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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 87, de 24/02/1998
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DIARIO DE SESIONES DE LAS



CORTES GENERALES



COMISIONES MIXTAS



Año 1998 VI Legislatura Núm. 87



PARA EL ESTUDIO DEL PROBLEMA DE LAS DROGAS



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JUAN MORANO MASA



Sesión núm. 12



celebrada el martes, 24 de febrero de 1998,
en el Palacio del Congreso de los Diputados



ORDEN DEL DIA:



Preguntas:



--Del señor De la Encina Ortega, del Grupo Socialista del Congreso, sobre
ejecución del acuerdo del Consejo de Ministros de 24/01/97, por el que se
aprobó el Plan de Lucha contra la Droga (Número de expediente Congreso
181/001274 y número de expediente Senado 683/000038) (Página 1768)



--Del mismo señor Diputado, sobre el resultado del conjunto de programas
de asistencia y de reinserción de drogodependientes con problemas
jurídicos o internados e instituciones penitenciarias (Número de
expediente del Congreso 181/001275 y número de expediente Senado
683/000039) (Página 1771)



--Del mismo señor Diputado, sobre el grado de cumplimiento del Acuerdo
del Consejo de Ministros de 23/01/97, que aprobó el Plan de Medidas para
luchar contra la Droga, dentro del ámbito asistencial y de reinserción y
del Plan Nacional contra el Sida (Número de expediente Congreso
181/001276 y número de expediente Senado 181/000040) (Página 1774)



Página 1768




--Del mismo señor Diputado, sobre el grado de cumplimiento del Protocolo
firmado entre los Ministerios del Interior, Educación y Cultura y Sanidad
y Consumo, con el fin de impulsar la educación para la salud dentro del
sistema educativo (Número de expediente Congreso 181/001277 y número de
expediente Senado 683/000041) (Página 1776)



--Del mismo señor Diputado, sobre grado de cumplimiento del Acuerdo del
Consejo de Ministros de 24 de enero de 1997, que aprobó el Plan de
Medidas para luchar contra la Droga, en el ámbito del Ministerio del
Interior y Plan Nacional sobre Drogas (Número de expediente Congreso
181/001278 y número de expediente Senado 683/000042) (Página 1777)



--Del mismo señor Diputado, sobre el incremento de medios humanos y
materiales para las unidades de droga y crimen organizado (UDYCO) de
Cádiz, Algeciras y La Línea (Número de expediente Congreso 181/001280 y
número de expediente Senado 683/000044) (Página 1777)



--Del mismo señor Diputado, sobre la necesidad de incrementar los
efectivos policiales en la comisaría de La Línea (Cádiz) (Número de
expediente Congreso 181/001281 y número de expediente Senado 683/000045)
(Página 1781)



Se abre la sesión a las doce y diez minutos del mediodía.




PREGUNTAS:



--DEL SEÑOR DE LA ENCINA ORTEGA, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO, SOBRE
EJECUCION DEL ACUERDO DEL CONSEJO DE MINISTROS DE 24/01/97, POR EL QUE SE
APROBO EL PLAN DE LUCHA CONTRA LA DROGA (Número de expediente Congreso
181/001274 y número de expediente Senado 683/000038).




El señor PRESIDENTE: Buenos días, señores diputados y senadores.

Damos la bienvenida una vez más a nuestro compañero y amigo don Gonzalo
Robles, delegado nacional del Plan para la Droga, que viene en
representación del Gobierno. La sesión de hoy consiste en la formulación
de ocho preguntas, de las cuales el señor proponente va a acumular dos,
la 5 y la 7, en una sola.

El diputado don Salvador de la Encina Ortega tiene la palabra para la
primera pregunta.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Muy buenos días, señoras y señores.

Gracias, señor delegado del Gobierno, le doy la bienvenida a esta
Comisión. Antes de empezar a plantear las distintas preguntas, me va a
permitir que le anticipe que el motivo que me mueve a formulárselas está
basado fundamentalmente en conocer algo más el desarrollo del Plan de
medidas de lucha contra la droga en distintos aspectos; no en todos, sino
en algunos de ellos, los más importantes, que como usted sabe aprobó el
Gobierno hace algo más de un año. Y a la vez, por tanto, poder controlar
la acción del Gobierno en la puesta en marcha de esas medidas. Le
anticipo que intentaré trasladarlas, todas ellas, con un espíritu
constructivo y, como el nombre mismo de la Comisión indica, con el ánimo
de estudiar y de conocer algo más el problema de la droga.

Entrando ya de lleno en la primera pregunta, quiero decirle que a nadie
se le escapa que la aparición del sida y la constatación de que los
programas libres de drogas no tenían utilidad para todos los adictos
obligó a que la legislación en materia de sustancias sustitutivas hubiera
que flexibilizarla y adaptarla a la nueva situación creada. A partir de
principios de esta década comenzaron a desarrollarse en determinadas
comunidades y centros penitenciarios los programas de mantenimiento con
metadona. Por cierto, hay que decir que no sin las comprensibles
dificultades generadas por la simplista concepción de los programas como
la administración legal de esta droga. Por tanto, hoy en día nadie duda
ya de que la metadona no es un fin en sí mismo capaz de rehabilitar, sino
que juega un papel importante desde el punto de vista sanitario social.

En el ámbito penitenciario el tratamiento con metadona se demuestra
eficaz para un determinado grupo de internos drogodependientes, quienes,
al menos en una etapa de su proceso, necesitan este tratamiento y
obtienen beneficios terapéuticos importantes.

Durante el año 1996 la memoria del Plan reflejó el incremento tanto de
centros penitenciarios como de personas atendidas en estos programas con
metadona, extendiéndose al 80 por ciento y pasando de 2.041 personas a
5.828, si no he leído mal los datos.

El Gobierno, dentro del acuerdo del Consejo de Ministros de 24 de enero
de 1997, por el que aprobó el Plan nacional de medidas de lucha contra la
droga, acordaba extender a todos los centros penitenciarios estos
programas de reducción del daño con sustitutivos. Nos consta, señor
Robles, que durante el año 1997 dichos tratamientos con metadona han sido
impulsados notablemente en el ámbito penitenciario, habiendo obtenido
resultados quizás --no tengo datos exactos-- con más de 10.000 personas
que han pasado al tratamiento con metadona en nuestras prisiones.




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Dejando muy claro que desde el Grupo Parlamentario Socialista
consideramos la validez y la necesidad de estos programas, con el
objetivo de diversificar una oferta terapéutica que produzca cada vez
mayores beneficios a nivel individual y colectivo, pero también siendo
conscientes de que los mismos pueden derivar en problemas de distinta
índole, pues usted sabe mejor que nadie que no son la panacea que
resuelve todos los problemas de estos heroinómanos que se encuentran en
las prisiones, es por lo que le formulo fundamentalmente la siguiente
pregunta: ¿Cuáles están siendo los resultados y cómo se están aplicando
los programas de reducción del daño con sustitutivos en los centros
penitenciarios? ¿Se están llevando a cabo los programas de mantenimiento
con metadona en estos centros con un enfoque multifacético, tal y como
nos manifestó en su última comparecencia el director general de
Instituciones Penitenciarias? ¿Se están conduciendo a través de equipos
mixtos de intervención compuestos por personal penitenciario y
extrapenitenciario?



El señor PRESIDENTE: Señor delegado del Gobierno.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Señoría, le agradezco la intención de sus preguntas y el tono
que ha empleado en su introducción, y comparto, lógicamente, toda la
exposición que usted ha hecho. Los objetivos de los programas de metadona
son los que usted describe. Hay un amplio consenso en el conjunto de lo
que llamamos el Plan nacional, es decir, en todas las administraciones y
organizaciones no gubernamentales que trabajan en materia de
drogodependencias, precisamente en la dirección que usted ha apuntado.

Como usted bien ha dicho, en el Plan de medidas del Gobierno se incluía
precisamente hacer un esfuerzo importante en la extensión de los
programas de metadona, y muy especialmente en centros penitenciarios.

Usted ha dado los datos de la memoria del Plan nacional sobre drogas que,
como usted sabe, siempre tiene la dificultad, que ya hemos explicado en
muchas ocasiones, de publicarse cuando se dispone de los datos de las
diferentes administraciones; por lo tanto, siempre hay un cierto desfase
entre los que se publican y aquellos de los que en estos momentos
disponemos. Yo estoy en condiciones de poder facilitar los datos de las
personas atendidas en el año 1997 en instituciones penitenciarias. Se ha
pasado a un total de 11.605 personas atendidas en programas de metadona.

Fíjese usted la progresión que han tenido los programas, que son los
siguientes. En el año 1992 había en España 90 personas atendidas en
programas de metadona; en el año 1993 había 135 personas; en el año 1994
había 696 personas; en el año 1995 había 2.041; se dio un salto muy
importante (que usted ha explicado) en el año 1996, pasando a 5.826; y en
el año 1997 hemos cerrado, como digo, con 11.605. Creo que los datos son
suficientemente elocuentes del esfuerzo que se ha hecho realmente para
extender los programas de metadona.

Además, no solamente se trata del número de personas, sino también de los
centros. Es decir, deseamos que todos los centros dispongan lógicamente
de estos programas. El año pasado, cuando se aprobó el Plan de medidas
por el Gobierno, faltaban 25 centros penitenciarios en nuestro país por
acreditar y realizar programas de metadona. A lo largo del año 1997 estos
25 centros penitenciarios no solamente han acreditado sus programas, sino
que han desarrollado su puesta en marcha. Solamente en estos momentos hay
dos centros en el territorio español que no tienen programas de metadona.

Uno, por la propia razón de su tamaño, es el centro de Santa Cruz de la
Palma, en el que hay 32 internos y no se ha detectado una demanda de
programas de metadona. Por lo tanto, no lo hay no por falta de voluntad,
sino simplemente porque no hay demanda de programa de metadona. Y el otro
centro que quedaba pendiente, que está en proceso de acreditación, es el
de Logroño, que también se pondrá en marcha prácticamente en unos días.

Podemos decir, por lo tanto, que en este momento en el cien por cien de
los centros penitenciarios españoles se está llevando a cabo los
programas de metadona. Y además, como ven ustedes, hay un importante
aumento.

Usted pregunta también cuáles han sido los resultados obtenidos por estos
programas. Como usted ha explicado en los objetivos de los programas,
ésos son los que se han perseguido y los que se han obtenido. Es decir,
no solamente la literatura española arroja una información muy favorable
a los programas de metadona, sino que toda la literatura internacional
claramente avala la puesta en marcha de los programas internacionales. Ha
habido una disminución del hábito de compartir material de inyección
entre la población en tratamiento con metadona; ha habido una evidente
reducción del consumo de drogas; ha habido una reducción en la
prevalencia de la infección de VIH sida, que afortunadamente mejora mucho
la calidad de vida del drogodependiente y el índice de captación y de
retención de usuarios que rechazan cualquier otro tipo de intervención.

Por lo tanto, hay una disminución también de la conflictividad social,
vinculada al tráfico ilegal de drogas dentro de la prisión; es decir, ha
mejorado extraordinariamente; se ha incrementado el control sanitario
sobre la población penitenciaria; hay un incremento en el índice de
participación de internos en actividades de otra naturaleza, así como una
coordinación creciente con otro tipo de recursos comunitarios de los
planes autonómicos de droga. Por lo tanto, las ventajas son todas; quizás
las únicas ventajas serían que no los hubiera. Usted ha hecho una
afirmación que es que se derivan otros problemas. Probablemente todo en
la vida, cuando se pone en marcha, tiene una parte positiva y otra
negativa. Pero, sin lugar a dudas, lo enormemente positivo que generan
estos programas de metadona compensan cualquier efecto negativo que
pudieran tener, que en este momento francamente se nos escapa cuál es,
pero por supuesto estoy siempre dispuesto a recibir de S. S. cualquier
indicación. Las mejoras en el ámbito de la salud, en el ámbito del
control sanitario de estas personas, la posibilidad de que después den el
salto a programas libres de drogas son sin lugar a dudas hechos
constatados. Y por lo tanto, insisto, cualquier situación referida a los
programas de metadona en este momento significa un avance.




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Yo creo francamente que cualquier problema que pudiera ocasionarse
surgiría por la no existencia de los programas, más que su existencia. Es
claro que tenemos que ser exigentes con nosotros mismos y que después de
haber dado el salto tan importante --supongo que es fácil de reconocer el
esfuerzo que ha significado desde el punto de vista presupuestario y de
organización-- habrá que dar, sin lugar a dudas, otro en la exigencia a
los programas. Y en esa dirección nos va a encontrar S. S.




El señor PRESIDENTE: Señor de la Encina Ortega.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Señor delegado, estamos plenamente de
acuerdo y somos conscientes, por supuesto, de que ha disminuido el nivel
de conflicto en los centros en los que se aplica la metadona, que se ha
producido también una reducción de determinados incidentes directamente
ligados a la distribución de drogas en los centros penitenciarios, y esto
ya de por sí es bastante positivo, no cabe duda.

He manifestado en mi intervención anterior el apoyo, la validez y la
necesidad de estos programas de mantenimiento con metadona en las
cárceles y fuera de ellas. Ahora bien, eso no quita que le traslademos
que se debería reflexionar en serio sobre ese crecimiento espectacular,
sobre si es la mejor de las soluciones, sobre si habría que intentar que
esos programas fueran disminuyendo progresivamente sus dosis y la
necesidad de introducirlos dentro de un enfoque multifacético para que no
se produzcan problemas asociados y, sobre todo, si no se pueden ofrecer
otras alternativas. No cabe ninguna duda de que se deben adoptar estas
decisiones, porque, de lo contrario, cambiar la heroína por la metadona
se convertiría en la pura y simple sustitución de una droga ilegal por
una droga legal.

También nos hubiera gustado, señor delegado, que nos hubiera dicho algo,
y espero que lo haga a continuación, sobre si se ha producido un
incremento del personal especializado en el interior de las prisiones
para conseguir la atención adecuada a ese número tan importante de
reclusos que reciben la metadona, los más de 11.000 reclusos que usted
acaba de manifestar. Le preguntaría si ha sido similar ese incremento de
suministro con personal especializado, las medidas asistenciales que se
han llevado a cabo o si solamente se han limitado al suministro de
metadona pura y simplemente.

No ha contestado a si existen mejores y mayores medios de equipos, qué se
está haciendo para corregir la descoordinación existente con los reclusos
que salen a la calle y a los que tienen que continuar ofreciendo el
suministro de metadona para evitar que delincan nuevamente. Porque no es
válido ese triunfalismo si más que usted parece ser que manifiesta por el
hecho de haber duplicado en los últimos años el suministro de metadona.

Sinceramente, señor delegado, pensamos que hay que reflexionar sobre este
aspecto, porque no basta solamente con decir: tenemos ya 11.000 reclusos
a los cuales se les suministra la metadona y, por tanto, hemos corregido
determinados problemas que se daban dentro de las prisiones. Ese no es el
fin incluso del mandato constitucional; el papel debe ser mucho más
amplio, siguiéndoles en el proceso, generando complementariedad y
fomentando el trabajo coordinado entre los profesionales. De eso no me ha
dicho nada; yo espero que conteste ahora.

Le recuerdo que entre las recomendaciones que se hacen en el estudio y el
trabajo realizado por su propia delegación en colaboración con los planes
autonómicos sobre programas de mantenimiento con metadona en centros
penitenciarios se establecía lo siguiente, y leo textualmente:
Integrarlos dentro de un enfoque multifacético y conducirlos a través de
grupos mixtos de intervención compuestos por personal penitenciario y
extrapenitenciario. Ya lo manifestaba con claridad nuestro portavoz
coordinador, don Antonio Martinón, durante su última comparecencia, y lo
leo también textualmente. Decía mi compañero: Nos alegramos de que la
política de educación y reducción del riesgo progresen. Pero también
decía: Nos preocupa que esa política de reducción del riesgo no esté
acompañada de una política eficaz de reducción de adicciones. No se trata
por tanto, señor delegado, de que sustituyan la adicción a la heroína por
la adicción a la metadona, puesto que estos programas se conciben con el
objetivo general de que los drogodependientes den por finalizada su
adicción. Ese salto tan importante de los últimos años que se ha
producido en las prisiones, y que usted acaba de leernos, debe de ir
necesariamente acompañado de un mayor y mejor dispositivo de prestación
sanitaria. Por ello, nos gustaría conocer la relación entre ese
incremento del esfuerzo que se ha hecho en la distribución y la posible
efectividad como tratamiento de incorporación en la rehabilitación de
esos internos.

Ya hemos manifestado en otras ocasiones que los programas de metadona no
son la solución, sino una solución. Repito: no son la solución, sino una
solución, señor delegado. Lo mismo que le decimos que nos disgustaría
tremendamente que esos programas, que son, por cierto, muy baratos, los
utilizaran ustedes para no poner en marcha programas más caros pero más
beneficiosos para la recuperación de los delincuentes toxicómanos.

En definitiva, y termino ya, a nuestro grupo parlamentario le preocupa el
crecimiento exponencial que están sufriendo los programas con metadona,
que no es solamente geográfico en cuanto a centros, como usted ha
indicado, sino también en cuanto a personas a las cuales se les ha
suministrado. Y por lo tanto, le pedimos, señor delegado, que atienda
estas manifestaciones que le acabamos de realizar.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Señoría, yo en ningún momento he expresado ningún tinte
triunfalista en mi intervención; me he limitado a dar los datos que usted
me ha solicitado y he contestado, creo, a la literalidad de la pregunta
que usted me hacía. Introduce una serie de preguntas adicionales en este
momento que yo, si el presidente lo considera oportuno, estoy encantado
de contestar porque me parece que la información



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siempre es muy buena y nos ayuda a todos a entender mejor el problema.

Pero es preciso que mantengamos nuestros argumentos siempre y en cada
momento. Yo me alegro muchísimo de haberle escuchado a usted no solamente
decir que hay argumentos como que el programa de metadona no la única
solución, sino que forma parte de una solución global. Eso me parece un
avance, porque supongo que usted cuando habla en nombre de su grupo
mantiene la política de todo el grupo o de todo el Partido Socialista, de
la que yo indiscutiblemente tomo nota. Supongo también, cuando usted nos
habla de la necesidad de hacer otra serie de programas psicosociales, que
estará refiriéndose al conjunto del Estado. Será bueno dirigirse a
algunas comunidades autónomas con responsabilidad del Partido Socialista,
en donde sería conveniente que se hiciera exactamente lo que usted nos
está diciendo. Y yo desde luego tomo nota de ello para recomendar a
compañeros de su partido que hagan justamente lo que usted en este
momento está manifestando.

Además, es muy bueno pensar y no abandonar nunca la filosofía que nos
trae a todos aquí, que es conseguir realmente una sociedad libre de
drogas, en la que todos los programas tienen la finalidad de que una
persona deje la adicción. Por lo tanto, nosotros nunca hemos perdido el
norte de que el programa de metadona lo que persigue precisamente es que
una persona sea capaz de dejar su adicción, y eso hay que perseguirlo con
este programa de metadona o con cualquier otro. Y, como seguramente
tendremos la ocasión de debatir sobre otros programas que algunas
personas están intentando articular en nuestro país, habría que saber que
el objetivo debe ser no perder nunca de vista que una persona sea capaz
de dejar las drogas.

Por otra parte, usted ha hecho una afirmación, que es: sustituir una
droga ilegal por una legal. Como usted ya sabe, la metadona no es una
droga legal; la metadona es una droga sujeta a fiscalización, y por lo
tanto está sujeta lógicamente al control del Estado. Y esto significa que
tiene que hacerse un control; no podemos hacer una dispensación abierta
de la metadona. Todos los programas de metadona siguen un control
riguroso de dispensación y de prescripción. Todas son dispensadas por
profesionales de la salud; por lo tanto es un sanitario, un profesional,
un médico el que está entregando, el que está suministrando la metadona.

Y todo se hace con la finalidad de procurar un avance sanitario, social,
comunitario de la persona.

Precisamente el esfuerzo que este año ha significado el extender los
programas de metadona a estos centros no está solamente en el ámbito
penitenciario; el esfuerzo está también en coordinación con las
comunidades autónomas. No se ha hecho nada de espaldas a los planes
autonómicos; la acreditación de los centros se hace de acuerdo con ellos,
y por lo tanto una de las cuestiones que usted ha mencionado, que es la
coordinación de los recursos, le puedo asegurar que al día de hoy ya está
garantizada. En estos momentos se están dando pasos precisamente para
resolver esos problemas que usted anuncia, que son ciertos, como el de
que a las personas que pueden estar en un régimen abierto, que pueden
tener un permiso de fin de semana, no se les suspenda el suministro de la
metadona. En esa dirección es precisamente en la que se ha trabajado
conjuntamente con los planes autonómicos, y, por lo tanto, siempre con
las dificultades que puede tener alguna comunidad, algún ayuntamiento en
concreto para darle continuidad. Pero en términos generales, yo le puedo
decir que ésa es la filosofía que se está siguiendo.

Por lo tanto, los programas de metadona no han perdido en ningún momento
el norte de ser capaces de mejorar las condiciones de salud de estas
personas y de librarles de su adicción. Segundo, se hacen con una visión
precisamente multifacética, como usted ha dicho, y de acuerdo y en
coordinación con las comunidades autónomas. Lo que sucede es que usted
tendrá que reconocer que un esfuerzo de esta naturaleza, como el que se
ha hecho, necesita permanentemente un proceso de revisión y de mejora.

Pero la cuestión no es si ahora podemos hacerlo mejor y estamos
dispuestos a hacerlo, sino qué pasaba tan sólo hace dos años, por
ejemplo, con esas 11.000 personas que no estaban bajo un tratamiento. Es
decir, dígame usted cuál era entonces la alternativa que tenían las
11.000 personas que actualmente están en tratamiento. Porque quizá usted
está en mejores condiciones que yo de explicarme qué esfuerzo se había
hecho previamente, no sólo para los programas metadona, sino para otro
tipo de programas dentro de la prisión; porque usted me ha dicho ahora
que desean que los programas de metadona vayan acompañados de una visión
multifacética. Dígame usted, si es que había muchos recursos libres de
drogas dentro de las prisiones para que estas 11.000 personas, que en
algún sitio estaban, si estaban realmente libres de una adicción o si la
tenían aún más grave, que era la de la heroína.

Fíjese usted que en el año 1992, hace tan sólo 5 años, estamos hablando
de que había 90 personas en tratamiento de metadona; el resto de estas
11.500 personas, ¿qué tipo de tratamiento tenían en la prisión? Esa es la
pregunta. Me gustaría que usted me dijera si está de acuerdo en que
hayamos hecho un esfuerzo para que esas 11.500 personas que no estaban en
tratamiento en la prisión ahora lo sigan y hayan mejorado sustancialmente
sus condiciones de salud.




El señor PRESIDENTE: Señor De la Encina Ortega.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Si me permite una aclaración al delegado,
yo le rogaría que no nos enzarzáramos en volver la vista atrás, una y
otra vez; si quiere lo hacemos. Yo le he dicho cuáles eran mis objetivos
al plantear estas preguntas. Usted se empeña en volver la vista atrás y
en no atender a mis palabras, porque le he dicho que apoyamos esos
programas; de lo que dudamos es de la red asistencial que los acompaña.

Si quiere, yo cambio el tono. Pero la contestación no me parece tan
correcta.




--DEL SEÑOR DE LA ENCINA ORTEGA, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO, SOBRE
RESULTADOS DEL CONJUNTO DE PROGRAMAS DE ASISTENCIA Y DE REINSERCION DE
DROGODEPENDIENTES CON



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PROBLEMAS JURIDICOS O INTERNADOS EN INSTITUCIONES PENITENCIARIAS (Número
de expediente Congreso 181/001275 y número de expediente Senado
683/000039).




El señor PRESIDENTE: Segunda pregunta. El señor De la Encina tiene la
palabra.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Señor delegado, el nuevo Código Penal, como
usted usted sabe, proporciona dos bases fundamentales para el tratamiento
integral y la recuperación de los toxicómanos delincuentes.

Por una parte, se le da un tratamiento especial a la actividad delictiva
cometida bajo la dependencia de sustancias tóxicas, eximiendo de
responsabilidad penal al tiempo de cometer el delito si la persona se
halla en estado de intoxicación plena, ya sea de consumo de alcohol, de
drogas tóxicas, estupefacientes, etcétera, con la posibilidad incluso de
apreciar las atenuantes 1 a 6 del artículo 21; y por otra parte,
posibilitando la suspensión de la ejecución de la pena privativa de
libertad prevista en el artículo 87 del nuevo Código Penal para las penas
inferiores a 3 años. Igualmente, como sabe, se establecen medidas de
internamiento en centros de desintoxicación públicos o privados
debidamente acreditados u homologados. No cabe ninguna duda de que esto
ha supuesto un claro avance ante el ámbito de las medidas alternativas a
la prisión para los delincuentes drogodependientes, al permitírseles la
aplicación de la condena condicional en penas no superiores a 3 años, e
incluso cuando son reincidentes y siempre que no se trate de delincuentes
habituales.

La memoria del Plan sobre drogas correspondiente al año 1996 establecía
como punto de partida y con carácter general que era precisa la
consolidación de un plan global de intervención sobre la situación de los
drogodependientes con problemas jurídicos penales, articulando un
consenso institucional y político.

Igualmente el Gobierno, dentro de las órdenes de ayuda del Plan Nacional
sobre Drogas para 1997, decía que se establecería un conjunto de
programas para dar cumplimiento a los supuestos recogidos en el Código
Penal (que he mencionado anteriormente) referidos fundamentalmente a la
suspensión de la ejecución de las penas privativas de libertad no
superiores a 3 años, y que irían destinados al cumplimiento alternativo
de las penas en centros de desintoxicación y rehabilitación debidamente
acreditados. Sin embargo, en la comparecencia ante la Comisión el pasado
27 de mayo del director general de Instituciones Penitenciarias, señor
Yuste, se reconocía ciertas dificultades en la aplicación de estas
medidas e incluso manifestaba --textualmente lo leo-- que ni siquiera
sabía cuántas personas había en España que tenían suspendida una condena
por ser toxicómanas y estar en proceso de recuperación.

Y usted mismo, señor delegado, en su comparecencia de 18 de diciembre de
1997 nos manifestaba que durante el año 1996 había aumentado de forma
importante el número de detenidos, pero en la memoria de 1996 del Plan se
observa que la atención a los drogodependientes con problemas jurídicos
penales, los programas en comisarías y juzgados y los programas
alternativos a la privación de libertad han disminuido. Eso se refleja
perfectamente con un estudio de la memoria. Empezamos a observar con
cierta preocupación que el actual Gobierno no concede la importancia
debida a las medidas alternativas a la prisión para delincuentes
toxicómanos que estaban previstas en el nuevo Código Penal, y que no se
está haciendo prácticamente nada para ponerlas en marcha.

Por ello, señor delegado, le formulo la pregunta siguiente. ¿Se están
considerando prioritarios los proyectos y los programas para
drogodependientes con problemas jurídicos e internados en instituciones
penitenciarias? ¿Cuál es la función que se le está asignando en esos
programas a personas que están en esta circunstancia? ¿La Dirección
General de Instituciones Penitenciarias tiene algún acuerdo con su
delegación o con las comunidades autónomas para hacer un seguimiento
concurrente de esas personas a las que he mencionado en la pregunta?



El señor PRESIDENTE: Señor delegado del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Señoría, yo encantando de contestarle a la batería de preguntas,
pero vuelvo a decirle que no se ajustan a la literalidad de las que a mí
me han llegado por escrito; pero en todo caso, estoy encantado de darle
esa información.

Usted sabe bien, porque supongo que ha manejado el informe de la Comisión
Mixta del Congreso y el Senado, que se señalaba que los programas de
atención han de orientarse especialmente a atraer a las redes
asistenciales normalizadas a los consumidores de drogas con más
necesidades sociales y sanitarias. Esta normalización conlleva una mayor
implicación de los sistemas generales, tanto de salud como de servicios
sociales. Es decir, se optó claramente en el informe de la Comisión Mixta
por lo que llamamos la normalización y el no crear redes paralelas. Por
lo tanto, los recursos que en este momento hay en nuestro país para el
cumplimiento alternativo son los siguientes: 476 centros ambulatorios,
717 dispositivos prescriptores o dispensadores de metadona, 89
comunidades terapéuticas, 48 unidades de desintoxicación hospitalaria y
397 centros de tratamiento de alcoholismo. Todos éstos centros están a
disposición de los diferentes juzgados, de los diferentes tribunales para
hacer cumplir esta posibilidad, esta alternativa. Lo que nunca hemos
negado, señoría, es que una cuestión es legislar y otra es articular un
sistema que haga posible el cumplimiento efectivo de estas leyes. Yo creo
haberme referido en esta Comisión en alguna circunstancia a los
procedimientos que estábamos siguiendo precisamente para que los jueces
hagan uso de los diferentes instrumentos que la red normalizada pone a su
servicio.

A lo largo de este año, como usted sabe, porque lo hemos hecho público,
ha habido un gran número de jornadas con el Consejo General del Poder
Judicial, en conexión con los planes autonómicos de diferentes
comunidades, en donde hemos hecho una acercamiento de la realidad
asistencial al mundo de la judicatura, para que los jueces y



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también sus diferentes funcionarios dispongan de una información amplia y
completa de los distintos recursos que puedan utilizarse en los diversos
perfiles que se dan en las personas que pasan por sus juzgados.

Se ha hecho, como usted sabe, una actualización de los catálogos de
recursos disponibles y se ha enviado al Consejo General del Poder
Judicial y a todas las audiencias españolas para que realmente se tenga
esta información. Esto ha hecho posible esta toma de conciencia creciente
de los diferentes juzgados, que son los que dictan las penas, como usted
bien sabe, y que son los que hacen el seguimiento. Usted pide a la
delegación o a la Administración de Justicia que haga un seguimiento que
le corresponde obligatoriamente al juez que dicta la sentencia. El juez,
cuando pide el internamiento de un toxicómano en un centro de tratamiento
o en otro tipo de programa, es el que tutela su cumplimiento y, por lo
tanto, la Administración no es quien se encarga de este tema, sino
simplemente de facilitar los recursos, los instrumentos para que así sea.

Se ha avanzado en ese sentido porque hemos ofrecido unos recursos; se ha
hecho un esfuerzo en su catalogación; se han celebrado jornadas con el
Consejo General del Poder Judicial y además, como ahora le diré, se ha
hecho un esfuerzo de priorización de los recursos económicos.

Nosotros hemos elaborado este año un primer estudio, que ha sido
realizado por la Delegación del Gobierno para Plan Nacional sobre Drogas,
sobre servicios sociosanitarios y sistemas de justicia criminal. Este
estudio trata de la utilidad de los tratamientos alternativos a la
prisión como facilitadores de la reinserción social de drogodependientes
delincuentes. Ese ha sido realizado por el SIAD y ha sido subvencionado
por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas. En
este estudio, que está aportando en estos momentos datos importantes de
análisis, durante el período de julio de 1996 a marzo de 1997 se ha
podido comprobar, por ejemplo, que 812 personas están cumpliendo
tratamientos alternativos.

Hemos tenido solamente una respuesta parcial de los diferentes jueces,
que abarca al 70%, y de 115 centros de tratamiento distribuidos por
comunidades autónomas. Tenemos otros datos complementarios que hemos
cruzado con las memorias que tienen organizaciones no gubernamentales
que, como usted sabe, son receptoras de este tipo de personas; es el
caso, por ejemplo, de Proyecto Hombre. Además de estos 812 que yo le
estoy refiriendo Proyecto Hombre ha acogido durante el año pasado a 639
personas. Es decir, que los diferentes juzgados han decidido que
cumplieran su pena alternativa en Proyecto Hombre.

Con cargo a la Ley del fondo se han destinado 44 millones para programas
de atención al colectivo de drogodependientes con problemas
jurídico-penales. A través de las subvenciones de las ONG de ámbito
estatal, de las que la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional
sobre Drogas también dispone, se ha destinado un total de 19 millones.

Por el 0,52 por ciento del IRPF se han destinado 200 millones de pesetas
para programas dirigidos a drogodependientes y reclusos, sin tener en
cuenta, claro está, los 342 millones que la Delegación del Gobierno
transfiere a los diferentes planes autonómicos. En total en el año
pasado, en 1997, se han destinado 600 millones de pesetas desde la
Administración central precisamente a impulsar estos programas, además de
las medidas, lógicamente, que yo le he expresado hace un momento; es
decir, que es un esfuerzo de coordinación y de impulso. Pero en todo caso
es verdad que tenemos que conseguir concienciar aún más al estamento
judicial de que haga uso de todos los recursos que están disponibles en
los diferentes planes autonómicos. Pero en todo caso, este año
--insisto-- ha habido un esfuerzo de organización y presupuestario. Hay
cifras reales, que son estos 812 más 639, que nosotros podamos acreditar
que son personas que están cumpliendo penas alternativas en este momento.




El señor PRESIDENTE: Señor De la Encina.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Señor Delegado, yo le quiero recordar
alguna de sus manifestaciones que también nos hizo usted en su primera
comparecencia como delegado nacional el 27 de junio de 1996. Decía que en
esos momentos el tema estrella en relación con las instituciones
penitenciarias era éste: que teníamos que articular el mandado del Código
Penal para que estas personas pudieran cumplir su condena en centros
acreditados y con determinadas circunstancias en lugar de en la cárcel.

Parece ser que ahora la culpa de que le traslademos nuestra preocupación
y de que no haya tantas personas como deberían estar la tienen los
jueces. Ya sé; por supuesto, no haría falta más que me dijera que la
sentencia la ponen los jueces.

Usted nos expuso que el problema no era el que no existieran centros
acreditados u homologados en aquella ocasión, sino que era financiero,
presupuestario, y nos dijo también que había que saber cómo se transfería
la responsabilidad de los costes a los centros que dependen en muchos
casos de los ayuntamientos o de las comunidades autónomas. Yo creo que
ése sigue siendo el problema actualmente; no el que los jueces o el
aparato judicial no actúen adecuadamente.

Su intervención no ha despejado muchas dudas que tiene mi grupo en este
tema. No sabemos --le he preguntado, y no me ha contestado-- cuántos
convenios han sido modificados en virtud de las nuevas condiciones del
Código Penal y de las nuevas condiciones que establece el Reglamento
Penitenciario que, como usted sabe, recibieron del anterior Gobierno la
aprobación, e igualmente de estas Cortes. Desconocemos si se tiene
firmado por la Delegación algún convenio con la Dirección General de
Instituciones Penitenciarias y con las comunidades autónomas.

En definitiva, señor delegado, consideramos que ustedes están ahora
restringiendo la aplicación de estas normas penales y que la gestión del
Gobierno no ha supuesto ninguna mejora para la situación de estas
personas. Que, por tanto, la letra de las leyes que aprobó la mayoría de
las Cortes, cuando era una mayoría progresista, ahora no se está
aplicando.

Por último, quiero decirle que no consta que la Dirección General de
Instituciones Penitenciarias tenga --si no



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me corrige usted; a lo mejor estoy equivocado-- ningún acuerdo con su
Delegación o con las comunidades autónomas para hacer un seguimiento
concurrente a estas personas.

Entendemos que existe un problema eminentemente presupuestario y una
falta de voluntad para hacer llegar todos los recursos necesarios
obligados por mandato del Código Penal y, por tanto, le instamos a su
cumplimiento.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Señoría, yo sé que usted no es que no lo entienda, seguramente
es que hay algún matiz que no ha leído bien en todas estas informaciones.

Usted sabe bien cuando se dicta una sentencia alternativa que la persona
no ingresa en el sistema penitenciario. Por lo tanto, usted está pidiendo
un seguimiento concurrente a una institución en la que no ingresa, puesto
que va realmente a cumplir una condena alternativa. No estamos hablando
de una persona que proviene del sistema penitenciario, sino que no llega
nunca a ingresar en él. Es un matiz que probablemente a usted se le
escapa.

Me recuerda unas palabras en las que me sigo reafirmando: es un tema
estrella, es un tema fundamental, porque las leyes se hacen pero después
hay que articularlas, como tantas cosas. Nosotros hemos hecho esa fase,
hemos aprobado entre todos un Código Penal, pero entre todos no se está
dando en este momento precisamente un impulso; lo está haciendo realmente
el Gobierno, que es el que tiene la responsabilidad. Le acabo de decir
(usted ha hablado de un tema presupuestario) que el Gobierno ha destinado
este año 600 millones de pesetas precisamente para que este asunto
presupuestario del que usted habla pueda paliarse. Estamos transfiriendo
la responsabilidad a los centros, por ejemplo, a entidades privadas, como
es el caso de Proyecto Hombre, cuando se encuentra que un juez dice que
en un momento determinado sería conveniente que esta persona cumpliese su
pena alternativa dentro de la institución Proyecto Hombre. Alguien tiene
que financiar evidentemente Proyecto Hombre en estas circunstancias, o
puede endosarle esta responsabilidad a una comunidad terapéutica pública
dependiente de una comunidad autónoma. Evidentemente también hay que
hacer un esfuerzo en ese sentido.

Fíjese que la Delegación del Gobierno ha transferido a las comunidades
autónomas directamente para estos programas 342 millones y, como ya le he
dicho, en la totalidad del Estado 600 millones. Si a usted le parece que
es insuficiente en un año el esfuerzo de conseguir que 1.500 personas y
600 millones de pesetas se destinen a este propósito, junto con todo lo
anterior, está usted en su derecho; evidentemente todo es valorable. Yo
creo que en menos de un año haber hecho el esfuerzo de destinar 600
millones de pesetas, haber puesto 1.500 personas (que podamos acreditar
en este momento, que seguramente serán más) para ayudar en un
cumplimiento alternativo de condenas, a mí me parece francamente muy
importante. Y es obvio que seguiremos en esa dirección. Yo no he hecho,
como usted ha dicho antes, ninguna lectura triunfalista ni digo que
hayamos tocado techo. Estamos persuadidos absolutamente de que tenemos
que seguir haciendo un esfuerzo presupuestario y también en la
coordinación y mejora de los instrumentos. Este año lo hemos hecho y le
he relatado no solamente el esfuerzo económico; le he hablado también del
esfuerzo de organización que hemos hecho con el Consejo General del Poder
Judicial, que no es culpa de nadie. Yo no he manifestado ninguna palabra
de culpabilidad; yo lo que he dicho es que hay que introducir mecanismos
de coordinación y de información para que todos podamos saber qué
recursos tenemos y cómo utilizarlos mejor.




--DEL SEÑOR DE LA ENCINA ORTEGA, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO, SOBRE
EL GRADO DE CUMPLIMIENTO DEL ACUERDO DEL CONSEJO DE MINISTROS DE 23-1-97,
QUE APROBO EL PLAN DE MEDIDAS PARA LUCHAR CONTRA LA DROGA, DENTRO DEL
AMBITO ASISTENCIAL Y DE REINSERCION Y DEL PLAN NACIONAL CONTRA EL SIDA
(Número de expediente Congreso 181/001276 y número de expediente Senado
683/000040).




El señor PRESIDENTE: Pregunta siguiente. Señor De la Encina.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Señor delegado, dentro del ámbito
asistencial y de reinserción que contemplan las medidas para luchar
contra la droga que aprobó el Gobierno el 24 de enero del año pasado se
establece el desarrollar una experiencia piloto en el centro
penitenciario de Madrid V, Soto del Real, consistente en la instalación
dentro de la cárcel de una comunidad terapéutica. Sabemos, porque usted
mismo lo anunció, que se está desarrollando a cargo exclusivamente de una
ONG, Proyecto Hombre, que se financia a través del 0,5 por ciento y de la
Ley del fondo; me parece, si no tengo mal la noticia, que se han
destinado alrededor de 50 millones en el año 1997 y que combina el
programa de mantenimiento de metadona con programas libres de droga.

Desde nuestro punto de vista, y por supuesto sin entrar a cuestionar la
eficacia terapéutica de las modalidades de tratamiento que practica
Proyecto Hombre, nos parece que este tipo de experiencias (que ya se
habían realizado en España, más concretamente en Cataluña) no son
totalmente satisfactorias. Por lo que sabemos de este proyecto de Soto
del Real, la selección de los internos ya se hizo; se está trabajando con
alrededor de 40 de ellos distribuidos en grupos terapéuticos y nos
gustaría saber cuáles son los resultados de esa experiencia piloto hasta
ahora.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Yo estoy encantado de dárselo, aparte de que seguro



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que también Proyecto Hombre va a tener la ocasión de explicárselo a su
portavoz coordinador en un plazo muy corto de tiempo. Es bueno que se
visiten los proyectos para que se pueda conocer in situ realmente el
esfuerzo que estamos haciendo entre todos.

Iba a aclararle con carácter previo que todo lo que en este momento
podamos hacer del proyecto evidentemente es una evaluación inicial. Como
usted sabe, el proyecto no está ni mucho menos acabado; es un proyecto
que está casi en su fase inicial, cuya evaluación la tendremos más
adelante. Pero todos los datos hasta ahora son extraordinariamente
positivos.

Usted de entrada ha introducido un factor de evaluación acerca de que no
es una experiencia totalmente satisfactoria. Le vuelvo a decir lo mismo,
señoría: probablemente hay pocas cosas en la vida que sean totalmente
satisfactorias; lo que hay que ver es si son lo suficientemente buenas y
satisfactorias como para lograr el objetivo que estamos persiguiendo.

Es curioso, porque fíjese que la primera pregunta que usted me hizo esta
mañana se refería a la necesidad de hacer planes multifacéticos, y no
hacer solamente un programa de metadona. El proyecto de Soto del Real es
precisamente multifacético, es decir, que abarca todas las ofertas
terapéuticas que podría tener un interno cuando estuviera en libertad en
la calle; por lo tanto, la filosofía de este proyecto trata de reproducir
el mismo esquema terapéutico del que dispondría una persona que no
estuviera privada de libertad. Por lo tanto, se hace un esfuerzo de
diversidad terapéutica: Hay efectivamente una parte del programa de
mantenimiento con metadona; hay una parte libre de drogas; es una
comunidad terapéutica mixta (para hombres y para mujeres), y es
evidentemente también un programa de derivación; por lo tanto es un
programa completo y con todas las fases que se podrían tener en una
comunidad terapéutica. Hemos tratado de reproducir un esquema, un clima,
una filosofía, una forma de trabajo, una dinámica dentro de la comunidad
similar a la que tendría --insisto-- un interno que estuviera fuera de la
prisión.

Ha habido una fase primera de información que conoce usted muy bien
porque se la han relatado. Ha habido una parte de formación del personal
del centro, en donde se han integrado 30 profesionales penitenciarios de
todas las categorías sobre el tratamiento de las drogodependencias; por
otra parte, se ha formado sobre el régimen y normativa penitenciaria al
personal comunitario colaborador. Es decir, se ha hecho un esfuerzo de
preparar y de juntar los dos equipos que están trabajando: el equipo
intrapenitenciario y el equipo extrapenitenciario. Por tanto, en esa fase
se ha hecho un gran trabajo con los profesionales.

Ha habido también una parte de iniciación y motivación en la que se han
detectado y asesorado a más de 100 internos drogodependientes para su
incorporación a alguna de las ofertas terapéuticas, según el grado de
motivación y de valoración que se lleva a cabo. Está haciéndose un
programa de tratamiento de metadona, que se inició con 40 usuarios y que
en estos momentos ya tiene 100.

Respecto al programa libre de drogas se han constituido 3 grupos de
intervención, dependiendo de la diferente fase de motivación: un grupo A,
el de mayor tiempo en el programa, más preparados para ingresos en la
unidad terapéutica; un grupo B de nivel intermedio y un grupo C con
internos que acaban de ingresar.

Se ha creado un centro de día con un módulo y en él se trabaja en
diferentes niveles. En este momento hay un total de 42 internos, y de
éstos, que están en el módulo libre de drogas, 3 de ellos son mujeres.

Por lo tanto, inmediatamente la siguiente fase sería constituir como tal
la unidad terapéutica mixta.




El señor PRESIDENTE: Señor De la Encina.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Solamente he de decir que antes de nada
deseamos dejar perfectamente clara nuestra opinión sobre Proyecto Hombre,
a la que consideramos como una organización con una solvencia acreditada
en el tratamiento de drogodependientes fuera de toda duda, y cuya
participación en este proyecto a buen seguro que va a enriquecer la
experiencia. No obstante, ya le he señalado anteriormente que nos hubiera
parecido quizás más oportuno el que este programa se hubiera alternado
con otro realizado por profesionales, porque al estar gestionado
exclusivamente por una ONG, como es Proyecto Hombre, con la cual, ya le
digo, tenemos precisamente mañana una reunión para tratar asuntos
relacionados con la anterior pregunta, y para otros temas, sí tenemos
igualmente el legítimo derecho a plantear si no hubiera sido más
razonable que se hubiera hecho como con las otras experiencias de la
propia Dirección General de Instituciones Penitenciarias, en las que se
establecía una estrecha colaboración entre las ONG y el personal de la
propia institución.

Los datos nos indican, y usted lo ha ampliado algo más, no obstante, que
las ONG desarrollan una función fundamental en este y en otros campos, en
todos los que nos ocupan, fundamentalmente en el ámbito educativo y
familiar. Por ello, nos hubiera gustado más que esta experiencia piloto
hubiera sido desarrollada a través de sociedades de profesionales.

Nuestra opinión parece ser que también es coincidente, al menos así me lo
han trasladado, con la de los funcionarios del propio cuerpo de
Instituciones Penitenciarias. No obstante, estas cuestiones son de
matices y de reflexión, y lo importante es que se puedan cumplir los
objetivos del proyecto para ver posteriormente la viabilidad de su
implantación en otros centros, y así poder dar satisfacción al
tratamiento del régimen de internado para aquellos penados y penadas
cuyas características personales hacen inviable un seguimiento
ambulatorio.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Usted introduce un lenguaje complicado, porque menciona lo
profesional. Y en el ámbito de las drogas, como usted sabe, hay muchas
organizaciones de voluntarios, pero altamente profesionalizadas; es el
caso de Proyecto Hombre. Es decir, es difícil entender o no enjuiciar a



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Proyecto Hombre como una entidad precisamente no profesional. El hecho de
que sea una organización no gubernamental o que sea una organización
donde haya un porcentaje muy alto de voluntariado desde luego no le quita
ni un ápice de profesionalidad. Yo casi me atrevo a decir que tiene uno
de los mejores niveles de profesionalidad de nuestro país. Por lo tanto,
el objetivo que usted persigue se ha cumplido perfectamente. Usted habla
además en realidad de producir una simbiosis entre los equipos; le acabo
de relatar cuáles han sido las fases; se ha producido una simbiosis entre
los equipos intrapenitenciarios y los extrapenitenciarios.

Y lo que usted llama asociaciones de profesionales son entidades,
empresas constituidas para prestar determinados servicios, que nos parece
muy lícito. Lo que sucede es que nosotros hemos procurado abrir un poco
más la prestación de servicios. Ha habido entidades en el historia del
Plan nacional, con excelentes profesionales que han cumplido sus
programas, que siguen haciéndolo y que no han perdido ninguno de sus
programas, pero a nosotros nos gusta que haya un poco más de juego y de
pluralidad para los demás. Por lo tanto, a esas asociaciones de
profesionales a las que usted se refiere, que algunas siguen prestando
excelentes servicios también en el ámbito penitenciario, no se les ha
mermado en absoluto su nivel de prestación de servicios o, por decirlo de
otra forma, su negocio, porque son empresas que compiten por determinados
servicios; no les ha supuesto merma en nada en absoluto que haya
organizaciones altamente profesionalizadas que hayan desarrollado también
programas de esta naturaleza.




--DEL SEÑOR DE LA ENCINA ORTEGA, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO, SOBRE
EL GRADO DE CUMPLIMIENTO DEL PROTOCOLO FIRMADO ENTRE LOS MINISTERIOS DEL
INTERIOR, EDUCACION Y CULTURA Y SANIDAD Y CONSUMO, CON EL FIN DE IMPULSAR
LA EDUCACION PARA LA SALUD DENTRO DEL SISTEMA EDUCATIVO (Número de
expediente Congreso 181/001277 y número de expediente Senado 683/000041).




El señor PRESIDENTE: Señor De la Encina, pregunta número cuatro.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Señor delegado, el Gobierno, entre las
medidas de prevención de las drogodependencias que aprobó en el Plan de
medidas para la lucha contra la droga de 24 de enero de 1997, establecía
también el poner en marcha una experiencia piloto de prevención en zonas
que requerían una actuación preferente, consistente en la utilización de
los centros escolares fuera del horario escolar con la puesta en marcha
de actividades complementarias (deportes, talleres, arte, etcétera). Se
decía que estas experiencias se iban a llevar a cabo en 60 centros
simultáneamente, y usted mismo ya nos informó en su última comparecencia
ante esta Comisión que en cuanto a la coordinación institucional se
firmaría --creo que ya se ha firmado-- un protocolo de intenciones y una
adenda en 1997 con el Ministerio de Educación y Cultura para poner en
marcha esa experiencia piloto, Todos estamos de acuerdo y nos consta que
también es una de sus mayores preocupaciones, la suya y la de esta
Comisión, la de potenciar las actividades relacionadas con la prevención,
puesto que ello supone el mayor desafío al que nos enfrentamos para
intentar afrontar este fenómeno de las drogas.

Por eso, consideramos que la intervención educativa tiene que ser un
proceso sistemático y no una simple acción concreta, del mismo modo que
estimamos que la sincronía entre la escuela y la familia es absolutamente
indispensable, como reflejan los numerosos manuales que se acaban de
editar, y también los que se editaron en el pasado. Por tanto, estamos en
esa misma línea, que es la que se está desarrollando actualmente.

La experiencia piloto parece ser que se ha empezado a desarrollar
recientemente y nos gustaría que nos aportara alguna valoración más sobre
la misma.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Efectivamente, señoría, se firmó un protocolo dentro del
convenio de colaboración del Ministerio de Sanidad, del de Educación y
del de Interior, pero que no solamente incluía esta experiencia piloto,
sino también otras medidas adicionales que ahora le relataré. Pero en lo
que se refiere al programa piloto --en su exposición lo ha corregido; yo
tenía una pregunta en la que ustedes hablaban de 30 centros--,
efectivamente, no son 30, sino 65 centros de educación primaria en zonas
de actuación preferente del territorio MEC. Está dirigido a 3.000 alumnos
de sexto curso de primaria, que son los que en este momento están
inmersos en el programa, en esos 65 centros. Para llevar a cabo esta
intervención han sido formados con cargo a este proyecto específico 350
profesores que están interviniendo en las aulas con sus alumnos. Como
complemento se está llevando a cabo un programa de actividades
extraescolares en cada una de estas zonas. La puesta en marcha de esta
acción la realiza una serie de organizaciones no gubernamentales de
reconocido prestigio. Por tanto, estamos hablando de 65 centros en los
que hay 3.000 niños que están siguiendo el programa con 350 profesores
implicados exactamente en esta parte de la evaluación.

Después se ha creado un equipo de coordinación con representantes del
Ministerio de Educación, de la Delegación del Gobierno para coordinar
lógicamente todas estas actividades de nivel escolar. Se ha constituido
un seminario de expertos para establecer el marco teórico de la educación
para la salud en la escuela que determinará los contenidos y los
procedimientos adecuados. Se han realizado 22 seminarios de formación en
prevención de drogodependencias, dirigida al profesorado de 16 provincias
del territorio MEC, en el que ha participado un total de 1.100
profesores. Se han subvencionado 18 proyectos elaborados por
confederaciones, federaciones o asociaciones de padres



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para el desarrollo de programas y materiales de prevención.

Y por último, como usted bien conoce, porque lo hemos hecho llegar a la
Comisión Mixta, se ha desarrollado el manual que se llama Actuar es
posible en la escuela, que trata sobre la prevención de las
drogodependencias en la comunidad escolar. Y juntamente con éste,
acabamos también de hacer público el manual Actuar es posible en familia,
porque, como usted bien dice, es fundamental que haya una buena
confluencia de objetivos entre el ámbito escolar y el familiar.

Sabe usted que el proyecto al que hemos hecho referencia en la primera
parte, el proyecto piloto, tenía una previa evaluación y una
postevaluación. Hemos hecho la primera parte de la evaluación, pero hay
que finalizar este curso para poder hacer realmente la evaluación del
programa como tal, intraescolarmente.

Así que éstos son los datos que hasta la fecha le podemos aportar.




El señor PRESIDENTE: Señor De la Encina.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Solamente quiero señalarle que
efectivamente aparecen 30, porque en el Plan que nos entregaron se habla
de 30; luego el ministro, en una comparecencia que tuvo en esta Comisión,
habló de 60. Al final parece ser que se ha firmado con 65; me parece que
es un matiz sin mucha importancia.

Simplemente quisiera añadir, como ya le he indicado, que nos parecen bien
todas las medidas preventivas, que la prevención tiene también que
atender problemas sociales que a veces están en la raíz de los problemas
de la drogodependencia. Hay zonas geográficas de alto riesgo, y lo son
porque en ellas operan organizaciones criminales. Hay zonas en las que
este problema se da porque existe una base de cultivo, lo mismo que
existen otras zonas de riesgo con multitud de problemas sociales que
quizá, si se atajaran a fondo, no existirían estos problemas de la droga.

Y hay concretamente en España muchas zonas afectadas. No obstante, por
supuesto, aplaudimos cualquier experiencia piloto. La iniciativa de la
Delegación del Gobierno nos parece adecuada, pero también nos gustaría
que se orientara hacia la promoción de experiencias aisladas, como la que
acabo de señalar anteriormente, teniendo en cuenta además todo el rico
acervo institucional con que cuentan las comunidades autónomas, porque
esta experiencia solamente se está realizando en los centros del MEC.

Desearíamos que se tuviera en cuenta a los entes locales, a los servicios
de juventud, de menores, y los distintos asuntos sociales que se han
abordado en los últimos años. No sabemos, o al menos a mí no me consta,
que se esté haciendo hasta ahora. No quiero decir que no se esté
haciendo.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Señoría, compartimos prácticamente lo que usted ha dicho.Y para
su tranquilidad debe saber que estos proyectos pilotos básicamente se
están centrando en lo que he dicho que son zonas de actuación preferente
que, como usted sabe, tienen una serie de características comunes, que
muchas veces son los parámetros que usted ha descrito (fracaso escolar,
insuficiencia de infraestructuras comunitarias y de otro naturaleza); por
lo tanto, se han elegido zonas de actuación preferente. Y, por supuesto,
le puedo decir que este programa incluye una coordinación con los
servicios comunitarios, es decir, estamos en la fase en la que
precisamente el programa en este momento está entrando en coordinación
con los proyectos comunitarios y con la familia, porque se está tratando
de implementar un proyecto que, como usted conoce seguramente, es el
modelo de Botvin, que es un modelo altamente experimentado en muchas
partes del mundo, básicamente de integración; es un modelo de trabajo de
habilidades fundamentalmente. Por lo tanto, el proyecto está en esa fase,
y ése es el objetivo que se persigue.




--DEL SEÑOR DE LA ENCINA ORTEGA, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO, SOBRE
EL GRADO DE CUMPLIMIENTO DEL ACUERDO DEL CONSEJO DE MINISTROS DE 24 DE
ENERO DE 1997, QUE APROBO EL PLAN DE MEDIDAS PARA LUCHAR CONTRA LA DROGA,
EN EL AMBITO DEL MINISTERIO DEL INTERIOR Y PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS
(Número de expediente Congreso 181/001278 y número de expediente Senado
683/000042).




--DEL SEÑOR DE LA ENCINA ORTEGA, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO, SOBRE
EL INCREMENTO DE MEDIOS HUMANOS Y MATERIALES PARA LAS UNIDADES DE DROGA Y
CRIMEN ORGANIZADO (UDYCO) EN CADIZ, ALGECIRAS Y LA LINEA (Número de
expediente Congreso 181/001280 y número de expediente Senado 683/000044).




El señor PRESIDENTE: Preguntas 5 y 7, que se acumulan.

Señor De la Encina.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Señor delegado, cuando el Gobierno aprueba
en enero de 1997 la nueva estructura policial, que contemplaría el Plan
de medidas para la lucha contra la droga, traslada a la opinión pública
que las unidades de droga y crimen organizado se crean con el objetivo de
dar respuesta a las expresiones delictivas de la denominada delincuencia
organizada. Se traslada por supuesto también a esta Comisión, se acotan
las zonas sensibles, no hace falta que las enumere, etcétera. Estas
unidades se dice que van a tener como fundamental misión la lucha contra
el blanqueo de capitales, que van a mantener una alta especialización,
etcétera. Ya hace un año, los gobernadores civiles de la zona afectada
junto a la cúpula del partido que sustenta al Gobierno se lanzaron
públicamente



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a dar ruedas de prensa anunciando la inmediata puesta en funcionamiento
de esas UDYCO; nos planteábamos si no se estaba realmente acelerando en
esas manifestaciones de inmediatez en la puesta en funcionamiento de
estas UDYCO porque, como he indicado anteriormente, tenían que tener un
matiz: lucha contra determinada delincuencia, una especialización,
etcétera. Es más, en la comparecencia de 20 de marzo de 1997 del ministro
del Interior, el coordinador don Antonio Martinón le trasladaba al
ministro que le parecía magnífico que organizara a la policía como
creyera oportuno, pero daba la impresión de que lo que se presentaba era
más parte de una acción propagandística con la que se había presentado el
Plan que otra cosa. Por ejemplo, no se decía de dónde iban a salir esos
policías especializados o superpolicías, si se iba a ampliar la
plantilla, etcétera.

Un año después, ya en 1998, tenemos que lamentar lo que se ha hecho, por
lo menos hasta ahora, no quiero decir en el futuro, pero hasta ahora,
desde luego, porque ha sido un mero ajuste de creación de unidades
adaptando unos policías a otras funciones; un cambio de nombres de los
anteriores grupos de estupefacientes por el de UDYCO. En palabras de los
propios sindicatos --y fíjese que han conseguido que estas palabras las
cite textualmente, y las tengo recogidas--, todo el elenco sindical SUP,
UFP, SPPU, etcétera, han dicho reiterativamente en los medios de
comunicación que son los anteriores grupos de estupefacientes
rebautizados, a cuyos miembros no se les han dado cursillos ni
materiales. Es más el propio director general de la Policía, señor
Cotino, en su visita a Cádiz el 20 de enero, declaraba, y les leo
textualmente: «El pistoletazo importante de la UDYCO se puede decir que
comenzará a partir de este momento. El proyecto ha ido engendrándose
progresivamente, pero hacía falta la creación de los responsables, que se
ha hecho recientemente.» Y también añadía, como no podía ser de otra
manera: dotarlos de medios.

Estoy convencido de que usted me va a contestar que si este año los
presupuestos han previsto una oferta de empleo público mayor, que si
había estado congelada en el anterior, que si contempla 700 millones de
pesetas para nuevo material, etcétera. Pero de lo que no cabe duda es de
que hemos pasado un año sin aumentar esos medios materiales, y un año
publicitándose, allá donde iba la elite del cuerpo policial y usted
mismo, la creación de estas UDYCO.

Lo que no podrá negar es que ustedes han utilizado propagandísticamente
este tema, produciendo incluso un profundo malestar entre los propios
funcionarios del cuerpo de seguridad del Estado. Y créame, señor
delegado, que produce pena, y a veces estupefacción terrible, ver que
cuando se está hablando de la UDYCO, de especialización de la lucha
contra la droga, contra el crimen organizado, salte a la luz pública, por
ejemplo, que las patrulleras de la Guardia Civil no tienen combustible
para atajar el desgraciadamente alto índice de narcotráfico, del blanqueo
de capital, etcétera, que existe en la zona donde resido, en el Campo de
Gibraltar. Y no lo hemos dicho precisamente nosotros, los socialistas,
que hemos sido realmente no sólo prudentes sino sensatos, al punto
extremo de no querer calentar esta lamentable situación que se ha
repetido no una, ni dos, ni tres veces, a pesar de que usted lo niegue,
sino muchas veces; esto ha sido denunciado por los propios funcionarios
del Servicio de Vigilancia Aduanera en unos casos, de la Guardia Civil en
otros.

Por ello, le formulo la siguiente pregunta, señor delegado: ¿cuándo, de
verdad, van a incrementar los medios humanos y materiales de las UDYCO?



El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Señoría, la creación de las UDYCO no supone un mero cambio de
nombre en las brigadas de estupefacientes, denominación que por otro lado
no se ajusta a la que existía. Las UDYCO, como usted sabe, son más que
eso. Es, como usted ha dicho, la reordenación de una filosofía de
trabajo. Es decir, lo que se pretende no es solamente decomisar
sustancias, lo que se pretende precisamente es articular brigadas
policiales que sean capaces de profundizar en el crimen organizado y en
el blanqueo de capitales. Por lo tanto, no es un simple cambio de nombre,
como usted dice, sino que se ha producido una reorganización. Y no tiene
usted nada más que irse a sus fuentes informantes para comprobar lo que
yo le estoy diciendo.

La UDYCO no es sin más la unidad de los estupefacientes; es la suma de
una serie de recursos que tenían los cuerpos de seguridad, especialmente
el Cuerpo Nacional de Policía, con un fin concreto, y que ha supuesto,
mal que a usted le pese, un esfuerzo de reorganización, de estructuración
de objetivos marcados a los cuerpos de seguridad. Creo que los objetivos
de los cuerpos de seguridad los marca el Gobierno y, por tanto, eso es la
UDYCO.

Además la UDYCO ha tenido un importante proceso de formación de personal.

Y usted parece ignorar que a lo largo de este año en la propia sede de la
Delegación del Gobierno ha habido un proceso de formación de
funcionarios, muy especialmente en el ámbito de la formación en el
blanqueo de capitales. Por tanto, estamos hablando de formación de
especialistas, y estamos hablando de formación de personas que tienen un
perfil determinado para determinados objetivos, como es el caso del
crimen organizado y el blanqueo de capitales. Durante este año se han
reorganizado estas unidades, se han estructurado sus plantillas, se ha
ofrecido un número determinado en las diferentes convocatorias, como
usted bien sabe, y además ha habido un proceso de formación de estas
personas. Por tanto, lo único que le puedo decir es que los datos son
meridianamente claros. Junto a eso, usted sabe que se ha desarrollado
también lo que llamamos la policía de proximidad, con lo cual, supongo
que usted entenderá que la política de lucha contra la droga es la fuerza
o la suma de todos los recursos que tiene el Estado y los cuerpos de
seguridad. Hemos sumado a las UDYCO también la policía de proximidad. La
policía de proximidad que, como usted sabe, está aproximadamente en este
momento (y hay un plan, como usted sabe, para desarrollarlo) en torno a
230 funcionarios más, a los



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que hay que sumar también, como le he dicho, los de las UDYCO. Las UDYCO
son la suma de los esfuerzos que tenía la antigua brigada de
estupefacientes más las unidades de droga y crimen organizado.

En este momento, si mis datos no son incorrectos, y supongo que no lo
son, estamos hablando en torno a 1.212 funcionarios adscritos a los
diferentes medios de las UDYCO. Por tanto, un aumento importante sobre lo
que en fechas pasadas teníamos. Segundo, un proceso de formación que, al
margen del que ha seguido la propia Dirección de la Policía, la propia
delegación, de lo que doy fe personal, ha tenido 90 funcionarios en
proceso de formación a lo largo de este año en la Delegación del
Gobierno. Pero es que además hay, como usted sabe, una serie de ofertas
de plazas públicas, que esto lo conoce usted perfectamente bien. De esta
forma se ofertan en Madrid 828 plazas; en Cataluña, 486; en Canarias,
189; en Andalucía, 351; en Galicia, 83, y especialmente en Málaga, 50 de
estas plazas, en Cádiz, 43; en Algeciras, 25. Obviamente, como usted
también sabe, no depende de nosotros la posibilidad de cubrir la
totalidad de esas plantillas.

Usted me dice que no se ha hecho nada en cuanto a los materiales por
ejemplo del año 1997. Tengo que lamentar y discrepar con usted. El año
1997 ha supuesto un total de 272 equipos portátiles de comunicaciones con
sus correspondientes accesorios, con destino a las comunidades a que
precisamente usted hacía referencia en la pregunta. A esas cuatro
comunidades que usted hacía referencia se les ha dotado de 272 equipos
portátiles de comunicaciones; además se les ha dotado de 55 maletines de
drogotest y, como usted sabe, además este año hay un importante capítulo
de inversiones que ha sido aprobado por el Parlamento. Supongo que usted,
por tanto, no pondrá en duda que se han aprobado 1.000 millones de
pesetas precisamente para dotar las unidades de droga y crimen
organizado, de los cuales 700 millones van a ir destinados directamente a
las unidades de droga y crimen organizado. Le puedo poner algún ejemplo,
tampoco me parece que sea oportuno dar demasiados datos muy detallados,
por aquello de no dar demasiadas pistas. Pero, por ejemplo, usted sabe o
debería de saber, puesto que tiene esa buena información, que hace
muchísimos años que está pendiente de desarrollar un sistema de
comunicaciones muy importante precisamente en la zona donde usted vive, y
que precisamente porque se fueron demorando durante algún tiempo esas
inversiones tenemos, o teníamos, una deficiente red de comunicaciones
precisamente en esta zona. Pues uno de los proyectos que este año se ha
completado, precisamente para los cuerpos de seguridad, de una inversión
pendiente, es precisamente ése; tampoco era tanto, pues eran 125 millones
de pesetas que no se habían invertido y que en este momento va a
completar una red de comunicaciones de toda la Costa del Sol que, como
usted y yo compartimos, es un tema muy importante. En grandes cifras, por
ejemplo, aparte de esta red especial de comunicaciones en la Costa del
Sol, hay una partida de 63 millones en automoción; se van a destinar a
equipos de telecomunicaciones 52 millones de pesetas; a óptica, 60
millones de pesetas; a detección de droga, 9 millones de pesetas; a un
radio localizador, 83 millones de pesetas; a informática, 51 millones de
pesetas; a analítica, 89 millones de pesetas; a criminalística, 40
millones de pesetas; a identificación, 50 millones de pesetas; a policía
científica, 73 millones. Un total de 699 millones de pesetas. Por lo
tanto, ésta es la concreción de lo que se ha hecho y de lo que se va a
hacer. Y eso significa, insisto, que se ha estado trabajando durante este
año en la reorganización, en la suma de esfuerzos de las plantillas,
también en la formación, y, por supuesto, ha habido material a lo largo
del año 1997, como usted acaba de ver y como puede comprobar con los
presupuestos: un plan concreto de inversiones que sin lugar a dudas va a
mejorar extraordinariamente.

Pero permítame algo más, y no me puedo sustraer a ello: las cosas,
créame, no son casualidad, no suelen ser casualidad. El hecho de que se
hayan reorganizado las unidades policiales --y a pesar de lo que usted
dice que afirman determinadas personas-- ha hecho que este año hayamos
cerrado con 72.000 operaciones en el tema de droga, que significa un
aumento espectacular respecto del año 1995, y significa, por tanto, que
ha habido un esfuerzo, no nuestro del Gobierno, sino un esfuerzo de los
cuerpos de seguridad, es decir, de quienes realizan las operaciones, que
son los cuerpos de seguridad (es el Cuerpo Nacional de Policía, es la
Guardia Civil, es el Servicio de Vigilancia Aduanera); por alguna razón
será. Es decir, que precisamente cuando hay algo más de medios, cuando se
han puesto unos determinados objetivos, cuando se han reorganizado esas
estructuras policiales, en ese momento, insisto, hay un importante
aumento, no ya de las cantidades de droga, que lo hay, sino sobre todo de
operaciones, porque usted podría argumentar: es que, mire usted, hay
operaciones más grandes y por tanto cogen más. No. Es que el número de
operaciones que realizan los cuerpos de seguridad casi se ha duplicado en
dos años. Alguna relación debe de tener con el poder dar más medios, con
el poder haber reorganizado estos cuerpos de seguridad, y por tanto, con
haber fijado unos objetivos también en la lucha que desea el Gobierno y
seguramente también S. S.




El señor PRESIDENTE: Señor De la Encina.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Señor delegado, en modo alguno pongo en
duda la eficacia de la actuación policial en la lucha contra la droga,
contra el crimen organizado, contra las mafias de capitales; muy al
contrario, le felicito. Y mi grupo así lo hace continuamente, hasta el
punto que ayer mismo, sin ir más lejos, lo hacíamos públicamente a esos
grandes profesionales con los que contamos en los cuerpos de seguridad
del Estado en España. Lo que yo le dije, y le quiero decir, es que
tenemos que seguir mejorando los medios humanos y materiales, y en eso el
Gobierno del Partido Popular sólo lo ha hecho durante este año
manifestándolo públicamente, repitiéndolo, publicitándolo, pero no
creándolo de verdad. Le voy a poner un ejemplo. Sabe usted que hace unos
meses se celebraba en Madrid el I Seminario Internacional de Análisis
Operativo de la Criminalidad. No lo decíamos nosotros, sino que el
director general del gabinete del secretario general de la



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Interpol explicaba que España era líder en el análisis de la información
policial, aunque reconocía --digo textualmente: la necesidad de mejorar
sustancialmente los servicios técnicos e informáticos.

Ese mismo día el director general de la Policía anunciaba que en 1998 se
incorporarían a las UDYCO el millar de agentes que usted acaba de decir,
pero reconocía también que se contaba hasta ese momento solamente con 200
funcionarios. De todo esto, señor Robles, no le quepa durante un segundo
duda de que nos alegramos tremendamente, pero tampoco le quepa duda de
que tenemos el derecho legítimo a exigirle, y por qué no, a denunciar, y
más aquí en esta Comisión, una Comisión de estudio del problema de la
droga, que se han pasado un año viajando por toda España vendiendo
--permítame la expresión-- las motitos, no precisamente la Yamaha Espacio
de la policía de proximidad de que usted hablaba. Por cierto, aprovecho y
le digo, no porque me lo digan mis agentes, sino porque sale en los
medios de comunicación y luego lo confirman, que se están quedando sin
piezas de repuesto y que ya están empezando a existir problemas al
trasladar las piezas de unas motos a otras. Esto es llamativo, pero es
lamentable, pero se están quedando sin ellas porque no existe presupuesto
para arreglarlas. No me ha hecho referencia, por cierto, a lo que le he
comentado antes sobre la falta de combustible.

Si usted no me reconoce que es intolerable que el señor Cotino, director
general de la Policía anuncie a bombo y platillo nuevos medios para las
UDYCO en la provincia de Cádiz, por poner un ejemplo más cercano y que
conozco mejor, pero que es extrapolable a otras provincias, y ese mismo
día los funcionarios denuncien públicamente (y lo he traído por si lo
quiere tener luego), y leo textualmente. Sólo se ha hecho un cambio de
nombre y en Cádiz no han aumentado personal ni han traído especialistas,
ni se han dado cursos de especialización. Eso está recogido en todos los
medios de comunicación, y lo que es más grave, no desmentido por nadie. Y
es extrapolable a más sitios. Lo hemos denunciado en conversaciones
privadas, y lo hago ahora que se encuentra usted aquí presente en esta
Comisión.

A pesar de todo han funcionado bien, hay que reconocerlo, desde que se
crearon, persiguiendo el tráfico de estupefacientes con operaciones muy
importantes y duplicándolas, como usted muy bien ha señalado
anteriormente, y es un dato significativo, pero eso no quita lo que estoy
trasladando aquí en cuanto a denuncia. Por eso no sé si se trata de que
se cumplan las palabras del ministro de Interior, que decía que desde el
punto de vista policial contra la droga había que combatir con dos
verbos: el verbo aproximar y el verbo especializar --decía eso el
ministro en su primera comparecencia-- sino de lo que se trata es de que
se cumplan esos dos verbos. Hasta ahora solamente se han acotado las
zonas donde se han puesto en marcha estas unidades, pero yo quiero pensar
que por razones presupuestarias no se han alcanzado los objetivos
perseguidos ni se han aplicado los principios de actuación de dichas
unidades, que están recogidos en el Plan perfectamente.

Señor delegado, nos hubiera gustado conocer si se está desarrollando
eficazmente la función de coordinación operativa de la Comisaría General
de Policía Judicial, si se están arbitrando los sistemas oportunos de
participación que requiere el conocimiento de las investigaciones que son
iniciadas por las unidades territoriales, o por ejemplo, si se están
creando los grupos de análisis en las brigadas de comisaría general en
las unidades territoriales de la UDYCO. Tampoco nos ha dicho nada sobre
si se está reforzando la presencia de miembros de la Guardia Civil en las
poblaciones que corresponden a su ámbito de actuación territorial y si se
han reforzado los recursos materiales asignados a la Guardia Civil del
Mar. Le recuerdo que el Plan habla de reforzamiento de las unidades del
servicio fiscal, complementándolo con 500 efectivos e intensificando las
labores de análisis e investigación, tampoco ha hecho referencia a ello.

Me gustaría que lo hiciera. Del mismo modo deseamos conocer si se ha
creado la escuela de alta especialización en materia de blanqueo de
capitales, y si se van a promover programas de ayuda e intercambio con
terceros países dentro de la cooperación internacional.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Señoría, yo le contesto a lo que usted me pregunte. Pero es que
usted acaba de hacer una batería de preguntas que no tiene nada que ver
con la pregunta. Si usted me formula esas preguntas, yo gustosísimamente
se las contestaré, pero usted acaba de hacer una pregunta sobre el resto
del plan de medidas. Le puedo decir, así muy rápidamente: se han
presentado, y usted lo sabe, porque ha sido público, las unidades de
droga de la Guardia Civil; se ha hecho la escuela de formación de
blanqueo de capitales, que se lo acabo de explicar; se han firmado
convenios de colaboración con un número importante de países
iberoamericanos; hemos tenido encuentros financiados por nosotros mismos
y por la Unión Europea con los funcionarios de enlace en Iberoamérica;
este año hay un proyecto amplísimo (que seguramente usted tendrá
posibilidades de conocer) para desarrollar todos nuestros contactos con
Iberoamérica. Todo eso se lo digo así muy rápidamente, pero hágame usted
el favor de concretar las preguntas: yo se las contesto. Es que en una
pregunta usted vuelve a reformular todo sobre el Plan de medidas. En todo
caso, insisto, yo encantado de contestarle, porque le puedo decir que el
cumplimiento del Plan de medidas va bastante bien, y usted sabe que va
bastante bien. Todo es mejorable, pero va bastante bien. Por tanto, lo
que le aconsejo a usted es que lea bien, porque a usted le bailan las
cifras; no es posible que las cosas sean tan dispares. No es posible que
usted me hable de que el director general de la Policía ha dado la cifra
de 200 personas, porque es que eso es absolutamente imposible. A usted le
bailan las cifras o tiene que ser algún error tipográfico, porque desde
luego en ningún momento ha habido en las UDYCO 200 personas como usted
está diciendo. Le acabo de dar las cifras de 1.200 personas; le acabo de
explicar a usted que ha habido un incremento de



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las plantillas, se lo he dado, le he dado a usted los datos materiales
del incremento de plantillas del año pasado; le he relatado lo que vamos
a hacer con el plan de inversiones de este tiempo. Y usted sigue sin
quererlo ver. Y dice usted que no lo ha desmentido nadie: se lo estoy
desmintiendo yo ahora mismo. Yo aquí, con mi presencia, le estoy
desmintiendo todo lo que usted está diciendo. Además termina usted
diciendo: Pero a pesar de todo eso, las cosas han ido bien. Pues fíjese
usted, si a pesar de todo eso que usted dice las cosas han ido bien,
hemos duplicado el número de operaciones, hemos cogido más drogas, se ha
detenido a más personas, las cosas van mejor... si a pesar de todo lo mal
que usted dice que hemos hecho las cosas, además resulta que va bien,
pues fíjese usted que cuando las hagamos bien, a su juicio, va a ser
espectacular. Porque usted haciendo unos razonamientos realmente
peregrinos, si me lo permite, dice que lo hemos hecho muy mal, que no
hemos puesto más policías, que no hemos puesto más medios, pero resulta
que hay muchas más operaciones. Bueno, pues fíjese usted que me parecen
un poco difícil de sostener esos argumentos.

Insisto: las UDYCO son algo más que un cambio de nombre; ha supuesto una
reorganización de los efectivos, de nuevos métodos; ha supuesto la
especialización de personal, se han dotado de materiales, como le he
explicado y le he detallado. En fin, sabe usted que en los Presupuestos
Generales del Estado hay 1.000 millones de pesetas especialmente para
dotar las unidades de droga y de crimen organizado, y usted conoce que se
han puesto más patrulleras de la Guardia Civil, porque en su mismo
territorio se botaron patrulleras de la Guardia Civil. Y usted sabe que
hemos avanzado también en este terreno de la reorganización de la Guardia
Civil. Por tanto, como usted lo sabe, y como los resultados son los que
cantan, es decir, sobre los resultados de operaciones, sobre la droga
decomisada, me parece que no hace falta hacer demasiado esfuerzo.




El señor PRESIDENTE: Señor De la Encina Ortega.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Señor presidente, un segundo, si me
permite, ya que ha hecho...




El señor PRESIDENTE: Sólo un minuto. Cinco palabras.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Es que el señor delegado ha hecho
referencia a que a mí me bailan las cifras. A lo mejor también le bailan
al país --claro, con eso de que es todo gubernamental...--, o le bailan a
los propios funcionarios, algunos de los cuales suministran esos datos. O
incluso a lo mejor al propio Gobierno, que por cierto le acaba de
responder al coordinador de esta Comisión con una serie de respuestas a
preguntas planteadas para todas las UDYCO a nivel nacional, y coinciden
exactamente con mis palabras. Quizá el que le da los datos no le ha
informado a usted adecuadamente, señor delegado.




El señor PRESIDENTE: Eso es bien fácil. Con contarlos estamos al cabo de
la calle. Pregunta número ocho.

--DEL SEÑOR DE LA ENCINA ORTEGA, DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO, SOBRE
LA NECESIDAD DE INCREMENTAR LOS EFECTIVOS POLICIALES EN LA COMISARIA DE
LA LINEA (CADIZ) (Número de expediente Congreso 181/001281 y número de
expediente Senado 683/000045).




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Quizá también en esta pregunta me bailen
las cuestiones. No obstante, en la idea me he traído distintos medios, ya
no de El País, distintos medios de carácter provincial ante lo que ha
supuesto un auténtico insulto a un pueblo tremendamente castigado, como
es el pueblo de La Línea, por el narcotráfico, por el contrabando de
tabaco, por el blanqueo de capitales, ni más ni menos que por su cercanía
a Gibraltar y por estar a caballo entre dos continentes. Me estoy
refiriendo a lo que fue la anunciada visita del ministro de Interior del
17 de diciembre del año pasado a esa ciudad, La Línea. Quizá el
comentario más benigno fue este que tiene usted delante --que no lo digo
yo, igual me baila también ahora la lectura--, que dice: Tal como
llegaron se fueron: ése es el titular de uno de los medios de
comunicación que denunció lo que fue un espectáculo lamentable. El que
esta ciudad, castigada, como digo, cruelmente por estos problemas, con
una denuncia permanente de todas las instituciones, partiendo del propio
alcalde (por cierto, del Partido Popular), de la necesidad de dotarla de
mayores medios materiales y humanos para combatir estos problemas graves
que tiene, ante esas carencias, el día anterior a la visita del ministro
de Interior, señor Oreja, se puede decir que literalmente se toma la
ciudad (y lo digo así: literalmente se toma la ciudad) con medios
materiales; el día anterior llegan más de 200 cajas con material
informático y de distintos dispositivos de la Policía. No era
precisamente una cuestión de seguridad del ministro, sino que era una
cuestión de despliegue de medios materiales y pensaban, como en aquello
de Bienvenido, Mr. Marshall, que ahí por fin llevaban ese material que se
venía denunciando --y le reconozco-- no desde el último año, sino desde
hace tiempo. Pero eso no quita para que reconozca también la necesidad
que tiene la ciudad con esas características especiales de aquellos
medios materiales y humanos.

Se anunciaba también que el ministro pudiera dar a conocer la
recalificación de su comisaría, que es muy importante para no bajar de un
número de funcionarios que es fundamental mantener y que no están
cubiertos al día de la fecha (por cierto, se han perdido cien en los
últimos años), y como digo por problemas quizás de climatología, parece
ser, se suspende la visita. Y eso no es lo de menos, porque la visita se
puede producir posteriormente, como he dicho se produjo, sino que todo el
despliegue de medios materiales que llevaron y que se había anunciado de
alguna manera que quedarían allí, porque son necesarios, al día siguiente
son desplegados y, como indica el titular de los medios de comunicación
(los distintos medios de comunicación, no quiero aquí sacar otra cosa,
porque tampoco viene al caso): tal como llegaron se fueron.




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Esta pregunta la traslado al señor delegado, en nombre de numerosos
colectivos e instituciones, federaciones locales, asociaciones de
vecinos, que se sienten tremendamente vejadas por esta actitud del
Gobierno hacia la ciudad de La Línea. Por eso le pregunto, ya que no han
sido repuestos los materiales ni tampoco se han aumentado los medios
humanos a pesar de que se ha dicho una vez más que se intentarían cubrir
25 plazas más, le pregunto: ¿cuándo van a volver a la comisaría del
Cuerpo Nacional de Policía de La Línea los medios materiales que se
llevaron en la fallida visita del ministro del día 17 de diciembre de
1997?



El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Conviene siempre tener fuentes plurales, porque las fuentes
plurales son las que dan una visión más objetiva. Usted por lo que se ve
siempre tiene las fuentes en la misma dirección y, permítame que le
comente, le hacen cometer errores de bulto. Vale respecto a esta pregunta
como respecto a las anteriores. Cuando uno quiere argumentar o introducir
una línea de pensamiento lógicamente hace las cosas que usted hace, pero
si quiere ser objetivo procura informarse en todas las direcciones y
tener una información mucho más plural. Por tanto, creo que tiene usted
un problema de fuentes de información, y convendría que las constatara.

Menos mal que usted ha reconocido que el problema de La Línea no es del
último año y que es desde hace bastante tiempo, porque esos cien
funcionarios que usted dice que se han perdido no es posible que se
hubieran perdido evidentemente en el último año; debe ser un proceso de
hace ya bastante tiempo, en el cual alguien debería tener la
responsabilidad de no haberse preocupado precisamente de La Línea. Lo
mismo sucede respecto a algún otro tipo de materiales. Por tanto, estamos
de acuerdo en que es un problema, por lo que se ve, de hace tiempo. Yo he
leído hace un momento cómo se han incorporado las plantillas, le he leído
a usted hace un momento cuál es la oferta de plazas públicas, y le he
leído también los materiales; pero usted parece que no quiere escuchar.

El error de bulto que comete en este tema, señoría, permítame le diga, es
que no ha debido ir a las fuentes para informarse de lo que allí se
estaba presentando. Coincidiendo precisamente con esas jornadas, se
presentó una serie de material y de tecnología, que se presentó aquí, en
la sede central de la policía, en la UCE, para expresar y poner en escena
todos los materiales con que se iba a dotar a las diferentes unidades.

Fíjese usted, señoría, que si todo el material que ese día se concentró
en La Línea hubiera llegado a La Línea, como usted dice, no habría habido
funcionarios suficientes para manejarlo. Lo que ese día se estaba
haciendo allí, señoría, era concentrar el material de trabajo que iba a
toda una región. El ministro iba a estar en La Línea y se presentaba en
La Línea a los medios de comunicación. El ministro no se iba a desplazar
a diferentes localidades, sino que estaba ese día sólo en La Línea, y por
tanto en La Línea se iba a hacer lógicamente la puesta en escena con los
medios de comunicación de todo lo que está destinado no sólo a un
municipio, sino a una zona geográfica. Usted ha dicho: se anunció de
alguna manera. Yo no creo que en ningún momento se anunciara que esa
cantidad de material pudiera quedarse en un municipio como La Línea, es
más, le digo que no habría personal suficiente en La Línea para manejar
todo el material que usted está diciendo se iba a quedar allí. Como
comprenderá usted, en una comisaría no hacen falta cien ordenadores; en
una comisaría pueden hacer falta dos o tres ordenadores, pero no cien.

Por tanto, permítame le diga a usted algo que sabe de sobra y que ese
material no podía ser exclusivamente para La Línea, sino que era para una
zona, y se concentraba porque evidentemente el ministro estaría solamente
ese día allí. Por cierto que la visita del ministro, como usted sabe, se
ha producido después, en fechas posteriores y ha estado reunido con los
colectivos y ha estado reunido con todas las personas interesadas y
preocupadas por el problema de la droga.




El señor PRESIDENTE: Señor De la Encina.




El señor DE LA ENCINA ORTEGA: Señor delegado, la verdad es que si me
precio de algo, no es de estar mal informado, o de no acudir a distintas
fuentes. Por si acaso pusiera en duda esta circunstancia, como la ha
puesto, ya no sólo me quiero referir a los medios pro oposición, como
usted ha podido pensar, sino que me estoy refiriendo a distintos medios,
por ejemplo a tres medios escritos que inciden en lo mismo --lo voy a
releer de nuevo--, al propio representante del SUP (tengo aquí la carta
que dirige al ministro); a lo mejor me estoy equivocando, pero también el
propio comisario de policía de La Línea que por cierto, no sé si sería
casual o no pero este comisario reconoce y afirma que la ciudad necesita
100 policías más. Este comisario al mes siguiente, me imagino que será
casual, es desplazado de su puesto de trabajo; me imagino que sería
casual y no sería por ese motivo, quiero pensar que fue así. Lo que
ocurre es que el que acaba de llegar, que ha llegado ahora (y tengo a su
disposición el original si lo quiere ver) vuelve a insistir en lo mismo.

No son mis fuentes, por tanto, estoy hablando del propio comisario de la
Policía Nacional de La Línea que afirma --éste es un poquito más
benigno-- que harían falta 60 policías; el anterior dijo 100.

Quiero decir, señor delegado, que no son mis fuentes las que fallan.

Ojalá fallaran las fuentes. Créame que es un problema que me preocupa de
verdad, porque vivo en esa zona y porque conozco la realidad, no ya del
problema de la droga, sino el problema del paro y el problema de la
marginalidad que deriva de todo aquello. Por tanto, lo digo con ánimo
constructivo, pero a la vez con ánimo de rabia y de impotencia que le he
formulado en otras preguntas, porque veo una y otra vez que durante un
año ustedes se han dedicado, yo diría que vergonzosamente, a publicitar
este tema produciendo --le digo textualmente-- las iras de los colectivos
sociales, no a nivel individual sino de colectivos: le hablo de las
federaciones locales, de las coordinadoras contra las drogas, le estoy
hablando de sindicatos policiales. Por tanto, creo que es hora de que
vayan poniendo



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remedio a esta situación, y que vayan ustedes llamando al orden al
subdelegado del Gobierno en Cádiz, señor Osuna, que cuando fue anunciado
por el Gobierno el Plan de medidas, 20 días después a bombo y platillo
con toda la cúpula del Partido Popular daba una rueda pomposa anunciando
que irían para allá 25 superpolicías: todavía los están esperando. Eso y
otras circunstancias más, unidas a esta última que he dicho, y que por
supuesto créame que también sabía, como no puede ser menos, que la
presentación de ese plan iba a conllevar la retirada de muchas medidas,
pero del mismo modo suponía no yo sino los propios funcionarios y todas
las personas que allí viven que algo se quedaría. Sin embargo, leo
textualmente: ni un coche, ni una moto, ni un ordenador, ni un Walky; tal
como llegaron, se fueron. Eso es lo que ocurrió, señor delegado.




El señor PRESIDENTE: Señor delegado.




El señor DELEGADO DEL GOBIERNO PARA EL PLAN NACIONAL SOBRE DROGAS (Robles
Orozco): Vamos a ver, señoría: cuando yo le hablo de fuentes diversas no
me estoy refiriendo evidentemente a las que siempre inciden en una
dirección. Se puede escribir en muchos sitios, se pueden escribir en
diferentes medios muchas cartas, podemos escribir no solamente al
ministro, sino a todos los demás ministros; pero conviene que las fuentes
sean lo más oficiales posible para que usted tenga también la mejor
información posible.

Por tanto, creo que la responsabilidad evidentemente, señoría, como usted
bien ha dicho, no solamente es si en este momento se está haciendo un
esfuerzo, que se está haciendo, y no puedo repetírselo más veces. Le he
dado la plantilla, le he explicado las plazas y las ofertas que han
salido, le he dicho las que van destinadas no solamente a Málaga, sino
también a otros sitios; se lo he dicho y usted no lo quiere entender.

Como usted ve, hay un aumento en la oferta de plantillas para la ciudad
de La Línea, para Málaga, para el Campo de Gibraltar, hay aumento y por
tanto no se puede negar. Esperemos también que en este momento se puedan
cubrir todas estas vacantes; pero usted estará conmigo, y usted lo ha
reconocido, que el problema del nuevo aumento de las plantillas de la
Policía y de la Guardia Civil sabrá usted que viene de bastante antiguo.

Supongo que la pérdida de plantillas no se ha producido de la noche a la
mañana; por tanto, señoría, puestos a desatar las iras, supongo también
que usted sabe que la gente tiene buena memoria, y que todas esas
coordinadoras a las que usted hace referencia son muy conscientes de
todas las cosas que se han hecho o se han dejado de hacer a lo largo de
equis tiempo. Esas coordinadoras también saben y son conscientes del
esfuerzo que se está haciendo, de la eficacia de las operaciones, de la
labor no solamente en el ámbito policial, sino también en el ámbito de la
acción social, y que por ejemplo desde el plan nacional se han apoyado
estos colectivos, alguno de los cuales, por cierto, no había recibido
hasta la fecha ningún apoyo. Por tanto, insisto, no conviene levantar las
iras, porque creo que sería efectivamente un acto de irresponsabilidad.

Yo creo que lo más responsable es aportar medios, como estamos haciendo,
ser capaces de generar ese consenso que hemos dicho todos, porque en
cualquier caso, recuerde, señoría, que la memoria, sobre todo cuando
estamos hablando de tiempos tan cercanos, es una cosa que nos pertenece a
todos.




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor delegado, por su asistencia a esta
Comisión.

¿Hemos terminado las preguntas, señor De la Encina? (Asentimiento.)
Se levanta la sesión.




Era la una y cuarenta y cinco minutos de la tarde.