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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 218, de 24/04/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 218



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NOTA INFORMATIVA: En la edición impresa de este Diario, sus páginas
aparecieron, por error, numeradas desde la 2949 a la 2982. Tal error
ha sido corregido en la presente edición electrónica.

(Vease 'DS. Congreso de los Diputados' Comisiones, núm. 285)
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ECONOMÍA Y HACIENDA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. SANTIAGO LANZUELA MARINA



Sesión núm. 19



celebrada el martes, 24 de abril de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor presidente de la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales, SEPI (Ferreras Díez), para informar
sobre:



- La privatización de la Empresa Nacional Santa Bárbara y sus
consecuencias para las distintas factorías de la misma. A solicitud
del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 212/000007.) . .

. (Página 6550)



- El plan de futuro para la construcción naval pública. A solicitud
del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 212/000008.) . .

. (Página 6550)



- Estado de la adjudicación de la construcción de los buques gaseros
a la empresa 'AESA' y de la regulación de empleo que ha sufrido la
factoría de 'La Naval' como consecuencia de la ausencia de trabajo. A
solicitud del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 212/
000010.) . . . (Página 6550)



Página 6550




- Proyectos para el sector naval público. A solicitud del Grupo
Parlamentario Mixto. (Número de expediente 212/000029.) . . .

(Página 6550)



- Características y consecuencias de la fusión de Bazán con Astano. A
solicitud del Grupo Parlamentario Mixto. (Número de expediente 212/
000041.) . . . (Página 6550)



- Situación actual del proceso de privatización de la Empresa
Nacional Santa Bárbara. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal
de Izquierda Unida. (Número de expediente 212/000068.) . . .

(Página 6550)



- Situación de las privatizaciones de INITEC, Babcock-Wilcox,
ENSBARBARA. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida. (Número de expediente 212/000082.) . . . (Página 6550)



- La inminente oferta pública de venta del grupo Iberia e informar
acerca del proceso de venta de la compañía Aerolíneas Argentinas. A
solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de expediente
212/000103.) . . . (Página 6550)



- Cumplimiento del contrato de compraventa por parte de los
compradores de la Empresa Nacional de Ingeniería y Tecnología, S. A.

(INITEC) y actuaciones de SEPI para garantizarlo. A solicitud del
Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida. (Número de expediente
212/000342.) . . . (Página 6550)



- Su posición sobre la fusión de las tres empresas: Aceralia, Arbed y
Usinor-Sacilor. A solicitud del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida. (Número de expediente 212/000384.) . . . (Página 6550)



- Situación del sector naval tras la fusión Bazán-Astilleros
Españoles. A solicitud del Grupo Parlamentario Socialista. (Número de
expediente 212/000391.) . . . (Página 6550)



- Política empresarial de la sociedad. A solicitud del Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso. (Número de expediente 212/
000397.) . . . (Página 6550)



Se abre la sesión a las once y cinco minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Buenos días. Se abre la sesión.

Como SS.SS conocen, el orden del día para este 24 de abril consiste
en un conjunto de peticiones de celebración de comparecencias del
presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, al
que doy la bienvenida. Como es costumbre en esta Comisión, la Mesa y
particularmente el presidente solicitamos a los diputados su
conformidad, en su caso, para acumular todas las comparecencias
pedidas por los distintos grupos políticos. (Asentimiento.)
Tiene la palabra el señor presidente de la SEPI para que conteste al
conjunto de comparecencias solicitadas por SS.SS. y que figuran en el
orden del día.




El señor PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESTATAL DE PARTICIPACIONES
EMPRESARIALES, SEPI (FERRERAS DÍEZ): Señor presidente, señoras y
señores diputados, muchas gracias por esta convocatoria de
comparecencia. Como suele ocurrir, habida cuenta de la acumulación de
trabajo parlamentario,
este conjunto de comparecencias hace que prácticamente
tenga que explicar cinco años de trabajo en la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales. Intentaré contestar a todas ellas con
la mayor brevedad y, posteriormente, si lo estima oportuno la
Presidencia, contestaré a las preguntas concretas que en su caso se
formulen. Dada la libertad que me ha concedido en este momento la
Presidencia, me gustaría comenzar mi intervención por la pregunta
relativa al informe sobre la política empresarial de la SEPI, por ser
la más general de todas ellas y la que engloba todas las demás
actuaciones.

Dentro de la brevedad que quiero imponer a las contestaciones, he de
recordar que las nuevas actuaciones de la SEPI, así como del equipo
que me ha tocado presidir, se inician en mayo de 1996 y se enmarcan
dentro del programa de modernización del sector público empresarial
del Estado, que aprobó el Consejo de Ministros el 28 de junio de
1996, y que reiteradamente hemos intentado resumir en tres conceptos
básicos: sanear el sector público, consolidar los proyectos
industriales y privatizar las compañías. En orden al saneamiento de
ese sector público -por destacar cuálesson los hitos fundamentales-,
se ha procedido, en



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primer lugar, a la unificación de todos los organismos titulares del
sector público empresarial del Estado en un único organismo, la
Sociedad Estatal de Participaciones Industriales. Recordarán que en
junio de 1996 se procedió a la fusión de SEPI y de la sociedad
anónima Teneo y que, posteriormente, en septiembre de 1997, se
incorporó también por vía de fusión la Agencia Industrial del Estado.

Por tanto, ese organismo industrial del Estado ha vuelto a recoger
todas las entidades en que se descompuso el antiguo INI. Como es
también sabido, desde enero de 2001 está adscrito a SEPI el Ente
Público Radiotelevisión Española y se encuentra en trámite
parlamentario la aprobación de la ley que permite la incorporación de
otras compañías del sector de Patrimonio, de otros sectores de la
Administración Pública a la Sociedad Estatal de Participaciones
Industriales, que tendrá que determinar en su momento el Consejo de
Ministros cuáles son. En cualquier caso, se sigue en ese proceso de
unificar toda la gestión del sector público empresarial del Estado.

No se nos oculta a nadie que esa unificación, aparte de una unidad de
criterios en la gestión, supone un importante ahorro de costes de
estructuras de las diferentes sociedades.




Dentro del capítulo de saneamiento hay que destacar que a partir de
septiembre de 1997 se modificó la ley de la SEPI, de manera que no
puede recibir ningún tipo de aportación de los Presupuestos Generales
del Estado; ni la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales ni
las empresas dependientes de dicha sociedad, con lo cual se cortó lo
que era la vía tradicional de financiación del Instituto Nacional de
Industria, la financiación de la propia SEPI y de las compañías del
grupo hasta ese momento, que era a través de los Presupuestos
Generales del Estado. En esta línea de saneamiento, la SEPI ha
procedido a la cancelación de la deuda histórica del Instituto
Nacional de Industria, que en mayo de 1996 ascendía a 576.000
millones de pesetas; en estos momentos quedan pendientes poco menos
de 100.000 millones, que sencillamente no se han pagado porque están
colocados en bonos internacionales a muy buen tipo de interés y no ha
sido posible recuperarlos, pero está convenientemente provisionado
para que se puedan hacer los pagos correspondientes. Asimismo, se
está procediendo a la formalización de las pólizas de la
externalización de los compromisos laborales al capítulo de
saneamiento, de cancelación de deudas, por importe de 1,2 billones de
pesetas procedentes de los compromisos laborales que históricamente
se habían abordado con los trabajadores en los distintos procesos de
reconversión industrial, que afecta a unos 70.000 trabajadores;
compromisos que se extendían hasta 2020 en prestaciones directas y
hasta 2060 en prestaciones complementarias. Recordarán que se
suscribió una póliza que supuso la mayor operación de seguros
suscrita hasta entonces en España, con siete compañías designadas por
concurso para atender a esos compromisos.

Además, se cancelaron las deudas procedentes de las cabeceras
siderúrgicas por un importe de 307.000 millones de pesetas. En
consecuencia, este proceso de saneamiento, por decirlo de manera
breve, ha llevado a cancelar deudas del INI, a través de la SEPI, por
un importe de dos billones de pesetas, liberando a los Presupuestos
Generales del Estado de hacer las aportaciones correspondientes a la
SEPI y a las empresas dependientes por un importe, durante este
período, de otros dos billones de pesetas. Dos billones hemos pagado
y otros dos billones nos hemos ahorrado en los Presupuestos Generales
del Estado durante este tiempo. Todo ello además de los procesos en
cada una de las compañías para reducir las pérdidas, que también se
incluyen en este capítulo de saneamiento. Comparando el año 1995 y el
año 2000, yo destacaría que en Hunosa se han reducido las pérdidas en
37.000 millones de pesetas, en la Empresa Nacional Santa Bárbara en
25.000 millones de pesetas, en el grupo Astilleros en 70.000 millones
de pesetas y en la Empresa Nacional Bazán en 10.000 millones de
pesetas. Por tanto, las pérdidas que venía produciendo el sector
típicamente deficitario de la parte industrial del Estado, desde el
año 1995 hasta el año 2000, se han reducido en 142.000 millones de
pesetas.

En cuanto al trabajo de consolidación, saneado ese sector público, se
trataba de consolidar los proyectos industriales, hacer que cada uno
de los proyectos de cada una de las compañías fuera un proceso
sólido, rentable, con viabilidad e integrado en el nuevo mercado, en
el nuevo concepto de globalización de la economía, etcétera. Sería
muy prolijo ver todos y cada uno de los planes que se han llevado a
cabo porque se han hecho para todas y cada una de las compañías y
estaríamos hablando de más de un centenar. Yo destacaría lo que se
hizo en su día en Endesa, unificando lo que antes era un holding de
otras compañías y convirtiéndolo en una empresa directa de prestación
de bienes y servicios que se inició con las OPAS sobre Fecsa y
Sevillana. La internacionalización de la compañía con inversiones en
Latinoamérica y la diversificación sobre todo en materia de
telecomunicaciones hizo que hubiera un antes y un después de Endesa.

A Iberia nos referiremos más adelante porque es objeto de una
pregunta específica, pero qué duda cabe que la elaboración del plan
director y de las alianzas, la puesta en marcha de las alianzas
internacionales, la renovación de la flota, la privatización de la
compañía, en definitiva, ha llevado a que una compañía que en el año
1995 estaba en quiebra técnica (tenía unos recursos propios negativos
de 17.000 millones de pesetas) hoy sea una de las grandes compañías
españolas. Construcciones Aeronáuticas se encuentra integrada en el
consorcio aeronáutico EADS en una magnífica posición. Somos el único
socio de ese consorcio que tiene un contrato que le garantiza el plan
industrial que va a tener la EADS respecto de Construcciones
Aeronáuticas durante los próximos tres



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años, que además se está cumpliendo más que satisfactoriamente.

También hay que destacar en ese trabajo de consolidación algo casi
impensable hace dos o tres años, que se pudiera hacer una fusión de
los astilleros civiles y los militares, no como una medida
desesperada de salvaguarda de los astilleros civiles sino como una
medida con proyección de futuro, lo que significará, si todo nos sale
bien -esperemos que así sea-, que en el año 2003 ese conjunto va a
tener resultados positivos. Es todo un trabajo de consolidación que
ha llevado incluso a cambiar el nombre a los astilleros y la Empresa
Nacional Bazán pasa a denominarse Izar. Junto a ello, a lo largo de
estos casi cinco años, se han invertido más de 130.000 millones en el
grupo en I+D, se han invertido más de 25.000 millones de pesetas al
año en mejoras medioambientales, se han invertido más de 44.000
millones de pesetas en formación de personal y más de 37.000 millones
en tecnologías de la información.

Por último está el capítulo de la privatización, como siempre el más
conocido, el más llamativo, el que más sale en todos los medios de
comunicación, pero debo decir que es el que menos horas nos ocupa. El
que nos ocupa realmente la práctica totalidad de nuestras horas de
trabajo es el de gestión, el de consolidación de la compañía. En esa
privatización, de acuerdo con el programa que marcó el Consejo de
Ministros en junio de 1996, yo destacaría como datos diferenciales de
un proceso que es expreso y explícito (en junio de 1996 el Consejo de
Ministros dice que se va a abordar abiertamente un proceso de
privatización), el principio de generalidad, ya que afecta o puede
afectar a todas las compañías del sector público empresarial del
Estado, y el principio de totalidad, en el sentido de que afecta a la
totalidad de la participación que el Estado tiene en esas compañías.

Entendemos que vender el 20, el 30, el 50 o el 60 por ciento de la
compañía, en definitiva, es hacer caja, pero no es privatización
porque seguiría teniendo el Estado el control efectivo sobre la
compañía. Para que la compañía se pueda considerar privatizada el
Estado debe salir por completo del accionariado y convertirse pura y
simplemente en regulador, que entendemos que es el papel que le
corresponde a través del Boletín Oficial del Estado para todas las
compañías y no en propietario accionista de cada una de ellas. Los
principios de publicidad, transparencia y concurrencia los viene
examinando para cada proceso de privatización el Consejo Consultivo
de Privatizaciones. Queremos hacer especial hincapié en que somos
conscientes, y además nos gusta que sea así, de que hemos de trabajar
entre paredes de cristal para que todo sea absolutamente público, al
menos en el momento de dar las explicaciones correspondientes de cada
una de las cuestiones.

Respecto a la consideración eminentemente industrial de todo el
proceso, lo que se está buscando es fundamentalmente el futuro de la
compañía que se está privatizando
y queremos asegurarle, mediante ese proceso de
privatización, un futuro mejor, un plan industrial en todas aquellas
operaciones que no han sido objeto de una salida a Bolsa, en las que
no procede hablar de planes industriales pues esto se hace a través
del road show. Junto a los contratos de compra-venta y a las ofertas
económicas hay siempre -y es lo que más valoramos en cada uno de los
casos- el proyecto industrial que el comprador se compromete con la
Sociedad Estatal de Participaciones Industriales a realizar en los
próximos años -normalmente son cinco-, donde establece cuál es la
dirección estratégica de la compañía, cuáles son las inversiones que
va a hacer, cuáles son sus compromisos respecto de la plantilla de
cada una de las factorías o empresas que sean objeto de esa venta.

Hemos examinado a lo largo de estos años más de 450 planes
industriales para los procesos de privatizaciones -26 en concreto-
que se han realizado por este procedimiento de venta con un plan
industrial, lo cual da una idea del esfuerzo de valorar y examinar
cada uno de esos planes industriales.

Junto al principio de publicidad, transparencia y concurrencia,
porque es un corolario obligado, está el principio de control de todo
el proceso a través de la Intervención General de la Administración
del Estado, del Tribunal de Cuentas, del Consejo Consultivo de
Privatizaciones y, por supuesto, del Congreso y del Senado. También
creo que es destacable que todo el proceso de privatizaciones -y esto
es un hecho evidente- se ha realizado con una enorme dosis de diálogo
social. No ha habido ningún especial problema laboral ni grandes
manifestaciones, grandes huelgas, y prácticamente en todos los
procesos de privatización se ha llegado a acuerdos concretos sobre
cada uno de ellos con las federaciones de las centrales sindicales,
convenciéndolas, pactando con ellas y recibiendo también sus
sugerencias respecto de cada uno de los procesos de privatización.

Hemos realizado 39 procesos de privatización, incluyendo la Empresa
Nacional Santa Bárbara, Babcok-Wilcox, Conversión Aluminio e Iberia.

Los ingresos están en torno a 2,9 billones de pesetas. Han accedido a
la propiedad de las acciones de las compañías privatizadas -este es
un dato muy importante en los procesos bursátiles- más de 4,5
millones de ciudadanos, que si contamos por familias estamos hablando
de 20 millones de ciudadanos, con lo que casi la mitad de los
ciudadanos españoles, vía familia, son propietarios de las grandes
compañías que han sido objeto de privatización. Fíjense que desde el
año 1996 hasta ahora SEPI ha pasado de tener el 9 por ciento de la
contratación bursátil al 0,3, lo cual da idea de la reducción que se
ha producido.

Junto a estos conceptos de saneamiento, de consolidación y de
privatización del grupo público hemos añadido, en los dos últimos
años, el nuevo concepto de la reindustrialización de aquellas zonas
en las que se habíanproducido especiales procesos de reconversión



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que habían dejado una serie de instalaciones industriales y de
terrenos vacíos. Ciertamente, nos hemos encontrado con auténticos
cementerios industriales, fundamentalmente en las zonas siderúrgicas,
y se ha procedido a desmantelar todas esas instalaciones obsoletas
y a convertirlas en terrenos urbanizados para venderlos como polígonos
industriales para la instalación de nuevas industrias. Entiéndase que
con eso no estamos creando nuevas industrias en cada uno de los
sitios, sino facilitando -creemos que esa es la labor- la existencia
de las infraestructuras necesarias para que otras empresas privadas
se instalen en esos lugares. Estamos hablando de una gran cantidad de
metros cuadrados, que están diseminados básicamente en Avilés,
Cantabria, País Vasco, Valencia y Palencia, para la creación de estos
polígonos industriales. Además, están funcionando muy bien, de manera
que las opciones que nos van haciendo sobre cada uno de estos
terrenos están llenando por completo esos planes industriales. El
objetivo que tenemos con esta programación de polígonos industriales
no es ganar dinero, no tiene por objeto la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales especular inmobiliariamente, pero sí
pretende que se haga a coste cero, de manera que para la SEPI los
gastos de efectuar toda esta promoción queden perfectamente
compensados con los ingresos procedentes de la venta de estas
compañías.

Doy por terminada muy sintéticamente la primera parte relativa a la
política empresarial de la Sociedad Estatal de Participaciones
Industriales. Espero en el resto ser breve porque comprenderán que
esta es la que más trabajo me cuesta sintetizar porque es, como tal,
la más genérica. Si les parece, siga con la explicación de la
inminente oferta pública de venta del grupo Iberia y el proceso de
venta de Aerolíneas Argentinas; más que la explicación de la
inminente oferta pública de venta será la explicación de la oferta
pública de venta, que ya se ha consumado.

En el caso de Iberia, aunque ha sido objeto de muchas comparecencias
en esta Comisión y en la anterior legislatura en la Comisión de
Industria, me gustaría explicar, al menos rápida y genéricamente, la
totalidad del proceso. Decía antes, en contestación a la anterior
pregunta, que SEPI recibe Iberia en el año 1996 en una situación de
quiebra técnica, con unos fondos propios negativos de 17.500 millones
de pesetas, y unas pérdidas acumuladas entre 1991 y 1996 por importe
de 250.000 millones de pesetas. Por tanto, nos encontramos ante una
situación dramática, con una compañía de bandera muy conocida en todo
el mundo internacional, muy simbólica, con 26.000 trabajadores
y desde luego con una importancia tremenda, que a nadie se le oculta,
no sólo para el transporte sino para la primera industria del país,
que es el turismo. En 1996 ya se había puesto en marcha por el
anterior Gobierno la fase de saneamiento de la compañía por la vía de
aprobar una ampliación de capital, que fue objeto de
aprobación en Bruselas, por importe de 107.000 millones de pesetas,
de los cuales se habían desembolsado en aquel momento 87.000
millones. Quedaron pendientes de desembolso 20.000, desembolso que
hicimos en los primeros meses del año 2000.

Pues bien, la estrategia que se diseñó en aquel momento para Iberia
abarcaba cuatro puntos fundamentales. En primer lugar, elaborar un
plan director, que en definitiva era un plan de futuro o de
viabilidad, como quieran denominarlo, en el que se recogían todas
aquellas medidas de orden económico, laboral, financiero, empresarial
en el sentido estricto de gestión interna, de operación de red,
etcétera, con el objeto de hacer rentable la compañía Iberia. Todos
los objetivos que se marcaron en aquel momento se han cumplido
satisfactoriamente y por exceso en cuanto a ese plan director. El
plan director ha llevado a que frente a aquellas pérdidas de que
hablábamos antes Iberia haya tenido unos beneficios brutos, en estos
años, de 118.000 millones de pesetas, con casi dos billones de
ingresos, y sea hoy una de las mayores líneas áreas europeas en el
volumen de tráfico. En el año 2000 ha transportado algo más de 30
millones de pasajeros; es líder en el tráfico de pasajeros en el
mercado doméstico, con un 70,4 por ciento de cuota en el 2000, y es
líder también en el tráfico entre Europa y Latinoamérica, con una
cuota del 15 por ciento y unos ingresos de casi 4.500 millones de
euros, con un ROE del 17,2 por ciento y un margen de Ebidtar del 13,3
por ciento, lo que nos da una idea de lo bien situada económicamente
que está.

Además del plan director, como vemos ya cumplido, se abordó un
programa de renovación de la flota, pues la que teníamos estaba
obsoleta y tenía distintas procedencias, con prácticamente todos los
modelos posibles en el mercado, lo cual añade unas enormes
complicaciones de gestión de esa flota, de capacitación de los
pilotos, de reparaciones, de mantenimiento, etcétera. Pues bien, se
abordó un programa de renovación de la flota de enorme trascendencia,
de enorme importancia económica -hablamos de 6.250 millones de
euros-, unificándola en el modelo Airbus, con lo que hemos dado lugar
a una nueva flota flexible, homogénea, de muy buena calidad y de una
enorme productividad. En este momento Iberia es una compañía europea
con una flota muy renovada y joven; desde luego, en los próximos
años, cuando se complete ese proceso, será la flota más renovada,
joven y flexible de todas ellas.

El tercer objetivo era integrar Iberia en alianzas internacionales.

Se estudiaron todas las posibilidades y se contactó con toda una
serie de compañías aéreas americanas y europeas. En cuanto a las
americanas, se habló con American Airlines, Continental, TWA, United
y Delta, y se negoció a fondo con las compañías europeas British
Airways, Air France, Lufhtansa, Swissair, KLM y Alitalia. Queríamos
ver cuál era el mejor socio para unas alianzas con Iberia, tanto en
Europa como en Estados Unidos, entendiendo que nos interesaba



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tener el socio de alianza repartido para el tráfico europeo y
asiático y, por otro lado, para el tráfico americano. Tras un
apasionante proceso de negociación con cada una de ellas, se concluyó
que la más conveniente para Iberia era la alianza con British Airways
como socio europeo y con American Airlines como socio americano, que
además manifestaba un notable interés por Aerolíneas Argentinas,
cuestión que tendremos que abordar también. En julio de 1997 se firmó
un MOU con American Airlines y British Airways. Además de establecer
alianzas comerciales, ya se preveía la posibilidad de que American
Airlines y British Airways llegaran a adquirir hasta un 10 por ciento
del capital de Iberia. Como saben, esas alianzas se han consolidado y
se ha puesto en marcha todo el sistema de alianzas con American
Airlines y British Airways de manera especial. Además, Iberia ha
entrado en la alianza Oneworld en la que, además de las tres
compañías, están Quantas, Canadian Airlines, Cathay Pacific y
Finnair, de manera que ahora con un billete de Iberia se puede dar la
vuelta al mundo y obtener todas las ventajas de puntos, salas VIP,
etcétera.

En cuarto lugar, junto al plan director, la renovación de la flota y
las alianzas internacionales, entendíamos que había que abordar el
proceso de privatización de la compañía Iberia y se hizo sobre tres
consideraciones fundamentales. En primer lugar, mantener el carácter
español y la independencia de Iberia como compañía de bandera. Digo
esto porque hubo muchas ofertas para adquirir Iberia; ya las había
habido antes, incluso a precios absolutamente simbólicos, y cuando
estábamos en este proceso había ofertas de la propia British Airways,
que quería adquirir la mayoría o la totalidad del capital social.

Frente a este modelo queríamos que fuera una empresa española, por
tanto que la mayoría de capital siguiera siendo española y que
siguiera siendo compañía de bandera. En segundo lugar, la estabilidad
accionarial de la compañía, que sin ser especialmente cíclica está
especialmente afectada por momentos cíclicos de bonanza o de crisis
económica, que influye casi inmediatamente en la contratación de
vuelos. En tercer lugar, la participación minoritaria, precisamente
para mantener esa españolidad, de los aliados comerciales, con el fin
de conseguir que se reforzaran las alianzas comerciales; creo que
alguna otra vez hemos hablado de ese tema en el Congreso. Las
alianzas comerciales de las compañías de transporte aéreo se han
caracterizado por una enorme promiscuidad -podríamos decirlo así-, se
van cambiando de año en año prácticamente, y para darle estabilidad
queríamos que hubiera un cierto intercambio accionarial entre los
socios. A la luz de todas estas consideraciones se llegó al siguiente
diseño de distribución de capital. Queríamos que el 10 por ciento de
capital fuera suscrito por los aliados comerciales, American Airlines
y British Airways. Entendíamos que esa suscripción del 10 por ciento
iba a permitir, en primer lugar, que fuera instrumento y
consolidación de ese desarrollo de las alianzas -ya he aludido a
ello- y, en segundo lugar, dar también credibilidad al proyecto
frente al público inversor. No nos olvidemos que estábamos saliendo
de una situación de quiebra técnica. (El señor vicepresidente,
Eguiagaray Ucelay, ocupa la Presidencia.) Por último, permitir la
efectiva aportación de conocimientos, de experiencias, en el sector
del transporte aéreo, de unos socios tan prestigiosos en la gestión
del transporte como es el caso de American Airlines y British
Airways. Un 30 por ciento de capital a suscribir por accionistas
institucionales españoles, que debería prestar estabilidad
accionarial, apoyo financiero, también garantía de control de los
socios industriales frente a los posibles intentos de injerencia o
toma de control en la gestión de la compañía por parte de esos socios
industriales tan poderosos como American Airlines y British Airways.

En ese momento, un 6,1 por ciento estaba en propiedad de los
trabajadores de la compañía -se les había transferido en el año 1995-
y el resto, esto es un 53,9, sería objeto de una oferta pública de
venta.

Este es el diseño que se ha cumplido casi milimétricamente a lo largo
de estos cerca de cinco años. La primera fase fue la de venta a los
socios industriales. Tras los acuerdos comerciales, el 12 de febrero
de 1999 se firmó un acuerdo marco con British Airways y American
Airlines, en cuya virtud tomaban el 10 por ciento del capital social
de Iberia -el 9 por ciento British el 1 por ciento American Airlines-
por un precio máximo de 580.000 millones de pesetas; se fijó como
precio máximo porque quedaba sujeto a la revisión que se hiciera de
la valoración de Amadeus, en función de la salida a Bolsa y la
revisión que se hiciera de los terrenos de La Muñoza, en función
también de una tasación. Creo recordar que fue en febrero del año
2000 cuando tuve una larga comparecencia sobre el precio de
adjudicación a los accionistas institucionales e industriales, por lo
que eso quedó perfectamente explicado en aquel momento. Una vez
formalizado ese acuerdo con los socios industriales para la
adquisición del 10 por ciento, la segunda fase era la convocatoria de
un concurso público para dar entrada a los socios institucionales con
capacidad económica, con solvencia financiera, que adquirieran el 30
por ciento del capital social y que junto con American Airlines y
British Airways, los socios industriales, formarían a partir de ese
momento el núcleo estable de la compañía con vocación de permanencia;
American Airlines y British Airways se habían comprometido a una
permanencia mínima de tres años. Se solicitaron ofertas en ese
concurso público bajo las siguientes condiciones: un precio mínimo de
580.000 millones de pesetas (el precio mínimo que podía ofertar el
socio institucional era a partir del máximo que pagaba el socio
industrial; llamo la atención sobre este punto habida



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cuenta de los comentarios periodísticos que ha habido) precio mínimo
sujeto a los ajustes de La Muñoza y Amadeus, un tiempo mínimo de
permanencia de tres años, una participación mínima del 3 por ciento
y máxima del 10 por ciento y la disposición de todos ellos a firmar un
pacto de accionistas en el que básicamente se establecía la adopción
conjunta de las decisiones por mayoría absoluta, sin que ninguno de
los miembros tuviera derecho de veto, y el derecho preferente de
adquisición entre ellos de las participaciones una vez que ese pacto
de permanencia fuera decayendo para cada uno de los accionistas. Se
presentaron ocho ofertas en firme y la adjudicación la hizo el
consejo de administración de SEPI en abril de 1999. Ha sido un
proceso muy rápido: en febrero se ha firmado con American Airlines y
British Airways, en marzo se ha convocado un concurso, en abril se
resuelve y se adjudica el 10 por ciento de las acciones a Caja
Madrid, que había ofertado un precio de 650.001 millones de pesetas
para el cien por cien del capital de Iberia, con un compromiso de
permanencia de seis años y un día; el 7,3 por ciento al Banco Bilbao
Vizcaya, que había ofertado 610.500 millones de pesetas y cinco años
de permanencia; el 6,7 por ciento a Logista, que había ofertado un
precio de 580.000 millones de pesetas y cinco años de permanencia; el
3 por ciento al Corte Inglés, que había ofertado 605.000 millones de
pesetas de valoración total de la compañía y cinco años de
permanencia, y el 3 por ciento a Ahorro Corporación, que había
ofertado 620.000 millones por el cien por cien de la compañía y tres
años de permanencia. Acto seguido, en julio de 1999, el consejo de
administración de SEPI acordó poner en marcha la tercera fase, la de
oferta pública de venta de las acciones y remitir las autorizaciones
correspondientes al Consejo de Ministros, previo informe del Consejo
Consultivo de Privatizaciones. Sin embargo, como se ha puesto de
manifiesto a lo largo de la OPV, y voy a hablar de ello porque se me
preguntará y no tengo nada que ocultar al respecto, no pudo ponerse
en marcha a partir de julio porque surgieron dificultades con los
accionistas institucionales que acababan de designarse en un
concurso; de un lado, frente a los socios industriales en la
negociación de los detalles de ese acuerdo de accionistas porque los
puntos básicos ya estaban fijados en el concurso y, de otro, por una
reclamación de los socios institucionales, esto es de Caja Madrid, de
BBV, del Corte Inglés, de Ahorro Corporación y de Logista frente a la
SEPI, para que se efectuase una revisión a la baja del precio de
adjudicación del concurso bajo diferentes argumentaciones de error en
la valoración de la compañía, de deterioro de los márgenes de la
compañía desde que se había hecho el concurso hasta el mes de
septiembre, etcétera. En definitiva, se estaba pretendiendo
referenciar el precio a la oferta pública de venta de Iberia,
cuestión que no estaba en el concurso.

Frente a todas estas argumentaciones, la SEPI les expresó con toda la
firmeza, con toda la reiteración, que era imposible revisar el precio
que se había fijado en un concurso público y en el que cada entidad
había hecho la valoración y el ofrecimiento que había tenido por
conveniente y en el que, además, en las propias bases del concurso se
establecía que el precio mínimo a ofertar era el máximo que estaban
dispuestos a pagar los accionistas industriales.

Después de muchas negociaciones, de mucho tiempo de dilación sobre
este tema, finalmente, en noviembre de 1999 y sin ánimo de señalar un
arbitraje pero sí de clarificar las posiciones de las partes para ver
si es que era un problema -si se me permite la expresión- de tozudez
de esos accionistas institucionales o de tozudez de la SEPI frente a
argumentaciones, se pidió la opinión de Arthur Andersen, auditor de
todos nosotros, con el fin de que expresara si procede o no revisar
ese precio de adquisición y en caso afirmativo el importe en que
debía revisarse ese precio.

El 7 de diciembre de 1999, Arthur Andersen, en ese informe solicitado
conjuntamente por todos, dice textualmente: no hallamos razones
sólidas ni en derecho ni en equidad empresarial para sostener que los
inversores institucionales puedan haber sufrido algún error al
formular sus ofertas de compra de acciones en atención a las
proyecciones de negocio y de beneficios de dicha compañía facilitadas
por la SEPI en el memorándum informativo confidencial y en los
resultados POA PM 99-2003, Grupo Nacional, que deba conducir a la
anulación o a la resolución de los contratos ya perfeccionados entre
SEPI y cada uno de los referidos inversores; tampoco para que deba
comportar una reducción ni directa ni por compensación con una deuda
indemnizatoria de SEPI del precio que los inversores institucionales
han de pagar por sus respectivas participaciones en el capital de
Iberia ni para que dicho precio encuentre un límite máximo en el
múltiplo correspondiente del precio que se fije para cada acción de
Iberia en la OPV del restante 54 por ciento del capital de la
compañía. Insisto, en el encabezamiento no hallamos razones sólidas
ni en derecho ni en equidad empresarial.

Este informe confirmaba rotundamente la opinión y razón de la SEPI
frente a esa reclamación de los accionistas institucionales y dejó
zanjada la situación. Tengan en cuenta que el informe se recibe el
día 7 y el día 15 se firman ya los contratos privados
correspondientes que quedan pendientes de la autorización del Consejo
de Ministros para elevar a escritura pública. En el mismo mes de
diciembre el Consejo Consultivo de Privatizaciones informa diciendo
que se cumplen suficientemente los principios de publicidad,
transparencia y concurrencia y el 30 de diciembre de 1999 el Consejo
de Ministros aprueba la operación en conjunto y, además, autoriza a
la SEPI a emitir la correspondiente oferta pública de venta de
acciones. Es en ese momento, al formalizarse las escrituras públicas
el 17 de



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marzo de 2000, cuando se hace la corrección del precio relativo no a
esta reclamación, sino a los ajustes correspondientes al valor en
Bolsa de Amadeus y La Muñoza que, como saben, dan un valor final de
454.350 millones de pesetas.

A partir de ese momento se inicia la posibilidad de abrir la oferta
pública de venta. Recuerden que una de las cuestiones que se ha
suscitado con reiteración es que la oferta pública de venta se ha
parado tres o cuatro veces. Comprenderán que hasta el 30 diciembre no
se haya parado nunca. Sencillamente no se podía hacer porque el
Consejo de Ministros no lo había autorizado. Hasta marzo del año 2000
tampoco se puede hacer porque no se han firmado las correspondientes
escrituras con todos los accionistas. Les recuerdo que en marzo del
año 2000 estábamos en medio de un proceso electoral y el verano no es
el mejor momento para hacer una oferta pública de venta, con lo cual
la ventana posible para hacer esta operación estaba cifrada más o
menos hacia noviembre del año 2000. Llegado este mes, entendemos que
la situación del mercado con el asesoramiento del Banco de Santander
y de Merril Lynch que son los coordinadores globales de la operación,
no es un momento adecuado. Afortunadamente, se decidió no hacer la
OPV. Luego se demostró que no era un momento adecuado, ya que a
finales del año pasado la Bolsa sufrió una gran crisis. A partir de
entonces, decidimos que la oferta pública de venta se hiciera en el
primer o segundo trimestre del año 2001 como así se ha hecho.

El calendario de esta oferta pública de venta se inició formalmente
el 16 de febrero con la presentación a los analistas y destacaré las
fechas fundamentales. El 16 de marzo se hizo ya el registro del
folleto en la Comisión Nacional del Mercado de Valores, del 19 al 30
de marzo se hizo todo el período agotador del road show y de la
formación de los libros correspondientes; el domingo 1 de abril se
procedió a la fijación del precio definitivo de la operación, cotizó
el día 3 y se liquidó toda la operación el día 5 de abril.

La distribución final de las acciones ha sido la siguiente: En el
tramo minorista general se ha adjudicado el 61,8 por ciento de toda
la emisión; en el tramo de empleados, el 5,6 por ciento de la
emisión; en el tramo institucional español, el 17 por ciento y en el
tramo internacional, el 15,6 por ciento. El precio final de
adjudicación ha sido el de 1,19 euros por acción, equivalente a 198
pesetas por acción, lo que supone, a su vez, a una valoración del
cien por cien de la compañía en 180.000 millones de pesetas. Me
gustaría hacer unas muy breves consideraciones sobre ese precio que
al menos en los medios de comunicación ha suscitado alguna crítica u
opinión de que era un precio bajo o barato. Hay que tener en cuenta
primero qué ocurre si no se hace la operación de OPV en función del
precio que marca el mercado en un momento determinado. Hay que
empezar a decir que no hacer una operación
porque no te gusta el precio que fija el mercado significa renunciar
para el futuro a hacer la operación que se está señalando, porque
previsiblemente en el mercado dentro de uno o dos años, los criterios
van a ser los mismos y, al final, el criterio de fijación de un
precio en el mercado es un criterio objetivo. Sería no aceptar el
precio señalado por el mercado, teniendo en cuenta, además, que ese
precio que nos fija el mercado nos está reconociendo una prima de un
15 por ciento sobre Air France y un 22 por ciento sobre la valoración
en comparables de Lufthansa, por cierto, compañías que también tienen
la misma participación que tiene Iberia en la central de reservas
Amadeus. Y sería la imposibilidad de convocar una nueva oferta
pública de venta, como mínimo en el plazo de un año, pero
razonablemente en los próximos dos, tres o cuatro años, lo que
supondría, en definitiva, renunciar a ese proyecto de Iberia que he
intentado explicarles de forma muy resumida con los datos anteriores,
fundamentalmente, porque eso supondría, entre otras cosas, la
renegociación de todas y cada una de las condiciones con el propio
núcleo estable, con los accionistas industriales, la renegociación de
la permanencia o no en Oneworld, etcétera, en definitiva, empezar de
nuevo todo el proyecto de Iberia e iniciar, además, un nuevo diseño
de toda la operación.

La opinión del Consejo de Administración de la SEPI, la de los
coordinadores globales de la operación y la más propicia es que el
precio de 1,19 euros por acción es un buen precio. Es el precio que
fija la compañía. A todos nos hubiera gustado, por supuesto, obtener
un precio mayor, pero no es un problema de gustos ni de
sensibilidades, sino de cuál es la valoración que hace el mercado,
los 200 inversores institucionales de todo el mundo que han hecho sus
órdenes en esta operación y para los que, como podemos imaginar, es
de una indiferencia absoluta invertir en Iberia, en Air France,
Lufthansa o en British Airways. Les da exactamente lo mismo. Lo que
están mirando es una rentabilidad que cifran en un múltiplo de
Ebitdar, y en función de esa rentabilidad, si no les interesa el
precio que se les está dando en Iberia, invierten en Air France o en
Lufthansa, pero no invierten en Iberia, por mucho que nos empeñemos
al respecto. Y ese precio está en el entorno de los que fija el
propio mercado para todo el resto de la compañía. Vuelvo a insistir
que el mercado nos reconoce un precio sobre Air France y sobre
Lufthansa -permítame que insista en que hace cinco años estábamos en
quiebra- un precio que es una prima del 15 por ciento sobre Air
France y del 22 por ciento sobre Lufthansa. Además, y es la
consideración de los propios analistas, estos estándares de mercado
se van a reproducir razonablemente, como puede ocurrir, con muy
pequeñas diferencias en los próximos años. Lo que ocurre es que este
precio no puede es ser comparado con el precio que han pagado los
socios industriales o con el que han pagado los socios
institucionales, ya



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que responde a criterios, a métodos de valoración y a intereses
absolutamente diferentes. Cuando British Airways y American Airlines
o cuando el resto de los accionistas del núcleo estable están
haciendo una oferta para entrar en el capital de Iberia, están
haciendo una oferta para tener una posición de control en una
compañía. Por tanto, su oferta necesariamente tiene que estar
previendo una prima de control. Pero es que, además, hacen su propia
valoración al margen de criterios de mercado, porque en ese momento
no se está planteando la salida de la compañía a Bolsa, por lo menos
con carácter inmediato y la valoración que se puede hacer con unos
criterios no tiene nada que ver con la valoración que se pueda hacer
por los otros. En definitiva, se podría decir, y me atrevo a decirlo,
que el valor de Iberia es el de los 180.000 millones, no el de los
454.000. No se confunda el valor que se fija en una negociación
directa, o el valor que se fija en un concurso público, donde cada
cual hace la oferta que tiene por conveniente, con el valor que fija
el mercado, que fijan todos los analistas internacionales, y lo fija
haciendo unas ofertas limitando el precio: por encima de ese valor,
no compro.

Tampoco creo que deba imputarse el precio de Iberia a un mejor o peor
momento de la Bolsa. Ciertamente no fue un momento muy halagüeño,
sobre todo y curiosamente porque a partir del día 16 de febrero, que
es cuando se inician formalmente todos los trámites de la OPV, es
cuando empiezan a bajar sustancialmente en la cotización todas las
compañías de transporte aéreo, y lo hacen en torno a un 20 por ciento
prácticamente en mes y medio. Tampoco sabemos qué es lo que podría
pasar al año siguiente o dentro de dos años. Lo que sí sabemos es lo
que ha supuesto hacerla en este primer trimestre del año 2001, en
términos de Ebitdar, por referirme al criterio de fijación de valor
que utilizan los analistas internacionales; en noviembre del año 2000
hubiera sido un 20 por ciento menos y en noviembre del año 1999
hubiera sido otro 15 por ciento menos. Al final, el precio, como es
bien sabido, en una oferta pública de ventas se fija por el encaje
entre las ofertas que hacen los inversores institucionales de todos
los países, que fijan unos rangos de valor. A partir de ahí, se puede
aceptar o no aceptar, pero no hay ningún proceso de negociación, y
hay que encajar ese valor en el rango que permita, de un lado, una
razonable estabilidad de ese valor, sin forzarlo hacia arriba,
porque, si no, lo único que se consigue es que en los próximos quince
días se derrumbe el valor hasta ajustarse a ese valor de oferta, y
tampoco tiene sentido forzarlo hacia abajo, porque entonces subiría
el valor. De alguna manera la prueba del nueve de que el valor al que
ha salido Iberia al mercado ha sido correcto y técnicamente acertado
-nos puede gustar más o menos- es que lleva 15 ó 20 días de
cotización y el valor está clavado en el 1,19 euros, con mínimas
oscilaciones a 1,20 ó 1,18, lo cual quiere decir que ni hay, de
momento,
inversores que estén dispuestos a pagar mucho más de ese valor, ni
tampoco hay inversores que estén dispuestos a vender, de momento, por
debajo de ese valor.

Una última consideración en cuanto a ese precio es que el conjunto de
la cotización de Iberia ha generado para la SEPI unos ingresos
totales de 363.441 millones de pesetas. Es decir, el 101,91 por
ciento más, el doble de lo que, según el mercado, el precio de salida
a Bolsa, vale la propia compañía. En este concepto se integran la
propia recaudación de la oferta pública de venta de algo más de
97.000 millones de pesetas, los 4.000 millones de pesetas en el que
se les vendió a los empleados, el producto de la venta previa de
Aviaco, el producto pagado por los socios institucionales y los
dividendos extraordinarios, con motivo de la privatización, el cash
out, es decir, aquello que hemos sacado de la compañía antes de que
se produzca la privatización, no de dividendos ordinarios, de la
propia compañía.

En cuanto a Aerolíneas Argentinas, como saben, Iberia entró en el
proceso de privatización que se hizo en Argentina, en julio de 1990,
con un 20 por ciento. Sucesivamente y con una enorme velocidad fue
haciéndose, por la caída de los otros accionistas teóricos argentinos
del grupo en que se privatizaba, pasó del 20 al 40 por ciento y,
finalmente, en el año 1994, por vía de recapitalización, aportando
500 millones de dólares, pasó a tener el 83,5 por ciento, con un
historial que ha ido de pérdidas constantes; perdió 35 millones de
dólares en 1991, 115 en 192; 248 en 1993, 75 en 1994, 183 en 1995, 68
en 1996, en 1997 fue favorable en 2,8 millones de dólares, y volvió a
perder en 1998 y 1999, estando instalada en el entorno de los 250
millones de dólares de pérdidas. Como saben, la compañía se traspasó,
por acuerdo del Consejo de Ministros de 8 de marzo de 1996, a Andes
Holding B.V., propietaria, a su vez, de Interinvest, quien, a su vez,
es la detentadora de las participaciones de Aerolíneas Argentinas. En
el proceso de alianzas internacionales que antes estábamos estudiando
se estableció contacto con American Airlines y también con
Continental para el proceso de salir -aquí yo ya no le llamaría
privatizar- de Aerolíneas Argentinas. Se llegó a un contrato con
American Airlines, pero en virtud de determinadas dificultades en el
departamento de transportes de los Estados Unidos, American Airlines
no terminaba de hacerse efectivamente con la gestión y la
responsabilidad, se estaban produciendo unas pérdidas que nos estaban
poniendo nerviosos a todos, y finalmente, ya que no se formalizaba
definitivamente la situación de que American Airlines y sus asociados
asumieran el 90 por ciento de las acciones, sino que se mantenían en
el 10 por ciento inicial, mientras que la SEPI aparentemente debía
seguir cubriendo las pérdidas de la compañía, se optó por recuperar
en su totalidad las acciones y la gestión de la compañía para, por lo
menos, tener la posibilidad de controlar y gestionar lo que se estaba
haciendo.




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El 15 de junio del año 2000 se aprobó un plan director para
Aerolíneas Argentinas. Sustancialmente lo que pretende este plan
director es racionalizar la compañía, incrementar los ingresos,
racionalizar su gestión y su explotación en red y, al mismo tiempo,
disminuir los gastos que venía sufriendo la compañía en el estándar
de que cumplidos los requerimientos de ese plan director, en el plazo
de un año estaría en situación de equilibrio y a partir de ese
momento debería llegar a dar resultados positivos en torno a los 50
millones de dólares. Básicamente, en ese plan director, aparte de
todas las medidas de reorganización, se estaba estableciendo una
capitalización de la compañía de hasta 650 millones de dólares.

Tengan en cuenta que buena parte de esa cantidad ya la ha ido
poniendo la SEPI a lo largo de estos años, vía aportación a cuenta de
ampliación, con el objeto de subsanar aquellas deudas. Se prevé
también una importante reestructuración laboral, reordenando los
gremios, las categorías laborales, las prestaciones de cada uno de
los convenios, que supone la reducción de unos 1.347 puestos de
trabajo en Aerolíneas Argentinas respecto de un colectivo de unos
6.500.

Ese es el plan que presenta. Ha sido muy difícil la negociación con
los sindicatos argentinos. De los siete sindicatos presentes hay
cinco que ya han dado su aprobación a las medidas del plan y hay dos
con los que todavía no ha habido manera de obtener un acuerdo. Por
otra parte, es conocida la dificultad económica por la que ha pasado
en estos tiempos la economía argentina, que no ha facilitado
especialmente las cosas, y son conocidos también los numerosos
cambios que ha habido en el orden político de responsables
ministeriales en el Gobierno argentino, lo que tampoco nos ha
facilitado las cosas en el sentido de estar cambiando cada poco
tiempo de interlocutor sobre este tema. En este momento ha concluido
el plazo que estaba previsto, de conformidad con la legislación
argentina, para lograr intentos de conciliación ante la autoridad
laboral y llegar a acuerdos con esos sindicatos con los que no los
había. No se ha llegado a acuerdos con estos dos sindicatos y, en
consecuencia, la SEPI tiene la decisión de seguir adelante con la
implantación de ese plan director en Aerolíneas Argentinas y tomar
-en el caso de los sindicatos con quienes no han sido posible llegar
a ningún acuerdo, que representan prácticamente el 10 o el 15 por
ciento de la plantilla, por tanto muy poco en ese sentido- las
medidas que sean oportunas y que permita la legislación vigente,
incluso proceder a las resoluciones forzosas de los contratos de
trabajo respectivos. En esa tarea estamos y se llevará a efecto en
los próximos días, en la esperanza y en el convencimiento además de
que la aportación que en este caso está haciendo España, a través de
la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, en Aerolíneas
Argentinas sea por última y definitiva vez, porque esto en lo que no
se puede convertir es en un mantenimiento perpetuo de deudas a 7.000
kilómetros de distancia. Esto
no tiene ninguna lógica, y mucho menos cuando se ha puesto sobre la
mesa un plan, más acertado o menos acertado, pero que es el único que
hay, y con aportación de capital para sacar a la compañía de ese
agujero. En definitiva, se está pidiendo a la compañía y a sus
trabajadores, para entendernos todos, lo mismo que hizo la compañía
Iberia y que hicieron sus trabajadores en el año 1995, y el resultado
está perfectamente a la vista. Creo que sería más o menos creíble que
adoptando ese tipo de medidas pudiera Aerolíneas Argentinas también
encontrar su punto de equilibrio para el futuro.

En cuanto a las preguntas del Grupo Parlamentario Federal de
Izquierda Unida sobre Santa Bárbara, con el fin de no alargar
excesivamente la comparecencia y respecto de la situación actual del
proceso de privatización de la Empresa Nacional Santa Bárbara, como
es sabido, el Consejo de Ministros, el 30 de marzo del año 2001, ha
aprobado ya la resolución que adoptó la SEPI en abril de 2000 de
adjudicar la Empresa Nacional Santa Bárbara a la oferta presentada
por la compañía norteamericana General Dynamics. Muy rápidamente, les
voy a dar algunos datos sobre esta privatización, sin perjuicio de
que se puedan ver por la vía de las preguntas concretas. En los
últimos diez años, la Empresa Nacional Santa Bárbara ha tenido
pérdidas superiores a 120.000 millones y ha recibido aportaciones del
accionista de la SEPI de 180.000 millones de pesetas. En el año 2000
las pérdidas de Santa Bárbara han sido de casi 5.000 millones de
pesetas, con una facturación de 17.337. Les recuerdo que en el año
1995 Santa Bárbara perdía tres veces lo que facturaba; tenía un
extraño privilegio al respecto. Esto se entiende de alguna manera por
la rotunda dependencia de la Empresa Nacional Santa Bárbara respecto
de las adquisiciones del ejército español. Por suerte, evidentemente,
pero no deja de ser una complicación desde el punto de vista
estrictamente industrial, los cañones, los tanques y los fusiles no
se venden en los establecimientos comerciales y, por tanto, los
únicos adquirentes de estos materiales son los propios ejércitos y,
como no era una compañía netamente exportadora, sólo el ejército
español. Por tanto, la Empresa Nacional Santa Bárbara necesitaba un
socio básicamente tecnológico que le aportara nuevas tecnologías,
nuevos mercados, fundamentalmente capacidad comercial, y que le diera
estabilidad a largo plazo. El proceso se inició en enero de 1999. Se
designa a Dresdner Kleinworf Benson como banco asesor. Se hicieron
más de 53 contactos con potenciales compradores y se recibieron tres
ofertas, la de General Dynamics, Krauss Maffei-Wegman y Rheinmetall y
Unión Española de Explosivos, que finalmente quedó fuera de la
competición. Los datos fundamentales de la oferta de ambas son los
siguientes.

En cuanto a la oferta de General Dynamics, el coste total de la
privatización -naturalmente estamos hablando de un coste para la
SEPI, ya que al final la privatización tiene un saldo negativo para
la SEPI en



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aportaciones que tiene que hacer, si se tienen en cuenta las pérdidas
que tienen acumuladas con anterioridad, y hay que limpiar y pagar las
deudas anteriores- será para la SEPI de l25.600 millones de pesetas;
en la oferta alemana de Krauss Maffeei y Rheinmetall, de 69.300
millones de pesetas. General Dynamics en su oferta asume el conjunto
de todas las factorías sin escindir ni enajenar todas y cada una de
las unidades de negocio. Por el contrario, la oferta alemana aspira
sólo al 51 por ciento de SBB Blindados, la factoría de Sevilla,
mientras que se quedaría con el 49 por ciento, siendo otro socio
mayoritario en Trubia y Oviedo, y el resto de las compañías del grupo
o se cierran o se dejan a terceros, como es el caso de Palencia,
Murcia, Granada y La Coruña. General Dynamics garantiza el
mantenimiento íntegro y absoluto de la plantilla de todas y cada una
de las factorías de la Empresa Nacional Santa Bárbara durante cinco
años y además se garantiza tanto globalmente como por centros y, cosa
curiosa, dado el grado de detalle que suelen usar las compañías
americanas en su contratación, nominativamente con nombres y
apellidos de todos y cada uno de los trabajadores, comprometiéndose
incluso a cubrir las bajas vegetativas que haya por fallecimiento o
por jubilación durante esos próximos cinco años; incluso se prevé el
aumento de 135 personas a partir del año 2003. En la oferta que
presentaba Krauss Maffei Rheinmetall había que dejar la plantilla, no
se garantizaba más que 1.700 personas, por tanto, había una baja ya
en torno a las 400 personas y había que crear unas sociedades a las
que se traspasaba personal con el ánimo de, en los próximos años,
encontrarles otra ocupación, naturalmente todo ello a cargo de SEPI.

Frente a estas consideraciones básicas de precio, de unidad de la
empresa y de protección de la plantilla, el plan industrial que
presenta General Dynamics es un plan muy amplio que potencia
fundamental y extraordinariamente la capacidad tecnológica, la
capacidad productiva, la capacidad industrial y la capacidad
comercial de la Empresa Nacional Santa Bárbara haciendo que sea ésta
el punto de referencia de una de las grandes compañías de armamento
de todo el mundo -para entendernos General Dynamics a nivel de
armamento tiene un tamaño equiparable al que hoy tiene Endesa-, el
punto de referencia de toda su política industrial para Europa,
Oriente Medio y América Latina. Por el contrario, la oferta que
estaba presentando Krauss Maffei Rheinmetall se limitaba
exclusivamente a la fabricación del carro de combate Leopard en la
factoría de Sevilla con los complementos de Trubia y Oviedo, respecto
de determinadas piezas importantísimas, excluyendo incluso, lo cual
no deja de ser llamativo, que, terminado el contrato con el ejército
español, se pudieran seguir produciendo esas mismas unidades para la
exportación, con lo cual era una toma de posición industrial del
consorcio alemán a los solos efectos de cumplimentar el programa
Leopard pero, terminado el programa Leopard
del ejército español, se quedaba sin ninguna ocupación la
Empresa Nacional Santa Bárbara.

Esto es lo fundamental en ese capítulo. Se ha hecho un especialísimo
esfuerzo para que, por la vía del contrato de protección de la
tecnología, no se pusiera en ningún momento en peligro la
subsistencia del programa Leopard. Hacía muchos años que se había
tomado la decisión de que fuera el carro de combate Leopard el que se
integrara en los ejércitos españoles, estaba todo preparado a ese
respecto y cambiarlo introduciría una serie de retrasos en la
dotación correspondiente de las Fuerzas Armadas. Se ha mantenido ese
contrato Leopard con un contrato de protección de la tecnología, que
ahora tenemos que ejecutar, y hay que establecer en varios lugares
garantías informáticas de que no es accesible determinado tipo de
información, incluso levantar físicamente alguna pequeña mampara en
algunas partes de la fábrica para que personas ajenas al montaje del
Leopard no puedan tener la visión de los secretos industriales que
allí se estén viendo. Este es un proceso que haremos inmediatamente y
se ha garantizado ahí el programa Leopard.

Como conclusión de este proceso, qué duda cabe que a todos nos
hubiera gustado, porque lo hemos intentado hacer en otras muchas
operaciones, que hubiera, por ejemplo en la EADS con Construcciones
Aeronáuticas, soluciones europeas para estos problemas. Pero para que
haya soluciones europeas también tiene que haber una voluntad europea
y, en este caso, la oferta que presentaba el consorcio alemán como
empresa europea manifestaba sobre todo una falta de voluntad por
querer potenciar la Empresa Nacional Santa Bárbara como proyecto
industrial, mientras que, en este caso, General Dynamics hacía una
apuesta decidida, firme, fundamental por potenciar ese aspecto
industrial de la Empresa Nacional Santa Bárbara. Tenemos que ser, y
esto es una valoración muy subjetiva, absolutamente proeuropeos, no
faltaba más, pero siempre el europeísmo tiene que ser de doble vía,
hacia un lado y hacia el otro, lo que no podemos es subordinar
intereses importantes cuando otros no hacen el más mínimo sacrificio
al respecto. Creo que la Empresa Nacional Santa Bárbara en la
solución de General Dynamics tendrá un magnífico encaje industrial
para el futuro.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Un instante, señor
Ferreras. Si mis cómputos no son inadecuados, presumo que va a tener
que hablar todavía de cuatro empresas; le rogaría que trate de
abreviar, naturalmente depende de usted, pero como los grupos
parlamentarios tendrán que intervenir, convendría que eso no se
produjera a las cuatro de la tarde.




El señor PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESTATAL DE PARTICIPACIONES
INDUSTRIALES, SEPI (Ferreras Díez): Lo intentaré por todos losmedios;
si prescindo de papeles lo haré más breve.




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Initec. Con respecto a las preguntas del Grupo Parlamentario Federal
de Izquierda Unida, les informaré sobre el cumplimiento del contrato
de compraventa por parte de los compradores de Initec y las
actuaciones de SEPI para garantizarlo. La operación de Initec se
cerró en su día, se aprobó por el Consejo de Ministros, está
ejecutada, consumada, está aceptada por los trabajadores de la
plantilla. En su día UGT firmó un acuerdo con SEPI al respecto, y en
cuanto a Comisiones Obreras, aunque no se había sumado formalmente a
firmar el acuerdo, todos los trabajadores en las correspondientes
asambleas aceptaron las condiciones que se estaban estableciendo en
esa operación y la compañía está funcionando especialmente bien,
teniendo en cuenta que era una compañía que, con 200 personas de
plantilla, estaba instalada en unas pérdidas que hacían peligrar la
subsistencia de la compañía y hoy está funcionando en ese proceso de
privatización razonablemente bien; por tanto, no creo que haya nada
que resaltar en esa operación de Initec.

En cuanto a Babcock Wilcox, la operación creo que ya ha sido
explicada con detalle en la Cámara en otras ocasiones, y la situación
actual es que estamos sencillamente a la espera de que la comisaría
de competencia resuelva sobre los expedientes que abrió en su día
Bruselas por la operación y para la autorización de esta operación.

Todas las informaciones que tenemos, incluso las más recientes, son
profundamente positivas, y estamos esperando que la resolución formal
de Bruselas nos sea comunicada en los próximos días, espero que no se
retrase especialmente. Una vez que tengamos la autorización de
Bruselas, se remitirá el expediente al Consejo de Ministros para su
aprobación definitiva y formalización de la operación. Evidentemente,
nuestro deseo es que esto no se retrase, porque nunca es bueno para
el funcionamiento de las compañías estas situaciones de indefinición.

Le recuerdo que en el proceso de privatización de Babcock Wilcox,
respecto a la nueva compañía que se va a constituir, con una serie de
activos y con unas aportaciones que hace ahí la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales, ya está acordado con los trabajadores,
con todos los sindicatos representativos, incluso nominativamente,
qué trabajadores son, y son 650 los puestos de trabajo que quedan
garantizados por el comprador, por Babcock-Borsig para los próximos
cinco años. Insisto, estamos simplemente a la espera de la resolución
de Bruselas al respecto, que se ha anunciado que será inminente.

En relación a Izar, paso a informar sobre el plan de futuro de la
construcción naval pública, proyectos para el sector naval público,
características y consecuencias de la fusión de Bazán con Astano y la
situación del sector naval tras la fusión. He hecho una somera
referencia a este proceso en la intervención inicial. Es conocida de
todos la tormentosa vida de la industria de construcción naval en
España, tormentosa vida que ha llevado a sufrir unos muy importantes
planes de reconversión
en los últimos años. Ha habido cuatro planes de reconversión
en los astilleros civiles, en los años 1984, 1987, 1991 y en 1994, en
que se aprueba el Plan estratégico de competitividad. En ese proceso
se han perdido 408.000 millones de pesetas y 13.000 puestos de
trabajo. En Bazán, entre los años 1984 y 1999, también se han
acumulado pérdidas de 105.000 millones y se han perdido 8.000 puestos
de trabajo. En conjunto, desde el año 1984, ese sector ha venido a
costar algo más de 800.000 millones de pesetas, sin encontrar una
solución. Lo que se ha hecho ahora es fusionar todos los astilleros
civiles y militares en una única compañía, que se denomina Izar. Esta
compañía se basa fundamentalmente en la concepción dual de su
producción. Todas las factorías van a hacer producción civil y
producción militar. Entendemos que se mix de producción civil y
militar es bueno para la compañía, para sus cuentas y para su
planificación, y, por otra parte, es lo usual en el resto del mundo.

No tiene especial sentido que, en el sector de construcción
aeronáutica, el constructor de aviones haga los civiles y los
militares y, sin embargo, en los barcos, unos hagan civiles y otros
militares y con un mercado, con unos precios, con una estabilidad
completamente diferentes. Por tanto, todas las factorías van a hacer
civil y militar. En segundo lugar, se van a especializar por
factorías. Cada una de las factorías se va a especializar en un
determinado tipo de producción, tanto civil como militar, para que se
produzca la optimización. (El señor presidente ocupa la Presidencia.)
Cuestiones a destacar en esta fusión. Por primera vez, y a la vista
del proceso, se está haciendo una reorganización de todo el sector de
construcción naval sin que se pierda un solo puesto de trabajo. Esto
se ha hecho en épocas anteriores, pero ya hemos dicho que con
pérdidas muy importantes de puestos de trabajo; ahora, ese proceso no
ha afectado a un solo puesto de trabajo. En los próximos tres años se
invertirán 122.000 millones de pesetas, básicamente en tecnología y
nuevos productos, y 5.000 millones de pesetas en planes de formación.

Además, este proyecto de fusión ha sido objeto de una muy intensa
negociación con todas las centrales sindicales y ha sido suscrito -lo
digo como ejemplo de esa concertación social, de ese diálogo social-
por todas las representaciones sindicales de los astilleros,
comprometiéndose también en la tarea de hacer de Izar una gran
compañía.

En ese momento, Izar -lo digo a propósito de alguna de las noticias
que he visto últimamente en los medios de comunicación- no es objeto
de privatización, no está siendo objeto de negociación ni discusión
con nadie. He visto que en algún medio de comunicación ya han
adjudicado Izar a la división de construcción naval de General
Dynamics. No; no hay absolutamente nada, ni siquiera conversaciones,
a ese respecto. Lo que hay que hacer en Izar es cumplir el programa
previsto, consolidar debidamente la empresa, hacer



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que, tal como está previsto, en el año 2003 tenga resultados
positivos y empezar a ver cuál va a ser el encaje de esa nueva Izar
en el conjunto del sector de la construcción naval, fundamentalmente
europea. Un dato importante es que, a raíz de esa fusión, hemos
llamado la atención de todos los competidores del resto de Europa,
que ahora tienen un enorme interés en abrir conversaciones en todos
los aspectos de construcción naval con la SEPI y con Izar para ver
las posibilidades de trabajo conjunto. En definitiva, esa fusión, que
tiene un plan sólido detrás, un plan estudiado, sacado de la propia
compañía, ha de hacer rentable el sector de construcción naval en los
próximos tres años.

Por último, me pide que explique la fusión de las empresas Aceralia,
Arbed y Usinor-Sacilor. Con todo el respeto, creo que no puedo
explicar la fusión de tres compañías que en este momento son
privadas. La Sociedad Estatal de Participaciones Industriales tiene
el compromiso de los adjudicatarios de la privatización de Aceralia
de cumplir el plan industrial que firmaron, como tantos otros planes
industriales. Hasta este momento, lo están cumpliendo por exceso y
por mucho exceso; especialmente bien y con gran exceso respecto
a puestos de trabajo e inversiones. La opción, el derecho que tiene ahí
la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales es que, cuando
efectivamente, en términos reales, se plantee la fusión de Aceralia,
Arbed y Usinor, deberán pedir la autorización, pero sólo en el
sentido de que, pese a la fusión o precisamente gracias a la fusión,
se siga cumpliendo en su integridad o mejor todavía los compromisos
de ese plan industrial. Hasta ahora no tengo otro conocimiento de esa
operación que lo que he visto en los medios de comunicación y la
presentación que se me hizo por los presidentes de Arbed y Aceralia,
en una conversación de 15 minutos, de esta operación. No tengo
especiales conocimientos sobre cómo afecta al plan industrial de
Aceralia; entiendo que no debería afectarlo negativamente, pero eso
es algo que tendrá que acreditar Aceralia ante la SEPI, en cuyo
momento se dará la respuesta correspondiente.




El señor PRESIDENTE: Damos paso a los portavoces de los distintos
grupos parlamentarios.

En primer lugar, por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra
el señor Rodríguez Sánchez.




El señor RODRÍGUEZ SÁNCHEZ: Después de este tan caótico como
apresurado, a pesar de que pueda haber durado tiempo, aquelarre de
referencias a la orgía privatizadora de los últimos años del
Gobierno, no sé cómo se puede empezar, si no es haciendo primero una
caracterización general de la política industrial del Estado español
después de seis años de Gobierno, va para siete, tanto sin mayoría
absoluta como con ella.

Lo primero que queremos señalar, antes de entrar en los casos
particulares, es la falta de interés por parte del Gobierno en
mantener una política industrial en que él
se responsabilice también de esta política industrial. Y no me
refiero sólo al hecho de que mantenga participación en empresas que
fueron públicas, sino a la manera de impulsar un tejido industrial
para el Estado español. Esta falta de política industrial lleva
consigo la eliminación de sectores estratégicos básicos, o por lo
menos su disminución, industrias clásicas pero fundamentales, incluso
en la nueva economía, como después demostraré. En segundo lugar, en
un contexto de transnacionalización de la economía, este afán de
basar todo en la privatización lleva a que el Estado español tenga
rasgos cada vez más evidentes de subordinación a los núcleos duros de
la transnacionalización, que, por mucho que se diga que es mundial,
está territorializada en cuanto a los centros de decisión. Y de ahí
las tensiones del Estado entre Estados Unidos y algunos Estados
centrales de la Unión Europea.

En tercer lugar, y como consecuencia lógica, la privatización total
lleva a un adelgazamiento del Estado que contrasta con procesos
privatizadores que no llegan a eliminar la presencia del Estado en
Francia, en la propia Alemania, con la que se mantienen contactos con
empresas que tienen accionariado público, de distinto nivel, pero lo
tienen, o incluso en Italia. Pensamos que el único modelo que
filosóficamente se está siguiendo, de los grandes Estados europeos,
es el de Gran Bretaña. Es curioso que, con esta falta de españolía,
que tanto le gusta al Partido Popular, se intente mantener sin
embargo la presencia de capital privado en algunas empresas de
servicios. Es curioso el nicho que el Estado español intenta mantener
en manos privadas, pero, eso sí, teóricamente, de capital español. Es
el caso, por ejemplo, de Iberia o, en cierta manera también, de la
actual Altadis.

Por fin viene la tensión, sobre todo cuando nos referimos a la
industria de defensa en concreto y en particular a Santa Bárbara, con
la tensión del Estado español entre USA y Alemania, o las amenazas,
que, por mucho que usted lo niegue hoy, son evidentes, y existían
contactos oficiales o extraoficiales, con la industria de Estados
Unidos, en concreto con General Dynamics, sobre una visión
estratégica del futuro de la industria naval del Estado español. En
concreto Izar, que es lo que le queda a usted todavía en la mano, y
por fortuna, diríamos nosotros. Que se firme un documento sobre una
industria europea de defensa muy pomposo que después no tenga
viabilidad absoluta evidentemente será debido a muchas partes, pero
en todo caso lo que indica es que la Unión Europea es una especie de
espejismo, desde el punto de vista de tal unión, frente a otros
poderes fácticos a nivel internacional.

Usted no aludió a ello; pero es evidente, porque se puede contrastar
con los datos empíricos, que todos estos procesos llevaron reducción
de plantillas y afectación grave de los territorios del Estado
español de forma totalmente desigual. En concreto, no posibilitó el
acceso de gente joven, que sí podría justificar, por



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ejemplo, las prejubilaciones en masa que sufrieron Endesa o
Telefónica. Pero esto tampoco existe de manera cuantitativamente
importante. Y la traca final, es muy evidente que las grandes joyas
de la corona las vendieron ustedes, pero de tal manera que, pasado
muy escaso tiempo, valían en el mercado -esa palabra que tanto le
gusta pronunciar al Gobierno del Partido Popular- tres o cuatro veces
más. Por lo tanto, suculento negocio. En el caso de que no sea así,
van a pagar ustedes por que haya el proceso privatizador, como es el
caso de Santa Bárbara.

Entre todos estos factores, está claro que los sectores estratégicos
de grandes empresas industriales, netamente industriales, se están
debilitando en el Estado español. Comenzaré por la que a nosotros,
como gallegos, nos importa más, desde el punto de vista del pasado,
del presente y del futuro, concretamente la industria naval. Las
respuestas del Gobierno, conforme fue andando el tiempo, curiosamente
fueron cada vez más sintomáticas y más clarificadoras. La
reestructuración del sector naval del Estado español desde 1985,
periodo más o menos de ingreso en la Comunidad Económica Europea,
conllevó estos resultados. El Estado español pasó del 3,6 por ciento
de la producción mundial entre 1985-1989 al 1,8 por ciento entre 1994
y 1998 y al 1 por ciento prácticamente en el año 1998-99. Pero
tomando esas cifras, perder casi tres puntos de la participación en
el mercado del sector naval a nivel mundial, el pagano de esta
situación de una manera cuantitativamente fundamental fue Galicia.

Nada menos que, con Astano, 150.000 toneladas de registro bruto.

La Unión Europea -ahí sí podrían ser ustedes reivindicativos y no lo
fueron nunca- pasó, del 22 por ciento, al 16 por ciento, seis puntos,
de los cuales tres corresponden sólo al Estado español. La mitad.

¿Por qué ahí no fueron ustedes reivindicativos? Además, siguen sin
serlo. Porque nosotros, el Bloque Nacionalista Galego, no creemos que
la problemática de la industria naval fuese igual en el Estado
español que en Alemania, en Francia o en Gran Bretaña. Hubo una
diferencia sustancial y es que unos tomaron esa industria como una
industria estratégica propia, la defendieron con uñas y dientes,
recurrieron a todo tipo de armas para mantenerla y la reducción fue
sensiblemente menor. Ustedes mantuvieron durante mucho tiempo la
cantinela -que ahora ratifican en las respuestas del Gobierno,
afortunadamente- de que el gran responsable de la situación era
Corea. Pero ustedes dicen que el gran perjudicado de la competencia
de Corea fue Japón -respuesta del 8 de marzo de 2001- lo que
desbarata todas las argumentaciones que vinieron dando durante su
período de gobierno. Y lo que queremos saber para el futuro, señor
presidente de la SEPI, es qué van a hacer respecto de una posible
denuncia ante la Organización Mundial del Comercio por prácticas
contrarias a la competencia, que, según ustedes, y es cierto, aunque
haya afectado de forma preferente a Japón, mantiene
Corea. Tal como le han solicitado, que se realizase una denuncia a la
OMC en la Comisión Europea por parte de la asociación de empresarios
europeos del sector naval. En concreto, llegado el mes de mayo, ¿van
ustedes a hacer efectiva esa denuncia, caso de que vean que hay
reglas contrarias a la competencia a nivel mundial?
Por último, lo que nos interesa a nosotros como gallegos. A pesar de
que Astano está condenado a ser excluido de la construcción naval
convencional; a pesar de la creación de una nueva empresa -esto ya sí
que es, no de traca, la innovación más grande del mundo-, resulta que
la incapacidad o la prohibición para producir no va vinculada a la
empresa -ya no existe la antigua empresa a la que pertenecía Astano-,
sino a los centros, a las instalaciones. ¡Hay que ver cómo perfilan
en la Unión Europea cuando les interesa! Apuntan incluso a los
centros de trabajo. Y ustedes en silencio total. ¿Por qué? Porque
seguramente eso les interesará, ya que no son capaces de combatir
para repartir la miseria interna. Ya se sabe quién lo tenía que
pagar, Galicia, sociedad anónima, Galicia, S.A. Yo espero que, si en
el año 2002 esto aún es público y ustedes tienen la posibilidad de
solicitar a la Comisión Europea la vuelta de Astano a la construcción
naval convencional, lo hagan, porque eso entra dentro de la
legalidad, según sus propias respuestas. Después de cinco años, a
partir del año 1997, se puede solicitar la vuelta de Astano a la
construcción naval convencional. Entonces, ¿para qué va a valer esta
agrupación de todos los astilleros públicos, tanto militares como
civiles, en un nuevo grupo llamado Izar? Tenemos muchos
interrogantes, francamente, y creo que ustedes van a utilizar las
nuevas situaciones para colocar esto en bandeja de la privatización.

Y pensamos y sospechamos que, si siguen las relaciones tan cordiales
e íntimas del Gobierno de España con Gran Bretaña y Estados Unidos,
el resultado final será General Dynamics u otra gran empresa de
defensa de los Estados Unidos. Efectivamente, es una tormentosa vida.

Pero yo me pregunto si una tormentosa vida de unas empresas que
tenían tantos trabajadores -usted habló nada menos que de la pérdida
de 13.000 puestos de trabajo- no valía la pena gastar del erario
público la escasa cantidad, entre todos los astilleros, por año, de
treinta y tantos mil millones de pesetas. Eso fueron pérdidas cada
año, pero, ¿cuánto sería la desaparición de esas empresas? ¿Cuál
sería el efecto social, incluso económico, de no haberse hecho esa
política, a pesar de que haya sido tan discriminatoria como se ve
y de que no todo el mundo la haya pagado igual?
Vamos ahora al último ejemplo, que es el de Santa Bárbara. Usted se
las promete muy felices. Como yo no tengo esa capacidad de españolía
en general, me voy a limitar a una especie de localismo aldeano, que
es como catalogan ustedes, desde ese afán trasnacionalizador y desde
esa españolía no siempre en la misma dirección, a los que no pensamos
como ustedes. En concreto, el grupo Santa Bárbara, tras el anuncio
por



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parte de un Gobierno en funciones -hay que recordarlo- de la
intención de vender la Empresa Nacional Santa Bárbara al grupo
norteamericano General Dynamics, las optimistas informaciones, que
usted hoy vuelve a remachar, creo que se están viendo desmentidas por
los hechos, por lo menos en cuanto a la empresa compradora y el trato
que está dando a algunas de las factorías. Voy a hablar de la que
conozco mejor, que es la factoría de A Coruña. Así, el proclamado
compromiso de mantener y aun aumentar la actual plantilla de la
Empresa Nacional Santa Bárbara supone, en el caso concreto de la
factoría de A Coruña, que vaya a ser reducido su personal de acuerdo
con el plan industrial comunicado por la SEPI a los sindicatos los
días 3 y 4 de mayo de los corrientes. Tal dato contrasta -felizmente
en este caso y nosotros lo vemos muy bien- con el aumento previsto
para factorías del grupo como las de Palencia, Granada y Murcia.

Tampoco deja el proyecto ninguna duda sobre que la de A Coruña va a
ser la única factoría en la que, para el mencionado plan industrial,
se prevén dos unidades de negocio independientes: armamento ligero,
en alianza con HK, alemana, y componentes aeronáuticas, en alianza
con ITP. Se plantean, pues, unas nuevas instalaciones para la
factoría de A Coruña con una gestión independiente del resto de las
factorías y con división de su actividad en dos unidades separadas a
través de alianzas con dos empresas distintas. A pesar de lo
anterior, el mencionado proyecto industrial como proyección de futuro
para la factoría de A Coruña sólo contempla la producción del fusil
G-36, de HK, sin referencia alguna a otros productos. Todo parece
indicar que, pasados los cinco años, que usted también nos promete de
felicidad, los que General Dynamics se compromete a mantener la
actual plantilla de todas las empresas y en particular -dicen
ustedes- la de A Coruña, la factoría de A Coruña será desmembrada del
grupo Santa Bárbara y los terrenos -y en el caso de A Coruña es
fundamental- que actualmente ocupa serán objeto de una vasta
operación inmobiliaria. Allí donde se mantenga la práctica industrial
de General Dynamics tendrá que pagar un canon, pero esto no ocurrirá.

Acabo con la siguiente referencia. Usted habla también de felicidad
sindical, pero, por un lado, que yo sepa, el proyecto industrial de
futuro para Santa Bárbara, con los compromisos y actuaciones que
previamente acordaron la SEPI, Santa Bárbara y General Dynamics, se
hizo sin ningún tipo de participación sindical y, por otro lado, aún
a día de hoy parece ser que General Dynamics no acepta las
condiciones del acuerdo de protección tecnológica por lo menos de
buen grado, las está analizando minuciosamente y no firmó el acuerdo
definitivo de compra. En el informe del Consejo consultivo de
privatizaciones afirma que no conoce el texto del acuerdo de
protección tecnológica ni la opinión del comprador. Ustedes lo pueden
encubrir como quieran, pero es tan claro que se utilizó a Santa
Bárbara como
simple moneda de cambio que hay datos elocuentes. Por ejemplo, la
adjudicación al grupo Izar, Cádiz, del mantenimiento de la VI flota
de los Estados Unidos, justo en el momento del preacuerdo de venta de
Santa Bárbara a General Dynamics y después el afer de compensar
a Alemania con la adjudicación de Siemens, que posee un 49 por ciento
de Krauss Maffëi en los contratos del AVE Madrid-Barcelona.

En todo caso, señor presidente de la SEPI, espero que no les dé
tiempo a deshacerse del sector naval, porque, aunque se busquen
socios tecnológicos, aunque se hagan pactos e incluso se introduzca
accionariado privado, es muy importante, desde el punto de vista
estratégico, la presencia del Estado, porque el marco internacional
también va a cambiar un día, además de que no cabe duda de que los
grandes Estados, empezando por Estados Unidos, mantienen fuertes
sumas accionariales o por lo menos fuertes inversiones en la
industria de defensa, por mucho que ustedes intenten demostrar lo
contrario.




El señor PRESIDENTE: Corresponde en este momento el turno al Grupo
Parlamentario Federal de Izquierda Unida.

El señor Rejón tiene la palabra.




El señor REJÓN GIEB: Quiero agradecer la comparecencia del presidente
de la SEPI y también, al igual que el anterior portavoz del Bloque
Nacionalista Galego definía como aquelarre la orgía privatizadora,
que el presidente de la SEPI haya introducido una gracia, un chiste o
una broma sobre la mampara de los Leopard. Incluso le recomiendo,
dentro de ese tono, que ya que va a ser dentro de poco la feria de
abril, que, en lugar de mampara, compre los cortinajes de las
distintas casetas de feria. Como elemento de distracción quedaba
bien. Comparto la opinión que ha tenido sobre este tema el portavoz
del Bloque, pero tenemos serias dudas sobre cuál ha sido el coste
real de la privatización de Santa Bárbara. Porque los costes reales
no se cierran en la propia empresa, es decir, cuánto ha habido que ir
pagando en esa caída de fichas, cuánto ha habido que jugar en el AVE
o cuánto habrá que compensar a Francia, que es la siguiente cabreada
en todo el proceso. Y sobre todo le agradecería al presidente de la
SEPI que en sus contestaciones fuera más riguroso de lo que lo fue en
una comunicación por escrito, informe sobre la denuncia de presuntas
irregularidades en Babcock Wilcox, que se envió a la Comisión por la
Dirección de Auditoría de la SEPI en julio de 1998. Luego, con
posterioridad -yo no digo que mienta el señor presidiente-, el tiempo
ha venido a demostrar que muchas de las afirmaciones sobre esa
situación no eran correctas. Por tanto, le rogaría que fuera más
riguroso.

Empezando por el tema de Initec, le diré, en primer lugar, que no es
todo tan idílico. Usted hablaba de que los sindicatos, los
representantes sindicales están totalmente



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de acuerdo, pero estos días han tenido una serie de reuniones con
otros grupos parlamentarios, antes de empezar esta comparecencia y,
precisamente, no es esa la opinión que tienen. Sobre el proceso de
privatización de Initec, la referencia que voy a utilizar es la
respuesta que el Gobierno dio por escrito a una pregunta del diputado
Llamazares, con entrada en el Registro del Congreso de los Diputados
el día 24 de octubre de 2000. En ese escrito había una serie de
compromisos por parte del Gobierno y queremos ver si desde esa fecha
se han cumplido o no. En aquella respuesta del Gobierno se establecía
el compromiso de mantener la estructura societaria durante al menos
tres años, que no se producirá la escisión de Initec ni se
establecerán cargas o gravámenes sobre las acciones de Initec durante
dicho plazo. Pues bien, en la actualidad, Initec está segregada de
hecho, manteniéndola simplemente unida a efectos de derecho. En el
presente momento la unidad de la empresa es una ficción jurídica -y
usted lo sabe- o un mero maquillaje empresarial por parte de los
compradores para justificar que el compromiso contraído en este punto
se está respetando, pero la realidad es que Initec no funciona como
una empresa única con diferentes negocios y una sinergia de empresas,
sino todo lo contrario. Compiten entre ellos, la dirección está sin
funciones, no tiene ninguna capacidad de decisión o incidencia sobre
la gestión de la empresa, quien gestiona o toma las decisiones es un
comité ejecutivo formado por una persona de cada una de las empresas
compradoras, incluso son los nuevos accionistas los que tienen que
autorizar las nuevas contrataciones de trabajadores. A todo esto se
añade que en la actualidad se desconoce el organigrama de la empresa,
a pesar de haberlo solicitado los representantes de los trabajadores
en varias ocasiones.

Sin embargo, las apariencias engañan o pretenden engañar. Las
empresas adjudicatarias, Técnicas Reunidas, que asumió el 50 por
ciento, y Westinghouse, el otro 50 por ciento, aunque luego vendió a
Dragados Industrial el 25 por ciento de su 50 por ciento, etcétera.

Por ejemplo, Initec Energía es presentada por Dragados Industrial
como participada al cien por cien -documento que me imagino que usted
tiene y, si no, se lo facilito-. Sin el menor reparo, Dragados
Industrial alude a una inexistente empresa, Initec Energía, que dice
participar al cien por cien. También, Dragados Industrial, en un
informe de accionistas del segundo semestre de 2000, aparece
nuevamente Initec Energía como filial al cien por cien de dicho
grupo, siendo responsable de esta Initec Energía don Gonzalo Ribera,
y que pertenece a la plantilla de Intecsa UDE, participada por
Dragados Industrial en un 50 por ciento. Initec Nuclear se presenta
como una empresa integrada en el organigrama de la estructura de los
servicios de ingeniería nuclear de Westinghouse. Usted me podrá decir
que no tiene culpa de que determinadas empresas se tiren faroles,
pero, indiscutiblemente, hay una determinada
responsabilidad, existe legislación al respecto y debía exigirle
que, si no es cierto, como me imagino que usted dirá, corrija
cualquiera de las cuestiones que se están planteando.

En segundo lugar, el proceso de privatización de Initec se puede
estar realizando al margen de lo estipulado en el contrato de compra-
venta, que las empresas adjudicatarias contrajeron con la SEPI. En
concreto, el incumplimiento por parte de los compradores de aportar
3.100 millones para el expediente de regulación de empleo y hasta un
máximo de 400 millones que sería soportado por SEPI. Pues bien, el
coste de dicho expediente está siendo asumido por Initec y para ello
ha tenido que recurrir a la venta de patrimonio, no aportando los
compradores, por su parte, los 3.100 millones, a lo que se habían
comprometido, descapitalizando con este incumplimiento a Initec. Con
esta actuación podría entenderse que los compradores pretenden crear
una confusión patrimonial o de existencia de caja única entre las
sociedades propietarias de Initec y esta última, cuando, por el
contrario, el principio jurídico a aplicar es el de independencia o
incomunicabilidad de los patrimonios de las distintas sociedades como
personas jurídicas distintas que son, con independencia de quienes
sean sus accionistas. Por consiguiente, es a los compradores
a quienes les corresponde asumir el coste del expediente de regulación
de empleo, tal y como se comprometieron cuando adquirieron la empresa
Initec.

En tercer lugar, entre los compromisos adquiridos por los
adjudicatarios de Initec y SEPI en materia de empleo, ambas partes
acordaron la necesidad de rescindir 189 puestos de trabajo, ya que
los actuales accionistas pusieron como una de las condiciones para
adquirir la empresa la necesidad de llevar a efecto un expediente de
regulación de empleo como medida necesaria para garantizar la
viabilidad y el futuro empresarial de la misma. El compromiso que
asumieron éstos con la SEPI fue el de rescindir hasta un máximo de
189 puestos de trabajo. Pues bien, con fecha 3 de julio de 2000 fue
aprobado el expediente de regulación de empleo número 34/2000, por el
que se autorizaba a la empresa la extinción de los contratos de
trabajo de los trabajadores en el período comprendido entre el 3 de
julio de 2000 al 30 de junio de 2003. Sin embargo, con fecha 9 de
abril de 2001 -del presente mes-, la empresa empezó a entregar cartas
de despido, en base al artículo 52, c) del Estatuto de los
Trabajadores, a distintos trabajadores que no estaban incluidos entre
los afectados por dicho expediente. Me imagino que usted tiene que
tener documentación a la vista. Según la información facilitada por
la dirección a la comisión de seguimiento del expediente de
regulación de empleo, el pasado 4 de abril, la situación económica de
Initec nos causa gran preocupación sobre el futuro de la misma o de
las empresas que en un futuro resulten de la posible segregación, ya
que dicha informaciónprevé unos resultados de actividades ordinarias



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de menos de 447 millones de pesetas, con unos beneficios, antes de
impuestos, de 20 millones de pesetas, mediante la venta del único
activo patrimonial.

Señorías, nosotros entendemos que la privatización de Initec no ha
sido una venta, sino un expolio al Estado, quien vende por 3.900
millones de pesetas, cuando los nuevos compradores, sólo con la venta
patrimonial, obtienen 4.200 millones de pesetas. A esto se añaden los
900 millones que la SEPI ha asumido de la subactividad del año 2000.

Ante esta situación, lo que nosotros le planteamos (a usted, como
presidente de la SEPI, una de las partes) es que exija el
cumplimiento del acuerdo y si no se cumple, como se dice en el
acuerdo, que se anule, y que exija la retirada de las cartas de
despido.

En cuanto a Babcock Wilcox, señor presidente, con brevedad y
agradeciéndole su benevolencia, me gustaría que nos enviara (si en
estos momentos no dispone de esa precisión que les ha planteado a los
americanos) información, desde 1993 hasta el momento, sobre las
siguientes cuestiones: primero, personas que han entrado en Babcock
Wilcox mediante excedencia forzosa, comisión de servicio o
situaciones análogas; segundo, si han existido cesiones de
trabajadores en comisión de servicio a la empresa Amper; tercero,
cómo puede ser que en los expedientes de prejubilaciones de Babcock
Wilcox se admitan personas que no cumplen los requisitos exigidos
para ello; cuarto, cómo puede ser que en una empresa pública se
utilicen fondos públicos para prejubilar a trabajadores de empresas
participadas sólo al 50 por ciento y que tan siquiera cumplen los
requisitos de edad, dándoles de alta 15 días antes de la
prejubilación; quinto, cuál es el coste medio por trabajadores del
presente expediente de prejubilaciones, comparado con el anterior
expediente de prejubilaciones de Babcock Wilcox; sexto, qué veracidad
pueden tener las auditorías realizadas por KPMG Peack Marweek cuando
Babcock Wilcox contrató a un empleado de esta firma que trabajaba en
los proyectos de auditoría de Babcock Wilcox, siendo que la ley y el
reglamento de auditoría no sólo afecta a los socios, como dice el
presidente de la auditoría, sino también a los directivos y empleados
de la misma. Por ejemplo, don Domingo de la Sota, desde julio de 1997
a julio de 1998 estuvo contratado en Babcock Wilcox y a su vez formó
parte de varios consejos de administración de empresas participadas,
cuando había sido y era miembro auditor de la empresa que, a su vez,
estaba auditando a Babcock Wilcox. Séptimo, cómo justifica el pago de
comisiones por parte de Babcock Wilcox (64 millones de pesetas,
aproximadamente, a Princenton Corporation) en relación con el
proyecto de Ferrominera del Orinoco, cuando ni tan siquiera estaba
calificada, ya que sólo estaba calificada para presentar oferta SM
Duro Felguera. Por último, en el contrato de la central térmica de La
Pereda, suscrito entre Babcock Wilcox y Hunosa, en 1990 -y que duró
muchísimos años-, aparece entre los firmantes
por parte de Hunosa José Ramón Madera Fernández y, dada la
duración del proyecto, ¿cómo es posible que este señor aparezca en
febrero de 1996 como consejero de la empresa Ingeniería de
Manutención Asturiana (Ingemas, S.A.), empresa participada por
Babcock Wilcox?
Para terminar, sobre el tema de Iberia, quiero plantearle unas
cuestiones al señor presidente de la SEPI, con rapidez, para que me
diga si son correctas. Después de la OPA realizada en Iberia, los
empleados de Iberia controlan más del 10 por ciento del capital de la
empresa, es decir, tienen más acciones que ningún accionista
industrial, pero además tienen derecho a un importante número de
opciones de compra que, de ser realizada, supondría que en el año
2003 serían dueños de alrededor del 30 por ciento del capital de
Iberia. Sin embargo, por decisión del Gobierno y de la empresa, en un
momento determinado, estos representantes fueron sacados,
literalmente, del consejo de administración de Iberia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra su portavoz, la señora Mendizábal.




La señora MENDIZÁBAL GOROSTIAGA: Bien venido, señor Ferreras. Bien
venido, bien hallado, porque es usted carísimo de ver. No sé si se
habrá fijado en la convocatoria de esta Comisión, pero casi hace un
año que se presentó la primera petición de comparecencia, es del día
11 de mayo de 2000. Voy a hacer una crítica general, porque me parece
que no es aceptable que esto sea así. Usted me va a contestar que no
es su culpa, que no viene porque no se lo dicen, pero seguiremos
avanzando un poquito. La tardanza en la convocatoria de todas estas
comparecencias ha sido la causa de que haya una acumulación que ha
provocado que hoy esto sea yo no sé si una orgía de la privatización,
pero está claro que sí un aquelarre, con todo esto que tenemos entre
manos, cuando los grupos parlamentarios, de manera pausada, han ido
pidiendo su comparecencia durante un año. Esta acumulación evita que
podamos hacer un debate tranquilo y extenso sobre cada uno de los
temas. Se ha dicho que era porque había una subcomisión de
privatizaciones, que también ha tardado lo suyo en ponerse en marcha
y que todavía no termina de funcionar. Hace que, en algunos casos, a
los temas que tratamos les falte actualidad y sobre todo que los
grupos parlamentarios no podamos hacer nuestra obligada tarea de
control del Gobierno, tal y como deberíamos hacer.

Usted viene hoy, justo cuando el Grupo Popular ha presentado una
solicitud de comparecencia en esta Comisión, para hablar de la
política empresarial de la SEPI; petición que se hizo el 14 de marzo.

Es decir, usted viene inmediatamente después de haber una peticiónde
comparecencia del Grupo Popular. Efectivamente,



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no será su culpa; no tengo ninguna duda de que la tardanza en
comparecer ante esta Comisión no es achacable al señor presidente de
la SEPI, usted viene cuando le dicen que venga. Como sé que esa va a
ser su contestación y que usted va a dejar en esta Comisión la
sensación de que usted sí vendría, le ruego que comparezca usted a
petición propia siempre que exista un problema que deba conocer el
Parlamento. Usted tiene la capacidad de poder comparecer en esta
Comisión a petición propia y me gustaría que, ya que a usted no le
dicen que tiene aquí acumuladas 13 solicitudes de comparecencia,
desde mayo del año pasado, a partir de ahora, comparezca a petición
propia. Mi grupo, el Grupo Parlamentario Socialista se lo
agradecería.

Voy a empezar por donde usted ha empezado, por lo que ha llevado al
Grupo Parlamentario Popular a pedir su comparecencia, que es la
política de consolidación y saneamiento general de las empresas.

Tengo que decirle, señor Ferreras, que le veo a usted muy bien
(Risas.), porque usted participa del criterio general del Gobierno,
usted es acreedor de absolutamente todos los éxitos en la gestión y
no es deudor de ninguno de los perjuicios, de las cosas que están mal
hechas; eso se debe a las circunstancias, al mercado o a que no se
podía hacer otra cosa. Usted está muy bien conectado con la doctrina
general, con la estrategia general, con el talante general de este
Gobierno, puesto que, como digo, todos los beneficios, todas las
cosas que funcionan bien son achacables a la maravillosa gestión, en
el ámbito económico, del señor Rato y del señor Montoro y lo demás...

es el euro, es el Banco Central, es Europa, es Estados Unidos que no
termina de arrancar, es Japón o es Argentina. Me da exactamente
igual, pero todo está fuera. Y digo que usted participa de esto
porque, al hablar de la consolidación y del saneamiento de las
empresas -nos ha hablado también de la doctrina general en el tema de
la consolidación y del saneamiento del plan de modernización, aquel
tan maravilloso-, todo se va cumpliendo estupendamente. En términos
generales, yo le tendría que decir que hay una serie de variables
-porque ha comparecido usted con motivo de los presupuestos, para
hablar de los datos de cada una de las empresas, pero teóricamente
usted debió comparecer el año pasado-, que, desde el año 1999 al año
2000, ha habido una evolución de las variables más significativas de
las empresas de la SEPI, que hacen pensar determinadas cosas respecto
a la consolidación.

De toda la información que nos ha mandado usted durante estos años
respecto a los resultados provisionales de las empresas en el
ejercicio 2000 y que incluyen datos de 18 empresas activas,
excluyendo Altos Hornos del Mediterráneo, Acenor, Ensidesa capital,
etcétera, vemos que los ingresos crecen con relación a 1999 el 10,8
por ciento, debido fundamentalmente a Iberia, por la buena coyuntura
(luego hablaremos de Iberia, Ence, a Musini), y a Santa Bárbara. En
principio, como planteamiento es una evolución bastante coherente con
la experimentada por la economía española; crecen los ingresos el
10,8. Pero si vamos a hacer el análisis de los resultados ordinarios,
resulta que el conjunto de empresas registra pérdidas ordinarias
superiores a 80.000 millones de pesetas, 30.000 millones más que en
1999. De las 18 empresas que hacemos el seguimiento, 12 empresas
tienen resultados negativos, destacando el empeoramiento relativo
respecto a 1999 en el caso de Babcock, en el caso de la construcción
naval, suma de Bazán y de Astilleros, y de Imenosa. Si vamos a los
resultados agregados antes de impuestos, resulta que se registran más
de 105.000 millones de pérdidas, superiores a las de 1999 exactamente
en 72.894, y de las 18 empresas que se analizan, 12 pierden más que
en 1999. Como he dicho antes, sólo los resultados de Iberia, Ence e
Infoinves mejoran. Ante esto, le pregunto dentro de esta estrategia,
¿cree que la excelencia empresarial ha sido la característica de su
gestión como presidente de la SEPI? ¿Va a seguir diciendo
continuamente cuáles han sido los éxitos? Creo que debería
explicarnos con más detalle si usted ha venido a hablarnos, como así
parece, de la política de consolidación y saneamiento de las
empresas, que era la petición del Grupo Popular, nos explique
claramente con detalle las causas de la evolución negativa de la
mayoría de las empresas que se integran en la SEPI, 12 de 16
empresas. Por tanto, me parece muy bien el discurso general, pero
vaya al grano.

Respecto de cada una de las empresas, empezando por las que había
pedido la comparecencia mi grupo, entramos de lleno en el tema de
Iberia. Iberia también es un reflejo, es una imagen, es un símbolo de
la buena gestión. Habla del Plan director de 1997 a 2000, habla usted
de la maravillosa alianza o de la positiva alianza con British
Airways y América Airlines, habla usted de lo bien que se ha hecho el
proceso de privatización y yo siento decirle, señor Ferreras, que mi
grupo discrepa de casi todo. Usted pone el origen de todo en la
quiebra de Iberia en el año 1995, y resulta que el período 1991- 1994
fue un período especialmente negativo para el transporte aéreo, pero
para todo el transporte aéreo, la Guerra del Golfo, la recesión
afectaron de manera importante a toda la economía mundial y
especialmente a todas las compañías aéreas. Pero le tengo que decir
una cosa, eso que dice usted de quiebra técnica no me ha dado tiempo
a tomar los datos, pero los fondos propios al cierre del ejercicio
1996 eran de 89.415 millones de pesetas. Me parece que usted ha dado
un dato negativo, no lo sé, pero yo tengo ese dato. Quiero decirle
que me da lo mismo remontarme o no remontarme, no me vaya usted al
origen, a la quiebra y hágase usted responsable de cuál ha sido su
política con Iberia.

Señor Ferreras, la política de privatización de Iberia ha sido un
modelo de gestión francamente malo, no sé que calificativo podríamos
darle, pero no es para estar orgulloso, porque el precio pagado ha
sido bajo y el proceso ha estado cubierto de bastantes
irregularidades



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y desde luego de falta de transparencia. Usted recurre a las
conclusiones del informe del Consejo Consultivo de Privatizaciones, y
quisiera decirle que no tengo mucha seguridad respecto a la
independencia del Consejo Consultivo de Privatizaciones, porque
normalmente suele ser con el diputado del Partido Popular con el que
yo debato en esta Comisión cuando llevo temas de energía, y la
independencia de un diputado del Partido Popular como presidente del
Consejo Consultivo de Privatizaciones deja mucho que desear. Ya sé
que eso tampoco es culpa suya, señor Ferreras, pero está dentro de mi
discurso.

Entonces, la independencia y la solvencia del Consejo Consultivo me
da ciertas dudas, pero siempre termina todos sus informes con la
misma conclusión, y la conclusión es que el proceso desarrollado
cumple suficientemente los principios de publicidad, transparencia
y libre concurrencia, pero si analizamos un poco el informe, hay cosas
que no se pueden dejar de decir, y a pesar de todo los informes están
llenos de quejas de cómo se ha hecho la privatización. Señala ciertas
irregularidades y errores, primero, que no existe valorador externo
distinto al asesor de la privatización. Segundo, no se contempla la
posibilidad de que el precio pagado por British Airways y American se
pudieran incrementar al alza y el precio de la OPV fuese superior al
pactado en febrero de 1999. Tercero, hay coincidencia entre
coordinadores de la OPV y asesores de la privatización. Cuarto, el
procedimiento para la presentación de ofertas, para el tramo de
accionistas institucionales españoles tuvo escasa publicidad y el
plazo fue muy reducido. Esto lo dice el informe del Consejo
Consultivo de Privatizaciones, no lo digo yo, pero a pesar de que
concluye diciendo que es suficientemente claro, transparente y libre
concurrencia, resulta que existen una serie de irregularidades.

Respecto a la transparencia, también conectándolos con otros procesos
privatizadores, ya lo he repetido muchas veces, aunque sé que usted
me dirá que no lo va a mandar, que lo pidamos a otro, pero me da
igual, yo pertenecezco a un grupo parlamentario mayoritario de la
oposición y creo que tenemos derecho al acceso de los informes de la
Intervención general del Estado respecto a las privatizaciones. Digo
que seguiremos esperando a poder tener esos informes de la
Intervención general del Estado respecto a todos los procesos de
privatizaciones.

Además de todo esto, estamos en el tema del precio, señor Ferreras, y
me ha dejado usted totalmente asustada. Con este tema del precio y la
valoración que usted ha hecho de la venta o del precio de la OPV de
Iberia me ha dejado totalmente asustada, porque no he terminado de
aclararme muy bien al final qué pagan los socios industriales. La
valoración se hace de una determinada manera, pero que usted termine
diciendo que 180.000 millones es el precio de mercado, que a usted le
parece muy bien y que no hay ningún problema con
eso, de verdad que me asusta. Usted dice que es el precio de mercado
y no se ha gestionado absolutamente nada. A mí me asusta que la
valoración total de Iberia sea el 69 por ciento inferior a la
establecida en febrero de 1999; me asusta que usted se quede tan
tranquilo cuando resulta que en el mismo período el valor de los
fondos propios de Iberia crece el 25 por ciento. De verdad que no
puedo entender por qué pasa eso. Usted asigna una valoración en
Amadeus de 100.000 millones, que es el menor valor que ha tenido en
los últimos dos años, cuando en la primera valoración de Amadeus era
de 200.000. Además, de las ocho principales compañías aéreas de
bandera europea solo una, que es Alitalia, tiene un PER inferior al
de Iberia. El bajo precio de la OPV, ¿de qué es consecuencia? Yo creo
que, por una parte y usted lo ha dicho, de la mala receptividad de
los inversores, no tengo ninguna duda, pero lo mismo que usted ha
dicho que en el informe de Arthur Andersen en noviembre de 2000 se
decía que no era el momento adecuado para hacer la privatización
ustedes tendrían que haber valorado si es el momento adecuado o no.

Usted tiene que tener alguna responsabilidad en ese tema. ¿Por qué no
se retrasó y se retoma después cuando se puedan satisfacer mejor
todos los intereses públicos? ¿Qué razones había para la
imposibilidad del aplazamiento? No quiero que me diga que el precio
de mercado fueron 180.000 millones y ya no hay nada más que hacer.

No, ¿por qué tomó la decisión en ese momento?
Lo que más me ha preocupado ha sido su actitud, que pasa totalmente
del tema, y habría que decir cuáles son las razones para que se haya
perjudicado el interés público de esa manera, que a lo mejor usted
las tiene, no digo que no, pero díganos cuáles son los motivos que
han hecho que usted tenga que hacer la privatización de Iberia en el
peor momento y en el que efectivamente los inversores no querían
invertir, pero denos razones y no simplemente el automatismo del
mercado.

En cuanto a Aerolíneas Argentinas ha explicado usted bastante bien
que en 1997 la SEPI cedió su gestión a American Airlines y tuvo que
volver a recogerla porque no la ejercía bien. En este caso me parece
que ha dicho que era el departamento de Estado de Estados Unidos el
culpable de que American Airlines no terminara de coger el tema de la
gestión de Aerolíneas Argentinas por los cuernos, con perdón. El caso
es que la gestión se ha devuelto a la SEPI. Yo creo que eso demuestra
que ha sido un error la transferencia a American Airlines de la
gestión de Aerolíneas Argentinas, pero si tanto desconfiamos de
American Airlines ¿por qué estamos tan encantados de tenerlo como
socio industrial en Iberia? Yo creo que fue un error que además va en
contra de todas las cosas que dice usted, señor Ferreras, de lo bien
que gestiona la empresa privada, porque en otras ocasiones nos ha
dicho que el capital privado gestiona mejor las empresas que actúan
en mercados competitivos, y en este caso parece ser



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que American Airlines no terminaba de saber cómo gestionar una
compañía aérea.

En cualquier caso, ya que pienso que ha sido un error, creo es que
debe decir cuánto ha costado a los españoles el error cometido, qué
aportaciones han debido realizarse de ampliaciones de capital,
condonaciones de deuda, etcétera, para mantener la actividad de la
empresa; cuál es el importe de las pérdidas extraordinarias que ha
supuesto para la SEPI y sus empresas dependientes la participación en
el capital de Aerolínea Argentinas desde 1997; cuál es el riesgo que
tienen la SEPI y sus empresas dependientes en Aerolíneas Argentinas
por todos los conceptos (capital, créditos, etcétera); cuáles son las
perspectivas de futuro de Aerolíneas Argentinas, aunque ya he oído
que usted decía que esto de estar a 7.000 kilómetros es demasiado
lejos.

En cualquier caso, ya que tenemos en marcha la subcomisión de
privatizaciones, tanto en el caso de la OPV de Iberia como en el de
la situación de Aerolíneas Argentinas, yo le rogaría, señor Ferreras,
que fuera usted muy diligente en decir que quiere comparecer por lo
menos en esa subcomisión para explicar todos los pormenores que es
necesario nos explique, que nos de todas las razones y todos los
datos y la documentación, y a poder ser un informe sobre estos dos
temas. Luego llegará otro momento y diremos que como ya está
privatizado, aquí ya no tenemos ninguna responsabilidad, pasó el día,
que se suele decir, pasó la romería.

En cuanto a la otra comparecencia que estaba solicitada por mi grupo
en otros tiempos era respecto a la fusión de Bazán y Astilleros
Españoles en la empresa Izar. Efectivamente, los sindicatos y la SEPI
han firmado ya el Plan de futuro 2000-2005, y por tanto no tenemos
nada que decir, pero yo sí quisiera hacerle algunas críticas. Hay
algunas actuaciones de la SEPI que pueden ser criticables, porque
usted ha hecho un balance diciendo que no se ha cumplido ninguno de
los planes de competitividad. Explíqueme por qué la SEPI ha sido
incapaz de cumplir el plan de competitividad 1996-1998. También
quisiera saber en qué situación se está respecto al plan en la
Comisión Europea, en qué situación está todo el tema en concepto de
ayudas legales, lo que quedaba pendiente; que nos lo explicara un
poquito.

Otro aspecto criticable es el tema del presupuesto. Como
habitualmente no se presentan a este Parlamento en tiempo los planes,
y el Plan del sector naval lo mismo, no nos hemos enterado qué va a
pasar con cargo al 2001; cuáles son las previsiones que tienen de
aportaciones públicas para financiar el plan de Izar y su
distribución por distintos años.

Usted ha hablado de este sistema dual, de lo bueno que es el mix
entre construcción naval civil y militar y las sinergias que esto
puede generar. En este sentido puede haber ciertas dudas y yo
quisiera que nos aclarara cuáles son los ahorros asociados a la
fusión en Izar y los conceptos en que se van a materializar; si
existen o
no planes específicos de ahorro para las factorías; en definitiva
cuáles son los objetivos cuantificados.




El señor PRESIDENTE: Señora Mendizabal, por favor, vaya terminando
ya. Lleva mucho más del doble de lo reglamentariamente previsto, y
quedan todavía tres portavoces.




La señora MENDIZÁBAL GOROSTIAGA: Voy a hacer una pequeña referencia
al resto de las empresas.

Respecto a Santa Bárbara realmente lo ha preguntado ya el compañero
de Izquierda Unida, pero me gustaría saber cuál es el coste fijo
asociado a la operación de privatización de Santa Bárbara y también
me gustaría saber los efectos que ha tenido sobre la actividad y los
resultados de Santa Bárbara la paralización temporal del programa
Leopard.

Respecto al tema de Initec no se preocupe, señor presidente, suscribo
lo que ha dicho el diputado de Izquierda Unida. Efectivamente ha
habido serias denuncias por parte de los trabajadores de
incumplimiento del plan y le rogaría que efectivamente haya un
seguimiento de si el plan se está cumpliendo o no desde el punto de
vista de gestión de la empresa, porque efectivamente parece que se ha
escindido de hecho en cuatro divisiones y que dos están a cargo de
Técnicas reunidas y otras dos a cargo de Westinghouse y Dragados; por
tanto no se está cumpliendo que sea una empresa. También quería
referirme a lo que comentaba de los despidos individuales que en
estos momentos parece que se están generalizando.

Respecto a Babcock Wilcox, quisiéramos conocer el contenido del plan
de la empresa adjudicataria y el coste del plan para la SEPI por
aportaciones realizadas o por aportaciones prometidas como costes de
reestructuración laboral, saneamientos de deuda y otros activos.

Finalmente, señor Ferreras, he dicho al principio del mi intervención
que había trece peticiones, y se subsumían hoy todas en esta
comparecencia; pero resulta que hay una solicitud de mi grupo, que
entró el día 4 de abril (pensaba en principio que debería estar
subsumida aquí, pero ya apelo a su buena voluntad y a sus ganas de
comunicar al Congreso todo lo que pueda en el tiempo más rápido
posible), para que nos explique el plan de viabilidad de
Radiotelevisión Española. No está incluida en el orden del día y lo
digo con sorpresa por mi parte porque ya estaba dentro de las
comparecencias de la Comisión de Economía y estaba calificada, pero
digo que espero de su buena voluntad que nos dé una visión general y
desde luego que nos envíe toda la documentación de en qué situación
se encuentra el plan de viabilidad de Radiotelevisión Española.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra, por parte del Grupo
Parlamentario Popular, el señor Souvirón.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: Señor presidente, la verdad es que yo nunca
había estado en un aquelarre



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y pensaba que sería más divertido. Hablando de aquelarre tenía esa
idea y utilizándola siempre en sentido figurado, que es el que
estamos empleando aquí, porque nunca está bien que se queme a nadie,
ni siquiera figuradamente, sea bruja o brujo.

Yendo a la cuestión, antes de que usted me invite a ello, tengo que
decir que a partir del año 1996 el Gobierno estableció un marco
concreto para el desenvolvimiento del sector público industrial
español, un marco que tenía sus propios principios y las reglas del
juego preestablecidas, al que dio carta de naturaleza el acuerdo del
Consejo de Ministros de 28 de junio que aprobó el programa de
modernización del sector público empresarial español. Por tanto,
desde esa fecha hay un plan para la empresa pública española que
podrá gustar más o menos y sobre él puede debatirse; por otra parte
los hechos van demostrando que cada vez disgusta menos, y eso puede
decirse a la vista de los resultados de su implementación en el
'Diarios de Sesiones' porque cuando se revisan las intervenciones,
las comparecencias sobre este asunto se ve que los distintos grupos
parlamentarios han dejado de debatir sobre la filosofía final del
tema para centrarse en matices de su puesta en práctica.

Es un plan que fijó como objetivo adaptar el sector público al nuevo
contexto económico nacional e internacional en que nos movemos
mejorando su gestión empresarial, desvinculando las empresas de los
presupuestos generales del Estado para los que suponían una pesada
carga, y reduciendo la participación pública de esas empresas
mediante alianzas con otras empresas privadas o facilitando la
entrada de capital privado en ellas.

Con mis palabras no trato de hacer historia, sino simple y llanamente
de centrar la comparecencia del presidente de la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales en los términos que al Grupo
Parlamentario Popular le parece que debe producirse. En cualquier
caso, el tema sería qué concordancia existe entre los presupuestos
que dieron lugar a la creación de la SEPI y el trabajo que desde ella
se ha hecho. La verdad es que al Grupo Parlamentario Popular le
parece que el señor Ferreras comparece hoy con un importante trabajo
realizado. A la SEPI le es aplicable en el sentido más real el
célebre y celebrado verso de don Antonio Machado que no hay ni que
citar, porque en cuanto se dice esto ya sabemos cuál es, de que se
hace camino al andar, la SEPI ha hecho camino al andar, y ese camino
hecho ha reportado importantes servicios a la economía española, que
es tanto como decir a la economía de los españoles. También queremos
poner de manifiesto que el acervo de experiencias acumuladas por la
SEPI en este tiempo nos permite ser optimistas frente al futuro y a
las normales complicaciones que pudieran aparecer. La verdad es que
complicaciones siempre ha habido y complicación fue el desequilibrio
patrimonial con que la SEPI empezó a andar ese camino al que antes
nos hemos referido, que ya digo que no era un desequilibrio menor,
como tampoco debe ser menor la consideración del éxito de que en este
momento se haya llegado a su equilibrio patrimonial, cuando además
por el camino se ha logrado terminar con las deudas históricas del
INI y se ha logrado estandarizar los compromisos sociales adquiridos
durante los procesos de reconversión de los años ochenta y primeros
de los noventa, y además se han hecho cumplir los programas
industriales o los acuerdos industriales firmados con las empresas
que han entrado a participar de las empresas públicas, asegurando
sobre todo el empleo; en definitiva, habiendo un panorama mucho más
abierto a las cuentas públicas del Estado.

Por todo ello, nos parece que este equilibrio del que hablamos es el
que nos interesa conservar, o incluso en la medida que hablaba el
presidente que se ha producido en Aceralia, no nos importaría que
aquí también hubiera un exceso de futuro y por eso plantemos las
siguientes preguntas. ¿Considera el señor presidente de la SEPI que
en un horizonte temporal razonable va a poder mantener el equilibrio
patrimonial actual, o hay posibilidades ciertas de desequilibrio
patrimonial o de explotación en los próximos años debido a las
empresas que conforman la actual SEPI? También le preguntaríamos cuál
es la realidad empresarial de la SEPI actual y en el futuro más
inmediato.

Entrando en una fijación de posición sobre las empresas a que se han
referido los restantes grupos, desde nuestro grupo parlamentario
entendemos que la información que se nos ha brindado sobre Iberia
puede ser calificada incluso de exhaustiva, que no hay ni un solo
dato que nos lleve a pensar que no se ha obrado con absoluta sensatez
y desde luego vemos con mucha simpatía que la SEPI se esté empleando
razonablemente, por acudir al castellano antiguo, en desfacer los
entuertos de Aerolíneas Argentinas, que también tienen un momento
concreto de producción. En todo caso, decía la portavoz socialista
que le parecía que se hablaba de Iberia como de una situación idílica
o maravillosa, y la verdad es que puede parecer maravilloso cuando la
situación era tan desafortunada en el año 1995. Desde luego al Grupo
Socialista no le gusta que se le recuerde aquella quiebra técnica,
eso está claro, pero hay algunas evidencias. Por citar sólo dos, una
puede ser aquella necesaria venta de un pedazo de Endesa para
reflotar Iberia, o la necesaria reducción de los salarios de los
propios trabajadores para que la empresa no desapareciera
definitivamente. Si no son evidencias de una situación
afortunadamente pasada, no sé cuál puede plantearse en este sentido.

En lo relativo a Santa Bárbara, también nos parece muy bien que el
sentido práctico se haya impuesto por una vez en este país al sentido
romántico, que por encima del acuerdo de la industria naval europea,
haya prevalecido que ese acuerdo no se haga con cargo a la economía
española y al bolsillo de los españoles. También



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esperamos del presidente de la SEPI el mismo sentido práctico para
que rechace el casticismo tipical Spanish del portavoz
izquierdounionista, con las cortinas de la Feria de Sevilla. Sin
embargo nos parecería adecuado que ofreciera el argumento a don Luis
Berlanga o a lo mejor, si lo prefiere el señor Rejón, a don Juan
Antonio Bardem. Por otra parte, por lo que se refiere a Babcock
Wilcox, está claro que hay seguir esperando, pero saludamos también
con enorme satisfacción que esté garantizado el mantenimiento de los
puestos de trabajo de la empresa.

En lo que se refiere a Izar, evidentemente, que siga hacia delante
todo el proceso de saneamiento de la división naval española. Es algo
que siempre nos ha preocupado a todos los grupos políticos, todos
hemos sido marineros, pero, puestos a elegir, preferimos izar velas
y levar anclas a echar el ancla de una forma tan vistosa y tan
característica como los 800.000 millones de anclajes que en otros
momentos tuvo la compañía Izar. Nos parece que va a haber buen
viento, que además se va a aprovechar -ya se sabe que no hay buen
viento para el que no sabe navegar-, y nos parece -y esta es una
opinión lógicamente personal del Grupo Parlamentario Popular, que yo
creo que cada vez es más compartida por otra parte- que la SEPI ya ha
demostrado suficientemente que sabe navegar en las peores
condiciones.




El señor PRESIDENTE: Para el turno de fijación de posiciones tiene en
primer lugar la palabra el representante del Grupo Parlamentario
Vasco (EAJ-PNV), señor Azpiazu.




El señor AZPIAZU URIARTE: Buenos días. Gracias, señor Ferreras, por
su comparecencia hoy aquí. Ha sido criticado por la demora que ha
sufrido la misma y hago también mías esas críticas, pero, no
obstante, yo creo que es normal que se agradezca después de que ha
hecho una exposición tan amplia sobre algunas cuestiones -por cierto,
a las que yo me voy a dedicar especialmente son a las que usted menos
referencia ha hecho, no sé por qué-. Me referiré básicamente a tres:
la de Babcock Wilcox, la adjudicación de la construcción de los
gaseros, a la que no ha hecho ninguna referencia a pesar de que
estaba incluida en una de las peticiones, y la fusión de las empresas
Aceralia, Arbed y Usinor. No voy a alargarme en exceso porque no
quiero jugar con el horario de comida de los aquí presentes. No
obstante, creo que para nuestro grupo y para Euskadi en concreto hay
algunas cuestiones que son de enorme importancia y que, por tanto, no
se pueden obviar.

En relación con el tema de Babcock Wilcox quisiera recordarle al
señor presidente de SEPI, al igual que lo hice hace unos días a la
ministra de Ciencia y Tecnología, señora Birulés, que hay pendiente
una gran reconversión del sector de bienes de equipo, que,
sorprendemente,
la señora Birulés no reconoce, a tenor de la respuesta que me
dio hace unas semanas. Yo entendía que la posición de SEPI era la
contraria que la reflejada por la señora ministra. Le interpelaba
sobre la privatización de Babcock Wilcox y le pregunté qué
previsiones tenía el Gobierno para abordar la reestructuración del
sector de bienes de equipo. Sorprendentemente -y creo que también le
sorprenderá a usted- me dijo que el sector gozaba de buena salud, que
en su conjunto no era motivo de ninguna preocupación ni de ninguna
actuación especial más allá de la política industrial y mejora
competitiva que lleva a cabo el Gobierno. Ante mi sorpresa, no tuve
sino que recordarle unas declaraciones que se habían venido
produciendo ya desde el año 1995 con relación a la reordenación de
dicho sector y que creo que también conviene sacarlas hoy aquí para
aclarar este tema, que, insisto, para nosotros es de enorme
importancia. Ya en el año 1995, en que Merryl Lynch preparaba un
cuaderno de venta para Babcock Wilcox, se decía que el liderazgo
empresarial y la experiencia internacional debían ser la plataforma
para una alianza global. Un año más tarde, el entonces presidente de
Babcock Wilcox, Ramón Vecino, recogía en el informe que las profundas
transformaciones que se estaban produciendo en el comercio exterior
aconsejaban plantearse la viabilidad de una reordenación del sector
en España. También le recordaba a la ministra que en febrero del año
2000, la SEPI, al anunciar la elección de Babcock Borsing como socio
industrial de Babcock Wilcox, dio el primer paso en el proceso de
ordenación en España del sector de bienes de equipo. Hoy, como usted
decía anteriormente, Babcock Wilcox puede ver reducidos sus empleos a
unas 650 personas, empleos que hace dos años eran más de 1.200, y lo
mismo ocurre con otras empresas del sector, como Mecánica de la Peña,
que tenía 350 personas en desempleo y que han agotado ya el 50 por
ciento de las prestaciones, además del impacto que esto tiene en una
localidad muy concreta, como es Urduliz y su entorno. Esto sin contar
con los efectos que tiene sobre los empleos indirectos perdidos. Por
otra parte, le recordaba que había habido una proposición en la que
el Partido Popular apoyó al Gobierno vasco para que se adoptaran
cuantas medidas fueran necesarias para que la reordenación del sector
de bienes de equipo se fuera produciendo. Por la respuesta que me dio
la señora ministra, tan sólo cabía pensar que la empresa que iba tan
excelentemente bien como para dar la vuelta a este diagnóstico que le
estoy haciendo sería Duro Felguera, pero, como usted sabe, hace unos
días el propio Principado de Asturias ha solicitado o ha exigido tal
y como venía en la prensa, a la SEPI que ponga en marcha la
reordenación del sector de bienes de equipo y reclama también más
apoyos para Duro Felguera ante la difícil situación en que puede
encontrarse tras la privatización de Babcock Wilcox. Entonces ya no
entiendo nada, porque si BabcockWilcox no va bien, y me remito a los
resultados económicos



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y al proceso de privatización que se ha llevado a cabo, si Mecánica
de la Peña va fatal y Duro Felguera también está en riesgo, ¿dónde
está la buena marcha del sector? Esto debería explicármelo. Y lo que
más me sorprendió es que después de decirle esto a la señora
ministra, contestó que se arreglaba invirtiendo en I +D y buscando
alianzas para la competencia internacional, etcétera. Esto es salir
del paso y no responder a la cuestión, que es grave y viene
debatiéndose desde hace tiempo. Todas las cuestiones de I+D me
parecen muy bien, pero una vez que se dedican importantes recursos
a sentar las bases y a garantizar la viabilidad del sector. Entonces,
si todas las empresas están de acuerdo -y yo pensaba que la SEPI
también- en la reestructuración del sector de bienes de equipo
-además, pienso que esta reestructuración hubiera facilitado la
aceptación por Bruselas de la operación de Babcock Wilcox y Babcock
Borsing-, quisiera saber quién es el responsable de esta no
reestructuración y qué es lo que piensa hacer la SEPI en este
sentido. Con relación a la adjudicación de la construcción de los
buques gaseros, que para nosotros es importante, a pesar de que usted
no haya hecho ninguna referencia, nos felicitamos por la carga de
trabajo que la de dos buques gaseros ha supuesto para el astillero de
La Naval de Sestao, máxime porque, como bien conoce el presidente de
la SEPI, en diciembre de 1998 sólo el departamento de Industria del
Gobierno vasco y el equipo directivo del astillero apostaban por la
capacidad del mismo para construir este tipo de buques. Esta fecha
corresponde a cuando se iniciaba el concurso para el transporte del
gas natural líquido por las empresas Repsol, Enagas y Gas de Euskadi.

(El señor vicepresidente, Eguiagaray Ucelay, ocupa la Presidencia.)
También podemos entender que perteneciendo La Naval a un grupo de
astilleros, a pesar de que este astillero había venido trabajando en
la tecnología y en el proyecto desde hace tres años, se distribuya la
carga de trabajo o se comparta con otras factorías del grupo, como
Puerto Real -un tercer barco del concurso está siendo construido en
este astillero-, pero lo que no parece lógico y es difícil de
entender es que un nuevo barco, el cuarto, que corresponde a un
cliente que siempre ha creído en La Naval y luchado por que este
barco se construya es Sestao, finalmente también vaya a ser
construido en Puerto Real. Por otro lado, creemos que la demora en la
puesta en marcha de estos barcos en el astillero de Sestao, con la
consiguiente regulación de empleo que ha conllevado, ha estado
originada por la reestructuración del sector de astilleros públicos
en la órbita de la Empresa Nacional Bazán. Yo quisiera saber por qué
es posible una reestructuración en el sector de grandes astilleros,
como usted nos ha explicado, y en cambio no lo es en el sector de
bienes de equipo, como yo he venido reclamando. Si dentro de esa
operación de reordenación del grupo Izar los buques gaseros
corresponden a la división empresarial, en la que no está Puerto
Real, ¿cómo
es posible que el cuarto barco a que antes he aludido se vaya a
construir en ese astillero? Yo quisiera que me respondiera a esta
pregunta que para nosotros es realmente importante.

Para concluir, me voy a referir brevemente a la fusión de las
empresas Aceralia, Arbed y Usinor, aunque usted ha dicho que es,
efectivamente, una decisión privada. Yo quisiera decirle que la
posición mantenida por el Gobierno vasco en relación con esa fusión
ha sido positiva. Además de respetar la decisión empresarial, por las
noticias que tenemos, esta fusión puede suponer, y eso es lo que nos
parece positivo, la consolidación y el reforzamiento de la acería
compacta.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Señor Azpiazu, solamente
deseo clarificarle que al presidente le ha dado un ataque de tos en
el momento en que le iba a decir algo que ahora le voy a decir yo,
puesto que no le he querido interrumpir mientras hablaba. La
solicitud de comparecencia sobre buques gaseros, presentada por el
Grupo Mixto a instancia de la señora Lasagabaster, fue retirada, lo
cual, naturalmente, no impide que usted hable de ese asunto o de
cualquier otro. Únicamente quería dejar constancia de que ese tema no
figuraba en el orden del día.




El señor AZPIAZU URIARTE: Para nosotros es un tema importante y creo
que no viene mal hablar de ello.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Tiene la palabra el
señor Sánchez i Llibre.




El señor SÁNCHEZ I LLIBRE: En primer lugar, deseo agradecer la
comparecencia del presidente de la SEPI, así como la claridad y
brevedad de su exposición, puesto que somos conscientes de lo extenso
que sería hacer una comparecencia para hablar de todo lo que
representa el sector de participaciones industriales del Estado.

Respecto a la crítica por no comparecer, a petición de los grupos
parlamentarios, con la prontitud debida, nosotros, dado que no
tenemos ninguna petición al respecto, no lo vamos a criticar, pero sí
le sugeriríamos que fuera sensible a este tema, porque, a veces, una
comparecencia que se adelantara a las peticiones de los grupos
parlamentarios también sería de agradecer por todos.

La posición del Grupo Parlamentario de Convergència i Unió respecto
al peso del Estado en las diferentes participaciones industriales es
perfectamente conocida. Siempre hemos sido partidarios de que el
Estado tenga poco peso específico en el tejido industrial español.

Hemos entendido que una participación importante y significativa como
la que ha existido en algunos momentos contaminaba el mercado y
perjudicaba la competitividad del tejido industrial español, así como
la iniciativa privada. Por este motivo tradicionalmente hemos
intentado llevar iniciativas al Parlamento para



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que el peso del Estado disminuyera en el tejido empresarial español.

Lo hicimos en la época del Gobierno socialista y es verdad que en
aquellos momentos se iniciaron una serie de medidas, en las que
después el Partido Popular ha profundizado, y a través de la
unificación de las participaciones empresariales del Estado hemos
llegado a la situación actual, en la que afortunadamente el peso del
Estado en la economía española y en el tejido empresarial cada día es
más pequeño. Nosotros valoramos esto positivamente, teniendo en
cuenta que en ese proceso de privatización o de modernización lo más
importante es mejorar la competitividad, preservando siempre los
intereses nacionales desde el punto de vista de la estrategia de la
defensa del Estado español.

Solamente queremos que nos aclare una cuestión. Hemos escuchado
atentamente su exposición en relación con la privatización de Iberia
y entendemos perfectamente que si el mercado dicta unos precios en el
momento de la salida a Bolsa, poco margen de maniobra tienen ustedes
para intentar modificarlos. El mercado es el mercado y los precios de
compra y de adquisición lógicamente son fijados por las operaciones
diarias en Bolsa. También es cierto que a raíz de esta privatización
de Iberia, han surgido, al menos en los medios de comunicación,
discrepancias y conflictos entre los socios institucionales. Usted
nos ha explicado perfectamente que adquirieron un paquete importante
de acciones de Iberia a un determinado precio y que cuando se ha
privatizado el tramo restante, se han encontrado con una caída de
rentabilidad de más de un 60 por ciento. Pues bien, este grupo
institucional, formado por Caja Madrid, BBVA, Logista, Ahorro
Corporación y El Corte Inglés, ha reclamado una indemnización, pero
si leemos exhaustivamente las manifestaciones de dichos socios,
parece ser que no reclaman dicha indemnización por una rebaja del
precio y que tampoco es, al menos por lo que tengo aquí a la vista,
por las minusvalías del mercado, sino por la renuncia al derecho a
abandonar el capital de Iberia. Es la cuestión en la que se centran
para reclamar estas indemnizaciones. Hemos seguido atentamente sus
manifestaciones así como las del vicepresidente segundo del Gobierno
para Asuntos Económicos, el señor Rato, respecto a que no hay derecho
a una indemnización, pero también hemos leído que parece ser que
entre la SEPI y los socios institucionales van a nombrar a dos
personas independientes para que decidan si hay derecho o no a una
indemnización, no por las minusvalías del mercado, sino por lo que
ellos consideran la renuncia al derecho a abandonar el capital de
Iberia. Si es posible, nos gustaría que nos aclarara esta cuestión en
esta comparecencia, ya que lo del mercado lo entendemos
perfectamente.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Con esto concluye el
turno de intervenciones de los grupos parlamentarios. Tiene la
palabra, señor Ferreras.

El señor PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESTATAL DE PARTICIPACIONES
INDUSTRIALES, SEPI (Ferreras Díez): Voy a contestar por orden de
intervención y voy a procurar no repetirme, ya que ha habido una
serie de cuestiones comunes.

Al portavoz del Bloque Nacionalista Galego tengo que decirle que yo
no oí lo de aquerrale, me parece que se ha dicho después. En
cualquier caso, en cuanto a lo de la orgía privatizadora, bueno... Lo
que sí es cierto es que nosotros no seguimos el modelo francés,
puesto que no existe un modelo francés de privatización, ni el
alemán, ya que tampoco existe. Tampoco seguimos el modelo británico.

Hemos sido más originales, pudiéndole asegurar, según tengo
entendido, que en este momento es el modelo de privatización más
admirado y respetado en todo el mundo por cómo se ha hecho y por la
intensidad con la que se ha realizado. Desde luego, no es el modelo
británico, en el cual se procedió a unas ventas masivas y rápidas sin
adoptar una serie de cautelas que nosotros sí estamos intentando
incorporar en cada una de esas resoluciones.

Su señoría me ha hablado de la disminución de grupos estratégicos en
el país y tengo que decirle que no existen tales grupos. ¿De qué
estamos hablando? Lo más estratégico para el país, en términos
económicos exclusivamente, sería, supongo, la banca, la telefonía, la
electricidad o el petróleo. ¿Lo que está proponiendo su grupo es que
nacionalicemos todos esos sectores estratégicos? Yo creo que eso no
es estratégico. Lo es en el sentido de que tiene una gran
trascendencia para la economía nacional, pero no puede serlo en
términos de que eso exija la titularidad del Estado sobre todos y
cada uno de ellos. En ese sentido, no hay nada que sea estratégico.

Simplemente, hay algo en lo que coyunturalmente es interesante o no
que esté el Estado. Quizás en otro momento lo fue, yo no quiero
entrar ahora a enjuiciar ese tema, pero estoy convencido -y el
Gobierno también- de que no es esa la percepción que ahora debemos
tener, que el Estado no tiene que ser el propietario y el accionista
de las compañías, sino que tiene que ser el regulador que fije las
normas para que todos, los que antes eran públicos y los que ahora
son privados, se ajusten a las mismas reglas de competencia en esas
cuestiones. Será imposible justificar, pero habrá que intentarlo
positivamente, por qué algo tiene que romper lo que sería el
principio general de que el Estado no tiene que ser el propietario.

Será muy difícil encontrar razones de interés público, de estrategia
de servicio público que justifiquen que el Estado sea el propietario
de una empresa en competencia con otras empresas privadas que están
dando los mismos bienes y servicios para el Estado. En definitiva,
eso es negar la competencia, porque el Estado es el Estado y su
función es ejercer su soberanía y no intervenir en los mercados
comprando y vendiendo.

Habla de reducción de plantillas. Yo le agradecería, señoría, que
citara datos concretos de en qué empresas



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se ha producido tal reducción durante el proceso de privatización,
porque los datos que yo tengo son los contrarios: o las hemos
mantenido o se han ampliado. Lamento no tener todos los datos ahora
para citárselos, pero sí le puedo recordar que Iberia en el año 1996
-quizá porque la tengo más reciente- no llegaba a 26.000 empleados y
hoy tiene 29.000 y durante ese proceso ha incrementado en 3.000
personas su plantilla. Los procesos de prejubilación que ha habido en
las compañías una vez privatizadas han sido voluntarios por parte de
las personas que se han acogido a ellos y, además, han dado lugar al
rejuvenecimiento de todas esas plantillas con nuevas tecnologías,
etcétera.

Me dice que se han vendido las joyas de la Corona y que hoy valen
tres o cuatro veces más -ojalá fuera así y que valieran todas tres o
cuatro veces más, pero yo creo que se exagera un poco-. Eso confirma
que han sido bien privatizadas y que era bueno hacerlo, porque la
presencia del Estado lo que estaba poniendo -por decirlo
gráficamente- era plomo en las alas de esas compañías de cara a su
expansión internacional sobre todo, que es donde se ha producido el
gran crecimiento. Sería impensable que Repsol fuera hoy lo que es, y
además Repsol YPF, siendo público, y sería impensable que Endesa
fuera lo que es hoy, con la participación internacional que tiene, o
Telefónica, si siguieran siendo públicos. Recuerden que nosotros
estamos excluyendo a otras compañías extranjeras cuando llegan con
participación pública. Hoy decir que una empresa es pública es un
signo de autarquía económica para esa empresa y que no le permite
desarrollarse en los comercios internacionales. Como experiencia
personal les diré que en varias ocasiones he tenido que viajar al
extranjero con presidentes de compañías del grupo, cuando todavía
eran públicas y se iba a hacer una determinada contratación, para
garantizar el compromiso de que no se preocuparan, que estaba
previsto el proceso de privatización y en tres o cuatro meses estaría
terminado, porque si no, no le daban esa contratación o no le dejaban
entrar en esa participación de capital a la empresa, entonces
pública, española. De modo que esto justifica ese aumento, y me
parece fenomenal, y además los casi cinco millones de ciudadanos que
han invertido parte de sus ahorros se encontrarán beneficiados y eso
se justifica porque ha sido mucho mejor para las compañías, el ciclo
económico ha ido bien y además la privatización les venía bien. Nos
sumamos todos, y estamos reiterándolo constantemente ante el
comisario de la Competencia, a las denuncias por la competencia
desleal de Corea, que no es que se nos haya olvidado; es que estamos
insistiendo continuamente en este tema ante la Comisión.

Quisiera hacer referencia a dos cuestiones muy particulares en las
que no estamos en absoluto de acuerdo y, además, con el debido
respeto, señoría, creo que o están equivocados los datos o se falsean
deliberadamente. No se puede decir que con la operación de Astano
y la fusión en Izar paga o sale perjudicada Galicia. Si paga
alguien, y ha pagado siempre, es España, pagamos todos vía
Presupuestos Generales del Estado, porque además si fuera contra
algún presupuesto, sería contra éstos y no contra los gallegos.

Además, Astano, a pesar de las dificultades del Plan estratégico de
competitividad, ha sido mantenido activo gracias a la aportación de
la SEPI durante todos estos años. No se fije sólo en Astano; es que
en Ferrol, al otro lado de la ría, la factoría de Bazán ha sido, si
se me permite, la más privilegiada de todas las del grupo de
construcción naval, porque es la que ha recibido todos los contratos
de las fragatas, no sólo de las españolas sino también de las
noruegas; es decir, acumula un volumen superior a los 400.000
millones de pesetas de carga de trabajo para efectuar en aquella
factoría, que es la que se ha especializado en ese tipo de buques.

No pongamos el debate en términos territoriales de Galicia, pero si
se lleva ahí, de esos 122.000 millones previstos para las inversiones
de Izar, prácticamente 40.000 van a ir a Galicia, a la ría de Ferrol,
donde están las dos instalaciones, Bazán y la antigua Astano. Es
decir, no lo planteemos en términos dramáticos para Galicia, sino
todo lo contrario. Creo que S. S. debería darse un paseo por las
instalaciones y hablar con los trabajadores de la antigua Bazán y de
la antigua Astano, hoy las dos en Izar. Al menos, cuando he hablado
con los correspondientes comités de empresa, estaban todos ellos
absolutamente ilusionados con el nuevo proyecto, que daba otra
alternativa y otro futuro a su trabajo.

Lo mismo ocurre respecto de la Empresa Nacional Santa Bárbara en La
Coruña. No se puede decir, porque es rotundamente falso, que pueda
haber una maniobra especulativa respecto de los terrenos de dicha
empresa en La Coruña. Señoría, son propiedad del Ministerio de
Defensa y del Ayuntamiento de La Coruña. Ni la SEPI ni General
Dynamics ni nadie tiene un solo palmo de terreno ahí y lo único que
podemos hacer es tener un contrato de alquiler. Luego si hay una
operación especulativa, será del Ayuntamiento de La Coruña o del
Ministerio de Defensa, pero no mezclemos las cuestiones. No entiendo
que se planteen dudas sobre el plan, en este caso de General
Dynamics, respecto de La Coruña, en una factoría en la que los 220
puestos de trabajo que tiene han tenido entre un 2 y un 5 por ciento
de ocupación de su tiempo, o sea no haciendo nada. No se me mal
interprete; no es culpa de los trabajadores sino que no les llegaba
el correspondiente trabajo y no tenían nada que hacer. Bueno, pues
van a hacer los fusiles, con el programa HK, y una serie de trabajos
complementarios, de los que en la fábrica de Oviedo, por ejemplo,
están perfectamente orgullosos haciendo componentes aeronáuticos para
aprovechar las instalaciones y dar trabajo a todos aquellos empleados
durante los próximos cinco años, porque General Dynamics es también
propietariade una compañía fabricante de aviones, que,



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como S. S. conoce, se llama Gulfstream, y a través de contratos con
ITP. Si la queja consiste en que alguien que no tenía trabajo ahora
va a tenerlo y, además, va a tener garantizado el puesto de Trabajo y
la ocupación en la factoría durante los próximos cinco años, admito
la queja, pero ese era nuestro objetivo y no que estuviera parada la
factoría por falta de encargos.

El representante de Izquierda Unida pedí que fuera más concreto en
cuanto a algunas cuestiones de auditoría. No sé qué cuestiones son
exactamente, pero creo que los auditores suelen ser bastante
estrictos en los términos y si hay una contestación de auditoría,
presumo que será lo suficientemente concreta. Si hay algún extremo
que no le satisface, lo complementamos, si es que lo podemos hacer,
porque, si es un documento de auditoría, no lo puedo alterar de
ninguna de las maneras.

Planteaba una cuestión que también conviene dejar clara. En un
contexto de medio entendidos -o entendidos totales, no lo sé-, se
mezcla el tema de la Empresa Nacional Santa Bárbara con el del AVE y
otras cuestiones. Desde luego, la SEPI no tiene ninguna
responsabilidad, ningún poder, ni ninguna facultad para tomar ninguna
decisión sobre ninguna de ellas. Por otra parte, les recuerdo, porque
es público y notorio, que la decisión del consejo de administración
de SEPI se toma en abril del año 2000 y luego se somete a un
procedimiento en el que tiene que haber el dictamen del Consejo
Consultivo de Privatizaciones y la autorización del Consejo de
Ministros y en el que tiene que solventarse, entre otras cuestiones,
la protección de la transferencia de tecnología, para satisfacer a
Krauss Maffei en ese sentido. Por tanto, no mezclemos cosas que no
tienen absolutamente nada que ver unas con otras.

En cuanto a Initec, insisto de nuevo, S.S. relata o más bien lee unas
informaciones que supongo que alguien le ha trasladado. Debo
reconocer que esas informaciones me suenan, en el sentido de que las
he recibido, pero no sólo las ha recibido el presidente de la SEPI,
sino que no queda autoridad gubernativa, judicial o legislativa que
no las haya recibido, porque tan pronto a cualquier autoridad le
lelga una queja de este tipo, pide el correspondiente informe a la
SEPI. Le aseguro que las quejas que están formulando no tienen
ninguna razón, que el contrato de Initec se está cumpliendo en su
integridad, bien y fielmente, y que esas actuaciones obedecen a la
acción aislada que uno, dos o tres señores están realizando por libre
e incluso al margen de sus correspondientes sindicatos. Por favor,
contraste S.S. las informaciones que le hacen llegar. No convirtamos
en verdad absoluta lo que está sobradamente desacreditado, porque no
tiene ningún fundamento.




En cuanto a Babcock Wilcox, S.S. hace una serie de imputaciones muy
graves. No sé si S.S. nos las puede pasar por escrito o estarán en la
propia transcripción. No sé si será cuestión de que las responda el
presidente
de la SEPI ya que se remontan a 1993, pero si no será necesario que
las investigue la Fiscalía o quien corresponda, porque desde luego la
SEPI ni ha promovido, ni ha amparado, ni lo hará nunca, ninguna
actuación irregular. Si esas denuncias tienen fundamento, las
promoveremos con el mayor entusiasmo.

Por último, respecto a Iberia, la participación que ahora tiene el
personal es del 8,6 por ciento. En cuanto a las opciones, dependerá
de si las ejercitan o no y de si venden el contenido de las opciones
o mantienen las acciones en el futuro. Por tanto, hasta que no se
cumpla el programa de opciones, no se sabe cuál va a ser la
participación de los trabajadores en el capital. En cualquier caso,
no fueron sacados, como dice S.S., del capital. Solemos tener una
actuación bastante amistosa y relajada con los representantes de las
federaciones sindicales. En un momento determinado, y puesto que los
miembros del denominado núcleo estable, ya entraban en el
accionariado, en el consejo de administración, les pedimos que, si no
les importaba, anticipasen su salida del consejo de administración,
prevista para la operación de privatización total, permitiéndonos así
el esquema más normal de funcionamiento. Afortunadamente, todos los
sindicatos presentes en el consejo de administración dieron su
conformidad, si no, no los hubiésemos podido sacar más que cesándolos
en una junta general. De manera que no fueron sacados, sino que fue
fruto de un acuerdo y de una conversación absolutamente amistosa.

La portavoz del Partido Socialista me pide que venga más a menudo o a
petición propia. Como ella misma ha dicho, no soy yo el responsable
de esa venida. Yo estaría encantado de venir todos los días, no
habría ningún problema. (La señora Mendizábal Gorostiaga: ¡No
exageremos!) Además eso me permitiría explicarme con más profusión y
mayor precisión, porque debo reconocer que en estos apresurados
resúmenes que hay que hacer para contestar a tantas preguntas, uno
también sufre por si hay algo realmente importante que no se está
diciendo. A mí también me gustaría explicarme con mayor amplitud,
pero en eso estoy a disposición de SS.SS., ya que no entra dentro de
mis facultades fijar la fecha, ni tan siquiera pedir la
comparecencia. Cuando me dicen que hay petición de comparecencia, la
Mesa me fija un día y una hora, y ese día y hora vengo, no faltaba
más.

Me dice que participo de la política del Gobierno -¡no faltaría
más!-; si no, no me tendrían aquí, porque el Gobierno, si me permite
decirlo en términos políticos, no privados, es mi junta de
accionistas, y si a la junta de accionistas no le parece adecuado el
gestor, lo cesa; es decir, de alguna manera tengo que participar en
esa comunidad de ideales. Evidentemente, no está todo bien, también
estaría feo que yo viniera a contarle lo que está mal, de eso ya se
encarga S.S., o de intentarlo, porque tampoco ha dicho exactamente
qué es lo que va mal. En general el balance es profundamente



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positivo. Lo que no podemos conseguir es que empresas como Hunosa, o
como Astilleros, o como la Santa Bárbara o la propia Aerolíneas
Argentinas, pasen de la noche a la mañana de situaciones de profundas
pérdidas a producir beneficios. Creo que no es correcto el argumento
que está utilizando de 12 de las 18 empresas, porque buena parte de
las empresas que en su día consolidaban con el grupo SEPI han sido ya
privatizadas y en consecuencia el balance puede resultar
profundamente negativo. Pero sí que le insisto que, a pesar de lo que
dice S.S., incluso en esas empresas con pérdidas se ha mejorado
sustancialmente en las pérdidas en el sentido de que son mucho
menores y podemos contrastar, si lo tiene a bien, los datos.

Sobre Iberia, no es que yo quiera molestar refiriéndome a cuál era la
situación de Iberia en el año 1995, señoría, yo dije fondos propios
en el año 1995, no 1996, porque en el año 1996 ya se había hecho el
plan de reestructuración, que se puso en marcha en el año 1995, en
que se había hecho una ampliación. Yo he dicho que el saneamiento de
Iberia lo había hecho el gobierno anterior, no he dicho que lo
hayamos hecho nosotros. (La señora Mendizábal Gorostiaga: Me encanta
que lo diga.) A lo mejor, nosotros lo habríamos hecho mejor (Risas.),
pero hay que reconocer a cada cual lo suyo, ¡no faltaba más!, y aquel
plan se hizo en el año 1995 y los fondos propios negativos de 17.500
millones de pesetas eran en el año 1995. No me había ocupado de ese
dato, pero dice S.S. que en el año 1996 los fondos propios eran de
86.000 millones de pesetas. Fíjese la alegría, en ese año se acababa
de hacer una ampliación de capital por 80.000 millones de pesetas y
luego los fondos propios son, peladitos, la ampliación de capital que
acaba de hacer el Estado, lo que acredita que antes estaban de otra
manera. Lo que hay que decir es de dónde salen las cosas, porque
viendo dónde estaban y dónde están hoy es como se puede medir ese
éxito o excelencia empresarial, tampoco pretenderíamos tanto,
o fracaso de la gestión.

Me dice que todos los informes del Consejo consultivo aseguran que se
cumplen suficientemente. No es que lo lamente, es que es verdad, y
como se cumplen suficientemente los principios de publicidad,
transparencia o concurrencia, sea quien sea quien presida ese Consejo
consultivo, tiene que decir lo que no puede decir de otra manera: que
se han cumplido. Otra cosa es que a lo largo del informe se
establezcan determinadas consideraciones del Consejo consultivo, que
no tienen otro valor que el de recomendaciones, o si se quiere en
términos judiciales son obiter dicta, que es o no es el fallo, que es
que se cumplen los principios de publicidad, transparencia y
concurrencia. Nos hace sugerencias sobre cómo entienden y en qué
podría mejorarse el proceso y, en general, intentamos por todos los
medios atender esas consideraciones. Cierto que hay algunas con las
que no estamos de acuerdo, lo hemos discutido en ocasiones con el
Consejo consultivo
y seguimos pensando que no estamos de acuerdo con alguna de esas
observaciones, que consisten en modos de trabajar más que en el
resultado. No sé si vale la pena entrar ahí en una serie de
consideraciones. Por ejemplo, en el informe de Iberia, que se hable
de escasa publicidad y plazo reducido. La prueba es que se
presentaron ocho compañías y que a todas las compañías les pareció
que habían tenido el plazo suficiente, el plazo razonable para
estudiar toda la documentación. Téngase en cuenta también la
naturaleza de esas compañías que poseen grandes equipos para hacer
los estudios que tengan por oportuno. Otro ejemplo, que no se
contemple la existencia de un valorador externo. Esto es un tema muy
discutido y muy discutible. ¿Quién es el que tiene que valorar la
compañía? ¿Quién hace con la SEPI las gestiones de venta, un tercero
que luego no defiende esa valoración en la negociación y en la
gestión? Un tercero nos puede dar una valoración que nos parezca a
todos muy bien, pero luego quien interviene como banco de negocios en
la operación, si no está de acuerdo con esa valoración no puede
efectuar la gestión. Por tanto, de esa manera el propio valorador es
quien asume la responsabilidad de sacar adelante, junto con nosotros
en esa negociación, esa valoración. Será discutible, pero no afecta,
insisto, a la publicidad, transparencia y concurrencia, sino que son
recomendaciones que en uso de la autoridad, que además le reconocemos
en ese tema, el Consejo consultivo nos hace y creemos que podemos
tener en cuenta o no según cada uno de los casos.

Respecto de los informes de la Intervención General de la
Administración del Estado, estoy desolado porque me lo plantea S.S.

en todas las comparecencias, y en todas le digo que la Cámara los
puede solicitar porque es un organismo público.No me cabe duda que,
si le piden los informes a la Intervención General de la
Adminsitración del Estado, ésta se los dará, porque, además, son unos
informes públicos. Por tanto, no veo que haya ahí ningún secreto. Lo
que no me parece correcto es que me pida a mí unos informes que son
de otro organismo público.Creo que será el otro quien tenga que
expedirlos.

Señoría, no tengo ninguna actitud pasota respecto del precio de
Iberia. Me dice que paso de él. No. Si he dado esa impresión, lo
lamento profundamente porque no era mi intención. Estoy seguro de que
S.S. sabe, como señoría y además por la formación académica y
profesional que le conocemos, muy bien estos temas y no me parece
seria la argumentación que está haciendo al respecto, mezclando cosas
que S.S. conoce perfectísimamente que no se deben mezclar y que sólo
sirven para confundir más. El precio de la oferta pública de venta de
Iberia y de cualquier otra compañía se fija por el mercado. Cuando
decimos se fija por el mercado quiérese decir que,con arreglo a la
legislación de mercado de valores, vigente también en España y en los
países civilizados, lo fijan los inversores institucionales,



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no el minorista. Esta es una protección para el minorista. De manera
que los inversores profesionales, para entendernos, marquen un precio
y nunca puedas poner un precio por encima del mismo. Esos inversores
institucionales hacen esa propuesta de inversión sin ningún interés
político y sin ningún interés territorial. No tienen otro interés, no
nos engañemos, que la rentabilidad de su inversión. Por tanto, ni nos
han ayudado, ni nos han perjudicado. Han fijado ahí su precio. Y una
vez que han fijado su precio no está en nuestra mano, porque no es
nada que se negocie, subir o bajar esa cotización, ni podemos alterar
de ninguna manera ese mercado. Por tanto, es un procedimiento
absolutamente objetivo. No se trata de que seamos en ese momento más
o menos listos en la colocación, como puede serlo en un proceso de
negociación. No. Ahí no hay negociación posible. En un road show
presentas la compañía, dices cuánto gana y cuáles son sus documentos
y ellos, si quieren, hacen una oferta de inversión al precio que
quieren y, si no quieren, no la hacen. Casualmente la gran mayoría de
los inversores coinciden en un precio por acción que está en torno a
los 1,19 euros. No es un problema de PER, no es un problema de fondos
propios, y S.S. lo sabe mejor que yo, porque yo soy de letras, por
tanto, no confundamos las cuestiones. Es un problema de Ebitdar y,
aunque suene muy feo, el Ebitdar, el criterio que fijan los analistas
internacionales en las compañías de transporte aéreo, es el
resultado, antes de intereses e impuestos, el Ebit, de las
depreciaciones, amortizaciones y leasing operativo y, además, a éste
se le agrega la caja neta y el leasing de flota multiplicado por
siete. Estos son los criterios que utilizan los analistas
internacionales para decir cuál es la valoración de una compañía
aérea. Eso da un Ebitdar determinado y eso significa que nuestro
Ebitdar se está calificando en un 5,4, que es superior a como están
calificando a Air France y a Lufthansa. Eso no lo podemos discutir.

Para entendernos, es como si llueve. No hay posibilidad de negociar
ese tema.

Al hablar de fondos propios o de posiciones netas de caja es
conveniente que no nos confundamos. Porque es muy bonito decir que
Iberia tenía una posición neta de caja de cerca de 20.000 millones de
pesetas y unos fondos propios de tanto, y resulta que luego se ha
vendido por 8.000 millones. No. La deuda financiera de la compañía es
de 530.000 millones de pesetas, y eso es lo que tienen en cuenta los
analistas. No es que estemos fijando un precio caprichoso, sino que
tiene una fijación absolutamente rigurosa y científica. Se puede
estar más o menos de acuerdo, pero es la misma para Iberia, para Air
France, para Lutfhansa, para KLM, para Alitalia, para American
Airlines, para British Airways, para todas las compañías aéreas del
mundo. No pedirá S.S. que los inversores internacionales nos hagan un
traje a la medida para que nos califiquen y nos valoren la compañía
según el interés de quienes vendemos Iberia.

Aerolíneas Argentinas. Ciertamente hubo un error en la transferencia
a American Airlines. A la vista del resultado fue un error que,
además, hemos pagado caro, en el sentido de perder un año para poner
en marcha el plan de viabilidad de Aerolíneas Argentinas. Nos ha
costado las pérdidas que ha producido la compañía durante ese período
que creo recordar que fueron en torno a 230.000 millones de pesetas,
ya que en ese momento las pérdidas se dispararon. Fue precisamente la
confianza en un magnífico gestor como American Airlines quien nos
indujo a dejar un poco en sus manos la gestión de la compañía. Eso es
lo que hemos rectificado, sacando de esa gestión a American Airlines.

Los malos resultados no eran culpa del departamento de Estado
norteamericano. Lo que sí hubo fue un retraso en la autorización de
la operación por parte del departamento de Estado, que impidió que la
gestión de la compañía fuera directamente imputable a American
Airlines durante casi diez meses. Había dos personas, eso sí, a
propuesta de American Airlines, que eran quienes gestionaban la
compañía. ¿Cuánto ha costado? Desde 1990, en que se entró, hasta 1996
había costado 1.200 millones de dólares. Desde 1996 hasta ahora, los
600 millones de dólares que vamos a poner como ampliación de capital,
porque ya le he dicho que parte de esos millones de dólares se hacen
convirtiendo en capital los aportes irrevocables que se habían hecho
durante este período. Si lo suma todo, son 1.800 millones de dólares,
una cifra yo diría que hasta escandalosa. Aparte de esa cantidad, no
hay ningún otro riesgo ni de SEPI ni de compañías del grupo, es
decir, no tenemos avalado ni garantizado nada aparte de esos 600
millones de dólares.

En cuanto a Izar, ¿por qué no se ha podido cumplir el plan
estratégico de competitividad? El plan estaba hecho desde 1995 y nos
hemos limitado a aplicarlo. El plan estatégico de competitividad se
estuvo basando en unas reducciones de plantilla que deberían
complementarse con una serie de actuaciones de índole comercial
y financiera y que por alguna razón no dieron el fruto esperado. Con lo
cual, transcurridas las últimas ayudas permitidas por ese Plan
estratégico de competitividad, nos encontrábamos, más o menos, en la
misma situación en que estaba en 1995. En Bruselas no hay especiales
problemas de ayudas al sector de los astilleros. Bruselas ha estado
revisando algunas de las últimas actuaciones en cuanto a la
adquisición que hizo la SEPI de determinados activos de algunos
astilleros, y se ha producido una tramitación. Aparte, hay un
expediente abierto por unos 11.000 millones de pesetas por la
consideración de créditos fiscales, si eran computables o no en la
Agencia Industrial del Estado. Bruselas entiende que al pasar a la
SEPI después no iban a ser computables. Es un tema técnico que
esperamos quede resuelto favorablemente. El plan de Izar no contempla
a partir de la fusión ninguna aportación pública, los 122.000
millones de inversión se generan por la propia compañía.




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Las aportaciones que tenían que hacerse se hicieron antes de la
fusión y, por tanto, a partir de ese momento no prevé ningún tipo de
aportación pública, y ese es uno de los objetivos: que el sector de
la construcción naval no vuelva a recibir aportaciones públicas de
los presupuestos generales del Estado.

En cuanto al coste de la privatización de la Empresa Nacional Santa
Bárbara, lo dije antes, hay una diferencia, son 25.000 millones en
cuanto al coste total de la privatización de la empresa Nacional
Santa Bárbara, que en el caso de la opción alemana eran, creo
recordar, 63.000 -lo estuve exponiendo con anterioridad- de acuerdo
con los diferentes pasivos, contingencias, etcétera, que tengan. No
ha habido, señoría, ningún coste porque no ha habido ninguna
paralización del programa Leopard. El programa Leopard se ha ido
trabajando con toda normalidad en las fábricas y está en los tiempos
y plazos previstos. Esta era otra batalla que era la de la
transferencia de tecnología, que está cumplimentada desde hace mucho,
y las medidas de protección para esa tecnología en caso de que pasara
a poder de un tercero, como así ha sido, que era General Dynamics,
pero mientras se ha ido trabajando en las fábricas con absoluta
normalidad y el programa Leopard va en plazos y formas.

Sobre Babcock Wilcox me preguntaba el contenido concreto del plan de
empresa. Creo que ya lo hemos comentado en esta misma Cámara y si
quiere en el turno de réplica volvemos sobre eso, pero temo que se
nos haga excesivamente largo.

En cuanto al plan para Radiotelevisión Española ese sí que no estaba
en el objeto de la comparecencia, señorías, y además creo que no
estamos en condiciones de contestar en sede parlamentaria a esa
pregunta. Estamos trabajando con toda la intensidad, como se puede
imaginar con alguna distracción por esto de la OPV de Iberia y
algunas otras cosas, lo que no nos han permitido emplearnos a fondo
del todo en el tema, pero tenemos muy avanzado lo que son los datos y
creemos que podremos cumplir el compromiso de presentar al Gobierno
un plan en el mes de junio. Además, su presentación parlamentaria la
deberá hacer el Gobierno.

En cuanto a la pregunta del Grupo Popular sobre el horizonte de
equilibrio, las previsiones por origen y aplicación de fondos, tal
como figura en la documentación que se presenta junto con los
presupuestos generales del Estado es de absoluta estabilidad de la
Sociedad Estatal de Participaciones Industriales atendiendo sus
actuales compromisos, de manera que en el año 2005 todavía, para
entendernos, podría hacer un ingreso al Tesoro en torno a los 500.000
millones de pesetas; es decir, sobrarían después de cumplir todas las
obligaciones.

El portavoz del Grupo Parlamentario Vasco me pregunta por la
reconversión del sector de bienes de equipo. Señoría, esta es una
pregunta curiosa. ¿Quién es el responsable? Desde luego la Sociedad
Estatal de Participaciones
Industriales, no. La Sociedad Estatal de Participaciones
Industriales tiene por objeto gestionar, de esa manera que he
intentado explicar, sanear, consolidar y privatizar las empresas
públicas de la SEPI, y Mecánica de la Peña es una empresa privada,
creo que hasta tiene una participación del Gobierno vasco -no lo
puedo decir con seguridad pero creo que sí- y Duro Felguera es una
empresa absolutamente privada que cotiza en bolsa. Desde luego la
SEPI no tiene ninguna facultad para establecer un plan de
reestructuración, de reconversión o de lo que sea de un sector que es
privado. Tiene todas las facultades y todas las obligaciones para
hacer lo que tenga que hacer en su empresa, que era Babcock Wilcox,
lo cual no impide que intentemos ayudar desde la SEPI a Mecánica de
la Peña y a Duro Felguera. Lo que ocurrió, es conocido y creo que fue
objeto de otras comparecencias parlamentarias también es que tanto
Duro Felguera como Mecánica de la Peña pretendieron en un momento
determinado que el proceso de privatización de Babcock Wilcox fuera
comprendiendo de alguna manera a Mecánica de la Peña y a Duro
Felguera, lo cual era jurídicamente imposible porque yo no podía
vender una empresa que no era de SEPI, evidentemente. Lo que sí que
se ha sugerido a estas empresas es que solucionen sus propios
problemas de gestión y, tan pronto esté terminada la privatización de
Babcock Wilcox, nos hemos ofrecido a sentarnos conjuntamente con los
nuevos propietarios de esta empresa, Babcock Borsig, con el fin de
que se pueda hacer una colaboración leal y buscar una manera, si es
que la hay, de reestructurar todo el sector entre las
correspondientes empresas privadas. Sin embargo, ese grito para que
se haga la reestructuración del sector de bienes no debe hacer
olvidar que cada empresa tiene que hacer sus deberes, y Mecánica de
la Peña tiene que hacer sus deberes y, en su caso -no sé di los hace
o no- Duro Felguera también, sin protestar por lo que hacen los
demás, han de hacer los propios y ver cómo se identifican esas
cuestiones.

En cuanto al contrato de los gaseros, se hizo con Repsol por importe
de más de 100.000 millones de pesetas para la construcción de tres
gaseros, que después se ha incrementado en otro más. Se están
repartiendo entre los astilleros de la compañía Izar según las
disponibilidades. Si quisiéramos hacer, como da a entender S.S.,
todos los gaseros en Sestao, sería físicamente imposible. Es decir,
podríamos contratar sólo dos y la única manera de incrementar la
producción es hacer uno en Sestao, otro en Puerto Real, otro en
Sestao, otro en Puerto Real, lo que además de causar una enorme
justicia distributiva entre los astilleros, no se puede hacer de otra
manera, no se pueden hacer dos barcos al mismo tiempo en Sestao; por
tanto, no veo dónde está ahí la dificultad.

El señor Sánchez i Llibre me pregunta por el posible conflicto con
los socios institucionales españoles en laprivatización de Iberia. Ya
he dicho que en su día hay



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un concurso, se presentan a ese concurso, ofrecen el precio que les
parece adecuado y se adjudica, como en todo concurso, una vez se
cubren las condiciones propias del mismo. Luego hay una reacción de
intentar rebajar ese precio que se zanja con una opinión dirimente,
no es un arbitraje, evidentemente, porque SEPI no podría someter a
arbitraje el resultado de un concurso, es simplemente una opinión
para ver si nos tranquilizamos todos, y así fue. Ciertamente el 13 de
marzo se firma entre SEPI y el núcleo de accionistas institucionales
una escritura pública, no es un pacto secreto -ya decían los
evangelios que nadie enciende una vela para ponerla debajo de un
celemín, y nadie hace una escritura pública para mantenerla secreta,
no faltaba más-, y en esa escritura pública -que no tiene nada que
ver con una diferencia en cuanto a precio, si tienen quepagar más o
si tienen que pagar menos, ese tema ya está zanjado- lo que se viene
a decir por parte de los accionistas institucionales, en un intento
de ver si sacamos algo, es lo siguiente. Nosotros teníamos una
cláusula, como la tenían todos los accionistas, de que se haría la
OPV antes del 31 de diciembre del año 2000. Puesto que no se hace la
OPV a 31 de diciembre del año 2000 y vamos a prorrogar esto hasta el
31 de diciembre del año 2001, ¿esto valdrá algo? Nuestra respuesta
es: no vale nada, porque cuando en octubre les dijimos que no íbamos
a hacer la OPV en noviembre, estuvimos todos de acuerdo, acordamos
que quedaba prorrogado para el primer semestre, no me venga ahora
diciendo que esto vale algo. Pero, para no iniciar una discusión tan
eterna como fue la primera y en vísperas de tener que mandar el
folleto a la CNMV, señalemos unos amigables componedores que nos
hagan una propuesta de si tenían el derecho, que nosotros negamos, y
si tenían el derecho a resolver la operación, y por tanto a
prorrogar, si vale o no vale algo. Los amigables componedores, como
todo el mundo sabe, no son siquiera árbitros, es una figura
estrictamente contractual, y lo que hacen es una propuesta
pretendidamente conjunta a las partes para que diriman de esa manera
sus diferencias y no es vinculante para ninguna de las partes.

Entonces, si esos amigables componedores o buenas personas se ponen
de acuerdo y nos hacen propuestas con las que estemos todos de
acuerdo, pues muy bien, y si con la propuesta que nos hacen, alguna
de las partes, ellos o nosotros, no estamos de acuerdo, pues también
muy bien, no es obligatorio ni vinculante para nadie. No hay nada que
ocultar ahí, absolutamente nada, lo que ocurre es que surge esa
cuestión como si fuera un pacto de revisión de precio en plena
operación de la OPV y, por tanto, eso sí que introduce una distorsión
básica, es un torpedo a la línea de flotación de la oferta pública de
venta que desconozco a quién puede beneficiar. De hecho, el único
resultado que ha producido es que durante todo el proceso de oferta
pública de venta de Iberia en torno al road show había dos preguntas
recurrentes con todos los inversores -qué pasa con los pilotos, qué
pasa con
los accionistas del núcleo institucional-, lo que desvía la atención
a la hora de explicar las bondades de la compañía que se pretende
vender en ese momento. Esa es la explicación. En cualquier caso, eso
de ninguna manera puede llevar, ni directa ni indirectamente ni por
alusiones a la revisión de precios.

Creo que he terminado las cuestiones.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Sé que había interés por
parte de los grupos intervinientes en clarificar alguna cuestión.

Por el Bloque Nacionalista Gallego, tiene la palabra el señor
Rodríguez.




El señor RODRÍGUEZ SÁNCHEZ: Brevísimamente. Dejaré aparte las
cuestiones de índole filosófico- política, pues necesitaríamos un
debate mucho más amplio, y me voy a centrar en tres cuestiones que me
parece que son de interés.

Yo creo que sería bueno que las autoridades políticas del Estado
español, y en concreto el presidente de la SEPI, no se habituasen a
tratar con tanta naturalidad el hecho de que parece como si los
gallegos fuésemos imbéciles. Yo le doy unos datos objetivos, usted
responda. ¿Qué tanto por ciento de la pérdida del número de
trabajadores del sector naval corresponde a cada territorio? ¿Cuántos
había y cuántos hay? ¿En cuánto participaba Galicia en el sector
naval en el año 1984 y en cuánto participa ahora? Por todo ello me
acojo a su propio discurso. Usted habló de justicia redistributiva y,
efectivamente, en las fragatas F-100 hay justicia redistributiva,
teniendo en cuenta la dimensión de cada factoría. Usted sabe que no
se puede comparar Ferrol con San Fernando, pero no lo digo desde el
punto de vista político ni desde el punto de vista social, lo digo
desde el punto de vista de la dimensión del astillero y de las
características objetivas, que, afortunadamente, ustedes no pueden
cambiar. En Ferrol se puede entrar y salir tranquilamente en todo
momento, en toda condición y todo tipo de barcos; en San Fernando,
no. Si San Fernando estuviera en Galicia, hace mucho tiempo que
estaría cerrado. Lo quiero decir así de clarito para ver si empezamos
a entendernos y a saber de qué estamos hablando.

Usted hace lo mismo que un ministro, que no voy a citar, que cuando
le pregunto sobre el teatro Jofre, ¿sabe lo que me contesta? Es que
Ferrol es un saco sin fondo. Las fragatas F-100 se reparten entre
Cartagena y San Fernando, ésas sí que se reparten, pero se pueden
hacer en San Fernando y se pueden hacer en Cartagena. Por lo tanto,
no nos endilgue a nosotros los miles de millones de pesetas. Pero la
justicia redistributiva no existe para Astano y usted, curiosamente y
de forma sistemática, no contestó a ninguna de las preguntas
objetivas y reales que yo le pregunté sobre Astano, a ninguna. Por
cierto, tampoco hay justicia redistributiva para los gaseros; eso sí,
se está dispuesto a la concesión



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de Sestao y después, de tapadillo, se está dispuesto a mover bloques
por el mar Cantábrico, que estará por ver, a ver si le damos unas
horitas de trabajo a Astano. Y Astano, que yo sepa, tenía la
dimensión de Sestao, ahora ya no porque está deteriorado.

Una última indicación. Visito Astano y Bazán muy frecuentemente, pero
usted no intentará que los partidos políticos nos identifiquemos al
cien por ciento con los sindicatos. Los sindicatos tienen el deber de
defender unas condiciones salariales de forma inmediata y es normal
que, si ellos no ven prejuicios en las condiciones de las
prejubilaciones, acepten lo que les echen. Ahora, también le digo una
cosa, que la situación de Astano es pavorosa. ¿Sabe lo que está
intentando todo el mundo? Marcharse para casa. No creo que eso sea
una solución para una organización política como el BNG. A eso
condujo todo el proceso de reestructuración naval en la ría de
Ferrol, a que hoy gran parte de la gente no quiera trabajar.

Nada más.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Por el Grupo de
Izquierda Unida, tiene la palabra el señor Rejón.




El señor REJÓN GIEB: Con brevedad.

Quiero indicarle, en ese tono cordial en que se ha movido el señor
presidente, que he estado hablando con los trabajadores de Santa
Bárbara, en Sevilla, con los que me une una amistad. Me han dicho que
le diga que es usted muy simpático, muy gracioso con eso de las
mamparas y, además, que le pregunte si les va a dejar seguir comiendo
el bocadillo juntos.

Dicho esto, entremos en faena. Cuando antes le planteaba que fuera
usted más preciso con las auditorías, me refería a un documento que
usted envió al Congreso de los Diputados en el año 1998 -tengo aquí
la carta-, que dice así. Adjunto le acompaña la documentación
comprometida por el presidente de la Sociedad Estatal de
Participaciones Industriales, SEPI, en su comparecencia ante la
Comisión de Industria, Energía y Turismo para dar cuenta de si se ha
detectado algún tipo de irregularidad que haya podido afectar a la
situación patrimonial de la empresa pública Babcock-Wilcox. En esa
documentación que usted envió en respuesta y como ampliación a los
planteamientos que le hicieron los distintos diputados de los
diferentes grupos parlamentarios, que tiene el sello de la dirección
de auditoría de SEPI, de julio de 1998, se hacen algunas afirmaciones
relativas a temas de excedencia forzosa o de auditorías, que el
tiempo y la documentación han demostrado que eran inexactas.

Sobre el tema de Initec, me alegro muchísimo que usted diga -e
indiscutiblemente si usted lo dice no miente, no quiero pensar que
miente- que conoce todo lo que le han preparado para leer -usted
tambiénlee lo que le preparan-; y yo digo que me alegro
muchísimo porque, si es así, si usted conoce con anterioridad todo lo
que yo le iba a leer, quisiera que me respondiera, pero sin salirse
por los cerros de Úbeda. Usted nos ha dicho que esas cosas las dice
algún que otro trabajador que no tiene nada que ver con su sindicato.

Yo le voy a leer la carta del comité ejecutivo de Initec, de fecha de
18 de abril de 2001, hace seis días. Si en su momento se identificó
un excedente y tras la descentralización se observa algún nuevo
excedente, lo lógico es negociar con los sindicatos para encontrar la
solución más adecuada a este problema, como ya se le indicó en su
momento. Sin embargo, está claro que han optado por ignorar a la
representación de los trabajadores y aplicar soluciones traumáticas y
unilaterales, como son los despidos. Y continúa la carta. Por tanto,
exigimos que reconsidere esta actitud y sean retirados los despidos.

Vuelvo a insistir, es una carta del comité de empresa, no lo que dice
un trabajador; el comité de empresa es el comité ejecutivo de Initec.

¿Es cierto o no es cierto? Por lo tanto, existe la denuncia de que se
está incumpliendo.

Quiero preguntarle, señor presidente -aunque dice que ya lo conocía
con anterioridad-, si se ha hecho alguna gestión o aclaración para
que no haya publicidad engañosa en las publicaciones, tanto de
Dragados como de Westinghouse, segundo semestre de 2000, donde se
dice que son propietarios al cien por cien de la división de Initec
energía o que entre las compras que han hecho en el segundo semestre
solo figuran las de división Initec energía. Es conveniente que en
este tema haya una mayor claridad.

Quiero preguntarle también -puesto que hace mucho tiempo que conoce
esta cuestión- si es cierto que, vendido Initec en 3.900 millones,
los nuevos compradores solo con la venta patrimonial obtienen 4.200
millones. Y si es cierto o no que la SEPI ha asumido la actividad de
Initec del año 2000, que supone 900 millones de más.

Por último, quiero decirle que suelo tener a bien que cuando hago una
afirmación la mantengo hasta el final. Por supuesto, todo lo relativo
a Babcock-Wilcox es de fácil acceso, puesto que yo, por mi mala
pronunciación o por algunas palabras concretas, he facilitado el
escrito a los servicios de la Cámara que me lo han solicitado y, por
lo tanto, daremos cuenta de ello y lo trasladaremos al fiscal para
que indiscutiblemente responda quien tenga que responder.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Tiene la palabra el
señor Azpiazu.




El señor AZPIAZU URIARTE: Yo sé, señor presidente de SEPI, que usted
no es responsable de la reordenación del sector de bienes de equipo,
pero desde luego si ya desde el año 1995, como le he dicho antes,
tanto Merrill Lynch como el propio presidente de Babcock- Wilcox, y
tal y como expresó hace un año la propia



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SEPI, reconocían la necesidad de la reordenación del sector, esto
querrá decir al menos que esa reordenación del sector es una
necesidad para el futuro de la propia Babcock-Wilcox, y ahí sí que es
usted -entiendo yo- responsable. De todas formas, el que diga que en
el futuro, después de la privatización, va a haber una colaboración
real para reestructurar el sector, me gusta; me gustaría que fuera
verdad y que, efectivamente, se reestructurara de verdad, que no
fuera simplemente una colaboración, que puede no llevar a ningún
sitio, pero, tal y como le he manifestado anteriormente, entiendo que
la reestructuración del sector es condición necesaria para la
supervivencia de la propia Babcock Wilcox.

En relación al tema de los gaseros -y yo no soy técnico y no sé si en
Sestao se pueden hacer tres barcos, cuatro o dos-, tengo que decir
que, estando adjudicados dos, si el cliente que trabajaba
tradicionalmente con Sestao quería que lo hiciera Sestao, es porque
entiende que tiene capacidad para hacerlo.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Tiene la palabra la
señora Mendizábal.




La señora MENDIZÁBAL GOROSTIAGA: Primero quiero aclarar al señor
Souvirón una confusión que tiene; además, porque, como vasca, me
siento un poco agredida. El aquelarre, que es una invocación
demoníaca por parte de las brujas al macho cabrío en una fiesta
alrededor de una hoguera, no tiene nada que ver con la Inquisición,
que era la que quemaba a las brujas; no tiene absolutamente nada que
ver y me parece que usted ha tenido una pequeña confusión.

Señor Ferreras, usted, lógicamente, tiene que estar de acuerdo con el
Gobierno, pero cuando yo le he preguntado sobre las empresas de la
SEPI, me he ceñido a la evolución en el año 1999-2000. No se trata de
que yo saque ahora dos empresas que van mal, sino que le pregunto
única y exclusivamente por su responsabilidad: la evolución en el año
2000 respecto a 1999. Y tengo que decirle que el saneamiento, la
consolidación en el año 2000 le ha ido a usted peor. Quiero que usted
reconozca que no vamos mejor, sino peor; simplemente, que eso está
peor y, como usted viene aquí de año en año, le estoy pidiendo las
responsabilidades de este año que ha pasado.

Respecto a Iberia, hace lo mismo y yo quiero saber su gestión. Me
estoy refiriendo al empecinamiento de la SEPI en hacer la OPV en un
momento determinado. Si las condiciones eran malas, ¿por qué no se
retrasa y se retoma cuando las condiciones fuesen mejores? Si usted
dice que se iba a hacer en un momento y que no se hizo porque las
condiciones no eran las adecuadas, ¿ahora si lo eran? ¿Qué razones
aduce para decir que ése sea el momento adecuado para hacer la
privatización de Iberia? Ésa es su responsabilidad. Sólo quiero que
me explique aquello de lo que usted es responsable.

El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Tiene la palabra el
señor Souvirón.




El señor SOUVIRÓN GARCÍA: En primer lugar, quiero dar las gracias a
la señora Mendizábal. Ella, como buena vasca, debe tener razón y,
además, esto supone una invitación a releer con atención a don Julio
Caro Baroja, que nunca viene mal.

Por lo demás, agradezco al señor Ferreras la comparecencia, los datos
que nos ha brindado, que nos permiten seguir trabajando en un asunto
que, indiscutiblemente, tiene el interés que ya se pone de manifiesto
en cada comparecencia. Además, queremos mostrarle nuestra
satisfacción por lo que nos parece una buena noticia: la estabilidad
de la compañía en el futuro. Esperamos que pronto tengamos ocasión de
seguir tratando estos temas en la subcomisión de privatización que va
a ponerse en marcha.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguiagaray Ucelay): Tiene la palabra el
señor Ferreras.




El señor PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESTATAL DE PARTICIPACIONES
INDUSTRIALES, SEPI (Ferreras Díez): Señor representante de Izquierda
Unida, voy a comprobar ese documento del año 1998, que, insisto, es
de una auditoría. Yo me limito a trasladar el contenido de una
auditoría comprobada por la auditoría interna de la SEPI. Como dice
que hay hechos posteriores que vienen a acreditar que alguno de los
datos no era correcto -por supuesto que no sería falso-, lo vamos a
comprobar, no faltaba más.

Respecto a si ha habido en los últimos días despidos en Initec, eso
sí que de verdad lo desconozco. No sé si es un despido individual o
de mucha gente, pero lo voy a comprobar también, incluso
individualmente -no sé si lo permite el Reglamento- daré al señor
diputado la cuenta correspondiente de lo que haya habido. En
cualquier caso, respecto a la promoción que hagan las propias
compañías, como lo que se adjudica es la totalidad de la compañía, en
el entendido de que cada cual gestiona una unidad de negocio, no se
me ha ocurrido ponerme a vigilar la publicidad que hace Dragados o
que hacen otros sobre si han comprado, que tampoco es falso. Está
diciendo que ha comprado el cien por cien de la unidad de Initec, y
es verdad; ha comprado en realidad un porcentaje de Initec, que está
en el plan industrial que lo va a gestionar una determinada compañía.

Señora Mendizábal, yo no le puedo reconocer que vaya a peor el
proceso de saneamiento, consolidación y privatización. No va ni mejor
ni peor, se sigue por el camino trazado, y yo creo que va bien.

Lamento que tenga la percepción de que no es así. Respecto al precio
de Iberia, yo creo que no es que S.S. no me quiera entender, sino que
no me quiere escuchar, porque he leído a medias las razones por las
que se toma la decisión de sacar adelante la OPV en ese momento. Le
digo



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de nuevo muy sintéticamente que en el mes de noviembre creemos,
porque nos asesoran los bancos encargados de la operación -esto ya en
octubre-, que no deberíamos salir a Bolsa porque la intuición, si lo
quiere ver así, indica que no va a ser un buen momento bursátil y que
a final de año se van a complicar las cosas. Salir a Bolsa a final de
año es siempre complicado porque normalmente se cierran las carteras
de los fondos de inversión y no se quieren asumir riesgos que impidan
la rentabilidad de sus bonos en los últimos meses. Por ello,
decidimos esperar, porque no hay ninguna prisa, no hay nada que nos
impida esperar a un momento posterior.

En el mes de enero iniciamos de nuevo todos los trabajos para
preparar la salida en el mes de abril, por lo menos hasta el 16 de
febrero -y tengo gráficos que puede ver-, la situación de la Bolsa,
en concreto respecto de las compañías aéreas, no es que no sea mala,
es que hasta es especialmente buena; no es que sea eufórica, pero es
normal, para entendernos. Y es a partir del 16 de febrero cuando
empiezan a producirse una serie de fluctuaciones. Nadie sabe si esas
fluctuaciones van a durar uno, tres o quince días o si el señor
Greenspan va a bajar o subir los tipos de interés diez días antes
o después; en definitiva, nos ponemos en la operación de la OPV, y
hasta el día 1 de abril se puede formalizar la operación o pararla,
como en todas las demás operaciones de salida a Bolsa. Y el día 1 de
abril llegamos a la conclusión de que es mejor hacer la operación;
que no ha sufrido especial perjuicio la oferta pública de venta de
Iberia por las condiciones de mercado; que el precio que nos está
reconociendo el mercado es superior al que se da a otras compañías
aéreas, lo que es difícil de explicar cuando estamos saliendo,
insisto, de una compañía que estaba en quiebra cinco años antes, por
lo que se decía que era difícil conseguir más; que el mercado
bursátil no permite prever cuál va a ser la situación dentro de seis
meses o de dos años, porque nadie tiene una bola de cristal para
saber cómo va a ir
eso, y lo que es evidente es que una vez puesta en marcha una OPV,
pararla tiene un enorme coste. No me refiero ya a los costes de
publicidad, que también los tiene, sino a los enormes costes que
supone que no se puede reiniciar otra OPV, por sentido común, por lo
menos en el plazo de un año. En ese caso sí que se perjudica muy
especialmente el proyecto de Iberia. Dejar un año paralizada la
operación de Iberia, cuando nuestra creencia es que no vamos a
mejorar nada por esperar un año en esa consideración bursátil, sí que
pone en peligro la persistencia del núcleo estable; pone en peligro
todos los acuerdos que tenemos con los trabajadores, entre otras
cosas, la opción sobre acciones para los 29.000 empleados de la
compañía, y evidentemente supone una notable decepción de todo el
equipo gestor, entre los que me incluyo, de todos los equipos que
están trabajando y de todos los empleados que han hecho peticiones en
ese proceso. Lo que ahí nos influye básicamente es que nada nos hace
prever que, en un plazo razonable, exista un momento mejor. Nada nos
justifica que hagamos esa consideración. Si hubiera un momento mejor,
podría tener un margen de ganancia mínimo que no compensaría los
enormes perjuicios que se producen si paramos la operación y que
afectan, en definitiva, a la subsistencia del proyecto de Iberia. Yo
creo que el proyecto de Iberia ha sido sustancialmente bueno y se
verá en el futuro como sustancialmente bueno.




El señor VICEPRESIDENTE (Eguigaray Ucelay): Muchas gracias, señor
Ferreras. Únicamente a los efectos de la solicitud de datos que ha
presentado el señor Rejón le recuerdo que, si los envía, la Comisión
de Economía se encargará de que lleguen a todos los grupos
parlamentarios.

Se levanta la sesión.




Eran las dos y cincuenta y cinco minutos de la tarde.