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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 407, de 27/10/2005
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2005 VIII Legislatura Núm. 407

INTERIOR

PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.ª CARMEN HERMOSÍN BONO

Sesión núm. 24

celebrada el jueves, 27 de octubre de 2005



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor ministro del Interior (Alonso Suárez) para informar sobre:


-Las actuaciones llevadas a cabo por el Ministerio del Interior en relación con las materias contenidas en las recomendaciones de la Comisión de Investigación del 11-M. A petición propia. (Número de expediente 214/000080.) ... href='#(Página2)'>(Página 2)


-Las medidas del Gobierno para la puesta en marcha del pacto antiterrorista, las iniciativas ante la Unión Europea y la relación con el Gobierno británico para la lucha eficaz contra el terrorismo internacional. A solicitud del Grupo
Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds. (Número de expediente 213/000368.) ... (Página 2)


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-Las previsiones del Gobierno sobre la aplicación de las recomendaciones de la Comisión de Investigación del 11-M. A solicitud del Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds. (Número de expediente
213/000408.) ... (Página 2)


Se abre la sesión a las diez y cinco minutos de la mañana.



La señora PRESIDENTA: Señoras y señores diputados, abrimos la sesión de la Comisión de Interior convocada para tramitar el orden del día que se estableció por la Mesa, oídos los portavoces, el 29 de septiembre, y que fue ratificado por la
Comisión en su sesión del pasado 6 de octubre. Este orden del día está integrado por la solicitud de comparecencia del ministro del Interior a petición propia para informar de las actuaciones llevadas a cabo en relación con las materias de las
recomendaciones de la Comisión de investigación del 11 de marzo, y por las solicitudes de comparecencia formuladas por el Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda Unida-Iniciativa per Catalunya Verds, números de expediente 213/000368 y
213/000408 respectivamente. La primera de ellas es la relativa a las medidas del Gobierno para la puesta en marcha del Pacto antiterrorista, iniciativas ante la Unión Europea y relación con el Gobierno británico para la lucha eficaz contra el
terrorismo internacional, y la segunda es una iniciativa exactamente coincidente en sus términos con la solicitada por el propio ministro.



Tiene la palabra el señor ministro para iniciar la comparecencia.



El señor MINISTRO DEL INTERIOR (Alonso Suárez): Señoras y señores diputados, comparezco en esta Comisión para informar a SS.SS. de las actuaciones llevadas a cabo por mi departamento en relación con la implementación de las recomendaciones
contenidas en el dictamen de la Comisión de investigación sobre el 11-M, aprobado por Pleno del Congreso de los Diputados en la sesión de 30 de junio de 2005. Comparezco, por tanto, señorías, aproximadamente tres meses y medio después de que dichas
recomendaciones fuesen aprobadas por esta Cámara, un período de tiempo mínimo desde mi punto de vista.



Tengo que decirles con carácter previo dos cosas que tengo claras. En primer lugar, como la misma Comisión de investigación ha concluido, estamos ante una cuestión esencial en la que la mejora del comportamiento del Estado en la lucha
contra el terrorismo internacional es, por la enorme magnitud de lo que nos jugamos, una tarea de todos los demócratas, en la sociedad y en las instituciones públicas, bajo la dirección de este Gobierno en estas últimas y de los gobiernos que vengan
en el futuro. Por ello estoy absolutamente abierto a cualquier sugerencia o indicación que permita mejorar nuestra eficacia como Estado en la respuesta al terrorismo. En segundo lugar, los trabajos de la Comisión de investigación, como bien saben
ustedes, se prolongaron durante muchos meses, pero, como es lógico, las propias responsabilidades de Gobierno implicaron que las decisiones a las que luego me referiré se empezaran a tomar en cuanto llegamos al Gobierno o en cuanto fue posible
adoptarlas, por lo que la gran mayoría de ellas se han anticipado de un modo natural a las recomendaciones de la Comisión que se refieren a esas actuaciones.
En consecuencia, señoras y señores diputados, mi intervención va a consistir en informar a
SS.SS. sobre las diferentes actuaciones de carácter estratégico y también operativo que hemos puesto en marcha desde las responsabilidades y ámbito de actuación del Ministerio del Interior.
Las reflexiones de la Comisión de investigación y el
cumplimiento de sus recomendaciones van a ser, por tanto, la guía de mi intervención.
Asimismo voy a intentar ilustrar a SS.SS. sobre otras medidas que sin figurar en las recomendaciones hemos considerado necesario y oportuno poner en marcha sin
dilación.



Señoras y señores diputados, señora presidenta, una obligación moral colectiva me obliga a iniciar esta comparecencia recordando y rindiendo tributo de nuevo a los 192 ciudadanos españoles y extranjeros que en la mañana del 11 de marzo de
2004 fueron brutalmente asesinados, recuerdo y tributo también para los demás cientos de ciudadanos que a resultas de tan vil atentado terrorista sufrieron graves quebrantos físicos y psíquicos; un tributo y un recuerdo que por esa misma sinrazón
de la muerte y del dolor de las víctimas, del dolor de sus familiares y de sus seres queridos, del dolor de todos nosotros en definitiva, debemos extender a las víctimas de todos los terrorismos.



Señorías, la fortaleza y la superioridad ética de nuestra resistencia democrática frente al terrorismo, la fortaleza de nuestra acción política, judicial, policial y social frente a todo tipo de terrorismo descansa en ese respeto profundo y
compartido a las víctimas del terrorismo. Sobre ese mismo respeto y obligación se fundan también todas las medidas que al respecto ha tomado, está tomando y tomará en el futuro nuestro Gobierno y en particular mi departamento para defender la
democracia, la vida, las libertades y los derechos de nuestros ciudadanos, así como nuestro sistema de convivencia. Por ello, señoras y señores diputados, he de referirme, como se hace también en el dictamen y en las recomendaciones


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de la Comisión, a todo el abanico de actuaciones de atención a las víctimas que han sido implementadas por los servicios y unidades del Ministerio del Interior bien a iniciativa propia o en cumplimiento de los acuerdos al respecto del
Consejo de Ministros, bien a resultas de las reflexiones que en la materia se realizaron sucesivamente en las sesiones de la Comisión de investigación.



Señorías, como resultado ante todo ello de aquella obligación moral colectiva a la que me he referido, el Gobierno no se ha limitado ni se limitará a reconocer a las víctimas los honores que se merecen. Esa voluntad y ese compromiso lo dejé
patente yo mismo nada más asumir mis responsabilidades al frente del Ministerio del Interior. De hecho, la primera reunión pública que tuve como ministro tras mi toma de posesión la celebré el día 28 de abril de 2004 con las asociaciones,
fundaciones y entidades representativas de las víctimas del terrorismo precisamente para mostrarles y reafirmarles nuestra solidaridad y nuestro compromiso directo con ellas. Desde entonces y por lo que a mi departamento se refiere, esa
solidaridad, asistencia y apoyo directo y efectivo lo venimos desplegando a través de la Subdirección General de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo, algunas de cuyas actuaciones, que coinciden, como no podía ser de otra manera, se han
adelantado en el tiempo a las recomendaciones realizadas al respecto por la Comisión de investigación.
Paso a referírselas.



En primer lugar, se ha procedido a realizar un seguimiento específico de cada una de las víctimas y sus familias para actuar en varias direcciones. Se puso en marcha un plan de intervención para atender a los familiares de los fallecidos y,
sucesivamente, a los heridos más graves y a los de menor consideración. En este sentido, se han realizado cerca de 300 visitas hospitalarias y casi 200 visitas a domicilio. Se han atendido cerca de 4.700 entrevistas en las oficinas de la
subdirección. Se acompañó en más de 150 ocasiones a víctimas o familiares ante diferentes instituciones y oficinas judiciales. Se atendieron en torno a 9.000 llamadas telefónicas realizadas por parte de los afectados y se establecieron otras
tantas con los mismos. Además, se atendieron otras 6.200 comunicaciones telefónicas con servicios sociales, ONG, fundaciones de víctimas, etcétera. Con estas últimas organizaciones e instituciones se desarrollaron más de 100 reuniones de
coordinación y se tramitaron en torno a 800 expedientes sociales. Por otro lado y para contribuir a la reinserción laboral de los afectados, el Ministerio del Interior procedió a acoger a los afectados y a elaborar un diagnóstico individual de
necesidades en materia laboral y formativa, derivando 161 casos hacia la oficina única del Ayuntamiento de Madrid encargada de diseñar las actuaciones específicas para cada persona. Otros dos casos fueron remitidos a la Fundación Víctimas del
Terrorismo a efectos de reinserción laboral.



En cuanto a los apoyos educativos, señorías, hemos considerado prioritario poner los medios necesarios para lograr en lo posible una normalización en la vida de los menores afectados, tanto mediante el logro de apoyos y refuerzos educativos
a los niños y adolescentes como financiando ayudas de estudio por un importe de 15.000 euros en 2004, todavía pendiente de cerrar el curso actual, pero previsiblemente será esta cantidad, y, en tercer lugar, concediendo certificados de exención de
tasas académicas en los centros oficiales de estudios a todos los niveles de enseñanza a las víctimas de actos terroristas.



El Ministerio del Interior puso también en marcha un plan de atención psicológica para los heridos graves y familiares de las víctimas procediéndose a derivar a estos bien hacia servicios especializados ofrecidos por gabinetes psicológicos
privados, 96 casos sufragados con cargo a los presupuestos del ministerio, bien hacia la red pública de salud mental en 252 casos. Por último, y en cuanto al necesario asesoramiento jurídico, los servicios del Ministerio del Interior prestaron
asistencia de todo tipo a las víctimas para acceder a las ayudas e indemnizaciones a las que tenían derecho, así como facilitándoles la información precisa para acceder a otras posibles ayudas prestadas por otras instituciones.



En el segundo de los grandes bloques de asistencia a las víctimas y en línea con las recomendaciones con la Comisión de investigación de esta casa, para agilizar las ayudas económicas a las víctimas o a sus familias, los servicios
correspondientes del ministerio actuaron bajo la directriz de hacer efectivas las mismas a la mayor brevedad posible. En el proceso consiguiente y a fecha de referencia, 30 de septiembre pasado, el resumen es el siguiente. De las 1.668 solicitudes
de indemnización se ha resuelto ya positivamente el 80 por ciento, con un coste total de 51.200.000 euros; los 192 expedientes por fallecimiento están resueltos en su totalidad; se han resuelto también 3 expedientes por gran invalidez, 6 por
invalidez permanente absoluta, 14 por incapacidad permanente, 7 por incapacidad permanente parcial y 704 por incapacidad temporal; asimismo se han resuelto 960 solicitudes por lesiones permanentes no invalidantes, con un coste de 2.700.000 euros, y
11 expedientes por daños materiales en viviendas o vehículos. Por último y para aquellos supuestos en los que dada la gravedad de las lesiones de las víctimas no ha sido posible efectuar una valoración definitiva de las mismas -hay que esperar a la
sanidad-, se viene procediendo a un anticipo de determinadas sumas a cuenta de la resolución definitiva del expediente. Por consiguiente, en este punto de indemnización a las víctimas he de resaltar que las coincidencias entre las otorgadas por el
Ministerio del Interior y los listados de personas que al respecto y periódicamente se nos han remitido desde la Audiencia Nacional son altísimas, prácticamente unánimes. La urgencia en la tramitación de las ayudas desde mi departamento obedece a
razones obvias, como no podía ser de otra manera.



En tercer lugar y por lo que se refiere a la recomendación de la Comisión de investigación para facilitar los trámites para la adquisición de la nacionalidad española


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o para la concesión de residencia y permiso de trabajo, la unidad de mi departamento que es competente para la emisión de los certificados acreditativos de la condición de víctimas, necesarios para ultimar este tipo de peticiones ante otros
departamentos ministeriales, tramitó hasta la fecha un total de 338 informes relativos a solicitudes en relación con el atentado del 11 de marzo. Además, mi departamento, en el ámbito de sus competencias, ha desarrollado y sigue desarrollando otras
muchas actuaciones en línea y en cumplimiento de las recomendaciones elaboradas por la Comisión del 11-M. Por ejemplo y en lo que se refiere al apoyo a las asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo, la partida presupuestaria destinada a
subvenciones de las mismas se ha incrementado de manera continuada. En los presupuestos de 2005 se incluyeron 600.000 euros para este tipo de ayudas, frente a los 240.000 que se habían consignado en 2004, y en el proyecto de Presupuestos Generales
del Estado para el año 2006 la partida se eleva a 870.000 euros. Respecto a otro tipo de ayudas sociales, al margen de las indemnizaciones y de las subvenciones a asociaciones y fundaciones, el Ministerio del Interior colabora activamente con la
Fundación Víctimas del Terrorismo confeccionando informes sociales sobre las circunstancias personales y familiares de víctimas y sus familias que sirven de base a la fundación para la concesión de las ayudas solicitadas. Con este mecanismo de
colaboración se han concedido ya 402 ayudas económicas destinadas a distintos conceptos asistenciales por un valor total de más de 700.000 euros.



Señoras y señores diputados, para finalizar este apartado de mi intervención referido a las actuaciones específicas de mi departamento en relación con la atención, auxilio y protección a las víctimas del terrorismo, una de las
recomendaciones de la Comisión de investigación hace referencia no solo a la necesidad de que en el seno de la Unión Europea nuestro Gobierno promueva y propicie el desarrollo de la legislación de medidas de apoyo a las víctimas del terrorismo,
sino, de manera muy especial, para que la Comisión cree una oficina europea de ayuda a las víctimas del terrorismo. Señora presidenta, señoras y señores diputados, uno y otro son compromisos que voy a trasladar y proponer en la próxima reunión de
ministros de Justicia e Interior de la Unión Europea que tendrá lugar a comienzos de diciembre en Bruselas.



Todos sabemos, lo saben los ciudadanos, la sociedad, lo saben ustedes, que nunca se podrá hacer lo suficiente para borrar el dolor de las víctimas del terrorismo. Ese dolor les acompañará siempre y es nuestro deber cívico, moral y político
permanecer siempre a su lado y prestarles atención, apoyo y solidaridad sin regatear ningún esfuerzo. Desde este punto de vista y por todo lo que les he expuesto, la labor de mi departamento, y quiero aquí romper una lanza a favor de la
subdirección general del Ministerio del Interior encargada específicamente de esta tarea, ha cumplido todas y cada una de las recomendaciones de la Comisión en relación con las víctimas del terrorismo. Insisto, me felicito de ello y felicito por
ello a sus funcionarios, que diariamente se dejan la piel en una tarea que es indispensable para seguir fortaleciendo la moral de la sociedad y de las instituciones democráticas en la lucha contra el terrorismo.



Señorías, a lo largo de las sesiones de trabajo y los debates habidos en la Comisión de investigación ha quedado meridianamente claro para todos que en las sociedades libres nos enfrentamos al fenómeno del yihadismo como una amenaza real
para nuestra seguridad interior. Se trata de un nuevo tipo de terrorismo de base salafista radical que tras la caída del muro de Berlín se aprovechó del consiguiente e intenso período de ajuste político y reordenación internacional de los años
noventa para expandirse por amplias regiones del planeta acumulando capacidades operativas, humanas y financieras para golpear en casi cualquier lugar del mundo. Por eso ya no podemos hablar de una amenaza emergente sino consolidada, que se
presenta además con una dificultad añadida y que no puede obviarse a la hora de elaborar cualquier estrategia de respuesta. Al Qaeda, como expresión mas significativa de este terrorismo, no es una estructura terrorista clásica piramidal definida,
con un número determinado de miembros y localizada en territorios específicos. Al Qaeda es algo definitivamente diferente. Es un movimiento descentralizado de decenas de miles de yihadistas radicales presente en el mundo entero, para los cuales la
decisión de actuar y las acciones a desplegar por sus miembros no precisan de una necesaria y puntual resolución y aprobación central, ya que la justificación de las mismas viene conferida por la comunión en los objetivos de dicho movimiento. La
morfología de esta nueva red de terrorismo internacional es sustancialmente distinta a la morfología de los terrorismos de jurisdicción nacional a los que estamos acostumbrados fundamentalmente en los países de la Unión Europea y específicamente en
España. Señorías, si los gravísimos atentados de Bali, Casablanca, Estambul y Madrid fueron sucesivamente la confirmación extrema y brutal de la presencia y capacidad operativa de este movimiento terrorista, los atentados de Londres nos han
recordado que la amenaza está consolidada, que es persistente y consistente. Por ello, este ministro, su equipo y todo el Gobierno han sido conscientes desde el primer momento de que debíamos poner en marcha una serie de medidas que si bien no
eliminan la amenaza, sí deben permitirnos estar más preparados para responder a esa amenaza a nuestra seguridad, por tanto, a nuestra libertad y a los valores democráticos que la sustentan, a nuestro modo de vida, a nuestro progreso, a la seguridad
y a la libertad también de nuestros aliados.



Los trabajos y el dictamen de la Comisión de investigación pusieron claramente de relieve que para hacer frente a las características del nuevo escenario de amenazas terroristas es necesaria una nueva, global y compartida estrategia
antiterrorista. La propia Comisión de investigación recomendaba, por un lado, prevenir y


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protegernos frente a nuevos atentados terroristas, cualquiera que sea su origen y motivación; por otro, atacar eficazmente a los terroristas, su organización u organizaciones, estructuras y soportes económicos y materiales, con todos los
medios y recursos que ofrece nuestro Estado de derecho, el derecho y la cooperación internacional; en tercer lugar, implementar bajo los principios de unidad, esfuerzo, colaboración y auxilio mutuo nuevas estructuras, métodos operativos, unidades
de inteligencia y medios policiales antiterroristas nacionales e internacionales, fundamentalmente en el seno de la Unión Europea que respondan adecuadamente a un nuevo tiempo, a una nueva realidad y a una nueva amenaza; en cuarto lugar, una
estrategia que necesariamente pasa por establecer efectivas alianzas políticas, económicas, sociales y culturales con el islam, con su cultura y con sus dirigentes para impedir el crecimiento y la expansión del radicalismo yihadista; en quinto
lugar, una estrategia que esté asentada sobre un gran consenso político y social y un efectivo y no discutido acuerdo parlamentario contra el terrorismo internacional.



En el dictamen de la Comisión de investigación se urge al Estado democrático para que, cito textualmente, siga adoptando con la mayor urgencia posible las medidas necesarias para proteger la seguridad de las personas y con ella garantizar
por encima de todo el libre ejercicio de los derechos y libertades democráticas. Así, por lo que se refiere al capítulo de las recomendaciones sobre la mejora de la seguridad del Estado frente al terrorismo islamista, el dictamen de la Comisión
indica que la lucha contra el terrorismo, en concreto contra el terrorismo internacional de este origen, debe tener la máxima prioridad en la agenda del Gobierno, como así es en efecto. A este respecto las recomendaciones de la Comisión se
vertebran en torno a cuatro grandes ejes que, a efectos expositivos y de comprensión, me permito recordarles aquí.



Un primer eje versa sobre las actuaciones necesarias para la elaboración de una más completa y nueva estrategia antiterrorista, cuyas líneas generales deberían ser presentadas bianualmente por el Gobierno en el Congreso de los Diputados. El
segundo eje se refiere, señorías, a la necesidad de implementar una nueva estructura organizativa de los servicios de inteligencia y antiterroristas que mejore y optimice las capacidades disponibles, así como la operatividad de las acciones
antiterroristas. El tercer eje resalta la necesidad de incrementar los medios humanos y recursos económicos, materiales y tecnológicos de los servicios policiales. El cuarto y último eje se centra en la necesidad de mejorar la coordinación y
cooperación interna e internacional de los servicios antiterroristas. En cada uno de estos campos el dictamen de la Comisión propone un amplio abanico de actuaciones que ustedes sin duda conocen perfectamente, la gran mayoría de las cuales han sido
puestas en marcha por el Gobierno, en tanto que otras, como está descrito en el propio dictamen, se presentan como desarrollo de recomendaciones o profundización de medidas ya adoptadas también por el Ministerio del Interior. Por ello, verán que la
mayor parte de esas medidas que ya habían sido adoptadas por el Ministerio previamente a las recomendaciones coinciden, sin embargo, con dichas recomendaciones contenidas en el dictamen de la Comisión del 11-M. Su puesta en marcha, como les
explicaba anteriormente, había sido anticipada, por razones obvias de responsabilidad de Gobierno y de reparto constitucional de competencias, a la mayoría a las recomendaciones de la Comisión, en tanto que las propuestas que presentan un carácter
más novedoso, así como la forma de implementarlas, ocuparán la parte final de mi intervención.



Ustedes, señorías, recordarán que el presidente del Gobierno en su discurso de investidura señaló como un objetivo prioritario de su acción de Gobierno la lucha sin cuartel contra todo tipo de terrorismo empleando todos los recursos de que
pueda dotarse una sociedad democrática, entre estos, unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado mejor equipadas, más coordinadas y mejor informadas. Para lograrlo el presidente del Gobierno indicó que la eficacia se incrementaría, cito
textualmente, mediante la coordinación de todos los servicios de inteligencia e información del Estado y mediante la multiplicación de los medios contra el terrorismo internacional. En correspondencia con dichos compromisos y desde el mismo momento
en que asumí mis responsabilidades como ministro, adopté una serie de medidas que estimaba de importante calado estratégico, tanto para mejorar las capacidades de nuestro sistema de seguridad interior como para articular respuestas eficaces frente
al terrorismo y en particular frente al terrorismo salafista o yihadista. En cuanto que dichas medidas hacen referencia al contenido de alguno o prácticamente de los cuatro ejes de las recomendaciones que antes recordaba, paso a referirme a las
mismas.



La primera actuación fue la constitución del Mando Unificado, de acuerdo con uno de nuestros compromisos electorales. Por Orden ministerial de 7 de mayo de 2004, se crea el CEMU, Comité Ejecutivo para el Mando Unificado de las Fuerzas y
Cuerpos de Seguridad del Estado. Ya conocen SS.SS. que bajo mi dirección política este Mando Unificado está presidido por el secretario de Estado de Seguridad y son miembros del mismo los directores generales de Policía y Guardia Civil, el
director de Infraestructuras y Material de Seguridad y el director de mi gabinete. El CEMU, que se reúne todas las semanas, es una instancia de toma de decisiones que aprueba los planes estratégicos de los centros directivos, en particular los
planes que se refieren a la prevención y lucha contra el terrorismo; asegura la coordinación y unidad operativa del Cuerpo Nacional de Policía y Guardia Civil; impulsa la creación y actuación conjunta de unidades especiales frente a las diferentes
formas de criminalidad, especialmente frente al terrorismo; refuerza las unidades especializadas mediante la asignación extraordinaria de recursos humanos, económicos, tecnológicos y materiales, y promueve y favorece la


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cooperación operativa con los cuerpos autonómicos de policía. La creación de este Mando Unificado ha sido un presupuesto imprescindible para asegurar la dirección, la coordinación y la cooperación efectiva en todas las áreas de la actividad
policial y muy especialmente en la lucha contra el terrorismo y también, tengo que decírselo, contra las diferentes formas de criminalidad organizada. Como tendrán ocasión de comprobar a continuación, la práctica totalidad de las medidas adoptadas
en la lucha contra el terrorismo han sido acordadas y desarrolladas precisamente en el seno de este Comité Ejecutivo para el ejercicio del Mando Unificado que se reúne semanalmente bajo la dirección política del ministro y bajo la presidencia y
dirección operativa del secretario de Estado de Seguridad.



La segunda actuación consistió en la creación del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista. En una de sus primeras reuniones el Comité Ejecutivo para el ejercicio del Mando Unificado decidió la creación del CNCA, Centro Nacional de
Coordinación Antiterrorista, que empezó de manera efectiva su andadura en el tercer trimestre de 2004. Hoy este centro ha dejado de ser una necesidad para convertirse en una realidad y en un eficaz instrumento de información e inteligencia
estratégica antiterrorista y de coordinación al servicio de las operaciones de este tipo que han de desarrollar la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
El CNCA es una pieza muy importante en la estrategia antiterrorista del Estado que tiene
acreditado ya un trabajo muy importante a lo largo de los meses que ha estado en funcionamiento y que ha establecido los vínculos que eran pertinentes mediante los acuerdos que también eran pertinentes con los servicios gemelos o hermanos de
diferentes países de la Unión Europea, Reino Unido, Francia y Alemania, y recientemente con los servicios y agencias de los Estados Unidos de América. Les detallo parte de la actividad desarrollada en este centro en su primer año de funcionamiento.
Ha presentado 8 informes relativos al ámbito del terrorismo internacional, 8 relativos al terrorismo nacional, 4 que se refieren a cuestiones de relaciones con otros servicios o centros similares y ha elaborado 56 notas informativas referidas a
asuntos similares a los anteriores. La experiencia positiva y la utilidad de los resultados alcanzados nos van a permitir, en línea con las recomendaciones de la Comisión, proceder a la potenciación de este Centro de Coordinación Antiterrorista,
tal y como más adelante les detallaré.



La tercera actuación ha consistido en la puesta en práctica del principio de disponibilidad de la información mediante un sistema de bases de datos policiales compartidas. El CEMU ha puesto en marcha y está ejecutando uno de los objetivos
centrales de la política de seguridad del ministerio: un sistema de bases de datos policiales de acceso conjunto y compartido para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado con la finalidad de que la información de que dispone cada cuerpo sea
compartida en tiempo real. En la actualidad, este objetivo de acceso y uso compartido es ya una realidad en las bases de datos policiales de DNI (documento nacional de identidad), armas y explosivos, partes de viajeros y sistemas de identificación
de huellas digitales y se está trabajando, de manera avanzada ya, en la constitución de una única base de datos en materia de ADN y en otros proyectos de especial utilidad en las labores de inteligencia e información antiterrorista. Además, como es
obvio, los analistas del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista tienen acceso para sus labores de información e inteligencia a las respectivas bases de datos de Guardia Civil, Policía y Centro Nacional de Inteligencia (CNI).



La cuarta actuación tiene que ver con la elaboración de un plan operativo de lucha contra el terrorismo. Una de las primeras actuaciones del Comité Ejecutivo para el Mando Unificado fue la elaboración de un nuevo plan operativo de lucha
contra el terrorismo con los siguientes objetivos. En primer lugar, maximizar nuestras capacidades de inteligencia, objetivo en el que se enmarca la propia creación del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista al que acabo de hacer referencia
y al que luego me referiré. En segundo lugar, se han potenciado las respectivas unidades centrales de análisis e inteligencia de Policía y Guardia Civil y muy especialmente los servicios relacionados con la inteligencia y la operatividad contra el
terrorismo internacional de base islamista. En este sentido, a modo de ejemplo, en la Comisaría General de Información hemos creado dos nuevas brigadas especializadas en terrorismo internacional, una brigada de análisis estratégico y una brigada de
sistemas y tecnología de la información y ciberterrorismo. En tercer lugar, hemos procedido a un reforzamiento de nuestra red exterior de enlaces policiales en materia antiterrorista designando especialistas con sede en Siria, Libia, Argelia,
Pakistán, Jordania, Indonesia y Filipinas, Serbia, Mauritania, Ghana (con responsabilidad de cobertura sobre otros países del África subsahariana), Hungría, Lituania, Suiza, Liechtenstein y Polonia; se ha reforzado además nuestra presencia, que ya
existía, en Marruecos y en breve espacio de tiempo destacaremos un enlace responsable en Arabia Saudí. Señora presidenta, señoras y señores diputados, desde nuestra llegada al Gobierno hemos multiplicado nuestra red exterior antiterrorista,
reforzando nuestra cooperación al respecto con Estados y sobre áreas territoriales de interés prioritario para nuestros intereses estratégicos.



El segundo de los objetivos de este plan consiste en la potenciación de nuestras capacidades para prevenir y responder a las consecuencias de un ataque terrorista. Con esa finalidad, el CEMU (Comité Ejecutivo para el Mando Unificado) aprobó
en marzo pasado un plan de prevención y protección antiterrorista en el cual se contienen normas permanentes dirigidas a activar según el nivel de amenaza los correspondientes y específicos dispositivos antiterroristas de las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad del Estado coordinados por la Secretaría de Estado de Seguridad, en el cual, a petición del Ministerio del Interior, se puede recabar el apoyo de medios y unidades


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de las Fuerzas Armadas, como así se pide también en una de las recomendaciones de la Comisión; apoyo para labores de prevención, protección de objetivos y disuasión, así como la participación en su caso de las policías autonómicas y de las
policías locales. Esta directiva del Mando Unificado que surge de la necesidad de disponer de nuevos y específicos dispositivos de seguridad para prevenir y en su caso dar una respuesta global e integral al riesgo de posibles ataques terroristas ha
estado seguida de la aprobación de los respectivos planes antiterroristas por el Cuerpo Nacional de Policía y por la Guardia Civil. Como ustedes saben, este plan, que implica una movilización ingente y extraordinaria de recursos policiales y
también de las Fuerzas Armadas, y cuando y donde es necesario de policías locales y autonómicas, se activó en su máximo nivel de alerta a las pocas horas de los atentados ocurridos en Londres en el mes de julio pasado.



En este capítulo de actuaciones de prevención antiterrorista tiene un papel muy importante la necesidad de articular un adecuado y riguroso control de explosivos, en particular por cuanto son sustancias susceptibles de ser utilizadas por
organizaciones terroristas según es público y notorio. Al respecto tengo que decirles lo siguiente. En primer lugar, como saben bien SS.SS., hace pocas fechas se aprobó en esta Cámara una Ley orgánica que reforma el Código Penal en materia de
delitos de riesgo provocados por explosivos y que viene a reforzar desde el campo penal las medidas antiterroristas del Gobierno, en particular por lo que se refiere al control de explosivos susceptibles de ser utilizados por las bandas terroristas
para cometer sus gravísimos atentados. En segundo lugar, hemos modificado el reglamento de explosivos con la finalidad de mejorar y perfeccionar los controles sobre su transporte, almacenamiento y consumo, implantando libros de movimientos y
consumos, así como la remisión mensual de los registros a las intervenciones de armas y explosivos. En tercer lugar, por parte del Comité Ejecutivo para el Mando Unificado se han tomado importantes decisiones en la materia. Se ha creado el sistema
de alerta temprana para situaciones de robo, desaparición, falta de control o utilización ilegítima de armas, explosivos y otras sustancias de tipo nuclear, radiactivo, biológico o químico que pueden ser desviadas o aprovechadas por grupos
terroristas.
En este sistema de alerta participa la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía y el CNCA y también se han integrado en el mismo los cuerpos autonómicos de policía. Por cierto, esta red de alerta fue presentada muy recientemente a
los países de la Unión Europea que forman parte del llamado G-5, es decir del grupo de los cinco países más grandes, que decidió adoptarlo como un sistema común al tiempo que se acordó transmitir una propuesta similar a la Comisión y a la
Presidencia de la Unión Europea para su debate en el Consejo de Ministros de Asuntos de Justicia e Interior. Por otro lado, hemos elaborado y aprobado un plan de actuación para el control de explosivos que está llevando a cabo la Guardia Civil. En
el último informe de seguimiento de ese despliegue de hace muy pocos días se ha puesto de relieve que la Guardia Civil ha practicado 50.089 inspecciones en materia de armas y explosivos, a una media de 183 inspecciones diarias, dando como resultado
la constatación de 632 infracciones y la incautación de más de 250 kilogramos de diferentes tipos de explosivos, así como cartuchos, detonadores y otros materiales y útiles asociados al uso de estas materias. Además, para la implementación de las
medidas de este plan de control de explosivos, el Mando Unificado ha promovido la creación de 200 nuevos puestos de trabajo en la Guardia Civil adscritos a este plan, lo cual ha sido aprobado por el órgano administrativo correspondiente el pasado 1
de junio.



Por último, todavía dentro del objetivo específico de dar una prevención y una respuesta a eventuales actuaciones terroristas, se ha puesto en marcha por la Guardia Civil un plan de prevención y reacción frente a amenazas o ataques NRBQ
(nucleares, radiológicos, biológicos o químicos).
Para articular el sistema de defensa NRBQ se ha constituido una unidad técnica central de alta especialización. En un segundo nivel y con un carácter más operativo se han creado tres unidades de
primera intervención en Madrid, Sevilla y Zaragoza, respectivamente, de forma que se pueda dividir el territorio nacional a cubrir en tres sectores facilitando una mayor rapidez en la intervención ante situaciones de amenaza o de necesidad de
respuesta a ataques o accidentes de esa naturaleza. Los grupos rurales de seguridad, por añadidura, de Valencia, Barcelona, León y Pontevedra contarán igualmente con personal instruido en NRBQ y el material necesario para actuar como unidades de
apoyo a la unidad territorial que pudiera verse afectada por la amenaza o la emergencia. En un tercer nivel y con una formación en NRBQ más elemental se instruyen las unidades territoriales, con especial atención a las comandancias en cuya
demarcación se ubican centrales nucleares. La implantación de este sistema de defensa NRBQ por parte de la Guardia Civil se va a realizar a lo largo de los años 2005 y 2006, para lo que se ha diseñado un plan específico de formación que afectará a
1.600 miembros de la Guardia Civil.



El tercer objetivo, señoras y señores diputados, consiste en impedir -es una cosa muy importante- el acceso de los terroristas a recursos económicos o financieros. Como saben, la Ley 12/2003, de 21 de mayo, de prevención y bloqueo de la
financiación del terrorismo, no tuvo desarrollo reglamentario para la ejecución de parte de las medidas previstas en la ley, por lo que el sistema no disponía de instrumentos orgánicos eficaces para combatir esa financiación. Hemos elaborado un
proyecto de real decreto con el que se aprobará el reglamento de funcionamiento de la comisión encargada de vigilar las actividades financieras del terrorismo, con el que se pretende hacer realidad la implantación de medidas efectivas de control y
bloqueo de tales fuentes de financiación. Dicha norma regula específicamente la composición y el funcionamiento de esa comisión de


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vigilancia, a la que corresponde adoptar las medidas más relevantes en esta importantísima materia: bloqueo de cuentas corrientes, prohibición de apertura de las mismas, adopción de medidas de observación, seguimiento y vigilancia de
cuentas sospechosas, todo ello con el objetivo básico de cerrar los flujos financieros de que se nutren las organizaciones terroristas. Se trata de una norma especialmente compleja -quiero subrayarlo-, pero el proyecto se encuentra ya en un
avanzadísimo estado de tramitación, ha sido objeto de consultas por el Consejo General del Poder Judicial, la Agencia de Protección de Datos y la Fiscalía General del Estado, así como por la Comisión Nacional del Mercado de Valores y el Banco de
España. En cuanto reciba el informe del Consejo de Estado, que es el único que está pendiente, lo llevaremos para su aprobación al Consejo de Ministros.



El cuarto objetivo tiene que ver con la protección de la seguridad de los transportes nacionales e internacionales y con asegurar la eficacia en el control de las fronteras. En cuanto a la protección de los transportes nacionales e
internacionales ya conocen SS.SS. que esta es una cuestión central en el Plan de prevención y protección antiterrorista, de modo que cuando el mismo se activa es un objetivo específico y preferente de intervención por parte de todos los medios
operativos de los diferentes cuerpos de seguridad implicados y también del ejército, en su caso, y de las policías autonómicas y locales. En todo caso, más adelante les expondré algunas modificaciones y algunas actuaciones que queremos hacer en
materia de transportes. Por otro lado, en las reuniones del G-5 y en las del Consejo JAI se constatan avances en la puesta en marcha de un sistema de información avanzada sobre pasajeros, el conocido sistema API, así como de los elementos básicos
que debería contener el instrumento jurídico que regula el acceso de datos de los sistemas de reservas y ventas de las compañías de transporte, el conocido sistema PNR. En esta materia, y como sin duda saben ustedes perfectamente, España ha sido el
primer país de la Unión Europea en realizar la trasposición de la directiva comunitaria de 29 de abril de 2004, sobre la obligación de los transportistas de comunicar con carácter previo los datos de las personas transportadas que pretenden acceder
a través de una frontera exterior a la Unión Europea. Nuestra normativa nos permite ya articular un sistema para disponer de los datos de viajeros con anterioridad a su llegada al territorio nacional, posibilitando así el análisis y el
procesamiento informático de los datos suministrados mediante su cruce con las bases de datos de interés policial nacionales y comunitarios. En el Ministerio del Interior acordamos en una de las reuniones del CEMU del pasado mes de julio poner en
marcha dicho sistema, para lo cual se ha desarrollado ya su estructura informática y de las autoridades responsables, estando pendiente de la aprobación de una resolución ministerial conjunta de Interior y del resto de los departamentos implicados,
que son Trabajo, Asuntos Sociales y Fomento. En todo caso, les adelanto que ya esta semana se inicia un periodo de pruebas en el sistema en tiempo real con alguna de las compañías aéreas de transportes de viajeros, que serán afectadas por el nuevo
sistema, lo cual nos coloca, junto con el sistema que se está poniendo en marcha por Reino Unido, en la vanguardia de la Unión Europea en la implantación e implementación de este sistema. También en el seno de la Unión estamos impulsando
especialmente el denominado sistema europeo de archivo de imágenes, de documentos de viaje, el sistema FADO, cuya primera fase debe entrar en funcionamiento antes del 31 de diciembre de este año, así como el sistema de verificadores de documentos en
frontera. Ambas medidas van a tener -no lo duden- efectos positivos tanto para el cumplimiento de los objetivos de control de fronteras como para la lucha contra el terrorismo.



La quinta actuación básica consiste en el reforzamiento de la cooperación internacional. Es una cuestión prioritaria en la política del Ministerio del Interior y, en general, del Gobierno de la nación. Nuestra posición ha sido -creo que es
suficientemente conocido-, es y será la de reforzar y promocionar los mecanismos, órganos y unidades de cooperación internacional tanto en el seno del espacio geopolítico que nos es más natural, la Unión Europea, como en relación con terceros
Estados. En este sentido, España viene cooperando, y va a seguir cooperando, extensa e intensamente con todas las instituciones de la comunidad democrática internacional que pueden aportar valores añadidos en la lucha contra este fenómeno tan
preocupante. Como SS.SS. conocen, la Comisión parlamentaria del 11-M recomendó al Gobierno desarrollar una cooperación reforzada en el marco internacional en materia de lucha contra el terrorismo, particularmente contra el terrorismo de base
islamista. Así pues, el Ministerio del Interior no ha dejado de impulsar esta línea de acción especialmente en materia de planificación y prevención, participando de una manera amplia -y yo creo que decisiva- en el diseño europeo de las medidas que
nos permiten manejar la eventualidad, o en su caso la realidad, de un ataque terrorista. En el marco del Programa de La Haya, aprobado por el Consejo Europeo en su reunión de noviembre de 2004, y en el que se marcan objetivos muy específicos y
trascendentales en materia de lucha contra el terrorismo y se define a este como una amenaza común y conjunta para la seguridad interior de todos y cada uno de los Estados miembros, España, a través de mi departamento, está siendo uno de los países
que más intensamente están contribuyendo a la puesta en marcha del Plan de acción de la Unión Europea contra el terrorismo. Es un plan que se reactivó como consecuencia de los ataques de Madrid del 11 de marzo y que ha adquirido una nueva dimensión
con la inclusión de siete objetivos estratégicos que constituyen hoy en día los ejes que vertebran la política europea en materia de terrorismo, y que coinciden con los ejes específicos de nuestro específico plan antiterrorista al que antes me
referí detalladamente. Para garantizar el seguimiento y el cumplimiento del Programa de


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La Haya por parte española, el Gobierno adoptó la decisión de constituir un grupo interministerial que, bajo la coordinación del Ministerio del Interior, cuenta con la participación de los ministerios de Asuntos Exteriores, de Justicia, de
Economía y Hacienda, de la Fiscalía y de otras unidades de la Administración implicadas de un modo más o menos directo en la lucha contra el terrorismo. El trabajo que se ha desarrollado desde el departamento de Interior en el ámbito internacional
es -me pueden creer- ingente. No podía ser menos porque estamos hablando de fenómenos criminales que son y están en sentido propio, como trataba de razonar anteriormente, globalizados, y que, como el fenómeno del terrorismo internacional en
particular, tienen una morfología en red que afecta a más de 60 países de la comunidad internacional, que penetra en todos esos países y cuya respuesta concierne no solo a las capacidades de actuación de una comunidad o de un Estado determinado,
sino también a la comunidad internacional de Estados.



Nosotros hemos actuado estratégicamente en tres frentes fundamentales. En primer lugar, en nuestro espacio geopolítico de desarrollo natural, la Unión Europea, donde hemos asistido nada menos que a 14 reuniones del Consejo de Asuntos de
Justicia e Interior, en los que se han tratado temas de terrorismo. Los temas tratados apenas puedo esbozárselos, pero sí quiero decirles de una manera clara que tienen que ver con el principio de disponibilidad de la información, es decir, con el
hecho de que cada país tenga la obligación de prestar información al país que se la requiere. En segundo lugar, sobre las decisiones marco sobre retención de las telecomunicaciones -luego me referiré a este aspecto-. En tercer lugar, sobre la
implementación de datos biométricos en visados, permisos de trabajo y otros documentos. Y, en cuarto lugar, en la lucha contra otros aspectos estratégicos y operativos que tienen que ver con el terrorismo. Además he asistido a cinco reuniones del
G-5, el grupo de los cinco países más grandes de la Unión Europea, que es informal pero que es muy importante en términos de influencia política y también de transmisión operativa, en las que hemos tratado cuestiones de una eficacia práctica
indudable, como la red de alerta rápida frente al robo o hurto, utilización ilegítima de explosivos, el sistema de trazabilidad de los explosivos, el intercambio de información sobre personas y organizaciones relacionadas con el terrorismo, la
cuestión de los vuelos conjuntos de repatriación, la configuración de grupos de expertos para misiones en fronteras exteriores. Además de asistir a las reuniones del Consejo JAI y a las reuniones del G-5, hemos firmado el llamado Tratado de Prüm en
mayo de 2005. Es un tratado conocido como Schengen III, que convoca a Alemania, España, Francia, Austria, Holanda y Luxemburgo en una serie de trabajos comunes para mejorar, entre otros aspectos, el funcionamiento de la comunidad de Estados
conocida como Schengen III en la lucha contra el terrorismo. Este tratado prevé la configuración -y ya se está haciendo- de seis grupos de expertos, el intercambio de información en materia de ADN, de huellas, de matrículas de vehículos, etcétera,
y también y específicamente el intercambio de información y de comportamiento operativo en materia de terrorismo. Por cierto que el grupo de terrorismo que nace a partir de este tratado entre esos países que les he descrito será liderado por
España. Finalmente, además de estos tres espacios multilaterales de encuentro, hemos tenido yo y mis colaboradores, el secretario de Estado, los directores generales de Policía y Guardia Civil y los responsables operativos de cada una de las
Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, una cantidad ingente de reuniones, sobre todo con los países que tienen un interés más preciso en el marco de la Unión Europea, desde el punto de vista de la lucha contra el terrorismo. Desde ese punto de
vista, los ministerios del Interior de los gobiernos de la Unión Europea, y en general creo que de cualquier gobierno de la comunidad democrática internacional, se han convertido no ya en ministerios que apelan a la seguridad interior de los
estados, sino en ministerios y en departamentos políticos que tratan de estructurar la cuestión de la seguridad global. Por lo tanto, los ministerios del Interior ya no son solo del interior sino también y en gran medida ministerios que tienen que
ver con los asuntos exteriores de la seguridad policial de la comunidad democrática internacional.



En segundo lugar, y junto a la Unión Europea, hemos trabajado con los países del Magreb. Ha habido dos reuniones de la Conferencia del Mediterráneo Occidental, CIMO, ha habido reuniones bilaterales con Marruecos y otros países del Magreb y
estamos pendientes -y va a ser un punto de encuentro esencial- de la celebración en noviembre próximo de la conferencia de Barcelona, del Euromed, donde se tratarán estas cuestiones. Hemos recibido la visita del secretario general de la Liga Árabe
y hemos tenido reuniones de trabajo con diferentes responsables de Naciones Unidas que han fructificado en acuerdos concretos, por ejemplo, con el director ejecutivo del grupo contraterrorista de Naciones Unidas, señor Rupérez, o con la alta
comisionada para los Derechos Humanos, señora Arbour.



Finalmente, el tercer foco estratégico de atención ha sido Estados Unidos de América. Son un actor muy importante en la escena internacional. Es importante intercambiar intereses desde el punto de vista de la información, de la
inteligencia y del funcionamiento de las diferentes policías en las materias más sensibles para la comunidad internacional, por lo tanto, para la lucha policial contra el terrorismo, que básicamente es una lucha de la buena inteligencia y de la
buena información. De Estados Unidos de América recibimos la visita en diciembre de 2004 del entonces fiscal general, y yo mismo visité Estados Unidos en marzo de 2005. Fue un viaje importante, en el que firmé acuerdos concretos de colaboración
con los máximos responsables de la estructura de seguridad de Estados Unidos, con el fiscal general, con el secretario de Estado y Seguridad, con los


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directores de la CIA, del FBI y del Centro de Coordinación Antiterrorista.
Como les digo, firmamos acuerdos de colaboración que estamos ejecutando con todos ellos. Un país importante también para nuestra seguridad por razones bien
conocidas, México, fue visitado por el secretario de Estado de Seguridad en octubre de 2004 y por la subsecretaria del Ministerio en julio de 2005. Buenas e importantes relaciones que hay que seguir manteniendo con los Estados Unidos Mexicanos.



La sexta actuación tiene que ver con las medidas de seguridad penitenciaria. En el dictamen de la Comisión de investigación se expresa la necesidad de poner en marcha una serie de medidas organizativas dirigidas a establecer un control
riguroso sobre los internos vinculados con grupos terroristas internacionales. Así lo entendimos en su día, de modo que la Dirección General de Instituciones Penitenciarias tomó sucesivamente, y dentro del escrupuloso respeto a las leyes, una serie
de medidas organizativas y disciplinarias dirigidas a extremar el control sobre los internos imputados en delitos de terrorismo islamista, así como sobre aquellos otros en los que se pudieran detectar indicios de vinculación con postulados de
naturaleza radical fundamentalista, vinculados, real o potencialmente, con actividades de terrorismo internacional. En concreto y como gran prioridad, la Dirección General de Instituciones Penitenciarias tomó las siguientes medidas. Desde
noviembre de 2004, todas las personas que ingresan en prisión incursos en causas de terrorismo islamista son incluídos en el fichero de internos de especial seguimiento, en el grupo global Terrorismo Internacional, que incluye subgrupos como Al
Qaeda, Ansar al Islam, Hamás, Mártires por Marruecos, Grupo salafista para la predicación y el combate, etcétera. En segundo lugar, actualmente se encuentran en prisión 125 incursos en causas de terrorismo internacional. De ellos, 117 tienen
aplicado el régimen cerrado, es decir, con limitación de las actividades en común de los internos, mayor control y vigilancia sobre los mismos y sobre sus comunicaciones. En tercer lugar, todos los internos acusados de terrorismo islámico tienen
intervenidas las comunicaciones, medida que también se lleva a cabo, dando cuenta a la autoridad judicial, con determinados internos radicales cuando su conducta en las informaciones sobre su actividad es suficiente para cumplir los supuestos
legales. En cuarto lugar, se han contratado 30 intérpretes de árabe con la misión de traducir la documentación generada por los internos vinculados con el terrorismo internacional. Estos intérpretes han sido distribuidos en 21 centros
penitenciarios. En quinto lugar, la Dirección General ha pedido a los directores de todos los centros que extremen el celo y supervisen personalmente que la intervención de comunicaciones se hace de manera rigurosa, y así lo están cumpliendo. En
sexto lugar, se han aplicado medidas de dispersión de estos internos, de modo que se encuentran distribuidos en 30 establecimientos dependientes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y en tres establecimientos dependientes de la
Generalitat de Cataluña. La misma política de dispersión se sigue cuando existen indicios de posible conformación de células terroristas en las prisiones y respecto a personas que ejercen liderazgo en la dirección del terrorismo internacional. En
séptimo lugar, en los servicios centrales de Instituciones Penitenciarias hemos creado un grupo especial para realizar un seguimiento de otros internos musulmanes no incluidos en el archivo FIES que, por sus características y comportamiento en los
centros, pudieran ser susceptibles de liderar grupos radicales o constituir células integristas en el seno de los mismos. Dentro de la actividad de este grupo, se estudia la reubicación y traslado de dichos internos con el fin de evitar la creación
de focos afines al terrorismo.
Finalmente, para analizar y establecer las políticas a seguir respecto a estos internos, se han celebrado dos encuentros de los directores de centros penitenciarios. Además, los subdirectores de seguridad han
recibido formación específica sobre terrorismo internacional, que ha sido impartida por especialistas de los cuerpos de seguridad del Estado y por expertos del Centro Nacional de Inteligencia. En noviembre de 2004 se estableció un protocolo para
regular la remisión a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, bien directamente, bien a través de la Secretaría de Estado de Seguridad, de la información que genera todo este control sobre este específico perfil o tipo de internos. Además se
ha impulsado la coordinación con los Cuerpos de Seguridad del Estado y con el CNI para el seguimiento de la población concernida en los centros penitenciarios, y se ha creado un grupo de trabajo de coordinación en el CNCA. En este sentido, y en
consonancia con las recomendaciones de la Comisión, vamos a integrar, como les indicaré más a delante, a un especialista de la seguridad de prisiones en el cuadro de analistas de inteligencia del Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista. Con
independencia de estas medidas de seguridad, el régimen y tratamiento penitenciario de estos internos se rige, como no podía ser de otro modo, por el principio de igualdad y no discriminación, de manera que todos los internos a los que aquí hago
referencia pueden acceder al trabajo en los talleres y a los programas de formación específicos, si bien con las limitaciones justificadas, legal y normativamente, a las que he hecho referencia anteriormente. Todas estas actuaciones ponen de
manifiesto que se basa en una particular y específica preocupación sobre este colectivo de internos que coincide con idénticas inquietudes al respecto expresadas por la Comisión de investigación, de modo que la coincidencia entre las medidas
adoptadas por la Dirección General de Instituciones Penitenciarias y las conclusiones de la Comisión de investigación son extremas. Hemos cumplido de modo suficiente también en este punto.



Señora presidenta, señoras y señores diputados, para finalizar esta parte de mi intervención referida a las medidas adoptadas hasta la fecha por mi departamento, que se corresponden con las exigencias que el dictamen y las recomendaciones de
la Comisión de investigación


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nos han marcado, quiero referirme a los siguientes extremos. Está claro que las medidas de la Comisión de investigación y las que ha adoptado el Ministerio del Interior del Gobierno de España forman parte e integran una nueva estrategia
antiterrorista, contribuyen a una nueva estructura organizativa, suponen un incremento real de los medios humanos y de los recursos económicos, materiales y tecnológicos de los servicios policiales y están dirigidas a mejorar la coordinación y
cooperación tanto interna como internacional de los servicios antiterroristas. Son todos los ejes en los que el Ministerio del Interior ha actuado de un modo, entiendo, sensato, prudente, responsable y, en definitiva, ajustado también a los
criterios que de alguna manera, a posteriori, ustedes mismos, el Congreso de los Diputados, concluyeron en la Comisión de investigación del 11-M.



Por lo que hace al incremento de medios, antes de continuar quiero hacer una referencia específica a la labor del Ministerio del Interior. Durante el año 2004 hemos aumentado en 300 el número de policías y guardias civiles destacados en los
servicios de información o servicios centrales de información de Policía y Guardia Civil; durante este año 2005 estamos aumentando en otros 300 ese número. Por tanto, a final de año tendremos un total de 600 especialistas a sumar a los algo más de
100 que había cuando llegamos al Gobierno. Nuestro objetivo es aumentarlos hasta que al final de la legislatura lleguemos aproximadamente a 1.000 nuevos efectivos de servicios centrales de información de Policía y Guardia Civil, lo cual nos pone
objetivamente a la cabeza, desde el punto de vista del número de efectivos y de recursos, de toda la Unión Europea en materia de lucha contra el terrorismo internacional. Para dotar de medios materiales y tecnológicos adecuados y urgentes a estos
nuevos efectivos, el Mando Unificado acordó aportar un millón de euros, con arreglo a los presupuestos de la Secretaría de Estado de Seguridad, a las direcciones generales de Policía y de Guardia Civil cuando decidimos la incorporación, y luego se
han ido destinando recursos económicos sucesivamente, como más tarde referiré.



El incremento neto de efectivos más la cobertura de plazas del catálogo que estaban vacantes nos ha permitido como consecuencia, señorías, reforzar las unidades y servicios que ya existían y hemos creado otras unidades especiales de
inteligencia operativa, hemos reforzado la estructura periférica antiterrorista y hemos creado unidades territoriales y grupos locales de información allí donde las exigencias de lucha contra el terrorismo lo exigían. Se ha incrementado, además, de
manera más que significativa el número de traductores e intérpretes de los servicios de información, 40 en total, a los que se suman -como ya les dije- los 30 intérpretes en Instituciones Penitenciarias. Por lo tanto, son 70 nuevos
traductores-intérpretes, una cifra que es importante y que vamos a seguir aumentando en el futuro, a medida que las necesidades lo demanden. Además, y como es lógico, hemos procedido a la adquisición y asignación de ordenadores, vehículos, sistemas
de seguridad y vigilancia y equipamientos generales, que se corresponden con esos aumentos de personal en los servicios de información de Policía y Guardia Civil.



Se ha puesto en marcha una importante y necesaria labor de formación -y quiero poner aquí mucho énfasis- y especialización de nuestros policías en el área de terrorismo internacional, específicamente en el denominado terrorismo islamista
radical o terrorismo radical vinculado con Al Qaeda o terrorismo internacional vinculado con la red Al Qaeda, llámenlo como quieran. En concreto, la Dirección General de la Policía ha puesto en marcha las siguientes actuaciones formativas. Desde
el pasado año 2004 se han incluido unidades formativas específicas en terrorismo internacional en los cursos de ingreso en la escala básica y en la escala ejecutiva del Cuerpo. Esta actuación formativa se ha realizado también en el centro de
promoción en el que se cursan los estudios de ascenso a las categorías de oficial de policía, subinspector, inspector jefe, comisario y comisario principal. En el centro de especialización se han desarrollado durante el presente año 2005 tres
cursos básicos sobre movimientos radicales violentos de terrorismo internacional y otros tres sobre la misma materia pero dirigidos a especialistas de la escala ejecutiva. Además, a lo largo del presente año se han impartido dos cursos de idioma
árabe, niveles 1 y 2, seguidos por 25 alumnos. Por su parte, la Dirección General de la Guardia Civil ha llevado a cabo las siguientes actuaciones formativas. Se han celebrado siete jornadas básicas sobre actuación y neutralización del terrorismo
internacional y otros riesgos exteriores, a las que han asistido un total de 130 componentes del Cuerpo en diferentes empleos; se ha celebrado el primer seminario sobre terrorismo internacional de base islamista para oficiales, suboficiales, cabos
y guardias civiles; se han convocado un total de nueve cursos básicos de especialistas de información en los que se ha formado a un total de 354 agentes; se ha celebrado un curso superior de especialistas en información, en el que se formó a 30
oficiales; se ha desarrollado una jornada sobre terrorismo internacional, a la que asistieron todos los jefes de comandancia de la Guardia Civil, y se han desarrollado, por último, dos ciclos de conferencias sobre terrorismo internacional, a los
que han asistido los oficiales de información responsables de las zonas de Andalucía, Extremadura, Murcia, Cataluña, Valencia y Baleares. Por lo tanto, la actividad de formación, que creo esencial para tener unas Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del
Estado bien adiestradas en la lucha contra el terrorismo internacional, ha sido no menos ingente que la del resto de los apartados a los que me he referido a lo largo de mi intervención.



Finalmente, señorías, déjenme decirles que el coste directo actual de los servicios contra el terrorismo está en torno a los 350 millones de euros y la dotación inicial para 2006 aumentará hasta los 368 millones de euros; estoy hablando de
coste directo, pero hay que tener en


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cuenta, además, que muchas de las infraestructuras y gastos que se prevén en los diferentes programas de seguridad para 2006 van a repercutir también de una manera directa sobre las potencialidades de las que se van a beneficiar nuestros
servicios de inteligencia y antiterroristas. Por lo tanto, el aumento sustancial que el departamento de Interior experimenta en los Presupuestos Generales del Estado, más de un 11 por ciento, se va a traducir también en la inyección de recursos
financieros, como no podía ser de otro modo, para la lucha contra el terrorismo internacional.



Señora presidenta, estoy convencido de que nuestro país ha hecho un importante esfuerzo en sus estructuras de seguridad, lo acredita, entre otras cosas, la práctica totalidad del cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión de
investigación, aunque, como digo, se había iniciado ese cumplimiento nada más entrar en el Gobierno, por razones obvias. Estoy no menos seguro, señora presidenta, señoras y señores diputados, de que debemos seguir trabajando, desde la fortaleza de
la unidad de los demócratas contra el terrorismo, en la profundización de esas líneas lógicas de trabajo a las que he hecho referencia. Pero hay otra serie de mejoras, otra serie de líneas de trabajo que creo que tenemos que explorar en el futuro.
Se las voy a resumir brevemente. En primer lugar, en el futuro inmediato, además de profundizar y seguir trabajando en esas líneas de actuación, tanto en atención a las víctimas como en la mejora de medios, organización, recursos de todo tipo,
etcétera, así como en la cooperación internación, tenemos que trabajar en la creación de un gabinete de estudios de seguridad interior, que va a depender del secretario de Estado de Seguridad, un gabinete que tienen todas las estructuras de
seguridad de los países desarrollados de nuestro entorno y que también tiene que tener España. Este gabinete se va a dedicar a apoyar a las autoridades políticas del Ministerio del Interior en la toma de decisiones que hagan relación a políticas de
seguridad y en la toma de decisiones que también tienen que ver, por tanto, con la lucha contra el terrorismo internacional; va a impulsar y a asegurar el desarrollo de acciones formativas específicas para lograr una alta especialización de los
directivos policiales de los cuerpos de seguridad y además va a actuar como centro español de la Academia Europea de Policía.



En segundo lugar, vamos a potenciar el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista, cuyas funciones actuales y su posición en la estructura de seguridad deben ser ampliadas y mejoradas reforzando sus capacidades actuales, entre otras
cosas con un departamento específico de inteligencia antiterrorista, que ya existe ahora, como es obvio, pero a ese departamento específico hay que sumarle no solo responsables de Policía, Guardia Civil y Centro Nacional de Inteligencia, como hasta
ahora, sino también gente proveniente de la Fiscalía y de la Magistratura que puede incorporar, desde el punto de vista de la información, un importante valor añadido y, desde luego, también especialistas provenientes de la estructura de seguridad
de Instituciones Penitenciarias, que saben, créanme, mucho de esta cuestión. Además va a contar con un departamento de coordinación antiterrorista para dictar las normas y criterios estratégicos de coordinación en el caso de operaciones
antiterroristas conjuntas o compartidas de los diferentes cuerpos policiales; con un departamento de cooperación internacional en inteligencia policial antiterrorista, que pueda vincular de un modo más preciso -ya lo está- al Centro Nacional de
Coordinación Antiterrorista con otros servicios hermanos de otros países de la comunidad internacional, Reino Unido, Francia, Alemania y Estados Unidos.
Finalmente tenemos que meter en el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista la
actualización permanente del inventario de infraestructuras críticas a proteger en nuestro país.



En tercer lugar, vamos a crear una oficina de cooperación policial internacional que se tiene que encargar de la tarea de coordinar y reforzar la operatividad de toda la red de oficiales de enlace que tenemos en los diferentes países, a
parte de los cuales hacía antes referencia en los diferentes países de la comunidad internacional.



En cuarto lugar, vamos a reforzar el plan de protección de infraestructuras críticas. Como saben SS.SS., en el Consejo Europeo de marzo de 2004 se reiteró la preocupación por la necesidad de poner en marcha un plan de estas características.
La gestión de las infraestructuras críticas es una de las grandes cuestiones en España y en la Unión Europea. Por tanto, nosotros -y creo que vamos a ser de los primeros países de la Unión Europea- vamos a elaborar ese plan, que después se pondrá
en coordinación con el plan europeo que se está patrocinando en el Consejo de Ministros y en el resto de las instituciones de la Unión Europea.



En quinto lugar, vamos a sistematizar y mejorar las medidas de seguridad antiterrorista en los transportes marítimos y en los puertos. Es una cuestión de la máxima importancia. Ya estamos actuando de una manera muy decidida en la zona del
Estrecho: Algeciras, Almería, Málaga, Ceuta y Melilla, y en la zona de Baleares, en los puertos de Barcelona, en Valencia y en Denia -por lo tanto en Levante- y también en el norte.
Hasta septiembre, y como resultado de los dispositivos que están
puestos en marcha, se ha identificado a más de 6.000 viajeros, de los cuales 57 fueron detenidos por diferentes causas; se controló a más de 4.000 vehículos, se aprehendieron armas, estupefacientes, documentación falsa, etcétera. Tenemos que
seguir trabajando, y de un modo muy decidido, en la protección del transporte marítimo y de nuestros puertos.



En sexto lugar, vamos a elaborar un cuadro normativo para la retención de datos del tráfico de las comunicaciones electrónicas y de control de datos de activación de tarjetas prepago. Ya han oído hablar del tema; es una cuestión que se
está discutiendo en la Unión Europea en su conjunto y en diferentes Estados miembros. Cuando hablo de datos de tráfico me refiero, como bien saben, a datos objetivos, es decir, no al contenido de las comunicaciones,


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que es algo protegido por el derecho fundamental al secreto de las mismas, sino al almacenamiento por un periodo de tiempo mínimo indispensable de datos objetivos del tráfico: cuándo se hace la llamada, desde dónde, desde qué número, a qué
número, etcétera. Es decir, se trata de dar una potencialidad pública a lo que ya se hace por parte de las compañías a efectos de facturación o a efectos privados, lo que nos va a permitir tener un instrumento policial muy importante para la lucha
contra el terrorismo internacional, como lo demuestra la investigación de los atentados de Madrid y de Londres. También tenemos que mejorar a nivel normativo -y vamos a hacerlo- el régimen de las denominadas tarjetas SIM prepago, de modo que puedan
conservarse los datos de los compradores de las mismas y los datos de tráfico de los teléfonos que no son prepago.



Finalmente, en séptimo lugar vamos a patrocinar algo que es muy importante política y policialmente. El terrorismo internacional exige una respuesta internacional. Créanme, esto es muy importante, y no lo digo como recurso retórico sino
porque estoy firmemente convencido de ello. Entre las actuaciones que les he descrito hay una que en España echamos en falta para la Unión Europea y eventualmente para el resto de la comunidad democrática internacional. Se trata de la constitución
de un equipo policial europeo de apoyo ante grandes ataques terroristas; un grupo permanente de apoyo para asistir al país que pueda sufrir un ataque de esas características. A nuestro entender -y así lo voy a presentar en el Consejo de Ministros
de asuntos de Justicia e Interior de la Unión Europea, así como en las próximas reuniones del G-5 y del grupo de Prüm-, este equipo europeo debe estar integrado por especialistas en investigación terrorista y forense de los cuerpos de policía de los
diferentes países de la Unión Europea. Dichos especialistas deben ser designados por cada país y deben estar disponibles para la constitución inmediata de ese equipo de apoyo activado ante cualquier ataque terrorista, y además debe celebrar
reuniones periódicas para el intercambio y actualización de conocimientos y experiencias relacionadas con la investigación y con la respuesta operativa frente a cualquier ataque terrorista.



Señora presidenta, señoras y señores diputados, en el Ministerio del Interior y en el Gobierno de España hemos seguido con atención los debates, las reflexiones y las aportaciones que tuvieron lugar en las sesiones de la Comisión y hemos
leído atentamente su dictamen. Desde el Ejecutivo hemos trabajado y seguimos haciéndolo sin descanso. Como pueden suponer ustedes perfectamente, no hay un solo día en la vida del ministro del Interior y de la gente de su equipo en el que no se
tome en consideración este o aquel rasgo de uno de los fenómenos más preocupantes del mundo en el que vivimos: el terrorismo internacional. Para ello, a la gente del Ministerio del Interior, a su titular y a ustedes mismos, sin duda alguna, nos
guía la convicción de que estamos defendiendo sociedades abiertas, plurales, libres, tolerantes, sociedades democráticas, pero también nos guía la solidaridad con nuestras víctimas del terrorismo y con las víctimas de Bali, de Nueva York, de Londres
o de cualquier otro lugar del planeta. Las peculiaridades del terrorismo internacional hacen indispensable que exista un alto grado de cooperación operativa, pero eso solo es posible si existe un alto grado de consenso político en esa comunidad
internacional. Quiero reiterar de nuevo la absoluta convicción de mi departamento y del Gobierno de España de que debemos ir hacia una estrategia integral, internacional, frente al terrorismo y de que debemos llegar a un acuerdo político, empezando
por España, que nos permita establecer nuevas y compartidas acciones estratégicas frente a la deriva del terrorismo internacional. En ese marco de consenso, estoy a su disposición para recibir cualquier iniciativa que tenga una dimensión
organizativa o cualquier iniciativa desde el punto de vista de los recursos que pueda mejorar el comportamiento de nuestro país en la lucha contra el terrorismo internacional. También estoy dispuesto a recibir cualquier propuesta que nos ayude a
dar entre todos una respuesta democrática desde la comunidad internacional frente a este fenómeno que tanto nos preocupa y que tanto debe seguir preocupándonos.



La señora PRESIDENTA: Vamos a iniciar el turno de intervención de los grupos parlamentarios. Como es costumbre, se iniciará por el grupo autor de dos comparecencias, es decir, el Grupo Parlamentario de Izquierda Verde-Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya Verds. Tiene palabra durante un tiempo máximo de 20 minutos el señor Llamazares.



El señor LLAMAZARES TRIGO: En primer lugar quiero agradecer la comparecencia del señor ministro para explicar las medidas del Gobierno en relación con las recomendaciones de la Comisión de investigación sobre el 11-M, comparecencia que nos
parece necesaria, diríamos que imprescindible. También quiero saludar las medidas adoptadas por el Ministerio del Interior, que van en el sentido de las recomendaciones de la Comisión de investigación. Hay que recordar que si bien esta Comisión ha
tenido líneas divergentes entre buena parte de los grupos parlamentarios y otro grupo parlamentario en cuanto a la investigación y las conclusiones, las recomendaciones han sido unánimes y, por tanto, no solo corresponsabilizan a los grupos
parlamentarios de la Cámara, sino que, en nuestra opinión, significan un mandato con autoridad política y moral al Gobierno en relación con la lucha frente al terrorismo yihadista. El Gobierno lo ha entendido así también y al cabo de cinco meses ha
presentado un buen balance sobre las recomendaciones que estableció la Comisión de investigación, algunas de las cuales ya se habían puesto en marcha por parte del Ministerio del Interior y otras han sido desarrolladas con posterioridad. En estos
cinco meses ha continuado la investigación policial y judicial, sin lugar a dudas uno de los puntos fuertes de nuestro sistema de


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seguridad y de nuestro Estado de derecho, y nosotros consideramos que los avances en esa investigación policial y judicial van en el mismo sentido que la Comisión de investigación. Por decirlo de otra manera, la Comisión hizo su trabajo en
el Congreso de los Diputados en lo que eran los puntos fuertes y los puntos débiles en materia de seguridad frente a un atentado concreto -el gravísimo atentado del 11-M- y en relación con el tratamiento de las víctimas, y la policía y la judicatura
han seguido investigando, dentro de su ámbito de competencia, la autoría material de los hechos. Nada desde entonces ha abundado en las especulaciones respecto a las autorías y nada desde entonces ha abundado en las especulaciones sobre una
supuesta conspiración interna o una supuesta conspiración internacional en relación con el atentado del 11-M. Al final, las recomendaciones y la investigación judicial, aunque por caminos diferentes, como debe ser, van en un mismo sentido, en el de
la racionalidad, por una parte, en la búsqueda de la autoría material y por otra en las medidas para mejorar nuestra seguridad. Sin lugar a dudas en el día de hoy otros mirarán a montañas y a desiertos lejanos, nosotros miraremos hoy
fundamentalmente a lo que es la investigación judicial y la investigación de esta Comisión, pero sobre todo a sus recomendaciones para saber si el Gobierno las ha cumplido o no. Dicho sea de paso, desde nuestro grupo parlamentario consideramos que
las recomendaciones han sido cumplidas por el Gobierno o que la orientación del Gobierno es el cumplimiento de las recomendaciones, aunque también nos gustaría aportar nuestras reflexiones en algunas materias.



Por otro lado, señorías, nosotros tenemos que destacar del trabajo de esta Comisión de investigación y de sus recomendaciones -también del trabajo judicial-, porque frente a otras experiencias nuestro país está muy alejado de que las
políticas de seguridad tengan que ser a costa de derechos y libertades y también de concebir las políticas de seguridad como políticas militares. Las conclusiones de la Comisión de investigación garantizan la mejora de la seguridad dentro de la
libertad en el marco de la Convención de los Derechos Humanos e incluso que se den en una política internacional hacia otros países y en las relaciones policiales dentro del marco del derecho internacional y del derecho humanitario. Digo esto
porque desde las recomendaciones de la Comisión de investigación se han producido gravísimos atentados a nivel internacional, en Europa y fuera de Europa, y ha habido reacciones ante esos atentados no todas ellas en el marco de la Convención de
Derechos Humanos ni en el marco del derecho internacional. Quiero reclamar para este Parlamento, para la cultura democrática de este país que nosotros, a pesar de los efectos gravísimos del atentado, nos mantengamos en la seguridad dentro de la
libertad, dentro del derecho humanitario y del derecho internacional.



Señorías, he dicho antes que nuestro grupo parlamentario está satisfecho de la orientación del Ministerio del Interior en cuanto al cumplimiento de las recomendaciones de la Comisión de investigación, con respecto a la evolución de los temas
que eran puntos fuertes de nuestro sistema de seguridad -antes me he referido a alguno de ellos-, de nuestro sistema policial y judicial, y también con relación al fortalecimiento de los puntos débiles, si bien hay algunas cosas que a nuestro grupo
parlamentario nos gustaría precisar. Hay una primera cuestión que quizás es la más importante de las conclusiones y recomendaciones de la Comisión de investigación, la voluntad de constituir un pacto o un acuerdo entre todas las fuerzas políticas
democráticas frente al terrorismo yihadista.
Ese pacto ya se ha firmado -fue firmado con la votación de las recomendaciones de esta Comisión-, pero queda darle operatividad. Desde entonces no ha habido hechos diferentes con respecto a este
acuerdo; no se han producido reuniones sistemáticas de los grupos parlamentarios que han suscrito el acuerdo, tampoco se ha producido un marco constante de relación entre los grupos parlamentarios y el Gobierno, y nosotros lo echamos de menos. A
partir de estos cinco meses es el momento de poner en marcha el pacto antiterrorista frente al terrorismo yihadista y, una vez los grupos hemos mostrado nuestro acuerdo respaldando las recomendaciones, está en manos del Gobierno decirnos la mejor
forma de articular ese pacto entre las fuerzas políticas parlamentarias y el Gobierno y también hacer un calendario para la relación entre el pacto frente al terrorismo yihadista y el Gobierno. Nos parece importante resaltarlo en esta reunión.



Paso a referirme por orden a algunas cuestiones que han sido abordadas por parte del Gobierno y sobre las que tenemos alguna apreciación que hacer. Con relación a las víctimas, la política ha mejorado sustancialmente, tanto en lo que se
refiere a la dedicación económica como a las medidas de atención y también de rehabilitación de las víctimas, y queremos resaltar aquí el reconocimiento y el apoyo a sus asociaciones. Lo único que diríamos de nuestras preocupaciones con respecto a
las asociaciones es la necesidad, como creemos que fue una de las reflexiones de la Comisión de investigación, de seguir profundizando en la neutralidad política con respecto a las asociaciones de víctimas del terrorismo. Las asociaciones de
víctimas del terrorismo no son de ningún color, son de las víctimas del terrorismo. En ese sentido consideramos de la mayor importancia seguir profundizando todos en la autonomía o independencia y neutralidad de esas asociaciones y fundaciones.



En segundo lugar, con respecto a la prevención en las catástrofes, que es mucho más que en materia policial o de inteligencia, señorías, nosotros no tuvimos mucha oportunidad de profundizar en la investigación en esta Cámara -es un tema de
competencia autonómica, municipal, con una responsabilidad última de la Administración central- en la respuesta ante catástrofes y en la protección civil. De los datos que llegan a mi grupo parlamentario no solamente sobre este atentado, sino de
otros en el ámbito internacional, se deduce que es cada vez más urgente que haya una respuesta más eficaz ante


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catástrofes de estas características, ante grandes atentados en materia de protección civil. Por ejemplo, la comparación de las tasas de mortalidad in itinere, desde el momento del atentado hasta la llegada al hospital, realmente es
llamativa, por tanto requiere que se profundice en esa materia por las distintas administraciones en una conferencia sectorial de protección civil. Queremos saber si esa conferencia sectorial va a ser impulsada por el Gobierno para mejorar los
protocolos y su aplicación en casos de catástrofes; que no nos quedemos por una parte sin hospitales de campaña que estabilicen a los heridos o por otra, al final, sin suficientes medios para esa estabilización, lo que ha ocurrido no solamente en
este atentado sino en otros, y que es una preocupación, porque significa un incremento muy grave de las tasas de mortalidad de los heridos in itinere entre el atentado y el centro hospitalario. Esta sería otra pregunta que le formularíamos al
Gobierno, la disposición a impulsar una conferencia sectorial de protección civil para atentados o para grandes catástrofes que van más allá de las capacidades de una determinada comunidad autónoma o de un determinado ayuntamiento o municipio. Con
respecto a los temas de inteligencia tanto estratégica como operativa. Sin lugar a dudas tanto el CEMU como el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista son avances muy importantes. Han significado un cambio positivo en la política
antiterrorista. Hoy el anuncio del ministro del Interior de darle más contenido al Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista, que también va en el sentido de fortalecerlo, nos satisface. De todas maneras, nosotros hemos detectado algunos
problemas en este atentado y en otras actividades antiterroristas que nos gustaría apuntar. En primer lugar, en relación con el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista nos preguntamos si como consecuencia de esa serie de grupos creados en el
marco del propio centro y del avance experimentado en bases de datos y materia operativa no sería el momento de darle una mayor autonomía al mismo, así como de establecer una estructura clara del centro con una dirección autónoma. De la misma
manera en relación con los temas de inteligencia e información operativa nos preguntamos si podemos seguir como hasta ahora, con servicios de información diferenciados en cada una de las policías, o si finalmente en materia antiterrorista apostamos
por que sea una de las policías la que acumule los servicios de información. De hecho, esto se está produciendo ya. El servicio de información de la Policía básicamente es el que en estos momentos de alguna manera funciona de forma más avanzada en
relación con la información antiterrorista frente al terrorismo internacional. La cuestión es si seguimos financiando, apoyando y dotando distintos servicios de información en materia antiterrorista o si la existencia del Centro Nacional de
Coordinación Antiterrorista podría apuntar a una mayor especialización de una de las policías con arreglo a lo que podemos denominar la información antiterrorista frente al terrorismo yihadista. Como digo, esto se está produciendo, pero sin lugar a
dudas no reconocer el hecho significa poder entrar en mecanismos de descoordinación, como los que sabemos que se produjeron previamente al 11-M, y de ineficiencia en la inteligencia operativa de nuestras fuerzas policiales. Este es un interrogante
que se ha formado en nuestro grupo a medida que vemos que el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista se fortalece, avanza, se crean nuevos grupos y de alguna manera tiene una entidad propia.



Hay otro tema que nos preocupa. El señor ministro no ha hecho ninguna referencia al mismo, sin embargo aparece tras el atentado del 11-M como uno de los temas fundamentales. Usted ha planteado el problema de los explosivos y de los
específicos. En esa materia se ha avanzado y se debe seguir avanzando de manera sustancial no solamente en el marco español, sino también en el marco internacional, sobre todo porque técnicamente los explosivos están cambiando muchísimo, y ya se
utiliza como explosivo algo que ni es específico ni es explosivo. Por tanto, esta información del ministro del Interior nos parece muy importante. Por otra parte, señor ministro, sobre confidentes no hay nada. Las investigaciones que se han
seguido en este sentido por la judicatura y por la Policía incluso en estos últimos cinco meses posteriores a las recomendaciones de la Comisión nos demuestran que tenemos un gravísimo problema con los confidentes; gravísimo problema de control y
gravísimo problema también en cuanto al protocolo de relación entre la Policía y esos ciudadanos que contribuyen a la investigación policial. Es verdad que hay sectores que piensan que la mejor regulación es la no regulación. No estamos de
acuerdo, sencillamente porque hemos visto lo que ha ocurrido en estos últimos tiempos y porque tenemos experiencias de distintas policías del Estado -en este caso me refiero a la Ertzantza- que demuestran que un cierto protocolo o normativa en
materia de confidentes nos puede solucionar, por ejemplo, que las distintas policías conozcan a los confidentes y no haya contradicciones entre ellas, así como que esas relaciones con los confidentes sean claras, a pesar de que en algunos casos es
evidente que necesitan un sistema de discreción que nosotros no ponemos en cuestión. En esta materia nos gustaría saber si el Gobierno ha hecho algo al respecto, ya que alguna de las recomendaciones iba en ese sentido, y nos parece importante que
nos lo comunique.



En cuanto a los temas internacionales ha habido un esfuerzo por parte del Gobierno en relación con la Unión Europea, pero en esta como en otras materias la Unión Europea está en un marasmo; la Unión Europea está confundida y tiene
dificultades para avanzar. En este contexto tengo que decir que de los 24 instrumentos que tenemos en materia de lucha antiterrorista hay 17 que no se están aplicando por parte de todos los Estados miembros, es decir solo 7 instrumentos son
aplicados, lo cual resulta llamativo. Como digo, resulta llamativo que haya 6 convenciones aparcadas en materia antiterrorista, así como que Europol y Eurojust -esta era una de las convicciones


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de esta Comisión- avancen muy lentamente. En ese sentido nos parece que a veces la Comisión Europea y el Consejo Europeo hacen huidas hacia adelante. En el caso del último atentado de Londres la huida hacia adelante ha consistido en
lanzarse al tema de comunicaciones y datos mientras que cuestiones que ya están acordadas por la propia Unión Europea sencillamente no se aplican. Es más importante aplicar lo que ya está acordado que hacer huidas hacia adelante que a veces
provocan discrepancias, como la última del propio Parlamento Europeo al rechazar las medidas relacionadas con las comunicaciones. Eso demuestra que hay una difícil comunicación entre las instituciones europeas, que a veces se avanza a tirones y que
en algunos casos se está estancado en materia de cooperación internacional.



En cualquier caso, hay materias en las que se han realizado avances del ministerio y estamos satisfechos de los mismos, aunque nos gustaría plantearle algunas preguntas al ministro del Interior como parte final de la intervención. Reitero
la pregunta sobre la Conferencia sectorial de protección civil. Sé que esta es una cuestión que requiere discreción, pero me gustaría conocer por parte del ministro del Interior cómo se valora la amenaza del terrorismo yihadista en estos momentos.
En nuestra opinión sigue habiendo una importante amenaza, pero se ha reducido con relación a la situación del 11-M. Por otra parte, reitero la reflexión relacionada con el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista y con los servicios de
información de las distintas policías. Asimismo me llama la atención en la reflexión del ministro no ver la presencia de todas las policías. Como digo, echo de menos la presencia de policías autonómicas y de policías locales en la reflexión del
ministro en cuanto a los mecanismos de coordinación y cooperación. Hay mucho por hacer en materia de cooperación internacional, particularmente, como he dicho antes, en la Unión Europea y queremos trasladar nuestra preocupación al ministerio sobre
los derechos humanos, algo que es general por parte de las instituciones de nuestro país, para que esto se traduzca de forma escrupulosa en materias que parecen tan alejadas de este aspecto, aunque no lo están, como es la política exterior y la de
inmigración. Estamos preocupados por los documentos que en materia de política de inmigración apuntan a vulneraciones o riesgos para los derechos humanos, por ejemplo, el reciente documento de Amnistía Internacional con relación a la inmigración en
Ceuta y Melilla. En ese sentido pediríamos una atención y un impulso del Ministerio del Interior en tan importante materia aunque parezca alejada de la cuestión que hoy tratamos aquí.



Señorías, termino expresando mi agradecimiento al ministro del Interior y esperando del ministerio un impulso a una conclusión esencial de la Comisión de investigación como es el pacto frente al terrorismo yihadista. En esa materia su
impulso es determinante.



La señora PRESIDENTA: Continuamos con las intervenciones de los grupos que no han presentado iniciativas en esta comparecencia.



Para ello, tiene la palabra el señor Olabarría por un tiempo de diez minutos.



El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Señor ministro, le agradezco mucho la exhaustividad de sus explicaciones.



No sé si las 111 recomendaciones aprobadas por la Comisión ya han sido objeto de desarrollo, pero por la largueza de su intervención parece que así ha sido o que estamos muy próximos al desarrollo de las recomendaciones atinentes a las
competencias de su ministerio.



En todo caso, hay algunas reservas o dudas que inquietan a mi grupo parlamentario, aunque algunas han sido ya indicadas por el señor Llamazares, en relación con las víctimas. Las recomendaciones relativas a la atención a las víctimas eran
más amplias de las que ha explicitado en su comparecencia de hoy. El señor Llamazares, además con lucidez, ha hecho alusión a un problema, el de la neutralidad política de las asociaciones representativas de las víctimas. No sé hasta que punto
todas las asociaciones de víctimas se pueden calificar como políticamente neutrales, lo cual es un elemento de legitimación institucional para su función, que es atender a los problemas y desarrollar las políticas de actuación en favor de las
víctimas. He conocido recientemente cómo en una muy conocida y relevante asociación de víctimas en contra del terrorismo -precisamente el acróstico coincidiría con esta función o con esta reflexión que estoy haciendo- se ha producido una escisión
por considerar los escindidos que no era la neutralidad el elemento caracterizador del funcionamiento de su dirección. Desde ese punto de vista o desde esa perspectiva, señor ministro, le haré una primera pregunta. ¿A la hora de realizar funciones
de interlocución con las asociaciones de víctimas utilizan algún elemento de expurgo, usando la expresión judicial, o de discriminación para que quede acreditado y sea claro que no va a ser utilizada esa interlocución por ciertas directivas o
miembros de directivas de algunas asociaciones de víctimas con carácter espurio y de forma ajena a lo que estas organizaciones deben defender y tienen legitimidad para defender, la problemática de las víctimas, y no penetrar en otras cuestiones
colaterales que hacen referencia al debate político y que debían residenciarse en la soberanía o en el ámbito parlamentario que es el soberano para debatir sobre otras cuestiones, sobre las que no infrecuente estas asociaciones suelen incidir.



En cuanto materias concretas vinculadas a la recomendación en materia de víctimas que se aprobó por el Pleno de esta Cámara, había una en concreto que pedía el impulso del diálogo con las administraciones públicas a través de líneas
tecnológicas como líneas 900 o páginas web, pero no le he oído ninguna reflexión en cuanto a la implementación de este tipo de medidas. Otra es la


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puesta en marcha de campañas entre la población, en el ámbito educativo incluso, que sensibilicen, sobre todo a nuestros escolares, con el problema del terrorismo con carácter general, inoculando los valores de la tolerancia, de la paz en el
ámbito de la enseñanza y en la sociedad con carácter especial, que también requiere cierta pedagogía sobre estas cuestiones; tampoco le he oído reflexiones sobre este problema. Asimismo he echado en falta en sus reflexiones la posibilidad que se
insinuó, más que se concretó, en la recomendación de que el Ministerio del Interior pueda personarse sistemáticamente como acusación particular en los juicios contra terroristas, sobre todo en juicios contra terroristas con actos de terrorismo de
gran dimensión, de particular brutalidad. Por último, tampoco le he oído nada en cuanto a establecer con los interlocutores representativos de las organizaciones islámicas asentadas en España un sistema de relación permanente que ayude a su
integración desde el respeto estricto a sus elementos identitarios. He echado en falta, señor ministro, en su larga relación en materia de atención a las víctimas, reflexiones sobre algunas de estas cuestiones que constan como recomendaciones o
están ubicadas en las recomendaciones aprobadas por este Congreso de los Diputados.



Hay otras dos materias importantes, ya dentro de las medidas operativas que usted ha indicado, que nos preocupan; serían dos particularmente. Una de ellas es la ubicación de actos biométricos en determinados documentos oficiales. Me
gustaría saber de qué datos, qué tipo de datos y en qué tipo de documentos se van a ubicar y si esta operación se va a acometer respetando el contenido esencial del derecho a la dignidad y al honor de las personas, cuestión no baladí que está
provocando en otros países de nuestro entorno no pocos problemas jurídicos y no pocos problemas conceptuales. La otra cuestión es el control de las comunicaciones. En esta materia estamos penetrando en un terreno particularmente resbaladizo que a
usted no se le escapa. Me gustaría saber si estos mecanismos de control y almacenaje de las comunicaciones se van a hacer también respetando el contenido esencial del derecho que prevé la Constitución en relación con la privacidad, el mantenimiento
a la garantía de la intimidad de las personas y el secreto de las comunicaciones. Quizá alguna pormenorización en relación con esta materia sería útil por su parte, señor ministro.



Voy a ser muy breve en las preguntas. La siguiente haría referencia al Centro Nacional de Inteligencia. Sigo sin comprender la incardinación del mismo en el Ministerio de Defensa. Tengo la impresión de que usted tampoco la comprende muy
bien. Esto es una inercia. Ya sé que ni depende de usted ni de mí, seguramente depende de otro ministro amigo suyo personal o depende de las circunstancias de las que dependa, que cada vez resultan más enigmáticas de comprender, a mi grupo
parlamentario cuando menos. Mantener los centros nacionales de inteligencia incardinados en el Ministerio de Defensa es un resabio, es una especie de mecanismo residual de los grandes conflictos bélicos con los que ha convivido Europa y el mundo
recientemente, pero la dimensión de los conflictos ya muy localizados, guerras de baja intensidad muy localizadas territorialmente y la desaparición de lo que técnicamente se denominaba Guerra Fría y confrontación de bloques, ha provocado en la
mayoría de los países civilizados y democráticos un deslizamiento del control y de la ubicación de estos centros de inteligencia a las policías, o de apoyo o fortalecimiento de las funciones policiales. Una parte del Centro Nacional de Inteligencia
por lo menos debería estar ubicado en su ministerio. Quizá el señor Bono tenga necesidades también en materia de inteligencia. Quiero decir desde la perspectiva de conocer a través de un centro qué ocurre en el ámbito de los problemas militares y
bélicos que pueden suscitarse; líbreme Dios de estar hablando de la inteligencia del señor Bono en este momento. Al margen de estas necesidades, quien necesita de un centro nacional de inteligencia es aquel ministerio que debe enfrentarse a
fenomenologías criminales, como puede ser el terrorismo islamista que es de lo que estamos hablando ahora. Desde esa perspectiva la pregunta sería si va a haber algún tipo de reubicación de este centro o de parte de este centro, o si la
coordinación por lo menos de sus servicios de inteligencia, que los tiene a través de las correspondientes direcciones y subdirecciones, funcionan en buena cohonestación, en buena coordinación con el Centro Nacional de Inteligencia allá donde está
ubicado. Es una cuestión trascendental, no baladí. Señor ministro, como el señor Llamazares he echado en falta en las alusiones y en la prefiguración o configuración que ha esbozado aquí de esos centros de coordinación, centros de coordinación
antiterrorista, la presencia de policías diferentes a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, policías autonómicas e incluso policías locales; imagino que será un lapsus que estará en condiciones de corregir con cierta facilidad.



Para acabar mi intervención, señora ministra, perdón, señora presidenta (Rumores.-Risas.) -esto puede ser un presagio-, una cuestión. En opinión de mi grupo parlamentario estamos en un incumplimiento real de una de las recomendaciones
aprobadas por el Congreso de los Diputados cuando finalizaron los trabajos de la Comisión del 11-M, la relativa al Pacto antiterrorista para afrontar esta fenomenología criminal. Aquí se definieron las características de este pacto de modo
genérico. No le he oído más que una reflexión al final de su intervención explicitada de forma muy rápida con carácter muy deletéreo, muy difícil de comprender que es lo que quería decir. Ha sido una especie de oferta a los grupos parlamentarios
para ir buscando los puntos o los consensos que deben servir de fundamento a ese pacto, pero ese pacto ya está prefigurado en las conclusiones de la Comisión del 11-M. Además es un pacto antitético en su fundamentación filosófica al pacto
antiterrorista todavía vigente, con lo cual le manifiesto la misma inquietud que le manifesté en el Pleno del Congreso de los Diputados donde se debatieron estas recomendaciones.



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Va a ser muy difícil cohonestar el actual Pacto antiterrorista, cuando en su fundamentación y su preámbulo se procede a la preterición de ideologías políticas legítimas, con un pacto que tiene que tener una fundamentación filosófica
estrictamente democrática desde el respeto a los elementos identitarios de otras religiones u otras ideologías como la islamista, donde no se puede decir algo como lo que dice el actual Pacto antiterrorista, que la forma de erradicar el fenómeno
terrorista de ETA consiste fundamentalmente en erradicar determinadas ideologías, como la nacionalista, con carácter general. Un pacto de estas características, que además tiene que tener un consenso muy superior al actualmente vigente, ya que está
solo suscrito por dos partidos, tendría que tener la legitimación que le daría estar suscrito por la práctica totalidad de los grupos parlamentarios o de los partidos políticos con representación parlamentaria en esta Cámara. Le he oído pocas
reflexiones seguramente porque -espero que me pueda corregir en esto- han avanzado ustedes muy poco en esta materia o por lo menos han avanzado muy poco con los portavoces de los grupos parlamentarios. Sabe usted que en nuestro grupo va a contar
con un colaborador leal a efectos de articular un pacto con una fundamentación democrática del estilo de la que estoy comentando.
Aquí se nos antoja, a cualquiera se le ocurre, que la convivencia de un pacto correcto, adecuado, con fundamentación
filosóficamente democrática, para afrontar el fenómeno terrorista islamista o yihadista, va a ser de difícil compatibilización o convivencia con el actual Pacto antiterrorista, eufemísticamente llamado por las libertades, porque su fundamentación es
de signo diametralmente opuesto, absolutamente antidemocrático en nuestra opinión, y no le adelanto nada nuevo de nuestra opinión sobre el actual Pacto antiterrorista. Desde esa perspectiva, me gustaría una pormenorización y concreción sobre este
gran pacto, este gran consenso político que usted pretende que entre todos configuremos para enfrentar, desde una perspectiva de consenso y compromiso de todos los grupos parlamentarios, un fenómeno delictivo, criminal que tiene un crescendo
preocupante y que a todos nos debe merecer la atención debida.



Gracias, señora presidenta, y perdón por la confusión con relación a su futuro político.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra, puesto que no está el portavoz de Esquerra, el señor Guinart por el Grupo Parlamentario Catalán.



El señor GUINART SOLÁ: Señor ministro, gracias por su comparecencia a petición propia, que ha coincidido con la petición de Izquierda Unida.
Queremos agradecerle la exhaustividad y pormenorización de las medidas en todos los ámbitos que ha
ido exponiendo, tanto las medidas que han sido tomadas de forma inmediata después de los atentados como aquellas que han sido consecuencia de las conclusiones o recomendaciones de la Comisión del 11-M, como las que, como usted nos ha comentado, han
sido tomadas sin aquella inmediatez y recomendaciones, pero producto de la reflexión y la evolución del trabajo en esta línea, lo que es lógico ya que este es un fenómeno cambiante en el que hay que ser ágil y hábil a la hora de tomar decisiones e
implementar las medidas en todos los ámbitos. Este es un fenómeno que a lo largo del tiempo va variando lo mismo que las formas y organizaciones que pueden provocar este tipo de atentados. Por tanto, todo esto precisa flexibilidad y cintura a la
hora de tomar medidas e implementarlas, siempre en la lógica del incremento de efectivos, ya sean humanos o materiales.



Nuestro grupo valora la necesidad de hacer un seguimiento permanente, programado, con calendario, de la ejecución de las recomendaciones y las medidas en torno a la prevención y preparación, si fuera el caso, de la reacción ante eventuales
atentados terroristas de corte islamista o de otro tipo. Uno de los riesgos más importantes en los que podemos caer es en la relajación por el hecho de que no se den en nuestro entorno más inmediato ese tipo de atentados y, por tanto, que no
mantengamos la guardia alta en las actuaciones en este ámbito, dotándonos cada vez de mejores y mayores medios materiales y humanos y evolucionando en medidas legales para tener unos instrumentos más eficaces en la lucha contra este tipo de
terrorismo.



En las conclusiones se establecía la previsión de que el Gobierno compareciera dos veces al año, semestralmente, ante esta Cámara para informar de la evaluación de la amenaza de futuras acciones terroristas de corte islamista. No sabemos si
esta comparecencia forma parte de una de ellas o si se plantea en un medido plazo la comparecencia en el Pleno para informar de la evaluación de la amenaza y de las medidas que haya que seguir tomando en este ámbito. Nos gustaría que el ministro
nos aclarara este tema.



Como ya hemos escuchado el paralelismo que hay entre muchas de las medidas propuestas y las acciones tomadas por el Gobierno, no voy a reiterarlas, ya que mis compañeros que han hecho uso de la palabra han hecho referencia a ellas. Lo que
sí nos gustaría conocer -aunque no es materia propia del departamento de Interior, sí lo es en tanto en cuanto es el departamento nuclear con relación a la lucha contra el terrorismo- son las acciones y las previsiones que tiene el ministerio para
que otros ministerios impulsen medidas, como el de Asuntos Exteriores en las relaciones con otros Estados en donde hay participación o etiología en fenómenos terroristas, como pueden ser Marruecos, Egipto y otros Estados de Oriente Medio de religión
islámica, aparte de Estados Unidos y el resto de Europa; como el Ministerio de Industria en lo relativo a los explosivos y el Ministerio de Trabajo por cuestiones de inmigración y asuntos sociales. Este fenómeno y su paliación debe abordarse desde
una óptica multidisciplinar que va más allá del Ministerio del Interior, aunque este sea el que debe actuar como elemento nuclear para impulsar medidas y actuaciones de los demás ministerios. Por


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tanto, me gustaría saber si en este aspecto el ministro tiene alguna información que darnos.



Por lo que se refiere a las recomendaciones de la Comisión del 11-M que hoy estamos evaluando y repasando, nuestro grupo propuso, y fueron aceptadas, algunas recomendaciones muy específica. Me gustaría que el señor ministro nos comentara la
que hacía referencia -coincide con uno de los comentarios del señor Olabarría- a la articulación del funcionamiento del CNI en el marco de la investigación terrorista. Todos conocemos que, con posterioridad a los sucesos del 11-M, se detecto una
cierta marginación del CNI en la investigación y su coordinación con el resto de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, no solo después de un atentado sino en la cooperación en la investigación y en las medidas preventivas o de información que
desde esta entidad perteneciente al ministerio pueda preverse cara al futuro.



También propusimos, y se aprobó en las conclusiones, que debería haber un protocolo expreso de seguimiento de los informes elaborados en materia de riesgo de nuevos atentados, que también se detectó en la investigación del 11-M, que no
siempre fueron tomados en cuenta o con la seriedad que requerían. Ustedes recordarán las declaraciones de Mariano Rayón diciendo que en noviembre de 2003 había advertido de la amenaza seria de atentados de carácter islamista, que no se tomaron en
consideración y que, de haberlo hecho, se hubiera podido actuar de forma diferente. También se aprobó una recomendación, a propuesta de nuestro grupo, sobre la preparación de un protocolo de actuación de los agentes de la Agrupación de Tráfico de
la Guardia Civil para aquellos supuestos en que un conductor no acreditara su documentación o la de su vehículo. Todos recordamos el hecho de que no tuviera ninguna consecuencia posterior que a uno de los protagonistas del atentado, el Chino, la
Guardia Civil le parase por exceso de velocidad. Tal vez el azar o el acierto en una actuación de este tipo hubiera dado al traste con la preparación del atentado, con cual en el futuro, si existiera este protocolo de actuación , se podrían evitar
otras actuaciones ilegales de este tipo.



Nuestro grupo también propuso, aunque entiendo que esto no sea objeto directamente del Ministerio del Interior, regular más expresamente la figura del artillero. Se han hecho varias referencias a la normativa y a la mejora del control de
explosivos. Nuestro grupo propuso, y así se admitió, que se regulara de forma más expresa la figura del artillero, que es quien explosiona el material en las minas, entendiendo que podría ser un punto oscuro en todo el proceso, desde la fabricación
hasta la explosión del material explosivo, en donde pudiera encontrarse la posibilidad de acumular material explosivo. Si se regulara de forma más expresa o exhaustiva el papel del artillero probablemente se podría prevenir la sustracción de
material explosivo en ese proceso que va desde la colocación del explosivo en la mina hasta el que explote o no y se podría prevenir la acumulación de explosivo que pudiera entrar en el mercado ilegal posibilitando esas actuaciones terroristas.



Nuestro grupo propuso en las conclusiones la creación de una comisión permanente que integrara el conjunto de formaciones políticas parlamentarias, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa, así como las comunidades autónomas que
tuvieran cuerpos de policía propios, para, de forma periódica (proponíamos que semestralmente), ser informados aunque fuera con carácter reservado y efectuar un seguimiento exhaustivo del tema en cuanto al riesgo del terrorismo y conocer qué medidas
se podrían poner en marcha porque entiendo que no todas pueden ser públicas. De esta forma podríamos tener un conocimiento más próximo del trabajo que sin duda el ministerio hace en este tema, y en caso de que hubiera alguna circunstancia
desfavorable, algún atentado, e incluso no habiéndolo, proponer con mayor conocimiento de causa y desde la óptica de cada formación política actuaciones que lograran el objetivo global y único de todos los grupos políticos, que es mejorar las
estructuras para evitar atentados terroristas.



La señora PRESIDENTA: Le ruego vaya concluyendo, señor Guinart.



El señor GUINART SOLÁ: Sí, señora presidenta. Concluyo diciendo que nuestro grupo, en la misma línea expresada por el señor Olabarría, sigue insistiendo en la necesidad del establecimiento de un Pacto antiterrorista que contemple todas las
formas de terrorismo, ya sea de ETA o islámico. Seguiremos insistiendo en la creación de un Pacto antiterrorista en el que deberíamos dejar de lado los partidismos y actuar todos de común acuerdo para erradicar esta lacra.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Popular, señor Martínez-Pujalte, por un tiempo de diez minutos.



El señor MARTÍNEZ-PUJALTE LÓPEZ: Señora presidenta, nosotros habíamos recibido un orden del día con dos comparecencias distintas y por tanto actuaremos dos portavoces distintos. No entendíamos que se había agrupado ninguna comparecencia.



Mi grupo no puede agradecer la presencia del ministro, no porque no haya hecho un esfuerzo de aburrirnos, que lo ha hecho (Rumores.), sino porque habíamos solicitado más de 10 comparecencias, todas ellas relacionadas con el 11-M, y no se ha
aceptado ninguna. Mi grupo cree que la esencia de la democracia es el funcionamiento de un Parlamento con reglas, donde la oposición pueda opinar, plantear sus cuestiones y que una mayoría parlamentaria no sea la que le diga al principal partido de
la oposición lo que puede preguntar, lo que tiene que decir sobre los temas en que tiene que fijar la agenda. Mi grupo ha solicitado en el transcurso de los últimos meses una serie de comparecencias del ministro del Interior; hay más de 33
comparecencias pedidas por mi grupo parlamentario,


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más de 10 referidas al 11-M, que no han sido aceptadas. El ministro, que es juez y que ha defendido la libertad, entenderá que no es la mejor defensa de la libertad el amordazamiento de la oposición. No parece que sea el camino para
defender eso que él llama un amplio consenso decidir desde una mayoría que la oposición no pueda hablar en el Parlamento sobre ciertos temas, porque tiene que ser una mayoría parlamentaria la que fije las reglas del juego. Si leemos el orden del
día, podremos comprobar que hay tres comparecencias, dos pedidas por Izquierda Unida y una por el Gobierno. Si leemos el papel que reparte la Comisión de Interior sobre este tema, vemos que figuran más de 10 comparecencias pedidas por el Grupo
Parlamentario Popular que han sido rechazadas, que no dan oportunidad de hablar al grupo parlamentario. No nos parece correcto.
Señor ministro, su grupo parlamentario, creo que con la aquiescencia del Gobierno, quiere callar a los representantes
de más de 10 millones de españoles. Yo entiendo que nosotros podamos decir algunas cuestiones que a ustedes les incomodan, pero también es verdad que ustedes pueden responder lo que quieran. Ahora bien, impedir que se hable en el Parlamento no me
parece el camino. Tener un voto más que la oposición en la Mesa no da carta para hacer lo que se quiera y para amordazar a la oposición. No me parece que eso sea lo correcto en un régimen democrático. En otro tipo de regímenes, a los que el señor
Estrella es aficionado, a lo mejor, pero no en un régimen democrático, y muchos españoles se preguntan por qué.



Viene el ministro, encantado de haberse conocido, entra por la puerta y reparte a los periodistas lo que va a decir. La nota de prensa estaba antes de que él hablara. Dice que ha hecho todo lo que salió de la Comisión del 11-M,
absolutamente todo. Prácticamente todas las recomendaciones -pone el titular- están cumplidas y reparte -¡oh, maravilla!- un papel del grado de cumplimiento, porque se ha permitido reflejar en lo que ha dado a las diez de la mañana las conclusiones
en un gráfico y pone 20. Luego oigo al señor Olabarría que dice que hay más de 110 y me pregunto dónde están las otras 90. No están en el papel que ha repartido el señor ministro. Bienvenido sea el gabinete de estudios que va a crear, porque hará
mejores discursos -más amenos- y, desde luego, recogerá todas las conclusiones. Bienvenido el gabinete de estudios porque se hará mejor el trabajo.



Repasando las conclusiones, aparece como primera la reserva de un porcentaje de ofertas públicas de empleo y al buscarla no aparece. ¿Está engañando el ministro? Seguro que no. Yo estoy seguro de que usted no ha querido engañar, se le
habrá olvidado. Bienvenido el gabinete de estudios para que la próxima vez lo haga. Si cogemos las que ha citado el señor Llamazares, pone la conclusión: Se hace imprescindible regular legal y reglamentariamente la figura del informador policial
para definir los límites y las bases de colaboración... Para permitir una más intensa aportación -es otra distinta- han de aumentarse con carácter general las partidas presupuestarias... Reformar la figura del agente encubierto. Y uno va al
cuadro que ha repartido el ministro y -¡oh, maravilla!- tampoco están esas en el cuadro que ha repartido. Ha cumplido las que usted ha querido cumplir. Así se cumple todo. Se dice que las 90 restantes no están y uno cumple de maravilla.



La señora PRESIDENTA: Señor Martínez-Pujalte, si me permite, le haré una pequeña observación para su información. Como es lógico, el grupo puede repartir su tiempo como quiera, pero le quedan unos 4 minutos al grupo, por supuesto, con la
flexibilidad que siempre usamos, pero esas son las reglas del juego.



El señor MARTÍNEZ-PUJALTE LÓPEZ: Señora presidenta, solo falta que nos hagan callar al grupo parlamentario también. Nos pueden callar; si quieren, no hablamos. No sé si esas son las reglas del juego democrático que entiende el PSOE:
callar a la oposición. Hay dos comparecencias distintas y el reglamento establece tiempos distintos para las comparecencias, pero usted ordena el debate. Iré muy rápido para que mi compañero tenga tiempo.



Señor ministro, esto es una tomadura de pelo. Usted está encubriendo aquí porque no quiere responder a lo que el Grupo Parlamentario Popular le ha pedido y es que se investigue de verdad, que se haga una investigación sobre lo sucedido el
11-M. ¿Por qué no quieren investigar? Porque no quieren que se conozca la verdad. Usted estará encantado de lo que está haciendo, encantado de su labor al frente del ministerio y encantado de haberse conocido, pero los riesgos del terrorismo
siguen persistiendo. La semana pasada, la Unidad Central de Información Exterior, la UCIE, distribuía una nota diciendo que venía un camión cargado de explosivos de Serbia para cometer un atentado terrorista en Madrid a finales de este año o a
principios del siguiente. El riesgo sigue existiendo y ante eso, señor ministro, no se hace una buena labor encubriendo la investigación de lo que sucedió el 11-M.



Le dejo la palabra a mi compañero.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor De Arístegui, que, por supuesto, le corresponde el tiempo que queda, pero seré un poco más flexible.



El señor DE ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: Se lo agradezco, señora presidenta.



Señor ministro, queremos entrar en la cuestión de fondo y decirle que el diagnóstico en la lucha contra el terrorismo y en el análisis geoestratégico y geopolítico es una de las cosas más importantes. Muchas veces los errores que se cometen
en la lucha contra el terrorismo están en la base de un análisis erróneo. El eufemismo que se ha empleado reiteradas veces por su Gobierno, el de terrorismo internacional, es un error, porque además lo emplean de forma indistinta, yihadista,
islamista. La


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ideología islamista radical es la que inspira el terrorismo yihadista. Se habla de terrorismo salafista, y el salafismo es una de las ramas del islamismo radical. Se habla muchas veces de las redes de Al Qaeda, de la red de redes, de las
filiales, de las franquicias. Yo no pretendo tener razón en este tema, pero he escrito dos libros sobre ello, llevo 21 años estudiando el fenómeno y puedo decir que por lo menos hay cuatro redes de Al Qaeda, no solo una. La primera es la propia de
ellos, la red con la que ellos cometieron los atentados terroristas del 11 de septiembre, que es la más afectada de todas, y que, a pesar de que tenga una organización fuera en esos 60 países que usted citaba en red, tiene una estructura en su
cúpula muy piramidal. Hay un jefe, que es el señor Bin Laden, el monstruo Bin Laden; dos números dos, Mohamed Atef, muerto en los bombarbeos de Tora Bora, y Ayman al Zawahiri, el consejo consultivo Majlis al-Shura, y hay cuatro comités: el
militar, el religioso, el de propaganda y el económico. Hay una segunda red, que esa sí que es la de las filiales, esa sí que es la de las franquicias, que la red de Al Qaeda crea en función de sus necesidades, ya sea porque no existe grupo, ya sea
porque el que hay no es sanguinario, ya sea porque el que siendo sanguinario no les obedece o bien porque el elemento local y nacional es fundamental. Hay una tercera red, el Frente Islámico Mundial, formalizado el 23 de febrero del año 1998, del
que forman parte grupos terroristas más antiguos que Al Qaeda, y que esta pretende coordinar y dirigir, ya sea a través de coordinación del modus operandi, de la obtención de armas y explosivos, de la elección de objetivos y están ya entrando en una
fase nueva, señor ministro, que es no solo los atentados indiscriminados sino también los atentados selectivos. Aquí entran también elementos supuestamente intelectuales que son quienes están haciendo en este momento el análisis sobre quiénes son
los que más daño les están haciendo. Hay profesores de la Universidad de Al Azhar en El Cairo y hay intelectuales en el mundo, alguno de los cuales está, por cierto, en Madrid en este momento. Estos han decidido que Europa es el nuevo frente, es
la nueva tierra de conquista, porque ya no somos creyentes -dicen ellos- ya no somos gente del Libro, somos kafar, infieles. Todos estos objetivos están muy claramente delimitados y en estas cosas buena parte de la información está en fuentes
abiertas. Uno de los mayores monstruos, ya lo he citado, Ayman al Zawahiri, supuesto número dos de Al Qaeda, máximo ideólogo de la organización, de una de las que hay, porque hay muchas organizaciones yihadistas, no es la única, en su libro Los
caballeros bajo el estandarte del profeta, establecía claramente los siguientes objetivos, uno de los cuales nos concierne de forma directa.
El primero es el derrocamiento de todos los regímenes impíos, apóstatas y corruptos, que ellos consideran
que son los que no piensan como ellos, y la apostasía es un elemento fundamental en la ideología islamista radical y especialmente en la salafista. El segundo, y es el que nos concierne, es la reconquista de todo territorio o país que alguna vez en
su historia haya estado sometido al islam. Para algunos historiadores eso significa dos tercios de la península Ibérica y para otros cuatro quintos. El tercero es la reinstauración del califato abolido por Ataturk en marzo del año 1924. Y el
cuarto es desde ese califato islamista radical, tratar de extender su dominio de terror al mundo entero. Le digo más, señor ministro, nosotros creemos en la lucha multidimensional. S.S. ha mencionado algunas dimensiones, pero antes de entrar en
eso, me gustaría hacerle algunos comentarios respecto de su actuación internacional, y, sobre todo, me va a permitir que reivindique lo que hicimos nosotros en 8 años de Gobierno. Decía S. S. que se han creado ciertos nuevos enlaces policiales. Le
damos la bienvenida. Entonces había los que creíamos que era necesario que hubiese. Nosotros creamos una serie de grupos bilaterales de trabajo para luchar contra el terrorismo y para estudiar el fenómeno de la criminalidad organizada. Entre
otros, teníamos contactos bilaterales permanentes con grupos, no siempre grupos -diré cuáles son los grupos-, con el Reino Unido, con Francia, con Alemania, y grupos no permanentes con Portugal, Francia, Reino Unido Italia, Alemania, Bélgica,
Egipto, Argelia, Marruecos, Túnez, Israel y Estados Unidos. En muchos de esos estuve yo, señor ministro, y más de uno de esos los presidía yo por parte española. No todo lo que usted dice son novedades, señor ministro. Nos plantea también como un
hito en la actuación internacional del ministerio su participación en los consejos JAI, en el G-5 o en el Consejo del Mediterráneo oriental. No tenemos ninguna duda de que eso es importante, pero es que es su obligación.
Todos los ministros de
Interior de los 25 participan en el JAI y los 5 de los 5 obviamente también. Es una cuestión que queremos subrayar de manera muy clara.



En el ámbito de la cooperación internacional hay 3 frentes muy definidos.
El bilateral, que es insustituible y se ha puesto de manifiesto. Cuando llegué al Ministerio del Interior, hace ya casi 10 años, yo era uno de esos jóvenes ingenuos
diplomáticos que pensaba que las relaciones bilaterales no eran importantes en el ámbito de la Unión Europea. Me equivoqué, porque la parte más importante del esfuerzo internacional que hacíamos en ese momento -estábamos más dedicados obviamente a
ETA- era en las relaciones bilaterales. No tengo ningún empacho en reconocer que entonces me equivoqué, no el ministro ni el ministerio. Rápidamente salimos de nuestro error. No se preocupe, señora presidenta, no voy a estar mucho más tiempo.



El otro es el ámbito de la Unión Europea. Se ha referido S.S. a muchas de las medidas que se están llevando a cabo, pero quiero decirle que la orden europea de detención y entrega empezó a gestarse en el anterior Gobierno, y fue una
iniciativa española. El hecho de que Europol tenga hoy competencias y responsabilidades en materia de terrorismo fue también iniciativa del Gobierno anterior y sufrimos una enorme, inmensa, soledad frente a muchos países que no acababan de entender
que el terrorismo era un enemigo común, tuviese la ideología


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que tuviese, de todos los europeos y de todos los demócratas del mundo.



El tercer ámbito es el multilateral. Todos los miembros de Naciones Unidas tenemos que reconocer ahí un profundo y rotundo fracaso. Durante décadas hemos llevado a la Asamblea General y al Consejo de Seguridad convenciones de Naciones
Unidas para luchar contra el terrorismo y nunca hemos podido pasar del artículo primero, salvo en la Convención para luchar contra atentados con explosivos. Tuvo que ocurrir la tragedia del 11-S para que en pocas horas se aprobase la Resolución
1368, y unos pocos días para que se aprobase la 1373. Siguen siendo docenas los países que no han cumplido ni una sola de las obligaciones impuestas en la 1373: los comités dedicados -que son dos- en Naciones Unidas al terrorismo que nos ocupa en
esta comparecencia, el CAT que dirige el embajador Rupérez, pero también el Comité especial de la lucha contra Al Qaeda. Los dos tendrían que tener más acceso a los informes de los gobiernos y más cooperación de los servicios de inteligencia.
Hablábamos de la estrategia multidimensional y no nos vamos a parar en la policial y de seguridad o en la judicial, que usted se sabe mejor que nadie, o en las reformas legales, porque España ha sido claramente un ejemplo en ese terreno.
Hemos
tenido que adecuar las armas de la democracia, que son las leyes, a la lucha contra el terror. La cooperación internacional ya la he definido. La cooperación de los servicios de inteligencia, y no solo en materia de inteligencia cruda, sino
también de análisis, y, por qué no decirlo, cada vez de forma más creciente en el ámbito operativo. Ha hablado mucho del ámbito operativo y quiero decir que no debemos confundir los dos ámbitos, pero tienen que estar perfectamente
interrelacionados: el estratégico, el táctico y el operativo. También la lucha contra la financiación.



La señora PRESIDENTA: Vaya terminando, señor De Arístegui.



El señor DE ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: No se preocupe, señora presidenta. No voy a hablar de los consensos políticos. S.S. ha hablado de la movilización social y de tantos otros elementos que son fundamentales en la lucha contra el terror.



Señor ministro, quiero terminar diciéndole, que en el ámbito internacional hay mucho por hacer, lo han dicho también otros portavoces, pero no todo ha empezado hace poco. Tampoco es verdad que seamos un poco menos objetivos, como también se
ha dicho. Somos tanto o más hoy que lo hemos sido nunca, y no reconocerlo sería temerario. Lo hemos sido siempre. Solo cuando los terroristas han decidido que era oportuno, necesario o interesante para ellos atacarnos de forma brutal, como lo
hicieron el 11-M, actuaron. Creo de verdad, señor ministro, que el análisis es fundamental, que nuestro planeamiento geoestratégico y geopolítico en el Mediterráneo, en el mundo, es fundamental, pero tenemos que ser incluso más beligerantes con las
palabras.



Quiero terminar con una cosa lamentablemente polémica. No se puede uno centrar en unas pocas aparentes causas que para mí son pretextos, porque, créanme, si de la noche a la mañana desapareciesen esas causas que nosotros llamamos pretextos
del terrorismo, los terroristas se inventarían nuevas en cinco minutos, como ha ocurrido con Francia.
Francia se opuso a la guerra de Irak y, sin embargo, es uno de los tres o cinco países más claramente apuntados por los terroristas. Sea por la
razón que sea, su pasado colonial, la prohibición del jiyab en las clases de los colegios públicos franceses en aplicación de la ley laica francesa y, por lo tanto, en función de su Estado de derecho, como no podía ser menos. Todo esto significa
que tenemos que ser muy conscientes del monstruo al que nos enfrentamos. No son solo los que tienen pistolas y bombas, sino también los que justifican y alientan el terror. Por eso nosotros hoy lamentamos muy profundamente que mañana en España
entre demócratas vaya a hablar un heraldo del horror, de la violencia y del ocio.



La señora PRESIDENTA: Le corresponde el turno al portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, señor Martínez Sanjuán.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señor ministro del Interior, mi grupo parlamentario le da la bienvenida a esta comparecencia interesantisima, en absoluto aburrida. Lo que me ha parecido aburrida ha sido la intervención pertinaz del primer
portavoz del Grupo Parlamentario Popular volviendo a lo de siempre, a la falta de talante democrático del grupo parlamentario y del Gobierno por no abordar ciertas cosas, que se han abordado en la Comisión de investigación cuyas conclusiones
terminaron con un éxito importante. Yo pensaba que el Grupo Parlamentario Popular, cuando suscribió las recomendaciones genéricas, se sumaba de buena fe y de corazón, con toda la intelectualidad debida, a un proyecto conjunto.
Veo que no, que
sigue instalado en sus resquemores, en sus falsos problemas y en sus políticas individualistas buscando no se sabe qué. Es verdad que hay un aforismo periodístico que dice que la realidad no puede estropear un buen titular. El buen titular que se
está produciendo en la sesión de esta Comisión de Interior es la explicación del Gobierno de qué se está haciendo con las recomendaciones que este Parlamento había dado a la sociedad española y también al Gobierno para mejorar la seguridad de todos.
El titular que algunos quieren poner es que el Gobierno no investiga, que el Parlamento cercena la voluntad democrática de los grupos parlamentarios y que, al final, estamos en la labor del oscurantismo del Gobierno y del grupo parlamentario. No sé
si por todo el Grupo Parlamentario Popular, pero sí al menos por el señor Martínez-Pujalte, porque mi grupo parlamentario observa con interés una docta interpretación histórica, literaria y política del señor


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Arístegui, que hemos conocido a través de esos libros que ha publicado.
Aquí estamos fundamentalmente para hablar de las recomendaciones, del control y de la ejecución de acciones para mejorar la seguridad; no de todo el Gobierno, porque
quien comparece es el ministro del Interior.



Ese titular que quiere colocar el Partido Popular solo lo quiere colocar él, los demás grupos parlamentarios hemos sido y somos coherentes con la voluntad que asumimos en el Congreso de los Diputados, en la Comisión de investigación a la
hora de formular unas recomendaciones que el Gobierno, en este caso el ministro del Interior, viene a plantearnos. ¿Por qué? Porque solo 4 meses después mi grupo parlamentario no aspiraba a que todas y cada una de las recomendaciones estuvieran en
un grado de cumplimiento máximo y maduro; hay algunas que efectivamente están en estudio, como usted ha manifestado, otras se están desarrollando, otras requieren la acción coordinada de todo el Gobierno y no solo del Ministerio del Interior.
Tendremos tiempo, tal y como nos habíamos planteado, en una política dinámica, de ir viendo cómo entre todos, el Gobierno, el Parlamento, fuerzas sociales, fuerzas económicas, fuerzas internacionales, partidos políticos y organismos internacionales,
vamos mejorando la seguridad de todos. Porque tan solo 4 meses después, y concretamente a los 7 días de aprobar el Parlamento español las conclusiones y las recomendaciones en relación con el 11-M, se produjo el dramático atentado de Londres del 7
de julio, solo siete días después; y posteriormente se produjo de nuevo otro dramático atentado en Bali, donde ya se había atentado con anterioridad, lo cual significa algo que ya sabemos todos y que pusimos sobre la mesa en las conclusiones de la
Comisión de Investigación del 11 M: que el terrorismo de carácter radical islamista está vivo, actúa cuando puede, en todos los sitios donde decide actuar. Por eso, las medidas que esta mañana he oído que está poniendo en marcha el Ministerio del
Interior, no sé si a alguno le parecerán aburridas, a nosotros nos parecen importantísimas; porque hablar durante una hora de medidas y de seguridad a alguno le puede parecer aburrido, pero a mi grupo parlamentario y a los ciudadanos nos da
tranquilidad y seguridad saber que aunque nunca se hace todo, posiblemente se hace lo necesario para evitar todos los riesgos que se pueden producir con relación a un atentado terrorista.



Fundamentalmente las recomendaciones de la Comisión hablaban de cuatro grandes objetivos: atención a las víctimas, porque las víctimas estaban y siguen estando en la mente, en el recuerdo no solo del Gobierno sino de la Comisión de
investigación y de todos los comisionados de este Parlamento. Por eso las primeras conclusiones, el frontispicio de las recomendaciones iban dirigidas a mejorar los medios, la atención, la coordinación de esfuerzos y a la dignificación de las
víctimas ante la sociedad, no a que se utilice a las víctimas -como muchas veces políticamente algunos quieren hacer- como arma arrojadiza contra otras víctimas o contra el Gobierno; algunos se siguen equivocando, a pesar de haber suscrito,
básicamente por unanimidad, las conclusiones. Mi grupo ya había escuchado a la subsecretaria del Interior hace relativamente pocos días hablar sobre los medios, las dotaciones, los esfuerzos y las gestiones que está realizando el Ministerio del
Interior y el Gobierno en relación con las víctimas en materia de concesión de ayudas económicas, de gestión de los permisos de ciudadanía, de mejora de la coordinación entre las instituciones para que las víctimas estén bien atendidas por el
conjunto de la sociedad, para que efectivamente la Unión Europea cree una oficina de ayuda a víctimas en todo el territorio de la Unión, cuestión que el ministro nos ha vuelto a recordar y ha dicho que lo va a seguir planteando en la Unión Europea.
En los presupuestos de este año, donde se materializan no solo las ideas, las conclusiones y las recomendaciones, sino, desde el punto de vista práctico, las políticas, tenemos un incremento importantísimo en las ayudas a las asociaciones de
víctimas para su gestión. A mi grupo parlamentario no le duelen prendas en reconocer que todavía quedan cosas por hacer, por retocar, por modificar, pero creemos que este Gobierno está cumpliendo con las recomendaciones en atención a las víctimas.



Segundo tema. La Comisión de investigación en sus conclusiones hablaba de cooperación y de más medios contra el terrorismo y fundamentalmente contra el terrorismo islamista radical -para mejorar la salud democrática y evitar que los
atentados del 11 de marzo en Madrid, del 7 de julio en Londres, los de Bali, se puedan volver a producir, porque se podrían volver a producir-, contra este terrorismo que ataca cuando puede y allí donde puede, porque no coinciden con las políticas
internacionales, con las políticas de gobiernos occidentales; y lógicamente la Comisión de investigación ha estudiado con atención en todos los debates políticos que occidente y España siguen siendo un blanco importante de sus acciones. Cuando la
Comisión de investigación planteó alternativas, medidas, coordinación, medios, ayudas, esfuerzos, estructuras nuevas -porque las anteriores a veces no habían funcionado, había habido lagunas y había habido descoordinación-, el Gobierno, apoyándose
en lo bueno que los gobiernos de la democracia han ido construyendo entre todos para mejorar la seguridad, reforzó a través de instrumentos y organismos como el CEMU o el CNCA del área de interior en materia de política antiterrorista radical
islamista los planes antiterroristas que hemos conocido a lo largo de este año, tanto de Policía como de Guardia Civil, que van destinados a mejorar la cooperación y los medios.



Como decía anteriormente al hablar sobre las víctimas, una política en materia de seguridad no es más válida porque se hable de ella sino porque se lleva a la práctica. ¿Cómo se lleva esto a la práctica? Con políticas concretas y hemos
conocido el presupuesto que el Gobierno de España y el Ministerio del Interior han diseñado para el año 2006 en materia de seguridad. Es un presupuesto como no se había presentado nunca en


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dotación, en aumento de inversión, en aumento de medios, en aumento de personal, en ofertas de empleo públicas, en seguridad, en Policía y en Guardia Civil, tratando fundamentalmente de mejorar la seguridad de todos los españoles. No se
trata solo de hablar de políticas, de filosofías, de un mundo etéreo, sino de concretar. A veces a alguno esto le parece aburrido. Señor ministro, a mi grupo parlamentario le parece importantísimo abordar estos temas que tienen que ver con la
seguridad.



Lo mismo sucede con las reformas legislativas que están planteándose los países de la Unión Europea, sobre todo a partir del atentado de Londres, del Reino Unido, algunas de las cuales ya tenemos nosotros adaptadas, al igual que Francia, que
obligan, de la forma más rápida posible, a buscar la equiparación y el equilibrio entre libertad y seguridad. Sé que al Gobierno y a usted personalmente les preocupa esto, a mi grupo parlamentario también. Debemos dotarnos de nuevas normas en
materia de control de las telecomunicaciones, de las comunicaciones, de internet, de los cibercafés, etcétera, donde pueden encontrar un beneficio los terroristas, buscando siempre la seguridad, el equilibrio, repito, entre el binomio libertad y
seguridad. Es verdad que España es uno de los primeros países -no sé si el primer país- de la Unión Europea en adaptar y trasponer directivas de control de pasajeros, de acceso a las reservas y compañías de transporte buscando una mejora en la
seguridad. De la misma manera, se han adoptado medidas importantes para garantizar la eficacia de la seguridad y la libertad en el control de llamadas, de los pinchazos telefónicos bajo el auspicio de los jueces.



Voy terminando, señora presidenta. El cuarto objetivo básico de las recomendaciones de la Comisión de investigación era mejorar la coordinación de la política internacional, pero una política internacional, como dicen las conclusiones y
recomendaciones, apostando por el diálogo, por la mejora de las relaciones con los países del Tercer Mundo, mejorando la política de ayuda al desarrollo y la política de la paz desde un Gobierno que es capaz de defender -no sé si es asumido por
todos, a pesar de que se decía en las conclusiones y en las recomendaciones- la paz en las Naciones Unidas y en el mundo a través de la Alianza de Civilizaciones. Yo sé -y lo leo- que el señor Aznar piensa que esa no es la respuesta -no sé si es lo
que piensa el Partido Popular- y que hay que dejar de lado la multiculturalidad; precisamente en sentido contrario a todo lo que dijimos la mayor parte de los grupos parlamentarios que apostamos por una política coherente y seria en materia de
lucha contra el terrorismo de carácter radical.



Este Gobierno está mejorando la ayuda al desarrollo, la política de cooperación, la apuesta por la paz, el desarrollo de la multiculturalidad, la lucha contra el hambre, la mejora de las relaciones entre los países, porque uno de los
elementos -y no se lo he oído decir al señor Arístegui- que constituye el caldo de cultivo de este terrorismo de carácter radical islamista es la diferencia de niveles de renta que se produce entre los países desarrollados y los países del Tercer
Mundo, sobre todo en ciertos lugares.



Hemos visto con interés -no porque sea una iniciativa de este Gobierno, sino que, como he dicho antes y no me duelen prendas en reconocerlo, venía de gobiernos anteriores- el impulso de la política de cooperación internacional en la
seguridad.



La señora PRESIDENTA: Le ruego que vaya concluyendo.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Vemos con interés que este Gobierno y su ministerio también están impulsando y desarrollando las conclusiones que había planteado el Congreso de los Diputados en relación con el 11-M, como es la mejora de las
relaciones políticas bilaterales. Son importantísimas las que conocemos -se lo pregunté en el Pleno del Congreso-, fruto de su visita a Estados Unidos, plasmadas en alianzas estratégicas para mejorar la seguridad, pero sobre todo lo son las
multilaterales, a las que hacía referencia en señor Arístegui. Tanto el impulso de la cumbre de Madrid, como el impulso de las relaciones con el alto comisionado en materia antiterrorista de Naciones Unidas, el señor Rupérez, como el desarrollo de
las cumbres JAI y la implementación en las cumbres europeas de la política de seguridad y de lucha contra el terrorismo van en la dirección de encontrar el equilibrio entre las recomendaciones y la gestión del Gobierno. Por eso, señor ministro,
creemos que este Gobierno cumple. No le voy a dar un titular a nadie -otros posiblemente lo quieran dar-, pero desde nuestro punto de vista la conclusión de su comparecencia de hoy es que el Gobierno está cumpliendo las recomendaciones que este
Parlamento había dado en materia de mejora de la seguridad en relación con el problema que dio origen a una comisión importantísima. Como no podía ser de otra forma, mi grupo parlamentario también apuesta por el diálogo entre las fuerzas políticas
para lograr un punto de encuentro contra el terrorismo radical de carácter islamista a través de un gran acuerdo o un gran pacto. Creemos que es más responsabilidad de los grupos parlamentarios que de su ministerio. Mi grupo parlamentario se
siente satisfecho y no nos importa que cuando hablamos de seguridad las comparecencias les puedan parecer aburridas a algunos, porque hay quien dice que las democracias occidentales estables y la seguridad suelen ser aburridas. Algunos prefieren la
política de sobresaltos desde el punto de vista dialéctico, pero esa es la responsabilidad de otros y no la de este grupo.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el ministro para responder a los grupos.



El señor MINISTRO DEL INTERIOR (Alonso Suárez): Trataré de responderles y de fijar mis criterios en relación con todo lo que ustedes han planteado.



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El señor Llamazares comenzó diciéndome textualmente que hemos presentado un buen balance de cumplimiento. Le agradezco esta apreciación porque realmente en el último año y medio, desde que estamos en el Gobierno, hemos hecho un esfuerzo muy
importante día a día por mejorar lo que es de todos, que es la seguridad de las ciudadanas y los ciudadanos. Acto seguido, me pregunta cómo se puede concretar el Pacto antiterrorista.
Como en tantas cosas en la vida, en esto es pertinente el
criterio machadiano de que se hace camino al andar. La propia Comisión de investigación contiene una conclusión clara, que es que el presidente del Gobierno está obligado a presentar bianualmente las principales líneas estratégicas en la cuestión
del terrorismo internacional, a lo que añadiría en segundo lugar -y así lo voy a patrocinar- que es indispensable que se produzcan unas reuniones periódicas -al menos una por cada periodo de sesiones- para actualizar los criterios que hoy mismo les
he expuesto aquí; en tercer lugar, que esas reuniones también se deben producir cuando haya algún acontecimiento excepcional que lo justifique, por ejemplo alguna acción terrorista como la sufrida últimamente en Londres, y, en cuarto lugar -aquí sí
que se aplica el criterio machadiano-, que esa es la manera de hacer política con mayúsculas: que el Gobierno explique a los grupos parlamentarios y a la soberanía popular representada en esta Cámara cuáles son sus criterios de gestión y de
estrategia política dentro y fuera de España y reciba las críticas y las consideraciones al respecto y, eventualmente -lo que es muy importante, señor Llamazares-, el apoyo político y me atrevería a decir que también emocional de los grupos con
representación parlamentaria. Por lo tanto, el Pacto antiterrorista tiene que tener ese recorrido y si somos capaces de dárselo, podremos tener un buen instrumento dentro de España, del cual presumir y que podamos utilizar fuera de nuestro país.



En tercer lugar, me habla de la protección civil. Como sabe, dado que en nuestro país ha habido un fortísimo proceso -prácticamenente total- de transferencias de las competencias de protección civil a las comunidades autónomas, en estos
momentos la Dirección General de Protección Civil tiene sobre todo la competencia de la iniciativa y la coordinación mediante, entre otras cuestiones, la convocatoria y realización de conferencias sectoriales. Ya hemos celebrado alguna y tenemos
criterios fijados que tendré mucho gusto en trasladarle, si usted está interesado en conocerlo con detalle, a través de la directora general de Protección Civil.



En cuanto al Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista, lo vamos a potenciar, en línea con las recomendaciones de la Comisión, con las que el Gobierno está de acuerdo. Por lo que se refiere a la dirección del CNCA, considero que tiene
que seguir en manos del secretario de Estado.
Lo que es importante es potenciar la capacidad de análisis estratégico y, por lo tanto, de elaboración de recomendaciones mediante el llamamiento al Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista no
solo -que seguramente es lo más importante- de los especialistas en información e inteligencia de la Policía, Guardia Civil y del Centro Nacional de Inteligencia, sino también de otros sectores donde hay un conocimiento experto y especialmente útil
de las cuestiones relativas al terrorismo y al terrorismo internacional. Estoy hablando de la estructura de seguridad de prisiones y, donde sea pertinente -aprovecho para responder al señor Olabarría-, de los cuerpos de policía autonómica o de los
cuerpos de policía local, si incorporan un valor añadido a lo que nos interesa a todos, que es mejorar la respuesta del Estado. Tengo que señalar aquí un criterio muy claro: el liderazgo indudable en la lucha contra las grandes prioridades
politicocriminales, y el terrorismo es la primera de ellas, corresponde sin duda alguna al Estado políticamente y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad desde el punto de vista operativo. Eso es algo que he dicho muchas veces y de lo que estoy
firmemente convencido, por el análisis crítico de cómo está la cuestión de la seguridad, en España y fuera de España, en particular en la Unión Europea.



El tema de los explosivos ha sido citado también por el señor Guinart, a quien aprovecho para responderle. Hemos realizado dos mejoras obligadas, en primer lugar, en la normativa con la nueva reglamentación de explosivos, que afecta a los
sujetos que tienen que ver con todo el proceso de manejo de explosivos y con las actuaciones de ese proceso, es decir, que refuerza tanto el control de los sujetos, incluidos los artilleros, como el de las actuaciones que tienen que llevarse a cabo
en el proceso que va desde la fabricación del explosivo hasta el consumo del mismo, para evitar que haya fugas ilegítimas que pongan en peligro la seguridad de todos, algo de lo que sabemos bastante en este país y en otros países que también han
tenido problemas de robo, hurto o utilización ilegítima de explosivos. Creo que ahora tenemos que empezar a considerar muy seriamente, como decía en mi intervención, el tema de la trazabilidad de los explosivos. Hay posibilidades técnicas y
debemos hacer que sea financieramente posible controlar de un modo técnico desde su origen, desde su fabricación cada uno de los explosivos y sustancias peligrosas que puedan ser útiles para actividades terroristas. Además de la mejora normativa,
señor Llamazares, señor Guinart, hemos hecho una clara mejora operativa. Aquí la Guardia Civil ha hecho un esfuerzo específico. Le resumía en mi intervención los datos de todas las inspecciones que se han hecho, que arrojan un resultado
importante; por tanto, el esfuerzo que ha hecho la Guardia Civil es muy meritorio que hay que reconocer públicamente y en el que está ahora y va a seguir en el futuro.



Los llamados confidentes es un tema complejo. Le garantizo, señor Llamazares, que lo estamos mejorando. Eso es lo que puede hacer el Ministerio del Interior en la práctica. Toda la escala de responsables de Policía y Guardia Civil lo
saben perfectamente y han recibido los criterios al respecto; además ellos mismos profesionalmente también lo tienen claro. Estamos mejorando el


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tema de los llamados confidentes y vamos a seguir haciéndolo teniendo en cuenta cuatro puntos: en primer lugar, la eficacia del confidente, es decir, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pueden tener informadores a condición de que
sean fiables y eficaces, con resultados; en segundo lugar, la lealtad de los informadores, cuestión importantísima; en tercer lugar, la seguridad de los informadores, capital también, y en cuarto lugar, y aquí me entenderán todos ustedes, la
necesaria reserva en el tratamiento por parte del poder público de esta cuestión. Estamos hablando de la seguridad del Estado y aquí las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad merecen un voto de confianza, que nace sobre todo -yo se lo digo- de la idea de
que estamos trabajando en la práctica en la mejora en esos cuatro aspectos en lo relativo a los informadores policiales.



En cuanto a la cuestión que me plantea sobre los instrumentos antiterroristas de la Unión Europea, tengo que decirle muy claramente que España es uno de los Estados que está en la franja alta de cumplimiento, de una manera destacada además,
y eso quiero dejarlo muy claro. Es de los Estados que más y mejor han cumplido las recomendaciones de las diferentes instancias de la Unión Europea -de mejora de operatividad, de mejoras normativas, de incorporación de directivas, de decisiones
marco, de lo que sea-. Naturalmente, en la Unión Europea en su conjunto, al margen de dónde esté España, es muy mejorable -tiene usted razón al decir que todavía hay Estados que tienen un nivel de cumplimiento excesivamente bajo-, pero quería
destacarle una cuestión que trasciende o traspasa las grandes políticas de la Unión Europea, y también aprovecho para decírselo al señor Arístegui, que creo que ha insinuado algo al respecto. La Unión Europea está en una situación después de los
referéndums de Francia y de Holanda ciertamente crítica en punto a su crecimiento o consolidación constitucional. Creo que la Constitución de la Unión Europea es algo mucho más importante de lo que a menudo nosotros pensamos, porque -y espero que
Europa sea capaz de remontar esta situación crítica y de hacer su Constitución- cuando tengamos esa Constitución tendremos un proceso de toma de decisiones muchísimo más ágil para hacer viables a nivel europeo determinadas políticas centrales. En
estos momentos hay espacios en la Unión Europea como el de libertad, seguridad y justicia donde se sientan 25 socios y la toma de decisiones se produce con arreglo al principio de unanimidad, lo que entorpece muy seriamente la toma de decisiones y,
por tanto, también la implementación práctica de determinadas medidas en este espacio. Yo creo que en el futuro los europeos, con la constitución de núcleos políticos importantes y, sobre todo, con la dotación del gran instrumento normativo que es
la Constitución, podremos hacer mucho más ágil y viable el proceso de toma de decisiones y, por lo tanto, la materialización de políticas prácticas que aumenten la seguridad de los ciudadanos europeos.



En cuanto a la valoración de la amenaza por la que me pregunta, lo he dicho muchas veces públicamente y aprovecho para decirlo hoy aquí, en el Congreso de los Diputados, tenemos un riesgo notable, el mismo que otros países de la Unión
Europea, para buscar una referencia fácilmente entendible por todo el mundo, y, por consiguiente, tenemos que estar muy atentos y preocupados por un fenómeno que es ciertamente grave.



El señor Olabarría me dice también que hemos tenido un cumplimiento muy alto de las recomendaciones. Yo creo que sí, que se ha cumplido la mayoría de las recomendaciones y, desde luego, las más importantes. El trato a las víctimas -se lo
digo muy claramente- ha sido un buen trato, de verdad -no lo digo por presumir, cosa que además no quiero hacer-. Los funcionarios de la Subdirección General de Asistencia a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior han hecho y siguen
haciendo un trabajo muy bueno, con problemas, porque los hay en todos los sitios, pero, en general, un trabajo muy bueno, y las propias asociaciones de víctimas nos lo han reconocido. Claramente, nosotros no hacemos ningún tipo de discriminación,
por nada, es decir, tratamos a todo el mundo por igual y con arreglo a criterios objetivos y legales en el caso de la asignación de indemnizaciones a las víctimas, como no puede ser de otro modo, y con arreglo a criterios puramente objetivos y
predeterminados en el caso de concesión de subvenciones a asociaciones o fundaciones de víctimas del terrorismo. Lo que me va a permitir es que no ponga mucho énfasis en los aspectos de educación que usted me ha referido ni en la posición que en
los procesos contra el terrorismo pueda tener el Ministerio del Interior. El Ministerio del Interior tiene la labor de dirección de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado actúan bajo la
dependencia funcional de los jueces y magistrados -ese es el papel legal de la parte política, de la parte operativa del sistema de seguridad- y cuando el Gobierno, no el Ministerio del Interior, a través de los servicios jurídicos del Estado, y
porque así lo dicen las leyes, se tiene que personar en un procedimiento, lo hace y ya está, en la posición procesal que corresponda.



Me pregunta por los datos biométricos como un cierto punto de preocupación. La Unión Europea y España están considerando dos grandes datos biométricos en determinados documentos de identificación, como algunos de los que he citado en mi
intervención. Uno es la faz, el reconocimiento facial, y el otro es el reconocimiento por huellas. En España no nos sorprende ninguno de los dos porque tenemos una tradición amplia de DNI y de estas cosas. En otros países de la Unión Europea
están yendo hacia modelos de documentos de identidad que no conocían en su tradición social ni jurídica ni política, como por ejemplo Reino Unido.
Aunque no es objeto de esta comparencia, nosotros estamos trabajando ya seriamente en el documento
electrónico, como otros países de la Unión Europea, con estos dos criterios de identificación. Hay un tercero que también se está considerando,


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pero que tiene la tecnología todavía poco desarrollada y no sé si es accesible a alguno de los países de la Unión Europea, que es el reconocimiento del iris; la tecnología está, pero no sé si quizás es demasiado caro para alguno de los
países de la Unión Europea. Por lo tanto, se trata de buscar criterios que puedan ser asumibles por todos.
La cara y las huellas dactilares son buenos criterios, sobre todo una vez que se digitalizan ambos indicadores y se permite su lectura
rápida por un equipo informático experto.



Control de las comunicaciones. Le digo muy claramente -lo he dicho ya muchas veces en público- que aquí se produce y se va a producir un absoluto respeto a los derechos constitucionales. Con el almacenamiento de datos puramente objetivos
del tráfico telefónico se trata únicamente de permitir el almacenamiento de los mismos, que ya se produce, por un tiempo mínimo indispensable para que la policía, en el curso de una investigación y con arreglo a la legislación vigente en España y en
cada uno de los países de la Unión Europea y cumpliendo los requisitos, el mandamiento judicial o lo que sea necesario en cada uno de los Estados, pueda acceder y que no se encuentre que necesita un determinado dato telefónico que puede ser muy
relevante y se haya destruido por no tener la obligación de guardarlo un tiempo mínimo, que, como es sabido, será de 12 meses.



Finalmente me pregunta por el CNI. El Centro Nacional de Inteligencia es una organización cuya misión primordial es informar al Gobierno para que pueda tomar decisiones específicas en determinadas políticas que tienen que ver con el
funcionamiento del Gobierno o del Estado; informa al presidente, informa al Gobierno en su conjunto. Por consiguiente, lo importante no es tanto dónde está, sino que lo haga bien, y en esa tarea también está este Gobierno, para que tanto el Centro
Nacional de Inteligencia como el resto de la estructura de la seguridad del Estado funcionen cada vez mejor.



El señor Guinart me insiste en que tenemos un grado de cumplimiento alto y se lo agradezco de todo corazón. Asimismo me habla de algo interesante.
La posición del Ministerio del Interior desde luego es la más importante cuando hablamos de
cuestiones como esta, pero no es la única. Normalmente la iniciativa de reformas legales corresponde a Justicia, la tarea de política exterior del Estado la llevan Exteriores o Presidencia del Gobierno, la tarea de defensa la lleva Defensa,
etcétera, y nosotros estamos coordinados y hablamos con esos otros ministerios. Desde luego la responsabilidad principal es del Ministerio del Interior, pero más allá de ello lo que hay que tener en cuenta es que el Gobierno funciona como un
bloque, como un conjunto, y naturalmente en eso estamos. Por tanto, no es que nosotros tengamos que ejercer un liderazgo, sino que la mayor parte del monto objetivo de responsabilidades viene aquí, aunque no todas, y en consecuencia nosotros
tenemos que hacer frente a la mayor parte. En cuanto a los explosivos creo que ya le he respondido con lo que le dije al señor Llamazares.



Por parte del Grupo Popular ha intervenido por un lado el señor Pujalte.
Señor Pujalte, voy decirle cuatro cosas. En primer lugar, yo tengo confianza en las instituciones. Confío en el Parlamento y, por tanto, en la Comisión de
investigación sobre el 11-M -en toda- y confío en la policía profesional, que actúa bajo la dependencia profesional y funcional de los jueces profesionales, que hacen una tarea para la que están adiestrados constitucionalmente. Si usted no confía
en las instituciones, es su problema. En segundo lugar, más que encantado de haberme conocido, lo que hago como responsable máximo del Ministerio del Interior es todo lo que puedo, eso sí, todos los días, a todas horas y a veces todos los minutos
de todas y cada una de esas horas, puede creerme, y créame, tengo una cierta vocación de servicio público. Creo que esto lo estoy haciendo por los demás, por mis conciudadanos y por mi país. En tercer lugar, yo he estado una hora y cuarto hablando
de seguridad de los españoles y las españolas, señor Pujalte. He comprimido en una hora y cuarto la enorme cantidad de cosas que ha hecho el Ministerio del Interior desde el punto de vista de asistencia de las víctimas, mejora de recursos,
organización, coordinación y cooperación internacional y usted ha procesado todo eso como 'un esfuerzo de aburrirnos'. En cuarto lugar, no sé que ha dicho sobre algo que han repartido mis servicios de prensa.
Naturalmente, los servicios de prensa,
tengo que romper una lanza a favor de ellos, han hecho un resumen para ayudar a sus colegas de la prensa a que hagan su trabajo lo mejor posible, pero lo que importa es mi intervención porque institucionalmente lo que importa es lo que dice el
ministro y eso está claro. (El señor Martínez Sanjuán: 'El Diario de Sesiones'.) Como digo, mi intervención ha durado una hora y cuarto y he puesto encima de la mesa muchísimas medidas que hemos adoptado. Le puedo resumir el número: me parece
que debería haber unas 76 ó 77 indicaciones que afectaran al Ministerio del Interior y hemos cumplido 71 ó 72, pero más allá del número, lo que importa es la calidad, lo que importa es el mensaje, lo que importa es decirles a los españoles que el
Ministerio del Interior del Gobierno de España, del Estado de todos los españoles está haciendo todo lo que puede, está metiendo todas las horas del día de todos los días de la semana de todas las semanas de todos los meses de todos los años que
estemos aquí para mejorar esa seguridad. Y si tenemos que aburrirnos, señor Pujalte, pues nos aburrimos, no hay ningún problema; ese será un síntoma de absoluta normalidad democrática del cual me felicitaré.



Asimismo por el Grupo Popular ha intervenido el señor Arístegui. No quiero hacer de menos al señor Pujalte, pero tengo que decirle que me ha resultado un pelín más estimulante intelectualmente hablando la intervención del señor Arístegui
que la suya. El señor Arístegui ha dicho fundamentalmente dos cosas que son importantes. Yo puedo estar de acuerdo o no, pero desde


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luego creo que la acción pública debe tener un momento de reflexión que debe preceder a la toma de decisiones y siempre es interesante compartir criterios, aunque no se esté de acuerdo. En primer lugar, usted ha hecho un análisis de la
morfología del terrorismo internacional. A través de aquello que me dicen los servicios de información e inteligencia, de España y algunos de fuera de España a los que he tenido acceso, pienso que más o menos la estructura, entre comillas, del
terrorismo internacional sí se mueve en tres niveles: un núcleo central básicamente vinculado con la célula de Al Qaeda; un núcleo que mantiene relaciones operativas con este primero pero que no tiene una dependencia en sentido estricto y un
tercer núcleo que tiene una autonomía de actuación importante. Haya tres niveles o cuatro, lo que quería destacar es que no estamos ante una estructura clásica de terrorismo de jurisdicción nacional, como ETA, IRA, etcétera, sino que estamos ante
otra cosa, y había utilizado palabras que vienen escritas no por mí o por mis asesores, sino que aparecen escritas en las conclusiones de la Comisión norteamericana de investigación sobre el 11-S. Cuando hablaba de que Al Qaeda es más bien un
movimiento, estoy de acuerdo con esa descripción, es algo que no está tan jerarquizado, tan metido estructuralmente en pirámide, sino mucho más desparramado, mucho más articulado en red, con jerarquías y relaciones de obediencia no tan precisas, que
a veces concreta y de qué manera brutales atentados sin necesidad de tener que recibir órdenes directas y sí por concreción autónoma de determinados mensajes. Hay de todo. Quiero decir que precisamente la propia complejidad estructural del
terrorismo internacional de base islamista nos conduce a que sus niveles de comportamiento y de actuación sean también muy complejos y muy plurales.



En segundo lugar, señor Arístegui, ha hecho un análisis de la cuestión internacional. Yo tengo muy claro que desde el punto de vista de la estrategia policial de respuesta al terrorismo internacional, nosotros tenemos tres áreas claras de
actuación. La Unión Europea es clarísima, por razones bien conocidas, con la situación crítica que desde el punto de vista político podemos tener. Sin embargo, tengo que decirle que los países europeos -y créame que en este punto España ha tenido
mucho que ver- nos hemos cuidado muy bien de que esa situación ciertamente crítica, esa crisis de crecimiento no trascienda al espacio de seguridad de la Unión Europea, de modo que tanto política como operativamente nuestras policías puedan seguir
trabajando por el bien de todos los europeos, y con todos los problemas que hay creo que lo estamos consiguiendo. Esto es algo que siempre he tenido clarísimo, hasta el punto de que quizás esa claridad la renové cuando se produjeron los ataques de
Londres, con motivo de los cuales, como usted bien sabe, prestamos un apoyo político y también policial de todo orden a ese país que en esos momentos tenía el problema. Esas tres áreas estratégicas, que son Europa, el Magreb -el arco mediterráneo
en general- y los Estados Unidos son áreas que estamos cuidando a nivel de la política policial y de la operativa o del trabajo puramente profesional de los policías españoles, los cuales lo están haciendo muy bien en su relación con los socios de
esas tres áreas estratégicas.



Finalmente agradezco al señor Martínez Sanjuán sus amables palabras. Creo que puedo decir honestamente que hemos trabajado mucho, todo lo que hemos podido y con toda la humildad, y casi todas las recomendaciones de la Comisión están
cumplidas, desde luego las más importantes, aunque no debemos llamarnos a engaño, porque estamos ante un problema muy serio y a lo largo de los próximos años debemos seguir trabajando en la asistencia a las víctimas, en la mejora de recursos, de
organización y coordinación y en cooperación internacional. Esa es una tarea que nos concierne no solo a los poderes públicos y a los responsables políticos, sino también a las instituciones y a las personas que trabajan en la sociedad civil, como
digo, para los próximos años; no es una tarea de hoy para mañana.
Por tanto, tenemos que seguir mejorando las líneas lógicas que he tratado de exponer hoy aquí.



En segundo extremo me habla del binomio libertad-seguridad, que sabe que me preocupa. Efectivamente, creo que no son en modo alguno incompatibles seguridad y libertad y para poder ejercer derechos y libertades es necesario tener una buena
seguridad. Eso pasa por estar muy atentos todos los días a cómo funcionamos política y operativamente, así como a qué leyes hacemos. Desde el punto de vista legal, que es donde S.S. ha puesto más atención, creo que efectivamente, después de
tantos años de lucha contra el terrorismo, España tiene un ordenamiento jurídico muy depurado.
Se puede mejorar, pero, como digo, ya está muy depurado. Son muchos años haciendo leyes, interpretando esas leyes por parte de los diferentes
tribunales; en definitiva, muchos años de lucha del Estado democrático de derecho y de su sistema político, legal y judicial contra el terrorismo como para no tener un ordenamiento muy depurado, que lo tenemos, y, si me permiten decirlo, mucho más
que la mayoría de los países de nuestro entorno.



Finalmente me ha hablado de la Alianza de Civilizaciones. Para mí esta cuestión es importante y le voy a decir por qué. En primer lugar, porque justamente la estrategia del yihadismo internacional es la del choque de civilizaciones. En
segundo lugar, si queremos hacer frente a ese gran trazo grueso del terrorismo internacional hay que ir a todo lo contrario, hay que reducir el caldo de cultivo en el que se produce el radicalismo.
Finalmente, si hay una cosa de pura estrategia
política, la Alianza de Civilizaciones, que es una idea de José Luis Rodríguez Zapatero fundamentalmente, es compartida en estos momentos por todos los líderes europeos y últimamente el señor Blair, primer ministro británico, lo ha manifestado en la
visita que le hizo Rodríguez Zapatero en Londres.



Muchas gracias, estoy de nuevo a su disposición.



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La señora PRESIDENTA: ¿Algún grupo desea utilizar un breve turno de palabra? (Pausa.)


Daré un breve turno de dos o tres minutos para posibles preguntas o aclaraciones sobre las explicaciones dadas por el señor ministro.



Tiene la palabra el señor Llamazares.



El señor LLAMAZARES TRIGO: Entiendo que considera en marcha el pacto frente al terrorismo yihadista, que esta es una comparecencia que forma parte de ese pacto y que en el futuro tanto las líneas estratégicas como las reuniones periódicas
pueden desarrollarlo. Le pido además que valore la posibilidad de que exista también un marco formal para poner en marcha o para concretar ese pacto tanto con los portavoces de los grupos parlamentarios como con los componentes de la Comisión del
11-M. En segundo lugar, en relación con la protección civil, en mi opinión es imprescindible, después de los atentados de Madrid y Londres, poner en común las medidas de protección civil ante situaciones de catástrofe o de emergencia. Me da la
impresión de que si tardamos en abordarlas en una conferencia sectorial nos veremos obligados a repetir las mismas insuficiencias que se produjeron en ese momento, en algunos casos dramáticas. Tengo que decir que la mayor parte de las víctimas del
atentado del 11-M llegaron a los hospitales sin estar estabilizadas y algunas habrían podido sobrevivir en el camino que siguieron desde el atentado al hospital. Eso lo comparte hoy cualquier hospital, cualquier servicio de urgencias y sobre todo
el servicio de urgencias que más trató a estas víctimas. Eso no debe ocurrir en el futuro. En nuestra opinión eso debe prevenirse y el sistema de protección civil debe funcionar mejor. No funcionó bien, porque no tenía protocolos o porque no los
siguió, pero no funcionó bien.



En relación con confidentes, habla usted de eficacia, lealtad, seguridad y reserva. Eso existe en el caso del Centro Nacional de Inteligencia, con un manual reservado de tratamiento de confidentes, y existe en otros ámbitos como Scotland
Yard o en otros, con protocolos de relación con confidentes colaboradores. No sé si me ha querido decir que eso es reservado. En todo caso, ¿el Gobierno pretende que exista un manual, un protocolo secreto o como se le quiera llamar? No queremos
que sea público ni queremos poner en riesgo las fuentes de información, pero sí queremos que exista, como plantean las recomendaciones finales de la Comisión de investigación.



Muchas gracias por su comparecencia. Valoramos positivamente el cumplimiento de las indicaciones de la Comisión de investigación por parte del Ministerio del Interior.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra también para un turno breve el señor Olabarría.



El señor OLABARRÍA MUÑOZ: Señor ministro, le agradezco las contestaciones, que han sido atinadas y prolijas. Se le ha olvidado responderme a una cuestión que, casualmente, es la que más nos interesa que consteste, pero estas cosas suelen
ocurrir a veces. Es la relativa al pacto. Ha hecho una reflexión machadiana; estás cosas se hacen andando, se hace el pacto al andar. Pero no nos vamos a dedicar aquí, como los peripatéticos, a andar permanentemente sin alguna reflexión, sin
saber hacia dónde y sin saber para qué: Se trata de saber cómo vamos a andar y en qué dirección para protocolizar algo, porque me imagino que un pacto de estas características no solo requiere actuaciones de las que ya están previstas en el
ordenamiento jurídico y que tienen la periodicidad que ha indicado, sino que requieren también un documento aprobado con la correspondiente solemnidad, superando los déficit de legitimidad que tiene el actual pacto antiterrorista, que es
fundamentalmente que solo está suscrito por dos grupos parlamentarios y no está aceptado, incluso está refutado, por todos los demás, superando los déficit democráticos que la fundamentación filosófica de ese pacto tiene. Pues bien, si vamos
andando en esa dirección también marcharemos en el sentido machadiano que usted ha expresado. Nos gustaría oír algún mínimo de concreción, algún pormenor sobre esta cuestión porque estamos particularmente interesados.
No es una inquietud morbosa,
es una inquietud que hace referencia a la vigencia efectiva en el Estado español del principio democrático de hasta qué punto puede ser compatible la existencia de un pacto como el antiterrorista actualmente, cuya fundamentación es genuinamente
antidemocrática -lo digo como valoración subjetiva, valoración personal que mi grupo lleva manteniendo recurrentemente- con un pacto que tiene que tener una amplia legitimación parlamentaria y una fundamentación basada en el respeto a la identidad
del otro, a la religión del otro, a la ideología del otro y que no haga proclamaciones como estas aberraciones que hay en el actual pacto antiterrorista de que hay que marginar determinadas ideologías para erradicar determinados fenómenos
terroristas. Eso es lo peor que podíamos hacer para enfrentarnos a esta fenomenología terrorista, la islamista. Desde esa perspectiva, usted ha eludido esta cuestión y a nosotros particularmente es la que más nos interesa. Seguramente, en una
miscelánea de cuestiones sobre las que estamos debatiendo, ahora entrar en un debate profundo sobre esto quizá no sea lo más adecuado porque es mucho lo que hay que hablar y lo que hay que reflexionar. Estamos hablando nada menos que de consensos
políticos de base amplia para saber cómo enfrentarnos a un fenómeno de naturaleza criminal, pero que tiene connotaciones políticas, político-religiosas, llámense como quiera. Se le ha olvidado, señor ministro, se lo recuerdo yo, responderme a una
cuestión sobre la cual tenemos particular interés.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Guinart.



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El señor GUINART SOLÁ: Brevemente para puntualizar tres aspectos formales de las recomendaciones. Una de ellas ya la ha comentado el ministro, y es el compromiso o el imperativo que la Comisión estableció de que el presidente del Gobierno
compareciera bianualmente ante el Pleno para explicar las líneas básicas de la política de seguridad, interior y de inteligencia, así como también de política exterior en este ámbito y también el desarrollo normativo. Entiendo que debería
programarse una comparecencia del presidente del Gobierno en este año, ya que las conclusiones se aprobaron en el primer semestre, y sería la imagen del valor que el Gobierno da a la lucha contra el terrorismo, a la importancia que esto tiene,
debatir con detalle sus contenidos. Hay además dos aspectos formales que entiendo se han desarrollado en cuanto a su fondo pero no en cuanto a su forma, uno es el compromiso que se establecía a través de las conclusiones de que antes de la
presentación de los Presupuestos Generales del Estado se presentara un plan extraordinario de dotación de personal en la Guardia Civil y en la Policía Nacional que permitiera disponer de especialistas cualificados en diversos tipos de terrorismo, y
el otro es que las conclusiones decían textualmente que dicho plan sería presentado y debatido en sesión monográfica en la Comisión de Interior, previa celebración de comparecencias. Lo mismo decían también en relación con la presentación previa a
la presentación de presupuestos del plan extraordinario de dotaciones de personal de la Audiencia Nacional que permita disponer de jueces, fiscales y policía judicial y otros especialistas, presentado y debatido en una comparecencia en una sesión
conjunta de la Comisión de Justicia y la de Interior. Esto es competencia de Justicia, pero las recomendaciones planteaban imperativamente este debate previo a los presupuestos en esta Comisión conjunta. Esto se ha cumplido en cuanto a Interior,
pero no en el sentido formal de ese debate previo. En relación con el pacto, me adhiero a las palabras del señor Olabarría y me gustaría que también contestara este extremo, aparte de que hay algunos aspectos de mi intervención que no ha contestado
pero que supongo que debo deducir de sus palabras, en cuanto al tema del CNI, y en cuanto al caso que se debe hacer si hay protocolo o no de los informes de evaluación de la amenaza y también en relación con los protocolos de actuación en materia de
detección de posibles riesgos o indicios a través de la actuación de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.



La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra el señor Martínez-Pujalte.



El señor MARTÍNEZ-PUJALTE LÓPEZ: Señor ministro, empezaba usted su contestación diciendo que tiene gran confianza en las instituciones. Mi grupo tiene gran confianza en las instituciones, pero no podemos dejar de lamentar que se quiera
amordazar a la oposición. Nosotros tenemos presentadas en registro de entrada diez comparecencias para hablar del 11-M. Le pueden gustar o no al resto de los grupos y a la mayoría parlamentaria, pero es el derecho de un grupo parlamentario
plantearlas.
A nosotros nos parece importante y por eso las hemos planteado a lo largo del último año. Y se cercena la capacidad de control de un grupo parlamentario cuando no se acepta que esas comparecencias se celebren y solo se celebren
aquellas comparecencias que presenta un grupo muy digno de la Cámara que tiene seis diputados, y no las de un grupo que tiene 148. Me parece fenomenal, pero me parece que se está amordazando.
Nosotros hemos pedido más de diez comparecencias sobre
el 11-M, para hablar de cómo van las investigaciones, para hablar de las actuaciones que ha realizado el ministerio en relación con un confidente, José Ignacio Fernández Díaz; por lo que se refiere a las vinculaciones que entre terroristas
islámicos y terroristas de ETA se han producido en la cárcel de Villabona; en relación con la operación NOVA; a un agente de policía que depende de ustedes, el señor Kalaji, y de sus actuaciones; en relación con el documento encontrado en el
ordenador de Jamal Ahmidan, etcétera. Confianza en las instituciones, por supuesto, pero no amordazar al grupo parlamentario mayoritario en la oposición, que le parecerá a usted que también sería normal. No sé si intelectualmente le vale o no,
pero no se han aceptado esas comparecencias.



Segundo, usted es el que reparte un documento con el titular hecho: todo cumplido. Cuando le decía que estaba encantado de haberse conocido lo hacía porque está planteando un mundo idílico. Yo le puedo reconocer el esfuerzo y el trabajo
realizado y que usted tenga muchísima carga sobre sus espaldas y además que tenga vocación de servicio público, pero es que mi grupo le tiene que controlar y es obligación nuestra decirle que si usted dice que ha cumplido todas las recomendaciones,
yo le digo que la primera en relación con las víctimas ya no la han cumplido. Y si el señor Llamazares le plantea una cosa de confidentes, a él le parecerá muy bien lo que usted ha dicho de eficacia, lealtad, seguridad y reserva, pero nada tiene
que ver con lo que figuraba en las conclusiones del 11-M. Se puede decir: Es que no voy a cumplir lo que pone en las conclusiones. Me parece muy bien. El señor Llamazares puede decir: Y a mí me parece muy bien que usted no lo cumpla, que
también me puede parecer encantador, pero no me diga que lo ha cumplido. Esto no es lo lógico, señor ministro.
En la atención a las víctimas lo único que han hecho ha sido detener a dos miembros del PP que fueron a una manifestación de apoyo a las
víctimas. Eso es lo máximo que han hecho. Yo le quiero decir, señor ministro, que aquí mi grupo parlamentario tiene un compromiso con la seguridad de los ciudadanos, pero también tenemos un compromiso con saber la verdad. Ustedes pueden eludir
responder ante este Parlamento de las investigaciones que están realizando, pero lejos ha quedado aquello de: queremos saber la verdad, cuando ustedes están negando que nosotros


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ejerzamos nuestro derecho de control en este Parlamento. (El señor De Arístegui y San Román pide la palabra.)


La señora PRESIDENTA: Señor Arístegui, le advierto de que su grupo ha consumido más del tiempo que estamos usando en este proceso. Estábamos dando un turno de tres minutos. Cada uno lo puede usar como quiera, pero le ruego que sea breve
porque ya lo han consumido.



El señor DE ARÍSTEGUI Y SAN ROMÁN: Gracias, señora presidenta, por su benevolencia.



Al señor ministro le agradezco mucho lo de un pelín más estimulante intelectualmente, pero la verdad es que me estimula poco que le estimule un pelín más. Creo, de verdad, señor ministro, que hay que ser un poquito más humilde. No hay que
venir al Parlamento a dar lecciones. Aquí estamos para debatir, para respetar a los ciudadanos, y respete usted un poquito más a la oposición. Nosotros estamos dando una opinión que está respaldada por más de 10 millones de ciudadanos y por un
esfuerzo largo que cada uno de nosotros ha tratado de poner en su trabajo. Francamente, señor ministro, creo que las actitudes de soberbia que encierra ese tipo de comentario sobran en un debate que, desde la discrepancia muchas veces profunda que
podemos tener entre nosotros, ha discurrido por cauces perfectamente razonables.



En cuanto a la Alianza de Civilizaciones, que tanto parece estimularles también a ustedes, déjeme decirle unas cuantas cosas: primero, ¿alianza con quién y contra quiénes?; segundo, ¿de culturas o de civilizaciones?; tercero, piense usted
que hay muchos de esos sitios en el mundo con los que ustedes quieren aliarse que consideran, por ejemplo, que la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, de Naciones Unidas, es un instrumento más de dominio y de hegemonía contra el
islam.
Y cuando uno se sienta con algunas personas que no creen en los mismos principios y valores que nosotros es para negociar cuál de esos principios y valores vamos a empezar a recortar quizá porque si no, para qué nos vamos a sentar.



Voy a plantearle algunas preguntas con toda claridad. ¿Sabemos si ya no existe ninguna otra red de reclutamiento de terroristas en las cárceles españolas como, por cierto, se descubrió después de haberlo negado la directora general de
Instituciones Penitenciarias? ¿Sabemos, de verdad, cuántos oratorios y mezquitas hay en el país, cuando recientemente se decía, como decía la directora general de Asuntos Religiosos, que eran solo 450 y resulta que son más de 1.500 y que incluso se
reconoce que en esas 1.000 nuevas descubiertas la mayoría de los imanes que dirigen las prédicas, las preces y los rezos de los viernes emiten mensajes muy radicales? También creemos que ese tipo de discurso no religioso sino ideológico tiene que
ser controlado.



Por ultimo, le queremos decir -y tiene que ver con el señor Olabarría- que la ideología islamista radical no es islam. Es una ideología totalitaria, expansiva, violenta, opresiva, igual que el nazismo, igual que el comunismo leninista,
igual que el fascismo, y nosotros sí creemos que hay que derrotarla en todos los terrenos, incluso en el de las ideas.



La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Martínez Sanjuán.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Voy a aclarar una cuestión al señor Guinart. En el debate de las comparecencias de altos cargos de presupuestos mi grupo parlamentario, concretamente este portavoz, le preguntó al secretario de Estado de
Seguridad cuál era la cantidad y cuáles los planes destinados fundamentalmente para mejorar la seguridad contra el terrorismo de carácter radical islamista. Yo sé que esa comparecencia que está recogida en las recomendaciones a lo mejor se había
pensado que era a futuro. A pesar de todo, los altos cargos, el secretario de Estado de Seguridad y el director general de la Guardia Civil y de Policía, comparecieron para hablar precisamente de los presupuestos en materia de seguridad. Por lo
menos mi grupo parlamentario lo hizo.



Ahora me explico, señor ministro, por qué a algunos les parecen algunas intervenciones aburridas cuando se habla de seguridad y de medidas, quizá, porque se quiere abusar de la vis cómica de cada uno. Esta es una Comisión muy seria como
para venir a hablar de falta de democracia, de falta de actitud de los grupos parlamentarios respecto a determinadas comparecencias, y le recuerdo, señor Pujalte, que su grupo parlamentario se quedó solo en la Comisión de investigación. Se quedó
solo en la petición de una comparecencia extraordinaria en una Diputación Permanente en el mes de julio. ¿Por qué? Porque ustedes han pretendido, legítimamente, pero allá cada uno con su responsabilidad, hacer en la Comisión de Interior un partido
de segunda vuelta de la Comisión de investigación del 11-M. Además lo decidieron el primer día, porque esa primera comparecencia a la que usted hace referencia -no sé si son 10, 11 ó 12 las que están pendientes- se produjo el día 9 de julio del año
2004, cuando empezaban a funcionar las comparecencias en la Comisión de investigación. Y aquí no se viene hablar, señor ministro, de seguridad y de alternativas. Se viene a hablar del pasado y de viejas aspiraciones que no se sabe muy bien a dónde
quiere llevar el Partido Popular. Le voy a recordar una cosa, señor Martínez-Pujalte, si es capaz de escucharme en vez de hablar por teléfono cuando está hablando un grupo parlamentario.
Eso también es democracia. No sé si es aburrida o no, pero
es educación.



La señora PRESIDENTA: Por favor, señor Martínez Sanjuán, procure no entrar en un diálogo con ningún portavoz.



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El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: No, estoy hablando al aire porque sé que no me escuchan.



Señor ministro, el día 15 de diciembre usted compareció en esta Comisión, porque también aceptó la comparecencia el Grupo Parlamentario Socialista, para hablar sobre algo que se ha citado esta mañana, que era la problemática de la cárcel de
Villabona en relación con el 11-M, y mi grupo parlamentario incluso llegó a aceptar y entender una política constructiva y de buena fe del Grupo Parlamentario Popular, pero en seguida nos dimos cuenta, escuchando a ese novelista posiblemente
frustrado que es el señor Del Burgo (Rumores.), de que aquí se seguía hablando de entelequias, se seguía hablando de lo que ya se había hablado anteriormente en la Comisión de investigación. (El señor Martínez-Pujalte López: Vete a hablar con
porteros.-Un señor diputado: ¡Qué falta de respeto!)


La señora PRESIDENTA: Señores diputados, por favor.



El señor MARTÍNEZ SANJUÁN: Señora presidenta, me reafirmo todavía mucho más en lo que he dicho al principio de mi primera intervención. (Un señor diputado: Hay mucho aristócrata.) Algunos pretenden que la realidad no estropee un buen
titular. Insisto, a algunos no les preocupa la seguridad de los españoles, lo que les preocupa (El señor Martínez-Pujalte López: Insultar, como tú.) es justificar su propio pasado, sus propias obsesiones y sus propias mentiras.



La señora PRESIDENTA: Ruego a los señores diputados que no interrumpan cuando alguien está hablando porque está en el uso de la palabra y nadie ha interrumpido a los demás.



Señor ministro.



El señor MINISTRO DEL INTERIOR (Alonso Suárez): El señor Llamazares se ha referido a los protocolos de actuación referentes a los informadores policiales. Yo quería insistir en que eso depende, más que de protocolos, porque el esquema
legal viene más o menos descrito en la Ley de Enjuiciamiento Criminal, de hacer una práctica política democrática, una práctica que controle los cuatro factores que yo le decía. Porque podemos tener muchos protocolos y lo que ustedes quieran, pero
como no tengamos una práctica que asegure la eficacia, la lealtad, la seguridad de los informadores, la reserva sobre su identidad y en general la reserva sobre toda esta cuestión, mal iríamos. En eso coinciden todos los profesionales de la
Policía, de la Guardia Civil y de cualquier policía con la que yo al menos haya tratado.



Le agradezco mucho, señor Llamazares, sus apreciaciones, no obstante, y aprovecho para responder al señor Olabarría que en cuanto al pacto contra el terrorismo internacional sí que he respondido cuando he contestado antes al señor
Llamazares. Estamos hablando de un pacto contra el terrorismo internacional, que tiene, como se ha dicho aquí, una orientación ideológica, una morfología y una historia muy precisa y muy determinada contra la que tenemos que replicar no solo desde
España sino también desde la comunidad internacional. Yo proponía tres cosas. Una que ustedes mismos han exigido desde el Parlamento al Gobierno, que es la presencia bianual del presidente para explicar las líneas generales no solo de Interior
sino también de política internacional, de estrategia normativa, de justicia, de defensa, etcétera. En segundo lugar, lo que yo propongo como propio de Interior, que es una reunión por cada periodo de sesiones en la que yo desarrollaré el estado de
la cuestión de todo lo que he hablado hoy y estaré a lo que ustedes me pregunten y lo que me quieran criticar. Y, en tercer lugar, una reunión siempre que algún acontecimiento excepcional lo justifique para dar las explicaciones reservadas que uno
pueda dar. Citaba a título de ejemplo los atentados del 7 de julio en Londres; yo reservadamente les podría dar a ustedes, si están interesados, la información de la que yo pudiera disponer en relación con esos atentados en tiempo real. Todas
esas cuestiones yo creo que acreditan una buena fe política sin la cual es muy difícil enfrentarse a un fenómeno cuyo combate nos va a llevar muchísimos años.



El señor Guinart me habló también del pacto y de los niveles de amenaza.
Los determina en estos momentos la Secretaría de Estado de Seguridad; queremos objetivarlos aún más (sabe que hay tres niveles de alerta), pero eso depende de la
persona que dirige los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el secretario de Estado de Seguridad. Estamos mejorando todo lo que podemos en la coordinación, que creo que es a lo que usted se refería, desde el Centro Nacional de Coordinación
Antiterrorista, en el sentido que expliqué en mi intervención. Le agradezco su intervención y quedo a su disposición para lo que me quiera decir al respecto o cualquier información puntual que yo le pueda dar en el futuro.



El señor Martínez-Pujalte me dice que estoy planteando un mundo idílico.
De verdad, señor Martínez-Pujalte, no solo no estoy planteando un mundo idílico, sino que estoy planteando todo lo contrario. Yo me coloco en la situación mental y
práctica de plantearme el mundo real, que tiene cosas que a uno le gustan y otras que no le gustan nada. Lo primero que he dicho en cuanto al terrorismo internacional -lo he dicho decenas de veces en mi intervención- es que estamos ante un problema
muy serio frente al que tenemos que tener un nivel de atención máximo, porque podemos tener problemas en cualquier momento con el terrorismo internacional. Y lo segundo que le he dicho es que estamos trabajando todo lo que podemos, todas las horas
de todos los días, para tratar de mejorar el comportamiento del Estado en la lucha contra el terrorismo internacional en diferentes ámbitos. Me habla usted de no sé qué incumplimiento con las víctimas, y yo le digo que hemos cumplido absolutamente
-no sé a qué incumplimiento se refiere-, como hemos cumplido prácticamente con todas las recomendaciones de la Comisión mucho antes


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de que hubiese tales recomendaciones, porque ya lo pusimos en marcha desde que entramos en el Gobierno: recursos, organización, coordinación y cooperación internacional. De todas formas, le agradezco, como al resto de los diputados, su
intervención y quedo a su disposición.



También quedo a la disposición del señor Arístegui, al que le quería decir tres cosas. En primer lugar, el esfuerzo por razonar lo de la Alianza de Civilizaciones se puede hacer más en el futuro o se puede dejar de hacer.
Lo que está claro
es que todos sabemos de qué estamos hablando. Nosotros estamos por la Alianza de Civilizaciones y ustedes no. En segundo lugar, tenemos un conocimiento mucho mejor del que teníamos sobre las redes de reclutamiento, de qué es lo que se dice y hace
en el mundo radical, un conocimiento en el que, aparte de haber mejorado, todo lo que se haga nunca será suficiente. Tenemos que seguir trabajando para conocer cada vez más y mejor cuáles son las redes o los entramados que real o potencialmente
puedan conducir al terrorismo internacional y a la ejecución de acciones de ese terrorismo en nuestro país o en los países que son aliados nuestros. La Policía, la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia están trabajando de manera firme
y decidida en esa batalla, con la enorme complejidad que ello conlleva. En tercer lugar, no me han hecho ustedes ni un solo comentario acerca de las medidas que hemos adoptado, ni me han hecho ni una sola recomendación acerca de alguna medida que a
ustedes les parezca que se podría adoptar en el futuro. Si lo quieren hacer, cuando quieran y donde quieran, estoy a su completa disposición para considerar cualquier mejora que ustedes puedan proponer en el comportamiento del Estado que sirva a la
sociedad, no lo olvidemos, en la lucha contra el terrorismo internacional.



Señor Martínez-Pujalte, muchas gracias... Perdón, señor Martínez Sanjuán; no se me queje, un lapsus lo tiene cualquiera, además luego se van ustedes a tomar café, que lo sé. (Risas.) Señor Martínez Sanjuán, muchas gracias por su
intervención, por sus acertadas apreciaciones y, como con el resto de los diputados, quedo a su disposición para lo que le pueda facilitar.



La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor ministro.



Finalizado el orden del día, se levanta la sesión.



Era la una y cuarenta minutos de la tarde.