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DS. Cortes Generales, Comisiones Mixtas, núm. 23, de 29/10/1996
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DIARIO DE SESIONES DE LAS
CORTES GENERALES



COMISIONES MIXTAS



Año 1996 VI Legislatura Núm. 23



DE INVESTIGACION CIENTIFICA Y DESARROLLO TECNOLOGICO



PRESIDENTA: DOÑA ELENA GARCIA-ALCAÑIZ CALVO



Sesión núm. 4



celebrada el martes, 29 de octubre de 1996,
en el Palacio del Congreso de los Diputados



ORDEN DEL DIA:



--Proposición no de ley por la que se acuerda la comparecencia semestral
de diversas autoridades ante la Comisión Mixta de Investigación
Científica y Desarrollo Tecnológico, con el fin de informar sobre el Plan
Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico. Formulada
por los Grupos Parlamentarios Popular, Socialista, Izquierda
Unida-Iniciativa per Catalunya, Catalán (Convergència i Unió), Vasco
(PNV), Coalición Canaria y Mixto. (Número de expediente 161/000179)
(Página 344)



--Moción por la que se acuerda la comparecencia, con una periodicidad al
menos semestral, de los responsables del Plan Nacional de Investigación
Científica y Desarrollo Tecnológico, con el fin de informar sobre el
desarrollo de dicho Plan o de alguno de sus programas; comparecencias que
deberán ir precedidas, si así se solicita por algún Grupo Parlamentario,
de la remisión a los miembros de dicha Comisión del oportuno informe para
facilitar la discusión y la eventual elaboración de recomendaciones.

Formulada por el Grupo Parlamentario Socialista del Senado. (Número de
expediente Congreso 161/000190 y número de expediente Senado 661/000014)
(Página 344)



--Comparecencia de la señora Ministra de Educación y Cultura (Aguirre y
Gil de Biedma), para informar acerca del Plan Nacional de Investigación
Científica y Desarrollo Tecnológico. A petición del Grupo Socialista.

(Número de expediente 213/000094) (Página 346)



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Se abre la sesión a las doce y treinta y cinco minutos del mediodía.




--PROPOSICION NO DE LEY POR LA QUE SE ACUERDA LA COMPARECENCIA SEMESTRAL
DE DIVERSAS AUTORIDADES ANTE LA COMISION MIXTA DE INVESTIGACION
CIENTIFICA Y DESARROLLO TECNOLOGICO, CON EL FIN DE INFORMAR SOBRE EL PLAN
NACIONAL DE INVESTIGACION CIENTIFICA Y DESARROLLO TECNOLOGICO. FORMULADA
POR LOS GRUPOS PARLAMENTARIOS POPULAR, SOCIALISTA, IZQUIERDA
UNIDA-INICIATIVA PER CATALUNYA, CATALAN (CONVERGENCIA I UNIO), VASCO
(PNV), COALICION CANARIA Y MIXTO. (Número de expediente 161/000179.)



--MOCION POR LA QUE SE ACUERDA LA COMPARECENCIA, CON UNA PERIODICIDAD AL
MENOS SEMESTRAL, DE LOS RESPONSABLES DEL PLAN NACIONAL DE INVESTIGACION
CIENTIFICA Y DESARROLLO TECNOLOGICO, CON EL FIN DE INFORMAR SOBRE EL
DESARROLLO DE DICHO PLAN O DE ALGUNO DE SUS PROGRAMAS, COMPARECENCIAS QUE
DEBERAN IR PRECEDIDAS, SI ASI SE SOLICITA POR ALGUN GRUPO PARLAMENTARIO,
DE LA REMISION A LOS MIEMBROS DE DICHA COMISION DEL OPORTUNO INFORME PARA
FACILITAR LA DISCUSION Y LA EVENTUAL ELABORACION DE RECOMENDACIONES.

FORMULADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO SOCIALISTA DEL SENADO. (Número de
expediente Congreso 161/000190 y número de expediente Senado 661/000014.)



La señora PRESIDENTA: Señorías, vamos a comenzar la sesión. El orden del
día de hoy se compone de una proposición no de ley y una moción. La
primera iniciativa ha sido presentada por todos los grupos parlamentarios
que conforman la Cámara, y la segunda ha sido presentada por el Grupo
Parlamentario Socialista del Senado. Como el tema a que se refieren ambas
iniciativas parlamentarias es básicamente el mismo, vamos a debatirlas
conjuntamente.

Ha habido también una enmienda presentada por el Grupo Popular. Por
tanto, corresponde intervenir al representante del Grupo Popular para que
haga la defensa de la misma. Hemos tenido reunión de Mesa y portavoces;
por consiguiente, esperamos, si nos permiten, un segundo para que pueda
intervenir la señora Diputada del Grupo Popular.

Señora Fernández de Capel (como ha estado un buen rato reunida, tenía que
salir un momento), tiene usted la palabra para defender la enmienda
presentada por el Grupo Popular a esta proposición no de ley.




La señora FERNANDEZ-CAPEL BAÑOS: Señorías, nosotros apoyamos esta
proposición no de ley que se presenta por todos los grupos en el deseo de
un mejor conocimiento y seguimiento del Plan Nacional de I+D, una labor
que se ha venido haciendo desde la Comisión a través de los oportunos
dictámenes.

A este efecto, la Ley 13/1986, de 14 de abril, del Fomento y Coordinación
General de Investigación Científica y Técnica, que tiene como finalidad
asegurar el aprovechamiento óptimo de los recursos asignados para la
investigación y el desarrollo tecnológico, cuyo instrumento básico de
política científica es el plan nacional, lo resume así.

La Comisión interministerial de ciencia y tecnología presenta anualmente
al Gobierno, para su elevación a las Cortes Generales, una memoria sobre
el desarrollo de dicho plan, comprendiendo las siguientes fases. La
remisión a las Cámaras de la memoria, la publicación en el «Boletín de
las Cortes Generales», una posterior presentación de la memoria por el
Ministro de Educación ante la Comisión mixta de investigación científica
y técnica, la creación de una ponencia en el seno de la Comisión mixta,
la celebración de las comparecencias que la Comisión mixta estime
oportunas, un informe de la ponencia, un debate sobre el informe y la
presentación de las propuestas de resolución, en su caso.

La proposición no de ley de referencia tiene, a nuestro juicio, un
aspecto mejorable para adaptarse mejor a ese complejo desarrollo previsto
para el seguimiento del plan. Creemos que la periodicidad prevista, al
menos semestral, es poco inoperante porque, dado que el plan se realiza
con convocatorias anuales, que tienen diversa duración dependiendo del
tipo de acciones que se convoquen, es prematuro, y en cierta manera
ineficaz, convocar semestralmente a los responsables del plan. La
proposición mejora en el realismo práctico --y así lo hemos reflexionado,
como ya hicimos ver a los otros grupos-- si suprimimos la expresión «al
menos semestralmente», que introduce un factor de irrealidad, y de
inoperancia en algunos casos, que contrasta con el deseo expresado por
todos los grupos de intentar trabajar en un tiempo real. Por tanto,
pensamos que, con esta enmienda, la proposición no de ley se ajusta con
más exactitud al espíritu de la Ley 13/1986, al desarrollo real del plan
y al trabajo de la Comisión.




La señora PRESIDENTA: Como son autores de la proposición la totalidad de
grupos parlamentarios, vamos a dar la palabra a todos los que quieran
intervenir, a favor o en contra de la enmienda, o bien en defensa de la
propia proposición no de ley.

Por el Grupo Socialista, el señor Pérez Rubalcaba, tiene la palabra.




El señor PEREZ RUBALCABA: Decía la portavoz del PP que se había comentado
con los otros grupos proponentes de la proposición no de ley y no es
verdad, yo me he encontrado aquí la enmienda. Lamento tener que decir que
a mí no se me ha consultado y que la letrada amablemente me ha
suministrado la enmienda cuando he llegado a esta sesión, lo cual no deja
de sorprenderme, dado que la



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proposición no de ley era conjunta, pero en fin es un tema de forma en el
que no voy a gastar treinta segundos.

Si quitamos la comparecencia semestral, la proposición no de ley carece
absolutamente de sentido. Para decir en una proposición no de ley lo que
ya es norma de funcionamiento habitual de esta Comisión en el pasado, nos
ahorramos la proposición no de ley. Quiero recordar a la Comisión que
esta proposición surge de una reflexión de todos los grupos políticos
aquí presentes, con el fin de mejorar el seguimiento del plan nacional.

Para ello, se nos ocurrió que, con independencia de la remisión de las
memorias anuales, a que se refería la portavoz del Partido Popular, que
ya sabemos que se hace y tiene unas pautas de seguimiento en esta
Comisión, hubiera una comparecencia periódica de los responsables del
plan en los distintos niveles que nos permitiera observar con
detenimiento algunos programas específicos de dicho plan, con el fin de,
como se ha dicho antes, estar sobre el plan y no sólo esperar a las
memorias que lógicamente, por su proceso de confección y de aprobación
del Gobierno, llegan aquí con retraso notable. Esa era la pretensión. Si
se quita la periodicidad, la pretensión no se alcanzaría y, por tanto, la
proposición no de ley sería de todo punto ineficaz; para decir que habrá
una comparecencia periódica de los responsables no hace falta presentar
una proposición no de ley, cada grupo parlamentario lo puede hacer
perfectamente sin necesidad de estar incluido en una proposición de esta
naturaleza.

Por tanto, entiendo que la enmienda hace que la proposición carezca de
sentido. Desde esta perspectiva, si la aprobáramos, deberíamos dejar caer
la proposición no de ley que, repito, tiene un origen discutido a fondo y
que no tiene nada que ver con la periodicidad anual con que el Gobierno
manda la memoria, que ya sabemos se viene cumpliendo. Justamente, la
insatisfacción de ese control insuficiente y la pretensión de que esta
Comisión alcanzara a mejorar los programas del plan nacional en tiempo
real llevaron a la proposición no de ley que hoy discutimos.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario de Izquierda Unida,
tiene la palabra el señor Santiso del Valle.




El señor SANTISO DEL VALLE: Muy brevemente, para ratificar nuestro apoyo
a la proposición no de ley que en su momento habíamos pactado todos los
grupos y para mostrar simplemente mi extrañeza por este cambio de actitud
del Partido Popular a través de la enmienda, que viene a constatar algo
que ya es frecuente: no se actúa igual cuando se está en el Gobierno que
cuando se está en la oposición. En la legislatura pasada se insistía,
entre otras cosas, en la crítica al retraso con que venían las
discusiones sobre el Plan Nacional de I+D, por tanto la ineficacia de una
discusión a casi dos años de pasada la realidad de ese plan.

Nosotros no queremos perder mucho tiempo porque ya lo conocemos. Diremos
en ponencia las cosas que tenemos que decir. Nos parecía mucho más
oportuno poder participar desde esta Comisión en una evaluación, al menos
semestral, de cómo van las cosas, que sería mucho más útil incluso para
poder impulsar y debatir las políticas presupuestarias que tienen
incidencia clara en los planes de I+D; todo lo demás es caer en un mero
análisis melancólico de lo ya hecho. Nosotros creemos que es mucho más
útil que esta Cámara puede ser, a su vez, útil para corregir las
tendencias de los planes de I+D. Si no, vamos a caer en lo que ya
estábamos, en analizar un plan dos años después de desarrollado, quizá
para que quede en los archivos del Congreso pero sin que tenga realmente
utilidad práctica, sin que desde aquí se pueda decidir, previo consenso o
discusión de todos, cuáles son los puntos a reforzar dentro de un plan de
I+D. Por tanto, nos ratificamos en esa propuesta y simplemente
constatamos, una vez más, que no se actúa igual en el Gobierno que en la
oposición.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Catalán (Convergència i Unió), tiene
la palabra la señora Gil i Miró.




La señora GIL I MIRO: Nuestro grupo tampoco conocía esta enmienda que
ahora se presenta. Como constatamos que en esta Comisión no existe el
consenso ni la unanimidad que tuvimos en aquel momento para presentar
aquella proposición no de ley, consideramos que ya no es válida la
presentación. El consenso se ha roto y pensamos, como el Diputado del
Partido Socialista, que quizá debería decaer la proposición no de ley
presentada. En cualquier caso, todos los grupos podemos pedir una
comparecencia en cualquier momento para un aspecto que nos parezca
importante. Por tanto, ya no votaremos favorablemente la proposición no
de ley.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Vasco (PNV), tiene la palabra el señor
Albistur, que no está presente en este momento, sin duda alguna porque
esté en otra Comisión que se está celebrando en este momento. De manera
que pasamos la palabra al Grupo Canario, señor Gómez Rodríguez, que
también me había advertido estaba en otra Comisión. Por tanto, tiene la
palabra la señora Boneta.




La señora DE BONETA Y PIEDRA: En nombre de los grupos mixtos del Congreso
y del Senado, no voy a reiterar argumentos que aquí ya se han dado.

Entiendo que el consenso existente en la presentación de la proposición
no de ley una proposición no de ley que, desde mi punto de vista, es
oportuna y que no hace sino facilitar los trabajos de esta Comisión, como
ha señalado, a mi modo de ver, muy oportunamente el Diputado señor Pérez
Rubalcaba incluso puede ayudar a modificar, a impulsar en todos los
sentidos el desarrollo del plan nacional, si esas comparecencias con la
debida documentación, tuviera un carácter periódico, creo que,
efectivamente, se ha roto el consenso, pero, desde luego, por parte del
Grupo Mixto, continuamos apoyando la proposición. No comprendemos
demasiado bien por qué razón se presenta una enmienda que, en realidad,
viene a desnaturalizar completamente la proposición presentada.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Pérez Rubalcaba, que
anteriormente la había solicitado.




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El señor PEREZ RUBALCABA: Probablemente el estado gripal que atravieso me
ha hecho estar espeso en mi expresión o quizá yo he entendido mal la
posición de Convergència i Unió.

Digo que, de aprobarse esta enmienda, la proposición no de ley carece de
sentido; pero nosotros, naturalmente, como Izquierda Unida y el Grupo
Mixto, mantenemos la proposición no de ley porque nos parece que sigue
tiniendo sentido para el funcionamiento eficaz de esta Comisión. Creemos
que tiene sentido. En todo caso, si se ha roto el consenso, desde luego,
no ha sido por nosotros, que nos hemos enterado hace escasamente diez
minutos que se ha presentado una enmienda.




La señora PRESIDENTA: Esta Presidencia, al igual que toda la Mesa, le
desea una pronta mejoría.

No obstante, acudiendo al artículo 195 del Reglamento, como es una
proposición no de ley firmada por todos los grupos, se somete a votación
el texto original de la proposición no de ley. La enmienda no se somete a
votación puesto que no ha sido aceptada en esta Comisión por el resto de
grupos.

Por tanto, vamos a someter a votación de forma conjunta la proposición no
de ley y la moción del Senado en su texto original, que son realmente
coincidentes. Votamos el texto original de la proposición no de ley,
conjuntamente con la moción presentada por el Grupo Socialista en el
Senado; la enmienda no puede votarse porque la proposición está firmada
por todos los grupos parlamentarios y al no haberse aceptado, repito, la
enmienda en la exposición que se ha hecho por diferentes portavoces, se
somete a votación el texto de la proposición no de ley.

Me sugieren que leamos el texto que vamos a someter a votación. Se leerá
por el señor Secretario.




El señor SECRETARIO (Moreno Franco): El texto dice lo siguiente: La
Comisión Mixta de Investigación Científica y Técnica acuerda la
comparecencia con una periodicidad al menos semestral de los responsables
del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico
que en cada caso se acuerde, con el fin de informar sobre el desarrollo
del mencionado plan o de alguno de sus programas. Dichas comparecencias
deberán ir precedidas, si así se solicita por algún grupo parlamentario,
de la remisión a los miembros de la Comisión Mixta del oportuno informe
para facilitar la discusión y la eventual elaboración de recomendaciones.

Lo firman todos los grupos parlamentarios.




La señora PRESIDENTA: Vamos a proceder a la votación.




Efectuada la votación, dijo:



La señora PRESIDENTA: Queda aprobada por unanimidad.

Vamos a interrumpir la sesión unos momentos, puesto que han llamado desde
el aeropuerto diciendo que el avión de la señora Ministra, procedente de
Budapest, venía con un pequeño retraso. Interrumpimos durante cinco
minutos la sesión de la Comisión.




Se suspende la sesión.




Se reanuda la sesión.




--COMPARECENCIA DE LA SEÑORA MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (AGUIRRE Y
GIL DE BIEDMA) PARA INFORMAR ACERCA DEL PLAN NACIONAL DE INVESTIGACION
CIENTIFICA Y DESARROLLO TECNOLOGICO. A PETICION DEL GRUPO SOCIALISTA.

(Número de expediente 213/000094.)



La señora PRESIDENTA: Señorías, se reanuda la sesión con el tercer punto
del orden del día: Comparecencia de la excelentísima señora doña
Esperanza Aguirre y Gil de Biedma, Ministra de Educación y Cultura, para
informar acerca del Plan Nacional de Investigación Científica y
Desarrollo Tecnológico.

Permítanme, señorías, que brevemente manifieste a la señora Ministra,
expresando el sentir de toda la Mesa de esta Comisión, el agradecimiento
por acudir a esta sesión, por ser, creo, la primera vez que una Ministra
de Educación y Cultura comparece ante esta Comisión de Investigación
Científica y Desarrollo Tecnológico.

Muchas gracias, señora Ministra. Cuando quiera, tiene la palabra.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma):
Muchas gracias, señora Presidenta.

Señorías, quisiera comenzar esta intervención con una disculpa y varios
agradecimientos. La disculpa es por lo tardío de la hora, sobre todo
teniendo en cuenta que a las cuatro comienza la próxima sesión plenaria.

Regreso en este momento directamente de la Conferencia de Ministros de
Cultura del Consejo de Europa y los horarios de vuelo no me han permitido
llegar antes. Hemos tenido una serie de retrasos que han hecho imposible
que esta mañana llegara a la hora prevista; pero mi intención era no
pedir el traslado de esta comparecencia a otra fecha, así que confío en
que SS. SS. comprendan lo necesario de la incomodidad horaria.

Procuraré, en cambio, ser breve en esta primera intervención con objeto
de que podamos dedicar la mayor parte de la sesión al intercambio de
opiniones. Agradezco, pues, su comprensión y también la oportunidad y el
interés que la Comisión ha mostrado de que así fuera cuanto antes.

Parece ser que no hay precedente de la presencia de un ministro ante esta
Comisión mixta, salvo para la presentación de las memorias de cada Plan
Nacional de I+D, y me parece absolutamente acertado y conveniente, si les
parece bien a SS. SS., que iniciemos ahora lo que espero se convierta,
como ya ha sucedido en otras comisiones, en una



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tradición de comparecencia de los ministros al inicio de las
legislaturas.

Quiero agradecer también a SS. SS. el talante con que me consta se
encuentran hoy aquí; talante de diálogo y, como he dicho antes, de
intercambio de opiniones y no de enfrentamiento político, de acuerdo en
entender que la ciencia es una política de Estado y así ha se ser
tratada; un acuerdo básico que yo creo quedó ya patente en el transcurso
de la comparecencia del Secretario de Estado de Universidades,
Investigación y Desarrollo ante esta misma Comisión Mixta, hace pocas
semanas.

Señorías, en 1995 concluyó la segunda fase del Plan Nacional de I+D
1992-1995, que ha estado en vigor durante los últimos cuatro años y de
cuya ejecución se ha ido dando cuenta en las sucesivas memorias anuales
del plan nacional. En este período, el plan nacional ha puesto en
práctica los objetivos que le encomendó la Ley de la Ciencia en cuanto a
fomento y coordinación de la investigación científica y el desarrollo
tecnológico.

La memoria de 1995 no ha sido aún formalmente aprobada, aunque está ya
redactada, y en cuanto lo sea se remitirá a las Cámaras. Sin embargo,
quiero aprovechar esta ocasión para informar a SS. SS. de los aspectos
más relevantes del borrador de la misma, que en este momento está ya
redactado.

El fondo nacional, instrumento presupuestario del Plan Nacional de I+D,
ha contado, en 1995, con un presupuesto de 22.400 millones de pesetas
destinados a desarrollar, mediante distintos ejes de actividad y a través
de convocatorias públicas y competitivas, los objetivos temáticos
definidos en los programas nacionales. Actualmente, más de 7.000
investigadores del sector público (medidos en el equivalente a la
dedicación plena) participan en proyectos de investigación del plan
nacional. En el proyecto de memoria de 1995 se da cuenta detallada de la
ejecución de los fondos gestionados este año y del desarrollo de los
diferentes programas del plan nacional, así como de los programas
sectoriales y de las actividades de la Agencia Nacional de Evaluación y
Prospectiva, que además de prestar apoyo a la toma de decisiones por
parte de los organismos gestores del plan nacional, ha tenido igualmente
la demanda procedente de otras instituciones, públicas y privadas, y
también de las comunidades autónomas.

En la línea de coordinación con las comunidades autónomas se enmarcan
algunas de las actuaciones del plan nacional. Por una parte, el programa
de química fina de Cataluña, que ha finalizado en 1995, una vez que ha
cubierto ya los objetivos propuestos. Por otra parte, la convocatoria de
ayudas para la adquisición de infraestructura científico-técnica con
cargo a los programas nacionales, que se ha gestionado en coordinación
con todas las comunidades autónomas de manera que las decisiones se han
tomado de forma conjunta y teniendo en cuenta las prioridades de cada
región.

Otro importante marco de coordinación en que se ha trabajado es el marco
internacional. A España le correspondió la presidencia de la Unión
Europea en el segundo semestre de 1995, y en el ámbito de la política
científica comunitaria, la presidencia española ha movilizado, primero,
la cooperación científica y tecnológica de la Unión Europea con
Iberoamérica y con los terceros países de la cuenca mediterránea, para
garantizar que la Unión Europea asumiera de forma equilibrada sus
compromisos de cooperación en su entorno geopolítico; en segundo lugar,
la presidencia española realizó la apertura de un proceso de reflexión
sobre las relaciones investigación-tecnología-empleo, con el fin de
contribuir a adoptar medidas que pudieran facilitar un impacto positivo
de la investigación y el desarrollo tecnológico en la creación de empleo.

Por lo que se refiere al programa marco de I+D de la Unión Europea, se
han desarrollado diversas actividades, tanto en lo relativo a la
negociación de programas y movilización de grupos españoles para su
participación en consorcios europeos, como en la defensa de las
propuestas españolas y negociación de los correspondientes contratos. En
1995, se inició la ejecución del cuarto programa marco.

En cuanto a la participación española, hay que señalar que el retorno
obtenido tiene valores similares a nuestra contribución económica. Las
empresas son las que obtienen una mayor cuota de la financiación, el 47
por ciento de los fondos, frente al 40 por ciento que va a las
universidades y a centros públicos de investigación.

Se ha producido también un avance significativo en el número de proyectos
liderados por los grupos españoles. España ha participado, asimismo, en
otros programas, organismos e instalaciones internacionales, a los que se
contribuye con la cuota correspondiente, destacando por su importancia
para el entorno productivo la participación en el programa Eureka.

Además, en este período, se ha consolidado el programa Cyted, cuyo ámbito
de actuación es Iberoamérica, que se prevé para el futuro como un
importante puente de enlace entre la Unión Europea y los países
iberoamericanos en materia de investigación y desarrollo.

Por último, también se ha trabajado en la distribución de los fondos
estructurales europeos con los que se intentan corregir los
desequilibrios regionales en materia de infraestructuras de I+D.

Los programas operativos para el período 1989-1993, que concluyeron en
diciembre de 1995, han supuesto una inversión total de 23.500 millones de
pesetas en regiones de objetivos 1 y 2. Los nuevos programas para el
período 1994-1999 están ya plenamente operativos y las inversiones
previstas se aproximan a los 93.000 millones de pesetas.

Entre otras actuaciones de coordinación puestas en marcha, destacan el
programa Midas, investigación en superconductividad; las acciones PASO y
PACE, ambas en software; los proyectos integrados, las grandes
instalaciones científicas y el buque oceanográfico Hespérides,
instalación científica de gran interés para el desarrollo de
investigaciones antárticas y también en otras áreas geográficas.

En el proyecto de memoria se reflejan también las actuaciones
desarrolladas con el objetivo de avanzar en la articulación del sistema
español de ciencia-tecnología-industria, promoviendo la colaboración
entre las empresas y los centros públicos de investigación en materia de
I+D y



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mejorando la transferencia de resultados de la investigación pública al
sector productivo.

Señorías, quisiera hacer también un resumen de los principales
indicadores que caracterizan la situación actual en nuestro sistema
ciencia-tecnología-industria. Aunque las tasas de crecimiento de estos
indicadores son superiores a las registradas en países de nuestro
entorno, España sigue estando todavía alejada de los niveles medios de la
Unión Europea y de la OCDE, por debajo de lo que le correspondería
atendiendo a su potencial humano y económico. El porcentaje de gasto
español en I+D sobre el producto interior bruto es del 0,92 por ciento,
mientras que la media de la Unión Europea es del 1,97 por ciento, y en la
OCDE es del 2,22 por ciento. El presupuesto presentado a las Cámaras,
como saben SS. SS., invierte la tendencia, decreciente en esta materia,
que había venido produciéndose en los últimos ejercicios. Antes de
finalizar mi intervención, haré una referencia concreta al presupuesto,
porque, aunque no es materia de esta comparecencia, creo que sería bueno
que tuvieran SS. SS. algún resumen de las cifras.

Se observan también diferencias significativas entre España y la Unión
Europea en lo relativo a la distribución del esfuerzo entre el sector
público y sector privado, que en España sigue estando, desgraciadamente,
descompensado por la baja participación de las empresas. Sólo el 39 por
ciento de los investigadores españoles se encuentran en el sector
empresarial, frente al 56 por ciento de investigadores en el sector
empresarial en la Unión Europea.

Por otro lado, en cuanto al origen de los fondos dedicados a I+D, en
España, la financiación aportada por la Administración, es decir, la
financiación aportada de fondos públicos, es casi 9 puntos superior a la
financiación que aportan los fondos públicos en los otros países de la
Unión Europea. Por ello, y a pesar del avance experimentado, es preciso
continuar el esfuerzo inversor, corrigiendo los desequilibrios y
deficiencias detectados al analizar este período, con el propósito de
seguir avanzando, cuantitativa y cualitativamente, en el futuro, hasta
alcanzar el puesto que corresponde a España en el ámbito internacional y
tratando de eliminar las divergencias que todavía ahora nos separan de
los países más desarrollados. A ello, sin duda, debe contribuir el Tercer
Plan Nacional de I+D que ha iniciado su andadura en este año 1996.

A grandes rasgos, el tercer plan se continuará con el objetivo de
fomentar la investigación y el desarrollo, reorientándolo en un sentido
más explícitamente aplicado, es decir, dirigido a mejorar la
transferencia de conocimientos y resultados entre los sectores
científicos y productivos. Esta orientación debe presidir todas las
actuaciones de la tercera fase del plan nacional, con el fin de
contribuir a la resolución de los problemas socioeconómicos concretos,
aunque manteniendo al mismo tiempo la atención necesaria hacia la
investigación básica, que es en gran medida el sustento de cualquier
desarrollo posterior de la investigación. Pero el plan nacional tiene que
avanzar también, del mismo modo, en la coordinación de todos los agentes
del sistema español de I+D, y debe promover de manera especial la
cooperación con los diferentes departamentos ministeriales y con las
comunidades autónomas.

Permítanme, señorías, que exponga a continuación las orientaciones
generales que va a seguir el plan nacional en los próximos años. En las
actividades de I+D, que abarcan desde la actividad puramente científica
hasta la utilización social y económica de los resultados de la
investigación, intervienen diferentes agentes cuya actuación, creemos,
debe integrarse y optimizarse con políticas específicas para cada uno de
ellos. El concepto de la I+D consorciada, en la que se comprometen varios
agentes para una misma misión, se convierte en un factor clave para la
consecución del objetivo global de aunar esfuerzos y rentabilizar al
máximo los recursos disponibles. La tradición del consocio de I+D es
prácticamente inexistente en España, y creemos que ello constituye una de
las grandes barreras para la evolución de nuestro sistema de I+D
nacional.

Aun cuando algunas de las actividades de I+D no tienen por qué tener un
impacto directo en la actividad empresarial, como sucede en algunas áreas
de investigación básica o en humanidades, en muchas otras el objetivo
final es la mejora de procesos y productos, lo que obliga a considerar a
los agentes empresariales como elementos claves de este proceso. Como
consecuencia, es fundamental mejorar los mecanismos de coordinación entre
los programas públicos y las iniciativas empresariales, con el objetivo
de que de ellos se derive una mayor relación entre los grupos de
investigación y el tejido empresarial, que servirá de estímulo a la
innovación tecnológica, elemento clave para el desarrollo económico y en
definitiva para la creación de empleo.

La innovación no sólo es un elemento indispensable para mejorar las
necesidades individuales y colectivas de la sociedad en temas que nos
afectan tanto como la sanidad, el ocio, el medio ambiente o los
transportes, sino que también es un elemento fundamental de la actividad
empresarial. Todas las empresas, podríamos decir, nacen como consecuencia
de una actuación en parte innovadora, y además tienen que seguir
innovando continuamente si no quieren quedarse desfasadas y perder cuotas
de mercado. A este respecto hay que reconocer que Europa está peor
situada que sus principales competidores, los Estados Unidos y el Japón,
y no consigue reducir la distancia que aún le separa de ellos. De acuerdo
con lo que se conoce ya como la paradoja europea, el continente posee una
excelente base científica, pero no consigue traducir con la eficacia
precisa los resultados de la investigación en innovaciones y ventajas
competitivas para las empresas, sobre todo en los sectores de alta
tecnología.

La situación se reproduce también a nivel nacional, y hay que decir que
de manera aún más crítica. Tenemos que recordar de nuevo que España está
todavía alejada de los niveles medios de esfuerzo en I+D que registran
otros países de la Unión Europea y de la OCDE, por debajo de lo que le
correspondería atendiendo a su potencial humano y económico. Además, como
ya he indicado, existe un desequilibrio muy importante en la distribución
de esfuerzos entre el sector público y el sector empresarial --en el caso
español es más importante el esfuerzo del sector público que el del
sector empresarial, comparado con el resto de los países de la Unión
Europea--, y esto es debido a que



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aún es baja la participación de nuestras empresas en las actividades de
I+D.

Así pues, creemos que tenemos que incrementar los esfuerzos de
investigación de las empresas y su coordinación con la investigación que
se realiza en los centros públicos. El capital científico y tecnológico
del país debe estar al servicio, creemos, de la competitividad
industrial. Tenemos que prestar mayor atención a la difusión de los
resultados de la investigación, a su transferencia y utilización por
parte de la industria, y tenemos que lograr superar la distinción
tradicional ya entre la investigación básica y la investigación aplicada,
de manera que se favorezca que la industria española pueda beneficiarse
de todos los esfuerzos que se realizan en materia de investigación.

Queremos prestar también atención preferente a las pequeñas y a las
medianas empresas que, creemos, constituyen la base fundamental de
nuestro tejido industrial y que son la fuente más dinámica de creación de
empleo, de competitividad y de crecimiento. En esta línea, el plan
nacional favorecerá las asociaciones empresariales de investigación, los
centros de investigación y tecnología que sirvan a las necesidades de
asistencia y modernización de estas empresas, y también el
establecimiento de cooperaciones universidad-industria que faciliten las
transferencias de conocimientos y tecnologías. En esta dirección irán
también los esfuerzos del Plan Nacional de I+D que debe poner, creemos
nosotros, un mayor énfasis en el usuario, entendiendo a éste en el
sentido más amplio posible, es decir, que usuarios podrían ser las
distintas unidades de las administraciones públicas, las empresas, las
industrias, los servicios y también el conjunto de los ciudadanos. Este
énfasis en el usuario queremos articularlo aumentando el colectivo de los
potenciales destinatarios de las actuaciones que ponga en marcha el plan
nacional. Este planteamiento desde el usuario contrasta con el que se
había realizado hasta ahora y que permitía la definición y ejecución del
plan, más desde el punto de vista de la oferta, que por supuesto no se
debe descuidar, como desde el punto de vista de la demanda, pero queremos
hacer esta vez hincapié en el punto de vista de la demanda. Para ello
tenemos que actuar en distintos frentes a la vez. Por una parte, tenemos
que desarrollar instrumentos que faciliten la identificación de las
demandas de tecnología de los sectores productivos y sociales, de manera
que el entorno científico-técnico pueda abordar las líneas necesarias
para su desarrollo, preferentemente en colaboración con las empresas y
las entidades interesadas. Por otra parte, tenemos que orientar a los
grupos de investigación hacia actividades que puedan producir un mayor
impacto socioeconómico en el tejido productivo. En este sentido la
convocatoria de proyectos de I+D irá dirigida a la financiación de
proyectos a realizar en centros públicos o privados sin ánimo de lucro y
se publicará en el «Boletín Oficial del Estado» en fechas muy próximas.

Esta convocatoria recoge ya esta orientación.

En general, y de acuerdo con esa nueva orientación del plan, con esta
convocatoria se pretende fomentar la obtención de resultados que tengan
previsible repercusión socioeconómica y también el desarrollo de vínculos
entre los grupos de investigación y los sectores socioeconómicos
correspondientes, las industrias, las empresas de servicios o las
unidades de las administraciones, para favorecer la difusión y
transferencia a dichos sectores de los resultados que puedan obtenerse en
los proyectos. En este sentido se han establecido dos modalidades de
proyectos diferentes. Primero, los proyectos para la generación de
conocimientos científico-técnicos, con el fin de contribuir al desarrollo
de sectores productivos o a la mejora de la planificación en las
diferentes áreas socioeconómicas; y segundo, los proyectos orientados a
la aplicación tecnológica a corto plazo, con el fin de contribuir a
mejorar la eficacia y la competitividad de los sectores industriales de
servicios o unidades de las administraciones públicas, que también pueden
ser, o a la mejor gestión de los recursos naturales.

Señora Presidenta, señorías, otra de las modalidades importantes que
presenta esta convocatoria y que me complace anunciar hoy ante la
Comisión es la posibilidad de imputar los gastos de personal contratado o
en régimen de formación, ajenos a la plantilla de los organismos públicos
o privados sin fin de lucro, de investigación. Este personal se
incorporará siempre bajo la modalidad de adscripción temporal y de
acuerdo con la normativa propia de cada organismo. El objetivo que
persigue el Ministerio de Educación y Cultura es reforzar los grupos de
investigación y suplir las tradicionales carencias de personal técnico en
los centros de investigación. Creemos que esta medida da respuesta
positiva a la necesidad real de la comunidad científica y que va a
suponer un importante incentivo para los grupos de investigación que
desarrollen su actividad en el marco de las prioridades del plan
nacional. Además, se refuerzan los mecanismos de seguimiento de los
proyectos, de manera que se garantice la obtención de resultados
relevantes para los sectores socioeconómicos que puedan estar implicados,
de acuerdo con los objetivos que inicialmente se hubieran propuesto, así
como la correcta aplicación --como no podía ser menos-- de los fondos
públicos asignados a estos proyectos. Esta actuaciones se complementan
con las correspondientes al programa sectorial de promoción general del
conocimiento, que no fija prioridades temáticas, de manera que cualquier
grupo de investigación dispone de un marco en el que encuadrar su
actividad.

Otra de las líneas importantes que debe desarrollar el plan nacional y
que presenta varias facetas es la coordinación general de las actividades
de I+D. En primer lugar, y respetando la diversidad de objetivos
prioritarios que puedan establecer las diferentes políticas sectoriales,
la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología buscará una mayor
complementariedad y coordinación de las actividades de I+D que se
desarrollan en los diferentes departamentos ministeriales, con el fin de
mejorar la rentabilidad de los recursos económicos disponibles, que son
--como no podía ser de otro modo-- escasos. Con respecto a la
coordinación interterritorial, se diseñarán instrumentos de cooperación
con los gobiernos de las comunidades autónomas que entrañen mecanismos de
cooperación ágiles, flexibles y de gestión sencilla, que puedan adaptarse
a las necesidades y peculiaridades de cada comunidad autónoma, con el
objetivo último de reducir el desequilibrio territorial en términos de
competitividad y acomodar el sistema global



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de I+D a los recursos y a las capacidades de cada una de las comunidades
autónomas.

Otro aspecto importante en esta política de coordinación de los programas
nacionales de I+D es coordinarlos con los de la Unión Europea. Este
esfuerzo pasa por intensificar nuestros propios esfuerzos nacionales en
la fase de definición de los programas europeos. En tanto los programas
europeos se orienten a nuestros objetivos nacionales específicos, tanto
más fácil será la obtención y aprovechamiento de los recursos disponibles
en régimen de competencia con otros programas nacionales. Por otra parte,
en la medida en que nuestros objetivos sean cubiertos por los fondos
europeos, dispondremos de un mayor grado de libertad en los programas
nacionales, lo que permitirá alcanzar niveles más amplios de priorización
y financiación de los grupos españoles.

Por lo que respecta a la cooperación con países de fuera de la Unión
Europea, creemos que España debe prestar especial atención por razones
geopolíticas y culturales a los países iberoamericanos y a los de la
cuenca mediterránea y promover que la Unión Europea establezca acuerdos
de cooperación con estos países. En este sentido conviene mencionar que
se ha aprobado, a propuesta de España, un plan de acción para la sociedad
euromediterránea de la información que impulsará la mejora de la
competitividad industrial y la calidad de vida en un área geopolítica tan
sensible para España como es el Mediterráneo. El plan de acción pretende
actuar como eje de coordinación para evaluar la efectividad y el impacto
de la sociedad de la información en la economía, la cultura, las ciencias
de la salud y, en general, en la calidad de vida de los países del
entorno mediterráneo.

Señorías, la internacionalización de nuestro sistema de I+D debe
entenderse en su sentido más amplio. En primer lugar, creemos que debe
servir para establecer el marco de referencia de nuestro sistema y para
que nuestra situación esté clara respecto a los países más desarrollados,
con el objetivo de definir el horizonte al que deba orientarse la
política científica y tecnológica nacional. Además, y especialmente en lo
que respecta a los programas marco de I+D de la Unión Europea, es
necesario tener en cuenta que los fondos que se ponen en juego, medidos
en términos de los retornos obtenidos por España, son muy significativos
si se comparan con los propios recursos nacionales. Además, la
programación comunitaria polariza también las programaciones nacionales,
bien en actuaciones paralelas a las definidas a nivel europeo, bien en
actuaciones complementarias para cubrir carencias de importancia
estratégica, a nivel nacional, que no están cubiertas en los contenidos
de los programas europeos. También se trata, cómo no, de favorecer la
internacionalización de las actividades de la comunidad científica y
empresarial mediante el apoyo preferente a las investigaciones vinculadas
a los programas europeos. Tan importante como el incremento de las tasas
de retorno económico es la consecución de retornos intangibles derivados
de la cooperación con grupos de investigación de otros países europeos.

La actuación en el proceso de internacionalización debe realizarse al
unísono con las actuaciones a nivel nacional y procurando una máxima
coordinación entre ambas. Unicamente de la estrecha relación y sinergia
procedente de ambas perspectivas puede derivarse el marco adecuado que
posibilite la planificación estratégica de nuestra política de I+D.

Como les anuncié al principio, quisiera hacer una referencia brevísima a
los fondos de I+D para 1997, es decir, lo que está recogido en el
proyecto de presupuestos que SS. SS. han podido tener en sus manos, pero
quizá fuera útil que hiciéramos un pequeño resumen. Los fondos que
gestionará la secretaría general del plan de I+D, que ahora está
incorporada a la dirección general de I+D, van a superar aproximadamente
en un 20 por ciento a los recursos que fueron gestionados en 1996. Si
queremos entrar en cifras, muy brevemente les diré que 18.400 millones de
pesetas de los Presupuestos Generales del Estado serán la aplicación
presupuestaria correspondiente a la Secretaría General del Plan; 4.000
millones procedentes del CATI, del Centro de Desarrollo Tecnológico e
Industrial --el año pasado esta partida era 3.500, luego aquí hay 500
millones más--; 5.000 millones del Fondo Social Europeo; aproximadamente
12.000 millones de fondos Feder ya previstos en la programación
plurianual y 7.000 millones al año --y ésta es una aportación nueva que
quisiera destacar a SS. SS.-- procedentes del nuevo programa operativo
para el trienio 1997-1999. A lo anterior hay que añadir las partidas
generales para el programa general del conocimiento, que gestiona la
Dirección General de Enseñanza Superior y que en los Presupuestos
Generales del Estado tiene un incremento de algo más del 12 por ciento.

También el plan de formación del personal investigador y del profesorado,
que está incluido en la Dirección General de Enseñanza Superior, tiene un
aumento del 8 por ciento, según consta en los Presupuestos Generales del
Estado.

En síntesis, señorías, y termino, los aspectos más relevantes del tercer
plan nacional, con respecto a las fases anteriores, se concretan, por un
lado, en que su orientación debe ser, creemos nosotros, más
explícitamente aplicada, es decir, dirigida a mejorar aún más la
transferencia de conocimientos y resultados entre los sectores productivo
y científico y, por otro, en que se prevé profundizar en las diversas
políticas de coordinación de la investigación, en los ámbitos nacional e
internacional. Todo ello, garantizando el crecimiento ordenado y armónico
del sistema mediante el incremento del esfuerzo en I+D, en gasto y en
personal, y buscando el equilibrio de esfuerzos entre el sector público y
el sector privado. Señorías, para poder llevar a cabo este tercer plan
nacional confío en contar con la colaboración entusiasta de SS. SS. y les
invito, de nuevo, a que continuemos el camino de diálogo y de acuerdo que
la ciencia y la investigación española necesitan y que espero que vamos a
seguir.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Ministro. Permítame una
pequeña licencia, porque he dicho señora Ministro y no con equivocación,
ya que corresponde a la primera acepción etimológica del término de esta
palabra y, por tanto, su utilización es científicamente correcta. Muchas
gracias de nuevo, señora Ministro.




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Pasamos a las intervenciones de los distintos grupos parlamentarios para
formular las preguntas que crean convenientes a la señora ministro. Tiene
la palabra el señor Pérez Rubalcaba, por el Grupo Socialista. Espero que
se encuentre mejorado de su afección gripal.




El señor PEREZ RUBALCABA: Va peor, pero he descubierto, con una cierta
alegría, que la ministra comparte conmigo al menos la afonía. Espero que
su estado sea mejor que el mío, que es ciertamente lamentable esta
mañana.

Preguntaba a mi compañera del Grupo Mixto si es señora ministra o señora
ministro. Yo siempre hubiera dicho señora ministra, pero el magisterio de
la Presidenta de esta Comisión me hace dudar y no sé si tratar de emplear
alguna terminología distinta de ministro o ministra para salir del paso.

Alguien nos lo aclarará. Esté segura que mañana o pasado tendremos alguna
aclaración. Incluso hay una Diputada que se ofrece. Tanto mejor. Señora
Aguirre (Risas.), quiero comenzar agradeciéndole su presencia aquí. No le
oculto que hubiera preferido que hubiera venido se motu proprio. Lo
hubiera preferido, y se lo dije así al Secretario de Estado de
Universidades e Investigación. Es verdad que ha tenido dos comparecencias
en el Congreso y en el Senado, que es lo tradicional, y usted lo señalaba
al comienzo de su intervención. Es cierto que, si no me falla la memoria,
en el Senado no dijo nada de ciencia, y se remitió a esta Comisión, y en
el Congreso empleó escasos minutos para hablar de la política científica
de su departamento ¿por qué se remitió a esta Comisión? No le oculto que
cuando leíamos eso pensamos que iba a solicitar la comparecencia aquí; no
lo ha hecho, vino el Secretario de Estado, no hay nada más que decir. Me
hubiera gustado que hubiera venido usted, pero no pasa nada. Entiendo,
cómo no, que es un ministerio complejo y que tiene muchas comparecencias
en comisiones distintas. (Un señor Diputado: ¡Empieza ya!) Sí, voy a
empezar.

El hecho de que venga usted cinco meses después de su toma de posesión
nos permite hacer una comparecencia peculiar, porque usted nos ha hablado
del plan nacional en 1995, ha esbozado las líneas del futuro del plan
nacional, que es el eje vertebrador de la política científica de Gobierno
y por tanto de su ministerio, pero es verdad que usted ya lleva cinco
meses y podemos hacer algo intermedio entre hablar de sus programas, de
sus orientaciones y también de las cosas que ya ha hecho en el
ministerio, y yo lo voy a hacer así. Empiezo por decir que le agradezco
el discurso, que usted ha despejado algunas dudas que traíamos hoy aquí,
y eso ciertamente va a aliviar mi garganta. Agradezco también el tono y
el aroma de continuidad que me parece que usted ha querido dar a la
política científica en correspondencia con lo que decía el señor Tejerina
en esta Comisión, algo que yo entiendo, al margen de pruritos y de
defensas de lo que uno ha hecho o de lo que ha hecho su grupo político,
que en política científica tiene mucho sentido. Los giros dramáticos --se
lo decía el otro día al señor Tejerina-- no suelen ser buenos, lo que no
quiere decir que no haya que cambiar cosas, y cada Gobierno es muy dueño
y muy legítimo de hacerlo, pero ciertamente giros drásticos en lo que ha
sido una política en buen medida consensuada con todos los grupos y con
mucho sectores no son buenos. Por tanto, creo que es acertada la línea
que usted y su equipo están tratando de introducir en el ministerio, como
lo es el que se sigan las pautas del tercer plan nacional, que usted nos
ha recordado aquí en su intervención.

No tengo nada que comentar respecto a la memoria del 95, si acaso urgirle
a que nos mande cuanto antes para poder trabajar en la Comisión sobre los
datos de la misma y poder hacer el correspondiente balance. Pero le decía
que algunas cosas ya tiene en su haber, porque lleva algún tiempo al
frente del ministerio, y que algunas de ellas contrastan con algunas
cosas que hemos oído aquí. Da la impresión de que usted --y el Gobierno
que usted representa hoy aquí-- tiene una inquietud por la ciencia y la
tecnología, que comprende que es un eje estratégico de trabajo para el
futuro de nuestro país, pero ciertamente no siempre se compadece esta
actitud que usted hoy aquí ha manifestado con algunas de las cosas que ha
hecho su ministerio, que pasan en su ministerio o que no ha hecho su
ministerio, y a ellas me voy a referir brevemente porque, con toda
seguridad, algunas podrán ser explicadas por la titular del departamento,
por usted misma.

No voy a insistir en el tema del rótulo de «ciencia». Créame, no es un
capricho del Grupo Parlamentario Socialista la proposición no de ley que
presentamos. Nos parece que recoger este rótulo, incorporar al ministerio
que usted dirige la palabra «ciencia» tendría algo más que un valor
simbólico para los científicos, y esperamos el apoyo de su grupo
parlamentario cuando la proposición no de ley se vea en esta Comisión
dentro de algunas semanas.

Me voy a referir al presupuesto, porque es verdad que usted ha dado unas
cifras que ciertamente deberán ser contrastadas, y ahora lo voy a
explicar. Si nos atenemos estrictamente a lo que figura en el presupuesto
que el Gobierno ha mandado a esta Cámara y, por tanto, dejamos de lado
los fondos Feder, sobre los que luego hablaré, tengo que decirle que los
tres programas (y me voy a referir sólo al Ministerio de Educación y
Cultura, aunque ciertamente desde la perspectiva de esta Comisión debería
ser la función 54 la que analizáramos; no lo voy a hacer, ya el otro día
hubo algún debate sobre esto entre los señores Rato y Borrell, me voy a
centrar en su ministerio), como digo, los tres programas que forman la
base presupuestaria en ciencia y tecnología en su ministerio disminuyen,
en su conjunto, en 242 millones de pesetas. Crece --y usted lo decía-- el
programa 54.1.A, la investigación científica, en un 1,2 por ciento, 546
millones de pesetas, decrece la investigación técnica --y luego volveré
sobre ello-- y decrece astronomía y astrofísica. Por tanto, el conjunto
del ministerio decrece --repito que me estoy refiriendo siempre a
programas en el presupuesto, no a presupuesto Feder-- 242 millones de
pesetas, un 0,3 por ciento. Si tenemos en cuenta que el producto interior
bruto va a crecer por encima del 5, estará usted de acuerdo conmigo en
que presupuestariamente no se rompe una tendencia a la que usted se
refería, sino que, al contrario, vamos a tener desde el presupuesto de
educación una menor participación, en términos porcentuales, respecto del
PIB. Por tanto, me preocupa



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el discurso que usted ha hecho y, como le decía, que se compadezca mal
con los presupuestos que el Gobierno ha presentado, en concreto en su
ministerio, para la aprobación en esta Cámara.

Me preocupa que dentro del propio ministerio un organismo al que usted no
se ha referido, pero que el secretario de estado mencionó en varias
ocasiones en su comparecencia, que es el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas, tenga un maltrato presupuestario. Crece el
presupuesto administrativo del consejo un 2,4 por ciento, pero es verdad
que el propio presidente del consejo tuvo que reconocer, en una
comparecencia presupuestaria, que este crecimiento es arrastre del
capítulo 1, es consolidación del capítulo 1. En la práctica el consejo no
crece. Es más, le diría --analizados los datos ya con la calma con que
hemos podido hacerlo en estas últimas semanas-- que decrece. Sólo crece
el capítulo 1 y es por consolidación de algunos complementos y de la
plantilla del año pasado. Además, tengo que decirle que sus plantillas no
van a aumentar. Por decirlo de otra manera, es que no se van a poder
convocar plazas el año 1997, lo cual ciertamente contradice lo que ha
sido una propuesta política de su partido y, desde luego, lo que ha sido
la práctica habitual en los últimos años, aunque es verdad que el
conjunto global de la plantilla no se ha incrementado, pero se han
mantenido convocatorias de plazas, sobre todo en los niveles bajos de
colaborador, lo cual ha permitido que se incorporen científicos jóvenes.

Si ustedes no modifican la ley de Presupuestos Generales del Estado el
consejo no podrá convocar plazas para el año que viene, porque si no me
falla la memoria la disposición transitoria tercera de dicha ley
establece con claridad que sólo podrán convocarse vacantes en servicios
públicos esenciales, y ciertamente la investigación y el desarrollo no
tiene esa característica en nuestro Derecho.

Ya le anuncio que hemos presentado una enmienda desde el Grupo
Parlamentario Socialista para permitir que el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas y el resto de los organismos públicos de
investigación puedan convocar plazas vacantes el año que viene y, por
tanto, se puedan incorporar nuevos científicos a las plantillas de estos
organismos. Pero, repito, en el presupuesto y en la ley correspondiente
que el Gobierno ha mandado a este Parlamento no se consignaba el
incremento de plantillas, antes al contrario se impedía que los
organismos públicos de investigación convoquen plazas, lo cual,
ciertamente, me parece que no es un síntoma precisamente alentador en
relación con la preocupación del Gobierno por la ciencia y la tecnología.

Le decía que hay algunas características en la actuación de su ministerio
que contradicen esta importancia que usted hoy en su discurso ha dado a
la ciencia y la tecnología. Usted se ha referido a la convocatoria de
programas. Yo lo tenía aquí apuntado. Me alegro de que me diga que está
ya a punto de publicarse. Le recuerdo que va con más de un mes de retraso
y que no es bueno porque, como usted sabe, los laboratorios en las
universidades y en los centros públicos de investigación viven, en buena
medida, de esa convocatoria de programas a la que usted ha hecho
referencia. No me voy a pronunciar de forma exhaustiva en este momento,
porque usted nos ha contado alguna de las características fundamentales
de esta convocatoria, que en síntesis creo que, por lo que usted ha
dicho, es razonable. Tengo que decirle, de todas maneras, que no sé si
hay una excesiva orientación en los programas, al menos en lo que se
refiere a los proyectos del plan nacional. No estoy seguro, señora
Ministra, de que estemos en la mejor dirección. Comparto con usted que
haya que orientar los trabajos de los grupos de investigación hacia la
aplicación de algunas de sus investigaciones, qué duda cabe (es uno de
los objetivos básicos del tercer plan nacional del I+D), pero hasta donde
he entendido --y repito que quiero ver la convocatoria-- no sé si hay una
excesiva orientación al menos en lo que se refiere a la convocatoria del
plan nacional. Usted ha definido dos tipos de proyectos: unos de
inmediata aplicación y otros relacionados con generación de conocimientos
pero también ligados directamente a la tecnología. No sé si he captado
bien la idea. Si la he captado, no estoy seguro de que eso sea correcto
en términos globales. No creo que se deba hacer un énfasis tan
orientador, al menos en todas las convocatorias del Plan Nacional de I+D.

Pero, repito, esto tendremos tiempo de examinarlo cuando salga en el BOE.

De momento no ha salido y, por tanto, no me voy a referir a ello.

Coincido con usted en que la superación de la tradicional y obsoleta
dicotomía investigación básica-investigación aplicada es uno de los
objetivos del plan nacional, pero a mí me gusta más hablar de
investigación buena y mala, de buena y mala calidad. En este sentido, aun
admitiendo la necesidad de orientar las investigaciones de algunos de
nuestros laboratorios hacia las demanda tecnológicas de nuestro sector
empresarial, sobre todo el de las pymes, tengo la impresión de que una
excesiva orientación podría ser también frustrante y podría conducir, por
así decirlo, a una actividad excesivamente orientada, a veces falsamente
orientada, porque los grupos, como usted sabe, buscarían encuadrarse en
esas prioridades, incluso rompiendo la práctica habitual de sus
investigaciones y probablemente conduciendo a un deterioro de su trabajo.

Repito, voy a esperar a ver la convocatoria y tiempo tendremos de
discutirla en esta Comisión Mixta.

También tendremos tiempo de ver si la incorporación de personal, que
usted comentaba que se recoge también en esta convocatoria, tiene o no
algunos problemas. Ya le dije al secretario de Estado que, en líneas
generales, compartía el que los grupos de investigación puedan contratar
personal con cargo a proyectos, pero también le dije que esto, que no es
una práctica nueva en nuestro sistema de ciencia y tecnología porque de
hecho hoy ya se puede hacer en los proyectos más tecnológicos, y hasta
los años 1987 ó 1988, si no recuerdo mal, se hacía con carácter general
en todos los proyectos, tiene sus dificultades; la primera es la
tendencia natural de todo grupo de investigación a gastarse más de la
cuenta, vamos a decirlo así, en personal. A veces es tal la demanda de
personal de nuestros grupos de investigación, a veces es tal el
compromiso de quien ha formado un doctor con ese doctor formado que no se
incorpora a las plantillas, que el riesgo que corremos es que al final
todo se gaste en persona. Le dije al secretario de Estado que no somos



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contrarios, en modo alguno, a que se contrate, pero sí creemos que
deberían establecerse algunas pautas o topes para evitar que finalmente
las convocatorias con el paso del tiempo acaben convirtiéndose en
convocatorias de contratación de personal, lo cual, ciertamente, no sería
bueno para nuestro sistema. No sé si se ha introducido algún tope o no,
lo ignoro. Tiempo habrá de comentarlo.

También le dije que habría que tener una cierta precaución con quien
contrataba, porque ciertamente usted sabe que hay unas convocatorias de
becas pre y postdoctorales enormemente rigurosas, con criterios objetivos
que no deberíamos romper por la vía de permitir que los grupos de
investigación contraten sin más al que quieran. Habría que armonizar
ambas cosas. No sé si se habrá hecho o no; ojalá se haya hecho. En todo
caso, tiempo tendremos de discutirlo.

Me preocupa algo que usted ha dicho, y es que los contratos podrán
hacerse de acuerdo con las fórmulas que cada organismo tenga para
contratar. No sé a qué nos va a llevar eso en la Universidad; no sé cómo
se van a contratar esas personas en las universidades. Pero usted sabe
que eso puede plantear problemas, porque una vez que alguien entra con un
contrato en una Universidad la verdad es que la dificultad para que salga
es grande. No digo yo que no haya que contratar, digo que hay que tener
cuidado con el modo de hacerlo, no vaya a ser que al final nos
encontremos con una plantilla que reclame una fijeza, etcétera. El tema
lo conoce usted bien. Es una preocupación que parte de que compartimos el
objetivo, pero tenemos algunas reticencias a que ese objetivo --que, por
otra parte, repito, no es novedad en nuestro sistema de ciencia y
tecnología-- acabe desvirtuándose.

Señora ministra, me preocupa también --y esto contradice una parte de su
discurso, la parte final, cuando hablaba de la internacionalización de
nuestra ciencia-- el escaso, a mi juicio, protagonismo que España está
teniendo en la discusión del quinto programa marco. Se lo dije también al
Secretario de Estado de Universidades e Investigación. Sabe usted que es
pretensión de la Presidencia irlandesa que los primeros días del mes de
diciembre ustedes estudien en el Consejo de Ministros el segundo borrador
del quinto programa marco. Según mis noticias --ojalá sean equivocadas o
estén atrasadas--, España todavía no ha presentado las observaciones al
primer documento, al documento que se conoce en la jerga comunitaria como
el inventing tomorrow. Ojalá se haya presentado.

Yo anuncié aquí una propuesta del Grupo Socialista, que creo que tenía
interés para el propio Ministerio de Educación y Cultura, para que
compareciera aquí el Director General de la Dirección General 12, el
finlandés señor Routti, para que nos informara de cómo está el quinto
programa-marco. Pretendía --lo dije así y lo vuelvo a reiterar aquí
delante de usted-- con ello que este Parlamento se incorporara a la
defensa que, estoy seguro, España va a hacer de nuestras prioridades en
el quinto programa-marco, al igual que han hecho otros parlamentos
europeos. Tengo que decirle que no hemos solicitado formalmente esta
comparecencia, y no lo hemos hecho --y se lo aclaro aquí-- porque estamos
esperando a que el Gobierno español diga ante la Comisión Europea cuáles
son nuestras prioridades, cuáles son las reticencias que como el resto de
los países de Europa, estoy seguro, van a poner encima de la mesa
respecto al primer borrador de este quinto programa-marco, y sólo en la
medida en que estuvieran encima de la mesa tendría sentido traer aquí al
Director General de la Dirección General 12.

Me gustaría que usted hoy aquí nos avanzara algo, que nos dijera cómo
piensa el Gobierno español incorporar medidas de cohesión en este quinto
programa-marco que estamos empezando a discutir. Me gustaría que nos
dijera qué piensa el Gobierno español de la reducción de líneas de
investigación en algunos casos, por ejemplo, en la oceanografía o en
algunas líneas de biomedicina, que son especialmente interesantes para
España y donde, por cierto, España compite formidablemente bien con el
resto de los países de Europa. Me gustaría, finalmente, que, más allá de
la retórica del documento de la Comisión sobre las pymes, nos dijera qué
piensa usted y qué va a proponer el Gobierno español en concreto en este
quinto programa-marco para mejorar la investigación en nuestras pymes con
cargo a los fondos comunitarios. Sobre esto me gustaría que usted pudiera
hablarnos hoy aquí para que, efectivamente, hubiera una relación entre la
importancia política de la ciencia y la tecnología en su discurso y la
práctica de su ministerio.

Finalmente, déjeme que me refiera a otro tema que he tratado aquí en
varias ocasiones --no he tenido ocasión de hacerlo con usted, pero me
parece importante--, que es el famoso decreto de organización del
Ministerio de Economía y Hacienda y de Presidencia en su disposición
final tercera. Recordará usted --estoy seguro que está perfectamente al
día--, señora ministra, que no tenemos todavía el desarrollo de dicho
decreto.

Yo le dije al secretario de Estado, en una libérrima interpretación, cómo
creía que se había producido este decreto. Se lo reitero aquí. Yo creo
que quien redactó el decreto metió al Ministerio de Educación en un buen
lío; que alguien cogió el organigrama de la Administración del estado,
vio todo aquello que tenía investigación, vio que había unos cuantos
directores generales al frente de los departamentos, de los OPIS, de los
centros de investigación, y dijo: Hay que cargarse directores generales.

Quitemos estos directores generales y refundamos todo en esto que es el
Consejo Superior, que para eso es superior. Y a usted la metieron en el
lío de refundir nada menos que unos 10 ó 12 organismos --algunos con
tanta tradición como el Ciemat, como el INTA, como el Instituto Carlos
III, como el INME, como el INIA-- que, en su conjunto, gastan más de
100.000 millones de pesetas y que tienen más de 14.000 trabajadores. Y,
claro, refundir esto en el consejo es tarea poco más o menos que
imposible. Y el problema es que se ha creado una cierta inquietud, no se
lo oculto, y hay organismos que incluso lo ven con simpatía y
trabajadores que ven aquí una posibilidad de mejorar en su nivel
salarial, en su condición funcionarial; en definitiva, ustedes se han
metido gratuitamente en un lío y el 6 de diciembre se acaba el tiempo
para saber qué van a hacer con esa refundición, que, por cierto, en
Derecho Administrativo significa una



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cosa muy clara, y es hacer depender todo administrativa y
presupuestariamente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

No sé cómo lo van a hacer, pero sí sé lo que los científicos entienden de
ese decreto y es que el Gobierno, finalmente, o quien redactó ese
decreto, para ser más exacto, porque no es bueno generalizar, quiso
apresuradamente hacer una supresión de direcciones generales, sin saber
exactamente qué es lo que estaba haciendo, en definitiva, ignorando por
completo cuál es la estructura de investigación científica en nuestra
Administración general del Estado. Y eso no es bueno porque proyecta una
imagen de un Gobierno poco preocupado por la ciencia y la tecnología.

En definitiva, más allá de la preocupación que usted ha manifestado aquí,
que yo considero sinceramente genuina y, por supuesto, creíble, tengo que
decirle que las distintas actividades de su ministerio y del Gobierno en
general no proyectan esa preocupación hacia el exterior. Y no le oculto
que he tenido ocasión de hablar con muchos investigadores en estos meses
y esta inquietud que yo le traslado no es una inquietud política del
Grupo Socialista, sino una inquietud que está presente en muchos
laboratorios de investigación de nuestras universidades y de nuestros
centros públicos.

Como me parece que hay decisiones de su ministerio que tampoco se
compadecen con la preocupación que usted ha señalado aquí respecto a la
coordinación de la ciencia, preocupación que yo, le adelanto, comparto
plenamente y en la que desde luego siempre tendrá detrás al Grupo
Socialista apoyándola.

Señora Ministra, ya tuve ocasión de decirle al secretario de Estado que
la reestructuración del ministerio parece que no traduce esa
coordinación. Se lo dije y no voy a insistir, porque finalmente es hablar
de Derecho Administrativo. No creo que fuera una buena idea subsumir la
Secretaría General del Plan en una dirección general del Ministerio de
Educación y Ciencia, no lo creo. Sigo pensando que no es una buena idea;
que la Secretaría General del Plan es algo más que una dirección general
de un Ministerio, es un órgano de apoyo a una Comisión interministerial
y, por tanto, incorporarla como una unidad administrativa más resta
eficacia coordinadora. Porque, señora ministra, el resto de los
ministerios lo verán como una secretaría de apoyo a la actividad de todos
ellos, sino como una dirección general del Ministerio de Educación y
Ciencia. Creo que esta reestructuración denota una cierta improvisación y
traduce mal el espíritu con el que esa secretaría general se creó en la
Ley de la Ciencia.

Tengo que decirle que la refundición en el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas camina en la misma dirección. Parece una
pretensión del Ministerio volver a una vieja estructura que la Ley de la
Ciencia desechó, porque finalmente no es el ministerio quien tiene que
coordinar, sino una secretaría del Ministerio, no es el consejo el que
tiene que coordinar, sino el propio plan nacional y la Comisión
interministerial. Y en el presupuesto de su ministerio también se refleja
esta pérdida de sentido coordinador. Porque usted lo decía y decía bien,
crecen en su ministerio los dos programas que gestiona el propio
ministerio, creo que la Dirección General de Enseñanza Superior: crece el
programa de promoción general del conocimiento y crece también el
programa de formación de personal investigador, pero decrece el fondo
nacional en casi 700 millones de pesetas. El fondo nacional en el
presupuesto de 1996 ascendía exactamente a 19.004 millones de pesetas
--presupuesto comparable--, y este año asciende a 18.352. (La señora
Ministra de Educación y Cultura, Aguirre y Gil de Biedma: Ha habido
recortes, los suyos y los nuestros.) No, los míos ya están incorporados.

Los 19.004 millones es el gasto efectivo que el fondo va a realizar en
1996 y 18.352 millones es la cantidad que usted consigna en presupuestos,
por tanto, decrece en 700 millones. Y no es eso lo que me preocupa (le
indico que habrá una enmienda para recuperar los 700 millones, que espero
que usted apoye sinceramente); lo que me preocupa es que crecen los
programas del ministerio y decrece el fondo nacional. Ya sé que no es
mucho dinero, pero es todo un síntoma que, añadido a los otros que antes
mencionaba, da la impresión que el ministerio está más preocupado de su
gestión que de la coordinación, y creo sinceramente que eso es un error.

Creo que ustedes deberían esforzarse por lo contrario, por que crezca el
fondo nacional, porque su actividad multiplicadora, en términos de
coordinación, es infinitamente superior que los programas del ministerio.

Además --lo repito-- contradice un poco su discurso, que yo comparto
plenamente, en el sentido de que todavía tenemos por delante una tarea de
coordinación muy difícil entre los distintos ministerios y las distintas
administraciones públicas. Una vez más, más allá de su discurso que
comparto, hay alguna práctica de su ministerio que me preocupa y por la
que me gustaría preguntarle.

Usted habla de relación de la ciencia y la tecnología con la industria.

Tengo que decirle que comparto plenamente ese objetivo, creo que es el
objetivo más importante del Tercer Plan Nacional, y para ello se creó un
programa específico, el Pati, al que no sé si usted ha hecho referencia,
pero parece una preocupación esencial de su ministerio. Una vez más tengo
que decirle que los datos presupuestarios que conocemos no van en la
misma dirección. Señora ministra, al menos según los datos que ustedes
nos han suministrado con la memoria presupuestaria, decrece el
presupuesto de las OTRI, que pasa de 225 a 156 millones de pesetas
--repito, por si usted los quiere rebatir, que son datos de la memoria--,
y decrecen también los gastos que se van a dedicar a intercambio de
personal científico entre las unidades de investigación y las empresas
--pasan de 450 a 250 millones de pesetas--, cosa que, ciertamente, se
compadece mal con una preocupación que nosotros compartimos por mejorar
eso que se llama interfase entre el sistema ciencia-tecnología y nuestro
sistema empresarial.

En resumen, señora ministra, no me quejo de la política que usted ha
diseñado aquí, que comparto en sus grandes líneas, aunque algunas cosas,
como la convocatoria, me gustaría mirarlas, sino que más bien me quejo de
que a veces tengo la sensación de que la ciencia es la pariente pobre del
Ministerio de Educación y Cultura, y le he expresado algunos elementos de
preocupación, que en este momento no son más que eso, elementos de
preocupación,



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puesto que, como usted señalaba, sólo son cinco meses los que lleva este
equipo al frente del ministerio, pero que, en todo caso, están ahí y son
preocupación para el Grupo Parlamentario Socialista y, créame, es
preocupación que uno recoge si, como yo hago de vez en cuando, se molesta
en recorrer los laboratorios de nuestras universidades y de nuestros
centros públicos y privados de investigación.

Termino haciéndole algunas preguntas concretas que me gustaría que me
respondiera, que en parte derivan de estas preocupaciones que acabo de
expresarle en una intervención deslavazada --le ruego que me disculpe,
pero, créame, no tengo la cabeza en el mejor momento--, y una
consideración final.

La primera de las preguntas se refiere a una fundación que, según empieza
a sonar por ahí, se quiere crear en el Consejo Superior de
Investigaciones Científicas. Ya sé que es un rumor y le pido perdón por
introducir un rumor en este debate parlamentario, que probablemente no es
lo mejor, pero, como me llega intensamente, me preocupa. Creo que en el
consejo hay planes para crear una fundación al hilo de, digamos, mejorar
la gestión del consejo. Me gustaría conocer si esto es así y le adelanto
que no simpatizo en modo alguno con las fundaciones como fórmula de
mejorar la gestión de los organisnos públicos. Si la gestión no funciona,
hay que mejorarla; si las reglas son incorrectas, se cambian, pero
inventar cosas yuxtapuestas no es la mejor solución. Igual resulta que es
buena solución, pero no me lo parece a primera vista. En todo caso, el
rumor está ahí, créame, señora ministra, y me gustaría saber si hay algo
de esto.

También me gustaría saber si el Gobierno tiene previsto incrementar el
cupo de empresas beneficiarias del programa de la Agencia Espacial
Europea. Usted sabe que la cuota de la ESA ha subido casi 2.000 millones
de pesetas, lo que suponemos que va a redundar en una mejora de la
investigación espacial, y me gustaría saber si el cupo de empresas
beneficiarias se va a aumentar o no, porque es una pretensión que está
planteada desde hace tiempo.

Me gustaría conocer si está prevista alguna dotación para el gran
telescopio de Canarias. No la hemos encontrado en el presupuesto, no sé
si ustedes han llegado o no a un acuerdo con el ESRO y me gustaría que me
informara.

También le agradecería que nos perfilara los enfoques de algunos
programas sectoriales que habían llegado a una integración notable en el
marco del plan nacional y bien los cambios en los ministerios, bien
algunas cuestiones concretas, nos hacen dudar de que esa integración se
siga produciendo. Me refiero al programa sectorial de recursos hídricos,
en relación con el cual había un acuerdo consistente en dedicar el 1 por
ciento de todo lo que se gasta en España en recursos hídricos a este plan
de I+D, y no sé si ese acuerdo sigue o no sigue, me refiero al programa
sectorial de tecnologías energéticas, que parece --recientemente he leído
unas declaraciones del Secretario General del Plan en ese sentido-- que
se ha retirado, y la pregunta es si van a volver a plantearlo o no, y, en
todo caso, qué se va a hacer desde el plan en investigación energética;
me refiero al programa de ciencia y tecnología marina, que en su primera
convocatoria tuvo un gran éxito y ahora, según nos llega del Ministerio
de Agricultura, que, junto con el Ministerio de Educación, era el
ministerio que coordinaba este programa, parece que hay dudas sobre su
continuidad. Y, finalmente, me refiero a tres cuestiones más, a los
centros de innovación y tecnología, a los que usted se ha referido y en
relación con los cuales el secretario de Estado anticipó aquí un decreto
cuyas líneas nos gustaría conocer porque nos parece que esa iniciativa
puede ser enormemente atractiva; a la cuota del CERN, ya que hemos oído
que Alemania está replanteando su cuota en el CERN y es un tema que nos
preocupa porque, como usted sabe, tuvimos grandes dificultades para
negociar nuestra cuota y, de hecho, todavía estamos pagando algunas
deudas tras una negociación que, como usted conoce bien, fue
complicadísima y, finalmente, al Feder, ya que tanto usted como el
secretario de Estado, como declaraciones públicas del secretario general
han hablado del Feder como el instrumento presupuestario que va a
permitir que este año el plan nacional tenga más dinero. Sobre esto nos
gustaría tener alguna precisión.

Yo recuerdo bien cómo se negoció el Feder, la incorporación de un
programa operativo del Feder a los gastos de investigación en España, su
distribución entre administraciones y universidades, ciertamente me
gustaría saber --no es el momento, pero le agradecería me lo suministrara
por escrito para poder trabajar en ello-- cuánto dinero se gastó en 1995
y 1996 de este programa operativo. Anuncia usted 7.000 millones nuevos
para el trienio 1997-1999. Me gustaría conocer algo más de este programa
nuevo, no sé si estaba incorporado ya a la negociación que hicimos en su
momento. Creo recordar que negociamos 100 millones de ecus a aplicar
desde 1997 hasta 1999; no sé si son estos 100 millones de ecus o son
adicionales. Me gustaría conocer qué hay de verdad en esto, porque es
cierto que se ha venido utilizando este programa Feder y no estoy seguro
que se haya gastado del todo, porque, como usted sabe, la tramitación en
Europa es complicadísima. No sé si hablamos de nuevo o de no gastado. En
fin, todo esto me resulta difícil de analizar. Ahora no le pido una
aclaración, ya que estaría fuera de toda lógica, pero sí me gustaría que
nos suministraran algunos datos para ver si al final, fíjese usted, ¡oh
paradoja!, ya se lo dije al secretario de Estado, son los fondos
estructurales, aquellos del pedigüeño, ¿lo recuerda?, los que van a
salvar nuestra investigación científica durante los próximos años. Es un
proyecto que yo tuve la suerte de negociar como ministro, me gustaría
conocer en qué estadio está y si realmente hay fondos nuevos, con qué
carácter se van a repartir, si van a ir por programas o en
infraestructura, si van a Objetivo 1 u Objetivo 2, todo esto que
configura lo que es la gestión compleja de uno fondos como éstos.

Termino ya, señora ministra. Siento haberme extendido. Conoce usted
perfectamente, y su intervención así lo demuestra, que ésta es una
Comisión un tanto singular, lo es por su carácter mixto, lo es por su
origen --es una Comisión creada en una Ley específica, la de la
Ciencia--, por sus competencias, lo es también por el grado de consenso
que usted señala que en esta Comisión ha imperado



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siempre, y a la que, créame, en esta legislatura el Grupo Socialista
quiere contribuir.

Vaya por delante esto para, a continuación, decirle que tiene mi
colaboración y la de mi grupo, leal, crítica, como ha podido ver, pero
razonable siempre, para desarrollar los trabajos que usted ha presentado
aquí y con cuyos objetivos generales, como le he dicho y he reiterado en
mi intervención, coincido plenamente.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora Gil i Miró, por el Grupo
Parlamentario Catalán (Convergència i Unió).




La señora GIL I MIRO: Ante todo, en nombre de mi grupo, quiero expresar a
la señora ministra nuestro agradecimiento por su comparecencia para
exponer aquí los planes de su Gobierno respecto del ámbito de la
investigación y desarrollo tecnológico.

Antes de expresar nuestro posicionamiento y alguna observación, quería
decirle al señor Diputado que ahora no está --me imagino que está
bebiendo agua por la afonía-- y a todas las señoras Diputadas y señores
Diputados que debe llamarse a la señora ministra, señora ministra, porque
la primera acepción que se puede encontrar en un Diccionario de la Real
Academia supongo que corresponderá siempre al siglo pasado, cuando
realmente lo del lenguaje no sexista todavía no se había implantado. Yo
creo que tenemos la obligación, no sólo en esta Comisión sino en todos
los ámbitos, de usar un lenguaje no sexista. El mismo señor Diputado que
me ha precedido en el uso de la palabra luego ha retomado el lenguaje
habitual que es el de decir señora ministra. Yo rogaría a todas y a todos
que sigamos este camino de manera ejemplar.

Nosotros hemos escuchado con gran atención su exposición sobre los
objetivos de su Gobierno para el año 1997 y más allá dentro del plan
nacional. Ya tal como apuntamos nosotros en la comparecencia del
secretario de Estado, señor Tejerina, hoy debemos repetir de nuevo, ya
que usted no estaba presente lógicamente en aquella comparecencia, lo que
ya le avanzamos al secretario de Estado sobre las aspiraciones de mi
grupo, que se corresponden con los planes de la Generalitat de Cataluña,
y plantearle nuestras aspiraciones, que, a su vez, pueden convertirse
también en preguntas por si le es posible en algún momento darles
respuesta adecuada.

Como ya conoce, el bloque legislativo para Cataluña es la Constitución
Española y el Estatut de Cataluña. Se establecen las competencias al
respecto del I+D, que dibujan puntos concurrentes en el proceso de su
ejecución, como sabe. Por una parte, la Constitución dice que el Estado
tiene competencia exclusiva sobre el fomento y la coordinación general de
la investigación científica y técnica. Y el Estatut de Cataluña establece
que la Generalitat de Cataluña tiene la competencia exclusiva sobre la
investigación. Eso quiere decir también sobre el fomento y la
coordinación dentro de Cataluña. Esta peculiaridad del sistema autonómico
y compuesto del Estado español hace que coexistan lógicamente --yo creo
que para bien de este Estado-- culturas públicas distintas, gobiernos de
signo distinto con programas de gobierno singulares y diversos y también
con necesidades distintas que se adecuan al tipo de sociedad, al complejo
asociativo, industrial y, sobre todo, de manera de ser de una determinada
comunidad.

El Estado español, pues, tiene competencias exclusivas de fomento y
coordinación. La manera en que entiende el Gobierno del Estado, los
conceptos de fomento y coordinación es como se nos muestra a nosotros qué
percepción tiene de este Estado autonómico.

Nosotros creemos --y no sólo mi coalición, sino la sociedad civil y
política-- que Cataluña es una nación y que, por lo tanto, el Estado
español también debe definirse como un Estado plurinacional. Por ello,
sólo podemos entender fomento y coordinación de una manera determinada,
no en unas líneas determinadas de otros partidos en este momento.

Para nosotros, fomento sería, por parte del Gobierno del Estado español,
una ayuda responsable de proyección de nuestra propia investigación, de
nuestros propios planes. El Gobierno del Estado debe sostener
presupuestariamente estos planes de I+D autóctonos --en nuestro caso,
nuestro plan de investigación en Cataluña-- no sólo mediante recursos
materiales, sino de proyección, con merma de cargas impositivas a las
industrias y en todas aquellas acciones que los organismos públicos y las
empresas privadas puedan colaborar en el ámbito del I+D. Para nosotros,
coordinación sólo puede significar cooperación y no jerarquización. Para
nosotros, es así de simple.

El Gobierno de Cataluña ha aprobado un plan de I+D para el cuatrienio
1997-2000, cuyos objetivos son muy semejantes, quizás obligatoriamente, a
los que usted ha enunciado. También queremos potenciar y cohesionar el
sistema de ciencia y tecnología de Cataluña como motor de desarrollo. Si
Cataluña, un motor de desarrollo económico del Estado español, sigue
desarrollándose, es seguro que todo el Estado español también lo hará.

También deseamos que la rentabilidad de los recursos públicos que en
Cataluña se destinan a esta finalidad sean coordinados en nuestro plan y
por nuestro Gobierno; los recursos públicos de investigación del Estado
español en Cataluña, de su ministerio y de nuestro Gobierno. También
queremos la participación del sector productivo catalán que está
especialmente formado por pymes, y en eso también coincidimos con su plan
nacional; el fomento de la utilidad de la innovación e investigación
tecnológica como un instrumento privilegiado de progreso y el incremento
de los mecanismos de transferencia de resultados y de su utilidad, en
primer lugar para la sociedad catalana y luego para toda la sociedad
española.

El programa de Cataluña tiene, además del progreso global del
conocimiento, seis áreas temáticas; seis áreas temáticas que, en parte,
son las mismas de su plan nacional pero que son el resultado del análisis
económico y social de Cataluña, del análisis y conocimiento profundo de
su industria y de su economía y también del potencial investigador de la
Universidad y de los centros públicos de investigación de Cataluña. Estos
centros públicos no son sólo de Cataluña, porque hay centros públicos en
Cataluña que no pertenecen a Cataluña.




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Yo creo que deberíamos preguntarnos también en esta Comisión cómo pueden
concurrir su fomento y coordinación con nuestro plan de fomento y
coordinación. ¿Cómo puede existir coordinación si el Consejo General de
la Ciencia y la Tecnología se ha demostrado un organismo no operativo,
anquilosado o simplemente consultivo? ¿Cómo puede comprender el plan
nacional entre sus actividades sólo programas de las comunidades
autónomas? Puede, porque es una decisión discrecional de la Comisión
Interministerial de la Ciencia y la Tecnología, aceptar que un plan de
investigación de una comunidad autónoma sea o no incluido en el plan
nacional. Y precisamente no están representados los gobiernos de las
comunidades autónomas que tienen competencia exclusiva en investigación
en esta comisión interministerial que decide y formula un plan nacional.

Han aprovechado ustedes --y esto no implica desconfianza, pero sí que se
sigue una línea sujeta a directrices anteriores-- su proyecto de ley de
medidas fiscales y administrativas y de orden social --en su artículo
131-- para modificar la Ley de fomento y coordinación general de
investigación científica y técnica, que toca en parte la Comisión
Interministerial de la Ciencia y la Tecnología como órgano de
planificación, sobre todo por contratos de personal. En cambio, no se ha
aprovechado esta ocasión para introducir en esta Comisión, a través de
este proyecto de ley, los gobiernos de las comunidades autónomas con
competencias exclusivas. Vemos que el plan nacional permite, como ha
sucedido hasta ahora, decir que no a propuestas de la Generalitat de
Catalunya en este ámbito y, por tanto, se puede decir que la
participación ha sido prácticamente nula.

Nosotros, que también entendemos que la investigación es el motor del
progreso, no queremos sacralizarlo, porque la investigación como motor de
progreso está ya en el lenguaje habitual de la sociedad, y en ello la
sociedad fundamenta su optimismo. Sin embargo, querríamos saber cómo se
piensan coordinar nuestras competencias exclusivas y las competencias de
fomento y coordinación, y no cómo se puede controlar, pues ya lo sabemos.

El plan nacional no sólo puede llegar a fomentar y coordinar, sino que
establece planes de acción, y no está obligado necesariamente a escuchar
y conocer los planes de investigación de las comunidades con competencias
exclusivas.

Creemos que entre ambos planes no debería haber interferencias, sino que
toda interacción debería ser positiva, complementaria y sin oposiciones.

Por eso nos preguntamos si este plan nacional seguirá siendo plan
nacional o podrá convertirse en algún momento en plan plurinacional, si
es un plan que engulle, que ignora --como ha ocurrido hasta ahora-- o que
integra, que es lo que quizá deberíamos hacer nosotros.

Querríamos --y así les instaremos en el momento oportuno y no pido ahora
la respuesta, porque hay mecanismos que el Reglamento permite y lo
haremos en su momento-- hablar y profundizar sobre qué quiere decir
fomento y coordinación, porque los centros de investigación, sea el del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas o sean los OPI que están
en Cataluña, no pueden ser ni transferidos ni gestionados desde Cataluña,
ya que sólo pueden hacer investigación, trabajos, acciones de
investigación en Cataluña, si lo hacen con las universidades catalanas
que están transferidas y la planificación universitaria es competencia de
la Generalitat de Catalunya. Los centros de investigación tienen que
trabajar con las industrias de Cataluña y la planificación socioeconómica
de nuestro país es de mi Gobierno, el Gobierno de Cataluña.

Por eso creo que este problema debe tratarse, y se debe ver también cómo
las comunidades autónomas con competencias exclusivas en investigación
pueden formar parte realmente de este plan nacional --debería ser
plurinacional-- y tratarlo conjuntamente. Para ello alguna de estas
conferencias o comisiones que existen en la Ley de la ciencia deberían
convertirlo quizá en una especie de conferencia sectorial de I+D, cosa
que creo redundaría en beneficio de todo el Estado español y no
simplemente de una comunidad, como quizá alguien podría pensar.

Por eso, nosotros creemos que debemos rehabilitar las líneas tangentes
--no secantes que se cortan sino tangentes que se tocan-- en lugar de
seguir siempre la línea recta. No creemos que los giros sean
necesariamente dramáticos; con frecuencia son necesarios para alcanzar
aquellos objetivos que están más allá de lo que la visión a corto plazo
permite vislumbrar.

Por todo ello, señora ministra, puede usted organizar un cambio cultural
en I+D o simplemente puede seguir la línea recta o puede seguir como
observadora.

Nada más.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Nacionalista Vasco, tiene la palabra
el señor Albistur.




El señor ALBISTUR MARIN: Muchas gracias, señora ministra, por su
presencia en esta Comisión y por la buena presentación que nos ha hecho
de los objetivos del futuro plan de I+D y de las intenciones --permítame
que las califique de sanas intenciones-- de su ministerio.

En los objetivos que nos ha marcado aquí, quisiera destacar los aspectos
--en los que usted también ha querido incidir-- relacionados con la
formación del personal investigador, los objetivos relacionados con la
internacionalización de la investigación, con incentivar la innovación,
que me parece que, junto con la coordinación, en la que tanto se ha
insistido, pueden hacer francamente interesantes los contenidos del plan.

Sin embargo, como la Diputada que me ha precedido en el uso de la palabra
me ha puesto el listón bastante alto en la materia que me correspondería
a mí defender como representante de una comunidad autónoma, voy a hacer
mías las palabras que ella ha dicho, sobre todo poniendo en duda que éste
sea un plan nacional de investigación científica y desarrollo
tecnológico, porque estoy más convencido --y me gustaría salir de aquí
convencido de lo contrario-- de que esto vuelve a ser, de nuevo, un plan
del Gobierno y de sus instituciones, no el plan que corresponde a la
realidad plurinacional --palabra real que se ha utilizado por la Diputada
que me ha precedido en el uso de la palabra-- del Estado.

Me voy a fijar en dos temas en los cuales les voy a transmitir las
preocupaciones de nuestro grupo, porque



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creo que corresponden a la realidad de la situación de la investigación
científica y tecnológica en el Estado, y voy a insistir,
fundamentalmente, en lo que significa la coordinación de los agentes y
acciones en I+D y la coordinación territorial. Usted ha insistido mucho
en ambos temas y en ambos temas quiero insistir yo, porque creo que
todavía hay ahí mucha tarea que realizar.

Es cierto que existe una gran dispersión en investigación, que en los
últimos años --yo diría que en los 10 últimos años-- se ha impulsado la
investigación y el desarrollo --la investigación científica y la
tecnológica, quizá más la tecnológica que la científica--, que se ha
impulsado a muchos investigadores y a muchas instituciones investigadoras
y que los planes, por lo menos los que hasta ahora hemos conocido, han
resultado ser más una suma de acciones que la consecución de unos
objetivos que estuvieran previamente planificados. Creo que había unos
objetivos generales, como estos de la coordinación, la formación y la
internacionalización, pero realmente no había objetivos sectoriales,
objetivos de investigación, de avance o de progreso científico y
tecnológico, por lo menos marcados, y tampoco se han conseguido. Se han
conseguido muchos objetivos pero yo diría que dispersos, y pocos de ellos
con un efecto en la realidad social y económica directa.

Habría que decir que sería necesaria previamente una coordinación
gubernamental. Usted ha citado una comisión interministerial y el deseo
de que dicha comisión trabaje coordinadamente --esperemos que así sea,
pero ésa es una tarea que les corresponde a ustedes--, pero
fundamentalmente el plan debería hacer hincapié en la desconexión entre
universidad y empresa existente, ya que cuando hay conexión es porque
existe un triunfo personal, un convencimiento personal para realizar esa
conexión, para tratar de sacarle rentabilidad a la investigación
realizada en la universidad, pero no existe una actitud de relación
universidad-empresa, ni siquiera una actitud de investigación en la
universidad para el mundo de la empresa y en la empresa de ver en la
universidad un lugar donde poder encontrar eficacia y eficiencia para sus
necesidades.

Como consecuencia de esa descoordinación, de esa dispersión y de esa
desconexión, existe un importante desánimo entre quienes investigan en la
empresa, porque cuando investigan y las empresas son capaces de
presentarse en proyectos internacionales importantes como, por ejemplo,
el del CERN u otros similares en diferentes Estados de la Unión Europea,
las empresas están solas, tienen poca protección de las instituciones del
Estado, mientras que los competidores europeos encuentran por parte de
las instituciones de los Estados a los que pertenecen un importante apoyo
no solamente en defensa de los contenidos tecnológicos que están
defendiendo allí, sino también de la entidad empresa como tal.

A su vez también falta --y eso produce desánimo, insisto, y es una
consecuencia de la descoordinación-- una verdadera vigilancia sobre la
tecnología que se introduce al socaire de planes industriales
importantes; por ejemplo, el tema de telecomunicaciones, donde ha
existido y existe durante los últimos años una importante investigación
en diferentes comunidades autónomas y en empresas de este Estado y, sin
embargo, estamos viendo que se está introduciendo tecnología del exterior
en los planes de telecomunicaciones reduciendo la participación de
nuestras empresas y de nuestra investigación de una forma significativa.

Nuestras empresas y nuestra investigación son, fundamentalmente, pequeñas
y medianas empresas y la tecnología entra de la mano de importantes
grupos financieros e industriales a través de multinacionales. Montando
un chiringuito en los alrededores de Madrid dicen que ya han hecho una
instalación industrial, empresarial en el Estado, que son ya tecnología
española, vamos a decirlo así y que, por tanto, se está favoreciendo la
tecnología nacional, lo cual es una falacia.

No existe suficiente reconocimiento fiscal y financiero para la
investigación; incluso los auditores, cuando tienen que auditar una
empresa, echan una mirada de reojo a los activos en I+D que figuran en
los balances de las empresas; digamos que no están bien vistos en muchas
ocasiones. No se ha incentivado a quien ha investigado bien; se ha
facilitado la duplicidad y la competencia entre empresas, impulsada
incluso desde la propia Administración, precisamente como consecuencia de
una falta de información, yo diría que en la propia Administración, sobre
quién, qué y dónde se investiga y sobre todo también por la euforia en
apoyo a una investigación no suficientemente racionalizada. Es verdad que
se precisa un control de recursos pero, insisto, bajo una previa
información sobre quién investiga, qué se investiga y dónde se investiga
porque, además, así se podrá conseguir ese objetivo, en el que usted ha
insistido y que me parece digno de encomio, como es el de la
investigación consorciada.

Nos preocupa --en su intervención no lo he escuchado-- que instituciones,
a nuestro modo de entender, inadecuadas para los tiempos que corren, no
sean revisadas o por lo menos sometidas a un plan de reconversión. Me
refiero en este caso al Consejo Superior de Investigaciones Científicas,
que sigue siendo el sancta sanctorum de la ciencia y de la tecnología. No
entiendo cómo no se revisa su papel ni se impulsan otras instituciones
nuevas, que están demostrando hoy en día ser más adecuadas a los tiempos,
favoreciendo así la descentralización, por ejemplo, el mayor impulso a la
universidad y el reconocimiento a realidades de investigación bien
consolidadas ya en las comunidades autónomas, lo cual supondría, una vez
hechas las transferencias en investigación y recursos de investigación,
llegar a acuerdos y convenir con esas comunidades autónomas para elaborar
un verdadero plan de investigación científica y tecnológica.

Con ello entraría en lo que se ha llamado la coordinación territorial,
que considero que es necesaria, pero también considero que debe ser
respetuosa. Creo que no existe un apoyo a las comunidades autónomas que
ya cumplen los objetivos en función precisamente de haber ejercido sus
competencias exclusivas en materia de investigación tecnológica y
científica. Así como ha sido citado aquí que en Cataluña existe un plan
de investigación científica y tecnológica, asimismo existe también en el
País Vasco --no lo digo simplemente por establecer una comparación, sino
que son dos hechos reales-- una iniciativa y un impulso por esta
investigación desde hace muchos años.




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En Euskadi existe, elaborado por su Gobierno y aprobado por su
Parlamento, un plan de investigación científica y tecnológica que va
desde 1995 al horizonte del 2000, que además de ser una continuidad de
tres planes anteriores tiene unos importantes objetivos de coordinación
de las instituciones internas de la comunidad dedicados a esta materia,
una importante racionalización de los recursos, el impulso de la
investigación y desarrollo privados, el impulso a la formación de
investigadores dentro de lo que sería un acercamiento intensivo de
universidad y empresa. Pero no se recogen en el plan las iniciativas de
los planes de estas comunidades autónomas, que lo están realizando con
seriedad y rigor, ni tampoco se favorece el acceso de estas comunidades
autónomas directamente --con conocimiento, por supuesto, del Gobierno del
Estado, yo no lo dudaría-- a fondos europeos que permitieran consolidar
los planes de investigación y los recursos destinados a ellos. En este
sentido, desde la Administración central yo creo que cabría el respeto y
el reconocimiento a estas iniciativas, su inclusión en un verdadero plan
de investigación científica y tecnológica y evitar reproducir y competir;
competir sobre todo por un criterio falso, creo que hasta engañoso, de lo
que puede ser el equilibrio interregional.

Me voy a referir --y con ello termino dejándolo sobre la mesa-- al apoyo
a la precompetitividad. Centros de investigación y laboratorios que están
trabajando, y que han hecho un esfuerzo importante durante largas décadas
con sus propios recursos, a fin de no cargar los recursos públicos, para
seguir realizando investigación propia competitiva e investigación para
empresas, se encuentran hoy sin posibilidad de acceder a los proyectos de
precompetitividad porque son laboratorios que tienen ánimo de lucro como
consecuencia de una opción que hicieron en su momento. Hoy día, desde el
CDTI y otras instituciones, no se distribuyen hacia estos centros
proyectos precompetitivos, lo cual de alguna forma no está permitiendo
que estos centros participen en lo que significarían los programas y los
planes de investigación y desarrollo. Todo está basado en una falsa
descentralización. Se crean centros de investigación por doquier, que
después desfavorecen al cabo del tiempo porque ni están en el lugar
adecuado para investigar ni el entorno económico precisamente ofrece una
demanda a su oferta.

Quisiera, con estas observaciones que he hecho, tratar de completar
materias o temas que consideramos que no están recogidos en un plan
nacional de investigación y desarrollo, que debería ser plurinacional
--insisto-- recogiendo las palabras de la representante del grupo
catalán, que debería ser también redistribuidor de los recursos que
provienen de la Unión Europea y que debería ser en ese sentido, en los
próximos años, un modelo de coordinación del verdadero esfuerzo de
investigación y desarrollo real que está haciéndose en el Estado.

Insisto en manifestarle también nuestra disposición a cooperar y
colaborar en las iniciativas que desde su ministerio se planteen en esta
Comisión y en solicitar que sean recogidas nuestras preocupaciones dentro
de las tareas que su ministerio debe desarrollar.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la palabra
el señor Gómez Rodríguez.




El señor GOMEZ RODRIGUEZ: En primer lugar y para no entrar en el
nominalismo presentado, saludaré doña Esperanza Aguirre y Gil de Biedma
como máxima responsable del Ministerio de Educación y Ciencia, y así me
ahorro los problemas porque tengo tanto número de hijos como de hijas.

(Risas.)
Voy a ser muy breve porque tengo la ventaja de que otros portavoces han
intervenido con acierto anunciando temas generales y específicos de
nacionalismo y porque mañana trataremos en el Parlamento, concretamente
en el Congreso, el Estatuto de Canarias, por lo que no hablaré de ello,
pero sí hablaré de algunos temas desde la atalaya canaria, donde tenemos
dos universidades con transferencias completas que dedican cifras
importantes a la investigación, aparte de las que dedica el propio
Gobierno de Canarias, el Instituto Tecnológico de Canarias. La existencia
del observatorio del Roque de los Muchachos, además de la existencia de
determinadas fundaciones, son ejemplo de colaboración del mundo público y
el empresarial, sobre todo pymes y empresas que en su tarea de
investigación han conseguido logros importantes dentro de la dimensión
canaria y que han producido inclusive exportaciones foráneas.

Agradeceríamos mucho la remisión de la memoria de 1995 y nos permitimos
preguntar qué apoyos van a tener las comunidades autónomas en estas
labores específicas y, en relación con la pregunta que hizo el
representante del Partido Socialista, los referentes al gran telescopio
de Canarias. Desde nuestra modestia, vamos a colaborar, téngalo por
seguro, en ese tercer plan nacional o plurinacional; voy a llamarle
estatal y así tampoco entro en problemas, aunque yo creo en el criterio
plurinacional, pero hablando de estatal no cabe duda de que incluimos
todos los conceptos: centralistas, autonómicos, periféricos y no
periféricos. Vamos a colaborar, repito, decididamente desde nuestra
modestia y sepa usted, excelentísima señora doña Esperanza, que tenemos
la esperanza de que todos los grupos políticos colaboraremos lealmente a
fin de conseguir, como usted ha planteado, una mayor coordinación y
potenciación del sector público y sector privado de la Administración
central y la autonómica para, sin olvidarnos de que las representaciones
autonómicas deben ser potenciadas, conseguir que España, como Estado que
a todos nos preocupa, pierda los lugares de cola que hoy ocupa en el
concierto mundial, en un mundo tan interesante y de futuro como es la
investigación y el desarrollo.

Muchas gracias, señora ministra. Me he equivocado: señora máxima
responsable. (Risas.)



La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Mixto, tiene la palabra la señora
Boneta.




La señora DE BONETA Y PIEDRA: En nombre de los grupos mixtos del Congreso
y del Senado, tengo que agradecer la presencia de la señora ministra. Yo
también quiero llamarla señora ministra porque entiendo que,
independientemente



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del lenguaje científico-académico, debemos procurar utilizar, además de
lenguajes no sexistas, el lenguaje que la sociedad ya ha adoptado como
suyo. Será problema de la Academia y de la ciencia introducir esos
términos ya adoptados. En el caso de la comunidad de la que yo procedo y
de la que soy representante designada por su Parlamento, el Parlamento
vasco, no se hubiese producido este problema, puesto que en euskera no
existe género y así los ministros o los consejeros se nombran exactamente
igual siendo consejeros que consejeras. Esto nos exime también de poner
en cada momento en nuestros escritos o en nuestro lenguaje la famosa
barra entre todos/todas y nos ahorra muchas preocupaciones en ese
sentido. O sea, que tenemos una lengua vieja, pero no sexista.

Dicho esto, quería incidir en algunas cuestiones que ya se han planteado
aquí. Lo ha señalado en primer lugar la Diputada representante del Grupo
Catalán (Convergència i Unió), señora Gil, y después el señor Albistur,
representante del Grupo Vasco (PNV), aunque quizá de forma menos
incisiva.

Debo decir que una de las primeras cuestiones que como miembro de un
partido nacionalista, de Eusko Alkartasuna, tengo que plantearle es que
efectivamente, y ahorrándome la fundamentación legal, constitucional y
estatutaria que ya ha realizado la señora Gil, también es competencia
exclusiva de la comunidad autónoma vasca la investigación científica y
técnica, según lo contenido en el Estatuto de Guernica.

Yo entiendo que, independientemente de los pasos de acomodación del
sistema y del llamado plan nacional de investigación que haya que dar en
orden a aproximar la realidad del Estado en materia de investigación
científica y técnica a la realidad legal en este momento, hay un tema que
planteé al señor secretario de Estado y que tengo que plantear de nuevo.

¿Su ministerio va a romper con la forma centralista de entender las
competencias que la Constitución Española otorga al Estado español en
esta materia y va a interpretar los estatutos que contienen competencias
exclusivas en materia de investigación científica y técnica en su propio
sentido, exactamente igual que hace con el resto de las competencias
exclusivas que se contienen en los estatutos y no excepcionalmente en
esta materia, poniendo una barrera para ni siquiera poder hablar del
tema? Esa es una pregunta que yo quería plantearle como cuestión previa.

Ya se ha expuesto aquí el esfuerzo investigador y de coordinación de la
investigación en el entramado institucional del País Vasco que viene
haciendo el Gobierno y el Parlamento vascos, que ha aprobado el plan al
que se ha referido el señor Albistur. Yo considero que la coordinación no
significa --lo han dicho ya-- jerarquía; significa colaboración,
significa cooperación, significa miles de términos que pueden desarrollar
los objetivos en cuanto al impulso y al fomento de la investigación que
ha expresado aquí la señora ministra y que yo, por otra parte, en líneas
generales comparto, y significa miles de términos que pueden hacer
avanzar juntas a las realidades nacionales que existen dentro del Estado
español. Yo entiendo que en ese sentido sería bueno para todos.

La señora ministra ha señalado que el porcentaje dedicado a I+D en este
momento es del 0,92 y en el País Vasco está por encima, está en el 1,2.

También debo decirle que yo creo que los objetivos que todos perseguimos
podrían mejorar notablemente dejando que cada país, con su política y sus
características propias, junto con los demás países que componen el
Estado español, tirara a la vez del carro, pero se le permitiese
desarrollar sus iniciativas y no solamente con sus propios presupuestos,
con sus propios fondos, dedicando luego más fondos a la parte que tiene
que aportar al Estado por un servicio que teóricamente presta el Estado
en la comunidad. Yo creo que podríamos avanzar mucho más teniendo en
cuenta esa autonomía y capacidad política que otorga el Estatuto de
Guernica, en este caso, a la comunidad autónoma vasca. En todo caso, vaya
por delante que mi planteamiento se hace desde la colaboración y no
intentando dividir o utilizar unas fuerzas centrífugas que provocarían
que los objetivos, no ya del Estado español sino europeos, se resintiesen
por ello.

Yo le he dicho que comparto sus objetivos. Me parece interesante alguna
de las cuestiones que el señor secretario de Estado había señalado. Pero
usted, señora ministra, por lo que nos ha indicado hoy en cuanto a los
objetivos, se refiere a poner el acento, si le he entendido bien, no sólo
en la demanda de la investigación sino en el usuario, para no funcionar
según la oferta existente y respondiendo quizás a una inercia, tal vez
más cómoda. Para eso me parece necesario lo que usted ha señalado: la
habilitación de instrumentos que identifiquen esa demanda.

Yo creo interesante otra serie de cuestiones que usted ha señalado. Habla
de equilibrio interregional. En este caso tengo que decirle que la
terminología no me gusta. Prefiero, efectivamente, la que ha utilizado la
Diputada de Convergència i Unió: plan plurinacional, o tal vez equilibrio
internacional, puesto que estamos en un estado plurinacional. Querría
decirle también que en todos estos planteamientos, a pesar de que desde
el punto de vista presupuestario entendemos que la práctica no se
corresponde con la teoría que usted ha expuesto aquí, creemos que de
hecho, ya lo ha señalado el portavoz socialista, las cantidades
destinadas en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado van a
hacer decrecer la capacidad investigadora, además de causar otros
problemas que ya se han señalado (personal, etcétera). Pese a ello esta
Senadora y todos los miembros del Grupo Mixto colaborarán con usted y con
su ministerio. Intentaremos que el motor del desarrollo, utilizando la
terminología que se ha empleado ya en esta Comisión, vaya adelante por el
bien de todos. Pero vuelvo a insistirle en que para eso será necesario, y
también más efectivo, que la señora ministra y su ministerio muestren un
talante político distinto del que se ha venido manifestando hasta el
momento, desde la aprobación del Estatuto de Guernica de lo que el día 25
hará 17 años. Desearíamos que ustedes se pusieran a hablar inmediatamente
con el departamento correspondiente del Gobierno vasco para ver las
posibilidades de hacer real lo que el Estatuto y la Constitución dicen,
porque no están en contradicción y lo único que se ha obviado es la
lectura correcta, de acuerdo con el planteamiento que se hacía en el
debate



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estatutario en el Congreso de los Diputados. Por el contrario, se ha
puesto el acento en esa coordinación, que, como antes decía la señora
Gil, parece que es una coordinación jerarquizada y no con un sentido de
colaboración, de cooperación, que estimamos necesaria.




La señora PRESIDENTA: Por el Grupo Parlamentario Popular, tiene la
palabra su portavoz, la señora Fernández de Capel.




La señora FERNANDEZ-CAPEL BAÑOS: Señorías, desde el Grupo Popular damos
la bienvenida a la señora ministra (yo la voy a llamar señora ministra,
porque el término está acuñado por quien ha hecho del uso la
transformación propia de la lengua, y en este momento tenemos ministras
de las que nos sentimos muy orgullosos) y le agradecemos su presencia en
esta Comisión. Creemos que esta Comisión debe felicitarse por sus
palabras, de las que se desprende el enorme interés que su ministerio
dedica a la ciencia, que como usted ha dicho, es un asunto de Estado. En
este sentido, en términos similares se han manifestado los grupos
parlamentarios en la anterior sesión de la Comisión, en la comparecencia
del señor Secretario de Estado de Universidades e Investigación. Esto
sucede, creemos, porque, por encima de ideologías y de planteamientos de
gestión más o menos afines, todos entendemos que el objetivo común es lo
suficientemente importante como para unirnos todos a él. Sin embargo, ese
interés no ha quedado plasmado, hoy o en la anterior comparecencia, sólo
en buenos propósitos, sino que ha tenido reflejo en un considerable
aumento presupuestario en I+D, como usted ha señalado, para 1997. Este
aumento, que ha venido a materializar el impulso que el Gobierno da al
desarrollo de la ciencia y de la tecnología, es un objetivo plasmado en
cifras reales, que ha logrado invertir la tendencia de reducción de
recursos para I+D que España venía experimentando desde 1992. Esto es más
loable si vemos que la actual situación económica ha propiciado un
presupuesto restrictivo, pero que en I+D se ha sido generoso y se
invierte esa tendencia, que puede ser ciertamente peligrosa.

Su interés y su esfuerzo para conseguir este objetivo, señora ministra
--que nos consta--, es loable porque toda la política de fomento activo
de la investigación, del desarrollo o innovación repercuten en la
creación de riqueza de empleo y, en suma, de bienestar para nuestra
sociedad, como usted muy bien ha expuesto. Prueba de que la política
científica está por encima de ideologías es que hoy hemos hablado de una
gestión --parte de ella heredada-- que, sin solución de continuidad, debe
ir completándose con el normal desarrollo del plan I+D, que no puede
verse afectado por situaciones exógenas perturbadoras, ajenas a su propia
estructura y a su propia naturaleza; esto es lógico.

En esta Comisión, todos los grupos hemos expresado nuestro deseo de que
la Comisión deba trabajar en un tiempo real, pero los resultados que se
obtienen en estas materias, susceptibles de evaluación de la ejecución
del plan I+D, se alargan en el tiempo, pues hasta su propia programación
puede ser anual o plurianual. Hoy estamos hablando del desarrollo de una
fase del Plan Nacional de I+D que elaboró la Administración anterior, del
Gobierno socialista, y la memoria de 1995, como muy bien se ha dicho,
todavía no está aprobada.

La línea de actuación de la segunda fase del plan I+D tenía como objetivo
asegurar y potenciar la base científico-técnica española, y los
principales problemas afectan, como se ha visto aquí y hemos repetido
casi todos los portavoces, a la coordinación --coordinación no entendida
como dependencia administrativa, sino como objetivo prioritario del
tercer plan, en aras de una mayor efectividad-- con las comunidades
autónomas, con la Unión Europea, con Iberoamérica, que nos lleva a
reflexionar sobre el importante papel del entorno financiero, científico,
tecnológico y productivo como motor del empleo, y los problemas que en el
área del I+D se arrastran en España. Vemos con satisfacción el trabajo
realizado y el aumento que al final del siglo habrán obtenido los
programas operativos de I+D de los fondos e inversiones previstos,
procedentes de fondos estructurales europeos, para intentar corregir los
existentes desequilibrios regionales en materia de infraestructuras y de
I+D, pero vemos también los problemas que arrastramos, señora ministra.

Es necesario mejorar la transferencia de investigación y empresa privada,
que vemos que es uno de los objetivos de su Ministerio y, por tanto, nos
felicitamos. Vemos también la necesidad de incrementar esa participación
empresarial para equilibrar la participación de fondos Administración y
fondos empresariales, en cifras similares a las que hay en la Unión
Europea. Pero esto, aunque su ministerio haga un gran esfuerzo y los
ministerios implicados lo secunden, difícilmente podrá hacerse sin un
mayor esfuerzo privado para sensibilizar a la opinión pública.

Entre las necesidades que arrastramos, es prioritaria también la difusión
de resultados y desarrollar instrumentos identificativos de la demanda
tecnológica de todos los sectores productivos. Todo esto debe hacerse con
una clara idea de nuestra situación en el entorno internacional, sin
espejismos, con realismo, porque éste es el camino adecuado y falta
todavía mucho por recorrer, en cuestiones tales como la deseada
coordinación entre sistema productivo y ciencia o ciencia y sistema
educativo, condición sine qua non para obtener unos buenos resultados en
el proceso de tecnoglobalismo, y que se adapte al proceso tecnológico
modificativo de la naturaleza cambiante que sufre en este momento el
empleo. Un análisis práctico, no de orientación ni de dirigismo, como muy
bien ha expuesto. Pero, en este momento, en España, ante unas cifras
económicas que evolucionan favorablemente, se necesita, además del
esfuerzo público, con el que sabemos que contamos, un esfuerzo privado y
la modernización desde lo público y desde lo privado de los equipos
productivos. También necesitamos asumir de forma seria las
recomendaciones sobre I+D que nos hacen desde la Unión Europea en materia
de políticas fiscales incentivadoras como, por ejemplo, las más rentables
a favor de las pymes y la coordinación y conexión internacional, ya que
la ciencia no puede pararse en la frontera; coordinación que no
dependencia. Nos falta camino, por supuesto. En I+D todo es poco y nunca
se



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llega al final, pero creemos que el interés del Gobierno ha tenido un
buen reflejo en este presupuesto de 1996 y la sensibilidad de los
ministerios implicados nos ponen en ese buen camino que todos debemos
facilitar.

Por tanto, nos felicitamos hoy aquí por su presencia y ahí estaremos,
como hoy, desde el Grupo Popular, dando nuestro apoyo, estímulo y
aliento, y agradeciéndole su interés en esta empresa que es
responsabilidad de todos y en la que todos tenemos que colaborar.




La señora PRESIDENTA: Terminado el turno de intervenciones de los
portavoces parlamentarios, voy a dar la palabra a la señora ministra,
pero pidiéndole brevedad en sus respuestas y rogándole, al mismo tiempo,
si es tan amable, que las contestaciones a la mayoría de las preguntas
puntuales que le han sido formuladas las envíe por escrito, sin que esto
suponga, en absoluto, discriminación alguna. Yo le rogaría, pues, que las
preguntas puntuales las remitiera a la Presidencia de la Comisión, que
las hará llegar a cada uno de los Diputados. Muchas gracias.

Tiene la palabra.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma):
Señora Presidenta, ante todo, quería agradecer a los portavoces de todos
los grupos que han intervenido esta mañana el tono de sus intervenciones
y el apoyo que he creído obtener para un programa de ciencia y
tecnología, que pensamos que tiene que ser un programa de Estado (para no
llamarle un programa nacional, que parece que tiene algunos problemas).

En relación a la cuestión lingüística que se ha planteado, no me resisto
a decirles que eso ha dado siempre muchos problemas. Cuando yo era
teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, nada menos que nuestro
premio Nobel, Camilo José Cela, decía que se hablaba mal, y había que
hablar de la Tenienta de Alcalde. Yo tengo un amigo que considera que don
Alejandro Rojas Marcos es teniente de alcaldesa y no teniente de alcalde,
en su caso. (Risas.) Por tanto, yo creo que estas cuestiones debemos
dejarlas a los usos y costumbres y, en este momento, y lo lamento por la
señora Presidenta, creo mejor decir la señora ministra. (Rumores.)
Comenzando, muy rápidamente --porque se han dicho tantas cosas que me va
a ser muy difícil ser breve--, el señor Pérez Rubalcaba dice que cree
acertada la línea continuista, que está sustancialmente de acuerdo con
ello, que le da un aroma de continuidad y que nos urge a que presentemos
rápidamente la memoria del año 1995. Yo tengo entendido --puedo estar
equivocada-- que no se ha presentado todavía la memoria del año 1994 y,
por tanto, haremos todos los esfuerzos posibles incluso para presentar
ambas a la vez.

En cuanto al presupuesto, aunque creo que lo he dicho en la primera
intervención, y como ha habido unas comparecencias de los altos cargos y
va a haber oportunidad de hacerlo en el Pleno, quería salir al paso sobre
lo de que este presupuesto decrece. El presupuesto crece, y crece de
manera muy importante en lo que se refiere a I+D. Le puedo repetir las
cifras, pero se las he dado al principio y yo creo que ustedes estarán de
acuerdo en que esas cifras responden a la realidad. El gasto disponible
en 1997 supone un incremento muy importante respecto al gasto disponible
en el año 1996, incluso sin contar con los fondos que vienen de fuera. En
cuanto a esos 7.000 millones/año, si son aportación nueva o pertenecen a
aquellas conversaciones que inició el señor Pérez Rubalcaba siendo
ministro, se lo daré por escrito porque en este momento desconozco si se
refiere exactamente a aquel programa.

Dice el señor Pérez Rubalcaba también que tenemos que tener cuidado
porque hay una tendencia a que las organizaciones gasten de manera
excesiva en personal. Yo coincido sustancialmente con S. S., hay que
controlar esto, porque al final todos los programas de ciencia irán sólo
a contratar personal investigador, y es verdad --lo ha dicho muy bien el
señor Albistur luego-- que tenemos que centrarnos en unos objetivos
previos y no ir a lo cómodo, que es lo que ya tenemos y el gasto que se
incremente en capítulo 1. Por tanto, pregunta el señor Pérez Rubalcaba
cómo y quién contrata en el caso de las universidades, si eso va a
suponer que luego van a crearse unos contratos fijos. Yo estoy de acuerdo
en que hay que controlar que esas cuestiones no sucedan salvo cuando
tengan que suceder, pero no con carácter general por las necesidades de
los departamentos.

Quería salir al paso cuando dice el señor Pérez Rubalcaba que hemos
tenido un escaso protagonismo en la negociación previa al quinto programa
marco. Sí se han presentado ya las observaciones al documento, yo se las
haré llegar, y quiero decirle que personalmente yo estuve reunida con el
ministro italiano, señor Berlinguer, porque entendemos que los países del
Mediterráneo tenemos que tratar de llegar a una estrategia común. Me
dicen que también ha habido reuniones con la dirección general
correspondiente y que en las reuniones de Crest de los próximos días 14 y
15 de noviembre ya se van a concretar las posiciones de España, y que
incluso es probable que España presida uno de estos grupos de trabajo.

El señor Pérez Rubalcaba decía --decía muchas cosas, pero entre las que
yo puedo contestar ahora, otras las contestaré por escrito-- que el
decreto de las OPIS, el famoso decreto anterior incluso al nombramiento
de los ministros, nos había metido en un lío, que va a llegar el 6 de
diciembre y que tenemos que dar solución a este tema. Vamos a suponer que
nos hubiéramos metido en un lío. Yo personalmente creo que los gobiernos
no están para hacer las cosas fáciles, están a veces para hacer las cosas
difíciles. El antecesor del señor Tejerina, el Secretario de Estado de
Universidades anterior, me dijo personalmente que él estaba totalmente de
acuerdo con esta unificación de los organismos públicos de investigación,
y me dijo una frase muy gráfica: nosotros nunca nos hubiéramos atrevido a
tanto, como diciendo: tiene tantas dificultades que no les arriendo a
ustedes la ganancia. Nosotros hemos tenido ahí quizá una postura
valiente, pero yo creo que vale la pena, porque pensamos que es muy
importante --y creo que eso es compartido por toda la Comisión-- que haya
una coordinación de las actividades de investigación, siquiera sea de las
públicas y de las del Estado. Por tanto, ¿cómo se hace eso? Esa es la
complicación, tiene razón el señor Pérez



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Rubalcaba, hay distintas estructuras, hay distintos organigramas, hay muy
distintas organizaciones, y yo anticipo a la Comisión que vamos a
comenzar por una coordinación funcional --no por una dependencia
estricta-- de todos esos organismos.

Finalmente, el señor Pérez Rubalcaba dice que la ciencia dentro del
Ministerio de Educación y Cultura es el pariente pobre. Yo creo que no,
yo creo que en el presupuesto del ministerio se ha visto claramente que
el presupuesto de ciencia sube por una parte, y por otra, aunque no se ha
mencionado aquí --sí lo ha dicho la señora Gil cuando ha hablado de la
Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología-- en esta ley de
presupuestos se ha modificado la Ley de la Ciencia, precisamente para
hacer posible que el Presidente del Gobierno presida esa Comisión. Esto
quiere decir que es intención del Gobierno potenciar al máximo la Cicyt,
y por tanto respecto a esta secretaría general del plan, que decía el
señor Pérez Rubalcaba que no debía ser una dirección general de un
ministerio, lo que se pretende justamente es que, al ostentar el
Presidente del Gobierno la presidencia de la Cicyt, esto le dé una
capacidad de impulso y una importancia ante el resto de los ministerios
que creemos que no hay que menoscabar.

En cuanto al resto de las preguntas, cuánto se gastó del Feder en
1995-1996, y si tenemos previsto incrementar el cupo de empresa ya que
hemos subido la cuota, le daremos una respuesta completa por escrito.

Sobre si el CSIC quiere crear una fundación, tengo que decirle que en
este momento lo desconozco. Coincido totalmente con el señor Pérez
Rubalcaba en que no es buen sistema hacer fundaciones para mejoras de
gestión y que si la gestión es dificultosa porque las normas
administrativas y burocráticas nos atan, hay que cambiar esas normas.

Pero, repito, en este momento no tengo conocimiento de que se pretenda
crear ninguna fundación. Por tanto, ni lo desmiento ni lo afirmo.

En cuanto a los recursos hídricos, la ciencia y la tecnología marina y la
cuota del CERN, sí le puedo contestar ahora mismo en el sentido que es
cierto lo que decía el señor Pérez Rubalcaba de que Alemania pretende
reducir la cuota. La reducción se hará a todos los países
proporcionalmente, sin poner en riesgo la construcción de las
hidrocolindas, que es el nuevo equipo que se pretende construir.

En cuanto al telescopio de Canarias está prevista su financiación. Lo que
ocurre es que la Comisión Interministerial de Ciencias y Tecnología,
cuando estudió este proyecto puso de manifiesto que era requisito
indispensable que hubiera una cofinanciación por parte de otros países.

En este momento se están llevando a cabo reuniones para conseguir que
otros países europeos financien el telescopio. Las negociaciones están
avanzadas e iré informando a la Comisión a medida que se vayan
produciendo.

A la señora Gil, del Grupo Catalán (Convergència i Unió), no puedo más
que agradecerle su explicación y toda su intervención en general.

Coincido totalmente con ella en que la coordinación equivale a la
cooperación y no a la jerarquización.

La Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Cataluña
establecen un marco jurídico, creo, peculiar no solamente en ciencia,
sino en otras cuestiones que, al final, han acabado por ser competencias
concurrentes. Y de estas competencias concurrentes lo que tenemos que
hacer ambas administraciones es extraer lo más positivo para ambas que,
sin duda, va en orden de la coordinación, de la cooperación y de poder
utilizar unos los instrumentos de otros, pero, en modo alguno, la
jerarquización. Esto siempre lo he defendido cuando estaba en la
Administración local. Las entidades locales, como las comunidades
autónomas, son Estado y en materia de su competencia son autónomas
absoluta y totalmente. Por tanto, no puede existir jerarquía en estas
cuestiones.

La modificación de la Cicyt, para dar cabida a las comunidades autónomas,
creo que debe ser susceptible de estudio. La verdad es que lo hemos
cambiado sólo para dar entrada al Presidente del Gobierno. No tenemos
ninguna idea preconcebida al respecto y pudiera perfectamente incluirse.

Mientras tanto, lo que sí hace falta y creo que sería interesante es esa
conferencia sectorial de I+D que ha sugerido la señora Gil.

Sobre si pretendemos que el plan estatal, como le gustaría a la señora
Diputada que se llamara, sea integrador o que engulla a lo demás, tengo
que decirle que lo que nosotros queremos es que sea un plan integrador.

No tenemos la menor intención de engullir los proyectos de ciencia y
tecnología que se estén haciendo en otras comunidades autónomas.

Finalmente quiero decirle a la señora Diputada que cuando dice: mi
Gobierno, el Gobierno de Cataluña, me gustaría que la señora Gil
considerara que su Gobierno, como sin duda considera al Ayuntamiento de
Barcelona, es también el Gobierno del Estado, porque también es su
Gobierno, al menos, pretendemos ser el Gobierno de todos los ciudadanos.

Don Javier Albistur ha dicho, como todos los que han intervenido hoy,
cosas muy interesantes, pero una de ellas es fundamental. Dice que los
planes, hasta ahora, han sido más una suma de acciones dispersas que la
consecución de unos objetivos previos o previamente diseñados.

En eso coincido bastante, aunque es lógico que en cinco meses todavía no
pueda emitir una opinión suficientemente fundada; pero del estudio que he
tenido hasta el momento he sacado una conclusión bastante parecida. No me
atrevo a afirmarlo, tal como él lo ha afirmado, pero sí he tenido esa
impresión.

También ha dicho que las empresas que se presentan a los proyectos
internacionales importantes están solas y que no tienen el apoyo de las
instituciones del Estado. Pues bien, yo puedo garantizarle que, por parte
del Ministerio de Educación y Cultura, se harán todos los esfuerzos
pertinentes para que, si esto es así, que lo desconozco, no vuelva a
serlo en el futuro.

Otra cosa importante que ha dicho es que las inversiones de las empresas
en I+D no tienen el reconocimiento fiscal y financiero que debieran de
tener y que, incluso, en las auditorías se ponen pegas a este tipo de
inversiones. Yo coincido en esto y miraremos a ver si en la legislación
fiscal se puede hacer alguna modificación para que no suceda así.




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Le preocupa que no se reconviertan instituciones como el CSIC, que, a su
juicio, pueden haber quedado obsoletas y debiéramos revisar su papel e
impulsar quizá otras instituciones que fueran más adecuadas a los
tiempos. Esta es una opinión. Yo creo que no debemos estar cerrados jamás
a la innovación, y mucho menos en el CSIC, que tiene que ser una
institución puntera en materia de innovación, y la innovación tecnológica
es el mejor funcionamiento administrativo. No coincido en que sea una
institución obsoleta, pero desde luego el Gobierno está abierto a
cualquier innovación o modificación que suponga una mejora en su
funcionamiento.

Decía también el señor Albistur que no existe apoyo a los planes de
investigación de las comunidades autónomas, que el País Vasco tiene un
importante plan de investigación científica y tecnológica y lo que hace
falta es que esa labor del Gobierno vasco, que también coordina las
instituciones de investigación internas que funcionan dentro del País
Vasco, tuviera su reflejo a nivel de todo el Estado español.

A mí me parece que aquí hay una cuestión sustancial, que es el acceso a
los fondos europeos por parte de las instituciones de investigación,
tanto catalanas como vascas, o de los gobiernos que tienen plenas
competencias en esta materia. Tenemos que evitar --lo ha dicho él muy
bien-- el que se reproduzcan las mismas investigaciones, incluso que
compitan por la consecución de los fondos. Yo estoy a favor --lo ha dicho
perfectamente la señora Gil-- de ir a la cooperación y la coordinación
entre las actividades y en modo alguno a la imposición ni a la
competición en esta materia.

Al Diputado de Coalición Canaria, señor Gómez Rodríguez, le quiero
agradecer el tono de su intervención y decirle que como responsable
máxima del ministerio tengo un especial interés --porque lo he visitado--
en que el proyecto Telescopio Canario salga adelante y que estamos
simplemente cumpliendo las condiciones que la Comisión Interministerial
de Ciencia y Tecnología, que se constituyó al efecto, había puesto en
este proyecto.

La Senadora del Grupo Mixto, señora Boneta, pregunta si vamos a romper
con la interpretación restrictiva que se viene dando a los preceptos
constitucionales en esta materia. Lo he intentado decir cuando contestaba
a la señora Gil, no creo que sea fácil romper con una interpretación que
habla de competencias exclusivas del Estado. Lo que pasa que también los
estatutos de autonomía, concretamente el vasco y el catalán, confieren
competencias exclusivas a los gobiernos autónomos. Nosotros no tenemos
perjuicios. El Gobierno creo que lo ha demostrado. También la
Constitución atribuye competencias exclusivas en materia de puertos y,
sin embargo, en el acuerdo de la legislatura los puertos se han
transferido a los gobiernos autónomos, no sólo al vasco y al catalán,
sino a todos aquellos que tienen algún puerto porque están situados en la
costa. Yo creo que no hay que interpretar la competencia exclusiva como
excluyente. Lo que es evidente es que el Estado no va a renunciar a la
competencia de investigación que la Constitución le atribuye.

También ha hablado de que no va a tener un planteamiento desintegrador,
sino que quiere ir a un planteamiento de integración, y yo desde luego se
lo agradezco. El Gobierno sí quiere imprimir un talante distinto al de
los últimos años haciendo mayor hincapié en el diálogo y muy
especialmente con las comunidades autónomas, con todos los grupos
sociales, con todos los ciudadanos, porque entendemos que ése es el
mandato que los ciudadanos nos han dado el 3 de marzo. No nos han dado la
mayoría precisamente porque --interpretamos nosotros-- lo que quieren es
que continuemos en esta tarea de diálogo, de comprensión mutua y de
tratar de entender las posturas de cada uno de los otros grupos.

Señora Presidenta, muy rápidamente he procurado contestar a lo que se me
ha planteado.

Muchas gracias.




La señora PRESIDENTA: Muchísimas gracias, señora Ministro.

Voy a conceder un brevísimo turno a los portavoces que quieran
intervenir, por el acuerdo que esta misma Comisión tomó.

No obstante, les rogaría en este caso la máxima brevedad.

El señor Pérez Rubalcaba tiene la palabra.




El señor PEREZ RUBALCABA: Seré muy breve y le agradezco a la Ministra de
Educación y Cultura la contestación que ha dado a mi intervención.

Debo decir incidentalmente y como comienzo que, no sólo en la
intervención de la Ministra, sino en la de otros portavoces, observo una
pasión planificadora en esta Comisión que me sitúa casi en la banda
liberal de la misma, seguramente suplantando lo que debería ser el papel
de otros, lo cual reconozco que me incomoda, al menos teóricamente. Sobre
esto sí quisiera introducir un pequeño matiz.

Lo he dicho antes en mi intervención. Es conveniente, y así lo estableció
el tercer plan nacional, orientar la actividad de ciencia y tecnología
para garantizar una mejor difusión de los conocimientos científicos y,
por tanto, una mayor participación de la empresa en los beneficios de la
I+D. También le he dicho antes, señora Ministra, que ojo con la pasión
planificadora, porque la ciencia se planifica mal y hay que orientar.

Cuidado. Se lo dije al señor Tejerina y lo repito ahora, estos
experimentos orientadores suelen acabar agostando la ciencia básica. Y
nosotros por ahí no vamos a pasar. Estudiaremos con cuidado la
convocatoria de este año y si hay excesos se lo diremos, señora Ministra,
a usted y a su equipo. Porque ese equilibrio entre lo básico y lo
aplicado en una distinción seguramente poco científica, pero útil para el
debate; hay que mantenerlo. Sí a la orientación, ma non troppo fanatico,
que me parece que podía se el riesgo que estamos corriendo.

No voy a debatir con usted los presupuestos; no me sale. En el Ministerio
de Educación las habas son las que hay y los programas son los que hay.

Tiempo habrá de discutirlo, porque al final nos va a llevar tiempo. No
crece el presupuesto; decrece un 0,3 por ciento. Es verdad que
probablemente esto no convierta a la ciencia en la pariente pobre, porque
hay otra cosa en el Ministerio que decrece más, que



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es la educación pública. Esto es un inciso. Decrece. En todo caso, no hay
quien compare el 0,3 por ciento de crecimiento con el crecimiento del PIB
por encima del cinco por ciento. Por tanto, estas alabanzas a la ruptura
de la tendencia no están justificadas. Tiempo habrá para discutirlo.

Ojalá el Feder nos eche una mano, aunque espero recibir los datos; sobre
esto hay un cierto lío, por otra parte comprensible, porque la gestión de
los Fondos Feder es muy complicada.

Insisto, señora Ministra, en que nos gustaría conocer la posición del
Gobierno español respecto al V programa marco y a tres aspectos
concretos. No tiene por qué hacerse ahora. Usted me dice que ya han
mandado la posición española, miel sobre hojuelas. La recibiremos y
procederemos a solicitar al Parlamento que, a su vez, solicite a la
Comisión autorización para que venga el director general de la dirección
general 12 y ojalá podamos, espero que sea así, reforzar en esta Comisión
Mixta las propuestas del Ministerio de Educación y Cultura del Gobierno
español, que creo que caminarán un poco en la línea de las tres
preocupaciones que le enunciaba: cohesión, pymes y esta especie de
limitación de las líneas de investigación que seguramente esconde
pretensiones de algunas empresas europeas, grandes, legítimas sin duda,
pero que a España no le vienen bien. Me gustaría, si no es ahora, en otro
momento, poder discutir esto.

Dos cosas. Entiendo que es muy difícil esto del Decreto. No sé lo que le
dijo el señor Banda. Este comentario también lo hizo usted en el Senado.

No lo sé. No sé cuál es su opinión. Le doy la mía: Es un lío. Ya sé que
me va a decir que lo habían pensado mucho. Señora Ministra, no es verdad.

No es posible que nadie en su sano juicio, en el primer decreto del
Gobierno trate de refundir en el Consejo de Investigaciones Científicas
todos los organismos públicos de investigación. No es posible, no es
razonable. Yo creo que es como yo se lo digo. Es más, estaría dispuesto a
decirle que no creo, que lo sé, pero tampoco es cuestión de discutir
intenciones.

Están ustedes metidos en un lío, porque coordinación funcional, señora
Ministra, no es refundición. No tiene nada que ver. Para coordinar
funcionalmente los OPIS tiene usted la Comisión Interministerial. Para
eso se ha creado. En la Comisión Interministerial están sentados los
responsables políticos de todos los organismos públicos de investigación.

Para invitar a los consejos rectores de los OPIS, a los otros
presidentes, no hace falta un decreto. Déjeme que le haga una propuesta,
si le parece, puestos a ser constructivos y a hacer de necesidad, virtud.

Yo no creo que deban refundirse los organismos públicos de investigación,
porque son muy distintos, porque atienden campos muy distintos, porque
tienen orígenes muy distintos, porque esta pasión por la refundición
administrativa que alguno de los miembros de su Gobierno tiene, creo que
es poco funcional. Es probable que tenga sentido hablar de una cierta
homologación, y cuando digo homologación me refiero, más que a
estructuras administrativas, a carrera investigadora, que facilite la
movilidad escasa de nuestros OPIS. Yo le hago la propuesta de que
trabajemos en este tema para ver si podemos encontrar soluciones a un
problema que quizás, planteado en los términos en los que yo lo planteo,
tiene sentido facilitar la movilidad. Ya sé que usted tiene que defender
un decreto, cómo no, pero no es verdad, es un lío, es innecesario, se han
metido ustedes en un follón. Yo lo derogaría, si fuera ustedes. Diría
simplemente: no, no podemos refundir. Vamos a derogar y vamos a estudiar
la homologación. Sería más limpio y además le evitaría a usted algunos
problemas, y en esto es casi la experiencia la que le habla. Pero, en
fin, hay un problema de homologación cara a la movilidad, estudiémoslo.

Nosotros estamos dispuestos a hacerlo en el seno de esta Comisión Mixta y
a aportar nuestros conocimientos.

Termino ya. Creo que las críticas que yo le he hecho están fundadas.

Incidentalmente le diré a usted y a algún otro portavoz que en la ley de
la ciencia se establece, funciona y existe una Comisión general de
Ciencia y Tecnología, donde está el Gobierno de la nación y las
comunidades autónomas, y que es exactamente igual en su estructura que
una conferencia sectorial; incluso se limita en términos de
participación, algo parecido a lo que existe, por ejemplo, en el Consejo
de Política Fiscal y Financiera. Por tanto, esa estructura está creada,
otra cosa es que se pueda mejorar; bienvenidas sean las mejoras.

Insisto, la Comisión Interministerial creo que se ha devaluado con todas
las medidas que yo he mencionado y no creo que el que el Presidente del
Gobierno la vaya a presidir cambie este proceso de devaluación. Entiendo
lo que ustedes han querido hacer políticamente y, como usted sabe,
nosotros no vamos a enmendar esa modificación de la Ley de la ciencia.

También le digo que no creo que el problema de un órgano como éste se
arregle porque el Presidente del Gobierno presida la Comisión
Interministerial; sinceramente no lo creo. Más bien confío más en lo que
se pueda hacer más abajo, en las instancias menos políticas, más
administrativas, donde, como usted sabe muchas veces se decide el día a
día de lo que al final va a pasar en nuestros laboratorios y en nuestras
universidades. Y prefiero que se reúna más veces --fíjese lo que le
digo-- la comisión permanente de la Comisión Interministerial --que por
cierto, se ha reunido bien poco-- a que el Presiente del Gobierno la
presida. Me parece que es más eficaz y que caminaría más en la dirección
de que el Gobierno demuestre una sensibilidad por la coordinación que
creo sinceramente que hasta ahora no ha demostrado de forma suficiente.

Le agradezco su respuesta, reitero mi posición de colaboración, desde la
crítica, porque entiendo que ése también es mi trabajo como oposición.




La señora PRESIDENTA: ¿Hay alguna petición de palabra más? (Pausa.)
Señora Boneta. Le pido también brevedad.




La señora DE BONETA Y PIEDRA: Estimo en lo que valen sus declaraciones de
buena voluntad, pero quiero reiterarle que, cuando le estoy hablando de
la competencia exclusiva, le estoy hablando evidentemente de una
reclamación de una transferencia que en modo alguno puede ser tabú o de
la que no se pueda hablar, entre otras cosas porque un país que se tiene
a sí mismo como una nación no puede renunciar a esa llave del futuro que
representa ese



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motor de desarrollo económico y no puede de alguna manera estar solo en
sus esfuerzos con su propio plan y derivando unos recursos económicos muy
importantes y, a la vez, derivando esos mismos recursos hacia un sistema
de investigación que no revierte en el país aquellos beneficios en
materia de investigación científica y técnica que debería revertir.

Señora Ministra, es un planteamiento que yo le quiero hacer. Creo que
debe hablarse del tema, independientemente del reconocimiento de esa
especie de colisión de competencias exclusivas por ambas partes que
vienen consagrándose en la legislación vigente. Por tanto, es un tema del
que tendremos ocasión de hablar.

En relación con las otras cuestiones que se han planteado en esta
Comisión, a nivel presupuestario y otros niveles, hablaremos en otro
momento. (La señora Ministra de Educación y Cultura pide la palabra.)



La señora PRESIDENTA: Señora Ministra, no supone este turno de
intervención reabrir el debate, pero si me pide la palabra, sin que sirva
de precedente, tengo que dársela.




La señora MINISTRA DE EDUCACION Y CULTURA (Aguirre y Gil de Biedma):
Señora Presidenta, seré brevísima.

Simplemente quiero decir al señor Pérez Rubalcaba que no tema en mí una
pasión planificadora, al contrario. También, que el presupuesto del
Ministerio, comparativamente, si excluimos la parte de transferencias a
universidades, el de todo el Ministerio de Educación y Cultura, crece un
0,7 por ciento y que la parte que más crece del Ministerio es la ciencia.

Por tanto, no es cierto que sea la pariente pobre.

El cree que se devalúa la Cicyt, a pesar de que lo presida el Presidente
del Gobierno; yo no, discrepamos; pero creo que es sana la discrepancia.

Finalmente, sobre la refundición de los OPIS terminaré diciéndole que
puedo coincidir con S. S. en que es un lío, pero yo, desde luego, no
estoy en política para quitarme de los líos, estoy para hacer lo que
tenga que hacer y de hecho ya le he citado al anterior secretario de
Estado, que fue quien me dijo que ellos no se habían atrevido a tanto,
pero que era exactamente lo que había que hacer.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señora Ministra.

Agradeciéndole de nuevo su comparecencia, se levanta la sesión.




Eran las tres y veinticinco minutos de la tarde.