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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 683, de 27/04/1999
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 683



DEFENSA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ALEJANDRO MUÑOZ-ALONSO Y LEDO



Sesión núm. 39



celebrada el martes, 27 de abril de 1999



ORDEN DEL DÍA:



Preguntas:



- Del señor Herrera Antonaya (Grupo Parlamentario Popular en el
Congreso), sobre medidas para la prevención de riesgos laborales en
los establecimientos militares (Número de expediente 181/002047)
... (Página 19750)



- Del señor Moya Milanés (Grupo Socialista del Congreso), sobre
valoración de los últimos datos sobre la convocatoria y cobertura de
plazas para aspirantes a soldados profesionales. (Número de
expediente 181/002197) ... (Página 19752)



- Del señor Marsal Muntalá (Grupo Socialista del Congreso), sobre
planes de organización y de funcionamiento del Ministerio de Defensa
para que exista una reserva de las Fuerzas Armadas eficaz (Número
expediente 181/002262) ... (Página 19754)



- Del mismo señor diputado, sobre la situación en que se encuentran
los acuerdos sobre el futuro del Centro de Remonta de L’Hospitalet de
Llobregat. (Número expediente 181/002264) ... (Página 19758)



Página 19750




- Comparecencia del señor subsecretario de Defensa (Menéndez
Menéndez) para explicar las circunstancias que han conducido a la
aprobación de 110 aspirantes a tropa profesional suspendidos
previamente por error. A solicitud del Grupo Socialista del Congreso.

(Número expediente 213/000917) ... (Página 19759)



Se abre la sesión a las doce y cinco minutos del mediodía.




El señor PRESIDENTE: Señorías, vamos a dar comienzo a esta sesión de
la Comisión de Defensa, centrada en la presencia del señor
subsecretario del Ministerio de Defensa, a quien damos la bienvenida
una vez más, que va a atender a una comparecencia a petición del
Grupo Socialista y a varias preguntas de diversos señores diputados.

Informo de algunas modificaciones con relación al orden del día. La
pregunta que figura con el número 3, a petición de su autor, el
diputado señor Alcaraz, pasa a ser pregunta escrita, con lo cual la
suprimimos del orden del día. Y, a petición también del Grupo
Socialista, para que pueda estar presente el diputado encargado de
hacer de portavoz en la misma comparecencia, vamos a empezar con las
preguntas.




PREGUNTAS:



- DEL SEÑOR HERRERA ANTONAYA (GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR EN EL
CONGRESO), SOBRE MEDIDAS PARA LA PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES EN
LOS ESTABLECIMIENTOS MILITARES. (Número de expediente 181/002047)



El señor PRESIDENTE: En primer lugar, la pregunta que figura con el
número 2 en el orden del día, y de la que es autor el señor Herrera
Antonaya, del Grupo Popular, sobre medidas para la prevención de
riesgos laborales en los establecimientos militares.

Señor Herrera.




El señor HERRERA ANTONAYA: Señor subsecretario, han pasado ya algunos
meses desde la aprobación por el Gobierno de un real decreto que
adapta los distintos capítulos de la Ley de Prevención de Riesgos
Laborales de 1995 a los establecimientos militares, y aunque en su
momento mi compañero del Grupo Parlamentario Popular, Antonio
Gutiérrez Molina, ya presentó una pregunta en términos similares, no
he querido dejar pasar la oportunidad de resaltar una cuestión tan
importante que debe avanzar paralela al proceso de
profesionalización.

Resulta evidente, pese a que la siniestralidad laboral en el
Ministerio de Defensa está por debajo de la general, que factores
como la inexperiencia o el trabajo con maquinaria
peligrosa, ocasionalmente unidos a la imprudencia, influyen de manera
fundamental en muchos accidentes laborales, y esas circunstancias
hacen que determinados episodios de la vida militar, como el servicio
obligatorio o las etapas de formación, sean ámbitos de riesgo que
demandan este tipo de medidas. Por eso el Grupo Parlamentario Popular
contempla con satisfacción la implantación de mecanismos preventivos
que aumenten la seguridad en el trabajo de nuestros soldados.

Si además, como ocurre en esta ocasión, pese a mantener determinadas
singularidades del trabajo de las Fuerzas Armadas, se ha contado con
la colaboración de las organizaciones sindicales más representativas
y se cuenta, además, con el informe favorable de la Comisión Nacional
de Seguridad y Salud en el Trabajo, da la impresión de que avanzamos
por el camino correcto. Por tanto, señor subsecretario, le formulo la
pregunta que figura en el orden del día con el deseo de incidir en la
importancia de la prevención y para conocer, en la medida de lo
posible, el grado de implantación del real decreto y sus primeros
efectos.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): Muchas
gracias, señoría, por la formulación de la pregunta, que no entiendo,
a pesar de que sea reiterativa, porque, como S.S. ha hecho
referencia, se ha realizado una comparecencia recientemente sobre la
misma materia. Yo comparto, naturalmente, la preocupación de SS.SS.

por la seguridad en el trabajo, tanto desde el punto de vista
preventivo como, en su caso, paliativo de sus consecuencias que, como
dije ya en aquella comparecencia, sería de desear que garantizase una
indemnidad absoluta y que el trabajo no fuese en sí mismo nunca un
riesgo. Es evidente que esa es la meta a conseguir, que es difícil de
conseguir, pero hay que hacer esfuerzos permanentemente para que eso
sea así.

Sobre ese planteamiento paso a continuación a indicar a S.S. en qué
sentido hemos avanzado desde la publicación de la nueva normativa y
en qué sentido estamos avanzando en este momento. Primero una línea
de carácter general, que también ha expuesto S.S., y que naturalmente
compartimos, el proceso de profesionalización de las Fuerzas Armadas
es un proceso complejo, que no afecta simplemente a la desaparición
del servicio militar obligatorio, sino que supone una transformación
de la organización en su conjunto y que incluye también,
naturalmente, a los trabajadores civiles, tanto laborales como
funcionarios, y el Ministerio de Defensa lo tiene muy presente en
todos los aspectos y en toda la planificación y va dando pasos en ese



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sentido, como por ejemplo puede ser recientemente la firma del
convenio para la cesión a la Generalidad de Cataluña del Hospital de
Barcelona, de acuerdo también con las centrales sindicales.

En concreto, en materia de prevención de riesgos laborales, nos
encontramos, efectivamente, con la ley 31/1995, que es la nueva ley
que regula la materia, y posteriormente con el decreto publicado por
el Ministerio, como usted ha dicho bien, con acuerdo de las
organizaciones sindicales y dictamen favorable del Consejo de Estado,
que se refería a dos aspectos concretos: por un lado, los derechos y
las obligaciones de los trabajadores, y por otro lado el título V de
la ley: Consulta y participación de los trabajadores, aceptando que
el Ministerio de Defensa en ese aspecto tiene unas singularidades. No
las tiene, sin embargo, en el régimen general, al que me referiré
inmediatamente, del establecimiento de los servicios de prevención,
como no puede ser de otra manera.

Desde la publicación del real decreto se han producido ya, por su
mera implantación en esos dos aspectos, algunas mejoras muy claras:
en primer lugar, en relación con las condiciones de trabajo, puesto
que la implantación del real decreto, de acuerdo con la filosofía de
la ley de 1995, permite la adopción de medidas de prevención, una
disminución de la siniestralidad laboral en las instalaciones
militares. Como S.S. ha puesto de manifiesto, yo dije también en la
comparecencia que esa siniestralidad es inferior a la media de
siniestralidad laboral, lo cual no nos satisface, porque, como he
dicho, la aspiración lógicamente tiene que ser que la seguridad sea
prácticamente del cien por cien.

Sí he de decir que, en un ámbito tan complejo como el del Ministerio
de Defensa, complejo en cuanto a actividades, despliegue territorial,
tipo de especialidades, etcétera, el hecho de que esa siniestralidad
sea muy inferior al resto es significativo de la preocupación
permanente de la organización por ella. Yhe de destacar, porque S.S.

lo ha hecho en la introducción de la pregunta, que me estoy
refiriendo básicamente ahora, puesto que es el ámbito de aplicación
de la ley de 1995, a la seguridad de los trabajadores civiles, bien
sean laborales bien sean funcionarios, pero que no olvidamos, como es
obvio y como S.S. ha puesto de manifiesto, la parte estrictamente
militar. Simplemente por ilustrar esa preocupación, la regulación,
por ejemplo, de la drogodependencia o del tema del alcohol en la
última Ley de Régimen Disciplinario manifiesta claramente, junto con
las medidas preventivas que se han adoptado, esa voluntad.

En segundo lugar, y junto con esta disminución del riesgo en cuanto a
condiciones de trabajo, debe producir, y creemos que es así, una
mayor satisfacción laboral, puesto que va a permitir también hacer
mejoras en los procesos de trabajo de todo tipo, al hilo de los
estudios y de las actuaciones de las representaciones sindicales,
protección de maquinaria e instalaciones, etcétera.

Y por otra parte, evidentemente, el real decreto mejora la
participación de los trabajadores, en la medida en que lo adapta al
planteamiento de la ley de 1995, mejorando o adecuando los cauces de
comunicación entre la representación de los trabajadores y las
direcciones de los centros militares, así como la organización de la
estructura preventiva de riesgos, siempre, naturalmente, asumiendo
que
existen algunas especialidades producto, digamos, de la singularidad
de las actividades del Ministerio de Defensa.

Por otra parte, estamos trabajando en este momento, señoría, y ya en
una línea absolutamente idéntica con el resto de la Administración,
ahí no hay especialidades singulares en el Ministerio de Defensa, en
el desarrollo de la normativa en cuanto a la aprobación de un plan
que cree los servicios de prevención, tal y como están previstos en
la ley. En este momento estamos trabajando en ello, precisamente se
están elaborando ahora los documentos. Inicialmente el Ministerio de
Defensa es partidario, de acuerdo con la propia ley y sus propias
necesidades, de tratar de satisfacer con sus propios medios esos
servicios de prevención; es decir, no somos partidarios de hacer una
externalización (y me perdonará S.S. la palabreja) de estos
servicios, una contratación exterior, sino que en principio sean
nuestros propios medios los que atiendan esos servicios, y estamos
trabajando de acuerdo con el resto de la Administración, como decía,
singularmente el Ministerio de Administraciones Públicas, que en
enero de este año, en la Cecir ha dictado una instrucción para la
disponibilidad de personal, para organizar ese servicio de
prevención.

Por último, señoría, y con independencia de estas actuaciones, que
constituyen en sí mismas la implantación progresiva y conforme a lo
previsto de los nuevos planes, sobre los que naturalmente tenemos
esperanza de que nos den una mejora en ese ratio de seguridad, puedo
indicar a S.S. que la preocupación de la organización es cotidiana y
hace referencia a algunos datos puramente estadísticos que pueden ser
ilustrativos.

Hasta que se publica y se implanta el nuevo modelo, a partir de 1995,
en cuyo periodo de transición estamos, fundamentalmente a través de
las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales como
se venía y se viene trabajando todavía en el Ministerio de Defensa,
por ejemplo, se ha hecho la evaluación de alrededor de 11.000 puestos
de trabajo, en cuanto a penosidad, peligrosidad, etcétera, se
efectúan aproximadamente 400 auditorías de centros de trabajo, y se
han llevado a cabo alrededor de 20.000 reconocimientos médicos por
año como media. También, naturalmente, se realizan cursos de todo
tipo en materia de prevención de incendios, primeros auxilios,
movimientos de carga, etcétera.

Singularmente (y aprovecho para agradecer aquí la generosa y
eficacísima colaboración siempre, en este caso en Madrid, del
Servicio municipal de lucha contra incendios -de los bomberos, para
entendernos en román paladino- y del concejal responsable) en el
órgano central del Ministerio de Defensa, en Castellana 109, hace
escasamente un par de meses hemos clausurado uno de los últimos
cursos en relación con esta materia.

Todo esto nos lleva, y doy simplemente el dato, a que, efectivamente,
con datos del año 1997, el ratio de accidentes de trabajo del
Ministerio de Defensa era de 1.178 accidentes, con un índice de
frecuencia del 20,77, frente al índice de frecuencia nacional del
34,8. Pero, como he dicho anteriormente, no estamos con esto
satisfechos ni muchísimo menos. Lo que quisiéramos es reducirlo, si
pudiera ser, a cero y en esa línea seguimos trabajando.




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El señor PRESIDENTE: Si no hay ninguna réplica pasamos al punto 4.




- DEL SEÑOR MOYA MILANÉS (GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO), SOBRE
VALORACIÓN DE LOS ÚLTIMOS DATOS SOBRE LA CONVOCATORIAY COBERTURA DE
PLAZAS PARA ASPIRANTES A SOLDADOS PROFESIONALES. (Número de expediente
181/002197)



El señor PRESIDENTE: Pregunta del señor Moya Milanés, del Grupo
Socialista: Valoración de los últimos datos sobre la convocatoria y
cobertura de plazas para aspirantes a soldados profesionales.

Señor Moya.




El señor MOYA MILANÉS: Queríamos conocer la valoración que hace el
Ministerio sobre los datos últimos en cuanto a la evolución de la
curva de la profesionalización. Es evidente que si hacemos una
comparación entre los datos del año 1998, las tres incorporaciones
con la relación entre aspirantes y plazas en ese año, vemos que el
porcentaje en la primera incorporación era del orden del 2,76, en la
segunda del 2,86, en la tercera 3,8, siendo 3,06 la media de 1998. En
cambio empieza en 1999 una curva descendente preocupante, habida
cuenta de que en la primera convocatoria de enero de 1999 las 5.800
plazas convocadas arrojan una cifra de aspirantes de 12.538,
claramente inferior a las del año anterior. Si tenemos en cuenta que
en torno a un 25 por ciento de los candidatos, que suele ser la cifra
general, pueden quedar eliminados, o que algunos no firman el
compromiso al término del periodo de instrucción, que muchos
aprobados renuncian a enrolarse si no se les concede el destino que
han pedido, etcétera, nos hace temer que la convocatoria quede
después por debajo, en cuanto a las plazas, del número de aspirantes
o del número de seleccionados, por lo menos en el Ejército de Tierra,
no digo en los otros.

En cualquier caso es una cifra que supone un declive un tanto
preocupante. No sabemos si esa tendencia decreciente se va a
mantener. No sabemos si la situación, como en otras ocasiones en que
ha habido conflictos internacionales por medio, ha producido un
descenso un tanto preocupante también en la cifra de aspirantes. No
sabemos si ése será el caso en la situación actual, pero queríamos
hacer esta pregunta porque nosotros habíamos valorado la cifra del
año 1999 inicial como una cifra que marcaba una tendencia
decreciente, que de continuar en esa senda podría poner en un cierto
riesgo el proceso, y queríamos conocer cuál era la valoración que el
Ministerio hace a tal efecto.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): La valoración
que hace el Ministerio con los datos a los que voy a hacer
referencia, que en definitiva S.S. conoce, porque los ha expuesto, es
claramente positiva por el momento, teniendo en cuenta, por supuesto,
que desde el principio hemos dicho que el periodo transitorio para la
profesionalización, puesto que hay que hacer un reclutamiento muy
importante en volumen, es
un periodo que exige enorme trabajo, enorme dedicación y enorme
atención. Y en ese sentido de atención agradezco en todo caso la
formulación de la pregunta por parte de S.S., y reitero la
importancia de que el periodo transitorio sea el que el Gobierno
inicialmente ha estado defendiendo en el modelo de ley de Fuerzas
Armadas profesionales.

Como S.S. ha dicho, efectivamente, que este año se da una
singularidad en la primera convocatoria, que creo que no puede ser
dato de referencia; las comparaciones hay que hacerlas pero con
elementos lógicamente homogéneos. Si S.S., desde el momento en que se
implanta el servicio militar, junto con un modelo mixto de ejército
profesional, contempla el reclutamiento, verá (y no puede ser de otra
manera, no es ningún mérito, sino una pura circunstancia) que es
desde el año 1996, desde que este Gobierno trata de implantar el
ejército profesional, cuando se produce el crecimiento más
espectacular. De manera que, efectivamente, el año pasado, como S.S.

conoce, se contrataron netos 12.500 profesionales y este año serán
17.500.

Creo que las comparaciones sería bueno hacerlas globalmente a final
de año ¿Por qué? Porque como usted ha destacado muy bien, señoría, el
proceso nos da en este momento, todos los años, incluso los años
anteriores, que la segunda mitad del año es más fácil reclutar. Como
expliqué en el debate de Presupuestos de este año creemos que eso se
debe fundamentalmente a dos tipos de motivos: primero, a que el mes
de junio, el verano, representa en España la finalización de los
estudios en términos generales, y, por lo tanto, las decisiones de
vida, profesional, etcétera, se toman con más facilidad en la última
parte del año; y, segundo, al hecho de que, para poder presentarse,
es necesario tener 18 años cumplidos, y claramente en todas las
convocatorias se produce un incremento, hacia el final del año, como
es lógico, porque se refieren al cumplimiento a lo largo del año de
aquellas personas que han cumplidos los 18 años.

Algunos datos positivos que avalan esta confianza del Gobierno de
esta primera convocatoria: en esta primera convocatoria las acciones
que se están acometiendo, como S.S. conoce, para tratar de
incrementar el número de mujeres dentro de las Fuerzas Armadas
profesionales, en orden al planteamiento de igualdad, están teniendo
éxito. Concretamente, como S.S. conoce, en la última convocatoria del
año pasado y en la primera de éste se ha hecho una especial
incidencia desde el punto de vista de la campaña publicitaria y ha
dado resultado, el 20 por ciento aproximadamente de las solicitudes
de esta primera convocatoria son de mujeres. Y, por otro lado, se
detecta claramente la incorporación a la bolsa, digamos, sobre la que
se está trabajando, de gente nueva también en esta primera
convocatoria.

No obstante ha habido también algunos problemas que pueden, si no
explicar, sí tener algo que ver con que, en vez de estar en el 2,50,
como queríamos estar el primero de año, estemos en el 2,17 por plaza
aproximadamente, teniendo en cuenta además que este año se hacen
cuatro convocatorias, caminando hacia un sistema de reclutamiento
continuado, frente a las tres del año anterior.

Esas razones son, primero, que precisamente por hacer cuatro la
diferencia de meses entre la última convocatoria realizada y ésta
primera de este año se ha reducido. Normalmente entre convocatorias
había aproximadamente un



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plazo de cinco meses, y esta vez se ha reducido significativamente.




En segundo lugar, ha habido un pequeño problema administrativo, que
para esta segunda convocatoria hemos solventado ya (como no puede ser
de otra manera, y no es ningún mérito, es una obviedad en el caso de
una administración pública, cumplidores de la legalidad), y la tasa
que se ha introducido en todas las pruebas para el acceso al empleo
publico por parte del Ministerio de Hacienda obligaba, y no voy a
detenerme ahora en excesivos detalles, a que los aspirantes hicieran
dos viajes a los centros de reclutamiento, uno para recoger el
impreso y otro después de haber hecho el ingreso correspondiente para
acreditar que lo habían realizado. Y había algunas dificultades
además, en los bancos sobre todo, para hacer los ingresos por un tema
técnico del número que tenía Hacienda. Todo esto se ha resuelto en
esta convocatoria, en la que hemos vuelto al sistema anterior, con la
colaboración del Ministerio de Hacienda, simplificando con un número
especifico para el reclutamiento, en este caso del Ministerio de
Defensa, con lo cual esperamos que no haya problemas y por tanto se
resuelva más fácilmente y no se pongan inconvenientes a quienes
quieren, en definitiva, participar en la convocatoria.

Por otra parte, S.S. ha puesto de manifiesto otro elemento que es
fundamental. No hay que fijarse sólo, aunque es importante,
obviamente, en el número de candidatos por plaza, que es un puro
referente; es importante todo el proceso en sí, que es muy complejo,
y a veces uno no tiene tiempo de explicarlo con todo detenimiento,
primero porque yo creo que sería farragoso para la gente en general,
y luego porque en las intervenciones públicas en los medios no se
dispone de ese tiempo, y quizá aquí, en el Parlamento, que es donde
corresponde, podamos detenernos con más detalle. Quiero decir que,
desde el punto de vista logístico, por ejemplo, la preparación de los
centros de formación, de las tandas de gente que tienen que ir a esos
centros de formación, de los medios de sostenimiento más elementales,
de alimentación, etcétera, de esos centros de formación, todo el
proceso en sí es muy complejo. Pasar, como hemos hecho este año, de
tres a cuatro convocatorias ya es una complejidad.

Pero S.S. ha puesto de manifiesto un tema central, desde luego, que
nos preocupa, y en el que creo que estamos mejorando. No le puedo
asegurar ahora, aunque se lo enviaré a S.S., si el ratio es el 25 por
ciento (creo que estaba en torno al 20 ó al 23 por ciento el año
pasado) de la gente que presenta la instancia pero que después, a lo
largo del proceso de selección, bien porque no pasa las pruebas o
bien porque, pasándolas, en el primer periodo se considera
insatisfecho, porque cree que aquello no es su trabajo o sufre alguna
lesión o lo que sea, no llega a firmar el contrato. Reducir ese ratio
es fundamental, porque nos da también una mejora en la calidad de la
gente; es decir, que detectemos mucho antes en el proceso las
condiciones vocacionales, físicas, psicológicas y demás, y podamos
asegurar que quien se inicia en ese proceso de selección, desde
realizar las pruebas hasta realizar el periodo de formación básico,
efectivamente está ya decidido, sin perjuicio, naturalmente, de que,
como permitirá la nueva ley que SS.SS. espero que aprueben el jueves
en el Pleno, alguien pueda volverse atrás.

Este año, según los últimos datos que tenemos (pero se lo confirmaré
a S.S., porque los sé de memoria y no quiero equivocarme), se ha
reducido en torno al 9 por ciento, lo cual nos da una mayor seguridad
de que la gente que tenemos inicialmente en examen es la gente de la
que disponemos al final.

Resumiendo, señoría, con estas apreciaciones nosotros creemos que el
proceso va correctamente. Se ha hecho un enorme esfuerzo que ha dado
lugar a que se hayan cumplido los dos primero años las previsiones,
ya que, como S.S. sabe, en el año 1998, habíamos podido alcanzar la
cifra de 50.000 profesionales, que era la prevista inicialmente en el
modelo mixto para el año 2000, y seguimos trabajando para lograr un
sistema de reclutamiento continuado mucho más pegado al terreno, que
creemos que nos da confort suficiente para saber que no vamos a tener
problemas.

No obstante, me gustaría compartir con S.S. una reflexión que
subyace, en definitiva, en su pregunta y que debe quedar clara. Un
modelo de Fuerzas Armadas profesionales no son el periodo
transitorio, un modelo de Fuerzas Armadas profesionales serán a
partir del año 2003, del 1 de enero del 2003, un modelo distinto, y
que tiene que estar mucho más cerca del mercado (por utilizar una
expresión puramente empresarial, que no es exactamente, en un aspecto
vocacional, como el militar, a lo mejor la más correcta), a todos los
efectos, y, por tanto, tenemos que estar con toda la organización del
Ministerio de Defensa en actitud de facilitar el reclutamiento, con
toda la organización del Ministerio de Defensa en actitud de
facilitar, con los mecanismos que la propia ley, si Dios quiere,
aprobará el Pleno el próximo día 29, la salida de aquellos que no
hagan promoción interna, que no hagan uso de las facultades que la
ley tiene, y siendo conscientes de que el reclutamiento
estructuralmente es uno de los elementos fundamentales de esas
Fuerzas Armadas profesionales y que requieren trabajo, atención y
medios.

Termino. Su señoría ha formado parte, creo, de la visita que
recientemente se ha realizado por parte de los miembros de la
Comisión de Defensa a los Estados Unidos. (El señor Moya Milanés hace
gestos negativos.) Algunos compañeros de S.S. han formado parte; lo
lamento, porque sería agradable el viaje, aparte de que creo que ha
sido fructífero, y se ha puesto de manifiesto un problema en el
ejército profesional más desarrollado, en términos históricos, del
mundo (junto, quizá, al británico, pero el que más experiencia tiene
es el americano, como S.S. sabe) y, cómo el servicio de reclutamiento
del ejército americano está muy atento a todas esas condiciones y
cómo detecta inmediatamente cuándo tiene que tocar, por ejemplo, el
régimen de retribuciones, o, por ejemplo, distinguir entre unos y
otros destinos. Voy a poner un ejemplo de esta última convocatoria,
positivo en este caso: detectábamos que en Infantería de Marina, y a
lo largo del año pasado, había pocas solicitudes, hicimos un esfuerzo
y en esta convocatoria ha habido claramente, a pesar de que baje el
ratio general, más en Infantería de Marina; es decir, que hay que
trabajar, en definitiva, con seriedad, y en este momento, por tanto,
la valoración del Gobierno es, desde la responsabilidad de quien
tiene que llevar a cabo ese reclutamiento, de tranquilidad; y creemos
que a final de año los datos avalarán esa tranquilidad.




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El señor PRESIDENTE: Señor Moya.




El señor MOYA MILANÉS: Simplemente, con toda brevedad. El motivo de
la pregunta era dejar constancia de una preocupación. Es evidente,
como el propio subsecretario reconoce, que la preocupación se
despejará a final de año en un sentido o en otro, porque, en ultima
instancia, yo comprendo y comparto que solamente un marco de
referencia un poco más extenso que una sola convocatoria es necesario
tenerlo encima de la mesa. Pero, en todo caso, la preocupación
queríamos dejarla expuesta, sobre todo por dos temas que a mi juicio
aceleraban o acrecentaban quizá esa preocupación, y era que el dato
de enero se había producido inmediatamente después de una intensiva
campaña de publicidad, lo cual nos resultaba un tanto más
sorprendente; y, segundo, el hecho de que en otras ocasiones la
participación, la presencia o el hecho de haber existido en esos
momentos conflictos internacionales en los que España ha participado,
ha estado acompañado de un decrecimiento algunas veces en el número
de aspirantes. Unidas las dos cosas era lo que motivaba un tanto esta
preocupación, y de ahí el tenor de nuestra pregunta.

Le quería también reflejar, ya que ha hablado de la colaboración con
Hacienda para mejorar el régimen, el carácter o el procedimiento
administrativo de los chicos que se presentan a las pruebas; esa
colaboración con Hacienda en última instancia donde no parece que
haya sido tan fructífera ha sido en la tasa de las 1.500 pesetas que
se les obliga a pagar por derechos de examen, cosa que se ha
estrenado, si no recuerdo mal, en el pasado marzo, y que yo no sé si
constituye un elemento de retraimiento para algunos chicos que no
tengan muy claro presentarse, y que si a las dificultades normales
que desde el punto de vista administrativo puedan tener, el hecho de
tener que pagar una tasa por derecho de examen les pueda, a lo mejor,
retraer en algunas circunstancias. Yo comprendo que probablemente el
Ministerio de Defensa no estaba muy feliz con la tasa, pero que
Hacienda no ha dejado mucho margen de maniobra al respecto. Pero sí
quería también en eso manifestar una preocupación porque, en
conjunto, sea del Ministerio de Hacienda, sea del Ministerio de
Defensa, es una decisión del Gobierno en última instancia, y en
cualquier caso el beneficio económico derivado de la percepción de
esa tasa me parece que es muy reducido y yo creo que quizá no hubiese
merecido la pena haber entrado en esa tasa como consecuencia del
escaso beneficio económico y, probablemente, de la falta, del déficit
de estímulo que puede provocar a lo mejor en algunos chicos a la hora
de presentarse a las pruebas.

Pero, en último caso, el espíritu de esta pregunta, como ya he puesto
de manifiesto, era reflejar una preocupación y esperar a ver cómo
evoluciona a lo largo de los próximos años, y a la vista de cómo
esté, volveremos a tener probablemente otra intervención y otro
coloquio sobre esta materia.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menendez). Simplemente
para matizar un poco lo que ha dicho el señor Moya, aunque yo creo
que estamos
sustancialmente de acuerdo. Primero que obviamente habrá más
comparecencias. Hemos remitido a esta Cámara, de acuerdo con lo que
la Comisión Mixta Congreso Senado para el proceso de
profesionalización señalaba, un informe para la discusión anual de
cómo va el proceso de profesionalización, que será una ocasión
ciertamente de debatir sobre los datos del año 1998 sobre todo,
porque eran los que estaban disponibles, pero que permitirá también
el debate en estos aspectos.

La campaña de publicidad no sólo se ha hecho en esta primera
convocatoria, se ha hecho en todos los momentos, y estamos tratando
de controlar, por añadir un dato a S.S., a través de un estudio del
impacto de esa campaña que hacemos en todos los casos, cuáles son los
medios más eficaces. Por ejemplo, en esta convocatoria ya hemos hecho
algunas adaptaciones para hacer llegar mejor el mensaje, digamos, al
público objetivo, y perdón por esta jerga un poco técnica de
marketing.

Me gustaría decir, en relación con la colaboración con el Ministerio
de Hacienda, que la hay y que naturalmente el Ministerio de Defensa
no va por libre, sino que forma parte del Gobierno, y el Gobierno es
un equipo y asumimos todas las decisiones. No es claro que el
establecimiento de una tasa necesariamente tenga que ser un
obstáculo. Tampoco creo que el establecimiento de una tasa en esas
cuantías para exámenes en general, para el acceso a la función
publica, tenga una finalidad exactamente recaudatoria, porque como S.

S. ya ha puesto de manifiesto sería ridículo. Pero sí tiene una
finalidad que a nosotros en principio nos reporta en el proceso una
ventaja, que es una cierta garantía de la seriedad, porque para
realizar todas las pruebas selectivas tenemos que organizar un
tinglado, valga la expresión, importante, de medios humanos,
etcétera, y es importante, en esa línea de garantizar que quien
presenta la instancia luego firma el contrato, saber que hay un
mínimo esfuerzo que se puede medir en esas 1.500 pesetas, a lo mejor
menos; el problema es que esa tasa no es sólo para el Ministerio de
Defensa y no es sólo para el reclutamiento, sino que es general para
cualquier clase de prueba en relación con la Administración. Si
naturalmente detectásemos que eso constituye en sí mismo un
obstáculo, no dude S.S. que el Ministerio de Defensa trataría de
trabajar con el Ministerio de Hacienda para que se corrigiese,
siempre respetando, naturalmente, el trabajo en equipo de cualquier
Gobierno, como es naturalmente también el de éste.




- DEL SEÑOR MARSAL MUNTALÁ (GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO), SOBRE
PLANES DE ORGANIZACIÓN Y DE FUNCIONAMIENTO DEL MINISTERIO DE DEFENSA
PARA QUE EXISTA UNA RESERVA DE LAS FUERZAS ARMADAS EFICAZ. (Número de
expediente 181/002262)



El señor PRESIDENTE: Pregunta del señor Marsal Muntalá, Grupo
Socialista: Planes de organización y funcionamiento del Ministerio de
Defensa para que exista una reserva de las fuerzas armadas eficaz.

Señor Marsal.




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El señor MARSAL MUNTALÁ: Señor subsecretario, con el cambio de modelo
de Fuerzas Armadas para el siglo entrante, tanto en nuestro país como
en los otros países, una de las características que en todos los
modelos aparece es la reducción de los efectivos existentes. Esto en
una situación normal, en una situación de paz, en una situación no
conflictiva está plenamente justificado. Evidentemente se plantea un
problema en situaciones de crisis, en situaciones en las que pueda
ser necesario un mayor contingente, que sea necesario generar nuevas
fuerzas para dotar a aquellas unidades que no están al cien por cien
completas, supone tener unos mecanismos de movilización ágiles y
efectivos, mucho más ágiles y efectivos que los que han podido tener
los países, y concretamente el nuestro durante los últimos cuarenta o
cincuenta años, en que teóricamente contábamos con unos dos millones
de reservistas, cosa evidentemente imposible; si se hubiese tenido
que realizar una convocatoria habríamos visto qué era lo que sucedía.

Hay que encontrar mecanismos para que sea efectiva la cantidad, que
estén preparados, que estén dispuestos y que puedan movilizarse.

Todo esto pone en primer término, tanto del debate del control
parlamentario como de la gestión desde el propio Ministerio, la
articulación de unas reservas eficaces. Este es el motivo que nos
lleva a presentar esta pregunta. En los últimos tiempos se ha
generado ya una serie de modificaciones, una serie de aportaciones en
el campo legislativo; concretamente, por ejemplo, en el Real Decreto
1833/1996, de 2 de agosto, de organización básica del Ministerio de
Defensa, se asigna a la Dirección General de Política de Defensa la
misión de coordinar la movilización a nivel interministerial y
dirigir su desarrollo en el ámbito del departamento, manteniendo con
ello centralizada en un único centro directivo la movilización tanto
de recursos humanos como materiales; aspecto importante es la
incidencia en los recursos materiales; la movilización y la reserva
no es únicamente un tema de recursos humanos sino también, y muy
importante, de recursos materiales.

Posteriormente, en el Real Decreto 611/1997, de 25 de abril, por
parte del Ejército de Tierra se creaba la Inspección General de
Movilización del Ejército de Tierra como organismo concreto dentro de
Tierra para realizar la movilización. Se traducía ello, además, en un
sistema de generación de fuerzas, Sigen, dentro del marco del sistema
de mando y dirección del ejército Simade. Se hacia posteriormente, ya
en el año 1999, un calendario en tres fases, hasta el 2005, en el
cual, por la desaparición del servicio militar en el 2002 y por la
duración de tres años actualmente vigente para la reserva, en el 2005
deberá entrar de forma ya plena el nuevo tipo de reserva. Y
finalmente en la ley a la que antes hacia usted referencia, y que
mañana aprobaremos definitivamente en el Congreso, se establece, en
el titulo XIII, la aportación suplementaria de recursos humanos.

Ycomo consecuencia precisamente de una transaccional a una enmienda
presentada por nuestro grupo, en el artículo 165 se fija que se
definirán programas plurianuales con objetivos definidos y previsión
de recursos económicos para garantizar el nivel de preparación y de
cobertura efectiva de las reservas. Se consignarán las
correspondientes partidas presupuestarias necesarias para garantizar
la realización de periodos de instrucción y adiestramiento de corta
duración en ejecución de las previsiones realizadas. Yen la
disposición derogatoria única, en su punto 2.o, se deroga la Ley 50/
1969, de 26 de abril, básica de movilización nacional, que prevé que
continúa en vigor con carácter reglamentario en lo que no se oponga a
lo previsto en la presente ley, y las disposiciones reglamentarias
que regulen la aportación de recursos humanos y materiales a las
Fuerzas Armadas la derogarán de forma expresa. Por tanto, fija la
necesidad del desarrollo de esas disposiciones reglamentarias.




Esto es lo que nos lleva a plantearle esta pregunta sobre cuáles son
los planes de organización y funcionamiento del Ministerio de Defensa
para que exista una reserva de las Fuerzas Armadas auténticamente
eficaz. Esto supone tal vez un campo muy amplio, porque supone
preguntar sobre la previsión de medidas legales y reglamentarias,
sobre los aspectos de organización y funcionamiento efectivo del
órgano central y de cada uno de los tres ejércitos, supone preguntar
sobre la generación y preparación, el entrenamiento efectivo de
recursos humanos y también sobre las previsiones sobre recursos
materiales y presupuestarios. El tema es amplio, seguramente
seguiremos hablando de él en etapas posteriores, pero hoy sí
agradeceríamos nos dijera cuáles son las intenciones del Gobierno y,
concretamente, del Ministerio de Defensa para los próximos meses, de
forma más inmediata, para llevar a término la existencia de esta
reserva de las Fuerzas Armadas.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): Voy a obviar
la reiteración en el sentido de la exposición que usted ha hecho
completísima en su pregunta de cuál es el fondo de la cuestión. He de
decir que efectivamente ése es el esquema legal del que disponemos en
este momento. Su señoría conoce perfectamente los esfuerzos que
estamos haciendo y además ha hecho una aportación sustancial en el
trámite de elaboración del proyecto de ley de régimen de personal al
establecer esa referencia a esos planes que determinen con claridad
cuál es esa disponibilidad.

Aprovecho para destacar otra idea fundamental, lo mismo que en el
caso anterior, la importancia del periodo transitorio, que es donde
mantenemos algún matiz político de diferencia en la aprobación de la
ley, para decir que el tamaño es importante. Su señoría ha hablado
claramente de las reservas, reservas necesarias en función de las
necesidades de cada momento, y, por tanto, cuando hemos mantenido,
y seguimos manteniendo nuestro grupo parlamentario y el Gobierno, la
idea de que la horquilla en cuanto a soldados profesionales tiene que
estar entre 102.000 y 120.000 hombres, lo estamos haciendo desde esa
responsabilidad, sin perjuicio de que otros grupos, como el de S.S.,
por ejemplo, introduzcan algún matiz a la baja. Quiero simplemente
destacar que el tamaño, el volumen de las Fuerzas Armadas en cuanto a
elementos humanos debe ser el que en cada caso necesitemos para
nuestra defensa, y que aquí caben pocos juegos a la literatura o en
su caso a la demagogia que, desde luego, su grupo he de decir que no
practica y que en este aspecto, dentro de la discrepancia,



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está manteniendo una actitud que se puede calificar de Estado,
aunque, repito, discrepamos en cuanto al tamaño.

Efectivamente, la reserva es importante. Como usted ha dicho,
señoría, la legislación vigente data nada menos que del año 1969, y
uno de los aspectos más sustanciales de la nueva ley de régimen de
personal de las Fuerzas Armadas, precisamente para unas nuevas
Fuerzas Armadas profesionales, es esa regulación, por primera vez
sistemáticamente unificada en un solo texto, del sistema de reserva.

Con las tres categorías de reservistas, los reservistas que, siendo
militares profesionales que terminaron sus compromisos o sus
carreras, dedican esos años estructurales necesarios a la reserva,
los reservistas voluntarios, aquellas personas que, sin dedicarse a
la milicia profesionalmente, dediquen efectivamente un tiempo en los
términos que están previstos en la ley, y, en última instancia la
movilización general, en caso de que eventualmente ello fuese
necesario.

Desde el punto de vista legislativo nos encontramos en una situación
puramente transitoria. Ha durado demasiado la transitoriedad de la
Ley de 1969, que requiere, por un lado, lo que se ha hecho
técnicamente; es decir, derogarla, ya que está absolutamente obsoleta
en muchísimos aspectos, pero dejarla de momento válida como
reglamento, puesto que es la referencia que tenemos, y al mismo
tiempo implantar la nueva ley, que SS.SS. aprobarán esta semana en el
Pleno y desarrollarla reglamentariamente.

Al mismo tiempo que se acometen esas dos cuestiones, en cuanto a
marco general, es necesario ir haciendo cosas en el día a día. Como
S.S. ha puesto de manifiesto, sigue siendo la Dirección General de
Política de Defensa (que es el órgano que en el Ministerio se ocupa
de la coordinación, y también para situaciones, por ejemplo, de
crisis, catástrofes, etc., con el conjunto de las administraciones
públicas) la que lleva esa política general. El Ejército de Tierra es
el menos profesionalizado en cuanto a personal a lo largo de estos
años. Por ello en la convocatoria primera de este año hemos
incrementado las plazas en el Ejército de Tierra, porque hasta ahora
había un elemento más de soldados de reemplazo, y es claro que
tenemos que conseguir los objetivos previstos. En el Ejército de
Tierra se ha quedado el mando de Burgos, el mando dedicado
precisamente a la movilización. Se está trabajando ya en los planes
oportunos para que ésta sea real. De manera, que estamos trabajando
en todas esas direcciones. El objetivo inmediato del Ministerio es
desarrollar reglamentariamente la ley cuanto antes. El esfuerzo que
le queda al Ministerio por delante en ese aspecto, como no se le
oculta a S.S., es muy importante. Baste el dato de que respecto de la
Ley 17/1989, que era el modelo anterior, este Gobierno ha
desarrollado algunos aspectos importantes de formación, etc. El
desarrollo reglamentario requiere trabajo, pero tenemos ya estudiado
un poco la prioridad de lo más urgente, entre lo que estará también
el tema de la reserva.

Como SS.SS. conocen (el ministro lo manifestó el día de la Pascua
Militar este año y está en este informe que hemos remitido también a
las Comisiones de Defensa del Congreso y el Senado, conforme a la
previsión de la Comisión Mixta), el Ministerio tiene muy claro, y el
Gobierno, que la transformación de nuestro modelo en unas Fuerzas
Armadas profesionales no consiste simplemente en dar respuesta a una
demanda social y sustituir el servicio militar
obligatorio por una plena voluntariedad, sino que supone un cambio
radical en todos los procesos de funcionamiento, etc. Por ello se ha
creado, bajo la dependencia del señor ministro, un grupo de estudios,
que tiene sus homónimos en los cuarteles generales y en el propio
órgano central del Ministerio, para que con tranquilidad, con el
sosiego que requieren los estudios en profundidad, vaya generando
ideas sobre qué adaptaciones, singularmente, en el tema de la
reserva, son necesarias para alcanzar la mayor eficacia. En el fondo
del modelo late la idea de que, como el presidente del Gobierno
expuso ya en el discurso de investidura, vamos a unas Fuerzas Armadas
más reducidas, no tanto como SS.SS. desearan, pero sí, más flexibles
y, sobre todo, más eficaces, tanto desde el punto de vista operativo
como desde el punto de vista económico, y también mas eficientes en
el gasto, terreno que S.S. domina perfectamente en las discusiones
presupuestarias de cada año.

Estas son las previsiones en este momento en relación con el tema de
la reserva que, como S.S. indica, abarca muchísimas cosas y abarca
también la disponibilidad de medios materiales que implican en el
fondo otra idea de gran calado político, que creo que su grupo
parlamentario y el Gobierno comparten, que es la necesidad de que la
sociedad perciba la importancia de la defensa y que debe articularse
en su conjunto estando disponible en caso de necesidad. Ahí estamos,
con los medios materiales, desde buques hasta cualquier otro medio,
para el caso de que fuera necesario usarlos para la defensa. La
defensa (creo que usted compartirá conmigo la idea) es un elemento
básico en cualquier Estado democrático de derecho. Si queremos
construir una España y una Europa más libres, más solidarias, con
mejor calidad de vida, con desarrollo económico, etc., debemos ser
conscientes de que necesitamos una defensa eficaz, porque nadie está
exento de la posibilidad de encontrarse siempre con los viejos
demonios de la humanidad y con los liberticidas, como en este momento
sabe S.S. que nos hemos encontrado todos.




El señor PRESIDENTE: Señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Quiero agradecerle su exposición. No es que
haya habido muchas novedades, aunque tampoco esperábamos en este
momento que se pudiese avanzar mucho más.

Nos anuncia que ya está en funcionamiento esta comisión. Creo que
sería bueno, aparte de que ya esté funcionando internamente en el
Ministerio, que regularmente se articulara una forma de conexión con
esta comisión para realizar un seguimiento y hacer todas las
aportaciones que se pueda desde el Parlamento. La suma de esfuerzos
siempre es positivo y en temas en los que puede haber acuerdos
fundamentales es mejor sumar que no ir en direcciones distintas.

Usted ha hecho una referencia con toda exactitud al tamaño de Fuerzas
Armadas que nuestro grupo proponía. Evidentemente, la diferencia
entre el tamaño que ustedes proponen y el que nosotros pretendemos
comporta una dimensión distinta de la reserva. Más allá de nuestra
propuesta, la realidad va a hacer que el resultado real se acerque
más a los números que nosotros proponíamos que a los que pone sobre
la mesa el Gobierno. En cualquier caso el



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tiempo dirá. Si esto es así, el tema de la dimensión y de la
preparación de la reserva será más importante si los números se
acercan más a los 170.000 que no a los 150.000.

Tal vez no esté en este momento en condiciones de responder, pero sí
quería expresarle ciertas preocupaciones que tenemos y que como tales
ponemos sobre la mesa. No se trata de preguntar, sino de ciertas
preocupaciones que tenemos. La primera es si han definido ya la
dimensión que la reserva debe tener en general y en cada uno de los
ejércitos. En algún momento en los trabajos del Ejército de Tierra se
hablaba de una dimensión de unos 50.000 para la reserva, son números
de hace cierto tiempo. No sé si hay ya una decisión en general de
cuál es la dimensión de la reserva que ustedes prevén,
independientemente de la composición interna que tenga después esta
reserva en función de los tres tipos de reservistas que hay.

La segunda preocupación es sobre el tema de la movilización. Según la
ley que mañana vamos a aprobar, no es intención del Gobierno hacer
una nueva ley de movilización, porque el tema puede solucionarse a
través de los reglamentos. Sin embargo, sobre todo en lo que
concierne a algunos aspectos de la movilización material, nosotros
tenemos algunas dudas respecto a que por el camino reglamentario se
puedan implementar ciertas cosas y que va a ser necesario a través de
la ley para poder hacer efectivo que la movilización de recursos
materiales sea realmente eficaz si no queremos tener problemas en un
hipotético y no deseable caso de crisis en el futuro.

La tercera preocupación es si están trabajando ya y si tienen
previsto cuándo van a presentar estos programas plurianuales que se
fijan en la ley.

Y finalmente, un cuarto aspecto que no hemos introducido
anteriormente es los mecanismos de conexión y coordinación con los
sistemas de reserva de la OTAN o de los otros países que forman parte
de la misma, y si la definición de un nuevo concepto estratégico, la
nueva estrategia, las nuevas misiones y las nuevas implicaciones que
la OTAN va a tener que realizar significan también un cambio en todos
los mecanismos del sistema de reserva y de generación de fuerzas a
nivel multinacional. Qué previsión tienen ustedes y si hay definido
un calendario dentro del marco OTAN para la adecuación a las nuevas
circunstancias también en este aspecto de generación de fuerzas y de
reserva.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): Como el
Gobierno lo está haciendo en materia de defensa (lo hemos dicho
reiteradamente y creo que lo practicamos; es un terreno claramente
institucional y nos incumbe a todos, por lo que no se pueden dar
grandes bandazos), recogeremos las aportaciones y las ideas de todos
en aquellos desarrollos de la ley y no sólo lo que se refiere a la
reserva. En ese sentido el grupo de estudio es fundamentalmente
técnico. Cuando se vayan haciendo algunos de sus estudios tendrán
también carácter reservado, por razones que a S.S. no se le ocultan,
pero en términos generales irán teniendo conocimiento de esos
resultados cuando se produzcan. Lo que no vamos a hacer es
precipitarnos o hacer demagogia, si se me permite la expresión,
jugando con las cosas de comer. Cuando los estudios estén
definidos, no dude de que el Parlamento, como le corresponde y ocurre
siempre por parte de este Gobierno, será puntualmente informado.

Incluso tendremos en cuenta las posiciones de los grupos y cualquier
sugerencia será bien recibida, como lo fue, por ejemplo, la enmienda
de S.S. que creo mejora el planteamiento porque cierra el sistema de
la reserva.

Compartimos las preocupaciones manifestadas por S.S. Por no reiterar
lo que ha dicho, porque más son preocupaciones que preguntas, quiero
situarle muy brevemente dónde estamos en relación con cada una de
ellas. En cuanto a la dimensión en sí mismo de la reserva, primero
hay que decir que tenemos lo que tenemos en este momento. Nuestro
sistema, que está regulado de una manera obsoleta, la ley de 1969, no
quiere decir que no funcione; es decir, estaríamos en disposición de
poder hacer uso ahora de las reservas, y eso hay que dejarlo
absolutamente claro. Estamos en un período de transición, que hay que
adaptarlo al nuevo sistema y mejorarlo, pero no está en este momento
redimensionado, puesto que depende del planteamiento militar, de la
perspectiva, como usted muy bien ha dicho, también internacional,
etc. Yademás el primer elemento, el primer paso después de la
publicación de la ley que es la fijación del decreto de plantillas,
también condicionará en su caso la reserva, como su señoría conoce.

En segundo lugar, en cuanto a la movilización, hay que tener en
cuenta que el sistema de reserva, tal y como aparece definido en la
ley -que es una ley de personal de las Fuerzas Armadas-, está pensado
fundamentalmente en el elemento personal, aunque el elemento material
es también muy importante. Desde ese punto de vista habrá que ver, a
lo mejor con matices, qué se puede resolver reglamentariamente porque
quizá pudiera necesitar alguna modificación de tipo legislativo. Es
un tema técnico que habrá que ver, sobre el que el Gobierno en este
momento no toma posición. Si de acuerdo con nuestro marco
constitucional se requiriese para alguna actuación de una medida con
rango normativo, iríamos por ese camino; por el contrario, si fuera
suficiente con ese reglamento, no solicitaríamos ninguna
modificación.

Los programas plurianuales son el siguiente paso después de esa
definición y los haremos en cuanto vayamos avanzando. La preocupación
es más de su señoría, no del Gobierno. Su señoría trata de forzar
rápidamente, y es comprensible en términos políticos, que eso se haga
cuanto antes. Esperemos que definitivamente pueda hacerse. Por
último, cualquier cosa que las Fuerzas Armadas estén haciendo en este
momento está condicionada por el marco de la defensa colectiva, en el
ámbito de las organizaciones en las que estamos, básicamente OTAN,
UEO, etc. También en ese sentido la reserva está concebida y
contextualizada, si vale la expresión, en ese ambiente desde todos
los puntos de vista. Los procedimientos de funcionamiento,
operativos, OTAN, son los que hay que poner en marcha, puesto que de
otra manera no habría un entendimiento técnico entre nosotros y los
ejércitos de los países aliados quetrabajan con nosotros.




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- DEL SEÑOR MARSAL MUNTALÁ (GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO), SOBRE LA
SITUACIÓN EN QUE SE ENCUENTRAN LOS ACUERDOS SOBRE EL FUTURO DEL
CENTRO DE REMONTA DE L´HOSPITALET DE LLOBREGAT (Número de expediente
181/002264)



El señor PRESIDENTE: Pregunta también del señor Marsal Muntalá, del
Grupo Socialista: Situación en que se encuentran los acuerdos sobre
el futuro del Centro de Remonta de L´Hospitalet de Llobregat.

Señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: Como usted bien sabe, entre las diferentes
instalaciones que en Cataluña existen, bien utilizables, utilizadas,
o bien ya desafectadas, en el término municipal de L´Hospitalet de
Llobregat existen dos: Una, el Centro de Remonta, y otra, los
cuarteles de Lepanto. La situación de las dos es distinta, pero hay
algo en común, y es que están en una cierta fase de impasse. Esto
hace que el propio ayuntamiento de esta ciudad tenga cierta
preocupación, ya que afectan a zonas urbanísticas de cierto interés y
a proyectos futuros del ayuntamiento. Por eso este diputado presentó
dos preguntas, una referente a cada uno de estos dos centros. La de
los cuarteles de Lepanto será contestada próximamente por el
secretario de Estado, y el centro de Remonta hoy va a responderla
usted.

Usted conoce bien que el 17 de mayo de 1994 se firmó entre el
secretario de Estado de Administración Militar, en nombre y
representación del Ministerio de Defensa, y el consejero de
Agricultura, Ganadería y Pesca, en nombre y representación de la
Generalitat de Cataluña, un convenio sobre el futuro y la utilización
de este centro, que se denominó: Convenio de cooperación técnica en
el ámbito de la ganadería equina. Posteriormente, una serie de
dificultades materiales, más bien no debidas a ministerios, sino a la
otra parte firmante, han dificultado el cumplimiento de estos
compromisos, de forma que el 23 de abril del año 1997 se produjo una
cierta denuncia, aunque no en el sentido formal, sobre este acuerdo y
se entró en un proceso de renegociación y de reconsideración. Se creó
una comisión conjunta, integrada por personal de ambas instituciones,
han pasado dos años y el tema sigue abierto. Ello nos lleva a
preguntarle en qué situación se encuentran las conversaciones y cuál
es el futuro. El alcalde del ayuntamiento de L´Hospitalet, ha
ofrecido su colaboración a fin de desbloquear y garantizar el futuro
de este centro.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Ménendez): Como siempre,
está usted casi más informado que el compareciente sobre el fondo del
asunto. Efectivamente, hay un convenio, que S.S. conoce, que se
acordó en el año 1994, en el que básicamente el Ministerio de Defensa
aportaba tres cosas: la cesión para el uso del inmueble, aportación
de ganado para determinadas prácticas y personal.

El convenio contemplaba un período transitorio de dos años, que
terminaba justamente cuando este Gobierno se hizo cargo de su
gestión. Desde entonces hemos estado en
contacto con don Alberto Juanola, director general de Estructuras
Agrarias de la Generalidad de Cataluña, que ha sido en principio el
que ha estado más directamente preocupado por el asunto por razón de
su competencia.

En esas negociaciones hemos avanzado claramente en los dos primeros
aspectos, y yo creo que en el tercero, para dejar claras las cosas.

En el aspecto de personal hemos resuelto el problema que planteaba el
hecho de que la legislación militar no permitía, salvo que se
declarara de interés para la defensa esos puestos, que militares se
quedaran trabajando fuera de la organización militar; eso nos creaba
problemas de carrera y, por lo tanto, todos están ya en otros
destinos, etc.

Sabe S.S. que también la nueva ley va a resolver un poco el dichoso
tema de la claridad de las situaciones administrativas para evitar
este ejercicio de potestades discrecionales, que por bien que se
ejerciten siempre pueden dar lugar a alguna duda y que, por lo tanto,
es bueno que estén perfectamente definidas en la ley. El asunto de
personal, por lo tanto, está resuelto, y en principio la Generalidad
con sus medios está atendiendo ahora ese tipo de actividades.

En segundo lugar, en cuanto al ganado a dedicar a las actividades
sobre todo de silla, hemos llegado también a un acuerdo. De manera
que seguimos suministrando ese ganado, pero priorizando el servicio
de cría caballar; es decir, el tener nosotros los mejores sementales
al servicio del trabajo que tienen que desarrollar. Aprovecho esta
ocasión para decir que el servicio de cría caballar es uno de los
patrimonios biológicos más importantes que tiene España, conservado
gracias al buen trabajo de las Fuerzas Armadas, a pesar de que hoy en
sentido estrictamente militar ya no sea necesario, y yo como
subsecretario gestiono esa azarosa trayectoria de las regulaciones
orgánicas, al que tengo un enorme cariño, porque creo, que presta un
gran servicio y tiene un enorme prestigio internacional. El capital
biológico, hoy que está tan de moda la ecología, que representa el
servicio de cría caballar es muy importante.

Por último, queda el asunto del inmueble. Naturalmente el Ministerio
de Defensa, como siempre, pacta sunt servanda, pues sigue cumpliendo
con sus compromisos. La cesión sigue vigente y se sigue satisfaciendo
por parte de la Generalidad el canon correspondiente con toda
diligencia, pues para nosotros es siempre mejor en cuanto a los
plazos. Puesto que nosotros ya no tenemos la instalación y
eventualmente se podía declarar enajenable por el procedimiento de la
Gerencia de Infraestructuras, etc., lo que hay que hacer es pagarlo,
señoría. Por lo tanto, creo que las discusiones están en ese terreno.

Porque hablamos siempre, y acabamos de hacerlo en esta casa, que es
la de todos los españoles, de la conciencia de defensa, pero luego a
veces nos piden cosas imposibles o se le piden cosas imposibles al
Gobierno de turno o al Ministerio de Defensa de turno, porque no se
puede sorber y soplar al mismo tiempo, y el presupuesto no se estira
como un chicle. De acuerdo con la política que estamos siguiendo en
materia de inmuebles (también el de L´Hospitalet y supongo que el
cuartel de Lepanto, pero no tengo los datos; el secretario de Estado
lo conoce mejor que yo y creo que está siguiendo la tramitación)
están en disponibilidad, en su caso, de ser enajenados, pero pagando
porque nosotros respondemos ante los



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ciudadanos de que tenemos que hacer una administración correcta. Cada
vez se complica más el mercado de las administraciones públicas.

Porque si es verdad que una de las virtudes de nuestra Constitución
es la descentralización, el acercamiento de la Administración a los
ciudadanos, también es verdad y su señoría lo conoce perfectamente,
genera una pluralidad de administraciones públicas con intereses
todos públicos, pero parcialmente contrapuestos, que hay que
conciliar, al servicio del interés general de España, y en este caso
al interés general de su defensa. Lo único que le puedo decir es que
por parte del Ministerio hay la misma disponibilidad que en relación
con cualquier otro inmueble y que, en todo caso, seguimos manteniendo
el pacto en estos términos que hemos corregido, consecuencia de la
experiencia de los dos años y del puro imperativo del cumplimiento de
la ley. Pero las relaciones con la Generalidad son en este sentido
constructivas y cordiales. Creo que el problema en la aproximación
técnica se ha resuelto perfectamente, y no tengo más información.




El señor PRESIDENTE: Señor Marsal.




El señor MARSAL MUNTALÁ: No voy a entrar en los temas escabrosos de
la cría caballar, que no parece muy adecuado en una Comisión de
Defensa. Solamente quiero preguntarle si tienen una previsión de
cuándo se va a llegar a un acuerdo; si este acuerdo puede ser por la
vía de la firma de un nuevo convenio parecido al anterior o si
realmente la salida es el de la venta de estos edificios.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): El Gobierno no
elude ningún tema, por escabroso que sea, y no creo en este caso de
la cría caballar que lo sea singularmente. Yo comparto un poco la
bonhomía en este caso de nuestro Premio Nobel, en el sentido de que
hay que dar a las cosas de la vida el trato normal que deben tener. Y
la cría caballar tiene un servicio de remonta que obviamente está
para garantizar una calidad de la cabaña equina en este caso, que no
ofrece ningún problema. Hay palabras malditas. Yo recuerdo de mi
servicio militar, singularmente en un periodo en que tenía al lado al
servicio de cría caballar, al mamporrero, pero se puede hablar
absolutamente de todo en esta casa, que es la de todos los españoles.

Quiero decir que a veces hablamos de ecología, de grandes cosas, y
luego resulta que tenemos alguna reticencia para hablar con claridad
de otros temas.

La intención del Gobierno en este momento, como he dicho, no es hacer
un nuevo convenio, en la medida en que hay uno firmado y estamos
cumpliéndolo, con esas matizaciones que hemos hecho, de acuerdo con
la comisión de gestión que está nombrada al efecto; es decir, que la
propia comisión se reúne y lo va adaptando. Por lo tanto, el convenio
se está cumpliendo, y por lo tanto, no hay ninguna previsión.

Lo que he dicho, en cuanto al inmueble, es que si en principio no
fuera necesario para la defensa, y a través del procedimiento
previsto en la ley de gestión de la Gerencia de Infraestructuras
etc., se pudiese enajenar, tampoco
habría inconveniente por parte del Ministerio de Defensa, dejando
claro, naturalmente, que la enajenación supone una fijación del
precio razonable. En este momento el centro sigue funcionando con
arreglo al convenio y este es el statu quo hasta donde yo sé, por lo
que me informan mis servicios, en relación con el tema de
L´Hospitalet de Llobregat.




- COMPARECENCIA DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DE DEFENSA (MENÉNDEZ MÉNENDEZ)
PARA EXPLICAR LAS CIRCUNSTANCIAS QUE HAN CONDUCIDO A LA APROBACIÓN DE
110 ASPIRANTES A TROPA PROFESIONAL SUSPENDIDOS PREVIAMENTE POR ERROR.

A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL CONGRESO. (Número de expediente
213/000917)



El señor PRESIDENTE: Y final y paradójicamente vamos a entrar en el
punto número 1 del orden del día: Solicitud de comparecencia del
Ministro de Defensa -por acuerdo de la Mesa comparece el
subsecretario- para explicar las circunstancias que han conducido a
la aprobación de 110 aspirantes a tropa profesional, suspendidos
previamente por error.

Señor Subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): Paso a exponer
esta circunstancia, advirtiendo de entrada que hay un error en la
formulación de la pregunta, un error no intencionado, obviamente, y
producto, a lo mejor, de la información equivocada que ha salido en
prensa, porque no se trata de que se haya aprobado a quien había
suspendido. El proceso de selección tiene varias fases y el problema
se detectó en la primera, al realizar las pruebas psicotécnicas.

El problema fundamentalmente consistió en lo siguiente: A lo largo de
todo el proceso de incorporación en el modelo profesional, hay dos
fases fundamentales, una primera son unas pruebas psicotécnicas, en
las que básicamente hay dos cuadernillos, uno de carácter verbal y
otro numérico, con pruebas tipo test, que se corrigen con una
plantilla, y que naturalmente no tiene la identificación de los
aspirantes, por razones obvias, para garantizar la neutralidad, pero
que sí están localizados los cuadernillos que se reparten en cada
zona. A lo largo del año pasado, con 12.500 incorporaciones, hubo
reclamaciones mínimas, de acuerdo con la Ley de procedimiento
administrativo, cuando en cada caso alguien cree que lo ha hecho
bien, etc. Pero en esa última convocatoria surgió un problema que
estadísticamente llamaba la atención a los servicios, y es que en una
de las aulas de Madrid, en donde se había celebrado el examen,
estadísticamente había un enorme volumen de reclamaciones y también
un enorme volumen de gente que estaba declarada no apta.

Hechas las investigaciones correspondientes, se detectó que se había
cometido un error en el cuadernillo que se había presentado a la
celebración de las pruebas, de manera que al aplicar la plantilla del
cuadernillo que estaba previsto, salía automáticamente que todo el
mundo estaba suspendido. Aplicándose la plantilla del cuadernillo
correcto



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salía un resultado distinto, en el que aproximadamente 110 de los
ciento treinta y pico exámenes que había mal corregidos reunían las
condiciones. Pero se había celebrado, además, en ese momento la
segunda de las pruebas, con lo cual, en términos de puro
procedimiento administrativo, perjudicábamos el procedimiento si
volvíamos atrás. Como no había perjuicio para los interesados, lo que
se les notificó fue que en la convocatoria primera de este año, el
primero de marzo, podían incorporarse a la segunda de las pruebas y
ya seguir el proceso. Así ha sido y los datos que me suministra la
Dirección General de Reclutamiento dicen que, de los 110 exámenes que
estaban mal corregidos y aprobados, ahora han realizado la segunda
prueba con éxito 72 nada más. Por lo tanto, repito que, no se trata
de aprobar la prueba sino de ir pasando por las diferentes fases.

Ya en esta primera convocatoria para, no corregir, porque realmente
el sistema venía funcionando, y prueba de ello es que las
reclamaciones de la gente permitieron detectar el error. Sin embargo,
en esta primera convocatoria hemos incorporado alguna mejora.

Sustancialmente lo que hemos hecho ha sido incorporar en la primera
convocatoria de 1999, y ahora ya sistemáticamente, lo que con
carácter general está en la Ley de procedimiento administrativo, es
decir, que se podrán hacer reclamaciones, estableciendo un plazo de
10 días, con objeto de que se puedan resolver si son sobre la primera
prueba, antes de que se inicie la segunda, y ya se puedan incorporar
en el mismo proceso. Al mismo tiempo hemos establecido la medida no
sólo de conservar los originales de los cuadernillos de las preguntas
-que conserva siempre el servicio psicotécnico-, sino de todos los
que realizan el examen hasta que se termine ese plazo de
reclamaciones. De manera que la comprobación va a poder ser igual de
buena que ahora, pero más automática y más rápida. Y en última
instancia, y por si acaso quedara alguna duda al respecto, la
Dirección General de Reclutamiento solicitó dictamen de la asesoría
jurídica, que ratificó en principio esta solución, puesto que se
trataba de no perjudicar a los afectados, en primer lugar, y salvar
el principio de eficacia del procedimiento administrativo, ni tampoco
a terceros que eventualmente pudieran estar concursando con los
afectados.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, solicitante de la
comparecencia, tiene la palabra la señora Sánchez López.




La señora SÁNCHEZ LÓPEZ: Habíamos solicitado esta comparecencia
porque sobre este hecho no hubo mucha información en los medios y
sólo en uno de tirada nacional apareció esta noticia. La información
ha podido ser un poco escandalosa y quizá haya origiando dudas a los
ciudadanos sobre si el Ministerio de Defensa realmente defiende,
ajustándose a derecho, el principio de igualdad de oportunidades de
los españoles ante la ley. Pero estas dudas no es la primera vez que
se han suscitado entre los ciudadanos y entre los representantes del
pueblo también, porque es el segundo error de estas características
que el Ministerio de Defensa comete en esta legislatura. Recordarán
que el primer error se produjo en 1997, cuando se resolvieron los
excedentes de cupo del servicio militar. En aquella
ocasión sí hubo gran profusión de información pública y el
Ministerio de Defensa compareció en varias ocasiones en esta Cámara.

En esta ocasión no ha sucedido así, y a nosotros nos parece incluso
más grave este caso, porque se está hablando de igualdad de
oportunidades en el acceso al empleo, señor subsecretario, y esta es
una cosa muy seria.

Usted en su comparecencia ha dicho algo que a mi todavía me preocupa
más, y es que con posterioridad a este hecho en el Ministerio de
Defensa han decidido cumplir la Ley de procedimiento administrativo,
o al menos eso he creído yo entender, es decir, que a partir de ahora
sí va a existir el derecho de reclamación y que se van a establecer
10 días para poder ejercer este derecho por parte de los aspirantes.

He creído entender que en aquel momento, cuando se produjeron los
hechos, esto no se podía producir, por lo tanto no se cumplía la Ley
de procedimiento administrativo. Pero no se podía producir no sólo
porque no hubiese un plazo abierto por parte del Ministerio de
Defensa, sino porque se destruían las plantillas con las preguntas,
o al menos eso es algo que venía en la información. Nos gustaría que
también se aclarase en todo caso este extremo.

A nosotros nos parece perfecto. Apoyaremos al Ministerio de Defensa
para que subsane este tipo de errores. Queremos que nunca más se
vuelvan a cometer este tipo de errores por una razón muy sencilla:
primero, porque no se debe conculcar ese principio de igualdad de
oportunidades; segundo, porque es muy negativo por la imagen que se
da de las Fuerzas Armadas; así como del proceso de
profesionalización. Están ustedes haciendo lo que yo considero una
excelente campaña en cuanto a la publicidad de las plazas para
soldados y marinería profesional. Hechos como este pueden estropear
esa buena imagen de un proceso de profesionalización, que ya de por
sí es complicado y tiene problemas propios como para que se añadan
otros que provienen más de la negligencia o de la falta de
profesionalidad de un ministerio cuya gestión estelar es precisamente
la profesionalización de las Fuerzas Armadas. Espero que el señor
subsecretario nos aclare algunos de estos puntos y que nos aclare
también si detectaron los responsables de ese tema y qué es lo que ha
pasado con ellos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Popular, tiene la palabra el señor
González Pérez.




El señor GONZÁLEZ PÉREZ: Quizás haya discrepancias, lógicamente, con
el planteamiento de la anterior portavoz. De las explicaciones que el
subsecretario ha dado aquí, yo he sacado tres conclusiones
fundamentales: La primera es que el mecanismo de control funciona, y
funciona no solamente porque haya habido una serie de reclamaciones
con respecto a unos exámenes, sino por el hecho de que se lleva una
fiscalización exhaustiva de ellas. Era muy raro que en un centro en
concreto se diera ese uno por mil, que es el global de las
reclamaciones que se vienen realizando en torno a las pruebas
selectivas de acceso al Ejército profesional. Eso llevó a que de
oficio, como ha dicho el señor subsecretario, se hiciera la
comprobación pertinente. Por lo tanto, el primer punto es que el
mecanismo de control sobre el funcionamiento de las pruebas
selectivas funciona perfectamente. De hecho se ha rectificado, a
través de la pertinentecomprobación de estas reclamaciones, no
solamente



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en el conjunto de aquellos que habían reclamado sino en aquellos que
sin haber reclamado podían haber tenido la posibilidad, como de hecho
así posteriormente ha sido, de pasar a la segunda fase.

En segundo lugar, no solamente hay mecanismos de control que
determinan claramente cuáles han podido ser los fallos en este caso,
sino que además no ha habido un perjuicio a terceros. Del conjunto
global de las plazas convocadas y cubiertas, hay un margen bastante
importante para que estas personas, estos 110 aspirantes inicialmente
aprobados y suspendidos, entre comillas, por error lógicamente,
pudieran incorporarse a la siguiente fase en la segunda prueba, que
era la que les hubiera correspondido si ese error humano, entre
comillas, no se hubiera producido.

Y en tercer lugar, hemos visto perfectamente cómo al detectar el
primer caso hay la posibilidad de la modificación del mecanismo de
corrección. En este caso se han acometido, lógicamente, las
modificaciones pertinentes para que esto no vuelva a suceder.

Aquí incidiría en un tema importante. Yo creo que no solamente no va
a retraer a personas a que se presenten a las pruebas de acceso al
ejército profesional, sino que los que han visto en este caso como
sus pruebas han sido rectificadas por los propios mecanismos de
control incentiva a que las cosas se hacen como se deben de hacer.

Aquellas personas que en su momento por un error, por un defecto, en
todo caso, vieron cómo quedaban excluidas de aquella posibilidad de
entrar en la segunda prueba, han comprobado cómo ha funcionado
perfectamente todo el mecanismo que tiene establecido el Ministerio
de Defensa para estos casos, y eso les garantiza de que hay una
puridad absoluta a la hora de poder acceder a las pruebas.

Independientemente de felicitar en este caso al Ministerio por la
rapidez porque ha permitido que puedan incorporarse aquellas personas
de una convocatoria a otra, quiero decir me parece correcta su
actuación. Hay un reconocimiento explícito de que hubo un error como
consecuencia de los cuadernillos o de las plantillas, y esto lo que
viene a determinar es que el sistema está funcionando correctamente,
con los errores que se pueden cometer en estos casos, que nadie está
libre de ellos, porque en el fondo, aunque las plantillas y los
cuadernillos al final los corrijan los ordenadores, eso está siempre
determinado por el factor humano, y el factor humano a veces se
equivoca.




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): Señora
diputada, le agradezco la pregunta y, sobre todo, el tono en el que
lo ha hecho, que es la búsqueda de la verdad, aunque creo que me he
expresado insuficientemente en algún aspecto, que voy a matizar
ahora, porque la idea parece que no ha quedado clara.

Quiero decir que muchas veces el Ministerio de Defensa sufre una
especie de patología en la comunicación o en los medios porque parece
que todo lo que está vinculado con el uniforme es especialmente
escandaloso. Naturalmente, como responsable político -y S.S. que
comparte estas tareas estará de acuerdo-, a mí no me queda más que
hacer mi trabajo, responder ante la Cámara, ante los españoles
y, en su caso, siempre ante los medios, respetando cualquier
opinión, que en una democracia como la nuestra afortunadamente es
libre. Pero sí es verdad -comparto con S.S. esta teoría- que a veces
se utiliza todo un poco excesivamente tergiversado.

El Ministerio de Defensa garantiza escrupulosamente dos cosas, lo
cual no constituye ningún mérito, sino una obligación elemental.

Primero, la aplicación estricta de la ley; y segundo, el principio de
igualdad. Lo ha garantizado siempre. En este caso en los términos que
he dicho y que voy a reiterar, porque creo que con la interpretación
que hace S.S. algún aspecto no ha quedado suficientemente claro, y en
cualquier otro con carácter general.

Aunque este es un criterio político, yo creo que por parte de este
Gobierno, y singularmente del Ministerio de Defensa, nunca hemos
venido a esta Cámara que, en definitiva, es la representación de los
españoles, a contar ninguna historia. Si se comete un error, por
pequeño que sea y mínimo como es este, pues se ha cometido. Está
regulado en la Ley de procedimiento administrativo como error de
hecho. Si tiene usted en cuenta que aproximadamente se han corregido,
desde que se ha iniciado el ejército mixto, 258.000 exámenes, y que
sólo se ha producido este error singular en 130, además en el año en
que se ha producido un incremento de 12.000 plazas, verdaderamente el
error es puramente material. No es un error para exigir más
responsabilidad en el funcionamiento del servicio que la de evitarlo,
porque es un error puramente material de quien colocó materialmente
un cuadernillo en lugar de otro.

También tenemos que acostumbrarnos, dentro de la idea puramente
democrática de la exigencia de responsabilidades, cuando de verdad
estas hay que asumirlas y yo políticamente no renuncio a ninguna, a
no maltratar a todos los servidores públicos que hacen su trabajo, no
podemos convertir esto, que es un problema absolutamente nimio, en
coger al funcionario que se equivocó al poner un cuadernillo por otro
y fusilarlo al amanecer. Estoy exagerando, evidentemente, pero creo
que es bueno hacer esta reflexión, señoría, porque el debate
democrático debe de estar construido sobre el respeto recíproco.

Dicho esto, yo no he afirmado, y creo que me he expresado mal si se
ha entendido así, que no se estuviera cumpliendo la ley; al revés. Lo
que he dicho es que siempre se cumple la ley. En todas las
convocatorias se aplica, como no puede ser de otra manera, la Ley de
Procedimiento Administrativo, y la prueba de que el sistema funciona
es que fueron las reclamaciones de los afectados las que nos hicieron
detectar el error. Lo que ocurre es que la Ley de Procedimiento
Administrativo, como toda ley, contempla esa posibilidad con carácter
general, y lo que nos ocurrió esta vez es que, como la gente se
retrasó en reclamar, pudimos enlazar mal con la segunda fase. ¿Qué
hemos hecho después? Hemos puesto en la propia convocatoria un
recordatorio de lo que dice la Ley de Procedimiento Administrativo,
de tal manera que la gente, al leer la convocatoria, sepa que existe
ese recordatorio. Eso, por otra parte, señoría, está en el contexto
de una política seguida por las administraciones publicas desde hace
tiempo y en la que este Gobierno está insistiendo también mucho, cual
es la de daruna respuesta pronta y eficaz a los ciudadanos, incluso
con



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el mecanismo del silencio positivo, que obliga mucho a las
administraciones.

Por lo tanto, los dos problemas que había aquí y que la asesoría
jurídica enfocó: atender a quienes tenían derecho y no perjudicar los
derechos de terceros, se han resuelto con arreglo a la Ley de
Procedimiento y a la ley en general, sin ningún género de dudas. De
hecho, como S.S. sabe, la Ley de Procedimiento establece precisamente
un principio general, consagrado en algunos de sus artículos (ahora
no me acuerdo exactamente en cual), en donde se hace referencia a que
si hay algún defecto en cada tramo del procedimiento debe de
corregirse sin perjudicar al conjunto, precisamente para ganar en
agilidad y en eficacia. Desde ese punto de vista, no he dicho, ¡Dios
me libre!, que el Ministerio de Defensa no aplicara la Ley de
Procedimiento, lo cual sería naturalmente un disparate. Lo que he
dicho es que ahora, aprendiendo también de ese error y tratando de
evitarlo, estamos tratando de que las reclamaciones lleguen antes
para poder agilizar la respuesta, procurando, eso sí, que no se
produzca ningún error nuevo, aunque los errores materiales se pueden
producir porque somos humanos.

La segunda medida es a mayor abundamiento; no es que desaparecieran
los originales, en el órgano central se conservan, lógicamente, los
originales de cada examen. No se conservan los de cada uno de los
afectados, sólo las matrices. Ahora vamos a conservar absolutamente
todo hasta que pasen los 10 días, aunque esperamos naturalmente que
no se produzca otro error.

Es muy importante destacar que seguramente en ningún sitio, aunque no
soy yo quien para decirlo, como en el Ministerio de Defensa y en las
Fuerzas Armadas el principio de igualdad está garantizado. Principio
de igualdad que a veces exige enormes sacrificios de unos y de otros,
porque en el Ministerio de Defensa se tiene muy claro, por la propia
esencia de la función de la milicia, que no sólo estamos en una
sociedad de derechos, qué duda cabe y afortunadamente, sino también
en una sociedad de deberes, y que, por lo tanto, ese principio de
igualdad es absolutamente fundamental y todos tenemos que contribuir,
a veces con sacrificio de lo propio, para que el otro pueda ser
igual. Y no me gustaría que un incidente tan nimio cuantitativa y
técnicamente como éste se tradujera en la idea de que se vulnera el
principio de igualdad, aunque, como S.S. ha expresado claramente, es
consciente de que no es así.

Por último, me alegro mucho de que haya formulado la pregunta y en
estos términos y le reitero, que compartimos plenamente la necesidad
de que se contemple la actuación de las Fuerzas Armadas con la
objetividad necesaria y con todas las críticas que sean necesarias.

En la nueva ley y en el funcionamiento cotidiano del Ministerio,
desde la institución del Defensor del Pueblo, conectada directamente
con esta Cámara, hasta la vía del recurso administrativo, la nueva
inspección de las condiciones de vida, que a sugerencia de su grupo
parlamentario se ha incorporado en la ley, hasta los consejos
asesores, todo está volcado para que la gestión sea absolutamente
transparente. Deberíamos conseguir que cuando se produce cualquier
incidente normal en el que interviene un militar eso no se convierta
automáticamente en una deslegitimación radicalmente injusta del
trabajo de los hombres y mujeres que lo desarrollan en
el ámbito de Fuerzas Armadas y en el ámbito del Ministerio de
Defensa.




El señor PRESIDENTE: Señora Sánchez, sin que sirva de precedente,
porque en las comparecencias no hay réplica, tiene tres minutos.




La señora SÁNCHEZ LÓPEZ: Intervengo muy brevemente, señor presidente,
sólo para aclarar que está absolutamente alejada del ánimo de mi
grupo parlamentario cualquier descalificación global de la gestión de
este Ministerio ni de ningún otro Ministerio, para puntualizar que en
ningún momento consideramos que haya habido ningún tipo de
intencionalidad por parte ni de funcionarios del Ministerio de
Defensa ni mucho menos de responsables políticos.

Lo único que sí me gustaría decir es que no tengo yo tan claro como
el señor subsecretario que los 227 ciudadanos que aspiraban a las
4.448 plazas en aquel momento tuvieran exactamente las mismas
oportunidades que el resto de los aspirantes, desde el momento en que
a estas 226 personas casi se podría decir que se les aprueba o se les
suspende por aproximación; que los 110 que en segunda instancia, tras
ser suspendidos, son aprobados tienen que esperar a otro reemplazo, a
la convocatoria siguiente, en 1999, para hacer la segunda prueba; que
no hay ninguna seguridad de que la nota, a pesar de haber aprobado,
sea la nota que habrían sacado si se les aplica la plantilla
correctamente desde el principio. ¿Y todo esto qué significa? Que es
verdad que son pocos los ciudadanos en relación a la cantidad de
plazas que han salido, pero aunque fuese un solo ciudadano cuya
igualdad de oportunidades con respecto a los demás estuviese en duda,
mi grupo parlamentario plantearía la comparecencia y se preocuparía
por este ciudadano. No es justificación el que sean pocos. Aunque
fuese uno solo, señor subsecretario, sería importante preocuparse por
su derecho.




El señor SUBSECRETARIO DE DEFENSA (Menéndez Menéndez): Efectivamente,
señoría, aunque fuese uno solo, no es una cuestión de cantidad;
aunque fuese uno solo, porque los derechos constitucionales de todos
los españoles son derechos individuales y personales. Pero no es
correcto que haya alguna duda. Una vez que se detecta el error y que
la plantilla que corresponde al cuaderno correspondiente se aplica,
no hay duda ninguna, el resultado es absolutamente exacto y, por lo
tanto, de igualdad de oportunidades absolutamente para todo el mundo.

Además, se reacciona con la rapidez que mi grupo parlamentario ponía
de manifiesto antes, y que le agradezco, y se resuelve el problema.

En ese sentido, la preocupación es por cualquier error, por mínimo
que sea. Lo que he tratado de decir es que el error en el conjunto de
la actuación procedimental no es significativo. No me refería
naturalmente a las personas afectadas, me refería al conjunto
numérico.

Por otra parte, en cuanto a la aplicación de la Ley de Procedimiento,
tampoco hay absolutamente ninguna duda. Casi por deformación
profesional, en este caso de este subsecretario, nosotros tenemos a
la asesoría jurídica del Ministerio y del Consejo de Estado
trabajando a todo vapor continuamente, porque cuando hay la más
mínima duda



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desde el punto de vista legal, se consulta para estar seguros
exactamente de dónde estamos. Por supuesto, señoría, que no he
deducido de su pregunta ningún juicio de intenciones sobre las
personas que trabajan en el Ministerio de Defensa, pero sí he
aprovechado la pregunta para hacer referencia a esa idea tan
extendida hoy, que creo que es mala en términos políticos y en
términos de interés general, de convertir absolutamente todo, como S.

S. por hacer una paradoja ponía de manifiesto, en un escándalo, entre
comillas, porque acabamos agotando a veces a la opinión pública con
detalles que desde el punto de vista individual, y vuelvo a lo de
antes, tienen una trascendencia fundamental y que hay obligación de
atender, pero que al final no son, entre comillas, nada sustancial.

Lo cual no deslegitima, sino todo lo contrario, la formulación por
parte de S.S. de la pregunta, como es su obligación.

Le reitero mi agradecimiento porque sí nos interesa dejar
absolutamente claro que para el acceso al empleo
todos los españoles tienen, en el caso de las Fuerzas Armadas,
exactamente la misma igualdad de oportunidades.




El señor PRESIDENTE: Señorías, hemos llegado al final del orden del
día. Les agradezco a todos su presencia, especialmente al señor
subsecretario, y les anuncio que la Comisión celebrará nuevamente
sesión el próximo día 12 de mayo y contará con la presencia del
secretario de Estado de Defensa.

Se levanta la sesión.




Era la una y treinta minutos de la tarde.




Nota.- El presente «Diario de Sesiones», de la Comisión de Defensa,
del martes, 27 de abril de 1999, no guarda la relación cronológica
habitual, con el fin de no retrasar la publicación de los «Diarios de
Sesiones» ya elaborados.