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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 655, de 17/03/1999
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 655



CONTROL PARLAMENTARIO DE RTVE



PRESIDENCIA DE LA EXCMA. SRA. D.a CARMEN ALBORCH BATALLER



Sesión núm. 33



celebrada el miércoles, 17 de marzo de 1999



ORDEN DEL DÍA: Comparecencia del señor director general del Ente
Público RTVE (Cabanillas Alonso) para informar de su entrevista con
el comisario europeo de la Competencia, Van Miert, acerca del futuro
de dicho Ente. A solicitud de los grupos parlamentarios Federal de
Izquierda Unida y Mixto. (Número de expediente 212/001808)
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Se abre la sesión a las once de la mañana.




La señora PRESIDENTA: Se abre la sesión.

Comparece el director general del Ente Público de Radiotelevisión
Española, para que informe de su entrevista con el comisario europeo
de la Competencia, Van Miert, acerca del futuro de dicho Ente.

Tiene la palabra el señor director general.

El señor DIRECTOR GENERAL DEL ENTE PÚBLICO RADIOTELEVISIÓN ESPAÑOLA
(Cabanillas Alonso): Muchas gracias, buenos días a todos. Intentaré
ser breve, puesto que esta cuestión ya ha sido tratada en anteriores
comparecencias ante la Comisión de Control.

Como saben ustedes, en lo que se refiere a la reunión
específicamente, fue un intercambio de opiniones en el que el
comisario mostró un enorme grado de interés. Resaltaré en primer
lugar, su espíritu de colaboración y, en segundo



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lugar, la carencia de información y de datos al respecto que tenía,
resaltando siempre el respeto a los principios básicos y, sobre todo,
a la absoluta autonomía de decisión de las instituciones españolas a
la hora de definir tanto el modelo como la forma de financiación de
las televisiones públicas. Volvió después a resaltar la importancia,
pero a nivel europeo, no únicamente a nivel nacional, de llegar a una
definición lo más unificadora posible del concepto de servicio
público, insistiendo nuevamente en que corresponde a los Estados
miembros realizar tal definición. La mayor parte de la entrevista se
centró en definir los conceptos de transparencia y proporcionalidad,
ambos con un objetivo muy claro: la propia definición de ese servicio
público. Evidentemente, la transparencia no está sólo ligada a esa
definición de servicio público, sino también, para la buena gestión
de cualquier compañía, debe existir la transparencia en sus datos
económicos y financieros y, por supuesto, en ese mismo contexto, la
necesidad del establecimiento de una contabilidad analítica, no como
un concepto explícito, porque ya saben ustedes que hay distintos
tipos de contabilidad analítica, sino como un método que pudiera
realizar la adscripción de costos e ingresos a las distintas unidades
o programas del grupo.

Junto a todo ello, anticipó y resaltó también que se trataba de un
procedimiento de información, como he dicho al principio, por la gran
carencia de información al respecto que se tiene en la Comisión. Se
enviaría dicha solicitud de informacion, que no era definitiva en el
sentido de que fuera la única que se pudiera enviar, sino incluso -y
así está previsto por el propio procedimiento-, después de las
respuestas a esa primera solicitud de información, la Comisión
también se reservaba el derecho de realizar una o más solicitudes
clarificadoras de información al respecto. En las anteriores
comparecencias no pudimos hacer referencia explícita al texto de esa
comunicación, porque efectivamente se recibió a primeros del mes de
marzo. Únicamente quisiera resaltar cuatro cuestiones formales de
importancia, y me importa resaltarlo por los equívocos generados,
quizás en prensa o por distintos comentarios. En primer lugar, no se
trta de un expediente abierto ni contra ni solicitando información a
Televisión Española únicamente. Se trata de un expediente, y les leo
su propio título: «Ayudas a entidades públicas de radiodifusión en
España». Es decir, se dirige a las distintas entidades públicas
existentes en nuestro país. En segundo lugar, está dirigido, como
bien saben ustedes, por procedimiento comunitario, no a
Radiotelevisión Española, no a las distintas entidades, sino al
Gobierno español. El Gobierno español es quien recibe esta solicitud
de información; recabará la información misma y enviará a Bruselas la
contestación en cuestión.

El plazo de contestación es el clásico de un mes, y cuenta a partir
del momento de la recepción de la misma. En este caso, la
contestación debería realizarse en los primeros días del mes de
abril.

Daré una pequeña pincelada sobre el contenido. Junto a esa solicitud
al Gobierno, e indirectamente por tanto a las distintas entidades
públicas, en lo que se refiere a Televisión Española, puesto que
obviamente no estoy en la disposición de hacer comentarios sobre las
demás televisiones autonómicas, la información sobre la que se basa
es bastante
limitada, por no decir pobre; y en segundo lugar, también los
datos de los que dispone en estos momentos la Comisión son bastante
poco ajustados a la realidad. Por tanto, ya del propio texto e
independientemente del fondo de la cuestión, hay mucho que clarificar
sobre la información, que es la que origina el expediente. En
concreto, las solicitudes de información específicas que se hacen al
final -y vuelvo a insistir- dirigidas a las distintas televisiones,
son: en primer lugar, la definición de las obligaciones del servicio
público encomendadas a Radiotelevisión, como así expresó en esos
mismos términos el propio comisario en nuestra entrevista; en segundo
lugar, el cálculo de los costes netos. Se entiende por costes netos
lo que han sido los distintos ingresos en sentido amplio, eliminando
lo que han sido los ingresos por venta de productos o por publicidad;
en tercer lugar, el balance de Radiotelevisión Española de los
últimos 10 años; en cuarto lugar, una solicitud de información
relativa a las relaciones con Retevisión y los organismos de la
Seguridad Social en los últimos 15 años. Esto tiene su origen en un
entendimiento, a nuestro juicio equivocado sobre algunos retrasos en
los pagos tanto a la Seguridad Social como a Retevisión, que han sido
meramente circunstancias en su caso; y en último lugar, las
condiciones de reembolso de deudas por parte de Radiotelevisión
Española, o lo que es lo mismo la otra parte de lo que es el sistema
de financiación.

Sí les rogaría a SS.SS. que tuvieran en cuenta que esta solicitud de
información es per se confidencial, y nosotros estamos sujetos a la
comunicación al Gobierno, que es quien contesta a la hora de expresar
aquellos puntos o aquellas cuestiones que preferiríamos mantener
confidenciales, puesto que, de no explicitarlo así, estaría accesible
a terceras partes por parte de la Comisión. La Comisión estaría en
disposición de proporcionar una copia de esta carta a terceras
partes. Yo he preferido sinceramente explicarles lo que han sido las
cuatro o cinco preguntas, y quisiera rogarles, en la medida de lo
posible, que lo mantuvieran en este contexto, máxime cuando ho menos
elaborado la contestación definitiva.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Alcaraz, como
representante de uno de los grupos que ha solicitado la comparecencia
del director general.

El otro grupo ha sido Nueva Izquierda, y nos ha dirigido un escrito
excusando su asistencia por tener que estar en otras comisiones.

El señor Alcaraz tiene la palabra.




El señor ALCARAZ MASATS: Señor Cabanillas, está terminando el plazo
con respecto al cual se prorrogó la subcomisión que estudia el futuro
de Radiotelevisión Española, el modelo de financiación estable que
hay que establecer y los cambios legislativos consecuentes. Estamos a
mediados de marzo y el plazo termina a finales de junio. Por cierto
que esa subcomisión no se ha reunido en esta última fase todavía
ninguna vez, y las reuniones estaban encaminadas a conseguir que
entre todos los grupos, aportando sus documentos específicos (ya
hemos aportado nuestras posiciones singulares que ya hemos
explicado), intentáramos conseguir un texto de consenso con respecto
a estos temas. Intento en principio situar en dónde estamos



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para dilucidar el sentido exacto de su respuesta a esta petición de
comparecencia. Esto, por una parte. Lo que quiere decir que, en
principio, señor Cabanillas, como usted bien sabe y ha intentado
explicar en su intervención, hay cosas de enorme importancia con
respecto al futuro de Radiotelevisión Española que sólo podemos y
tenemos que definir nosotros. Cuando digo nosotros, quiero decir el
país, por lo tanto, el Gobierno en definitiva.

El Gobierno, sustentado por el Grupo Parlamentario Popular, ha
situado este nosotros en la subcomisión. Nosotros es ahora la
subcomisión. Es más, cada vez que protestan los empleados de la casa,
o gente que se interesa por el futuro de la televisión pública, se
les dice constantemente, incluso a través de los medios de
comunicación, que eso lo tendrá que establecer la subcomisión.

Constantemente se nos sitúa como parapeto de esta situación que, a mi
juicio, tal y como van las cosas, no va a tener un final feliz, en el
sentido de que no vamos a tener ni posibilidad de ponernos de
acuerdo, porque no vamos a tener tiempo, por eso digo que no va a
tener un final feliz. Estamos a mediados de marzo, me parece que el
señor Cisneros va a convocar para el próximo jueves una comparecencia
de usted mismo en la subcomisión, pero no sé exactamente con qué
criterio ni en qué sentido, porque realmente la subcomisión tendría
que trabajar ya sobre el intento de un consenso de los grupos
parlamentarios. ¿Qué es lo que tenemos que consensuar, señor
Cabanillas?, porque esto tiene que quedar absolutamente claro para el
señor Van Miert, extinto ya políticamente, no sabemos cuál será el
próximo, pero parece que se va a nombrar muy pronto porque, aunque al
señor Aznar con el paso cambiado quiere que permanezcan en funciones
los actuales, parece que o en la Cumbre de Berlín o cerca de ella se
va a decidir que se nombren de inmediato los nuevos comisionados. Por
lo tanto, tenemos que decidir. Le voy a leer el texto del documento
de los sabios: «la era digital, la política de radiotelevisión
europea». En el texto, tal como figura a partir de una interpretación
que después hace un poco sesgada (una interpretación del Protocolo de
Amsterdam que, como se sabe, establece en el artículo 239 que los
protocolos anejos son parte integrante del mismo tratado), se dice
que se confirma la voluntad de los Estados miembros en función de la
necesidad democrática, social y cultural de cada sociedad del
mantenimiento de los servicios públicos de radiotelevisión, de cara
también a mantener y asegurar el pluralismo político y social.

Ydespués se dice: incumbe a cada Estado miembro definir y organizar
el servicio público de radiodifusión en las condiciones que juzgue
más apropiadas, encomendándole las misiones que les parezcan más
adecuadas para satisfacer el interés general. Por lo tanto, es una
cosa que tenemos que definir y que todavía está sin definir. Hay
balbuceos, conocemos declaraciones de unos y de otros, singularmente
del señor Oreja, conocemos que se intenta mantener una contabilidad
analítica para separar -cosa que nadie sabe si es posible o no, yo
creo que es imposible- lo que son programas de servicio público de
los que no lo son, en función de la financiación que podría venir
después para financiar unos y no los otros. Y sigue diciendo el
documento de los sabios: el Tratado no prejuzga la competencia de los
Estados miembros para financiar el servicio público de radiodifusión,
en la medida de que dicha financiación se conceda
para el cumplimiento de la misión del servicio público, tal y como lo
defina cada Estado miembro. Y termina con respecto a esta parte que
estoy leyendo: dicha financiación no debe afectar a las condiciones
de mercado, ni a la libre competencia en la comunidad de manera
contraria al interés común, debiendo tenerse en cuenta la realización
de ese mandato de servicio público. Es decir, que España tiene que
llegar a un acuerdo con la Comisión en función de, para decirlo
directamente, cómo se reparte la tarta publicitaria, teniendo en
cuenta la dialéctica del mercado, de la competencia, de la
competitividad, etcétera. Pero a partir de ahí, el resto del futuro
de Radiotelevisión Española lo tenemos que definir nosotros. Y ahí es
donde estamos fallando, señor Cabanillas, digámoslo así, ahí es donde
estamos fallando. Primero, porque la subcomisión no está creando esa
posibilidad, se está recortando de tal manera el margen de maniobra
en forma de tiempo disponible, que no va a ser posible elaborar esa
posibilidad. Yde otra parte, señor Cabanillas, usted también conocerá
las últimas declaraciones dell presidente de la SEPI, que pide que
Radiotelevisión Española en cuanto empresa en crisis pertenezca a
partir de ahora a la SEPI, como una empresa normal que produce
tornillos o garbanzos empaquetados y, por lo tanto, ahora tiene que
estar en la SEPI para hacerla viable.

Nos encontramos en una situación en que, efectivamente, en función
del término viable y del documento que posiblemente avala este
término -que es un documentto de la SEPI, que no hemos logrado dar
con él, pero que nadie ha denegado y el señor Piqué sabe que existe,
y yo sé que él sabe que existe, y él sabe que yo sé que existe, pero
nada más- se trata al Ente como si fuera una empresa viable de
construcción de muebles. (Risas.) Nos encontramos con que en este
momento el documento del Gobierno que nos mandó el señor Álvarez
Cascos está absolutamente paralizado en cuanto a terreno de juego, en
cuanto percha en la que colgar las distintas exposiciones de los
distintos grupos parlamentarios, situación que se agrava si se tiene
en cuenta que acaba de dimitir el señor Van Miert.

Entonces, si es así lo que ustedes han hablado con el señor Van Miert
en el terreno del juego adecuado y no hay un compromiso con él de un
nuevo modelo y una nueva dimensión de Radiotelevisión Española (que
es lo que publicó la prensa de su visita, que creo que fue conjunta
con el señor Piqué), si esto es así y ustedes tienen voluntad de
verdad de llegar a un acuerdo con respecto al sistema de
financiación, a la definición de servicio público y a la dimensión de
la casa, es decir, si nos quitan tarta publicitaria, lo que le
pediríamos, señor Cabanillas, sería complementar el resto hasta
mantener la dimensión actual con dinero público. Lo único que puede
hacer la Comisión Europea es quitarnos dinero de publicidad
reducirnos o no la casa. Nosotros pensamos que no hay que reducirla,
hay que aportar el dinero correspondiente para complementar esa
reducción. Si esto es así, ¿por qué no lo hacemos de una vez, señor
Cabanillas?
Usted me dirá: Eso lo dirá la subcomisión, como vienen diciendo todos
ustedes. Pero la subcomisión también depende del Grupo Parlamentario
Popular, y es lógico que dependa directísimamente, por lo menos es su
valoración, del Gobierno sustentado por el Partido Popular, porque si
no definimos esto a mediados del mes de marzo, señor



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Cabanillas, nosotros tenemos la impresión de que vamos en una
estrategia que puede conducirles a ustedes a la mayoría absoluta
-Dios no lo quiera-, y que a partir de esa mayoría absoluta es cuando
se produciría la reducción de la casa y la adecuación al modelo SEPI.

No nos queda otra forma de pensar el próximo futuro, señor
Cabanillas, desde un punto de vista adecuado a la lógica política.

Queda un año de legislatura, quedan, de cara a finales de junio para
que la subcomisión trabaje y consiga una síntesis de los distintos
grupos, dos meses y medio. Pues dígame usted si es que estamos muy
equivocados. Usted me dirá que no, que eso es ver visiones, que eso
es ver fantasmas. Usted tiene la habilidad de ser casi transparente
en este Congreso de los Diputados: llega, habla, se va y deja una
ausencia casi sin palabras. (Risas.) Por lo tanto, señor Cabanillas,
comprenda nuestra situación.

Lo que le pedimos es que nos permitan intentar, por lo menos, llegar
a un desacuerdo en la subcomisión, por lo menos eso. Nos permitan
tener un margen de tiempo en la subcomisión, dos meses, dos meses y
medio, por lo menos, para llegar a un desacuerdo, para que se aclaren
las posiciones. En segundo lugar, que nos permitan hacerlo sobre un
documento que ha aportado el Gobierno. Ese documento figura en el
Registro de la Comisión Constitucional enviado desde el Gobierno, que
nos permitan hacer la reflexión sobre la base de ese documento; y que
nos permitan, en todo caso, pedirles a ustedes que si la subcomisión
no consigue este acuerdo, definan ustedes ya, para que todos
debatamos sobre esa definición, qué es servicio público, según el
Reino de España, según este país, cuál es el sistema de financiación
y cuál va a ser la dimensión de la casa en función de que todavía no
está definido, pero que en un momento determinado la Comisión va a
definir cuáles son los límites de la competitividad en función de la
tarta publicitaria.




Si esto no es así a partir de ahora, señor Cabanillas, teniendo en
cuenta el tiempo que queda por delante, nos sentiremos relativamente
burlados. Por lo tanto, yo le pido que empecemos a definir estas
cosas. Usted parece que va a comparecer en la subcomisión el jueves
que viene, según nos han adelantado. No nos va a decir cosas
contrarias a las que ha dicho aquí, por lo tanto el jueves que viene
no vamos a avanzar nada. Ahora bien, nos sentiríamos, en principio,
no contentos pero sí hasta cierto punto enfocados en la línea que
queremos trabajar, si usted nos dijera ahora, si puede, o el jueves
que viene, que el documento básico del Gobierno que ustedes mandaron
nos puede servir de punto de encuentro para la reflexión sobre estos
temas, estos temas que ustedes le han puesto sobre la mesa al señor
Van Miert.

Lo que ha publicado la prensa es que el señor Van Miert les contesta
y ustedes prometen un nuevo modelo de Radiotelevisión Española. Yo le
dije que esto era una falta de combatividad flagrante. Usted dijo que
no, que no existe esa falta de combatividad. Pero, efectivamente, si
eso es así, no está bien planteada la situación en función del propio
documento de los sabios.

Por lo tanto, señor Cabanillas, le ruego que situemos el terreno del
juego y empecemos a jugar, que el tiempo se acaba. Esto ya lo hemos
dichos varias veces, pero el tiempo sigue avanzando, la subcomisión
sigue sin cumplir con
su obligación y ustedes siguen mandando todos los balones contra la
subcomisión. Y desde ese punto de vista yo le pido que nos defina un
poco la situción a partir de eso que acaba de decir, las competencias
que tenemos para definir el servicio público, y para definir la
financiación y el sistema de financiación de la radio y la televisión
pública.




La señora PRESIDENTA: ¿Resto de grupos que deseen intervenir? Todos
los grupos.

Tiene la palabra el señor representante del Grupo Vasco, González de
Txabarri.




El señor GONZÁLEZ DE TXABARRI MIRANDA: Buenos días, señor director
general.

Creo que el director general ha expuesto razonablemente bien cuáles
son los pasos y los trámites de este nuevo procedimiento urgido por
el comisario europeo de la Competencia, señor Van Miert. Ha matizado
la propia solicitud de comparecencia que indicaba que el informe que
se solicitaba era acerca del futuro de Radiotelevisión Española; lo
ha abierto, lo ha expuesto correctamente. En definitiva, y si
entiendo bien, este comisario europeo de la Competencia reclama al
Gobierno español que informe sobre las ayudas que destina a las
televisiones públicas, y en definitiva es el Gobierno español, no
Radiotelevisión Española, quien debe informar al comisario europeo de
la Competencia.

Y aquí se producen ciertas necesidades de matización en ese esquema
que creo que es el correcto. En primer lugar, usted se entrevista con
este comisario europeo de la Competencia directamente. Desconozco si
solo o en compañía de otro u otros. Pero en definitiva, usted, que
está tratando de extender el objeto del propio expediente, del propio
procedimiento a todas las televisiones autonómicas, tiene de alguna
forma un trato directo, un trato privilegiado, que no tienen los
diferentes operadores públicos que también están inmersos en el
propio expediente. Quisiera saber cuáles son las razones o en qué se
basa ese trato preferente y, en definitiva, si esa entrevista se
produce en su calidad de director general de Radiotelevisión
Española, o en compañía de algún alto cargo gubernamental. En
consecuencia también, siguiendo el procedimiento que usted ha
explicado, cuál es el ministerio competente que debe informar al
comisario europeo de la Competencia, porque, por seguir con el
discurso del señor Alcaraz, si antes teníamos el informe del señor
Álvarez-Cascos y seguíamos con las posiciones del señor Piqué, ahora
nos podríamos encontrar con la sorpresa de que hay otro ministro
competente que se introduce en estos procedimientos, con lo cual la
ensalada sería ciertamente notable.

Ha indicado usted que el comisario europeo de la Competencia carecía
de información, lo cual nos llama la atención. Ha puesto por lo menos
tarjeta amarilla al Gobierno Popular al realizar esta aseveración en
esta Cámara, porque resulta llamativo, después de tantos años
discutiendo en esta casa e indicándose tantas veces por distintos
ministros competentes que están informando a la Comisión Europea con
relación a estos temas y están intentando de alguna forma establecer
los parámetros de relación, que a estas alturas el comisario europeo
de la Competencia carezca de información, incluso cuando ha habido
otros comisarios



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que han desarrollado trabajos tan nobles como para llamarlos consejo
de sabios.

Compartimos la idea de que hay que definir el concepto de servicio
público, que hay que hacer contabilidad analítica, que hay que llegar
a que la transparencia se establezca en lo que son la utilización de
los recursos públicos en las televisiones públicas del Estado, pero
nos llama la atención cómo se ha establecido este procedimiento y
cómo desde el Gobierno, por una parte, y desde la propia Dirección de
Radiotelevisión Española, por otra, se está de alguna forma abordando
este tema. No sabemos si este plazo, que es cierto que es clásico, de
un mes, es un plazo suficiente como para abordar toda esa
documentación. Usted ha explicitado las cuatro cuestiones formales
sobre las que el comisario europeo para la Competencia necesita
información; queremos pensar que la información que solicita a los
otros operadores de televisión no puede ser ésa. Cualquier televisión
autonómica difícilmente puede tener algo con televisión. Luego, ¿es
un expediente conjunto, es un expediente que admite...?, es decir,
cómo está estructurado ese expediente, dado que usted lo conoce.

¿Cree usted que el plazoo de un mes es suficiente para que el
Gobierno del Estado pueda informar con rigor a la Comisión Europea, o
cuál es el procedimiento que han establecido ustedes y elGobierno, o
ha tenido usted relación con otros operadores de televisión, o
Televisión Española va a jugar como líder del sector de las
televisiones públicas con relación a los distintos operadores?
Yo creo que son estos los matices que de alguna forma habría que
realizar y contestar para poder observar en su conjunto cuál va a ser
la respuesta del Gobierno español a este comisario europeo de la
Competencia.

Y finalmente, si la situación que se ha producido en el día de ayer
con la dimisión del conjunto de comisarios, y en concreto del
comisario Van Miert, de alguna forma altera plazos, altera
situaciones, altera statu quo previos a cuál es, en definitiva, la
actual situación en relación con todos estos temas, Yo creo que es
muy oportuna esta comparecencia suya en el día de hoy, dado que
estamos justo en la mitad de los plazos reglamentariamente previstos
para realizar esta información, y que es necesario contestar a esta
batería de preguntas que le he formulado para poder situar
correctamente el planteamiento que creo que usted ha realizado debida
y rigurosamente al inicio de su intervención, pero que plantea un
conjunto de preguntas que si no se contestan con precisión es difícil
entender el conjunto de cómo se va a realizar el procedimiento
incoado por este comisario europeo.




La señora PRESIDENTA: El señor director general quiere contestar a
las preguntas de los dos primeros intervinientes.




El señor DIRECTOR GENERAL DE RADIOTELEVISIÓN ESPAÑOLA(Cabanillas
Alonso): Para ir clarificando algunos temas, porque pueden volver a
surgir en las siguientes intervenciones, creo que es más oportuno
contestar ahora.

Permítame, señor Alcaraz, empezar con el señor González de Txabarri,
que son cuestiones más puntuales.

Es importante analizar exactamente cómo es el procedimiento de un
expediente de este tipo. Es decir, la solicitud de información se
envía siempre al Estado miembro; y se envía en la práctica, no es una
adscripción de competencia, sino se envía en la práctica al
Ministerio de Asuntos Exteriores. ¿De acuerdo? Es decir, eso está
enviado al Ministerio de Asuntos Exteriores. En segundo lugar, están
los destinatarios de una copia del mismo como partes afectadas. Y en
este caso hay distintos ministerio del Estado que reciben el
expediente, y también los distintos gobierno autonómicos, es decir:
la Consejería de Presidencia de la Comunidad Autónoma de Andalucía,
el Departamento de Economía y Finanzas de la Generalitat, la
Consejería de la Presidencia de la Xunta, la Consejería de
Presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid, la Secretaría General
de Acción Exterior del Gobierno del País Vasco y la Dirección General
de Economía de la Generalidad Valenciana. Entonces, la carta se envía
formalmente al Ministerio de Asuntos Exteriores y tiene como
destinatarios los distintos gobiernos autonómicos y el gobierno
central. Por lo tanto, no hay en ese sentido un intento de extender
por mi parte el expediente a nadie, sencillamente, es así como es, es
un expediente que se titula -vuelvo a repetir- «Ayudas a entidades
públicas de radiodifusión»; está dirigido a todas y, puesto que las
distintas entidades de radiotelevisión autonómicas dependen de esos
gobiernos respectivos, obviamante está dirigido también a esos
gobiernos respectivos. No hay tampoco trato preferente con respecto a
otros o, quizás si me apura, un interés específicos por mi parte de
haber tenido una entrevista con el comisario Van Miert al respecto.

Es más, aunque sólo sea a título de referencia, el procedimiento no
se inició en su día contra Televisión Española, se inició
precisamente contra las televisiones autonómicas, después, Tele 5 y,
posteriormente, Antena 3 añadieron, a través de Televisión Española,
sus denuncias. Pero inicialmente eran las ayudas de las
radiotelevisiones autonómicas. Y creo que era 1992, a finales de 1993
Tele 5 denuncia también a Radiotelevisión Española y se adhiere a la
misma en 1994 Antena 3.

En cuanto a la falta o no falta de información. No es el Gobierno,
puesto que en la propia sentencia del Tribunal de Justicia y en los
distintos momentos del procedimiento, ha habido un intercambio muy
amplio de informaciones; quizás sencillamente es que no se sabido
sacar de la documentación enviada alguna de las conclusiones y se
crean equívocos. Un ejemplo a nivel meramente anecdótico: se sigue
haciendo referencia a Radiocadena Española.

El expediente sí es conjunto, y vuelvo a insistir, es a todos y con
las cuestiones procedimentales y formales que están ligadas
precisamente a la existencia de esas distintas comunidades autónomas
y sus respectivos gobiernos.

Ypor último, en lo que es la puntualidad de la situación actual de la
Comisión, también hay que destacar -es una posibilidad como otra
cualquiera- que siguiera el señor Van Miert. Es decir, probablemente
hasta el Consejo de Berlín no podríamos hacer más que especulaciones
al respecto. Sí lleva consigo además un procedimiento que
evidentemente puede crear algún tipo de retraso en la definición de
esa interlocución nuestra. Pero en cualquier caso, nuestra intención
es estar preparados para aportar la documentación relativa a
Radiotelevisión Española en el plazo



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más breve posible; evidentemente, si ese plazo no es suficiente,
solicitaríamos en su momento una ampliación del mismo.

En cuanto a las preguntas específicas, son las mismas dirigidas a
todos individualmente. Es decir, siempre que he dicho
«Radiotelevisión Española» he dicho después «y a las entidades
autonómicas de radiodifusión». Expediente conjunto, identidad de
preguntas y creo que la única que es diferente (que no es
trascendente para lo que es la parte fundamental del procedimiento)
es la relativa a la Seguridad Social. Pero en cualquier caso es un
único expediente, dirigido en primer lugar al Ministerio de Asuntos
Exteriores, por cuestiones de forma; destinatarios: distintos
ministerios y las distintas comunidades autónomas; y el contenido del
mismo son las ayudas públicas a todas ellas con preguntas específicas
para cada una de ellas.

En cuanto al señor Alcaraz, quisiera resaltar unas cuestiones también
de lo que ha sido la marcha de esta procedimiento. Ya se sabe que
éste no es un procedimiento de infracción, tampoco es un
procedimiento de condena por nada. Aquí lo que hay sencillamente es
una condena previa por parte del Tribunal de Justicia a la Comisión
por no haber hecho -y perdónenme la simpleza de los términos-, por no
haber hecho nada, o no haber hecho lo suficiente, según el Tribunal,
con respecto a los procedimientos en curso. Es decir, no ha habido
nunca, en ningún momento, un análisis sobre el fondo de la cuestión
todavía. También digo que el señor Van Miert podrá seguir.

Personalmente creo que sería -y es una opinión absolutamente
personal- importante que siguiera precisamente por su conocimiento
del expediente y por la actitud de colaboración mostrada.

Muchos de los temas que usted plantea, vuelvo a insistirle como en
otras ocasiones, son cuestiones a plantear a la subcomisión o a los
otros partidos políticos o al Gobierno, pero no al director general
de Radiotelevisión española; yo no puedo, evidentemente, hablarle del
buen fin o rapidez o presteza de las reuniones o de los contenidos de
dichas reuniones de la subcomisión. Efectivamente, parece que, en
principio, tengo que comparecer el jueves en la subcomisión.

Otra puntualización importante respecto a su discurso: el Protocolo
de Amsterdam. Podemos hacer referencia a él, pero como usted bien
sabe no está ratificado todavía. Es decir, hoy día, incluso aunque
sólo fuera desde el punto de vista de la elección de los nuevos
comisarios, no se aplica el Protocolo de Amsterdam todavía, porque
falta la ratificación francesa, que quizás se producirá en junio,
pero el Protocolo de Amsterdam, vuelvo a decir, en este momento no
está ratificado.

Hace usted una referencia a la potestad de la Comisión a la hora de
establecer los límites de la tarta publicitaria, como usted la llama.

Yo no hago ningún reconocimiento específico en ese sentido. Creo que
lo que hay que analizar es otra cuestión. Es evidentemente el
servicio público, pero en sí mismo yo tampoco considero que Bruselas
tenga una potestad específica para decirnos tal o cual límite en el
momento antes de la publicidad. Por lo tanto, y es además en lo que
se basa su argumentación, evidentemente que en lo que a mí respecta
sí hay esa voluntad de llegar a un acuerdo, pero yo no soy parte de
ese acuerdo, porque las
partes son ustedes. Ya dije en mi primera comparecencia que vengo a
mantener Televisión Española. Entiendo que es importante que exista
una televisión pública, que esa televisión pública sea fuerte. Estoy
a favor de esa financiación mixta, o como yo la denominé
«financiación diversificada», entendiendo por tal publicidad,
presupuestos y nuevos orígenes de fondos. Pero, lo siento, yo no soy
quien marca el terreno, yo no convoco a la subcomisión, sino intento
colaborar en ese mismo sentido. Y si esto le hace pensar que
nuevamente saldré de aquí en ese ámbito de ausencia sin palabras, yo
también tengo que insistirle a usted en que sus recuerdos siempre son
sus olvidos. Esto ya nos lo hemos dicho uno a otro en varias
reuniones, y creo que tendremos que seguir insistiendo en la medida
en que la subcomisión no tome cartas en el asunto.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor Burballa.




El señor BURBALLA I CAMPABADAL: Señor director, le agradezco que nos
permita en esta comparecencia pedida por otro grupo parlamentario
manifestarle nuestra posición y agradecerle, en todo caso, sus
palabras.

Voy a intentar ser breve porque usted entiende que debemos compaginar
nuestras dedicaciones parlamentarias con otros frentes, y en eso
estamos. Quisiera de entrada decirle que creo que interpreto sus
mensajes, o al menos intento interpretar sus mensajes, los mensajes
que usted lanza, los que lanza aquí y los que lanza fuera de aquí. Y
usted en sus mensajes nos dice que quiere una radiotelevisión pública
fuerte. Yo creo que usted intenta reforzar el concepto de servicio
público, sobre todo a través de la deuda y que sobre todo, usted ha
dicho siempre que intentará ir de acuerdo con Bruselas. Por lo tanto,
desde su primera comparecencia creo recordar -ya me desmentirá si no
es así-, siempre ha dicho que debíamos ir, y que en todo caso, usted
estaba dispuesto a ir, de acuerdo con la Comisión, que éste había
sido uno de los argumentos que siempre pendía como espada de Damocles
en los trabajos que hemos ido realizando y, en todo caso, en el
concepto de la propia Radiotelevisión Española como radiotelevisión
pública.

Quiero decirle de entrada que nuestro grupo se siente incómodo, que
esta incomodidad se acrecienta cada día, y que ya raya en irritación
por la situación que atraviesan los trabajos de la subcomisión. Yo
creo que usted no será ajeno en absoluto, me consta a la situación y
a los distintos estadios por los que ha ido atravesando los trabajos
de esta subcomisión. Como ya se ha dicho por parte de otros
portavoces yo no voy a insistir en ello, pero quiero que lo entienda.

Y además creo que es muy fácil de entender.

Por otro lado, creo que tenemos un gran reto. El reto que tenemos,
señor director general, es también, cuando hablamos de televisión
pública, permitir que las otras televisiones públicas que hay en
España puedan defender sus intereses en los ámbitos donde se deciden
las cosas. Eso, que es una reclamación constante de nuestro grupo y
de otros grupos en otros sectores diversos (lo es en agricultura, lo
es en relaciones exteriores, lo es en comercio, lo es en muchos
aspectos), en éste y en este momento creo que tiene especial
importancia.




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Usted ha hablado de contactos con la Comisión, y le he entendido que
decía que usted no tenía un interés especial en tener un trato
preferente. Creo que le entendido eso. Cuando se ha hablado de trato
preferente, cuando se ha hablado de su interés en aglutinar la
representación de toda la televisión de España, centrándola
únicamente en Radiotevisión Española como la radiotelevisión de
España, usted ha dicho que no tenía especial interés en tener un
trato preferente. Lo cierto es que usted ha ido a la Comisión, y ha
ido acompañando por el ministro Piqué; y que yo sepa ni nuestra
televisión ni las otras televisiones autonómicas han tenido esa
oportunidad. Eso nos ha pasado muchas veces en muchos otros aspectos.

Y en muchas ocasiones nuestros gobiernos respectivos han tenido que
puentear a la Administración del Estado para conseguir algunas
ventajas, pocos, en algunos campos, que han articulado un
procedimiento que nuestro grupo entiende que debería ser.

En ese sentido le hablaba de un reto, que en el que a continuación le
voy a exponer. El reto es conseguir plantear una voz común ante la
Comisión, y en eso estamos: una voz única. Pero que esa voz única que
se plantea ante la Comisión sea el resultado de la coordinación, del
consenso, llámelo usted como quiera, de tener en cuenta cómo cada
televisión pública que tenemos en España va a definir su servicio
público o va a resolver sus problemas de financiación o va a hacer
que ese proyecto sigo siendo viable. Por lo tanto, ese reto que yo
creo que el Estado actual, que la España actual, está en condiciones,
señor director general, de cumplir y de ejemplificar, porque en esta
situación se van a encontrar muy pronto otros organismos públicos de
otras naciones y de otros países de la Unión Europea, es el que
deberíamos intentar hacer. Y usted tiene poco tiempo para eso, al
menos creo que los plazos que tiene encima de la mesa son cortos,
porque además usted ha descrito un procedimiento de mensajeros, del
Ministerio de Asuntos Exteriores a diversos organismos de las
comunidades autónomas y a otros departamentos, que los que estamos un
poco bregados en el funcionamiento de la Administración y sabemos
cómo funciona habitualmente la Administración en el día a día, vemos
que, con ese plazo, va a ser muy difícil llegar a una posición de
consenso y absolutamente representativa de esa posición única que
debe tener la radiotelevisión pública en España, pero que a la vez
debe ser el sumando de las posiciones de cada una de las áreas de las
televisiones públicas que tenemos en España, de todas.

Le pedimos, señor director general, que tenga esto especialmente en
cuanta cuando hable con el Gobierno de Cataluña y cuando hable con la
Corporació Catalana, que es la que a nosotros nos corresponde poner
aquí sobre la mesa. Y en definitiva, como siempre, le ayudaremos e
intentaremos colaborar en que usted cumpla esa cometido que se ha
fijado, que a nosotros nos parece bueno y en el que estamos de
acuerdo, que es el de conseguir unificar criterios como el de
proporcionar transparencia con un sistema de financiación estable y,
en definitiva, con un futuro de la radiotelevisión pública en España.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra la señora Conde el Grupo
Socialista.




La señora CONDE GUTIÉRREZ DEL ÁLAMO: Señor director general, antes de
entrar en el núcleo de la cuestión que hoy nos ocupa, la información
que usted pueda darnos o nos hado sobre su encuentro con el ex
comisario Van Miert en Bruselas, yo quería aprovechar su presencia en
esta Cámara para expresarle brevemente una vez más, y espero que de
forma definitiva, la preocupación del Grupo Parlamentario Socialista
por la política informativa que usted lleva a cabo en Televisión
Española.

Voy a ser muy breve, pero le voy a decir una cosa... (Protestas.)



La señora PRESIDENTA: Señora Conde, esta comparecencia tiene un
objetivo específicos y no...




La señora CONDE GUTIÉRREZ DEL ÁLAMO: Lo diré posteriormente, pero
quiero que esta Cámara será... (Protestas.)



La señora PRESIDENTA: Señorías, por favor, silencio.

La semana que viene la señor Conde tendrá la oportunidad de presentar
las preguntas que considere oportunas en la sesión ordinaria, pero en
este momento tiene que ceñirse de la manera más adecuada y más
ajustada posible al objeto de la comparecencia.




La señora CONDE GUTIÉRREZ DEL ÁLAMO: Señora presidenta, pero nadie
podrá impedir que la responsable de un grupo parlamentario pueda en
su esquema de razonamiento hacer una reflexión sobre la política
informativa. Ese es un razonamiento que yo haré dentro de mi
intervención, y espero que esta Comisión sea lo suficientemente
flexible y tolerante como para permitir hacerlo. Me parece que si no,
esta Comisión no tiene ningún sentido. (Protestas.)



La señora PRESIDENTA: Señorías, tranquilidad.

Señora Conde. Usted puede como cualquier miembro de esta Cámara y de
esta Comisión, al hilo de su intervención, fundamentar con los
razonamientos que considere oportunos, pero al hilo del objeto de la
comparecencia.




La señora CONDE GUTIÉRREZ DEL ÁLAMO: Señor director general, cuando
en la sesión de control de la semana pasada se le hicieron un par de
preguntas sobre su comparecencia o sobre su encuentro con el
comisario Van Miert, en Bruselas, usted dio una información correcta,
pero no me pareció suficiente. Hoy me ha parecido algo más suficiente
porque ha dado alguna información sobre el procedimiento de
infracción, sobre el contenido de la carta enviada por Bruselas, pero
sigue pareciéndome que usted no ha explicado la posición de fondo del
comisario Van Miert, y sobre todo lo que no ha explicado y lo que a
mí me preocupa es cuál fue su posición y la del ministro. Piqué en
aquel encuentro. Es decir, hoy sabemos, porque lo dijo el otro día y
porque lo ha dicho hoy, cuál fue la posición de Van Miert y cuál fue
el desarrollo de aquel encuentro, pero no sabemos -salvo por los
medios de comunicación- cuál fue la posición que mantuvieron el
Gobierno de España y el director general de Radiotelevisión Española.


Yo creo que si nos lo dijera hoy sería una manera de conocer la



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posición del Gobierno español sobre la radio y la televisión pública.

¿Qué me preocupa a mí, señor director general, de esa opacidad que, a
mi juicio, sigue existiendo en su época de director general?, ¿qué le
preocupa a mi grupo parlamentario?



Me preocupan básicamente dos cosas: una, que no veo una actitud
favorable de usted, al margen de sus palabras y de sus declaraciones,
hacia la televisión pública; y dos, y es lo que más me preocupa, temo
que ustedes se escuden en Bruselas para hacer lo que quieren hacer y
no se atreven. Le explicaré por qué me preocupa la posición del
Gobierno, que yo creo que en definitiva es la suya.

Mire usted, llevan ya casi tres años gobernando, el mes de junio va a
hacer tres años, y en este tiempo han tenido tres directores
generales, tres gerentes de Radiotelevisión Española (la señora
Ridruejo, el señor López Amor y usted mismo) y tres responsables
políticos (Miguel Ángel Rodríguez, el señor Álvarez-Cascos y el señor
Piqué). El balance de estos tres años a mi juicio no puede ser peor y
a usted le toca una cuota parte de esa responsabilidad.

En este plazo de tiempo, señor director general, han multiplicado la
deuda por tres. Nosotros la dejamos, es verdad, en una situación que
no era buena (226.000 millones de pesetas), pero ustedes la han
subido a casi 800.000 millones a finales de 1999, o seiscientas y
pico mil, setecientos mil millones si usted consigue sacar a flote
esas iniciativas que tiene en marcha. Ustedes han dejado subir la
deuda a extremos injustificable. Ya se lo decíamos el otro día, las
cosas serían distintas si una parte de esa deuda se hubiera ido
asumiendo por el Estado presupuesto tras presupuesto. Y serían
también distintas si ustedes se hubieran prestado a discutir con
nosotros las subvenciones que cada año el Gobierno da a
Radiotelevisión Española. Pero ustedes, en lugar de eso, lo que han
hecho es aumentar el gasto. Y usted me dirá que usted está intentando
retenerlo, pero los anteriores no. Y se han metido en aventuras muy
disparatadas, como la aventura de Vía Digital, y espero que nos
explique en esta Cámara en la próxima comparecencia específica cuál
ha sido la ida y la vuelta en esta aventura.

Usted personalmente, hay que reconocerlo, ha iniciado una política de
reducir el déficit este año. Pero ¿quién soluciona el problema de
fondo? Tiene que ser también usted el que solucione este problema de
fondo. ¿Cómo aborda el problema de la deuda? No lo sabemos.

Durante todo este tiempo yo creo que nunca han manifestado una
posición definida, ni el Gobierno ni el director general del Ente.

Tardaron dos años, como decía antes el responsable de Izquierda
Unida, hasta junio de 1998, en presentar un informe donde se
explicaba la posición del Gobierno. Lo presentaron por presión de la
oposición. Yes papel mojado hoy porque el vicepresidente del
Gobierno, señor Álvarez-Cascos, ha caído en desgracia. La llegada del
ministro Piqué ha sido como la llegada de Atila, el rey de los humos.

Lo poco que había lo ha destruido, lo poco que sabíamos, que era
aquel informe, hoy ya no lo tenemos. No hay, por tanto, una posición
del Gobierno, y por tanto no hay un punto de partida.

Su antecesor habló, y seguimos hablando hoy, de un pacto de Estado.

Pero ni él, ni usted, ni por supuesto el Gobierno, lo hacen posible.

¿Y por qué creo yo que no lo
hacen posible? No lo hacen posible por dos razones básicamente: una,
por su gestión, y en esto entra usted directamente, al frente de
Radiotelevisión Española. Su política de personal es una política
realmente de marginación de las personas que no les son afines
políticamente y de amedrantamiento de trabajadores de la casa. Hay un
sector de la casa, los que no son afines a ustedes, que están en una
situación bastante lamentable. (Protestas.) Y dos, por un problema de
manipulación informativa, que impide ese pacto de Estado. Ayer y
anteayer hubo una información sobre el Tribunal de Cuentas que llegó
a posiciones aberrantes desde el punto de vista informativo. No voy a
entrar, porque sé que hay una incomodidad en esta sala en este
momento para que yo hable, en ejemplos concretos de lo que ha sido
este mes desde la última comparecencia suya: cómo se presentó la
encuesta del CIS el 25 de febrero, cómo se presentaron los tres años
de triunfo del gobierno del Partido Popular, cómo se hizo el día de
la mujer trabajadora, cómo se informó de la subcomisión que va a
trabajar en esta Cámara sobre el asunto Piqué, o cómo ayer mismo se
informaba de la Comisión Europea obviando una información que era
importante sobre el señor Marín. Señora presidenta, termino en un
momento. (Protestas.) Hay un montón de ejemplos y yo le quiero decir
una cosa: me parece que esa gestión, mala gestión, con usted al
frente de la televisión, hace imposible ese pacto de Estado que es
necesario para sacar adelante la televisión.

Yo sólo quiero informar hoy a esta Cámara de una cosa: si en una
semana las cosas no han cambiado, pediremos la comparecencia urgente
del director general de Informativos. Ya que usted no manda en ese
sector, que venga el señor González Ferrari que es el que realmente
es responsable de la manipulación, y diría más, de la criminalización
del Partido Socialista en Televisión Española. (Varios señores
diputados: ¡Hala, hala!) Pero no sólo con su mala gestión impiden el
pacto. Lo hacen imposible porque no permiten que funcione la
subcomisión para estudiar el futuro de televisión. Todos los
comparecientes anteriores lo han dicho: llevamos ya dos prórrogas.

Nunca ha habido realmente un trabajo serio en esta subcomisión, y no
quiero que usted me diga que no le corresponde a usted. Este período
de sesiones no se ha reunido y el Grupo Parlamentario del Partido
Popular ha tenido la desfachatez política de convocar esta mañana la
subcomisión para el día 25, día en el que finaliza el período de
sesiones actual. (Protestas.) Realmente es impresionante. Hoy, por el
fax de mi casa entra a las 9 de la mañana la convocatoria de la
subcomisión y es el último día del período de sesiones. Cuando
sabemos... (Protestas.) Hoy ha entrado en mi fax... (Protestas.) (Un
señor diputado: El período de sesiones acaba en junio.)



La señora PRESIDENTA: Señorías, silencio. Ustedes tienen la
posibilidad de pedir un turno por alusiones, cuando lo consideren
oportuno. Pero tienen que dejar hablar a la portavoz del Grupo
Socialista. ¡Silencio!



La señora CONDE GUTIÉRREZ DEL ÁLAMO: Gracias, señora presidenta.




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Saben SS.SS. que el período que viene a continuación hasta a junio es
un período electoral donde es prácticamente imposible llegar a un
acuerdo entre los partidos políticos. El trabajo tenía que haberse
hecho en este momento, y no se ha hecho. Y ustedes convocan como
convocaron en el período anterior, en diciembre, el último día que
finalizaban los trabajos en esta Cámara; antes de las vacaciones de
Navidad entonces, de Semana Santa ahora. (Fuertes protestas.)



No se pongan nerviosos, señores del Partido Popular, si están
haciéndolo mal, tendrán que reconocerlo en esta Cámara. Ustedes están
haciendo imposible un pacto de Estado necesario para sacar adelante
la televisión pública.

Con nosotros, señores del Partido Popular, señor director general, no
se puede jugar. El Partido Socialista está de acuerdo, y lo diré a
continuación, en un pacto de Estado, y tiene una propuesta que hacer
a esta Cámara que ha hecho a la subcomisión, pero desde luego no va a
prestarse a un juego como el que pretenden que juguemos los miembros
del Partido Popular, que sólo quieren ganar tiempo para tomar
decisiones en la otra legislatura, que no en ésta.

Señor Cabanillas, usted está en una mera política de imagen. Ha
habido un cambio de personas, no ha habido un cambio de política. Yo
siento decírselo, lleva ya más de cien días y, aunque usted habla muy
positivamente de su gestión, yo creo que sólo han cambiado las
personas, sólo han cambiado los modos, pero no han cambiado las
políticas. (Rumores.)



La señora PRESIDENTA: Señorías, por favor, silencio.




La señora CONDE GUTIÉRREZ DEL ÁLAMO: Ustedes maquillan sus verdaderas
decisiones y, lo que a mí me preocupa más, están intentando ganar
tiempo y aplazar las decisiones para la siguiente legislatura porque
es donde creen que van a tener una mayoría suficiente para tomarlas.

Sé que usted me va a decir que hablo constantemente del Gobierno y no
de usted. Pero me gustaría saber dónde está la diferencia: usted está
nombrado por el Gobierno y su gestión responde a una política del
Gobierno. Se lo dije ya el primer día: usted no va a decidir la
política de su casa, y se está demostrando que la política de su casa
se decide en Moncloa. Usted está muy mal acompañado para hacer esta
gestión, quiere hacer determinadas cosas pero le va a ser muy difícil
hacerlas.

Las cuestiones que me preocupaba eran: una, la posición del Gobierno
con relación a la televisión, y la siguiente es que el Gobierno, y
usted también, pretendan escudarse en Bruselas para hacer lo que
quieren hacer y no se atreven. Usted explicó en la anterior sesión de
la Comisión la posición -y lo ha hecho hoy otra vez- del ex comisario
Van Miert. Habló de sus referencias al Protocolo de Amsterdam, de su
preocupación por que se defina lo que es servicio público, y de su
preocupación -lo ha vuelto a decir hoy de una forma muy clara- por la
transparencia y por la necesidad de hacer una contabilidad analítica.

Pero usted no explica cuál es su posición: ¿qué posición defendió
ante Bruselas?, ¿cómo interpreta realmente el Protocolo de Amsterdam
que, como usted sabe, tiene bastantes interpretaciones? El mismo
comisario Oreja decía que era
un juego para los juristas porque permitía todas las
interpretaciones. ¿Cómo define el servicio público? Usted va a tener
que decírselo a Bruselas, conviene que lo diga ante esta Cámara.

¿Cómo será el modelo de financiación? No esperen a que funcione esta
subcomisión, esta subcomisión es una farsa, y yo no quiero participar
en una farsa. ¿Cómo van los trabajos para la contabilidad analítica
en Radiotelevisión Española? ¿Y esto qué va a suponer en relación al
servicio público?
Las dos cuestiones claves, a mí me parece, señor director general,
que ya han salido también en las anteriores intervenciones, son: cómo
se define el servicio público, en primer lugar...




La señora PRESIDENTA: Señora Conde tiene que concluir.




La señora CONDE GUTIÉRREZ DEL ÁLAMO: Voy terminando.

Y qué modelo de financiación se va a establecer, en segundo lugar.

Usted sabe, y lo dijo también el comisario Marcelino Oreja en esta
Cámara, que ante los dos temas, ante el servicio público y ante la
financiación, las posiciones están muy abiertas y es cada Estado
quien debe fijar las posiciones. Por tanto, es usted o el Gobierno
quienes tienen que aclararlo ante esta Cámara.

Un minuto más, señora presidenta. Quiero que aclare una cosa porque
me preocupa. Hay un punto en el Protocolo de Amsterdam que dice que
las actividades de servicio público de radiotelevisión pueden ser
realizadas por operadores públicos o privados según decida cada
Estado miembro. A mí me preocupa realmente que ustedes -aunque usted
ha dicho que no va a ser el último director general de Televisión-
quieran privatizar la televisión, quieran que sea un servicio
privado, gestionado por algún amigo suyo, el que gestione el servicio
público de comunicación. Me temo mucho que estemos pensando en
privatizar la televisión, no en esta legislatura, pero sí en la
siguiente. Le quiero decir que en eso, desde luego, van a encontrar
una posición dura y feroz del Grupo Parlamentario Socialista. Pero
por si acaso no es eso lo que ustedes están pensando, aunque creo que
sí, mi grupo está dispuesto a ofrecerle un pacto de Estado de verdad.

Un pacto de Estado con propuestas concretas, como figuran en nuestro
documento de los 10 puntos para un pacto de Estado, en el que
definimos claramente el servicio público, en el que hablamos de unas
reformas institucionales necesarias en Televisión Española, con el
cambio de funciones del director general, de la Comisión y del
Consejo de Administración, y sobre todo damos unas pautas muy claras
y muy concretas para el sistema de financiación.

Si ustedes realmente tuvieran voluntad política, tienen el apoyo de
mi grupo para hacerlo. Pero si no tienen voluntad política, y las
cosas -termino, señora presidenta-, siguen como hasta ahora, tendrán
siempre la oposición de mi grupo, y aunque me cueste levantar la voz
para explicar ante esta Cámara cuál es la posición del Grupo
Parlamentario Socialista, la levantaré y la explicaré porque quiero
que la sociedad española sepa la farsa en la que está metiéndonos el
Partido Popular, y sobre todo el Gobierno del Partido Popular.

(Protestas.) (Un señor diputado: ¡Qué horror!)



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La señora PRESIDENTA: Silencio, señorías. Tiene la palabra el señor
Ballestero del Grupo Popular.




El señor BALLESTERO DE DIEGO: Quisiera lamentar, en primer lugar, que
la flexibilidad en la interpretación del Reglamento se convierta en
patente de corso para venir aquí a hablar de cualquier otro asunto,
que nada tiene que ver con el orden del día de hoy; lamentar también
la falta del rigor del Partido Socialista, además del desconocimiento
(y es curioso que una ex ministra como la señora Rosa Conde tenga esa
desconocimiento) sobre cómo ha llegado la deuda de Televisión a este
punto; y lamentar también que su voluntad no exista en ningún punto,
puesto que al mismo tiempo que está hablando de un pacto de Estado,
manifiesta que no va a asistir a esa subcomisión. Y desde luego es
una nueva falta de rigor decir lo de la convocatoria porque la
subcomisión no está convocada, como debería conocer la señora Conde
para el último día del período de sesiones. (Rumores.)
Pero de cualquier manera, si me permiten, la comparecencia de hoy del
director general de Radiotelevisión Española tiene todo su sentido,
al menos desde el punto de vista de nuestro grupo parlamentario, para
conocer de primera mano y sin interferencias, tan frecuentes en este
asunto, cuál es el estado de la relación entre Radiotelevisión
Española y el comisario europeo de la Competencia en funciones, en
orden a resolver las denuncias básicamente sobre su financiación.

Nosotros pensamos que no es ésta una cuestión que deba resolverse en
un binomio de fortaleza-debilidad de unos y otros, sino de rigor y
voluntad decidida de superar el conflicto planteado. Y en este
sentido creemos que el director general de Radiotelevisión Española
ha sido ágil al abordar este problema y se lo ha tomado con interés
desde el primer momento. Por ello, desde nuestro grupo le alentamos
a mantener esta línea de colaboración permanente con el comisario
europeo de la Competencia, en la dirección que usted mismo ya ha
reconocido que existe en estos momentos de diálogo y de comprensión
mutua, y a mantener igualmente los contactos ya iniciados con otras
televisiones públicas afectadas por las mismas causas, como reconocía
en su comparecencia.

Una segunda utilidad de su presencia hoy aquí reside en conocer la
opinión de los distintos grupos parlamentarios, aunque hayan venido a
hablar de otras cosas, y en función de las coincidencias que hay en
esta materia, queremos respaldar tanto su actuación como las
iniciativas que ella conlleve. Aunque, naturalmente, como hemos visto
claramente esta mañana, siempre hay a quien le da lo mismo lo que le
digan, le expliquen o argumenten, porque su posición no solamente
está prefijada, sino que además es una posición totalmente
inamovible, al igual que hay otros grupos que aprovechan cualquier
materia para girar como una noria repitiéndose sobre los mismos
temas.

El Grupo Parlamentario Popular quiere reiterar hoy su postura
favorable a la existencia de Radiotelevisión Española. Queremos que
exista en España una radiotelevisión pública de titularidad estatal,
y queremos que su programación y financiación sean homologadas a la
de los grandes operadores públicos europeos. Queremos que el servicio
público se preste dignamente, respetando las reglas del
mercado y de la competencia; queremos una programación que forme,
informe y entretenga con calidad de audiencia; queremos que se
gestione con imaginación la política de ingresos, mejorando e ideando
nuevas fuentes de financiación comercial; queremos, en relación a la
política del gasto, que se mejore igualmente la gestión, garantizando
una mayor productividad; queremos, en fin, un grupo de comunicación
potente que, entre otros objetivos, ayude a mantener la posición de
España en Europa y en el mundo.

Nuestro grupo, señor director general, aboga por la plena vigencia
del Protocolo de Amsterdam, todavía no ratificado, para subrayar que
la autonomía de los Estados es plena en la definición del servicio
público y en el mantenimiento de un sistema de financiación mixto, en
el que se marque con transparencia el volumen y coste de la actividad
en los presupuestos de cada ejercicio.

No vamos a insistir hoy aquí en la originalidad de la financiación de
Radiotelevisión Española, que está perfectamente descrita y
detectada, y que la singularizan respecto a las televisiones públicas
europeas, e incluso respecto a las televisiones públicas autonómicas
españolas, pero sí conviene precisar, y más teniendo en cuenta las
intervenciones de otros grupos, que el endeudamiento financiero
acumulado proviene de los endeudamientos debidamente autorizados en
las correspondientes leyes de Presupuestos Generales del Estado, con
carácter previo al inicio de cada ejercicio, al no recogerse en
dichas leyes las necesarias y suficientes aportaciones públicas.

Endeudamiento, por otra parte, que se arrastra, como debería conocer
algún portavoz de otro grupo, desde finales de los años ochenta,
cuando se acabó de modo definitivo con la situación de dominio que
existía en el mercado de la publicidad.

Hemos seguido durante estos meses con atención algunas decisiones de
la Dirección General, que sin duda van a paliar la situación
económica de Radiotelevisión Española de una forma notable. La mejora
en la gestión de la política de ingresos o en la de personal,
ajustando los efectivos a las necesidades, previo acuerdo con las
partes interesadas, la valoración de la deuda histórica contraída con
Retevisión, la venta de la participación accionarial de
Radiotelevisión Española en Vía Digital y los reembolsos provenientes
del IVA van a mitigar la deuda, y muestran una tendencia muy positiva
en cuanto al incremento de ingresos cuantiosos y al avance de la
situación, todo ello sin debilitar la empresa, sin empequeñecer el
servicio y sin comprometer su futuro. Es igualmente digno de destacar
las nuevas líneas de programación propuestas que abundan en la
orientación cultural y educativa en la vía de los convenios y el
aprovechamiento de los recursos con la que estamos muy de acuerdo.

Por todo ello, señor director general, no apreciamos ningún riesgo
grave en la apertura del expediente informativo que lleva a cabo la
Comisión Europea, comisión hoy dimitida, pero que pese a que algunos
digan que llevamos el paso cambiado, parece que la lógica y el
sentido común indican que su continuidad hasta las elecciones sería
lo normal; ni sentimos tampoco que de su resolución se deriven
compromisos u obligaciones incompatibles con la existencia de
Radiotelevisión Española, con una financiación mixta y estable de la
misma, ni con una radiotelevisión



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vinculada a la calidad, a la cultura, al entretenimiento y a un
seguimiento mayoritario de los televidentes españoles.




Tampoco nos parece imposible, aunque sí, como han reseñado otros
portavoces, ciertamente complicado, la distinción del contenido
marcadamente público de la programación del que tiene un acento más
comercial; y en este sentido ya hay estimaciones hechas en años
pasados.

Estamos, por tanto, ante una realidad que necesita cambios, a lo
mejor revoluciones tranquilas, como usted mismo ha calificado, pero
que pueden defenderse como realidad, como objetivo y como necesidad
democrática en cualquier sitio.

Finalmente, señor director general, queremos agradecerle su buena
disposición al haber explicado de nuevo su entrevista con el
comisario europeo; queremos expresar nuestro deseo de que la
situación se normalice respecto a la Comisión cuanto antes y que los
grupos parlamentarios podamos contribuir también a la normalización
de Radiotelevisión Española, pactando un nuevo modelo de
radiotelevisión pública y fijando un procedimiento de financiación
adecuado.




La señora PRESIDENTA: Tiene la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR GENERAL DE RADIOTELEVISIÓN ESPAÑOLA (Cabanillas
Alonso): Como hay algunos temas que se solapan, iré contestando a SS.

SS. sin guardar el orden de intervención.

Déjeme empezar en primer lugar, señora Conde, por utilizar unas
palabras que ha utilizado el señor Burballa al comienzo de su
intervención. Todos tenemos que compaginar nuestras obligaciones
parlamentarias con otros frentes, y eso no es solamente una cuestión
de orden, sino es una cuestión también de respeto. Esta comparecencia
era para informar de mi entrevista con el comisario europeo de la
Competencia acerca del futuro del Ente. En toda su intervención, que
se ha prolongado por más de 20 minutos, no ha habido nada más que dos
referencias al señor Van Miert: la primera para decir que he
explicado con claridad la posición del señor Van Miert, y la segunda
para decir que no he explicado la posición que ha tenido el propio
comisario Van Miert. Por lo tanto, ya de salida no es fácil
contestarle. Y desde luego, lo que sí tengo que decirle es que no es
un problema de opacidades, sino a lo mejor es un problema de
entendimiento. Usted no ve la actitud favorable de la televisión
pública porque la mira, pero no escucha lo que se le dice. Yo creo
que es bastante claro lo que he dicho aquí: quiero una televisión
pública. Lo he dicho desde la toma de posesión. Toma de posesión en
la que ya con anterioridad a la misma usted había criticado y
apuntado que yo llegaba para vender Televisión Española a la SEPI.

Eso lo dijo en cada una de las comparecencias, sigo sin vender -si es
que fuera yo el autorizado para venderle a la SEPI algo-. Por lo
tanto, no por mucho repetir o por mucho insistir en los argumentos se
va a llegar en algún momento a tener razón. y sobre todo mantengamos
el respeto no solamente por SS.SS. o por mí mismo, sino también por
la opinión pública, que no merece equívocos y en algunos casos
engaños. Y digo engaños, porque pasaré a uno en específico.

Por lo tanto, usted no ve la actitud favorable porque no la escucha.

Quiero esa televisión pública, la quiero fuerte, la quiero
perfectamente gestionada, ahorrando los costes y para llevarla al
siglo XXI acorde con las tecnologías. ¿Cuál es mi posición, por lo
tanto, ante el señor Van Miert? Pues a lo mejor a usted lo que le
pasa es que no le parece demasiado novedosa, pero desde luego lo que
no es, es opaca. Nosotros, en el contexto de las otras televisiones
públicas europeas, como es el caso de la francesa o el caso de la
italiana, a quienes también se dirigió este expediente, hemos
sostenido siempre la peculiaridad de nuestro servicio. O lo que es lo
mismo, y dicho en términos quizás más gráficos, es servicio público
lo que hacemos. Por lo tanto, no hay en ese sentido ningún tipo de
concesión con respecto a la postura de Bruselas.

En segundo lugar, y también muy importante, lo que hacemos lo
determina el Parlamento, es decir, nosotros hacemos aquello que
estamos mandatados para llevar a cabo, y el Parlamento es usted, son
ustedes.

En tercer lugar, el Protocolo de Amsterdam. Volvemos a lo mismo, no
nos escudemos todavía o no pensemos en el protocolo hasta que sea
ratificado. Nosotros sí lo implementamos, pero la parte fundamental
que tanto a usted le preocupa es meridianamente clara. El Protocolo
de Amsterdam lo único que dice es que cae dentro de la
responsabilidad de los Estados el definir esas cuestiones a las que
usted hacía referencia. Nuevamente cae bajo su responsabilidad y la
de SS.SS.

Y por último, a nivel general, en relación con la posición ante el
señor Van Miert, usted no se preocupe por los puntos que presentaron
desde el Partido Socialista, porque como ya le dije al señor
Rubalcaba en mi anterior comparecencia, no es que no sean novedosos,
sino que todos y cada uno de ellos han estado siempre expresados en
las distintas comparecencias, porque son bastante obvios, y yo creo
que en esto no hace falta el consenso porque es un a priori de la
actitud como españoles, y desde luego de este director general.

El engaño al que hacía referencia y aunque no quería entrar en
cuestiones que no eran objeto de esta comparecencia, creo que ha
llegado el momento de decir la verdad a la opinión pública se refiere
a esa frase repetida por usted en distintas ocasiones de que hemos
multiplicado la deuda por tres. En primer lugar, diríjase a mí, no se
dirija en plural. Yo soy responsable de lo que soy y no de lo que
usted quiere que yo sea. Esa deuda que se multiplica por tres,
supongo yo que partiría como base de la cifra de 256.000 millones
aproximadamente con la que se llega al año 1996, obviamente ya
significaría un engaño, que es llevarla a lo que sería el presupuesto
del año 1999. He repetido ya en múltiples ocasiones que es mi
objetivo llegar a finales del año 1999 con la misma o menos deuda con
la que terminamos el año 1998. Me dirá usted, «pero está eso
presupuestado», le diré yo «eso todavía no está en deuda y no está
perdido»; lo siento mucho pero todavía siguen siendo 593.000
millones, por lo tanto, no se habría multiplicado, sino que apenas
habría sido equivalente. Pero además también hay que decir a los
españoles que antes del año 1996 se condonaron 232.000 millones a
Televisión Española por parte de su gobierno, por lo tanto, supongo
que eso también habría que sumarlo a la cifra del principal, y eso



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supondría ya antes de 1996 500.0000 millones, que es una cifra creo
que bastante relevante. Por lo tanto, digamos la verdad a la opinión
pública, digamos exactamente el estado de esta casa, porque es de los
españoles, y no es para nada algo sujeto a peleas partidistas o sobre
la cual se deba jugar, y eso en interés de todos.

Señor Burballa, quería matizarle esa idea de que quiero ir de acuerdo
con Bruselas. Es un problema de experiencia, quizás personal, puesto
que he trabajado allí, pero que es importante. Yo creo que la actitud
abierta y de colaboración siempre es preferible ala confrontación con
Bruselas, siempre. pero no por una cuestión de táctica, sino por una
cuestión real. Los problemas son comunes y eso no significa en ningún
momento ningún tipo de cesión de soberanía, sino que significa
precisamente que tenemos que colaborar en un contexto global que es
en el que vivimos. Entonces, no es que exista un acuerdo a priori con
el señor Van Miert, sino que, sencillamente, hay respeto hacia un
procedimiento comunitario, y desde ese respeto, se da la
participación de Radiotelevisión Española en defensa de sus propios
intereses, en primer lugar, y, en segundo lugar, que también es
importante, en colaboración para la creación o la confección de una
Europa en beneficio de todos.

Usted dice que está incómodo por lo que sucede en la subcomisión. No
se puede imaginar lo incómodo que estoy yo sobre el mismo punto.

Estaría absolutamente deseoso que no ya, sino hace tiempo, ustedes me
hubieran marcado exactamente las pautas a seguir, por lo que tantas
veces he repetido, porque mientras eso no sea así, mi «Constitución»,
entre comillas, es un estatuto de 1980, anterior a la existencia
misma de las televisiones privadas, y ésa es la norma que me rige,
independientemente de los juicios de valor o de las aspiraciones
personales que pueda tener yo desde esta Dirección General. Por lo
tanto, el primero que está incómodo y al que le urge una solución vía
la subcomisión, que para eso se ha constituido, soy yo mismo.

El siguiente punto que quería tratar es para evitar también cualquier
equívoco. No tengo ningún interés especial en ningún trato
preferente. Evidentemente yo quiero que se defiendan, y así lo hago,
los intereses de Radiotelevisión Española, eso en primer lugar.

Tampoco tengo ninguna aspiración a aglutinar lo que es la
representación de las otras televisiones, para nada. Es más, cada una
tendrá su oportunidad de comentar y pasar sus comentarios al Gobierno
con respecto a sus distintos balances, a sus distintas cuentas de
resultados. Y yo no tengo ni el más mínimo interés en que eso se
agrupe después con la posición de Radiotelevisión Española. Yo, al
revés, de lo que quiero dejar constancia, y dejarlo muy claro, es de
la posición de Radiotelevisión Española, porque, evidentemente, puede
haber diferencias, no ya de posición, sino diferencias reales tanto
económicas como financieras de unas y de otras. El que sea el
Gobierno quien tenga que contestar a Bruselas no significa que no
exista o que haya una voz única representada por Radiotelevisión
Española. La voz única es la transmisión por el Gobierno de España de
una información pedida por Bruselas. Y usted sabe perfectamente que,
de acuerdo con el propio Tratado, en el artículo 69, esa fórmula de
comunicación, que a usted o a mí nos gustará más o
menos, está impuesta, lo impone el Tratado y la Comisión no admite
otra cosa.

Por otro lado, evidentemente, cada una de esas comunidades, y desde
luego la suya, tienen sus propios sistemas de representación en
Bruselas, que utilizan muy legítimamente y con enorme efectividad, y
ellos transmiten y pasan sus opiniones de la manera más cotidiana y
fluida. No podemos circunscribir mis relaciones en Bruselas
exclusivamente a esa reunión con el señor Van Miert. Evidentemente
que mis servicios han estado en contacto y, vuelvo a insistir, yo
también lo he estado, con las otras televisiones públicas. Es decir,
esto es un proceso, no es únicamente una reunión.

Por lo tanto, ningún interés especial de trato preferente, sino
interés en defender lo que represento, ningún interés en aglutinar la
representación total, sino exclusivamente hacer llegar al Gobierno,
que es el transmisor de esa información, todo lo que se refiere a
Radiotelevisión Española. Esa voz única procedimentalmente sí es el
Gobierno ante Bruselas, pero obviamente, y será el Gobierno quien lo
haga, recogerá las posiciones respectivas de cada una de las partes
afectadas.

Señor Ballestero, muchas gracias por sus comentarios. Yo de todo
ello, quisiera insistir en una cuestión: desde un principio marqué
como uno de los objetivos la prioridad de lo que podemos llamar el
caso Bruselas. Entonces sí se hablaba de un procedimiento de
infracción. Estamos hoy en un momento en el que sólo ha llegado una
carta de información, y en el que además no pienso para nada
esconderme detrás de la cuestión coyuntural de la dimisión de la
Comisión. Evidentemente que eso puede traer consigo unos retrasos por
el propio procedimiento interno de elección de la Comisión, pero lo
verdaderamente importante es clarificar y contribuir en esa
definición de servicio público y hacer, eso sí, que Bruselas sea
mucho más receptiva a lo que son nuestros intereses y mucho más
receptiva a lo que son las peculiaridades del caso español. Para eso
no hay que estar jugando con dimisiones o no dimisiones de la
Comisión, sino que es un continuo que tardará el tiempo que tarde,
pero que evidentemente pensamos mantener en el futuro próximo.




La señora PRESIDENTA: La Presidencia ha consultado al resto de la
Mesa, y como ya va siendo tradición en esta Comisión, se concede un
segundo turno, que ruego que sea breve y que SS.SS. se ciñan al
objeto de la comparecencia y a las contestaciones del director
general.

El señor Alcaraz tiene la palabra.




El señor ALCARAZ MASATS: Quisiera aclarar, en principio, que
Televisión Española no tiene ninguna deuda, la tiene el Estado para
con Televisión Española y el Estado es quien tiene que pagar esa
deuda, cosa en la que venimos insistiendo desde hace muchísimos años
y que nunca hemos conseguido hacernos entender. Es dinero del Estado,
el Estado permite el endeudamiento, y después el endeudamiento consta
como deuda de Radiotelevisión Española. Tenemos un sistema exótico en
Europa, donde existe el canon, el canon más publicidad, el canon más
publicidad más financiación pública, la publicidad más dinero
público, pero aquí es publicidad más endeudamiento.




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Es el único sistema en televisiones públicas en Europa donde se
establece publicidad más endeudamiento.

En segundo lugar, de los hechos, señor Cabanillas, incluso de alguna
de sus palabras, se deduce que ustedes quieren manos libres pare
negociar en Bruselas. Manos libres para negociar en Bruselas y
después promoverlo brindando con champán en un vaso de plástico, como
la señora Loyola de Palacios, sin saber exactamente qué es lo que ha
acordado y qué consecuencias va a tener. Tenía que haber sido cava,
pero fue champán, y del malo.

Usted tendría en ese sentido que ser un poco, permítame que se lo
diga casi en sentido griego, menos cínico. Porque si usted
constantemente nos dice «no, no, yo no quiero llevar las manos libre,
quiero que me marque la subcomisión lo que tengo que decir». Eso es
cinismo. Nosotros hemos planteado al máximo nivel en el Partido
Popular y en el Gobierno del Partido Popular este tema de la
subcomisión. Nos queda pedir amparo al presidente del Parlamento y lo
vamos a pedir, porque nos sentimos en este sentido toreados, como
muchos de los miembros de la subcomisión que aquí han expuesto su
queja. Y todos ustedes son responsables, incluido usted, señor
Cabanillas, porque usted va a comparecer, presuntamente, el próximo
jueves ¿para qué? No lo hemos pedido. Nadie ha pedido que comparezca
usted, señor Piqué. (Risas.) Perdón, señor Cabanillas. Sí, ahora me
referiré al señor Piqué, porque lo confundo. Posiblemente el señor
Van Miert también los confunde.

Por lo tanto, señor Cabanillas, no entendemos la comparecencia en la
que nos va a decir exactamente lo que nos ha dicho aquí, porque aquí
hay quejas de que todos nos repetimos. Pues claro, si es que estamos
en un absoluto pantano, en un absoluto estancamiento, cómo no nos
vamos a repetir. Y usted va a ir el próximo jueves a repetir
exactamente lo que acaba de decir aquí. Y nos va a decir a la
subcomisión -vea usted una prueba más del cinismo, en sentido griego,
no se mosquee usted- que eso es responsabilidad nuestra, y va a decir
urbi et orbi a todos los miembros de la subcomisión que puedan venir
el jueves, porque va a ser un poco tiempo perdido como sigamos así,
lo mismo que acaba usted de decir aquí, señor Cabanillas.

Por tanto, yo le ruego que aclaremos las cosas. Manos libres en
Bruselas, pero ¿qué es lo que están ustedes llevando a Bruselas?, ¿el
documento del Gobierno o la posición del señor Piqué? ¿La posición de
señor Piqué que le dice a Van Miert «yo te voy a modelar una
televisión a la medida que tú me vas a decir en función de la
competencia»? No sabemos qué es lo que ustedes están llevando a
Bruselas. Es más, si usted ha sido acompañado por el señor Piqué a la
hora de ver a Van Miert de cara a Radiotelevisión Española, es lógico
que también el señor Piqué acompañe al resto de las televisiones
públicas españolas, también sería lógico. Por lo tanto, para jugar en
un terreno absolutamente equilibrado hay que hacer las cosas de
manera equilibrada.

Consiguientemente esa revolución tranquila que usted está llevando a
efecto no la vemos por ningún lado. Es ganar tiempo para que termine
esta legislatura, y ya veremos lo que pasa en la próxima, porque
efectivamente pueden darse procesos de privatización galopante. Si
esto está en manos del señor Piqué, el señor Piqué en dos años ha
privatizado lo que la señora Margaret Thather en ocho. Y
puede tener el gran mérito de terminar privatizando una parte
importantísima del sector público comunicativo dejando el resto, a
Radiotelevisión Española, como un auténtico bonsai comunicativo, por
lo tanto, no nos fiamos de esta situación. Vamos a pedir amparo para
que se reúna la subcomisión -quedan dos meses y medio- para intentar
un acuerdo. El turno de comparecencias realmente ya había terminado,
se lo digo sin ánimo de molestarle, pero no hemos pedido su
comparecencia, que yo recuerde. La hemos pedido aquí en la Comisión
de Control de Radiotelevisión Española. Porque usted no puede seguir
jugando el papel de centrista hamletiano, señor Cabanillas, de
centrista dubitativo. (Risas.) Usted acompaña al señor Piqué,
acompaña al documento de Álvarez-Cascos, usted lo acompaña todo, pero
no está teniendo ninguna definición clara con respecto al futuro de
Radiotelevisión Española; da indicios, insinuaciones, evocaciones,
invocaciones, pero realmente no hay una posición real sobre los
hechos.

Nosotros queremos -termino, señora presidenta- que cumpla la
subcomisión y su presidente con lo que habíamos acordado, que figura
allí, reuniones prácticamente semanales. Eso es lo que acordamos.

Porque aquí se ha dicho, «que trabaje la subcomisión». Bien.

Acordamos reuniones semanales y figura allí grabado. Y han pasado un
montón de semanas sin ninguna convocatoria para que intentemos un
acuerdo. En segundo lugar, queremos coger como documento básico,
puesto que no existe otro, el documento del Gobierno, no voy a
llamarlo ya documento Cascos, el documento del Gobierno, como punto
de partida; y queremos naturalmente intentar una posición, si es de
consenso unánime, mucho mejor, pero si no la que corresponda, y en
función de eso haremos el debate, que corresponde hacerlo en el
Pleno, antes de finalizar el mes de junio. Y eso es lo que queremos.

Usted me va a volver a decir «pues, reúnase», ¿verdad? Pero todos
ustedes tienen alguna responsabilidad en esto. Aquí está presente el
Grupo Popular, me está oyendo en este momento, aunque falta el señor
Peñalosa, y esto se lo he dicho al señor presidente de la subcomisión
y se le ha trasladado al máximo nivel al Partido Popular y al
Gobierno, pero no hay voluntad, señor Cabanillas. Perdone que le
llamara antes señor Piqué, pero esa entrevista con Van Miert me ha
descabalado un poco las indentificaciones.

Por lo tanto, eso es lo que queremos muy claro, señor Cabanillas:
reunión de la subcomisión, documento del señor Álvarez-Cascos como
terreno de juego, como percha en la que colgar el resto de cosas, que
pueden llegar a una síntesis de todos los grupos antes de finales de
junio. Si vemos que avanza el mes de marzo y abril, ¿qué hacemos,
señor Cabanillas?, ¿nos ponemos en huelga de hambre o qué es lo que
podemos hacer? Ésta es nuestra actual desesperanza, señor Cabanillas.




La señora PRESIDENTA: Señor González de Txabarri.




El señor GONZÁLEZ DE TXABARRI MIRANDA: Le quisiera subrayar, señor
Cabanillas, dos aspectos que considero políticamente relevantes, y
hacer una consideración final.

En primer lugar, le preguntaba al inicio de mi intervención si
asistió solo o en compañía de otro u otros. No lo ha



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querido decir. Sí, sí, si yo también veo las fotos de los periódicos.

Le hago la apuesta que quiera a que no consta en el «Diario de
Sesiones» que con tanto rigor copian aquí. Usted no ha querido
manifestar públicamente que asistió con el señor Piqué. Ese dato es
políticamente muy relevante, señor Cabanillas, porque al final es su
obligación, como usted bien ha dicho, el sostener delante de las
instituciones europeas los intereses de Radiotelevisión Española.

Nada que objetar. Pero es un ministro del Gobierno el que le
acompaña, y eso políticamente es muy relevante, y no acompaña a nadie
más, cuando el expediente está abierto no sólo para Radiotelevisión
Española, sino para el conjunto de operadores públicos. Y ese dato
políticamente es un dato fundamental. Para el Gobierno del Partido
Popular la única televisión pública en Radiotelevisión Española, no
informa a los demás operadores de televisión que están inmersos,
están inclusos en ese expediente, en ese procedimiento. Ese es el
dato políticamente relevante.

En segundo lugar, ahora asistiremos a una perversión metodológica muy
llamativa. Ahora resulta que el Ministerio de Asuntos Exteriores
-éramos pocos-, siguiendo procedimientos reglados, recibe ese
procedimiento para la apertura de ese expediente; recurre (no se sabe
tampoco con qué criterio), en el caso del Gobierno Vasco, a la
Secretaría de Acción Exterior, para solicitar información en relación
a distintos aspectos de las televisiones autonómicas
o Radiotelevisión Española, solicitando por ejemplo la definición de
servicio público, en el plazo de un mes. Ahora imagínese a cada uno
de los operadores autonómicos, a cada gobierno autonómico sudando
tinta china para definir lo que es servicio público, cuando aquí hay
una subcomisión, y en el plazo de un mes, al Ministerio de Asuntos
Exteriores juntando toda esa documentación e intentando hacer una
síntesis en relación a la definición de servicio público. Esto ya no
es sólo una paradoja, es un auténtico absurdo, es una auténtica
perversión del sistema. ¿Que viene dada por acciones exteriores? Por
supuesto, pero hombre, mayor iniciativa política debiera existir,
como decía con todo fundamento el señor Alcaraz, para poder
establecer un mínimo de orden en relación a cómo contestar a este
procedimiento cuando aquí hay una subcomisión a la que no se deja
trabajar. Hay una subcomisión conformada precisamente para que se
establezcan esos mínimos necesarios para la definición de lo que es
servicio público, de lo que deben ser contabilidades analíticas, de
cómo hay que operar en relación a la asunción de los presupuestos de
las televisiones públicas, y ahora resulta que, por un procedimiento
exterior, el Ministerio de Asuntos Exteriores remite la solicitud de
información, sin más, como si fuera una cosa fría y desangelada,
diciendo: «oiga, que me piden de Europa que me diga qué es para usted
servicio público, dígamelo». Y no indica qué es lo que va a hacer
después. Entonces, ¿qué es lo que va a hacer el Ministerio de Asuntos
Exteriores cuando reciba la información de todos sus operarios y la
suya también? Ya sé que no es de su competencia, pero admita, señor
Cabanillas, que desde lo que es la lectura política de lo que está
sucediendo, entendamos que esto es una perversión. Yo creo que son
los dos datos políticamente relevantes.

Y como corolario final, señora presidente, he de indicarle al señor
Cabanillas; por lo menos por lo que a este
grupo parlamentario respecta que haga las menos referenciadas
posibles a la subcomisión. Nosotros nos sentimos toreados, nos
sentimos incapaces de poder abordar la tarea que esta subcomisión
tiene. Asistimos a las convocatorias que se nos hacen, y asistimos
con auténtico pesar a un trabajo de una subcomisión que está
claramente bloqueada.

Es verdad que el período de sesiones continúa hasta junio y hay
posibilidad de abordar este tema, lo que no se ve es voluntad
política de asumir los objetivos que esa subcomisión tiene, y eso hay
que asumirlo así. Es decir, haba usted también desde fuera la lectura
de lo que está aconteciendo en esta subcomisión, porque aquí usted no
es ajeno a los trabajos de la subcomisión, a usted le afecta
directamente que esta subcomisión llegue a la consecución de sus
objetivos o no, en realidad debiera ser uno de los acicates para que
la subcomisión funcione, porque muchas veces cuando recurre al
argumento de la subcomisión, por lo menos los que somos miembros, por
lo menos en mi caso, sí que nos sentimos un poco sorprendidos. Porque
si las referidas que hace usted a los trabajos de la subcomisión se
desarrollaran en el nivel que usted denota, indudablemente los
trabajos de esa subcomisión estarían en otro nivel.

Por eso quisiera subrayar estas dos lecturas políticas y añadir ese
corolario final.




La señora PRESIDENTA: La señora Conde tiene la palabra.




La señora CONDE GUTIÉRREZ DEL ÁLAMO: Señor director general, la
verdad es que no sabía que en esta Cámara quien fijaba quién
respetaba al Parlamento o no, o los tiempos de los intervinientes era
el compareciente, pero debe ser una novedad que ahora es el director
general que comparece ante la Comisión de Control el que mide el
tiempo de los grupos parlamentarios cuando hablan en esta Comisión.

Yo quería decirle una cosa, el respeto a la Cámara no es decir lo que
el Grupo Parlamentario del Partido Popular quiere oír o lo que el
director general quiere oír. Yo tengo un razonamiento político que me
parece que es un razonamiento político correcto desde la oposición y
desde nuestra preocupación sobre el futuro de televisión. Y hoy
estamos aquí en una comparecencia para que el director general nos
explique su contacto con un comisario europeo responsable de estos
temas. Y por tanto, estamos hablando del futuro de televisión. Y de
hecho en las palabras de todos los intervinientes ha estado hablar
del futuro de televisión. Lo que pasa es que otros comparecientes la
han enfocado de otra manera y no han expresado otras preocupaciones
que sí tiene el Grupo Parlamentario Socialista sobre el futuro de
televisión y que como las tiene y están íntimamente relacionadas con
la comparecencia de hoy, con todo respeto, eso sí levantando la voz
porque el Grupo Parlamentario del Partido Popular no la dejaba
hablar, esta responsable del Grupo Parlamentario del Partido
Socialista las ha expresado, con todo el respeto a esta Cámara, como
ha hecho siempre en su época de ministra y en su época de
parlamentaria.

En segundo lugar, usted me dice que yo no escucho, que no sigo las
cosas. Claro que escucho lo que usted dice. Ayer leía concretamente
un artículo en Expansión de un destacado miembro del Partido Popular
que decía que ya



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bastaba de palabras bonitas, de diálogos sin condiciones, de
consenso, de revolución tranquila, de política de calidad, que lo que
querían eran hechos. Es exactamente lo que quiere mi grupo. Sus
palabras son excelentes, se lo dije desde el primer día, todo es
correcto, todo lo que dice es correcto. Y yo le diría más, creo que
sus intenciones también son buenas, pero no de dejan. Y usted tendrá
antes o después que asumir esa situación, es la suya. Yo ya le dije
el otro día que no me gustaría estar en su pellejo. A mí no me vale
lo que dice, sé que tiene buena intención y que sus palabras son
correctas, pero lo que hace y le dejan hacer es lo contrario. Ylo que
a mi grupo le preocupa es lo que hace el Partido Popular, no sólo
durante los tres o cuatro meses que usted lleva, sino durante los
tres años. Porque yo no estoy hablando sólo de su gestión, yo estoy
hablando del futuro de televisión, y para eso me interesa todo el
período del Gobierno del Partido Popular.

Sólo quería hacerle una observación. No creo haber hablado nunca de
que usted iba a vender Televisión a la SEPI. La SEPI es casi un
monopolio del señor Felipe Alcaraz, yo hablo de privatización y de mi
preocupación por la privatización, y la sigo teniendo. Pero la SEPI
la he dejado para él porque yo creo que es monopolio suyo.

Le he dicho a lo largo de mi comparecencia, creo que se me ha
entendido, pero seguramente a lo mejor no lo he dicho con suficiente
claridad, que usted en la Comisión anterior y en ésta ha explicado
bien la posición del comisario, pero no ha explicado la posición del
ministro Piqué y la suya, y que lo que a mí me preocupa no es la
posición del comisario, por supuesto que tendrá una posición
comprensiva hacia nuestros problemas y de respecto y de exigir el
respeto al Protocolo de Amsterdam, pero lo que a mí me interesa y lo
que yo le he pedido y lo que usted no ha acabado de decir es cuál es
su posición, qué posición mantuvo allí. Eso que hemos leído en los
periódicos ¿es verdad o no es verdad?, ¿qué posición mantuvo frente a
la financiación?, ¿qué posición mantuvo sobre la dimensión de la
televisión pública? No nos lo ha dicho, y no conseguimos que nos lo
diga. No me interesa tanto la posición del comisario Van Miert, que
la conozco y usted la ha explicado, sino la suya, que tampoco hoy la
ha explicado.

Mire, usted se escuda, como su antecesor, constantemente en la
subcomisión. La televisión es responsabilidad suya, no mía. Es
responsabilidad suya, usted ha aceptado ese cargo. Y por tanto, si
estamos en un momento problemático para la televisión, en el que
estamos estudiando su futuro, usted tiene mucho que decir, yo diría
que el que más y el que, por supuesto, tiene que saber más de lo que
hay que hacer. Es decir, si tenemos que definir el servicio público,
si tenemos que definir el modelo de financiación, deje usted que la
subcomisión trabaje, que no trabaja, pero usted haga su tarea. Y su
tarea es empezar a apuntar en esta Comisión cuál es su posición
frente al futuro de la televisión española. Por favor, señor
Cabanillas, no se escude más en la subcomisión. A nosotros nos
irrita, porque sabemos que estamos participando en una farsa, y no
queremos que usted también nos haga participar cada día en esa farsa,
ya nos lo hace el Gobierno, no nos lo haga usted también.

Me dice que el pacto es lo ya visto. Pues no es lo ya visto. Hay una
posición muy concreta sobre unos temas, y además abiertos al diálogo.

Nosotros queremos ese pacto,
y le decimos cuál es nuestra preocupación, por la que no podemos
llegar a ese pacto. Y toda mi intervención ha tenido como finalidad
eso: un pacto, pero ese pacto nos lo imposibilita su gestión, la
posición frente a la subcomisión, etcétera. No voy a repetir mi
intervención. Por tanto, este pacto que nosotros entregamos en esta
Cámara no es lo ya visto, es un documento en el que se especifican
una serie de posiciones sobre temas claves que estamos discutiendo.
Y me gustaría haber oído a algún miembro de la subcomisión
perteneciente al Partido Popular, del Gobierno o a usted mismo hacer
alguna referencia que no sea genérica a ese documento. Yo me temo que
no siquiera se lo han leído, cosa que nosotros hicimos con el
documento del Gobierno.

Sobre la deuda, usted me dice que no engañe a la opinión pública.

Mire, yo no engaño a la opinión pública, usted sí, incluso el señor
Aznar un día en esta Cámara la engañó. La deuda se ha multiplicado
por tres, les guste o no les guste, porque al final de este
presupuesto a lo mejor yo tengo que rectificar mis palabras, pero hoy
por hoy, le guste o no le guste, lo que figura es lo que hay en los
presupuestos. Y en los presupuestos vamos a finales de 1999 con una
deuda que se acerca a los 800.000 millones de pesetas. Y no hemos
hecho el mismo trabajo ustedes que nosotros, nosotros gobernamos
catorce años, ustedes tres. Y en tan sólo tres años han puesto la
deuda..., si quiere la dejo en 600.000, me da igual, es una burrada,
es una brutalidad y usted es el responsable de que eso se solucione,
y no puede recurrir constantemente al tú más del Gobierno Socialista.

Mire, yo me voy con más preocupación de esta Comisión que cuando
entré. Porque de verdad pensé que hoy llegaríamos a saber cuál es la
posición que el Gobierno va a mantener en relación con Bruselas y nos
iríamos con un cierto apoyo, con un cierto consenso de todos los
grupos para que usted pudiera trabajar. Ese era nuestro deseo. Usted
no ha dicho nada más que las generalidades que dijo la otra vez, y
nosotros no hemos podido hacer una intervención sosegada, exponiendo,
eso sí, con la dureza que creemos necesario, nuestras críticas, pero
extendiendo nuestra mano lo que creemos que podemos extenderla,
porque el ambiente que ha creado el Grupo Parlamentario Popular
durante la intervención al menos de esta portavoz que le habla, lo ha
hecho imposible. Por lo tanto mi preocupación es mayor, me voy sin
saber cuál es la posición que usted va a mantener en Bruselas, y me
voy sin haberle podido ofrecer una cosa que llevamos queriendo
ofrecer hace mucho tiempo: un consenso que ustedes acepten.




La señora PRESIDENTA: Señor Ballestero.




El señor BALLESTERO DE DIEGO: La verdad es que durante esta mañana
hemos estado hablando sobre algo que nada tenía que ver con la
comparecencia del señor director general, que nos venía a explicar su
reunión con el comisario europeo. Pero parece que los demás grupos
parlamentarios tenían otras intenciones, nos hemos vestido de
faralaes y nos hemos ido a las procesiones de Semana Santa, en vez a
la feria de Abril. Asumiendo esto, lo que sí quisiera aclarar es el
papel del Grupo Parlamentario Popular en la subcomisión. No es desde
luego imputable al grupo parlamentario



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que no se haya reunido. La subcomisión es una responsabilidad de
todos. (Rumores.) De hecho, en estos momentos, y quiero aclararlo, no
hay ninguna solicitud por escrito de ningún grupo parlamentario de la
convocatoria de la subcomisión, y quien la ha convocado, y eso sí
quiero recordarlo, es el presidente de la misma, miembro del Grupo
Parlamentario Popular. Además de eso, la comparecencia del director
general va a responder a las intenciones del director general
anterior, que quería cerrar una primera ronda, y por ello comparece
en primer lugar el director general, y creo que esto es información
que deberían manejar el resto de los grupos parlamentarios.

Con respecto a la deuda, únicamente quisiera aclarar otra vez y
recordar al Grupo Parlamentario Socialista de dónde proviene esta
deuda. Dicen que estuvieron gobernando muchísimos años. De acuerdo.

Algunos portavoces, de hecho les ha costado y les cuesta mucho el
vivir esa pérdida de protagonismo que tenían día a día y la intentan
conseguir a base de cualquier tipo de intervención destructiva. Pero
a pesar de eso, el cambio que ha habido en la deuda de Televisión
Española, como ustedes saben bien, viene de finales de los años
ochenta. Lo que sí que celebramos es que la buena gestión de los
últimos meses del director general de Radiotelevisión Española
permita por fin ver un poquillo de luz en el túnel y nos haga pensar
que existen posibilidades de que esta deuda por supuesto no se siga
incrementando, sino que por el contrario, pueda incluso llegar
a reducirse a finales de año.




La señora PRESIDENTA: El señor director general tiene la palabra.




El señor DIRECTOR GENERAL DE RADIOTELEVISIÓN ESPAÑOLA (Cabanillas
Alonso): Señor González de Txabarri, ¿está usted preparado?.

Señorita, ¿está usted preparada también para que conste en acta? A
esa reunión asistió Piqué y yo mismo. ¿Está usted tranquilo? (Risas.)
Segundo, el Gobierno no informa del expediente porque el expediente
en ese momento o la solicitud de información no existía, ni el señor
Piqué ni yo mismo sabíamos el contenido de la misma, ni si iba a ser
dirigido a las distintas comunidades autónomas, contra las distintas
televisiones autónomas, contra Televisión Española, contra
Radiotelevisión Española. Por lo tanto, yo creo que esta vez esto ha
quedado claro.

En cuanto al procedimiento y el tiempo, estoy completamente de
acuerdo con usted. Yo, Radiotelevisión Española, a lo más que puedo
aspirar es a intentar tener las respuestas y los datos listos en esa
fecha, y si no es así, transmitir mi solicitud de ampliación del
plazo al Gobierno, de la misma forma que supongo, y están
perfectamente en su derecho, harán las otras partes intervinientes.

Evidentemente, a mí me parece como a usted un plazo muy corto. En lo
que a mí respecta, no sé si llegaremos a tiempo.

En tercer lugar, su referencia al Ministerio de Asuntos Exteriores.

Efectivamente es así como se establece en el procedimiento
comunitario, pero aprobado por los distintos Estados miembros, yo
creo que no es una cuestión que tengamos que tratarla en este sentido
de otra forma.

La subcomisión. Le digo lo que le dije al señor Burballa. El primero
que está incómodo soy yo mismo. Y eso es, como tantas otras cosas en
el día de hoy, un problema de comunicación, de relación, de diálogo,
o como lo quieran ustedes llamar, con la instancia pertinente, con el
grupo parlamentario, con el Gobierno, si usted quiere. Yo no convoco
la subcomisión, yo no asisto o dejo de asistir porque yo quiera,
sencillamente esa subcomisión se plantea para el jueves y es mi
obligación asistir.

Otra cuestión también, porque es importante a la hora de las
presencias, se lo decía también al señor Burballa, evidentemente que
el lehendakari ha estado en Bruselas con los comisarios en varias
ocasiones para tratar los distintos temas comunitarios. Es decir,
aquí no hay ni una posición de no aceptación de esa reunión por parte
de Bruselas, ni un ánimo por parte -evidentemente lo entiendo yo así-
de nadie de excluir la representación, que es muy legítima, del
lehendakari. Y luego, la elección del departamento dentro de lo que
es el Gobierno Vasco, es una elección a petición del propio Gobierno
Vasco, y creo que en concreto el interlocutor es don Juan Diego, si
no recuerdo mal. En cualquier caso, es algo completamente ajeno y que
excede en mucho a lo que son mis funciones. Obviamente no tengo por
que opinar, ni derecho, sobre esos temas.

Señor Alcaraz. Independientemente ya de la cuestión del
subconsciente, entiendo perfectamente el haberme vuelto a confundir
con el señor Piqué, pues efectivamente los dos estábamos allí.

La deuda. Usted hace unas disquisiciones. Efectivamente hay
subvención, hay autorización de endeudamiento, precisamente y un poco
ligado a lo que decía la señora Conde, si hay autorización de
endeudamiento, no necesariamente eso es deuda, se podrá endeudar o no
endeudar una entidad específicamente y no por ello hay que
contabilizarla de salida.

Usted me dice, y esto sí me importa, que yo quiero manos libres para
negociar en Bruselas. No es que quiera manos libres, yo he negociado
en la medida en lo que son mis funciones y mis competencias,
libremente o no libremente. Yo así lo he hecho, y la verdad es que
creo que ha sido bastante positivo a donde hemos llegado. ¿Cinismo?
No existe ninguno. Sofismo por su parte, ya que estamos en escuelas
griegas, mucho. Si quiere lo hablamos fuera de esta Cámara, pero ya
le he dicho tantas veces las mismas cosas que me es muy difícil
seguir insistiendo. En la próxima legislatura ya veremos lo que pasa,
no tengo ni la más remota idea de lo que va a pasar en la próxima
legislatura. Le he dicho en repetidas ocasiones que no existe ningún
plan específico de privatización o de compra por parte de la SEPI o
de nada, sencillamente hay lo que ya le he dicho en todas estas
comparecencias.

Y si sobre los trabajos de la subcomisión usted me pide a mí que le
dé indicios, invocaciones o pistas déme usted una, aparte de pedir
que siga el mismo papel que de hecho presentó el Gobierno hace un
tiempo.

Señora Conde, mi posición. Aquí hay una cuestión que también es
importante resaltar. Es decir, a lo mejor le estamos dando o le están
dando ustedes muchísima mayor trascendencia al contenido de esa
reunión del que realmente tuvo. No es una cuestión de que se hable de
todo el modelo y se diseñe una estrategia a seguir. No, allí se habló
de cuatro



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cuestiones, que son las que he explicitado. Se habló, además del
procedimiento, de su falta de datos. Precisamente para tomar una
posición con respecto a esas cuestiones, es por lo que se van a
proporcionar esos datos. Entonces, y no sólo se lo dirijo a usted,
sino a todos, no se trata de una cuestión de modelo en esa reunión
con el señor Van Miert, sino una cuestión del artículo 92 del
Tratado. Y eso es algo completamente distinto. Es decir, hay un
procedimiento en curso, una solicitud de información, información muy
puntual sobre datos específicos, y de ahí la Comisión tomará la
postura que se quiera. Nosotros hemos tomado en estos momentos una
postura muy sencilla: es contestar a ese requerimiento de datos, como
es nuestra obligación, defender la idea de una televisión pública
fuerte, defender la idea de que es a los Estados a quienes
corresponde el diseño del modelo y de la financiación y defender una
financiación mixta o diversificada, como ustedes lo quieran
llamar. Y sobre todo quiero expresar que las actuaciones que se
han venido tomando hasta ahora van precisamente en esa misma línea.




La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor director general.

Muchas gracias a todos ustedes.

Se levanta la sesión.




Era la una del mediodía.




Nota: El presente «Diario de Sesiones», de la Comisión de Control
Parlamentario de RTV, del miércoles 17 de marzo de 1999, no guarda la
relación cronológica habitual, con el fin de no retrasar la