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DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 642, de 16/03/1999
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CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1999 VI Legislatura Núm. 642



AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. JOSÉ CRUZ PÉREZ LAPAZARÁN



Sesión núm. 41



celebrada el martes, 16 de marzo de 1999



ORDEN DEL DÍA:



- Comparecencia de la señora ministra de Agricultura, Pesca y
Alimentación (De Palacio del Valle-Lersundi) para informar sobre:



- El resultado del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión
Europea, celebrado a partir del día 22 de febrero de 1999, sobre el
capítulo agrario de la Agenda 2000. A petición propia (número de
expediente 214/000112) y a solicitud del Grupo Socialista del
Congreso (número de expediente 213/001044) ... (Página 18722)



- La situación actual en el proceso de negociación de la Agenda 2000
en materia de su competencia.

A solicitud del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida.

(Número de expediente 213/001045) ... (Página 18722)



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Se abre la sesión a las diez de la mañana.




El señor PRESIDENTE: Vamos a iniciar la 41 Comisión de Agricultura,
Ganadería y Pesca con el único punto en el orden del día: celebración
de la comparecencia de la excelentísima señora ministra de
Agricultura, Pesca y Alimentación ante la Comisión de Agricultura,
Ganadería y Pesca para informar del resultado del Consejo de
Ministros de Agricultura de la Unión Europea, celebrado la semana
pasada, sobre el capítulo agrario de la Agenda 2000. Previamente
damos la bienvenida a la señora ministra, le agradecemos su presencia
en esta su Comisión y, sin más preámbulos, le damos la palabra para
que pueda desarrollar el tema.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del Valle-Lersundi): Buenos días, señorías.

Comparezco, a petición propia y a solicitud de los grupos
parlamentarios Socialista y Federal de Izquierda Unida, para informar
del acuerdo alcanzado en el maratoniano Consejo de Ministros de
Agricultura de la Unión Europea que analizaba, estudiaba y aprobó las
reformas contenidas en el capítulo de la Agenda 2000 y su marco
financiero. Como SS.SS. conocen, la negociación comenzó el pasado 22
de febrero. Alo largo de esa semana se presentaron distintas
propuestas y se terminó en la madrugada- noche del jueves 11 de marzo
tras largas rondas de negociación y sesiones bilaterales, donde la
delegación española defendió con firmeza posturas y objetivos, con un
acuerdo global ratificado por la mayoría de los países, ya que sólo
fue rechazado expresamente y de manera formal por Portugal.

Tengo que decir que la actuación del Consejo de Agricultura se
encuadra en una operación que se compone de dos etapas. Primera
etapa, la aprobación, por su parte, del Consejo de Agricultura, de
los ministros de Agricultura, del capítulo agrario de la Agenda 2000.

Segunda etapa, que se formalizará en Berlín, si al final hay un
acuerdo global en Berlín, con la incorporación del capítulo agrario
en la Agenda 2000 en el conjunto de la Agenda 2000. Es obvio que sin
la primera etapa, es decir, sin el acuerdo del Consejo de Agricultura
sobre el paquete agrícola de la Agenda 2000, es imposible que al
final se consiga un acuerdo sobre la Agenda 2000 en su globalidad.

Con esa precisión, es decir, que es un acuerdo del Consejo de
Agricultura pendiente de su incorporación al paquete de la Agenda
2000 de manera global, de su aprobación y ratificación por los jefes
de Estado y de Gobierno, paso a analizar el contenido del acuerdo. El
acuerdo alcanzado, señorías, mejora la situación de tres sectores
discriminados en cuanto a la agricultura española respecto a la
agricultura de la Unión Europea en su conjunto, así como las
propuestas iniciales de las OCM de los tres sectores que, como muy
bien saben, son el lácteo, vacuno de carne y cereales, además de las
OCM del vino. La OCM del vino ha sido negociada al margen de la
Agenda 2000, pero hemos conseguido que se incorporara al acuerdo
global, de forma que no quedara descolgada. Ésta, como muy bien saben
SS.SS., era una de las demandas de la delegación española, pues no
podíamos admitir que la OCM del vino, pendiente desde el año 1992,
una vez más quedara descolgada.

Señorías, en la discusión de los tres grandes sectores, vacuno de
carne, lácteo y cereales, España tenía dos objetivos. El primero era
un objetivo propio: el reequilibrio, terminar con injusticias, con
situaciones de discriminación largamente padecidas; algunas, como en
el caso del sector lácteo, arrancan de la época del ingreso en el
Mercado Común; otras, como en el caso del vacuno de carne o de
cereales, desde la reforma de 1992. El segundo objetivo,
conjuntamente con el resto de los países, era incorporar en la
regulación global de esos tres sectores las mejoras que hicieran más
adecuadas las reformas a las condiciones de nuestro sector y del
sector europeo en su globalidad -porque, en mi opinión, no se pueden
hacer reformas que no tengan un soporte y una virtualidad positiva
para el conjunto de los agricultores de la Unión Europea-, así como
todos los reglamentos horizontales, que también se han aprobado.

Señorías, creo que en esos dos niveles que he planteado se han
conseguido unos resultados razonablemente positivos, globalmente
positivos, para nuestro sector agrario. Hemos conseguido que, en los
acuerdos finales, se recojan regulaciones que suponen, por un lado,
reparar injusticias y discriminaciones que padecía España en relación
con otros países y, por otro lado, una regulación más equilibrada de
estos sectores, así como un claro avance en la construccióneuropea al
mantener claramente el principio de solidaridad, que consideramos
básico en la construcción europea. En el tercer aspecto, el
financiero, entendemos que el acuerdo agrícola cumple globalmente los
objetivos de contención del gasto agrario, no de congelación, que era
la tesis defendida por la delegación española en todos los foros a lo
largo de estos debates sobre la Agenda 2000.

Como recordarán SS.SS., el presidente del Gobierno, en la reunión de
Pertsberg, manifestó expresamente que rechazaba la congelación del
gasto agrícola, que por supuesto era partidario de la contención del
gasto agrícola, pero que rechazaba expresamente la congelación del
gasto agrícola en 40.500 millones de euros que planteaban algunos
países. Pues bien, señorías, en este aspecto los resultados finales
obedecen a esos criterios, superando la congelación estricta del
gasto agrícola en unos 7.000 millones de ecus para el conjunto del
período y concluyendo el período, en el 2006, en un gasto equivalente
a 40.700 millones de euros más el 2 por ciento incorporado.

En el capítulo de los reequilibrios quiero resaltar lo que va a
suponer para la agricultura española este importantísimo aspecto que
da respuesta a una demanda largamente expresada por el sector en
distintas ocasiones y en distintos foros. Así, en el sector lácteo se
ha conseguido un incremento de 550.000 toneladas para España, que se
hará efectivo en dos plazos: el primero en la temporada 2000-2001, el
segundo en los años 2001-2002. Eso quiere decir que nuestro sector
lácteo incorporará en la campaña 2000- 2001, 350.000 toneladas y
200.000 toneladas suplementarias en la campaña 2001-2002. Debo
resaltar que este incremento se consigue cuando en la campaña
anterior, la cerrada que existe ahora, que fue la de 1997-1998, no
hubo rebasamiento en la producción láctea española, y si hubo
rebasamiento en algunas zonas se vio compensado por la



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falta de producción en otras. Pues bien, a pesar de que en la última
campaña -no en campañas anteriores, en las que sí había habido
rebasamiento- no había habido rebasamiento en España, se ha
conseguido un incremento extraordinario para España de 550.000
toneladas, que se harán efectivas a partir del año 2000.

El segundo avance en el reequilibrio de situaciones y reparaciones de
discriminaciones se produce en el sector de herbáceos. Como sabrán
SS.SS. España tenía asignado un rendimiento histórico de 2,64
toneladas por hectárea correspondiente al período 1986-1990. Se había
efectuado este rendimiento histórico en el sector de los cereales en
función de los rendimientos de los años de las campañas de 1986 a
1990, excluyendo -como muy bien saben SS.SS.-, la mejor y la peor, y
haciendo la media de las tres restantes. El cálculo en función de ese
período suponía que de los tres años sobre los que había que llevar a
cabo la media uno era normal y dos eran secos -no extremadamente
secos, pero sí secos-. Eso producía que a España se le asignara el
rendimiento más bajo de toda la Unión Europea en cuanto a cereales, y
como en función de ese rendimiento histórico se pagan a los
productores las compensaciones por hectárea, se producía una
situación francamente desequilibrada para nuestros agricultores. Pues
bien, señorías, se ha conseguido que la Comisión acepte como período
de referencia las campañas 1984 a 1988, llevando a cabo el mismo
cálculo: quitando la mejor y la peor y haciendo la media sobre las
tres restantes, y así subir el rendimiento a 2,9 toneladas por
hectárea, lo que -como muy bien saben SS.SS.- supondrá un incremento
sensible en los ingresos de los productores de cereal español.

La tercera cuestión se refiere al sector del vacuno de carne.

Señorías, cuando me hice cargo de las responsabilidades del
Ministerio de Agricultura, en el vacuno de carne la media de cabezas
con derecho a prima del ternero macho con relación al número de
primas que España tenía asignadas no llegaba ni al 60 por ciento,
estábamos aproximadamente en el 55 por ciento. Conseguimos una
primera mejora con un incremento de 50.000 primas más, pasando de
550.000 a 600.000 para el año 1997. Eso nos colocaba algo mejor, pero
seguíamos estando por debajo de la media europea, que se sitúa en el
80 por ciento. Hemos conseguido incrementar el número de primas de
terneros macho para España en un 20 por ciento a lo largo de estas
negociaciones, lo cual nos sitúa un poco por encima de la media
europea, en el 82 y pico por ciento en cuanto al número de animales
primables, número de primas asignadas a España.

Señorías, estos son los tres avances específicos, que son la
respuesta de las demandas que formulaba específicamente España y que
eran problemas que nos afectaban sólo a nosotros. En algunos casos,
algún país tenía un problema parecido, pero con la situación de los
tres simultáneamente sólo se encontraba España. Creo, señorías, que
podemos alegrarnos de que al final haya habido un reequilibrio y que
se haya planteado una vez más la construcción europea sobre el
equilibrio, la solidaridad y la no discriminación, principios básicos
de la Europa que todos debemos querer y pretender construir. Una vez
examinados estos tres elementos que -insisto- nos afectaban a
nosotros diferenciadamente del resto de los países, voy a hacer un
análisis de lo que eran las preocupaciones compartidas con otros
países respecto no sólo a estos tres grandes sectores, sino también a
la OCM del vino y a lo que son los reglamentos horizontales.

Había también sobre la mesa un problema compartido, que era la
cuestión de la cofinanciación, planteada por unos países y rechazada
por otros, así como otra alternativa que proponía concretamente
Francia, que era el decrecimiento del ayudas. Señorías, a lo largo de
los debates, Alemania, que era el principal país impulsor de la
cofinanciación, planteó que renunciaba a ella, y a lo largo de los
debates del Consejo de Agricultura se excluyó la propuesta francesa
de reducción de decrecimiento de las ayudas como sistema para
equilibrar los presupuestos agrícolas o comunitarios. También se
excluyó al hilo de esa discusión la propuesta que nosotros
apoyábamos, que era la utilización de techos como limitación del
gasto partiendo de la base de que a partir de cierto tipo de tamaño
de explotación se produce una economía de escala clarísima que puede
permitir que con unas compensaciones inferiores se siga manteniendo
una rentabilidad clara dentro de las explotaciones. Estas dos
cuestiones se neutralizaron y se acordó por parte de los ministros de
Agricultura -y ha habido una declaración por parte de la delegación
española- que se excluían las dos y que si al final había que llevar
a cabo un recorte -cosa que es posible que se acuerde en Berlín-
respecto a los 314.000 millones de euros, que en principio es lo que
cuesta el capítulo agrario para los próximos años, se reconsideraría
simultáneamente -si es que se volviera a reconsiderar esta solución-
tanto el decrecimiento de ayudas cuanto el sistema de techos.

Entiendo que existen otros sistemas para llevar a cabo un ajuste
presupuestario sin necesidad de recurrir a la reducción de las ayudas
a los agricultores, fundamentalmente -se lo adelanto- partiendo de la
base del posible aplazamiento, dilación o extensión en el tiempo de
algunas de las reformas, que se escalonaría algo más de lo que está
planteado en el acuerdo final.

Entro a analizar sector por sector lo que ha sucedido en Bruselas, en
el Consejo de Agricultura, según el acuerdo alzado en la madrugada
del día 11 de marzo.

Sector de herbáceos. Como muy bien saben SS. SS., al final el acuerdo
contempla una rebaja del 20 por ciento de los precios de intervención
en dos tramos -primer tramo, 2000-2001, segundo tramo, 2001-2002- y
una compensación parcial, no total, lo digo así de claro, a base de
elevar la ayuda de 54 a 66 ecus por tonelada. Esta regulación, al
margen de la mejora a la que me he referido antes del incremento de
rendimientos para España, contempla algo importantísimo para
nosotros, como es una subsuperficie de base para el maíz con
rendimientos específicos, considerado en el acuerdo final, lo que
permite garantizar que este cultivo se va a seguir manteniendo en
torno a las 400.000 hectáreas que ocupan en este momento en España.

Asimismo, se mantiene el régimen actual de subsuperficies de base a
la hora de aplicar las penalizaciones individualizadas en caso de
rebasamiento por comunidades autónomas, pero con una compensación
global nacional, lo que permite, por un lado, optimizar las
disponibilidades que tiene España en su conjunto y, simultáneamente,
permite cargar, aplicar o concentrar las penalizaciones en aquella
región donde eventualmente, por las razones que fuera, se hubiera
producido el rebasamiento, después de disponer de



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las compensaciones correspondientes por la eventual falta de
utilización o de alcanzar el techo por parte de otras comunidades
autónomas.

En tercer lugar, señorías, en cuanto al girasol, frente a la
propuesta inicial, se plantea que la aproximación de la ayuda actual
a la ayuda de los cereales de 54 a 66 euros por tonelada se hará en
tres etapas, con un reexamen de la situación mediante un estudio a
mitad del período transitorio, pues en el caso de observarse un
descenso significativo de las superficies sembradas se procedería a
una revisión del nuevo régimen acordado. Quiere decir que, sobre todo
en lo que afecta a España, aunque es cierto que para otros países
esta solución puede no ser tan favorable o resolver tanto el
problema, se contempla la posibilidad de poner en marcha un programa
agroambiental que compense la rebaja de ayudas en las zonas de bajo
rendimiento. Esa es la situación de la mayor parte del girasol en
España. Obviamente, es distinta la situación del girasol en regadío,
pero indudablemente en las zonas de regadío los recursos y las
posibilidades son muy diferentes. En un breve análisis, éstas son las
modificaciones referentes al sector de herbáceos.

En cuanto al sector lácteo, además del incremento al que me he
referido de 550.000 toneladas para España, como saben SS. SS., se
plantea una rebaja del 15 por ciento en tres etapas, a partir de
2003, también de los precios de intervención, con una compensación
por litro de 4,19 pesetas que corresponde a una compensación por
litro más un sobre nacional destinado a las vacas lecheras. Señorías,
estas compensaciones se calculan no sobre la famosa vaca virtual sino
sobre cuotas, antes de la reforma; por lo tanto se calcula sobre las
cuotas antes de la reforma, se plantea en tres años a partir de 2003,
teniendo que plantearse también un estudio previo al 2003, referido a
si procede o no prorrogar el actual sistema de cuotas, más allá del
año 2006. Quiero manifestar muy claramente que España apuesta por el
mantenimiento del sistema de cuotas en el sector lácteo; es un
sistema que sirve, que no genera grandes excedentes, que mantiene el
sector con unas rentas razonables, con un equilibrio de precios
adecuado. En ese sentido, en su momento supongo que España seguirá
manteniendo esa posición, pero a lo largo de esa discusión nuestra
posición ha sido clara y rotunda: apoyamos el sistema de cuotas y
desde luego lo más que hemos aceptado es que en el año 2003 se pueda
revisar para su mantenimiento con posterioridad al 2006, no dando por
hecho que después del 2006 vaya a desaparecer, sino sencillamente
aceptando una revisión.

Como muy bien saben, señorías, había algunos países que planteaban la
supresión del sistema de cuotas. Nosotros os hemos opuesto a esa
posición. A partir del 2003, además de esa bajada del 15 por ciento
en tres etapas se plantea un incremento del 1,5 por ciento de la
cuota para los distintos países de la Unión, excepción hecha de los
que tenemos un incremento especial a partir del año 2000, mediante
unas cuotas especiales; pongo por ejemplo España, también Italia y
Grecia.

Vacuno de carne. Señorías, ya he referido la cuestión en cuanto al
incremento del número de derechos de prima en cuanto al bovino macho,
que nos sitúa -insisto- por encima del 82 por ciento del ganado con
derecho a prima, y tengo que referirme también a otra serie de
modificaciones.

Como muy bien saben, señorías, para empezar a hablar de los
derechos de prima a la vaca nodriza, de resultas de la minirreforma
del año 1996, se procedió a una congelación de derechos de nodriza
que supuso para España la congelación de 115.000 derechos de prima de
nodriza. La propuesta inicial de reforma traía sencillamente la
supresión definitiva de esos derechos, de los cuales no se ha podido
hacer uso a lo largo de estos años, y tengo que decir, señorías, que
hemos conseguido a lo largo de la negociación recuperar de esos
115.000 derechos, 95.000, lo que permite varias cuestiones. En primer
lugar, que ninguno de los ganaderos con derechos congelados de
nodriza se vea privado de esos derechos, por lo tanto, todos los
ganaderos podrán pedir las ayudas a la nodriza por el cien por cien
-insisto, por el cien por cien- de los derechos que tengan
adecuadamente en ese momento. En segundo lugar, permite disponer de
unos derechos en la reserva nacional, cuya distribución se procederá
a lo largo de los próximos meses. En tercer lugar supone que,
mientras que la consolidación de la congelación de derechos de
nodriza, a nivel comunitario, es del orden del 6 por ciento, para
España se limita al 1,4 por ciento, es decir, a 20.000 derechos de
nodriza.

Además de esta cuestión relacionada con los derechos de nodriza,
tengo que señalar otras cuestiones en la utilización de las primas.

Primero, la bajada de diez a nueve meses en la prima al ternero
macho, cuestión reivindicada desde hace tiempo por España. Es más,
pedíamos que se bajara hasta ocho meses, pero esta bajada permite
que, por ejemplo, las producciones en Galicia, Asturias y algunas
zonas del Pirineo donde se sacrificaba con menos edad, puedan
beneficiarse de este tipo de ayudas con mayor tranquilidad. Segundo,
la incorporación de una prima al sacrificio a partir de los ocho
meses de cualquier animal sacrificado, macho o hembra, cuestión que
beneficia no sólo a la posición española, sino a otra serie de
países, pero que la delegación española consideró interesante.

Además de estas cuestiones -ahora haré referencia a lo que son los
montos de las primas-, en el sector del vacuno la propuesta inicial
de la Comisión suponía una rebaja del 30 por ciento del precio de
intervención, que al final ha quedado reducida al 20 por ciento, con
una compensación prácticamente total gracias al incremento de las
primas incorporadas. Esto supone que en la vaca nodriza, cuya prima
hasta ahora era de 36.779 pesetas, se incremente hasta 50.606 pesetas
al final de la reforma que, no sé si lo he dicho pero si no lo digo
ahora, se plantea a lo largo de tres años. La prima al ternero macho,
que actualmente (la teórica, porque sabemos que en España tiene un
elemento correcto) es de 31.114 pesetas, al culminar la reforma será
de 48.252 pesetas. Por tanto, la prima de la vaca nodriza se verá
incrementada en un 37 por ciento, y la del ternero maco en un 55 por
ciento. En la vaca nodriza se consiguió un incremento muy sustancial
de la propuesta inicial respecto a la prima calculada por la
Comisión, consiguiendo otro de los objetivos planteados por España y
apoyado por otros países, que era un reequilibrio entre la prima al
ternero macho y la prima a la vaca nodriza, partiendo de la base de
que éste era uno de los mejores sistemas para seguir apostando por la
extensificación en la producción ganadera.Hay más cuestiones. Si
quieren alguna ampliación,



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encantada me extenderé con más detalle pero lo dejo aquí para no
alargarme ahora en exceso.

En el viñedo, contrariamente a los tres sectores anteriores, no
arrastrábamos ninguna situación de discriminación ni desequilibrio
frente a los otros productores europeos. Aquí estábamos en una
situación de competencia leal, por decirlo de alguna manera. En la
elaboración del borrador de la Comisión para modificar la OCM del
viñedo, la delegación y los servicios españoles colaboraron desde el
primer día, lo que permitió que, en su momento, la propuesta inicial
de la Comisión fuera valorada globalmente de forma positiva por parte
de la representación española. Apesar de todo, quedaban cuestiones
que convenía aclarar y modificar. También aquí se han incorporado
mejoras sustanciales y, sobre todo, se han despejado temores o
riesgos que aparecían en un primer momento, como, por ejemplo, la
cofinanciación, elemento básico de la reforma de la OCM del viñedo,
que es la reestructuración y modernización varietal del viñedo
europeo.

La OCM apuesta claramente por el viñedo español y europeo. Frente a
otras posiciones anteriores, donde de lo que se partía era de la
necesidad de limitar, de constreñir, de arrancar viñas, de disminuir
capacidad, esta organización común de mercado apuesta por mejorar la
calidad y aumentar la cantidad, es decir, por conquistar nuevos
mercados. Filosóficamente es un elemento básico de la OCM del vino
con el que hemos coincidido desde el primer momento. Ya no se trata
de arrancar más viñas, sino que se plantea la posibilidad de nuevas
plantaciones. Concretamente se contempla la posibilidad de nuevas
plantaciones respecto a 17.500 hectáreas para España, el 1,5 por
ciento para el conjunto (para que nos entendamos, distribuido entre
los distintos países) de la superficie del viñedo europeo, más un 0,5
por ciento que será distribuido con posterioridad a medida que se
produzcan nuevas necesidades. Pero si se aumentan al 2 por ciento los
nuevos derechos de plantación de viñedo, se incorporan además mejoras
sustanciales en cuanto a elementos básicos, para garantizar la
superficie del viñedo de nuestro país. Concretamente en la gestión de
la regularización de las plantaciones ilegales se plantea una mayor
flexibilidad a la hora de esa regularización, exigiendo
sistemáticamente una penalización a los que hayan plantado de manera
irregular, es decir, un sistema de multa, pero no se puede
regularizar sin necesidad de recurrir a esa superficie de nuevas
plantaciones. Este es un hecho importantísimo.

En cuanto a la recuperación de derechos históricos de viñedo, también
se plantean soluciones de mayor flexibilidad para recuperar el viñedo
que se hubiera perdido o cuyos derechos no se hubieran ejercido a lo
largo de los últimos años. Además de este elemento básico que,
insisto, es una posición filosófica clave para nosotros, existe el
segundo elemento, concatenando con el primero, que es la
reestructuración varietal, la mejora de nuestro viñedo. La reforma
global va a permitir que a lo largo de estos siete años se pueda
disponer de cerca de 110.000 millones de pesetas, lo que puede dar
lugar a una reforma varietal en torno a las 200.000 hectáreas de
viñedo en España. Es un elemento importantísimo que, a la hora de
gestionar las posibilidades que nos ofrece la OCM, de común acuerdo
con las comunidades autónomas, va a permitir modernizar
y hacer más competitivo nuestro viñedo. Esto tiene especial
relevancia para alguna comunidad autónoma como puede ser Castilla-La
Mancha, pero también para Extremadura, Valencia, Andalucía y Aragón.

En fin, la reconversión varietal es algo que tiene una importancia
tremenda para nuestro sector vitivinícola, lo mismo que las nuevas
plantaciones pueden tener una mayor relevancia para algunas otras
comunidades autónomas donde los vinos con denominación de origen y
con una mayor demanda están generando tensiones complicadas; estoy
pensando, por ejemplo, en Cataluña, en La Rioja o en algunas otras
zonas donde es necesario disponer de nuevos derechos de plantación.

Se mantiene la destilación para alcohol de uso de boca, 14 millones
de hectólitros en la Unión Europea; en España necesitamos unos
cuatro. Se mantiene también la destilación en plan de red de
seguridad, la destilación de las lías, la prórroga de mezcla de
blancos y tintos hasta el año 2005, que es importante para nosotros
porque nos permite que mientras se produzca la reconversión varietal
para mejor adaptación de nuestra producción a las demandas del
mercado se vayan resolviendo este tipo de problemas; la cuestión de
la acidez será incorporada como punto a) a través del Comité especial
de agricultura. Señorías, no me voy a alargar más en la cuestión del
viñedo, sólo diré que la promoción va en un reglamento horizontal de
promoción de productos y el embotellado finalmente pudo ser resuelto
de una manera feliz, puesto que planteaba problemas a algunos países.

Voy a pasar a analizar la cuestión de desarrollo rural. También aquí
creo que se hace una apuesta por lo que es el provenir de la
agricultura europea. Se aumentan los porcentajes de ayuda a las
inversiones en modernización de las explotaciones, así como el
programa de transformación y comercialización, 50 por ciento en
Objetivo 1, 40 por ciento en el resto. Se eleva el tope de la
inversión en el caso de los jóvenes agricultores hasta 8.300.000
pesetas, así como el porcentaje de ayudas, 55 por ciento en Objetivo
1 y 45 en el resto. Se amplía el campo de aplicación de programas
ambientales, concretamente también se incorpora, como he dicho, la
cuestión del girasol. Se mantiene la financiación a través del
programa de desarrollo rural de las inversiones en el sector de
frutas y hortalizas que sean financiables a través de los programas
operativos que contempla la propia OCM. Esto recuerdan, señorías, que
para Andalucía era una cuestión importantísima, también para Levante
y para otras zonas, pero especialmente para Andalucía; por tanto,
creemos que en desarrollo rural quedan las cuestiones razonablemente
contempladas. Señorías, se mantienen, en lo que son los reglamentos
horizontales, cuestiones como la ecocondicionalidad, aunque como he
dicho antes desaparece el artículo 6 relacionado con la modulación
por techos.

Señorías, hay una cuestión que quiero expresar muy claramente porque
he leído algunas intervenciones en los últimos tiempos expresando
preocupaciones relacionadas con la caída de los precios de
intervención, que no es una caída, es la bajada, y las consecuencias
negativas para las rentas de los agricultores. Quiero decir,
señorías, que en España no producimos para ir a la intervención. El
recurso a la intervención es extraordinario en nuestras producciones
y normalmente los precios de mercado en todos los sectores



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están por encima. Es cierto que ha habido situaciones de crisis, la
más clara ha sido la del sector del vacuno de carne, las vacas locas,
y es cierto que en esa situación si ha servido el precio de
intervención -por supuesto también lo hemos visto en la crisis del
porcino, pero ahí no había intervención-, que ha servido como red en
el caso del vacuno de carne. Por cierto, que no lo he dicho antes,
entre paréntesis, hemos conseguido mantener la intervención como red
de seguridad en el vacuno de carne, que eso ha sido importantísimo y
creo que no lo he señalado antes. Quiero decir, señorías, que si se
mira el comportamiento de los cereales en los últimos siete años,
salvo en el caso de la cebada el año pasado y en unas cifras
relativamente bajas, no hemos estado en la situación del precio de
intervención. Hemos estado siempre por encima de los precios de
intervención. Esta es la primera cuestión que hay que tener en
cuenta.

Segunda cuestión, señorías, este es un tema horizontal que afecta a
todos los países, es decir, que no es una cuestión puramente diseñada
ni que afecte especialmente a los mercados españoles, afecta a todos,
pero está claro que especialmente en nuestro país se dan las
circunstancias a las que me he referido de incremento superior del
precio de mercado, situación clarísimamente por encima de lo que son
los precios de intervención de los precios de mercado.

Tercera cuestión, la bajada de los precios de intervención está
prácticamente compensada en las reformas relativas a lácteo y a
vacuno de carne y sobre el papel está menos compensado en el caso de
los cereales. Esto obedece a dos razones. Primera, que en la reforma
de 1992 se plantearon unas compensaciones que partían de la base de
que los precios de mercado estarían muy por debajo de lo que ha sido
el comportamiento real. Segunda, que se piensa que volverá a suceder
una situación semejante, es decir, que se seguirán manteniendo los
precios por encima de los de intervención. Pero tengo que decir que
además, en todos estos casos, teniendo en cuenta el reequilibrio que
se produce en los tres sectores, tenemos una situación que permite
decir que en España, en cualquier caso, los incrementos de ayuda
prácticamente van a cubrir la disminución total de los precios de
intervención y en algún caso incluso van a suponer una situación un
poco de ventaja por encima, al margen de que, insisto, los precios de
intervención no son los precios de mercado.

Señorías, concluyo. Ha sido una negociación larga y compleja, cuyo
resultado final ha sido una reforma de la política agrícola común,
quizá la más importante desde la existencia de la política agrícola
común. Una reforma que supone efectivamente una apuesta por la
agricultura europea, una bajada parcial de los precios de
intervención que permitirá que nuestras producciones sean más
competitivas a la hora de competir en los mercados internacionales.

Pero esa bajada de los precios de intervención se ve compensada con
un incremento de las ayudas directas a los productores. Es una
apuesta clara por el porvenir de la política agrícola común donde
globalmente se mantiene un esfuerzo y un apoyo al sector agrario
europeo, incluso se incrementa un poquito respecto a lo que venía
siendo hasta ahora. Se le van a dar oportunidades también al sector
del consumo y de la industria agraria de transformación. Para tres de
nuestros sectores, desde hace tiempo discriminados, se produce
un claro reequilibrio respecto a los productores de otros países de
la Unión.

Tengo que decir que obviamente el resultado que yo califico de
globalmente positivo no hubiera sido posible si este trabajo no se
hubiera iniciado hace más de dos años y se hubiera actuado con
perseverancia, con seriedad, con rigor, convenciendo a la Comisión de
cuál era la situación real de nuestros sectores y cuáles eran las
discriminaciones que soportaban nuestros sectores, el porqué de esas
situaciones. Quiero en este momento manifestar aquí también mi
agradecimiento al comisario Fischler y a la Comisión por su actitud
constructiva y comprensiva con las dificultades españolas. Quiero
decir que ha sido una actuación de colaboración con la Comisión, pero
también de colaboración y de actuación en conjunto con el resto de
los países, apostando por lo que debemos apostar, que es el
mantenimiento de las rentas de nuestros agricultores y nuestros
ganaderos, y cuando digo nuestros agricultores y nuestros ganaderos
digo los españoles y los europeos en general. Una vez más quiero
manifestar que esto no hubiera sido posible si no hubiera habido una
actuación del equipo del Ministerio de Agricultura a lo largo de una
serie de años con rigor, con esfuerzo y con capacidad de
convencimiento al resto de los países y a la Comisión.




El señor PRESIDENTE: ¿Grupos parlamentarios que deseen intervenir?
(Pausa.)
Dado que la comparecencia ha sido solicitada por los grupos
parlamentarios Socialista y Federal de Izquierda Unida y aunque éstas
aún no han sido calificadas por la Mesa, y siempre que la Comisión
esté de acuerdo, podemos considerarlas incluidas en el orden del día.

Por lo tanto, vamos a dar el turno de intervenciones, en primer
lugar, a los dos grupos parlamentarios que han solicitado la
comparecencia y a continuación, como es habitual en esta Comisión, al
resto. Tiene la palabra, en primer lugar, por el grupo solicitante de
la comparecencia, el Grupo Parlamentario Socialista, el señor
Amarillo, para que pueda formular sus preguntas u observaciones.




El señor AMARILLO DOBLADO: En primer lugar, saludamos la obligada
presencia de la ministra en esta Cámara. Yo creo que el tono de las
declaraciones que nos ha hecho dista muchísimo, y afortunadamente
está escrito en el «Diario de Sesiones», de lo que viene diciendo a
los medios de comunicación. Ya hemos oído que se ve compensado, que
en este caso se pierde un poco, que si la renta en este otro a lo
mejor... Lea usted en el «Diario de Sesiones» lo que ha dicho, lo que
acaba de decir -no lo que voy a decir yo a continuación, que eso debe
leerlo también, más bien estudiarlo- y verá que no hay motivo alguno
para brindar con champán ni con nada. (Varios señores diputados: Con
cava), porque lo que usted nos acaba de decir es que casi se ve
compensado. Por otro lado en usted hay una fijación: el reequilibrio
de las injusticias largamente padecidas. Es decir, lo que usted está
lanzando es un mensaje no subliminal porque es explícito, diciendo:
estos socialistas me dejaron las cosas muy mal; he venido yo, la
ministra Loyola de Palacio, y he arreglado todo, he arreglado lo de
los herbáceos, la cuota de la leche y he puesto esto mucho mejor. Lo
que ocurre es que usted es la primera ministra en



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democracia con la cual los agricultores viven peor. Usted arreglará
muchas cosas -que, por cierto, no las arregla-, pero la verdad es que
viven peor. Con datos suyos, del Ministerio, de Eurostat, la pérdida
de renta acumulada por los agricultores es del 6 por ciento en años
agrícolamente normales y en un marco económico en el que todos los
sectores crecen. Con esta negociación vamos a perder cinco puntos
más, con lo que su glorioso reinado en la agricultura española va a
hacer que, como mínimo, perdamos el 11 por ciento de las rentas.

Yo creo que debemos analizar el documento, porque uno de los dos no
tiene razón: o la tengo yo o la tiene usted o al revés, pero los dos
no podemos tener razón. Nosotros le vamos a dar datos. Por lo tanto,
esta primera parte de la intervención no es una cuestión de opinión,
sino que es una cuestión de información. Los datos que yo le doy o
son buenos o son malos. Si son malos, me dice usted: ese dato más por
esto y por esto; si no, es una cuestión de multiplicar, de sumar y de
restar, y eso, afortunadamente en España todos lo sabemos hacer.

Empezando por el documento, en el mismo orden que está, en la página
2 nos encontramos la carne de vacuno. ¿Y qué nos encontramos en la
carne de vacuno? Pues a pie de página nos lo dice: este precio está
calculado sobre la base de una reducción del 20 por ciento en tres
frases. Pero además nos dice cosas muy sustanciosas. Nos dice que a
partir del 2002 se establecerá un sistema de intervención del tipo
red de seguridad y que se mantiene la intervención. La red de
seguridad es lo que tenemos en el porcino. ¿Le ha funcionado? ¿Cree
usted de verdad que del sistema de intervención que tenemos a la red
de seguridad a la que vamos se van a mantener los precios? Nosotros
pensamos que nadie, absolutamente nadie, admite que eso pueda ser así
y la práctica nos ha demostrado que eso no es así. Por lo tanto,
¿cómo se puede afirmar lo contrario? No lo afirma nadie.

Por otro lado, le hacemos las cuentas. Es cierto que pasamos a
713.000 vacunos machos con derecho a cobro de prima; es cierto que
las primas han crecido. Pero nosotros sí hemos hecho la cuenta: este
crecimiento supone 30.000 millones de pesetas. Usted deme otra cifra,
diga, nosotros hacemos la cuenta y sale 35, lo que le salga, pero
hagan la cuenta y den la cifra. Nosotros damos una. La cuenta de lo
que baja es fácil: 300.000 millones la factura de la carne, el 20 por
ciento son 60.000 millones. Quiere decir que la pérdida mínima de
este sector es de 30.000 millones. Esta es una teoría curiosa entre
el precio del mercado, los precios indicativos y los precios de
intervención. Compare la relación en cualquier serie histórica, cómo
se han comparado, cómo se han comportado, compárela ahora mismo y
vería si hay o no influencia o si el ajuste es inmediato. En el caso
del vacuno de carne va a ser peor. Estos 30.000 millones, y queda
escrito en el «Diario de Sesiones», me atrevo a decir que es una
cifra muy conservadora, que los problemas que vamos a tener de
mercado van a hacer crecer mucho esta cifra. Desde ningún punto de
vista, primero por el cambio del sistema de intervención, de
transformar una intervención real en una red de seguridad, y después
por la rebaja brutal de precios, se puede considerar un éxito, ni
nadie del sector lo considera un éxito. Yo no sé si podrá usted
convencer a alguien ajeno al sector y el éxito que tiene en las
poblaciones urbanas, que seguramente
lo tiene, pero en las poblaciones rurales le garantizo que
ninguno, en el sector vacuno ninguno.

Si nos vamos a la página 9, al sector lácteo, aquí está la joya de la
corona. La joya de la corona es que se han conseguido 550.000
toneladas más, y lo ha dicho por activa y por pasiva. ¿Es bueno o es
malo? Es bueno. Lo que no dice nunca es que en estas 550.000
toneladas las vacas nodrizas no tienen derecho a prima. Esto quiere
decir que en términos de renta el precio de esta leche -y tiene usted
ocasión ahora de decir lo contrario- es el mismo precio que el de la
leche negra, igual y hay mucho, y para lo único que nos sirve es para
alejarnos del tema de la multa. Hay que dar algunas cifras. En la
página 9 del documento vemos la lista de los países y cómo han ido
creciendo otros. Yo creo que conviene dar estos datos para fijar las
posiciones. Italia crece 600.000 toneladas; Irlanda, que no llega a 4
millones de habitantes, como sabe usted muy bien, crece 150.000
toneladas; los Países Bajos crecen 166.000 toneladas y la población
de Holanda no llega a 15 millones, lo que es fundamental; Francia
363.000 pero, ¿sobre qué cuota? Francia lo hace sobre una cuota de 24
millones, una cuota que supera el consumo y la demanda, tanto el
consumo humano como el industrial. Es decir, que estamos abocados de
manera inmediata a una presión sobre el mercado nacional de alrededor
de medio millón de toneladas de leche, lo cual crea una tendencia de
precio a la baja que, como mínimo, nos va a llevar a una pérdida
global del orden de unos 33.000 millones de pesetas, poniendo cinco
pesetas de bajada en el litro de leche, cifra que es enormemente
conservadora.




Si pasamos a cultivo de herbáceos -página 14 del documento- se lee lo
siguiente. Reducción de precios: el precio de intervención queda
reducido en un 20 por ciento en una sola fase. Esto es lo que pone en
el documento; en una sola fase. Y es cierto que, a continuación, se
dice que España tendrá un estabilizador de 2,9 toneladas por
hectárea. Italia tendrá 3,9; nosotros, 2,9 toneladas por hectárea.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, le rogaría que fuese
concretando.




El señor AMARILLO DOBLADO: La oposición tiene la obligación que
tiene; la señora ministra ha estado una hora. Si lo que quiere el
Gobierno es que no podamos intervenir, díganoslo; pero si quiere que
podamos expresarnos, le ruego que me deje, como mínimo, terminar.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, usted sabe que esta Presidencia
debe aplicar un Reglamento. Esta Presidencia no es el Gobierno y hay
otros grupos parlamentarios que también demandan la aplicación del
Reglamento. Usted sabe, porque ha sido miembro de esta Mesa, que el
Reglamento establece diez minutos para todos los portavoces, siendo
peticionarios o no de las solicitudes de comparecencia; por tanto, el
tiempo está tasado y así se viene aplicando no solamente en las
comisiones, sino también en los plenos. En consecuencia, señor
Amarillo, le rogaría que usted también fuese respetuoso con el
Reglamento, como lo debemos ser todos, tanto los miembros de la Mesa
comolos portavoces de los grupos parlamentarios. Simplemente



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es una observación, pero usted sabe que tenemos que aplicar el
Reglamento.




El señor AMARILLO DOBLADO: Señor presidente, yo soy consciente de su
situación y voy a intentar ser breve. Es muy significativa su
intervención. (Rumores.)
Está claro que la propia ministra admite que el crecimiento del
estabilizador no compensa la pérdida de rentas en cereales. Nosotros
hemos evaluado esta pérdida en 23.000 millones. Hemos calculado del
orden de 2.000 pesetas por hectárea en secano y 4.000 en regadío. En
girasol, con la ayuda directa, la pérdida se evalúa en unas 8.000
pesetas en secano y 16.500 pesetas en regadío. La pérdida global -el
propio sector del girasol lo ha dicho y coincide con nuestras cifras;
es más, nosotros hemos calculado 15.000 millones y el sector ha dado
17.000 millones- es de más de 100.000 millones en cuanto a ingresos
de los agricultores, lo que es más de cinco puntos de renta; estamos
hablando de una pérdida que va a afectar a miles de explotaciones
agrarias, de la posibilidad de que se pierdan 100.000 explotaciones
agrarias en España, porque ahora se necesita tener más superficie
para mantener la misma renta, y si estamos en un error díganoslo. Si
después de su negociación se necesita menos superficie para tener
igual renta o si necesitamos mucha más superficie para tener la misma
renta que se tenía, díganoslo. Si necesitamos mucha más superficie,
significa que el tramo inferior, los agricultores a título parcial,
como tienen rentas complementarias de un sector que no es el agrario,
van a poder mantener su explotación; que los grandes agricultores,
como son muy grandes, aunque disminuyan sus ingresos totales tienen
la posibilidad de seguir manteniendo sus explotaciones, y que el
sector intermedio, el pequeño y mediano agricultor en un porcentaje
muy elevado, probablemente del orden de 100.000, va a tener que
abandonar sus explotaciones. Esto es así sin hacer ningún juicio de
valor; esto en ningún caso es para brindar. ¿Que usted ha hecho una
gran campaña de propaganda? no hay ninguna duda. ¿Que su campaña de
propaganda -no se la puede llamar de otra manera- ha tenido un
notable éxito? No hay ninguna duda, pero dentro de muy poco va a
tener usted a los agricultores aquí en Madrid; dentro de muy poco va
a tener a los agricultores cortándole la carretera; dentro de muy
poco va a tener problemas con ganaderos y agricultores de todas las
regiones de este país porque no van a aguantar pasivamente que se les
expulse del sector, por mucha capacidad mediática, por mucha
organización mediática que usted tenga.

Además, señora ministra, esta negociación no está cerrada. Se cerrará
en Berlín. Estamos en un preacuerdo. Hemos hablado con compañeros de
otros países y en ningún sitio ha habido un ministro que se comporta
como usted. Usted necesitaba un éxito político y ya antes de ir
convirtió en éxito lo que fuese. Usted necesitaba un éxito político y
ya antes de ir convirtió en éxito lo que fuese. Usted tenía que
traerse un éxito y ya nos montó una campaña mediática en la propia
negociación y después ha seguido con ella, pero el hecho real es que
no supo y sigue sin saber enfocarlo. Es una situación como la que
estamos, de liberalización del sector agrario, en la que cada vez va
a haber más mercado y menos subvención, los precios se
convierten en el elemento clave y fundamental de la renta de los
agricultores y, por tanto, el elemento precio es el que predomina
sobre cualquier otra cuestión. Usted ha convertido una negociación de
precios en una negociación de cuotas y, además, en una negociación
fácil y, después, ha intentado vender al resto del país que esto es
una cosa muy buena cuando es francamente mala. Lo primero que tenemos
que hacer es ver cómo arreglamos algunos sectores que han quedado muy
mal, porque, ¿qué girasol va a haber? ¿Sabe usted lo que significa el
girasol? El girasol es la única alternativa que tenemos en el cereal
de secano. Y en cuanto a las medidas agroambientales, aquí no están.

Cuantifique; diga qué cantidad se va a dar en girasol y a quién se le
va a dar, en qué reglamento y con qué financiación. La situación que
tenemos es que todo el cereal de secano pierde; que el cereal de
regadío pierde; que el maíz pierde; que la superficie de girasol se
va a contraer y veremos si queda algo de girasol. En determinadas
zonas de este país, en ambas mesetas, por ejemplo, en la provincia
por la usted es diputada, Segovia, difícilmente se puede dar una
alternativa en la rotación de cultivos. En el secano, en estos
momentos no tenemos alternativas al girasol en la rotación de
cultivos y, si no, diga usted cuál. Diga: el girasol lo vamos a
sustituir por las algarrobas, por las lentejas, por los garbanzos
Diga por cuál; diga por qué lo podemos sustituir.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, le rogaría que fuera terminando.




El señor AMARILLO DOBLADO: Voy terminando, señor presidente.

Con esto, coloca al sector en una situación difícil, lo aboca al
barbecho, a una pérdida de productividad muy importante. Por tanto,
no hay ningún motivo de alegría, sino todo lo contrario: hay motivo
de gravísima preocupación, entre otras cosas, porque en estos
momentos del orden de 100.000 explotaciones agrarias están en
gravísimo peligro.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida, tiene la palabra su portavoz, señor Centella.




El señor CENTELLAGÓMEZ: Señora ministra, permítame que, con la
natural bienvenida a esta comparecencia, le exprese una cierta
sorpresa, sorpresa agradable, porque, después de lo difícil que ha
sido en los últimos tiempos que venga a dar explicaciones sobre la
marcha de las negociaciones, ahora se ha dado bastante prisa en
acudir y lo ha hecho cuando todavía no tenemos sobre la mesa ningún
acuerdo definitivo. Con toda sinceridad y la verdad que sin ninguna
malicia, a nosotros nos ha dado la impresión de que usted ha venido
aquí a decir que éste es su acuerdo y su trabajo y que a partir de
ahora será responsabilidad de otros el desarrollo de esta cuestión,
habiendo situado directamente los focos sobre el presidente del
Gobierno, el cual será responsable de cualquier rebaja en lo que hoy
usted nos ha presentado aquí. Sinceramente, repito, nos da la
impresión de que usted se ha dado demasiada prisa en intentar vender
aquello que considera un logro. Si hago



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hincapié en esto, no es porque no estemos de acuerdo o nos parezca
mal; al contrario, esta comparecencia nos parece oportuna y
necesaria; solamente lo hacemos para dejar sentado un precedente que
autorice por sí solo los argumentos que los portavoces del Grupo
Popular han manifestado para impedir su comparecencia en otras
ocasiones alegando -siempre se le ha dicho- que no era lógica acudir
a dar explicaciones o a discutir un tema sobre el que se estaba
negociando todavía. Por el contrario, le repito que a nosotros nos
parece bien que se acuda al Parlamento a dar explicaciones o que se
llegue a un acuerdo en mitad de una negociación; otra cosa es que el
Grupo Popular no lo considere oportuno. Nosotros pensamos que
acuerdos, como a los que llegó el Grupo Popular hace una semana,
nunca debilitan la postura española, sino que la fortalecen y que
suponen una posición de mucha más fuerza cuando se está negociando.

Así pues, insisto en que su presencia aquí nos parece bien y espero
que se siente un precedente para futuras comparecencias.

Quisiera hacer algunas consideraciones generales y de principio, ya
que se está discutiendo sobre una parte fundamental de la Agenda
2000, una parte de la que se ha dicho que debería servir para situar
a la Unión Europea en las perspectivas del siglo XXI, sobre todo para
su ampliación a los países del este y de oriente de Europa. También
debería situar a la agricultura y a la ganadería en disponibilidad de
cumplir esos objetivos, de asegurar la renta agraria y de permitir un
asentamiento de la población en las zonas rurales. Anosotros nos
gustaría que usted explicase si realmente la Agenda 2000 ha cumplido
estos objetivos, que son los que le dieron carta de naturaleza para
nacer, si usted cree realmente que con el acuerdo que se ha alcanzado
se va a permitir esa ampliación hacia el este y, sobre todo, de dónde
se va a sacar el dinero para pagarla. A nosotros nos preocupa si por
el acuerdo obtenido se pueden condicionar futuras aportaciones que va
a ser imprescindibles pagarlas y nos gustaría saber cómo se va a
pagar esa ampliación, que tanto le interesa a Alemania para que le
cuadre su círculo de conseguir más mercados con una menor aportación.

Una conclusión de una primera lectura es que se olvidan un poco todos
estos temas y que, al final, se ha pretendido salvar la cara con una
reforma de la política agraria común que no es realmente la que se
pretendía en la Agenda 2000, sino que es una continuación de la
reforma del año 1999 y, sobre todo, un intento de adecuarnos a las
exigencias de la Organización Mundial del Comercio. Nosotros creemos
que debería haber sido más ambiciosa y que debería haber dado la
posibilidad a la agricultura de ser realmente un sector importante en
el siglo XXI.

Repito que se pone una vez más en evidencia una mala construcción de
la Unión Europea, cuyo déficit no solamente no se va corrigiendo sino
que va aumentando, y vemos cómo en cada negociación la solidaridad es
sustituida por el mercadeo y, al final, de lo que estamos hablando es
de otra cosa, pero ni mucho menos, como usted ha repetido varias
veces, de solidaridad.

Al día de hoy a nosotros nos preocupa no saber cómo se ha previsto la
financiación ni mucho menos cómo se va a distribuir la ayuda.

Sinceramente, ustedes nos han recordado a ese personaje del anuncio
que aparece con 200 pesetas
y con mucha ilusión. Usted en este momento ha aparentado mucha más
ilusión que perspectivas de futuro.

Nosotros entramos en temas más concretos y le decimos que nos parece
oportuna su comparecencia porque creemos que podemos aclarar algo. Le
agradecemos el tono, mucho menos espectacular y fantasioso, que ha
tenido desde la misma noche en que se llegó al acuerdo, que luego ha
continuado y que ayer culminaba con un artículo en la prensa, en el
que usted hablaba de misión cumplida. Creemos que usted ha sido hoy
aquí mucho más moderada y bastante más objetiva, rebajando ese tono y
utilizando otro que a nosotros nos sigue pareciendo exagerado, pero,
evidentemente, no es ni mucho menos el del brindis con champán
(Varios señores diputados: Cava.) Pensamos que las burbujas se han
disipado y en estos momentos han surgido muchas dudas, sobre todo
estamos viendo que el acuerdo tiene mucha letra pequeña, que, como en
todos los malos contratos, siempre esconde lo peor. Usted nos ha dado
la impresión de ser esa mala vendedora de pólizas de seguros que
trata de vendernos un acuerdo maravilloso sin explicarnos la letra
pequeña, que es donde al final nos encontramos con la sorpresa;
sorpresa que a bastantes agricultores y ganaderos ha llevado a que se
les hiele un poco la sonrisa que les había producido su famoso
brindis, porque a la hora de hacer cuentas empiezan a ver cómo no les
cuadran, no solamente en el tema del girasol, cuyas ayudas se van a
ver recortadas de una forma dramática, sino en otros sectores, donde
las ganancias no van a ser tan espectaculares como las que usted nos
ha tratado de vender.

Dicho esto, no vamos a negar que hay elementos positivos en el
acuerdo, tales como que se han corregido, aunque parcialmente,
algunas discriminaciones históricas -está el caso del sector lácteo-,
el del cereal y el de la carne de vacuno-, pero de ahí a decir que
hemos alcanzado nuestro objetivo o que misión cumplida, como usted
manifestaba ayer, hay un trecho demasiado largo. De admitirlo,
nosotros tendríamos que indicar que usted tenía un objetivo muy
pequeño y que se ha contentado con bastante poco.

Usted habla de cuotas -creo que hoy lo ha hecho bastante más
moderadamente-, pero debe explicar si la cuota láctea va acompañada
de un aumento de los derechos de prima y cómo afecta la rebaja de los
precios de intervención. Esto va a tener un coste y lo va a tener por
mucho que usted intente hacer malabarismos dialécticos. Ahí tenemos
la crisis del porcino y no nos digan dentro de unos años que ustedes
no tienen nada que ver con la bajada de los precios, porque hoy se ha
puesto la primera piedra para que se produzca esa bajada sin que
luego se pueda corregir. El caso del porcino, que además usted sabe
que el propio comisario lo puso como ejemplo de posibilidad para que
se autorregulase el sector, nos ha demostrado que, como no haya una
intervención eficaz, estamos muy vendidos y en manos de los
especuladores. También debe explicar con más detenimiento qué
repercusiones va a tener la reducción del 20 por ciento en el sector
del vacuno.

Con respecto a los cereales, compartimos la opinión que han dado
algunas organizaciones agrarias denunciando que este acuerdo lo que
puede potenciar, si no se mejora, es un absentismo, ayudándose a los
cazadores de primas. Ya se ha señalado que se pueden llegar a perder
30.000 millones, que, junto a los 17.000 que el sector del girasol
señala



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como pérdida, supone una cifra que, repito, no es precisamente para
brindar.

Usted sigue hablando de cuotas y nosotros le pedimos que nos hable de
ayudas directas. Aquí vemos cómo las declaraciones provisionales
provenientes del propio Comité de Organizaciones Profesionales y del
Comité General de Cooperación Agrícola Agraria han manifestado que
este acuerdo va a conllevar un descenso inaceptable de la renta
agraria. Esa bajada de precios solamente ha sido compensada
parcialmente, es decir, se va a producir una bajada que se traducía
en una disminución global de la renta del sector agrícola. Por tanto,
aquí vemos cómo ni el copa ni el cogeca le acompañaban a usted en su
brindis por esa satisfacción, como tampoco otras organizaciones
agrarias, que consideran este acuerdo bastante insuficiente. Así
pues, señora ministra, para nosotros de misión cumplida nada de nada,
todavía hay muchas cosas por mejorar y por defender.




Por otra parte, es evidente que, a pesar de no ser un acuerdo
satisfactorio, éste hay que tomarlo con cautela. Ya digo que usted se
lo ha tomado con mucha ilusión. Debería haber esperado bastante para
brindar, porque, como usted misma ha señalado con cierto eufemismo,
el Consejo puede ajustar el acuerdo a la baja y sabemos lo que usted
ha querido decir con lo de ajustar. En cierto modo entendemos que
usted se haya dado bastante prisa en hacer pública su euforia y su
alegría; no creemos que usted quiera encabezar la lista del Partido
Popular en las elecciones europeas, pero algún mérito sí ha hecho al
haber intentado darse prisa en hacer suyo un éxito, situando ahora
los focos, repito, sobre el presidente del Gobierno. Esperemos con
toda sinceridad que él mejore el acuerdo obtenido, porque es
necesario hacerlo; esperemos que sea capaz de mejorarlo. Repito,
usted ha situado los focos sobre la persona del presidente del
Gobierno y creemos sinceramente que su campaña de imagen, al final,
podrá repercutir negativamente en el resto de su Gobierno. Nosotros
no podemos dejar de comparar lo que usted ha llamado misión cumplida
con lo que se puede considerar en la tabla reivindicativa básica del
sector, en la que vemos que hay cosas que no están nada claras y
otras que faltan o que se consideran negativamente registradas.

Para nosotros sigue sin estar nítido que se haya descartado la
cofinanciación. No está nada claro que en este momento exista una
financiación suficiente para que no se pague a costa de los ganaderos
y de los agricultores europeos la ampliación hacia los países del
centro y del oriente de Europa. Querríamos que nos explicase si se
han conseguido para esta ampliación esos fondos específicos que se
han reclamado por el sector.

En esa tabla reivindicativa inicial básica también se ha pedido que
los precios de los productos nunca estuvieran por debajo del mínimo
necesario para mantener una renta agraria digna y, como verá, estos
planteamientos se sitúan bastante lejos de los acuerdos y mucho más
de lo que puede empezar ya a circular en estos momentos, como una
solución de compromiso. Por eso, nos gustaría que hoy dejase claro
aquí que el presidente del Gobierno no va a admitir ninguna forma de
rebaja de los fondos y, sobre todo, que no se va a admitir ninguna
forma de cofinanciación, porque esa idea, repito, ha empezado ya a
circular como una
posible solución de compromiso, cuando éstos son elementos que deben
ser innegociables para nuestro Gobierno.




El señor PRESIDENTE: Señor Centella, se le va terminando el tiempo;
por favor, termine rápidamente.




El señor CENTELLA GÓMEZ: No tenga problema, señor presidente;
terminaré brevemente.

Sobre todo, el principio de acuerdo tiene para nosotros un gran
borrón, que lo sitúa como un acuerdo eminentemente negativo, en la
distribución de las ayudas; distribución que, además, viene a
reflejar los intereses que en estos momentos se están consolidando en
la Unión Europea y sobre los que no estamos de acuerdo en modo
alguno. Para nosotros es muy grave que cuando se está planteando en
España el debate de la modulación, como una salida necesaria para
permitir la supervivencia de miles de explotaciones pequeñas y
medianas, en este principio de acuerdo se elimine el techo máximo,
que va a permitir no sólo que se mantengan las circunstancias que han
sido denunciadas, por las que la inmensa mayoría de los agricultores
recibe una cantidad pequeña, mientras que, como se ha dicho, mil
grandes explotaciones se reparten más de 54.000 millones en ayudas.

Repito, se van a eliminar esos topes máximos, aunque creo que es un
buen acuerdo, y quienes sí deben brindar son aquellos que acuden al
campo como elemento de especulación. De nuevo este acuerdo se pone
del lado de los poderosos y frente a las pequeñas explotaciones. Y la
verdad es que esto todavía nos resulta sorprendente -y efectivamente
no se lo anotamos a su debe- cuando en este momento existen 14
ministros de Agricultura pertenecientes a partidos socialdemócratas.

Y también nos resulta más sorprendente cuando Izquierda Unida
presenta en el Parlamento Europeo una enmienda que iba dirigida a
resolver este problema, haciendo que las limitaciones fueran en
función del empleo existente en las explotaciones, y nos encontramos,
repito, con la desagradable realidad de que los diputados socialistas
votan en contra de esta posibilidad. Creemos que ha llegado el
momento de que también en Bruselas se utilice el mismo lenguaje que
se ha empleado en esta sesión por parte del portavoz socialista,
intervención con la que coincidimos y también nos alegraría coincidir
con sus eurodiputados en Bruselas.

En consecuencia, desde Izquierda Unida queremos concluir constatando
que el reglamento de la política agraria común está en estos momentos
en un principio de acuerdo, con lo cual estamos como en el anuncio de
las 200 pesetas, con mucha ilusión para usted y con alguna decepción
para nosotros. Eso sí, valoramos positivamente que, aunque sea de
forma insuficiente, se haya obtenido algunos logros, aunque
lamentamos la ausencia de ayuda al girasol, porque es un punto
importante no sólo para el girasol sino para el conjunto de los
cereales.

Queremos destacar que sólo la limitación de las ayudas a las grandes
explotaciones y un incremento de las ayudas a las de menor dimensión
pueden frenar el proceso de desaparición de explotaciones y
destrucción de empleo, y consideramos lamentable que lo que se
produce sea avalado por fuerzas que se reclaman progresistas.

Queremos también recordar que en los próximos años se deberán
elaborar los informes definitivos de la OCM del



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aceite de oliva y una revisión de la reforma de frutas y hortalizas,
y que sería deseable -y nos gustaría que lo explicase- un margen
financiero para afrontarlas con dignidad y para que no se siga
agravando el desequilibrio entre las producciones continentales y las
mediterráneas.

Por tanto, concluimos, señor presidente, manifestando que no podemos
considerar satisfactorio este acuerdo. Creemos que usted no ha
concluido con éxito la negociación, y ha buscado más una imagen
personal que la defensa del éxito de los intereses españoles.

Pensamos que esto no ha sido ajeno a la realidad de que el Grupo
Popular haya rechazado la posibilidad de que su postura estuviese
respaldada por acuerdos parlamentarios claros y contundentes.

Esperamos que el presidente del Gobierno no los empeore aún más, ya
que pensamos que se debe mejorar porque nuestra agricultura y nuestra
ganadería así lo reclaman. Al contrario que usted, nosotros
terminamos rechazando el modelo de agricultura que se ha propuesto en
este principio de acuerdo, y lo hacemos porque este modelo de
agricultura no va a permitir la adaptación de la agricultura y la
ganadería a los nuevos tiempos y va a poner en peligro incluso la
legitimación social de la actividad agraria.

El modelo de agricultura que defienden Izquierda Unida y las
organizaciones agrarias progresistas es aquel que permite una
agricultura viva y un medio rural digno de cara al siglo XXI. Estos
acuerdos, de confirmarse, significarían dejar la agricultura y la
ganadería en una clara desventaja frente a las nuevas demandas
sociales. Usted sabrá por qué está tan ilusionada, pero la realidad
es que muchos agricultores y ganaderos con los que hemos hablado
estos días no lo están tanto. Sinceramente opinamos que se ha perdido
una magnífica ocasión para haber estado a la altura que las
circunstancias que nuestra agricultura y ganadería reclamaban.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Catalán (Convergència
i Unió), tiene la palabra su portavoz, señor Companys.




El señor COMPANYS SANFELIU: Señora ministra, bienvenida a la Comisión
de Agricultura, bienvenida a esta comparecencia para explicar los
acuerdos de la Comisión de ministros de Agricultura de la Unión
Europea. Quiero agradecerle la detallada información y, sobre todo,
su rapidez en comparecer. Creo que es positivo que venga y lo haga lo
antes posible, a pesar de que todos somos conscientes de que los días
24 y 25 van a ser unas fechas muy importantes.

Antes de iniciar mi intervención, quiero recordar a la señora
Ministra y a la Mesa de la Comisión que es preceptivo que con
cuarenta y ocho horas de antelación se presente la documentación en
la Comisión, para que todos los diputados tengamos una base sobre la
que poder discutir. Este diputado lo ha reclamado en repetidas
ocasiones, pero no hay acuerdo alguno de la Mesa. Sin embargo, creo
que en este momento hubiera sido más cómodo para todos no tener que
pedir urgentemente a Bruselas que, vía fax, nos enviasen los acuerdos
en francés, sino aprovechar los servicios que tenga el ministerio,
que tiene muchos, entre ellos el de traductores, para que los
portavoces tuviéramos un trato por lo menos igual al de los medios de
comunicación,
a los que se facilita mucha documentación. Por tanto,
independientemente de que cada uno de nosotros, por nuestra cuenta,
nos hayamos visto obligados a buscar documentación ajena, aunque
actualmente el Reglamento en su artículo 69, es claro se tendría que
haber presentado en forma. Esta reclamación se la hago a la señora
ministra, pero también, y de forma especial, a la Mesa, porque es de
obligado cumplimiento.

Una vez expresada esta observación, intentaré ser más disciplinado
que mis colegas que han intervenido anteriormente y me voy a ceñir
exactamente al tema. De los que tuvimos la oportunidad hace unos
meses, aproximadamente un año, de ir a Alemania como portavoces de la
Comisión de Agricultura, a debatir la Agenda 2000, por lo menos yo,
llegué aquí con dos convicciones claras: primera, que la modificación
de la Agenda 2000 tendría un perfil mucho más alemán, y creo que en
ese sentido sí se ha modificado mucho. Por tanto, la propuesta que
tenemos encima de la mesa, siendo mejorable, como todas, es desde
luego un paso adelante respecto de las previsiones que teníamos en el
momento de iniciarse la negociación.

Hay temas importantes -y no voy a entrar en detalles, porque los han
dado usted y también otros compañeros- como el incremento de la cuota
láctea, el incremento de la producción de cereales, el incremento de
la necesidad de nuevas plantaciones en la viña y la financiación para
la reestructuración de unas 2.000 hectáreas en viñedo. Recuerdo que a
mitad de los años noventa, cuando se presentó la OCM de la viña -yo
era senador y tuve la posibilidad de intervenir en el tema, y
afortunadamente se pudo frenar- la política iba por otro lado, iba
por el arranque; por tanto, es bueno que en este momento se hayan
cambiando los conceptos y se pueda no sólo incrementar las
plantaciones sino además entrar en un plan de reestructuración. Por
tanto, esta nota es positiva, así como el incremento de ayuda al
ganado dedicado a carne y la no menos importante no aceptación y en
ese caso Francia ha jugado un papel muy importante- de la
cofinanciación y renacionalización de las ayudas, que es uno de los
escollos más importantes que se han salvado.

Efectivamente, en todas las negociaciones quedan flecos, y me hubiera
gustado que se hubiese incorporado la OCM de las frutas y hortalizas,
o del arroz, o saber si habrá suficiente financiación para la del
aceite cuando termine el año 2000, o quizá la del girasol, sobre el
que usted ha hablado, que no ha salido lo bien que todos hubiésemos
deseado. No obstante -y repito para que quede constancia- en este
momento la propuesta que tenemos encima de la mesa mejora claramente
las expectativas de hace unos meses.

Lo que no tengo tan claro, señora ministra, a pesar de que usted lo
ha defendido en su intervención, es si la aplicación práctica de la
reforma va a suponer o no un recorte importante de la renta en
nuestros agricultores; dicho de otra manera, si las ayudas que se
aprobarán los días 24 y 25 de marzo serán suficientes para soportar
la caída de ingresos que aportará la adecuación de nuestros precios a
los precios mundiales. Ésta es la pregunta del millón.

En su intervención ha hablado de la bajada de los precios de
intervención, y ha dicho que éstos generalmente no se usan en el
Estado español. Efectivamente, pero estoy



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convencido de que en el futuro sí se van a utilizar en función de la
mundialización de la economía. Lo normal es que cuantas más
facilidades haya de movimiento de productos, más se vayan adecuando
los precios españoles a los precios mundiales, así como nuestra
capacidad de competir, no tanto por la capacidad de nuestros
agricultores de hacer las cosas bien y de sacar buenas producciones,
sino porque nos estamos enfrentando a un mercado donde los precios
los fijan los mercados mundiales; pero los costes de producción en
Europa, y de forma especial en España, tienen unos inputs que no
tienen otros: la mano de obra, los costes sociales, los costes
medioambientales, los costes financieros, los costes de impuestos
-que son mucho más altos-, los costes estructurales -Estados Unidos,
con unas fincas con extensiones medias de 300 ó 400 hectáreas, va a
producir cereales mucho más baratos que España con fincas con
superficies medias de 25 ó 30 hectáreas-, o los costes salariales de
España, ya que el coste de una hora en el campo cuesta lo mismo que
en Marruecos durante todo el día. Por tanto, hay unos costes que no
son propios del agricultor y que confeccionan el precio final. Yo no
sé cómo se va traducir ese aumento cuando vayamos a hacer una
aplicación práctica de la Agenda 2000 ¿Se va a traducir en que la
Agenda 2000 va a cumplir con su eje fundamental, que es el de colocar
la agricultura en una situación capaz de competir y a la vez
asegurarle una renta justa? Nosotros no podemos competir si no
tenemos ayudas porque los costes no son los mismos. Ésa es la gran
línea de reforma de la Agenda 2000. Ya competiremos, pero tendríamos
que asegurar a nuestros agricultores que van a mantener una renta
justa. Ésta es mi gran duda. Creo que en este momento se ha andado un
camino importante, pero habrá que ver si somos capaces entre todos de
mantener unas rentas adecuadas.

Tampoco podemos perder de vista que el acuerdo es frágil y que
Francia, Portugal y algunos países están poniendo reparos y que la
reválida la va a pasar los días 24 y 25 de marzo. Nos quedan algunos
días y sería bueno que desde el Ministerio de Asuntos Exteriores,
desde el Ministerio de Economía y desde la Presidencia del Gobierno
se hiciesen todos aquellos movimientos adecuados para intentar
encontrar una unanimidad ese día. Las cosas se han complicado,
especialmente ayer por la noche. La dimisión del Gobierno de la
Comisión Europea no va a facilitar la situación y es una pena que se
produzca en estos momentos; aunque es una opinión muy personal, me
gustaría saber la suya. Esta reforma ha sido la transformación más
importante que se ha hecho desde la aprobación de la política agraria
comunitaria en el año 1976, año de nuestra incorporación, y hubiese
sido bueno que se hubiese hecho con un gobierno europeo fuerte. El
Gobierno alemán ha pasado por una crisis importante hace pocos días
con la dimisión del ministro de Hacienda; el Gobierno europeo está
absolutamente debilitado y los días 24 y 25 tenemos que negociar. Por
tanto, la intranquilidad del diputado que está en el uso de la
palabra es importante, y me imagino que la de la señora ministra
también. Esperemos que se solucione los días 24 y 25.

Desde el punto de vista de los objetivos de la Agenda 2000 se han
subsanado algunos de los déficits históricos que tenía el sector. No
es que hayamos adelantado más que
los otros países, sino que se han subsanado algunas situaciones
anteriores que no serán buenas, pero me es difícil aceptar que con la
actual Agenda 2000 vayamos a asegurar una renta justa para nuestros
agricultores. En este tema sólo el tiempo nos dará o quitará la
razón.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario Vasco (PNV), tiene la
palabra su portavoz, señor Caballero.




El señor CABALLERO BASAÑEZ: Señorías, en primer lugar quiero saludar
y agradecer la intervención de la señora ministra de Agricultura,
Pesca y Alimentación y la rapidez de su comparecencia ante esta
Comisión.

Resulta prematuro para el Grupo Parlamentario Vasco (EAJ-PNV), por la
información de la que disponemos, hacer una valoración definitiva
respecto de los resultados del Consejo de Ministros de Agricultura de
la Unión Europea sobre el capítulo agrario de la Agenda 2000. Además,
como ya ha señalado el Portavoz de Convergència i Unió, desde el
Ministerio de Agricultura no se ha facilitado a nuestro grupo ninguna
información y la hemos tenido que obtener directamente de Bruselas,
lo cual no es precisamente una manera buena de comenzar.

Tenemos serias dudas por la información aparecida en los medios de
comunicación, por la obtenida por nuestro grupo y por la suministrada
por la señora ministra por lo que, de forma breve, voy a formularle
algunas preguntas concretas. En primer lugar, le preguntaría si son
ciertas las informaciones aparecidas en algunos medios de
comunicación, por ejemplo Financial Times y The Guardian, acerca de
que Francia se separa del acuerdo alcanzado, y en ese caso qué
consecuencias puede tener para el acuerdo conseguido. En segundo
lugar, cómo se piensa efectuar el reparto del aumento de las 550.00
toneladas de la cuota de leche alcanzada y si se va a primar a
quienes han realizado esfuerzos de adaptación o, si por el contrario,
se piensa primar a quienes han permanecido en situaciones casi
previas a la entrada en la Unión Europea. En tercer lugar, cómo queda
la situación de las explotaciones de alta montaña.

Le preguntaría también sobre un tema que nos preocupa, que es el de
la modulación de las explotaciones agrarias, pero en este aspecto nos
da la impresión de que queda bastante claro en el documento del
preacuerdo y no parece que de una forma positiva para los pequeños y
medianos agricultores.

Con estas preguntas termino.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del
Valle-Lersundi): No he entendido la última pregunta.




El señor CABALLERO BASAÑEZ: Digo que le preguntaría sobre el tema de
la modulación, pero me da la impresión de que en el documento queda
ya relativamente claro. De todas maneras tendría mucho interés en
conocer su opinión.

Con estas preguntas concretas finalizo mi intervención.




El señor PRESIDENTE: Me imagino que los representantes del Grupo
Parlamentario Mixto se repartirán los tiempos.




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Interviene en primer lugar el portavoz del Bloque Nacionalista
Galego, señor Vázquez.




El señor VÁZQUEZ VÁZQUEZ (don Guillerme): A ver si ajustándonos al
escaso tiempo que tenemos podemos hablar de algunos de los aspectos
de esta reforma que nos traemos entre manos.

Para empezar le voy a decir, señora ministra, que el Bloque
Nacionalista Galego naturalmente no comparte para nada su entusiasmo.

Al contrario, estamos convencidos de que con este acuerdo, si no se
modifica a la baja en el próximo Consejo de Jefes de Estado y
Gobierno, cuando menos los ganaderos de Galicia no van a poder
recuperar lo perdido en los últimos años y, por tanto, van a seguir
desapareciendo explotaciones y aumentando el paro y la despoblación.

Está claro, y usted hizo también referencia a ello, que para valorar
los resultados de una negociación es imprescindible partir de las
premisas de los objetivos que decía perseguir el Gobierno. Éste
afirmaba que los sectores lácteo y cárnicos estuvieron discriminados
-y usted ha vuelto a insistir en esa idea hoy mismo- todos estos años
atrás, es decir, casi desde la integración del Estado español en el
Mercado Común, hoy Unión Europea. Esta discriminación yo creo que es
evidente que no sólo no permitió su desarrollo a un nivel equiparable
al resto de la Unión Europea sino, al contrario que supuso la
desaparición de explotaciones y empleos y la percepción de menores
ayudas económicas respecto a ganaderos de otros Estados miembros.

Partiendo de esa base el Gobierno pretendía que de la negociación
saliese una nueva situación concretada en lo que hoy usted, insistió
también, en el reequilibrio a nivel europeo y, por tanto, en
conseguir unas condiciones no discriminatorias para estos ganaderos.

A pesar de lo que usted dice yo le vuelvo a preguntar, señora
ministra, ¿dónde está el reequilibro? El reequilibrio no existe; lo
que sale de la negociación en todo caso es el mantenimiento del
status quo vigente. Por ejemplo, en la producción láctea los Estados
europeos excedentarios van a seguir siéndolo y el Estado español, por
contra, seguirá con una cuota láctea absolutamente insuficiente, que
no sólo no cubrirá su demanda interna -hoy por lo menos estamos
importando aproximadamente dos millones de toneladas de leche-, sino
que tampoco alcanza a cubrir su producción actual y menos aún, por
tanto, avanzar en la configuración de un sector lácteo dimensionado y
equiparable al resto de los Estados de la Unión. Eso, como decía,
conducirá a lo que conducirá: inevitablemente al cierre de más
explotaciones y a sobrepasar la producción, salvo que ustedes sigan
consintiendo la práctica generalizada de venta en negro, comprimido,
etcétera.

Usted puede vender como victoria lo que no es más que una nueva
derrota. Siguen mandando exactamente los mismos que mandaban, y puede
vender usted como firmeza negociadora lo que desde nuestro punto de
vista no es más que debilidad. Señora ministra, con todo el respeto,
bastan un par de amagos de los poderosos para que ustedes descubran
sus cartas, cuáles son los límites de su envite para descubrir que
ustedes juegan de farol y que no están dispuestos a llegar al final.

Me voy a referir a esto, porque cuando empiezan las negociaciones de
la OCM le ofrecen a usted
un aumento de 221.000 toneladas; ustedes lo califican de insuficiente
y demandan un millón de toneladas. En la ronda negociadora del pasado
mes le ofrecen a usted 550.000, es decir, 330.000 más. El eje franco-
alemán hace un amago de empezar de nuevo las negociaciones y usted,
con todo el respeto, canta; usted empieza a decir que no permitiremos
que la negociación empiece de cero, en fin, estas cosas. Sus
contrincantes, porque al fin y al cabo aquí también estamos hablando
de contrincantes, ya saben hasta dónde ustedes estaban dispuestos a
llegar, y, al fina,l el resultado es que le dan lo inicialmente
acordado, las famosas 550.000, y usted corre a anunciamos la buena
nueva, en el sentido de: ¡ganamos! ¡ganamos!; por decirlo de alguna
manera. El problema es qué ganamos. Si uno analiza los acuerdos del
sector lácteo éstos se basan fundamentalmente en mantener el sistema
de cuotas hasta el 2006 (por cierto, en la letra del acuerdo se habla
de revisión en el 2003, camino de la desaparición de este sistema de
cuotas), y después hay un aumento de cuotas hasta ese año que a nivel
europeo es de 2.831.50 toneladas, de las cuales el Estado español se
va a llevar 550.000, como incremento específico, que también lo hay
para Italia en 600.000 toneladas, para Irlanda 150.000 y para Grecia
70.000; y de la aplicación de ese famoso 1,5 por 100 Estados con un
alto nivel de cuota, como Alemania, se llevarán 418.000 toneladas,
Francia 363, etcétera, a lo que no me voy a referir porque ya lo
hicieron otros intervinientes. Hay otros dos aspectos del acuerdo: la
dimensión de los precios en un 15 por 100 en tres fases y la
compensación de caída de estos precios en función de la cuota de cada
productor.

Con este acuerdo, señora ministra, la cuota sigue siendo insuficiente
para el Estado español para cubrir sus actuales niveles de
producción. Sólo en Galicia necesitaríamos, como usted muy bien sabe,
aproximadamente 400.000 toneladas para cubrir esta producción actual;
este incremento de cuota menos aún va a servir para poder avanzar en
el redimensionamiento del sector. Los Estados europeos excedentarios
seguirán siéndolo; se quedarán con el grueso de las cuotas y de las
ayudas; la caída de precios, diga usted lo que diga, no se compensa
con las subvenciones previstas; habrá pérdida de renta para los
productores; los Estados excedentarios, por tanto, estarán mejor
posicionados ante la supresión del sistema de cuotas, sus
explotaciones mejor dimensionadas y más capitalizadas; nuestras
explotaciones, salvo que desaparezca la inmensa mayoría de ellas no
podrán acercarse a la media de cuota europea por explotación fijada
aproximadamente en 150.000 kilogramos y, por tanto, la amenaza de
supertasa seguirá estando pendiente, salvo que se hagan desaparecer
los excesos de producción. Hablando de este asunto, usted y yo hemos
discutido muchas veces sobre su política respecto al sector lácteo.

Ustedes estuvieron empeñados en meterlo en cintura. Yo estoy
convencido de que las cifras del año pasado de exceso de producción
ustedes las hicieron desaparecer, y ahora usted reconoce que así es
más difícil negociar en Europa. Ustedes iban con la producción
equilibrada mientras que, por ejemplo, Italia arguyó que tenía
sobrepasamientos elevados.

Respecto a la carne de vacuno tampoco puedo ser optimista. Hay
reducción de precios; usted hizo referencia a las primas por la
bajada de precios. Hay una rebaja de edad de



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sacrificio a nueve meses en los vacunos machos en lugar de los ocho
meses que solicitaba el Estado español; se incrementan los derechos
de vacunos machos y curiosamente se disminuyen los derechos de las
vacas nodrizas. Dejando al margen el debate de si con este tipo de
modelo se prima la producción intensiva en detrimento de la
extensiva, la realidad es que, por lo menos para una comunidad
autónoma como la nuestra, de esta reforma con este nuevo modelo van
a seguir quedando excluidos muchos productores de carne, cuya realidad
productiva no se contempla. Nosotros creemos, y ya hicieron
referencia otros intervinientes, que va a haber una pérdida de renta
derivada de la insuficiente compensación por la bajada de precios.

Usted conoce exactamente igual que yo que los derechos sobre vacas
nodrizas no solamente no aumentan sino que disminuyen. Usted sabe que
en este momento cuando menos 100.000 vacas nodrizas sólo en Galicia
no tienen derecho a las primas, por tanto, supongo que seguirá en la
misma, situación. Por resumir, y no agotar la paciencia del señor
presidente, a nosotros nos parece que en el tema de la carne de
vacuno no se va a compensar con las primas la pérdida de renta
derivada de la caída de precios y, en segundo lugar, van a seguir
quedando excluidos de ellas muchos ganaderos.

Concluyo, señor presidente. Nosotros no podemos ver esta reforma más
que como un motivo de preocupación. No va a haber el famoso
reequilibrio de que nos habla la señora ministra; va a seguir
habiendo una situación discriminatoria para sectores como el lácteo y
el cárnico. Anosotros nos parece que son reformas que van a
profundizar la crisis de los últimos años y, desde luego, en este
contexto muchas explotaciones se verán abocadas al cierre.




El señor PRESIDENTE: A continuación, por el Partido Democrático Nueva
Izquierda, la señora Rivadulla tiene la palabra.




La señora RIVADULLA GRACIA: Señor presidente, con todos mis respetos
le tengo que llamar la atención por dos cuestiones. Yo no soy del
Partido la Nueva Izquierda sino de Iniciativa per Catalunya-Els Verds
y, en segundo lugar, señor presidente, aprovecho mi intervención para
decirle que elevaré la queja del Grupo Mixto por el incumplimiento
del artículo 69 del Reglamento, ante la actuación arbitraria en este
caso de la Mesa que ha hecho que pasen por delante dos grupos que
tenían solicitada la comparecencia, aunque no está calificada por la
Mesa ni ha habido tampoco ningún acuerdo de Mesa en ese sentido, y
porque usted, señor presidente, ha invertido también el orden normal
de intervención en esta Comisión, que es de menor a mayor. Por todas
estas arbitrariedades, señor presidente, le elevaré mi queja por
escrito.




El señor PRESIDENTE: Señora Rivadulla, le quiero contestar que yo lo
he planteado a la Comisión y no he encontrado ninguna palabra de
ningún portavoz que se manifestase en sentido contrario. He entendido
que por asentimiento se podía producir esta situación. Para mi es una
sorpresa que en este momento usted se manifieste en estos términos.

No obstante, amablemente admitiré su queja, y en ese sentido en la
próxima Mesa y Junta de Portavoces lo tomaremos en consideración.

La señora RIVADULLA GRACIA: Gracias, señor presidente.

En relación con el tema de la intervención, en primer lugar deseo
agradecer a la ministra su comparecencia, y debo comenzar por una
cuestión que seguramente es políticamente no correcta, pero quiero
reconocerle a la ministra que efectivamente con algunos de los puntos
del acuerdo se ha mejorado la posición relativa de España respecto a
la situación anterior. Eso es objetivamente cierto; si se han
aumentado las primas del vacuno, se han aumentado; si se han
aumentado los rendimientos, se han aumentado; y si en relación con la
cuota se ha aumentado, eso es innegable y es así. Yo creo que todo
esto ha sucedido en el momento de las rebajas en la Unión Europea. Se
están creando muchas tensiones entre los países que la integran,
incluso ente los del signo al que yo creo pertenecer dentro del
espacio político de la Unión Europea; incluso se ha puesto en
entredicho un principio básico de la Unión Europea, como es el de la
cofinanciación y el de la solidaridad. Por tanto, el momento es
gravísimo y se tiene que batallar en una situación que es muy
complicada. Lo hemos repetido muchas veces, está por delante el tema
de la ampliación y las nuevas negociaciones en el seno de la
Organización Mundial del Comercio. Siendo esto así, señora ministra,
comparto lo que se ha dicho por compañeros de otros grupos
parlamentarios que me han precedido en el uso de la palabra. Creo que
si, efectivamente se ha mejorado la posición relativa de España en
relación con la propuesta de la Comisión, la situación actual en
muchos aspectos podemos salir perjudicados y, por tanto, la alegría
debía ser menor. Esto nos obligará a hacer números, que creo que es
responsabilidad de todos nosotros y de las organizaciones agrarias,
para ver cómo han quedado los distintos acuerdos, la compensación
o no de los incrementos que se han producido con la bajada de precios.

En ese sentido, el diputado Ramón Companys, de Convergència i Unió,
ha dicho algo que me parece que es bastante razonable. La apertura
que se va a producir en los mercados puede originar una bajada de
precios y colocarnos en una situación de menor competitividad. Es un
hecho real que si nosotros hemos superado discriminaciones que
teníamos en materia de rendimientos, de cuota, también otros países
han accedido a ella y, por tanto, pueden soportar igualmente una
bajada de precios. Todas estas cuestiones no deben caer en saco roto,
porque hay una auténtica preocupación en los sectores agrarios por
esta bajada de precios, por esta casi segura bajada de renta y
nuestra posición de competitividad. Asimismo quiero destacar que lo
que fundamentalmente me preocupa en esta cuestión de la reducción de
precios es que quien más los van a sufrir son los pequeños, porque
los grandes seguramente lo van a compensar con la cantidad. Los
pequeños seguramente no lo van a poder compensar, porque parten ya de
una situación de debilidad.

De todas maneras creo que a nivel de Unión Europea se han aplazado
los problemas, pero la tendencia existe hacia el recorte y hacia una
minimización de la política agraria comunitaria, y eso nos debe
preocupar y obligar a hacer políticas activas. Me parece que hemos
desaprovechado también el realizar una reforma histórica. Deberíamos
haber acabado con la irracionalidad del sistema y no se ha ido por
ahí. Yo creo que es un cuestión de la cuenta de la



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vieja, una de dos, o incrementarnos el presupuesto, o reducimos las
ayudas o las modulamos. Parece que nos hemos inclinado por reducir
las ayudas, porque al parecer no va a haber un incremento de la
financiación en el techo presupuestario y la modulación de las ayudas
no se está produciendo. Nosotros, ya lo hemos dicho en muchas
comparecencias, estamos por la modulación de las ayudas. Sabemos que
es un problema complejo, señora ministra pero el que debemos dar voz
a los distintos grupos de la Cámara y, sobre todo, a las
organizaciones agrarias. Deberíamos hacer una propuesta en materia de
modulación de ayuda, en la que, en una tendencia de recortes
presupuestarios y de ampliación, lleguemos a otros sectores a los que
ahora no llegamos; si alguien tiene que recibir las ayudas son
aquellos sectores que las necesitan, y son los que cumplen tres
funciones: la garantía de producción de alimentos, de suficiencia
alimentaria, pero también la garantía de preservación de medio
ambiente y la de preservación de la población. No ganamos nada si con
esta reforma seguimos subvencionando a los especuladores y a los
grandes; me parece que la cuestión ha quedado así.

Por otro lado, ya que no va a intervenir mi compañero del Grupo
Mixto, de Unión Valenciana, señor Chiquillo, me gustaría decir que
comparto con él su preocupación, que me ha expresado y que quiere que
se la trasmita, por el sector de frutas y hortalizas, del cual ni se
ha hablado en esta reforma. (La señora ministra de Agricultura, Pesca
y Alimentación, Loyola de Palacio del Valle-Lersundi hace signos
afirmativos.) Espero que me diga señora ministra en qué términos ha
hablado y cómo ha quedado, porque me parece que continuamos siendo...

Se habrá hablado, pero yo me leo cada día la prensa y el 80 o el 90
por 100 de las informaciones han sido acerca de productos
continentales.

En relación con la reforma del vino, bien por las nuevas
plantaciones, bien por la reestructuración, me gustaría saber cómo ha
quedado la cuestión que le preocupaba tanto al señor Neftali Isasi,
del Grupo Popular, de chaptalización y de la mezcla. Yo no sé si las
informaciones que ha leído eran correctas, porque no tengo el
documento, pero parece ser que se van a permitir las mezclas de vinos
comunitarios... (La señora ministra de Agricultura, Pesca y
Alimentación, Loyola de Palacio del Valle-Lersundi hace signos
negativos.) Pues es una información errónea que ha salido en los
medios de comunicación y, como no dispongo del documento, espero que
también usted me lo aclare.

Termino mi intervención diciendo que, teniendo en cuenta la situación
que se ha producido en el día de ayer y que todavía quedan grandes
dudas que despejar, si la cofinanciación ya la hemos sacado de medio,
no estando del todo a favor del acuerdo, nos quedemos como estamos
los días 23 y 24, si es que la tendencia es a mayores rebajas.

También le quiero decir, señora ministra, que a partir de que se
suscriba este acuerdo que nos quedan márgenes para diseñar políticas
agrarias propiamente nacionales. En los aspectos que han quedado y
que priman todavía en esta política agraria comunitaria, que son
desde mi punto de vista, extremadamente injustos con las
explotaciones familiares agrarias y con las pequeñas explotaciones,
corresponderá al Gobierno de la nación el hacer una auténtica
política agraria y no escudarse alegando que el 90 por 100
de la política agraria es comunitaria, Aquí nos queda mucho trabajo
por hacer y tenemos mucho margen de actuación.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo de Coalición Canaria, tiene la
palabra su portavoz, señor Mardones.




El señor MARDONES SEVILLLA: Seré muy breve, agradeciendo la cortesía
de la Presidencia de que mi turno sea antes del de cierre del Grupo
Popular, por haber tenido que asistir a la Junta de Portavoces que se
había adelantado.

En primer lugar, quiero agradecer a la señora ministra la rapidez en
su comparecencia aquí, después de celebrada la cumbre de ministros de
Agricultura la semana pasada. Si bien desde el punto de vista del
sector agro-ganadero canario no es una materia de inmediata
preocupación, dado que, como bien conoce la ministra, la situación
del plátano o de algún producto hortofrutícola, como el tomate, es de
orden secundario, nuestro grupo quiere mostrar un principio de
solidaridad estatal, incluso recogiendo aquellos sectores que nos
afectan, como puede ser el lácteo o el de vacuno, incluso, por qué no
decirlo, el del viñedo, dentro de la peculiaridad canaria de sus
variedades y condiciones, que bien conoce la señora ministra.

Mi grupo quiere reconocer que es un gran logro para la política
agraria española haber situado en la cumbre que han realizado ustedes
los objetivos encargados. Ya se daría con un canto en los dientes el
ministro de Agricultura portugués si hubiera conseguido para Portugal
lo que usted ha conseguido para España, por poner un ejemplo
inmediato dentro de la península Ibérica y en las competencias que
tiene Portugal en sectores vinícolas, cárnicos y lecheros con España.

En segundo lugar, y entrando ya en los distintos sectores, creo que
se han conseguido muchos logros para la posición española, y
esperemos que en la cumbre del Consejo de Europa de los días 24 y 25
en Berlín los jefes de Estado y los primeros ministros y los jefes de
Gobierno mantengan estos acuerdos, porque a ver quién es el que se
atreve a hacer un levantamiento de los acuerdos que ustedes han
adoptado; a ver quién se atreve, si Alemania, Francia, el Reino Unido
Portugal, porque menuda responsabilidad si quieren levantar unos
acuerdos. Aunque se diga que se han infringido algunas normas de
contención de gasto, superando esta política los 7.000 millones de
euros, a ver quién se puede atrever ahora a hacer una modificación
contra el sector agrario europeo. Tengo que reconocer que se ha
mantenido por parte de la ministra española los acuerdos del pacto
del 25 de febrero. Aunque había una cierta preocupación -parece que
aquí algunos no lo han querido recordar- después de la cumbre de
Petersberg, por aquello que quedó tocado por la postura alemana y
francesa, usted ha conseguido mantener aquel compromiso previo pese a
los dos colosos de Petersberg, Alemania y Francia, tratando de
congelar gastos y de modificar aquella situación.

Nos congratulamos de que la política de la ministra de Agricultura
con respecto al sector lácteo sea ir por la vía de las cuotas. Creo
que hay que mantenernos ahí, y no por la famosa vaca virtual. La vaca
virtual es una entelequia de ordenador de los estadísticos para
diseñar un modelo que en cualquier caso, desde el punto de vista de
la raza del animal



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productor, perjudicaría a España y beneficiaría a los países
nórdicos. Pero hay algo que ustedes han conseguido sobre la cuota
láctea al seguir la política de cuotas y el aumento tan significativo
de 550.000 toneladas, y es que no vamos a tener que pagar las famosas
multas. Teníamos una cuota baja y parece que nadie se quiere acordar
ahora de las penalizaciones, de las costosísimas multas por pasarnos
de cuota. Nosotros somos un país deficitario porque producimos menos
de lo que consumimos y, aunque se siga diciendo que es insuficiente,
acabamos de superar un umbral muy importante para no ser sancionados
con las carísimas multas. Parece que aquí nadie se acuerda ahora de
las polémicas que hemos tenido para pagar, cumpliendo la norma de
policía económica de la Unión Europea, las multas que ha recibido el
sector lácteo y la subrogación en muchos casos por el Gobierno para
evitarlo y tapar la leche negra que fuera de cuotas de producción
está circulando en este país. Por tanto, señora ministra, creo que es
muy positivo lo que se ha conseguido en una doble lectura: por un
lado, el aumento de una producción legal de cuotas y, por otro lado,
evitar el pago de las costosísimas multas por incumplimiento, porque
son dos penalizaciones, la pecuniaria por la cuantía de la multa y la
de la falta de ejemplaridad, de solidaridad con unos acuerdos, al
acusarnos por otros países, como se no ha acusado, de que las
autoridades españolas, el Ministro de Agricultura hacía la vista
gorda y tenía manga ancha para tolerar para este tema.

Respecto al vacuno hay que hablar de los cultivos herbáceos porque
están relacionados; estamos hablando de una economía de
interrelación. Suscribo también que se ha conseguido lo que usted ha
considerado como un resultado equilibrado y justo; justo para el
sector agrario y equilibrado porque en la cumbre de Berlín los jefes
de Estado llevan los dictámenes de sus respectivos ministerios de
Economía y Hacienda, que tienen que estudiar y evitar
recalentamientos del IPC en la política de precios al consumo. La
estructura de la Unión Europea está encargada no de la defensa de la
agricultura, pero sí de la defensa del poder adquisitivo de los
consumidores, y ha habido que buscar un equilibrio de trasvases, como
siempre. En ese equilibrio de trasvases España no ha salido
perjudicada, como se ha querido decir por algunas voces muy
negativas. Como usted bien ha dicho y se ha acordado en esta cumbre,
por ejemplo en cultivos herbáceos puede haber una disminución del 20
por ciento, pero las ayudas al agricultor no van a tener que
perjudicar al consumidor, al usuario de la transformación
agroalimentaria de esos cultivos herbáceos, en su caso de los
cereales. Estas ayudas se incrementan un 10 por ciento en ese sector.

Por tanto, muy bien conseguido, señora ministra. Desde el punto de
vista de que en esta Comisión de Agricultura no solamente tenemos que
arrimar el ascua al sector agrario en política de precios y de rentas
sino que hay que pensar que formamos parte de una colectividad de
ciudadanos de este país, los consumidores y las amas de casa, y el
valor del IPC en la cesta de la compra en los programas de
convergencia, manteniendo ese IPC bajo para los consumidores se
permite un reconocimiento de repercusión porque el agricultor como
familiar también consume productos y no hay que tenerlos en
inflación. Por todo esto creo que se han salvaguardo en términos
generales los intereses españoles.

No quiero hacer una valoración del girasol fuera del concepto de las
oleaginosas, en un país en el que queremos consolidar las tasas de
producción de la grasa noble del aceite de oliva. Hay que tomar la
determinación de si queremos tener más aceite de oliva o queremos
tener más aceite de girasol. Esa es la realidad de una política
pragmática. Hay que tomar una decisión. Desde luego, desde un punto
de vista ecológico que resulta muy difícil la defensa de una planta
esquilmante como el girasol, mientras que creo que nadie le pone
pegas a los plantones de olivo en este territorio.

Por tanto, en términos generales, señora ministra, nuestra postura es
positiva. Creemos que no se pueden meter en una sola negociación
materias tan discutibles como la modulación de ayudas de precios y de
subvenciones, porque llevaría a una discusión de pura política de
productividades, de dimensión de explotaciones, que para algún país
como Alemania no sería conflictivo porque tiene una homogeneidad, que
Holanda por el número de sus explotaciones con las poblaciones
marginales sí se lo plantearía, y que en España por la diversidad del
tamaño de las estructuras agrarias nos plantearía una polémica que es
mejor aparcar para cuando llegue el momento de discutir las
modulaciones.




Por todo esto, señora ministra, nuestra valoración es positiva. Nos
congratulamos de que los intereses de España hayan sido recogidos y
esperamos que en la cumbre de Berlín de los próximos días 24 y 25 se
reafirmen, soportando el costo que pueda tener ese incremento de los
techos que se habían querido poner por Alemania, porque desde luego
los ministros de Agricultura de Alemania y de Francia afortunadamente
no han salido de la reunión de la semana pasada con su agenda de
propósitos cumplida, como ellos hubieran tratado de imponer, pues
entonces sí que hubiéramos tenido que realizar aquí un análisis
verdaderamente crítico. Por tanto, sean mis palabras de felicitación
y de apoyo de nuestro grupo.




El señor PRESIDENTE: Por parte del Grupo Parlamentario Popular tiene
la palabra el señor Madero.




El señor MADERO JARABO: Señor Presidente, solicito de la Presidencia
que tras mi intervención, que ajustaré a los tiempos, haga uso de la
palabra mi compañero el señor Isasi para un tema puntual e
interesante para mi grupo.




El señor PRESIDENTE: De acuerdo, señor Madero. Tiene usted la palabra
y a continuación intervendrá el señor Isasi.




El señor MADERO JARABO: Señor presidente, antes de entrar en materia,
quisiera dirigirme con la mayor amabilidad de que este portavoz es
capaz a la señora Rivadulla, portavoz de Iniciativa per Catalunya-Els
Verds, y decirte que mi grupo apoya la postura de la Mesa y de su
presidente, puesto que la cesión se ha desarrollado tal como hemos
querido los grupos que hemos sido consultados, aunque ella estuviera
ausente. Yo le solicito que reconsidere su postura.




Tras esta cuestión de orden, señor presidente, en primer lugar,
quiero dar la bienvenida a la señora ministra y expresarle



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nuestro agradecimiento profundo por la información puntual, oportuna,
realista y sin triunfalismos que no ha suministrado. Señora ministra,
nuestro grupo le expresa su felicitación por el resultado del último
Consejo agrícola. Entendemos que es un gran resultado para el campo
español y que, como S.S. ha expresado y nosotros compartimos, es el
resultado de dos años de trabajo de un Gobierno con su presidente a
la cabeza. Creemos que de esta satisfacción participa también el
sector frente al temor que había hace pocas fechas. Existía temor
hace poco y ahora existe satisfacción y esperanza, bien es verdad que
contenidas hasta el resultado final de la cumbre de Berlín, si bien
es cierto que entre el Consejo agrícola y la cumbre ya se han
celebrado el Consejo General y el Ecofín, cuyos augurios han sido
buenos, y esperamos que se sigan manteniendo los buenos resultados en
los días 24 y 25 de marzo. Nuestro grupo constata con satisfacción,
repito, los resultados globales. Cuando aquí o en los medios de
comunicación los analistas profesionales de la materia nos hablan de
algunas cuestiones como precios o rentas, entiende mi grupo que
frente a ese temor hay que apreciar la situación global mediante
series históricas con cierto optimismo, puesto que mi grupo confía en
la profesionalidad de los agricultores y ganaderos y en la
competitividad de muchos de nuestros sectores, y ahí está la serie
histórica de precios que al sumar precios más pagos compensatorios
dan un resultado final positivo para el mantenimiento y la elevación
subsiguiente de rentas. Esta serie histórica no hay más que verla en
momentos en que, aunque había muchas cautelas fronterizas, muchos
productos han estado abiertos bien a la libre importación, bien en
régimen de tráfico de perfeccionamiento activo.

Sin meternos en muchas materias economicistas quisiera recordar
amablemente a mi compañero y amigo el portavoz del Grupo Socialista,
señor Amarillo -y ésta va a ser la postura de nuestro grupo en esta
Comisión-, que frente a las elecciones que podamos recibir de rentas,
de precios, de pesetas, de miles de millones de ecus para arriba y
para abajo, él y yo tuvimos en su día un mismo maestro, un mismo
profesor, el catedrático de economía señor Lamo de Espinosa, titular
de la cátedra Jean Monnet, y a sus palabras me remito, señora
ministra, porque este catedrático - y repito que nuestro grupo hace
suyas sus palabras- dice que todo estaba en contra hace unos días y,
sin embargo, se ha invertido la situación. Dice el señor Lamo que ha
logrado la señora ministra corregir los desafortunados agravios que
venían del pasado en lo que atañe a los rendimientos de cereales, con
un aumento del 10 por 100. Ha logrado en las cuotas lácteas un éxito
notorio con 550.000 toneladas más y en las ayudas al sector de vacuno
de carne, que España aumenta entre un 38 y un 77 por ciento, mientras
que la Unión Europea ha ido reduciendo las cuotas en los últimos dos
años. Además, se han conseguido incrementos muy destacables en las
superficies de plantación de viñedos - antes era arrancar, ahora es
aumento de superficie- y el 1 por ciento más en nuevas plantaciones.

Las ayudas a replantaciones y reconversión, que van a ser cruciales
para el sector, son importantísimas, como también lo son los recursos
para el desarrollo rural, la modernización de explotaciones y en
favor de jóvenes agricultores. Son resultados muy significativos,
dice el profesor Lamo de Espinosa,
y nosotros decimos con él que el haber mantenido la superficie y
los rendimientos de maíz, frente a la reducción inicial propuesta, es
un éxito no menor. Nuestro grupo, en vez de deslizarse por la vía de
la hipérbole e inventar adjetivos laudatorios y palabras
altisonantes, se remite a quien es y tiene un pasado de máxima
autoridad, que por cierto, señora ministra, al final juzga como
catedrático y le da sobresaliente cum laude en la tesis doctoral que
ha pasado por Europa recientemente.

Una vez fijada la posición, también en tono menor, cuando aquí se nos
ha si no acusado sí al menos señalado que los ministros no quieren
venir a la Comisión o al Pleno, a quien ha dicho esto este portavoz,
en nombre del grupo, no tiene más remedio que decir que lo que no
quiero ni para mí ni para mi grupo ni para ningún otro es que los
ministros vayan atados de pies y manos, mediante un mandato
parlamentario, a una negociación en un Consejo europeo. Entendemos
que se puede dar información, que debe darse información y que debe
haber consultas, que las ha habido de todo tipo. Lo que no se puede
es acudir un ministro del Partido Popular ni antes un ministro del
Partido Socialista atado de pies a manos, repito, a un Consejo
europeo, y eso nuestro grupo tratará de evitarlo porque entendemos
que no es una buena práctica y además no vale para nada. Por cierto,
quien nos decía esto -y lo digo sólo a efectos de corrección en el
«Diario de Sesiones»- se ha confundido porque va en la negociación de
forma paralela el girasol con los cereales. El girasol, el helianthus
annuus, es una compuesta y no un cereal; es una oleaginosa, como
todos sabemos. Por otro lado, también es momento de que señale mi
grupo, señora ministra, mientras S.S. se debatía en los foros
europeos, en el Consejo de Ministros, nos han dolido profundamente
algunas declaraciones extemporáneas que podrían haber afectado
gravemente a la marcha de las negociaciones. Es el momento de que al
menos este portavoz, en nombre de mi grupo, lamente intervenciones
como la del miércoles pasado a las siete de la tarde, cuando
intervenía un importante portavoz del Partido Socialista en el mismo
momento en que S.S. estaba negociando y algunos pensábamos, y lo
mantenemos, que era un flaco favor a España, no al Gobierno del
Partido Popular, no a la señora ministra, no al señor presidente del
Gobierno; a España en esa negociación se le estaba perjudicando con
esa actuación en el Pleno del Congreso de los Diputados a la misma
hora en la que se estaba a punto de llegar a un acuerdo.

Afortunadamente -y ahí está el «Diario de Sesiones» ni una sola de
las predicciones que allí se hicieron se ha cumplido. Se sembró
catastrofismo y sin embargo se recogió un fracaso en las
predicciones. Igualmente queremos constatar, una vez más, que se siga
negando la realidad. Constatamos con auténtica amargura que se
prefiere -y ahí están las palabras del portavoz del Grupo Socialista
en esta Comisión de hoy- que las cosas vayan mal para poder criticar.

Parece que les duele quedar en evidencia ante aquella profecía de que
este Gobierno no iba a saber estar en Europa. Mi grupo piensa -y
debería ser constado con satisfacción por todos- que este Gobierno es
Europa y sabe estar en Europa, es Europa y sabe negociar con Europa,
y se obtienen unos resultados a la altura que España merece, dejando
en evidencia el entreguismo de anteriores negociadores.




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Señora ministra, el Grupo Popular piensa que se ha trabajado mucho y
bien durante dos años, tal y como S.S. ha expresado; ha trabajado no
sólo la ministra sino el Gobierno entero y se ha informado aquí del
resultado con rigor, con exactitud, con puntualidad y reitero sin
triunfalismos, hasta con cierta modestia. No tenemos que pedir perdón
por los éxitos. Ojalá, señora ministra, se ratifique en Berlín lo
acordado, sobre todo en estos momentos tan difíciles y atípicos por
los que atraviesa la Unión Europea, con una Comisión dimitida y un
Parlamento Europeo a punto de disolverse. Reiteramos nuestra
felicitación al Gobierno y en particular a la señora ministra, en
nombre del Grupo Popular, pues estamos seguros del gran beneficio
obtenido para el campo español.

Acabada mi intervención le ruego, señor presidente, que tenga a bien
conceder la palabra a mi compañero señor Isasi para una
puntualización de tipo técnico y político sobre un subsector
especialmente beneficiado en esta negociación.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor Isasi.




El señor ISASI GÓMEZ: Gracias, señor presidente, por permitirme dar
una opinión sobre un tema que para nosotros es muy importante, no sé
para los demás, que no lo han mencionado.

Señora ministra, cuando la pasada semana usted fue a Bruselas al
último Consejo, todo el sector, las organizaciones agrarias, la
conferencia sectorial y las fuerzas políticas en su mayoría apostaban
por aquello del milagro de Lourdes: Virgencita que me quede como
estaba, por ver si la ministra iba a ser capaz de retomar el acuerdo
del pasado 26 de febrero, porque todo el mundo entendía que lo que
había dejado la ministra en aquella fecha era importante y bueno para
España. Pues bien, hoy estamos aquí todo con gran satisfacción para
apoyar a la ministra en todo este proceso que ha ido reformando y con
unos resultados francamente mejorados.

Quiero comentar aquí esta mañana algunas cuestiones sobre la por fin
aprobada organización común de mercado vitivinícola. Han sido muchos
años de importantes esfuerzos de todos: dejar aparcada en 1992 la
reforma de la organización común de mercado del vino, el documento de
reflexión de 1993, la aprobación por la Comisión del documento final
de la propuesta de OCM el 11 de mayo de 1994 y las grandes peleas y
batallas que hemos llevado a cabo el sector, las organizaciones
políticas y esta Cámara. Quiero recordar que fue en esta misma
Comisión donde elaboramos entre todos, el 21 de abril de 1994, el
primer documento español que fija las bases por las cuales tenía que
desarrollarse la organización común de mercado del vino. Hay que
recordar aquí que en los últimos catorce años que formamos parte de
la Unión Europea hemos tenido unas herramientas legales, con una
organización común de mercado que se elaboró desde la Comunidad
Económica Europea por los países que tenían que resguardarse o
competir frente a la potencialidad del sector en España; por tanto,
con unas herramientas en las que no habíamos colaborado nosotros. Por
fin, hoy tras catorce años, podemos disponer de una organización
común de mercado del sector vitivinícola
elaborada, trabajada, desarrollada con la participación de
España, tal como se pedía en uno de los puntos del 21 de abril de
1994, liberando las posturas de la organización común de mercado. Por
eso hoy estamos contentos, orgullosos de que haya sido la ministra De
Palacio quien ha conseguido que se apruebe esta organización común de
mercado con unos planteamientos radicalmente distintos a la filosofía
que se planteaba en 1994, cuando, como se ha recordado aquí, el
planteamiento filosófico y fundamental de los sesudos burócratas de
Bruselas era que sobraban 40 millones de hectolitros de vino y, por
tanto, tenían que arrancar las viñas aquellos países con los
rendimientos más bajos no solamente de la Unión Europea sino de todo
el mundo. Gracias a Dios, entre todos lo descartamos y hoy podemos
ofrecer al sector una herramienta legal absolutamente distinta que
impulsa la calidad basada fundamentalmente en la reconversión
varietal, que es muy importante. Hay que decir que en este país se
han plantado viñas en los últimos 30 años para acogerse a las
subvenciones y para producir alcohol. Sin embargo, en estos momentos
en que tenemos que competir con todo el mundo es urgente que el
potencial vitivinícola de nuestro país se adapte a la demanda interna
y externa de la Unión Europea y del resto del mundo. Por tanto, es
imprescindible esa reconversión varietal que también impulsábamos en
aquellos puntos del 21 de abril de 1994.




El señor PRESIDENTE: Señor Isasi, ruego que vaya concluyendo.




El señor ISASI GÓMEZ: Voy terminando, señor presidente.




Es muy importante que en regiones y en zonas vitivinícolas de nuestro
país donde la demanda es muy superior a la oferta se pueda
incrementar esa masa vegetal. Hay una novedad. Se establece una
reserva europea de otras 17.000 hectáreas de viñedo y en la propuesta
actual se adelanta la prohibición de nuevas plantaciones de viñedo,
al mismo tiempo que se ofrece para las replantaciones mantener el
potencial productor al agricultor de la viña vieja durante tres años.

Lo quiero resaltar porque es muy importante, porque hasta ahora el
productor tiene que dejar de ingresar durante tres años hasta que la
viña entra en producción.

Una de las guindas de esta OCM es la ficha financiera. (Rumores.)
Señorías, se proponían 800 millones de pesetas para financiar esta
OCM. En estos momentos tenemos que felicitar a la ministra desde el
Grupo Popular porque es un éxito inmenso que las disposiciones
económicas se eleven a casi 1.300 millones de pesetas para financiar
esta reconversión varietal que va a beneficiar fundamentalmente
a regiones como Castilla-La Mancha y Extremadura. Por cierto, el
portavoz del PSOE es extremeño y yo estoy seguro de que se le ha
olvidado hablar de la OCM del vino, no es que no le dé importancia.

Aver si no es como Valencia o la mayoría de las regiones
vitivinícolas.

Quiero recordar -no me resisto a ocultarlo- que en esta misma sala
una antecesor suyo, señora ministra, inclinándose a su derecha me
decía: ¡Cómo me voy a reír cuando tengáis que aprobar la organización
común del mercado del vino! Fíjense la confianza que tenía en cómo
iba a saliraquello. (Rumores.) Por eso, señora ministra y acabo,
gracias



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en nombre del Grupo Popular y estoy seguro de que en nombre de los
que representamos, de la inmensa de los ciudadanos españoles y
agricultores. (Aplausos. Rumores.)



El Señor PRESIDENTE: Para contestar a las preguntas y las
observaciones hechas tiene la palabra la señora ministra. (Rumores.)
Señorías, silencio por favor.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del
Valle-Lersundi): En primer lugar, señorías, tengo que decir que ha
habido cosas que he omitido en mi información porque he dejado a su
inteligencia tenerlas en cuenta. Es obvio que las circunstancias en
las cuales se produce esta modificación de la política agrícola común
no son las más fáciles, sino las más complicadas. Lo ha señalado la
señora Rivadulla. Al final terminaré mi intervención haciendo un
llamamiento a algo que a mí me parece básico y que le dije el otro
día en la sectorial a los consejeros de agricultura sobre los
problemas de fondo que tendremos en los próximos años en el sector
agrario europeo. Es obvio que no estamos en época de vacas gordas; es
obvio que tenemos dificultades presupuestarias y contenciones de
gasto, cuando no recortes. No he querido insistir más en ese asunto
ni lo he señalado en mi primera intervención porque daba por hecho
que todas SS.SS eran conscientes de esas circunstancias. En ese
contexto todo se convierte en mucho más difícil. En ese contexto,
conseguir como hemos conseguido -aunque haya alguna persona que se
haya negado a admitirlo- ventajas relativas reales es mucho más
complicado; en un contexto de contención del gasto que haya un país
que obtiene una ventaja relativa real automáticamente supone una
mayor dificultad para los gastos globales, es decir, para el resto de
todos los países. Esta es la realidad. Negar las ventajas relativas
reales que ha obtenido España en esta negociación -estamos hablando
de varias decenas de miles de millones de pesetas-, olvidar ese
detalle me parece que es sencillamente negar la realidad o demostrar
una vez más que cuando se tiene un éxito para la agricultura española
-porque quienes se van a beneficiar son los agricultores españoles-
se niega porque al final parece - lo he dicho en alguna ocasión-que
provoca sarpullidos que haya buenos resultados para nuestros
agricultores y ganaderos. Lamentablemente lo tengo que decir así y me
duele, porque creo que cuando lo que se obtienen son mejoras
relativas para nuestro sector debiera de admitirse como tal. ¿Qué no
es perfecto todo? Pues es cierto. Hay cosas que no han salido
perfectamente. Claro que no. La primera que lo sabe soy yo y lo he
dicho en mi primera intervención. Pero, señorías, hay hechos
absolutamente innegables. Primera cuestión.

Segunda cuestión. Señorías, yo he tenido la suerte y el honor de
estar el sábado con gente del sector ganadero, del lácteo y del
vacuno de carne. Le aseguro que lo que he percibido en las personas
que estaban allí, que era sector auténtico, es una sensación de
alivio y a la vez satisfacción por las mejoras relativas que habíamos
obtenido. Esa es la realidad. Ya sé que hay una manifestación
convocada para el día 20 por una organización profesional agraria muy
relacionada con el Grupo Socialista y muy querida por su
portavoz. (Rumores.) Yo misma he señalado algunas cuestiones. En el
girasol no ha salido exactamente lo que queríamos. Claro que no.

Precisamente, ante una situación que en algunos casos podía ser muy
grave, he explicado que hemos buscado una solución que palíe la
situación y que permita mantener ese cultivo que en una buena
rotación de cultivos y en ciertos secanos es absolutamente necesario
seguir manteniendo.

Señorías, quiero dejar muy claro que no fui yo quien organizó un
brindis a las cuatro de la mañana; me lo habían organizado los
periodistas que están de corresponsales en Bruselas. Esa es la
verdad; no lo había organizado yo, me lo encontré allí. (Rumores.)
Señorías, algo saben de los resultados, de las circunstancias y de
cómo ha ido la negociación; una negociación que vuelvo a reiterar, no
hubiera sido posible si no hubiera tenido sistemáticamente el
respaldo del presidente del Gobierno y, por supuesto también, del
Ministro de Asuntos Exteriores y del vicepresidente económico. Si no
hubiera tenido el respaldo del presidente del Gobierno desde que se
plantea toda esta negociación, donde los tres objetivos -vacuno de
carne, cereal y lácteo- quedaron muy claramente expuestos sobre la
mesa, así como también la necesidad de hacer una reforma razonable,
no hubiera sido posible el resultado final. Y les aseguro que la
actuación del presidente del Gobierno de España en Petersberg negando
la congelación absoluta de los fondos agrarios fue clave. Lo digo así
de claro. También tengo que decir otra cosa. La actuación del
ministro de Agricultura alemán en las negociaciones ha buscado el
consenso, los equilibrios y sacar adelante un proyecto, y gracias -lo
mismo que antes decía del comisario Fischler- a la comprensión del
ministro alemán y demás ha sido posible el resultado final.

Voy a empezar a contestar brevemente algunas de las cuestiones más
importantes que se han planteado. Amí me preocupa -lo he hablado
muchas veces aquí -la disminución de la población agraria, el
abandono del mundo rural. Ese es un elemento básico y por eso -y
terminaré hablando de esto- a mí me parece esencial mantener la
política agrícola común. Yo le diría a algún portavoz lo siguiente:
en 1982 había 1.906.000 ocupados en el sector agrario y en 1996
quedaban 979.000. Esto es una realidad; un millón de personas
expulsadas en los catorce años. ¿Quiere que le diga que ha sido en
los catorce años de gobierno socialista, señor Amarillo? Es que
justamente ha sido en los catorce años socialistas. (Rumores.) Pero
no creo que sea sólo eso. En parte tuvieron el problema de que
indudablemente el sector agrario no era una prioridad para el
Gobierno socialista; en parte se explica por eso, pero sólo en parte
porque hay otra serie de factores. Si dijera que sólo es eso, no
estaría diciendo lo que de verdad creo. Creo que ese fue uno de los
factores pero que también había otros que contribuyeron a que se
produjera esa situación. De todos modos, repito, en parte también
contribuyó eso. Quiero añadir un par de cosas. Esa caída en picado,
con tasas de más del 5 y del 6 por ciento de disminución de población
ocupada en el sector agrario en algunos años, se ha frenado a partir
de 1996 -esos son los datos-, entre otras cosas porque estamos
alcanzando cierto tipo de porcentajes y de tasas de población ocupada
en el sector agrario.




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Señorías, cuando se quiere hacer un debate positivo en el ámbito
parlamentario, hay que tener un mínimo de rigor a la hora de hablar y
de plantear las cuestiones. Yo siempre planteo esto y lo mantengo, y
no sólo ahora que estoy en el Gobierno sino también cuando estaba en
la oposición. (Rumores.) Por eso a mí también me gustaría encontrar
un mínimo de rigor en la oposición, puesto que, como digo, yo también
he estado en la otra situación. Quiero dejar muy claro que cuando se
ha cambiado la tendencia y se ha producido una inflexión en cuanto a
la situación de la población en el mundo rural, en el mundo agrario,
ha sido precisamente a partir del año 1996, a partir de que ha habido
un cambio de Gobierno -fíjense qué casualidad- y ha aparecido el
Partido Popular. También tengo que decir que, después de casi tres
años de ejercer las responsabilidades en Bruselas, tengo muy claro
que lamentablemente la agricultura no era una prioridad del Gobierno
socialista en las negociaciones en Bruselas. Lo digo así de claro
porque es la verdad. (Aplausos. Varios señores diputados: ¡Muy bien!
Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Silencio, señorías. Por favor, eviten
manifestaciones de este tipo.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del
Valle-Lersundi): Yo tengo que decir que este es el cambio cualitativo
que se ha producido: que estamos defendiendo también la agricultura.

No quiero decir que otro tipo de problemas sean menos prioritarios,
lo que digo es que no dejamos de lado a la agricultura. Si no hubiera
sido como digo, no se puede entender que en su momento, cuando se
planteó, por ejemplo, la cuestión de la negociación de los
rendimientos históricos de los herbáceos, no se hiciera lo que hizo
Portugal entonces. Si no hubiera sido como digo no se puede entender,
porque yo parto de la base de que la gente que estaba en las
responsabilidades que yo tengo ahora y todo el equipo que había en
torno suyo eran unas personas inteligentes, con una cierta capacidad,
y entonces no puedo entender que no hicieran lo mismo que hizo
Portugal; no puedo entender que entonces no se argumentara algo tan
sencillo como que correspondía a un período de sequía, algo que era
obvio, salvo que hubiera otro tipo de intereses, otro tipo de
prioridades y por eso no se quisiera insistir en esas cuestiones. Esa
es la única explicación que encuentro porque, si no, no puedo
entender que no lo hicieran, ya que Portugal lo hizo. Yo he
conseguido que España logre lo que Portugal consiguió respecto a los
cereales en el año 1992. Esta es la verdad. (Rumores.) No es que
hayamos obtenido -y lo decía muy bien la señorita Rivadulla- unas
ventajas relativas frente a otros, sencillamente hemos a
reequilibrado nuestra situación.

El señor Amarillo ha cometido algunos errores conceptuales en su
intervención. Supongo que ha sido un lapsus lo de las nodrizas
refiriéndose a la leche, ya que, como muy bien sabe S.S., son
cuestiones distintas. Y en cuanto a la cuestión de la liberalización,
señor Amarillo, tengo que decirle que si hablamos de liberalización
estamos hablando de precios cada vez más acordes con los precios
mundiales. No me diga una cosa y la otra a la vez. Se puede plantear,
y creo que es totalmente lícito desde el punto de vista
conceptual, que nos negamos a ningún tipo de liberalización en el
sector agrario. Conceptualmente yo creo que es un sector en el que
hay que poner coto a ese tipo de actuaciones, hay que poner límites,
por las condiciones específicas propias del sector agrario. Lo que no
se puede es hablar de liberalización y de que funcionan mal los
precios y no decir que los precios que funcionan cada vez más cuando
se plantea la liberalización son los más acordes con el mercado
internacional. Además, hay otra cuestión. No he explicado el porqué
de esta reforma -la PAC no se reforma por reformar sino por unos
objetivos muy concretos- porque ya habíamos hablado en anteriores
comparecencias. La PAC se reforma fundamentalmente por dos razones
por un lado, por las nuevas anexiones -lo ha dicho hace un momento el
señor Centella- y, por otro lado, por la Organización Mundial de
Comercio y los compromisos que tenemos en ese ámbito, y todo el
problema que hay detrás del girasol son los acuerdos de Blair House.

Son cosas en las que no he entrado pero que todos sabemos y tenemos
en nuestra memoria. Y hay un problema muy claro: la obligación, el
compromiso de Europa de reducir las ayudas a la exportación, que son
un elemento básico que compensa una situación entre precio de
intervención y precio de exportación. Detrás de todas estas
cuestiones nos encontramos con que eso es lo que manda cierto tipo de
ejes de esta negociación: la incorporación de los países del este,
que tienen unos precios distintos de producción de los que tenemos
nosotros, la necesidad de ajustarnos para poder incorporar a esos
países a la Comunidad, con lo que son sus producciones, ya que en
algunos ámbitos tienen una capacidad productiva tremenda, y a la vez
las nuevas negociaciones en la Organización Mundial de Comercio. En
ese sentido entiendo que se ha obtenido un equilibrio razonable y así
lo he planteado.

Me he referido a los precios en mi primera intervención y no voy a
insistir. Es el tiempo el que demostrará exactamente hasta qué punto
esos precios quedan, como ha sido hasta ahora, sensiblemente por
encima de los precios de intervención. Le puedo dar ejemplo de la
situación en cereales. En el vacuno, con el asunto de las vacas
locas, no han estado por encima y en el porcino ha habido un problema
en un momento dado debido a unas circunstancias muy concretas:
confluían circunstancia internas de la Unión Europea y de mercados
internacionales, etcétera, pero la realidad es que, como media y como
situación general los precios están situados por encima de los
precios de intervención y es lógico porque la intervención sólo
funciona en situaciones límites y de crisis.

Señor Centella, yo sé a que S.S. le preocupa mucho - lo mismo que le
preocupa a alguna organización profesional agraria- el problema de la
modulación, como también han planteado la señora Rivadulla y algunos
más. Esta reforma actual contemplaba sólo tangencialmente la
posibilidad de la modulación, pero no se está en ese debate todavía,
lo cual no quiere decir que no sea una cuestión a debatir en el
futuro. Lo que sí hay es una posibilidad de modular en función de
condiciones agroambientales, y lo voy a impulsar de común acuerdo con
los consejeros de las comunidades autónomas, porque para aplicar todo
esto yo tengo que contar con los consejeros de las comunidades
autónomas en función del reparto y de la distribución competencial



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que tenemos en España. Yo veo clarísimamente que tenemos que ir
estableciendo una modulación en función del respeto a unas prácticas
agroambientales adecuadas. Y les digo una cosa más: una modulación en
función de techos. Así de claro. Yo defiendo la explotación familiar
agraria, esa es la verdad. (Rumores), y defiendo al agricultor
profesional. Les voy a comentar una anécdota. Todos los ministros
populares del Consejo, que somos cuatro, porque hay gobiernos de
coalición donde los ministros de Agricultura son populares, apoyamos
la modulación de los techos y fueron otros de otro signo, que S.S.

conoce muy bien, los que se cargaron la modulación de los techos.

Esta es la verdad. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señorías, les ruego silencio.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del Valle-Lersundi): Esta es la verdad y la realidad. (Continúan los
rumores.)



El señor PRESIDENTE: Un momento señora ministra.

Señor Madrid y señora Leiva, les rogaría que se mantuviesen en
silencio para que la señora ministra pueda terminar su comparecencia.

Silencio, señora Cunillera. (Un señor diputado: ¡Aceptadlo y callad
ya!) Señoría, silencio, por favor.

Tiene la palabra, señora ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del Valle-Lersundi): Son situaciones curiosas, lo digo así de claro,
yo misma me quedé muy sorprendida. No sólo los ministros del Grupo
Popular defendimos la modulación por los techos, hubo ministros de
otro signo que también lo apoyaron, pero fueron otros los que
consiguieron pararla y eliminarla. Esta es la realidad. He de
confesar que a mí me sorprendió pero son circunstancias que se
producen. Es más, ni tan siquiera aceptaron que lo dejáramos
disponible, es decir, como subsidiariedad para poderlo aplicar o no
en los distintos países. He dicho antes muy claramente que al final
llegamos a un acuerdo por el que aceptábamos la supresión de la
modulación por techos a cambio de que desapareciera de la mesa la
cuestión del decrecimiento de las ayudas, la propuesta francesa, y
ese pacto fue el que acordamos. Esto es así y es la realidad de lo
que ha sucedido.

Quiero agradecer tanto al señor Centella como a otros portavoces, el
señor Companys, la señora Rivadulla, el señor Caballero y, por
supuesto, los representantes del Grupo Popular, que reconozcan que ha
habido avances, que hay elementos positivos, lo cual no quiere decir
que haya elementos que se consideren más negativos o menos positivos
que otros. Esa es otra cuestión, pero creo que esto es importante.

Quiero dejar muy claro lo siguiente. En Berlín no se puede mejorar el
acuerdo, lo que se puede hacer es plantear claramente ... (La señora
Leiva Díez: Un millón de toneladas.)
El señor PRESIDENTE: Señora Leiva, le ruego silencio, ya que si no
voy a tener que llamarle al orden. Señoría, silencio, por favor.

Tiene la palabra, señora ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del
Valle-Lersundi): Lo que se puede hacer en Berlín es dejar el acuerdo
tal cual o eventualmente llevar a cabo un recorte -los más radicales-
en cuanto al coste. Yo he dicho también que si eso sucediera se puede
absorber sin necesidad de recurrir al recorte de las ayudas, porque
hay otro tipo de recursos que ya hemos planteado, hay un margen, y
estaría también la posibilidad de decir que se vuelva a empezar de
cero. La verdad es que yo no lo veo.

En el Consejo de Ministros se opuso Portugal, que dijo que estaba en
contra, mientras que Francia dijo que sí, aunque el ministro francés
hizo una declaración sobre el coste global de la reforma. El ministro
francés lo que planteó es que no se respetaban los 40.500 rígidos,
como tope de gasto, pero la verdad es que en las declaraciones que le
oí el otro día al señor Chirac hablaba del problema del girasol, que
supone del orden de 4.000 millones de euros más de gasto. ¿Cómo, por
un lado, el ministro dice que no quiere más gasto y, por otro, lo que
impugna en el acuerdo el señor Chirac es que no haya 4.000 millones
más de gasto? Ala hora de la verdad, insisto, lo veo difícil. ¿Por
qué? Porque el acuerdo ha sido ratificado por el conjunto de los
países. El portavoz alemán ha dicho que tampoco ellos están
dispuestos a reabrir todo otra vez, aunque teóricamente existe la
posibilidad de que digan: No nos gusta nada, empiecen ustedes de
cero. Yo no lo veo. Sin embargo, sí veo posible que digan: Con
314.000 millones de euros se han pasado ustedes demasiado con
respecto a los 307.000; ajústenlo ustedes a 312.000 millones. Eso sí
es posible. Y quiero decirle que hay manera de poder absorber eso sin
que se vea perjudicada globalmente la negociación. La cofinanciación
también se puede poner sobre la mesa en Berlín. Yo espero -y en eso
la posición del Gobierno español ha sido radical y rotunda desde el
primer día- que no haya cofinanciación. España rechaza frontalmente
la cofinanciación. Esto es lo que quería decirle fundamentalmente
respecto a las cuestiones que me ha planteado.

Al señor Companys -y pido en ese sentido disculpas- tengo que decirle
que efectivamente no han llegado los documentos. Desde la misma
Comisión ha habido algunas dificultades en la elaboración del
documento de cierre global, que no nos han hecho llegar, pero espero
que se lo podamos hacer llegar a lo largo del día de hoy o de mañana,
con la máxima urgencia. Por ello pido disculpas a todos ustedes.

(Rumores.)
Respecto a la cofinanciación ya he contestado. Efectivamente es un
paso adelante, como ha dicho S.S. Yla mundialización es lo que yo he
señalado. Tengo que decir que a mí me preocupa la cuestión del
equilibrio de rentas.

Hay algo a lo que antes no he contestado al señor Amarillo. La renta
agraria en el año 1995 era del 192 por ciento, cogiendo como índice
100; y si me remonto más atrás es menor: 186, 156, 131, 146, 138,
125, 124, 109, 104, etcétera,
mientras que en este momento estamos en el 209, aunque es cierto -en
eso tiene razón- que el año pasado bajó



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un poco, en función de los precios, con relación al año anterior.

Pero no es que haya bajado con el Gobierno Popular, sino que,
globalmente, en el período de Gobierno Popular ha subido el 17 por
ciento, aunque es cierto que este año ha bajado con relación al año
anterior.

Señor Caballero, lo que se refiere a Francia creo que se lo he
contestado. Como he dicho, lo que pretendo es que haya un acuerdo en
el ámbito de la sectorial. En todas estas cuestiones y en cómo se
aplican exactamente tenemos que ponernos de acuerdo, por ejemplo en
la legalización del viñedo. Hay que ver cómo lo hacemos dentro de las
posibilidades que hay. Habrá que establecer unas multas que sean
semejantes en el ámbito de toda España. Creo que sería malo que
hubiese distinta multa por plantación ilegal en un sitio o en otro.

Convendría que acordáramos entre todos una cifra. En fin, en este
tipo de cosas pretendo llegar a un acuerdo con las comunidades
autónomas. En cuanto al reparto de las 550.000 toneladas no hay
criterio, ha desaparecido lo de la alta montaña, lo de jóvenes,
etcétera. Tenemos que llegar a un acuerdo, pero yo creo que lo que
hay que ver son cuestiones más relacionadas con la importancia del
sector lácteo para un región o para otra y también la proporción que
tiene el sector dentro de cada región, que es lo que parece más
razonable. En fin, no quiero adelantar nada sino escuchar a las
comunidades autónomas al respecto.




El señor Vázquez, del Bloque Nacionalista Galego, lo ve todo como un
desastre. ¡Qué le vamos a hacer! Yo no lo veo así, tengo un punto de
vista distinto, y le voy a decir que hay mucha gente del mismo sector
que no lo ve así. Yo he oído algunas intervenciones de S.S. en las
que, por un lado, apuesta por que haya cuota láctea en España y, por
otro, por que se produzca sin límite. Eso no puede ser. No nos queda
más remedio que aplicar el sistema de cuotas, que tiene sus ventajas
aunque indudablemente también sus limitaciones. Señoría, se lo he
dicho reiteradamente y lo vuelvo a repetir.

A la señora Rivadulla le agradezco el reconocimiento -ha sido ella
quien lo ha hecho- de la dificultad del momento y de unas mejoras
relativas. La bajada de precio la veremos en el próximo futuro. En
cuanto a los pequeños, señoría, ya le he hablado del asunto de los
techos, que creo que es importante. Estas cuestiones hay que
debatirlas, pero de todas formas hay también unos mínimos de
dimensión que son absolutamente necesarios y que hay que impulsar que
se adquieran. Por ejemplo, el decreto de apoyo al sector lácteo y los
reglamentos de desarrollo de las comunidades autónomas están pensados
-cosa que hasta ahora no se había hecho- para impulsar unas
explotaciones en ese sector con unas dimensiones mínimas que permitan
unas garantías de supervivencia y de rentabilidad, y de la misma
manera creo que habría que impulsarlo en una serie de sectores. En
ese sentido -me parece que lo ha dicho S.S. y alguna persona más-,
hay un margen para una política agraria nacional y hay que utilizar
ese margen. De hecho, yo entiendo que ya lo estamos utilizando y que
no nos limitamos a aplicar sin más, sino que estamos trabajando para,
allí donde hay márgenes, buscar unos objetivos y unas políticas
concretas con unos resultados concretos que -insisto- yo entiendo que
cuando menos deben garantizar una dimensión mínima que haga rentables
las
explotaciones. En eso estamos trabajando y así es como hay que
trabajar de cara al futuro. Coincido con S.S. en que los objetivos de
la PAC tienen que ser garantizar la producción alimentaria, una
gestión del territorio respetuosa con el medio ambiente y el
equilibrio territorial manteniendo las poblaciones rurales. Lo he
dicho lo quiero volver a repetir. Decía que hemos hablado de frutas y
hortalizas, y lo hemos hecho al tratar el artículo 35.3, de fondos
estructurales, concretamente en relación con la posibilidad de que
las OPCH puedan beneficiarse de cierto tipo de ayudas de los fondos
estructurales que estaban excluidas con la redacción primitiva del
texto. Por lo que se refiere al vino, por fin hemos conseguido que se
prohíba la mezcla con vinos de fuera y hemos limitado enormemente
toda la cuestión de entrada de vinos de terceros países, de mostos,
de transformación de mostos, etcétera. Se ha avanzado muy
sensiblemente respecto a las posiciones iniciales, en las que se
planteaba que podían entrar y mezclar sin más.

Al señor Mardones le agradezco su intervención y creo que tiene toda
la razón en lo que ha dicho sobre las cuotas en el sector lácteo. Hay
algo que no he dicho antes y que se lo voy a decir al señor Amarillo
y a todas sus señorías. Vamos a ver. No vamos a hablar de lo que
costó la otra ampliación de cuota lácteo que se produjo hace unos
años, que fue una ampliación neta de 166.000 toneladas, porque antes
nos habían quitado 400 (o sea que, de neta, 166.000; incluso, aunque
fuera la bruta), pero tuvimos que pagar 200.000 millones de pesetas
de multa. (El señor Blanco López: Porque Fraga les decía a los
ganaderos que no declararan.-Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Un momento, señora Ministra.




Les ruego silencio, señorías. Señor Pascual, señor Blanco, silencio.

Apelo a la cortesía parlamentaria y espero que la señora ministra
conteste a sus preguntas. Ruego silencio. (La señora Leiva Díez: Es
una provocadora esta ministra.)



Tiene la palabra, señora ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del
Valle-Lersundi): Sobre 166.000 toneladas el litro de leche sale a mil
trescientas y pico pesetas; si lo hacemos sobre quinientas y pico es
igual, el litro de leche sale a cuatrocientas y pico pesetas. Se ha
conseguido sin tener que pagar una peseta de multa y sin hacer algo
más que se hizo entonces, no sólo pagar 200.000 millones de pesetas,
que el último pago se produce este año. Es una bestialidad. Hubo que
hacer una recompra y una reducción de 800.000 toneladas de producción
láctea en España (un señor diputado: ¡Qué barbaridad!). Recuerdo que
hubo de hacer eso y conste -insisto, sistemáticamente lo he dicho-
que ojalá hubiéramos tenido al señor Solbes de ministro de
Agricultura durante el todo el período socialista. Así de claro lo
digo porque hizo una serie de cosas. Si valoramos las 550.000
toneladas a lo que se cotiza en el mercado, a 50 ó 60 pesetas (el
señor Blanco López: Ahora), a día de hoy, tenemos 33.000 millones de
pesetas. Podría hacer cálculos de esta naturaleza. Quiero decir que
poder disponer de esas 550.000 toneladas



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de margen de producción suplementaria en un sector como el lácteo que
tiene unas tensiones internas brutales, sobre todo cuando hemos
puesto en funcionamiento el sistema de cuotas, es importantísimo. Ha
habido alguien que decía que yo ocultaba lo que aumentaban los demás.

No señor, lo he dicho muy claro: El 1,5 por ciento a partir del año
2003; nosotros el 10 por ciento a partir del año 2000. Si quieren les
pudo enseñar un gráfico: Italia aumenta el 6 por ciento, 600.000
toneladas, España aumenta el 10 por ciento, 550.000, y Grecia aumenta
el 11 por ciento, 70.000. Partimos indudablemente de lo que nos dejó
el PSOE, de lo que negoció el Gobierno socialista (la señora
Cunillera i Mestres: ¡Qué mala eres! -Un señor diputado: ¡Qué
provocador!- Rumores.) ¿De dónde partimos? No sé como no lo saben SS.

SS.: de lo que negoció el Gobierno socialista. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Silencio, señorías.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del
Valle-Lersundi): Señorías, vean mi primera intervención donde lo he
dicho muy claro: Todos los países han aumentado en el 1,5; aquí está
lo que hemos aumentado.

Señorías, en cuotas de ternero pasa tres cuartos de lo mismo. Estaban
congelados los desechos y ya están disminuidos. El resultado final es
este: España sube en un 30 por ciento, desde 550.000, primer tramo,
en el año 1997; segundo tramo, ahora, 20 por ciento. También Portugal
aumenta en el 23 por ciento. Todos los demás pierden o se quedan
igual. (El señor Blanco López: ¿Y la vaca nodriza qué?) Respecto a la
vaca nodriza, ya que alguno pregunta. (Un señor diputado: ¿Por qué no
se alegran de que España salga ganando? Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Un momento, señora ministra.

Señorías, por favor, es un horror escuchar las manifestaciones en
esta sala, en esta Comisión. Está fallando algo y apelo a esa
cortesía a la que he aludido anteriormente. Vamos a escuchar las
manifestaciones de la ministra, para lo que les ruego silencio.

Tiene la palabra, señor ministra.




La señora MINISTRA DE AGRICULTURA, PESCA Y ALIMENTACIÓN (De Palacio
del
Valle-Lersundi): Quiero decir a todas SS.SS., ya que han mostrado su
interés, que cuando la congelación de los derechos de vaca nodriza,
que se produce en la minirreforma de 1996 para 1997 -y los ganaderos
saben muy bien que no han podido disponer de los derechos -y los
ganaderos saben muy bien que no han podido disponer de los derechos-,
se reduce a todos los países en función de los derechos no utilizados
en ese momento. AAlemania se le reducen en ese momento 222.000, a
España 115.000, a Francia 147.000, a Italia 200.000, etcétera; un
total de 1.205.000 derechos que se rebaja para toda la Unión Europea.

La realidad es que después de la reforma se ha dejado definitivamente
reducido el número de derechos de nodriza para toda Europa en 670.000
menos; por tanto, se reduce en un 55 por ciento y sólo se recupera un
45 por ciento. En esa
reducción, señorías, en España, insisto, se habían congelado 115.000
derechos, lo he explicado antes; en las negociaciones hemos
conseguido recuperar 95.000, lo cual quiere decir que hemos tenido
una reducción de 20.000 únicamente, que es el 1,4 por ciento. Bélgica
ha visto reducidos en 49.000 sus derechos, el 11 por ciento;
Dinamarca en 23.259, el 17 por ciento; Alemania en 130.000 derechos,
el 16 por ciento; Grecia en 11.000 derechos, el 8 por ciento; Francia
en 106.000, el 2,74; Irlanda en 11.300, el 1,4; Italia en 166.000, el
21 por ciento; Luxemburgo en 228, el 1,54; Holanda en 34.770, el 35
por ciento; Portugal en 9.000, el tres y pico y por ciento; Reino
Unido en 105.000, el 5,86 por ciento.

Señorías, salvo países como Finlandia y Suecia, que se han quedado
con el mismo número de derechos tenían, 55.000 uno y 155.000 el otro,
y Austria, que tenía 325.000, todos los demás países han visto
reducidos sus derechos en unos porcentajes muchísimo más elevados que
España, y desde luego en algunos casos en cifras absolutas muchísimo
más grandes cuando estamos hablando de proposiciones semejantes. Les
he leído Francia, Alemania, Bélgica, Dinamarca, Italia, Holanda y
Reino Unido, que han visto disminuidos sus derechos mucho más. Lo que
nosotros hemos bajado ha sido el 1,4, es decir, 20.000 derechos.

Señorías, el gráfico está aquí: los que más han recuperado de
derechos somos nosotros, 95.000, que estamos aquí, después Alemania
que ha recuperado 92.000, y a pesar de todo tiene una rebaja muy
superior a la muestra. Esta es la realidad. Yo no he querido insistir
en mi primera intervención, pero ya que hay algunos que parece ser
que niegan lo que es una realidad flagrante permítanme que les enseñe
con dibujos, con datos rotundos -me pedía datos, aquí están los
datos- cuál es la realidad.

Al señor Madero le diré que comparto la alegría con mucha gente en
España de que al final, hayamos podido cerrar un acuerdo que permite
desbloquear la cumbre de Berlín y rematar de una vez por todas la
situación de la agenda 2000 -y contesto a algunas cuestiones que se
han planteado por parte de distintas señorías-, que en este momento
yo creo que es más necesario que nunca. Cuando tenemos una dimisión
en bloque de la Comisión, cuando tenemos una situación de que el país
que preside la Unión en este momento, que es Alemania, acaba de
sufrir una crisis importante al dimitir su ministro de Economía y
Finanzas, cuando tenemos además el euro en pleno lanzamiento,
etcétera, considero que es importantísimo y no sería bueno que en
Berlín no se alcance al final un acuerdo. En ese sentido, en primer
lugar, alegría porque conseguimos un acuerdo que creo que permite
desbloquear Berlín y sacar adelante la cumbre de Berlín. En segundo
lugar, porque creo que objetivamente hemos mejorado relativamente de
posiciones, y eso es en beneficio de nuestro sector agrario. En
tercer lugar, porque creo, y lo digo así, que con esto se está
garantizando fundamentalmente lo que son las situaciones de la
política agrícola común para el próximo período, y además se
garantiza un nivel de gasto que supone no aceptar (yo espero que al
final no se baje en ningún caso a la congelación rígida de los
307.000 millones de euros para todo el período) el principio rígido
de la congelación radical del gasto agrícola. En cuarto lugar, porque
se han evitado riesgos importantísimos para el sector



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agrario, como era el de la cofinanciación, que suponía a medio plazo
la desaparición de la solidaridad y la renacionalización de la
política agrícola común, pero también porque se ha evitado algo que a
mí me parecía también gravísimo, que era el principio del
decrecimiento de las ayudas, que implicaba que para el año 2006
algunos sectores podían encontrarse con unas ayudas reducidas en el
14,86 por ciento.

Señorías, concluyo con lo que decía al principio. Creo que esa es la
parte de satisfacción en general para el sector agrario europeo y, en
particular, para el español. Pero lo mismo que digo eso tengo que
manifestar una cierta preocupación. La discusión que se ha producido
en torno a este paquete agrícola en el ámbito europeo ha sido
tremenda. La deslegitimación que algunos han planteado de cara a las
ayudas y la solidaridad que el conjunto de la sociedad tiene para el
sector agrario, no se puede ignorar. Yo entiendo que en los próximos
años todos aquellos que creemos que el sector agrario es un sector
estratégico -voy a calificarlo así- dentro de nuestra realidad, que
es un sector clave, no sólo porque nos garantiza una alimentación
adecuada y de calidad, sino además porque es el soporte de la gestión
física del territorio español y europeo en general, el soporte de ese
equilibrio que supone la existencia de nuestro mundo rural, y que
además es el soporte básico de la realidad agroambiental de nuestros
países, debemos hacer una reflexión profunda al respecto y plantear,
de cara a la opinión pública española y europea en general, estas
convicciones, partiendo de la base de que el sector agrario no es un
sector económico como otro cualquiera, no es sólo economía y además
no sólo rigen las reglas económicas en él; en el sector agrario la
oferta no se puede controlar como se puede controlar en otro tipo de
sistemas de producción. En el sector agrario la oferta depende, por
supuesto, de la utilización de abonos, del tipo de maquinaria, de una
serie de circunstancias, pero depende de algunos elementos clave que
pueden variar de manera dramática esa oferta, que son absolutamente
ajenos a nuestra voluntad, como es el clima. Esa realidad es la que
justifica que el sector agrario constituya, junto con el elemento de
soporte del mundo rural, un sector específico que reclama reglas
especiales y atenciones y solidaridades especiales por parte del
conjunto de la sociedad. En una sociedad democrática como la nuestra,
como la realidad europea, sólo se podrá mantener un esfuerzo
financiero del porte y la envergadura del que estamos hablando, y que
espero que en Berlín se ratifique, si de verdad la opinión pública en
su conjunto respalda esas actuaciones. Y eso reclama una labor a
medio plazo de explicación, de divulgación y de defensa de la
realidad de nuestra agricultura y de nuestra ganadería. (El señor
Amarillo Doblado pide la palabra.)
El señor PRESIDENTE: ¿Señor Amarillo?



El señor AMARILLO DOBLADO: Quisiera, señor presidente, que me
concediera un brevísimo turno de palabra.




El señor PRESIDENTE: No. Usted sabe que el Reglamento...




El señor AMARILLO DOBLADO: Le voy a decir el porqué, si me permite.

Yo le tengo que confesar que no soy de los que mejor se saben el
Reglamento. Por tanto, no voy a entrar en el Reglamento. Lo que sí le
puedo decir es que se han hecho juicios de valor muy graves y
gratuitos por parte de la señora ministra, y yo creo que usted nos
debe dar la posibilidad de, por lo menos, aclararlo. Si no, en esta
Comisión, con Reglamento o sin él, que yo no me lo sé, algo va a
faltar, máxime teniendo en cuenta que la propia ministra se ha
reservado para mañana miércoles una batería de preguntas que le harán
los señores diputados del Grupo Popular para rematar la faena de
magnífica actriz de la que ha hecho gala en esta sesión, que más que
una ministra parecería Sara Bernard. (Rumores.)



El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo, usted conoce el Reglamento, sabe
que las informaciones del Gobierno finalizan con la intervención del
Gobierno, es el artículo 202 que usted conoce. En efecto, ha sido
citado, pero no ha sido aludido, porque usted sabe que las alusiones
son sobre la conducta de un diputado o sobre la persona, pero en ese
sentido, a mi juicio ha habido opiniones de la ministra, pero no ha
sido aludido, probablemente ha sido citado, pero aludido en ese
sentido y según el Reglamento no.




El señor AMARILLO DOBLADO: Señor presidente, se ha dicho que he
cometido dos errores de concepto, y quisiera aclarar que los errores
de concepto no han sido tales.




El señor PRESIDENTE: Señor Amarillo no ha habido alusiones, a mi
juicio, y, por tanto, no procede y no le concedo la palabra.




Agradecemos la presencia de la señora ministra y le animamos
a continuar defendiendo este sector agrario.




Les recuerdo a SS.SS. que tenemos a continuación Mesa y Junta de
Portavoces.




Se levanta la sesión.




Era la una y quince minutos de la tarde.