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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 319, de 03/10/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 319



COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JESÚS LÓPEZ-MEDEL BASCONES



Sesión núm. 13



celebrada el miércoles, 3 de octubre de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor Secretario de Estado de Cooperación
Internacional y para Iberoamérica (Cortés Martín) para informar
sobre:



- El Plan anual de cooperación internacional para 2001. A petición
del Gobierno. (Número de expediente 212/000618.) . . . (Página 9982)



- El plan anual 2001 de la cooperación española. A petición del Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso. (Número de expediente 212/
000523.) . . . (Página 9982)



Página 9982




- Las previsiones del Plan anual de cooperación internacional para el
año 2001 y de la ejecución de los planes anteriores. A solicitud del
Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente 212/000588.) .

. . (Página 9982)



Preguntas:



- De la señora Romero López (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
cooperación bilateral actual con Bolivia. (Número de expediente 181/
000653.) . . . (Página 10005)



- De la señora Ruiz Ruiz (Grupo Parlamentario Popular en el
Congreso), sobre estado y evolución de la cooperación con Bolivia.

(Número de expediente 181/000901.) . . . (Página 10005)



- Del señor Pedret i Grenzner (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
valoración de la opinión de la Cruz Roja sobre la gestión de la ayuda
humanitaria, expresada en el «Informe mundial sobre desastres».

(Número de expediente 181/000984.) . . . (Página 10009)



- De la señora Rodríguez Callao (Grupo Parlamentario Popular en el
Congreso), sobre proyectos de ayuda de emergencia que tiene
actualmente en marcha la Agencia Española de Cooperación
Internacional. (Número de expediente 181/000994.) . . . (Página 10011)



Comparecencia del señor Secretario General de la Agencia Española
para la Cooperación Internacional y para el Desarrollo (Rodríguez-
Ponga y Salamanca) para informar sobre:



- El balance de las actuaciones impulsadas para alcanzar el objetivo
de la educación generalizada en el año 2015. A solicitud del Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió) (Número de expediente
212/000295.) . . . (Página 10013)



- Las previsiones del Gobierno acerca de la realización del objetivo
de la educación generalizada fijado para el año 2015, así como las
actuaciones del Gobierno para alcanzar dichos objetivos y para
cumplir la proposición no de ley del Grupo Parlamentario Socialista,
aprobada en esta Cámara el día 29 de septiembre de 1999, relativa a
que las cantidades asignadas a los sectores sociales básicos,
educación básica y educación en general, representa el 20 por ciento,
10 por ciento y 25 por ciento, respectivamente, del total de la ayuda
bilateral oficial al desarrollo. A solicitud del Grupo Parlamentario
Socialista. (Número de expediente 212/000465.) . . . (Página 10013)



- La evolución y actuaciones de la cooperación española en materia de
educación. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular en el
Congreso. (Número de expediente 212/000521.) . . . (Página 10013)



- El acuerdo del Gobierno sobre concesión de ayudas a las estrategias
de cooperación, entre siete organizaciones no gubernamnentales. A
solicitud del Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió).

(Número de expediente 212/000532.) . . . (Página 10021)



- Las conclusiones de la III Conferencia de las naciones Unidas sobre
los países menos avanzados (PMA) celebrada en Bruselas entre el 14 y
el 20 de mayo de 2001. A solicitud del Grupo Parlamentario Catalán
(Covergència i Unió). (Número de expediente 213/000431.) . . .

(Página 10025)



Se abre la sesión a las nueve y quince minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACIÓN
INTERNACIONAL Y PARA IBEROAMÉRCIA (CORTÉS MARTÍN), PARA INFORMAR
SOBRE:



- EL PLAN ANUAL DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA 2001. A PETICIÓN
DEL GOBIERNO. (Número de expediente 212/000618)
- EL PLAN ANUAL 2001 DE LA COOPERACIÓN ESPAÑOLA. A SOLICICITUD DEL
GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO. (Número de expediente
212/000523)



- LAS PREVISIONES DEL PLAN ANUAL DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL PARA EL
AÑO 2001 Y DE LA EJECUCIÓN DE LOS PLANES ANTERIORES. A SOLICITUD DEL
GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número de expediente 212/000588)



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El señor PRESIDENTE: Buenos días, señorías.




Se reúne la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo,
para sustanciar diversos asuntos que figuran en el orden del día. El
primero de ellos se refiere a la comparecencia del secretario de
Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, a fin
de presentar el Plan anual de cooperación para el año 2001. Como
saben, se decidió en Mesa y portavoces acumular las solicitudes de
comparecencia que efectuó el propio Gobierno, al igual que el Grupo
Parlamentario Socialista y el Grupo Parlamentario Popular. Por tanto,
para sustanciar los tres primeros puntos acumulados del orden del
día, tiene la palabra el señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMÉRICA (Cortés Martín): Señor presidente, esta comparecencia
nada más iniciarse el periodo de sesiones es para presentar
oficialmente e informar a la Cámara sobre el Plan anual de
cooperación internacional del año 2001, dando cumplimiento a lo
establecido en el artículo 15.2 de la Ley de Cooperación
Internacional para el Desarrollo. La Ley señala, como bien conocen
SS.SS, que el Congreso de los Diputados debatirá anualmente, en la
forma y modo que determine y a propuesta e iniciativa del Gobierno,
la política española de cooperación para el desarrollo. A tal efecto
el Gobierno remitirá a la Cámara, posteriormente a su aprobación por
el Gobierno, el Plan anual a que se refiere el artículo 8 para su
debate y dictamen. Corresponde por tanto a la Comisión la aprobación
del dictamen y no corresponde al Gobierno sino la remisión y la
presentación en este trámite, trámite que teóricamente podría
obviarse pero que ha sido solicitado tanto por el Gobierno como por
dos grupos parlamentarios.

El Plan anual del año 2001, que conoce la Comisión y que conocen SS.

SS. desde hace tiempo, fue elaborado, en su primer borrador, en
noviembre del año 2000. De hecho la Comisión Interterritorial de
Cooperación para el Desarrollo lo aprobó, por 24 votos a favor, 14
abstenciones y ningún voto en contra, en la sesión de 6 de noviembre
del año 2000. Posteriormente hubo cuatro sesiones del Consejo de
Cooperación donde fue sometido a dictamen este borrador. La propia
vida del consejo y la absoluta ineficacia que tenía en su anterior
composición hizo que sólo en abril de 2001 pudiese ser dictaminado,
después de un debate en profundidad, de una manera favorable por
todos los consejeros, como fue aprobado también por unanimidad por la
Comisión Interministerial de Cooperación, que sólo se reunió el 4 de
junio de 2001.

Estos son los trámites previos y preceptivos que marca la ley, que
creo que algún día tendrá que revisarse por la dificultad que tienen
los procedimientos que establece, que son altamente inoperativos. El
hecho de que cualquier norma que tenga que ver con la cooperación
tenga que ser dictaminada por varios consejos y con todos estos
trámites crea unos problemas ciertamente grandes. El borrador del
plan anual para el año 2002 por primera vez se va a poder hacer, Dios
mediante, en plazo. De hecho ya ha sido dictaminado por el Consejo de
Cooperación, por la comisión interterritorial, por la comisión
interministerial e irá próximamente al Consejo de Ministros, con lo
cual será posible que la Comisión en la que estamos pueda
dictaminarlo antes de que empiece el curso, como hubiese sido lo
deseable en este caso. Pero nos hemos encontrado con que el Plan
tiene que incluir también unas previsiones presupuestarias -a pesar
de que se enmarque en lo que son las previsiones del plan director-
porque no disponemos de ellas hasta finales del mes de septiembre. En
este caso como ha sido el 26 de septiembre, se pudieron celebrar los
tres consejos lunes y martes después del viernes en que el Consejo de
Ministros aprobó el proyecto de presupuestos, pero sólo en ese
momento se disponía de los datos económicos que piden los consejos,
como es razonable por otro lado, antes de emitir su dictamen. Esto
significa que a los consejeros y a los miembros de las comisiones se
les ha remitido la información literaria, por así decirlo, con quince
días de anticipación, porque estamos en septiembre y es cuando se
puede empezar -se les ha remitido a primeros de septiembre-, pero la
información numérica sólo la han tenido con 24 horas de anticipación,
única posibilidad que tendríamos de que existiese este dictamen,
sobre todo teniendo en cuenta que se ha pedido también el dictamen,
porque es preceptivo, para un precepto que irá en la Ley de
acompañamiento, que es consecuencia de lo que ya se hizo en el
anterior periodo de sesiones y que fue dictaminado también por todos
los consejos; me refiero a la incorporación de la Dirección General
de Culturales a la Agencia Española de Cooperación Internacional.

Pero, una vez que se ha incorporado, resulta que hace falta una
modificación de rango legal que permita que la agencia lleve a cabo
actuaciones culturales que son muy pequeñas en el ámbito del mundo
desarrollado, cuestiones muy importantes pero presupuestariamente
y en cuanto a gestión menores, como puede ser la Academia de Roma o la
Bienal de Venecia. Esto requiere una modificación legal porque
existe, de acuerdo con la Lofage, una reserva de ley para organismos
autónomos como la Agencia Española de Cooperación Internacional. Esto
tenía que ser dictaminado antes de que el Consejo de Ministros
enviase al Consejo de Estado el texto de la Ley de acompañamiento y
lo remitiese al Congreso de los Diputados.

Este sistema no es operativo; en todo caso, es el que es y, por
tanto, sería bueno que se reflexionase sobre las mejoras funcionales
que se podrían incluir en todo este procedimiento. Afortunadamente se
ha introducido una muy importante reforma en la composición del
consejo de Cooperación, que desde que se ha introducido



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no sólo es un Consejo realmente representativo y participativo sino
que además tiene una gran operatividad y está trabajando de una
manera muy eficaz. Todo este procedimiento de dictámenes previos y de
reuniones preceptivas para cualquier cosa que se haga en materia de
cooperación resulta, en el mejor de los casos, muy dificultoso de
tramitar y, en el peor, paralizante, como ocurrió en el caso del Plan
anual de cooperación Internacional de 2001 que, tras tres reuniones
del consejo, tuvimos que dejarlo pendiente para la siguiente
sencillamente porque alguien dijo que quería más tiempo, que quería
consultar a las bases, que tenía que hacer no se qué estudio. Se
podría haber forzado la votación para el dictamen, pero como ya
teníamos el plan director que nos señalaba el marco para el
cuatrienio 2001-2004, pensamos que, siendo muy deseable que por
primera vez tuviésemos ya un plan director y un plan anual, podíamos
aguantar sin plan director y no forzar una votación o un
pronunciamiento en el Consejo de Cooperación si había consejeros que
decían que necesitaban más tiempo o consultar a las bases. Esto nos
llevó hasta finales del mes de abril, luego vinieron las vacaciones
parlamentarias y nada más iniciarse el período de sesiones es cuando
tenemos esta reunión. Espero que el plan de 2002 se pueda hacer en
sus debidos plazos y que antes de que termine el año 2001 pueda ser
no sólo aprobado por el Gobierno sino venir a la Comisión para su
debate. Este trámite es estrictamente de la Comisión. Al Gobierno le
corresponde, por propia iniciativa o a petición de los grupos,
presentar el proyecto y someterse también a las preguntas, a las
solicitudes de aclaración o a los comentarios de los señores
diputados, pero es algo que tienen que debatir en el seno de la
propia Comisión.

El Plan anual de cooperación se enmarca en el plan director, plan
director que fue aprobado por el Gobierno el 24 de noviembre del año
2000 y que se debatió y obtuvo el dictamen favorable de esta Cámara,
con un amplísimo consenso parlamentario, los días 13 y 14 de febrero
de este año 2001. El plan anual desarrolla, por tanto, los objetivos,
las prioridades y los recursos establecidos en el plan director para
el año en curso de acuerdo con lo que determina el artículo 8 de la
Ley de cooperación. Por tanto, sigue una línea de continuidad
y coherencia con lo previsto en el plan director, y esta es la primera
idea que quiero resaltar a la Cámara. El plan desarrolla los
objetivos y las prioridades horizontales, sectoriales y geográficas
de la política de cooperación española al desarrollo establecidas en
el plan director, que no son otras que las establecidas en la ley.

Diría algo más, no son otras, en cuanto a objetivos, prioridades
horizontales, sectoriales y geográficas, que las que ha venido
marcando la política de cooperación española desde que ésta existe en
un período democrático. Son exactamente las mismas, habrá diferencias
en cuanto a los porcentajes que se dedican a algunos sectores o en
cuanto a las cuantías presupuestarias, que no
han hecho más que crecer en los últimos cinco años y siempre por
encima de la media del crecimiento de los presupuestos. Pero en
cuanto a los objetivos, en cuanto a los principios, son exactamente
los mismos que marca no sólo el plan director, sino la Ley de
cooperación y los que han venido informando la política de
cooperación española.

Quiero destacar que hay una creciente importancia, tanto cuantitativa
como cualitativa, de la cooperación que denominamos descentralizada.

Si se tiene en cuenta una comparación entre el esfuerzo que realiza
la Administración central del Estado y el que realizan las
comunidades autónomas o los ayuntamientos, están muy lejos de hacer
un esfuerzo semejante -y saben mi poca afición a hablar de
porcentajes, por tanto, no lo voy a hacer-, tanto como una relación
de seis a uno y en algunos casos más. me refiero al esfuerzo, no a la
realidad contante en pesetas. Sin embargo, hay que reconocer que del
año anterior a éste hay un esfuerzo y hay una creciente importancia
tanto cuantitativa como cualitativa de este tipo de cooperación, y
así lo hemos podido ver en las reuniones de la Comisión
interterritorial y lo iremos desarrollando en las próximas reuniones
de la comisión permanente de la Comisión interterritorial, que se
constituirá antes de fin de año.

Por eso que decía que la política de cooperación que se refleja en el
plan anual es la del plan director, es la política de la cooperación
española, voy a insistir en algo que hemos dicho en esta Cámara tanto
el ministro de Asuntos Exteriores como yo mismo en varias ocasiones:
la política española de cooperación al desarrollo forma parte
esencial de la política exterior de España y responde, por tanto, a
sus mismos principios, a sus mismas directrices, persigue los mismos
valores y defiende los mismos intereses que la política exterior de
España; se basa en el principio de un desarrollo humano y social
sostenible y equitativo. El fomento de los derechos humanos, la
democracia, el Estado de derecho, la buena gestión de los asuntos
públicos son parte integrante de dicha política y su eje vertebrador,
como no podía ser de otra forma, es la lucha contra la pobreza, tal
como se destaca en la propia Ley de Cooperación Internacional para el
Desarrollo en su artículo 7. En consecuencia con ello, el plan anual
2001 tiene un único objetivo general que vertebra la política
española de cooperación internacional para el desarrollo, que es la
erradicación de la pobreza. Para su consecución es necesario promover
el desarrollo humano, social y económico sostenible con un reparto
más equitativo de los frutos de este desarrollo. Y este es un terreno
en el que España está en condiciones de aportar algo más de lo que
pueden aportar otros países, que aportan recursos, esfuerzo,
colaboración humana. Nosotros podemos aportar nuestra propia
experiencia, la experiencia de un país que ha pasado de tener unos
niveles de desarrollo muy bajos a tener uno de los niveles más alto y
con un principio general en nuestra política de



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cooperación que es que queremos para los demás exactamente lo mismo
que queremos para nosotros. Si actuásemos de otra manera, estaríamos
actuando de una manera cínica en cualquier caso y yo creo que con el
más indecente de los racismos, no me cansaré de repetirlo. Pensar que
para nosotros es buena la democracia, la libertad, el Estado de
derecho, la igualdad entre hombres y mujeres, la economía de mercado,
la liberalización económica, el desarrollo del sector privado, pensar
que eso es bueno para nosotros y que ha sido bueno y lo hemos
defendido todos y el hecho de que durante 25 años hayan sido estas
líneas constantes en la política exterior, interior y económica de
España nos debe llevar a que no podamos decir que eso que es bueno
para nosotros porque somos europeos, blancos y cristianos no se debe
aplicar a otras zonas del mundo que tienen otro color, que tienen
otra cultura o que tienen otros niveles.

Por tanto, como condición de nuestra ayuda al desarrollo, debemos
decir que esos valores, esos principios tienen que ser aplicados, si
es que queremos ayudar al desarrollo. Si quisiésemos, como se ha
querido durante mucho tiempo por mucha gente y por muchos países,
tener áreas de influencia, entonces es otra cosa. Eso es lo que
ocurría durante la guerra fría, se trataba simplemente de tener más
peones en el tablero de ajedrez; que esos peones fuesen unos sátrapas
indeseables o que cometiesen tropelías con las poblaciones en las que
gobernaban era irrelevante. Si tal sátrapa carecía de los principios
morales y éticos más básicos, imagínense entonces de principios
ideológicos, que le podían llevar al alineamiento de un lado o de
otro y se podía pasar al otro bando de la guerra fría. Entonces se
trataba de una simple transferencia de capitales para tener más
activos o tener más puntos coloreados en el ajedrez, en el mapa
mundial. Esto ha sido superado ya. Gracias a Dios, uno de los dos
sistemas que competían en el mundo bipolar ha pasado al sumidero de
la historia y hoy se acepta que sólo se puede vivir decentemente en
el mundo con democracia, con libertad, con Estado de derecho,
respetando la igualdad entre hombres y mujeres, con una economía
libre y fomentando el sector privado, con un sistema fiscal justo,
con un buen Gobierno, etcétera; es decir, con lo mismo que pedimos y
que exigimos tener nosotros mismos y que estamos perfeccionando
constantemente.




Esta, señor presidente, señoras y señores diputados, no es una visión
eurocéntrica. No se puede aceptar como eurocentrismo que se diga que
la democracia es un valor universal; no se puede aceptar como
eurocentrismo que se diga que los derechos humanos tienen que ser un
valor universal, entre otras cosas, porque en Europa tenemos el
orgullo de haber sido la cuna de la democracia, sin duda, pero
tenemos muy distintos sistemas democráticos: hay monarquías y
repúblicas, hay regímenes presidenciales y parlamentarios, hay
sistemas unicamerales y bicamerales, hay sistemas electorales
proporcionales y mayoritarios, hay Estados unitarios,
descentralizados o federales, es decir, no hay un modelo único de
democracia en Europa. Lo que es inexcusable, en Europa y en cualquier
parte del mundo --insisto, eso no es eurocentrismo-, es que los
gobernantes tienen que serlo por respaldo de los ciudadanos y tienen
que someterse a esa solicitud de respaldo de los ciudadanos
regularmente, y si no lo tienen se tiene que proceder a la
alternancia en el poder de manera pacífica; que los gobernantes
tienen que dictar normas generales, no especiales para uno o para
otro, discriminatorias, sino normas generales, y eso tampoco es
eurocentrismo; que la vigencia y la efectividad de esas normas
generales tiene que ser garantizada por jueces independientes. Que
estos jueces sean elegidos por oposición, que sean elegidosentre
personas de prestigio, que tengan un turno o tengan otro, son
cuestiones en las que no se puede aplicar un criterio general y la
prueba es que nosotros mismos tenemos sistemas de lo más diverso y
los estamos cambiando regularmente: si vemos que tal cosa no funciona
bien, modificamos el sistema del Consejo General del Poder Judicial o
modificamos nuestras leyes de enjuiciamiento, etcétera, porque vamos
haciendo ajustes en el sistema. Pero tiene que haber un poder elegido
por el pueblo, un poder controlado por el Parlamento y por la opinión
pública que tiene que ser libre, y tiene que haber una justicia
independiente que vigile la aplicación justa de las leyes generales,
las leyes que se quiera dar cada uno de acuerdo con su idiosincrasia,
con sus voluntades, incluso muchas veces cometiendo errores. Yo creo
que hay muchas políticas que son equivocadas o que serían más
acertadas si se hiciesen de otra manera, pero son las que han querido
esos países y si lo han querido porque ha habido unas elecciones
democráticas, debemos respetarlo. No merecen ese respeto las
políticas que se siguen por dictadores que no contrastan su situación
en el poder con la voluntad popular, que no la someten a periódica
convalidación, que tienen una unidad de poder donde no existen estos
controles y que no dejan libertad de expresión a la opinión pública a
través de los medios. Lo mismo podríamos decir de los derechos
humanos. Cada país tiene su declaración de derechos humanos. Hay
declaraciones universales de derechos humanos, pero la concreción
codificada en cada país es distinta. Pero no hay ninguna excepción
que justifique que se torture al que piensa de manera distinta al que
está en el poder, que no se permita expresarse libremente al que
piense lo que quiera, que se obligue a tener una religión o que se
impida tener una religión o que no se permita no tener ninguna. No
hay ninguna razón que permita que se puedan establecer,
justificándose en aspectos culturales o supuestas idiosincrasias,
normas que discriminen a la mujer, y no digamos que se llegue a
auténticas vulneraciones de sus derechos e incluso a amputaciones
físicas en las mujeres apelando a idiosincrasias y diciendo que hacer
lo contrario es



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imponer una cultura que les es ajena. Estos valores son universales y
así lo defendemos en la cooperación española, como venimos obligados
por nuestra propia Constitución, por la Ley de cooperación y por la
tradición que ha seguido España durante estos últimos 25 años, en los
que hemos querido compartir con todos los países de la tierra los
principios y los valores que nosotros hemos recuperado, hemos
conquistado con gran esfuerzo y estamos regularmente intentando
mejorar.

A partir de este objetivo general, los objetivos específicos de la
cooperación española (y quiero pedir disculpas a la Comisión porque
estoy diciendo lo que ya ha sido repartido en el plan director;
quiero cumplir con la exigencia formal y de cortesía de presentar un
plan, pero lo que voy a decir no es distinto, como pueden comprender
SS.SS., de lo que viene en el documento que se les ha repartido) en
el ámbito bilateral son el fomento de las condiciones para el logro
de un desarrollo sostenible y autosostenido a partir de las propias
capacidades de las poblaciones beneficiarias. La cooperación
española, que propicia la mejora del nivel de vida, opta por un
concepto de pobreza que no se puede entender únicamente como una
falta de ingresos o de recursos financieros, sino que debe incorporar
necesariamente otros elementos como la noción de vulnerabilidad, el
acceso a los recursos sociales básicos tales como la alimentación, la
educación, la sanidad, el acceso al trabajo, al crédito, a la
participación política y a las infraestructuras económicas y
sociales. No se trata sólo de hablar de la renta per cápita que tiene
un país. Puede haber países que tienen una renta per cápita elevada,
a lo mejor porque tienen recursos petroleros o minerales o lo que
sea, y sin embargo no tienen un nivel de desarrollo mínimamente
aceptable porque no tienen estas características de educación, de
sanidad, de igualdad entre hombres y mujeres, de acceso al crédito,
de participación política, etcétera. La pobreza así considerada no
puede medirse únicamente a través de indicadores de renta en términos
de producto nacional bruto, sino que debe tener en cuenta los
diferentes niveles de pobreza de los distintos componentes de la
sociedad española, por lo que la cooperación española asume el
compromiso de luchar para erradicar las enormes bolsas de pobreza,
miseria y marginación en el mundo y, especialmente, las que se
encuentran en los países programa de nuestra cooperación y que
suponen un lastre para el éxito de sus procesos en desarrollo. A esto
me referiré posteriormente al hablar de las áreas geográficas
prioritarias para la cooperación española. En segundo lugar,
favorecer la consolidación de regímenes democráticos y del Estado de
derecho, no sólo porque lo consideramos una exigencia ética, que ya
sería bastante, sino porque no hay un solo caso de un país
desarrollado que no tenga un Estado de derecho, un régimen
democrático, un respeto de los derechos humanos. Es decir, tanto como
exigencia ética como prerrequisito de desarrollo, esta exigencia
forma parte de un principio
básico de nuestra cooperación. En estos momentos en que hay
tiempos de turbulencia no está de más recordar algo que probablemente
ya hayan recordado en esta Comisión otros miembros de la misma, pero
que, como decía San Pablo, conviene predicarlo con ocasión o sin
ella, es que, desde la guerra hispanonorteamericana de 1898, no ha
habido una sola guerra entre democracias. Ha habido democracias en
guerra, pero no ha habido una guerra entre democracias y el agresor
nunca ha sido una democracia. Es un argumento más, y muy poderoso, a
favor de esta exigencia universal de democracia. En tercer lugar, la
promoción de la igualdad entre hombres y mujeres como aspecto
fundamental para el desarrollo, fomentando la participación y la
integración social de las mujeres, así como su acceso al mercado
laboral en igualdad de oportunidades. En cuarto lugar, fomentar la
integración de los países en desarrollo en la economía mundial,
condición necesaria para su crecimiento y desarrollo social y
económico. Aquí, cuando hablamos del comercio mundial, de la
necesaria liberalización del comercio, no nos estamos refiriendo sólo
a exigencias para los países en desarrollo; nos estamos refiriendo
principalmente a exigencias pra nuestros propios países. Si no damos
la oportunidad a los países que tienen un nivel de desarrollo menor y
que sólo producen determinados bienes, básicamente bienes agrícolas o
bienes con un escaso componente de manufactura, y los países ricos
ponemos barreras a que comercien porque estamos protegiendo sectores
privilegiados de nuestra sociedad, la verdad es que es una crasa
contradicción con una política de ayuda al desarrollo que quiera ser
coherente. Esta libertad para el comercio es la reclamación principal
de los países en desarrollo, que dicen que necesitan mucho más
comercio y menos ayuda de los países rico; sin embargo, no estamos
actuando con la suficiente diligencia en esta dirección. En quinto
lugar, promover el desarrollo de la base productiva, la dotación de
infraestructuras y el fomento de la participación del sector privado
como elemento de un desarrollo sostenible que no sólo sea respetuoso
con el medio ambiente, sino que además promueva su constante mejora y
regeneración para permitir la reversión del proceso de degradación
medioambiental, en línea con las convenciones internacionales
ratificadas por España, pero sabiendo que no es de recibo el pensar
que sólo los países pobres son los que tienen que conservar el medio
ambiente mientras nosotros nos podemos dedicar con empeño digno de
mejor causa a contaminarlo y destruirlo y que ellos se mantengan como
una reserva ecológica para que podamos hacer reportajes para el
Nacional Geografic o para nuestros programas televisivos de medio
ambiente. Ellos también tienen derecho a desarrollarse y eso se puede
hacer, a diferencia de como lo hemos hecho nosotros, respetando el
medio ambiente, porque no es imprescindible que para tener turismo se
tenga que destrozarel litoral, como hemos hecho en el caso de España.




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Podemos ayudar a estos países a que vean precisamente en la
naturaleza, en los litorales conservados, en los parajes naturales el
atractivo turístico de esa naturaleza que nosotros hemos deteriorado
de una manera tan grave.

A continuación, señor presidente, me voy a referir a las prioridades
geográficas y después a las sectoriales y a las horizontales del Plan
anual de cooperación internacional 2001. Las prioridades geográficas
están reflejadas en la ley con nitidez, por lo tanto a todos nos
obligan. Pero quiero insistir en lo que decía antes, cuando se hizo
la ley de cooperación con el acuerdo unánime de todos los grupos
parlamentarios no se inventó nada nuevo, se hizo lo que se venía
haciendo en la política de cooperación española. Por lo tanto, cuando
se dice en la Ley de cooperación que tenemos dos áreas geográficas
prioritarias, la totalidad de la comunidad iberoamericana y los
países árabes del norte de África, estamos obligados a ello en el
plan director, en los planes anuales y en la política diaria, pero es
que no estamos haciendo nada distinto de lo que venía siendo la
política exterior y la política de cooperación española de siempre,
mucho más en los períodos democráticos. Por todo ello, la cooperación
española se concentrará en estas áreas geográficas y sectores donde
nuestra ventaja comparativa permita obtener un mayor impacto y mayor
eficacia y eficiencia de los recursos empleados en términos de
desarrollo. Esto significa que tenemos que elegir. La cooperación
española es importante, estamos hablando de en torno a 300.000
millones de pesetas, lo cual es una bonita cifra, pero no podemos
abarcar todo el mundo, tenemos que elegir y la ley nos marca cuales
son las zonas que tenemos que elegir. Sabemos perfectamente que hay
necesidades extremas en otras zonas del mundo, pero no las podemos
atender porque tenemos que elegir y estamos obligados por ley,
insisto, no ya por la voluntad de un Gobierno o de un plan director
que ha sido aprobado con el respaldo de toda la Cámara. No es por
eso, es por ley.

Según estos criterios sin (perjuicio de que la cooperación española
pueda actuar en otros países, como señala la propia ley después de
mencionar estas dos zonas prioritarias, dice que también pueden ser
prioritarios aquellos otros países con los que España tenga unas
relaciones históricas, culturales, afectivas especiales o que haya
situaciones de emergencia o necesidad que lo justifiquen), los países
o territorios programa de la ayuda oficial al desarrollo española
son, en Iberoamérica: Bolivia, Ecuador, El Salvador, Guatemala,
Honduras, Nicaragua, Paraguay, El Perú y La República Dominicana, y
junto con estos países prioritarios se prestará también especial
atención a Colombia, por tratarse de un país en conflicto, y a Cuba,
en atención al pueblo cubano, aunque la cláusula democrática nos
impide la cooperación institucional con el régimen cubano. En
atención al pueblo cubano hay ayuda humanitaria pero con unas
características especiales y
distintas de los países que tienen una democracia. En el Magreb y
Oriente Medio: Marruecos, Mauritania, Túnez, Argelia, la población
saharaui y los territorios palestinos. En África subsahariana, Guinea
Ecuatorial, Mozambique, Angola, Cabo Verde, Namibia, Senegal, Guinea-
Bissau y Santo Tomé. Se prestará atención a Sudáfrica como país en
transición. Y en Europa central y oriental: Balcanes, especialmente
Albania, Bosnia Herzegovina y la República Federal de Yugoslavia. En
Asia: Filipinas, China y Vietnam, pero muy especialmente centrados en
Filipinas.

En relación con el tema de las prioridades geográficas quiero hacer
la siguiente reflexión. La política española de cooperación parte de
la idea de que, siendo el objetivo de la ayuda internacional al
desarrollo la lucha contra la pobreza en el mundo, quienes sufren esa
pobreza son personas, no entes abstractos, y es a esas personas a
quienes se debe dirigir nuestra ayuda allí donde se encuentre y con
independencia de que en un entorno más o menos próximo pueda haber
mejores condiciones de vida. Si las áreas de nuestra cooperación
coinciden con las que también ha elegido la inversión exterior de
España o las de mayor presencia de nuestra cultura o de nuestras
universidades o de nuestros artistas, no se debe a ninguna
maquinación o razón extraña, sino al simple hecho de que todos los
agentes actúan en el exterior con los mismos criterios: los
diplomáticos, los políticos, los económicos, los cooperantes, los
voluntarios, las universidades, los artistas, etcétera. Y lo hacen,
preferentemente, en las zonas con las que tenemos unos vínculos
históricos, culturales, geográficos o afectivos más intensos. En
consecuencia, decir como alguien ha llegado a decir que la
cooperación española actúa en función de los intereses económicos de
la gran inversión española sería como decir que lo hacen las
organizaciones no gubernamentales, las universidades, los sindicatos
o los artistas que también actúan en esas zonas. He querido detenerme
en este punto porque soy consciente de que existe un debate, no
siempre transparente, en el que algunos defienden la necesidad de
concentrar la ayuda en los países menos avanzados. En mayo pasado se
ha reunido en Bruselas una conferencia de Naciones Unidas sobre
países menos avanzados en la que estas cuestiones estuvieron
presentes. A dicha reunión asistió el secretario general de la
Agencia Española de Cooperación Internacional, que luego les va a
informar sobre ello. Por ello, yo no voy a extenderme más, pero sí
quiero señalar a la Cámara que la posición de España ha sido clara:
los países menos avanzados deben ser objeto de una atención
preferente, pero esto no nos puede hacer olvidar que más de la mitad
de la población en situación de extrema pobreza vive en países de
renta intermedia, muchos de ellos en países iberoamericanos o en
países árabes del Norte de África, que son las dos zonas prioritarias
de nuestra cooperación a la que venimos obligados, insisto una vez
más, por ley.




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En cuanto a las prioridades horizontales, la actuación en los países
y sectores definidos como prioritarios deberá estar presidida por
tres líneas de acción transversal recogidas en la Ley de cooperación
y en el plan director: la erradicación de la pobreza, la igualdad
entre hombres y mujeres y el respeto al medio ambiente. Cada acción
de la cooperación española en 2001 debe tener presente y evaluar en
qué medida apoya la lucha contra la pobreza, la eliminación de la
discriminación contra la mujer y respeta el medio ambiente con objeto
de decidir la viabilidad del programa o del proyecto antes de su
aprobación.

Las prioridades sectoriales de nuestra cooperación, después de hablar
de las horizontales, se orientarán en el año 2000 a los sectores
establecidos en el plan director, y más concretamente a los
subsectores que voy a citar a continuación: servicios sociales
básicos, especialmente salud, saneamiento, educación, seguridad
alimentaria y formación en recursos humanos; dotación de
infraestructuras sociales y de transporte y fomento del sector
privado; fortalecimiento de las estructuras democráticas y apoyo a la
reforma y consolidación de las instituciones, tanto en la
Administración central como en la Administración local y el sistema
judicial; protección y mejora del medio ambiente, conservación
racional y utilización renovable y sostenible de la biodiversidad;
prevención de los diferentes supuestos de conflictos, integrando
sistemáticamente las acciones de ayuda humanitaria de emergencia y
rehabilitación dentro del objetivo general de promoción de la paz en
el mundo; apoyo al desarrollo de la investigación científica y
tecnológica en los países beneficiados y apoyo a la cultura, con
especial atención al desarrollo de la identidad cultural y el respeto
y diálogo entre diferentes culturas del país o área geográfica, entre
ellas, la española. El libre acceso de toda la población a
equipamientos y servicios culturales, así como el apoyo a la
preservación del patrimonio cultural, son objetivos básicos en este
punto de nuestra cooperación; apoyar la mejora de la educación y de
la formación profesional, concentrándonos en la educación básica y en
la educación superior, y continuar con el sistema de becas y la
cooperación interuniversitaria.

Respecto de la composición de la ayuda, incidiendo en la idea a la
que antes me he referido de centrar nuestra ayuda en los sectores más
pobres, he de comentar que, según los últimos datos de que se dispone
sobre seguimiento del año 2000, el porcentaje dedicado a necesidades
sociales básicas en ayuda bilateral no reembolsable ha sido de un
23,6 por ciento, superior al 20 por ciento que estaba previsto en el
plan director. Por lo que se refiere a educación, se ha dedicado en
ayuda bilateral no reembolsable el 19 por ciento. Y hay otros ámbitos
que dan también idea de la importancia de la cooperación bilateral no
reembolsable en áreas sociales o sectores productivos que se
concentra en los
más pobres: sanidad, 7,17 por ciento; agricultura, pesca y desarrollo
rural, 8,50; o medio ambiente, 4,49.

Vista la cooperación bilateral quiero decir algunas palabras sobre la
cooperación multilateral. Hay que destacar que más de un tercio de
nuestra ayuda oficial al desarrollo es ayuda multilateral, 83.398
millones sobre 210.478 en el año 1999; 100.001, de los previstos en
2001, sobre un total de 297.000 millones de pesetas. La Unión
Europea, primer donante mundial, y no olvidemos que España forma
parte de la Unión Europea, es así la organización internacional en la
que tanto desde el punto de vista de su estructura como de su
funcionamiento permite a España hacer las mayores aportaciones en
materia de la definición de su política de cooperación al desarrollo.

España tiene una participación cada vez más activa en los mecanismos
de toma de decisión comunitarios en materia de cooperación al
desarrollo, teniendo especialmente en cuenta el proceso de
redefinición de los mecanismos de cooperación al desarrollo que está
realizando la Comisión Europea, proceso que va mucho más lento de lo
que debería y con mucha menos eficacia de la que sería de desear,
pero está en proceso y confiamos en que pueda avanzar. Estamos en
permanente contacto con el comisario Nielson y con los demás países,
sobre todo con aquéllos que tienen hoy la presidencia o van a ser
troika con nosotros. La semana pasada estuvo aquí la ministra danesa
y estuvimos hablando de estos asuntos; yo también he visitado algunos
países. Nielson vendrá próximamente a España y estamos en contacto
para ver cómo se puede mejorar, aunque está muy lejos de actuar como
debiera teniendo en cuenta que se trata del primer donante mundial.

En este campo España se plantea como objetivos principales: conseguir
una mayor eficacia y, por tanto, apoyar la dinámica de cambios que se
está produciendo en el seno de las instituciones comunitarias en lo
que respecta a la gestión de las ayudas comunitarias, agilizando los
procedimientos de gestión para que puedan aumentar las tasas de
ejecución, descentralizando en las delegaciones de la Comisión y
unificando los títulos del proyecto; y aumentar la complementariedad
de la cooperación comunitaria con la de los Estados miembros. Frente
a la escandalosa ineficacia de la Comisión, las agencias nacionales,
todas, no sólo la española, son muy eficaces. Tendría, por tanto,
todo el sentido el que hubiese una cooperación entre la Comisión y
las agencias nacionales, sin que esto suponga ninguna
renacionalización de la política de cooperación; renacionalización
que, como siga la ineficacia de la Comisión, se planteará como un
clamor, porque de lo que se trata es de ayudar a aquellos que lo
necesitan y no de que acumulen presupuesto y competencias entidades
que no demuestran ser capaces ni merecen tener tantos recursos ni
tanta confianza política y de la opinión pública en ellos.

Finalmente, en este proceso, trabajar por una mayor coordinación
sobre el terreno en la identificación



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y formulación tanto de las estrategias de desarrollo en los países
como en la ejecución de los proyectos individuales, logrando, por
tanto, una mayor eficacia y eficiencia y una mayor calidad de la
cooperación comunitaria. Eso es algo para lo que la cooperación
española está ahora en mejores condiciones. El hecho de haber
cambiado el sistema de ayudas a las organizaciones no gubernamentales
nos permite una mayor previsibilidad de nuestras actuaciones. El
hecho de tener, por un lado, un plan director para cuatro años y
poder tener con las organizaciones más importantes estrategias
a cuatro años y programas a dos o tres años, nos permite también que
haya una coordinación tanto con otros países como con la propia
Comisión.

Después de este primer objetivo que nos planteamos, pretendemos
conseguir una mayor visibilidad de las acciones que en materia de
cooperación al desarrollo lleva la Unión Europea, tanto la Comisión
como los Estados miembros. Si la política de cooperación española
forma parte de la política exterior de España, la política de
cooperación de la Unión Europea debe formar parte de la política
exterior de la Unión Europea, y siendo como somos el primer donante
del mundo, tiene muy escasas consecuencias, precisamente por la
ineficacia, que a veces se vuelve incluso contra la propia imagen de
la Unión Europea. Son muchos los países receptores de ayuda de la
Unión Europea que, por lo ineficaz que es ésta, en lugar de estar
agradecidos a la Unión Europea la critican, y países que tienen muy
poca ayuda, sin embargo, como hacen bien lo que hacen, tienen unas
relaciones mucho más fluidas. Esto es algo de lo que tenemos que
ocuparnos. La prioridad no es la visibilidad sino la eficacia, pero
no son incompatibles la eficacia con la visibilidad. Es más, cuanto
mayor sea la eficacia mejor será la visibilidad y ayudará a la
política exterior europea, que tenemos que cuidar y que es
responsabilidad de todos nosotros.

A lo largo de este año 2001, España está impulsando el diálogo
regional entre Europa y América Latina, elaborando una agenda
preparatoria de la cumbre bienal Unión Europea-América Latina-Caribe,
cuya fecha de celebración está prevista durante la presidencia
española, para los días 17 y 18 de marzo de 2002.

Paso, señor presidente, a hablar de los instrumentos. Los
instrumentos que establece el plan anual son los mismos que determina
el plan director 2001-2004. En primer lugar, proyectos y programas de
cooperación técnica. En segundo lugar, ayuda alimentaria dirigida
hacia proyectos de seguridad alimentaria que puedan integrarse en las
políticas agrícolas de los países beneficiarios.




Tercer instrumento: ayuda humanitaria. Se está trabajando en la
elaboración de un protocolo de ayuda para las situaciones de
emergencia que implica a los distintos actores públicos y privados:
el Ministerio de Asuntos Exteriores y particularmente la Agencia
Española de Cooperación Internacional, el Ministerio de Sanidad y
Consumo, el Ministerio de Defensa, el Ministerio del Interior, las
embajadas, las oficinas técnicas de cooperación y las organizaciones
no gubernamentales para el desarrollo. Se han tenido varias reuniones
con todos ellos y funcionó satisfactoriamente en el caso de El
Salvador y está funcionando en menor cuantía pero con la misma
eficacia en el caso del terremoto de la India y en algunas otras
catástrofes. Ahora estamos estrechamente coordinados para la ayuda
humanitaria a Centroamérica; esta misma tarde sale un avión, fletado
por la Agencia, con ayuda de Cruz Roja y con destino al Paquistán,
fruto también de esta coordinación, y ha habido ya varias reuniones
de coordinación con las organizaciones que tienen presencia en la
zona. Se está actuando de una manera, no diré improvisada, porque no
es el calificativo, pero ocurre que cuando se produce la situación,
la emergencia, es la única manera en que se puede actuar en ayuda
humanitaria; tenemos que ir viendo el método en cada momento. Estamos
estudiando la posibilidad de tener un protocolo de actuación para las
situaciones de emergencia, lo cual no es sencillo, pero se va
avanzando y la propia experiencia que tenemos de otros casos nos
hacer ver que esto está funcionando satisfactoriamente y nos está
ayudando en este proceso, pero que podría ser mejorado.

Cuarto instrumento: créditos FAD. Desde 1993 el límite anual que
establecen los Presupuestos Generales del Estado está fijado en
80.000 millones de pesetas. Sin embargo, las características de las
operaciones que han recibido una financiación con cargo a este fondo
han variado sustancialmente. Por una parte, se han incrementado los
países receptores, haciendo este instrumento accesible a un número
creciente de países en desarrollo y, por otra parte, se ha aumentado
el peso de las operaciones destinadas a los sectores de sanidad,
educación e infraestructuras básicas. Además, ha ido alcanzando un
mayor protagonismo la partida destinada a la contribución a
instituciones multilaterales de desarrollo, a través de las cuales se
canalizan asimismo fondos a los países en desarrollo. También el Real
Decreto 28/2000, 14 de enero, que desarrolla lo dispuesto en el
artículo 28 de la Ley de la cooperación, establece la administración
conjunta por parte de los Ministerios de Exteriores y de Economía de
los créditos para programas y proyectos de desarrollo básico, que se
gestionan con cargo al FAD. A tal fin, se han establecido mecanismos
para la coordinación entre ambos ministerios que funcionan
satisfactoriamente.

Quinto instrumento: alivio y condonación de la deuda externa. España
da prioridad a las operaciones de conversión de deuda, bien en
inversiones públicas, bien en inversiones privadas, frente a las
operaciones de condonación pura y simple de la deuda. Sin perjuicio
de lo anterior, España apoya en la medida de sus posibilidades los
esfuerzos de condonación de deuda que pueden impulsar desde
iniciativas multilaterales, como lo viene haciendo en el marco de la
iniciativa



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HIPC, todo ello dentro de un marco coherente con los demás
instrumentos de cooperación y con los objetivos y prioridades
establecidos en este plan.

Sexto instrumento: programas de subvenciones y ayudas a las
organizaciones no gubernamentales de desarrollo. Para lograr una
mayor coherencia de la cooperación realizada a través de las
organizaciones no gubernamentales de desarrollo con la cooperación
oficial española, una mayor concentración de recursos y un mejor
impacto sobre el medio en que se actúa, se ha llevado a cabo la
reforma del sistema de financiación de las ONGD, que se está
aplicando por primera vez durante el presente año 2001, inspirada en
estos principios que acabo de citar. Este nuevo sistema de
financiación permite otorgar tres tipos de subvenciones a las
organizaciones no gubernamentales de desarrollo, que bien conocen SS.

SS.: proyectos, programas y estrategias de desarrollo. Como digo,
este es el primer año de este nuevo sistema y ya se han resuelto las
estrategias, los programas y parte de los proyectos. Sé que hay
solicitada una comparecencia en relación con la concesión de
estrategias que va a realizar el secretario general de la Agencia al
término de la mía y en ella les dará un mayor detalle del nuevo
sistema.

Séptimo instrumento: microcréditos. Durante el año 2001 se acometió
el importante incremento de los recursos dedicados a este
instrumento, que cuenta con una asignación presupuestaria de 10.000
millones de pesetas, frente a los 3.500 y 4.000 millones ejecutados
durante los años 1999 y 2000 respectivamente. En estos dos años los
fondos se han destinado mayoritariamente a países iberoamericanos,
República Dominicana, Perú, El Salvador, Guatemala, Honduras y
Nicaragua. Esta tendencia se mantiene en el 2001, en el que está
prevista la ejecución de 4.000 millones en El Salvador y Colombia y
en menor medida en países asiáticos como Filipinas y Bangladesh.

Octavo instrumento: sensibilización e investigación del desarrollo.

El plan presta una especial atención a realizar las actuaciones en
educación al desarrollo, con el fin de promover la sensibilización de
la sociedad española frente al problema de la desigualdad entre los
seres humanos y su participación en estas acciones, fomentando
asimismo el voluntariado. El asentamiento de valores solidarios en
nuestra sociedad, que los tiene, como demuestran las aportaciones
personales y las económicas, revertirá en el aumento de esos recursos
humanos y materiales invertidos colectivamente en la dignificación de
la vida de los más necesitados. Esta es una línea que todavía
pretendemos desarrollar aún más en el año 2002, como se reflejara en
ese plan y ya en el proyecto de presupuestos para este año.

Señor presidente, creo que no tiene mucho sentido que me extienda en
los actores de la ayuda oficial al desarrollo, tanto la
Administración General del Estado como las comunidades autónomas o
las administraciones locales, pero puedo dar lectura a unos datos que
tienen
todas las cifras por ministerios, las aportaciones a la Unión
Europea, las cuotas a créditos FAD o la distribución geográfica:
Iberoamérica, Norte de África, África Subsahariana y Oriente Medio.

Si quieren SS.SS. lo digo de viva voz, pero quizá la documentación
que se ha repartido nos ahorra este trámite.

Termino señalando que el plan anual será completado por los
documentos de estrategia para los paísesprograma que acompañan al
plan director y que establecen las líneas generales y los sectores en
que se concentrará la cooperación española en cada uno de ellos,
teniendo en cuenta tanto su situación social, económica y política
como las ventajas comparativas de la cooperación española y su
complementariedad con las acciones llevadas a cabo por los mismos
otros países donantes, especialmente de la Unión Europea.

La pormenorización de las actuaciones de cooperación al desarrollo de
cada sector de la ayuda oficial al desarrollo para el año 2001 será
objeto de una comunicación de la Oficina de Planificación y
Evaluación de la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional y
para Iberoamérica cuando tengamos datos. Como bien saben, estos datos
sólo se tienen ex post, pero estamos intentando ver si podemos tener
algún avance a mitad de ejercicio. Creo que este año no va a ser
fácil, pero intentamos que pueda serlo a partir del año que viene. El
cualquier caso, nada más concluir este año se remitirá la ejecución
de lo que ha sido este plan del 2001 que ahora tiene que dictaminar
esta Comisión y que ha sido presentado oficialmente por el Gobierno,
remitido a la Comisión y que he tenido el honor de exponer ante sus
señorías.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario de Estado, por
su intervención.

Habían solicitado esta comparecencia para explicar el plan del año
2001 dos grupos parlamentarios. Corresponde intervenir al Grupo
Parlamentario Socialista y, en su nombre, al señor Pérez Casado.




El señor PÉREZ CASADO: Antes de entrar en el tema, y ajustándome a la
recomendación que nos hizo el señor presidente -voy a ajustarme al
tiempo, no se preocupe, señor presidente-, me permitirán que haga un
par de reflexiones previas. Una, señor secretario de Estado, es que
este portavoz comparte absolutamente su canto a la democracia, como
no podía ser menos, como reos a veces por defender la democracia y
como convictos en cualquier caso. Estamos de acuerdo también en que
la democracia, aunque tenga su origen y su propio nombre en Europa,
no necesariamente ha de ser eurocentrista, sino una aportación al
común de las civilizaciones que hemos hecho los europeos. No
obstante, me permitirá que le recuerde una expresión de Octavio Paz,
convicto también de libertad: Aunque un sistema haya sido reducido a
escombros y parece que arrinconadoen la historia (el soviético),
subsisten algunas de



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las preguntas por las cuales ese sistema se erigió. Una de ellas sí
que concierne directamente a nuestro asunto, que es la persistencia
de la desigualdad, la persistencia de las consecuencias de la
desigualdad; es decir, la ausencia de libertad, de medios para poder
vivir pura y simplemente. En ese sentido, pues, no lo dude el
secretario de Estado, no lo dude el Gobierno, estamos del lado de la
democracia, estamos del lado de las libertades y nuestro compromiso,
y más en los tiempos que corren a partir del 11 de septiembre, lo
mantenemos de manera inequívoca. Sin embargo, que no quiere decir
introducir objeción alguna, seguridad y libertad absolutamente para
todos, porque, si me permiten la expresión, señorías, las
desigualdades son una impertinencia, es decir, no son pertinentes.

Más que nunca tal vez a raíz de esa confrontación entre los
liberticidas que atentan contra nuestro sistema y algunos
liberticidas que pueden estar aguardando la ocasión para recortar lo
que nos hemos dado todos nosotros juntos, nuestras sociedades. Frente
a esa impertinencia hay que seguir combatiendo la pobreza, el
analfabetismo, la desigualdad de género, la salud, combatiendo por el
reconocimiento de la diversidad y por la sostenibilidad. A mí me
recordaba, al filo de sus palabras, una expresión de un economista
que decía que ojalá el planeta Tierra no sea una nave espacial
tripulada por locos. Trataremos siempre de que los tripulantes sean
gente cuerda y que entre dentro de esa lógica del sistema de las
libertades y de la lucha contra la desigualdad.

Además, en este momento, en España, en nuestro mundo y en nuestro
sistema político es más necesaria que nunca la complicidad de la
sociedad -he querido entenderlo así- para establecer lo que es en
nuestro ámbito específico de actuación parlamentaria, una cooperación
solidaria, es decir, que sea la cooperación internacional de España,
nuestra ayuda oficial al desarrollo, el esfuerzo de nuestros
ciudadanos un elemento de igualación, de prodigar esos elementos
básicos de nuestra convivencia, que son la libertad y la igualdad. Lo
hemos dicho como partido político, queda expresado ahora en mi voz,
pero lo ha dicho sobre todo nuestra sociedad. Hoy más que nunca la
ayuda al desarrollo, la cooperación internacional es un instrumento
de paz y de seguridad y aunque sólo fuera por esas dos razones -y en
esta Comisión hemos estado de acuerdo casi siempre- ya merecería la
pena el esfuerzo.

Ahora bien, señor presidente, señor secretario de Estado, me van a
permitir una ligera ironía: yo no sé si como está de moda ahora la
intertextualidad entre el Plan director de cooperación internacional,
que ya dictaminó esta Comisión, y el Plan anual de cooperación que
hoy se nos trae, encuentro que no puede existir el plagio, puesto que
el origen es el mismo, pero sí que estamos ante una literatura que
sigue -como no podía ser de otro modo legalmente, pero han sucedido
muchas cosas de por medio- un texto que ya conocíamos. Dicho de otro
modo: nos parece que se trata de un
resumen literario del plan director y esperábamos algo más. No entro
ya en la consideración, porque, qué duda cabe, señor secretario de
Estado, doy por buena la explicación de los inconvenientes que han
llevado a que estemos discutiendo el Plan anual de la cooperación
internacional de España a 10 meses pasados del ejercicio económico en
que nos encontramos. Me alegra especialmente el anuncio de que el del
2002, pese a esas dificultades, si el Gobierno o el grupo
parlamentario que lo apoya decide enviar a la Cámara una modificación
de la Ley de cooperación en estos aspectos de tramitación que pueden
resultar enojosos, lo vamos a estudiar con simpatía. Quede constancia
en el «Diario de Sesiones» de que cualquier elemento que contribuya
a simplificar el funcionamiento será estudiado con toda atención por
nuestra parte.

Ahora bien, expuesto el tema del seguimiento literario, con la
pequeña broma sobre la intertextualidad, en nuestra petición de
comparecencia no sólo figuraba el Plan anual de cooperación
internacional 2001; solicitábamos también algunos datos acerca de los
planes anuales anteriores, grado de ejecución, evaluación,
cumplimiento, desviaciones que haya podido observar el Ejecutivo, que
dispone, por supuesto, de todos los datos, como es normal.

Hay algunos elementos de la intervención del secretario de Estado -y
se deduce del propio texto que se nos remitió formalmente con fecha 2
de octubre, y a este diputado, que invocó el artículo 7 de nuestro
Reglamento, el 24 de septiembre- que debieran hacernos pensar a
todos. El primero que yo quiero retener es la capacidad de
flexibilidad y adaptabilidad del plan anual. A mi grupo le inquieta
que ante situaciones nuevas, ante compromisos ciertos del presidente
del Gobierno, hace escasísimas fechas, de articular con cargo
-entendí yo, y puedo estar equivocado- a los recursos de la Agencia
española de la cooperación, en definitiva con cargo a los
presupuestos de cooperación de nuestro país, se lleven a cabo
acciones específicas -ha anunciado alguna el secretario de Estado en
su intervención- ante el flujo de refugiados afganos hacia los países
limítrofes, en concreto hacia Pakistán. Alguna iniciativa en este
sentido tiene registrada mi grupo, pero quisiéramos observar que la
flexibilidad y la adaptabilidad ante elementos de emergencia o
sobrevenidos no la hemos escuchado con el detenimiento que nos
hubiera resultado más inteligible. Por ejemplo, en la estrategia
territorial de los países asiáticos se remarcan -lo dice así la ley,
lo decía el Plan director, lo reproduce el plan anual- Filipinas,
Vietnam, pero en este hecho sobrevenido, aunque ya venía anunciado
y como catástrofe humanitaria ya llevaba su tiempo gestándose de manera
dramática, pero quisiéramos haber escuchado con más detenimiento algo
sobre este elemento de flexibilidad y de adaptabilidad.

De la misma manera que en la concreción de objetivos se nos dice que
hay un objetivo territorial, que es



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Iberoamérica, qué duda cabe que lo compartimos, lo dijimos así y
reiterarlo sería ocioso en este momento, en el Mediterráneo tenemos
todos la convicción de que esa prioridad es absolutamente real.

Estamos dispuestos a comprometer en acciones ciertas a todos los
niveles, no solamente de ayuda oficial al desarrollo para cualquier
objetivo básico de salud, de educación, de igualdad de género,
etcétera, sino también -no suele ser habitual en mí, aunque soy un
gran aficionado personalmente- en elementos de interculturalidad, es
decir, el estímulo al conocimiento mutuo de dos civilizaciones. Ya
dije el otro día que el Mediterráneo es una cosa bastante
sorprendente en el mundo. Para lo pequeñitos que somos tenemos cuatro
alfabetos, 25 lenguas entre oficiales y no oficiales, tres religiones
monoteístas, bastantes descreídos; es decir, un conjunto de elementos
que con frecuencia nos hemos dado la espalda y donde hemos tildado al
otro del enemigo. Sigue siendo, aunque el origen latino de la
expresión no es nada denigrante, moro, es decir, el otro. Lo digo por
lo de Maurum, que era una colonia romana. Pero, ¿se hace lo
suficiente? Y no sólo desde el punto de vista bilateral, sino también
-y enlazo con un elemento que el secretario de Estado ha introducido,
pero que quizá no ha desarrollado suficientemente, aunque ocasión
habrá- con la presidencia de la Unión Europea por parte de España.

Aquí hay programas de la Unión, que el secretario de Estado con mucha
vehemencia tilda de ineficaces a la Comisión, pero hay una
oportunidad dentro de escasos 90 días para que durante el ejercicio
de esa presidencia de la Unión Europea por parte de España signifique
acentuar ese flanco mediterráneo que con frecuencia nuestros vecinos
del norte entienden más como espacio de turismo que como espacio de
acción política y de desarrollo, porque estoy seguro de que con el
anuncio de la cumbre de marzo Iberoamérica continuará siendo nuestra
prioridad.

Hay elementos que siguen preocupándonos como grupo y que así hemos
puesto de manifiesto con iniciativas que en el pasado hemos ido
proponiendo en esta Cámara a partir de esta Comisión, pero también en
sesiones plenarias y cuya atención por parte del Gobierno o ha sido
nula o ha sido muy pequeña. Sin embargo, a la luz de hechos recientes
y en especial por la circunstancia internacional ciertamente crítica
que vivimos a partir del 11 de septiembre adquieren mayor relevancia.

Por ejemplo, ¿cuál será la posición de España -si no tengo mal
entendido y mi información es buena- ante la conferencia
extraordinaria del Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE que se va
a celebrar dentro de unos días? Es decir, de qué manera vamos a
articular respuestas en los organismos multilaterales, en la propia
Unión Europea ante nuevas situaciones y -el señor secretario de
Estado lo ha escuchado de este portavoz y de mi grupo- ante una
prioridad de la política exterior de España y, por supuesto, de la
Unión Europea, cual es la cooperación internacional al
desarrollo; o, aunque en apariencia parece que no viene a cuento,
cuál será la actitud que habrá que tomar ante la organización mundial
del comercio acerca de la revisión de los TRIP. Decía un alto
responsable mundial hace pocos días que hay un hueco en el mundo que
se llama África que no solamente tiene el color oscuro de la piel en
sus seres humanos, sino que además es un punto oscuro en la memoria
de nuestras sociedades avanzadas, estas a las que elogiaba el señor
secretario de Estado y a lo cual yo me apunto, es decir, a las
sociedades abiertas, democráticas, etcétera.

En definitiva, este Plan anual de cooperación internacional para el
año 2001 ha llegado tarde -no voy a enfatizar, sólo a constatar-, y
esperamos que el del año 2002 incluya esos elementos de mayor
flexibilidad y adaptabilidad, pero que incluya, asimismo, aquellos
aspectos que quizá producto de una situación anterior al 11 de
septiembre, producto de un no buen entendimiento entre lo que es una
leal oposición y el Gobierno puedan tener remedio y que se les ponga
remedio para el 2001. Por ejemplo, el Banco Mundial nos decía esta
semana: ¡Ojo, a los efectos de 11 de septiembre para la cooperación
internacional! Porque hay unas víctimas a las que en alguna
intervención mía anterior y en nombre de mi grupo denominé los
grandes olvidados. Como las épocas de los dogmas ya pasaron,
afortunadamente, y estamos en la época de poder razonar, espero
y confío que no solamente en el PACI 2001, que dictaminará esta
Comisión de acuerdo con la ley, sino para el PACI de 2002, estas
proposiciones que hemos ido elaborando y que seguiremos haciendo se
incorporen como expresión de la voluntad de un sector importantísimo
del electorado de nuestro país que es el que yo en este momento
represento.

Les propongo y les propondremos como Grupo Socialista próximamente
una discusión tranquila, como todas, acerca de la cooperación
solidaria, entendida como expresión de la voluntad de nuestra
población y de nuestros conciudadanos y que someteremos, como es
lógico, al criterio de la mayoría que es la que tiene el Gobierno.

Les pido que eviten que este portavoz, que suele ser muy tranquilo,
no tenga que decirles que están de espaldas a la sociedad, que se
incorporen y que nos dejen también incorporarnos a la tarea común de
contribuir a esa política internacional de España que desde enero de
2002 va a marcar también la política exterior de la Unión Europea en
un momento en que discutiéndolo, razonándolo, van a tener el apoyo de
mi grupo y de este portavoz que les habla.

Señor presidente, creo que he cumplido con el compromiso inicial en
el uso del tiempo.




El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMÉRICA



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(Cortés Martín): Agradezco muchísimo las reflexiones previas que ha
hecho el señor Pérez Casado y quiero recordar...




El señor PRESIDENTE: Perdón, señor secretario de Estado, inicialmente
en esta Comisión seguíamos la regla de contestar al final, aunque
lógicamente con la flexibilidad que es propia de todas las
comparecencias y, desde luego, por lo que puede corresponder al
compareciente. Si desea contestar individualmente al señor Pérez
Casado, el primero que ha intervenido, y hacerlo así respecto a los
demás intervinientes, lo puede hacer.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMÉRICA (Cortés Martín): Si la presidencia lo autoriza, yo lo
prefiero.




El señor PRESIDENTE: Puede contestar, si lo desea.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMÉRICA (Cortés Martín): Agradezco las reflexiones previas del
señor Pérez Casado. Bien recordará, y así ha quedado reflejado en el
«Diario de Sesiones», que he insistido en que estos valores que
compartimos lo son por todos los españoles en estos 25 años y que la
política de cooperación como la política exterior se ha guiado por
unos principios, por unos valores, por la defensa de unos intereses
que han sido constantes y eso es lo que ha dado mayor solidez a lo
que hemos defendido.




Evidentemente, pretendemos la seguridad y la libertad para todos. Yo
no sé si las desigualdades son impertinentes o lo que es inaceptable
es que haya sectores de la población que no tengan un mínimo porque
es a partir de ese mínimo cuando la igualdad es imposible. Lo que es
inaceptable es que haya sectores de nuestra población -de la nacional
o de la comunidad internacional- que no tengan eso que consideramos
el mínimo propio de la dignidad humana en educación, en sanidad, en
igualdad ante la ley, en respeto de los derechos humanos, en libertad
religiosa, en libertad de circulación, etcétera. Estamos hablando de
la garantía de ese mínimo que también es un valor universal, que debe
ser un valor universal. A partir de ahí, por mucha educación que me
hayan dado a mí, S.S. siempre será más listo que yo; pero eso está
simplemente en la naturaleza de las cosas y yo no considero
impertinente la desigualdad entre su agudeza y mi mayor torpeza de
reflejos. (Risas.) Lo que sí me parecería inaceptable es que yo no
hubiese tenido los mismos derechos a la educación que ha tenido usted
o no tuviese los mismos derechos a la sanidad o los mismos derechos a
la circulación o a la igualdad ante la ley. También en este punto
estoy seguro que estamos de acuerdo y creo que ese es uno de los
grandes activos de la posición de España en
el mundo, el amplio consenso y la continuidad en los ejes básicos de
la política exterior: la política de cooperación como parte de la
política exterior, de nuestro marco institucional y de nuestras
reglas económicas básicas.

No puedo estar más de acuerdo con S.S. en que es necesaria la
complicidad de la sociedad. No sólo la ayuda oficial al desarrollo
que sale de la sociedad, que sale de los impuestos de la gente sino
también a la hora de tener en cuenta las donaciones privadas. Estamos
hablando del Plan 2001, si estuviésemos con el de 2002 hablaríamos
también de la Ley de mecenazgo. Es decir, hay que incentivar también
a la sociedad para que participe todavía más y a que lo haga con sus
contribuciones y con sus aportaciones personales. De hecho, la
Agencia Española de Cooperación Internacional ha organizado unas
jornadas sobre voluntariado en La Rioja para fechas próximas,
precisamente porque pensamos que la sociedad debe comprometerse no
sólo con sus impuestos sino con su aportación generosa, que ya lo
hace y mucho, y con su entrega personal a través del voluntariado y
en esta línea estamos trabajando. No puedo estar más de acuerdo, como
lo estoy también en que la ayuda al desarrollo es un instrumento de
paz y de seguridad.

La referencia a la intertextualidad, al margen de aprovechar mi
presencia aquí para pegar un alfilerazo a algunas otras personas que
andan por ahí, lo entiendo como un elogio de coherencia. Su señoría
mezcla con su buen hacer parlamentario y sus buenos modos esa ironía,
tan agradable por otro lado, que también forma parte de una de esas
características mediterráneas. Lo entiendo como una coherencia porque
evidentemente el plan anual tiene que ser desarrollo del plan
director, tanto más éste puesto que se redactaron al mismo tiempo
y por la misma mano, es decir se estaban haciendo simultáneamente el
plan director y el plan anual y ambos se presentaron en noviembre.

Otra cosa es que el Consejo de cooperación en su anterior composición
no quisiera aprobarlo o dictaminarlo, y ahí no se forzó la votación;
a lo que yo no estaba dispuesto es a que no tuviésemos plan director,
ahora, si el consejo no quería dictaminarlo sería una muestra más de
la ineficacia de ese consejo y de la necesidad de cambiarlo. Una vez
que se ha cambiado la cosa funciona divinamente y con mucha mayor
representatividad tanto de la sociedad y de la Administración, como
de las organizaciones no gubernamentales, y así se ha podido ver. El
del año 2001, señor Pérez Casado, será más creativo. Esperemos que
tenga más calidad literaria y más novedad literaria, no porque éste
no la tenga, sino que así se exprese, y desde luego, recogeremos
muchas de las experiencias que hemos tenido durante este año, pero
seguirá en el marco del plan director, como no puede ser de otra
manera, igual que el plan director sigue en el marco de la Ley de
cooperación. Cuando enumeramos los agentes, las prioridades
horizontales, las prioridades



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sectoriales, estamos hablando de lo que dice la ley y estas cosas se
repiten. Tiene razón S.S. en cuanto a la capacidad de flexibilidad y
adaptabilidad del plan anual. De hecho lo estamos haciendo. Lo que no
sé es si merece la pena poner en la propia redacción: Todo esto que
se dice aquí es sin perjuicio de que puedan surgir emergencias que
aconsejen que no se haga lo que está previsto. Ya se sabe que un plan
es igual que los presupuestos, están presupuestados y cuando surge
una emergencia se reajustan. Lo importante es que los reajustes que
se hagan en el plan o en las previsiones sigan el mismo procedimiento
que la elaboración. Es decir, que si estaba previsto gastar tanto en
una zona geográfica y se va a gastar en otra porque las
circunstancias lo aconsejan que se siga la misma tramitación que en
la propia aprobación, es decir que haya información a la Cámara, que
tenga la tramitación administrativa lógica (Ministerio de Hacienda,
dictamen del consejo, es decir toda la complejidad administrativa) y
que se vea en los órganos de participación, básicamente el Consejo de
Cooperación. De hecho, en el Consejo de Cooperación en la Comisión
Interterritorial y en la Comisión Interministerial se les informó
tanto de la situación de Centroamérica como de la situación en los
países que vayan a acoger o que acogen refugiados de Afganistán. Lo
he hecho en esta sesión porque es en 2001 cuando se está haciendo, he
anunciado que esta misma tarde se hará y las cosas llevarán luego su
tramitación parlamentaria. Efectivamente estoy muy de acuerdo en que
esto se tiene que hacer así. Se podrá poner una cláusula general,
pero no sé si a lo mejor eso puede desvirtuar el plan en el sentido
de que se está animando al parecer a que se cambie. Creo que va de
suyo que si hay una emergencia se cambia porque si se pueden cambiar
las previsiones de los Presupuestos Generales del Estado, tanto más
las de un plan, pero se puede contemplar y así lo haremos en la
versión de 2002.

Respecto de la política mediterránea, también estoy muy de acuerdo
con S.S. pero quiero recordar que, lejos de haber una menor atención,
el Mediterráneo, los países árabes del norte de África junto con
Iberoamérica son las dos únicas zonas que la ley establece como
prioritarias, por lo tanto el plan director así lo hace y el plan
anual también. En esta Comisión, no ciertamente por S.S. pero sí
algunos miembros de la misma han criticado que no se atiendan otras
zonas del mundo. Incluso hay quienes presumiendo al mismo tiempo de
ser los que más saben de la Ley de cooperación, incluso colaboraron
en su redacción y hasta fueron gratificados económicamente por ello,
luego se dedican a predicar en los periódicos qué pasa que no hacemos
nada en Ruanda y en no sé cuántos sitios más y nos estamos ocupando
sin embargo de Iberoamérica y del Mediterráneo. Mire usted, nos
estamos ocupando de lo que nos dice la ley; la ley que él debería
conocer o que al menos presume de que conoce como supuesto experto,
aunque ha acreditado no tener esa experiencia. Eso es
lo que se nos ha dicho, no que no se presta atención al Mediterráneo,
sino que se presta demasiada. Evidentemente, estos son elementos
minoritarios que se mueven por otras motivaciones que ellos sabrán,
pero esta no ha sido nunca la posición ni de la Cámara ni desde luego
de los grupos parlamentarios aquí representados.

Es verdad que no he hablado nada de la presidencia española de 2002,
donde se va a prestar una atención especial al Mediterráneo. Claro,
no lo he hecho porque estamos hablando de 2001 y la presidencia será
en 2002, pero todo el desarrollo de Barcelona va a ser uno de los
puntos centrales de nuestra presidencia de la Unión Europea no sólo
en el área de cooperación sino en el área de política general. De
esto podríamos hablar en otro momento y en la medida en que estamos
en el 2001 no lo he querido plantear ahora. Sí puedo decirles que en
el 2001, la semana pasada, ha habido una reunión de la Comisión Mixta
con Argelia enormemente satisfactoria por primera vez, no había sido
así en otras ocasiones, donde hay un incremento muy notable de los
fondos de cooperación y además, una concentración en determinadas
áreas sectoriales de Argelia, de acuerdo con el Gobierno argelino,
que entra dentro del marco de lo que va a ser, y se verá en los
presupuestos de 2002, un incremento claro de las atenciones en esta
zona vital para nosotros y con la que nos sentimos especialmente
obligados por razones obvias; pero además, insisto, porque la propia
Ley de Cooperación así lo dice. ¿Cuál será la posición de España en
el CAD? En estos días me ha llamado el ministro belga porque están
pensando que haya un consejo especial europeo de cooperación. No está
claro que lo vaya a haber, porque también en Europa forma parte de la
política exterior y, por lo tanto, es algo que están tratando los
ministros. Es decir, ha habido reuniones de los ministros de Asuntos
Exteriores, como bien sabe el ministro español de Asuntos Exteriores
ha estado de gira en la troika, y ahora él sólo ha realizado una
visita a países del norte de África donde se está hablando de esto.

Ha estado en Estados Unidos donde ha hablado también de la
contribución española y de la europea, en aquello conozca y que se le
haya trasladado sobre todas las actuaciones.

En el caso de Afganistán, no es un país prioritario para nosotros. En
Pakistán no tenemos oficina de cooperación. Lo que estamos haciendo
es de acuerdo con organizaciones que tienen presencia en la zona,
como Cruz Roja Internacional, la fundación CEAR, que tiene un acuerdo
con ACNUR en la zona. Así es como estamos actuando porque son zonas
en las que nos hemos involucrado porque nos hemos involucrado junto
con todos los países del mundo libre, de la Alianza Atlántica, en una
acción obligados por el Tratado de Washington y por voluntad propia
de solidaridad en la lucha contra el terrorismo y del combate al
terrorismo en sus fuentes y en aquellos países que lo apoyan.

Queremos junto con esta acción de la naturaleza que adopte la



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Alianza Atlántica tener también la actuación humanitaria con la
población civil que se ve afectada por este conflicto, pero lo
hacemos precisamente en coherencia con esta actuación, no porque
Afganistán sea un país prioritario no tenemos allí presencia.

De la OCDE sólo hay previstas reuniones informales, llamadas redes,
del Comité de Ayuda al Desarrollo sobre la lucha contra la pobreza,
el 4 y 5 de octubre, y sobre gobernabilidad, el 22 y 23 de octubre.

Son grupos flexibles, informales de discusión libre que no adoptan
documentos. Evidentemente, allí como es lógico se hablará de
cuestiones de actualidad, pero digamos que la posición efectiva será
la de la Unión Europea, nuestras aportaciones al Comité de Ayuda al
Desarrollo para proyectos son muy pequeñas. Nuestra aportación
multilateral es básicamente a la Unión Europea y luego al sistema de
Naciones Unidas. El Comité de Ayuda al Desarrollo es más de tipo
doctrinal, por así decirlo, de seguimiento o de ejecución.

Finalmente, señor Pérez Casado, qué más quisiéramos usted y yo que la
época de los dogmas hubiera pasado. Ha pasado en buena parte del
mundo, y bien que nos ha costado, pero desgraciadamente todavía hay
otras partes del mundo y hay algunas personas en algunas partes del
mundo que están dispuestos incluso a morir para matar. Si eso no se
hace en razón de dogmas y fanatismos, no se entendería muy bien.

Efectivamente, hay buena parte del mundo que tiene una situación de
pobreza, de ignorancia y que no contempla un horizonte, que no ve su
futuro y debemos ayudarles a superar la pobreza, a salir de la
ignorancia a esas capas de población, no lo generalizo, digo que hay
capas de población. Hay que darles una esperanza, como mejor
contribución para esto que decía S.S. y en lo que no puedo estar más
de acuerdo que la ayuda al desarrollo, un instrumento de paz y de
seguridad, pero una ayuda al desarrollo condicionada a la vigencia de
los principios y los valores que compartimos los españoles y que
compartimos felizmente con una parte cada vez mayor del mundo.




El señor PRESIDENTE: A continuación, en nombre del Grupo
Parlamentario Popular, tiene la palabra el señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Agradecemos, en primer lugar, la presencia
del secretario de Estado y el esfuerzo que ha hecho por concretar uno
de los instrumentos de planificación que, como él ha dicho, establece
la Ley de cooperación. Quería ser muy breve, porque en la
intervención del portavoz del Grupo Parlamentario Socialista y en la
siguiente intervención del secretario de Estado, se concentran
prácticamente todas nuestras inquietudes sobre esta cuestión. No
obstante, sí quiero hacer algunas reflexiones generales.

La Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo, a la que
tanto nos referimos, es el final o si se
quiere el principio, pero es la consecuencia de un proceso de muchos
años, porque se ha hablado de adaptabilidad y flexibilidad y quiero
hacer algunas referencias al respecto. Es un proceso de muchos años,
es un proceso que nace básicamente en el seno de la propia sociedad,
que demanda una Ley de cooperación, que demanda unas reglas del
juego, que demanda que España se ponga a la altura de las
circunstancias en cuanto a la evolución de las políticas de
cooperación, que recoge la inquietud de la comunidad internacional
expresada fundamentalmente en esa importante reflexión que con motivo
de un hito en la historia que supone la caída del muro de Berlín en
1989 -ahora se ha producido otro el 11 de septiembre-, Naciones
Unidas se moviliza y convoca una serie de conferencias
internacionales para hablar de la cooperación internacional y de
otras cuestiones y problemas que la afectan.

La Ley de cooperación en su base y en su exposición de motivos dice
que la política española de cooperación al desarrollo, animado por
los exámenes que regularmente de nuestra cooperación hacía el Comité
de Ayuda al Desarrollo de la OCDE, adolecía de planificación y de
evaluación. Nosotros constatamos entonces con satisfacción lo que hoy
está ocurriendo en esta Comisión de Cooperación Internacional y las
palabras del secretario de Estado. ¿Por qué digo esto? Digo esto
porque el secretario de Estado, y se lo agradecemos, ha hecho un
esfuerzo para al tiempo que presentaba el plan anual del año 2001,
explicándonos su retraso el cual naturalmente comprendemos y
compartimos, informamos sobre el seguimiento básico del impulso que
se está dando en este ejercicio, incluso antes al desarrollo de la
Ley de cooperación.Constata el Grupo Parlamentario Popular, sin lugar
a dudas, que el esfuerzo que hecho para el desarrollo reglamentario
de la propia ley es de gran importancia, al mismo tiempo que parte de
los contenidos que se concretaban en el Plan director cuatrienal de
la cooperación española se están poniendo en marcha. Por ejemplo,
constatamos la coordinación y la conjunción de los diferentes
instrumentos de la cooperación española. Nuestro grupo constata
entonces, con satisfacción, porque no en vano se han realizado
críticas constructivas al respecto, que dentro de nuestra
planificación de la cooperación, instrumentos tan importantes como el
instrumento FAD, la cooperación económica, como el microcrédito,
etcétera, se coordinan y se incluyen dentro de la planificación de
nuestras cooperación. Esto es importante porque hemos oído críticas,
siempre bien intencionadas por supuesto, de la dispersión de
objetivos y de la falta de coordinación. Nosotros constatamos una
coordinación eficaz en estos términos.

Hay otra cuestión que quiero señalar. La Ley de cooperación tuvo sus
padres, muchos es lógico, porque el Gobierno hizo un planteamiento de
diálogo intenso con la sociedad durante años para alcanzar un texto
que luego fue debatido en este Parlamento con tranquilidad,



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con mucha tranquilidad. Recuerdo que en la tramitación de la Ley de
cooperación -y hago un paréntesis-, en la que tuve el honor de
participar, un buen amigo, portavoz del Grupo Socialista entonces,
don Rafael Estrella, preguntaba en la ponencia: ¿por qué insiste el
Grupo Parlamentario Popular en que figure en la ley, cuando nos
referimos a la pobreza, la coletilla: el objetivo es la lucha contra
la pobreza en todas sus manifestaciones? Porque el debate sobre la
pobreza es un debate recurrente, que no se acaba; es un debate que
reverdece después del 11 de septiembre, cuando se oyen y se escriben
tantas cosas tras el terrible atentado terrorista contra las Torres
Gemelas y contra Washington, en los Estados Unidos. Merece la pena
hacer una reflexión para constatar que estamos de acuerdo con las
palabras del secretario de Estado y con la posición del Gobierno de
defensa de la democracia, de la libertad y de los derechos
fundamentales de las personas. A partir del 11 de septiembre, todo ha
cambiado -como dicen los analistas- aunque nada es distinto, y la
comunidad internacional establece nuevas prioridades. Hablamos de
adaptabilidad y de flexibilidad en la ley.

La pobreza en todas sus manifestaciones. A veces se confunden las
cosas -es mi opinión-, puesto que las desigualdades no son la causa
de la pobreza, son consecuencia de la pobreza, y la pobreza es
consecuencia de la falta de libertad y de democracia -lo ha dicho el
secretario de Estado y no podemos estar más de acuerdo-. El
desarrollo social, humano, político y económico de las democracias
occidentales es por algo; nunca ha habido una guerra entre dos
democracias. Igualdad y libertad son conceptos que van unidos, son
causa y efecto. No hay dos tipos de democracia, por mucho que se
empeñen en decirlo así los ideólogos del movimiento antiglobalización
o sus precursores -discutíamos ayer de la tasa Tobin-: la democracia
participativa y la representativa; la democracia representativa con
sus variados sistemas, como ha dicho el secretario de Estado,
facilita la participación democrática, y no al revés. Quizá hayan
cambiado las prioridades; esto era un paréntesis, como he dicho.

Recuerdo que, cuando se terminó la tramitación de la ley, el Gobierno
se puso a trabajar en el desarrollo del Plan director de cooperación.

Se encargó un documento -al que se ha hecho referencia en esta
Comisión-, que tuvo críticas y que fue modificado por el nuevo
Gobierno después de las últimas elecciones. La crítica fundamental
que hacíamos a ese documento era su falta de adaptabilidad y de
flexibilidad en cuanto a los contenidos ideológicos, a los objetivos
y prioridades y, sobre todo, en cuanto al marco presupuestario. Un
plan director cuatrienal tiene que tener un marco presupuestario
indicativo y general para poder adaptarse a las prioridades de
cooperación española que establezcan los gobiernos, el Parlamento y
la sociedad. Nos alegra constatar que ese criterio inicial de
adaptabilidad presupuestaria, que fue criticado -lo recordará el
señor Pérez Casado-, deviene en facilitar una política de cooperación
planificada -porque es necesario planificar-, más flexible y, por
supuesto, más adaptada.

Recogemos el testigo que nos pasa el portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista y, sobre la base del acuerdo para alcanzar el consenso, no
negamos que la Ley de cooperación pueda ser mejorada en sus
procedimientos administrativos. Hay que decir que algunos
procedimientos de la ley son farragosos; tienen su porqué y su
explicación, pero son procedimientos que pueden dificultar la acción
de gobierno. No estamos hablando de una reforma de la ley en cuanto a
su contenido, sino de una modificación del marco legislativo en esta
política para mejorar los procedimientos de gestión a favor de la
eficacia y de la agilidad.

Estas son, señor presidente, las cuestiones que quería plantear, y
termino agradeciendo la intervención del secretario de Estado y del
resto de portavoces parlamentarios.




El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado, puede intervenir si
lo desea.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMÉRICA (Cortés Martín): Señor presidente, efectivamente, la Ley
de cooperación es el marco en que nos movemos. La Ley de cooperación,
igual que la política de cooperación, es perfectible, y la
disponibilidad del señor Pérez Casado para ir ajustándola es muy
digna de ser tenida en cuenta. Esto no son las Tablas de la Ley, que
se dieron de una vez para siempre.

La Ley de cooperación tiene una enorme ventaja: que cuenta con un
amplio acuerdo parlamentario que permite que la cooperación española
sea previsible y transmita seguridad a los países con los que se
coopera; saben a qué atenerse y, al mismo tiempo, se establecen unos
mecanismos útiles para una política de cooperación que tiene que
adaptarse a las nuevas circunstancias. He insistido en muchas
ocasiones en que todas las innovaciones que se han hecho en este año
y medio, que han sido bastantes, en modo alguno suponen una revisión
crítica de lo que se venía haciendo; ha sido sencillamente una
adaptación a las nuevas circunstancias de España y del mundo. Ahora
estamos viendo que todavía tendremos más novedades, desgraciadamente.

No es lo mismo un país aislado, que uno plenamente integrado; no es
lo mismo ser un país que recibía inversión extranjera, que ser uno de
los grandes inversores internacionales y tener presencia activa en
los foros internacionales. Ahí está la Comunidad Iberoamericana de
Naciones, que ha cuajado plenamente, o la regulación mundial del
comercio, que ha cambiado y tiene que cambiar todavía más en la
próxima reunión de la Organización Mundial del Comercio. De ahí la
flexibilidad y la adaptabilidad del plan director, y me alegro mucho
por la insistencia del señor Pérez Casado en este



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punto del plan anual; lo contemplaremos con más énfasis en el plan de
2002. Estoy seguro de que no quiere decir que tenga que ser tan
flexible que no sea plan; tiene que haber compromisos. En la
intervención anterior hemos planteado las cosas en sus justos
términos: tiene que haber compromisos, pero sabiendo que esos
compromisos no son un dogma y que se pueden cambiar si surgen
necesidades o circunstancias que aconsejen el cambio. Además, en el
cambio se debe seguir el mismo procedimiento que para la redacción
del plan, es decir, el mismo sistema de consultas y de información al
Parlamento que requieren todos los aspectos de la Ley de cooperación.

Ha habido avances, efectivamente, en la coordinación de los FAD, de
los microcréditos, que suponen también adaptación a circunstancias
nuevas. España era un país con poca experiencia de acción exterior;
llevamos 20 años en ello y vamos aprendiendo de nuestra propia
experiencia. Lo digo con claridad: el sistema de ayuda a las
organizaciones no gubernamentales -estrategias, programas y
proyectos- nos ha creado muchos más quebraderos de cabeza de los
necesarios porque era la primera vez que se hacía y teníamos
dificultades en la ejecución; tendremos que ir adaptándolo. Se ha
hecho lo más importante: que haya proyectos plurianuales para las
organizaciones que tienen más capacidad. Todas las que los han
solicitado los han tenido, pero al mismo tiempo hemos visto que se
crean problemas de ajustes por rigideces del sistema porque no podía
ser de otra manera. Estamos hablando con ellas y lo tendremos que
hablar aquí para ver si se pueden introducir flexibilidades en estas
materias. Pongo un ejemplo muy sencillo. En una estrategia donde hay
una cantidad para cuatro años, digamos 500 millones, lo que se
aprueba, el compromiso plurianual del Consejo de Ministros, son 2.000
millones para tal organización no gubernamental para cuatro años; no
se contempla el IPC y va a tener 500 millones cada año
-afortunadamente estamos en tasas bajas de inflación- ni se contempla
la posibilidad de la variación de la cotización del dólar o del euro.

Podría ocurrir que una organización que hubiese ido proyecto por
proyecto cada año tuviese esa mayor flexibilidad que no tiene esta.

No tiene sentido que esa ventaja indudable para la organización, para
la cooperación española, para las relaciones con los países con los
que se coopera, la previsión de los cuatro años suponga esos pequeños
perjuicios; digo pequeños perjuicios, pero si la cotización del dólar
pasa de 120 a 200 ni cuento cuál es el perjuicio. Eso tiene ahora
unas dificultades grandísimas porque hay un acuerdo de Consejo de
Ministros compromiso plurianual que no permite la adaptación.

Probablemente se podrían haber puesto en las bases esas adaptaciones;
seguro que sí, pero no se ha puesto. Es un ejemplo. Imaginemos que
las necesidades de ayuda a determinadas zonas geográficas no son sólo
coyunturales, una emergencia, una sequía, sino que algunas cosas que
se nos pueden avecinar
tienen un carácter más estructural. A lo mejor hay que
modificarlo porque las propias organizaciones no gubernamentales, las
grandes sobre todo, tienen capacidad para actuar igual aquí que allí
porque tienen presencia en muchos sitios. Se podría acordar con ellas
que prestasen mayor atención a unas zonas que a otras. Eso hoy lo
tenemos sujeto a la rigidez de la legislación vigente. Tendríamos que
buscarlo. Quiero decir que la política de cooperación siempre es
perfectible. Lo que me parece muy importante es que esto se haga
contando con el mayor respaldo social y con el mayor respaldo
parlamentario, por tanto, estos debates que se tienen en la Comisión
son de enorme utilidad para el gobierno. Habrán podido ver en este
plan director intertextual del plan de cooperación, pero lo verán
mucho más en el plan del año 2002, que muchas de las opiniones que
han sido vertidas por SS.SS. se recogen en buena medida, y estoy
seguro de que no lo considerarán un plagio, estoy seguro de que
considerarán que forman parte del dominio común las opiniones que se
vierten en esta Comisión, porque estos documentos han recibido muchas
aportaciones de organizaciones, de sindicatos, de universidades, de
organizaciones de derechos humanos, de organizaciones empresariales
y, por supuesto, de los grupos parlamentarios en estos debates.

Toda esta flexibilidad va junto a la permanencia, y la permanencia
-lo decía el señor Izquierdo- son los valores universales en los que
nosotros creemos, los que están en nuestra Constitución, los que
forman parte de nuestra convivencia y de manera muy resumida podemos
hablar de la democracia. Al final es la democracia, el Estado de
derecho, la separación de poderes, la libertad de expresión, la
libertad de asociación, la libertad religiosa, etcétera, todo esto
que forma parte del bloque de aquello a lo que no estamos dispuestos
a renunciar y que queremos compartir como exigencia ética y como
prerrequisito del desarrollo de estos países.




El señor PRESIDENTE: Además de los dos grupos que habían solicitado
la comparecencia del señor secretario de Estado, otros dos grupos
presentes solicitan el uso de la palabra. Intervendrán de forma
sucesiva y después el secretario de Estado contestará a ambos
conjuntamente.




En primer lugar, en nombre de Coalición Canaria, tiene la palabra la
señora Julios.




La señora JULIOS REYES: Gracias, señor secretario de Estado.

Quisiera centrarme en algunas reflexiones en torno a algunos aspectos
que nos producen cierta inquietud. Son reflexiones sobre el plan
anual del año 2002. En este sentido quiero hacer un breve comentario
sobre el proceso que ya el propio secretario de Estado ha expresado:
la confluencia del plan director con el plan anual del año 2001.

Simplemente quiero hacer la reflexión deque esperamos que, con la
experiencia adquirida, la



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nueva situación nos permita tener una mayor participación en el plan
anual del año 2002 en el seno de esta Cámara, a través de esta
Comisión, conociendo los documentos con mayor antelación. Mi
reflexión está hecha con ese sentido constructivo, de cara a que, de
aquí a se edite el nuevo plan anual del año 2002, las reflexiones que
en el seno de esta Comisión, que se suelen hacer, en general con
bastante consenso y sensatez, puedan convertirse en aportaciones al
desarrollo del propio plan.

Quiero resaltar algunas de las palabras que el propio secretario ha
pronunciado en su comparecencia; muchas de ellas han sido expresadas
por los dos portavoces que me han precedido en el uso de la palabra,
por lo que me voy a concretar a algunas de las que pudieran generar
un comentario por su parte. Estamos totalmente de acuerdo en la
necesidad de conjuntar la política de cooperación con la política
exterior del Gobierno de España y creo que deberíamos introducir
también, como un elemento importante en esta conjunción, la política
de inmigración; ayer lo comentábamos en la Comisión de Justicia.

Realmente el fenómeno de la inmigración es uno de los principales
problemas que van a estar a debate en este siglo y, si queremos
actuar desde el punto de vista de los fenómenos y los flujos
migratorios, creo que todos somos conscientes de que eso implica
actuar en el origen, en los países, sobre las desigualdades que cada
vez son mayores entre el mundo desarrollado y los países en vías de
desarrollo. En esencia -aquí también se ha dicho-, eso implica actuar
sobre la pobreza, que es uno de los principales objetivos del plan
director y del plan anual, y hacer una reflexión, como punto
concreto, para ligar los convenios de repatriación que se están
potenciando desde el Gobierno de España con diversos países, por la
Secretaría de Estado y la Agencia de cooperación española, con
elementos de defensa de derechos humanos, con elementos de
cooperación para el desarrollo y, en última instancia, también
ligados a la defensa de los derechos democráticos en estos países.

Comentaba también el señor secretario -y nosotros, así como otros
grupos, también hemos hecho énfasis en ello- la importancia del papel
que pueda tener España en la próxima presidencia europea y hablaba de
la importancia que se va a dar al Mediterráneo en todos los aspectos
de cooperación. Por mi propia condición, por mi procedencia y por ser
portavoz de Coalición Canaria, permítanme que introduzca el necesario
sesgo atlántico en esta Comisión. Debemos recordar que si ahora mismo
hay algún continente que desgraciadamente de forma emblemática
representa la pobreza, la desigualdad, incluso en gran parte de sus
países la ausencia de desarrollo democrático, es el continente
africano. Como otros portavoces han dicho, todos estamos de acuerdo
en que la pobreza engendra miseria, marginación, desesperación y, por
supuesto, es caldo de cultivo para cualquier tipo de manipulación en
muchos aspectos. En este sentido, y más después del 11 de septiembre
-creo que el portavoz del Grupo Socialista ha utilizado la palabra
conspiración-, todos somos más conscientes de que tenemos que
conspirar para que las palabras y los conceptos de paz, de seguridad
y de justicia se entiendan como un bloque único en el contexto
internacional. Yo hago énfasis en el sesgo atlántico y en el
continente africano, concretamente que se entienda como una prioridad
en la próxima presidencia europea introducir una cuña importante en
este continente con estos tres conceptos.

También quisiera resaltar -y termino, señor presidente- algo que se
ha comentado en algún otro momento en esta comisión. En lo que se
refiere a África, es importante que se tenga en cuenta el papel de
Canarias, puesto que es una plataforma que puede ayudar a la
coordinación de los diferentes programas que con referencia a gran
parte de los países de África podemos catalizar. Quiero constatar -y
ya lo hemos dicho también- la importancia de que sigan trabajando la
secretaría y la agencia con la participación de las comunidades
autónomas y, en el caso de Canarias, en las comisiones mixtas de los
programas de desarrollo, con los propios países a los que van
dirigidos los programas, que sea un elemento de coordinación en el
que participen la Administración del Estado, la Administración
autonómica y el país de recepción de los programas de ayuda.

Hay que resaltar, de cara a lo que hemos estado hablando de la
presidencia europea y del programa anual del año 2002, la importancia
de fomentar todo lo que pueda ser mejora de las comunicaciones
marítimas y aéreas con determinados países del continente africano,
porque es una forma de ayudar a su crecimiento que puedan estar
comunicados con el mundo exterior, especialmente países como Senegal
y Cabo Verde. Es importante tener en cuenta, por ejemplo, que en el
Gobierno de Canarias existen programas de cooperación en este
sentido; que incluso en la misma línea del Plan Greco se están
desarrollando programas de becas inversas del empresariado canario
con población becada de esos países en Canarias para involucrarse en
el desarrollo de proyectos, a veces nos encontramos con dificultades,
por ejemplo, para la tramitación de visados. Hay toda una serie de
aspectos que nos hacen reflexionar sobre la importancia de tener una
mayor dotación de personal en las embajadas de Dakar y de Cabo Verde.

Estos son aspectos concretos que quisiera plantear, ya que son
elementos importantes que pueden ayudar al desarrollo y seguimiento
de las ayudas de los programas de cooperación y de comunicación entre
el mundo europeo, representado en este caso por Canarias porque somos
la parte de Europa más cercana a esta parte del continente africano,
y también la necesaria continuidad, que es el objetivo de todos los
programas de ayuda al desarrollo.




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El señor PRESIDENTE: En nombre del Grupo de Convergència i Unió,
tiene la palabra el señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADÈS: Quiero agradecer la comparecencia del
señor Cortés.

Su intervención, especialmente su introducción, en un tono que
podríamos definir de escuela de verano, permite al conjunto de los
portavoces, o al menos a este portavoz, efectuar algunas reflexiones
de carácter general como las que ha hecho el secretario de Estado. En
este sentido, me sorprende que, en su elogio -que yo creo que todos
los portavoces compartimos, al menos los que estamos presentes en
esta sala- sobre la democracia, el libre mercado, los procesos de
liberalización, la competencia económica, se haya olvidado de un
elemento singular desde una perspectiva, si me permite la expresión,
muy eurocéntrica, como es el desarrollo del Estado del bienestar,
como mínimo desde 1945. Olvidar esta dimensión como voluntad de
Europa de exportar lo que ha permitido de verdad que el conjunto de
ciudadanos que vivimos en este continente tengamos la calidad de vida
que tenemos, me parece a mí sorprendente. Me gustaría escuchar del
señor Cortés una defensa rotunda y radical de nuestro sistema de
bienestar social, que compartimos el conjunto de los europeos, y que
nos permite afirmar sin ningún tipo de vergüenza que vivimos en el
área de mayor prosperidad del mundo, muy lejos de otros modelos que
quizás al señor Cortés le seduzcan más.

Dicho esto, me ha provocado una cierta inquietud la referencia
inicial sobre las dificultades de gestión en los procedimientos de
elaboración de los planes directores, del plan anual, de las
modificaciones legales que marca la Ley de Cooperación al Desarrollo.

El señor Izquierdo (que de todos los que estamos en esta sala es el
que sabe más de esto porque creo que es el único que queda de ese
grupo de diputados y diputadas que impulsó la Ley de Cooperación al
Desarrollo; creo que también estaba en la comisión el señor Pedret,
pero el señor Izquierdo es el que sabe más de todos nosotros) sabe
perfectamente que en las formas de articular el consenso político y
social alrededor de la política de cooperación al desarrollo se hizo
un esfuerzo por parte de todo el mundo, empezando por el Grupo
Popular, para que también nos pusiésemos de acuerdo en las reglas del
juego. Las reglas del juego que marca la Ley de Cooperación al
Desarrollo introducen mayor dificultad en la gestión de los procesos,
eso es verdad, pero pueden permitir, si el Gobierno tiene la voluntad
política, que estas actuaciones, estos planes, estas modificaciones
legislativas se hagan buscando un consenso que vaya más allá de la
simple e importante mayoría que el Gobierno tiene en la Cámara. Mi
grupo, hoy por hoy, no es partidario de modificar en este sentido la
Ley de Cooperación al Desarrollo.




Un último comentario -que pienso que compartimos el conjunto de
portavoces- es que este debate nos llega cuando nos llega. Yo no sé
si es culpa de la complejidad de la ley o de otras razones. Yo creo
que el debate especialmente sugerente va a ser el debate del plan
director para el año que viene. El borrador, fechado a 10 de
septiembre y que todos los portavoces conocen, a este grupo le
provoca una inquietud por las mejoras literarias que se han
introducido, porque más que literarias son de un alto contenido
ideológico, sorprendente en esta Cámara y en esta materia.

Dicho esto, y entrando en el Plan anual para este año, hay cinco o
seis cuestiones que a este grupo parlamentario le preocupan de manera
significativa. La primera, que enlaza con la reflexión de la señora
Julios, es que continuamos sin haber elaborado una doctrina en la
cooperación española que vincule cómo esa política de cooperación
puede influir de manera positiva en una mejor gestión de los flujos
migratorios y en un desarrollo de los países de los que provienen los
flujos migratorios hacia España, que permita que los ciudadanos de
aquellos países puedan optar por desarrollar en sus países sus
expectativas personales. La afirmación de que el crecimiento
económico o que el conjunto de la cooperación al desarrollo incide
sobre los flujos migratorios no es cierta. Yo le comentaría al señor
Cortés algunos análisis comparados de cómo precisamente el desarrollo
económico y la cooperación al desarrollo influyen en un aumento del
flujo migratorio. Hoy estamos ante un tema novedoso, muy poco
desarrollado -al menos en España-, acerca del concepto de
codesarrollo. Yo recomendaría al conjunto de miembros de la comisión,
y muy especialmente al Gobierno, que hiciésemos un esfuerzo de
reflexión de verdad sobre actuaciones concretas, cómo podemos influir
en Ecuador, en Colombia, en Marruecos, por ejemplo, de las remesas de
esos emigrantes que vuelven a sus países de origen. El señor Cortés
lo conoce. Por ejemplo, Cáritas ha empezado a elaborar algunas
propuestas muy sugerentes relativas a procesos de condonación de la
deuda externa vinculados a inversiones productivas en Ecuador. Las
previsiones del plan director, del plan del 2001 y por lo que he
visto del plan del 2002, son insuficientes y además entran en
contradicción con el discurso, ayer mismo, del señor Fernández-
Miranda en la Comisión de Justicia e Interior hablando de temas de
emigración. Ayer sugería al señor Fernández-Miranda que hablase con
usted sobre estas cuestiones, porque nos parece que las dos
secretarías de Estado deberían ponerse a trabajar en serio sobre eso.

Segunda cuestión. Nos preocupa la escasa referencia en el plan del
2001 a la pandemia del sida; nos preocupa no saber tampoco cómo se va
a concretar la ayuda española específica al fondo que Kofi Annan y el
G-8 han acordado impulsar en esta materia, vemos ahí referencias muy
escasas; nos continúa preocupando el escasísimo apoyo de España al
ACNUR, al Alto Comisionado



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para las Naciones Unidas de los Refugiados; nos preocupan las cifras
de las aportaciones voluntarias españolas, son de las más escasas de
los países avanzados y, en la perspectiva de lo que va a suceder en
los próximos meses, es evidente que ACNUR va a jugar un papel
fundamental. Nos alegramos mucho de la información que nos da
respecto a un avión que sale hacia Pakistán en las próximas horas.

Antes de terminar quiero referirme a dos cuestiones. En primer lugar,
compartimos todos genéricamente su referencia a la importancia de los
derechos humanos, nos alegramos de que en el borrador del 2002 se
plantee cómo vinculamos la cuestión de los derechos humanos a nuestra
cooperación al desarrollo, pero lo cierto es que, en nuestra política
concreta de cooperación al desarrollo, hasta ahora los derechos
humanos han estado absolutamente ausentes. China, Turquía y Angola
son ejemplos de Estados con una creciente importancia en nuestra
política exterior, en nuestra política de cooperación al desarrollo,
países donde la vulneración de los derechos humanos, la tortura, la
pena de muerte, la no aceptación de la pluralidad cultural y
religiosa, la vulneración del derecho de las minorías nacionales, son
más que obvias. En ese sentido creo que también tenemos un déficit.

Existen en política comparada otros Estados cercanos a nosotros que
están bastante más comprometidos en esta materia.

En segundo lugar, haré un último comentario -posteriormente con el
señor Rodríguez-Ponga tendremos ocasión de profundizar sobre ello-
que hace referencia a los países menos adelantados. Usted tiene razón
cuando afirma que las prioridades que marca la ley son las
prioridades que marca la ley, pero yo voy a recordarle dos
cuestiones. Primera, la Declaración de Bruselas, en la que se dice -y
supongo que debe ser un compromiso del Gobierno español- lo
siguiente: afirmamos también en este contexto que la asistencia
oficial para el desarrollo debe cumplir una función esencial de apoyo
al desarrollo de los PMA. Haremos todos lo que esté en nuestro poder
por invertir las tendencias decrecientes de la OED y alcanzar de
manera expedita los objetivos del 0,15 por ciento del PIB como AOD
para los PMA. Estamos muy lejos de ese compromiso de Bruselas y
supongo que es un compromiso que ha asumido el Gobierno. Es más
significativo, incluso, el último informe del PNUD de desarrollo
humano, del año 2001, en la OED a los países menos adelantados en
dólares per cápita, donde podemos observar que, de 28 Estados, somos
el penúltimo, tan sólo nos gana Grecia. Noruega destina 33 dólares
per cápita; Australia, 17; Canadá, 18; Suecia, 25; Bélgica, 22;
Estados Unidos, 16; Países Bajos, 20; Japón, 17; Finlandia, 25;
Suiza, 27; Luxemburgo, 25; Francia, 16; Reino Unido, 21; Dinamarca,
32; Austria, 14, Alemania, 20; Irlanda, 37; Nueva Zelanda, 24;
Italia, 22; Grecia, 2; Portugal, 45 y España 11 dólares per cápita.

Sólo Grecia nos supera en ese compromiso con los PMA. Italia, Francia
y Portugal, tres Estados cercanos
a España por muchas razones, nos superan en ese compromiso en la
OED con los países menos adelantados. Son cifras del informe del
desarrollo humano del PNUD del año 2001. En esta cuestión, con calma,
y entendiendo que nuestros compromisos con África del norte son
estratégicos y que nuestras vinculaciones con América Latina en
general son básicas -y nadie lo discute-, esas cifras están ahí y
estos compromisos como el asumido en Bruselas hace escasos meses,
deberían encontrar algún reflejo en la tendencia de nuestra política
de cooperación al desarrollo. Las voces que en la prensa han
recriminado al Gobierno esta situación se fundamentan en datos como
estos, que son suficientemente significativos.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor secretario de Estado
para contestar a los dos últimos intervinientes.




El señor SECRETARIO DE ESTADOS DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMÉRICA (Cortés Martín): Señor presidente, creo que la señora
Julios se ha referido al plan 2002 y preguntaba cómo se puede contar
con una mayor participación de la Comisión. El Gobierno no puede
remitir a la Cámara el plan hasta que haya sido aprobado por el
Consejo de Ministros, por lo tanto, tenemos esa limitación. Lo que sí
podemos hacer ya es enviar a la Comisión el borrador que ha sido
dictaminado por el último Consejo, pero en el bien entendido que esa
no es la comunicación oficial, porque luego la Comisión de
subsecretarios y el Consejo de Ministros pueden introducir
modificaciones. Podría servir para que puedan tener mayor
información, posiblemente sea una fórmula. Por lo demás, no estamos
en condiciones de hacerlo de otra manera.

Se ha referido la señora Julios, y también lo ha hecho el señor
Campuzano, a la política de inmigración. Yo decía que la política de
cooperación es parte de la política exterior y, evidentemente, la
política exterior tiene que ver con la política de inmigración, como
tiene que ver la política interior, al final toda la acción de una
nación abierta tiene estas relaciones. La política de ayuda al
desarrollo tiene una relación clara con la inmigración, pero tampoco
sería realista ni honrado por mi parte, pensar que solo con política
de cooperación se puede resolver el problema de la inmigración.

Muchos de los inmigrantes vienen porque en sus países viven en una
situación de extrema pobreza y tienen que salir de allí para
sobrevivir simplemente. Hay muchos, sin embargo, que vienen porque en
sus países están en una situación peor de la que piensan que podrían
estar en España, no porque estén en situación de extrema pobreza,
sino en una situación peor. Aquí enlazamos con una de las varias
incoherencias que he observado en la intervención del señor
Campuzano, porque la emigraciónque viene a España, básicamente es
emigración de



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países de renta intermedia, no es emigración de los países menos
avanzados respecto de los que usted y quien ha escrito en no sé qué
periódico dicen que es a los que habría que prestar más atención y
que estamos por debajo de Grecia en atención a los PMA. Si usted
fuese coherente y dijese que teníamos que tener en cuenta la política
de inmigración con la política de ayuda al desarrollo, precisamente
tendríamos que reforzar más todavía nuestra ayuda a los países de
renta intermedia, porque son los países con los que tenemos flujos
migratorios de estas características. Hay mucha gente que viene,
insisto, no porque tenga una situación de extrema pobreza, sino
porque quiere estar mejor; hay otrosque vienen porque el problema en
sus países no es económico, sino político o cultural; hay mujeres que
no quieren sentirse discriminadas, como se sienten en algunos países,
y vienen buscando una libertad que no encuentran en su país. Me
parece que eso tiene alguna importancia y se debería tener en
consideración. Lo más importante de todo y lo que piden estos países
y lo que pide la doctrina -no esa que apela a consensos
internacionales, que no existen, esos consensos los dictan ellos y su
arrogancia les lleva a decir que hay un consenso internacional sobre
esta posición-, es que lo único que puede salvar a esos países de una
situación de subdesarrollo es el libre comercio. Ahí es donde
tendremos que actuar, y sobre eso también me gustaría haber escuchado
alguna opinión del señor Campuzano, cuál es su posición sobre el
libre comercio de los productos agrícolas, que son los que
permitirían que hubiese gente que se quedase trabajando en esos
países porque lo que producen allí lo pueden exportar.

No quisiera entrar en una simplificación demasiado radical,
acéptemelo como una simplificación, pero hay que elegir: o
exportación de tomates o llegada de pateras. Al final ese es el
asunto. No hay nada que hacer si resulta que hay países a los que se
les dice: A ustedes no les dejamos comerciar con nosotros, porque
tenemos una Política Agraria Común que nos mantiene en una situación
que no queremos modificar, pero no se preocupen ustedes que les vamos
a dar ayuda al desarrollo, les vamos a construir una escuela, les
vamos a construir un hospital, les vamos a mandar unas ONG, vamos a
ayudarles a que aprendan ustedes a cultivar, pero eso que aprenden a
cultivar luego no se lo dejamos exportar.

Esto lo han visto incluso sectores de la propia Comisión Europea, lo
han planteado con los países menos avanzados, con la iniciativa ABA,
anything but arms, con unas cautelas que tampoco llegan a ser muy
eficaces, pero dejan fuer a los países de renta intermedia. ¿Qué
pasa, por ejemplo, señoría, con el banano de Centroamérica? Esa es la
cuestión. Ahí está la clave del problema de la inmigración, sin
perjuicio de que, primero, haya gente que quiera venir porque quiere
vivir mejor, no porque viva muy mal, sino porque quiere vivir mejor
y, segundo, que nosotros mismos reclamemos
esa inmigración, porque alguna viene sin permiso e ilegalmente,
pero mucha viene porque la reclamamos, puesto que en nuestras
sociedades también necesitamos la contribución de más personas porque
no tenemos fuerza laboral suficiente.

Este es un asunto un poco más complejo que creo que convendría tener
en cuenta de manera más global y no sólo enfocándolo hacia la
política de cooperación. Dicho lo cual, la política de cooperación, a
menos que prosperen las ideas que manifiesta el señor Campuzano,
seguirá dirigida a aquellos países de los que viene la inmigración,
precisamente en coordinación con el señor Fernández-Miranda, con el
que estamos haciendo el mayor esfuerzo en los países con los que
tenemos inmigración, que no son los países menos avanzados, sino
países de renta intermedia. Luego volveré sobre esto de los países
menos avanzados y las incoherencias del señor Campuzano.

Estamos completamente decididos al sesgo Atlántico y lo compartimos
plenamente, hasta tal punto, señoría, que, como decía antes, son
África junto con Iberoamérica las dos áreas de actuación preferente
de nuestra cooperación; los países árabes del Norte de África y el
África Subsahariana (donde actuamos en Guinea Ecuatorial, Angola,
Mozambique, Guinea Bissau, Namibia, Sudáfrica, Senegal, etcétera) son
las prioridades de nuestra acción. ¿Que todo eso es insuficiente? Es
lo que hay pero, insisto, son las dos zonas prioritarias; también
actuamos en Asia, Filipinas, tenemos actuaciones muy limitadas en
China y Vietnam y lo que se está haciendo en Europa Oriental es como
consecuencia de las intervenciones subsiguientes al proceso de
pacificación con desplazamiento de tropas que tuvimos por allí.

Ha planteado algunos aspectos concretos que no son competencia de mi
área, pero con mucho gusto los trasladaré a otras áreas del propio
Ministerio de Asuntos Exteriores y a otros departamentos.

Lamento que una intervención que era con tono de escuela de verano,
al señor Campuzano en vez de relajarle, como suele ocurrir con las
intervenciones de las escuelas de verano, le haya causado tantas
inquietudes, tantas sorpresas y tantas perturbaciones. Verdaderamente
lamento haber empezado así el curso. Le sorprende que haya elogiado
la democracia, los derechos humanos, la economía libre y que me haya
olvidado del Estado del bienestar. Creo haber hablado en tres o
cuatro ocasiones de la educación, de la sanidad, de la fiscalidad
justa, es decir, de todos los componentes de un Estado del bienestar.

Yo no sé qué otra cosa es un Estado del bienestar si no es la
garantía de la educación para todos, de la sanidad para todos y de
una fiscalidad justa que permita que esos servicios sociales puedan
mantenerse. En cualquier caso, he sido más explícito, he dicho que no
queremos para los demás nada que no sea lo que queremos para
nosotros. La concreción y la formulación con que cada uno quiera
hacerlo, si quieretener un sistema público o mixto, es lo que yo no
me



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atrevería a imponer a nadie; lo que sí me atrevo a exigir es que los
derechos humanos básicos (el derecho a la educación, a la sanidad, a
tener cubiertas determinadas contingencias de desempleo) queden
cubiertos. Eso es lo que entendía como el Estado del bienestar, no le
he dado esa denominación específica, pero lo reitero. Creo que para
los demás debemos exigir lo mismo que para nosotros, adaptado luego a
lo que quiera cada uno puesto que tienen un sistema democrático,
siempre que le tengan, y serán ellos los que decidan si quieren tener
un sistema de pensiones público o privado, o una sanidad con una caja
única universal, o tener sistemas concertados; esas son cuestiones
que tendrá que decidir cada uno, porque me imagino que no estará
entre las pretensiones del señor Campuzano que impongamos
universalmente un sistema concreto dentro de la política de
cooperación.

No sé muy bien cuáles son los modelos que a mí me seducen más,
sinceramente, La verdad es que del que estoy más satisfecho es del
español, y es el que quiero compartir, pero si la excitación que le
ha producido la intervención veraniega le ha llegado incluso a
estimular el don de la adivinación y saber cuál es el sistema que a
mí me seduce más, estaré encantado de saberlo porque a lo mejor uno
se entera de cosas que tiene en el subconsciente sin necesidad de
tumbarse en el diván sino simplemente viniendo aquí a la Comisión y
teniendo una conversación con el señor Campuzano.

La inquietud por las dificultades de los procedimientos. Ha sido el
propio señor Campuzano el que ha dicho que las reglas del juego
introducen una dificultad extrema. Eso es lo que yo he planteado, que
cualquier norma que tenga que ver con la cooperación pase por tres
consejos introduce una dificultad muy grande; si además llegamos al
plan anual, que tiene que ir en los presupuestos porque tiene que
tener un reflejo presupuestario, y queremos llevarlo en tiempo, no se
puede tener más que a finales del mes de septiembre que es sólo
cuando se tienen los datos presupuestarios y cuando se puede
presentar ese plan. Eso significa que hay que repartir la
documentación a tres consejos en muy poco tiempo -eso es a lo que me
he referido-, y los consejos, con razón, se quejan y dicen que no
tienen bastante tiempo para estudiarlo. Han tenido quince días, les
gustaría tener más porque no sé quién no podía consultar a las bases
y el otro no tenía tal información. Las comunidades autónomas no
tienen elaborado su propio presupuesto y no tenemos información
fehaciente sobre la cooperación descentralizada, porque algunas han
contestado, otras ni siquiera lo han hecho y otras han contestado
diciendo que están elaborando los presupuestos y, por tanto, no nos
pueden enviar ninguna información. Por consiguiente, eso establece
dificultades objetivas y extremas. Esta no es ninguna cuestión de
mayoría, sino de ineficacia. Se ha hecho una ley con la mejor
intención, con el mayor acuerdo, pero altamente ineficaz a la hora de
estos procedimientos, aunque estupenda
para otras cosas. De hecho, si se piensa que se puede hablar de
cómo se puede agilizar, que se haga. El señor Pérez Casado han dicho
que están dispuestos a hablar, sin asumir absolutamente el más mínimo
compromiso por su parte, como tampoco lo tiene el Gobierno,
simplemente hablar. Dice el señor Campuzano que él no quiere que se
haga ninguna modificación en la Ley de Cooperación, pues no se hace y
punto. Bueno, no se hará con el consenso completo, lo veremos; si
seguimos deseando que haya un consenso total, no lo podríamos hacer.

Nadie quiere conceder al señor Campuzano el derecho de veto por mucho
que todos le apreciemos tanto y que incluso me pueda ayudar, si me lo
dice luego, a descubrir cosas que tengo en mi subconsciente.




Respecto a que continuamos sin haber elaborado una doctrina que
incida en los flujos migratorios, lo he contestado antes en la
respuesta a la señora Julios. Creo que la tenemos y precisamente por
eso es por lo que actuamos en los países en los que dice el señor
Campuzano que no es en los que teníamos que actuar.

Habla del escasísimo apoyo de España a ACNUR. Pues bien, ha sido sólo
372 millones los que hemos dedicado a ACNUR como contribución
oficial. Además, hay contribuciones voluntarias. ¿Que pueden ser más?
Sin duda. ¿Que ACNUR querría que fuese más? Sin duda. Yo le
agradecería mucho al señor Campuzano, una vez que supere la etapa
veraniega, que nos diga de dónde lo podemos quitar, si lo quitamos de
la ayuda humanitaria, de la política de género o de aspectos
culturales, porque como lo que hay es lo que hay, a ACNUR se le dan
contribuciones obligatorias y voluntarias y ahora se ha hecho una
cosa extraordinaria y se va a hacer con Cruz Roja Española y con el
plan mundial de alimentos, del sistema de Naciones Unidas, con 90
millones, y se va a hacer con la fundación CEAR, que tiene una
presencia allí a través de ACNUR precisamente. Esto es lo que le
puedo decir.

En cuanto a que había una escasa referencia al sida, he de decir que
es un plan que tiene cierta flexibilidad, pero entre el año 1999 y el
año 2000 el total de la cooperación oficial española, sólo la
oficial, dedicada al sida ha sido de 1.011 millones de pesetas. Me
parece que tampoco es una cantidad menor. A lo mejor lo que prefiere
el señor Campuzano es que dediquemos menos al sida y más a ACNUR o
menos a ACNUR y más al sida. Yo escucho propuestas, las estudiaremos,
pero no le digo que vayamos a hacer lo que nos diga.

Compartimos, efectivamente, la referencia a los derechos humanos. Ha
puesto algunos ejemplos, como el de China Turquía -país con el no hay
cooperación- Angola, y se ha olvidado curiosamente de Cuba, país con
el que la cooperación está suspendida precisamente por la situación
de los derechos humanos. Creo que tiene razón el señor Campuzano, lo
que pasa es que podríamos citar también al resto de los países con
losque cooperamos. Entonces veremos que estos que tienen



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algún problema o algún gravísimo problema en el caso de derechos
humanos son una minoría. Creo que vamos en la buena dirección, creo
que ha sido bueno el que se haya avanzado en la Unión Europea, por
impulso español, en la cláusula democrática, en exigir que la
cooperación quede condicionada a que se respete la democracia y los
derechos humanos en estos países, entendiéndolo muchas veces de una
manera un tanto laxa, precisamente por la presión de aquellos países
que quieren que se preste una mayor atención a los países menos
avanzados. En esos países menos avanzados, los niveles de democracia,
de respeto al Estado de derecho, de derechos humanos, no digamos ya
de Estado del bienestar, son indescriptibles, como bien conoce S.S.

Sin embargo, esto se hace de una manera laxa en el sentido de valorar
la tendencia, de que haya mejoras, de que haya esfuerzos, de que haya
compromisos por parte de los gobiernos. En cualquier caso, si analiza
S.S. lo que es la cooperación española, verá que los casos -y alguno
hay- en que los derechos humanos no son plenamente respetados son una
radical minoría y además se mantiene constantemente la denuncia de
esa situación en todos los foros internacionales. La situación ha
cambiado radicalmente respecto de la que se tenía hace unos años
porque también ha cambiado la situación del mundo. Es más fácil decir
esto ahora que cuando había guerra fría. Hoy se puede decir y toda
Iberoamérica, con una sola excepción, tiene regímenes democráticos,
llenos de imperfecciones, con enormes fragilidades, estamos
esforzándonos en el fortalecimiento institucional, pero tiene
democracia y eso es algo muy importante. Hemos podido ver cómo en
casos como el de Paraguay, cuando hubo el golpe de Estado, como el de
Perú cuando hubo dificultades extremas, ha sido la presión
internacional la que ha impedido que esos países tomen una deriva
indeseable y que hoy en el Perú haya habido unas elecciones limpias y
un Gobierno legítimo rigiendo los destinos de ese país.

Finalmente, señor Campuzano, empecé hablando de sus incongruencias y
voy a terminar también con ellas. Posición sobre los países menos
avanzados. Ha sido usted el que ha dicho que no se tiene que cambiar
la Ley de Cooperación. Yo he dicho que creo que es una espléndida ley
y que es la que nos vincula, pero no son las Tablas de la Ley y por
lo tanto podría introducirse alguna reforma. Yo hablaba simplemente
en algunas cuestiones procedimentales; el señor Pérez Casado también
dijo que estaban dispuestos a hablar sobre cuestiones procedimentales
y el señor Izquierdo, que lo conoce muy bien, nos recordó que con
todo es perfectible y se pueden ir introduciendo mejoras; ha sido
usted el único que ha dicho que no se puede cambiar esa ley. Pues
bien, esa ley que usted no quiere cambiar y que en este punto yo
tampoco, dice: Prioridades geográficas. Artículo 6. Se considerarán
como áreas geográficas de actuación preferente los países de
Iberoamérica -todos ellos-, los países árabes del norte de
África y de Oriente Medio, así como aquellos otros de menor
desarrollo con los que España mantenga especiales vínculos de
carácter histórico o cultural. Dígame, si con la Ley de Cooperación
en la mano, estamos habilitados para considerar como zona geográfica
preferente los países menos avanzados. Dígamelo. Yo le acabo de leer
la ley que usted dice que no se tiene que cambiar, y que yo digo que
en este punto tampoco se tiene que cambiar, que yo elogio el conjunto
de la ley. Por lo tanto, no es posible, aunque quisiéramos no
podríamos hacerlo porque es la ley la que nos obliga a hacer esto.

Además, es la voluntad del Gobierno, compartida en esta Cámara, la
que nos lleva a otras zonas prioritarias.

Hay algo más sobre los PMA. Yo me atreví a decir -lo apunté sólo- que
el debate sobre los PMA no siempre es transparente. Ningún país de
Centroamérica ha sido incluido en la clasificación de país menos
avanzado, pese a que varios países centroamericanos se encuentran
entre los países del mundo con un menor grado de desarrollo. Así,
Nicaragua, con un PNB per cápita de 430 dólares, no está incluido en
los PMA, al igual que Honduras, con 760 dólares, y el resto de los
países centroamericanos que apenas sobrepasan los 1.000 dólares de
renta per cápita: Gutemala, El Salvador o la República Dominicana. En
contraposición, algunos PMA tienen un PNB per cápita superior a 1.000
dólares. Por ejemplo, Banuato, con 1.419; Tubalu, 1.320; Liberia,
1.210. Hay diez PMA más que tienen mayor renta per cápita que
Honduras y quince más que Nicaragua. La mayoría de países calificados
como países prioritarios para la cooperación española no superan los
2.000 dólares de renta per cápita. Es el caso de Albania, 870
dólares; Bolivia, 1.010; Filipinas, 1.020; Marruecos, 1.200; Ecuador,
1.310; Argelia, 1.550; Paraguay, 1.580; Guatemala, 1.660; Namibia,
1.890; El Salvador, 1.900; República Dominicana, 1.910. Es decir, a
excepción de Perú, que tiene 2.390 dólares per cápita, y Túnez, con
2.100 dólares de renta per cápita, el resto de la cooperación
española se centra en países con PNB per cápita por debajo de 2.000
dólares, con excepciones de países en conflicto o en transición, que
a pesar de tener un PNB per cápita superior merecen atención de la
cooperación española, pero porcentualmente en el grueso del
presupuesto es una cantidad menor.

Así es como actúa la ayuda oficial al desarrollo, pero así es como
actúa también el grueso de las organizaciones no gubernamentales, con
algunas excepciones, pero todas ellas tienen una orientación todavía
más volcada hacia Iberoamérica o hacia el Magreb que la de la ayuda
oficial estatal y es hacia donde actúa la cooperación
descentralizada. Por ejemplo, la cooperación de Cataluña, tiene un
instituto para los países iberoamericanos y otro para el Mediterráneo
y, sin embargo, no lo tiene para los países menos avanzados; es
evidente que viniendo de mí no sólo no lo critico, sino que elogio
que la cooperación descentralizada se ajuste, como es



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su deber, a lo que prescribe la Ley de Cooperación: usted y yo
compartimos lo buena que es, que yo creo pero es perfectible y usted
cree que no se debe cambiar.




El señor PRESIDENTE: Señorías, como habrán podido comprobar nos
encontramos en el veranillo de San Miguel. Sin duda, las temperaturas
de verano han llegado también a prolongarse hasta el mes de octubre,
aunque de pronto la relajación propia del verano desde un punto de
vista climatológico, y también desde un punto dialéctico, parece que
de pronto ha cambiado de forma rápida y ha dado lugar a un otoño más
caliente desde un punto de vista exclusivamente dialéctico.

Hay grupos que me piden el uso de la palabra, les rogaría que
intervinieran con la mayor brevedad.

Señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADÈS: Es evidente que no puedo reabrir el
debate en todos los extremos que ha planteado el señor Cortés, que
habrá cuestiones en las que quizá podremos profundizar en el debate
de presupuestos, ocasión en la que van a existir enmiendas de mi
grupo parlamentario, que espero que encuentren el apoyo del Grupo
Parlamentario Popular.

Querría hacer dos comentarios en relación con estas incoherencias que
el señor Cortés pretendía poner de manifiesto. En ningún momento
nadie en esta Cámara está haciendo entrar en contradicción dos
consideraciones, sobre las que debemos reflexionar con calma, que es
la sugerencia que yo le hacía al señor Cortés. Existe un problema en
relación con los países menos adelantados, existen estos compromisos
como los de Bruselas y existen estas cifras marcadas por Naciones
Unidas y eso nos obliga a una reflexión. El hecho de que tan solo
Grecia esté por debajo del compromiso con los PMA nos obliga a una
reflexión sobre qué estamos haciendo en esta materia. Negar esta
evidencia me parece como mínimo sorprendente y el señor Cortés no
puede desmentir estas cifras. Quizás deberá cambiar los criterios del
GATT, los de Naciones Unidas, los del Banco Mundial; yo entiendo que
el señor Cortés tiene más razón que todos estos organismos y espero
que los pueda convencer con su vehemencia.

La segunda consideración va referida a un debate que yo intento
plantear y usted no quiere entrar en esta discusión. También se lo
pido en tono de reflexión, porque es una cuestión pendiente en España
de manera muy importante, cómo vinculamos la inmigración con un
factor de desarrollo de los países de donde proviene esa inmigración.

Efectivamente, la inmigración española, como la de prácticamente
todos los países del mundo, proviene de países de renta media. En
algunos países de la Unión se está trabajando sobre la idea del
codesarrollo, sobre cómo convertimos la inmigración en agente de
desarrollo en los países de origen. Sobre esta consideración no
existe ningún tipo de referencia ni en el plan director ni en el plan
anual 2001 ni en el
plan del 2002. Tal vez no estemos hablando de grandes cifras de
dinero, pero estamos introduciendo fórmulas, maneras, estrategias que
puedan incidir en convertir esta capacidad de generación de riqueza
que tienen las personas inmigrantes en un elemento que permita que el
norte de Marruecos, que Ecuador, que Colombia, se puedan desarrollar.

Insisto, léase algunos proyectos de Cáritas, algunas iniciativas de
Codespa, terriblemente sugerentes, mucho más imaginativas que el plan
director o el plan de acción, o léase simplemente las conclusiones de
Tampere o la última comunicación de la Comisión Europea al Parlamento
y al Consejo sobre política de inmigración donde introduce algunas
líneas. Si se lo lee, quizás lo podrá incorporar, copiándolo
directamente, al plan para el año que viene.




El señor PRESIDENTE: Señor Pérez Casado, puede intervenir también con
la máxima brevedad.




El señor PÉREZ CASADO: Voy a ser brevísimo, señor presidente.

Entiendo que aquí había una solicitud de comparecencias, los
solicitantes hemos intervenido y si hay una reapertura del debate
general, solicitaría de la presidencia un turno de palabra
kilométrico. En aras de la brevedad, diré que hay temas que tanto el
secretario de Estado como el portavoz de Convergència han tratado y
sobre los que, obviamente, el Grupo Socialista tiene opinión.

Solamente quiero hacer constar que tenemos opinión al respecto y que
no vamos a manifestarla ahora.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, señor
Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Quería hacer las mismas consideraciones
que ha hecho el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista. Son
iniciativas del Grupo Parlamentario Socialista y del Grupo
Parlamentario Popular que de alguna manera, por el curso de los
acontecimientos hemos quedado al margen del debate. No queremos
entorpecer la marcha de la Comisión, aunque tendríamos mucho que
decir sobre la intervención o sobre los juicios de valor, no se sabe
si positivos o negativos, que ha hecho el Grupo Parlamentario
Catalán, que -dicho sea de paso- ha aprobado y ha apoyado el plan
director, los Presupuestos Generales del Estado, su marco
presupuestario para la cooperación española, pero nos llevaría mucho
tiempo profundizar en este debate y lo dejaremos para mejor ocasión.




El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado tiene el uso de
palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMÉRICA (Cortés Martín): En mi intervención me he referido al
problema de los PMA y he hablado de la posición española, que es
diferente de la de otros países,



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y me he referido a la conferencia que ha habido en Bruselas, donde
España mantenía una posición distinta y la he explicado.

Sigo viendo la misma incoherencia, porque la política de ayuda al
desarrollo que hacemos vinculada a la inmigración es precisamente con
los países de donde viene la inmigración. La estamos haciendo no solo
dentro de la Administración con la Secretaría de Estado del
Ministerio del Interior que se ocupa de ello, sino también con las
organizaciones que se ocupan asimismo de ello. Evidentemente,
conocemos la posición de Cáritas y la de Codespa sobre el
codesarrollo y las remesas de inmigrantes y lo que pueden hacer, pero
hay un punto que no figura en el plan director, y sigue sin figurar
en su intervención, que es el de la política agraria común y la
protección al comercio de esos países, porque, de nada servirá todo
lo que se pueda hacer para el desarrollo de esos países si luego no
puede comerciar con esos bienes.

Sobre los PMA, vuelvo a decir de nuevo que estamos todos obligados
por la ley. La ley es la que nos obliga y no las cifras o los ranking
que dé Naciones Unidas, que son indicativos y que nos dicen que
estamos aquí. Estamos donde nos ha dicho la sociedad española que
estemos y nosotros tomamos esa prioridad; probablemente si hacemos
otro ranking y vemos la ayuda a Centroamérica estamos en cabeza, pero
eso no se quiere decir y se quiere simplemente sacar un ranking que
alguien puede entender negativo, no en mi caso, porque nosotros no
tenemos esos países como prioridad por voluntad de la Cámara -por
voluntad de la Cámara expresada unánimemente en la Ley de
Cooperación- y por coherencia con nuestra política exterior y, entre
otras, con la política de inmigración que recibimos de esos países y,
aunque quisiéramos, no podríamos hacerlo. No obstante, todo el debate
de los PMA es poco transparente, hecho al servicio de los intereses
de determinados países que lo hacen por vinculación con territorios
con los que tienen una vinculación histórica, cultural o económica
especial, como le he podido demostrar a la hora de dar algunos datos
sobre qué se considera PMA y a qué no.

Muchas gracias, señor presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor secretario de Estado, por
sus explicaciones.

Interrumpimos durante unos brevísimos instantes la sesión para
despedir al señor secretario de Estado y dar la bienvenida al señor
secretario general de la Agencia. (Pausa.)



PREGUNTAS:



- DE LA SEÑORA ROMERO LÓPEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE COOPERACIÓN BILATERAL ACTUAL CON BOLIVIA. (Número de expediente
181/000653.)
- DE LA SEÑORA RUIZ RUIZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL
CONGRESO, SOBRE ESTADO Y EVOLUCIÓN DE LA COOPERACIÓN CON BOLIVIA.

(Número de expediente 181/000901.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, continuamos la sesión agradeciendo la
presencia del secretario general de la Agencia Española de
Cooperación Internacional para el Desarrollo, señor Rodríguez-Ponga.

Quiero comunicar a SS.SS. que a solicitud de los portavoces de los
grupos parlamentarios se procede a alterar el orden del día para
tratar en primer lugar las preguntas orales, sustanciándose con
posterioridad las otras comparecencias solicitadas, a las que
contestará el señor secretario general.

Comenzando con las preguntas orales, en primer lugar se sustanciarán
conjuntamente, cumpliendo lo acordado por Mesa y portavoces, las
preguntas que figuran con los números 9 y 10, ambas referidas a
Bolivia.

Tiene la palabra doña Carmen Romero.




La señora ROMERO LÓPEZ: Señor presidente, en el anterior periodo de
sesiones mi grupo presentó una proposición no de ley pidiendo un
programa de acompañamiento para la erradicación de los cultivos de
coca en Bolivia. El Grupo Popular votó entonces en contra con el
argumento de que no todo es cooperación y que Bolivia necesita una
mayor apertura de mercados, cuestión que evidentemente compartimos y
que parece de Perogrullo, pero que en aquel debate parlamentario
sirvió para que el Grupo Popular votara en contra de nuestra
proposición no de ley.

No voy a insistir ahora en debates anteriores porque tengo la
respuesta por escrito del Gobierno donde abunda en los programas
existentes de cooperación con Bolivia. La cooperación con este país
ha estado siempre quizás por encima de la media de la efectuada con
otros países, eso demuestra que España no sólo con este Gobierno sino
también anteriormente ha tenido unos mecanismos de cooperación que
han permitido fluidez en las relaciones, así como apoyar determinados
proyectos, y ahí está la cifra que me brinda el Gobierno de 1.600
millones del conjunto de la cooperación, según los datos de que
dispongo. El anterior compareciente, el secretario de Estado,
escribió en un artículo sus consideraciones acerca de la cooperación
y la necesidad de establecer los tratos preferenciales con quienes
tenemos comunidad de lengua, de intereses, etcétera, y como este
argumento seguramente se ha debatido en esta Comisión muchísimas
veces, no voy a insistir en él.

La cooperación con los países andinos tiene además efectos añadidos y
tiene orígenes que desde la perspectiva de nuestro grupo es preciso
abordar con un enfoque especial. Ahora estamos viendo lo que financia
el narcotráfico, además de la supervivencia de los campesinos



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y el enriquecimiento de las mafias. Esto, desde nuestro punto de
vista, exige un abordaje especial, así lo han considerado los países
donantes y el último encuentro del grupo consultivo para Bolivia,
celebrado en octubre de 2000, lo ha tenido en cuenta. Piensa mi grupo
que el desarrollo integral alternativo en las zonas que están
expulsando a la población (y no sólo en las zonas cocaleras, no sólo
en el Chaparé, esas zonas que hoy son cultivadoras de la hoja de
coca, sino sobre todo aquellas zonas que están expulsando población
por insuficiente desarrollo; curiosa paradoja, Potosí), este
desarrollo alternativo que está produciendo concentración en esas
zonas cocaleras necesita un abordaje diferente. España debe abordar
esta problemática de manera diferente a como lo está haciendo y
enfocar la situación que están viviendo los países andinos
intensificando todos los esfuerzos que se han hecho hasta ahora y
dándole una dimensión distinta. España va a estar en la presidencia
de la Unión Europea, mi pregunta es si España tiene prevista alguna
iniciativa para afrontar en común con el resto de los países europeos
una nueva dimensión de esta cooperación para Bolivia.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra doña María
Jesús Ruiz.




La señora RUIZ RUIZ: Efectivamente, como decía la diputada que me
acaba de preceder en el uso de la palabra, hace aproximadamente cinco
meses tuvimos ocasión de debatir en el seno de esta Comisión, a
propuesta de una resolución que ella presentaba, el tema de la
cooperación con Bolivia en un asunto puntual que se refería a la
erradicación de los cultivos de coca, en la medida en que se
planteaba cuál era la actuación que estaba llevando a cabo la
cooperación española.

Yo quería plantear la pregunta en un sentido mucho más amplio porque
incluso ayer mismo, en la prensa nacional, veíamos que hay otros
problemas, que entiendo que deben reflejarse y que deben ser también
objeto de preocupación de la cooperación española, como el posible
tráfico de niños. Esto da idea de lo que puede ser una situación que
tiene muchas connotaciones y puede estar referida incluso a las
mafias, a las que aludía también la diputada Romero, que puede tener
unas conexiones importantes con el narcotráfico. Curiosamente, según
la información que venía ayer en la prensa, esta situación se produce
en una zona muy concreta que es Santa Cruz, donde la propia agencia
tienen un centro permanente de actuación.

Viendo cuáles son las informaciones que podemos manejar de las
actividades que realiza la Agencia Española de Cooperación en
Bolivia, que es uno de los países, como también ahora mismo se decía,
objeto prioritario de la cooperación española, quería plantear cuál
es el estado y la evolución de lo que ahora mismo es la cooperación
en Bolivia. El estado más o menos lo podemos conocer por la
información que se obtiene a
través de la propia documentación que manda la agencia y del acceso
que podemos tener a los programas específicos a través de Internet,
pero me gustaría saber si se plantea de cara a la evolución de esa
cooperación toda la problemática derivada de la situación económica
concreta, del hecho de que estemos hablando de un país que es el que
tiene menor renta per cápita de todo Hispanoamérica y sobre todo
teniendo en cuenta que es uno de los países que ha sido y es objeto
de atención especial por parte de la cooperación española. Por tanto,
en qué medida se ha dado esa evolución, cuáles han sido los programas
que han intentado hacer frente a esas situaciones, no sólo a la
generación de otros cultivos alternativos que erradiquen el de coca,
sino también cuáles son las medidas que puedan hacer frente a
situaciones como el problema del tráfico de niños.




El señor PRESIDENTE: Para contestar, tiene la palabra el secretario
general de la Agencia Española de Cooperación Internacional.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN
INTERNACIONAL (Rodríguez-Ponga y Salamanca): Comparezco por segunda
vez en esta Comisión, en este caso para contestar con mucho gusto las
preguntas formuladas por el Grupo Parlamentario Socialista y por el
Grupo Parlamentario Popular, las dos primeras sobre la cooperación
con Bolivia.

La cooperación con Bolivia hay que enmarcarla en un planteamiento muy
amplio de cooperación. Si hacemos cooperación al desarrollo en
Bolivia es porque Bolivia es un país prioritario por la propia Ley de
cooperación como país iberoamericano que es, por el plan director
2001-2004 y también lo es en el Plan anual de 2001. Bolivia, desde
todos los puntos de vista, es un país prioritario para la
cooperación, de ahí que la cooperación española tenga en Bolivia una
actuación muy amplia y afecte a sectores muy diversos. Pero no sólo
de ahora por este Gobierno o por este secretario general que les
habla, sino que ya antes del Gobierno del Partido Popular los demás
Gobiernos habían dedicado una atención muy especial a Bolivia, que es
un país que tiene una situación geográfica muy concreta en el
contexto iberoamericano. Se habla de la mediterraneidad de Bolivia
como un concepto histórico, es un país con una multiculturalidad y un
multilingüismo amplio y eso hace que sea una nación hermana y amiga,
a la que España dedica una atención muy preferente. De ahí que España
haya estado presente en todas aquellas iniciativas que contribuyan al
desarrollo de Bolivia, por un lado, en reuniones del grupo consultivo
para Bolivia, por otro, en la iniciativa para la condonación de la
deuda externa. También ha participado España activamente en la
estrategia nacional de desarrollo sostenible, y quiero recordarle
como marco jurídico que en el año 1998 se firmó el Tratado general de
cooperación



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y amistad entre España y Bolivia. La comisión mixta se ha celebrado
recientemente, pero no quiero entrar en detalles que, señor
presidente, creo que SS.SS. conocen o pueden conocer en cuanto a las
cifras o fechas de la cooperación con Bolivia.

Entiendo que las dos preguntas se refieren a temas concretos, a
sectores específicos de la cooperación. La Primera pregunta se
refiere a la sustitución de los cultivos de coca y a la posibilidad
de establecer alguna iniciativa europea en esta materia. Entiendo que
ese es el sentido de la pregunta y debo decir que estamos trabajando
ya en ello. La verdad es que la Agencia Española de Cooperación tiene
ya dos proyectos de cultivos alternativos a la coca en Chaparé, para
el cultivo de palmito y para el cultivo de pimienta, estamos
trabajando con esa idea. Son ideas realmente sugerentes, atractivas,
importantes, interesantes, a veces difíciles de realizar por razones
que aquí se han mencionado, por intereses de la propia gente del país
o de gente de fuera del país, hay muchos intereses que complican las
cosas. Hay proyectos alternativos en Bolivia, pero de la misma forma
que cuando en otros países la agencia de cooperación decide apoyar al
sector cafetalero y a los pequeños agricultores cafetaleros lo hace,
por supuesto, por apoyar a esos productores cafetaleros, lo hace
también por evitar el avance de otro tipo de cultivos que son
claramente perjudiciales y que solamente ayudarían a fomentar el
narcotráfico y todo tipo de consecuencias negativas. Sí estamos
trabajando de alguna forma en esa línea, por lo menos teniéndola en
consideración y haciéndolo incluso con otros países.

En el caso de Bolivia, lo que sabemos, los que están trabajando más
en esta materia son los Estados Unidos, que están construyendo
caminos para que estos productos alternativos puedan comercializarse.

Todo esto (no voy a decir que sea por acción española, sino sobre
todo por una decisión del Gobierno boliviano) ha hecho que si en el
año 1995 había 25.000 hectáreas de cultivo de coca, ahora se hayan
reducido a sólo 6.000 hectáreas. Es decir, la extensión de los
cultivos de coca en Bolivia se ha reducido significativamente. La
aportación de la AECI, yo en este caso concreto hablo en nombre de la
agencia, se refiere a estos dos proyectos.

Además de este caso concreto, y respondiendo ya la pregunta de los
demás sectores en los que está presente la cooperación española a
través de la AECI en Bolivia, hay que decir que en el sector de la
educación estamos en educación primaria, en formación de profesores,
en formación de asesores pedagógicos, en cooperación
interuniversitaria, en becas, en ayudas de investigación, en un
restaurante-escuela en Santa Cruz de la Sierra, tenemos un centro de
formación en Santa Cruz de la Sierra, tenemos una oficina técnica de
cooperación también en Bolivia. Estamos en salud, en programas de
fortalecimiento de salud publica, en apoyo al Plan Nacional de Lucha
contra el Cáncer, en apoyo a la atención primaria de salud familiar y
comunitaria. Estamos
en sectores como el medio ambiente, en el proyecto integral del eje
andino Apolobamba, estamos en aprovechamiento económico de la
biodiversidad, en la vicuña, en la piscicultura, la educación
ambiental, el fortalecimiento del ecoturismo, la introducción del
microrriego. Estamos también en materia de electrificación rural.

Estamos en la reforma institucional, Gobierno y sociedad civil,
fortalecimiento del Instituto de la judicatura, Centro de
capacitación del ministerio público, formación de funcionarios,
fiscalía. También hemos tenido actuaciones concretas en ayuda
alimentaria, que es precisamente donde entrarían los cultivos
alternativos a la coca como el palmito y la pimienta; por cierto, el
proyecto concreto que se refiere al cultivo del palmito, según me
dicen, está siendo un éxito y ya se está comercializando y exportando
el palmito boliviano que ha sustituido a la coca. Participamos en
programas de preservación de patrimonio cultural, en los centros
históricos de Potosí, de Sucre, rehabilitación de áreas históricas,
misiones jesuíticas. En fin, una serie de programas o de proyectos en
ámbitos muy distintos.

Lo que sí quiero decir es que Bolivia es una prioridad para España
desde el punto de vista político, y no me refiero sólo a la política
de cooperación, que ya de por sí es una prioridad. Eso se percibe en
que el presidente de la República, Quiroga, vendrá a España
próximamente, y en el mes de agosto estuvo en Bolivia el secretario
de Estado de Cooperación Internacional y para Iberoamérica -que ha
comparecido ante esta Comisión hace unos minutos- acompañado por el
director general de Política Exterior para Iberoamérica. Ambos
constataron una excelente relación bilateral y una excelente relación
dentro de la comunidad iberoamericana y multilateral, así como el
buen funcionamiento de la cooperación.




El señor PRESIDENTE: Señora Romero.




La señora ROMERO LÓPEZ: Gracias, señor secretario general.

Entiendo, por la respuesta que me ha dado, que España no tiene
ninguna iniciativa específica para plantear una dimensión nueva de la
cooperación durante la presidencia europea, que comprenda un programa
de acompañamiento a la erradicación de esos cultivos. Baso esta
afirmación en que no estamos hablando de sustitución de cultivos ni
estamos hablando de los palmitos; estamos hablando de una cosa más
importante. Los países andinos tienen una problemática especial, y
España tiene una relación especial con esos países que de ninguna
manera podemos dejar en manos de Estados Unidos. Se ha referido a los
programas de Estados Unidos sobre infraestructuras, caminos,
etcétera; Estados Unidos también está en la iniciativa del plan
Colombia, pero mi grupo plantea una actuación diferente de España. Mi
grupo pide una iniciativa especial durante la presidencia de la Unión
Europea para que



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los países europeos tengan una actuación distinta a la de otros
países de ese continente con otros intereses, como puede ser Estados
Unidos.

Europa tiene otra tradición, otro modo de enfocar estas situaciones,
y España debe tener una iniciativa ahora, que va a ostentar la
presidencia de la Unión Europea, que no puede limitarse a extender el
cultivo de palmitos; nos parece un objetivo muy poco ambicioso.

Desarrollo integral alternativo no significa exclusivamente
erradicación de cultivos, significa también la aportación de
infraestructuras, de mecanismos para el ciclo del agua y de mayor
formación. El problema del narcotráfico tiene una dimensión que va
mucho más allá de la extensión de unas hectáreas de cultivo de
palmitos; estamos en otra dimensión.

Mi grupo ha formulado esta pregunta, consciente de que incluso el
tráfico de niños está dentro de las consecuencias de una economía que
depende todavía del narcotráfico. Hemos formulado la pregunta porque
España ostentará pronto la presidencia de la Unión Europea, porque
existe el plan Colombia y existe la proyección de Estados Unidos en
la zona. Mi grupo no comparte que esta proyección de Estados Unidos
en la zona sea la única posible; Europa puede tener otra distinta, y
España tiene la obligación de plantearla en Europa para dar otra
dimensión a nuestra cooperación con Bolivia. Ya he dicho que era una
cooperación prioritaria, pero no es suficiente para la etapa que
están viviendo los países andinos, y especialmente un país como
Bolivia, que ha hecho un esfuerzo muy importante para erradicar los
cultivos y aún no ha completado esa etapa difícil.

La Comisión mixta visitó Bolivia; visitó Chapare, Cochabamba y toda
esa zona, y está dispuesta a apoyar todos los esfuerzos que haga el
Gobierno y a hacer un seguimiento en Bolivia del programa de
acompañamiento. Pero se precisa la voluntad del Gobierno para
presentar la iniciativa cuando ostente la presidencia europea. Esa
era la pregunta de mi grupo y, desgraciadamente, su respuesta ha sido
negativa.




El señor PRESIDENTE: Señora Ruiz.




La señora RUIZ RUIZ: Yo quisiera que el secretario general explicara
si, dentro de los programas que están en marcha en Bolivia y que
tienen que ver con la formación de recursos humanos y con el
fortalecimiento de la salud pública, existe alguno específico, además
de los correspondientes a la formación de responsables de la atención
médica, dirigido a la población en general, y más concretamente a la
mujer como primer agente de salud.

Quiero hacer una precisión respecto a lo que se ha debatido aquí
sobre políticas de cultivos alternativos. Aunque entiende mi grupo, a
partir de los datos que maneja de comparecencias anteriores y de
respuestas del Gobierno, que se trata de una fase ya iniciada,
creemos que es conveniente que se potencien con el
Gobierno de Bolivia, a través de la buena relación que mantienen
ambos gobiernos -como se ha dicho aquí-, medidas que permitan la
apertura de los mercados y que permitan, asimismo, que el Gobierno de
Bolivia dé salida a los productos alternativos. Este problema es el
que hace que no se lleguen a erradicar definitivamente esos cultivos;
se cultivan porque son más rentables para el campesino boliviano que
otros que intenta introducir la cooperación española. Aunque es una
decisión que corresponde en gran medida al Gobierno de Bolivia,
proponemos que la cooperación española trabaje, desde la presidencia
europea y en otros foros de actuación en los mercados, por crear los
cauces necesarios que permitan abrir los mercados y aportar mayor
fluidez y renta a los cultivos alternativos que intentamos
fortalecer.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el secretario general de la
Agencia.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN
PARA EL DESARROLLO (Rodríguez-Ponga y Salamanca): Contestaré muy
brevemente, puesto que la cuestión es realmente compleja y, si
hablamos de narcotráfico, hay otras personas mucho más expertas que
yo y que saben mucho más de las implicaciones internacionales del
narcotráfico en países en vías de desarrollo y en países
desarrollados y muy desarrollados.

Si hablamos de Bolivia en concreto, a mí, como secretario general de
la agencia, no me afecta que se diga que no podemos dejar esta
cuestión en manos de Estados Unidos. Dejar o no una cuestión en manos
de Estados Unidos es algo que decidirá el Gobierno boliviano;
e igualmente, decidirá trabajar en un determinada asunto con el
Gobierno de Estados Unidos o en otro con España. Si España trabaja en
unas determinada materias es porque se ha establecido así en una
comisión mixta en la que hemos firmado las dos partes. Si el Gobierno
de Bolivia -que, por cierto, es un gobierno elegido democráticamente-
decide trabajar con Estados Unidos, está en su perfecto derecho de
hacerlo; no lo criticamos ni dejamos de criticarlo, constatamos
simplemente que lo está haciendo. Gracias a la aportación de Estados
Unidos, de España y de otros países, Bolivia ha bajado de 25.000
hectáreas de cultivo de coca a 6.000; creo que es un dato favorable.

La pregunta es sobre la iniciativa que España pueda tomar dentro de
la Unión Europea durante la presidencia del próximo semestre. Esa es
una de la posibilidades que se pueden plantear, y agradezco la
pregunta, puesto que tenemos una cumbre Unión Europea-América Latina,
como ha anunciado el secretario de Estado. Ese puede ser uno de los
temas que puedan tratarse en la cumbre que se celebrará en España
entre la Unión Europea, América Latina y Caribe.




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Como he dicho, todos nuestros programas con Bolivia se hacen por
comisión mixta. Son programas bilaterales, a petición del Gobierno
boliviano, y estoy convencido de que todos ellos están contribuyendo
al desarrollo del empleo en sectores distintos del cultivo de la coca
y están desarrollando de forma amplia la economía y la sociedad, y
también la política y la administración de Bolivia. Creo que lo que
está haciendo la Agencia Española de Cooperación Internacional
contribuye en gran manera desde todos los puntos de vista -en el
sector educativo, en el sanitario, en el institucional o en el
cultural- al desarrollo de Bolivia y, por tanto, a erradicar estos
problemas de que estamos hablando.

En cuanto a la posibilidad de que nosotros sugiramos al Gobierno de
Bolivia cómo potenciar salidas específicas para determinados
productos o cuál sea el papel de la mujer, por ejemplo, en el sistema
sanitario, ahí también esta presente la Agencia Española de
Cooperación Internacional, desde luego en todo el apoyo al sistema
boliviano de salud, en el cual una buena parte son mujeres, no
solamente las que trabajan como sanitarias sino también la
beneficiarias del sistema de salud; desde luego, probablemente más de
la mitad son mujeres y con un papel protagonista. Puedo decir que en
el caso de los microcréditos una buena parte de los beneficiarios en
Bolivia, que debe ser como el 80 por ciento, son mujeres. Hablo un
poco de memoria, pero el papel de la mujer en los aspectos de
cooperación en Bolivia y en los países andinos en general es cada vez
más importante y más protagonista.

En relación con la salida de los productos, esto forma parte del
apoyo institucional que puede prestar España de asesorías técnicas,
de asesoramiento, de cooperación técnica en determinadas materias que
inciden en cuestiones complejas en el comercio internacional, pero
que en el caso concreto de los dos proyectos que la Agencia Española
de Cooperación está apoyando ya se ha conseguido, porque ya hay una
comercialización y una exportación de estos productos que se está
haciendo gracias a la aportación de la AECI.




- DEL SEÑOR PEDRET I GRENZNER (GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA), SOBRE
VALORACIÓN DE LA OPINIÓN DE CRUZ ROJA SOBRE LA GESTIÓN DE LA AYUDA
HUMANITARIA, EXPRESADA EN EL «INFORME MUNDIAL SOBRE DESASTRES».

(Número de expediente 181/000984.)



El señor PRESIDENTE: Para formular la pregunta que figura con el
número 11 en el orden del día, tiene la palabra el señor Pedret.




El señor PEDRET I GRENZNER: Señor Rodríguez- Ponga, la sociedad
española puede tener la tranquilidad de que las instituciones
públicas cuentan con
instrumentos de ayuda humanitaria que siendo mejorables han
demostrado su eficacia. Eso decía textualmente el señor Cortés en su
comparecencia ante esta Comisión el día 29 de mayo de 2001. Parece
ser que no todo el mundo es tan optimista al respecto y así el
informe mundial sobre desastres de la Federación internacional de
sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja establece algunas
matizaciones de una cierta importancia respecto a la eficacia de la
ayuda humanitaria, no evidentemente de la ayuda humanitaria española
sino a nivel internacional, en tratamiento global.

Nos preocupa especialmente no una crítica al Gobierno español sino la
auténtica eficacia de la ayuda humanitaria, la confección de la ayuda
humanitaria y de emergencia que podamos hacer para no hacer aún más
frágiles a los países menos desarrollados. Por ello, convencido de
que la Agencia y el Gobierno habrán sacado conclusiones de las
valoraciones de un agente tan importante en la materia, como es la
Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media
Luna Roja, le formulo la pregunta sobre cómo valoran esta opinión de
la federación internacional.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor secretario general de
la Agencia.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN
INTERNACIONAL PARA EL DESARROLLO (RodríguezPonga y Salamanca): Tengo
aquí el informe de la Cruz Roja al que se alude en la pregunta,
informe que está escrito en ingles con un pequeño resumen después en
español. Es un informe técnico hecho por una organización
internacional, la organización humanitaria más grande del mundo, que
tiene un enorme interés, y es un informe hecho por la Cruz Roja, la
organización de más prestigio y la más conocida. Tiene algunos
elementos de reflexión de gran importancia, porque plantea ya, desde
la propia introducción del secretario general de la Federación
Intenacional de Sociedades de Cruz Roja y Media Luna Roja, cuestiones
realmente interesantes para reflexionar. Plantea, por ejemplo, en
primer lugar, que ya no vale la ayuda de emergencia de llegar rápido
y salir rápido, que era un planteamiento que durante un tiempo se
consideró válido; la ayuda de emergencia y la ayuda humanitaria
tienen que ser más a largo plazo, lo cual implica que estas
organizaciones humanitarias como la Cruz Roja desean involucrarse más
en el desarrollo de los países, justamente para evitar esas
situaciones de desastre. Hay otro planteamiento que voy a leer
textualmente, porque es muy importante como lo dice: Es improcedente
inyectar recursos inadecuados en sistemas que funcionan mal. Por
tanto habrá que valorar si el país que recibe la ayuda tiene unos
sistemasque funcionan bien o que funcionan mal, porque eso va
precisamente referido a la eficacia de esa ayuda en un momento
determinado. Una tercera reflexión que



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me ha llamado la atención es que hay que invertir en la gente y no
solo en instalaciones; hay que propiciar cambios de comportamiento,
que es tan importante como construir hospitales. Esas son tres
reflexiones importantes que se nos plantean en este informe, pero
aparte de estas tres reflexiones iniciales que he comentado, hay dos
cuestiones más que me han resultado muy interesantes. La primera, es
que plantea la Cruz Roja que se vaya hacia una legislación
internacional en materia de respuesta ante desastres, que haya un
tratado internacional sobre cómo intervenir en casos de desastres.

Sería una nueva aportación de la Cruz Roja al derecho internacional
en el ámbito humanitario, como un paso más dentro de la gran
contribución que ha hecho a la humanidad la Cruz Roja desde su
fundación como Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja
en 1919.

Otra cuestión muy importante es la de las estadísticas. Este informe
tiene un apartado muy importante sobre las estadísticas que en la
traducción española se ha llamado -lo cito textualmente- datos
fidedignos para una intervención eficaz. Me parece que eso también es
muy importante. A veces las estadísticas se hacen a ojo de buen
cubero: hay tantos refugiados no sé dónde, hay tantos damnificados
por un terremoto, ha habido tantos muertos, etcétera. La Cruz Roja
plantea una cosa fundamental y es que hay que saber realmente cuántas
personas son y dónde están para poder atenderlas bien.

La conclusión es muy sencilla. Me pregunta S.S. por la valoración. La
valoración que hacemos desde la Agencia Española de Cooperación
Internacional es que es un informe útil, es muy útil.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Pedret.




El señor PEDRET I GRENZNER: Me alegro de que lo considere usted útil,
lo que me gustaría también saber -y seguramente va implícito en la
pregunta, aunque no lo haya formulado expresamente así- es cuáles son
las consecuencias, las medidas útiles que han empezado ustedes a
tomar a partir de entonces. Ya el día 29 de mayo de 2001, en época
anterior al verano y a las tormentas otoñales a que se refería antes
el presidente de la Comisión, el señor Cortés nos manifestaba que era
urgente la adopción de un protocolo sobre ayuda de emergencia y
humanitaria. Estamos ya en otoño, con las turbulencias a que antes se
ha referido el presidente, y desde luego las situaciones de
catástrofe humana, que algunos llaman catástrofes humanitarias,
y necesidad de ayuda de emergencia no puede esperar. Si hay alguna
urgente esa es, desde luego, salvar vidas, prevenir la pérdida de
vidas. Hay algunas cosas -citando el resumen en castellano del
informe- que creo que son importantes para el protocolo, aparte de
las estadísticas que hemos estudiado todos. Las estadísticas
respecto al importe de los daños causados por las
catástrofes en los países desarrollados y en los menos desarrollados
son enormemente significativas, quizá no tanto como el promedio de
muertos por catástrofe, dependiendo del desarrollo del país, que pasa
desde los 22,5 fallecidos -estas cosas tiene la estadística- en los
países más desarrollados hasta los 1.045 fallecidos por desastre en
los países menos desarrollados. Por eso hay una cosa muy importante
para el protocolo y es saber si realmente lo tienen en cuenta y en
qué momento de elaboración está el protocolo y cuándo nos lo podrán
presentar, así como la intervención del Consejo de cooperación al
respecto.

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la
Media Luna Roja dice que para proporcionar los recursos necesarios es
preciso que los donantes reformen sus estructuras de financiación a
efectos de integrar socorro y desarrollo y dar prioridad a la
inversión en la reducción de riesgos. En otra parte dice, en frase
más literaria -hemos hablado hoy mucho de literatura e
intertextualidad- que la preparación comunitaria en previsión de esas
tres es la única solución práctica para los países pobres que se
encuentran en zonas expuestas a altos riesgos. La gente del lugar es
quien puede aportar una ayuda eficaz en las primeras horas y, por lo
tanto, es preciso desarrollar sus capacidades. No es tan heroico como
volar hasta el lugar después del desastre, blandiendo fajos de
dólares, pero es más barato y se ha comprobado que da resultado.

A nosotros nos gustaría mucho, se lo aseguro, tener el conocimiento
hoy a través de sus manifestaciones de que el protocolo está avanzado
y de que avanzamos además en el protocolo en esta dirección, pero en
la comparecencia anterior hemos oído que esta tarde vuela un avión,
exactamente lo que está poniendo en solfa el informe de la Cruz Roja.

Si vamos a seguir siempre con el modelo que en el ámbito de
cooperación de la gente que se dedica a esto se llama de Hércules más
FAD, seguramente no estaremos cumpliendo la respuesta que debemos dar
a los puntos de alarma que nos da la Federación Internacional de
Sociedades de la Cruz Roja. Por ello, en la intervención que a buen
seguro tendrá usted inmediatamente me alegraría enormemente encontrar
la respuesta al grado de elaboración del protocolo y a la orientación
de este protocolo en el sentido que nos indica la Federación
Internacional de la Cruz Roja.




El señor PRESIDENTE: Señor Rodríguez-Ponga.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA PARA LA
COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA EL DESARROLLO (Rodríguez-Ponga y
Salamanca): Con gran alegría le puedo informar a S.S. que estamos
trabajando en el protocolo, que esperamos tenerlo en un plazo muy
breve y que este informe, que es muy útil, va a ser también



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muy útil para la elaboración de este protocolo español de ayuda de
emergencia. Una vez que tengamos el borrador, lo someteremos al
Consejo de Cooperación al Desarrollo para su conocimiento y
observaciones; a la Comisión Interministerial, porque hay muchos
ministerios que intervienen en esta materia, en ayudas de emergencia,
como Sanidad, Interior con Protección Civil, y Defensa, y a la
Comisión Interterritorial de Cooperación Internacional. Esto lo vamos
a poner en marcha en un plazo muy breve de unas semanas o de un mesy
tendremos así un primer borrador, que se ha sometido a todos estos
órganos asesores que prevé la ley en materia de cooperación
internacional para el desarrollo. Vamos a tener en cuenta, por
supuesto, muchas de estas cosas que vienen aquí porque las
compartimos y también compartimos estos comentarios. De hecho, la
Agencia está trabajando en ese sentido, pero no porque esté
trabajando ahora, sino porque lleva ya años trabajando de esa forma
Es decir, cuando se confeccionó un mapa de riesgos en Nicaragua hace
unos años por un grupo de geólogos españoles, era con la idea de
prevenir riesgos. No basta simplemente cuando hay un terremoto de
mandar un avión, unas mantas y unos kilos de comida, sino que se
trata de prevenir riesgos. El problema es que la prevención de
riesgos es más fácil en unos sitios y es más difícil en otros. Países
que por su propia naturaleza están sometidos a la posibilidad de
huracanes, de terremotos, de erupción de volcanes se encuentran en
situación de riesgo, hasta el punto de que uno de los geólogos
participantes en una de estas misiones de cooperación para elaborar
un mapa de riesgos en Centroamérica me dijo: si aplicáramos los
criterios españoles, no se podría construir en el 80 por ciento del
territorio de ese país. Y me dijo: por tanto es imposible porque
además para la población, por mucho que queramos, no sería concebible
que el 80 por ciento de un país fuera declarado parque natural,
reserva natural y toda la población tuviera que concentrarse en ese
20 por ciento queda fuera de los riesgos de movimientos sísmicos,
volcanes, riadas, inundaciones y demás.

En cualquier caso, a donde voy es que estamos trabajando sobre ello,
se ha trabajado sobre ello y se ha trabajado también en el otro
sentido, es decir, cuando sucede una emergencia internacional, sobre
todo en países hermanos y amigos, preguntar a la otra parte qué
podemos hacer y cómo quedarnos en cuestiones determinadas. Piense,
por ejemplo, en el caso del terremoto de Arequipa, en Perú, que fue
hace unos meses. Hubo un Hércules que salió de Torrejón, pero después
viajó allí el director general de Cooperación con Iberoamérica
precisamente para reunirse con autoridades peruanas, nacionales y
locales, y ver en qué más, y ya a largo plazo, podemos estar
presentes, podemos ayudar, podemos cooperar con las autoridades
peruanas. Todas estas ideas o al menos muchas de las ideas que vemos
en el informe de la Cruz Roja son compartidas por la Agencia
Española de Cooperación Internacional. Por eso digo que es un
informe que es muy útil, porque en este momento en el que estamos -en
la fase de redacción y de elaboración de este borrador de protocolo
de emergencias- tener este informe nos resulta de gran ayuda.




- DE LA SEÑORA RODRÍGUEZ CALLAO, DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN
EL CONGRESO, SOBRE PROYECTOS DE AYUDA DE EMERGENCIA QUE TIENE
ACTUALMENTE EN MARCHA LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN
INTERNACIONAL. (Número de expediente 181/000994.)



El señor PRESIDENTE: Había una pregunta conexa, que tal vez podía
haber sido sustanciada de una manera conjunta. En cualquier caso,
para la formulación de la misma, doy el uso de la palabra a doña
Berta Rodríguez Callao, en relación con el punto que figura con el
número 12 del orden del día.




La señora RODRÍGUEZ CALLAO: Como muy bien usted ha dicho, casi la
contestación de la pregunta que le iba a hacer la ha expuesto el
secretario general en estos momentos. Así y todo, yo quería mencionar
que la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo en su
artículo 12 nos indica que la ayuda humanitaria consiste en el envío
urgente con carácter no discriminatorio del material de socorro
necesario, incluida ayuda alimentaria de emergencia para proteger las
vidas humanas y aliviar la situación de las poblaciones víctimas de
catástrofes naturales causadas por el hombre o que padezcan una
situación de conflicto bélico. Hoy en día la humanidad parece
condenada a padecer grandes desastres naturales cada cierto tiempo.

Los terremotos nos colocan ante lo inexorable de la naturaleza
a pesar de los avances científicos. También hay otros fenómenos, como
son los huracanes, las sequías, que pueden tener cierta relación con
los cambios climáticos que se están produciendo en nuestro planeta
hoy en día. Pero este tipo de catástrofes acrecientan sus efectos
devastadores en aquellos países pobres cuyos escasos recursos
económicos les hacen vulnerables debido a la escasez de medios. En
muchas ocasiones se habitan zonas de alto peligro sísmico, en las que
se sitúan viviendas que no reúnen las condiciones mínimas para
superar los posibles terremotos y otros fenómenos que les supongan un
peligro grave. La atención urgente a las víctimas es imprescindible
no sólo basada en la generosidad del pueblo español, que ha sido
demostrada en muchísimas ocasiones, ni por la aportación de las ONG,
que colaboran prontamente en cualquier parte del mundo y ante
cualquier situación, sino también una ayuda institucional que
aglutine y encauce todo tipo de aportaciones. Estas situaciones de
catástrofe no sólo requieren la colaboración en un primermomento,
sino que además se necesita la continuidad,



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es decir, realizar aparte de la primera ayuda las siguientes
infraestructuras y mejorarlas. Esta ayuda de emergencia no está sólo
indicada para paliar las catástrofes de los posibles desastres
naturales y para ayudar a la población que sufre las hambres
originadas por las sequías y las guerras que constantemente asolan
nuestros países. Por esto desde el Grupo Popular preguntamos ¿qué
proyectos de ayuda de emergencia tiene actualmente en marcha la
Agencia Española de Cooperación Internacional?



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el secretario general de la
Agencia.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA PARA LA
COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA EL DESARROLLO (Rodríguez-Ponga y
Salamanca): La ayuda de emergencia junto con la ayuda alimentaria
forma parte de lo que la Ley de cooperación en su artículo 12 define
como ayuda humanitaria. La ayuda humanitaria tiene, por tanto, por la
propia Ley de cooperación esos dos conceptos: emergencia y ayuda
alimentaria, que se complementan y que en muchos casos van unidos. La
Agencia tiene un presupuesto para el año 2001 de 978 millones para
ayuda de emergencia y 1.913 para ayuda alimentaria, es decir, 2.900
millones de pesetas el año 2001, en números redondos, para ayuda
humanitaria en general, emergencia y alimentaria. En estos momentos
las cuestiones que están en marcha son las siguientes: para el
Ecuador, con motivo de la erupción del volcán Tunguragua, hemos dado
una ayuda de emergencia de 23 millones de pesetas que afectan a un
proyecto que va a gestionar la ONG española Ayuda en Acción para
acoger a 500 familias damnificadas que han tenido que salir de la
zona del volcán y para que puedan mantener su ganado y su medio de
vida aunque se hayan visto desplazados de este volcán en el Ecuador.

En cuanto a la población saharaui, hemos dado una ayuda alimentaria
recientemente. Está en este momento en un proceso de licitación para
enviar alimentos por valor de 250 millones de pesetas en algo que
consideramos una emergencia crónica, que es la situación de los
refugiados saharauis, a los que prestamos una atención prioritaria
desde la Agencia Española de Cooperación Internacional.

Ya me he referido al protocolo de emergencias, que ha anunciado
anteriormente el secretario de Estado y en el que estamos trabajando.

Quiero anunciar que también trabajamos con organizaciones
internacionales, como es evidente, con ACNUR, lo ha dicho también el
secretario de Estado, este año la aportación a ACNUR ha sido de 372
millones de pesetas. También trabajamos con ECHO, la Agencia de Ayuda
Humanitaria de la Unión Europea, cuya directora general precisamente
mañana viene a Madrid y con la que nos vamos a reunir para tratar de
estas cuestiones y unir la ayuda humanitaria
de la Comisión Europea con respecto a España ante la próxima
presidencia.

En este momento quizás los dos temas de más actualidad son los
refugiados afganos y la sequía en Centroamérica. En el caso de la
sequía en Centroamérica nosotros hemos tomado varias iniciativas. La
primera ha sido ofrecer a los gobiernos centroamericanos el apoyo de
España y el apoyo de la AECI para paliar, en la medida de lo posible,
las consecuencias de la sequía. Hasta ahora ni uno solo de los
gobiernos centroamericanos ha solicitado la ayuda oficial española
para esta cuestión. Hemos continuado tomando medidas; hemos reunido a
las organizaciones no gubernamentales españolas que trabajan en la
zona para seguir ofreciéndoles nuestra ayuda y para coordinar la
acción. Hemos pedido a nuestras oficinas técnicas de cooperación que
estén muy al tanto y que hagan una evaluación de la situación. Más
aún, el propio director general de cooperación con Iberoamérica, Juan
López-Dóriga, ha visitado hace unos días la región para conocer in
situ las necesidades y a pesar de nuestro ofrecimiento oficial, no
hemos recibido una solicitud de esos gobiernos para que la AECI
intervenga en Centroamérica.

La otra cuestión es la de los refugiados afganos. Respecto a los
refugiados afganos sí hay un llamamiento de la comunidad
internacional a través de Naciones Unidas y otras organizaciones
internacionales, gubernamentales y no gubernamentales, para atender a
los refugiados afganos que están llegando por millares a los países
vecinos. Aquí volvemos a lo que decía el informe de la Cruz Roja, es
muy importante saber las cifras, cuántos son, quiénes son y dónde
están, para poder atenderles adecuadamente. Por ahora -porque es
posible que en los próximos meses haya que realizar otras actuaciones
adicionales- la Agencia Española de Cooperación Internacional ha
destinado 290 millones para los refugiados afganos en los países
limítrofes. Anteayer lunes aprobamos dos subvenciones para
organizaciones que van a actuar directamente en la zona; aprobamos
150 millones para Cruz Roja Española y esta misma tarde, desde la
base de Torrejón, sale el avión fletado por Cruz Roja Española con
financiación de la AECI, en dirección a Pakistán. Además hemos
aprobado una ayuda de 50 millones de pesetas para la Fundación CEAR,
que está trabajando ya en Pakistán. También hemos aprobado otros 90
millones de la FAO, dentro del Programa Mundial de Alimentos que
gestiona la FAO y sabemos cómo está llegando esa ayuda de emergencia
a los refugiados afganos.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA
PARA LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA EL DESARROLLO (RODRÍGUEZ-
PONGA YSALAMANCA) PARA INFORMAR SOBRE:



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- EL BALANCE DE LAS ACTUACIONES IMPULSADAS PARA ALCANZAR EL OBJETIVO
DE LA EDUCACIÓN GENERALIZADA EN EL AÑO 2015. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO CATALÁN (CONVERGÈNCIA I UNIÓ). (Número de expediente
212/000295.)



- LAS PREVISIONES DEL GOBIERNO ACERCA DE LA REALIZACIÓN DEL OBJETIVO
DE LA EDUCACIÓN GENERALIZADA FIJADO PARA EL AÑO 2015, ASÍ COMO LAS
ACTUACIONES DEL GOBIERNO PARA ALCANZAR DICHO OBJETIVO Y PARA CUMPLIR
LA PROPOSICIÓN NO DE LEY DEL GRUPO SOCIALISTA, APROBADA EN ESTA
CÁMARA EL DÍA 29/09/99, RELATIVA A QUE LAS CANTIDADES ASIGNADAS A LOS
SECTORES SOCIALES BÁSICOS, EDUCACIÓN BÁSICA, Y EDUCACIÓN EN GENERAL,
REPRESENTEN EL 20 POR CIENTO, 10 POR CIENTO Y 25 POR CIENTO,
RESPECTIVAMENTE, DEL TOTAL DE LA AYUDA BILATERAL OFICIAL AL
DESARROLLO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA. (Número
de expediente 212/000465.)



- LA EVOLUCIÓN Y ACTUACIONES DE LA COOPERACIÓN ESPAÑOLA EN MATERIA DE
EDUCACIÓN. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL
CONGRESO. (Número de expediente 212/000521.)



El señor PRESIDENTE: Concluida la tramitación de las preguntas, y
continuando con el orden del día, vamos a proceder a sustanciar de
modo conjunto los puntos que figuran con los números 4, 5 y 6 del
orden del día referidos al objetivo de la educación. Para sustanciar
la información solicitada tiene el uso de la palabra el señor
secretario general del Agencia.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA PARA LA
COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA EL DESARROLLO (Rodríguez-Ponga y
Salamanca): Comparezco para hablar sobre educación con algunas
matizaciones respecto al planteamiento en cuanto a la solicitud de
comparecencia, pero en cualquier caso quiero hacer unas reflexiones
de carácter general sobre el papel de la educación en el desarrollo y
la Agencia Española de Cooperación Internacional.

La educación es una de las necesidades sociales básicas, definidas en
el artículo 7 a) de la Ley de Cooperación Internacional Para el
Desarrollo, es una de las prioridades sectoriales, por tanto, para la
cooperación española en general y, en particular, es una de las
prioridades también para la Agencia Española de Cooperación
Internacional. Hay que poner estas necesidades
sociales básicas de la educación con otras que menciona la propia
ley, como son la cultura o la investigación científica que pueden
estar muy vinculadas en lo que se refiere a la educación superior. Y
si la educación tiene que ver con las necesidades sociales básicas,
lo cual es evidente, tiene también mucho que ver con otras
cuestiones, con son la inversión en el ser humano o el
fortalecimiento institucional. En este sentido quiero recordar que el
plan director cuando habla de la inversión en el ser humano y se
refiere específicamente al área de educación, dice que tiene como
finalidad la ampliación efectiva de la libertad de las personas y de
sus opciones y posibilidades, y ahí entra el fortalecimiento de las
capacidades de las organizaciones educativas, privadas o públicas, se
habla de la necesidad de favorecer la mejora de la calidad, de los
contenidos, del material didáctico, de la formación de profesores, la
educación superior, el diálogo intercultural y, naturalmente, se
habla de otras muchas cuestiones que están relacionadas con la
educación en cuanto a la asunción de capacidades por el país y por la
propia población, porque la educación al final acaba incidiendo en un
montón de sectores, incide en el mejor desarrollo de la sanidad, el
mejor cuidado del medio ambiente, el mejor desarrollo económico, el
mejor desarrollo de las infraestructuras, es decir, que a través de
la educación general se puede contribuir de una forma muy amplia al
desarrollo, de un país, en todos los sentidos, con especial atención
-por eso es cooperación al desarrollo- a los sectores más
vulnerables.

Según la memoria del año 2000, la Agencia Española de Cooperación
Internacional dedica el 25,6 por ciento de su presupuesto a la
educación, de forma que el porcentaje previsto en esta proposición no
de ley aprobada en el Congreso de los Diputados se ha cumplido. De la
misma manera se ha cumplido -y con creces- el porcentaje con respecto
a los sectores sociales básicos si incluimos educación, sanidad,
agua, ayuda de emergencia, etcétera. Otra cosa es cómo califiquemos
la educación básica, porque el porcentaje de educación básica si lo
metemos en educación en general se une a ese 25 por ciento de
educación o si lo metemos en necesidades sociales básicas se
incorpora a esa contabilidad de otras necesidades sociales básicas,
como son vivienda, sanidad, ayuda de emergencia, etcétera. Por parte
de la Agencia estos porcentajes en necesidades sociales básicas,
incluyendo educación básica en educación general, se cumplen y están
claramente superados. Hay una finalidad que a mí me parece evidente
en cuanto a la educación que es la promoción de la igualdad de
oportunidades y me he encontrado de una manera muy grata con que la
Agencia ya está trabajando desde hace años. Si la educación tiene un
sentido social este es el de la igualdad de oportunidades, no es
solamente la transmisión de unos determinados conocimientos, sino
favorecer que toda la población pueda tener esa igualdad de
oportunidades. En ese sentido



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va la idea de que el 2015 haya una educación básica para todo el
mundo, que es la propuesta que hace la UNESCO en la Conferencia de la
Educación que se celebró el año pasado en Dakar, con participación
española del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, pero es un
compromiso internacional que se pueda cumplir. Es un compromiso, en
primer lugar, de las autoridades educativas de cada uno de los países
que son los responsables de conseguir este objetivo, pero es también
un objetivo de los responsables de la cooperación internacional para
el desarrollo que se pueda contribuir a que esto sea efectivo. Por
eso digo que yo he visto con satisfacción que la Agencia Española de
Cooperación Internacional está contribuyendo de forma notable a la
igualdad de oportunidades en todos los sentidos, y cumpliendo por
tanto la Ley de Cooperación al Desarrollo también para aquellos
sectores que pudieran considerarse como más vulnerables en
determinadas cuestiones. Por ejemplo, y es lo más evidente, la
agencia está trabajando en educación con mujeres y con hombres. Hay
muchos países donde el propio sistema educativo ya garantiza el
acceso por igual, al menos desde el punto de vista legal, de hombres
y mujeres al sistema educativo. Hay otros países en donde eso legal
o socialmente no esta tan conseguido, de ahí que cuando hay programas
educativos específicamente dirigidos a formación de mujeres por lo
que he visto resulta que son en países de mayoría musulmana. La
Agencia tiene programas específicos para formación de mujeres o de
niñas (quiero decir de niñas mujeres adultas, las niñas también son
mujeres) en Marruecos, en Mauritania, en Líbano, en Siria, en
territorios palestinos, o en Albania.

También hay proyectos donde se favorece la no discriminación por
razón de raza, color, lengua, etnia, proyectos podemos decir
interculturales, que es algo que tiene una enorme importancia. De ahí
que la Agencia esté trabajando, por ejemplo, en Paraguay en educación
bilingüe español/guaraní, con formación de profesores bilingües, con
financiación de material didáctico bilingüe para el acceso de los
paraguayos a la educación en las dos lenguas, que son las dos lenguas
nacionales del Paraguay. En el caso de Honduras también estamos
trabajando en apoyo a indígenas y a negros en un proceso
intercultural bilingüe a través de diplomados docentes. En Colombia
trabajamos con comunidades indígenas y afrocolombianas precisamente
para el fomento de la educación, y por tanto para erradicar desde el
principio aquellas condiciones que están generando situaciones de
discriminación o de marginalidad, que de una u otra manera inciden
después en fenómenos de violencia en Colombia. En ese sentido, cuando
por ejemplo en Guinea Ecuatorial los centros culturales españoles
imparten clase de perfeccionamiento de español para guineanos, lo
están haciendo al mismo tiempo que imparten clases para los propios
guineanos de bubi y de fangi, es decir aquello que el sistema
educativo no puede proporcionar lo está proporcionando
en Guinea Ecuatorial los centros culturales españoles en cuanto a la
enseñanza de las lenguas aunque tenga una connotación distinta.

Cuando nuestros centros culturales en Brasil y la Agencia Española de
Cooperación Internacional están favoreciendo la enseñanza de la
lengua española en Brasil no sólo estamos contribuyendo a la difusión
de la lengua española, sino que estamos atendiendo a una necesidad y
a un interés en este momento claros de la población brasileña de
aprender español por su relación con Mercosur fundamentalmente, por
su relación con los países del entorno. Quiero decir que de una
manera o de otra estamos contribuyendo en Brasil, en Paraguay, en
Honduras, en Guinea, en Colombia a la educación intercultural,
multicultural, multilingüe, plurilingüe.

La educación también se está haciendo sin distinción de edad. Siempre
pensamos que la educación básica parecería que es para niños y niñas,
pero resulta que en muchos países las necesidades son más respecto a
los adultos. Ahí está el Programa PAEBA (programa de Alfabetización y
Educación Básica de Adultos) en Iberoamérica, que está con
participación directa de personas de la Agencia en Honduras, en
Nicaragua, en Paraguay; o por ejemplo en Mauritania, el programa que
apoya la Agencia del Gobierno mauritano para la alfabetización de
adultos en árabe, aquí unimos el que son adultos y además el que
estamos alfabetizando en árabe.

También hay otros programas específicos, por ejemplo para educación
de minusválidos en Líbano o en Marruecos; para educación de
refugiados, por ejemplo en territorios palestinos o en la población
saharaui. Es decir, que estamos atendiendo de una o de otra manera,
en un país o en otro, desde el punto de vista de la educación,
a todos los sectores sin discriminación de edad, de sexo, de lengua, de
etnia, de color, de manera que estamos contribuyendo, como digo, a
una mejor educación en todos los sentidos.

Quiero insistir en que si esto se está haciendo así es gracias a mis
predecesores que han tenido esa capacidad de diseñar una actuación de
la agencia para fomentar la educación que fomente la igualdad de
oportunidades de todas las personas. Para ello la agencia cuenta con
muchos elementos: con las oficinas técnicas de cooperación, con los
centros culturales; con los centros de formación en tres países
iberoamericanos; con las escuelas-taller, que es también una manera
de educación o de formación profesional en determinados países para
la educación en oficios; cuenta con programas de becas; con programas
de cooperación intrauniversitaria; y por supuesto también cuenta con
el apoyo a las organizaciones no gubernamentales para el desarrollo
que están trabajando en el ámbito de la educación, o que están
trabajando en cuestiones multisectoriales, pero que en un determinado
lugar inciden en el ámbito de la educación.




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Por supuesto, estamos trabajando muy de cerca con el Ministerio de
Educación, Cultura y Deporte, que en el ámbito de la cooperación
educativa tiene actuaciones respecto a los sistemas educativos,
educación de personas adultas, formación permanente del profesorado,
supervisión educativa, diseño curricular, nuevas tecnologías
y formación técnico-profesional.

También en el ámbito de la educación estamos trabajando en
Iberoamérica con la Organización de Estados Iberoamericanos para la
Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), y también en el ámbito de
las cumbres iberoamericanas en varios programas: el Programa PAEBA,
que ya he mencionado (Programa de Alfabetización y Educación Básica
de Adultos); en segundo lugar, el diseño común de la formación
profesional (Iberfop); en tercer lugar, modernización de los
administradores de educación (Ibermade); y, en cuarto lugar, los
sistemas nacionales de evaluación de la calidad educativa; es decir
que de una manera o de otra estamos muy presentes en todo el mundo
educativo iberoamericano, con la intención, junto con los gobiernos
iberoamericanos pero también con los gobiernos de otros muchos
países, de lograr ese objetivo que se marcó la UNESCO en la
Conferencia de Dakart de llegar al 2015 con la educación para todos.

Para eso es importante el fortalecimiento institucional, es decir el
apoyo a los sistemas educativos de cada uno de los países, el apoyo a
los Ministerios de Educación o a las organizaciones gubernamentales o
no gubernamentales responsables en materia de educación, que pueden
ser administraciones locales o cualquier otro tipo de
administraciones, las ONG educativas, las redes internacionales de
educadores, los programas de cumbres iberoamericanas; es decir
cualquiera de todas estas actuaciones que contribuyen al
fortalecimiento institucional, que también es una de las prioridades
de la agencia y en general de la cooperación española.

De manera que vemos que a través de la educación estamos afectando
directamente a las personas pero también estamos contribuyendo al
fortalecimiento de los sistemas educativos y los sistemas
administrativos de los países. Aquí creo que es importante decir que
la agencia está trabajando en todos los niveles educativos, no sólo
que atienda a todo tipo de personas y a todo grupo de personas para
favorecer la igualdad de oportunidades, no sólo que además favorezca
el fortalecimiento institucional, no sólo que ponga a disposición
todos estos medios materiales, humanos y presupuestarios, sino que
además estamos trabajando en todos los niveles educativos. La
agencia, en sus múltiples programas educativos en diferentes países,
está trabajando en educación infantil, en educación preescolar,
primaria, secundaria, en licenciatura, en doctorado, en formación
continua de profesionales, en formación continua de funcionarios;
estamos trabajando, como ya he dicho, en formación de jóvenes y
adultos, en formación
profesional, como las escuelas-taller; estamos trabajando en
formación muy sectorial. Voy a mencionar un sector específico, porque
es en el que España puede ofrecer también una aportación importante
al mundo, como más adelante diré, y es el sector del turismo. No cabe
duda que el turismo es un factor de desarrollo. En el caso de España
el turismo ha sido un factor importante de desarrollo y por eso mismo
la Agencia Española de Cooperación Internacional ofrece educación
turística, formación turística, ya sea formación profesional
e incluso superior a distintos países. Quiero mencionar -y creo que lo
he dicho antes al hablar de Bolivia- el restaurante-escuela en Santa
Cruz de la Sierra, en Bolivia; el hotel-escuela en Honduras,
financiado por la agencia; hay un instituto de turismo sudafricano en
Johannesburgo, que se acaba de inaugurar este mismo año, financiado
por la Agencia Española de Cooperación Internacional; el instituto de
turismo en Tánger, en Marruecos; se han hecho cursos de formación de
guías turísticos en los territorios palestinos, dirigidos
específicamente a palestinos. Es decir, que en el sector turístico,
por mencionar un sector concreto en el que España pueda hacer una
aportación importante al mundo, estamos contribuyendo de forma muy
notable a la educación y a la formación en ese sector, porque España
tiene los porfesionales expertos en la materia para poder enseñar y
para poder formar. Claro que estar presentes en todos los niveles del
sistema educativo no significa que en todos y cada uno de los países
donde estemos lo estemos en todos los niveles. En algunos estamos más
presentes y en otros un poquito menos porque atendemos algunas
necesidades concretas; pero hay algún país, como Guinea Ecuatorial,
en el que sí estamos presentes en todo el sistema educativo. En
Guinea Ecuatorial, la Agencia Española de Cooperación Internacional
está presente en todo el sistema educativo, desde la educación
preescolar hasta la educación superior, incluso la educación
permanente de expertos o funcionarios. Estamos con proyectos propios
de la agencia trabajando con el Ministerio de Educación guineano, que
visité en el mes de julio; estamos también con proyectos de
subvenciones a organizaciones no gubernamentales, en concreto la
Federación española de religiosos de enseñanza, que trabaja en Guinea
con la Asociación católica de centros educativos de Guinea
Ecuatorial, la ACCEGE, y también con las dos universidades que
trabajan en Guinea estamos presentes, tanto con la UNED, mediante una
subvención que la AECI da a la UNED para desarrollar sus programas
universitarios en Guinea, como el apoyo a la propia universidad
guineana, la UNGE, Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial. También
estamos presentes en el sistema educativo reglado español con dos
colegios: el Colegio español de Bata y el Colegio español de Malabo,
que sigue el sistema educativo español. Es decir, tanto en el sistema
educativo español como en el sistema educativo guineanos estamos en
todos y cada



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uno de los niveles educativos. En otros países esto no sucede de
manera tan clara o tan visible, pero sí estamos presentes en los
distintos niveles. En el ámbito de la educación, la labor que hace la
Agencia Española de Cooperación Internacional, a mi juicio es
realmente positiva, realmente importante y estamos contribuyendo,
como digo, gracias a lo que han hecho mis predecesores y gracias a lo
que hace todo el personal de la Agencia que trabaja en estas
materias, todos los cooperantes, todos los contratados, funcionarios,
expertos en distintas materias que participan en todas estas
cuestiones con un enorme esfuerzo, con un enorme trabajo, con una
enorme dedicación; de ahí que sea el compromiso de la agencia seguir
apoyando los proyectos de educación, contribuir de manera muy
importante a financiar y a involucrarse en los proyectos de educación
en los países en vías de desarrollo.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos que habían solicitado la comparecencia?
(Pausa.)
En primer lugar, el Grupo Parlamentario Catalán, y tiene el uso de la
palabra el señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADÉS: Agradezco la información que nos
traslada el secretario general de la agencia, una información
concreta que cuando el «Diario de Sesiones» sea publicado podremos
entrar a analizar con más detalle.

No voy a extenderme, lógicamente señorías, en las consideraciones o
en la importancia y el valor de la educación para el desarrollo de
todos los países del mundo; simplemente deseo recordar que en la
última reunión del G-8 en Génova se volvió a insistir en la necesidad
de esos compromisos del conjunto de los países más avanzados para
actuar sobre la base de las conclusiones y objetivos acordados en
Dakar en el año 2000 y en el llamamiento, creo recordar que fue en
esta misma primavera, del Banco Mundial, de la UNESCO, de la UNICEF,
del PNUD, en el que se exigía un mayor compromiso de los Estados en
esa materia. Son cuestiones que todos conocemos y compartimos.

Ahora bien, la petición de comparecencia de nuestro grupo no se
producía tanto para analizar lo que era el conjunto de actuaciones de
la agencia y de la cooperación española en el ámbito de la educación
en general, agradeciendo, insisto, la información exhaustiva que el
secretario general nos ha dado, sino muy centrada en los compromisos
asumidos en esa proposición no de ley, de la que también se ha
hablado, y en el ámbito concreto de la educación primaria o básica,
que es ese objetivo de la comunidad internacional marcado para el año
2015, a fin de conseguir esa plena escolarización de todos los niños
y niñas del mundo, en un momento en el que, además, las principales
agencias internacionales nos indican que en el actual nivel de
movilización de recursos existentes en la comunidad internacional, en
el año 2015 no habremos podido alcanzar ese objetivo.

Esa era la cuestión específica que nuestro grupo tenía ganas de
debatir hoy en esta Comisión.

Ahí tenemos algunos problemas de cifras que seguramente no terminamos
nunca de aclarar. Mi grupo, trabajando estos días sobre esta
comparecencia, veía la siguiente referencia. En el informe del CAD
del año 1998 se afirmaba que la aportación española a esa educación
primaria representaba el 0,8 por ciento del conjunto de la AOD
bilateral española. El secretario general nos habla del 25,6 en
necesidades sociales básicas de cooperación de la agencia y yo creo
que ahí deberíamos ser capaces, sin ningún tipo de miedo, de
clarificar esas cifras. Incluso algunas ONG que analizaban las cifras
de educación básica daban cifras superiores a las que el Gobierno
había transmitido al CAD.

Hay un compromiso político de esta Cámara, con el voto del Grupo
Popular, que sitúa en el 8 por ciento la ayuda oficial al desarrollo
bilateral. Yo tengo la sensación de que esa cifra del 8 por ciento de
la AOD bilateral en educación básica primaria aún no se ha alcanzado.

Algunas cifras nos sitúan entre el 2 ó 3 por ciento y de la lectura
del plan director y del plan anual no se puede derivar ninguna cifra
concreta. En esto sí solicitaría al secretario general una mayor
concreción de esa cifra.

Tres consideraciones más y termino. Una. Existe una tendencia en la
mayor parte de los países europeos avanzados a incrementar los
recursos que destinamos a la educación superior. Incluso -y en sus
informaciones así se pone de manifiesto- incorporar como elementos
vinculados a ese objetivo del año 2015 elementos que forman parte de
la promoción exterior del idioma español. Nosotros no negamos la
importancia de la promoción del idioma castellano, así como del resto
de idiomas oficiales que se hablan en el Estado español; no negamos
la trascendencia en muchísimos sentidos de la educación superior,
estimamos que son políticas públicas importantes a desarrollar, pero
nos parece que de lo que estamos discutiendo, el compromiso español
en Dakar y en otras comunidades internacionales, o el compromiso de
octubre de 1999 iba muy orientado a ese objetivo de la plena
escolarización. Ahí sí que nos parece que deberíamos hacer esfuerzos.

En segundo lugar, nuestro esfuerzo en los países menos adelantados en
esa materia nos vuelve a parecer insuficiente, y luego tendremos
ocasión de discutirlo. Me estoy refiriendo a los países menos
adelantados, que son prioridad en el plan director, en la Ley de
Cooperación y en los planes anuales. Sería bueno conocer en esos
países menos adelantados y que forman parte de nuestras áreas
geográficas prioritarias qué esfuerzo concreto estamos realizando.

Finalmente, y su intervención me ha confirmado esa sensación, sería
bueno que el Gobierno impulsase la elaboración de un documento marco,
estratégico y relacionado con el ámbito de educación, que permitiese
ese conjunto de actuaciones que el Gobierno nos acaba decomunicar
ahora mismo y como mínimo darles una



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mayor coherencia de la que aparentemente se puede derivar de la
simple lectura de estas actuaciones. Existen compromisos en el seno
de la comunidad internacional para la elaboración de planes de ámbito
estatal orientados hacia la educación. Un plan de estas
características sería necesario en España, porque este esfuerzo que
está realizando, y que nosotros no negamos, si existiese una mayor
claridad desde la perspectiva del control parlamentario, desde la
perspectiva del control de la opinión pública, podríamos orientar el
conjunto de los esfuerzos en esta materia hacia la consecución de ese
objetivo, que en el año 2015 no haya ningún niño ni ninguna niña en
el mundo que no tenga acceso a una educación básica y esencial.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra la señora Martín Vigil.




La señora MARTÍN VIGIL: Señor Rodríguez-Ponga, gracias por su
comparecencia y gracias también en nombre de mi grupo por el detalle
de su exposición.

Se ha dicho esta mañana cuál es el objetivo fundamental que señala
nuestro plan director en cuanto a la cooperación al desarrollo, que
es la erradicación de la pobreza. Se ha dicho de forma muy ajustada
que en el concepto de pobreza, que entre todos hemos ido perfilando
y concretando, no sólo en el plan director, sino también en el plan
anual que hoy se ha presentado, la educación constituye una cuestión
fundamental en cuanto a carencia, y por tanto en cuanto a necesidad
de actuación por parte de los poderes públicos sobre todo. Tampoco
vamos a profundizar ahora en la definición de educación. Tal vez de
forma resumida lo concretaba muy bien el frontispicio de la V Cumbre
Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno que en el año 1995 ya
decía que la educación es un factor esencial de desarrollo económico
y social.

La verdad es que su importancia nos lleva a un acuerdo general en
esta Comisión y en la Cámara y es la importancia de afrontar el tema
de la escolarización y más ampliamente todavía el de la educación;
pero la realidad es que el estado mundial de la educación es muy
preocupante y yo me atrevería a decir que para nosotros es una
situación alarmante. Más de cincuenta años después de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos la verdad es que la situación es
altamente insatisfactoria. Se ha dicho también ya que con los datos
actuales y con el proceso evolutivo que estamos contemplando, en el
año 2015 habrá 75 millones de niños y niñas que no asistirán a la
escuela, la mayoría son niños y niñas que viven en África
subsahariana. Esto se recoge en un informe del año 1999; por tanto
parece fácil deducir que habría que acelerar los procesos de trabajo
y aplicación de recursos para llegar a ese compromiso del 2015 en
mejores condiciones.

El acceso a la educación se ha estancado e incluso ha declinado en
algunos países. En África subsahariana
las tasas de matriculación no se han mantenido al mismo ritmo que el
incremento de la población. Es cierto que persisten especialmente las
desigualdades en ciertos grupos, las niñas, las mujeres, las minorías
en general y sobre todo las personas pobres, que quedan excluidas de
forma muy desproporcionada desde nuestro punto de vista.

Existen diferentes ámbitos de preocupación no solamente el que
señalamos tal vez demasiado frecuentemente como es el de la
matriculación, está el ámbito de la deserción escolar, el abandono y
está también la tasa insatisfactoria de finalización de los estudios,
están las desigualdades de género (no entraremos en cifras, tenemos
que ir al fondo sin entretenernos demasiado en los porcentajes, que
por otra parte son conocidos por todos); está el tema de la
alfabetización de adultos, diferentes aspectos que hay que contemplar
a la hora de planificar y a la hora de actuar.

El señor secretario general ha hecho un repaso exhaustivo de
actuaciones de la agencia de cooperación desde el punto de vista de
las perspectivas de las diferentes regiones habría que tener en
cuenta que hay diferentes situaciones y diferentes carencias en las
distintas regiones. Por tanto, hay que afrontar la planificación y la
actuación teniendo en cuenta que, por ejemplo, en África y en Oriente
Medio hay altas tasas de pobreza, de endeudamiento insostenible, hay
tasas de incremento de población muy altas, hay conflictos internos y
externos, hay una creciente presencia del sida y un sistema educativo
muy poco planificado y con una mala gestión debido a la falta de
recursos y capacidades. No haré un repaso por todas las regiones,
pero por ejemplo mientras que en América Latina y en el Caribe la
carencia, la preocupación es distinta, aun siendo una situación
deficitaria en educación. La mayoría de los países de esa área han
alcanzado altas tasas de matriculación en educación primaria, pero la
calidad es muy escasa porque tienen unos curricula muy poco
apropiados, altas tasas de deserción escolar, el profesorado
pobremente formado y la exclusión de la escuela se basa en la
pertenencia a una clase social determinada, a una etnia, al género, a
la juventud indígena y a los habitantes de zonas rurales o bien zonas
urbanas, pero marginales. Allí el gasto por estudiante es veinte
veces menor que el de la media en la OCDE.

Con este somero recuerdo he querido decir que nos gustaría que desde
la secretaría general a la hora de expresar la planificación, la
prioridad y las previsiones de la AECI para afrontar esta cuestión
tuviera a bien desglosarla en las diferentes situaciones regionales,
porque es importante hacerlo. Parece que estamos de acuerdo en que el
logro de una educación universal es una responsabilidad común para
todos, por tanto, no abundaremos sobre ello. Para lograr ese objetivo
habrá que tener en cuenta en buena medida la evolución de las
relaciones internacionales. Parece que con la actual superación de
los bloques existen posibilidades reales



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de redistribuir recursos que antes se destinaban a otras cuestiones,
a áreas socialmente necesarias como sería la educación básica. Es
verdad que no existe una receta única, pero también es verdad que
existe cierto consenso en el sentido de que las economías nacionales
deberían dedicar entre el 3 y 4 por ciento del gasto público en
educación para considerar esto mínimamente satisfactorio. Desde
nuestro punto de vista al hablar de educación es inevitable hacer
referencia al tema de la deuda pública y al desequilibrio de las
relaciones comerciales, porque las dos cosas tienen un efecto muy
negativo en las finanzas públicas, y por tanto en la provisión de los
servicios públicos por parte de todos esos países y de todas esas
áreas.

No me entretendré en relacionar los encuentros, los ámbitos, los
foros y los acuerdos internacionales que nos han llevado al horizonte
del año 2015 en la escolarización universal básica. En el año 1990 se
celebra en Tailandia la conferencia mundial llamada La educación para
todos y allí se detectan una serie de cuestiones que merecen una
serie de conclusiones y de compromisos que desgraciadamente al hacer
la llamada revisión intermedia se tienen que posponer en el tiempo, y
ahí es cuando nos vamos quince años más tarde de lo previsto en el
objetivo de la educación general básica y cinco años más tarde de lo
previsto en el tema de la educación equitativa entre los niños y las
niñas, los hombres y las mujeres. Se ha hablado también por parte del
diputado representante de Convergència i Unió de la situación, la
expresión, la actuación de los organismos multilaterales, que han
tenido un compromiso dispar, creemos nosotros.

Entrando en las políticas educativas de los donantes, los distintos
países han desarrollado sus planteamientos específicos sobre
educación y educación básica. Como se ha reiterado en repetidas
ocasiones esta mañana, nosotros tenemos el marco del plan director
-desde luego antes de la Ley de cooperación- y sus planes anuales y
entre los seis bloques de prioridades hay dos que se refieren de
forma muy explícita a la educación como prioridad, cuando se habla de
las áreas sociales básicas. Por supuesto se habla de educación como
una de ellas y luego más concretamente cuando se habla de educación.

También es verdad que en veinte años España ha hecho un recorrido muy
importante en esta cuestión, con la plena institucionalización del
sistema de cooperación internacional al desarrollo, la normalización
de nuestra presencia en los foros internacionales especializados en
la ayuda, la incorporación por nuestra parte de donantes, hemos
consolidado el marco institucional responsable de la política
española de ayuda, se han creado la SECIPI, la propia Agencia
Española de Cooperación Internacional, el Consejo de Cooperación al
Desarrollo y los sistemas de cooperación autonómico y local, la Ley
de cooperación, el plan director y los planes. Nosotros todavía
señalamos preocupaciones porque vemos déficit de la ayuda española en
el
sector educativo, que en buena parte es el reflejo de las carencias
globales que sufre la política española de cooperación al desarrollo.

Evidenciamos una falta de definición de objetivos, requerimos un
diseño de estrategias más perfilado, una planificación de acciones
también más contundente y una selección de prioridades. Conocemos
-hoy lo hemos vuelto a saber por boca del señor Rodríguez-Ponga- que
hay muchos, una multitud de proyectos, sobre todo pequeños proyectos,
algunos no tan pequeños pero en general pequeños proyectos. Algunos
son duales y otros son programas de una cierta tradición, como el
programa general de becas, pero requieren una definición de objetivos
más precisa; todavía adolecen de una cierta descoordinación y de una
cierta dispersión.

Quisiera comentar, con toda la precisión de que soy capaz, una de las
cuestiones que nos preocupan y en la que el señor secretario general
de la Agencia no ha entrado, tal vez relacionándola con la
satisfacción que expresaba el señor Rodríguez-Ponga cuando afirma que
se han cumplidos los compromisos que esta misma Cámara adquirió en la
proposición no de ley aprobada en octubre de 1999 en cuanto a
porcentajes de recursos en los tres aspectos educativos, diciendo que
la Agencia ya recoge en su memoria del año 2000 una aplicación, una
asignación, un gasto del 25 por ciento si he entendido bien. Pero es
que la cooperación en materia educativa en este momento está todavía
dispersa en tres ministerios. En nuestra opinión, debería aplicarse
la consecución del acuerdo de esta Cámara en esa materia al gasto, al
esfuerzo de los tres ministerios. Es cierto que la ECI asume la mayor
parte del programa bilateral, por cierto en sus dos direcciones
generales, pero echamos de menos que haya un departamento concreto de
programación para los temas educativos; sin duda ayudaría a que mayor
eficacia y eficiencia en la materia. En Educación, Cultura y Deporte
también está la Secretaría de Cooperación, que gestiona cooperación
multilateral y, en el Ministerio de Economía y Hacienda, están los
créditos concesionales, llamados FAD, de los cuales la parte que
realmente se dedica a educación es muy pequeña. Habría que hacer el
cómputo del esfuerzo del gasto y en definitiva el cumplimiento de
aquella proposición no de ley sobre el total de la ayuda, y desde
nuestro punto de vista también habría que hacer un esfuerzo de
conexión, de coordinación, en cuanto a las políticas educativas en
materia de cooperación al desarrollo que se encuentran excesivamente
dispersas.

Otra cuestión que quisiera apuntar al señor secretario general es el
sesgo que existe en la ayuda a la educación, que es un sesgo hacia la
educación superior, según nuestras cifras, que siempre se pueden
discutir, contrastar e incluso rectificar, pero la verdad es que en
la pasada década España destinó una media de un nueve por ciento de
la ayuda oficial al desarrollo bilateral a programas de educación.

Esta ayuda ha sido en esa década similar a la del resto de los países
del GATT,



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pero repito que el sesgo hacia la educación superior es más acusado
en nuestro caso. Los datos que tenemos respecto de esa década es de
un 38 por ciento de los recursos que se han concentrado en la
educación postsecundaria o superior y un porcentaje similar se ha
orientado a programas educativos sin especificar. Por tanto, el
destino de esos recursos ha sido en torno al 13 por ciento del total
a la educación básica y a la educación secundaria. Esta es una
cuestión que nos preocupa y me gustaría que el señor secretario
general pudiera opinar o aclarar y atender en la medida de lo posible
esta recomendación de concentración de los recursos en aquellos
países prioritarios de la cooperación española que presentan unos
niveles educativos más bajos. Haríamos también un énfasis especial en
una mejor y más activa presencia española en los foros
internacionales, con unas posiciones definidas y más comprometidas,
repito, con la promoción de la educación básica y con el objetivo de
la lucha contra la pobreza.

Muchas gracias, señor secretario general. Estamos a su disposición
para contribuir en la medida de nuestra responsabilidad a que el tema
de la educación sea realmente lo que hemos expresado esta mañana.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Señorías, señor secretario general, cuando
el Grupo Popular planteó esta iniciativa, a petición del Gobierno
para informar en la Cámara de la evolución y actuaciones de la
cooperación española en materia de educación, les confieso que no
presumíamos los buenos datos que el secretario general hoy nos ha
expresado. Siempre hemos sabido que la educación ha sido siempre
también una prioridad para la cooperación española, una prioridad
importante, incluso antes de que nos dotáramos, en democracia y a
raíz de la transición, de los instrumentos actuales de la cooperación
española. La educación siempre ha sido una prioridad cuando la
cooperación española estaba probablemente en manos de la sociedad
civil, del impulso voluntario y tan extraordinario de la sociedad
española, sobre todo con Iberoamérica, la educación era la seña de
identidad de la cooperación española. No lo digo yo esto por tener
una impresión, sino porque yo también consulto y leo documentos
generales sobre la evolución de las políticas de cooperación,
etcétera. España, durante bastantes años -y ha hecho referencia a
ello también el secretario general- ha modernizado sus instrumentos,
ha creado los órganos para hacer cooperación y además intenta hacer
una cooperación de acuerdo con el resto de la comunidad
internacional.

En el concepto de responsabilidad del norte sobre el sur -España hace
muy poquito que es un país del norte, en terminología políticamente
correcta al uso; hasta el año 1981 éramos receptores de ayuda al
desarrollo- hemos avanzado todos y hemos diseñado y aceptado el concepto
de corresponsabilidad. El desarrollo es responsabilidad de todos, del
donante y del receptor. Esto es una digresión, porque a veces se
plantean guerras de cifras. En esto de la cooperación yo entiendo que
hay dos grupos, dos tipos de dedicación, muy legítimas las dos: los
que hacen cooperación en el terreno y los que teorizan sobre la
cooperación y por tanto manejan informes de organismos
internacionales, estudian y manejan documentos de las organizaciones
sociales, de los expertos, de las universidades, de las propias
agencias de cooperación, etcétera. Digo esto porque no existiría tal
guerra de cifras si los informes de carácter general se tasaran más a
menudo por los que realmente hacen la cooperación sobre el terreno.

Yo constato con satisfacción que las iniciativas parlamentarias
fueron de todos los grupos parlamentarios, incluido el Grupo Popular,
porque en el año 1999 y con motivo de esa proposición no de ley que
hoy recuerda el Grupo Parlamentario Socialista también existía una
iniciativa del Grupo Parlamentario Popular y de otros grupos
parlamentarios; fue iniciativa de todos. Ha habido otras iniciativas,
siempre muy consensuadas, sobre el tema de la educación y otros
temas, que tienen su origen en el impulso de todos los grupos
parlamentarios. Constato que las cifras que el secretario general nos
ha aportado, que antes ha anunciado en un esfuerzo de hacer un
seguimiento de ejecución de la cooperación española en el año 2000,
son adecuadas a los objetivos planteados en esas iniciativas. España
está en el objetivo 20-20 con mucha claridad, cumpliendo los
compromisos de la conferencia social de Copenhague. España está en el
objetivo internacional de alcanzar en el año 2015 la educación
universal. Pero es una responsabilidad internacional. Los mismo
organismos internacionales nos dicen que concentremos, que
prioricemos y que cada país donante, de acuerdo con todos, haga de
manera más eficaz lo que pueda hacer en los ámbitos de su propia
cooperación, por decirlo de alguna manera. Estamos en más de un 25
por ciento de nuestro programa bilateral orientado a la educación.

El portavoz de Convergència i Unió introduce un aspecto nuevo, que es
el objetivo del 8 por ciento al que se ha comprometido el Estado. Hoy
está empeñado en citarme a mí y yo no sé si hace juicios de valor, y
por tanto son alusiones, o me quiere animar a recordar cosas. A mí
recordar tanto el pasado me resulta agotador. Me gusta más construir
cosas nuevas y no hacer discursos generales sobre informes generales
y sobre planteamientos generales, que están muy bien, que si sirven
como acicate para que las administraciones públicas mejoren, yo los
acepto. Ahora, si sirven como crítica política, que por cierto es
legítima, yo, lógicamente, tengo la obligación de contestar. Una cosa
son los informes generales y otra cosa es hacer cooperación. ¿Por qué
digo esto? Porque introduce un elementonuevo, que es la educación
básica primaria, y yo



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entiendo que la educación básica es educación básica. Hay países y
hay sectores dentro de esos países o poblaciones donde puede ser más
importante la educación de profesores, de maestros, porque no tienen
profesores. Yo pregunto a sus señorías: ¿eso es educación básica o no
es educación básica? Si un país no tiene profesores, maestros para
enseñar las primeras letras a sus niños, ¿qué puede hacer España?
Lógicamente, el país lo primero que te demanda es la formación de
esos profesores. ¿Eso qué es, señorías, educación superior o
educación básica primaria? Yo creo que, si somos honestos, es
educación básica. Hay países y zonas geográficas en algunos países
donde las escuelas no tienen luz ni agua potable; hay países donde
los profesores no tienen dónde vivir y viven en situaciones muy
paupérrimas, en casas que les dan las municipalidades, donde no
tienen luz; hay países en los que por no tener luz en las escuelas,
luz y agua corriente, no se puede hacer educación de adultos, porque
no pueden utilizar más que las horas del día para practicar la
enseñanza; hay países, señorías, que no tienen escuelas para enseñar
las primeras letras y por tanto construir las escuelas ¿qué es,
educación básica o infraestructuras?
Señorías, pediría un esfuerzo por superar esa guerra de cifras. Con
claridad digo que, si las cifras se plantean para acicate de la
Administración, comparto esa inquietud, pero, si se plantean desde la
crítica, pido un mayor conocimiento de lo que se hace, que es lo que
se ha expresado por parte del secretario general, que es perfectible,
que es mejorable -él mismo lo ha dicho- y en ese mismo empeño estamos
todos. En ese sentido, señor secretario general, pediría un esfuerzo
amable -lo digo con todo el cariño del mundo- también a los técnicos
de la Agencia Española de Cooperación para que intentaran superar, en
sus clasificaciones e informes de nuestra cooperación, los epígrafes
tradicionales y se incorporaran a los epígrafes generales estos
conceptos más prácticos, si se quiere, porque nosotros consideramos
que es justo decir -aunque quizás esté repitiéndome- que es educación
básica proporcionar las mínimas infraestructuras para la educación.

Claro que es muy importante la escolarización de niñas y niños pero,
previamente a la escolarización hay que hacer otras cosas. A lo mejor
a España le corresponde, dentro del conjunto de la comunidad
internacional y en un determinado país, enseñar las primeras letras y
apoyar a los profesores y a otro país le corresponden las
infraestructuras. No lo sé. Esto debe ser un esfuerzo concertado. No
sirven por tanto las críticas sobre las cifras como crítica política,
por muy legítima que sea.

Nosotros consideramos también -y voy terminando- que, además de
cumplirse los objetivos marcados por la Ley de cooperación, por
nuestro plan director, y los compromisos que España ha asumido en las
reuniones internacionales, las políticas de cooperación en materia
educativa son una prioridad y una seña de identidad
de la cooperación española. Exactamente igual la comunidad
internacional ha reconocido el esfuerzo que ha hecho España en
Centroamérica -y que ha hecho durante años, no sólo ahora, ni estos
últimos cuatro años, sino durante los últimos quince años- para la
paz, la gobernabilidad y la estabilidad de la región. También
reconoce la comunidad internacional el extraordinario esfuerzo que
España y los diferentes agentes y actores de la cooperación española
por tanto hacen en materia educativa. Esto se puede mejorar; todo es
perfectible. El marco estratégico de nuestra política está enfocado
en nuestros marcos generales y en nuestros documentos de
planificación. El secretario general hace en su comparecencia un
ensayo -muy de agradecer, creo yo- de evaluación de nuestros
diferentes programas. Ocasión tendremos de que, cuando se presenten
a la Cámara los documentos de seguimiento y evaluación de los planes
anuales, podamos profundizar más en esta materia y más concretamente
en la evolución de los programas y proyectos que pueden parecer
dispersos desde una óptica enunciativa pero que no lo son tanto si se
estudian en profundidad.

Quiero constatar una cosa que a mí y a mi grupo le llena de
satisfacción. Se han vertido críticas, creo que injustas, al papel de
la cooperación española en el ámbito cultural y educativo, que no
fuera dirigista, que no fuera neocolonialista, que no fuera una
simple expansión del español, conservar nuestro patrimonio, creo que
siempre la cooperación española ha sido extraordinaria, y digo
siempre, en esta época y en muchas otras épocas anteriores. Recuerdo
a SS.SS. que hoy tenemos y conservamos muchas lenguas en América
Latina por la acción positiva española de conservación en momentos
históricos determinados. Este es un dato que está ahí. No supone un
esfuerzo para las españolas y los españoles de hoy, para los
responsables de la cooperación, ese respeto a las culturas, a la
promoción de otras culturas, a la diversidad, al apoyo a otras
lenguas, porque está en la esencia, señorías -y con esto termino-, de
lo español la pluralidad, el respeto a la diversidad, que a mí me
parece que es algo de lo que podemos sentirnos muy orgullosos.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el secretario general de la
Agencia.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN
INTERNACIONAL (Rodríguez-Ponga y Salamanca): Brevemente quisiera
hacer tres observaciones de carácter general a lo que se ha dicho con
respecto al tema de la educación en el desarrollo.

En primer lugar quisiera decir que, por mucho que el diagnóstico
actual de la educación en el mundo nos dé una enorme multiplicidad de
carencias, también hay que ser conscientes de que la educación en el
mundonunca ha estado mejor que hoy. Vamos a ver también la



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botella medio llena. Quizá no hemos conseguido el objetivo que se
propuso la comunidad internacional hace cuarenta o cincuenta años y
quizá en el año 2015 tampoco se consiga, pero seguro que si miramos
atrás veremos que nunca ha habido tantas personas con tantas
posibilidades de educación como en este momento. Eso se debe, por
supuesto, a la asunción de responsabilidades por los gobernantes
locales con respecto a su propia población, lo cual ya es un éxito y
un avance inmenso en la humanidad, pero también se debe a la
cooperación internacional y en la medida de nuestras posibilidades,
que han sido importantes en algunos momentos de la historia pero que
ahora también lo son, a la aportación española a la educación en el
mundo. No creo que haga falta remontarse demasiado a la creación de
escuelas por parte de los españoles por los cinco continentes a lo
largo de la historia durante muchos años. En estos momentos, creo que
la educación está en un momento muy esperanzador, aunque podamos ver
todas las carencias que hay, el momento es muy esperanzador. Hay que
definir esas carencias, por eso agradezco mucho sus observaciones
-que entiendo que no son críticas a la AECI sino a la situación de la
educación en el mundo- precisamente porque son los que nos ayudan a
poder tomar las decisiones oportunas a los que en estos momentos
tenemos alguna responsabilidad en la materia, De ahí viene la segunda
reflexión, que es -quiero decirlo aquí- el compromiso de la AECI y
desde luego el compromiso personal a favor de la educación en todos
los sectores, igualdad de oportunidades, repito, sin distinción de
edad, raza, lengua, sexo, condición social, etcétera. Ese es un
compromiso que no es una cuestión de que el Gobierno sea de un
partido ni de otro, sino que creo que forma parte de un consenso
amplio y generalizado en el que creo que estamos todos. Ahora bien,
si hay que hacer un esfuerzo específico en un sector determinado como
es la educación básica, lo haremos, y si hay -como se ha dicho- un
sesgo hacia la educación superior en detrimento de la educación
básica, habrá que hacer un esfuerzo hacia la educación básica. El
problema será cuando hagamos un esfuerzo mayor, que quiere decir más
presupuesto y más personas dedicadas a la educación básica, porque
habrá que ver a quién se le quita, habrá que ver cómo se tienen esos
recursos, porque los recursos resulta que siempre son limitados. En
cualquier caso, comprendo perfectamente las observaciones que aquí se
han hecho y, como las comprendo, creo que la ECI puede dedicar un
mayor esfuerzo también hacia la educación básica.

Por último, se han manejado cifras diversas, estadísticas,
porcentajes, etcétera. Esto siempre es algo complicado, porque una
cosa es la AOD española y otra cosa es lo que hace la propia ECI. La
ECI puede hacer algo y la capacidad de uno con respecto al resto de
la AOD española es algo inferior a lo que uno desearía, porque ahí
entra todo lo que hagan no sólo los demás
ministerios, con los que ya la capacidad de influencia puede ser la
que sea. Con comunidades autónomas, diputaciones provinciales y otras
corporaciones locales, la influencia o la capacidad de convicción
para que actúen en un determinado sector puede estar condicionada por
otros muchos factores, como todos nosotros podemos reconocer. En
cualquier caso, en lo que afecta a nosotros, yo tengo la intención de
que todas estas cifras sean más fiables. Más o menos lo dije antes,
al referirme al informe de la Cruz Roja. Cuando dice la Cruz Roja que
es importante saber las estadísticas y saber quiénes son y dónde
están, para poder actuar con más eficacia, en el ámbito de la
educación, también. No sólo las cifras educativas con respecto al
país concreto o qué situación tiene, sino lo que nosotros estamos
haciendo, quiénes son, cuántos son y dónde están los beneficiarios de
los proyectos educativos de la ECI, por ejemplo. Qué recursos estamos
dedicando que sean específicamente de educación a enseñanza o qué
recursos vinculados con educación se están haciendo a través de
programas de electrificación, traída de aguas, formación del
profesorado, formación de funcionarios, puesto que la formación de
funcionarios, la formación de veinte funcionarios de un ministerio de
Educación tiene más repercusión en la educación que la formación de
veinte niños en una escuela infantil. Ahí sí me gustaría transmitir
la idea de mi ilusión por que estas cifras fueran más claras, más
precisas, más comprensibles y que algún día se puedan presentar,
desde aquí, y desde la memoria de la ECI y desde todos los
documentos, unas cifras mucho más claras de qué es lo que se está
haciendo.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias al secretario general de la
Agencia.




- EL ACUERDO DEL GOBIERNO SOBRE LA CONCESIÓN DE AYUDAS A LAS
ESTRATEGIAS DE COOPERACIÓN, ENTRE SIETE ORGANIZACIONES NO
GUBERNAMENTALES. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO CATALÁN
(CONVERGÈNCIA I UNIÓ) (Número de expediente 212/000532.)



El señor PRESIDENTE: Continuando con el orden del día e introduciendo
el punto que figura en el número 7, recuerdo a SS.SS., como bien
saben, que quedan dos comparecencias por sustanciar. No es cuestión,
simplemente, recordar que llevemos más de cinco horas -eso es lo de
menos, porque como bien se dice en Mesa y Portavoces, esta Comisión
tiene voluntad e intensidad de trabajo- sino que es más bien prever
que en ningún caso puede superponerse con el Pleno, que comienza a
las cuatro de la tarde. Para evitar riesgos semejantes, ruego a
todos, por favor, la mayor brevedad.

Doy el uso de la palabra al señor Rodríguez-Ponga, para que informe a
esta Comisión sobre la concesión



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de ayudas a las estrategias de cooperación entre siete organizaciones
no gubernamentales.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN
INTERNACIONAL (Rodríguez-Ponga y Salamanca): Señor presidente, como
saben SS.SS., las estrategias son una nueva manera de organizar y de
canalizar las subvenciones de cooperación al desarrollo, porque se ha
definido estrategias, según las bases generales, como un conjunto de
acciones de desarrollo de naturaleza plurianual en diferentes
sectores y diferentes países, incluidas en su caso acciones de ayuda
humanitaria y de educación para el desarrollo. (La señora
vicepresidenta, Martín Vigil, ocupa la presidencia.) Esa es la
definición. Y haciendo un poco de balance y de orden cronológico,
empezamos con la orden de 31 de enero de este año, publicada el 3 de
febrero, de bases generales; a continuación, el 20 de febrero fue la
resolución de convocatoria, se presentaron siete solicitudes, siete
organizaciones no gubernamentales para el desarrollo; el 27 de abril
se reunió la comisión de valoración, que propuso conceder estas
subvenciones a esas siete solicitantes. Se elevó al Consejo de
Ministros, previo informe favorable de la Intervención General de la
Administración del Estado. El 1 de junio, el Consejo de Ministros
autorizó estas subvenciones, de forma que el 5 de junio se firmó una
resolución de concesión de estas subvenciones, -en total 15.572
millones de pesetas en números redondos- a siete organizaciones no
gubernamentales para el desarrollo, Ayuda en Acción, Cáritas,
Cooperación al Desarrollo y Promoción de Actividades Asistenciales,
Cruz Roja Española, Fundación Promoción Social de la Cultura,
Fundación Intermón y Fundación Española para la Cooperación
Solidaridad Internacional. Son subvenciones concedidas para cuatro
años. De esa forma se atiende a la demanda del sector de tener una
estabilidad presupuestaria, de tener una mayor seguridad jurídica en
cuanto a la percepción de las subvenciones y, por tanto, planificar
su actuación a largo plazo, que es lo que estaban demandando las
grandes organizaciones no gubernamentales para el desarrollo en
España. Asimismo, damos satisfacción al sector cumpliendo con sus
demandas y estableciendo estos compromisos de subvenciones para
estrategias.

Estas estrategias se han aprobado para actuaciones en múltiples
sectores, en educación, en sanidad, en vivienda en traídas de aguas,
en fortalecimiento institucional, en apoyo a comunidades
desfavorecidas en África, en Europa, en Asia y en Iberoamérica. Para
el año 2001 se ha hecho la distribución por países. Para los años
siguientes, y por usar palabras de otro, por criterios de
flexibilidad y adaptabilidad, porque la situación internacional es
cambiante, habrá que hacer una resolución anual sobre la aplicación
de ese dinero en cada uno de los países. Sí se ha hecho una
distribución
por países para el año 2001, pero precisamente por atender a las
demandas del sector, se ha dejado abierto el destino de esa cantidad
para 2002, 2003 y 2004, por las situaciones cambiantes que pueda
haber. Con estas estrategias, en África llegaremos a diez países
(Marruecos, Argelia, Túnez, Mauritania, población saharaui,
Mozambique, Angola, Santo Tomé, Príncipe, Namibia, Senegal); en
Europa a tres países (Bosnia-Herzegovina, Albania y Yugoslavia); en
Asia son cinco, tres en Oriente Medio (Líbano, Jordania y territorios
palestino) dos en Extremo Oriente (Vietnam y Filipinas.); y diez
países Iberoamericanos (Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia, Paraguay,
El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana).

Con estas subvenciones a siete organizaciones no gubernamentales para
el desarrollo, la cooperación española llegará a veintiocho países,
por un importe total, como he dicho, en número redondos de 15.500
millones de pesetas para cuatro años.




La señora VICEPRESIDENTA (Martín Vigil): Esta es una comparecencia
solicitada por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència i Unió),
por tanto tiene la palabra el diputado señor don Carles Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADÉS: Con mucha brevedad también. En su
momento, tuvimos ocasión de manifestar que nos parecía que la puesta
en marcha del instrumento conocido como estrategias era positivo, iba
a dar estabilidad a la actuación de las principales ONG que trabajan
en el campo de la cooperación en el Estado español, iba a dar
perspectiva para consolidar determinados programas y actuaciones, y
en este sentido, insistimos nos parece un buen instrumento.

Una vez analizadas las cifras que se han asignado a las diversas ONG,
no deja de sorprendernos que la organización Intermón, que ha tenido
una situación compleja con el Gobierno en el ámbito de la cooperación
al desarrollo en relación con el consejo, haya recibido una cifra
inferior a la media que hasta ahora estaba recibiendo, y, no en el
campo de las estrategias, pero sí en el de programas, Médicus Mundi
haya recibido también un impacto muy negativo en sus presupuestos.

Estamos hablando de dos ONG de prestigio indiscutible, absolutamente
independientes de cualquier fuerza política y con una solvencia más
que contrastada en sus actuaciones en el mundo en desarrollo. Nos
sorprenden estas rajabas a Intermón y a Médicus mundi.

Inevitablemente, señor Rodríguez-Ponga, y su obligación será
justificarlo, esto nos hace entender que el Gobierno ha actuado en
función de las posiciones que estas dos ONG y sus representantes han
mantenido en el desagradable y mal planteado proceso de renovación
del consejo de cooperación. Nosotros lo lamentamos y nos gustaría
que, en la gestión de los recursos públicos, el Gobierno respondiese
-iba a decir que fuese más generoso- más a la realidad de lo que
suponen



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las ONG para el desarrollo. Nos parece que la distribución que se ha
realizado sobre estrategias y de algunos programas no es la mejor.




La señora VICEPRESIDENTA (Martín Vigil): Correspondería ahora fijar
posición al resto de los grupos, si bien el señor secretario general
puede hacer uso de la palabra si lo desea. (Denegaciones.)
Tiene la palabra la diputada doña Leire Pajín en nombre del Grupo
Socialista.




La señora PAJÍN IRAOLA: Gracias por su presencia e información al
secretario general de la Agencia. Atendiendo a los criterios de
brevedad, sobre todo porque a nuestro grupo al no solicitar la
comparecencia, le corresponde fijar posición, mi intervención será
muy breve.

En la línea de la intervención del señor Campuzano, debemos decir
que, respecto a las relaciones de cofinanciación -y digo
cofinanciación porque según el orden de subvenciones ya hay una
importante aportación de recursos privados por parte de las
organizaciones no gubernamentales y deberíamos hablar no solo de
subvenciones, sino también de cofinanciación- entre la AECI y las
organizaciones no gubernamentales tanto el secretario general de la
AECI como el Grupo Socialista las valoraba positivamente, así como la
creación de estos nuevos instrumentos de estrategias y programas. Así
lo reivindicaron durante mucho tiempo las organizaciones no
gubernamentales para el desarrollo porque pueden ser un instrumento
importante para incrementar el impacto positivo de las acciones de
cooperación española y para reforzar un sector importante de la
sociedad española, que sin lugar a dudas son las organizaciones no
gubernamentales de cooperación al desarrollo.

Dicho esto y en la misma línea que ha intervenido el señor Campuzano,
creemos que la puesta en marcha de estos mecanismos no ha producido
los efectos positivos esperados y previsibles, por dos motivos
fundamentales. En primer lugar, por la escasez del presupuesto que en
buena lógica debería hacer estado adaptado a la innovación y puesta
en marcha de estos nuevos mecanismos de cooperación y, en segundo
lugar, por la discrecionalidad, que, como algunos afirmaban, raya en
la ingeniería institucional y geográfica con la que se han adjudicado
algunos de los recursos. No voy a valorar solamente las estrategias,
sino también los programas. No puedo entrar en proyectos porque
todavía falta una resolución importante en la última fase de éstos.

Decimos escasez de fondos porque manejando un presupuesto para
organizaciones no gubernamentales en esta convocatoria 2001 en torno
a unos 13.500 millones de pesetas, no se ha llegado ni a los 15.111
que contabiliza el PACI 99 último evaluado, y que representa
únicamente el 7,1 por ciento de la ayuda oficial al desarrollo total,
o un 11,67 por ciento
de la bilateral. Ya se ha puesto de relieve cómo el plan director
aprobado por el Gobierno, que en teoría nacer para impulsar las
acciones de España, en cooperación establece un ritmo de crecimiento
menor del PIB en este momento, el 0,23 por ciento. En la misma lógica
está la política de cofinanciación al no establecer una voluntad de
crecimiento acorde con los nuevos mecanismos, lo que impide una
puesta en práctica adecuada de los mismos y el reparto que se realiza
perjudica a algunas organizaciones no gubernamentales.

Respecto a la discrecionalidad, se podía desarrollar algún ejemplo
que el señor Campuzano ha puesto encima de la mesa y que no voy a
repetir, porque preferiría centrarme solo en el ranking de ONG y que
cada uno saque sus propias conclusiones. Consideramos que quizá hay
algún criterio subjetivo que pueda favorecer o desfavorecer alguna
organización no gubernamental por su comportamiento crítico o no con
el Gobierno o con el objetivo de configurar un mapa político distinto
y acorde con la utilización subjetiva de la cofinanciación. También
hablábamos de discrecionalidad por el reparto geográfico. Podemos
afirmar que quizá no se haya tenido suficientemente en cuenta el
historial de intervenciones y de experiencias de organizaciones que
nacieron y han trabajado con eficacia en determinados países de
Centroamérica. Nos habría gustado que la adjudicación de subvenciones
hubiera sido más acorde con esa experiencia, pero se ha cofinanciado
a otras organizaciones que quizá no tengan tanta experiencia en
países como por ejemplo Colombia.




La señora VICEPRESIDENTA (Martín Vigil): Tiene la palabra el señor
Izquierdo para fijar la posición del Grupo Parlamentario Popular.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Con mucha brevedad, aprovechando la
oportunidad que nos brinda la iniciativa del Grupo Parlamentario
Catalán para hablar de las estrategias de cooperación. Yo constato
que se está desarrollando a buen ritmo la Ley de cooperación, que es
un instrumento necesario que nos recomendaba la comunidad
internacional: planificación, evaluación y proyectos incluidos en
programas de más alto alcance y en más tiempo. Los beneficios de este
sistema, siendo perfectible como todo, los veremos a medio plazo. Es
lógico.

Sobre la cuestión presupuestaria nuestro grupo nada tiene que decir,
aunque lógicamente a todos nos gustaría más. Sí constato -antes de
que lo diga el secretario general lo voy a decir yo, sin intentar
superponer mi intervención a la suya- que es una cuestión
presupuestaria, tienen lo que tienen y poco puede hacer. El Grupo
Parlamentario Popular que apoya al Gobierno considera que los
presupuestos son suficientes porque, señorías, no se financia ONG, se
financian proyectos. Este es un acuerdo de esta cámara y de la
cooperación española desde tiempo inmemorial. El programa de



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subvenciones a organizaciones no gubernamentales no es para financiar
a las organizaciones no gubernamentales, es para financiar los
proyectos que las organizaciones no gubernamentales presentan de
manera subsidiaria a la cooperación española. No de ahora, de
siempre. Desde este concepto de no financiar ONG sino proyectos, es
la primera vez, en la ya media o larga historia de la Comisión de
Cooperación Internacional, antes subsumida de alguna manera en la
Comisión de Asuntos Exteriores, que por parte de algún grupo
parlamentario (remítanse ustedes a las actas y a la historia
parlamentaria) se aboga por los proyectos de tal o cual organización
no gubernamental. Si yo hiciera esto ahora mismo, veríamos que hay un
gran ramillete de organizaciones no gubernamentales que se quedaron
fuera de las bases para poder acceder a estrategias con gran
antigüedad, con gran experiencia de cooperación en países y que, por
un simple criterio cuantitativo (fue un criterio objetivo que se
estableció con el acuerdo de todos y nadie protestó en su momento) de
subvenciones recibidas en equis años, no alcanzaban las cifras
necesarias para acceder a programas, bien pasar de proyectos a
programas o bien pasar de programas a estrategias. No se me ocurriría
a mí plantear en esta Comisión, que es una comisión parlamentaria,
las dificultades de tal o cual organización no gubernamental que bien
conocemos, no de las que se ha dicho sino de otras que no me parece
procedente nombrar y que por otras razones, perfectamente legítimas,
puedan estar o no contentas.

En cualquier caso, lo que sí niego es la discrecionalidad. No hay
discrecionalidad. El grupo que apoya al Gobierno no ha inventado las
bases del programa de organizaciones no gubernamentales y sus métodos
de evaluación de proyectos con sus diferentes informes. Hay una gran
continuidad en esos procedimientos. Otra cosa es que se plantee que
estos procedimientos puedan cambiar, con lo cual desde nuestra
aportación particular algo podríamos hacer. Por lo tanto, lo que sí
pediría -con esto termino, señora presidenta y señor secretario
general- es que no se rompiera la tradición. Si financiamos y
apoyamos proyectos ustedes cuando fueron Gobierno así lo hacían y así
lo decían aquí; nosotros desde la oposición esa cuestión siempre la
hemos respetado, no existen criterios de discrecionalidad, criterios
subjetivos; el marco de los criterios está en lo que el Parlamento
aprueba, que es la ley, que son los planes directores, los planes
anuales. Las organizaciones no gubernamentales pueden, tienen y deben
someterse a los principios generales de nuestra cooperación
y corresponder a los intereses de la cooperación. Esto no es por
dirigismo ni por patrocinio, sino simplemente con la buena intención
de ser eficaces y que nuestra cooperación y el objetivo de la
cooperación sea no la cooperación en sí misma, sino el desarrollo que
es lo que pretendemos.

La señora VICEPRESIDENTA (Martín Vigil): Tiene la palabra para
finalizar este punto del orden del día, el señor secretario general
de la AECI.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AECI (Rodríguez-Ponga y
Salamanaca): Agradezco mucho y muy sinceramente la valoración
positiva que en general entiendo que se hace de este nuevo elemento
como son las subvenciones a estrategias.

Agradezco mucho, además, oír hablar de cofinanciación porque estamos
completamente de acuerdo en que esa es la vía adecuada de trabajar
con las organizaciones no gubernamentales, en este caso, hablamos de
cómo se han concedido algunas subvenciones, aunque estamos de acuerdo
completamente en el planteamiento, y además me alegro mucho de ello,
y me alegro de saber que esta iniciativa tomada por el Gobierno del
Partido Popular de organizar las subvenciones de la AECI de otra
manera recibe este apoyo parlamentario en cuanto al planteamiento de
las estrategias como un elemento que contribuye a garantizar a las
ONG una permanencia en su trabajo, un futuro y una seguridad
presupuestaria para poder organizarse en beneficio de los
destinatarios, que son las personas de los países en vías de
desarrollo.

En la concesión de estas estrategias, efectivamente ha habido alguna
decisión política importante, y eso sí implica tomar partido por una
u otra organización no gubernamental para el desarrollo. Frente a
aquellos que, siempre de manera informal y amable, nos sugerían que
dejáramos alguna fuera para que así las otras pudieran tener más
dinero, nosotros tomamos la decisión política de que las siete
solicitantes recibieran dinero. Eso sí es una decisión política. Se
podría haber tomado otra y había quienes, de forma interesada,
sugerían que alguna de las siete especialmente la que ha tenido menos
subvención, cayera para que así alguna otra pudiera tener más. Nos
daban la solución. Decían: esto es muy fácil, quita esta y así se ha
terminado el problema. Efectivamente, hubo una decisión política -lo
digo públicamente- que es el conceder las estrategias a las siete
solicitantes, no había ningún motivo administrativo para excluir a
ninguna de ellas, porque las siete cumplían los requisitos, las siete
habían presentado en plazo y forma sus solicitudes y las siete han
recibido subvención para estrategias para cuatro años. ¿Es discutible
si alguna recibía un poquito más o un poquito menos? Eso es
discutible, lo comprendo perfectamente, alguna de las aquí
mencionadas como Médicus mundi no se presentó a estrategias, se
presento a programas y ha recibido una subvención en programas; el
reparto ha sido también complicado porque los recursos son siempre
escasos para el volumen de solicitantes y para el volumen de dinero
solicitado por los solicitantes. Nos encontramos con decisiones que
tomar, la comisión de valoración establece unas prioridades, hay unas
prioridades sectoriales, hay unas prioridades



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geográficas que ya nos vienen marcadas y hay también un equipo
directivo en la Agencia que enfoca estas cuestiones de acuerdo con
las líneas generales del planteamiento de la política del Gobierno en
materia de cooperación al desarrollo y en materia de política
exterior.




- LAS CONCLUSIONES DE LA III CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE
LOS PAÍSES MENOS AVANZADOS (PMA) CELEBRADA EN BRUSELAS ENTRE EL 14 Y
EL 20-5-2001. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO CATALÁN
(CONVERGÈNCIA I UNIÓ) (Número de expediente 213/000431.)



La señora VICEPRESIDENTA (Martín Vigil): Pasamos a la última
comparecencia del orden del día, que trata de las conclusiones de la
III Conferencia de las Naciones Unidas sobre los países menos
avanzados. Es una comparecencia solicitada también por el Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió).

Tiene la palabra el señor Rodríguez-Pongo.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACION
INTERNACIONAL (Rodríguez-Ponga y Salamanca): Efectivamente, es la III
Conferencia de las Naciones Unidas sobre países menos avanzados, que
se celebró en Bruselas del 14 al 20 de mayo de 2001, con la Comisión
Europea como anfitriona, y en la que tuve el honor de participar como
parte de la delegación española.

La III Conferencia de las Naciones Unidas sobre los PMA aprobó un
plan de acción para los próximos diez años, que es un catálogo de
objetivos, con ideas, con compromisos. En concreto, hay que señalar
el compromiso de la Unión Europea para liberalizar las importaciones
procedentes de los países menos avanzados y la consideración de que
el buen gobierno es un requisito imprescindible para el desarrollo.

Creo que son dos cuestiones que debemos destacar de las conclusiones
de esta conferencia, así como la integración en el desarrollo de
materias como el comercio o las inversiones extranjeras, para lo cual
la asunción de un papel protagonista por parte de los países en vías
de desarrollo es fundamental.

Por lo que se refiere a España, hay que destacar que en esta ocasión
nuestro país ha tenido, por primera vez en una conferencia de países
menos avanzado, un papel protagonista, y fue en relación con el
turismo. (El señor presidente ocupa la Presidencia.) Por primera vez
se ha incluido el turismo como uno de los elementos de desarrollo. Se
ha hecho a petición de España y porque previamente se había
organizado en las Islas Canarias un seminario sobre turismo y
cooperación al desarrollo, organizado por la AECI, con la
colaboración del Gobierno autónomo de las Islas Canarias. Eso nos ha
dado un protagonismo especial, asistí a esa reunión
gracias, insisto, como en tantas cosas, a la buena labor de mis
predecesores, que supieron ver que el turismo es un elemento de
desarrollo. España lo ha vivido como un elemento de desarrollo
económico, social, cultural y político y por tanto podemos ofrecer a
países en vías de desarrollo nuestros conocimientos en materia de
turismo. Debo decir que para mí fue muy grato ver en esa conferencia
que tomaran la palabra representantes de países tan distintos como
Banuato en Oceanía o como Burkina Faso en África, para agradecer
a España esa iniciativa y todo lo que los españoles en aquella reunión
celebrada en Canarias les habían enseñado o abierto los ojos para
poder utilizar el turismo como un factor de desarrollo.

Entre los participantes en esa reunión, estaban los 49 países
declarados PMA por las Naciones Unidas. De esos 49 países, solamente
hay uno de lengua española, que es Guinea Ecuatorial, pero unos
cuantos sí son prioritarios para la cooperación española. Están
también Angola, Cabo Verde, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial,
Mauritania y Mozambique, que son países PMA prioritarios para la
cooperación española y en los que tenemos diversos proyectos, no
solamente desde la Agencia Española de Cooperación, sino en general
de toda la ayuda oficial española al desarrollo, como países
prioritarios que son.

No voy a entrar en la consideración de otras cuestiones con respecto
a la cooperación con los PMA porque ya el secretario de Estado se ha
referido anteriormente a ella. Por eso quiero hacer solamente un
balance general sobre esta conferencia y sobre la aportación de
España, que ha estado centrada en el turismo.




El señor PRESIDENTE: Había solicitado la comparecencia el Grupo
Parlamentario Catalán. Tiene por consiguiente la palabra el señor
Campuzano.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Perdón, señor presidente.

Creo que es una comparecencia del Gobierno.




El señor PRESIDENTE: Aquí figura solicitada por el Grupo
Parlamentario Catalán. Punto octavo del orden del día. (Pausa.)
Tiene la palabra, señor Campuzano.




El señor CAMPUZANO I CANADÉS: En primer lugar, quisiera agradecer la
información facilitada por el señor Rodríguez-Ponga. El debate que
anteriormente hemos tenido con el señor Cortés, está ni muchísimo
menos cerrado y, lógicamente, tampoco lo vamos a cerrar en esta
comparecencia, a última hora de esta sesión.

Más allá de la valoración que podamos hacer de las conclusiones de
esta reunión de Bruselas, recordamos que en la declaración política
final que se aprueba se hacen afirmaciones que quizá nos gustaría que
formasen parte también del discurso habitual del Gobiernoen esta
materia. Por ejemplo, en esta misma declaración



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se reconoce como factores que son negativos para los PMA el
endeudamiento, los bajos niveles de inversiones nacionales y
extranjeras, la disminución de las corrientes de la ODE, la bajada de
los precios en los productos básicos. Todos estamos de acuerdo en la
necesidad del libre comercio para garantizar el desarrollo de los
países más pobres, pero también sabemos cómo la evolución a la baja
de los precios de esos productos básicos influye muy negativamente en
determinados países, el papel negativo de la presencia de la pandemia
del sida en África, o incluso los compromisos políticos que se asumen
en esta reunión de Bruselas, -ese objetivo que asume el Gobierno
español, supongo yo- del 0,15 ó el 0,20 del PIB como ODE para las
PMA, forma parte de esa declaración de Bruselas- o las referencias
que se hacen en materia de deuda externa. Nos gustaría que, junto a
ese buen Gobierno y esa liberalización del comercio que todos
compartimos, estas posibilidades estuviesen presentes.

Más allá de estos elementos voy a insistirle, señor Rodríguez-Ponga,
en dos consideraciones. En primer lugar, que existe una serie de
criterios que, creo recordar, se especifican en el marco de la UNTAC,
en el marco del sistema de Naciones Unidas, que determinan qué países
son PMA, un determinado nivel de renta, que se sitúa -si no recuerdo
mal- en los 900 dólares, un conjunto de indicativos que hacen
referencia a una serie de elementos de nutrición, salud, educación y
analfabetismo; y en segundo lugar, unos segundos criterios alrededor
del concepto de la vulnerabilidad que tienen en cuenta elementos
relacionados con la economía de estos países, como son su producción
agrícola, sus exportaciones, la debilidad de su economía. Por tanto,
no es por azar por lo que hay unos países que son PMA y otros que no
lo son. Si el Gobierno está tan radicalmente convencido, como
expresaba el señor secretario de Estado, de que es injusta la
distribución de PMA, pues a mí me gustaría que, en el seno del
sistema de Naciones Unidas, el Gobierno tomase las medidas políticas
correspondientes, y si no es así, que el señor Cortés se callase. No
se puede descalificar, como se ha descalificado, el sistema de
Naciones Unidas con esta alegría, desconociendo las iniciativas
políticas que ha planteado el Gobierno en el seno de la UNTAC para
discutir estas cuestiones. Por lo menos, en esta Cámara nadie los
conoce.

Dicho esto, mientras los mecanismos de designación de los PMA no se
modifiquen, el Gobierno tiene unas responsabilidades ante estas
cifras que yo anteriormente citaba, de AOD a los PMA, en el marco del
GATT del año 1999. Existen unas responsabilidades y, cuando además
existen países prioritarios para España, considerados PMA, existe una
especial responsabilidad. No digo que tengamos que alejarnos de
nuestras prioridades, no digo que tengamos que modificar la ley, digo
que tenemos un debate pendiente en serio sobre esta cuestión. Con
esta comparecencia, mi grupo parlamentario quiere iniciar esa
discusión que nos parece que
hoy no está cerrada y nos parece que está mal cerrada acusando al
sistema de Naciones Unidas de conspirar en contra de los intereses de
España, que es lo que se podría derivar de la intervención del señor
Cortés. Lo lamento, porque no nos ha permitido profundizar en los
problemas de fondo que existen en esa materia. La necesidad de un
mayor compromiso de España con los países del África subsahariana,
los grandes olvidados hoy del proceso de globalización económica, va
a pasar seguramente porque asumamos mayores compromisos financieros
en estos países prioritarios para España. Las cifras son las que son,
no se pueden negar, y espero que todos tengamos la suficiente
sensibilidad para empezar a corregirlas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el señor Pérez Casado.




El señor PÉREZ CASADO: Al final del debate anterior con el secretario
de Estado hemos tratado el tema de los PMA. Es un tema que habrá de
ser abordado, pero en el marco de la información que nos ha
proporcionado el secretario general cabe hacer alguna reflexión, con
independencia de que luego volvamos sobre él.

Quiero entender que el Gobierno del Reino de España da su
aquiescencia a la declaración final de Bruselas, como es lógico.

También quiero entender, por hábito político usual, que lo trasladará
a su política a medida que vaya entendiendo que puede actuar. Dicho
de otro modo -me anticipo quizás a la intervención de mi buen amigo y
colega en estos menesteres, el portavoz del Partido Popular-, en el
marco de las prioridades que tiene establecidas España en su plan
director, y esperando con alegría el envío del plan anual del año
2002, habrá oportunidad de volver a discutirlo.

Quiero remarcar tres cosas. Una, la relación deuda y ayuda. Es un
tema en el que no voy a entrar en mayores disquisiciones, pero que
sin duda alguna tiene incidencia -lo decía mi compañera en su
intervención sobre educación-. La deuda es un elemento que grava las
economías de los Estados más pobres, y en la medida que son más
pobres los grava más. Quizás algún día, como se ha hecho ya en otras
oportunidades, se pase no sólo a la consideración de la conversión de
la deuda sino a la simple condonación. No lo estoy predicando con
carácter universal -que quede bien claro-, pero en el caso de los
países que nos ocupan, puede que sea un instrumento, que además debe
confluir con ayuda al desarrollo como factor de estímulo para el
crecimiento interno de sus propias capacidades, para la generación de
ahorro que pueda ser invertido, etcétera. De esa declaración final he
retenido esta referencia.

Debo decir, sin que me duelan prendas, que esta aportación que hace
España en el ámbito del turismo es más que razonable. Sólo haré dos
advertencias, con una pequeña excursión autobiográfica, si me lo
permiten.




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Como consejero que llegué a ser de una agencia del Banco Mundial para
el Desarrollo Turístico en Turquía, recomendaría que no siguieran
nuestro modelo, que tengan otro modelo alternativo que no consista en
el agotamiento del propio recurso, cosa que parece más que prudente,
especialmente para la diputada que me acompaña y para mí mismo, que
sufrimos las consecuencias de una agresión medioambiental que puede
llegar a amenazar el propio crecimiento turístico. Sin duda ninguna,
el know-how de este país en materia turística, el aprendizaje de la
propia experiencia de algunos aspectos negativos del turismo, puede
ser una aportación a la que se una, por ejemplo, la formación en la
gestión de la industria turística, cosa que nuestro país está en
disposición de exportar de manera generosa.

Sin duda ninguna el decrecimiento al que aludí en mi primera
intervención, cuando hablaba de la situación actual, amenaza con un
daño colateral -esa frase maldita que se acuñó durante el desarrollo
de un conflicto bélico-, que es que los PMA sean más PMA, es decir
que alcancen umbrales de pobreza a los que sí debamos hacer frente.

En consecuencia, entiendo que adherirnos a la declaración final, en
todos sus extremos si se quiere, podría ser algo recomendable.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Señor presidente, haré algunas reflexiones
muy rápidas. Seguimos un poco en lo mismo, y me refiero a la
intervención del portavoz de Convergència i Unió. Las cifras están
bien para promover políticas, pero cuando se esgrimen desde la
crítica tienen que tener contestación. Una cosa es los que hacen
cooperación, los gobiernos, las agencias, las organizaciones no
gubernamentales, y otra cosa es los que teorizamos sobre estas
cuestiones, donde me puedo incluir aunque también puedo hacer
cooperación de manera directa. Los que teorizamos - y humildemente me
incluyo en el tema, no excluyo a nadie- tenemos que ser un poco
precisos. Claro que España participa, cómo no lo va a asumir. Por
cierto, le daré un dato al señor secretario general. Fue tan
importante la propuesta española sobre el tema del turismo que de
manera paralela a la III Conferencia de Naciones Unidas sobre los
países menos adelantados se organizó una actividad sobre los
movimientos de población, la inmigración, la interdependencia
poblacional, etcétera, como factor de desarrollo, con participación
de países desarrollados, menos desarrollados y los PMA, los 49 países
PMA participantes en la III Conferencia de Bruselas. Fue tan
importante que el modelo turístico en lo que se refiere al
intercambio de población tuvo sus consideraciones importantes que se
recogieron en una declaración que también se tomó en esa actividad
paralela. Declaración unánime, tomada por todos, en la que por
ejemplo se establecía el compromiso -no
olvidemos que estamos hablando de países PMA- de promover la
inmigración legal -efecto positivo- y combatir la ilegal. Esto queda
muy lejos de las posiciones ideológicas de algunos partidos políticos
en nuestro país y de algunos portavoces parlamentarios por lo que
hemos podido leer y escuchar aquí. (El señor Campuzano i Canadès hace
signos negativos.) Hablando de leer -y me estoy refiriendo al señor
Campuzano expresamente porque uno intenta ser correcto y hacer una
intervención general, pero no, me refiero a él, dado que él
habitualmente me alude- le recomiendo que se lea un artículo del
secretario de Estado que publicó EL PAÍS que se titulaba Estadística
y pobreza; recomiendo que se lo lea para que comprenda perfectamente
lo que el secretario de Estado quiso decir antes -y como no está le
defiendo un poco, perdóneme- de cuál es la preocupación de España.

La última reflexión es para todos. Me parece que el portavoz del
Grupo Parlamentario Socialista ha centrado muy bien la cuestión,
extraordinariamente bien, y comparto sus apreciaciones; lo del
turismo también lo ha contado antes el secretario de Estado, la
protección del litoral, etcétera, y los temas de deuda, qué duda
cabe. Recuerdo que es precisamente a países menos avanzados donde va
el grueso de las operaciones de condonación de deuda española y
adonde van a ir. Él lo ha centrado muy bien y yo con esta reflexión
termino, señor presidente, señor secretario general. La cooperación
española es bilateral y multilateral. La cooperación bilateral tiene
unas prioridades marcadas por nuestros planes, por nuestra ley. Pero
también la multilateral tiene otras prioridades. Vamos a los
documentos. Por lo que decía el señor Campuzano -no me refiero a su
intervención- las cifras de la cooperación con los países menos
avanzados, ¿ son deficientes?, ¿podemos mejorarlas?, probablemente
sí. Pero que tome el señor Campuzano las cifras de la cooperación
multilateral española, por ejemplo las de la Unión Europea orientadas
a Lomé o a los países menos avanzados, y podrá concluir que nuestras
contribuciones a Naciones Unidas o a organismos financieros
multilaterales, las cifras de España de cooperación multilateral
-también de bilateral- a PMA no son pocas. ¿Qué pueden ser mejores?
Esto es seguro, pero no son pocas. Señorías, yo creo que debemos
manejar ambos conceptos con cierto rigor.




El señor PRESIDENTE: Señor secretario general, tiene la palabra.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LA AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN
INTERNACIONAL (Rodríguez-Ponga y Salamanca): Señor presidente, para
terminar, quiero hacer un par de reflexiones muy brevemente.

Insisto, como ha dicho el señor secretario de Estado, en que las
prioridades españolas están ya marcadas por



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ley: Iberoamérica, los países árabes, norte de África y Oriente
Medio, y los otros países con los que España tenga alguna especial
vinculación histórica o cultural. Eso no excluye que, además de esas
prioridades, pueda haber alguna atención a otros países, como ya de
hecho se está haciendo y se está prestando alguna atención y hay
algún proyecto de cooperación con otros países aunque no sean
prioritarios. En el caso de los PMA, ya hay alguna actuación por
parte de España, en concreto por parte de la agencia. Si tuviéramos
un incremento sustancial del presupuesto, yo me comprometo a que
habría también un aumento sustancial en la aportación de la AECI
hacia los PMA. El problema es que los presupuestos son los que son,
los de la AECI van a subir un 5 y pico por ciento, pero habrá que ver
si lo que le damos a uno dejamos de dárselo a otro. Ese es siempre el
dilema, esa es la decisión que hay que tomar. En fin, entiendo el
planteamiento formulado. En cualquier caso, creo que el que por
primera vez España haya estado presente y con protagonismo en una
conferencia internacional de PMA ya es un avance. El ofrecer el
turismo como algo que España puede mostrar al mundo creo que también
es un avance, entre otras cosas porque no se le había ocurrido a
nadie más que a España. El modelo turístico español, según lo que
entendamos ello se ofrece o no se ofrece o se sigue o no se sigue,
porque lo que se hace ahora ya no es lo mismo que lo que se hacía
hace cincuenta años, y eso en otras partes del mundo y en España. Es
decir, el planteamiento de muchas cuestiones, desde luego el cuidado
del medio ambiente, por ejemplo, está muy presente ahora en todas las
actuaciones vinculadas al turismo, también la importancia de la
cultura en cuanto al turismo, el crecimiento cada vez mayor del
turismo cultural frente al
estrictamente de sol y playa, sonconsideraciones distintas ahora que
hace cincuenta años. En cualquier caso, creo que el que España haya
tenido esta iniciativa es algo realmente positivo.

Quiero terminar diciendo que comparto la preocupación por los países
menos avanzados, como también comparte el secretario de Estado la
preocupación por los países con una renta más baja, hayan sido o no
hayan sido declarados PMA por Naciones Unidas. Los criterios son
discutibles. Hay unos criterios establecidos en el sistema de
Naciones Unidas. No se refiere a si la población es más pobre o menos
pobre que en otros países. Son unos criterios distintos, porque
nosotros cuando actuamos en Honduras o actuamos en Nicaragua, desde
luego actuamos con unos de los países más pobres del mundo. Lo que
pasa es que las Naciones Unidas no los ha declarado PMA. Resulta que
estamos atendiendo a poblaciones realmente en situación de pobreza
extrema pero, por otros factores, no han sido declarados PMA por
Naciones Unidas. En cualquier caso, lo que sí quiero decir es que
esto merece una reflexión mucho más amplia que la que podamos hacer
ahora, un poquito antes de comer.




El señor PRESIDENTE: Agradeciendo la presencia de todos,
especialmente de los portavoces y demás miembros de la Mesa, además
de los servicios técnicos de la Cámara, agradecemos también su
presencia al señor Rodríguez-Ponga, secretario general de la Agencia,
y le convocamos a que en otras ocasiones siga compartiendo su tiempo
con nosotros.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y cuarenta y cinco minutos de la tarde.