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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 104, de 19/05/1998
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DIARIO DE SESIONES DE LAS



CORTES GENERALES



COMISIONES MIXTAS



Año 1998 VI Legislatura Núm. 104



PARA EL ESTUDIO DEL PROBLEMA
DE LAS DROGAS



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JUAN MORANO MASA



Sesión núm. 17



celebrada el martes, 19 de mayo de 1998, en el Palacio del Congreso de
los Diputados



ORDEN DEL DIA:



Comparecencia de la señora ministra de Educación y Cultura (Aguirre y Gil
de Biedma) para informar sobre las actuaciones de prevención del consumo
de drogas en el ámbito escolar. A solicitud del Grupo Socialista del
Congreso (Número de expediente Congreso 213/000429 y número de expediente
Senado 711/000136).




Se abre la sesión a las nueve y cinco minutos de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Buenos días.

Vamos a iniciar la sesión con el punto único del orden del día, que es la
comparecencia de la ministra de Educación y Cultura, doña Esperanza
Aguirre y Gil de Biedma, para informar sobre las actuaciones de
prevención del consumo de drogas en el ámbito escolar, a petición del
Grupo Parlamentario Socialista. Como es nuestra costumbre, damos la
bienvenida a nuestra ilustre ministra de Educación y Cultura, que tiene
la palabra.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma):
Muchas gracias, señor presidente.




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Antes de entrar en el tema que motiva la comparecencia, quiero pedir
disculpas a esta Comisión por el malentendido que se produjo hace varios
días, del que fui protagonista involuntaria. Nada más lejos de mi ánimo
que pretender desentenderme de mis obligaciones parlamentarias. Los
hechos demuestran que el Parlamento ocupa gran parte de mi tiempo y que
es un tiempo que empleo muy gustosa. Lo cierto es que desde mi gabinete
se consultó con la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes la
posibilidad de que compareciera el secretario general de Educación, señor
Nasarre, persona que conoce en profundidad el tema del que a continuación
les hablaré; ello, en el caso, por supuesto, de que el grupo que
solicitaba la comparecencia no tuviera ningún inconveniente. Desde
Relaciones con las Cortes se nos aseguró que no habría problema al
respecto, cosa que, como todos ustedes saben, resultó no ser así. Una vez
más les pido disculpas por este malentendido. Nunca estuvo en mi ánimo
eludir acudir al Parlamento para hablar de un tema de tanta importancia
como el de la droga.

Señorías, lamentablemente la droga es una realidad cotidiana en las
sociedades actuales y se hace necesario desarrollar políticas que aborden
todas las facetas del problema que suponen las drogodependencias.

Lógicamente, uno de los ámbitos de actuación que juega un papel más
importante en la lucha contra la drogadicción es el ámbito educativo.

Debo recordar aquí que a partir del Real Decreto 79/1997, de 24 de enero,
por el que se modifica la composición y estructura del grupo ministerial
para la ejecución del Plan nacional sobre drogas, el citado grupo
interministerial quedaba integrado, bajo la Presidencia del ministro de
Interior, por los titulares de Justicia, Educación y Cultura, Sanidad y
Consumo, Trabajo y Asuntos Sociales y por los secretarios de Estado de
Hacienda, de Economía y de Relaciones con las Cortes. Es, en
consecuencia, un organismo de coordinación al que deben supeditarse, en
sus líneas generales, las actuaciones de prevención en todos los ámbitos
y, por supuesto, también en el ámbito educativo.

Como saben SS. SS., el Consejo de Ministros, en sesión de 24 de enero de
1997, aprobó el plan de medidas para luchar contra las drogas. Las
medidas expuestas en este plan abarcan cinco diferentes aspectos. El
primero, son las medidas de prevención. El segundo, son las medidas de
lucha contra la oferta, narcotráfico y el blanqueo de capitales. En
tercer lugar, las medidas asistenciales y de reinserción. En cuarto
lugar, las medidas en relación con el Observatorio español sobre las
drogas. Y, en quinto lugar, las medidas de cooperación internacional.

Permítanme que en mi exposición me refiera tan sólo al apartado primero,
medidas de prevención, por ser aquellas en las que incide especialmente
el Ministerio de Educación y Cultura. El Gobierno entiende la prevención
de la drogadicción como una actuación de la máxima prioridad y se propone
impulsar la actuación preventiva y ordenar y homologar los programas que
se desarrollen tanto desde las distintas administraciones como desde las
organizaciones no gubernamentales.

Para informar y homogeneizar esta actuación se ha elaborado un documento,
con la colaboración de los técnicos del Ministerio de Educación y
Cultura, de las comunidades autónomas y de la Delegación del Gobierno
para el Plan Nacional sobre Drogas, que con el título Criterios básicos
de intervención en los programas de prevención de drogodependencias
consensúa el marco que desde el Plan Nacional sobre Drogas se propone
para la realización de las actuaciones preventivas de nuestro país. Por
si algún miembro de la Comisión lo desea, entrego este documento. Se lo
pueden fotocopiar para no tener que entrar ahora en detalle.

Este marco, lejos de tener un carácter definitivo, es el primer paso en
el camino para optimizar este tipo de actuaciones a través de las
sucesivas revisiones que se vayan realizando en el futuro. El documento
establece que la prevención se efectúa básicamente a través de tres
sectores: escuela, familia y comunicación. Por ello, el Ministerio de
Educación y Cultura desarrolla una decidida política educativa dirigida a
conseguir una prevención de las drogodependencias en los centros
escolares, así como la eliminación de los factores de riesgo que
propician la drogadicción. Bajo estos supuestos, pueden señalarse tres
niveles de actuación complementarios en los que se recogen las medidas
que está adoptando el Ministerio en materia de prevención educativa de la
drogadicción.

El primer nivel, de carácter general, se refiere a la prevención de las
drogodependencias en el desarrollo del currículo académico de las
diferentes etapas educativas. Como saben SS. SS., la educación para la
salud y, por tanto, la prevención de drogodependencias, es un aspecto
transversal al currículo en todas las etapas educativas, que tienen como
objeto desarrollar hábitos y estilos de vida saludable con un valor
preventivo y educativo. Por ello, los centros escolares realizan un
elevado número de experiencias en su trabajo cotidiano para prevenir las
conductas de riesgo y promover alternativas de toda índole (culturales,
recreativas, artísticas o formativas), involucrando en la medida de lo
posible a todos los componentes de la comunidad educativa, especialmente
a las asociaciones de padres de alumnos.

Si a estas experiencias añadimos las medidas que se están adoptando para
favorecer la calidad de la enseñanza, obtenemos la situación idónea para
una prevención eficaz. El Ministerio de Educación y Cultura, consciente
de la importancia de la educación para la salud, tiene el propósito de
potenciar en toda la red de centros educativos el desarrollo efectivo de
los contenidos de esta materia transversal, porque cree firmemente que
con ello se desarrollan estilos de vida saludable y que se previenen
conductas que atentan a la integridad física y moral de las personas.

El segundo nivel abarca los numerosos programas, proyectos, campañas,
etcétera, que se realizan al amparo de los convenios suscritos en los
ámbitos local, autonómico, nacional e internacional, tanto con
instituciones públicas como privadas, y que inciden en los centros
docentes. Como ejemplos significativos podemos citar, primero, el
programa Red europea de escuelas promotoras de la salud (REPS),
auspiciada por el Consejo de Europa, la Comisión



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de las Comunidades Europeas y la oficina regional para Europa de la
Organización Mundial de la Salud. En España está promovido por los
Ministerios de Educación y Cultura y de Sanidad y Consumo, siendo el
Centro de Investigación y Documentación Educativa, el CIDE, el centro
nacional de apoyo y coordinación. Los 85 centros vinculados a la red
europea desarrollan un proyecto de educación para la salud en un período
de tres cursos académicos, 1995-1998, basado en el concepto de escuela
saludable, según lo establecido por la Organización Mundial de la Salud.

En segundo lugar, podemos citar el programa de Prevención de
drogodependencias en centros educativos (PPD). Se desarrolla en la
Comunidad de Madrid y representa más de un tercio de los alumnos
correspondientes al territorio de gestión del MEC. Como recordarán SS.

SS., este programa se inicia en 1988 y es fruto de un convenio entre el
Ministerio de Educación y Cultura, la Comunidad de Madrid y el
Ayuntamiento. El Ministerio aporta anualmente 20 profesores,
aproximadamente 50 millones de pesetas para el apoyo a los centros del
programa y 12 millones de pesetas para sufragar los gastos que origina el
desarrollo de los proyectos de prevención, además de poner a disposición
del programa la red de formación del profesorado y el poyo técnico de las
unidades de programas educativos de la dirección provincial de Madrid.

Este programa de prevención de drogodependencias de Madrid con su
actuación pretende, en primer lugar, reducir el consumo de drogas entre
la población escolar de la Comunidad de Madrid en una doble vertiente:
reducir las cantidades y reducir el número de personas que consumen. La
segunda vertiente es retrasar las edades del inicio en el consumo de
drogas entre la población escolar, con especial atención al consumo del
tabaco y del alcohol. Para conseguir estos objetivos sus estrategias
principales son, en primer lugar, involucrar al conjunto de la comunidad
educativa y otros agentes comunitarios para que aborden de forma
cotidiana y constante la prevención en los centros escolares y en el
resto de los ámbitos donde se desarrolla el individuo, fundamentalmente
en su infancia y juventud. Segundo, propiciar la realización de proyecto
comunitarios de prevención de drogodependencias en los centros educativos
y, en tercer lugar, proporcionar recursos y apoyos de prevención de
drogodependencias a aquellos agentes educativos que, de forma natural o
formal, inciden en la población destinataria.

El programa de prevención de drogodependencias incluye en su línea
programática los criterios de calidad y eficacia mencionados y, por lo
tanto, un modelo generalizable por su planteamiento global y
contextualizado que, desde una visión omnicomprensiva de la prevención de
las drogodependencias, incorpora a las familias y al resto de la
comunidad. Desde que el Ministerio asume la responsabilidad de la línea
de mejora de la calidad del sistema educativo, se han potenciado las
actuaciones de este programa.

En el presente curso académico, 1997-1998, se han incorporado al programa
45 centros más, lo que supone un incremento del 35,5 por ciento respecto
de la media de los cinco cursos anteriores, con lo cual la acción
multiplicadora de la prevención primaria llegaría a un número mayor de
escolares. En relación con el número de profesores que han participado en
los cursos, puedo informar a SS. SS. que el presente curso, 1997-1998, se
ha producido un incremento de más del 41 por ciento respecto a la media
de los cinco años anteriores.

Por otro lado, lo mismo ocurre, o si cabe más, dentro de la actuación
comunitaria del programa, donde el incremento en el número de padres y
madres participantes en las actividades de formación ha sido en el último
curso de casi el 96 por ciento respecto a la media de los cinco cursos
anteriores. En este mismo aspecto comunitario del programa, la formación
de mediadores sociales se ha extendido en este último curso a 450
mediadores, lo que ha supuesto un incremento del 42,4 por ciento respecto
a la media de los cinco cursos anteriores.

En otro orden de cosas, y si nos centramos en aspectos más cualitativos,
como son el grado de implicación del programa en los centros educativos a
partir de un indicador clave, como es el porcentaje de profesores que se
comprometen a elaborar y desarrollar el programa en cada uno de los
centros, observamos que el porcentaje medio de implicados, que se venía
manteniendo en torno al 40 por ciento, ha sobrepasado el 50 por ciento a
partir del curso 1996-1997.

En consonancia con la línea emprendida por el Ministerio, dirigida a
generalizar criterios de calidad que permitan decidir las actuaciones, ha
sido en el curso 1996-1997 cuando por primera vez se lleva a cabo una
evaluación externa del resultado del programa de prevención de las
drogodependencias, para conocer cuál es la incidencia real del programa
en las zonas y centros donde se viene desarrollando. Como SS. SS. ya
conocen por su divulgación en los distintos medios de comunicación, dicha
evaluación ha puesto de manifiesto cómo el programa de prevención de
drogodependencias está provocando cambios favorables en las creencias y
actitudes de los alumnos respecto a las drogas, su consumo y sus efectos.

Así, se está reduciendo el número de consumidores de alcohol y el número
de alumnos que han probado otras drogas (pastillas, cocaína) y, a la vez,
se ha conseguido un retraso en el inicio de la edad de fumar. Si le
parece al señor presidente, le hago entrega de la carpeta que contiene la
información al respecto.

Un tercer ejemplo sería el convenio de cooperación entre el Ministerio de
Educación, la Comunidad de Madrid y el excelentísimo Ayuntamiento de
Madrid, para el desarrollo del plan específico de compensación educativa
en los distritos municipales del sudeste de Madrid y la aplicación de la
experiencia en los centros de actuación preferente en los distritos de
Villaverde y de Usera. Este convenio fue firmado el 24 de septiembre de
1997. El objetivo era prevenir factores de riesgo que induzcan, entre
otras cosas, a la drogodependencia en el alumnado de los distritos del
sudeste de Madrid. Para ello, este convenio de cooperación se está
desarrollando y ha supuesto un incremento en la dotación de profesorado y
de recursos económicos en los centros educativos de más de un 52 por
ciento respecto al curso pasado, por un valor económico superior a los
130 millones de pesetas.




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Otro sería el programa Convivir es vivir. En la misma línea de actuación,
prevención precoz de los factores de riesgo, el Ministerio de Educación y
Cultura impulsa, desarrolla y apoya económicamente este programa
preventivo Convivir es vivir, cuyo objetivo principal es crear en los
centros educativos ambientes de convivencia y, por tanto, prevenir de una
forma anticipadora los aspectos violentos en nuestros ciudadanos del
siglo venidero. En este programa colaboran la Delegación del Gobierno en
Madrid, la Comunidad Autónoma, el Ayuntamiento, el Defensor del Menor,
los servicios policiales, la Federación de Asociaciones de Padres de
Alumnos Francisco Giner de los Ríos, la Concapa, la ONG Movimiento contra
la Intolerancia, las organizaciones sindicales del sector de la
enseñanza, y se encuentra durante el curso 1997-1998 todavía en fase
experimental, con la participación de 26 centros educativos, y hasta el
momento han recibido formación específica casi 500 profesores, con una
inversión total cercana al día de hoy a los 20 millones de pesetas. El
programa Convivir es vivir cuenta con el reconocimiento de la Comisión
Europea, ya que en su faceta de formación del profesorado ha sido
aprobado y financiado por la Dirección General XII de dicha Comisión. Le
entrego también este documento al señor presidente.

Después de estos ejemplos de programas, me gustaría hablar de otras
iniciativas que también se han abordado en esta materia. A todas las
anteriores habría que añadir las múltiples iniciativas que se desarrollan
en los convenios suscritos con las comunidades autónomas a nivel
provincial, fruto de la colaboración de las direcciones provinciales del
departamento con las entidades autonómicas, las diputaciones
provinciales, las entidades locales y las numerosas organizaciones no
gubernamentales. Con el fin de no alargar excesivamente mi intervención,
no les enumero una a una estas actuaciones y le entrego al presidente una
relación de las mismas.

En otro orden de cosas, el Ministerio de Educación y Cultura ha
colaborado con el Plan nacional sobre drogas en la realización de la
encuesta sobre drogas a la población escolar, cuyos resultados ya se
hicieron públicos en julio de 1997 y que SS. SS. ya conocen. Esta
encuesta constituye uno de los indicadores fundamentales de la situación
de las drogodependencias en España y está contenida en este documento,
que también, con mucho gusto, entrego al señor presidente y les haré
llegar ejemplares, si así lo desean.

Para iniciar a los profesores en la prevención de drogodependencias en el
ámbito escolar, el Ministerio y el Plan nacional sobre drogas publicaron
un manual, que se llama Actuar es posible, y del que también puedo
entregar copias a SS. SS. y al señor presidente, porque éste sí está
disponible para todas las señorías que lo deseen. Durante el pasado curso
se desarrollaron 329 actividades de formación del profesorado
relacionadas con la prevención de drogodependencias, en las que formaron
parte 5.374 profesores, todo ello dentro del ámbito de gestión del
Ministerio de Educación y Cultura. En el curso actual se siguen
impartiendo este tipo de actividades formativas, y los datos de
participación están disponibles en cuanto finalice el curso.

El tercer nivel se refiere al protocolo de intenciones de colaboración
suscrito entre los Ministerios de Educación y Cultura, Sanidad y Consumo
e Interior, para promover la educación para la salud. Dicho protocolo
representa un paso adelante sobre los diferentes convenios suscritos
desde 1989 por el Ministerio de Educación y el de Sanidad, con la
presencia adicional del entonces Ministerio de Asuntos Sociales. Debido a
la experiencia acumulada por la aplicación y evaluación de dichos
convenios, se convino revisar el impacto que tuvieron estas actuaciones,
así como volver a evaluar las áreas temáticas de intervención para
adecuarlas mejor a las prioridades sociales en materia de salud y diseñar
los modelos de actuación, buscando el uso más adecuado posible de los
recursos. Al tener en cuenta toda la experiencia acumulada, el convenio
actual evita la improvisación y las acciones más o menos coyunturales y
se somete al rigor de la planificación y de la evaluación. Todo ello se
ha visto favorecido por la actuación conjunta por primera vez de los
Ministerios de Educación y Cultura, de Sanidad y Consumo y del Plan
nacional sobre drogas. La práctica totalidad de las actuaciones previstas
en este protocolo inciden directa o indirectamente en la materia de la
prevención. Y permítanme SS. SS. algunos comentarios sobre estas
actuaciones.

En primer lugar, se establece un marco teórico de referencia de la
educación para la salud, al que deberán supeditarse todas las actuaciones
que sobre esta materia se realicen. El seminario de expertos que se
constituye al efecto realiza un primer documento ajustándose en gran
medida a los objetivos previstos. En este documento se contempla la
prevención de las drogodependencias como un contenido prioritario de la
educación para la salud, con el objeto de propiciar la adquisición de
hábitos saludables en la escuela. Es intención del Ministerio de
Educación y Cultura seguir profundizando en el marco teórico de
referencia de la educación para la salud, fundamentalmente en su
aplicación práctica en la escuela.

En segundo lugar, quisiera comentar que se han elaborado unas guías de
recursos humanos y materiales de la educación para la salud, así como un
análisis de los contenidos de la educación para la salud, como materia
transversal en los textos escolares y en el material didáctico genérico.

Los tres grupos de trabajo constituidos al efecto han realizado las guías
correspondientes y el análisis previsto. Concretamente, en la guía de
recursos humanos se incluyen nada menos que 437 programas, realizados por
203 organismos distintos en relación con la educación para la salud en el
ámbito escolar. En el apartado relativo a la prevención de
drogodependencias en el marco de la educación para la salud se incluyen
161 programas, que tratan específicamente este ámbito de la prevención.

La relación de los programas también se la entrego al señor presidente.

En la guía de recursos materiales que han realizado también los expertos,
se han analizado 286 documentos, de los cuales solamente el 25 por ciento
se refiere a la prevención de drogodependencias. Este material constituye
una buena ayuda para todo docente que se inicie en el tratamiento
pedagógico de la educación para la salud, y más concretamente en la
prevención de las drogodependencias.




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También la guía de recursos materiales se la entrego al señor presidente.

Además, se ha hecho una convocatoria de ayudas, proyectos y materiales
didácticos en materia de educación para la salud. Se han creado y
coordinado unas redes de comunicación vinculadas a la red europea de
escuelas promotoras de la salud. Los 85 centros que forman parte de dicha
red han sido equipados y conectados a Internet, con lo que se ha hecho
posible su participación en la Intranet que tiene la propia red europea.

Igualmente, se ha abordado el desarrollo de proyectos experimentales de
prevención de drogodependencias en zonas de población con déficit
socioeconómicos y culturales, que se han considerado zonas de actuación
preferente en materia de prevención de drogodependencias. Dado el alcance
de esta actuación, me permitirán SS. SS. que me refiera a ellas un poco
más extensamente.

El programa constituye una aproximación a la prevención que se centra en
los principales factores sociales y psicológicos que promueven las
primeras etapas del uso y abuso de las drogas y la realización de las
actividades antisociales. Por ello, presta una gran atención al
desarrollo de las habilidades personales y sociales, con el fin de
mejorar la competencia general del alumno y la aplicación de estas
habilidades a situaciones concretas en las que se pueden experimentar
presiones hacia el consumo de las drogas o a la implicación en
actividades antisociales. El programa ha sido evaluado y ha sido llevado
a cabo, y luego evaluado en los Estados Unidos, a lo largo de los últimos
quince años, habiéndose demostrado su eficacia a la hora de reducir el
consumo de drogas junto con un impacto positivo en el conocimiento y
actitudes sobre la salud, la asertividad, el autocontrol, la
autoconfianza, la autosatisfacción y la ansiedad social. Incluso, existe
una cierta evidencia que sugiere que el programa puede ayudar a mejorar
el rendimiento académico de muchos estudiantes. También entrego al
presidente un ejemplar del manual del alumno y del manual del profesor,
que fueron elaborados para la aplicación de dicho proyecto. Con esto
termino mi entrega de documentación al señor presidente.

La aplicación del programa se realiza en doce zonas del territorio
gestionado directamente por el Ministerio de Educación y Cultura,
especialmente seleccionadas por su déficit socioeconómico y cultural. El
número de centros en los que se ha actuado ha sido de 64 y ha habido
otros 60 que hemos llamado de control. Se han llevado a cabo cursos
especialmente diseñados para la formación del profesorado de estos
centros, uno por cada zona seleccionada. El número total de profesores
que han recibido formación ha sido de 294. Posteriormente, estos
profesores ya formados en la aplicación del programa lo desarrollan con
sus alumnos de sexto curso de primaria a lo largo de 17 sesiones
realizadas en el primer trimestre de 1998, siendo 2.952 el número de
alumnos que han recibido el programa y 2.728 los alumnos de los centros
de control. Aunque queda por finalizar la valoración del proyecto,
incluidos los cuestionarios correspondientes a los alumnos participantes
y de control, los datos que hemos recogido nos indican que el programa ha
cubierto claramente los objetivos que nos habíamos propuesto.

En síntesis, señorías, y para terminar, el Ministerio de Educación y
Cultura, actuando coordinadamente con otros departamentos, con otras
comunidades autónomas, entidades locales y organizaciones no
gubernamentales, no solamente ha favorecido actividades múltiples y
diversas de prevención de drogodependencias, sino que ha procurado
vertebrar una política general coherente y rigurosa que puede y debe ser
ampliada en el futuro. Por eso continuaremos impulsando estas y otras
medidas para realizar la prevención de las drogodependencias en las
escuelas de la forma más eficaz posible.




El señor PRESIDENTE: El turno de intervenciones se inicia por el grupo
parlamentario proponente, que es el Grupo Socialista, y tiene la palabra
la senadora doña Helena Arribas Esteve.




La señora ARRIBAS ESTEVE: Quiero agradecer, en primer lugar, la presencia
hoy aquí de la ministra de Educación y Cultura, que acude a petición del
Grupo Parlamentario Socialista. Después de diferentes vicisitudes, al
final hemos conseguido que usted venga por primera vez a esta Comisión.

De todas formas, agradecemos sus disculpas.

Hemos pedido su comparecencia para tratar el tema educación-prevención,
que consideramos prioritario en la estrategia a seguir frente al problema
del consumo de drogas, y así conocer cómo se aborda desde el ámbito del
Ministerio de Educación y Cultura. Creo que en esto vamos a coincidir con
todos los miembros de esta Comisión, me refiero a la premisa educar para
prevenir. Consideramos que es la mejor respuesta ante el problema de las
drogas.

Ya queda reflejado en la Logse reconocer el potencial del medio escolar
como agente preventivo. La Logse ha otorgado a los centros educativos un
papel principal en el esfuerzo que la sociedad realiza para la promoción
de la salud de todos sus miembros con la inclusión explícita, como usted
ha comentado, señora ministra, de la educación para la salud como eje
transversal, con contenidos aptitudinales y no sólo cognitivos, de
interés social, que han de ser abordados desde todas las áreas
curriculares en todos los niveles educativos.

Consideramos que una de las mejores estrategias en la acción preventiva
es, sin duda, la que va dirigida a la población que no ha entrado en
contacto con el mundo de las drogas, y empezamos desde el principio: la
infancia. Una acción educativa integral en los espacios donde crecen y se
sensibilizan, como es la escuela y la familia, es la mejor manera para la
formación de hábitos y actitudes saludable que aseguren un desarrollo
pleno de su personalidad y ayuden a prevenir situaciones que, como el
consumo de drogas, pueden interferir en su proceso evolutivo.

Cualquier programa de prevención de las drogodependencias debe quedar
enmarcado en el currículum académico, no se debe vivir como un hecho
especial o fuera de contexto, hay que tratarlo a través de créditos
variables, interdisciplinarios y con grupos reducidos de alumnos.

Consideramos que mediante la educación para la salud hemos de conseguir
que el alumno o la alumna sea capaz de describir



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los efectos de diferentes drogas sobre el organismo, valorar el riesgo
que comporta el consumo habitual y el abuso del alcohol, tabaco y otras
drogas, analizar todos aquellos factores bio-psicosociales que inciden en
el consumo de drogas, adquirir habilidades para expresar emociones,
resolver situaciones problemáticas y defender las propias opiniones. Para
ellos son imprescindibles, como usted nos ha facilitado a lo largo de su
comparecencia, diferentes materiale, adecuados tanto para primaria como
para secundaria, y es necesaria la valoración y sistematización de los
materiales y recursos existentes, junto con planes de formación para el
profesorado sobre los que usted nos ha informado.

De todas formas, sería una simplificación ridícula pensar que los
programas educativos pueden resolver totalmente el problema de la droga.

La información que llega a los jóvenes ha de ser objetiva y realista,
tanto del concepto de drogas como de la situación en el contexto actual
de las estrategias necesarias para hacer frente a una drogodependencia.

Consideramos que es necesario continuar trabajando en la información
sobre el uso de sustancias y sus riesgos asociados, en el análisis de
situaciones y toma de decisiones, en el análisis de la influencia social
--familia, amigos, escuela, medios de comunicación--, en el entrenamiento
de habilidades de resistencia a la presión de los iguales, en estrategias
para fortalecer actitudes y conductas y en alternativas al tiempo de
ocio. Consideramos necesaria la puesta en marcha de medios apropiados
para asegurar la formación o el desarrollo de jóvenes y grupos sociales
dentro de una óptica de promoción para la salud colectiva.

En cuanto al resultado de la encuesta escolar sobre drogas, que usted nos
ha comentado ahora, señora ministra, que, como también se nos dijo, se
realizó a una población de 19.000 escolares, ya nos daba datos
significativos en cuanto al aumento del consumo de cannabis en
estudiantes de 14 a 18 años; o que la proporción de fumadores es bastante
más alta entre las chicas --un 34,5 por ciento--, que entre los chicos
--un 23,7 por cien; y que los encuestados consideraban que consumir
drogas de comercio legal --alcohol y tabaco-- causa menos problemas que
consumir drogas de comercio ilegal. Se constata, pues, que el tabaco y el
alcohol son la droga más extendida, junto con el aumento de consumo de
drogas de síntesis, como el éxtasis, que se consume preferentemente los
fines de semana. Esta encuesta es una muestra significativa en la que hay
que incidir. ¿Piensan ustedes tomar algunas medidas concretas? Los
propios estudiantes consideraban como mejores y más objetivas recibir
información sobre drogas, a través de personas que han tenido contacto
con estas sustancias, con charlas y cursos sobre el propio tema.

En vista de estos resultados, también nos gustaría conocer si el
Ministerio de Educación, en coordinación con el Plan nacional, ha llevado
a cabo algún tipo de actuación, aparte del protocolo de intenciones de
colaboración entre los Ministerios de Educación, Sanidad e Interior, que
usted nos ha comentado, que yo diría que se está cumpliendo quizás en
parte, ya que ha habido algunos centros educativos que nos han comentado
que no han querido aplicar los programas debido a la escasez de medios
materiales y económicos.

¿No se han parado ustedes un poco a pensar que quizá lo que se está
llevando a cabo son programas parche, por decirlo de alguna manera?
Programas parche, experiencias aisladas, sin ninguna perspectiva de
continuidad, sin profundizar en el tema, para luego sacar un baile de
números, 200.000 alumnos que participan en el programa, 5.000 profesores
en formación en el territorio MEC. ¿Tienen ustedes hecha una evaluación
global de lo que se ha hecho hasta el momento? Como muy bien ha dicho
usted, señora ministra, en el tema de prevención, como en muchos otros,
no partimos de cero. Quizá sería necesario previamente, antes de poner en
marcha estos programas que adjetivamos como parche, realizar una
evaluación de la intervención hecha en los últimos años, de los
contenidos previstos, de los resultados del aprendizaje en función de las
actividades realizadas, así como una evaluación inicial, una evaluación
formativa, y el seguimiento del trabajo hecho en grupo e individualmente.

Nos tememos que todo esto está todavía por hacer.

Por otra parte, nos gustaría conocer cuál es la consignación
presupuestaria que el Ministerio de Educación destina no sólo para estos
programas puntuales, sino globalmente en materia de prevención escolar, y
qué estructuras de coordinación existen entre el Plan y el Ministerio de
Educación y Cultura.

Otro aspecto que consideramos que no se está tratando adecuadamente,
tanto desde el Ministerio de Educación como desde el Plan, es la
implicación de las asociaciones de padres y madres, que deben tener un
papel importante en la prevención por una sencilla razón: por propio
interés, porque la mejor manera de atender al interés particular es
mediante la acción colectiva. No basta con que la Administración decida
con un grupo de expertos qué programas de prevención aplica, sino que
debe contar con la opinión de las asociaciones de padres y madres,
implicarlas en todo el proceso, no sólo como destinatarias sino como
creadoras.

En el informe sobre la actividad del fondo, que hace poco se nos ha
facilitado, he podido leer que las entidades que se proponen sean
subvencionadas --entre ellas están la asociación Deporte y Vida y la
Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos-- con cuatro
y tres millones respectivamente. Nos parece bien. Como las actividades
que realizan son educativas, supongo que el Ministerio de Educación algo
tiene que decir acerca de los criterios que se establecen para las
subvenciones, si se les pide algún tipo de programación y,
posteriormente, la correspondiente memoria.

Poco ha comentado sobre el trabajo de la ponencia técnica dirigida a
establecer los criterios básicos de homologación que deberán seguir las
actuaciones preventivas en el conjunto del Estado, en la que el
Ministerio de Educación y Cultura tiene, en teoría, un rol importante,
junto con los representantes de las comunidades autónomas y la propia
delegación del Gobierno para el Plan, tal como nos comentó en esta
Comisión el delegado del Gobierno para el Plan nacional sobre drogas,
señor Robles. Nos dijo que se



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había creado la ponencia, pero poco más. Esta ponencia debe establecer
los criterios básicos de intervención, definir los objetivos de forma
operativa e incluir la evaluación como aspecto importante en el diseño de
programas en la prevención de las drogodependencias. Nos tememos que
pueda ser papel mojado. Se ha constituido pero no hay definido qué
estrategias, qué objetivos, qué actuaciones va a llevar a cabo.

¿Cómo se van a coordinar los planes de las distintas comunidades
autónomas o de los ayuntamientos con las propuestas del gobierno? Les veo
un poco faltos de ideas practicables y eficaces. No terminan de asumir su
responsabilidad y la delegan en algún tipo de voluntariado, sin tener una
estrategia clara en materia de prevención. Quizás también sea debido a la
escasez de financiación que ustedes dedican a ello.

Estamos constatando que la droga es un tema un poco olvidado en los
programas educativos del Gobierno popular; hay una cierta inestabilidad
en materia de prevención. Nos referimos a programas, fondos y recursos,
que aparecen y desaparecen arbitrariamente sin haber evaluado sus
resultados, sin perspectivas de continuidad. Consideramos que están
ustedes un poco faltos de rigor en sus escasas actuaciones en el ámbito
escolar.

Creemos que la prevención ha de ser objetivo prioritario en la
intervención pública y que ha de ser un trabajo conjunto de toda la
sociedad, de las administraciones públicas, de las ONG, de la comunidad
escolar, de la familia y de los medios de comunicación. Una política
preventiva global es lo más rentable socialmente. El mensaje para la
sociedad ha de adaptarse a la diversidad de situaciones que hay, teniendo
en cuenta los factores culturales y económicos, que requieren acciones
diversificadas. En los procesos informativos se ha de huir del
sensacionalismo en todas sus vertientes, ya que alimentan muchas
expectativas. Se tiene que matizar al máximo a la hora de informar.

También he escuchado poco sobre medidas de ocupación, de formación para
jóvenes, de potenciación de asociacionismo juvenil, de fomento de
deporte, de planes de formación de profesionales, maestros, médicos,
educadores sociales, de colaboración de ciudadanos y ciudadanas, de
potenciación de voluntariado civil. El Gobierno ha de poner, nosotros así
lo consideramos, los medios necesarios para que ello sea posible, las
medidas para hacer cumplir la normativa sobre publicidad del alcohol y el
tabaco, las drogas legales, ya que, a la larga, una política eficaz
contra todas las drogodependencias sólo puede construirse sobre la base
de una disminución del consumo del alcohol y el tabaco.

Creemos que es necesario huir del alarmismo, transmitir serenidad,
racionalidad y objetividad a la percepción social que tiene el tema de la
droga. El consumo de drogas y sus repercusiones sociales persistirán
durante largo tiempo, por lo que toda la sociedad ha de aprender a
enfrentarse y a convivir con este problema. Asuman defender la salud
pública, trabajen para transmitir valores positivos y entre todos
construir una sociedad solidaria, pluralista e integradora. Al final de
un milenio es necesario reivindicar valores, ideas y principios éticos.

Transmitir a la gente joven estos valores es un compromiso pendiente que
tiene toda la sociedad y el mejor instrumento de prevención ante el
fenómeno de consumo de drogas.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra
el diputado don Jesús Gómez Rodríguez.




El señor GOMEZ RODRIGUEZ: En primer lugar, quiero agradecer la presencia
y las manifestaciones de la señora ministra, doña Esperanza Aguirre.

Comprendemos la explicación que usted ha dado a su incomparecencia,
porque somos conscientes del gran trabajo que viene realizando en el
Ministerio; continuamente estamos observando sus actividades y vemos que
lo hace con eficacia. Agradecemos también que se nos remita toda esta
documentación y lo ideal sería que, para próximas comparecencias, la
tuviésemos con anterioridad, para poder hacer comentarios más concretos.

Mi intervención va a ser breve, pero quiero poner de manifiesto que ha
sido una constante dentro de esta Comisión Mixta Congreso-Senado
considerar la prevención como la batalla principal que hay que realizar
en el mundo de la droga. Y en esa batalla de la prevención no cabe la
menor duda de que tiene un papel importantísimo la escuela, en su doble
vertiente, sector alumnos y sector profesores. Los alumnos son los
destinatarios fundamentales de todos esos numerosos programas que usted
ha mencionado a lo largo de su detallada intervención y estoy seguro de
que en esa documentación que se nos va a entregar habrá detalles
específicos de cada uno de los subprogramas y actuaciones.

Quisiéramos poner de relieve que no solamente hay que actuar en el mundo
concreto de la prevención de la droga, sino también en la creación de
talleres preventivos y la potenciación del deporte. Cuanto más alejemos
al niño, al joven, de la droga, ya sea con actividades deportivas,
culturales o sociales, mejor será, para ellos y para toda la sociedad.

También es importante, como ha recalcado la señora ministra, la formación
del profesorado. El profesor es el agente preventivo natural del entorno,
es la base, es el ciudadano que está más cerca del alumno. No podemos
olvidarnos de que hace falta una coordinación cursos-seminarios y que eso
se realice en todas las escalas del profesorado, en la primaria, en la
secundaria y en la formación profesional.

Pero no podemos descansar todo en el mundo escolar. El mundo familiar es
importantísimo, porque nada se saca de estar atendiendo perfectamente,
con unos programas magníficos, a los alumnos y a los profesores, con las
formaciones correspondientes, si luego, al llegar a casa, no se continúa
por lo menos --no digo que se vaya a evitar el consumo de drogas porque
no hay que partir de la base de que eso ocurra-- con la labor docente y
de prevención que se hace en la escuela. Hay que coordinar nuestra
actuación con las ONG, con las corporaciones locales y con las
comunidades autónomas para que el programa sea eficaz.




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Como ha dicho también la señora ministra, es importantísimo el papel de
los medios de comunicación.

En el orden económico, pienso que en la documentación figurarán los
presupuestos específicos de las administraciones central y autonómica
para el último ejercicio, separando los de la Administración central, las
transferencias y el presupuesto propio de las comunidades autónomas.

Estoy seguro de que habrá habido un incremento.

Nuestro grupo considera que hay que persistir en las líneas de las
publicaciones, por ejemplo, Actuar es posible. La prevención es
importante, también lo son las encuestas escolares. Las diversas
publicaciones que se han realizado se deben incrementar, llegando incluso
al mundo del cómic, para que, en el período infantil y juvenil, se tenga
un conocimiento mayor del daño que la droga puede hacer, tanto en el
aspecto físico como en el psíquico. Es importante asimismo que se haya
comenzado la evaluación de los programas. Hacer programas por hacerlos y
no llevar un seguimiento de ellos, con las evaluaciones correspondientes,
sería una tarea desconocida para los ciudadanos. Los ciudadanos tenemos
la conciencia de que se está actuando en coordinación, de que se está
trabajando con dedicación.

En esa línea de estructuración de todas las administraciones, tanto
públicas como privadas, nosotros agradecemos al Ministerio la
colaboración que viene realizando.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene la
palabra el senador don Jaume Cardona.




El señor CARDONA I VILA: Señorías, en primer lugar, como es natural,
quiero agradecer la comparecencia de la señora ministra; fundamentalmente
su exposición y la información y la documentación que ha ofrecido a la
Presidencia, que esperamos que sea provechosa para todos en cuanto se nos
transmita.

Voy a hacer algunas consideraciones sobre lo que entendemos como drogas
legales, dada la fase de la vida de la persona de la que estamos
hablando, la edad escolar. Fundamentalmente el tabaco y el alcohol; yo
diría más, el alcohol y el tabaco. Parece ser que la relación de los
jóvenes con las drogas es antes con el tabaco, a los 13-14 años, y a los
14-15 con el alcohol, pero, en esa edad escolar, la droga con la que
tiene más relación el adolescente, el escolar, es con el alcohol, sin
olvidar el hachís y las pastillas de los fines de semana.

Sobre el alcohol, quisiera hacer referencia a un estudio que se presentó
hace unas semanas, precisamente en Tarragona. Se trata de un estudio
hecho por una consultoría especializada en salud comunitaria y que, desde
luego, es para llamarnos la atención. Todos sabemos el efecto social
nocivo que tienen el tabaco y el alcohol sobre los accidentes laborales,
sobre los de tráfico, pero si no lo cuantificamos de vez en cuando, si no
lo recordamos y lo etiquetamos, nos olvidamos y sólo decimos que es muy
importante; nada más. Si tenemos en cuenta lo que dice ese informe,
parece que el coste anual es de más de 600.000 millones; de esos 637.000
millones, 718.409.000 pesetas son coste indirecto y se incluyen en el
apartado de absentismo laboral --otro de los efectos-- y reducción de la
eficacia en el trabajo. Y éstas son cuestiones económicas, que no son las
más importantes, con serlo.

La persona que lo presentó, uno de los autores, decía que el 27 por
ciento del coste que genera el abuso del alcohol se refiere a efectos
sanitarios y que un 2 por ciento de la población española es alcohólica,
más de 627.000 personas. Las consecuencias sobre los accidentes laborales
son 114.000, con un coste sanitario de 19.531 millones. Naturalmente,
también tiene influencia en los accidentes de tráfico, con una pérdida de
1.531 millones de pesetas, y decía que el síndrome de dependencia
alcohólica registra un absentismo laboral de 30 días al año. Eso es
importante. Son unas consecuencias sociales, sanitarias, etcétera. Pero
lo más grave es la incidencia que tiene sobre la expectativa de vida,
que, si se abusa del alcohol, se reduce a los 69 años. La primera vez que
es necesario ir a un centro sanitario por el uso o el abuso del alcohol
es a los 29 años; el primer diagnóstico de síndrome de dependencia es a
los 45 años y la enfermedad hepática, la consecuencia que se produce con
mayor frecuencia, es a los 53 años. Por tanto, los efectos sociales y
sanitarios son que en el año 1996 murieron 20.000 personas, por causas
directas o indirectas del alcohol, un 6 por ciento del total de las
defunciones.

Tener presentes todas esas consecuencias, que es en la edad escolar, en
la juventud, cuando se introducen en el uso del alcohol, uno que muchas
veces pasa a abuso, no lo es todo, porque ¿cuántas veces el consumo del
alcohol abre precisamente la puerta al consumo de otras drogas? Todos
estaremos de acuerdo en que la prevención en la escuela es fundamental,
es importante y que, además, en esta edad hay que luchar contra una serie
de factores de riesgo, factores de riesgo que primero son de la persona,
que son propios del individuo como tal, pero hay otros factores de
riesgo, como el ambiente en la escuela. Y también hay otros que no
debemos olvidar y que quizá sean los más importantes, que son aquellos
factores de grupo, los familiares, que indudablemente también inciden. Y
¿qué es lo que se puede hacer en ese binomio del que hablaba el portavoz
de Coalición Canaria, que me ha precedido en el uso de la palabra, en esa
influencia que pueden tener los factores familiares con la escuela? ¿Qué
es lo que se puede hacer desde la escuela, desde la formación escolar,
cuando estos ambientes familiares son propensos al consumo de drogas o a
que se haga dependiente, unos factores de riesgo socioculturales?
Tendremos que estar todos de acuerdo en que precisamente en esa fase, en
esa etapa escolar es cuando hay que llevar a cabo una serie de
actuaciones para la prevención. Luchar contra la oferta es casi inútil;
todo lo que pueda ser intentar que esa droga no llegue a la sociedad se
ha demostrado ya que es ineficaz. Por tanto, lo que habrá que hacer es
intentar una educación integral de la persona y sobre todo una educación
sanitaria, con la adquisición de unos hábitos saludables, para que se
reduzca la demanda. Parece que en el futuro ésta puede ser la lucha más
eficaz, teniendo en cuenta siempre las dificultades que ello conlleva. Y
lo que hay que hacer primero es informar, aunque



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también tenemos que tener presente --como decíamos en el último informe--
que sólo con la información no basta. Los fumadores son conscientes del
peligro que eso conlleva y, a pesar de ello, fuman; pero una cosa es el
uso y otra llegar al abuso, sabiendo las consecuencias.

En esta fase de información sobre el efecto de las drogas, ¿quién debe
dar esa información y cómo? Parece ser que desde la comunidad educativa
se está de acuerdo --y hay que luchar contra la droga desde todos los
frentes, no sólo desde la comunidad educativa-- en que esa información
tiene que darla el profesor, por lo menos dentro del contexto de la
comunidad educativa. Pero yo me pregunto, y ésa es la cuestión que
quisiera someter a la consideración de la señora ministra, si, en esa
edad escolar, teniendo en cuenta que ha pasado ya de 14 a 16 años, la
información que puede dar --sabiendo que la formación integral de la
persona no es sólo escolar, sino de todo este contexto del que he
intentado dar una panorámica o escenificar-- el profesor o el claustro de
profesores de la propia comunidad educativa es suficiente o puede ser
beneficiosa. Lo fundamental no es qué ni quién, sino cómo, porque no
debemos olvidar que uno de los efectos en esta edad es precisamente la
reacción. Muchas veces se intenta incidir sobre una causa, sobre un
problema, y resulta que lo que conseguimos es un efecto de reacción,
abrir más las expectativas que tienen y que son propias de esta edad, con
lo cual abrimos más la posibilidad y hacemos más daño, no favoreciendo
esa formación integral de la persona.

En definitiva, someto a su consideración quién debe dar esta información
sobre el problema de las drogas, y no sobre la droga del alcohol, que yo
que he querido ejemplarizar de una forma práctica, para que no olvidemos,
sobre todo en esta edad, lo que entendemos como drogas legales, en un
contexto mediterráneo, en el cual parece que eso no tiene importancia,
pero que después, si vamos a los números, realmente la tiene.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la palabra
la diputada doña María Luisa Cava de Llano.




La señora CAVA DE LLANO Y CARRIO: Sean mis primeras palabras para
agradecer a doña Esperanza Aguirre su presencia en esta Comisión,
desearle los mejores éxitos en el desarrollo de su función como ministra
de Educación y Cultura y muy especialmente, por lo que a esta Comisión se
refiere, de forma específica, en las tareas de prevención del consumo de
la droga. Puede usted tener la certeza, señora ministra, de que en ningún
momento mi grupo interpretó que usted quería eludir su presencia ante
esta Comisión, como lo pusimos en aquel momento de manifiesto. Además, la
profusión de datos sobre las actuaciones que usted nos ha expuesto en
esta Comisión denota el enorme interés, tanto de usted concretamente como
del Ministerio que usted dirige, en la lucha contra la droga. Lo que sí
lamento, señora ministra, es que la insistencia en su presencia en esta
Comisión y la postura contraria a su sustitución en la pasada Comisión no
se corresponda con la presencia hoy en la sala de los diputados y
senadores del grupo proponente, puesto que no alcanzan ni siquiera la
mitad.

En otro orden de cosas, quiero comentar que todos los miembros de esta
Comisión otorgamos, como ha sido puesto de manifiesto tanto por quien ha
actuado como portavoz del Grupo Parlamentario Socialista como por los
portavoces de Coalición Canaria y del Grupo de Convergència i Unió, a la
prevención la máxima prioridad de actuación en todo lo que se refiere a
política en materia de drogas, desde el convencimiento de que el ámbito
educativo constituye, junto con la familia, el espacio más idóneo para
articular los programas preventivos y de promoción para la salud.

Nos ha comentado usted, señora ministra, que las actuaciones en materia
de prevención por parte de su Ministerio se han encaminado en una triple
dirección: la formación del profesorado, los proyectos de intervención
específicos de drogodependencias y las publicaciones relacionadas con
esta materia. Nos ha dado usted una información exhaustiva sobre el
programa de la red europea, sobre el programa de prevención de
drogodependencias de Madrid (el PPD), sobre convenios de cooperación,
sobre programas de convivir es vivir. Ha hablado usted muy especialmente
de Madrid, de las comunidades autónomas, incluso de las ciudades
autónomas, con independencia de que se trate de las que forman parte del
territorio MEC o de aquellas que tienen transferidas las competencias en
materia de educación, que realizan programas de prevención escolar.

También nos ha hablado usted de los convenios suscritos con comunidades
autónomas, de la participación de su Ministerio en la publicación de la
encuesta de población escolar, del manual del alumno y del profesor, de
la asistencia a cursos de formación de 5.374 profesores, de las guías de
recursos humanos, de los programas en zonas de actuación preferente. Nos
ha dado usted una información absolutamente exhaustiva de cuáles son las
actuaciones que está realizando su Ministerio.

Volviendo a la prevención, en la que todos los grupos parlamentarios
estamos de acuerdo, en lo que no puedo estar enteramente de acuerdo es en
alguna de las manifestaciones que se han vertido, concretamente por la
portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, que ha tachado al Gobierno
actual de no actuar en materia de prevención de la forma debida. Ha
hablado de la falta de ideas, de la falta de rigor, de las formas. Yo
creo que esto no se corresponde con la realidad. Nunca hemos hecho en
esta Comisión lucha partidista. Siempre hemos dicho que aquí nadie tiene
que venir a ponerse medallas, sino que lo que tenemos que hacer entre
todos los grupos políticos es solucionar de la forma más conveniente, de
la forma más eficaz los problemas de la lucha contra la droga. Todos
convendrán conmigo que no fue en la prevención donde el Gobierno del
Partido Socialista incidió en su política en materia de drogas; sí lo fue
en la de creación de centros asistenciales, que nadie discute, pero no en
materia de prevención. Y cuando nosotros comentábamos en aquellos años la
necesidad de hacer prevención en las escuelas se nos decía que ellos eran
partidarios de no hacer esa prevención, de no dar tanta información a los
alumnos, porque esto producía un cierto interés por parte de esos alumnos



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en probar lo prohibido. Por lo tanto, repito que no acepto esa crítica
que se ha efectuado.

¿Por qué pensamos que la escuela debe tener un papel determinante en la
lucha contra la droga? Por varios motivos. Primero, porque la escuela es
uno de los principales agentes de socialización; segundo, porque actúa
sobre las personas en una fase del proceso de maduración en la que la
intervención del profesor tiene una gran incidencia; tercero, porque la
obligatoriedad de la escolarización hasta los 16 años implica que por la
escuela deben pasar todas las personas durante el período más importante
de la formación de su personalidad, porque la escuela es un espacio ideal
para detectar posibles factores de riesgo, porque los profesores son
agentes preventivos debido a su cercanía a los alumnos.

Los datos de que disponemos sobre el consumo de drogas en adolescentes y
a los que ha hecho mención la ministra son preocupantes. Sabemos que el
consumo de alcohol aumenta a partir de los 22 años; que el grupo
mayoritariamente consumidor de pastillas --me estoy refiriendo al MD, MA
y similares-- tiene edades comprendidas entre los 19 y 25 años; que la
edad media de inicio en el consumo de heroína son los 20 años; que la
cocaína es generalmente una droga de adultos, puesto que su inicio en el
consumo se produce en torno a los 22 años, y que las drogas de uso y de
abuso más frecuentes entre los escolares son el alcohol, el tabaco, el
hachís, concretamente los porros, y las pastillas. También tenemos datos
de que en torno a los 13-14 años tienen lugar los primeros consumos de
tabaco; alrededor de los 14 o los 15 años, los del alcohol y a los 16
años los de las pastillas y tripis, es decir, LSD. La droga más consumida
entre los escolares de 14 a 18 años es el alcohol, puesto que más de un
tercio de los escolares beben de forma habitual, cosa que nos preocupa
enormemente. Entendemos que es necesario desde las escuelas recordar a
los alumnos que lo que se tiene que hacer es consumir moderadamente el
alcohol. Y es curioso observar que es el fin de semana cuando la juventud
aprovecha para consumir alcohol, normalmente en bares, en discotecas y en
la calle. También hay que prevenir a los estudiantes de que las bebidas
que con mayor éxito consumen, el vino y el calimocho, no son bebidas que
no produzcan efectos, sino que los tienen y asimismo los licores de
frutas, el pacharán y los denominados chupitos.

Señorías, muchas veces partimos en la concepción del problema de la droga
de falsos estereotipos sociales que deforman la realidad. Por ejemplo, se
dice que todas las drogas son ilegales, cuando sabemos que eso no es
cierto. Hay drogas cuyo consumo y venta son legales en determinadas
circunstancias, me estoy refiriendo al alcohol y al tabaco, y hay otras
que no lo son en ningún caso. Otro falso estereotipo es el de que, de
todas las drogas, la que más problema causa es la heroína, que es la que
está considerada como la droga por excelencia, cuando la realidad es que
el consumo de heroína no es el único ni el mayor problema, sobre todo
debido a las pautas de consumo, que están variando enormemente en nuestro
país, donde se ha pasado del gran consumo de heroína que existía en los
años sesenta y setenta a otros tipos de consumo, como son las drogas de
diseño, el éxtasis y todo tipo de pastillas, quizá porque la juventud ha
considerado que la heroína produce unos trastornos que están a la vista y
se les ha hecho saber, de una forma absolutamente falsa, que las drogas
de diseño no tienen efectos nocivos.

Lo que está claro es que prevenir es tomar medidas para evitar el mal,
por lo que nosotros debemos tomar una serie de medidas y, sobre todo,
debemos enfrentarnos a factores de riesgo como son la mala adaptación de
los alumnos, la insatisfacción, la ausencia de motivación, el bajo
rendimiento escolar. Todo ello por la sencilla razón de que estos
factores de riesgo hacen que los alumnos busquen fuera del centro las
satisfacciones que no encuentran en él. He de decir que considero
necesario que cada centro elabore su propio proyecto de prevención y que
en ello intervenga toda la comunidad educativa, que cuente con
aportaciones y sugerencias no sólo de profesores, sino también de padres
de alumnos y de personas expertas en materia de drogas.

Y acabo, señora ministra, como he empezado, deseándole los mayores éxitos
y manifestando que conozco su enorme interés en esta materia.




El señor PRESIDENTE: Señora ministra.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma): En
primer lugar, quiero agradecer las intervenciones de todos los grupos.

Creo que su tono y el fondo de lo que han dicho tiene una sustancial
coincidencia con los planteamientos del Ministerio. Muy especialmente
agradezco las palabras del portavoz de Coalición Canaria, de la portavoz
del Grupo Parlamentario Popular y del portavoz de Convergència i Unió,
pero también las de las portavoz del Grupo Parlamentario Socialista,
porque creo que coincidimos en lo sustancial.

Voy a aclarar en lo que me sea posible algunas cuestiones que se han
tratado en las intervenciones de los grupos, aunque creo que en la
documentación que hoy hemos entregado a la Presidencia habrá suficiente
materia.

En relación con lo que ha dicho el portavoz de Convergència i Unió, si
llegamos o no a tiempo de prevenir y la edad en que esto debe hacerse,
quisiera decir que el programa sobre entrenamiento en habilidades de
vida, que así se llama, cuyos borradores he entregado ya a la
Presidencia, se desarrolla para los alumnos de sexto de primaria, es
decir, alumnos de 11-12 años, y entendemos que ésa es una edad en la que
sí llegamos a tiempo para la prevención. Este programa va dirigido a
entrenar en habilidades de vida, siendo, en concreto, sus objetivos
aumentar la autoestima, aumentar la capacidad de tomar decisiones y
resolver problemas, elegir libre y adecuadamente las actividades de ocio,
comunicarse con eficacia, hacer nuevos amigos, cooperar con los demás,
evitar malentendidos, controlar emociones molestas, decir no a peticiones
injustas y resistir las presiones de la publicidad. En definitiva, se
trata de una educación que permita al niño estar suficientemente motivado
o formado para poder rechazar la droga en un momento posterior, porque
probablemente no es a los 11 años cuando comienza el peligro del consumo
de drogas, legales o no, sino que es un poquito más tarde.




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Agradezco la intervención del portavoz de Coalición Canaria y le digo que
estamos totalmente de acuerdo con él en que la batalla importante es la
de la prevención.

En lo que se refiere a algunas de las preguntas que ha hecho la portavoz
del Grupo Parlamentario Socialista, por ejemplo, sobre la financiación de
algunos programas, tengo que decirle que el protocolo que han firmado los
tres ministerios --Sanidad y Consumo, Interior y Educación y Cultura--
estaba dotado, en el año 1997, con 425 millones de pesetas, en la parte
que se refiere a las subvenciones que da el Ministerio del Interior, y
con 95 millones de pesetas con cargo al Ministerio de Sanidad y Consumo;
el Ministerio de Educación y Cultura presta sus instalaciones y su
profesorado para este programa.

Respecto al programa de prevención de drogodependencias en centros
educativos de la Comunidad de Madrid, como ha dicho la portavoz del Grupo
Parlamentario Popular, quiero aclarar que la Comunidad de Madrid, dentro
del territorio que gestiona el Ministerio --las actuaciones de las
comunidades autónomas que tienen competencias plenas las desarrolla la
propia comunidad autónoma--, tiene un peso de más del 30 por ciento del
alumnado total del territorio MEC. Esta es la razón por la que en la
Comunidad de Madrid se han hecho programas específicos, tanto este de
prevención de drogodependencias como el de compensación, de los distritos
del sureste.

En cuanto al marco teórico de referencia que ha mencionado la portavoz
del Grupo Parlamentario Socialista en su intervención, tengo que decirle
que sí se ha elaborado un primer borrador. Lo que ocurre es que tiene que
ser revisado, por la importancia de los términos en que esté redactado, y
en el momento en que esté concluido se pondrá también a disposición de la
Cámara. Esta es la razón por la que no lo hemos entregado ahora.

También ha hablado la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, la
portavoz del Grupo Parlamentario Popular y los demás portavoces, de la
participación de los padres y de las madres en estos programas. Yo creo
que esto es muy importante y por eso me gustaría darles algunos datos. En
lo que se refiere al programa de prevención de las drogas, en el ámbito
de la Comunidad de Madrid, donde el programa está ya desde el año 1988,
hay que decir que los profesores que participaron en estos programas en
el primer curso 1988-1989 fueron 910 y que, sin embargo, en el curso
1997-1998, fueron 2.100. De los 910 del primer año, fuimos bajando a
488-400, ya en el curso 1992-1993 aumentaron a 673, a partir de ese
momento, con una pequeñísima bajada en el curso 1994-1995, ha habido un
incremento espectacular, que nos ha llevado, en el curso 1996-1997, a
1.300 y, en 1997-1998, a 2.100.

Tengo que decir, en cuanto a la encuesta sobre las drogas, a la que ha
hecho referencia la señora senadora, que es verdad que en el período
1994-1996 aumentó entre los estudiantes de 14-18 años la proporción de
consumidores de cannabis, pero también hay que decir que el consumo de
alcohol, por ejemplo, no parece estar extendiéndose ni ha aumentado la
intensidad de su consumo; es decir, los que lo consumen no consumen más
cantidad ni se ha extendido el número de consumidores. Tampoco se han
observado cambios importantes en la proporción de consumidores de otras
sustancias, como ha dicho la portavoz del Grupo Parlamentario Popular,
como la heroína, los tranquilizantes o los volátiles, por lo que yo creo
que el resultado de la encuesta sobre el uso de las drogas en la
población escolar puede ser moderadamente tranquilizador; no ha aumentado
la proporción de consumidores ni la intensidad del consumo.

Una cuestión muy importante a la que no había hecho referencia en mi
intervención, pero que creo que vale la pena que exponga ante la
Comisión, se refiere a las actuaciones de prevención de la droga a través
del deporte. Quiero decirles que el 8 de octubre de 1996, el Consejo
Superior de Deportes firmó un convenio con todas las instituciones
dedicadas a la lucha contra la droga a través del deporte, la Fundación
Deporte Joven, la Asociación de Deportistas contra la Droga, Deporte y
Vida, el Comité Olímpico Español y la Fundación de Ayuda contra la
Drogadicción, cuyo objetivo era aunar esfuerzos, evitar actuaciones
dispersas y aglutinar iniciativas para sacarles un mayor resultado.

Después de la firma de este convenio se han realizado multitud de
iniciativas deportivas conjuntas: carreras contra la droga, actividades
escolares, participación conjunta en certámenes --por ejemplo, en
Juvenalia--, y además se están realizando actividades en centros
educativos en horario extraescolar, justamente para animar a los alumnos
a practicar el deporte como alternativa a la droga.

En definitiva, señor presidente, y para concluir, quiero decir a todos
los grupos, pero especialmente a la portavoz del Grupo Parlamentario
Socialista, que la verdad es que yo no creo que haya existido una
actuación ocasional o de parches, sino que verdaderamente se ha
vertebrado la actuación de todas las administraciones públicas, al menos
de las estatales, en un marco de referencia que ha sido creado por
expertos y en el que se ha introducido una novedad, que hasta ahora no se
había considerado, que es realizar una evaluación generalizada de todos
estos programas. Este año se está evaluando de modo sistemático y general
todos los programas que se está llevando a cabo en contacto con los
propios agentes que realizan este programa. Yo creo que sería
incongruente reclamar la participación de agentes sociales y luego aducir
que se deja en sus manos la acción preventiva; no es verdad. El Estado
lleva a cabo una acción preventiva vertebrada y con fondos suficientes.

Como he dicho a S. S., hay fondos suficientes, pero éste es un problema
difícil.

Yo agradezco las intervenciones de todos los grupos porque estoy
convencida de que todos estamos de acuerdo no solamente en el fin sino
también en los medios, lo cual ya es muy importante. Desde el Ministerio
de Educación y Cultura lo que queremos es mejorar e intensificar nuestras
actuaciones en esta materia.




El señor PRESIDENTE: Finalizado el orden del día y agradeciendo a la
señora ministra de Educación y Cultura su presencia en esta Comisión, con
el mismo cariño y respeto que la hemos recibido, la despedimos.

Se levanta la sesión.




Eran las diez y veinticinco minutos de la mañana.