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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 859, de 03/11/2003
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2003 VII Legislatura Núm. 859

JUSTICIA E INTERIOR

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JESÚS LÓPEZ-MEDEL BÁSCONES

Sesión núm. 109

celebrada el lunes, 3 de noviembre de 2003



ORDEN DEL DÍA:


Celebración de las siguientes comparecencias:


- Del señor presidente de la Asociación Víctimas del Terrorismo (Portero de la Torre). A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso y del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 219/000544.) ... href='#(Página27160)'>(Página 27160)


- Del señor portavoz de la Asociación Basta Ya (Martínez Gorriarán). A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso y del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 219/000546.) ... (Página
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- De la señora representante de la Asociación Gesto por la Paz (Cristóbal Gómez). A solicitud del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV). (Número de expediente 219/000547.) ... (Página 27187)


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Se abre la sesión a las cuatro y cinco minutos de la tarde.



CELEBRACIÓN DE LAS SIGUIENTES COMPARECENCIAS:


- DEL SEÑOR PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN VÍCTIMAS DEL TERRORISMO (PORTERO DE LA TORRE). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente 219/000544.)


El señor PRESIDENTE: Muy buenas tardes, señoras y señores diputados.
Antes de comenzar la sesión, y tras permitir a los responsables de información gráfica que cumplan con su función para luego poder realizar, como corresponde, esta sesión
a puerta cerrada, quiero decir que, constituida esta subcomisión sobre las víctimas del terrorismo, tenemos hoy la primera comparecencia de cuatro de las personas representantes de asociaciones que habían sido propuestas por los distintos grupos.

Sin más, dando inicio a la sesión, hoy tenemos las comparecencias del presidente de la Asociación Nacional de Víctimas del Terrorismo, del presidente del Foro de Ermua, del presidente de la Asociación Basta Ya y de la Asociación Gesto por la Paz.
En primer lugar comparece don Luis Portero de la Torre, presidente de la Asociación Nacional de Víctimas del Terrorismo, a quien acompaña, en nombre de esta asociación, doña Concepción Martín López, como vicepresidenta de la misma. Les damos la más
cordial bienvenida y advierto a los portavoces que el procedimiento será dar el uso de la palabra al compareciente y después se producirán las intervenciones de los portavoces, rogándoles que, más que intervenciones prolijas, extensas y discursivas,
hagan sobre todo preguntas, dado que en este caso los parlamentarios venimos, más que a hablar, a escuchar.
Sin más, don Luis Portero tiene el uso de la palabra.



El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO (Portero de la Torre): Señor presidente, señores diputados, señoras diputadas, buenas tardes a todos.
Hoy lunes, la noticia sigue siendo la enorme satisfacción que
todos sentimos tras el anuncio del compromiso matrimonial de Su Alteza Real el Príncipe de Asturias, don Felipe, con doña Letizia Ortiz Rocasolano. En todos estos años en los que el reinado de Sus Majestades los Reyes de España se ha visto
tristemente ensombrecido, de forma intermitente, por la lacra del terrorismo, las palabras de Su Majestad el Rey nos han ido reconfortando con sus continuos mensajes de preocupación por el fenómeno terrorista y de cariño hacia quienes lo han
padecido. Me van a permitir por ello que mis primeras palabras sirvan para compartir con ustedes esa alegría y para decirles que las víctimas del terrorismo nos congratulamos de la feliz noticia y hacemos llegar, con todo afecto, a la Corona
nuestras más sinceras felicitaciones, con nuestros mejores deseos de felicidad para don Felipe y doña Letizia.
Dicho esto, deseo expresar en nombre de la Asociación Víctimas del Terrorismo y en el mío propio la profunda gratitud y el honor que
supone para nosotros comparecer ante la subcomisión sobre víctimas del terrorismo 154/000018, felizmente creada en el seno de la Comisión de Justicia e Interior por acuerdo del Pleno del Congreso de los Diputados del 25 de septiembre de 2003. En el
pasado mes de septiembre, la Asociación Víctimas del Terrorismo tenía conocimiento de que el Congreso de los Diputados había aprobado por unanimidad una proposición no de ley en apoyo y reconocimiento a las víctimas del terrorismo y que, asimismo,
se había comprometido a crear una subcomisión para desarrollar el paquete de medidas legislativas que la acompañan. La Fundación Víctimas del Terrorismo, entidad surgida como consecuencia de la firma del Acuerdo por las libertades y contra el
terrorismo para aglutinar y coordinar las actividades de los distintos colectivos de víctimas del terrorismo, manifestaba entonces, en nombre de todos los colectivos, su enorme satisfacción ante esta decisión del Congreso, que implica la aprobación
de un paquete de medidas de apoyo económico y de reconocimiento a las víctimas que coinciden precisamente con los fines que tiene nuestra asociación, a la que tengo el honor de representar, y que reconfortarán sin duda a todas las víctimas del
terrorismo y a los colectivos que luchan por la defensa de sus intereses.Por todo ello, señor presidente, quisiera reiterarles nuestro agradecimiento y decirles que nos ponemos a su entera disposición para todo aquello que puedan necesitar para el
desarrollo de estas medidas.
El pasado 28 de octubre, la asociación recibía en nuestra sede de Madrid un oficio de la excelentísima señora presidenta del Congreso de los Diputados en el que se nos invitaba a realizar la presente comparecencia para
dar nuestra opinión sobre la materia que constituye el objeto de los trabajos de esta comisión, que incluye el estudio del conjunto de medidas vigentes en este momento orientadas a las ayudas de las víctimas del terrorismo y sus familias, a fin de
proponer cuantas otras medidas nuevas pudieran ser útiles para la mejor situación de aquéllas. Hemos contado, por tanto, con tan sólo cinco días para la preparación de la presente comparecencia, que a mi modo de ver es un tiempo escaso para
preparar y darles traslado del informe que ahora les presentamos, lo que unido a los apenas 20 minutos de mi intervención, hace que respetuosamente solicitemos al señor presidente y a SS.SS. que nuestra comparecencia de hoy se haga sin perjuicio de
la ulterior presentación por nuestra parte de un informe más


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extenso que trate con mayor detalle y profundidad el tema que ocupa a SS.SS.
Mi nombre es Luis Portero, soy el hijo mayor del que fuera fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla, vilmente asesinado por la
banda terrorista ETA el 9 de octubre de 2000 en el portal de su casa, a la vuelta de su trabajo. Esposo y padre de familia, mi padre tenía 59 años de edad y dejaba viuda y cuatro hijos huérfanos.
Soy abogado, nací en Málaga hace 30 años y
actualmente ostento el cargo de presidente de la junta de gobierno de la Asociación Víctimas del Terrorismo, organización apolítica de carácter benéfico-asistencial, que desde 1981 ha atendido en España a más de 6.000 damnificados por acciones
terroristas.
Nuestra exposición de hoy se va a desarrollar en tres partes: una primera, a modo de introducción, en la que les voy a contar brevemente la historia de la asociación, el importante papel que ha desempeñado en defensa de los derechos
de las víctimas del terrorismo y la situación de precariedad económica en la que se encuentra a día de hoy; una segunda parte, quizá un poquito más extensa que la primera, en la que les hablaré de la situación en la que se encuentran las víctimas
del terrorismo en España, tomando como base extractos del denominado proyecto Fénix, un riguroso estudio sociológico sobre las víctimas del terrorismo que preparó el gabinete psicológico de la asociación tras seis intensos años de trabajo; y una
última parte, de conclusiones finales, en la que les haremos propuestas concretas de algunas de las medidas que consideramos útiles para la mejor atención a las víctimas del terrorismo en España. Sin más, paso a la primera parte, que, como he
dicho, es una breve introducción de la historia de nuestra asociación y de la situación en la que se encuentra hoy día.
La asociación, decía, es una organización apolítica de carácter benéfico-asistencial cuyo ámbito de acción abarca todo el
territorio nacional. Legalmente constituida con el número 4.257 en el registro de asociaciones del Ministerio del Interior, la asociación fue fundada en el año 1981 por tres mujeres que padecieron directamente los ataques terroristas, con el objeto
de socorrer a todas las víctimas del terrorismo del abandono y marginación del Estado, así como de muchos sectores de la sociedad española. Las casi 2.000 familias de socios que aglutina la asociación son víctimas directas del terrorismo,
entendiéndose como tales los heridos que han sobrevivido a los atentados sufridos, o bien la viuda o viudo en caso de haber resultado asesinado su cónyuge, o el familiar más inmediato en el supuesto de que la víctima fuera soltera: padres,
hermanos, etcétera. La asociación ha venido amparando a las víctimas del terrorismo en un amplio espectro de necesidades. Desde sus comienzos, como decía, en el año 1981 hasta el mes de mayo de 2003 -y digo mayo porque es la fecha a partir de la
cual la asociación entra en una profunda crisis económica- ha atendido a más de 6.000 damnificados por atentados terroristas, dispensando una atención integral que incluye la asistencia social, apoyo psicológico, asesoramiento jurídico, inserción
laboral, cursos de formación, ayudas económicas, asistencia médica, becas, actividades de ocio, campamentos infantiles y un largo etcétera que durante muchos años se ha traducido en un soporte moral para los afectados por actos terroristas. Como
bien saben ustedes, el papel de la Asociación Víctimas del Terrorismo, primera de las asociaciones de víctimas del terrorismo existentes en España, ha sido imprescindible para la consecución de importantes medidas políticas, sociales, legislativas y
judiciales que han permitido mejorar sustancialmente la situación de las víctimas del terrorismo, contribuyendo además a despertar una gran sensibilidad hacia quienes padecen la barbarie terrorista. La Asociación Víctimas del Terrorismo ha sido
protagonista en el importante avance legislativo que se ha producido en las leyes que amparan a las víctimas del terrorismo en los últimos 15 años, bien directamente a través de una labor continuada y cercana a los propios legisladores o bien a
través del clamor popular que las denuncias de nuestra organización ha provocado. Atrás quedan los tiempos en los que las víctimas y sus familiares, bien por miedo, como ha ocurrido en el País Vasco, o bien por omisión, han sufrido el aislamiento
social como si de apestados o de malditos se tratara. Atrás quedan los tiempos en los que los muertos de la barbarie terrorista eran enterrados casi en la clandestinidad, con premura y de forma vergonzante. Hace muchos años la asociación decidió
dar el importante paso de pedir al Estado que reconociera el sufrimiento a las víctimas del terrorismo y que buscara una solución a las indemnizaciones que se imponían a los terroristas de la banda asesina ETA y que nunca se lograban cobrar por la
insolvencia de éstos. Como frutos de esos esfuerzos, en el año 1999 hubo voluntad política y el Pleno de nuestra Cámara Alta refrendó el texto de la Ley 32/1999, de 8 de octubre, de solidaridad con las víctimas del terrorismo, publicándose en el
BOE del mes de diciembre del mismo año el real decreto que aprueba el reglamento de ejecución que la desarrolla. Gracias también al trabajo y a las conversaciones que la asociación ha tenido con el Ministerio del Interior, se consiguió que la Ley
de solidaridad indemnizara con 20 años de retraso, dicho sea de paso, a las víctimas del incendio del hotel Corona de Aragón, siniestro ocurrido el 12 de julio de 1979 y que se saldó con 78 muertos y 113 heridos y que, pese a las múltiples
evidencias, jamás ha sido reconocido de manera oficial como un atentado terrorista. Y gracias también a los esfuerzos de la Asociación Víctimas del Terrorismo, se ha conseguido que se equipararan las pensiones originadas por actos terroristas
anteriores y posteriores al 1 de enero de 1985, ya que, por mor de la antigua normativa, las víctimas anteriores al 1 de enero de 1985 tenían un tratamiento muy desfavorable respecto


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al resto de víctimas, algo que suponía una clara e injusta discriminación de las víctimas.
Los recursos económicos de los que tradicionalmente ha dispuesto la asociación han sido siempre muy limitados, dependiendo casi exclusivamente de
subvenciones públicas, que ahora no voy a enumerar, y de muy pocas ayudas de particulares y fondos privados. La brillante trayectoria que la asociación ha seguido hasta el mes de noviembre de 2002, fecha a partir de la cual comienza a agravarse la
crítica situación económica que se había iniciado en el año 1998, provoca el despido de la totalidad de los trabajadores de la asociación y la dimisión al completo de la anterior junta de gobierno. El 19 de julio de 2003 se celebraba una asamblea
general extraordinaria de socios en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Madrid en la que se procedía a la elección de nuevos cargos a la junta de gobierno de la asociación, todo ello conforme a lo previsto en los estatutos. Realizada la
votación, resultaba elegida la candidatura que me honro en presidir y que está compuesta por Concepción Martín López, que me acompaña en esta mesa, como vicepresidenta primera, Francisco José Alcaraz Martos, como vicepresidente segundo y secretario
general, María del Carmen Álvarez Arias de Saavedra, como vicepresidenta tercera, Ana Carro Ruiz, como tesorera, Daniel Portero de la Torre y Gerardo Puentes Valderas, como vocales. En la citada asamblea la nueva junta de gobierno de la Asociación
se comprometía con los socios a que, dada la grave situación económica de la Asociación Víctimas del Terrorismo, los objetivos prioritarios para los próximos meses serían la realización de un informe de auditoría que reflejase el actual estado de
cuentas de la asociación y llevar a cabo un programa de recuperación económica que permitiera asumir el pago de deudas que la asociación tiene aún pendientes, todo ello con el objetivo de sanear la caótica situación heredada del anterior equipo de
gobierno.
Tras casi tres meses y medio de intenso trabajo, me es muy triste comunicarles que la deuda de la asociación asciende a una cantidad muy importante de dinero, todo ello teniendo en cuenta las cantidades que la asociación adeuda por el
despido improcedente de los trabajadores, la deuda bancaria con alguna entidad de crédito, reintegros por la no justificación de subvenciones al Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y a la Comunidad de Madrid, honorarios pendientes de pago a
psicólogos, abogados, auditores, contables, proveedores, etcétera, lo que hace que las circunstancias en las que estamos trabajando sean muy difíciles.
Estamos trabajando los miembros de la Junta de Gobierno prácticamente sin ayuda ninguna, sin
trabajadores en la sede, y además estas circunstancias se hacen especialmente dolorosas cuando la asociación ha tenido conocimiento de las distintas informaciones y opiniones que se han venido vertiendo desde el foro de la página web que tiene la
Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, en las que se desprestigia sucesivamente la labor de la Asociación Víctimas del Terrorismo y de la Fundación Víctimas del Terrorismo, expandiendo opiniones que claramente faltan a la
verdad de la realidad en la que se encuentra la Asociación Víctimas del Terrorismo, con un presidente, el señor Roberto Manrique, que ha venido realizando declaraciones a diversos medios de comunicación en esa misma línea de desprestigio contra la
asociación, todo ello después de su cese como delegado y representante de la asociación en Cataluña. Es una actitud que no terminamos de comprender porque en la asamblea general extraordinaria de socios celebrada el pasado 19 de julio el señor
Manrique se ofreció a prestar toda su colaboración a la nueva junta de gobierno y manifestaba que, ante el grave problema económico por el que estaba atravesando la Asociación Víctimas del Terrorismo, lo importante era que todos los socios fuéramos
unidos de la mano, lo que no ocurre en la medida en que este señor decide fundar poco después la Asociación Aatalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas y, como ya digo, atacar injustificadamente y sin fundamento alguno la labor que está
haciendo la Asociación Víctimas del Terrorismo y la Fundación Víctimas del Terrorismo, a la que desde aquí quiero agradecer el apoyo que nos está brindando, se están volcando con nosotros, y ya digo que es una entidad que aglutina a todos los
colectivos de víctimas del terrorismo y coordina todas sus actividades, que surgió como consecuencia del Pacto por la libertad y contra el terrorismo, y que está realizando una labor a mi modo de ver extraordinaria.
Dando paso a la segunda parte de
mi exposición, en la que les voy a hablar del análisis sobre la situación en la que se encuentran las víctimas del terrorismo en España, les diré que dicha situación ha cambiado y ha ido mejorando con el paso de los años, eso es una evidencia, ahora
no existen complejos ni miedos a decir no a ETA, a ayudar y apoyar a las víctimas del terrorismo; se nota más el calor de las personas cerca de las víctimas; la Ley de solidaridad y el reglamento que la desarrolla, ambas del año 1999, reconocen
por fin el sufrimiento de las víctimas en un homenaje que supone el consuelo moral de los afectados olvidados durante tanto tiempo, la ley constituye también un instrumento para que las víctimas puedan percibir las indemnizaciones a los que fueron
condenados sus agresores, un derecho que nunca les había sido concedido por mor de la pertinaz insolencia de los agresores terroristas. Estos logros, unidos a la reciente equiparación, como decía antes, de las pensiones derivadas de los actos
terroristas o de la indemnización por la Ley de solidaridad de las víctimas del hotel Corona de Aragón, se han debido en gran parte al empuje, a la perseverancia y al trabajo realizado por la asociación.
Quedan, sin embargo, muchas cosas por hacer
todavía. Es el caso, por ejemplo, de la asistencia a los heridos tetrapléjicos y parapléjicos, a


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las viudas, a los huérfanos y a familias abandonadas, a las que hay que llegar a fin de que se sientan acompañados y apoyados. Estas personas necesitan ser atendidas adecuadamente con el calor de las instituciones.
Resultan en este sentido
muy esclarecedores los datos que aporta el proyecto Fénix al que me he referido al principio, un informe resultado de seis años de trabajo realizado por el gabinete psicológico de la asociación, que recoge información sobre las víctimas del
terrorismo y las consecuencias y secuelas que sufren éstos. Este proyecto nació en el año 1997 con dos objetivos: en primer lugar, disponer de una información básica y completa de toda la población afectada y, en segundo lugar, realizar trabajos
de investigación centrados en temas puntuales, como la calidad de vida de los asociados, la morbilidad psicopatológica, factores de riesgo que son aquellos que hacen que la población esté más afectada o factores de protección. El estudio supone la
creación de un registro abierto con datos fiables sobre las víctimas del terrorismo en España, su situación y las consecuencias que la agresión sufrida ha tenido sobre su salud mental. Sin embargo, los datos disponibles hasta el momento, que se
refieren a tan sólo 544 familias de las casi 2.000 que aglutina la asociación, representan tan sólo un 30,5 por ciento de la población total a la que atiende la asociación, por lo que entendemos que este informe debería completarse para tener datos
más fiables y profundizar en la investigación en este campo. Los datos disponibles hasta el momento permiten establecer perfiles sociodemográficos de las víctimas y las características de los atentados y avanzar algunas consideraciones sobre los
niveles de salud mental de las víctimas del terrorismo en España.
Para que se hagan ustedes una idea de los datos que aporta este proyecto, me van a permitir que les lea brevemente, para no aburrirles, unas estadísticas. Según este estudio, la
sensación que existe entre las víctimas del terrorismo del apoyo percibido por parte de la Administración es la siguiente: un 77 por ciento de los familiares de víctimas y un 80 por ciento de las víctimas directas lo valoran como insuficiente o
nulo; sólo un 23 por ciento de familiares y un 20 por ciento de víctimas directas lo valoran como bueno o muy bueno. También hay que tener en cuenta que los estudios se inician en el año 1997, por tanto, en años anteriores a la entrada en vigor de
la Ley de solidaridad de víctimas del terrorismo, pero ya digo que los datos son los que son.
El apoyo recibido de su familia nuclear es percibido por un 89 por ciento de los familiares y un 94 por ciento de las víctimas del terrorismo como muy
positivo; el apoyo recibido por parte de los amigos es valorado como bueno o muy bueno en un 72 por ciento de los casos y el apoyo recibido por parte de la Asociación de Víctimas del Terrorismo es valorado como bueno o muy bueno en un 69 por ciento
de los casos. En cuanto a la sensación de justicia que tienen las víctimas del terrorismo, la mayoría de la población afectada, en un 86,7 por ciento, entiende que no quiere tener información sobre los problemas del terrorismo, sobre la situación
de los juicios o cualquier otro problema y entiende además que no se ha hecho justicia. No voy a aburrirles tampoco mucho más porque lo haré constar en el informe que les presentaré para que se hagan a la idea de los datos de este proyecto, pero la
conclusión generalizada a la que se llega es de abandono, de desprotección, de desconfianza y tendencia al aislamiento. Quedan, por tanto, como decía anteriormente, muchas cosas por hacer.
Pasando a la tercera parte de mi informe, las conclusiones
finales o propuestas concretas de algunas de las medidas que consideramos útiles para mejorar la situación de las víctimas del terrorismo parten de la base de que un Estado de derecho tiene como obligación esencial y permanente la mejora, la
atención y protección de los derechos de las víctimas y persecución de los terroristas. Estas no son palabras mías, son palabras del ministro del Interior, don Ángel Acebes. Desde la Asociación Víctimas del Terrorismo siempre hemos reivindicado
memoria, dignidad y justicia para las víctimas del terrorismo. Por tanto, les voy a plantear una relación de medidas sobre la base de esos tres conceptos: memoria, dignidad y justicia.
Memoria. Nuestra idea es que haya un mayor reconocimiento
hacia las víctimas del terrorismo, y en este sentido la Ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo supone por fin el reconocimiento del sufrimiento de las víctimas, un homenaje al consuelo moral de los afectados, olvidados durante tanto
tiempo, pero constituye también un instrumento para distinguir honoríficamente y honrar a las víctimas del terrorismo a través de la denominada real orden de reconocimiento civil a las víctimas del terrorismo. Esto, que parece un tema menor, para
las víctimas del terrorismo es de vital importancia.
En otoño del año 1998, el presidente de Francia Jacques Chirac inauguró en París un monumento en memoria de las víctimas del terrorismo. En un acto al que asistieron las más altas autoridades
del Estado y al que fue invitada nuestra asociación, decenas de franceses, afectados por este terrible mal, oyeron emocionados las palabras de admiración del presidente de la República, antes de dar por inaugurado el monumento en memoria de las
víctimas de esta barbarie. Desde la Asociación Víctimas del Terrorismo sentimos que ese monumento era asimismo un homenaje a quienes han sufrido la vesania terrorista en España y en cualquier otro lugar de la tierra, pero también es cierto que en
España nos gustaría tener, en alguna de nuestras calles o plazas, un símbolo que recordara el dolor que miles de españoles hemos padecido a causa de las execrables acciones de unos miserables vándalos despiadados. Un castigo tremendo, injusto,
inmerecido, sufrido en nombre de toda la sociedad, que desea desesperadamente disfrutar de una convivencia pacífica pero que fatalmente


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unos cavernícolas se empeñan en quebrantar. El homenaje a estas personas nace pues de un principio mínimo de solidaridad para quienes sufren el mal destinado a todos los ciudadanos de bien. Por tanto, como primera medida, reconocimiento y
la inauguración de algún tipo de monumento de reconocimiento y de homenaje a las víctimas del terrorismo; existen tan sólo en algunos pueblos y términos municipales del País Vasco, pero me consta que en el resto de España, quitando ciudades como
Jaén y alguna más que probablemente se me pasa, no existe monumento alguno.
Como segunda medida, dentro de esta memoria hacia las víctimas del terrorismo, la Asociación de Víctimas del Terrorismo viene desde hace muchos años proponiendo la
constitución de un día de la víctima del terrorismo. Tras la firma del Pacto por las libertades y contra el terrorismo, la antigua junta de gobierno de la Asociación Víctimas del Terrorismo, proponía crear o institucionalizar como día de la víctima
el 11 de diciembre, y ello por la cercanía que tiene al día de la Constitución, al día que se celebra la Constitución de todos los españoles, y por la cercanía también a la fecha en que se firmó el Pacto por las libertades y contra el terrorismo.
Sin embargo, hay algunas víctimas de nuestra asociación que han considerado inadecuada esta fecha, por considerar que coincide con la fecha en la que se produjo el terrible atentado de Vallecas, en Madrid. Es muy difícil encontrar días dentro del
calendario en los que no se hayan producido, por desgracia, atentados terroristas. En el viaje que hice a Nueva York el pasado mes de septiembre tuve la oportunidad de sentarme al lado del señor presidente del Gobierno y le proponía que el día 11
de septiembre podía constituir un día por las libertades y contra el terrorismo, no ya sólo a nivel español, sino a nivel mundial; un día que sirviera para concienciar y sensibilizar al mundo entero, no solamente a los españoles, del problema del
terrorismo; un día en el que se celebraran sentidos homenajes a todas las víctimas del terrorismo y en el que, además, se celebrasen eventos deportivos de importancia. Yo le proponía -y les voy a revelar un pequeño secreto- un partido de fútbol
Real Madrid-selección de Estados Unidos, con toda la intención. Real Madrid, por ser un equipo que representa, no ya sólo a jugadores nacionales sino también a jugadores de Europa y de todo el mundo, y la selección de Estados Unidos por homenajear
a las víctimas del terrorismo del 11-S y por ser el 11 de septiembre el día en que se celebraba el homenaje que yo le proponía al presidente. Él me comentó que se estudiaría la propuesta y que se vería la posibilidad de institucionalizar este día
de la víctima. Ahí queda la idea y dependerá un poco de la voluntad política. De cualquier forma, la institucionalización del día de la víctima es una vieja reivindicación de la Asociación Víctimas del Terrorismo de la que seguimos aún pendientes.

Como medidas por la dignidad de las víctimas del terrorismo proponemos un mejor trato a las víctimas del terrorismo en la Audiencia Nacional.
Personalmente he tenido oportunidad de experimentar, en el juicio que se celebró contra los asesinos de mi
padre, la indignación que puede sentir el familiar de una víctima del terrorismo ante el trato que reciben en la Audiencia Nacional las víctimas que asisten a los juicios en los que se juzga a los presuntos asesinos de los familiares. La víctima,
que tiene que hacer un enorme esfuerzo, unas más que otras, para contener su ira y su rabia contra los acusados, debe además soportar estoicamente las provocaciones de los familiares y del entorno de los terroristas presentes también en la sala,
aguantar insultos a la memoria de sus seres queridos asesinados y a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Esto a mí me parece intolerable. La víctima del terrorismo, que ha trascendido de sus propios sentimientos en favor de la ley y de
la justicia, se siente huérfana de amparo cuando traspasa las puertas de la Audiencia Nacional, y eso después de haber soportado una cola en la que no tiene más remedio que mezclarse con los proetarras que asisten al juicio. Ningún funcionario de
este órgano jurisdiccional, que entiende de manera exclusiva o casi exclusiva sobre asuntos de terrorismo, les recibe, les atiende, les informa, les acompaña o se interesa mínimamente por ellos. Mi caso fue una excepción, pero sé y me consta que en
la mayoría de los casos de víctimas del terrorismo que han tenido que atender o asistir a los juicios contra los presuntos asesinos de su padre han tenido que sufrir auténticas provocaciones y humillaciones en un entorno en el que impunemente se
expresan los propios terroristas y los familiares y amigos que les acompañan. Como ejemplo puedo poner el de la viuda del concejal del Partido Popular asesinado en Málaga en julio de 2000, José María Martín Calpena, cuya viuda me consta que lo pasó
francamente mal. Por tanto, habría que dar un mejor trato a las víctimas en la Audiencia Nacional.
Dentro de ese paquete de medidas por la dignidad de la víctima, también proponemos que se haga cumplir la ley, que se haga cumplir ese nuevo
artículo 578 del Código Penal, que tipifica los denominados delitos de apología del terrorismo y delitos de enaltecimiento de acciones terroristas, delitos que van encaminados precisamente a proteger a las víctimas del terrorismo para que no se
produzcan humillaciones, vejaciones, ni se atente contra la memoria y la dignidad de las víctimas y de sus propios familiares. Este pasado verano ustedes habrán tenido ocasión de ver en prensa cómo músicos afines al entramado de Batasuna -estoy
hablando de Fermín Muguruza o de Sociedad Alcohólica, por ejemplo-, han campado a sus anchas por el territorio nacional; en Málaga además pretendían celebrar un concierto en el Palacio Municipal de Deportes, que lleva el nombre de José María Martín
Calpena. Y digo que han campado a sus anchas porque una cosa es el


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derecho a la libertad de expresión, que protege nuestra Constitución, y otra muy distinta el derecho a decir -me lo van a permitir ustedes- entre comillas, disparates o excederse de los límites que constitucionalmente fija además el Tribunal
Supremo y el Constitucional; en sentencias y en jurisprudencia muy consolidada, ampara la crítica, que puede ser áspera o dura, pero en ningún caso la humillación o la vejación de personas.
Cuando se excede de esos límites se puede entrar
claramente en el ámbito de aplicación del artículo 578 del Código Penal, que castiga la humillación de las víctimas del terrorismo en el enaltecimiento de actuaciones terroristas con penas de prisión.
Nosotros lo que perseguíamos no era un ataque,
no estábamos atacando con esa campaña que iniciamos en verano el derecho a la libertad de expresión, como malintencionadamente se ha interpretado desde algunos sectores, sino que lo que estábamos pidiendo era que se cumpliera la ley, que aparcáramos
complejos y se cumpliera la Constitución, la ley y el Código Penal. Por tanto, se debería impedir la celebración de conciertos en los que se canten canciones como las de este señor, Fermín Muguruza, Sarry Sarry en la que enaltece, se vanagloria y
se congratula de la huida de dos presos terroristas en el año 1985 de una cárcel del País Vasco, o canciones de la Sociedad Alcohólica como Explota cerdo, en las que se ataca clarísimamente a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en las que
se habla de la serpiente, ETA, y se habla de la rata. Simplemente pedimos que se cumpla y que se haga cumplir la ley en esta materia y que se impida que se humille a las víctimas del terrorismo y a sus familiares.
Como tercera medida, proponemos
la creación de un órgano específico. Esta no es una medida que proponga yo, es una medida que han propuesto ustedes, que a mí me parece estupenda, a la cual nos adherimos. Es la creación de un órgano específico dedicado a las víctimas del
terrorismo para informar a los afectados de la situación en la que se encuentran los procesos abiertos contra los autores de los crímenes terroristas. Yo querría incidir en la figura del juez de Vigilancia Penitenciaria, porque las víctimas del
terrorismo quedamos absolutamente desinformadas una vez que el juicio se ha celebrado. Por tanto, creación de un órgano que informe permanentemente a las víctimas de la situación en la que se encuentran sus expedientes, de la situación en la que se
encuentran los procedimientos que haya abiertos contra los presuntos asesinos y de la situación penitenciaria de los terroristas, una vez que se acaba este juicio. Y nos gustaría estar presentes en este órgano, como asociación que somos de carácter
asistencial.
Otra medida que nos gustaría proponer y a la que nos adherimos -también es suya- es la reserva de un porcentaje en las ofertas públicas de empleo para facilitar el acceso preferente de quienes tengan la condición de víctimas del
terrorismo y facilitar la mudanza y el traslado a otros lugares de las víctimas del terrorismo. Se podría proponer la recalificación de la vivienda de protección oficial que pertenezca a una víctima del terrorismo para facilitar su venta y
favorecer su cambio de residencia y crear ayudas a la adquisición de viviendas. ¿Por qué digo esto? Por la situación en que viven muchísimos ciudadanos perseguidos por la amenaza terrorista en el País Vasco, por ejemplo. Se habla de una cifra, no
sé hasta qué punto es cierta o no, de 250.000 personas que han tenido que abandonar el País Vasco y trasladarse a otros lugares de España. Lo mínimo que se puede hacer con estas personas que tienen que abandonar su tierra es facilitarles su
traslado a otros lugares de España y facilitar la venta de la vivienda o de las propiedades que tengan en su lugar de origen.
Proponemos asimismo el especial tratamiento que merecen los inválidos y heridos tetrapléjicos y parapléjicos. Está bien
que la ley de solidaridad y el reglamento que la desarrolla haya creado ayudas de tipo económico y material, pero hace falta también una ayuda de tipo domiciliaria y la creación de centros de rehabilitación específicos para estos heridos
tetrapléjicos y parapléjicos. Me gustaría que España aprendiera de otros países que tienen legislaciones de ayuda a las víctimas del terrorismo mucho más desarrolladas que el nuestro. Estoy hablando del caso de Israel, que cuenta, por ejemplo, con
cinco centros ocupacionales y de rehabilitación para heridos en actos de guerra y terrorismo. El Estado de Israel es el que más invierte en el bienestar de sus mutilados de guerra y atentados terroristas del mundo. Otorga pensiones a los
minusválidos, tratamiento médico y psicológico de primer nivel, entretenimiento profesional y vocacional, becas para estudios universitarios y asistencia para la adquisición de viviendas. Nos consta que esto es así porque la Asociación Víctimas del
Terrorismo tuvo ocasión de visitar uno de estos centros. Ahora mismo vamos a proponer a la Fundación Víctimas del Terrorismo la realización de un estudio comparativo de las ayudas que existen en España respecto de otros países con un sistema de
ayudas más desarrollado que el nuestro. ¿Para qué? Para elevar una memoria de conclusiones finales a los organismos del Estado, para que estudien la modificación, en su caso, de las leyes que existen en la actualidad. Me encantaría poderles hacer
llegar las conclusiones de este estudio, pero obviamente es una labor que requiere mucho tiempo, dedicación y esfuerzo, y me parece que ustedes cuentan con apenas un mes para la presentación de sus trabajos. Por tanto será algo que tengamos que
elevar nosotros mismos al Ministerio del Interior en la Oficina de atención al ciudadano y de asistencia a las víctimas del terrorismo que tiene en su seno.
Otra medida que nosotros apoyamos y que han propuesto ustedes es el plan gubernamental para
educar por la paz y contra la violencia política, con la puesta en marcha de campañas de sensibilización, celebración de actos conmemorativos y promoción de centros educativos de la reflexión ética tras cada atentado terrorista.



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En este punto me quiero parar para criticar al Gobierno vasco por actuaciones ofensivas hacia las víctimas del terrorismo. No hay conexión ninguna porque somos completamente antagónicos. Son pocas las veces que, por desgracia, el Gobierno
vasco se ha dirigido -sí se ha dirigido, pero ya digo que han sido muy pocas las veces- a las víctimas del terrorismo y sólo ha mostrado un interés casi exclusivo por los presos etarras, sin tener sensibilidad alguna hacia las víctimas del
terrorismo y sus problemas, que son precisamente consecuencia de los actos de los etarras que están defendiendo. No termino de comprender, francamente, esta ambigüedad. Aprovecho también para rechazar frontalmente, desde la Asociación Víctimas del
Terrorismo, el plan Ibarretxe, que, a mi modo de ver y al modo de ver de muchos juristas y muchas personas entendidas, es anticonstitucional, ilegal, marca discrepancias fuera del marco institucional establecido -que son la Constitución y el
Estatuto de Guernika- e impone además su voluntad, o trata de imponer, mejor dicho, porque no la ha impuesto ni la impondrá, su voluntad o la voluntad del nacionalismo excluyente a la mitad o a la casi mitad de la población en el País Vasco, entre
la que se encuentra las víctimas del terrorismo. No podemos más, por ello, que rechazarlo y pedir al Gobierno vasco que plantee cualquier tipo de discrepancias políticas, que todas son aceptables, dentro del marco institucional establecido, que son
Constitución y Estatuto de Guernika. Fuera de ese marco no cabe absolutamente nada, porque se sale de la ley y supone un desafío al Estado de derecho.
Quisiera aprovechar este momento para respaldar todas las iniciativas ciudadanas que existen o
que vienen existiendo en España desde hace algunos años, plataformas como Basta Ya, Foro de Ermua, Plataforma por la Libertad, Fundación Greogorio Ordóñez, Fundación Miguel Ángel Blanco, Fundación para la Libertad, y un largo etcétera. Y me
gustaría también proponer que desde la Comisión se ayudara e incentivara económicamente a difundir el mensaje del problema que estamos sufriendo en España de terrorismo a otros lugares de Europa y del mundo. ¿Por qué digo esto? Lo digo porque en
este campo la banda asesina ETA y el propio nacionalismo nos llevan años de ventaja. En la reunión que manteníamos con la ministra de Asuntos Exteriores en el mes de septiembre en Nueva York, la ministra se ofreció a poner a nuestra disposición
todas las infraestructuras y todos los medios del Ministerio de Asuntos Exteriores, de las embajadas, para que todos estos colectivos difundieran el mensaje en Europa y en los países del mundo que hiciera falta. Hace falta canalizar un poquito más
la ayuda en este sentido o que se propusiera un programa específico de ayuda a las asociaciones que quieran difundir este mensaje en el extranjero.
Como medidas concretas por la justicia de las víctimas del terrorismo pedimos una mayor flexibilidad
en los criterios de aplicación de la ley de solidaridad. En esto coincidimos con Gesto por la Paz y nos estamos refiriendo al plazo de solicitud, corto, que existe en la ley para la solicitud de las ayudas y de las pocas personas que conocen o se
han enterado de la existencia de esta ley de solidaridad y del reglamento que la desarrolla. Hay que realizar una labor informativa mucho más amplia de la que se ha hecho hasta ahora y dotar de más medios humanos, técnicos y materiales a la Oficina
de atención al ciudadano y de asistencia a las víctimas del terrorismo que existe en el Ministerio del Interior.
Nosotros vamos a proponer este año a la Asociación Víctimas del Terrorismo la realización de un manual de autoayuda, que no existe,
aunque parece mentira que no exista tras tantísimos años de fenómeno terrorista en España, una especie de guía de procedimiento clara y sencilla, en la que se indique cuáles son los pasos que tiene que dar tras un atentado terrorista. El objetivo
de este manual no es otro que hacer ver a la víctima cuáles son sus derechos. Yo soy abogado, tuve la suerte de poder estudiar la ley, el reglamento y las distintas ayudas que existen desde el Ministerio del Interior, pero hay muchísimas personas
que no son abogadas ni tienen por qué saber qué pasos tienen que dar para solicitar esas ayudas del Estado. Insisto en este punto de la labor informativa y en el manual de autoayuda para el que requerimos su generosa aportación económica, con el
fin de poder financiar este, creo, interesante trabajo para las víctimas del terrorismo.
Por último, quiero reiterar que estamos preparando también un estudio comparativo de las ayudas a las víctimas del terrorismo que existen en España y en otros
países con sistemas de ayudas a estas víctimas más desarrollados que el nuestro, como es el caso de Israel, y que nuestra intención es presentar una memoria de conclusiones finales y de propuestas al Ministerio del Interior. Nos hubiera gustado
presentársela a ustedes pero, salvo que se amplíe el plazo del que disponen para la realización de estos trabajos, me parece que va a ser prácticamente imposible presentarlo en un mes. Me gustaría que el presente informe se presentara ante ustedes
sin perjuicio de la posterior elaboración de un documento escrito en el que nos extendamos un poco más sobre la materia.
También quiero decirles que nos ponemos a su entera disposición para todo aquello que puedan necesitar en esta Comisión.



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Portero.
Sabe usted, y lo digo también por las otras personas que van llegando de otras asociaciones citadas para comparecer hoy aquí, que la razón de la urgencia a la hora de la convocatoria y a
la hora de emitir el informe es precisamente que acaba la legislatura. Por tanto esta Comisión va a realizar un trabajo intenso en cuanto a las audiencias y en cuanto a la redacción del informe, lo cual quizá nos impida poder disponer de más tiempo
para hacer las cosas, pero creo que debemos actuar con


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prontitud. Como ha hecho referencia a un informe que va a remitir, en cuanto lo facilite yo daré traslado del mismo a todos los miembros de esta Comisión.
Tal y como decía al principio de mi intervención, con el ruego de que se centren en
preguntas dirigidas a los comparecientes, damos a continuación la palabra a la señora Lasagabaster.



La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Gracias, señor presidente.
Quiero dar la bienvenida y agradecer su presencia a los comparecientes, a don Luis Portero y a doña Concepción Martín López, como representantes de la Asociación Nacional de
Víctimas del Terrorismo. Me disculpo en la medida en que realmente han tenido poco tiempo para poder afrontar una comparecencia en circunstancias que fueran razonables. En todo caso, la Comisión y desde luego esta portavoz nos ponemos a su
disposición, para que cualquier otra iniciativa que consideren oportuna la hagan llegar como crean conveniente.
Independientemente de la posición política que tengamos cada uno, de las iniciativas que se han desarrollado en esta Comisión
sustancialmente creo que la más importante por su contenido, por su índole, tanto de solidaridad material, económica, como de reconocimiento moral y social, fue la Ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo, que nunca tuvo ningún tipo de
dificultad, ni incluso un matiz diferenciado más allá de lo que es la elaboración de una ley, que desde luego todos apoyamos de manera efusiva. Creo que en esta casa tampoco hemos tenido grandes diferencias y lo que yo le diría es que estamos
abiertos a tomar cualquier medida que fuera necesaria para ayudar desde la perspectiva que ustedes desgraciadamente tan bien conocen y que les ha tocado soportar.
Me ha parecido todo muy interesante, independientemente de que las posiciones
políticas son diversas; pero qué quiere que le diga, me parece interesante conocer otras posiciones. Evidentemente hay cosas que no comparto, pero eso no significa que no sea interesante saber qué opinan otras personas de estas cuestiones. Me ha
llamado mucho la atención -reconozco que no lo conocía y creo que tampoco está en la documentación- el proyecto Fénix que usted ha citado; me parece interesante porque entiendo que es un trabajo muy en profundidad de cuestiones diría casi
individuales. Porque muchas veces se habla en general, de colectivos, pero al final cada uno somos cada uno y hay que tratar de abordar las circunstancias personales y particulares de cada uno. Me han parecido muy interesantes esos dos elementos
que usted ha subrayado, como son la parte de asesoramiento psicológico, que he creído entender, no sé si es así o no, que todavía falta mucho por hacer, y las medidas económicas o de otra índole. Esa parte de asesorar, de estar cerca y saber cuáles
son, más allá del colectivo, las peticiones personales me han parecido de gran interés y me gustaría, si es posible, cuando ustedes lo consideren oportuno, cuando se termine, si es que se termina, en el sentido de abordar las cuestiones, más allá de
las 541 personas, tener ese informe entero. Eso me ha parecido una cuestión muy interesante y de ahí mi solicitud de información. También ha hecho una relación muy somera en ese informe al tema de la justicia; más allá de lo que son las reformas
legislativas o las cuestiones relativas a procedimientos, incluso de entrada, de salida, de estancia, de asistencia a juicios, la relación que tenga una víctima con lo que es la justicia, que también me ha parecido de enorme interés y que son
cuestiones que también es necesario abordar.
No sé si requiere reformas legislativas, reformas administrativas, reformas simplemente de entradas y salidas, pero lo ha citado sin llegar a detallar mucho y creo que es interesante.
Insisto por tanto
en agradecer su presencia, ofrecer nuestra disposición para cualquier cosa que ustedes consideren oportuno y recabar esa información, si a usted le parece oportuno en ese informe, y esperar que entre todos podamos, entre comillas, mejorar, si cabe,
o facilitar, si cabe, las circunstancias vitales de las personas que desgraciadamente han pasado o están pasando unas circunstancias tan dramáticas.



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señora Lasagabaster, particularmente también por su concisión.
En nombre de Coalición Canaria, tiene el uso de la palabra la señora Monzón.



La señora MONZÓN CABRERA: Simplemente quiero agradecer la comparecencia del señor Portero y la presencia de la señora Martín, así como la información que han trasladado a esta Comisión.



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, también por su concisión.
En nombre del Grupo Parlamentario Vasco, la señora Uría tiene la palabra.



La señora URÍA ETXEBARRÍA: Yo voy a ser un poco más extensa, sólo un poco.
Quiero recibir, en nombre de mi formación política y en el mío propio, con toda simpatía al compareciente, don Luis Portero, y a quien le acompaña.
Él sabe que
conocí a su padre y que creo además -me honro por lo menos en decirlo- que él me distinguió con su simpatía. Le recibo además no sólo a título personal como víctimas del terrorismo que son, sino además en nombre de una asociación, la asociación a
la que representan. Él ha hablado del tratamiento que estas asociaciones están recibiendo y a mi formación política le gustaría -le gusta todo tipo de asociacionismo, pero éste en particular- que pudiera superar los conflictos que tiene en estos
momentos y que goce de todas las ayudas públicas a las que tiene derecho y pueda desenvolver


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la actividad en defensa de sus asociados, con todos los condicionamientos que, según nos ha parecido oír al comienzo de su intervención, en este momento están viéndose dificultados por causas ajenas quizá a lo que incumbe a este Parlamento.
Aunque él ha hecho alguna mención en relación con los nacionalismos -espero que quisiera referirse sólo a los nacionalismos o a quien vincula nacionalismo y terrorismo, sabe que yo soy nacionalista-, creo que conoce que si está Comisión existe en
alguna medida o como causa remota está la formación política a la que pertenezco, puesto que en el debate del estado de la Nación la única petición de que hubiese algo en relación con las víctimas del terrorismo fue de mi grupo y gracias a la
generosidad del grupo mayoritario, del Grupo Popular, pudo llegarse a la constitución de esta Comisión, en la que sobre todo nos interesa llegar a adoptar acuerdos que a ustedes les beneficien, que sean de interés para ustedes y para todo lo que
pueda tener que ver con el mundo de quienes han sido víctimas y seguirán siéndolo, desgraciadamente, del fenómeno terrorista. Me ha parecido curioso que cite usted como contenido de las propuestas de esta Comisión algo que no lo es. Ha citado lo
referido a políticas subvencionables a las propias asociaciones, a ofertas públicas de empleo a quienes han sido víctimas del terrorismo, también a la recalificación de viviendas de protección oficial -que nos parece interesantísimo- a quienes
deseen cambiar de domicilio y tengan que deshacerse de las que ahora ocupan, a la educación por la paz y en los valores democráticos, en fin, a tantas y tantas cosas que son el acuerdo del Parlamento vasco, que mi formación política pretende traer a
esta Cámara. Efectivamente, nos gustaría que esto sea contenido no sólo para quienes son víctimas de ETA en el ámbito vasco, sino para quienes son víctimas de ETA en cualquier lugar. Me ha interesado especialmente -y creo que usted ha hecho
referencia a ello- la creación de un órgano específico dedicado a las víctimas -no sé si en sede gubernamental o quizá fuese mejor incluso en sede parlamentaria- y que tal podía ser uno de los elementos que constituyesen el contenido de esta
Comisión, la idea de una ventanilla única en la Audiencia Nacional y la facilitación de todos los trámites en la Audiencia. Hay familias de víctimas que en el momento inicial no quieren saber nada, pero que con el paso del tiempo o cuando leen en
la prensa que el comando concreto que atentó contra el familiar está siendo juzgado les gustaría acceder a ello, por lo que el laberinto que les supone o la dificultad de acceso a servicios profesionales nos parece que haría necesario la existencia
de un servicio de esta índole en la Audiencia Nacional, además del trato humanitario y correcto que exigiría a quienes comparecen, como hijos o familiares de víctimas, en procedimientos ante la Audiencia Nacional, que ya está contemplado en el
acuerdo vasco, pero puesto que es ante instancias estatales nos gustaría que tuviese un reconocimiento específico en esta Comisión, de la misma manera que también nos gustaría que existiese un compromiso específico para que, desde esta misma
Comisión o desde el órgano que se estableciese en el Congreso de los Diputados con carácter permanente, se asumiese el compromiso de acompañamiento a los familiares de las víctimas ante los tribunales, para que en el caso de que no quisieran llevar
asistencia letrada que cuando menos no vayan solos ni estén desasistidos en la asistencia a los procedimientos, sino que siempre tuvieran ese apoyo moral desde el Congreso de los Diputados.
Usted no se ha referido, y me gustaría preguntarle, a otro
tipo de violencia que en los últimos tiempos tiene una presencia extraordinaria, que es la violencia de persecución. No se trata sólo de quien ha sufrido daños de homicidio o asesinato en relación con familiares próximos o daños concretos, sino
también de quienes son objeto de persecución permanente por las ideas que defienden o por el entramado político en el que se desenvuelven. Es muy complicado hacer frente a este tipo de violencia y sobre todo ser justo con el apoyo que desde las
instituciones públicas se realiza, no sólo en cuanto a la protección, sino también en cuanto al reconocimiento, con una cierta sensibilidad moral, ética y justa, que requieren. Sé que hay algunas asociaciones que se dedican específicamente a esta
materia, pero creo que a ustedes también les es de especial interés y me gustaría conocer qué nos sugieren que hagamos. Les hemos llamado a comparecer porque sobre todo esperamos no defraudarles y queremos acordar algo que sea útil, no solamente
con respecto al resarcimiento económico, sino de cara al reconocimiento moral y ético y al futuro que pueda haber respecto a las víctimas de terrorismo. Con esto concluyo mi intervención, esperamos no defraudarles y queremos conocer de ustedes qué
es lo que en tan breve tiempo podemos acordar como objeto de esta Comisión.



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida, señor Alcaraz.



El señor ALCARAZ MASATS: Voy a intervenir brevísimamente, por cuanto comparto el tono y el contenido de las intervenciones anteriores. Quiero saludar calurosamente la comparecencia en esta Comisión del señor Portero y de la señora Martín
López. En todo caso quiero detenerme en algo en lo que usted lo ha hecho y si le parece bien me comenta un poco más en profundidad, pero que si no lo considera oportuno, sino improcedente, no tiene por qué detenerse en la pregunta que le realizo.
Me refiero a la crisis interna de la que ha hablado al principio y a cómo heredaron ustedes la asociación en función de los propios comentarios que ha realizado. Me gustaría saber el rodaje que tiene o las dificultades que arrastran, puesto que
usted mismo ha citado esa circunstancia.



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El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán, señor Silva.



El señor SILVA SÁNCHEZ: Sin lugar a dudas, quiero agradecer esta comparecencia tardía -si se quiere-, con una enorme premura, pero de alguna manera así hemos ido realizando también la política en relación con las víctimas del terrorismo, ya
que la ley es de 1999. Ciertamente, estaremos en disposición de recibir el informe de la asociación respecto a qué medidas podemos impulsar y ahí sí que le garantizo el apoyo de mi grupo parlamentario para cualquiera de esas medidas. También
quiero agradecer que manifieste que la asociación está a nuestra disposición.
Aunque sé que en estos momentos no está previsto, estamos en una sesión que antes o después será pública, y, me tendrá que disculpar, pero no querría que el silencio -que
quizá para mí sería lo más cómodo en estos momentos al estar precisamente en presencia de las víctimas y de las asociaciones de las víctimas- condujese a la aceptación de algunos hechos o a malas interpretaciones. Quiero reiterarle la disposición
de mi grupo parlamentario para que hablemos de algunas cosas, porque tengo que decirles que ustedes no se han dirigido con especial frecuencia al Grupo Parlamentario de Convergència i Unió; al menos en los ocho años que llevo como portavoz en esta
materia me parece que he podido tener tratos con ustedes sólo una vez para promover una reunión en Cataluña. En cualquier caso, hay algunos aspectos de su intervención de los que creo que sería bueno, aunque no en el ámbito de una Comisión de esta
naturaleza o con tanta publicidad como ésta, que pudiéramos hablar. Por tanto, respecto de la propia Asociación catalana de víctimas de organizaciones terroristas, nosotros hemos solicitado aquí su comparecencia, si bien tengo que indicar que
precisamente la condición con la que propuse la misma es que no entrásemos en debates asociativos, lo que después de oír su intervención de hoy no sé si estoy en condiciones de reiterar. Desde un grupo parlamentario como el de Convergència i Unió,
que, como ha dicho reiteradas veces el presidente Pujol, jamás ha negado al Estado un solo instrumento de lucha contra el terrorismo; que con discrepancias con gente a la que queremos y estimamos, hemos votado la Ley de partidos y la Ley de
democracia en los ayuntamientos y seguridad de los concejales; que también hemos votado la Ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo, sí quiero manifestarles un cierto dolor por la identificación que hacen de su posición con el pacto por
las libertades y contra el terrorismo, que nosotros no estuvimos en condiciones de suscribir porque entendíamos que excedía de lo que para nosotros era la lucha estricta contra el terrorismo y que pasaba a consideraciones políticas, que pudieran
entenderse como respetables y legítimas, pero discutibles, como tantas otras. Asimismo permítame que le diga que creemos que el calendario tiene que ser lo bastante amplio como para no señalar dos acontecimientos dignos de mención en el mismo día,
el 11 de septiembre, que es el día de la Diada Nacional de Cataluña y lo que pudiera ser un día de conmemoración de las víctimas del terrorismo, pero ya en estos momentos le puedo decir que apoyaremos absolutamente y de corazón que se celebre una
conmemoración de esa naturaleza. También le quisiera hacer alguna consideración respecto al acontecimiento deportivo que usted ha propuesto. Creo que si hablásemos en otras circunstancias podríamos entender que no sólo existe el Real Madrid. ¿Qué
quiere que le diga? (Risas.) Discúlpeme porque quizá no tenía que haber empezado una intervención de este tipo, pero cuando uno lo hace se ve obligado a proseguir. Lo que quiero que sepa es que creo que es bueno que hablemos más de estos temas y
que cuenten con nuestro apoyo total y absoluto, y si tuviéramos -que lo dudo- en algún sector de la Administración que pueda depender de nosotros algunos ejemplos de falta de sentimiento y de insolidaridad, cuenten con nosotros para removerlos, pero
también les diré que hagan lo posible para que detrás de las víctimas y contra el terrorismo estemos todos. No corran las paredes, por favor, porque ahí creo que estamos todos los presentes en esta Cámara. Posiblemente, como tenemos algunas
políticas diferentes, puede que no estemos todos igualmente acertados, pero, de verdad, creo que cuantos más seamos, mejor lo haremos todo. Lograremos cotas de mayor solidaridad y lograremos acorralar mucho más al terrorismo. Por tanto sí me
gustaría que a partir de ahora pudiésemos tener una relación un poco más habitual para hablar más de estos temas. De todas formas, nosotros pensamos que hemos llegado tarde, que como clase política tenemos una enorme responsabilidad y que, como
pudo decir algún rabino, cuando se es generoso con el malvado se acaba siendo rácano con la víctima, con el indefenso, con el débil, y en ese sentido algo ha estado pasando. Desde luego esperaremos su informe para poder apoyar o intentar
instrumentar todas las medidas, no sé si para hacer justicia pero sí, por lo menos, para aumentar la solidaridad.



El señor PRESIDENTE: Si me permiten, sin caer en la frivolidad, ahora le corresponde el uso de la palabra al portavoz del Grupo Socialista, el señor Barrero, que es diputado por Huelva, que me parece que es el club decano de los que existen
en España y que además está entrenado por el hijo de un miembro insigne de esta Comisión, el señor Alcaraz. Sin más y permítanme esa pequeña licencia, señor Barrero, cuando desee, tiene el uso de la palabra.



El señor BARRERO LÓPEZ: Mi grupo debe unirse de manera muy calurosa a la bienvenida que sin duda le habrá dado el presidente de la Comisión. No he tenido ocasión de estar desde el inicio de la reunión, pero en todo caso mi grupo quería
expresarles a ustedes claramente la bienvenida a esta casa, que por otra parte


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es la casa de todos, es la casa que representa al pueblo y por lo tanto en ningún sitio deben ustedes sentirse mejor que aquí. En nombre de mi grupo, les brindo también el homenaje que hemos tenido ya ocasión de hacerles, sin su presencia,
con motivo de la aprobación de la ley que usted citaba y, hace poco, cuando tuvimos ocasión de aprobar la creación de la subcomisión que en el fondo no es sino un reconocimiento a ustedes y un reconocimiento a todas las víctimas, sin ninguna
identidad, como decía el portavoz de Convergència i Unió, porque en ustedes todos nos vemos como víctimas que nunca fuimos, pero en ustedes también vemos las víctimas más cercanas. Mi partido ha tenido también muchas víctimas, como usted sabe, como
tantos, pero nosotros no identificamos víctimas, para nosotros todas las víctimas son nuestras y queremos que todas las víctimas sientan aquí un homenaje que les rendimos de corazón. Además, me gustaría que vieran en nuestras palabras el consuelo
del que seguramente ustedes han estado huérfanos durante mucho tiempo. En lo que valga, y vale porque creo que el presidente ha dado instrucciones para que haya acta de la reunión y, como es lógico, en la historia de este Parlamento figurará una
sesión como la de hoy, a la que nosotros damos enorme importancia, tan solemne, donde las palabras van a aparecer escritas para que sean conocidas por aquellas personas que quieran conocer lo que los distintos grupos pensábamos de lo que ustedes
significan, que es mucho.
Mi grupo parlamentario ha pensado siempre, y lo venimos diciendo hace mucho tiempo, que esta sociedad, en general y en España en particular, no ha sido capaz de restituir realmente los beneficios que las víctimas precisan.
Nuestro Código Penal ha permitido perseguir con eficacia, con eficiencia y con contundencia -no siempre, pero sí en muchas ocasiones- al delincuente, pero generalmente hemos sido menos sensibles a la hora de reparar los daños a las víctimas.
Estamos intentando hacerlo ya desde alguna otra legislatura y también este Gobierno. Se van haciendo códigos penales que no son sólo códigos que persiguen el crimen, que por supuesto, sino que tienen en cuenta la persona que queda, el perjuicio a
la víctima, terrible. Hoy, es posible que también merezca la pena esta reflexión. Necesitamos un Estado que persiga al criminal y que proteja a su víctima.
A nosotros nos han preocupado algunas cosas porque pensábamos que estaban ustedes algo más
protegidos -siempre será insuficiente- y le agradecemos profundamente que nos haya dado esta información tan precisa y yo creo que tan amplia. Por cierto, si tuviera usted más datos, me gustaría que nos los remitiera a los grupos parlamentarios,
porque nos vendrán muy bien a la hora de confeccionar nuestras resoluciones finales que den cuenta de las aportaciones de todos, y además que nos pongan deberes a hacer no sólo en esta legislatura sino en la siguiente, porque advierto que, por la
importancia de estas reuniones, se presume que en la próxima legislatura también habrá una subcomisión de este tipo. Por lo tanto, respecto a aquel riesgo que usted temía de no remitir a tiempo las cifras de derecho comparado, etcétera, que usted
quería plantearnos, sepa que previsiblemente una de nuestras conclusiones será, al menos así lo planteará el Grupo Parlamentario Socialista, que en la próxima legislatura se mantenga esta subcomisión de víctimas del terrorismo.
De sus propuestas,
nos parece importante mantener la memoria, por supuesto -seguramente no hay mayor consuelo que saber que alguien debe ser protegido también en su historia, en su biografía-, pero nos han preocupado de manera especial algunas cuestiones que usted ha
planteado a la hora de solventar problemas de dignidad de las víctimas. Por ejemplo, nos ha llenado de alarma el hecho de que la Audiencia Nacional no esté preparada para que ustedes sean no sólo protegidos sino especialmente tratados, como es
lógico; de ahí mi reflexión de antes. Estamos acostumbrados a tener un derecho de persecución de criminales, que es una obviedad, pero no un derecho de protección de víctimas, y ahí donde se va a hacer justicia, que se supone que es en la
Audiencia Nacional, además tiene que brindarse apoyo, consuelo e impedir las provocaciones que pudieran derivar de la presencia de algún presunto criminal en aquella zona, etcétera. Esto me lleva a pensar que con motivo de la presentación de la
memoria del Consejo General del Poder Judicial, que se realizará previsiblemente en diciembre, una de las solicitudes que hará mi grupo parlamentario es que el Consejo General del Poder Judicial evite estas cuestiones, bien a través de la separación
física o bien a través de las fórmulas que consideren más adecuadas. Esto forma parte de la competencia directa del Consejo General del Poder Judicial y en diciembre tendremos oportunidad de reclamar al presidente del Consejo que la Audiencia esté
preparada para hacer justicia en su doble versión, perseguir al criminal y proteger a la víctima.
Nos preocupa también que una legislación amparada por la inmensa mayoría de este Congreso, como fue la tipificación del delito de apología del
terrorismo y del delito por el que cabe perseguir la vejación a la víctima, no tenga por parte de las instituciones del Estado al parecer sensibilidad suficiente y estímulo para que sean perseguidos, porque, como bien sabe usted que nos ha recordado
que es jurista, tanto el juez como el fiscal deberían perseguir de oficio este tipo de actuaciones porque son actuaciones tipificadas en este momento en nuestro Código Penal y conforman conductas que transgreden un ordenamiento y por tanto es
obligado perseguirlas de oficio. Tendremos ocasión también de plantearlo ante el Consejo General del Poder Judicial en diciembre.
Ha hablado de la posibilidad de la creación de un órgano específico de información y eso debería unirse a la
solicitud que sobre oficinas de información en general


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hemos venido pidiendo los grupos parlamentarios y que ya fue objeto de medida con la firma de la Carta de derechos de los ciudadanos, si no recuerdo mal. Quizás estemos en condiciones todavía de solicitar del Gobierno que en estos mismos
presupuestos, a ser posible, esa Carta de derechos de los ciudadanos, que ya habla de las oficinas de información a los mismos se amplíe, de manera que pudiera haber suficientes en todas las provincias, en los juzgados, en los palacios de justicia,
que dirigieran y canalizaran la información y la reivindicación de las víctimas del terrorismo. Es obligado hacerlo también, como sabrán, con las víctimas de delitos violentos, de acuerdo con la ley que hemos aprobado no hace mucho, y parece muy
lógico que se haga también con ustedes. Me parece que tiene sentido que la interpretación de la Ley de solidaridad se haga con criterios de flexibilidad, sobre todo en lo que se refiere a plazos. Hace aproximadamente dos semanas se nos ha remitido
un escrito de un antiguo guardia civil, miembro de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, al que habían rechazado la solicitud por haberlo hecho fuera de plazo y quizá fuera bueno tomar alguna iniciativa parlamentaria, nos obligaremos a ello
y haremos la reflexión, para evitar que el simple transcurso del tiempo no dé a los ciudadanos el derecho que tienen. Tomaremos alguna iniciativa en esa línea y de manera singular en aquellos supuestos que nos lleguen. Me imagino que todos los
grupos estarán en la misma disposición, como nos ha pasado a nosotros con alguna persona en esta línea, y solicitaremos del Ministerio del Interior que tenga criterios de flexibilidad a la hora de interpretar la ley. Si no fuera así, tomaremos
alguna iniciativa para variar los plazos o hacerlos más flexibles.
En cuanto al manual de autoayuda, un tema sin duda de enorme importancia sobre el procedimiento de las personas que tienen graves problemas para seguir el cauce con vistas a la
concesión de derechos, le sugiero -no sé si el portavoz del Grupo Parlamentario Popular estará en condiciones de hacerlo, pero parece que tiene sentido- que el propio Estado, el Ministerio de Interior y el de Justicia o el de la Presidencia de una
partida, que en todo caso será pequeña, en el presupuesto de este año, recabe fondos para hacerles a ustedes un manual de autoayuda que permita quitar la hojarasca que significan en muchas ocasiones los procedimientos para habilitar las
indemnizaciones, etcétera, ya que son ciudadanos además que no tienen capacidad jurídica. Ustedes nos cuentan que están en una mala situación financiera. Parece que esto no debería significar un esfuerzo extraordinario para el Estado, por lo que
yo creo que deberíamos sacar hoy como conclusión la petición al ministerio correspondiente para que les hagan a ustedes el manual de autoayuda con los procedimientos oportunos.
Por último, no sé si está en condiciones de contestar a una reflexión
tan sencilla como la siguiente, qué pueden hacer en el tema de las víctimas del terrorismo comunidades autónomas y municipios, que quizás están un poquito desgajados de este asunto; es decir, los municipios españoles han sido muy activos a la hora
de apoyar con manifestaciones la justicia que significa la solidaridad con ustedes, pero no se me ocurre en este momento si es bueno que hubiera alguna aportación de comunidades autónomas y de municipios, que pudieran hacer más justa y más fácil la
superación de sus problemas.



El señor PRESIDENTE: Finalmente, por el Grupo Parlamentario Popular, tiene el uso de la palabra el señor Gil Lázaro.



El señor GIL LÁZARO: Comenzaba el señor Portero expresando en nombre propio y en nombre de la asociación -cito literalmente- la gratitud y honor que suponía para él, por sí mismo, como víctima del terrorismo, en representación de la
asociación, su comparecencia ante esta Comisión en esta tarde. Tengo que decirle, señor Portero, que sin lugar a dudas somos nosotros, los representantes de la soberanía nacional y por extensión la sociedad española a través de nosotros, la plural
sociedad española, la que tiene en este acto de hoy que rendirles a ustedes palabras de gratitud y de honor, a todos los que han sido desde hace más de treinta años víctimas de la barbarie terrorista y a todos los que se han constituido desde su
sacrificio en el principal baluarte de lo que significa la lucha por la democracia y la lucha por la libertad. Señor Portero, quiero decir hoy en nombre de mi grupo que esta es sin lugar a dudas una sesión muy significativa en la historia reciente
de este Parlamento. Hoy, por vez primera, los representantes de las asociaciones de Víctimas del Terrorismo, en sucesivos días, las distintas administraciones, responsables políticos, pero todos unidos por un mismo compromiso, el de dar por fin
audiencia institucional permanente a las víctimas en esta casa, hoy, digo, iniciamos en ese sentido un camino muy singular.
Usted retrataba con palabras que yo creo que son muy exactas el devenir de una situación histórica para este país y el
devenir de una situación personal para miles de ciudadanos españoles, el tránsito producido entre la situación de olvido hacia las víctimas a una situación hoy de reconocimiento, un tránsito que es el fruto en su origen de un pecado civil cometido
por toda la sociedad española, el del olvido, y que es hoy afortunadamente la consecuencia de una situación de recomposición también protagonizada por el conjunto de toda la sociedad española, el reconocimiento. Por eso, en el acto de esta tarde,
ese tránsito del olvido al reconocimiento se tiene que completar y se completa con una afirmación y con un compromiso inquebrantable, del olvido al reconocimiento y del reconocimiento a la atención permanente. Estamos aquí, señor Portero,
precisamente porque el conjunto de las fuerzas políticas democráticas de este país, el conjunto de los representantes de la


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soberanía nacional, conscientes de que en un momento dado se produjo precisamente la situación que usted ha relatado, hemos querido responder con hechos tan sustanciales y tan importantes como la aprobación en su momento de la ley de
solidaridad y reconocimiento con las víctimas del terrorismo y la creación de un instrumento como este, que probablemente hoy empiece siendo un instrumento modesto, pero con la vocación y la voluntad de todos los grupos políticos de esta Cámara de
hacer de esta subcomisión un instrumento que pueda prolongarse en el tiempo y que por tanto pueda servir como ese vínculo, como ese establecimiento de audiencia permanente, de comunicación permanente entre los representantes de la soberanía nacional
y de las víctimas, desde esa conjunción de todo y sobre todo desde el compromiso cierto de hacer de las víctimas del terrorismo el patrimonio común de toda la sociedad española y de todas las fuerzas políticas democráticas y que sobre la realidad de
las víctimas del terrorismo, sobre el compromiso de asistencia, de atención, de reconocimiento, de dignidad y de ayuda hacia las víctimas del terrorismo no medie nunca ninguna otra consideración distinta a esa voluntad de apoyo, sobre eso, señor
Portero, yo creo que vamos a poder escribir juntos un futuro muy interesante.
Yo tengo que señalar que en ese tránsito del olvido al reconocimiento, sin lugar a dudas la Asociación Nacional de Víctimas del Terrorismo ha jugado un papel muy
importante en tres órdenes: en el de la sensibilización social, en el de la movilización general de las conciencias de este país, más allá de apellidos políticos, para hacer ver que las víctimas eran las víctimas de todos y que por tanto no cabía
en término alguno esa situación de olvido o de marginación; en segundo lugar cubriendo las lagunas que en algún momento determinado pudieron producir las administraciones públicas en la tarea asistencial a las víctimas, y desde luego ha jugado un
papel muy importante en ese mantenimiento vivo de una voz que ha permitido, con el transcurso del tiempo y con la corrección de los errores colectivos que pudimos cometer el conjunto de la sociedad española, avances legislativos muy sustanciales y
avances en el conjunto de las medidas públicas asistenciales hacia las víctimas.
Yo creo que ustedes pueden sentirse muy orgullosos de la tarea que han desarrollado a lo largo de estos años, comprometidos hoy naturalmente con una situación interna
difícil que usted retrataba y que es preciso superar y que estoy convencido, porque además así lo han dicho otros portavoces, que contará con la ayuda de todos para poder superarla, con nuevos retos por delante, como supone establecer un modelo de
interrelación entre lo que es el conjunto de las asociaciones representativas de las víctimas del terrorismo y esa nueva expresión, yo creo que muy importante en la tarea asistencial, de reconocimiento, memoria, dignidad y justicia hacia las
víctimas, que es el modelo de la Asociación de Víctimas del Terrorismo.
Ha puesto usted hoy sobre la mesa algunas cuestiones ciertamente importantes y que yo creo que pueden y deben estar presentes en el informe que en su momento elaboremos como
conclusiones muy provisionales de esta subcomisión, y digo muy provisionales porque ciertamente lo importante es que hemos puesto en marcha este camino, un camino que por las circunstancias del calendario político ha coincidido prácticamente con el
albor de lo que va a ser la disolución de las cámaras por el agotamiento de la legislatura, y probablemente el principal logro de este camino que hoy iniciamos sea que dentro de un mes los grupos políticos, en ese informe que tendrá que ser
formalmente de conclusiones, pero que debe ser realmente puramente preliminar, hagamos expresión de nuestra voluntad de que durante la próxima legislatura los grupos políticos de esta Cámara continúen desarrollando este trabajo precisamente para dar
a las asociaciones de víctimas del terrorismo, a las víctimas del terrorismo, a las personas que están, desde el ámbito de lo público o de lo privado, teniendo presencia en esa tarea asistencial a las víctimas, en esa tarea de memoria, de dignidad y
de justicia hacia las víctimas, un vínculo en esta casa y una tribuna permanente. Por eso, cuestiones como la que usted ha señalado, la búsqueda de un símbolo externo que pueda, desde la imagen institucional, recoger la memoria de las víctimas; la
necesidad de corregir -ciertamente a todos nos ha llamado la atención, aunque no nos resultaban desconocidas determinadas situaciones que se producen cuando las víctimas tienen que asistir a los procedimientos judiciales en los que son juzgados los
presuntos asesinos- esas situaciones, a veces, de falta de sensibilidad o de atención institucional; otras medidas que usted ha propuesto en el orden de reserva en ofertas de empleo público, mayores programas específicos de atención a inválidos,
tetrapléjicos y parapléjicos; continuar desarrollando toda una doctrina científica y de estudio porque eso permite la base necesaria para después establecer mejores medidas asistenciales concretas en el ámbito del conocimiento sociológico de la
realidad de las familias afectadas por esta terrible desgracia; todo ese conjunto de cuestiones que usted ha puesto sobre la mesa nos permiten augurar que ese trabajo -insisto- preliminar, porque el horizonte tiene que ser más amplio una vez
constituida la nueva legislatura, puede y va a ser un trabajo muy efectivo.
Para concluir tan sólo le plantearía una cuestión concreta: puesto que mi compañero el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista ya ha hecho referencia a lo que, desde
su punto de vista, vienen a ser las políticas asistenciales en el ámbito de las comunidades autónomas y de los ayuntamientos -esa era una cuestión que pensaba plantear-, la obvio por ya planteada y me gustaría saber cuál es la valoración que, desde
la Asociación de Víctimas del Terrorismo, se hace de una


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recientísima iniciativa adoptada la pasada semana en el Parlamento Europeo al establecerse un programa inicial de financiación para una serie de medidas políticas y asistenciales concretas en el orden de la asistencia psicológica a las
víctimas del terrorismo. Si hemos conseguido ese tránsito histórico que señalaba usted al principio de su intervención del olvido al reconocimiento y ahora del reconocimiento a la atención permanente en el seno de la sociedad española, es
importante también que no perdamos de vista la referencia a Europa porque en esa unión política que ya hemos configurado la solidaridad tiene que estar muy presente. El hecho de que este sea el país de la Unión que más está sangrando por la lacra
terrorista, no exime a otros de ese riesgo y no puede eximir tampoco a otros de su solidaridad. Por eso, desde la posición de mi grupo, nos parece sustancialmente importante, como primer paso, el recientemente adoptado la semana pasada por parte
del Parlamento Europeo.
Tenga usted la seguridad de que, más allá de la cuestión formal de este mes en el que tendremos que agotar un trabajo preliminar, cuentan ustedes con nosotros y contamos nosotros con su presencia para, en los próximos cuatro
años, seguir desarrollando un trabajo intenso en beneficio de la dignidad colectiva de este país, que es la dignidad de las víctimas del terrorismo.



El señor PRESIDENTE: Gracias, señor Gil Lázaro.
Señor Portero, tiene el uso de la palabra.



El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO (Portero de la Torre): En primer lugar, voy a contestar a la señora Lasagabaster, del Grupo Parlamentario de Eusko Alkartasuna. Quiero decirle que estaremos
encantados de hacerle llegar la información que nos solicita, tanto el informe como el proyecto Fénix, que tendremos que buscarlo porque nos hemos encontrado la sede en una situación caótica.
Trataremos de encontrarlo y se lo haremos llegar. Es
algo que pensábamos adjuntar como anexo al informe.
Hacía referencia a la justicia, pero no sé con qué idea. ¿Sería posible que me aclarara este extremo porque no me ha quedado muy claro?


El señor PRESIDENTE: Brevísimamente, señora Lasagabaster.



La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Usted había citado ese proyecto Fénix, que habla de que el 86 por ciento de las personas que habían sido objeto de ese informe con relación a la justicia no querían saber nada -no sé si esa la palabra-, no
querían tener información, no querían acercarse. Me parece un tema de suficiente entidad como para que me explique a qué hacía referencia porque me ha chocado esa cuestión, pero quedo a expensas, si ustedes tienen la posibilidad de encontrarlo, de
que entremos en esa materia que me ha parecido preocupante en una cuestión tan vital como es la víctima en relación con la justicia. Ha sido un comentario a una observación que usted ha hecho sobre ese tema.



El señor PRESIDENTE: Continúe, señor Portero.



El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO (Portero de la Torre): Contestando a la observación que hace usted, le aclaro que no es que no quieran saber nada, es que se han encontrado tan desatendidas, tan
desprotegidas y tan abandonados que no quieren saber absolutamente nada. Esto es algo que tiene que cambiar y por eso proponemos la creación de ese órgano de información permanente a las víctimas sobre la situación, no ya en la que se encuentran
sus expedientes y los procedimientos que en su caso puedan estar abiertos contra los presuntos asesinos del familiar o de la víctima que corresponda, sino también en lo referente a la situación penitenciaria de los presos terroristas tras acabar el
juicio. A mí me parece que es una información de la que debe disponer la víctima del terrorismo. Decía que incidimos en el papel que debe jugar el juez de Vigilancia Penitenciaria en este asunto. No sé si con eso le aclaro el asunto, entiendo que
sí.
Quería ar las gracias también a la señora Monzón, de Coalición Canaria. Mi familia guarda un gratísimo recuerdo de las islas, pues estuvimos viviendo casi cuatro años en las Palmas de Gran Canaria, en el barrio de Vegueta; queremos muchísimo
a esa tierra, queremos muchísimo a los canarios, que son gente fabulosa, de lo mejorcito que hay en España.
En cuanto a la puntualización que ha hecho el señor Alcaraz, de Izquierda Unida, la referencia a la crisis interna de la Asociación de
Víctimas del Terrorismo, y el interés que ha mostrado por ella, le comento que, por desgracia, la situación la hemos heredado de lo que parece ser una más que criticable gestión de la anterior junta de gobierno. La asociación hay dependido casi
exclusivamente de subvenciones y ayudas públicas. En el mundo en el que vivimos, en el que se tiende al déficit cero y a la reducción de ayudas públicas, no ya sólo en España sino en toda Europa, es un error de estrategia. Nosotros vamos a
proponer la captación, no ya de fondos públicos sino de fondos privados y de involucrar un poquito más a particulares y a entidades privadas en coadyuvar al cumplimiento de esos fines generales que tienen todas las fundaciones y asociaciones no
lucrativas.
La situación que hemos heredado es gravísima. Quiero recalcar esto porque ustedes han hecho referencia a una difícil situación. No; la situación es crítica, gravísima, y estamos a punto de la disolución. Nuestra valoración aún no
definitiva nos hace temer que las deudas acumuladas por la Asociación Víctimas del Terrorismo asciendan a una importante cantidad de dinero que


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sobrepasa los 150 millones de pesetas; no disponemos de dinero, no hay trabajadores, estamos poniendo todo nuestro esfuerzo, nuestra dedicación, nuestro tiempo y nuestro dinero a esta noble causa para tratar de salvar y reflotar
económicamente el barco de la asociación, pero solos no vamos a poder. Quería comentárselo a ustedes para que, en la medida de sus posibilidades, intercedan por nosotros para que la asociación pueda ser reflotada económicamente con ayudas del
Estado. Creo las merece porque, como decía antes, el papel ha sido imprescindible en la consecución de importantes medidas legislativas, políticas, judiciales y económicas en la lucha contra el terrorismo y en la defensa de los derechos de las
víctimas. Me parece que sería un triste final para una asociación con tan brillante trayectoria. Nosotros estamos circunstancialmente. Mi idea y la del resto de miembros de mi junta de gobierno es la de estar transitoriamente y tratar de reflotar
ese barco, pero irnos. No tenemos intención alguna de figurar, de permanecer o perpetuarnos en el cargo.
Las instituciones están por encima de las personas y nosotros estamos aquí para tratar de ayudar, dentro de nuestras posibilidades, a que no
desaparezca la asociación. Les pido -vuelvo a insistir- toda su ayuda y su colaboración para que el Estado ponga más de su parte para paliar la situación económica en la que nos encontramos. No sé si con ello doy contestación a su pregunta, señor
Alcaraz. Entiendo que sí. Tan sólo una puntualización. Me gustaría que su grupo parlamentario siguiera más la línea que, acertadamente, está siguiendo en el Parlamento Europeo. La colaboración de Izquierda Unida con el PSOE y con el PP (es una
visión muy personal no de la asociación) en defensa de los derechos de las víctimas en Europa es muy diferente a la que sigue en España... Por lo menos sucede así en el País Vasco, señor Alcaraz, y no podrá decirme que no.



El señor ALCARAZ MASATS: Nosotros suscribimos el acuerdo al que se ha referido el portavoz.



El señor PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN NACIONAL DE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO (Portero de la Torre): Era sólo una observación sin intención de entrar en valoraciones de tipo político.
Respecto a las observaciones que ha hecho la señora
Margarita Uría, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), no voy a entrar en las referencias que ha hecho al nacionalismo. Nosotros entendemos que su grupo debe acercarse más a las víctimas del terrorismo y menos a los presos terroristas, a los que
hace poco han subvencionado para que sus familias se acerquen a los lugares en los que se encuentran encarcelados. Creo que eso es una obviedad, una valoración objetiva, en ningún caso subjetiva, acercarse más a las víctimas del terrorismo y menos
a los presos terroristas.
Ha hecho referencia a la creación de ese órgano específico destinado a las víctimas, que es muy importante para mantenerla en todo momento informada de su situación jurídica y administrativa para con el Estado. En cuanto
a la ventanilla única de la Audiencia Nacional, celebro que le haya parecido bien. El trato correcto a las víctimas del terrorismo en la Audiencia Nacional que a algunos ha sorprendido, entre ellos el miembro del Grupo Parlamentario Socialista, es
así. No me estoy inventando nada.
Les invito a que hablen con cuantas víctimas consideren oportuno para corroborar la certeza de lo que estoy contándoles.
En cuanto al acompañamiento y preparación a las víctimas del terrorismo ante los
tribunales, que ha mencionado la señora Uría, es algo que la asociación lleva tratando de poner en marcha desde hace muchos años. De hecho, es uno de los puntos que consta en la orden del Ministerio del Interior por la que se convocan ayudas y
subvenciones a las víctimas del terrorismo. Pero, por desgracia, es algo que desde la asociación no se ha podido hacer todavía en condiciones. Uno de los puntos en los que más insiste nuestra junta de gobierno es el acompañamiento y la preparación
psicológica de las víctimas del terrorismo, el sentirse acompañadas en esos juicios que tan difíciles pueden resultarles.
Decía S.S. que no he hecho referencia a la violencia de persecución. Habla de los amenazados y de tantas personas que no
comulgan con las ideas del Gobierno vasco. Es un tema que no he querido tocar porque lo va a tratar con muchísima mayor profundidad que yo y con mayor claridad de detalles mi compañera que está al fondo de la sala, Lucía Cristóbal, de Gesto por la
Paz, que son los que han defendido siempre ese no a la violencia de persecución.
Respecto a los puntos a que se refería el señor Silva, nos alegramos de que estén dispuestos a apoyarnos en cuantas observaciones hagamos en ese informe, que les haré
llegar por escrito. Si no nos hemos dirigido a ellos les pido mis más sinceras disculpas, lo desconocía; me eligieron presidente hace tres meses y medio, el 19 de julio, y desconozco, por tanto, si ha habido algún acercamiento del que entonces era
delegado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo en Cataluña, el señor Roberto Manrique, que ahora no es ni delegado ni socio de la Asociación Víctimas del Terrorismo, y sí presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones
Terroristas.
Decía usted que nunca se han negado a ayudar a las víctimas del terrorismo, que han votado la Ley de solidaridad, la Ley de partidos políticos, pero que les duele estar con ese pacto de Estado por las libertades y contra el terrorismo.
Es que no puede ser de otra forma, señor Silva. Somos una organización apolítica y, por tanto, celebramos la firma de un pacto que trata del terrorismo aparcando intereses partidistas y abordándolo como una cuestión de Estado, que es lo que debe
ser, una lucha de Estado. Animamos a todas las fuerzas parlamentarias, a todas las fuerzas democráticas de nuestro país a que suscriban ese pacto por las libertades y contra el terrorismo, porque sin unión política va a ser muy


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difícil acabar con el terrorismo y de ahí la importancia de que todos los partidos suscriban ese pacto por las libertades y contra el terrorismo.
Es una visión personal del asunto.
Me decía usted que el 11 de septiembre coincide con una
fiesta en Cataluña. Es imposible dar con una fecha acertada para institucionalizar el día de la víctima, el día por las libertades y contra el terrorismo.
Proponíamos el 11 de septiembre para no herir susceptibilidades ni sensibilidades de las
víctimas del atentado terrorista que tuvo lugar en Madrid, en Vallecas, en el que tantas personas murieron. El 11 de septiembre es un día que puede servir para concienciar y sensibilizar a nivel mundial. Proponía la idea del evento deportivo,
incluso algún concierto musical porque lo que mueve a las masas no es lo que dicen los políticos. Una cosa es lo que aquí escuchamos todos y lo que a la gente preparada le llega, y otra muy distinta es el pueblo llano, que se deja influenciar más
por lo que dicen figuras públicas de renombre como deportistas o músicos. Por eso insistía en el deporte y en la música como medio para promocionar la libertad, la tolerancia, el respeto por la paz y el rechazo de las ideas excluyentes y fascistas.
Me parece una idea muy bonita, una especie de movimiento olímpico que aúna tanto a los pueblos, para hacer esa celebración de eventos deportivos y de esas olimpiadas que tanto unen a los pueblos del mundo; lo mismo contra el terrorismo. Sería
importantísimo a nivel político concienciar y sensibilizar socialmente a la gente y hacer ver al mundo que el terrorismo es hoy un problema global que requiere de soluciones globales y, por tanto, de cooperación transnacional. Lo de la fecha es
algo que habría que consensuar entre todos.
No voy a hacer consideraciones respecto al equipo de fútbol que le gusta a usted, porque veo que no coincidimos.
En cuanto a la intervención del señor Barrero, del Grupo Parlamentario Socialista,
estaremos encantados de remitirle la información que nos solicita, al igual que al resto de personas que componen esta Comisión y de ponerle deberes, como parece que nos está solicitando, no sólo para ésta, sino para la próxima legislatura. Me
alegra saber que no existe ese riesgo de que haya apenas un mes para la preparación de estos trabajos que está desarrollando la Comisión y que haya posibilidad de continuar en el año que viene, aunque no sé si yo estaré entonces representando a la
asociación de víctimas; en cualquier caso, la persona que lo haga como presidente estará encantada de colaborar con ustedes. Decían que les preocupa el tratamiento de las víctimas del terrorismo en la Audiencia Nacional. Me refiero a lo dicho
anteriormente y estoy con usted en que hay que perseguir al criminal y proteger a la víctima.
Respecto a la apología del terrorismo y a la humillación de la víctimas del terrorismo, la asociación dirigió una solicitud a la Federación de Municipios
y Provincias, que preside la señora Barberá, exponiéndole la relación de determinados músicos que hacen clara apología del terrorismo en alguna de sus canciones. Afortunadamente se ha logrado suspender conciertos que hubieran supuesto una clarísima
humillación para las víctimas, pero me extraña que a la Federación de Municipios y Provincias se le sigan colando este tipo de cosas.
En cuanto a la creación del órgano específico de información a las víctimas del terrorismo, me voy a referir a
que es muy importante mantener informada a la víctima en todo momento, no sólo antes sino también después del juicio para que no quede todo en palabras, en declaraciones, en un brindis al sol o en papel mojado. Hay que hacer cumplir las leyes y
muchas veces pecamos de muy rigurosos en la redacción o en la preparación de medidas legislativas, pero nos olvidamos de poner los medios para hacer cumplir esas leyes. Yo quería insistir en que no solamente debe constar en las leyes sino que todo
lo que se acuerde en esta Comisión debe prever la creación de esos mecanismos de ejecución de lo acordado.
Respecto de la interpretación de la Ley de solidaridad, celebro que le parezca estupendo que sea interpretada con criterios más flexibles.

Imagino que a todas las personas que están en esta Comisión también les parecerá bien. Para el manual de autoayuda lógicamente vamos a necesitar fondos para su preparación porque no los tenemos. Nos parece muy importante que ese manual sea
patrocinado no ya sólo por la Asociación Víctimas del Terrorismo sino por la Fundación Víctimas del Terrorismo, para dar su papel y representatividad a los colectivos de víctimas del terrorismo a los que representa y aglutina la fundación; y no
sólo por la fundación sino por el propio Ministerio del Interior. Debe haber un patrocinio oficial no sólo del Estado sino de la fundación y de la Asociación Nacional de Víctimas del Terrorismo. Insisto en pedirles todo su apoyo para que se nos
ayude a paliar la grave situación económica en la que se encuentra la Asociación Nacional de Víctimas del Terrorismo. Me preguntaba S.S. qué podemos hacer por las víctimas del terrorismo en comunidades autónomas y municipios. Yo le voy a decir
qué, señor Barrero.
A nivel autonómico se deben promulgar más leyes de las que hay de ayudas a las víctimas del terrorismo. Existen ayudas a víctimas del terrorismo en el País Vasco, en Navarra y en la comunidad de Madrid -no sé si me estoy
dejando alguna porque lo estoy diciendo de memoria-; pero me parece mentira que Cataluña y Andalucía no tengan esas leyes. Sería importante poner en marcha los mecanismos pertinentes para la aprobación de esas leyes. Estamos a su entera
disposición para lo que puedan necesitar.
También es muy importante la firma de convenios de colaboración a nivel autonómico y municipal con la Asociación Nacional de Víctimas del Terrorismo. ¿Para qué? Se me está ocurriendo ahora mismo -es algo
que habría que ver- que para dar charlas divulgativas, conferencias y concienciar y


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sensibilizar a la población. Se me ocurre ahora mismo, pero es algo que habría que estudiar. Repito que sería importante firmar convenios de colaboración que hagan partícipes a las comunidades y a los municipios de esa lucha contra el
terrorismo y de la defensa de los derechos de las víctimas. También es importante la aportación económica a la Asociación Víctimas del Terrorismo. No me queda más remedio que pedirlo también.
Al señor Gil Lázaro, le agradezco muy sinceramente sus
palabras de gratitud y de homenaje a las víctimas del terrorismo. Me alegro de que se haya dado audiencia a instituciones, como usted decía, a las víctimas del terrorismo y de que se ponga en marcha esta Comisión para ver qué medidas se pueden
adoptar para mejorar la situación de las víctimas. Pero me gustaría incidir en un punto. Las víctimas del terrorismo en España no vamos a estar contentas del todo hasta que se acabe con ETA. Hay que acabar con ETA. ETA ahora se encuentra más
debilitada que nunca y yo creo que habría que aprovechar el momento para acabar con esta banda mafiosa de asesinos. A mí me alegra saber que en el año 2001 hubo 17 asesinatos, en el año 2002 cinco y que en este año ha habido, gracias a Dios, tan
sólo dos. Pero me encantaría y espero y deseo que el año que viene sean cero los asesinatos de la banda asesina ETA, que se sigan deteniendo comandos, que siga habiendo esa eficacia policial, esa ofensiva judicial.
Para acabar con la banda
terrorista ETA -entro en cuestiones que a lo mejor no me competen, pero lo voy a decir-, para acabar con esa serpiente etarra, hay que ahogarla económicamente, hay que dejarla sin recursos. Al ser una banda mafiosa de asesinos, si la ahogamos
económicamente estoy convencido de que seremos capaces de acabar con esa banda mafiosa de asesinos. Hay que insistir, al menos, en la prevención y supresión de la financiación del terrorismo en España.
Me alegro también de que haya dicho usted que
es importante el desarrollo de una doctrina científica y de un estudio sociológico de la situación de las víctimas del terrorismo en España. El proyecto Fénix es inédito en España. No existen prácticamente otros estudios o son pocos los que
existen sobre las víctimas del terrorismo. Como decía en mi intervención, ese estudio se refiere tan sólo a un 30,5 por ciento de la población afectada, son 544 familias del total de 2.200 que aglutinaba la asociación. Habría que poner los medios
para que ustedes nos ayudaran a completar ese estudio, con el patrocinio -vuelvo a insistir- del Ministerio del Interior y de la Fundación Víctimas del Terrorismo.
También ha hecho usted referencia al programa piloto de asistencia a las víctimas
del terrorismo que desde el Parlamento Europeo, concretamente la Comisión de Justicia e Interior, se está llevando a cabo. Lo que pedimos en la reunión que mantuvimos con el comisario de Justicia e Interior, señor Vitorino, fueron dos cosas: una,
que se dotaran de más medios a las asociaciones de víctimas del terrorismo. Son muy precarios los medios que tenemos para defender a las víctimas del terrorismo y para luchar contra el terrorismo. A mí me parece que se están haciendo auténticos
milagros en las cosas que hace Basta Ya. Se lo aseguro a ustedes. No sé ni cómo salen, pero el caso es que salen. Me gustaría que tomáramos como ejemplo el apoyo que tiene el movimiento asociativo, las fundaciones en países anglosajones, que
disponen de unos medios impresionantes. También me gustaría disponer de esos medios. Fue lo que le pedimos al comisario Vitorino. También le dijimos que desde el Parlamento Europeo se podrían completar las ayudas que existen ya en el Estado a las
víctimas del terrorismo. En ese sentido, incidimos en dos puntos: en la creación de este órgano de información y en la asistencia jurídica antes y después del juicio, así como en el apoyo psicológico.
Nada más. Les repito que cuentan con mi
entera disposición y con la de mi junta de gobierno para todo aquello que puedan necesitar. Muchísimas gracias a todos.



El señor PRESIDENTE: Quiero darle las gracias a usted, don Luis Portero, y a la vicepresidenta de la Asociación Nacional de Víctimas del Terrorismo, Concepción Martín, por su presencia aquí.
Suspendemos la sesión durante unos instantes
para despedirlos y continuar con la sesión. (Pausa.)


- DEL SEÑOR PORTAVOZ DE LA ASOCIACIÓN 'BASTA YA' (MARTÍNEZ GORRIARÁN). A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO Y DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente 219/000546.)


El señor PRESIDENTE: Señorías, reanudamos la sesión, dando la bienvenida al siguiente compareciente, don Carlos Martínez Gorriarán, de Basta ya.
Estaba convocado el señor Vidal de Nicolás, del Foro de Ermua, pero parece ser que se ha
ausentado, por lo que continuamos con el orden previsto, dando la palabra, como antes he dicho, al portavoz de la Asociación Basta ya, don Carlos Martínez Gorriarán. Únicamente quiero darle la bienvenida a esta Comisión y concederle el uso de la
palabra.



El señor PORTAVOZ DE LA ASOCIACIÓN BASTA YA (Martínez Gorriarán): Muchas gracias por su invitación. Me han pedido que sea breve y pensaba serlo de todas maneras; espero no entretenerles demasiado y pasar rápidamente a lo que puede haber
de sustancial.
Lo primero que quisiera aclararles, dado que suele haber algunas confusiones al respecto, es que Basta ya, cuyo nombre oficial es Iniciativa Ciudadana Basta ya, no es estrictamente, un colectivo de víctimas, como lo es la Asociación
Nacional de Víctimas del Terrorismo,


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a cuyo representante acaban de oír, o COVITE, en el País Vasco, u otros grupos que han existido pero, lógicamente, sí tenemos mucho que ver con el mundo de las víctimas, aparte de porque también lo somos, como enseguida explicaré, por
nuestro propio origen. Nosotros creamos Basta ya en 1999, básicamente con tres fines, que son los que hemos tratado de mantener hasta el presente: exigir la disolución de ETA sin contrapartidas políticas; el apoyo a las víctimas del terrorismo,
sea cual sea su procedencia e intensidad, un apoyo práctico, no meramente moral, y la defensa, en el sentido de la promoción de los valores del Estado de derecho, especialmente en el País Vasco, que es donde básicamente, como saben ustedes,
desarrollamos nuestra actividad.
También decía que somos víctimas porque, como ustedes saben, en el País Vasco el número de víctimas de la persecución política es sencillamente incontable, en un sentido literal. Algunas estimaciones, no
procedentes de nosotros sino de la famosa encuesta que hizo recientemente Gesto por la paz, calculan que hay unas 42.000 personas que viven en el País Vasco que, meramente por pertenecer a colectivos directamente amenazados por ETA, son víctimas
potenciales de la violencia. Muchos otros miles de personas son víctimas de lo que también se llama violencia de persecución y, finalmente, hay un número, tampoco del todo conocido, como es lógico, imagino que por razones de prudencia policial, de
personas que llevan escolta. Se calculan entre 1.000 y 1.500, más un número desconocido, sobre todo de empresarios, con protección privada, lo que creo describe claramente lo que se puede calificar, sin exageración alguna, de panorama catastrófico
en el ámbito de los derechos humanos en el País Vasco y, por tanto, en España, como Estado responsable en última instancia de la defensa de los derechos de sus ciudadanos.
Yo simplemente quisiera explicarles cómo vemos nosotros el sentido que tiene
hoy día en política hablar de víctimas del terrorismo y hacerles un par de sugerencias muy modestas de las cosas que creemos que se podrían hacer para mejorar la situación en este campo. Lo primero que creemos que es necesario recordar una y otra
vez es que el hecho de que haya víctimas del terrorismo no es una especie de infortunio del destino, de la providencia, ni es un hecho natural desafortunado, como puede ser una enfermedad fatal, sino la consecuencia de un modo de hacer política, del
modo de hacer política de los grupos terroristas que, a través de la victimación, es decir, de la producción de víctimas, pretenden conseguir objetivos que ellos saben que son imposibles de alcanzar por medios políticos normales, sobre todo en un
Estado democrático. Lo malo, lo trágico, lo desastroso de la situación, en el País Vasco en particular y, en consecuencia, en el resto de España en general, es que la victimación, es decir, producir víctimas como un modo de ayudar a tu proyecto
político, ha desbordado lo que son los límites del mundo particularmente repugnante de ETA y de su entorno para convertirse en un modo, digamos, de beneficiarse indirectamente de una situación que quizás uno no ha causado pero de la cual sí se
aprovecha, que es el caso, en opinión de Basta ya, del nacionalismo gobernante en el País Vasco. ¿Por qué digo esto? Querría dejar claro que, por supuesto, nosotros de ninguna manera acusamos a ningún partido, fuera de los que han sido ya
ilegalizados, de la comisión de actos terroristas -si pensáramos que esto es así, lo habríamos denunciado donde corresponde-, pero sí creemos que hay responsabilidades políticas, y por eso lo decimos y lo explicamos. Hay responsabilidades políticas
cuando se llega a una situación en la cual toda la política de una comunidad, en este caso del País Vasco y de Navarra, gira en torno al hecho de que existen víctimas de la violencia política y hay que tomar medidas para acabar con esto, pero desde
las instituciones gobernantes, en el caso de la Comunidad Autónoma del País Vasco, lo que se hace es presentar una serie de planes, el último de los cuales es el plan del lehendakari Ibarretxe, en el que se nos dice: Este es el tipo de reforma
política que nosotros pedimos para que haya paz. Lo que, interpretado de un modo absolutamente acorde con la recta razón, no significa otra cosa que: Si ustedes no aceptan este tipo de reformas políticas que nosotros proponemos, seguirá sin haber
paz porque no se habrá conseguido el objetivo que nos llevaría a la paz. Llevado al terreno de las víctimas, significa que si aquellas personas perseguidas por sus ideas en el País Vasco no aceptan renunciar a algunos de sus derechos ciudadanos,
que les asisten en este caso como ciudadanos españoles y también, en otro plano, europeos, entonces hay que entender que los responsables de la situación de falta de paz y de libertad son ellos mismos. Ellos se lo han buscado en la medida en que no
han aceptado este arbitrio que se nos ofrece de un plan magistral que resolvería el problema.
Esta es la explicación que nosotros solemos dar de la explotación de la violencia, en general, por los partidos nacionalistas vascos, cosa que sabemos que
irrita considerablemente a personas de estos partidos.
Nosotros no buscamos irritar a nadie, por el contrario, estaríamos mucho más felices si nos pudiéramos llevar como buenos vecinos, con ideas distintas, pero pensamos que esto es algo
absolutamente evidente y clamoroso y que además hay que decirlo. Cada cual ha de ser responsable de rectificar allá donde debe, y en este caso nosotros pensamos que, para empezar, las instituciones vascas serían las primeras que deberían dar
ejemplo y rectificar esta explotación, en nuestra opinión totalmente inicua, de la persecución política que sufre la oposición. Yo tengo la experiencia, como muchos otros ciudadanos vascos, de que cuando hemos sido invitados a explicar nuestra
situación en el Parlamento Europeo, en alguna comisión de Naciones Unidas o en otros foros de este estilo, cuando explicamos lo que sucede, casi todo el mundo, por no decir todo el mundo, lo entiende


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muy rápidamente y ha hecho fortuna esta expresión, que creo que es absolutamente irreprochable, de que el País Vasco es el único lugar de Europa occidental y desde luego la única comunidad con un gobierno democrático donde resulta que los
terroristas, en vez de perseguir al gobierno, que es lo habitual, persiguen a la oposición. Este es el verdadero problema que nos lleva a situaciones como la actual, donde estamos al borde de la ruptura de la convivencia y otras desdichas que todos
los aquí presentes conocemos.
No querría alargarme más con esto pero sí quería dejar en el centro de mi intervención que la existencia de Basta ya se debe a nuestra convicción de que la existencia de víctimas de la violencia política y del
terrorismo tiene, sobre todo, una causa de tipo político y que, por lo tanto, hay que atacarla con instrumentos políticos y poniéndolo en el plano político. Eso no quiere decir que nosotros despreciemos la solidaridad moral, en absoluto. Somos
conscientes de que la solidaridad con las víctimas comienza desde la ética, desde la reflexión moral y reconocemos que ha habido colectivos muy anteriores al nuestro que han hecho una gran labor en ese sentido. Incluso si hoy en día estamos aquí
reunidos hablando de esto es en gran parte debido a que ha habido grupos que han hecho un trabajo muy meritorio en el sentido de hablar de víctimas, de sacarlas de su situación de indefensión absoluta, de sacarlas de ese armario donde las habíamos
recluido para que no nos molestaran y convertir el papel de víctima en algo no sólo decoroso sino incluso admirable; quizás a veces demasiado admirable, cuando encontramos personas que, sin ser víctimas, pretenden hacerse pasar por este papel
prestigioso.
En nuestra opinión, llega a haber situaciones -y ahora estamos viendo una de ellas- en las que parece que basta con mostrarse partidario de las víctimas, basta con decir cómo siento que usted tenga que ir con policía a todas partes,
cómo siento que a usted le hayan obligado a marcharse del País Vasco por la persecución permanente que padece y, hecho esto, se acabó, es decir, más allá de esta muestra de simpatía, no hay ninguna responsabilidad. Esto nos parece sumamente
peligroso y llevado al terreno de las instituciones totalmente intolerable. Pensamos que es totalmente incongruente mostrarse solidario con las personas que han sido acosadas, perseguidas, por ejemplo, por medios de comunicación o por grupos del
entorno de ETA o directamente de Batasuna, etcétera, y luego, sin embargo, mostrarse mucho más favorable a defender los supuestos derechos violados de los miembros de Batasuna que los de las personas que Batasuna ha perseguido y persigue con
verdadera saña, cosa que por cierto los partidos nacionalistas que gobiernan el País Vasco deberían de saber porque muchos de sus militantes, en pequeñas poblaciones del País Vasco, han sufrido -y nosotros nunca lo hemos ocultado, todo lo contrario-
y todavía siguen sufriendo esa persecución.
Tal como pensamos nosotros, llevando el problema de la asistencia de las víctimas al terreno de la política, de lo que se trata es de ver qué tipo de medidas políticas podemos adoptar para mejorar esta
situación. Ahí hemos de decir que estamos satisfechos con las últimas medidas que se han adoptado, por ejemplo, con el pacto por las libertades, también con la reforma de la Ley de partidos y con la ilegalización de Batasuna y de otros grupos del
entorno de ETA. Consideramos que además se ha dado la razón a las personas, entre las que nos encontrábamos, que afirmaban que esto no iba a provocar ningún deterioro de la convivencia en el País Vasco, sino todo lo contrario, el descenso
vertiginoso de acciones de kale borroka deja esto claramente demostrado y, a pesar de algunas profecías episcopales poco afortunadas, lejos de empeorar la situación de las personas amenazadas hoy en día se puede decir que en el País Vasco hay gente
que vive bastante más tranquila, aunque todavía lejos de la normalidad, que hace un año y medio, cuando la kale borroka gozaba de absoluta impunidad.
Sin embargo, pensamos que en ese terreno hay todavía cosas que se pueden hacer. Sugeriría, por
ejemplo, acciones en tres campos o nos gustaría que por lo menos se consideraran. No tenemos propuestas que hacer de tipo legislativo. Este es el terreno de los partidos y nosotros preferimos sencillamente observar o en todo caso opinar, pero no
sustituir ni suplantar. Por ejemplo, en el campo legislativo tendría interés estudiar una definición de qué es víctima del terrorismo que fuera más allá de lo que hoy en día se reconoce, que si no estoy mal informado es ser pariente de una persona
asesinada o haber sido herido en un atentado. (El señor vicepresidente, Souvirón García, ocupa la presidencia.) Debería haber un reconocimiento de persecución política para todas aquellas personas que pudieran probar una persecución contrastada, es
decir, que hayan padecido ataques de kale borroka, amenazas públicas, notorias y duraderas a lo largo del tiempo, que hayan sido objeto de campañas de persecución de los muchos tipos que en el País Vasco conocemos, por desgracia. Cuando digo
reconocimiento de este tipo de personas no estoy hablando de reconocimiento vindicativo, por ejemplo, de indemnizaciones o cosas parecidas, sino de un reconocimiento público de que existe un número de personas equis que sufren persecución, sería
importante que se supiera cuántas hay aunque fuera anónima la personalidad de las personas perseguidas. Para este tipo de personas habría que contemplar también en casos excepcionales algún tipo de ayuda, por ejemplo, cuando interfiere con la
posibilidad de desarrollar una vida profesional normal, cosa que como saben en el País Vasco nos ocurre a muchos gremios. Ni los periodistas ni muchos profesores ni muchos magistrados y miembros del aparato judicial, ni siquiera muchos pequeños
comerciantes y profesionales, por no hablar de los empresarios extorsionados, pueden desarrollar


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normalmente su profesión, a pesar de que el Estado es el responsable de garantizar el desarrollo normal de sus derechos ciudadanos. Asimismo, sería de interés, y esto desde una perspectiva amplia, una nueva comprensión del concepto de
tortura, en el sentido de que los convenios internacionales hoy en día existentes sólo consideran tortura la que ejercen los Estados, es decir, la brutalidad policial y este tipo de prácticas. Consideramos que tendría interés empezar a ver si no
sería conveniente, lo digo con todas las cautelas que el caso requiere, considerar tortura o formas de tortura la que practican grupos privados mediante eso que se ha dado en llamar violencia de persecución, porque como se puede documentar
perfectamente tiene efectos dañinos y graves en el equilibrio psicológico de las personas, de manera que sería perfectamente comparable a lo que se considera tortura psicológica. Esto en cuanto a lo que podrían ser iniciativas legislativas.
Como
he dicho antes, los progresos de los últimos años han sido muy considerables, van en la buena dirección y de lo que se trata es de mejorarlos. En ese sentido, reclamaríamos a los grupos parlamentarios que se consideran defensores de la democracia,
entendida como un sistema de reglas de juego iguales para todos, que refuercen y profundicen su colaboración. Esto es esencial y pensamos que la historia política reciente ha demostrado que la división entre los partidos democráticos siempre es
aprovechada ventajosamente y ventajistamente no sólo por los terroristas sino por quienes se aprovechan de sus actos y que, respetando la autonomía de cada partido y el campo de acción de cada partido y sus legítimas diferencias, los problemas de
Estado y los problemas que afectan a los derechos humanos y a las libertades básicas, como éste del que estamos hablando, deberían ser objeto de una colaboración bajo las formas que se consideren oportunas, pero de una colaboración pública y
notoria. Yo también querría hacer llegar a ustedes algo que mucha gente dice en el País Vasco, y es que produce gran desmoralización observar enfrentamientos entre representantes de partidos democráticos por cuestiones que deberían estar fuera de
la agenda partidista. Esto por supuesto se podría aplicar a muchos casos, no es necesario entrar en ellos, pero sí haría falta un esfuerzo especial en nuestra opinión de escenificación de que en estas materias no hay discusión; se podrán discutir
las medidas que hay que tomar pero no se pueden discutir los principios ni los procedimientos básicos. Eso es lo que querríamos ver con mayor claridad, y he de decirles que en estos momentos, a diferencia de otros anteriores, no está tan claro.

Finalmente, creemos que sería interesante entrar a considerar qué tipo de iniciativas podría tomar el Estado en materias muy sensibles en este campo, como es la educación. ¿Por qué? Todos sabemos y creemos que está de sobra demostrado que en el
campo educativo, me refiero al sistema docente, tanto la escolarización como lo que puede ser el trabajo de la opinión pública es fundamental para frenar el terrorismo, para hacerlo retroceder y en su momento para que desaparezca en la práctica.
Por desgracia, como todos sabemos, no todo el mundo tiene tan claro esto.
Nosotros mismos hemos hecho varias veces denuncias respecto a cómo en el País Vasco las instituciones a veces han demostrado una brutal insensibilidad al subvencionar
publicaciones, por ejemplo, la revista Kili-kili, que estaba destinada a niños vascoparlantes, cuando se ponía como ejemplos a seguir y admirar a personas nada recomendables como terroristas de ETA presos, además con toda claridad. Era tan claro
que de hecho cuando se comentó este caso las instituciones responsables rápidamente retiraron la subvención. También recientemente otro caso, que también hemos denunciado, de subvención con más de 3.000 euros de la Consejería de Educación nuestra
del País Vasco a un texto de apoyo escolar que presenta a cien vascos ejemplares para sus lectores, entre los cuales hay diez etarras y donde hay ausencias tan absolutamente curiosas como la del poeta Gabriel Aresti, que era, como algunos de ustedes
sabrán, un poeta que escribía en euskera y uno de los responsables de la modernización de la lengua vasca, pese a la rapidez con que algunos acusan luego a otros de ir en contra de la expresión de la cultura vasca, que tienen un ejemplo de puesta al
servicio de una causa indecente, de toda una lengua de un patrimonio cultural. Nos gustaría llamar su atención o al menos entrar a considerar qué clase de medidas se pudrían adoptar para que este tipo de actuaciones no fueran impunes, que no fuera
posible que en este país todavía se sigan divulgando publicaciones escolares con absoluta tranquilidad y además recibiendo subvenciones oficiales, que se niegan a otros, es decir, donde además existe un clarísimo agravio comparativo, por explicar
cosas como que determinado etarra era una bellísima persona cuyos métodos quizás eran problemáticos pero cuyos fines eran maravillosos.
He prometido brevedad y voy a intentar ajustarme a esa promesa. Esto sería básicamente lo que a nosotros en
Basta Ya nos gustaría introducir en el debate legislativo.
Muchas gracias por su atención. Contestaré con mucho agrado a lo que quieran plantear.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Muchas gracias, señor Martínez Gorriarán.
Comenzamos el turno de los grupos parlamentarios. En primer lugar, tiene la palabra la señora Lasagabaster.



La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: Entiendo que el objeto de la comparecencia era qué medidas entiende Basta Ya pueden ser buenas y positivas desde el punto de vista de un parlamento, en este caso el Congreso de los Diputados, para conseguir
que las víctimas del terrorismo, que ojalá desde luego no hubiera habido y no haya ninguna más, puedan estar


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más apoyadas desde el punto de vista tanto de la justicia, de la legislación, de todo orden de reconocimiento moral y social. Este es un poco el objeto de la comparecencia. Lo digo porque yo no voy a entrar a rebatirle ninguna posición
política, que me parece muy legítima, pero que no comparto en absoluto. Comparto los objetivos que defendía Basta Ya en 1999, y perfectamente puedo suscribir los tres, sin ningún problema. A partir de ahí, disolución de ETA sin contraprestaciones
políticas, defensa del Estado de derecho, y la tercera también. Otra cosa es que tengamos distinta opinión respecto de por qué, a dónde y qué interpretación hagamos. Desde luego su interpretación tan unilateral en el sentido de que sólo la única y
exclusiva responsabilidad política recae sobre determinada ideología no la comparto en absoluto. Creo que no es el objeto de esta comparecencia y no voy a entrar, aunque sea muy legítimo.
Tampoco voy a entrar a rebatir, porque no me corresponde,
la defensa de las instituciones vascas en cuanto a su propia gestión. Tienen su propio parámetro, la oposición y los representantes de los ciudadanos tienen la posibilidad, y así lo ejercen normalmente, de exigir responsabilidades al Gobierno
correspondiente en cada uno de los foros, y así lo hacen constantemente, con lo cual tampoco creo que haya ningún tipo de problema ni de vacío a la hora de llevar el control de las instituciones correspondientes. Por tanto, en esos temas no voy a
entrar, simplemente tenemos distinta interpretación. En lo que sí voy a entrar es en que me diga el señor Martínez Gorriarán qué más podemos hacer, y lo voy a decir claramente. Con mi determinada ideología, que yo entiendo que no le guste -pues
muy bien, qué le vamos a hacer-, una ideología que por cierto -no la de Eusko Alkartasuna, sino esa ideología extensible al nacionalismo vasco que usted considera que es nefasta- resulta que es bastante mayoritaria en la Comunidad Autónoma del País
Vasco, si lo que se pretende es que renunciemos a esa ideología lógicamente será difícil, porque entendemos que es una ideología legítima, que es pacífica y respetuosa con los derechos de todos, aunque no sea apoyada por otra gente, lo que nos
parece muy legítimo y lo respetamos, pero desde nuestra perspectiva, además de esa solidaridad, que tampoco le parece razonable que nosotros expresemos solidaridad con las víctimas del terrorismo y con las víctimas de la violencia y la persecución
-a lo mejor no tenemos que decir nada, yo ya me debato entre qué tengo que hacer-, a partir de ahí hemos puesto en marcha una serie de medidas que se han aprobado en el Parlamento vasco, por cierto medidas que están siendo, entre comillas, la pauta
para proceder a regularlas a nivel estatal, es decir, que esas medidas ya han sido aprobadas en el Parlamento vasco. Además de todo eso, que queremos ahora trasladar al ámbito estatal, ¿qué más cuestiones concretas considera que podemos hacer? Si
me dice que renuncie a mi ideología, me parece que sería un poco complicado, pero más allá de eso, si le parece a usted, yo estoy abierta a cualquier cosa que no haya hecho y estaría encantada de que viniera y me dijera: yo le recomiendo que haga
esto y esto en el sentido de medidas concretas. Si tengo que renunciar no lo voy a hacer, porque entiendo que no debo porque no es perjudicial para nadie, es tan respetuoso, tan legítimo y tan democrático como otras ideologías, pero a partir de ahí
me ha dejado un poco perpleja porque yo entendía que la solidaridad y el acercamiento con las personas que sufren son algo bueno, pero si me dice usted que además puede ser considerado como algo traicionero la verdad es que me deja bastante más
complicada la situación.
Simplemente esas cuestiones, no voy a entrar en nada más, sino por supuesto agradecerle su participación en este foro, como a todo el mundo, aunque no compartamos las ideas.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Por el Grupo Parlamentario de Coalición Canaria, tiene la palabra la señora Monzón.



La señora MONZÓN CABRERA: Solamente para agradecer al señor Martínez su presencia esta tarde y que nos haya dado la oportunidad de conocer de primera mano las opiniones y las propuestas de Basta Ya.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV), tiene la palabra la señora Uría.



La señora URÍA ETXEBARRÍA: En parecidos términos, para agradecer la presencia del señor Martínez Gorriarán y la expresión que nos ha hecho de su planteamiento, que no sé si es exactamente el de la formación en nombre de la cual comparece,
puesto que, comparada con la que Fernando Sabater hizo el otro día en el Parlamento vasco, hay notables diferencias desde el momento en que él se circunscribió a hacer valer el criterio en cuanto a qué había que conocer para la mejor protección de
las víctimas del terrorismo. Señaló él además algunas expresiones diciendo que, aun pensando que el nacionalismo vasco había sido tardo en la respuesta en relación con las víctimas -cuestión que yo tampoco asumo, pero él así lo decía-, sin embargo
decía que quizá tirado por organizaciones como Gesto por la Paz, cuya representante luego comparecerá, Bakea Orain, Denon Artean, había habido un notable vuelco en medidas de los últimos tiempos, medidas que por cierto el Parlamento vasco ya ha
adoptado y todavía aquí no han sido trasladadas. Es pretensión de esta Comisión que sean trasladadas cuanto antes.
Insisto, me interesaba sobre todo conocer lo que desde la formación a la que él pertenece se nos podía trasladar sobre estos
aspectos. He apuntado los aspectos que me han parecido interesantes, y creo que los tendremos en cuenta a la hora de hacer justicia y de intentar un cierto resarcimiento a quienes han sido, y


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desgraciadamente quizá todavía lo sigan siendo, víctimas del terrorismo.
En todo caso, le manifiesto una vez más, como tantas veces se le dice, que el hecho de no ser yo en este momento, por mis ideas políticas, objeto de persecución no me
convierte en perseguidora y tampoco en objeto de especial estigma, recogiendo así lo que fue el planteamiento más interesante de Fernando Sabater, que quizá la representante de Gesto por la Paz nos pueda luego aclarar, respecto a que sólo se puede
defender a las víctimas, creo yo, de la violencia de persecución si se asume su estigma. Intentar ahondar en esta cuestión y conocer en qué medida es posible que desde los poderes públicos y desde las sensibilidades personales -por qué no decirlo
también- podamos ahondar en este camino es lo que ha traído a mi formación política a esta Comisión. Creemos que hay otros foros para discutir los respectivos proyectos políticos, que desde luego no son estos. En todo caso, le agradezco la
aportación que ha hecho y la tendremos, por supuesto, en cuenta a la hora de intentar llegar a unas conclusiones que esperamos que sean unánimes en esta Comisión.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Tiene la palabra el señor Alcaraz por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida.



El señor ALCARAZ MASATS: Quiero celebrar la comparecencia del señor Martínez Gorriarán en esta Comisión. Hemos escuchado sus explicaciones fundamentalmente políticas con muchísima atención y esperamos que puedan aparecer en algún grado en
las conclusiones de esta Comisión que ojalá sean por unanimidad.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Tiene la palabra el señor Barrero, por el Grupo Parlamentario Socialista.



El señor BARRERO LÓPEZ: Muy brevemente para darle también las gracias de corazón por su presencia ante la Comisión. Queremos, como hemos dicho con anterioridad, que se encuentre en su casa, en la casa de la representación popular, y por
tanto muy a gusto aquí. Respetamos profundamente el trabajo que realizan en el ámbito de rechazo a la violencia y protección a la víctima, que es lo que al Grupo Socialista más le preocupa, y lo compartimos con ustedes en ese apartado con toda
sinceridad.
Yo le animaría a que nos remitiera por escrito, o como a usted le parezca más oportuno, algunas medidas más concretas de las que usted ha planteado aquí como consecuencia de reuniones que tengan ustedes en la asociación o lo que a usted
le parezca más interesante, porque eso irá en beneficio del trabajo que tenemos que realizar todos los parlamentarios, ya que hay una firme voluntad para que sea un trabajo productivo, eficaz, de conjunto y unanimidad de todas las fuerzas políticas,
lo que a nosotros nos parece importantísimo.
Ha hecho usted dos reflexiones sobre el tema penal -y le aseguro que vamos a seguir haciéndolas- acerca de la definición de las víctimas de terrorismo, sobre la que usted ha hecho un apartado ampliándola
-creemos que merece la pena hacer una reflexión sobre esto; usted nos convoca a ello, y nos parece muy oportuno- y acerca de la definición de la tortura, que debe ir engarzada en las definiciones que hay en este momento en la legislación
internacional, porque usted sabe que el Convenio de derechos humanos nos obliga a ello. Creemos que debe abrirse una reflexión, no sé si más amplia pero en todo caso más profunda, sobre este concepto para tipificar determinadas conductas que
pudieran no aparecer tipificadas en este momento en nuestro país o en otros ámbitos europeos.
Muchas gracias por su presencia y por su información.
El señor VICEPRPESIDENTE (Souvirón García): Tiene la palabra el señor Silva por el Grupo
Parlamentario de Convergència i Unió.
El señor SILVA SÁNCHEZ: También quiero agradecer su presencia, su intervención y sus reflexiones. Mi grupo parlamentario comparte dos de las reflexiones que ha hecho. Un aspecto que para nosotros es muy
claro es que el terrorismo, como usted dice, no es un hecho natural sino que detrás hay una voluntad humana. Por tanto, lo que no puede hacer la sociedad es conformarse ante él, como ahora se conformaría -o no se conformaría- con una erupción
volcánica, un terremoto o cosas así. Por tanto, es una actividad humana que hay que combatir y erradicar, y no hay nada peor que asimilarlo a la terrible cifra que estamos intentando reducir de los muertos en accidente de circulación cada fin de
semana, porque ciertamente si estos últimos son evitables, más aún debieran serlo las víctimas de las actividades terroristas.
Otro aspecto también importante, quizá porque la sociedad esté menos sensibilizada, es la existencia de muchísima gente
atemorizada, lo que se llamaba violencia de persecución o lo que ha denominado violencia de persecución, o porque muchas veces también la posición del ciudadano ante una víctima de terrorismo es que se ha producido el hecho, hay que atender a sus
familiares, a sus huérfanos, a sus viudas, a sus padres, quizá como no se atendía antes. A partir del año 1999 estamos intentado que esa atención sea importante y relevante, pero a veces se prescinde precisamente de ese otro aspecto de la realidad
que es la existencia de centenares y miles de personas que son víctimas del terrorismo, que sufren lo que es la finalidad del terrorismo, que es precisamente atemorizar, y sin embargo, no se contempla esa forma tan explícita en un listado de muertos
y heridos. Quizá sea difícil concretar algunos planteamientos, pero creo que es importante, y es una


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de las cosas de las que mi grupo parlamentario toma nota, que en el informe que podamos hacer de conclusiones de la Comisión eso hay que ponerlo encima de la mesa; es decir, hay que atender no sólo a aquellas víctimas en el sentido de
personas heridas o familiares de personas asesinadas, sino además a las personas que están sufriendo en estos momentos los efectos de ese terrorismo y, como señalaba usted también, que afectan muchas veces a su equilibrio psicológico, que es algo
que tenemos que abordar. En estas dos ideas de su intervención, que yo creo que son bastante nucleares, estamos de acuerdo e intentaremos, igual que el resto de los grupos, reflexionar sobre ellas e incorporarlas a nuestro informe.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señor Gil Lázaro, Grupo Parlamentario Popular.



El señor GIL LÁZARO: Sin excederme en absoluto del tiempo marcado por los anteriores portavoces, simplemente señalaré yo un par de cuestiones y a continuación intervendrá el señor Carriegas.
Señor Martínez Gorriarán, tengo que expresarle
en primer lugar mi gratitud y mi reconocimiento. Conjugar una presencia social en el País Vasco sobre un trípode intelectual y discursivo asentado en la reclamación de la disolución de ETA sin contrapartidas políticas, la atención, la asistencia y
el reconocimiento a las víctimas del terrorismo y la defensa de los valores del Estado de derecho es desde luego una tarea democrática, social, política, intelectual y moral encomiable, y quiero que así quede dicho por parte de este portavoz.
En
segundo lugar, ha introducido usted un elemento de referencia a mi juicio muy importante para los trabajos de esta Comisión, que es no perder la óptica de que, más allá de lo que estamos hablando, en concreto, de la mejora de las medidas
asistenciales para quienes han sido víctimas de la violencia física, hay también unas víctimas de una violencia intelectual, moral y política, víctimas de la violencia de persecución, que son tan víctimas como las otras, y que esta Comisión no puede
perder de vista esa óptica en las valoraciones y propuestas que haga. Recuerdo que hace algunos años se comenzó a dar por corriente el uso de un término que a mí siempre me pareció equívoco: el terrorismo de baja intensidad. Luego, los
acontecimientos demostraron que el terrorismo es terrorismo, y mucho más cuando en un determinado momento la banda terrorista ETA articuló como primera línea estratégica de su actuación eso que precisamente se llamaba en origen por algunos
terrorismo de baja intensidad y que terminó viéndose como una forma muy cruel de tratar de someter y sojuzgar a una sociedad. Vale ese concepto para recordar que las personas que hoy son, en el País Vasco, en cualquier otro punto de España o en
cualquier otro lugar del mundo, víctimas de la violencia de persecución deben estar en nuestro ánimo y en nuestra consideración tan en primera línea como las personas que, desgraciada e irreparablemente, han sufrido ya la violencia física.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señor Carriegas.



El señor CARRIEGAS ROBLEDO: Quiero empezar agradeciendo, cómo no, la presencia de Carlos Martínez Gorriarán en este foro; quiero agradecer su compromiso así como su exposición y la claridad con la que la ha hecho; quiero agradecer que
siga usted, a pesar de la soledad, a pesar de las deserciones y a pesar de la dificultad permanente que tiene para poder expresar su opinión con la claridad que lo ha hecho aquí.
Yo querría, hechas ya las valoraciones de mi grupo, centrarme en
algunas cuestiones, que creo que es lo que nos corresponde, para que usted pueda contestarnos. Usted ha dicho, iniciando su intervención: Basta Ya somos víctimas -le he tomado nota literalmente-, y me gustaría que nos contestara por qué se siente
usted víctima del terrorismo. Nos ha dicho que cuando se crea Basta Ya tiene tres fines fundamentales. Uno es el fin de ETA sin contrapartidas políticas. Me gustaría que nos dijera si cree que los pasos que se están dando desde la Administración
vasca van en ese sentido. El segundo es el apoyo a las víctimas del terrorismo y quiero que nos diga si considera que la Administración vasca está yendo en ese sentido. El tercer fin es la defensa del Estado de derecho, y nos gustaría que nos
dijera si cree que la Administración vasca está abogando en estos momentos por la defensa del Estado de derecho. Hacía usted una crítica, no velada por cierto, de la actuación de los partidos que sustentan al Gobierno vasco en estos momentos.
¿Entiende usted que las instituciones vascas dan en este momento ejemplo de apoyo a las víctimas del terrorismo? Hacía algunas propuestas, la primera fundada en qué es ser víctima del terrorismo. En su opinión habría que hacer una redefinición de
las víctimas del terrorismo. Me gustaría saber si para usted ser víctima del terrorismo es no insertarse en una lista electoral por miedo, no intervenir en una conversación en cualquier foro, bien sea público o privado por miedo a las repercusiones
que puedan tener las opiniones que libremente se puedan expresar hoy en el País Vasco, o si es víctima del terrorismo aquella persona que, agotada y asfixiada, decide marcharse del País Vasco a vivir a otro lugar ante la tremenda presión política.
¿Son víctimas, pues, y además víctimas torturadas las personas que se ven en la necesidad de coartar su libertad para seguir vivos en el País Vasco? Por último, me gustaría hacer un comentario en relación con una de las funciones que viene haciendo
con enorme éxito Basta Ya, que no han sido objeto de su cita, y me gustaría que abundara sobre ellas. Son las movilizaciones de enorme éxito en el País Vasco y que han supuesto un permanente cambio de actitud de la sociedad para decir claramente
las cosas que hay que decir y decirlas justamente en la calle que durante tanto


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tiempo se nos hurtó a los ciudadanos libres. Por último, le pregunto si cree usted que cuentan con el respaldo del gobierno vasco.



El señor VICEPRESIDENTE (Souviron García): Tiene la palabra la señora Uría.



La señora URÍA ETXEBARRÍA: En nombre de mi formación política, y con toda cordialidad, quisiera manifestar que en el campo de juego que nos habíamos delimitado como objeto de esta Comisión no entraba la crítica política a los proyectos
políticos ni a la acción política de otras instituciones. Creo, además, que es doctrina consolidada de esta Cámara, avalada por resoluciones de la Mesa, la de no juzgar la actuación de otras instituciones, como puedan ser el Gobierno vasco o el
Parlamento vasco. El contenido de sus preguntas en relación con lo que sea la violencia de persecución y con la situación de persecución en determinadas zonas me parece correctisimo. Pero no habríamos venido aquí, si pretendíamos unas conclusiones
que puedan ser objeto de debate por todas las formaciones políticas, al margen de lo que es cometido propio de estas Cortes Generales. Creo que al Gobierno vasco se le critica en el Parlamento vasco y el Parlamento vasco tiene su propio foro de
debate. Me parece que se ha excedido notablemente del ámbito pertinente y me gustaría que constase así la queja de la formación política a la que pertenezco. En lo que no es eso, es decir, lo que es estrictamente referido a víctimas, no hay ningún
problema en que sea objeto de contestación lo que ha planteado el portavoz del Grupo Parlamentario Popular.



El señor VICEPRESIDENTE (Souviron García): Muy bien, señora Uría, así constará desde el momento en que sus palabras se han tomado en acta.
Tiene la palabra el señor Martínez Gorriarán para responder a los grupos parlamentarios.



El señor PORTAVOZ DE LA ASOCIACIÓN BASTA YA (Martínez Gorriarán): Muchas gracias por sus preguntas. Daré una respuesta global a las diversas cuestiones que han planteado. He expuesto algunas cosas que quizá han parecido muy generales,
entre otras razones, porque entrar en detalle sería muy largo, exigiría una exposición más detallada con mucho más tiempo, como qué puede implicar una redefinición del concepto de víctima, qué puede implicar en el campo legislativo. Yo no soy
jurista y en parte se me escaparía, pero sí puede hacerse al menos como conceptualización.
Igual ocurre con lo que he propuesto sobre una reconsideración de qué entendemos por tortura.
Entrando en cuestiones más concretas de las que se ha hablado
aquí, a las señoras Lasagabaster y Uría quiero tranquilizarlas en el sentido de que no pretendo que renuncien a nada y que pueden pensar lo que quieran sobre lo que quieran. Creo que es algo además bastante claro. Durante muchísimo tiempo en el
País Vasco y en el resto de España, por ejemplo, durante el franquismo, mucha gente que no era nacionalista no solamente aprobaba sino que exigía el derecho de los nacionalistas a presentarse a las elecciones, a plantear sus reivindicaciones,
incluida la de la independencia, quien la quisiera plantear, etcétera, y nosotros ahora lo que pedimos es más o menos lo mismo. No pedimos mucho y no creo que sea demasiado pedir que en el País Vasco se pueda pertenecer a cualquier formación
política que tenga un programa político democrático y que pueda exponer tranquilamente esas ideas sin que se le haga la vida imposible, se le acose a él y a su familia, si tiene un trabajo, lo pierda, si tiene un negocio, lo tenga que cerrar, si es
profesor, tenga que dejar de dar clase, etcétera. Me parece tan elemental lo que decimos que, francamente, siempre me ha resultado incomprensible la insistencia y perseverancia de decir: Es que usted quiere que renuncie a mis ideas. Si sus ideas
son que sólo se puede tener determinada identidad política en el País Vasco, ese es justamente el problema que nosotros denunciamos.
Tiene que ver con otra expresión de la señora Uría -la he cogido al vuelo, no quiero abusar de literalidad-, algo
así como que no hay que condenar doctrinas políticas u opinar sobre ellas. Es que justamente tengo que decir -y lamento que esto moleste, pero vamos a ser perseverantes mientras podamos hablar- que es imposible separar el hecho de que haya víctimas
de la violencia política del hecho de que detrás haya un programa político, un proyecto político y una organización política; que tal programa, que tal proyecto y que tal organización sean totalitarias, como es el caso que nos ocupa, por ejemplo,
con ETA o con otros grupos terroristas de otros sitios, da igual, no quita para nada su carácter político. Por eso nosotros en general en Basta Ya y otras personas -esto no es, ni mucho menos, algo exclusivo de Basta ya sino algo que ya ha
recorrido un largo trecho en la discusión internacional sobre derechos humanos y libertades democráticas- decimos que la solidaridad moral con las víctimas del terrorismo y la condena moral de la violencia política son insuficientes. ¿Por qué?
Porque justamente se deja algo que es lo peor de todo este asunto, que es el hecho de que haya ideas políticas cuyo desarrollo e implantación sólo se consiguen a través de una violencia totalitaria y nada más. Eludir esta cuestión es no querer ver
dónde está el verdadero problema, y en el caso del País Vasco es algo absolutamente patente. Antes me recordaban no sé qué posibles diferencias con Fernando Sabater, a quien, como es mucho más brillante y divertido que yo, yo también hubiera
preferido escuchar aquí, pero no siempre uno puede hacer en la vida lo que quiere, aunque algunos no se hayan dado cuenta todavía, y el verdadero problema que tenemos en el País Vasco, como saben muy bien, como antes decía, las representantes de
Eusko Alkartasuna y del Partido Nacionalista Vasco, porque también a ellos les ha ocurrido y les ocurre en


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algunos pueblos del País Vasco, por desgracia, es que no es posible ni siquiera presentarse en la lista de un partido como el PNV o EA porque inmediatamente uno se convierte en objeto de agresiones de estilo mafioso absolutamente
intolerables. Si tuviéramos tiempo, podríamos hablar de algunos hechos muy recientes, y como creo que en ellos estaríamos de acuerdo, ni siquiera podríamos discutir. Lo que quiero que entiendan -lo digo también con mucho escepticismo- es que
nosotros no pedimos a nadie que renuncie a sus ideas, lo que pedimos es que las ideas políticas vigentes en nuestro país o en cualquier otro renuncien a la imposición de su programa como el único marco político aceptable, nada más, y justamente por
eso se enfrenten con claridad a las raíces de la violencia.
Me han hecho una pregunta concreta: ¿Qué más podemos hacer para apoyar a los perseguidos? Muy sencillo, perseguir a los perseguidores. Es tan sencillo como esto. Para nosotros es una
total incongruencia y es algo que no tiene ninguna justificación, salvo la del utilitarismo político, que se diga: Cómo lamento que a usted le hagan pintadas en su casa, le saquen fotografías, le hagan cantares en la prensa del movimiento,
etcétera, pero por lo demás voy a seguir aprobando que esos periódicos se editen tal y como están, que sea impune hacer pintadas en la calle, etcétera. Esto es absurdo, no se puede estar a favor de la legalidad de organizaciones terroristas como
Harrai, luego conocida como Segi, gestoras, cosas de este estilo, la propia Batasuna, y decir que se es muy solidario con la gente que estas organizaciones persiguen. Esto es absolutamente incongruente, pues entramos en unos terrenos en los que no
hay nada que discutir, es decir, o se está de verdad con aquellas personas que sufren persecución, y entonces se actúa contra aquellos que les persiguen injustamente, o no hay ninguna solidaridad real con esas personas perseguidas. Este es el
problema que hay en el País Vasco. A alguien que se ha tenido que marchar a otra comunidad contra su voluntad no se le puede dar una palmadita en la espalda y decirle: Cómo lo siento.
Esto es intolerable. Lo que hace falta es detener y poner en
manos de la justicia a aquellos que les han obligado a marcharse. Además he de decir, por si acaso alguien lo ha olvidado, que estas denuncias no son precisamente originales nuestras sino que las han hecho todo tipo de grupos cívicos en el País
Vasco, incluidos sindicatos de la Ertaintza, que creo que algo sabrán del funcionamiento interno, por ejemplo, de la clase de protección o de investigación que se ha hecho en muchos casos, justamente para depurar responsabilidades sobre
persecuciones o cosas parecidas.
El señor Carriegas me preguntaba por qué nos sentimos víctimas. No es que nos sintamos víctimas, es que es un hecho objetivo que en el País Vasco -que también se puede probar- basta con pertenecer a un grupo como
Basta Ya o ser activo en las cosas que nosotros hacemos para convertirse inmediatamente en objeto de persecución, para que pongan artefactos pirotécnicos en la puerta de su casa, para que su nombre, vida y milagros, más o menos falsificados,
aparezcan, como decía antes, en la prensa del movimiento -me refiero, por supuesto, al movimiento de liberación nacional vasco-, etcétera, pero no solamente ahí sino también en periódicos o publicaciones de partidos políticos que se dicen
democráticos. Justamente eso es lo que hay que erradicar del País Vasco.
No podemos limitar la persecución del terrorismo básicamente a decir que ETA tiene que desaparecer, algo habrá que hacer para que desaparezca digo yo. En este sentido
recuerdo una frase de Sabater muy brillante, como muchas de las suyas: Claro que hay que hablar con los asesinos, pero primero habrá que agarrarlos. Eso tiene su importancia. Algo habrá que hacer, habrá que tener en cuenta una acción positiva
previa a cualquier otra alternativa que se quiera plantear.
Respondo de un modo global a la pregunta que me hacían sobre las instituciones vascas y sobre lo que pensamos. ¿Qué es lo que pedimos a las instituciones vascas? Lo que pedimos a las
instituciones de cualquier sitio -básicamente hablamos de las vascas porque son las que nos han tocado por el azar de haber nacido allí-: que asuman sus responsabilidades y su trabajo. Nosotros pensamos que no lo hacen, aunque haya habido un
progreso en el terreno de la solidaridad moral o afectiva con las víctimas, ya que recientemente el Parlamento vasco aprobó por unanimidad una resolución de apoyo a las víctimas y aunque ha habido quejas en el sentido de que esto no se ha dado a
conocer, pero creo -esto es lo que me han comentado- que esta es la única resolución en muchísimo tiempo que el Parlamento vasco ha aprobado por unanimidad. En ese sentido ha habido pequeños progresos, pero insisto en que son totalmente
insuficientes y nos parece que van a remolque de la presión que ejercen los movimientos cívicos, razón por la cual nosotros desde luego pensamos seguir presionando, y que nadie se haga ilusiones en ese sentido, justamente porque pensamos que el
problema no es solamente si damos mejores pensiones a las víctimas del terrorismo en el sentido restrictivo que hoy en día existe o cosas así, sino que hace falta una acción positiva mucho más extensa.
Para ir terminando, quería insistir también en
que, efectivamente, la redefinición del concepto de víctima es trabajosa y complicada porque también habría que definir qué se entiende por violencia de persecución y, por tanto, tipificarla. Eso entra de lleno en un concepto que nosotros también
manejamos mucho, que le llamamos de limpieza ideológica, que consiste básicamente, como es sabido, en conseguir mayorías políticas artificiales mediante el artificio de ir expulsando de los pueblos del País Vasco a la oposición, a todas aquellas
personas que, por a, b o c, no comulgan con la ideología dominante, que es justamente lo que la ha hecho dominante. Aprovecho para aclarar este misterio de la


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historia: ¿cómo es posible que todo el mundo apoye al grupo que nos ha atacado? Lógicamente, porque nos ha atacado, por eso recibe muchos más apoyos que los demás. No podemos ir por ahí pidiendo a la gente heroísmos diciéndoles: Hágase
usted concejal socialista y verá lo que dura; hágase representante del PP y verá lo que le pasa y a continuación me lo dice para que yo me solidarice con usted. Esto es cínico y no puede sostenerse ni siquiera como una broma. Lo que creemos es
que en el País Vasco ha habido una limpieza ideológica; nos gustaría tener la oportunidad de documentarla más a fondo, pero aprovecharé para comentar que hay organismos internacionales de derechos humanos que ya están trabajando muy interesados en
el asunto porque es un caso bastante insólito esto de obligar o presionar a mucha gente para que tenga que acabar marchándose de su país justamente por eso, o destruir prácticamente un partido político, como en su tiempo, en los años ochenta -aunque
lo tenemos un poco olvidado-, le ocurrió a la UCD. Recordemos que la UCD en los años ochenta pasó de ser una fuerza política de las más votadas en muchos pueblos incluso de Guipuzcoa y de Vizcaya, que hoy en día parece que toda la vida, desde los
tiempos neolíticos han sido nacionalistas, pero que en los años ochenta tenían alcaldes de UCD -¡oh cosa milagrosa!- a desaparecer. ¿Por qué? Porque en los años ochenta ETA liquidó prácticamente a este partido con siete u ocho atentados y asesinó
a sus representantes. En aquella época, por desgracia -y ahí desde luego todos tenemos mucho que autocriticarnos-, no había la claridad de ideas que hay hoy en día y se toleró algo tan brutal como es la limpieza del adversario político.
Nosotros,
como he dicho, no creemos que las instituciones vascas sean ejemplares en este sentido. Desde luego, no apoyan al Estado de derecho tal como lo entendemos aquí y en cualquier sitio donde exista el Estado de derecho, en el sentido de que, como todos
sabemos, en los últimos tres o cuatro años la actitud de las fuerzas nacionalistas ha sido la de oponerse siempre a todas y cada una de las medidas legislativas y judiciales que se tomaban. Yo recuerdo con admiración cómo, cuando el juez Baltasar
Garzón comenzaba sus autos, era criticado inmediatamente, y luego, cuando se reformó la Ley de partidos, se dijo que lo que había que hacer era dejar a jueces como Garzón que actuaran y que no hacía falta ninguna ley nueva. ¿En qué quedamos? No
tengo mucho más que decir en tono general. Si tuviéramos tiempo o alguien estuviera interesado, le haríamos llegar con mucho gusto nuestros puntos de vista. Lo que sí quiero dejar claro es que yo creo que en el País Vasco los movimientos cívicos
como el nuestro y otros grupos sólo van a poder ser parados a balazos, porque no vamos a dejar de sostener lo que sostenemos de ninguna otra manera, y no creo tampoco que consigan echarnos a todos, ni mucho menos. Además, nosotros contamos -y
esperamos que esto quede claro- con el apoyo del Estado del que somos ciudadanos.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Muchas gracias, señor Martínez Gorriarán, por sus palabras.
Esta presidencia ha tenido conocimiento de que antes de la comparecencia del señor Martínez Gorriarán estaba citado el señor Vidal de
Nicolás, que ha hecho unas declaraciones fuera de esta Comisión ante las que la presidencia quiere dejar claro que todos y cada uno de los grupos políticos representados en esta Cámara y desde luego en esta Comisión tienen una sensibilidad especial
hacia el asunto que tratamos, como se está poniendo de manifiesto precisamente en sus intervenciones esta tarde aquí. (La señora Uría Etxebarría pide la palabra.) Señora Uría.



La señora URÍA ETXEBARRÍA: Señor presidente, ya que ha comentado el asunto, las declaraciones que están saliendo en teletipos del compareciente, a quien tengo todo el respeto, por supuesto, por lo que representa y a la asociación a la que
venía representando, son en el sentido de que se ha ausentado por estar presentes la señora Lasagabaster y yo, que representamos a formaciones nacionalistas. Evidentemente, las dos representamos a partidos que han concurrido a las elecciones y han
sacado los resultados electorales correspondientes, con lo cual además, como bien saben ustedes, al no existir el mandato imperativo, representamos al conjunto del pueblo español en esta Comisión. Pero es que hay más: se ha ausentado el
compareciente, pero su escolta ha estado presente hasta hace unos minutos, cuando, a instancias de esta diputada, le ha pedido el letrado que se identificase y que se ausente de la Comisión. Esto también nos parece inaudito, porque, aunque se va a
transcribir, la Comisión, en principio, para que todos los partidos nos pudiésemos manifestar con libertad, era a puerta cerrada. Bien está que todos tengamos un espíritu y un fair play extraordinario respecto a lo que estamos debatiendo, pero nos
gustaría que así fuera. Ya me tengo que quejar de la apertura del ámbito o del terreno de discusión, que no era el pactado. Igualmente las declaraciones hechas fuera de esta Comisión, por supuesto, no le atañen a su presidente, pero también nos
gustaría que quedase constancia de que es mi formación política la que pidió la existencia de esta subcomisión, que queremos y apostaremos porque haya unas conclusiones unánimes, pero que también ha habido una persona ajena a la Comisión durante
todo el desarrollo de la intervención que a lo mejor, sin quererlo el señor Martínez Gorriarán, ha sido la más polémica.
Nos parece raro y queremos que así conste. (La señora Lasagabaster Olazábal pide la palabra.)


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El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señora Lasagabaster.



La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: En primer lugar agradezco al presidente que haya hecho esta declaración. La verdad es que es increíble que a estas alturas tengamos que decir que formamos parte de este Congreso, que ya es significativo de
dónde está la situación, y que realmente no solamente podemos sino que debemos y tenemos la obligación de estar en las comisiones, máxime en una Comisión de estas características, por su sensibilidad. Lo que pregunto al señor Martínez Gorriarán, ya
que ha escuchado al señor presidente, es: ¿Qué debiera haber hecho yo, no venir o venir? Me da igual lo que piensen los demás. Yo voy a seguir asistiendo en representación de mi partido político, y personalmente desde luego mucho más, a todos los
foros donde se trate de ayudar. Evidentemente, será interpretado de distinta manera, y legítimamente, pero no voy a faltar a una sola reunión ni Comisión en la que se pretenda ayudar a las víctimas de la violencia, sean las que sean las distintas
opiniones que cada uno vierta sobre esa materia. Pero es desagradable esta situación y es lo que yo le preguntaba al señor Martínez Gorriarán: si vengo, porque vengo, y estoy segura de que si no hubiera venido, porque no hubiera venido. (El señor
Alcaraz Masats pide la palabra.)


El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señor Alcaraz.



El señor ALCARAZ MASATS: Señor presidente, quiero quejarme en la misma dirección, porque no sólo nombra a los nacionalistas sino que también nombra a los nacionalistas catalanes de Convergència i Unió y a Izquierda Unida. Yo no voy a
calificar de manera muy dura esta intervención del señor Vidal de Nicolás, pero desde luego es excéntrica a la democracia.
No tiene nada que ver con la democracia. Estamos aquí como representantes de la soberanía popular. Ha sido invitado por
partidos de esta Cámara, y yo no sé si él creía que sólo iban a estar un par de partidos y el resto no íbamos a estar, porque además si no hubiéramos estado nosotros, el resto de los partidos nos hubieran criticado profundamente por no atender a una
cuestión que siempre hemos atendido con voluntariedad y prontitud, como hicimos con la Ley de solidaridad por las víctimas del terrorismo.
Nos parece que es una situación lamentable, que no hemos provocado nosotros, y que se ha provocado de manera
espectacular, haciendo declaraciones que después tendrán un cruce de contradeclaraciones y de interpretaciones; y al final también nos echarán a nosotros la culpa del espectáculo que ha dado el señor Vidal de Nicolás, pero no tenemos nada que ver
con ese espectáculo exótico y excéntrico a la democracia.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señor Silva.



El señor SILVA SÁNCHEZ: Voy a intervenir muy brevemente, señor presidente.
Si el señor Vidal de Nicolás no quiere hablar para Convergència i Unió, ciertamente es su libertad y de su derecho. Lo que sí puedo decir es que Convergència i
Unió -como ha hecho con Luis Portero y con Carlos Martínez Gorriarán- tenía ciertamente mucho interés -no por desconocerlas en forma absoluta- en conocer la opinión del señor Vidal de Nicolás.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señor Barrero.



El señor BARRERO LÓPEZ: Quisiera que constara en el 'Diario de Sesiones' algo que es evidente: que fueron todos los grupos parlamentarios los que solicitaron la creación de la subcomisión en el Pleno del Congreso de los Diputados, entre
ellos los grupos parlamentarios insultados por esta persona fuera de la Comisión; insultos que evidentemente mi grupo rechaza de manera contundente. La mejor forma de agradar a la democracia y de hacer bueno el sentido de una institución como es
el Parlamento, la representación popular es venir a la Comisión y expresarse con absoluta contundencia y absoluta libertad, porque tanto mi grupo como el resto de grupos -seguro que también los grupos nacionalistas y el grupo de Izquierda Unida,
porque es a lo que nos tienen acostumbrados- defenderíamos la posibilidad de que el señor Vidal de Nicolás se expresase con absoluta libertad. No tiene ningún sentido que se acceda al Congreso de los Diputados, que no se entre en la Comisión, en la
que estaría protegida su libertad de expresión por supuesto, y que sin embargo agreda a este Parlamento de esa manera. Porque además, por lo que he podido ver, en un momento dado alude a que esta Comisión hace una comedia y no es ese ni el estilo
ni la biografía de cualquiera de nosotros y por supuesto mucho menos de las personas que son representantes de formaciones tan dignas que han sido agredidas de esta manera. A pesar de que sin duda puede tener aristas para algún grupo parlamentario,
la intervención del señor Gorriarán ha sido una intervención libre y apoyada por todos, en el sentido de que se expresa con absoluta normalidad, aunque en algunas cosas se puede coincidir y en otras, no, pero precisamente la actitud del señor
Gorriarán - insisto en que me parece que su opinión no coincide con la de algunos de los grupos- da muestras de lo que hay que hacer aquí: entrar en la Comisión, expresarse con la libertad y con la rotundidad con las que lo ha hecho, sabiendo que
la máxima protección del Parlamento es precisamente la libertad de expresión, señor presidente, y el máximo rechazo es al insulto.



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El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señora Monzón.



La señora MONZÓN CABRERA: Independientemente de que nuestro grupo haya sido incluido o no en esas declaraciones, está claro que coincidimos con las manifestaciones de todos los grupos que han aportado su opinión y que por supuesto
rechazamos ese tipo de declaraciones en el sentido en el que se han expresado.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señor Gil Lázaro.



El señor GIL LÁZARO: En primer lugar quiero expresar mi sorpresa y lamentar que una persona tan destacada como el señor Vidal de Nicolás, tan destacada en su compromiso en defensa de los valores del Estado del derecho en el País Vasco, del
pluralismo, de la democracia y de la libertad, haya tenido esta tarde el desliz de utilizar una expresión que no se corresponde con la realidad de esta Comisión y con el empeño que nos mueve a todos a trabajar en la misma. Ciertamente esta Comisión
no es una pantomima. En segundo lugar tengo que expresar también mi sorpresa, porque creo que es la primera vez que se produce que en una sesión de una Comisión parlamentaria se estén valorando las declaraciones, acertadas o no, que un señor haya
podido realizar en uso de su libertad de expresión -insisto, acertadas o no- fuera de esta sesión y que tenemos que valorar por oídas o por lecturas precipitadas, como la que acabo de realizar yo de un teletipo. En tercer lugar tengo que lamentar
-respetando su decisión- que el señor Vidal de Nicolás no haya comparecido finalmente, respetando su libertad de hacerlo y sin olvidar lo que acabo de señalar en el punto primero de mi intervención, en cuanto a la expresión utilizada, por cuanto que
hubiera tenido la misma oportunidad de pronunciarse y con la misma claridad con la que se ha pronunciado el señor Martínez Gorriarán, en representación de Basta Ya.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): En cualquier caso y una vez que los grupos parlamentarios han expresado claramente su posición, creo que este incidente desgraciado sin ninguna duda no debe alterar para nada el espíritu común
entre todos los grupos parlamentarios, para que esta Comisión siga su curso y siga profundizando en las audiencias, para llegar a las conclusiones, que es la mejor respuesta a intervenciones que no tienen ningún sentido con lo que aquí se está
produciendo.
Señor Martínez Gorriarán.



El señor PORTAVOZ DE LA ASOCIACIÓN BASTA YA (Martínez Gorriarán): Simplemente quisiera decirles que por supuesto si he comparecido aquí es porque considero que esta Comisión es muy seria y sumamente solvente.
También quisiera decir a las
señoras Lasagabaster y Uría, para tranquilizarlas, que yo estoy encantado de que estén aquí, que me rebatan lo que quieran, lo que les dé la gana, y que defiendan lo que les parezca. Lo único que quisiera que entendieran -y no lo quiero
personalizar en ellas, sino en cualquier persona con este tipo de tendencia a la queja por lo que expresamos- es que el ideal sería que en el País Vasco existiera este clima de discusión, porque entonces no estaríamos discutiendo esto. Esta es la
verdadera cuestión. El día que en el País Vasco sea posible que alguien en mi lugar pueda expresar cosas que puedan disgustar profundamente al partido del Gobierno y no pase nada, y la cosa sea absolutamente inocente -y no lo digo porque ellos
vayan a ejercer ninguna represalia directa, sino porque el clima político es de hostilidad y de hostigamiento-, entonces yo creo que esta Comisión se podrá dedicar a cosas que al menos yo, como ciudadano, desearía: que en vez de hablar de las
víctimas del terrorismo en España se hable de las víctimas del terrorismo en Afganistán, pongamos por caso, que también es algo de lo que ocuparse.
Solamente quería decirles esto y que lo que hay que hacer es hablar, comunicarse y expresarse, pero
no encerrarse. También les quiero decir, dado que se me ha citado varias veces, que el problema que tenemos, que tiene Basta Ya, es que a nosotros se nos invita a hablar en todas partes menos en las instituciones vascas, donde más bien normalmente
se nos intenta callar. No he querido decir otra cosa. Por supuesto, puede haber declaraciones desafortunadas como la de Vidal de Nicolás, que además es amigo mío, pero considero que el verdadero problema que tenemos es que en el País Vasco este
tipo de debate es realmente imposible, al menos como debate garantizado. Es un debate que tiene un precio y un precio para el disidente. Nada más.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Muchas gracias, señor Martínez Gorriarán, por su intervención, que sin duda va a ser muy importante para llegar a conclusiones.
Suspendemos la sesión hasta la próxima comparecencia de doña Lucía
Cristóbal. (Pausa.)


- DE LA SEÑORA REPRESENTANTE DE LA ASOCIACIÓN GESTO POR LA PAZ (CRISTÓBAL GÓMEZ), A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO VASCO (EAJ-PNV). (Número de expediente 219/000547.)


El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Continuamos la sesión con la presencia de doña Lucía Cristóbal Gómez, responsable de la Asociación Gesto por la Paz. Le damos la bienvenida y le agradecemos su presencia porque sin duda alguna lo
que pueda transmitirnos va a colaborar de forma importante en el buen fin de nuestra subcomisión.
Sin más, tiene la palabra doña Lucía Cristóbal.



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La señora REPRESENTANTE DE LA ASOCIACIÓN GESTO POR LA PAZ (Cristóbal Gómez): Muy buenas tardes a todos y todas. Muchas gracias por habernos invitado. Como me ha tocado ser la última compareciente, voy a intentar ser muy breve para
terminar pronto.
En primer lugar agradecemos esta oportunidad para presentar ante esta Comisión del Congreso de los Diputados algunas reflexiones y conclusiones que nuestra organización ha ido elaborando a lo largo de sus más de 16 años de
existencia, sobre una problemática que nos ha preocupado desde los inicios de nuestra andadura: las víctimas del terrorismo y la violencia que padece nuestra sociedad. Lo que a continuación vamos a exponer no tiene ni más valor ni menos que el de
ser una contribución más al necesario y urgente proceso de reivindicar a quienes han sufrido el impacto más doloroso de nuestra historia reciente, pero una contribución que sí tiene el valor de haber sido elaborado a lo largo de años en contacto
directo con numerosas víctimas concretas de todo tipo y condición, y con la participación de muchas y muchos miembros de los grupos locales de la coordinadora Gesto por la Paz de Euskal Herria.
La coordinadora Gesto por la Paz es una organización
que, como algunos de ustedes quizás ya sepan, surgió en 1986, como cauce de expresión de la ciudadanía ante la continua vulneración de los derechos humanos, especialmente del derecho a la vida, que se estaba produciendo por la violencia específica
generada en Euskal Herria y como muestra de una profunda solidaridad con las personas afectadas. Desde entonces las motivaciones que nos han llevado a actuar y a tomar determinados posicionamientos respecto a distintos temas relacionados con esta
problemática han sido siempre de carácter ético y humanitario y la defensa de los derechos humanos y en especial del derecho a la vida como sustentador de todos los demás ha sido y es la base sobre la que nos apoyamos permanentemente. Una de las
preocupaciones más constantes y a la que hemos dedicado más esfuerzos durante estos años ha sido la situación de las víctimas de la violencia. Estas han sido las grandes sufridoras de la situación que hemos vivido y que continuamos viviendo. Desde
1989 en Gesto por la Paz existe una comisión denominada comisión de solidaridad con víctimas de la violencia, que a partir del año 2000 se complementó con la comisión de solidaridad con víctimas de la violencia y persecución. El objetivo de estas
comisiones ha sido hacer llegar a las víctimas el posicionamiento de gran parte de la sociedad, de conocer sus necesidades y de ayudarles a mejorar su situación en la medida de nuestras posibilidades. Para ello se han desarrollado una serie de
proyectos encaminados a atender las necesidades de las víctimas y a buscar vías de apoyo social hacia estas personas, se han promovido reflexiones internas en el seno de nuestra organización y se han mantenido numerosos contactos directos con
víctimas de la violencia a través de entrevistas particulares, encuentros de grupos de víctimas, etcétera.
La exposición que pasamos a realizar se nutre del fruto de este trabajo.
Queremos dejar claro que no somos ni hemos pretendido ser nunca la
voz de las víctimas y que en todo caso nos hemos empeñado en llevarles mensajes de la sociedad. Valoramos muy positivamente la creación de la Ley de solidaridad con las víctimas del terrorismo. Entendemos que esta ley no sólo supone una ayuda
económica a las víctimas, sino que es una forma de que toda la sociedad reconozca una vez más el daño sufrido por ellas.
Sabemos que con esta ley no se cubre ni mucho menos las necesidades y derechos de las víctimas, pero es un instrumento valioso
que se debe continuar utilizando con justicia, eficacia y generosidad. En el momento de puesta en marcha de la ley detectamos algunas disfunciones en su aplicación. Entonces criticamos que no se hiciera una labor pública de información que
permitiese pensar con ciertas garantías que todas y cada una de las víctimas conocían sus derechos. Gesto financió una campaña publicitaria en toda España para tratar de cubrir esta laguna y también hubo algunos casos que se van subsanando en los
que se realizó una lectura inicial no suficientemente generosa de los criterios de acceso a las indemnizaciones. Más allá de esto, consideramos de gran importancia que esta iniciativa fuera llevada a cabo desde el consenso por parte de todos los
grupos parlamentarios.
Para centrar la labor de solidaridad con las víctimas de la violencia en Gesto hicimos el esfuerzo de concretar a quiénes nos referíamos. No hemos pretendido establecer una definición cerrada, la mantenemos abierta, pero nos
parece importante concretar y reconocer en ella las situaciones más claras. Hemos sido conscientes de la amargura que genera en algunas víctimas que se desdibuje su figura. En primer lugar, para Gesto las víctimas son las víctimas del terrorismo
de ETA, del GAL y de grupos antiterroristas similares. Entre ellas hay personas asesinadas o afectadas física o psíquicamente, sus familiares y allegados, así como víctimas de amenazas, extorsiones o secuestros. También lo son las víctimas de lo
que en Gesto por la Paz llamamos violencia de persecución, es decir, de la reciente estrategia definida por el conjunto del autodenominado MLNV, por la que se utiliza de forma sistemática la violencia callejera, el acoso, la amenaza y la agresión
para señalar y hostigar a determinadas personas por defender públicamente sus planteamientos ideológicos, por ser representantes ciudadanos de determinadas posiciones o por su profesión. Incluimos, por último, a las víctimas de actuaciones
desproporcionadas de las fuerzas de seguridad en su lucha contra el terrorismo que hayan supuesto una extralimitación en las atribuciones legales. Estas tienen un claro y justificado sentimiento de desprotección y abandono por parte del Estado y de
la mayoría de la sociedad. Cabe resaltar que estamos


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hablando de un colectivo muy heterogéneo en cuanto a las consecuencias de la agresión, a si el hecho ha sido reciente o más alejado en el tiempo, a las profesiones de los agredidos, a la identidad del agresor, a su pertenencia o no a
colectivos de víctimas, a su mayor o menor relevancia social.
Al definir y planificar la respuesta a la situación de las víctimas tenemos que tener en cuenta esta heterogeneidad, las diferentes situaciones y necesidades que llevan asociadas y
procurar garantizar que nuestras propuestas se ajusten a todas ellas. La realidad de la violencia de persecución constituye un gravísimo ataque a las libertades y por ello requiere un tratamiento propio y específico. La prevención se erige en
tarea primordial de tal manera que habrán de extremarse por parte de los poderes públicos las medidas de protección de naturaleza policial hasta donde sea técnicamente posible. La respuesta social pública a las agresiones y amenazas debe buscar el
alivio de los afectados de la persecución, contrarrestándola con demostraciones de afecto, solidaridad y reivindicación de la libertad, impidiendo el aislamiento y por tanto la fractura social. Es necesario prever y facilitar aquellas ayudas
materiales que permitan solventar las consecuencias prácticas que sufre quien está amenazado. Todos los esfuerzos políticos para atender a los puntos anteriores deben ser realizados desde la voluntad unitaria integradora y plural sin la
interferencia de los planteamientos partidistas.
Estamos convencidos de que el entorno social y su reacción han sido y son fundamentales en la experiencia traumática de las víctimas. Aunque la sociedad no sea responsable del acto violento, sí
tiene una responsabilidad solidaria. Nada puede suprimir el dolor, pero añadir la soledad al sufrimiento supone aumentar la desconfianza, la decepción y la desolación. Ha habido muchas víctimas que han sido olvidadas o que han sido estigmatizadas
y discriminadas. Esto es especialmente importante en el caso de la violencia de persecución, porque la amenaza busca el aislamiento de estas personas, pretende romper la convivencia en una sociedad plural. Para evitar esto es imprescindible que la
sociedad en su conjunto apoye a las víctimas de esta violencia y que por encima de posicionamientos partidistas muestre respeto a la pluralidad.
Consideramos de suma importancia incluir en nuestra memoria social a las víctimas de la violencia.
Creemos conveniente que se reconozca el injustificable daño que se ha causado a las víctimas, compartir con ellas el recuerdo del dolor sufrido y mostrar respeto por el sufrimiento engendrado. La elaboración de la memoria social supondrá además un
juicio moral hacia sus agresores y los actos que cometieron.
Nos parece positivo que para dar un sentido social y público y acompañar a las víctimas se realicen actos simbólicos de desagravio y recuerdo hacia las personas más directamente afectadas
por la violencia, por ejemplo, homenajes, monumentos, nombres de calles. Consideramos que son interesantes iniciativas tendentes a divulgar el dolor vivido de estos años de silencio, iniciativas que recopilen experiencias y sentimientos de las
víctimas, desde los primeros momentos hasta ahora, para elaborar materiales testimoniales y pedagógicos que sirvan de reconocimiento y para extraer conclusiones positivas para el futuro. Creemos que para facilitar la relación de la víctima con su
entorno es necesario que cuente en él con personas concretas que le acojan y que creen un colchón social que les sirva de apoyo para normalizar su relación con la sociedad. Esta ha sido una labor que han intentado llevar a cabo tanto la comisión de
víctimas de la que soy responsable como los grupos locales de Gesto por la Paz. Realizamos toda una serie de actividades que buscan sensibilizar a la ciudadanía y promover una solidaridad activa y efectiva hacia quienes sufren las consecuencias de
la violencia y las amenazas, manifestaciones y concentraciones de apoyo, jornadas de solidaridad con las víctimas, campañas de difusión y sensibilización, como se puede ver en el folleto que más tarde tendré ocasión de entregarles.
Nos parece
importante destacar que los actos públicos organizados por Gesto son unitarios, pretenden convocar a la pluralidad de nuestra sociedad, al margen de las legítimas diferencias partidistas que en otros momentos nos puedan diferenciar. De hecho, estos
actos se han convertido desde hace más de un año en los pocos y valiosos lugares en los que coinciden representantes políticos del conjunto de la pluralidad que condena el terrorismo. Nos parece muy importante que el apoyo social se ofrezca desde
posturas unitarias que respeten la pluralidad, ya que de esta manera se siente más cercano y efectivo dicho apoyo. Lo contrario refuerza el sentimiento de soledad de quienes padecen estas situaciones, convirtiéndose en un refuerzo de la violencia
de persecución.
Consideramos objeto de atención específica la asistencia psicológica.
Hemos constatado que es esencial la intervención inmediata tras producirse el atentado y en general no tratar a la víctima como una persona enferma. Es
necesario proporcionar información adecuada, escuchando y absorbiendo la ansiedad de la víctima y respaldando con hechos y de forma práctica sus demandas; además constituye una primera forma de prevención. Desde las diferentes administraciones
competentes se debería ofrecer una ayuda sanitaria especializada, en el marco de la sanidad pública, encargándose también de la formación de profesionales con capacitación específica en temas de terrorismo que conocieran y estudiaran las
consecuencias del asesinato de un ser querido o de sufrir en primera persona el terrorismo. Antes estos profesionales las víctimas pudieron sentirse más cercanas.
Sobre la inserción laboral, creemos muy importante que se faciliten ayudas de
inserción laboral y/o profesional, sobre todo para facilitar el futuro de los hijos de las víctimas. Cuando existen dificultades económicas graves, es necesario proporcionar ayudas específicas


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que permitan solventar situaciones que puedan ser críticas. En cuanto a los grandes inválidos, las graves secuelas que en numerosas ocasiones dejan los atentados crean una serie de necesidades y situaciones concretas que hay que atender,
como la cobertura sanitaria completa para determinadas necesidades asistenciales o la ayuda específica para liberar a los familiares que deben ocuparse a tiempo completo de las personas afectadas. Creemos necesario que se realice un seguimiento de
la situación concreta de estas personas y de su entorno para poder responder con flexibilidad y generosidad a los problemas concretos que se plantean en cada caso. En cuanto a la justicia, consideramos que las víctimas deberían tener derecho a
recibir información, si lo desean, de los procesos que les atañen directamente. Igualmente no debieran darse situaciones de desprotección o falta de acompañamiento de las víctimas y sus familiares cuando asistan a procesos judiciales, evitando de
esta forma que se sientan desamparadas y desprotegidas. Creo que todos tenemos en la mente a dos viudas de guardias civiles, que hace muy poco precisamente se quejaban de eso; hace 23 años sus maridos fueron asesinados y estaban absolutamente
solas, no tenían acompañamiento de familiares, de asociaciones, ni de partidos políticos ni nada, y si de algo se quejan las víctimas es precisamente de ese diferente trato.
En la educación para la paz, debiéramos tener muy presente la existencia
de muchos jóvenes socializados en la más absoluta intolerancia, adolescentes a los que se ha enseñado que quien no piensa como ellos es su enemigo, al que está justificado agredir, y en los que el grado de penetración de la cultura de la violencia
es alto. Esta carencia de valores éticos requiere un redoblado compromiso de todos los agentes formadores -familias, sistema educativo y agentes sociales en su conjunto- para tratar de recuperar a esa parte de la juventud y evitar que otras
generaciones se puedan socializar en la violencia. En cuanto al seguimiento de las víctimas, pensamos que los órganos competentes deberían realizar un seguimiento exhaustivo de las víctimas -¿quiénes son?- y de su situación -¿qué necesidades
tienen?-. De esta forma se tendría capacidad de responder adecuadamente a sus problemas. Igualmente conveniente sería que las personas que ejercen la labor de informar y ayudar a la tramitación de las distintas medidas de apoyo existentes tengan
una formación específica en el trato con ellas, siendo éste un aspecto de enorme relevancia.
Es fundamental que todas las iniciativas que se planteen sean convenientemente difundidas, deben tener conocimiento de ellas las víctimas, todos y cada uno
de los miembros de ese colectivo heterogéneo al que hacíamos mención en el inicio de esta exposición. Las administraciones locales parecen el medio con cualidades más favorables al tipo de actuaciones requeridas -seguimiento, atención,
reconocimiento, comunicación e información-. En este sentido los servicios municipales o asociados a los juzgados podrían tener un papel importante. Sin embargo, creemos que esta acción debe ser coordinada, promovida y complementada con
actuaciones en niveles superiores, autonómico y estatal. Sería importante dotar a la Administración del Estado de un servicio centralizado de atención a las víctimas y también sería necesario que las iniciativas hacia las víctimas fueran
convenientemente publicitadas. No sólo las víctimas, también la sociedad debe conocer los esfuerzos que se hacen para atender las necesidades de este colectivo. Como decíamos cuando nos referíamos a la ley, las medidas de reparación ejercidas por
la Administración son en realidad una forma de reconocimiento social del daño sufrido por las víctimas. Además pensamos que debe estructurarse una coordinación fluida entre los servicios de las diferentes administraciones implicadas, así como entre
éstas y el trabajo de los movimientos sociales y las diferentes asociaciones de víctimas.
Para terminar, nos gustaría dejar patente nuestra convicción de que el tema de las víctimas no debe en absoluto ser utilizado en las disputas partidistas. Se
pueden defender proyectos políticos diferentes, incluso muy contrapuestos, pero es una exigencia nacida desde la solidaridad y el respeto que merecen las víctimas que exista un consenso ético y político prepartidista que incluya todas las
expresiones e iniciativas en contra de la violencia y las correspondientes conculcaciones de los derechos fundamentales, incluidas las que buscan expresar su solidaridad y reconocimiento humano y social para con las víctimas. Además, el colectivo
de las víctimas nunca debe ser utilizado al servicio de proyectos políticos concretos, respetando las decisiones personales de aquellas víctimas que personalmente se reconozcan en alguna opción política concreta. También creemos que ningún proyecto
político de futuro debe suponer una afrenta para la memoria de dolor y sufrimiento de las víctimas. Esto último supone que todo proyecto político debe incluir expresamente la deslegitimación política de la violencia sufrida, debe reflejar que el
daño infligido a las víctimas ni tiene ni puede llegar a tener ninguna justificación. Si así no se actúa, se agudiza la condición de víctimas de las propias víctimas. Es para este y para unos pocos temas más para los que desde una organización
social como la nuestra realizamos una llamada muy especial para que se trabaje buscando un nivel de consenso amplio. Así creemos imprescindible que los partidos políticos rectifiquen la tendencia a escenificar sus diferencias partidistas en las
movilizaciones contra la violencia y refuercen aquellos otros casos en los que los representantes de diferentes opciones ideológicas democráticas han caminado codo con codo en protesta por la violencia.
Por todo ello nos congratulamos muy
especialmente de estar hoy en esta comparecencia ante una representación completa de las diversas fuerzas políticas parlamentarias y deseamos que se preserve de la legítima


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confrontación partidista en ciernes la voluntad de búsqueda de consensos que hasta ahora se ha mostrado en esta Comisión. Sólo me queda darles las gracias por esta oportunidad de expresar el resultado de nuestro trabajo y reflexión.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Tiene la palabra el señor Barrero.



El señor BARRERO LÓPEZ: Quiero expresar mi agradecimiento a la señora compareciente, darle la bienvenida y decirle que me ha gustado mucho su intervención, incluso hasta en el tono. Además, usted nos ha dejado documentación suficiente para
no tener que reclamársela, estudiarla y reflexionar sobre ello a efectos de conseguir los objetivos que a todos nos convocan en esta Comisión y que, como usted bien ha dicho, son objetivos y conclusiones comunes y unánimes -esa es nuestra vocación-
conseguidas además por la vía del consenso. Así se conformó la subcomisión, como usted conoce, a través de un apoyo unánime del Congreso para su creación, y esa voluntad y vocación de consenso no le quepa la menor duda que no la vamos a perder y,
al final, el proyecto va a ser común, las medidas y conclusiones comunes y, ojalá, que es lo importante, sean en beneficio de todos, de manera especial de las víctimas. Quiero decirle además que me ha gustado el apartado dedicado a la violencia de
persecución, sobre la que ha incidido ya otro compareciente. Nos gustaría reflexionar sobre el librito que nos han entregado porque da la impresión de que, aparte de otro tipo de frenos, también debería considerarse el freno del ámbito legislativo,
no sé si penal, administrativo, etcétera, para evitar esta violencia tan difusa pero tan dura en ocasiones. Por último, me ha parecido adecuado, y quería que lo conociera usted, lo que ha dicho de atención a las víctimas en los ámbitos locales. He
tenido oportunidad de solicitarle al primer compareciente alguna idea sobre ello y usted nos ha aportado algunas ideas sobre apoyo en el ámbito de Administración local a las víctimas, de apoyo psicológico, de protección, etcétera, y estaremos
atentos a ellas. Esto era todo lo que quería decirle. Le agradezco de nuevo que esté aquí y le pido disculpas porque no voy a poder estar en la réplica final, pero leeré muy gustoso y detenidamente lo que usted diga a mis compañeros.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señora Lasagabaster.



La señora LASAGABASTER OLAZÁBAL: También quiero dar las gracias y la bienvenida a la compareciente, que nos ha hecho una exposición sobre cuestiones concretas. A mí me gustaría hacerle alguna pregunta y reflexión respecto al tema concreto
de la violencia de persecución. Es evidente que este es uno de los aspectos dramáticos, evidentemente hay otros, pero en esta materia mi percepción es que quizá la ayuda o el apoyo social también pueden ser importantes, además de lo que está claro
que es la prevención por parte de los especialistas y de las instituciones públicas en materia de seguridad. En Eusko Alkartasuna y a raíz de iniciativas de distintas personas dentro del partido, estudiamos cómo podría hacerse una especie de
acompañamiento -ya sé que no es la palabra- a personas que desgraciadamente son objeto de la violencia de persecución y si pudiera tener relevancia no sólo en cuanto a darles apoyo social y solidaridad, sino incluso a facilitar otra consideración
dentro de entornos locales más o menos cercanos. Observamos lo que pasa en otros lugares en los que existe violencia de persecución, Colombia y otras zonas, donde hay grupos especialistas para acompañar a personas que están siendo objeto de dicha
violencia de persecución. Su tarea simplemente es la de acompañar, es una especie de prevención social, aunque no desde el punto de vista de la seguridad, para que no puedan ser objeto de atentados, de insultos o de agresiones de toda índole. Es
un tema complicado porque entra en colisión con lo que es la técnica de la seguridad, es decir, que para que una persona pudiera estar acompañada constantemente, nosotros hablábamos de afiliados nuestros, a su vez entraría en colisión con cuestiones
claves de horarios, de lugares, de muchas cosas. Seguimos pensando que quizá, sin llegar al extremo de acompañar a personas que son víctimas de violencia de persecución, podría ser algo intermedio entre la concentración y a acompañarlos
constantemente. Seguimos dándole vueltas. Planteamos una iniciativa en la que llevamos como dos o tres años, que es que en cualquier acto de violencia, siempre y cuando las personas que han sido agredidas así lo quieran; primero solicitamos
autorización de esas personas, sean quienes sean, y si así lo quieren hacemos una concentración específica, que es una iniciativa que nosotros llamamos contra la violencia sin ningún tipo de excepción, en ese intermedio entre una cosa y otra. Es
una reflexión a considerar la de que es muy importante que personas incluso de distinta ideología en este caso pudieran sentirse acompañadas, aunque no se logre un efecto de prevención desde el punto de vista de la seguridad, porque evidentemente
nosotros no somos especialistas en esa materia, pero daría sentido a esta iniciativa: primero, el apoyo desde distintas perspectivas políticas, con lo cual evitaríamos muchas de las cosas de las que hemos estado hablando ahora; segundo, daría,
frente a determinadas iniciativas de insultos y demás, la imposibilidad de enfrentarse a gentes por las distintas órbitas, en entornos especialmente más concretos como pueden ser los locales o los pueblos, etcétera; y, tercero, de alguna forma
sería un apoyo más importante a la persona que es objeto de violencia de persecución. Sabemos que es difícil plasmarlo en la práctica por motivos de seguridad, porque estaríamos entrando en colisión con quienes tienen que prevenir y garantizar la
seguridad, pero creo que en un término


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medio algo podríamos hacer. En este sentido, como formación política, seguimos estando a disposición de este tipo de iniciativas, es decir, que las personas que tienen determinada opción ideológica, que así se han expresado, pudieran servir
de acompañantes, entre comillas, no más allá de eso porque no tenemos ningún conocimiento técnico en seguridad, pero sí acompañantes para otras personas que tienen ese problema y esa grave situación de ser víctimas de violencia de persecución. Nos
hemos quedado en el intermedio porque es lo único que hemos podido hacer hasta el momento, pero lo dejo encima de la mesa por si a ustedes en su asociación les parece que se pudiera avanzar algo más.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Señora Uría.



La señora URÍA ETXEBARRÍA: Muchas gracias, a la compareciente por su exposición, que no ha defraudado las expectativas, a la vez que quería hacer una aclaración no pedida, me van a decir que por tanto es una excusa perfectamente
innecesaria, en relación con el dato de que fuera mi formación política quien había pedido la comparecencia de esta asociación. No habiendo sido pedida por las dos formaciones mayoritarias la solicité, en la medida en la que soy seguidora de las
actuaciones de todas las asociaciones que se dedican a los problemas de violencia y me parecía especialmente seria -su exposición así lo ha acreditado-, en la medida en la que han trabajado siempre con datos y con valoraciones que se basan en el
conocimiento concreto, no tanto en una cierta idea asistencial sino con algún fundamento sociológico o científico en relación con el fenómeno de la violencia y desde hace ya mucho tiempo. Es más, al contrario, ellos hacen siempre alarde de la no
pertenencia a formación política ninguna de quienes aparecen como sus representantes o sus órganos rectores, es decir, les gustamos -dicho sea entre comillas- poco los políticos, y desde luego jamás se identifica ninguno de ellos con opciones
políticas concretas. Quiero que esto quede claro, aunque ya ha quedado evidente en su seria intervención. Se da además una circunstancia que es especialmente grata en estos momentos de desencuentro en tantos aspectos en la sociedad vasca, y no es
sólo que hayan sido especialmente activos en la atención a las víctimas y en la defensa de los derechos humanos en general, sino que además los actos que ahora se convocan por Gesto por la paz quizá sean de los pocos que consiguen, más que los
convocados por supuesto por las autoridades públicas, cualquiera que sea su signo, concitar los consensos de la mayor pluralidad en la sociedad vasca, con lo cual siempre son bienvenidos y algunos de los últimos en relación con la violencia de
persecución han sido realmente numerosos. Nosotros nos felicitamos cada vez que vemos que se consigue algo de este estilo, que ojalá no fuera necesaria convocar, pero que una vez convocada la ciudadanía de todas las opciones políticas, que vaya
teniendo la sensibilidad suficiente para acudir a repudiar esta idea de la persecución.
Le quería preguntar si le parece que se está avanzando y si en esta Comisión, por lo que usted ha oído a los demás comparecientes, podemos hacer algo efectivo
en relación con las cuestiones concretas tanto de la violencia de persecución como para conseguir la famosa oficina única, de la que hemos hablado tantas veces, de información a las víctimas o en el apoyo y la asistencia a ellas mientras deambulan
por la Audiencia Nacional, y digo deambular en el sentido más propio, puesto que muchas veces es imposible acertar en cuanto adónde han de dirigirse sin asistencia letrada, que no siempre le es exigible a la familia el esfuerzo en ese sentido. Si
creen que es foro adecuado la subcomisión para avanzar en ese sentido y sobre todo para avanzar en la materia de violencia de persecución.
Trascendiendo de esta cuestión y yendo más en profundidad -supongo que ellos como gente sesuda y concienzuda
que son en los planteamientos de las cuestiones lo estudiarán- quisiera saber si se le ocurre algo que pueda hacer esta Comisión en relación con lo que me parece a mí que está en la raíz, sobre todo en la violencia de persecución, en el intento de
quienes amenazan, de quienes ejercen la violencia de convertir o separar dos comunidades, y qué es lo que nosotros deberíamos hacer para no tolerarlo, qué nos es exigible a los poderes públicos para evitar esta separación y, sobre todo, qué es lo
que, desde una subcomisión que modestamente tiene el ámbito de estudio y temporal que ya le hemos manifestado, cree que podamos hacer en ese sentido.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Tiene la palabra el señor Silva.



El señor SILVA SÁNCHEZ: Mis palabras deben ser de agradecimiento a la compareciente por el contenido de su intervención y por el material que nos ha suministrado. En el aspecto si se quiere más intelectivo, sobre todo por lo que hace a
Gesto por la Paz cuando las situaciones llegan a determinado nivel y se produce esta violencia de persecución, si no reacciona la sociedad, la capacidad de actuación de los poderes públicos tiene límites. Cuando uno examina la documentación que nos
suministran, y ciertamente que los poderes públicos pueden hacer mucho por ofrecer seguridad y por prevenir, a fin de cuentas la sociedad es la que acoge, la que repudia, la que rechaza y la que en última instancia también puede contribuir a cambiar
hábitos y a generar normas morales. Me ha impresionado mucho la expresión que ha utilizado de la existencia de esos jóvenes, decía, socializados en la más absoluta intolerancia, sobre todo porque aparentemente sería una contradicción la
socialización y la intolerancia, pero quizás en la forma en la que lo ha dicho sea tremendamente expresivo. Son jóvenes que se mueven con una cierta normalidad o se entiendan normales dentro de


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esa sociedad, manteniendo esa absoluta intolerancia, y eso, sin reacción social, por mucho que se intente hacer algo desde los poderes públicos, es imposible. Por tanto, más que preguntas, que posiblemente darían para mucho, lo que quiero
manifestarle es nuestro agradecimiento por su comparecencia, por su documentación y muy fundamentalmente por lo que hacen desde dentro de la sociedad y para esa sociedad.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Tiene la palabra el señor Gil Lázaro.



El señor GIL LÁZARO: Quiero pedir disculpas a doña Lucía Cristóbal por haberme tenido que ausentar al principio de su intervención por una llamada urgente, pero me ha permitido, escuchándola y viendo las notas que tomaba mi compañero Rafael
Carriegas, llegar a una conclusión bastante positiva al final de esta primera sesión de la Comisión. Me ha parecido observar que con independencia de matices y de peculiaridades específicas de cada uno de los comparecientes, ha habido en la
intervención de la señora Cristóbal una especie de síntesis, tanto de algunas de las cuestiones que ya nos había relatado en la primera intervención el señor Portero como en cuestiones relatadas en la segunda por el señor Gorriarán. Ha hablado de
algo que suscribo íntegramente, y probablemente ese deber ser el marco sobre el cual todos nos movamos, esos dos principios de que las víctimas son patrimonio de todos y el convencimiento o el compromiso de que en cualquier proyecto de presente y de
futuro hay que deslegitimar siempre la violencia ejercida sobre las víctimas.
Ha hablado de cuestiones muy específicas, que también había mencionado el señor Portero, desde la perspectiva de la Asociación Nacional de Víctimas del Terrorismo, como
es el acompañamiento a víctimas en procesos judiciales. Ha sido muy significativo y muy gráfico el ejemplo que ha puesto doña Lucía Cristóbal. Ciertamente, le digo que como ciudadano fue un auténtico choque...(La señora Cristóbal Gómez: Se cae el
alma a los pies.) ...ver la imagen de estas dos víctimas literalmente deambulando solas, porque ni siquiera conocían los espacios físicos después de veintitrés años. Ese es un punto sobre el que creo que vamos a tener que trabajar todos con
urgencia: acompañamiento a víctimas en procesos judiciales; educación para la pluralidad, para la convivencia para el respeto a los demás, para la integración de todos en un proyecto en libertad; educación para la paz, ha dicho doña Lucía
Cristóbal; seguimiento -y es muy importante- sobre la realidad social y psicológica de las víctimas para mejor atender a sus problemas, quizás aquello que en la primera intervención de esta tarde yo retrataba como la necesidad de establecer una
doctrina y un banco de datos sociológicos concretos, no simplemente en términos generales o estadísticos, sino personalizados, que permitan por tanto aplicar mejor y personalizadamente las ayudas tanto públicas como privadas a cada caso, a cada
familia, a cada persona; mejora en la información a las víctimas, desde la necesidad, como es natural, de siempre primar en positivo los esfuerzos que tanto las diversas administraciones autonómicas como locales como la Administración del Estado
vienen haciendo en este sentido, y creo que es una buena referencia final esta tarde centrarnos en el ámbito de la Administración del Estado, con esa oficina de asistencia a las víctimas del terrorismo, esa subdirección general del Ministerio del
Interior, que también pasará por esta Comisión y que está realizando un trabajo muy intenso.
Ha señalado por otra parte, en los términos probablemente más propios ya de la segunda intervención de la tarde, del señor Martínez Gorriarán, esa, para
todos y desde luego para este portavoz, gravísima situación que conlleva la llamada violencia de persecución. Todos nos hemos preguntado qué hay que hacer frente a esa violencia de persecución. Probablemente hay que hacer muchas cosas a medio y
largo plazo y la señora Cristóbal Gómez citaba la referencia educativa, que es sin lugar a duda una referencia de base esencial, pero quizá, precisamente porque como también se deduce de la intervención de la señora Cristóbal Gómez, frente a la
violencia de persecución el principal elemento de respuesta está en la propia ciudadanía, está en la calle, está en el tejido social, está en ese pluralismo que se hace presente en aquellas concentraciones que precisamente tratan de establecer una
barrera frente a esa violencia de persecución, el elemento más inmediato es la movilización social y en esa movilización social sin lugar a duda hay un papel muy importante también de los poderes públicos, de todas las administraciones: de la
Administración del Estado, de la Administración autonómica, de la local, promoviendo y apoyando esas movilizaciones sociales dando por tanto, en el sentido si se quiere más amplio, protección a ese deseo del ciudadano de no quedarse callado frente a
la violencia que sufren unos o frente a la violencia que potencialmente puede sufrir el propio ciudadano, que en un momento determinado no la está sufriendo quizá por mantener unos planteamientos personales menos visibles que aquellos ciudadanos que
ya están sufriendo esa violencia de persecución; promover y apoyar desde las instituciones públicas, desde todas ellas, esa movilización social, y desde luego con una frase muy acertada que señalaba el anterior compareciente, también desde las
funciones o responsabilidades específicas en el ámbito de la seguridad, tanto de las administraciones autonómicas como de la Administración del Estado, perseguir al que persigue y ponerlo a disposición de los órganos jurisdiccionales y de los
mecanismos del Estado de derecho.
Finalmente, la señora Cristóbal Gómez nos permite cerrar esta primera sesión de comparecencias sabiendo que hay un horizonte muy común entre los planteamientos, digamos, reivindicativos -valga la expresión- que han
hecho los comparecientes, siendo distintas


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sus ópticas y siendo también diferentes las formas en las que se han acercado, se acercan y están viviendo esta tarea de reivindicación de la libertad y de reivindicación y asistencia a las víctimas del terrorismo en su sentido más puro y
más duro y del terrorismo -porque también es terrorismo- bajo la forma de violencia de persecución. Ha apuntado una idea muy en concreto -probablemente en esta documentación que ha tenido la amabilidad de poner a nuestra disposición estará más
desarrollada, en todo caso me parece una idea capital, vertebral y si está en situación de podérnosla completar nos sería muy útil-, que es que en definitiva lo que hace falta es coordinar más y mejor todos los servicios asistenciales de las
diversas administraciones públicas que confluyen en esta tarea de asistencia a las víctimas del terrorismo, es decir, servicios locales, servicios autonómicos y servicios estatales. Desde esa perspectiva me gustaría saber si de alguna forma esa
pirámide de coordinación entre las distintas administraciones la tiene diseñada Gesto por la Paz o puede apuntarnos algunas líneas generales sobre la misma. Por lo demás, doña Lucía Cristóbal sabe que cuenta con toda nuestra colaboración para que,
durante el tiempo que en esta legislatura va a estar actuando la subcomisión y yo confío en que durante el tiempo futuro, a partir de la constitución de la nueva legislatura, podamos tener un nivel de interlocución y de audiencia frecuente.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Tiene la palabra la señora Cristóbal para responder a los grupos parlamentarios.



La señora REPRESENTANTE DE LA ASOCIACIÓN GESTO POR LA PAZ (Cristóbal Gómez): Intentaré ser breve. He visto que hay preocupaciones comunes, por ejemplo, cómo hacer frente a la violencia de persecución. Comentaba el primer interviniente del
Grupo Socialista que habíamos hablado de los ámbitos locales. En el País Vasco, como diputados vascos aquí presentes sabrán, están en marcha o se quieren poner en marcha lo que se llaman los acuerdos de Eudel, que son foros locales de apoyo a los
amenazados.
Serían acuerdos municipales cuya primera finalidad serían proporcionar esa ayuda desde la primera institución que es el ayuntamiento y que es la que el ciudadano tiene más cercana. Sin empieza a sentir que la primera institución a la
que puede acudir, la más básica que es el ayuntamiento, la tiene ahí, evidentemente el sentimiento de abandono y de soledad se mitigaría en gran parte, porque el ciudadano -me van a permitir la expresión- se siente muy alejado de los políticos,
siente que los políticos están muy alejados de ellos. Hay víctimas que nunca van a salir en la tele, que nunca van a tener una línea en un periódico y esas víctimas si no ven, por ejemplo, la imagen gráfica de todos los grupos juntos, no llegan a
percibir ese sentimiento de apoyo como tal. Por eso hacemos hincapié en la necesidad del consenso.
A veces es muy difícil explicar qué es eso de la violencia de persecución a quien no la vive o a quien no la ve, cómo puede haber personas que vayan
a comprar el pan con tres escoltas o cómo puede haber personas que para salir a la calle tengan que llamar antes a su escolta. Eso no lo percibe la gente y si lo hace se termina acostumbrando. Lo que tratamos de hacer con esta campaña con la que
llevamos más de tres años, con el folleto que les hemos entregado, es sacudir de alguna manera las conciencias ciudadanas. Se hablaba antes de sensibilización y de movilización. ¿Cómo se logra eso? Contesto a la señora Lasagabaster y a la señora
Uría, realmente no sabes cuál es el chip que puedes tocar en la cabeza de una persona. Al principio nadie salía a la calle cuando se asesinaba a policías nacionales o a guardias civiles. Comentaba el primer interviniente, Luis Portero, que
afortunada o desgraciadamente había habido tres asesinatos en dos atentados en lo que llevamos de año; llegó a haber años en los que si SS.SS. pusieran uno tras de otro sobrepasarían los ochenta asesinatos en un año. Eso es fuerte. ¿Cómo logras
movilizar a la gente? No sabes, tienes que estar ahí continuamente intentando apelar a esa conciencia ciudadana, a esa conciencia cívica para que la gente realmente se dé cuenta de que eso está ahí.
Lo que comentaba también la señora Lasagabaster
supongo que se refiere a lo que se llaman escudos humanos que en algún momento ha surgido en el debate. Es bastante inviable, porque tendríamos a la mitad de la población acompañando a la otra mitad. Sería un poco kafkiano, no es práctico, no se
podría llevar a cabo. ¿Cómo cubriríamos ese espacio intermedio? Pues es algo tan simple -como intentamos explicar en las campañas- como acercarte a la gente, porque lo que intenta esta violencia es aislar a la gente de su entorno social, y no es
cuestión de ideología en este caso, es cuestión de humanidad. Hay gente que no está metida en ningún partido político y que rechaza a quien viene con escolta, independientemente del color político que tenga, simplemente porque vienen con los
escoltas al lado. ¿Cómo se puede superar eso? Pues simplemente perdiendo el miedo y acercándote a la persona, no permitiendo que esa estrategia de aislamiento funcione. ¿Y cómo se hace? Parece simple, pero es difícil; es simplemente perder el
miedo a hacerlo, porque hay gente que tiene miedo de estar al lado de quien está amenazado. De alguna manera se les trata como apestados, como que no me contagien. Es ni más ni menos que una cuestión de actitud cívica.
En cuanto a lo de la
ventanilla única, que viene en relación con lo de la coordinación, muchas de las víctimas con las que yo he tenido ocasión de hablar -ahora quizá no tanto pero todavía se da- cuando ocurre un hecho desgraciado de este tipo se encuentran con que
normalmente nadie viene hacia ellas, sino que ellas son las que tienen que ir a buscar el apoyo.
Hay víctimas inclusive que ni siquiera están asociadas y entonces


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ellas mismas tienen que empezar el papeleo. Lo que pedimos es que se haga esa actuación de oficio, por llamarla de alguna manera, y que se facilite toda la tramitación, que no tenga que ir a buscar un papel allí, un papel allá, que le pidan
no sé qué documentación, ese venga usted mañana pero todavía más diversificado. Si además añadimos las diferentes administraciones autonómicas, todavía se complique un poquito más la tramitación del diferente papeleo.
En cuanto a la educación y la
concienciación, yo soy madre de un hijo de 15 años y le suelo explicar que llega un momento en que no puedes convencer a alguien, que lo que tienes que hacer es aprender a convivir y a compartir el espacio común. Entonces, si la imagen que se les
transmite a los chavales es de toda una serie de representantes discrepando en un tono quizás inadecuado sobre unas cuestiones tan básicas y tan primordiales, lo que se les traslada es que todo se soluciona discutiendo. A los chavales no se les
enseña a debatir, se les enseña más a gritar, esa es la imagen que perciben y eso lo trasladan a su comportamiento diario. Lo que tratamos en la comisión de educar para la paz que tenemos en Gesto por la Paz desde casi los inicios es enseñar a los
chavales o por lo menos intentar trasladarles el respeto al diferente, no al que pueda pensar como yo, sino inclusive al que sea de diferente raza en una sociedad multicultural hacia la que nos vamos dirigiendo.
En cuanto a la limitación de los
poderes públicos, es posible que estén limitados, pero yo creo que los políticos trasladan a la sociedad demasiada responsabilidad. Sobre los hombros de la sociedad, de los ciudadanos en general se nos conmina siempre a movilizarnos, a tener una
cierta reacción y pensamos que se olvidan que les hemos elegido y les hemos elegido para eso, para que ellos sean los que canalicen precisamente toda esa marea de exigencia contra determinadas cuestiones.
¿Víctimas de todos? Pues evidentemente eso
principalmente es algo que debiéramos asumir. Hay una cosa que a las víctimas además les molesta mucho y a mí particularmente me parece muy entristecedor. Ellas te dicen -algunas evidentemente, no todas- que hay víctimas de primera, víctimas de
segunda, víctimas con fundación e incluso algunas se consideran daños colaterales -esto me parece bastante triste-, todo en función no solamente de los daños que hayan podido sufrir ellas o sus familiares, sino de las condiciones en que queden o
según la atención que reciban en un momento dado. ¿Qué hay que hacer? Pues volvemos otra vez a lo mismo.
Hay que continuar. Así como he comentado que al principio nadie salía a la calle cuando se asesinaba a guardias civiles y a policías
nacionales, luego fueron políticos, el círculo se ha ido ampliando. Hay que continuar por ahí. Es difícil, evidentemente hay que gente que lo tiene todavía más difícil. En nuestra organización también hay gente que está amenazada. Es seguir la
labor de concienciación ciudadana y continuar. Es un proceso largo, como lo son todos los procesos evolutivos, pero hay que continuar con ello. La concienciación ciudadana lo logrará si se está ahí continuamente dale que te pego.
En cuanto a la
coordinación de los servicios, evidentemente esto estaría muy bien. Vuelvo a lo que he dicho antes, depende de las diferentes administraciones autonómicas y de sus especificidades. Si se hace un seguimiento muy concreto de las víctimas sería fácil
seguir la situación de esa familia desde que les ocurre el hecho terrorista, se sabría en todo momento dónde están, quiénes son y qué necesidades específicas tienen. He conocido personas que después de 20 años de haber ocurrido el hecho terrorista,
todavía continúan en tratamiento psicológico y no solamente en el País Vasco, sino también fuera. No es privativo de la comunidad en la que vivo, sino que desgraciadamente también ocurre en otras comunidades. Inclusive -les hablo de casos
acontecidos en los años ochenta- llegaban con el estigma del algo habrá hecho, pero no desde el País Vasco, sino desde su propia tierra. Esto todavía hacía más difícil que asimilaran el hecho en sí y que salieran adelante. Desde mi experiencia,
por el contacto que he tenido con ellas, lo que hace falta es ayudar a las víctimas a salir adelante, no meterlas en un mismo pozo que den vueltas ahí y no permitirles rehacer su vida. Sobre todo hay que devolverles la confianza en la sociedad, que
es de lo que se trata.



El señor VICEPRESIDENTE (Souvirón García): Muchas gracias, señora Cristóbal por sus interesantes aportaciones a la Comisión.
Si no se solicita ninguna precisión y no habiendo más asuntos que tratar, se levanta la sesión.



Eran las ocho y cinco minutos de la tarde.