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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 16, de 02/11/2004
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DIARIO DE SESIONES DE LAS CORTES GENERALES


COMISIONES MIXTAS


Año 2004 VIII Legislatura Núm. 16

PARA LA UNIÓN EUROPEA

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª ANA PALACIO VALLELERSUNDI

Sesión núm. 5

celebrada el martes, 2 de noviembre de 2004,

en el Palacio del Senado



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia, a petición del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso, del Secretario de Estado para la Unión Europea, Excmo. Sr. D. Alberto Navarro González. (S. 713/000102; C.D. 213/000132.) ... (Página 2)


Acuerdo sobre la composición de la delegación de las Cortes Generales en la Conferencia de Órganos Especializados en Asuntos Comunitarios (COSAC).
(S. 825/000004; C.D. 049/000026.) ... (Página 28)


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Se abre la sesión a las diez horas y quince minutos.



La señora PRESIDENTA: Buenos días. Iniciamos la sesión.



El orden del día ya ha sido repartido.



¿Hay alguna observación? (Pausa.) Si no es así, entiendo que queda aprobado.



COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO PARA LA UNIÓN EUROPEA, EXCMO.
SR. D. ALBERTO NAVARRO GONZÁLEZ. (S. 713/000102; C.D.213/000132.)


La señora PRESIDENTA: Primer punto del orden del día: comparecencia del ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación para informar con carácter previo al Consejo Europeo del 5 de noviembre. Esta era en su origen la solicitud del Grupo
Parlamentario Popular pero, según lo acordado, comparece el secretario de Estado para la Unión Europea.



Sin más, y dándole una vez más la bienvenida a esta comisión, que es la suya por muchísimas razones y desde muchísimos puntos de vista, le doy la palabra.



El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA UNIÓN EUROPEA (Navarro González): Muchas gracias, señora presidenta.



Quería agradecer a sus señorías que tengan tiempo esta mañana para hablar sobre el estado de los trabajos preparatorios del Consejo Europeo, que tendrá lugar el jueves y el viernes de esta semana en Bruselas. Voy a tratar de ser breve,
presentando los puntos principales de lo que denominamos la Agenda Anotada, que son las conclusiones que adoptará el Consejo Europeo el próximo viernes y de las cuales se está ocupando hoy el Consejo de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores en
Bruselas, razón por la cual el señor ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación no puede estar hoy con ustedes y me ha pedido que le represente. Precisamente será el Consejo de Asuntos Generales de hoy el que apruebe el orden del día
definitivo de este Consejo Europeo.



Los puntos principales de la Agenda del Consejo Europeo van a ser: la Agenda de Lisboa; el Espacio Europeo de Libertad, Seguridad y Justicia o Agenda de Tampere; el proyecto Comunicando Europa; la ampliación y, por último, las cuestiones
de relaciones exteriores. Como presencia de personalidades en este Consejo Europeo cabría señalar la del ex primer ministro holandés, Wim Kok, que está presidiendo, como saben, el grupo de alto nivel para la revisión de la Agenda de Lisboa en la
iniciativa del Consejo Europeo de marzo de este año, quien presentará su informe a los jefes de Estado y de Gobierno el jueves por la tarde, haciendo una evaluación independiente de la estrategia y pensando en la revisión a medio plazo que vamos a
hacer en primavera del año próximo. También el viernes se celebrará un debate con el primer ministro de Iraq, señor Allawi, para hablar de la situación en el país, y, por último, como es ya tradicional, el presidente del Parlamento Europeo, el
español Josep Borrell participará en el que va a ser su primer Consejo Europeo, en el cual, como es tradicional también, hará una presentación de los temas que más preocupan y, obviamente, la cuestión de la nueva comisión de José Manuel Durão
Barroso estará encima de la mesa sin ningún género de dudas.



Así pues, de manera rápida y con la plena disponibilidad para elaborar más cualquiera de estos puntos que pueda interesar a sus señorías, me voy a referir, en primer lugar, a la revisión de la estrategia de Lisboa, que es, como ustedes saben
bien, cómo denominamos el proceso que se inicia en el Consejo Europeo de Lisboa el 23 y 24 de marzo del año 2000. En aquel Consejo Europeo se acordó un gran objetivo estratégico el de convertir a Europa en la economía más dinámica, más competitiva,
con mayor creación de empleo y con mayor calidad de empleo del mundo, objetivo enormemente ambicioso fijado para el año 2010. Esta estrategia está basada en tres grandes ejes: el económico, que trata de culminar el mercado interior, impulsando las
reformas estructurales para la competitividad y para la innovación, con el objetivo de tener un crecimiento de nuestro producto nacional bruto anual del 3 por ciento durante estos años. El segundo eje es el social, con todas las iniciativas
necesarias para aumentar el nivel y la calidad del empleo y, por último, el eje medio-ambiental, de desarrollo sostenible, que se añade por la presidencia sueca que siguió a la portuguesa en el año 2001.



Esta estrategia ha ido siendo revisada por los distintos consejos europeos, especialmente los de primavera, que son los monográficos sobre esta cuestión, del mismo modo que éste que vamos a celebrar esta semana, que corresponde a los de
otoño, son monográficos en temas de justicia y de interior del espacio de seguridad, libertad y justicia. Se han ido haciendo avances en la estrategia de Lisboa en estos últimos cuatro años, y el balance lo hará el Consejo Europeo de primavera,
como digo, de marzo del año próximo. Por ejemplo, se han creado seis nuevos millones de empleos en la Unión Europea, pero si queremos alcanzar los objetivos tan ambiciosos que nos hemos fijado para el año 2010, harían falta once nuevos millones de
empleos en los cinco próximos años.



Es cierto que hay una multiplicidad de objetivos y de criterios para evaluar los avances en la agenda de Lisboa; ésta es una de las cuestiones que previsiblemente el señor Wim Kok pondrá encima de la mesa a los jefes de Estado y de
Gobierno, es decir, cómo reducir ese número de parámetros y cómo hacer más comprensible el significado último de esta estrategia ante la opinión pública y ante la ciudadanía. En todo caso, como saben muy bien, del grupo Kok forma parte, de manera
independiente,


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un español, el diputado don Antonio Gutiérrez, que preside la Comisión de Economía del Congreso de los Diputados, y como aún no conocemos el informe del señor Kok, no puedo abordar mucho más. Yo creo, por la reunión que tuvimos con él en el
último consejo de competitividad, que el mensaje principal que va a pasar a los jefes de Estado y de Gobierno es el mantenimiento de los objetivos de la estrategia de Lisboa, que es cierto que resultan más difíciles de alcanzar ahora, debido a la
ampliación, porque han entrado países que nos alejan algo más de esos parámetros en cuanto a creación de empleo, en cuanto a tasa de población activa femenina, etcétera, pero en todo caso hay que mantenerlos y, sobre todo, los gobiernos de los
Estados miembros tienen que interiorizarlos e incorporarlos a sus políticas económicas nacionales. Lo que no tiene sentido es decir unas cosas en Bruselas y luego hacer lo contrario, hacer algo distinto a nivel nacional. Yo creo que éste va a ser
un poco el mensaje principal de Win Kok, por lo que nos dijo en una cena a los ministros de Asuntos Europeos en Bruselas hace unas semanas. Pero, en todo caso, ese mismo día tendrá lugar también la denominada Cumbre Social Tripartita, con los
presidentes del Consejo Europeo y de la Comisión así como con los líderes sindicales europeos.



Dejando a un lado la Agenda de Lisboa y, como digo, con entera disponibilidad para desarrollar mucho más algunos de los apartados, si sus señorías lo estimasen oportuno, pasaría, sin lugar a dudas, al que debe ser el tema principal de los
consejos europeos de otoño: todo lo relacionado con el espacio de libertad, seguridad y justicia, la denominada Agenda Tampere, que ahora la presidencia holandesa, como es lógico, quiere cambiar su denominación por Programa de La Haya, este Tampere
II del que hemos hablado en esta nueva etapa en la construcción de un espacio europeo de libertad, seguridad y justicia.



Como saben, se cumplen ahora los cinco años del Consejo Europeo de Tampere, que coinciden además con el plazo provisional que había dado el Tratado de Amsterdam en materia de asilo, inmigración y fronteras. El documento en el que se plasman
las prioridades políticas en este campo, que se va a denominar el Programa de La Haya, ha sido ya estudiado por tres consejos JAI de ministros de Justicia y de Interior, y también ha habido varias reuniones del Coreper así como una serie de
documentos y numerosas aportaciones o memorándum de determinados estados miembros, entre ellos España, que como saben ha sido el primer Estado miembro que ha contribuido por escrito con un memorándum considerado por todos como el documento más
ambicioso; España ha estado siempre a la cabeza de la construcción del espacio de libertad, seguridad y justicia, de los temas como la lucha contra el terrorismo, de la cooperación judicial, penal, etcétera. Este documento ha sido elaborado por el
Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación, en coordinación estrecha con los ministerios de Interior, de Justicia, de Trabajo y Asuntos Sociales y de Economía y Hacienda, y aunque es cierto que el documento que ha presentado la presidencia para
este Consejo Europeo es menos ambicioso que el que nosotros hemos presentado, es obvio, porque tiene que renunciar a algunos objetivos que tal vez se puedan concretar en los próximos meses o años, España considera que este Programa de La Haya es
aceptable y es una muy buena base de trabajo para el futuro. Nosotros esperamos, como digo, ir encontrando algunas de las iniciativas que se han propuesto en nuestro memorándum en sucesivas reuniones del Consejo JAI.



En relación con los temas de asilo, inmigración y fronteras, es conveniente destacar que el año que viene se va a crear y va a entrar en funcionamiento la agencia europea de fronteras. Tendremos que establecer su sede, como saben sus
señorías, se ha decidido que sea en un nuevo Estado miembro. Están encima de la mesa las candidaturas de Polonia y de Hungría como los Estados miembros que insisten más en ofrecer la sede a esta nueva agencia europea de fronteras. Y en el año 2006
entrará en funcionamiento también un fondo europeo para la gestión de fronteras, que viene a consagrar en este campo la solidaridad entre los Estados miembros. El horizonte sin duda alguna es la creación también de un sistema europeo de guardias de
fronteras, un tema sensible para algunos Estados miembros, como es el ejemplo de Finlandia, donde la guardia de fronteras depende del Ministerio de Defensa, es un cuerpo del Ministerio de Defensa. Aunque obviamente hay sensibilidades distintas por
parte de los Estados miembros, pero ésta también es una de las iniciativas que España ha impulsado. Habrá también un planteamiento global de las cuestiones de asilo e inmigración, en particular en relación con los países de origen y de tránsito, y
en ese ámbito se espera utilizar el nuevo instrumento europeo de vecindad, en el marco de las nuevas perspectivas financieras.



En el año 2007 está previsto, también en el marco de las nuevas perspectivas financieras, la creación de un fondo europeo de retorno, para ayudar al retorno de inmigrantes en Europa, así como el nombramiento de un representante especial de
la comisión para esta política, como una manera de reflejar la importancia que se da en Europa a estas cuestiones.
En el campo específico del asilo se avanza hacia el objetivo de una política común de asilo, a través de una armonización del
procedimiento de asilo; se prevé también un fondo europeo de refugiados, y la posibilidad futura de oficinas comunes de visados. Finalmente se da un enfoque más social al espacio de libertad, seguridad y justicia, mediante la introducción, aunque
sea en exceso cautelosa y prudente para nuestro gusto, de la inmigración legal y de la integración entre las prioridades europeas.



El segundo gran capítulo del espacio de libertad, seguridad y justicia es la lucha contra el terrorismo, que se reconoce de manera explícita no sólo como una amenaza nacional, sino también como una amenaza para


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todos los Estados miembros, por lo que se intenta articular una respuesta común. En primer lugar -y ésta fue una de las prioridades españolas-, Europol pasa a participar como pieza clave en la asistencia a la labor operativa de los Estados
miembros, mientras que el Centro de Situación del Consejo, tendrá que llevar a cabo el análisis estratégico de la amenaza terrorista.



En segundo lugar, España ha logrado finalmente que la financiación del terrorismo reciba también la importancia que se merece. En el mes de diciembre esta cuestión se incorporará al plan de acción contra el terrorismo, y la comisión ha
publicado en los últimos días una comunicación muy sustancial a este respecto.



En el plano político, el programa de La Haya, que aprobará este Consejo Europeo, prevé que la Unión Europea se dote a largo plazo de una estrategia en relación con los factores que propician la radicalización y el reclutamiento por parte de
los grupos terroristas, cuestión como saben muy bien sus señorías sobre la que este Gobierno, y todos los gobiernos españoles hasta ahora, han querido siempre que se tenga un debate en profundidad en el seno de estas Cortes Generales. También ha
acordado que las Fuerzas de Seguridad puedan acceder a los datos de pasajeros, en aras de la seguridad aérea e interior. Por último, el programa hace mención a la necesidad de controles más estrictos en cuanto a la seguridad, control y seguimiento
del almacenamiento y transporte de explosivos. Este es uno de los elementos más novedosos de la declaración del Consejo Europeo contra el terrorismo del pasado 25 de marzo, y es una de nuestras máximas prioridades.



El tercer gran capítulo del Programa de La Haya lo constituye la cooperación policial y en materia de seguridad. Aquí, España ha insistido de manera especial en la importancia del intercambio de la información y en la necesidad de conectar
electrónicamente a las distintas autoridades en materia policial y de seguridad. Consagra el principio de la disponibilidad de la información, basado en una propuesta española, y se prevé que sea totalmente realidad en el año 2008, a través de la
interconexión de las bases de datos nacionales, policiales y judiciales, y la inclusión en éstas de los datos biométricos y un impulso a la cooperación en técnicas de investigación policiales, forense, balística, de huellas, de ADN, etcétera.



El programa, a la vez que intenta dar a nuestras autoridades las herramientas necesarias para la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado, enfatiza en que el respeto de los derechos fundamentales, entre ellos la adecuada protección
de datos, constituye también irrenunciables salvaguardia contra los eventuales abusos. Prevé alcances en la formación a través de la creación, el próximo año, de la Escuela de Policía Europea CEPOL, y pretende mejorar la prevención del crimen
mejorando la recogida y comparación de estadísticas sobre la delincuencia y sus víctimas.



El último capítulo del programa de La Haya es el relativo a justicia y derechos fundamentales. Además de la creación de una agencia europea para los derechos humanos, se persigue como gran objetivo una creciente confianza mutua entre
autoridades judiciales. Decía anteriormente que España ha lamentado en ocasiones la timidez con la que el programa de La Haya viene a recoger el principio de reconocimiento mutuo de las resoluciones judiciales penales. Sin embargo, hay que
reconocer que en el documento se pretende mejorar la coordinación de las investigaciones, se inicia una regulación de los conflictos de jurisdicción, la recogida y admisibilidad de las pruebas y la interconexión de los registros de antecedentes
penales entre todos los Estados miembros. Sobre este último punto, la Comisión acaba de presentar también un proyecto de decisión marco que pretende traducir a nivel de los veinticinco lo que es ya una iniciativa muy avanzada entre España, Francia
y Alemania. Aunque, finalmente, ante las reticencias de muchos de nuestros socios, el documento no hace mención a la eventual creación de un Fiscal europeo, sí que se prevé un refuerzo de Eurojust.



Por último, en el ámbito de la cooperación judicial civil, el horizonte y el reconocimiento mutuo de las resoluciones judiciales en este ámbito se sitúa en el año 2011, con especial incidencia en la regulación completa, normas de conflicto,
competencia judicial, reconocimiento mutuo, ejecución en las cuestiones de familia y sucesiones, sobre las que la Comisión presentará propuestas en los próximos dos años.



Antes de concluir esta referencia al espacio de seguridad, libertad y justicia, que es el corazón del Consejo Europeo siempre en otoño, no quisiera dejar de lado dos cuestiones que considero importantes.



En primer lugar, a lo largo del programa se hacen numerosas y reiteradas referencias a la dimensión exterior del espacio de libertad, seguridad y justicia y, de hecho, los aspectos de justicia e interior pasan a ser un elemento fundamental
en las políticas de relaciones exteriores de la Unión Europea, previéndose muy numerosas acciones de asistencia técnica a los países terceros para que éstos puedan también asumir sus compromisos y cumplirlos, con especial incidencia, como ya he
indicado, en los países vecinos, en los países mediterráneos y en los del Este.



En segundo lugar, se ha de destacar el excelente entendimiento y coordinación que se ha mantenido con Francia y con Alemania en esta negociación, más allá de las puntuales diferencias que podamos tener. Los tres países, sobre todo los dos
primeros, son muy conscientes de que su tradicional posición, ambiciosa y europeísta, no goza de un apoyo mayoritario en el seno del Consejo, que tampoco puede calificarse de rechazo, pero han reafirmado su voluntad de continuar defendiendo
conjuntamente sus prioridades como principal método para seguir impulsando los trabajos en este ámbito. Con esto termino mi referencia al segundo punto de la Agenda del Consejo Europeo.



El tercero es un punto que va a ocupar muy pocas líneas, del que nos hemos estado ocupando los responsables


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de asuntos europeos en los últimos meses, y que se conoce con el título genérico de Comunicando Europa, comunicando Europa a los ciudadanos, cómo comunicar Europa a los ciudadanos.



La Presidencia holandesa se ha fijado entre sus objetivos prioritarios precisamente el de mejorar la difusión de la imagen de Europa entre los ciudadanos de los veinticinco Estados miembros que, de forma directa o indirecta, ya sea por
referéndum o por ratificación parlamentaria, deberán pronunciarse sobre el tratado constitucional, que fue firmado en Roma el pasado 29 de octubre.



El objetivo de esta iniciativa, Comunicando Europa, es brindar a los ciudadanos europeos una información clara y completa del tratado constitucional para responder a sus preocupaciones y a sus esperanzas. En suma, se trata de luchar contra
el déficit de comunicación que sigue existiendo entre Bruselas y los europeos, como han demostrado, por ejemplo, las últimas elecciones al Parlamento Europeo, que han batido nuevamente un récord de abstención entre nuestra ciudadanía.



Para tener una idea global de las iniciativas nacionales, la Presidencia ha pedido a los Estados miembros que describan las campañas que va a desarrollar con vistas a la ratificación de la constitución, y España, obviamente, ha comunicado
por su parte, a grandes líneas, algunos de los ejes de su campaña informativa. Lo que desea el Gobierno español, más que impulsar una campaña desde el Gobierno, es movilizar a la ciudadanía, movilizar a la sociedad civil para que tome conciencia de
la importancia, de la trascendencia de este tratado constitucional, y creo que hemos tenido ocasión en una última reunión de hablar brevemente de ello. En este punto, lo único que haría sería pedir también, señora presidenta, la colaboración, la
movilización de esta comisión mixta para que contribuya a que tengamos un mayor conocimiento y a que la sociedad española se ilusione de nuevo con Europa y se sensibilice sobre los retos que nos plantea este tratado constitucional, y en el
ministerio estamos dispuestos, con mucho gusto, a facilitar en todo lo que podamos estas tareas en esta comisión mixta y en otros ámbitos.



Como ya he dicho, sobre esta cuestión habrá unas breves conclusiones del Consejo Europeo, destacando que se ha puesto en marcha una estrategia para comunicar más y mejor las decisiones de la Unión Europea, y que hay que poner todos los
medios necesarios para que los ciudadanos europeos conozcan y comprendan el significado el nuevo texto constitucional.



El cuarto punto de la Agenda es el dedicado a la ampliación. Lo mencionaré brevísimamente, porque es una cuestión en la que no se aportan muchas novedades. No va a ser este el Consejo Europeo que tome las decisiones trascendentales en
relación con Turquía especialmente, sino el del 17 de diciembre. Simplemente habrá un breve informe que presentará el presidente de la Comisión en funciones, Romano Prodi, con los distintos informes y documentos que presentó la Comisión el pasado 6
de octubre en relación, fundamentalmente, con la adhesión de Turquía.



Como saben muy bien sus señorías, en relación con la adhesión de Rumanía y Bulgaria, las negociaciones han avanzado muchísimo. Con Bulgaria, están cerradas ya, y con Rumanía están prácticamente a punto de serlo. Lo más previsible es que ya
en diciembre, en el Consejo Europeo se fije la fecha para la firma del tratado de adhesión de ambos países, un solo tratado con los dos países, que tendría lugar previsiblemente en el mes de abril del año próximo, para que su ingreso de pleno
derecho tenga lugar el 1 de enero de 2007, como está previsto.



En relación con Croacia, habrá también una mención en las conclusiones del Consejo Europeo, pero lo único que queda por fijar es la fecha exacta de la apertura de negociaciones, también a inicios del año próximo.



Por último, está la fijación de una fecha para el inicio de las negociaciones de adhesión con Turquía. Como saben muy bien, la Comisión presentó esta recomendación del pasado 6 de octubre, que es favorable a la apertura de estas
negociaciones, pero esta es una cuestión, como digo, sobre la que tendrá que pronunciarse el Consejo Europeo en diciembre.



El último capítulo es el relativo a las relaciones exteriores. En las conclusiones habrá menciones sobre la situación en Iraq -ya he mencionado que el primer ministro, Allawi, participará en el Consejo Europeo este viernes-, las relaciones
con Irán, el proceso de paz en Oriente Medio y el conflicto de Sudán. De una manera muy rápida, mencionaré que, en relación con Iraq, aún no está elaborada la declaración que aprobará el Consejo Europeo. Es una de las cuestiones que estarán viendo
hoy los ministros en el Consejo que se inicia en Bruselas a las 12, pero sí habrá una referencia a una serie de medidas que ha impulsado ya la Unión Europea que, como saben, apuesta por un Iraq en paz, democrático, próspero económicamente, en
armonía con sus vecinos, y que sea un factor de estabilidad y no de inestabilidad en esta región tan compleja.



La Unión Europea ha manifestado el apoyo financiero y logístico para la celebración de las elecciones previstas el próximo mes de enero. Estas elecciones son el eslabón fundamental en el proceso de progresiva legitimación de las autoridades
iraquíes, y es una cita política de la mayor importancia. Se ha prometido también apoyo financiero a la fuerza de protección de las Naciones Unidas para facilitar que esta organización pueda desempeñar un cierto papel en Iraq. Se ha pedido también
a la Comisión que prepare para un futuro próximo un mandato para negociar con Iraq un acuerdo bilateral que promueva la cooperación política y comercial entre la Unión Europea y este país, y una operación de apoyo al reforzamiento de las
instituciones necesarias para el funcionamiento de un Estado de Derecho en Iraq, que empezaría también después de las elecciones parlamentarias.



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Estas medidas son las que reflejan el compromiso global de mínimos que se puede alcanzar sobre Iraq en la Unión Europea y, evidentemente, su puesta en práctica depende de algo tan importante como la seguridad. Si no hay seguridad en el
país, va a ser muy difícil impulsar estas medidas de la Unión Europea, incluyendo también la celebración de las elecciones. Esa es la cuestión clave en estos momentos para poder avanzar en este plan de acción de la Unión Europea.



En relación con Irán, la Unión Europea tiene, obviamente, una enorme preocupación por las revelaciones de la Agencia Internacional de la Energía Atómica sobre la existencia de un programa nuclear con fines militares en dicho país. Esto no
es sólo una clara violación de las obligaciones contraídas por Irán bajo el Tratado de No Proliferación, sino también un enorme riesgo para la estabilidad internacional.
Apostamos, desde luego, por un Oriente Medio libre de armas nucleares.



El Consejo Europeo hará una evaluación general de las relaciones con Irán a la luz de los desarrollos en otros campos, como los derechos humanos, el terrorismo o la actitud iraní sobre el proceso de paz en Oriente Medio.



En las conclusiones habrá también una referencia al proceso de paz en Oriente Medio. El Consejo Europeo expresará una vez más su enorme preocupación por la espiral de violencia que se está produciendo en los territorios ocupados; el
proceso político está paralizado y la situación sobre el terreno está ya en unos límites difícilmente soportables. El Gobierno considera que esta situación de violencia y de ausencia de negociaciones exige una implicación más activa y más directa
de la Unión Europea para reconducir el proceso. Seguimos pensando que el Cuarteto es el marco natural de actuación de la comunidad internacional, pero ello no excluye que la Unión Europea defina y aplique su propia política destinada a mejorar la
situación. Los socios de la Unión se han hecho eco de esta petición de nuestro Gobierno y de otros Gobiernos y el Consejo Europeo va a discutir propuestas concretas encaminadas a una mayor presencia europea en cuestiones de seguridad y de
reestructuración y consolidación de la Autoridad Nacional Palestina. La decisión del Gobierno de Israel de retirarse de la franja de Gaza ofrece una oportunidad para retomar el proceso de paz y es en este marco en el que se debatirán las propuestas
de actuación europea. Será hoy, durante el almuerzo del Consejo de Asuntos Generales, cuando el Alto Representante Javier Solana presente a los ministros sus ideas para un plan de acción a corto plazo, así como para un plan de acción a medio plazo
de la Unión Europea. Estos dos planes de acción o estas ideas a corto y a medio plazo que presentará hoy Javier Solana serán también objeto de debate por el Consejo Europeo los próximos jueves y viernes en Bruselas.



Y, por último, está el punto de Sudán, en el cual, como saben también, el Consejo Europeo mencionará la importancia de este conflicto que está teniendo unas graves consecuencias humanitarias y está asolando la región de Darfur, en el oeste
de Sudán. Gracias a la insistencia de la comunidad internacional y de forma muy destacada de la Unión Europea, se ha logrado reducir en las últimas semanas considerablemente la violencia, que estaba afectando sobre todo a la población civil, y se
ha permitido un mejor acceso a la ayuda humanitaria. Es necesario, obviamente, seguir manteniendo la presión sobre las partes para que cesen de forma definitiva las violaciones del alto el fuego y avancen en el proceso político de una solución
negociada al conflicto. Este es el mensaje del Gobierno que, como saben, transmitió el ministro de Asuntos Exteriores, señor Moratinos, durante su reciente visita a Sudán.



Como último comentario de esta Agenda, donde están las cuestiones macroeconómicas de Lisboa -y donde, como he dicho, habrá una presentación por Win Kok, el ex primer ministro holandés, de las conclusiones de ese grupo de alto nivel, de
personalidades independientes entre las que, afortunadamente, hay un español presente, pero que no será uno de los temas principales de debate porque los jefes de Estado y de Gobierno dejarán estas cuestiones de Lisboa para el Consejo Europeo
monográfico de primavera-, tendremos como eje fundamental todas las cuestiones JAI -del espacio de libertad, seguridad y justicia que he mencionado con un poquito más de detalle-, habrá también conclusiones sobre el reto de comunicar mejor Europa a
los ciudadanos -unas breves líneas-, habrá conclusiones muy breves sobre ampliación, los procesos en marcha y tomar nota de la comunicación de la Comisión sobre Turquía -que es, sin duda alguna, el tema más relevante de estos últimos meses, pero
dejando el debate de fondo para el 17 de diciembre- y, por último, tendremos las cuestiones habituales de relaciones exteriores, que serán finalizadas hoy por los ministros en Bruselas retocando los proyectos de conclusiones y preparando la única
declaración aneja, que sería la declaración sobre Iraq.



Obviamente, también están planeando sobre el Consejo Europeo los resultados de las elecciones en Estados Unidos de hoy. Esto no está previsto en la agenda, pero yo no excluyo que en algún momento -durante la cena o en el café- los jefes de
Estado y de Gobierno quieran intercambiar unas palabras sobre el resultado de las elecciones tan importantes que tendrán lugar hoy en Estados Unidos.



Como mencioné al inicio, de alguna manera estará planeando la necesidad de resolver el problema que tenemos planteado con la nueva Comisión de Durão Barroso. No es de descartar, pero tampoco puedo asegurarlo plenamente a esta Comisión, que
el presidente electo de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, pueda hacer ya esta semana una presentación a los jefes de Gobierno de los cambios que desea introducir en su nuevo equipo y que los jefes de Estado y de Gobierno


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sean informados de las incorporaciones de nuevos comisarios o de los cambios en la adjudicación de carteras, para de esa manera ir lo más rápidamente posible a hacer las nuevas audiciones, los nuevos hearings, y que en el próximo pleno del
Parlamento Europeo, el 17 de noviembre, se pueda cerrar esta pequeña crisis institucional. Este es el mensaje que han pasado la mayoría de jefes de Estado y de Gobierno en la ceremonia de firma en Roma al señor Barroso: la urgencia de cerrar esta
cuestión y no seguir con una Comisión Prodi en funciones hasta el 15 de diciembre, que sería la alternativa si no lo podemos cerrar el 17 de noviembre.



Y, por último, una cuestión que interesa mucho a España. Será al margen de este Consejo Europeo cuando el presidente del Gobierno entregue las traducciones oficiales del texto de la Constitución europea en las otras lenguas españolas para
que figure depositado en la Secretaría General del Consejo. Es decir, que al margen del Consejo Europeo, buscaremos un momento para que el presidente del Gobierno entregue a Javier Solana, en su calidad de secretario general del Consejo, estas
traducciones oficiales de las otras lenguas españolas de la Constitución europea.



Esto es todo, señora presidenta, me excuso por la extensión de la presentación y quedo a su disposición.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor secretario de Estado. Ha hecho varias referencias a la contribución española a este programa de La Haya -todo lo que son asuntos de libertad, seguridad y justicia, cuestiones del máximo interés
para el Parlamento español en términos generales-, y con el fin de que los interesados -que supongo que habrá más de uno en conocer esta contribución- puedan consultarla, le agradecería que enviase a la secretaría la documentación oportuna.



Doy paso al turno de intervención de los grupos políticos, empezando por el representante del Grupo Parlamentario Popular, senador Reinares.



El señor REINARES FERNÁNDEZ: Señora presidenta, señorías, secretario de Estado, muy buenos días a todos.



En primer lugar y con todo mi respeto, quiero manifestarle al secretario de Estado su falta de consideración con nuestro grupo -no sé si con el resto de grupos también- por no habernos facilitado la más mínima documentación, como se le había
solicitado previamente en esta comparecencia.



Hemos escuchado con atención su exposición y compartimos muchas de sus manifestaciones y palabras, pero una cosa son las palabras y otra cosa van a ser los hechos.



A todos nos mueve un objetivo común, efectivamente, y es que España esté integrada de pleno derecho en la Unión Europea -que ya lo está-, pero que se tenga en cuenta sobre todo a la hora de tomar decisiones y que éstas no nos perjudiquen,
aunque también sabemos que en toda negociación hay que hacer cesiones y concesiones. Y aquí es donde empezamos a tener diferencias ustedes y nuestro grupo parlamentario.



Ustedes están admitiendo ahora una serie de acuerdos que perjudican los intereses de España. ¿Y de qué forma? Pues con una pérdida de peso en la toma de decisiones. Y esa pérdida va a incrementar, desde luego, la cuota de otros países,
que no se sabe por qué razones ustedes conceden, y saben de qué hablo. Francia y Alemania en Niza tenían un 19 por ciento; ahora con la negociación de ustedes pasan al 30 por ciento, y ello va en perjuicio de España. Ya sé que ustedes dicen que
quieren más peso en el Parlamento y menos en la Comisión. Bien, nuestro grupo parlamentario quiere ser positivo y mirar al futuro, que pasa por esta Europa fuerte, libre y segura. Y para ser fuerte y competitivo deben serlo todos, no creo que
valga que unos países cumplan con los acuerdos y directrices, y a otros se les permita que no cumplan ni con los pactos de estabilidad ni de convergencia.



Y respecto a los pactos de estabilidad, asunto que se está poniendo ahora muy de moda, porque, por cierto, el miércoles pasado oímos decir al ministro de Economía, señor Solbes, en el debate presupuestario, que admitía la estabilidad
presupuestaria, pero con un modelo socialista.
Señoría, la estabilidad o el equilibrio presupuestario es y debe ser matemática pura. No hay estabilidad y equilibrio socialista, como tampoco hay estabilidad y equilibrio popular; o lo hay, o no lo
hay. Y digo esto porque ustedes, a los que ahora toca defender los intereses de España en la Unión Europea, no pueden ser dubitativos ni temblarles la voz cuando defiendan que en España, con aquel Gobierno Popular anterior y cuando nadie daba ni un
duro por nuestra economía, fuimos capaces de cumplir con creces todos los pactos de estabilidad, de crecimiento económico y de convergencia. Por tanto, ustedes han de exigir y defender en Europa; exigir a quien no cumple y defender a quien
cumplió, como hemos hecho nosotros, y sancionando, si es necesario, a aquellos países que no cumplan. Se lo exigimos desde el Grupo Parlamentario Popular porque entendemos que así se defienden los intereses de todos los españoles en Europa.



Después tendremos más tiempo y oportunidad para hablar de las modificaciones que van a experimentar las ayudas europeas en algunas regiones españolas, como consecuencia de haber superado ese 75 por ciento del PIB de la media de Europa y que
en muchas regiones se salen ahora del Objetivo 1. Pensamos que la cuota de ayudas no deberá ser, como se está pensando, dos tercios de lo que anteriormente se recibía; nosotros nos marcamos un objetivo que es el 75 por ciento de lo que
anteriormente se recibía. Esperamos y confiamos, señor secretario de Estado, que sepan defender, así harán una buena labor y nos tendrán siempre a su lado.
Ustedes tienen que seguir manteniendo lo que se ha conseguido por parte de España en Europa
con el anterior Gobierno, todo lo positivo en materia económica. Pero mucho


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nos tememos que sus políticas económicas y su versión socialista tan particular de entender la estabilidad, no les va a dar los frutos para mantenerlo. Y lo digo porque los últimos datos de la EPA ya detectan un crecimiento del empleo
precario, y eso hace perder competitividad. Y si se pierde competitividad, se pierde mercado, y si se pierde mercado, nosotros nos empobrecemos. Yo creo que ustedes deben defender la Agenda de Lisboa, que debe ser su referente, y permitir a Durão
Barroso desarrollarla sin ningún tipo de presiones. Deben seguir manteniendo nuestro nivel económico en Europa; si lo hacen, como he dicho antes, nos tendrán ustedes a su lado.



Otro aspecto que será el centro de atención del Consejo de Europa es el relativo al espacio de libertad, seguridad y justicia, que enlaza con los tres factores que anteriormente habíamos citado; Europa fuerte, libre y segura. Entre las
muchas y variadas iniciativas promovidas por España dentro del marco europeo durante el Gobierno del PP, está la creación de ese denominado espacio de libertad, seguridad y justicia en la Unión Europea. La Presidencia europea y el resto de países
de la Unión, todos ellos sensibles a este marco y espacio de convivencia, le ha dado suma importancia a esta iniciativa española, tal vez porque en España hemos padecido mucho la falta de algunas libertades y, sobre todo, el riesgo de la seguridad.
Nuestro Gobierno, el de todos los españoles - y ahora me estoy refiriendo al anterior- ha planteado en Europa, sin complejos y con ideas políticas muy claras, la necesidad de tener pactos y acuerdos entre países que solventen y alejen los riesgos de
la falta de seguridad. Y supongo que todos ustedes, señorías, saben a qué me estoy refiriendo.
Otros países también lo han vivido, pero nosotros, los españoles, hemos padecido y no estamos aún, ni mucho menos, exentos de ello, la lacra del
terrorismo. Terrorismo que ha puesto en peligro la libertad y la seguridad de todos los ciudadanos que conviven en España, sean o no sean españoles. Pues en este marco, señorías, señor secretario de Estado, hemos de defenderlo en Europa con
dignidad política y sin titubeos, debiendo ser España quien se ponga a la cabeza para establecer unos mecanismos de control y de blindaje, que consigan que ni las bandas mafiosas ni los terroristas fundamentalistas ni nadie perturbe la buena
convivencia de toda Europa.



Y respecto al Programa de La Haya, también conocido por Tampere II, que marca una nueva fase en la construcción de un espacio de libertad, seguridad y justicia, debe considerarse una propuesta con vistas a convertir el actual Observatorio
del Racismo y Xenofobia en una agencia de derechos humanos, que debe tener como referente tres conceptos: el asilo, la inmigración y las fronteras. Debe definirse una política comunitaria en materia de asilo, inmigración y fronteras, que habrá de
basarse en los principios de solidaridad y de reparto de cargas, con estrecha colaboración entre los Estados miembros. Se deberá adoptar un procedimiento de codecisión para todas las medidas del artículo cuarto, visados, asilo, inmigración y otras
políticas relacionadas con la libre circulación de personas. Se establecerá un plan sobre migración legal dentro del año 2005, que sea capaz de responder a las demandas de los inmigrantes laborales, pero respetando también la decisión y las
competencias de los países miembros sobre la admisión. Y esta labor ha de hacerse coordinada por todos, no vale la ocurrencia de un ministro de turno que para ganarse no se sabe qué, haga normas que puedan traer consecuencias negativas, no sólo
para el país y los intereses laborales de sus ciudadanos, sino también para los inmigrantes que se van a incorporar a un mercado laboral, desde luego, lleno de corrupción. Señor secretario de Estado, señorías, hemos de ser muy rigurosos en este
asunto y nada frívolos. Ha de dotarse, cómo no, a los Estados miembros de los fondos comunitarios necesarios para asistir a la tramitación de solicitudes de asilo y a la recepción de nacionales de terceros países.



Deben contemplarse varios aspectos más, como la creación de la agencia europea para la gestión de fronteras, un programa de reasentamiento de refugiados, y muchas más acciones que garanticen y tengan como mira la defensa de los derechos
humanos fundamentales. En estos programas y propuestas estará el Grupo Parlamentario Popular, tanto en el Senado como en el Congreso, apoyando y dándoles todo el respaldo político que necesiten.



En la seguridad, el terrorismo y la cooperación judicial, se ha de establecer la mejora en los niveles de intercambio de información entre los servicios de seguridad de los países miembros y acuerdos con terceros estados. Ha de crearse una
red de expertos nacionales para la prevención y lucha contra el terrorismo, y en el control de fronteras, que ha mencionado usted, con la existencia de formación e instrucción a terceros países. Ha de concluirse y poner en marcha ya, sin más
dilación, el sistema de información de Europol, también citado por usted, y deberá hacerse la comisión que cree una red europea de formación para las autoridades judiciales en cuestiones civiles y penales. También ha de ponerse en marcha, sin
dilación, algo a lo que también se refiere la Constitución europea, la Fiscalía europea.



Es una pena, señorías, señor secretario de Estado, que nuestro presidente, el señor Rodríguez Zapatero, haya cedido a la posibilidad de traer aquí la firma de la Constitución europea, que desde luego sería un gesto de todos los países como
muestra de solidaridad y respeto a los fallecidos y a todos los familiares del 11-M, y un homenaje de todos los españoles.
Lamentamos que el señor Rodríguez Zapatero no viera la importancia de un acontecimiento, como es firmar la Constitución
europea en Madrid; no obstante, le repito, nos tendrán ustedes siempre a su lado en defensa de los intereses de España y de Europa.



Y voy a finalizar manifestando que el Grupo Parlamentario Popular ha iniciado el pasado sábado en Barcelona, los actos encaminados al apoyo de la Constitución


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europea de cara al referéndum. Pero no olvide el Gobierno que antes de que se celebre el referéndum, les pedimos que se consulte y se emita el informe por el Tribunal Constitucional por si la Carta Magna implica una reforma del ordenamiento
español. Caso de ser así, lo lógico sería acometer ambos trámites en conjunto. Creo que su afán por ser el primer país en aprobar la Constitución europea está llevando al Gobierno a precipitarse y a estar de espaldas a los españoles, por lo que
pedimos que el Tribunal Constitucional se pronuncie antes del referéndum.



Señores del Gobierno, señorías, nuestro grupo solicita para todos los ciudadanos una información clara, transparente y veraz sobre el texto de la Constitución europea, y todo ello antes de que se celebre el referéndum. Ustedes lo tienen
previsto para el 20 de febrero. Se lee en prensa que en enero pedirán al Tribunal Constitucional ese informe, por lo que creo que no deben ustedes perder tiempo y solicitarlo ya porque no sé por qué hemos de esperar. Si lo hacen ustedes así
tendrán nuestro apoyo; de lo contrario, creo que su talante va a quedar un poco en entredicho.



Repito, como resumen, que la Agenda de Lisboa es importantísima, remitiéndome a lo que ya he manifestado sobre el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia. Sobre Comunicando Europa, desde luego, estamos también de acuerdo y tendrá nuestro
apoyo, pero queremos saber cómo y qué es lo que hay. Y respecto a la ampliación, nada que objetar.



En cuanto a las relaciones exteriores, concretamente sobre Iraq, ustedes tienen una política totalmente equivocada. Lo hemos dicho ya por activa y por pasiva. La seguridad no se consigue abandonando a aquellas personas y grupos que están
en permanente lucha.



Respecto a Irán, tampoco es buena política que Francia, Alemania y el Reino Unido tomaran la iniciativa sin contar con nadie.



En cuanto al conflicto de Sudán, estamos todos de acuerdo, pero convendría que usted aclarase y definiese quiénes son las partes, porque se refiere a un acuerdo entre las partes, pero es que una de las partes está constituida por los
guerrilleros que están masacrando a la población. Por lo tanto, convendría que usted especificase quiénes son las partes y con qué partes entiende nuestro Gobierno que tiene que negociar.



Muchas gracias por su atención.



La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Reinares.



Tiene la palabra el representante del Grupo Parlamentario de Convergència i Unió, señor Xuclà.



El señor XUCLÀ I COSTA: Muchas gracias, presidenta, y gracias, señor secretario de Estado, por su comparecencia ante esta Comisión Mixta Congreso-Senado para la Unión Europea para informar, con carácter previo a la celebración del Consejo,
sobre las líneas generales del planteamiento del Consejo, de la Agenda Anotada y de la posición española en cuanto a las contribuciones que ha realizado.



Haré unas referencias sobre los temas apuntados y algunas consideraciones sobre aspectos no expuestos por el secretario de Estado.



Sobre la Agenda de Lisboa creo que coincidiremos todos los grupos, y estaremos de acuerdo con el Gobierno, en que éste es un gran reto, sobre todo porque hoy por hoy tenemos que valorar claramente como insatisfactorias las acciones sobre
integración económica, cohesión social y desarrollo de políticas económicas y sociales. Los objetivos de Lisboa, con el horizonte del año 2010, no se están alcanzando cuando estamos a pocos meses de entrar en la mitad de estos diez años en los
cuales se había fijado el desarrollo de dicha agenda.



Hoy en la prensa leíamos que Wim Kok quería plantear ante los Estados miembros la necesidad de ser mucho más beligerante a la hora de indicar los países que no cumplen los objetivos de Lisboa. Creo que esto es positivo y que el Gobierno
español debería apoyar esta política que con la misma contundencia se debería aplicar en cuanto a la estabilidad presupuestaria.



En cuanto a lo que será el elemento nuclear de este Consejo, el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia, usted ha apuntado algunas medidas que se adoptarán y en las cuales ya hay consenso sobre políticas comunes de fronteras y políticas de
asilo, y nos ha anunciado un importante fondo europeo de retorno. En esa política de armonización de la política exterior, que a través del nuevo Tratado pasa a ser política de la Unión Europea y no política internacional, sino de la Comisión, creo
que se debería plantear -el Gobierno debería plantear- no sólo una armonización en cuanto a la política de asilo, sino también una armonización en cuanto a un tema tan concreto pero tan nuclear en la política de libertad, seguridad y justicia como
son los convenios de retorno. En estos momentos no hay una armonización en cuanto a los convenios de retorno de los distintos Estados miembros, y esto crea una situación de disfunción muy importante. Podríamos hacer un listado de los convenios de
retorno de España con terceros países y de otros Estados miembros y veríamos claramente estas disfunciones. Esta política de mayor integración también creemos que debería pasar por una ampliación de entrada y por una armonización de los convenios
de retorno que seguramente harían más viables otras políticas, como este fondo europeo que se nos ha anunciado.



Brevemente nos ha hablado del proyecto Comunicando Europa. El Grupo Parlamentario de Convergència i Unió quiere conocer el presupuesto previsto por parte de la Unión Europea para desarrollar este programa de explicación del Tratado por el
cual se constituye una Constitución para Europa. Asimismo, queremos conocer la aportación de la Unión Europea, si es una aportación que después tiene una campaña única a nivel europeo o se adapta y se incardina también con las campañas estatales,
aprovechando también para saber si en estos


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momentos el Gobierno español ya tiene más perfilado el presupuesto para la campaña española de cara a la ratificación, que en nuestro caso será a través de referéndum. En este punto de la indispensable comunicación, vistos los porcentajes
de participación en las últimas elecciones europeas, en esta política de clarificación y comunicación, creo que deberíamos llamar a las cosas por su nombre, y eso no es nuevo para el Grupo de Convergència i Unió. Creo que debemos hablar del Tratado
y no de la Constitución europea. Estamos ante un Tratado intergubernamental, y seguramente parte de las expectativas que se han creado y que han generado alguna frustración -y no sólo en España, sino también en otros países miembros, y la semana
pasada tenía el testimonio de esto a través de una eurodiputada italiana- se debe al propio nombre, al propio objeto de referéndum o de ratificación. Estamos ante un Tratado intergubernamental, hay un gran debate, un apasionante debate de carácter
jurídico sobre si formalmente es un Tratado y materialmente tiene algunos rasgos de Constitución. Creo que materialmente tampoco tiene estos rasgos de Constitución pero, en todo caso, no se trata ahora de entrar en este aspecto, sino de llamar a
las cosas por su nombre porque, como le decía hace un momento, seguramente en el nombre, si me permiten, de la cosa, hay parte de las tensiones y de un punto excesivo de escepticismo en algunos países de la Unión Europea.



Por lo que hace referencia a la ampliación, usted nos ha confirmado la fecha de 2007 para la incorporación de Rumania y Bulgaria, anuncio que desmiente alguna información periodística que hemos podido leer durante esta semana en distintos
periódicos europeos que apuntaba sobre el eventual retraso hasta el año 2008 para la incorporación de Rumania y Bulgaria. Creo que con este anuncio de 2007, con este anuncio de la posible firme para abril de 2005 usted da, en nombre del Gobierno
español y también representando la voluntad conjunta de la Unión Europea, por zanjado y por definitiva esta fecha del año 2007.



En lo que hace referencia a la política exterior, ha hecho referencia a Iraq, Irán, Oriente Medio y a Sudán. Haré unas breves consideraciones sobre Iraq. Si es posible, si la seguridad lo permite, en enero del próximo año habrá elecciones
en Iraq. Creo que esta es una buena noticia, incluso para las personas que nos opusimos en su momento a la intervención armada, a la ocupación de Iraq, y que no creíamos a título individual o como grupo parlamentario que fuera la mejor opción para
la estabilización de la zona, pero una vez se adoptó esta decisión, con o sin cobertura suficiente de Naciones Unidas, es evidente que el conjunto de la comunidad internacional debe coadyuvar activamente a favor del establecimiento de la democracia
y del respeto a los derechos humanos en Iraq. Usted ha hablado del apoyo de la Unión Europea a las elecciones de enero de 2005 y a las fuerzas de protección de Naciones Unidas, y me gustaría conocer la posición española ante las mismas. ¿Se
tratará, simplemente de un apoyo de carácter económico? Por hacer un paralelismo con las recientes elecciones celebradas en Afganistán, ¿se prevé un punto más de intervención o de participación para conseguir el éxito de estas elecciones
legislativas?


En relación a Oriente Medio, me gustaría expresar mi acuerdo absoluto con el señor secretario de Estado sobre la necesidad de que la Unión Europea tenga una presencia más activa o una voz más importante en la resolución de este conflicto.
Usted ha manifestado que esa presencia sólo se debe desarrollar en el marco del cuarteto y de la herida Hoja de Ruta pero, en cualquier caso, es evidente que la Unión Europea debe tener un papel más activo, en coordinación con Estados Unidos y sin
romper, en ningún caso, el vínculo trasatlántico; independientemente del resultado que se produzca en las elecciones norteamericanas. Creo que la Unión Europea debe tomar en consideración este asunto de cara al futuro, poniendo un especial interés
en algunos puntos: en primer lugar, debemos ser conscientes de que la retirada de Gaza -que, de entrada, celebramos y valoramos positivamente-, también supone un peligro evidente de conflictos internos entre las facciones y las comunidades que
viven en esa zona; en segundo lugar, que esta retirada, prevista para principios del próximo año, debe contar con tutela y apoyo, además de que la parte palestina asegure que no se generarán los conflictos y tensiones internas que los propios
palestinos auguran; y, en tercer lugar, que la Unión Europea debe asegurar el éxito en la celebración de elecciones municipales, a finales de este año. Un fondo muy importante de la Unión Europea ha servido para la elaboración de censos
electorales para la celebración de elecciones municipales; en una primera fase, se incluyeron treinta y seis municipios de Cisjordania pero, en este momento, la elaboración de ese censo está en unos niveles muy bajos, de entre un 15, 20 o 25 por
ciento del conjunto de la población y, sin duda, de cara al cumplimiento de los objetivos de la Hoja de Ruta, si la Unión Europea tiene algún compromiso a corto plazo es el de la celebración de las elecciones municipales.



Quiero hacer dos consideraciones más: por un lado, sobre la crisis de la Comisión Europea y, por otro, sobre la oficialidad de las distintas lenguas españolas en la Unión Europea. Mi grupo parlamentario no considera negativa la crisis que
se ha producido la semana pasada en el Parlamento Europeo, en relación a la confirmación de la Comisión propuesta por el presidente electo de la misma; de hecho, es una expresión de la doble legitimación que necesita una Comisión: por un lado, de
los gobiernos y, por otro, de los parlamentos. Desde mi punto de vista no se trata de una crisis de caso único, pero éste no es el momento adecuado para hablar sobre el señor Butiglione o su libertad de expresión. En cualquier caso, la semana
pasada nos recordó el señor Prodi que él es católico practicante y que el señor Santer y el señor Delors también lo eran, y ninguno de ellos tuvo problemas en el ejercicio de sus cargos.



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Insisto en que ésta no es una crisis de caso único sino que tiene un alcance más amplio, con otros nombres y apellidos; y que sería bueno que se resolviera en un breve plazo de tiempo y, en todo caso, se debe interpretar en el marco de la
preceptiva aprobación del Parlamento Europeo.



Me gustaría abordar ahora la oficialidad, a nivel europeo, de las distintas lenguas españolas, que son cooficiales dentro de nuestro territorio. Celebramos positivamente la disposición introducida el pasado viernes por el Gobierno español,
en la recta final de las negociaciones, por la que los distintos Estados miembros tienen un plazo de seis meses para editar la Constitución en las distintas lenguas oficiales. Creemos que éste es un objetivo asequible y muy importante de cara al
apoyo que una parte importante y significativa de la sociedad catalana pueda dar al futuro tratado constituyente, a la futura Constitución europea. El señor secretario de Estado conoce perfectamente la importancia de estas cuestiones porque hemos
abordado en distintas ocasiones la agenda en relación con el reconocimiento de las lenguas, sobre la participación directa de las comunidades autónomas, de la representación de España ante la Unión Europea, del acceso directo a los tribunales de la
Unión Europea y de las circunscripciones electorales de carácter autonómico; asimismo, por lo que hace referencia a la lengua, al derecho de petición y al derecho de dirigirse, y ser respondido, en las lenguas oficiales distintas del castellano.
Me gustaría que estos logros se pudieran concretar en los próximos meses y, en este sentido, quiero formular una pregunta muy concreta al señor secretario de Estado, ¿tiene previsto el Gobierno plantear esta semana, ante los veinticuatro socios,
estas cuestiones? ¿Tiene previsto formalizar esta petición, que representa la postura oficial del Gobierno español desde el día 13 de septiembre, manifestada a través de una carta del señor ministro de Asuntos Exteriores al presidente Prodi?
¿Desea plantear y generar este consenso durante la próxima semana o lo van a dejar para el mes de diciembre?


Por lo que hace referencia a la participación de las comunidades autónomas en la representación de España ante la Unión Europea existen dos versiones distintas: una vía según la cual la propia práctica conformaría una tradición, una
consuetud; y, la otra, como pudimos leer el viernes -fruto de la reunión de la conferencia de presidentes autonómicos en esta Casa-, la posibilidad de que se articule a través de una ley, que tendría que ser orgánica; me gustaría conocer la
posición del Gobierno en relación a estas posibles vías. Desde mi punto de vista sería aconsejable dejar este modelo abierto a la participación porque, de otra manera, seguramente lo consideraríamos insuficiente.



El señor presidente del Consejo de Estado abrió un debate nada secundario sobre la armonización de la Constitución Española con el Tratado europeo y, concretamente, del artículo 9.1 de la Constitución Española con el artículo 6 del Tratado
europeo. La modesta opinión jurídica de este diputado y de su grupo parlamentario -irrelevantes ante la opinión relevante del tribunal Constitucional- es que en este momento sí son perfectamente compatibles, en tanto en cuanto se puede considerar
como un Tratado intergubernamental, como un Tratado internacional y la Constitución Española prevé los mecanismos de incorporación de los tratados internacionales en el acervo español, en el Derecho español, a través de los mecanismos de
ratificación de las Cortes Generales. Creemos que no hay contradicción entre el artículo 9.1 de la Constitución Española y el artículo 6 del Tratado europeo pero, en todo caso, el presidente del Consejo de Estado ha abierto este interesante debate
jurídico y es oportuno que el Gobierno dé una respuesta rápida a este gran interrogante que se le plantea a la sociedad española, máxime si tenemos en cuenta que está prevista la celebración de un referéndum el próximo 20 de febrero, y que existe
una inseguridad jurídica evidente.



La señora PRESIDENTA: Señor Xuclà, vaya concluyendo, por favor.



El señor XUCLÀ I COSTA: Termino ya, señora presidenta.



Algunos ponentes de la Constitución Española, como el señor Herrero Rodríguez de Miñón o el señor Miquel Roca, a finales de la semana pasada, en un acto celebrado en el Real Instituto Elcano, manifestaron que ellos, personalmente, no creían
que hubiese contradicción. Le he expresado la opinión de mi grupo parlamentario pero, en todo caso, el Tribunal Constitucional debe definir con seguridad jurídica y con la máxima celeridad.



Nada más y muchas gracias.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Xuclá.



En nombre del Grupo Parlamentario de Entesa Catalana de Progrès, tiene la palabra el señor Espasa i Oliver.



El señor ESPASA I OLIVER: Muchas gracias, señora presidenta.



Mi intervención será bastante más breve que la del ilustre diputado que me ha precedido en el uso de la palabra, en buena medida porque algunas cosas están ya dichas y, también y sobre todo, porque compartimos en líneas generales lo que es
la propuesta que hoy nos trae el secretario de Estado en nombre del Gobierno español y que se perfilará en este próximo Consejo de Ministros. Por lo tanto, todo lo que no mencione implicará acuerdo con las líneas planteadas por el secretario de
Estado y simplemente haré alguna anotación, acotación o subrayaré algunas de las cosas que él mismo ha dicho, formularé alguna pregunta y alguna consideración política.



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Respecto del primer punto, nosotros también estamos de acuerdo con lo dicho por el secretario de Estado en el sentido de que en este llevar hacia adelante los objetivos de la Agenda de Lisboa, lo más importante es esta progresiva
coordinación o, mejor dicho, yuxtaposición de objetivos generales de la Unión con las políticas de cada uno de los Estados miembros; evidentemente este es el terreno más difícil, muy fácil de enunciar, pero muy difícil de poner en práctica, aunque
ciertamente es por donde se debe avanzar, es decir, no tanto reconsiderar o reformular los propios objetivos de Lisboa, sino en que estos objetivos se encarnen en políticas estatales en una Unión Europea cada vez más compleja, cada vez más difícil
de gobernar y cada vez -hemos de ser realistas- menos cohesionada, aunque el objetivo final es la cohesión del nuevo ente político que estamos haciendo crecer y llevando a un objetivo final común, la Unión Europea, pero esto es difícil y ahí,
repito, es en donde se debe poner el máximo acento.



Respecto del segundo punto, Tampere II o la nueva plataforma de La Haya, en general estamos de acuerdo con todo lo planteado. Quizá por la rapidez de la enunciación que, aunque no nos haya dejado perplejos, sí un poco intrigados, pediríamos
una aclaración sobre esta mayor recogida de datos de pasajeros en la Unión Europea, ya que otras recogidas de datos que se han producido en otros países -que todos tenemos en la cabeza- no casarían con lo que es el espíritu europeo. Estoy seguro de
que esto no va por ahí, pero la similitud y el hecho de que no sea formal, me ha producido la inquietud que le traslado al secretario de Estado.



Respecto del tercer punto, ahí coincido en parte con lo que ha dicho el diputado Xuclà respecto a la cosa, el nombre de la cosa y el futuro político de la cosa. Sí es cierto que lo que vamos a aprobar es un Tratado por el que se avanza
hacia una Constitución europea, y no propiamente una Constitución, y parte -sólo parte- del rechazo es por entenderse la Constitución como una culminación en un espacio político y que tiene vocación de persistencia en el tiempo y sin modificar y, en
cambio, los tratados -y esta ha sido la historia de la Unión Europea y esperemos que continúe siéndolo- han tenido siempre mucho más carga de futuro que no de pasado. Hemos tenido ya muchos tratados en la Unión Europea, queremos tener más, queremos
llegar realmente a una Constitución de Estados Unidos de Europa, pero no es aún el momento. Quizá se haya abusado un poco en el juego de palabras entre Constitución y Tratado y, aunque comprendo que se haya hecho así, en parte se paga el precio de
haber proyectado sobre la población europea la imagen de Constitución como algo perfecto para la sociedad que se da este instrumento jurídico-político y con vocación de permanencia larga en el tiempo, y en Europa hay aún mucho por hacer y estoy
seguro de que en el futuro tendremos que mejorar y modificar este Tratado. Por lo tanto, es un Tratado importantísimo pero con el que no se acaba la Unión Europea, ni mucho menos. Ahí es en donde, en la medida de lo posible, se debería rectificar
la cuestión.



Sobre este tercer punto quiero preguntarle al secretario de Estado si la participación de la Unión Europea va a ir acompañada también de una inyección de fondos económicos para los Estados miembros; es decir, en este punto, cuando hablaba
de comunicar más Europa y de cara a la ratificación del Tratado, ¿va a ser sólo una acción política de sensibilización o van a dedicarse recursos? Nosotros pensamos que deberían dedicarse recursos y distribuirse entre los Estados miembros, que esto
no se quedase en un simple proyecto político, sino que hubiera una inyección de fondos económicos destinados a facilitar la participación y la movilización de la sociedad europea con el fin de aprobar vía referéndum o acuerdo parlamentario, según
los Estados, este Tratado.



Respecto al cuarto punto de ampliación, nuestro grupo parlamentario está de acuerdo. Ya lo dijimos en otra comparecencia del secretario de Estado y del ministro adelantándonos a los tiempos. Nos alegramos de que dicha ampliación respecto a
Rumanía y Bulgaria se produzca un año antes de lo que habíamos leído en la prensa.



También avanzamos nuestra posición favorable a la integración de Turquía con las cautelas, con los tiempos y con los procedimientos que el tiempo arbitrará como mejores, más prudentes y más eficaces, pero en definitiva, como posición global,
sin ningún miedo a abrir negociaciones y esperar un final feliz de las mismas, naturalmente entendiendo qué es la negociación y que en ella hay que exigir todo lo todo lo necesario para que un país que entre en la Unión Europea sea digno de estar en
la misma, en su espacio de libertades, etcétera. No quiero extenderme más.



Sobre el quinto punto, acción exterior, quiero formular dos preguntas y hacer dos precisiones. Cuando ha definido -seguramente por la rapidez con que lo ha hecho- la posición española sobre el conflicto de Iraq, me ha parecido entender que
no figuraba entre los puntos esenciales el mantenimiento de la integridad territorial, que estoy seguro de que sí figura, pero, como no se ha dicho, me gustaría que respecto al futuro de Iraq -espero que no sea la posición española- no se olvide un
punto tan importante como el de postular la integridad territorial de Iraq como uno de los elementos esenciales de este Iraq democrático y en paz.



La posición española y europea respecto a Iraq no es cómoda ni fácil.
Todos quisiéramos un Iraq pacífico y que se celebraran allí unas elecciones sin violencia, pero -haciendo un juego de palabras con lo que decía el señor secretario de
Estado- en Oriente Medio tenemos violencia sin negociación y en Iraq podemos tener elecciones con violencia, y salimos del fuego y caemos en las brasas. El ideal sería unas elecciones libres y democráticas, pero lo que se ve hasta ahora no alienta
esperanza alguna de que estas elecciones puedan celebrarse sin violencia. No se trata de querer que otros


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fracasen donde nosotros no estamos y hemos creído que no debíamos estar -bien ha hecho el pueblo español y el Gobierno que se ha dado este pueblo español en retirar nuestras tropas, aunque otros consideran que no es así-, pero eso no nos
lleva a querer ahora el fracaso de lo que ahí está pasando, pero sí a ser muy críticos con las políticas que se están llevando a término y ver de forma muy escéptica la posibilidad de que haya unas elecciones sin violencia. Por lo tanto, no tenemos
la solución como grupo parlamentario, pero queremos poner de manifiesto, repito, que no queremos que a otros les vaya mal, pero es una realidad de que así es, y este es un problema de primera magnitud. Las elecciones están convocadas para enero y
no sé sabe lo que pasará, pero no hace falta ser Casandra para saber lo que puede ocurrir. Por tanto, quería señalar nuestra preocupación respecto de estas posibles elecciones con violencia y lo viciadas que puedan quedar, si se dan en este
contexto.



Respecto de Oriente Medio estoy absolutamente de acuerdo en una mayor implicación de la Unión Europea, podíamos llegar a una negociación sin violencia o por lo menos, aunque hubiera violencia, también hubiese negociación para acabar con esa
violencia de Oriente Medio. No quiero extenderme más porque es suficientemente complejo y me llevaría mucho tiempo abundar en consideraciones políticas, tácticas y estratégicas respecto de este tema. Lo dejo al buen criterio de nuestro equipo de
Exteriores.



Sobre la Comisión Durão Barroso, sí que estoy de acuerdo en que se ha producido una minicrisis, pero que es saludable y estoy seguro de que nos llevará a mucha gente dudosa respecto del sí, del no o de la abstención al Tratado, a movilizarse
y a participar porque se ha dado una buena señal de que el Parlamento Europeo y este híbrido que es la Unión Europea, tratado internacional y unión de ciudadanos, pues que algo de eso es cierto, que no es retórica y que funciona, y las razones por
las que se ha dado y la salida que se le está dando no hace más que satisfacernos a nosotros como grupo parlamentario.



Creemos que el señor Durão Barroso se equivocó gravemente presentando una Comisión demasiado escorada hacia el centro derecha y hacia un espectro que limita con el respeto a las opiniones y libertades personales, y ha pagado este error.
Ojalá lo subsane cuanto antes, para el 17 de noviembre como decía el secretario de Estado. En todo caso es una minicrisis muy saludable para la Unión Europea.



Respecto al referéndum y a la consulta al Tribunal Constitucional, asunto de gran calado jurídico, que han planteado personas con mucho mayor conocimiento jurídico que el senador que les habla, nosotros consideramos que si hay que hacerlo
debe hacerse cuanto antes. Nosotros, modestamente, no vemos esta posible incompatibilidad, precisamente porque se trata de un Tratado internacional y la ratificación seguirá en nuestro país, como en los otros, las vías previstas para la
ratificación de tratados internacionales, y la Constittución ya prevé la incorporación del acervo de estos tratados al espíritu de la Constitución Española. No lo vamos a dirimir ahora, en todo caso, consideramos que no hay problema, pero si hay
que hacer la consulta, que se haga cuanto antes.



Nada más y muchas gracias, señora presidenta.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Espasa.



Tiene la palabra ,en nombre del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos, el señor Anasagasti.



El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, señora presidenta.



Intervengo brevemente para pedir algunas aclaraciones al señor secretario de Estado.



Respecto al Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia, señor secretario de Estado, usted ha dado un apunte sobre la agencia europea de fronteras y ha dicho que Polonia y Hungría están solicitando ser la sede de esta agencia. En primer
lugar, me gustaría que profundizara un poco más sobre el cometido de esta agencia, en qué consistiría su trabajo y por qué España no lo solicita, sobre todo siendo una de las puertas fundamentales de entrada de una inmigración a veces irregular.



En segundo lugar, respecto a la cooperación en materia de seguridad, ha hablado de la creación de una gran base de datos en Europa por la que todas las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad de los distintos Estados estén informados y conectados
electrónicamente para que todas las autoridades tengan acceso a dicha información. Usted sabe que una vieja reivindicación de mi grupo es que la Ertzaintza, siendo una policía integral, tenga acceso a esa base de datos, que hoy no tiene, sobre todo
a la hora de combatir un terrorismo como el etarra. Por tanto, nos gustaría saber si cuando usted habla de todas las autoridades incluye a las autoridades de las policías autonómicas.



En tercer lugar, señor secretario de Estado, usted ha comentado que se va a llevar a cabo una gran campaña, no sólo a nivel español sino a nivel europeo, con un planteamiento ambicioso muy claros: Comunicando Europa.
En el caso español,
independientemente de las campañas que se puedan llevar a cabo y de las movilizaciones que se puedan realizar en las universidades o en la propia sociedad, el Gobierno dispone de un instrumento fantástico, que es Radiotelevisión Española, que, sin
embargo, sigue siendo una televisión comercial y no una televisión de servicio público. En este momento todo el mundo está inmerso en las elecciones norteamericanas y fíjese en la capacidad de movilización que tiene, indudablemente por su
importancia, pero, ¿por qué la firma de este Tratado en Roma no ha tenido un tratamiento especial? ¿Por qué no se han acordado de que ahí se firmó el Tratado de Roma? ¿Por qué ustedes dicen -no hoy, sino que llevan un mes diciéndolo- que se van a
destinar 6 millones de euros


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para la campaña y sin embargo desaprovechan oportunidades tan claras en algo tan importante? Hoy por hoy, la opinión pública española se forma a través de los medios de comunicación audiovisuales, y si no se utilizan mal van a poder
movilizar a la opinión pública.



Respecto a la política exterior, usted ha hablado de Irán, Iraq, Medio Oriente y Sudán. Nos llama la atención que hayan omitido a Afganistán, que no es un asunto menor, que ha realizado unas elecciones que algunos grupos han considerado
dudosas, pero indudablemente Karzai y ha sido elegido, y donde hay un problema de violencia y otro de presencia militar. ¿Por qué el ojo europeo no sigue de cerca lo que ocurre en Afganistán?


Hay otro asunto que ha sido noticia en los últimos tiempos: el cierto cambio de la política exterior española respecto a Cuba. Ustedes van a influir para cambiar la opinión de la Unión Europea y tratar de que se dé un tratamiento distinto
a la situación cubana, y sin embargo por parte del Gobierno español el asunto cubano está ausente de este planteamiento de política exterior.



Usted sabe, señor secretario de Estado, que en el Pleno pasado se aprobó una moción planteada por Convergència i Unió, por el Bloque Nacionalista Galego y por el PNV respecto a temas europeos, de presencia en los consejos de ministros, del
tratamiento de las lenguas y de acceso al Tribunal de Justicia. Usted ha pasado sobre ascuas sobre este asunto y ha dicho que el presidente Rodríguez Zapatero lo entregará con las debidas traducciones en un acto formal. Nos parece muy bien, pero
nos parece escasa la información que nos ha suministrado y me gustaría que nos ampliara este asunto.



Finalmente, una cuestión formal. Yo creo que ésta es una de las primeras veces que se utiliza esta sala, que tiene un cierto toque europeo, y no estaría mal que se llamara Sala Europa.



Nada más y muchas gracias.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, senador Anasagasti.



Como presidenta de la comisión hago mía esa sugerencia de que esta sala se llame Sala Europa, aunque no sé si es la más confortable de todas, aspecto que también nos puede hacer reflexionar. Quizá debemos buscar una sala que sea más
confortable. En cualquier caso, sí me parece interesante ese reflejo simbólico del interés del Senado por Europa en este caso. Ya han visto que yo he pedido que estuviera la bandera europea porque considero lógico que en nuestras reuniones
copresida también la bandera de la Unión Europea.



Si no me equivoco, no está presente ningún representante de Esquerra Republicana, ni del grupo de Coalición Canaria, ni del Grupo de Izquierda Verde- Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds. Por tanto, tiene la palabra el
representante del Grupo Parlamentario Mixto, señor Mur.



El señor MUR BERNAD: Gracias, señora presidenta.



Yo también hago mía esa petición de que esta sala se llame Sala Europa.
Señora presidenta, seguramente esta sala no es cómoda, pero es que tampoco lo es Europa, y por tanto es un buen paralelismo.



Quiero, en primer lugar, agradecer la comparecencia del señor secretario de Estado para la Unión Europea, así como la información que nos ha dado, que ha sido una enumeración amplia y exhaustiva de la agenda prevista para la próxima reunión
de otoño.



A mí me pasa como a la media de los españoles, que tengo un grado de desconocimiento respecto de los asuntos europeos y, sobre todo un alto grado de escepticismo, porque cuando veo que en una sesión -oportuna, por otra parte- se van a tratar
tantos asuntos, me entra la duda de a dónde se va a llegar, si no va a ser más que un recordatorio o una reflexión en voz alta de todos los asistentes en una sesión con tiempo tasado, porque en una Europa cada día más grande, con opiniones y
traducciones múltiples, sólo si uno hace cuentas del tiempo disponible por cada interviniente se da cuenta de la limitación del tiempo, que no es ni la única limitación ni, a mi juicio, la más importante. No obstante, la agenda que está prevista
nos parece de lo más interesante, y pone de manifiesto la enorme importancia, cada día mayor, de los asuntos europeos sobre la política interna de los Estados, en este caso sobre la política interna de España, porque la competitividad y la creación
de empleo son asuntos económicos de gran preocupación, y en este momento en nuestro país de una preocupación creciente dado el cierto deterioro que tenemos en el empleo, producto seguramente de la falta de competitividad ante otros países puesto
que, como todas sus señorías saben, el mercado ya no es el mercado europeo o el mercado americano, hoy el mercado es el mundo, y por tanto tenemos que competir con todos los países del mundo.



Por cierto, es una feliz coincidencia su presencia hoy aquí con la celebración de las elecciones americanas en las que todos tenemos puestas grandes esperanzas, aunque quizá se verán frustradas porque no van a influir en la política europea
y en la política española en el sentido que todos desearíamos.



Competir hoy en el mundo es difícil. Habría que hacer un seguimiento al fenómeno de la deslocalización de empresas y ver si Europa tiene una política común en cuanto a la competitividad y a no hacerse la competencia interna en esta
cuestión, porque no sé si la política de competitividad y creación de empleo va a orientarse hacia el exterior de la Unión Europea o si vamos a tener que competir con nuestros propios Estados miembros de la Unión Europea, -pienso que más bien será
lo segundo - y, por muy buenas palabras que allí se digan y por muchos acuerdos a los que se llegue, la realidad se impondrá finalmente y veremos cómo algunas de las empresas hoy localizadas en España


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trasladarán sus centros de producción a otros países recién incorporados de la Unión Europea.



De todo lo que el señor secretario de Estado nos ha anunciado hay dos cuestiones de importancia creciente y de rabiosa actualidad. Una es la seguridad, que yo diría que se superpone a todas las demás porque, evidentemente, si no contamos
con un espacio de seguridad difícilmente vamos a poder efectuar otros planteamientos y, otra, es la inmigración, que tan directamente afecta a España y que de tanta actualidad se encuentra en este momento, quizás como consecuencia de las medidas
anunciadas por el Gobierno.



En cuanto a la seguridad, sean bienvenidos todos aquellos acuerdos de cooperación que pienso son absolutamente necesarios. Es cierto que la cooperación entre Estados debe hacerse primero en el propio Estado de cada uno y también sería
oportuno recordar que nosotros internamente podríamos mejorar esa cooperación entre nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado antes de pedir cooperación y colaboración con policías de otros países; pero, evidentemente, esta es una cuestión
vital, nuclear y, puesto que la seguridad o la inseguridad no conoce fronteras, es lógico que haya cada día más una política común europea sobre ese asunto.



La inmigración es una cuestión sensible donde las haya, de manera especial en España, dada la incidencia que tiene, primero, por el número de inmigrantes afectados que tenemos ya en nuestro país, y, segundo, porque somos en sí mismo un país
frontera de la Unión Europea y, por tanto, un país sensible; dentro de una política europea de inmigración España tendría que llevar unas propuestas mucho más concretas y Europa debería ser sensible en cuanto a la posición estratégica y a su vez
delicada de España en esta materia. Por ello, cualquier petición concreta y cualquier esfuerzo que se recabe del conjunto de los países de la Unión Europea resultará bastante justo y oportuno.



En cuanto a la cuestión de Comunicando Europa, a la que también ha hecho referencia, debe figurar permanentemente en la agenda del Consejo Europeo porque hay un déficit de conocimiento de Europa por parte de los ciudadanos de todos los
países, y ahí tenemos algunos datos de la participación en las últimas elecciones al Parlamento Europeo. En todo caso, es difícil que uno acepte como propio algo que desconoce; evidentemente, Europa no entrará en la mente ni en los corazones de
los europeos si no la conocemos más y es necesario hacer un esfuerzo permanente de comunicación y una pedagogía fundamentalmente institucional, y ahora vamos a tener una oportunidad, dado que tendremos que someter a refrendo el Tratado o la
Constitución europea, y lo digo porque no me ha quedado muy claro si se trata de un Tratado, de una Constitución, o quizá no sea ninguna de las dos cosas. Como vamos a hacer una llamada a los ciudadanos, y a nosotros lógicamente nos debe preocupar
más el caso de los españoles, tendríamos que realizar una labor de pedagogía y de explicación previa porque, caso contrario, nos vamos a encontrar con una cierta apatía en los ciudadanos, la gente no va a votar aquello que no le interesa, que no
conoce o que no imagina cómo le puede influir; pienso que la materia es muy clara y que, por otra parte, debería ser sencilla de transmitir puesto que la influencia de los temas europeos en el día a día de los ciudadanos es cada día mayor.



Como ya se ha dicho, nos gustaría conocer los planes del Gobierno español; si hay unos presupuestos europeos que van a repercutir en nuestro país; si la explicación va a ser institucional o sólo se va a realizar desde el centro hacia la
periferia; si se va a contar con otros niveles políticos y administrativos, y estoy pensando en las comunidades autónomas como instituciones mucho más próximas a los ciudadanos y en las que se podría jugar un buen papel; como representante de la
Comunidad Autónoma de Aragón puedo decirles que estamos muy interesados en participar en la campaña, y que en nuestro caso es bastante sencillo ser europeístas porque por nuestra situación geográfica y por nuestra historia hemos estado siempre
bastante próximos a la idea de Europa, pero, evidentemente tenemos los mismos problemas de conocimiento que el resto de España.



En cuanto a las relaciones exteriores se ha referido a un tema siempre difícil, como es Iraq, y debo decirle que nuestro partido apoya las decisiones que se han tomado hasta ahora, no sé si serán las mejores pero desde luego eran las
posibles entre las mejores; estamos preocupados por el proceso electoral que se anuncia, dado que las circunstancias que van a darse no son las más idóneas, y no sé si se puede llamar proceso electoral a aquel que no se realice en condiciones
mínimas de garantizar una cierta libertad o si acabaremos tergiversando y perjudicando el propio término de elecciones cuando no se celebren en determinadas condiciones.



En Oriente Medio, cuestión que, como tantas otras, figura en la agenda, hay actualmente una coyuntura que, aparte de la retirada de Israel de la franja de Gaza, es la situación de salud y la ausencia del país del señor Arafat, y pienso que
el papel de Francia, quizá por una vía muy humanitaria, seguramente tendrá algún tipo de consecuencia política. No sé si el señor secretario de Estado de nuestro país podrá hacer algún tipo de comentario sobre este asunto.



Para terminar, también nos preocupa el debate y la controversia que se ha abierto entre la compatibilidad de la Constitución europea y la Constitución Española; no tengo elementos jurídicos para saber si es o no así, pero estamos viendo con
cierta preocupación que se abre un debate y que me parece estupendo si éste es serio, riguroso y pretende clarificar ideas; por ello, el Gobierno debería adoptar las medidas oportunas para clarificar cuanto antes ideas y evitar un posible debate.



¿Se imaginan ustedes que lleguemos al referéndum y a la campaña de explicación con esa duda? ¿Qué vamos a decir a los ciudadanos cuando se les haga la pregunta


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de si ambas constituciones son o no compatibles, si habrá o no que disolver las Cámaras en España y ser llamados a votar? No tenemos más que opiniones políticas, todas muy legítimas, pero, evidentemente, no van a contribuir a aclarar esta
cuestión y, por tanto, considero importante una aclaración lo antes posible, aunque ya sé que los temas jurídicos no son sencillos ni rápidos, sobre todo para acortar un debate porque no sé si es la preocupación por la compatibilidad o porque detrás
de ese debate hay posiciones políticas que no ayudan a aclarar una cuestión que en este momento debemos tener todos muy clara y sobre todo para poder presentarlo a los ciudadanos con absoluta precisión.



Sólo me queda desear a la representación española en este Consejo Europeo éxito, acierto y que en lo posible se pase de la reflexión y el debate a, como se dice en los papeles, decisión, y para ver si algunas de las muchas cosas que se han
enumerado hoy pueden decidirse y espero y deseo que una vez concluido este Consejo Europeo, esta comisión tenga una información de primera mano, no sobre lo que el señor secretario de Estado nos ha dicho, y que va a ocurrir, sino de lo que realmente
haya ocurrido.



Muchas gracias.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Mur.



Quiero recordar a los miembros de esta comisión que hay comprometido una comparecencia después del Consejo Europeo, con lo cual podremos entrar en todos los aspectos que señalaba su señoría.



Para terminar este turno de intervenciones, en nombre del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra la señora Rodríguez.



La señora RODRÍGUEZ RAMOS: Gracias, señora presidenta.



En primer lugar, quiero agradecer, cómo no, su intervención y su explicación previa al Consejo e, indudablemente, debo decirle que el Grupo Parlamentario Socialista está de acuerdo con su exposición inicial.
No obstante, voy a hacer algunas
matizaciones o reflexiones siguiendo el esquema de la Agenda Anotada que nos ha ido comentando.



En relación con la Agenda de Lisboa, consideramos muy oportuno el debate sobre la actualización de las orientaciones de crecimiento de los objetivos de Lisboa, así como estudiar la actual situación en la eurozona y la forma de alcanzar esos
objetivos en una Europa ya a veinticinco, que será ampliada a veintisiete Estados en 2007, como usted nos ha dicho.



Indudablemente, en estos momentos existe una cuestión vital para el Gobierno de España, y usted ya ha manifestado que la defenderá en el Consejo. Se trata de que la clave para conseguir todos los objetivos de Lisboa pasan por la innovación,
la investigación y el desarrollo. Una Europa más competitiva es una Europa que crece más, y lo hace de forma diferente, pero debemos alcanzar esa mayor competitividad manteniendo el mismo nivel de derechos, coberturas sociales y prestaciones de los
ciudadanos. Esa es la importante peculiaridad de un modelo económico y de protección social que nos hace únicos en el mundo, y ese es el eje sobre el que gira la Agenda de Lisboa.



En este sentido, me gustaría hacer referencia a algunos aspectos. El primero, la patente comunitaria. Deberemos estudiar cómo avanzamos en ese campo, ya que es un factor importante para el crecimiento y los objetivos que queremos
conseguir. Asimismo, deberemos impulsar la movilidad de los investigadores en el territorio comunitario.



Y un aspecto también vital, sobre el que la posición del Gobierno de España va a ser diferente a la mantenida en consejos anteriores, es lo que se refiere a la sostenibilidad y la política medioambiental. Los objetivos de Kioto después de
la ratificación de Rusia son ya una realidad; la reducción de emisiones supone también un importantísimo avance en las nuevas tecnologías medioambientales, y hay que impulsar de forma muy firme los compromisos de Kioto en el ámbito comunitario. Y
digo que España se va a presentar con otra posición, puesto que el Gobierno socialista ha dado pasos muy firmes con el fin de que los objetivos de Kioto fijados para 2008 y 2010 puedan ser reales en nuestro país tras la aprobación de nuestro plan de
emisiones.



Por otro lado, y en lo que a la competitividad se refiere, es muy importante el plan de igualdad entre hombres y mujeres, también contemplado en la Agenda de Lisboa. La fuerza de trabajo, la innovación y la competitividad que en estos
momentos están perdiendo los países europeos por la discriminación aún existente en sus sociedades y la no incorporación de la mujer al mundo laboral ha llevado a que el Instituto Europeo de Género, que está estudiando lo que ocurre con esa fuerza
de trabajo femenina no utilizada, se ponga en marcha para que realmente sepamos lo que está pasando de forma global en los Veinticinco países y adoptemos medidas para que toda esa fuerza productiva femenina se coloque en el mercado de forma activa.



En relación con el Espacio de Libertad, Seguridad y Justicia, que forma parte de la Agenda Tampere II, la prioridad indudablemente es la de asilo-inmigración, cuestión fundamental para el Grupo Socialista. En este sentido, en España se está
produciendo un importante debate sobre el nuevo reglamento de inmigración y la necesidad de reconocer no sólo la fuerza productiva y el espacio laboral de los inmigrantes en los distintos Estados, sino también los derechos que les asisten como
ciudadanos que se encuentran entre nosotros.



En cuanto a la lucha contra el terrorismo, ya conoce usted la posición del Grupo Socialista. Es fundamental utilizar todos los importantes instrumentos con que en estos momentos cuenta la Unión Europea -ciertamente, todavía no dispone de
todos los necesarios- para abordar todos los factores que contribuyen a ese problema


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e integrar plenamente la política de prevención y lucha contra el terrorismo en las relaciones exteriores de la Unión Europea. La solidaridad y la cooperación entre los Estados miembros de la Unión y terceros países son básicas para
conseguir resultados efectivos y concretos en la lucha contra el terrorismo internacional. A este respecto, he entendido que la agencia europea de fronteras estará en funcionamiento en 2005; sin embargo, le agradecería que me aclarara si el
reglamento para su funcionamiento se va a aprobar o ya está aprobado.



Por otra parte, y como no podía ser menos, saludamos que la ampliación a Rumania y Bulgaria pueda ser efectiva en 2007, como se anunció desde un principio.



Respecto de Turquía, y en concreto, en cuanto a la decisión que en diciembre adopte el Consejo para iniciar las negociaciones con ese país, el Grupo Socialista pide que se valore objetivamente si dicho Estado cumple los criterios de
Copenhague, aplicados al resto de los países a los que se les ha comunicado que podrían ser socios, al igual que si la estrategia de preadhesión, basada fundamentalmente en el fortalecimiento e independencia de los órganos jurisdiccionales de ese
país, la defensa de los derechos civiles y libertades fundamentales, y algunos problemas de zonas determinadas, donde hay importantes minorías, ha tenido los resultados esperados. Creemos, pues, que se deben aplicar ese esquema y esos criterios
objetivos.



En cuanto a Croacia, indudablemente, también se deben aplicar los criterios de Copenhague, así como los correspondientes al proceso de estabilización y asociación de 1997. Para el Grupo Socialista esta es una cuestión de importancia
-confiamos en que en 2005 se puede celebrar esa conferencia bilateral y comenzar así las negociaciones de adhesión-, ya que el futuro de dicho país es también el futuro de los Balcanes occidentales. Por tanto, la negociación que se lleve a cabo con
Croacia y su resultado será una guía para la salida final de los Balcanes occidentales, cuyo futuro, según la Declaración de Salónica, está en la Unión Europea.



Hablando ya de las relaciones exteriores, es conocida la posición del Grupo Socialista respecto de Iraq. La situación allí es muy complicada, y pasa por establecer la seguridad en la zona con el fin de, posteriormente, dar pasos políticos
en positivo. Indudablemente, y usted lo sabe bien, el Grupo Socialista considera que la situación de Iraq es consecuencia de una política equivocada, nefasta, mantenida por los Estados Unidos y lamentablemente seguida por el anterior Gobierno de
España, política que se ha enmendado. Apartarse de la legalidad internacional y llevar a cabo una acción unilateral de intervención, como la que se produjo en Iraq, ha dado lugar a la actual situación, muy compleja, por lo que no hay otra salida
que la de recomponer la legalidad internacional y actuar de forma coordinada con las Naciones Unidas para, insisto, devolver la seguridad a la zona y posteriormente dar pasos claros con objeto de restablecer la democracia manteniendo, como ha dicho
un interviniente anterior, la unidad territorial del Estado de Iraq.



Por otra parte, la situación en Israel y Palestina está llegando al deterioro absoluto. Por ello, pedimos que en el próximo Consejo éste y la Comisión adopten claras medidas para el restablecimiento de un marco mínimo de diálogo y
recomposición de las relaciones entre ambos Estados.
Me gustaría señalar que la Comisión, en su claro papel de velar por la legalidad internacional, tiene también que hacerlo por el cumplimiento de la cláusula de derechos humanos del Acuerdo de
asociación de la Unión Europea y el Estado de Israel y el cumplimiento del dictamen del Tribunal Internacional de Justicia, de 9 de julio de 2004, en La Haya, en el que se determina claramente ilegal la construcción del muro que está elevando Israel
en el territorio palestino ocupado.



Por último, intentando ser breve puesto que se han dicho muchas cosas, quiero referirme a la crisis que la semana pasada vivó la Comisión en tanto que, por primera vez, no ha sido posible ratificar una Comisión propuesta por los Estados. No
hay que olvidar, porque es importante, que los comisarios son propuestos por los Estados miembros y deben ser ratificados por el Parlamento. Ciertamente, la situación es compleja porque no están claramente delimitadas las competencias del
Parlamento y del Consejo en cuanto a la composición de la Comisión; además, ésta tampoco es un gobierno en el más puro estilo parlamentarista, como lo es en los Estados nacionales. Por lo tanto, existe cierta complejidad a la hora de analizar la
situación, pero para el Grupo Parlamentario Socialista no se trata de una crisis institucional dramática, sino de una crisis institucional producida por un fortalecimiento de la democracia.



No es posible mantener durante mucho tiempo la consulta al Parlamento, en este caso la ratificación de la Comisión, y pedirle que siempre se pronuncie en el mismo sentido. Es decir, el Parlamento ha hecho ejercicio de su derecho a la
ratificación o no de la Comisión; tenía que hacerlo en su conjunto porque no tiene otra opción, y el Parlamento ha ejercido su derecho.



Por lo tanto, la crisis institucional tiene una salida clara -ésa sí que está marcada- y es la nueva presentación de una Comisión al Parlamento.
Nosotros entendemos que ha habido un fortalecimiento democrático de las instituciones
democráticas y que, por lo tanto, hay que hacer una lectura muy en positivo de lo que pasó la semana pasada en Estrasburgo.



Además, hay que añadir un elemento importante: el caso Buttiglione. Este comisario, claramente cuestionado y puesto en tela de juicio para aprobar o no todo el colegio de comisarios, ha caído, fundamentalmente, por una cuestión de valores
y de derechos que conforman el acervo comunitario. No ha sido la Europa económica la que ha puesto en jaque a la nueva Comisión, sino la Europa de los valores y de los derechos. Con la trasgresión de lo que puede ser la esfera interna a lo que es
el postulado político en el que se basa todo este proyecto


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se ha puesto claramente de manifiesto que los cimientos de la construcción europea se asientan en los valores, en los derechos y en las libertades públicas fundamentales que se reconocen a todos los ciudadanos de los países que forman parte
de la Unión Europea. Por lo tanto, éste sería otro elemento en positivo.



La señora PRESIDENTA: Señora Rodríguez, por favor, vaya terminando.



La señora RODRÍGUEZ RAMOS: La verdad es que intervenir la última te obliga a consumir menos tiempo, de hecho creo que no me he excedido del tiempo que han utilizado los oradores que me han precedido, pero termino haciendo un par de apuntes.



En relación a la estrategia de comunicación, es muy importante, señor secretario de Estado, que seamos capaces de fortalecerla entre las instituciones comunitarias y los ciudadanos. Tenemos una prueba importante: el referéndum, y, a
diferencia de lo que opinan otros grupos políticos, concretamente el Grupo Parlamentario Popular, creo que es fundamental que España haya adoptado la decisión de ratificar por referéndum el tratado que recoge la Constitución para Europa; de hecho,
hemos puesto una fecha cercana y seremos el primer país en ratificar el referéndum. Sabemos que tenemos que hacer un esfuerzo importante a la hora de explicar lo que esto significa y que se trata de un instrumento jurídico que nos va a permitir
trabajar mejor; es decir, el texto que instituye el tratado de la constitución no va a solucionar problemas pero sí nos va a permitir hacer política comunitaria, que es la que soluciona los problemas.



En relación a la duda suscitada y la forma de hacerlo por parte del Partido Popular y de su portavoz sobre la inconstitucionalidad o no con la Constitución, me parece que responde a una postura que ya se nos anuncia muy tibia. Sin duda, con
su estrategia del 'sí, pero...' el Partido Popular arroja dudas a la ciudadanía sobre lo que el texto constitucional significa. Frente a esto, el Partido Socialista mantiene una postura muy clara. Sí, porque es necesario; sí, porque sin
Constitución -y no hablamos de que nos salgamos o no de Europa- estaríamos dificultando en gran medida el avance en los próximos años de este proyecto de construcción europea que está aún inacabado y que para los socialistas es vital.



Muchas gracias.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Rodríguez.



A petición del señor secretario de Estado, suspendo la sesión por tres o cuatro minutos. Muchas gracias. (Pausa.)


Tiene la palabra, para responder a las distintas intervenciones de los representantes de los grupos parlamentarios, el señor secretario de Estado.



El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA UNIÓN EUROPEA (Navarro González): Muchas gracias, señora presidenta, y también gracias por acordar este breve receso.



Quería hacer un primer comentario de carácter general en relación con las cuestiones suscitadas a fin de obtener una mayor documentación. La información que tengo es que hasta ahora no ha habido un compromiso previo por parte del Gobierno
de presentar un informe previo escrito antes de los consejos europeos que podemos denominar extraordinarios, de otoño y primavera, sí cuando se trata del Consejo Europeo habitual, el de final de presidencia, de junio y diciembre, de modo que tampoco
había tradición y compromiso de comparecencia por parte del ministro y del secretario de Estado con carácter previo a estos consejos de otoño y primavera. Yo no tengo ningún inconveniente, ya se lo he hecho saber a la presidenta de la comisión, en
hacer de esto una regla; al contrario, creo que mientras más podamos discutir los asuntos de Europa, mejor para todos y de ahí mi convencimiento de que con estas reuniones contribuimos a comunicar Europa, que es una de las cuestiones de las que
hablaré más adelante.



Por supuesto, haré llegar a la secretaría de la Comisión el memorándum que ha presentado España en materia de espacio de libertad, seguridad y justicia y también me comprometo a enviarles periódicamente la información que sea relevante para
esta comisión. Me gustaría trabajar desde esa complicidad. Pienso que es algo fundamental y voy a nombrar a una persona en la Secretaría de Estado para que se ocupe específicamente de hacer llegar a la comisión mixta toda aquella documentación que
tenga una cierta relevancia en el ámbito comunitario.



A continuación, paso a responder a cada una de sus señorías. En primer lugar, el señor Reinares, del Grupo Parlamentario Popular, ha mencionado un poco de pasada la pérdida de peso en la toma de decisiones. Quería señalar que desde ayer
está en vigor Niza, y España ya no tiene ocho votos en el Consejo, sino que pasa a tener 27. Estas reglas de voto van a estar vigentes hasta el 1 de noviembre de 2009, que es cuando entrará en vigor -si ha entrado antes en vigor la Constitución- el
esquema institucional de la Constitución. Así pues, esta es una buena noticia, porque España va a tener ahora más peso en las decisiones del Consejo. La minoría de bloqueo estará situada en 91 votos y esto es algo importante y tenemos que tomar
conciencia de ello, ya que a partir de ayer en el consejo tenemos una situación algo mejor que la que hemos tenido en este período interino, hasta el 1 de noviembre, en cuanto a nuestro peso en la toma de decisiones.



En relación con el pacto de estabilidad, puedo confirmar todo lo que el secretario de Estado de Economía ha dicho en su comparecencia de hace unos días. El Gobierno español -como no podía ser de otra manera- considera que el eje fundamental
de su política económica es la disciplina presupuestaria, el respeto a


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los grandes principios que están incardinados en el pacto de estabilidad.
Esta es la mejor manera de crecer y de crear empleo, y no tengo ninguna duda al respecto. Las propuestas que ha presentado el comisario Joaquín Almunia van en una
línea no tanto de hacer una reforma radical del pacto y de sus principios -por el contrario, ahora con la Constitución vamos a constitucionalizar-, sino de tener en cuenta algunos ajustes, como la ampliación, la entrada de diez países y algunos de
ellos tienen unos déficit de más de dos dígitos, déficit del sector público en porcentaje del PIB y, por consiguiente, se trata de algunos pequeños retoques que permitan una mayor flexibilidad. Por ejemplo, en la nueva propuesta de Joaquín Almunia
se valora más el criterio de la deuda que el del déficit coyuntural del 3 por ciento de un año. La deuda es una losa que queda sobre toda la sociedad y no es lo mismo la situación de una economía como la italiana, que tiene una deuda de más del
cien por cien de su PIB, que la de España, que está, afortunadamente, por debajo del 50 por ciento y las previsiones del Gobierno son las de seguir reduciendo ese porcentaje de deuda. Estamos ahora entre los mejores Estados miembros en cuanto a
este criterio pero, en términos generales, coincido plenamente con su señoría sobre los grandes principios del pacto de estabilidad y la importancia fundamental que tienen para el bienestar y para la prosperidad en nuestras economías.



Ha hecho un breve comentario en relación con las regiones Objetivo I -no es este el tema de la comparecencia hoy- y ha sugerido pasar del 66 al 75 por ciento en las ayudas que recibirían las regiones que se irían.
Entiendo que se refiere a
las regiones que salen por efecto estadístico, es decir, las que salen por efecto natural porque son más ricas, como va a ser el caso de Valencia, Castilla y León y Canarias (Canarias, por los pelos, alcanzó el 75 por ciento en Berlín y ha
disfrutado estos siete años de ese carácter de región Objetivo I) y para estas regiones la Comisión propone tan sólo el 33 por ciento. Esta es una cuestión muy importante y estamos pensando pedir más. Pero para las que salen por efecto
estadístico, España sólo tiene dos, Asturias y Murcia, en estas próximas perspectivas financieras y tenemos que ser conscientes también de cuántas salen en otros Estados miembros y el coste que puede tener para otros Estados miembros porque va a ser
muy superior . Por tanto, aquí tenemos que pensar muy bien cuál es la posición española y si tal vez no nos convendría fundir el caso de estas dos regiones, las que salen por razones naturales y las que salen por razones estadísticas. En cualquier
caso, su señoría puede estar seguro de que vamos a tratar de conseguir lo máximo posible para las dos categorías de regiones; de hecho estamos pidiendo ya el 75 por ciento para las que salen por razones estadísticas, como usted ha señalado, y
también el 45 por ciento y no el 33 para las que salen por razones naturales, por ser más ricas, como es el caso de las regiones ya citadas.



Sobre la Agenda de Lisboa, tengo que decir que tenemos que defenderla e incluso más, y me sumo a lo que usted ha dicho de ser un referente, que España sea un ejemplo de cómo se ponen en práctica los objetivos de Lisboa. Yo le daría un dato
que a mí me llena de orgullo y que creo que nos debe llenar a todos los españoles porque incluye también el trabajo y la labor que ha hecho el Gobierno precedente, al margen de las cuestiones más económicas, y es que en la estadística sobre
trasposición de directivas al derecho interno España figura a la cabeza de los veinticinco Estados miembros. Somos, con Dinamarca, los únicos dos Estados miembros que cumplimos los dos criterios que establece la Comisión: que no tengamos ninguna
directiva con un plazo de trasposición de más de dos años ya vencido y que hayamos superado el 98,5 por ciento de trasposición sobre el total de directivas, los mil cuatrocientos y pico actos jurídicos. Esto nos debe llenar de orgullo, que España y
Dinamarca seamos los únicos dos Estados miembros que cumplamos esos dos criterios indica que hemos trabajado bien y lo que hay que hacer es seguir manteniendo ese ritmo y aquí el Congreso y el Senado tienen un papel importante, porque muchas de
estas normas de trasposición son leyes y no es suficiente con un decreto o con una orden ministerial.



Sobre el espacio de seguridad, libertad y justicia el señor Reinares hablaba de los fondos comunitarios necesarios. Sin duda alguna España es un país periférico, es frontera sur de la Unión Europea, y estamos asumiendo unos costes muy
importantes en nombre de los demás Estados miembros, del mismo modo que cuando entramos en Schengen recuerdo muy bien que nos decían los franceses: os estamos dando la llave de nuestra casa, a ver qué uso hacéis de esa llave, es obvio que esa llave
tiene un coste muy grande, por eso estamos pidiendo -y lo vamos a seguir haciendo en el marco de las perspectivas financieras- que haya un reconocimiento de los costes que tienen los Estados miembros que somos ahora frontera en esta Unión ampliada.
Lamentablemente la propuesta de la Comisión para las perspectivas financieras es destinar poco más del 3 por ciento del total a este ámbito del espacio de libertad, seguridad y justicia, que por supuesto no está a la altura de la importancia que
todos estos campos de la seguridad, la lucha contra el terrorismo, la inmigración, etcétera, tienen para los ciudadanos europeos; pero, repito, ésta es la propuesta que presenta la Comisión para esas perspectivas hasta el año 2013.



Finalmente quería hacer dos comentarios más. El primero se refiere al Tribunal Constitucional y al tema que ha sido suscitado por los señores Xuclá y Mur, así como por la señora Rodríguez, por lo que intentaré no volver a él. Yo soy, como
creo que algunos de ustedes han señalado ya, un convencido de que no hay incompatibilidad entre el proyecto de tratado constitucional y la Constitución Española. Este tratado es plenamente constitucional, desde una óptica española, y en ese sentido
se ha pronunciado el informe del Ministerio de


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Asuntos Exteriores, que acompañado de la autorización de firma se ha enviado al Consejo de Ministros la semana pasada. El Consejo de Estado ha hecho un informe, que ha llegado hace unas horas, enviado por un motorista y prácticamente sin
tiempo para su análisis por el Gobierno, en el cual también se pronuncia por la compatibilidad y por el carácter constitucional de las distintas cuestiones que analiza, que son novedad en este tratado, como la personalidad jurídica de la Unión, la
carta de derechos fundamentales, y la primacía del derecho comunitario.



Sugiere sin embargo al Gobierno que haga uso de su potestad, recogida en la Constitución Española, y solicite un requerimiento al Tribunal Constitucional -ése es el término jurídico: requerimiento- para que éste haga una declaración,
vinculante para el Gobierno. Tenemos un precedente, que es el Tratado de Maastricht, en que el Gobierno hizo este requerimiento y el Tribunal Constitucional hizo una declaración que nos obligó a cambiar la Constitución; se trataba de un mero
trámite, y fue aprobado en las Cortes Generales por una mayoría de tres quintos, cuando se introdujo el sufragio activo y pasivo.



Yo creo que esta cuestión es importante sin lugar a dudas; no debemos enturbiar el referéndum y la consulta a los ciudadanos, pero sí es lógico que los ciudadanos sepan qué implica este tratado constitucional. En esa línea hoy se hará
público, al final de esta mañana, que el Gobierno solicitará la oportuna declaración del Tribunal Constitucional, en un espíritu de consenso y de entendimiento con todas las fuerzas políticas, porque creo que no debemos frivolizar ni con Europa ni
con la Constitución Española. Desde ese ánimo el Gobierno entiende la importancia que tiene esta cuestión y, como digo, en las próximas horas se hará público también desde el principal partido de la oposición el consenso y el acuerdo para que se
eleve este requerimiento por el Consejo de Ministros el viernes al Tribunal Constitucional, y sepamos si es posible antes de finales de este año, antes del 31 de diciembre el pronunciamiento del Tribunal. Yo tengo el convencimiento pleno de que hay
compatibilidad absoluta; si se lee el artículo 1.6 de la Constitución Europea dice que la Constitución y el derecho de las instituciones, en la ejecución de las competencias que les son atribuidas, primarán sobre los derechos nacionales. Por
tanto, dice claramente en ejecución de las competencias que les son atribuidas, que son los mismos términos que utiliza la Constitución Española de 1978, que ya preveía nuestra adhesión a las comunidades europeas, y donde el artículo 93 establece la
posibilidad de que, a través de un tratado, se transfiera la ejecución de competencias de la Constitución Española a organismos internacionales; no se menciona a la Unión Europea o a las comunidades europeas, y sería tal vez conveniente incluir esa
referencia en el artículo 93 para europeizar un poco nuestra Constitución, pero yo creo que no hay ninguna incompatibilidad; en todo caso, obviamente, compete al máximo órgano constitucional, a nuestro Tribunal Constitucional, pronunciarse al
respecto, y que en enero se pueda convocar el referéndum con pleno conocimiento de causa, y que la ciudadanía española sepa qué es lo que supone también su voto en ese referéndum.



Por último, el señor Reinares hablaba de Sudán y de las partes. Sudán es el mayor país de África; yo lo conozco bien, porque he estado allí varias veces. Hay muchos conflictos, lleva más de veintidós años en guerra civil, ha tenido más de
dos millones de muertos en este conflicto y cuatro millones de desplazados. Yo me refería evidentemente a las milicias Janjaweed, en el caso concreto de Darfur, donde además los campos de refugiados están siendo llevados por la Cruz Roja Española,
y de eso nos podemos sentir orgullosos.



Al señor Xuclá, de Convergència i Unió, no le voy a repetir lo manifestado contestando al señor Reinares, pero recojo el punto sobre la armonización de los convenios de retorno con países terceros porque España tiene un enorme interés en
impulsar esta cuestión, pero no es fácil, en primer lugar porque hay muchos países terceros que lamentablemente no aceptan este tipo de convenios o que, si lo aceptan, lo hacen, como el caso de Marruecos, exclusivamente para sus nacionales, pero no
para personas de otros países subsaharianos que han entrado a través de Marruecos en España, y para esas personas no está previsto nuestro convenio de retorno. Sin duda alguna éste es uno de los ejemplos de lo mucho que nos queda por hacer para
construir un verdadero espacio de libertad, seguridad y justicia y una de las acciones que España está impulsando, primero, para sensibilizar a los demás Estados miembros, y segundo, para poder ir avanzando por esta línea de que estos convenios se
incorporen a las negociaciones de acuerdos con países terceros.



Sobre el tema Comunicando Europa, que también ha sido suscitado por otros miembros de la Comisión, el presupuesto que tiene previsto Bruselas es -y no me voy a cortar en utilizar el término- ridículo: ocho millones de euros es lo que está
previsto. Yo espero que podamos sensibilizar al Parlamento Europeo para que en esta segunda lectura y última del presupuesto comunitario para el año 2005 esa partida se aumente, porque con ocho millones de euros obviamente es muy difícil llegar a
450 millones de ciudadanos. Pero, dejando esto a un lado, no se trata sólo de una cuestión de dinero; yo creo que es muy importante -y también ha sido suscitado por el señor Anasagasti- movilizar a los medios audiovisuales; la radio y la
televisión es la mejor manera de llegar a los ciudadanos y en esa línea estamos trabajando con las públicas y con las privadas.
Tuvimos un primer gesto el día de la firma, cuando se puso la bandera europea en todas las emisiones durante todo el día
en estas cadenas de televisión, con la única excepción -fue una pena- de Canal +, y vamos a seguir en esa línea. A mí me gustaría que incluso en los espacios infantiles de la tarde se explicara qué es Europa, qué es el euro, y cómo nos afecta
Europa. Si no enseñamos


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Europa en las escuelas, y hoy no se enseña en España, mucho menos en las universidades que siguen muchas todavía con el plan de Derecho de 1953, va a ser muy difícil que Europa cale en la ciudadanía, pero hoy por hoy ésa es la cifra prevista
en el anteproyecto de presupuesto comunitario.
Ya haré más adelante alguna referencia a lo previsto desde el Gobierno con vistas a la campaña del referéndum.



Rumanía y Bulgaria 2007-2008. He de decir que esta confusión se crea porque éstos son los dos únicos Estados miembros que han aceptado una cláusula por la cual se puede retrasar un año la adhesión, a petición de ellos, si consideran que no
están listos y que no han asumido aún todo el acervo comunitario, para que, si se ven con problemas, puedan ellos mismos preverlo, aunque también se puede pedir por la Unión Europea un retraso de un año. Por tanto, incluso después de la firma el
año próximo, no hay que descartar, bien porque lo pidan los Veinticinco, bien porque lo pidan Rumanía y Bulgaria, que su entrada como Estados miembros de pleno derecho sea en 1.º de enero de 2008 y no en 2007.



Sobre el tema de las lenguas, que imagino que tiene especial interés para su señoría, le confirmaría que se va a presentar esta semana, en Bruselas, el texto oficial de la Constitución en las otras lenguas españolas, y que también es nuestra
intención, antes de finales de este mes, presentar en Bruselas un memorándum que estamos elaborando conjuntamente -y me importa subrayar el término 'conjuntamente'- con las seis comunidades autónomas que en España tienen cooficialidad de lenguas,
que son Galicia, País Vasco, Navarra, Cataluña, Baleares y Valencia. Con las seis estamos trabajando en la Secretaría de Estado para preparar un memorándum en el cual identifiquemos algunas cuestiones concretas, muy prácticas, de interés para los
ciudadanos y sin coste para el presupuesto comunitario, que nos permitan hacer realidad esto que es enormemente difícil. En una Unión Europea que casi ha duplicado el número de lenguas, que un Estado miembro tenga varias lenguas oficiales es algo
prácticamente imposible. Creo que si vamos a pedir el todo no obtendremos nada. Me parece que ese es un poco el convencimiento de todos aquellos que han abordado esta cuestión, y por ello nuestro interés en tratar de identificar tres, cuatro,
cinco cuestiones concretas, y que asumamos su coste nosotros, como Estado miembro. Por ejemplo, traducir no las 40.000 páginas del diario oficial que se publican todos los años, sino las 1.000 páginas de los documentos que son objeto de codecisión
legislativa entre el Parlamento y el Consejo de Ministros. Eso es algo ya diferente. No estamos pidiendo todo el acervo, las 40.000 páginas del diario oficial anuales, sino 1.000 páginas. Este es un ejemplo de un derecho de petición si hacemos la
traducción a nivel interno. El ciudadano vasco, catalán, se dirige en su lengua materna, nosotros asumimos la traducción, enviamos los dos textos en castellano y en vasco, en castellano y catalán o en castellano y gallego, a las instituciones
comunitarias y nos aseguramos de que la respuesta la recibe en su propia lengua. Este es otro ejemplo de una idea en la que estamos trabajando e incorporando a este memorándum que presentaríamos a finales de noviembre.



Sobre la necesidad de una ley orgánica, el Gobierno piensa que es preferible comenzar en este tema tan complejo de la participación autonómica en los temas europeos con la práctica, y ya veremos. Más adelante hará falta una ley orgánica en
su momento, pero nuestra preferencia es una vez que tengamos ya la suficiente experiencia para que se pueda hacer en ese momento una propuesta de ley que sea enviada a las Cortes.



Sobre la compatibilidad, ya he hablado.



Señor Espasa, de Entesa Catalana de Progrés, estoy totalmente de acuerdo con lo que ha dicho sobre Lisboa y los Estados miembros. Sobre Tampere II no le puedo dar los datos de los aviones. Lo voy a comprobar y le haré llegar la
información. Si fuera algo especialmente llamativo, que no lo creo, estamos siempre respetando, obviamente, la legislación en materia de datos personales, etcétera, en este difícil equilibrio entre seguridad y libertad. Coincido plenamente con
todo lo que usted ha dicho sobre el tratado constitucional. No es ningún final, es una base para seguir avanzando. Creo que usted mismo, señoría, ha dicho en otras ocasiones, tratado insuficiente pero cargado de futuro, que es una expresión muy
bella para referirnos al derecho primario comunitario.



Sobre el presupuesto de Comunicando Europa, la Secretaría de Estado, como sabe, tiene muy pocos medios, posiblemente como máximo quizá podamos disponer de tres millones de euros para movilizar y sensibilizar a los multiplicadores de opinión.
Básicamente pensamos trabajar a través de universidades, a través de tener un día en las escuelas, en enero, dedicado a Europa, y distribuir a todos los profesores en España un kit con unos elementos básicos de lo que es la Constitución europea para
que puedan ese día en la escuela dedicarlo a Europa. Pero lo que es obvio es que también hay muchas otras maneras de movilizar a la sociedad española, y se han apuntado algunas de ellas. Es fundamental que las 17 comunidades autónomas, que en
estos momentos tienen una parte muy importante del presupuesto y que están cercanas a los ciudadanos, se movilicen. A mí me gusta reconocer el gesto de Canarias, que ha sido la primera comunidad autónoma en España cuyo Parlamento ha pedido ya el sí
a los ciudadanos canarios en esta consulta electoral como un modelo. Canarias ha estado a la vanguardia de España, y yo espero que en otras comunidades autónomas sus parlamentos también se movilicen. Me gustaría que los 7.000 ayuntamientos
españoles pusieran la bandera europea a través de una moción, y que mostraran también algún gesto en relación con Europa, porque son los que están cercanos a los ciudadanos.



Hay muchas otras vías. Cuando hablaba del presupuesto no son los ocho millones de euros. Hay unos presupuestos de visibilidad en los distintos proyectos


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que financia Europa en España, ya sea por el Feoga-Orientación, ya sea por el FEDER, ya sea por los miles de cursos de formación del Fondo Social Europeo, que muchas veces se diluyen en la sociedad, y no se es consciente de que eso viene de
Europa y viene de otros contribuyentes europeos que, con sus impuestos, como he dicho en más de una ocasión, nos están transfiriendo el 0,7 por ciento neto de nuestro producto interior bruto cada año. Este año, más. Este año estaremos casi en el 1
por ciento. El año pasado estuvimos en el 1,1, y en el año 2002, en el 1,3 por ciento neto de transferencia a nuestra economía. Ahí hay que hacer, sin duda alguna, un enorme esfuerzo. El otro día hablaba con el presidente de la Cruz Roja Española
pidiéndole que se movilice también por Europa. Hay un millón de españoles que reciben alimentos a través de la Cruz Roja Española, de Cáritas, y que son excedentes agrícolas, sin que se sepa. Se conocen otras acciones de la Cruz Roja Española,
pero no esta concreta que se hace con medios comunitarios.



Así pues, hay mucho que hacer, pero yo querría, no por quitarme esa responsabilidad de encima como Gobierno, sino porque estoy convencido de que el referéndum solo saldrá adelante si ilusionamos de nuevo a la sociedad española, si nos damos
cuenta de que hemos vivido los mejores dieciocho años de nuestra historia con esas transferencias de un 0,7 por ciento de media anual desde Bruselas, pero con muchas otras cosas y con mucho que hemos dado nosotros a Europa, desde América Latina a la
ciudadanía europea, el proceso de Barcelona, la lucha contra el terrorismo, etcétera, y que solo movilizándonos todos conseguiremos ese objetivo.



Estoy totalmente de acuerdo, y lamento el lapsus de no haber hablado de la integridad territorial de Iraq. Es algo absolutamente fundamental.
Coincido también con usted en que lo fundamental es tener ahora, después del problema que ha
habido con la Comisión Barroso, tener una Comisión fuerte, que la necesitamos en Europa los próximos cinco años, así como un Parlamento fuerte. Lo que ha ocurrido en Estrasburgo, donde no se ha llegado a votar, sino que, simplemente, al final, el
presidente electo ha pedido un receso del voto, pero obviamente sabía que había ya una resolución que contaba con una amplísima mayoría, que pedía ese mismo retraso.



Señor Anasagasti, seré más breve, porque ya no voy a repetir los puntos abordados. Sobre la agencia de fronteras exteriores, ¿por qué España no lo solicita? Pues porque hay un acuerdo unánime de los Veinticinco de que esta agencia irá a
uno de los diez estados nuevos que acaban de ingresar con nosotros, y yo creo que incluso si se llega a aprobar alguna otra agencia en los próximos meses, habrá también una tendencia natural muy lógica de que vaya a los nuevos estados miembros. En
España tenemos la Agencia de Seguridad e Higiene en el Trabajo, que está en Bilbao, la Oficina de Marcas, que está en Alicante, con su correspondiente Escuela Europea, porque es una de las agencias más importantes de la comunidad, tenemos el
Instituto Biotecnológico en Sevilla, tenemos el Observatorio de Pesca, en Vigo, y tenemos, que también es muy importante, el Centro de Satélites de la UEO, que ahora pasa a ser una agencia de la Unión Europea, aquí en Torrejón de Ardoz. Es decir,
España no está mal en cuanto a agencias. Lo que sí vamos a pedir, puesto que hay este acuerdo de que la agencia vaya a un Estado miembro, es que el director de la misma sea un español, precisamente para aportar la sensibilidad del sur, de un país
que es frontera sur de la Unión Europea. Además, España no tiene en estos momentos ningún director en ninguna agencia europea. El señor Jiménez Beltrán, fue director en la Agencia de Medio Ambiente de Copenhague, pero ya no lo es.



En materia de datos, obviamente, si se hace un trabajo de conexión de datos debe ser con todas las policías precisamente para tratar de ser lo más eficaz posible en los objetivos que se pretenden.



Sobre el Comunicando Europa, totalmente de acuerdo con sus comentarios sobre la necesidad de movilizar, sobre todo, los medios audiovisuales.



En cuanto a la omisión de Afganistán o Cuba, el problema que ocurre en cada Consejo Europeo es que al final hay una tendencia al árbol de navidad, es decir, que todo el mundo tiende a colgar su tema. No es que sean cuestiones menores, ni
mucho menos, pero este es un Consejo, el de otoño, que empezó siendo extraordinario, igual que el de primavera. En el que se recogen todos los datos es el de diciembre o junio, con el que acaban las presidencias, pero con independencia de ello,
cuando se quiere plantear un tema, hay que ver también con perspectivas de éxito si es más conveniente hacerlo a través del Consejo Europeo -en muchos casos sí- o ir trabajando desde abajo, desde los grupos de trabajo. En todo caso, como digo, es
un Consejo que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno muy pocas horas y se ha acordado, por razones de consenso, limitar la agenda a estos temas.



En cuanto a la participación en cuestiones europeas dice que he sido muy escueto. Lo he sido porque he venido hablar del Consejo Europeo extraordinario de otoño, pero estoy disponible para dedicar horas a esta cuestión porque me parece
fundamental y en la cual estamos trabajando en la Secretaría de Estado no voy a decir que día y noche, porque sería exagerado, pero no demasiado. Creo que tenemos un buen texto, que ha sido sometido a la CARCE, la Comisión de Asuntos Relacionados
con las Comunidades Europeas, que ha sido objeto de debate por los presidentes autonómicos en la última cumbre, y creo que es un texto ambicioso, que abre una puerta que hasta ahora estaba cerrada y que se sostiene en esas tres patas. En primer
lugar, las lenguas que, como ya he dicho antes al señor Xuclà, lo vamos a concretar en un memorándum que presentaremos en Bruselas a finales de este mes con una serie de propuestas que elaboramos conjuntamente con las


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comunidades autónomas. Tengo un enorme interés en que esto no sea algo que sale de mi Secretaría de Estado, sino que se hace junto con las seis comunidades autónomas que tienen cooficialidad de lenguas en España.



La segunda pata es la apertura en la representación permanente de una consejería autonómica integrada por dos funcionarios -habrá un tercero el año que viene cuando ampliemos físicamente el espacio de la representación permanente- a las
órdenes del embajador y con los mismos derechos y obligaciones que los demás consejeros. Estos consejeros autonómicos serán nombrados por las comunidades autónomas por un plazo de tres años, prorrogables. Va a ser difícil encontrar el consenso
pero creo que estamos en la buena vía. Todas las comunidades autónomas que han presentado candidatos para esos puestos han aceptado que aquellas que no han presentado candidato, que han sido sólo tres, sean las que hagan la preselección de los
currículos para estas personas que se incorporarán a la representación permanente y que, como digo, tendrán los mismos derechos y obligaciones, podrán asistir a cualquier grupo del Consejo, incluido el Coreper 1 o el Coreper 2. Junto a ellos se
incorporan consejeros autonómicos en una serie de formaciones del Consejo y, lógicamente, aquí la rotación debe ser durante seis meses, la duración del programa de trabajo de una presidencia. Por último, ni la Reper ni la presencia de consejeros
autonómicos en la delegación ministerial en Bruselas tiene sentido si no creamos un mecanismo de coordinación en España en el cual se fije una posición común porque estas personas, tanto los consejeros de la Reper como los consejeros del gobierno
autonómico no van a hablar en nombre de su comunidad de origen, sino que tiene que hablar en nombre de las 17 comunidades autónomas. De ahí que haya que revitalizar las conferencias sectoriales, la de agricultura, la de medio ambiente, etcétera, y
creo que este puede ser un ejercicio enormemente beneficioso porque hay unas personas con una formación excelente en las comunidades autónomas en materia europea y de lo que estamos hablando es de añadir, de sumar, de que somos todos Estado, de que
no es el Estado y las comunidades autónomas, sino que las comunidades autónomas son Estado, lo somos todos, y desde un principio de lealtad institucional creo que podemos ir muy lejos.



El último punto es el recurso ante el Tribunal de Justicia. Lo que se propone es hacer uso de un acuerdo de la CARCE, la Comisión de Asuntos Relacionados con las Comunidades Europeas, que no había sido utilizado.
Se trata de un acuerdo del
año 1989 por el cual el Gobierno, si hay una solicitud de un gobierno autonómico para presentar el recurso, el Gobierno en su nombre lo presenta porque hoy por hoy la legitimación activa ante el Tribunal de Justicia está limitada a los Estados
miembros y a las personas jurídicas o físicas que estén directamente afectadas.
Ahí el Tribunal hace una interpretación muy estricta ante el hecho de estar directamente afectado una persona física o jurídica.



El señor Mur -voy terminando- se refería a la competitividad, que es un término que inspira toda la Agenda de Lisboa. Es cierto que, en ocasiones, tiene alguna visión un tanto peyorativa por parte de la ciudadanía porque se identifica
enseguida competitividad con pérdida de puestos de trabajo, con deslocalización de empleo. El Gobierno está reflexionando mucho sobre otro concepto, que es el de productividad, y es posible que España presente una propuesta en esta línea. Ante la
multitud de objetivos que tiene Lisboa, tal vez si nos concentramos en el de la productividad podamos llegar más fácilmente a la opinión pública. Los españoles también podemos sacar nuestra experiencia sobre el crecimiento económico español en los
últimos veinte años, que de un crecimiento medio de un 3,2 por ciento de nuestro PIB 2,5 viene por creación de empleo y sólo 0,7 por productividad. Ahí es donde está el verdadero reto para nuestra económica. Esto enlaza con lo que decía la señora
Rodríguez sobre la inversión e innovación en investigación y desarrollo, en nuevas tecnologías, formación continua, etcétera. Este es el futuro y por aquí tiene que apostar España, y posiblemente el concepto productividad sea más relevante que el
de competitividad.



Sobre la deslocalización, yo no tendría una visión negativa, sino positiva. Hay que acordarse de España cuando entró en las Comunidades Europeas en el año 1986. Nosotros recibimos entonces muchísima inversión extranjera, más de 100.000
millones de dólares en cuestión de muy pocos años que eran deslocalización de otros Estados miembros que venían a instalarse en España aprovechando la mano de obra más barata y el nivel de renta inferior que tenía España. Aquí está el resultado:
España, después de 18 años, está también deslocalizando parte de su industria en otros países, pero si eso nos permite tener mayor competitividad y una economía como la que tenemos, que es una de las economías más abiertas y dinámicas del mundo
-somos el sexto país del mundo receptor de inversión extranjera-, creo que eso también tiene una lectura positiva.



Estoy de acuerdo con los comentarios que ha hecho sobre seguridad e inmigración, Comunicando Europa, hacer pedagogía y que participen las comunidades autónomas, sin duda alguna.



En cuanto a Oriente Medio y Arafat, obviamente en esta línea está el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, que ha trabajado siete años de su vida como enviado especial de la Unión Europea en Oriente Medio, que ha convivido
con el presidente Arafat y con el que ha hablado por teléfono en estos momentos de su salida de Ramala hacia París. Está en estrecho contacto con el alto representante para que tengamos en el Consejo Europeo de esta semana, como les indicaba, un
plan de acción a corto y a medio


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plazo con una serie de ideas que presentará hoy Javier Solana a los ministros en el almuerzo y que serán aprobadas por el Consejo Europeo del jueves y el viernes.



Por supuesto, como ha señalado ya la presidenta, el próximo día 10 estaré con mucho gusto con ustedes para informarles del resultado de este Consejo Europeo.



Por último, a la señora Rodríguez le agradezco todo lo que ha dicho sobre innovación y desarrollo. Este es el gran reto, como decía antes.



La patente comunitaria no va a este Consejo Europeo. Como sabe muy bien, es objeto de bloqueo por una serie de Estados miembros, entre ellos España. Aquí nos estamos jugando, igual que he hablado antes de las otras lenguas españolas, el
futuro del español como lengua tecnológica en el mundo, y no solamente de los cuarenta millones de españoles, sino de los cuatrocientos millones de ciudadanos del mundo que se expresan en español. De ahí que España, en la cuestión de la patente
comunitaria, se juegue mucho y no vaya a aceptar cualquier solución de utilizar, como es el caso en estos momentos de algunas propuestas, únicamente tres lenguas: el inglés, el francés y el alemán. Nosotros podríamos aceptar el sistema de lenguas
de Alicante, que son cinco, con el español y el italiano, o en último extremo el english only, un sólo idioma que sería sólo el inglés, pero ahí el problema ya no es España, sino otro Estado miembro que no acepta esa fórmula que posiblemente, al
final, sea la que haya que aceptar si queremos realmente ser competitivos en el mundo en que nos movemos.



Sobre movilidad de investigadores, totalmente de acuerdo, así como con la igualdad entre hombres y mujeres. También en cuanto a terrorismo y relaciones exteriores de la Unión Europea, sin duda alguna. Desde el Gobierno anterior se ha
estado trabajando en esta línea, se han dado muchos pasos y hay que seguir por esta vía. Ya se ha adoptado el reglamento de la agencia de fronteras bloqueado por España por el tema de Gibraltar. Hemos encontrado un acuerdo con el Reino Unido, que
ahora está en posición de demander porque quiere entrar en Schengen, nosotros estamos en Schengen y obviamente ponemos condiciones para su ingreso.



Sobre los comentarios que ha hecho acerca de la Comisión Barroso, estoy de acuerdo en que hay que intentar que sirva para un fortalecimiento de las instituciones.



Con esto, señora presidenta, daría por terminadas mis respuestas y lamento si no he contestado a todos con toda la precisión que hubieran deseado.



Muchas gracias.



La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señor secretario de Estado.



Abro un turno extraordinario de aclaraciones tasado a tres minutos. Les ruego brevedad.



Seguimos el mismo orden y, por lo tanto, tiene la palabra, en primer lugar, el señor Reinares.



El señor REINARES FERNÁNDEZ: Muchas gracias, señora presidenta.



Señor secretario de Estado, muchas gracias por todas sus aclaraciones, voy a ser muy breve.



La información previa. Claro que es preceptivo que usted lo entregue para el mes de diciembre, pero usted ha hecho una interpretación en el sentido de que entendía que para este tipo de reuniones no debería hacerla. No obstante, dado su
buen talante y su buena predisposición -ha dicho que nos va a enviar toda la documentación- no voy a insistir más y espero que para el futuro nos lo envíe. Por lo tanto, ya lo damos por hecho.



En cuanto a la Agenda de Lisboa, es importantísimo seguirla. La Agenda de Lisboa tiene tres patas fundamentales: social, medioambiental y económica. Las patas social y medioambiental se cumplen y van bien, pero la económica no porque cada
vez nos estamos distanciando más de Estados Unidos, y si ese distanciamiento sigue ocurrirá que si la economía no va no irán tampoco las otras dos.



Pacto de Estabilidad. Debe cumplirse por todos y sin fisuras. Tanto Alemania como Francia piden que la reforma que propone ahora Almunia sea más flexible, pero yo creo que ahí no debemos ceder, debemos ser exigentes puesto que nosotros
también hemos sido exigentes con nosotros mismos y con los españoles para exigirles ese punto de encuentro.



Respecto a la deuda, cuál es la buena y cuál es la mala, eso va en función de cómo esté el país: según qué país puede tener más o menos deuda y según en qué situación se encuentre, sus necesidades y, repito, su situación. Por tanto, vamos
a dejar esto en manos de los expertos que son quienes mejor podrán decir hasta qué punto se pueden endeudar las naciones y los países.



Nos alegra, desde luego, que reflexionen sobre la solicitud de informe al Tribunal Constitucional, nos alegra, nos parece muy bien y sería bueno que no se celebrase el referéndum hasta que lo conociesen todos los españoles. Y a la señora
representante del PSOE, que hizo una alusión a si nosotros estábamos dubitativos, le tengo que decir que no, que nosotros hemos sido los primeros que hemos planteado el referéndum, ha sido el Partido Popular, porque dadas las manifestaciones de
prestigiosos jurídicos -que expresan ciertas dudas-, nos parece lógico que se elabore un informe previo que se comunique a todos los españoles a fin de ser lo suficientemente claros y transparentes.



Por último, he visto que el secretario de Estado no ha aludido a muchos de los temas que yo he citado y acerca de los que he hecho algunas recomendaciones, parece ser que entiende que son las correctas y, por lo tanto, le pido que sigan por
esa línea porque entonces acertarán.



Gracias.



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La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.



Tiene la palabra el señor Xuclà.



El señor XUCLÀ I COSTA: Muchas gracias, señora presidenta.



Quiero hacer una consideración sobre la agenda de política internacional y otra sobre las lenguas y la participación de las comunidades autónomas en la Unión Europea.



Quizá es un tema que he sacado a colación en la primera intervención y que no es de su competencia o que genera una cierta inquietud, pero cuando hablamos de Iraq y de la celebración de elecciones en enero de 2005, del apoyo de la Unión
Europea a las fuerzas de protección y del apoyo económico, ya le he planteado en su momento cómo articulará España este apoyo a la celebración de elecciones en Iraq a través de la Unión Europea. Puede que éste no sea un tema cerrado, pero creo que
incluso los que estábamos en contra de la ocupación, todos, ahora tenemos que expresar el máximo apoyo al intento de que arraigue la democracia en Iraq.



Me voy a centrar en algo a lo que he hecho referencia en mi intervención inicial muy de pasada pero que, como puede comprender muy bien el secretario de Estado, es muy importante para este grupo parlamentario: estoy hablando del tema de las
lenguas. El secretario de Estado ha hecho algunas aclaraciones más sobre este memorándum, sobre esta dificultad que yo creo que no debe ser extrema -usted ha llegado a decir dificultad extrema, casi imposible-; pero si esto fuera así, nos llevaría
a distintos grupos parlamentarios a plantear que en la reforma constitucional también se reformase el artículo 3.1 de la Constitución Española para que las distintas lenguas que hay en el Estado español fueran lenguas de Estado. Esta sería una
alternativa que resolvería automáticamente el tema que estamos comentando.



Ahora le quiero plantear si usted considera que estas traducciones que asumiría el Estado español tendrían valor jurídico, con lo cual el derecho de petición y de respuesta a estos textos en estas lenguas distintas tendrían valor jurídico.
Asimismo, le pregunto sobre la posibilidad de que también España intervenga en la financiación de la traducción en el Parlamento Europeo -como se ha apuntado- y si estas traducciones tendrían sentido, porque serían absolutamente absurdas unas
traducciones que no constaran en el 'Diario de Sesiones' -esto sería el antiparlamentarismo, el anticomunicarse entre las personas-.



Desearía que me clarificara cómo estos dos consejeros autonómicos, que pasan a ser tres, serían nombrados por parte de las comunidades autónomas, a través de qué mecanismo de coordinación, de selección y de elección. Y cuando usted anuncia
lo que creo que tenemos que valorar positivamente, como es la futura participación de consejeros autonómicos en la delegación ministerial, ¿cuándo cree el secretario de Estado que esto puede ser una realidad? ¿Estamos hablando de semanas, de meses
o de algo que se debe perfeccionar?


Finalmente, le pregunto si la activación del acceso al Tribunal Europeo a través de la disposición de las previsiones del año 1989 será de oficio por parte del Gobierno sin entrar a valorar aquello que se presente ante el Tribunal Europeo,
si será un simple trámite o se entrará en alguna valoración.



Nada más y muchas gracias, señora presidenta.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias.



Tiene la palabra el señor Espasa.



El señor ESPASA I OLIVER: Señora presidenta, voy a ser muy breve.



Pensaba no intervenir pero la insistencia del representante de Convergència i Unió en vincular el tema de las lenguas a determinados grupos políticos me obliga a tomar la palabra simplemente para recordar -como lo he hecho ya ante el Pleno
del Senado- que lo que trae causa de esta serie de ajustes que el Gobierno, acertadamente, está introduciendo en la relación de España y de las comunidades autónomas españolas con la Unión Europea, con el Consejo de Europa, fue fruto de una moción
consensuada por todos los grupos parlamentario en el Senado.



Por lo que hace referencia a las lenguas más específicamente, como ya señalé ante el Pleno del Senado, ésta es una reivindicación que, al menos por lo que respecta a Cataluña y creo que en todas las comunidades autónomas, hacen suya todas
las fuerzas políticas. No es un tema de fuerzas políticas, en el caso de Cataluña es un tema de país, y ya lo mencioné en el Pleno del Senado recordando que todos los grupos parlamentarios, incluido el Partido Popular de Cataluña, apoyan estas
cuestiones que, felizmente, por mayoría, aprobamos en el Senado y que ahora de forma diligente el Gobierno está llevando adelante, haciendo mención también de las dificultades con las que se pueda encontrar porque lo que queremos obtener de Europa,
dada la situación de pluralidad compleja que representa el Estado multinacional español, no es fácil trasladarlo al conjunto de los europeos.



En este sentido, me alegro mucho de conocer este trabajo coordinado de las seis comunidades autónomas que tienen lenguas oficiales en la elaboración de este memorándum, porque ésta es la vía adecuada para encontrar la mejor solución posible:
el que sean cuestiones de toda la sociedad y reflejadas por sus gobiernos, no cuestiones que se enarbolen desde determinados partidos políticos contra otros partidos políticos. Las lenguas son patrimonio de los territorios históricos o nacionales
que las tienen y del conjunto de España, no de ningún partido político.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Espasa.



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Tiene la palabra el señor Anasagasti.



El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Gracias, señora presidenta, utilizaré sólo medio segundo.



Nos tranquiliza su intervención respecto a la forma como están trabajando para presentar en el mes de noviembre ese memorándum porque teníamos información de que había una oposición muy manifiesta por parte del representante permanente señor
Basterreche. Por lo tanto, nos tranquiliza usted.



En segundo lugar, respecto a lo que ha dicho sobre política exterior, indudablemente todos los puntos que ustedes van a plantear son situaciones de gran conflicto -llámese Iraq, llámese Irán o llámese Medio Oriente-, pero el caso concreto de
Afganistán no es un gran conflicto aunque es un gran conflicto desde el punto de vista político y de estabilización de una zona. Por ello es bueno que aparezca siempre en los documentos oficiales, porque ellos tienen la sensación de que dejaron de
ser noticia y que, por tanto, han dejado de ser interesantes.



Por último, le he preguntado sobre Cuba porque el embajador español en Cuba, señor Zaldívar, hizo un discurso no sé con qué motivo -creo que por el 12 de octubre- y dijo que iban a trabajar ustedes para cambiar la política de la Unión
Europea. Veo que ese asunto no se va a plantear y, por tanto, deduzco que el discurso del embajador era quizá bienintencionado pero sin ninguna base sólida.



Muchas gracias.



La señora PRESIDENTA: Gracias, señor Anasagasti.



Tiene la palabra el señor Mur.



El señor MUR BERNAD: Muchas gracias, señora presidenta.



Señor secretario de Estado, agradezco las precisiones y aclaraciones que ha hecho en este segundo turno. Y tomo buena nota de algo que me ha parecido muy sugerente, ese nuevo concepto entre competitividad y productividad. Ya sé que no es
una materia directamente relacionada con su departamento, pero haremos un seguimiento de ese debate que parece que se está planteando en el propio Gobierno. A mi juicio, desde luego no se trata tanto de crear empleo, sino de mantener el nivel de
empleo que en este momento tenemos en nuestro país, que es bastante aceptable. En definitiva, el idioma español es tan rico que permite muchos matices y sutilezas, pero la realidad es que el mercado es abierto y nosotros tenemos que competir con
muchísimos Estados y empresas, que producen los mismos bienes y servicios que nosotros, con el mismo nivel y contraste de calidad. Por tanto, ese es nuestro objetivo, enfóquese por el camino de la productividad o como se quiera, que yo,
modestamente, entiendo más en cantidad que en calidad, o el de la competitividad, que creo que es un concepto distinto. De cualquier modo, usted ha abierto un debate muy sugerente que seguiremos con atención.



Muchos gracias.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Mur.



Tiene la palabra la señora Rodríguez.



La señora RODRÍGUEZ RAMOS: Muchas gracias, señora presidenta.



Señor secretario de Estado, agradezco sus aclaraciones y explicaciones.
Nos complace la noticia que nos ha dado, de que el Gobierno anunciará hoy mismo la elevación de la consulta sobre el posible conflicto, que nosotros pensamos que no
existe, entre el Tratado y la Constitución, porque nos parece que, indudablemente, ante la celebración del referéndum del 20 de febrero, fecha que pensamos que no debe cambiarse, debemos hacer un esfuerzo importante de hablar sobre lo que significa
Europa, de hablar de política comunitaria, sin contaminación de cuestiones de política nacional, y sin arrojar ninguna duda. Si esto sirve para evitar que otros arrojen dudas en relación a la aprobación de la Constitución, bienvenido sea.



Muchas gracias.



La señora PRESIDENTA: Gracias, señora Rodríguez.



Tiene la palabra el señor secretario de Estado.



El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA UNIÓN EUROPEA (Navarro González): Muchas gracias, señora presidenta. Trataré también de ser breve y conciso en las respuestas.



Señor Reinares, sobre Lisboa, comparto su análisis de que de los tres ejes, económico, social y medioambiental, posiblemente en el que Europa tiene más por hacer es el económico, sin duda alguna. Y no sólo basta con mirarnos en Estados
Unidos, que es donde se ha puesto el énfasis por parte de la Comisión hasta ahora, pues no podemos olvidar las economías emergentes, China, India, Brasil. Esto es algo que tenemos que poner en nuestro radar, si queremos asegurar que Europa sea la
economía más competitiva y dinámica del planeta al final de esta década. En términos cuantitativos de creación de puestos de trabajo, a mi lo que más me ha llamado la atención son los datos de que hemos creado seis millones en estos cuatro años,
pero que tenemos que crear once más de aquí al 2010, si queremos cumplir con uno de los 18 objetivos que tiene la Agenda de Lisboa, que es el de creación de empleo.



En relación con los otros asuntos de su primera intervención, si no los he mencionado - salvo en el de Roma, que sabe muy bien por qué el presidente del Gobierno decidió no dar una batalla por Madrid, entendiendo que no deben ser los
terroristas los que cambien las decisiones de los jefes de Estado y de


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Gobierno, ha habido acuerdo desde Salónica en que la firma se celebrase en Roma para recordar el simbolismo de que el tratado constitucional se vincula también al Tratado de Roma de 1957; lo único que ha habido en relación con Madrid fue la
petición del Parlamento Europeo, pero quienes deciden, que son los jefes de Estado y de Gobierno, ya habían decidido que fuese en Roma desde el Consejo Europeo de Salónica- ha sido porque lo que extraigo de sus comentarios es la conveniencia de que
cuando hablemos de intereses nacionales, trabajemos juntos. Creo que en asuntos europeos, lo he dicho muchas veces, Europa es el oxígeno o el aire que respiramos.
El 70 por ciento del Derecho que se aplica en España viene de Europa, desde el IVA
hasta muchísimas otras cuestiones. Y, obviamente, si trabajamos juntos podremos conseguir nuestros objetivos mucho mejor que si vamos divididos. Por eso no he hecho otros comentarios puntuales porque comparto plenamente muchas de sus
observaciones, que están en el mismo espíritu de tener un papel de España más protagonista en la construcción europea.



Al señor Xuclà, sobre Iraq y la participación española a través de la Unión Europea en las elecciones del año que viene, creo que lo había mencionado en mi primera intervención, pero lo volveré a repetir, la Unión Europea se plantea una
actuación en Iraq que sea, en primer lugar, una operación de apoyo a la formación de la judicatura, de la policía y del sistema penitenciario. En definitiva, se está tratando de recomponer las instituciones básicas de un Estado de Derecho. Esto es
lo que la Unión Europea ha propuesto en relación con Iraq, formar a los jueces, a los policías y a los funcionarios penitenciarios porque tenemos una gran experiencia en los Balcanes o en Georgia, donde hemos hecho estas mismas labores. La Unión
Europea para reconstruir un país es única en el mundo, otra cosa es para hacer la guerra, pero para la reconstrucción en los períodos de posguerra tenemos una enorme experiencia y unos recursos bastante importantes. Representamos el 60 por ciento
de toda la ayuda oficial al desarrollo del mundo. En segundo lugar, un mandato para negociar un acuerdo de cooperación y comercio con Iraq, el diálogo político y estudiar el problema de la deuda iraquí. La intervención de España en relación con
Iraq será a través de la Unión Europea.
Obviamente, el Gobierno no contempla ninguna otra medida adicional, pero todo esto siempre con el gran interrogante de la situación de seguridad sobre el terreno, y si puede hacer o no viable todo este tipo
de ayuda comunitaria a Iraq.



Sobre las traducciones, esta es una de las cuestiones que nos pondrán nuestros socios encima de la mesa, si van a tener valor jurídico o no.
Precisamente, por el valor jurídico es por lo que no aceptaron el derecho de petición, que España
ya planteó en la negociación de la Constitución europea. La propuesta española incluía no sólo traducir la Constitución, sino, además, que tuviéramos el derecho de petición para los ciudadanos que utilizan otras lenguas españolas además del
castellano. Yo creo que este será uno de los asuntos que hará muy difícil que salga adelante la propuesta, de ahí que tengamos que ser conscientes de que en algunas cuestiones no podemos conseguir el cien por cien de lo que buscamos.
Nosotros
vamos a solicitar que haya un diario oficial para estas lenguas también, pero la respuesta de los demás Estados miembros no va a ser precisamente entusiasta.



Respecto a los consejeros autonómicos serán nombrados en la CARCE. La propuesta que se ha hecho es que sea a través de la propia CARCE, que las 17 comunidades autónomas procedan a la propuesta de esos nombres, que luego son nombrados como
todos los consejeros a través de la Comisión Interministerial de Asuntos para la Unión Europea, que presido yo, y sus sueldos serán pagados por el Ministerio de Administraciones Públicas.
¿Cuándo podrán participar los consejeros autonómicos en los
consejos de ministros? Pues si el acuerdo es aprobado en la CARCE ahora en diciembre, ya a partir de la presidencia luxemburguesa, a partir del 1 de enero del año que viene podremos ver en los consejos de ministros también a consejeros autonómicos
acompañando al ministro o secretario de Estado del Gobierno.



Señor Espasa, coincido plenamente con usted en que las lengua son patrimonio de todos. Además, mi convencimiento es que son una riqueza de España y de la Unión Europea, y esto es algo que queremos reflejar en el memorándum que presentemos
en Bruselas. Es una riqueza y hay que sensibilizar a Europa para que nos ayude. Por ejemplo, el Programa Lingua sólo permite financiar proyectos en las lenguas oficiales, el luxemburgués y el gaélico, ninguna más. Eso es algo que tenemos que
arreglar, introducir las otras lenguas en el Programa Lingua y que la Unión Europea nos ayude también a fomentar y proteger estas lenguas que son una riqueza común, y como usted ha dicho muy bien, al margen de los partidos políticos.



Señor Anasagasti, tomo buena nota de sus comentarios sobre Afganistán y Cuba. En relación con Cuba, obviamente el Gobierno español piensa que la política europea actual no es la correcta. Queremos ir creando espacios de libertad en Cuba,
ir abriendo la sociedad cubana e irnos preparando para el momento de la transición. Pero muchas veces estos cambios de política hay que empezarlos desde abajo, no desde el Consejo Europeo.
Esto es lo que dije antes cuando me refería a la cuestión
de empezar por los grupos de trabajo. Habrá un primer debate el 16 de noviembre en el Grupo América Latina del Consejo, y desde ahí vamos a ver si esto funciona. Si no fuera así, como digo en otras ocasiones, es más eficaz actuar desde arriba,
pero no en este Consejo Europeo que empieza el jueves por la tarde, se recibe al señor Kok, se tiene al señor Barroso, hay además toda la agenda de Tampere, que es monográfico, y a la hora del almuerzo del viernes se ha terminado el


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Consejo Europeo. Es decir, que realmente tenemos muy poco tiempo. Pero tomo buena nota de sus comentarios también en relación con Afganistán, que comparto plenamente.



Señor Mur, por supuesto que tenemos que competir y le daré solamente un dato que es muy revelador de España en la Unión Europea. El grado de apertura económica de un país se mide sumando las exportaciones y las importaciones y viendo lo que
eso representa del PIB. Yo he estado seis meses viviendo en Brasil y sus importaciones y exportaciones no llegan al 30 por ciento sobre el PIB brasileño. Cuando España entró en la Comunidad Europea en el año 1986 teníamos un 27 por ciento de
apertura económica, nuestro comercio exterior entonces era menos de un tercio de nuestro producto interior bruto. Hoy en el año 2004 estamos en el 64 por ciento, por eso decía que somos una de las economías más abiertas del mundo, porque, por citar
un ejemplo, Estados Unidos está en un 40 por ciento, y esto ha sido en gran medida gracias a Europa.



Compartiendo los últimos comentarios de la señora Rodríguez, quiero animarles de nuevo para que nos ayuden -tanto en el ámbito de esta comisión como en su vida diaria-, a sensibilizar a la opinión pública con vistas a esta cita, al tercer
referéndum de la democracia, que vamos a celebrar el próximo 20 de febrero.



En este sentido, el Gobierno presentará esta semana en las Cortes Generales el logo: Los primeros con Europa. Además, desde el día de la firma del Tratado, está en vigor la web constitucioneuropea.es, en la que se puede encontrar toda la
documentación necesaria y en la que también vamos a mantener un foro abierto con los ciudadanos.



Básicamente, los mensajes principales que queremos transmitir es que este Tratado constitucional nos aportará más derechos de los que ya tenemos como españoles, sin duda alguna, y que en Europa nos va muy bien porque, como decía antes, estos
dieciocho años son los mejores de la historia reciente de España, al margen de los 15 billones de pesetas que hemos recibido de transferencias de otros contribuyentes europeos, de la importancia que tenga nuestro comercio exterior en nuestra
economía o del día a día del Derecho que se aplica en España.



El próximo 20 de febrero Europa nos estará mirando porque seremos el primer Estado miembro que celebre su referéndum; Portugal lo hará un poco más tarde, el 10 de abril y, sin duda alguna, nuestro voto tendrá trascendencia continental
porque habrá Estados miembros que, previsiblemente, tendrán muchas más dificultades que nosotros en este proceso de ratificación y, en definitiva, hay que movilizar a la ciudadanía en relación con esta cita.



Muchas gracias.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias a usted, señor secretario de Estado.



Le esperamos el día 10 para conocer los acuerdos del Consejo Europeo.



Vamos a hacer una pequeña pausa para despedir al señor secretario de Estado. (Pausa.)


ACUERDO SOBRE LA COMPOSICIÓN DE LA DELEGACIÓN DE LAS CORTES GENERALES EN LA CONFERENCIA DE ÓRGANOS ESPECIALIZADOS EN ASUNTOS COMUNITARIOS (COSAC).
(S. 825/000004) (C.D. 049/000026).



La señora PRESIDENTA: Señorías, pasamos al segundo punto del orden del día: Acuerdo sobre la composición de la delegación de las Cortes Generales en la Conferencia de Órganos Especializados en Asuntos Comunitarios (COSAC).



Como saben sus señorías, hemos celebrado un debate en la reunión de Mesa y Portavoces pero, al no llegar a un consenso, de acuerdo con el Reglamento, habrá de procederse a una votación.



La Secretaría ha elaborado una recopilación de antecedentes en la que se establecen dos alternativas: el primer modelo es el que se utilizó en la IV y VI legislaturas, en las que la delegación estaba compuesta por un presidente -que era un
miembro de la Mesa- y, por orden decreciente, un representante por cada uno de los grupos parlamentarios y, el sexto miembro de la delegación se decidía por rotación entre los grupos que no alcanzaban a tener un miembro permanente en esta
delegación; el segundo modelo es el que se utilizó en la V y VII legislaturas, en las que la delegación estaba compuesta por un presidente -también miembro de la Mesa- y un miembro por cada grupo político, por orden decreciente, excluyendo el grupo
político al que estaba adscrito el presidente de la delegación; es decir, si el presidente perteneciera al Grupo Parlamentario Popular, no iría ningún otro representante de ese grupo y, si el presidente perteneciera al Grupo Parlamentario
Socialista, no iría ningún otro representante de ese grupo. ¿Ha quedado clara la alternativa que vamos a someter a votación?


En ese caso, vamos a votar la primera alternativa, es decir, que además del presidente pueda estar representado un miembro de su grupo.



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, diez; en contra, veinte.



La señora PRESIDENTA: Queda rechazada.



Someto a votación la segunda alternativa: que no haya ningún representante del grupo político al que pertenezca el presidente de la delegación.



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos a favor, 20; en contra, diez.



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La señora PRESIDENTA: Queda aprobada la segunda.



De acuerdo con el Reglamento, esta Presidencia elevará a la consideración de la Mesa del Congreso de los Diputados el acuerdo adoptado por los miembros de esta comisión.



Por razones prácticas, quiero pedir a los distintos grupos parlamentarios que comuniquen a la Secretaría, cuanto antes, quién va a formar parte de esta delegación.



Sin más asuntos que tratar, se levanta la sesión.



Eran las trece horas y veinticinco minutos.