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DS. Senado, Pleno, núm. 27, de 19/12/1996
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Año 1996 VI Legislatura
Núm. 27



CORTES GENERALES
DIARIO DE SESIONES DEL
SENADO



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JUAN IGNACIO BARRERO VALVERDE



Sesión del Pleno



celebrada el jueves, 19 de diciembre de 1996



ORDEN DEL DIA:



Dictámenes de comisiones sobre proyectos y proposiciones de ley remitidos
por el Congreso de los Diputados:



--De la Comisión de Presupuestos, en relación con el Proyecto de Ley de
Presupuestos Generales del Estado para 1997 (publicado en el «Boletín
Oficial de las Cortes Generales», Senado, Serie II, número 2, de fecha 16
de diciembre de 1996). (Continuación.) (Número de expediente S.

621/000002; número de expediente C. D. 121/000015.)



--De la Comisión de Economía y Hacienda, en relación con el Proyecto de
Ley Orgánica de modificación parcial de la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de
septiembre, de financiación de las Comunidades Autónomas. Se tramita por
el procedimiento de urgencia (publicado en el «Boletín Oficial de las
Cortes Generales», Senado, Serie II, número 6, de fecha 16 de diciembre
de 1996). (Número de expediente S. 621/000006; número de expediente C. D.

121/000019.)



--De la Comisión de Economía y Hacienda, en relación con el Proyecto de
Ley de cesión de tributos del Estado a las Comunidades Autónomas y de
medidas fiscales complementarias. Se tramita por el procedimiento de
urgencia (publicado en el «Boletín Oficial de las Cortes Generales»,
Senado, Serie II, número 5, de fecha 16 de diciembre de 1996). (Número de
expediente S. 621/000005; número de expediente C. D. 121/000018.)



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SUMARIO



Se reanuda la sesión a las nueve horas y cinco minutos.




DICTAMENES DE COMISIONES SOBRE PROYECTOS Y PROPOSICIONES DE LEY REMITIDOS
POR EL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS.




De la Comisión de Presupuestos, en relación con el Proyecto de Ley de
Presupuestos Generales del Estado para 1997. (Continuación) (Página 1061)



Sección 23. Medio Ambiente. (Continuación.)



El señor Ríos Pérez, del Grupo Mixto, defiende la enmienda número 879. La
señora De Boneta y Piedra da por defendidas las enmiendas números 892 a
894, del señor Armas Rodríguez, del Grupo Mixto, y defiende las números
44 y 45, suscritas por ella misma. La señora Costa Serra, del Grupo
Mixto, defiende las enmiendas números 901, 902 y 915. La señora De Boneta
y Piedra da por defendidas las enmiendas números 934 a 945, del señor
Padrón Rodríguez, del Grupo Mixto. El señor Esteban Albert consume un
turno en contra. No se hace uso del turno de portavoces.




Sección 25. Presidencia.




El señor López Carvajal defiende la enmienda número 1.270, de veto a la
Sección, así como las números 1.271 y 1.272, del Grupo Socialista. El
señor Nieto Cicuéndez, del Grupo Mixto, defiende la enmienda número 805.

El señor Escuin Monfort consume un turno en contra. En turno de
portavoces, hacen uso de la palabra los señores López Carvajal, por el
Grupo Socialista, y Escuin Monfort, por el Grupo Popular.




Sección 26. Sanidad y Consumo.




El señor Nieto Cicuéndez, del Grupo Mixto, defiende las enmiendas números
806, de veto a la Sección, y 807 a 811, 813, 814, 818 a 823 y 825 a 868.

El señor Zamorano Vázquez defiende la enmienda número 1.273, de veto a la
Sección, así como las números 1.274 a 1.298, del Grupo Socialista. La
señora Costa Serra, del Grupo Mixto, defiende las enmiendas números 897 a
900, 916 y 917. El señor Ríos Pérez, del Grupo Mixto, defiende la
enmienda número 880. El señor Bellido Muñoz consume un turno en contra.

En turno de portavoces, hacen uso de la palabra los señores Ríos Pérez,
por el Grupo Mixto; Zamorano Vázquez, por el Grupo Socialista, y Bellido
Muñoz, por el Grupo Popular.




Sección 14. Defensa.




El señor Nieto Cicuéndez, del Grupo Mixto, defiende la enmienda número
282, de veto a la Sección, así como las números 284 a 304. El señor
González López defiende la enmienda número 1.043, de veto a la Sección,
así como las números 1.044 a 1.047, del Grupo Socialista. El señor
Elorriaga Fernández defiende las enmiendas números 1.371 y 1.372, del
Grupo Popular, y consume un turno en contra. En turno de portavoces,
hacen uso de la palabra los señores Nieto Cicuéndez, por el Grupo Mixto;
González López, por el Grupo Socialista, y Elorriaga Fernández, por el
Grupo Popular.




Sección 16. Interior.




El señor Nieto Cicuéndez, del Grupo Mixto, defiende la enmienda número
312, de veto a la Sección, así como las números 313 a 352. El señor
Arévalo Santiago defiende la enmienda número 1.061, de veto a la Sección,
así como las números 1.062 a 1.069, del Grupo Socialista. El señor Armas
Rodríguez, del Grupo Mixto, defiende las enmiendas números 882 a 884. La
señora De Boneta y Piedra, del Grupo Mixto, defiende la enmienda número
26 y da por defendidas las números 132 y 133, del señor Ferrer Roselló,
así como las números 922 a 928, del señor Padrón Rodríguez, del mismo
Grupo Parlamentario. La señora Costa Serra, del Grupo Mixto, defiende la
enmienda número 904. El señor García Carnero consume un turno en contra.

En turno de portavoces, hacen uso de la palabra los señores Nieto
Cicuéndez, por el Grupo Mixto; Arévalo Santiago, por el Grupo Socialista,
y García Carnero, por el Grupo Popular.




Radiotelevisión Española.




El señor Nieto Cicuéndez, del Grupo Mixto, defiende la enmienda número
804, de veto a la Sección. Se da por debatida la enmienda 1.309, del
Grupo Socialista. El señor García Carnero consume un turno en contra. En
turno de portavoces, hacen uso de la palabra los señores Nieto Cicuéndez,
por el Grupo Mixto, y García Carnero, por el Grupo Popular.




Preámbulo.




El señor Granado Martínez defiende la enmienda número 980, del Grupo
Socialista. El señor García Carnero interviene por alusiones y consume un
turno en contra. En turno de portavoces hace uso de la palabra el señor
Utrera Mora, por el Grupo Popular.




De la Comisión de Economía y Hacienda, en relación con el Proyecto de Ley
Orgánica de modificación parcial de la Ley Orgánica 8/1980, de 22 de
septiembre, de financiación de las Comunidades Autónomas. Se tramita por
el procedimiento de urgencia (Página 1089)



El señor Nieto Cicuéndez, del Grupo Mixto, defiende las enmiendas números
2 a 18. El señor Armet i Coma defiende las enmiendas números 19 a 25, del
Grupo Socialista. El



Página 1059




señor Utrera Mora consume un turno en contra. En turno de portavoces,
hacen uso de la palabra los señores Nieto Cicuéndez, por el Grupo Mixto;
Armet i Coma, por el Grupo Socialista, y Utrera Mora, por el Grupo
Popular.




De la Comisión de Economía y Hacienda, en relación con el Proyecto de Ley
de cesión de tributos del Estado a las Comunidades Autónomas y de medidas
fiscales complementarias. Se tramita por el procedimiento de urgencia
(Página 1095)



El señor Nieto Cicuéndez, del Grupo Mixto, da por defendidas las
enmiendas números 1 a 13. El señor Cambra i Sánchez defiende las
enmiendas números 15 y 16, retirando la número 14, del Grupo Catalán en
el Senado de Convergència i Unió. El señor Lerma Blasco defiende las
enmiendas números 17 a 26, del Grupo Socialista. El señor Utrera Mora
defiende las enmiendas números 27, 28, 31 y 32, retirando la número 31,
del Grupo Popular, y consume un turno en contra. En turno de portavoces,
hacen uso de la palabra los señores Cambra i Sánchez, por el Grupo
Catalán en el Senado de Convergència i Unió, quien en este acto retira la
enmienda de su Grupo número 15; Lerma Blasco, por el Grupo Socialista, y
Utrera Mora, por el Grupo Popular.




De la Comisión de Presupuestos, en relación con el Proyecto de Ley de
Presupuestos Generales del Estado para 1997. (Continuación) (Página 1099)



Se procede a votar.




Sección 23.




Se rechaza la enmienda número 683, de los señores Nieto Cicuéndez y Román
Clemente, del Grupo Mixto, por 87 votos a favor, 134 en contra y 2
abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 697 a 709, del Grupo Socialista, por 3
votos a favor, 218 en contra y 4 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 743, 745, 747, 763, 764, 765 y 774, del
Grupo Socialista, por 90 votos a favor, 133 en contra y 3 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 639, 684 a 696, 710 a 742, 744, 746,
748 a 762, 766 a 773 y 775 a 802, del Grupo Socialista, por 2 votos a
favor, 134 en contra y 89 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 879, del señor Ríos Pérez, del Grupo Mixto,
por 7 votos a favor, 126 en contra y 93 abstenciones.

Se rechazan las enmiendas números 892 a 894, del señor Armas Rodríguez,
del Grupo Mixto, por 8 votos a favor, 135 en contra y 83 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 44 y 45, de la señora De Boneta y
Piedra, del Grupo Mixto, por 8 votos a favor, 122 en contra y 94
abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 901, de la señora Costa Serra, del Grupo
Mixto, por 8 votos a favor, 124 en contra y 93 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 902 y 915, de la misma señora Senadora,
por 95 votos a favor, 122 en contra y 9 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 99, del señor Ferrer Roselló, del Grupo
Mixto, por 89 votos a favor, 132 en contra y 5 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 95, 97, 98, 102 a 110, 113, 145 a 148,
152 a 155, 157, 158, 160 a 162, 164 y 179, del mismo señor Senador, por 6
votos a favor, 133 en contra y 87 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 934 a 945, del señor Padrón Rodríguez,
del Grupo Mixto, por 8 votos a favor, 133 en contra y 85 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 1.238, del Grupo Socialista, por 85 votos a
favor, 136 en contra y 5 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 1.239 a 1.269, del Grupo Socialista,
por 86 votos a favor, 135 en contra y 4 abstenciones.




Se aprueba la Sección 23, según el texto del dictamen, por 131 votos a
favor, 90 en contra y 5 abstenciones.




Sección 25.




Se rechaza la enmienda número 1.270, del Grupo Socialista, por 87 votos a
favor, 135 en contra y 4 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 805, de los señores Nieto Cicuéndez y Román
Clemente, del Grupo Mixto, por 90 votos a favor, 135 en contra y 1
abstención.




Se rechaza la enmienda número 1.272, del Grupo Socialista, por 85 votos a
favor, 136 en contra y 3 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 1.271, del Grupo Socialista, por 88 votos a
favor, 133 en contra y 5 abstenciones.




Se aprueba la Sección 25, según el texto del dictamen, por 137 votos a
favor, 87 en contra y 2 abstenciones.




Página 1060




Sección 26.




Se rechaza la enmienda número 806, de los señores Nieto Cicuéndez y Román
Clemente, del Grupo Mixto, por 86 votos a favor, 136 en contra y 4
abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 807 a 811, 813, 814, 818 a 823, 825 a
868, de los mismos señores Senadores, por 4 votos a favor, 134 en contra
y 86 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 897 a 900, 916 y 917, de la señora
Costa Serra, del Grupo Mixto, por 10 votos a favor, 123 en contra y 93
abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 880, del señor Ríos Pérez, del Grupo Mixto,
por 8 votos a favor, 124 en contra y 94 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 1.273, del Grupo Socialista, por 87 votos a
favor, 136 en contra y 2 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 1.274 a 1.298, del Grupo Socialista,
por 86 votos a favor, 133 en contra y 5 abstenciones.




Se rechaza el voto particular que mantiene lo aprobado por el Congreso de
los Diputados en relación con la Sección 26, por 88 votos a favor, 134 en
contra y 4 abstenciones.




Se aprueba la Sección 26, según el texto del dictamen, por 135 votos a
favor, 87 en contra y 4 abstenciones.




Sección 31.




Se aprueba la Sección 31, según el texto del dictamen, por 137 votos a
favor, 85 en contra y 3 abstenciones.




Sección 14.




Se rechaza la enmienda número 282, de los señores Nieto Cicuéndez y Román
Clemente, del Grupo Mixto, por 88 votos a favor y 137 en contra.




Se rechazan las enmiendas números 284, 285 y 294, de los mismos señores
Senadores, por 88 votos a favor, 133 en contra y 4 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 303 y 304, de los mismos señores
Senadores, por 4 votos a favor, 133 en contra y 89 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 286 a 293 y 295 a 302, de los mismos
señores Senadores, por 4 votos a favor, 216 en contra y 5 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 921, del señor Padrón Rodríguez, del Grupo
Mixto, por 7 votos a favor, 133 en contra y 86 abstenciones.

Se rechaza la enmienda número 1.043, del Grupo Socialista, por 88 votos a
favor y 137 en contra.




Se rechazan las enmiendas números 1.044 a 1.047, del Grupo Socialista,
por 87 votos a favor, 133 en contra y 6 abstenciones.




El señor García Carnero anuncia en este acto la retirada de las enmiendas
números 1.371 y 1.372, del Grupo Popular.




Se aprueba la Sección 14, según el texto del dictamen, por 134 votos a
favor y 91 en contra.




Sección 16.




Se rechaza la enmienda número 312, de los señores Nieto cicuéndez y Román
Clemente, del Grupo Mixto, por 88 votos a favor, 136 en contra y 1
abstención.




Se rechazan las enmiendas números 329, 330, 333, 341 y 342, de los mismos
señores Senadores, por 89 votos a favor, 132 en contra y 4 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 313 a 328, 331, 332, 334 a 340, 343 a
352, de los mismos señores Senadores, por 4 votos a favor, 134 en contra
y 87 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 882 a 884, del señor Armas Rodríguez,
del Grupo Mixto, por 8 votos a favor, 133 en contra y 85 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 26, de la señora De Boneta y Piedra, del
Grupo Mixto, por 8 votos a favor, 123 en contra y 94 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 904, de la señora Costa Serra, del Grupo
Mixto, por 9 votos a favor, 124 en contra y 93 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 132 y 133, del señor Ferrer Roselló,
del Grupo Mixto, por 9 votos a favor, 132 en contra y 85 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 922 a 928, del señor Padrón Rodríguez,
del Grupo Mixto, por 8 votos a favor, 133 en contra y 85 abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 1.061, del Grupo Socialista, por 86 votos a
favor, 135 en contra y 4 abstenciones.




Se rechazan las enmiendas números 1.062 y 1.064 a 1.069, del Grupo
Socialista, por 87 votos a favor, 133 en contra y 6 abstenciones.




Se aprueba la Sección 16, según el texto del dictamen, por 136 votos a
favor, 87 en contra y 3 abstenciones.




Página 1061




Radiotelevisión Española.




Se rechaza la enmienda número 804, de los señores Nieto Cicuéndez y Román
Clemente, del Grupo Mixto, por 4 votos a favor, 135 en contra y 86
abstenciones.




Se rechaza la enmienda número 1.309, del Grupo Socialista, por 85 votos a
favor, 134 en contra y 6 abstenciones.




Se aprueba el presupuesto del Ente Público Radiotelevisión Española,
según el texto del dictamen, por 136 votos a favor, 85 en contra y 4
abstenciones.




Se aprueba el presupuesto del Ente Público Gestor de Infraestructuras
Ferroviarias, según el texto del dictamen, por 135 votos a favor, 87 en
contra y 3 abstenciones.




Se aprueba la distribución regionalizada de inversiones, según el texto
del dictamen, por 138 votos a favor, 86 en contra y 2 abstenciones.




Preámbulo.




Se rechaza la enmienda número 980, del Grupo Socialista, por 87 votos a
favor, 135 en contra y 4 abstenciones.




Se aprueba el Preámbulo, según el texto del dictamen, por 135 votos a
favor, 88 en contra y 3 abstenciones.




El señor Presidente anuncia la votación de los artículos 2, 3, 4, 6, 11 y
42, así como de Anexo I. El señor Granado Martínez solicita un informe de
los estados numéricos contenidos en los artículos del Título I.




Se suspende la sesión a las 14 horas y 35 minutos.




Se reanuda la sesión a las 18 horas y 20 minutos.




El señor Presidente somete a la Cámara las cifras relativas al informe
solicitado. El señor Granado Martínez explana la opinión de su Grupo al
respecto. El señor Utrera Mora responde a las opiniones vertidas.

Asimismo lo hace el señor Laborda Martín. Intervienen seguidamente el
señor Ríos Pérez y la señora De Boneta y Piedra. Vuelven a hacer uso de
la palabra los señores Utrera Mora, Laborda Martín y García Escudero
Márquez.




Se suspende la sesión a las 18 horas y 35 minutos.




Se reanuda la sesión a las nueve horas y cinco minutos.




--PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 1997.

(Continuación.) (S. 621/000002; C. D. 121/000015.)



El señor PRESIDENTE: Se reanuda la sesión.

Estamos debatiendo la Sección 23, Medio Ambiente.

Tiene la palabra el señor Ríos Pérez, para la defensa de la enmienda
número 879.




El señor RIOS PEREZ: Buenos días.

Señor Presidente, esta enmienda viene rebotada del Congreso de los
Diputados. Cuando se planteó se dijo que no era relativa a la sección de
fomento, que es en la que se presentó, sino a medio ambiente. Se trata de
realizar una escollera en un pueblecito norteño, que se llama San Andrés,
porque cada pleamar, sobre todo cuando hay luna llena, se inundan las
casas de agua, y si coinciden varios planetas, la inundación todavía es
mayor, y no digo nada en los equinoccios de primavera y de otoño. Por lo
tanto, con 80 millones de pesetas podemos evitar que ocurra una desgracia
importante en la vida de sus habitantes, sobre todo pensando en los
próximos idus de marzo.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ríos Pérez.

Enmiendas números 892, 893 y 894, que corresponden al Senador Armas
Rodríguez.

Tiene la palabra la Senadora De Boneta.




La señora DE BONETA Y PIEDRA: Muchas gracias, señor Presidente.

Se dan por defendidas las enmiendas del Senador Cándido Armas.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senadora De Boneta.

Enmiendas números 44 y 45 de la Senadora De Boneta y Piedra.




La señora DE BONETA Y PIEDRA: Muchas gracias, señor Presidente.

Las enmiendas que presento a la Sección 23 son las números 44 y 45. Estas
enmiendas pretenden proceder a la rehabilitación y recuperación de las
costas de la parte de la Comunidad Autónoma que transcurre por la
provincia de Guipúzcoa. Entendemos que es necesario recuperar ese
litoral, así como la parte del paseo marítimo de Zarauz, cuyas obras se
iniciaron en ejercicios anteriores. Para la financiación de estas obras
solicitamos 150 millones de pesetas.

Por otra parte, y en la enmienda número 45, solicitamos 300 millones de
pesetas para las inversiones necesarias para la reposición de arena de
las playas de Deva, Guipúzcoa, y para el alargamiento del espigón. Se han
producido una serie de corrientes que arrancan, por decirlo de alguna
manera, las arenas de las playas y las depositan en la ría, en la zona de
entrada de barcos y motoras, por lo que no pueden pasar sin grave
peligro, además del peligro añadido de catástrofes como riadas, toda vez
que esa ría está repleta de arena. Es preciso dragarla, pero previamente
es necesario prolongar el espigón, que evitará que con el cambio de
corriente esas arenas se depositen en la ría. Para eso solicitamos



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300 millones. Creemos que es necesario que se tengan en cuenta estas
obras o por lo menos se participe en la financiación de las mismas.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Gracias, Senadora De Boneta y Piedra.

Las enmiendas 901, 902, 915 corresponden a la Senadora Costa Serra, que
tiene tres minutos para su defensa.




La señora COSTA SERRA: Muchas gracias, señor Presidente.

Señorías, las enmiendas que se presentan a esta Sección hacen referencia,
concretamente la 901, a los sucesivos desprendimientos ocurridos en un
acantilado de la costa de Ibiza, en la zona denominada «Es Mirador», que
ha provocado el deterioro de una muralla renacentista, por lo que se
solicita la dotación de una partida de 80 millones de pesetas.

La enmienda número 902 hace referencia a la Reserva Natural de las
Salinas de Ibiza y Formentera. La Ley tiene prevista la elaboración y
aprobación de una serie de planes, como el plan de ordenación de recursos
naturales, el plan de uso y gestión y diversos organismos, que todavía no
se han puesto en funcionamiento, por lo que se solicita dar cumplimiento
a esta Ley de Reserva Natural, con una dotación de 150 millones de
pesetas. Quiero decir que en el alta de la enmienda, por error, se hace
constar una dotación de 150.000 millones de pesetas. La cuantía correcta
es la que consta en la baja de 150 millones de pesetas.

Por último, la enmienda número 915 hace referencia al acondicionamiento
de cauces y márgenes en las Islas Baleares, ya que en el año 1994 se
suscribió un convenio entre el anterior Ministerio de Obras Públicas,
Transportes y Medio Ambiente y la Comunidad de las Islas Baleares para
prevenir inundaciones y desbordamientos como los producidos en el
presente año, por lo que se solicita una dotación, para dar cumplimiento
a este convenio, de 600 millones de pesetas.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senadora Costa Serra.

Enmiendas del Senador Padrón Rodríguez, números 934 a 945, ambas
inclusive. Para su defensa, tiene la palabra la Senadora De Boneta.

La señora DE BONETA Y PIEDRA: Gracias, señor Presidente.

Doy por defendidas las enmiendas del Senador Padrón Rodríguez.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senadora De Boneta.

Para turno en contra, tiene la palabra el Senador Esteban.




El señor ESTEBAN ALBERT: Muchas gracias, señor Presidente.

Esto de realizar el debate de la sesión a plazo ha provocado que mi Grupo
y yo no hayamos tenido la oportunidad de manifestarnos sobre el turno en
contra a la totalidad. Pero para no inflacionar este Pleno y no seguir
repitiendo argumentos que profusamente se reprodujeron ayer en el debate
que se suscitó en esta Cámara entre los distintos miembros de los grupos
parlamentarios y la Ministra de Medio Ambiente, mantenemos nuestro voto
en contra y hacemos nuestros los argumentos que se expusieron por parte
del Gobierno a los vetos a la totalidad de esta Sección y mantenemos,
como es natural, nuestro voto en contra.

En cuanto a las enmiendas particulares a esta Sección, defendidas por el
señor Román, de Izquierda Unida, y por la señora Pleguezuelos, del Grupo
Parlamentario Socialista, tengo que decir que se distancian mucho de los
vetos que se han querido presentar. Por un lado, Izquierda Unida dice que
hay poco respeto al medio ambiente y presentan un número ingente de
enmiendas particulares en las que se nos piden grandes obras hidráulicas.

Se contrapone lo uno con lo otro. No obstante, nosotros pedimos a
Izquierda Unida, haciendo mía la expresión de la Ministra, que nos den un
plazo de tiempo después de la aprobación de estos Presupuestos para que
se pueda comprobar la ejecución y la sensibilidad medioambiental de este
Gobierno. A este Gobierno hay que concederle que tiene una gran
sensibilidad medioambiental, siquiera sea por la novedad de haber creado
un Ministerio de Medio Ambiente.

En cuanto a las enmiendas que ha presentado el Senador Ríos, es necesario
--yo lo siento-- mantener los mismos argumentos que se expresaron en el
Congreso de los Diputados.

Respecto a las enmiendas presentadas por las Senadoras Costa y De Boneta,
tengo que decir a la Senadora Costa que no tenga la menor duda de que los
convenios firmados que hayan tenido retención de créditos legalmente
firmados se cumplirán. Aquellos que no se hayan firmado legalmente no se
podrán cumplir. Y sentimos también tener que decirle, señora Costa,
aunque su señoría ponga cara de extrañeza, que firmar un convenio el
Gobierno de la nación y una Comunidad Autónoma sin retención de crédito
no es legal, no obliga, y, por tanto, cuando hay unos criterios de
convergencia que cumplir y unos Presupuestos restrictivos, es necesario
acudir a aquello a lo que el principio de seguridad jurídica obliga, es
decir, las obras que ya están contratadas y los convenios y
realizaciones, sean de deslindes marítimos o de otro tipo de obras o de
actuaciones, que se puedan realizar en la Sección 23, en el Ministerio de
Medio Ambiente.

A la señora De Boneta le digo lo mismo, es decir, las actuaciones que se
proponen en costas y demás tienen que esperar necesariamente un nuevo
turno, toda vez que el presupuesto del Ministerio de Medio Ambiente para
1997 estaba contraído antes de llegar este Partido al Gobierno. Por
tanto, no es posible atender sus enmiendas y, sintiéndolo mucho, tendrán
que esperar, aunque la sensibilidad medioambiental del Gobierno nos hace
asegurar que, efectivamente, sus peticiones se irán cumpliendo.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Esteban.




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Turno de portavoces.

¿Grupo Parlamentario Mixto? (Pausa.)
¿Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos? (Pausa.)
¿Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió?
(Pausa.)
¿Grupo Parlamentario Socialista? (Pausa.)
¿Grupo Parlamentario Popular? (Pausa.)
Muchas gracias.

Pasamos al debate de la Sección 25, Presidencia. En primer término, hay
un veto que se corresponde con la enmienda 1.270, del Grupo Parlamentario
Socialista. Para su defensa, tiene la palabra el Senador López Carvajal,
por tiempo de seis minutos.




El señor LOPEZ CARVAJAL: Señor Presidente, señorías, esta Sección que
debatimos tiene un rasgo fundamental, que, en mi opinión, es la
heterogeneidad. La Sección 25 comprende dos áreas organizativas
perfectamente diferenciadas: una que denominamos subsector Estado, en la
que se incluyen la Presidencia del Gobierno y el Ministerio de la
Presidencia, y otra que son los organismos autónomos, en los que están
incluidos el CIS, Centro de Investigaciones Sociológicas, el Boletín
Oficial del Estado, la Administración del Patrimonio y el Consejo de
Seguridad Nuclear y de Protección Radiológica. Al mismo tiempo, se
incluye en esta Sección un Programa, el 455.C, que, en mi opinión,
obedece exclusivamente a razones presupuestarias.

En el trámite parlamentario del Congreso, el Gobierno, a través de su
Vicepresidente, ha centrado la defensa de este presupuesto en la
reducción del gasto. De esta manera, se ha destacado que el presupuesto
de 1997 tiene un importe de 47.000 millones de pesetas --redondeo la
cifra--, frente a los 61.000 que tenía el presupuesto nonato de 1996, lo
cual supone, según el Vicepresidente del Gobierno, señor Alvarez Cascos,
una reducción del 29,5 por ciento. Estos datos son, para ustedes, el
reflejo de una política racional y de austeridad que descansa en los
siguientes factores: en primer lugar, la congelación salarial; en segundo
lugar, la reducción del gasto corriente y, en tercer lugar, las reformas
organizativas derivadas de los Decretos-leyes 1.534, 1.589 y 2.213, que
definen las nuevas estructuras organizativas tanto de la Presidencia del
Gobierno como de la propia Presidencia. (El señor Vicepresidente, Aguilar
Belda, ocupa la Presidencia.)
En mi opinión, el análisis de las magnitudes económicas del presupuesto
que nos ocupa requiere, en primer lugar, identificar las fuentes de las
que extraemos los datos, porque ese método es el que dará solvencia a
nuestras conclusiones. Por parte nuestra, quiero dejar bien claro que las
referencias se harán siempre en términos comparativos entre el
presupuesto de 1997 y el de 1996, el nonato, aquel que fue rechazado por
el Congreso de los Diputados, porque cualquier otra cifra que se intente
comparar, como puede ser la liquidación de ese mismo presupuesto con la
previsible liquidación con las cifras que se nos presentan en el proyecto
de 1997, creo que distorsionaría gravemente las cifras.

Con esta simple premisa, es decir, comparando estos dos presupuestos, lo
que llama la atención, en primer lugar, es que la reducción económica no
es del 29,5 por ciento, como decía el portavoz del Gobierno en su
momento, sino del 23,4 por ciento. Esta cifra sería poco significativa si
no se volviera a modificar sustancialmente con otras consideraciones
complementarias que, a continuación, haré y que descansan exactamente en
ese rasgo de heterogeneidad que decía que definía el presupuesto de la
Sección 25.

La primera es que el análisis político de esta Sección debe de hacerse
excluyendo de la misma el importe del Programa 455, denominado promoción
y cooperación cultural, que es una simple transferencia al Presupuesto
del Ente público, pero una transferencia de un volumen económico tan
significativo --en el año 1996 suponía el 36 por ciento del Presupuesto y
en el presente año supone el 23,5-- que su inclusión distorsiona
severamente el análisis comparativo que se haga de estos presupuestos.

Por tanto, si se excluye esta cifra veremos que la diferencia entre los
Presupuestos del año 1996 y del 1997 se reduce exclusivamente al 8 por
ciento. Pero si aplicamos a nuestro razonamiento el mismo hilo conductor
que el Gobierno cuando se clarificaban cuáles eran las estructuras
organizativas de esta Sección y nos quedamos exclusivamente en el
subsector Estado, que es el que realmente debe ser objeto de nuestro
análisis político, y se excluye, al mismo tiempo, el importe de los
Presupuestos de los llamados organismos autónomos, veremos que la
evolución del Presupuesto es solamente del 6,98 por ciento. Hemos pasado
de un presupuesto de 16.236 millones a otro de 15.102. Estas cifras, en
mi opinión, no le permiten al Gobierno hacer un discurso grandilocuente
sobre la austeridad y sobre el ahorro.

En mi opinión, estas cifras deben calificarse de una forma semejante a la
empleada por el portavoz del Gobierno para definir la evolución de los
presupuestos de los organismos autónomos. En el discurso de presentación
de estos Presupuestos se dice que el presupuesto relativo al Programa 542
ha tenido una evolución poco relevante, con un 6 por ciento de diferencia
respecto al año anterior, y el presupuesto del Programa 151.A, seguridad
nuclear y protección radiológica, una evolución del menos 8,5 por ciento.

Estamos ante magnitudes cuantitativamente semejantes y, por tanto, ante
magnitudes poco relevantes. Pero estas cifras del subsector Estado
encierran, en mi opinión, grandes contradicciones contables y, por
supuesto, políticas, porque se han alcanzado a través de tres medidas
fundamentales que son, en primer lugar, medidas desequilibradas. Son
desequilibradas porque, si nos detenemos en el Capítulo 1 de estos
presupuestos, veremos que el Presupuesto de la Presidencia del Gobierno
se incrementa un 37 por ciento y --por tomar otro dato comparativo-- el
presupuesto de las relaciones con las Cortes, del Programa 112.C,
disminuye un 25 por ciento. Algo que se da también de manera
desequilibrada cuando se analiza el Capítulo 2, donde igualmente la
Presidencia del Gobierno sólo se recorta en un 3 por ciento y, sin
embargo, el Programa 112.C, Relaciones con las Cortes, Secretaría del
Gobierno, disminuye



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un 12,9 por ciento y la Secretaría de Estado de Comunicación un 22 por
ciento.

Pero son --y esto es mucho más grave-- medidas, en mi opinión,
heterodoxas desde el punto de vista contable. Porque, ¿cómo puede
calificarse el hecho de que la Seguridad Social disminuya de manera más
cuantiosa que el propio Capítulo 1? El Capítulo 1 en su conjunto
disminuye solamente 282 millones de pesetas, pero si se repasa
detenidamente la evolución de las partidas presupuestarias de la
Seguridad Social se observará que hay una reducción de 530 millones de
pesetas. Eso no es comprensible para nadie que haya hecho un presupuesto
a lo largo de su responsabilidad política. Y esto es --repito-- una
profunda heterodoxia desde el punto de vista contable.

También son unas medidas temerarias, porque ustedes son rehenes de sus
propias palabras, y en su afán de recortar un despilfarro inexistente en
este Capítulo como en el conjunto de los Presupuestos, han bajado la
dotación de partidas básicas del Capítulo 2, como pueden ser
arrendamientos de edificios, equipos de oficina, combustible o energía,
hasta un máximo del 12 por ciento, lo cual les va a obligar
inevitablemente a hacer sucesivos expedientes de modificaciones de
crédito a lo largo del año 1997.

Todas estas razones, señorías, justifican sobradamente el veto del Grupo
Socialista a la Sección 25, un veto que sostenemos desde la elocuencia de
las cifras y desde unos sólidos argumentos políticos. Es decir, todo lo
contrario a lo que ustedes hacían cuando debatíamos presupuestos
anteriores. Porque, ¿recuerdan ustedes, señorías, las críticas al
carácter presidencialista del Programa 112.A de esta Sección que es el de
la Presidencia del Gobierno? Pues bien, el organigrama derivado de los
Decretos 1.534 y 1.589 que reforman a esta Presidencia, indiscutiblemente
la vuelve mucho más piramidal. Ustedes han reducido sólo en seis el
número de altos cargos de esta Sección, si se computan los altos cargos
hasta el nivel de Director general, pero han aumentado el número de
empleados públicos, tanto funcionarios como laborales, dentro de este
subsector Estado, y esto no se justifica exclusivamente con el traspaso
de competencias derivados de estos Decretos que anteriormente he aludido.

Lo mismo ocurre con las críticas hechas por ustedes al carácter
clientelar de la Presidencia del Gobierno, porque estos Presupuestos,
curiosamente, a pesar de la leve reducción en las partidas globales del
Capítulo 1, mantienen, cuando no crecen, las consignaciones
presupuestarias para los contratos eventuales. Hemos pasado de 634
millones de pesetas en las partidas de 1996 a 635 millones de pesetas en
las consignaciones para el año 1997.

Junto a este veto...




El señor VICEPRESIDENTE (Aguilar Belda): Senador López Carvajal, le ruego
que vaya concluyendo.




El señor LOPEZ CARVAJAL: Sí, señor Presidente, concluyo en un minuto.

Decía que junto a este veto el Partido Socialista tiene dos enmiendas. La
número 1.271, que doy por defendida, va dirigida al Programa 455.C que
hace referencia a la transferencia a la Radio Televisión, y ha sido
debatida en su momento; y la número 1.272 es una enmienda de adición al
Programa 151.D denominado Seguridad Nuclear y Protección radiológica.

El Plan de orientación estratégica, aprobado por el Consejo de Seguridad
Nuclear, para el cuatrienio 1995-2000 ha sufrido demoras como
consecuencia de la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado de
1995. Se hace necesario, señorías, el continuado análisis de seguridad
del Parque nuclear español y de su natural y progresivo envejecimiento.

Para ello deben intensificarse las labores de inspección y control de las
instalaciones nucleares, lo cual determina necesariamente el uso de
equipos para procesos de información, tanto en régimen de arrendamiento,
como de adquisición. De otra parte, los grupos radiológicos de emergencia
de protección civil deben ser operativos en 1997; estos grupos son
instrumentos fundamentales de los planes de vigilancia radiológica
ambiental para controles dosimétricos tanto en el medioambiente, como en
los seres vivos.

Para acelerar estos objetivos proponemos una enmienda de adición al
Capítulo 2 en sus artículos 20, 21 y 22 de un monto global de 181.000
millones de pesetas; estos mayores gastos vendrán compensados con el
incremento de las tasas por inspección y control a las instalaciones
nucleares, lo que no contribuiría a aumentar el déficit, sino que
mantendría el presupuesto exactamente en las mismas magnitudes que
ustedes han propuesto.

Esta enmienda ha sido calificada de razonable y por los portavoces del
Partido Popular en el Congreso se ha dado la esperanza de que se
aprobaría en el Senado. Quiero creer que así va a ser.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguilar Belda): Muchas gracias, Senador López
Carvajal.

Existe la enmienda número 805 de los Senadores Nieto y Román. Para su
defensa, tiene la palabra el Senador Nieto.




El señor NIETO CICUENDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Con brevedad diré que voy a defender la enmienda número 805 para que se
mantengan las mismas asignaciones que tenía anteriormente la Agencia EFE.

La comunicación en general cada vez va siendo más invadida por el
exterior y mantener la Agencia EFE con dignidad, como servicio público,
creemos que sería interesante. Ese es el sentido que tiene la enmienda.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguilar Belda): Gracias, Senador Nieto.

Para turno en contra, tiene la palabra el Senador Escuin.




El señor ESCUIN MONFORT: Muchas gracias.

Señor Presidente, señorías, subo a esta tribuna, en nombre del Grupo
Parlamentario Popular, para dentro de esta Sección 25, Presidencia del
Gobierno, rebatir la enmienda



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de veto del Grupo Parlamentario Socialista y las enmiendas de este Grupo
y del Grupo Parlamentario Mixto.

Señorías, tenía la esperanza de que el Grupo Parlamentario Socialista,
después de la especial trayectoria que ha mantenido todo el debate
parlamentario, retirara la enmienda de veto. Pensábamos que no iban a
insistir en mantenerlo porque los tres puntos fundamentales en que apoya
su veto han sido debatidos y rebatidos totalmente por mi Grupo sin la
debida respuesta, quizá por falta de interés del Grupo Parlamentario
Socialista.

En Comisión, la intervención de este Grupo fue prácticamente nula, pero
hoy en este Pleno el portavoz socialista nos ha abrumado con una serie de
datos numéricos, que yo no sé de dónde los ha sacado. Quizá, si lo
hubiera expuesto en Comisión con el detalle con que lo ha hecho en este
Pleno hubiera tenido la debida respuesta. No obstante, nosotros
impugnamos todas las cifras que ha mencionado el portavoz socialista que
contradigan las que nosotros expresamente hemos dado en este debate
parlamentario.

Decíamos que no se ha retirado la enmienda veto y que, una vez más,
tendremos que rechazarlo porque la razón fundamental o la consideración
básica del Grupo Parlamentario Socialista para mantener esta enmienda de
veto era que había una notable ampliación del personal al servicio de la
Presidencia del Gobierno. Esta argumentación no tiene base objetiva,
alguna; todo lo contrario, carece de sentido y es totalmente errónea. No
obstante, para centrar el debate, ante la indudable confusión del Grupo
Parlamentario Socialista, tenemos que aclarar, con carácter previo, que
esta Sección tiene un objetivo primordial y fundamental, cual es el de
atender los gastos del Presidente del Gobierno y del Ministerio de la
Presidencia.

Todos los programas de la Sección están vinculados y supeditados a este
fin. Por ello, para hacer una correcta comparación con los Presupuestos
del ejercicio anterior, se debe contemplar la Sección en todo su
conjunto, y, fundamentalmente, los programas 112A y 112C, que son
Presidencia del Gobierno y Relaciones con las Cortes, Secretaría del
Gobierno y Apoyo a la Alta Dirección. Todos apoyan, de una manera u otra,
al Presidente del Gobierno y al Ministerio de la Presidencia.

Contemplarlos de forma aislada e independiente, como lo está haciendo el
Grupo Parlamentario Socialista, es un despropósito que distorsiona la
auténtica realidad.

Ningún descubrimiento ha hecho el Grupo Parlamentario Socialista en apoyo
de esta tesis cuando saca a relucir un aumento en la partida de gastos
del personal del Programa 112A, porque no ha dicho, a renglón seguido,
aunque ahora lo hacemos nosotros para precisar la cuestión, que tal
aumento se debe a que han sido transferidas a este Programa de
Presidencia del Gobierno las jefaturas de protocolo del Presidente del
Gobierno y la jefatura de seguridad del Presidente del Gobierno. Si esto
es así, al aumentar el personal en 170 funcionarios, era lógico que
hubiera algún aumento en la partida de la Presidencia del Gobierno.

El Grupo Parlamentario Socialista sabe perfectamente que los altos cargos
han pasado de 30 a 24, que los subdirectores generales se han reducido de
30 a 23 y que en el resto del personal eventual, funcionarios y
laborales, ha habido una reducción, en relación con los anteriores
Presupuestos, del 4,40 por ciento. Es una cifra importante. Por lo tanto,
en modo alguno se puede alegar ni seguir sosteniendo que ha habido un
aumento de personal. Y como, una vez más, hemos rectificado y, una vez
más, en esta tribuna estas consideraciones no se han tenido en cuenta, el
portavoz del Grupo Parlamentario Socialista nos ha salido hoy no sé por
dónde en la defensa de su veto. Por eso, insistimos en que carece de base
y razón el veto presentado por el Grupo Parlamentario Socialista.

También denuncia el Grupo Parlamentario Socialista, aunque no se ha
comentado, pero está en el texto de la enmienda de veto, una cierta
opacidad respecto de la Secretaría de Estado de Comunicación y del Centro
de Investigaciones Sociológicas. La verdad es que no entendemos que se
haya planteado un debate sobre esta cuestión, como lo ha hecho esta
mañana el Grupo Parlamentario Socialista. En el texto del veto aparecen
las correcciones, las objeciones, que el Grupo Parlamentario Socialista
tiene para fundamentar el veto. En Comisión no se dice absolutamente
nada, ni se nombra, y hoy aquí en el Pleno nos dan una serie de
explicaciones que nada tienen que ver con el veto. No hemos oído hablar
para nada ni de la Secretaría de Estado de Comunicación ni del Centro de
Investigaciones Sociológicas. Esto no lo comprendemos.

Les diré que las partidas de la Secretaría de Estado de Comunicación
están todas publicadas. Si el Grupo Parlamentario Socialista hubiera
tenido interés en conocerlas, quizá no hubiera fallado cuando
comparecieron los altos cargos, como así lo hizo, a la hora de pedir
explicaciones, y quizás el Subsecretario del Ministerio de la Presidencia
se las hubiera facilitado. No obstante, aún siguen manteniendo que existe
opacidad. No actúan cuando deben actuar y siguen manteniendo, quizá
haciendo una oposición de oficio, sus tesis hoy aquí en el Pleno del
Senado.

Señorías, no hay opacidad alguna absolutamente ninguna. Ahí están los
Presupuestos. Lo que sí ha habido es una reducción importante, de 125
millones para la Secretaría de Estado de Comunicación y de 38 millones
para el Centro de Investigaciones Sociológicas.

En el Capítulo 1, de Personal, si hay un ligero aumento, se debe a la
aplicación de un Real Decreto que tuvo que ampliar las retribuciones de
los funcionarios y del personal en un 3,5 por ciento. Pero en el Capítulo
de Gastos Corrientes la reducción presupuestaria ha sido de 802 millones,
un 10,3 por ciento. En Inversiones las reducciones han sido de 425
millones, o sea, de un 33 por ciento.

El Grupo Parlamentario Socialista dice que es una reducción temeraria.

Yo, la verdad, no lo comprendo. El que va a necesitar el dinero es el
Gobierno, el que va a necesitar los recursos, el que va a hacer las
inversiones, es el Gobierno; el que se limita, el que se ajusta y el que
mantiene un criterio austero, que no quiere decir que sea de falta de
necesidad porque han sido estudiados con detalle, es el Gobierno. Ayer
una Ministra dijo en su comparecencia que hay muchas cosas que se pueden
hacer ahorrando dinero, con un criterio de gasto mucho mejor que el
adoptado hasta ahora.




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Yo no sé si habrá ampliaciones de capital, Senador López, no lo sé, pero
el interés del Gobierno es mantener y reducir; reducir porque hay una
política general que ustedes quizá no entienden: la de contener el
déficit y eso nos obliga a nosotros. ¡Ojalá pudiéramos disponer de más
dinero!...




El señor VICEPRESIDENTE (Aguilar Belda): Senador Escuin, vaya
concluyendo.




El señor ESCUIN MONFORT: Termino, señor Presidente.

Voy a hablar también sobre la Seguridad Social. Creo que con la Seguridad
Social han hecho ustedes un gran descubrimiento. La verdad es que la
Seguridad Social, con los dos programas fundamentales, se reduce. Claro
que se reducen las cotizaciones de la Seguridad Social, porque se reduce
el personal. Y ahí están los números. No le voy a dar ahora las cifras
por no cansar a sus señorías, pero están perfectamente delimitados. Cojan
ustedes los dos programas, analícenlos conjuntamente, no separadamente, y
verán cómo están de acuerdo con lo que digo.

Por último, rechazamos las dos enmiendas del Grupo Parlamentario
Socialista. En un momento de crisis se han reducido los presupuestos en
el Centro de Energía Nuclear y en Radiotelevisión Española, que ahora va
a arbitrarse quizá por otros procedimientos. En la sección de
Radiotelevisión Española se podrá dar una contestación más amplia.

En cuanto a la enmienda del Grupo Parlamentario Mixto, lamentamos que se
produzca una reducción de 400 millones de pesetas para la Agencia EFE;
pero en un año de crisis --repito-- no dudamos que será compensada por
los buenos servicios de los grandes profesionales que tiene la Agencia
EFE, que con su esfuerzo y mejor administración harán posible, como lo
están haciendo, que traspase nuestras fronteras con la dignidad que
España necesita.

Nada más y muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguilar Belda): Pasamos al turno de portavoces.

¿Quiere intervenir el Senador Nieto? (Pausa.) ¿Grupo Parlamentario
Catalán en el Senado de Convergència i Unió? (Pausa.)
Tiene la palabra el Senador López Carvajal, por el Grupo Parlamentario
Socialista.




El señor LOPEZ CARVAJAL: El señor Escuin Monfort ha hecho un discurso
absolutamente al margen de mi intervención. Yo comprendo que se le haya
creado un problema porque, posiblemente, no esperase el contenido ni los
argumentos que yo he expuesto.

He pretendido hacer, señor Escuin, un discurso racional, apoyado en
datos, simplemente porque estamos en el debate presupuestario y no hay
otro debate donde los números sean más significativos.

He tenido la paciencia de estudiar detenidamente los dos presupuestos (El
señor Vicepresidente, Rigol i Roig, ocupa la Presidencia.), el nonato del
año 1996 y el de 1997. Y al margen de otras intervenciones
parlamentarias, he construido los propios argumentos de este debate y
usted ha pasado sobre ellos tangencialmente, entre otras cosas, porque le
ha costado trabajo encontrar argumentos para rebatirlos. No ha dado dato
alguno y se ha limitado a reiterar una coletilla que pudiera ser
aplicable a otras intervenciones, pero, desde luego, no a la mía.

Creemos honestamente que la enmienda de veto está justificada por esos
triples argumentos que le he expuesto. Los recortes no son tan
importantes como ustedes dicen en comparación con el discurso y con las
críticas que vertían sobre este presupuesto en debates anteriores.

Repásese las actas y verá la serie de adjetivos --no de argumentos, de
adjetivos-- que ustedes han pronunciado reiteradamente; los recortes que
hacen entre capítulos y programas son desiguales, son heterodoxos. No es
posible, señoría, que el Capítulo de personal se reduzca en 282 millones
de pesetas y el de Seguridad Social en 560. Eso es matemáticamente
imposible.

En tercer lugar, le he dicho que son temerarios porque los recortes del
12 por ciento en el Capítulo 2 les van a obligar inexorablemente a hacer
expedientes de modificaciones de crédito. Y ya veremos, cuando se liquide
el presupuesto de 1997, cuáles son las cifras con las que podemos hacer
el análisis exacto de este presupuesto.

En definitiva, me reitero en lo dicho. No ha habido una sola alusión a la
enmienda sobre el Consejo de Seguridad nuclear, que ustedes mismos han
calificado de razonable y que han dado la esperanza de que en este
trámite parlamentario del Senado se pudiera aceptar. Lamento
profundamente, en nombre de dicho Consejo y de lo que significa para la
ciudadanía española, que no hayan tenido la deferencia de dedicarle una
sola palabra.

Nada más y muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador López
Carvajal.

Tiene la palabra el Senador Escuin Monfort.




El señor ESCUIN MONFORT: Muchas gracias, señor Presidente.

Senador López, la verdad es que yo no sé cómo explicarles a ustedes las
cosas. Yo creo que ponen la directa, siguen su marcha y allá van con su
vehículo, sin tener en cuenta la consideración que se les hacen.

Senador López, ustedes han presentado un veto que tiene un fundamento,
que está redactado y publicado por el Senado. Usted en Comisión no dijo
absolutamente nada, no intervino. Yo aquí tengo que defender las
imputaciones que su Grupo Parlamentario ha publicado en su veto en este
Boletín de enmiendas del Senado.

No hablo del presupuesto nonato; me refiero al presupuesto del año
anterior y al actual y, en general, la reducción es de 16.356 millones de
pesetas. Esa es la reducción de toda la Sección 25.

Usted vuelve a la pregunta del millón del Grupo Parlamentario Socialista:
cómo es posible que se reduzcan los altos cargos o la partida de personal
y la Seguridad Social no esté en compatibilidad con esas reducciones. Le
digo



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que ha habido reducción de personal y, consecuentemente, de las
cotizaciones a la Seguridad Social, como es lógico y normal. Se lo he
dicho en la tribuna y se lo digo aquí desde el escaño, señoría.

Con esta Sección ustedes han intentado desprestigiar un poco la labor del
Gobierno Popular y les ha salido mal, porque, en realidad, con todas las
disquisiciones que usted ha hecho del nonato y el dejado de nacer, ha
reconocido que ha habido una reducción importante en esta Sección: en
personal, en gastos corrientes y en inversión. Ha significado sujetarse
el cinturón por parte del Gobierno Popular. y lo tienen que reconocer
porque es así, porque es evidente y objetivo, con los presupuestos
actuales y los del ejercicio anterior en la mano. Todo lo demás es
simplemente oposición de oficio, que este año les ha salido mal, Senador
López, Senadores del Grupo Parlamentario Socialista. Les ha salido mal,
porque la evidencia es la evidencia y lo demás es --como les decía en
Comisión-- pura fantasía.

Nada más, señor Presidente.

El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador Escuin.

Pasamos, a continuación, a las enmiendas referentes a la Sección 26, de
Sanidad y Consumo.

Tiene la palabra el Senador Nieto Cicuéndez, tanto para el veto como para
las enmiendas, que van desde la número 807 a la 868; creo que todas
correlativas.




El señor NIETO CICUENDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Empezaré con la enmienda de devolución. Hay algunos argumentos. El de
fondo es que, de entrada, son unos presupuestos restrictivos y lo que se
presupuesta, desde nuestro punto de vista, está también sesgado hacia
unas políticas que no compartimos. Me explicaré.

En este presupuesto vemos un elemento bastante peligroso y preocupante,
sobre todo para las Autonomías que no tienen transferido el sistema
sanitario, aunque también para las que lo tienen, por la sencilla razón
de que en estos presupuestos se paraliza toda la inversión que se debería
realizar antes de hacer las transferencias. Había un compromiso de
completar la red de salud, y, según nuestros datos, hay 27 hospitales que
se debían iniciar en los presupuestos de este año y no vemos la partida
presupuestaria correspondiente a esta inversión.

Hay una tendencia en estos presupuestos, precisamente porque las
necesidades y las carencias son muchas, a la privatización, quizá
camuflada en servicios. Pongo como ejemplo la concepción que se tiene en
Madrid sobre el hospital de Alcorcón, donde se va por el camino de ir
privatizando servicios tan esenciales como el de salud.

La ayuda al tercer mundo, a los países subdesarrollados en el marco
sanitario, en lo que es la cooperación internacional, no llega ni
siquiera al 0,05; es decir, que no se cumplen las recomendaciones. No
digamos ya del 0,7, que es una utopía en la concepción de los
presupuestos de ayuda sanitaria a terceros países, sino que no se cumplen
ni siquiera las orientaciones en el marco internacional.

Los presupuestos de sanidad, a decir verdad, tampoco nos extrañan mucho,
porque consideramos que la filosofía que impregna la política del
Gobierno del Partido Popular se define en todo, hasta en aspectos tan
fundamentales como la sanidad, la enseñanza y los servicios sociales, en
definitiva, las prestaciones que el Estado tiene que realizar para que
haya una mínima política de igualdad y de solidaridad. Vemos con
preocupación que los aspectos sociales se van deteriorando. En el
presupuesto hay un crecimiento mínimo, si descontamos el ahorro que se
prevé --vamos a ver si se consigue-- sobre las prestaciones farmacéuticas
y otras cuestiones, vemos que en la práctica el presupuesto disminuye.

Las enmiendas lo que pretenden es dar la vuelta al presupuesto de sanidad
y servicios sociales y las defiendo tal como están formuladas. Adelanto
que algún argumento de las enmiendas que presentamos desde el punto de
vista económico, en sanidad, desde luego, no encaja con las cifras que
tienen ustedes presupuestadas aquí, y somos conscientes de ello.

Pero queríamos dejar negro sobre blanco expuesto en el «Diario de
Sesiones», a través de nuestras enmiendas, lo que nosotros consideramos
son las necesidades mínimas que necesita este sector.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador Nieto
Cicuéndez.

Para la defensa del veto del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el Senador Zamorano Vázquez, que va a defender también las
enmiendas conjuntamente.




El señor ZAMORANO VAZQUEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Señor Ministro, quiero agradecer su presencia porque se nos pone bastante
caro el Gobierno para venir aquí al debate de los presupuestos, y siempre
es de agradecer la presencia de algún Ministro.

El Ministerio establece como objetivo general para el sector en 1997 --y
ha citado literalmente-- el mantenimiento del alto nivel técnico
alcanzado en la asistencia sanitaria, así como el grado de equidad
conseguido como instrumento fundamental de cohesión social.

Como puede comprender, el Grupo Parlamentario Socialista tiene que estar
necesariamente de acuerdo, como no puede ser de otra forma, con este
objetivo, que pone de manifiesto cuál es el alto nivel alcanzado en la
sanidad española, conseguido, sin duda, por toda la sociedad, por todas
las Administraciones Públicas, por el Parlamentario y también --y justo
es reconocerlo-- por los diversos años de gestión de los gobiernos
socialistas.

Esto viene a contrastar con declaraciones que representantes del Grupo
Parlamentario Popular han estado realizando en tiempos anteriores, no muy
lejanos, dando una visión catastrofista, negra, casi calificando de
tercermundista a la sanidad española. Y también contrasta con las
constantes apelaciones que últimamente, y con excesiva asiduidad, estamos
viendo en distintos miembros del Gobierno que, intentando justificar lo
que, en mi opinión, es su desgobierno, hacen apelación a lo que se llama
la herencia. Tanto es así y con tanta asiduidad que ya ha dado



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lugar a la acuñación de un nuevo término, como es el factor o el
indicador IHR, la insoportable herencia recibida. Pero conforme vamos
conociendo la realidad en toda su extensión, parece ser que este factor
muta --y no porque hablemos sólo de sanidad-- para transformarse en lo
que es un factor AHR, agradable herencia recibida, al menos en lo que
hace referencia al caso de la sanidad, y seguro que también a otros
muchos.

El proyecto que se presenta crece para 1997 en torno al 6 por ciento, se
viene a ajustar al pacto que en su día realizó el anterior Grupo
Parlamentario Socialista. También aquí nos encontramos con un cambio en
el planteamiento que tenía el Partido Popular referente a este tema y que
pone de manifiesto las injustificadas declaraciones anteriores.

El presupuesto respeta el crecimiento sobre el producto interior bruto, y
esto contrasta --bueno es recordarlo-- con las declaraciones que en esta
misma Cámara, en anteriores debates presupuestarios, realizaba el señor
Garzarán García, en representación del Grupo Parlamentario Popular.

Textualmente decía: «¿O es que creen ustedes que el gasto sanitario sólo
va a subir la proporción del producto interior bruto correspondiente? Yo
les digo tajantemente que no y ustedes lo saben, pero es duro, muy duro
reconocer que su modelo ha fracasado, que no es viable y que no podemos
seguir por ese camino.»
En apenas ocho meses de Gobierno el Partido Popular acepta el otrora
denostado modelo y el Grupo Parlamentario Socialista no puede por menos
que estar de acuerdo con esta conversión que se ha producido, aunque
dudamos de que sea una conversión sincera y no impuesta por los socios
que actualmente sustentan al Gobierno.

Las discrepancias que tenemos con el presupuesto, que son aquellas que
motivan nuestra enmienda de veto, se basan, fundamentalmente, en tres
líneas: la inequidad que creemos que puede provocar este presupuesto por
la distribución del gasto que contempla, la no adecuación de los
instrumentos que en él se contemplan para alcanzar los objetivos que se
declaran y lo que, desde luego, en nuestra opinión es mucho más grave, el
conjunto de medidas de política sanitaria que van a afectar de forma
regresiva al actual modelo y que no solamente van a poner en riesgo su
funcionamiento, sino, probablemente, también su consolidación.

Señoría, el presupuesto crece, efectivamente, en torno al 6 por ciento,
pero lo hace en todos sus capítulos, también lo hace en el Capítulo 1, el
de los gastos de personal. Y como el Gobierno ha dictado la congelación
salarial de todos los empleados públicos, esto va a motivar la existencia
de un remanente de crédito en manos de las distintas autoridades
sanitarias, que cada una va a emplear en función de sus competencias, y
que puede crear distorsiones o diferencias conforme podremos ir viendo.

Si analizamos lo que es el presupuesto destinado a la atención sanitaria
en lo que se denomina el territorio Insalud, es decir, los créditos que
se consignan para la prestación sanitaria en atención primaria y en
atención especializada para aquellas Comunidades Autónomas que no tienen
transferida la sanidad, vemos que --con exclusión del gasto farmacéutico
al que luego me referiré-- el presupuesto del Insalud para la atención
sanitaria desciende en un 2,3 por ciento respecto al de 1996. Lo que
conlleva, además de esta reducción en sí, una presumible discriminación
con respecto al presupuesto que pueda darse en otras Comunidades
Autónomas, siempre dependiendo de las decisiones que las autoridades
sanitarias de las mismas puedan optar, pero lo que sí está claro es que
el Ministerio en el territorio Insalud ha optado por un criterio de ir a
la baja, a la reducción.

Ahora mismo el Gobierno hace un constante hincapié en un discurso de
valoración extraordinariamente positivo de lo que es la atención
primaria, pone mucho énfasis y una constante reiteración en el mismo, y
esto viene a contrastar con valoraciones que se habían hecho
anteriormente, tal vez en un intento de lavar la imagen del señor
Fernández Miranda cuando, en representación del Grupo Parlamentario
Popular en el Congreso en el anterior debate presupuestario, decía --y se
lo voy a leer textualmente porque creo que no tiene desperdicio--: «En
los centros de salud, señoría, se hace de todo, educación sexual, para
niños y ancianos, viajes Ceres, actividad cultural, todo menos sanidad y
salud pública.»
En efecto, en las últimas valoraciones el Gobierno ha cambiado esta
opinión, pero también queda por determinar si es un cambio sincero u
obedece a otro tipo de razones, porque, desde luego, los objetivos, la
actitud y estas nuevas declaraciones no concuerdan con los instrumentos
que se ponen en los presupuestos para intentar alcanzarlo.

Señorías, estamos de acuerdo con que se amplíen los equipos de atención
primaria y el porcentaje de población cubierta; estamos de acuerdo con
que el número de provincias que dispongan del servicio del 061 pasen de
dos a diez; estamos de acuerdo con que se amplíen las ofertas de
prestaciones asistenciales en los centros de salud. Como declaración de
objetivos lo compartimos. De lo que tenemos duda es de la voluntad real
de alcanzarlo, no sólo por la actitud del Ministerio a lo largo de los
últimos meses --baste recordar, por ejemplo, que el número de centros de
salud previstos desde mayo hasta ahora han disminuido en 18--, sino
también porque los instrumentos que se contemplan en el presupuesto no
concuerdan para la consecución de estos objetivos.

Excluidos los gastos de farmacia, el presupuesto de atención primaria
disminuye a un 1 por ciento el territorio Insalud, y, lo que es más
grave, el descenso de la inversión puede llegar al 30 por ciento, tanto
en inversión nueva como en inversión de reposición. Si quieren un
ejemplo, la dotación de planes de necesidades para la reposición de
equipos se contempla con un total de 257 millones de pesetas para todos
los centros de salud. Pocas necesidades se van a poder atender con tan
exiguo presupuesto.

Respecto a la atención primaria, no creemos que los instrumentos que se
contemplan sean suficientes para alcanzar los objetivos que se declaran,
más bien al contrario, creemos que va a ser difícil mantener su nivel
actual, y se corre el riesgo con el presupuesto de inversiones de
provocar una obsolescencia en las instalaciones y en los equipos.




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El tratamiento presupuestario que se da a los gastos de farmacia
contrasta, por supuesto, con el que se ha dado a la atención primaria. En
los últimos meses hemos estado asistiendo a constantes declaraciones,
globos sonda y manifestaciones sobre lo fuerte que era el crecimiento en
los gastos farmacéuticos y sobre la necesidad, no ya de contenerlos sino
de reducirlos.

El Presidente del Gobierno anunció en el Congreso de los Diputados un
acuerdo con Farmaindustria para limitar este crecimiento al 2,5 por
ciento. Se promulga un decreto que va a reducir en tres puntos los
márgenes comerciales de las oficinas de farmacia y de los distribuidores;
se establece en los presupuestos que los descuentos del gasto
farmacéutico minorarán directamente de las partidas. El señor Ministro
reconoció en el debate en el Congreso que esto puede significar para 1997
un descenso de 70.000 millones de pesetas; se establecen en las leyes de
acompañamiento una serie de medidas que tratan de reducir el gasto a
través de la implantación de los precios de referencia, de las
declaraciones de genéricos, etcétera. La Directora General de Farmacia
reconoció en su comparecencia en la Comisión que esto puede significar un
ahorro en los próximos años en torno a los 30.000 millones de pesetas.

Con todo este ambiente, con todas estas medidas, el Gobierno nos presenta
un presupuesto que incrementa el gasto farmacéutico en un 14,2 por
ciento. ¿Es esto coherente, señoría?, ¿a qué obedece? Nosotros no lo
consideramos coherente por el fortísimo incremento que representaría en
el conjunto de todas las medidas. Pero ¿qué es lo que se pretende?,
porque lo que se pretende no se declara. ¿Se quiere, acaso, ir creando
una situación sobre el excesivo gasto farmacéutico, que esto genere una
opinión que en un futuro justifique una actuación del Gobierno tendente a
establecer el copago de las prestaciones farmacéuticas, o lo que se
pretende es tener un remanente de crédito no controlado para luego
destinarlo a algún tipo de actividad, o simplemente para destinarlo a un
recorte presupuestario, sin que a priori se pueda decir que se recorta el
presupuesto en Sanidad?
Son muchas las dudas que el Grupo Parlamentario Socialista no puede
compartir y es por lo que hemos presentado un conjunto de enmiendas, que
van desde la 1.274 a la 1.297, que tratan de disminuir lo que creemos son
excesos de créditos para el gasto farmacéutico y destinarlos a
inversiones, tanto nuevas como de reposición, y tanto en atención
primaria como en atención especializada.

Tampoco nos tranquilizan las previsiones que se contemplan para la
atención especializada. También en ellas se establecen unos objetivos que
compartimos, como es la creación de los hospitales de día, las unidades
de cirugía mayor ambulatoria, las unidades de cuidados paliativos,
etcétera. También nos encontramos con que los medios que se destinan para
conseguirlo no parecen que sean los correctos, y ante esta situación nos
surgen dudas de cuáles son las intenciones reales del Gobierno, porque,
señorías, en el conjunto del Insalud, los créditos destinados a la
atención especializada disminuyen un 2,5 por ciento en pesetas constantes
con respecto a los créditos del año anterior. Todo esto, subiendo los
gastos de personal un 2,77 por ciento, lo cual no deja de ser
significativo y no es congruente con la congelación salarial.

Preguntado el señor Castellón en el Congreso sobre el valor de los
acuerdos, decía, y yo lo comparto, que los acuerdos que se firman son
para cumplirlos, pero sí es cierto que el señor Aznar ha decidido no
cumplir los acuerdos que la anterior administración socialista firmó con
los sindicatos. Si no se cumplen esos acuerdos y se dicta la congelación
salarial, ésta debe de ser para todos los empleados públicos.

Por otro lado, si los acuerdos son para cumplirlos, aunque sólo sea en el
Insalud, ¿cómo se comprende un crecimiento de la productividad variable
en la atención especializada superior al 34 por ciento cuando, y según
declara el propio Presidente del Insalud, los objetivos asistenciales que
están ligados al cobro de esa productividad están muy lejos de
alcanzarse? Unos acuerdos se cumplen, otros no. Parece ser que el rasero
con el que este Gobierno trata a los empleados públicos no es el mismo
para todos.

No existe una justificación clara en cuanto a este incremento que se da
en los gastos de personal, aunque las dudas que podríamos mantener
podríamos hacerlas extensibles a las que hemos dicho antes para la
atención primaria, porque en distintos momentos de una misma
comparecencia se dijo que el incremento de gastos de personal estaba
motivado porque se iba a incrementar el número de hospitales, y eso
requería mayor gasto de personal, y momentos más tarde se manifiesta que
los nuevos hospitales que se van a poner en funcionamiento están en el
Capítulo 2, porque se van a hacer conforme al nuevo modelo de gestión.

Señoría, si estos gastos están en el Capítulo 2, no están en el 1.

También se nos ha dicho que iba a haber un aumento en cuento al número de
personal en formación, y esto iba a justificar este incremento de gasto.

Pero, señoría, la formación de postgrado para los MIR que se contempla
para el año 1997 contiene un incremento de 276 plazas, casi el 50 por
ciento del incremento de 532 plazas establecido para el año 1996.

No son éstas las razones, tampoco se expone cuál es la del crecimiento de
los gastos de personal. Por ello hemos presentado la enmienda número
1.298, que trata de disminuirlo y destinarlo a inversiones de reposición
en la atención especializada, al objeto de evitar lo que puede ser la
obsolescencia de los equipos e instalaciones de la misma.

Además, el presupuesto contiene una serie de errores o de decisiones
apresuradas, cuyo principal ejemplo o más significativo tal vez sea el
tratamiento que se le da a los derechos de exámenes de los MIR. Este tema
ya se suscitó en la comparecencia en el Congreso. El Gobierno reconoció
la existencia del problema, la transformación de los derechos de exámenes
en tasas había privado al Ministerio de unos fondos que se destinaban
para la financiación de estos exámenes. Se reconoce el problema y se dice
que se está en conversaciones con el Ministerio de Economía para poder
encontrar una solución.

Parece ser que la solución se ha encontrado, que ha partido del hecho de
que el Ministerio de Economía no ha hecho caso al Ministerio de Sanidad,
y esto ha motivado que



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el Grupo Parlamentario Popular tenga que presentar en esta Cámara la
enmienda número 1.358, al objeto de dotar de fondos al Ministerio para la
financiación de estos exámenes. Pero lo hace minorando la inversión que
se produce en aparataje, en informática, en equipos de laboratorio y en
sanidad exterior.

Como dije en Comisión, señorías, nosotros no estamos dispuestos a apoyar
esta enmienda. Sí apoyaríamos cualquier decisión que trate de llevar la
situación a su origen, de forma que los gastos necesarios para cubrir los
exámenes de los MIR se haga con los ingresos que a tal efecto hacen los
examinados, mediante el pago de los correspondientes derechos de examen,
y no mediante la minoración de inversiones.

Como dije al principio, también existe un conjunto de decisiones de
política sanitaria que afectan seriamente al modelo, con el cual mi Grupo
no puede estar de acuerdo. No está contenido en la Sección 26, sí está
contenido en las leyes de acompañamiento, pero convendrán conmigo que
este modelo, con las medidas contenidas en un lado y los créditos
contenidos en el otro, puede tener una serie de consecuencias lo
suficientemente importantes, como para que, por lo menos, sean expuestas
en el debate de esa Sección. Se impone el establecimiento negociado para
la contratación directa de toda la concertación sanitaria, algo que, sin
duda, puede superar los 130.000 millones de pesetas; se establece la
excepción del requisito de publicidad a las subvenciones que se otorguen
a los nuevos entes que se creen para la gestión de los hospitales
públicos, la nueva modalidad de contratación de obra pública sin
financiación, el establecimiento de los límites de financiación pública
de los medicamentos, señalando que el usuario debe pagar la diferencia,
la definición de los medicamentos genéricos al margen de las actuales
directivas comunitarias, etcétera. Incluso, en la comparecencia del
Presidente del Insalud en Comisión, preguntado sobre la posibilidad de
ligar la modalidad de contratación de obras públicas sin financiación con
el sistema de subvenciones, dijo que él no excluía ninguna posibilidad
para utilizar los recursos que consideraba necesarios para poner en
marcha el nuevo centro. Esto puede dar lugar a situaciones en las cuales
se pongan en marcha o se construyan hospitales con obra diferida y cuya
financiación sea a cargo de conciertos a número de plaza fija, con lo
cual vamos a tener dentro del sistema hospitales cuya principal actividad
va a consistir en recobrar la inversión que se ha realizado y no una
auténtica atención sanitaria, en una competencia, como hoy día se
pretende hacer, bastante ventajosa sobre lo que puede ser el propio
hospital público.

El establecimiento de sistemas de este tipo que, como digo, no fue
descartado en la Comisión por el Presidente del Insalud, pone en grave
riesgo la consolidación del actual modelo sanitario. Todo este conjunto
de decisiones de política sanitaria no solamente no las compartimos, sino
que cuentan con nuestro más radical rechazo por cuanto puedan suponer, no
ya al funcionamiento del sistema, sino también un grave riesgo para su
consolidación y su continuidad.

Muchas gracias, señor Presidente.

El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador Zamorano
Vázquez.

Tiene la palabra la Senadora Costa Serra.




La señora COSTA SERRA: Muchas gracias, señor Presidente.

Señor Ministro, agradecemos su presencia en el debate de esta Sección y
voy a presentar las seis enmiendas que esta Senadora, en nombre de la
Agrupación de Electores de Ibiza y Formentera, ha presentado a los
Presupuestos en relación con esta Sección del servicio del Insalud, que
son eminentemente territoriales.

En cuanto a las tres enmiendas, números 897, 900 y 899, se refieren a las
obras y mejoras en el Hospital de Can Misses de Ibiza. Se reclama una
reforma de este hospital para la que se solicita una dotación de 800
millones de pesetas para hacer frente a los proyectos ya existentes y
para dar solución, entre otras, a la insuficiencia de la zona de
urgencias de este hospital y a la demanda del servicio de la unidad de
cuidados intensivos, de la UCI.

La enmienda número 897 se refiere a la dotación de personal de la unidad
de tratamiento ambulatorio, de la UTA, en este hospital de Can Misses,
porque entendemos que dicha dotación evitaría que se hagan internamientos
e ingresos hospitalarios innecesarios, sobre todo, en los enfermos de
sida y en oncología. La enmienda número 899 se refiere a la entrada en
funcionamiento del servicio del 061, servicio que intenta asegurar la
coordinación con las otras instituciones públicas para prestar asistencia
médica inmediata en situaciones de emergencia, etcétera. La única isla en
que no ha entrado en funcionamiento dicho servicio del 061 respecto al
resto de las Islas Baleares es en la Isla de Ibiza.

Por lo que se refiere a la Isla de Formentera, la enmienda 898 solicita
una subvención para el desplazamiento de los habitantes de dicha Isla que
deben recibir servicios sanitarios en el hospital de referencia, que está
en otra isla, el Hospital de Can Misses de Ibiza, y para ello se reclama
una adición de 3 millones de pesetas, ya que, inexplicablemente, existe
una partida en que se subvencionan o abonan los desplazamientos entre las
Islas de Menorca e Ibiza con la Isla mayor, con Mallorca, pero los
habitantes o residentes de la Isla de Formentera no gozan de esta misma
subvención cuando se tienen que trasladar al hospital de referencia que,
repito, está en otra isla.

En cuanto a la enmienda número 916 trata de garantizar la asistencia con
mayor periodicidad de especialistas del hospital de referencia al centro
de salud de la Isla de Formentera para lo que se solicita una dotación de
10 millones de pesetas.

Y la última enmienda se refiere a la creación y dotación del servicio de
urgencias en el centro de salud de la Isla de Formentera para lo que se
reclama una dotación de 100 millones de pesetas, teniendo en cuenta que
el centro de salud que hay en esta Isla tiene funciones singulares ya que
es el único servicio sanitario que existe en dicha isla. Hay un continuo
desplazamiento al hospital de referencia en la Isla de Ibiza y este
desplazamiento se produce una vez que el enfermo ha sido ya atendido en
el centro de salud. En este



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centro de salud existen actualmente tres médicos de cabecera que, además
de atender sus consultas, han de atender también cuando se produce algún
caso de urgencia teniendo que abandonar sus consultas. Por ello
entendemos que se hace imprescindible una primera asistencia de urgencias
en la Isla de Formentera.

Gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias.

También por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el Senador don
Victoriano Ríos Pérez.




El señor RIOS PEREZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Mi saludo al señor Ministro. Nos alegramos de que esté usted presente
aquí, concretamente cuando se debate esta enmienda de Coalición Canaria
relativa al problema de los desplazados en las Islas Canarias, cuyo alto
coste nos está produciendo un déficit importante en nuestra capacidad
económica. Como usted sabe, tenemos aproximadamente 8 millones y medio de
visitantes que, con una estancia de 8 días de media, son muchos millones
de estancias que representan un incremento del 10 por ciento sobre el
número de habitantes y, por lo tanto, un 10 por ciento más de nuestros
costes sanitarios. Es una necesidad que yo espero que, si no de forma
inmediata, de forma más o menos próxima, se pueda resolver.

Muchas gracias, señor Ministro. Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, señoría.

Para un turno en contra, tiene la palabra el señor Bellido.




El señor BELLIDO MUÑOZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Gracias, señor Ministro, por su presencia una vez más, y ya son muchas
ante esta Cámara, al igual que han hecho el resto de los miembros del
Gobierno, algo que no ocurría con anteriores Gobiernos socialistas. Se ve
que el Senador Zamorano desde su escaño de la oposición no atiende a los
bancos del Gobierno.

Yo no quisiera ser reiterativo en mi intervención con aquello que tanto
el Ministro de Sanidad como el resto de los altos cargos del Ministerio
han tenido oportunidad de exponer en sus distintas comparecencias en el
Congreso de los Diputados y también aquí en el Senado como consecuencia
del debate de los Presupuestos Generales del Estado en referencia a las
Secciones 26 y 30 en su apartado del Insalud. Por eso voy a ocupar la
mayor parte de mi tiempo en dar respuesta a las enmiendas presentadas por
los distintos grupos parlamentarios y a las justificaciones que se dan de
las mismas.

Ante todo he de decir que estos presupuestos sanitarios que debatimos han
pretendido desde el inicio de su elaboración dar respuesta a una serie de
objetivos fundamentales. Por una parte, cumplir con los criterios de
austeridad marcados por el Gobierno en cuanto a los gastos corrientes del
propio Ministerio, lo que ha llevado a una minoración de éstos en un 16,6
por ciento, respetando el acuerdo establecido con la Comunidad Autónoma
de Canarias sobre la tercera anualidad para la financiación de un nuevo
hospital en Las Palmas y el plan director del Hospital de La Candelaria,
en Santa Cruz de Tenerife. Todo ello supone una variación negativa del
5,6 por ciento con respecto a la prórroga de 1996.

Otro objetivo era dar cumplimiento al acuerdo de financiación de la
asistencia sanitaria del Insalud en el escenario que afecta al cuatrienio
1994-1997. Ello se ha llevado a efecto con un incremento presupuestario
del 5,57 por ciento en el Insalud transferido y del 5,69 por ciento en el
Insalud gestión directa, una vez corregido sobre el 6 por ciento la tasa
de variación del PIB. Por tanto, si en términos absolutos el Presupuesto
crece un 2,2 por ciento, como recoge una parte de la enmienda de
Izquierda Unida, en términos homogéneos o en términos reales, una vez
eliminadas aquellas partidas que no tienen referente presupuestario en el
ejercicio de 1997, este Presupuesto crece el 6 por ciento menos la
variación del PIB que antes he comentado. Ello ha supuesto un incremento
de más de 115.000 millones de pesetas en las transferencias a aquellas
Comunidades Autónomas con competencia sanitaria.

El tercer objetivo trazado, y entiendo que plenamente cumplido en estos
Presupuestos, se establecía en dar respuesta social a la población a
través del Insalud, gestión directa, en base a una adecuada política
inversora y asistencial en los distintos campos sanitarios que les
afectan.

Así, en atención primaria el presupuesto asciende a más de 500.000
millones de pesetas, con un incremento de 40.056 millones sobre el
presupuesto del año anterior, lo que representa una subida del 8,41 por
ciento, que va a llevar no a paralizar la implantación de nuevos centros
de salud, como se expresa en el veto de Izquierda Unida, y se da a
entender también en el veto del Partido Socialista, sino, por el
contrario, a la puesta en funcionamiento de 61 nuevos equipos, con el
objetivo de tener al final del futuro ejercicio de 1997, 1.155 equipos de
atención primaria en marcha, pasando de una cobertura de la población del
82,22 por ciento en 1996 al 93,41 por ciento para 1997, lo que justifica
un incremento de gastos en el Capítulo I y en el Capítulo II, por importe
de 2.400 millones de pesetas, para dotación de equipos humanos en estos
centros, una variación en el porcentaje de cobertura a la población de
más de 10 puntos, que es el mayor alcanzado en los últimos cinco años.

En lo que se refiere a la atención especializada, el presupuesto, como
conocen bien sus señorías, asciende a 801.420 millones de pesetas, con un
incremento del 4,18 por ciento sobre el presupuesto homogéneo relativo al
año 1996, lo que en términos absolutos supone 32.178 millones de pesetas
más para este año. Este presupuesto recoge un incremento del 7 por ciento
en inversiones, que contando la inversión del hospital de Alcorcón, vía
subvenciones, supondría un 20 por ciento de aumento.

El capítulo de inversiones se distribuye: en obras, 17.100 millones; plan
básico y complementario de montaje,



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3.030 millones; informática, 1.569 millones; planes de necesidades, 7.000
millones, y alta tecnología, 1.855 millones, afectando todo ello a un
total de 29 hospitales, distribuidos de la siguiente manera: se inician
actuaciones en cuatro nuevos hospitales, en las Comunidades Autónomas de
Aragón, Castilla-La Mancha, Castilla y León y La Rioja; se reforman
instalaciones en cuatro hospitales, en Extremadura, Madrid y Castilla y
León; terminan su reforma ocho hospitales, en Aragón, Cantabria,
Castilla-La Mancha, Castilla y León y Madrid; se continúan las obras de
reforma en otros seis hospitales, en Aragón, Extremadura, Baleares,
Madrid y Murcia y se inician por fin las obras de reforma de siete
hospitales en Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Madrid y
Murcia.

Junto a estos tres objetivos que he señalado, el Gobierno planteaba otros
que voy a exponer resumidamente. En primer lugar, la corrección de los
desequilibrios territoriales existentes, de forma que las inversiones
fuesen dirigida a aquellas Comunidad o provincias con mayores déficit
asistenciales en atención primaria y especializada. Así, las Comunidades
con menor desarrollo en cobertura de atención primaria, como son
Cantabria, con un 62 por ciento, Madrid, con un 75 por ciento, y Murcia,
con un 81 por ciento, reciben mayores inversiones, hasta alcanzar
respectivamente el 82, 86 y cien por cien. Igual ocurre en atención
especializada en las Comunidades con menores índices de camas por 1.000
habitantes, las cuales reciben una mayor parte de las inversiones.

Es una corrección que también pretende establecerse en términos de lista
de espera, ya que mientras la media del Insalud es de 7,80 habitantes por
mil en espera para acceder a intervenciones quirúrgicas, existen
Comunidades como Castilla y León con 11,18 habitantes por mil; Ceuta con
11,21 por mil; Extremadura, 10,99 y Castilla-La Mancha, 8,37 por mil, que
precisan de acciones especiales ya iniciadas y que en 1997 pretenden
lograr unos efectos muy positivos sobre esta tarea asistencial. Todo ello
supone, para esta corrección de los desequilibrios, que se destinen
22.300 millones de pesetas, quedando el resto, hasta 39.000 millones,
para paliar las necesidades que se detecten en el sistema.

Otro objetivo es mantener el proceso de investigación sanitaria en los
centros dependientes del Ministerio o del Insalud en el marco de un
presupuesto restrictivo en el que tienen prioridad los gastos
asistenciales, objetivo que se cumple y que aspira a contar con el
decidido apoyo de otros sectores en este proceso de investigación. De
igual forma, se afrontan mejoras en el importe destinado a formación del
personal sanitario, vía MIR, con un 3,39 por ciento, programas de sida,
detección precoz de distintos tumores malignos, unidades de cirugía mayor
ambulatoria, cuidados paliativos y unidades de salud mental.

Con todo ello y desde una unidad de criterios que desafortunadamente
hasta ahora no se ha dado, nos planteamos la elaboración y mejora de la
calidad de los servicios prestados al usuario, contando para ello con la
inclusión de parámetros de calidad en el contrato-programa, de
potenciación del funcionamiento de las comisiones clínicas, con la
designación de un coordinador de calidad en todos los hospitales, con el
desarrollo de un plan de evaluación y seguimiento de los indicadores de
calidad en todos los hospitales y con la participación de los centros en
programas externos de calidad. Como verán sus señorías, un programa muy
distinto al que hasta ahora ofrecía la Administración sanitaria
socialista desde el Ministerio y al que sigue ofreciendo dicha
Administración desde alguna Comunidad, como es el caso de la Comunidad
Autónoma andaluza.

Con ello, entiendo que he respondido a las enmiendas de veto y a las
parciales de Izquierda Unida y de la Senadora Costa Serra, algunas de las
cuales ya tienen reflejo presupuestario en este apartado del Insalud, y
creo que he respondido también en parte a las presentadas por el Partido
Socialista. Queda una enmienda, que es la presentada por el portavoz de
Coalición Canaria, que rechazamos por no ajustarse al marco de
financiación autonómica para aquellas Comunidades que hubiesen asumido
transferencias en materia sanitaria después del primero de enero de 1995,
un veto de Izquierda Unida que cuestionaba la subida del presupuesto
sanitario, la implantación de la red de centros de salud, el gasto de
inversiones en asistencia especializada y las inversiones en
investigación sanitaria, junto a unas ayudas a países extranjeros en las
que el Ministerio de Sanidad y Consumo no tiene competencia, y unas
enmiendas parciales del Grupo Parlamentario Mixto, que recogen una
distribución de inversiones que no concuerdan en el marco económico y
presupuestario en el que nos movemos, con la corrección de los
desequilibrios territoriales que desde el Gobierno se pretende.

Y he respondido también en parte a las enmiendas socialistas. Al veto
porque la modificación del programa de inversiones en atención
especializada, que tanto preocupa al dicho Grupo, se establece para
corregir esos desequilibrios territoriales que la propia Administración
sanitaria socialista generó, con actuaciones, como ya he dicho, en 29
hospitales. También al veto, porque la disminución que denuncian en un
porcentaje de un 30 por ciento en inversiones en atención primaria,
supone, en cifras absolutas, sólo 2.000 millones de pesetas, debido a que
el mayor nivel de cobertura provoca un menor porcentaje de obra nueva que
construir año tras año. A pesar de ello, ya he tenido oportunidad de
comentar actuaciones en 61 nuevos centros de salud, alcanzando una
cobertura del 93 por ciento de la población, lógicamente la mayor
alcanzada hasta ahora.

Y queda un punto del veto socialista al que aún no he dado respuesta, me
refiero al primero de su enmienda, en el que habla del incremento del
capítulo de farmacia en un 14,21 por ciento. En este sentido, hay que
decir que el Grupo Parlamentario Socialista cae en un grave error, y digo
error porque el crecimiento de este capítulo en sus previsiones de gasto
farmacéutico es moderado, estableciéndose en un 10 por ciento, muy por
debajo del 12 ó 12,5 por ciento de ejercicios anteriores. Sin embargo,
hay que decir, y el portavoz socialista lo ha silenciado, que los
presupuestos en este capítulo asumen también la desviación de 10.000
millones de pesetas, que en mayo de 1996 ya existía, lo que lleva a ese
14,21 por ciento de crecimiento total. Ello no guarda ninguna relación
con los acuerdos establecidos con farmaindustria, por lo que a
incrementos en



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el gasto superiores al 2,6 por ciento se producirían retornos no de forma
lineal, sino gradual, según fuesen estos incrementos, retornos que irían
destinados al propio sistema de salud para afrontar las necesidades que
se establezcan. Por tanto, un veto insustancial que, evidentemente, no
justifica en modo alguno la devolución de estas Secciones al Gobierno. No
se oculta nada tras ello, y creo que el Gobierno del Partido Popular y el
propio Ministerio de Sanidad están haciendo grandes esfuerzos para llegar
a un acuerdo global en la ponencia que sobre la reforma del sistema
sanitario está funcionando en el Congreso, para establecer acuerdos con
el Partido Socialista.

Pero también entiendo que son insustanciales las enmiendas parciales que
presenta su Grupo. Insustanciales las veinticuatro que pretenden dar de
baja fondos del concepto 489.0, de Farmacia, para destinarlos a
inversiones, puesto que lo único que lograrían, en un presupuesto
ajustado en medicamentos, es dejar al usuario del sistema sin los mínimos
necesarios para hacer frente a las diferentes actuaciones terapéuticas
que precisen.

Insustancial es también la enmienda número 1.298, porque intentar detraer
fondos de distintos conceptos retributivos del personal sanitario para
destinarlos a inversiones representaría impedir la apertura de nuevos
centros en 1997, así como abordar el plan de choque de las listas de
espera y otros planes de salud pública hoy imprescindibles para paliar el
abandono de ciertos sectores sanitarios.

Entiendo, señoría, que en el Grupo Parlamentario Socialista sufran un
profundo dolor al descubrir aquello que pudieron hacer cuando tenían
capacidad de gestión y no lo hicieron. Pero considero que es injusto y,
por supuesto, insolidario hacer recaer ese dolor sobre usuarios y
trabajadores del sistema público, pretendiendo impedirles con sus
enmiendas los beneficios que se derivarán de la política sanitaria del
Partido Popular.

Con todo ello, señorías --y termino--, creo que he defendido con la mayor
claridad posible nuestro sentido de voto en contra de las enmiendas del
Grupo Parlamentario Mixto y del Grupo Parlamentario Socialista.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador Bellido
Muñoz.

En turno de portavoces, tiene la palabra don Victoriano Ríos.




El señor RIOS PEREZ: Señor Presidente, yo quería responder esencialmente
a la contestación del portavoz del Grupo Parlamentario Popular indicando
que mi enmienda no está incluida en las posibilidades presupuestarias en
tanto en cuanto están transferidos la sanidad y el Insalud a la
Comunidad. Y aprovechando que está el señor Ministro aquí, pido que se
tenga en cuenta esta situación de desplazados, sobre todo ahora que más o
menos pronto también en el archipiélago balear se va a plantear el mismo
problema y la difícil solución que tiene esta situación si no hay una
compensación económica clara.

Nos basamos, además, en el artículo 138 de la Constitución española, en
cuyo apartado segundo se habla de las especiales condiciones que tiene la
insularidad en cuanto al punto de vista sanitario y asistencial, ya que
es un problema importantísimo enfermar en una isla periférica de
cualquiera de los dos archipiélagos.

Muchas gracias, señor Presidente; muchas gracias, señor Ministro.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias gracias, señoría.

En estos momentos el Grupo Parlamentario Mixto está monopolizado por la
insularidad.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el Senador
Zamorano.




El señor ZAMORANO VAZQUEZ: Gracias, señor Presidente.

El problema de entrar a analizar las cosas con situaciones descriptivas
es doble: por un lado, porque a veces la descripción no abarca el
conjunto total de lo que hay que decir y, por otro, porque se pierde la
globalidad del planteamiento político.

El veto del Grupo Parlamentario Socialista a los Presupuestos --tengo que
reiterarlo-- se debe a la inequidad que va a provocar la distribución del
gasto que se pretende, y creo que ha quedado claro que puede haber
discriminaciones en cuanto al gasto destinado a la atención sanitaria
según dónde viva el ciudadano, según viva en territorio Insalud o en una
Comunidad Autónoma que tenga transferida la sanidad. Punto número uno.

También tengo que decir que estamos de acuerdo con los objetivos que con
carácter general plantea el Ministerio, pero no con los instrumentos que
se utilizan en el presupuesto para conseguir esos objetivos; más bien
creemos que están distantes de conseguirlo. Pensamos también que el
conjunto de decisiones de política sanitaria que se contemplan, tanto en
los créditos consignados para la Sección 26 o en la 60, Insalud, como
respecto al conjunto de medidas que se contemplan en la Ley de
Acompañamiento, van a ir en detrimento, de forma regresiva, del actual
modelo.

Por eso, cuando se entra a comentar una u otra enmienda, en cuanto al
incremento de la inversión en una Comunidad --también habría que decir lo
que no se incrementa en la otra--, se va perdiendo la visión de conjunto
del concepto del veto. El representante del Grupo Parlamentario Popular
ha expuesto también lo que incrementan, según él, los gastos de atención
especializada o de atención primaria en el territorio Insalud, y coincide
con mis cifras. Quítele usted a la atención primaria los gastos de
farmacia y verá que los créditos consignados para atender a usuarios en
los centros de salud son menores que los del año 1996, y, aparte de que
son menores, se pretende hacer más cosas. Eso difícilmente es cuadrable,
sobre todo, cuando hacer más cosas no se refiere solamente a la
prestación en sí, sino también a la apertura de un número indeterminado
de equipos de atención primaria, sabiendo que el coste de cada uno está
en torno a 20 millones. Multiplique 20 millones por 64 equipos y verá
cómo no le salen las cifras. Es decir, si se pretende hacer más, ello va
a ir en contra de la calidad de lo que se venía haciendo.




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Este es el concepto del veto, y desde luego me ha llamado la atención que
su señoría vuelva otra vez a algo que yo ya consideraba superado, a
planteamientos referentes a las actuaciones que se habían realizado por
el anterior Gobierno y, otra vez, a una visión un tanto negra, un tanto
catastrofista de la sanidad española. Nosotros sí compartimos lo que dice
el Ministerio; son ustedes los que no están compartiendo ahora lo que el
Ministerio establece en su memoria. Yo creo que es un tema que debe
aclarar el Grupo Parlamentario Popular con el Gobierno popular.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador Zamorano.

Senador Bellido, tiene usted la palabra.




El señor BELLIDO MUÑOZ: Gracias, señor Presidente.

Señorías, Senador Zamorano, yo lo que entiendo es que no se puede
predicar ahora en esta Cámara, no sólo antes, sino también ahora, como he
comentado en mi primera intervención, lo que pasa en una Comunidad como
la andaluza, en la que el Partido Socialista tiene competencias plenas en
materia sanitaria, cuando allí ni se dio trigo antes ni se está dando en
esta ocasión.

Resulta un despropósito, por ejemplo, presentar aquí enmiendas en las que
se intenta detraer fondos del gasto en farmacia, cuando en el debate
presupuestario en el Parlamento de Andalucía que se está celebrando esta
semana ustedes precisamente rechazan todas las enmiendas de Izquierda
Unida, que, en base también a detraer fondos del gasto sanitario,
destinan a inversiones, cuando, además, ustedes no hacen un ahorro en el
gasto sanitario y cuando, además, ustedes tienen en Andalucía muchísimas
más carencias de las que se presentan en el territorio del Insalud no
transferido.

No olvidemos --y, Senador Zamorano, lo debe conocer usted muy bien, por
malagueño y también por gerente en excedencia del Servicio Andaluz de
Salud-- el bajo porcentaje de cobertura en atención primaria, que creo
que en Andalucía está alrededor del 68 por ciento, cuando el Ministerio
pretende aquí llegar al 93 por ciento. No olvidemos el bajo índice de
camas por habitante en Andalucía y el grave deterioro de muchos de los
hospitales. No olvidemos los 46.000 andaluces que están esperando para
ser intervenidos quirúrgicamente, o los 80.000 para ser diagnosticados.

No olvidemos los 282.000 millones de deuda del SAS y los 48.000 que debe
también a la tesorería de la Seguridad Social. Y no olvidemos, incluso,
las pésimas condiciones laborales de muchos de los trabajadores
sanitarios en Andalucía. Todo ello bajo el paraguas del anterior Gobierno
de la nación del PSOE.

De ahí que entienda, señor Zamorano, que de la frustración que puede
nacer de esta gestión ustedes apoyen en más del 99 por ciento los
presupuestos sanitarios del Partido Popular, dado que, de tres billones
500.000 millones, han presentado iniciativas por valor de 34.000
millones, por lo que, teniendo en cuenta los conceptos en las que las
basan, entiendo que esa coincidencia se da en el cien por cien.

Espero, señorías, que de tal coincidencia obtengan conclusiones
definitivamente para aplicar también la política sanitaria del Gobierno
del Partido Popular allí donde ustedes están gobernando en sanidad, como
es el caso de Andalucía.

Muchas gracias. (Aplausos desde los escaños del Grupo Parlamentario
Popular.)



El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador Bellido.

A la Sección 31 no se han formulado enmiendas, por lo que la damos por
debatida.

Pasamos a la Sección 14, Defensa, que quedaba pendiente de debatir.

Corresponde intervenir al Senador Nieto Cicuéndez para defender su veto y
todas las enmiendas que ha presentado, de la 284 a 304, conjuntamente.

Tiene la palabra el señor Senador.




El señor NIETO CICUENDEZ: Gracias, señor Presidente.

Señor Ministro, agradezco también su presencia en este debate. Voy a
intervenir con mucha brevedad.

Nuestra propuesta de veto es acorde con la concepción que nosotros
tenemos sobre lo que debe ser la política de defensa que es diferente a
la que tienen ustedes, ello por varias razones. Estimamos que la Defensa
--algo en lo que todos estábamos de acuerdo y así lo hemos manifestado en
nuestros programas electorales-- tenía que tender a ir a un ejército
profesional especializado que, efectivamente, fuese de defensa y no de
agresión. Creemos que, en el contexto actual de nuestro país, en el marco
en el que nos movemos, cuando se define una política de defensa hay que
definir, de alguna manera, estratégicamente, el enemigo teórico.

En el contexto actual de Europa y del mundo --al menos ése es el esfuerzo
que debemos hacer-- debemos romper con esa filosofía que dice: lo mejor
es prepararse para la guerra para garantizar la paz. Esa filosofía en sí
es mala y, por lo tanto, lo que hay que hacer es prepararse para la paz y
prepararse para la paz.

En el marco de nuestra política de defensa consideramos que al mismo
tiempo que tiene que haber ese ejército mínimamente especializado,
aquellas inversiones que haya que realizar tienen que estar destinadas a
esos fines, pues cuando estamos hablando de defensa, estamos hablando
también de industria militar. Las inversiones que haya que realizar en
esa industria militar --las necesarias-- se deberían hacer
fundamentalmente con esa filosofía y esos objetivos y también, por qué
no, en el marco de la defensa --valga la redundancia-- de la industria
nacional.

Por lo tanto, entendemos que las inversiones en política de defensa deben
estar fundamentalmente destinadas a aspectos que, al mismo tiempo que son
necesarios para cubrir cualquier contingencia de tipo defensivo --porque
no entendemos una política militar de tipo ofensivo--, también lo sean en
temas de desarrollo tecnológico importante, avanzado, que puedan tener
una aplicación en el marco de la actividad civil.




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En cuanto al desarrollo tecnológico estamos de acuerdo con las
inversiones en lo que se refiere a los temas aeronáuticos, porque,
repito, todo avance tecnológico y los acuerdos que se hagan en este
sentido pueden tener también una aplicación en el marco civil, y con la
participación de la industria aeronáutica española, que desde el punto de
vista tecnológico tiene personal muy cualificado y está en condiciones de
participar en el desarrollo tecnológico de esta industria.

Igualmente, por las características de nuestro país, ya que somos el país
de Europa que más costa tiene, pensamos lo mismo en lo referente a la
industria naval, desde el punto de vista del desarrollo tecnológico y de
la aplicación que puede tener en otros campos.

Sin embargo, no estamos de acuerdo --de ahí una serie de enmiendas-- con
el concepto de industria militar en lo que se refiere a tanques, cañones,
etcétera. No es por ahí por donde nosotros enfocamos el desarrollo de la
industria militar. Cuando se habla, por ejemplo, de tanques como el
«Leopard» y otros artilugios de guerra de estas características --que,
repito, no tienen otras aplicaciones distintas a las del estricto marco
militar--, debo decir que la política de defensa suele estar basada en la
compra de este armamento al exterior.

Un tema que también nos preocupa --y hemos formulado enmiendas en este
sentido-- es que, al mismo tiempo que la industria militar hay que
enfocarla en el marco de la filosofía que antes he reflejado, también
debería basarse en la generación de puestos de trabajo en nuestro país y
de reconvertir los ya existentes. Por ejemplo, vemos con preocupación el
tema de Santa Bárbara pues además de garantizarle un pedido adecuado,
teniendo en cuenta las características de esta empresa, habría que ayudar
también a su reconversión para que pueda adaptarse a los nuevos fines de
lo que nosotros entendemos debe ser la política de defensa.

Este es el marco en el que hemos formulado la propuesta de veto y las
enmiendas presentadas a esta Sección.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador Nieto
Cicuéndez.

Tiene la palabra el Grupo Parlamentario Socialista, por tiempo de nueve
minutos.




El señor GONZALEZ LOPEZ: Gracias, señor Presidente.

Señorías, señor Ministro, voy a defender en este turno la enmienda de
totalidad y también las enmiendas parciales que el Grupo Parlamentario
Socialista presenta a la Sección 14, de la Defensa.

En primer lugar, quiero decir que hemos presentado una enmienda de veto
porque creemos que los presupuestos de Defensa no sirven, en principio,
para conseguir los objetivos que el propio Ministerio de Defensa se había
marcado, como era mejorar los propios presupuestos, potenciar la
dimensión internacional de la defensa y modernizar las Fuerzas Armadas.

Tampoco sirven para cumplir compromisos ya adquiridos con las propias
Fuerzas Armadas y con el propio programa electoral del Partido Popular.

Creemos que con ellos, en este ejercicio, tampoco se alcanza la
profesionalización de nuestras Fuerzas Armadas y, además, de alguna
manera no despejan las incertidumbres de algunos sectores de la industria
nacional de defensa.

Como decía, estos presupuestos no mejoran --como se dice-- otros
presupuestos anteriores. Para ello tengo que dar una serie de cifras y
retrotraerme a los anteriores presupuestos del año 1995, incluso el
presupuesto del año 1996 que no fue aprobado por las Cámaras.

En el año 1996, la cantidad global del presupuesto de Defensa era de
870.055 millones; en 1997, esta cantidad es de 869.992 millones. Hay que
recordar que desde el año 1993, a nivel global, los presupuestos no
sufrían ningún descenso, bien es cierto que ni los aumentos que había ni
este descenso son significativos.

El Partido Popular, en la oposición reclamaba insistentemente el
crecimiento hasta alcanzar un 2 por ciento del producto interior bruto.

Pues bien, si analizamos estos presupuestos, vemos que el porcentaje con
respecto al producto interior bruto es el menor de los últimos años: un
1,11 por ciento, lo cual es una forma extraña de alcanzar ese 2 por
ciento.

En cuanto al tanto por ciento de la participación en los Presupuestos
Generales los números también son fríos y con frecuencia desnudan a la
demagogia y a la retórica. En los últimos años la participación del tanto
por ciento en los Presupuestos había sido de un 4,45 en el año 1995 y un
4,37 en 1996; 0,73 puntos menos, es decir, un 3,64 por ciento.

Con esto, señorías, señor Ministro, no estamos pidiendo que aumenten los
Presupuestos. Somos conscientes de que los Presupuestos de Defensa deben
ser solidarios con el resto de los presupuestos; el objetivo de
convergencia, que los socialistas compartimos, obliga a unos presupuestos
restrictivos, pero sí quiero hacer constar la demagogia que el Partido
Popular hacía cuando no tenía responsabilidades de Gobierno, y ese
argumento que ahora usa de cara a la convergencia también les tenía que
haber servido cuando estaban en oposición, entre otras cosas, porque en
criterios restrictivos anteriores en este mismo Ministerio ya estaban
marcados los propios criterios de convergencia.

Otra de las críticas, yo diría que obsesivas, que el Partido Popular
hacía a los presupuestos anteriores era sobre la estructura interna del
propio presupuesto en lo que se refiere al excesivo peso que al parecer
tenía el órgano central y que además iba en detrimento de las dotaciones
a los tres Ejércitos y el desequilibrio que había entre los gastos de
personal y los gastos de material. En los presupuestos del año 1995 se
destinaba una cantidad a los tres Ejércitos de 628.884 millones de
pesetas; en éstos se destinan 233 millones menos, con lo cual si se ha
producido ese adelgazamiento o reducción del órgano central sí está claro
que esto no va en detrimento de la mejora de los créditos a los tres
Ejércitos.

Los gastos de personal, por otra parte, también aumentan con respecto a
los gastos de material en una cantidad que va entre los 0,5 puntos o 0,7,
y en cuanto al haber en mano de los soldados de reemplazo tampoco se
refleja de



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ninguna manera lo que de alguna forma había sido una reivindicación de
los últimos años. El Partido Popular fijaba unas 30.000 pesetas de haber
en mano a la tropa a conseguir en dos o en tres ejercicios pero en estos
Presupuestos no se refleja absolutamente nada de eso. Evidentemente esto
no se cumple, y por eso nosotros hemos presentado una enmienda para, si
no para llegar a las 30.000 pesetas, sí, como mínimo, subir de las 1.500
actuales a las 7.500 pesetas que se podían contemplar; y no es ningún
juego político, es decir, presentar una enmienda pidiendo lo que antes
reclamábamos nosotros en oposición. No, no es ningún juego político; creo
que es, además, el momento, oportuno y que evitaría muchos problemas en
el futuro de cara a la profesionalización de las Fuerzas Armadas.

Se siguen manteniendo los mismos criterios de gratificación y de
incentivos al rendimiento, por lo tanto, no hemos visto ninguna variación
en cuanto a lo que se dice de forma demagógica pero que no cuadra con los
números. Lo que nosotros creemos es que en el órgano central no se ha
producido tal reducción; se han cambiado algunos criterios, se sacan
algunos conceptos y se incluyen otros, pero la mayoría de los créditos se
quedan en el órgano central.

En cuanto a la dimensión internacional de nuestras Fuerzas Armadas, que
nosotros los socialistas participamos en ella, queremos decir que lo que
ocurre es que esa aspiración de potenciar internacionalmente nuestras
Fuerzas Armadas no la vemos reflejado en estos Presupuestos, porque no
hemos visto ninguna cantidad que contemple, por poner algún ejemplo,
nuestra participación en la OTAN o en algún conflicto sobrevenido, como
ha podido ser el del Zaire. Todo lo más, lo que vemos es que se mantiene
el crédito asignado para las fuerzas de Bosnia y, repito, compartiendo
ese objetivo de potenciarlo, con estos presupuestos nosotros no vemos que
se refleje que haya ninguna potenciación más que la que había.

En cuanto a la profesionalización, estos presupuestos son una continuidad
del modelo mixto aprobado en el Congreso en el año 1991, lo que significa
que para el año 1997 tendremos aproximadamente unos 3.500 soldados
profesionales. A este ritmo la profesionalización se alcanzaría hacia el
año 2014 ó 2016, con lo cual sería difícil lograr el objetivo marcado por
el Gobierno para el año 2001 --primero, del año 2001 y, ahora, al
parecer, en el año 2003--, partiendo siempre de la premisa de un ejército
entre 100.000 y 130.000 hombres.

Estas reflexiones nos llevan a hacer un cálculo de que necesitaríamos
como mínimo a profesionalizar anualmente a unos 10.000 ó 12.000 hombres.

Por consiguiente, si no comenzamos la profesionalización en este año,
tendremos que hacer una concentración de más hombres en menos años, y
esto nos lleva automáticamente a disparar el Presupuesto de defensa en
alguno de los ejercicios. Nuestras dudas son: si va a haber presupuesto
para ello, de dónde va a salir el dinero y si éste va a ir en detrimento,
por ejemplo, de lo que es el material y la modernización, porque en eso
coincidimos con algunas manifestaciones que le hemos oído al señor
Ministro; es decir, no hay tal profesionalización si al mismo tiempo no
va acompañada de una modernización de las Fuerzas. Estamos totalmente
convencidos de ello y por eso pensamos que tiene que ser conjunta para
que dicha profesionalización sea eficaz.

Yo creo que el primer anuncio de la profesionalización de nuestras
Fuerzas para el año 2001, surgido de los pactos con Convergència, se hizo
sin ningún tipo de previsiones, no se habían estudiado los inconvenientes
ni los costes, ni los plazos, ni las repercusiones...




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Senador González López, quisiera
advertirle que ha consumido su tiempo.




El señor GONZALEZ LOPEZ: Permítame disponer de un breve segundo para
defender las enmiendas parciales.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Si es un breve segundo, puede
utilizarlo.




El señor GONZALEZ LOPEZ: Como no dispongo de más tiempo, no quisiera
dejar de referirme a las cuatro enmiendas parciales que hemos presentado
a este proyecto para quitar alguna desazón en lo que se llama las
inversiones en nuestra industria de defensa. Tenemos una enmienda para
solicitar la construcción de un buque anfibio, un LPD, en Bazán. Creemos
que el Almirante Jefe del Estado Mayor así lo manifestó en su
comparecencia. Se podría aprovechar el proyecto que tenemos y, además,
solucionaría lo más importante, la falta de trabajo en esta factoría
hasta que comience la construcción de las fragatas F-100.

Otra de las enmiendas que presentamos solicita para Bazán-Cartagena 2.000
millones de pesetas para que se termine de realizar la carena de los
submarinos --creo que quedan por terminar el Fénix, el Mistral y el
Tramontana--, lo que de alguna manera aseguraría y daría tranquilidad a
esta factoría, y los riesgos de esa partida global quedarían diluidos.

Por eso creemos que sería necesario localizar geográficamente en
Cartagena una partida para esta carena.

Por último, presentamos también una enmienda para la cofabricación de los
«Leopard» que garanticen que el Ejército de Tierra, que creemos que es el
más sacrificado en estos presupuestos, disponga de estos carros de
cambate y, además, que esta cofabricación tenga una incidencia positiva
en lo que es nuestra industria nacional de defensa. Este proyecto fue muy
debatido en los anteriores proyectos socialistas y, si bien es cierto que
el desembolso habría que hacerlo posiblemente a partir de 1998,
presentamos una enmienda de 2.000 millones de pesetas que de alguna
manera garantizaría, repito, que el Ejército de Tierra dispusiera de
dichos carros de combate.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Senador González López, aquel
breve segundo ya ha pasado.




El señor GONZALEZ LOPEZ: Ya he terminado y muchas gracias, señor
Presidente.




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El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, señoría.

Supongo que el Grupo Mixto da por defendida la enmienda del Senador
Padrón Rodríguez a efectos de votación. (Pausa.) Muchas gracias.

Por el Grupo Parlamentario Popular tiene la palabra el señor Elorriaga, y
supongo que defenderá conjuntamente las enmiendas y usará el turno en
contra. ¿Es así?



El señor ELORRIAGA FERNANDEZ: Señor Presidente, en un único turno haré
todo.

Señores Senadores, señor Nieto Cicuéndez, voy a contestar, primero, a su
veto.

Quiero decirle, con todo respeto, que comprendo que los grupos tienen
opiniones distintas y, por tanto, la suya es distinta de la mía, eso es
obvio. Ahora bien, lamento de alguna manera la falta de realidad que
encubre su intervención. Esa división entre lo ofensivo y lo defensivo en
las Fuerzas Armadas es una teoría absolutamente utópica. Yo no sé si, en
un carro de combate, el blindaje es defensivo y el cañón es ofensivo; si
en una fragata las cargas antisubmarinas son defensivas y los misiles son
ofensivos. Los Ejércitos tienen un sistema de armas homogéneo, completo,
y no hay una división entre lo defensivo y lo ofensivo. Lo ofensivo y lo
defensivo es la misión que desempeña, y si ese Ejército está defendiendo
la paz, si ese Ejército está realizando una labor humanitaria, si ese
Ejército está haciendo interposición entre fuerzas contendientes, está
haciendo, obviamente, una labor defensiva. Nadie va a ocupar otro país
pero, como es natural, lo hace con las armas en la mano. Un avión de
combate es un avión de combate, y si no, no disuade a nadie.

Yo no sé qué extrañas ideas o qué extraños asesores tiene su Grupo, que
piensan que los países aún se defienden con baterías de costa de
artillería. En este momento la defensa es una proyección de fuerza
avanzada, que no se produce nunca normalmente ni se desea que se produzca
en el propio territorio, que se traslada a los lugares donde pueda haber
un conflicto o una amenaza para la paz, que se hace siguiendo
instrucciones de los organismos internacionales, de Naciones Unidas, de
la Unión Europea, que la hacen organizaciones multinacionales como la
OTAN y en la cual España participa con su parte homologada y similar a la
de los otros países que forman parte de esa multinacional --vamos a
decir-- de la defensa y, por supuesto, no va a tener un Ejército distinto
y dedicado exclusivamente a hacer trincheras o a hacer búnqueres, sino
que tiene un Ejército como todos los demás Ejércitos del mundo. No hay
posibilidad de esa extraña división y, por supuesto, tampoco hay
posibilidad de defender la industria nacional de defensa si la industria
no hace barcos de guerra, aviones de combate o carros de combate. La
industria de defensa es la que hace precisamente eso: los cañones y los
carros.

Por otro lado, la política de defensa es la que tiene como cliente a esa
industria. No es un hospital para mantener una industria que, en
realidad, no sirve para lo que está trazada, sino que es una industria
militar y tiene que tener, por tanto, una calidad militar.

En cuanto a su preocupación por la industria Santa Bárbara, debo decirle
que no sé cómo piensa usted que puede vivir Santa Bárbara si no puede
hacer cañones ni tanques. Es un poco contradictorio todo ello, por lo
tanto, no es un veto que podamos tener en cuenta.

Al representante del Grupo Parlamentario Socialista he de decirle que
tenga en cuenta lo siguiente respecto a sus opiniones de que este
programa que, por lo que se ve, no sirve para nada: ni para mejorar ni
para potenciar. No olviden ustedes que este programa es la continuación
de sus programas. Ustedes han gobernado catorce años, y han hecho unas
cosas bien y otras mal, como todo el mundo, y a mí me parecen muy bien
las que han hecho bien. No tengo ningún partidismo fanático en ese
sentido, y dénse cuenta de que precisamente estos programas industriales
como, por ejemplo, el de fragatas o el de «Eurofighter», fueron
concebidos y planeados bajo gobiernos de ustedes. Este es un asunto de
Estado, no es de un partido ni de otro, sino que a todos interesa. Pero
lo que se está haciendo con el actual presupuesto y la actual política
del Ministerio de Defensa es que esos programas salgan de la
incertidumbre, porque estaban en la incertidumbre debido a los recortes
presupuestarios de los últimos años y a los recortes extrapresupuestarios
que últimamente se hicieron, y los acuerdos con el Ministerio de
Industria y los sistemas de realización conjunta del adelanto de la
inversión por parte de este Ministerio es lo que va a permitir que esos
programas, que son los nuestros y los suyos, es decir, que son los
programas del Estado español, vayan adelante y se salga de esa situación.

Por lo que se refiere a la profesionalización creo que ustedes confunden
los términos de su fórmula de Ejército mixto, del año 1991, con lo que es
la profesionalización. Esta no es continuar el programa de ustedes; es el
programa nuestro. Su programa es el que está aún en vigor, y esos 3.500
hombres a los que usted se refiere son los del programa del Ejército
mixto, que contaba con nuestra aquiescencia como sistema de transición.

No es que haya 3.500 soldados, sino que hay 3.500 más los que hay. Es lo
que se suma en este momento dentro de este sistema de voluntariado,
digamos, semiprofesional, que ha sido de gran utilidad, por supuesto, en
las misiones internacionales que en estos momentos corresponden a España,
pero la profesionalización es lo que va a estudiar en estos momentos la
Comisión Mixta Congreso-Senado que se acaba de constituir, con
representación de su Grupo. Sus Senadores saben de sobra que se ha
constituido, que se ha reunido para escuchar los planes del Ministro,
para saber cómo concebían el Ministro y el Ministerio la
profesionalización, y que ahora va a tomar posición; que la Comisión ha
constituido una Ponencia; que la Comisión va a escuchar la opinión de los
cuarteles generales, de los economistas, de los técnicos en diversas
materias, como, por ejemplo los sociólogos, cuyas opiniones hay que tener
en cuenta para estudiar este asunto, y que está citada para la primera
semana del mes de febrero, en cuanto empiece el próximo período de
sesiones parlamentarias. Todos hemos recibido ya la citación. Esa
Comisión es la que va a decir cómo se va a hacer la profesionalización y
qué profesionalización



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se va a hacer, y difícilmente podría usted pensar que en el presupuesto
de este año van a darse los medios para una profesionalización que no
está cuantificada ni económica, ni social, ni militarmente. Esta es una
cuestión que empieza en este momento. Se trata de ir hacia una
profesionalización total de las unidades y hacia un concepto de Ejército,
por tanto, distinto: un Ejército profesional, no un Ejército mixto. Se
trata de hacer algo completamente diferente al sistema del mantenimiento
del servicio militar obligatorio y de estas fórmulas intermedias en las
que hubiese unos soldados que estaban en las unidades un poco más de
tiempo y otros un poco menos, que fue el sistema mixto --que puede haber
prestado su utilidad en un momento dado o intermedio-- pero que,
evidentemente, no es el sistema que se va a seguir cuando empiece a
funcionar el Ejército profesional.

En cuanto a que el Partido Popular reclamaba el 2 por ciento del producto
interior bruto, quiero aclarar que no es que lo reclamara el PP. El 2 por
ciento del producto interior bruto es la inversión habitual en defensa de
los restantes países de la Alianza Atlántica de la que formamos parte y,
por supuesto, nos gustaría mucho ser similares a los otros países de la
Alianza Atlántica, pero no es posible hacerlo de un solo golpe. Tampoco
sabemos si dentro de equis años va a seguir siendo el 2 por ciento del
producto interior bruto el necesario, porque la Alianza Atlántica vive en
la realidad y en estos momentos hay una política de distensión, hay una
política de desarme, hay una política que permite que los gastos
militares disminuyan en todos los países, y es posible que no sea el 2
por ciento, sino que sea el 1,5 por ciento. En cualquier caso, nuestro
objetivo nunca ha sido una cifra rígida, sino tender a homologarnos con
el resto de los países de la Alianza a la que pertenecemos.

No se preocupe usted por las críticas sobre si nosotros hacemos o no
hacemos lo que habíamos prometido. Ese es un problema interno nuestro y
de nuestro partido. De lo que tiene que preocuparse es de si hacemos o no
hacemos lo que conviene al interés nacional y a la política de Estado,
que es la política de defensa, en la cual hay una serie de variables en
este momento que no permiten un encaje presupuestario. Por ejemplo, nos
hablaba usted de que no se sabía si vamos a integrarnos más o menos en el
área internacional. Evidentemente que nos vamos a integrar --lo que no
hacían ustedes-- en la Alianza Atlántica, en su cadena de mando militar,
con todas sus consecuencias, pero es muy difícil saber lo que eso va a
significar económicamente porque, entre otras cosas, variará la cantidad
de si se integra o no se integra también Francia, de si se integran o no
otros países, de modo que son unos hechos que se van a producir
precisamente a lo largo de este ejercicio y que, por tanto, no pueden
estar totalmente previstos.

En cuanto a las enmiendas concretas que ustedes presentan, debo decir que
no sé a qué buque anfibio se refiere su señoría. El buque anfibio se está
construyendo en los astilleros de Ferrol, y será botado probablemente a
mediados de año --a mitad del ejercicio, hablando en lenguaje
presupuestario--. Es muy posible en efecto, que a este primer buque
anfibio le pueda seguir un segundo, una vez que este buque haya sido
terminado. Quiero decir que éste es un programa que está desarrollándose
y que en este momento lo que está aplicado lo ha sido en relación con el
buque que está actualmente en fase de construcción en astilleros, y que
luego pasará a la de construcción y armamento en arsenales.

En cuanto a las carenas, están dadas las órdenes de ejecución. Esta
cuestión de las carenas, de la que tanto se habla, parece que es algo
caprichoso, que se hacen carenas o no según se necesite o no trabajo en
determinados astilleros, y los que necesitan las carenas son los
submarinos para poder subsistir.

Cada submarino tiene un plazo para carenarse o digamos que se inutiliza.

Les corresponde a su debido turno y en este momento están previstas las
carenas correspondientes.

El programa Leopard, tema muy interesante, iniciado bajo su Gobierno,
significa el préstamo, en condiciones especialmente ventajosas por parte
de Alemania, de un núcleo de carros suficiente para dotar a la división
mecanizada que España aporta al Cuerpo del Ejército Europeo y a la OTAN.

Ahí están esos carros y ésta es una parte del programa. Hay también una
segunda parte del programa que consiste en fabricar esos carros en
España. Esto significaría devolver en su momento los carros prestados y
sustituirlos por carros ya fabricados en España que tendrían que ser --a
eso es a lo que hay que aspirar-- de una generación más avanzada, dado
que el programa se va a desarrollar a lo largo de varios años.

En estos momentos estamos negociando con Alemania para que la producción
de ese carro se pueda hacer de la forma más ventajosa para la industria
española, para Santa Bárbara, aquí mencionada, y para que se pueda
construir en condiciones parecidas a las del avión de combate, el
«Euroifghter», o a las de las fragatas. Este programa está más atrasado y
tiene un período intermedio en el que se utilizan los carros de préstamo,
pero esto no quiere decir en absoluto que esté abandonado ni descuidado,
ni este programa ni el programa del Pizarro, del carro de infantería de
acompañamiento, ni otras necesidades de las Fuerzas Armadas que no son
sólo, naturalmente, el carro Leopard. Hay que ocuparse de otros carros,
de zapadores y de acompañamiento y también se prevé la modernización de
carros actuales que aún tienen un período de vigencia y de utilización
muy amplio.

Por tanto, para nosotros es correcto el presupuesto, tal y como lo
presenta el Ministerio de Defensa, y, por supuesto, no podemos aceptar el
veto y mucho menos ninguna de las enmiendas porque es mucho más razonable
la planificación que se ha previsto que lo que a ustedes se les ocurre en
este momento, hecha la salvedad de que la potenciación y la mejora del
presupuesto de Defensa será, como todas las mejoras de presupuestos en
distintas áreas de la Administración y de la política española,
consecuencia de una política económica del Gobierno que mejorará la
administración de los recursos públicos, que hará una utilización más
severa y más honrada y, probablemente, más eficaz.

Cuando tengamos más medios habrá también más medios para los presupuestos
y se cumplirán unos programas del Partido Popular que no son para este
año, son para esta legislatura o para dos legislaturas. Por tanto, no hay
ninguna



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razón para defraudarse porque no esté integrado en el primer ejercicio,
condicionado en gran parte, no sólo en lo negativo sino también en lo
positivo, y teniendo en cuenta los pocos meses que lleva el Partido
Popular en el poder, por los 14 años anteriores de labor de gobiernos
socialistas que, haciendo unas cosas mejor y otras peor, han dejado una
serie de programas en marcha y una serie de compromisos adquiridos a los
que también ha tenido que atender este presupuesto, por lo que no es un
presupuesto netamente del Partido Popular, sino que es, en cierta medida,
un proyecto de presupuesto de Estado que en parte es también un proyecto
de presupuesto del Partido Socialista. Esto lo tienen ustedes que
comprender así: es un proyecto de los dos. Por tanto, me parece absurdo
que presenten ustedes una propuesta de veto.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador
Elorriaga.

En turno de portavoces, tiene la palabra el Senador Nieto Cicuéndez.




El señor NIETO CICUENDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Con brevedad voy a aclarar un par de cuestiones. Nosotros tenemos una
concepción distinta de la política de defensa. Nosotros apostamos por la
paz y creemos que la mejor forma de hacerlo es con una contención de la
política de defensa. Un avión, por ejemplo, se puede emplear para
bombardear y también para ayuda humanitaria y para muchas otras cosas. Se
puede emplear para la guerra y para la paz. Un barco se puede emplear
exactamente igual, ahora un tanque no, un tanque no es reconvertible,
tiene una finalidad exclusivamente de guerra. Su tecnología no es
reconvertible a la industria civil, mientras que la de la aeronáutica y
de la naval sí. Por eso, nosotros apostamos por la contención.

De ahí que yo le pregunte --si tiene los datos me da luego la
respuesta--, ¿cuántos tanques hay inservibles en el Ejército de nuestro
país que, afortunadamente, no han sido utilizados y que ahora solamente
sirven para chatarra? ¿Cuál es el coste económico que esto ha supuesto y
para qué ha servido? Repito que me alegro de que, afortunadamente, no se
hayan tenido que utilizar. Los carros no son reconvertibles. Eso no pasa
con la aviación ni con la industria naval. Por eso, nosotros apostamos
por esos dos conceptos y, al mismo tiempo, por el desarrollo de la
industria nacional y por crear puestos de trabajo. Esa es la concepción
que recoge nuestra enmienda.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, señor Senador.

El Senador González López tiene la palabra.




El señor GONZALEZ LOPEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Yo no he dicho que estos presupuestos no fueran a servir para nada,
señoría. Eso es lo que ustedes decían de otros presupuestos que la
Administración socialista hizo. Recuerdo algunas intervenciones en las
que decían que con los presupuestos que se presentaban los aviones no
iban a poder volar, los barcos se iban a hundir y los soldados,
prácticamente, tendrían que andar en porretas porque no se les iban a
poder comprar ni uniformes.

Yo no he dicho eso. Usted es el que ha dicho que es un presupuesto
continuista. Yo digo que continúa a peor. Si comparamos todas sus
manifestaciones anteriores con su propio programa electoral, hemos de
reconocer que el presupuesto no se parece absolutamente en nada a lo que
ustedes habían dicho. Ya sé que lo que yo he dicho de los 3.500 soldados
profesionales no implica la profesionalización total, sino la
continuación del modelo mixto aprobado en el Congreso a partir del año
1991. Lo que yo quería decir, por si no me había entendido, era que de no
comenzar este año la profesionalización, de no aumentar ese número, en
algún momento tendremos que concentrar más hombres, con lo cual hemos de
preguntarnos de dónde va a salir el dinero para ese aumento de
presupuesto que se va producir. Podrían aprovechar su propio programa
electoral, donde dice: reducción de la mili a seis meses y aumento de
haber en mano. Esto beneficiaría, incluso, a la profesionalización con
todos los problemas que se nos presentan de futuro; profesionalización en
la que creemos nosotros y en estos momentos creo que toda la sociedad.

Hay una gran sensibilidad social por el tema de la profesionalización. Al
mismo tiempo, la ciudadanía está demandando que se haga con un coste bajo
o con el mismo coste. Y esto hay que explicarle a los ciudadanos que es
imposible. Si queremos la profesionalización necesitamos más dinero y ese
dinero tiene que salir de los impuestos.

En cuanto a las enmiendas que hemos presentado que se refieren al tema de
inversiones y de industria, he de decirle que lo que más nos extraña de
estos presupuestos es que todo lo que es inversión para industria este
año se mantiene, en el año 1998 también se mantiene, pero en el año 1999
se dispara, se produce automáticamente en algunos capítulos aumentos
hasta del cien por cien, el 80 o el 60. En términos globales el aumento
es, prácticamente, de un 25 por ciento en el año 1999. Por eso, decimos
que no nos parece coherente el presupuesto. Nos parece una huida hacia
adelante. Nos parece esperar a que nos toque la lotería o que nos llueva
el maná del cielo. Parece ser que en el año 1999 va a haber una buena
cosecha. ¡Ojalá lo sea, porque nosotros también lo deseamos, y se puedan
cumplir todos sus objetivos! Pero tenemos nuestras dudas.

Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario
Socialista.)



El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador González
López.

El Senador Elorriaga tiene la palabra.




El señor ELORRIAGA FERNANDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

El señor Nieto Cicuéndez sigue obsesionado con esta extraña división del
armamento. No sólo los carros sirven para la guerra, los aviones de
combate y los submarinos



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sirven para lo que sirven. No se puede hacer esa división y, por
supuesto, la paz en Bosnia se ha impuesto, con colaboración española,
precisamente, haciendo bombardeos.

Quiero decir que la paz se impone con la fuerza, si no, no se impone.

¿Qué le vamos a hacer? Son unas ideas un poco extravagantes, pero que
deben ser respetadas porque son las suyas y no todos los grupos vamos a
pensar igual.

En cuanto al reconocimiento que hace el portavoz socialista del
continuismo en su programa, lo que me llama la atención es que se refiera
insistentemente a manifestaciones mías anteriores, porque esas
manifestaciones están --me imagino-- en los Diarios de Sesiones del
Congreso de los Diputados, y yo jamás he hecho esas extrañas
manifestaciones diciendo que el presupuesto anterior no servía para nada
o que no había dinero para que los aviones volaran o para los uniformes.

Yo siempre he visto a la gente de los ejércitos españoles muy bien
uniformada y los aviones volando perfectamente, nunca tuve tales extrañas
ideas sobre estos temas.

Quiero decirle que no insista usted en plantear como novedades temas que
ustedes no han podido resolver en 14 años, es decir, usted me cuenta que
el haber en mano de los soldados es muy importante. Bueno, pues es muy
importante y ojalá hubiese más dinero y lo hubiésemos subido ya. Lo que
pasa es que en 13 ejercicios está el haber en mano como está, o sea que
tiempo tuvieron ustedes de hacerlo, no nos lo cuenten a nosotros, que ya
veremos cuándo lo hacemos, me figuro que lo haremos con mucha menos
necesidad de tiempo que los 13 años que necesitaron ustedes para no
hacerlo. Ya se verá.

En todo caso, celebro que comprenda que hay mucho de continuidad y mucho
de política de Estado en este presupuesto y mucho menos de un problema
que no nos importa en realidad a nadie demasiado, y es si se parece o no
a intervenciones de otros portavoces o a quejas que en otro momento pueda
haber presentado algún miembro del Grupo Parlamentario Popular. El
programa es un programa de Estado y obedece a la situación económica: es
el programa máximo que se puede realizar en estos momentos en la
situación económica en que estamos y aplicando un sentido restrictivo y
austero, pero, a la vez, un sentido de selección y de eficacia en los
objetivos y en los programas.

En cuanto a la profesionalización, ya comprende usted que no puede
figurar en los presupuestos porque no ha empezado y no tiene nada que ver
cómo se está desarrollando el problema del Ejército mixto con cómo se va
a concebir la carrera del futuro soldado profesional. De modo que cuando
avancen los trabajos de la Comisión Mixta, en la que ustedes estarán
dignamente representados, ya estudiaremos cómo se van a resolver esos
problemas.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, señoría.

Debatida la Sección 14, pasamos a la Sección 16.

Abre el debate el Senador Nieto Cicuéndez para defender su veto número
312 y las enmiendas números 313 hasta la 352.

Tiene usted la palabra.

El señor NIETO CICUENDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

El objetivo del veto nos parece importante porque los presupuestos para
este Ministerio no solamente son austeros, sino que están situados en el
umbral de la ineficacia, es decir, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de
nuestro país no van a poder cumplir su función, y con todo lo que está
lloviendo --dicho en sentido metafórico-- estos presupuestos no van a
ayudar absolutamente nada a resolver unos temas cada vez más prioritarios
en nuestro país, como son la seguridad ciudadana, el terrorismo, las
tribus urbanas, en definitiva, la violencia que genera esta sociedad.

Por tanto, los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado necesitarían
de muchos más estímulos y medios para poder cumplir su función. Creemos
que los presupuestos lo reducen alarmantemente en este aspecto, así como
lo que se refiere a temas penitenciarios.

Hemos aprobado una reforma del Código Penal. El concepto de la represión
carcelaria lo entendemos de manera diferente, apostamos más por la
rehabilitación, y todo eso necesita medios. Hay que acabar con el
hacinamiento de los presos, por tanto, habría que hacer reformas,
unidades carcelarias nuevas, habría que garantizar el tema de los
permisos de fin de semana, todo lo que aprobamos en el Código Penal, que
no tiene aquí reflejo presupuestario.

Por tanto, creemos que la política de Interior se hace mal. La austeridad
presupuestaria se puede orientar de una manera o de otra, pero lo que
empieza a ser cada vez una necesidad más perentoria y hasta de estímulo
social, de desagravio a las fuerzas de seguridad --que por todos los
lados están siendo malentendidas por la sociedad--, es que si a la falta
de medios se va a unir también la congelación salarial, en ningún plano
vamos a dignificarlas y vamos a hacer la política de seguridad que
nuestro país necesita.

En ese marco están situadas las enmiendas y el veto que presentamos.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Rigol i Roig): Muchas gracias, Senador.

Para la defensa del veto del Grupo Parlamentario Socialista, tiene la
palabra el Senador Arévalo, conjuntamente con las enmiendas que también
tiene presentadas, números 1.062 a 1.069.




El señor AREVALO SANTIAGO: Muchas gracias, señor Presidente.

Señorías, defiendo el veto y todas las enmiendas presentadas a esta
Sección, excepto la número 1.063, que queda retirada en este momento.

Los presupuestos para el Ministerio del Interior intentan desarrollar
unos objetivos que son comunes con los del Gobierno anterior, pero que,
traducido a cifras, resulta difícil poder creer que puedan ser llevados a
cabo a lo largo del ejercicio económico.

Hago referencia a un dato. Los presupuestos de 1997 descienden del 3,5 al
3,4 en relación a lo que dicho Ministerio y sus programas representan en
el conjunto de los presupuestos generales del Estado. (El señor
Vicepresidente,



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Aguilar Belda, ocupa la presidencia.) Y doy ahora sólo este dato --todos
los demás ya los hemos desarrollado en debates anteriores-- para probar
cómo se produce una reducción en la prioridad del Ministerio del Interior
sobre otros ministerios en el conjunto de los presupuestos generales del
Estado.

Siendo los objetivos los mismos que antes, la consecuencia del
razonamiento sería llegar a que deberían ser iguales también las cifras
previstas con anterioridad, y no lo digo con exageración, porque tampoco
estoy diciendo que se subiera, como deberían haberse subido en unos
presupuestos normales no llamados a la austeridad extrema a que se ha
querido poner éstos, pero sin excesos, sin hacer subidas que seguramente
no corresponderían con los criterios de contención del gasto que están
previstos en este momento, pero que serían consecuencia de los objetivos
planteados para este Ministerio. Se han rebajado y creo que no está
razonado con el conjunto de los presupuestos presentados. Ha habido otras
preferencias; también ha habido una reducción del gasto en otros sitios,
pero asimismo ha habido disminuciones de ingresos, lo que ha provocado el
sufrimiento de los responsables de este Ministerio, que no ven cubiertas
las mínimas necesidades para todas las atenciones que tienen que prestar
dentro del Departamento.

Y especialmente me refiero a la Policía y a la Guardia Civil. Teniendo en
cuenta que son cuerpos que en este momento cuentan con unas retribuciones
inferiores a las de otros cuerpos de policía --autonómicas o locales--, y
que viene de antaño, aquí tampoco se ha tenido en cuenta, lo mismo que
con el resto de los funcionarios. No tienen aumento, tienen congelación y
solamente se ha respetado la consolidación de los derechos económicos,
revisados con anterioridad en los ámbitos de la Administración Militar y
de la seguridad ciudadana. Por tanto, es necesario llamar la atención
sobre esto para que en el futuro se ponga remedio.

También quiero resaltar algunos de los aspectos de estos presupuestos, ya
no referidos a personal, sino a algunas de las materias que directamente
tienen que atender, estando en primer lugar las instituciones
penitenciarias.

Tampoco varía el número de reclusos; no va a variar a lo largo de 1997.

Las atenciones que se deben de prestar a las instituciones penitenciarias
no reducen de ninguna manera el gasto y, en cambio, vemos cómo se
disminuye en este capítulo todo: desde la sanidad, al vestuario, a la
comida, con lo que se están dejando de cumplir una serie de obligaciones,
es decir, se están dejando de prestar una serie de servicios y no sé cómo
van a poder cubrir el año 1997 sin tener que buscar vías de financiación
por otros procedimientos. Y teniendo en cuenta además que hay un nuevo
Código Penal, que presenta una serie de nuevas exigencias, resulta que en
este caso tampoco se van a poder atender bien.

En cuanto al Capítulo de Protección Civil, no está suficientemente
dotado. No están pues previstas las necesidades que, como consecuencia de
desastres naturales o no, pueden hacer obligatorias algunas de las
actuaciones en protección civil. Tampoco está, a nuestro juicio,
suficientemente reconocidas las obligaciones futuras exteriores,
internacionales o europeas, como será el establecimiento de la oficina de
Europol. Espero que en este año 1997 puedan las Cámaras ratificar el
Convenio Europol y, por tanto, serán nuevas las obligaciones económicas
que deberá afrontar España sobre la nueva oficina europea de policía.

Se prevé que para 1997 la delincuencia va a ser similar a la de 1996. Los
objetivos previstos por el Ministerio no varían respecto de los que
formulaba el Gobierno anterior y, por tanto, debemos de considerar que en
lo referente a la seguridad ciudadana en general o a la atención de la
delincuencia tampoco va a tener el suficiente apoyo económico. Y estoy
diciendo todo esto reconociendo todas las atenciones que está prestando
el Ministerio del Interior y todos los esfuerzos que está haciendo para
poder cumplir con sus muchas y variadas obligaciones en muchos terrenos,
especialmente en lo que se refiere al terrorismo y a la seguridad, así
como el tráfico de drogas, que tampoco cuenta con la suficiente atención.

He visto que a lo largo de todos los debates se ha puesto mucho interés
en defender la creación de la Dirección General de Administración de la
Seguridad como uno de los remedios que van a poder contener el gasto
dentro del Ministerio. Aunque se ha dado mucha importancia a esta nueva
dirección general, solamente lo señalo porque, naturalmente, si su
gestión puede ser tan eficaz, lo veremos cuando haya concluido el año
1997 y entonces podremos emitir juicio sobre ello, pero no quiero olvidar
que se le está dando una importancia gestora que seguramente es excesiva
porque no deja de ser un órgano dentro de la Administración del Estado y
del Ministerio del Interior.

Señor Presidente, lo que yo deseo, no es sólo que se cumpla con todas las
funciones, obligaciones, responsabilidades del Ministerio del Interior,
sino que lo puedan hacer con lo presupuestado para el mismo. Es casi
seguro que esto no va a poder ser así. No haremos excesiva crítica en el
futuro, sino que solamente llamamos la atención sobre eso. Por esa razón
hemos presentado el veto y las pocas enmiendas que le acompañan, ya que
no coinciden los objetivos del Ministerio del Interior con su correlación
con el resto de los Ministerios a la hora de repartir el dinero público.

Dichas enmiendas son concretas y solamente intentan desarrollar algunos
de los aspectos del veto formulado.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguilar Belda): Muchas gracias, señor Arévalo.

Existen varias enmiendas del Grupo Parlamentario Mixto, suscritas por el
Senador Armas Rodríguez.

Tiene la palabra el Senador Armas Rodríguez.




El señor ARMAS RODRIGUEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Efectivamente tengo tres enmiendas a esta sección.

La enmienda número 882 hace mención a la creación de la comisaría de
policía en Arrecife y se solicitan 200 millones. A pesar de los
compromisos adquiridos en reiteradas ocasiones por la Dirección General
de Policía para la construcción de una nueva comisaría de policía en
Arrecife, ante el lamentable estado en que se encuentran las
dependencias,



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aún continúa sin contemplarse este proyecto en los presupuestos.

En la enmienda número 883 se pide una dotación de 50 millones de pesetas
para el Centro Penitenciario de Arrecife. Tiene una circunscripción que
abarca las islas de Lanzarote y Fuerteventura y alberga en la actualidad
más de 200 internos, encontrándose sus rectores con muchas dificultades
para albergar esta demanda, razón por la que esta obra es muy necesaria.

Con la enmienda número 884 se pide una dotación de 50 millones para la
creación de una subdelegación de la Jefatura Provincial de Tráfico de Las
Palmas, en la isla de Lanzarote. Es un proyecto contemplado por la
Dirección General de Tráfico desde hace cinco años, pero que, sin
embargo, hasta ahora no ha podido llevarse a cabo por motivos de distinta
índole. La no creación de la dicha subdelegación es falta de voluntad
política, porque tiene la infraestructura y los medios. Simplemente se
necesita que el Gobierno ordene su creación y se proceda a la dotación
del personal necesario.

Quiero recordar que Lanzarote es uno de los lugares del Estado con uno de
los índices más altos de automóviles y, por tanto, genera una actividad
en esta línea que hace necesario contar en la isla con esta
subdelegación.

Señorías, que a estas alturas haya que coger un avión para ir a Las
Palmas a arreglar cualquier documento relacionado con las mismas, como
entenderán resulta tremendamente costoso y, por tanto, se produce un
agravio comparativo con otras ciudades de la península donde el
desplazamiento es mucho más fácil.

Espero que haya la máxima sensibilidad para lo que se está solicitando y
que muy pronto esto sea una realidad, porque la isla de Lanzarote de
verdad lo necesita urgentemente.

Muchas gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguilar Belda): Muchas gracias, Senador Armas.

La Senadora De Boneta tiene presentada la enmienda número 26.

Tiene su señoría la palabra.




La señora DE BONETA Y PIEDRA: Gracias, señor Presidente.

He presentado esta enmienda a la Sección 16, toda vez que en la
comparecencia que yo misma pedí en la Comisión de Presupuestos para
formular una pregunta en relación con las previsiones del Ministerio de
Interior para proceder a la creación de algún centro penitenciario en la
Comunidad Autónoma Vasca o en Navarra, se nos contestó que no había
ninguna intención, al menos en este año 1997, pero lo que quizás sí se
haría sería rehabilitar, remozar y hacer obras diversas para dejar los
establecimientos penitenciarios de la Comunidad Autónoma Vasca y de la
Comunidad Foral de Navarra en mejores condiciones.

En este sentido, y teniendo en cuenta las lamentables condiciones en que
se encuentra el establecimiento penitenciario de la cárcel de Iruña
(Pamplona), nosotros solicitamos únicamente 20 millones de pesetas para
hacer, al menos, lo más urgente para que dichas instalaciones se ajusten
mejor a las necesidades y que cumplan mínimamente con lo establecido en
relación a dichos centros.

Para terminar, y por economía parlamentaria, le diré que el Senador
Ferrer Roselló dejó dicho en su intervención que todas sus enmiendas se
daban por defendidas. Quiero insistir en este tema, y dar por defendida
también la enmienda número 928, del Senador del Grupo Parlamentario
Mixto, Padrón Rodríguez.

Por tanto, del Grupo Parlamentario Mixto, únicamente quedaría por
defender la enmienda de la Senadora Costa.

Gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguilar Belda): Gracias, Senadora De Boneta.

Para defender la enmienda número 904, tiene la palabra la Senadora Costa.




La señora COSTA SERRA. Gracias, señor Presidente.

Señorías, intervengo muy brevemente para dar por defendida la enmienda
número 904, que hace referencia a obras de mejora y acondicionamiento en
la Comisaría de Policía de Ibiza, ya que sus actuales instalaciones
necesitan urgentes reparaciones y acondicionamiento, por lo que
solicitamos una dotación de 60 millones de pesetas.

Quiero aclarar que la Senadora De Boneta ha dado por defendida una
enmienda del Senador Padrón, y queremos dar por defendidas todas las
enmiendas de dicho Senador a esta Sección.

Gracias.




El señor VICEPRESIDENTE (Aguilar Belda): Así lo he entendido, Senadora
Costa, aun cuando no lo había explicitado la Senadora De Boneta.

Para turno en contra, tiene la palabra el señor García Carnero.




El señor GARCIA CARNERO: Muchas gracias, señor Presidente.

Señorías, en primer lugar, me gustaría trasladar a la Cámara y al
conjunto de sus señorías las excusas del Ministro del Interior, que
personalmente me ha transmitido hace treinta minutos, que ha sido el
tiempo máximo que ha podido esperar a que llegase el turno para el debate
de esta Sección 16, puesto que en las previsiones iniciales estaba en
torno a las 10 ó 10,30 horas, y un viaje previamente fijado, que vía
Valencia habrá de emprender de manera inmediata --en estos momentos lo
estará haciendo-- hacia Rabat, le impide estar presente aquí.

Señorías, en este turno haremos una exposición de carácter global que
creo que dará satisfacción a las justificaciones planteadas en las
enmiendas formuladas a esta Sección 16.

Los dos vetos, tanto el planteado por Izquierda Unida como por el Grupo
Parlamentario Socialista, tienen una misma fundamentación, y es la de
considerar como dotación insuficiente la consignada en esta Sección 16
para atender las necesidades de unos objetivos que, por otra parte, se
dice que se comparten sustancialmente, al menos



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por parte del Grupo Parlamentario Socialista, y que tienen cierta
continuidad. No debe de extrañar a nadie que los objetivos fundamentales
del Ministerio del Interior sean siempre los mismos: la prevención y la
defensa de la seguridad ciudadana y la atención al personal que vive en
las penitenciarías, objetivos a lograr durante la legislatura, que son
perfectamente compartibles y que seguramente todos los grupos políticos,
cualquiera que sea su color, plantearían.

Antes de entrar en este análisis, me gustaría hacer una breve referencia
de antecedentes, y no lo digo como pliego de cargos contra nadie, pero sí
me parece necesario para comprender los fundamentos y los principios que
inspiran esta Sección del presupuesto conocer que una de las primeras
actuaciones que ha debido hacer este Gobierno --que, por tanto, hay que
considerar a la hora de enjuiciar el del año próximo-- es la
convalidación importante de una deuda superior a 51.000 millones de
pesetas. Decía que no lo digo como pliego de cargos contra nadie --y
aprovecho para hacer un paréntesis y agradecer el tono en el que han
transcurrido los debates hasta este momento y en el que yo deseo
continuar--, pero uno de los lastres que ha tenido el presupuesto del
Ministerio del Interior de años anteriores ha sido el tener que hacer
frente a deudas que venían generadas de ejercicios anteriores porque
habían sobrepasado las consignaciones presupuestarias, y que en este caso
no se va a producir, porque la convalidación de esos 51.000 millones,
como decía, ya está resuelta.

Otra de las características generales de los presupuestos anteriores,
sobre todo los de los últimos años, ha sido el de una improvisación en
los ingresos --vamos a llamarlo así--, una previsión de ingresos
excesivamente alegre, que rompe con aquella máxima presupuestaria de los
viejos interventores, que decían que los ingresos hay que consignarlos
cuando son seguros y los gastos en cuanto amenazan.

En los últimos años se han hecho previsiones de ingresos del orden de
60.000 millones de pesetas para la amortización de centros
penitenciarios, que luego no se han podido ejecutar, fundamentalmente
porque esa consignación en la previsión del ingreso no tenía el estudio y
el rigor exigibles.

Otro de los elementos que trata de evitar, en esa referencia de
antecedentes de etapas anteriores, es la general inobservancia que se ha
producido en los procedimientos de contratación, y que ha generado caos
administrativos, deterioros muy importantes de las arcas públicas y todo
tipo de corruptelas bien conocidas.

Por el contrario, señorías, este presupuesto se basa en los criterios de
austeridad y de eficacia, porque no es verdad, como aquí se ha dicho, esa
máxima que intenta justificar la eficacia con el aumento mecánico del
gasto, sin más. Estoy diciendo, señorías, que no siempre hay que atribuir
la relación directa de la cuantía económica con la eficacia, y mucho
menos en temas de seguridad, no siempre es así, y en asuntos de
seguridad, le aseguro que mucho menos.

En este presupuesto estamos contraponiendo el método de la cantidad como
único principio inspirador frente a la calidad. Ni aun así, señorías,
vamos a situar este presupuesto, que efectivamente es austero, como lo es
el conjunto de los presupuestos generales del Estado, en el marco
adecuado. La austeridad se reduce a un 0,85 por cien, porque los
presupuestos de este año de la Sección 16 son de algo más de 622.000
millones de pesetas. Ustedes a veces hacen unos ejercicios de referencia.

Muchas veces hemos oído hablar del presupuesto nonato, bueno, pues si no
nació no es una referencia a la que haya que aludir. El presupuesto con
el que realmente se ha desenvuelto el Estado, y, por tanto, también el
Ministerio del Interior en el año 1996, ha sido el presupuesto de 1995
prorrogado, menos varias restricciones de créditos que se hicieron, más
algunas añadiduras de gastos. Es una situación bastante compleja que ha
dado la disponibilidad efectiva para el año 1996 y sobre la cual la
reducción es de un 0,85 por ciento, y que afecta, fundamentalmente,
señorías, a aquellos capítulos que menor incidencia tienen en los temas
de la seguridad, que son los verdaderos objetivos de este Ministerio.

Así, por ejemplo, el Capítulo 1 crece; es verdad que crece para reconocer
derechos adquiridos, con lo cual, señorías, damos por desmontada esta
tesis, que no se ha dado en este caso, pero sí en Secciones anteriores,
de falta de respeto a compromisos anteriores por varios portavoces de
formaciones de la oposición. Hay una reducción notable en el Capítulo 2,
entre otras razones, porque no se prevén para el año 1997 más elecciones
que las del Parlamento gallego, que era un factor que sumaba mucho en
este Capítulo 2 y también porque, señoría, en el Capítulo 2, de los
gastos corrientes de bienes y servicios, hay ejercicios de restricción
presupuestaria que este Gobierno se impone por propia convicción, muchos
gastos pueden suprimirse, pero también por imperativos de la situación
económica del país, sobre la cual no voy a abundar. Por tanto, no habrá
el lastre sobre este presupuesto de deudas anteriores.

Me gustaría también incidir, porque se han sembrado dudas respecto de la
eficacia, sobre la nueva Dirección General para la Administración de la
Seguridad, que pretende sumar, integrar, la administración de las
distintas Fuerzas de seguridad. Y podría recurrir a múltiples ejemplos
gráficos, pero yo creo que constatarán conmigo dos elementos que subrayan
su necesidad y que auguran una más que segura eficacia. Por ejemplo, que
en la administración de la Dirección General de la Guardia Civil eran
necesarios controles y mejoras es más que palmario. Segundo principio,
que administrando un conjunto de compras de bienes y de contrataciones
mucho más amplio, es indudable que las mejoras que se pueden obtener y
las reducciones son mayores. Y el tercer principio en el que se sustenta
la confianza en esta nueva Dirección General para la Administración de la
Seguridad del Estado es que a estos principios se van a aplicar los
criterios de empresa, a la hora de adquirir, de contratar y de enajenar.

(El señor Presidente ocupa la Presidencia.)
También me parece necesario subrayar, porque se ha hecho alguna crítica
en las enmiendas, en concreto me refiero a las enmiendas números 1.067 y
1.068 del Grupo Parlamentario Socialista, en las que se incrementa la
dotación para el Plan Nacional sobre las Drogas, que el presupuesto



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para la Delegación del Gobierno para dicho Plan permanece inalterado.

Pero es que, además, este presupuesto recoge como una novedad la
posibilidad de aplicar fondos de los bienes decomisados en la lucha
contra la droga y aplicarlos directamente a la utilización de este Plan.

Otra de las referencias obligadas, señoría, es la incorporación a la
dependencia de este Ministerio de la Dirección General de Instituciones
Penitenciarias que se marca dos objetivos. Por una parte, como es lógico,
la custodia y el tratamiento de los reclusos y, por otra, la función
seguramente primordial de las penitenciarías, la reinserción y la
prestación de servicios sociales a los reclusos. Y justamente para este
segundo objetivo se crea un organismo autónomo que es el organismo
autónomo de trabajos y prestaciones penitenciarias y que funcionará con
un doble presupuesto, con un presupuesto puramente administrativo,
dedicado a los temas de cultura y de educación, y con un presupuesto
comercial que, primero, posibilitará la incorporación de ayudas
procedentes de la Unión Europea destinadas a este fin y, segundo, tratará
de hacer rentable para la propia prisión y el bienestar de los reclusos
el trabajo de los penados.

Señorías, éste es sin duda un presupuesto suficiente, pero basado en la
austeridad. Citaré como figuras muy significativas de esta austeridad que
donde han sido más importantes los recortes y las exigencias austeras han
sido en gastos que en otros momentos no se contemplaron de esta misma
manera como, por ejemplo, los gastos reservados, donde la reducción
supone más del 35 por ciento; o en temas como atenciones protocolarias,
dejando en este Capítulo a Direcciones Generales, como la de la Guardia
Civil o de la Policía, con menos de un millón de pesetas que entenderán
ustedes que es poquito más que simbólico, 700.000 pesetas. No les quiero
decir ya el simbolismo en la Dirección General de Tráfico a la que se
destinan 350.000 pesetas para atenciones protocolarias. Por lo tanto, me
parece que quien empieza a dar muestra de la exigencia de esa austeridad
en el Capítulo 2, en fondos de libre disponibilidad, es el propio
Gobierno; que quien empieza a apretarse el cinturón ante esas exigencias
son justamente los propios directores generales y el personal que trabaja
junto a ellos.

Concluyo, señor Presidente, en esta reflexión general, diciendo que este
presupuesto del Ministerio del Interior tiene, a nuestro juicio, cuatro
elementos que le distinguen. El primero, el de la reforma sustancial en
el mecanismo de generar y de controlar los gastos. El segundo es
establecer una racionalización y una jerarquización de esos gastos. El
tercero es el rigor con el que se va a llevar el control exhaustivo de
los gastos que se generan y el cuarto la rentabilización, la optimización
de esos recursos en cuanto a las inversiones. Cambiar, como decía antes,
ese concepto mecánico del gasto, de pensar simplemente que se consigue
más eficacia por añadir más gasto, por un concepto cualitativo de la
eficacia, de medir el rendimiento de la eficacia, no por la cantidad,
sino por la calidad de los servicios que se prestan. Y todo ello
conlleva, señorías, a la atención, y vuelvo a hacer referencia a los
viejos interventores, a ese principio, siempre exigible, que ha de tener
el presupuesto de la fidelidad a sí mismo. Un presupuesto hay quien lo
entiende como un documento que se presenta para salvar un trámite y cuyo
primer objetivo es incumplirlo y hay otros que consideran que el
presupuesto establece un corsé, un rigor en el cual necesariamente ha de
moverse en el ejercicio para el que se aprueba. Orden, coherencia, rigor,
transparencia, son palabras no vacías, sino plenas de contenido,
exigibles y necesariamente aplicables en este Ministerio como en muchos
otros, pero especialmente en éste donde han carecido de su verdadero
contenido durante los últimos años.

Me referiré finalmente, señorías, a esas enmiendas pormenorizadas que
pretenden atenciones a centros específicos, a algunas de las cuales se ha
hecho referencia expresa aquí y otras que se han dado por defendidas.

Cuando se solicitan ayudas para determinadas prisiones o para
subdelegaciones de tráfico o para mejoras de cuarteles o viviendas de la
Guardia Civil, para centros penitenciarios, etcétera, habremos de decir
que lo primero que se hace es una constatación del actual estado de la
situación. Por lo tanto, dicha constatación la hacen otros grupos de la
oposición y no el grupo del Gobierno y me parece bien porque cuando
nosotros hacemos esas referencias al estado de las cosas se nos critica
desde quienes han ostentado la responsabilidad del Gobierno diciendo que
nosotros estamos permanentemente reprochando la herencia recibida; no la
reprochamos, señoría, la constatan y no la hacemos nosotros, lo están
haciendo los otros grupos de la oposición.

Tengo que decir que seguramente todas esas necesidades que ahí se
reflejan y muchas más son constatables y evidentes y han de acometerse
por los servicios del Ministerio del Interior. Me sorprende, por ejemplo,
en el tema de las enmiendas de Izquierda Unida, cómo las diez primeras
que se dedican a señalar todo este tipo de carencias, prácticamente todas
ellas van destinadas a municipios, a localidades de la Comunidad
Valenciana: Elche, Alcoy, Castellón, Orihuela, Villajoyosa, etcétera. No
digo que esas necesidades no existan, seguramente sí, pero convendrán
conmigo en que en ese tipo de necesidades es mucho más amplio el abanico
que abarca a todo el territorio nacional.

El paquete global de las enmiendas va destinado a suplementar una serie
de partidas que justifican seguramente el argumento para el veto que el
señor portavoz del Grupo Parlamentario Mixto planteaba al principio
calificando de insuficiente, de inoperantes las cuantías asignadas y que
yo creo haber rebatido con las argumentaciones que he dado de que la
eficacia no es siempre directamente proporcional a las cuantías
asignadas.

En cuanto a las enmiendas del Grupo Parlamentario Socialista, excepto la
1.063, que creo que acertadamente ha retirado el señor Arévalo, las
números 1.062, 1.064, 1.065, incluso 1.066, tengo que decir que en
realidad son vetos parciales, impugnaciones a secciones o a programas
concretos.

Las enmiendas 1.067 y 1.068 pretenden incrementar en 1.500 millones el
Plan Nacional sobre las Drogas. Creo haberle dado cumplida satisfacción o
justificación, al menos por nuestra parte, de por qué no se aceptan, al
decir que la



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dotación del plan no se aminora y que se abre, como novedad de este
presupuesto, la posibilidad de utilizar unos fondos provenientes de los
decomisos que hasta ahora no había sido posible.

Con todo ello, señorías, señor Presidente, concluyo diciendo que la
posición de mi Grupo es contraria a estas enmiendas, expresando, eso sí,
que algunas de esas enmiendas parciales --reconociendo la necesidad de
todas ellas--, como alguna subdelegación de tráfico, a la que hacía
referencia el Senador Armas, que tiene especificidades por el hecho de
ser una isla que las acrecienta respecto de otras, tengo el
convencimiento de que la Dirección General de Tráfico intentará en un
plan, que será más amplio sin duda, acometerlas con la mayor prontitud.

Nada más y muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos en los escaños del
Grupo Parlamentario Popular.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador García Carnero.

Turno de portavoces.

Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra el Senador Nieto
Cicuéndez.




El señor NIETO CICUENDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Voy a ser breve. En primer lugar, acepto las excusas del señor Ministro
por no haber podido estar aquí, pero también quiero manifestarle que el
objetivo de las enmiendas y del veto del Grupo Parlamentario Mixto es que
hubiera jugado mejor con su función, ya que no es una función fácil la
del Ministerio de Interior. Ese es el objetivo.

Usted habla --y ojalá que lo consigan-- de que Europa es un bálsamo de
fierabrás. Si se consigue también el bálsamo de fierabrás para remozar
algunas cárceles o hacer alguna cosa, bienvenido sea. Ustedes pueden
buscar por ahí otro «ungüento pallesqui» o lo que sea. El problema es que
hay unas necesidades perentorias que están mal presupuestadas. Mantenemos
las enmiendas porque consideramos que es la mejor manera de que todos
tomemos conciencia de que éste es un Ministerio que necesita ser apoyado
y reforzado con medios materiales.

Por último, quiero manifestar que ojalá que los objetivos que usted ha
manifestado se puedan conseguir en el transcurso de este proceso,
recabando medios, por ejemplo, en la venta de suelo patrimonial, para que
se puedan destinar algunas partidas. Ese asunto a nosotros nos preocupa
mucho, así como que el deterioro de las fuerzas de seguridad no vaya a
más, porque ya están bastante deterioradas.

Gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Nieto Cicuéndez.

¿Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos? (Pausa.)
¿Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió?
(Pausa.)
¿Grupo Parlamentario Socialista?
Tiene la palabra el Senador Arévalo.




El señor AREVALO SANTIAGO: Señor Presidente, señorías, disculpamos que no
haya asistido el señor Ministro de Interior, que no es precisamente un
Ministro que huya del Parlamento, ni mucho menos. Siempre que se le
requiere, se presenta y contesta a todo lo que se le pregunta. Por lo
tanto, no cabe más que agradecer su constante presencia en el Parlamento.

Yo basé la defensa del veto y de las enmiendas del Grupo Parlamentario
Socialista en un solo dato: el Ministerio de Interior ha sufrido una
caída en la relación con el resto de los Ministerios en la priorización
de los presupuestos. En eso he basado yo la defensa de mi veto y de las
enmiendas. Ha disminuido. ¿Por qué ha disminuido? Eso es precisamente lo
que se nos tenía que haber contestado y no se ha hecho.

El señor García Carnero sufre de una incontinencia, y yo le ruego que vea
la manera de írsela corrigiendo, curando, porque siempre hace menciones
al pasado. Yo lo basé en el futuro, lo basé en cómo estos presupuestos
del Ministerio de Interior son inferiores a lo que son sus objetivos y
fueron los objetivos del Gobierno anterior. No es que los objetivos sean
iguales en los grupos parlamentarios, sino que son iguales en cuanto a lo
presupuestado por el anterior Gobierno y por éste respecto a los
objetivos del Ministerio de Interior, no en cuanto a las cantidades y en
cuanto a los grupos parlamentarios.

Podíamos haber dado lectura a las casi 80 enmiendas que el Grupo
Parlamentario Popular presentó en el último ejercicio en que se aprobaron
presupuestos y se iban ustedes a tronchar de risa con nosotros. Sean
ustedes un poco más discretos en estas críticas del pasado. Usted ha
dicho que los presupuestos que nosotros hacíamos eran excesivamente
alegres. Veremos dónde estaban las alegrías, porque esta Sección era una
de las que recogía un mayor número de enmiendas de campanario, pero
también recogía muchas enmiendas sobre muchos aspectos dentro del
Departamento que ponían las cosas en una situación incomprensible para la
seguridad pública, y --repito-- los objetivos del actual Ministerio de
Interior coinciden con los objetivos del anterior Gobierno,
afortunadamente.

Veremos si la diferencia de dineros es capaz de equilibrar la eficacia,
porque si dinero no es igual a eficacia, también hay que reconocer que,
por lo menos, es necesario que haya dinero para poder realizar las
distintas funciones sobre las que se tiene responsabilidad. Tendremos que
tener en cuenta eso. Si no, señorías, si llegáramos al extremo de decir
que dinero y eficacia no tienen nada que ver, pongan ustedes los
presupuestos a cero y háganlo todo con eficacia, porque a lo mejor de esa
manera cumplen con unas obligaciones que nosotros no fuimos capaces de
cumplir más que haciendo unos presupuestos correctos y equilibrados.

Nada más, señor Presidente, y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Arévalo.

Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el Senador García
Carnero.




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El señor GARCIA CARNERO: Muchas gracias, señor Presidente.

Señorías, no creo hacer abuso si, en nombre del señor Ministro, me
atribuyo la posibilidad de agradecer las expresiones que los dos
portavoces han tenido hacia él, especialmente el portavoz socialista, por
las calificaciones que le ha dedicado y que nosotros compartimos.

Comprendo que las cosas no se pueden llevar al extremo, Senador Arévalo,
pero es verdad, y yo creo que lo vamos a demostrar en este Ministerio
especialmente, que no siempre la relación dinero eficacia es directamente
proporcional. Usted lleva eso al extremo: Ponga usted el presupuesto a
cero y así será más eficaz. No. Pero estoy seguro de que en la mente de
todos nosotros hay argumentos más que suficientes para demostrar que en
el Ministerio de Interior hay bastantes modos de ser más eficaz gastando
menos.

No sé si nos troncharíamos de risa, Senador Arévalo, si leyera usted esas
enmiendas, pero me parece que el sitio para hacer esas manifestaciones
tan estentóreas no sería el Parlamento, sino que debería hacerlas en otro
lugar.

Pregunta usted por qué ha disminuido el presupuesto del Ministerio de
Interior si los objetivos son los mismos. Primera cuestión: ¿Cuánto ha
disminuido? El 0,85 por ciento. Segunda cuestión: ¿dónde se ha
disminuido? En atenciones protocolarias, en gastos reservados, es decir,
en actuaciones que no inciden de una manera directa en la seguridad. Y
tercero: ¿por qué ha disminuido ese 0,85 por ciento que antes
señalábamos? Pues, exactamente, porque hay una limitación presupuestaria
general y porque creemos que se puede hacer mejor.

Ultima cuestión. Yo le agradezco, señor Arévalo, las constantes
referencias personales que me hace, el otro día, aludiendo a la
ignorancia y, hoy, a la incontinencia, y le aseguro que tomo buena nota
de ello y que ya he hecho esta mañana un buen ejercicio de incontinencia.

Lo he hecho porque no he hablado esta mañana --y podría haberlo hecho--
de los 22.000 millones de pesetas que dejaron de pufo, como vulgarmente
se dice, es decir, debidos y sin consignar y sin presupuesto, a
Telefónica, o de los más de 2.000 millones de pesetas a las compañías
eléctricas. Podría haber hablado también de más de 11.000 millones de
pesetas no reconocidos a empresas constructoras o de más de 4.200
millones que se deben sin reconocer, sin consignación, a la Fábrica
Nacional de Moneda y Timbre. Podría haber hablado también, y no lo he
hecho, haciendo caso de esa continencia a la que usted me anima, de la
utilización que se ha hecho de más de 21.000 millones de pesetas de
fondos reservados que sus gobiernos han manejado. ¿Ve usted cómo he
hecho, de verdad, ejercicios de continencia, siguiendo sus instrucciones?
Y el máximo ejercicio de continencia, hablando de presupuestos, hablando
del Ministerio del Interior y, por tanto, de la Dirección General de la
Guardia Civil, es no haber hablado de la forma en que contrataban y
controlaban, por ejemplo, la construcción de casas cuartel. Le aseguro
que seguiré tomando nota de sus enseñanzas y de sus apreciaciones, que
considero muy importantes.

Muchas gracias, señoría. (Aplausos desde los escaños del Grupo
Parlamentario Popular.)



El señor PRESIDENTE: Gracias, Senador García Carnero.

Pasamos a debatir las enmiendas correspondientes al presupuesto del Ente
Público de Radiotelevisión Española. En primer lugar, enmienda de veto de
los Senadores Nieto Cicuéndez y Román Clemente, número 804.

Para su defensa, tiene la palabra el Senador Nieto, por tiempo de tres
minutos.




El señor NIETO CICUENDEZ: Intervengo con brevedad, señor Presidente, para
manifestar que el motivo del veto es que los presupuestos de
Radiotelevisión Española son opacos y estimativos, es decir, no hay un
proyecto, a nuestro modo de ver, de Radiotelevisión Española, y por eso
les decimos que se asignen unas partidas provisionales para que después
se haga el presupuesto definitivo que tiene que presentar el Ente ante el
Parlamento.

Por otro lado, aquí estamos hablando de austeridad, y Radiotelevisión
Española, con esos contratos blindados que está haciendo, no está dando,
desde luego, prueba alguna de austeridad. Por ello, queremos saber, antes
de que se aprueben los Presupuestos, cuál es el presupuesto real de
Radiotelevisión Española.

Nada más.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Nieto Cicuéndez.

La enmienda número 1.309, del Grupo Parlamentario Socialista, ya fue
debatida. Por tanto, pasamos al turno en contra, para el que tiene la
palabra el Senador García Carnero.




El señor GARCIA CARNERO: Muchas gracias, señor Presidente.

Señorías, efectivamente, nuestro Grupo se opone a los dos vetos, al que
ha sido defendido hace unos momentos por el portavoz de Izquierda Unida y
al que fue defendido en otro momento del debate, creo que en la discusión
del Título V, por el Grupo Parlamentario Socialista, y voy a hacer en
este turno las argumentaciones necesarias, a nuestro juicio, para rebatir
y no atender los vetos que en las correspondientes enmiendas se sugieren.

Señorías, cuando hablamos de Radiotelevisión Española, estamos hablando
de dos cosas, fundamentalmente. Estamos hablando de la gestión de una
empresa muy grande, de una empresa que emplea a muchos trabajadores, de
una empresa que tiene serias dificultades, que está en una situación
crítica --bien es cierto que hoy un poquito menos que hace unos meses-- y
que ha tenido momentos de estar al borde de la quiebra. Pero estamos
hablando también de una empresa que presta un servicio público muy
importante en España. Y ambos objetivos han de atenderse desde el
presupuesto y desde la gestión de esa empresa.

Durante años, señorías, hemos estado observando con paciencia, con
resignación, conteniendo nuestro malestar general, que en Radiotelevisión
Española el primero de los



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aspectos, que era su gestión empresarial, quedaba siempre supeditado a la
conveniencia de la gestión de un servicio público que se hacía siempre en
forma de uso casi privativo del Partido que sustentaba al Gobierno, lo
cual, evidentemente, le proporcionaba sus ventajas políticas y
electorales.

Quiero decir, señorías --y no creo excederme en los calificativos--, que
Radiotelevisión Española ha sido, durante los últimos años, el ejemplo
más palmario, no sólo de carácter nacional, sino también internacional,
de sectarismo, de deformación de la información y de parcialidad.

(Rumores.) Y lo primero que ha hecho este Gobierno ha sido poner fin a
esos males (Rumores.), a los males del sectarismo, de la carencia de
pluralidad y de objetividad en la información, y también poner remedio a
los males de la gestión presupuestaria de la empresa. No hace ni una
semana siquiera que se ha tenido que habilitar en el Congreso de los
Diputados un crédito de 34.500 millones de pesetas para tapar agujeros. Y
cuando digo tapar agujeros no me estoy refiriendo al déficit reconocido,
sino al resultado del enorme y laborioso trabajo que han tenido que hacer
los servicios de Radiotelevisión y la Intervención General del Estado
para detectar el cúmulo de facturas de proveedores impagadas y de las que
además no había consignación ni registro. Y la suma de eso es de 34.500
millones de pesetas, que el Parlamento ha convalidado, con el Decreto del
Gobierno, hace sólo unos días.

Por eso digo que lo primero que hacemos es atajar los males, ver cuál es
el conjunto de todas esas facturas perdidas sin consignación y sin
registro y abonarlas. Y lo segundo, señorías, es acometer para el año
1997 un presupuesto que nosotros calificamos como de continuidad, de
transitoriedad, mejor de transitoriedad porque realmente el objetivo de
los directivos del Gobierno para Radiotelevisión Española es acometer a
lo largo de este año un plan estratégico, pero no al estilo de García
Candau, al que me referiré más adelante, sino un plan que garantice un
futuro financiero para el conjunto de las empresas que constituyen
Radiotelevisión Española, dentro de un marco económico estable, y que no
tengamos permanentes sorpresas de éstas a las que hemos estado
acostumbrados en los últimos tiempos.

Por eso, en este presupuesto, que, como digo, es de transitoriedad, se
plantea, primero, resolver el problema de saneamiento económico --a lo
que ya he hecho referencia--; segundo, incentivar la inversión en un
programa nuevo, que es la televisión digital, que los expertos en esta
materia consideran como el futuro inmediato, por lo que es
perentoriamente necesario acometer la correspondiente inversión, y,
tercero, ser rigurosos, que es una máxima que siempre que se habla de
presupuesto es necesario tener presente. Y uno de esos rigores, por
ejemplo, es disminuir los ingresos por publicidad, ya que nadie quiere
mantener una televisión que busque única y exclusivamente la publicidad a
costa de lo que sea, ni tampoco está el mercado de la oferta publicitaria
en las televisiones como para continuar esas alegrías a las que
últimamente nos tenían acostumbrados.

Observamos, señoría, que a este Presupuesto que se plantea por parte del
Gobierno se han presentado dos enmiendas de veto; una, la de Izquierda
Unida, que no busca más que una justificación pero no la acompaña de
documentos de ningún tipo; pide la devolución de estos Presupuestos sin
mayor argumentación que la que se ha dado hace unos momentos aquí; y
otra, la que presenta el Grupo Parlamentario Socialista que, con una
pretendida apariencia de unos presupuestos alternativos, se basa, a
nuestro juicio, fundamentalmente en cuatro cosas: en incrementar la
subvención del Estado, en no contemplar para nada el futuro de la
televisión --y me he referido antes, por ejemplo, a la televisión
digital--, en poner más ingresos por publicidad --desde esa posición
general en los planteamientos económicos de los Gobiernos socialistas de
consignar ingresos cuando hacían falta los gastos y ya veremos si se
cumplen, y luego lo que ocurría es que no se cumplían-- y en una
significativa rebaja de los gastos de personal, que no entendemos por
qué, cuando no se indica a qué persona se pretende despedir o cuál es el
origen de esos gastos que pretenden rabajar.

En definitiva, señorías, y esto es lo más significativo de la cuestión,
es que esta alternativa, esta pseudoalternativa que pretende plantear el
PSOE a los presupuestos, no es ni más ni menos que una vulgar copia del
Plan Estratégico de Radiotelevisión Española que presentó hace algún
tiempo el señor García Candau, felizmente pasado a la historia de la
dirección del Ente. Han sido ustedes tan poco cautelosos que ni siquiera
lo han pasado a otro papel, lo han fotocopiado. Si sus señorías tienen a
bien echar un vistazo a las enmiendas de la Ley de Presupuestos
observarán que es una pura fotocopia y, como también tendrán a su
disposición el famoso Plan Estratégico de Radiotelevisión, podrán
compararlo y verán que no hay variaciones ni en las centésimas. De manera
que podrían haber sido, creo, un poquito más imaginativos en el tema y,
sobre todo, si verdaderamente tenían la voluntad de presentar un
presupuesto alternativo, haberlo trabajado un poquito más, porque en ese
Plan Estratégico ya no confía absolutamente nadie; nosotros lo suponíamos
pasado a la historia.

Señorías, concluyo diciendo que respecto a la Televisión están bien
claras las dos posiciones que en este momento se mantienen: las
atrincheradas de los que crearon las graves dificultades que tiene la
televisión y las de los que pretenden solucionarlas; en esa segunda
posición nos encontramos nosotros y pretendemos dar solución a los graves
problemas, tanto empresariales como, sobre todo, de servicio público, que
viene arrastrando la Radiotelevisión española en los últimos tiempos.

Por debates anteriores, yo entiendo que este tipo de manifestaciones, que
hoy he pretendido que sean suaves, suscitan, hieren la sensibilidad de
los que han soportado al Gobierno anterior, de los grupos socialistas.

Pero es la auténtica verdad, señorías; o se afronta con rigor y con
seriedad Radiotelevisión Española o lo que estamos poniendo en riesgo es,
primero, una gran empresa que da acogida a multitud de trabajadores con
enormes problemas, con multitud de escalas, con una serie de problemas
internos no sólo económicos, sino funcionariales del propio organismo
interno y, sobre todo, lo que estamos poniendo en peligro es, como decía
antes, un servicio público elemental, que es todavía sustancial en muchas
partes del país, y que no



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puede seguir por los derroteros por los que ha venido en los últimos
años.




El señor PRESIDENTE: Senador García Carnero, por favor, vaya terminando.




El señor GARCIA CARNERO: Concluyo ya, señor Presidente.

Señorías, les aseguro que la Radiotelevisión Española será de verdad un
servicio público; dejará de ser un instrumento al servicio de la
conveniencia política del Partido que sustenta al Gobierno, como ha sido
la realidad de los últimos años.

Nada más y muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Partido Popular.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador García Carnero.

Turno de portavoces. Por el Grupo Mixto el señor Nieto tiene la palabra.




El señor NIETO CICUENDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Los objetivos los compartimos, pero el problema es que no los vemos. Lo
que queremos es claridad, es decir, que Televisión Española presente en
concreto su programa, su presupuesto al Parlamento, e incluso el plan de
funcionamiento de las contrataciones, de todo lo que se mueve allí en ese
tinglado, que efectivamente es muy importante.

Que no hable de austeridad porque empieza mal. Empieza haciendo contratos
blindados y contratos multimillonarios para directivos mayores que los
que había anteriormente. Por ese camino no hay trasparencia, ni claridad,
ni se sabe qué tipo de programación hay, ni nada. Por eso mantenemos el
veto y decimos que mientras no se aclare eso, que se les rebaje lo que
tiene allí destinado.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, Senador Nieto Cicuéndez.

¿Por el Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos? (Pausa.)
¿Por el Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió?
(Pausa.) ¿Por el Grupo Parlamentario Socialista? (Pausa.) Por el Grupo
Parlamentario Popular, tiene la palabra el Senador García Carnero.




El señor GARCIA CARNERO: Muchas gracias, señor Presidente.

Intervengo brevísimamente, por cortesía, para dar contestación al
portavoz del Grupo Mixto. Usted quiere claridad y yo le aseguro que
algunas cosas las va a ver usted con claridad. Por ejemplo, refiriéndome
al servicio público, ya nunca va usted a ver imágenes como las que
abochornaron a toda Europa cuando después de un gol de Butragueño, salió
un cartel que decía: vota PSOE. Esas cosas ya nunca las va a ver.

(Rumores.)
Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor García Carnero.

Pasamos a debatir el preámbulo que tiene una enmienda, la número 980, que
corresponde al Grupo Parlamentario Socialista.

El Senador Granado tiene la palabra por tres minutos.




El señor GRANADO MARTINEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Voy a consumir un turno para dar por defendida la enmienda y también para
que conste en el «Diario de Sesiones» mi queja por la última intervención
del Senador García Carnero.

Nuestro Grupo Parlamentario había defendido las enmiendas al Ente Público
Radiotelevisión Española en el debate del articulado de la ley, y en
aquel momento el Senador Alierta nos contestó hablando de las operaciones
financieras del Estado. Ahora, el Senador García Carnero ha contestado a
una intervención que no se ha producido y esto raya en una evidente
descortesía parlamentaria. Por lo tanto, pido que conste en el «Diario de
Sesiones», a través de esta intervención, nuestra protesta.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Granado. Así se hará.

¿Turno en contra? (El Senador García Carnero pide la palabra.)
El Senador García Carnero tiene la palabra.




El señor GARCIA CARNERO: Solicitaba un turno de un minuto por las
alusiones del Senador Granado.




El señor PRESIDENTE: Además de por alusiones, tiene turno en contra y,
por tanto, puede acumular las intervenciones.




El señor GARCIA CARNERO: Muchas gracias, señor Presidente.

Simplemente he de señalar que nosotros hemos debatido este punto en el
orden que procedimentalmente estaba establecido. Ustedes hicieron la
solicitud, y la Mesa tuvo a bien concederles el debate en otro momento, a
lo cual nosotros no nos opusimos. Pero por su manera de reaccionar, señor
Granado, tengo la impresión de que a ustedes de verdad les ha hecho más
daño, incluso más que perder el Gobierno, el perder el control de la
Radiotelevisión.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador García Carnero.

Turno de portavoces. (El señor Aleu i Jurnet pronuncia palabras que no se
perciben.)
Para turno en contra acaba de intervenir el Senador García Carnero.

Pregunto, porque está así reglamentado, si se va a hacer uso del turno de
portavoces, se utilice o no.

¿Grupo Mixto? (Pausa.)
¿Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos? (Pausa.)



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¿Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió?
(Pausa.)
¿Grupo Parlamentario Socialista? (Pausa.)
¿Grupo Parlamentario Popular?
El Senador Utrera tiene la palabra.




El señor UTRERA MORA: Muchas gracias, señor Presidente.

En aras de la cortesía parlamentaria, damos por rechazada esa enmienda al
preámbulo por innecesaria, porque ya se prevé perfectamente que las
pensiones satisfechas por el sistema de Seguridad Social van a ser
actualizadas y que va a haber una revisión de la inflación, si es que
ésta desborda las previsiones iniciales. Por tanto, no habrá pérdida de
poder adquisitivo en 1997 como tampoco lo ha habido en 1996. Tenemos la
satisfacción de que en 1996, por primera vez en muchos años, se haya
cumplido el objetivo de inflación. Lo que hay es auténtica ganancia de
poder adquisitivo, si bien sólo por unas décimas. Esperemos que el 97 sea
todavía mejor.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Utrera.




--PROYECTO DE LEY ORGANICA DE MODIFICACION PARCIAL DE LA LEY ORGANICA
8/1980, DE 22 DE SEPTIEMBRE, DE FINANCIACION DE LAS COMUNIDADES
AUTONOMAS. (S. 621/000006; C. D. 121/000019.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a debatir las enmiendas que corresponden al
proyecto de ley orgánica de modificación parcial de la Ley Orgánica
8/1980, de 22 de septiembre, de financiación de las Comunidades
Autónomas.

Voto particular número uno que corresponde a los Senadores Nieto
Cicuéndez y Román Clemente, enmiendas números 2 a 18, ambas inclusive.

El señor Nieto tiene la palabra.




El señor NIETO CICUENDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Vamos a empezar el debate sobre la Ley de Financiación de las Comunidades
Autónomas y lo voy a hacer con brevedad. El objetivo de nuestras
enmiendas es conseguir, porque creemos que se necesitará, una ley de
bases que marque los aspectos básicos de lo que debe ser la fiscalidad en
el conjunto del Estado.

Creemos que éste es un elemento fundamental que no se aborda ahora, pero
que habrá que abordar algún día y cuanto antes mejor, porque nos tememos
que estamos adentrándonos en un tema escabroso, en un tema peligroso,
puesto que se establecen desigualdades entre unas Comunidades Autónomas y
otras, dado que se pueden crear competencias, no sé si desleales o
leales, entre unas Comunidades y otras al establecer unos impuestos
diferentes sobre los mismos aspectos que otras. Se entra, de alguna
manera, en algo que nosotros consideramos muy peligroso, que es una
especie de confederación fiscal sin bases armonizadoras. Parece que ése
es un camino peligroso y que, por el bien de todos, habrá que abordar con
cierto rigor.

Esto es lo que hemos venido expresando en los debates sobre la
financiación de las Comunidades Autónomas, sobre las cesiones de los
tramos, etcétera. Y éste es el aspecto fundamental que nos sigue
preocupando. De ahí que en este marco formulemos las distintas enmiendas
porque creemos que debemos tomar conciencia de esa realidad e intentar
darle solución.

Creemos que la fiscalidad, el IRPF, los tramos que se dejan abiertos para
que una Comunidad u otra los pueda establecer de manera diferente, no
ayuda tampoco a entender el proceso armónico que debe seguir el
desarrollo de las autonomías. Pueden crearse agravios y también
desigualdades entre los propios perceptores de renta y los que tienen que
pagar IRPF.

Consideramos que los topes máximos y mínimos habría que establecerlos de
una manera más progresiva y con una orientación general en ese aspecto.

Pero las cosas están como están, porque yo creo que a estas alturas va a
ser difícil que este año modifiquemos esta situación. De todas formas,
nosotros vamos a defender estas enmiendas con voluntad y, por qué no
decirlo, con esperanza, aunque ésta sea más o menos verde. Este año lo
vamos a iniciar con este nuevo Presupuesto, con esta nueva cesión de los
tributos a distintas Comunidades Autónomas y veremos el resultado de las
mismas. Quisiéramos equivocarnos, pero creemos que es difícil equivocarse
y no percibir ya que éste será un tema de discordia y que hay que
abordarlo de manera diferente.

Desde luego, no hay que pretender, como he leído por ahí en algún
periódico, que ésta sea la forma de la fiscalidad que funcione en nuestro
país durante cuatro o cinco años. Creo que sería un gravísimo error
empeñarse en eso, como también lo sería que todas las fuerzas políticas
no tomaran conciencia de que hay que discutir este tema con serenidad y
con rigor para buscar una fórmula que garantice una mayor armonía fiscal
en el conjunto de las Comunidades Autónomas de nuestro país.

Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Nieto Cicuéndez.

Pasamos al voto particular número 2 que corresponde al Grupo
Parlamentario Socialista, enmiendas 19 a 25.

El Senador Armet tiene la palabra.




El señor ARMET I COMA: Muchas gracias, señor Presidente.

Señoras y señores Senadores, el Grupo Parlamentario Socialista, ante la
modificación de la Lofca, quiere señalar, haciendo una breve cronología
de recuerdo de situaciones semejantes, que la Lofca en su momento fue
aprobada por más del 90 por ciento de los representantes democráticos
elegidos por el pueblo español. Su negociación duró 16 meses, fue intensa
y constituyó uno de los elementos básicos del bloque constitucional que
ha permitido desarrollos



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posteriores y todos los encajes posibles de los acuerdos autonómicos que,
con posterioridad, se han realizado. Es decir, se alcanzó un amplio
consenso, el más amplio consenso posible y necesario en el momento
histórico. Y éste es un hito importante que todos contribuimos a
realizar.

Me gustaría también recordar que los distintos acuerdos autonómicos
realizados por los gobiernos socialistas, acuerdos sobre el sistema de
financiación, no modificaron nunca la Lofca. No se planteó su
modificación. Se hizo con una gran cautela y cada uno de estos procesos
obligaba a un replanteamiento y a un debate en profundidad con el tiempo
necesario.

Lo que sí es absolutamente cierto es que el Gobierno del PP ha hecho un
pacto de investidura y dentro del pacto de investidura con otras fuerzas
políticas ha establecido un acuerdo sobre las bases de financiación.

Concretamente, ha establecido un acuerdo con Convergència i Unió, que es
un acuerdo legítimo, pero que tiene elementos claramente atípicos porque
obliga a una reacción inmediata. ¿Cuál es la reacción inmediata? Abrir,
justo al momento de alcanzar el acuerdo, la puerta para alcanzar un
acuerdo lo más amplio posible con las fuerzas del arco parlamentario,
básicamente socialistas, de Izquierda Unida y otras fuerzas que no habían
participado en el mismo. No hacerlo es una grave irresponsabilidad
histórica porque querría decir que el Gobierno se instalaba en la
comodidad de un fácil acuerdo que le permitía una mayoría parlamentaria
estable sin emprender --reacción lógica-- el camino del más amplio
consenso posible en relación a este tipo de situaciones. Es decir, se
dijo no a la negociación con socialistas e Izquierda Unida, no se tomó el
tiempo adecuado y se emprende una recta decidida y perfectamente
calculada, fundamentada en acuerdos a través del Consejo de Política
Fiscal y Financiera que nos traen a una situación difícil desde nuestro
punto de vista, que era el de intentar, de todas todas, estabilizar un
sistema para los próximos cinco años.

Ustedes en el mes de julio no oyeron nuestras ofertas políticas e
institucionales hechas en el Senado, y dijimos una cosa en el Consejo de
Política Fiscal y Financiera, que hará sus trabajos, que tomará sus
acuerdos, y otra es la vía de alcanzar el máximo consenso posible a
través de la Cámara de representación territorial, que es el Senado.

Ofrecimos esta vía, ofrecimos vías de diálogo político en todo momento,
porque considerábamos absolutamente trascendente que se produjera esta
situación.

Me gustaría recordar que la situación creada en el otoño fue de un
surrealismo político e institucional sin precedentes en nuestro país.

Todas las instituciones reclamaban cosas de otras. Amaneció un día con
una desconfianza, una Comunidad decía que bajaba impuestos, la otra decía
que no podía bajarlos porque perjudicaba su competitividad, la otra que
no sabía exactamente cuánto sería el montante final del acuerdo de
financiación porque era un acuerdo muy opaco y muy poco decidido en lo
económico en lo concreto.

Esto produjo exactamente 65 movimientos de inestabilidad institucional
que no conducen absolutamente, como ustedes pueden llegar a suponer, a lo
que es el equilibrio mínimo que requiere este país para avanzar en estos
temas tan complejos.

Además, me gustaría recordar que seguramente el marco jurídico de estas
materias es más amplio que la Lofca y la Ley de Cesión de Tributos y en
algunos casos comprende la Constitución Española y Estatutos de
Autonomía. Estamos ante un tema de una trascendencia que a nadie se le
puede escapar. No me gustaría profundizar en ello porque no es el tema de
fondo que quiero resaltar.

Quiero decirles que en los presupuestos que se presentaron en el Congreso
de los Diputados ustedes hicieron un acto de coquetería política también
sin precedentes, querían tener los mismos votos de apoyo que se les dio
exactamente en la investidura, y querían los votos de Convergència i Unió
y del PNV. A partir de aquí ustedes hacen un acuerdo con nocturnidad, sin
ninguna alevosía, pero con nocturnidad y opacidad, que consiste en
establecer un conjunto de mejoras importantes, aún desconocidas, pero que
sabemos que tienen una trascendencia, como después señalaré brevemente.

Se hicieron de forma rápida unos acuerdos que tienen trascendencia en
relación al conjunto del sistema global de financiación autonómica.

A partir de este momento lo que hicimos fue exigir claridad delante de la
opacidad, exigir confianza delante de la desconfianza que se había creado
y exigir, sobre todo, un marco de referencia que fuera estable, porque el
marco se iba desestabilizando por momentos.

¿A qué me refiero cuando digo que el marco se desestabilizaba por
momentos? Me refiero a lo siguiente: cuando se llega a la conclusión de
que el cupo vasco es negativo --y nosotros aquí defendimos y defenderemos
siempre el concierto-- y cuando se toman unas decisiones de tipo
económico que lo que hacen es incrementar el «gap» de la distancia entre
el sistema de concierto y el sistema de financiación de las Comunidades
Autónomas general, lo que se está produciendo es un proceso de difícil
regularización a corto plazo.

Defendimos en su momento y defenderemos que a medio y largo plazo la
diferencia entre Comunidades Autónomas puede ser de sistema, de método,
de reconocimiento de unos derechos, pero no puede ser del «quantum», de
la inversión por habitante, del gasto por habitante, porque entonces
estaríamos estableciendo discriminaciones que la propia Constitución no
permite ni ha permitido nunca y creo que el sentido común de todas sus
señorías tampoco entendería. Esto ocurre en este período.

Se produce también un sistema de negociaciones de compensación,
negociaciones opacas que pasan por establecer ayudas concretas,
compromisos concretos, a través de mecanismos que no tienen este control
parlamentario, mediante su adscripción a empresas que harán inversiones
en base a endeudamiento, y a partir de aquí se compensa a la baja de las
inversiones.

Nos encontramos en una situación en la que se hace una reflexión y una
modificación de la Lofca en un marco de baja de las inversiones públicas
y, por tanto, baja de las inversiones territorializadas, y esta baja de
las inversiones territorializadas afecta de forma decisiva a un conjunto
de Comunidades Autónomas. Establecemos un sistema de financiación



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o se prevé que pueden bajar los tipos impositivos, y esto en un marco de
recesión económica, de baja de inversiones y de insuficiencia de recursos
en muchos casos. Todo ello sitúa la baja impositiva simplemente favorable
a aquellas Comunidades que tengan un superávit claro y definido, lo cual,
evidentemente, crea una irracionalidad en el propio sistema.

Ustedes, en el acuerdo alcanzado con algunas Comunidades Autónomas,
señalan, en su página número 4, que se prevé una baja impositiva en el
período, y esto quiere decir que situarían a las Comunidades Autónomas en
la necesidad de incrementar impuestos para ponerlas en la misma base
donde estaban. Con lo cual, no es un sistema de dinamismo autonómico y de
crecimiento de la realidad autonómica, sino que es un sistema que ustedes
prevén que situará a las Comunidades Autónomas no a nivel de su
responsabilidad, sino a nivel de enseñar todas las vergüenzas delante de
la población, lo que ustedes han hecho como un planteamiento
absolutamente administrativo de rebajar los tipos impositivos, y esto
ustedes lo señalan claramente en sus acuerdos.

Todo ello quiere decir que estamos delante de una situación donde el
desarreglo, el desequilibrio, las diferencias entre sistemas, las
diferencias potenciales que se pueden producir, las indefiniciones son
muy grandes, de grave riesgo, y esto se cubre con promesas bilaterales no
conocidas ni controladas por la opinión pública, ni controladas por las
Cámaras representativas. Esto, obviamente, significa una gravedad que
puede suponer una ruptura del sistema.

Hemos querido y luchado para que la gente tenga la confianza en el
sistema, para que sea posible el más amplio consenso, para que exista una
armonía básica y un principio de cooperación entre las Comunidades
Autónomas y el Estado. Hemos luchado y lucharemos para defender las
diferencias que señala la Constitución entre nacionalidades y regiones en
aquello en que hay que defenderlas y para que no existan discriminaciones
y tengamos la suficiencia necesaria y la solidaridad interterritorial que
reconoce la Constitución.

Este proyecto presentado sin memoria económica alguna, sin cuantificación
del coste financiero, cuando podemos calcular perfectamente en qué
mínimos y máximos nos podemos llegar a mover, si no hacemos un
planteamiento de esas cracterísticas, es de una grave irresponsabilidad
plantearnos como nos estamos planteando estas modificaciones de la Lofca.

Las modificaciones que establece la Lofca no tendrán operatividad o si la
tienen será para establecer mecanismos absolutamente de compensación,
porque piensen ustedes que en la coyuntura actual de los crecimientos
presupuestarios nadie está dispuesto a bajar, porque no puede, tipos
impositivos, y nadie está dispuesto a subir, porque no quiere, tipos
impositivos. O establecemos un tipo de mecanismo que incentive la
posibilidad de actuar sobre los tipos y, especialmente, lo que significa
incrementos de tipos, o iremos mal. La anterior Lofca reconocía la
posibilidad de incrementos sobre los tipos impositivos.

Por todo ello --y en síntesis vuelvo a la reflexión inicial--, nuestro
Grupo ha intentado, desde el primer momento, el consenso, el acuerdo
político. Lo hicimos inmediatamente después del acto de investidura, lo
hicimos en el mes de julio en esta Cámara, lo hemos hecho y reiterado en
interpelaciones presentadas al Ministro en las que hemos pedido
claramente una reorientación de la política autonómica en su globalidad.

Ustedes han querido vivir de la comodidad de unas rentas de la
investidura.




El señor PRESIDENTE: Senador Armet, por favor, vaya terminando.




El señor ARMET I COMA: Termino, señor Presidente.

Pero con estas rentas de investidura lo que han hecho ustedes ha sido
sesgar políticamente unos acuerdos que tenían que ser de todos, han
excluido el 50 por ciento de representación de la Cámara y han excluido
sensibilidades territoriales muy importantes en el territorio. Creo que
este acto de irresponsabilidad merece, por nuestra parte, una actuación
contundente de responsabilidad.

Continuamos pidiendo la negociación necesaria, sabemos que haciéndola no
vamos a obtener nada en concreto a corto plazo, pero estamos convencidos
de que a medio y largo plazo será del todo necesario que se ratifique
esta posición, y esto por bien del país, de la estabilidad de las
instituciones y de los planteamientos de financiación autonómica y, sobre
todo, en bien de un principio básico: la cooperación y fraternidad y
solidaridad entre todas ellas.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias.

Turno en contra.

Tiene la palabra el Senador Utrera.




El señor UTRERA MORA: Muchas gracias, señor Presidente.

Creo que hemos asistido a la décima o undécima edición del mismo debate,
que yo me atrevería a calificar de cómo llamar a las cosas con un nombre
distinto al que realmente tienen y cómo hacer grande un problema que, ni
mucho menos, lo es tanto e, incluso, ni siquiera lo es.

Aquí se ha hablado de surrealismo político, que creo que es mucho más
elegante que el término que se utilizó en el Congreso de los Diputados de
carajal autonómico. Lo de coquetería política también ha sido un
terminología utilizada por el Senador socialista --es muy curioso--,
hablando de financiación de Comunidades Autónomas, con un intento de
seducción que no sabemos de quién a quién. Y en definitiva se ha hecho
toda una valoración siempre en clave excesiva, casi diríamos que de
opereta al más puro estilo cómico-dramático, sobre una cuestión que sin
duda tiene su importancia, que, dentro del desarrollo institucional que
estamos llevando desde la formación de la Constitución Española de 1978,
es un continuo en el tiempo que permite ir adaptando el Estado de las
Autonomías que entonces aprobamos y que, día a día, entre todo
perfeccionamos. En definitiva, es un debate que se saca de su contexto.

Yo me permitiría dar lectura a qué es en realidad lo que estamos
debatiendo, porque ninguno de los dos Senadores que han defendido vetos a
este proyecto de ley ha hecho mención alguna a lo que el propio proyecto
dice. En un



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caso porque se perciben enfrentamientos que nosotros no alcanzamos a ver
y en otro porque se está hablando de coqueterías y de surrealismos
políticos.

En realidad el proyecto que estamos aprobando configura una reforma muy
limitada en una Ley Orgánica, la de Financiación de Comunidades
Autónomas, que establece la posibilidad de que la cesión de tributos sea
total o parcial y de que, dentro de dicha cesión, se delimiten todas
aquellas figuras tributarias que pueden cederse a las Comunidades
Autónomas, como son el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas
--en este caso con carácter parcial, con un límite máximo recaudatorio
del 30 por ciento--, Impuesto sobre Patrimonio, el Impuesto sobre
Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, Impuesto
sobre Sucesiones y Donaciones, Imposición General sobre Ventas en su fase
Minorista, Impuesto sobre Consumos Específicos en su fase Minorista y
Tributos sobre el Juego. Este es el marco que da la Lofca para que las
Comunidades Autónomas participen en la gestión o, en todo caso, se
beneficien de toda o parte de la recaudación de tributos, que tendrán
normativa exclusivamente estatal o que además tendrán potestad normativa
por las Comunidades Autónomas.

Posteriormente se desarrolla en qué consisten esas capacidades normativas
para cada una de las figuras tributarias. Podemos decir que se trata de
una enumeración perfectamente razonable, de una delimitación de la
capacidad normativa de cada Comunidad Autónoma. No olvidemos que son
entes políticos, no meras instituciones de gestión; son también
instituciones a las que hay que atribuir una parte de representación
soberana de los ciudadanos de su respectivo territorio.

En definitiva, es una Ley que ni supone grandes agravios ni alteraciones
del marco existente para nadie y se limita a introducir estas
modificaciones. Aquí es donde está la parte medular del discurso que
desde el Partido Socialista es mucho más sibilina, no así desde Izquierda
Unida, donde la oposición es frontal pero por otras razones, porque hay
temores de confrontación y yo creo que en Izquierda Unida tienen muy poco
depurado el mensaje en relación al nuevo sistema de financiación
autonómica porque han adoptado una posición ideológica apriorista que lo
impide. Desde el Grupo Parlamentario Socialista lo que se está diciendo
es: hagan lo mismo que hicimos nosotros en el pasado. Es decir, esténse
ustedes quietos durante un año; no hagan nada durante un año, que si no
hacen nada y cumplen esa condición que nosotros les queremos imponer y,
además estamos vendiendo a los ciudadanos españoles como que hay que
estar inmovilizados durante un año, entonces ya hablaremos y no sería
demasiado problemático aprobar un sistema como el que ahora el Gobierno
del Partido Popular está aprobando. Es como quien está pidiendo una pausa
en el pase de un exhibición cinematográfica para que le dé tiempo a hacer
una llamada telefónica --supongo que a medios de comunicación-- para
vender cómo desde el Partido que ha estado inmovilizado muchos años en
materia autonómica consigue también inmovilizar al Partido Popular, que
gobierna ahora y que presumiblemente lo hará durante todo el período al
cual se va a aplicar el nuevo sistema de financiación autonómica. Ese
mensaje central nosotros no lo aceptamos, no queremos estar
inmovilizados.

Si usted analiza nuestro programa electoral y con el grado de concreción
que se utiliza en los programas electorales, verá que aparecían bien
claros los dos conceptos: avanzar en la corresponsabilidad y, al mismo
tiempo, no retroceder en solidaridad; avanzar también en solidaridad
entre territorios. Si usted analiza manifestaciones públicas, la obra de
quienes --expertos universitarios y de la Hacienda Pública-- se han
manifestado durante los últimos años, si usted lo analiza, tendrá que
reconocer que había todo un bagaje conceptual que se orientaba claramente
a la participación, a la corresponsabilidad de las Comunidades Autónomas
en las tareas fiscales. Si además analizamos cómo se puede instrumentar
eso, resulta que el instrumento más adecuado es un impuesto no
trasladable de unas Comunidades a otras, no exportable, lo que
corresponde fundamentalmente, como el mejor de los tributos posibles, al
Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Y eso es así. Ustedes no
estarán de acuerdo porque ven temores en cuanto a los equilibrios
territoriales. Desde un punto de vista asignativo, es decir, para
implicar a las Comunidades Autónomas en corresponsabilidad, nosotros no
queremos implicarlas tanto como para exportar impuestos de unas a otras y
que, en definitiva, se origine una carrera para ver quién establece
impuestos más altos porque los paga el vecino. Es el Impuesto sobre la
Renta de las Personas Físicas el que garantiza que los impuestos los
pagan los ciudadanos de la Comunidad Autónoma y no los vecinos.

Por todo ese estado de opinión conceptual, por los anuncios que ya había
hecho el Grupo Parlamentario Popular y por su propio programa electoral,
no puede decirse legítimamente que todo se debió --como más o menos
sugieren-- a una noche de mal sueño y a unas obligaciones o premuras de
un pacto de Gobierno el que cuajara un sistema, que está tan bien
ensamblado --por lo menos en nuestra opinión-- como el nuevo sistema de
financiación autonómica acordado para el próximo quinquenio. Por tanto,
eso invalida la argumentación principal; esto no es fruto de la
improvisación, llevaba tiempo reflexionándose, había un acervo de
conocimientos y nosotros habíamos manifestado la voluntad política de
llevar a cabo un sistema de financiación autonómica basado en la
corresponsabilidad fiscal, sabiendo -- de esto también hemos hablado ya
en esta tribuna-- que ningún sistema de financiación autonómica, ninguno,
es capaz de dar lo que no puede dar. Y ¿qué es lo que no puede dar un
sistema de financiación autonómica? ¿El reequilibrio territorial? No se
obcequen en ello. No lo puede dar. Las políticas de reequilibrio
territorial corresponden a políticas de desarrollo regional, que hay que
promoverlas desde los Presupuestos Generales del Estado y desde la acción
del Estado. Y, aparte, unos cuantos instrumentos específicos, como son el
Fondo de Compensación Interterritorial o las asignaciones de nivelación
que pueden tener una cierta eficacia, pero ciertamente limitada, en
proporción a esa política de desarrollo regional que desde el Estado hay
que realizar.




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Por tanto, no vinculen un sistema de financiación autonómica, porque en
ninguna de las modalidades que ha atravesado dicho sistema hasta ahora,
hasta el año 1996, se ha producido esa circunstancia. No vinculen los
desequilibrios territoriales, ésos existen, ésos son un dato y porque
existen dichos desequilibrios y porque durante muchos años no se han
conseguido corregir, sí es verdad que las distintas Comunidades Autonómas
y los distintos territorios de España se han aproximado en unos casos, no
tanto en otros; cualquier sistema de financiación autonómica genera
determinados resultados, resultados para los que hay que establecer
mecanismos de garantía que garanticen la prestación de los servicios
públicos a todos los ciudadanos.

Nosotros creemos que ésta es una reflexión que se puede comprender bien.

Nosotros también entendemos que es una reflexión que se puede no
compartir. Mencionaba usted que nosotros no habíamos oído sus ofertas
políticas, sí que las hemos oído e, insisto una vez más, las hemos oído
muy bien y hemos percibido que no son sinceras porque un primer paso para
demostrar esa sinceridad hubiese sido que ustedes nos trajeran aquí, y
ésa también es una oferta política que nosotros les hicimos al Grupo
Parlamentario Socialista, al Senado, un programa reformador de estos dos
proyectos de ley que configuran el nuevo sistema de financiación
autonómica para el quinquenio próximo. Nosotros esperábamos alguna idea,
alguna sugerencia, algo que permitiera contrastarlo con los acuerdos
existentes y algo que, quiero pensar y estoy seguro de que es así, si
hubiese supuesto una aportación real, positiva, a lo que ahora hay se
podría todavía considerar a la hora de configurar el marco final de la
financiación autonómica para el próximo quinquenio. Pero frente a eso
ustedes nos traen únicamente inmovilismo, esténse quietos un año, y
después hablaremos, y enmiendas de supresión; a todo supresión, supresión
y supresión.

Nosotros queremos algo más que mantener el «statu quo», que mantener la
situación de financiación autonómica en que nos encontramos. Creo,
además, que tenemos la obligación, porque el próximo 1 de enero es
necesario que esté en vigor un nuevo sistema de financiación autonómica,
y además tenemos la voluntad política para ello. Recuérdese las
declaraciones hechas aquí por el Presidente de la Comunidad Autónoma
Valenciana, el señor Eduardo Zaplana, cuando dijo que ni un día más con
un sistema de financiación autonómica que se había demostrado que daba
prioridad en la financiación autonómica a unas Comunidades Autónomas
frente a otras y, desde luego, perjudicando mucho a la Comunidad Autónoma
Valenciana, y que daba prioridad de acuerdo con unas fórmulas o reglas
que nadie entendía y que no respondían a ninguna concepción política
clara, expresa, explícita.

Por eso comprenderán todas sus señorías que nosotros nos opongamos a
ambos vetos a este proyecto de ley porque, además. entendemos que dicho
proyecto, dentro de su parquedad, dentro de sus aspiraciones limitadas
permite modificar la financiación autonómica en un sentido adecuado y yo
les emplazo para que dentro de un año o de dos tengamos un debate similar
aquí mismo en esta Cámara, en el Senado, para que ustedes vean cómo no se
han producido esos cataclismos, ni esos efectos perversos que ahora
señalan, y para, en definitiva, conseguir unas Haciendas, las Haciendas
subcentrales, las Haciendas de las Comunidades Autónomas, que sean
mayores de edad y autónomas hasta cierto punto. Esto tampoco es pedir
imposibles; no es posible, no existe la fórmula matemática ni el impuesto
mágico que permita que todas las Comunidades Autónomas tengan un nivel de
autonomía financiera basada en recaudación similar, no es posible dada la
situación inicial, y eso es un dato, de desequilibrio territorial.

Lógicamente si en España todas las Comunidades Autónomas tuvieran
exactamente la misma renta per cápita o exactamente los mismos beneficios
empresariales per cápita o exactamente el mismo consumo per cápita,
entonces podríamos pensar en alguna figura impositiva o una mezcla de
ellas que permitiesen niveles de recaudación similar en porcentaje del
Presupuesto de la Comunidad Autónoma, pero tal posibilidad en este caso
no existe y piensen que hemos analizado todas las posibilidades. Pero,
sobre todo, y lo más importante es que la figura central del Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas es el más adecuado, primero,
porque se puede estimar con precisión quienes lo pagan y dónde lo pagan,
es decir, se puede territorializar y, en segundo lugar, es el impuesto
menos susceptible de exportación a los ciudadanos de otras Comunidades
Autónomas.

Por tanto, la reforma del sistema de financiación autonómica es
técnicamente coherente y políticamente razonable; se han hecho ofertas de
diálogo permanente, se ha pactado donde había que pactarla, en el Consejo
de Política Fiscal y Financiera, se ha dado audiencia a todos los
Presidentes autonómicos, se ha permitido que todos los grupos políticos
se manifiesten y, en definitiva, ha alcanzado un altísimo grado de
acuerdo y, perdonen ustedes, si eso es así, no vamos a satisfacer su
capricho, así lo entiendo yo, de pararnos un año. No estamos para
pararnos y en este sentido me gustaría recordar las últimas palabras del
Vicepresidente Segundo y Ministro de Economía y Hacienda pronunciadas en
la presentación de este paquete legislativo de los Presupuestos Generales
del Estado, cuando hace tres días señalaba que estamos en período de
reformas, que son necesarias muchas reformas, que tenemos muchos
compromisos y, sobre todo, tenemos objetivos muy ambiciosos, como son
igualar o aproximar a los españoles al nivel de vida y bienestar de los
europeos. Para eso hay que cumplir condiciones de convergencia nominal,
hay que empezar la convergencia real y eso no se consigue con unas
Haciendas, y permítaseme la expresión, póngase entre comillas,
parasitarias, y sé lo que estoy diciendo, es decir, que se estaba
desarrollando un modelo basado en esperar la inyección de fondos todos
los años desde los Presupuestos Generales del Estado, lo cual se puede
hacer legítimamente por ley, pero no estimula a las Comunidades Autónomas
para hacer lo que tienen que hacer, es decir, austeridad en el gasto y,
al mismo tiempo, búsqueda de bases imponibles, como esperamos que hagan
con la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas
Físicas, para limitar el fraude fiscal.




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Ese es, en definitiva, el sentido de la reforma y no le busquen
componentes cuasi fantasmagóricos cuando están pensando en coqueterías
políticas o en reuniones nocturnas que parece que se trata de actividades
hechas en esas calles estrechas de Madrid a plena luz de candil como en
los siglos XVIII y XIX; aquí no hay ninguna conspiración, todo se ha
hecho públicamente, está acordado públicamente y en este proyecto de ley
está perfectamente definido. Sin embargo, frente a eso, ustedes
simplemente nos han hecho un discurso de tremendismo político que no
tiene ninguna validez.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Utrera.

¿Turno de portavoces? Por el Grupo Parlamentario Mixto, tiene la palabra
el Senador Nieto Cicuéndez.




El señor NIETO CICUENDEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Señor Utrera, efectivamente tiene usted razón en una cuestión que es
obvia, en que a través de la armonización fiscal, por sí sola, no van a
desaparecer las desigualdades entre los territorios. En eso estamos
totalmente de acuerdo; el problema es que ni siquiera hay armonización
fiscal y, por tanto, la desigualdad es mayor. Eso tampoco solucionaría el
tema, es más de fondo, hay que hablar de fondos de compensación, de un
todo articulado, de inversiones de los fondos europeos, para de alguna
manera mitigar los desequilibrios y hacer una política solidaria.

Pero, aparte de las prisas políticas y de las cesiones por motivos
políticos, si partimos de la filosofía de la que ustedes parten --y eso
habrá que discutirlo-- de que, cuanto menos Estado, mejor, también en
cuanto a la iniciativa privada, y esto lo trasladamos ahora al terreno de
las Comunidades Autónomas: corresponsabilidad fiscal de cada Comunidad
Autónoma, el que no recauda es porque no quiere, hace la vista gorda.

Llevado a otro terreno, el que no trabaja, el que no triunfa en la vida
es porque es un vago. Con esa filosofía, indudablemente es difícil
abordar el problema de fondo, pero los hechos van a demostrar que hay que
entrar a discutirlo.

Y el problema de fondo es que este sistema de que cada Comunidad Autónoma
se descentra, recauda e incluso fija los impuestos, como he dicho antes
ya no es un problema de federalidad fiscal, sino que es de confederación
fiscal. Va por ese camino y, por eso, incluso ustedes pactan un sistema
de financiación autonómica y, a los cuatro días de pactarlo, Convergència
i Unió sale diciendo que quiere también un concierto como el del País
Vasco. Y saldrá mañana otro, incluso de los propios socios, planteando lo
mismo, y legítimamente. Por lo tanto, no se empeñen ustedes en que en
este tema todo está atado y bien atado, parafraseando frases del pasado.

Eso no está atado ni bien atado, está mal atado. Y métanse en la cabeza
que hay que renegociar ese tema.

Termino diciendo que habrá renegociar ese tema, por el bien de todos y
para que no esté sometido a coyunturas y vaivenes que no serán
beneficiosos para nadie.

Nada más, señor Presidente.

El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Nieto Cicuéndez.

¿Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos? (Pausa.)
¿Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió?
(Pausa.)
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el Senador Armet.




El señor ARMET I COMA: Gracias, señor Presidente.

Podría entrar en temas que son obvios, como afirmar que el importe de los
acuerdos situados al margen del sistema de financiación es superior a lo
que va a dar el incremento del sistema de financiación, porque se
establecen compensaciones bilaterales en un sistema que pensamos que será
objetivo. Este sería objeto de un análisis.

Pero a mí me gustaría, en este turno, señalar lo siguiente. No son los
socialistas los que tienen que hacer una oferta, es el Gobierno el que
tiene que hacer la oferta. No son los socialistas que han de ir de
pedigüeños diciendo: por favor, señores del Gobierno, por favor, Grupo
del Partido Popular, ¿quieren atender nuestras posiciones? Este no es el
esquema, el esquema es que el Gobierno tiene la responsabilidad de
ampliar el consenso.

Cuando ustedes alcanzaron el acuerdo con Convergència i Unió, yo he
manifestado: acuerdo legítimo, pero un acuerdo que comportaba un sesgo
importante, institucional y territorialmente, y había que extender al más
amplio acuerdo posible. Al día siguiente de alcanzar el acuerdo, ustedes
tenían dos soluciones: una, encerrarse en el conformismo, en la
satisfacción, en la autocomplacencia de decir: ya tenemos una senda de
estabilidad política bien manifestada. Otra opción era dar una respuesta
institucional: este acuerdo ha de ampliarse, han de participar todos los
sectores políticos posibles. Este es el quid de la cuestión, y aquí es
donde ustedes no han acertado.

Cuando yo he criticado y he afirmado: coquetería o frivolidad política,
es porque se han establecido acuerdos trascendentales en relación a la
financiación autonómica en 24 horas, para querer tener nuevamente un
apoyo parlamentario en los Presupuestos. Esta frivolidad comporta,
evidentemente, unos costes elevadísimos a medio y a largo plazo.

Por lo tanto, para finalizar, diré que son ustedes los que tienen que
hacer la oferta; son a ustedes a quienes les interesa la oferta --no les
interesa partidistamente--, como representantes del país, que es como
nosotros intentamos actuar, porque sólo con estabilidad y con amplio
consenso haremos posible algo. Y hasta sus propios socios de Convergència
i Unió, en un momento determinado, pidieron también que hubiera el más
amplio consenso posible, porque en Cataluña sabemos, y soy un Senador
catalán --y con esto acabo--, que Cataluña necesita la objetividad, a
Cataluña no le va bien la bilateralidad subjetiva, porque siempre ha
salido perdiendo, y la objetividad no va bien sólo a Cataluña sino que va
bien a todos.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Armet.




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Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra el Senador Utrera.




El señor UTRERA MORA: Gracias, señor Presidente.

Yo quisiera tranquilizar al Senador Nieto. No se trata aquí de buscar
elementos que separan a las Comunidades Autónomas, sino aquéllos
elementos que las unen. Y nosotros estamos convencidos de que una
financiación autonómica fluida, un sistema de relaciones de financiación
autonómica fluidas, donde junto a los ingresos de naturaleza fiscal, por
ley --esto es la Lofca, la Ley Orgánica de Financiación de Comunidades
Autónomas, que ahora revisamos, pero no en estos extremos--, garantizan
una financiación también fluida en materia de transferencias del Estado,
precisamente para evitar los desequilibrios de financiación autonómica
--no los económicos, que ésos requieren actuaciones mucho más enérgicas y
desde los Presupuestos del Estado--. Ahora bien, si entre la recaudación
fiscal que se produce con estos elementos de cesión tributaria y de
implicación tributaria de las Comunidades Autónomas, si con las
transferencias desde el Estado --precisamente para compensar la menor
capacidad tributaria de algunas Comunidades Autónomas--, conseguimos un
sistema fluido de financiación --y yo les recordaría, señor Nieto, que,
por ejemplo, observe cómo en el pacto del nuevo sistema de financiación
autonómica, el Acuerdo conseguido en el Consejo de Política Fiscal y
Financiera, se establece como una norma más que durante este período al
acuerdo de financiación se le va a exigir que no haya dispersión, o por
lo menos no mucha dispersión, en la financiación per cápita de las
Comunidades Autónomas--, repito, vamos a conseguir que todas las
Comunidades Autónomas estén cerca en financiación per cápita, lo mismo
que vamos a conseguir que todas las Comunidades Autónomas tengan tasas de
crecimiento en su financiación bastante próximas entre sí, lo mismo que
vamos a conseguir --todo esto son mecanismos de garantía del Acuerdo--
que ninguna Comunidad Autónoma se vea perjudicada respecto de lo que este
sistema --cuya vigencia finaliza ahora, el del actual quinquenio-- les
hubiera producido.

Con ello quiero decir que estamos trabajando con una red muy tupida, muy
segura y, además, lo estamos haciendo para que las Comunidades Autónomas
encuentren más, como decía al principio, los elementos de unión, de
compactación de la España de las Autonomías, que no los elementos de
confrontación brutal o de competencia brutal, ni en materia fiscal ni en
ninguna otra, que no es nuestro objetivo.

En cuanto al portavoz socialista, no tengo nada que añadir a lo ya dicho.

Creo que un debate de éstos debe promover más luz que calor. A los
socialistas les gusta más el calor, la confrontación, la discusión que el
diálogo y la confrontación de ideas en materia tan señalada como es la
financiación autonómica, pero no deja de ser un instrumento en sí mismo
para conseguir los fines del Estado de las Autonomías, y no un objetivo
final.

Insisto en que nosotros no vamos a parar nuestra acción de gobierno, y la
acción de gobierno consiste en muchas intervenciones; consiste en medidas
de política económica, como los Presupuestos Generales del Estado para
1997, a los que ustedes también se oponen --en el ejercicio legítimo de
la oposición--, y a los que no reconocen virtualidad para dinamizar la
economía española, y ya estamos percibiendo esa virtualidad incluso antes
de que entren en vigor. El Gobierno también está ejerciendo su capacidad
en todo tipo de políticas orientadas no sólo al campo económico, sino al
campo social, a la reforma administrativa, etcétera, y una más es la
reforma en las Comunidades Autónomas.

Creo que nosotros ya hemos dado razones sobradas de qué es lo que
pretendemos con el nuevo sistema de financiación autonómica, y, vuelvo a
repetir, de sus enmiendas deduzco que quienes no han dado razón alguna
son ustedes, nada más que argumentos incoherentes entre sí, incluso
territorialmente, porque desde Cataluña, señor Armet, se dicen cosas
distintas de lo que se dice en Extremadura por parte del Partido
Socialista. Por lo tanto, quienes tienen esa dispersión conceptual y este
enfrentamiento puramente ideológico y visceral al sistema de financiación
autonómica no están prestando oídos a los auténticos argumentos
coherentes --aspiramos a transmitirlos así en la tribuna-- sobre el nuevo
sistema de financiación autonómica.

En definitiva, señor Armet, señores del Grupo Parlamentario Socialista,
hemos vuelto a malgastar una buena oportunidad de encuentro en el sistema
de financiación autonómica. Esa es la conclusión a la que llegamos desde
el Grupo Parlamentario Popular, aparte de reafirmarnos en nuestra
intención de no paralizar la acción del Gobierno ni en materia de
financiación autonómica ni en ninguna otra.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Utrera.




--PROYECTO DE LEY DE CESION DE TRIBUTOS DEL ESTADO A LAS COMUNIDADES
AUTONOMAS Y DE MEDIDAS FISCALES COMPLEMENTARIAS. (S. 621/000005.) (C. D.

121/000018.)



El señor PRESIDENTE: Pasamos a debatir las enmiendas que corresponden al
proyecto de ley de cesión de tributos del Estado a las Comunidades
Autónomas y de medidas fiscales complementarias.

En primer lugar, voto particular número 1, que corresponde a los
Senadores Nieto Cicuéndez y Román Clemente, enmiendas 1 a 13, ambas
inclusive.

Tiene la palabra el Senador Nieto.




El señor NIETO CICUENDEZ: Gracias.

Intervengo desde el escaño.

Por economía parlamentaria, y puesto que las enmiendas están defendidas
ya en el debate de veto, no vamos a repetir los argumentos.




El señor PRESIDENTE: Economía que le agradecemos todos, Senador Nieto
Cicuéndez.

Muchas gracias.




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Voto particular número 2, que corresponde al Grupo Parlamentario Catalán
en el Senado de Convergència i Unió, enmiendas 14 a 16, ambas inclusive.

Tiene la palabra el Senador Cambra.




El señor CAMBRA I SANCHEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Tenemos tres enmiendas vivas para este proyecto de ley. La primera de
ellas, la enmienda número 14, la retiramos.

En cuanto a la enmienda número 15, que en sus objetivos es coincidente
con la enmienda número 28, del Grupo Parlamentario Popular, tiene por
objeto no discriminar los seguros de carácter colectivo en relación a los
seguros individuales, en referencia a la deducción del 10 por ciento de
sus primas en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

Por último, la enmienda número 16, referente a las tasas o precios
públicos, pretende establecer un criterio de cuantificación para adecuar
la regulación de estas exacciones a las exigencias del principio de
legalidad, según la doctrina del Tribunal Constitucional, en relación con
las Comunidades Autónomas, teniendo en cuenta el nuevo ámbito de
aplicación, que supone la redefinición de las mismas. Se pretende con la
nueva redacción dar criterio para la aplicación del principio contenido
en el apartado 3 del artículo 7 de la Lofca, teniendo en cuenta los
nuevos supuestos que se introducen en la nueva definición derivada de la
aplicación de la sentencia 185/1995, del Tribunal Constitucional, y que
antes no estaban regulados por tal concepto.

Nada más y muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Cambra.

Voto particular número 3, que corresponde al Grupo Parlamentario
Socialista, enmiendas números 17 a 26.

Tiene la palabra el señor Lerma.




El señor LERMA BLASCO: Muchas gracias, señor Presidente.

Este voto particular está directamente vinculado al anterior, que hacía
referencia a la Lofca y al sistema de financiación.

No quiero que este debate sea agrio, pero, evidentemente, lo va a ser,
porque éste es, seguramente, el reto más importante al que se ha
enfrentado el Gobierno del Partido Popular: los presupuestos. En la línea
en la que nos estamos moviendo es evidente que no puede haber demasiada
intervención, y todos hemos compartido el proyecto global desde el punto
de vista de los objetivos que estamos persiguiendo. Esos objetivos se
podían conseguir de manera diferente, y, ciertamente, los responsables de
todo no iban a ser los empleados públicos en nuestro proyecto de
presupuesto, como sí han sido fundamentalmente aquí.

En estos presupuestos nos enfrentamos a un problema mucho más importante,
que es la articulación territorial del Estado, y la posibilidad de
trabajar en el futuro desde el punto de vista de la cohesión y de la
corrección de las desigualdades. El Partido Popular no ha sabido
responder a ese reto con su actuación, porque de una ocurrencia, que
podía estar bien, que es la participación en el Impuesto más importante,
en el que a todos nos interesa participar, que es el Impuesto sobre la
Renta, lo ha transformado en una posibilidad real de desarticulación, de
incremento real de la desigualdad entre las personas y entre los
territorios, y sobre todo de desarmonización fiscal, en una era en la que
estamos trabajando por la armonización.

No se puede entender, a la luz de sus propias actuaciones, que presente
un recurso sobre la rebaja del Impuesto de Sociedades vasco, y que a
continuación el sistema de financiación nos venga a proponer un proceso
similar para el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas.

En definitiva, desarmonización fiscal en la era de la armonización. Pero
no sólo desarmonización fiscal, es, además, desigualdad; es una
ignorancia del coste real del nuevo sistema de financiación, del que se
puede hacer algún tipo de previsión, pero que, presumiblemente, no va a
responder a la realidad, y es, naturalmente, desigualdad de trato entre
personas, y lo sabe el Gobierno y lo sabe el Partido Popular, por eso
precisamente el Partido Popular, desde su borrador inicial, ha ido
corrigiendo esta ley, para intentar disimular algo que él sabe que no
está bien.

Creo que, además, no da satisfacción a sus socios de gobierno, porque lo
que interesa a sus socios de gobierno no es sólo un sistema a la carta
que contemple sus propias peculiaridades, sino también la aceptación
global de ese sistema por parte de todas las Comunidades Autónomas y por
parte, fundamentalmente, de los partidos de la oposición, que representan
a muchos millones de ciudadanos. Eso no se va a producir, no por
cuestiones partidistas, como suele decir el portavoz, sino porque es
perjudicial para el conjunto; no ofrece posibilidad de que las
Comunidades Autónomas se queden tranquilas, porque no sabemos realmente
cómo va a afectar este sistema de financiación a sus posibilidades; no va
a haber tranquilidad tampoco en las Comunidades Autónomas gobernadas por
el Partido Popular, porque pueden encontrarse perfectamente con que el
sistema les va a perjudicar. No va a haber, obviamente, y lo hemos visto,
tranquilidad entre unas Comunidades Autónomas y otras porque piensan, y
yo creo que con razón, que les puede afectar de manera desigual, y no va
a haber, sobre todo, tranquilidad entre los ciudadanos porque saben que
no van a cotizar igual, independientemente de que las rentas sean las
mismas. Por tanto, va a ser un sistema de financiación que no solucione
los problemas básicos, porque no va a haber posibilidad de que tengan la
misma autonomía financiera con este sistema, porque no les va a
garantizar la suficiencia y porque, obviamente, no soluciona el problema
de los déficit históricos; no va a haber tranquilidad ni cohesión. Por
tanto, va a ser, presumiblemente, un sistema fracasado. Además, con esa
idea que está defendiendo el portavoz de que nosotros proponemos que se
paren las cosas, no va a haber una modificación sustancial, porque no va
a ser fácil que este sistema entre en vigor para este año, y, por tanto,
no se está proponiendo nada que no vaya a ocurrir.

Creo que el Partido Popular, que es consciente de la situación, que sabe
perfectamente que va a ser difícil de aplicar,



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que va a generar recelos, que va a generar desigualdades y que no va a
tener aceptación, debería de avanzar un poco más y ofrecer un acuerdo
global que sea capaz de dar satisfacción a mucha más gente de la que
ahora da, que es muy poca. Porque como he dicho antes, sus socios de
Gobierno preferían un sistema que tuviera estabilidad en el tiempo y que
pudiera evaluar los resultados, y no un sistema que se tenga que pactar,
no ya cada vez que se tenga que hacer una investidura sino, sobre todo,
cada vez que se tenga que elaborar un presupuesto, porque no va a tener
estabilidad. El sistema que así se establece, de forma unilateral, se
puede cambiar, y no parece que sea esa inestabilidad la que necesiten las
Comunidades Autónomas. Por lo tanto, sería necesario que intentáramos
llegar a una solución que permitiera no desarmonizar fiscalmente al país,
que permitiera garantizar estabilidad a las Comunidades Autónomas, que no
generara recelos entre ellas, que tuviera una visión global de cómo iba a
quedar el conjunto, y que no tuviera una particularidad en cada
negociación que generara recelos entre todos.

Finalmente, sería necesario que el Grupo Parlamentario Popular se tomara
en serio este ofrecimiento de negociación, como yo sé que se toma en
serio --muy en serio-- la dificultad en la que acaba de entrar. Si
ustedes no quieren aceptar esa negociación, si ustedes nos quieren
aceptar que éste es un problema grave, nosotros asumiremos la
responsabilidad que ustedes nos quieren dar «quasi in solitario»:
intentar garantizar que el sistema produzca una visión global que dé una
coherencia territorial al conjunto y que cuente con todos. Si ustedes nos
dan la labor de hacer esa oferta, nosotros se la vamos a aceptar y,
contando con todos, haremos un nuevo sistema de financiación que haga
posible que no se generen recelos entre Comunidades Autónomas, que haga
posible que no se produzca desarmonización fiscal, que sea capaz de dotar
de estabilidad al conjunto y que tenga una visión global para el problema
territorial de España que dé soluciones posibles que nosotros estamos
dispuestos a dar.

Muchas gracias, Presidente. (Aplausos en los escaños del Grupo
Parlamentario Socialista.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Lerma.

Voto particular número 4, que corresponde al Grupo Parlamentario Popular,
concretamente a las enmiendas números 27, 28 y 30 a 32.

Para consumir un turno de cinco minutos, tiene la palabra el Senador
Utrera.




El señor UTRERA MORA: Gracias, señor Presidente.

Voy a ser breve en la defensa de mis enmiendas para, posteriormente,
contestar a este debate de totalidad que nos ha formulado el Senador
Lerma, portavoz socialista en este proyecto de Ley.

Las enmiendas del Grupo Parlamentario Popular al proyecto de ley de
cesión de tributos son seis. Anuncio en este momento que retiramos la
número 30, porque se ha incorporado textualmente a la ley de medidas
fiscales, administrativas y del orden social. También anuncio una
enmienda transaccional a la número 32, firmada con otros dos grupos
parlamentarios, y que introduce unas modificaciones en la tributación de
derechos de imagen. El resto de las enmiendas del Grupo Parlamentario
Popular, exactamente cuatro, me permiten hacer una breve intervención.

La primera de ellas, la enmienda número 27, especifica algo tan sencillo
como que la recaudación de las Comunidades Autónomas por el Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas se nutrirá, no sólo de las
declaraciones del ejercicio, sino también de las actas de inspección y de
las declaraciones complementarias presentadas por el sujeto pasivo que
esté fuera de plazo. Al mismo tiempo, también se especifica que los
recargos de apremio son, sin embargo, ingresos de la Agencia Estatal, de
la Administración Tributaria, porque se corresponden con los gastos de
inspección y de gestión de la propia Agencia.

La enmienda número 28 introduce un incentivo muy importante: la deducción
del 10 por ciento para los seguros colectivos de vida en el Impuesto
sobre la Renta de las Personas Físicas. Esto evita una falta de
coherencia en el tratamiento de seguros que hasta ahora teníamos en
vigor, como era el seguro individual, una deducción en el Impuesto sobre
la Renta, y no el seguro colectivo. Eso lo corregimos en la enmienda
número 28.

He de añadir también que la enmienda número 15, de Convergència i Unió,
se corresponde precisamente con la enmienda número 28 de nuestro Grupo,
por lo que brindamos al Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de
Convergència i Unió la posibilidad, o bien de transaccionarla, o bien de
retirarla en favor de la nuestra, que tiene unos contenidos algo más
amplios y está más desarrollada que la suya.

La enmienda número 29 ya fue incorporada en la Comisión, por tanto, no
hay nada que debatir respecto de ella.

Por último, la enmienda número 31 plantea una cuestión puramente técnica
impuesta por criterios comunitarios referentes al establecimiento en la
Zona Especial Canaria, la ZEC, de unos plazos mínimos que, junto al
máximo --creo recordar que hasta el año 2024--, establecen los períodos
de aplicación sin cambios en dicha zona.

Paso rápidamente a mencionar que rechazamos el resto de las enmiendas
presentadas por todos los demás grupos parlamentarios, con excepción de
la número 15 de Convergència i Unió, que también rechazaremos o, en todo
caso, transaccionaremos, porque se corresponde, en cuanto al contenido,
no en cuanto a la forma, con la número 28, relativa a la deducción por
seguros colectivos de vida. Es decir, que salvo ésta, que aceptamos en
espíritu, nos opondremos a todas las demás, en especial a las del Grupo
Parlamentario Socialista. ¿Por qué? Porque volvemos otra vez a reiterar
el debate anterior, al menos algunos de sus apartados. Todas ellas son
enmiendas de supresión. Se limitan a eliminar lo laboriosamente
construido, no sólo por el Gobierno, sino también por otros grupos
políticos que han consensuado con él la reforma de la financiación
autonómica y, además, porque no se compadece --y con eso permítame,
Senador Lerma, que no reitere otra vez los argumentos del anterior
debate-- con el contenido del proyecto de ley que estamos debatiendo.




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En este proyecto de ley se están viendo cuestiones técnicas tan rigurosas
y necesarias como el alcance normativo de los tributos cedidos a las
Comunidades Autónomas. También se delimita perfectamente y se dan
garantías respecto a qué Hacienda tiene derecho a obtener la recaudación
en los llamados puntos de conexión, es decir, las rentas, las herencias,
las donaciones, los actos por transmisión patrimonial sujetos a
impuestos, etcétera. Esto no tiene nada que ver --insisto otra vez-- con
ese gran debate al que nos quieren conducir. Entre las notas que he
tomado veo que el Senador Lerma se ha referido a desigualdad entre
personas y territorios; intranquilidad en las Comunidades Autónomas y en
sus ciudadanos; desarmonización fiscal del país que se está operando a
través de este proyecto de ley y de todo lo que configura el conjunto de
medidas autonómicas. Creo sencillamente que están ustedes promoviendo un
debate que no se corresponde con la realidad de las decisiones y de las
modificaciones que se han iniciado en materia de financiación autonómica.

Creemos --y con eso finalizo, señor Presidente-- que el nuevo sistema de
financiación autonómica es un sistema de oportunidades para todas las
Comunidades Autónomas que, cuando tengamos resultados, va a hacer que
muchos se sorprendan al ver cómo algunas Comunidades Autónomas, que ahora
se defienden como marginadas en el nuevo sistema de financiación
autonómica, van a saber obtener importantes ventajas dentro del nuevo
sistema, y cómo otras, que se presumen ya como claras beneficiarias del
nuevo sistema, a lo mejor por tener un Impuesto sobre la Renta más maduro
y, por tanto, con menor capacidad de crecimiento, o por tener también
poca sagacidad y poca voluntad a la hora de detectar bases imponibles
ocultas, no se benefician en la misma medida que las anteriores. Por eso
diremos: vamos a esperar resultados. Estamos debatiendo sobre categorías,
más que políticas yo diría que quiméricas, y lo peor que se puede
introducir en un debate político es la quimera, e incluso --desde luego,
no es el caso del Senador Lerma-- la pura presunción de culpabilidad como
forma normal de razonar en política. Este sistema es razonable, está en
sintonía con el programa electoral del Partido Popular, con el programa
de Gobierno expuesto por el Presidente José María Aznar en su investidura
y también es perfectamente coherente con los programas electorales y con
las definiciones conceptuales de otros grupos parlamentarios.

Sentimos mucho que los socialistas ahora --no fue así en el pasado y no
vamos ahora a empezar una guerra de citas de lo que se dijo hace años--
hayan encontrado tantas dificultades y tantos motivos de intranquilidad
en un sistema de financiación que lo único que hace es decirle a los
ciudadanos que van a repartir su carga fiscal por el Impuesto sobre la
Renta entre la Hacienda estatal y la Hacienda autonómica, sin aumento de
presión fiscal; que la Hacienda estatal y la Hacienda autonómica, ambas,
tienen la capacidad de variar el tipo impositivo y que sólo la Hacienda
central tiene la capacidad de variar la base imponible, que es lo
realmente complejo en la liquidación de un impuesto y que las variaciones
que pueden introducir las Comunidades Autónomas son mínimas, pequeñas,
muy reducidas, imposible que generen deslocalización y enfrentamiento
entre territorios y entre ciudadanos. Son mínimas a la luz de la
experiencia que tenemos de estas cosas en el mundo, que es mucha y ya de
muchos años y, por tanto, esos terribles males que para la patria común
de los españoles pueda introducir un sistema de financiación autonómica
quedan simplemente en eso, en un enunciado quimérico, casi en una
búsqueda de signos de identidad en un grupo parlamentario, en un partido
político que ha perdido las referencias una vez que ha perdido las
elecciones generales.

Muchas gracias, señor Presidente.




El señor PRESIDENTE: Gracias, Senador Utrera.

Turno de portavoces.

¿Grupo Parlamentario Mixto? (Pausa.)
¿Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos? (Pausa.)
¿Grupo Parlamentario Catalán en el Senado de Convergència i Unió?
Tiene la palabra el Senador Cambra.




El señor CAMBRA I SANCHEZ: Muchas gracias, señor Presidente.

Confirmo que aceptamos el texto de la enmienda número 28, del Grupo
Parlamentario Popular. Por lo tanto, al votar afirmativamente esta
enmienda, podemos retirar la enmienda número 15.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, señor Cambra.

Por el Grupo Parlamentario Socialista, tiene la palabra el Senador Lerma.




El señor LERMA BLASCO: Muchas gracias, señor Presidente.

Quiero decir que si realmente la desarmonización fiscal es mínima, ya es
reconocer que la hay. En cualquier caso, es evidente que se va a producir
una mínima desarmonización fiscal. No se sabe el porqué de la gran
satisfacción de todas las Comunidades Autónomas que han estado apoyando
el sistema, sobre todo si el sistema no produce ningún beneficio para
ninguna Comunidad. Y si resulta, como dice el Senador, que la aplicación
va a dar sorpresas, probablemente sugiriendo que las Comunidades
Autónomas más desfavorecidas son las que más se van a beneficiar, nos
encontraremos presumiblemente con que quienes han apoyado este sistema de
financiación van a plantear problemas muy serios al Gobierno, porque no
van a ver satisfechas sus reivindicaciones y al final nos vamos a
encontrar con una desarmonización igual, nos vamos a encontrar con que no
se han solucionado los problemas de las Comunidades Autónomas que tienen
problemas de financiación.

Antes citó al Presidente de mi Comunidad para decir: ni un día más. El
Presidente de mi Comunidad se equivocó, como se equivoca el Senador
ahora, al pensar que el problema de la financiación de la Comunidad era
el sistema y no el proceso anterior, donde no hubo una adecuada
distribución



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territorial de las inversiones del Estado y después se ha venido pagando
las consecuencias de esa situación, porque se transfirió lo que había y
no se podía transferir otra cosa más.

Y eso no lo arregla el sistema, sino otras muchas actuaciones que hay que
tener. Ese es el mismo problema que ahora plantea el Partido Popular, que
no lo soluciona con este sistema, sino que abre otros muchos problemas
que se van a plantear, específicamente el asunto de la desarmonización,
la desigualdad y sobre todo el problema del recelo y que el Partido
Popular y el Gobierno no tienen un modelo global para el Estado. Le
repito, si nos quieren dejar a nosotros como únicos responsables de ese
modelo global, desde aquí le digo que asumimos esa responsabilidad y la
solucionaremos contando con todos los que se quieran sumar.

Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos en los escaños del Grupo
Parlamentario Socialista.)



El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
el Senador Utrera.




El señor UTRERA MORA: Muchas gracias, señor Presidente.

Voy a hacer una breve intervención, para señalarle al portavoz socialista
que se está equivocando. Además, por primera vez puedo hablar en estos
términos: se está equivocando. Mientras que el debate es general, no
puedo más que remitirles a un futuro próximo, inmediato, en que veremos
los resultados del nuevo sistema de financiación autonómica. Yo creo que
está claro que no va a originar --la conciencia de los ciudadanos está
bastante tranquila-- tensiones territoriales. De eso estoy convencido.

Sin embargo, en su referencia concreta a la Comunidad Valenciana
--además, siendo como es usted ex Presidente de esa Comunidad Autónoma
debería conocer muy bien qué es lo que ha ocurrido allí, lo que está
ocurriendo ahora y lo que ha ocurrido en el pasado--, ahí sí que puedo
decirle que usted se equivoca, señor Lerma. Y se equivoca porque lo que
está pidiendo usted con esa prórroga de un año es que se mantenga el
mismo sistema de financiación autonómica que ha permitido durante todos
estos años, es decir, desde el año 1982, que la Comunidad Autónoma
Valenciana reciba una financiación per cápita injustificadamente baja.

¿Por qué? Porque precisamente el sistema que usted dice prorrogar es el
que ha consagrado las diferencias territoriales de inversión del Estado
pretéritas, del pasado remoto, y la distinta dotación de infraestructuras
públicas y de servicios en cada Comunidad Autónoma.

Es decir, el sistema actual de financiación autonómica simplemente ha
refrendado el de 1986, que a su vez refrendaba aquella financiación por
servicios transferidos. O sea, el puro coste de los servicios era lo que
se transfería a las Comunidades Autónomas y hasta ahora, hasta este
modelo aportado por el Gobierno del Partido Popular, todo lo que se ha
hecho es buscar fórmulas «ad hoc», variables «ad hoc», porcentajes
adecuados para que los resultados iniciales de los primeros años ochenta
en cuanto a la financiación autonómica, a la situación relativa de las
Comunidades Autónomas se fuera proyectando hacia el futuro, eso sí,
incrementándose todos los años al ritmo del producto interior bruto o al
ritmo del gasto equivalente del Estado.

Se equivoca usted, señor Lerma, está pidiendo que se prorrogue el sistema
que ha mantenido a la Comunidad Autónoma Valenciana y a otras Comunidades
Autónomas infradotadas presupuestariamente, precisamente porque basaban
su financiación en el coste efectivo de los servicios, y eso es así en
Valencia y en otras Comunidades Autónomas. Justamente el sistema no
actuaba así, sino en sentido contrario en algunas Comunidades Autónomas y
eso es lo que se pretende corregir con este sistema de financiación. Por
tanto, he de entender que su generalización, si se basa en un dato
particular tan desafortunado como éste, es tan desafortunada como el caso
particular de la Comunidad Valenciana.

Muchas gracias, señor Presidente. (Aplausos en los escaños del Grupo
Parlamentario Popular.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Utrera.

Terminado el debate, vamos a iniciar las votaciones. (Pausa.)



--PROYECTO DE LEY DE PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO PARA 1997.

(Continuación.) (621/000002; C. D. 121/000015.)



El señor PRESIDENTE: Me llega un escrito firmado por todos los grupos
parlamentarios en el sentido de que han advertido un error en la
redacción de la enmienda transaccional sobre la base de la enmienda
número 876, presentada por el Senador don Victoriano Ríos Pérez. Obra en
poder de todos los portavoces y está firmado por todos. ¿Se puede
incorporar la corrección al texto definitivo? (Pausa.) Queda incorporada.

De la misma forma, se ha advertido un error en la Disposición Final
Segunda, en el sentido de que donde dice «aprobar» debe decir
«desarrollar y adaptar». ¿Se puede, asimismo, incorporar esta corrección
al texto? (Pausa.) Incorporada queda.

Vamos a comenzar la votación de la Sección 23, Medio Ambiente. En primer
lugar, el veto que corresponde a la enmienda número 683, de los Senadores
Nieto Cicuéndez y Román Clemente. Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 223; a
favor, 87; en contra, 134; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazado.

Enmiendas números 697 a 709, ambas inclusive. Se inicia la votación.

(Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, tres; en contra, 218; abstenciones, cuatro.




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El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas números 743, 745, 747, 763, 764, 765 y 774. Se inicia la
votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 90; en contra, 133; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votamos las enmiendas números 639, 684 a 696, 710 a 742, 744, 746, 748 a
762, 766 a 773 y 775 a 802.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, dos; en contra, 134; abstenciones, 89.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votamos la enmienda del Senador Ríos Pérez número 879.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, siete; en contra, 126; abstenciones, 93.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmiendas originales del Senador Armas Rodríguez números 892 a 894.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, ocho; en contra, 135; abstenciones, 83.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas originales de la Senadora Boneta y Piedra números 44 y 45.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 224; a
favor, ocho; en contra, 122; abstenciones, 94.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas. (El Senador Aleu i Jornet pide la
palabra.)
El Senador Aleu tiene la palabra.




El señor ALEU I JORNET: Muchas gracias, señor Presidente.

Pedimos votación separada de la enmienda número 901.




El señor PRESIDENTE: Votamos la enmienda de la Senadora Costa Serra
número 901.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, ocho; en contra, 124; abstenciones, 93.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmiendas también originales de la Senadora Costa Serra números 902 y
915.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 95; en contra, 122; abstenciones, nueve.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votamos las enmiendas originales del Senador Ferrer Roselló. En primer
término, la enmienda 99 que ha sido objeto de veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 89; en contra, 132; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos las enmiendas 95, 97, 98, 102 a 110, 113, 145 a 148, 152 a 155,
157, 158, 160 a 162, 164 y 179.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, seis; en contra, 133; abstenciones, 87.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas originales del Senador Padrón Rodríguez números 934 a 945.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, ocho; en contra, 133; abstenciones, 85.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas correspondientes al Grupo Parlamentario Socialista. En primer
lugar, la 1.238 que ha sido objeto de veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 85; en contra, 136; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos las enmiendas números 1.239 a 1.269.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 86; en contra, 135; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votamos la Sección 23.

Se inicia la votación. (Pausa.)



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Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 131; en contra, 90; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Pasamos a votar la Sección 25 que corresponde a Presidencia. En primer
lugar, enmienda del Grupo Parlamentario Socialista número 1.270 que ha
sido objeto de veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 87; en contra, 135; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmienda de los Senadores Nieto Cicuéndez y Román Clemente número 805
Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 90; en contra, 135; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmienda del Grupo Parlamentario Socialista número 1.271.

Se inicia la votación. (Rumores.) (El Senador García Carnero pide la
palabra.) Se anula la votación que además no se ha llegado a producir,
más que parcialmente.

El Senador García Carnero tiene la palabra.




El señor GARCIA CARNERO: Muchas gracias, señor Presidente.

Nosotros hemos creído entender, y si no es así rogamos disculpas, que se
ha referido a la enmienda 1.271 y debe ser la 1.272.




El señor PRESIDENTE: Sí, es la 1.272.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 224; a
favor, 85; en contra, 136; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos la Sección 25. (El señor Aleu i Jornet pide la palabra.)
El Senador Aleu tiene la palabra.




El señor ALEU I JORNET: Señor Presidente, nosotros entendemos que la
1.271 no ha sido votada.




El señor PRESIDENTE: Tengo aquí una nota que dice que habían solicitado
votarla en otro lugar, pero lo hacemos aquí.




El señor ALEU I JORNET: Se había solicitado discutirla en otro lugar,
pero votarla aquí.




El señor PRESIDENTE: Gracias.

Votamos la enmienda 1.271 del Grupo Parlamentario Socialista.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 88; en contra, 133; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos la Sección 25.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 137; en contra, 87; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Sección 26, Sanidad y Consumo. Enmiendas de los Senadores Nieto Cicuéndez
y Román Clemente. En primer lugar, votamos la enmienda 806 que ha sido
objeto de veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 86; en contra, 136; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos las enmiendas números 807 a 811, 813, 814, 818 a 823, 825 a 868.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 224; a
favor, cuatro; en contra, 134; abstenciones, 86.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas originales de la Senadora Costa Serra números 897 a 900, 916 y
917.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 10; en contra, 123; abstenciones, 93.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votamos la enmienda original del Senador Ríos Pérez número 880.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, ocho; en contra, 124; abstenciones, 94.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmiendas correspondientes al Grupo Parlamentario Socialista. En primer
término, votamos la enmienda 1.273 que sostiene un veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



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Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 87; en contra, 136; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos las enmiendas número 1.274 a 1.298.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 224; a
favor, 86; en contra, 133; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Voto particular que mantiene lo aprobado por el Congreso de los Diputados
en relación con un punto de la Sección 26.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 88; en contra, 134; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazado.

Votamos la Sección 26.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 135; en contra, 87; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

A la Sección 31 no se han formulado enmiendas. Votamos el texto del
dictamen.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 137; en contra, 85; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.

Sección 14, Defensa. Enmiendas de los Senadores Nieto Cicuéndez y Román
Clemente. Votamos, en primer término, la enmienda 282 que sostiene un
veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 88; en contra, 137.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos las enmiendas números 284, 285 y 294.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 88; en contra, 133; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas 303 y 304.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, cuatro; en contra, 133; abstenciones, 89.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas números 286 a 293, 295 a 302.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, cuatro; en contra, 216; abstenciones, cinco.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votamos la enmienda original del Senador Padrón Rodríguez número 921.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, siete; en contra, 133; abstenciones, 86.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmiendas correspondientes al Grupo Parlamentario Socialista. Votamos, en
primer término, la enmienda 1.043 que sostiene un veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 88; en contra, 137.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmiendas números 1.044 a 1.047.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 87; en contra, 133; abstenciones, seis.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas del Grupo Parlamentario Popular, números 1.371 y 1.372. (El
señor García Carnero pide la palabra.)
Tiene la palabra su señoría.




El señor GARCIA CARNERO: Muchas gracias, señor Presidente.

Anuncio la voluntad de nuestro Grupo de retirar ambas enmiendas, las
números 1.371 y 1.372.




El señor PRESIDENTE: Quedan retiradas.

Pasamos a votar la Sección 14.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 134; en contra, 91.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Sección 16, que corresponde al Ministerio del Interior.

Enmiendas de los Senadores Nieto Cicuéndez y Román Clemente.




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En primer lugar, enmienda número 312, que sostiene un veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 88; en contra, 136; abstenciones, una.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmiendas números 329, 330, 333, 341 y 342.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 89; en contra, 132; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas números 313 a 328, 331, 332, 334 a 340, 343 a 352.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, cuatro; en contra, 134; abstenciones, 87.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas originales del Senador Armas Rodríguez, números 882 a 884.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, ocho; en contra, 133; abstenciones, 85.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmienda original de la Senadora De Boneta y Piedra, número 26.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, ocho; en contra, 123; abstenciones, 94.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmienda original de la Senadora Costa Serra, número 904.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, nueve; en contra, 124; abstenciones, 93.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmiendas originales del Senador Ferrer Roselló, números 132 y 133.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, nueve; en contra, 132; abstenciones, 85.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas originales del Senador Padrón Rodríguez, números 922 a 928.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, ocho; en contra, 133; abstenciones, 85.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Enmiendas correspondientes al Grupo Parlamentario Socialista.

En primer lugar, la enmienda número 1.061, que sostiene un veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 86; en contra, 135; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmiendas números 1.062 y 1.064 a 1.069.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 87; en contra, 133; abstenciones, seis.




El señor PRESIDENTE: Quedan rechazadas.

Votamos la Sección 16.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 136; en contra, 87; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobada.

Ente Público de Radiotelevisión Española.

En primer lugar, la enmienda número 804 original de los Senadores Nieto
Cicuéndez y Román Clemente, que sostiene un veto.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, cuatro; en contra, 135; abstenciones, 86.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Enmienda número 1.309, que corresponde al Grupo Parlamentario Socialista.

Se inicia la votación. (Pausa.)



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Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 85; en contra, 134; abstenciones, seis.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos el Ente Público de Radiotelevisión Española.

Se inicia la votación. (Pausa.)
Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 136; en contra, 85; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.

Ente Público Gestor de Infraestructuras Ferroviarias.

Votamos el texto del dictamen correspondiente.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 225; a
favor, 135; en contra, 87; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.

Vamos a proceder a la votación de la distribución regionalizada de
inversiones.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 138; en contra, 86; abstenciones, dos.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.

Pasamos al preámbulo.

Votación de la enmienda número 980 del Grupo Parlamentario Socialista.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 87; en contra, 135; abstenciones, cuatro.




El señor PRESIDENTE: Queda rechazada.

Votamos el preámbulo del texto del dictamen.

Se inicia la votación. (Pausa.)



Efectuada la votación, dio el siguiente resultado: Votos emitidos, 226; a
favor, 135; en contra, 88; abstenciones, tres.




El señor PRESIDENTE: Queda aprobado.

Votación de los artículos 2, 3, 4, 6, 11 y 42, así como el anexo uno, que
fueron debatidos en la parte correspondiente. (El señor Granado Martínez
pide la palabra.)
Tiene la palabra el Senador Granado Martínez.




El señor GRANADO MARTINEZ: Solicito que la Presidencia informe si los
estados numéricos contenidos en los artículos del Título I han sido
modificados con las enmiendas introducidas en el Pleno o vamos a votar
los mismos estados numéricos del dictamen de la Comisión.




El señor PRESIDENTE: Naturalmente con las aprobaciones resultantes de las
distintas enmiendas que se han aprobado en la sesión plenaria.




El señor GRANADO MARTINEZ: Querría sugerir a la Presidencia que, dado que
el número de enmiendas aprobadas en la sesión plenaria ha sido tan escaso
y es tan fácil hacer las correcciones consiguientes, pudiéramos votar los
artículos con los estados corregidos, después de haber votado la Ley
Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas y la Ley de Cesión
de Tributos.

En caso contrario, mi Grupo solicitaría conocer cuáles son los estados
numéricos que vamos a votar.




El señor PRESIDENTE: Senador Granado, a esta Presidencia no le han
llegado los estados numéricos modificados. Por tanto, o los aprobamos con
las modificaciones o suspendemos la votación hasta esta tarde, porque no
hay otra alternativa.




El señor GRANADO MARTINEZ: Señor Presidente, me parece que no es una
alternativa el que votemos algo que no conocemos.




El señor PRESIDENTE: La alternativa es no votarla.

Se suspende la sesión hasta las cuatro y media.




Eran las catorce horas y treinta y cinco minutos.




Se reanuda la sesión a las dieciocho horas y veinte minutos.




El señor PRESIDENTE: Señorías, se reanuda la sesión.

Señorías, se han entregado unas cifras y me gustaría saber si, en su
opinión, son correctas, porque esta Presidencia no está dispuesta a
someter a votación nada que no esté fehacientemente comprobado. (El señor
Granado Martínez pide la palabra.)
Tiene la palabra el Senador Granado.




El señor GRANADO MARTINEZ: Señor Presidente, sin ningún ánimo de
tensionar más la situación suficientemente tensa que vivimos, debo
decirle que las cifras que nos han entregado se corresponden exacta y
puntualmente con el dictamen de la Comisión, sin ninguna modificación en
ninguno de los estados numéricos y, por lo tanto, no recogen las
modificaciones operadas en dichos estados numéricos por las enmiendas
aprobadas en el Pleno del Senado. Por lo tanto, las encontramos
manifiestamente incorrectas y, de votar sobre las mismas, existiría la
imposible aprobación de un hecho que se revela evidentemente falso.

(Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Socialista.--El señor
Utrera Mora pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Utrera.




El señor UTRERA MORA: Gracias, señor Presidente.

La situación no es tensa en absoluto. (Rumores.) Sí que hay
modificaciones en las cifras que nosotros tenemos respecto del dictamen
de la Comisión, y le sugeriría al Senador Granado que mirase el Programa
de investigación científica; que mirase el Programa de imprevistos y
funciones no clasificadas, donde se han recogido puntualmente, a nuestro
entender, las modificaciones que se han



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introducido por presupuestos en los últimos dos días. De ello estamos
seguros; de que estas cifras se corresponden con el cuadre final de
presupuestos también lo estamos. Pero por la deferencia de que
eventualmente pudiese tener razón algún otro Grupo, y, en particular, el
señor Granado y el Grupo Parlamentario Socialista, pedimos la suspensión
hasta mañana de este Pleno, para comprobar, dato a dato, y número a
número, unos resultados que nosotros estamos casi convencidos de que son
los que en este momento disponemos.

Esa es nuestra razón para pedir la suspensión de esta sesión. (Aplausos
en los escaños de la derecha.--El señor Laborda Martín pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Laborda.




El señor LABORDA MARTIN: Muchas gracias, señor Presidente.

Este es un Gobierno parlamentario, y la propuesta que acaba de hacer el
Senador Utrera me parece que honra la función que estamos hoy haciendo,
que es aprobar correctamente las cifras de un presupuesto. Nosotros se
las podríamos cuadrar (Rumores.), porque no solamente son las
modificaciones que el Senador Utrera ha señalado, hay otras. Una enmienda
del señor Secretario de la Mesa, nuestro colega, el Senador Ríos, no está
reflejada, porque los 4.400 millones, que ayer el Pleno aprobó por
unanimidad, trasladando la función estatal de infraestructuras hacia la
función territorial, no está reflejada en este presupuesto.

El problema es que es muy difícil cuadrarlo, porque el vicio viene del
Congreso de los Diputados, incrementos de gastos no tuvieron la
contrapartida de reducciones y de bajas en las secciones
correspondientes, y yo entiendo que, políticamente, este presupuesto
tiene ahora una dificultad para cuadrar las cifras, que no es un problema
matemático sino político, y muy serio, que nosotros hemos intentado
denunciar a lo largo del debate.

Por cierto, cuando yo estaba hablando de que éste es un Gobierno
parlamentario, echo de menos en el banco azul al Vicepresidente de
Gobierno y Ministro de Economía y Hacienda, para que la tensión que todos
hemos vivido en estos minutos hubiera tenido seguramente alguna
corresponsabilidad por su parte.

Acepto, por tanto, el aplazamiento, en la colaboración que hemos
intentado prestar al Gobierno, porque entendemos que este documento
presupuestario, que es la raíz y la esencia del Parlamento, tiene que ser
aprobado correctamente, y, por tanto, señorías del Gobierno, les exijo,
cordial pero firmemente que en ocasiones sucesivas tengan un poco más en
cuenta esta propuesta de colaboración de la oposición, y al mismo tiempo
cumplan con sus obligaciones. (Aplausos en los escaños del Grupo
Parlamentario Socialista.--El señor Ríos Pérez pide la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Laborda.

Tiene la palabra el Senador Ríos.

El señor RIOS PEREZ: Yo pensaba que debía hablar desde mi escaño de
Secretario porque el señor Laborda se ha referido a que era una enmienda
del Secretario, pero he aceptado la invitación del Presidente. He venido
al escaño del Grupo Parlamentario Mixto para decir a la Cámara que no es
una enmienda del Secretario, que es una enmienda de Coalición Canaria, y
que ésta no tiene la culpa de la suspensión del Pleno hasta mañana.

(Risas.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador Ríos.

Tiene la palabra la Senadora De Boneta.




La señora DE BONETA Y PIEDRA: Gracias, señor Presidente.

En primer lugar, intervengo para manifestar la protesta del Grupo
Parlamentario Mixto por la falta de reflejos para resolver la situación
creada, que, indudablemente, ha sido de más trascendencia de la que en
principio se había esperado.

En todo caso, yo creo que la Presidencia tiene que consultar no solamente
al grupo que apoya al Gobierno y al principal grupo de la oposición, sino
al resto de los grupos parlamentarios, su opinión sobre el aplazamiento.

En este sentido, quiero adelantar que por parte del Grupo Parlamentario
Mixto, ya que como consecuencia de la situación creada nos hemos quedado
unos pocos, no queremos poner mayores dificultades a la Presidencia y,
sobre todo, creemos también que los presupuestos se deben aprobar de una
forma correcta.




El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senadora De Boneta.

Senador Utrera, tiene la palabra.




El señor UTRERA MORA: Muchas gracias, señor Presidente.

Yo sigo bastante sorprendido de lo que aquí se está diciendo porque yo
creo que cuando se plantean estas cuestiones hay que concretar y en lugar
de hacer acusaciones genéricas hay que ir al detalle. Me ha alegrado
mucho que el Senador Laborda mencione una enmienda concreta por 4.400
millones, pero quizá no ha caído en la cuenta de que se trata del mismo
programa; exactamente del mismo programa. Es decir, el alta se da en el
Programa 513.D: Creación de Infraestructuras de Carreteras y la baja en
el mismo Programa 513.D: Creación de Infraestructuras de Carreteras. Por
eso, no ha de extrañarse si en dicho Programa no hay movimiento alguno de
partidas entre una y otra.

De todas maneras, ya que de responsabilidades de Gobierno hablamos, quizá
le convenga saber al señor Laborda que los responsables de cuadrar las
cifras presupuestarias son los servicios técnicos de esta Cámara, primera
cuestión.

Segunda cuestión, me parce no sólo una descortesía, sino una
inoportunidad, lo que ha mencionado respecto a la presencia de miembros
del Gobierno en esta Cámara a la hora de aprobar los presupuestos
generales del Estado, puesto que por primer año, de los que yo conozco, y
son



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bastantes de práctica parlamentaria en el trámite de presupuestos
generales del Estado en el Senado, ha sido éste precisamente el año en el
que prácticamente todos los Ministros, cuando se debatían sus Secciones,
han estado aquí delante asistiendo a esos debates y en algunos casos
interviniendo en los mismos, cosa que en años anteriores no se realizó en
absoluto y, desde luego, a la hora de las votaciones jamás ha asistido
ningún Ministro. (Rumores en los escaños del Grupo Parlamentario
Socialista.)
Por tanto, insistimos en lo que al principio decíamos; vamos a comprobar
con los servicios de la Cámara el cuadre de las cifras una por una. Para
ello vamos a tomarnos el tiempo que haga falta y como prisa no tenemos y
en plazo estamos, proponemos a la Mesa que se aplace el Pleno hasta
mañana. Este es el planteamiento que desde nuestro grupo creemos más
pragmático a la hora de aprobar los presupuestos generales del Estado.

(Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario Popular.)
Muchas gracias, señor Presidente. (El señor Laborda Martín pide la
palabra.)



El señor PRESIDENTE: Senador Laborda, ¿hay algo nuevo? (Pausa.) Su
señoría tiene la palabra.




El señor LABORDA MARTIN: Muchas gracias, señor Presidente.

El debate presupuestario no es solamente un debate de cifras, aunque
éstas son las que nos van a llevar a mañana para concluir este debate,
por otra parte, rico y bien llevado por parte de todos los grupos
políticos de esta Cámara. El debate presupuestario es un debate de
naturaleza política y tiene razón el Senador Utrera, que sabe de
presupuestos muchísimo más que yo, como lo ha acreditado, en que no hay
variación en el Programa, pero hay una cosa mucho más importante, Senador
Utrera, porque la enmienda número 872, del señor Secretario y Senador
Ríos, firmada individualmente por él, pretendía, porque se me entienda
clarísimamente, un cambio en la función; es decir, que en lugar de hacer
las carreteras el Ministerio competente las hiciera la Comunidad
Autónoma. ¿Es así? (Asentimiento.) Pues si es así, eso no está en el
presupuesto, la cifra no está en el presupuesto y, por lo tanto,
políticamente íbamos a aprobar una cosa distinta contrariando lo que ha
sido la voluntad común de la Cámara, que ha sido confiar en la Comunidad
Autónoma Canaria lo que el Gobierno quería hacer por sí mismo. Esta es la
razón por la que nosotros hemos pedido que efectivamente reflexionemos
bien sobre esto.

Y, por último, Senador Utrera, yo reconozco que el Gobierno ha estado
aquí y hemos celebrado que incluso Ministros del Gobierno hayan debatido
con los Senadores las secciones, se lo tengo que reconocer y es muy
positivo. Me gustaría que mañana, cuando reanudemos la sesión, también el
señor Ministro de Economía y Hacienda y Vicepresidente del Gobierno nos
acompañara para la ocasión que es célebre.

Muchas gracias, señor Presidente. (El señor García-Escudero Márquez pide
la palabra.)



El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el Senador García-Escudero, por
tiempo de un minuto.




El señor GARCIA-ESCUDERO MARQUEZ: Gracias, señor Presidente.

Intervengo sólo para contestar al Senador Laborda, portavoz del Grupo
Socialista. Creo que no es el momento de entrar en un debate inútil. Mi
Grupo ha manifestado su posición, está convencido de que las cuentas
cuadran perfectamente en este presupuesto y, a pesar de ello, está
dispuesto a seguir comprobándolo cuenta por cuenta. Por eso ha solicitado
el aplazamiento.

Muchas gracias. (Aplausos en los escaños del Grupo Parlamentario
Popular.)



El señor PRESIDENTE: Muchas gracias, Senador García-Escudero.

Creo que la voluntad de los portavoces, que libremente han querido
expresarla, está clara en el sentido de la suspensión de las votaciones.

En todo caso, la Mesa y esta Presidencia lo único que tiene que hacer es
hacer cumplir el Reglamento. Naturalmente, sí tiene una opinión al
respecto, y es que las cuentas no pueden ser una cuestión de valoración
política, las cuentas tienen que ser las que tienen que ser. Solamente
por esa duda que existe ya sería motivo suficiente para no adentrarnos en
una votación.

Por lo tanto, se suspende la sesión hasta mañana a las diez y media.




Eran las dieciocho horas y treinta y cinco minutos.