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DS. Senado, Comisiones, núm. 318, de 16/12/2021
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Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea
y Cooperación, D. José Manuel Albares Bueno, ante la Comisión de Asuntos
Exteriores, para informar sobre las líneas generales de la política de su
Departamento.


711/000751
comparecencia parlamentaria; ministro; política
exterior


GOBIERNO





Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea
y Cooperación, D. José Manuel Albares Bueno, ante la Comisión de Asuntos
Exteriores, para explicar las líneas generales de su
Departamento.


711/000614
comparecencia parlamentaria; ministro

GONZÁLEZ-ROBATTO PEROTE, JACOBO (GPMX)
MARÍN GASCÓN, JOSÉ MANUEL (GPMX)
MERELO PALOMARES, YOLANDA (GPMX)





Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea
y Cooperación, D. José Manuel Albares Bueno, ante la Comisión de Asuntos
Exteriores, para presentar las líneas básicas de su Ministerio en esta
etapa que se inicia con su nombramiento.


711/000619
comparecencia parlamentaria; ministro

CLERIES I GONZÀLEZ, JOSEP LLUÍS (GPN)





Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea
y Cooperación, D. José Manuel Albares Bueno, ante la Comisión de Asuntos
Exteriores, para informar sobre las líneas generales de la política de su
Departamento.


711/000635
comparecencia parlamentaria; ministro

GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA CONFEDERAL (ADELANTE ANDALUCÍA,
MÉS PER MALLORCA, MÁS MADRID, COMPROMÍS, GEROA BAI Y AGRUPACIÓN
SOCIALISTA GOMERA)






Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea
y Cooperación, D. José Manuel Albares Bueno, ante la Comisión de Asuntos
Exteriores, para explicar las líneas generales de su
Departamento.


711/000652
ministro; política exterior

GOÑI SARRIES, RUTH (GPMX)





Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión uropea
y Cooperación, D. José Manuel Albares Bueno, ante la Comisión de Asuntos
Exteriores, para informar sobre las líneas generales de la política de su
Departamento.


711/000668
política exterior

GRUPO PARLAMENTARIO ESQUERRA REPUBLICANA-EUSKAL HERRIA
BILDU






Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea
y Cooperación, D. José Manuel Albares Bueno, ante la Comisión de Asuntos
Exteriores, para informar sobre las líneas generales de su
Departamento.


711/000687
política exterior

GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL SENADO





Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea
y Cooperación, D. José Manuel Albares Bueno, ante la Comisión de Asuntos
Exteriores, para informar sobre las líneas generales de las políticas que
impulsará su Departamento, especialmente en lo que se refiere a las
relaciones bilaterales con los países del África Occidental y la defensa
de los intereses de Canarias como región ultraperiférica en el seno de la
Unión Europea.


711/000695
Islas Canarias; Unión Europea; ministro; política
exterior; relación bilateral


CLAVIJO BATLLE, FERNANDO (GPN)





Comparecencia del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea
y Cooperación, D. José Manuel Albares Bueno, ante la Comisión de Asuntos
Exteriores, para informar sobre las líneas generales de las políticas que
impulsará desde su Departamento, especialmente en lo que concierne a las
relaciones bilaterales con el Reino de Marruecos.


711/000706
Marruecos; pertenencia a la Unión Europea; política
exterior; relación bilateral


CHINEA CORREA, FABIÁN (GPIC)





Dictaminar




Convenio sobre la eliminación de la violencia y el acoso en el
mundo del trabajo, hecho en Ginebra el 21 de junio de 2019.


610/000076
Organización Internacional del Trabajo; acoso moral;
entorno laboral; igualdad hombre-mujer; violencia


GOBIERNO





Convenio sobre el trabajo a domicilio, hecho en Ginebra el 20
de junio de 1996.


610/000077
Organización Internacional del Trabajo; asistencia a
las personas de edad avanzada; condición de trabajo; trabajo a domicilio;
trabajo femenino


GOBIERNO








DICTAMINAR





CONVENIO SOBRE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA Y EL ACOSO EN
EL MUNDO DEL TRABAJO, HECHO EN GINEBRA EL 21 DE JUNIO DE 2019.


610/000076

GOBIERNO


El señor PRESIDENTE: Señorías, si les parece bien, vamos a pasar,
en primer lugar, a tratar los dictámenes de los convenios
internacionales, porque algunos miembros de la comisión tienen problemas
de logística para la vuelta a sus domicilios. (Asentimiento).


El señor presidente lee el título que figura en el orden del
día.


El señor PRESIDENTE: ¿Alguna intervención? (Pausa).


Tiene la palabra el señor Marín Gascón.


El señor MARÍN GASCÓN: Señor presidente, mi grupo votará en contra
de los dos convenios.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.


Entiendo que puede aprobarse por todos los grupos, excepto por
Vox, que vota en contra.


Queda aprobado.









CONVENIO SOBRE EL TRABAJO A DOMICILIO, HECHO EN GINEBRA EL 20
DE JUNIO DE 1996.


610/000077

GOBIERNO


El señor presidente lee el título que figura en el orden del
día.


El señor PRESIDENTE: Entiendo que queda aprobado, igual que el
anterior. (Asentimiento).


Muchas gracias.


Me recuerda el señor secretario que diga que, como es costumbre,
se designa al presidente para presentar el dictamen de ambos convenios
ante el Pleno del Senado.









COMPARECENCIA





COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN
EUROPEA Y COOPERACIÓN, D. JOSÉ MANUEL ALBARES BUENO, ANTE LA COMISIÓN DE
ASUNTOS EXTERIORES, PARA INFORMAR SOBRE LAS LÍNEAS GENERALES DE LA
POLÍTICA DE SU DEPARTAMENTO.


711/000751

GOBIERNO





COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN
EUROPEA Y COOPERACIÓN, D. JOSÉ MANUEL ALBARES BUENO, ANTE LA COMISIÓN DE
ASUNTOS EXTERIORES, PARA EXPLICAR LAS LÍNEAS GENERALES DE SU
DEPARTAMENTO.


711/000614

GONZÁLEZ-ROBATTO PEROTE, JACOBO (GPMX)
MARÍN GASCÓN, JOSÉ MANUEL (GPMX)
MERELO PALOMARES, YOLANDA (GPMX)





COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN
EUROPEA Y COOPERACIÓN, D. JOSÉ MANUEL ALBARES BUENO, ANTE LA COMISIÓN DE
ASUNTOS EXTERIORES, PARA PRESENTAR LAS LÍNEAS BÁSICAS DE SU MINISTERIO EN
ESTA ETAPA QUE SE INICIA CON SU NOMBRAMIENTO.


711/000619

CLERIES I GONZÀLEZ, JOSEP LLUÍS (GPN)





COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN
EUROPEA Y COOPERACIÓN, D. JOSÉ MANUEL ALBARES BUENO, ANTE LA COMISIÓN DE
ASUNTOS EXTERIORES, PARA INFORMAR SOBRE LAS LÍNEAS GENERALES DE LA
POLÍTICA DE SU DEPARTAMENTO.


711/000635

GRUPO PARLAMENTARIO DE IZQUIERDA CONFEDERAL (ADELANTE
ANDALUCÍA, MÉS PER MALLORCA, MÁS MADRID, COMPROMÍS, GEROA BAI Y
AGRUPACIÓN SOCIALISTA GOMERA)






COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN
EUROPEA Y COOPERACIÓN, D. JOSÉ MANUEL ALBARES BUENO, ANTE LA COMISIÓN DE
ASUNTOS EXTERIORES, PARA EXPLICAR LAS LÍNEAS GENERALES DE SU
DEPARTAMENTO.


711/000652

GOÑI SARRIES, RUTH (GPMX)





COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN
UROPEA Y COOPERACIÓN, D. JOSÉ MANUEL ALBARES BUENO, ANTE LA COMISIÓN DE
ASUNTOS EXTERIORES, PARA INFORMAR SOBRE LAS LÍNEAS GENERALES DE LA
POLÍTICA DE SU DEPARTAMENTO.


711/000668

GRUPO PARLAMENTARIO ESQUERRA REPUBLICANA-EUSKAL HERRIA
BILDU






COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN
EUROPEA Y COOPERACIÓN, D. JOSÉ MANUEL ALBARES BUENO, ANTE LA COMISIÓN DE
ASUNTOS EXTERIORES, PARA INFORMAR SOBRE LAS LÍNEAS GENERALES DE SU
DEPARTAMENTO.


711/000687

GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL SENADO





COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN
EUROPEA Y COOPERACIÓN, D. JOSÉ MANUEL ALBARES BUENO, ANTE LA COMISIÓN DE
ASUNTOS EXTERIORES, PARA INFORMAR SOBRE LAS LÍNEAS GENERALES DE LAS
POLÍTICAS QUE IMPULSARÁ SU DEPARTAMENTO, ESPECIALMENTE EN LO QUE SE
REFIERE A LAS RELACIONES BILATERALES CON LOS PAÍSES DEL ÁFRICA OCCIDENTAL
Y LA DEFENSA DE LOS INTERESES DE CANARIAS COMO REGIÓN ULTRAPERIFÉRICA EN
EL SENO DE LA UNIÓN EUROPEA.


711/000695

CLAVIJO BATLLE, FERNANDO (GPN)





COMPARECENCIA DEL MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN
EUROPEA Y COOPERACIÓN, D. JOSÉ MANUEL ALBARES BUENO, ANTE LA COMISIÓN DE
ASUNTOS EXTERIORES, PARA INFORMAR SOBRE LAS LÍNEAS GENERALES DE LAS
POLÍTICAS QUE IMPULSARÁ DESDE SU DEPARTAMENTO, ESPECIALMENTE EN LO QUE
CONCIERNE A LAS RELACIONES BILATERALES CON EL REINO DE
MARRUECOS.


711/000706

CHINEA CORREA, FABIÁN (GPIC)


El señor PRESIDENTE: Pasamos a la comparecencia del ministro de
Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, don José Manuel
Albares.


Señor ministro, tiene la palabra.


El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN EUROPEA Y
COOPERACIÓN (Albares Bueno): Muchas gracias, señor presidente.


Buenas tardes, señorías. Comparezco a petición propia hoy en esta
Comisión de Asuntos Exteriores del Senado para exponer las líneas
generales del departamento. Soy un convencido del papel fundamental del
Senado, también en política exterior, porque al final la política
exterior solo es y solo puede ser una política de Estado que tenemos que
conformar entre todos. Por supuesto, debe ser objeto de debate, pero
manteniendo siempre en mente que hay un interés superior, que es la
defensa y la proyección de los valores y de los intereses de nuestros
ciudadanos, de todos los españoles y todas las españolas. Como ya tuve
ocasión de trasladarles a algunos de ustedes, a las portavoces y los
portavoces en la reunión que mantuvimos el pasado 22 de noviembre, estoy
y estaré siempre disponible para ustedes en cualquier momento de manera
formal, como es esta comisión, o de manera informal.


En esta primera comparecencia en esta comisión les expondré las
acciones que he desarrollado hasta ahora y las principales líneas
políticas que quiero desarrollar al frente del Ministerio de Asuntos
Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Pero antes quiero hacer una
referencia al personal del servicio exterior de España. Soy muy
consciente de que la política exterior solo puede desarrollarse si hay
detrás un equipo, si hay detrás unos profesionales que la impulsen con
eficacia, y tengo la suerte de contar con un excelente equipo humano
de 5500 personas, tanto en los servicios centrales como en las embajadas,
consulados y oficinas técnicas de cooperación, a los que quiero reconocer
hoy públicamente su labor. Gracias a ellos, hemos podido realizar muy
recientemente el traslado de la mayor parte del ministerio a la sede
renovada de la plaza del Marqués de Salamanca, en la que yo personalmente
me instalé ya el 7 de diciembre, tras dieciséis años en los que la
mayoría de las personas destinadas a los servicios centrales estaban en
una situación muy compleja. Volvemos a esa sede renovada, con una
superficie construida de 5455 metros cuadrados y una capacidad para algo
más de 1300 personas, una parte muy importante de funcionarios,
diplomáticos y personal contratado laboral que trabaja allí; la mayor
parte de las unidades del ministerio se encuentran allí, disminuyendo así
la dispersión y aumentando la eficacia. Esta nueva sede ha sido
rehabilitada además siguiendo criterios muy rigurosos de eficiencia
energética y de sostenibilidad y todos los materiales que se han empleado
en la rehabilitación son sostenibles y de bajo impacto medioambiental. Se
trata de una sede representativa digna de un país del peso y de la
proyección exterior de España.


Pensando en ese servicio exterior, en estos momentos tan difíciles
en los que tienen que trabajar tanto dentro de España como en muchos
países en los que la protección sanitaria no es ni de cerca la que
podemos tener aquí, una de mis primeras decisiones como ministro fue
facilitar la vacunación de todo nuestro personal en el exterior, que se
va a ver complementada ahora con las dosis de refuerzo que prevé la
Estrategia Nacional de Vacunación. Hemos diseñado un plan para ofrecer
esas dosis a los empleados del servicio exterior en países especialmente
expuestos o con dificultades para acceder a la vacuna localmente, y
esperamos completarlo en las próximas semanas dándoles la protección que
merecen, porque ellos están fuera defendiendo a los españoles y no pueden
acceder en muchos casos a la atención sanitaria de calidad que tenemos en
España.


Siguiendo, desgraciadamente, con la situación de la COVID-19, las
líneas y actuaciones del ministerio tienen necesariamente que tener en
cuenta el contexto internacional que vivimos, que está marcado por la
pandemia y la recuperación económica, que también influye en nuestras
relaciones internacionales, enmarcadas en un cambio profundo de nuestro
modelo económico y social que trae consigo la revolución digital y la
emergencia climática. Ambos fenómenos han transformado sin previo aviso
el escenario internacional, creando nuevas crisis y agravando las ya
existentes.


El momento actual en el que nos encontramos, de clara recuperación
económica en España, no sería posible sin el Plan de recuperación de la
Unión Europea o sin el Programa de compras conjuntas de vacunas. Europa
ha reaccionado con rapidez y eficacia a esta crisis. Es la primera vez
que se emite deuda conjunta, lo cual era totalmente inconcebible hace
solamente dos años. Así, hoy en día, la Unión Europea es la región del
mundo con mayor tasa de vacunación, y España destaca especialmente. Los
países europeos estamos entre los primeros del mundo en proporción de
población vacunada. España tiene el 80 % de su población total vacunada
con pauta completa; desde el 25 de octubre se está inoculando, como
saben, la tercera dosis de refuerzo, comenzando por los grupos más
vulnerables, y hace unos días hemos aprobado la vacunación infantil para
aquellos que están entre 5 y 11 años.


Por todo esto, por esta tasa de vacunación, España ha sido
felicitada por la Organización Mundial de la Salud y por su director
general públicamente por la gestión de la pandemia y por las altas tasas
de vacunación. Este es un éxito de país y un orgullo para mí como
ministro; no puedo estar más orgulloso de la sociedad española y de
nuestra sanidad pública.


La vacunación es fundamental también para la recuperación
económica y, como digo, estamos ahora en un momento marcado también por
la recuperación económica. El número de ocupados supera los 20 millones,
algo que no sucedía desde la crisis financiera, y contamos con el nivel
de paro más bajo desde 2008. Así, el pasado 3 de diciembre, la presidenta
de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunciaba que España
recibirá 10 000 millones de euros del Fondo de recuperación de la Unión
tras haber cumplido los 52 hitos marcados, y nos hemos convertido
—otro éxito de país, otro orgullo de país— en el primer país
de la Unión Europea en recibir un pago. Con este dinero se están
financiando las reformas e inversiones necesarias para reforzar la
economía española allí donde más se necesita, de cara a aquello que nos
imponen las grandes tendencias internacionales: la transición ecológica,
la transición digital, una economía más inclusiva.


El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2022, que se
encuentra en tramitación en esta Cámara, lo conocen perfectamente, tiene
el objetivo de convertirse en el instrumento que hará posible una
recuperación económica justa, con la mayor inversión social de la
historia. Se trata de unos presupuestos expansivos, cuentan con la mayor
inversión de la historia para acelerar la transformación económica del
país y reforzar el Estado del bienestar. El presupuesto consolidado
para 2022 del ministerio que dirijo asciende en su totalidad a 1928,65
millones de euros. Es un incremento total del 4,13 % respecto del año
anterior, un incremento que responde a la mirada hacia el futuro, a la
solidaridad de nuestra sociedad, tal y como debe quedar reflejado en
nuestra política exterior, porque lo que se decide, lo que decidimos en
el exterior es vital para el bienestar de los españoles. Las vacunas
contra la COVID que nos ponemos, la moneda que usamos, la lucha contra el
cambio climático, todas son consecuencia directa de una decisión que
tomamos con el conjunto de nuestros socios y aliados en la Unión Europea
y en el mundo. Por ello, no hay política más central para el bienestar de
nuestros ciudadanos y más importante para ellos que la política exterior,
que la acción exterior en sentido amplio. Como les decía, la moneda que
usamos, las vacunas que nos ponemos, el gas que consumimos, todo ello
solo podemos hacerlo en colaboración con los demás. Por lo tanto, cuando
hablamos de política exterior, lo que debemos tener en mente claramente
es que para que a los españoles nos vaya bien dentro, lo tenemos que
hacer necesariamente bien fuera. La pandemia de la COVID-19 y la
respuesta a la misma por parte de la Unión Europea es el mejor ejemplo de
la importancia de la solidaridad y la cohesión europea en momentos de
crisis, en momentos en los que nos la jugamos como sociedad.


Manifesté muy recientemente en mi comparecencia a petición propia
ante la Comisión Mixta de la Unión Europea —algunas de sus señorías
estaban allí— que la primera prioridad exterior de España es la
política europea, porque Europa no es una dimensión más de nuestra
política exterior, es una realidad integrada en nuestra identidad. Ser
español es ser europeo, y aquí adquiere especial significación lo que les
decía: la consideración de esta política como una política de Estado. Con
la investidura del canciller Scholz, esperamos poder seguir avanzando en
una Unión cada día más social, con la aplicación del Plan de acción del
pilar europeo de derechos sociales o apoyando la incorporación de un
mecanismo de alerta de desequilibrios sociales dentro del semestre
europeo.


Por supuesto, vamos a seguir avanzando en la Unión Europea de la
salud y en una mayor integración y coordinación de las políticas
sanitarias europeas. La pandemia nos ha demostrado la importancia de dar
una respuesta europea a este desafío.


Estamos viviendo, como les decía, una doble transición: ecológica
y digital. El resultado de la COP26 no ha sido todo lo ambicioso que nos
hubiera gustado, pero debemos seguir liderando los esfuerzos a nivel
global, como hemos hecho al adoptar antes que el resto de los principales
emisores el objetivo de la neutralidad carbónica en 2050 o al aprobar una
estrategia europea de adaptación al cambio climático, que
movilizará 72 000 millones de euros para distribuir los costes de esa
transición y ofrecerá un modelo para el resto de la comunidad
internacional. La transición digital es una fuerza imparable a la que
tenemos que sumarnos con una hoja de ruta clara y con recursos
suficientes. España comparte la visión del proceso que dibuja la
comunicación de la comisión sobre la Brújula digital: estamos
comprometidos con garantizar una soberanía digital europea vinculada a
una soberanía europea de datos y al despliegue de infraestructuras
digitales y de conectividades seguras y resilientes.


La Presidencia española del Consejo de la Unión Europea en el
segundo semestre del 2023 será la ocasión de volver a demostrar y recoger
los frutos de años de liderazgo español en políticas como la social, en
la PESC, en asuntos financieros y en asuntos energéticos y dar un último
impulso a la legislatura europea que termina en 2024. Esto exigirá, exige
ya, un importante esfuerzo de preparación en el que ha empezado a
trabajar el ministerio en el que estoy al frente.


En un mundo cada vez más complejo geopolíticamente necesitamos una
Unión Europea con más capacidades estratégicas, más presencia
internacional y más fuerza para defender los valores e intereses europeos
en el exterior, y tenemos la suerte de contar con un excelente alto
representante, que además es español, Josep Borrell.


El 15 de noviembre asistí en Bruselas a una reunión de ministros
de Exteriores y de Defensa de la Unión Europea en la que se presentó y
pudimos debatir el primer borrador de La Brújula estratégica, un
documento de reflexión sobre el futuro de la seguridad y la defensa
europea que se prevé que debería estar finalizado más o menos a finales
del primer trimestre del año que viene.


España apoya el reforzamiento de la autonomía estratégica de
Europa, que incluye una defensa europea compatible con la OTAN, la mejora
en los procesos de toma de decisión en política exterior y el
fortalecimiento de nuestros instrumentos frente a prácticas coercitivas
de terceros Estados.


En este contexto europeo, también marcado por el posbrexit,
tenemos que construir una nueva relación con el Reino Unido, tanto a
nivel europeo como a nivel bilateral, que incluya, por supuesto,
Gibraltar y teniendo siempre en mente la movilidad y los intereses de
nuestros ciudadanos. Ayer, precisamente, me reuní con mi homóloga
británica, Elizabeth Truss, en su primera visita bilateral a un Estado
miembro de la Unión Europea tras su nombramiento. Las primeras cuatro
rondas negociadoras entre la Comisión y el Reino Unido han logrado
avances relevantes en el asunto de Gibraltar. Se han abordado ya todas
las áreas: la libre circulación de personas, el intercambio de bienes,
las condiciones de competencia justa, cuestiones medioambientales, sin
olvidar, por supuesto, los derechos de los ciudadanos. Son unas
negociaciones complejas, pero, de acuerdo con la Comisión, las
negociaciones están listas para pasar a una fase definitiva muy pronto.
Por supuesto, el Reino Unido también tiene que tomar esa decisión para
que el acuerdo se alcance en el primer trimestre de 2022, algo en lo que
me puse de acuerdo ayer con mi homóloga británica.


Señorías, el compromiso de este Gobierno con la prosperidad del
Campo de Gibraltar y sus casi 270 000 habitantes es firme, así lo
reflejan también los Presupuestos Generales del Estado para 2022, que
prevén inversiones por valor de 143 millones de euros, un incremento del
cien por cien respecto a 2021, y pueden estar seguros de que el acuerdo
que se alcance y todos los esfuerzos que estamos llevando a cabo tienen
como principal objetivo la prosperidad y el bienestar de los ciudadanos
del Campo de Gibraltar, y ello, por supuesto, respetando en todo momento
nuestra reivindicación de soberanía española.


Y si una cara de la moneda de la identidad española es la europea,
la otra es la iberoamericana. Para España todos los países de la región,
todos sin excepción, son igualmente importantes, con independencia de su
tamaño o de su peso económico. Con esta convicción, en la remodelación
del ministerio recuperé la Secretaría de Estado para Iberoamérica y el
Caribe, a la que se le añade el título de El español en el Mundo, esa
lengua que nos une a nuestros hermanos latinoamericanos y que nos da una
presencia firme y fuerte en el mundo.


Mi segundo viaje como ministro fue precisamente a Perú,
acompañando a su majestad el Rey para asistir a la toma de posesión del
presidente Pedro Castillo. Recientemente, he estado en la República
Dominicana con motivo de la reunión de cancilleres iberoamericanos, en la
que elegimos al nuevo secretario general Iberoamericano, el actual
canciller chileno Andrés Allamand, con el que ya había tenido un intenso
trato previamente y a quien tuve, además, la oportunidad de felicitar
personalmente allí tras su designación. España cuenta también para
Iberoamérica. En los últimos meses hemos recibido la visita de los
presidentes de Chile, Colombia y Ecuador; de los vicepresidentes de
Bolivia y El Salvador y de los cancilleres de Uruguay, Chile, Costa Rica,
Guatemala y Paraguay.


En estos momentos, también en Latinoamérica, la primera prioridad
es facilitar el acceso a la vacuna, porque nadie está a salvo hasta que
no estemos todos a salvo. España se ha convertido en el segundo mayor
donante de vacunas a América Latina y Caribe. Hoy en día se han entregado
más de 8 millones de vacunas y se han donado al mecanismo Covax casi 15
millones para América Latina y el Caribe, todavía por entregar. A largo
plazo debemos hacer frente a los desafíos a los que se enfrenta esta
región de renta media, apostando allí también por un futuro verde y
digital, el mismo que queremos para nosotros.


Señorías, la solidaridad iberoamericana es una potencia que
refuerza el peso en el mundo de todos los países que formamos parte de
nuestra comunidad. Todo lo que hacemos juntos nos refuerza mutuamente, y
especialmente, España defiende siempre una mayor presencia de la Unión
Europea en América Latina y en los temas de América Latina. Por ello, el
Gobierno de España seguirá impulsando en todos los foros, y muy
especialmente en Bruselas, los acuerdos comerciales con Mercosur, Chile y
México. No me extenderé más porque espero comparecer muy pronto —lo
he solicitado a petición propia— en la Comisión de Asuntos
Iberoamericanos de esta Cámara para dar más detalles sobre las líneas
específicas que seguimos en la región.


Por cercanía, por vínculos y también por historia, hay una región
que incide especialmente en el bienestar y la seguridad de España: el
Mediterráneo, y más allá el Sahel y África subsahariana. Además, es una
región con un gran potencial, como demuestra que el norte de África y
Oriente Medio son ya nuestro principal mercado fuera de la Unión Europea.
El pasado mes de noviembre hemos acogido en Barcelona el VI Foro Regional
de la Unión por el Mediterráneo y el mismo día, la tercera reunión
ministerial Unión Europea-Vencindad Sur, con una participación récord de
ministros. Ha sido la cita presencial de este foro con mayor número de
ministros y nos ha permitido reafirmar el compromiso de España y de la
Unión Europea con la ribera sur del Mediterráneo.


Pudimos abordar prioridades, como la lucha contra la pandemia, por
supuesto, la transición verde o la creación de empleo. Una materia muy
específica y que es común en ambas orillas es la del agua, y confirmamos
nuestra intención de organizar en Palma de Mallorca una reunión
ministerial de la Unión por el Mediterráneo en la primavera de 2022
centrada en ese tema. Anuncié propuestas específicas españolas en el
marco de la Unión por el Mediterráneo relativas a la cooperación en
materia de tratamiento, prevención y utilización de vacunas entre la
Unión y la OMS, la puesta en común de capacidades de protección civil
para hacer frente a los incendios que asolan todos nuestros países
mediterráneos durante el verano, la digitalización o la creación de un
grupo de trabajo para avanzar en mecanismos de integración
económica.


La situación en el Magreb, señorías —no les descubro
nada—, es compleja. A la ruptura de relaciones diplomáticas entre
Argelia y Marruecos se añade la necesidad de seguir estabilizando Libia.
Nosotros apoyaremos siempre la distensión entre nuestros socios
estratégicos para conformar un área de prosperidad conjunta en el
Mediterráneo. El nombramiento del nuevo Enviado Especial del Secretario
General para el Sáhara Occidental, Staffan de Mistura, es una buena
noticia. El pasado 3 de diciembre me reuní con él en Roma en el marco de
las conferencias MED21 y aproveché la ocasión para felicitarle por su
nombramiento, para trasladarle el compromiso de España con su labor, como
miembro del Grupo de Amigos del Sáhara Occidental, y para apoyarle en el
relanzamiento del diálogo.


La estabilidad del Magreb, que está estrecha e indisolublemente
ligada a la del Sahel, es vital para España, y Libia es un país
particularmente importante para esa estabilidad, tanto del Magreb como
del Sahel. Estamos relanzando nuestra presencia allí con el viaje del
presidente del Gobierno a ese país y con la reapertura de nuestra
embajada en Trípoli. Yo mismo viajé a Trípoli para asistir a la
Conferencia Ministerial para la Estabilización de Libia a finales de
octubre y en noviembre acompañé al presidente del Gobierno en la
Conferencia Internacional sobre Libia, celebrada en París. Vamos a apoyar
el proceso electoral en Libia, con el que esperamos que se inicie
definitivamente el proceso de estabilización del país y vamos a apoyar
también la salida de combatientes extranjeros del país.


En Oriente Próximo, España es percibida como un actor cercano,
amigo, objetivo y comprometido. He mantenido en estos meses, desde que
soy ministro, reuniones y conversaciones con mis homólogos egipcio,
emiratí, jordano y catarí, donde me desplacé para encontrar vías seguras
para nuestros colaboradores afganos; también con el yemení, con mi
homóloga sudanesa y con mi homólogo saudí. He tenido ocasión de reiterar
en mi encuentro con mis homólogos palestino e israelí el compromiso de
España con la solución de los dos Estados. En el caso de mi homólogo
israelí, en cada conversación que he tenido con él he insistido en la
situación de nuestra compatriota detenida Juana Ruiz.


Señorías, el empeoramiento de la situación política y de seguridad
en el Sahel es un recordatorio de que no podemos descuidar nuestra
política exterior en África, y en concreto en África subsahariana, y si
me permiten la precisión, aún más la relacionada con nuestros vecinos
africanos, el África occidental. La población de África representa en
estos momentos en torno a 1300 millones de personas, pero está previsto
que se doble de aquí a 2050. Esto nos da una idea de la magnitud del
desafío al que nos enfrentamos junto con todos los países de la
región.


Las relaciones de España con África son históricas y hoy son un
modelo de cooperación y colaboración de nuestro país en el seno de la
Unión Europea. La colaboración que tenemos con países como Senegal o
Mauritania es un modelo, porque va mucho más allá de la gestión de la
migración; abarca todo un abanico de intereses y marca un mismo objetivo:
el progreso económico y social de esos países. Pero el compromiso de
España se demuestra también con la estabilidad y la seguridad de esos
países, con la participación de nuestro personal en misiones como
EUTM-Mali para reforzar la capacidad de las fuerzas malienses en un
momento muy difícil para ese país para combatir el terrorismo, o en
Mozambique, donde hemos apoyado la creación de una misión de
adiestramiento y formación militar de la Unión Europea. También,
participamos en acciones navales como EU Navfor Atalanta, contra la
piratería en el Índico occidental.


Quiero dar hoy aquí las gracias a todo el personal destacado, a
todos nuestros militares y policías y a todos los civiles que están
involucrados en misiones que en muchas circunstancias se desarrollan en
situaciones especialmente difíciles. En mi reciente participación en la
reunión de ministros de Asuntos Exteriores de la OTAN en Riga, tuve la
ocasión de trasladar a nuestros soldados desplegados en Letonia, en una
zona muy complicada en estos momentos como es la frontera este, el
orgullo que sentimos por la misión que hacen y por la imagen que
proyectan de España.


Como en Europa, dejar atrás la pandemia es el primer requisito
para garantizar la seguridad de todos y recuperar la senda del
crecimiento también en África, y por eso España prevé donar más de 20
millones de vacunas a África, África subsahariana y la vecindad sur a
través de la iniciativa Covax, en un claro gesto de compromiso con el
continente africano. También queremos ayudarles en la lucha contra la
COVID-19 y las nuevas variantes, la llamada variante sudafricana. A lo
largo de esta misma semana se habrán superado los 10 millones de vacunas
entregadas a países del continente africano y está previsto entregar
otros 10 millones adicionales en las próximas semanas.


Hay un país, Estados Unidos, cuya relación es claramente
estratégica para España. Estados Unidos es un país amigo, es un país
socio, es un aliado en el seno de la OTAN y es el aliado natural de
Europa; con él compartimos valores e intereses. Mantenemos una
interlocución fluida con la Administración Biden a todos los niveles. Yo
he mantenido innumerables llamadas; un encuentro presencial con nuestros
equipos con mi homólogo, el secretario de Estado, Antony Blinken; he
intervenido en la ministerial sobre COVID que convocó Estados Unidos con
un grupo de socios estrechos de Estados Unidos; el presidente Biden
solicitó y agradeció personalmente al presidente del Gobierno el continuo
apoyo que España ha prestado en la evacuación de los colaboradores
afganos norteamericanos, y he acompañado recientemente al presidente del
Gobierno a la celebración de la Cumbre de las democracias, convocada por
el presidente Biden y a la que el presidente Sánchez, evidentemente,
estuvo invitado.


Además de abordar asuntos multilaterales, siempre que tengo
contactos con mi homólogo norteamericano, la situación de Afganistán, la
situación en América Latina y la Cumbre de la OTAN que España acogerá muy
pronto, en junio de 2022, centran nuestras conversaciones. Esta será una
cumbre fundamental, porque en ella se adoptará el concepto estratégico de
la organización, que se llamará precisamente El Concepto estratégico de
Madrid y que marcará un hito en el desarrollo de nuestra alianza.


Nuestra alianza nos lleva, evidentemente, a pensar la relación con
Rusia. Para España es fundamental desarrollar un diálogo exigente a nivel
europeo y bilateral, manteniéndonos siempre firmes, y ese fue el espíritu
con el que transcurrió mi reciente encuentro con mi homólogo ruso,
Serguéi Lavrov, en Estocolmo, en los márgenes de la reunión ministerial
de la OSCE, manteniéndonos siempre firmes ante cualquier violación y
transgresión del derecho internacional. Continuaremos profundizando en
nuestras buenas relaciones con los países de la región, apoyando el
partenariado oriental y la adhesión de los países balcánicos a la Unión
Europea.


Especialmente importante en este contexto tan tenso con Rusia es
la labor del Consejo de Europa y de la Organización para la Seguridad y
la Cooperación en Europa. Y, por supuesto, España continuará apoyando el
respeto a la soberanía e integridad territorial de Ucrania bajo cualquier
circunstancia y defendiendo las legítimas aspiraciones democráticas del
pueblo bielorruso. La situación en Afganistán y la retirada de Afganistán
deben nutrir también el próximo concepto estratégico de la OTAN, teniendo
en cuenta las lecciones aprendidas. Afganistán sigue concentrando
nuestras energías y ha sido el centro de grandes esfuerzos y sacrificios
en los últimos veinte años, siendo la pérdida de vidas humanas de
nuestros soldados el más doloroso y el más trágico de todos ellos, y
quiero recordar su memoria hoy aquí.


España es también el país que ha dado una lección de solidaridad a
la comunidad internacional, otro éxito de país, lo que llevó a Ursula von
der Leyen a definir a España como un ejemplo del alma de Europa. Hemos
logrado evacuar a más de 2500 afganos en peligro, a colaboradores afganos
y de España y sus familias. Tengo que dar también las gracias por la
colaboración de Pakistán y de Catar, países a los que me desplacé para
encontrar vías seguras para nuestros colaboradores y que respondieron
desde el primer momento a nuestro lado. Somos el único país del mundo que
ha logrado evacuar a colaboradores afganos tras el cierre del aeropuerto
de Kabul, en la operación que realizamos los días 11 y 12 de octubre
pasado. Y es que no vamos a dejar a nadie atrás, y tampoco vamos a
olvidar a las mujeres y a las niñas afganas.


Hay países en la comunidad internacional con los que debemos tener
una especial relación, y China es claramente uno de ellos. España ve a
China como un socio en algunas cuestiones y como un competidor en otras.
Tuve la ocasión de repasar las buenas relaciones que mantenemos con China
en la videoconferencia que mantuve con mi homólogo Wang Yi, y ello no es
óbice a que, por supuesto, expresemos nuestras preocupaciones, la falta
de reciprocidad y las asimetrías en aspectos de nuestra relación. En todo
caso, pensamos que la cooperación con China es esencial en muchos
ámbitos: claramente en lo relacionado con el cambio climático, la
protección de la diversidad o la salud pública. Observamos con mucha
preocupación los incrementos de tensión en la región, y esa es una
cuestión de gran importancia en la que deben evitarse a toda costa las
acciones unilaterales.


La Unión Europea hizo pública en septiembre su nueva estrategia
para la cooperación en el Indo-Pacífico. Su objetivo es precisamente
reforzar la presencia europea en esta región vital, la cooperación con
socios afines, como pueden ser Japón o Corea del Sur, con los que también
estamos reforzando nuestra cooperación bilateral.


Vivimos en un mundo globalizado y, por lo tanto, no podemos
desatender ninguna región. Y nuestra economía también es globalizada. Y
en una economía global, como la actual, los resultados nacionales
dependen cada vez más de factores internacionales, de ahí la importancia
de reforzar el conjunto de acciones que configuran la diplomacia
económica para conseguir el objetivo último: que nuestra acción de
Gobierno genere prosperidad y mejore el bienestar de nuestros ciudadanos.
Por ello, para mí la diplomacia económica es un pilar fundamental de
nuestra política exterior, de la política exterior de España. He
mantenido y seguiré manteniendo reuniones, tantas como sean necesarias,
con empresarios grandes, medianos y pequeños para que me tengan al tanto
de sus necesidades e inquietudes y para intercambiar opiniones sobre los
países donde ellos están presentes. Así, por ejemplo, con el objetivo de
garantizar el suministro de gas argelino a España —del que recibí
plenas garantías, tanto del presidente argelino, como del ministro de
Asuntos Exteriores y de su ministro de Energía—, viajé el pasado
mes de septiembre a Argel acompañado tanto de Naturgy como de
Enagás.


Señorías, este momento de COVID es también el momento de la
cooperación y la solidaridad, tanto a nivel mundial como en España. En el
contexto actual cabe añadir que no solamente para que a los españoles les
vaya bien dentro lo tenemos que hacer bien fuera, sino que para que a los
españoles les vaya bien dentro es indispensable que a nuestros socios y
aliados les vaya también bien. Por eso, en el proyecto de Presupuestos
Generales del Estado para 2022 se prevé un total de 1270 millones de
euros para la ayuda oficial al desarrollo, lo que supone volver a los
niveles de hace diez años, y es una muestra del compromiso y la
importancia que este Gobierno da a la cooperación.


La cooperación es una política pública que trata de dar respuesta
a los problemas globales del planeta, para lo que se requiere un esfuerzo
coordinado entre países, y la prioridad número uno en nuestra cooperación
también es la vacunación. España ya ha cumplido el compromiso de donar 40
millones de dosis de vacunas contra la COVID-19 a Covax antes de que
acabe 2021, y España se ha comprometido, además, a seguir donando
vacunas, hasta alcanzar los 50 millones de dosis durante el primer
trimestre de 2022.


Permítanme que dedique una mención especial al papel que España
está teniendo en la escena mundial en lo relativo a la donación de
vacunas. En la actualidad, nuestro país es el sexto del mundo en número
de vacunas donadas y el quinto en número de entregas a Covax. Y si
medimos las vacunas donadas con relación al PIB, somos el segundo país
del mundo; por lo tanto, este es también el momento de la cooperación
española.


España debe tener un sistema de cooperación moderno, eficaz, que
sirva para alcanzar los objetivos de la Agenda 2030 —aunque la
llamamos 2030, es una agenda a alcanzar en 2030, que está la vuelta de la
esquina—, y para ello estamos trabajando en la reforma integral del
sistema de cooperación, en la que no entraré porque tendré ocasión de
desarrollar estas líneas con más detalle la semana que viene en la
comisión especializada en este tema del Congreso de los Diputados, y
espero poderlo hacer, también a petición propia, en esta Cámara lo antes
posible. En ese contexto, la migración, un fenómeno global y duradero que
debemos gestionar con inteligencia y humanidad, juega un papel central.
Durante los próximos años seguiremos aplicando el modelo que creo que da
los mejores resultados: cooperación y diálogo con los países de origen y
tránsito, lucha contra las causas profundas de la migración, y combate
constante contra las mafias de traficantes de seres humanos; y, en la
Unión Europea, una defensa clara de la integridad de Schengen, uno de los
grandes logros del proyecto y de la construcción europea que no puede ser
puesto en cuestión.


Señorías, la emergencia climática, la pandemia de la COVID, el
mecanismo Covax y las nuevas variantes, como ómicron, que van surgiendo,
la crisis de Afganistán, que puede convertirse en una crisis regional,
demuestran que la acción concertada es hoy más importante que nunca. No
quiero olvidarme de cuánto se beneficia España y la comunidad
internacional en su conjunto de un orden multilateral fuerte, sólido,
predecible. Las temperaturas máximas y los incendios que hemos vivido
este verano en Levante, Cataluña, Ávila, en muchos puntos del
Mediterráneo, en Grecia, Turquía o Argelia, o los devastadores tornados
que han golpeado Estados Unidos dejando decenas de víctimas, son síntomas
de una emergencia climática que no podemos abordar si no es a través de
un multilateralismo eficaz. La prevención y el reforzamiento del orden
multilateral, ya sea el de Naciones Unidas, a través del G-20, o a través
del resto de organizaciones multilaterales, es una prioridad política,
pero es también una prioridad de seguridad nacional. Un paso fundamental
debe ser revitalizar las Naciones Unidas, y por eso apoyamos la
reelección del secretario general, António Guterres, y apoyamos lo que él
llama su Agenda Común.


Promoveré la presencia institucional de España en la organización
con una atención especial a nuestra candidatura —presentamos
nuestra candidatura al Consejo de Seguridad para el
bienio 2031-2032—, y apoyaremos a los demás organismos de Naciones
Unidas con sede en España, como el Centro de Comunicaciones, de Quart de
Poblet, o la Organización Mundial del Turismo, en cuya reciente Asamblea
General, que se celebró aquí, en Madrid, participé y que muy pronto
inaugurará su nueva sede del futuro, una sede del siglo XXI. Actuaremos a
favor de las labores de los defensores y las defensoras de los derechos
humanos a través del Programa de acogida temporal de defensores de
derechos humanos en situación de riesgo, que se ha extendido ya a más
de 380 personas. Desgraciadamente, los derechos humanos siguen estando en
peligro en muchos puntos del planeta. También mantendré el liderazgo de
España en igualdad de género. Hemos suscrito, entre otras iniciativas, la
Plataforma de Acción de Beijing, el Convenio de Estambul, el
Commitment 2025 y la agenda Mujeres, Paz y Seguridad. Y estamos
trabajando en el impulso de la transición ecológica justa y sostenible,
para la que España continuará con los compromisos y conclusiones
suscritos durante la COP25, que se celebró exitosamente en Madrid, los de
la COP15, sobre la biodiversidad, en Kunming, y los de la reciente COP26,
en Glasgow.


Señorías, la línea política del Ministerio de Asuntos Exteriores,
Unión Europea y Cooperación tiene siempre una misma vocación: el servicio
a la ciudadanía, colocando en el centro la protección de los españoles en
el exterior. Y para alcanzar ese objetivo tenemos que poner en marcha un
plan de transformación digital consular, con el que estamos apostando por
modernizar los sistemas de información consulares y las infraestructuras
tecnológicas, adecuándolas a una estrategia orientada al ciudadano que
nos va a permitir atender de forma más eficaz y ágil las necesidades de
los más de 2,6 millones de españoles que residen en el exterior y también
una presencia empresarial cada vez mayor. El Instituto Cervantes
participa también con un plan de competencias digitales que nos va a
permitir sofisticar el posicionamiento del español en el mundo como parte
esencial de nuestro patrimonio cultural, y también el del resto de
lenguas cooficiales, que se encuentran incluidas dentro de la acción del
Instituto Cervantes.


La detección de una nueva variante de la COVID-19, conocida como
ómicron, ha supuesto un agravamiento de la situación epidemiológica y
sanitaria, especialmente en África austral. El Gobierno ha tomado todas
las medidas necesarias para proteger a los españoles dentro y fuera de
nuestro país, incluida la reciente repatriación de nuestros
connacionales, que, como en el caso de Mozambique, no tenían opciones de
regresar a España, y para ello no dudamos en ningún momento en fletar
vuelos especiales para repatriarlos. Hacemos un seguimiento a diario de
la situación en los países de alto riesgo, y quiero dejar una cosa muy
clara: ningún español se va a quedar varado en ningún país del mundo por
causa de la COVID. Este tipo de actuación pone de manifiesto por qué la
política exterior es una política de Estado, porque hay un interés
superior al sano disenso propio del debate parlamentario: España y los
españoles. Esta es la razón por la que la acción consular ocupa un lugar
central en la actividad del ministerio y por la que resulta prioritario
asegurar una distribución eficiente de los recursos humanos en nuestras
oficinas y adaptar la red consular a las necesidades cambiantes de
nuestra colectividad en el exterior. Una especial atención merecen, por
supuesto, aquellos españoles que se encuentran fuera en una situación más
vulnerable, y por ello estamos trabajando para perfeccionar la asistencia
consular social, en especial la que está dirigida a los detenidos en el
exterior, a los menores en situación de riesgo y a las mujeres y menores
víctimas de violencia en el exterior.


Señorías, si hubiera un mensaje con el que querría que se quedaran
al finalizar esta comparecencia —y con esto concluyo— es que
quiero una política exterior de Estado respaldada por hechos y no por
palabras, cuya primera prioridad sea la defensa de los intereses de los
españoles y la proyección de sus valores.


Quedo ahora a su disposición para todas las preguntas que quieran
plantearme.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro, por su
intervención en esta comparecencia a petición propia, comparecencia que
también ha sido solicitada por diferentes grupos políticos y que hemos
englobado.


A continuación, vamos a pasar a la intervención de los portavoces
de los grupos, de menor a mayor.


En primer lugar, por tiempo de siete minutos en la primera
intervención, y de tres minutos en la réplica, por el Grupo Parlamentario
Mixto, tiene la palabra el señor Marín.


El señor CLAVIJO BATLLE: Perdón, señor presidente. Quiero hacer
una pregunta, porque tengo una duda. Aquellos que hemos pedido la
comparecencia, ¿no tenemos un turno por ser peticionarios? ¿Simplemente
estamos dentro del turno del grupo político?


El señor PRESIDENTE: Sí, lo que hemos hecho es englobar todas las
peticiones de comparecencia en una única comparecencia, que es
esta.


El señor CLAVIJO BATLLE: Sí, pero, en mi caso, el señor Cleries es
el portavoz en esta comisión. Yo no soy portavoz, pero he solicitado la
comparecencia, y en otras comisiones lo que se estila es que los que
solicitan la comparecencia, al margen del turno de portavoces, tengan
unos minutos. Me gustaría que se aclarasen estos términos, porque no es
lo mismo que compartamos el tiempo, que, como dice la petición, disponga
de un turno como peticionario, independientemente del turno de grupo que
le corresponde a mi compañero.


El señor PRESIDENTE: Obviamente, la petición ha sido a título
personal, pero lógicamente se interviene como grupo, y lo que hacemos es
dividir el tiempo entre las dos personas que conforman el grupo, aunque
seré flexible en ese tema.


El señor CLAVIJO BATLLE: Yo tengo entendido que al menos en el
resto de las comisiones no es así. No sé si el letrado o alguien lo puede
aclarar.


El señor PRESIDENTE: Me comenta el letrado que es una competencia
propia del presidente y, por tanto, lo vamos a hacer así. De nuevo le
digo que voy a ser flexible en los tiempos en el caso de su grupo, ya que
son dos los portavoces que van a hacer uso de la palabra.


Muchísimas gracias.


Señor Marín, tiene usted la palabra.


El señor MARÍN GASCÓN: Gracias, señor presidente.


En primer lugar, señor ministro, le doy la bienvenida a esta
comisión, y esperamos verle con relativa frecuencia.


España hace tiempo que abandonó la defensa de sus intereses y
valores en política exterior. Desde que este Gobierno de coalición
socialcomunista ostenta el poder, las que deberían ser nuestras
prioridades en política exterior se han abandonado. El Estrecho, las
relaciones con Estados Unidos o nuestro liderazgo en Iberoamérica han
sufrido un grave deterioro.


Ministro, España necesita recobrar credibilidad internacional,
abandonar la frivolidad y asumir con realismo y responsabilidad su papel
en el mundo. Cuando el Gobierno define los ejes de política exterior, no
en función de los intereses de España y de los españoles, sino en función
del feminismo o de la política verde, como manifestó su antecesora,
González Laya, aquí, en el Senado, nuestro país va perdiendo protagonismo
y relevancia en el contexto europeo y mundial. Si eso es lo que va a
definir nuestra política exterior, podemos asegurar que la pérdida de
credibilidad y de influencia de España en el mundo es segura. Esto es lo
que ha sucedido con este Gobierno. Ministro, ¿va a seguir siendo el
feminismo radical y la perspectiva de género lo que defina nuestra
política exterior? ¿Sí o no? En su comparecencia en el Congreso, el 30 de
agosto, manifestó lo siguiente: No buscamos meramente la recuperación.
Queremos una transformación profunda del país. Este es el contexto en el
que he asumido la dirección del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión
Europea y Cooperación.


¿En qué va a consistir esa transformación profunda del país de la
que habla y cómo piensa desarrollarla? En dicha comparecencia también
indicó que el ministerio se estructuraba en cuatro secretarías de Estado:
Secretaría de Estado para la Unión Europea, Secretaría de Estado de
Asuntos Exteriores y Globales, Secretaría de Estado para Iberoamérica y
el Caribe y el Español en el Mundo, y Secretaría de Estado de Cooperación
Internacional, y que al frente de ellas había nombrado un equipo
paritario de dos hombres y dos mujeres. Ministro, ¿qué obsesión tienen
ustedes con la paridad? Creemos que sería mucho mejor la valoración sobre
la base de la formación, conocimientos, experiencia y méritos, y no
decantarse por el sexo de los aspirantes.


En estos días estamos valorando los presupuestos para el año 2022,
y en el referido a su ministerio hay algunos datos que nos llaman la
atención. El presupuesto de la Secretaría de Estado para la Unión Europea
es de 26 millones de euros; por contra, a la cobertura informativa del
presidente del Gobierno se destinan 80 millones, de los cuales 51 son
para el Programa 921Q, para contratación de servicios de cobertura
informativa nacional e internacional de interés público. ¿Como ha
justificado usted esto, existiendo embajadas de España en prácticamente
todos los Estados del mundo y con consejeros de información en muchas de
ellas? ¿Y qué es eso de la cobertura informativa nacional e internacional
de interés público? Será de interés particular del señor Sánchez, es
decir, propaganda pura en el interior y en el exterior o, dicho de otra
forma, postureo. Como ministro, ¿cómo explica usted esto? ¿No le parece
que es un verdadero escándalo? Se ve claramente que a este Gobierno le
interesa más la propaganda que las acciones políticas con contenido, es
decir, ejecutivas.


Asimismo, el 19 de octubre se nombró a María Jesús Conde Zabala
como embajadora en misión especial para la política exterior feminista,
aunque no es diplomática de carrera, lo que representa una canonjía más
para una actividad que se dijo transversal, es decir, un carguito para
esta señora. Más feminismo en la política exterior de España. Y hablando
de nuevos cargos, ¿cómo explica usted el nombramiento de la anterior
ministra de Educación, Isabel Celaá, como embajadora ante la Santa Sede?
¿Qué méritos tiene? No es diplomática de carrera, igual que la anterior,
solo licenciada en Filología Inglesa y catedrática de Inglés en
bachillerato, pero, eso sí, ha sido la impulsora de la peor ley de
educación que hemos tenido en muchos años. Está claro que su nombramiento
es otra canonjía como premio.


Ministro, la política exterior del Gobierno de España debe
centrarse en reposicionar a España en la Unión Europea y en el mundo.
Debemos devolver a España al lugar en el que debe estar, tanto a nivel
mundial como europeo, por su historia, cultura, influencia en
Hispanoamérica, en el Mediterráneo y en el norte de África. Es
fundamental que el Gobierno contribuya a ello, y en la actualidad no
podemos decir que eso sea así cuando miembros de este cuestionan nuestra
calidad democrática y mienten más que hablan. Ministro, no olvide que
nuestro país tiene un importante valor añadido, como son nuestra
historia, nuestra lengua, nuestra cultura y nuestra singularidad
geográfica, natural e histórica, que debemos hacer valer en nuestro
posicionamiento en Europa y en el mundo.


Hablemos de Europa. Somos españoles y, por tanto, europeos. En Vox
somos radical, sincera y abiertamente europeístas. Ahora bien, en Vox
reclamamos que la Unión Europea sea la Europa de las naciones Estado y no
una Europa de las regiones y de los identitarismos que amenazan la unidad
de las grandes naciones europeas y, por ello, la propia unidad de Europa.
Creemos en una Europa, sí, que sepa aunar el espíritu común de las
naciones que la conforman y los valores y principios esenciales que
compartimos. No estamos en contra de los organismos y organizaciones
internacionales, todo lo contrario, pero sí somos exigentes.


La salida del Reino Unido de la Unión Europea ha supuesto una gran
oportunidad perdida para que España asuma un mayor liderazgo y resuelva
ya el problema de Gibraltar, pero hemos podido comprobar que este
Gobierno no está para recuperar la soberanía de Gibraltar, sino por que
este problema permanezca en el tiempo. Con la firma del tratado fiscal
España blanquea a Gibraltar y reconoce, por primera vez en trescientos
años, la jurisdicción y competencia de las autoridades gibraltareñas. El
pasado mes de julio la Comisión presentó un borrador de mandato para la
negociación de un acuerdo Unión Europea-Reino Unido sobre Gibraltar.
Esperamos que dicho mandato sea para la recuperación de la soberanía
española sobre Gibraltar. Aunque es un borrador, ministro, nos gustaría
que nos informara sobre ello. ¿Piensa recuperar la soberanía de Gibraltar
instaurando el Instituto Cervantes en Gibraltar? ¿De verdad?


Ministro, usted ha indicado que una de sus prioridades es
estrechar relaciones con Estados Unidos como socio y amigo clave que es
—totalmente de acuerdo—, pero hay que reconocer que ni el
Gobierno Sánchez ni el Gobierno Zapatero han contribuido mucho a ello.
Hasta ahora no parece que se hayan logrado muchos avances con Estados
Unidos. Recordemos el paseíllo de veintinueve segundos de Sánchez y
Biden, el mayor ridículo de un presidente español, o el viaje de Sánchez
a Estados Unidos a finales de julio, que volvió a ser un fiasco. La
propaganda no pudo ocultar la incapacidad manifiesta para cerrar
encuentros políticos de primer nivel y también para atraer inversiones.
Por tanto, España sigue marginada por el Gobierno americano.


Como he dicho antes, en su comparecencia del 30 de agosto en el
Congreso manifestó lo siguiente: He recuperado la Secretaría de Estado
para Iberoamérica, a la que se añade el título y el Español en el Mundo.
La defensa de nuestro idioma común, el español, empieza aquí mismo, en
España. ¿De qué sirve una secretaría de Estado en defensa del español en
el mundo, cuando aquí, en España, ustedes y sus socios lo rechazan?
Menuda contradicción, menuda paradoja. Empiecen por defender el español
en Cataluña, y que todo aquel que quiera recibir una educación en español
en España pueda hacerlo, viva donde viva.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Marín.


No hay ningún portavoz en la sala del Grupo Parlamentario
Democrático.


Por tanto, por el Grupo Parlamentario Nacionalista en el Senado,
en primer lugar, tiene la palabra el señor Clavijo.


El señor CLAVIJO BATLLE: Muchas gracias, señor presidente.


Señor ministro, nosotros habíamos registrado una solicitud de
comparecencia —se ha hecho esperar seis meses— básicamente
por la preocupación por las relaciones con el Reino de Marruecos y el
Sáhara Occidental, y de su comparecencia no hemos podido sacar gran cosa.
Nos gustaría que profundizase un poco en las relaciones con el Reino de
Marruecos. ¿Por qué no ha vuelto la embajadora? ¿Dónde está la cumbre de
alto nivel del presidente Sánchez con el rey de Marruecos? ¿Qué es lo que
ocurre con la inmigración? ¿Qué es lo que ocurre con la definición, de
manera unilateral, con dos leyes, de la mediana de las aguas
territoriales de Marruecos, por la vía de los hechos, con España y
Mauritania y la apropiación de las del Sáhara Occidental? Por otro lado,
ayer mismo se publicaba en el Boletín Oficial del Reino de Marruecos otra
autorización más para realizar prospecciones en aguas de dudosa
titularidad, y nos gustaría saber si el estudio del Instituto
Hidrográfico, que iba usted a encargar, está ya o no, y si se puede hacer
público.


Nos parece que realmente hay bastante triunfalismo en su
intervención: no se va a dejar a nadie atrás. Bien, le informo de que han
muerto más de 1000 personas en la ruta de migración hacia Canarias, entre
ellas, niños y niñas. Nos gustaría saber cómo defiende usted el interés
de España en Canarias respecto a los movimientos que está haciendo
Marruecos y si esta política de Estado, que parece ser la del
inmovilismo, es un despliegue de diplomático o si realmente lo que están
haciendo es mirar para otro lado y actuar con la técnica del avestruz:
escondemos la cabeza a ver si pasa esto y no nos afecta.


No tengo más tiempo.


Muchas gracias, presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Clavijo.


A continuación, por el mismo grupo parlamentario, tiene la palabra
el señor Cleries.


El señor CLERIES I GONZÀLEZ: Gracias, presidente.


Lamento que no tengamos el tiempo normal que se tiene en toda
comparecencia. No pongo en duda la buena voluntad del ministro, que el
otro día también nos recibió en la sede del ministerio y, por tanto, no
entendemos que consten en la convocatoria las distintas comparecencias
solicitadas y, en cambio, no se puedan ejecutar. Seré telegráfico hasta
donde llegue.


Le he visto, señor ministro, un cierto tono triunfalista. Eso está
bien, porque está bien estar animado ante las dificultades, pero su tono
ha sido triunfalista.


Entrando en el telegrama, ¿usted piensa hacer alguna cosa
—se lo planteé ya el otro día—






para que la lengua catalana
sea una lengua oficial en Europa? ¿Su ministerio se piensa implicar en
esto para cumplir también con lo que dice la Constitución respecto a las
lenguas cooficiales? En Cataluña, al menos en Junts per Catalunya, que es
a quien represento, vemos inaceptable que la decimotercera lengua más
hablada no sea oficial y que, además, gobierne quien gobierne, nunca se
haya hecho nada para que lo sea.


Segundo tema. El director general de Política Regional de la
Comisión Europea, Marc Lemaitre, compareció el 15 de noviembre en el
Parlamento Europeo, donde denunció contundentemente el retraso de España
en la adopción del acuerdo de asociación del Fondo de cohesión del
período 2021-2027. Es cierto —ya se lo digo— que después se
disculpó y dijo que esta no era la posición de la Comisión, pero también
es cierto que lo que les ha ido bien a ustedes es que se han puesto las
pilas y han empezado, digamos, a ponerse en marcha en este tema. ¿Nos
puede explicar lo que sucedió y la reacción española? No puedo alargarme
más.


Usted ha hablado del Mediterráneo y de la importancia del
Mediterráneo. Los que vivimos tocando el mar lo vemos también así: muy
importante, pero ¿es normal que el 30 de noviembre, cuando se celebró en
Barcelona el VI Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo, ni tan
siquiera se le permitiera saludar al presidente de la Generalitat, que
tiene una gran relación, por lo que sé, con el Gobierno de España?
Recuerdo que en épocas del Gobierno del Partido Popular el president Mas
iba a dar el saludo cuando se hacía algún encuentro en Barcelona, y
después incluso se le dejaba salir en la foto —la cosa es de una
participación extrema—, pero ahora ya no dejan ni eso. ¿Cómo es que
ignoran al Gobierno territorial? Sería bueno tenerlo en cuenta, cuando,
además, la Unión por el Mediterráneo se encuentra en unos espacios
cedidos por la Generalitat de Catalunya.


El Consejo de Europa examinará próximamente si la decisión del
Supremo sobre la inmersión lingüística en Cataluña vulnera la Carta
europea de las lenguas regionales o minoritarias. Usted, que se muestra
muy europeísta, ¿piensa hacer que se respete esta carta en el Estado
español o estamos de rebajas, como en los tiempos? España ha incluido en
numerosas ocasiones esta carta, que protege las lenguas minoritarias, y
que además el Gobierno ratificó en el año 2001. Aparte de la
ratificación, estaría bien que se cumpliera.


En la línea europeísta de su Gobierno, nos gustaría saber si la
última resolución en cuanto a la situación del president Carles
Puigdemont y de los consellers Comín y Ponsatí del Tribunal General de la
Unión Europea, que es clarísima en cuanto a la suspensión de las
euroórdenes persecutorias del señor Llarena, se ha comunicado a las
diversas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, al sistema de
información Schengen y a la Interpol, porque nos gustaría saber si el
Gobierno español respeta la justicia europea o coge la vía de Polonia.
Sería interesante saberlo, porque también es cierto que la imagen del
Estado español queda muy deteriorada en muchas cuestiones relacionadas
con vivir en una sociedad democrática, y aquí, en el Senado, estos días,
hoy en la Comisión de Presupuestos, y también en esta comisión, vemos
cómo la cosa va de baja.


Otra cuestión: el principal periódico económico de Alemania,
Handelsblatt, arremetió contra el presidente del Gobierno español por su
gestión de los fondos europeos —aparte de las felicitaciones a las
que usted se ha referido— porque el Estado solamente ha
licitado 5700 millones de los 27 000 que el presidente Sánchez se había
planteado gastar antes de 2022. ¿Qué opina usted de este posicionamiento
que, desde el punto de vista económico, se tiene en este caso desde
Alemania?


Finalmente, para no alargarme más, Bruselas ha expedientado a
España por incumplir las normas de la Unión Europea sobre contratación
pública y contratos, en este caso, porque considera que la trasposición
de la normativa, que se tenía que haber hecho en abril de 2016, no se ha
adaptado correctamente. Además, usted sabe muy bien que el Tribunal de
Justicia de la Unión Europea la ha multado con 15 millones de euros por
el retraso en la trasposición de la Directiva de protección de datos y
que España lidera el ranking de países que han pagado más multas por
incumplir la normativa comunitaria. Concretamente, desde 2012 ha pagado 7
de cada 10 euros que la Comisión ha ingresado de los países miembros en
concepto de sanciones; en los últimos cinco años, unos 54 millones en
sanciones.


Y como no me da tiempo para más, aquí me quedo.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Cleries.


Quiero aclarar de nuevo al señor Cleries y al señor Clavijo que lo
que intento es ser justo con el planteamiento de los tiempos, ya que
estamos hablando de los que se dan a cada uno de los grupos
parlamentarios. De otra forma, bastaría sencillamente con que, por
ejemplo, en el Grupo Democrático —por referirme a un grupo que
ahora no está presente aquí—, que está compuesto por Ciudadanos,
Agrupación Teruel Existe y el Partido Regionalista de Cantabria, un
miembro de cada partido que lo conforma pidiera la comparecencia, para
que ese grupo ya tuviera el triple de tiempo que grupos como, por
ejemplo, el Grupo Parlamentario Popular o el Grupo Parlamentario
Socialista, que tienen muchísima más representación. Lo que hago es ser
flexible con los grupos en los que hay varios partidos que lo conforman,
de forma que puedan utilizar un poquito más de tiempo, porque entiendo
también la necesidad de que los grupos minoritarios tengan la
representación que les debe corresponder.


A continuación, por el Grupo Parlamentario de Izquierda
Confederal, tiene la palabra el señor Chinea.


El señor CHINEA CORREA: Gracias, presidente.


Señor ministro, agradecemos su comparecencia en esta comisión,
aunque lamento que acuda a esta casa seis meses después de su toma de
posesión para informar sobre las líneas generales de su departamento.
Entiendo que su agenda, como usted ha dicho hoy, haya sido bastante
intensa en este semestre, pero no es menos importante que el Gobierno
informe con la máxima celeridad en ambas Cámaras, especialmente cuando se
trata de asuntos tan relevantes como los que a usted le ha tocado
gestionar, que en algunos casos siguen bastante candentes.


Como senador canario y por la isla de La Gomera he solicitado su
comparecencia para que nos informe sobre un asunto que es especialmente
preocupante en mi tierra, y la verdad es que no he escuchado en su
intervención ni una sola palabra en alusión a Marruecos, pese a que las
relaciones diplomáticas con Marruecos no atraviesan, por así decirlo, su
mejor momento. Y pese a que usted se planteó como prioridad la
recuperación del diálogo con nuestros vecinos, lo cierto es que los
resultados, al menos que nosotros sepamos, no son satisfactorios. La
embajadora de Marruecos en España continúa en Rabat y parece que no
existe ningún indicio que apunte a que retornará en breve aquí, a Madrid.
Y mientras se alarga una crisis indeseable para ambos países y Marruecos
sigue sin poner de su parte en una incesante crisis migratoria que se
vive en mi tierra, en Canarias, señor ministro, las pateras continúan
saliendo de sus costas ante la pasividad de sus autoridades. Y cada vez
son más las mujeres, más los niños y más las niñas que se embarcan en una
travesía que ha costado la vida, solo en un año, a más de 1000 personas
en la ruta con Canarias, que es una de las rutas migratorias más
peligrosas del mundo. Muchos de esos menores, señor ministro, permanecen
bloqueados en las islas ante la parálisis del Gobierno en la toma de
decisión, que en el caso de Canarias es más que urgente para garantizar
lo que tantas veces ha pedido el presidente de Canarias, Ángel Víctor
Torres, que no es otra cosa que esa solidaridad obligatoria en la
distribución por todo el territorio nacional para garantizarles a esos
migrantes, a esos niños, niñas y adolescentes, un trato y una educación
digna. Es cierto que no se trata de una competencia de su departamento,
pero sí se trata de un efecto colateral.


En este sentido, en los últimos días he tenido la oportunidad de
leer artículos suyos publicados hace unos cuantos años, en los que, entre
otras cuestiones, pone usted sobre la mesa la necesidad de que el
Gobierno actúe de manera coordinada en todas las cuestiones que afectan a
nuestras relaciones con el continente africano, una coordinación que,
lamentablemente, hoy no existe, y es un tema que, en materia de
relaciones exteriores, señor ministro, debería estar en lo más alto de la
agenda del Gobierno. Y no me refiero exclusivamente a la migración
irregular, me refiero también a las relaciones con los países del entorno
geográfico de Canarias. Como comentaba antes el senador Clavijo, para
nosotros, en Canarias, es una auténtica oportunidad que nuestro país
desarrolle una política exterior en África Occidental utilizando como
plataforma nuestro archipiélago. Y, como tantas veces ha destacado la
propia Comisión Europea, las regiones ultraperiféricas, entre ellas
Canarias, situadas la inmensa mayoría en la frontera con otros
continentes, deben ser polos de desarrollo de las políticas europeas en
estos. Sin embargo, pese a la insistencia de la Comisión en los informes
que cada año publica sobre las RUP, los avances parece que siguen siendo
insignificantes, y es una pena, porque son muchos los asuntos que nos
unen y además es importante establecer nuevas sinergias en campos tan
fundamentales y diversos como el comercio, las energías renovables, el
agua, la investigación, la formación o la cooperación.


Créame que nos sentimos orgullosos de contar con la sede de la
Casa África en la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, pero creemos, y
así lo apuntaba también en los artículos publicados por usted mismo, que
esta Casa África podría tener un papel mucho más importante que el que en
estos momentos desarrolla.


Las islas, señor ministro, podrían aportar muchísimo a la política
exterior en las relaciones, y no solo con Marruecos, sino también con
otros países de nuestro entorno, como Mauritania, Senegal, Gambia o Cabo
Verde. De ahí que para nosotros sea bastante importante que el Gobierno
se implique mucho más a través de herramientas tan importantes como el
Plan África y otros instrumentos de colaboración.


Cambiando de tema, en Agrupación Socialista Gomera nos preocupa
esa decisión adoptada en su momento por Marruecos de ampliar su espacio
marítimo, apropiándose de las aguas del Sáhara Occidental. Parece que las
autoridades marroquíes han aprobado dos leyes, que han sido refrendadas
en sus Cámaras parlamentarias y también firmadas por el rey de Marruecos.
Esa decisión, como usted sabe, no solo contraviene las numerosas
resoluciones de Naciones Unidas en lo que respecta al Sáhara, sino que
además supone un paso que afecta a nuestra zona económica exclusiva. No
sabemos si España ha abierto un diálogo con Marruecos sobre este
contencioso tan sumamente preocupante o ha presentado la correspondiente
denuncia en el seno de las Naciones Unidas, pero en una respuesta de su
departamento, publicada el pasado 18 de octubre en el Congreso de los
Diputados, señala —y cito textualmente—: Respecto al eventual
solapamiento de espacios marítimos y marinos, tanto España como Marruecos
estamos de acuerdo en que deberá resolverse conforme a lo dispuesto en la
Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. Eso, señor
ministro, es lo único que sabemos y de lo que tenemos constancia sobre
este contencioso. Esta apropiación de las aguas saharauis ha venido
acompañada de una inusitada operación de Marruecos de concesión de
autorizaciones a numerosas empresas de su país o a multinacionales e
internacionales para la realización de prospecciones petrolíferas y otras
actividades económicas, y nos preocupa, aunque ya el propio presidente de
Canarias lo ha desmentido, que algunas de esas autorizaciones se sitúen
en nuestras aguas jurisdiccionales. Pero lo que más nos preocupa es el
impacto medioambiental que pueda tener en mi tierra.


Son muchísimos los asuntos sobre los que existen bastantes
interrogantes y pocas respuestas. Nosotros entendemos que la diplomacia
exige, en muchas ocasiones, la máxima discreción, pero entenderá también
que los hechos que se han sucedido en los últimos meses requieren una
respuesta efectiva. Y le voy a reiterar varias preguntas. En primer
lugar, ¿en qué situación se encuentran las relaciones con Marruecos? En
segundo lugar, ¿cuál es el papel que prevé asignar su ministerio a la
Comunidad Autónoma de Canarias para las relaciones de España con el
África Occidental? En tercer lugar, ¿ha recurrido nuestro país a Naciones
Unidas para frenar esa decisión unilateral de Marruecos de apropiarse de
las aguas del Sáhara Occidental? En cuarto lugar, ¿qué nos puede asegurar
con respecto a esa oleada de autorizaciones de Marruecos en las aguas del
Sáhara? ¿Es posible que alguna de ellas se sitúe en nuestras aguas
jurisdiccionales? Y, en quinto lugar, ¿qué gestiones prevé desarrollar su
departamento, en colaboración con otros ministerios, para una gestión
humanitaria más eficaz que ponga fin al grave drama de la crisis
humanitaria que se vive en Canarias desde hace dos años?


Para finalizar, quisiera expresarle la sincera tristeza que me ha
producido su breve exposición sobre nuestras relaciones con los países de
América Latina, y no es porque se trate de un capricho mío. No se trata
de una cuestión menor, como usted ha dicho, porque España siempre ha
desempeñado un papel importante en la región y debe seguir haciéndolo, no
solo por la importancia histórica para nuestro país, sino también por la
amplísima colonia de descendientes de emigrantes españoles, muchos de
ellos de mi tierra, de Canarias.


Acabo, señor presidente. Señor ministro, en su comparecencia no
nos ha desvelado la posición política de España con respecto a esos
países, un asunto que siempre ha estado entre las principales prioridades
de sus antecesores, y tampoco ha hecho, como ya le he dicho, ninguna
mención a Marruecos. Espero que en su réplica sea mucho más
explícito.


Muchas gracias, señor presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Chinea.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra
el señor Uribe-Etxebarria.


El señor URIBE-ETXEBARRIA APALATEGUI: Eskerrik asko, presidente.
Arratsalde on guztioi.


Mila esker zuri ere, ministro jauna, azaldu diguzun gogoetagatik.
Le agradezco, señor Albares, las explicaciones que nos ha trasladado
sobre la política que tiene intención de desarrollar desde su ministerio.
Me imagino que todos estos enfoques están en consonancia con la
estrategia de acción exterior de su Gobierno, que ya fue presentada de
manera preliminar por su predecesora en esta misma Cámara. Como ya señalé
en aquella ocasión, pienso que la estrategia hace un análisis y
diagnóstico bueno y correcto de la situación. La visión me parece buena
tratándose, como se trata, de un plan estratégico.


Dicho esto, y con el ánimo de aportar algunas ideas, permítame
hacerle varias consideraciones que pienso que son necesarias y deberían
ser tenidas en cuenta para, desde mi punto de vista, completar
adecuadamente y de manera más sólida, real y justa la estrategia de
política exterior que pretende aplicar y seguir. La primera es que
considero imprescindible que su política exterior refleje la realidad del
Estado español, un Estado plurinacional, plurilingüístico y
pluricultural. La idea de potenciar el concepto de la diversidad como un
activo y fortaleza de su política exterior debe quedar clara. La idea de
apoyarse en esa pluralidad y encauzarla hacia la mejora de la reputación
en el exterior debe ser correspondida con la coherencia. La idea de ser
un laboratorio o ejemplo para otros de la buena gestión de la diversidad
que inspire a otros que se enfrentan a estas mismas realidades de
diversidad de lenguas, culturas, historia y sentimiento nacional
—usted bien lo sabe— me parece bien, pero exige, antes que
nada, resolver estas cuestiones en el orden interno, dando cauce a unos
conflictos de naturaleza política, como los de Euskadi y Cataluña, que
tienen una pervivencia de siglos y que necesitan la disposición al
respeto mutuo, al diálogo, a la negociación y al acuerdo.


La segunda consideración es que nos parece lógico que aspire a
tener un papel más relevante e influyente en el plano internacional,
asumiendo mayor protagonismo, anticipando tendencias y proyectando los
valores y principios que dice caracterizarles, como la libertad, la paz,
la igualdad, la solidaridad, la justicia, la diversidad, la democracia,
la sostenibilidad y el progreso, y que uno de los principales ejes de
actuación sea la promoción de unos derechos humanos plenos y
garantizados, incluyendo el apoyo a los procesos de democratización. Todo
eso nos parece muy bien y acertado. Lo compartimos, señor ministro, pero
lo difícil —convendrá conmigo— y lo muy exigente de todo esto
es hacer que esta declaración de intenciones se plasme en la realidad
conjugando adecuadamente los valores y los intereses, es decir, hacer y
convertir los valores y principios en el motor de los intereses y no al
revés. Ojalá sea así, y más para un país medio que pretende asumir
riesgos y ser un país nodal y protagonista, es decir, con la voluntad de
actuar como elemento de conexión, trabajar en red en el seno de las
instituciones multilaterales y fomentar alianzas para asuntos clave de la
acción exterior. En unos tiempos de regresión democrática en muchas
partes del mundo, con un orden mundial desordenado y desorientado, con
incertidumbres múltiples, cambios permanentes, desigualdades varias, y
con un multilateralismo debilitado, existen, desgraciadamente, múltiples
y demasiadas tentaciones autoritarias y populistas indignas con la
condición humana. Debemos volver, por tanto, a los orígenes, a los
principios y valores, para encontrar una solución acorde precisamente con
la dignidad humana; reafirmar que la democracia y los derechos humanos
deben ser la guía de las relaciones pacíficas, respetuosas y productivas
entre los pueblos y que, en definitiva, las democracias deben liderar un
nuevo multilateralismo reformado, democrático y eficaz.


La tercera reflexión es sobre Europa. Es la principal prioridad de
la acción exterior, como usted bien ha dicho, porque vertebra el conjunto
de la acción exterior española. Me parece un buen planteamiento. Usted
conoce bien la historia de la vocación europea y europeísta del PNV y de
la propia Euskadi. Pensamos que Europa es básicamente una comunidad de
valores como la paz, la democracia, el respeto y el reconocimiento mutuo
entre los pueblos europeos y el progreso económico y social. Europa,
evidentemente, tiene instituciones propias y es creadora de derechos y
obligaciones. Lo que se decide en la Unión Europea —usted lo ha
dicho— nos afecta, y nos afecta de manera directa, e incide
igualmente en la arquitectura y organización competencial interna del
Estado. Sin embargo, ya sabe que pensamos que la praxis que el Estado
español desarrolla desde hace mucho tiempo en el sistema institucional
comunitario supone un socavamiento de nuestros poderes y competencias
contempladas en el Estatuto de Gernika, en la medida en que ustedes
ejercen competencias en materias que son propias de las instituciones
vascas. Por eso le reclamamos una participación directa y efectiva de las
instituciones vascas en el proceso de toma de decisiones de la Unión
Europea, en la comitología comunitaria y en las distintas formaciones del
Consejo e instancias diversas en relación con materias en las que somos
competentes. Ya sé que actualmente existen algunos mecanismos, pero vemos
necesario profundizar en ellos, especialmente en el Ecofin y en el
Consejo JAI, y esperamos que con estos objetivos se retome el diálogo en
la comisión bilateral creada a tal efecto.


La cuarta consideración es sobre el diálogo y la coordinación con
las comunidades autónomas. Pienso que el diálogo, la confianza y el
respeto mutuo son la fórmula para alcanzar el éxito, la confianza por la
confianza. Usted sabe bien que los vascos, como otros muchos, hemos
tenido tradicionalmente una gran vocación exterior. En la era de la
globalización que vivimos hoy ese sigue siendo, lógicamente, el
propósito, porque pensamos que buena parte del futuro de Euskadi se juega
también a escala global. En todo este contexto, y créame, nosotros
siempre desarrollamos la acción exterior sin ir en contra de nadie.


No me queda mucho tiempo para esta primera intervención, pero, si
me lo permite, en los tres minutos de la segunda abordaré el asunto
relacionado con Marruecos y el Sáhara Occidental, intentando aportar
algunas ideas que puedan servir para encauzar todos esos problemas o esa
cuestión.


Eskerrik asko, presidente.


El señor PRESIDENTE: Muchísimas gracias, señor
Uribe-Etxebarria.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Esquerra-Euskal Herria
Bildu, tiene la palabra el señor Elejabarrieta.


El señor ELEJABARRIETA DÍAZ: Eskerrik asko, lehendakari
jauna.


Eskerrik asko, ministro jauna, ere bai hemen egoteagatik gaurkoan.
Me gustaría comenzar disculpándome, porque tengo que marcharme
inmediatamente después de mi intervención, pero luego seguiré atentamente
su respuesta.


Voy a tratar de ser breve y no repetir ciertas cosas que han dicho
previamente algunos de mis compañeros senadores. Ha mencionado usted
varias prioridades, entre ellas, la construcción de la paz y los
defensores de los derechos humanos en situaciones de riesgo. Ha
mencionado también unas palabras de António Guterres, y me gustaría
recordar otras que dijo al principio de la pandemia, cuando hizo un
llamamiento global al alto el fuego a diferentes guerrillas del planeta e
hizo un llamamiento muy especial para aprovechar este momento tan difícil
y tratar de avanzar en diferentes contextos hacia situaciones de más
estabilidad y paz. Han pasado muchos meses desde entonces, y me gustaría
repasar algunas de esas cuestiones concretas. Y de manera muy telegráfica
voy a centrarme en algunos temas.


El primero tiene que ver con el norte de Irlanda. Usted ha
mencionado que una de las prioridades de su Gobierno será establecer una
relación bilateral nueva a nivel europeo y estatal con el Reino Unido. Ha
comentado diferentes razones para ello, pero a mí me gustaría añadir una
más, y es nuestra preocupación por que el protocolo irlandés y el Acuerdo
de Viernes Santo en concreto sean respetados, preocupación que se ha
agrandado tras escuchar las recientes manifestaciones del primer ministro
británico. Hace escasos diez o quince minutos, en la Comisión de
Exteriores del Congreso se ha aprobado una moción presentada por nuestro
grupo en ese sentido, y esperamos que este tema se incluya también en
esas relaciones bilaterales y europeas con el Reino Unido, como sé que se
va a hacer.


Segundo punto, y me voy bastante más lejos para hablar de Nueva
Caledonia. Usted ha sido embajador en Francia, y sé que conoce bien el
tema. El Acuerdo de paz de Numea, que se firmó en 1998, establecía la
posibilidad de realizar al menos tres referéndums sobre la independencia
de Kanakia. Desde 1998 hasta ahora, pensamos que, con diferencias, pero
de manera dialogada y a través del consenso, se han podido dar pasos
importantes hacia el cumplimiento de ese acuerdo de paz. El primer y
segundo referéndums fueron ejemplo de ello. Recientemente —hace
pocos meses—, Francia presentó un documento en el que establecía
cuál sería el proceso de transición en caso de ganar la independencia y
en caso de que no ganase; nos pareció también un buen documento y una
manera responsable de abordar el tema. Y estamos sorprendidos, porque el
tercer referéndum, que se ha producido este pasado domingo —hace
escasos tres días—, no se ha hecho con esos niveles de diálogo,
negociación y consenso, y nos preocupa sobremanera que París haya
decidido, sin acordar con la otra parte, mantener dicho referéndum. Los
datos de este, por mucho que el Gobierno francés haya tratado de
ocultarlos, son bastantes esclarecedores: menos del 50 % de
participación, es decir, hay una parte muy importante de la comunidad
kanaka —mayoritaria diría— que no ha participado en dicho
referéndum, y nos preocupa enormemente el efecto que eso pueda tener en
el citado Acuerdo de paz de Numea. Por ello, nos gustaría saber su
opinión al respecto de un tema que compete a un vecino y que compete
también, en cierta medida, a Europa.


Por otro lado, en comparecencias de anteriores ministros hemos
hablado de la situación en Myanmar, y sobre todo hemos mostrado nuestra
preocupación a raíz del último golpe de Estado producido por la junta
militar. Recientemente Aung San Suu Kyi ha sido condenada por la misma
junta militar, y nos preocupa que desde entonces —han pasado ya
bastantes meses— parece que se va normalizando la junta militar y
vemos que las recomendaciones de cinco puntos que presentó la Asean en su
día —si no recuerdo mal, en el mes de marzo o abril— no se
han cumplido. Nos preocupa que se vaya estableciendo en Myanmar, en
Birmania, esa junta militar y se vaya normalizando su situación.


Siguiendo con los procesos de paz, hace una o dos semanas
Timochenko y el presidente colombiano Santos estuvieron en Madrid para
festejar el quinto aniversario de los Acuerdos de paz de Colombia. España
jugó un rol en esos acuerdos de paz, y vemos con preocupación que lo
acordado entonces no se está cumpliendo. Vemos con preocupación que el
proceso está una situación bastante delicada, como así dijeron sus
protagonistas en esa cita, y nos preocupa también el proceso de paz con
el ELN, que está estancado. Y siendo España un actor principal en ese
proceso, nos gustaría saber cuál es su agenda y visión sobre este.


Voy rápidamente, porque el tiempo vuela. Sobre Palestina, ha
mencionado usted que va a trabajar por una solución que respete los dos
Estados. Nos congratulamos por ello. Ayer mismo, en la Comisión Mixta
para la Unión Europea fue aprobada una iniciativa nuestra que pedía al
Gobierno impulsar la propuesta de conferencia internacional hecha por el
presidente palestino Abás, conferencia que, por otro lado, ya ha sido
apoyada por Francia, Alemania y por diferentes gobiernos y socios
europeos. Nos gustaría saber también qué piensa hacer en lo concreto a
ese nivel.


Y hemos hablado en otras ocasiones de Papúa Occidental o West
Papua. Bien, en respuesta a preguntas que hemos realizado a su ministerio
hemos recibido con satisfacción que España es un país que apoya la
posibilidad de que la alta comisionada para los Derechos Humanos visite
la región para establecer si se está produciendo, como dicen tantos
defensores de derechos humanos, una violación global de derechos humanos,
pero esa visita no se acaba de realizar y nos preocupa sobremanera que la
situación sobre el terreno siga empeorando.


Voy terminando, y lo hago mostrando también mi preocupación por la
situación en Filipinas y por las declaraciones que recientemente la Corte
Penal Internacional ha realizado, en el sentido de suspender
temporalmente la investigación que había comenzado sobre el presidente
Duterte. Tanto los procesos de paz de Mindanao como el proceso de paz que
incluye a la guerrilla maoísta se están deteriorando, pero la situación
global de derechos humanos es inquietante. Y la situación de los
defensores de derechos humanos que, tal como usted ha mencionado, es una
prioridad de este Gobierno, nos preocupa sobremanera.


Lo dejo aquí, porque ha concluido mi tiempo. En la segunda
intervención mi compañero Robert Masih será quien intervenga.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Elejabarrieta.


A continuación, por el Grupo Popular, tiene la palabra la señora
Rojo.


La señora ROJO NOGUERA: Gracias, presidente.


Buenas tardes, ministro. Bienvenido a esta comisión. Como mis
compañeros, me alegro de su presencia, porque después de seis meses desde
su toma de posesión ya habíamos empezado a pensar qué le habíamos hecho
para que no contara con nosotros y no viniera aquí. Pero también tengo
que decirle que hoy usted no ha hecho una comparecencia; realmente creo
que nos ha dado un guion en el que no se profundiza en nada, porque ha
hablado usted de muchos temas, que es lo mismo que no hablar
absolutamente de nada. Sinceramente, espero que esta sea una introducción
a futuras comparecencias en las que se venga aquí a hablar de temas
concretos y se pueda debatir sobre los asuntos tan variados e importantes
que en este momento están sobre la mesa de Exteriores, lo que en una
comparecencia de estas características es imposible.


Hay muchísimos temas de relevancia, e intentaré hablar de algunos,
empezando por su llegada al propio ministerio. Es usted el cuarto
ministro en tres años de legislatura, como consecuencia de una grave
crisis de Gobierno que supuso el cambio de siete ministros al principio
del verano, entre ellos, el de la ministra González Laya, cuyos errores
parece que usted ahora está dispuesto a enmendar. Y es que no solo ha
llevado a cabo un pequeño tsunami en el ministerio, volviendo a
reorganizar su estructura, recuperando en parte la estructura del
Gobierno anterior, del Partido Popular, donde no ha mantenido a los
responsables, excepto a uno, que precisamente en estos últimos días
parece ser que le ha pedido el relevo por discrepancias; también ha
retirado el plácet a embajadores que ya estaban designados, lo cual
parece que es inaudito, y no sé si sus compañeros del Cuerpo Diplomático
estarán muy contentos. También se le está afeando su política de
nombramientos, un poco alejada de esa especialización de la que usted
hablaba, además de que tiene usted que reconducir muchas de las
relaciones e intentar apagar muchos de los fuegos que le ha dejado su
antecesora. Ministro, yo diría, por tanto, que está haciendo usted una
clara enmienda a la totalidad a la labor de la ministra Laya, lo que de
alguna forma implica una cierta falta de rumbo en la política exterior de
este Gobierno.


Señor ministro, ha dicho usted que la política exterior es y solo
puede ser una política de Estado, y nosotros lo compartimos, créame.
Nosotros pensamos que hay muchísimos temas en los que se pueden y se
deben consensuar estrategias a las que se les pueda dar continuidad por
distintos gobiernos, independientemente de la lógica alternancia
política, y que hagan que nuestra política exterior sea previsible, sea
conocida, sea creíble a lo largo del tiempo. Pero usted también sabe que
para que una política exterior tenga solidez y consistencia es muy
importante que refleje la cohesión interna de un país y que sea el
producto de consensos básicos, también con la oposición. ¿Y por qué digo
también? Porque explíqueme cómo se puede hacer una política de Estado
cuando una parte del Gobierno no cree en él, cuando ni siquiera existe un
consenso en este Gobierno de coalición sobre los temas básicos y temas
muy relevantes. Señor Albares, es imposible que España consiga ese papel
tan relevante en la política internacional, que nosotros también deseamos
y compartimos, cuando su política exterior está siendo boicoteada en
muchas ocasiones en el propio Consejo de Ministros, un Consejo de
Ministros con dos almas y a menudo con dos agendas paralelas, una de las
cuales trabaja para atacar nuestros intereses y nuestras oportunidades en
la escena internacional. Y no hace falta que le dé ejemplos —creo
que son de sobra conocidos— en los que las posiciones de este
Gobierno son antagónicas. Podría referirme a las últimas declaraciones de
la ministra Belarra, que dijo que había que replantearse las relaciones
con Estados Unidos; o a las acusaciones de Perú a Podemos por injerencias
en su política nacional. Es decir, mal puede proyectar un Gobierno una
imagen positiva de España si no deja de priorizar su agenda ideológica y
de apoyar a unos socios que continuamente le están colocando piedras en
el camino, y que nunca se darán por satisfechos; y el ejemplo lo tenemos
en estos presupuestos generales.


En relación con la COVID, es cierto que vivimos unos tiempos
complicados, que la COVID lo ha trastocado todo y que le ha dado la
vuelta a todo y, por supuesto, a la política exterior, pero yo estoy un
poco sorprendida de cómo se olvidan ustedes rápidamente de las cosas. Ha
dicho que le han felicitado por la gestión de la pandemia, y yo creo que
olvidan de que no solamente fue considerada desastrosa por el 73 % de los
españoles, que suspendió al Gobierno, sino también por distintos medios o
informes internacionales, muchos de los cuales la consideraron la crisis
peor gestionada del mundo. Y no le voy a recordar aquí, aunque sí he
sacado los datos, a The Guardian, The New York Times, Le Monde... Es
decir, un montón de medios internacionales, incluido El País. Por el
contrario, con el avance del proceso de vacunación, sí que nos han hecho
ser optimistas, y reconocerá que aquí el papel de Europa ha sido
fundamental, igual que el de la colaboración de las comunidades
autónomas. Por tanto, yo espero que hayamos aprendido que esto es una
cuestión de todos, que todos tenemos que trabajar conjuntamente y que la
solución para todos estos dramáticos efectos pasa por una Europa
coordinada y solidaria, con una sola voz, porque solamente así
superaremos esta crisis.


Pero nosotros, como país, también debemos dar imagen de solidez y
de seriedad, y nos preocupa que peligren los fondos europeos; nos
preocupa, ministro, porque hemos mentido mucho a la comunidad
internacional, porque los fondos europeos son muy importantes y nos da
miedo que no se apueste por cambios estructurales de verdad, sino por un
corto plazo. Y Europa no ha dejado de corregirnos; sigue corrigiendo al
Gobierno en cifras y datos económicos, y así hemos perdido credibilidad e
influencia en los procesos de toma de decisiones. Y la realidad la vemos
ahí, porque usted sabe que, desde que llegó Pedro Sánchez a la Moncloa,
el Gobierno ha perdido todos y cada uno de sus intentos para asegurarse
cargos de responsabilidad en organismos internacionales. No los voy a
citar aquí porque son de sobra conocidos, pero el último, y yo creo que
inesperado, fue la Comisión de Derecho Internacional de la ONU, donde
perdimos el puesto que teníamos desde hace diez años, ministro. Nosotros
queremos saber qué pasó, porque nos ha sorprendido, y nosotros
compartimos, además, la intención de aumentar nuestro perfil
internacional, pero mucho nos tememos que se hayan dedicado más tiempo y
recursos a la publicidad que a la diplomacia en serio. Esperamos que la
candidatura al Consejo de Seguridad no siga por el mismo camino, y ojalá
tengamos éxito.


En relación con el Reino Unido, del que usted ha hablado como su
primer viaje, nos preocupa cómo vamos a reforzar ese diálogo bilateral
ante la nueva situación. Nos preocupa también que no sepamos, a día de
hoy, en qué se concretan las líneas rojas que el Gobierno no está
dispuesto a traspasar en Gibraltar. Usted ha dicho que se ha reunido con
la ministra y que han llegado a muchos acuerdos. Pues qué suerte tiene la
ministra, que los conoce, a nosotros no nos ha contado nada y nos
gustaría que lo hiciera.


En relación con los Estados Unidos, también ha hablado de
estrechar las relaciones como una prioridad, y dijo que es necesario
mantener una relación positiva y responsable. Pero, ¿cómo van a trabajar,
ministro, para que esas relaciones sean de plena confianza? Porque, por
muchas conversaciones que haya tenido con su amigo, el secretario de
Estado Blinken, yo quiero recordarle que el nuevo presidente Biden ha
ignorado a nuestro presidente en todas sus rondas de contacto con los
líderes internacionales; y no me voy a poner aquí a recordar las famosas
cumbres de pasillo, pero es que, además, nos preocupa que en los últimos
días hemos oído críticas, tanto de la futura embajadora americana en
Madrid, Julissa Reynoso, como del presidente de la Comisión de Asuntos
Exteriores del Senado, que nos afean la ambigüedad en América Latina y
nos reclaman un mayor compromiso con los derechos humanos y la democracia
en Cuba, en Nicaragua o en Venezuela, aunque ya sé que usted ha declarado
que le parecían críticas injustas y muy poco informadas. Pero, ¿cuál cree
que es la lectura que pueden hacer cuando el Gobierno se negó a
participar en un comunicado de condena de la represión cubana, ideado e
impulsado por Estados Unidos?, ¿o cuando vemos a todo un expresidente del
Gobierno paseando por Venezuela y blanqueando la dictadura de Maduro
—ya ha leído usted el informe de la Comisión Europea sobre las
últimas elecciones—, ¿o cuando sus socios de coalición, ministro,
defienden, trabajan y reciben fondos de dictaduras bolivarianas? Yo creo
que le están pidiendo algo más que un comunicado pidiendo libertad.


Y ya termino, presidente, haciendo únicamente un breve apunte
sobre Iberoamérica, aunque ya ha dicho que va usted a comparecer.
Nosotros valoramos y apoyamos la recuperación de la Secretaría de Estado
de Iberoamérica, con el añadido del español en el mundo que, como ya se
dijo aquí, esperemos que defienda mejor que aquí porque, sinceramente,
ministro, nos parece inconcebible que nuestro país sea incapaz, no
solamente de defender, sino de proteger a un niño de cinco años cuyos
padres no han hecho más que exigir que se cumpla la ley. Y, por eso,
también le preguntamos, ministro —y ya termino, presidente—
cómo vamos a defender nuestros intereses y nuestros valores en
Iberoamérica, donde creemos que desgraciadamente estamos perdiendo
protagonismo día a día.


Gracias, presidente, y gracias, ministro, por su presencia.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Rojo.


A continuación tiene la palabra, por el Grupo Socialista, el señor
Lemus.


El señor LEMUS RUBIALES: Gracias, señor presidente.


Sinceramente no salgo de mi asombro últimamente con el
posicionamiento del Grupo Popular en materia de política exterior. Y
antes de comenzar mi intervención, debo decir que, para blanqueo, el que
hizo el señor Aznar al señor Gadafi, con la colaboración también del
señor Casado, que no era precisamente un presidente democrático. Ese sí
que fue un blanqueo del bueno.


Gracias, señor ministro, por su intervención; gracias por su
inestimable colaboración a la hora de hilvanar y detallar su visión de la
política exterior, su gestión en los últimos meses, que no han sido nada
sencillos, sino muy complejos, y también quiero agradecerle la densidad
de su intervención, que se corresponde con lo que debe ser la primera
intervención de un ministro de Asuntos Exteriores en la Comisión de
Asuntos Exteriores, es decir, con una intervención generalizada en la que
entrar en el detalle de asuntos tan extensos como los que los que tenemos
a lo largo y ancho de nuestro mundo es muy complicado.


Decía el exsecretario de Estado estadounidense, el señor
Kissinger, que, como estadista, uno tiene que obrar con la suposición de
que los problemas se tienen que resolver. Y es que desde que el Gobierno
del señor Pedro Sánchez comenzó su andadura, el camino ha estado plagado
de situaciones complejas que se han sabido responder de manera
instantánea y acertada. Ser tras Portugal, el país de Europa con mayor
tasa de personas vacunadas; resolver la crisis de la frontera entre
Marruecos y España en 48 horas; asistir con celeridad a los habitantes de
la isla de La Palma han dado muestra de que el Gobierno de Pedro Sánchez
es eficaz y posee grandes reflejos ante los grandes retos. Todo han sido
grandes emergencias que no han dejado ni un solo minuto de aliento al
Consejo de Ministros. Como no podía ser de otra manera, en este nuevo
desorden mundial, que diría el periodista Andrea Rizzi, si el ministro
Albares, que hoy nos acompaña, ha vivido, desde que tomó posesión el
pasado 10 de julio de este año, tres de las más importantes crisis de los
últimos treinta años: la crisis migratoria en la frontera con Marruecos,
como he dicho anteriormente; la evacuación urgente de miles de afganos
por parte de nuestras Fuerzas Armadas y la guerra contra la COVID, que
aún no ha cesado. Según el diplomático estadounidense, Richard Haass, en
el mundo se está produciendo, en la actualidad, una aceleración de la
historia, y para dar respuesta a ella y en la cual se están produciendo
fenómenos que antes tenían lugar cada veinte años y ahora cada seis
meses, se necesitan gobiernos ágiles y países sólidos; el Gobierno ágil
lo tenemos, el país sólido lo tenemos, pero sería más sólido si
contáramos con la colaboración del principal partido de la oposición.
Todas estas grandes crisis no solo se han resuelto bien, sino en tiempo
récord.


Tras escuchar su intervención, señor ministro, nos ilusiona, no
solo por su demostrada capacidad de resolución, sino que también aspira a
llevar a cabo la tan necesaria actualización y mejora de recursos del
servicio exterior de nuestro país, hacia quienes nunca estaremos lo
suficientemente agradecidos por el heroico trabajo que realizaron durante
los primeros meses de la pandemia, para facilitar, como bien ha dicho
usted, el regreso de los españoles que querían volver a su país teniendo
el espacio aéreo internacional cerrado. Y nos alegra haberle oído decir
de manera clara y nítida que ni un solo español se quedará varado en un
país por culpa de la COVID, y que el Gobierno español, como así ha sido
hasta ahora, le va a dar respuesta.


Por lo tanto, nos congratulamos de haberle escuchado esa objetiva
y clara prueba de voluntad de mejora de los recursos de las embajadas y
consulados en el nuevo Plan de transformación digital consular, dotado
con un total de 110 millones de euros, de los cuales 21,6 corresponden al
presupuesto del año 2022. Nos jugamos mucho en la escena internacional;
el mundo se ha hecho más complejo; en los foros internacionales no
encuentran comprensión quien no sabe explicar sus argumentos de la mejor
forma posible, quien no sabe convencer a los demás, mostrando solidez de
sus razones. El Grupo Socialista ha oído aquí reprochar al Gobierno de
España su firme apuesta por una política internacional feminista, y yo me
sonrojo, porque apostar por una política internacional feminista es
apostar por los valores de nuestra Constitución y de nuestra democracia,
que no es otro mandato que el que debemos tener todos los que formamos
parte de esta Administración, del Senado y del Congreso de los Diputados.
Por eso, el Grupo Socialista celebra el nuevo papel que España va a jugar
en el nuevo multilateralismo, mostrando un claro espíritu de colaboración
y diálogo en las organizaciones internacionales. La próxima Cumbre de la
OTAN, que se celebrará en España los próximos días 29 y 30 de junio, como
bien ha dicho usted, señor ministro, servirá para mostrar a España como
un país clave en el reimpulso de la OTAN. Dicha cumbre es de vital
importancia, ya que se presenta en un momento de gran tensión en Ucrania
y en la frontera de Polonia con Bielorrusia. El Gobierno español ha
demostrado que considera a la OTAN como una alianza geoestratégica
prioritaria para los intereses de nuestro país y, por lo tanto, para la
Unión Europea. Que España sea en la actualidad el cuarto país del mundo
en donación de vacunas muestra el compromiso del Gobierno del presidente
Sánchez con el nuevo multilateralismo, probando la titánica proeza de
convertir a España en uno de los principales países de donación de
vacunas. Recordemos que España no produce vacunas, y aun así somos el
cuarto país del mundo en donación de vacunas. Eso es un hito y es un
hecho del que nos deberíamos congratular todas y todos los que formamos
parte de esta comisión.


Esta proeza es un acierto que impulsa la imagen de España a cotas
inalcanzables por los Gobiernos del señor Rajoy, como no puede ser de
otra manera, y que consigue que España proyecte una imagen de país
cercano, solidario y cooperante. El propio presidente de la Organización
Mundial de la Salud, como bien ha dicho el señor ministro, la semana
pasada dio la gracias a España por su fuerte liderazgo en el programa de
vacunas solidarias, esperando que el resto del mundo siga el ejemplo de
nuestro país y acelerando las acciones del resto de países, como ha hecho
España, para salvar vidas.


Señor ministro, la posición de España en Europa es la de un país
coprotagonista de las grandes decisiones. Estos años el Gobierno ha sido
capaz de conseguir que las grandes decisiones de la Unión Europea se
hagan desde un prisma más integrador entre países del norte y países del
sur. Los fondos de recuperación son un claro ejemplo de la gran
influencia de España en la toma de decisiones finales, y eso se consigue,
entre otras cosas, a pesar del Partido Popular, a pesar de que escuchamos
continuamente al Partido Popular diciendo fuera de nuestro país cosas
como la que hemos oído hoy aquí, como la que la señora portavoz del Grupo
Popular ha dicho, que le estamos mintiendo a la comunidad internacional.
Estas son palabras mayores, eso sí que es un ejercicio de
antipatriotismo, que es lo que ustedes hacen continuamente intentando
echar por tierra la imagen de un país y la imagen de un Gobierno que
representa a todos y todas las españolas. Porque hasta ahí estamos de
acuerdo, ¿verdad?


El señor PRESIDENTE: Vaya terminando.


El señor LEMUS RUBIALES: Voy acabando, disculpe.


Como iba diciendo, le voy a poner un ejemplo de cuál debe ser
nuestro papel en este momento. El pasado 6 de octubre, el presidente
Sánchez intervino el Consejo de Europa para decir que Europa debería
actuar unida frente a la subida de precios de la energía. En este
momento, y a pesar de que la respuesta europea no llega a lo esperado,
son ya varios países de la Unión Europea, entre ellos Francia, los que se
han unido a esa petición de presidente del Gobierno, y no tenemos ninguna
duda de que se conseguirá más temprano que tarde. Esa es la senda que
tiene que seguir España y ese es el acierto del Gobierno de Pedro Sánchez
y del ministro.


Muchas gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Lemus.


Como habrá podido comprobar, señor ministro, en esta comisión
ocurre como con los buenos cantaores flamencos, que se tocan todos los
palos.


A continuación, tiene usted la palabra, señor ministro.


El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN EUROPEA Y
COOPERACIÓN (Albares Bueno): Muchas gracias, presidente.


Señor Marín, aunque no ha sido usted el único, yo agradecería que
no traigan la intervención escrita, porque entonces el diálogo es
complicado. Escuchen lo que digo, porque dice usted que no he dicho cosas
que sí he dicho; pero no es usted el único, ¿eh? Pero yo se lo repito, no
se preocupe.


Dice que las prioridades son el Estrecho, Estados Unidos,
Iberoamérica... Eso es más o menos lo que he dicho, esas son nuestras
prioridades más amplias, pero no solo son esas, lo son también el
Mediterráneo, el Magreb, el Sahel...


Sobre la pérdida de peso, lo siento, pero eso no se corresponde
con la realidad. Con este Gobierno somos el país que tiene un Alto
representante de la Unión Europea, un brillante predecesor mío en el
cargo que ahora ocupo. Somos el país al que, en el mes de agosto,
decidieron desplazarse, tanto la presidenta de la Comisión, como el
presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que, como le decía en mi
propia intervención, dijo que España era un ejemplo del alma de Europa.
Hemos conseguido varios altos cargos, varios directores generales de las
instituciones comunitarias en los últimos días; el director general de la
Organización Mundial de la Salud, es decir, la persona que dirige la
Organización Mundial de la Salud, un epidemiólogo especializado en
malaria, etíope; es decir, una persona que realmente no entra en política
interna española, sino que juzga, ha declarado públicamente, y así lo ha
expresado en sus comunicaciones escritas oficiales, su felicitación a
España por cómo encara la pandemia.


Y esto que digo también me sirve un poco para responder a la
señora Rojo, que daba una visión muy apocalíptica aludiendo a nuestra
pérdida de peso y a que no conseguimos nada. Hoy —y digo
simplemente hoy, ¿eh?— hemos conseguido que, por primera vez en la
historia, sea elegido presidente del Consejo de la Organización Marítima
Internacional un español, y también que la directora ejecutiva de Cepol
—es la Escuela de Policía de la Unión Europea— sea la
candidata española. Y elijo esto así, al azar; pero no se preocupe, que
mañana habrá otros y pasado otros. Por tanto, siento mucho romperles esa
imagen apocalíptica y caricatural, porque, al final, es caricatural;






pero
esta es la realidad: España es un ejemplo y es puntera en muchos sitios.
Yo les recomiendo que cambien ese discurso. Yo sé que es fácil; lo es,
pero es que les vienen años muy malos, porque la Cumbre de la OTAN
de 2022 —repito: la Cumbre de la OTAN de 2022—, en la que se
va a adoptar el concepto estratégico, que es un concepto que decide la
OTAN cada diez años, va a ser en Madrid y se va a llamar «El concepto
estratégico de Madrid»; y vamos a tener la Presidencia europea en el
año 2023, de modo que vamos a poner a España en el centro de Europa. En
fin, me podría extender mucho más, pero yo creo que no hace falta, porque
las cosas quedan muy claras.


Sobre la perspectiva de género y paridad, hasta me es difícil
contestarle. ¿De verdad piensa que no debe ser una prioridad? Va a ser
una prioridad. Es una prioridad; y no solamente por motivos de justicia,
sino porque España necesita todo el talento posible. No podemos
prescindir de la mitad de nuestro talento. ¿Por qué asume usted que las
mujeres que están en mi equipo han sido escogidas por ser mujeres?
(Denegaciones del señor Marín Gascón) ¿Qué cree, que no tienen
competencia suficiente o que su competencia es menor? Y ya sé que era
usted el que me preguntaba, pero yo le preguntaría por qué asume usted
que esas mujeres son inferiores en su capacidad técnica respecto a los
hombres. Escojo a los mejores. (El senador Marín Gascón: Yo no he dicho
eso).


Sobre el nombramiento de María Jesús Conde Zabala, del que estoy
muy orgulloso, porque es una mujer con una trayectoria extraordinaria,
debo decir que uno puede ser un gran profesional siendo o no diplomático,
y se lo dice alguien que es diplomático de carrera, pero sin ser
diplomático de carrera uno también puede estar muy cualificado para
puestos internacionales, y ella es la embajadora en misión especial para
la política exterior feminista. Piense que la política exterior feminista
no es un concepto español. Estamos en un club en el que están países tan
avanzados como Suecia, Francia o Canadá, por ejemplo, por nombrar países
de nuestro entorno, pero también están nuestros hermanos
latinoamericanos, como Méjico, por ejemplo. ¿Por qué? Porque al final es
una cuestión de justicia, pero también porque no podemos permitirnos el
lujo de prescindir de tanto talento, de la mitad del talento de nuestra
humanidad.


Usted me preguntaba, ¿cuáles son las transformaciones profundas de
nuestro país? Entiendo que si lo trae usted escrito no me tiene por qué
seguir, pero lo he dicho muy claramente, hay varias, pero hay dos muy
claras: una transformación digital y una transformación de transición
verde. No es un capricho del Gobierno, son las grandes tendencias
mundiales, y si nos quedamos fuera, los que van a sufrir son los
españoles y las españolas.


Por cierto, Isabel Celaá técnicamente no está nombrada, como dice
usted, se ha solicitado el plácet al Vaticano y estamos a la espera de
que lo concedan. El Vaticano es un Estado en la comunidad internacional,
pero es un Estado muy particular, no hace falta que lo explique, un
Estado con el que las relaciones son de otro tipo que con la mayoría del
resto de los Estados de la comunidad internacional. Y aquí se ha
privilegiado un perfil de una persona de diálogo, de talante, con una
amplia experiencia política en el mejor sentido de la palabra. No es la
primera vez que acude al Vaticano, con bastante éxito, por cierto, un
perfil de ese tipo, y lo hará estupendamente, para mejorar, para
reforzar, para continuar cohesionando esa relación entre España y el
Vaticano.


Sobre su visión de Europa y de las identidades nacionales, he de
decir que Europa no se opone a las identidades nacionales: lo que sí le
digo es que no dude de que Europa es absolutamente necesaria, incluso
para mantener nuestra soberanía nacional. Parece que en su exposición
usted contraponía una cosa con otra. Cuando uno ve las amenazas híbridas
que están recibiendo en estos momentos países del este de Europa, por
ejemplo, Polonia, un país que tiene muy a gala la soberanía nacional, se
pregunta de qué sirve la famosa soberanía nacional si no están la
solidaridad y las sanciones europeas detrás. Por lo tanto, creer en
Europa y, al mismo tiempo, creer en su propio país no son dos cosas
antagónicas. En el caso español, claramente, la identidad española es
consustancial a la identidad europea.


En cuanto al Reino Unido, sobre el que me han preguntado varios de
ustedes, ayer estuve reunido, como les decía en mi exposición, con mi
homóloga británica, y, por cierto, les he dado bastantes detalles, pero
les doy muchos más, hasta el límite de decirles que es una negociación en
curso y que está negociando la Comisión con el Reino Unido. No voy a
desvelar aquí las conversaciones con la Comisión, pero le puedo asegurar
que no se hace, por supuesto, nada que afecte a nuestra reivindicación de
soberanía, en absoluto. Sí he actuado en favor de los casi 270 000
españoles del Campo de Gibraltar. Y lo digo no solamente porque creo que
es bueno y que es lo que tenemos que hacer, sino porque, además, me he
reunido con los alcaldes de todo el Campo de Gibraltar, que son los
representantes de esos españoles y los que están más cerca de ellos en el
día a día, para escucharles, para ver qué es lo que ellos quieren, qué
creen que debemos hacer, y lo que me han indicado es que quieren seguir
en esa vía, en la vía del diálogo y del acuerdo para conseguir una zona
de prosperidad compartida. Y, lo he dicho en mi intervención, por
supuesto, sin poner en ningún momento en duda nuestra reivindicación de
soberanía.


En cuanto al Instituto Cervantes, del que usted me habla, ha
operado en otros momentos, y otras instituciones españolas también. Hay
varios libros publicados al respecto, puede leerlos, no creo que eso haya
afectado a nuestras reivindicaciones de soberanía.


Y sobre la relación con Estados Unidos, volveré también a ello
cuando responda a la señora Rojo, porque entiendo que es otro de los
mantras, pero no se corresponde con la realidad. Los Estados Unidos
vivieron un momento muy complicado, como fue la retirada de sus
colaboradores afganos de Afganistán; tenían sitios más cercanos para
acudir —por cierto, hablaban del paseíllo, pero el presidente Biden
mantuvo una conversación de casi media hora con el presidente del
Gobierno español en ese momento— pero solicitaron el uso de las
bases de Morón y Rota, que por supuesto se concedió, ¿por qué? Porque
España tiene la capacidad técnica y logística de hacerlo, porque somos un
aliado fiable. Hay una decisión política del presidente de los Estados
Unidos de escoger a España y de solicitárselo al presidente Sánchez.
Puede repasar todos los comunicados emitidos desde la crisis de
Afganistán para ver quiénes son los aliados más estrechos de Estados
Unidos, y verá que España siempre está dentro de ellos. Si no tiene
acceso a ellos, yo se los puedo facilitar, puede revisar los tuits de los
principales secretarios norteamericanos, como el de Defensa, mi homólogo,
Antony Blinken, que tras hablar conmigo en varias ocasiones ha
manifestado que ha hablado con el ministro de Exteriores de uno de sus
aliados más estrechos; no es poca cosa.


Y para que no sean solo mis palabras, muy recientemente, hace unos
días, el presidente Biden invitó a una serie de presidentes a la Cumbre
de las Democracias, algo fundamental para los Estados Unidos, también
para nosotros, y el presidente Sánchez estuvo en esa cumbre. Y dentro de
esa cumbre, no a todos se les concedió un turno de palabra, porque no era
gestionable; el presidente Sánchez fue uno de los que lo tuvo,
probablemente porque los Estados Unidos nos consideran dentro de su
comunidad de valores y también un socio y un aliado muy importante.


El portavoz de Coalición Canaria ha dicho que yo no he mencionado
a Marruecos. Nuevamente lamento que no me haya escuchado o que no me haya
escuchado con atención, porque le puedo enseñar la intervención, he
mencionado a Marruecos, he mencionado al Sáhara Occidental, he mencionado
a Staffan de Mistura, al enviado especial del Secretario General de
Naciones Unidas, he mencionado al Grupo de Amigos del Sáhara Occidental.
En fin, he mencionado todo aquello que usted dice que no he mencionado,
pero, bueno, lo volvemos a mencionar.


Con Marruecos queremos tener la mejor relación de vecindad
posible. Es un socio estratégico, usted es canario y lo sabe
perfectamente, también con el resto de los países que he mencionado, todo
el África occidental, Mauritania, Senegal, Gambia, Cabo Verde, que son
países que conozco bien porque una parte de mi anterior vida profesional
me dediqué al África subsahariana, donde trabé muy buena relación no
solamente con las personas que estaban al frente de Casa África, una
institución que conozco muy bien, sino con muchos canarios.


Creo que hay que releer el discurso del rey Mohamed VI del día 21
de agosto, y hay que ver de dónde veníamos, en torno al mes de mayo, y
dónde estamos. El 21 de agosto, el rey Mohamed VI dijo que la crisis
había terminado, que impulsaba el diálogo con España y que quería tener
con España una relación del máximo nivel, la comparó a la de Francia, que
es una relación antigua, muy estrecha, incluso citó al presidente
Sánchez, dijo que con el presidente Sánchez tenía una relación similar a
la que tenía el presidente Macron. Toda palabra, evidentemente, de un rey
es muy importante, pero en el caso del rey de Marruecos mucho más. La
Embajada de España ha vuelto a acudir a los actos que celebra el Gobierno
marroquí con total normalidad. Hay una cooperación en materia migratoria
en la zona de la valla de Ceuta y Melilla, y yo mismo hablo con mucha
frecuencia y con total fluidez con mi homólogo, Nasser Bourita. Tenemos
que construir una relación del siglo XXI, sin duda alguna, pero, desde
luego, la crisis ha quedado atrás. Ahora, una vez que la crisis ha
quedado atrás, tenemos que seguir dando pasos para construir una relación
aún reforzada y una relación del siglo XXI.


Me hablaba de la delimitación de aguas, y quiero explicarle,
señoría, que hablo en muchas ocasiones con el presidente de Canarias, que
nos informamos mutualmente. Siempre pedimos informes al Instituto
Hidrográfico, y puedo decirle que hasta ahora todas las informaciones
sobre perforaciones y situaciones de ese estilo siempre han quedado
dentro de las aguas marroquíes, yo no soy un técnico en esto, pero sí me
fío del Instituto Hidrográfico. Y si ocurriera un caso distinto, le
aseguro que actuaremos en consecuencia como estamos haciendo en el caso
de la piscifactoría junto a Chafarinas; de Marruecos tiene una nota
verbal de protesta y se ha incoado un expediente sancionador a la empresa
que está actuando ahí, y seguiremos obrando en consecuencia, que no le
quepa la menor duda. Quiero tener las mejores relaciones de vecindad con
un país con el que creo que estamos llamados a entendernos, que es un
socio estratégico. Pero no le quepa la menor duda, los intereses de
España los defenderé siempre, y los de Canarias muy especialmente.


Y estoy muy preocupado por la llegada de inmigrantes a Canarias,
que es uno de los asuntos sobre los que yo también hablo con mi homólogo
marroquí, para que esa colaboración, igual que existe en torno a Ceuta y
Melilla, también se pueda desplegar en otros sitios. No crea que no me
preocupa, claro que sí, y hablo muy a menudo. Además, en cuanto pueda,
aunque ya sé que usted no es de esa isla, acudiré a La Palma, porque una
de las cosas que también estoy haciendo es impulsar la llegada de fondos
europeos a la isla de La Palma donde, por circunstancias evidentes, se ha
producido una situación de catástrofe. He hablado con la comisaria, que
además es portuguesa y, por lo tanto, muy sensible con la situación en
Canarias por ese lado que tiene de vecindad con España, y le aseguro que
se va a hacer un gran esfuerzo por las instituciones europeas en la
medida en la que se pueda.


El señor Cleries me decía que mi tono le había parecido
triunfalista, pues lo siento, porque a mí me ha parecido realista. Es
decir, no he expresado ideas o valoraciones, yo creo que he hablado de
cosas que he hecho, de cosas que han ocurrido y de nombramientos de
españoles en puestos internacionales. Sobre el catalán en Europa, pues le
diré que impulsar las lenguas cooficiales en Europa o en cualquier foro
es una tarea fundamental también de mi ministerio y del Instituto
Cervantes, por supuesto.


Para que se haga una idea, solamente en este curso el Instituto
Cervantes ha realizado 500 actividades en lenguas cooficiales, de las
cuales 365 han sido en catalán. El año pasado el Instituto Cervantes, con
el Ramón Llull, con Etxepare y con el Consello da Cultura Galega han
firmado un acuerdo para apoyar la diversidad lingüística conjuntamente, y
el próximo lunes estaré presente en la reunión de todos los institutos
Cervantes de España en el mundo que va a tener lugar en San Sebastián.
Además, según me decían justo antes de llegar aquí, parece ser que el
Ramón Llull va a estar presente también en ese encuentro, de lo cual me
felicito. Esto último no se lo garantizo al cien por cien, pero me han
dicho que esa era la idea. En cualquier caso, ese es el espíritu que nos
anima.


Sobre el catalán en la Unión Europea, ya sabe que las lenguas
oficiales y de trabajo de las instituciones de la Unión Europea son
las 24 que están recogidas en el artículo 55 del Tratado de la Unión
Europea y en el Reglamento 1/1958 del Consejo, que se han ido modificando
según las adhesiones de los nuevos Estados miembros. Hay 24 lenguas
recogidas como oficiales y 60 lenguas en Europa. Como ve, el catalán no
está discriminado en el sentido de que hay más lenguas que no son
oficiales que las que lo son. Pero resulta que España solicitó
oficialmente a la Unión Europea la inclusión de todas las lenguas
cooficiales de España. Se hizo en el año 2004 y el Consejo de la Unión
señaló entonces que los tratados actualmente vigentes no permiten que las
lenguas cooficiales del Estado español sean lenguas oficiales. Eso
decidió el Consejo de la Unión sobre una petición formal de España, no
solo para el catalán, para todas las lenguas cooficiales, pero también
para el catalán.


En estos momentos conseguir la oficialidad, aparte de que ya el
Consejo se pronunció en su momento, requeriría reabrir los tratados y,
como usted sabe, son muchos los Estados que son totalmente reacios a
reabrir los tratados, y eso requiere un consenso. Se lo digo no para
desanimar la idea, porque nosotros estamos dispuestos a impulsarla donde
haga falta, sino para que hablemos en serio de la dificultad, por no
decir casi la imposibilidad, de eso. Además, en estos momentos, yo no sé
si es que no lo sabe o hace como que no lo sabe, hay muchas cosas que el
Gobierno de España ha conseguido ya velando por el uso de las lenguas
cooficiales en Europa, incluido el catalán.


El Gobierno de España ha firmado acuerdos con casi todas las
instituciones europeas, precisamente para que se puedan utilizar y se
reconozcan el catalán y el resto de lenguas cooficiales. Ha firmado
acuerdos con el Comité de las Regiones, con la Comisión Europea, con el
Consejo Económico y Social y con el Defensor del Pueblo, y gracias a ello
y aunque no sean consideradas lenguas oficiales de la Unión, a pesar de
la petición del Gobierno español, los ciudadanos españoles pueden
comunicarse con la mayoría de las instituciones de la Unión, usted
incluido, en las lenguas cooficiales y recibir respuestas en esas
lenguas.


Por eso, los representantes de las comunidades autónomas y de
España tienen también la posibilidad de trabajar en esa lengua, en este
caso el catalán, que es la que a usted le interesa, pero también en
euskera y en gallego, tanto en el Comité de las Regiones como en el
Consejo. Es decir, usted pide una cosa que está bastante conseguida y lo
que falta ha sido simplemente porque no se ha accedido a la petición del
Gobierno español. Sin embargo, si alguien que no supiera de estos temas
le escuchara le daría la impresión de que no hay nada ni se ha hecho nada
ni se quiere hacer nada.


La diversidad lingüística que existe en España nos enriquece como
sociedad, no le quepa la menor duda. La diversidad siempre enriquece, y
esa es una de las grandezas de España. Evidentemente, tenemos el gran
patrimonio de la lengua española, que es la que nos une con casi 600
millones de personas en el mundo y con nuestros hermanos
latinoamericanos, pero también tenemos la riqueza de las lenguas
cooficiales, como el catalán, el gallego o el euskera, que suponen una
riqueza lingüística y cultural y un valor positivo de nuestra identidad
como españoles, y, por eso, el Instituto Cervantes las impulsa
también.


Hay una cosa, señor Cleries, que yo ya le dije en alguna ocasión
cuando nos hemos reunido a una diputada de Esquerra, creo que no fue de
su grupo. A mí me sorprende con esta petición que hace usted y que trae
hoy aquí, porque hay muchas cosas que están logradas y usted sabe que se
han hecho esfuerzos; además sabe que en estos momentos está la
Conferencia para el futuro de Europa, y yo le reitero y le vuelvo a
animar a participar, y quedan ya muy pocos días, porque hay que entregar
los informes y en enero se hará la presentación de las conclusiones
precisamente en esta casa, en el Senado. Me consta que tanto el Gobierno
vasco como el Gobierno gallego han hecho propuestas en ese sentido para
mejorar el avance de las lenguas cooficiales en Europa, me consta que se
ha tratado ese tema, y que todas las comunidades autónomas han estado
presentes, y aquellas que tienen lenguas cooficiales, como le digo, el
País Vasco y Galicia, a través de sus representantes, han aportado. Pero
hay una comunidad que no se ha querido sentar, que ha sido
Cataluña.


Claro, viene a hacerme usted aquí esta reclamación, pero donde
puede de verdad no reclamar, sino trabajar conjuntamente, no están. En
fin, vamos a seguir impulsando las lenguas cooficiales, incluido el
catalán, no le quepa duda. Y vamos a trabajar para que en el Parlamento
Europeo los eurodiputados puedan emplear las lenguas cooficiales de
España en la Eurocámara. También le digo que nosotros podemos hacer la
solicitud, pero luego lo tiene que aprobar el Parlamento Europeo. Es
decir, nosotros no podemos imponer nada a los otros 26 de la Unión
Europea ni a los eurodiputados, pero, anímense y súmense a la Conferencia
para el futuro de Europa, hagan aportaciones en favor del catalán, aunque
solo sea en favor de eso, pero si no, nosotros lo empujaremos, de verdad,
eso yo se lo garantizo.


Además, me hablaba del VI Foro Regional sobre la UpM y la falta de
autoridades. Nosotros somos un miembro de la UpM, pero no dirigimos la
UpM. Tiene un secretariado al frente del cual hay un embajador egipcio
muy cualificado y hay personas de distintas nacionalidades y entiendo que
ellos son los que establecen cómo son las reuniones. El foro de por sí es
de Estados y de Estados miembros de la Unión por el Mediterráneo.
También, me ha hablado de decisiones del Consejo de Europa y de
resoluciones de los tribunales. El Gobierno de España acata todas las
decisiones judiciales, por supuesto, y no se comentan.


Sobre la trasposición de directivas, hace ya unos meses se hizo un
plan para acelerar la trasposición de directivas, pero estuvieron en
buena medida retardadas porque el Parlamento de España, por la situación
de la COVID, no se ha podido reunir con la normalidad con la que debería,
pero había un stock. Somos muy conscientes de ello, pero en sus palabras
parecía que era culpa del Gobierno de España, pero es una situación que
viene de muy atrás. Es verdad que ha habido un momento del que usted ha
hablado, del 2012, pero, además, no sé si lo conoce, la situación de la
COVID ha hecho que todo eso se retrase, pero se está encima y se está
avanzando y acelerando mucho con ello.


Al señor Chinea, de Izquierda Confederal, ya le he contestado en
relación con Marruecos y el Sáhara.


Al señor Uribe-Etxebarria, del PNV, le agradezco el tono de su
intervención. Créame, como he indicado al señor Cleries, la diversidad
lingüística y cultural es algo que nos tomamos muy en serio. Vamos a
estar en San Sebastián; estaré yo y también el director del Instituto
Cervantes, Luis García Montero; todos los institutos Cervantes vamos a
estar allí hablando de impulsar el español, por supuesto, pero también
todas las lenguas cooficiales. Le acabo de dar los datos de esas
quinientas actividades que se han hecho en lenguas cooficiales, y además
me consta que el Instituto Cervantes hace un esfuerzo por firmar, en el
caso del Gobierno vasco, acuerdos con Etxepare para avanzar y remar
juntos.


Hablaba de diálogo, confianza, respeto mutuo… Totalmente de
acuerdo, ese es el espíritu con el que trabaja el Gobierno y con el que
yo mismo trabajo desde que soy ministro. Estoy seguro de que el lunes
será un éxito en San Sebastián. Las tertulias hispanobritánicas, que
tuvieron lugar en Bilbao, lo fueron. Nos hemos siempre sentido acogidos y
también hemos sentido que remábamos en la misma línea.


Al señor Elejabarrieta, que creo que ha tenido que salir, le
contestaré igualmente. Me hablaba de Irlanda del Norte, de los protocolos
irlandeses… El Gobierno español apoya por completo el acuerdo de
retirada entre la Unión Europea y el Reino Unido y, por supuesto, esto
incluye naturalmente el protocolo sobre Irlanda. Nuestro objetivo es
mantener las relaciones más cercanas posibles con el Reino Unido, pero
apoyamos todos los esfuerzos que está haciendo la Comisión Europea en
estos momentos y rechazamos claramente las amenazas de incumplimiento que
parece que ha realizado en algún momento el Gobierno británico; el
Protocolo de Irlanda del Norte salvaguarda del Acuerdo de Viernes Santo,
que es un tratado internacional vigente que ha traído paz a la isla de
Irlanda, y que España apoya claramente.


En cuanto al referéndum en Nueva Caledonia, les diré que no nos
corresponde hacer valoraciones a un referéndum celebrado por un país
extranjero dentro de su organización constitucional en las formas que han
considerado, y que ha tenido lugar en el marco del sistema constitucional
francés. Esas autoridades y las fuerzas políticas que han participado son
los que lo tienen que valorar e implementar el acuerdo, conforme a sus
ordenamientos jurídicos. Entiendo que los partidos canacos llamaron a la
abstención masiva en este tercer referéndum, y eso es lo que ha arrojado
esas cifras tan abultadas que señalaba él. En cualquier caso, no haré más
valoración que esa.


En cuanto a los acuerdos de paz en Colombia, diré que son muy
importantes. España los apoyó, España los sigue apoyando y España está
dispuesta a participar siempre que sea requerida por las partes,
evidentemente, en los acuerdos de paz, en Colombia y con el ELN, que se
explicitaba también, por supuesto, pero sí somos útiles y lo solicitan
las partes. Desde luego, la disposición de España a participar está
totalmente encima de la mesa.


En cuanto a Palestina, he dejado claro nuestra posición de apoyo a
la solución de dos Estados, y apoyaremos cualquier iniciativa que sirva
para relanzar el diálogo entre Palestina e Israel; es algo explícito, es
algo que he trasladado a mis homólogos, tanto al palestino como al
israelí.


Sobre la situación en Papúa occidental, he de señalar que nosotros
apoyamos las actividades de control y supervisión que corresponden a la
Alta Comisionada para los Derechos Humanos en el marco de sus funciones,
y eso incluye también las visitas e inspecciones sobre el terreno que
pueda realizar a los distintos territorios. Quiero recordar que, con
relación a la sección de los derechos humanos en las provincias, tanto de
Papúa como de Papúa Occidental, España, apoyó las recomendaciones
formuladas por el Consejo de Derechos Humanos a instancia de la Alta
Comisionada durante el examen periódico universal al que se sometió a
Indonesia, y eso incluye la recomendación 139.51 de aquel informe. Esa va
a ser nuestra línea, porque la defensa y la promoción del respeto de los
derechos humanos en todos los países del mundo es una prioridad de este
Gobierno y es una prioridad dentro de nuestra acción.


Hablaba también de Myanmar. Hemos sido muy claros al respecto.
Hemos condenado sin paliativos, tanto el golpe de Estado como la
violencia desencadenada contra la población civil, y la condena a Suu Kyi
sigue la misma dinámica autoritaria en la que ha entrado las autoridades
fácticas del país; apoyamos todos los esfuerzos, los de Asean, los de
Naciones Unidas. No reconocemos, por supuesto, al Gobierno de la junta
militar, y apoyamos también como Estado miembro de la Unión Europea las
iniciativas que está tomando el Alto Representante y la Unión Europea,
que ya ha impuesto tres rondas de sanciones focalizadas en los miembros
de la junta militar y en los individuos que están más implicados en las
violaciones de los derechos humanos.


En cuanto a lo que ha comentado sobre Filipinas y la situación en
la Corte Penal Internacional, he de decir que el Gobierno filipino ha
invocado el artículo 18 del Estatuto de Roma y ha informado a la Corte
Penal Internacional que está realizando una investigación interna sobre
este asunto. La Corte Penal Internacional, como probablemente saben,
funciona bajo el principio de complementariedad. Para que no haya
impunidad, somos los Estados los primeros responsables de investigar los
hechos delictivos, y solo si los Estados no quieren o no pueden llevar a
cabo esa investigación, la Corte interviene. Esta complementariedad tiene
que ser real, por supuesto, y lo que ha hecho de momento la Corte ha sido
inhibirse, porque Filipinas ha dicho: Ya estoy investigando yo, y el
fiscal Khan ha solicitado información acerca de la investigación que
están llevando las autoridades filipinas para asegurarse de que es una
situación real y no una táctica dilatoria. Nosotros, por supuesto,
siempre vamos a apoyar a la Corte Penal Internacional en todo lo que
haga.


A la señora Rojo le diré que hace tiempo que pedí comparecer a
petición propia. Cuando dice que llevo seis meses, parece que son seis
años. Pues le diré que llevo algo menos de seis meses, si no me equivoco.
Mi nombramiento fue en el mes de agosto, y ustedes no estaban aquí. He
venido tan pronto como me han permitido, no sé si ustedes o quien sea, y
vendré las veces que haga falta. Estoy a su entera disposición para venir
a la comisión o cuando usted quiera.


Me ha hablado de la política exterior, de los socios del
Gobierno...; mire, la política exterior de España la marca el presidente
del Gobierno. Sobre eso no hay ninguna duda. No tiene ninguna duda nadie
dentro del Consejo de Ministros ni fuera. Al escuchar la intervención del
representante de Vox, me pregunto si sigue usted esa línea, si hay
también discrepancias o si sigue la línea de rechazo a la política
feminista y a la política de género que no solamente no debilita la
posición de España, sino que la refuerza; lo que la debilita es que
alguien piense que uno puede tener un socio de Gobierno en Europa, en el
mundo occidental, en el seno de la OTAN, que rechace la paridad y la
igualdad de género.


Me ha preguntado sobre el peso de España en el mundo. Pues bien,
sobre esto y algunas otras cosas ya le he contestado, pero como he visto
que su intervención estaba muy en sintonía con la de Vox, volveré a
insistir. Me decía que había una pérdida de peso. No voy a volver a
repetirlo todo y solo diré que el Alto representante, Josep Borrell, es
uno de los más altos cargos que se puede tener en la Unión Europea, y
también he dado datos de éxitos internacionales de España, de hoy
mismo.


Y sobre la pandemia, usted me ha citado algunas reseñas de
periódicos, pero yo le hablo del director general de la Organización
Mundial de la Salud. Es él el que dice que España no solamente es un caso
de éxito, sino que es un ejemplo. Y él no es una persona de perfil
político, que sería igualmente válido, sino que estamos hablando de un
epidemiólogo especialista en la lucha contra enfermedades infecciosas, en
concreto, la malaria, y que es etíope. Esto se lo digo para que vea que
es una persona completamente objetiva, que no es una persona que tenga
ningún interés en favorecer o dejar de favorecer a España.


Hay cosas que usted ha dicho, en las que ahora entraré, pero le
hago una reflexión general. Lo que no puede hacer un grupo político que
aspira a gobernar es ir a Europa para dificultar que lleguen los fondos a
España. Hágame oposición a mí, pero no se la haga a los españoles.
(Aplausos). Es decir, si algo es bueno para España, es bueno para
España.


Yo leo el New York Times muy a menudo, pero ni este ni ningún
medio de comunicación puede dictar la política exterior de España. La
política exterior de España es una política soberana que tiene que ir con
una única guía, que es —lo he dicho varias veces en mi
intervención— defender los intereses de España y de los españoles y
proyectar sus valores. Esa es la guía.


Sobre los fondos europeos, que dice que peligran, ahí nuevamente
le daré un dato objetivo: somos los primeros en cumplir y los primeros en
recibir fondos. Por si acaso no me cree, Ursula von der Leyen lo dijo,
hace muy pocos días además. Hay cambios estructurales que hay que hacer,
pero porque, si no, perdemos el rumbo de por dónde va la economía: la
transformación digital, la transformación verde.


Sobre Reino Unido y Estados Unidos, ya he contestado sobre la
pérdida de peso en la relación con Estados Unidos; estaba muy en línea lo
que usted decía con lo que decía el representante de Vox: la llamada del
presidente Biden; el uso de Morón y Rota; la participación del presidente
del Gobierno, a invitación personal del presidente Biden, en la Cumbre de
las democracias; los reiterados comunicados, donde se dice que España es
uno de los socios más cercanos. Yo mantuve, en los márgenes de la
ministerial de la OCDE, un encuentro de una hora y media con el
secretario de Estado Blinken, no solo yo, sino con los equipos, y la
agenda era larguísima, es decir, tratamos todos los temas bilaterales y
también temas globales. Y está el hecho de que la Cumbre de la OTAN,
donde se va a elegir el nuevo secretario general y donde se va a
establecer el concepto estratégico después de diez años, se celebre en
Madrid: eso solo se hace cuando uno es un socio fiable de primer nivel de
Estados Unidos y del resto de los miembros de la OTAN, y esa es la España
de este Gobierno.


Por cierto, el presidente de la Comisión de Exteriores del Senado
de Estados Unidos, Bob Menéndez, con el que tuve una larga
videoconferencia la semana pasada, me felicitó por la posición que ha
tenido este Gobierno con Nicaragua. Está en un tuit también si lo quiere
ver. Hablamos de Cuba y de Venezuela y quedó muy claro el interés que
España tiene por Latinoamérica y por todo lo que hay en
Latinoamérica.


No voy a insistir más porque es una evidencia. Yo he sido muy
claro con respecto a la libertad de manifestación y de expresión en Cuba,
sobre la necesidad de devolver las credenciales a los corresponsales de
EFE, sobre la liberación de periodistas. He sido muy claro públicamente.
He sido muy claro bilateralmente: tuve un encuentro con el ministro de
Asuntos Exteriores cubano y también con el de Venezuela en República
Dominicana y también en la mesa del Consejo de Asuntos Exteriores de la
Unión Europea, donde hablamos de Cuba y Venezuela en relación con estos
temas. También he sido muy claro sobre Venezuela y sobre como no se
cumplieron las expectativas democráticas. Y sobre Nicaragua, Bob
Menéndez, que parece que a usted le ofrece tanta credibilidad, me
felicitó por lo que habíamos hecho.


También le diría que, si de verdad le interesan Iberoamérica y
América Latina, América Latina no son tres países, son muchos más, y a
veces tengo la impresión, oyéndole a usted y a otros miembros del Partido
Popular, de que creen que América Latina son tres países; son muchos más.
Entonces, una vez que usted sabe, porque lo sabe —y si no lo sabía,
yo se lo acabo de decir—, que las posiciones son muy claras sobre
Cuba, Nicaragua y Venezuela, hablemos de América Latina, hablemos de
Iberoamérica. Estuve hace muy pocos días en República Dominicana, en la
reunión de cancilleres, donde elegimos a un nuevo secretario general
iberoamericano. Eso es lo que tiene que impulsarnos y lo que tiene que
guiarnos si de verdad creemos que lo latinoamericano y lo iberoamericano
es importante.


Y por último, señor Lemus, le agradezco su intervención, que se
sume de verdad a la política de Estado. El Gobierno está para hacer
frente a crisis —usted hablaba de Afganistán, de la crisis
migratoria, de la COVID— porque, al final, lo que nos guía es hacer
avanzar a los españoles y a sus intereses. Señalaba la Cumbre de la OTAN:
va a ser un momento fundamental para España y espero que todos estemos a
la altura y que todos nos sumemos a que España dé lo mejor de sí misma,
en ese momento y en la Presidencia europea del 2023.


Y respecto a las vacunas, creo que sitúa muy bien lo que es la
solidaridad de España. Todo eso que usted indicaba —Afganistán, la
lucha contra la COVID, la donación de vacunas—, al final son éxitos
de país; no son éxitos de un Gobierno en concreto o de personas en
concreto; es un éxito de todos los españoles. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


A continuación, hay una posibilidad de dúplica por parte de los
portavoces de los grupos parlamentarios. Lo hacemos, igualmente, de menor
a mayor.


En primer lugar, por Grupo Parlamentario Nacionalista, el señor
Clavijo tiene la palabra. El grupo tiene tres minutos y tienen que
dividirlo.


El señor CLAVIJO BATLLE: Espero que sea generoso, presidente.
Muchas gracias.


Señor ministro, ha pasado del triunfalismo de su primera
intervención directamente a la arrogancia de la segunda.


Mire, no nos ha contestado —y yo soy el de Coalición
Canaria, no mi compañero Fabián, que es de La Gomera— sobre si ha
elevado o no una queja a Naciones Unidas sobre la delimitación unilateral
de Marruecos de las aguas entre Mauritania, Marruecos y España. No nos ha
contestado sobre las conclusiones de ese informe del Instituto
Hidrográfico. ¿Dónde las podemos ver?, ¿Son públicas? Si nos las hace
llegar, nosotros, encantadísimos, las veremos. Tampoco nos ha dicho nada
sobre las garantías, sobre la seguridad de las prospecciones que están
autorizándose y realizándose en esas aguas ni qué va a hacer su
ministerio, porque un accidente, como comprenderá, a los canarios nos
preocupa mucho porque se puede llevar por delante no solo nuestro
medioambiente, sino además nuestra principal industria.


Sin embargo, le he de reconocer que ha sido valiente al decir que
no hay ningún acuerdo de colaboración en materia de migración con
Marruecos y Canarias. Sí lo hay con Ceuta y Melilla, no lo hay con
Canarias han sido sus palabras. Nos gusta esa valentía y esa sinceridad,
pero nos preocupa mucho.


Nos preocupa y nos conmueve también su preocupación por la
inmigración en Canarias, pero, mientras usted se preocupa, mueren niños y
niñas de hambre y de sed y ven morir a sus padres. Y usted lo único que
hace es hablar por teléfono, por lo visto, con sus homólogos y
felicitarse a sí mismo de los grandes éxitos, pero, desde luego, en
materia de inmigración en Canarias, usted y su Gobierno lo que tienen es
un absoluto fracaso.


Y dado que aquí ha venido a darnos clases y consejos, me voy a
permitir el lujo —nunca lo hago, pero con usted lo voy a hacer,
fíjese— de hacerle una recomendación. Un Gobierno que se precia de
no dejar a nadie atrás, de ser feminista y de preocuparse por las
personas está dejando morir, hacinando y atendiendo indignamente a
mujeres y niños que buscan un futuro mejor. Eso es lo que está haciendo
su Gobierno. Cuando lo mire, venga aquí a darnos lecciones, pero, desde
luego, en Canarias, lecciones sobre inmigración, ninguna.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Clavijo.


Señor Cleries, tiene usted la palabra.


El señor CLERIES I GONZÀLEZ: Gracias, presidente.


Intervendré brevemente. He señalado su tono triunfalista, pero he
visto, además, que una buena parte del tiempo como ministro de Exteriores
lo dedica a recibir felicitaciones, porque nos ha hecho aquí un compendio
de felicitaciones varias. Es un poco sorprendente, en una comparecencia,
que venga a contarnos las felicitaciones que recibe de sus muchos
felicitadores. Bueno, y ahora que vienen las fiestas, va a recibir
más.


Pero pasemos a otra cuestión; utilizando sus palabras, no sé si ya
lo sabía o no lo quiere decir, que es lo que me ha dicho a mí, Cataluña
participará activamente en los actos de la Conferencia sobre el futuro de
Europa. Además, nuestra consejera —a la que usted debe seguir
mucho— de Exteriores o, más bien, de Acción Exterior —no sea
que haya algún conflicto— lo anunció en el Parlament de Catalunya y
está en el Diario de Sesiones del Parlament de Catalunya, que se edita en
catalán y también en castellano, mientras que el Boletín Oficial del
Estado ya no se edita en las lenguas cooficiales. Por ejemplo, usted
tendría que saber que Cataluña participará, y uno de los temas de los que
se va a hablar es el reconocimiento de la oficialidad del catalán.


Lo dejo aquí porque no quiero extenderme más. Eso lo tenía
preparado para decírselo, pero como he hecho una intervención
telegráfica, no se lo he dicho.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Cleries.


Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Confederal, señor Chinea,
tiene usted la palabra.


El señor CHINEA CORREA: Gracias, presidente.


Señora ministro, no me ha respondido a nada de lo que le he
planteado en mi primera intervención. Supongo que ha tenido un lapsus,
como usted ha reconocido, en su respuesta a los diferentes portavoces o
me ha confundido con el compañero portavoz de Coalición Canaria. Nos dice
usted que el rey de Marruecos, en su discurso del pasado mes de agosto,
ya dio por concluida la crisis con España. Y yo le pregunto: si la crisis
ha quedado atrás, como usted dice, ¿por qué no ha retornado ya la
embajadora de Marruecos a Madrid? Le vuelvo a hacer otra pregunta: ¿por
qué sigue sin haber una fecha para esa reunión de alto nivel entre ambos
países? Sigue sin aclararnos en qué momento se encuentran las relaciones
con Marruecos y tampoco nos dice nada sobre la decisión de dicho país de
apropiarse de las aguas del Sáhara Occidental.


Señor ministro, no hablamos de un país menor en nuestras
relaciones exteriores, y usted lo sabe. Lo mínimo que esperábamos hoy en
esta casa es que pusiese un poco de luz entre tantas sombras en las
relaciones con nuestro vecino Marruecos. Nos ha hablado usted de las
prospecciones petrolíferas autorizadas por Marruecos en el Sáhara
Occidental, pero no de los espacios marítimos que ha hecho suyos, y yo le
vuelvo a preguntar, para que nos lo aclare, si el Gobierno ya ha
planteado o no esa queja formal en Naciones Unidas.


Hablando de los discursos del rey de Marruecos, quisiera
aprovechar para recordarle el mensaje del monarca alauí el pasado día 6
de noviembre, en el que dijo textualmente que Marruecos no va a dar
ningún paso económico o comercial con aquellos países que no abarque el
Sáhara marroquí. Y no le he escuchado ni a usted ni a ningún
representante del Gobierno reaccionar a estas palabras del rey, que, en
coherencia con nuestra postura oficial, nos sitúa fuera de las relaciones
económicas y comerciales con Marruecos, salvo que haya habido un cambio
en nuestra posición con el Sáhara. Analizando tanto su primera
intervención como su réplica posterior, dudo mucho de que tengan la
intención de ir más allá de lo que ha dicho sobre Marruecos. Sintiéndolo
mucho, y lo siento de verdad, parece que tendremos que esperar otros
seis, siete, ocho o nueve meses para saber algo más en esta casa.


Vuelvo a lamentar con tristeza la ausencia total y absoluta de
referencias que vayan más allá de obviedades y generalidades sobre las
relaciones con nuestros países hermanos de América Latina. Lo cierto es
que, escuchándolo, parece que usted ha dedicado mucho más tiempo al
referéndum de Nueva Caledonia que a las relaciones históricas con países
que son o deberían ser claves en nuestra política exterior.


Sin más, le doy las gracias por comparecer en esta casa.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Chinea.


A continuación, por el Grupo Parlamentario Vasco, tiene la palabra
el señor Uribe-Etxebarria.


El señor URIBE-ETXEBARRIA APALATEGUI: Bai. Eskerrik asko,
presidente jauna.


Mila esker zuri ere, Albares jauna. Como le comentaba antes, tengo
cierto interés en hablarle de la situación del Sáhara y del pueblo
saharaui porque es una cuestión que nos preocupa mucho. Usted dice que
Marruecos y Argelia son países amigos y socios con los que debe tener
unas buenas relaciones, y todo eso a mí me parece muy lógico. Pero nos
permitimos pedirle que, aunque no sea un Estado, considere igualmente al
pueblo saharaui como un pueblo amigo y con derechos tanto humanos como
políticos, y digo eso por diversas razones que estoy seguro de que a
usted no se le escapan, ¿verdad?


Permítame también que le subraye que el pasado 10 de marzo el
Pleno de esta Cámara aprobó una moción sobre el conflicto del Sáhara
Occidental. Le rogaría que la tuviera en cuenta, en primer lugar, porque
fue aprobada casi por unanimidad y, en segundo lugar, porque hacía mucho
tiempo que una institución parlamentaria del Estado no se había
pronunciado de una manera tan precisa sobre la cuestión. Es un texto que
quizá le puede ofrecer un soporte para una política consensuada en esta
cuestión, que es lo que usted suele pedir.


En línea con el texto aprobado, nosotros seguimos pensando que,
tras cuarenta años de conflicto y treinta años desde el alto el fuego y
desde los compromisos de la ONU, el statu quo actual del Sáhara
Occidental es inaceptable e injustificado. Resulta imprescindible una
solución política justa, duradera y mutuamente aceptada, basada en la
libre decisión del pueblo saharaui, de conformidad con las resoluciones
de Naciones Unidas, la Carta de Naciones Unidas y su verdadero estatus
jurídico y político reconocido. Mostramos nuestro apoyo a la ONU y a la
misión de Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental, la
Minurso, aunque es necesario subrayar que sus actuaciones deben
intensificarse muy notablemente y de manera eficaz. Porque, señor
ministro, creo que podemos afirmar con rotundidad y también con pesar que
la crisis del Sáhara Occidental constituye un fracaso sin paliativos para
la ONU y para la Minurso, y eso debe resarcirse. La Minurso tiene una
encomienda clara y la debe cumplir.


Es necesario mantener el impulso al proceso político en el Sáhara
Occidental, evitar violencias y reanudar las conversaciones y las
negociaciones, que deben ser permanentes, creíbles y constructivas, bajo
el liderazgo de Naciones Unidas. El enviado especial necesita una hoja de
ruta efectiva con objetivos concretos y unos plazos claros.






En cuanto a
España, usted sabe que tiene un deber y una vinculación histórica
relevante en el conflicto político del Sáhara Occidental, por lo que
pedimos que el Gobierno español apoye y facilite en la ONU, en la Unión
Europea y en el resto de organizaciones internacionales una solución
política al conflicto conforme al derecho internacional, a la Carta de
Naciones Unidas y a las resoluciones de la ONU.


Termino ya. En definitiva, pensamos que Marruecos tiene derecho a
ser un país próspero, en progreso y seguro, pero no, en modo alguno, a
costa de los derechos del pueblo saharaui, que, a su vez, tiene derecho a
la libertad, al progreso y a vivir en paz y en cooperación con sus
vecinos, todo ello como condición de estabilidad para la zona, algo que
nos interesa a todos.


Eskerrik asko, presidente; eskerrik asko, ministro.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Uribe-Etxebarria.


Por el Grupo Parlamentario Esquerra Republicana-Euskal Herria
Bildu, tiene la palabra el señor Masih.


El señor MASIH NAHAR: Gracias, presidente.


Señor ministro, bienvenido. Agradecemos su presencia hoy en esta
comisión.


Queda claro que la misión en Afganistán no era para la defensa de
los derechos humanos, sino para proteger los intereses de Estados Unidos,
los mismos que armaron a los talibanes en los años ochenta. Sobre el
papel del Ejército español en los intereses estratégicos del Estado y de
las empresas en Afganistán no sabemos casi nada debido a la absoluta
opacidad respecto a la misión española. Ahora mismo hay muchos ciudadanos
afganos que han podido escapar desde Afganistán hacia Pakistán y están a
la espera de obtener visados para poder salir de allí. Cada día están
contactando con la embajada española en Islamabad para poder viajar a
España y solicitar asilo, pero de momento no han tenido mucha suerte con
que la Embajada de España les facilite visados. Estamos hablando de
mujeres, niños y familias que cada día viven con miedo y amenazas, que
están esperando que alguien les ayude. Son familias de los ciudadanos
afganos que ya residen y trabajan en España, y es evidente que estas
familias, mujeres y niños desean estar con sus familiares en
España.


También me gustaría destacar otro tema muy importante relacionado
con la reagrupación familiar. En las embajadas españolas como las de
India y Pakistán, especialmente en Delhi y en Islamabad, hay muchas
dificultades en el sistema de citas previas para solicitar visados de
reagrupación. Parece extraño que cuando una persona quiere solicitar cita
previa para presentar su solicitud de visado, no le salga cita previa y,
en cambio, cuando van los mediadores, tienen cita previa disponible
pagando dinero extra, entre 500 y 1000 euros, y a veces aún más. Es
evidente que estas personas caen en manos de mediadores, ya que
solicitándolo directamente no les sale la cita previa. Además, el sistema
de solicitar visados de reagrupación familiar lleva retrasos que van de
seis meses a un año. A muchas personas les caducan las fechas de los
documentos de devolución esperando obtener citas previas y en algunos
casos les han dicho que deben solicitar los documentos en España de
nuevo, ya que, a causa de los retrasos, en las embajadas no pueden
solicitar sus visados.


Señor ministro, por favor, resuelva el problema de estas citas
previas y mejore el sistema de solicitud de visados de reagrupación
familiar para que estas personas no caigan en manos de mediadores o
mafias, como usted mencionaba en su primera intervención.


Gracias.


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Masih.


A continuación, tiene la palabra, por el Grupo Popular, la señora
Rojo.


La señora ROJO NOGUERA: Gracias, presidente.


Voy a empezar hablando de la relación con el Mediterráneo, ya que
antes no he podido; y después haría una matización al señor ministro, si
me deja el presidente.


Nosotros somos conscientes de que, como dijo el ministro, es
fundamental tener muy buenas relaciones con nuestros vecinos del norte de
África: con el Magreb y fundamentalmente con Marruecos y Argelia, y es
innegable que las relaciones con Marruecos están pasando por un mal
momento. No estamos en los mejores momentos, ¡ojalá lo estuviéramos!,
pero lo importante es que tenemos claro que tiene que ser un socio
prioritario, porque sabemos que nos jugamos mucho en esa relación y somos
conscientes de que de ella dependen los flujos migratorios y la
cooperación antiterrorista. Nosotros venimos advirtiendo desde hace
tiempo, ministro, y a su antecesora de que no se estaban cuidando las
relaciones con Marruecos, porque esto no viene de ahora. Creo que desde
el momento en que Pedro Sánchez llegó al Gobierno descuidó esa relación y
no hizo la visita tradicional de un presidente español a Marruecos, que
no se hace por nada, sino porque hay una relación especial que hay que
cuidar porque nos jugamos la seguridad y la estabilidad en la región. Yo
creo que, por mucho que usted diga, desgraciadamente la crisis no está
resuelta, por lo menos no en todo.


Yo sigo sin entender por qué a veces aceptamos que Marruecos haga
caso omiso del derecho internacional sin que reaccionemos especialmente.
Muchas veces vamos a hechos consumados, y me refiero, por ejemplo: a la
frontera con Melilla, que sigue ahí y nunca más se supo; a lo de las
Chafarinas, que dice usted que efectivamente fue una protesta, y me
alegro y tiene que ser así; a la piscifactoría; a los misiles israelíes
en el Estrecho. ¿Qué va a pasar ahí, ministro? Me refiero también a la
nueva delimitación de las aguas territoriales que afectan a Canarias. Yo
creo que no podemos consentir esta actitud de Marruecos, sobre todo
porque España tiene que defender claramente sus derechos, y no vale que
la respuesta sea esperar y actuar con discreción. Tenemos claro, además,
que no es la primera ni la segunda vez que Marruecos intenta comprobar la
capacidad de reacción española ante sus exigencias territoriales. Tenemos
que reaccionar, sobre todo, porque, como estamos viendo, nos dan
plantones en las cumbres diplomáticas. Siento mucho que no hayan estado
en Barcelona ni el ministro de Exteriores marroquí ni el argelino, y le
tengo que decir, ministro, que la cumbre ha sido un éxito de
participación. Yo lo que quiero es que le vaya bien a mi país y que las
cosas salgan bien, pero es verdad que no han aparecido. Ya le dieron
plantón a usted en septiembre en la ONU, donde tampoco aparecieron. Y
ayer u hoy han nombrado embajadores, y explíqueme por qué casualmente no
se ha nombrado el embajador de Marruecos en España. A lo mejor usted
tiene unas claves que nosotros no tenemos, pero seguimos pendientes de la
reunión de alto nivel. Querríamos saber cuándo piensa viajar allí el
presidente y dónde estamos, ministro.


Antes yo me refería —y usted me lo intentaba rebatir—
a las dos almas en el Gobierno, que puede ser precisamente un problema a
la hora de arreglar las relaciones con Marruecos. También nos gustaría
que nos dijera algo de Argelia, porque más de la mitad del gas que
consumimos viene de allí. Usted ha hablado de ello y dice que le han dado
garantías, pero queremos saber si hay un plan B por si esas garantías
fallan. Libia, El Sahel, ¿qué vamos a hacer ahí?


El señor PRESIDENTE: Señoría, debe terminar.


La señora ROJO NOGUERA: Perdón, presidente. Ya termino.


Grecia y Turquía. Sabe que Grecia está preocupada y ha manifestado
su preocupación. ¿Qué está pasando exactamente? Otro tema es fortalecer
la cooperación militar con Turquía... Hay muchos temas, pero realmente
inabordables en una sola comparecencia con tiempos escasos y
limitados.


Y una última apreciación. Sinceramente, ministro, mi labor es
hacer oposición. Yo no quiero que se me malinterprete, no estoy
intentando atacar por atacar; al contrario, soy de las que me alegro de
que a mi país las cosas le vayan bien, pero comprenderá que estamos aquí
para hacer una labor de oposición y para decir aquellas cosas que nos
parece que hay que cambiar y que debemos mejorar. Para ensalzar sus
proezas ya está mi compañero, el señor Lemus. Por lo tanto, nos gustaría
que las cosas fueran bien, pero creemos que tenemos muchos problemas
encima de la mesa, que su nombramiento no puede ser un borrón y cuenta
nueva en relación con su antecesora, que esto es una labor de continuidad
y que los casos Ghali, Delcy, Plus Ultra y todos esos...


El señor PRESIDENTE: Señora Rojo, por favor, tiene que
terminar.


La señora ROJO NOGUERA: ... tienen que salir a la luz, porque nos
merecemos un país que, con rigor y con seriedad, defienda nuestras
instituciones y nuestra democracia.


Y ya no digo nada más, porque, si no, el presidente me echa.


El señor PRESIDENTE: Sí, entre otras cosas porque ha consumido el
doble de tiempo que tenía asignado.


La señora ROJO NOGUERA: Gracias, por su generosidad.


El señor PRESIDENTE: Señor Lemus, tiene usted la palabra.


El señor LEMUS RUBIALES: Brevemente, señor presidente.


En primer lugar, quiero agradecer al señor ministro esta segunda
intervención en la que ha contestado a todos los portavoces, incluso a
los que no están aquí, lo que me recuerda comparecencias de otros
ministros del Partido Popular, donde el ambiente no era tan
agradable.


Escucho a la señora Rojo —y acabo enseguida— con
atención, porque es cierto que tiene un tono moderado, y la felicito por
ello. Que sea moderado no significa que no sea contundente; pero, como
digo, es moderada y eso es de agradecer en una comisión como esta. Pero
cuando habla de Marruecos, quizá no de manera intencionada, entra en
controversia: por un lado, demanda un fortalecimiento de las relaciones
con Marruecos y, por otro, pide al Gobierno de España que sea exigente
con Marruecos, lo cual es controvertido y ambiguo, y eso demuestra que no
es sencilla la relación con nuestro país vecino, Marruecos, lo cual no
significa que no sea buena, pero no es sencilla. Tanto el Gobierno de
España actual, como gobiernos anteriores, han llevado de la mejor manera
posible las relaciones con Marruecos, a veces con mayor o menor acierto,
pero cuando el Partido Socialista ha estado en la oposición y ha habido
algún tipo de situación conflictiva con terceros países, como con
Marruecos, y sobre todo con países tan influyentes para nosotros, hemos
sido muy leales en ese tipo de acciones y de decisiones.


Acabo. La excanciller Merkel estuvo en Extremadura, en mi tierra,
para recibir el Premio Carlos V, en el que contamos con la inestimable
presencia del señor ministro, y dijo una frase que me pareció
maravillosa: «Solo una Europa unida hacia dentro es fuerte hacia fuera».
Yo cojo esa frase para nuestro país y la cambiaría por: «Solo una España
unida hacia afuera será fuerte hacia dentro».


Nada más y muchas gracias. (Varios señores senadores golpean
repetidamente su mesa con la palma de la mano).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Lemus.


Para finalizar la comparecencia, tiene la palabra de nuevo el
señor ministro.


El señor MINISTRO DE ASUNTOS EXTERIORES, UNIÓN EUROPEA Y
COOPERACIÓN (Albares Bueno): Muchas gracias.


Señor Clavijo, no me ha escuchado, pero le he contestado
clarísimamente. No me ha escuchado o, a lo mejor, para montar su réplica
le interesaba decir que no he dicho lo que sí he dicho. Pero se lo vuelvo
a repetir: Pido sistemáticamente un informe al Instituto Hidrográfico y
hasta ahora, salvo en el caso de Chafarinas —lo he dicho muy claro,
¿eh?—, lo que me indica el Instituto Hidrográfico lo comparto con
las autoridades canarias, a las que también les indico que si ellos
tienen otra información, me la comuniquen inmediatamente, porque yo
reaccionaré inmediatamente si los intereses de España, y los de Canarias,
por supuesto, se ven lesionados. Pero no puedo reaccionar si no se ven
lesionados los intereses. Actualmente, salvo el caso de Chafarinas, en el
que —también lo he dicho— se ha emitido la protesta
diplomática por nota verbal y se ha incoado un expediente sancionador a
la empresa que está en esa explotación, y vamos a esperar a la respuesta,
no ha habido otro caso. Así que en ese sentido podemos estar
tranquilos.


Pero, de verdad, señor Clavijo, insisto, si tiene usted otra
información, por favor, démela, pero inmediatamente, ahora; le daré mi
móvil y, como para el resto de los senadores, estoy a su entera
disposición. Por supuesto que yo quiero tener la mejor relación posible
con Marruecos, que es un vecino y un socio estratégico, pero antes que
eso quiero defender los intereses de España y los intereses de Canarias.
Eso se lo quiero dejar también muy claro, y creo que lo tienen claro
todos; quiero tener las mejores relaciones con todos los países del
mundo, pero, sobre todo, quiero tener las mejores relaciones con España
porque ese es mi deber y es en lo que creo, y ahí también entra
Canarias.


Sobre la queja de Naciones Unidas, no me consta que se haya
presentado una queja, pero lo voy a mirar exactamente. Y, como le digo,
presentaremos las quejas y desplegaremos todas las acciones que tengamos
que hacer para defender los intereses de España, es como nos estamos
moviendo en estos momentos.


Señor Cleries, no sabe lo que me alegra que me diga que
participarán. Quedan poquitos días, el 31 de diciembre ya está ahí, pero
nunca es tarde si la dicha es buena. Ya me he reunido en alguna ocasión
con la consejera de Acción Exterior y le he dicho que estoy a su entera
disposición para hablar. Yo soy una persona de diálogo, creo que es bueno
dialogar, que es bueno el respeto mutuo y es buena la construcción de la
confianza. Por lo tanto, ningún problema. Y espero sus aportaciones para
que el Gobierno de España pueda hacer avanzar el uso de las lenguas
cooficiales en la parte que a usted más le interesa, que es el catalán,
aunque también lo haremos con el euskera y el gallego. Es lógico que a
usted le interese el catalán, por supuesto, pero yo impulsaré todas: el
catalán, el euskera y el gallego.


El señor Chinea me ha preguntado por qué no ha regresado la
embajadora de Marruecos. Pues se lo tendría usted que preguntar al
ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos. Es decir, yo no puedo
contestarle a esa pregunta, pero entiendo lo que usted dice, que eso es
un signo de que no está superada la situación. Y le vuelvo a decir lo
mismo, el rey de Marruecos lo dejó muy claro públicamente. El rey de
Marruecos es una persona que habla poco públicamente, que hace algunos
discursos muy señalados en el año y es muy raro que se refiera a terceros
países, son discursos más bien sobre política interna. Pero se refirió a
España de forma muy elogiosa.


Y usted puede decir: la relación ideal sería esta. Y todos
queremos ir hacia la relación ideal, todos, y lo que Marruecos nos
transmite a través de las palabras de su jefe del Estado es que ellos
también quieren ir hacia eso. Pero observemos de dónde veníamos y dónde
estamos hoy; no hay declaraciones inflamadas que lleguen desde Marruecos,
hay una cooperación en torno a Ceuta y Melilla en materia migratoria. Y,
por cierto —se lo digo también al señor Clavijo—, no es que
no cooperen en Canarias, sino que, si hay un incremento en Canarias,
vamos a ver qué más se puede hacer. No es que no se haya hecho nada, pero
si en un momento dado la presión estaba en torno a Ceuta y Melilla, ese
es el diálogo que teníamos; y si ahora la presión migratoria irregular
está en Canarias, pues centrémonos más en Canarias. La receptividad que
tengo yo y el resto de los miembros del Consejo de Ministros que tienen
interlocución normal con sus homólogos es esa.


Pero, señoría, también le he dicho que la crisis ha pasado, ese
momento de choque, esa crisis ha pasado. Ahora tenemos que construir una
nueva relación, es una relación muy compleja. Las relaciones de vecindad
siempre lo son, pero la voluntad de construirla está ahí, y eso va a
tomar su tiempo, que no es ni el tiempo mediático ni el tiempo de la
comisión del Senado, pero no se preocupe, yo tengo las espaldas muy
anchas porque lo hago por España y por los españoles, la vamos a ir
construyendo poco a poco.


Hablaba de los viajes, etcétera. Ojalá todos los problemas que
tengamos con cualquier país del mundo es que se viaje o no; ojalá, yo lo
firmo ya como ministro de Asuntos Exteriores.


Sobre la delimitación de los espacios marítimos, en eso España es
muy clara. España es miembro de la Convención de las Naciones Unidas
sobre el Derecho del Mar; los espacios marítimos se basan en el mutuo
acuerdo y con respeto al derecho internacional, descartando completamente
los actos unilaterales y los hechos consumados. Lo tenemos clarísimo
todos en el Gobierno y, por supuesto, el Gobierno se reservará, en su
caso, todas las acciones contempladas en esa convención para preservar
los intereses de Canarias o de cualquier otra parte de España. Decía que
Marruecos ha promulgado unas leyes. Marruecos no ha delimitado nada, se
está dotando de un marco jurídico, que es distinto, pero no hay nada
delimitado. Seamos exactos, es decir, uno puede hacer comentarios
incendiarios, pero seamos exactos. Y, como ve, lo tengo todo muy
controlado y muy medido, no se preocupe; yo miro esa delimitación muy de
cerca. Y si usted tiene otra información, por favor, démela, para que
reaccione inmediatamente. Se lo digo al senador Chinea, pero si la tiene
usted, señora Rojo, también. Me vale igual, me fío igualmente.


En cuanto a Iberoamérica no ha sido usted muy justo. He hablado
mucho de Iberoamérica, he dicho que no me extenderé porque he solicitado
comparecer a petición propia en la Comisión de Asuntos Iberoamericanos.
No sé en etapas anteriores cuántos ministros de Asuntos Exteriores han
visto pasar por ahí, a mí me van a ver unas cuantas veces, pero aun así
he hablado, aunque hay una Comisión al efecto en la que he pedido
comparecer y solo hablaré de Iberoamérica. He hablado de la COVID, de
donación de vacunas, porque, además, lo importante no es hablar; lo
importante es hacer, y eso es lo que estamos haciendo con América Latina,
con los tres países que algunos creen que son América Latina y con todos
los demás. COVID, donación de vacunas, la reunión con todos los
cancilleres iberoamericanos para escoger al nuevo secretario general de
la Segib, también de esos tres países que tanto gustan a algunas personas
que creen que solo es América Latina. He hablado de mi viaje a la toma de
posesión del presidente Castillo acompañando a Su Majestad, pero espero
poder comparecer lo antes posible para hablar de Iberoamérica; si
dependiera de mí, mañana mismo, pero entiendo que no solo depende de
mí.


Al señor Uribe-Etxebarria, que me ha preguntado sobre el Sáhara,
tengo que decirle que la posición de España es muy clara. Nosotros
apoyamos una solución política en el marco de las Naciones Unidas. Como
he hecho referencia en mi exposición, me he reunido con el nuevo enviado
especial del secretario general y le he trasladado mi apoyo para retomar
ese diálogo; también en el seno del Grupo de Amigos del que España es
parte. Por lo tanto, nuestra posición es clara, pero es algo que no
depende, evidentemente, de nosotros; depende de las partes, nosotros
podemos ayudar. Y, a veces, cuando oigo cosas en relación con el Sáhara
Occidental, parece que la responsabilidad de la que hablaban es la
responsabilidad de conseguir el resultado. Nosotros estamos en el Grupo
de Amigos, apoyaremos al enviado del secretario general. Haremos lo
posible por encontrar esa solución política, pero en el marco de las
Naciones Unidas. No es algo que esté necesariamente en nuestras
manos.


El señor Masih hablaba de Afganistán, del Ejército español. Yo
quiero recordar aquí a los soldados españoles que han dado su vida por
mejorar la vida de los afganos, y muy en concreto de aquellos que estaban
en la región de Badghis, que era el sector que tuvo encomendado España en
estos veinte años. Se consiguieron muchas cosas. En esa región cuando
llegaron los soldados españoles en el marco de la misión OTAN, la
alfabetización de las niñas era cercana al cero por ciento. No es el caso
ahora, se construyeron varias escuelas, una de ellas especialmente para
niñas, muchos kilómetros de carreteras, se consiguieron muchas cosas. El
desafío ahora es conseguir que eso no sea un paréntesis en la vida de los
afganos y las afganas, que eso no sea un paréntesis en la historia de
Afganistán. Y España es el único país del mundo que sigue aceptando
peticiones de asilo en su embajada de Islamabad, por eso también se
produce un cierto colapso y, evidentemente, vamos a intentar agilizar no
solamente los trámites de reagrupación familiar sino todo. Hay un plan,
que espero poder poner en práctica lo antes posible, parcialmente
financiado con los fondos de recuperación de la Unión Europea, para
digitalizar los consulados, para agilizar esos trámites y todos los
demás.


Señora Rojo, usted decía que Marruecos es un socio prioritario y
que comprende la complejidad de la relación. Y le agradezco su
comentario, sinceramente, porque muchas veces cuando se habla de
Marruecos se hace un ejercicio de falta de sinceridad, se coge un
elemento concreto de una relación muy compleja, porque es muy rica en
intereses —compleja no quiere decir que sea algo negativo, todo lo
contrario—, y se mira únicamente ese elemento como si solamente
hubiera eso entre España y Marruecos, pero hay muchas otras
cosas. Quienes conocen muy bien eso y para mí son una guía en el
caso de Marruecos —aunque escucho también con mucha atención, por
supuesto, a todos los canarios y canarias— son los presidentes de
Ceuta y Melilla, gente muy cercana, por supuesto, a su partido, y también
los ciudadanos de Ceuta y Melilla. Yo me guío mucho por lo que ellos me
dicen, del tipo de relación que quieren, de cómo lo perciben y cómo se
sienten, e intento trabajar —como en el caso de Gibraltar, que
trabajo con los alcaldes del Campo de Gibraltar— con los
presidentes de Ceuta y Melilla, con los que he tenido varias
conversaciones y los escucho con mucha atención, y creo que ellos
consideran que estamos en la línea en la que hay que estar.


Decía que esto viene de lejos. Yo acompañé al presidente Sánchez a
un viaje a Marruecos, a uno de los muchos que ha hecho, en el que hubo
una reunión con Mohamed VI, y no creo que ese sea un viaje anodino, y
viajó en ocasiones posteriores y tuvo encuentros con el primer ministro;
el ministro de Asuntos Exteriores, Nasser Bourita, también vino aquí y
estuvo reunido con el presidente del Gobierno. De tan lejos no debe
venir, señora Rojo.


La frontera de Ceuta y Melilla es un elemento muy importante y que
no depende exclusivamente de España porque, como en todo, se necesitan
dos para el baile, pero en eso estamos y le aseguro que yo tengo muy
presente las conversaciones con los presidentes de Ceuta y Melilla, sé
cuáles son sus inquietudes y sus esperanzas y las de los españoles que
están ahí. Y yo sé que eso no se acompasa con el ritmo mediático y con
las frases brillantes en una comisión de control, pero al final son los
que de verdad se verán beneficiados de conseguir construir una relación a
la altura de lo que somos: un socio estratégico el uno para el
otro.


Por último, señor Lemus, le agradezco el tono y también la
comprensión, como usted decía, por esa complejidad de la relación con
Marruecos. Yo muchas veces no entro en muchos detalles, porque lo que me
interesa es el resultado final y, como le decía, me importa menos hablar
y más hacer cosas, pero, sí, eso es muy cierto. Podemos coger cada uno de
los elementos de la relación de Marruecos y tratarlos como si no
estuvieran indisolublemente unidos con muchos otros, pero ustedes saben
que las cosas no son así; si los unimos todos comprenderemos cuál es el
desafío común que tenemos también con Marruecos para avanzar. Y yo me
felicito de que no haya ninguna crisis entre España y Marruecos en estos
momentos, pero no me conformo; quiero una relación a la altura del siglo
XXI, por supuesto. (Aplausos).


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor ministro.


No quisiera terminar sin enviar un saludo a los miembros del
equipo del ministro que hoy nos han acompañado en su comparecencia.
Agradezco, por supuesto, de nuevo al ministro el esfuerzo que ha hecho
para estar hoy con nosotros en esta comparecencia. Estoy seguro de que
las comparecencias serán frecuentes en el próximo año. Le deseo lo mejor
en su trabajo y en su actividad porque es lo mejor para nuestro
país.


Sin más, les deseo a todos un feliz regreso a casa.


Levantamos la sesión. Muchísimas gracias.


Eran las veinte horas y catorce minutos.