importante. Ningún problema. Yo creo que es bueno que digamos las cosas como son. Madrid es un paraíso fiscal, Madrid está haciendo dumping fiscal con otras comunidades
autónomas por su política de impuestos cero para las grandes fortunas y para la riqueza, para concentrar el capital en la ciudad de Madrid y así despojarlo de otros lugares. Claro, después pasa lo que pasa, que perdonan impuestos y luego no hay
dinero para dedicarlo a la sanidad y luego hay hospitales sin trabajadores sanitarios. Yo a veces me sorprendo con cosas que oigo aquí. Ayer escuché que una persona puede pasar de ser clase media a tener que ir a las colas del hambre en cuatro
meses. Yo había pensado que la clase media era como Dios, algo que te tienes que creer aunque no lo veas; será que yo no vivo rodeado de gente de clase media, pero si existiera esa clase media, no sería tan media cuando en cuatro meses pasa de
vivir en una cierta opulencia a tener que ir a las colas del hambre. Dejemos ya de hacer ficción, dejemos ya de engañarnos a nosotros y a nosotras con eso de la clase media; aquí hay una mayoría de clase trabajadora que exige tener unas
administraciones a su servicio y no al servicio de las élites.


Termino con una cuestión, con el sistema sanitario. Usted ha hablado del I+D y ha hablado de la vacuna, y yo creo que los dos son elementos importantes, pero considero -aunque sé que la competencia está transferida- que lo importante está
en la atención primaria, que ha quedado destartalada, y que lo importante está en sus profesionales, en cuidar a los profesionales del sector sanitario a los que aplaudíamos a las ocho de la tarde, pero a los que olvidamos con demasiada frecuencia.


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Matute. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Intervendré muy brevemente, señora presidenta, simplemente para decirle al señor Matute que soy consciente de que, evidentemente -y por eso hacía referencia a ello en mi intervención-, la
agenda social es prioritaria para su formación política, y todas las partidas así están planteadas. También me parecía interesante que conociera cuáles son las inversiones detalladas; sé que algunas no las comparte, pero este presupuesto las tiene
recogidas y será fundamental para impulsarlas en el futuro.


Termino como empecé, señor Matute, transmitiéndole que en el proceso de enmiendas seguiremos trabajando con los grupos políticos para hacer posible que finalmente este país pueda contar con un proyecto de presupuestos que tenga en cuenta a
las personas, que sea capaz de minimizar el impacto económico que está teniendo esta pandemia y que, en definitiva, nos permita a todos progresar. Espero encontrarme ahí con la mayoría de las formaciones políticas, incluida la suya.


Muchas gracias.



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La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra.


Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Lastra Fernández.


La señora LASTRA FERNÁNDEZ: Gracias, presidenta.


Viendo las caras apetece decir: ¡Ánimo, que solo quedo yo! (Risas). Muchas gracias, señora presidenta, como decía antes.


Señora ministra, señoras y señores diputados, el pasado lunes se cumplía el aniversario de la caída del Muro de Berlín. Algunos diputados y diputadas en esta Cámara no habían nacido y algunas éramos solamente unas niñas, pero todos sabemos
que aquel 9 noviembre de 1989 marcó un antes y un después en la historia de la humanidad. Sobre lo que vino después habrá opiniones divergentes, pero la verdad indiscutible es que lo que vino después fue lo que nosotros quisimos, pudimos o supimos
hacer. Señorías, 2020 será para siempre el año de la pandemia, un año que marcará un antes y un después en la historia de la humanidad, pero la pandemia pasará y lo que venga después ni está escrito en las estrellas ni grabado en roca, lo que venga
después solo dependerá de lo que nosotros decidamos, queramos y podamos hacer.


Esta Cámara es la expresión política de la unión de españoles y españolas que pensamos y sentimos de manera diferente, y del reconocimiento de esa diversidad, del respeto a esa diferencia, debería partir todo lo que hacemos, porque ese es el
sentido del Parlamento. Por eso el Parlamento y la política democrática se resienten cuando se traen a esta Cámara proyectos y discursos que atacan al adversario como enemigo, que cuestionan al Gobierno legítimo y abundan en calificativos para
denigrar y excluir a partidos democráticos, que pasan el día conjugando el ustedes, pero a los que nunca se oye un nosotros. Por eso no podemos renunciar a que la política tenga un sentido ético. Un fin, por mucho que creamos en él, no justifica
cualquier medio.


Señores del Partido Popular -y no es la primera vez que se lo digo en esta Cámara-, ya está bien de calumniar a este Gobierno y de cuestionar en Europa nuestro Estado de derecho. Cuando el presidente negociaba los fondos europeos, ustedes
mandaban un informe para boicotearlos y se dedicaban a decir que el Gobierno de España no era de fiar. Ahora que los fondos europeos están aprobados, ustedes dicen desde esta tribuna y por toda Europa también que aquí no se respeta el Estado de
derecho, y la Comisión Europea, como es lógico, les contesta que dejen ustedes de inventarse historias de miedo. Ayer vino el señor Casado aquí de nuevo a contarnos otra de esas historias: que los presupuestos del Gobierno son extremistas y
radicales. Creo que el señor Casado tiene algún problema, pero este es uno de los grandes y es con el que se topa siempre: dice una cosa pero la verdad le acaba desmintiendo.


Estos presupuestos están pensados, diseñados, negociados, dialogados y pactados por partidos democráticos, partidos que cuentan con toda la legitimidad de haber sido elegidos por los ciudadanos. El problema es otro, aunque el PP no se
atreva a mencionarlo; el problema es que a ustedes no les gustan unos presupuestos que ponen la justicia social en el centro de la política, que enfrentan la desigualdad como lo que es, un mal que resquebraja nuestra sociedad. Por eso a la derecha
no le gustan estos presupuestos. Entiendo que el Partido Popular y VOX no los compartan, pero calificarlos como un radicalismo peligroso de la izquierda no indica dónde están estos presupuestos, sino dónde se sitúa el Partido Popular: en el
extremo del que no es capaz de moverse. Muchos partidos nos hemos puesto de acuerdo, hemos hablado, negociado y pactado para sacar adelante estos presupuestos y tendremos que seguir haciéndolo en las próximas semanas, partidos de izquierda, de
centro y de derecha -vayan sumando-, partidos regionalistas, nacionalistas, liberales y socialistas, de todos los colores y todas las ideologías. Yo creo que al PP eso le parece mal -más que creerlo, lo ha dejado bastante claro-, pero a mí me
parece la mejor expresión del parlamentarismo, porque eso es lo que hacemos aquí, buscamos día tras día los puntos de encuentro, no porque estemos de acuerdo, sino, precisamente, porque no lo estamos; no porque seamos iguales, sino porque somos
diferentes; no porque tengamos un mismo proyecto para España, sino porque convivimos, señores del PP, convivimos en este pedacito de tierra que se llama España y queremos ponernos de acuerdo en un proyecto en el que todos quepamos. El problema
llegará si un día en lugar de verbos como construir, acordar, levantar y avanzar, todo el espacio lo ocupan esos calificativos insultantes que tanto abundan en sus intervenciones. El problema -se lo decía hace unos días- no es que hablemos unos con
otros, el problema, señores del PP, señor Casado -aunque no esté-, vendrá si un día los demócratas dejamos de hablar unos con otros, y si ustedes no entienden eso es que no entienden ni el parlamentarismo ni el tiempo en el que nos ha tocado vivir.
(Aplausos).



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Quizás eso también explique que de nuevo se queden solos con los mismos calificativos que VOX, los mismos excesos que VOX y el mismo voto que VOX. Estos no son unos presupuestos de partido. Son unos presupuestos progresistas, sin duda,
porque al Gobierno le corresponde la dirección política del país y los ciudadanos eligieron un Gobierno de izquierdas, pero quizás nunca desde la Transición ha habido más razones para decir que estos son unos presupuestos de país, unos presupuestos
en los que muchos y muy diferentes hemos sabido encontrarnos, y es importante que hayamos sabido sumarnos, porque a nadie se le escapa que le importancia de estos presupuestos va mucho más allá del próximo año. Es el momento -esto lo decimos mucho
la gente de costa- de quitar la mirada de la espuma de las olas y mirar a las corrientes más profundas que nos arrastran. Señores del PP, un gobernante puede acertar o equivocarse, lo que no puede hacer es ignorar el momento histórico en el que
vive, y 2020 es una quiebra, es una fisura dolorosa en nuestra historia, es un antes y un después. Hoy estamos poniendo en pie las vigas maestras del mañana y el Partido Popular se equivoca de nuevo al quedarse al margen de este proyecto para
España que ponemos en marcha.


Son presupuestos progresistas, sin duda, los más progresistas de la historia, porque nunca como ahora ha hecho falta un esfuerzo de reconstrucción social y económica como el que tenemos que poner en marcha; son los presupuestos con la mayor
partida de la historia destinada a gasto social, porque es lo que hace falta, y todos ustedes saben que el compromiso de mi partido con la justicia social es firme y es nuestra seña de identidad, pero esta vez va mucho más allá. No se trata solo
del PSOE ni del Gobierno, es una mayoría de los partidos de esta Cámara, es la Comisión Europea, es el Parlamento Europeo, son el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial quienes están diciendo que este no es el tiempo de esa receta de
recortes que tanto les gusta a las derechas y que aplican en cuanto pueden. Yo escucho al Partido Popular decir que hay que dar seguridad y estabilidad a los mercados, y es verdad, estoy de acuerdo, pero sobre todo hay que dar seguridad,
estabilidad y esperanza a la gente, y de eso nunca le escucho nada al Partido Popular, nunca. (Aplausos).


Hablaba el señor Casado en el día de ayer de equilibrio y de austeridad, pero es que esa palabra que ustedes llevan décadas manoseando y retorciendo significa algo muy distinto para ustedes y para nosotros. Ustedes hablan de austeridad para
ocultar sus recortes o su política laboral de sueldos de miseria sin derechos. Austeridad para nosotros no es trabajar sin descanso y no llegar a fin de mes; austeridad significa vivir digna y honestamente; austeridad es la vida que siempre han
vivido los trabajadores de este país ganándose el sustento con esfuerzo y honradez. No son ellos los que han vivido por encima de sus posibilidades ni los que se han llenado los bolsillos de sobresueldos; ellos son los que sufrían los recortes, y
eso es lo que no puede volver a pasar en este país. Austeridad no es gastar más o menos, sino gastar lo justo, y gastar lo justo no es gastar lo mínimo, sino asegurarnos de que somos justos en el reparto, de que no comprometeremos la justicia
social. Eso es lo que hacen estos presupuestos y por eso no les gustan a las derechas y dicen que son radicales, señora ministra. Lo que ustedes hacen, por último, no se llama austeridad ni se llama equilibrio, señores del PP, se llama recortes.
Son los únicos que los defienden en toda Europa y no va a pasar con este Gobierno. Esa es la diferencia entre unos y otros.


Ayer llegó aquí el señor Casado, se subió a esta tribuna y llamó héroes a los sanitarios. Dijo que va a acabar con la pobreza, que quiere apoyar a los autónomos, que hay que pactar la reforma educativa, que hay que crear empleo y proteger a
los desempleados. El problema no es lo que dice el señor Casado en esta tribuna, el problema son los hechos, como apuntaba ayer la ministra. Nosotros creemos que ya es hora de pasar de alabar a nuestros profesores a empezar a echarles una mano.
Hemos presentado unos presupuestos que refuerzan la educación pública un 70 %, la mayor partida de becas de la historia y un plan de modernización de la FP; ustedes, señores del PP, han anunciado que votarán en contra. Ustedes han hablado de los
sanitarios como héroes. Nosotros creemos que los aplausos de los balcones y ventanas deben traducirse en recursos para la sanidad pública y proponemos un aumento del 75 % en su dotación presupuestaria, el refuerzo de atención primaria, la
vigilancia epidemiológica y 1000 millones para vacunas frente a la COVID-19, y ustedes, señores del PP, votarán en contra. (Aplausos). Nosotros creemos que la infancia y las familias no pueden pagar las consecuencias de esta pandemia y ustedes
dicen que las familias son el centro de la sociedad -y está bien-. Hemos propuesto dedicar 159 millones para combatir la pobreza infantil y cerca de 3000 millones para el ingreso mínimo vital, y ustedes votarán en contra. Nosotros creemos que
tenemos una deuda con nuestros jóvenes y estos Presupuestos Generales del Estado llevan un plan de choque para reducir el paro juvenil y aumentar un 15 % las contrataciones indefinidas, para garantizar el acceso a la vivienda, aumentando un 368 %
los recursos dedicados a esta partida, y ustedes, señores del PP, votarán en contra. Nosotros creemos en la igualdad entre hombres y mujeres y ya es hora de que los derechos se conviertan en hechos.



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Proponemos reforzar la lucha contra la violencia de género, impulsar las políticas de inserción e incentivos a la contratación, la equiparación de permisos de maternidad y paternidad con dieciséis semanas intransferibles y remuneradas al
cien por cien, y ustedes, señorías del PP, junto con VOX, votarán en contra. (Aplausos). Nosotros creemos que es nuestra obligación proteger la calidad de vida de nuestros mayores, revalorizando las presiones, garantizando su poder adquisitivo y
también incrementando más de un 34 % los recursos para dependencia, y ustedes votarán en contra. Dijeron ayer que hay que modernizar la economía, hacerla más sólida, y me parece bien, señorías del PP, por eso queremos salir de esta crisis con un
modelo productivo que se apoye en bases más justas y más firmes. Hemos destinado casi 12000 millones a políticas verdes, las partidas en I+D+i y digitalización suman un 75 % más, las políticas de industria y energía subirán 5690 millones de euros,
y ustedes votarán en contra. Creemos que en ese nuevo modelo de sociedad y de consumo la cultura debe ocupar cada vez más espacio y los profesionales de la cultura tener más protección, y por eso se incrementa la partida un 25 %, y ustedes, señor
Casado, señorías del PP, votarán en contra.


Señorías, la dignidad de las personas no depende de su empleo ni de su salario ni de su situación personal, familiar o laboral. Se puede ser digno con poco y se puede ser indigno con mucho, y no faltan ejemplos de lo uno y de lo otro. Lo
que sí es indigno son los salarios de miseria, la explotación de los trabajadores o la discriminación de las mujeres. Ningún trabajador debería elegir entre tener empleo o tener derechos. La reconstrucción económica de nuestro país supone poner
todos nuestros esfuerzos en crear más empleo y empleo de calidad. Estos presupuestos destinan 7400 millones a incentivar la contratación y promover la inserción; se amplía la protección a los trabajadores desempleados y a los autónomos, que son
una pieza clave para nuestro sistema económico. Señor Casado, señores del Partido Popular, han decidido ustedes votar en contra de todo esto. Ustedes dicen que defienden una cosa, pero defienden o votan la contraria.


También decía ayer el señor Casado que habría hecho las cosas de otro modo, y en eso acierta, en eso estamos de acuerdo, porque, honestamente, si en estos meses hubiese gobernado el PP, ¿habría pandemia?, ¿habría crisis sanitaria?, ¿habría
dificultades económicas? Por supuesto, claro que las habría, pero no habría unos presupuestos con más y mejor sanidad y educación pública, más protección para las pensiones de nuestros mayores, más oportunidades para los jóvenes, más igualdad de
género, más derechos para los trabajadores, más garantías para los autónomos y más inversiones. (Aplausos). Todo esto que ustedes llaman ser radical, todo esto a lo que se oponen y todo esto que votarán ustedes en contra se llama justicia social,
se lo repito, y no les ha gustado nunca ni les va a gustar ni les gustará. Y no es que lo diga yo, es que en este país no ha habido ni un solo avance en derechos y libertades con los Gobiernos de la derecha; ni uno solo.


Señorías, hay quienes dicen que alcanzar unos presupuestos de país como estos supone dejar de lado la política. Yo creo que estos presupuestos son la mejor expresión de la política. Creo que con ellos recuperamos un espacio que nunca
debimos perder, porque si algo hemos aprendido de esta crisis y de la crisis anterior es que nunca fue solo la economía, siempre fue la política. No se trata solo de cómo hacer frente a la crisis, se trata de saber a dónde queremos ir después de la
crisis de la pandemia. Es hora de empezar a extraer lecciones de estos meses, lecciones de fondo sobre el modelo de sociedad que necesitamos y que queremos. Porque hoy sabemos, y conviene no olvidarlo, que cuando es necesario ayudar, quien acude
no es la mano invisible del mercado, sino las miles de manos bien visibles de los médicos, enfermeros y personal de la sanidad pública, las manos bien visibles de los profesores y las Fuerzas de Seguridad del Estado. (Aplausos). No se trata de
elegir lo uno o lo otro, se trata de que la mano invisible del mercado necesita esas manos bien visibles de lo público, de lo de todos.


Siempre he creído que en política la relevancia de los valores se mide en el Boletín Oficial del Estado y la profundidad de los compromisos se refleja en los Presupuestos Generales del Estado, y creo que una mayoría de este país tiene las
ideas claras y el horizonte definido. Queremos un país libre, que sea un ejemplo en solidaridad, en sostenibilidad, en igualdad y en competitividad, y queremos hacerlo contando con todos. Por eso hemos buscado el mayor consenso y el diálogo
permanente con instituciones, partidos políticos, agentes sociales y diversos colectivos de este país. En esta Cámara hemos pasado horas, días, meses y años hablando y pensando en un país más seguro, más fuerte, más sostenible y más justo. Hoy,
ante la peor crisis de nuestro siglo, ya no basta con pensar, discutir y hablar; ha llegado la hora de actuar; ha llegado el momento de reconciliar la realidad con el ideal, el momento de que nos escuchemos, de que dejemos de mirar hacia dentro;
es el momento de vencer divisiones y recelos; es el momento de estar a la altura de la responsabilidad que cada uno tenemos con construir un país mejor para este nuevo tiempo.



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El Partido Socialista votará en contra de las enmiendas a la totalidad y apoyará este proyecto de Presupuestos Generales del Estado y le pido al resto de grupos de la Cámara que haga lo mismo.


Muchísimas gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario Socialista y de los miembros del Gobierno, puestos en pie.-Aplausos de las señoras y los señores diputados del Grupo Parlamentario
Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Lastra. (Pausa.-Una trabajadora del servicio de limpieza procede a desinfectar la tribuna de oradores).


Tiene la palabra la señora ministra de Hacienda.


La señora MINISTRA DE HACIENDA (Montero Cuadrado): Muy brevemente, presidenta.


Muchas gracias, señora Lastra y señor Echenique, por sus intervenciones en el turno de fijación de posiciones en defensa de este proyecto de Presupuestos del Estado. Gracias también, señor Echenique, por defender la riqueza cultural de
España. Me siento orgullosa de ser andaluza, y le puedo asegurar que no me van a distraer ese tipo de comentarios. (Aplausos). Un reconocimiento a través de los portavoces, pero que quiero hacer extensivo al Grupo Socialista y a Unidas Podemos
por el extraordinario trabajo que están realizando durante la presente legislatura, una legislatura muy compleja para este país.


Cuando empezó esta legislatura, sabíamos todos que iba a ser una etapa difícil, pero ni mucho menos podíamos imaginar en el camino la irrupción de una pandemia que lo iba a cambiar prácticamente todo, que iba a traer sufrimiento a los
españoles y españolas y que iba a provocar que nuestra economía entrara en una profunda crisis. Reaccionamos, en primavera conseguimos doblegar la curva como país y empezar un proceso de desescalada que nos llevó a recuperar algo de nuestras vidas.
Ahora otra vez, señorías, estamos en un momento difícil, lo es para todo el mundo que pierde cada día a un ser querido como consecuencia del virus; 1241 personas han fallecido en la última semana, señorías, lo digo para que podamos medir el
impacto, la dimensión, el sufrimiento que trae esta pandemia. Creo que no podemos, como país, dejar de recordar cada día que lo peor que tiene esta crisis es, sin duda, la pérdida de esas vidas humanas. Es también un momento muy delicado, como han
dicho los portavoces, para muchas familias, preocupadas algunas porque han perdido su trabajo o porque ven con angustia la restricción de la movilidad que afecta a sus pequeños negocios y que, por tanto, puede afectar también a su futuro más
inmediato. También lo es para nuestros mayores, que observan con tristeza todo lo que está ocurriendo y muchas veces sufren en soledad la lejanía de los seres queridos. O para nuestros jóvenes. Fíjense que nuestros jóvenes están afrontando la
segunda crisis económica; después de que apenas empezábamos a recuperarnos de la financiera, ahora afrontan una segunda. Pero quiero destacar especialmente, como han hecho todos, el trabajo de los profesionales sanitarios, sobre ellos descansa
desde la primavera pasada una losa inmensa, una carga inmensa; trabajan contrarreloj para atender a todos los pacientes, los que tienen COVID y los que no lo tienen, en un ejercicio de profesionalidad que creo que es un ejemplo de cómo hay que
comportarse en la vida pública. Me consta que ellos y ellas se desviven cada día para que todos los enfermos tengan los cuidados que necesitan, incluso poniendo en riesgo su propia salud o su propia vida. Yo diría que no hay suficiente dinero en
el mundo para recompensar ese sacrificio y ese compromiso. Por eso, lo mejor que podemos hacer por ellos es no contagiarnos nosotros, no contribuir a que el virus siga expandiéndose y proteger a nuestros familiares más vulnerables. A todos los
españoles y a todas las españolas queremos transmitirles un mensaje de esperanza. Quiero decirles que lo volveremos a hacer, conseguiremos aplanar la curva como ya hicimos en primavera, y nos recuperaremos; juntos, con responsabilidad, pero
también con determinación.


Señorías, a estas alturas del debate hemos visto y escuchado todo tipo de opiniones. Creo que ha quedado muy claro a los ojos de la sociedad española quién quiere que este país pueda salir de la crisis lo antes posible y quién prefiere que
no. Quién apuesta por incrementar los recursos para la sanidad, para la educación, para la dependencia, en definitiva, para fortalecer la red de seguridad de los ciudadanos, la igualdad de oportunidades, y quién no porque no le importa un Estado
del bienestar debilitado que lo que provoca es un incremento en la brecha de desigualdad y, por tanto, de pobreza. Queda claro quién cree que la ciencia y la innovación son la base para que nuestro país avance en el desarrollo y en la
competitividad, y quién se comporta simplemente como un negacionista. Quién defiende que es necesario un cambio de modelo productivo para que las empresas y autónomos, nuestra industria, sean menos vulnerables ante la crisis, y quienes no tienen ni
ninguna otra solución más que: Me opongo a todo y por sistema. Es decir, quién está dispuesto a arrimar el hombro para que en esta difícil coyuntura España pueda avanzar y quién ha



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decidido que es mejor que esté bloqueada porque así piensan que pueden desgastar a este Gobierno, una estrategia, señoría, miope y dañina. Los españoles esperan soluciones y quieren respuestas, certezas y esperanza, y es nuestra obligación
como responsables públicos no agravar la ya de por sí adversa situación que tenemos por delante. Por eso, agradezco a todos los grupos políticos que no han presentado una enmienda a la totalidad su predisposición para trabajar sobre estas cuentas,
sobre este proyecto de ley y también en el trámite de enmiendas. Seguro que pondremos todo el empeño posible en encontrar encaje a las distintas sensibilidades, no me cabe ninguna duda. El objetivo que tenemos entiendo que es un objetivo
compartido, que no es ni más ni menos que ayudar a que nuestro país se levante y encare el futuro en mejores condiciones. Algunos no lo han entendido así, están en su absoluto derecho, pero no esperen que la ciudadanía española comprenda que en la
peor crisis sanitaria, social y económica de este país desde la guerra su única respuesta haya sido borrarse de las responsabilidades.


Y permítanme, por último, que agradezca al equipo del Ministerio de Hacienda y a todos los equipos ministeriales la extraordinaria labor que han desarrollado en unas circunstancias muy difíciles; a todos y todas, hombres y mujeres,
servidores públicos, funcionarios y técnicos, que han demostrado que este país cuenta con equipos sólidos, solventes y capaces de sacar adelante una tarea ingente -inédita, créanme- en un tiempo récord, restando horas al sueño y a la propia familia,
que han dedicado su compromiso al conjunto de la sociedad española, muchas gracias. Ellos, estando al frente del conjunto de nuestras instituciones, representan también lo que implican los empleados públicos. Desde aquí les quiero dar las gracias
a todos y a todas. (Aplausos).


Señorías, decía un expresidente europeo que esperanza no es lo mismo que optimismo, no es la convicción de que algo saldrá bien, sino la certeza de que algo tiene sentido, independientemente de cómo resulte. Y este Gobierno tiene esperanza,
señorías, esperanza en que estas cuentas públicas sean el revulsivo que este país necesita para salir de la crisis y para recuperarnos lo antes posible. Con esa voluntad de diálogo, con esa mano tendida, finalizo agradeciendo una vez más a los
grupos políticos que permitan que estos presupuestos sigan su tramitación.


A los grupos que no han querido que estos presupuestos continuaran, recapaciten, por favor. España no se puede permitir el bloqueo por sistema. Les pido que abandonen esa actitud. Los españoles nos eligieron a todas y todos los que
estamos aquí en esta Cámara, insisto, a todos y a todas, y nuestra obligación es ponernos de acuerdo para consensuar las soluciones que este país necesita con urgencia. En ello, señorías, encontrarán siempre trabajando a este Gobierno.


Muchas gracias. (Prolongados aplausos de las señoras y los señores diputados de los grupos parlamentarios Socialista y Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, y de los miembros del Gobierno, puestos en pie).


La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora ministra.


Señorías, votaremos en tres minutos. Les recuerdo que solamente podrán votar desde el escaño que les corresponde, identificado con su nombre en la pantalla. Asimismo, les recuerdo que aquellas señorías que ya han emitido el voto mediante
el procedimiento telemático no pueden volver a votar desde su escaño. (Pausa).


Señorías, procedemos a la votación conjunta de las enmiendas a la totalidad, de devolución, al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021 presentadas por los Grupos Parlamentarios Popular en el Congreso, VOX,
Plural (señora Borràs y señor Rego) y Mixto (señor Botran y señora Vehí, señora Oramas y señor Martínez Oblanca).


Comienza la votación. (Pausa).


Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: votos emitidos, 102 más 246 votos telemáticos, 348; a favor, 31 más 119 votos telemáticos, 150; en contra, 71 más 127 votos telemáticos, 198.


La señora PRESIDENTA: Las enmiendas a la totalidad al proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el año 2021 quedan rechazadas. (Aplausos de las señoras y los señores diputados de los grupos parlamentarios Socialista y
Confederal de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común, y de los miembros del Gobierno, puestos en pie).


Se levanta la sesión.


Era la una y quince minutos de la tarde.