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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 80, de 10/12/1997
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DIARIO DE SESIONES DE LAS



CORTES GENERALES



COMISIONES MIXTAS



Año 1997 VI Legislatura Núm. 80



DE INVESTIGACION CIENTIFICA
Y DESARROLLO TECNOLOGICO



PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. DOÑA ELENA GARCIA-ALCAÑIZ CALVO



Sesión núm. 13



celebrada el miércoles, 10 de diciembre de 1997,
en el Palacio del Congreso de los Diputados



ORDEN DEL DIA:



Elección de vacantes en la Mesa de la Comisión. Elección de Secretario
Primero. (Número de expediente Congreso 041/000030 y número de expediente
Senado 571/000006)
Comparecencia del señor Albert Martínez, representante español en el
programa de biotecnología «Biotech» de la Unión Europea (UE), miembro de
la CYCYT, para informar acerca de la biotecnología en España, así como de
sus perspectivas de futuro. A solicitud del Grupo Parlamentario Popular
en el Congreso. (Número de expediente Congreso 219/000272 y número de
expediente Senado 715/000193)
Comparecencia del señor director del Centro Nacional de Biotecnología
(Esteban Rodríguez), para informar acerca de los principales programas de
biotecnología dependientes de dicho Centro. A solicitud del Grupo
Parlamentario Popular en el Congreso. (Número de expediente Congreso
212/000549 y número de expediente Senado 713/000188)



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Se abre la sesión a las once y quince minutos de la mañana.




ELECCION DE VACANTES. MESA COMISION:



-- ELECCION DE SECRETARIO PRIMERO (Número de expediente Congreso
041/000030 y número de expediente Senado 571/000006)



La señora PRESIDENTA: Se abre la sesión.

Señorías, vamos a llevar a cabo el primer punto del orden del día, que es
la elección del secretario primero de la Mesa. La votación se ha de
celebrar con urna y con papeleta, de manera que espero que se hayan
repartido las papeletas con el nombre del candidato a la secretaría de la
Mesa; si no, repartan, por favor, unos papeles en blanco y escriban el
nombre del candidato. Existe quorum, por lo tanto, reglamentariamente,
podemos realizar el proceso de elección de secretario de la Mesa. El
candidato es el señor Bayona Aznar, del Grupo Parlamentario Socialista.

(Pausa.)
(Por el señor secretario de la Comisión, Sedó i Marsal, se procede al
llamamiento de los miembros de la Comisión que depositan su voto en la
urna preparada al efecto.)



Efectuada la votación y verificado el escrutinio, dijo



La señora PRESIDENTA: El resultado de la votación ha sido de 24 votos
para el señor Bayona Aznar.

Don Bernardo Bayona, le invito a que se incorpore como secretario primero
de esta Mesa. (Aplausos.) Bienvenido, señor Bayona, a esta Mesa y
felicidades al haber obtenido unanimidad en la votación como secretario
primero de esta Comisión.

Pasamos al punto segundo del orden del día, comparecencia del director
del Centro Nacional de Biotecnología ante la Comisión Mixta de
Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, para informar acerca
de los principales programas de biotecnología dependientes de dicho
centro.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑO: Señora presidenta, pido la palabra
para una cuestión de orden.

Los comparecientes han solicitado, de acuerdo con algún miembro de la
Mesa, si a ésta le parece oportuno, que comparezca en primer lugar el
segundo compareciente, puesto que da una visión más global del asunto y
el primer compareciente a continuación, puesto que habla ya del centro
específico que tenemos en España.

Si la Mesa y los demás grupos no tuvieran inconveniente, nosotros
estaríamos de acuerdo.




La señora PRESIDENTA: ¿Hay algún inconveniente por parte de los
portavoces y de los miembros de la Mesa en cambiar el orden del día?
(Pausa.) Estando de acuerdo todos los grupos parlamentarios y miembros de
la Mesa, vamos a invertir el orden del día, con lo cual el punto que
figura en tercer lugar pasaría a ser el segundo.




-- COMPARECENCIA DEL SEÑOR ALBERT MARTINEZ, REPRESENTANTE ESPAÑOL EN EL
PROGRAMA DE BIOTECNOLOGIA «BIOTECH» DE LA UNION EUROPEA (UE), MIEMBRO DE
LA CYCYT, PARA INFORMAR ACERCA DE LA BIOTECNOLOGIA EN ESPAÑA, ASI COMO DE
SUS PERSPECTIVAS DE FUTURO. A SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR
EN EL CONGRESO (Número de expediente del Congreso 219/000272 y número de
expediente del Senado 715/000193)



La señora PRESIDENTA: Comparecencia de don Armando Albert Martínez,
representante español en el programa de biotecnología, Biotech, de la
Unión Europea, miembro de la CYCYT, ante la Comisión Mixta de
Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico para informar acerca de
la biotecnología en España, así como de sus perspectivas de futuro.

Señor Albert, sea bienvenido a esta Comisión. Agradecemos su
comparecencia en nombre de la Mesa y, sin más, tiene la palabra.




El señor REPRESENTANTE ESPAÑOL EN EL PROGRAMA BIOTECNOLOGIA BIOTECH DE LA
UNION EUROPEA (Albert Martínez): Señorías, si me lo permiten, me gustaría
acercarme a la pantalla porque tendría que presentar transparencias, si
es posible, aunque no veo el proyector.




La señora PRESIDENTA: No hay ningún inconveniente, si funciona.




El señor ALBERT MARTINEZ: Señora presidenta, señorías, quiero agradecer
que me hayan invitado a comparecer ante ustedes con el fin de tener el
honor de explicarles cuál es la situación de la biotecnología en España y
cuáles son sus posibilidades y perspectivas, sobre todo, en relación con
la biotecnología en el mundo y en Europa, que nos concierne de una manera
más inmediata.

Me siento honrado, como miembro de la comunidad científica, de comparecer
ante ustedes porque considero provechoso para la moral de los científicos
pensar que el Parlamento tiene interés por estos temas más o menos
especializados. La biotecnología de la que hablamos actualmente, que
parece una enorme novedad, una tecnología emergente, como dicen los
periódicos, es una cosa tan antigua como el hombre histórico. El hombre
viene utilizando la biotecnología sin saberlo, para fabricar vino,
cerveza, para producir pan, queso, productos lácteos, conservas de
vegetales; es decir, la biotecnología, sobre todo, aplicada a la
conservación de alimentos, es una actividad tradicional en el hombre y
perfectamente asimilada. Sin embargo, con los avances de la biología
molecular



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y celular, el descubrimiento de los anticuerpos monoclonales y, en
general, el avance de la ingeniería, sobre todo la bioquímica, han
permitido una nueva biotecnología que es una tecnología emergente,
contrariamente a la antigua y clásica que era empírica. Para muchas
poblaciones la producción de vino estaba unida a la mitología y lo mismo
ocurre con la cerveza, el pan y otros productos que se obtenían mediante
transformaciones; en el caso del vino, de la glucosa del zumo de la uva,
del mosto, para convertirlo en alcohol que alegraba los espíritus.

Esta biotecnología, como digo, era eminentemente empírica, sin embargo,
la moderna biotecnología cambia radicalmente. ¿Por qué? Porque tiene un
carácter fundamentalmente científico. Es una tecnología horizontal porque
puede aplicarse a muchos sectores de producción, tanto que un estudio que
hicimos hace ya algunos años puso de manifiesto que para un país como el
nuestro, la biotecnología podía introducir mejoras y aumentar la
competitividad en un 10 o en un 15 por ciento del producto interior
bruto, lo cual da una idea de la importancia que tiene la biotecnología
en campos como la salud, la agricultura, la alimentación, los suministros
industriales, la obtención de energía, la protección del medio ambiente,
etcétera.

Este carácter de la biotecnología como una tecnología horizontal hace que
su definición sea un poco pragmática y fácil de recordar: es la
utilización de los organismos vivos o partes de los mismos para obtener o
modificar productos, mejorar plantas o animales, o desarrollar y mejorar
organismos o microorganismos para objetivos específicos. No es una
ciencia independiente, sino la aplicación de una serie de conocimientos.

Otro procedimiento para definirla es la aplicación de todas las ciencias
posibles para hacer lo que he dicho que se puede hacer con la
biotecnología. En definitiva, es la aplicación de los modernos
conocimientos de la biología molecular, celular, la ingeniería, para
desarrollar procesos productivos.

Sin embargo, lo que caracteriza la biotecnología moderna e industrial es
la utilización de técnicas del DNA recombinante, fundamentalmente la
producción de anticuerpos monoclonales, los bioprocesos, la
biorremediación y, más recientemente, lo que conocemos como ingeniería de
proteínas, que consiste en diseñar y modificar la producción de proteínas
para que tengan características especiales.

En esta primera tabla hemos representado la biotecnología en cifras para
Europa y para Estados Unidos. Los Estados Unidos son los líderes en el
campo de la biotecnología; luego explicaremos por qué. Existe un número
superior al millar, 1.310 empresas --son datos de 1996--, con un
incremento anual del 12 por ciento, de las cuales sólo 260 son públicas,
en el sentido de que cotizan en Bolsa. Las otras son pequeñas empresas
que sobreviven como pueden y que emplean más de 110.000 técnicos y
personal bastante especializado, que tienen unos ingresos totales de
10.000 millones de ecus, pero fíjense en lo más importante: invierten en
investigación y desarrollo 6.000 millones de ecus, es decir, son empresas
eminentemente investigadoras. Se trata de empresas pequeñas, que surgen
del mundo académico. Las compañías más importantes son creadas por
científicos, universitarios o de centros públicos de investigación, que
deciden establecer una pequeña empresa que les permita el desarrollo de
productos de muy alto valor añadido, y, por consiguiente, la posibilidad
de captar bien capital riesgo, que tiene interés en hacer grandes
beneficios en un tiempo más o menos corto, bien subvenciones estatales,
que son importantísimas, porque si no serían imposibles las inversiones
de este carácter. La cifra de 6.000 millones es enorme, hay que
multiplicar por 166 para traducirlos a pesetas.

¿Qué ocurre en Europa? Europa tiene un retraso inexplicable en el campo
de la biotecnología, por razones que luego veremos. Sólo hay detectadas
unas 600 empresas, de las cuales públicas o semipúblicas, dentro de los
mecanismos extraños de cotización en Bolsa (no de Bolsa normal, sino por
ejemplo partidas que existen en la Bolsa de Londres y creo que también en
la de París; en España todavía no hay), hay unas 28 que emplean sólo
3.000 personas. No llegan a 20.000, son unas 17.000, las personas
empleadas, e invierten en investigación y desarrollo sólo 600 millones de
ecus, cantidad muy importante, pero de un orden de magnitud menor que la
que emplea Estados Unidos.

¿A qué se debe esto, qué es lo que ha ocurrido en Europa y por qué
Estados Unidos nos lleva esta enorme ventaja? Se ha visto que para que
haya una industria biotecnológica de una manera espontánea, como es
lógico, tiene que haber tres condiciones fundamentales. En primer lugar,
tiene que existir una comunidad científica que esté familiarizada y
desarrolle los conocimientos más avanzados en biología molecular. No es
suficiente, pero es necesaria; si no existe una comunidad científica,
difícilmente va a poder desarrollarse la biotecnología. Sin embargo,
podemos tener una comunidad científica como la que existe en Europa, que
es absolutamente comparable a la norteamericana, y en cambio el retraso
europeo es evidente, a pesar de que fue en Europa donde se descubrieron
los anticuerpos monoclonales; los grandes avances que han tenido lugar en
Europa han sido utilizados por las compañías americanas, que tienen el
segundo aspecto, un clima empresarial. Este clima empresarial es
imprescindible para convertir los conocimientos en innovación y en nuevos
productos. Como he dicho, en el caso de la biotecnología, la empresa es
pequeña, con una base científica muy importante que, para sobrevivir en
los primeros años, necesita bien subvenciones estatales, bien tener
acceso a capital-riesgo en condiciones ventajosas, bien tener algún tipo
de apoyo que le permita sobrevivir durante varios años, que son de
desarrollo científico y de investigación fundamentalmente. De hecho, un
informe de la Oficina del Congreso de los Estados Unidos dice que el
liderazgo americano se basará en que estas pequeñas compañías, este
millar de compañías americanas, se mantengan vivas de alguna manera. El
procedimiento, el único, es que el Gobierno de los Estados Unidos
invierte en investigación y desarrollo, en el campo de la biotecnología,



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cifras del orden de 5.000 millones de dólares anuales.

Finalmente, existe otro aspecto crucial en el campo de la biotecnología.

Hace falta un clima social que se traduzca en una legislación, cosa que
concierne a ustedes concretamente, que, por una parte, proteja los
derechos de los industriales o los resultados de su investigación --leyes
de propiedad industrial, patentes, etcétera-- y, por otra, defienda los
derechos de los consumidores y proteja la salud y el medio ambiente.

Lo ocurrido en Europa pone de manifiesto que ha fallado algo en Europa.

Ha fallado el clima industrial, porque las grandes empresas que lideran
el campo de la industria químico-farmacéutica no fueron capaces de darse
cuenta de la importancia que la biotecnología iba a tener para el
desarrollo económico y la capacidad de creación de empleo. Por otro lado,
todo hay que decirlo, ha habido un clima social que no era demasiado
proclive en algunos de los países, como Dinamarca y Alemania, al
desarrollo de la biotecnología. Pero tengo que decirles que esto ha
cambiado radicalmente. Concretamente, Alemania ha pasado de ser uno de
los países, dentro de la Comunidad, más renuente o dubitativo a ser el
más decidido protector del desarrollo de la biotecnología y de la
repercusión económica que puede tener tanto en el empleo como en la
producción de compuestos de muy alto valor añadido, como he dicho. De
hecho, hace pocos días se ha publicado el discurso de Kohl en no sé qué
convención, diciendo que Alemania no puede quedarse atrás en el
desarrollo de la biotecnología y que hay que ponerse al día rápidamente.

No sé si se han fijado ustedes en que el crecimiento de la industria
biotecnológica europea es mucho mayor que el de la americana, llega a ser
de hasta un 20 por ciento anual, lo cual nos hace pensar que, en un
tiempo relativamente corto, podremos llegar a niveles de creación de
empresas y empleo equiparables a los norteamericanos. En el caso de Japón
--no quería mencionarlo, pero lo haré ya que ha surgido--, la concepción
de la industria japonesa clarísimamente fue apoyar la biotecnología, no
tanto para obtener nuevos productos como para mejorar la calidad y la
competitividad de sus procesos, con lo cual orientaron una política muy
sensata en ese sentido.

¿Cuáles son los sectores principales de mercado? Los sectores principales
de mercado son salud, en el campo de la terapéutica y el diagnóstico, que
a nivel mundial supone el 72 por ciento --luego veremos por qué--, porque
los productos de valor añadido más importantes están en este campo. En
segundo lugar, los suministros industriales, para otro tipo de empresas,
la industria farmacéutica, la alimentaria, etcétera. Luego la
agroalimentación, que es también un sector muy importante, aunque no
llega en este momento a nivel mundial más que al 7 por ciento, si bien se
prevé un crecimiento muy rápido en este campo, aunque, como luego
veremos, en Europa, y concretamente en España, alcanza porcentajes
bastante superiores. Luego hay otros sectores, que incluyen el desarrollo
de ciencia básica para otras empresas, y cuestiones relacionadas con la
energía, minería y protección medioambiental, que tienen un porcentaje
del 8 por ciento y también se prevé un crecimiento importante.

Vamos a pasar rápidamente por las posibilidades que encierra cada uno de
estos campos. El de salud animal y humana en este momento supone el mayor
esfuerzo porque, primero, es un campo que no está nada discutido, desde
el punto de vista de la percepción pública. Todo el mundo quiere curarse
sin preguntar cómo, cosa que no ocurre con la alimentación, donde cada
uno piensa cómo quiere alimentarse. En el campo de la salud es donde se
ha puesto de manifiesto el mayor desarrollo de la biotecnología. De
hecho, ya hay en el mercado una cantidad muy importante de productos
biotecnológicos para la sanidad, que son terapéuticos, y otros muchos
productos que facilitan el diagnóstico rápido tanto de enfermedades
humanas como animales. En el campo de la terapéutica, se ha intentado
obtener por procedimientos de ingeniería genética, modificando
organismos, proteínas que eran de uso o interés humano farmacológico. La
primera fue la insulina. Todo el mundo sabe que la insulina es básica
para los diabéticos dependientes de la insulina. Se obtiene en gran parte
de los cerdos que se sacrifican, se purifica; da la casualidad de que la
insulina de cerdo es muy aceptable para el ser humano y, por
consiguiente, no hay problemas, gracias a lo cual un gran número de
diabéticos sobrevive. Sin embargo, empezaba a haber problemas en cuanto
al crecimiento de la población diabética y la necesidad de obtener
insulina que no fuera de cerdo, mediante modificación genética. A
principios de los años 80 se obtuvo la primer insulina recombinante, por
llamarla de alguna manera que es humana y que no debía plantear ningún
problema. Hay otras hormonas, como la hormona de crecimiento, con las que
no tenemos esa suerte. No vale ninguna hormona de crecimiento animal para
hacer crecer a los niños que tienen dificultad de producir naturalmente,
por un defecto genético en muchas ocasiones, esta hormona y, por
consiguiente, había que utilizar hormona de cadáveres. Además, se obtiene
por succión de una glándula que está unida al cerebro; no había que hacer
autopsias, pero pueden ustedes imaginarse que la purificación era una
cosa muy complicada y se dieron algunos casos de enfermedades de
Creutzfeeldt-Jakob, como casi siempre que se juega con el cerebro para
incluirlo a otro animal. Es decir, que la biotecnología ha hecho posible
una hormona de crecimiento humana, sin ningún contaminante, y que permite
que los niños pequeños crezcan hasta alturas normales. Lo que ocurre es
que es lo bastante cara como para que a nadie se le ocurra que su hijo
sea jugador de baloncesto simplemente añadiéndole hormona de crecimiento
humana.

Por último, otro ejemplo, que es otro tipo de proteína; no es un tipo de
proteína que ya se obtenía por aislamiento; es un tipo de proteína que
está en el plasma, está en el organismo, pero que su actividad es
fundamental para el funcionamiento. Hay dos de ellas que son muy
importantes, una es lo que conocemos como la TPA, que es una proteasa que
impide la formación de coágulos y que es fundamental para el tratamiento
en los casos de infarto de miocardio. Lo que pasa es que ha salido tan
cara que todavía



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se utilizan otras proteínas que son menos eficaces pero que sirven. En
cambio el caso de la EPO, o la eritropoetina, es una proteína que es la
responsable de la renovación de los glóbulos rojos en la sangre. Se
produce en el riñón, por consiguiente los enfermos de riñón que están
esperando un trasplante, que están en situación de diálisis, tenían unos
problemas espantosos porque producía unas anemias tremendas al no tener
suficiente eritropoetina. Esta eritropoetina se ha desarrollado
inicialmente como un fármaco huérfano, es decir, un fármaco que tendría
un campo de aplicación relativamente pequeño, y se ha convertido en la
estrella de los productos de biotecnología. En este momento, en dos años
que lleva en el mercado, ha vendido ya más de 2.000 millones de dólares,
porque es lo que se conoce como mano de santo, es decir, hace que no sean
necesarias las transfusiones de sangre en el caso de los enfermos de
riñón, y se ha visto que puede ser utilizada en otras situaciones, como
por ejemplo en el caso de los niños muy prematuros que no producían
suficiente eritropoetina y que, a través de las transfusiones, podían
adquirir enfermedades y era casi peor el remedio que la enfermedad. Estos
son ejemplos de lo que es la terapéutica en el campo de la sanidad.

Lo mismo ocurre con las vacunas. Todo el mundo está familiarizado con
vacunas como la de la polio, la de la hepatitis, la de la meningitis.

Ultimamente se está desarrollando un tipo de vacunas que son muy
prometedoras pero que tienen algunos inconvenientes. Son las vacunas de
DNA. Es decir, en vez de utilizar un antígeno o un virus atenuado para
que el organismo reaccione generando los anticuerpos que vacunan, se
incluye directamente en el músculo DNA que produce el antígeno en
cantidades muy pequeñas y de un modo continuado, con lo cual se consigue
una vacunación muy eficaz. Tiene algunos problemas, no vale para todo,
pero tiene una enorme ventaja: así como las vacunas normales tienen que
ser mantenidas en frío, requieren una serie de condiciones, hacen casi
imposible su utilización en países del tercer mundo, donde no existen
cadenas de frío, etcétera, estas vacunas de DNA son enormemente
resistentes al calor, es decir, que el desarrollo de estas vacunas podría
tener un enorme interés para vacunar al Tercer Mundo, entre otras cosas,
porque además son mucho más baratas.

En cuanto a la terapia génica, ustedes oyeron ayer lo que es el ejemplo
de terapia génica: utilizando virus del catarro, en un laboratorio
americano han empezado ya a hacer experimentos para atacar el cáncer de
pulmón irremediable e inoperable. Este es el mecanismo normal. Así como
en las vacunas lo que se hace es introducir un antígeno, en el caso de la
terapia génica, o bien mediante un virus se hace algo que combata la
enfermedad in situ, o bien en el caso de enfermedades --que se han
detectado ya varios millares-- por ausencia o defecto de un gen, lo que
se hace es introducir el gen para que la persona sobreviva, porque si no
se enferma. Por ejemplo, en el caso de los niños burbuja, aquellos que
salían en la televisión, que los pobrecillos no tenían capacidad de
reaccionar a las infecciones y había que mantenerlos absolutamente
metidos en una burbuja para que no enfermaran y murieran, se ha
descubierto que el defecto es la producción de una enzima que hace un
paso químico muy elemental. Pues modificándole alguna de sus células
genéticamente y volviéndolas a introducir, ese niño puede vivir
normalmente. En este momento hay unos dos centenares de protocolos más o
menos aprobados por las agencias de evaluación de medicamentos, si bien
tienen problemas, lo que ocurre es que la presión de los enfermos es tan
grande, que se está trabajando, como vieron ustedes, incluso en
condiciones en las cuales es muy difícil predecir qué es lo que va a
ocurrir, pero la presión es tan grande que se está ensayando con enfermos
terminales.

Otros productos, entre los cuales los más importantes son los de
diagnóstico. Esto es lo que yo llamo la biotecnología de los pobres; es
la biotecnología que está al alcance de un país como el nuestro y, de
hecho, las empresas españolas en el campo del diagnóstico vienen
produciendo anticuerpos monoclonales, sondas de DNA o haciendo
diagnósticos que se llaman genómicos, del genoma humano. Se puede obtener
una industria biotecnológica competitiva que es muy interesante porque,
como ustedes pueden entender, para patentar un fármaco se necesitan
enormes cantidades de dinero que sólo están al alcance de las grandes
multinacionales, pero para patentar un kit de diagnóstico lo único que
hay que comprobar es que es eficaz y que realmente su número de éxitos es
mucho mayor que lo que hay en el mercado.

En lo relativo a suministros industriales voy a decir, muy rápidamente,
que todos estamos familiarizados con la industria de los antibióticos, la
obtención de compuestos de difícil síntesis química que, mediante
modificación de organismos, se pueden obtener, por ejemplo, intermedios
quirales; los intermedios quirales son los que son idénticos, como las
dos manos --por eso se llaman quirales-- pero que no son idénticos porque
la mano derecha no es igual que la mano izquierda; de hecho no se pueden
superponer. En química ocurre lo mismo, y lo importante es que los
organismos sólo reconocen uno de esos compuestos, de modo que para
obtener un fármaco hay que utilizar el de la mano derecha y no el de la
mano izquierda; el de la mano izquierda no vale para nada, y pueden
ustedes imaginar lo difícil que es separarlos, puesto que son
químicamente idénticos, etcétera, sólo los organismos son capaces de
sintetizarlos y de identificarlos.

Aditivos alimentarios: cada vez estamos más acostumbrados a tomar
productos que tienen aromas, sabores, colorantes (no artificiales, en
este caso son naturales) que son producidos mediante ingeniería genética,
introduciéndolos en microorganismos que los producen o bien mediante la
utilización de cultivo de tejidos, por ejemplo, el azafrán; el azafrán es
azafrán de verdad, lo que ocurre es que ya no se hace con aquella
alcachofita que tenían que llevar las recogedoras para cogerlo hilito a
hilito mientras cantaban aquella zarzuela tan divertida de La rosa del
azafrán. Ahora es posible obtener azafrán de una manera un poco más
eficaz, aunque tampoco es todavía muy barato.

Se pueden obtener encimas; por ejemplo, el queso se obtenía del cuajo de
las terneras; ahora se obtiene de la



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encima responsable de que cuaje la leche para producir queso y esa renina
se obtiene por ingeniería genética; lipasas para los detergentes
domésticos; proteasas que rompen las proteínas; polímeros y plásticos
biodegradables; y también son muy importantes Todas las
biotransformaciones, biorreactores, biosensores, que son unas técnicas
muy delicadas para seguir la presencia de un compuesto de interés
biológico en un reactor, y la purificación de productos que es a veces lo
que hace que los productos sean más caros.

En el campo de las plantas todo el mundo sabe que lo que fue la
revolución verde se basó fundamentalmente en la obtención de híbridos
hiperproductores y la obtención de insecticidas eficaces contra las
plagas. Luego se ha visto que estos insecticidas contaminan, porque son
recalcitrantes, porque continúan en el medio, y ahora se han convertido
en una amenaza. El procedimiento es sustituir los pesticidas y los
fertilizantes por biopesticidas y biofertilizantes; en el caso de los
biofertilizantes, hay unas bacterias que colonizan algún tipo de plantas
y que son capaces de utilizar el nitrógeno del aire, es decir, no hay que
añadir abonos nitrogenados, que son consumidores de energía y son
tremendamente contaminantes sobre todo de las aguas freáticas, ahora se
está trabajando muy seriamente en eso. Se pueden diagnosticar
enfermedades, como los virus de la tristeza del naranjo, etcétera. La
micropropagación consiste en obtener una planta de cada una de las
células de un tejido, ¿se pueden imaginar ustedes la cantidad de plantas
que se pueden obtener? Esto ha permitido, por ejemplo, repoblaciones
forestales masivas en países como Australia; y luego, lo más importante,
que es la obtención de plantas transgénicas. En Estados Unidos, por
ejemplo, se han aceptado ya 17 variedades, en Europa me parece que sólo
3, una de las cuales ya se puede plantar en Francia, en España supongo
que se aprobará rápidamente, después de que los franceses hayan aprobado
la variedad. Quiero decirles que en Estados Unidos, en dos años, la
aceptación de los agricultores ha sido tal que no han producido
suficiente semilla transgénica y en algunas cosechas, como el algodón y
el maíz, sobre todo, ya se ha llegado a un 20 por ciento en el segundo
año desde que están en el mercado y es más que posible que en pocos años
se llegue al 80 o al 100 por cien. Son plantas que tienen nuevas
propiedades, como por ejemplo el tomate y la soja; son resistentes a
herbicidas, que son los que más fácilmente se han desarrollado, porque
sólo dependen de un gen; son resistentes a plagas, como el perforador del
maíz o la araña del algodón, que ya prácticamente están en el mercado; y
otros que son un poco más complicados, como es la resistencia a la
salinidad. Imaginen ustedes lo que significa que una planta pueda
resistir una concentración de sal en el agua de riego mucho mayor que la
que ahora puede tolerar que, pueda resistir el frío, impidiendo la
helada, o a la sequía, o que sea mucho más resistente a la falta de agua.

Otra cosa muy importante, que es cada vez más seria: plantas que no son
para comérnoslas, sino para conseguir productos de interés químico o
farmacéutico; por ejemplo, hay una planta de tabaco que no se hace para
fumar, sino para obtener una lipasa que hay en el perro y que es un
fármaco muy importante contra el asma. Pueden ustedes imaginar las
posibilidades que tiene esta biotecnología.

En el caso de los animales existen más problemas. La gente está más o
menos convencida de que se pueden modificar microorganismos, incluso
plantas, pero un animal grande preocupa un poco más. Aun así, se han
hecho ensayos, por ejemplo, en el caso del salmón; hay salmones que en
vez de tardar seis años en hacerse grandes tardan seis meses. Yo no sé si
nos los comemos o no, porque los que más lo han desarrollado son los
noruegos, pero no quiero decir nada en contra de ello. Se han conseguido
lechones que, en vez de tenerlos que vacunar, ya son resistentes a
enfermedades, Y esto ha ocurrido en España, concretamente en el Centro
Nacional de Biotecnología.

Pero lo más importante es utilizarlos como biorreactores. Ustedes se
imaginan que para obtener una proteína hay que fermentar grandes
cantidades de microorganismos, obtener esa proteína, purificarla,
etcétera; imagínense por un momento que una vaca produzca en la leche la
proteína que nos interesa; ¡la produce a gramos! porque la cantidad de
leche que produce una vaca es tremenda y eso se ha conseguido; se han
conseguido proteínas de interés terapéutico en vacas, ovejas... Toda la
cuestión de la oveja Dolly --aparte de su importancia científica-- es
porque mediante la clonación se obtendrán ovejas, cabras o vacas que sean
iguales que la que se ha modificado genéticamente y que producen
proteínas en su leche que tienen un enorme interés.

Otra cuestión muy importante es la de modelos de enfermedades humanas. La
terapia génica impone, por ejemplo, la utilización de personas en fase
terminal porque hay que ensayar, no se sabe exactamente cuánta dosis ni
durante cuánto tiempo. Si tuviéramos modelos de enfermedades en animales
se podría ensayar primero con los animales y siempre será mejor ensayar
primero con ellos. Todo el mundo ha oído hablar del ratón oncogénico, el
ratón que es capaz de adquirir enfermedades como el cáncer, pero hay ya
casi un millar, y de hecho se recogen en una especie de reservorios o
archivos, bien los animales vivos o bien los embriones congelados, para
obtener modelos de enfermedades como la diabetes (una que se ha
desarrollado aquí en España) y enfermedades de variedades de cáncer y
otras.

Por último quiero hablarles de las enormes posibilidades de la
biotecnología. En algunos campos muy concretos, como es el de la biología
estructural, la determinación de estructuras de proteínas y otras
macromoléculas permite entender qué relación existe entre la estructura y
la función, de tal manera que se puede hacer ingeniería de proteínas, es
decir, modificar la estructura de una manera determinada para obtener
proteínas que sean más eficaces, que resistan más, etcétera.

En neurociencia también se está empleando la biotecnología y lo más
importante, tal vez, es el análisis de los genomas. El análisis de los
genomas se considera como el descubrimiento de América en el mundo
actual. El conocimiento del genoma humano, para lo cual hay un programa



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internacional, es una cosa que se va a realizar en menos tiempo del que
pensábamos, y el problema va a ser correlacionar la estructura de ese
genoma con las funciones que tiene que realizar cada uno de los genes. Se
ha conseguido analizar un genoma de un organismo con núcleo, como es la
levadura de la cerveza, y ha sido un éxito de Europa --Europa funciona
científicamente--, con una participación española bastante importante.

Por último, dentro de estas posibilidades, me gustaría recalcar la
posibilidad del control de la polución, la conservación de recursos
genéticos. Un aspecto que es muy importante también y que ya empezamos a
considerar todo el mundo, incluso las empresas, es la relación entre la
biotecnología y la sociedad, porque la biotecnología, que, como he dicho,
es una tecnología emergente y de grandes posibilidades, tiene un
problema. Así como los ordenadores, los transistores, las modernas
tecnologías de comunicación no tienen ninguna restricción legal --lo que
tienen que ser es eficaces y funcionar--, en el campo de la biotecnología
hay una enorme preocupación porque se cumplan una serie de controles
rigurosísimos que, como digo, generen confianza mediante leyes que hacen
que los productos biotecnológicos, por mucho interés que tengan, tarden
mucho más en llegar al mercado.

¿Cuál es la situación en España? Me van a permitir que les diga dos o
tres cosas. La primera es que en España hay 766 grupos de investigación,
los cuales están en organismos públicos tales como la universidad, el
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, instituciones
sanitarias, INIA, Cienat, IRTA, IVIA, comunidades autónomas y otras, que
tienen una plantilla de más de 2.600 personas y un número muy importante
de gente en formación, 1.561, que son técnicos y, sobre todo, becarios,
que no están en plantilla.

Como ven ustedes en esta transparencia tridimensional que hacen los
ordenadores tan bonitas, casi toda la investigación está centrada en la
universidad y en el Consejo. La universidad tiene los números más
importantes, así como el Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
que es de donde ha surgido prácticamente la biología molecular y celular
más avanzada.

En el caso de las empresas, tenemos detectadas unas 150 de distinta
dedicación a la biotecnología que trabajan en los siguientes sectores de
mercado: el fundamental es salud, con un 37 por ciento. El color rojo
indica las empresas y el color azul los grupos de investigación, que,
como digo, son 149. En suministros industriales tenemos también una parte
muy importante; si lo comparamos con el resto de Europa, en sanidad
estamos por el estilo, tal vez un poquito más. En suministros
industriales y agroalimentación tenemos una mayor dedicación de nuestras
empresas; sin embargo, en aspectos básicos, es decir, en vender
investigación a otras empresas, los únicos que lo hacen son los centros
de investigación, con un 22 por ciento, y, en cambio, nuestras empresas
no están a ese nivel, solamente un 2 por ciento. En cuestiones
relacionadas con el medio ambiente, hay alrededor de un 7 o un 8 por
ciento, que compara relativamente bien con lo que ocurre en Europa.

¿Cómo son estas empresas? Estas empresas las hemos dividido en tres
segmentos. Unas que pudiéramos llamar empresas dedicadas a biotecnología,
que son sólo unas 41, que, como ven ustedes, tienen fundamentalmente
sanidad, suministros industriales, algo de agroalimentación y plantas. Yo
diría que alrededor del 60 por ciento son lo que en el argot conocemos
como de alta tecnología; es decir, utilizan las técnicas más modernas de
ingeniería genética, de obtención de anticuerpos monoclonales, etcétera.

Luego hay otro sector, que son unas 30, que están en una situación
intermedia. Estas son empresas más o menos consolidadas y de muy reciente
creación, realmente empiezan a aparecer a partir de los años 80. Estas
otras son empresas farmacéuticas y demás que tienen programas
biotecnológicos. Y, por último, hay unas 70 y tantas que confiesan que
dedican menos del 20 por ciento a la biotecnología, pero que tienen
programas y que, fundamentalmente, como digo, son industria química e
industria agroalimentaria.

Hay que decir que estas empresas emplean bastante personal. Las EDB, las
pequeñas empresas emplean a unas 4.000 personas, de las cuales 775 están
en el laboratorio de investigación y más de la mitad son titulares
superiores, lo cual quiere decir que el tipo de empleado es muy
cualificado y está muy capacitado. En el caso de las empresas más
importantes, algunas son empresas medianas y otras grandes, las cuales no
hemos consignado aquí porque descabalaban los números. No hemos puesto
empresas muy importantes que, a lo mejor, tienen más de 10.000 o más de
20.000 empleados, pero las medianas y pequeñas tienen alrededor de
20.000. Esto ha supuesto un incremento bastante importante, porque en un
estudio que hicimos en los años 90-91, el número de empleados no llegaba
a 2.000 y el número de empresas era también mucho más reducido, sobre
todo el de las empresas que se dedicaban a la biotecnología.

Por último, quiero hacer una pequeña comparación con lo que ocurre en
Europa. Como ustedes saben, la Comunidad Europea, dentro del programa
marco, tiene una especial atención a la investigación, que debería ser
posible gracias a la colaboración entre los países y que sería más
difícil que hiciera individualmente cada uno de ellos.

En el campo de la biotecnología hay un desarrollo muy importante de los
programas dedicados a la biotecnología. En el cuarto programa marco había
ya una dedicación muy importante, de más de 100.000 millones de pesetas,
unos 5.000 y pico millones de ecus. ¿Cuál es el resultado en España?
Tengo que decirles que estos programas son extraordinariamente
competitivos, que nadie piense que España tiene cuota. En investigación
nadie tiene cuotas, la calidad es lo único que se evalúa. Puede haber
cuestiones relacionadas con la cohesión en la definición de los
objetivos, pero, una vez que los objetivos están definidos, la
competencia es feroz. Y tengo que decir que la participación española es
muy importante y que para nosotros es básica por una razón. El retorno de
los años 1995, 1996 y 1997, es decir, el dinero que han conseguido los
grupos españoles de investigación compitiendo en Europa, es de 3.800
millones de pesetas; la inversión



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nacional dentro del programa nacional es de 2.750 millones de pesetas. Se
puede decir que nuestra comunidad científica biotecnológica en una buena
parte está financiada por la Unión Europea. La distribución, como ven, es
la siguiente: la universidad el 42 por ciento, el Consejo
fundamentalmente el 49 por ciento y las empresas, que también participan,
el 9 por ciento.

¿Cómo se ha conseguido esto? Con una comunidad científica que no es
comparable a la europea. Permítanme que les enseñe este cuadro que pone
de manifiesto que, si nos comparamos con la Unión Europea o con la OCDE,
el número de investigadores españoles es el 2,8 sobre población activa,
es el doble en la Comunidad Europea y más del doble en la OCDE. Esto
tiene una explicación. La explicación es que España invierte el 0,9 por
ciento en investigación y desarrollo, la Comunidad Europea el 1,9 en
estos momentos y la OCDE el 2,1.

Todo esto nos permite hacer una serie de consideraciones a modo de
conclusión que me gustaría comentar con ustedes. Primero, España tiene
una comunidad científica con una calidad demostrada en las áreas más
importantes de la biotecnología y tiene masa crítica suficiente porque,
aunque invirtamos menos que los demás, somos un país grande y tenemos una
comunidad científica que es lo suficientemente grande, que presenta una
clara disposición a transferir tecnologías más avanzadas a las empresas.

Conviene señalar esto porque existía la idea de que los científicos
españoles se dedican a sus ciencias y no se preocupan por las empresas.

Lo niego rotundamente, existe una disposición clarísima, y más todavía en
el campo de la biotecnología. El número de científicos y la inversión
dedicada es prácticamente la mitad respecto a la media europea y a la que
correspondería a nuestro país por su población y potencial económico, por
lo que no vale eso de decir que somos más pobres. Somos más pobres
relativamente, nuestra industria y esta capacidad productiva no
justifican ese déficit.

En cuanto al clima empresarial, ya les he comentado que hay unas cuarenta
pequeñas y medianas empresas dedicadas a la biotecnología que son de
creación reciente, con un buen nivel de capacidad técnica y dedicadas
principalmente al sector salud y suministros industriales. Las nuevas
empresas han supuesto la creación de un número importante de puestos de
trabajo, sobre todo para titulados superiores y personal cualificado.

Existe un número creciente, cuestión muy importante, de empresas
consolidadas que quieren acercarse a la biotecnología. El procedimiento
ha sido que las grandes empresas han comprado o se han asociado pequeñas
empresas de biotecnología, o han inventado una división. En España ya
existen algunos ejemplos de holdings que han empezado a tener una pequeña
división de biotecnología, que puede ser muy importante, pero que tienen
dificultades. Necesitamos impulsar la creación y mantenimiento de estas
pequeñas empresas a través de programas especiales de investigación y el
apoyo a través de incubadoras. Ya les he dicho que estas empresas son muy
frágiles y requieren un cuidado especial y mecanismos parecidos.

Por último, en lo que se refiere al clima social, España debe tener una
posición clara al respecto y no una situación de indefinición. España
tiene que apostar, en mi opinión, por la biotecnología, como todos los
países europeos. No se puede quedar al margen, ningún país europeo lo va
a hacer, y por tanto tiene que tener una posición clara y definida, tiene
que proseguir implementando y aplicando las normas de bioseguridad, que
ya se aplican, sobre todo de control de nuevos alimentos, generando
confianza y una percepción pública favorable, que es muy importante. Hay
que establecer mecanismos de apoyo económicos y de asesoramiento para el
desarrollo, tanto de pymes de nueva creación como para la introducción de
las empresas establecidas en la biotecnología, y, por último, poner los
medios para un crecimiento continuado de la comunidad científica. Los
científicos no son funcionarios; aunque seamos funcionarios, los
científicos son otra cosa. Me parece muy bien que se reduzca el número de
funcionarios si es preciso, lo que no se puede hacer es meter en el mismo
saco a la comunidad científica, a los profesores universitarios, a los
investigadores del Consejo y a los centros públicos de investigación, lo
cual requiere un crecimiento continuado, aunque no excesivo, de la
comunidad, tanto en los centros públicos como en las empresas, dirigiendo
la inversión en este sentido. No se puede decir que si ponemos más dinero
se arreglará la cuestión. No, hay que dirigir la inversión en el sentido
de crear puestos de trabajo en ciencia y tecnología.

Con esto termino. Muchas gracias por su atención.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, en nombre de la Mesa, señor Albert.

Vamos a pasar a la segunda parte, intervenciones de los grupos
parlamentarios. Como el Grupo Parlamentario Popular es el que ha pedido
esta comparecencia, tiene la palabra la señora Fernández de Capel.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: A veces se dice que las casualidades
no existen, pero quiero decirles a nuestros comparecientes, que es la
primera vez que vienen al Congreso de los Diputados, que la casualidad
nos ha proporcionado hoy un lugar de excepción para hablar de algo de
excepción, que es la biotecnología. En esta sala no se suelen celebrar
comparecencias ni reuniones de comisiones ordinarias, sino que se suele
recibir a embajadores, a jefes de Estado. Hoy estamos recibiendo aquí a
una embajada especial para explicar lo que en España y en Europa está
suponiendo en este momento la biotecnología, nada más y nada menos que de
la mano de dos personas de reconocido prestigio internacional a los que
España se honra en tener entre sus mejores investigadores.

Yo no tengo casi nada que añadir a la exposición del doctor Albert sobre
la importancia de la biotecnología y su uso --el otro día nos sorprendían
hallazgos arqueológicos de restos de cerveza en España 6.000 años antes
de Cristo--, pero como miembro de esta Comisión en la que todos sentimos,
de una manera casi consensuada, que España



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necesita un impulso científico, quiero recalcar la esperanza de mi grupo
parlamentario de pensar que la biotecnología va a suponer en España en
muy pocos años un motor de desarrollo, no solamente de progreso
científico, sino de empleo.

España se ha apartado algunas veces inconcebiblemente de algunas
situaciones productivas, dejándolas dependientes de terceros países. En
este momento sería inconcebible que España se quedara al margen de la
biotecnología. De hecho, esa duda en Europa ha supuesto perder paso en
algunos de los avances. Se nos ha recordado aquí el caso de Alemania, que
era motor de empleo y de investigación y esa duda le ha hecho quedar
fuera del juego. Otros países que en un momento determinado se quedaron
fuera de juego en aspectos más tecnológicos que biológicos han sabido
ponerse a la cabeza, como los Estado Unidos cuando se quedaron un poco
desfasados con respecto a Japón en informática y, sin embargo, se han
adelantado.

Yo quisiera que España aprendiera de estos ejemplos, porque cuando
hablamos en nuestro país de biotecnología todo el mundo se acuerda de la
oveja Dolly, pero no se mencionan otras cuestiones. Esta biotecnología no
empírica, sino fundamentalmente científica, que se puede aplicar a mucho
sectores productivos, supone que tenemos lo principal de la exposición
que se ha desarrollado aquí, que es un bagaje de científicos preparados.

Muchas veces esta Comisión y otras personas que nos encargamos del mundo
científico echamos de menos ese aumento de trabajo para personal
cualificado. ¿Qué pasa con nuestros investigadores cuando vuelven? Yo
quiero expresar aquí la esperanza de que en ese campo se puede aportar a
nuestra sociedad mucho trabajo y se puede mejorar la utilización de
productos que España necesita en algunos aspectos.

Yo quiero incidir también de un modo chauvinista, en esa reserva
económica que ha supuesto un gran desarrollo en España, que ha sido la
producción agrícola que se ha visto mejorada en la región del sureste con
estos grandes avances de la biotecnología. Sobre todo, expreso mi deseo
de que España afronte estos temas con realismo, sin caer en esas falsas
disyuntivas, porque los que estamos en esta Comisión sabemos que
recibimos a veces una serie de recomendaciones, yo no quisiera decir
decimonónicas pero sí casi inquisitoriales, diciéndonos: ojo con lo que
ustedes hacen con la ciencia, o avisándonos de los problemas de
veterinaria que pueden surgir con la biotecnología. El mejor favor que se
le puede hacer a la ciencia es hablar con claridad, enfrentar sus
posibilidades y sus riesgos desde la verdad y desde la suficiencia, y
creo que para ello esta Comisión es fundamental.

Yo quisiera pedirle al doctor Albert que nos hablara de la reciente
directiva de patentes biotecnológicas, que es el principal problema que
España y otros países de Europa tienen en este momento sobre
biotecnología.

Quiero darle las gracias por su intervención. No me resta sino
felicitarle, agradecerle su comparecencia en nombre de mi grupo y en el
mío propio, y decirle que he disfrutado, como en otras ocasiones,
escuchándole.

La señora PRESIDENTA: El señor Albert tiene la palabra.




El señor ALBERT MARTINEZ: La armonización de la legislación sobre
patentes europeas es un problema que parece que está en vías de solución.

Ha habido, como ustedes saben, un acuerdo del Parlamento, que
probablemente será aceptado por la Comisión, y en un plazo relativamente
breve tendremos una armonización de esta legislación.

Los principales problemas eran, en mi opinión, un tanto académicos. Uno
de ellos era respetar el derecho del agricultor a volver a plantar la
semilla que puede retener de su cosecha. Parecía que esto iba en contra
de los derechos de las empresas, pero es, como digo, un problema
puramente académico, porque no hay ninguna empresa de biotecnología que
desarrolle una semilla que tenga interés que no la convierta en un
híbrido que no es replantable. Por consiguiente, el mantener ese derecho
es puramente retórico, en mi opinión. Esto puede llevarnos a la situación
de que algunas plantas que tienen una mayor dificultad en conseguir los
híbridos no se desarrollen biotecnológicamente para hacerlas más
competentivas.

El otro problema son cuestiones relacionadas más bien con el genoma y con
la modificación de lo que llamamos células germinales, es decir, las
células responsables de la reproducción. Lo único que se ha hecho es
reproducir --y es perfectamente aceptable por toda la comunidad
científica e industrial-- unas ciertas reservas, es decir, no se está en
condiciones todavía de modificar las células germinales, con lo cual, y
resumiendo, creo que habrá pronto una armonización de la ley de patentes.




La señora PRESIDENTA: ¿Otros grupos parlamentarios que deseen intervenir?
(Pausa.)
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra su portavoz.




El señor HEREDIA DIAZ: Yo quería comenzar diciendo que la biotecnología
ha abierto en este momento un horizonte de dimensiones aún desconocidas,
pues si en 1929 Haldane decía que quién se va a preocupar de crear un
producto cuando puede hacerlo un microbio, hoy podríamos aplicar que
genéticamente podemos crear el microbio necesario para llevar a cabo el
producto que nosotros necesitamos.

Esa tecnología tiene un potencial de mercado y de riqueza tremendo. Usted
ha dado una serie de datos. Los que yo tenía eran que el sector
farmacéutico movía, en cuanto a empresas, un 53 por ciento; el sector
agroalimentario, en torno a un 30 por ciento; el sector químico, un 12
por ciento; y el sector relacionado con la regeneración del medio
ambiente, un 5 por ciento. En cuanto a la potencialidad de empresas, los
datos que teníamos era que Estados Unidos estaba en torno a mil empresas
y usted ha dado el dato de 1.310; se ve el incremento que ha sufrido.

Europa no llega hasta esos niveles pues está prácticamente en la mitad,
600 y los datos que tenemos de Japón hablan de 300 empresas en este
momento. En una reunión que hubo hace poco relacionada con biotecnología



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hacían una prospección de futuro y hablaban de que el mercado de la
biotecnología movería, en el año 2000, unos 16,7 billones de pesetas, lo
cual supone un mercado tremendamente importante.

También ha hecho una reflexión sobre el número de empresas que en este
momento en España hacen biotecnología. Ha hablado de 120 en general, pero
luego ha concretado y ha dicho que las que hacen biotecnología, de forma
más específica, son únicamente 41.

Con el Gobierno socialista se hizo un esfuerzo en relación a este tema.

Se aprobó la Ley de la ciencia y el Plan nacional de I+D, y en ese
contexto surgió el Centro Nacional de Biotecnología. El Partido
Socialista hizo un gran esfuerzo en infraestructuras y llevó el PIB en
I+D desde el 0,45 por ciento al 0,85, es decir, prácticamente lo duplicó,
lo cual es decir mucho para lo que se consiguió, pero este hecho se puede
relativizar con los datos que usted ha dado en que hay que seguir
haciendo un esfuerzo para tratar de alcanzar la media europea que está en
este momento en torno al 1,9 del PIB.

Estoy de acuerdo con lo que decía la portavoz del PP relativo a que si es
importante esa política de gestos de traer a los responsables de
biotecnología al Congreso de los Diputados para que nos digan cuáles son
las directrices que en este momento hay en España en relación a la
biotecnología, debe continuarse esa política y hacer un esfuerzo mayor
para conseguir acercarnos a esa media, porque la biotecnología requiere
una inversión tremenda. No se puede hacer biotecnología con un
pehachímetro, con una balanza de precisión y con un espectrofotómetro,
sino que se necesita una tecnología punta que permita llevar a cabo las
técnicas más desarrolladas en ese momento.

En esa política de gestos del Centro Superior de Investigación Científica
se ha hecho una proyección de futuro para los próximos diez años en los
cuales se contempla la creación de unas 1.500 plazas de investigadores.

Uno esto con lo que usted decía en cuanto a que los investigadores son
funcionarios pero, en realidad, no lo son. En esa política que está
llevando a cabo el Partido Popular de crear 1.500 plazas en diez años,
posiblemente sacarán esas plazas a final de los diez años, porque ni en
1996 ni en 1997 ha sacado ni una sola plaza de investigación en España.

Como consecuencia de una reunión que yo tuve con una serie de profesores
de universidad que trabajan en temas que tienen que ver con
biotecnología, quisiera hacerle una serie de preguntas relacionadas con
el proyecto Biotech. Las voy a centrar un poco en la parte vegetal. Usted
ha dicho que en Europa únicamente había reconocidas tres plantas
transgénicas, mientras que en los Estados Unidos había 17. Parece ser que
todos los proyectos que a nivel de la Unión Europea suenan a transgénicos
automáticamente son devueltos, o se aprueban bastante pocos. ¿Eso podría
suponer que en un futuro --y ésa es la preocupación que tienen algunos
científicos-- Europa podría quedar relegada en cuanto a la investigación
biotecnológica respecto a los Estados Unidos? Esa es mi primera pregunta.

Aunque ha dado una serie de cifras --creo que ha dicho que el dinero que
aportaban los investigadores de la Unión Europea eran 3.800 millones de
pesetas--, quería conocer qué porcentaje de éxito y fracaso tienen los
proyectos españoles en relación a la media europea. Aunque el balance es
positivo, creo que deberíamos conocer ese dato.

Otra de las preocupaciones que había era que, en cuanto al Biotech, se
están aprobando proyectos relacionados con, por ejemplo, plantas modelo.

Todo lo que está relacionado con la gravidosis italiana se aprueba, y yo
creo que es muy importante estudiar, si se introduce el gen HKT-1, que
eso puede descontaminar los lagos de Chernobil, es decir, es algo
tremendamente importante. Sin embargo, en plantas como el tomate o la
fresa, que tienen una gran importancia para el mercado potencial de
nuestra agricultura, ese tipo de proyectos no se está tomando
suficientemente en cuenta ni se están concediendo en los términos que
nosotros deseados por la Unión Europea. ¿Por qué se está primando la
especie modelo frente a especies como el tomate o la fresa?
Otra preocupación es el hecho de que España importa mucha biotecnología.

En algunos casos las empresas importan biotecnología no de la forma más
adecuada. Y pongo un ejemplo: la levadura que se utiliza para el champán
se está importando para producir vino espumoso, pero es que la levadura
más adecuada para producir el mejor champán no tiene por qué ser la más
adecuada para producir el mejor vino espumoso. Es decir, estamos
importando y no estamos invirtiendo en las tecnologías y las ciencias más
adecuadas para fabricar productos específicamente españoles. También
quisiera saber cuál es la previsión de la biotecnología, qué actuaciones
se están llevando a cabo en este momento en España en biotecnología y
hacia dónde debíamos ir, hacía dónde debería orientar el Gobierno su
política biotecnológica en el futuro.

Otra pregunta interesante es qué significa apoyar la investigación en
general y la biotecnología en particular. ¿Qué política debe llevar a
cabo en este momento el Gobierno de la nación para apoyar este tipo de
investigación?
Quería conocer su opinión respecto al hecho de que en agricultura haya
muchísimos controles químicos pero no exista ningún control de tipo
biológico o, si existen, son bastante reducidos en comparación con los
controles químicos. Mi pregunta en relación con la mejora para la salud
de las personas que consumen este producto es la siguiente: ¿podría ser
una solución llevar a cabo estos análisis biológicos de los productos
para fomentar e incrementar el número de investigadores en España?
Ha hecho asimismo una reflexión en su exposición sobre lo que España o
cualquier país necesita para hacer biotecnología y ha dicho que necesita
investigadores que investiguen inversión empresarial y un clima social
adecuado para que estas empresas puedan vender esos productos. Sin
embargo, parece ser que en nuestro país el clima no es lo suficientemente
adecuado, porque cuando se habla de biotecnología a la gente le viene a
la cabeza



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las hojas transgénicas o la oveja Dolly, que usted ha citado. ¿Qué tipo
de campaña --si usted cree que es necesaria-- debería llevar a cabo el
Gobierno para tratar de cambiar el clima social que existe en este
momento? Por otra parte, ya que usted ha dedicado gran parte de su
intervención al tema empresarial, querría conocer cuál sería la política
que en este momento debería llevar a cabo el Gobierno en relación al
apoyo y fomento de las empresas que hacen biotecnología en España.

Aunque después va a comparecer el director del Centro Nacional de
Biotecnología, querría preguntarle si dicho centro está cumpliendo en
este momento con los objetivos para los cuales fue creado. Me gustaría
conocer su opinión.

Termino haciendo un balance --porque me preocupa-- con respecto a la
paradoja de los científicos españoles. Los científicos se forman en
España, se van a otro país, llámese Estados Unidos o cualquier país de la
Unión Europea, posiblemente con beca concedida por el Gobierno español,
países donde dedican a la investigación sus mejores años y, luego,
vuelven a España y se quedan en el paro. ¿Cómo se podría corregir esta
paradoja? Porque parece ser que el Partido Popular no tiene ninguna
directriz en este momento en cuanto a previsiones de I+D. Desde su punto
de vista cuáles deberían ser esas previsiones de I+D en cuanto a
investigación.

Por último --y con esta pregunta termino--, diré que en nuestro país
tenemos una gran cantidad de multinacionales que hacen biotecnología en
sus países de origen; sin embargo, en España, hasta el momento no están
llevando a cabo análisis o investigaciones biotecnológicas. Podría
suponer puestos de trabajo para muchos investigadores españoles el que
las multinacionales crearan oficinas donde se llevasen a cabo
investigaciones aunque fuesen incentivadas por el Gobierno. Con este fin
las multinacionales harían investigación biotecnológica en sus países de
origen y en nuestro país.




La señora PRESIDENTA: Para contestar a las preguntas, tiene la palabra el
señor Albert.

Permítame que le diga, señor Albert, que a las preguntas puntuales que le
han sido formuladas, si no tiene los datos, puede contestar por escrito y
remitirlo a la Presidencia de esta Comisión, que se encargará de
distribuirlo a los grupos parlamentarios.




El señor ALBERT MARTINEZ: Voy a intentar contestar a todas las preguntas,
ya que no creo que necesite información adicional.

Voy a empezar por contestar la segunda pregunta, porque incluso tenía
preparada una transparencia, pero, con las prisas, la suprimí. El
porcentaje de éxito global de los grupos españoles en la Comunidad es el
que nos correspondería si fuéramos un país desarrollado; es decir, España
participa económicamente en el gasto comunitario en un 6 ó 6,1 por ciento
del presupuesto y en el área de la biotecnología los retornos han
superado en muchas ocasiones el 6 por ciento. En este momento todavía
falta una convocatoria que tiene casi una cuarta parte de los fondos
disponibles, por lo que puedo decirle que vamos a superar el 6 por
ciento. Además, en algunas áreas el grado de participación español es muy
alto. Por ejemplo, en cuestiones relacionadas con protección
medioambiental España tiene una enorme capacidad científica y no sólo
científica, sino industrial. Ustedes recordarán que en El País del
domingo, en la última página, venía cómo en España se habían desarrollado
microorganismos modificados genéticamente para destruir un explosivo.

Quemarlo es muy contaminante y, por tanto, mediante fermentaciones
anaeróbicas, es decir, en ausencia de oxígeno, de aire, se puede destruir
bioquímicamente modificando unos microorganismos, unas bacterias que
existen en la naturaleza, y esa modificación ha sido objeto de patentes
españolas. No es raro que España participe en la mitad de los proyectos
que se aprueban en Europa. El promedio es que, de cada tres proyectos, en
uno de ellos hay un grupo español; es decir, un treinta y tantos por
ciento de participación en cualquier proyecto, lo que quiere decir que,
efectivamente, la participación española en este ámbito es la adecuada
gracias al esfuerzo y a la tenacidad de los investigadores, porque el
porcentaje de rechazos es muy grande y, sin embargo, a los investigadores
de alta calidad difícilmente les rechazan sus proyectos.

En cuanto a las plantas transgénicas, ha dicho algo muy importante en el
sentido de que la Unión Europea ha tenido algunas renuncias o
preocupaciones por desarrollar productos transgénicos en el campo de las
plantas y, sobre todo, de los animales, precisamente para evitar
problemas con la prensa, con los verdes, con la publicidad contraria. Sin
embargo, tengo que decirle que así ha ocurrido en el caso de animales. Es
cierto que algunos proyectos no han sido aceptados porque suponían la
modificación de animales superiores, excepto en el caso de modelos de
enfermedades humanas, y sólo de enfermedades humanas, no de enfermedades
animales, pero en el caso de las plantas no es cierto que haya habido una
resistencia. De hecho, la investigación europea de plantas es muy
superior a la americana, aunque existe una pequeña situación engañosa.

Dado que las compañías que han puesto las primeras plantas transgénicas
en el mercado son en buena parte americanas, existe la idea de que son
los americanos los que están desarrollando las plantas transgénicas, y
esto no es cierto. De hecho, el mayor número de patentes de plantas con
propiedades o características importantes para la agricultura se está
dando en Europa. Lo que ocurre es que algunas empresas multinacionales no
se sabe muy bien de dónde son. Novartis, por ejemplo, que es una empresa
suiza, que como ustedes saben fue el resultado de la fusión de dos
grandes compañías suizas, es europea; Plan genetic/systems era europea,
pero ya no sé lo que es porque la ha comprado otra gran compañía, Agrevo.

Pero tengo que decir que en Europa es donde se están desarrollando las
plantas de mayores posibilidades en el campo de la transgénesis. En ese
sentido no me preocuparía demasiado. También es cierto que Europa esta
haciendo un esfuerzo importante en el caso de la Arabidopsis como modelo,
pero tengo que decir que muchos científicos han empezado a manifestar su
preocupación por que parece



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ser que en el quinto programa marco no se habla tanto de la Arabidopsis
como a ellos les gustaría --realmente como planta modelo es muy
importante-- sobre todo para cuestiones relacionadas con el genoma.

Respecto a las importaciones ha tocado un campo en el que me va a
permitir manifestar un éxito de la biotecnología española, más
concretamente valenciana, que es mi tierra. El asunto es el siguiente.

Usted dice que se está importando levadura para hacer champán. No lo sé,
es posible, pero esto es una cuestión tradicional. Algunas de las
tecnologías para clarificar el champán se intentaron desarrollar en
España. De hecho se hizo un esfuerzo muy importante para eliminar el
tiempo de estancia en la cava, el tiempo necesario para la clarificación,
pero resulta que ya estaba patentado. Es decir, fuimos capaces de hacerlo
pero nos dimos cuenta de que ya estaba patentado. Sin embargo, en el
campo de la levadura, repito, hay un éxito muy importante. Para el pan
que comemos casi todos los días, en las panaderías, en las fábricas se
utiliza además de la levadura un enzima que ayuda a la panificación; un
enzima que tiene algún tipo de azúcares, que es una milasa, y que está
causando verdaderos problemas de carácter laboral porque genera alergias
inespecíficas en los panaderos, hasta el extremo de que hay una bajas
laborales tremendas. Pues bien, en el Instituto de Tecnología y
Agroquímica de Alimentos, de Valencia, se ha modificado genéticamente una
levadura de panificación para conseguir la lipasa. Es decir, al mismo
tiempo que actúa como levadura suministra la lipasa necesaria para que el
pan tenga las mismas características que mediante el tratamiento con el
enzima, con lo cual ya no hay problemas de alergia. Yo no me preocuparía
demasiado.

Yo creo --y luego hablaré de ello-- que la biotecnología española tiene
que buscar sus huecos característicos y especiales, pero es posible tener
una biotecnología española. ¿Hacia dónde deberíamos orientar la
biotecnología española? Sin olvidar que la investigación básica al más
alto nivel es imprescindible, es evidente que debería haber una mayor
capacidad de generar la aproximación entre los emprendedores, entre los
que son capaces de generar empresas y los científicos que estarían
dispuestos a participar en la génesis de empresas, los jóvenes,
precisamente por la dificultad de conseguir un empleo estable, pueden ser
un vivero muy importante de posibles generadores de empresas de
biotecnología.

Respecto a los controles, tengo que decirle que efectivamente existen
normas establecidas por la Unión Europea y que, aunque en una situación
un tanto precaria, existe una comisión nacional de biotecnología
encargada de controlar los experimentos en el campo, desde el punto de
vista de la salud y la protección medioambiental, si bien existen algunas
dificultades con las comunidades autónomas que tienen determinadas
competencias pero que no tienen la competencia científico-técnica para
llevar a cabo este control. En el campo de los alimentos y de las plantas
transgénicas para alimentación humana es preciso que, lo mismo que para
el control de los fármacos, existan labotarios de control y no fiarnos
solamente de lo que se haga por las entidades europeas. Sería conveniente
el desarrollo de un laboratorio de control, que tengo entendido que se va
a hacer en Majadahonda pero que todavía está en ciernes.

Respecto a la concienciación y al clima social, tengo que decir que en
España se da una disfunción tremenda que se basa en la falta de cultura
respecto de lo que es y lo que significa la biotecnología. Los medios de
comunicación tienden a que la biotecnología parezca una cosa mágica,
misteriosa, de modificación genética, de enmendar la plana a la
naturaleza. Esto no es cierto. Por ejemplo, se meten en el mismo saco
problemas de reproducción asistida que nada tienen que ver con la
biotecnología. La reproducción asistida nada tiene que ver con la
biotecnología en estos momento. Pensar que se puede llegar a hacer niños
con ojos azules, que sean más altos, etcétera, nada tiene que ver con la
biotecnología. En cambio, sí tiene que ver con la biotecnología la
obtención de plantas que hagan a la agricultura española más competitiva;
por ejemplo, el maíz y el algodón, que somos prácticamente los únicos que
los cultivamos en Europa, junto con Grecia y un poco en Italia. Para esto
sí que es importante la aplicación de la biotecnología.

En cuanto a la alimentación, hay que reconocer que España es un país con
unas características culturales muy particulares y hay que explicar a la
gente que todos los días nos estamos comiendo millones de genes. Hace muy
poco, cuando se hablaba de que al tomate transgénico se le había
introducido un gen para que al madurar no se despachurrara y se
mantuviera terso, escuché decir a una periodista --era una mujer, lo
siento-- que por qué se tenía que comer ella un gen. Es dramático que una
persona que está informando a los demás no sepa que cada vez que se come
un tomate normal se come todos los genes del tomate y que cuando se come
un filete se come todos los genes de la vaca, y por más verduras que se
coma no empieza a hacer función clorofílica, no se pone verde cuando se
pone al sol. Sin embargo, en estas cuestiones la culpa la tenemos también
los científicos. En la Sociedad Española de Biotecnología estamos
haciendo un gran esfuerzo y vamos a publicar un libro que va a aparecer
esta semana (si tienen interés les puedo mandar copias porque gracias a
las multinacionales --todo hay que decirlo-- no nos ha costado un duro y
por consiguiente no vamos a venderlo, vamos a regalarlo) en el que se
ponen de manifiesto todas las cuestiones que inciden sobre la cultura:
cómo es una planta transgénica, cómo se hace, qué es lo que significa,
cuál es la percepción pública y cómo se genera esa percepción pública.

Hay que generar una confianza y que haya una serie de controles que
también se especifican en este libro. Son controles perfectamente
establecidos. En una ocasión me preguntaron qué garantías le daría a un
ama de casa que va al supermercado y compra un producto vegetal
transgénico y contesté que las mismas que cuando va a la farmacia y
compra un antibiótico, ni más ni menos; creo que incluso más porque todos
sabemos lo que pasa en los productos farmacéuticos. Eso en lo que se
refiere a la concienciación.




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Respecto al apoyo a las empresas, hay unos mecanismos establecidos desde
hace ya bastantes años. Tengo que decirle dos cosas. Primero, que los
últimos datos del INE, el Instituto Nacional de Estadística, ponen de
manifiesto que en el año 1991 --han rehecho los datos-- se llegó al 1 por
ciento; nada del 0,9 o el 0,8, llegamos a la barrera del 1 por ciento.

Luego, como no se ha crecido adecuadamente, a partir de 1992 y 1993 ha
habido una disminución del porcentaje del producto interior bruto que no
se está corrigiendo. Nuestra preocupación es que, dado que la situación
económica del país ha cambiado, debía de notarse un esfuerzo. En ese
sentido, yo creo que todos los científicos y todo el mundo estaríamos de
acuerdo en que se necesita un incremento en la inversión.

El apoyo a las empresas se hace fundamentalmente a través del Ministerio
de Industria y del CDTI. Lo que ocurre es que, así como en otros países
ha habido un mayor descaro, en España se han utilizado mecanismos de
préstamo que, parece ser, económicamente son muy superiores pero
requerirían una mayor concienciación de las empresas y, sobre todo,
mecanismos de apoyo a las empresas en función de sus posibilidades y no
de que hayan producido beneficios y no sé cuántas cosas más, que es lo
que exigen la Ley de Sociedades Anónimas y demás. En el campo de la
biotecnología tiene que haber un mecanismo de apoyo a empresas que no
tiene nada que enseñar todavía, excepto las ideas y las posibilidades de
mercado que tienen esas ideas. Ello requeriría un replanteamiento de los
mecanismos de apoyo a las empresas. Es decir, el CDTI y el Ministerio de
Industria debían replantearse, por lo menos en el caso de la
biotecnología, el sistema de evaluación de las posibilidades de las
empresas.

Hay otra cuestión. El CNB lo inventamos nosotros en el año 1985. Fue un
programa movilizador de biotecnología en el cual yo participé de una
manera muy decisiva porque en aquel momento estaba ayudando al desarrollo
de la política científica del país. Se pensó en la creación de un centro
nacional que tuvo unas características muy especiales y que contó con el
asesoramiento de un comité internacional, presidido por el premio Nobel
sir John Kendrew, y con el apoyo de Milstein, que fue el que desarrollo
los anticuerpos monoclonales, también premio Nobel, aunque él se mantuvo
al margen, lo que permitió la creación de un centro de excelencia, el
CNB, del cual les hablará su director. Uno de los objetivos fundamentales
del CNB era abrise a las empresas, que las empresas pudieran, incluso
físicamente, acceder al Centro Nacional de Biotecnología. El director les
dirá cuál es la situación. El objetivo era tener una proyección
empresarial muy importante, y creo que de alguna manera se hace. Lo que
sí puedo garantizarles es que tiene un carácter eminentemente
biotecnológico y no de pura biología molecular y celular.

Respecto a la paradoja de los investigadores que vuelven, eso no es una
paradoja, es una desgracia. España gasta una cantidad enorme de dinero en
formar jóvenes investigadores con una alta cualificación que muchas veces
dejan sus mejores años en Estados Unidos; si es en Europa, qué le vamos a
hacer, al fin y al cabo Europa somos todos. El problema es la
reinserción. El grave problema de la incorporación, sobre todo a los
centros públicos como el Consejo, independientemente de la intención de
los gobiernos, incluso en la que yo llamaría época más favorable, finales
de los ochenta y principios de los noventa, es que los ingresos de los
investigadores se han hecho a golpes. Si uno mira un estudio de edades se
ve que hay vacíos. Lo que todos proponemos es que exista una continuidad
que no se rompa, que no esté condicionada por los avatares de la función
pública y todas esas cosas. Es decir, que se programe la incorporación de
investigadores porque es el único procedimiento de planificar una
formación de personal; si no, ocurre que cuando hay plazas no hay
candidatos, y cuando hay muchos candidatos, como en la situación actual,
no hay plazas. La idea, aunque no sea excesivamente espectacular, es que
haya cien o doscientas plazas al año, pero de verdad. Es básico y
fundamental que estén garantizadas de alguna manera. Es lo más importante
porque permite una selección del personal y, además, la ilusión de los
mejores investigadores.

Respecto a las multinacionales, tengo que decirle que algunas de las
empresas recogidas en mi presentación y en un anuario que hemos hecho son
absolutamente multinacionales. Es decir hay por lo menos tres o cuatro
multinacionales, fundamentalmente europeas aunque también alguna
americana, que tienen centros de investigación muy importantes dedicados
a biotecnología en España. Es imposible meterlas en las EDB porque son
multinacionales que venden muchas más cosas además de biotecnología, pero
que tienen centros de investigación con 50, 60 u 80 personas haciendo
biotecnología de la más alta calidad, desde luego controlada por la casa
madre. Eso ha hecho que incluso alguna multinacional se estableciera en
España, como ocurrió con Serono, porque les convencimos de que en España
podrían hacer cualquier pregunta de biotecnología, técnica o científica
que sería respondida por la comunidad científica. En ese sentido, estoy
de acuerdo en que hay que apoyar la creación de centros de investigación.

En aquel momento intervino el CDTI y el establecimiento de Serono fue
clarísimo. Además, es un centro muy importante en el ámbito de la
biotecnología en Europa.

No tengo más que decir, excepto una cuestión. Usted me ha corregido los
porcentajes. Depende de cómo se cuenten. Yo los he contado desde el punto
de vista económico. Eso hace que el porcentaje de la industria dedicada a
sanidad sea tan importante porque los productos que se venden y los que
están en el mercado son lo más caros. En este sentido, aunque el esfuerzo
empresarial es como usted dice, desde el punto de vista económico, la
biotecnología sanitaria es la que copa el mercado.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Albert. La Mesa de esta
Comisión le agradece su comparecencia.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Señora presidenta, pido la palabra
para, si lo cree oportuno



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solicitar al profesor Albert que nos facilite, por fotocopias o por
cualquier otro medio, las transparencias que ha proyectado para que se
añadan al acta de la Comisión, porque una exposición tan interesante
quedaría incompleta sin estos datos reflejados por escrito, como se ha
hecho en otras comisiones. No creo que la Mesa tenga inconveniente en
reconocer la importancia de que se adjunten estos datos.

En segundo lugar, quiero hacer una aclaración al portavoz del grupo
Socialista sobre algunas cuestiones que se han tocado. Se vienen haciendo
preguntas al Gobierno a través de terceras personas, y en este momento el
grupo que apoya al Gobierno, al amparo del Reglamento de la Cámara,
solicita el uso de la palabra para hacer unas aclaraciones.




La señora PRESIDENTA: En cuanto a la primera petición, esta Presidencia
no tiene ningún inconveniente, si así lo estima el señor Albert, en que
remita a la Comisión las diapositivas y el libro a que se ha referido,
por lo que le estaríamos muy agradecidos. Respecto a la segunda petición,
supongo que se refiere al artículo 43. Tiene la palabra por un tiempo
máximo de cinco minutos.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Ni siquiera consumiré los cinco
minutos, señora presidenta.

Quiero decir al señor Heredia que no pretendo hacer un debate político,
en primer lugar, porque este es un tema que interesa a todos los
gobiernos, a todos los partidos, a la sociedad en general; de hecho lo
vemos todos los días en la Cámara. Pero sí quiero recordarle, por
ejemplo, y algún científico presente no me dejará en mal lugar, que al
mes de llegar el Gobierno al poder, en el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas se me hacían una serie de futuribles como que
el Partido Popular, con juicio de intenciones, iba a bajar el presupuesto
de I+D del año 1997 o que iba a dejar tirados a los científicos que
volvieran. En fin, una serie de cosas que no hay necesidad de recordar en
esta Cámara. Como muy bien ha recordado el compareciente, a partir de los
años 1991-1992 se empezó a bajar el presupuesto de I+D nacional por
cuestiones económicas bastante sensibles, es decir, porque la economía de
esta país empezó a fallar; y por el sitio más débil, por donde más pecado
había, fue donde se empezó a bajar. Quiero recordar al señor portavoz que
ese presupuesto se incrementó sensiblemente en 1997, cambiando la
tendencia descendente. En el proyecto de presupuestos de 1998 --el señor
Heredia los conocerá-- hay un sensible aumento en I+D, tan sensible como
que en algunos sectores supone más del 36 por ciento. Yo lo consideraría
un fabuloso aumento del proyecto de presupuestos de 1998 para I+D, que
incluye también la biotecnología. Por eso invito a S. S. a que transmita
a su grupo el deseo de que apoyen este presupuesto, por lo menos en el
caso concreto de I+D, para ser coherente con ese desarrollo científico.

No tenía intención de establecer un debate dialéctico, de juicios de
intenciones. El primer día que comparecí ante el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, alguno de los presentes sabe que no se nos
daban ni siquiera unos meses de vida en el Gobierno, y ahora nos dan diez
años para hacer todo tipo de tropelías en la I+D. Quiero responder que
hay un proyecto en marcha que contempla a más de 800 investigadores que
vuelven, que ya están siendo admitidos. Lo que no podemos es crear una
investigación eternamente subsidiada porque no conduce a nada. No podemos
inventar la cuadratura del círculo criticando el apoyo que desde el
Gobierno se da a las pequeñas y medianas empresas, también a las grandes,
cuando estamos viendo que es la empresa la que está creando persepectivas
de futuro y de trabajo y también de investigación. Lo que no podemos es
estar diciendo, como aquel sacristán del cuento, que una cosa es la
iglesia y otra la procesión. El apoyo a las pymes pasa por el apoyo a las
empresas que se encargan de la biotecnología, y los apoyos empresariales
pasan también por esos puestos de trabajo que se crean desde la
biotecnología. Yo me siento enormemente satisfecha de la participación de
España en ese proyecto en el que participa con el 33 por ciento, porque
nos da un cierto nivel. No quiero entrar en esa polémica, sino
simplemente decir que nuestra gran preocupación por la biotecnología ha
hecho que sea el Partido Popular el que haya propiciado estas
comparecencias, con el amable apoyo de la Mesa que representa a todos los
grupos. Por ello quiero dejar constancia de la sensibilidad del Partido
Popular en este aspecto. Lo que no puede hacer el Partido Popular, en una
sociedad libre, es impedir que desde los medios de comunicación alguien
se crea cualificado para hablar de todo y crear en la sociedad un
ambiente que no responde a lo científico sino a lo tremendista, pero
comprendemos que ese es el riesgo de la prensa libre.




La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, en uso de esa libertad
que esta Presidencia practica siempre, tengo que recordarle, en primer
lugar, que S. S. puede pedir la palabra por alusiones cuando lo estime
oportuno, pero permítame que recuerde a todas SS. SS algo que por otra
parte es innecesario. Si hay algún lugar para el debate político es esta
sede parlamentaria del Congreso. Por tanto, esta Presidencia no hurtará
jamás el debate político a ningún miembro de esta Comisión.

El señor Heredia pide la palabra, supongo que para contestar a las
alusiones que le ha hecho la portavoz del Grupo Popular. Tiene también
cinco minutos para intervenir.




El señor HEREDIA DIAZ: La idea que yo tenía era conocer en qué situación
se encuentra la biotecnología en España, por lo que agradezco al señor
Albert su gran intervención. Sin embargo, no comprendo algunas
afirmaciones que se han hecho desde el Grupo Popular diciendo que una
cosa es ciencia y otra política. Posiblemente la señora portavoz del
Partido Popular no conozca



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mucho de ciencia, y eso hace suponer que no conozca la interacción...




La señora PRESIDENTA: Le pido a S. S. que no haga alusiones de tipo
personal. Manténgase dentro de la cuestión que estamos tratando.




El señor HEREDIA DIAZ: Cuando se habla desde el Partido Popular del
incremento que ha sufrido este año el presupuesto de I+D, como siempre,
se hace hasta cierto punto un falseamiento de los datos. ¿En qué consiste
ese falseamiento de los datos?, sin querer volver a entrar en el tema de
los presupuestos porque ya está completamente zanjado. Quiero dar tres
datos. El primero de ellos es que ese gran incremento que ha sufrido el
presupuesto en I+D viene en industria, concretamente en el apartado de
defensa. Que yo sepa, defensa no tiene ninguna relación con la
biotecnología, y si no el señor Albert me puede corregir. En segundo
lugar, el gran empuje del presupuesto de I+D viene de los fondos
europeos. Tendrá que reconocer la portavoz del Partido Popular que se ha
aprobado una enmienda de 5.000 millones para proyectos competitivos del
plan nacional que el Partido Popular ha dejado reducida a 2.000 millones.

Comprendo que la portavoz del Partido Popular se haya puesto un poco
nerviosa. No era esa mi intención. Yo únicamente he querido aprovechar la
intervención tan cualificada, como la que hemos tenido hoy del señor
Albert, para conocer, como político y como científico, cuáles son las
líneas directivas de la biotecnología en España.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora Fernández de Capel por
un minuto nada más.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Sin ánimo de rebatir el debate,
señora presidenta, porque no voy a hacer alusiones personales que no
vienen al caso, que la actividad científica tiene mucho que ver con la
política es evidente. Lo que no se puede hacer aquí es que, si
políticamente se pueden traer fondos de donde sea al servicio de la
comunidad científica, estén siempre con la historia de si los fondos son
de Europa o se han traído de la caja del señor tal o del señor cual.

Cuando hay una política que puede facilitar los fondos, vengan de donde
venga, bienvenidos sean, señor Heredia, porque su grupo parlamentario,
que ha gobernado durante catorce años, no ha sido capaz de traer fondos
de Europa en situaciones muy difíciles, que no quiero recordar quién las
propicio, pero que se les dejó en herencia a la sociedad española, que no
al gobierno.




La señora PRESIDENTA: Vaya terminando, señora Fernández de Capel.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Bienvenidos sean los fondos para
investigación, política y científicamente de donde vengan, siempre dentro
de las normas de la legalidad. No seré yo quien los pongan en entredicho.

La señora PRESIDENTA: Gracias señor Albert por su comparecencia.




-- COMPARECENCIA DEL SEÑOR DIRECTOR DEL CENTRO NACIONAL DE BIOTECNOLOGIA
(ESTEBAN RODRIGUEZ), PARA INFORMAR ACERCA DE LOS PRINCIPALES PROGRAMAS DE
BIOTECNOLOGIA DEPENDIENTES DE DICHO CENTRO. A SOLICITUD DEL GRUPO
PARLAMENTARIO POPULAR EN EL CONGRESO (Número de expediente Congreso
212/000549 y número de expediente Senado 713/000188)



La señora PRESIDENTA: Pasamos al segundo punto del orden del día;
comparecencia del Director del Centro Nacional de Biotecnología, don
Mariano Esteban Rodríguez, ante la Comisión Mixta de Investigación
Científica y Desarrollo Tecnológico, para informar acerca de los
principales programas de biotecnología dependientes de dicho centro.

Bienvenido, señor Esteban y tiene la palabra.




El señor DIRECTOR DEL CENTRO NACIONAL DE BIOTECNOLOGIA (Esteban
Rodríguez): Si la presidenta me lo permite, como el profesor Armando
Albert, voy también a presentar los resultados del Centro Nacional de
Biotecnología desde el otro lado y con la proyección de diapositivas.




La señora PRESIDENTA: Le escucharemos con atención, señor Esteban.




El señor DIRECTOR DEL CENTRO NACIONAL DE BIOTECNOLOGIA (Esteban
Rodríguez): En primer lugar, deseo agradecer a esta Comisión y en su
nombre a la señora presidenta haberme dado la oportunidad de dirigirme a
todos ustedes y tratar de presentar la situación del Centro Nacional de
Biotecnología. Creo que ha sido una apuesta importante por parte de
España. Somos un centro joven, el Centro Nacional de Biotecnología se
concibió en 1985, fue inaugurado en 1992, el personal científico del
centro prácticamente comenzó a trasladarse a comienzos de 1993 y seguimos
todavía en una situación creciente. Les presentaré datos de situación del
centro, los objetivos que hemos conseguido en estos años y qué planes
tenemos para el futuro, considerando, como el profesor Armando Albert ha
presentado muy acertadamente, la situación real de la biotecnología.

Quiero resaltar que estamos viviendo creo que el momento más importante
en la historia de la humanidad desde el punto de vista de la biomedicina
y lo que la biotecnología está aportando a la sociedad. Me quiero remitir
a datos concretos, como dicen en mi tierra, soy castellano viejo, al pan
pan y al vino vino, y lo quiero ilustrar lo que se ha conseguido con el
esfuerzo de todos.




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La biotecnología moderna empieza (no quiero entrar en conceptos de lo que
ha sido la evolución continua y desde el momento en que el hombre empezó
a utilizar nuestro entorno para usos propios) en 1973 cuando Boyer y
Cohen, dos americanos, demuestran que se puede manipular el ADN y
diseccionar o empezar a manipular el ADN. Esto se consigue mediante armas
que son las llamados enzimas de restricción; es decir, a los comienzos de
los setenta, en un comienzo tremendo desde el punto de vista de
establecer esas herramientas que nos van a permitir manejar el ADN, se
descubre el componente genético de todos los organismos que nos van a
permitir por primera vez estudiar la funcionalidad directa de los genes.

Como SS. SS. conocen el organismo tiene aproximadamente cien mil genes
que son los que se expresan y cumplen una serie de funciones, aunque la
célula tiene una composición de tres por diez a la nueve nucleótidos o
componentes del material genético.

Poder aislar por primera vez un gen determinado, introducirlo en un
plásmido y ésta a su vez insertarlo en una bacteria, ha revolucionado el
concepto de la biología y la biomedicina, ya que nos ha permitido, en
primer lugar, poder insertar un gen en un plásmido e incorporar ese
plásmido a una bacteria y esta bacteria nos va a permitir el diseño
industrial, es decir vamos a ser capaces de crear productos que de otra
forma eran muy difíciles de obtener por métodos industriales y eso
acelera el proceso para tratar de determinar la funcionalidad de
determinados genes y aplicarlos directamente. En ese concepto me siento
honrado por haber sido una persona que ha intervenido --y sigo trabajando
en ello--, en los interferones.

Fuimos los primeros en la época que estaba en Inglaterra que teníamos
convencimiento de que los interferones podían llegar a la clínica, hoy
día están en clínica y aunque desconocemos mucho de su funcionalidad,
tuvieron que transcurrir veinte años para encontrar la aplicación a algo
que en su momento se pensaba que no iba a tener ninguna utilidad y que
hoy día estamos viendo cómo van teniendo un papel importante en sanidad
humana para corregir o tratar de controlar determinados procesos
infecciosos y tumorales.

España apuesta porque la biotecnología pueda incidir directamente en
nuestro propio beneficio desde el punto de vista, como mencionó el
profesor Armando Albert, de cumplir una serie de misiones para las que se
diseñó este centro. Es un centro magnífico e invito a SS. SS. a
visitarnos en el momento que encuentren oportuno, sería una gran
satisfacción que conocieran directamente las instalaciones porque son
modélicas. Creo que es un orgullo para este país haber puesto en
funcionamiento un centro con unas características que nos hacen estar
distantes de todos los países, tanto los americanos, como europeos,
asiáticos y todo el mundo coincide en que es un centro que tiene unas
condiciones muy satisfactorias para lo que fue concebido.

Los objetivos fundamentales para los que se diseñó este centro son cuatro
y los estamos cumpliendo al pie de la letra. Llevamos exactamente cinco
años, es decir, somos todavía un centro joven pero hemos ido
evolucionando en ese tiempo.

Las misiones fundamentales son, en primer lugar, llevar a cabo una
investigación de alta calidad; sin esa calidad no se puede ser
competitivo y es el objetivo primordial. Creo que en España tenemos
grandes exponentes en cuanto a la calidad científica y es precisamente en
esa calidad donde España debe incidir a nivel mundial porque ello lleva a
garantizar la credibilidad en todas las acciones, tanto en nuestras
propias empresas como en cualquier actividad que emane de este país. Digo
esto como persona que ha vivido 22 años fuera, mayoritariamente en
Estados Unidos, y creo que el aspecto fundamental que debe tener un país
es credibilidad científica porque eso conlleva a garantizar nuestras
exportaciones que es el objetivo número uno del CNB.

El segundo objetivo, es desarrollar y ejecutar planes de apoyo a la
industria, actuar como puente de colaboración con el sector industrial.

Esta era una apuesta fuerte y un reto tratar de ver en qué medida un
centro público podía colaborar con la empresa. El Centro Nacional de
Biotecnología es un centro dependiente del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas y está regido por un patronato; es un
patronato en el que están representados distintos ministerios y está
presidido por el presidente del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. Está representado el Ministerio de Educación y Cultura, el
Ministerio de Sanidad, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de
Industria, la Secretaría General del Plan Nacional, la Comunidad de
Madrid, la Universidad Autónoma de Madrid --porque estamos en el campus
de la universidad autónoma-- y un representante de la industria, en este
momento, Pharmacia and Upjohn, S. A.

Un centro de investigación debe ejercer también una actividad académica.

Ese es nuestro tercer objetivo y como estamos en el campus de la
universidad autónoma creo que es un deber participar en esta actividad
académica. El cuarto objetivo es coordinar la investigación en
biotecnología con otros centros.

¿Cómo llevamos a cabo todos estos objetivos? Se llevan a cabo en cinco
departamentos, el departamento de biología molecular y celular, el de
microbiología biotecnológica, el de genética molecular de plantas, el de
inmunología y oncología y el de estructura de macromoléculas.

Voy a dar una serie de pinceladas, nada más, sobre los objetivos que
lleva cada departamento porque sería demasiado extenderme en cuanto a
especificar líneas concretas de investigación. Enumeraré los objetivos de
cada uno de los departamentos que están en funcionamiento, aunque alguno
de los departamentos todavía no se ha completado porque es un centro que
está en crecimiento, pero confiamos en incorporar gradualmente nuevos
investigadores que complementen la actividad que se realiza en los
distintos departamentos. El objetivo del departamento de biología
molecular y celular es fundamentalmente tratar de desarrollar
procedimientos para el control de determinadas enfermedades como sida,
gripe, gastroenteritis vírica, malaria, leishmaniasis, etcétera. Hay una
serie de enfermedades



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que se tratan de controlar utilizando procesos biotecnológicos y procesos
moleculares. Cada departamento está estructurado en ocho laboratorios;
cada laboratorio tiene como jefe a un científico responsable del mismo y
éste se compone básicamente de becarios, posdoctorandos y personal
técnico, que llevan a cabo la investigación propia de cada uno de los
laboratorios. Estos laboratorios, a su vez, se benefician de la estrecha
colaboración existente entre laboratorios de los distintos departamentos
y las unidades de investigación del centro, que mencionaré más adelante.

El departamento de biotecnología microbiana utiliza fundamentalmente los
microorganismos como mecanismo para desarrollar procedimientos que tengan
interés agrícola medioambiental, se están desarrollando ahí líneas de
investigación, las cuales generan nuevos antibióticos o bacterias que
pueden destruir productos tóxicos o microorganismos que puedan secretar
productos de interés que se puedan purificar y que tengan un interés
industrial.

El departamento de genética molecular de plantas lógicamente trata de
manipular las plantas desde un punto de vista que tenga beneficio
agronómico utilizando las tecnologías de ADN recominante, pero con una
finalidad muy concreta y es tratar también de considerar cuál es la
situación y los problemas en España y ver cómo las plantas pueden servir
de sistema para producir vacunas o plantas que puedan resistir a
determinadas enfermedades tanto virales como a estrés medioambiental.

El departamento de inmunología y oncología tiene como objetivo
fundamental tratar de controlar procesos, enfermedades inmunes y el
cáncer. Es un departamento, como describiré más adelante, que representa
un hito único en España y un reto a nivel mundial porque concibe una
estructura nueva que es de integración entre la industria y el sector
público. Este departamento lleva a cabo programas propios de
investigación, pero con la novedad de que investigadores de la empresa y
del Centro Nacional de Meteorología trabajan conjuntamente para tratar de
encontrar solución a problemas que son, como digo, entender cómo podemos
controlar el sistema inmune, cómo podemos controlar el cáncer y
desarrollar pautas que puedan ser terapéuticas para controlar estas
alteraciones. Luego hablaré sobre alguno de los proyectos.

El departamento de estructura de macromoléculas tiene como objetivo
utilizar tecnologías avanzadas para llegar a resolver estructuras con
alta resolución; es decir que podamos eventualmente llegar a definir lo
que es la estructura de una proteína, que es el objetivo final, ya que
eso nos va a permitir diseñar compuestos que sean específicos para
lugares activos desde esas proteínas y tratar así de controlar
determinadas patologías tanto producidas por agentes infecciosos, agentes
tumorales, etcétera o alteraciones neurodegenerativas, es decir que
mediante ese conocimiento se puede abordar y desarrollar productos con
alta especificidad.

Todos estos departamentos están apoyados por unidades de investigación.

Yo creo que ha sido modélico poner en marcha una serie de unidades --no
voy a entrar en ellas-- que potencian la actividad científica de los
grupos de investigación. Hay desde la unidad de bioinformática, la unidad
de microscopía electrónica, unidad de estructura de proteínas, unidad de
secuenciación de ADN, unidad de diseño de proteínas; luego incorporaremos
otras que sería ya en la parte de alta resolución como difracción de
rayos X. Estas unidades, como digo, sirven de apoyo a los grupos internos
y además a los grupos externos que quieran participar o colaborar con
investigadores del centro.

Como misión segunda mencionaba los planes de apoyo a la industria; estos
planes de apoyo están a varios niveles. La política que hemos seguido ha
sido mantener una relación estrecha --hablando nos entendemos, dice el
refrán-- con empresas de distintos sectores, con la finalidad de ver si
encontrábamos vías comunes que pudiéramos desarrollar en el Centro
Nacional de Biotecnología. En estas reuniones periódicas, que continúan,
una práctica que seguimos en el centro es establecer diálogos con
empresas a nivel individual o convocamos reuniones a las que asisten
varias empresas o todas las empresas que estén interesadas en España en
este campo de la biotecnología y vemos cómo el centro puede colaborar,
puede ayudar o puede facilitar el desarrollo de sus propias
investigaciones. Fruto de ello son varios convenios de colaboración que
se han establecido con empresas que involucran a más de un grupo de
investigación, a dos, tres grupos o a todo un departamento. En este
sentido, creo que hemos establecido pautas importantes de colaboración
con el sector empresarial.

En el cuarto aspecto, que es la coordinación de la biotecnología con
otros centros repartidos en España, el centro ha establecido lo que se
llaman unidades asociadas, que son convenios. Se han establecido con
Biocomputadores, en Málaga, con la Universidad Autónoma de Barcelona, con
el Ciemat, con el Instituto de Biotecnología de Asturias, con el
Instituto de Biotecnología de León y progresivamente continuamos con la
finalidad de facilitar el hecho de que la investigación que se realice en
otros centros se vea potenciada por la colaboración con el Centro
Nacional de Meteorología. Somos un centro abierto para tratar de
satisfacer las necesidades de otros grupos de investigación repartidos en
el país que puedan estar motivados o interesados en utilizar los recursos
del Centro Nacional de Meteorología.

En cuanto a la actividad académica, estamos formando un gran número de
doctores, que provienen de distintas universidades españolas;
continuamente se realizan actividades científicas: workshops o simposios
internacionales; tenemos una gran actividad en relación con seminarios
científicos, viniendo de todos los países a participar y a compartir con
nosotros sus experiencias científicas: Yo creo que esta actividad es muy
importante y demuestra el dinamismo del propio centro.

Ahora simplemente quiero dar unas pinceladas sobre aportaciones y qué ha
conllevado esto. Yo creo que se están haciendo aportaciones muy
importantes y tenemos el ejemplo de un gen, la telomerasa, que es la
aportación de un grupo de investigación del departamento de inmunología



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y oncología, el cual ha generado animales que son ratones a los que se
les ha inactivado selectivamente este gen, la telomerasa, y ha visto que
dicho gen contribuye de forma muy significativa al envejecimiento. Yo
creo que este tema es uno de los más importantes de nuestra sociedad,
porque la vida media se está prolongando y el objetivo es tratar que la
calidad de vida de la sociedad sea mucho mejor de cara al futuro. El es
ejemplo de una investigación del centro, que ha sido publicada en la
revista de mayor prestigio, la revista Cell, pero no solamente eso, sino
que ha merecido que en la primera página de la revista aparezcan estos
resultados.

En la parte superior se demuestra cómo las células se van degenerando.

Todas las células tienen una vida media determinada que está regulada,
pero las células tumorales no, ya que llega un momento en que pierden ese
control y proliferan de forma indeterminada. Lo que sí se ha visto es que
la pérdida de los telómeros, que son unas secuencias que están en el
extremo de los cromosomas y hacen que se mantenga la viabilidad celular,
da lugar a que las células envejezcan y eso ve en la curva que va hacia
abajo. Como digo, esta fotografía ha aparecido en la primera página de la
revista Cell en el mes de octubre. Aquí no se ve, pero los puntos rojos
son los telómeros, los cuales están marcados selectivamente, y el resto,
en color azul, son los cromosomas. Con el tiempo, y eso se ve en los
distintos paneles de la derecha, en la parte inferior, se va perdiendo
esa secuencia, lo que indica que las células están envejeciendo y que
mueren. Esta es una contribución importante, pues por un lado ha
demostrado que el papel de los telómeros es el envejecimiento, aunque
había una expectación muy grande de que interviniera directamente en
procesos tumorales, pero la contribución es demostrar que se trata de un
gen importante para el envejecimiento y, además, único.

Otro aspecto asimismo importante que quiero compartir con SS. SS. es el
proceso del cáncer, que yo creo nos interesa a todos. Sabemos que el
cáncer es provocado por una serie de mutaciones en secuencia y que esas
mutaciones dan lugar a que una célula normal, un tejido, eventualmente a
través de una serie de mutaciones, degenere y aparezca lo que se conoce
como tumor, que posteriormente degenera en metástasis y demás. Es
importante conocer la secuencia de procesos que conllevan a que una
célula se convierta en tumoral y, en este sentido, quiero señalar una
contribución, también importante, por parte del personal científico del
CNB, que ha sido la identificación de una proteína que se llama P16, que
está involucrada en un gran número de cánceres, de páncreas, de vejiga,
blastomas de cabeza de cuello, etcétera, con unos porcentajes
tremendamente elevados. ¿Qué significa eso? Por un lado es un
procedimiento que nos va a servir para diagnóstico. En España, en los
hospitales existe una gran deficiencia en cuanto a desarrollo e
investigación que se debe realizar en centros hospitalarios, pero es
nuestro deseo que esta investigación paulatinamente redunde de forma
importante en la sociedad, que utilice todas las pautas moleculares para
definir y seguir un proceso, en este caso un proceso tumoral. Se ha
comprobado que cuando se producen ratones a los cuales se les ha
inactivado este gen que codifica por esta proteína, los animales normales
sobreviven --en la parte superior se ve una línea recta--, pero aquellos
animales a los que se les ha inactivado, producen tumores y, con el
tiempo, mueren. En la parte superior se puede ver la gráfica descendente
debido a que esos animales están desarrollando tumores y se les indica
como menos-menos; esto quiere decir que son homocigóticos, que han
perdido ese gen en los dos cromosomas y, por consiguiente, ahora esos
animales desarrollan tumores. El corolario es que este gen está
directamente involucrado en procesos tumorales, y más si se acentúa
mediante la utilización de agentes carginogénicos que cofacilitan la
aparición de tumores. En estos animales aparece el desarrollo tumoral en
una edad mucho más temprana.

Son ejemplos que indican la importancia de la investigación básica para
conocer aspectos fisiológicos del organismo y serán pautas que, poco a
poco, se van incorporando al arsenal terapéutico para tratar de
desarrollar compuestos que incidan directamente sobre esta proteína, en
concreto, sobre la telomerasa u otras. Aquí pongo un ejemplo de
investigaciones que se han desarrollado en el centro. En la parte
superior izquierda del panel, son células normales en monocapa, en
cultivo de tejido; en la parte derecha, se ha activado un gen
determinado, que es una proteína quinasa y este gen activa lo que se
llama la muerte celular programada, apoptosis, que las células mueren; en
la parte inferior, se ha identificado también otro gen que hace que esa
célula que iba a entrar en apoptosis --como las neuronas, por ejemplo--,
ahora no muera. Estos datos ilustran la importancia de la investigación
básica a la hora de desarrollar pautas terapéuticas.

El profesor Armando Albert ha mencionado que en el centro también se está
trabajando en el desarrollo de animales que sean de interés veterinario.

La gastroenteritis porcina transmisible es una enfermedad que tiene gran
incidencia en los lechones recién nacidos y ya se han conseguido ratones
transgénicos que secretan en la leche un anticuerpo que neutraliza el
virus. Ya se está en la generación de lechones de cerdos transgénicos que
secreten en la glándula mamaria en la edad de lactancia, durante las
primeras semanas, este tipo de anticuerpo que va a conferir resistencia,
frente a este virus durante los primeros dos meses. Eso tiene gran
importancia sanitaria y no altera para nada la capacidad del propio
animal.

Otro resultado importante, mediante colaboración con una empresa nacional
del sector petroquímico, es que se han identificado y desarrollado
también microorganismos que son capaces de destruir petróleo. La
biotecnología avanza a pasos agigantados, están apareciendo moléculas de
nueva creación, y, en salud, hacia el año 2000 tendremos un arsenal que
irá completando la actividad de productos para beneficio social. No hay
duda de que la medicina del siglo XXI va a ser mucho más dirigida, no
solamente en la parte sanitaria; podremos dirigir moléculas hacia
determinados tejidos para controlar procesos



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patológicos. Diríamos que será una medicina totalmente a la carta, y en
ese campo la biotecnología está incidiendo muy fuertemente.

Quiero resaltar que estamos simplemente en el 10 por ciento; si uno
representa una curva logarítmica, estamos en el inicio. No pensemos que
estamos en una fase avanzada, sino que estamos todavía en la fase inicial
de crecimiento en lo que supone la aportación de la biotecnología a la
mejora del entorno, a la mejora sanitaria, a la mejora general de nuestra
sociedad.

Ahora voy a presentar en qué situación nos encontramos. Primero unas
gráficas de 1996 y luego de 1997, porque estamos cerrando el ejercicio.

Empezamos con un grupo muy pequeño y paulatinamente estamos creciendo
todavía en fase exponencial. Personal, en 1996: total de personas en el
Centro, 377; de ese personal funcionarios investigadores, 29, y personal
de apoyo a la investigación, unos 20; el resto es personal contratado. El
Centro está creando empleo, sin coste para el Estado. Luego comentaré la
parte económica y cuáles son los recursos que estamos generando. La mayor
parte del personal es contratado, muchas veces a través de proyectos y
otras a través de becas de convocatorias públicas. El personal becario
está creciendo también exponencialmente, ya en 1996 eran 117 y ahora son
139. El personal total en 1996, desde 1993, que es cuando empezamos, está
en los 404, y seguiremos creciendo.

En cuanto a la financiación pública, hemos ido creciendo mucho;
aproximadamente el 70 por ciento de todos los recursos en 1996 provenían
de financiación que se conseguía en convocatorias nacionales e
internacionales o a través de convenios con empresas. Actualmente por
cada peseta del Estado obtenemos cinco pesetas; desde ese punto de vista,
yo creo que es francamente meritorio el esfuerzo que está realizando todo
el personal del Centro Nacional de Biotecnología para competir a nivel
internacional en la búsqueda de objetivos que traten de que la
investigación que se realiza en el Centro sea competitiva y de alta
calidad.

Si ahora me lo permiten, voy a presentar unas gráficas correspondientes
ya a 1997. El personal becario es el mayoritario y eso es algo muy
importante; yo creo que es el personal que realmente se compromete en
investigación y que hay que estimular. Como digo, el total de personas en
el Centro actualmente es de 403, y tenemos también una gran afluencia de
personas que vienen del extranjero, personal doctorándose, profesores
visitantes, etcétera. En cambio, como digo, los funcionarios son 29 y
funcionarios de apoyo a líneas o de servicio son 21; ese es el total. El
resto lo complementa personal contratado.

Esta es la gráfica de 1997, correspondiente al crecimiento exponencial.

La financiación de 1997. La parte correspondiente a operaciones
corrientes, el capítulo del personal, inversiones, sería esta parte y un
19 por ciento del total es financiación del Estado, del Consejo Superior
de Investigaciones Científicas, pero el resto, hasta el 80 por ciento, es
financiación que se obtiene mediante proyectos y en competiciones
nacionales y europeas.

La financiación de la Unión Europea creo que es modélica en cuanto a los
recursos, que representan 386 millones. El centro compite fuertemente en
la captación de dinero de la Unión Europea, en eso creo que es un
ejemplo. La financiación pública compite; también es muy importante
destacar la financiación privada, que representa un 56 por ciento. Es
decir, el 80 por ciento se genera mediante presentación de proyectos de
investigación que se determinan en función de su calidad científica. A lo
largo de los años, la financiación total sigue creciendo y esperamos
seguir haciéndolo en los próximos años. Vamos a por todas, pero
lógicamente para poder crecer uno tiene que demostrar su calidad
científica. El Centro irá incorporando nuevos jefes de grupo y confiamos
que la investigación que se realiza en él incida directamente en
beneficio de la sociedad.

Estos datos ilustran que el objetivo para el que fue creado el Centro
Nacional de Biotecnología en estos cinco años se está cumpliendo, yo creo
que con creces, y es de desear que este desarrollo continúe, para lo cual
es necesario el apoyo del Gobierno y de todas nuestras autoridades para
seguir potenciando lo que es muy importante en España, un país de 40
millones, que tiene un material humano extraordinario. Yo he sido
profesor de investigación durante muchos años en la facultad de medicina
de la universidad de Nueva York, por mi laboratorio han pasado
estudiantes de distintas nacionalidades y los españoles siempre se han
distinguido por su capacidad intelectual, su creatividad, que es lo que
les definiría mejor. Ese es un elemento esencial para el progreso. España
puede y debe estar entre los primeros a nivel mundial, porque tiene la
materia prima para llevar a cabo este esfuerzo y poder competir a nivel
mundial.

Yo creo que no debemos escatimar esfuerzos para hacer que España ocupe
los primeros lugares. Agradezco enormemente presentar aquí al Centro
Nacional de Biotecnología, un esfuerzo que es de todos, no solamente
nuestro, nosotros nos hemos puesto a trabajar ahí internamente, pero es
un esfuerzo de todos y se está demostrando que podemos conseguir
objetivos que nos sitúen a nivel mundial. Ha sido para mí una
satisfacción haber asistido hace dos semanas a un encuentro en Munich; se
han reunido los centros de biotecnología europeos y americanos y nosotros
fuimos invitados como único centro de España para participar en esta
reunión, que trataba de la situación actual de los centros de
biotecnología y su proyección de cara al futuro.

El centro nacional va a continuar con ese desarrollo de investigación de
alta calidad para ser competitivo, fomentando la colaboración entre el
sector empresarial y el centro; asimismo va a seguir estimulando la
investigación en biotecnología en España ya que, como he dicho, estamos
abiertos a todos los centros, tanto en centros de investigación del
Consejo como a universidades y demás. Creo que mediante esta actitud
abierta de diálogo y de colaboración podremos avanzar en la consecución
de nuestro objetivo, que es hacer que la investigación que se



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realiza en España tenga ese prestigio y esa competitividad a nivel
internacional. Vuelvo a reiterar que con el esfuerzo de todos podremos
conseguir estos objetivos, que, como demuestro claramente, se están
consiguiendo.

Sin más, quiero agradecer a esta Comisión la oportunidad que me ha dado
para presentarles en estos minutos la situación del Centro Nacional de
Biotecnología. Creo que es un orgullo y una satisfacción para todos haber
llegado hasta donde estamos.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Esteban, por su intervención.

¿Grupos parlamentarios que desean intervenir?
Por el Grupo Popular, tiene la palabra la señora Fernández de Capel.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: En primer lugar, antes de centrar la
intervención, quería solicitar de la Presidencia, como hice también
anteriormente, para no hacer una intervención posterior, que, si fuese
posible, el profesor Esteban entregara a la Cámara las ilustraciones que
ha presentado. Con ello me sentiría enormemente satisfecha y creo que los
demás grupos parlamentarios también lo consideran interesante.




La señora PRESIDENTA: Esta Presidencia no tiene nada que decir si el
señor Esteban tiene a bien remitir los documentos que usted le solicita.

Puede seguir en el uso de la palabra, señora Fernández de Capel.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Quiero decir que me siento
enormemente satisfecha de tener hoy entre nosotros a un prestigioso
científico español.

Por distender un poco el ambiente, a estas horas de la mañana --y estos
temas científicos siempre debemos tratarlos con una de las mejores
características que tenemos los españoles que es, entre otras cosas, el
buen humor--, voy a decirles que, cuando le preguntaba a un político qué
producían en su país, contestó: Nosotros, dirigentes mundiales. Pues
bien, yo creo que los políticos españoles podemos sentirnos satisfechos
de que producimos grandes científicos. Esta mañana ha quedado patente en
esta Cámara y así nos lo está diciendo el doctor Esteban en su
intervención.

Creo que España se siente enormemente satisfecha, y hablo no como miembro
del Grupo Popular, sino como miembro de la comunidad científica
internacional, por el progreso científico que ha tenido, ya que
efectivamente España produce grandes investigadores internacionales como
los que tenemos esta mañana aquí.

Quiero felicitar al director del Centro Nacional de Biotecnología, porque
el Centro --tenía conocimiento de ello y por eso solicité su
comparecencia en esta Cámara-- es un centro modélico. Es uno de esos
centros de los que todos nos debemos sentir orgullosos. Por eso debemos,
desde la Cámara, en ese esfuerzo de comunicación que tenemos que hacer
los representantes de la sociedad, transmitir la eficacia, la eficiencia
y la excelencia de nuestros grandes científicos y de nuestros grandes
centros. En este caso, en la ciencia básica, que muchas veces se cree que
no representa la aplicabilidad inmediata. Y como ha quedado bien claro,
ese avance científico que nos hace llegar el doctor Esteban, la
publicación sobre las telomerasas --y la sociedad internacional el otro
día vibraba con algo tan discutible como es la relación de la psoriasis
con las caricias de los niños, cuando el mundo científico tiene otros
concepto sobre enfermedades de ese tipo en los que no voy a entrar--
debería estar ocupando la primera página en toda la prensa, no solamente
especializada, que ya la tiene, sino en la prensa mundial. Pero esos son
los gajes del oficio de los científicos, que a veces están relegados,
desde la propia sociedad, por la ignorancia ambiental de no saber
asimilar estas cosas tan importantes que hemos estado viendo hoy aquí,
desde el punto de vista de lo que soporta la investigación básica y su
perspectiva de futuro.

Quiero felicitarle por la coordinación efectiva, tan necesaria, con otros
centros, porque la investigación si no tiene esa coordinación y esa
proyección no sirve para nada, y eso lo sabemos todos los que nos movemos
en estos ámbitos. Veo con gran esperanza que el centro está perfectamente
estructurado y organizado, aunque todo es susceptible de mejora, y nadie
mejor que el director conocerá estas pequeñas deficiencias que hay que
armonizar, pero sabemos que dirige el centro con gran eficacia y con una
capacidad organizativa digna de todo elogio. Sabemos que parte de la
investigación de este centro --y quiero dejar constancia de ello como
miembro de un sector científico-- va a ser muy significativa en ese
futuro de la medicina del siglo XXI; ya ha dejado de ser una medicina
sintomática, ni siquiera etiológica, como se estudiaba al principio, sino
que es una medicina que se va a atacar en su raíz más inmediata. También
se contemplan aspectos que quedan fuera de lo que se cree que es el mundo
de la biotecnología. Me estoy acordando de lo que significó para la
Guerra del Golfo poder limpiar el mar de hidrocarburos. Ahora en España
se aplica esta tecnología punta, pero en aquel momento supuso un problema
medioambiental enorme; todos pudimos ver aquel pájaro cubierto de
petróleo y aquella capa del mar. Ello originó un importante debate en la
sociedad científica internacional sobre cómo limpiar aquella zona de los
residuos. Ahora nos satisface ver y es muy importante cómo España está
aplicando estas técnicas, no sólo medioambientales, no sólo de aplicación
sanitaria inmediata, sino de sanidad mundial. Se demuestra algo que yo ya
sabía y de lo que quiero dejar constancia en el «Diario de Sesiones», el
apoyo de la industria, que es tan importante en un centro moderno, saber
que hay un apoyo, que existen esos vasos comunicantes entre la industria,
los productos y esa política de personal, esa política de empleo y ver
con esperanza cómo el centro en el año 1997 casi duplicó el crecimiento
que tuvo entre 1995 y 1996. A cualquier persona que se



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mueva en el mundo científico esa tendencia nos llena de esperanza.

Como miembro de esta Comisión, sólo me queda agradecer al doctor Esteban
su presencia en esta casa, que es la casa de todos los ciudadanos, e
intentar que, mediante esta Comisión, que transmite la voz de todos los
ciudadanos, con los medios necesarios, se conozca la excelencia y la
eficiencia de estos centros, que en España nos llenan a todos de orgullo.




La señora PRESIDENTA: ¿Otros grupos parlamentarios que deseen intervenir?
(Pausa.)
Por el Grupo Socialista, tiene la palabra el señor Heredia Díaz.




El señor HEREDIA DIAZ: Quiero agradecer al director del Centro Nacional
de Biotecnología su comparecencia tan ilustrativa en el día de hoy.

Decía Aristóteles que los grandes conocimientos engendran grandes dudas.

Esta definición vendría como anillo al dedo para definir la
biotecnología, una ciencia que está avanzando a una velocidad de vértigo;
lo que hace algunos años parecía fruto de la ciencia ficción, hoy se ha
convertido en una realidad. Al mismo tiempo, la biotecnología engendra
dos grandes dudas. La primera de ellas sería hasta dónde puede llegar la
técnica biotecnológica y, la segunda, sería, desde el punto de vista
ético, hasta dónde debemos permitir que llegue la biotecnología. Incluso
el concepto de biotecnología ha ido evolucionando a lo largo del tiempo.

La pasada década se definía la biotecnología como la técnica que
utilizaba organismos vivos para modificar, para crear o producir nuevos
tipos de alimentos, para mejorar las plantas o los animales o para
utilizar pequeños microorganismos en funciones muy concretas. Sin
embargo, hoy en día, la biotecnología está más relacionada, como muy bien
usted ha explicado, con la modificación genética de los organismos, con
la función celular o incluso con la bioingeniería.

El objetivo con el cual fue creado en 1985 el Centro Nacional de
Biotecnología era desarrollar y transferir la tecnología, la técnica
biotecnológica, a las empresas, porque se unía el potencial científico
con la inversión empresarial, y esto, evidentemente, crea riqueza y
empleo. Fruto de esa colaboración --con ello trato de solventar una de
las dudas de la portavoz del Partido Popular con respecto al incremento
que en 1997 ha habido en el número de investigadores de este centro--, se
estableció, 1995, un convenio entre el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas y el grupo empresarial Upjohn Farmoquímica,
S. A., de 8.500 millones de pesetas en siete años, lo cual supone una
inversión tremenda para el centro. Fruto de ese convenio está surgiendo
esta gran cantidad de plazas que usted ha mencionado.

El Gobierno dice que España va bien --por lo menos eso dicen algunos-- y
yo creo que ese Estado de bienestar económico debería redundar en una
mayor inversión en I+D, concretamente en biotecnología, para tratar de
alcanzar la media europea. Además, como decía anteriormente, la
biotecnología requiere un aparataje muy costoso.

Le he escuchado hablar de cuál es el número de personas que trabajan en
el Centro Nacional de Biotecnología, pero no le he oído en ningún momento
hablar de cuáles son las necesidades que tiene el Centro en este momento.

Sería muy importante que tratara de exponer las necesidades en cuanto a
personal, en cuanto a espacio físico y en cuanto a infraestructuras.

Quisiera preguntarle también qué tipo de relaciones tiene actualmente el
Centro Nacional de Biotecnología con las empresas que hacen biotecnología
en España, porque ha hecho una exposición, pero me gustaría conocerlo más
específicamente. Si tiene previsto llevar a cabo a corto o medio plazo
algún tipo de convenio similar al que se firmó en 1995, en la época del
Gobierno socialista, entre el Consejo Superior de Investigaciones
Científicas y el grupo empresarial Upjohn Farmoquímica, S. A.

Ha hecho un gran elogio de la ciencia en España, y, aunque no seamos
ególatras, está muy bien. Ha dicho que España debe estar entre los
mejores a nivel mundial y que no se deben escatimar esfuerzos. Por eso,
yo le preguntaría cómo valoraría usted, como director del Centro Nacional
de Biotecnología, la inversión que se está haciendo por parte del
Gobierno en nuestro país en lo referente a biotecnología, y hacia dónde,
desde su punto de vista también, debería ir. Si se está orientando bien
la inversión biotecnológica o si debería orientarse en otro sentido.

Ha expuesto asimismo, tanto en su intervención como en la intervención
anterior, la gran importancia potencial de mercado que tiene la
biotecnología. En 1990, la potencialidad de la biotecnología, a nivel
europeo, era de un 9 por ciento, a nivel del PIB, y de un 8 por ciento, a
nivel de puestos de trabajo en Europa. Sin embargo, en el año 2000 se ha
incrementado y está en torno a un 20 por ciento del PIB a nivel europeo,
de un 18 por ciento de los puestos de trabajo y de un 30 por ciento de
las exportaciones europeas. En este marco, quisiera preguntarle qué tipo
de política, desde su punto de vista, como buen conocedor que debe ser de
las relaciones y de los convenios con empresas, debería llevar a cabo el
Gobierno para potenciar la pequeña y mediana industria en relación con la
biotecnología. Nuestro país --lo he escuchado en las dos intervenciones--
tiene posiblemente unos de los mejores científicos, no sólo de Europa
sino a nivel mundial, en general y en la biotecnología en particular. Si
desde su punto de vista, se están desaprovechando estos investigadores y
cómo se deberían reorientar estos investigadores hacia la creación de
puestos de trabajo y de riqueza en la pequeña y mediana empresa.




La señora PRESIDENTA: Señor Esteban, tiene la palabra para contestar a
las preguntas que le han sido formuladas.

En todo caso, le recuerdo que, si no tiene los datos para responder a
alguna de ellas, puede enviar su contestación,



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si así lo estima oportuno, posteriormente a esta Comisión.




El señor DIRECTOR DEL CENTRO NACIONAL DE BIOTECNOLOGIA (Esteban
Rodríguez): Voy a ir desglosando esta serie de preguntas, que me parecen
muy interesantes, y veré en qué medida puedo contestar.

La primera pregunta es: ¿Hasta dónde puede llegar la biotecnología? Como
he dicho, en esa curva, estamos en el 10 por ciento; esto es una
transformación completa del concepto que se tenía antes de los años
setenta, por así decirlo, y después. La respuesta es que la incorporación
de todas estas nuevas tecnologías que se están desarrollando y que están
avanzando rápidamente nos va a permitir entender mejor el funcionamiento
de los genes. En esto se tardará mucho tiempo, porque desarrollar un
producto y que ese producto tenga una acción específica es complejo, ya
que involucra una serie de efectos secundarios. Un gen codifica una
proteína y, como decimos en términos científicos, las proteínas hablan
entre sí, transmiten señales desde la membrana de la célula al citoplasma
y de ahí al núcleo y en el núcleo dan órdenes a los cromosomas, para que
se produzcan determinadas proteínas o moléculas que van a tener una
funcionalidad. La biotecnología va a ir avanzando a pasos agigantados y
se va a acumular una información enorme. Como decía el profesor Armando
Albert, si la secuenciación del genoma humano se contemplaba para el año
2005, es probable que se haga en el 2003, e irán apareciendo muchos más
genomas, pero no vamos a saber cuál es la función de todos esos genes;
tardaremos muchísimos años en entender esa funcionalidad. Por
consiguiente, es muy difícil predecir hasta dónde va a llegar la
biotecnología. En 1980, yo daba cursos a los estudiantes de medicina
sobre terapia génica y hoy en día la terapia génica ya se están aplicando
en los hospitales. Sin lugar a dudas, la biotecnología va a incidir
enormemente en toda nuestra sociedad de forma positiva. Va a incidir en
medicina. La medicina del siglo XXI no será la medicina de este siglo ni
las medicinas tradicionales, sino que va a ser una medicina totalmente
dirigida.

¿Qué significa eso para el paciente? Una mejora en la calidad de vida. Va
a incidir en la agricultura. Europa ha sido recalcitrante desde el punto
de vista de la alteración de plantas o de productos agrícolas. En Estados
Unidos, donde yo he vivido muchos años, la sociedad cree en los
científicos, y eso es algo muy importante, que falta en nuestra sociedad.

Hace falta el soporte de la sociedad y hace falta también el apoyo de
nuestros políticos. Entre todos, conseguiremos el desarrollo científico y
tecnológico de España. Es decir, la biotecnología va a alcanzar metas que
hoy día ni siquiera podemos predecir. Generalmente se hacen planes a diez
años y en esos diez años la mayor parte de los productos farmacéuticos
van a ser derivados de la biotecnología, sin lugar a duda, así como
procedimientos de diagnóstico clínico, de productos agrícolas, etcétera.

Por eso, Europa ha despertado de ese letargo y, en esa reunión que tuve
en Munich hace dos semanas, en la que estaba el representante del
Ministerio de Industria y representantes de distintas entidades, se vio
que Alemania se ha propuesto ser el número uno de Europa en
biotecnología. Así como en años anteriores había tenido sus problemas,
Alemania ahora se ha lanzado en esa apuesta. Y lo mismo Japón, que
invertirá 155.000 millones de dólares en los próximos cinco años en
investigación básica, porque Japón no tiene productos propios, pero
considera que eso va a ser fundamental para su propio desarrollo
industrial. Por tanto, como respuesta a la primera pregunta, le diré que
la biotecnología tiene un futuro enorme.

Hasta dónde podemos llegar desde el punto de vista ético. La propia
comunidad científica ha sido siempre la primera en alertar a la sociedad
para decir: ésta es nuestra aportación, traten ustedes de establecer
procedimientos legales y procedimientos éticos que regulen las
investigaciones en manipulación genética. El Centro Nacional de
Biotecnología cumple a rajatabla todas las normativas europeas; en los
países industrializados las normativas se siguen bien, pero debe haber
ese tipo de interacción entre la sociedad y los científicos.

Otro tema versa sobre mayor inversión en I+D para alcanzar la media
europea. España tiene que hacer un esfuerzo más grande para pasar de ese
0,80 por ciento aproximadamente del PIB hacia un objetivo que suponga
acercarnos a la media europea del 1,8, aunque hay otros muchos países que
están muy por encima. No obstante, en los años en que ha habido una
inversión en investigación se han visto los objetivos logrados.

Resulta gratificante ver que nuestros científicos publican artículos en
las mejores revistas mundiales de la especialidad y son reconocidos, pero
lógicamente debemos acometer una mayor inversión en I+D.

Respecto a las necesidades del CNB, debo agradecer a aquellas
instituciones que nos han apoyado al poner en marcha esta institución,
pero como he indicado en estos gráficos hay necesidades de personal, pues
la plantilla de funcionarios es mínima.

Hace falta mayor número de becas que estimulen, que mantengan el espíritu
de interés por la ciencia. En España tenemos gran número de personas
jóvenes que desean incorporarse a este reto de la ciencia y en ese
sentido diría que podemos conseguir dinero para hacer investigación,
aunque la necesidad fundamental es de apoyo al personal.

Respecto a infraestructuras, vamos a incorporar personal en difracción de
rayos X, que forma parte del departamento de estructuras de
macromoléculas.

Colaboro con grupos de investigación de la Universidad Autónoma de
Barcelona donde se realiza difracción de rayos X y ayer recibía un e mail
en el que me decían que una de las proteínas que hemos enviado ya está
formando cristales, aunque se tarda mucho tiempo. Quiero decir que hace
falta un apoyo muy fuerte en estructura de proteínas y en parte de
difracción de rayos X. En España tenemos pocos grupos en ese área y es
fundamental que podamos resolver estructuras a nivel tridimensional de
proteínas para el futuro y para atraer el interés industrial.




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Necesitaremos apoyo para la puesta en funcionamiento de difracción de
rayos X y otras infraestructuras que iremos desarrollando con el tiempo.

¿Qué tipo de relación tiene el CNB con empresas españolas? El CNB ha
mantenido encuentros con empresas españolas. Hemos tenido un convenio con
Repsol, que ha dado unos resultados muy buenos. Ese convenio ha terminado
y seguimos en conversaciones con la finalidad de ver si este esfuerzo
puede continuar. Existen convenios más pequeños con otras empresas
españolas del sector farmacéutico y mantenemos encuentros con la
industria del calzado, con el sector hortofrutícola de Almería. Hemos ido
a los campos a hablar con los agricultores y conocer directamente in situ
cuál es la problemática y en qué medida podemos ayudar. Todo esto
requiere tiempo y en ese esfuerzo seguimos.

En cuanto a la valoración de la inversión del Gobierno en biotecnología,
he de decir que la percepción que tenemos es que va a haber un aumento
para los próximos presupuestos en investigación. Salió en la revista
Nature hace escasamente dos semanas y confiamos en que esta inversión
siga aumentando para ver que España apuesta por la biotecnología y lo que
ésta puede aportar a nuestra sociedad. Sirva ello de estímulo porque creo
que debemos aumentar esos presupuestos y las cifras del año 1998 nos lo
dirán. Quiero destacar que dentro de los países europeos la revista
Nature menciona a España como el único país que aumenta los presupuestos
de cara a 1998. Debemos felicitarnos por ese esfuerzo y confío en que sea
de una forma continuada. Lo que es importante es que esos planes de
acción se hagan a largo plazo. No podemos hacer investigación de año en
año, sino con una planificación a diez años.

En cuanto a qué tipo de política debería seguir el Gobierno para
potenciar la pequeña y mediana empresa --no entro en aspectos políticos
porque soy científico--, he de decir que España tiene un potencial de
personal científico muy importante. No podemos desaprovechar este
personal, es una responsabilidad de todos. Sería una irresponsabilidad el
desaprovechar este personal. Yo mismo salí con una mochila al hombro en
el año 1970 y cogí el tren a Londres. Salía con dos títulos bajo el brazo
y un doctorado. Seguí un curso hasta que finalmente, regresé aquí en
1992. Esto lo hice yo, pero no lo deseo para los demás.

El personal que formamos debe incorporarse a la sociedad. Como ocurre en
otros países, sobre todo en Estados Unidos, estos investigadores deben
continuar formándose en las pequeñas empresas. De esta forma pueden
competir y desarrollar algún proceso industrial que sea de interés. Ahí
es donde uno ve ese bloqueo. Por ejemplo, a nivel personal me preguntan
¿cómo me orientarías para que yo, con este conocimiento científico, pueda
montar alguna empresa con un producto, solamente con uno? Un producto le
puede dar la vida a una empresa, pero es muy costoso, por eso la
colaboración entre el sector público y el privado es fundamental. Un
producto tiene un coste para una empresa de 20.000 o 30.000 millones
hasta que sale al mercado. Es decir, debe existir esa pequeña y mediana
empresa que sea realmente la que participe en ese desarrollo industrial.

Yo estimularía a que a esos jóvenes investigadores, o a esas personas ya
establecidas y que deseen aportar sus conocimientos, se les faciliten no
solamente los sistemas que existen sobre incorporación de personal, sino
que puedan intervenir inversores en el desarrollo de sus empresas.

Creo que he contestado a sus preguntas.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Esteban. (La señora Fernández
de Capel Baños pide la palabra.)
Señora Fernández de Capel, ¿a qué efectos solicita su señoría la palabra?



La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Simplemente para recordar una duda de
tipo legislativo que ha quedado en el aire, pido la palabra al amparo del
artículo 43 de la Cámara.




La señora PRESIDENTA: Tiene S. S. no más de dos minutos.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: No tanto, señora presidenta.

Se ha preguntado aquí hasta dónde puede llegar la biotecnología. La
sociedad internacional científica se está dotando de mecanismos de
autorregulación y yo quiero recordar en esta Cámara que en la Directiva
220, de 1991, de la Unión Europea, que dio lugar a la Ley de
microorganismos modificados genéticamente, que se debatió en esta Cámara,
se contemplaba la creación de la comisión nacional de bioseguridad, pero
fue vetada por el Partido Socialista, que no quiso aprobarla en su
momento. Además, España ha estado apercibida en más de nueve ocasiones,
por la sociedad internacional europea, por esta no creación de la
comisión nacional de bioseguridad que regulaba parte de estos temas. Por
otra parte, un poco antes del verano se aprobó el real decreto en que se
desarrolla la creación de la comisión nacional de bioseguridad.

Sólo quería señalarlo a efectos de recordar que en esta Cámara también se
están haciendo cosas para poder realizar un seguimiento de lo que supone
la biotecnología. Esa comisión estuvo funcionando provisionalmente, pero
en el año 1994 el Partido Socialista se negó por dos veces, en comisión y
en Pleno, a apoyar su creación, aunque presentamos la oportuna enmienda.

(El señor Heredia Díaz pide la palabra.)



La señora PRESIDENTA: Señor Heredia, ¿en qué concepto pide la palabra?



El señor HEREDIA DIAZ: Para tratar de contestar a la señora Fernández de
Capel.




La señora PRESIDENTA: Tiene también dos minutos.




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El señor HEREDIA DIAZ: Creo que me sobrará la mitad del tiempo.

Quiero decir a la portavoz del Grupo Popular que como va a haber otra
comparecencia en un período prudencial de tiempo, donde se va a hablar de
bioética y de bioseguridad, posiblemente sea el sitio más adecuado para
tratar estos temas. Al final creo que se confunden los términos y se
acaban de mezclar todas las comparecencias y todas las intervenciones.

Por ello, citamos a la portavoz del Grupo Popular para que en esa
comparecencia, en la cual se va a hablar de bioseguridad y de bioética,
podamos analizar este tipo de cosas.




La señora FERNANDEZ DE CAPEL BAÑOS: Para aclarar, señora presidenta, que
no estoy hablando de...

La señora PRESIDENTA: Señora Fernández de Capel, no está en el uso de la
palabra. Yo les he concedido, y creo que ha sido suficiente, dos minutos
para que hicieran los portavoces de los grupos parlamentarios sus
puntualizaciones. Creo que la Presidencia, como no puede ser de otra
manera, ha sido tremendamente flexible, por lo que lo lamento pero no
tiene la palabra.

En nombre de la Mesa quiero agradecer su presencia a los comparecientes,
señores Esteban y Albert, y pedirles que transmitan a las instituciones
que representan el reconocimiento no sólo de esta Mesa sino de toda la
Comisión.

Muchas gracias de nuevo y gracias también a los servicios de la Cámara
por el trabajo que han realizado.

Sin más, se levanta la sesión.




Eran las dos y treinta y cinco minutos de la tarde.