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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 653, de 17/12/2002
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CORTES GENERALES


DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS


COMISIONES


Año 2002 VII Legislatura Núm. 653

CONSTITUCIONAL

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JAIME IGNACIO DEL BURGO TAJADURA

Sesión núm. 21

celebrada el martes, 17 de diciembre de 2002



ORDEN DEL DÍA:


Comparecencia del señor vicepresidente primero del Gobierno, ministro de la Presidencia y portavoz del Gobierno (Rajoy Brey) para informar sobre:


- La evolución de los acontecimientos y actuaciones en relación con el buque Prestige. A petición propia. (Número de expediente 214/000157.) ... (Página 21228)


- La evaluación de las consecuencias para Galicia de la catástrofe del Prestige y medidas a corto y medio plazo para paliarlas. A solicitud del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 213/001027.) ...
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- Los pasos que se han dado y los mecanismo de coordinación en el caso del petrolero Prestige. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida. (Número de expediente 213/001042.) ... (Página
21228)



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- Las decisiones puntuales tomadas por su departamento, la evolución de los acontecimientos y actuaciones en relación con la catástrofe del buque Prestige frente a las costas de Galicia, así como los criterios utilizados en cada momento y
evaluación posterior de los mismos. Y, además, las actuaciones de carácter internacional que va a desarrollar España para la prevención de este tipo de siniestros. A solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 213/001073.)
...
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Se abre la sesión a las diez y treinta minutos de la mañana.



El señor PRESIDENTE: Buenos días, señoras y señores diputados.



Se abre la sesión.



El objeto de esta reunión de la Comisión Constitucional es la comparecencia a petición propia del vicepresidente primero del Gobierno, ministro de la Presidencia y portavoz del Gobierno para informar sobre la evolución de los acontecimientos
y actuaciones en relación con el buque Prestige; la comparecencia del vicepresidente primero del Gobierno, ministro de la Presidencia y portavoz del Gobierno para informar sobre las decisiones puntuales tomadas por su departamento, la evolución de
los acontecimientos y actuaciones en relación con la catástrofe del buque Prestige frente a las costas de Galicia, así como los criterios utilizados en cada momento y evaluación posterior de los mismos, y además para informar sobre las actuaciones
de carácter internacional que va a desarrollar España para la prevención de este tipo de siniestros, a petición del Grupo Parlamentario Socialista; la comparecencia del vicepresidente primero del Gobierno y ministro de la Presidencia para que
informe de los pasos que se han dado y los mecanismos de coordinación en el caso del petrolero Prestige, a petición del Grupo Federal de Izquierda Unida, y la comparecencia del vicepresidente primero del Gobierno y ministro de la Presidencia para
informar sobre la evaluación de las consecuencias para Galicia de la catástrofe del Prestige y medidas a corto y medio plazo para paliarlas, presentada por el Grupo Parlamentario Mixto.



Tiene la palabra, en primer lugar, el señor vicepresidente primero del Gobierno.



El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO, MINISTRO DE LA PRESIDENCIA Y PORTAVOZ DEL GOBIERNO (Rajoy Brey): Señoras y señores diputados, comparezco hoy ante esta Comisión para informarles de la evolución de los acontecimientos en los
últimos días relativos a la catástrofe del Prestige y de las actuaciones del Gobierno al respecto.



Mi segunda comparecencia, a petición propia, doce días después de la primera, se enmarca en el deseo del Gobierno de continuar informando al Parlamento de este accidente y de sus consecuencias. Me permito recordarles que ya tuve ocasión de
comparecer ante la Comisión Mixta Congreso-Senado para la Unión Europea el pasado día 5, para referirme ampliamente a los hechos hasta entonces acaecidos y a las decisiones adoptadas por el Gobierno. También ustedes recordarán que ayer mismo el
presidente del Gobierno hizo amplia alusión a este asunto en su comparecencia para informar sobre las conclusiones del Consejo Europeo de Copenhague y que igualmente han comparecido en Comisión el ministro de Fomento, el ministro de Medio Ambiente y
la ministra de Asuntos Exteriores. Se han respondido 14 preguntas orales ante el Pleno del Congreso de los Diputados y 2 ante el Pleno del Senado y se han llevado a efecto, como ustedes también conocen, 3 interpelaciones urgentes en el Congreso.
Creo que ello demuestra la voluntad del Gobierno de mantener un debate continuado sobre este tema en nuestro Parlamento.



En la comparecencia de hoy los ejes básicos de mi intervención, que prácticamente responden al esquema de mi anterior comparecencia en la Comisión Mixta, serán los siguientes. En primer lugar, me gustaría referirme a los avances realizados
desde el pasado 5 de diciembre, en el ámbito de las medidas organizativas adoptadas con un objetivo fundamental, como es mejorar la coordinación de todas las actuaciones que se llevan a cabo tanto desde los diferentes departamentos ministeriales
como desde otras administraciones. En segundo lugar, me referiré a las actuaciones que se han llevado a cabo para atender a lo que ha sido desde el primer momento nuestra preocupación fundamental, esto es, todas las personas que desgraciadamente se
han visto afectadas por este siniestro.
Como tercer eje, realizaré una exposición de los trabajos que se están desarrollando para la recogida del vertido, tanto en el mar como en la costa. A continuación, haré una breve referencia acerca del curso
que siguen las actuaciones legales emprendidas, como saben, de manera casi inmediata desde el inicio de la crisis. En quinto y último lugar, haré un repaso de la fructífera actividad que se está llevando


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a cabo en el ámbito comunitario internacional y de los resultados ya cosechados.



Ya sin más preámbulos, señoras y señores diputados, paso a referirme al primero de estos ejes. Como ustedes conocen, porque así lo he explicado en numerosas ocasiones, desde un primer momento este Gobierno entendió que la coordinación entre
todos los sectores implicados era una condición esencial para la adecuada gestión de la situación. Por este motivo se han creado las estructuras que hemos entendido precisas para coordinar todas las actuaciones. Sin ánimo de ser exhaustivo, quiero
recordarles las comisiones que al efecto se han creado y que, a día de hoy, continúan su funcionamiento: en primer lugar, la interministerial creada por Real Decreto de 22 de noviembre para coordinar las actuaciones de los departamentos
ministeriales directamente implicados en la adopción de las medidas de ayuda a los afectados. Esta comisión interministerial ya se ha reunido en varias ocasiones. Por otro lado, la comisión de seguimiento de medidas para paliar los efectos del
vertido de fuel del Prestige, que se sigue reuniendo todos los días y de la que fosrman parte tanto las autoridades estatales como autonómicas. Las tareas de esta comisión consisten principalmente en dar cuenta y hacer evaluación del operativo
desarrollado durante el día y diseñar el operativo del día siguiente, así como poner en común las distintas incidencias que hubiesen podido acontecer a lo largo de la jornada. Finalmente, desde la comisión se adoptan soluciones para los problemas
detectados y se asume la responsabilidad de la implantación de dichas iniciativas. Yo mismo he tenido en seis ocasiones la oportunidad de presidir la comisión de seguimiento.



Quiero destacar la reciente creación, el lunes 9 de diciembre, de la comisión científica coordinada por la Secretaría de Estado de Política Científica y Tecnológica. Esta comisión está constituida para analizar la información disponible de
los restos del Prestige, estudiar los escenarios posibles de su evolución y la del flujo de su carga. Todo ello con el fin de valorar los posibles efectos y proponer las medidas que deban adoptarse. Además, esta comisión estudiará las conclusiones
que se deriven de los informes realizados durante la campaña oceanográfica, a la que luego aludiré, iniciada el 7 de diciembre, en virtud de la cual se evaluarán las consecuencias que este accidente proyecta sobre la flora y fauna marina de la zona.
Como saben, la comisión está integrada por miembros del CSIC -Consejo Superior de Investigaciones Científicas-, del CIEMAT -Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas-, de la empresa Izar y de las universidades
politécnicas de Madrid y La Coruña. Además, se integran representantes de otras nacionalidades e instituciones europeas.



Señorías, quiero también en este momento referirme, aunque sea de forma breve, a la manera en que se están canalizando las relaciones institucionales y los flujos de información en las otras tres comunidades autónomas afectadas por los
vertidos: Asturias, Cantabria y el País Vasco. En el caso de Asturias, el dispositivo establecido en el Principado por las autoridades estatales está coordinado por la Delegación del Gobierno junto con la capitanía marítima de Gijón en lo relativo
a los medios marítimos y aéreos de los que dispone la Administración general del Estado. Y ello tanto para reconocimientos y para labores de recogida en el mar, como para la coordinación del personal de la empresa Tragsa y de los efectivos de
Fuerzas Armadas que intervienen en las labores de limpieza en la costa asturiana.



Además de lo anterior, la Delegación del Gobierno en el Principado mantiene diariamente contacto permanente con los responsables del centro de coordinación que tiene constituido la comunidad autónoma, a fin de solventar aquellas cuestiones
que durante la jornada se presenten. Estas informaciones son remitidas puntualmente por la Delegación del Gobierno en Asturias a la comisión general de seguimiento establecida en La Coruña, al igual que ocurre con los departamentos ministeriales
concernidos en la gestión de la crisis.



En lo concerniente a la Comunidad Autónoma de Cantabria, en los primeros días de diciembre se constituyó una comisión mixta que mantiene informada diariamente acerca de la evolución de la situación a la comisión de seguimiento general.
Quiero destacar el excelente funcionamiento de esta comisión y de sus responsables, así como las magníficas relaciones que existen entre las autoridades estatales y autonómicas. Los objetivos de esta comisión de seguimiento son la prevención, la
organización y la adecuada coordinación de los medios existentes para afrontar correctamente la problemática de la existencia de manchas dispersas en las aguas y costas de Cantabria, a tenor de los avistamientos y predicciones que se realizan al
efecto. Para ello, se ha organizado un adecuado sistema de canalización de la información que se centraliza en la Delegación del Gobierno, en donde se recibe la información acerca de las actividades llevadas a cabo.



En el País Vasco también existen dos comisiones: una, constituida por la Delegación del Gobierno, creada el día 5 de diciembre y presidida por el subdelegado del Gobierno en Vizcaya, y una comisión interdepartamental creada por el Gobierno
autónomo. Con el fin de asegurar el flujo de información, han sido establecidos protocolos de comunicación continua e intercambio de datos, así como procedimientos para colaborar rápida y eficazmente en la distribución de recursos. En esta línea
de refuerzo de la coordinación y seguimiento de la crisis, como todos ustedes conocen, el presidente del Gobierno presidió en la mañana del día 7 de diciembre una reunión de trabajo con los responsables de los departamentos ministeriales más
directamente afectados para el seguimiento de las actuaciones dirigidas a paliar los daños ocasionados por el vertido del buque. Entre otras medidas, se decidió proceder al refuerzo de


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la Administración general del Estado en A Coruña con la presencia permanente de representantes de los departamentos ministeriales concernidos. Igualmente, se tomó la decisión de abrir una oficina de información en La Coruña con el objetivo
de facilitar la atención a los medios de comunicación y en la que ya están trabajando tanto el Gobierno como la propia Xunta. Además, como todos ustedes conocen, estoy acudiendo con regularidad a La Coruña en donde, a mi presencia durante la
semana, se añade mi estancia allí durante los cuatro últimos fines semana. En este sentido, quiero destacar la presencia en Galicia el pasado sábado del presidente del Gobierno en lo que fue una jornada marcada por las reuniones que mantuvo para
analizar e intercambiar impresiones sobre la situación actual tanto con el presidente de la Xunta de Galicia, como con el alcalde de La Coruña y con representantes de las cofradías de pescadores de Lugo, A Coruña y Pontevedra y los representantes de
los mejilloneros.



Como ya he señalado en otras ocasiones, junto a la coordinación de las diferentes actuaciones, la adecuada canalización de las relaciones institucionales que la gestión de una situación de esta naturaleza debe tener, ha sido una prioridad
del Gobierno desde el primer momento. Prueba de ello son, además, los esfuerzos que estamos realizando para mantener contactos con el resto de comunidades autónomas y con las diferentes diputaciones y ayuntamientos. De este modo, quiero subrayar
la reunión que mantuvimos el pasado viernes día 13 en La Moncloa con todas comunidades autónomas españolas y con la Federación Española de Municipios Provincias, puesto que, obviamente, los efectos de este grave accidente han despertado, como no
podía ser de otra manera, el espíritu de solidaridad y apoyo de todos los españoles. Esta reunión, convocada por el ministro de Medio Ambiente en mi nombre, tenía como objetivo realizar una puesta común de todos nuestros esfuerzos dirigidos a
paliar las consecuencias del desastre del Prestige. En ella se pretendía también canalizar y dar el tratamiento adecuado a las ayudas y ofertas de ayuda, al objeto de obtener la máxima eficacia.



Pues bien, tengo la satisfacción de confirmarle que la respuesta a la convocatoria de esta reunión fue inmediata y que la asistencia de los presidentes autonómicos o de sus representantes fue unánime. Estuvieron presentes los presidentes de
Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Cantabria, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Ceuta, Comunidad Valenciana, Extremadura, Islas Baleares, Navarra, Madrid y Melilla.
También asistió el primer consejero de la Generalitat de Cataluña, conseller
en cap. Por la Comunidad del País Vasco asistió el consejero de transportes y obras públicas; por la de Galicia, el de la presidencia; por la de Murcia, el de Agricultura, Agua y Medio Ambiente y, por último, por la de La Rioja el consejero de
desarrollo autonómico y administraciones públicas. Participó también en la reunión la presidenta de la Federación Española de Municipios y Provincias. Por parte de la Administración general del Estado, me acompañaron los ministros de
Administraciones Públicas y de Medio Ambiente, el secretario de Estado de Aguas y Costas, la subsecretaria del Ministerio de la Presidencia y el subsecretario del ministerio de Administraciones Públicas.



Quiero reiterar aquí mi agradecimiento por la rapidez en la reacción de todos los asistentes y por el contenido de sus intervenciones. Por mi parte, tuve ocasión de hacer, de forma resumida, una exposición de los hechos acaecidos, de la
reacción del Gobierno, de la evolución de los acontecimientos, de las actuaciones en el mar, en tierra y con el FIDAC de las actuaciones legales emprendidas y, por último, de la amplia actividad internacional desarrollada. Esa reunión puede ser
calificada de satisfactoria puesto que se consiguió acercar posturas de cara a actuaciones coordinadas y ello en lo siguientes ámbitos. En primer lugar, acordamos colaborar con las comunidades autónomas para que éstas prestaran los medios
necesarios, humanos y materiales, al objeto de llevar a cabo una parte de las labores de limpieza en las playas y zonas de costa afectadas por el vertido del fuel. En segundo lugar, se convino poder utilizar los remanentes de los fondos IFOP de la
Unión Europea, es decir, el instrumento financiero de orientación pesquera, y también los remanentes de la acción específica para la reestructuración de la flota y marineros afectados por la falta de conclusión del acuerdo de pesca entre la Unión
Europea y Marruecos. Todo ello se hará garantizándose que los afectados por la falta de conclusión de este acuerdo pesquero no vean mermados sus derechos. El objetivo de la reunión, establecer una puesta en común de las capacidades de las
comunidades autónomas y lograr una mejor forma de canalización de las mismas, se consiguió plenamente. Todos los intervinientes mostraron su solidaridad con el pueblo de Galicia y con las demás zonas afectadas, y se convino con el Gobierno que
próximamente éste informaría a los responsables autonómicos y locales de aquellas necesidades fundamentales que se presentaban.



Señoras y señores diputados, paso ahora a referirme al segundo de los grandes bloques que, siguiendo la estructura definida al iniciar mi comparecencia, pretendo abordar en este momento. Pero antes de continuar, permítanme hacer la
siguiente puntualización. Quisiera aclara que buena parte de las medidas que mes restan por exponer, tanto en este eje con en los siguientes, se encuentran en línea con el contenido de la proposición no de ley aprobada por el Pleno de esta Cámara
el pasado 10 de diciembre, con 285 votos a favor y 15 abstenciones. He querido destacar esta circunstancia porque demuestra que los grupos de la Cámara están en sintonía con el Gobierno en cuanto a los principales objetivos que debemos alcanzar y
en cuanto a gran parte de las medidas que tenemos que acometer. Por ello, me


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gustaría hacer un nuevo llamamiento a la responsabilidad, a la seriedad, al debate equilibrado ante un tema que está afectando a tantos ciudadanos españoles, que preocupa a toda la sociedad y en el que el Gobierno está poniendo todo su
empeño y esfuerzo. En este sentido es el momento de ser constructivo. Creo que los ciudadanos españoles nos están demandando esta postura y es obligación de todos responder con iniciativas como las que se aprobaron la semana pasado.



El bloque al que paso a referirme es el que desde un primer momento ha centrado nuestras principales preocupaciones: poner todos los medios a nuestro alcance para mitigar, en lo posible, los efectos que esta desgracia está provocando en la
situación económica, en la situación laboral, en definitiva, en los medios de subsistencia de miles de familias gallegas. Por este motivo, hemos intentado actuar con la mayor celeridad posible para agilizar el pago de las ayudas previstas en el
Real Decreto-ley 7/2002, que ya he expuesto con detenimiento en mi anterior comparecencia en esta Cámara y que luego volví a exponer, como ustedes conocen, cuando se procedió a su convalidación en debate en el Pleno del Congreso. Y creo que podemos
hablar de resultados satisfactorios. Las 4.491 solicitudes -543 mariscadores, 2.850 marineros y 1.098 armadores-, presentadas en fecha 1 de diciembre, han sido atendidas con rapidez en una actuación que ha demostrado, en primer lugar, la
importancia que a este asunto hemos atribuido en todo momento.
Porque nos preocupa y consideramos que la situación de los perjudicados debe centrar nuestra actuación. En segundo lugar, demuestra la buena coordinación que se está manteniendo con la
Xunta de Galicia. Por ello, se hicieron todos los esfuerzos posibles para que la gran mayoría de los beneficiarios pudieran percibir las ayudas el lunes 9 de diciembre.
Además, el pasado miércoles día 11 el Boletín Oficial del Estado publicaba una
orden ministerial de ampliación de municipios, todavía en Galicia, que pasan a quedar incluidos dentro del ámbito de aplicación del real decreto-ley: tres en la provincia de A Coruña -A Pobra do Caramiñal, Boiro y Rianxo- y también las siguientes
localidades de la provincia de Pontevedra: A Guarda, A Illa de Arousa, Baiona, Bueu, Cambados, Cangas, Catoira, Marín, Meaño, Moaña, Nigran, O Grove, O Rosal, Oia, Poio, Pontevendra, Redondela, Ribadumia, Sanxenxo, Soutomaior, Vigo, Vilanova de
Arousa, Vilaboa y Villagarcía de Arousa. Señorías, tengo que señalar que las consecuencias fatídicas del siniestro se extienden más allá de los armadores embarcados, los tripulantes de buques pesqueros y los mariscadores en tierra, que han visto
paralizada su actividad. Ésta, conocen SS.SS., fue la previsión inicial por ser la más inmediata. Pero siempre mantuvimos la perspectiva de que el plan de las medidas se extendiese a otros grupos, como ya señalé en mi anterior comparecencia.
Esta
eventualidad que contemplábamos ya la hemos materializado de acuerdo con las conclusiones de la reunión celebrada el pasado día 7 de diciembre presidida por el presidente del Gobierno, a la que ya antes he hecho alusión. Por ello, el pasado viernes
el Consejo de Ministros aprobó un nuevo Real Decreto-ley, el 8/2002, que amplía los sectores que resultarán beneficiarios de las correspondientes ayudas directas y en la misma cuantía. Se trata de rederos, colaboradores familiares de embarcaciones,
operarios de lonjas y fábricas de hielo, comercializadores de primer nivel y personal laboral de cofradías de pescadores. Estos grupos se verán también beneficiados por la bonificación del cien por cien en el pago de las cuotas de la Seguridad
Social por todas las contingencias de los empresarios y trabajadores por cuenta propia y ajena que deban cotizar a cualquiera de los regímenes del sistema de Seguridad Social. Se amplían, igualmente, las medidas previstas en el Real Decreto-Ley
7/2002.
Se establece -y es importante subrayarlo una exención en el impuesto sobre la renta de las personas físicas respecto a las ayudas directas concedidas a todas las personas afectadas y, adicionalmente, se permitirá la posibilidad de solicitar
por los contribuyentes la reducción de los índices o módulos de IRPF e IVA, incluso en ámbitos territoriales diferentes a los que hubiesen fijado las órdenes ministeriales correspondientes e incluso para actividades económicas distintas de las
expresamente mencionadas, siempre que hubiesen resultado afectadas, directa o indirectamente, por las prohibiciones de pesca y marisqueo.



Por otro lado, se precisa que el Ministerio de Hacienda establecerá mediante las correspondientes órdenes ministeriales en el ámbito de sus competencias y previo informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la reducción de
los signos, índices o módulos en el impuesto sobre la renta de las personas físicas y el impuesto sobre el valor añadido. Pero, señorías, ya no hablamos sólo de las familias gallegas. Tristemente tenemos que hablar en este momento de las
asturianas, de las cántabras y de las vascas. Por ello, el nuevo real decreto-ley extiende todas las medidas ya establecidas por el Real decreto-ley 7/2002 y las que acabo de mencionar a las comunidades autónomas del Principado de Asturias,
Cantabria y el País Vasco. Creo importante precisar que las medidas previstas se establecen sin perjuicio de la competencia que puedan ostentar las comunidades autónomas y los territorios históricos del País Vasco, en este caso, en relación con el
ámbito fiscal. Mediante orden ministerial se determinarán en forma concreta los términos municipales y núcleos de población incluidos. Me parece especialmente destacable indicar que se establecen dos nuevas líneas de crédito dotadas de 100
millones de euros ampliables cada una para los afectados de las comunidades autónomas del Principado de Asturias, Cantabria y País Vasco y que irán destinadas a anticipar la reparación o reposición de instalaciones industriales, pesqueras, acuícolas
o marisqueras, incluido el arte y el resto del material de


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pesca. Y siempre con el horizonte puesto en una próxima reactivación de la actividad económica.



En último término, quiero resaltar que el real decreto-ley también establece la próxima celebración, el 11 de enero de 2003, de un sorteo Lotería Nacional cuyos beneficios se destinarán a sufragar los efectos derivados del accidente del
buque Prestige. Confío sinceramente en que en el momento de convalidación del real decreto-ley por parte del Pleno de esta Cámara -me gustaría que fuera este jueves- se alcance el mismo grado de unanimidad que se alcanzó en el anterior.



En definitiva, señorías, lo que he tratado de transmitir es que no nos hemos detenido. En un primer momento se adoptaron las medidas más urgentes para atender a los grupos afectados de forma inmediata desde el principio. Pero, según han
evolucionado los acontecimientos, hemos acometido la redacción y aprobación de una nueva norma que amplía esas medidas a los grupos que, sabemos, se han visto igualmente perjudicados.
También me parece importante subrayar que, al igual que ocurrió
con el primer real decreto-ley aprobado, el Gobierno ha sabido de nuevo actuar con rapidez a la hora de ampliar y extender las medidas cuando ha sido necesario y, debo insistir, con una celeridad muy importante si la comparamos con situaciones
anteriores análogas.



Por otro lado, señalaré que las actuaciones no se detienen en el real decreto-ley. Así, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación y el presidente de la Xunta firmaron el 7 de diciembre un protocolo para la articulación de actuaciones
y medidas a llevar a cabo por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y la Xunta para paliar los daños ocasionados por el accidente del Prestige. Dentro de esta parte de mi comparecencia, centrada en aquellas actuaciones que tienen un
reflejo directo en los ciudadanos, me referiré a un asunto que también reviste una importancia muy especial.



En todo momento hemos tenido en cuenta la salud y la seguridad de las personas. El Ministerio de Sanidad y Consumo ha realizado numerosas actuaciones desde los primeros momentos del accidente que, si me permiten, paso a exponer de forma
breve. El ministerio, a través de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, viene haciendo un seguimiento del accidente en cuanto a sus potenciales repercusiones sobre la inocuidad de los productos de la pesca ya desde el comienzo -día 15 de
noviembre-, analizando minuciosamente toda la experiencia adquirida con ocasión de accidentes similares acaecidos en los últimos años. Para ello, se han mantenido permanentes contactos con las autoridades competentes de las regiones afectadas, así
como con la comisión interministerial de seguimiento de la crisis. Además, se ha trabajado conjuntamente con dichas autoridades en el diseño y programación de las actuaciones de control, programas de muestreo y cobertura analítica, asegurando la
homogeneidad y adecuación de las técnicas disponibles. Se ha constituido un comité asesor científico específico para el estudio y seguimiento de este caso, especialmente con el fin de prever, sobre bases objetivas, las actuaciones que pudiera ser
necesario llevar a cabo a medio y largo plazo. Igualmente, la agencia ha recabado y cuenta ya para el diseño y propuesta de sus actuaciones con la asesoría de expertos de organizaciones de Naciones Unidas, concretamente la Organización Mundial de
la Salud. En este contexto y más concretamente para promover y coordinar las actuaciones necesarias para garantizar la seguridad de la cadena alimentaria, se han realizado actuaciones como la consulta e intercambio de información con los expertos
de la Agencia Francesa de Seguridad Alimentaria y, como he dicho, de la Organización Mundial de la Salud. Se han constituido grupos de trabajo de coordinación interna, comisión de seguimiento de las actuaciones realizadas en el ámbito del
Ministerio de Sanidad y Consumo en relación con el naufragio del buque Prestige, grupo de trabajo con la Secretaría General de Pesca del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para el seguimiento de situación y coordinación de actuaciones,
etcétera. Además de ello, el Ministerio de Sanidad y Consumo ha coordinado, en el seno de la comisión de salud pública del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, por afectar el problema del vertido a cuatro comunidades autónomas,
las tareas de cooperación y armonización de las actuaciones en el ámbito de la salud pública. Fruto de ello es la elaboración y aplicación de un protocolo de prevención de riesgos laborales en relación con las personas dedicadas a las labores de
limpieza y la articulación de un sistema específico de información sanitaria específico de vigilancia epidemiológica para hacer un seguimiento puntual de los eventuales problemas derivados de la recogida del fuel. Finalmente, el diseño y puesta en
marcha de los programas de control de la cadena de comercialización de los productos del mar y de los planes de control analítico, manteniéndose reuniones con las autoridades de las cuatro comunidades autónomas afectadas.



En definitiva y en conclusión, lo que se está pretendiendo es alcanzar el máximo nivel de coordinación entre el Ministerio de Sanidad y Consumo y las autoridades competentes de las comunidades autónomas, centrándose la atención en lo
siguiente: en el seguimiento continuado de la situación de cierres y aperturas en las zonas de captura y extracción de la cornisa cantábrica y atlántica, que permite garantizar que los productos capturados o extraídos son idóneos para el consumo
humano con respecto a posibles contaminantes del vertido; en la implantación de programas intensivos de control e inspección de la cadena de comercialización, con especial hincapié en los puntos primeros de venta: lonjas, mercados, etcétera; en
la recogida in situ de muestras de productos del mar representativas del estatus respecto a posible contaminación por el vertido


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en las autonomías afectadas. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria informará en todo momento sobre las condiciones de calidad y seguridad de los productos presentes en el mercado.



Señorías, como ya les he señalado en otras ocasiones, las actuaciones del Gobierno no sólo están dirigidas a paliar los daños ya producidos por el vertido, sino que hemos previsto todo un elenco de iniciativas destinadas a combatir los
potenciales perjuicios que en los próximos tiempos pudieran derivarse, sobre todo en el ámbito socioeconómico, para las autonomías afectadas. Me gustaría destacar la elaboración de un plan de reactivación económica de las zonas afectadas que
incluye medidas de impulso al turismo, potenciación de los incentivos regionales, acciones especiales a favor de las pymes, créditos blandos y actuaciones a través de la SEPI. Me van a permitir que, de forma sucinta, me refiera a cada uno de los
extremos de este plan.



En lo concerniente al turismo, quiero informarles de la reunión, con carácter previo a la conferencia sectorial, que tendrá lugar el jueves entre el secretario de Estado de Comercio y Turismo y los responsables de turismo de los gobiernos de
Galicia, Cantabria y el País Vasco, así como representantes del sector turístico de estas comunidades autónomas, para concretar medidas conjuntas de apoyo al turismo en tres frentes de actuación: promoción y publicidad, comunicación a través de
medios internacionales y colaboración con los destinos afectados.



Por lo que se refiere a la promoción y a la publicidad, el Gobierno va a asignar un presupuesto extraordinario de 6,6 millones de euros, que se distribuirán como sigue: 2 millones de euros se destinarán a reforzar la publicidad exterior de
la marca interregional 'España Verde', a través de la cual se vienen promoviendo las cuatro comunidades de la cornisa cantábrica. Esta aportación adicional se suma a los 500.000 euros previstos inicialmente y podrá ser completada por las propias
comunidades autónomas. Dos millones de euros más se destinarán a aumentar la inversión de la marca 'Camino de Santiago', que incluye también a las cuatro comunidades autónomas de la cornisa cantábrica además de Castilla y León, La Rioja, Aragón y
Navarra, que es uno de los activos turísticos más importantes de Galicia. Con ello, la inversión en publicidad internacional del Camino se situará en 2,9 millones de euros, además de las aportaciones que pudieran realizar las propias comunidades
autónomas.
Otros 2 millones de euros se destinarán a una acción específica en Galicia. Y finalmente el Gobierno destinará 600.000 euros más a desarrollar una campaña de marketing on line. Deben tener en cuenta SS.SS. la importancia que están
adquiriendo las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación como canal de información y comercialización de productos turísticos. El uso de este medio es más importante aún en el caso de productos y destinos especializados, como es el
supuesto de la cornisa cantábrica.



Como complemento a la campaña de publicidad, el Ministerio de Economía está elaborando un ambicioso plan de comunicación que incluirá la realización de más de un centenar de viajes de representantes de medios de comunicación internacionales
captados a través de las oficinas de turismo en el exterior. Por último, el Gobierno propondrá la aprobación por la Mesa de directores generales de Turismo de al menos cinco nuevos planes de excelencia y dinamización turística en municipios de la
cornisa cantábrica, entre los cuales estarán las siguientes iniciativas: en concellos de Costa da Morte, 5 millones de euros entre las tres administraciones; en la zona de El Salnes, 3.300.000 euros; en Ribadeo-Castropol, 3.280.000 euros -este
plan es adicional a otras dos actuaciones en la zona del Principado, en la zona de Eo y en Oviedo-, y en Comillas, Cantabria, 3.600.000 euros. En total, estamos hablando de un esfuerzo inversor que se situará en torno a 23 millones de euros, a lo
que habrá que añadir, como he señalado anteriormente, las aportaciones que puedan realizar las comunidades autónomas.



Señoras y señores diputados, como contribución a la recuperación socioeconómica y en el ámbito de los incentivos regionales, se concederá prioridad a los proyectos ubicados en las zonas afectadas por el vertido.
También, con el ánimo de
favorecer la actividad empresarial, quisiera señalar las ayudas a proyectos de pymes ubicadas en las zonas afectadas.
Por una parte, se destinarán tres millones de euros de la reserva presupuestaria para proyectos de este carácter y, por otra, se
dará prioridad en la selección a aquellos proyectos que involucren a pequeñas y medianas empresas de estas comunidades. Quiero mencionar también que se realizarán diferentes actuaciones en materia de oferta de suelo industrial para favorecer el
establecimiento de nuevas empresas en Galicia. Igualmente, y en esta misma línea, quiero mencionar la acción especial de la SEPI de captación de nuevas inversiones para su ubicación en Galicia, con el fin, entre otras medidas, de potenciar la
introducción de nuevos proyectos de inversión. Así, por ejemplo, prospección de mercados para detectar proyectos de inversión que buscan localización, selección de aquellos para los que Galicia puede presentar ventajas comparativas, realización de
estudios de viabilidad vinculados a la localización en Galicia y otros. De la SEPI también quiero destacar la acción de promoción del desarrollo empresarial de Galicia, en virtud del cual se ofrecerá todo un conjunto de servicios para facilitar la
actividad empresarial: asistencia técnica de la planificación de proyectos y elaboración de estudios de viabilidad, financiación de proyectos, etcétera. Quiero destacar también otra de las iniciativas adoptadas por el Gobierno en esta misma línea
de impulso y reactivación económica: la iniciativa especial de empleo para los municipios afectados, en virtud de la


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cual el INEM destinará más de 14 millones de euros para posibilitar la contratación por las corporaciones locales de vecinos desempleados de las mismas.



Señoras y señores diputados, una vez que me he referido a los aspectos que inciden de forma más directa en las personas, paso a referirme al tercer gran eje de mi comparecencia, en el que voy a exponer las últimas actuaciones de lucha contra
los residuos, tanto en el mar como en el litoral. Comenzaré por las actuaciones que continúan desarrollándose en nuestras aguas. Este, lógicamente, es un tema capital -luego incidiré más en el mismo-, hay que actuar en muchas direcciones, pero el
tema de las aguas, como no se le escapa a nadie, es el tema más importante. Como ya les expliqué en la comparecencia del día 5 de diciembre, en las labores de limpieza en el mar influyen una multiplicidad de factores incontrolables, pero por encima
de todos se han de mencionar las condiciones meteorológicas y la dimensión y la evolución de las manchas.
Durante este primer mes de operaciones han sido varias las jornadas en las que el temporal en las costas de Galicia ha impedido el normal
desarrollo de las tareas de limpieza, ya que los barcos sólo pueden trabajar en condiciones idóneas con olas inferiores a 2,5 metros de altura. Sin ir más lejos, el sábado pasado, que yo estuve en A Coruña, los barcos se mantuvieron atracados o
fondeados cerca de los puertos, pues la altura de las olas superaba los 7 metros. Por otra parte, el acercamiento de las manchas a la costa -este también es un tema muy importante-, provocado por numerosas jornadas de viento del suroeste, ha
determinado que se forzasen las tareas de estos barcos para intentar que llegara la menor cantidad de fuel posible a las playas. Si a una altura de ola superior a 2,5 metros, le unimos la constante fragmentación y acercamiento de las manchas a la
costa, las tareas de estos grandes barcos succionadores se complican notablemente.



En cualquier caso, mantenemos el contingente de importantes medios tanto marítimos como aéreos. A modo de ejemplo, les querría indicar -tampoco quiero abrumarles- que ayer estuvieron disponibles en todas las zonas afectadas, los barcos
españoles Alonso de Chaves, Punta Mayor, Ibaizábal I, Ibaizábal II, Ría de Vigo, Pau da Luz, Salvamares, Torre de Hércules, Altair, Atlántico, Shaula, Algenib, Sargadelos, Capella, Rigel, Algol, Mirach, Deneb, Monet Gorbea y Orión, diversas
embarcaciones de la Guardia Civil, del Servicio de Vigilancia Aduanera, de la Xunta de Galicia y de la Cruz Roja Española. A ellos habría que sumar los medios marítimos extranjeros, el Ailette, el Rijndelta, el Alcyón¸ el Neuwerk, el Arca, el Union
Beaver, el Sefton Supporter, el Far Scout y el British Shield. Este último petrolero británico no se dedica a las labores de recogida, sino al almacenamiento de los residuos recogidos en el mar. Tiene una capacidad de 6.000 metros cúbicos para
almacenamiento. También hay que citar al Atalante, francés, que porta el batiscafo, al Gunnar, danés, al Tito, italiano, y al Aqua Chiara, también italiano. Junto a ello, y como medios aéreos, disponemos de una flota, pero creo que no hace falta
entrar en este asunto. A esa flota española, que es muy amplia tanto de aviones como de helicópteros, hay que añadir un avión portugués y dos aviones franceses.



Todo este despliegue nos ha permitido en este momento detectar y recoger una cifra aproximada de 13.000 toneladas de residuos sólidos en el mar, más 1.780 metros cúbicos de aguas oleosas, que, una vez decantadas, podrán incluirse en el total
recogido en el mar. Estas cifras, junto a los 22.991 metros de barreras utilizadas, dan idea del enorme esfuerzo que se está haciendo en las aguas.



Señorías, después de enumerar los medios, me parece importante en este momento informar de cómo se articulan las operaciones diarias que se llevan a cabo por estos medios. Es en el Centro de control de operaciones de la torre del puerto de
A Coruña donde se articulan y centralizan las actuaciones a realizar durante la jornada. Para las manchas situadas en alta mar, aviones del ejército y de la Xunta salen diariamente, mañana y tarde, por las zonas que se les adjudica desde el centro
de control al reconocimiento de posibles manchas. Estos aviones transmiten la información en tiempo real al centro de control de A Coruña. Con esta información, los grandes barcos de limpieza, que son ayudados por los medios aéreos y por los
barcos de reconocimiento, se sitúan en las zonas de manchas. Este tipo de operación fue la más operativa en el primer momento, en el cual las manchas se localizaban en alta mar. No obstante, tengo que destacar que estos barcos de limpieza de gran
capacidad trabajan bien sobre superficies de fuel de cierta entidad, pero no así en zonas de múltiples manchas e irisaciones de escasa entidad, muchas veces cercanas a la costa. Es por ello que está cobrando una especial importancia la labor de las
pequeñas embarcaciones, más adecuadas para este trabajo cuando el vertido está fraccionado, y a las que a continuación me voy a referir.



Para las manchas situadas en zonas costeras, esto es, unas cinco millas desde la línea de litoral, que ahora son las que requieren mayor atención, hemos reforzado el dispositivo denominado Observación próxima.
Tres helicópteros y más de una
docena de lanchas llevan a cabo sin interrupción la exploración de la zona costera para el avistamiento de manchas. Detectada y comprobada la existencia de fuel en el mar, se comunica al centro de control de A Coruña, donde expertos de capitanía
marítima y de la Xunta alertan al capitán marítimo de la zona para que coordine el envío de barcos de menor tamaño para la limpieza de las manchas detectadas. En este ámbito, y por las razones que he expuesto, se hace muy necesario contar con la
inestimable colaboración de las pequeñas embarcaciones de las cofradías de pescadores, de las personas que conocen y trabajan esas aguas. Por ello, ya estamos trabajando con


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armadores y tripulantes de las cofradías, que ya a día de hoy colaboran en estas operaciones. Además, se ha activado una póliza de seguros que cubre los riesgos que puedan sufrir los trabajadores del mar en el desarrollo de estas labores de
limpieza. Permítanme, señoras y señores diputados, aprovechar este momento para agradecer de forma especialmente destacada los esfuerzos que están haciendo tantas personas de la mar para evitar males mayores, aportando sus medios, sus
conocimientos, su experiencia y sobre todo su coraje y su voluntad.



Finalmente, quisiera hacer una muy especial mención a las actuaciones seguidas a través del batiscafo francés Nautile que, tras varias inmersiones, ha arrojado alguna luz sobre la situación del buque a esos 3.600 ó 3.900 metros de
profundidad a los que se encuentra. Voy a leerles cómo estamos a fecha de hoy, pero antes quiero hacerles un comentario que me parece importante. Como ustedes saben y como se deduce también de mis intervenciones, en un asunto de estas
características son muchísimos los aspectos a los que hay que prestar atención, como los temas relacionados con las personas, con el ámbito internacional, con el ámbito legal, es decir, son muchas cosas, pero al final, el tema más importante es cómo
operamos en el medio y largo plazo. Es decir, la existencia de un buque hundido con decenas de miles de toneladas -aunque no sabemos exactamente la cantidad- de fuel en el mar es, sin lugar a dudas, la amenaza más importante que tenemos en este
momento, porque es una espada de Damocles que está ahí. Por tanto, nuestros mayores esfuerzos deben dedicarse fundamentalmente a este asunto, aunque a los demás también, como es natural.



Ustedes saben que he constituido un comité científico, formado por expertos en la materia, al cual se han incorporado también miembros del Instituto francés Ifremer, que ha tenido una colaboración muy destacada en todas las operaciones que
se realizaron después del accidente del buque Erika, que ustedes conocen. También hemos incorporado a expertos de Portugal y de la Comisión. Ayer mismo tuve ocasión de participar en una reunión, aunque en realidad me dediqué a estar brevemente con
los miembros de este comité a los efectos de hablar con ellos y plantearles lo siguiente. Voy a contarles fundamentalmente lo que les planteé en la reunión del día de ayer. Les he planteado que estudien una serie de cuestiones que se me ocurrían
y, posteriormente, que estudien todo lo que consideren necesario para resolver este tema, como es natural. Les he pedido que nos informen del estado general del buque, de las grietas que pueda haber en el buque, del fuel que está saliendo, de las
previsiones de salida de fuel en el futuro, de si ese fuel se va a solidificar o no, de cuándo se va a solidificar, si lo hace, y les he pedido que me faciliten alternativas, es decir, qué es lo que hay que hacer en una situación de estas
características. También les he demandado la mayor rapidez posible, en el bien entendido por todos de que no interesa que por intentar hacer las cosas con la mayor agilidad posible no se pueda dar con la mejor de las soluciones posibles, porque es
prioritario dar con la buena solución, aunque nos lleve un poco más de tiempo.



La situación actual en relación con este asunto, es la siguiente. Como he dicho, ayer se reunió el comité y se analizaron los datos obtenidos en la segunda campaña del Atalante, con el Nautile, que tuvo lugar entre los días 11 a 15 de
diciembre, llegándose a las siguientes conclusiones, en el bien entendido que las desfavorables condiciones meteorológicas no permitieron completar el programa preestablecido de inmersiones del Nautile y sólo se pudo realizar una inmersión completa
en el pecio de proa y una de dos horas en el pecio de popa. Naturalmente, las condiciones meteorológicas nos dificultan, como les he dicho antes, la recogida de fuel en el mar, nos crean dificultades cuando los vientos no están a favor y,
lógicamente, nos hacen menos fácil las actuaciones en relación con el Nautile. La situación es la siguiente: En cuanto a la inspección y trabajos realizados en la proa, la inmersión en proa se realizó el día 12, tuvo una duración efectiva de 5
horas de trabajo, durante la cual se realizaron las siguientes operaciones. Se tomaron medidas en el efluente que sale de la bita número 3, dos veces durante 10 minutos cada vez, se obtuvo una lectura estable de 9,8 grados. También se realizaron
otras tomas de temperatura en la fuga número 2. Los expertos dicen que esta medida es poco representativa debido a la proximidad del sensor al acero del casco, ya que las condiciones de trabajo no permitieron un posicionamiento óptimo del sensor.
La temperatura media fue de 4,2 grados y se constata que la temperatura del agua es de 2,5 grados. Se calculó el flujo en la bita número 3, empleando marcadores, láser y mecánico, estimándose un caudal de 7,2 toneladas/día en esa fuga concreta. A
continuación, se efectuó la operación de obturar la boca de la bita 3, de 35 centímetros de diámetro, para detener la fuga. Para ello, se utilizó un disco de aluminio de 60 centímetros de diámetro que en la zona de contacto con la bita estaba
recubierta de neopreno. Sobre el disco se pusieron dos lastres que totalizan 50 kilogramos. La observación realizada inmediatamente después de la operación indica que el flujo se detuvo en esta bita, aunque se considera necesario comprobar la
efectividad de la operación realizada en inmersiones posteriores. El flujo de fuel se detuvo después de colocarle dos lastres de 50 kilogramos, pero se considera necesario -y es lo que van a hacer en los próximos días- comprobar la efectividad de
la operación realizada en inmersiones posteriores. Tal como se indicó en el informe anterior, esta actuación tiene un carácter de evolución preliminar para demostrar la viabilidad de este tipo de soluciones, siquiera con carácter temporal.
También
se tomó una muestra de fuel de la fuga número 2 para su posterior análisis en el laboratorio. Se comprueba la presencia de pequeñas


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cantidades de fuel adheridas a distintas estructuras del casco, que muestran una gran adherencia. Se tomaron muestras de agua en la zona próxima al pecio para su posterior análisis. Todo esto en cuanto a la proa. Situación del pecio:
aparentemente el pecio continúa bien asentado en el sedimento, hundido 1,4 metros en el lado de estribor y 0,40 metros en el de babor.



Voy a pasar ahora a comentar la inspección y a los trabajos realizados en la popa. Durante las dos horas de inmersión del día 15 se pudieron realizar las siguientes operaciones: inspección de la parte frontal de la superestructura;
medición de la temperatura del flujo de fuel procedente del menguante de ventilación de la cámara de bombas, identificado como fuga número 1 de popa, aunque esta medida es poco fiable debido al contacto del sensor de temperatura con una estructura
metálica del manguerote, y también se tomaron muestras de agua en la zona próxima al pecio. Situación del pecio: aparentemente este pecio también se encuentra bien asentado, si bien está sobre una superficie rugosa, inclinada 20 grados en
dirección longitudinal y 15 grados en la transversal. La inclinación de la cubierta del pecio, medida con clinómetro, proporcionó un valor de 10 grados en la dirección longitudinal y entre 12 y 15 grados en la dirección transversal. Las
conclusiones son las siguientes: Primero, el fuel de los tanques sigue fluyendo, debido a la diferencia de densidad con respecto a la del agua. Sin embargo, los pequeños depósitos de fuel adheridos a diversos elementos de la cubierta tienen la
apariencia de un material elástico, viscoso y adherente. Segundo, se ha medido la temperatura a la que fluye el fuel de la fuga número 3 de proa.
Tercero, se ha tapado la bita número 3. Cuarto, el estudio de las imágenes de algunas fugas sugiere
cierta reducción del flujo, a la espera de un posterior estudio de las mismas. Y por último, se recomienda continuar con la máxima urgencia posible la obturación de las fugas con esta metodología o con una similar adaptada a cada forma o situación
de cada fuga y en el máximo número de fugas que sean accesibles. He querido informarles con detalle de este tema, porque, como he señalado al principio de esta parte de mi intervención, considero que el asunto más importante es el corto y medio
plazo. Es verdad que la situación que puede provocar el fuel en el mar y lo que está sucediendo en las playas es tremendo, pero, al final, aquí está el grueso del fuel y, lógicamente, el mayor esfuerzo tiene que estar dedicado a que se produzcan
las mínimas fugas posibles.



En síntesis, la comisión de expertos sostiene que el barco está, hasta el presente momento, en un buen estado, que hay grietas en proa y en popa, que suelta aproximadamente unas 120 toneladas al día y en este momento los objetivos
fundamentales son dos. En primer lugar, reducir el fuel que está saliendo del barco. Hay dos vías para reducirlo. Una, que es la vía natural, que lógicamente no depende de lo que nosotros podamos hacer. A medida que se va enfriando la
temperatura, el fuel es mucho más viscoso y los técnicos apuntan a que se irá reduciendo el fuel que va a salir. La otra, que es la vía del hombre, que es la colocación de esas placas, una de ellas de 50 kilogramos, a la que he hecho referencia, y
que de momento ha funcionado. Después, se empezará a trabajar en la búsqueda -aunque de hecho ya se está trabajando- de una solución definitiva.



Por tanto, el objetivo de la próxima operación del Nautile, que será esta semana, va a ser, en primer lugar, la toma de temperaturas para ver si ha bajado la temperatura de esos 9,8 grados; en segundo lugar, ver el fuel que está saliendo,
para ver si se ha reducido; en tercer lugar, comprobar si esa tapa de 50 kilogramos ha sido eficaz, como parece que ha sido en un primer momento, y por último, intentar colocar otras tapas en las grietas. Esa es la situación, insisto, en uno de
los asuntos más importantes y que más nos preocupan en este momento.



Quiero decir, además, que nuestras actuaciones de investigación van más allá, porque es necesario empezar desde ahora a evaluar el impacto que sobre las especies marinas ha tenido el siniestro. El Instituto Español de Oceanografía,
encuadrado en la Sociedad Española de Investigación Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia y Tecnología, está realizando una campaña con el buque oceanográfico Cornide de Saavedra, en dos fases. La primera de ellas se desarrolló entre
el 7 y el 13 de diciembre del año 2002 y tuvo como objetivo el estudio de la distribución espacial de hidrocarburos en las aguas y sedimentos de la plataforma continental gallega. Esta campaña aportará una primera información de lo que no se ve del
vertido, es decir, su presencia en el agua y en el lecho marino.



La segunda fase, ya en marcha, tendrá como objetivo principal el estudio de los posibles efectos que hayan tenido los hidrocarburos en las comunidades de especies marinas. Se pretende estimar si existen diferencias significativas entre la
distribución y abundancia de las especies respecto a las condiciones previas a la perturbación, tomando como base los resultados de la última campaña realizada en la zona con el mismo buque, que fue Demersales 2002, en el pasado mes de octubre. Se
pretende estimar el posible efecto del vertido sobre la estructura de las comunidades bentónicas y demersales presentes en la zona, así como constatar la presencia de fuel en los fondos de la plataforma y en los peces y otros seres vivos. Queremos
seguir investigando, y para mejorar nuestras actuaciones en este ámbito encauzaremos todas las iniciativas en un marco único de actuación.



En cuanto a las actuaciones desarrolladas en la costa, que es la segunda parte del tercer punto al que me estoy refiriendo en esta comparecencia y al que me referí en las anteriores (primero, recuerdo, la parte organizativa; segundo, la
atención a las personas; tercero, el mar y la playa; cuarto, las actuaciones legales, y quinto, las


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internacionales), quiero decirles lo siguiente: Hemos intentado cubrir las necesidades materiales de quienes trabajan en nuestras playas y puedo asegurarles que el esfuerzo está siendo muy grande. Voy a insistir con las cifras, porque creo
sinceramente que son el mejor indicativo del empeño que se está poniendo en este punto. Hemos repartido 170.824 equipos de protección individual y tenemos 93.180 en stock, es decir, un total de 263.462 equipos. Se ha contado con 32.291
herramientas, más 17.879 en almacén para las próximas necesidades. Se han repartido 13.281 contenedores en playas y puertos, en una actuación en la que están comprometidas las administraciones implicadas en la limpieza y recuperación de las zonas
afectadas por el vertido.



En la línea de refuerzo de los medios utilizados, tengo que destacar la importante reunión que mantuvieron el día 13 de diciembre el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, el ministro de Medio Ambiente y un representante
del Ministerio de Fomento con importantes empresas constructoras españolas, las cuales habían ofrecido su colaboración para la limpieza de las playas afectadas por este accidente. Esta colaboración se traducirá en la disponibilidad de una serie de
medios especializados, tanto personales como materiales. Y con este fin el sábado pasado, día 14, se celebró ya una reunión técnica para poner, con la mayor celeridad posible, todos estos medios a disposición de quienes están trabajando en las
tareas de limpieza de las playas afectadas.



Permítanme, además, que recuerde que vamos a analizar las consecuencias ambientales del vertido, es decir, el impacto sobre el ecosistema. Y para ello se ha puesto en marcha un acuerdo para la realización de un estudio financiado
conjuntamente y a partes iguales por el Gobierno de España y la Unión Europea de hasta 600.000 euros, para poner en marcha de forma inmediata el conocimiento de cuál es la afección medioambiental y de los ecosistemas afectados en todas las costas
españolas y establecer la colaboración futura con otros países que pudieran verse afectados.



Como digo, el esfuerzo está siendo grande por parte de todos. Ayer mismo trabajaron en las costas españolas 6.767 personas, de las cuales 5.920 en Galicia, 371 en Asturias, 373 en Cantabria y 103 en el País Vasco. Y hasta el día de ayer,
es otro dato significativo, se han retirado de nuestras costas 18.710 toneladas de arena. Pues bien, quiero agradecer una vez más la labor desarrollada tanto por las organizaciones no gubernamentales como por los miles de voluntarios que, llegados
de todas partes, aportan su energía, su tesón y su ánimo a la difícil labor de reponer nuestras playas a una situación de normalidad.



En este sentido, me gustaría además poner de relieve la puesta en marcha, por el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, de una unidad de coordinación con las organizaciones no gubernamentales, para facilitar las tareas de voluntariado
relacionadas con el vertido del Prestige. Su objetivo es servir de enlace permanente con las organizaciones no gubernamentales para canalizar las ofertas de éstas y ponerlas en contacto con las comunidades autónomas afectadas por el vertido. A la
vez, permitirá atender las necesidades de los voluntarios y facilitará la información sobre los medios necesarios para el trabajo, alojamiento y manutención de éstos.



Señorías, insisto, son miles las personas que se desplazan a las costas de Galicia, pero también de Asturias, Cantabria y el País Vasco. Les voy a proporcionar otro dato significativo. El pasado puente de la Constitución fueron en torno a
6.000, sólo en Galicia, los voluntarios que se sumaron a las labores de limpieza. Y las cifras se han repetido este fin de semana. Hemos contado con más de 6.600 voluntarios, distribuidos en las cuatro comunidades autónomas afectadas. La
respuesta que ha dado la sociedad civil a un siniestro de esta envergadura no hace sino reafirmar nuestra profunda convicción en que la solidaridad y el espíritu de colaboración son motores que se encienden en los ciudadanos españoles siempre que
las circunstancias así lo piden. Junto a ello, quiero también destacar la colaboración de voluntarios y expertos europeos y de otros países de la comunidad internacional. Concretamente, la Agencia Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense, la
NOAA, ha desplazado hasta el momento dos delegaciones, la primera integrada por cuatro expertos de la NOAA y un experto de los guardacostas y la segunda, que se encuentra todavía en A Coruña, formada por otros dos expertos. Estos expertos ofrecen
las valoraciones y alternativas técnicas precisas para la posterior toma de decisiones y aportan su experiencia en la gestión de crisis derivadas de accidentes similares. También el CEDRE, centro francés de documentación, de investigación y de
experimentación sobre la contaminación marina por accidentes, tuvo presencia en la crisis del Prestige desde el primer momento. Se enviaron en su día tres ingenieros, que realizaron una importantísima labor de formación a todo el personal que se
integra en las tareas de limpieza y regeneración de playas.



Igualmente determinante, señorías, ha sido la presencia, desde el primer momento, de la OSRL, en A Coruña. Es una empresa británica considerada como la mayor experta de Europa en la lucha contra la contaminación. Esta empresa lleva a cabo
el reconocimiento de zonas, colabora en el entrenamiento del personal que trabaja en las playas y desempeña directamente tareas de limpieza y regeneración. Bélgica ha enviado 33 personas, entre expertos y voluntarios. Alemania ha participado con
dos delegaciones, una primera de 30 personas y la que actualmente se encuentra en A Coruña, integrada por 14 personas.



Finalmente, aludiré a la presencia de la Comisión Europea y a la visita de una delegación de 23 observadores, con representantes de todos los Estados de la


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Unión, que visitó del 23 al 27 de noviembre los escenarios de mayor impacto, en aquel momento: Muxía, Camariñas y playa Langosteira.



En este momento, señorías, me voy a extender de manera quizá más detenida en exponer un punto que me parece importante: la presencia de nuestras Fuerzas Armadas en las zonas afectadas, tanto en lo que se refiere a las costas como al mar.
La colaboración del Ministerio de Defensa con motivo del accidente del petrolero Prestige se inició, y quiero subrayarlo, el día 14 de noviembre y continúa ampliándose. Por parte de la Armada, y en tareas de vigilancia marítima, se mantuvo
presencia naval desde el principio, ejerciendo una labor de seguimiento marítimo con distintas unidades.



Por otro lado se colaboró en las costas desde el primer momento de la llegada del fuel con la limpieza de las playas afectadas, poniendo a disposición de las autoridades civiles el personal adecuadamente equipado perteneciente a las
unidades, centros y organismos de la zona marítima del Cantábrico. También el Ejército de Tierra, por lo que afecta a la limpieza de costas, y el Ejército del Aire tuvieron presencia en esos primeros días posteriores al siniestro.



Posteriormente, y paso a referirme a los despliegues efectuados desde mi anterior comparecencia, señalaré que el día 8 de diciembre se incorporaron a las tareas de limpieza de las zonas afectadas otros 2.800 militares del Ejército de Tierra,
de la Armada y del Aire, que se sumaron a los 2.500 desplegados anteriormente. El Ejército de Tierra envió 1.853 efectivos más procedentes del Mando de Ingenieros de Salamanca, del Mando de Artillería de Campaña de León, División Mecanizada de
Burgos, Brigada Paracaidista de Madrid, Brigada de la Legión de Almería, Brigada Acorazada de Madrid y de la Brigada Ligera Aerotransportable de Pontevedra. La Armada aportó los buques de asalto anfibio Galicia y de transporte Pizarro. El Ejército
del Aire incorporó 300 hombres a las tareas de limpieza, además de los aviones que venían participando. Estos hombres pertenecen a la escuadrilla de Apoyo al despliegue Aéreo de Zaragoza, al Escuadrón de Zapadores Paracaidistas de Alcantarilla y al
Acuartelamiento de la Base Aérea de Getafe. El 9 de diciembre se incorporaron efectivos del Ejército de Tierra hasta completar un total de 3.686 militares trabajando directamente en tareas de limpieza de las playas gallegas afectadas por el
vertido. Llegaron también a distintas localidades de Asturias, Cantabria y del País Vasco 330 militares del Ejército de Tierra para trabajar en la limpieza de playas. A modo de síntesis en esa fecha los efectivos desplazados por el Ministerio de
Defensa alcanzaron un total aproximado de 7.000 militares, de los cuales 6.800 se encuentran en la zona y aproximadamente otros 200 en tareas de coordinación, apoyo y seguimiento en los estados mayores de los tres ejércitos y del Estado Mayor de la
Defensa. Señorías, he querido hacer una exposición exhaustiva en este punto porque me gustaría destacar que la presencia de las Fuerzas Armadas se remonta a los primeros momentos de la catástrofe, aunque en las últimas dos semanas ha habido un
importante refuerzo.



Para concluir este gran eje quisiera hacer una especial mención al Parque Nacional de las Islas Atlánticas donde los residuos han llegado de forma generalizada. En este caso se ha puesto en marcha un plan de prevención y actuación en el que
está trabajando toda la red de parques nacionales. En Islas Atlánticas están trabajando, como acabo de señalar, tanto personal propio de los parques nacionales como voluntarios, apoyos de los concellos de Bueu y de Vigo, cofradías de pescadores, la
Sociedad Española de Ornitología y también quiero destacar hay una importante presencia de nuestras Fuerzas Armadas. Podemos decir que la coordinación entre todos los agentes implicados bajo la supervisión del personal técnico de parques nacionales
es excelente. Además se está procediendo a la exploración de los fondos marinos para determinar en su caso las actuaciones a realizar y mantendremos el esfuerzo porque nos preocupa también la defensa de ecosistemas con una biodiversidad tan rica
como la de las zonas afectadas. Los trabajos no se detienen y continuaremos informando de las actuaciones en nuestras aguas y en nuestras costas cuantas veces resulte necesario.



Entrando en el siguiente bloque de mi comparecencia voy a hacer una breve referencia a la situación en que se encuentran los procesos legales en curso relacionados con el siniestro y sus consecuencias. Recordarán que se sigue un proceso
penal contra el capitán del barco, el primer oficial y el jefe de máquinas por un posible delito contra el medio ambiente y los recursos naturales, así como de desobediencia a las órdenes dadas por la autoridad marítima para alejar el barco de las
costas españolas. Por lo que se refiere a este proceso penal puedo señalar que la Abogacía del Estado ha solicitado abundante prueba encaminada a identificar las personas y la forma de intervención de todas las sociedades que en principio están
relacionadas con el siniestro: la propietaria registral, la armadora, la fletadora, la salvadora, la aseguradora y las sociedades clasificadoras. En cuanto al procedimiento administrativo sancionador la situación en este momento es la siguiente:
Hace unos días la representación de la compañía aseguradora solicitó a Capitanía Marítima la suspensión del mismo por concurrencia del proceso judicial penal. En este sentido, se está estudiando su continuidad respecto sólo a alguno de los sujetos
responsables.



Finalmente y en cuanto a los avances en la relación con el FIDAC puedo anunciar como novedad importante que la oficina de reclamaciones se abrió oficialmente al publico ayer lunes, 16 de diciembre, y en ella se centralizarán las solicitudes
de Asturias, Cantabria y el País Vasco. Los avances, pues, son claros. Haciendo una breve síntesis le diré que en la reunión del viernes días 29 de noviembre de la Comisión de seguimiento


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de indemnizaciones del FIDAC -porque lógicamente el FIDAC está representado en esta Comisión- se ha llegado a un importante acuerdo. Los afectados podrán ser contratados en las tareas de limpieza y regeneración de las playas, y esto no
supondrá ningún obstáculo para la posterior percepción de las indemnizaciones. En la reunión de la Comisión de seguimiento de las reclamaciones ante el FIDAC, celebrada el 4 de diciembre, el director general del Servicio Jurídico del Estado y los
consejeros de Pesca y Medio Ambiente de la Xunta han llegado a un principio de acuerdo con los representantes del FIDAC, según el cual la valoración de los daños se realizará siguiendo un protocolo único que contemplará la estimación de las pérdidas
inmediatas, una evolución de los efectos a medio plazo y un inventario de los daños medioambientales.
Se ha perfilado un protocolo de valoración de daños que se espera poder aprobar el próximo jueves día 19. Los ocho formularios existentes estarán
a disposición de los ciudadanos en todos los ayuntamientos afectados pudiendo presentarse en dichas administraciones. Finalmente, el FIDAC realizará reuniones en las diputaciones provinciales con un representante de cada ayuntamiento afectado para
explicar el funcionamiento del FIDAC y la tramitación de las reclamaciones. Es decir se avanza, mantenemos fluidos contactos con el FIDAC y haremos todo lo que esté en nuestras manos para agilizar los trámites y evitar así que se repitan
intolerables retrasos como los que yo tuve que afrontar en los años 1997 y 1998, seis años después de la catástrofe del Mar Egeo.



Señoras y señores diputados, paso ahora a referirme, como quinto eje de mi intervención, a la evolución y al desarrollo de la amplia iniciativa puesta en marcha por el Gobierno en el ámbito internacional. No les voy a reiterar los detalles.
De inicio ya conocen ustedes que el presidente del Gobierno envió cartas al presidente de la Comisión Europea, el señor Prodi, y al presidente del Consejo Europeo, el primer ministro danés, señor Rasmussen. En estas cartas proponía una serie de
medidas para ser tratadas en el Consejo Europeo de Copenhague que se reunió la pasada semana. Así recordarán también que el presidente recibió el 24 de noviembre en el Palacio de La Moncloa al presidente Prodi, y más tarde al primer ministro
Rasmussen, el 2 de diciembre. Además, conoce los importantes contactos bilaterales que se mantuvieron por aquellas fechas a distintos niveles con Francia, Portugal e Italia. Con ellos se ha llegado a acuerdos y compromisos en materia de seguridad
marítima comprometiéndose además a apoyar las iniciativas que se han venido presentando en la Unión Europea y que han venido confirmadas por consejos de ministros posteriores y por el propio Consejo Europeo de Copenhague sobre el que me extenderé
más tarde.



Señorías, el grito de los gallegos del nunca máis lo ha hecho suyo toda la comunidad española y también el Gobierno español. Se reclamaba un salto cualitativo en el derecho internacional marítimo mediante la adopción de medidas que llevaran
a un incremento de la seguridad en el transporte por mar y a esto hemos dedicado parte importante de nuestros esfuerzos. Todo eso ya ha producido unos resultados concretos. El Consejo de Ministros de Transportes de la Unión Europea aprobó el
pasado 6 de diciembre unas conclusiones muy importantes que voy a clasificar en cuatro grandes áreas que son las siguientes. La primera, se refiere a las medidas de control inmediato de la navegación. Los países de la Unión Europea deben
introducir en sus legislaciones medidas que impidan con carácter inmediato entrar en sus puertos barcos monocasco que transporten crudos pesados, fuel pesado, alquitranes y betunes. La Comisión Europea debe presentar urgentemente una propuesta para
modificar el Reglamento 417/2002, de 18 de febrero, relativo a la introducción acelerada de normas en materia de doble casco o de diseño equivalente para petroleros de casco único. Es decir, se trata de la retirada escalonada de los buques
monocasco a fin de adelantar su calendario y aprobarlo antes de 1.º de julio de 2003. La Comisión y los países de la Unión Europea deben adoptar medidas para controlar el tráfico, y en su caso alejar más allá de las 200 millas de sus costas a los
buques de más de 15 años de antigüedad que transporten mercancías peligrosas y contaminantes. Los países de la Unión Europea deben fortalecer los mecanismos de control del tráfico marítimo frente a las costas de los Estados miembros.



La segunda gran área aborda las medidas inmediatas de intensificación de la inspección en puerto. Así entre ellas, los países de la Unión Europea deben cumplir el objetivo de inspección del 25 por ciento de los buques de pabellón extranjero
que visiten sus puertos. Asimismo, deberán reducirse de doce a seis meses las inspecciones a los buques de mayor riesgo. Además, la Agencia Europea de Seguridad Marítima, que se constituyó el pasado 4 de diciembre, promoverá la uniformidad y la
calidad de las inspecciones de control por los estados miembros.



La tercera gran área se refiere a las medidas inmediatas de aumentos de las coberturas por indemnizaciones de daños. Concretamente los Estados miembros impulsarán la creación en el seno de la Organización Marítima Internacional, o en su
defecto en el seno de la Unión Europea, de un fondo complementario de compensación de las víctimas de las contaminaciones por petróleo, que debería incluir las futuras mareas negras hasta un importe de 1.000 millones de euros.



Por último, la cuarta área se refiere a las medidas inmediatas para aumentar la prevención de futuros riesgos. Así el fomento entre los Estados miembros de la cooperación para aumentar la capacidad operativa de respuestas a estas
catástrofes y el estudio de un mecanismo que obligue a petroleras, compañías de seguros, armadores y fletadores, a proporcionar asimismo medios de prevención y de lucha contra estas catástrofes ecológicas como las de los buques Erika y Prestige.



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Además de todo ello, el presidente del Gobierno se dirigió el día 8 de diciembre al presidente de la Federación Rusa, al señor Putin, con el fin de que Rusia se adhiera a la propuesta de los ministerios de transportes de la Unión Europea, de
que únicamente los buques de doble casco puedan transportar petróleos pesados en aguas comunitarias. Esta carta, y con el mismo contenido, se ha dirigido asimismo a los primeros ministros de los doce países candidatos a la ampliación y también al
primer ministro de Turquía.



De todo este bloque de medidas que les he resumido anteriormente, quiero destacar una que ya ha puesto en marcha el Gobierno. En efecto, en las conclusiones se lee que los países de la Unión deben introducir en sus legislaciones medidas que
impidan con carácter inmediato entrar en sus puertos buques monocasco que transportan crudos pesados, fuel pesado, alquitranes y betunes. El Gobierno ya ha efectuado la inmediata puesta en práctica interna de este compromiso, y en consecuencia
aprobó el pasado viernes día 13 un decreto-ley sobre medidas para buques-tanque que transporten mercancías peligrosas o contaminantes. Este decreto-ley establece la prohibición de la entrada en puertos españoles, en terminales o en zonas de fondeo
de buques petroleros de casco único, cualquiera que sea la bandera que enarbolen, siempre que transporten fuel pesado, alquitrán, betún asfáltico o petróleo crudo pesado.



Por otra parte, quiero destacar también las conclusiones aprobadas el pasado lunes día 9 en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea. Tampoco quiero cansarles con un relato completo de dichas conclusiones, pero sí
quisiera destacar de entre ellas las siguientes. El examen por la Comisión de las posibilidades que ofrece el recientemente creado Fondo de Solidaridad para la financiación de las operaciones de limpieza en las áreas afectadas por el desastre. El
apoyo de los Estados miembros para la creación de un fondo de compensación suplementario que cubra las pérdidas medioambientales y ecológicas causadas por el derrame de petróleos. La creación de un grupo de expertos para coordinar la existencia
ofrecida por los Estados miembros, examinar los efectos de los daños a largo plazo y estudiar la forma de impedir una mayor contaminación proveniente del petrolero. La importancia de la participación de los países candidatos a la ampliación y de
otros países vecinos, incluyendo a Rusia, en todos estos esfuerzos, para proteger los hábitat naturales y la biodiversidad. En todo caso, quiero señalar que el comité científico que España creó el pasado día 9 -a él me he referido antes- ha
invitado a participar, como también lo he dicho, a distintas autoridades extranjeras.



Ya saben ustedes, además, que el asunto de la seguridad marítima y la rápida toma de medidas para reforzarla se incluyó a solicitud de España en los debates del Consejo Europeo de Copenhague, que se reunió el jueves y viernes de la semana
pasada. El presidente Aznar ya dio amplia cuenta ayer del Consejo Europeo de Copenhague en el Pleno de la Cámara y la ministra de Asuntos Exteriores, señora Palacio, también hizo lo propio ayer por la tarde en la Comisión de Asuntos Exteriores.
Sin embargo, permítanme que incida en aquellos asuntos que afectan al Prestige y a la seguridad marítima en aguas europeas. En efecto, el Consejo Europeo de Copenhague aprobó unas conclusiones sobre seguridad marítima y contaminación marítima. El
Consejo Europeo, además de expresar su pesar y su profunda preocupación por el grave accidente del pretrolero Prestige, por los perjuicios ocasionados en el medio marítimo y en el entorno socioeconómico y por la amenaza que se cierne sobre los
medios de vida de miles de personas, los cuales son intolerables, expresa su solidaridad con los Estados, las regiones y las poblaciones que se han visto afectadas. Por otra parte, la Unión Europea muestra también su apoyo y el reconocimiento por
los esfuerzos realizados por los Estados afectados, por las instituciones y por la sociedad civil para lograr la recuperación de las zonas contaminadas. Además, el Consejo Europeo recuerda ya las conclusiones del Consejo Europeo de Niza, de
diciembre de 2000, sobre las medidas adoptadas en relación con el buque Erika, y reconoce los esfuerzos firmes que la comunidad europea y que la Organización Marítima Internacional, OMI, han venido llevando a cabo desde el accidente del Erika para
mejorar la seguridad marítima y la prevención de la contaminación. Por todo ello, la Unión Europea está decidida a adoptar todas las medidas necesarias para evitar la repetición de catástrofes similares y se congratula de las rápidas respuestas del
Consejo y la Comisión.



Por otra parte, en las conclusiones adoptadas se recuerda también que la Unión Europea seguirá desempeñando un papel de liderazgo en los esfuerzos internacionales para lograr este objetivo, y en particular en el marco de la Organización
Marítima Internacional. Además, en el ámbito preventivo, y para evitar en el futuro este tipo de catástrofe, en las citadas conclusiones se hace una referencia expresa a las del Consejo de Ministros de Transportes de la Unión, que ya les he
comentado, y también a las del Consejo de Ministros de Medio Ambiente, para que éstas se apliquen en todos sus aspectos y sin demora.



En otro ámbito, el paliativo, el Consejo Europeo hace también una referencia que considero necesario subrayar. Así, el Consejo se congratula de la acción emprendida por la Comisión en el marco de las actuales perspectivas financieras, es
decir el marco presupuestario aprobado en el Consejo Europeo de Berlín, de marzo de 1999, para afrontar las consecuencias económicas, sociales y medioambientales derivadas del naufragio del Prestige y de su intención de examinar la necesidad de
adoptar medidas adicionales específicas. Señorías, este párrafo es el mejor ejemplo de solidaridad


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mostrada por todos los europeos. Ya expresó el presidente Aznar ayer mismo, que todos los instrumentos financieros que hoy se dan en la Unión Europea están en marcha para afrontar todo tipo de consecuencias que el vertido del Prestige ha
producido. Así, el reflejo de estas conclusiones en la práctica lo encontraremos en la aplicación de cuatro fondos europeos.



En primer lugar, me refiero al Instrumento Financiero de Orientación Pesquera o IFOP, del que ya hablé anteriormente. En concreto, se va a llevar a cabo una reprogramación de este fondo para poder utilizar los remanentes del mismo y
aplicarlos para paliar los efectos causados por el vertido del Prestige. Se ha calculado de momento un montante de 60 millones de euros como cantidad reprogramable en el marco de este fondo IFOP. En segundo lugar, también se incluye aquí el Fondo
Europeo de Desarrollo Regional, el FEDER, que contempla acciones de medio ambiente.
El procedimiento es breve, 20 días una vez recibida la solicitud formal, siempre y cuando no supere la cantidad de 100 millones de euros que ayer citó el presidente
del Gobierno. En tercer lugar, me refiero al Fondo de Cohesión. Es cierto que la regeneración de costas no se encuentra entre las líneas prioritarias del Fondo de Cohesión, pero no es menos cierto que en otras ocasiones la Comisión Europea ha
aceptado financiar proyectos de costas. Ya se ha hablado con la Comisión y ésta ha indicado que aceptaría la financiación de proyectos de regeneración de costas gallegas. El presidente Aznar citó ayer la cantidad de 100 millones de euros como
cifra utilizable bajo la rúbrica de este fondo. Por último, me refiero al Fondo de Solidaridad. Ya conocen SS.SS. que este fondo se aplica esencialmente cuando se presentan catástrofes naturales y sobre bienes no asegurables. Pues bien, de forma
excepcional, el fondo prevé que se puedan aprobar algunas cantidades cuando acaece un desastre extraordinario que afecte especialmente a una región en concreto, y que además las consecuencias de ese desastre tengan efectos duraderos y graves en las
condiciones de vida y en la estabilidad económica de dicha región. Esto es lo que se llama el criterio cualitativo, y en base a ese criterio se podría solicitar a la Comisión una cantidad en concepto de ayudas. Sin embargo, dicha cantidad está
supeditada a un porcentaje del 2,5 por ciento respecto a los daños solicitados y subvencionables. El presidente Aznar citó ayer la cifra de 5 millones de euros como cantidad posible para ser aplicada bajo la rúbrica de este fondo. Señorías, no
queda todo en la utilización de los fondos que ya existen legalmente, sino que, además, se constata con claridad que la Comisión Europea examinará también la necesidad de adoptar medidas adicionales específicas. Esto me parece muy importante porque
muestra hasta qué punto ha llegado la sensibilidad europea para paliar todos los daños producidos por el Prestige, y que nos encontramos en una situación dinámica en la que sigue abierta la posibilidad de tomar medidas.



Por otra parte, en el aspecto de la responsabilidad por esta catástrofe, se añade en las conclusiones que entre estas medidas se examinarán las cuestiones relativas a la responsabilidad y a las sanciones que correspondan. El aspecto de la
responsabilidad me parece también muy importante porque hay un causante, un armador desaprensivo que conociendo los riesgos que ello conlleva, permite el transporte de fueles pesados en buques monocasco; un asegurador que tolera ese riesgo
conociendo las referencias de accidentes muy graves, y otros agentes involucrados en las prácticas habituales del transporte marítimo de productos susceptibles de provocar verdaderas catástrofes medioambientales, como ha sido el caso.
Por último,
en las conclusiones se recuerda que el Consejo Europeo tratará todas estas cuestiones en su próxima sesión de marzo de 2003, y todo ello sobre la base de un informe que preparará la Comisión Europea.
Es decir, que las cosas no se acaban aquí ni
mucho menos. La evolución de los acontecimientos, la evolución de los daños, la reacción de las instituciones comunitarias y la constante supervisión de la correcta aplicación de los instrumentos financieros para paliar los daños producidos a las
víctimas hacen que este asunto deba ser objeto de un seguimiento permanente por parte de todos: del Gobierno, del Consejo Europeo, de la Comisión y del Parlamento Europeo. Tengan la seguridad de que así lo hará el Gobierno en estrecho contacto con
el Consejo, la Comisión, el Parlamento y las regiones afectadas.



Señorías, como han podido comprobar, los efectos causados por el accidente del Prestige siguen siendo objeto primordial de la atención del Gobierno.
En un problema tan complejo como este creo que se sigue actuando con decisión, con la mayor
eficacia posible y también con perspectiva de futuro. El Gobierno sigue actuando con rapidez a la hora de dar respuesta a las demandas de los ciudadanos y a las nuevas necesidades de contenido económico que puedan surgir; sigue actuando con
firmeza en la lucha contra el vertido, con especial atención a las investigaciones que se están desarrollando en la zona del hundimiento; sigue actuando, en el ámbito legal, en defensa del interés general y del interés de los afectados; y sigue
actuando en el ámbito comunitario e internacional con iniciativa y propiciando la adopción de medidas paliativas y preventivas.



Es verdad, señoras y señores diputados, que mi intervención ha sido un poco larga en el tiempo, pero entiendan que a mí se me pide información, que quiero darla y que no soy un ministro sectorial que tenga que informar sobre los aspectos
internacionales que son de Fomento, los del mar que son de Medio Ambiente, o los legales que los lleva el Ministerio de Justicia; yo lógicamente hago una coordinación general y estoy obligado por tanto a tener en mi cabeza todos los asuntos


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y a dar explicaciones sobradas sobre ellos, cosa que seguiré haciendo durante los próximos días. Además, estoy empeñado -porque es mi obligación- en transmitir a la opinión pública y a este Parlamento qué está haciendo el Gobierno en cuanto
a los distintos y muy complicados asuntos que aquí nos ocupan.



Insisto en lo que les he dicho: hay muchos aspectos, pero en el medio plazo todos nuestros esfuerzos deben estar concentrados en evitar que llegue a la costa la mínima cantidad posible de fuel. Eso requiere un esfuerzo en relación con el
fuel que ya está en el mar y el esfuerzo en relación con el batiscafo. La mancha más importante, o la zona donde hay más hidrocarburo en este momento es difícil de determinar, según los últimos datos que me han dado, está a unas 7 u 8 millas de la
zona de Sálvora. En este momento, el viento en Galicia es del sur o del sureste, y la mancha se está alejando ligeramente de las Rías Bajas; va hacia arriba. Allí tenemos concentrado el grueso de los buques que estamos utilizando para retirar el
fuel del mar. Hay dificultades por la situación meteorológica, pero allí se lleva a cabo el mayor esfuerzo.



También se está haciendo un gran esfuerzo con el batiscafo. El acta de la reunión que se celebró en la tarde de ayer, como he dicho, es algo más esperanzadora. Vamos a ver qué sucede en la campaña que se llevará a cabo en los próximos
días, bien entendido que van a ver qué pasa definitivamente con la grieta que se ha tapado; que se intentarán tapar otras grietas y que ya se está trabajando en la búsqueda de una solución definitiva. Tengo que añadir que son muchas las personas
que remiten, tanto a mí como a otros responsables de este asunto, distintas ideas, sugerencias y planteamientos sobre lo que hay que hacer en la zona del hundimiento. Por mi parte, todos estos planteamientos se los traslado al comité científico
porque entiendo que en este asunto hay que tomar una decisión ecuánime, ponderada, estudiada y oyendo al mayor número de personas posible, puesto que es sin duda alguna el asunto más importante que nos ocupa.



Esto es lo que quería transmitirles a ustedes, con mi agradecimiento por su atención en esta primera intervención. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el señor Caldera.



El señor CALDERA SÁNCHEZ-CAPITÁN: Señor Rajoy, el Príncipe visitó ayer las zonas afectadas, y escuchó una voz unánime: no hay medios para combatir esta tragedia; toda España lo ha podido comprobar. En consecuencia, esa visita desmiente
su autosatisfecha intervención de esta mañana y nos llena de profunda preocupación.



Como demostraré, su Gobierno tomó tres decisiones que convirtieron un accidente en una catástrofe. El accidente por sí mismo no tenía por qué haber derivado en catástrofe; derivó en catástrofe por la gestión de su Gobierno. (Un señor
diputado: ¡Qué barbaridad!-Otro señor diputado: ¡Que tontería!) El día 13 de noviembre el buque Prestige sufrió sí, un accidente; pero entre el accidente y la catástrofe se interpone la gestión de su Gobierno. Su Gobierno tomó tres decisiones:
la primera, alejar el buque mar adentro; la segunda, dejarlo sin tripulación; y la tercera, cambiar el rumbo del buque; decisiones todas ellas gravísimas, señor Rajoy, que cada día que pasa son más discutidas por todos, menos por su Gobierno; y
son asimismo conocidas, a pesar de la manipulación informativa que ustedes han venido practicando. En cualquier parlamento democrático de la Unión Europea, esas tres decisiones tan graves hubieran sido analizadas ya e investigadas a fondo. Los
ciudadanos tienen pendiente esta investigación. Así, le pido que me conteste a la primera pregunta: ¿está dispuesto el Partido Popular a aceptar una comisión de investigación en este Parlamento? Contésteme, por favor.



En segundo lugar, señor Rajoy, su Gobierno ha cometido graves errores que pueden considerarse un fracaso en la gestión de esta crisis. Graves errores señor Rajoy, antes, durante y después del accidente. Antes del accidente, porque ustedes
redujeron negligentemente las inversiones en el Plan nacional de salvamento marítimo. Aquí tengo el Plan nacional de salvamento marítimo. En el de 1998-2000, el único apartado que figura como inversiones -no el de gastos de explotación, sino el de
inversiones- lo redujeron a la mitad: de 8.000 a 4.000 millones de pesetas; este es un documento oficial. Así no es extraño comprobar cómo de los 10 buques succionadores del fuel ninguno es español. Hemos tenido que depender de la solidaridad
internacional, porque no teníamos ni un solo buque capaz de recoger el fuel vertido. De modo que, antes del accidente, cometieron serios errores.



Durante el accidente, señor Rajoy, tomaron la decisión de alejar el buque sin pedir informes técnicos externos, y sólo pidieron su opinión a muy pocos altos funcionarios; por cierto, esos a los que dicen ustedes que pidieron su opinión se
van desvinculando de ella. Eso lo pretendieron ocultar desde el principio, porque, sin embargo, señor Rajoy, sí se les informó de que había al menos tres soluciones para tratar la situación del buque accidentado, se lo dije la semana pasada. El
diario La Voz de Galicia lo ha demostrado consultando a quienes les propusieron a ustedes esas soluciones. Por cierto, aunque usted me dijo que no era verdad, este diario se ratifica en aquella información: Había tres posibles destinos, que les
ofrecieron a ustedes -las rías de A Coruña, Ares y Corcubión-, finalmente rechazados por el Gobierno por carecer el ministerio de los medios necesarios. Eso lo dicen los técnicos del puerto de A Coruña al diario La Voz de Galicia. Contéstenos, por
favor, si esto es verdad o no.
Su Gobierno ordenó, señor Rajoy, un cambio de rumbo del buque, el


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15 de noviembre, a las 8.03 de la mañana, lo que favoreció su hundimiento y que la marea negra llegara a las costas de Galicia. Ahora entraremos en ello y de forma pormenorizada.



Después del accidente, señor Rajoy, negaron la catástrofe y se produjo una gravísima descoordinación, una falta de medios espectacular que aún hoy es evidente. No se movilizó el ejército, señor Rajoy, no falte a la verdad. ¡Si usted dijo
aquí el 5 de diciembre, en este Parlamento, veintiún días después del accidente, que había habido movilizados 150 efectivos del ejército español! Durante veintiún días 150 efectivos sólo.
¿Cómo puede decir que el ejército estuvo presente desde el
principio? Una vez que el Partido Socialista, que las administraciones afectadas, los ayuntamientos, que los voluntarios solicitaron la presencia masiva del ejército se comenzaron a enviar las unidades, después del 5 de diciembre, pero durante
veintiún días no estuvo el ejército, señor Rajoy, no falten, como hizo el señor presidente del Gobierno en Televisión Española, a la verdad.



No hubo plan de emergencia, el que determina la Ley de Protección Civil, porque ustedes consideraron que aquello no era una catástrofe y dejaron solos a los afectados, dejaron solos a los voluntarios, que sustituyeron la acción del Gobierno.



Lo más grave de estas actitudes, señor Rajoy, fue negar la catástrofe, manipular la información. Fíjese, el señor Álvarez-Cascos primero dijo que la decisión de alejar el buque se había tomado con informes externos, después se demostró que
no era verdad; después que el calado del buque hacía imposible su entrada en el puerto de A Coruña, hemos sabido después que no es cierto; por último, dijo que si el buque -como excusa o como justificación- hubiera embarrancado en el puerto de A
Coruña esto hubiera sido dramático. Señor Rajoy, como si embarranca cualquier otro buque. (El señor vicepresidente primero, ministro de la presidencia y portavoz del gobierno, Rajoy Brey, Soltando petróleo.)


Quien comparece es usted y a su vez usted es el principal responsable de la gestión del Gobierno en esta crisis y usted, señor Rajoy, afirma que son errores, pero no son errores, no ha parado de falsificar la realidad, no ha parado de
mentir, permítame que se lo diga, desde que se hizo cargo de las operaciones. Lo llama errores, pero no son errores, señor Rajoy, sobre todo usted que se permite, con una superioridad fuera de toda cortesía, señalar a los demás diciendo que no
tienen ni idea de estas cosas cuando intervenimos en el Parlamento. ¿Y usted? ¿O es que los hilitos de plastilina que se solidificaban no lo dijo usted? ¿Que se lo pusieron en el papel los técnicos? Y usted tan inteligente y tan capaz, ¿no se
dio cuenta? Usted, que confundió un hilito de plastilina con 150 toneladas, ¿se permite decir a los demás que no se preparan y que no conocen la situación? Usted cometió una grave mentira al dar cuenta a la opinión pública de estos hechos. No sé
qué es peor, señor Rajoy, si la mentira o la incompetencia, porque si no se dio cuenta de aquello que le pusieron en el papel entonces usted es un incompetente.



Ha dicho más mentiras. Me mintió en la sesión del miércoles pasado en este Parlamento, señor Rajoy, o al menos dio datos que eran falsos. Usted dijo que la decisión de alejar el buque se tomó por una comisión con presencia de hasta
diecinueve técnicos, reunión que no existió, mejor dicho, existió mucho después de que el buque hubiera sido alejado. Una grave falsedad. En segundo lugar, usted dijo que habían sido consultados una serie de técnicos o expertos para que avalaran
la decisión de alejar el buque y al menos uno de ellos, de momento que se sepa, públicamente ha desmentido esa consulta.



Mire, señor Rajoy, cosas que usted ha venido diciendo a lo largo de esta crisis, le voy a citar sólo las suyas. El día 19 de noviembre decía usted: Tenemos los medios suficientes. Si los apoyos internacionales no han venido antes es
porque medios de estos no los hay en todas partes ni en todo el mundo en cada momento. En ese momento no había ni un solo barco capaz de succionar el combustible en alta mar. El 21 de noviembre decía usted: No hay ningún peligro de que la marea
negra alcance las rías bajas. Las rías bajas, como es obvio, están contaminadas por el fuel. El día 1 de diciembre decía usted: Hay posibilidades de que más manchas alcancen la costa, pero no tiene por qué ser grave, lo que puede llegar son
pequeñas manchas que hay que hacer el esfuerzo de ir recogiendo. Dos días después llegaba a Galicia la segunda gran marea negra. El 4 de diciembre: Parece que el fuel no ha entrado en las rías de Pontevedra y Vigo. A la misma hora en que el
señor Rajoy pronunciaba esta frase, la contaminación entraba en ambas rías. El 5 de diciembre: Son unos pequeños hilillos que se ha visto, cuatro regueros que se han solidificado con aspecto de plastilina. Los hilillos suponen 125 toneladas al
día. El mismo día 5 de diciembre: Solamente se observan algunos pequeños orificios y solidificado parte del líquido que en condiciones inapreciables puede estar saliendo de la proa. Esos pequeños orificios eran catorce grietas, nueve en la popa y
cinco, señor Rajoy, en la proa.



Por cierto, ha dicho otra cosa hoy que me gustaría que aclarara, porque creo que no es cierta. La Agencia de Seguridad Alimentaria, señor Rajoy, hasta el 5 de diciembre, jueves, al menos, no validó el test necesario para evaluar el fuel,
veintiún días después. Usted ha dicho que desde el principio; no es verdad. Esa validación sí la hicieron otros institutos, pero no la Agencia de Seguridad Alimentaria. Por tanto, le pregunto que cómo es posible que tardaran quince días en
validar el test.



Señor Rajoy, vamos a lo esencial, hay otra mentira más que le voy a describir esta mañana aquí, mucho más grave que todas las anteriores. Un diario publicaba


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el martes 10 de diciembre las siguientes declaraciones de un experto en la materia sobre el cambio de rumbo del buque. Ustedes saben que el buque iba en dirección norte-noroeste y en un momento determinado cambió en dirección sur, ¿verdad?
Dice este experto: Ninguno de los expertos puede entender la decisión de llevar el barco hacia el sur, nadie lo puede entender. Emilio Fernández, este experto dice categórico: No puede haber ningún colega nuestro que haya aconsejado esto, y se
explica por qué: Nosotros entendemos que la decisión de llevarlo a puerto tiene problemas sociopolíticos, pero cuando se toma la decisión de sacar el barco hacia océano abierto se toma rumbo noroeste y se mantiene durante dos días. Con el
conocimiento de vientos y corrientes de la zona, de mantenerse ese rumbo el efecto no sería como el de ahora, sería mucho menor. Podemos llegar a entender que no se tome la decisión de meterlo en tierra y decidan alejarlo. Al barco lo alejan en
una dirección que no es incorrecta los dos primeros días, pero hay algo, señor Rajoy, que es inexplicable, el rumbo sur del barco dos días después. La corriente en esa zona del norte de Portugal es como un embudo, agua oceánica que se pega a la
costa y entra en forma de embudo hacia el norte, y esa corriente continua, gira en el noroeste de Galicia y entra por toda la costa cantábrica. Luego esa decisión fue dramática, señor Rajoy. ¿Quién tomó esa decisión? Según usted en comparecencia
el 5 de diciembre ante esta Cámara, se tomó así -eso dijo usted, 'Diario de Sesiones', no podrá negarlo-: Quiero dejar claro que se trata -la decisión de cambiar de rumbo- de una decisión tomada por la empresa que en ese momento dirigía el barco, a
la que las autoridades españolas, a la vista de las razones técnicas esgrimidas, no se opusieron, siempre que se cumpliera la condición de alejamiento. Señor Rajoy, es mentira. ¿Sabe usted lo que es esto? Se lo voy a decir. Este es un documento
que usted ha negado a esta Cámara y a los medios de comunicación. Es un documento que ustedes han negado a los españoles. Es un documento de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima que relata todos los pasos dados en el accidente, que
describe minuto a minuto todas las decisiones adoptadas y cómo se adoptaron. Ustedes lo han negado a la opinión pública española, no nos lo han entregado, pero siempre hay buenos ciudadanos, probos funcionarios que desean que se conozca la verdad.
¿Sabe lo que dice este documento, señor Rajoy? Recordemos. Usted dijo que la decisión del cambio de rumbo la adoptó la empresa. Este documento dice: 15 de noviembre, 8:03: Cambio de rumbo por insistencia de Marina Mercante a 240 grados
suroeste.
Explíquenoslo. Lo decidieron ustedes y eso favoreció la ruptura del buque. Eso ha permitido que todo el fuel derramado llegue a las costas de Galicia debido a las corrientes. Usted negó en el Parlamento que fuera una decisión de su
Gobierno, pero las comunicaciones de la torre y el documento de la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima que ustedes no han entregado a los españoles demuestran que mintió en esta Cámara.
Eso es gravísimo en un responsable político. Se
pueden cometer errores, señor Rajoy, se puede ser incompetente, se pueden adoptar decisiones equivocadas, pero mentir de ese modo a los ciudadanos es inadmisible en un responsable político elegido por estos. Yo le exijo que nos dé explicaciones al
respecto porque -repito- esta decisión tuvo unas gravísimas consecuencias de las que su Gobierno tendrá que responder.



Le digo más en relación con las actitudes, señor Rajoy. Usted ha dicho que este accidente era similar al del 11 de septiembre, y el señor Cascos que era similar al de Chernobil. Si esto era así, ¿qué hicieron ustedes una semana de
vacaciones? ¿Sabe usted lo que dijo el ministro holandés de Medio Ambiente? Que esto se parecía al accidente de Chernobil en una sola cosa: en la incompetencia de los gobiernos ruso y español. Son afirmaciones del ministro holandés de Medio
Ambiente.



También han fracasado en la Unión Europea. Siento decírselo. El señor Aznar explicó ayer -y usted también lo ha hecho- que se ha movilizado la solidaridad de Europa. Yo me permito ponerlo en duda. Aclarémonos. Los fondos que se van a
reasignar para atender esta catástrofe ya eran nuestros. Son fondos de España. No hay ni una aportación nueva de fondos.
Contamos con cinco millones de euros del Fondo de solidaridad pero le recuerdo que ese fondo se puede modificar. El señor
Schröder y el señor Prodi visitaron inmediatamente la zona de Alemania afectada por las inundaciones y consiguieron ese fondo. El presidente Prodi dijo: Tenemos que entender que todos pertenecemos a una misma familia. Esa idea de pertenencia es
la que no hemos visto reflejada en la gestión del Gobierno y nos gustaría que se pudiera recoger. Por eso le hemos hecho la oferta de trabajar todos juntos en Europa para obtener nuevos recursos.
Reaccionaron tarde y mal y hay pocos medios.



Señor Rajoy, ustedes presumen de dar ayudas. Todo lo que ha contado hoy aquí es lo mínimo que se puede hacer. Le voy a preguntar algo: ¿Usted convalida las declaraciones del señor Pita, portavoz del Grupo Popular en el Parlamento de
Galicia, diciendo que Aznar visitó Galicia con un pan fresquito debajo del brazo para mantener a todos? Es intolerable, señor Rajoy. (Rumores.) ¿De quién se creen ustedes que son los recursos? ¿Suyos, del señor Pita? Si esto es lo mínimo que se
debería hacer en una situación de catástrofe. Es más, los presidentes de las comunidades autónomas gobernadas por los socialistas les han ofrecido aportar recursos de sus presupuestos para atender la tragedia y, por cierto, los han rechazado.
¿Cómo se puede decir que fue con el dinero debajo del brazo, con el pan fresquito debajo del brazo para atender a todos? Repito, eso es lo mínimo que un Gobierno responsable debe hacer.



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Por todo ello debe constituirse una comisión de investigación en esta Cámara. ¿Qué más se debe hacer -y acabo-, señor Rajoy? Se deben aceptar las propuestas que le viene haciendo sistemáticamente la oposición. Las comunidades autónomas
con gobierno socialista le propusieron en una reunión con usted crear un fondo de solidaridad de 1.000 millones de euros. Hágase porque va a ser necesario. Señor Rajoy, presenten en esta Cámara un nuevo plan de salvamento marítimo. En tanto en
cuanto no lo hagan, no podremos confiar en su voluntad de garantizar que este tipo de hechos no vuelvan a ocurrir. Consigamos movilizar la solidaridad de toda Europa. Han rechazado nuestra propuesta. ¿Cómo pueden rechazar una propuesta que
consiste y que persigue que seamos iguales que Alemania y que si hubo una catástrofe en Alemania, en Austria y en Chequia este verano y se movilizaron fondos de hasta 1.000 millones de euros adicionales de todos podamos hacerlo también para una
situación como la que vive España? Porque en Galicia, señor Rajoy, no va a haber nuevas inversiones. Va a haber dinero que se quitará de una carretera y se pondrá en una playa pero nos quedaremos sin ese dinero para una carretera. Toda la
oposición queremos ayudar a conseguir movilizar esas ayudas en la Unión Europea e incluso eso nos lo han rechazado. Acepten, señor Rajoy, una política de concertación nacional para responder a esta situación de emergencia nacional, como le hemos
pedido todos los grupos parlamentarios aquí presentes en carta dirigida al presidente del Gobierno y a la que no nos han contestado. Creo que en un sistema democrático no es razonable que toda la oposición se dirija al presidente del Gobierno
ofreciendo ayuda y una concertación común para atender esta tragedia y no nos conteste. Celebremos un Pleno específico del Congreso de los Diputados en el que se puedan analizar estas cosas que le he dicho aquí y que usted ha eludido en su
intervención.



Creemos una comisión de investigación. Esa comisión -acabo definitivamente- tiene que ser en positivo porque la gestión del accidente que ha hecho su Gobierno lo ha convertido en una catástrofe.
Ordenaron sacar el barco, dejarlo sin
tripulación y cambiar de rumbo. Si había otras soluciones debe investigarse en una comisión de investigación porque, desde luego, la decisión que adoptaron ustedes se ha demostrado como la más catastrófica de todas. ¿Sabe por qué queremos una
comisión de investigación, señor Rajoy? Para que nadie, ningún gobierno nunca más -ni el actual ni los futuros- puedan cometer errores tan graves que conviertan un accidente en una catástrofe. Ese es un débito que tienen ustedes con la sociedad
española. Hagámoslo. Acepten nuestras propuestas, acepten nuestras alternativas, acepten una política de concertación nacional de toda la oposición para atender a esta emergencia nacional y movilicen más aun los medios necesarios porque ayer los
afectados y los voluntarios le dijeron al Príncipe de Asturias, le reclamaron que transmitiera a las autoridades la ausencia de medios suficientes para combatir esta tragedia. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida, tiene la palabra el señor Rejón.



El señor REJÓN GIEB: Señor Rajoy, cuentan los seguidores de la escuela evenemencial de la historia que cuando se produjo el desastre del Canal, de la llamada Armada invencible -que tiene muchos parecidos con lo que hoy debatimos en algunas
cuestiones técnicas- hubo dispersión de la flota a partir de La Coruña, no se conocían bien las corrientes, cambiaron varias veces de rumbo y, por un problema de calado, las galeras no pudieron acercarse a las costas bajas de los Países Bajos
-perdón por la redundancia- para recoger la tropa -tenían mucho calado y no se podían acercar-, con lo cual los barcos ingleses de menor calado se pusieron en medio y destrozaron todas las gabarras y las barcazas que transportaban las tropas.
Terminado el desastre, su majestad el rey Felipe pidió responsabilidades y explicaciones por el tema y los arbitristas de aquella época hicieron un trabajo magnífico con detalle, reflejando los niveles, las mareas y todo aquello que no conocieron o
no usaron al principio. Cuando el rey Felipe tuvo conocimiento dijo aquello de: Dios, que buenos almirantes tengo para después de las batallas. Señor Rajoy, escuchándole hoy me dan tentaciones de decir: Dios, que magníficos almirantes tenemos
para después de los desastres. Porque aquí detalla usted con un conocimiento profundo, con una técnica minuciosa y con unos matices calculados todo lo que ha ocurrido estos días y las decisiones del Gobierno. Sin embargo -como decía antes el
portavoz del Grupo Socialista, señor Caldera-, hemos pasado de un accidente a una catástrofe aun con esos magníficos generales que lo conocían todo.



Esta mañana leemos en algunos medios de comunicación: Se decidió llevar el barco más allá de las 120 millas porque en el caso de que se hundiera -luego, era una previsión que se tenía- no habría problemas porque el fuel se solidificaría.
Hoy usted nos dice que el gran problema es que el barco hundido con todo ese fuel es una bomba. Díganme, señorías, con qué nos quedamos. Desde luego, Dios le ha vuelto la espalda por sus muchos pecados, entre ellos, los de la mentira, los de la
soberbia, etcétera.



Señor ministro, en su comparecencia del pasado día 5 de diciembre ante la Comisión Mixta para la Unión Europea usted empleó una táctica inteligente y clásica en las lides parlamentarias pero no por ello menos eficaz. Su primera intervención
en un tono que usted utiliza con maestría y con una destreza de Cambados fue adormecedora, tranquilizadora y con profusión de detalles hasta producir un cierto sopor en la audiencia. Hoy


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usted casi se ha superado, señor ministro. Lo que espero es que no repita usted lo del día 5, es decir, que acto seguido y tras escuchar a los sucesivos intervinientes descargue sobre cada uno de ellos sus dardos mortíferos, su superioridad
y toda la ironía de que usted es capaz. Yo que usted me lo guardaría, toda vez que está representando a un Gobierno que va de torpeza en torpeza -aquí hay ministros que dicen que empeñan su honor en que se va a arreglar, ministros a los que quedan
como mucho tres o cuatro mes de vida política, como ministros-, y sobre todo un Gobierno al que cuando se le hace una pregunta tan obvia como quién ordenó el alejamiento del Prestige de las costas se convierte para ese Gobierno en un laberinto de
confusión, agravado por las contradicciones en que han incurrido usted y el ministro de Fomento, el señor Álvarez-Cascos. A esta única pregunta ha habido dos miembros del Gobierno que han dado respuesta, y han dado tres respuestas. Eso, según el
Ripalda, es mentir; dice el Ripalda que mentir es decir lo contrario de lo que se piensa con intención de engañar. Por tanto, pecado.



Usted dijo, señor ministro, en el Congreso que la decisión se tomó el mismo día 13 en una reunión celebrada en la Delegación del Gobierno en A Coruña a la que asistieron diecisiete técnicos entre ingenieros navales de la empresa Izar,
capitanes de la Marina Mercante y profesores de la Escuela de Ingenieros Navales. Usted mismo reconoció posteriormente que esta información era errónea, que, según la versión rectificada, la orden de alejar el petrolero se adoptó en una reunión
celebrada por el delegado del Gobierno, don Arsenio Fernández de Mesa, sus asesores personales y el director de la Marina Mercante, pero al final hemos sabido que en realidad la reunión con los diecisiete técnicos a la que usted aludió en el
Congreso se celebró el 19 de noviembre, el mismo día en que el Prestige se hundía en alta mar, y además esa comisión no emitió informe escrito hasta dos días después, el 21 de noviembre. Sin embargo, incluso aquella penúltima versión no era toda la
verdad, España ha tenido que esperar un mes para conocer el nombre del único responsable de esta decisión. Ha sido el propio ministro de Fomento, el señor Álvarez-Cascos, quien ha tenido que reconocer su responsabilidad política presionado por la
opinión pública y por el callejón sin salida en que usted, señor Rajoy, se había metido en sus explicaciones, con el loable objetivo de proteger al ministro de Fomento y quién sabe si al propio señor presidente del Gobierno.



Díganos, señor Rajoy: ¿sabía usted en su pasada comparecencia, el día 5 de diciembre, que la decisión de alejamiento había sido tomada por el ministro de Fomento, sí o no? ¿Puede usted indicarnos si el señor presidente del Gobierno había
sido consultado o informado por el señor Álvarez-Cascos para tomar esta grave decisión? El propio señor Álvarez-Cascos ha dicho que decidió alejar el barco sin consultar ni a usted ni al señor Aznar. Afirma el señor Álvarez-Cascos que dio esta
orden el 14 de diciembre tras hablar por teléfono con cuatro altos cargos de su departamento: el director general de la Marina Mercante, el subdirector general de Tráfico Marítimo, el director general de Sasemar y el capitán marítimo del puerto de
A Coruña, es decir, cuatro altos cargos directa o indirectamente subordinados al ministro de Fomento en la cadena de mando. Pan con pan. En conclusión, y esa parece ser la verdad, señor Rajoy, fue el señor Álvarez-Cascos quien tomó la decisión por
teléfono y en solitario, sin consultar a ningún experto independiente, a ningún instituto científico solvente, una decisión sorprendente, ligera de ídem, de cascos, sin fundamento técnico y científico.



¿Es cierto que en la reunión celebrada el día 27 de noviembre por la junta de gobierno del Centro Superior de Investigaciones Científicas su presidente propuso la creación de una comisión de investigación pero que el representante del
Ministerio de Ciencia y Tecnología, el señor Quingles, abortó esta propuesta con el argumento de que esa decisión correspondía al Gobierno? Afirma el señor Álvarez-Cascos que también se consultó por teléfono al práctico mayor del puerto de A
Coruña, don Evaristo Landeira Regueiro, quien no estaba allí. Dice el señor Álvarez-Cascos que el práctico mayor dijo que no podía meter el barco en el puerto, pero días después, hoy mismo también, el propio práctico mayor del puerto de A Coruña ha
afirmado públicamente que nunca se le consultó oficialmente ninguna decisión, y ha precisado que quien le llamó fugazmente por teléfono el día 14, el capitán marítimo de A Coruña, le proporcionó un dato erróneo sobre el calado del Prestige,
afirmando que era de 21 metros, y añadió que él no se oponía a meter el barco en el puerto si su calado era de 15,5 metros. El dato de 21 metros proporcionado por el capitán marítimo, miembro de la célula de crisis a las órdenes del ministro de
Fomento, no era cierto. El remolcador Alonso de Chaves había comprobado los calados de popa y de proa a las 17 horas del día 14 de noviembre y había transmitido al centro de coordinación de Sasemar que los calados eran aproximadamente de 47 pies,
es decir, 14,3 metros.



En el puerto de A Coruña, señor Rajoy, pueden entrar perfectamente buques con un calado máximo de 18,5 metros. Además, según el experto, existen dos trucos para bajar metros y salvar con mayor holgura el fondo del puerto, cuales son valerse
de la marea alta o soltar lastre antes de entrar en la bocana del puerto. Es más, escuche usted las palabras del ex práctico del puerto de A Coruña, don Benigno Sánchez Lebón, que dice textualmente: Yo me ofrecí al delegado del Gobierno, señor
Fernández de Mesa, para conducir el buque al abrigo del muelle de petroleros, pero lo descartó con la excusa de que el puerto no tenía caladero suficiente para una embarcación de cien toneladas, pero el Prestige tenía un calado muy inferior a los 21
metros, porque si fuera así habría quebrado el principio de Arquímedes


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y estaría hundido. El barco podía entrar perfectamente por el canal oeste -prosigue el ex práctico-, hubiese entrado como la seda, sólo había que llevarlo al pantalán 4 y descargar allí el fuel. En definitiva, señor Rajoy, el barco podía
entrar en A Coruña, tanto porque su canal de entrada oeste tiene 23,5 metros de profundidad como porque en su interior tiene un calado de 19,21 metros. Por tanto, el barco podía haberse inmovilizado y cercado luego para evitar la contaminación del
puerto antes de proceder al trasvase del fuel. Reconozca usted, señor Rajoy, que esta medida merecía haber sido tenida en cuenta cuanto menos.



Cada vez más la política española recuerda el argumento de Los otros, muertos que creen estar vivos y que asustan a los vivos cuando aparecen en escena y salen de su casa en tinieblas. Así se comprende que algunos ministros sean
fotosensibles, como lo es el presidente del Gobierno en su alergia por salir en la foto. No sé para qué le ha servido al señor Aznar leer las memorias de Churchill, porque lo que elevó a Churchill a su inmensa estatura fue una capacidad formidable
para estar presente donde había que estarlo y para tomar las decisiones valientes, y la decisión de alejar el barco al quinto pino, señor Rajoy, fue una decisión cobarde, cuanto menos cobarde.



Dijo usted en el Congreso que la decisión de alejamiento se basó únicamente en criterios técnicos, no políticos. Pues bien, el señor presidente del Gobierno ha dicho todo lo contrario, que fue una decisión política. El propio señor
Álvarez-Cascos ha dicho hace días que él tomó una decisión política basada en criterios técnicos. Posteriormente justificó la medida en la necesidad de evitar una catástrofe ecológica en el puerto de A Coruña. Desde luego ese objetivo no sólo no
se ha evitado con esa decisión, sino que se ha conseguido agravar la catástrofe hasta convertirla, en palabras del propio ministro de Fomento que hoy se han repetido mucho, en el Chernobil español.



El domingo pasado el ministro de Fomento nos sorprendía a todos con un nuevo argumento que nunca había evocado hasta ahora: que adoptó la decisión por razones económicas para evitar el bloqueo del puerto de A Coruña. Cada día que pasa
vamos sabiendo más, pero esto es un jeroglífico, porque en el fondo la decisión del ministro de Fomento de enviar el barco al quinto pino esconde intereses económicos y políticos inconfesables. No estamos ante un error, señor ministro, no estamos
ante una decisión equivocada, estamos ante una gravísima imprudencia temeraria.



Por cierto, señor Rajoy, dígame usted -seguro que se lo van a preguntar otros portavoces- qué hacía nuestro ejército en ese momento. Se habían movilizado hasta la fecha del 21 menos de diez soldados por día, y mientras nuestro glorioso
ejército haciendo el ridículo en el Índico, como magníficamente ha ridiculizado Canal+ con el señor ministro en su cabramóvil. Por cierto, señor Rajoy, ¿va a demandar el Gobierno, como dicen, a la compañía propietaria, del señor Coulouthros -ha
dicho que sí-, y a la compañía rusa que ha fletado el barco, la Crown Resources? ¿Han presentado oficialmente esta demanda? Usted ha planteado que sí, pero que están estudiando algunas fases porque la aseguradora lo ha pedido. ¿En qué fase se
encuentra -quisiera más datos, ha dado alguno- el procedimiento administrativo sancionador contra el armador, el propietario, el asegurador y el capitán de buque iniciado por la Capitanía Marítima?


En su comparecencia del día 5 de diciembre ante la Comisión Mixta para la Unión Europea, veintidós días después del accidente, usted afirmó textualmente que el remolcador de salvamento marítimo Ría de Vigo tardó diecinueve horas, desde las
18.30 horas del día 13 hasta las 13.40 horas de la mañana del día 14, en hacer firme el remolque del Prestige. Mi grupo parlamentario denunció esta tardanza inadmisible en el cumplimiento de las órdenes recibidas por el Ría de Vigo, sospechando que
detrás de esta actitud había intereses económicos, y no tardó en demostrarse que esa sospecha era realidad. El propio ministro de Fomento, en su comparecencia ante la Comisión de Infraestructuras, denunció que el Ría de Vigo actuó de espaldas al
Gobierno al llegar a un acuerdo paralelo con Smit Salvage, los rescatadores privados contratados por el armador del buque, y anunció que había encargado a la Abogacía del Estado que estudiara si Remolcanosa, propietaria del Ría de Vigo, pudo
incurrir en un claro incumplimiento contractual del contrato suscrito por Remolcanosa con la Sociedad de Salvamento Marítimo, que le obliga a estar al servicio de la administración en exclusiva y por el que Remolcanosa cobra más de un millón de
euros al año. Sí, señor. El contrato privado del Ría de Vigo con Smit Salvage existió y existe con fotocopia publicada en la prensa.
Ese contrato privado surgió porque estaba en juego la prima del 30 por ciento del valor de la carga y del buque
en caso de que fueran salvados.
Sin embargo, días después de todas estas denuncias hemos sabido que el Ministerio de Fomento acaba de renovar el contrato anual con Remolcanosa para este tipo de menesteres; un contrato que expiraba estos días.
¿Puede usted confirmar o no esta renovación del contrato con Remolcanosa, señor Rajoy? ¿Puede decirnos aquí si la Abogacía del Estado va a presentar una querella criminal contra Remolcanosa? ¿O todo quedará en agua de borrajas? Si el asunto no
fuera tan trágico tendríamos la impresión de estar asistiendo como espectadores de una comedia. El Gobierno ha emprendido un cambio de rumbo y ha empezado a reconocer que pudo equivocarse en algunas decisiones aunque no dice en cuáles. Es más,
dicen: díganme en cuáles me he equivocado. Pues mire, ¡le hemos dicho montones! Pero cuidado, señor ministro, con la estrategia de manchar a todos. Se está iniciando toda una campaña. Usted mismo, en entrevista publicada el domingo en El Faro de
Vigo reconocía que los gallegos han estado


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mejor que los políticos, incluido el Gobierno. Diga usted que han estado mejor que el Gobierno porque dígame qué podíamos nosotros sobre las decisiones pasadas, presentes y futuras o las que en un momento determinado han tomado con el
rodillo que ustedes utilizan habitualmente.



Por tanto, señor Rajoy, tenga en cuenta y asuma muchas de las responsabilidades. Antes lo decía el portavoz Caldera, aquello de menos Estado, menos servicio público y por lo tanto menos infraestructura para estos casos. Y no me duelen
prendas en reconocer que usted se está dejando, en dar la cara y combatir el vertido, la salud, los nervios y la piel. Pero crece la impresión de que este trabajo ciclópeo le puede sacar del chapapote con la túnica reluciendo y candidato mejor
situado en la carrera de la sucesión; pero eso no viene al caso. Pocos ministros dan la cara como usted, actuando como parapeto del verdadero responsable, incluso como barrera de protección del presidente del Gobierno. Y ya que usted además de
todo eso es ministro de la Presidencia y tiene la responsabilidad de la política informativa, señor ministro, la mejor forma de tranquilizar a la opinión pública es decir la verdad impulsando una política informativa transparente y fidedigna sobre
el siniestro y sus consecuencias. Sin embargo tenemos la impresión de que desde un principio el Gobierno y la Xunta han practicado una política de desinformación que recurre al eufemismo para que la tormenta amaine en un intento de minimizar la
tragedia. Como ha dicho el magnífico escritor Manuel Rivas: Antes había que escuchar Radio Pirenáica para enterarse y ahora habrá que escuchar Radio Lisboa o Radio París.



En las 72 horas que siguieron al accidente el delegado del Gobierno en Galicia y el conselleiro de Pesca de la Xunta se turnaron en la transmisión de informaciones destinadas a ocultar las gravísimas deficiencias en las dotaciones materiales
de salvamento marítimo y los riesgos de rotura y hundimiento implícitos en el arrastre del Prestige hacia alta mar. El propio delegado del Gobierno afirmaba, sobre las máquinas del Prestige: volverán a ponerse en marcha con vibraciones o sin
ellas. Dos días después, el ministro de Pesca declaraba con un rostro risueño y triunfal que: no tememos una catástrofe ecológica ni esperamos grandes problemas. Trataba de vendernos que todo estaba controlado y bien controlado. Incluso se jactó
el señor Arias Cañete de que el peligro había sido conjurado gracias a la rápida reacción del Gobierno. Ese mismo día manifestaba el conselleiro de Pesca que el peligro de marea negra no era muy alto. Según han denunciado los propios trabajadores
de las televisiones públicas gallegas, los directivos de TVE y la televisión autonómica de Galicia impartieron la instrucción de no hablar de marea negra sino de manchas y vertidos, en sintonía con sus propias declaraciones, señor Rajoy. Le
recuerdo que en esas mismas televisiones, cuando estalló la crisis de las vacas locas se prohibió la difusión de imágenes con reses muertas. Ayer o anteayer, el secretario general del Partido Socialista decía en una conferencia que de las 11 horas
dedicadas a la catástrofe del Prestige solamente se les había permitido acceder un minuto y quince segundos a aquellos que criticaban las deficiencias en la lucha contra la contaminación.



¿Es cierto, señor Rajoy, que la Dirección General de la Marina Mercante cursó a sus delegaciones en Galicia la instrucción de guardar silencio y abstenerse de difundir información sobre este asunto? Sigo, señor ministro. Mirando ya al
presente y al futuro: ¿Cuáles son los primeros resultados del estudio que la comisión interministerial le encomendó el 28 de noviembre al Instituto Español de Oceanografía sobre el impacto a corto y medio plazo del vertido sobre especies de
mersales y otros peces de interés pesquero? ¿Cuáles son los primeros resultados de los estudios que el Gobierno ha encomendado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas sobre el comportamiento de la salida de fuel de los restos hundidos
del Prestige y sobre la modelización de las trayectorias que pueden seguir los vertidos en la zona del hundimiento? ¿Sabía usted el 30 de noviembre que el ITOPF había estimado que del barco salían unas 50 toneladas de crudo al día? En ese caso,
¿por qué días después seguía usted minimizando el volumen de estas pérdidas con el símil del hilillo de plastilina? ¿Es cierto que los tanques pueden tardar entre cinco y 39 meses en vaciarse si no se taponan?


Señor Rajoy, en honor a la verdad, en su comparecencia del día 5 de diciembre reconoció que el señor Llamazares se había estudiado el problema pero negó que España no hubiera traspuesto al derecho interno una directiva de la Unión Europea
sobre la seguridad del transporte marítimo. Permítame precisar, señor Rajoy, que el señor Llamazares decía la verdad y que España todavía no ha traspuesto tres importantes directivas. Su Gobierno no ha traspuesto todavía al derecho interno español
varias de estas directivas, las más importantes aprobadas en 2000 y 2001: la 2001/105, la 2001/106 y la 2002/59, que se refieren a la introducción progresiva del doble casco, a las normas para los buques que hacen escala en los puertos europeos,
normas de inspección, seguimiento de información, creación de puertos de refugio, etcétera. No diga usted lo que le vamos a pedir, ¡hágalo usted, trasponga a la legislación española la directiva!


Por último, me parece muy bien que vengan ustedes a pedir perdón y puede que quede muy bien desde un punto de vista comunicacional-político. Pero esto no es un colegio donde uno le pide perdón a un compañero porque sin darse cuenta le ha
dado un codazo en la fila. Esto no es un choque en una acera, señor ministro, ni los perdones históricos que algunos países o instituciones suelen pedir por actuaciones en el pasado, porque esto es una cosa muy grave y los responsables o los
irresponsables están vivitos y coleando. En política


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cuando se cometen estos errores tan graves por los que hay que pedir perdón, primero, evidentemente, se pide perdón, eso está claro; segundo, se intentan solucionar los problemas e inmediatamente, cuando se han solucionado los problemas
uno, que ha sido responsable de todos aquellos desastres, dimite, se va. Y se va intentando que el cuerpo democrático español no sufra más daño. En un magnífico artículo de opinión habla Santiago Carrillo de cómo ustedes han intentado buscar
muchos responsables y al final han encontrado que el responsable de todo lo que está pasando es la oposición. En una especie de sansones raspados, con el pelo cortado y ciegos, dicen ustedes: ¡Muera yo y los filisteos! Todos son culpables, no hay
que dejar ningún caladero político limpio.



De la visita del Príncipe, aparte de lo que ha dicho el señor Caldera, hay una cosa que me preocupa. Que se aplaudiera al Príncipe, eso a mí me da igual, pero sí me preocupa que se insultara a todos los políticos que acompañaban al
Príncipe, independientemente de la afiliación política que tengan. Hay un intento irresponsable por parte de sus medios de comunicación de intentar llevar toda la responsabilidad hacia la política. Los responsables son los que tienen el Ejecutivo.
A los demás el pueblo español lo que nos ha exigido es que les controlemos y que hagamos oposición. ¡Ojalá ustedes gobiernen tan bien como nosotros intentamos ser oposición! Hagan el favor de no seguir alentando todo ese rechazo hacia la llamada
clase política, en la que como tal clase no creo, pero sí en lo político. No es bueno ver en ayuntamientos ni en manifestaciones pancartas como la siguiente: Dile a mi mujer que voy a llegar tarde, he estado recogiendo (sic) mierda para los
políticos. Esto se veía en el salón de plenos de un ayuntamiento utilizado como base para los voluntarios.



Termino de verdad, señor ministro. Me preocupa muchísimo el problema que hay en Galicia y todo lo que sea posible para arreglarlo y dos más. Desde luego, es imprescindible que haya información, transparencia y coordinación, que se cree una
Comisión de investigación y que se acepte la ayuda de los demás. Y plantéense que, antes que ser del PP, hay que ser demócratas, no siendo bueno dañar ni a esta democracia ni al sistema de partidos por mucho que en un momento determinado el jefe
del Estado o el hijo del jefe del Estado reciban aplausos cuando van a hacerse las fotos correspondientes.



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Rodríguez, del Grupo Mixto.



El señor RODRÍGUEZ SÁNCHEZ: Comenzaré en nombre del Bloque Nacionalista Galego por el final. Lo más preocupante y lo que une todas las intervenciones del Gobierno, a pesar de los distintos matices que puedan presentar sus miembros, es la
tesis de fondo, que siempre consiste en decir que estamos en manos de unos desaprensivos, los cuales son los verdaderos responsables de la catástrofe que nuestro país está padeciendo. La primera pregunta, señor Rajoy, sería quién está realmente
protegiendo a estos desaprensivos y qué tipo de marco legal hay tanto estatal como internacional que los haya puesto en su sitio y que haya impedido lo que ustedes dicen es la causa fundamental de esta catástrofe.
¿Es que acaso no actúan conforme a
la legalidad internacional y a la legalidad estatal? ¿Es que acaso el buque Prestige no estaba conforme a todas las de la ley? Por tanto, este tipo de argumentación como causa última del desastre no puede ser convincente desde el punto de vista
argumental y mucho menos desde el punto de vista político.



Usted sabe que el Bloque Nacionalista Galego lleva desde el comienzo, prácticamente desde el día 14, tratando de explicar que un siniestro no se convierte en catástrofe, a pesar de sus potencialidades, si no es por la acción humana. Y lo
que ustedes atribuyen a algo que es previo a toda esta situación, nosotros lo atribuimos a tres factores fundamentales. En primer lugar, a la falta de previsión y aquí hablamos ya de legalidad.
¿Sabe usted, señor Rajoy, que para pasar legalmente
por el dispositivo de Fisterra hay que notificarlo y comunicar qué tipo de mercancía lleva el buque respectivo? ¿Por qué razón, en unas circunstancias de temporal de tal calibre, que es otra de las causas a la que ustedes atribuyen la catástrofe,
un buque monocasco, cargado con mercancía peligrosa, no fue fondeado inmediatamente, por ejemplo en la ría de Ares, que por cierto se fondea por parte de todo tipo de buques sin pagar nada, y eso se puede comprobar empíricamente todos los días,
antes de dejarlos seguir adelante? Así pues, desde el actual contexto legal, observamos una falta de previsión. En segundo lugar, a la falta de medios. Es obvio que no se podía actuar de forma urgente, ni siquiera tomando una decisión que podía
resultar temeraria, cuando los remolcadores no tenían la suficiente capacidad de arrastre. Y en tercer lugar, a las decisiones erróneas.
Señor Rajoy, desde el principio hicimos ver al señor ministro que uno de los problemas más graves que tendrían
que aclarar sería no sólo quién tomó la decisión de alejarlo de la costa, sino sobre todo quien decidió cambiar el rumbo hacia el sur. Esto lo hemos preguntado en sucesivas ocasiones y la respuesta siempre ha sido tan equívoca y confusa que
continuamente están ustedes introduciendo conclusiones de carácter contradictorio. Es más, los políticos que conforman el Gobierno dan respuestas increíbles, como por ejemplo cuando a usted le preguntan a qué hora se puso al frente de la crisis. Y
cuando le demandan si recibieron presiones de Francia o del Reino Unido en relación con el cambio de rumbo, usted contesta en La Opinión: Yo desde luego no recibí la presión de nadie. Si usted no la recibió, ¿quiere eso decir que la recibieron
otros, como el señor Cascos o el señor presidente del Gobierno? ¿Cómo es posible que un Gobierno conteste,


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siempre autolimitando sus responsabilidades particulares, que no recibió presión? Yo desde luego no. Y la señora ministra de Asuntos Exteriores escapó ayer exactamente igual, por la tangente. Esta es la gran cuestión: ¿Quién cambió el
rumbo del barco? Porque ese es un error de consecuencias catastróficas, siendo lo único que se podría haber aceptado de la decisión tomada que el barco continuase hacia el norte, una decisión limitadamente mala o mala, pero que realmente tendría
una coherencia global.



Por tanto, señor Rajoy, va a ser difícil que ustedes puedan escapar de la falta de diligencia o de la mucha negligencia de las actuaciones temerarias y sobre todo de la indolencia del Gobierno durante los primeros días del siniestro y su
desarrollo en catástrofe. Ustedes tuvieron una actitud de displicencia respecto de Galicia que es consonante con la forma de proceder siempre desde La Moncloa en relación con los problemas de nuestro país. Y es curioso que usted tiene tal
conciencia de eso que en la misma entrevista dijo que en los primeros tres o cuatro días no pilló a todo el mundo muy bien, que en ese período no hicieron las cosas con el mismo orden, rapidez y sentido que 10 días después. Es decir, usted mismo
admite que solamente a partir del día 23 empezaron a considerar que se trataba de una catástrofe que podía tener consecuencias políticas y sobre todo económicas, sociales y electorales.
Pero tardan aún en reaccionar bastantes días más, hasta que
ven a una multitud de personas, al margen de los colores políticos, en las calles de Galicia. Entonces es cuando ustedes toman ya buena nota de que esto no va a ser fácilmente reconducible, reduciéndolo a una imagen puramente de marketing e incluso
a un problema de carácter local. Por tanto, señor ministro, le recomiendo que cambien de táctica y a usted en particular que no se preste a servir de frontón o de ping-pong, ya que va a tener que venir aquí durante muchos meses y va a tener que
aguantarnos a todos preguntándole sobre el origen de la catástrofe. Sería mucho mejor que ustedes admitieran que hay que crear una Comisión de investigación y dedicar el tiempo de sus comparecencias a la forma de actuar ahora y en el futuro y a
controlar lo que se va haciendo. Pero ustedes se siguen negando y esta es una causa de discrepancia política fundamental, que no la pueden atribuir ustedes a la mala fe de los partidos que puedan estar desde la oposición demandando este tipo de
información oportuna, la cual puede clarificar muchísimas de las causas de lo que estamos viviendo en origen. Usted mismo manifiesta -ya lo hemos visto- no saber muchas veces cómo contestar, no existiendo explicaciones convincentes, homogéneas o
únicas. Es más, son tan farragosas y cambian tanto con el tiempo que las últimas intervenciones del señor Álvarez-Cascos son bien elocuentes de un tono que contrasta por lo menos con el de usted en algunas respuestas en entrevistas de periódicos.
Las suyas son triunfalistas y las del señor Álvarez-Cascos autocomplacientes en el sentido total, sin matices, y además tan faltas de autocrítica que están conduciendo ahora a algo muy grave, como es la demagogia de intentar dividir al país. Sus
frases sobre el puerto de A Coruña son tan desafortunadas que incluso se denuncian, ya que si no, además de un problema ecológico, tendríamos un problema económico. ¿Y qué está pasando en el resto de Galicia, señor vicepresidente? ¿No hay un
gravísimo problema económico y social, con consecuencias más graves que cualquier afectación momentánea a un puerto como puede ser el de A Coruña? Pero no se preocupe, que el señor Álvarez-Cascos no nos va a dividir en este sentido, vamos a tener
una clara conciencia de país global.



Por lo demás, señor vicepresidente, usted habla ahora con autocomplacencia acerca de cómo está funcionando la organización para combatir la marea negra. Pues bien, le quiero decir que sigue habiendo falta de organización y que no hay una
centralización de las decisiones con suficiente responsabilidad de carácter político. Le voy a poner solamente un ejemplo, que es de los últimos días. En el Ayuntamiento de Ferrol se celebra una reunión para poner orden, ya que todo era un
despropósito, acordando coordinarse la empresa TRAGSA, los vigilantes de costa, el Ministerio del Medio Ambiente y el mismo ayuntamiento. Llega el fin de semana y resulta que TRAGSA no cumple ninguno de los compromisos que había asumido. No hay
contenedores suficientes para echar el fuel que se recoge en las playas, no se buscan lugares de refugio, las playas están a 8 kilómetros de Ferrol, no hay edificios donde guarecerse, no se establecen servicios sanitarios -repito que están a 8
kilómetros de distancia- e incluso falta material, como las botas, poniéndose el pretexto de que el número de las mismas no va a ser adecuado para los voluntarios que vengan. Pero más grave es lo que ocurre en otros ayuntamientos, en que el número
de teléfono donde se recepciona la petición de los voluntarios resulta que lo que hace es trasladarlos a ayuntamientos como el de Pontevedra. Es increíble que siga habiendo tal falta de responsabilidad política. Le recomiendo a usted que vigilen y
que por lo menos la competencia política logre lo siguiente: que haya planificación y complementariedad entre lo que hacen las cofradías, los ayuntamientos y la dirección política y sobre todo que se centralicen las peticiones del voluntariado. Y
le recomiendo además que acepten en primera instancia a los voluntarios de Galicia, ya que es intolerable que muchos voluntarios gallegos se vean marginados y no puedan actuar porque ustedes prefieren a los de fuera, argumentando que solamente van a
estar tres días y que no crean tantos problemas. Y sí que los crean, puesto que muchos de ellos vienen pensando que van a ser recibidos debidamente y después se encuentran con que no hay nadie que se responsabilice de sus peticiones a distancia.
Esto tiene que cambiar urgentemente. Es más, le doy la siguiente prueba de mi recomendación: es curioso que en todo este problema


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de desorganización, donde están teniendo más conflictos sociales es donde más vitalidad social y económica hay. Creo que esto les debería llevar a una conclusión cierta, a que las cosas no están funcionando bien.
¿Invento yo que las
cofradías del sur son las más conflictivas? ¿Por qué, señor Rajoy? Porque detrás tienen una base social y económica muy fuerte; porque no se puede hacer caridad con ellas; porque no se les puede callar y controlar solamente con el dinero, a
pesar de que puedan ser del Partido Popular. ¿Por qué? Porque hay una entidad viva detrás y ustedes tienen que responder inmediatamente a esto.



Vamos a pasar al capítulo de la forma de asumir la catástrofe la Unión Europea. Menos mal que dice usted que se sienten solidarios, ¿qué sería si no se sintiesen? Creo que no hay peor prueba del carácter mercantilista de la Unión Europea y
de la falta de peso del Gobierno del Estado español o, en todo caso, de la indiferencia que sienten por territorios periféricos como Galicia, que el comportamiento que han tenido. Ni siquiera fueron capaces de lograr la creación del fondo de
indemnización por hidrocarburos con 1.000 millones de euros. Es increíble cuando para un Estado central de la Unión Europea, con gran capacidad económica, se crea un fondo de solidaridad que se emplea, en gran parte, en paliar las consecuencias de
la catástrofe de las inundaciones. ¿O qué pensar cuando son tan cicateros que están muy contentos porque logran el permiso para reasignar fondos que, señor Rajoy, le recuerdo que ya estaban destinados para finalidades en comunidades autónomas de
Objetivo 1, como era Galicia? ¿O cómo son ustedes capaces de decir triunfalmente que el IFOP se va a emplear precisamente en paliar la catástrofe, cuando está en desacuerdo todo el sector de la pesca? Lean los propios comunicados que envían al
Gobierno. ¿No sería mejor, señor Rajoy, y ustedes si fueran un Gobierno diligente así lo debían lograr, que se crease, fundacional e inicialmente, el fondo de hidrocarburos, o bien que el fondo que ellos ya hicieron de solidaridad se volviera a
lograr que se llenase de dinero, para que de forma directa y finalista fuese una parte a Galicia? ¿Es que se puede ser solidario con Alemania, con Italia o con Chequia y no con los territorios que más lo necesitan, ante una catástrofe que no es
natural y que hay responsabilidades políticas que no afectan sólo al Gobierno del Estado español sino a los gobiernos de la Unión Europea, que también son gravemente responsables del marco de seguridad marítima que existe? Señor Rajoy, ¿por qué no
utiliza la oportunidad, ahora que piden el doble casco -porque sería el colmo de las discriminaciones- para pedir a la Comisión y al Consejo que permitan la vuelta de Izar-Fene, que está en Galicia, para que pueda construir todo tipo de buques, y
que, por tanto, se beneficie de la construcción de los petroleros monocascos? ¿No es ésta la mejor manera de ayudar a Galicia y no con estos festivales folklóricos a los que ustedes recurren, con estas loterías de Navidad, o estas llamadas del
Príncipe a que tenemos que ser todos muy solidarios con Galicia, precisamente en esta fiesta de la hermandad y de la solidaridad con los pobres?


Ahora le rogaría que, por favor, atendiese también a otras demandas, ya que usted dice en sus entrevistas que, como gallego, está dispuesto a hacer todo lo posible por su tierra, con la que usted se siente, teóricamente, identificado. Pues
bien, señor vicepresidente, las medidas técnico-científicas que ustedes han tomado en la conformación de los comités son abiertamente discriminatorias con la comunidad de investigación científica en Galicia, y no precisamente en los sectores
marginales, sino en los sectores de la biología, de la investigación y de la economía pesquera e incluso en el sector de la ingeniería naval. Le recomiendo que no vuelva a conformar comités científicos en los que hay un solo científico gallego,
sobre diez. Me imagino que la catástrofe también tendrá que servir para que las líneas de investigación que se abran beneficien a Galicia que, por lo demás, dispone de técnicos y científicos a la altura de las circunstancias. Es increíble que
cuando vayan a hacer un estudio del impacto sobre fauna y flora o de las comunidades marinas en la plataforma continental de Galicia, no se cuente con alguien como el señor Urgorri. Es increíble que no se cuente con un ingeniero naval como don
Primitivo González, o es increíble que no se vaya a tener en cuenta para la evaluación económica de la catástrofe al único equipo de investigación sobre recursos pesqueros y situación económica del medio marino en Galicia, como es el que hay en la
Universidad de Santiago de Compostela. En todo caso, señor vicepresidente, le rogamos que tenga en cuenta estas sugerencias y las haga valer, como gallego. Por cierto, ¿cómo no saben aún, después de tanto científico que hay, cuánto fuel salió de
los tanques del Prestige? ¿Es que a estas alturas la comunidad internacional no lo puede saber o es que ustedes no lo quieren decir? ¿Cómo es posible, señor vicepresidente, que no se esté tomando ya una opción clara y abierta por alguno de los
modelos, que consiga eliminar la catástrofe, la bomba que está ahí, potencialmente, para el futuro? Tendrán que decidirlo en un tiempo prudencial, pero en un tiempo que hay que decirlo hoy. Digan ustedes cuánto van a tardar en decir si esto se va
a cubrir con un sarcófago o si van a intentar extraerlo del fondo del océano. Esto es fundamental, porque los plazos son muy importantes. Usted da una cantidad de toneladas que, si tardan tres meses, es posible que lo quede en el fondo sea
relativamente poco. Por eso es muy importante cuánto se ha vertido ya en este momento.



Por último, señor Rajoy, está la cuestión de la veracidad de la información y del funcionamiento plural de Radiotelevisión Española. Yo he podido comprobar cómo una entrevista que se le hizo nada menos que a la jefa del equipo de
investigación de recursos pesqueros en la Universidad de Santiago fue censurada en su totalidad


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en el programa Informe Semanal, de La 2. Esto no es de recibo. Hacer perder a una persona el tiempo, hacer perder a una persona moral y después verse vejada, desprestigiada o censurada, cuando es la única persona que sabe de las
consecuencias de la catástrofe desde el punto de vista de la evaluación económica en todo el Estado español, es indigno de una televisión pública, y también le ruego que ejerza su influencia para que este tipo de actitudes no se produzca.



Señor Rajoy, también le pediría, y usted sabe que ejercemos un control contínuo sobre esta cuestión, que de una vez por todas los documentos de la Administración sean homogéneos en relación con el trato de la toponimia de Galicia. Ya he
observado que todos los ayuntamientos son enumerados por usted con corrección legal y originaria, pero en esto de A Coruña parece que sigue habiendo una especie de tabú. No sé si es que la españolidad se tiene que demostrar así, o no se demuestra
mucho mejor la responsabilidad de un Estado de derecho aceptando que todos los topónimos de Galicia tienen, como única forma legal la forma originaria. Se lo digo por los propios taquígrafos, para que no piensen que ellos cometen ilegalidades
cuando, con toda diligencia, respetan siempre la toponimia de Galicia, admirable, pero creo que no pueden ser los trabajadores de la casa las que asuman la legalidad, mientras el vicepresidente mantiene una posición ambigua, aunque más correcta que
otros miembros del Gobierno.



Voy concluyendo, señor vicepresidente. No sigan midiendo, por favor, los latidos de Galicia por una forma de ser servil o adaptada a quien manda.
Cambien, por lo menos, a partir de ahora. Se lo ruego yo, que también tengo muchas de las
características de la sociedad gallega, empezando por la educación. Segundo, huyan de la creencia de que el control de una parte o de la mayoría directamente afectada va a funcionar para hipnotizar o adormecer al resto de la sociedad gallega.
Usted sabe que hay un cabreo fundamental y básico en toda la población urbana porque ve que se está poniendo en peligro el propio país. Eso es algo fundamental que no deben olvidar. Tercero, se acabó el silencio cómplice, escéptico o resignado del
país. No crean ustedes que esto se reduce a un problema puramente electoral y momentáneo y dénle la importancia que tiene como problema del Estado. Asúmanlo de una vez, para que todos los gallegos y gallegas empecemos a notarlo en los Presupuestos
Generales del Estado, que es lo que indica la responsabilización del Estado español con las consecuencias que va a tener que padecer Galicia. Por cierto, le recomiendo también, porque las palabras son muy importantes, que en los planes que asumió,
concretamente sobre turismo, no empleen sólo el nombre de la cornisa cantábrica. No es un problema de sectarismo, pero las zonas más afectadas no corresponden a la cornisa cantábrica, sino a la cornisa atlántica de Galicia. Que figure, porque
estoy harto de ver eliminado nuestro país con esto de la cornisa cantábrica. Si usted piensa que O Grove es la cornisa cantábrica, u O Salnés, lo bendigo y punto y callo, pero no es así. A ver si, de una vez, por lo menos figuren las fachadas
atlántica y cantábrica del Estado español, si no quieren citar comunidades autónomas, o, si no, Galicia y las comunidades autónomas de la cornisa cantábrica, e incluyen entre paréntesis Asturias, Cantabria y Euskadi y nos quedamos tan tranquilos.
Se lo digo porque las palabras también son muy sintomáticas y llevamos años de anulación. En este caso hay que centrar los problemas donde están, y las Rías Baixas no es la cornisa cantábrica, es la fachada atlántica del Estado español, y tendremos
que asumirlo de una vez por todas.



Si usted dice, y yo no tengo por qué desacreditarle, que usted, como gallego, siente este problema, también tendrá que centrar los problemas en su verdadera dimensión.



El señor PRESIDENTE: Para fijar posición, tiene la palabra el señor Mauricio, por el Grupo de Coalición Canaria.



El señor MAURICIO RODRÍGUEZ: Señor vicepresidente del Gobierno, después de este debate, sin duda apasionado, como no podía ser menos ante una catástrofe de las características que hemos vivido, ha llegado el momento de empezar a sacar algún
tipo de conclusiones, aunque sean de carácter provisional. Hemos tenido ya bastantes debates amplios e incluso hasta una sesión como la de hoy, que puede ser una primera parte de una comisión de investigación, porque parece que ya estamos todos los
portavoces con la suficiente documentación, con los estudios técnicos y con el esfuerzo de investigar una serie de actuaciones y comportamientos que han producido determinadas consecuencias.



Mi grupo quiere introducir sólo cuatro conclusiones provisionales. La primera es que el accidente que se ha producido tiene la atenuante de que en el conjunto de la sociedad europea hay muy poca sensibilidad, o la ha habido hasta ahora,
para prever situaciones de este tipo, aunque hay catástrofes anteriores que nos deberían haber servido de enseñanza para llegar a conclusiones. La verdad es que no había una cultura política de este tipo de situaciones, sobre todo que se producen
en el mar. El elemento nuevo que mi grupo considera que debería entrar en la reflexión política de fondo que debemos hacer, no sólo para las medidas en el corto plazo sino para las medidas a largo plazo, es que el mar está en las tradiciones
políticas de quien ha dominado los mares durante muchos siglos y que hasta ahora han impuesto eso de la libertad en el mar. El derecho marítimo está absolutamente limitado, subordinado, a que las soberanías nacionales y de los países prácticamente
no tienen competencias en el mar, y cuando las tienen, de carácter teórico, no tienen instrumentos para defenderlas.



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Hay un problema, el mar, y un Estado como el español, que tiene una enorme cantidad de costas y dos archipiélagos, yo creo que tiene una situación de principios del siglo XX con respecto a instrumentos y a medios para controlar los
dramáticos problemas y las catástrofes que se están produciendo en el mar. No estoy hablando sólo del tema del petrolero, del tema de la contaminación del mar y de los vertidos, o de las limpiezas de fondos, sino también del tráfico de seres
humanos, el contrabando, o las situaciones de violación de derechos humanos que en general se producen en el mar. El mar hoy está dominado por las mafias del mar. Aquello de la libertad que han impuesto el Reino Unido y otros en los siglos XIX y
XX, de que el mar era un espacio de libertad, entre comillas, ha producido los piratas del siglo XXI, que son los que se dedican al contrabando, al tráfico de personas, de drogas, a los que ejercen acciones de contaminación, de delito
medioambiental, y sobre todo al tráfico y el transporte del petróleo. Está controlado por mafias una gran parte del tráfico del petróleo internacional, y el poder del petróleo es inmenso en el mundo. Probablemente estemos a punto de una nueva
guerra terrible dentro de dos, tres meses en el Oriente Medio, concretamente en Irak, porque el poder del petróleo impone a los Estados y a los países. Que no se controlen hasta ahora esos buques basura con elementos y con capacidad de
contaminación enormes no es sólo consecuencia de la negligencia, es la consecuencia del poder enorme que tienen para impedir que se tomen medidas como las que se deberían haber tomado ya.



La primera conclusión, señor vicepresidente del Gobierno, es que hemos tenido una situación de imprevisión, y esta experiencia terrible que estamos viviendo nos tiene que servir para empezar a tener una situación de previsión y de
planificación del futuro. La imprevisión siempre tiene consecuencias cuando ocurre una cosa así, y van seguir ocurriendo de éste o de otro tipo, porque es terrible que pase lo que ha pasado, pero también lo es que en una patera mueran veinte
personas, o que el contrabando de drogas utilice constantemente a España, por el descontrol de sus mares, como uno de los instrumentos básicos del tráfico de drogas a nivel mundial. Ante la imprevisión, lo que no puede haber es improvisación, y lo
que hemos vivido en ese primer momento es un fenómeno enorme de improvisación, descoordinación, improvisación y falta de medios para una situación que en realidad no esta prevista y a la que este Estado no estaba en condiciones de responder.



Esa situación de imprevisión ha colocado al Gobierno o a las personas que actuaron en el primer momento en una situación a la defensiva políticamente. Se ha producido un conjunto de situaciones en las que además ha habido falta de reflejos
políticos, y yo creo que declaraciones y actuaciones torpes. Ante una catástrofe así se crea siempre un elemento de consenso social, de lucha de todos, de solidaridad frente a la catástrofe. El consenso de la sociedad civil y de los instrumentos
del Estado y de la política no se han producido porque ha habido una falta de gestos y de sensibilidad que ha llevado a torpezas importantes que en un primer momento se produjeron; luego el Gobierno empezó a rectificar de alguna manera reconociendo
errores, y ahora se vuelven a producir con declaraciones como: el único error ha sido que no soy profeta. Ese tipo de declaraciones, de nuevo altisonantes, han sido muy negativas para los ciudadanos que sufren esa situación y que en ese momento
viven en un clima emocional terrible, que es producto de la frustración, de la impotencia, de la falta de medios, que generan una reacción ciudadana contra la política. Y lo que no se puede decir es que lo único que ha faltado es capacidad de
profetizar que iba a ocurrir un accidente como éste. Yo creo que eso es un error y pediría al Gobierno que no lo repita, porque, recordando al clásico, no se puede decir que la culpa es de las estrellas, la culpa no es de las estrellas sino
nuestra. Por tanto, hay que dejarse de historias de profecías y de alegorías medievales y adoptar a partir de ahora decisiones de cara al reto y al desafío que sufren los Estados modernos ante los nuevos problemas que surgen en el mar, no sólo en
las doce millas, sino en las doscientas millas y en las zonas económicas y mucho más amplias.



Hay una segunda conclusión a la que quiero llegar. Yo hago un esfuerzo por ser objetivo. La primera situación ha sido de imprevisión y de torpeza; a continuación el Gobierno toma unas decisiones, crea una comisión especial, y tengo que
decir, no porque esté aquí el señor Rajoy, que a partir de ese momento se ha hecho un esfuerzo importante, y yo quiero destacarlo. Hay un esfuerzo importante pero a partir de una situación adversa, difícil, sin medios, sin instrumentos, etcétera.
A partir de un momento determinado, todas las iniciativas que empiezan a tomarse son las que eran posibles e incluso más allá de las posibles, y la comisión que dirige el señor Rajoy ha hecho un esfuerzo que hay que valorar después de decir que el
Gobierno ha tenido una situación de imprecisión previa muy grave y que debería reflexionar.



Se han tomado una serie de medidas, y ahora es importante resaltar dos cuestiones de entre ellas. Primero, hay que mitigar en lo posible los efectos dramáticos de la catástrofe, como ha dicho el señor Rajoy. ¿Cómo? Hay dos formas: el
plan de ayudas, a través de los decretos que se están haciendo y de otros que habrá que seguir haciendo, y el plan de reactivación económica de Galicia y de las zonas afectadas, que hay que tomarse en serio. Uno de los problemas que podrían
producirse es que, dentro de dos meses, estemos inmersos en otro drama. Una cosa típica de nuestra sociedad y de nuestro pueblo es que somos muy tremendos en el momento que ocurre una cosa, y nos olvidamos a los dos meses, ya estamos en otra
diferente. Decía yo antes, sin ánimo de introducir otros elementos en el


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debate, que dentro de dos meses podríamos estar inmersos en una situación de conflicto bélico internacional muy grave y en el debate consiguiente, preguntándole al Gobierno qué ha hecho o qué ha hecho la Unión Europea.
Que quede constancia
aquí de que ese plan de reactivación económica a largo plazo para la zona afectada tiene que tener medidas serias de solidaridad. Mi grupo apoyará todas las medidas de solidaridad con Galicia, Cantabria, etcétera, en la medida en que puedan ser
afectadas.



Una tercera cuestión a plantear son los cambios en el derecho marítimo internacional. Tiene que haber un antes y un después de esta catástrofe; que no es una catástrofe española; es una catástrofe europea y mundial.
Lo del Exxon Valdez
fue una catástrofe a escala mundial, y esta lo es más, puesto que hablamos de una de las costas más ricas del mundo desde el punto de vista medioambiental. Esta es una catástrofe mundial y tenemos que tomar conciencia de que hay que actuar contra
las mafias del mar, por decirlo de alguna manera. Hay que tener leyes y hay que cambiar el derecho internacional. Resultará difícil; cambiar medidas de derecho internacional lleva seis, ocho o diez años. Hasta ahora, la norma la han impuesto los
de la libertad de los mares -la Union Jack- y durante siglos, los del poder del mar. Nosotros, como un archipiélago perdido en el Atlántico, siempre hemos sabido que la potencia dominante en el océano Atlántico nos ha impuesto las medidas que
teníamos que asumir. A partir de ahora, la Unión Europea tiene que jugar un papel muy importante para cambiar el derecho internacional, para trasponer a las legislaciones internas el control de la navegación, el control del tráfico, inspecciones en
los puertos, la agencia europea de seguridad marítima, etcétera.



Hay que dotarlo de medios, y aquí está el centro de mi intervención: ¿qué medios? Podemos tener, como las tenemos, legislaciones medioambientales más o menos importantes y se siguen produciendo agresiones medioambientales muy importantes.
¿Cuántas competencias actuan en la costa, en el mar, en las 200 millas? Interviene Aduanas, Salvamento Marítimo, el Ministerio del Interior y la Guardia Civil, el Ministerio de Defensa, Puertos, la Marina Mercante, y cada uno sin instrumentos y sin
coordinación con los demás. Esa es la realidad. El mar es un elemento de soberanía esencial, donde se producen hoy las agresiones más duras a los Estados, y estos -y no me refiero sólo al español- han sido negligentes, influidos por la historia de
siglos de la libertad de los mares, nos han dejado inermes, sin instrumentos para defenderlos. Es una reflexión y yo insistiré cerca del Gobierno para que se cree en el futuro un servicio integral en el mar, en el que se unifiquen las competencias
-las del Estado y las de las comunidades autónomas- para que podamos actuar con medios operativos eficaces. ¿Hacen falta fragatas para defender los Estados modernos? Sí, pero sobre todo hacen falta patrulleras, paqueñas patrulleras -como las hay
en Estados Unidos y en otros países- que nos permitan controlar las 200 millas. En Canarias hay vertidos de petróleo permanentes, desde hace años, que destrozan nuestras playas con el piche; como lo llaman allí. ¿Quién controla eso? Nadie. Hay
un corredor marítimo, que pasa por el centro de Canarias, por donde pasan la mayor parte de los petroleros del mundo sin que los controle nadie; vierten, actúan y un día puede producirse una explosión o puede romperse en dos.
La costa de Galicia
tiene sólo un terrible drama con respecto a Canarias y es que tiene un mar mucho más duro. Pero es que ese problema está en Algeciras, en Gibraltar, en la costa de Andalucía, en la costa de Canarias, está en Baleares, está por supuesto en Galicia.
Le ha tocado el drama -porque yo no diría tragedia, porque tragedia es cuando hay muertos- terrible a Galicia, solidaridad total con Galicia, pero sobre todo saquemos como Estado, y también la Unión Europea, conclusiones.



Después viene el debate sobre el ejército. ¿Cuánto tiempo ha tardado el ejército en actuar? ¿Por qué tenemos siempre al ejército en los cuarteles o en los clubes de oficiales? ¿Por qué la marina está en los clubes que parecen de la India
y Ranchipur? ¿Por qué seguimos con un ejército que no tiene operaciones civiles? Porque hemos tenido una tradición de ejército intervencionista en la política a lo largo de los últimos siglos.
Cambiemos porque estamos en el siglo XXI y ya tenemos
un ejército democrático. El ejército profesional no sólo es una manera de reclutar, que tienen que ser profesionales, y ahora hay 80 u 85.000, sino que tiene que tener una mezcla de tareas civiles y militares. Eso es lo que permitirá que la
sociedad española se integre e identifique al ejército como un instrumento patriótico y no como un enemigo, como lo veíamos hace cincuenta años. Estamos ante un ejército democrático y tiene que actuar inmediatamente, y no sólo el ejército de
Tierra, sino la marina, que se queja de que tiene instrumentos pero no competencias, por ejemplo, en el mar. ¿Cómo es posible que la Guardia Civil, que es un servicio rural, tenga una zodiak para el control del tráfico de personas y del tráfico de
inmigrantes para las doce millas y ni siquiera es capaz de controlar pateras? ¿Cómo es que se gasta el Estado un montón de dinero en el SEVI, servicio de vigilancia marítima, recientemente creado, y el ejército tiene los mejores servicios de
control, no sólo del mar, sino del territorio de enfrente? Empecemos a coordinar efectivos, a tener un servicio integral. Hay que tener patrulleras, hay que tener instrumentos para que la nueva legislación que hay que imponer, incluso
unilateralmente, como hizo Estados Unidos, cuando lo del Exxon Valdez, se pueda imponer. Cada vez que hay que modificar algo se unen los países llamados del mar, los que han controlado el mar durante siglos, y entonces no hay manera de tomar
decisiones y medidas.



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Este no es un accidente aislado, plantea que España, que tiene un Estado moderno, desarrollado, tiene que controlar y defender su soberanía en el mar. Ese es uno de los temas para nunca más. El grito de Galicia es que necesitan
solidaridad, apoyo, todo, y en este tema este país tiene que demostrar el alto índice de solidaridad de su pueblo. Este es uno de los países más solidarios del mundo, tiene un gran sentido de la solidaridad, con otros países y con el nuestro, y
tenemos que volcarnos todos en el tema de Galicia, como aquí se ha planteado, pero al mismo tiempo tenemos que construir un Estado moderno. Hay competencia de civiles y militares cuya línea divisoria en el pasado ya no es la de hoy y tenemos que
tener operativos e instrumentos capaces para hacer eso. Tenemos que ver todos el ejército como un instrumento para esas catástrofes. Un día pueden ser accidentes marinos, otro día puede ser una catástrofe natural. Cuando nosotros hemos tenido
ocho muertos este año en Tenerife, en una catástrofe natural terrible, no sentimos tampoco solidaridad. Se tomaron medidas muy a destiempo y los instrumentos en el primer momento no los vimos por ningún sitio. Tampoco lloriqueamos, porque ya somos
un pueblo que no lloriquea, tampoco pide mendicidad de nada, pero hay que sacar conclusiones y las conclusiones están claras.



Señor presidente de la Comisión, señor vicepresidente del Gobierno, lo único que planteo es, primero, de este drama por supuesto nuestro grupo no quiere sacar ningún tipo de capital político. Segundo, es una catástrofe lo suficientemente
grave. Cuando las cosas son medianas debemos gritar y hasta ponernos histéricos, cuando son muy graves sangre fría y responsabilidad, y ha sido muy, muy grave lo que ha ocurrido y ahora hacen falta menos nervios, menos histerismos y más
responsabilidad.
Esa responsabilidad en este momento es el plan de ayuda a Galicia a fondo y yo exijo al Gobierno -si es que tengo alguna capacidad de exigir- que lo antes posible presente un programa a medio plazo, no sólo de medidas coyunturales,
de las cuales nos olvidemos dentro de tres meses porque estaremos atentos a otras historia. En segundo término, que planteemos, en la nueva reflexión estratégica de las fuerzas armadas, el papel del ejército en la acción civil, no sólo para el
control y prevención de conflictos internacionales, en Bosnia y otros países, que me parece muy bien dentro de ese pilar de las nuevas unidades de intervención europeas, que es muy importantes tenerlas, pero para el control y la gestión de crisis a
nivel internacional en el marco del derecho internacional de las Naciones Unidas. Tercero, para la acción civil, aquí y en otros países, de solidaridad. A los de Aduana, que no les gusta que les quiten la competencia; a los de Salvamento
Marítimo, que les gusta tener un par de juguetes más; a los de la Guardia Civil, que le han dado una medalla en Bosnia; a los de la marina, que no les dejan intervenir. Todo esto es parte del Estado, tiene que estar en un servicio integral y ser
coordinado entre el Estado y las comunidades autónomas. Hemos tenido la suerte de que el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Galicia y el Gobierno del Estado son del mismo signo, porque si no esta catástrofe hubiera sido una guerra monumental.
Las comunidades autónomas tienen que asumir que en ese tipo de cuestiones o ceden competencias o ponen parte de las que les corresponde y se coordinan con el Estado.



Las dos cuestiones son la solidaridad con Galicia y la necesidad de modernizar nuestros medios en la legislación, porque no sólo hace falta legislación internacional en el derecho marítimo internacional. Esto es un cambio histórico. Desde
las convenciones de Jamaica y otras más nunca nos han dejado actuar. Hemos cedido nuestras competencias y nuestra soberanía en nuestros mares territoriales. El mar territorial de Canarias es una broma, no podemos actuar en nada frente a agresiones
medioambientales, frente a tráfico de drogas. El otro fin de semana entró un alijo de drogas terrible en el sur de Gran Canaria, se llamó a la Guardia Civil y dijeron que no tenían operativos previstos en ese momento. Seguramente no los tendría,
pero el barco que desembarcaba la droga estaba ya enfrente de las costas. ¿Quién vigila nuestras costas? ¿Dónde estaban las patrulleras de la marina? En Mesa y López, la base naval de Las Palmas, en un club de oficiales maravilloso. No es que
vaya contra la marina, pero si no se les da competencias, la gente tiene que vivir así. Los instrumentos para defender el mar son todos, y hay que coordinarlos, darles medios y efectivos. Si no, dentro de poco tiempo tendremos otra catástrofe de
otro tipo. Ya es hora de que tomemos conciencia de eso. No he planteado aquí ahora el drama de ver si el Gobierno tiene que dimitir o no y cosas por el estilo. Me parece que el asunto es tan serio y tan grave como para adoptar una posición de
responsabilidad. Cuando los temas son medianamente graves repito que cabe hasta el histerismo, cuando son tan graves lo que hay que tener es sangre fría, responsabilidad y todos juntos luchar contra la adversidad.



El señor PRESIDENTE: Antes de dar la palabra al señor Otxoa, quiero recordar a los miembros de la Comisión que hay unas normas de la Mesa de la Cámara respecto al orden de las sesiones, y en este momento me refiero a los asesores del
compareciente, que deben permanecer en los lugares asignados y autorizados y cualquier comunicación deben hacerla a través de los ujieres de la Cámara. Quiero hacer este recordatorio para que el orden de la sesión se realice de acuerdo con las
normas reglamentarias.



Tiene la palabra el señor Otxoa de Eribe, del Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV).



El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: Mi intervención va a ser forzosamente breve, por el orden que han tenido los anteriores intervinientes, y no quiero


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abundar en expresiones y afirmaciones que ha habido de las que coparticipo.



Señor vicepresidente, su conferencia ha sido exhaustiva, muy similar a la del pasado día 5, en la cual, permítame la expresión popular, usted ha mareado la perdiz y ha dado datos exhaustivos en las partes que a usted le ha interesado. El
pasado día nos daba las dimensiones del submarino Nautile y hoy nos dice el peso que ha colocado sobre la tapa indicando además las características de la tapa en una obturación. El caso tiene una gravedad tal que dar datos de este tipo no puede
interpretarse más que como un desvío de atención tanto de los que aquí estamos como de los medios informativos que nos acompañan. Mire a su alrededor, señor vicepresidente: todos los grupos, exceptuando quizá el de apoyo al Gobierno, estamos
manejando recortes de prensa, noticias aparecidas, algún documento pirateado, pero desde luego ningún documento oficial que usted ni su Gobierno haya dado al Parlamento desde el día del accidente, ni un solo documento oficial, avalando esos datos
que usted da.
Evidentemente me han enseñado en política que en la Administración lo que no está escrito no existe y por tanto, dados sus antecedentes de fiabilidad, es cuando menos dudoso lo que usted nos está dando. Aválelo con informes. Dice
que tiene informes de expertos; no creo que se pueda sustraer a dar copias de esos informes a los grupos aquí presentes.



Dicho esto, hay que repetir quizá algo que dijimos con anterioridad en la comparecencia de otros ministros ante esta Cámara: hay una primera parte, la originaria del accidente, en la que no vamos a entrar. Hay datos que se han manejado,
que se han expuesto de las flotas obsoletas que están navegando por los mares del mundo y en eso tenemos la culpa muy repartida y desde luego las comunidades europeas no pueden sustraerse a la parte de culpabilidad ni los miembros que en esas
comunidades europeas toman decisiones, representantes de gobiernos, en los cuales incluyo al suyo, que en un momento determinado, por ejemplo, retrasaron voluntariamente la entrada en vigor de una normativa para promover la inmediatez de los cambios
de los petroleros monocasco por los de doble casco. Vamos a entrar en lo que ocurre a partir del accidente. A partir del accidente se nos están contando primero unas cuestiones que parecían verdades inmutables. En las pasadas intervenciones en
esta Cámara el Grupo Vasco comentó que existían a su juicio otras opciones más lógicas que la tomada, siempre en base a la autorización de aguas tranquilas, lo que parece que hoy ha quedado demostrado por la intervención de anteriores portavoces, ya
que en principio parece ser que sí sale incluso una cuarta opción, que es lo que nosotros le dijimos el pasado día 5.



En su exposición y por primera vez no creo haber oído hablar de un capitán culpable y responsable. El Grupo Vasco le dijo en la pasada intervención que entendía que, en principio, la actuación del capitán nivelando el buque, dando aviso de
su situación y solicitando entrada en puerto fue -y digo en principio- impecable. Se echaron dardos, rayos y centellas sobre el capitán culpabilizándole y parece ser que ya se ha suavizado. Pero la catástrofe se dio y no deja de haber preguntas.
Ustedes culpabilizaron al capitán. La pregunta concreta de este grupo que quisiera que contestase es: ¿Cumplió el Gobierno con el acuerdo Marpol en su actuación? ¿Existió oferta de prácticos para llevar a puerto el buque o existió oferta
concretamente de Repsol para hacer la descarga del petrolero en sus instalaciones? ¿Sí o no? ¿Existió presión por parte de alguna autoridad política local para que no se llevase el barco a puerto? Le agradecería que me contestase sí o no, no
quiero más contestaciones. ¿Existió alguna comunicación, petición o amenaza de algún gobierno extranjero que influyese en el cambio de rumbo del día 15? Son datos que quisiéramos conocer. A partir de esa catástrofe, el tratamiento del caso que el
Gobierno nos da es como si se tratase de una catástrofe natural, que por aquí pasó un huracán que nos ha dejado una desgracia que todos sentimos y a la que debemos poner coto con la ayuda solidaria de todos nosotros.



Señor vicepresidente, esta desgracia tiene raíz humana y lo que subyace en el fondo es un error humano. Aparte de ser un problema ecológico es un tremendo problema económico y un gravísimo problema humano, pero con raíces y
responsabilidades también humanas. Por tanto, búsquese a los responsables. Parece ser que ustedes no son partidarios de una comisión de investigación al caso, así que habrá que fiarse de su propia investigación a ver qué resultados nos da, pero,
por favor, lo que nos diga en esta Cámara, documéntelo.



A partir de la desgracia ocurrida hay que poner en marcha las actuaciones en tierra y en el mar. En la actuación en el mar, como se ha dicho aquí, por la carencia de medios propios ha habido que esperar a que vengan otros auxilios, y en la
actuación en tierra parece que se descansa mayoritariamente en el voluntariado. Nuestra pregunta es archirrepetida -y, por favor, a ver si alguien del Gobierno la contesta-: ¿Dónde estaba el principal responsable de actuación en tierra? ¿Dónde
está Protección Civil? ¿Dónde está el Ministro del Interior, que no comparece en esta Cámara? ¿Es que es un ministro que ustedes quieren tener virgen y sin que se manche de chapapote? Es el responsable de Protección Civil, es Protección Civil
quien debe poner en marcha los mecanismos automáticamente cuando ocurre una catástrofe, ¿o es que lo que ha ocurrido no es catástrofe?


Seguimos con la coordinación. Ustedes han coordinado muy bien todos los medios, desde luego sin la actuación de Protección Civil, y nos habla de esa reunión que han tenido el día 13 de diciembre en La Moncloa entre el ministro de Medio
Ambiente y todos los


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responsables, presidentes o delegados de las comunidades autónomas. ¿Por qué no dice usted a esta Cámara que ante la pasividad del Gobierno central es el Gobierno vasco el que toma la iniciativa de comunicarse con las comunidades del norte
de España afectadas, a Galicia, a Asturias, a Cantabria (iniciativa, insisto, del lehendakari del Gobierno vasco), les cita a una reunión el día 13 de diciembre, se pone de acuerdo con Galicia y Asturias y Cantabria dice que tiene que pensárselo?
Pensárselo es llamar rápidamente a Madrid, levantar la liebre y Madrid convoca inmediatamente para el mismo día 13 la reunión de La Moncloa. A pesar de eso se ratifica la reunión y se tiene una reunión previa el día 12. El señor Fraga no acude
alegando que tiene una moción de censura en Galicia y el responsable de la Comunidad de Cantabria dice que no acude porque no hace falta esa coordinación. Hay una coordinación previa, inicial, si quiere rudimentaria, entre la Comunidad Autónoma de
Asturias y la Comunidad Autónoma de Euskadi, y como resultado de esa coordinación los pesqueros pagados por el Gobierno vasco acuden hasta Asturias a trabajar en la recogida de galipó o chapapote, como usted quiera. Curiosamente, en fechas
posteriores, ante el no acuerdo del Gobierno para pagar a la flota cántabra y a la flota asturiana sus salidas, desde Cantabria piden sopitas y mandan un S.O.S a la Comunidad Autónoma de Euskadi, y la comunidad autónoma de Euskadi manda a sus
pesqueros a limpiar el mar frontero de Cantabria, con la recogida de unas 800 toneladas en sus actuaciones.



El señor PRESIDENTE: Señor Otxoa, el vicepresidente ha tenido que salir un momento. Si usted quiere puede esperar a que vuelva. Ha sido causa de fuerza mayor.



El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: Sí, señor presidente. Curiosamente estamos muy acostumbrados a que las necesidades fisiológicas de los representantes del Gobierno coincidan con nuestras intervenciones.
Esperaremos.



El señor PRESIDENTE: Es una causa natural, señor Otxoa. (Pausa.)


El señor PRESIDENTE: Señor Otxoa, puede continuar cuando lo desee.



El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: Señor vicepresidente, estaba comentando esa reunión de coordinación que el día 13 de diciembre tuvieron ustedes en La Moncloa, una reunión que estaba muy preparada con tiempo, por lo visto, y con decisiones
graves a tomar. La única que se toma fundamentada es montar una lotería especial a beneficio de los afectados, aunque hay algún otro delegado que propone militarizar el sistema porque el ejército es el único que tiene autoridad para llevar una
situación de este tipo, pero eso es puramente anecdótico.



No quiero extenderme demasiado. Le he hecho unas preguntas concretas y con esas y alguna más yo me daría por satisfecho, porque sería conseguir lo que en tres presentaciones del problema por parte del Gobierno no hemos conseguido saber.
Nos preocupa la situación siempre de ahora en adelante, qué va a ocurrir, y para eso hay otros datos que tampoco el Gobierno ha dado nunca, se lo han repetido otros intervinientes antes que yo: ¿Qué cantidad de fuel real, unida al combustible,
llevaba el barco? ¿Cuánto combustible y cuánto fuel pesado? ¿Cuánto ha sido liberado al exterior, cuánto se ha recogido y por tanto cuánto queda? ¿Es tan difícil de calcularlo por esos comités de expertos que les asesoran a ustedes? En base a lo
que queda habrá que tomar determinaciones. Ustedes hablan de solidaridad a veces como la panacea que va a solucionar este problema. No es sólo la solidaridad, hay que tener actuaciones correctas y concretas ayudadas con la solidaridad, que le
garantizo que no le va a faltar de todo el Reino de España, y desde luego los vascos en cabeza. Tenga usted la absoluta seguridad de que va a ocurrir así, pero insisto en que no sólo con voluntariedad se solucionan los problemas; se solucionan
tomando decisiones. Tienen ustedes una oferta concreta hecha por los representantes del País Vasco que les hablan de crear una barrera acercándose a la salida del fuel, no dejar una dispersión en todo el golfo de Vizcaya sino ir a buscar cuanto más
cerca mejor de la fuente de la que surge ese fuel. No hay contestación. Entendemos que las actuaciones de los pesqueros de cerco, que es una de las herramientas que se están utilizando con éxito, pueden ser mucho más positivas en tanto en cuanto
se acerquen más al punto de partida del fuel antes de su dispersión. No es necesario darnos una lección de cómo se dispersa el fuel, que más o menos después de los días que llevamos tratando este asunto ya lo hemos aprendido; lo que queremos es
saber cómo se piensa retirar ese fuel.



Nos ha hablado de su actuación en el marco internacional, que sencillamente voy a pasar por alto, no la voy a evaluar porque no quisiera usar calificativos que no merecen la pena. Preferiría que me contestase a la pregunta que le he hecho
inicialmente sobre si hay presiones, comunicaciones de algún país externo.



En cuanto a las actuaciones del Gobierno en las comunidades europeas, qué quiere que le diga, la nota tiene que ser cero, y no voy a hacer el remedo del cero patatero que usted conoce. Es cero porque que le den permiso para utilizar su
dinero desde luego no es ningún éxito. Lo que hay que conseguir son fondos de verdad. Esta catástrofe es supranacional, por tanto las comunidades europeas se tienen que mojar y ustedes les tienen que obligar a hacerlo, si es que su peso específico
dentro de ellas es el mínimo del que presumen. Por tanto, si subsidiariamente no hubiese la ayuda suficiente,


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el empeño económico tiene que ser estatal. En este problema tiene que mojarse el Estado. No lo van a solucionar con loterías ni con cuentas abiertas para aportaciones de particulares. Eso es el chocolate del loro, señor vicepresidente.
Donde tiene que haber una apuesta clara y concreta es en los presupuestos del Estado. Por favor, actúen, porque el otro día le dije y hoy no me resisto a no repetírselo que con el Prestige se hundió el prestigio del Gobierno y emergió la chapuza
nacional, que es la que nos inunda.



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió), señor López de Lerma.



El señor LÓPEZ DE LERMA I LÓPEZ: Señorías, en primer lugar quiero manifestar mi reconocimiento a la información aportada por el señor vicepresidente primero del Gobierno en función de sus tareas de coordinación ante esta catástrofe; pero
mi reconocimiento se ve empañado porque debo marcar cierta discrepancia respecto del calificativo que el propio vicepresidente ha dado a su intervención en los últimos segundos.
Ha hablado de una información sobrada. Quienes aquí ejercemos la
representación que nos otorga, garantiza y reconoce la Constitución nunca vamos a disponer de información sobrada; deberíamos disponer de la información precisa para actuar de una manera responsable, con garantías plenas, porque sin disponer de
toda la información esto no es posible.
Por tanto, desde el reconocimiento, mi discrepancia al adjetivo que ha utilizado de pasada el señor vicepresidente del Gobierno en los últimos segundos de su intervención. No es una información sobrada la
que se merece el Congreso de los Diputados como piedra angular del sistema que nos hemos dado a través de la Constitución de 1978.



Señor presidente, señorías, a medida que se van conociendo los pormenores del desastre ecológico que estamos tratando esta mañana, ya tarde, un desastre ecológico producido por el petrolero Prestige con consecuencias económicas y humanas
-por cierto, vaya nombre para tan penoso final-, se va evidenciando con mayor claridad que la respuesta del Gobierno fue, al menos en sus inicios, atemporal, inadecuada, deficiente, con falta de coordinación y, además -al menos esa imagen se
transmitió-, sin conciencia de la magnitud del problema y de sus consecuencias. Se ha intentado corregir, es cierto, pero la trayectoria ofrecida hasta el día de hoy nos aporta no solamente una imagen de ineficacia del Gobierno, al menos en sus
inicios -hoy creo que está ya superada-, sino incluso la de un Estado errático, dubitativo, casi sin mando. Es bueno, señor vicepresidente, que el Gobierno se haya situado en el estadio de la humildad, hacia donde le han empeñado no sólo los grupos
parlamentarios de esta Cámara sino también, por unanimidad, todos los medios de comunicación españoles, incluso más de uno, más de dos y más de tres prestigiosos rotativos en el ámbito internacional. Negar lo que las imágenes trasmitían, imputar a
terceros las responsabilidades propias o no reconocer errores de información y decisión, todo esto, señor vicepresidente, no fue bueno. No fue bueno para el Gobierno, que ha pasado de la arrogancia a la disculpa, ni lo fue para quienes más
directamente padecían el horror de las secuelas del Prestige, porque aun en la ruina económica en que se hallan los seres humanos tienen autoestima.



Nuestro grupo parlamentario no se alineó en contra del Gobierno. Hubiera sido fácil, muy fácil. Lo pusieron facilísimo, pues el fango de la crítica generalizada les atenazaba. Estaban absolutamente desorientados, casi como el Prestige,
sin mando a bordo. Pero alinearnos en contra del Gobierno hubiera sido irresponsable por nuestra parte, pues, dicho que las cosas no van, que no fueron, lo que se espera de todos -no sólo del Gobierno sino del conjunto de las fuerzas políticas y de
las administraciones públicas- son soluciones y no precisamente peleas. En consecuencia, Convergència i Unió demandó rectificar errores, coordinar acciones, ofrecer seguridad allí donde la incertidumbre era total, en Galicia particularmente, y
sensibilidad ante la tragedia. Eso se ha hecho. La verdad es que se ha virado, se ha reorientado el rumbo, si es que alguna vez el Gobierno tuvo rumbo en los inicios de esta tragedia.
Además, Convergència i Unió dejó en la cuneta reproches,
abucheos, censuras y controversias estériles. Entendimos y seguimos creyendo que para afrontar un estado de emergencia -en un estado de emergencia nos hallamos- como el que ha provocado el buque Prestige sobran las palabras y son necesarios los
hechos, es necesaria la acción. Repito que si el Gobierno estaba cuestionado, que lo estaba, el Estado casi estaba zozobrando como garante de la seguridad. Suerte tuvimos con la Corona, mucho más ágil en sus reflejos y mucho más próxima a los
damnificados por el siniestro. Y aquí es donde nuestro grupo parlamentario desea homenajear, agradecer, reconocer en este foro parlamentario a los miles y miles de voluntarios, a esa suma ingente de ciudadanos de Galicia y de otras partes del Reino
de España su trabajo. Ellos suplieron los déficit de las administraciones públicas y aun hoy están colaborando con ellas.
Fue y continua siendo, señor presidente, señorías, una oleada de solidaridad en medio de una tragedia administrada desde la
deficiencia, al menos inicialmente. Eso sí, los voluntarios se merecen fotos y titulares, incluso editoriales de periódicos, por qué no, por su comportamiento cívico; en cambio, la controversia política no se merece fotos ni titulares. No hay
consuelo para quienes lo han perdido todo, para quienes no ven horizonte inmediato, para quienes se cuestionan el futuro de sus hijos y de sus nietos, pero no se puede minimizar lo que este fenómeno del voluntariado está representando para toda
Galicia y hoy también para el Principado de Asturias, para Cantabria, para


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Euskadi, para toda España; el arraigo de unos valores que afortunadamente no tienen adscripción política pero sí están interiorizados en el ser humano. Mientras unos se excusaban y otros iban de pesca electoral -inicialmente el panorama,
más o menos, era ese-, los voluntarios defendían palmo a palmo las costas gallegas sin otra razón que no fuera la solidaridad con sus gentes y con esa tierra y, además, al lado de los pescadores y de sus familias, de los gallegos. La verdad es que
entre la controversia política y los jóvenes luchando contra los efectos de la marea negra uno debe quedarse con la limpia imagen de la esperanza, de la buena fe, de la amistad que ofrece un joven cualquiera, anónimo siempre, recogiendo el fuel del
Prestige. Lo mejor, señorías, la gente; esto ha sido lo mejor. Y lo peor, la instrumentalización partidista del sufrimiento de Galicia y ahora del Principado de Asturias, de Euskadi o de Cantabria.Y eso que decimos todos siempre de que la
política sin ética no es política, simplemente es uso y abuso de la bondad ciudadana. Pues bien, la lección de ética nos llegó de los ciudadanos, la lección de ética nos llegó del voluntariado y esto abre un antes y un después sobre cómo tratar
tragedias de esta índole desde la representatividad política y desde la acción política.



Señor presidente, es bueno, y es estrictamente necesario que el Gobierno dirija desde la rectificación las tareas tendentes a sustituir desmoralización por esperanza, que es lo que yo entiendo que ha venido a hacer el vicepresidente del
Gobierno con una información suficientemente completa para esta mañana. Por eso apoyamos, señorías, cuanto nos ha ofrecido, cuanto nos ha contado el vicepresidente señor Rajoy de cara al presente más inmediato y al futuro. La tragedia del Prestige
y de cuantas la han precedido, porque no es la primera que ocurre en España -esperemos que sí sea la última- debiera recordarnos que el mejor modo de evitar desastres es crear instituciones de prevención y de control para poder disponer de ellas con
absoluta eficacia. Si además le añadimos el kilometraje de costas que tiene el Reino de España me parece absolutamente necesario prevenir para evitar.



Señor presidente, señor vicepresidente, señoras y señores diputados, el resultado del hundimiento del Prestige es una tragedia de enormes dimensiones. Cada uno puede calificarlo como quiera, pero cualquier calificativo no llegará nunca a
acotar la realidad. El resultado de dejar navegar buques sin seguridad constituye una vergüenza internacional que esperamos sea corregida a la mayor brevedad. Hacia esto se han orientado no pocos esfuerzos del Gobierno y nos parece absolutamente
bueno y acertado que sea así. Que tengamos un capitán y un jefe de máquinas imputados pero que aún no dispongamos de quién es el propietario del buque lo dice todo. El resultado de las primeras actuaciones gubernamentales en Galicia y después en
Euskadi, en Cantabria y en el Principado de Asturias es una suma -al menos la central en Galicia- de despropósitos, aliñada con buenas dosis de soberbia que ha llevado al propio presidente del Gobierno a pedir disculpas, lo cual no sólo nos parece
justo sino absolutamente oportuno. Las dosis de humildad creo que deben acompañar siempre a la acción política y sobre todo a la gestión pública. El Gobierno estuvo inicialmente ausente, después estuvo torpe, pero lo que hoy sobran son las
críticas y lo que precisan quienes padecen los efectos del Prestige es un horizonte de esperanza. Señor presidente, ni los voluntarios que allí acudieron y acuden, ni el pueblo de Galicia y de otros rincones del Cantábrico se merecen que la inquina
política domine los debates parlamentarios, que lo son en este caso de información y de control, naturalmente que sí, pero la mancha de la desconfianza es mucha y el recelo marca la psicología de los afectados. El no fiarse de nosotros, los
políticos, independientemente de nuestra adscripción partidaria, el no confiar incluso en lo que esta institución representa no ayuda a sembrar esperanza y nos hunde a todos, y si me lo permiten, más allá, en un fondo superado del propio Prestige.
Por eso el discurso debe ser sustituido por la acción y la controversia política, bien legítima por cierto, debe ser aparcada en aras de un compromiso que sea útil para los afectados.



Nuestro grupo parlamentario, señor presidente, que nunca se ha distinguido por aprovecharse de heridas abiertas en la acción del Gobierno (de cualquier Gobierno, desde la UCD al PSOE pasando hoy por el Partido Popular), nuestro grupo
parlamentario que no quiere hurgar en esas heridas muestra su solidaridad con el pueblo gallego, con el País Vasco, con Cantabria, con el Principado de Asturias, desea dejar constancia de su reconocimiento a los miles de voluntarios y va a apoyar
cuantas iniciativas comporten la restauración de la normalidad en esos lares de España. No es el momento -repito- de hurgar en heridas, es el momento de ser constructivo. Y en ese espacio de prudencia, en ese espacio que yo entiendo de sentido
común, si me permiten la palabra catalana seny, se halla y se hallará siempre nuestro grupo parlamentario, en demanda, eso sí, señor presidente, señor vicepresidente, de una información permanente, fluida y lo más amplia posible en esta Cámara o en
cualquier otro foro.



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra la señora Sainz, en representación del Grupo Popular.



La señora SAINZ GARCÍA: Señorías, en nombre de mi grupo, quiero agradecer una vez más al señor vicepresidente el deseo de mantener permanentemente informada a la opinión pública, como se viene haciendo, y a esta Cámara, al Parlamento. Nos
ha proporcionado una información exhaustiva, una información veraz y, señorías, hay que decirlo, nunca hubo tanta información. Nuestro grupo sin duda lo celebra porque sólo si se conoce la verdad los ciudadanos se sentirán


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partícipes de las acciones que se están realizando y en las que ellos están también participando para contribuir a defender nuestro rico patrimonio natural, medioambiental y por ello económico. Creemos que el Gobierno está haciendo todo lo
que debe hacer, que está actuando con todos los medios, que está actuando con todos los esfuerzos, que son ingentes, como claramente ha evidenciado la exhaustiva información dada por el vicepresidente para afrontar esa lucha contra las actuales
manchas que amenazan nuestras costas y para afrontar también, como él muy bien ha dicho, el futuro de lo que queda por hacer desde el rigor y de forma ecuánime y ponderada, contando además -y así lo ha manifestado- con el asesoramiento de
importantes científicos.



Sabemos, señorías, y creo que ha quedado muy claro, que a la oposición le da igual; de hecho se han marchado; les sigue dando igual todo porque sólo vienen a hacer aquí su discurso. Le da igual que sean 20 barcos españoles o que sean ocho
extranjeros, como acaba de decir el vicepresidente, los que luchaban aún ayer para trabajar contra esas manchas. Les da igual que sean cientos de barcos, que en la operación de lo que se ha calificado con realismo y con veracidad observación
próxima trabajen de forma coordinada con las administraciones, porque están instalados en una queja ignorando el esfuerzo ingente, porque lo único que buscan, como aquí también se ha dicho por parte de algún otro grupo, es sacar una ventaja
política. El esfuerzo hoy es compartido por muchos y hay muchos a quienes de verdad hay que agradecérselo. La lástima es que haya una ausencia tan importante, tan clamorosa como es la del Partido Socialista, manipulando (ellos sí que han
manipulado, sí que han faltado a la verdad), retorciendo claramente los argumentos, pervertiendo lo que es la realidad. Todos los esfuerzos son dignos de destacar, y yo desde luego nunca me cansaré de resaltar cómo las gentes de la mar, que tienen
una vida difícil por ese trabajo en el que muchas veces se juegan la vida, están dando un ejemplo de fortaleza admirable a la hora de defender su entorno natural, enfrentándose de forma decidida, en condiciones adversas de climatología, como aquí
también se ha señalado, para defender y garantizar la riqueza de sus costas y de sus valorados productos marinos. Algunos parecen haber descubierto ahora la fuerza y la hidalguía del marinero; otros llevamos mucho tiempo y bien sabemos cómo el
marinero gallego es ese silencioso, por así decirlo, de la gran odisea del siglo XX. Esa fuerza es la que ahora la sociedad está contemplando, ese esfuerzo que consideramos admirable, compartido también con tantos hombres y mujeres de forma
solidaria, compartido con las Fuerzas Armadas, por mucho que quieran negarlo, compartido con los ayuntamientos, trabajando todos juntos de forma coordinada con las administraciones central y autonómica con un único objetivo que les mueve, distinto
al del Partido Socialista: paliar la catástrofe. Cada hora, cada día quisiéramos transmitirle a todos los afectados que estamos con ellos, que el Gobierno está con ellos, que son nuestra preocupación, que la preocupación de ellos es la nuestra y
que en ello tienen todo nuestro apoyo. En usted, señor vicepresidente, el Gobierno tiene un ejemplo de esa entrega, de ese desvivirse para buscar la mejor -las mejores, porque no son únicas- de las soluciones. Quiero agradecerle en nombre del
Grupo Parlamentario Popular su compromiso con el pueblo gallego y con todos los afectados.
Además, deseo resaltar que nuestro grupo coincide en la prioridad dada a todas las medidas de solidaridad. Las ayudas directas fueron la respuesta
inmediata, que marcan una diferencia con otras actuaciones en casos similares de anteriores gobiernos. Por tanto, valoramos el compromiso del presidente del Gobierno de que no quedará ningún perjudicado sin indemnizar, por la cuantía y el tiempo
que sean necesarios, tanto en Galicia como en toda la cornisa cantábrica; compromiso que ha llevado al Gobierno a aprobar dos reales decretos de ayudas. Sabemos que esto no les interesa, tal vez porque cuando se compara con lo que ustedes hicieron
quedan muy mal, señores socialistas.



Muchas veces ustedes, al final, en lo único que se quedan es en una queja, que es posible que incluso sea además justa, nadie lo duda, pero se ignora ese esfuerzo ingente porque sólo buscan sacar ventaja política. El esfuerzo es compartido
por muchos y a muchos hay que agradecérselo, pero ustedes, señores de la oposición, están sumidos además en una profunda contradicción. Así, mientras hablan de manipulación de la televisión -yo lo he oído otra vez aquí-, utilizan profusamente las
imágenes emitidas por la televisión para sostener las críticas al Gobierno. Las imágenes que la televisión emite son las que ustedes claramente manejan para criticar al Gobierno. Estos marineros, por ejemplo, recogiendo el chapapote, ¿es que no
los vemos por televisión, es que no es esa la queja permanente y la imagen que ustedes pretenden? ¿Qué manipulación ha habido? Ha habido una información claramente veraz y además en extensión, muy transparente y muy clara.



Una y otra vez vienen insistiendo en la descoordinación, eso sí, sin probar absolutamente nada, sin justificar sus críticas, ignorando las reseñas que aparecen en los diarios cuando se constituyeron las juntas de coordinación. Aquí la única
descoordinación que hubo, ¿saben cuál fue? La del capitán. Ustedes lo saben, pero lo quieren ignorar, porque eso es lo que a ustedes no les interesa. Por cierto, jamás he escuchado de los que dicen ser la leal oposición una voz levantada contra
los verdaderos causantes de la catástrofe, contra los únicos culpables de la catástrofe: el capitán, el armador, esos puertos semipiratas que existen por ahí. Su actitud, señorías, es demasiado sesgada y caen en la irresponsabilidad, porque
siguiéndoles a ustedes, como bien señala un importante comentarista en un diario gallego:


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Poco a poco las víctimas se transforman en culpables y los culpables en víctimas. La historia rola en sentido contrario. No sería extraño que apareciese la protesta iracunda de los gabinetes jurídicos que preparan la defensa de armadores,
fletadores y tripulantes. A este paso su trabajo será innecesario. No serían capaces de hacer una mejor exculpación tal como ellos seguramente harían o harán cuando se inicie la refriega legal.
Hay una legión de políticos, especialistas e
intelectuales abajo firmantes que están asumiendo con gran profesionalidad la tarea de desdibujar las principales responsabilidades. Ese, señorías, es el espejo en el que ustedes se proyectan cada día y esa es su grave responsabilidad. Esa es una
evidente falta de lealtad al Estado. Y ustedes siguen sin escuchar lo que reiteradas veces han dicho el vicepresidente primero, el ministro de Fomento, el presidente del Gobierno, que se tomó la decisión que se consideró menos mala. El Gobierno la
asume, naturalmente que la asume, pero, además de asumirla, es que esa decisión se hizo con el asesoramiento de los expertos. Las dos cosas son compatibles. Es decir, se tomó con rigor y como debe actuarse desde un gobierno que sea verdaderamente
responsable. Ustedes se niegan a darle crédito y es que bien cierto es que ustedes, señores de la oposición, sólo dan crédito a los expertos y a los científicos que les parece o que en este momento les interesa, es decir, sólo a aquellos que
cuestionan las decisiones del Gobierno. Descalifican a quienes conocen mejor que nadie los puertos gallegos y no dan crédito a las opiniones unánimes de los expertos, como muy bien señalaba el vicepresidente primero en la interpelación de la semana
pasada, puesto que, cuando tuvo lugar la tragedia del Mar Egeo, dijeron que mejor hubiese sido alejar el barco.



Tampoco respetan la opinión del propio alcalde, de su partido, de La Coruña, que también se refleja en los medios de comunicación. Y, como desde luego construyen sus argumentos con tan poca consistencia, caen en la mayor de las
incoherencias. Por un lado, no dan crédito a las palabras de Michelle Girin, director del Instituto francés de investigación y la lucha contra la contaminación marina, del CEDRE, que ha dirigido la operación contra la catástrofe del Erika, el cual
avala la tesis del Gobierno de alejar el buque, como ya se ha puesto de manifiesto. Por otro lado, bueno es que sepan, señorías, que esta tarde vamos a debatir una moción del Grupo Socialista, que pide que se cree en España un centro igual al que
dirige este señor, ya que textualmente dicen que tiene un carácter ejemplar. Señorías, sean rigurosos porque caen en sus propias trampas. Eso es, en definitiva, lo que hacen. Además, siguen sin definirse y sin decir claramente a qué puerto habría
que haberlo llevado.
Les seguimos preguntando: ¿Al de La Coruña, señor Caldera, al de Vigo, al de Ferrol? Dígalo. Algunas personas, dirigentes importantes del Partido Socialista, como el alcalde de La Coruña, tienen criterio, lo expresan, y
están recogidos en los medios de comunicación, pero ustedes, señor Zapatero y señor Caldera, hoy aquí, no dicen nada porque en el fondo no tienen criterio, porque no saben qué es lo que sería mejor, salvo criticar al Gobierno. Sabemos que no se
definirán jamás, que eso no lo harán nunca. Todo nuestro empeño desde luego es inútil. Ustedes sólo se han marcado desacreditar cuanto haga el Gobierno y esto hace que estén sumidos en una contradicción permanente. Mientras que el alcalde de La
Coruña dice una cosa, Zapatero otra; mientras que el Partido Socialista parece aplaudir la solidaridad de Marruecos con los marineros gallegos, Chaves dice que aquí están los andaluces; cuando Touriño, el candidato frustrado a presidente de la
Xunta pide a Fraga que paralice un proyecto de gran interés para mi ciudad, para Santiago de Compostela, la ciudad de la cultura, el alcalde socialista le replica inmediatamente -está recogido en los medios- que de esto ni hablar, que no está
dispuesto a permitir que el señor Touriño le dé una bofetada a Fraga en la cara de Santiago de Compostela, y cuando manifiestan que les preocupa el accidente del Prestige, sale el diputado Carmona y dice que, si no les llegan los votos, hundirán
otro barco. Señorías, su comportamiento nada tiene que ver con el intento o deseo de arreglar las cosas. La oferta de diálogo es pura demagogia para salvar la cara ante la opinión pública, que empieza a rebelarse contra una oposición cuya única
idea política consiste en atacar sin reparar en formas, con nulo sentido del Estado, como he dicho, utilizando falsedades, como ha hecho aquí el señor Caldera, entre ellas la clamorosa relativa a la Agencia de Seguridad Alimentaria.



Lamentable, sin duda, para un partido que quiere ser alternativa.
Oposición que mucho tiene que ver, desde luego, con ese intento de manipular a la sociedad gallega. Señorías, difícil nos ponen en algunas ocasiones que podamos dar crédito
a las palabras de colaboración del señor Zapatero. ¿Creen que ello encaja con que al tiempo de decir esto se presente una moción de censura inmediata al Gobierno gallego? ¿Este es de verdad el camino de la colaboración que ustedes ofrecen? ¿Es
que ustedes han dejado en algún momento de sembrar constantes dudas? ¿Es que no sabemos que ustedes están alentando la crispación de una sociedad que sufre un serio problema? Ya señalaba antes su deslealtad al hacer referencia precisamente a unas
declaraciones o comentarios aparecidos en un diario, pero su deslealtad consiste también en que procuran incendiar a la opinión pública diciendo que el Gobierno era el culpable de la catástrofe. Esto, señorías, es claramente una ignominia.
Actitudes que nada tiene que ver con la legítima y necesaria oposición que requiere una democracia. Desde el primer momento han estado lejos, señorías, de la sensatez que debe primar ante una catástrofe, pero, sobre todo, lo que ustedes han
olvidado es lo que realmente necesita el pueblo, lo que demanda.



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¿Qué demanda, señorías? Demanda firmeza, demanda trabajo, demanda esfuerzos, como los que están poniendo el vicepresidente del Gobierno y todos los ministros en la lucha contra los vertidos, seguir las recomendaciones de los expertos,
actuaciones en el ámbito legal en defensa de los intereses de verdad del pueblo gallego y del pueblo español, del pueblo asturiano, del pueblo cántabro y del pueblo vasco.
Liderazgo a nivel comunitario internacional, con medidas preventivas y un
plan de reactivación para Galicia capaz de impulsar todas las inmensas posibilidades que tiene el pueblo gallego. Con lo que ha anunciado el Gobierno, con lo que el vicepresidente nos ha transmitido con todo rigor, estamos seguros de que el
Gobierno sí defiende a Galicia. Desde luego, los gallegos creemos en nuestro futuro y también peleamos por él, y sinceramente consideramos que a nuestro lado están dos gobiernos que responden con importantes planes de reactivación económica y de
recuperación medioambiental. Proyectos y planes de futuro -y con esto termino, señor presidente- que nos dan confianza a los gallegos y que nos abre la puerta a lo que necesitamos, a la esperanza. Este es el camino que está siguiendo el Gobierno,
creemos que es el camino que necesita el pueblo. Pensamos que es el que de verdad reclaman los ciudadanos y pensamos que es el único que reconocerá el pueblo, porque tras él quedarán las obras, las acciones y los desvelos de un Gobierno que sólo
busca bienestar para el pueblo. En ese camino está el Gobierno, está usted, señor vicepresidente, comprometido de una manera especial, y sepa que con usted está todo el Grupo Parlamentario Popular. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor vicepresidente.



El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO, MINISTRO DE LA PRESIDENCIA Y PORTAVOZ DEL GOBIERNO (Rajoy Brey): Muchas gracias, señores portavoces.



En la medida de mis posibilidades, voy a intentar plantear y dar respuesta a algunas de las cuestiones por las que ustedes se han interesado.
Quisiera comenzar esta intervención con una afirmación inicial que considero que tiene su interés.
Este es un asunto muy complicado, y no desvelo nada que no sea conocido por todos ustedes. Es un asunto muy difícil, es un asunto con tintes dramáticos, con muchos aspectos, y en el que hay que trabajar en muchas líneas. En suma, ciertamente no es
fácil dar respuesta a todas las cuestiones que se nos plantean diariamente.
Muchas veces dependemos de las condiciones meteorológicas, de que las olas sean así o de otra forma, de que un submarino pueda trabajar o no, porque haga buen tiempo o mal
tiempo. Seguro que hemos cometido errores, pero tengan ustedes la seguridad de que yo en este momento lo tengo ordenado, en el bien entendido de que voy a seguir cometiendo errores y de que buscar fallos no va a ser difícil. Si los formularios no
llegan a la oficina del FIDAC el lunes y llegan el jueves, tendremos que decir: es verdad, dijimos que iban a llegar el lunes; si hemos puesto a disposición de todas aquellas personas que quieren trabajar los medios suficientes y necesarios para
que puedan hacerlo, siempre puede aparecer alguien que no tenga esos medios, porque siempre hemos podido cometer un error; si hemos dicho que todo el mundo cobraría en una fecha concreta y determinada, siempre puede aparecer alguien a quien no se
haya pagado. Sin embargo, créanme, en este momento las cosas están ordenadas, aunque necesitamos un poco de fortuna en el tema meteorológico, como en tantas y tantas cosas de la vida. Lo que he querido hacer ha sido explicarles a todos ustedes de
la mejor forma posible lo que estamos haciendo en tantos, tan variados y tan complejos ámbitos.



Tengo que decirles también -y permítanme que les traslade una opinión personal- que creo que tengo ayuda del sector para llevar estos temas.
Donde más respaldo noto es en el sector, aunque es evidente que siempre pueden aparecer una, dos,
tres o cuatro cofradías que no lo hagan. He estado reunido en Muxía, el día 19 -no después-, he estado en Caión y he estado en Carballo, he estado reunido con las cofradías y he sentido su apoyo, quizás porque sabían lo que había hecho cuando se
produjo el acontecimiento del Mar Egeo o por lo que ellos estimen oportuno y conveniente. Además he sentido un cierto equilibrio y ganas de que salga bien en algunos de los grupos de la oposición y no he sentido equilibrio, pero sí ganas de que
salga bien, en otros grupos de la oposición.



Es evidente que a lo largo de estos días son muchas las tarascadas y las cosas que uno tiene que oír, que son lógicas y que yo entiendo. Son muchas las acusaciones que se me han hecho, pero nunca una tan burda y entregada por escrito como
la que se me ha hecho aquí esta mañana, que lógicamente tengo que denunciar, porque con un cierto aire de perdonavidas, intentando hacerme el mayor daño posible, se ha planteado aquí y se ha repartido a los medios de comunicación. Se ha mentido
verbalmente y por escrito. Se ha entregado a los medios de comunicación un papel en el que se dice: Mariano Rajoy, jueves 5 de diciembre, Congreso de los Diputados, Comisión Mixta para la Unión Europea. Dice el señor Rajoy: Quiero dejar claro
que se trata de una decisión -la del cambio de rumbo- tomada por la empresa que en ese momento dirigía el barco, a la que las autoridades españolas, a la vista de las razones técnicas esgrimidas, no se opusieron, siempre que se cumpliera la
condición del alejamiento. El señor Caldera y el Partido Socialista han entregado un documento a los medios de comunicación en el que se dice: 8,30, cambio de rumbo por insistencia de Marina Mercante. Es decir, el señor Rajoy mintió, porque si el
cambio de


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rumbo lo ordenó Marina Mercante a las 8,30 y el señor Rajoy dijo el día 5 de diciembre que fue una empresa, es que el señor Rajoy miente. Pero el señor Rajoy no mintió, porque el señor Caldera omitió que el cambio de rumbo se produjo a las
3 horas de esa mañana, es decir cinco horas y media antes. En ese momento, el capitán del Prestige, según informa el buque Ría de Vigo, mandó poner rumbo 180o debido a que tenía muchos problemas a bordo, sin especificar nada más. También ha
contactado con un técnico de la Smit Tac, que ha confirmado al Ría de Vigo lo anterior, sin más explicaciones. Es decir, el cambio de rumbo no se produjo a las 8,30 de la mañana y por tanto el señor Rajoy no mintió, sino que se produjo a las 3 de
la mañana. (Aplausos.) A las 8,30 de la mañana sí se produjo un cambio de rumbo ordenado por Marina Mercante, porque no se había cumplido la condición del alejamiento. Es decir, a las 3 de la mañana, se le aceptó al capitán o a quien estaba al
frente del buque que cambiara de rumbo, siempre y cuando cumpliera la condición del alejamiento. Como no la cumplió, a las 8,30 Marina Mercante le dijo que debía cumplir la condición del alejamiento. Esto se ha repartido por escrito, señores
miembros de esta Cámara, por el señor Caldera, el día de hoy. Esto es lo que subyace en el fondo detrás del famoso asunto del señor Carmona, es exactamente eso: vamos a ver si tenemos un Prestige para poder deteriorar y triturar al Gobierno.
Tenga usted la absoluta convicción y la total seguridad de que yo voy a seguir haciendo lo imposible, a pesar de ustedes, para que las cosas salgan de la mejor manera posible; tenga usted la absoluta seguridad, señor Caldera. (Aplausos.-El señor
Caldera Sánchez-Capitán: Hasta ahora, todo al revés.)


El señor PRESIDENTE: Señor Caldera, tendrá usted su turno de réplica.



El señor CALDERA SÁNCHEZ-CAPITÁN: ¡Hombre, claro!


El señor PRESIDENTE: Guarde silencio mientras le llega el turno de réplica.



El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO, MINISTRO DE PRESIDENCIA Y PORTAVOZ DEL GOBIERNO (Rajoy Brey): Señor presidente, es duro esto.



A partir de ahí, he dicho en mi intervención que venía aquí a explicar lo que estamos haciendo desde el pasado día 5, que es la última vez que comparecí. Hice un esfuerzo, probablemente un poco pesado y lo he reconocido, para intentar
transmitirles a todos ustedes las áreas en las que estábamos trabajando y lo que estamos intentado hacer. He dado una explicación amplia de todos los temas a los que luego voy a referirme. No he entrado otra vez, porque entiendo que ya lo he
explicado, que lo han explicado los ministros de Medio Ambiente y Fomento, y mañana tengo planteadas una serie de preguntas en el Parlamento, en el debate que ya he mantenido en varias ocasiones. En cualquier caso, si ustedes quieren, puedo entrar
en ello. Lo que me preocupa ahora, a lo que me dedico, lo que me ocupa, es intentar arreglar de la mejor forma posible los problemas que se han generado. No obstante, si ustedes me lo piden, repito, puedo entrar en ello una vez más.



La primera gran decisión es la de por qué el buque no se acercó a puerto.
Respecto a la decisión, como ya dije el día 5, no tenía ningún informe técnico por escrito. ¿Pero cómo se va a tener un informe técnico por escrito cuando hay un
buque que está a cuatro millas y media de la costa soltando fuel-oil, en unas condiciones meteorológicas en las que no veía nada y con un oleaje como el que había? ¿A quién se le ocurre? ¿Qué pretenden algunos señores diputados, que se llame a un
consulting norteamericano para que emitan un informe diciendo lo que tienen que hacer? ¡Es absurdo! Allí tomaron la decisión, como ya he dicho en otra ocasión, cuatro personas que son las que tienen que tomarla: el director general de la Marina
Mercante, el subdirector de Salvamento, el director de Sasemar y el capitán marítimo del puerto de La Coruña. No sé si el señor director de la Marina Mercante será un político, pero los otros son los técnicos que se supone que saben de eso, porque
para eso están allí.
Y se consultó al práctico del puerto de La Coruña y a otras tres personas sobre si era posible o no hacer la operación de embarque. Esa fue la decisión que se adoptó en ese momento y la ratificó el ministro de Fomento, y él
mismo ha dicho que asumía su responsabilidad y esa decisión.



La decisión -voy a explicarla- trata de alejar la fuente de contaminación de la costa española por las siguientes razones: Primero, el buque tenía una avería en el costado de estribor, en los tanques 2 y 3, que posiblemente afectaba al
mamparo de división entre los tanques 3 y 4, por lo que estaba seriamente dañado en su estructura. Segundo, se tenía conocimiento, a través del helicóptero Pesca II, de que el buque estaba perdiendo carga por el costado de estribor, produciéndose
una contaminación de aproximadamente 5,7 millas por 300 metros. Tercero, también se tenía conocimiento de que el capitán, ante la súbita escora a estribor, aproximadamente 25 grados, tomó la medida de compensar esta escora lastrando tanques del
costado de babor hasta drizar, nivelar, el buque. El hecho de compensar la escora con agua de lastre, por decisión del capitán, podría provocar un arrufo, con cabida longitudinal, de la cubierta del buque, que también dañaría la estructura del
buque. Cuarto, podrían aparecer nuevas grietas en los tanques del barco o incluso pudiera llegar a producirse la rotura del buque. El peligro cierto de que esto podía haberse producido de manera próxima en el tiempo viene avalado por la propia
decisión del capitán, lanzando un mensaje de socorro y pidiendo la evacuación


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de la tripulación, toda vez que esto no se hace si el peligro no es real, grave e inminente. Si hay un capitán que dice: vengan a socorrerme, es porque se supone, viendo además que estaba soltando fuel-oil, que hay un peligro real de que
el barco se pueda romper. Y entonces hay quien dice: No, vamos a intentar mandarlo a puerto. Bien.



Por todas estas razones, con la fuente de contaminación situada más lejos de la costa, se dispondría de más tiempo para luchar contra ella en el mar, más tiempo para su vigilancia y para disponer de los medios de lucha en la costa. Prueba
de que esto es así es que Portugal denegó la entrada en puerto al Prestige y que Francia nunca autorizó la entrada del Erika en ninguno de los puertos franceses.



El otro día, la intervención del presidente del CEDRE, que recogía la diputada que intervino en nombre del Grupo Popular, María Jesús Sainz, era claramente explicativa de por qué hubiera sido un disparate haber metido el buque en puerto. A
partir de ahí, habrá decenas de teorías.
Estoy seguro de que todo el mundo puede aportar oleadas de técnicos ratificando su decisión. Lo único que yo quiero decir es que la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España, en una nota del
día 21 de noviembre -después, para que luego no se me malinterprete- entre otros extremos (y digo yo que la Asociación de Ingenieros Navales y Oceánicos de España algo sabrá de esto), dice textualmente: La decisión de alejar el buque de la costa
todo lo posible creemos que fue la más acertada dado que no era factible trasegar la carga de fuel, lo que hubiera necesitado un calentamiento previo a elevada temperatura, además de que las condiciones de viento y mar hubieran hecho imposible la
operación de bombeo. Por otra parte, al quedarse sin tripulación ni mantenimiento el buque, se enfrió la carga. Cualquier solución basada en llevar el buque a puerto era muy peligrosa por cuanto podía partirse todavía más cerca de la costa y el
desastre habría sido entonces mayor.



El Colegio Oficial de la Marina Mercante española, en una nota difundida dos días después, dijo: En cuanto al buque y su cargamento de fuel oil, no obstante las alternativas planteadas en la búsqueda de la mejor solución, todo indica que la
maniobra de alejamiento del Prestige de la costa era la más adecuada a fin de evitar un daño mayor a las proximidades por el derrame de 77.000 toneladas.



Ahora todo el mundo sabe lo que había que hacer en aquel momento. El otro día cité el caso, y entiéndanme bien lo que digo, de algunos medios de comunicación que dijeron qué bien que se tomó esta decisión -por cierto, cuatro días después de
tomarla- y ahora ya no les parece bien. Es muy fácil decir ahora lo que había que hacer, pero aún hoy se está debatiendo si fue buena o mala la decisión que alguien tiene que adoptar en un momento concreto y determinado porque, señoras y señores
diputados, tiene que adoptarla y asumir su responsabilidad.



El atraque en el puerto de A Coruña, el calado, otro curioso debate. La vigente normativa para la entrada de petroleros en el puerto de A Coruña, que data de 1977, después del hundimiento del Urquiola, y aprobado por la Junta local de
navegación, limita el calado para la entrada de dichos buques a 15,5 metros, pero, aun con este calado, no se permitirá la entrada de dichos buques si no es aprovechando la pleamar. Además, dicha normativa exige que el práctico compruebe antes de
iniciar la entrada que todos los elementos del buque necesarios para efectuar una maniobra con seguridad funcionan correctamente. En el caso del Prestige, con independencia de su calado, su capacidad de maniobra estaba restringida, en primer lugar,
por su estructura debilitada por su rotura en el costado de estribor; en segundo lugar, por el remolque largo necesario para efectuar la maniobra y, en tercer lugar, por las dificultades de gobierno derivadas de que al principio no tenía propulsión
y cuando ésta se recuperó, la fiabilidad de la máquina era muy dudosa para garantizar la maniobra de entrada en el puerto de La Coruña. La entrada en dicho puerto debería efectuarse además por el canal del oeste debido a que en todo caso el calado
del buque herido era superior a nueve metros, lo cual supone una maniobra arriesgada dadas las condiciones arriba citadas, con evidente peligro de daño para la población y el medio ambiente marino y costero, además de un gravísimo riesgo de daño
económico para una ciudad como La Coruña si el canal de acceso al puerto quedara obstruido por el naufragio de un buque en esas condiciones.



A partir de ahí, yo confieso -no tengo ni que confesarlo, es una obviedad- que no sé una palabra de este asunto, pero hagamos un esfuerzo entre todos para dar un poco de sentido común y de sensatez a este tema. Yo no he venido aquí a
organizar un debate sobre la historia porque lo que tenía que decir lo dije el día 5 de diciembre, he respondido en el Parlamento y el ministro de Fomento, que lógicamente era el que estaba al frente de estas operaciones, también lo ha explicado y
volverá a explicarlo cuando ustedes quieran, porque hemos dicho que estamos dispuestos a venir aquí cuando ustedes lo estimen oportuno y conveniente y cuando nosotros también lo estimemos oportuno y conveniente, es decir, que hoy vengo aquí a
petición de algunos grupos parlamentarios y a petición mía también.



Hay una cosa que es tremenda. Salvo dos intervinientes, nada hemos hecho bien. Bien es verdad que la oposición no está para hacer propaganda del Gobierno, pero a lo mejor por equivocación con alguna de las decisiones que tomamos acertamos.
Y salvo dos intervinientes, nada hemos hecho bien.
Luego cuando se ve la reacción a la intervención que yo he hecho aquí, tengo una duda porque no se habla de nada de lo que yo he dicho aquí. Una de dos: o no interesa o lo hemos


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hecho bien. En el tema de las ayudas a las personas, se dice que qué menos. Naturalmente que sí, por eso lo hemos hecho. Pero que se diga que qué menos por algún portavoz, después de los antecedentes que tenemos, me parece lamentable. En
el caso del Mar Egeo -ya sé que a algunos no les gusta-, cuarenta y tantos días después de la catástrofe no había nada.
Comparen ustedes el decreto del Mar Egeo con el que se ha hecho con ocasión del Prestige. Por cierto, en el decreto del Mar
Egeo ni siquiera había ayudas directas, no hay que olvidar este hecho. ¿Y qué pasó con el FIDAC? A mí no me lo pueden contar. En el año 1996 -y lo del Mar Egeo fue en 1992-, recibí la visita de los abogados de las cofradías de pescadores del Mar
Egeo que me dijeron que nadie les había hecho caso. Ellos me pidieron que -no en mi condición de ministro de Administraciones Públicas, sino en mi condición de gallego y conocido de los dos abogados que vinieron allí a hablarme- me encargase de
este tema. Que ustedes me digan, después de que las indemnizaciones del Mar Egeo tardaron 10 años en pagarse, cuando tuve que sacar en los años 1997 y 1998 dos decretos leyes del ICO, cinco y seis años después, que qué menos y que esto era lo que
había que hacer..., otros no hicieron nada de nada de nada. A la hora de hablar también hay que tener una cierta autoridad, sobre todo cuando se pretende utilizar un tono displicente que de ninguna manera estoy dispuesto a aceptar. Sí acepto el
qué menos, como muy bien ha dicho el señor Rodríguez y estoy de acuerdo. Pero no olvide usted que algunos qué menos y otros, nada. También es importante que recordemos ese dato aquí.
Dice usted: Ustedes, en Europa, no han hecho nada. En el Mar
Egeo no se hizo nada de nada, pero de nada. En el Erika se aceptó reprogramar 10 millones de euros. El que nosotros podamos reprogramar 265 millones de euros, en menos de un mes, no está mal. Que nosotros podamos entrar con una cantidad pequeña
-es verdad- en el fondo de solidaridad, tampoco está mal y que se haya comprometido la Unión Europea a plantear en la OMI la creación de fondo de solidaridad de 1.000 millones de euros, diciendo que si ésta no lo hace lo hará la Unión Europea, me
parece que tampoco está mal. La Unión Europea ha dicho que las decisiones que vaya tomando la Comisión, a la vista de cómo se vayan produciendo los acontecimientos, van a suponer ayudas adicionales a las que hay y que esto se debatirá en el Consejo
de marzo del año que viene, lo cual me parece que tampoco está mal. Tampoco está mal si comparamos lo que sucedió en el Erika, reprogramación de 10 millones, y en el Mar Egeo, que no pasó nada.



Se ha dicho que en Europa no se han hecho cosas. Yo lo he dicho y lo reitero ahora. En Europa se ha producido algo similar -esa es la sensación que yo tengo, porque viví lo otro más cerca, esto lo vivo un poco más lejos- a lo que sucedió
el 11 de septiembre. Aquí llevamos años haciendo el discurso de la eurooden, la tipificación del delito de terrorismo, la entrega temporal y no sé qué más. No fue posible seguramente porque, los miembros del Gobierno español no teníamos la
competencia suficiente como aquí se ha dejado caer por parte de algunos.
Curiosamente, pasa el 11 de septiembre y lo que no se podía aprobar nunca, se aprueba en dos meses. Aquí pasa exactamente lo mismo y nadie nos puede negar el no haber tenido
la diligencia y, si quieren, los resultados suficientes en materia de prevención en seguridad marítima.
Como han dicho alguno de los señores diputados que han intervenido, es, sin duda, el tema del futuro. Lo decía muy bien el señor Mauricio. Ya
sabemos cómo está el mar en tantas y en tantas cosas, en los temas de droga, de inmigración, de seguridad marítima y en la falta de controles.
Algún paso en esta materia vamos a dar como consecuencia de esta desgracia. No se puede decir que
nosotros no hemos hecho nada en Europa.
Depende de con quien nos comparen. Si nos comparan con el ideal que todos tenemos en la cabeza, nada. Si nos comparan con los precedentes, esto no resiste ninguna suerte de comparación.



Se ha hablado de los medios y del plan de salvamento. Yo acepto la polémica sobre los medios. Como ustedes comprenderán, no voy a sostener aquí la tesis de que somos un país que dispone de todos los medios habidos y por haber para resolver
este tipo de cuestiones. Disponemos de los medios que un país de nuestro nivel tiene en el conjunto de sus servicios públicos. Tendremos una sanidad y una educación probablemente peor que la que tengan Alemania, Francia o el Reino Unido, pero, a
lo mejor, estamos un poco mejor en otros servicios públicos concretos y determinados. ¿Qué deberíamos tener más medios en relación con este asunto, puesto que somos un país costero por excelencia? Pues sí. También hay que recordar que no hay
ningún país que ante una catástrofe de estas características tenga los mismos medios. Cuando lo el Erika, España mandó allí dos barcos. No es verdad que no haya en España un barco succionador; sí lo hay, el Punta Mayor, que puede recoger más de
200 toneladas. Es verdad que no es el Rijndelta holandés, que puede recoger 3.000. Tenemos los medios que tenemos, éramos conscientes de eso, y por ello hemos aprobado dos planes de salvamento: uno en 1998 y el último, el 12 de julio de este año
-no ahora- en Consejo de Ministros, donde entre otras cosas preveíamos -y prevemos, y vamos a intentar agilizarlo- la construcción de cuatro buques grandes que sirvan para succionar pero que también sean compatibles con otras actuaciones. Esperemos
no tener la desgracia de tener sólo cuatro buques dedicados exclusivamente a succionar.



Medios en el mar y en la playa. En cuanto a los medios en el mar, empezamos a pedirlos prácticamente desde el primer momento, desde antes de que yo me hiciera cargo de la coordinación de este asunto. Se vio que había que traer algunos de
estos barcos importantes. Luego presionamos, e incluso ahora el día 21 de


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diciembre nos llega otro buque noruego, cuyo nombre no recuerdo en el presente momento. Por lo que me dicen a mí -igual me imputan que miento-, de lo mejor que hay en el mercado, y los dos más importantes son el barco holandés y el Neywerk
alemán. Yo creo que tenemos medios suficientes. El problema que hemos tenido es que los hemos tenido atracados hasta ocho días seguidos sin poder hacer absolutamente nada. Hubo días que han recogido dos mil toneladas en el mar, y hubo otros que
han recogido cero.
Ahora, cuando las condiciones meteorológicas mejoran, pueden ir, pero como la mancha se ha partido en tantas y tantas manchas que van desde Guipúzcoa hasta Viana do Castelo y Oporto, lo tenemos muy complicado. Por eso hemos
tenido que hacer la operación que estamos intentando llevar a cabo -en la que tenemos dificultades porque hay mucha gente que no quiere llegar a acuerdos con el Gobierno, es verdad, por las razones que sea- con las pequeñas embarcaciones. Yo acepto
todas las críticas. Me parece muy bien que haya cofradías que no quieran pactar con el Gobierno, hay otras que quieren, pero lo que es evidente es que ese fuel-oíl pequeño que llega y se acerca a la costa no lo pueden coger los buques grandes,
tienen que cogerlo los buques pequeños. La gente está en eso, quiere colaborar. ¿Incidentes en el camino? Los que ustedes quieran, tendremos muchísimos problemas; seguiremos oyendo a mucha gente en las televisiones diciendo que somos una
colección de inútiles. Seguro que es así, aquí ya nos conocemos todos, y sabemos que es así. Yo estoy de acuerdo con ustedes, en que habremos dado algunos pasos tarde, otros pronto y otros, a lo mejor, teníamos que haberlos dado pero todavía no
los hemos dado. En este momento tenemos un cierto orden en cómo se está llevando este tema, que es lo mismo que ocurre con el submarino. ¿Podríamos haberlo mandado antes? Seguro. ¿Podíamos haber creado el comité científico antes? Seguro.
Yo he
creado el comité científico en su momento, cuando ya tenía la posibilidad de poder opinar y actuar sobre el dictamen que traían las personas que fueron en el submarino, porque el mismo lunes que regresó creamos el comité científico. A partir de
ahí, se empezó a trabajar. Dice el señor Rodríguez: No comprendo cómo todavía hoy nadie tiene una idea de lo que hay que hacer con el submarino. Yo le digo una cosa: yo tampoco lo comprendo. En eso estamos exactamente igual usted y yo. Ahora
bien, el problema es, como no sé lo que hay que hacer con el submarino, qué hacer. Tengo unos señores del CSIC, del Instituto Oceanográfico, y si hace falta metemos más gallegos, no sé qué tiene que ver con esto. Usted no puede creer que yo tomo
la decisión de que no vayan gallegos allí; sería una cosa surrealista, podría tomar la contraria. Confieso que no me preocupé de quiénes eran. Dije: nombren ustedes a los mejores, porque yo no sé quiénes son. Lo único que dije es: traigan a
los franceses, a los portugueses -yo ayer estuve con ellos- y a los técnicos de la Comisión Europea. Ayer -ya lo he dicho- me he reunido con ellos y les he dicho: Díganme lo que tengo que hacer y les ruego que a la mayor rapidez posible. Y me han
dicho: Aquí lo primero que vamos a hacer es comprobar si la cobertura de la grieta ha funcionado bien y entonces lo cubriremos; será una solución provisional, o no, ya lo veremos -eso fue lo que me dijeron a mí-, y luego estudiaremos la solución
definitiva. Informes técnicos, hay decenas. Cada vez se saca un informe técnico diciendo que hay que poner unos adoquines, etcétera. Yo he oído de todo, pero dejemos que sean los técnicos. Este es el problema que me preocupa a mí y que le
preocuparía a cualquier persona que estuviera en mi lugar.



En cuanto a las playas, también puedo coincidir con ustedes. En el primer momento nos vimos desbordados. No preveíamos que pudieran llegar miles de personas a intentar limpiar. Pero, créanme ustedes, hemos reaccionado.
¿Que seguiremos
teniendo problemas? Sin duda. Pero ya he apuntado antes, más de 200.000. Conseguir en el mercado muchas de las cosas que hemos tenido que conseguir no era fácil. No crean que en las tiendas normales se venden equipos especiales para coger
hidrocarburos, porque esto no pasa todos los días. Todo esto lleva su tiempo, hay que hacer su presión, hay que hacer muchas llamadas... Yo he tenido que llamar a presidentes de empresas a decirles que hagan el favor, y he tenido que pedirle a la
gente de la Administración la mayor agilidad posible. ¿Que son mis problemas? Sin duda. Ya sé que son mis problemas, pero también tengo derecho a contarlos, y creo que no molesto a nadie haciéndolo.



¿Cuándo sabremos cuánto fuel saldrá del Prestige? Es muy difícil medirlo.
En un primer momento, vi un informe que decía 50 toneladas, otro informe decía que salían unos hilos que parecía que se solidificaban. También es verdad que yo
tengo que ser más inteligente y más hábil para no pronunciar palabras que luego se utilizan para divertirse o políticamente. Pero es que yo no soy tan inteligente, ¡qué le vamos hacer! Cada uno es como es. (Risas.) Lo que les pido ahora a los
miembros del comité científico es que me vayan diciendo -y todos los días hay un acta de la reunión- qué es lo que están haciendo, que procuraré trasladarlo a la opinión pública. No es verdad, señor Rodríguez, que no nos enteráramos hasta el día
23. Entre otras cosas, la comisión que constituimos el 22, donde ya aprobamos el real decreto-ley, yo ya la había reunido el 18 sin existir, no formalmente, y el 19 estuve en Muxía anunciando que el día 22 sacábamos un decreto. Lo que sí es verdad
es que en esos días no fuimos lo suficientemente ágiles. Creamos una comisión el 22, empezamos a trabajar antes, empezamos a pedir buques, pero no teníamos la misma previsión; es verdad. De ahí a que no nos enteramos de nada, cuando ya estábamos
pidiendo barcos que pudieran recoger 3.000 toneladas de fuel-oil en el mar, media un trecho. Y minimizar o no minimizar,


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seguro que nos hemos equivocado. Cuando uno está todo el día compareciendo; recibiendo la información al segundo y tiene que preocuparse de si la mancha está aquí, y tiene diecisiete ruedas de prensa, es difícil no equivocarse. Lo que hay
que hacer es no equivocarse. Y si uno se equivoca, sufre las consecuencias, que es lo que me ha pasado a mí. Pero también se puede tener por quien quiera -quien no quiera tiene perfecto derecho a no hacerlo- una cierta comprensión a cómo hay que
tomar decisiones y hacer las cosas en momentos de estas características. Dice usted: Tiene usted las características del gallego y no es servil. Yo creo que usted no es servil, pero yo tampoco, probablemente porque los dos somos gallegos. Desde
luego, yo no lo soy.
Tampoco estoy dispuesto a que nadie me humille ni me injurie, como ha ocurrido hoy aquí. Igual que usted. Y hace muy bien en decirlo. Yo también lo digo, aunque a algunos les moleste.



Hay unas reflexiones del señor Mauricio. La primera es que no quiere sacar rédito político de este asunto. Le creo. Si me lo dicen otros, le diría que no le creo. (Risas.) Lo sé yo, lo sabe usted y lo saben todos los que hay aquí. Es
impresionante. (Risas.) En cuanto a que hay que tener sangre fría y responsabilidad, es exactamente lo que hay que tener. En este momento lo tengo muy claro. ¡Hombre!, de vez en cuando, cuando a alguno le dicen según qué cosas, hay que contestar,
pero hay que tener equilibrio, tranquilidad y, en la medida de lo posible, procurar que las cosas vayan funcionando mejor. En eso estoy absolutamente de acuerdo.
Hemos constituido allí un equipo y estamos aquí para hacerlo lo mejor posible y para
aguantar muchas cosas. Si alguien tiene la obligación de tener sangre fría y responsabilidad en un asunto de estas características, soy consciente de que soy yo y después los que están por debajo de mi en toda esta estructura. Estamos intentando
hacerlo.



Por lo que se refiere al plan de ayuda a Galicia, he explicado en mi intervención una serie de líneas en las que se están trabajando y de acuerdos que ya hemos adoptado. Es evidente que estamos trabajando en el ámbito europeo. Ha trabajado
el Ministerio de Trabajo con el plan de empleo al que antes he hecho referencia. El Ministerio de Economía también está haciendo un esfuerzo a través de los planes turísticos; Hacienda a través de la SEPI, y en esa línea vamos a seguir trabajando.

Hemos puesto en marcha todos los informes científicos. Ahora bien, si me preguntan por el resultado de algunos científicos, de momento no me los han dado. Uno de los tema es la fauna marina y hay que ver qué es lo que pasa con la flora. En esos
temas está trabajando el CSIC y el Instituto Oceanográfico. En relación con este asunto -porque esto antes lo planteó el señor Rodríguez-, créame usted que a mí la condición política o de pensamiento de quién se pueda dedicar a estos temas y
aportar soluciones, me trae sin cuidado. Me trae sin cuidado como si me voy a operar y estoy a punto de morir, es decir, me da igual que el cirujano sea chino que de Pontevedra, lo que quiero es que sea el mejor. Se lo digo de verdad. Lo que
hemos intentado -ayer lo hemos anunciado- es integrar en un marco único todas las actuaciones que está habiendo aquí. Concretamente, con la Universidad de Vigo, que ya sabe usted que hizo informes que se podía pensar que no son los mismos que ha
tenido el Gobierno, se va a firmar, si es que no se ha firmado ya, un convenio. Es decir, queremos que todo el que tenga algo que aportar, lo pueda hacer. Los informes del comité científico van a estar en una web, porque me han explicado que es
bueno que estén, porque hay gente que puede aportar algo. Yo creo que todo eso está muy bien.



Por lo que se refiere a medios coordinados, el señor Mauricio ha hecho una reflexión en la que tiene mucha razón, pero uno ahora está un poco en el día a día. Qué duda cabe de que en política, como en tantas facetas de la vida, lo
importante es el medio y el largo plazo. Uno de los asuntos sobre el cual no se ha escrito mucho es el tema del mar. Se ha escrito de todo tipo de terrorismo: del terrorismo aéreo; de la voladura de grandes edificios; de embajadas; del
terrorismo químico, pero nadie ha hablado del terrorismo en el mar. Ese es un tema sobre el que ya se está trabajando y es enormemente importante. La llegada de un buque a un puerto no es ciertamente un tema menor.



El representante del Partido Nacionalista Vasco me ha hecho tantas preguntas que me es imposible contestar. No he mareado la perdiz. Usted dice que yo mareo la perdiz y hablo de lo que me interesa. Yo hablo de lo que estoy haciendo. Si
no, luego nos dicen que no hacemos nada. Yo tengo que explicar todo lo que se hace en relación con las personas, como va lo del FIDAC. Yo comprendo que eso es burocrático, como dicen algunos, y que no hago discursos políticos. Seguramente sé poco
de política, pero lo que tengo que contar son las medidas, lo que se está haciendo, bien o mal, y me gustaría que se opinara sobre eso y se dijera qué tal. En el tema del mar, tengo que contar que estoy con el submarino, entre otras cosas porque es
lo que le preocupa a todo el mundo. Lo que le preocupa a la gente de verdad es tener ahí una bomba de relojería no sabemos por cuánto tiempo. Pues eso es lo que le preocupa a la gente y tengo que hablar de eso. Tendré que hablar de que tenemos
unos barcos que pueden, o no pueden, salir. Tendré que hablar de las playas, de las acciones legales y de lo que se hace a nivel internacional. Además, como dije al principio, si ustedes me vuelven a preguntar por qué se alejó el buque, tendré que
decir lo que sé, lo que ya les he dicho y lo que puedo repetirles muchas veces: aunque yo no he tomado la decisión, creo que es la buena, sinceramente; si no lo creyera, lo diría. No veo al barco entrando en un puerto, porque se podría organizar
la gran escandalera. Como veo, además, que con el Erika no lo hicieron y que Portugal tampoco le dejó entrar, tengo que pensar que es la decisión acertada.



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Agradezco las palabras del señor López de Lerma. Estoy de acuerdo en sustituir el discurso por la acción, y acción tengo toda; creo que tengo demasiada, probablemente debería tener un poco menos. En cuanto al discurso, se nos acusó en su
día de no dar información. Lo único que puedo decir es que daré información en el Parlamento y en las ruedas de prensa siempre; daré información de lo que sé. He reforzado el equipo de prensa que hemos creado en La Coruña con todo el mundo
posible. Desde luego, combinaremos la información con la acción. Es posible que en los primeros tiempos no estuviéramos muy finos; o, si quieren ustedes, lo hicimos muy mal. De acuerdo, lo hicimos muy mal. Pero estas cosas se van corrigiendo:
hay que ver lo que hizo el Gobierno el primer día, y lo que hace 30 días después; hay que ver lo que decía la oposición el primer día y lo que decía 30 días después; e, igualmente, lo que decían los periódicos el primer día y lo que decían 30 días
después. Bien es verdad que el responsable es el Gobierno; no obstante, el Gobierno tiene derecho a utilizar este argumento para justificar algunas cosas. Esto ocurrió un martes, y el domingo no había hablado nadie de este asunto. La primera
comparecencia que pidió algún grupo tenía fecha del día 18; no la del señor Rodríguez, que la pidió antes, es verdad. Hubo algún grupo al que esto no parecía preocuparle demasiado desde el punto de vista parlamentario.



Señoras y señores diputados, he querido informarles de lo que estoy haciendo, y he intentado ser lo más claro y explícito posible. Me han pedido que vuelva al pasado: es probable que sea imposible saber si la decisión fue la correcta o no.
Creo que es la que se toma siempre; por lo menos, por lo que yo he visto. Podemos seguir debatiendo, si S.S.
quieren, sobre esto, pero me gustaría oír ideas y sugerencias. En la sesión de hoy he tenido algún apoyo, que agradezco. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Vamos a abrir un turno de réplica. ¿Grupos que desean intervenir?


El señor Rodríguez tiene la palabra, por cinco minutos.



El señor RODRÍGUEZ SÁNCHEZ: Estamos en un momento del debate político en que sería muy positivo que el Gobierno aceptase la comisión de investigación, ya que el señor Rajoy tiene esa actitud constructiva. Es la única forma de que el pasado
no nos atenace continuamente, y se sigan sosteniendo unas opiniones contra otras en términos de debate político, exclusivamente.



Aunque se puede compartir la decisión de alejar el barco de la costa, el problema es dónde se aleja, en qué dirección, y por qué se cambia el rumbo. Este es el gran debate, y no hay nadie que nos lo aclare, en términos exclusivamente
políticos. La única fórmula de que usted no tuviera que aguantar este tipo de intervenciones constantes y machaconas, sería que el asunto se debatiese en una comisión ad hoc; creo que es pedir muy poco. Con esto quedarían claras las
responsabilidades políticas, si las hubiese y también las responsabilidades de los técnicos que hubiesen condicionado las decisiones políticas. Puedo asegurar que desde el principio -y no soy técnico- me quedó claro que lo gravísimo, desde el punto
de vista de la afectación a Galicia y no sé si a otras partes, estaba en el cambio de la dirección, del rumbo del barco. A mí no me informó nadie, sólo lo sé por lo que me dijeron los marineros sobre la dirección del viento. Una de dos: o la
gente técnico-política está loca y no sabe lo que hace o tiene que haber una presión política que le dé racionalidad a esa conducta. Aún no somos capaces de averiguarlo. Como representante del Bloque Nacionalista Galego, me reafirmo en la
necesidad, cada vez más clara -incluso para dejar este tipo de debates y entrar en otros-, de que admita el Gobierno una comisión de investigación.



En segundo lugar, quiero dejar clara otra cuestión. No soy profeta, sólo soy un gallego que viví progresivamente, desde 1969, todas estas catástrofes ecológicas con consecuencias sociales, aunque en ningún caso tan grandes como las que está
teniendo ésta. Sólo ver ese barco y que se aceptaba una solución errática, me di cuenta de que teníamos encima otra catástrofe de consecuencias terribles. Eso es lo que explica que el Bloque Nacionalista Galego pidiese inmediatamente las
comparecencias y que hiciese las intervenciones que hizo. No fue por dañar al Gobierno. Yo ya sabía que esto iba a tener consecuencias. Y no soy ingeniero naval ni biólogo. Por experiencia histórica, dije: ¡otra más! Es cierto que creí que no
iba a ser tan grave y que se iba a poder reconducir de otra manera. Incluso pensé que de nuevo los paganos iban a ser la zona de Ferrol y de A Coruña. No tuve la sensación de que fuera a ser tan grave.



En tercer lugar, sería bueno, incluso para el debate político, que saliésemos de la óptica bipartidista: los de antes lo hicieron mal y nosotros lo hacemos mejor. Este es el gran argumento que tenemos para salir adelante. Ese no es el
camino. No es que yo sea defensor del principio de la galleguidad como una cualidad diferencial, pero usted tendría que pensar que no es normal que, en un país que padece el accidente en la forma más grave, en el comité científico haya sólo un
señor y que entre los que vengan después, sobre todo en biología marina y económica, resplandezcamos por nuestra ausencia. Eso sí, no seremos mejor que los demás, pero alguna experiencia en economía pesquera tenemos y hay que darle un voto de
confianza al país, porque, si no, también parece que a uno siempre le anulan en función del extranjero y, francamente, esta táctica hay que cambiarla.



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Mauricio.



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El señor MAURICIO RODRÍGUEZ: Brevemente, quisiera decir tres cosas.



En primer lugar, nosotros mantenemos el análisis que hemos hecho con un afán constructivo, que espero el Gobierno lo entienda. Comprendemos que en los primeros momentos, por razones de imprevisión, ha habido desconcierto, confusión y gestos
equivocados en el terreno político.
Segundo, creemos que a partir de un momento determinado el Gobierno toma las riendas y, concretamente, el señor Rajoy. Quisiera decir que me ha convencido la intervención del señor Rajoy y que, a su vez, le he
visto con una cierta angustia ante los acontecimientos que está viviendo. Por razones de mayoría electoral -que este país decidió cuando tuvo que decidir-, el que está al timón de esta difícil situación es el Gobierno actual y, en principio, el
vicepresidente, señor Rajoy. Quiero expresarle nuestro apoyo y solidaridad para que las decisiones que usted tome -que está tomando y que debe seguir tomando- sean lo más eficaces posible para resolver el tremendo tema de Galicia. Aunque el debate
político sea duro, hubiera sido mucho mejor posponerlo para otro momento y que ahora nos volcáramos todos en la solidaridad para luego sacar las conclusiones. En cualquier caso, señor Rajoy, sepa que tiene el pequeñito apoyo de mi grupo en el
sentido de que debe seguir tomando las decisiones volcándose en la solidaridad con Galicia.



Tercero, he hablado de un tema que es cierto que es de futuro. Me gustaría dejarlo sólo apuntado y que conste aquí, que es que los Estados modernos en el siglo XXI tienen que recuperar una soberanía en el mar que han perdido y que no sólo
tienen que legislar, sino que también deben tener los instrumentos para controlar eso. Usted ha dicho que está de acuerdo en principio y que en el futuro reflexionaremos sobre esa cuestión. Estoy de acuerdo con su intervención en ese punto e
insisto en que algunas cosas se han hecho mal. Y ha sido evidente la imprevisión, no sólo del Gobierno sino en general de los Estados europeos. Lo que sí quiero decirle, señor Rajoy, es que el equipo que se ha puesto en la dirección de este asunto
lo está tomando con la sensibilidad, con la humildad que a veces falta en otros miembros del Gobierno y con la competencia adecuada para se mitigue en lo posible lo que ha sido una catástrofe gravísima.



El señor PRESIDENTE: Señor Otxoa.



El señor OTXOA DE ERIBE ELORZA: Señor vicepresidente, el portavoz que le habla en nombre del grupo de nacionalistas vascos no ha querido en ningún momento volver al tema -y no le he hecho la pregunta- de por qué no llevaron el buque a
puerto. He valorado lo que hemos venido diciendo y le he vuelto a formular preguntas que se hicieron en aquel entonces y que he repetido en su primera comparecencia, en la del señor Casos y en la del señor Matas. No he tenido contestación. Hoy le
he hecho otras concretísimas para contestar sí o no y sigue sin responder. Quizá el problema es que soy el portavoz de mi grupo, porque parece que ustedes, en su fobia, han llegado hasta este asunto, que debe trascender de todo ideario político;
parece que han llegado hasta aquí porque, insisto, todavía no han contestado a los ofrecimientos de ayuda. Como muestra vale un botón: resulta que en la Comunidad Autónoma del País Vasco no se acaban de creer los estatutos, y cuando el Gobierno
vasco monta una comisión coordinada, ustedes van por detrás y montan otra con el Gobierno. Mire qué coordinación hay, que en este momento hay una comisión del Gobierno vasco, que por lo visto en el Estatuto de autonomía sigue siendo la máxima
autoridad dentro del País Vasco en representación del Gobierno central y creo que está capacitado para montar esa comisión, y ustedes vienen con su delegado del Gobierno y montan otra en paralelo.
Curioso.



Simplemente le digo que no encontramos respuesta a nuestras preguntas.
Nosotros no tenemos interés en este momento, aunque sí a posteriori, en lo que le he dicho respecto a encontrar a los responsables, pero los hay y habrá que encontrarlos
y habrá que tomar decisiones en función de esas responsabilidades imputables a quien sea. No estoy haciendo un juicio previo; lo pospongo porque creo que el problema más grave es el actual, insisto, y el que hay de aquí en adelante. Seguimos
teniendo una bomba -creo que usted lo ha definido así y yo corroboro que es una bomba-, y por eso le he formulado mis preguntas en cuanto a cantidades y a actuaciones posteriores. Si no hay contestaciones tampoco a eso, creo que hemos perdido una
hermosa mañana, señor vicepresidente.



El señor PRESIDENTE: Señor Rejón.



El señor REJÓN GIEB: Señor Rajoy, lo malo de cuando se empieza a mentir es que se le pilla el gustillo y se sigue mintiendo. Usted nos ha dicho aquí dos mentiras -permítame coloquialmente el término- cuando ha dicho: Yo soy tonto y no sé
de política. Es una mentira, usted no es tonto y sabe bastante de política. Por tanto, no venga aquí a hacerse el ingenuo. Le tengo que repetir lo que una diputada del Grupo Socialista decía soto voce: No se haga usted el ingenuo, no aparezca
como el pobre hombre que no sabe qué hacer y que quiere ser bueno. Usted es el vicepresidente del Gobierno. Eso sirve para otros foros, otras personas y otras funciones.
Cuando se es vicepresidente del Gobierno de la nación, además con una cómoda
mayoría absoluta, que además, como se ha dicho aquí, tienen un igual color en la Comunidad Autónoma gallega, no puede venir aquí a decir: Ya me gustaría saber, ya quisiera. Usted es el vicepresidente del Gobierno. Por tanto, no diga que es tonto
y no sabe de política. Usted sabe de lo uno y de lo otro.



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Usted ha utilizado además una técnica muy antigua, que es ir pasando de un tema a otro deslizándose y jugando siempre con las medias tintas. Ha construido un discurso en el que dice: La decisión -que al final es un gran arcano- de alejar o
no el buque fue tomada en no sé qué fecha, y luego va cambiando. Después dice que la decisión que se tomó parece que fue la menos mala porque no se podía meter el buque en el puerto y hubo que alejarlo. Luego dice que las medidas se fueron tomando
en función de no sé qué, es decir, juega usted entre dos aguas. Es como la negociación de un salchichón a rodajas. Aislemos las partes, señor ministro, y luego pongámoslas en conjunto. Las decisiones pueden estar mal tomadas, pero si las
consecuencias son buenas, bien tomadas están. La decisión puede haberla tomado el señor Álvarez-Cascos con un osito de peluche que llevaba al lado en la montería, por poner un caso, pero si la decisión sale bien, alguien tendrá que decir que era
correcta, aunque habrá que criticar la forma en que tomó la decisión.



Primera cuestión. Nadie sabe quién toma la decisión, y cuando la toman, se trata de un pequeño grupo de funcionarios, uno de ellos político y otros cualificados, que dependen de la cadena de mandos de un ministerio que desde que ha llegado
el señor Álvarez-Cascos tiene bastante de componente militar. En el Ministerio de Fomento nadie mueve nada hasta que no habla el jefe, lo que no ocurría con anteriores ministros de cualquier color político. Y como se ha tomado la decisión en un
ministerio que tiene una cadena de mando totalmente piramidal, no está bien tomada en el sentido de que no está bien contrastada. Y le pido por favor que no haga usted la chanza -que por otro lado es bueno porque le da gracejo a las intervenciones,
que no tienen que ser tan pesadas y aburridas- de decir: ¿Qué quería usted, que me la dieran por escrito? Pues no, no le estoy diciendo que se la dieran por escrito, le estoy diciendo que podían haber consultado con más gente que depende de usted,
que se podía haber consultado porque hoy en día, a Dios gracias, existen unos medios más rápidos y de mayor calidad para ponerse en contacto con la gente. Por tanto, esa es la decisión.



Segunda cuestión, señor ministro, si se analiza, la decisión de retirar el barco de la costa y llevarlo a más de 120 millas porque si se hundía -estaba la previsión de hundirse, por eso mismo tampoco se llevó a puerto porque se podía hundir
y bloquear el puerto- se solidificaba, resulta que también está mal tomada. No juegue siempre en zonas templadas. La decisión se lleva a efecto y al final cambia el rumbo. Me da ya igual -sin darme igual- si la decisión la tomó Santa Rita o quien
fuera, me da igual; lo importante es que se aleja, se cambia el rumbo, se hunde, no se solidifica y manchan Galicia. Pues han hecho un pan como unas hostias.
Por tanto, la decisión tomada es mala.



El señor PRESIDENTE: Señor Rejón, su tiempo ha concluido.



El señor REJÓN GIEB: Termino, señor presidente.



Por último, a la vista de que se iba a romper y de que había todos esos problemas, no se tomó la decisión de poner los medios necesarios. Si suman las tres decisiones, es un desastre. Cada una, aislada, está mal; contadas secuencialmente,
como el que no quiere la cosa, pasan; pero si se ponen aisladas y con rigor, evidentemente llevan al desastre.



Concluyo. En un momento determinado ha dicho usted -seguro que le ha salido del alma-: Qué duro, qué duro es esto. Está en el 'Diario de Sesiones' y lo hemos oído todos. Duro es lo que le está pasando a la gente en Galicia. Quizá algún
día un nuevo Castelao, en uno de sus grabados negros, tendrá que cargar más la tinta y decir: ¡Y luego dirán que el marisco es caro!


El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor López de Lerma.



El señor LÓPEZ DE LERMA I LÓPEZ: En primer lugar, nosotros seguimos creyendo que al comienzo el Gobierno estuvo entre ausente y errático.
Probablemente haya razones que lo justifican, pero las impactantes imágenes recibidas no eran
disueltas por la acción del Gobierno sino redimensionadas por actitudes nada humildes de altos responsables.



En segundo lugar, señor presidente, me satisface que el vicepresidente del Gobierno comunique a esta Comisión -y probablemente sea lo más importante del día de hoy- textualmente: En estos momentos lo tengo ordenado.
Lógicamente, están en
unos parámetros flexibles porque, como ha dicho -y esto le honra-, siempre puede haber fallos y errores, pero lo bueno es saber -y me lo apunto en mi agenda de parlamentario- que al día de hoy esto está ordenado, aunque sea necesario tener un poco
de fortuna en las próximas semanas para acabar con el tema, en el ámbito en que se puede terminar, que no es fácil.



En tercer lugar, señor presidente, que quede constancia de que nuestro objetivo nunca ha sido ni es ni será triturar al Gobierno, ni a éste ni a cualquier otro, sino, en unos momentos de gran zozobra, dar esperanza a los afectados,
mostrarles nuestra solidaridad, nuestro apoyo en cuantas decisiones se tomen para salvar lo salvable y arreglar los problemas generales y, como he dicho en mi primera intervención, para que tengan un horizonte de esperanza y crean, primero, en sus
propias posibilidades, que las tienen y lo han demostrado a lo largo de la historia y en estos últimos días y, segundo, para que sepan que no están solos.



El señor PRESIDENTE: Señor Caldera.



El señor CALDERA SÁNCHEZ-CAPITÁN: Decía el señor Rajoy que no hay forma de saber si


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aquella decisión de alejar el buque fue acertada o no. Sí hay forma de saberlo, señor Rajoy, hagamos una comisión de investigación, que nos aproximaría mucho al análisis de si fue acertada o no esa decisión. Usted huye de ella porque le
quema y no ha dado ni una sola contestación en su comparecencia.



No sé si usted es o no inteligente, pero, como se decía antes, es el vicepresidente del Gobierno y, desde luego, es el de los hilitos de la plastilina, señor Rajoy. Eso no se le ocurre ni al que asó la manteca, como se dice vulgarmente.
Ese es usted, por eso, señor Rajoy, aquí hay que analizar e investigarlo todo para que no vuelva a ocurrir.



Me voy a ratificar íntegramente en la exposición que le hice antes, y lo lamento por usted. Veo que se pone nervioso (Rumores.), claro, porque esa decisión de cambio de rumbo -y coincido con el señor Rodríguez- fue gravísima. Además de que
mintió, es reincidente, señor Rajoy. Yo no he entregado un papel, he entregado un extracto del 'Diario de Sesiones'.
¡Cómo sabía que no iba usted a ser capaz de rectificar! Le voy a leer la frase anterior: Asimismo, se decidió modificar el rumbo
-'Diario de Sesiones'-, cambiándolo de noroeste a sur a las tres de la mañana y después a suroeste a las 8,03 de la mañana. Señor Rajoy, en su afán autojustificatorio por exculparse, no se da cuenta de que yo sólo le leí la segunda parte de la
frase. Ahora la leo entera: Asimismo, se decidió modificar el rumbo cambiándolo de noroeste a sur y después a suroeste, para evitar que la mar gruesa siguiera causando daños en la estructura del buque. Quiero dejar claro que se trata de una
decisión tomada por la empresa, a la que nos opusimos. Eso es lo grave. Esto fue lo que ocurrió: el buque iba hacia el norte, noroeste, y estos fueron los cambios de rumbo que usted dice que tomó la empresa. Este es un documento que han hecho
ustedes para el juzgado. En este resumen usted dice que hay cambio de rumbo a las 8,03, no 8,30, por insistencia de marina mercante. Por tanto, usted ha mentido, señor Rajoy. Le diré más. Incluso el hecho, si fuera cierto, de que las decisiones
las tomó la empresa les sitúa a ustedes en una gravísima responsabilidad, señor Rajoy, porque ese cambio de rumbo provocó que el fuel llegara con mucha más rapidez y con toda intensidad a las costas gallegas. Le repito que estos son documentos que
ustedes debían haber remitido y que hemos obtenido. Este es el 'Diario de Sesiones'. Usted mintió en esta Cámara y lo ha vuelto a hacer esta mañana.



Dice que ahora lo urgente es intentar arreglar las cosas del mejor modo posible. Claro, pero no lo están haciendo. Les he puesto un ejemplo.
Ayer, en la visita del Príncipe de España todos los españoles hemos podido ver cómo los afectados
y los voluntarios se quejaban amarga y públicamente de ausencia de medios. Señor Rajoy, este Gobierno ha ido tomando decisiones tarde y mal, a instancias sistemáticamente de las propuestas que le hacía la oposición. Lo vamos a seguir haciendo,
vamos a seguir haciendo propuestas porque, obviamente, esta es la urgencia del momento: resolver del mejor modo posible y cuanto antes la tragedia que afecta en este caso a A Coruña. Por cierto, ha dicho otra vez que consultaron al práctico. ¿Le
creo a usted o al práctico don Evaristo Landeira? Él dice: Nunca se me consultó oficialmente ninguna decisión.
(Un señor diputado: Oficialmente.) Y continúa: Aclaré que aceptaba meter el barco. (El señor vicepresidente primero del Gobierno,
ministro de la Presidencia y Portavoz del Gobierno, Rajoy Brey: Sí, sí.) O sea que el afectado no tiene ninguna credibilidad en unas declaraciones públicas de hoy y usted, que nos ha mentido una y otra vez, sí. (Rumores.)


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio en las bancadas del Grupo Popular.



El señor CALDERA SÁNCHEZ-CAPITÁN: Usted debe entender que le demos crédito al práctico mayor de A Coruña.



Acabo, señor Rajoy. ¿Sabe usted que en Europa se va a crear una comisión de investigación en el Parlamento Europeo? ¿Sabe que en el Parlamento Europeo han adoptado el acuerdo de proponer una resolución, que mañana miércoles o el jueves se
aprobará, planteando la creación de una comisión de investigación? Esta Cámara, sin embargo, por su negativa, no lo va a poder hacer. ¿Le parece a usted bien? A mí y creo que a la inmensa mayoría de los españoles nos parece muy mal. Sobre lo
bien que lo han hecho en Europa, dice: No está mal lo que ha hecho la Unión Europea. No está mal para Alemania, señor Rajoy. Compare usted la situación de las inundaciones de Europa central de hace seis meses con lo ocurrido ahora.
A nosotros
sólo nos han permitido cambiar y modificar el gasto, es decir, cambiar de un sitio a otro las ayudas que ya tenía concedidas España.
Pero nuevas ayudas no nos han concedido ninguna. Y no me hable del Fondo de indemnización de hidrocarburos porque
ese fondo será para el futuro.
Cuando se aumente de 200 a 1.000 millones -y esto es un seguro, no es otra cosa, y ojalá que se aumente- el Fondo internacional de indemnización por daños debidos a la contaminación por hidrocarburos, no va resolver
el problema que ahora tiene Galicia. Por lo tanto, aquí deberíamos exigir todos que se nos tratara igual que a Alemania y que los daños que ha irrogado este buque sean sufragados por todos.



Por último, ante las insidias que algunos de ustedes están lanzando sistemáticamente acerca de quienes son los verdaderos responsables, ¿cómo no vamos a coincidir en que la responsabilidad del accidente compete al armador, al asegurador, al
fletador o al propietario de la carga? Usted ha dicho que eran unos desaprensivos, pero, señor Rajoy, alguna responsabilidad tendrán también las autoridades que lo consienten. ¿O es que ustedes no llevan siete años gobernando? O sea que la culpa


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y la responsabilidad es de todos y ustedes no tienen ninguna. La Comisión Europea, en la que la señora De Palacio es comisaria de Transportes, ha propuesto una directiva al Parlamento Europeo en la que -fíjese qué casualidad, ella es
miembro del Colegio de Comisarios, y lo digo para que les quede clara la posición del Grupo Socialista en relación con estos temas- se exime expresamente de responsabilidad ambiental en caso de catástrofes a los buques de transportes de mercancías
peligrosas. Esta es la directiva de fecha 23 de enero de 2002 enviada por su comisaria, es decir, ella debe de estar de acuerdo en que se exima a estos buques de la responsabilidad ambiental en caso de catástrofes. El Grupo Socialista ha
presentado una enmienda que pide que en aguas comunitarias les sea impuesta tanto al propietario del buque como al de la carga la responsabilidad total e ilimitada sobre los daños producidos en un accidente marítimo al medio ambiente y a los actores
económicos. Estoy esperando a ver qué vota su grupo. Esta es nuestra posición, responsabilidad ilimitada, y ustedes son los que no la quieren.



El señor PRESIDENTE: Señor vicepresidente.



aEl señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO, MINISTRO DE LA PRESIDENCIA Y PORTAVOZ DEL GOBIERNO (Rajoy Brey): Voy a contestar a todos los intervinientes, pero empezaré por el señor Caldera. Ha quedado acreditado que usted ha mentido,
señor Caldera, pero lo que es impresionante es que en el documento que ustedes le entregan a la prensa, éste empieza en las 3,40 horas y dice que a las 8,30 (El señor Caldera Sánchez-Capitán: A las 8,03.) se produce un cambio de rumbo por
insistencia de la marina mecante, pero han quitado de la fotocopia -aquí tengo el documento original- el hecho de que a las 3,00 horas el capitán del Prestige mandó poner rumbo 180 grados. (Aplausos.-Rumores.-Un señor diputado: ¡Qué vergüenza!) Es
decir, han quitado ese dato de la fotocopia del documento de la marina mercante. Es de las cosas más zafias que he visto en mi vida. (El señor Albendea Pabón: Manipulación.)


El señor PRESIDENTE: Señorías, guarden silencio y permitan al vicepresidente que se exprese.



El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE LA PRESIDENCIA (Rajoy Brey): El hecho es importante, pero revela sobre todo cómo algunos intentan aprovecharse hasta la última de las posibilidades, buscando por dónde pueden hacer
el mayor daño del que son capaces al Gobierno. (Varios señores diputados: ¡Muy bien!) Es la demostración inequívoca de cómo están actuando ustedes, y debiera darles vergüenza. Ustedes dicen que dimita. Pues aquí debería dimitir usted.
(Risas.-Aplausos.) Esto es lo que usted ha dado a los medios de comunicación. ¿No le da vergüenza? Dimita. (El señor Caldera Sánchez-Capitán: Le garantizo que no.) Ya sé que no va a dimitir. No es malo sobre todo que lo sepa su grupo -porque
los demás ya lo sabíamos-, que su grupo sepa lo que ha hecho usted en el día de hoy con el único objetivo de ver cómo podía hacer daño al Gobierno y a mí personalmente. Sí, sí, y eso es muy feo, señor Caldera; usted ha mentido, ha dado datos
falsos y ha quitado la hora, y esto es muy burdo.
No puede usted dar un papel que empiece a las 3,40 y se saltarse los dos renglones anteriores. Esta es la fotocopia que usted ha repartido. Si además lo hubiera hecho para beneficiarse usted, pero
lo ha hecho para hundirme llamándome mentiroso en el primer párrafo. Esto es muy fuerte.
(El señor Caldera Sánchez-Capitán: Cuatro veces ha mentido.) Yo no he visto en el tiempo que llevo en el Congreso de los Diputados una actuación de tal
bajeza moral, no la he visto nunca. (Aplausos.-El señor Caldera Sánchez-Capitán: Cuatro veces ha mentido usted.) Fíjese qué ayuda vamos a esperar nosotros del Partido Socialista, si es que es demoledor, de verdad, es que ustedes no tienen arreglo.
Fíjese la ayuda que vamos a esperar con comportamientos como estos.



Quiero agradecer al señor Mauricio sus palabras de apoyo y solidaridad. Es verdad que el debate político es duro; fíjese qué estratagemas utilizan algunos, pero, en fin, uno ya lleva años en el negociado y está dispuesto a afrontar el
debate político. En cualquier caso, tengo la obligación de afrontar el debate político, pero lo que más me importa es intentar que las cosas salgan de la mejor manera posible. Es verdad que el mar es un tema muy importante que sin duda alguna
habrá que afrontar en el futuro, no solamente en relación con el transporte de hidrocarburos, sino con otros muchos asuntos. Repito que le agradezco sus palabras y la posición constructiva de su grupo parlamentario.



Señor Otxoa, yo no le tengo especial fobia al PNV. No soy del PNV y digo que no le tengo fobia al PNV porque dicen ustedes que nosotros llevamos la fobia al PNV hasta el punto de que no le contestamos a las preguntas.
Yo podría
preguntarle: ¿y no llevarán ustedes la fobia al PP hasta el punto de que el señor Ibarretxe se haya negado a recibir al señor Matas cuando fue allí y le pidió verle -lo cierto es que era un domingo- para tratar estos temas? (El señor Albendea
Pabón: Muy bien.) Estas cosas hay que verlas. (El señor Otxoa de Eribe Elorza pronuncia unas palabras que no se perciben.) Sí, sí, el señor Matas pidió audiencia y el señor Ibarretxe y no quiso recibirle. En cualquier caso, yo desde luego le
manifiesto la firme voluntad del Gobierno de colaborar con ustedes si lo tienen a bien; nosotros, desde luego, queremos hacerlo.



El señor López de Lerma insiste en su juicio sobre lo que ocurrió en los primeros y segundos momentos. Le tranquiliza que yo manifieste que creo que lo tengo


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ordenado, dentro de un orden, porque estas cosas son como son. Además estoy de acuerdo en que el objetivo de su grupo no es sin duda triturar al Gobierno, y de hecho el señor Mas estuvo muy solidario en algunos temas económicos que ya se
han planteado en la reunión que celebramos el último día.



El señor Rejón me dirige un discurso que me parece muy bien y hasta lo entiendo. Me dice que yo soy el vicepresidente del Gobierno y que digo que soy ingenuo o soy duro o no sé qué, pero que soy el vicepresidente del Gobierno. Sé que soy
el vicepresidente del Gobierno, y precisamente como vicepresidente del Gobierno, a la hora de defender mis posiciones tengo derecho a comportarme de la manera que estime más adecuada y conveniente siempre y cuando no falte, lógicamente, a la honra
de ninguno de los señores diputados. Es bueno que esto también se haga. Yo doy las respuestas como las doy, es decir, no sé si las doy bien o mal, pero las doy así. Usted se refería a lo que ha dicho una diputada del Grupo Socialista y el hecho
de que una diputada del Grupo Socialista diga eso se debe a que en el fondo a ella no le gusta cómo estoy yo respondiendo y le molesta. Lo grave es que no ocurriera exactamente eso. Esa es la historia y la política, todo lo demás está muy bien.
(La señora Conde Gutiérrez del Álamo: Que nadería.) No, no, es verdad, es así. Responder como estime oportuno y conveniente es el mínimo derecho natural que tenemos quienes estamos en esta Cámara. (Una señora diputada: Es que hace bromas.) Dice
que hago bromas. Pues puedo hacerlas, por qué no. Yo concibo que se me exija que no le falte el respeto a la gente. (La señora Conde Gutiérrez del Álamo: No estamos hablando de usted sino del Prestige.)


El señor PRESIDENTE: Señora Conde, guarde silencio.



El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO DEL GOBIERNO Y MINISTRO DE LA PRESIDENCIA (Rajoy Brey): El Parlamento es el Parlamento, y yo estoy aquí sin más arma que mis argumentos, mi cabeza y mi palabra. Esto es lo que tengo y voy a usarlo como
estime oportuno y conveniente, repito, siempre y cuando no le falte el respeto a los señores intervinientes. Señor Rejón, a continuación entramos en el gran debate de siempre sobre quien tomó la decisión. La decisión la tomó, como ya hemos dicho,
el Ministerio de Fomento, que era el competente para tomarla. A partir de ahí entramos en el debate de si es buena o es mala, y creo que ya no tiene sentido que volvamos sobre este asunto.



Es verdad que el señor Rodríguez pidió la comparecencia el día 14, es decir al día siguiente, y en honor a la verdad hay que decirlo. Le agradezco que diga usted eso porque nos ha pasado a todos. Lo que pasa es que unos teniamos la
responsabilidad y otros no. Eso es verdad, pero las cosas son complejas y yo ya he dicho que en los primeros momentos las cosas se pudieron hacer mejor. Pero al final ha habido una percepción general de que las cosas iban a ser mucho peores
algunos días después. Es verdad que la responsabilidad es del Gobierno, pero en el Gobierno lo que hay son personas, y así son las cosas. Ya le he dicho antes que vamos a firmar un convenio con la Universidad de Vigo para tratar de estos temas.

Ayer me lo decían en el Ministerio de Ciencia y Tecnología, porque había un grupo de personas que estaban trabajando en este asunto. La decisión fue al final alejar el buque 120 millas. Se cambió el rumbo por decisión del capitán, lo que se aceptó
por razones técnicas, y luego se le dijo que lo cambiara para que cumpliera las 120 millas de alejamiento. Esa es la historia. A partir de ahí, estaba al frente una empresa de salvamento, la Smit y Tak, que es lo que ocurre habitualmente cuando se
producen acontecimientos de esas características. Sobre este asunto puedo seguir dando explicaciones, pero no sé si tiene mucho sentido continuar con este debate.



Nada más. Muchas gracias. (Aplausos.)


El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor vicepresidente. Gracias, señorías.



Se levanta la sesión.



Eran las tres y treinta minutos de la tarde.