Ruta de navegación

Publicaciones

DS. Congreso de los Diputados, Comisiones, núm. 536, de 13/10/1998
PDF





CORTES GENERALES



DIARIO DE SESIONES DEL
CONGRESO DE LOS DIPUTADOS



COMISIONES



Año 1998 VI Legislatura Núm. 536



ASUNTOS EXTERIORES



PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. FRANCISCO JAVIER
RUPÉREZ RUBIO



Sesión núm. 41



celebrada el martes, 13 de octubre de 1998



ORDEN DEL DÍA:



- Comparecencia de personalidades y funcionarios
de la Administración del Estado, al objeto
de informar sobre temas relativos al proyecto de
ley de Presupuestos Generales del Estado
para 1999 (número de expediente 121/000141)
... (Página 15424)



Página 15424




Se abre la sesión a las cuatro de la tarde.




COMPARECENCIAS DE PERSONALIDADES Y
FUNCIONARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN DEL
ESTADO, AL OBJETO DE INFORMAR SOBRE
TEMAS RELATIVOS AL PROYECTO DE LEY DE
PRESUPUESTOS GENERALES DEL ESTADO
PARA1999 (número de expediente 121/000141).




- DEL SEÑOR SUBSECRETARIO DE ASUNTOS
EXTERIORES (DE CARVAJAL SALIDO), A SOLICITUD
DEL GRUPO PARLAMENTARIO POPULAR
EN EL CONGRESO (número de expediente
212/001542) Y DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO (número de expediente 212/001581).




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados,
buenas tardes.

Se abre la sesión de la Comisión de Asuntos Exteriores,
sesión que, como SS.SS. saben y conocen, estará exclusivamente
dedicada a la comparecencia de los altos funcionarios
del Ministerio de Asuntos Exteriores en relación con
la tramitación del proyecto de ley de Presupuestos Generales
del Estado.

Están previstas, en función de las peticiones que al respecto
se han formulado, la presencia del señor subsecretario,
que ya está entre nosotros, del secretario de Estado para
la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, del
secretario general de la Agencia Española de Cooperación
Internacional y del director del Instituto Cervantes. Quiero
anunciarles que, según me comunica la Secretaría de Estado
para las Relaciones con las Cortes, el secretario de Estado
de Política Exterior y para la Unión Europea no se encuentra
en España y consiguientemente no podrá comparecer,
como estaba inicialmente previsto, al final de esta sesión.

Sin más preámbulos y según las normas y los procedimientos
seguidos en años precedentes para tramitar las
comparecencias de los presupuestos, procederé en primer
lugar a dar la palabra a los portavoces del grupo o de los
grupos parlamentarios solicitantes de las correspondientes
comparecencias, luego el compareciente contestará a las
cuestiones que se le hayan planteado y habrá un nuevo
turno del grupo o de los grupos solicitantes; si hay algún
otro grupo que desee intervenir, que no creo que sea el
caso, procederemos a darle la palabra, y habrá un turno
final para el compareciente.

El primero en comparecer es el subsecretario de Asuntos
Exteriores, comparecencia que ha sido solicitada por el
Grupo Popular y por el Grupo Socialista. Quiero dar la bienvenida
al señor subsecretario un año más para explicarnos
la parte fundamental de los presupuestos del Ministerio.

El señor Estrella tiene la palabra, en primer lugar, por el
Grupo Socialista.




El señor ESTRELLAPEDROLA: Querríamos primero
dejar constancia de nuestra protesta, porque, habiendo
sido solicitada y habiéndosenos comunicado la presencia
del secretario de Estado de Política Exterior, acabamos de
enterarnos de que se encuentra de viaje y no precisamente
aquí al lado, sino en África, en lo que parece que es un viaje
programado. Por lo tanto, algo falla en el Ministerio de
Asuntos Exteriores, algo falla en el Ministerio de Relaciones
con las Cortes, cuando se nos confirma una comparecencia
que luego, cuando ya no tiene solución, porque le
hubiéramos podido sustituir por el secretario general de
Política Exterior, no se realiza. Nos parece mal que se prive
a la Comisión de este debate con el secretario de Estado en
una dimensión que es la de sus responsabilidades en la
Unión Europea y nos parece mal también que se prive a la
Comisión de poder hacer un debate con el secretario de
Estado en cuanto a algo que forma parte consustancial del
presupuesto, que es la adecuación entre los objetivos políticos
y los medios. Dejando constancia de esta protesta, que
rogamos se traslade, querríamos comenzar por suscitar más
que nada preguntas, dudas, porque entendemos que no se
trata de tener aquí un gran debate político con los representantes
del Gobierno, sino de clarificar nuestras dudas y lo
que a nuestro juicio son cambios poco justificables.

Asimple vista, da la sensación de que ha habido un crecimiento
del presupuesto, de unos 130.000 a unos 139.000
millones, cantidad que no debe asustarnos, porque viene a
ser más o menos el presupuesto de Radiotelevisión Española.

Hay un aumento, por tanto, en torno al 7,5 por ciento.

Lo que ocurre es que, cuando se ve la estructura interna de
ese crecimiento, nos encontramos con que la mayor parte
no va precisamente a facilitar la operatividad del Ministerio
de Asuntos Exteriores. En términos relativos, el presupuesto
del Ministerio de Asuntos Exteriores se ha reducido
con relación al conjunto de los Presupuestos Generales del
Estado. Ha pasado del 0,46 al 0,39 y quizás el subsecretario
tenga cifras más ajustadas que las mías. Yo he estado
echando mis cuentas en los libros del año pasado y de éste,
y he visto que hay crecimientos dispares. Por ejemplo, en
el capítulo 8 hay un aumento de casi el 50 por ciento y el
capítulo 4 prácticamente se mantiene igual. Los gastos de
personal aumentan muy por encima de lo que el Gobierno
había indicado que iban a subir los sueldos de la Función
pública; se había dicho que iba a subir un 1,8 y aquí se
registra una subida superior al 5,5 por ciento. Luego, internamente,
lo que aumenta bastante es el personal eventual,
o por lo menos los sueldos del personal eventual. Yo no sé
si estamos ante un crecimiento de lo que alguien llamaba
los contratos basura. No sabemos a qué responde esta subida,
que, insisto, desfigura el conjunto de la subida de los
gastos de personal. Hay una subida cuya justificación nos
gustaría conocer, que es la de indemnizaciones por destino
en el extranjero, que sube un 8 por ciento, aproximadamente.

Y otra subida, muy desproporcionada, la de los seguros
y gastos sociales, que pasan de 10 a 347 millones, al margen
de lo que son los gastos normales de Seguridad Social.

Hablaba el Gobierno, desde el comienzo -con ese programa
llegó a la mayoría relativa parlamentaria-, de la
necesidad de establecer austeridad, se nos anunció austeridad
y se operó austeridad, por ejemplo, en la estructura
orgánica de los Ministerios. De eso, este Ministerio del que
estamos hablando ahora bastante ha sufrido. Pero la verdad
es que luego vemos cómo determinados capítulos, que
podrían estar sujetos a esas medidas de austeridad, suben
de una manera importante -en el caso del capítulo 2 sube
más del 15 por ciento-, por no hablar de los arrendamientos,
que suben del orden del 20 por ciento.




Página 15425




En esta línea de austeridad se nos había anunciado ya el
año pasado por parte del Gobierno -también lo ha hecho
el ministro en alguna comparecencia- que había un proyecto
muy avanzado para reducir considerablemente las
actuales 14 sedes y ubicar buena parte de lo que hoy es un
Ministerio disperso en la antigua sede del Instituto Nacional
de Industria. Nada de esto vemos en el presupuesto,
nada de esto vemos en la memoria justificativa y en los
objetivos que acompañan al presupuesto y nos gustaría que
nos explicase el señor subsecretario qué ocurre con ese
objetivo anunciado ya casi como inminente el año pasado.

Y una pequeña curiosidad, si me lo permite. Este año
hay los mismos edificios que el año pasado, 14; hay los
mismos metros útiles que el año pasado, 53.000 o algo así;
sin embargo aparecen 6.000 metros construidos más. No sé
cómo se ha producido este milagro o si es que se trata simplemente
de un error en las plantillas. Es una cuestión
menor. Lo importante es saber cuándo se va a producir esa
concentración de sedes y por qué no aparece ningún reflejo
en el presupuesto. Hace ya algunas semanas pudimos leer
en la prensa que había un proyecto por parte del Ministerio,
para financiar un plan de adquisición de edificios de uso
para embajadas, residencias diplomáticas, etcétera, en el
exterior. la verdad es que la cantidad que se asigna en este
presupuesto para adquisiciones, 250 ó 300 millones, no
parece que se compadezca mucho con ese plan ambicioso
que podíamos ver en los medios de comunicación hace
unas cuantas semanas.

Sobre algunos proyectos de los que se ha venido
hablando en el Ministerio en lo que se refiere a dotaciones
informáticas, la subida de la Subdirección general de Informática
-no tengo ahora mismo las cifras- nos parece
bastante exigua para las necesidades que se nos comunican
desde el propio Ministerio, para algo que tiene el Ministerio
ante sí y tiene el subsecretario, si mal no recuerdo, sobre
sus espaldas, que es la adecuación de los sistemas informáticos
al efecto 2000 y entiendo que también al euro. Se
están poniendo en marcha y figuran en estos presupuestos
unos programas de contabilidad que se han distribuido a
prácticamente todas las representaciones del exterior, y yo
quería preguntarle cuál es el gasto de esas medidas para
afrontar el efecto 2000 y la adaptación de esos programas
al euro. ¿Se van a introducir programas de corrección de
bases de datos? ¿Se están haciendo chequeos de los equipos
existentes o, por el contrario, se va a ir a una política de
tirar a la basura lo existente y comprar nuevos equipos por
completo? Me gustaría que me lo aclarara.

El tema de consulares es siempre complejo. Si uno se
atiene a lo que se nos dice en esta memoria, resulta que las
embajadas hacen algo así como veinte veces más informes
que los consulados. No me parece un dato relevante que las
embajadas hagan 6.000 informes por 280 que hacen los
consulados. No creo que eso sea un indicador que permita
evaluar una labor ni la necesidad de un consulado. Sabemos
que cada vez que se toma la decisión de cierre de un
consulado provoca reacciones y tensiones, quizá en parte
porque no existe la suficiente información acerca de cuál es
la función exacta de ese consulado, de cuál es la relación
coste-beneficio, porque no tenemos unos parámetros conocidos,
al menos en esta Comisión, que nos permitan evaluar
el rendimiento, por una parte y, por otra, las demandas,
las atenciones, los servicios que presta realmente ese consulado,
en términos de expedición de visados o de otro tipo
de documentación para ciudadanos españoles. Hemos
visto, por cierto, que también se reduce el número de consejos
de residentes, cosa que me ha sorprendido de manera
especial. Yo querría preguntarle: ¿Existe algún estudio de
evaluación de las necesidades de los consulados y de su
dotación en función de unos parámetros que sean objetivables?
Porque hasta ahora, insisto, no lo conocemos.

No sé en qué medida, y querría saberlo, afecta a la labor
y a la función de los consulados la participación de España
en el espacio Schengen, con una peculiaridad sobre la que
también querría conocer la opinión del señor subsecretario.

La mayor parte de las decisiones que se toman en virtud de
los acuerdos de Schengen de denegación o de autorización
de visados se basa en una norma clasificada en la Unión
Europea que se denomina instrucción consular común, a la
que nosotros, los parlamentarios, no tenemos acceso. Sin
embargo, sí tiene acceso a esa norma, no ya el personal
diplomático que está en los consulados, sino también el
personal administrativo que trabaja en ellos. Al mismo
tiempo, entiendo que la concesión o denegación de visados
está sujeta -se dice expresamente en la normativa- a la
Ley de procedimiento administrativo, lo cual, en caso de
denegación, obliga a dar las razones por las que se deniega.

Yo querría que el señor subsecretario reflexionase en voz
alta sobre esta paradoja y me gustaría saber cuáles son los
objetivos para el año próximo en cuanto a apertura de nuevas
embajadas, a cierre de embajadas y de consulados. Veo
en la lista que figura la embajada de Malta, que yo daba ya
por extinta, esa embajada que se creó en unas circunstancias
muy peculiares.

Luego querría hacer algunas referencias a lo que son
las cuotas a organismos internacionales, que absorben casi
la cuarta parte de los presupuestos del Ministerio de Asuntos
Exteriores. Cuando uno mira estas contribuciones, ve
que hay una leve reducción de las contribuciones obligatorias,
que se mantienen exactamente en la misma cantidad
las contribuciones voluntarias, y que hay una reducción
relativamente importante de las contribuciones a operaciones
de mantenimiento de la paz. No termino de entender
mucho a qué se deben estas variaciones; por ejemplo, la
cuota de la contribución de España a Naciones Unidas,
sobre todo cuando sabemos que se ha producido una reestructuración
de las ratios que convertían a España en el
noveno contribuyente y previsiblemente en el octavo en
fecha próxima. Y entiendo menos cómo, habiendo aumentado
el coeficiente por el que España contribuye, sin
embargo, nuestra contribución a Naciones Unidas organización
se reduce de 29 a 28 millones de dólares; nos gustaría
que nos lo aclarara, sobre todo cuando el propio
embajador de España en Naciones Unidas, en una magnífica
página de Internet, nos da una cifra totalmente distinta.

Aqué se debe todo esto.

Entendemos que esto debiera estar también vinculado
con el cambio de moneda. Evidentemente, el subsecretario
no es un experto en Bolsa, ni tiene por qué serlo, pero desde
luego lo que no es es un adivino, lo cual le impide saber
hoy a cómo va a estar el dólar dentro de un año. Sin embargo,
estamos tramitando unos presupuestos donde se calcula
un dólar a 151 pesetas, una peseta más de lo que se consideraba



Página 15426




en los presupuestos de 1998. No sé hoy cómo estará,
pero el viernes dejábamos el dólar por debajo de las 140
pesetas, unas 137-138, no sé qué margen deja esto al Ministerio,
y qué consecuencias tiene todo esto, señor subsecretario,
sobre los recursos que maneja el Ministerio. ¿Qué ha
ocurrido con la evolución de las cuotas durante 1997 y
1998? ¿Se han producido remanentes? ¿Se han producido
déficit de tesorería? ¿Cómo se ha cubierto esto? En algunas
de estas contribuciones, en las obligatorias, entendemos
que, puesto que son obligatorias, simplemente nos las han
rebajado. Así ocurre con la de la FAO, que pasa de 1.400 a
1.230 millones de pesetas; la de la Unesco baja algo; sube
ligeramente la de la OTAN y si nuestra incorporación a la
estructura integrada nos cuesta 30 millones, bendita sea,
porque ha salido barato; en cambio, cae unos 100 millones
la de la Organización Internacional del Trabajo.

En cuanto a las voluntarias, me da la impresión, señor
subsecretario, de que se ha hecho un poco con martillo, que
se han redondeado la mayor parte de los picos; cantidades
que eran 3.150.000 se han quedado en tres millones, cantidades
que eran 7.200 se han quedado en siete; por ejemplo,
la contribución voluntaria a las víctimas de la tortura ha
pasado de 7,2 a siete; CICR (organización internacional de
la Cruz Roja) ha bajado en 4,5 millones. Nos preocupa ésa
como nos preocupa también la bajada de diez millones en
el alto comisionado de Naciones Unidas para los refugiados,
porque son, junto con algunas otras que ahora citaré,
contribuciones voluntarias que expresaban un posicionamiento
político de España, que iban más allá de lo que era
nuestra contribución a través de las cuotas obligatorias.

Que se baje ACNUR, que se baje CICR, que se baje
UNICEF, o la Oficina Internacional de Derechos Humanos,
que al fin y al cabo baja 11.000 pesetas, no valía la pena. O
los 14 millones en que cae UNRRA, en un momento en que
se dice que estamos volcando nuestros esfuerzos en la
ayuda de la autoridad nacional palestina y de los refugiados
palestinos. Se salvan curiosamente el PNUD, para que
luego se diga que el secretario de Estado de Cooperación no
tiene peso político en el Ministerio; se salva con un aumento
muy significativo de 14.000 pesetas el programa de
Naciones Unidas contra el sida, se salvan los programas de
fiscalización de las drogas con 13 millones más, y poco
más. Yse nos dice algo en la memoria que a mí me ha dejado
preocupado, señor subsecretario. Se dice: España, ahora
con los nuevos coeficientes, aumenta su contribución -no
lo vemos reflejado en los presupuestos-, pero un mantenimiento
de la negativa a pagar por parte de Estados Unidos
podría resultar en una reordenación de las cuotas que haría
pagar más a España. Más o menos esas palabras. Esto nos
preocupa enormemente, y nos parece inadmisible que entre
todos tengamos que pagar lo que no quiere pagar el Congreso
norteamericano. No entendemos por qué, con todo lo que
se dice de bueno de la Oficina de Derechos Humanos en la
memoria del Ministerio, se reducen sus gastos de actividades
en cinco millones, la mitad concretamente.

Volviendo a consulares, ya le he pedido unos criterios
de evaluación. No sabemos si la estimación de visados que
se hace responde a datos concretos o no. Se emitieron
1.200.000 visados en 1998, 850.000 se preveían para 1999,
y no sé si eso responde a la crisis económica y a la previsión
de que vengan menos turistas o a qué.

Otra pregunta es ¿por qué hay que hacer 6.000 nuevos
pasaportes de servicios y de diplomáticos? Los parlamentarios
de esta Cámara que participamos en organismos internacionales
somos de los muy pocos en las delegaciones
nacionales de los parlamentos de la Unión Europea en estos
organismos que no disfrutamos ni de pasaporte diplomático
ni de pasaporte de servicio. No sé cómo funciona esto, pero
quizá me pueda usted explicar por qué hay que hacer de
golpe 6.000 pasaportes diplomáticos y de servicio, teniendo
en cuenta que hay del orden de 600 diplomáticos y que los
pasaportes de servicio, si no estoy equivocado, no se dan,
por ejemplo, a funcionarios de Agricultura que van a la
Unión Europea; se dan a los funcionarios de la misión que
no tienen derecho a pasaporte diplomático.

Finalmente, señor presidente, no sabemos qué tipo de
objetivos políticos refleja el que se prevea una reducción en
las visitas de los reyes y que en cambio se prevea un aumento
de más del doble de las visitas de jefes de Estado a España,
que pasarían, dice el Gobierno, en 1999, de 23 a 53.

Estoy intentando encontrar una justificación para esto, sobre
todo después de un año como el actual en el que hemos tenido
la cumbre de la OTAN, no sólo con los países de la
OTAN, sino también con los de la Asociación para la Paz.

En definitiva, señor subsecretario, nos hubiera gustado
ver una definición más clara de los objetivos políticos.

Basta con mirar una publicación similar -aunque no el
presupuesto- del Gobierno británico, donde lo que aparece
como cantidades, como recursos, se justifica en función
de unos objetivos políticos claramente definidos que no
vemos en absoluto en estos presupuestos.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Parlamentario
Popular, tiene la palabra el señor Ricomá.




El señor RICOMÁ DE CASTELLARNAU: Agradezco
en primer lugar la presencia del señor subsecretario
para responder y matizar aquellas cuestiones que se le formulen
con relación al presupuesto de esta sección. De
entrada hay que decir que son pocas las dudas que respecto
a ella tiene este grupo parlamentario, pues en sus líneas
generales sigue el diseño y el marco trazado en el presupuesto
vigente del año 1998. Si bien es cierto que en un
proceso consistente en desmigajar al detalle todo lo expresado
en los presupuestos, es fácil que alguna de estas migas
se vuelva negra y que surjan cuestiones en torno a ella. Eso
es lo que ha hecho, y además es su deber, el señor Estrella
y de ahí la batería de preguntas que evidentemente nosotros
no formularemos por entender que no se escapa de las
acusaciones que ya vienen definidas en lo que es la línea
del Ministerio de Asuntos Exteriores desde su puesta en
funcionamiento.

El Grupo Parlamentario Popular entiende que este incremento
del 7,5 por ciento, casi 10.000 millones de pesetas
más, es más que razonable; es un incremento positivo. La
totalidad de programas que están comprendidos en la sección
vienen incrementados en porcentajes superiores a lo
que es la inflación, y esto, sin ningún tipo de dudas, refleja
la clara intención de ampliar el margen de maniobra de este
Ministerio, forzosa y necesariamente encorsetado a raíz de
las obligaciones contraídas como Estado miembro que es
de diferentes estamentos internacionales y también por el



Página 15427




hecho de intentar dar la máxima operatividad a la amplia
red de oficinas consulares y embajadas que tiene en todo el
extranjero. Es una satisfacción para este grupo comprobar
cómo el programa que mayor incremento tiene en el presupuesto
es el correspondiente a la cooperación para el desarrollo,
si bien no me extenderé en esta cuestión porque,
como SS.SS. saben, genera ya una comparecencia, por su
importancia, por sí sola, pero por esa importancia considero
oportuno reflejar, por un lado, el grado de solidaridad que el
Gobierno muestra hacia los países en vías de desarrollo,
incrementando dicha ayuda en un montante casi superior a
los 5.000 millones de pesetas, y por otro, el apoyo práctico
que llena de sentido una de las leyes que consideramos más
importantes de las que se han aprobado en esta casa, como
es la Ley de cooperación internacional para el desarrollo,
por la cual se ordenará y mejorará la ejecución de los programas
y ayudas a los países menos favorecidos.

En este mismo ámbito vemos también importante, y por
ello lo remarcamos, la creación de un fondo para la concesión
de microcréditos para proyectos en países en vías de
desarrollo destinados a dotar económicamente a aquellas
iniciativas tendentes al autoempleo en personas que difícilmente
podrían encajar dentro del sistema crediticio de sus
respectivos países. Es un fondo importante, se trata de casi
4.000 millones, que genera este incremento del 50 por ciento
en el capítulo VIII del presupuesto.

Para el Grupo Parlamentario Popular la política de
Exteriores lo es en elevado grado de servicio mediante la
atención y la protección a los ciudadanos españoles en el
exterior y en otro importante porcentaje también de colaboración
en la construcción de un mundo cada vez más
equilibrado y sostenible a través de la participación directa
en organismos y entidades supranacionales. Todo ello, que
está englobado en los presupuestos en sus programas de
acción del Estado en el exterior y acción diplomática ante
la Unión Europea, han visto incrementada su dotación en
porcentajes del 3,3 por ciento y del 6,8 por ciento, respectivamente.




Estas subidas totalizan 2.500 millones de pesetas más
para nuestra acción exterior, a las que habría que añadir los
833 millones que nos ahorramos. Ysí sería bueno que matizaran
un poco qué nos ahorramos en cuotas que pagamos a
organismos internacionales. Totalizan 3.400 millones de
pesetas más para la acción exterior y nos dan a entender
una predisposición y una sensibilidad en cuanto a la mejora
de toda nuestra infraestructura exterior. Qué duda cabe que,
al incrementar la dotación económica para instalaciones,
personal y bienes de nuestras 98 embajadas, 84 oficinas
consulares y 11 representaciones permanentes ante organismos
internacionales, se está apostando por mejorar la
calidad y la eficacia de los servicios que prestan.

Pasando a otro capítulo, nuestra presencia en el exterior
no puede ser ajena a la oportunidad que de forma implícita
se nos brinda para desarrollar actuaciones en pro de nuestra
cultura. En este sentido, nos complace ver que los presupuestos
dan un importante apoyo a los programas de cooperación,
de promoción y de difusión cultural en el exterior,
mediante un incremento de sus partidas de casi el 6
por ciento; buena parte gracias a las inversiones que se van
a efectuar en activos fijos, como edificios, equipamientos
informáticos y mobiliario. Destaca por su significado e
importancia el crédito de casi 550 millones de pesetas
destinado a becas y doctorados de español en las universidades
extranjeras. Todo ello sin entrar a analizar el presupuesto
del Instituto Cervantes, que es el paladín de la promoción
y la defensa de nuestra cultura en el exterior, pero
que, dados su peso y relevancia, merece un tratamiento
individualizado en esta sesión de comparecencias y, por
tanto, más tarde nos referiremos a él.

Si analizamos el presupuesto por su vertiente más técnica,
por capítulos, observamos claramente la plasmación
de lo que he venido expresando anteriormente referido a
los programas. Hay que destacar el mayor de los incrementos,
el 50 por ciento, referido al capítulo 8, por la creación
de este fondo para microcréditos en el campo de la cooperación.

El capítulo 2 se ha corregido al alza con un 13,4 por
ciento, porque, sin duda, venía siendo insuficiente en cuanto
a las dotaciones a nuestras representaciones en el exterior,
en la línea de lo comentado de ir mejorando progresivamente
las condiciones de prestación de servicios de
nuestras delegaciones extranjeras y en la línea también
-por qué no decirlo- de evitar lo sucedido hace bastante
poco en esta casa, cuando se tuvieron que aprobar unos créditos
extraordinarios por importe de 4.282 millones de
pesetas a fin de proceder a la regularización presupuestaria
de los gastos realizados entre los años 1986 y 1996 por las
representaciones diplomáticas y consulares. Hay que ir
dotando a nuestras representaciones exteriores poco a poco
para que puedan alcanzar con holgura los objetivos propuestos,
evitándonos así esto que de vez en cuando hay que
hacer para normalizar una situación.

Digno de mención, por novedoso, es el siempre interesante
capítulo de inversiones, el capítulo 6, que se incrementa
un 9,5 por ciento, fruto de lo que a nuestro entender
es una sabia decisión del Ministerio de Asuntos Exteriores,
que, con el volumen de inmuebles repartidos por todo el
mundo, pondrá en marcha -y aquí también pediría al
señor subsecretario que ampliara un poquito más su información-
un sistema innovador, consistente en sustituir el
régimen de alquiler de embajadas y consulados por operaciones
de leasing para poder, en un plazo de tiempo razonable,
tener en propiedad estos inmuebles y dejar de lanzar
a pozos sin fondo o a fondos perdidos, para hablar con más
propiedad, el importe de los elevados alquileres que totalizan
nuestros pagos por este concepto en el exterior.

En definitiva, concluyo diciendo que el Gobierno sigue
gestionando la política exterior con el rigor y con la austeridad
necesarios para controlar gastos sin perjudicar el rendimiento
de los servicios. Desde el Grupo Popular, reiteramos
que el incremento del 6,4 por ciento de la sección 12
es una cifra razonable para que la representación de España
y la defensa de los españoles en el extranjero se ejecuten
dignamente, a la par que permite ir ajustando el presupuesto
a la realidad del Ministerio. Esta valoración positiva del
presupuesto sólo requiere, en consecuencia, por nuestra
parte, felicitar al Gobierno por sus planteamientos, desearle
obviamente todos los éxitos en cuanto a su futura ejecución
y, como no podía ser de otra manera, agradecer al señor
subsecretario su presencia en esta Comisión de Asuntos
Exteriores para intentar sacarnos de dudas o ampliar la
información en aquellos conceptos que nos hayan quedado
un poco cojos.




Página 15428




El señor PRESIDENTE: El señor subsecretario tiene
la palabra.




El señor SUBSECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES
(De Carvajal Salido): Gracias a los dos intervinientes
por sus comentarios y por sus cuestiones.

Si me lo permiten, quisiera comenzar por unas consideraciones
de tipo general que entiendo que pueden ayudar o
contribuir a explicar alguna de las líneas maestras de este
proyecto de presupuestos y al mismo tiempo enmarcar tal
vez mejor las respuestas que pueda intentar dar a las cuestiones
que me han planteado, fundamentalmente el señor
Estrella.

He de subrayar la dificultad muy específica del presupuesto
del Ministerio de Asuntos Exteriores. Se trata de
gestionar un presupuesto del que participan -tal como ha
recordado el señor Ricomá- cerca de doscientos centros
gestores. Cada oficina consular, cada embajada, es un centro
gestor. El dinero que se envía a esos centros gestores se
sitúa, por parte del Ministerio de Asuntos Exteriores, en no
menos de doce divisas distintas, que, a su vez, en muchos
otros casos, hay que transformar en una divisa de pago
local distinta de la divisa de situación. Esos compromisos
de gasto y esa actuación se realizan en países absolutamente
dispares por definición, con reglas y legislaciones locales
que afectan a esas obligaciones de pago y desde luego a
los asuntos de personal. Todo eso genera una dificultad
añadida. El Ministerio de Asuntos Exteriores se enfrentaba
desde hace mucho tiempo a una situación tradicional de
austeridad obligada, en lenguaje diplomático al menos,
heredada -insisto desde hace mucho tiempo.

¿Qué hemos tratado de hacer ante este doble parámetro?
En primer lugar -y el señor Ricomá lo ha detectado-,
intentar incrementar alguno de los capítulos, alguno
de los conceptos, tradicionalmente más deficitarios, fundamentalmente
el capítulo 2, que ha sido y sigue siendo la
gran preocupación de los gestores del Ministerio de Asuntos
Exteriores. Al mismo tiempo, proceder a toda una serie
de acciones que podríamos denominar estructurales en lo
que es la pura gestión presupuestaria, la racionalización de
los recursos, la propia flexibilidad y eficacia en la tramitación
de los libramientos. Esto requiere, a mi modo de ver,
dos cosas: otorgar a las representaciones diplomáticas y
consulares una mayor autonomía de gestión y un mayor
control del gasto y de la propia gestión por parte de la sede
central. Esto en lo que se refiere a aspectos financieros propiamente
dichos, dedicándonos también a poner en marcha
una serie de acciones estructurales que permitan el control,
la austeridad, el ahorro en determinados casos, y una racionalización
de nuestro presupuesto. Tanto el señor Estrella
como el señor Ricomá se han referido a algunas de ellas,
desde luego a los arrendamientos financieros, a lo que tal
vez me podré referir con más detalle después, y el tema
suscitado por el señor Estrella, del progresivo traslado de
las varias sedes dispersas del Ministerio en Madrid a una
nueva sede, el antiguo edificio del Instituto Nacional de
Industria, en la plaza del Marqués de Salamanca. Entiendo
que todas estas acciones están produciendo ya sus frutos,
tanto en términos de racionalización del gasto como en términos
de ahorro presupuestario.

Paso a matizar alguna de las preguntas que se me han
hecho, fundamentalmente por el señor Estrella y que yo
creo que son producto más bien de la memoria que acompaña
a los números que de los números en sí. Me disculpo
de antemano si esa memoria no es todo lo clara que podría
ser. La mayoría de las cuestiones que ha presentado el
señor Estrella tienen explicación.

En primer lugar, e intentaré contestar por el orden que
se me han formulado, me referiré al aumento dispar por
capítulos del incremento global del 7,5, 7,6, al que corresponde
el incremento del proyecto del presupuesto para
1999 en relación con 1998. Efectivamente, ese incremento
dispar se produce. El incremento más importante, como ha
recordado el señor Ricomá, corresponde al capítulo 8 y es
consecuencia del objetivo querido y mantenido con cifras
por el Gobierno, cual es el incremento o mantenimiento de
la ayuda oficial al desarrollo a través en este caso de un
aumento de 4.000 millones de pesetas de la cifra de 8.000
millones que había destinada a microcréditos. Espero poder
aplicar todo esto y estoy seguro de que lo hará con más
detalle el secretario de Estado para la Cooperación en un
momento posterior a esta comparecencia. Efectivamente
en otros capítulos se produce un aumento menor. Desde
luego, en el capítulo 3 no vale casi la pena mencionarlo por
ser mínimo y en el capítulo 4 en relación con las cuotas de
organismos internacionales. Significan prácticamente el
tercio de los recursos asignados al Ministerio de Asuntos
Exteriores.

Una palabra sobre las cuotas, que me parece que son
importantes. Las cuotas de organismos internacionales, a
mi modo de ver, se enfrentan a la hora de presupuestarlas
con una dificultad adicional sobre la dificultad genérica a
la que me he referido al principio de mi intervención, dificultad
que es doble. Por un lado, tenemos que tener en
cuenta la evolución de la peseta respecto a las divisas de
situación. Puedo recordarles, si se me permite, que, de las
tres categorías de cuotas, las voluntarias están presupuestadas
en pesetas y ahí no hay influencia del cambio de divisas.

Todas las operaciones de mantenimiento de la paz se
contraen en dólares y, por lo tanto, afecta de lleno la evolución
que pueda tener la divisa norteamericana respecto a la
nuestra. Y, en el caso de las cuotas obligatorias a organismos
internacionales, un tercio de las mismas también se
pagan en dólares norteamericanos y, por consiguiente, también
afecta lo que pueda ser la paridad de la peseta respecto
al dólar en cada momento. Pero al mismo tiempo se
encuentra, a la hora de presupuestar las cuotas a organismos
internacionales, con la dificultad cierta, que comprendo
que tal vez es difícil de explicar o más de creer -a mí
también a veces se me hace difícil creerlo-, de que, a la
hora de confeccionar el presupuesto que remite a las Cortes
el Gobierno, en octubre-noviembre de cada año, nos encontramos
con que en el caso de las cuotas obligatorias a organismos
internacionales no hay en muchísimos casos proyecto
de presupuesto para el organismo en cuestión. La
segunda consideración importante, en el caso de las operaciones
de mantenimiento de la paz, es que son previsibles
en la medida en que una operación de paz concreta sea continuación
de una ya iniciada o de que pueda haber una previsión
basada en decisiones ya tomadas por el foro internacional
correspondiente. En muchos casos esto no sucede,



Página 15429




sino que son operaciones que se deciden, que se ponen en
práctica con muy poca antelación.

Esos dos factores nos llevan a que en el presupuesto
para 1999 tenemos una disminución de las cuotas, que se
debe, en primer lugar -y se ha subrayado aquí-, a una
previsión a la baja de la paridad peseta-dólar. Tenemos previsto
a 151. Hoy el dólar está a menos. Y, señor Estrella,
desgraciadamente yo no sé cómo va a evolucionar el dólar;
si no, posiblemente, en vez de estar explicando con mucho
gusto ante SS.SS. el presupuesto, estaría haciendo otras
cosas. Ahí jugamos con un margen que podemos utilizar o
que podemos tener como barrera de seguridad. Lo que es
importante señalar, para explicar bien esta disminución en
ese concepto de cuotas en organismos internacionales, es el
tema de lo que es la clave de repartición y la cuota de España
en lo que es la principal familia de estos organismos,
léase Naciones Unidas y toda la familia de organismos relacionados
con Naciones Unidas propiamente dicho. Ahí ha
habido un deslizamiento a la baja de nuestras previsiones,
en el sentido de que para el presupuesto de 1998 nosotros
estamos jugando con una previsión de un incremento del
2,38 por ciento al 2,80 por ciento, que era el que al parecer
se podía haber aprobado al final de la asamblea general
correspondiente al año 1997. Hubiera correspondido a un
17,5 por ciento, a un 17,64 por ciento exactamente, y
afortunadamente,
en vez de ese incremento, se ha producido
uno menor, que nos ha llevado a pasar del 2,38 en 1997 al
2,57 en 1998. Ha habido un margen de maniobra que yo
creo que explica también esa disminución.

Aprovecho para adelantar que comparto la duda que le
plantea al señor Estrella que España pueda pagar obligaciones
financieras de otros países en Naciones Unidas. Yo
creo que eso no tiene sentido y por mi parte haré lo posible
para que no sea así, ni mucho menos, y que el nivel de compromiso
con Naciones Unidas y con el resto de los organismos
internacionales sea el que corresponde a España, en
virtud de lo que es su política exterior y del papel que España
debe y puede jugar en el mundo, pero tampoco más de
lo que nos corresponda.

Se ha referido el señor Estrella al capítulo 1, a temas de
personal, donde ha detectado un aumento mayor de lo que
hubiera sido consecuencia pura del incremento del coste de
vida, es decir, del 1,80 por ciento, y ha recordado que el
anteproyecto pasa desde este 1,80 por ciento al 5,7 por ciento.

Yo quisiera tratar de explicar este aumento. Vaya por
delante que no es consecuencia de un aumento de los efectivos,
del personal del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Aprovecho, si quieren, para proporcionarles alguna cifra del
número de personas que trabajan para el Ministerio, tanto
en el exterior como en Madrid. Son 3.100 funcionarios, en
números redondos; 3.300, contratados locales, también en
números redondos; por lo tanto, 6.400 ó 6.500 personas, de
las cuales 3.800 en el exterior. Insisto en que no es consecuencia
del aumento de efectivos. Sí ha habido un aumento
de efectivos por lo que toca a la carrera diplomática, en virtud
de la utilización que se nos concedió por parte del
Ministerio de Administraciones Públicas. Quisiera aprovechar
para agradecer la excepción que el MAP hizo en su criterio
restrictivo a la oferta pública de empleo y que ha hecho
una excepción respecto a cubrir el 25 por ciento de las
vacantes producidas por criterios vegetativos en el caso del
servicio exterior y se nos permite convocar 15 plazas todos
los años, incluido éste. Ahí está el primer factor de explicación
de ese aumento más allá del 1,8. Hay un segundo factor,
y me servirá esta precisión para enlazar con otra pregunta
que se me ha formulado, y es el hecho de que hemos
abierto nuevas representaciones. Me referiré a ello con más
detalle posteriormente. Hay un tercer factor que creo que es
importante destacar, en la medida en que es consecuencia
de un cambio de personal contratado local por personal funcionario,
y yo entiendo que son evidentes los beneficios que
se derivan de esa política, tanto en términos de preparación
de los funcionarios como de movilidad. Hay una consecuencia
del acuerdo que en su día suscribió la Administración
y los sindicatos, que elevaba en determinados casos los
complementos específicos y los niveles mínimos, que también
ha afectado al servicio exterior.

Paso, si me lo permite, señor presidente, al capítulo 2,
para subrayar -lo que ya ha hecho el señor Ricomá- la
importancia del aumento del 16,48 por ciento en este capítulo
y para precisar y además puntualizar que este capítulo
del Ministerio de Asuntos Exteriores tiene también una
especificidad importante en la medida en que, a mi manera
de ver, no contribuye a la inflación en España, razón por la
cual, evidentemente, se trata siempre de controlar los gastos
corrientes, ya que ese dinero, en gran medida, tomado todo
el capítulo 2, en un 70 por ciento, y tomado el programa
más importante, que es el de acción diplomática exterior, en
un 95 por ciento, se gasta en el exterior, por lo que quiero
pensar que no genera inflación en España. También me
parece evidente -y creo que hemos tenido en esta misma
Comisión ocasión de subrayarlo- que los gastos corrientes
para el Ministerio de Asuntos Exteriores no son gastos
corrientes sin más, si se me permite decirlo, sino que son un
elemento de su propia función; es decir, cuando el Ministerio
de Asuntos Exteriores transmite información o su personal
viaja para atender a unas determinadas conferencias
internacionales o a unas reuniones de la Unión Europea, o
de donde sea, está haciendo lo que realmente se espera de
su función diplomática. Por lo tanto, tienen también ahí una
importancia primordial. Que se haya producido ese incremento
en el capítulo 2, fundamentalmente y en gran medida
aprovechándonos de la bajada que se ha podido efectuar en
las cuotas de organismos internacionales, creo que es bueno
y responde también a la necesidad a la que aludía al principio,
de ir enderezando una situación heredada desde hace
mucho tiempo de determinadas carencias en el capítulo 2.

Enlazo con algo que se me ha preguntado y lo he aludido
al principio y es que efectivamente hay otra vía de ahorro,
a la que me he referido antes como acciones estructurales,
que son, en primer lugar, por lo que se refiere a España,
la cuestión de las sedes -digo bien, en plural- del Ministerio
de Asuntos Exteriores, y por lo que se refiere al
extranjero, el sistema de los arrendamientos financieros.

Empezaré por estos últimos, que tal vez sean más sencillos.

En términos generales, el Ministerio de Asuntos Exteriores
tiene 400 edificios en el exterior, entre oficinas y residencias
de jefes de misión; también en términos generales, de
esos 400 edificios, 60 son propiedad del Estado y el 40 por
ciento restante están todavía en régimen de alquiler. Esos
alquileres, en términos generales, nos cuestan entre 1.200 y
1.500 millones de pesetas todos los años, por lo que ha sido



Página 15430




siempre una vieja preocupación de todos los gestores del
Ministerio de Asuntos Exteriores acabar con ese sistema
que realmente implica no solamente un gasto muy importante,
sino también a fondo perdido, de unas cantidades
ciertamente importantes. Como consecuencia de ello -y
ha tenido un cierto reflejo en la prensa que el señor Ricomá
ha recordado, y también ha sido autorizado por el Consejo
de Ministros-, hemos puesto en práctica un sistema de
arrendamientos financieros que no consiste ni más ni
menos que en algo que hace cualquier ciudadano privado,
desde luego cualquier empresa privada, que consiste en utilizar
el dinero que se paga como alquileres en un procedimiento
que viene a ser una compra a plazos del inmueble
en cuestión. De acuerdo con esa habilitación que nos hizo
el Gobierno, se convocó en su día un concurso al que fueron
invitadas nueve instituciones financieras, y finalmente
se ha adjudicado a una de ellas un contrato en virtud del
cual el banco en cuestión está obligado a comprar la sede
de la embajada equis que le proponga el Ministerio, siempre
que entre en unos parámetros de rentabilidad que determina
el pliego de condiciones. Para su información, siempre
que esté en el 5,4 por ciento, por lo tanto, en unos
parámetros de rentabilidad muy bajos y muy beneficiosos,
entiendo, para el Ministerio. El importe del crédito del que
podemos, si se me permite la expresión, tirar en el Ministerio
de Asuntos Exteriores es de 10.000 millones de pesetas,
el período de utilización es de dos años prorrogables por
otros dos, y confío en que a lo largo de estos cuatro años
podamos comprar, si no todos los edificios que deberíamos
poder comprar para abandonar el sistema de alquileres, sí
una parte importante de los mismos.

No tiene este sistema, señor Estrella -y contesto a una
de sus preguntas-, un reflejo presupuestario en la medida
en que lo que hay es un dinero en alquileres que después
habrá que ir transfiriendo en parte al capítulo 6 y en parte
al 3, de forma que cada adquisición a través de este sistema
de arrendamientos financieros de un edificio determinado
se financiará en una parte por alquileres, ya que se paga
una cantidad por años, que viene a ser como un alquiler, en
parte por los intereses que devenga el capital que la institución
financiera en cuestión suministra al Ministerio de
Asuntos Exteriores y en parte por el capítulo 6, por inversiones,
en la medida en que siempre habrá una pequeña
parte que amortizar al término del período de amortización
-valga la redundancia-.

Me preguntaba el señor Estrella por las dotaciones
informáticas y tengo que decirle que efectivamente el
Ministerio de Asuntos Exteriores está participando, yo creo
que activamente, en la comisión interministerial que estudia
las necesidades informáticas como consecuencia del
llamado efecto 2000 y también del paso de la peseta al
euro. Creo recordar que el efecto 2000 afecta, como no
puede ser de otra forma, al Ministerio de Asuntos Exteriores,
fundamentalmente a los equipos informáticos, PC,
aunque también en determinada medida a los programas
informáticos, y que son del orden de 2.000 los equipos que
tenemos o bien que adaptar o bien que cambiar a lo largo
de este año 1998 y del año 1999 para llegar en condiciones
al nuevo siglo. Tengo que indicar que ya hemos procedido
a evaluar el impacto del efecto 2000 en el Ministerio de
Asuntos Exteriores, incluso a través de unos sistemas de
prueba que nos certifiquen que los procesadores que estamos
adquiriendo y lo que estamos adaptando funcionan
perfectamente ya con las nuevas cifras del año 2000 y que
en términos presupuestarios el efecto 2000 va a costar
-entre comillas- al Ministerio de Asuntos Exteriores,
incluida la Agencia Española de Cooperación y el Instituto
Cervantes, del orden de 230 a 250 millones de pesetas. De
ellos para el año 1999, y por lo tanto con reflejo en el proyecto
de presupuestos, solamente quedarán 70, de los cuales,
a su vez, corresponderán 40 al departamento propiamente
dicho. Tranquilizo al señor diputado en el sentido de
que, efectivamente, esta partida está contemplada en el
concepto correspondiente del capítulo 6, que creo que es
el 630.

Voy a añadir algo más -y con ello podría terminar,
señor presidente, sin perjuicio de que, si me he dejado algo
en el tintero, pudiera contestar en una segunda vuelta-
sobre los consulados y, en términos más generales, sobre
algo en lo que me parece que el señor Estrella tiene mucha
razón, que es la dificultad de evaluar o de programar en términos
de un presupuesto por programas el Ministerio de
Asuntos Exteriores. Y si me permite una pincelada personal,
les puedo decir que cuando yo estaba al frente de la
primera oficina presupuestaria que se creó en el Ministerio
de Asuntos Exteriores, ciertamente con un volumen mucho
menor que el que tiene hoy, por lo que tampoco quiero presumir
de nada, me cupo la satisfacción, o el interés, al
menos, de hacer el primer presupuesto por programas del
Ministerio de Asuntos Exteriores. Y esto es realmente difícil,
porque, así como me imagino que presupuestar por programas
los kilómetros de carretera que el Ministerio de
Fomento quiere hacer en el año 1999 es ciertamente cuantificable,
presupuestar con unos objetivos evaluables y certificables
la acción exterior diplomática o consular es ciertamente
difícil. ¿Hay criterios objetivables? Yo creo que
algunos hay. Efectivamente, se pueden prever los visados
que se puedan dar a lo largo de un año en toda la red de oficinas
consulares. Hay una embajada, en la previsión que
tenemos para el año 1999. Creo que en gran medida es consecuencia
de la variación que se ha producido en Rusia en
un doble sentido. En primer lugar, debo decirlo, porque la
previsión que teníamos para 1998 no se va a cumplir. Preveíamos
que íbamos a pasar de 289.000 visados, creo
recordar, en el año 1997, a casi 500.000 este año y no se va
a producir porque, entre otros factores, como SS.SS. conocen
perfectamente, la crisis económica de Rusia va a afectar
muy negativamente a la demanda de visados. Por lo
tanto, ahí tenemos una previsión menor de número de visados,
dada la trascendencia de ese consulado general. Incluso
a nivel de la totalidad de las oficinas consulares, es previsible
que el número total de visados se reduzca. Ese es un
criterio objetivo, puede haber otros, pero quiero subrayar
esa dificultad, en términos generales, de presupuestar por
programas o evaluar numéricamente los objetivos de lo que
es la acción exterior.

Con una palabra sobre los consejos de residentes me
gustaría terminar. Efectivamente, hay una pequeña disminución
prevista. Me permito simplemente recordar que en
todas las ocasiones los consejos de residentes que no se
constituyen es porque los residentes no quieren constituirlos.

Y me explico. Realmente hay un problema de representatividad



Página 15431




entre las comunidades españolas en el extranjero.

Se me podría argumentar que cabría cambiar la ley o
disminuir el requisito del 5 por ciento de españoles registrados
en el consulado que se precisa para poder convocar
válidamente unas elecciones; yo no quisiera entrar en ese
debate ahora, pero lo que sí es cierto es que con ese requisito
en vigor en muchas ocasiones, más de las que a nosotros
nos gustaría, no hay candidatos para las elecciones y
muchas veces hemos tenido que anularlas por falta de solicitudes
en este sentido.

Señor presidente, yo creo que en grandes rasgos he contestado
lo mejor que he podido a las diversas cuestiones.

Quedo desde luego a su disposición y a la de los señores
diputados, por si hubiera alguna otra cosa sobre la que
quieran aclaración y a la que intentaría responder.




El señor PRESIDENTE: El señor Estrella tiene la
palabra.




El señor ESTRELLAPEDROLA: Más que nada para
puntualizar y pedir alguna aclaración ulterior a lo que acaba
de decir el señor subsecretario.

Operación de mantenimiento de la paz. Entiendo que lo
que figura en el presupuesto se deriva de nuestra obligación
en la contribución al presupuesto de operaciones de
paz de Naciones Unidas, aplicando el mismo coeficiente
corregido. El resto de operaciones son aquellas que no se
financian a través de Naciones Unidas y a las que España
contribuye directamente mediante autorizaciones de crédito,
que son, hay que decirlo, el monto mayor. Ha sido la
operación Alba y lo es, con mucha más razón, la operación
de la antigua Yugoslavia, que estaba situada antes por encima,
creo, de los 20.000 millones, y ahora se sitúa cerca de
los 30.000. ¿Considera que eso debiera figurar en el presupuesto
del Ministerio, sabiendo ya que existen unas autorizaciones
periódicas que se prorrogan? ¿Dónde figura realmente
esa cuota?
La otra cuestión es una pequeña reflexión sobre el tema
de los sistemas informáticos. He tenido ocasión de ver la
página, todavía clandestina, del Ministerio en Internet. Digo
clandestina porque hay que rebuscar porque se ve que está
todavía en proceso de construcción y de creación. Creo que
le falta mucho y le falta mucho de concepto. Yo pediría que
se hiciera un esfuerzo de concepción política por parte del
Ministerio sobre la utilidad de un instrumento no solamente
para la proyección de doctrina, sino para la información a
los ciudadanos propios y a la comunidad internacional que
se interesa en lo que piensa el Gobierno de España, y que se
haga bien en cuanto a los contenidos. No sólo la página, en
su diseño actual, me parece muy pobre, si se compara con la
de otros Ministerios. España es todavía el único país de los
de la Unión Europea que no dispone de una página en Internet,
aparte de Luxemburgo. También hay que cuidar los
contenidos. Antes me refería a informaciones que son antiguas
y que están equivocadas de nuestra misión en Naciones
Unidas, pero también los contenidos políticos, porque si
hay una oficina de información diplomática que se dedica a
saludar la magnanimidad del dictador que ha conmutado
unas penas de muerte o hay una oficina de información
diplomática que se felicita de que las elecciones en Alemania
se hayan desarrollado pacíficamente, quien acceda a esa
información se va a llevar una pobre imagen de la consistencia
de la política exterior española; una política exterior,
por otra parte, que se caracteriza también por la escasa presencia
exterior. Viendo esta información se deduce que
somos el país con el ministro de Asuntos Exteriores que
menos viaja en relaciones bilaterales y somos hoy probablemente
la España que menos visitas bilaterales recibe de
otros países. La presencia nuestra en zonas de interés geoestratégico
para España, como Oriente Medio, la lista de visitas
de ministros anteriores y las no visitas del ministro actual
son quizá un claro referente.

Yo quería hacer un comentario sobre la Ley de Cooperación.

Ahora va a haber un debate con el secretario de Estado
de Cooperación, pero yo quería recordar que la Ley de
Cooperación introduce una serie de reformas, algunas de
ellas se tienen que desarrollar mediante reglamentos, pero
por otras se atribuyen directamente responsabilidades políticas
no sólo al Ministerio, sino al ministro. No las vemos
reflejadas ni en el presupuesto ni siquiera en el discurso
político que acompaña al presupuesto, y eso nos preocupa.

Insisto en que no se trata solamente de cuáles son las competencias
del secretario de Estado o de los recursos de que
dispone, sino de la concepción, y muchos de los nuevos elementos
que aporta la Ley de Cooperación, de cuyo desarrollo
se habla, no los vemos reflejados ni en el presupuesto ni
en la memoria.

Finalmente, yo le quería pedir una valoración del organigrama
del Ministerio. ¿Es este el organigrama que usted
recomendaría a un amigo que tuviera la responsabilidad de
llevar a cabo, de ejecutar y de dirigir la política exterior? Al
comienzo de este Gobierno se produjeron unas reducciones
que supusieron la eliminación de algunas direcciones
generales. Hay directores generales políticos que acumulan
responsabilidad sobre un espacio donde no se pone el sol,
del orden de ciento y pico países. ¿Considera que esto es
operativo o no lo es? ¿Hay intención de cambiarlo, en definitiva,
de rectificar algunas de esas reducciones? Todavía
las relaciones políticas con la Unión Europea, me refiero
en la parte PESC, se llevan a través de una Subdirección
General y de un embajador en misión especial PESC. ¿Hay
intención de rectificar el organigrama actual o no lo hay?



PRESIDENTE:
El señor Tiene la palabra el señor
Ricomá.




El señor RICOMA DE CASTELLARNAU: En primer
lugar, para aconsejar al señor subsecretario que aunque
el dólar siga bajando él permanezca al frente de sus
responsabilidades.

Creemos que el diseño general que ha esbozado
de los presupuestos obedece a los criterios de racionalidad
y eficacia que la política exterior requiere y poco a
poco se va convirtiendo en un instrumento válido para ir
normalizando tanto en infraestructuras como en servicios
nuestras dependencias en el extranjero y nuestra acción
exterior. En definitiva, poco a poco se va adecuando más el
presupuesto a las necesidades reales del Ministerio. Nos
quedamos, en definitiva, con la barra de pan, de momento
dejamos las migajas. Finalmente, reitero el agradecimiento,
ahora ya no por su presencia sino por las explicaciones
que nos ha brindado a todos.




Página 15432




El señor PRESIDENTE: Señor subsecretario.




El señor SUBSECRETARIO DE ASUNTOS EXTERIORES
(De Carvajal Salido): De nuevo una consideración
general: todo es valorable, todo es opinable, pero las
cifras de la sección 12 de los Presupuestos Generales del
Estado aumentan en su conjunto en un 7,60 por ciento; las
del departamento aumentan en un 7,57; las de la Agencia
aumentan el 6,65 por ciento y las del Instituto Cervantes
aumentan un 15,18 por ciento -en estos dos últimos casos,
la Agencia y Cervantes, hay que tener en cuenta que los
aumentos van sobre los del año 1998, en el que ya fueron
importantes: para la Agencia, el 37 por ciento en 1998 respecto
a 1997, y para el Instituto Cervantes otro 15 y pico
por ciento en 1998 respecto a 1997-. Esto denota la
importancia que este Gobierno concede a la acción exterior.

Más allá de eso se puede opinar si la acción exterior es
lo que debe o lo que puede ser y si hay demasiados viajes
en un sentido o demasiados pocos en otro.

Creo que es de justicia subrayar -y estoy seguro de
que algunos otros colegas míos subsecretarios quisieran
ver reflejados en sus proyectos de presupuestos unos
aumentos similares a los que el Ministerio de Asuntos
Exteriores va a experimentar si las Cortes lo aprueban-,
que en este presupuesto para 1999 -quiero insistir en
ello- junto a las cifras hay otras cosas, como acciones de
gestión o estructurales que van a permitir todavía una gestión
cualitativamente mejor que la que se deriva puramente
de la cifra del aumento desnudo.

Sobre las OMP, agradezco su pregunta, señor Estrella,
que me permite oficialmente completar la explicación que
intenté dar en mi primera intervención. Efectivamente,
España participa obligatoriamente en todas las operaciones
de paz que aprueba Naciones Unidas y que decida el Consejo
de Seguridad de Naciones Unidas, y una vez decidido
por éste, España obligatoriamente tiene que participar en
ellas y pagar lo mismo que paga el presupuesto civil de
funcionamiento en Naciones Unidas: según la clave de
repartición vigente en estos momentos, el 2,57 por ciento.

Eso, aunque no votamos en el Consejo de Seguridad, es
una forma de hacer valer nuestras posiciones aunque no
estemos en un momento dado sentados en el Consejo de
Seguridad, lo que es independiente, muy entre comillas, de
nuestra voluntad.

Lo que no paga el presupuesto del Ministerio de Asuntos
Exteriores es lo que cuesta la participación de las Fuerzas
Armadas o de las Fuerzas de Seguridad españolas en
una determinada operación de mantenimiento de la paz,
bien sea de Naciones Unidas o bien del ámbito de la Alianza
Atlántica. En el primer caso, si se trata de una operación
de paz de Naciones Unidas, el Ministerio de Defensa tiene
unos gastos que en gran medida se financian a través de
créditos extraordinarios que aprueba la Cámara y de los
que después en parte se resarce a través de unos baremos
por soldado que reembolsa Naciones Unidas, aunque no
cubren la totalidad de los gastos que tienen nuestras Fuerzas
Armadas en virtud de la participación de España en esa
operación concreta. En el caso de la Alianza Atlántica,
UEO u otro tipo de operación, cada uno paga lo suyo (por
entendernos), y de ahí las cifras a las que ha hecho mención
el señor Estrella -que son las mismas que tengo en la
memoria- de 30.000 millones de pesetas para nuestra presencia
en Bosnia.

¿Debe estar eso en el presupuesto del Ministerio de
Asuntos Exteriores o en el de Defensa? Pienso que es más
correcto que esté en el Ministerio de Defensa, pero es una
opinión personal. A mí, si me permite de nuevo el toque
personal, me complicaría aún más la gestión presupuestaria
el tenerlos en Asuntos Exteriores. No veo mayor razón para
que fuera así.

En cuanto a Internet, agradezco sus comentarios al respecto.

Estamos iniciando la participación del Ministerio en
el sistema Internet a través de una primera medida, que es
la de confeccionar y difundir una página del Ministerio de
Asuntos Exteriores, y entiendo que puede ser considerada
clandestina en la medida que no hemos difundido con
mucho énfasis su propia existencia, porque estamos ahora
-y quisiera subrayarlo- en un período de pruebas que
puede durar hasta final de año, y en ese período de pruebas
de dos o tres meses estamos muy dispuestos y estaríamos
muy agradecidos a cualquier tipo de comentario sobre su
formato y su contenido para llegar al primero de enero con
una página de Internet que sea útil tanto en su forma como
en su difusión y en sus contenidos. Pero esa es una primera
fase. La segunda, en la que queremos estar en el año 1999,
es un sistema que permita a nuestras 200 representaciones
en el exterior estar enganchados a Internet. La utilidad será
mayor o menor dependiendo del volumen y del tamaño de
cada representación, pero estoy de acuerdo con el señor
diputado en que hoy en día no se puede estar sin Internet. Y
en una tercera fase, que podríamos considerar como una de
esas acciones estructurales a las que me he referido en términos
de racionalización y de ahorro de los recursos, tratar
de aprovechar las capacidades de Internet también a efectos
de transmisión de información, y que por tanto libere en
recursos a nuestro capítulo 2 en créditos como las valijas
tradicionales de envío de periódicos a las embajadas o de
transmisión de información que, por no tener carácter confidencial,
tampoco precisan de unas medidas de cifrado o
de confidencialidad que sean compatibles con un envío por
Internet.

Termino con una precisión del organigrama. No quisiera
dejar de mencionarlo, señor Estrella, para que nadie
pudiera pensar que trato de evitar la respuesta a una pregunta
no ciertamente fácil. Creo que las dos cosas son compatibles.

Pienso que el organigrama que se aprobó en mayo
de 1996 era adecuado en aquellos momentos, era consecuencia
lógica de una voluntad de ahorro por parte del
Gobierno, de racionalización del gasto, consecuencia del
primer objetivo, si se quiere en el orden económico, pero
también en el político de convergencia con Europa, y nadie
mejor que el Ministerio de Asuntos Exteriores para compartir,
pero a lo largo de estos dos años ha habido unas obligaciones
sobrevenidas para el Ministerio de Asuntos Exteriores,
consecuencia del propio desarrollo del proceso de
integración europea, consecuencia del Tratado de Amsterdam,
que ha generado posiblemente unas obligaciones que
no preveíamos en el año 1996. Por ello, a mi modo de ver,
no se trataría tanto de rectificar una decisión más o menos
dolorosa del año 1996, sino de intentar dotar al Ministerio
de una estructura que tal vez sea más acorde con las obligaciones
que hoy en 1998 o mañana en 1999 tenga el Ministerio



Página 15433




en términos de su acción exterior. Hay intención de
hacer eso, por parte del Ministerio desde luego la hay. La
política es el arte de lo posible, veremos si efectivamente
eso es posible, siempre que seamos capaces de mantener el
equilibrio entre lo deseable y lo necesario, habida cuenta
de la primacía que desde el Ministerio de Asuntos Exteriores
queremos dar de nuevo a esa voluntad del Gobierno y a
esa política presupuestaria en términos de convergencia, de
austeridad y de rigor presupuestario.




El señor PRESIDENTE: Llegamos al fin de la primera
de las comparecencias pedidas. Gracias, señor subsecretario,
por su presencia y por la abundancia y precisión de sus
explicaciones.

Interrumpimos durante dos brevísimos y precisos minutos
la sesión para dar lugar a que el señor subsecretario
abandone la sala y llegue el siguiente compareciente.

(Pausa.)



- DEL SEÑOR SECRETARIO DE ESTADO PARA
LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA
IBEROAMÉRICA (VILLALONGA CAMPOS), A
SOLICITUD DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA DEL CONGRESO (número de expediente
212/001580); GRUPO PARLAMENTARIO
CATALÁN (CONVERGENCIA I UNIÓ) (número
de expediente 212/001652); Y GRUPO PARLAMENTARIO
FEDERAL DE IZQUIERDA UNIDA
(número de expediente 212/001671).




El señor PRESIDENTE: Señoras y señores diputados,
reanudamos la sesión, en este caso con la comparecencia
del secretario de Estado para la Cooperación Internacional
y para Iberoamérica, que ha sido solicitada por los Grupos
Socialista, Catalán (Convergencia i Unió) e Izquierda
Unida.

Querría recordar que las preguntas que el Grupo Parlamentario
Federal de Izquierda Unida pretenda formular al
subdirector general jefe de la Oficina de Planificación y
Evaluación deberán plantearse al secretario de Estado para
la Cooperación Internacional en esta ocasión. Se lo digo al
señor Navas, que me imagino que habrá tomado nota de
esta observación.

Sin más preámbulos, y dándole la bienvenida al señor
secretario de Estado de nuevo entre nosotros, vamos a proceder
a dar la palabra a cada uno de los portavoces. El portavoz
del Grupo Catalán (Convergencia i Unió) no está.

Comenzamos por el Grupo Federal de Izquierda Unida. El
señor Navas tiene la palabra.




El señor NAVAS AMORES: Voy a intentar circunscribirme
exclusivamente a aquellos aspectos que para nuestro
grupo resultan de necesaria explicación por parte del
Gobierno.

La primera pregunta que nosotros le haríamos es referente
a que lógicamente los presupuestos de este año en
cooperación para el desarrollo van a tener un referente distinto
al de años anteriores, que es la aprobación de la Ley
de Cooperación. Por tanto, nuestra primera pregunta va
relacionada con ese tema. ¿Cómo se adecuan estos Presupuestos
Generales del Estado con los contenidos de la
recientemente aprobada Ley de Cooperación Internacional
para el Desarrollo?
La segunda pregunta sería el calendario del desarrollo
reglamentario de la misma ley, por aquellos elementos que
hayan de disponer también de una asignación presupuestaria
y que tienen una íntima relación con ese desarrollo
legislativo.

La tercera pregunta tiene que ver con la posibilidad de
que de una vez por todas encontremos en los Presupuestos
Generales del Estado una sola partida que englobe toda la
ayuda oficial para el desarrollo, y no, como hasta ahora
viene siendo habitual, encontrar dispersos a lo largo de
múltiples secciones, de distintos ministerios, distintas partidas
que tienen un destino relacionado con la ayuda para el
desarrollo. Creemos que eso redundaría también en una
mayor transparencia y claridad a la hora de identificar claramente
cuál es el montante total y cómo se distribuye por
los diferentes ministerios.

La cuarta pregunta requeriría la explicación del incremento
de los Presupuestos Generales del Estado en ayuda
oficial al desarrollo gestionados por el Ministerio de Economía
y Hacienda. En la Ley de Cooperación se habla de
tres tipos de créditos: los gestionados por el Ministerio de
Asuntos Exteriores, por el Ministerio de Economía, y los
que van a ser gestionados conjuntamente. Nos gustaría que
explicase las razones que han justificado ese incremento de
partidas gestionadas por el Ministerio de Economía y
Hacienda cuando por su peso específico dentro de lo que es
la cooperación lógicamente ha estado limitado por esta
recientemente aprobada ley.

Le pediríamos también la explicación de los trabajos de
organización, planificación y evaluación de la cooperación
española dependiente de la Oficina de Planificación y de
Evaluación, ya que su futuro no lo vemos del todo claro.

Hay algunos trabajos que son de su competencia que se
están derivando hacia la iniciativa privada. En concreto
queríamos ver cómo desde el Ministerio se visualiza el presente
y el futuro de esta Oficina de Planificación.

Quisiéramos conocer los créditos previstos de la Secretaría
de Estado de Comercio con respecto a la nueva línea
de financiación que aparece en la Ley de Cooperación
Internacional para el Desarrollo. Los créditos que va a
manejar Economía están sujetos a los principios y objetivos
que emanan de la propia Ley de Cooperación. Por último,
la explicación de las políticas previstas para los FAD,
líneas, países, operaciones, cobros, pagos, etcétera.




El señor PRESIDENTE: Por el Grupo Socialista, tiene
la palabra el señor Pérez.




El señor PÉREZ SEGURA: Bienvenido, señor secretario
de Estado. Gracias por su comparecencia, la primera
que se produce con la recién creada Comisión de Cooperación
ya en marcha, aunque por cuestiones de procedimiento
esta sección se ve aquí en la Comisión de Asuntos Exteriores,
y también la primera con la Ley de Cooperación
vigente.

Las dos primeras cuestiones son relativas a esta Ley de
Cooperación Internacional para el Desarrollo. En ella se
prevén un par de aspectos sobre los que quisiera sus



Página 15434




comentarios. Uno ya ha sido mencionado por el anterior
portavoz de Izquierda Unida, y es dónde está el informe
integrado de la disposición adicional primera que consolida
todos los esfuerzos del Gobierno en materia de cooperación.

¿Estará disponible más adelante? No ha podido ser,
por la premura de tiempo, en este presupuesto. ¿Qué previsiones
tienen ustedes al respecto?
La otra cuestión dimana de la propia ley y es en relación
al incremento de los incentivos fiscales a fundaciones
y a las aportaciones a las ONG. Vemos que en el paquete
presupuestario no hay prioridades en este sentido y quisiéramos
sus comentarios.

Otra línea de comentarios que requerimos de usted tiene
relación con su posición sobre las afirmaciones que su
colega, la secretaria de Estado de Comercio, ha hecho estos
últimos días sobre los créditos FAD. Ha dado como plazo
para su regulación, a través de lo prevenido en la Ley de
Cooperación, dos años; creemos que es un plazo extremadamente
largo. También ha hecho hincapié en un aspecto
que quizás fuera clarificador, pero sus comentarios podrían
serlo aún más, en relación con la delimitación de objetivos
de este Fondo: unos que acogieran las propuestas de desarrollo
social básico y otros que acogieran las propuestas de
desarrollo sostenible. ¿Qué pasará con ello? ¿Se segregará
monto de los 80.000 millones que, por cierto, hace muchos
años que está en el mismo nivel? ¿Irá en detrimento del
desarrollo sostenible o las utilizaciones mercantiles en relación
con el desarrollo social básico? ¿Son los microcréditos,
que han aumentado su dotación en este ejercicio preventivo
que ahora analizamos de una manera considerable
en relación con el actual, un sucedáneo para poder enfatizar
los proyectos de desarrollo social básico? ¿Qué nivel
de ejecución tienen estos microcréditos?, porque parece ser
que se han consolidado como remanentes al presupuesto
de 1999.

En definitiva, hay puntos oscuros. Entendemos que con
la Ley de Cooperación Internacional no se ha clarificado
todo lo que hace referencia a los créditos FAD. Es más,
diríamos que se ha entrado incluso en una etapa, al menos
transitoria, hasta que no se reglamente, de mayor opacidad.

También queríamos conocer sus comentarios, en relación
con lo prevenido en la ley de acompañamiento de los
presupuestos, por lo que afecta a la incorporación de gastos
de gestión de estos créditos y también de los gastos de auditoría
de los proyectos que dotan estos créditos; parece que
incrementan sus controles y, de una manera perceptible a
nuestro entender, incrementan también el decantamiento
hacia la financiación de operaciones cada vez más marcadamente
mercantiles en detrimento de la cooperación más
genuina.

Queremos hacer hincapié en otro aspecto. Nos interesaría
saber si los dos anteproyectos que tenemos ahora a trámite
-los Presupuestos Generales del Estado y la ley de
medidas fiscales, administrativas y de orden social han sido
estudiados previamente por el Consejo de Cooperación, tal
como prevé la ley. En principio, lo dejo aquí, a expensas de
sus comentarios y, en todo caso, ya volveríamos sobre el
particular.

El señor PRESIDENTE: Supongo, deduzco, imagino
que el señor Izquierdo querría tomar la palabra, en nombre
del Partido Popular. (Asentimiento.) Tiene S.S. la palabra.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Intervengo con toda
brevedad para destacar, desde la posición de nuestro grupo,
que el incremento más importante en el ámbito exterior, en
el conjunto del Ministerio de Asuntos Exteriores, se produce
en la cooperación al desarrollo. Si las cifras no nos engañan,
el incremento es de un 11,8 por ciento, lo que está muy
por encima de la media de incremento de los propios Presupuestos
Generales del Estado e incluso muy por encima
de la media del incremento del presupuesto de Asuntos
Exteriores. Creo que esto es suficiente prueba, al menos es
una prueba testificalmente cuantitativa, de la importancia
que el actual Gobierno da a los presupuestos de la cooperación
internacional para el desarrollo. Pero es importante
señalar que ese incremento, además, no se produce en el
capítulo de gastos corrientes, donde el incremento es bien
modesto, el 1,8 por ciento, lo cual cumple también las
expectativas del Gobierno en el sentido de la austeridad y
del recorte del gasto de la Administración. Lo que realmente
crece hasta un 25,9 por ciento es el capítulo 7, el de transferencias
de capital, destinado a familias e instituciones sin
fines de lucro para actividades de cooperación e intercambio
cultural y educativo, subvenciones a organizaciones no
gubernamentales, becas, ayudas para cooperación y ayuda
oficial al desarrollo, dentro del cual figura también la ayuda
de emergencia, el convenio internacional de ayuda alimentaria
y otras subvenciones finalistas y nominativas que se
establecen en el presupuesto que todas SS.SS. tienen.

Es también, dicho sea de paso, un incremento importante
el que se produce en el capítulo 8, aproximadamente
el 50 por ciento (ya han hecho referencia otros portavoces
a él), que es la consolidación de la partida de microcréditos.

Es un instrumento financiero de extraordinaria importancia
en el futuro de cara al desarrollo del sector productivo
y fomento del sector privado en los países en vías de
desarrollo, lo cual -a nadie se le escapa- es de extraordinaria
importancia para consolidar su desarrollo humano y
social. La consolidación por segundo año consecutivo en
los Presupuestos Generales del Estado de esta partida de
microcréditos, aumentada incluso en 4.000 millones de
pesetas, es de gran importancia para el Grupo Parlamentario
Popular.

Son unos presupuestos perfectamente adecuados al
espíritu de la Ley de Cooperación Internacional para el
Desarrollo y al peso de las políticas de cooperación para el
desarrollo, no sólo en el ámbito del presupuesto de Asuntos
Exteriores, sino en el ámbito del conjunto de los Presupuestos
Generales del Estado.

Se ha hecho referencia -y con esto termino, señor presidente-
al incremento de los créditos FAD, que no es tal,
porque la partida de 80.000 millones de pesetas es la que
viene siendo consignada habitualmente presupuesto tras
presupuesto. En los créditos FAD lo importante es ver la
ejecución de los mismos y ver si han de cumplir y cumplen
no ya los criterios del Comité de Ayuda al Desarrollo de la
OCDE, sino los principios, objetivos y prioridades de la
Ley de Cooperación Internacional española que este Parlamento
ha aprobado con amplísimo consenso.




Página 15435




Estoy convencido de que la ejecución de los presupuesto
de 1998 será altamente satisfactoria en este sentido y,
por supuesto, el incremento de dotación presupuestaria a
las políticas de cooperación en el presupuesto de 1999 también
recoge de una manera determinante el espíritu político
de la aprobación de la Ley de Cooperación.




El señor PRESIDENTE: Señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA
COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA IBEROAMÉRICA
(Villalonga Campos): Intentaré contestar
una a una las interrogaciones de los señores diputados y les
diré que, en términos generales, el de la cooperación es
-como ha dicho el señor Izquierdo- un presupuesto muy
expansivo. Incluso en el capítulo de la Secretaría de Estado
crece más que ese 11 y llega a un 14,77 por ciento, incluidas
las transferencias entre subsectores. En el año 1998,
ese presupuesto ascendía a 47.000 millones, en tanto que
para el año 1999 el proyecto de presupuestos recoge 54.427
millones de pesetas. Por tanto, el crecimiento en términos
absolutos es de 7.004 millones de pesetas, un porcentaje de
un 14,7 por ciento.

Concretamente, el programa 134.A, de cooperación al
desarrollo, hace que la suma de los créditos gestionados
por la Secretaría de Estado más la Agencia ascienda a
50.056 millones de pesetas. En 1998 estábamos gestionando
un presupuesto que ascendía a 44.710 millones; es decir,
en el año 1999 dispondremos en el programa 134.A, de
cooperación al desarrollo, de 5.346 millones de pesetas
más, que es un crecimiento de casi un 12 por ciento. Es verdad
que la mayor parte de esto se produce por el incremento
de la partida de microcréditos, que pasa de 8.000 a
12.000 millones de pesetas, aunque también es cierto que
la propia Agencia ha incrementado su presupuesto en un 4
por ciento, que le permitirá consolidar un gasto superior a
los 40.000 millones de pesetas, ya que, además de los
37.000 que se le asignan en el proyecto, el crédito destinado
a organizaciones no gubernamentales vía IRPF tiene su
carácter ampliable y se situará cerca de los 4.000 millones
de pesetas. De manera que creo que el Gobierno ha hecho
un esfuerzo importante para incrementar porcentualmente
la cooperación en un año que ha sido clave y un hito dentro
de la cooperación española, que es el año de la aprobación
de la Ley de Cooperación.

Al hilo de la aprobación de la Ley de Cooperación yo
tuve una comparecencia en la nueva Comisión de Cooperación
y Desarrollo que se ha creado en esta Cámara e
intenté explicar el desarrollo legislativo. La Ley de Cooperación
supone una revolución importante en los esquemas
de la cooperación tradicional española y va a requerir tiempo
el desarrollo reglamentario de esta ley. Muy pronto tendremos,
posiblemente en el próximo Consejo de Ministros,
el primer real decreto, que se referirá a los reglamentos, y
estamos trabajando intensamente en el reglamento del
Consejo de Cooperación al Desarrollo, consensuándolo
con las organizaciones no gubernamentales y con los agentes
sociales, de manera que a finales de año tengamos ya
casi cuatro o cinco reales decretos consensuados con todas
las fuerzas políticas y sociales que nos permitan seguir
avanzando. Yo explicaba en aquella ocasión ante los miembros
de la Comisión de Cooperación y Desarrollo la tarea
ingente que supone, primero, hacer una ley con toda la
complejidad que eso tiene, una ley que ha estado estancada
en este Parlamento durante muchísimos años, y hacer ahora
un desarrollo legislativo que es importante. Tenemos calculados
sólo en reglamentos ocho, que tendrán que ser consensuados
con las fuerzas sociales, de manera que poco a
poco iremos sacando adelante el desarrollo de la ley.

Pero además la Secretaría de Estado ha elaborado en
ese tiempo una metodología de evaluación de proyectos
que ha sido presentada. Estamos trabajando, y posiblemente
la semana que viene tengamos casi ultimada, en una
metodología de formulación de proyectos que es importante
y que vendrá a dotar a todas las administraciones públicas
y también a las organizaciones no gubernamentales de
un modelo homologado de formulación de proyectos. Se
está trabajando en convenios marcos con organizaciones
no gubernamentales para establecer relación de confianza
y evitar que se vaya proyecto a proyecto, como se está
yendo ahora, a través de subvenciones a proyectos concretos.

Apartir posiblemente de la nueva convocatoria ordinaria
de subvenciones a organizaciones no gubernamentales,
ya mediante un concurso público, podremos tener una serie
de organizaciones no gubernamentales con las que establecer
un contrato de confianza entre el Estado y ellas, que les
permitirá tener una subvención o una financiación estatal
plurianual, vinculada a proyectos plurianuales y con unos
requisitos administrativos y burocráticos bastante menores.

Se está trabajando muy intensamente en todo esto, de
manera que no podemos de la noche a la mañana desarrollar
el microcrédito, como estamos haciéndolo, y esperamos,
a través de enmienda, poder crear un fondo de microcrédito
con un comité ejecutivo, con una entidad gestora
financiera que dé garantías para un monto importante,
como son 20.000 millones de pesetas. Todavía no hemos
empezado a desarrollar el artículo 28. Hay un perfecto
entendimiento entre la Secretaria de Estado de Comercio y
yo. Hemos hablado de esto en varias ocasiones, pero es
necesario tomarse las cosas con tranquilidad, ya que es una
ley muy compleja que va a marcar los próximos veinte
años de la cooperación española, lo más seguro, y hay que
desarrollarla bien y sin prisas.

En cuanto a las organizaciones no gubernamentales,
está previsto en el presupuesto de la Agencia un incremento
notable este año de las subvenciones a proyectos presentados
por organizaciones no gubernamentales. Pasarán de
7.930 millones de pesetas en 1998 a 8.450 en 1999; es
decir, la partida crecerá casi 520 millones de pesetas, o sea,
un 6,56 por ciento. Esta es la previsión que tenemos, siempre
teniendo en cuenta que si a partir del mes de enero
empieza a regir la nueva normativa para subvención a organizaciones
no gubernamentales, nos encontraremos con
dos regímenes: uno, que será el de aquellas organizaciones
que a través de un concurso público cumpliendo una serie
de requisitos, establezcan un convenio con el Estado para
financiación plurianual, y aquellas otras que podrán acudir
al resto de las convocatorias presentando proyectos concretos.

Esto en cuanto a organizaciones no gubernamentales.

Sobre el Ministerio de Economía, yo no considero que
haya habido incrementos. La partida que se recoge respecto
a los FAD es la de siempre. Vuelvo a decir que en un



Página 15436




breve espacio de tiempo, entre el que se aprobó la ley y el
que hemos empezado el desarrollo legislativo, es imposible
regular todos los aspectos que marca la ley. Vuelvo a
repetir que los principios de la ley quedan muy claros, y
quedan claros para Economía y quedan claros para nosotros.

No tengo ninguna intención de usurpar ningún tipo de
competencia ni de asumir la competencia directa sobre el
FAD, y quiero que quede bien claro, porque a veces se confunden
los términos. El FAD es un instrumento que maneja
y seguirá manejando Economía. Veremos la forma en que
Cooperación participará en el conocimiento del desarrollo
de los proyectos desde abajo, y le aseguro que no hay ningún
conflicto entre Economía y la Secretaría de Estado; al
contrario, hay un magnífico entendimiento. De hecho,
hemos requerido de su apoyo para regular el fondo de
microcréditos a imagen y semejanza de los FAD, aunque
puedan contar con mecanismos diferentes, es decir, podrán
contar a lo mejor en el consejo de administración con la
presencia de algún miembro del Consejo de Cooperación
al Desarrollo, de algún agente social. Veremos cómo
estructuramos esto en un futuro reglamento que tendrá que
desarrollar los fondos de microcréditos. Pero le aseguro
que hay una fluida información entre el Ministerio de Economía
y la Secretaría de Estado y existe la clara intención
de desarrollar los créditos FAD siguiendo el espíritu y la
letra de la Ley de Cooperación.

Sobre la Oficina de Planificación y de Evaluación, quiero
decirle a S.S que la considero esencial en la estructura
de la cooperación española. Es la que nos dota de base teórica
y de rigor a una cooperación que es nueva. Sin la Oficina
de Planificación hoy posiblemente no tendríamos ley,
no tendríamos metodología de evolución, no tendríamos
metodología de formulación de proyectos, no habría coordinación
entre administraciones públicas, etcétera. Es una
oficina completamente clave. Respecto a que se recojan en
los presupuestos de la Oficina de Planificación y Evaluación
algunos presupuestos para contratar con empresas la
evaluación, esto es la más pura ortodoxia de la OCDE.

Seguimos el criterio de las cooperaciones de Dinamarca,
de Holanda, de todos los países miembros de la OCDE,
que recomiendan evaluaciones mixtas. Es decir, una evaluación
única por parte de la Administración es imposible,
se requieren evaluaciones sobre evaluaciones y se requiere
contar con el sector privado y con el sector público. Pero
no sólo con el sector privado y con el sector público, se
requerirá incluso contar para la metodología de evaluación
que hemos realizado con instituciones que nos vendrán a
evaluar, como puede ser ECO, la Oficina Humanitaria de
la Unión Europea, o incluso de otras administraciones
públicas. O sea, no se extrañe S.S si ve que en un momento
determinado se pide el concurso del Ayuntamiento de Barcelona
para que los técnicos encargados de cooperación
evalúen algún proyecto realizado por la Administración del
Estado, y ésta es una concepción moderna de la evaluación,
que no es en un sólo sentido, sino que es múltiple, de
manera que se pueden contrastar después los resultados.

Sobre las políticas previstas para los FAD por países, le
vuelvo a repetir que no soy en estos momentos competente
sobre los FAD. Espero que pronto, una vez hayamos despejado
los principales reglamentos de la Ley de Cooperación,
que son los que crean órganos -el consejo de cooperación,
consejo interterritorial, registro de organizaciones
no gubernamentales-, nos pondremos también a desarrollar
los nuevos instrumentos financieros que marca el
artículo 28.

Sobre la disposición adicional primera quiero decirle a
S.S. que está en preparación. Hay una gran acumulación de
tareas sobre la Secretaría de Estado y sobre la Agencia
Española de Cooperación, porque además de administrar,
hay que administrar bien. Quiero recordar a S.S que el año
pasado ejecutamos cerca del 98 por ciento del presupuesto,
cifra inaudita dentro de la ejecución presupuestaria de la
Agencia. Además de ejecutar y ejecutar bien. ha habido
que hacer toda esta labor teórica importante dentro del
esquema de la cooperación y eso hace que el paso esté
ralentizado, a pesar de que el aparato administrativo se
encuentre ocupado al cien por cien.

En relación con las declaraciones de la Secretaría de
Estado de Comercio, a mi no me consta que son declaraciones
de dicha Secretaría, sino que fueron observaciones
que hizo una determinada periodista después de asistir a mi
última comparecencia ante la Comisión de Cooperación. Y
no creo que haya un plazo de dos años, sino que tendrá que
ser bastante menor, pero creo que tampoco va a suponer
una modificación radical de los FAD, sino que simplemente
va a suponer una posible participación en la formación
de la voluntad a la hora de otorgar un crédito FAD desde
abajo, y participación del mundo de la cooperación oficial
al desarrollo, pero para nada va a suponer una retirada de
competencia por parte del Ministerio de Economía y
Hacienda, que seguirá siendo el que gestione fundamentalmente
los FAD. Sí habrá, posiblemente, una mayor intervención
de la Secretaría de Estado en los FAD -y ya veremos
cómo distinguimos unos de otros- que tengan que ir
destinados a aliviar la pobreza, fundamentalmente, y no
tanto al fomento de las relaciones comerciales, a la exportación
o a la internacionalización de la empresa.

Respecto a si los presupuestos han pasado por el Consejo
de Cooperación, le diré a S.S. que no. Hay una vieja
discusión sobre si tienen que pasar o no los presupuestos
por el Consejo de Cooperación, aunque sí estoy dispuesto,
como he hecho siempre, a dar cuenta al Consejo de Cooperación
de la estructura presupuestaria. Pronto tendremos
reunidas las dos comisiones preparatorias del Consejo, y en
la próxima revisión daré cuenta de la elaboración de los
presupuestos, y espero que antes de fin de año podamos
tener ya consensuada una nueva estructura del Consejo de
Cooperación para el Desarrollo con todos los agentes
sociales y, por supuesto, con el visto bueno de la Administración.




Muchas gracias.




El señor PRESIDENTE: Señor Navas.




El señor NAVAS AMORES: Quiero reafirmar las
dudas de nuestro grupo, que se han visto confirmadas con
sus respuestas, en cuanto a los escasos meses que quedan
antes de que se haga ejecutivo el proyecto de presupuesto
que previsiblemente pueda ser aprobado por la Cámara
para 1999 y el trabajo que queda para el desarrollo de la
ley. El 1 de enero tenemos un presupuesto para cooperación,
nos va a faltar estructura para gestionarlo, y por lo



Página 15437




tanto hay que ver cómo encajamos esos dos efectos: primero,
va a haber estructuras que ya están creadas, otras se van
a crear en este tiempo, pero a la vez va a haber elementos
importantes de la Ley de Cooperación que no se van a
poder desarrollar en este corto espacio de tiempo, por lo
que hay que determinar cómo vamos a funcionar, si a cuenta
de los elementos de gestión que se tengan que crear, de
coordinación, de participación, etcétera, con una posterior
evaluación y discusión de la cooperación que se ha realizado
con anterioridad a la creación de estos órganos o si se va
a ralentizar la cooperación por no estar los instrumentos
que dice la ley creados, desarrollados, aprobados y consensuados.

Ese es uno de los elementos que he citado en mi
intervención y que nos parecen fundamentales este año
para la discusión de la cooperación.

Ha dicho que dos años es un plazo que ustedes no plantean
en este momento, y yo espero y confío que así sea,
porque si no, nos encontraríamos en una situación un tanto
anacrónica, ya que, evidentemente, hay que gestionar un
presupuesto importante y sólo tenemos los enunciados de
la ley, que son importantes, pero que también se quedan en
muy poco cuando los instrumentos que deben velar por el
cumplimiento de esa ley están todavía sin consolidarse. Por
ello, queremos que nos explique cómo vamos a empezar el
1 de enero de 1999.




El señor PRESIDENTE: Señor Pérez.




El señor PÉREZ SEGURA: Tengo que insistir en algo
a lo que me ha parecido que no ha dado contestación el
secretario de Estado, que se refiere a su compromiso concreto
en relación con el informe integrado que por ley tiene
que venir a esta Cámara -en todo caso, le conmino a que
lo haga ahora-, y tampoco ha hecho ningún comentario
en relación con los incentivos fiscales y a su priorización.

Le ruego que nos exprese sus comentarios al respecto.

Nuestro grupo se alegra de que el plazo de dos años que
flotaba para la reglamentación del FAD sea definitivamente
más corto, significativamente más corto creo que han
sido sus palabras, de lo que nos alegramos, y, en todo caso,
lo que nos preocupa es que el señalamiento de su interés en
relación con esta modificación sea que haya una presencia
de personal vinculado al mundo de las ONG en la Comisión
Interministerial del FAD.

Creemos que se tendría que avanzar mucho en la definición
de objetivos, hasta el punto de que quizá no pudo
recogerse en la ley, que creo que fue el meollo del asunto
-usted me comprende-, y tenemos ante nosotros el reto
de definirlo muy concienzudamente. Si no, todos los
esfuerzos que se hagan en la redacción de la norma van a
ser baldíos, porque siempre el instrumento financiero más
relevante estará en entredicho. Y estará en entredicho porque
existen evidentemente razones para que lo esté. Tengo
delante de mí el último report del mes de julio, creo, de las
disposiciones del Fondo de Ayuda al Desarrollo, y la verdad
es que comprendo que ustedes activen los microcréditos,
porque la imputación de partidas, dejando aparte las
reposiciones de los bancos regionales y de los bancos de
tipo internacional para el desarrollo, de los 17.800 millones
que se aplican a proyectos, de cooperación de desarrollo
social estricto sólo hay 4.400. Tenemos aquí el sarcófago
de Chernóbyl, que puede tener su interés, sobre todo para
el país, pero no entendemos que sea relevante de cara al
desarrollo de esa región.

Por lo tanto, hemos de trabajar mucho en este terreno,
mucho. Le advierto que nuestro grupo está trabajando
mucho desde hace tiempo en este aspecto y que posiblemente
podremos poner a disposición de la Cámara clarificaciones
sobre este tema. Y nada más, le pido que estudie
usted mucho el tema del Fondo de Ayuda al Desarrollo,
porque es uno de los puntos opacos que aún tenemos por
resolver.




El señor PRESIDENTE: Señor Izquierdo.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: En este turno, aprovechando
la gentileza de la Presidencia y de los que han
solicitado las comparecencias, y dado que aquí el grupo
mayoritario es un poco comparsa de la situación, voy a
hacer al señor secretario una pregunta de carácter general,
y me atrevo no tanto a puntualizar, puesto que no es mi
tarea, sino a expresar el criterio que siempre ha tenido el
Grupo Parlamentario Popular cuando hemos discutido
sobre la espinosa cuestión del FAD. (El señor vicepresidente
Yáñez Barnuevo García ocupa la Presidencia.)
No sé si el sarcófago de Chernóbyl es importante o no,
pero me parece que es una cuestión de salud bastante notoria
y que tiene además una contribución internacional muy
importante, no sólo de España, para solventar los problemas
extraordinariamente graves de salud que originó aquella
catástrofe. En cualquier caso, el sellado del sarcófago
parece una ayuda de España bastante significativa. Por eso,
solamente llamo la atención de SS.SS. sobre qué es o no
desarrollo social básico. Ycreo que los criterios del CAD y
de los expertos en cooperación están muy claros. También
están claras, señorías, las infraestructuras de desarrollo
social, transportes, luz, saneamiento, agua, carreteras y, por
supuesto, infraestructuras de carácter sanitario. En cualquier
caso, cualquier tipo de infraestructuras que venga a
solventar situaciones de emergencia han sido siempre muy
importantes para la cooperación española, y creo que tienen
que serlo también en el futuro. Precisamente por eso,
España se la labrado un prestigio internacional muy importante
en estas situaciones.

El FAD está completamente claro en la ley, y se ha
hecho con una amplísima mayoría de grupos parlamentarios.

Es un instrumento financiero necesario para la cooperación
española. El microcrédito, señorías, es otra cuestión.

No va a ser un factor, aunque pueda ser dicho así de manera
general, para entendernos todos en esta conversación. Es
Naciones Unidas quien recomienda el establecimiento de
líneas financieras de crédito para fomentar el ahorro familiar
y que las familias y los pequeños productores tengan
acceso al crédito para sacar adelante pequeñas explotaciones
de carácter agropecuario, comerciales, industriales.

España no está inventando nada, sino cumpliendo las recomendaciones
de los organismos internacionales sobre la
materia. Además, la Reina de España ha impulsado de
manera decisiva la implantación del microcrédito como un
instrumento financiero de cooperación al desarrollo de primera
magnitud. Creo que la sensibilidad del Gobierno en
este sentido por haberlo dotado en los presupuestos del año



Página 15438




pasado, por primera vez y por segunda vez este año, y además
consolidándolo, es algo que merece la pena destacar,
puesto que es lo que más se parece a lo que tantas veces y
desde el punto de vista teórico hemos discutido todos como
crédito al desarrollo. Recuerdo a SS.SS. que estaba también
en el programa electoral del Partido Popular en las
pasadas elecciones. Ese crédito al desarrollo no es distinto
del otro crédito, porque nuestro grupo entiende que el crédito
FAD, en su conjunto, es eficaz y puede serlo si está
orientado a los países a los que tiene que ir destinado, y
esos países nos lo marca el Comité de Ayuda al Desarrollo
de la OCDE, en sus diferentes estratos, según sus niveles
de renta y fundamentalmente el desarrollo social básico.

Eso es algo que el propio CAD, en su informe de 11 de
febrero, reconocía que España había avanzado de modo
notable en esta materia en los últimos años.

Yo creo que la polémica -y con esto termino, señor
presidente de la unidad de dirección política de la cooperación
española es una polémica que la ley también resuelve
de manera muy aceptable, haciendo que el principio de
coordinación tenga un valor superior, que es el de la coherencia
y, por lo tanto, obligando no solamente al Ministerio
de Asuntos Exteriores a ser coherente en su política exterior
y dándole un valor superior a aquello que todos los tratadistas
dicen que la política de cooperación al desarrollo
es una parte fundamental de la política exterior. Algunos
llegan a decir que de acuerdo con esta ley que todos nos
hemos dado es algo más que una parte fundamental; es la
parte fundamental de la política exterior. La proyección
exterior de España es un concepto todavía más genérico y
más amplio que compete al conjunto de los ministerios de
la Administración central del Estado y al conjunto de las
administraciones públicas. No es un tema complejo, pero
creo que no se resuelve solamente creando un cargo y
poniendo a una persona con todas las facultades al frente,
sino estableciendo los mecanismos de coordinación y de
coherencia suficientes para que los principios puedan verse
reflejados.

Esta pequeña introducción, señor presidente, me permite
formularle, señor secretario de Estado, si cree -lo ha
apuntado en su primera intervención, pero me gustaría que
insistiera un poco más en la cuestión- que la Ley de Cooperación
en relación con el desarrollo va a marcar de manera
fundamental la presencia de España en el mundo durante
el próximo siglo, así como si cree que las políticas de
cooperación internacional tienen que influir y ser la base de
la proyección exterior de España en el conjunto de las
administraciones públicas, comunidades autónomas, municipios,
etcétera, y del conjunto de la Administración del
Estado.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García):
Tiene la palabra el señor secretario de Estado.




El señor SECRETARIO DE ESTADO PARA LA
COOPERACIÓN INTERNACIONAL Y PARA IBEROAMÉRICA
( Villalonga Campos): Debo decir a SS.SS.

simplemente que la Ley de Cooperación revoluciona la
cooperación española, la moderniza e introduce conceptos
realmente novedosos dentro de nuestra tradición, pero muy
de acuerdo con lo que es la tradición europea de muchos
años de cooperación, es una ley revolucionaria que cambia
de arriba abajo el sistema de cooperación española, que fue
promulgada el 7 de julio. Es una ley que la esperamos
durante muchos años y no la hemos tenido. Es imposible
que en cuatro meses podamos desarrollarla por completo.

De manera que nos vamos a encontrar el próximo ejercicio
presupuestario ante un desarrollo reglamentario que nos
hará compatible teóricamente ir adaptando poco a poco la
cooperación española a estos nuevos órganos. Para nada
creo que tiene que ver el desarrollo de la ley con la falta de
estructura para la gestión. Tenemos una estructura en estos
momentos suficiente para gestionar el presupuesto con el
que nos dotamos, vuelvo a repetir, hasta el punto de que la
ejecución presupuestaria ha superado el 97/98 por ciento el
año pasado y creo que este año podremos llegar a cifras
iguales y vamos a seguir gestionando. La dificultad se va a
producir precisamente entre esa gestión, que exige un
esfuerzo diario importante, sobre todo porque la naturaleza
jurídica de la Agencia es la que es como organismo autónomo,
con intervención previa, aparte del Ministerio de
Economía y Hacienda, con un desarrollo teórico que
requiere mucho esfuerzo. Además de los decretos que les
he indicado a SS.S.S. que van a desarrollar la ley, tenemos
que sacar antes de fin de año el plan director; plan director
que va a ser cuatrienal y que va a marcar la cooperación
española para los próximos cuatro años. En ese plan director
va a haber principios, objetivos, previsiones presupuestarias,
tendrá que ser aprobado por el Gobierno, por el Consejo
de Cooperación al Desarrollo y por supuesto por la
Cámara y por la Comisión para el Desarrollo recientemente
creada. Después hay que aprobar también un plan anual
para cada cuatro años. De manera que es una tarea ingente
la que tenemos por delante e intentaremos, durante el próximo
ejercicio presupuestario, ir armonizando la creación
de los nuevos órganos con la gestión presupuestaria. Yo
creo que para nada va a afectar a la coherencia; al contrario,
creo que iremos dotando de mayor calidad, en la medida
en que vayamos desarrollando la ley, a esa cooperación
que hoy tenemos, que ya está en niveles importantes de
gasto público.

Lo mismo dije en la Comisión para el Desarrollo sobre
los incentivos fiscales. Estamos a la espera de hablar con el
Ministerio de Economía y Hacienda para la modificación
de la Ley del Mecenazgo, en cuyo caso esperamos que se
contemplen específicamente los incentivos fiscales a la
cooperación y al desarrollo.

Por supuesto que considero que el crédito FAD, a diferencia
del microcrédito, es un instrumento mixto que sirve
fundamentalmente, por supuesto, para el desarrollo de los
países menos favorecidos, pero también supone una
internacionalización de la empresa, por lo que a veces es difícil
distinguir un concepto y otro. Sí es un instrumento mixto y
el microcrédito no lo es. El microcrédito es básicamente un
instrumento de desarrollo. Por tanto, la regulación, la gestión
y la administración de un crédito concesional tiene que
ser muy diferente. En esto tampoco tenemos que hacer
aspavientos. Muchas veces se habla de los créditos FAD
con muchos prejuicios, prejuicios que a veces hace que los
expertos de Barcelona o los de Bilbao no vean la dificultad
teórica de los créditos FAD y desde el mundo de la cooperación
al desarrollo se ve. ¿Esto por qué se veía así? Porque



Página 15439




fundamentalmente lo contabilizaban como ayuda oficial al
desarrollo y tenían un peso quizás excesivo en la cooperación
española, en la medida en que estaban muy desequilibrados,
pero son instrumentos que tienen todos los países y
que generalmente son gestionados, digámoslo con sinceridad,
por el Ministerio de Economía, en cuanto que son instrumentos
financieros para promoción de exportaciones.

La ley también deja muy claro qué son estos créditos y
la participación de la Secretaría de Estado en la administración
conjunta de estos créditos. Para nada, vuelvo a repetir,
se pretende crear un nuevo mecanismo, sino simplemente
una mayor participación, pero siempre enmarcada en el
Ministerio de Economía y Hacienda y teniendo muy presente
ese carácter mixto.

Por supuesto que la ley va a marcar la presencia de la
política exterior de España en el mundo a través de la cooperación.

La ley establece prioridades geográficas y sectoriales,
y a esto nos tendremos que ceñir. También es verdad
que en un momento determinado tendremos que analizar,
en función de esa coherencia que buscamos, el modelo de
cooperación o de diseño territorial que tenemos, quizás
muy concentrado en Iberoamérica, cuando las grandes bolsas
de pobreza nos las encontramos en estos momentos en
el continente africano. Son temas que nos tenemos que
empezar a replantear en función de que vayamos elaborando
los planes cuatrienales, pero por supuesto que va a marcar
la presencia de España en el exterior.

Por otro lado, va quedando claro, y así lo hace la ley, al
introducir conceptos nuevos, que hay determinadas ayudas
que no es que ya sean reflejo de la política exterior, sino
que no deben ser reflejo de la política exterior. Por ejemplo,
la ayuda humanitaria, la ayuda a la emergencia se tiene
que hacer con independencia de la política exterior de un
determinado país. Esto es un concepto bastante novedoso,
porque al fin y al cabo este tipo de ayuda, este tipo de cooperación,
la ayuda alimentaria o la ayuda a la emergencia,
va destinada fundamentalmente a las poblaciones más castigadas
y para nada creo que tendría que verse implicada la
política exterior o la consideración de un gobierno. Incluso
la política de derechos humanos de un determinado gobierno
no tendría por qué afectar a la recepción de ayuda humanitaria
en un momento determinado en caso de crisis o de
catástrofe.

Estos son conceptos que introduce la ley y que son bastante
revolucionarios y novedosos y habrá que ir desarrollándolos
poco a poco, y en esto estamos. Son muchos los
proyectos que tenemos encima de la mesa. A pesar de que
la ley se aprobó el 7 de julio estamos trabajando bastantes
meses antes ya en proyectos de real decreto, en el plan cuatrienal,
en el plan director, plan que hemos elaborado desde
la oficina de planificación y evaluación. Hemos querido
tener el concurso, muy importante, de la sociedad civil,
concretamente tres universidades en tres departamentos de
desarrollo están contribuyendo con nosotros a elaborar ese
plan: la universidad de Bilbao, la de Barcelona y la Complutense,
de Madrid. Creo que en el próximo mes podremos
dar al Consejo de Cooperación al Desarrollo el primer
borrador del plan director y de aquí a final de año podremos
tener cuatro o cinco reglamentos aprobados previo
consenso.

El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García):
Vamos a suspender la sesión por dos minutos para despedir
a don Fernando Villalonga y pasar a la siguiente comparecencia.

(Pausa.)



- DEL SEÑOR SECRETARIO GENERAL DE LA
AGENCIA ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN
INTERNACIONAL (ESPINOSA FERNÁNDEZ), A
PETICIÓN DEL GRUPO PARLAMENTARIO
SOCIALISTA (número de expediente 212/001582)
Y GRUPO PARLAMENTARIO FEDERAL DE
IZQUIERDA UNIDA (número de expediente
212/001673).




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García):
Reanudamos la sesión de la Comisión de Asuntos
Exteriores para las comparecencias relativas a los presupuestos,
agradeciendo la presencia del secretario general
de la Agencia Española de Cooperación Internacional,
quien comparece a petición del Grupo Parlamentario
Socialista y del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda
Unida.

Para hacer su exposición, tiene la palabra, en nombre
del Grupo Parlamentario Federal de Izquierda Unida, el
señor Navas.




El señor NAVAS AMORES: Gracias, señor secretario
general de la Agencia Española de Cooperación Internacional.




Quiero hacerle una primera pregunta para que usted
mismo se pueda explayar en cuanto a la satisfacción que le
puede haber dado la confección del presupuesto que afecta
a su departamento específico. Le pregunto si realmente el
desarrollo presupuestario relativo a la Agencia colma los
deseos que usted y su equipo tenían pensado para el ejercicio
de 1999. Digo esto porque nosotros pensamos que, si
bien no está en peligro, puede haber una evolución hacia
una descapitalización en cuanto a funciones y contenidos
de la propia Agencia. El mismo señor Villalonga ha hecho
un comentario en su comparecencia que me sirve para preocuparme
por el futuro de la Agencia. Es el hecho de que la
propia Agencia no esté realizando el plan cuatrienal para la
cooperación y haya que estar con convenios o acuerdos -
no sé cuál es el formato elegido- para que este plan se
realice fuera de la propia Agencia.

Quisiera que explicase la cuantía dedicada al microcrédito
dentro de los Presupuestos Generales del Estado porque
no hemos encontrado una referencia clara específica
en este apartado.

Quisiéramos una explicación sobre los presupuestos y
programas dedicados a la cooperación empresarial -en
los FAD ya estaban contemplados-, qué partidas son, si
se consideran cooperación para el desarrollo, con qué criterios
se van a aplicar. También quisiéramos una explicación
de la partida presupuestaria dedicada a subvenciones de
proyectos y programas de organizaciones no gubernamentales
para el desarrollo -es una partida que no terminamos
de ver clara ningún año y aparece diseminada en distintos
lugares-, así como de las partidas de ayuda especial al
desarrollo dedicadas a organismos financieros internacionales,



Página 15440




a organismos no financieros internacionales y a la
Unión Europea. No estamos hablando de la cuota en sí, que
está perfectamente reflejada en los documentos que usted
nos trae, sino del resto de aportaciones que no sabemos
cuáles van a ser o dónde están ubicadas.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García):
Tiene la palabra el señor Pérez, en nombre del Grupo
Parlamentario Socialista.




El señor PÉREZ SEGURA: Gracias, señor secretario
general de la Agencia por su comparecencia y por su ilustración,
que sin duda nos dará de los contenidos de los Presupuestos
Generales del Estado para 1999 en relación al
mundo de la cooperación.

El secretario de Estado ha puesto de relieve algunos trazos
que son de interés. Se ha olvidado en el segundo turno
igualmente de darnos a conocer cuándo estarán en disposición
de agregar los datos de cooperación. Estamos hablando
ahora de la Agencia. La cooperación en su conjunto
también depende de otros ministerios, y es relevante para
valorar el esfuerzo y la voluntad política del Gobierno
conocer los datos consolidados. Esperemos que llegue
algún día, aunque en la ley está previsto que se haga con
uno de los abundantes libros que nos llegan. También nos
ha dicho, en relación a incentivos fiscales, que esto se va a
ver cuando se modifique la Ley del Mecenazgo. Por tanto,
va para largo.

En su comparecencia precisamos desde nuestro Grupo
que nos dé explicaciones en relación a temas ya más concretos.

En este sentido parece que el incremento más significativo
en los presupuestos que esta Cámara va a poner a
su disposición para que usted los gestione, que pasan de
35.999 millones en el año 1998 a 37.368 millones, reside
en el capítulo 7 de transferencias de capital al exterior, que
pasa de 2.880 millones a 3.587millones. Nos interesaría
que nos aclarase cuáles son los contenidos de esta partida y
su incremento en estos 707 millones, si no me equivoco,
que, por tanto, es la parte más relevante del aumento de
dotación de la Agencia.

En cuanto a los 12.617 millones de pesetas -si no
tengo mal los datos- del programa 134.A, cooperación
para el desarrollo, frente a los 8.593 del ejercicio anterior,
ese incremento a todas luces viene reflejado por la mayor
dotación de activos financieros en el capítulo 8, en concreto
la partida 871, de microcréditos. Estos microcréditos,
que consolidados hacen ya un monto importante de 20.000
millones de pesetas para próximos ejercicios -y hay capacidad
para gestionarlos-, es una partida relevante. De los
microcréditos sólo sabemos que no van a ser un FAD 2 y
que la línea imperante en nuestro acompañamiento europeo
va por ahí. Incluso nos ha comentado el ilustre portavoz
del Grupo Popular que en esta línea se ponía mucho
énfasis porque interesaba mucho, y es importante y muy
loable. Por tanto, en su día necesitaremos un desarrollo de
todos los proyectos, como se hace del FAD, pero nos interesaría
también que pudiésemos abundar un poco más porque
el monto es muy importante y el esfuerzo que ustedes
hacen también es muy relevante. Pero esto no deja de ser
ayuda al desarrollo de carácter reembolsable, una más,
microcréditos, créditos FAD, contribución a la cofinanciación
de proyectos de organismos internacionales financieros,
banca multilateral. Tomamos nota de que es un esfuerzo
importante, pero no por ello deja de ser responsable.

Sobre los fondos que se van a poner a disposición de las
ONG se nos ha comentado también, y nos parece importante,
que se hagan unos protocolos, unos formularios,
unos para su solicitud, otros para su evaluación, pero esta
partida, que supongo que corresponde al concepto 486,
sigue siendo oscura, al menos en su denominación. Yo creo
que ya tenemos la suficiente madurez después de la aprobación
de la ley para que las cosas se digan por su nombre,
y lo que sí que tenemos claro, a la vista de los datos, es que
hay un decremento de las aportaciones, que no llega a 400
millones. Nos interesaría saber cuál es esta disminución,
sobre todo si vamos a tener en cuenta que hay una reforma
del IRPF, en la cual las bases van a bajar y, por tanto, la
aportación del cero cincuenta y pico también va a bajar. De
la consolidación de estos dos elementos va a resultar una
menor disposición de fondos para que estas organizaciones,
que han dado ya pruebas sin ningún tipo de dudas de
su capacidad de vehicular proyectos, tengan menos disponibilidad.

Este es en principio el análisis que hace nuestro
grupo y estamos esperando sus comentarios al respecto. Si
se cumpliese nuestra argumentación veríamos que hay una
ley, pero hay menos fondos para las ONG.

También sería importante que usted nos hiciese un
pasaje sobre las cantidades de ayuda al desarrollo que recoge
el conjunto de los Presupuestos Generales del Estado,
ya que no tenemos informe en otras rúbricas de otras secciones
presupuestarias, así como los montos de contribución
a organismos financieros internacionales, a organismos
no financieros y la contribución a la Unión Europea.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García):
Tiene la palabra el señor Izquierdo, en nombre del
Grupo Popular.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: El Grupo Parlamentario
Popular destaca que los presupuestos para 1999 de la
Agencia Española de Cooperación Internacional se cifran
de manera cuantitativa en 37.440 millones de pesetas, lo
que supone un aumento del 3,9 por ciento sobre los presupuestos
de 1998.

Seguramente sobre estos datos el señor secretario general
de la Agencia profundizará más, pero nosotros tenemos
que señalar que el incremento real en los presupuestos para
la Agencia Española de Cooperación será probablemente
del 14,6 por ciento, debido a lo que ya se ha comentado de
la inclusión de los 12.000 millones de pesetas destinados a
microcréditos en el capítulo 8 de la sección 12 del presupuesto
de Asuntos Exteriores.

Yo creo que la posición de la Agencia Española de Cooperación
Internacional se ha consolidado, de manera muy
notable desde su creación, como principal ente ejecutor de
la cooperación española. El impulso que el actual Gobierno,
y otros gobiernos también en el pasado, han dado a la Agencia
Española de Cooperación Internacional desde el punto
de vista presupuestario así lo demuestra con toda claridad.

Sin embargo, en esta primera intervención yo le querría
decir al señor Espinosa que insistiera en un dato fundamental
que acompaña a estos Presupuestos Generales del Estado,



Página 15441




y es que el nivel de ejecución de la Agencia Española
de Cooperación Internacional será en 1998 aproximadamente
del cien por cien. Ello, en principio, supone un grado
de eficacia en la ejecución que no tiene parangón en la trayectoria,
no ya de la Agencia Española de Cooperación
Internacional, sino de innumerables organismos autónomos
o incluso departamentos ministeriales en el pasado;
cuando encima estamos hablando de cooperación internacional,
y de cooperación internacional para el desarrollo
-también la cultural, la científica, la técnica, etcétera-
estamos apuntando un dato de extraordinaria importancia.

En ese sentido, señor Espinosa, la felicitación del Grupo
Parlamentario Popular, puesto que ese planteamiento de
eficacia en la ejecución y, por tanto, organización del gasto
de la propia Agencia era algo que no solamente el Grupo
Parlamentario Popular, sino el conjunto de grupos parlamentarios
en el pasado, había señalado como una de las
deficiencias de la cooperación española. Se presupuestaba
pero no se ejecutaba y, por tanto, no se podía deducir que el
Gobierno o los responsables políticos le dieran la importancia
que tenía a la Agencia Española de Cooperación,
importancia que ahora recobra y que nosotros esperamos
se vea incrementada en el futuro.

Por eso nosotros, señor Espinosa, queremos señalar esa
circunstancia en este momento y en esta primera intervención.

Además queremos decirle que el futuro de la cooperación
española pasa de una manera fundamental por el
futuro de la Agencia Española de Cooperación. La propia
Ley de Cooperación establece que la Agencia se dotará,
como organismo autónomo, de su propio estatuto. Si ahora,
con los mecanismos que tenemos, realmente deficitarios en
cuanto a la gestión y administración de los recursos públicos,
sobre todo porque administra en el exterior -me refiero
a la Agencia-, conseguimos alcanzar un estatuto adecuado
al futuro de la Agencia, estaremos poniendo una
base realmente importante para la consolidación de la cooperación
internacional española. En ese sentido, señor
Espinosa, nos gustaría saber cuáles son sus impresiones
sobre el desarrollo reglamentario de la ley y el futuro estatuto
de cooperación de la Agencia Española.




El señor VICEPRESIDENTE (Yáñez-Barnuevo García):
Tiene la palabra el señor Espinosa, secretario general
de la Agencia Española de Cooperación.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LAAGENCIA
ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL(
Espinosa Fernández): Gracias a los señores portavoces
y voy a intentar contestar a las preguntas que me
han formulado, con el ruego que les hago siempre de que si
alguna me dejo no crean que es porque no quiero contestarla,
quizá sea por algún olvido de anotación, con lo cual, si
no les importa y ustedes me la repiten, con mucho gusto les
informaré en lo que sepa.

El 17 de mayo de 1996, como primera medida, la Secretaría
de Estado de Cooperación Internacional hizo una
reforma reglamentaria de lo que era la Agencia, configurando
a ésta como el órgano ejecutor por excelencia de la
política de cooperación y suprimiendo adrede dos partes
importantes: la evaluación previa y la evaluación spot. Se
consideraba, y se continúa considerando, que el órgano ejecutor
debe estar liberado de programar lo que tiene que realizar
porque si no se está concentrando excesivamente en
una agencia lo que tiene que ser una decisión política que
es más propia de la Secipi. Este principio vino a recalcarse
con la creación de una figura inexistente hasta ese momento,
que era el secretario general, del que se llega a decir en
ese real decreto de configuración de la Agencia que es el
que día a día se encarga de la gestión de la misma, enumerando
a continuación una serie de cuestiones. Personalmente,
como secretario general de la Agencia, creo que fue un
modelo muy acertado. Hemos quitado de la Agencia una
serie de responsabilidades políticas que corresponden a
otro estamento, es decir a la Secretaría de Estado, y hemos
podido concentrarnos en la ejecución de las políticas concretas
de cooperación.

Sin ánimo de ser exhaustivo, y solamente como enunciación,
hemos podido hacer, antes que nada, la RPT.

Como ustedes saben es la relación de puestos de trabajo,
que en la Agencia no conseguíamos por imposibilidad o
por desacuerdo entre el MAP, Hacienda y otros ministerios.

Por fin se ha conseguido y está aprobada por medio de
un decreto.

Se ha conseguido la ejecución legal de lo que son las
OTC, oficinas técnicas de cooperación que tenemos en los
países en desarrollo que carecían de una estructura legal,
aunque estaban dotadas de personal y hacíamos verdaderos
malabarismos.

Se ha conseguido para todos los cooperantes que están
desplazados en el exterior lo que se llama la escala móvil
de retribución. Los que han trabajado en el exterior saben
que perjudicaba profundamente a nuestros cooperantes
porque recibían su asignación en pesetas, fuera cual fuera
la evolución de la moneda local y el dólar. Esto hacía que,
en los últimos dos años, hubiesen perdido aproximadamente
el 36 por ciento de su capacidad económica, cosa que se
ha solventado con esto.

Hemos hecho el manual de proyectos, por el cual todo
el que quiere presentar un proyecto a la Agencia sabe cómo
tiene que realizarlo. Hemos creado dos manuales más: el
de gestión exterior y el del marco lógico.

Esto es lo que ha podido hacer la Agencia una vez que
se ha desprendido de la disposición política. La disposición
política corresponde a su consejo de administración. Si
usted me permite esta comparación mercantilista, la decisión
política es del secretario de Estado y del ministro, etcétera,
y a la Agencia le corresponde la ejecución y el día a
día. Creo que ha sido un acierto; no lo considero una
descapitalización
de la AECI, en absoluto. Considero que es
mucho mejor el plan cuatrienal; que las grandes líneas políticas
se decidan en la parte política y que a la Agencia le
corresponda adecuar sus estructuras para la ejecución de
este plan y hacerlo por encima incluso del Gobierno que
esté gobernando, una vez se haya realizado este plan cuatrienal.

Creo sinceramente que es un gran acierto y que es
una de las cosas que habrá que poner en el haber de este
Gobierno.

Si me permiten, como final de esta parte expositiva, diré
que esto ha hecho posible que en el año 1996 pudiésemos
ejecutar el 82 por ciento del presupuesto. No lo tome usted
como un ataque a nadie porque no va por ese camino, pero
todos los años que hay un cambio de Gobierno la ejecución



Página 15442




de los entes autónomos se va a los infiernos. Aun así, conseguimos
ejecutar ese 82 por ciento, y el año pasado logramos
ejecutar el 97 por ciento. Lo cual va a repercutir, como
luego explicaré, en el presupuesto que crece menos precisamente
porque no tenemos acumulación de tesorería por
no ejecución de proyectos; pero una vez ejecutados, ejecutados
están. Creo que el modelo era válido. Al menos, mi
opinión es positiva.

Dicho esto, me pregunta usted si sería éste el desarrollo
presupuestario que yo hubiese hecho. Indudablemente,
todo es perfectible. A todos los que gestionamos nos gusta
hacerlo hasta determinado punto porque también sabe
usted que cada uno tiene que medir las fuerzas que tiene Le
aseguro que las fuerzas de la Agencia en este momento
están en ese punto crítico donde no se sabe si un crecimiento
puede llevar a una mayor realización o a una catástrofe.

No sé de quién fue la frase, pero me parece afortunada: los
experimentos con gaseosa porque a lo mejor nos atragantamos.

Creo que este es un presupuesto realista, es un presupuesto
factible y es un presupuesto que consolida la capacidad
de la Agencia como agente ejecutor de la política de
cooperación. Posiblemente si al gestor le hubieran dejado
hacer el presupuesto en el cien por cien habría realizado
pequeños retoques. Cuando explique algo sobre los capítulos
4 y 7 el portavoz del Grupo Socialista verá que yo no
estoy muy conforme con la teoría, pero es lo que dice quien
tiene que decirlo y, por tanto, hay que someterse a ello.

Me interesa hacer dos puntualizaciones. Proyectos de
las ONG. En contra de lo que también sería incluso bueno,
no hay ningún capítulo que diga proyectos para ONG. Las
ONG participan en el presupuesto de la Agencia de cuatro
formas absolutamente diferentes. Participan en las dos convocatorias
que les son exclusivas: la convocatoria ordinaria
y la del IRPF. Aun esto, no sabemos en qué cuantía porque
la del IRPF, como es costumbre inveterada y no puede ser
de otra manera, ha de estar en función de una recaudación
desconocida aunque previsible. Se lace por una cantidad de
40 millones de pesetas más un crédito ampliable hasta
alcanzar el 0,5 por ciento de la recaudación que se obtenga
del IRPF, que se calcula que va a ser de 4.112 millones de
pesetas. Pero ese cálculo, señor Navas, como usted comprenderá,
puede ser o no correcto. Por tanto, en nuestro presupuesto
aparecen en este capítulo de IRPF sólo 40 millones
de pesetas.

Luego está la convocatoria ordinaria. En la ordinaria,
sin embargo, sí viene completamente claro. Subvenciones
a ONG 486.01 y aparecen 8.450 millones de pesetas, con
un incremento de 520 millones con respecto al año pasado.

Es decir, aumenta el 6,56 por ciento. También viene enmarañado
en otra serie de partidas, tanto del mismo 486 como
del capítulo 7. ¿Por qué del capítulo 4 y del capítulo 7? Si
me permite, aprovecho la explicación para contestar a una
pregunta que me ha hecho el portavoz del Grupo Socialista.

Hasta el ejercicio de 1997, todo lo que eran subvenciones
fuera de España iban por el capítulo 4; todas, aunque la
subvención estuviese destinada a comprar determinados
bienes de inversión. Por ejemplo, la subvención para comprar
un edificio como sede de una escuela iba por el capítulo
4. Por una disposición reiterada, a partir de la Ley de
acompañamiento de presupuestos del año 1997, cada subvención
tiene que desdoblarse: subvención para gasto
corriente -capítulo 4- y subvención para inversión
-capítulo 7-. ¿Qué significa? Que en el capítulo 7 de
este año de la Agencia verán ustedes que hemos batido
todos los récord, con un incremento del 156,11 por ciento,
lo cual 110 es verdad realmente. Lo que hemos tenido que
hacer es quitar del capítulo 4 para proveer en el capítulo 7.

Si ustedes hacen la suma, nos sale lo que es real: un incremento
del 4,86 por ciento; pero tenemos que hacer la suma
del capítulo 4 y del capítulo 7. ¿Por qué lo hemos hecho?
Porque las disposiciones emanadas de la representación
popular, que son ustedes, así nos han ordenado que lo hagamos
y lo hemos tenido que hacer. Para evitar tránsitos presupuestarios
a lo largo del año se ha metido en el presupuesto
esta variación entre el capítulo 4 y el capítulo 7.

Pero las ONG, además de la parte ordinaria y de la parte
del IRPF, pueden participar en dos temas más: primero, en
aquellas realizaciones de las comisiones mixtas de dos países
con los cuales se tienen convenios de cooperación científica
y técnica. En muchas ocasiones en la comisión mixta
se establece un programa para ser desarrollado por las
ONG. ¿Cuánto es esto? Es imposible saber porque va a
depender de lo que hagan las comisiones mixtas. En este
momento los tenemos metidos en los capítulos 4 y 7, pero
es absolutamente imposible decir, de esas partes de comisiones
mixtas, cuánto van a tener las ONG.

Finalmente está la famosa convocatoria abierta y permanente,
que tampoco tiene capital asignado y que, como
ustedes bien saben, es un mecanismo para hacer posible
aquellos acuerdos de cooperación que tiene el Estado español,
bien en el interior bien fuera de España. En definitiva,
lo que sí podemos saber es que el presupuesto que las ONG
van a tener para este año será como mínimo el 5 por ciento,
décima arriba o abajo, sobre el del año pasado y lo que tienen
fijo son los 8.450 millones, que es la convocatoria ordinaria,
más los 4.100 millones -si la recaudación es como
se espera- de la convocatoria del IRPF. El resto, hasta los
17.000 millones de pesetas, tiene libre entrada, con una
participación muy grande.

Déjenme que yo mismo me haga una corrección para
evitar confundirles, o al menos no es mi deseo, y es el caso
de Guinea Ecuatorial, que tiene, como ustedes saben, su
capítulo perfectamente establecido. En Guinea Ecuatorial
casi el 99 por ciento lo hacemos a través de ONG, aunque
son unas ONG muy sui géneris, porque son las únicas que
están allí, pero toda la sanidad y toda la educación de Guinea
Ecuatorial lo hacemos a través de estos organismos,
que normalmente, como ustedes conocen, son sociedades
religiosas, que llevan muchísimos años allí establecidas y
es a través de las cuales realizamos nuestra colaboración en
Guinea. La colaboración en Guinea también tiene su propio
capítulo, como les decía, y aumenta en un 3,8 por ciento,
si la memoria no me es falla.

Me había preguntado S.S. por la cooperación empresarial.

La partida de la cooperación empresarial no aparece
en nuestros presupuestos, ni tiene por qué aparecer. En la
Ley de Cooperación, aprobada por SS.SS., se establece
-creo que es en el apartado c) de los principios- que la
cooperación puede ser científica, técnica, económica,
empresarial, etcétera. La cooperación empresarial, siempre
que tenga como fin una transferencia de tecnología para
incidir contra la pobreza, es parte de la ayuda oficial al



Página 15443




desarrollo y como tal tiene todas nuestras bendiciones. La
cooperación empresarial, en cuanto tenga una partida mercantil
de unir a empresas de aquí y allá para hacer negocios
de su propia incumbencia, no tendría cabida dentro de la
AOD no reembolsable, que es la que estoy explicando, eso
tendría cabida más bien, supongo, dentro de la Secretaría
de Estado de Comercio y Pequeña y Mediana Empresa,
pero no dentro de nosotros. Sí tiene cabida dentro de la
AOD la cooperación empresarial destinada al desarrollo.

Dentro de dos o tres días se va a inaugurar en Perú el primer
centro de transferencia de tecnología de la asociación
de empresarios del calzado español con respecto a los fabricantes,
a los microempresarios de calzado de Perú. Esto ha
hecho que se traslade allá todo el saber hacer del Instituto
Tecnológico de Elche-Elda. ¿Qué significa? Que los
pequeñísimos empresarios de la zona limítrofe a Lima, que
es donde está la industria de ese curtido, van a tener unas
máquinas para saber qué piel, qué barnices tienen que utilizar,
etcétera. ¿Qué se va a hacer con esto? Sustituir, aproximadamente,
el 80 por ciento del calzado de importación
por calzado de producción, porque les sobran pieles pero
les falta el know-how para desarrollarse. Eso es ayuda al
desarrollo según la OCDE, según nosotros y según los
microempresarios que se van a favorecer de esto. Tengo
que decirles que yo no he visto a gente más contenta últimamente,
quizá porque esperan un poco más de lo que en
realidad pueden esperar. Pero no tenemos ningún renglón
ni ninguna partida dedicada a cooperación empresarial
estrictamente. (El señor presidente ocupa la Presidencia.)



En relación a los microcréditos, voy a contestar, si me
permiten, a las dos preguntas a la vez. Hay varios modelos
de microcréditos en el mundo, pero fundamentalmente se
desarrollan dos. Un modelo de microcrédito dice: organizamos
nosotros el microcrédito en el país donde vamos, de
tal manera que un gobierno dota a una entidad, normalmente
una ONG o una subsidiaria creada al efecto, de un
dinero para que vaya a un país y establezca una red de
microcréditos, lo que significa abrir una serie de oficinas
en diferentes sitios donde pueden acudir personas a pedir
los microcréditos. Esas oficinas tienen que estar dotadas de
un equipo humano que sepa de microcréditos y de unos
equipos técnicos. Eso cuesta unas determinadas pesetas,
que normalmente está entre el 20 y el 25 por ciento del total
del capital dedicado en la primera instancia al microcrédito,
siempre que éste sea suficiente, porque con un millón
de pesetas no se puede hacer nada. Estamos hablando de
fondos de miles de millones de pesetas, de 1.000 o 2.000
millones o así. Ese es el modelo A que, por cierto, está en
bastante desuso, porque crear una red financiera ex novo
en un país, aunque sea subdesarrollado, es una tarea bastante
ardua, sobre todo si se realiza por personas que no
son de ese país. Así, ha habido grandísimos fracasos en este
tipo de intentos de microcrédito en países iberoamericanos
y asiáticos, fundamentalmente.

El segundo modelo es el que nosotros hemos elegido.

Es el modelo seguido por los alemanes. No es que haya
sido una invención ni una revelación de Saulo cuando iba
camino de Damasco, es de otra manera. Se localiza el país
que quiere ser objeto de microcréditos porque se tiene el
convencimiento de que la creación de una base social productiva
es necesaria para el desarrollo básico de ese país.

Por ejemplo, ese análisis para nosotros fue Bolivia, que fue
el primer país que identificamos. Segundo, identificamos
una entidad financiera de segundo piso, nunca de primer
piso -y ahora diré el porqué-, que tenga una extensión y
una red en todo el país para que el dinero que nosotros
demos pueda llegar con rapidez hasta la persona que pueda
demandarlo. Ytercero, hacemos un contrato con unas especificaciones
-ahora explicaré, por ejemplo, las de Bolivia-,
para que pueda verse cómo y a qué van destinados.

Especificaciones: no puede cargarse al fondo de microcréditos
gastos de Administración o como usted quiera llamarlos,
de tal manera que si se dan 2.000 millones de pesetas,
el caso de Bolivia, en el término de un año los 2.000 millones
de pesetas tienen que estar entregados en forma de
microcréditos. Segundo, codefinimos lo que son los diferentes
tipos de microcréditos y los distribuimos sectorial y
geográficamente. Por seguir con el caso de Bolivia, decimos:
son microcréditos primarios aquellos que tienen
como cantidad máxima los 1.000 dólares y un período de
amortización de seis meses. Son tipo B aquellos que tienen
5.000 dólares y plazo de amortización un año, y tipo C,
20.000 dólares y plazo de amortización dos años. Pero además
de eso, decimos: del tipo A tendrá que concederse un
mínimo del 30 por ciento del capital; del tipo B, un 40 por
ciento y del tipo C, otra vez un 30 por ciento. ¿Por qué
somos tan meticulosos al decir eso? Porque estamos definiendo
hasta dónde queremos que vaya.

Además ponemos una condición adicional, y es que en
la comisión directiva de los microcréditos tiene que haber
una persona designada por la Secipi para vigilar que los
acuerdos de ese comité ejecutivo estén de acuerdo con el
contrato que hacemos. También exigimos que contraten a
otra persona propuesta por la Secipi o por el ICO, indistintamente,
para que sea un analista de riesgos, de tal manera
que tenga la capacidad de asistir a todas las instancias de
primer piso (por eso antes la insistencia en que sea una entidad
financiera de segundo piso, sin relación con las personas
que solicitan el crédito) para que tenga capacidad jurídica
en ese país para ir a todas las instancias de primer piso
que reparten microcréditos y comprobar que, efectivamente,
se está dando.

¿Qué ventaja tiene esto? Pues que se amplía la base de
capital del país destinada al microcrédito y, segunda ventaja,
como usted bien habrá podido comprender, se aumenta
con mucho la cantidad de personas que tienen acceso al
microcrédito, además con unas condiciones bastante mejores
que las que están en el mercado paralelo. Déjeme continuar
con el ejemplo de Bolivia. En Bolivia, un préstamo en
bolivianos, que es la moneda de allá, en el comercio básico,
es decir, en el de alimentación, tiene un tipo de interés
del 12 por ciento diario. El microcrédito tiene un tipo de
interés del 24 por ciento anual. Solamente con que una persona
pase del circuito de la usura al circuito reglado los
intereses que deja de pagar o el beneficio económico que
se genera es, si usted lo calcula, del 900 y pico por ciento,
y, sobre todo, se dedica a producción lo que no se destina a
especulación. Por eso hemos elegido este modelo, que creemos
que es el más adecuado, primero, porque es el que
más incidencia real tiene y, segundo, porque, con toda sinceridad,
la Agencia tampoco está preparada hoy en día para



Página 15444




desplazar a sus huestes por todo el mundo para hacer operaciones
de microcréditos. Además creemos sinceramente
que zapatero a tus zapatos y que vale más la pena que sean
las entidades financieras las que puedan hacer las operaciones
conteniendo el control por nuestra parte.

Me he olvidado de decirles que cobramos -y esto sí
que es ayuda oficial al desarrollo- del 0,5 al 1,5 por ciento
de interés anual, cuando el tipo medio en dólares está en
este momento en el 7,8 por ciento. Esto es ya una diferencia.

También hay que ser conscientes y saber (no por nuestra
experiencia, que no tenemos, pero fundamentalmente
por la de alemanes e ingleses), que vamos a tener cada año
aproximadamente un 2 ó 3 por ciento de merma de capital
que, lógicamente, vamos a tener que asumir y que es ayuda
al desarrollo.

Si tenemos este año en el fondo 20.000 millones acumulados,
como han explicado ya y ha dicho también el portavoz
del Grupo Parlamentario Popular, la rotación que
podemos dar a esa cantidad, aunque no nos contabilice
exactamente como AOD, supone una cifra de dinero que sí
que hemos puesto en circulación. Si tenemos en cuenta que
se calcula que es el 3,7 por ciento del dinero bancario, etcétera,
con esos 20.000 millones estaremos haciendo aproximadamente
70.000 millones de corrimiento de capital. Esa
inyección de capital va a los más pobres, a los más necesitados,
a reformar el hábitat productivo de las regiones más
depauperadas, lo que es una lucha, a mi juicio, fundamental
contra la pobreza y va a erradicarla de una forma frontal.

Indudablemente, todo tiene sus lecturas, y algunas
puede que no sean tan positivas como la que he hecho,
pero, por lo que he visto en el encargo que recibí de la
Secipi de hacer el programa de Bolivia, tengo que decirle
que me he convertido en un adalid defensor absoluto a
nivel personal de este sistema de microcréditos.

Hay una pregunta que, lamentándolo, no voy a poder
contestar, pero no porque no quiera, sino sencillamente
porque está fuera de mi estimación, y no había tenido la
precaución de coger otros datos que no fueran los mios. La
Agencia no paga cuotas de ningún tipo a entidades financieras
y no financieras; la Agencia solamente hace algunos
convenios, por ejemplo, con el programa mundial de alimentos,
al cual transfiere una cantidad de dinero, porque
hay países en los que a nosotros nos seria gravosísimo
actuar y no llegaríamos a tiempo. Le pongo el ejemplo de
Bangla Desh, donde ha habido unas inundaciones terribles,
y el Gobierno español decidió dar una ayuda de emergencia
de 35 millones de pesetas, si mi memoria no me falla.

Si nosotros tuviésemos que tramitar esos 35 millones de
pesetas, es decir, comprar los alimentos y llevarlos a
Bangla Desh, les íbamos a llevar 10 millones realmente,
porque el resto lo íbamos a emplear en gastos de tramitación,
transporte, etcétera. Sin embargo, si tenemos un dinero
en el programa mundial de alimentos, automáticamente
decimos: Por favor, de su fondo, 30 millones para Bangla
Desh, con lo cual el ratio de utilización es muchísimo
mayor. Otra cuestión es el caso de países donde tenemos
una presencia y unas oficinas, como puede ser la República
Dominicana, con el último huracán malhadado George,
donde tenemos una infraestructura que nos permite actuar
directamente de una forma más económica, y por eso tenemos
otras entidades. También realizamos operaciones multilaterales
de desarrollo, como en el caso de Guatemala,
Mozambique, etcétera, para lo que damos unas aportaciones
y tenemos unos fideicomisos. Pero, que yo sepa, no
tenemos ningún renglón de cooperación con entidades
financieras nacionales o internacionales.

Hay otra cuestión que me gustaría resaltar, y es que
tenemos programas que podemos realizar, aunque se le dan
a la Agencia gracias a la transferencia de otros ministerios.

Yaquí, como siempre, tengo que decir que hay una transferencia
ya histórica en la Agencia de 400 millones, que son
los gastos de las escuelas taller, que, aunque administramos
nosotros, es un presupuesto que recibimos todos los años
de manera finalista del Ministerio de Trabajo, y creemos
que un programa dignísimo y que tiene unos resultados
excelentes.

En cuanto al nivel de ejecución, me gustaría ser tan
optimista como don Pablo Izquierdo y decir que este año
vamos a llegar al cien por cien, pero para eso tendríamos
que matar a los interventores, y como la ley no nos lo permite
-y perdonen ustedes el chiste-, no podemos hacerlo.

Quiero decir que siempre hay algunas pequeñas diferencias
insalvables en las que el señor interventor, en uso de su
perfecto derecho, y además siempre de una forma colaboradora,
hace un reparo de suspensión, pero sí tenemos el
compromiso de superar el 97,6 por ciento del año pasado,
aunque lleguemos al 97,8. Creo que será importante.

Antes le decía que, sin embargo, eso tiene una repercusión
negativa en los presupuestos de este año en la Agencia.

El año pasado pudimos aportar de fondos propios, es
decir, de lo que en ejercicios anteriores no había podido ser
realizado, 2.400 millones de pesetas, cosa que este año no
podemos hacer. Por eso me gustaría destacar también que,
aunque el presupuesto de gastos solamente se incrementa
un 3,8 por ciento en la Agencia, sin embargo, la aportación
financiera del Estado a la Agencia, a través de la cuenta
800X del Cesipi, se incrementa casi en un 6 por ciento.

Esto me parece importante porque creo que la voluntad del
Estado de que la Agencia continúe ejecutando se demuestra
por el nivel de la aportación financiera, que no por el
nivel de gasto, que era el remanente que tuvimos que poner
y que, lógicamente, este año queda descompensado.

Por último, hay que decir respecto a los microcréditos
que se está estudiando en la OCDE muy seriamente qué
característica darles o cómo calificarlos, porque indudablemente
son un crédito reembolsable, En el término de diez
años hay que devolver el préstamo inicial, pero de alguna
manera, fundamentalmente los países menos desarrollados,
encabezados por Pakistán -que es, como ustedes saben, el
primer lugar del mundo donde se realizaron los microcréditos-,
quieren que tengan un tratamiento especial, de tal
manera que se está intentando que haya como un coeficiente
de formulación, y que se conceda una cantidad determinada
de los microcréditos; es decir, no el capital que conceda
el Estado, sino que los microcréditos que se concedan
sobre la base de la multiplicación de ese capital, puedan ser
considerados como aportación neta a AOD. Esto es, como
todo, un proceso, un camino que se inicia y, si me lo permiten,
creo que lo importante no es tanto el que esto suponga
dos décimas más o no de AOD, siéndolo, que lo es, sino
que va a tener una contribución importantísima en la lucha
contra la pobreza. Me permito decirles que, si ustedes lo



Página 15445




tienen a bien, el año próximo tendremos muchísimo gusto
de traerles aquí otro tipo de créditos que prevé el artículo
28.1 de la Ley de Cooperación, que son los créditos
revolving. Estamos realizando un estudio pormenorizado y
las incisiones que hemos hecho han tenido un resultado
francamente digno de todo elogio. Lógicamente, no podemos
hacerlo todo. Son créditos a largo plazo y habrá que
ver cómo los podemos contabilizar. Perdónenme que insista,
pero, por encima de la contabilización, son unos créditos
que han demostrado y van a demostrar su eficacia para
luchar contra la pobreza que, como todos ustedes han
dicho, han acordado y a mi juicio estupendamente, es el
objetivo básico de nuestra ley de cooperación internacional.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor
Pérez.




El señor PÉREZ SEGURA: Sólo quiero expresar
nuestro agradecimiento al secretario general de la Agencia
por su explicación exhaustiva del procedimiento y el mecanismo
de los microcréditos. En sus posteriores intervenciones
en la recién creada Comisión de Cooperación espero
que tendremos ocasión de tratar de ellos con detalle, así
como de cuáles son las operaciones por montos o por tramos,
pues no tendremos que individualizar operaciones de
mil dólares, ya que esto es imposible, así como de estas
nuevas figuras financieras aplicadas a la cooperación, estos
créditos rotativos o revolving y de otras figuras que también
se pueden poner en circulación, como, por ejemplo,
los fondos de inversión solidaria o canjes de deuda para
operaciones de las ONG o, en definitiva, operaciones de
cooperación solidaria. En este sentido, aplaudo su buena
disposición, tomo nota de la orientación de la Agencia en
este sentido, hablaremos de ello aunque no puedo aplaudir
las explicaciones que me ha dado en términos cuantitativos
del presupuesto. No sé si es que no he tomado bien los
datos, que todo es posible, pero no casan las magnitudes.

Pero este es un tema que a base de enmiendas, trataremos
de corregir desde nuestro grupo.




El señor PRESIDENTE: Tiene la palabra el señor
Espinosa.




El señor SECRETARIO GENERAL DE LAAGENCIA
ESPAÑOLA DE COOPERACIÓN INTERNACIONAL(
Espinosa Fernández): Simplemente deseo agradecer,
como siempre, las preguntas y decir que
posiblemente yo haya sido un poco torpe en la explicación
de las sumas. Pero, salvo que tenga mal los datos, el programa
486, ayuda al desarrollo, que va a gastos corrientes,
se incrementa en 520 millones y el capítulo 7, transferencias
corrientes AOD, se incrementa. De ahí el 156 por ciento,
que son exactamente 1.248 millones. Lo que s puedo
decirle es que el incremento de AOD global es aproximadamente
del 6 por ciento, dentro de las cuantificaciones de
nuestros programas. La verdad es que lo que menos sube
es el gasto relativo al personal, que, como usted sabe, se
incrementa un 2,64 por ciento, debido al corrimiento por
antigüedades y trienios, ya que el 1,8 por ciento es la aplicación
absoluta para todos y cada uno de los trabajadores
de la Agencia. De todas formas, muchísimas gracias.




El señor PRESIDENTE: El señor Izquierdo tiene la
palabra.




El señor IZQUIERDO JUÁREZ: Yo había dicho
aproximadamente el cien por cien.

Vuelvo a insistir, señor Espinosa, en que me parece muy
destacable que tenga entre sus objetivos el alcanzar el 97,8
por ciento de la ejecución del gasto. Hago este comentario,
señor presidente, para decir a continuación que cada vez se
parece más lo que se presupuesta y lo que se ejecuta. En
este Parlamento estábamos acostumbrados, durante años, a
dar grandes cifras de ayuda oficial al desarrollo y a obtener
resultados bastante paupérrimos en cuanto a la ejecución
del gasto. En el caso concreto de la Agencia, lo que se presupuesta
es lo que se ejecuta.

Yo también lamento la falta de tiempo del Gobierno,
pero ese es un imponderable que todos los grupos parlamentarios
han comprendido a la hora de acompañar a los
presupuestos el informe integrado de la ayuda oficial al
desarrollo que el Grupo Parlamentario Socialista ha solicitado.

No hace falta ser muy perspicaz para alcanzar unos
datos generales. En 1998, señor presidente, la AOD española
estaba presupuestada en tomo a los 200.000 millones
de pesetas y los datos que vamos teniendo de los diferentes
ministerios, en cuanto a los niveles de ejecución del gasto,
aventuran que esa cantidad se va a cumplir. En 1998, si
sumamos simplemente el mantenimiento de gastos de
AOD del conjunto de los ministerios, en concreto del
Ministerio de Economía y Hacienda, que es el que tiene
parte más importante en la ayuda oficial al desarrollo, superaremos
con creces los 200.000 millones de pesetas y nos
pondremos definitivamente por encima de la media de la
OCDE, que está en el 0,25.

Al Grupo Parlamentario Popular le interesa destacar
esta cuestión de manera especial. El conjunto de la OCDE
ha reducido aquella media ponderada del 0,35, que se consideraba
casi ideal, muy lejos, por cierto, del 0,7 por ciento
porque ha venido disminuyendo la media de los países que
más destinaban a cooperación internacional para el desarrollo
hasta el 0,25, y el hecho de que España incremente,
desde 1995 hasta ahora, su media hasta el 0,26 y, por lo
tanto, por encima de los países de la OCDE, es un dato muy
relevante. Por lo menos lo que sí demuestra, con ser insuficiente
-se presentarán enmiendas de carácter voluntarista,
seguramente; algunos pedirán la luna y otros pedirán incrementos
importantes en la ayuda oficial al desarrollo; eso es
muy legítimo que lo planteen los grupos parlamentarios-,
es que de 1996 a 1999 la cooperación internacional para el
desarrollo en España ha crecido de 156.000 millones a más
de 200.000, lo que supone un incremento de aproximadamente
50.000 millones de pesetas, que es de extraordinaria
importancia. No estaremos satisfechos -creo que este
Gobierno tampoco lo está- hasta que alcancemos valores
más próximos al 0,7 por ciento, pero lo importante es señalar
la tendencia, y la tendencia es a incrementarlo y no a
reducirlo, como sucede en el conjunto de la comunidad
internacional.




Página 15446




El señor PRESIDENTE: Gracias, señor secretario
general. Excúseme por no haber podido escuchar esta última
intervención, con el placer que siempre me producen,
pero por lo que he escuchado de SS.SS. ha sido, como
siempre, una intervención exhaustiva y precisa.

Muchas gracias, señor secretario general. (Pausa. El
señor vicepresidente, Milián Mestre, ocupa la Presidencia.)



- DEL SEÑOR DIRECTOR DEL INSTITUTO CERVANTES
(DE MORA-FIGUEROA Y WILLIAMS)
A SOLICITUD DEL GRUPO SOCIALISTA DEL
CONGRESO. (Número de expediente 212/001583.)



El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Continuamos
con la comparecencia del director del Instituto
Cervantes, a petición del Grupo Parlamentario Socialista.

Tiene la palabra el señor García-Santesmases.




El señor GARCÍA-SANTESMASES MARTÍN-TESORERO:
Quiero dar la bienvenida al director del Instituto
Cervantes, que ya ha tenido la amabilidad de acompañarnos
en otras ocasiones, yo no sé si en el trámite de
presupuestos o en otro. Pero, como no vamos a perder la
costumbre de hacerlo como si fuera una comparecencia, yo
quería decirle que, después de leer los informes y los papeles
que nos han pasado, vemos que aquí hay un elemento
que va más allá de lo numérico, y en ese sentido va la pregunta
que le quería plantear.

Todos coincidimos en los principios del Instituto Cervantes,
todos consideramos que es un momento especialmente
relevante para la difusión de nuestro patrimonio lingüístico
y cultural, y como ya tuvimos ocasión de
comentar, tanto en la sede del instituto como en esta Comisión,
planteamos la necesidad de superar los estereotipos y
de conectar la didáctica de la lengua con la difusión de la
cultura más allá de todos los prejuicios y de todos los estereotipos.




Pero hay un punto que me sorprende y en el que me
gustaría que usted se extendiera. Usted dice en el informe
que nos proporciona sobre el Instituto Cervantes, que hay
lugares donde hay muy poca expansión del Instituto, y singularmente,
en todo el continente americano sólo hay centros
en Nueva York, en Sao Paulo y en Chicago. Si vamos a
difundir la cultura en momentos en los que se produce la
crisis de fin de siglo, con todo el problema de 1998, ¿no
convendría crear otras sedes en otros lugares de América
latina donde no se plantea el problema de la lengua pero sí
el de la cultura? Estoy pensando en Santiago de Chile, en
La Habana, en Montevideo y en Méjico distrito federal. Lo
digo porque la Universidad a distancia, de la que soy profesor,
tiene más centros en estos países y, como ustedes
saben, en algunos lugares se establece una conexión entre
ambos centros.

Una cosa que sorprende es que en las partida de 1997,
1998 y en la que tenemos prevista para 1999, nunca pasemos
de 35 centros. No hay intención de crear más centros.

Usted habla de lugares donde es más necesaria la difusión
de nuestra lengua, ya no sólo de nuestra cultura; pensemos,
por ejemplo, en los países del Este. Allí hay lugares muy
importantes donde no tenemos centros, como Moscú,
Praga o Budapest. Yo recordaba la visita que tuvimos el
viernes pasado del presidente del Parlamento iraní y me
preguntaba si no convendría tener un centro en Bagdad o
en Teherán, con todas las tensiones que ha habido en Irán.

Da la impresión de que se mantiene el esfuerzo, pero no se
hace una política más ambiciosa de ir más allá, por lo
menos en la creación de centros.

Si uno observa otras cuestiones, ve que tampoco hay un
intento de ir más allá. Algunas, como director del instituto,
no le competen a usted, sino más bien al propio ministerio
en general, sobre todo las que se refieren a política de
extensión cultural, pero por se lo puede trasladar al responsable.

Ocurren cosas curiosas, como que las becas e intercambios
derivados de convenios y acuerdos, y las ayudas
de viajes a profesores, han pasado de 70 a 60 y a 45; no sé
si ha disminuido el número de profesores, el interés por los
viajes, o los recursos del ministerio. Al principio de la
legislatura,
cuando ustedes estaban presupuestando el año 1997,
estaban en un período de ajuste y con problemas por las
condiciones de convergencia de Maastricht y se insistía
mucho en que no se podía ir más allá, pero ya se ha superado
ese momento y aquí, no sé si por restricciones presupuestarias
o por una política específica, aunque no se puede
decir que vayamos hacia atrás, tampoco vamos suficientemente
hacia adelante; asciende un poco el número de centros
homologados o asociados, también se habla de los cursos
especiales. Esa es la cuestión decisiva.

Aprovechando que está aquí el director del Instituto
Cervantes, quería hacer otra consideración sobre el tema
del uso de las nuevas tecnologías, no sólo de Internet o de
la radio, aunque ya sé que a usted no le compete directamente.

Es muy importante mantener la idea de la radio
como servicio público, y se lo digo porque lo estoy viviendo
directamente como profesor de la Universidad a distancia.

Nos hemos encontrado -y no por problemas presupuestarios,
sino por problemas de concepto de lo que tiene
que ser una radio pública- con que el director general de
Radiotelevisión Española ha autorizado que los programas
de la Universidad a distancia salgan de Radio 3 y vayan a
la ionosfera. La gente se ha enterado de esto porque un
escritor importante ha escrito una columna al respecto.

Hemos tenido la suerte de que por fin el público se ha enterado
y ha ido más allá de lo que habíamos predicho los
diputados.

Ya que se hace este trabajo con Radio Exterior, sería
importante que la radio pública mantuviera la relevancia de
ese servicio educativo más allá de los elementos puramente
comerciales, musicales o juveniles, porque creo que esa es
la misión de la radio pública.

Quisiera hacer una última consideración, dado que lo
hemos discutido en otras ocasiones en esta Comisión y en
la propia sede del Instituto, respecto al tema de los Estados
Unidos. Tenemos un centro en Nueva York y otro en Chicago,
pero existe un problema decisivo, que usted expone
muy bien, que es el problema del English only, que nos
ayuda a entender problemas sobre la lengua y que a la vez
es importante no sólo como experiencia comparada de los
procesos educativos sino para pensar qué deberíamos hacer
para una difusión de calidad de nuestra lengua.




Página 15447




Usted dice, con mucho acierto, que ha habido una época
de expansión demográfica. Hay expertos que piensan que
esa expansión no va a ir más allá y, sin embargo, sí consideran
importante cómo difundimos con calidad nuestra
cultura y la didáctica de nuestra lengua. Me interesa conocer,
y creo que a todos el problema de los hispanos, el uso
que se hace del castellano en los Estados Unidos y qué se
puede hacer desde la perspectiva del Instituto Cervantes.

Nada más, señor director. Agradecemos su presencia y
esperamos que tenga más apoyos en ese ministerio para
poder extender su acción, no sólo cualitativa sino cuantitativamente,
a esos lugares donde todavía no hemos llegado.




El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre):
Vamos a dar la palabra al portavoz del Grupo Parlamentario
Popular, señor Ricomá de Castellarnau.




El señor RICOMA DE CASTELLARNAU: En primer
lugar quiero dar la bienvenida al director del Instituto
Cervantes y agradecer su presencia en esta comparecencia.

Aunque es una comparecencia de presupuestos, coincidiré,
sin haberlo hablado previamente, con el portavoz socialista,
ya que mis referencias a los presupuestos serán meras
pinceladas, prefiriendo entrar a valorar y a analizar la
importante tarea del Instituto Cervantes.

Quiero empezar con unas palabras del director del Instituto
en su última comparecencia en esta Comisión de Asuntos
Exteriores, que cerraba su intervención haciendo precisamente
referencia al momento terrible que supone la
confección del presupuesto. Decía el director que cuando
llegara esa circunstancia, se tuviera en cuenta que el Instituto
solicita dinero para gastarlo de manera responsable y
no simplemente para tener más liquidez o más disponibilidad
de sus créditos; afirmación que compartimos y de la
que pueden desprenderse dos interpretaciones: por un lado,
la consideración hacia el trabajo efectuado por el Instituto
y, por otro, la necesidad de mantener un crecimiento presupuestario
racional que les permita abordar todos aquellos
objetivos fundacionales establecidos y, por qué no, también
abordar nuevos retos.

Aeste grupo no le cabe ninguna duda sobre el calado de
la gestión desarrollada por el Instituto. Los datos hablan
por sí solos: incrementos importantes en su alumnado; el
volumen importante de profesores de español que vienen
formando; su constante actividad cultural y el dinamismo
de sus centros en el extranjero. Todos estos aspectos son
objetivos y existe plena constancia escrita de ellos, ya sea
en la memoria que emite anualmente el propio Instituto, ya
sea en los propios «Diarios de Sesiones» de la Cámara.

Tampoco puedo obviar reseñar la comprobación in situ
que los miembros de esta Comisión -y el señor GarcíaSantesmases
también estaba presente- pudimos efectuar
en el corazón de la institución, en la sede central del Instituto,
por llamarla de alguna forma, en Alcalá de Henares, con
motivo de la amable invitación que nos cursó su director.

En el transcurso de la jornada nos pudimos introducir
de lleno en los diferentes quehaceres que ocupan a los
componentes del Instituto, pudimos hablar con ellos y, lo
que es más importante, pudimos formular cualquier tipo
de preguntas y observaciones a fin de salir con una idea
clara de la magnitud de su trabajo y, paralelamente, trasladar
aquel conjunto de ideas que pudieran mejorar la eficacia
del centro y que en ocasiones afloran con mayor claridad
desde ópticas externas al elemento que se está analizando.

Sinceramente, creo que todos los grupos que desplazaron
a alguno de sus miembros a Alcalá de Henares
coincidirían conmigo en que la visita fue positiva, al igual
que las conclusiones que de ella se sacaron, que sin duda
avalan lo expuesto anteriormente sobre el calado que tiene
el trabajo de la entidad.

Destacaría -y aquí quizá entre un poco en disonancia
con el portavoz socialista- esta inquietud manifiesta, al
menos así yo la detecté, por aprovechar todos los resortes
de las nuevas tecnologías para buscar la progresión geométrica,
para buscar el efecto multiplicador de la difusión de
nuestra cultura. Precisamente coincidió nuestra visita con
la puesta en marcha del centro virtual Cervantes, gran ventana
de nuestro bagaje cultural en Internet al alcance de una
demanda selectiva, de una demanda interesada y de un sector
exigente.

Por ello, quizá una primera pregunta que podría salir de
este grupo, es si tiene el Instituto algunos datos sobre el uso
que se está haciendo de este centro virtual Cervantes, sobre
las consultas o sobre las inquietudes que se pueden trasladar
a través de estas pantallas de Internet.

Decía que había interés y ganas de aprovechar las nuevas
tecnologías, combinándolos también con las fórmulas
tradicionales de difusión, como pueden ser las diferentes
emisiones que se dan a través de los programas de Radio
Exterior.

En relación al presupuesto, nos comentaba hace muy
pocos minutos el subsecretario del Ministerio de Asuntos
Exteriores, en la primera comparecencia de la tarde, que el
presupuesto del Instituto Cervantes experimentaría un crecimiento
casi del 15 por ciento, elevando el crédito disponible
a unos 6.000 millones de pesetas, cantidad que, valorada
de forma aislada, como un simple número, suena obviamente
peor que si habláramos de 8.000, de 9.000, de 10.000 o
de 11.000 millones, pero que si la analizamos con rigor,
desde la perspectiva de la eficacia en su ejecución, desde la
política de racionalización de centros, y desde la apuesta
por primar la calidad sobre la cantidad, entendemos desde
este grupo que resulta a todas luces satisfactoria.

Se suele comentar que los presupuestos son siempre
insuficientes. Parece que la eficacia va siempre condicionada
al montante económico que la pueda respaldar. Nosotros
entendemos que la eficacia requiere, en primer lugar,
una buena infraestructura, y el Instituto Cervantes está plenamente
consolidado; en segundo lugar, una buena gestión,
y a los comentarios anteriormente expuestos me remito,
y, finalmente, la inyección económica, que en este caso
se traduce en un respetable incremento sobre la que venía
disfrutando. En consecuencia, estamos hablando de un
marco global en el que se moverá el Instituto Cervantes en
el año 1999 plenamente favorable.

Al igual que un automóvil no necesita más gasolina
para incrementar su velocidad y que el estilo de conducción
es vital para llegar más lejos con la misma cantidad de
carburante, tenemos la confianza de que el Instituto Cervantes
está perfectamente engrasado, ha pasado todas las
revisiones necesarias y, en definitiva, está en perfectas condiciones
de llegar allí donde se ha propuesto con la asignación
presupuestaria que le ha sido consignada.




Página 15448




Por ello, desde el Grupo Popular queremos felicitar a su
piloto, al señor director del Instituto, por la excelente puesta
a punto en que mantiene su vehículo y por las dos nuevas
etapas que entendemos ha cubierto el Instituto en el
transcurso del presente año; me refiero a la apertura -y si
me equivoco rectifíqueme- de los centros de Sao Paulo y
de Tel Aviv, que es una clara muestra de adecuación del
funcionamiento del centro a nuestra cultura. Baste recordar,
por ejemplo, que en Brasil ya se ha implantado la asignatura
de español obligatoria en secundaria y que hay una
pequeña deuda histórica con Israel, porque desde hace
siglos la comunidad sefardí mantiene su fidelidad a nuestra
lengua.

Para finalizar, quiero animarle a seguir con la misma
intensidad y con la misma inquietud esta preciosa tarea de
divulgación de nuestra cultura, de nuestra lengua, de horizontes
infinitos, pues hablar de cultura española es tender
hacia el infinito, con una trayectoria y unos objetivos claros
y también de unos buenos resultados hasta el momento.




El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): Tiene
la palabra el señor director general.




El señor DIRECTOR DEL INSTITUTO CERVANTES
(De Mora-Figueroa y Williams): Doy las gracias a
esta Comisión y a sus distintos componentes por dar la ocasión
a quien ahora habla de exponer, no solamente las cifras
del proyecto de presupuestos, sino los objetivos que aspiramos
alcanzar. No obstante, hay que citar unas cifras muy
generales, que son las que luego intentaré consolidar con
los datos de los objetivos y contestando a las preguntas y a
las cuestiones que han sido suscitadas. Tengo que decir que
la cifra de 5.818 millones de la propuesta del presupuesto
para el año que viene es el 6 por ciento más, pero es verdad
también la cifra del 15 por ciento, que es la del aumento en
las transferencias del Estado. Quería explicar por qué no
coinciden ambas cifras. No coinciden porque, hasta ahora,
habíamos dispuesto de un remanente que fuimos gastando
poco a poco -me apresuro a aclarar que el remanente
arranca de una época anterior a aquella en la que yo he asumido
la dirección del centro- y que fue administrado cuidadosamente.

Hubo dos presupuestos anuales que coincidieron
prácticamente en un año natural; hemos vivido de
ese pequeño colchón y ahora llega el momento en que no
es posible porque nos lo hemos gastado. Pese a nuestros
esfuerzos considerables, creo que con cierto éxito, de
aumentar los impresos por matrículas y por patrocinio,
hemos tenido que acudir a una mayor transferencia del
Estado que es, en efecto, del 15 por ciento, una cantidad
considerable. Tengo que decir como consideración inicial
que estamos gastando ese dinero con mucho cuidado,
como lo hemos gastado en años anteriores desde que se
creó la casa hace siete años. Hay que pensar que tenemos
35 centros -luego explicaré por qué, en efecto, parece que
se inauguran misteriosamente pero siguen siendo 35 como
ha dicho el señor García-Santesmases- y tenemos una
plantilla de quinientas personas, más o menos, más doscientas
contratadas para las clases; todo eso cuesta dinero.

Miramos con mucho cuidado el dinero que administramos
y me atrevería a decir que lo hacemos con frugalidad.

Treinta y cinco centros. Es verdad que abrimos centros
nuevos. Este año hemos abierto no solamente Sao Paulo y
Tel-Aviv, sino también Bruselas, a principios de año, en
enero. Lo que ocurre es que hay dos centros que han pasado
a ser antenas: concretamente Alejandría, que está, como
todo el mundo sabe, muy cerca de El Cairo y parecía lógico
que siguiera funcionando como antena de El Cairo, lo
cual supone un ahorro de dinero, y Leeds, que está muy
cerca de Manchester, al inaugurarse Manchester parecía
lógico que funcionara dirigido desde Manchester; también
supone un ahorro considerable porque, además, tenemos
un acuerdo muy beneficioso con la Universidad de Leeds.

Abidjan ha pasado a ser lo que se llama un centro de recursos
y está siendo llevado por la embajada. Hemos conseguido
no desguarnecer ningún lugar y aligerar nuestro presupuesto
y nuestras preocupaciones de administrar una
cantidad considerable de centros con unos medios que son
muy ajustados.

En cambio, hemos abierto -como decía- Tel-Aviv
con una vocación que el señor portavoz del Grupo Popular
acertadamente definía en sus varias vertientes: por un lado,
atender a la presencia de la lengua española a través de los
sefarditas, pero también estar en un país de gran vida cultural
y de gran importancia económica. En Sao Paulo el caso
es muy especial porque hemos creado un centro dedicado
esencialmente a formar formadores. Pensamos que eso
tiene un efecto multiplicador importante ante la enorme
demanda de español que hay en Brasil, que es imposible
que atendamos nosotros. Solamente en profesores, unos
nos hablan de que hacen falta cien mil, otros doscientos
mil, el numero de alumnos se mide por millones y no podemos
más que aportar una gota de agua. Creemos que esa
gota puede inducir a más fertilidad formando profesores
que enseñando a alumnos.

Es verdad que hay grandes huecos en nuestra red. Los
países del Este, que ha mencionado el señor García-Santesmases,
son una laguna. Tenemos un centro en Varsovia y
otro en Bucarest, pero son muy llamativos los lugares en
los que no tenemos centro. Tenemos un proyecto que tiene
cierto interés. Teniendo en cuenta que en los países de
Europa central y oriental el nivel de formación de las personas
es muy alto -no es comparable con otras partes del
mundo, no tienen dinero pero sí formación considerable,
incluso lingüística y científica-, estamos ideando y vamos
a poner en práctica en el próximo ejercicio un proyecto que
hemos dado en llamar AVE porque son las siglas de aulas
virtuales de español. Con una inversión que no tiene por
qué ser muy grande, 7 millones o algo así, pretendemos dar
llave en mano -por así decirlo- a un departamento de
español de una universidad de Europa oriental -la que
sea, Cracovia, San Petersburgo...- donde hay interés por
la lengua española o donde hay profesores bien formados
pero que no tienen medios para equiparse desde el punto de
vista de la electrónica y la informática para poder acceder a
las bases de datos, no sólo a las nuestras sino a las de la
Real Academia, universidades españolas u otros centros;
queremos darles el equipo, lo que los mexicanos llaman la
cacharrería o los americanos del norte el hardware necesario,
traerse a alguien de allí para formarlo en España y, el
día que teníamos una red un poco más amplia, enviar lo
que llamamos un visitador -todavía no existe pero pensamos



Página 15449




que podría actuar como tal-. Nos parece que es una
solución barata porque requeriría unas inversiones iniciales
muy pequeñas, no comparables con las de tener un centro
normal en una ciudad como ésta, pero que cubriría muchas
de las necesidades que ha señalado usted acertadamente
porque compartimos esa preocupación. Vamos a empezar
el año que viene con un centro piloto y esperamos que
satisfaga los deseos de los países del Este y los nuestros.

Además, tenemos el proyecto de hacerlo con la Agencia de
Cooperación puesto que encaja dentro de sus fines y son
cantidades razonables.

En Oriente Medio tenemos bastantes centros. En Egipto,
en Damasco, ahora en Tel-Aviv... Es verdad que hay
mucho interés en otros países y que, si pudiéramos tener la
extensión de red que querríamos tener, probaríamos en
lugares en donde ha habido centros culturales españoles en
otros momentos, como Bagdad, donde hubo uno pero no
nos fue entregado y hoy no existe y no funciona por motivos
que creo que a todos se les alcanzan. En Teherán no ha
habido nunca un centro cultural español y sería sin duda
tentador desde muchos puntos de vista, aunque quizás no
fácil de llevar desde otros.

Hispanoamérica. Esa es la gran cuestión. No estamos
presentes en Hispanoamérica y si bien la ley que creó el
Instituto Cervantes no excluye formalmente que el Instituto
actúe en Hispanoamérica, por otro lado sí menciona que
los dos fines del Instituto son: uno, enseñar el español, cosa
que en Hispanoamérica no podríamos hacer y que incluso
se tomaría a mal porque ellos hablan español tan bien o
mejor que nosotros, y la segunda finalidad, dar a conocer la
cultura española en todas sus variedades, que se puede
hacer igual en Hispanoamérica que en otros lugares. Lo
que ocurre es que en Hispanoamérica ya hay una red de
centros culturales que dependen del Instituto de Cooperación
Iberoamericana, el antiguo Instituto de Cultura Hispánica.

Las embajadas tienen su despliegue allí. Yo no me
atrevo a juzgar la importancia de ese despliegue cultural en
Hispanoamérica porque no lo conozco bien. Tomo buena
nota de lo que me dice el señor portavoz del Grupo Socialista
y lo hablaré con quienes llevan eso en el Ministerio de
Asuntos Exteriores.

Lo mismo digo de las becas a profesores, que me parece
una actividad muy importante para favorecer a los profesores
de español o al mejor conocimiento de España.

Nosotros no lo hacemos, aunque sí hemos ayudado, incluso
con programas muy especiales. Acabamos de tener en
Alcalá un curso para profesores venezolanos de español,
para una red de 14 centros que tiene Venezuela en las Antillas
Menores, en el Caribe, de habla no española, donde
nosotros no podíamos soñar con abrir centros como ellos.

Nos parece muy razonable compartir con ellos la responsabilidad
de reconocer la lengua española en el extranjero y
lo que nos han pedido es que les ayudemos a formar profesores,
lo cual, por otro lado, entra de lleno en nuestra labor,
porque me parece que el año pasado hemos tenido cursos
para unos dos mil y pico profesores y es una de las actividades
que más nos satisface, de la que hablamos poco y
quizás deberíamos hablar más.

En cuanto a Radio Exterior, estamos totalmente de
acuerdo con la importancia de la función de una radio
pública en este campo y nuestro programa con Radio Exterior
de un idioma sin fronteras parece que sigue teniendo
mucha aceptación, incluso en su modalidad especial para
los árabes. Con Televisión Española empezamos dentro de
muy poco un programa nuevo sobre el lenguaje, donde
actuamos -no sé si decirlo así- como asesores. En fin,
estamos trabajando con Televisión Española.

En relación con Estados Unidos, claro que es un campo
vasto, donde nos gustaría hacer mucho más. Hacemos cada
vez más por varios motivos: uno es por el centro virtual
Cervantes, al que me referiré después, y otro porque creemos
que la labor más seria y a la vez más útil que podemos
hacer para los propios hispanos en Estados Unidos es servir
de punto de referencia de calidad. Siempre hemos pensado,
dadas las cifras -ni siquiera se sabe bien cuál es el
número de los que todavía hablan español en Estados Unidos
entre los inmigrantes, pero unos hablan de 20 millones
y otros de 30 millones-, que un enfoque puramente tradicional
sería inabarcable, porque solamente dar una gramática
y un diccionario a 30 millones de personas es una
empresa que no está al alcance no ya del Instituto Cervantes,
sino ni siquiera de España, ni siquiera probablemente
de España y México juntos. En cambio, sí pensamos que el
día que esos inmigrantes o sus hijos o al menos algunos de
ellos lleguen a la conclusión de que su lengua, sus raíces
que son españolas pero también hispanas en general -no
pretendemos ser paternalistas con ellos-, que esas raíces
culturales son tan dignas, tan hermosas -por qué no decirlo-,
tan nobles como las de los inmigrantes que hablan
inglés o que usan el inglés como lengua franca en Estados
Unidos o aquellos que tienen otros orígenes geográficos,
ese día -si se les devuelve el orgullo de sus orígenes, porque
tampoco hay que olvidar que muchos de ellos se hallan
en una situación difícil no ya económica, sino social, ya
que quizás se sienten un poco menospreciados-, en el que
nosotros o quien sea podamos ayudarles a recuperar ese
orgullo, se daría el primer paso fundamental. Para eso lo
principal es que ellos vean que lo que nosotros hacemos en
el Instituto Cervantes, aunque sea una gota de agua, atrae a
los que ellos consideran que son minorías -o mayorías, da
igual- y que dominan el país, que son los anglos. Eso es
una realidad social. Si ellos ven que los anglos vienen a las
exposiciones que organicemos, les interesa el cine español,
la literatura española o en lengua española -da igual, porque
nosotros en eso somos totalmente eclécticos e incluimos
español o hispano, venga del origen que venga en las
manifestaciones culturales-, ese día habremos ganado
mucho terreno.

Al hilo de eso, estamos cuidando mucho la calidad.

Ahora en Nueva York tenemos una ambición, y es que
incluyan, mediante una serie de esfuerzos, la permuta de
un edificio que había allí, y no quiero cansar a SS.SS. con
los detalles técnicos, ya que nosotros hemos bregado bastante
con ellos. En fin, el hecho es que nosotros esperamos
poder comprar un edificio bueno propio en Nueva York,
que no nos obligue a estar en los dos pisos, muy decorosos,
que tenemos ahora, pero donde se diluye nuestra presencia,
ya que no existe la posibilidad de poner ni nuestro logotipo,
ni la bandera, ni nada, ni siquiera tener un auditorio.

Esperamos tener todo eso muy pronto. Eso en Nueva York,
donde los signos externos, nos guste o no, pesan mucho,
hay que hacerlo con decoro, sin tirar el dinero, pero sí con



Página 15450




calidad. Esa es la mejor manera que tenemos de ayudar a
quienes se consideran en el fondo a veces, y es triste para
ellos sin duda, ciudadanos de segunda. Si ellos ven -entre
comillas- que los ciudadanos de primera se interesan por
manifestaciones culturales en su lengua, yo pienso que les
hacemos un servicio. En Chicago estamos muy bien. Claro
que nos gustaría estar en más lugares de Estados Unidos, y
aspiramos a ir haciéndolo poco a poco, con la ayuda de las
Cortes Generales y del Gobierno, que debo decir que nos
ha ayudado en estos presupuestos considerablemente.

Para terminar, me gustaría hablar del centro virtual Cervantes,
del que tuve ocasión de hablarles cuando era todavía
un proyecto. Se inauguró en enero y en nueve meses
hemos tenido, hasta el final del curso, 200.000 visitas, lo
que es mucho, con una media de 12 consultas por visita y
con una media de siete minutos por cada visita, lo que es
mucho. La verdad es, por lo que me dicen, que ahora somos
el sitio en la red con más visitas de todos los que hay en
español, salvo el de los periódicos, con los que no podemos
competir. Me parece que estamos teniendo 1.500 visitas
diarias, que para algo que no es un periódico es mucho.

Además, esperamos que eso cobre un impulso muy considerable,
porque el 2 de enero vamos a empezar un curso de
español interactivo, con tutores. Vamos a cobrarlo, de una
manera razonable, porque pensamos que es una forma, primero,
de disminuir los gastos y, segundo, de que se aprecie
el servicio que se presta. Ahí tenemos un ambicioso proyecto.

Está siendo elaborado el curso, que es nuevo. Ahí no
hay nada que copiar, nada sobre qué inspirarnos, porque
sería la primera vez que hay en Internet un curso de una
lengua, en este caso el español -somos los primeros-, lo
cual tiene ventajas, pero ser pioneros tiene el inconveniente
de que ya no se puede decir si basta con copiar lo que ya se
hace, y muy bien, en otro lugar. En este caso no. Tenemos
cifradas muchas esperanzas en ese proyecto y creemos que
eso va a multiplicar el número de accesos al centro virtual
Cervantes.

Estos eran los puntos principales sobre los que me han
pedido SS.SS. información, pero si hay algo más, estoy a
su disposición.




El señor VICEPRESIDENTE (Milián Mestre): ¿Hay
alguna intervención complementaria a lo dicho. (Pausa).

Ninguna.

Se agradece su comparecencia, señor director, y la
información que nos ha dado. Se levanta la sesión.




Eran las siete y cincuenta minutos de la tarde.