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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 151, de 15/02/2001
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 2001 VII Legislatura Núm. 151



CIENCIA Y TECNOLOGÍA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. XAVIER TRIAS I VIDALDE LLOBATERA



Sesión núm. 8



celebrada el jueves, 15 de febrero de 2001



ORDEN DEL DÍA:



Comparecencia del señor secretario de Estado de Política Científica y
Tecnológica (Marimón Suñol) para informar sobre:



- Las líneas de la política de la Secretaría de Estado de Política
Científica y Tecnológica. Apetición propia. (Número de expediente
212/000284.) . . . (Página 4330)



- La gestión del Plan Nacional I+D+I en el año 2000, con especial
incidencia en la convocatoria del 8 de diciembre de 2000 en el
Boletín Oficial del Estado. A solicitud del Grupo Parlamentario
Socialista. (Número de expediente 213/000276.) . . . (Página 4350)



Preguntas:



- Del señor Lissavetzky Díez (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
resultados que ha tenido el sistema español de ciencia-tecnología-
empresa, desde 1996 hasta este momento, en lo referente a la
transferencia de resultados de investigación. (Número de expediente
181/000269.) . . . (Página 4357)



Página 4330




- Del señor Lissavetzky Díez (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
iniciativas internacionales adoptadas en materia de ciencia y
tecnología para fortalecer la presencia española en el exterior.

(Número de expediente 181/000270.) . . . (Página 4361)



- Del señor Lissavetzky Díez (Grupo Parlamentario Socialista), sobre
previsiones acerca de la creación de nuevas grandes instalaciones
científico-tecnológicas. (Número de expediente 181/000275.) . . .

(Página 4363)



Se abre la sesión a las diez y diez minutos de la mañana.




COMPARECENCIA DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA
CIENTÍFICAYTECNOLÓGICA (MARIMÓN SUÑOL) PARA INFORMAR SOBRE:



- LAS LÍNEAS DE LA POLÍTICA DE LA SECRETARÍA DE ESTADO DE POLÍTICA
CIENTÍFICAYTECNOLÓGICA. APETICIÓN PROPIA. (Número de expediente 212/
000284.)



El señor PRESIDENTE: Vamos a iniciar la reunión de la Comisión de
Ciencia y Tecnología, cuyo punto primero del orden del día es la
comparecencia, a petición propia, del secretario de Estado de
Política Científica y Tecnológica para exponer las líneas de la
política de la Secretaría de Estado de Política Científica y
Tecnológica.




Tiene la palabra el señor Marimón.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): Antes de nada, quisiera expresar mi satisfacción por
encontrarme hoy en esta Comisión para exponer las líneas de actuación
de la Secretaría de Estado de Política Científica y Tecnológica al
objeto de que podamos debatir en esta Cámara la nueva orientación que
el Ministerio de Ciencia y Tecnología está aplicando a dichas
políticas, con el objetivo claro de dar un salto cuantitativo y
cualitativo en el fortalecimiento del sistema español de ciencia y
tecnología.

Como saben SS.SS., había solicitado esta comparecencia ante la
Comisión el pasado mes de octubre, si bien tengo que decir que a
pesar de que han transcurrido unos meses, me alegro de que finalmente
haya tenido lugar a comienzos de un ejercicio tan simbólico como es
el de 2001. El nuevo siglo plantea nuevos retos tecnológicos, el
nuevo siglo va a cambiar el papel de la ciencia en la sociedad,
porque es de esperar que en este siglo XXI algunas tendencias
históricas se acentúen
de forma vertiginosa. Señalaría ante todo la tendencia a acortar
distancias.

A nadie se le escapa que en el devenir histórico la ciencia y la
tecnología han sido siempre motores de progreso y de crecimiento
económico, pero la distancia entre la investigación básica, cambio
tecnológico y crecimiento sostenido se acorta rápidamente -la
revolución de las tecnologías de la comunicación es buena prueba de
ello-, como se acorta la distancia entre la experimentación
científica y el bienestar social, tanto por la rápida difusión que
pueden tener algunos descubrimientos -por ejemplo, el arroz
transgénico, que está mejorando la dieta de amplias poblaciones mal
nutridas en la India- como por la mayor demanda que las sociedades
avanzadas hacen de la experimentación científica; por ejemplo, la
presión que hoy existe en Europa por entender mejor la transmisión de
las encefalopatías espongiformes difícilmente se hubiese entendido en
épocas pasadas, en las que la sociedad convivía con riesgos de
mortalidad mucho mayores. De la misma forma, se acortan las
distancias geográficas. Así, aunque los avances en ciencia y
tecnología siempre hayan tenido un marco internacional de referencia,
con las nuevas tecnologías, la globalización de nuestro entorno y la
integración europea en el espacio europeo de investigación hacen que
incluso pequeños avances dejen de ser concebibles sin un marco de
competencia internacional. Pero la tendencia a acortar distancias
a la aldea global no es una tendencia hacia la simplicidad sino hacia
una mayor complejidad, de la misma forma que reconocer que el genoma
humano sólo está compuesto por unos 30.000 genes es prueba de que la
nuestra es una organización más compleja de lo que sería si nuestra
diferencia con las moscas lo fuese meramente en la dimensión del
genoma. Esta tendencia a una mayor complejidad también va a
caracterizar los avances científicos y tecnológicos de este siglo
XXI. Cada vez es más inverosímil la imagen de un investigador
aislado, dedicando toda su vida a una especialidad muy definida, como
lo es la de la empresa que sobrevive con el mismo producto durante
muchosaños. Como ustedes comprenderán, si cito estas tendencias



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y señalo que posiblemente se van a acentuar en este nuevo siglo es
porque pienso que un buen diseño de una política científica y
tecnológica las debe tener muy presentes, en primer lugar, porque
ponen de manifiesto la importancia estratégica, diría, de dicha
política. El objetivo no es simplemente contentar a unos
investigadores; es bastante más importante. Nuestro país no podrá
mantenerse entre los más avanzados sin un sistema de ciencia y
tecnología altamente competitivo.

Con su profunda transformación en estos 25 años de democracia España
se sitúa hoy en una posición privilegiada en cuanto a nivel de
desarrollo económico y social. Sin embargo, este desarrollo no se ha
asentado en las bases del I+D+I, que se encuentra en una situación de
relativo retraso; de ahí que el mandato dado a nuestro Ministerio de
dar un salto en ciencia y tecnología que nos ponga en la senda de
rápida convergencia hacia los países más avanzados sea un gran reto;
reto que, empezando por la ministra, todo el equipo aceptamos de buen
grado.

Es cierto que cuando uno reconoce que se ha quedado algo atrás en una
carrera importante es fácil caer en la lamentación melancólica o en
la simple demagogia. Personalmente, prefiero el método analítico y
ponerme a trabajar. Así, por ejemplo, si analizamos con más detalle
los rápidos cambios acontecidos en la última década del siglo XX, nos
encontramos con que desde comienzos de los noventa se perdió una
buena oportunidad, manifestándose un claro abandono de las políticas
de I+D en un momento en que, despuntando de la globalización los
retos que ésta planteaba, se hacía más necesario que nunca atender
con prioridad estas políticas científicas y tecnológicas para
afrontar el nuevo siglo sobre la base de un crecimiento económico
estable y sostenido. Dicho abandono queda patente en el declive en el
esfuerzo presupuestario de la Administración general del Estado en la
función 54 en los primeros cinco años de esa década por parte de los
gobiernos socialistas.

Para afrontar este reto, el Gobierno actual ha creado el nuevo
Ministerio de Ciencia y Tecnología, marcando unos objetivos
cuantitativos claros de alcanzar en gasto de I+D para 2003 el 1,3 por
ciento del PIB y que el I+D+I se sitúe en ese ejercicio en el 2 por
ciento del producto interior bruto, incrementando sustancialmente la
aportación del sector privado, si bien aun teniendo estos objetivos,
creo sinceramente que la política científica y tecnológica no ha de
ser sólo una política de concesión de ayudas de forma indiscriminada,
sino que existen otros retos de naturaleza cualitativa como son, por
ejemplo, la mejora sobre la gestión de los recursos globalmente
considerados sobre los que tenemos que actuar, de forma que la
política científica y tecnológica del departamento ha de abordar como
objetivo ambicioso la transformación profunda de nuestro sistema de
ciencia y tecnología, y lo va a hacer en estos primeros años del
nuevo siglo. He citado la necesidad de competir
y de acortar distancias y que esto se hace en un marco más
complejo. A esto es a lo que me refiero cuando hablo de los retos
cualitativos que tiene planteados nuestro sistema de ciencia y
tecnología. Dicho de otra forma, creo que las debilidades de nuestro
sistema no se superan con un mero incremento de los recursos
destinados a las actividades de I+D+I, aunque dicho incremento sea
necesario, sino que es preciso también ahondar en las raíces del
sistema y abordar en profundidad los cambios que sean necesarios al
objeto de invertir la situación actual, en la que, en el contexto
internacional, contamos con investigadores y empresas que brillan por
sí mismos cuando nuestro objetivo debe ser que brille
internacionalmente nuestro sistema de ciencia y tecnología en su
conjunto. En particular debemos contar con sólidos grupos y centros
tanto en investigación como en desarrollo e innovación tecnológica,
porque sólo así podremos competir. Sólo integrando adecuadamente
distintas disciplinas se podrán afrontar retos de complejidad como el
que supone entrar en la segunda fase del proyecto Genoma y en
proteómica.

Este proceso de transformación conlleva dar un salto para lograr la
mayor implicación del sector privado en I+D, así como entre éste y el
sector público, para llegar a una situación en que la relación entre
nuestra investigación básica y el desarrollo tecnológico incida en la
mejora de nuestra calidad de vida, pues es ahí donde se sitúa la
demanda social, y que asimismo podamos llegar a una situación en la
que sean las propias empresas las que valoren y se involucren en
actividades de investigación realizadas tanto en centros públicos
como en las mismas o en centros tecnológicos asociados. Tenemos que
ser capaces de llegar en poco tiempo a este cambio, que en parte se
está produciendo. En esta tarea la Administración general del Estado
tiene una responsabilidad evidente de la que somos plenamente
conscientes y que asumimos con ilusión y dedicación contando con
importantes instrumentos de coordinación cuyo botón de muestra es el
marco institucional previsto en la Ley de fomento y coordinación de
la investigación científica y técnica, la Comisión interministerial
de Ciencia y Tecnología -como comisión permanente-, el Consejo
General y el Consejo Asesor, cuyas convocatorias están en curso, si
bien la consecución de nuestra meta es también tarea de toda la
sociedad y, por ende, de todos los agentes del sistema: las
comunidades autónomas, las universidades, los organismos públicos de
investigación, empresas, asociaciones empresariales, la comunidad
científica en su conjunto, porque existe claramente una
responsabilidad compartida entre todos.

Consciente de los objetivos y del alcance que han de tener nuestras
actuaciones me propongo abordar una nueva etapa con un enfoque de las
políticas científicas y tecnológicas, decidida, integrada y viable,
que se enmarca en los puntos que paso a exponerles a continuación.En
primer lugar me referiré al nuevo enfoque



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en la gestión del Plan nacional de I+D+I prestando especial atención
a las actuaciones ya iniciadas en el ámbito de política científica y
en particular en relación con las prioridades del departamento en
materia de incremento y potenciación de los recursos humanos de
investigación. En segundo lugar, abordaré la potenciación del I+D+I
en el sector privado en el marco de las actuaciones de la política
tecnológica, pues ello, junto con la potenciación de relaciones entre
el sector público y el privado y las transferencias resultantes de la
investigación, constituyen dos campos prioritarios de actuación de la
política científica y tecnológica; no obstante, al tema de las
transferencias resultantes de la investigación me referiré con
posterioridad, dado que en el orden del día de esta sesión está
incluida una serie de preguntas orales, una de las cuales tiene que
ver especialmente con este punto. En tercer lugar quisiera hacer
referencia a las previsiones del departamento en relación a las
mejoras en la organización de la comunidad científica y tecnológica,
las nuevas relaciones internacionales, etcétera. En cuarto lugar,
aunque el fortalecimiento de la dimensión internacional de la
política de ciencia y tecnología es otra de las prioridades del
departamento, dejaré también la exposición de las actuaciones
previstas para un momento posterior, dado que otra de las preguntas
orales se refiere expresamente a las iniciativas del departamento en
este campo. Finalmente, en quinto y último lugar me referiré
brevemente a otro ámbito de actuación sobre el que pretende incidir
la política científica y tecnológica del Ministerio, el relativo a su
incidencia en las relaciones entre ciencia y sociedad.

Nuevo enfoque en la gestión del plan nacional. En el marco temporal
del Plan nacional de investigación científica sobre innovación
tecnológica 2000-2003 nos encontramos en un momento crucial, porque
se trata de su segundo ejercicio de vigencia y es en 2001 cuando el
Ministerio de Ciencia y Tecnología gestiona íntegramente el 85,5 por
ciento de la función 54. El plan define prioridades que nosotros
queremos enfatizar y que van orientadas precisamente a corregir
algunas de las deficiencias que he señalado. En relación con los
recursos humanos de investigación, me van a permitir, señorías, que
exponga unas reflexiones previas, por ser este un ámbito en el que se
manifiesta claramente la necesidad a la que aludía anteriormente de
afrontar un cambio no sólo cuantitativo sino también y muy
significativamente de carácter cualitativo.

En efecto, las necesidades en este campo son, por un lado,
incrementar los recursos humanos en investigación, tanto en centros
públicos como en las empresas; por otro, también es vital no
dispersar esfuerzos y lograr grupos fuertes capaces de competir en el
campo internacional. La situación actual viene definida por la
existencia de un gran potencial en recursos humanos de investigación
que el sistema no permite aprovechar bien, manifestándose claramente
esta distorsión en
ejemplos concretos como la situación de los becarios, que responde a
un problema real gestado a lo largo de más de 10 años de nuestro
sistema de ciencia y tecnología, ya que si bien por una parte la
situación refleja la vitalidad de contar con un gran número de
jóvenes dedicados a la investigación, por otra refleja la escasa
capacidad del sistema para integrarlos y aprovechar así unos recursos
valiosos; además, los investigadores consolidados que se encuentran
fuera del país constituyen otro claro ejemplo de la existencia de una
distorsión en el sistema, en la medida en que evidencia que hay una
importante inversión en capital humano que no se está aprovechando
adecuadamente. En relación con los becarios es claro que el sistema
no es capaz de absorberlos, de donde se desprende la importancia
capital que presenta la redefinición de la carrera del personal
investigador y la necesidad de tomar medidas complementarias.




Es un objetivo prioritario en nuestra política redefinir lo que es la
carrera del personal investigador. Caben dos formas de entender la
estabilidad de dicha carrera. Por una parte, se puede pensar que los
licenciados tuvieran ya garantizada una plaza fija, lo cual ha sido
abordado en otros momentos en el sistema con promesas muy fáciles de
integración, pero creando graves distorsiones en el mismo e
imposibilitando la entrada de muchos nuevos investigadores; por otra,
se podría generar un marco amplio y estable que estimulara el
desarrollo de las carreras de los investigadores. Es evidentemente
por esta última vía, señorías, por la que estamos apostando, es
decir, por la existencia de becas de formación para tesis doctoral
que pueda realizarse en España en programas competitivos o en el
extranjero, con un nivel adecuado de prestaciones económicas
y sociales, para que finalizado el doctorado pueda haber en algunos
casos estancias de especialización en algún centro o en el
extranjero, abriéndose las perspectivas de contratación, con su
cobertura social correspondiente, pero en un periodo relativamente
amplio -que nosotros ciframos en cinco años-, que permita pasar a una
situación de contratación estable en centros de investigación. De
forma parecida se tiene que buscar una carrera para los
investigadores que se integran en las empresas.

Pues bien, señorías, estas son actuaciones que ya ha puesto en marcha
el Ministerio de Ciencia y Tecnología y que se complementarán en las
próximas semanas. Estas medidas también han sido acordadas en un
marco de diálogo con las comunidades autónomas y con las
universidades. La reciente Orden del Ministerio de Ciencia y
Tecnología del 12 de enero de 2001, por la que se establecen las
bases y se hace pública la convocatoria de concesión de becas
predoctorales de formación de investigadores (FPI), la primera
convocatoria de becas de este Ministerio, en el marco del plan
nacional, supone importantes cambios respecto a las becas de esta
naturaleza convocadas con anterioridad. En primer



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lugar, se incrementa la dotación de las mismas, pues se ha pasado de
una mensualidad de 115.000 pesetas la primera y la segunda anualidad
y 125.000 la tercera y la cuarta, a una cuantía única de 160.000
pesetas. Además, esta política decidida del Ministerio de Ciencia y
Tecnología se aplica, en la misma cuantía y a partir del 1 de
febrero, a los becarios de convocatorias anteriores que han renovado
su beca, de forma que hoy 1.110 becarios ya se están beneficiando de
estas medidas, lo que supone aumentos de retribución entre el 28 y el
39 por ciento. Además, no sólo se ha incrementado la dotación sino
también la cuantía aumentando las becas ofrecidas en un 47 por
ciento, que alcanzan la cifra de 750. También se ha reforzado, y esto
nos parece importante, el papel de los investigadores principales en
los proyectos de evaluación de futuros becarios. Se han mejorado las
prestaciones sociales de las becas y, de acuerdo con las previsiones
de la reciente Orden ministerial de 31 de enero de 2001, por la que
se establecen las bases y la convocatoria de concesión de ayudas para
la realización de proyectos de I+D en el marco de algunos programas
del plan nacional, se recoge la posibilidad de que también se pueda
solicitar la contratación de licenciados asociados a proyectos
concretos. Requerimos que cualquier tipo de contratación se haga en
condiciones homologables a nuestras becas, tanto en prestaciones como
con garantías de que los estudiantes en formación se dediquen a eso,
a la formación, a su tesis y a su investigación y no a otras tareas.

Esto que estamos haciendo desde el Ministerio con nuestras propias
becas también lo estamos impulsando en coordinación con el Ministerio
de Educación y discutiéndolo con las universidades y con las
comunidades autónomas, de manera que tengamos un panorama de becas y
de contratos más transparente, más competitivo y más homogeneizado en
todo el Estado. Estas peticiones nos las han formulado los becarios
en las conversaciones que hemos mantenido con ellos. Nos parecían
justas y estábamos ocupándonos de ellas antes de que se nos hubiesen
planteado.

Otras actuaciones que se pondrán en marcha en las próximas semanas
son los contratos, en particular los contratos de cinco años, con
perspectivas de prolongación y, por tanto, de estabilización. Esta
convocatoria tendrá características muy especiales. En primer lugar,
representa una importante inyección de recursos humanos de
investigación desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología en todo el
conjunto de centros públicos de investigación. Como ustedes saben,
dadas las tendencias demográficas, la universidad ha llegado a una
cierta madurez y no va a ser hasta finales de esta década cuando
tenga lugar todo un proceso natural de renovación. Aumentar los
recursos humanos en investigación requería y requiere un impulso
adicional. Estas convocatorias de contratos, que empezarán de
inmediato -es un compromiso establecido en el plan crear 2.000 plazas
para el año 2003-, son un paso
decisivo y un impulso no sólo cuantitativo sino también cualitativo,
ya que los mecanismos de selección de dichos investigadores van a ser
altamente competitivos. Estas convocatorias se complementarán con
otras para técnicos en instalaciones científicas y técnicas
españolas, grandes y medianas. Nuestro sistema tiene una grave
carencia de técnicos, algo de lo que somos conscientes, por lo que
también vamos a actuar. Esto se va a completar con una acción
importante, la incorporación de doctores y tecnólogos a empresas y
centros tecnológicos. Una segunda característica de este tipo de
iniciativas es la que se plantea en forma de responsabilidad
compartida con universidades, comunidades autónomas y organismos
públicos de investigación, no sólo en forma de cofinanciación sino
también de compromiso, esto es, de buscar un marco estable para
nuestros investigadores. Finalmente, como decía, el procedimiento de
resolución será en concurrencia competitiva, con evaluación previa a
través de la ANEP realizada por científicos de reconocido prestigio,
evaluación que, como saben también SS.SS., estamos en proceso de
reforzar con la creación de la Fundación Ciencia y Tecnología. Se
trata de una iniciativa fundamental para asegurar uno de los
objetivos que marcaba de entrada, que nuestro sistema sea
competitivo; que sea competitivo y que contemos con grupos fuertes de
investigación requiere mejorar aún más nuestros mecanismos de
evaluación y seguimiento. En este proceso de redefinición de la
carrera del personal investigador, además de la estabilidad y de las
adecuadas condiciones de desempeño de las actividades de
investigación, juega un papel vital lo relativo a la movilidad.

Nuestras actuaciones están encaminadas a permitir una mayor movilidad
de los investigadores entre los organismos públicos de investigación
y las universidades y en particular entre los centros públicos de
investigación, las empresas y los centros tecnológicos, sin perjuicio
de la necesidad de modificar el actual marco normativo con el fin de
que dicha movilidad se estimule.

Pues bien, establecidas las prioridades en materia de recursos
humanos, es importante actuar sobre el marco en el que los mismos
desempeñan su trabajo y que las condiciones sean adecuadas, lo que
significa también adquirir compromisos en relación con la
financiación de proyectos de I+D y con infraestructuras
científicotécnicas. La Orden ministerial de 31 de enero de 2001, por
la que se establecen las bases y la convocatoria de concesión de
ayudas para la realización de proyectos de I+D en el marco de algunos
programas del plan nacional correspondiente a 2001 para financiar
proyectos, introduce también importantes novedades. Aumenta
sustancialmente el esfuerzo inversor, con un incremento cercano al 50
por ciento respecto al presupuesto previsto en la convocatoria del
año 2000, que a su vez supuso un incremento del 25 por ciento en
relación con el año anterior. Adelantando algunos datos del año 2000,
a lo que luego me referiré, tengo que decir



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que en dicho año superamos con creces este 25 por ciento y en los
programas de investigación P-1, P-2 y P-3 en su conjunto las
concesiones aumentaron el 40,6 por ciento respecto al año anterior.

En cuanto al hecho de favorecer los proyectos y grupos de excelencia,
como he señalado, en particular en esta convocatoria se otorga mayor
capacidad de decisión y de responsabilidad a los investigadores
principales en la asignación de recursos y se estimula la
presentación de solicitudes por grupos integrados de investigación
fuertes. Al entrar nuevos grupos de investigación, por primera vez se
abren las puertas a todos los investigadores, en particular a
investigadores ya con el doctorado, que hasta ahora se veían
imposibilitados de participar como investigadores principales en los
proyectos. Este es un paso importante para generar nuevos recursos y
nuevos grupos. Asimismo, otra novedad, además del énfasis que se pone
en todos los programas nacionales, se potencia una acción estratégica
especial dirigida a la investigación en seguridad alimentaria,
concretamente a desarrollar una estrategia coordinada que aborde de
forma multidisciplinar la investigación en encefalopatías
espongiformes transmisibles. Finalmente, se mejoran los mecanismos de
gestión y evaluación, de forma que las concesiones se habrán
formalizado antes de los seis meses, lo que dinamizará la actividad
investigadora.

Una vez expuestas algunas de las principales observaciones en esta
puesta en marcha del ejercicio 2001 en política científica, quisiera
darles a continuación los datos actualmente disponibles en relación
con la gestión de plan nacional en el año 2000, su primer año de
vigencia, aunque la mayor parte son todavía parciales y la memoria
está en proceso de elaboración. Con carácter general, quisiera
destacar que la gestión ha sido más ágil y que los niveles de
ejecución presupuestaria son muy altos. Se han llevado a cabo la
práctica totalidad de las actuaciones previstas con algunas
excepciones motivadas por razones plausibles, que ya expuse ante esta
Cámara. Aunque la cifra total de actuaciones financiadas no se
encuentra disponible, el dato provisional correspondiente a las
ayudas concedidas para el conjunto de áreas científico-tecnológicas
es de 33.097 millones. Se han solicitado 4.718 proyectos de I+D, con
una financiación de 84.305 millones, habiéndose aprobado 2.399 nuevos
proyectos, con una financiación de 23.500 millones de pesetas, que en
el ejercicio 2000 se ha cofinanciado con fondos Feder por importe de
2.600 millones.

En cuanto a la ejecución presupuestaria en grandes líneas
contempladas en su conjunto, los programas gestionados por el
departamento del área de investigación presentan un grado de
ejecución del 99,4 por ciento y en el área de política tecnológica el
nivel se sitúa en el 79,6 por ciento, si bien en este programa se
incluyen actuaciones como proyectos tecnológicos industriales
cualificados cuya gestión no depende exclusivamente
del departamento. Con carácter particular, destacan las siguientes
actuaciones. En el área de política tecnológica, mención especial
requiere el programa de fomento de la investigación técnica Profit,
puesto en marcha por primera vez por el Gobierno en el 2000 como
principal exponente de la política de fomento a la innovación y cuyo
objetivo es contribuir al aumento de la capacidad de absorción
tecnológica, fortalecer los sectores y mercados de rápido crecimiento
y alto valor añadido y estimular la creación de empresas de base
tecnológica a partir de las universidades, centros de investigación y
otros núcleos de conocimiento avanzado.

Los resultados de la ejecución en el año 2000 arrojan un saldo
claramente positivo. En el área gestionada por la Secretaría de
Estado de Política Científica y Tecnológica han concurrido 2.218
entidades con 3.771 proyectos, habiéndose seleccionado el 47 por
ciento, 1.037. Un 41 por ciento de los proyectos han resultado
adjudicatorios de las ayudas de Profit, lo que da una idea del
interés suscitado por dicha convocatoria. Los proyectos presentados
han totalizado para el año 2000 inversiones por valor de 375.000
millones de pesetas. Con gran diferencia, el área temática general de
diseño y producción industrial -38 por ciento del presupuesto- es la
que presenta mayor peso en términos económicos. En segundo lugar y
con magnitudes de orden similar se sitúa el plan nacional de
materiales, el de biomedicina, medio ambiente, con la excepción
estratégica de gestión y tratamiento de residuos, sumando entre estos
tres un 30 por ciento del presupuesto total correspondiente a los
proyectos presentados. Los proyectos que han resultado aprobados
representan unas inversiones para el año 2000 de 250.000 millones;
corresponden 11.000 en subvenciones y 42.000 en préstamos. Y cuando
se traducen dichos préstamos en su parte de subvenciones estamos
hablando de que por cada peseta de ayuda se están generando unas diez
pesetas de inversión. En términos absolutos, así como el importe
medio de los préstamos concedidos por proyectos, destaca la
aceptación de esta modalidad en el área de material ferroviario y en
el programa nacional de biomedicina correspondientes a sectores, en
el primer caso con un reducido número de empresas implicado en
fuertes inversiones en el plan de infraestructura y, en el segundo,
con proyectos de largo y costoso período de desarrollo.

Es también significativo el elevado volumen de subvenciones
concedidas a proyectos de sectores tradicionalmente apoyados por este
tipo de ayudas, diseño de producción industrial, materiales, o
emergentes como la biotecnología, muy necesitados de esta modalidad
de apoyo para su desarrollo inicial. He de señalar que, en áreas como
la biotecnología, un 80 por ciento de los proyectos aprobados han
sido en colaboración entre empresas y centros públicos de
investigación. Por otra parte, dentro de los proyectos aprobados se
han destinado en infraestructuras la cantidad de más de 5.000



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millones de pesetas, correspondientes al área de investigación.

Aparte de la ejecución de estas convocatorias ha habido recursos
adicionales aportados por infraestructuras en investigación, mediante
la convocatoria de ayudas a los parques científicos y tecnológicos,
que es un área estratégica del plan. Dicha convocatoria, regulada
-como saben SS.SS.- mediante orden ministerial del 5 de diciembre de
2000, es sin duda una actuación innovadora que responde a la
integración de las políticas científicas y tecnológicas producidas
por la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Presenta características muy interesantes. En primer lugar, porque su
convocatoria corresponde al proceso de revaluación de prioridades
dentro del Ministerio, ya que es en el desarrollo de estos programas
competitivos cuando se ve la mayor eficiencia de la asignación de
recursos. Ha sido así como se estableció en el Ministerio que, en las
prioridades establecidas en la ejecución del plan, era posible y era
una gran oportunidad hacer una convocatoria de este tipo. Se
solicitó, y esto es parte de las características, una respuesta ágil
y se comunicó a todas las universidades y a todas las comunidades
autónomas, así como a los organismos públicos de investigación. La
convocatoria requería proyectos en curso, apoyaba actuaciones en
infraestructuras y equipamiento científico y tecnológico,
infraestructuras y equipamiento destinados al desarrollo de servicios
de apoyo a la actividad empresarial en el parque y a las
infraestructuras, sistemas de información y telecomunicación,
estableciéndose entre los criterios de evaluación la adecuación a las
prioridades temáticas del plan nacional.

Esta actuación es valorada muy positivamente por el departamento,
básicamente por la obtención de los siguientes resultados. Se ha
abierto una nueva vía de financiación que implica corresponsabilidad
y que es especialmente adecuada para acometer la adquisición e
instalación de grandes infraestructuras y equipamientos científicos
que puede tener retornos industriales. El mecanismo, los créditos
blandos a interés cero y quince años de amortización, viene
empleándose desde hace años con las empresas para el desarrollo de
proyectos tecnológicos, mientras que, por primera vez, con la
presente convocatoria se han podido beneficiar también las
universidades y otras entidades sin ánimo de lucro. Esta acción
constituye sin lugar a dudas una apuesta de futuro, pero también
implica que sea una apuesta compartida, lo cual es relevante, ya que,
si bien la Administración general del Estado manifiesta su decidida
implicación, es necesario que asimismo lo hagan las administraciones
autonómicas y las universidades, dando prioridad al proyecto sobre
los que se apoyen los grupos de investigación.

La convocatoria ha tenido muy buena aceptación. Se han presentado 38
solicitudes, con un presupuesto total de 49.388 millones. El
departamento ha apoyado 29 propuestas, por un importe de 31.517
millones, sin que
haya quedado al margen de la financiación ningún proyecto de valor
estratégico, todos ellos de alto interés científico-tecnológico y que
han supuesto un fuerte impulso a algunas áreas prioritarias del plan
nacional, como la biomedicina, la investigación del cáncer y
neurología, la genómica proteómica, la biotecnología de plantas y la
supercomputación, reforzando la conexión entre centros públicos de
investigación y empresas, objetivo claro de nuestra política. En
definitiva, señorías, es crucial para aunar esfuerzos en
infraestructuras con el desarrollo grupos fuertes de investigación.

En esta dirección se ha realizado la cofinanciación con fondos Feder
para infraestructuras científico-técnicas. Aquí también se han
incorporado grandes novedades, aparte del incremento importante de la
cuantía que suponen. Por primera vez, las propuestas han sido
evaluadas por la Agencia Nacional de Evaluación; se ha establecido
una periodificación en dos términos para evaluar las propuestas y
mejorar los seguimientos de las actuaciones, exigencia comunitaria
que el departamento comparte. Para el periodo 2000-2002, la cantidad
asignada en infraestructuras es de cerca de 75.000 millones de
pesetas, 13.000 en redes de infraestructura, 37.000 en equipamientos
y 25.000 en centros que han sido asignados. En estos momentos,
estamos en discusiones con distintas comunidades autónomas para
impulsar alguna acción estratégica más.

En suma, señorías, todos estos datos ponen de manifiesto no sólo que
la gestión realizada por el plan nacional puede calificarse en su
conjunto como muy positiva sino que, a los pocos meses de la puesta
en marcha de un nuevo departamento ministerial del calado del de
Ciencia y Tecnología, hemos realizado iniciativas innovadoras y ya
podemos dar cuenta de actuaciones importantes. Ello no obstante, para
la gestión del plan en el año 2001, su segunda anualidad, se ha
puesto en marcha una serie de mecanismos orientados a la obtención de
cotas más elevadas de eficacia y eficiencia en la actuación
administrativa. Se está coordinando la publicación de las
convocatorias de los programas y estamos haciendo hincapié en la
simplificación de las distintas modalidades; se van a mejorar los
procedimientos de evaluación de las propuestas; se va reforzar el
seguimiento científico-técnico de los proyectos; vamos a prestar
especial atención a la evaluación de los resultados de los distintos
programas y del plan nacional con carácter general; finalmente, se va
a integrar el seguimiento, la evaluación y prospectiva en el ciclo de
definición de los programas. Todo ello requerirá un importante
esfuerzo gestor del departamento, si bien resulta imprescindible para
abordar con carácter general el conjunto de actuaciones, tanto en el
campo de política científica como en el de la tecnológica.

Dentro de este último ámbito, quisiera destacar a continuación las
principales actuaciones previstas para potenciar la I+D+I en el
sector privado. Los programas tecnológicos se encaminan a la
consecución de los



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objetivos de impulsar la dinamización tecnológica en nuestro tejido
empresarial y la creación de empleo en I+D mediante la utilización de
una serie de instrumentos, de acuerdo con los siguientes criterios.

La utilización prioritaria de préstamos, el recurso a las
subvenciones cuando exista mayor riesgo o en actuaciones especiales,
como los contratos con centros públicos de investigación, la
utilización de anticipos parcialmente reembolsables, créditos de
subvención como tramos complementarios de la ayuda.

En este campo, también hemos realizado una evaluación en profundidad
de las prioridades, con objeto de apoyar la modernización tecnológica
de las empresas con programas adaptados a las necesidades específicas
en los distintos sectores. Para ello, nos proponemos aumentar el
número de empresas innovadoras a través de programas tecnológicos
específicos dentro del Profit, dirigidos a sectores o tecnologías de
futuro, que deben apoyarse por desarrollar tecnologías horizontales
y, en definitiva, porque el futuro pasa por ellos; programas, como
biotecnología, industrias alimentarias, tecnologías de la información
y comunicaciones, nuevos materiales, micromateriales, medio ambiente,
energías renovables, sectores estratégicos que, aunque su expansión
es fuerte, deben apoyarse por ser punteros tecnológicamente y tener
un fuerte peso en la I+D, con programas como el aeronáutico, el
ferroviario, el del espacio, el de biomedicina o el de maquinaria
y herramienta.

En tercer lugar, sectores de fuerte peso en la economía española, el
sector exterior y el empleo, con posibilidades de uso intensivo de
nuevas tecnologías, sectores como el textil y el turismo, en los que
se pueden plantear nuevas iniciativas de innovación; sectores como la
automoción y la química, en los que es muy importante que la
investigación se realice en este país en correspondencia a la
importancia que tienen la fabricación y la facturación. La
convocatoria de los programas tecnológicos del Profit va a aparecer
en breves días. Como habíamos dicho que las distintas convocatorias
de programas aparecerían en el primer trimestre del año, estamos
cumpliendo este compromiso.

A su vez, como actuaciones complementarias que se pretenden impulsar
en el año 2001, destaca un programa específico para creación de
nuevas empresas de base tecnológica, en coordinación con el CDTI y la
Dirección general de Política Tecnológica y con el desarrollo de un
conjunto de instrumentos financieros en el que participen entidades
financieras de capital riesgo, que se impulse el refinanciamiento de
garantías para pedidos empresariales de innovación tecnológica, que
se complementen con actuaciones para la promoción de gestión
empresarial y el asesoramiento. Les podré dar cuenta con más detalle
de esta nueva iniciativa en su momento, pero se va a realizar en
breve plazo. También destacan un programa de apoyo o fortalecimiento
de la cooperación empresarial nacional y europea
y la formación de consorcios, impulso a la participación de
nuestras empresas en programas internacionales, especialmente en el V
Programa marco, el programa Eureka, del que tenemos la Presidencia
este año -el Iberoeka-, y la Agencia Espacial Europea o en grandes
instalaciones como en el CERN; un programa para acelerar la
adaptación estructural de los sectores tradicionales, como el naval,
a fin de incorporar los cambios tecnológicos en estos sectores
importantes en nuestra economía.

Finalmente, el departamento considera los incentivos fiscales a la
innovación como una herramienta clave para consecución de los
objetivos establecidos por el Gobierno de incrementar el gasto en I+
D+I privado. Si bien en la actualidad España cuenta con una
fiscalidad en I+D de las más favorables de los países de la Unión
Europea, con un tope conjunto de deducciones al impuesto de
sociedades del 45 por ciento de la cuota, hemos detectado una
insuficiente utilización de estos incentivos debido a la existencia
de barreras, por lo que vamos a iniciar un amplio programa de
difusión de dichos incentivos así como vamos a establecer, en
coordinación con el Ministerio de Hacienda, un proceso de
certificación de la innovación, a fin de que seamos interlocutores en
temas tecnológicos entre las empresas y el Ministerio de Hacienda.

Mejoras en la organización de la comunidad científica y tecnológica.

La revisión en profundidad de nuestro sistema de ciencia y
tecnología-empresa exige mejorar todo el marco organizativo
institucional, incluidos los necesarios cambios normativos. Las
actuaciones en este campo se cuentan en tres ámbitos, el desarrollo
de nuevas relaciones institucionales, la reforma de la estructura,
impulso y ordenación de la actividad científica investigadora en los
organismos públicos de investigación y las actuaciones ya mencionadas
relacionadas con la carrera, promoción y movilidad del personal
investigador.

El nuevo marco de relaciones institucionales viene determinado tras
la regulación de la comisión interministerial de Ciencia y
Tecnología, las previsiones, en curso actualmente, de la nueva
comisión permanente, la Cicyt, la reconfiguración del consejo asesor
y la potenciación del consejo general. Está previsto que dicho
proceso concluya en este primer trimestre de 2001, sin perjuicio de
que, en el ámbito de la coordinación con las comunidades autónomas,
hayamos avanzado sustancialmente en la definición de prioridades, en
la política científica y tecnológica y, en particular, en el apoyo y
consolidación de grupos y centros de excelencia científicos
y tecnológicos en las distintas comunidades, previéndose la firma de
acuerdos marco con cada una de ellas y de convenios específicos
bilaterales que, como saben, ya existen en gran número, en particular
con los organismos públicos de investigación.

En cuanto a los distintos órganos públicos de investigación,la
política se orienta a la reforma de la estructura



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de los cinco organismos públicos de investigación, CSIC, CIEMAT,
INIA, IEO, IGME, y a la nueva ordenación de su actividad, habiendo
realizado ya importantes cambios y estando en vías de profundizar en
ellos. Como saben ustedes, se han establecido las nuevas escalas de
investigadores y técnicos en los órganos públicos de investigación,
lo que supone un paso hacia delante en este campo de predefinición de
la carrera del investigador, de dignificación de la carrera del
técnico.

En materia de organización, la reforma se inicia el pasado mes de
julio del año 2000, con la reforma y ampliación del comité de
coordinación funcional de organismos autónomos de investigación y
experimentación, con la incorporación de nuevos organismos: el
Instituto Astrofísico de Canarias, el Instituto Geográfico Nacional y
el Instituto Nacional de Meteorología. Da un paso sustancial en
diciembre con la aprobación de los correspondientes estatutos y se ha
continuado durante este mes de febrero del 2001 con el desarrollo de
las disposiciones estatutarias y la creación de las comisiones
interministeriales de coordinación y seguimiento de las actividades
del Ciemat, IEO, y continuará durante el mes de marzo con el
desarrollo reglamentario de las comisiones y coordinadores de área y
los institutos y centros con patronato, así como el sistema de
elección de los representantes de personal en el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas. En cuanto al impulso y ordenación de la
actividad científica e investigadora de los OPI, nuestras actuaciones
se encaminan a racionalizar, reorientar y reforzar la calidad de la
actividad mediante la racionalización de la actividad, indentificando
actuaciones similares o muy semejantes en una serie de ámbitos, con
el objetivo, ya marcado, de hacer grupos y centros fuertes con
capacidad de competir a nivel internacional. Afortunadamente, muchos
de los organismos públicos de investigación están habituados a
competir en el contexto internacional. Se va a reforzar la evaluación
de los centros con la futura fundación de la ciencia y tecnología,
con la clara delimitación de actividades de investigación, de
servicio, de apoyo y con asesoramiento científico. Se va a impulsar
la participación de las OPI en los parques científicos y su mayor
involucración con las universidades, siguiendo el camino ya
desarrollado estos últimos años por el Consejo Superior. Como ya he
anunciado, se va a potenciar la creación de nuevas empresas y la
ampliación de recursos y medios para alcanzar en ellas el futuro
nuevas y grandes instalaciones científicas.

Potenciación de relaciones entre la ciencia y la sociedad.

Finalmente, entrando en el último capítulo de mi primera
intervención, quisiera destacar que, a pesar de la envergadura de los
cambios que en pocos meses hemos puesto en marcha, no alcanzarán todo
su potencial si no somos capaces de actuar también en el amplio campo
de las relaciones entre ciencia y sociedad. Señorías, entendemos que
la ciencia y la tecnología deben
ser una prioridad social, lo cual implica impulsar la ciencia y
tecnología como un componente cultural y ello supone desplegar
nuestra acción en diversos campos: potenciación e iniciativas como la
semana de la ciencia, celebrada el pasado mes de noviembre; impulsar
el desarrollo del programa nacional de difusión de ciencia y
tecnología y reforzar la acción de fomento a través de concesiones de
premios, etcétera, como los premios de investigación recientemente
entregados. Los nuevos en breve plazo se van a convocar.

En este mismo campo va a pasar a la tutela del Ministerio de Ciencia
y Tecnología el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología. Es una
asignatura pendiente en nuestro país, porque, si bien contamos con
algunos museos importantes, no tenemos una organización museística en
temas de ciencia y tecnología como deberíamos tener. Este va a ser
otro de los objetivos del Ministerio para esta legislatura. Abordar
los aspectos relacionados con la dimensión ética de la investigación
es un aspecto esencial que está siendo encauzado por la
Administración general del Estado mediante la creación de un comité
asesor de ética en la investigación científica y técnica. Finalmente,
se potenciarán las actividades de mecenazgo, iniciadas ya mediante
las reformas normativas introducidas en la Ley de medidas fiscales,
administrativas y de orden social, y la promoción de nuevas
propuestas.

Quisiera terminar mi intervención resaltando que en esta relación
entre ciencia y sociedad esta Cámara y esta Comisión pueden jugar un
papel crucial en potenciar este nuevo papel que tendrá la ciencia en
nuestra sociedad en este siglo. Como ustedes conocen, cada día son
más los temas que en la vida cotidiana afectan a todos nuestros
ciudadanos pero involucran la actividad científica con cuestiones
éticas y por lo tanto es importante que sea en la Cámara, en una
comisión como esta, donde estas discusiones se desarrollen y donde se
catalicen algunas de estas iniciativas.

Dada la amplitud del ámbito material de la Secretaría de Estado de
Política Científica y Tecnológica, hoy no me he podido referir a
todas las cuestiones, en particular a algunos programas del
departamento del área tecnológica, como son las actuaciones en
materia de dinamización tecnológica de zonas desfavorecidas o en
sectores específicos, como el naval, o las actuaciones en materia de
calidad y seguridad industrial, así como las importantes actuaciones
de las entidades públicas empresariales que están adscritas al
departamento a través de la Secretaría de Estado y que están
impulsando nuevas actuaciones, complementando las actividades del
departamento con un gran impulso al desarrollo y la innovación
tecnológica. Es el caso del Centro para el Desarrollo Tecnológico
Industrial o, en las energías renovables y la ciencia energética, el
Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía o, en el
ámbito del sector naval, la gerencia del sector de la construcción
naval.

Muchas gracias.




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El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado, creo que en su
exposición ha hecho referencia a las dos comparecencias, pero, para
seguir un cierto orden, vamos a empezar con la primera y después
pasaremos a la segunda.

En primer lugar, tiene la palabra el señor Silva, por el Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió).




El señor SILVA SÁNCHEZ: Agradezco la exposición del secretario de
Estado que comparece a petición propia y también a solicitud del
Grupo Parlamentario Socialista.

Su comparecencia nos ha puesto de manifiesto algunos aspectos en los
que se está avanzando en línea con lo que en esta Comisión se ha
debatido y se ha acordado en algunos momentos. Avances en materia del
estatuto del personal investigador, con el aumento de las dotaciones;
la homogeneización de las situaciones sobre el incremento de las
prestaciones sociales o, como en algunos momentos también se ha
puesto de manifiesto, realizar esa política no pura y exclusivamente
respecto de investigadores, sino también respecto de los técnicos que
debieran asistirles, como habrá que hacer respecto de los gestores,
ya que estos tres aspectos, investigadores, técnicos y gestores, hay
que asumirlos coordinadamente.

Como decía el señor secretario de Estado y como se suele repetir
comisión tras comisión, hay que invertir más. El dinero no lo es
todo, pero quiero recordar aquella frase que dice que el dinero es lo
que permite que la investigación se convierta en conocimiento, pero
el conocimiento es lo que permite que la innovación se convierta otra
vez en dinero. Por lo tanto, ese dinero tiene una gran importancia.

Ha hecho referencia el compareciente a la coordinación con las
comunidades autónomas, a los acuerdos marco, a los convenios
bilaterales. No se trata ahora de especificar cuáles son, pero sí le
gustaría a mi grupo saber cuándo piensan firmarse los convenios
bilaterales con diferentes comunidades autónomas, tal y como se
contempla en el cuarto programa nacional; cuáles son los extremos que
cree el secretario de Estado que deben recoger estos futuros
convenios de colaboración y en qué medida los convenios deben ser
sensibles con la realidad de cada una de las comunidades autónomas.

Ha hablado también del espacio europeo de investigación, impulsado ya
en el Consejo Europeo celebrado en Lisboa los días 23 y 24 de marzo
del año pasado. Ciertamente, el impulso de este espacio europeo de
investigación es fundamental y nos gustaría que el secretario de
Estado nos concretase un poco más cuál es la política que está
siguiendo el Gobierno español, el Gobierno del Estado, respecto de
cómo se implementará la incorporación de España a ese espacio europeo
de investigación y cuál es su opinión sobre la coordinación de las
políticas de los diferentes Estados miembros; si tiene alguna idea
del calendario, qué aspectos
debieran asentarse antes de iniciar el proceso, si dentro de ese
espacio europeo de investigación debe incluirse de forma rotunda la
investigación básica, cómo pretende el Gobierno implementar recursos
para fomentar la movilidad de esos recursos humanos, la opinión
respecto al retorno de investigadores, etcétera. De la misma manera
que hay otros Estados, como es el caso de Alemania, que, dentro de
ese espacio europeo de investigación, han atribuido un especial
protagonismo y admiten la dimensión y contribución regional, queremos
saber en qué medida piensa el Gobierno acentuar la dimensión
autonómica española en ese espacio europeo de investigación.

Nos gustaría que nos avanzase la posición del Gobierno en cuanto a la
elaboración del VI programa marco europeo, cuál es la opinión del
Gobierno español en la preparación del mismo, cuáles son las
previsiones en materia de infraestructuras, objetivos o grupos de
excelencia que el Gobierno español entiende que debe contener ese
programa marco. Compartimos la posición del Ministerio y del
secretario de Estado en el sentido de que la investigación requiere
también la existencia de una masa crítica suficiente que tenemos que
apoyar las grandes infraestructuras, tenemos que ir a esos centros de
excelencia, tenemos que ir a redes de esos centros, pero, atendiendo
a cuál es el tejido industrial español, debemos decir aquello de que
lo pequeño es bello. Por tanto, querríamos saber cómo se puede
compatibilizar esta apuesta por esa masa crítica, por estos centros
de excelencia, por la creación de estas grandes infraestructuras y,
al mismo tiempo, incentivar la transferencia de tecnología hacia las
pequeñas y medianas empresas, animar a éstas a realizar las
actividades de investigación, fundamental para su crecimiento. El
secretario de Estado en su intervención ha citado alguna cuestión
como animar a la presentación de proyectos integrados, pero hay un
aspecto que nos da un cierto miedo. Varios diputados, concretamente
doña Francisca Pleguezuelos y don Sergio Gómez-Alba, del Grupo
Parlamentario Popular, hemos podido asistir a una conferencia
interparlamentaria europea de asuntos del espacio, y lo que nos da
miedo es que esa apuesta por los grandes proyectos, con una finalidad
muy plausible, que es ahorrar costes de gestión y permitir
controlarlos, impulsarlos decididamente, al final se convierta
realmente en una apuesta por la gran industria de otros Estados
mientras que nosotros o nuestras industrias no podemos participar de
esas actividades o de ese tipo de retornos. Me gustaría saber en qué
medida esa apuesta por lo grande es compatible con la apuesta de lo
que aquí tenemos, que no deja de ser lo pequeño, qué previsiones hay
respecto de la participación de las pyme en estos proyectos de
investigación.

Citaba los centros de excelencia, y querríamos conocer la situación
en que se encuentran los centros de excelencia españoles ante la
iniciativa del mapa europeo, cuáles son las áreas científicas que
cree el Estado



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que deberían seleccionarse como prioritarias, así como qué aspectos
afectan más directamente a esos centros de excelencia españoles.

Hablaba anteriormente del ámbito aeronáutico; por tanto, hay que
hablar también de la Agencia Espacial Europea. Ha citado también el
secretario de Estado el CDTI y ese área aerospacial prioritaria. Nos
gustaría saber, si es factible en estos momentos y, si no, que se nos
pueda suministrar información, el seguimiento de retornos que
recibimos de la Agencia Espacial Europea. Sabemos que en algún caso
el retorno incluso ha podido superar el cien por cien y nos hemos
movido en el 102 por cien, pero querríamos tener más datos de a qué
empresas o áreas aerospaciales se dirigen esos retornos y si existe
algún mecanismo que nos permita incrementarlos.

Finalmente, respecto de las relaciones interministeriales, la
competencia del Ministerio de Ciencia y Tecnología se encuentra
afectada por la competencia de los ministerios de Educación y
Cultura, de Defensa o de Hacienda. Ha citado el secretario de Estado
en la última parte de su intervención a la gerencia del sector naval.

Nos gustaría saber cuáles son las consecuencias que puede tener,
respecto a la propia competencia del Ministerio de Ciencia y
Tecnología, la creación de IZAR, el nuevo grupo público de
construcción naval. También cómo se complementan las competencias en
materia de becas predoctorales y posdoctorales del Ministerio de
Ciencia y Tecnología y del Ministerio de Educación y Ciencia.

Señalaba el secretario de Estado que uno de los objetivos
prioritarios es el que hace referencia a energías renovables, a
energías alternativas y a residuos. Creo recordar que a través del un
decreto-ley del mes de junio se establecía la constitución de una
comisión interministerial que debía estudiar medidas para el fomento
de los biocombustibles. Me gustaría saber en qué estado se encuentra
ese tema. Se señalaba a la comisión un plazo de trabajo de seis
meses, que ya ha pasado, y querríamos saber si falta mucho o poco
para la obtención del informe correspondiente. Por lo que hace
referencia a la gestión del Plan nacional de I+D del año 2000, nos
gustaría conocer, si está en su mano, los datos estadísticos
fundamentales que hagan referencia a la contribución tanto pública
como del sector privado. Queremos saber en qué porcentajes nos
movemos en cuanto al gasto del sector empresarial y del sector
público en I+D+I.

Le agradecemos su comparecencia. Sé que le he formulado muchas
preguntas; si está en condiciones de responderme ahora se lo
agradeceré, y si no, le rogaría que lo hiciera en otro momento.




El señor PRESIDENTE: A continuación, tiene la palabra el señor
Lissavetzky, por el Grupo Socialista.




El señor LISSAVETZKY DÍEZ: Voy a referirme exclusivamente a lo que no
es motivo de la segunda
comparecencia, es decir, Plan nacional 2000 y la convocatoria del 8
de diciembre.

Agradezco la comparecencia del secretario de Estado en esta Comisión.

Comenzaba diciendo que hay que huir de la demagogia, que no hay que
tener melancolía, que hay que aplicar con rigor el método analítico
y trabajar. En ese sentido, le damos la bienvenida al club de los que
estamos intentando trabajar con rigor, de los que estamos intentando
-también influye en nuestra formación- seguir un método analítico, de
los que queremos huir de la demagogia y no tenemos melancolía.

Hacía también el secretario de Estado alguna referencia, entre
comillas, política -y me parece bien, porque estamos en una Cámara
política-, haciendo mención a una serie de datos. Decía: en los
primeros años noventa, el Gobierno socialista... No sé si lo ha escrito
usted o le han escrito la frase, pero obviamente, como punto inicial,
tengo que intentar refrescarle un poco la memoria. Lo que usted ha
dicho tiene una parte de verdad, pero tiene otra parte que no diré
que no sea de verdad sino que diré que es una foto fija y,
evidentemente, las fotos fijas o en blanco y negro no son las
actuales; hay que hacer una foto donde se vea todo un período y sobre
todo una foto más en color. Solamente para refrescarle la memoria en
función de su intervención -no quería entrar en esto-: si cogemos dos
indicadores, los gastos internos que hay en función del producto
interior bruto de I + D y hacemos una comparación con lo que ha ido
ocurriendo a lo largo de los años -se queda usted en la década de los
90-, por ejemplo, en el año 1990 era el 0,85, llegamos en la etapa
socialista a la que usted se refería -aunque yo pienso que era
esfuerzo de todos- en el año 1993, al 0,91 y luego fue bajando. Si
hacemos la comparación, que es un poco infantil y no viene a cuento,
entre lo que ha sido el Gobierno PP y el Gobierno socialista, le diré
que con aquél estamos ahora en el 0,86. Es decir, tenemos dos
centésimas menos de PIB que lo que había en el año 1993. Si empezamos
a arrojarnos los datos de esa manera -entre comillas, y está usted en
su derecho-, haremos un debate que posiblemente no vayan a entender
muchos ciudadanos y que no viene a cuento, pero me veo en la
obligación de exponer la realidad. Porque además hay otro factor -y
usted lo comprende muy bien por su formación-, que es la situación
económica. No es lo mismo una situación de bonanza económica, como la
que se dice (y es cierto) que se ha vivido en los últimos años, en la
que se podría haber hecho un esfuerzo -y se ha perdido el impulso
necesario para estas políticas, que todos reconocemos que son
absolutamente trascendentales para nuestro país-, que una etapa en la
que hubo grandes dificultades económicas. Le aseguro (y espero que no
sea así) que si en el futuro hay una mala situación económica por las
circunstancias que sea no vamos a hacer cuestión de gabinete desde
este grupo, haciendo comparaciones de cifras



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absolutas, sino tendremos en cuenta lo que es el entorno. Si ha
habido bonanza económica y el Gobierno del Partido Popular, al que
usted defiende lógicamente, no ha sabido aprovecharlo, tenemos la
obligación de decir que no lo han aprovechado.

Voy a dar un segundo dato para refrescarle la memoria. Son datos del
INE. No podía decir que la fuente, como se dice en las citas, es de
elaboración propia, algo se ha hecho. ¿Quiere que le diga lo que se
gastaba de media por investigador, lo que se llama indicadores de los
medios de trabajo del investigador? Le voy a dar un dato. Vamos a
comparar los años 1990 y 1999. En el año 1990 lo que se gastaba por
investigador en nuestro país en cifras redondas eran 11,8 millones de
pesetas. En el año 1999 lo que se gasta son 11,7 millones de pesetas.

Repito, en el año 1990 fueron 11,8 millones de pesetas y 11,7
millones de pesetas en el año 1999. No voy a hablar de lo que ha
subido el coste de la vida, el IPC a lo largo de la década, si ha
sido el 45 por ciento. En cifras absolutas se gasta menos por
investigador y tiene menos medios de trabajo ahora mismo que en 1990.

Por lo tanto, quitemos ese debate de en medio - estoy dando los
datos, obviamente, del INE en la Administración pública- y doy por
zanjada la cuestión.

Entro ya más de lleno en los aspectos que ha planteado, algunos de
ellos interesantes, y que, sobre todo, me han suscitado algunas
dudas, que espero que me aclare en esta intervención.

Por un lado, en lo relativo al plan nacional -voy a seguir el esquema
que usted ha empleado- en el año 2000 -en la siguiente intervención,
el señor Pérez Rubalcaba hablará de este plan y de la orden- me
preocupan algunas cosas que usted ha dicho. Ha empezado usted con los
recursos humanos. En cuanto a los recursos humanos podemos distinguir
varios temas de interés -becas, contratos-, pero voy a empezar por
uno que ha ocurrido la semana pasada. Tiene que ver con la oferta que
hicieron ustedes: organismos públicos de investigación. Ustedes
dijeron -está escrito en la página 1.139 del «Diario de Sesiones» del
Senado y fue manifestado por la ministra- que iban a crear 278 nuevas
plazas de investigadores en los OPI. Lo anunciaron a bombo y
platillo, hablaron de que iba a haber un incremento del 46 por ciento
con respecto al año 2000 y resulta que nos encontramos con que el
Boletín Oficial del Estado -y también se lo puedo enseñar- publica el
sábado pasado una oferta pública de empleo que es mucho menor; es una
oferta pública de empleo que lo que contempla son 132 plazas dentro
de los OPI. Este número de plazas significa que ustedes no han
cumplido ni el 50 por ciento de aquello a lo que se habían
comprometido. Cuando se hacen discursos (interesantes, como el que ha
hecho usted hoy) pero no se compadecen con la realidad, lo único que
se puede añadir es que ustedes, según el Boletín Oficial del Estado,
han incumplido la oferta de empleo de 146 plazas de investigador en
los OPI. Si ponemos como
ejemplo el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, quizá sea
más dramático. ¿Por qué? Y no tuvimos inconveniente en reconocer ante
el anterior presidente del CSIC -en el Senado intervine yo una vez-
que había habido un cierto incremento en los últimos años de plazas
de investigador en el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. A modo de ejemplo: CSIC, año 1998, 168 plazas; año 1999,
209 plazas; año 2000, 197 plazas; año 2001, 99 plazas. Es decir, en
la convocatoria de oferta pública de empleo del CSIC que ha salido en
el Boletín Oficial del Estado del sábado pasado hay aproximadamente
la mitad de plazas ofertadas que en el año 2000 y menos que en los
años 1998 ó 1999. A partir de ahí -y estos son datos objetivos- me
puede parecer bien su política de recursos humanos sobre el papel
-ahora hablaré de ella-, pero cuando tienen ustedes que pasar al
ejercicio, que consiste en hacer esas convocatorias, no cumplen
aquello que prometen -está escrito en el Boletín Oficial del Estado,
está escrito en el «Diario de Sesiones» del Senado y del Congreso y
dicho en múltiples apariciones suyas y de la ministra-. Por lo tanto,
tome nota.

Ha hablado usted de dos temas que tienen que ver con un planteamiento
que compartimos. Tenemos un cuello de botella que son los recursos
humanos. Nosotros hemos presentado una proposición no de ley en esta
Cámara para tratar de llevar a cabo un plan de recursos humanos y, a
su vez, otra proposición no de ley específica para el personal de
apoyo a la investigación, que está en unos estándares muy bajos en
comparación con la Unión Europea. Habrá momento de debatirlo porque
la propuesta que hacen ustedes, aparte de que no cumplen lo que
prometieron, es poco ambiciosa. Les falta ambición y este país la
necesita en la política científica y tecnológica, además de ideas y
de modelo, para llevar adelante lo que todos están deseando que
ocurra en nuestro país, que estemos entre los países de primera
velocidad europea. Estamos perdiendo una ocasión que, a lo mejor
-espero que no sea así-, no se nos vuelve a presentar en los próximos
años. Ha hablado usted de becas. Todos tenemos, obviamente, contacto
con los becarios. Sé que ha tenido usted una reunión -también he de
decir que a mí se me ha transmitido que no quedaron satisfechos,
están en su derecho- y también he leído en la hoja de Tribuna que
usted publicó en el diario ABC. Coincido en una parte de lo que usted
plantea ahí. Lo que le quiero decir es que en el caso concreto de los
becarios hay problemas de fondo. Yo no entiendo la división que hacen
ustedes. A todo esto, he hecho muchas preguntas escritas (muchas de
ellas están fuera de plazo y no quisiera verme otra vez obligado,
para no restar una sesión a esta Comisión, a presentarlas como
preguntas orales), algunas del 7 de diciembre, que todavía están sin
contestar. Podrían hacer trabajar un poquitín más a los servicios del
Ministerio. Añado algo: que contesten correctamente, intentando dar
la máxima información



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y entendiendo la pregunta porque, si no, esas preguntas que se
contestan echando la tinta del calamar para no dar datos específicos
se convierten en dos o en tres. Ya le aviso que las preguntas de las
que no he quedado satisfecho, no por el contenido sino por la falta
de información -que estaba bien enunciada en la pregunta-, las he
convertido en dos o tres más; va a ser una bola tremenda que no le
interesa a nadie que vaya aumentando. El rigor y la transparencia hay
que aplicarla a aquellos que no tenemos en un parlamento medios
suficientes para tener su grado de conocimiento. Perdón por este
inciso. Hagan ustedes un esfuerzo en esa dirección que son muchas las
respuestas -entre comillas- que nos debe.

Respecto a las becas usted habla en primer lugar de incrementar la
retribución. De acuerdo, pero ¿me puede decir si se van a incrementar
las becas de formación para obtener el grado de doctor? Ya ayer la
ministra contestó a una pregunta, lo corrobora usted con los datos:
se habla de 750 este año y de mil ciento y pico que están vivas. ¿Qué
pasa con las otras becas, por ejemplo, de organismos que están bajo
la tutela del Ministerio de Ciencia y Tecnología? ¿Qué pasa con las
becas del Instituto Geológico y Minero? ¿Qué pasa con las becas del
INIA? ¿Qué pasa con las becas del Instituto Español de Oceanografía,
del CSIC, etcétera? ¿Qué pasa con las becas de las universidades?
Tengo una duda: ¿Las becas de formación de personal universitario FPU
van a tener la dotación de 160.000 pesetas? He oído por ahí que sí,
acláramelo, porque si no, se va a incrementar la excesiva
heterogeneidad que hay en el conjunto de las becas. Ustedes forman
parte de un gobierno y usted no puede ni debe, sinceramente, decir
que usted solamente sube aquello que le corresponde a usted. Si
tenemos un Ministerio de Ciencia y Tecnología para coordinar no es de
recibo que en organismos públicos de investigación -y tengo los
datos- se vayan a dar unas becas distintas predoctorales con las
mismas condiciones que las que perciban otros becarios. Están creando
ustedes un agravio comparativo con el que no están de acuerdo tampoco
los becarios, y tienen que afrontar que un doctor, cuando ya está
formado, debe tener un contrato. Lo hemos defendido en esta Comisión.

Ha habido unas declaraciones, por cierto, no desmentidas, de la
ministra Birulés, en las que decía, más o menos -y tengo aquí también
los recortes de prensa-, que todos los becarios van a ser
contratados. Se confundió en estas declaraciones, porque, por lo que
me he enterado, parece ser que no es así y se desprende de su propia
intervención. Becas posdoctorales deben de ser contratos ya, y para
las becas predoctorales, bien la mejora de las percepciones,
dotaciones económicas, etcétera, hay que hacer, como nosotros
pedimos, un estudio comparativo con otros países. Estamos abiertos
absolutamente para que, entre todos, definamos ese modelo. Pero, me
da la sensación de que ustedes van
actuando según los problemas que van surgiendo. No tienen una
planificación adecuada por objetivos.

Voy a abordar los famosos contratos. Es importante esta decisión que
ha anunciado usted que van a tomar. Nosotros, no estamos en contra,
pero sí ponemos una serie de condiciones, y tiene que ver con algo
que está fallando en su Ministerio, que es la coordinación
institucional. Señoría, cuando usted sube una beca a 160.000 pesetas,
está muy bien, pero sería lógico y deseable que usted hablara también
con las comunidades autónomas, porque hay unas que tienen más
recursos y otras que tienen menos, pero están haciendo su esfuerzo
propio en sus propios planes regionales de investigación y
desarrollo. ¿Por qué toma una medida unilateral? ¿En función de que
haya una concentración o una manifestación el 2 de febrero? ¿Por qué
no es más sensato plantear todo como una carrera investigadora? ¿No
es más sensato hacer una definición -y entro en lo de los contratos-
que permita ver ampliamente (poniéndonos incluso todos de acuerdo, no
lo descarte usted) cómo debe ser esa carrera investigadora? Porque
ahora mismo, se puede plantear un problema. Quiero que me resuelva
ciertas dudas. ¿Ha hablado usted con las comunidades autónomas? Yo he
hablado con algunas y me han dicho que no. Usted sabe que si se
aplican esos contratos, estamos, en primer lugar, hablando de
universidades. ¿Está de acuerdo su homólogo de universidades,
tradicionalmente descoordinado con el Ministerio? No voy a dar más
calificativos, porque, si estamos hablando de que va a haber una
reforma de la Ley de Reforma Universitaria, como se ha anunciado, ¿no
sería más sensato abordarla, si se quiere crear una plantilla
investigadora en la universidad, conjuntamente en el marco de la
reforma de la Ley de universidades? ¿O es una decisión unilateral de
su Secretaría de Estado y de su Ministerio, creando un problema
adicional para resolver otro? Repito: no estamos en contra de la
filosofía de que haya ese tipo de contratos. Lo que sí queremos saber
es si -una segunda cosa- hay seguridad de que las comunidades
autónomas lo conocen, porque las universidades están transferidas, y
yo quiero saber qué ocurre. ¿Los cinco primeros años quién los paga?
¿El Estado al cien por cien o, como decían algunos representantes de
universidades, 75 por ciento la Administración del Estado, 25 por
ciento las universidades? ¿Y después de los cinco años, quién es el
que paga? ¿Las comunidades autónomas, puesto que las universidades
están transferidas? Hay que saber el modelo, porque si hay un acuerdo
con las comunidades autónomas, si hay un acuerdo con las
universidades, y hacemos aquí una reflexión sensata, chapó, no vamos
a tener nada en contra. Pero usted tiene que resolver primero estos
problemas, porque, si no usted intenta resolver un problema y se lo
rebota a las comunidades autónomas -algunas tienen más dinero y otras
menos-; evidentemente, hay que buscar una solución conjunta también
en este asunto



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de los contratos. Por cierto, usted ha hablado en el tema
institucional de que se van a firmar esos convenios marco con las
comunidades autónomas, y tengo aquí otra cita de la ministra que
hablaba de que se íban a hacer antes de final de año, luego dijeron
ustedes que en enero y despúes no sabemos cuándo dirán. Tómese en
serio lo de las comunidades autónomas, señor Marimón, porque
sinceramente están haciendo un esfuerzo, unas más y otras menos, en
estos temas de investigación; desde luego, no se puede afrontar de
una manera unilateral y parcial los problemas que hay sobre personal
en nuestro sistema.

No tengo tiempo y no debo abusar de él para referirme -me quedan
todavía cinco minutos, señor presidente, aproximadamente- a los
problemas que se han creado con las dos escalas nuevas, con las
declaraciones del señor Tarrac en el Senado, diciendo que esto podía
estar bien, que era una decisión del Gobierno que disminuía el
personal de apoyo en los centros de investigación. No le he oído
hablar mucho de este tema y, repito, hay presentada una proposición
no de ley. Por tanto, aquí ustedes no tienen una política
suficientemente definida. A continuación, se ha referido usted a los
proyectos del año 2001 (del 2000 no hablo). Yo, muy brevemente, le
diré que hay una serie de problemas que le quiero plantear. En primer
lugar, se lo digo claramente: ustedes adoptan una decisión que
permite que los investigadores cobren de sus proyectos. Yo dudo de la
legalidad de esa medida. Se pone un tope de 2.000 euros, más de
300.000 pesetas al año. Es una subvención, no es un contrato. Sí se
hace cuando tienes un contrato con la empresa, sí se hace cuando
tienes un contrato con un programa marco de la Unión Europea, pero
esto es una subvención. Para aumentar la dignidad del investigador,
otras medidas serían mucho más adecuadas: aumenten ustedes la
dotación en sexenios o en quinquenios donde hay una evaluación
global, pero no dejen una situación que no es buena: la propina, la
antigua bufanda a los investigadores. Personalmente, desde el punto
de vista conceptual, no estoy de acuerdo; pero sí lo estoy en que se
hagan unos esfuerzos para subir esas retribuciones. Pero no me gusta
este modelo.

Segundo aspecto que quiero resaltar aquí. Hay una serie de trampas
-entre comillas-. Usted dice: en seis meses se va a resolver. No es
cierto; hay un artículo que dice que no van a computar el tiempo que
está evaluando la ANEP ¿Esa es la confianza que tienen ustedes -y
léase la orden- en la ANEP? Dice: Sí, a partir de que se enfrenten
los proyectos seis meses, pero no cuento el tiempo en el que evalúa
la ANEP, que aproximadamente tardará dos o tres meses, porque sigue
estando la cosa un poco flojita. Prometen ustedes una fundación -de
la que algún día hablaremos más detenidamente para ver qué es lo que
quieren hacer con ella-, pero, repito, no diga usted que en seis
meses están, porque le vamos a sacar los colores. Como no va a poder
estar porque usted no mete ahí el tiempo de la
ANEP, luego tendrá usted que explicarlo. Hacen ustedes otra cosa
tremenda, quitan algo con lo que nosotros no estamos de acuerdo: una
segunda evaluación, por comisiones de expertos, y lo pasan a una
segunda evaluación, donde no están ya los expertos del plan. Esas
comisiones ad hoc que se crean tienen un carácter más funcionarial,
más burocrático que las otras. En lo que yo puedo leer en la orden no
estamos absolutamente de acuerdo en este tema. Por cierto, hablo
usted antes de la Cicyt ¿Cuándo se va a nombrar la comisión
permanente de la Cicyt? ¿Usted sabe que los nuevos gestores
y colaboradores de programas nacionales están sin cobrar desde el mes
de octubre porque no hay un órgano competente para nombrarles? ¿Usted
sabe que esa orden, de la que usted está orgulloso (nosotros lo
compartimos) no permite la presentación de las solicitudes en formato
digital? Antes, se podían presentar en formato digital, cuando lo
llevaba el Ministerio de Educación y ahora, en el Ministerio de
Ciencia y Tecnología no se permite la presentación de solicitudes en
formato digital, en el año 2001, en un Ministerio de Ciencia y
Tecnología. Algunos aspectos pueden calificarse de anecdóticos, pero
marcan lo que sigue siendo, a mi modo de ver, una mala gestión por
parte de su Ministerio.

Tercera gran línea, en la que seré más breve: política tecnológica.

Usted, al final de la intervención -y comparto, tal como lo dice
usted-, no habla de política industrial. Yo se lo iba a haber echado
en cara; no lo he hecho porque hay una limitación de tiempo, y
tendremos ocasión de realizar una comparecencia específica de ese
tema. Quiero solamente decirle que estamos en desacuerdo con la
separación que ha habido entre el Ministerio de Economía, de energías
y minas, y lo que queda aquí, en el Ministerio de Ciencia y
Tecnología. Comparando los programas, ha supuesto 27.000 millones de
pesetas menos en los presupuestos de 2001, lo que provoca un descenso
de más del 11 por ciento; eso se lo digo de entrada, pero luego
tendremos tiempo de hablar en otra ocasión. Sobre el plan Profit, no
le voy a decir grandes cosas. Usted sabe que no ha funcionado
suficientemente bien. Ustedes hicieron convocatorias muy rápidas, por
lo que no voy a entrar en ello. Pero, como hay una pregunta de
transferencia de tecnología, recojo el guante para referirme en mi
intervención a todo ese asunto. Quiero comentar en algo que nos
preocupa en la política tecnológica. Para medir los indicadores de
innovación, es necesario -usted ha hablado algo sobre ello-, primero,
ponernos de acuerdo en cuáles, porque no puede ser que un funcionario
de Hacienda, con su mejor voluntad, sea el que mida la innovación. En
ese sentido veremos si se avanza de alguna manera, porque una de las
medidas fiscales deja todo en manos de la Agencia Tributaria. He
preguntado por escrito, no se me ha contestado; no se me ha
contestado tampoco al número de empresas de base tecnológica que se
han creado, para tener algún dato adicional. Espero, a la luz de esos
datos, poder hacer una evaluación. Entro en el



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marco normativo y en el fiscal. En cuanto al marco fiscal,
esperaremos para saber los resultados, ya que ahora mismo no tenemos
ningún dato -quizás pueda usted aportar alguno- sobre el efecto que
han tenido las medidas fiscales, pero sí quiero meterme un poquito en
el marco normativo. Se habla de algo que usted no ha dicho, de una
reforma de la Ley de la ciencia. Si es que se va a reformar, intente
consensuarla. Si es una reformita de cambiar nombres, no pasa nada,
pero, si no, vamos a ver cómo la hacemos. Vamos a ver cómo sumamos
los OPI con el sector privado, no vaya a ser que haya algunas medidas
que nos vayan a generar un pequeño problema por no haberlas hablado.

El Parlamento existe, y nosotros estamos dispuestos y abiertos al
diálogo. Los estatutos de los OPI, señor Marimón, han aumentado la
burocracia con la creación de la Secretaría General. Le podría poner
algún ejemplo. Si el INIA tuviera que firmar un acuerdo con el
Ciemat, ¿sabe usted quién firmaría ese acuerdo? Usted mismo; usted
preside el INIA y preside el Ciemat. Entonces llegaríamos a una
situación en la que usted firmaría - espero que sea ambidiestro- con
la mano derecha, como INIA, y con la mano izquierda, como Ciemat.

Pero es que ya le ha pasado algo así. Usted ha tenido que firmar un
acuerdo, como presidente del Instituto Español de Oceanografía, con
un instituto de CSIC. Ha firmado una directora de un instituto del
CSIC, porque el CSIC tiene delegados -como parece razonable y
sensato- de los directores, con una serie de atribuciones, pero usted
copa todos los OPI como presidente, no porque usted quiera serlo, ya
lo sé, sino porque su modelo es malo. Le estoy poniendo ejemplos para
que vea. Se están perdiendo ocasiones de firmar becas con cajas de
ahorros, porque con su marco normativo ha aumentado la burocracia. El
Consejo Superior de Investigaciones Científicas está perdiendo peso
en política científica. Le pongo un ejemplo que tiene que ver con la
encefalopatía espongiforme bovina. Tenemos científicos preparados,
algunos trabajando específicamente en priones y otros en algo que
tiene que ver con ellos, que son las proteínas celulares. El Consejo
Superior de Investigaciones Científicas intervino, arrojando luz, en
el síndrome tóxico hace ya bastantes años, así como en el tema de
Doñana hace pocos. Ahora el presidente del CSIC está mudo. Se podría
aprovechar mucho más la posibilidad de un organismo multidisciplinar.

No voy a hablar ahora de la crisis de las vacas locas, donde echamos
en falta la presencia de científicos que pudieran dar ideas para que
los políticos tomaran posteriormente las medidas que consideraran
oportunas.

Voy terminando de verdad, señor presidente. Sinceramente queda mucho
camino por andar. Nosotros estaríamos dispuestos a trabajar
conjuntamente, pero hay algunas cosas en las que, si no nos ponemos
de acuerdo, va a ser difícil que podamos trabajar conjuntamente. Hay
un tema que me gustaría dar por zanjado hoy aquí, aunque me temo que
no va a poder ser, que es el
de los gastos militares en I+D. Sigo esperando contestaciones, aunque
alguna me ha dado. Le quiero dar un dato, a mi modo de ver
importante: Se han gastado 387.000 millones de pesetas desde el año
1987 al 2000, y nos quedan por gastar 1,35 billones de pesetas. ¿Van
a seguir ustedes imputando a la función 54 todos estos gastos
militares? Porque tienen acuerdos hasta el 2014 con el Eurofighter
2000; tienen acuerdos hasta el 2007 con el F-100 y tienen acuerdos
hasta el 2004 con el Leopard. No tenemos nada en contra de eso, pero
cuando usted hace la ejecución presupuestaria hay una partida enorme,
que es la del capítulo 8, que llama usted tecnológica, que ha
gestionado peor, y hay una partida pequeñita que es la que gestiona
mejor. No, en temas como ese necesitamos claridad para poder llegar
entre todos a una serie de acuerdos que son necesarios. En ese
sentido, seguiremos vigilando la labor que están haciendo ustedes.

En el tema de ciencia y sociedad estamos totalmente de acuerdo. Hemos
presentado una proposición de ley, cuya toma en consideración se
debatirá el martes, para la creación de un consejo que permita tratar
todos estos temas. Espero que el Grupo Popular tome nota de sus
palabras -si le parece bien- y apoye nuestra proposición de ley, que
es sensata, para la creación de un consejo nacional de ética de las
ciencias y las tecnologías; no exclusivamente un consejo asesor, como
usted ha dicho, sino un consejo realmente importante, que permita a
nuestro país tomar posición, con su labor de asesoramiento, y donde
pueda estar presente el Parlamento.

De Europa y de transferencia de tecnología y grandes instalaciones
hablaremos en un turno posterior.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra el señor Juan Manuel Moreno.




El señor MORENO BONILLA: En primer lugar, quiero agradecer la
comparecencia del secretario de Estado de Política Científica y
Tecnológica, a petición propia.

Voy a hacer referencia a algunas de las palabras del señor
Lissavetzky. El motivo de esta comparecencia no es comparar etapas ni
distintas legislaturas, pero puesto que él ha sacado el tema y ha
hecho referencia a la etapa en la que gobernaba el Partido
Socialista, comparándola con la actual etapa, yo también tengo unos
datos que ponen en evidencia que ha habido una apuesta importante en
los últimos años por la innovación, por la investigación y por el
desarrollo. Son datos tan simples respecto a la inversión en I+D,
como que en la última legislatura del PSOE la asignación
presupuestaria, en porcentaje del PIB dedicado a la inversión en I+D
en España, fue en 1993, año al que hacía referencia el señor
Lissavetzky, del 0,1 por ciento; un año más tarde bajó al 0,85; un
año más tarde se redujo al 0,80 por ciento y en el último año, 1996,
sufrió una



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nueva bajada hasta el 0,76 por ciento, culminando una tendencia
absolutamente descendente, que al final de la legislatura dejó la
inversión en I+D al mismo nivel que existía en 1989. También
podríamos hablar de la situación del personal investigador. ¿Qué pasó
con las promesas a los investigadores? ¿Qué pasó cuando esos
investigadores regresaron a España y 36 meses después se marcharon?
En 1996 dejaron los presupuestos para I+D al mismo nivel que en 1989,
disminuyendo prácticamente todas las partidas, que eran absolutamente
esenciales. No creo que este sea el motivo del debate, pero no hay
que hacer demagogia, como dije al comienzo de esta intervención. La
investigación en España es una de las grandes asignaturas pendientes.

En los últimos 25 años ha habido un desarrollo político importante,
gracias a la transición y a las reformas políticas que llevó a cabo
la propia Constitución; un desarrollo político y democrático que ha
traído como consecuencia un desarrollo económico y social en el
conjunto de España. Sin embargo, todavía tenemos un déficit histórico
en política científica y tecnológica. Para superarlo hay que actuar
concretamente y con mucha decisión. A lo largo de la comparecencia
del secretario de Estado se han dejado encima de la mesa temas
especialmente importantes, que demuestran cuál es la apuesta que está
haciendo el Gobierno del Partido Popular en esta legislatura por
incrementar las políticas científicas y tecnológicas. El conjunto de
la sociedad tiene que trabajar por dignificar la investigación. Para
ello precisamente el Gobierno creó ese Ministerio absolutamente
novedoso de Ciencia y Tecnología, que ha supuesto dar el papel que le
corresponde a esta labor. Como bien recogía la comparecencia del
señor secretario de Estado, se ha hecho una apuesta contundente, que
pasa por mayores recursos económicos: un incremento del 15,5 del
presupuesto. Se ha hecho también una apuesta importante en I+D+I, en
la que se incrementa un 11,3, el mayor incremento de partida, como
bien decía el secretario de Estado, que solamente es superado por
políticas de prestaciones sociales. En el nuevo Plan nacional de I+D+
I 2000-2003 se coordinan por primera vez, como decía el secretario de
Estado, de una manera inteligente, todas las políticas de I+D+I.

Todas estas actuaciones (sobre todo con el nuevo plan se intenta
llegar a destinar el 1,3 por ciento del PIB a acciones de I+D+I hasta
el año 2003) pueden permitir alcanzar objetivos de alto valor
estratégico, tanto para el Gobierno como para el conjunto de la
sociedad española.

También, como bien decía el secretario de Estado y se ha tratado a lo
largo de esta mañana, ha habido un incremento absolutamente
cuantitativo y cualitativo en cuanto a los recursos humanos. Se ha
incrementado en un 7 por ciento la plantilla del CSIC, que llevaba
años absolutamente estancada, con 150 nuevas plazas de personal
científico. Hay una convocatoria de 278 nuevas plazas de
investigadores, lo que
supone un 46 por ciento de incremento respecto al año 2000; ha habido
una consolidación de contratos laborales en el propio CESIC; una
mejora de las condiciones de las becas para el personal investigador;
hay también una orden del Ministerio de Ciencia y Tecnología que
convoca 750 becas predoctorales de formación de investigadores en el
marco del programa nacional de potenciación de recursos humanos del
Plan nacional de I+D+I 2000-2003. Hay un aumento de retribución que
oscila entre el 28 y el 39 por ciento; un aumento también en el
número de becas del 47 por ciento respecto al año 2000. En
definitiva, doy una serie de datos, que también recogía la
comparecencia del secretario de Estado, para aclarar que yo no puedo
entender muchas veces la posición absolutamente tremendista,
prácticamente de caos absoluto que se menciona por los portavoces del
Grupo Socialista a las políticas que se hacen desde el Ministerio de
Ciencia y Tecnología, y concretamente desde esta Secretaría de
Estado, cuando todos los datos objetivos apuntan a que hay una
apuesta clara, una apuesta política contundente por la innovación y
por la investigación en España. Por primera vez se está haciendo algo
sumamente importante, que era tratar de racionalizar y acelerar la
modernización tecnológica de la economía española para conseguir uno
de los grandes objetivos, que supondría mayores cotas de bienestar de
los ciudadanos y mejores cotas de competitividad de nuestra propia
empresa.

En definitiva, yo coincido en que quedan cosas por hacer, sin lugar a
dudas, que en España, como ya he dicho anteriormente, nos queda
todavía un lastre histórico que hay que ir superando. Pero muchos de
los proyectos están poniendo la base para que se pueda cristalizar
a lo largo de esta legislatura y especialmente en los próximos tres
años que en España lleguemos a las cotas de inversión en
investigación a las que se ha llegado en otros países de la Unión
Europea. Hay también una apuesta contundente por una mayor presencia
de la empresa privada en la investigación; y hay también un interés
muy especial por parte del Ministerio en implicar al conjunto de la
sociedad. Yo no quiero dilatar más mi intervención, puesto que hay
muchos temas que tratar, pero sí me gustaría que el secretario de
Estado me pudiera decir cuáles son los instrumentos que están
utilizando para fomentar la modernización tecnológica en el sector
empresarial privado, que es uno de los grandes objetivos y de los
grandes índices de trabajo de la propia Secretaría de Estado, así
como saber también cuáles son las medidas para favorecer la
modernización tecnológica en la pequeña y mediana empresa que son
fundamentales, puesto que suponen el 85 por ciento del tejido
productivo de nuestro país.




El señor PRESIDENTE: A continuación tiene la palabra el secretario de
Estado, señor Marimón.




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El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): Muchas gracias por sus intervenciones. Como vamos a
tener una segunda vuelta para hablar de la ejecución del plan, me voy
a referir a los temas que se han tratado. En primer lugar, se han
comentado algunos puntos de reflexión que me parecen muy
interesantes, y a los que me quiero referir brevemente. El primero es
en relación con las comunidades autónomas, que también ha aparecido
en intervenciones posteriores. A nosotros nos parece fundamental la
coordinación con las comunidades autónomas y sí hemos estado en
conversaciones con todas ellas. Dijimos que íbamos a hacer estos dos
convenios marco, que es cierto que queríamos hacerlos ya al final de
este año, pero estos procesos de discusión a veces son más largos con
distintas comunidades. Tanto los convenios como el consejo general lo
vamos a hacer en este primer trimestre. En particular, acerca de la
naturaleza de dichos acuerdos hemos de complementarnos, no
sustituirnos, en nuestras políticas. Por tanto, hay una serie de
temas que están sobre la mesa, y en todas nuestras conversaciones con
todas las comunidades sin excepción ha habido mucha sintonía. Me
refiero a la necesidad de aunar esfuerzos en temas de recursos
humanos, y aquí, por ejemplo, está la discusión sobre los nuevos
contratos, que no se han hecho con todas pero con algunas de ellas
sí; se han hecho con las universidades a través del CRUE, con todos
los vicerrectores. Un tema fundamental es la política de recursos
humanos. Otro tema muy importante es el que decía de cómo vamos a
consolidar grupos fuertes, y esto también va en sintonía con otro que
se ha planteado del espacio europeo de investigación.

En mi intervención he hablado de la necesidad de tener grupos
competitivos, incluso independientemente de que exista el espacio
europeo de investigación, porque es la tarea que hay que hacer en
este siglo, pero todavía viene más marcado por el hecho de que dentro
del espacio europeo de investigación va a ser muy importante. En
consecuencia, va a ser muy interesante que tengamos un mapa y que en
el mismo estén todas las comunidades. Esto supondrá a muchas
comunidades hacer opciones estratégicas de qué se quiere priorizar,
porque como decía al inicio una debilidad de nuestro sistema es la
excesiva dispersión; tiene explicaciones históricas, etcétera, pero
esto nos debilita. Sería perpetuar esta debilidad si pensásemos que
lo que hemos de hacer es simplemente tener un poco de cada área en
cada región, porque difícilmente conseguiríamos tener la fuerza que
necesitamos. Desde la Administración central lo que no vamos a hacer
es tomar decisiones, que nos parece que son compartidas, sobre
opciones más estratégicas con las comunidades autónomas. De hecho, en
la asignación de fondos Feder ya ha habido las primeras discusiones
en este sentido, y precisamente hemos hecho la asignación sólo hasta
el 2002, dejando el tramo 2003-2006 para tener más tiempo para
reflexionar; en esta ocasión hasta el verano no supimos que teníamos
presupuesto de Bruselas. Este es un segundo tema importante de la
agenda. Un tercer tema es del que yo he hablado al final de relación
entre ciencia y sociedad. En las tareas de difusión e integración de
la comunidad científica y tecnológica las comunidades tienen su
papel, y debo decir que algunas de ellas están siendo ya muy activas,
Por tanto, pienso que aquí una vez más nuestro cometido es
complementarnos. También forma parte de esto el que actuemos de forma
coordinada en los foros internacionales. El Ministerio tiene
presencia en muchos foros internacionales (y sobre esto me voy a
referir más en respuesta a una pregunta posterior), y lo que vamos a
hacer es mejorar todo lo que sean sistemas de comunicación. La
comunicación y la información mutua es importante en todo, por
ejemplo, en temas como he señalado antes sobre qué tipo de becas
existen, etcétera, pero también lo es en el momento de participar en
organismos internacionales, en particular nuestra presencia en Europa
en la que nos parece importante que exista una participación de toda
la comunidad científica, y esta comunidad científica tiene base en
muchos casos regional.

Referirme a nuestra posición sobre el espacio europeo de
investigación en el sexto programa marco me llevaría bastante tiempo,
pero voy a decir dos cosas. En primer lugar, creo que ya se han
repartido los documentos, tanto mi intervención en el Consejo de
Ministros como un documento de posición sobre el espacio europeo en
el sexto programa marco, documento que ya se ha reflejado en las
discusiones que se están realizando en la Comisión estos días (somos
de los países que más han avanzado en desarrollar una posición
articulada) y que hemos utilizado también en las discusiones
bilaterales que hemos tenido con distintos países. En dos palabras,
estamos muy en sintonía con la iniciativa del espacio europeo de
investigación para aumentar la movilidad y la competitividad, aún
conscientes de que supone nuevos retos para nosotros. Estamos
trabajando activamente para mejorar los retornos del quinto programa
marco. En algunos programas, por ejemplo, concernientes a las pymes,
a las que se refería en el programa de crecimiento sostenido, estamos
teniendo unos recursos muy buenos, muy por encima de nuestra
contribución, pero todavía no tenemos el documento definitivo de la
Comisión sobre el sexto programa marco. En la Comisión estamos de
acuerdo en la necesidad de renovar métodos de gestión. Hay acuerdos
en prioridades temáticas pero nosotros insistimos en que la
investigación básica forme parte de las tareas de la Comisión.

Pensamos que en Europa no hay que dar sustitución sino
complementariedad. También pensamos que un área muy importante,
aparte de en las que todo el mundo está de acuerdo como biomedicina,
biotecnología e información, aparte de éstas, hay una que es
prioritaria y que a nosotros nos parece muy importante



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en nuestro país, que es la que tiene que ver con temas
medioambientales, como energías renovables, etcétera. Pensamos que
esto debe estar mejor articulado. Pero nuestra preocupación, como ya
apuntaba el señor Silva, está en los instrumentos, en que no se pase
a una excesiva concentración de grandes proyectos, pero si hay
grandes proyectos, algunos importantes para Europa como los referidos
al espacio, si los hay, que se hagan de forma adecuada, es decir, que
aseguren los retornos.

El espacio, tema que también se ha apuntado, nos interesa mucho, no
sólo por nuestra participación en la Agencia sino porque es un área
donde España ha tenido un gran cambio en los últimos años. Ahora
tenemos empresas muy competitivas. Nuestros retornos en la ESA son
del más del cien por cien (podremos darles rápidamente los números
concretos) y el CDTI tiene una gestión muy activa. Mientras la
Agencia Espacial Europea tiene una política muy bien definida de sus
retornos, no es así en los programas de la Comisión. Se están
debatiendo ahora y hubo ya un acuerdo en temas del espacio, lo cual
nos preocupa y lo hemos manifestado desde el primer día. Lo dije y
mismo tanto en la ESA como en el Consejo. Esta cuestión la
compartimos y vamos a ser decididos. Ahora bien, también hay que
decir que el sexto programa marco va a ser el primero que se va a
aprobar por mayoría cualificada (a ello me referiré posteriormente si
tenemos tiempo), y lo sería según el calendario durante la
Presidencia española, que nos tocaría como a cualquier país, aunque
ya estamos participando muy activamente en la discusión tanto con la
Comisión como con distintos países sobre nuestra posición. No nos
gustaría llegar a la situación de tener que aprobar un programa marco
que no compartimos. Esperemos que no se dé esta situación.

Nos importan todos los aspectos de la pequeña y mediana empresa, y
ello está reflejado en el programamarco pero queremos insistir
todavía más. Como usted decía, hemos tenido buenos retornos. Hay
programas como COST, o programas que no están exactamente en la
Comisión pero en los que somos muy activos, como Eureka, en los
cuales las empresas españolas están siendo muy activas y, por tanto,
vamos a reforzar todas estas líneas. Tanto en programas de empresas
como de investigación vamos a impulsar todavía más no sólo que se
participe sino que se lideren consorcios. Esto es preocupante y más
en programas de investigación, donde si bien se participa muy
activamente ahora mismo en el quinto programa marco, se participa
menos activamente liderando los proyectos. Es cierto que liderar un
proyecto a veces requiere gestiones complejas. Por eso nosotros vamos
a dar más ayuda a quienes estén liderando proyectos europeos.

Respecto a competencias, la iniciativa de Izar parece que abre una
perspectiva muy importante para el sector naval público. Como ustedes
saben, Izar depende de la SEPI, es decir, del Ministerio de Hacienda,
pero toda la
parte del sector naval privado está relacionada con nuestro
Ministerio, que en los consejos europeos de industria es el
representante en discusiones en temas tan cruciales como sus
distintas formas de ayudas, etcétera, junto con otros ministerios.

Como ya he manifestado, nosotros llevamos las becas de formación del
personal investigador y las de participación en organismos
internacionales o bilaterales, mientras que el Ministerio de
Educación está llevando las becas de formación del personal
universitario. Estamos desarrollando una iniciativa de coordinación y
homogeneización de las condiciones de las distintas becas de la
Administración central, y también llevamos, como he dicho, aunque son
temas en discusión con las comunidades y con las universidades, lo
relacionado con recursos humanos y la carrera del investigador.

Aunque la coordinación es crucial e importante, no podíamos esperar
en la primera convocatoria de este Ministerio a que todo se hubiese
concretado (estamos hablando de más de 55 tipos de contratos y
becas); por lo que nos ha parecido que teníamos que empezar a actuar.

Respecto a más información de gastos, les mandaremos un nuevo folleto
sobre indicadores del sistema español en ciencia y tecnología del año
2000, aunque evidentemente los más recientes no han aparecido;
depende de cómo los va sacando el INE.

Hablando de números y datos, señor Lissavetzky, yo no quiero entrar
en excesivas polémicas, no es mi intención politizar temas en los que
llegamos a muchos acuerdos, pero también es cierto que ha habido
demasiada confusión en estos últimos meses sobre los números, sobre
lo que se está haciendo o se ha hecho. Por tanto, me gustaría dejar
claros algunos números para y que no tengamos que volver sobre este
asunto. Los números son contundentes. Si usted mira la evolución del
presupuesto de la Administración del Estado en I+D -la función 54-
durante los años 1990 a 1996 -con gobiernos socialistas-, verá que
decrece el 31,7 por ciento en pesetas constantes; de 1996 a 2001
crece el 170,9 por ciento. Me dirán que la diferencia está en los
créditos al capítulo 8; pues no es cierto. Si miramos los capítulos 4
y 7, transferencias -donde están los programas-, de 1990 a 1996
decrecen el 43,4 por ciento; de 1996 a 2001 crecen el 60,2 por
ciento. Estos son número, son datos concretos. Me dirán que se debe
simplemente al ciclo económico. Bien, el ciclo económico ha afectado,
evidentemente, pero yo diría que también hay voluntad política. En
1990 la función 54 representaba el 1,15 por ciento de los
Presupuestos Generales del Estado; baja al 0,72 por ciento en 1995.

Por cierto, nos hemos remontado al 1,64 por ciento. Son números
pequeños pero significativos. Ha hablado usted del gasto por
investigador. Esta es la gráfica en pesetas constantes, y entre los
puntos que le señalo está el año 1996. Los números son concretos.

Para despejar incógnitas, sería bueno que todos supiésemos, cuando
hablamos



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de las estadísticas de gasto en I+D sobre el PIB, que hubo una
revisión del PIB PM-base en 1995 que supuso una caída en las
estadísticas de 1994 a 1995 que vemos hoy. Se trata de una caída del
0,85 al 0,81 achacable a revisión estadística y no a políticas. Por
tanto, si se habla de cifras posteriores -de 1996, 1997, etcétera-,
hay que tener mucho cuidado al compararlas con las anteriores a causa
de esta revisión de las series estadísticas que el INE explica de
manera muy explícita. Los datos en los que se basan los científicos
es mejor dejarlos claros y ponernos a trabajar, como decía.

Hablando también de datos, ha mencionado usted nuestro compromiso de
las 276 ó 278 plazas en los OPI, y nos achaca que no estamos
cumpliéndolo porque han salido 145 plazas en la oferta pública de
empleo. Debería saber usted -porque conoce el tema- que esto es sólo
un primer mecanismo de creación de empleo en los órganos públicos de
investigación. El año pasado, por ejemplo, se crearon 132 plazas
mientras que en la oferta pública de empleo aparecieron sólo 62. En
los años que usted ha mencionado, la oferta pública de empleo en el
BOE, que corresponde a lo que se ha hecho ahora, fue mucho menor. Por
tanto, mantenemos nuestro compromiso de creación de empleo en los
órganos públicos de investigación.

Ya he explicado suficientemente nuestra posición respecto a las
becas. Hay una comisión de evaluación de las distintas formas de beca
y de prestaciones en comparación con otros países europeos. Ya le he
dicho que lo importante es tener bien definida la carrera de
investigación. Ciertamente, en esta carrera de investigación -y en
este caso me refiero a los contratos- es importante la
corresponsabilidad con comunidades autónomas y con universidades,
como he dicho antes.

En cuanto a los proyectos, me sorprenden algunas de sus reticencias.

Simplemente se está abriendo la posibilidad de que los grupos con
evaluación de excelencia tengan la mayor capacidad de gestión de los
recursos. Nadie les está diciendo que tengan que gastar en una cosa o
en otra, lo importante es que tengan la capacidad. Hay que tener en
cuenta, además, que gestionar proyectos importantes es una labor que
también se debería compensar. Damos la posibilidad, una mayor
flexibilidad, y serán los científicos los que decidan cómo
utilizarla; si deciden utilizarla para comprar más equipamiento lo
harán así. Hemos querido dar mayor responsabilidad a los grupos de
modo que no sea la Administración la que diga en qué se deben
utilizar los recursos específicamente. Eso sí, esto requerirá un
seguimiento más detallado de cómo se realizan los proyectos.

En cuanto a la evaluación lo que estamos haciendo es sencillamente
reforzarla, aclarando que la evaluación científica se llevará a
través de la Agencia. Había una cierta duplicidad entre la Agencia y
las tareas que estaba haciendo el Ministerio, y esto no es nuevo,
viene de hace mucho tiempo. Ahora se aclara que la evaluación
científica la hacen los expertos y que la intervención
del Ministerio tendrá que ver con si se adecuan a las
prioridades del plan, si los presupuestos se ajustan a la capacidad
presupuestaria, etcétera. Se trata de esclarecer las cuestiones.

La permanente de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología
ya ha sido creada por el Consejo de Ministros. De hecho celebrará
otra reunión la próxima semana. Es decir, que la Comisión en pleno,
presidida por su presidente, se está reuniendo con bastante más
frecuencia de lo que era habitual en años anteriores.

Datos a efectos de políticas fiscales todavía hay pocos. Es una
cuestión que nos interesa mucho. Ya he explicado que estamos
empeñados en desarrollar una política que nos permita seguir
utilizando estos mecanismos de certificación de la innovación, no
directamente sino a través de instrumentos como el CDTI y otros
expertos. Para esto hay una cooperación estrecha con la Agencia
Tributaria.

No creo que haya más burocracia en los órganos públicos de
investigación. Los estatutos siguieron un proceso muy largo de
discusión, previo incluso a la creación del Ministerio. Precisamente
se ha dado la posibilidad de que los distintos órganos públicos de
investigación participen mucho más activamente en el desarrollo y
configuración de la política científica y tecnológica. Ya he dicho
que nuestra voluntad es dinamizar el conjunto de los órganos públicos
de investigación y racionalizar su funcionamiento. Esto,
evidentemente, debemos hacerlo con ellos.

No es cierto, ni mucho menos, que los investigadores que están
trabajando en temas tan importantes como las encefalopatías
espongiformes transmisibles en el Consejo no estén participando y
asesorando; lo llevan haciendo desde hace meses. Estos miembros del
Consejo -me imagino a quiénes se refiere usted- llevan meses
trabajando con nosotros y se ha creado una comisión especial
multidisciplinar que coordina todas las actividades científicas de
investigación y abarca desde aspectos animales hasta humanos. De
hecho, esta convocatoria especial ha sido discutida con muchos de
ellos. Y va a ser en esta comisión, que se ha organizado a través del
Ministerio, donde recaigan los temas científicos, la responsabilidad
científica a nivel del Gobierno. Hay información en la página web
sobre estos temas.

Respecto a la función 54 y el esclarecimiento de los proyectos
tecnológicos de Defensa ya dije que lo haríamos, lo estamos haciendo
y no hay ningún problema en esta cuestión.

Finalmente, haré alusión a algunas observaciones adicionales que ha
hecho don Juan Manuel Moreno. Yo me he referido a nuestra política
respecto a la modernización de las pymes en relación con el programa
Profit así como programas internacionales, pero debo decir que
estamos haciendo una política muy activa en lo siguiente. Nos parece
muy importante que tengamosbuenos intermediarios, tanto tecnológicos
como financieros.




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¿Por qué? Porque, como sabemos todos, tenemos muchas empresas
pequeñas que por sí solas tienen capacidad limitada para iniciar
políticas de investigación propia pero que lo pueden hacer muy bien
en asociación con los centros tecnológicos. Ya contamos con un plan
de centros tecnológicos dirigido a impulsar esta investigación. Esto
también lo vamos a hacer en recursos humanos. Es una forma que nos
parece inteligente para que empiece a haber más investigadores en las
empresas con experiencia en centros tecnológicos. Estamos en
conversaciones con ellos para la configuración de un plan de recursos
humanos para la investigación en empresas pequeñas. También con
intermediarios financieros, como he dicho, en particular en el caso
de creación de nuevas empresas por definición pequeñas y también de
apoyo a programas más ambiciosos, de mayor riesgo, por parte de
pequeñas empresas ya existentes. Todos los programas que tenemos para
incentivar acciones de capital riesgo van en este sentido, es decir,
a posibilitar que las empresas pequeñas o los individuos que quieran
crear nuevas empresas cuenten con un respaldo decidido, que no sean
sólo los grandes proyectos con las empresas que tradicionalmente han
venido haciendo innovación en este país.




El señor PRESIDENTE: ¿Alguna puntualización breve? El señor
Lissavetzky tiene la palabra.




El señor LISSAVETZKY DÍEZ: Obligadamente breve, señor presidente.

Agradezco el tono del secretario de Estado en su contestación pero
quedan algunas incógnitas por despejar que son importantes.

Comunidades autónomas. Yo creo que no existen convenios firmados. No
sé si habrá alguno en el marco del plan nacional que prometieron para
finales del año pasado, luego dijeron que en enero, ahora no sé si
dicen que en el primer trimestre. No conozco ningún convenio marco
firmado; si hay alguno, estupendo, pero creo que no existen.

Usted se reunirá, y tiene todo el derecho a hacerlo, con la CRUE, con
los vicerrectores de investigación y con quien corresponda, pero no
me ha contestado a lo de los contratos. ¿Quién va a pagar? ¿Quién va
a seleccionar? ¿Va a ser una habilitación a nivel nacional o va a ser
una habilitación a nivel de cada comunidad autónoma? No lo sé. ¿Cómo
se van a contratar? ¿Van a tener algo de docencia? Parece ser que en
algún artículo suyo decía que sí. ¿Cómo cuadra esto con la Ley de
reforma universitaria y su modificación? ¿No vamos a generar más lío,
por eso de que no se puede esperar? Filosóficamente estamos de
acuerdo en que hay que absorber esos contratos, pero le estoy
haciendo una reflexión en el mejor sentido, no hay ningún truco
político por detrás, lo digo de verdad, pero es que yo creo que vamos
a introducir un mayor caos en el sistema. Tiene usted que sentarse
con las comunidades autónomas, porque también conmigo hablan las
comunidades autónomas y me dicen muchas de ellas que no han tenido
prácticamente ninguna reunión. No lo conocen. Una cosa es que los
vicerrectores lo transmitan a los rectores y a las comunidades
autónomas, pero usted tiene una obligación porque, repito, usted
forma parte del Gobierno de España. A veces se intenta cambiar un
roto por un descosido, como se dice, y las medidas son peores. A
nosotros nos parece adecuada la figura pero queremos hablarlo.

Queremos conocer todas esas limitaciones. ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Cuánto?
¿Qué equiparación? ¿Qué pasa con las becas postdoctorales?
¿Desaparecen las becas postdoctorales en España y solamente hay en el
extranjero? ¿Van a tener acceso los profesores asociados con el
título de doctor a estas plazas de investigador, o solamente aquellos
que cumplan el requisito de haber estado equis años en el extranjero?
Hay una serie de dudas que hasta ahora lo único que hacen es poner la
señal de alarma sobre este tema.

Las becas no están nada homogeneizadas. Usted no me ha contestado.

¿Usted me puede asegurar aquí que en los OPI, que dependen de usted y
que además es usted presidente de los mismos, van a cobrar igual los
becarios de FPI de la convocatoria de proyectos? Como usted ha dicho,
tenemos 55 becas y contratos distintos, pero ahora vamos a crear más.

A mí me decían que en el INIA van a subir un poquito y que les van a
dar unas prestaciones sociales de no sé qué tipo. En el Instituto
Geológico y Minero, no, lo van a dejar en 115 porque parece ser que
ustedes hablan con los OPI y les dicen que tienen que sacar de sus
recursos. También son suyos. ¿Qué va a pasar con las del Instituto de
Salud Carlos III o con las del INTA? Si estamos hablando de
coordinación, coordinémonos. ¿Qué va a pasar en las de las
comunidades autónomas? Cada una tiene su ámbito de decisión, pero ¿no
sería sensato tener una reunión de verdad con las comunidades
autónomas -porque el Consejo General de Ciencia se reúne poco- y
poner encima de la mesa una serie de problemas? Si hay comunidades
autónomas que no quieren tirar para adelante entiendo que ustedes
empujen, pero es que no lo han puesto ni siquiera encima de la mesa.

En recursos humanos ya le he dado los datos, pero yo creo que también
aquí hay que manejar bien el lenguaje. No le voy a leer, porque no
tenemos tiempo, lo que dijo la ministra en el Senado al hablar de las
plazas de los funcionarios. Si usted dice ahora que va a hablar de
las plazas de funcionarios que son interinos o posibles interinos,
pues bien, pero es que yo tengo aquí la propuesta de la oferta
pública de empleo de 2001 donde se ve lo que pedían ustedes y lo que
les ha concedido el Ministerio de Administraciones Públicas. Creo que
no tienen suficiente peso dentro del Gobierno, y lo lamento porque
quiero que consigan ustedes lo que realmente han prometido: 278
plazas de funcionarios. Se podían dar argumentos relativos a tasas de
reposición, etcétera. No me vale. Ustedes han incumplido lo que han
dicho ensede parlamentaria y yo lo que tengo que hacer es destacarlo.




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Que luego ustedes quieren más interinos, estupendo, pero ustedes no
han cumplido, señor Marimón.

Voy terminando. Respecto a los proyectos no me quiero poner cabezón
pero le leo lo que dice exactamente: Esta dotación podrá destinarse a
financiar cualquier tipo de gasto en investigación así como, de
acuerdo con la normativa vigente, a generar complementos entre los
miembros del equipo de investigación, de acuerdo con lo establecido
en el artículo 11 y en el artículo 18. El artículo 18 creo que sólo
afecta al CSIC, con lo cual hay organismos públicos de investigación
que quedan fuera; y el artículo 11, sinceramente, creo que no va
dirigido a subvenciones sino a contratos, que es un problema
jurídico. Aparte del problema jurídico, me interesa la dignidad del
investigador, para quien se establece un tope de 332.000 pesetas.

Cuando tenemos pocos fondos para investigación no hay que pagar al
investigador por lo que tiene que hacer, y yo creo que la inmensa
mayoría de los investigadores me entiende. Yo soy investigador y
quiero que se les suba el sueldo en la medida en que se pueda, pero
con un criterio, como son los sexenios o los quinquenios, no con
esto, que me parece bastante chapucero.

No quiero entrar tampoco en grandes disquisiciones con el tema de las
cifras. Nombre la permanente de la Cicyt porque están los evaluadores
sin cobrar. Se reunirán muy a menudo con el presidente del Gobierno
pero si no toman decisiones y no nombran a la permanente tiene usted
paralizada otra cosa. Nombren la permanente.

De políticas fiscales quizá tendremos oportunidad de hablar en la
otra pregunta.

Yo creo que sí hay un incremento de la burocracia, no tanto por los
estatutos sino por la creación de la Secretaría General de Política
Científica.

Con respecto a la encefalopatía espongiforme bovina o transmisible ha
habido improvisación, como la ha habido en muchas políticas del
Gobierno. Yo quiero que también pese este Ministerio, el CSIC
concretamente, para que no sólo aporte individualmente la opinión de
expertos sobre el tema. Yo también he hablado con muchos expertos del
CSIC a los que no se les ha consultado. Yo creo que en este tema han
ido ustedes, una vez más, por el sobresalto de lo que iba ocurriendo.

Función 54 sobre gastos de Defensa. He entendido que lo están
esclareciendo. Yo tengo unos datos que ha dado el Ministerio de
Defensa a mi compañero Jordi Marsal, que dicen: A, que nos hemos
gastado 387.000 millones de pesetas en estos cuatros años. B, que
quedan por gastar 1,3 billones de pesetas porque hay acuerdos
firmados por convenios del antiguo Ministerio de Industria. No
estamos en desacuerdo respecto a los Eurofigther o las fragatas sino
en que se computen como función 54. Eso es rigor. Usted comprenderá
que en un proyecto de construcción de un avión no puede ser el 80 por
ciento de I+D. No se engañen. ¿Qué puede suponer la parte de I+D de
un proyecto de estas características? Un 12, un 15, un 20 por ciento,
pero no
un 80. Eso es de cajón. Señor Marimón, yo esperaba otra cosa del
capítulo I, del VII, etcétera. El funcionario que le ha preparado
esto creo que resbala un poco. A mí lo que me valen son los datos del
Instituto Nacional de Estadística, que no es que se pueda decir,
entre comillas, que es la verdad absoluta. Usted me obliga y se lo
leo: 1990, 0,85 de tanto por ciento de PIB; 1991, 0,87; 1992, 0,91;
1993, 0,91; 1994, 0,85; 1995, 0,81; 1996, 0,83; 1997, 0,82; 1998,
0,90 y 1999, 0,89. No hablaré del desliz que tuvo usted y ha tenido
la ministra cada vez que daban una cifra sobre lo que se iban a
gastar en 1999, etcétera, pero esta es la realidad. Y si quiere me
remonto, aunque me parece absurdo, a lo que se gastaban...




El señor PRESIDENTE: No se remonte, que debemos ir acabando ya.




LISSAVETZKY El señor DÍEZ: Voy acabando, señor presidente, pero debe
comprender que el señor secretario de Estado ha estado hablando
muchísimo tiempo. Yo le pediría dos minutos...




El señor PRESIDENTE: Esta segunda parte es sólo para aclaraciones o
para especificar, no para volver a reiniciar el debate. Por lo tanto,
le pediría que fuera acabando.




El señor LISSAVETZKY DÍEZ: Sigo en la línea de las aclaraciones, muy
brevemente.

En el año 1983 se gastaba el 0,47 y si nos remontamos a los tiempos
de Maricastaña evidentemente no nos sirve. Sea usted riguroso.

Los medios de trabajo del investigador en la Administración pública,
señor Marimón, lo tengo aquí en un cuadro y es fuente del INE,
demuestran que se pasa de 11,8 millones en 1990 a 11,7. No se crea
usted exclusivamente las estadísticas que le hagan en su Ministerio.

Entiendo que ustedes han carecido de modelo hasta el momento, espero
que retomen de un modo definitivo lo que ha de ser una política real
de este Ministerio, que asuman que los organismos públicos de
investigación, estén o no estén en su Ministerio, también tienen
ustedes, aunque no la competencia, la necesidad de coordinarlos, que
tengan más en cuenta a las comunidades autónomas y empleen más rigor,
porque hay una parte de su intervención que me parece bastante poco
rigurosa y quien se la haya preparado creo que le ha metido en un
pequeño lío.




El señor PRESIDENTE: El señor Marimón tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): Nadie me mete en líos; me lo preparo yo, con
colaboradores, eso sí.




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Ya he repetido que en gastos de I+D hay que entender las series
estadísticas. Con el cambio de base que hubo en 1995 no hace falta
que demos más vueltas. Lo que sí refleja la voluntad de un Gobierno
es cómo se administra y se computa el presupuesto, aparte de
políticas que hagan que el gasto final realmente crezca. Hay dos
aspectos que pesan fuertemente en el gasto final de I+D. Uno es el
del conjunto de los sueldos y salarios de los profesores
universitarios e investigadores y otro es el de la intervención del
sector privado. Cuando se mira con más detalle esto explica las
cifras, que a nadie satisfacen, del año 1999. Estamos trabajando,
evidentemente, para cambiar de forma radical estas tendencias, pero,
como he dicho, se trata de hacerlo con más esfuerzo presupuestario.

El incremento del 15,5 por ciento no se había producido nunca y, en
particular, contrasta con el incremento del 4,5 por ciento del gasto
general. Este incremento, repito una vez más, no se ha registrado en
proyectos de Defensa, donde hubo uno mucho más bajo, del 5 por
ciento. Me parece que en cómo se hace la gestión y en cómo se saca la
mayor rentabilidad de todo el sistema de ciencia y tecnología es en
donde hay que poner el acento.

Estoy de acuerdo en la necesidad -ya lo he dicho y lo reitero- de
coordinarnos y discutir más con las comunidades autónomas y con los
distintos organismos. Me parecen muy importantes las iniciativas que
tengamos, como los nuevos contratos. Podríamos esperar a que hubiese
toda una reforma de la Ley universitaria o una reforma profunda de la
Ley de la ciencia, sobre la que luego hablaremos, pero nos
encontraríamos con que en esta espera muchas personas perderían uno o
dos años y no nos parece oportuno. Nos parece oportuno avanzar en
línea -y estamos discutiendo sobre estos extremos con el Ministerio
de Educación- de lo que vayan a ser estas posibles reformas, en línea
de lo que hoy por hoy se puede vislumbrar. Evidentemente son temas
sobre los que habrá que discutir mucho más. Ha sido importante
avanzar en las becas y vamos a buscar un mapa homogéneo de los
organismos públicos que dependen de esta Secretaría de Estado y lo
estamos propiciando a nivel de todo el país, aunque estos temas
necesitan un estudio minucioso de cada caso.

Debo aclararle, de entrada, que en los contratos se va a hacer una
evaluación nacional por expertos científicos.




- LA GESTIÓN DEL PLAN NACIONAL I+D+I EN EL AÑO 2000, CON ESPECIAL
INCIDENCIA EN LA CONVOCATORIA DEL 8 DE DICIEMBRE DE 2000 EN EL
BOLETÍN OFICIAL DEL ESTADO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA. (Número de expediente 213/000276.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos al punto segundo del orden del día, que
es la comparecencia del secretario
de Estado de Política Científica y Tecnológica, en sustitución de
la ministra, para informar sobre la gestión del Plan Nacional I+D+I
en el año 2000, con especial incidencia en la convocatoria del 8 de
diciembre de 2000 en el Boletín Oficial del Estado. Si el señor
secretario de Estado quiere añadir algo más sobre la exposición que
ha hecho, tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): Creo que ya he hablado de ello lo suficiente.




El señor PRESIDENTE: Entonces tiene la palabra el señor Pérez
Rubalcaba, por el Grupo Socialista.




El señor PÉREZ RUBALCABA: Comienzo, como ha hecho mi compañero de
grupo y el resto de los diputados que han intervenido en esta sesión,
agradeciendo al secretario de Estado su presencia aquí y enmarcando
ésta temporalmente en mi intervención. Me voy a referir todo el
tiempo al año 2000, un año en el que la gestión presupuestaria ya es
responsabilidad del equipo actual del Ministerio, puesto que ustedes
han cubierto buena parte del año trabajando en el nuevo Ministerio.

Es verdad, y se ha dicho en esta Comisión y en el Pleno del Congreso,
que ustedes encontraron una mala herencia. Rectifico sobre la marcha:
una desastrosa herencia. En 1999 se gastaron una de cada cuatro
pesetas de las presupuestadas, un 25 por ciento del presupuesto que
no se gastó, lo cual demuestra una ineficacia absoluta, por no hablar
de la cantidad innumerable de problemas de gestión que se plantearon
por parte de los ministerios responsables del gasto en aquel
entonces.

Tengo que decirle, señor Marimón, que a 30 de noviembre del año 2000,
que es la última cifra de la que dispone este Congreso de los
Diputados, la Intervención General del Estado nos dice que ustedes
habían gastado un 52,5 por ciento de su presupuesto, una de cada dos
pesetas, lo cual nos permite avanzar que su gestión no ha mejorado.

En diciembre han hecho esfuerzos, algunos de ellos desesperados, con
resultados que luego comentaré, pero es evidente que si un ministerio
el 30 de noviembre ha gastado la mitad de su presupuesto es que no lo
ha hecho bien. En esto del gasto, en general, pasa como con los
estudiantes, que los esfuerzos de última hora sabe que conducen, a
pocos resultados. No lo han hecho bien. Repito que en este dato
seguramente se encuentran algunas de las cosas que comentaremos en
esta comparecencia, esencialmente relativa a la convocatoria del 8 de
diciembre.

Tengo que decirle que los cambios que han hecho en su Ministerio
tampoco han venido bien a la gestión. Ustedes lo han cambiado todo y
eso ciertamente trae problemas. Pero, en fin, es una decisión que les
corresponde hacer y son muy dueños de hacerla. Ytengo que decirle
también que usted ha hablado



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mucho tiempo de la gestión, lo ha hecho en su anterior comparecencia,
se ha preocupado por hablar mucho de la buena gestión. Yo le digo
que, hasta ahora, la suya es mala. Y no me preocupa porque el Estado
deje de gastar dinero, que también, me preocupa sobre todo porque
usted sabe, como yo, que la pregunta que los investigadores se hacen
cada mañana es cuándo saldrá la convocatoria y, cuando sale, la
siguiente es cuándo me llegará el dinero. Eso lo conoce usted porque
ve investigadores, como los vemos los que nos sentamos aquí, algunos
una vez a la semana, cuando vamos a nuestra facultad y nos
encontramos tres, cuatro, personas en el pasillo -fíjese, de clase al
despacho- que te dicen: ¿No podéis conseguir que nos paguen de una
vez? En eso estamos, señor Marimón, y eso no ha mejorado todavía.

Plan de I+D. Ha dado unos datos que miraré. Entre paréntesis, le voy
a decir que un buen ejercicio de transparencia es facilitar los datos
al Congreso. Nosotros hemos hecho algunas preguntas y le pediría,
como ha hecho mi compañero Jaime Lissavetzky, que nos contesten. Lo
digo porque ahorramos muchísimo tiempo y, además, porque creo que
debemos ser transparentes. Ustedes nos tienen que decir lo que gastan
y nosotros comentarlo en positivo o en negativo. Es un ejercicio
democrático normal. Créame, algunas de las contestaciones de su
Ministerio a las preguntas son la antología del disparate, son
sencillamente incomprensibles, y como uno sabe que en el Ministerio
hay gente lista, no tiene más remedio que pensar que nos están
intentando ocultar datos. Una vez más le pido, señor Marimón, que
hagamos un ejercicio de transparencia; nosotros seremos honestos en
la transmisión de esos datos, sean ustedes honestos en el envío de
los mismos.

Ha hablado del Plan de I+D. Ya le dijimos aquí que tenían poco dinero
para las convocatorias de proyectos del año 2000. En marzo sacaron
las cuatro convocatorias: promoción general del conocimiento, área
científica, tecnológica y sectorial, proyectos orientados con
empresas y proyectos urgentes de interés industrial. Nuestra tesis en
esta Comisión siempre fue que sus antecesores habían hecho algo que,
desde el punto de vista de la planificación presupuestaria, es
disparatado, habían comprometido muy poco dinero en la primera
anualidad, lo cual proyecta una carga muy fuerte, en términos de
presupuesto comprometido, a la segunda y a la tercera anualidad. De
hecho, nuestros datos, no desmentidos aunque igual hoy nos los
desmienten -le avanzo que ojalá nos los puedan desmentir-, son que,
en el año 2000, había muy poco gasto real. No sé si ustedes también
han centrifugado gastos hacia delante, no lo sé, porque ha dado datos
globales de la convocatoria; me gustaría saber cuánto dinero ha
habido realmente en el año 2000 para los cuatro programas, P1, P2,
P3, P4. Por cierto, es una terminología que ustedes han cambiado ya,
no se por
qué lo cambian todo, me refiero a los nombres. Con esto, la gente se
hace un lío, créame, ya no se sabe muy bien en qué estamos. ¿Cuánto
se han gastado exactamente en el año 2000 en los cuatro programas?
Como le digo, creo que ha habido poco dinero, porque a ustedes les
hicieron un flaco favor, pues es verdad que es mejor dar poco a
muchos sabiendo que el que venga detrás tiene que arrear. Me parece
que eso es lo que ha pasado.

Hay algunos datos más de la convocatoria de este año 2000. Los
proyectos urgentes de interés industrial todavía no se han dado,
según la información de que disponemos, están todavía en proceso de
evaluación. Menos mal que eran urgentes porque, si no llegan a serlo,
se dan en la próxima legislatura.

Hay algunas dudas con los programas correspondientes a las zonas
Feder 1. No se sabe cuándo van a recibir el dinero y nos gustaría que
nos lo aclarara aquí, si es posible. No se ha publicado convocatoria
de infraestructuras. Es verdad que ha dicho que está hablando con las
comunidades y las universidades sobre los fondos Feder, pero no ha
habido convocatoria pública, y creo que es un buen ejercicio que las
cosas se publiquen, más allá de las instrucciones que usted mande por
escrito a las comunidades autónomas o las cartas que dirija para
hablar de los fondos Feder y su reparto en materia de
infraestructuras. La ministra se comprometió aquí a hacer una
convocatoria; nosotros creemos que deben hacerla.

Las acciones especiales duermen el sueño de los justos, las acciones
estratégicas no se han puesto en marcha en el año 2000, concretamente
la de genómica y proteómica. Mi pregunta sería cuánto se han gastado
ustedes en esa acción estratégica. No me diga que, en la convocatoria
de parques nacionales, ha habido algún parque; naturalmente, seguro
que alguna infraestructura que se ha dado va a incidir positivamente
en nuestro estudios de genómica, pero yo me refiero a las acciones
propuestas en el Plan nacional 2000-2004, el cuarto plan, no el
primero, el cuarto, para no hacer adanismo científico. ¿Cuánto se ha
presupuestado para esas acciones estratégicas, una de las cuales era
genómica y proteómica? Ya le adelanto que, como diría el presidente
del Gobierno, en expresión que no es muy feliz pero que, como él la
utilizó, me permito la licencia de repetirla aquí, cero patatero;
acciones estratégicas, repito, a pesar de la soltura con la que la
primera autoridad sanitaria de este país habla del dinero que nos
estamos gastando en investigación en genómica. Retrasos en la
convocatoria de becas, seis meses; a diciembre, que yo sepa, no se
han convocado las correspondientes becas de movilidad. En resumen,
señor secretario de Estado -se lo dije al principio-, un desastre el
año 2000. Usted argumentará que se encontraron las cosas muy mal, es
verdad, pero creo que ustedes han tenido tiempo para arreglar esto y
no lo han hecho.




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Lo que es peor, hay algunas cosas que nos preocupan, y voy ya al
fondo de la comparecencia: la convocatoria del 8 de diciembre. Usted
nos ha descrito esta convocatoria como parte de un proceso de
reflexión, un cambio estratégico en la forma de financiar las
infraestructuras, un cambio detrás del cual se esconde un modelo de
política científica que pretende, si le he entendido bien, unir la
ciencia con la tecnología, la universidad con las empresas. Usted nos
lo ha descrito así. Yo, señor Marimón, no le creo. No sé si al final
el resultado va a ser este, lo veremos. Yo creo que esta es una
convocatoria improvisada, con falta de publicidad y, por tanto, de
transparencia, mal evaluada y cuyos resultados, desde el punto de
vista de su distribución geográfica, son sencillamente
impresentables. Eso es lo que yo creo.

A continuación me voy a expresar y voy a intentar argumentar por qué
he empleado estos argumentos tan drásticos, no sin antes decir -y
esto es muy importante y quiero que conste en acta, y lo repetiré dos
o tres veces para que conste muchas veces- que no tenemos nada en el
Grupo Socialista, absolutamente nada, contra las universidades o los
OPI que han accedido a fondos a través de esta convocatoria, que nos
parece muy bien, que bien financiado está lo que ustedes han
financiado. Es a ustedes, al equipo del Ministerio, a los que vamos a
hacer la crítica que a continuación enumeraré, no a quien ha recibido
subvenciones, repito, que estaba en su derecho, yo diría más, en su
deber, de solicitarlas y de obtenerlas. Nada, pues, contra las
universidades ni contra los OPI, fundamentalmente el CSIC, que sabe
usted que es el que ha recibido más dinero de esta convocatoria.




Ha sido una convocatoria improvisada, e inevitablemente le voy a
recordar las fechas. Se publicó el 8 de diciembre, que fue un
viernes, y se cerró el 15 de diciembre, siete días después, en
realidad cinco días hábiles. Señor Marimón, se comenta por sí solo.

Se cerró el 15 y se resolvió el 30. Ustedes han resuelto en quince
días -de los cuales, si no me falla la memoria, siete u ocho son
inhábiles, porque son Nochebuena, Navidad, Nochevieja...- una
convocatoria que -le recuerdo- al final han supuesto 32.000 millones
de pesetas, que es más que todo el Plan nacional en el año 1999. El
programa de promoción general del conocimiento, el PGC, creo que son
en torno a 10.000 millones de pesetas. Ustedes se han gastado más que
todo el Plan nacional, tres veces y algo más que todo el programa de
promoción general del conocimiento, en una convocatoria para la que
las universidades y los OPI han tenido siete días para presentar los
papeles, que han resuelto ustedes en quince días. ¿Cómo lo han hecho?
Con una evaluación muy discutible. Mi pregunta es, señor Marimón:
¿participó la ANEP en esta evaluación? A continuación le insisto con
otra pregunta: ¿hubo alguien además de los altos funcionarios del
Ministerio para evaluar estas treinta y
tantas -creo que ha dicho usted- peticiones que hubo en relación con
esta convocatoria?
No se pueden hacer así las cosas, sobre todo para gastar tantísimo
dinero. Una enorme improvisación. Claro, esta velocidad es la que
justifica que algunas universidades, pura y sencillamente, no se
presentaran porque no se enteraron de que existía tal convocatoria.

Usted me ha dicho que se avisó a todo el mundo, prefiero no entrar en
las técnicas por las cuales el Ministerio avisó a todo el mundo,
porque ese, créame, es un mal debate en el que no quiero entrar,
porque algunos de los avisos son muy peculiares. Lo que le digo es
que en ocho días no se puede hacer una convocatoria para gastar
48.000 millones de pesetas, que es lo que ustedes, según sus propios
datos, tenían presupuestado para gastar. Al final fueron 32.000. En
quince días no se puede evaluar una convocatoria sin participación de
la ANEP, de agentes externos. Créame, esto no está bien hecho.

Le voy a decir más. Usted me habla de parques científicos y de un
horizonte estratégico. Yo le voy a leer lo que en la convocatoria se
definía como parque científico y tecnológico. Decía que son enclaves
físicos vinculados a la universidad y OPI, cuyo objetivo básico es
favorecer la generación de conocimientos en distintas áreas, a partir
de la integración de intereses científicos, tecnológicos e
industriales. Pues mire usted, salvo las facultades de filología y de
filosofía, creo que el resto de facultades o de OPI puede
perfectamente enclavarse dentro de esta generalidad con la que
ustedes definen los parques científicos. Una vez más, improvisación.

Y la prueba de que es así, señor Marimón, es que ustedes han dado
dinero a cosas muy peculiares. Repito una vez más (y va la segunda,
aunque lo haré alguna más), nada que decir contra aquellos que lo han
recibido. En el Consejo Superior de Investigaciones Científicas
ustedes han dado 4.490 millones al parque científico tecnológico de
Serrano 117, lo que llamamos el central. Y ahí ha habido de todo:
ciencias medioambientales, el Rocasolano, hasta un instituto de
matemáticas que se ha llevado algo más de 30 millones que, por
cierto, según mis noticias, no existe todavía.

En definitiva, ustedes han hecho una convocatoria abierta. Otra cosa
es que haya gente que se haya sentido más cómoda en ella y que haya
gente que incluso a priori haya dicho: como esto es parque científico
y yo no tengo ninguno, paso de ir; pero, realmente, lo que han hecho
es no definir nada y al final así han ido las cosas. Se ha dado un
poco a todo el mundo: improvisación. Si ustedes hubieran querido
hacer esto seriamente hubieran meditado una definición que hubiera
permitido ponernos de acuerdo sobre qué es lo que se pretende.

Mientras tanto, no me diga usted que estamos en un cambio de modelo
porque no, al menos en cuanto a modelo de lo que se pretende
subvencionar. Ya le digo que han subvencionado ustedes al Rocasolano,
que me parece fantástico, son muy buena gente, además. Pero



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parque científico el Rocasolano..., el propio central, creo que la red
Philips la han subvencionado, que me parece muy bien, pero parque
científico... Pero hay más, y esto es lo más serio. Ustedes han creado
un nuevo sistema de financiación de la infraestructura de las
universidades y de los OPI. Por cierto, igual me puede aclarar si el
resto de los OPI en esta convocatoria han tenido algo o no, o sólo ha
sido el CSIC, y esto sí que es un tema delicado. Una vez más le voy a
hablar de improvisación. Usted, señor Marimón, sabe que lo que ha
hecho en definitiva es dar un crédito a las universidades y al CSIC,
y tiene que saber, como yo, que las universidades, para recibir un
crédito, necesitan la autorización de las comunidades autónomas,
artículo 54.3 f) de la Ley de reforma universitaria. No voy a entrar
en si lo han pedido o no, yo sé la respuesta como usted, pero eso
demuestra que hay una gran improvisación porque una universidad no se
puede endeudar, tiene que ir al consejo de gobierno de la comunidad
autónoma. Pero es que el CSIC no lo puede hacer, y corren rumores,
que espero que usted me desmienta hoy aquí, de que al final el
instituto que formalmente ha recibido los 4.490 millones del CSIC es
la Residencia de Estudiantes, eso es lo que se dice -por cierto,
Residencia de Estudiantes contra la que no tengo nada-; ojalá sea
mentira, porque ya sabe que los científicos a veces también manejamos
la tradición oral, que sabe que puede acabar en disparates. Seguro
que esto no es así, pero me gustaría que me lo aclarara.

En resumen: improvisación, porque usted sabe que las universidades se
han podido meter en un lío, ya que muchas de ellas no han recabado
autorización de la comunidad autónoma y han recibido un crédito, en
definitiva, se han endeudado. Este es el fondo del problema, lo otro
simplemente me sirve para demostrarle que hay mucha improvisación.

¿Usted cree de verdad, señor Marimón, que el mejor sistema de
financiar la infraestructura en nuestras universidades y nuestros
OPI, aunque sea una infraestructura vinculada al desarrollo
tecnológico, son los créditos? Yo tengo algunas dudas, y ese es un
debate pertinente en esta Comisión, porque diez años a 40.000
millones son 400.000 millones de deuda. Supongo que el Ministerio de
Economía sabrá de qué está hablando, porque estamos hablando todo el
día aquí de déficit cero; en fin, qué le voy a contar a usted, que
sabe mucho más que yo de esta materia.

Pero voy al fondo de la cuestión. ¿Cree usted que es el mejor
sistema? ¿Cree usted que las universidades en tres años van a empezar
a pagar? No lo sé. Yo le digo que ha habido improvisación, señor
Marimón, y le voy a dar el dato que me preocupa más, junto a este,
que es el fondo de la cuestión, que es el reparto territorial. Usted
conoce perfectamente lo que ha pasado. De las 48 universidades
públicas me parece que son 33 las que no han visto una peseta de esta
convocatoria. Pero es que entre ellas, señor Marimón, las hay de
6.000 millones y de 130 millones, por tanto, tiene usted tres
grandes bloques: 33 no han visto una peseta, lo cual, reconozca usted
conmigo, es harto sorprendente; y de las 15 a las que ustedes han
dado dinero las hay de 130, de 240, de 6.000, de 4.000 y de 2.000. Y
eso, señor Marimón, no es posible, no puede ser, no es razonable,
y mucho menos razonable es todavía la distribución por comunidades
autónomas. Usted sabe, como yo, que tres comunidades autónomas se
benefician del 90 por ciento de los créditos de los que ustedes
disponían en esta convocatoria; el 90 por ciento de los 32.000
millones de pesetas ha ido a tres comunidades autónomas: un 52 por
ciento a Cataluña, un 26 por ciento a Madrid, un 10 por ciento a
Valencia, y el 10 por ciento restante a repartir entre 14 comunidades
autónomas. Señor Marimón, no tengo nada contra Cataluña, contra
Madrid ni contra Valencia, lo repito por cuarta vez; bienvenido sea
el dinero; pero reconozca que usted, como secretario de Estado, ha
hecho una convocatoria cuyos resultados son geográficamente
infumables. Andalucía ha recibido la fantástica cantidad de 134
millones de pesetas, el 0,4 por ciento; pero es que ha habido otras a
las que todavía les ha ido peor: Aragón, Baleares, País Vasco,
Navarra, Asturias, Cantabria. (Creo que no han recibido nada, igual
estoy equivocado porque son datos, todos, que he recabado porque
algunos de los rectores me han llamado o porque me han llamado los
consejeros. Creo que estos son los datos. Si son estos los datos, el
resultado no puede ser más desastroso. Y no me diga que ahí hay
parques científicos. No, con esa definición que ustedes han hecho de
parque científico ... Lo que yo creo que ha habido aquí -se lo voy a
decir- y ha pasado sencillamente ha sido que ustedes vieron la
ejecución del presupuesto y dijeron nos sobra dinero en el Profit
-que es del Profit de donde lo han sacado- y hay que gastarlo, porque
nos van a dar un palo en el Parlamento, y se lo vamos a dar igual.

Entonces, como eran créditos, lo han sacado a créditos, sin meditar
si eso es lo mejor o lo peor para las universidades: a créditos,
porque era el dinero del que ustedes disponían. Y como no se pueden
gastar en proyectos de 10, 20 ó 30.000 millones de pesetas, porque
eso lleva seis meses, ustedes lo han sacado a una cosa muy grande. ¿Y
qué es muy grande? Un parque tecnológico.

En resumen, esto es una improvisación que es consecuencia, a juicio
del Grupo Socialista, de la mala gestión. Ustedes se han encontrado
con dinero que no han sabido cómo gastar y, al final, lo han gastado
así, porque si no, señor Marimón, es que no entiendo nada: que en 8
días hagan ustedes una convocatoria, que la resuelvan en 15 días, que
obliguen a las universidades a endeudarse, cosa que algunas de ellas
creo que no saben, que no pasen por el informe preceptivo de la
comunidades autónomas, que el Consejo haga lo que ha tenido que
hacer, que se llame por teléfono a los investigadores: ¿Cuantas
facturas tienes en el cajón? No es posible, señor Marimón. No es
posible que usted



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me venga a decir aquí que esto es un gran cambio estratégico. Esto es
una gigantesca chapuza. Y le voy a decir una cosa: no tenemos nada
contra aquellos que han recibido dinero, bienvenido sea. Es una
gigantesca chapuza. Espero que usted me aclare algunos datos, porque
he manejado los que tengo.

Acabo ya. Le vamos a hacer una propuesta, le vamos a proponer pura y
sencillamente que hagan ustedes una convocatoria para arreglar este
asunto. No queremos quitarle nada a nadie, pero tendrá usted que
reequilibrar un poco estos gastos que, finalmente, son -usted lo sabe
como yo- gastos de infraestructura científica. Le vamos a proponer
que haga una convocatoria. Y le voy a decir algo más: no le vamos a
proponer nada distinto de lo que ha hecho el presidente del Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, que ha sacado ya una
disposición interna para financiar algunas infraestructuras; dice:
aquellos, entre otros, que no hayan obtenido fondos en la
convocatoria del Ministerio de Ciencia y Tecnología para los parques
científicos de diciembre de 2000. El presidente del CSIC se ha dado
cuenta de que tiene un problema interno, porque ha dado fondos al
primero que ha llegado, al que tenía las facturas disponibles, y ha
tenido que sacar fondos para compensar. Yo le digo que haga usted una
convocatoria -y vamos a hacer una proposición no de ley esta tarde-
para permitir que aquellas universidades y comunidades que no han
podido concursar lo hagan. No le estoy diciendo que dé café para
todos, no me interprete mal. Discrimine usted, evalúe usted a quien
lo merezca, en eso estamos absolutamente de acuerdo, pero reequilibre
usted lo que ha sido algo, repito, indefendible, a juicio del Grupo
Parlamentario Socialista, fruto de la improvisación, que eso es lo
peor y es el objeto de esta comparecencia.

Muchas gracias, señor presidente, por su paciencia.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, don Juan Manuel Moreno.




El señor MORENO BONILLA: Muy brevemente, puesto que seguro que los
miembros de esta Comisión me lo agradecerán, al igual que la propia
Mesa.

Quiero decir simplemente que el ejercicio legítimo de la oposición es
controlar, fiscalizar, estar pendiente de las actuaciones del
Gobierno y del Ejecutivo, lógicamente para mejorarlo y para
debatirlo. Yo creo que las vacaciones navideñas al principal partido
de la oposición le han sentado yo no sé si especialmente bien o
especialmente mal, porque hemos notado un aumento en su actividad,
incluso en sus iniciativas y en su oposición, que es absolutamente
frontal a las actuaciones del Gobierno, lo cual no es malo, si
tenemos en cuenta que hemos estado durante un período bastante largo
sin tener ninguna referencia de la oposición.

Yo he estado tomando nota de algunas de las palabras que ha utilizado
el portavoz del Grupo Socialista,
señor Pérez Rubalcaba. Hay palabras como deficiente, disparate,
impresentable, cero patatero, desastre, mal, desastroso; he contado
hasta 76 palabras en un ratito que me he puesto y son absolutamente
negativas. Yo creo que no se puede venir a una sesión de control ni
se puede hacer una labor de oposición, pienso yo, modestamente,
teniendo una actitud absolutamente negativa con cualquier iniciativa
del Gobierno y, en este caso, con la convocatoria relacionada con el
mes de diciembre. (La señora vicepresidenta, García-Alcañiz Calvo,
ocupa la Presidencia.)
En primer lugar, creo que lo que le ha podido molestar al señor
Rubalcaba es que se haya hecho la convocatoria y se haya hecho de una
manera rápida y de una manera eficiente y, en segundo lugar, yo creo
que también le ha molestado que en ninguna de las tres comunidades
autónomas que, como él indicaba, han sido más beneficiadas, el grupo
al que pertenece el señor Rubalcaba ostente la responsabilidad de
Gobierno. Eso se debe a otros condicionantes. Dentro del reparto, en
Cataluña, en Madrid y en la Comunidad Valenciana, se debe a su propia
dinámica y a su propia infraestructura científica. Muchas veces en el
reparto de ayudas, en el reparto económico, hay criterios y hay que
repartir entre aquellas que cumplen objetivamente esos criterios.

En consecuencia, creo que es exagerada la visión, absolutamente
negativa y catastrófista del principal partido de la oposición
respecto a esta convocatoria y respecto a lo que hemos visto a lo
largo de la sesión que hemos tenido en el día de hoy, e incluso en
otros debates, y creo que la convocatoria se ha hecho de la manera
que se tenía que hacer, de una manera rápida, de una manera lo más
eficaz posible y cumpliendo los tiempos y los objetivos para los que
se ha diseñado.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): El señor secretario
de Estado tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): Creo que, finalmente, lo entiendo. Una cosa que sí
me ha preocupado es entender por qué las cosas fueron tan mal durante
una larga época en la que ustedes eran responsables. He hablado antes
de la crisis, pero ahora entiendo una cosa: está claro que todo
investigador y empresa innovadora entiende qué es tener una política
clara y, cuando sale una oportunidad, aprovecharla. Está claro que
ustedes no tenían política clara, me parece, o que no entienden la
agilidad suficiente que hay que tener en muchos momentos. Ya he dicho
que lo que sí permite un seguimiento sobre cómo va la evolución de
los distintos programas es confrontarlos con las prioridades, que son
las que he definido en mi intervención anterior.

Por tanto, quiero decir dos cosas: una que usted ya sabe, sobre lo
que dice que por qué en noviembre había un porcentaje determinado
ejecutado. Esto es lo normal,



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y usted nos dice que hagamos convocatorias competitivas, y es lo que
hacemos y, por tanto, en convocatorias competitivas, lo normal es que
el presupuesto se ejecute cuando se decida. Este año estamos
adelantando las convocatorias para que en algún mes concreto en que
haya una ejecución muy fuerte de presupuesto no sea hacia finales de
año, sino que sea antes, y lo vamos a hacer. Lo normal en
convocatorias competitivas, a diferencia de un Ministerio que esté
pagando simplemente capítulo 1, es que, de repente, en poco tiempo,
haya una ejecución fuerte de presupuesto. La creación de un
Ministerio siempre supone cambios, y este año ha coincido que ha sido
a final de año. Antes de finales de año también se veía que podía
haber una reasignación, que, acorde con nuestras políticas, fuese lo
más eficiente posible. Ustedes dicen que priorizan los recursos para
infraestructuras científicas. ¿Qué fondos adicionales para este tipo
de actividad -o en parte adicionales, porque muchos entran dentro de
cuestiones de telecomunicación, etcétera- se han destinado a esta
convocatoria? Cerca de 32.000 millones; es mucho. Son créditos, por
tanto no me compare otra vez la cifra con las subvenciones; entramos
otra vez en lo mismo.

Me dice que la cuestión de fondo es si debemos utilizar estas
fórmulas. Tenemos que ser flexibles en las fórmulas que utilizamos.

Hay temas de infraestructura e investigación básica que, a largo
plazo, se van realizando en forma de subvención, y esperamos que
también con mayor participación del sector privado. Esto es lo que
estamos haciendo básicamente. También es cierto que es bueno buscar
formas de corresponsabilidad, en particular iniciativas en las que,
en último caso, pueda haber una implicación del sector privado.

También es cierto que hoy día estamos financiando infraestructuras en
parte con fondos estructurales, usted mismo lo ha manifestado. Aveces
-y no en este caso, por responsabilidad de la Administración
central-, la ejecución de los fondos Feder es compleja, complejidad
que viene originada también porque estos temas no están diseñados en
la Unión. En proyectos importantes, poder disponer de fondos a cero
interés permite una ejecución de proyectos de presupuesto que a veces
se hace difícil, incluso cuando sólo en último término se financian
con subvenciones vía, por ejemplo, fondos estructurales.

La oportunidad y la convocatoria imponían una realización ágil, y me
parece que es de buen gestor actuar con agilidad. Usted se hubiese
quedado parado, viendo cómo todo le pasaba por delante, y nos
hubiéramos encontrado con otro año más, parecido a años anteriores
-con anteriores, me refiero a aquellos en los que ustedes eran
responsables-, en los que las ejecuciones no se realizaban como
deberían. Por ejemplo, este año hemos realizado una ejecución de los
programas de investigación del 99,4 por ciento. Me ha preguntado
cuánto hemos gastado en los programas P1, P2 y P3. Exactamente hemos
concedido 25.306 millones, lo que supone un incremento del 40,6 por
ciento respecto al
año 1999. ¿A esto se le llama una gestión desastrosa; a aumentar un
40,6 por ciento la subvención en programas de investigación
científica? Hubiese sido bueno que lo hubiera hecho usted cuando era
responsable.

Se ha referido a la distribución geográfica. Como he dicho, e
insisto, la convocatoria se hizo con agilidad, con rapidez, pero se
informó a las comunidades y a todas las universidades y organismos
públicos. La característica de la convocatoria era que debían tener
proyectos en ejecución, comprometidos, en el año 2000. Quizá el tema
de reflexión (ciertamente es un tema de reflexión para el Ministerio)
es ver que no en todas las comunidades, o no en todas partes, se
están desarrollando o ejecutando proyectos con la misma intensidad.

Precisamente esto lo queremos corregir, en conjunción con las
comunidades autónomas y con las universidades.

También es cierto que entre todas las solicitudes no hubo un solo
proyecto con contenido importante científico y tecnológico que no
tuviese un apoyo sustancial. Aquí no ha habido quejas, y nosotros
siempre recibimos todo tipo de información y de feed back.

Como usted decía, siempre se debe estar a la espera de cuándo va a
salir la convocatoria. Nosotros estamos regulando los plazos, los
términos, y ahora le insistiré al señor Lissavetzky que vamos a
resolverlo en seis meses de calendario para la convocatoria de
proyectos. Esto va entre paréntesis. Es importante que haya
regularidad en convocatorias, etcétera, y esta es nuestra
responsabilidad. Pero todo investigador competente tiene un
currículum y un buen proyecto en el ordenador y está dispuesto
a sacarlo con agilidad para aprovecharse de oportunidades. Las
universidades, las comunidades autónomas, todos debemos tener
proyectos ambiciosos.

Me preocupa, no tanto el resultado de esta convocatoria (que me
preocupa, evidentemente), sino que haya habido proyectos importantes
que se podían desarrollar y no se desarrollan, no tanto por la
convocatoria, sino porque perder oportunidades con nosotros también
puede ser perder oportunidades con la empresa, perder oportunidades
con Europa. Las oportunidades hay que saber recogerlas,
aprovecharlas. Como digo, entiendo por qué este país ha perdido otras
oportunidades si esta es la actitud con que se afrontan.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Gracias, señor
secretario de Estado. (El señor Pérez Rubalcaba pide la palabra.)
Señor Rubalcaba, usted conoce perfectamente el Reglamento y sabe que
no ha lugar a una nueva intervención. No obstante, para hacer alguna
aclaración complementaria, si así lo estima, va a tener tres minutos.

Le ruego que no exceda este tiempo y que no introduzca nuevos
elementos en el debate.




El señor PÉREZ RUBALCABA: Muchas gracias.

Señor Marimón, usted es el secretario de Estado ahora y viene a este
Parlamento a dar cuenta de su gestión,



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de la suya. La mía acabó en 1992. Por cierto, cuando yo me fui del
Ministerio de Educación nos gastabamos el 0,91, casualmente; pero no
es la mía la que se critica, usted se ha confundido. A usted le han
debido decir: a estos del PSOE dales, que se arruguen un poco; pero
no es esa la actitud que yo espero de usted. Usted tiene que encajar
las críticas, y usted las encaja mal, por lo que veo, porque ha
personalizado, incluso en algún momento ha hecho referencias...




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañíz Calvo): Señor Pérez
Rubalcaba, por favor, aténgase a la cuestión.




El señor PÉREZ RUBALCABA: Absolutamente a la cuestión, señora
presidenta. Es que he sido aludido en varias ocasiones personalmente;
naturalmente, a la cuestión me atengo.

Usted me pregunta: ¿usted qué habría hecho? Yo, desde luego, lo que
habría hecho, si hubiera querido hacer una convocatoria de parques
tecnológicos, es hacerla antes, en tiempo y en forma, con publicidad
y con transparencia, con evaluación, permitiendo que todo el mundo
pueda concursar, definiendo lo que es un parque tecnológico; en
definitiva, hubiera hecho una cosa radicalmente distinta de la que
usted ha hecho. En resumen, no hubiera llegado a noviembre con 40.000
millones de pesetas sin gastar, que ese es el origen de todo el
problema. No haga usted de la necesidad virtud. Yo no le digo que no
haya que gastar, sino que hay que gastar bien, y que usted no puede
venir aquí a decirme que como el 30 de noviembre..., porque usted ha
dado la razón a todos mis argumentos. Usted me dice: es que tenía
mucho dinero y lo tenía que gastar. Ya lo sé, eso es lo que le estoy
criticando; es que usted es secretario de Estado desde mayo y tenía
que haber previsto que iba a llegar a noviembre en la situación que
ha llegado. Eso es lo que le digo, y lo han hecho ustedes muy mal.

Señor Marimón, le agradecería que me diera datos, que me dijera si es
verdad lo que yo he dicho, que en tres comunidades autónomas se han
llevado al 90 por ciento. Por cierto, no entre usted en ese asunto,
de verdad, porque está Baleares, Galicia, Cantabria, Castilla y León.

Mal argumento también. Y, sobre todo, no entre usted en el argumento
territorial en el que yo no he entrado deliberadamente, como le
aconsejo al señor secretario de Estado que no entremos en estas cosas
personales, porque al final el análisis de los datos es demoledor, y
no lo he querido hacer y no lo voy a hacer porque no quiero sembrar
ninguna sospecha, pero sabe usted, señor Marimón, que en este mundo
de la ciencia se sabe todo. Por tanto, olvídense de esto, esto no va
de si una comunidad autónoma es del PSOE o del PP, no; esto va de la
gestión de la política científica; y no va de mi gestión sino de la
suya; de la mía hace ocho años que rendí cuentas aquí en este
Parlamento.

Señor Marimón, mi pregunta vuelve a ser la misma: ¿Mis datos son
correctos o no lo son? Y si lo son, confírmemelos. ¿Es verdad que hay
33 universidades que no tienen una peseta? Confírmemelo. ¿Es verdad
que no ha habido evaluación externa? Dígamelo. ¿Es cierto o no que la
ANEP no ha tocado bola en esta convocatoria? Dígamelo. En resumen,
certifíqueme que lo han hecho ustedes mal.

A continuación, dígame lo de la Residencia de Estudiantes, créame que
me llama mucho la atención y no queremos traer aquí al presidente del
CSIC porque sabemos que no tiene la culpa, pero dígame si es verdad
que se lo han dado a la Residencia de Estudiantes para gestionarlo y,
repito, Residencia de Estudiantes en la que, como usted sabe, tenemos
los socialistas puestas todas nuestras complacencias de toda la vida.

Esos son los datos que yo le pido en esta comparecencia, no le pido
que se meta conmigo, sino que me explique lo que usted ha hecho, que
es a lo que viene a este Parlamento. Dígame, en resumen, por qué han
hecho esto. Y dígame algo más: ¿les parece razonable que el Grupo
Parlamentario Socialista presente una proposición no de ley, repito,
no con café para todos sino con criterios de excelencia y de
evaluación, pero esta vez de evaluación de verdad, no de los altos
funcionarios que tienen que pasarse las Navidades viendo proyectos
para gastarse lo que uno no se ha gastado a tiempo? ¿Les parece bien
que hagamos eso, o no? Vamos a traer la proposición no de ley, y no
hacemos sino copiar al señor Tarrach?, que creo que ha hecho lo que
tenía que hacer, que es restañar heridas, porque le voy a decir, y
con esto acabo, usted durante esta comparecencia ya empezó echando la
culpa, no se sabe de qué, a los Gobiernos socialistas, después
incluso las ha personalizado en mí.

Finalmente, ha hecho algo que me ha preocupado mucho más, que es que
casi casi ha venido a decir que los investigadores se quejan de
vicio. Un buen investigador, dice usted, es aquel que tiene metido en
su ordenador un programa que está dispuesto. Lo que usted me está
diciendo es que realmente la culpa de lo que pasa la tienen los
investigadores, que no tienen el proyecto metido en el ordenador y no
están atentos al BOE para presentarlo a la mañana siguiente de que
usted lo haya querido publicar, aunque sea el 8 de diciembre, en
plenas Navidades.

En definitiva, ¿nadie tiene la culpa de todo esto más que el PSOE de
1990, el ministro de 1992 y los investigadores del 2000, señor
Marimón? La culpa la tienen ustedes, y esta convocatoria es una
gigantesca chapuza, y lo vamos a dejar aquí, porque somos gente
sensata y no queremos levantar más heridas. Vaya usted a algún
laboratorio de investigación y pregunte lo que está pasando, y
pregunte a los investigadores, y casi no vamos a hacer publicidad de
esto de que también la culpa la tienen ellos por no tener los
programas metidos en el ordenador: ¡Faltaría más!



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La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): El señor secretario
de Estado tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): No es mi ánimo personalizar, ni mucho menos criticar
a los investigadores, que no lo he hecho. Yo lo que he dicho es que
una cuestión importante es que las instituciones, las universidades,
las comunidades autónomas desarrollemos proyectos de investigación de
envergadura, ambiciosos, y lo que he dicho es que a veces no tenemos
un desarrollo suficiente de todo este trabajo. Esto es
corresponsabilidad de la Administración central, las comunidades
autónomas, los organismos públicos de investigación, universidades,
etcétera. Lo que es importante es que todos veamos cómo damos un
salto conjuntamente. He dicho claramente que aquí ha habido -y era
conocido- una buena oportunidad, en la cual todos los proyectos
importantes han tenido respaldo. Ya lo dijimos cuando lo hicimos y
por tanto no me hace falta decir mucho más. Vamos a hacer nuevas
convocatorias y, evidentemente, se harán con tiempo, con sistemas de
evaluación, etcétera. Por primera vez, y no se había hecho
anteriormente, la asignación de fondos Feder, que en este caso son de
subvenciones y, por tanto, hay menor elemento de corresponsabilidad,
aunque sí de cofinanciación, se han hecho evaluadas por la agencia
nacional. Es cierto, porque estos son los datos, que en algunas
comunidades autónomas ha habido una mayor concentración de proyectos
ambiciosos y que se ha correspondido con una mayor concesión en
cantidades, no tanto en número de solicitudes. También es cierto -y
es un tema de reflexión y que vamos a afrontar- que hoy por hoy los
organismos públicos de investigación no tienen la flexibilidad que
deberían tener, no para estas convocatorias, sino en general, para
participar en convenios, contratos, etcétera. Esto sucede muchas
veces con la empresa privada con otros grandes proyectos. Es un tema
que, por ejemplo, el presidente del Consejo conoce muy bien. Es una
disfunción que hemos de resolver y vamos a trabajar en ello, espero
que lo hagamos conjuntamente.




Por otro lado, es muy fácil caricaturizar unos elementos -usted ha
hablado de la residencia de estudiantes-, pero no hay nada que
caricaturizar. Aquí lo que tenemos que ver es cómo mejoramos los
sistemas de gestión y de funcionamiento de los organismos públicos de
investigación. Lo que hemos hecho se adecua totalmente al marco legal
y era aprovechar, en las restricciones de tiempo, una buena
oportunidad. Ha sido un impulso muy fuerte y nuestra voluntad es que
ese impulso fuerte lo sea para todos los proyectos de las distintas
comunidades de este país. Ya he dicho que vamos a hacer un nuevo tipo
de convocatoria. Evidentemente, va a haber una evaluación y vamos a
tener en cuenta los resultados que ha habido este año, como se
está teniendo en cuenta y se está evaluando con detalle cómo ha ido
en concreto este tipo de iniciativa. Esto no lo hacemos sólo
nosotros, lo hacemos con colaboración externa, para tratar de mejorar
los mecanismos. Hemos abierto una nueva vía y lo que hemos de hacer
es simplemente mejorar donde se debe mejorar, pero discrepo
completamente de su visión catastrofista. Ha sido una buena
oportunidad para el sistema de ciencia y tecnología y por tanto la
hemos aprovechado.




PREGUNTAS:



- DEL SEÑOR LISSAVETZKY DÍEZ, DEL GRUPO SOCIALISTA, SOBRE RESULTADOS
QUE HA TENIDO EL SISTEMA ESPAÑOLDE CIENCIA-TECNOLOGÍA-EMPRESA, DESDE
1996 HASTA ESTE MOMENTO, EN LO REFERENTE A LATRANSFERENCIA DE
RESULTADOS DE INVESTIGACIÓN. (Número de expediente 181/000269.)



La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Vamos a pasar al
punto tercero del orden del día, contestación a preguntas.

La primera de ellas: Resultados que ha tenido el sistema español de
ciencia-tecnología-empresa, desde 1996 hasta este momento, en lo
referente a la transferencia de resultados de investigación.

Para la formulación de la misma, tiene la palabra su autor el señor
Lissavetzky.




El señor LISSAVETZKY DÍEZ: Vamos a hablar un poco de transferencia de
tecnología, con un cierto miedo a ser reñido por el señor Marimón.

Espero que no, porque yo únicamente tengo interés en saber cómo
estaban las cosas en transferencia y tecnología. Le hice esta
pregunta hace varios meses y no contestó. Por eso hemos pasado a
hacerlo de forma oral. En mi primera intervención voy a ser muy
breve; prefiero escucharle a usted.

Indicadores. Los indicadores creo que tienen que ser la transferencia
de tecnología en las empresas según las modalidades, el tema de
ingresos y pagos. Estoy siguiendo el orden del folleto que usted nos
dio. Los datos que tengo solamente llegan hasta 1997, donde había un
saldo negativo de 133.000 millones, aproximadamente; había crecido
desde 1996 de 122.000 a 133.000, poniendo en la balanza los ingresos
y los pagos, teniendo en cuenta los servicios técnicos, el royalty,
las actividades de I+D. Un segundo indicador, solicitud de patentes.

El índice de dependencia también parece ser que va creciendo, del
12,26 ha pasado al 26,04, y el índice de autosuficiencia disminuye,
del 0,07 ha pasado al 0,03. Otro dato que tiene mucho que ver con las
patentes es el de la solicitud de patentes. Vemos una gran diferencia
entre lo que es el número de patentes vía PCT, es decir, vía europea,
o incluso



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vía europea directa, con las que hay en España. Estamos hablando de
una diferencia, en 1999, de cerca de 3.000, 2.859, dato creo que un
poco preocupante. Quizás lo que haya que comparar en ese aspecto son
las solicitudes de patentes españolas en España; y compararlas con
las solicitudes que se hacen por extranjeros en España. Esto tiene
que ver bastante, lógicamente, con las pequeñas y medianas empresas.

Asimismo, algunas dudas se me plantean con algún otro indicador, como
es lo que creo que es un bandazo en el propio plan nacional de I+D.

En el plan nacional de este año, 2001, curiosamente en la última
convocatoria se refiere a que podrán vincularse con empresas los
proyectos de investigación, pero no figuran unos criterios. Hemos
estado durante bastantes años haciendo como una cosa favorable que se
llegue a esos acuerdos con empresas y en la convocatoria del plan
nacional no se tiene en cuenta. Esto también me extraña de alguna
manera. Lo que quería era ver un poco cuál es la situación. Si mis
datos no me engañan, el señor Aldana, cuando estaba al frente de la
OCYT, encargó un informe al Stanford Research Institute en relación
con la transferencia de tecnología en España y no sé si se ha
entregado ya a esa Secretaría de Estado; según mis datos, sí, pero no
lo sé. Me gustaría que hiciera una referencia a ese estudio, yo se lo
voy a solicitar formalmente vía Parlamento, pero, si acaso existe el
estudio como tal y nos puede adelantar algunas cosas, bienvenido sea.

Qué papel están jugando ahora mismo las OTRI; si es un modelo ya
superado, cómo se plantea el Gobierno, no solamente los datos de 1996
a 2000, mejorar esta asignatura, que sigue estando pendiente en
nuestro país, que es la transferencia de tecnología. He de reconocer
que no hemos dado con la fórmula mágica ninguno. Hay unos indicadores
de innovación que muestran dificultades y debilidades de nuestro
sistema y me gustaría que, sobre estas cosas que he comentado y algún
otro indicador o aspecto que quiera el señor Marimón aportar al
debate, me conteste.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Señor secretario de
Estado, tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLOGÍA
(Marimón Suñol): Primero debo aclararle que nuestra voluntad es
contestar a tiempo la avalancha de preguntas que nos van formulando.

Este es un tema importante y que nos preocupa, dado que España acusa
en mayor grado la denominada paradoja europea. El sector privado no
es capaz de rentabilizar los buenos resultados de I+D producidos en
el sector público. Estos resultados no alcanzan el mercado. Incluso
en los casos en los que existe un éxito técnico raramente se realiza
el proceso de industrialización y
posterior comercialización, aunque sí tenemos experiencias
importantes e interesantes.

Abundando en los resultados obtenidos desde 1996, destaca la
creciente actividad que ha desarrollado en los últimos años la red de
oficinas de transferencia y resultados de investigación, las OTRI,
aunque es un modelo en vías de transformación. Así vemos cómo algunas
universidades y organismos públicos de investigación han tomado un
protagonismo mucho mayor que el que les corresponde. El número de
OTRI es de 151, frente a las 91 que había en 1996; la contratación
gestionada ha pasado de 39.914 contratos, por un importe de 37.338
millones de pesetas en 1996 a 57.000 contratos, por un total de
66.100 millones de pesetas en 1999. Estamos hablando de saltos
cuantitativos que doblan los volúmenes de contratación, aunque creo
que el esfuerzo tiene que ser todavía mayor. Tenemos un programa de
ayuda a las OTRI; en el año 2000, se les ha concedido 555 millones de
pesetas; también se han hecho convocatorias específicas dedicadas a
este tipo de proyectos relacionadas con las OTRI, pasando de 500
millones en el año 1996 a 670 millones en 1999. En el apartado de
fomento de proyectos concertados y cooperativos debo comentar que en
1999 se comprobaron 49 proyectos de I+D en cooperación, con un
presupuesto global de 5.940 millones de pesetas, de los que el plan
nacional aportó 2.944. Asimismo, en 1999 se publicó una convocatoria
piloto de ayudas para la organización de proyectos de I+D coordinados
interempresariales, en los que debían participar al menos dos
empresas en coordinación con un centro público de microasociación o
un centro tecnológico. A este tipo de proyectos se dedicaron 665
millones de pesetas con cargo al ejercicio de 2000.

Los resultados provisionales nos animan a seguir con esta
experiencia. En 1997 se inició la incorporación de doctores a
empresas, cuyo objetivo es fomentar la transferencia de resultados de
investigación a las empresas mediante la incorporación a las mismas
de personal altamente cualificado. En los años 1998 y 1999 se han
financiado un total de 345 ayudas para este tipo de contratos. La
financiación empresarial de la investigación en el sector público es
otro indicador del grado de cooperación e interrelación entre el
sector público y el privado. Aquí también las cifras han aumentando.

En 1996, el sector empresarial aportó 21.734 millones de pesetas para
financiar la actividad de I+D en el sector público, universidades,
etcétera, mientras que en 1999 ascendió a 29.500 millones de pesetas.

El CDTI, cuyo mecanismo para promover la transferencia de tecnología
es el fomento de la colaboración entre empresas y centros públicos de
investigación y centros de innovación tecnológica en los proyectos
que financia, ha hecho posible que durante el periodo 1996/2000 se
contabilizara un total de 1.030 convenios de colaboración entre
empresas, centros públicos de investigación y centros de innovación y



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tecnología. El conjunto de estos convenios supuso una investigación
contratada por un valor de 12.300 millones de pesetas. Para acelerar
estas tendencias es básico el fortalecimiento del proceso de
innovación tecnológica al que se dirige el programa Profit al que me
he referido con anterioridad, cuya dotación para 2001, en el ámbito
de la Secretaría de Estado, es de 70.720 millones de pesetas (15.036
millones en subvenciones y 55.685 millones en préstamos), lo que
supone un incremento del 14,6 por ciento con respecto a 2000,
destacando que el incremento de subvenciones es del 40 por ciento. En
la convocatoria de proyectos P4, se han solicitado en total 26.500
millones de pesetas. Ha sido evaluada por la agencia y la resolución
va a ser inmediata.

Dentro del programa Profit del año 2000, ya he mencionado cómo la
fórmula de colaboración, a diferencia de la de concertado, se ha
extendido ampliamente. En particular, en programas como el de
biotecnología, el 80 por ciento de los proyectos han sido en forma de
colaboración. Esto demuestra que los datos son positivos en cuanto
que existe transferencia y se está dando un cambio importante en los
organismos públicos deinvestigación. Ya comentábamos antes que por
ejemplo las mismas iniciativas de parques científicos muestran la
voluntad de esas instituciones de desarrollar esta iniciativa, de
generar nuevas empresas, de coordinarse en proyectos concertados,
etcétera. Ahora bien, a pesar de que no estamos en un desierto en
esta área, ya lo he señalado en mi primera intervención, pensamos que
todavía hay mucho camino que recorrer. Aún son demasiadas las
excepciones de los grupos de investigadores que participan
activamente en proyectos concertados. Este año vamos a dinamizar este
tipo de iniciativas y de convocatorias a través del CDTI y en
colaboración con la Dirección General de Política Tecnológica y con
la Dirección General de Investigación. La convocatoria y los
proyectos que han tenido lugar en la investigación posibilitan la
colaboración, pero no está diseñada específicamente para los
proyectos concertados. Estas son las nuevas convocatorias y la forma
de apoyo que ha ido desarrollando el CDTI en proyectos concertados,
no sólo a nivel nacional, sino también a nivel internacional, por
ejemplo en proyectos tipo Eureka. Ya he dicho que todo esto vamos a
potenciarlo y a coordinarlo con la iniciativa de mejorar los recursos
humanos de investigación en las empresas, siendo una forma
inteligente de hacerlo que se introduzcan los nuevos doctores
investigadores a través de proyectos concertados o que participen en
centros tecnológicos.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Señor Lissavetzky,
tiene la palabra.




El señor LISSAVETZKY DÍEZ: Algo hemos aclarado, pero no es
suficiente.

Quiero hacer una brevísima reflexión en relación con el tema de las
preguntas escritas. Yo hago bastantes preguntas escritas, pero le
aseguro que es para tener información. Si mi grupo y el conjunto de
los grupos parlamentarios tuviéramos más información, como la que hoy
se nos está dando aquí, posiblemente se podrían centrar mucho más las
cuestiones. Por esa razón hay una avalancha de preguntas. Y repito
que, y no es en absoluto una amenaza, cuando no se nos den
contestaciones concretas, vamos a incidir en aquellos aspectos a los
que no contesten ustedes. Ha habido algunos ejemplos. Dejemos eso.

Analizando un poco su respuesta, echo en falta datos sobre la
transferencia de tecnología en las empresas según modalidades. Éste
era un indicador que, dentro del sistema español de ciencia y
tecnología, se utilizaba hasta el folleto del año 1999. No sé si
tiene usted algún dato. Nos dijo además al principio de su
intervención que nos iba a enviar el del 2000 -parece que están
trabajando en ello- para ver cómo había evolucionado, porque, repito,
los últimos datos que aparecen son menos 192.000 millones en 1996 y
menos 133.000 millones en 1997, lo que significa que la relación
ingresos- pago no es un dato positivo, sino preocupante.

Tampoco me ha hablado usted de las patentes, de las solicitudes de
patentes, y creo que es un tema crucial. Le repito que el índice de
dependencia ha aumentado del 12,26 al 26,04 -son datos de este libro-
mientras que el de autosuficiencia ha disminuido del 0,07 al 0,03.

Por tanto, son datos negativos en su evolución. Es más, el auténtico
indicador en el tema de las patentes son las solicitudes de patentes
de españoles que se hacen en España, que es una cifra ridícula, si la
comparamos con las solicitadas por extranjeros en España. Ese dato es
crucial y le daba también otros datos adicionales, el número de
patentes europeas sobre España y el número de patentes españolas en
España. Luego podemos ver entre residentes o no residentes, pero yo
creo que el tema de patentes no evoluciona con la velocidad que
queríamos. Hay problemas que queremos abordar, como son los agentes
de la propiedad industrial, que de alguna manera pueden encarecer los
precios, y habrá que hablar largo y tendido sobre esto, porque puede
suponer un freno para avanzar en este tema de las patentes. Y también
me gustaría saber su opinión, si es que conoce algún dato o tiene
alguna opinión sobre esto.

Cuando se habla de transferencia y tecnología hay que hablar de
pymes. Los datos que nosotros tenemos, la asignación presupuestaria
dentro de su Ministerio, son algo preocupantes. ¿Por qué le digo
esto? Porque no quiero volver a entrar en el capítulo 8 famoso, de
créditos reembolsables, que -como decíamos otras veces- ha crecido
desde el año 1995 del 5 por ciento de la función 54 a más de un 52 en
la actualidad. Centrándonos en ese 52 por ciento, la parte de arriba
de la curva, resulta que hay un porcentaje elevadísimo,



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mayor del 70 por ciento, -datos que sigo esperando, pero que ya me
los dará alguna vez-, que va, no lo voy a llamar ahora a gastos
militares en I+D, no me voy a referir a eso, sino a grandes empresas
que tienen que ver con los gastos militares. Hay convenios firmados
con Bazán, con CASA, etcétera, y ahí va gran parte de ese dinero que
está en el capítulo 8. Según mis datos, a las pequeñas y medianas
empresas les toca una cantidad bastante exigua, no llega al 13 por
ciento. Los datos los extraigo de una pregunta que han contestado
ustedes. De ese gran capítulo 8, solamente el 13 por ciento va
dirigido a las pymes y la otra gran parte va dirigida a un sector,
que tendremos que hablar de él, por supuesto. No me meto en si es
importante o no, o si están bien hechas o no esas políticas, pero sí
nos metemos en que estén en la función 54. Por tanto, no hay una
suficiente atención a las pymes, muchas de ellas son débiles y hay
que generar también esa cultura de la innovación. Sin quedarme en los
datos fríos, es necesario que el Ministerio, que el Gobierno, que
todos generemos esa cultura de la innovación.

Ya hubo una comparecencia del secretario general de Política
Científica, luego aclaramos más o menos los términos, pero hay una
cierta lectura y de alguna de sus palabras podría desprenderse que
las OPI tienen que ser más flexibles. Estamos de acuerdo, pero no
hagamos recaer sobre los investigadores exclusivamente la necesidad
de que el conocimiento se transforme en innovación. Tiene que ser una
cosa compartida, y tienen que estar las empresas, el sector
productivo, el sector privado, tienen que reaccionar y también el
Ministerio tiene que hacer mucho ahí. No vamos a ponerle -entre
comillas- más tareas a los investigadores, que, evidentemente, tienen
que hacer esa investigación básica, que puede ser aplicada y que
luego puede convertirse en innovación, sino hagamos también que esas
empresas hagan un esfuerzo superior y adicional, porque uno de los
graves problemas que hay en nuestro país es una falta de inversión
del sector productivo. Es algo paralelo con lo que ocurre en la Unión
Europea, pero a veces me da la sensación de que ponemos más el acento
sobre los investigadores y menos sobre las empresas.

Le anuncio que vamos a solicitar una comparecencia del director del
CDTI, porque yo creo que es un tema bastante apasionante e
interesante. Iba a haber un encuentro en relación con el programa
espacial europeo y este grupo había sido convocado. Posteriormente,
no sé si se celebró o no, por lo menos a nosotros no nos llamaron y,
por tanto, solicitaremos en sede parlamentaria la comparecencia del
responsable del CDTI, para hablar de muchos temas y no solamente de
ese.

Diré algún dato más para ir terminando, señora presidenta. Me
preocupa lo del plan, ya hemos hablado de la gestión. Yo no voy a
volver a emplear los adjetivos, yo creo que absolutamente suaves, que
ha empleado mi compañero Pérez Rubalcaba con respecto a su gestión.

Da un poco de cosa -con perdón por la expresión- oír cómo ya reconoce
usted aquí ahora que el programa P-4, el programa urgente ligado a
industria, no se ha resuelto. Da usted el dato, que son 26.400
millones, que se va a resolver, etcétera. Ese fue un programa del año
2000. Me da la sensación de que no se ha puesto suficiente interés o
no se ha sabido hacer. Gestión muy mala. Programa P-4, no resuelto
con muchísimos meses de retraso.

Profit. No quiero entrar demasiado en la gestión del año 2000, pero
sabe que se hizo prácticamente con estivalidad, cerrando el plazo el
15 de agosto, y que ha habido muchas dificultades que han impedido
gastar todos los fondos que estaban previstos. Eso tiene algo que ver
también con los parques científicos, pero ya lo hemos hablado. Siendo
esto preocupante, la descripción de su mala gestión en el año 2000,
hay otro aspecto que me preocupa más, que usted ha reconocido en su
segunda intervención. De alguna manera, es un cierto bandazo que se
da en estos proyectos del plan nacional, que usted ha dicho que
posibilita, pero no está diseñado para proyectos concertados. ¿Por
qué razón? Creo que había ya una cierta cultura de posibilidad de
proyectos concertados. No entiendo este cierto bandazo. Hay otras
acciones, a las que usted se ha referido, y espero que sean
positivas. Otro dato que nos interesaría muchísimo es cuántas
empresas de base tecnológica se han creado, no para medirlas
exactamente, cuántas se han destruido, cómo van a afrontar ustedes o
cómo vamos a afrontar conjuntamente la ruptura de esas barreras que
hay a veces para los investigadores para poder formar parte de esas
empresas. Queda una serie de incógnitas, de dudas, a las que no he
recibido contestación, pero espero que, en esta segunda contestación
o más adelante, podamos hablar sobre ellas.

Sinceramente, creo que los indicadores de nuestro país no son buenos.

El último estudio europeo al que he tenido acceso muestra que, de
dieciséis indicadores para medir la innovación, hay catorce o quince
en los que España está por debajo de la Unión Europea y, en nueve de
ellos, sale en rojo, lo que significa que está un 20 por ciento por
debajo de la media de la Unión Europea. Estamos en una situación
difícil, no niego la buena voluntad que pueda haber y, aunque para
otras cosas tengo alguna fórmula, para esto no tengo una fórmula
mágica y creo que entre todos tendremos que encontrar alguna manera
de salir de esta situación, porque es una mala situación y, además,
no veo que evolucione positivamente, independientemente del dinero
que se esté invirtiendo.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Señor secretario de
Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): Ya he dicho en mi primera intervención, y



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es la base de la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, la
preocupación que existe por el salto que tenemos que dar en este país
en ciencia y tecnología y, en particular, en el tema de transferencia
tecnológica y mayor integración entre investigación básica, aplicada
y desarrollo tecnológico, por lo que vamos a actuar con decisión en
este campo. Sin embargo, tampoco me parece correcto que tengamos una
visión catastrofista. Por ejemplo, las patentes también son una
asignatura pendiente, pero los datos de patentes, que estaban
estabilizados en 30.481 en el año 1990, llegaron el año 1995 a
33.400, y han pasado, de 1995 a 1999, de 33.000 a 74.000; en estos
cuatro años se dobla cuando el número estaba estancado durante un
período largo. Pienso que 74.000 patentes son pocas, deberían ser
más, pero el salto empieza a verse desde el año 1996. Le voy a pasar
copia del folleto que tengo provisional. Si se miran las solicitudes
al extranjero, en 1990 son 4.600, llegan a 9.000 y 10.000 en 1994-
1995 para pasar a 28.600 en 1998. Por tanto, aunque nos preocupa el
tema -y no vamos a ser triunfalistas donde no se debe-, sí se están
dando cambios importantes, se empieza a ver la actuación. Quiero
dejar clara la cuestión. No se está dando un bandazo a los fluidos
concertados, al contrario, lo que se quiere es que se apoyen todavía
más. La convocatoria es la correspondiente a lo previsto en los
planes P1, P2 y P3. ¿De acuerdo? Por lo tanto, no es que no se haga,
al contrario, es un tema que necesita una mayor integración y eso es
lo que posibilita la existencia de la investigación y de la política
tecnológica en la misma Secretaría de Estado del Ministerio de
Ciencia y Tecnología.




- DEL SEÑOR LISSAVETZKY DÍEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE INICIATIVAS INTERNACIONALES ADOPTADAS EN MATERIA DE CIENCIA Y
TECNOLOGÍA PARA FORTALECER LA PRESENCIA ESPAÑOLA EN EL EXTERIOR.

(Número de expediente 181/000270.)



La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Pasamos al punto IV
del orden del día: Iniciativas internacionales adoptadas en materia
de ciencia y tecnología para fortalecer la presencia española en el
exterior. Es autor el señor Lissavetzky y tiene la palabra para
formularla.




El señor LISSAVETZKY DÍEZ: Por favor, señor Marimón, quite usted la
palabra catastrofista; yo no he dicho nada. Está usted hoy irascible.

Yo no he dicho que sea una situación catastrófica; he dicho que no
teníamos la fórmula mágica a nada de nada. Me atengo a la pregunta.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): ¿Me permite, señor
Lissavetzky? ¿Es el
comienzo de su intervención relativa al punto IV o es continuación
del punto III?



El señor LISSAVETZKY DÍEZ: Era el preámbulo de la pregunta número IV.

Un objetivo fundamental, porque ahora voy a dar datos. Si puede no
llamarme catastrofista, se lo agradeceré. Era mi introducción a la
pregunta que, acertadamente, la señora presidenta me ha matizado.

Fuera de bromas, entraré en la cuestión. Este tipo de preguntas no
tienen más objetivo que establecer un debate; no se trata de sacar
los colores a nadie, pero lo que no voy a hacer, porque le siente a
alguien mal, es tachar las cifras. He leído su comparecencia en el
Senado y, por mi parte, se puede usted ahorrar la descripción de las
cosas que se están haciendo respecto a nuestra relación con Europa o
Iberoamérica y quizás entrar en los temas más concretos de la
pregunta, aunque, obviamente, usted está en su derecho. Pero conozco
estas cuestiones, por la intervención, larga y detallada, que usted
realizó en el Senado. En primer lugar, en la anterior pregunta, por
respeto al resto de los grupos parlamentarios que no tienen opción a
hacer uso de la palabra en este turno, no me he referido a temas de
gran importancia, por ejemplo, Unión Europea. Tenemos dos debates:
uno sobre el espacio europeo de investigación y otro sobre el sexto
programa marco. Conozco la posición primera, la posición segunda del
Gobierno, los debates que ha habido, las recomendaciones de la Unión
Europea y nosotros queríamos aportar también aquí algunas ideas que
puedan ser útiles al Gobierno para este debate. Parto de las
preocupaciones.

Respecto al quinto programa marco los retornos que ha habido no han
sido suficientes. Nos costó bastante -tardamos diez años, de 1986 a
1995- conseguir que el retorno de fondos del programa marco se
equilibrara en nuestra contribución, era en torno al 6,2 por ciento
de retorno y a un 6,3 por ciento de aportación. En el quinto programa
marco el retorno ha disminuido. Los datos que tenemos reflejan que
hay una aportación aproximada del 7,25, superior a la otra, pero hay
un retorno alrededor del 6 por ciento. Sinceramente, que no es una
buena noticia. Me consta que otros países están acogidos al programa
marco, pero de esa igualdad que se había conseguido en la
participación española en los presupuestos, logrando un retorno
suficiente en estos años, ahora, una vez más, nos estamos separando.

Nuestra primera preocupación son los retornos. La segunda
preocupación es la diferencia -y son datos del INE- entre lo que
financia España de I+D en el extranjero y lo que recibe España de
fondos extranjeros para nuestra I+D, porque ha cambiado la tendencia.

En el año 1995 nosotros teníamos -entre comillas- un superávit de
1.558 millones de pesetas. Es decir, había 1.500 millones de pesetas
más que daban algunos países para la I+D de España que lo que los
españoles les dábamos. En el año 1997 -y tengo



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que referirme por razones de INE a esos años impares- pasamos de los
1.550 millones positivos para nosotros a menos 18.000 millones. Es
decir, un país que está -entre comillas- a la cola de Europa por
todos los indicadores en temas de I+D estaba dando más dinero al
extranjero del que recibía precisamente de él. En el año 1999 esto se
agrava, 56.800 millones menos; de 1.500 que recibíamos de más en 1995
hemos pasado a 56.800 que damos de más fuera en 1999; esto es
preocupante. Usted hablaba antes de la paradoja europea, esta sea
quizá la paradoja española. ¿Cómo se puede explicar que nuestro país,
que no tiene un gasto excesivo en I+D desgraciadamente, esté
financiando más programas de fuera que recibiendo dinero de fuera? Me
preocupa, y con este planteamiento adquiere mayor importancia el gran
debate sobre el espacio europeo. En España debía haber más debate
sobre el espacio europeo de investigación y sobre el sexto programa
marco para intentar cambiar esta tendencia negativa (esto no es
catastrofismo, son cifras reales que da el INE) que tenemos en
nuestro país. Obviamente, temas como la investigación básica, las
infraestructuras -de las que hablaremos en la última pregunta de esta
sesión y, por tanto, no me referiré mucho a ellas-, la red de
programas nacionales de investigación, los grandes proyectos, ciencia
y sociedad, geometría variable, actuaciones transfronterizas,
etcétera son los que hay que debatir ahí. España puede que no juegue
un papel suficientemente importante de liderazgo. Yo tengo algunos
datos que me preocupan. Sin estar en desacuerdo con lo que está
planteando ahora mismo el Gobierno español, me preocupa el peso que
podamos tener en Europa para que se tomen unas decisiones
beneficiosas para nuestro país. Ese es el sentido de mi pregunta y
cualquier aclaración será bienvenida.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Tiene la palabra el
señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): Si otros diputados no conocen mi intervención en el
Senado, se la facilitaré. Voy a responder simplemente a los temas que
han planteado aquí, dado que nos queda todavía alguna pregunta.

Respecto al espacio europeo de investigación, no sería mala idea
realizar un debate, aunque fuera en el Senado. Me ofrezco para
discutir ese tema, así como también el referido al sexto programa
marco y a algunas de las iniciativas internacionales importantes.

Como decía, vamos a tener la Presidencia dentro de un año. Esperamos
que este sexto programa se apruebe durante esta Presidencia y me
gustaría que esta Cámara hiciese con mucha antelación el debate. De
entrada me ofrezco para hacer este tipo de reflexión. Respecto a los
retornos de la Unión Europea, en el segundo programa marco había una
contribución del 7,4 y un retorno
de 5,5, en el tercero (90-94) del 8,4 en nuestra contribución con
un retorno del 6,3; en el cuarto tenemos una contribución menor, del
6,5, y un retorno del 6,3; y en lo que llevamos de quinto tenemos una
contribución del 7,2 y el retorno es del 6,2. Es decir, estamos
manteniendo un retorno, pero en el quinto ha habido una contribución
ligeramente mayor. Hay que decir, como anuncié anteriormente, que en
programas que nos preocupan y nos interesan mucho, como son la
innovación y las pyme, el retorno es del 14,5 por ciento, es decir,
el doble del porcentaje de nuestra contribución. Vamos a incentivar
todavía más la participación de grupos, en particular la forma de
liderazgo, y es en este aspecto donde encontramos más dificultad.

Hemos reforzado la oficina de la SOST en Bruselas y, tanto
directamente a través del Ministerio como del CDTI, se está actuando
activamente para mejorar nuestra posición. Sí es cierto -y esta es la
preocupación- que en el quinto programa marco los grandes proyectos o
proyectos muy pormenorizados han prevalecido y han hecho más difícil
la entrada de algunos de nuestros grupos. Por eso, centramos en este
tema nuestra posición en el sexto programa marco.

Otras áreas, tanto en Iberoamérica como en el Mediterráneo, nos
parecen muy interesantes, pero como no se ha entrado en ellas, no voy
a discutirlas.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Señor Lissavetzky,
tiene la palabra.




El señor LISSAVETZKY DÍEZ: No voy a consumir mucho tiempo.

Me certifica usted un poco la sospecha en el tema de retorno. Se ha
abierto a casi un punto por ahora y en algunos aspectos -me parece
que en el medioambiental y en algún otro- es algo o bastante menor el
retorno. En ese sentido tenemos una cierta preocupación. Hay que
evitar que esto ocurra. No me contesta a la diferencia de la
inversión extranjera en España en I + D y la de España en el
extranjero. Por lo tanto, entiendo que da por buenos los datos que le
cito, que además son oficiales, y es otro motivo de preocupación. Sí
me contesta (y se agradece) con un posible debate sobre este tema.

Nosotros tenemos idea de presentar una proposición no de ley con los
criterios que, a juicio del Grupo Socialista, han de seguirse en
Europa, partiendo de la base de los documentos que hay. Un debate
nunca sobraría. En ese sentido hay que aprovechar su ofrecimiento.

Como hay excesivas reuniones de esta Comisión y de muchas otras, por
problemas del Congreso, que no es en absoluto imputable a usted,
vamos a ver cómo lo podemos encajar, máxime cuando es en el mes de
febrero cuando parece que se va a aprobar el primer documento del
sexto programa marco. Por tanto, queremos hacer llegar por lo menos
nuestra propuesta, que, ya digo, no va a diferir demasiado de la que
usted plantea. En el quinto programamarco no se ha hecho una apuesta
suficiente por la



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investigación básica y Europa sí debe de hacer una apuesta más
importante sobre esta investigación. Ya le digo que ésta sería una
primera línea. Hablaremos luego del tema de las grandes
instalaciones. Debemos tener cuidado con esta coordinación, que es
absolutamente necesaria, pero puede impedir (es la postura de Suecia,
por ejemplo, y la de países nórdicos que invierten mucho más que
nosotros) que investigadores de nuestro país puedan acceder a los
fondos de sus planes nacionales o viceversa. ¿Ellos qué dicen? Cuando
ustedes hagan sus deberes, cuando ustedes tengan una inversión
equivalente a la que tenemos nosotros, tiren de nuestros fondos. Por
lo tanto, se puede producir una situación mala para nosotros. Si lo
extrapolamos a lo que hablábamos antes de las comunidades autónomas
con la convocatoria de parques científicos, etcétera, pasa lo mismo.

Los países que estamos menos desarrollados en este aspecto
necesitamos que tiren de nosotros, con nuestro esfuerzo también, y a
las comunidades autónomas españolas les pasa lo mismo. De ahí la
filosofía que decíamos antes: sí a la excelencia, pero démonos cuenta
de que nuestra posición en Europa es relativamente débil y hay que
intentar matizar los acuerdos a los que se llegan. Si se llega a
acuerdos de grandes centros, con un proyecto adosado, por decirlo
así, puede ser que muchos grupos españoles se queden fuera. ¿Tenemos
que hacer una masa crítica? Sí, pero no es menos cierto que tenemos
que defender con uñas y dientes nuestra posición en Europa, porque a
lo mejor el diseño que les viene mejor a los países nórdicos, a los
países que invierten más es muy malo para nosotros. Decía usted, y es
cierto, que se va a aprobar por primera vez por mayoría cualificada.

Peleen lo más fuerte posible y búsquense aliados como pueda ser el
ministro portugués. Por cierto -he hecho una pregunta, a la que
tampoco me ha contestado todavía-, la ministra debería de asistir a
algún consejo de ministros de investigación. No ha asistido la
ministra a los dos consejos de ministros de investigación que se han
celebrado; ha ido usted, dignísima representación. Cuanto mayor nivel
de representación tengamos, mejor; vayan ustedes dos. Es importante,
se lo digo de verdad (ya recibiré la contestación); esta no es una
buena noticia ni da mucha moral. Es bueno que vaya la ministra y en
las dos ocasiones anteriores no ha ido.

La oficina SOST. No es cuestión de entrar aquí en debates, pero usted
dijo una cosa aquí cuando le pregunté el 21 de noviembre sobre lo que
pasaba en la oficina española de I + D en Bruselas y me dijo que
estaban todos los titulados superiores. Una pregunta escrita me dice
que ha habido una plaza, que precisamente era responsabilidad de
usted, que ha estado vacante cuatro meses. Son anécdotas que muestran
un poco que hay una cierta, llamémosle, dejación, ir un poco al tran
tran en estos aspectos. Tómeselo en serio, señor Marimón, porque
estas anécdotas son realmente las que a veces configuran el liderazgo
en Europa y eso me preocupa.

Parte más importante: vamos a presentar una proposición no de ley con
nuestras propuestas sobre los temas que se han abordado, para que
ustedes puedan sentirse apoyados en su relación con Europa, pero
tómese más en serio todos estos problemas que hay, que muchas veces
denunciamos. Yo cada vez estoy más satisfecho de mi trabajo, en la
medida en que pueda aportar con preguntas o pidiendo comparecencias
en un momento determinado denuncias de cosas que van mal y en otros
momentos reconocer que las cosas van bien. En ese sentido tendrán
ustedes el apoyo. Para el tema de Europa, hagan caso de estos grandes
planteamientos, pero no se olviden de los pequeños. Ni la oficina de
Bruselas puede estar cuatro meses sin nadie ni es lógico que la
ministra no vaya a un solo Consejo de Ministros de Investigación;
solicitamos que haya mayor presencia española porque es muy
necesario, ya que no estamos bien representados en muchos organismos
europeos.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): El señor secretario
de Estado tiene la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): Bien, no sé si podremos cerrar o no. Por lo que ha
dicho, nuestra posición respecto al sexto programa marco y las
preocupaciones que tenemos me parece que son compartidas, y es mejor
que sea así. Nosotros vamos a pelear fuerte por que nuestro apoyo a
la excelencia, como lo hacemos en todos los frentes, se traduzca en
que todavía mejoren más los retornos por nuestra comunidad cientifica
y tecnológica; y el diseño concreto de los planes es importante, esto
lo entendemos bien. Por ello, estamos en discusiones muy concretas,
no sólo con un ministro (con los franceses otros días) sobre nuestras
posiciones sobre el programa marco.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Muchas gracias,
señor secretario de Estado.




- DEL SEÑOR LISSAVETZKY DÍEZ, DEL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA,
SOBRE PREVISIONES SOBRE LA CREACIÓN DE NUEVAS GRANDES INSTALACIONES
CIENTÍFICO-TECNOLÓGICAS. (Número de expediente 181/000275.)



La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Punto V del orden
del día: Previsiones sobre la creación de nuevas grandes
instalaciones científicotécnicas, formulada por el señor Lissavetzky,
que tiene la palabra para la formulación de la misma.




El señor LISSAVETZKY DÍEZ: Señora presidenta, este es un tema que
tiene mucho que ver con Europa y que, de verdad, a mí me preocupa,
como a la comunidad científica en general. Según los datos que yo
tengo,



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parece ser que usted ha dicho en determinados encuentros que España
debe tener una gran instalación. Por cierto -apartado cero-, como
tuvimos una pregunta sobre grandes instalaciones en noviembre, me voy
a referir a las nuevas. Ese es el tenor literal de la pregunta: qué
nuevas va a haber. Conozco el Grantecan, el buque oceanográfico
antártico, etcétera. Si usted quiere hablar de ello, por supuesto. Yo
quiero mirar un poquitín más hacia el futuro, porque ya tenemos la
respuesta de aquella vez. Me preocupa. ¿Por qué? Porque usted -dicen,
y yo quiero que me lo confirme-, va diciendo -y me parece muy
correcto- que para mayo o junio quiere que se inicie y se decida una
gran instalación en España. Dicho así, todos estaríamos de acuerdo.

Pero yo tengo unos problemas. En el supuesto de que eso sea cierto,
le vuelvo a preguntar: ¿Usted sabe -creo que sí- que hay un comité de
grandes instalaciones y que, según mis datos, no se ha reunido? No sé
si lo va usted a remodelar; me dicen que lo va a remodelar y lo va a
reunir. Usted tiene que reunir a un comité de grandes instalaciones,
porque este es un debate importante, y ahora le voy a decir por qué.

Para empezar, uno de los aspectos que ha de contemplar el espacio de
investigación europeo ha de ser lo que tiene que ver con un mapa de
instalaciones: la cartografía europea, y nosotros tenemos que jugar
un papel ahí. ¿Qué ocurre? Que vamos tomando decisiones que no tienen
planificación. Lo que le reclamo aquí a usted es una planificación y
algunas cosas más. Según mis datos, se ha firmado este mes un acuerdo
con Francia para el sincrotrón Soleil. Pregunta: ¿Qué porcentaje va
a poner España para el diseño y la construcción del sincrotrón? Para el
diseño, cero, porque hay veinte tomos y ya está diseñado, o sea, que
vamos a participar solamente en la construcción. Me parece bien que
España participe con otros países en una operación de geometría
variable para poner una gran instalación. Se fue a París, y allí se
decidió de una manera estupenda. La Asamblea Nacional Francesa tuvo
un gran debate. Usted puede entrar ahora mismo en la página web de la
Asamblea Nacional Francesa -yo entré ayer-, y verá que tienen una
oficina específica dentro de la Asamblea, en la que hay un informe
largo y muy interesante sobre sincrotrones, sobre los tipos de
instalaciones que hay, etcétera. En ese sentido, reclamo que el
Parlamento, por una parte, y el conjunto de la comunidad, por otra,
tomen decisiones que pueden ser trascendentales para nuestro país.

Porque si participamos en el Soleil -me puede usted dar los datos del
porcentaje y desde cuándo- y además supongamos que participamos en el
Diamond, que se va a poner en marcha en Gran Bretaña -otro sincrotrón
en el que en buena lógica también vamos a participar dentro de uno o
dos años-, nos vamos a ir cargando con una serie de gastos -una gran
instalación de éstas puede suponer 50.000 millones de pesetas, en
cifras redondas, con un mantenimiento en torno a 5.000 millones, el
10 por ciento, si le parece
adecuado-, con una serie de compromisos que van a tener mucho peso
dentro de lo que nos gastamos en I+D. Como no estamos gastándonos
mucho -y me preocupa también el futuro-, la gran duda, el gran
planteamiento es: ¿Tiene usted prevista alguna planificación? ¿Es
cierto que se quiere poner una gran instalación en España? ¿Qué gran
instalación? Porque no basta con decir a los usuarios del sincrotrón:
reúnanse ustedes y vean qué les parece; habrá que tomar una decisión.

Habrá que ver si este dinero se dedica a una gran instalación de
oceanografía, de astronomía, de materia condensada, de física de
partículas, de redes de cálculo, de sincrotrón o de biotecnología.

Tenemos que tomar una decisión -aunque usted sea Gobierno- entre
todos. A mí lo que me asusta y lo que enciende mi luz de alarma es
que me digan que en mayo o en junio van a decidir una gran
instalación para España. Me preocupa también dónde se va a poner,
pero quizás eso sea lo de menos. Esto nos puede llevar a un gasto,
con el acuerdo Soleil y con el posible acuerdo Diamond, de más de
6.000 millones al año. ¿De dónde va a salir ese dinero? ¿Tenemos una
planificación real? Estas son las dudas que tengo. Es un tema de
debate suficientemente importante, que no se tiene que acabar en esta
pregunta para respuesta oral. Nos ofrecemos para colaborar desde el
conocimiento, pero sobre todo tenga usted en cuenta a los
investigadores, a la comunidad científica. Tiene usted que reunir ese
Comité de grandes instalaciones, porque no creo que sea una decisión
exclusiva -en última instancia, sí- del Gobierno. Como es una
decisión en la que España va a poner mucho dinero, lo que me preocupa
es la falta de planificación y de cartografía, desde el punto de
vista de instalación científica.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañíz Calvo): Señor secretario de
Estado, tiene usted la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA
(Marimón Suñol): El Comité de grandes instalaciones ya se ha
reestructurado y tiene una reunión uno de estos días. Yo no
pertenezco a él, pero ya está convocado, por tanto, está trabajando
como debería.

Ya he manifestado en muchas ocasiones que las grandes instalaciones y
los grandes equipamientos es un tema que nos preocupa. Una de
nuestras prioridades es que avancemos en infraestructuras grandes y
medianas, con financiación, evidentemente, de la Administración
central, pero también buscando otras fórmulas, como la participación
de las comunidades autónomas. Como ustedes saben, en la Ley de
mecenazgo y en la Ley de acompañamiento, se establece que en algunos
campos estratégicos de conocimiento, como genoma, microtecnologías,
cuestiones medioambientales o grandes instalaciones, se debe
favorecer que exista mecenazgo; puede ser poco, pero es importante
que



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empiece a haberlo. Evidentemente, estos temas son importantes y es
necesario hacerlos con seriedad y con planificación. ¿Qué es lo que
se ha hecho, aparte de lo que ya dije sobre otras grandes
instalaciones? En el campo de la astronomía, no sólo está el
Grantecan, sino que hay que impulsar también que exista el European
Northern Observatory, y en esto estamos trabajando muy activamente,
de forma que cuando participamos en grandes proyectos, como el
proyecto Alma, con el Instituto Geográfico y diferentes grupos de
investigación, lo hagamos conjuntamente con Europa.

Como ustedes saben, también tenemos participamos y lideramos
conjuntamente con Francia un grupo de geometría variable sobre
grandes instalaciones en que participan los cinco grandes países, en
tres grandes temas: Uno es fine matter, red designer, luz de
sincrotrón, etcétera; un segundo, son temas oceanográficos, grandes
buques, en el que también participa Portugal; un tercero, a propuesta
nuestra, ha sido de astronomía y astrofísica. Se van a reunir aquí en
Madrid dentro de poco los tres grupos.

Dentro de la parte de luz sincrotrón, que serían las grandes
instalaciones para estudiar materia no sólo en cuestiones de
partículas, sino también sobre todo en cuestiones tanto de materiales
o biotecnología, etcétera, hemos firmado el acuerdo de protocolo con
Francia sobre el Soleil, que tiene dos características importantes:
una, dar continuidad al trabajo del equipo de investigación, que está
trabajando en el LURE, de cuyos equipos es uno de los que está
teniendo mayor impacto científico, y como LURE va a cesar su
operación con el desarrollo del Soleil, nos parecía importante que
hubiese perspectiva para estos grupos que están trabajando. La
segunda característica es que se trata de un convenio de mutua
colaboración, es decir, que Francia va a participar en el desarrollo
de algunas instalaciones que hagamos nosotros. Por lo tanto, las
cantidades no se especifican porque tendrá que verse cómo Francia se
implica en una instalación que vayamos a desarrollar nosotros. Está
naturalmente diseñado un nuevo buque oceanográfico y estamos en estos
momentos en discusión con la Comisión para ver la posible
cofinanciación con fondos Feder. Esto lo podríamos hacer
directamente, pero también hay interés de Portugal en participar.

Sobre el tema de sincrotrones, más en general, que no es simplemente
sincrotrón, esta participación puede ser en Soleil o en Grenoble, más
orientado hacia temas de genoma; precisamente, no impide que veamos
que el desarrollo futuro de la comunidad científica pueda implicar
que se haga uno en nuestro país, aparte de que hay una iniciativa que
posiblemente vaya adelante igualmente, aunque de menor tamaño, con la
Universidad Autónoma para el parque científico de Madrid. Se ha
encargado un estudio de expertos sobre este tema y en breve plazo lo
entregarán, aunque tenían hasta el mes de mayo. Por lo tanto, estos
temas los estamos estudiando, como también otro importante, que es el
de
la supercomputación, o mejor dicho la computación científica; no sólo
se trata de mejorar sustancialmente la red, lo estamos haciendo (y
esto es una gran nueva inversión para toda la comunidad científica,
el pasar como nos comprometimos a 2,5 gigabits) sino además
complementarlo con fuertes grupos de computación científica, desde
los temas de vía informática a muchos otros temas importantes. Aquí
estamos explorando la posibilidad de cómo va a participar también
España en el proyecto del CERN, llamado Grid, que fácilmente puede
convertirse en la era futura de Internet. Como ustedes saben, el web
se originó en el propio CERN y ahora se está trabajando en una
iniciativa importante en la que queremos participar. Estos son los
campos que están hoy en día en estudio, como evidentemente
instalaciones de tipo medio, por ejemplo en el área de biotecnología
y también alguno de estos parques científicos que vamos a apoyar.

Hay otro gran tema que requiere estudio y en el que estamos
trabajando, que es el de fusión. En un consejo informal de Europa en
principio se le ha dado luz verde a un proyecto a muy largo plazo, el
proyecto ITER; es un trabajo que se está desarrollando en el mismo
Ciemat, pero es un tema que nos importa mucho y vamos a ver cómo
participamos. También en el Ciemat, como ustedes saben, la plataforma
solar ha sido finalista este año pasado como gran proyecto europeo.

Todos los temas de energía renovable ya he dicho que tenían prioridad
y, por tanto, también su correspondiente parte en infraestructuras.

Estoy de acuerdo en que son temas de envergadura, que requieren
planificación, y es en lo que se está trabajando, y requerirán
evidentemente en su momento una discusión en esta misma Cámara. El
comité de grandes instalaciones, como ya he dicho, va a continuar
trabajando y asumiendo sus responsabilidades.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Señor Lissavetzky.




El señor LISSAVETZKY DÍEZ: Para terminar, obviamente agradecer,
porque ésta será mi última intervención, la presencia, una vez más,
del señor Marimón esta mañana aquí.

La verdad es que siempre me contesta usted que se van a reunir uno de
estos días. Va a tener usted un mes tremendo, se va a tener que
reunir usted con la comisión de grandes instalaciones, con los OPI,
con las comunidades autónomas, pero bienvenida sea la reunión de la
comisión de grandes instalaciones. Por cierto, el 26 de junio que hay
Consejo de Ministros Europeo, que vaya la ministra, que antes no me
contestó usted a ello, y tendrá usted una fecha más libre para
reunirse. Es una broma.

Bromas aparte, estoy de acuerdo con el planteamiento que me hace
usted en la respuesta. ¿En qué sentido? Satisfecho, aunque no me ha
contestado a la pregunta, la pregunta era: ¿Va a haber una decisión
para el mes



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de mayo o junio, aproximadamente, de este año, sobre una gran
instalación en España? Eso es lo que yo le estoy preguntando, todo lo
demás son buenas intenciones y podemos coincidir en los
planteamientos. La planificación es fundamental; una planificación
financiera a diez años, saber a qué nos vamos a comprometer y tomar
una decisión conjunta, desde la responsabilidad del Gobierno, por
supuesto, porque si vamos a tomar una decisión en mayo o en junio yo
se lo voy a tener que criticar, no porque la decisión sea buena o
mala, que no lo sabré, sino porque yo creo, en mi modesta opinión,
que no hay suficiente información en este momento, o la tiene usted y
no la dice, pero no hay suficiente información: no se reúne la
comisión de grandes instalaciones; hay grupos que están haciendo su
trabajo del Sincrotrón; yo sé que otros grupos se están reuniendo por
otro lado, y me habla usted de unas posibles áreas en las que puede
haber grandes instalaciones pero, repito, es una decisión muy grave e
importante y positiva.

Me agrada la parte de la respuesta en la que no olvida usted las
pequeñas y medianas instalaciones, pero me preocupa una cierta
indefinición porque, repito, si catalogamos una gran instalación por
50.000 millones de pesetas, si hacemos una gran instalación en
España, suponiendo que nosotros pongamos en Francia, en Soleil, por
ejemplo, el 10 por ciento -y estoy tirando por lo bajo, yo creo que
va a ser más-, nos va a costar ese 10 por ciento en torno a 7.500 u
8.000 millones en diez años, cerca de 800.000 millones; si ponemos la
misma cantidad en otro Sincrotrón de Gran Bretaña ya vamos por los
1.500, no lo sé, pero si en nuestra instalación ponemos el 80 por
ciento, por mucho que sea de reciprocidad -porque si nosotros ponemos
el 10 en Francia, Francia pondrá el 10 aquí, a lo mejor se va al 15-
tenemos -entre comillas- una hipoteca, que a lo mejor es positiva, en
torno a 50.000 millones de pesetas. Estoy hablando en un plazo de
diez años. Quizá no se me entienda excesivamente, pero una gran
instalación en España más participar en una o dos grandes
instalaciones en Europa nos va a costar -entre comillas- en torno a
6.000 o más de 6.000 millones/año durante diez años. Para tomar estas
decisiones yo creo que es necesario que haya un gran debate, yo no sé
si una comisión parlamentaria como hay en Francia o de otra manera,
no lo sé, pero tienen que estar presentes los agentes sociales, las
comunidades autónomas, y por supuesto el Gobierno y este Parlamento
tienen que conocerlo, porque, señor mío, creo sinceramente que con
este tipo de decisiones nos vamos a jugar mucho, porque tengo mis
dudas de que haya un crecimiento espectacular de los gastos de I+D en
España. Una gran instalación no puede ir en detrimento de la
financiación de otros grupos, siempre y cuando tengan un nivel de
calidad, evidentemente. Por tanto, estoy un poco preocupado por ese
motivo.

Por último, me gustaría que me dijera si tiene previsto tomar una
decisión en los próximos meses para poner una gran instalación en
España, porque si no es así y va a haber un mayor plazo de tiempo, en
el supuesto de que vayamos a esa gran instalación, me quedaré más
tranquilo si usted me dice que va a tomar una decisión pronto con
respecto a la construcción de una gran instalación en España. Se
habló en su momento de un Sincrotrón en Cataluña. No sé qué otra cosa
puede ser. Si no es así, si se va a tomar pronto esa decisión,
tendremos que tomar, lógicamente, más iniciativas parlamentarias para
aclarar la situación e intentar colaborar en lo que creamos entre
todos que es mejor para nuestro país.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): Señor Marimón, tiene
usted la palabra.




El señor SECRETARIO DE ESTADO DE POLÍTICA CIENTÍFICA Y TECNOLÓGICA (
Marimón Suñol): Muchas gracias a todos ustedes. Ha sido una mañana
larga. Como he dicho, estamos estudiando estos temas y evidentemente
esta decisión depende del tipo de instalación de la que se esté
hablando o que se haya madurado el proyecto. En estos momentos el
proyecto más maduro que existe es el de un buque oceanográfico, y no
se está hablando de las cifras que usted maneja, son cifras bastante
inferiores. Nos parece importante que planifiquemos la posibilidad de
hacer otras instalaciones y la decisión que se tome en su momento -y
no le digo que vaya a ser en mayo o junio-, si se toma, se hará con
toda la responsabilidad y con la inclusión de los agentes sociales
que corresponda. Por tanto, esta es una situación de envergadura
a largo plazo, pero que nos parece importante y que no se tendría que
plantear en términos de recursos que se detraen de la comunidad
científica, entre otras razones porque una cosa que sí hemos
aprendido a hacer muy bien es a participar industrialmente en grandes
instalaciones, la participación industrial en el Grantecan, ahora en
el LHC del CERN. En el caso del CERN, por ejemplo, la participación
española es muy activa, y tiene un retorno industrial mayor de lo que
es en proporción nuestra participación. Por tanto, en la construcción
de una gran instalación también hay que contar con el estímulo que
tiene tanto para las empresas innovadoras como para la comunidad
científica. Por ejemplo, en este momento, en el campo científico
donde tenemos un mayor impacto internacional es en astronomía, y no
cabe duda de que esto ha sido debido al desarrollo de las
instalaciones en Canarias, con el Instituto Astrofísico de Canarias,
conjuntamente con la actividad muy fuerte de algún otro grupo del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas y también del IGN.

Por tanto, hay un elemento dinamizador a veces en este tipo de
operaciones que se tiene que tener en cuenta. Ya digo que la decisión
se tomará en su momento, pero lo



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que es importante es que se hará con seriedad, con planificación, con
participación, y lo que es importante es que la hagamos, que no
dejemos pasar, por ejemplo, todo este período de 2000-2006 de fondos
estructurales sin que aprovechemos más para hacer cosas de una cierta
envergadura.

En los temas que he mencionado estamos estudiando las distintas
posibilidades, las distintas líneas de actuación. Lo que no haremos
es entrar en compromisos internacionales que por su dimensión nos
impidan desarrollar iniciativas propias. Pero tampoco daremos lugar a
que por no entrar nuestra comunidad científica se quede retrasada en
iniciativas importantes. Es en este tipo de estrategia donde se ha
planteado, por ejemplo, la participación en el Soleil, que es
moderada, porque es dar cabida a los grupos de investigadores
actuales, pero de forma que el nivel de compromiso no nos ate las
manos a la hora de tomar la decisión de si hacer otra instalación o
no, quizás de nueva generación, en este campo. Por tanto, estamos
haciendo una política para posibilitar que exista esa decisión, tanto
en la planificación técnica como económica, y de no cerrarnos,
ni mucho menos, en banda a colaboraciones internacionales que
favorezcan a los investigadores.

Refiriéndome a una pregunta anterior, nuestra política es claramente
de favorecer a la comunidad científica de investigadores. Cuando
hablaba del caso de los OPI me refería precisamente a que me preocupa
que su organización actual les pone trabas en ciertos momentos. Vamos
a debatir en esta Cámara reformas normativas que faciliten todavía
más la tarea del investigador.

Muchas gracias a todos ustedes.




La señora VICEPRESIDENTA (García-Alcañiz Calvo): En nombre de la Mesa
quiero agradecer al señor secretario de Estado de Política Científica
y Tecnológica, señor Marimón, su comparecencia e intervención.

Asimismo, agradecer a los grupos parlamentarios el tono y la cortesía
que han mantenido a lo largo de los debates en esta larga mañana.

Finalizados los puntos del orden del día, se levanta la sesión.




Eran las dos y treinta y cinco minutos de la tarde.